Un periplo imaginario Daniel H. Valsecchi Casimiro y Mabel zarparon del puerto de Mar del Plata – abordo de un yate. Navegaron 2 millas hacia el oeste. En el horizonte vieron veleros navegando. El cielo estaba azul. El sol brillaba. El viento soplaba fuerte. A lo lejos una isla. Palmeras y arena en la playa. Desembarcaron y caminaron por un sendero. Llegaron a un lugar en el cual había una construcción abandonada. Detrás una pareja muy cachonda garchando. Sexo oral, vaginal y facial. Gemidos y gemidos. Mabel pensó que en el culo de los cachondos habría que dibujar la letra «P». Y Casimiro quería escribir una novela. Alrededor del mundo en 80 poringas. Volvieron al yate. Mar adentro vieron a un galeón español del siglo XVII. El yate se acercó y uno de los tripulantes vió las piernas de Mabel y dijo. Si así son las vías ¡cómo será la estación! El coño de Mabel estaba rasurado para facilitar el cunnilingus. Siguieron navegando y en el mar navega a la deriva una gabarra llena de carbón. Y más lejos se veía a una fragata navegando a toda vela. El mar comenzó a encresparse, la cosa se ponía un poco peligrosa, comenzó a llover… a lo lejos un islote, para amarrar y descansar. Pernoctaron una noche y a día siguiente el tiempo mejoró y zarparon. Navegaron varias millas y a lo lejos vieron a un volcan en erupción. Mabel sacó una foto.Casimiro se acordó de la novela de Bulwer Lytton –Los últimos días de Pompeya. Cerca había un delta con varios ríos. Mabel preguntó. ¿cúal? El más angosto. La navegación continuó y de repente el nivel del agua comenzó a descender. En consecuencia el yate encalló. Mabel, asustada, preguntó. Y ahora, qué hacemos? Dame la mano. Y juntos se dirigieron hacia la orilla. Mabel dijo. ¿Y el yate? Si el agua no vuelve estamos fritos. Poner una boya fluorescente por las dudas. Más adelante un tunel negro como boca de lobo. Casimiro se acordó de la novela de Emilio Salgari, Los exploradores del Melonia. La leyó cuando estaba en la escuela primaria, en la cual aprendió a «usar la croqueta». Lo mejor que podemos hacer es esperar – dijo Casimiro. Finalmente el agua volvió. Casimiro se acordó del cuento de Manuel Mugica Laínez; El Pastor del río 1792. Navegaron 3 millas marinas con viento a favor. A lo lejos un faro. Pasaron de largo. De repente apareció un periscopio. ¿Nos quiere torpedear? Mabel se asustó. El sumergible salió a la superficie del mar. Su color era blanco y la bandera no era negra con la N del Capitán Nemo. El negro es el color del luto y del anarquismo. Y la «P» en el centro. Se abrió una escotilla y una marinera completamente desnuda los invitó a entrar. La capitana sonriente, con sus manos en los comandos del periscopio, totalmente desnuda, sacando culo con tetas grandes y pezones turgentes, sonriente les dijo. No soy una déspota como el capitan Nemo. Sean bienvenidos. Y mientras tanto masajeaba su clítoris. En la biblioteca la colección de los albumes de Roy Stuart. En lugar de armas, vibradores, y todos los chiches para accionar los mecanismos erógenos. DVD porno hard core XXX. Entre los miembros de la tripulación hay dos lesbianas y una aficionada al fist-fucking y una nodriza. En de los camarotes vive un mulato de labios carnosos y con una pija grandota para paliar los deseos y las perversiones. Él es el capo de las orgías. Si aparece un bote salvavida con pasajeros y si hay un bebe nuestra nodriza se hace cargo. Nosotras tenemos ningún dispositivo para electrificar nuestro subamarino para espantar a los indígenas. Casimiro hizo un asociación de ideas. La tribu Etoro y su costumbre de alimentar a su prole. ¿Un vaso de esperma? ¿O la verga del indio en la boca de su hijo? Entre los antropólogos existe a este respecto, opiniones encontradas. Muchas prostitutas dicen. ¿Lo trago o lo escupo? Quédense todo el tiempo que quieran, dijo la capitana. Se quedaron 15 días. El yate como un chinchorro. Un clima muy cachondo, en especial de noche. Casimiro y Madel se despidieron. La capitana les dió su número de celular. Mabel y Casimiro zarparon rumbo al norte. Llegaron a una bahía. Allí habí un lindo pueblo. Vivían pescadores. Gente muy amable. Lindos parques y calles arboladas… el coronavirus. Tomar medidas de precaución. A 5 metros de distancia de la gente que tose. Cuidar la boca y las fosas nasales. En el peor de los casos una máscara de gas. Zarparon y vieron torres de un castillo en el mar. No tenemos trajes de buzo para explorar las profundidades del mar. Sigamos adelante. Otra isla. Desembarcaron y lejos una casa. Atisbaron por la ventana. Minas dándose con la marihuana. Mala yunta, dijo Casimiro. A lo mejor encontramos un lugarcirto para echarnos un fierrito… … después del orgasmo, se embarcaron en el Yate. A babor y hacia el sur. Otra isla con una playa. Allí había un campo nudista. Una de las mujeres tenía la «P» dibujada en el culo. Una argentina. Mabel y Casimiro intercambiaron palabras con ella. Les contó algo de su vida. Fuí alumna en una escuela de monjas. Me trataron muy mal. No guardo un buen recuerdo. Me metí en Poringa. El destape y el relajo absoluto. Mi mamá me dijo que soy una viciosa. Y me fuí para siempre. El coronavirus. Ví la película Untergang. Al final, los oficiales de la Wehrmacht en pedo a los besotes con las Frauen, porque sabían que el Tercer Reich se iba a la mierda… … y si la pandemia no puede ser eliminada, el mundo se va ir a la mierda. Friedrich Nietzsche dijo que el cristianismo envenenó al EROS. En Poringa el eros y la porno dominan. La iglesia católica apunta al sexto mandamiento – el disparo va dirigido directamente a la cabeza de la mujeres. Dios te va castigar. El diablo te va a comer. No soy la única que quiere ser denigrada. La iglesia nunca me dió respuestas. En tiempos de cólera, Poringa y toda la red porno te salva. Casimiro y Mabel pensaron. No tenemos autoridad para decirle lo que tiene que hacer. Se despidieron y continuaron la navegación. Lentamente el yate navegaba cuando de pronto se escuchó un grito: ¡Nautron respok lorni vir! Mabel se pegó un flor de susto. El Capitán Nemo en persona. En las penumbras era imposible verlo. La sombra del Nautilus. Casmiro dijo. No creo que quiera hundir nuestro yate. En su novela perdida París en el Siglo XX – habla de la anticoncepción y del embarazo de la esposa sin el consentimiento del marido – la sacó tarde… destapó ollas. Nemo fue un déspota. Pero los hechos son los hechos. Cuando Conseil quisó tirar contra un indígena, porque con una piedra destruyó una concha marina de un género especial, Nemo lo detiene y le dice. Una vida humana vale más que una concha marina. El viento favorable, el yate empezó a navegar más rápido. A mar abierto muchas millas marítimas. Más tarde vieron otra isla, no de caníbales sino de amazonas. Mejor seguir de largo… Hacia el sur para llegar a Mar del Plata lo antes posible. Con el largavista Casimiro campaneó el espinel. Siguieron navegando y el sol en el cielo. Y para calmar nuestras urgencias en el mar tengo el celular de la capitana…☺♥ mejor calmarlas en nuestra casa. ………………………………………………………………………………………………………… El coronavirus se está saliendo con la suya. 2020… Polonia siempre se jactó ser un país seguro. El peligro ahora no es el terrorismo islámico, como así tampoco la masonería. The most terrifical weapon. La mayor amenaza para la humanidad desde la Cold War. En términos musicales una disonancia╠↕╫◄► que destruye a la tonalidad. No pasa nada, hasta que pasa… El pánico es el peor enemigo… .................…………………………………………………………………………………………….. HARD TIMES