LO MEJOR DE MASS VOLUMEN 1 | 2017-2018 MASS REVISIÓN CIENTÍFICA E R IC HE L MS | GR E G NU C KOL S | MIC HA E L ZOU R D OS | E R IC T R E XL E R 1 El Equipo Eric Helms Doctor en fuerza y condicionamiento de Auckland University of Technology in New Zealand, Maestro en ciencias del ejercicio, Maestro en nutrición deportiva y licenciado en tness y bienestar. Regularmente publica artículos revisados por iguales sobre deportes de fuerza y estéticos en revistas cientícas de ejercicio y nutrición. Entrenador de competidores de fuerza y estéticos naturales de todos los niveles, como pieza fundamental del equipo de 3D Muscle Journey. En el 2011, obtuvo su carnet profesional como físico constructivista natural a través de la PNBA y adicionalmente compite en eventos de nivel internacional inter nacional como powerlifter (levantador de potencia) sin equipo de a asistencia sistencia para la IPF IPF.. Greg Nuckols Maestro en siología del ejercicio de University of North Carolina at Chapel Hill, y licenciado en ciencias del ejercicio y deporte. Sostuvo tres récords mundiales de todos los tiempos en el deporte de Powerlifting en la categoría de 220 y 242 lb. Entrena a cientos de atletas y ha escrito para múltiples revistas y sitios web lideres de la industria. T Trabajó rabajó y aprendió de múltiples poseedores de récords, campeones y a través de su empleo previo como director de contenido para Juggernaut Training Systems y su trabajo actual de tiempo completo con StrongerByScience.com, ha colaborado con entrenadores de la fuerza y condicionamiento a nivel colegial y profesional. Michael C. Zourdos Doctor en siología del ejercicio, Maestro en siología de la salud aplicada y licenciado en ciencias del ejercicio. Profesor asistente en ciencias del ejercicio en Florida Atlantic University (FAU) con una especialización en fuerza y condicionamiento y siología del músculo esquelético. Director del laboratorio de investigación de siología muscular FAU. Entrenador principal para el equipo de powerlifting de FSU en los campeonatos estatales del 2011 y 2012. Powerlifter de la USAPL USAP L y entrenador de múltiples atletas a través de su compañía Training Revolution, LLC. Eric Trexler Atleta profesional de físico constructivismo natural e investigador de la nutrición deportiva. Doctor en ciencias del movimiento humano de UNC Chapel Hill, quien ha publicado docenas de investigaciones revisadas por iguales sobre varias estrategias de ejercicio y nutrición. Varios años de experiencia de enseñanza en el nivel Universitario y entrenador desde el 2009. Director de educación para Stronger By Science y antrión para el podcast de la misma empresa. 2 Carta del Equipo B ienvenidos a la edición especial “Lo mejor de MASS”, esta primera edición incluye 7 artículos ar tículos y 2 videoconferencias exclusivas del volumen 1, que fueron elegidas por nuestra comunidad de MASS Revisión Científica. Ya sea que te encuentres por primera vez leyendo nuestro contenido o que desde sus inicios formes parte de nuestra comunidad, te agradecemos por tu atención y creemos que te encantará el contenido de esta edición especial. Con menos de un año publicando contenido en español, MASS MASS Revisión Científica cuenta con aproximadamente 100 publicaciones exclusivas constituidas por artículos y videoconferencias, y realmente, apenas estamos iniciando (¿aún no estas inscrito? Únete aquí) aquí) Dentro de esta edición especial podrás echarle un vistazo a algunos de los artículos favoritos de nuestra comunidad, así que recuerda que cada edición que publicamos (dos por mes) viene repleta de artículos rigurosamente examinados y contenido visual deslumbrante de lo más relevante para atletas, entrenadores y entusiastas de la fuerza, estética y nutrición. Si tú o tus clientes quieren desarrollar más músculo, volverse más fuertes, y/o bajar la masa grasa de la manera más efectiva y eficiente, MASS MASS es tu respuesta. Nosotros sabemos lo complicado que es mantenerse actualizado con tantas novedosas investigaciones, ya sea por el tiempo que esto consume, confusión o factores económicos. Porr eso mismo Po mismo,, nosotros nosotros nos encargamos del trabajo pesado y te entregamos ya procesados los descubrimientos más importantes en dos publicaciones mensuales. Esta edición gratuita debería darte una idea de qué puedes esperar de MASS. Desde, establecer si se puede sustituir el “cardio” mediante el levantamiento de pesas o si importa en qué momento del día se entrene, y si debiese hacerse el entrenamiento de la fuerza fuerz a antes del entrenamiento de cardio, hasta analizar qué se puede aprender acerca de la adaptación muscular gracias al ibuprofeno. Adicionalmente incluye dos videos subtitulados introductorios introductorios al diseño de programas y a la dieta flexible. 3 De tal modo, cada edición (dos por mes) ayuda a responder nuevas preguntas, manmantenerte al pie con la literatura más novedosa y asistirte en entender las mejores prácticas basadas en ciencias. Esperamos Esperamos que disfrutes el artículo, y de igual manera que te suscribas para unirte a casi 4,000 miembros de esta comunidad que tiene el deseo de mantenerse a la vanguardia para lograr los mejores resultados posibles para sí mismos y sus atletas Muchas gracias por leernos. El equipo de MASS Eric Helms, Greg Nuckols, Mike Zourdos, Eric rexler y Jay Ehrenstein 4 Tabla de Contenid Contenido o 8 POR GREG NUCKOLS ¿Qué es mejor, mejor, combinar el ejercicio de pesas pes as con la alta intensidad o con un “cardio” tradicional? Si fuera necesario añadir "cardio" a tu entrenamiento de levantamientos, ¿es mejor apegarse a los intervalos de alta intensidad (lo que ha sido llamado el "cardio anabólico" por algunos) ?, o ¿será mejor optar por el tradicional t radicional cardio de intensidad moderada? Este fue el primer estudio diseñado para especícamente responder dicha incógnita. 18 POR ERIC HELMS ¿Cómo se ven afectadas las competidoras de físicoconstructivismo por la puesta a punto? La mayoría de las publicaciones de físicoconstructivismo natural son estudios de caso o son realizados en hombres. Contrariamente, este nuevo estudio explora como responden las mujeres a las dietas de preparación física. 33 POR GREG NUCKOLS ¿Se puede sustituir el “cardio” mediante el levantamiento de pesas? Realizar la sentadilla y el peso muerto por repeticiones altas puede sin duda alguna causar un deterioro. Pero, ¿esto signica que propiamente puede incrementar tu condición tanto como las modalidades de entrenamiento cardiorrespiratorias tradicionales? 5 48 BY MICHAEL C. ZOURDOS La inmersión en agua helada aumenta agudamente la recuperación más que la crioterapia, ¿pero acaso importa? Hay distintas técnicas de recuperación física que se han vuelto populares; una de ellas es la prescripción de someter al cuerpo a un ambiente extremadamente frío: la crioterapia y la inmersión en agua fría son algunas de ellas. Pero surgen varias dudas: ¿existe alguna diferencia entre los efectos transitorios y los de al largo plazo según estas técnicas? ¿Son superiores a la realización de ejercicio de baja intensidad orientado a la recuperación? ¿Cuáles son las pautas generales? El presente artículo da respuesta a todas estas cuestiones. 60 POR ERIC HELMS ¿Se puede limitar la ganancia de grasa y mejorar la salud recurriendo a una dieta alta en proteínas? Recurrir a la sobrealimentación sobrealimentación exagerada a n de ganar peso fuera de temporada para maximizar los incrementos de masa muscular, es una estrategia común. Sin embargo, el incremento excesivo de grasa corporal pudiera obstaculizar este proceso. ¿es capaz este estudio de proveernos una perspectiva de cómo la dieta alta en proteína podría mitigar este problema? 72 POR GREG NUCKOLS ¿Importa en qué momento del día se entrene, y debería hacerse el entrenamiento de la fuerza antes del cardio? Si se decide realizar cardio y fuerza en la misma sesión, ¿importa su orden? ¿Y tiene relevancia la hora del día en que se decida entrenar si lo que uno quiere es ganar fuerza y músculo? Un estudio reciente, que dio pie a dos artículos cientícos, aborda estas cuestiones. 6 87 POR ERIC HELMS ¿Qué se puede aprender acerca de la adaptación muscular gracias al ibuprofeno? Los antiinamatorios no esteroideos –como el ibuprofeno– son ampliamente utilizados en la comunidad atlética, pero ¿pudieran los mismos estar comprometiendo tus adaptaciones positivas? Además, ¿es este estudio la pistola humeante que conrma que el daño muscular es una pieza fundamental del rompecabezas que es la hipertroa? 100 BY ERIC HELMS VIDEO: Estructuración Estructuración de la dieta flexible, Parte Parte 1 En los últimos años, las dietas exibles han crecido en popularidad, pero desafortunadamente, los mitos y la información incorrecta sobre la misma han incrementado a su par. El primer video en esta serie sobre la dieta exible ahonda en sus antecedentes y te informa sobre lo que la dieta exible realmente representar representar.. 102 BY MICHAEL C. ZOURDOS VIDEO: VID EO: Diseño Diseño de progr programa amass comp compre rehen hensiv sivo, o, Parte Parte I Existen multiples teorías de periodización y diseño de programas. Sin embargo, en ocasiones, invertimos demasiada energía comparando uno con el otro. Bien, la primer parte de esta serie de videos demuestra como integrar los conceptos de la periodización y programación y prepara el escenario para esta serie de multiples videoconferencias creados para asistirte en diseñar los detalles de un programa de entrenamiento. 7 ¿Qué es mejor, mejor, combinar combinar el ejercicio de pesas con la alta intensidad intensidad o con un “cardio” tradicional? Estudio a revisión: Endurance training intensity does not mediate interference to maximal lower-body strength gain during shortterm concurrent training. Fyfe et al. (2016) POR GREG NUCKOLS E l entrenamiento concurrente consiste en la participación par ticipación simultánea del ejercicio de fuerza y el de resistencia (fondo) dentro del mismo pro- grama esquematizado. En investigaciones anteriores (1), se ha aludido a que el entrenamiento concurrente conlleva a ciertas ganancias reducidas en fuerza y de masa 8 PUNTOS CLAVE 1. El efecto de interferencia se describe como el fenómeno subyacente y encontrado a plena vista, que da lugar a ganancias relativamente reducidas tanto en fuerza como en hipertroa de los músculos esqueléticos, cuando se combinan dos tipos de entrenamientos: el de resistencia y el de fuerza. Lo anterior se contrapone cuando se realiza ejercicio de fuerza de manera única y aislada. 2. En el presente estudio, se propuso sentar un precedente para revelar si acaso interferían más los intervalos de alta intensidad o el ejercicio cardiovascular de intensidad moderada del tipo “estado estable” en el fenómeno de la hipertroa muscular y las ganancias de fuerza, cuando éstos se combinan en el entrena miento de fuerza. 3. De modo idéntico, el ejercicio cardiovascular de alta intensidad, así como el de moderada, en ambos casos se encontró que hubo una determinada interferencia tanto con las ganancias en fuerza como con la hipertrofia muscular. En ambos grupos de estudio, los sujetos obtuvieron las ganancias esperadas. No obstante, el grupo de sujetos que combinó fuerza y resistencia (tam- bién normalmente llamado este último “ejercicio de fondo”) vio sus ganancias gananc ias más reducidas en comparación con el grupo de sujetos que sólo desempeñó entrenamiento de fuerza. 4. Tras observar ambos resultados, -y el esfuerzo dedicado-, se pudo concluir que el ejercicio cardiovascular de moderada intensidad es mejor. Los participantes del estudio, una tras otra vez, opinaron que el entrenamiento intervalado de alta intensidad suponía un desafío más grande, general y sistemáticamente, que el ejercicio cardiovascular de intensidad moderada; inclusive y a pesar de que tanto las cargas de trabajo como la duración de los entrenamientos fueron intencionalmente planificadas al mismo grado en ambos grupos. muscular principalmente cuando éste se ve contrastado con el desempeño del ejercicio de fuerza por sí solo. No obstante, hasta el día de hoy ningún estudio se había propuesto comparar el entrenamiento concurrente con el entrenamiento de resistencia (fondo) de alta intensidad (intervalado) en contraposición con el entrenamiento de resistencia de intensidad moderada. En dicho estudio, la aplicación de la modalidad similar de un entrenamiento con- current e, en ambos gru currente, grupos pos de estudio, arrojó una cantidad similar de fuerza en el press de banca y en el press de pierna; no obstante, es de notar que se hizo manifiesta una reducción en la fuerza en el press de pierna en los sujetos que llevaron a cabo un esquema de entrenamiento concurrente en comparación con el grupo que sólo desempeñó entrenamiento de fuerza. fu erza. Concerniente a las métricas de fuerza explosiva (la fuerza pico y la potencia pico en 9 PROGRESIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN DE ENTRENAMIENTO CON RESISTENCIA el salto de contramovimiento [CMJ]), el grupo más favorecido fue aquél que solamente ejerció entrenamiento de fuerza. Y, como era de esperarse, las métricas que midieron la resistencia cardiorrespiratoria (el punto máximo de Vo2 así como la potencia aeróbica pico) indudablemente favorecieron a los grupos que realizaron esquemas de entrenamiento concurrente. De estos últimos, el que se desempeñó con un esquema de entrenamiento de resistencia a intensidad moderada obtuvo una ganancia similar en términos generales, en el tren inferior, en cantidad de masa libre de grasa en comparación con el grupo que únicamente efectuó entrenamiento de fuerza; mientras que el grupo, en el esquema de entrenamiento concurrente con entrenamiento de resistencia a una alta intensidad, ganó ligera y dif- erencialmente una cantidad menor de masa libre de grasa en el tren inferior. inferior. Propósitos y preguntas de investigación Innumerables estudios han puesto a comparar a ambos esquemas de entrenamiento: el de fuerza contra el entrenamiento concurrente. eniendo en consideración que el entrenamiento de fondo cuenta con una amplia gama de entrenamiento de resistencia por ofrecer, -desde todos los esquemas de muy baja intensidad hasta los entrenamientos intervalados de muy alta intensidad-, la faceta del entrenamiento de resistencia (fondo), dentro de un esquema del entrenamiento concurrente, tiene tiene la susceptibilidad de ofrecer diferentes formas, 10 sin embargo. Hasta el día de hoy, ningún estudio había comparado tajantemente al entrenamiento concurrente echando mano de dos enfoques del entrenamiento de resistencia. En una preponderancia mayor, los autores llegaron a la conclusión de que el entrenamiento de resistencia (fondo) de alta intensidad (HI, por sus siglas en inglés), en un esquema de entrenamiento concurrente, comprometería las ganancias en fuerza más de lo que lo haría el entrenamiento de resistencia a una intensidad moderada (MOD, por sus siglas en inglés); explicándolo de modo que el HI tiene la tendencia a producir más fatiga y conllevar, por sí mismo, a decrementos agudos mucho más marcados en términos de fuerza una vez comparado con el entrenamiento MOD con todo y volúmenes similares. Considerando cuestiones alternas, diversos escritores y entrenadores afamados han propuesto que el MOD causa atrofia muscular en conjunción con pérdidas en la fuer fuerza, za, mientras que el HI -reiteran ellos- ayuda a generar músculo y fuerza. Sujetos de estudio y metodología Los participantes fueron hombres con edades entre el rango de 25 a 35 años de edad, que ya participaban ya sea en entrenamiento de fuerza o alguna forma de ejercicio aeróbico con, por lo menos, una frecuencia de dos veces por semana. Al inicio del estudio, a la mitad del mismo, y al final de toda la intervención, los sujetos fueron analizados mediante absor- ciometría de rayos X de energía dual (DXA, por sus siglas en inglés); se les elaboró una prueba en su 1RM en press de banca y press de pierna. Se les implementó una prueba de ejercicio gradual en el cicloergómetro, del mismo modo que también se les impuso una prueba del salto de contramovimiento contramovimiento.. A los participantes se les asignó a uno de los tres programas de entrenamiento: grupo que sólo desempeñaba entrenamiento de fuerza; entrenamiento de fuerza con HI, y entrenamiento de fuerza con MOD. odos los grupos realizaron el mismo esquema de entrenamiento de fuerza durante tres veces por semana, en el cual se utilizó un diseño de una periodización lineal básica; la cual comenzaba con 3 series de 12 repeticiones al 65% de su 1RM, que escalaba a 5 series de 4 repeticiones al 90% de su 1RM, con una duración de 8 semanas. El entrenamiento de resistencia (fondo) se llevó a cabo justamente antes del entrenamiento de fuerza (el levantamiento de pesas comenzó diez minutos después de que finalizara la sesión del entrenamiento de resistencia). Se planificó que hubiese una igualdad en términos de volumen y duración tanto en el HI como en el MOD. La modalidad del HI consistió en intervalos en bicicleta involucrando 2 minutos de ejercicio sumamente extenuante, con 1 minuto de descanso. anto el volumen como la intensidad fueron incrementándose mientras transcurría el estudio; de 5 intervalos al 120% del umbral del lactato (en términos generales, entre el 70-75% del pico en el consumo máximo de oxígeno [Vo2]) hasta un máximo de 11 intervalos al 150% del umbral del lactato (lo que daría un aproximado del 90% del pico del Vo2). En cuan11 to al MOD, éste constó de un pedaleo en bicicleta en forma de estado estable, que comenzó con 15 minutos al 80% del umbral del lactato (un aproximado del 50% del pico en el Vo2) y llegando al máximo de éste a los 33 minutos del umbral (alrededor del 60% del pico del Vo2). Los investigadores estuvieron también monitoreando la dieta diaria de los sujetos, en conjunción con la constante aplicación de la evaluación del esfuerzo percibido sesión a sesión en ambos casos. Hallazgos Sujetos de estudio Los participantes constantemente percibían al HI como un esfuerzo más extenuante; indicaban que les parecía más desafiante que el MOD. Ambas condiciones del entrenamiento concurrente fueron percibidas como más difíciles de realizar, de manera sustancial, que la realización aislada y única del entrenamiento de fuerza. Alimen Ali menta tació ciónn Los tres grupos tenían un consumo calórico y un perfil de macronutrientes (en su distribución) semejantes. Para nuestros propósitos de investigación, el consumo de proteínas también era semejante: entre 1.1.g/kg y 1.3g/kg. Lo cual se encuentra en el rango de consumo más bajo de la jerarquía sugerida de 1.3g a 1.8g (2), que se sugiere para la maximización de las adaptaciones en el entrenamiento de la fuerza. Fuerza Fuerza El grupo, que sólo ejecutó entrenamiento de fuerza, ganó más fuerza tanto en press de pierna como en press de banca que sus contrapartes de los grupos en entrenamiento concurrente. No obstante, únicamente hubo diferencias significativas en el tamaño de efecto para el press de pierna. El grupo del entrenamiento de fuerza ganó 38.5 ± 8.5% en el press de pierna en comparación con 28.7 ± 5.3% en el grupo del entrenamiento concurrente con HI; y, para el grupo del entrenamiento concurrente con MOD, 27.5 ± 4.6%. ocante al press de banca, el grupo de entrenamiento de fuerza ganó 20.5 ± 6.2% contrapunteando 15.9 ± 2.6% en el grupo del entrenamiento concurrente con HI; HI; con 14.8 ± 2.3% para el grupo del entrenamiento concurrente con MOD. 12 GANANCIAS DE FUERZA El salto salto de contra contramov movimi imient entoo Los progresos y mejorías en todas las métricas (fuerza pico, potencia pico, velocidad pico, y pico de desplazamiento) tuvieron la tendencia a favorecer al grupo del entrenamiento de la fuerza por sobre cualquiera de los grupos del entrenamiento concurrente; pero no hubo diferencias estadísticamente significativas entre los grupos. Hipertr Hi pertrofia ofia mus muscu cular lar y comp composi osició ciónn corporal La masa libre de grasa, en el tren inferior, se incrementó ligeramente más tanto en el grupo del entrenamiento de la fuerza (4.1 ± 2.0%) como en el del concurrente con MOD (3.6 ± 2.4%) en comparación con el grupo del entrenamiento concurrente con HI (1.8 ± 1.6%); pero la diferencia no fue significante. Ni la masa libre de grasa del tren superior ni la masa libre de grasa total incrementaron a un punto significativo en cualquiera de los grupos (únicamente 0.4-1.8% y 1.62.4%, respectivamente). respectivame nte). P Por or el mismo ten tenor, or, ninguno de los grupos obtuvo un cambio significativo en cuanto a la composició composiciónn del percentil de la masa grasa; gr asa; con una tendencia hacia la pérdida abarcando de 0.2% al 0.9%. Aptitud Apti tud Cardio Cardiorresp rrespir irat atori oriaa (aeró (aeróbic bica) a) En ambos casos de los grupos en entrenamiento concurrente, se vio un incremento análogo en el pico del V Vo2 o2 (5.3 ± 2.7% en el HI, y 6.1 ± 5.0% en el MOD). El grupo del entrenamiento concurrente con MOD obtuvo el más alto incremento en su umbral del lactato (12.6 ± 8.0%); hubo adquisi13 ciones similares, en ese mismo parámetro, en el grupo del entrenamiento de fuerza (7.4 ± 9.4%), y en el del entrenamiento concurrente con HI (8.3 ± 6.5%). No hubo diferencias estadísticamente significantes entre los grupos. El único grupo, que experimentó un incremento en la potencia aeróbica pico, fue el del entrenamiento concurrente con HI (8.8 ± 4.1%). Los progresos vistos en el grupo del entrenamiento concurrente con MOD fueron insignificantes (4.9 ± 4.8%). Con todo, se detectó una pequeña, pero insignificante, reducción de esta aptitud en el grupo del entrenamiento de la fuerza (−2.2 ± 6.5%). Interpretación Si tu objetivo es optimizar el ritmo con el que obtienes u obtendrías ganancias de fuerza, tu mejor alternativa sería limitar el “cardio”. La magnitud, en los efectos del fenómeno de la interferencia, parece ser inversamente proporcional a la frecuencia (3), el volumen, y la modalidad del cardio que realices (1), Por lo que, a la propia consideración del lector, habría un efecto de interferencia más estrecho si el cardio se realiza con frecuencias reducidas, menores volúmenes, así como modalidades de cardio de menor impacto (por ejemplo, pedalear en bicicleta en lugar de trotar o correr). Con todo lo anterior en consideración, no obstante, el hecho de echar a andar dichas medidas no te eximirá por completo del efecto de interferencia. El hallazgo principal del estudio en cuestión fue caer en cuenta de que la inten- sidad del ejercicio de resistencia (fondo) no parece tener un efecto en el fenómeno de la interferencia siempre y cuando el volumen se encuentre al mismo grado. Por otro lado, sea de intensidad moderada sea de al alta ta intensidad, el cardio conlleva a reducciones similares en las ganancias de fuerza. Dado que los cambios en la composición corporal fueron discretos en este estudio, -y en todos los grupos, insignificantes y ligeros-, se torna complicado dar un veredicto de si la intensidad del cardio tendría un impacto verdaderamente significativo en el proceso de la hipertrofia muscular, el mantenimiento de la masa muscular durante un déficit energético, o la composición corporal en general a largo plazo dentro de esquemas de entrenamiento concurrente. Se podría plantear y sostener que el cardio de intensidad moderada se presentó, en este estudio, como una mejor alternativa considerando al proceso de la hipertrofia; pues el entrenamiento concurrente con MOD ganó el doble de masa libre de grasa en el tren inferior que el grupo de entrenamiento concurrente con HI; pero los cambios fueron estrechos en ambos grupos (lo que vuelve fácil obser observar var diferencias percentiles mayores). Y la diferencia entre los grupos no estuvo particularmente cerca de una importancia estadísticamente significativa (el valor de P, en esta relación en particular, no fue declarada, pero se puede llegar a la conclusión de que ésta puede ser exponencialmente mayor que 0.05 basándonos en lo que sí se declaró). Antes de llegar a una conclusión más firme al respecto, se necesitaría ver un estudio más grande con un tamaño de muestra más amplio. Otra enseñanza de este estudio fue que 14 el cardio de intensidad moderada aparentó ser más efectivo por unidad de esfuerzo dedicado al ejercicio. El volumen del entrenamiento (duración total y cargas de trabajo) de resistencia (fondo), entr entree ambos grupos del entrenamiento concurrente, fue contundentemente planteado y dosificado intencionalmente en igualdad de condiciones (es decir, mismo volumen en ambos grupos indistintamente de las modalidades o intensidades del cardio). Para el grupo con HI, sin embargo, fue mayor el índice de esfuerzo percibido (RPE, por sus siglas en inglés) sesión a sesión de entrenamiento. Con todo, ambos grupos notaron adaptaciones semejantes. En conclusión, es de mucha importancia tener a consideración los tiempos y el orden de las sesiones de los entrenamientos. Pues, en este estudio, el entrenamiento de la fuerza tuvo lugar justamente después del entrenamiento de la resistencia (fondo). Los resultados podrían haberse diversificado si los participantes hubiesen efectuado el entrenamiento de la fuerza primero; asimismo, si se hubiese separado y espaciado el entrenamiento de la fuerza y el de la resistencia por un lapso de varias horas; o si hubiesen llevado a cabo dichos entrenamientos con una diferencia de días y no de horas. De haberse elaborado de alguna de las maneras previamente sugeridas (tocante al orden y los tiempos de los entrenamientos), ssee habría dado paso muy probablemente a mitigar mejor el efecto de la interferencia a un nivel molecular (4). Por el mismo lado, y desde un punto de vista de aplicación práctica, permite, lector lector,, que el entrenamiento de la fuerza tenga un orden jerárquico donde éste se realice con menos fatiga aguda proveniente del entrenamiento cardiovascular (que, en todo caso, representaría una cuestión de más cuidado con el HI que con el MOD). El aspecto de mayor importancia, a considerar de este estudio, es que, de querer maximizar el ritmo con el que se obtienen ganancias de fuerza, se debería evitar la realización del cardio o limitar la cantidad de éste. En el caso de que adoptes, lector, el entrenamiento concurrente, la intensidad del entrenamiento de fondo que hagas no parece que afectará verdadera y significativamente a la magnitud del fenómeno de la interferencia. A pesar de lo anterior, queda claro el hecho de que proceder con una intensidad moderada es más fácil de sobrellevar en términos de unidad sobre volumen de entrenamiento entrenamiento.. El siguiente paso Con el fin de seguir desentrañando el impacto de la intensidad del ejercicio de resistencia -o fondo- en el fenómeno de la interferencia, los estudios a futuro deberán incluir un grupo con la realización de un cardio a intensidad baja; incluir y hacer pruebas a diferentes poblaciones (tales como atletas con más experiencia en el entrenamiento de la fuerza), así como también experimentar con el impacto del orden en los tiempos de la imposición de entrenamiento de resistencia. Suscríbete a MASS Revisión CientífiCientí ca para recibir dos ediciones nuevas cada mes. 15 APLICACIONES APLICACIONES PRÁCTICAS Y ENSEÑANZAS ENSEÑANZAS 1. Si tu meta es la optimización de la ganancia de fuerza y masa muscular, tu mejor alternativa sería optar por limitar todo tipo de entrenamiento de resistencia (fondo) al mínimo (u omitirlo por completo). 2. Si necesitas realizar entrenamiento de resistenci resistencia, a, ten en mente que el fenómeno de la interferencia se hará maniesto indistintamente -y casi al mismo grado- de que haya comprometida una intensidad ya sea alta o moderada. 3. Tomando en consideración que los participantes consistentemente clasicaron al ejercicio de resistencia resist encia de moderada intensidad como algo más sencillo sencill o de realizar, en comparación con la ejecución de los intervalos de alta intensidad, la primera parecería ser una mejor alternativa que la segunda. A la postre, lector, siéntete con la libertad de echar mano de cualquiera de las modalidades de cardio que te parezcan más apetecibles y sencillas de apegarte (siempre y cuando, asumiendo que verdaderamente lo necesites realizar). 16 Referencias 1. Wilson JM, Marin PJ, Rhea MR, Wilson SM, Loenneke JP, JP, Anderson JC. Concurrent training: a meta-analysis examining interference of aerobic and resistance exercises. J Strength Cond Res. 2012 Aug;26(8):2293-307. doi: 10.1519/JSC.0b013e31823a3e2d. 2. Philli Phillips ps SM, Van Loon LJ. Dietary protein for f or athletes: from requirements to optimum adaptation. J Sports Sci. 2011;29 Suppl 1:S29-38. doi: 10.1080/02640414.2011.619204. 3. Jones W, W, Howatson G, Russell M, French DN.Performance DN. Performance and Endocrine Responses to Differing Ratios of Concurrent Strength and Endurance Endur ance raining. raining. J Strength Cond Res. 2016 Mar;30(3):693702. doi: 10.1519/JSC.0000000000001135. 4. Baar K. Using Molecular Biology to Maximize Concurrent raining. Sports Medicine (Auckland, N.z). 2014;44(Suppl 2):117-125. doi:10.1007/s40279-014-0252-0. 17 ¿Como se ven afectadas las competidoras competidor as de físicoconstructivismo por la puesta a punto? Estudio a revisión: The Effects of Intensive Weight Reduction on Body Composition and Serum Hormones in Female Fitness Competitors. Hulmi et al. (2016) POR ERIC HELMS H aciendo una comparación de lo frecuente que se investigan las dietas en mujeres con obesidad y sobrepeso sobrepeso,, los efectos longitudinales, de regímenes alimenticios para la pérdida de peso en mujeres atléticas y con un peso saludable, rara vez son abordados en la investigación científica. En el presente estudio, 50 mujeres saludables con normopeso fueron organizadas en dos grupos en función de los planes de ellas concerniendo a si consideraban competir en un concurso local de físicoconstructivismo libre de dopaje. Por lo que 18 PUNTOS CLAVE 1. La combinación del entrenamiento de fuerza (4.7 ± 0.7 x/ semana) con el car diovascular (4.9 ± 2.9 x/ semana), en presencia de una dieta restringida en calorías (30 ± 6.3kcal / kg); alta en proteínas (3.1 ± 0.7g/kg), de baja a mode rada en lípidos (0.9 ± 0.3g/kg) e hidratos de carbono (2.1 ± 0.7g/kg), con una duración de 3 a 6 meses (19.8 ± 3.6 semanas), suscitó pérdidas de masa grasa a gran escala con mínimas mermas en la masa muscular y la ósea. De manera destacable, la pérdida de peso tuvo cabida a un ritmo promedio de 0.4 kg / 1 semana (0.6 – 0.7 % del peso corporal total / semana). 2. Las anormalidades en el ciclo menstrual tuvieron una incurrencia del doble entre las mujeres que se sometían a dieta restrictiva a diferencia de las participantes del grupo control. Posteriormente al periodo de recuperación, inclusive, el 28 % de las mujeres bajo dieta restrictiva no habían recuperado su ciclo menstrual con normalidad. El uso de anticonceptivos orales puede modicar la probabilidad, así como la frecuencia, de los trastornos menstruales inducidos por la dieta. 3. Varios marcadores de la salud metabólica y hormonal, aunque no todos, regresaron a los rangos normales entre los 3 y 4 meses posteriormente al ce- samiento de la dieta siempre y cuando la ingesta energética, la masa mas a corporal y la masa grasa retornaran a los rangos normales. se compararon en tres ocasiones a 27 competidoras con 23 sujetos de control: antes del inicio de la dieta, después de la finalización de la dieta; y 3 a 4 meses después de haber finalizado la dieta. Los factores del entrenamiento, la nutrición, la composición corporal, la masa corporal y el perfil hormonal se conservaron estables en las participantes del grupo control. Las competidoras mantuvieron el consumo proteínico al mismo tiempo que disminuían el consumo de hidratos de carbono; adicionalmente, también incrementaron su entrenamiento cardiovascular. Las competidoras perdieron un ~12 % de su masa corporal, 35 – 30 % de su masa grasa, una pequeña cantidad de la masa magra total; una pequeña cantidad de masa muscular en los cuádriceps; y experimentaron más anormalidades del ciclo menstrual que coincidieron con disminuciones de estrógeno, testosterona, triyodotironina (3) y leptina en comparaci comparación ón con el grupo control. ras reestablecer, al punto basal (o cerca del mismo), la ingesta energética, el entrenamiento cardiovascular, el peso corporal y la masa grasa, después del periodo de recuperación, todas las hormonas regresaron regresaron a lo normal exceptuando a la 3 y la testosterona. 19 Propósitos y preguntas de investigación Los investigadores se plantearon realizar un estudio con competidoras de físicoconstructivismo (que tenían a bien participar en categorías de “physique”) en puntos precisos en el tiempo, y recurrieron a un muestreo amplio, una recolección extensa de datos, y un grupo control con el fin de producir un perfil fisiológico, psicológico y del del rend rendim imien iento to fís físico ico en esta esta pob poblac lación ión,, concerniendo a lo que sucede tanto durante una preparación pre-competencia como durante la fase de recuperación. Los autores planteaban la hipótesis de que las competidoras tendrían una predominancia en la pérdida de grasa casi exclusivamente en comparación con la del músculo; que experimentarían adaptaciones hormonales habitualmente consideradas como enfermizas si se mantenían al largo plazo; asimismo, asumían que el perfil hormonal se reestablecería tras el periodo de recuperación. Sujetos de estudio y metodología Sujetos de estudio Participaron 27 competidoras y 23 sujetos de control con peso estable, contando con características basales semejantes, y con al menos 2 años de experiencia en el entrenamiento entrenamien to de la fuerza. Meto Me todo dolog logía ía Los participantes se sometieron a evaluaciones en tres ocasiones: 1) antes de comenzar la dieta restrictiva; 2) al culminar la dieta restrictiva antes de la semana final de la competencia (despues de 19.8 ± 3.6 semanas a dieta); y 3) al final del perioperiodo de la recuperación (17.5 ± 2.6 semanas) después de la dieta restrictiva. Las participantes del grupo control aportaron diarios de su alimentación habitual, que constaron de tres días de la semana (entre semana) y un día del fin de semana. Las competidoras proporcionaron un registro de entre el 50 % y el 100 % de todas las comidas que ingirieron ingirieron a lo largo de sus dietas, con el fin de analizarlas. ambién fueron proporcionados los registros de los entrenamientos de fuerza y cardiovascular. Con el fin de evaluar la masa grasa, la masa magra y ósea, el grosor de la grasa subcutánea, del músculo tríceps, y el área de la sección transversal del vasto lateral, se efectuaron análisis de la composición corporal mediante mediante DXA, bioimpedancia (BI), grosor de pliegues y ultrasonidos (S). Se estimó la fuerza máxima de manera isométrica en el press de pierna y el press de banca en máquina Smith. Se hizo una evaluación de la fuerza explosiva del tren inferior mediante el salto de contramovimiento.. La presión arterial y contramovimiento la frecuencia cardiaca fueron medidas; y se obtuvieron muestras de sangre para el análisis hormonal. Se analizó la leptina, testosterona, estrógeno, cortisol, hormo20 na estimulantede la tiroides (SH), 3 y la tiroxina (4). (4). Final Finalmente, mente, se dio lugar a una evaluación de estado anímico y la función reproductiva mediante cuestionarios Hallazgos La tabla 1 sintetiza resumidamente los cambios en el desempeño físico y la composición corporal, al mismo tiempo que los cambios psicológicos y hormonales después de haber concluido la dieta restrictiva y tras la recuperación. Los cambios se encuentran enlistados enlistados en la tabla en el caso de haber encontrado una diferencia relativa a la eval evalua uació ciónn basa basal,l, o al gru grupo po cont control rol en las competidoras (o a ambos grupos). Los cambios en la masa magra mediante DXA, toma de pliegues, y BI no coincidieron totalmente. La reducción de la masa magra no se registró registró con DXA; sin embargo, ésta sí se presentó cuando se recurrió a la toma de pliegues y BI. Se manifestó la recuperación de la masa magra cuando se evaluó mediante BI, pero no con el uso de toma de pliegues. La interrupción interrupción de ciclo menstrual, y las anormalidades del mismo, aumentaron como respuesta de la dieta restrictiva. Dado que el estudio no contó con una potencia adecuada a fin de evaluar las diferencias entre las usuarias de anticonceptivos orales y las que no los usaban, las cinco participantes que no los usaban y 10 de las 19 participantes presenciaron anormalidades hormonales en el ciclo menstrual o pérdida de menstruaciones. El estado anímico no se vio significati- vamentee impa vament impacta ctado do ent entre re las pa partic rticipa ipante ntess del grupo “a dieta”, de manera global. Sin embargo, la subescala de vigor se mantuvo en un niv nivel el má máss ba bajo jo en di dicho cho gru grupo po en comparación con el grupo control en la culminación de la dieta, con un valor de P de 0.066, que se aproximó al umbral de la significación con p < 0.05. Disminuyeron los niveles en la presión cardiaca sistólica, la frecuencia cardiaca, hematocritos y hemoglobina después de concluido el lapso de la dieta; posteriormente regresaron a los niveles basales detrás de la finalización del periodo de la recuperación.. La tabla 2 muestra el consumo cuperación promedio de energía y macronutrientes, al igual que los valores de la frecuencia de entrenamiento para el entrenamiento de fuerza (RE) y el ejercicio cardiovascular (CE); al comienzo y al final del estudio en el caso del grupo control; y durante el procedimiento de la dieta restrictiva así como también durante la recuperación en el caso de las competidor competidoras. as. Las variables de la dieta son las promedio para el periodo por completo; mientras que se presenta, med iante el número de sesiones realizadas por semana, la frecuencia de entrenamiento durante el periodo de la dieta previamente a la semana de la competencia. Interpretación No es habitual que se realicen estudios en físicoconstructivismo. Y los estudios de esta disciplina, pero con competid competidores ores 21 TABLA 1 22 libres de dopaje, son todavía menos frecuentes. Los estudios todavía más raros son los que abordan el físicoconstructivismo femenino natural. Concerniente a esta sección poblacional, el presente estudio se posiciona como la investigación más grande en sus dimensiones y a profundidad que se haya visto hasta la fecha. A fin de proporcionar una perspectiva concerniendo a esto, la mayoría de los estudios sobre competidores libres de dopaje se tratan de casos de estudio; principalmente porque existe una insidiosa dificultad de reclutar una muestra pertinente y adecuada (1) (2) (3) (4) (5) (6). Una gran ventaja de los casos de estudio es que existe la posibilidad de recopilar más datos por periodos más prolongados; pero no se llega a saber si los datos representan a la población más sustancial o mayor. El estudio más reci- ente, abordando a competidoras que participaban en categoría de physique (del 2001), comparó a cinco participantes del grupo control con cinco físicoconstructivistas libres de dopaje durante el curso de 12 semanas previamente a asistir a una competencia;; en dicho estudio se informó competencia de datos la presencia del entrenamiento entrenamiento de la fuerza y del cardiovascular, así como de los de la composici composición ón corporal (7). En contraste, el presente estudio está constituido con la presencia de una cantidad cinco veces mayor de participantes. Asimismo, los autores tuvieron la prerrogativa de recopilar los datos del entrenamiento, la parte nutricional, del desempeño físico; la composición corporal; el perfil hormonal, el psicológico y el de salud, que normalmente componen a los casos de estudio. Cabe mencionar que las TABLA 2 23 GRÁFICA 1 participantes en este estudio en específico tuvieron un reclutamiento que recorrió el espectro de las diversas categorías de la disciplina del físicoconstructivismo. Y si bien los nombres de las categorías competitivas tienden a diferir según el país de origen (el presente se trató de un estudio llevado a cabo en Finlandia), las sujetos de estudio reclutadas constituían constituían un grupo de mujeres con diferentes grados de “magrez” (cualidad de cuán magras se presentaron) y de muscularidad. De este modo, los investigadores proporcionaron datos por individual vid ual conce concerni rniend endoo a ci cierta ertass variab variables les de estudio. En la gráfica 1 se puede observar el espectro del cambio de la composición corporal entre las participantes. Como era de esperar, las competidoras que experimentaron una mayor cantidad en la pérdida de grasa, también percibieron la mayor pérdida de músculo. Del mismo modo, las competidoras que perdieron cantidades insignificantes de músculo -o que inclusive experimentaron una ganancia de éste en el proceso-, como es habitual, perdieron menos grasa. Estas excepciones responden a la experiencia del entrenamiento o el tiempo que cada una de las competidoras lleva entrenando. Si bien uno de los requerimientos de inclusión y reclutamiento, como participantes del estudio, constó en que las potenciales participantes cumplieran con el requisito de que contaran con una edad de entrenamiento de 2 años, algunas de ellas llevan entrenando este tiempo y más. 24 Asimismo, para algunas competidoras, participantes del estudio, ésta era su primera temporada de competencias; para otras, ésta era la cuarta temporada. Un sujeto novato(a), con poca experiencia en el entrenamiento, buena genética, así como un enfoque sólido en su esquema de entrenamiento, puede experimentar sustanciales pérdidas de grasa y ganancias de masa muscular simultáneamente durante una etapa pre-competencia (en especial si tienen a bien participar en una categoría que no exija niveles ínfimos de grasa). No es normal y habitual encontrarse con circunstancias con esas características mencionadas. Pero en la práctica se logra encontrar casos así. Y este estudio exitosamente refleja lo que se menciona en estas líneas, yaciendo como una variabilidad entre las personas. La hipótesis, a propósito del estado anímico y sus cambios mínimos en este presente estudio, a comparación de otros con participantes físicoconstructivistas (por ejemplo, en un caso de estudio, la tensión psicológica de un competidor alcanzó una cifra 7 veces mayor [6] [6]),), plantea que la explicación más ad hoc es que 17 participantes de 27 constaron de competidoras de bikini; lo cual propone que éstas no tenían la necesidad de lograr un cuerpo magro al extremo. extremo. Los cambios fundamentales no surgen de manera sorprendente. El rendimiento físico y la masa muscular no se vieron impactados negativamente de manera significativa al mismo tiempo que tu- vieron lugar pérdidas de grasa representativamente valiosas. No No es sorprendente porque, por lo demás, las competidoras dieron cumplimiento y se sometieron a los postulados fundamentales de la “buena práctica” práctic a” en las propuestas propue stas académicas académic as de la nutrición actual (8): 1. Perdieron peso a un ritmo de entre 0.5 % y 1% del peso total. 2. Perduró la realización de la dieta restrictiva el doble de tiempo en contraste con el enfoque de la “vieja escuela” de solución rápida, que consta típicamente de una una dieta muy restrictiva con duración de no más de 1 a 2 meses. (9) 3. Conservaron un consumo alto de proteínas (una cantidad potencialmente innecesaria, pero abundaremos más en ello a continuación). La sencilla acción de perder peso a un ritmo más lento (que entraña un lapso más largo en efectuar una dieta restrictiva) hace una gran diferencia diferencia concerniendo a la preservación de la masa magra y del desempeño físico (10 10)) (11 11)). Más aún, las dietas hiperproteínicas resultan benéficas cuando se trata de conservar la masa magra (12 12)) y la saciedad (13 13)). Dicho esto, si bien no existe aún un consenso a propósito del umbral mínimo de la proteína con el fin de optimizar la conservación de la masa magra, sí existe el consenso sobre el rango del consumo de este macronutriente para tales fines; este rango (12 12)) (14 14)) se expide en 1.8 g 25 – 2.7 g / 1 kg (o similarmente, también, entre 2.3 g y 3.1 g / 1 kg de masa magra). Las competidoras de este estudio tenían una ingesta de este macronutriente ligeramente un poco por encima de este techo de 3.1 g / 1 kg de peso corporal. En presencia de una cantidad mayor de calorías, esto no debería ser de importancia. Pero durante una restricción calórica, estos excesos, de proteína acompañada de su aporte excesivo de calorías, pueden dispersarse mejor. Hay una cita interesante derivada del presente estudio: “(las participantes comieron) un desayuno bajo en grasa de rápida preparación y homologado entre ellas (una bebida proteínica, una barra proteína, y una manzana o banana de tamaño promedio: dando un total de 47 g – 48 g de proteínas, 72 g – 80 g de hidratos de carbono, ~6 ~ 6 g de grasas). El desayuno mencionado fue de especial importancia en las mediciones que tuvieron lugar después de culminada la dieta, pues algunas de las participantes estaban en un déficit energético mayúsculo; lo que tenía el potencial de que no lograran un buen desempeño, por ejemplo, en las evaluaciones de la fuerza muscular de manera fiable y carente de riesgos para ellas”. Si los investigador investigadores es sintieron la necesidad de proporcionar el 60 % del total de los hidratos de carbono a las participantes, en una sola comida previamente a las evaluaciones de la fuerza, con el fin de que éstas fueran fiables y libres l ibres de LA SENCILLA ACCIÓN DE PERDER PESO A UN RITMO MÁS LENTO (QUE ENTRAÑA UN LAPSO MÁS LARGO EN EFECTUAR UNA DIETA RESTRICTIVA) HACE UNA GRAN DIFERENCIA CONCERNIENDO A LA PRESERVACIÓN PRESERVACIÓN DE DE LA MASA MASA MAGRA Y DEL DESEMPEÑO FÍSICO. MÁS AÚN, LAS DIETAS HIPERPROTEÍNICAS RESULTAN BENÉFICAS BENÉFI CAS CUANDO SE TRATA TRATA DE CONSERV CONSERVAR AR LA LA MASA MAGRA Y LA SACIEDAD. riesgos para ellas, esto nos habla de que este consumo energético proveniente de los hidratos de carbono habría ayudado a que algunas de las participantes entrenaran más eficientemente, y a que putativamente conservasen más fuerza y masa muscular. Desde luego, estos cambios en la distribución macronutrimen 26 tal también nos expresa que “se movió” el aporte proteínico a niveles menores (entre 2.2g y 2.6g) a fin de colocar estas calorías en los hidratos de carbono. Por el lado del entrenamiento, la sencilla acción de levantar pesas implicando esfuerzo en ello, con una estructuración decente, y la garantía de un avance consistente (un supuesto que provee certeza para la mayoría de los competidores) asegura la cabida de la mayoría de los beneficios que hay detrás del entrenamiento de la fuerza. Con esto dicho, se hizo la alusión a que hay todavía espacio y cabida para mejoras. Como es el caso con la mayoría de los físicoconstructivis físicoconstructivis-tas (15 15)), todas las participantes de este estudio recurrieron a rutinas divididas. No es que haya algo incorrecto en ello; sin embargo, está bien documentado y establecido que lo que causa más hipertrofia, cualitativa y cuantitativamente, es la distribución del volumen entre más sesiones de entrenamiento por cada parte entrenada del cuerpo y entrenar grupos musculares con una frecuencia mínima de dos veces por semana (16 16)). Esto se puede lograr con una rutina dividida (es decir, torso/pierna o pecho; espalda y brazos o piernas y hombros, y así en lo consecuente); pero algo así no sucedió en el presente estudio. Si se observa la tabla 2, podemos afirmar que, de manera uniforme entre las participantes, éstas entrenaron la mayoría de los grupos musculares una vez por semana, mientras que pocos grupos musculares se entrenaron dos veces por semana (en específico, fue el caso del tren inferior). Concerniendo al entrenamiento cardiovascular,, el mismo no fue extenuante y vascular excesivo comparado con lo que normalmente se ve en la práctica entre esta población. En el momento más álgido, estadísticamente hablando, las féminas realizaron un monto similar de sesiones de entrenamiento tanto de cardio como de fuerza. En promedio, el gasto energético invertido en el cardio giró entorno del 40% - 50 % del gasto energético que las participantes destinaban al entrenamiento de la fuerza. Emprender y focalizar demasiado tiempo en el cardio de moderada intensidad (lo que clasificaríamos como entrenamiento de fondo) puede “interferir” con las adaptaciones del entrenamiento de la fuerza produciendo una disminución de hipertrofia local causada, en última instancia, por el levantamiento de pesas (17 17)). odas odas las participantes procedieron a efectuar o únicamente sesiones de entrenamiento interválico de alta intensidad (HII, por sus siglas en inglés), o HII en combinación con sesiones de cardio de baja intensidad y de estado estable. eóricamente, a razón de que el HII comparte similitudes metabólicas y de la intensidad en las contracciones con el entrenamiento de la fuerza, éste debería producir una interferencia en mucho menor medida (17 17)). No obstante, no siempre resulta así en todos los estudios; pues suele ser mucho más 27 complicado que la explicación reducida y dada aquí. De modo más específico específico,, el HII también tiene la característica de ser muy agotador. Y, desde el punto anecdótico como entrenador profesional, en la opinión empírica del autor de estas líneas, el HII propone un potencial alto de impactar negativamente a un entrenamiento subsecuente del tren inferiorr (es de notar, por ejemplo, ferio ejemp lo, que en el presente estudio la única masa muscular perdida ocurrió en las piernas). Una solución es realizar un cardio con modalidad de baja intensidad y del tipo estado estable a una intensidad por debajo de la que causa adaptaciones de resistencia (fondo); y, así al mismo tiempo, también se evitarían las interferencias. En contraste con el HII, la propuesta anterior no es más eficiente en términos de la consecución de los objetivos en menor tiempo; pero ésta no constituye un componente que requiera más recuperación, por lo que puede ser un buen accesorio si el HII se torna extenuante. Las adaptaciones fisiológicas vistas en este estudio nos facilitan un concepto de una mejor idea acerca de la respuesta promedio ante la realización de dietas restrictivas durante una fase de pre-competencia en mujeres. Por ejemplo, en un caso de estudio reciente de competidoras féminas, las cifras de testosterona y estrógenos no decrecieron como respuesta a la dieta restrictiva, pero la SH sí presentó un descenso (3). En el presente estudio, no obstante, los niveles de la testosterona y los estrógenos decayeron mientras que la SH se conservó estable. En otro caso de estudio, una competidora requirió de un año y medio para que su ciclo menstrual regresara a la normalidad tras el evento de la competencia (1). En contraste con esto, en la investigación en cuestión del presente, la mayoría (no todas) de competidoras recobró la regularidad de su ciclo menstrual de 3 a 4 meses posteriormente a la culminación de la dieta restrictiva. A modo curioso, las anormalidades en el ciclo menstrual tuvieron lugar en todas las cinco participantes que no estaban usando ningún tipo de anticonceptivo. eniendo eniendo en consideració consideraciónn el descenso en los estrógenos, debido a la dieta restrictiva, tiene sentido conjeturar que el consumo exógeno de estrógenos se puede presentar como una ayuda con el objeto de mantener la regularidad de dicho proceso orgánico en las féminas. Pero es importante destacar que ciertos anticonceptivos orales podrían impactar de manera negativa la respuesta hipertrófica derivada del entrenamiento con pesas (18 18)). De modo relevante, la testosterona, la 3 y la normalidad del ciclo menstrual (en algunas) no regresaron a los niveles basales. Al mismo tiempo, también sucedió lo mismo con la masa corporal y la masa grasa. Esto, desde luego, no es una coincidencia. Es común que se suscite, que los competidores de físicoconstructivismo (especialmente las 28 APLICACIONES APLICACIO NES PRÁCTICAS Y ENSEÑANZAS ENSEÑANZAS 1. Una dieta restringida en energía y alta en proteínas, en conjunto con la presencia de un entrenamiento de fuerza y el cardiovascular con un volumen moderado, da como resultado una pérdida de peso a un ritmo de 0.6 % a 0.7 % de peso total de la persona a la semana. Un abordaje así puede fungir como un enfoque potencialmente exitoso en el contexto de una preparación pre-competencia en mujeres. No obstante, basta con mantener las proteínas en un rango de 1.8 g a 2.7 g / 1 kg para aminorar las posibilidades de perder masa muscular; lo que también permite que tanto el aporte de lípidos como el de hidratos de carbono no se tornen demasiado bajos. Agregado a ello, el entrenamiento debe organizarse de manera que cada grupo muscular se entrene al menos dos veces por semana; y que el HIIT se reemplace, si éste sugiere una degradación en la calidad del entrenamiento en el tren inferior, con una modalidad de cardio de baja intensidad y del tipo estado estable. 2. Las anormalidades del ciclo menstrual menstrua l son una consecuencia común que conllevan las dietas restrictivas durante una etapa pre-competencia. No obstante, la función normal del ciclo menstrual debe reinstaurarse entre 3 y 4 meses sobre la marcha de la etapa post-competencia, siempre y cuando se reduzca el entrenamiento cardiovascular a niveles apropiados normalmente aludidos durante “fuera de temporada”; y la grasa corporal y el consumo de alimentos regresen regres en a circunstancias saludables. El uso de anticonceptivos orales puede mitigar la probabilidad de la presencia de anormalidades menstruales. Sin embargo, algunos anticonceptivos orales pueden inuir de manera negativa sobre la respuesta adaptativa producida por el entrenamiento de la fuerza. 3. Puede que se requiera de 3 a 4 meses, o ligeramente más, para que regresen a la normalidad los niveles de testosterona y los valores de la glándula tiroidal. Si la función orgánica normal no ha hecho su aparición en ese punto del tiempo, es bastante probable que se deba a que la persona esté aspirando a conservar la masa grasa a niveles ínmos. mujeres, en la experiencia del autor de esta revisión)intenten conservar un físico tan magro como les sea posible en la fase post-competencia. Es complicado y difícil que esta población vea su condición física, que se ganaron con un arduo trabajo, desvanecerse. Por lo que, entre esta población, es habitual que se origine la perspectiva, desde un razonamiento puramente lógico (aunque reduccionista), de que se autoconvenzan autoconven zan a sí mismos de que el hecho de mantenerse magros les ayudará para la próxima competencia; pues, según este razonamiento, la realización de otra dieta restrictiva, para esa siguiente competencia, será más fácil de realizar. Sin embargo, es más fácil no distinguir entre la paja y el trigo. La 29 supresión en los niveles de la 3 y la testosterona por un largo periodo se vuelve un entorno subóptimo para las ganancias musculares así como para la tasa metabólica; las cuales, en ambos casos, son fundamentales para dietas restrictivas futuras, pero más importante aún que lo anterior: para la salud. Desde la perspectiva de la salud mental, un cuerpo a un grado magro que resulte en niveles sofocados de hormonas puede coincidir con el acompañamiento de una preocupación excesiva por la comida, así como con un riesgo mayor de susceptibilidad a trastornos en la conducta alimentaria (8). Por estas razones, querido lector de MASS, asegúrate de regresar a una proporción de masa grasa corporal saludable; en la que puedas colocarte cómodamente sin tener que estar enfocado en tu relación con la comida y el consumo de la misma. En la experiencia del autor, esto está en consonancia con un nivel de grasa corporal en la que puedes también experimentar progresos en el gimnasio y salud interna. corporal con sus consecuentes respuestas hormonales; y el consumo energético y la composición corporal con el estado anímico. Estas relaciones nos ayudarían a entender a qué grado es que las adaptaciones, provenientes de la preparación para competencia, se deben al proceso (disminuir las calorías e incrementar el gasto energético mediante el esfuerzo físico); y cuáles, a las consecuencias (el logro en la consecución de un cuerpo magro al extremo). Esto puede ayudarnos, a su vez, a desarrollar estrategias estr ategias que minimicen las desventajas de las dietas restrictivas al corto y al largo plazo. Suscríbete a MASS Revisión Revisión CientífiCientí ca para recibir dos ediciones nuevas cada mes. El siguiente paso Si hubiera algo que nos gustaría observar,, compaginad var compaginadoo con esta magna cantidad de datos, sería una gama de estadísticas correlacionales. Considerando el muestreo sustancial y la diversidad de respuestas individuales, sería interesante ser testigos de las correlaciones entre el consumo energético y la composición 30 Referencias 1. Halliday, Hall iday, .M., J.P. J.P. 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The ef The effe fect cts s of ex exer erci cise se mo moda dalit lityy duri during ng ad addi diti tion onal al ‘h ‘hig ighh-int inten ensi sity ty interval training’ upon aerobic tness and strength in powerlifting and strongman athletes. Androulakis-Korakakis et al (2017) POR GREG NUCKOLS E l entrenamiento cardiovascular puede contener una vasta gama de beneficios. De éstos, los que más acaparan la atención de los medios y la prensa son aquéllos que se relacionan con la salud y por justas razones: un sólido indicador predictivo de mortalidad por todas las causas es la condición 33 PUNTOS CLAVE 1. Parece que se producen efectos semejantes en la fuerza cuando se pedalea con HIIT (sobre bicicleta o cicloergómetro) y cuando se levantan pesas con un enfoque HIIT (realizar sentadillas y pesos muertos con una amplia cantidad de repeticiones, con breves intervalos de descanso) 2. Es probable que el pedaleo con HIIT mejore y favorezca más la condición aeróbica que levantar pesas con un esquema HIIT. 3. Es posible que la decisión más prudente, tanto para entrenadores como para atletas, sea recurrir a la implementación del HIIT sobre una bicicleta o un cicloergómetro; pues propone menos riesgos y permite contar con una exibi lidad más extensa al momento de estructurar una semana de entrenamiento. cardiorrespiratoria(2). No obstante, el cardiorrespiratoria( acondicionamiento cardiorrespiratorio puede contener ciertos beneficios en el caso de los atletas de la fuerza. Contar con unos niveles altos en la condición cardiorrespiratoria puede influir en cuán bien se pueden recuperar estos atletas entre series; y, por consiguiente, el volumen manejado del entrenamiento, –por sesión, que estos atletas tienen la aptitud de tolerar–, también se ve impactado. Lamentablemente se sabe de facto que los atletas de deportes de fuerza no son necesariamente partidarios de la realización de sesiones de cardio, o cardio en lo absoluto. En el caso de que el lector de estas líneas elija un deporte que se desarrolle entorno a levantar objetos pesados, entonces lo más seguro es que el cardio no congenie con el lector. Dado el caso, muchas personas se preguntan si de alguna manera pueden obtener los beneficios del entrenamiento cardiovascular simplemente ejercitándose con una elevada cantidad de repeticiones al le- vantar pesas; o si ello puede alcanzarse con la implementación de intervalos de descanso (muy) breves. La ejecución de una serie con una numerosa cantidad de repeticiones (altas), dígase sentadillas o bien pesos muertos, dejará sin aliento a cualquier persona; por lógica, el entrenamiento a altas repeticiones seguramente debe ser una buena herramienta de acondicionamiento cardiovascular… o, al menos, así es el raciocinio raciocin io de muchas personas. Por el mismo tenor, también se ha propuesto que el uso del trabajo a altas repeticiones, como un tipo de entrenamiento cardiovascular, puede ayudar a amortiguar el fenómeno de la interferencia. Esto es, el acontecimiento de que la gente gane generalmente menos masa muscular y fuerza una vez que realizan entrenamientos de fuerza y aeróbico simultáneamente, opuestamente a la realización única y exclusiva del entrenamiento de la fuerza (3). 34 Los investigadores del presente estudio emprendieron la tarea de poner a prueba las ideas precedentes. Con una duración de ocho semanas, un grupo de competidores, que son levantadores de potencia (powerlifters) y de strongmen, realizaron dos sesiones a la semana de entrenamiento con intervalos de alta intensidad (HII), donde implementaron o sentadillas en conjunto con pesos muertos al 60 % de 1RM o esprints en pedaleo como el estímulo suscitado. Hubo una mejora, en ambos grupos, concerniendo a las predicciones del VO2max (una métrica de la condición cardiorrespiratocardiorrespiratoria) y de la 1RM en la extensión de rodilla. En cuanto a la fuerza, el aumento de ésta fue semejante entre los grupos; pero el grupo que hizo esprints con pedaleo experimentó una mejora más sustancial en el VO2max VO2max según las predicciones de este parámetro para ambos grupos; lo cual indicó que los esprints con pedaleo tienen mayores posibilidades de presentarse como una herramienta de acondicionamiento más efectiva que la ejecución de sentadillas y pesos muertos a altas repeticiones. Propósitos y preguntas de investigación Surgieron dos preguntas de investigación fundamentales: 1. ¿Se aligeraría el fenómeno de la interferencia mediante la realización de altas repeticiones en sentadillas y pesos muertos en comparación con la ejecución de esprints con pedaleo (o proporcionarían inclusive un estímulo positivo sumatorio en términos de las adaptaciones a la fuerza), lo que arrojaría ganancias de fuerza mayúsculas? 2. ¿Concedería aumentos similares en la aptitud cardiorrespiratoria la realización de altas repeticiones en sentadillas y pesos muertos a comparación de los esprints con pedaleo? Los autores propusieron las hipótesis de que ambos esquemas del HII producirían adaptaciones semejantes en la fuerza y en la aptitud aeróbica. Sujetos de estudio y metodología Sujetos Hubo una participación de 16 hombres que contaban con un mínimo de dos años de experiencia en el entrenamiento. Sus edades oscilaban de 21 a 28 años. odos odos los participantes eran competidores de deportes de fuerza, entre los que se encontraban incluidos levantadores de potencia y strongmen. Los sujetos se seccionaron de manera aleatoria en dos grupos, con con 8 participantes por cada uno de éstos. De entre todos, hubo dos personas, en cada uno de los grupos, que informaron de estar habituados a realizar entrenamiento aeróbico en alguna de sus modalidades aparte de su trabajo del en35 trenamien to de la fuer trenamiento fuerza. za. P Por or otro lado, el resto de los participantes de ambos grupos no realizaban normalmente ningún tipo de entrenamiento aeróbico adicional. odos los atl atletas etas inc incluidos luidos inf informaron ormaron que se encontraban, en ese punto en el tiempo, en una fase general de fuerza o en una de hipertrofia; también indicaro indicaronn que entrenaban de 2 a 5 veces a la semana con cargas de 1RM correspondientes al 60 % y el 85 %, y con un RPE (índice de escala del esfuerzo percibido, por sus siglas en inglés) de entre 7 a 8.5. omando en consideración que los atletas señalaron su RPE incluyendo decimales, se entiende que probablemente estaban echando mano de una escala RPE con base en repeticiones en reserva. Así, un RPE de 7 a 8.5 haría alusión a que en líneas generales efectuaban sus repeticiones, en cada serie, hasta llevarlas al grado de dejar entre 1.5 y 3 repeticiones en reserva. Medic Me dicio iones nes Se recurrió a la prueba YMCA de tres minutos en banco (plataforma) para calcular el VO2max. El mecanismo de dicha evaluación consiste en hacer que los participantes suban repetitivamente un escalón o banco (step-up) de 12 pulgadas de altura durante tres minutos, con 24 repeticiones por minuto de este ejercicio, con un ritmo que está pautado por un metrónomo. ras terminada la prueba, se mide la frecuencia cardiaca durante todo un minuto. P Posteri osteriormente ormente a ello, predicen el VO2max usando la siguiente ecuación (para hombres): 111.33 – (0.42 x las las pulsa pulsaciones ciones de la frecuencia cardiaca totales de un minuto). Se ha demostrado que tal predicción concuerd concuerdaa bastante TABLA 36 bien con la medición del VO2max (r = 0.83) en la población general (4). Se evaluó la fuerza a través de la 1RM en la extensión de la rodilla. La razón detrás de haber elegido este ejercicio, en lugar de la sentadilla o los pesos muertos, responde a que los participantes contaban con experiencia en este movimiento; sin embargo, ninguno de los atletas estaba realizándolo en sus esquemas de entrenamiento en ese momento. No hubo control sobre el régimen de entrenamiento de la fuerza de los participantes; por tal causa, los investigadores quisieron garantizar que las evaluaciones de la fuerza no se viesen afectadas excesivamente dados los diferentes esquemas de entrenamiento de los atletas en ese entonces (por ejemplo, la fuerza en la sentadilla pudo haber cambiado considerablemente en el lapso de ocho semanas si cambiaban de una intensidad baja a una alta, o de una alta a una baja habida cuenta de la especificidad; no obstante, la fuerza real en la extensión de rodilla no fluctuaría tanto entre los participantes). odos odos los individuos se vieron posibilitados para efectuar un mínimo de dos repeticiones con todas las placas del peso en la máquina de extensión de rodilla; por ello se hicieron las predicciones de 1RM de acuerdo con la fórmula de Dohoney (5), la cual sirvió para cuantificar la fuerza en lugar de la 1RM tradicional. La ecuación usada fue: 82.07 + (0.76 x el peso movido) + (5.66 x las repeticiones realizadas). al cómputo ha mostrado que se corresponde muy bien (r = 0.82) con la 1RM real en la fuerza de la extensión de rodilla. Entrena Entr enamie mient ntoo Uno de los grupos fue nombrado Modo Aeróbico (AM); el otro, Modo de la Fuerza (SM). El grupo AM efectúo el HII dos veces a la semana con la implementación de esprints con pedaleo. Cada sesión comenzó con un calentamiento de cinco minutos aplicando un RPE de 5 a 6 sobre una escala de Borg modificada constando de 0 a 10 (donde 0 representa una ausencia de esfuerzo y 10 alude a un esfuerzo máximo), tras lo cual se dio cabida a siete tandas con esprints de 30 segundos con un esfuerzo del RPE a 8-9, inter intercalados calados con 90 segundos de pedaleo a una escala del esfuerzo de entre 5 a 6. El último esprint culminado estuvo acompañado de cinco minutos de vuelta a la normalidad (enfriamiento) a una escala del esfuerzo de entre 4 a 5. El grupo SM llevó a cabo el HII dos veces a la semana con la implementació implementaciónn de sentadillas un día y pesos muertos a la siguiente sesión o día de entrenamiento. Se les permitió que,concerniendo a la sentadilla, hicieran hicieran uso de cualquier postura en cuestión de anchura o distancias entre extremidades, así como en la posición de la barra que desearan a condición de que ejecutaran el movimiento de la sentadilla a la profundidad legalmente obligatoria en el deporte de los levantamientos de potencia (powerlifting); la cual consta de una posición biomecánica en que la su37 perficie anterior del muslo desciende a la altura de la cadera y pasa justo por debajo de la punta punt a de la rodill rodilla); a); asimismo, se les autorizó que recurrieran a cualquiera de las posturas en el peso muerto que fuesen de su preferencia. Hicieron un calentamiento no mayor al 60 % de 1RM, 7 series con todas las repeticiones que se necesitaran a fin de alcanzar un RPE de 8-9 (es decir, hasta el punto en que conservaran entre 1 a 2 repeticiones en reserva) intercalándose con 90 segundos de descanso pasivo. Cada serie consistió en una duración de entre 16 y 30 segundos en promedio; los participantes efectuaron 8 a 15 repeticiones en cada serie con un ritmo de ejecución veloz (aproximadamente un segundo para cada fase del movimiento; excéntrica y concéntrica, respectivamente). Después de la séptima serie, hicieron una caminata sobre una cinta de correr a una escala RPE de 4-5 durante cinco minutos para finalizar. Como ya se mencionó, el régimen del entrenamiento de la fuerza, de cada participante, no fue controlado. Los investigadores se encontraron con un problema habitual cuando se intenta estudiar a atletas de nivel competitivo: los atletas se negarían a formar parte del estudio si implicaba que los investigadores “pondrían sus manos” sobre sus regímenes de entrenamiento de fuerza durante dos meses. Por lo cual, el presente estudio pierde una porción considerable de validez ya que una variable tan vital no fue controlada; con todo, éste representa una menuda ganancia de validez ecológica; pues inspeccionó los efectos del HII en conjunción con programas de entrenamiento del “mundo real”. Habría resultado mejor si los investigadores hubieran persistido con el reclutamiento de (más) participantes hasta conseguir un acervo de atletas que estuviesen dispuestos a someterse a un protocolo de entrenamiento de fuerza fuerz a estandarizado. Hallazgos Antes del protocolo del entrenamiento, en lo que a diferencias entre grupos se refiere, el grupo AM era más liviano (86 ± 7 kg en contraposición con 100 ± kg); por el otro lado, el grupo SM presentó un VO2max sustancialmente mayor a su predicción (71.1 ± 2.7 mL.kg-1.min1 en contraste con 66.5 ± 3.2 mL.kg-1. min-1). A excepción de éstas, no hubo más diferencias distintivas en la etapa previa al protocolo de entrenamiento. Partiendo de su predicción, se vio aumentada la fuerza de la extensión de rodilla en su 1RM a un grado semejante en ambos grupos; 7.2 kg ± 3.7 kg en el caso del grupo AM; y 6.6 kg ± 3.5 kg concerniendo al grupo gr upo SM. Ambos sumarios se correspondieron con unas magnitudes del efecto moderadas estribando en 0.62 en el grupo AM, y 0.57 en el grupo SM. La magnitud del efecto entre grupo (intergrupal) fue insignificante: 0.17. 0.17. En los dos grupos también se produjeron aumentos en las predicciones del VO2max: 5.3 ± 2 mL.kg-1.min-1 en el 38 grupo AM; y 2.8 ± 1.4 mL.kg-1.min-1 en el grupo SM. odo de lo cual correspondió con una magnitud del efecto amplia entre grupo (al interior de cada grupo), que ascendió a 1.79 y 0.95, respectivamente. Existió una diferencia sustancial entre grupos (p<0.05), en la cual se vio favorecido un VO2m VO2max ax mayor en el grupo AM que, a su vez, dio lugar a una magnitud del efecto exuberante entre grupo (intergrupal) de 1.45 (6). Interpretación Hubo ciertos aspectos que, en la opinión del autor de estas líneas, fueron de mucho agrado. El primero es que se trató de ciencia del “mundo real”. Es la clase de estudio que cualquier entrenador personal o director técnico puede emplear en sus clientes; pues fue llevado a cabo enteramente en un gimnasio tradicional con equipos y máquinas natural y frecuentemente encontrados en estos lugares: una barra olímpica, un banco o plataforma para los step-ups; y una máquina de extensión de rodilla. El presente estudio también se presentó como provechosamente válido; es decir, su apariencia a todas luces fue la del tipo de entrenamiento que la gente realizaría en el mundo real. Cuando la mayoría de los atletas incorporan el HII a sus entrenamientos, no elaboran cambios trascendentales de manera proactiva al resto de su programa con el objetivo de adaptar el HII (lo cual, en la experiencia del autor de quien redacta estos renglones, ES LA CLASE DE ESTUDIO QUE CUALQUIER ENTRENADOR PERSONAL O DIRECTOR TÉCNICO PUEDE EMPLEAR EN SUS CLIENTES; PUES FUE LLEVADO LLEVADO A CABO ENTERAMENTE EN UN GIMNASIO TRADICIONAL CON EQUIPOS Y MÁQUINAS NATURAL Y FRECUENTEMENTE ENCONTRADOS EN ESTOS LUGARES. resulta imprudente) –básica y sencillamente, lo único que hacen es añadirlo por encima de sus otros entrenamientos. eniendo esto en mente, realmente se mostró satisfactorio el hecho de que se decantaran por medir la fuerza mediante la máquina de extensión de rodilla en lugar de recurrir a las sentadillas o pesos muertos. La extensión de rodilla es un ejercicio sencillo de ejecutar, y que a su vez no se mostraba como un ejercicio excesivamente influenciado por ninguno de los diversos regímenes de entrenamiento de los atletas (ya que ninguno de ellos tenía incluido el ejercicio de la 39 GRÁFICA extensión de rodilla en sus esquemas de entrenamiento); del mismo modo, dicho ejercicio es evidentemente una medición válida de la fuerza de los cuádriceps (del cual uno esperaría que se trataría de un movimiento que se vería afectado, de algún modo, como consecuencia inherente de las sentadillas en modalidad HII o los esprints con pedaleo). Con todo, hubo demasiadas deficiencias. La mayor de ellas fue, desde luego, que el entrenamiento de la fuerza no tuvo ningún control. La otra deficiencia a destacar consistió en que los resultados principales (la fuerza en extensión de rodilla y el VO2max) se basaron en predicciones, no en mediciones. Quizá ello no representa un conflicto considerablemente gigantesco cuando se trata de la fuerza de la extensión de la rodilla; pues las predicciones de los cambios en 1RM estuvieron sencillamente basados en una ecuación de una repetición máxima. Aún y si no fuer fueron on pprecisas recisas las 1RM y ssus us pr preedicciones, se sabe a ciencia cierta que los participantes estaban posibilitados para hacer más repeticiones con el mismo peso; lo que indicó que hubo aumentos en la fuerza, fuerz a, en la resistencia de la fuerza; o en ambas circunstancias. Sin embargo, 40 estuvo claro que el hecho, de haber usado ecuaciones predictivas, muy claramente originó conflictos con la evaluación de la aptitud aeróbica en esta población en especial. Y con el fin de explicar esta problemática se requiere comprender primero un poco a propósito de la fisiología aeróbica. El cuerpo ut utiliza iliza el oxígeno que se respira en el estado final del metabolismo aeróbico. A medida que se efectúa algún ejercicio extenuante, aumenta, por su parte, la necesidad del consumo de oxígeno. A este grado es que la l a medición de la cantidad total de oxígeno, que el cuer cuerpo po puede utilizar, en proporción con la talla o el tamaño del cuerpo, expresa el nivel con que se cuenta en la condición física entrañando cuánta energía el organismo humano puede producir en un momento dado generando el combustible necesario para la realización del esfuerzo o ejercicio. A esta medición previamente explicada se le acuña el nombre de VO2max; este parámetro fisiológico normalmente se expresa en mililitros de oxígeno por cada un kilogramo del peso total y por minuto (mL.kg-1.min-1). Aunque el VO2max sea una de las métricas medulares (principales) en las ciencias del ejercicio que se enfocan en el ejercicio aeróbico, no es un concepto que sea aludido con normalidad en la literatura del entrenamiento de la fuerza; luego entonces, nos permitiremos proporcionar un contexto sobre estas mediciones fisiológicas (ver tabla 2). TA B L A 2 Es de presumir, en este punto en el tiempo, que el lector ya se habrá percatado de la disyuntiva. En la etapa previa al estudio (etapa pre-entrenamiento), a ambos grupos se les hicieron las predicciones de unos niveles en el VO2m VO2max ax que rondaban la parte ulterior de los 60 mL (es decir, acercándose a los 70 mL); por el mismo tenor, en la etapa posterior al estudio (fase post-entrenamiento), y también en ambos grupos, se habían hecho predicciones del mismo parámetro fisiológico que, en esta ocasión, se encontraban dentro de los 70 mL. La objetividad nos sugiere que ninguna de las cifras anteriores pudo haber sido precisa. Pues en investigaciones anteriores( anteriores(7), se ha suscitado la indicación de que el VO2max de los atletas de la fuerza general41 mente ascienden a una aproximación de 50 mL.kg-1.min1. O bien los investigadores del presente estudio encontraron un grupo de levantadores de potencia y de strongmen, que contaban con un nivel de aptitud aeróbica tan óptima que cualquier maratonista envidiaría (a pesar de que el 75 % de los participantes par ticipantes hubieron informado que no efectuaban ninguna clase de entrenamiento cardiovascular), o bien que la ecuación de regresión usada para predecir el consumo máximo de oxígeno, que se basó en la frecuencia cardiaca tras tres minutos de la prueba con step, sencillamente no aplique ni funcione adecuadamente en atletas de la fuerf uerza. Nos inclinamos más por la segunda putativa explicación. Para las investigaciones futuras sería interesante que se investigara por qué razón sucede que la prueba con step hace sobreestimaciones cuando se trata de predecir el VO2max en esta población. Una investigación así proporcionaría un visión más profunda de los mecanismos que expliquen por qué el entrenamiento de la fuerza mejora la economía del esfuerzo entre atletas de fondo (8). Un punto final a propósito de las predicciones en el VO2max antes de continuar: muy a pesar de que tales predicciones no fueron claramente precisas (válidas) para esta población de estudio, es posible que aún así resultasen precisas en lo suficiente (confiables) con el objeto de que nos dijesen algo a propósito del cambio en la aptitud cardiorrespiratoria. La ex- actitud de una métrica nos dice lo cerca que está una medición de su valor real del que se presume que debe medir (a esto se le conoce como validez en el ámbito de la investigación científica). La precisión nos habla de lo cerca que se agrupan las mediciones y de si éstas se desplazan fielmente en conjunto con los l os cambios sobre el valor real que se presume que deben medir (a esto se le conoce como verosimilitud en la investigación científica). Por ejemplo, si una persona pesa 80 kg y su báscula le arroja lecturas entre 79.8 kg y 80.3 k, podem podemos os decir entonces que es exacta pero no increíblemente precisa. Si la misma persona pesa 80 kg, pero la báscula arroja una cifra de 76 kg siempre, y si dicha persona experimenta un aumento de 2 kg y la báscula arroja 78 kg siempre que la usa, su exactitud ahora es menor; pero su precisión, mayor. En tanto que los pesos registrados son incorrectos, el cambio en el peso es correcto; por lo que la medición no fluctúa. Con unas herramientas decentes, la exactitud y la precisión pueden ser sumamente altas; esa es la meta en la ciencia. No obstante, aun y cuando la exactitud de una medición deja mucho o algo que desear (como sucede en el ejemplo citado), toda vez que la medición se presente razonablemente precisa, aún se cuenta con una buena idea o aproximación del cambio. En investigaciones anteriores se muestra que la prueba YMCA es confiable (es decir, precisa [4] [4]).). Considerado todo lo anteriormente 42 expuesto, aquí proporcionamos las enseñanzas tentativas que se podrían originar del presente estudio: 1. Ambos enfoques del HII tuvieron un impacto similar en la fuer fuerza. za. Ya que el entrenamiento de la fuerza no fue controlado, es posible que las ganancias de la fuerza, de las que se informó, se encontraran influenciadas por parte de las diferencias promedio en función de los programas de entrenamiento entre los grupos. Sin embargo, el factor de haber medido la fuerza, a través de un ejercicio que no estaba presente en ninguno de los programas de entrenamiento de los atletas, probablemente probablemente atenuó ese inconveniente. omando en consideración que no existió un grupo exclusivo, que sólo realizase entrenamiento de la fuerza con fines de comparación con los otros grupos, se torna imposible dilucidar si los dos protocolos del HII hubieron favorecido al desarrollo de la fuerza, obstaculizado el desarrollo de la misma o si bien no implicó ningún efecto en el desarrollo de la fuerza. Sin embargo, se puede decir que, cualquiera que haya sido el efecto del entrenamiento con HII sobre la fuerza, es factible que haya sido semejante en ambos grupos. 2.En tanto que el pedaleo con HII, así como las sentadillas y pesos muertos con HII, pudieron ambos suscitar mejoras en la aptitud aeróbica entre atletas de la fuerza, es probable que el primero (HII con pedaleo) pueda sugerirse con alta probabilidad como el más efectivo en ese cometido (el de mejorar la aptitud antes mencionada). Existen cuatro razones para abundar en esta enseñanza: 1era razón: es posible que la verosimilitud (precisión) de las predicciones sobre el VO2max, con el uso de la prueba con step, sea también mal malaa al aplicarse eenn atletas de la fuerza; después de todo, la exactitud de las predicciones, con suma probabilidad, fueron terribles en el presente estudio; est udio; en tanto, la misma ecuación predictiva ha mostrado que es generosamente precisa en la investigación aplicada a la población en general. 2da razón: cabe la posibilidad de que el entrenamiento de la fuerza de uno de los grupos haya quedado estructurado de modo que el entrenamiento HII produjese un esfuerzo significativamente más extenuante. Un ejemplo claro del contexto mencionado es el siguiente; si uno de los grupos se sometió primero a un entrenamiento agotador y metódico de sentadillas previamente a sus sesiones con entrenamiento HII, resulta razonable que dicho grupo quizá no se haya visto posibilitado posibilitado para esforzarse adecua adecua-damente al máximo posteriormente en sus sesiones donde se aplicase el HII. A pesar de esta consideración, quizá la suposición anterior sea poco probable. Los aumentos discretos en las predicciones del VO2max tuvieron lugar en el grupo SM, por lo cual no nos permitimos suponer que los participantes de tal grupo estuviesen sumergidos en una cantidad muy alta de volumen ejecutan43 APLICACIONES ENSEÑANZAS APLICACIONES PRÁCTICAS Y ENSEÑANZAS Si eres un(a) atleta de la fuerza, que añade un esquema HIIT a su programa, este estudio indica que el pedaleo puede presentarse como una alternativa alternat iva más racional que un esquema de ejercicios de fuerza (exclusivamente, sentadillas y pesos muertos) a altas repeticiones con breves intervalos de descanso. Las sentadillas y los pesos muertos añadidos no confirieron ninguna ventaja para el desarrollo de la fuerza, y el pedaleo con modalidad en HIIT conllevó a una elevación mayúscula de la aptitud aeróbica. Abundando más, desde una perspectiva práctica, se torna más sencillo modificar un esquema de entrenamiento que se ajuste a un pedaleo aplicado con HIIT; del mismo modo, un pedaleo con HIIT es, muy probablemente, la selección más segura. do sentadillas a sabiendas de que tenían por delante una sesión, al otro día, de sentadillas y pesos muertos con la implementación de una modalidad HII (que entrañaba una sesión con una cantidad alta de repeticiones). 3era razón: también resulta sensato asumir que los lo s niveles mayores, en las predicciones iniciales del VO2max pertenecientes al grupo AM, pudieron deberse a una especie de novedad a la que se enfrentaban los participantes de dicho grupo. Desde luego, los participantes contaban con experiencia en la realización de sentadillas y pesos muertos, pero no eran atletas experimentados en pedalear una bicicleta o un cicloergómetro. A pesar de ello, esta hipotética explicación también resulta poco probable tomando en consideración las métricas que se usaron para predecir el VO2. 4ta razón: la expectativa del VO2max, en su predicción, arrojó valores mayores durante la etapa pre-entrenamiento en el grupo SM; es posible, por lo tanto, que las personas en este grupo hayan experimentado ganancias menores sobre la aptitud aeróbica tomando a consideración que realmente no había suficiente espacio para dar lugar a mayores mejoras. Una prueba estadística diferente, que justificase las diferencias entre grupo en la fase inicial o del pre-entrenamiento, tal como lo es la ANCOVA, habría sido más apropiadamente susceptible de usar a fin de analizar las diferencias entre grupo opuestamente a las pruebas que se usaron. Sin embargo, dada la magnitud de la diferencia entre grupos (la predicción en el VO2max del grupo AM se duplicó al mismo grado que lo hizo con el grupo SM; p = 0.012 en la prueba y ES = 1.45), permanece todavía la probabilidad de que el pedaleo con HII haya sido más eficiente en mejorar la aptitud aeróbica. Considerando todo en una escala global, y estimando estos datos a través de la 44 perspectiva de un atleta o un entrenador, el presente estudio implica que a los atletas de la fuerza les iría bien si añadiesen el pedaleo con HII a sus regímenes de entrenamiento si su objetivo se centra en promover mejorías en la aptitud cardiovascular,, en lugar de realizar ssentadillas vascular entadillas y pesos muertos a altas repeticiones y con la inclusión de breves periodos de descanso. No sólo acaeció que el grupo AM obtuvo aumentos sumamente mayores en el VO2max esperado, sino que también experimentaron incrementos semejantes en la fuerza. Hubo una ventaja cuantificable concerniendo al pedaleo con HII HII;; pero no con el HII HII aplicado con sentadillas y pesos muertos. Desde una perspectiva más práctica, si nos ubicamos personalmente en los zapatos de los atletas, el pedaleo con HII les permite mucho más flexibilidad en su entrenamiento a un nivel general a diferencia del HII aplicado con sentadillas y pesos muertos. El pedaleo con HII es arduo, y la primera vez que alguien lo realice se puede experimentar un grado de agujetas al siguiente día; no obstante, las adaptaciones llegan de manera pronta. Puede que la integración de dicho esquema de entrenamiento obstaculice minúsculamente la recuperación en el caso de las sentadillas y los pesos muertos, pero sobran las probabilidades de que este impacto se produzca de un modo que sea dócil (en especial si el atleta en cuestión no se encuentra magro o en una deuda calórica agresiva). Si bien lo anterior tiende a ser verdad, no se puede hacer de lado el hecho de que la realización de un número cuantioso de repeticiones en sentadillas y pesos muertos al 60 % de 1RM, y con intervalos de descanso breves entre series, si siempre empre representará un desafío brutalmente severo. En tanto que el presente estudio no recabó la información de cómo necesitaron modificar su esquema del entrenamiento de la fuerza los atletas, con el objeto de adecuar la inclusión del HII, es muy seguro que el grupo SM habría (o, cuando menos, debería haber) hecho ajustes sumamente significantes en la distribución de sus sentadillas y pesos muertos en los días posteriores a la realización del HII con el ánimo de proporcionarse a sí mismos los tiempos adecuados para recuperarse apropiadamente; lo cual, a su vez, probablemente probablemente redujo la posibilidad de que los individuos pudieran entrenar más arduamente. En síntesis, plantearse la idea de realizar un trabajo con esquema HII, implementado con sentadillas y pesos muertos, provee de menores beneficios aeróbicos; asimismo, la adición de un esquema tal entraña una intensidad promedio y semanal más ligera sobre los otros ejercicios. Por su parte, esto ocasionaría un descenso en la cantidad c antidad a realizar de trabajo específico de fuerza, de manera muy significativa, con la que el atleta pueda lidiar. Existe también la necesidad imperante de tener en suma consideración a la ausencia de riesgos. Que haga su aparición 45 la fatiga durante el pedaleo es perfectamente normal y carece de riesgos. Perseguir específicamente la fatiga metabólica mediante sentadillas y pesos muertos a altas repeticiones, no obstante, incrementa el riesgo de que la técnica se degenere y someta a posiciones comprometedoras al cuerpo, que podrían, a su vez, incrementar el riesgo de la aparición de lesiones. El siguiente paso Los estudios a futuro deberán reproducir este mismo estudio, pero con controles más estrictos (estipulando que todos los participantes se sometan a un esquema de entrenamiento de la fuerza estandarizado), con mediciones más precisas (VO2max medido vía espirometría, medir la extensión de rodilla recurriendo a una máquina que pueda tolerar cargas más densas, o simplement simplementee que recurran a la medición de la fuerza a través t ravés de 1RM en sentadilla y peso muerto que revestiría validez en caso de que el entrenamiento de la fuerza sea una variable controlada) y añadiendo añadiendo un grupo control que únicamente realice entrenamiento de la fuerza. Añadiendo más, sería interesante observar que pongan a prueba otros ejercicios con peso, que sean habitualmente más usados para el acondicionamiento físico (por ejemplo, swings con pesa rusa o empujes de trineo). 46 Referencias 1. Androula Androulakis-Kor kis-Korakakis akakis P, P, Langdown Langdow n L, Lewis A, A , Fisher J, Gentil P, P, Paoli A, Steele J. Te effects of exercise modality during additional ‘high-intensity interval training’ upon aerobic fitness and strength in powerlifting powerlif ting and strongman athletes. J Strength Cond Res. 2017 Apr 21. doi: 10.1519/ JSC.0000000000001809. 2. Kod Kodama ama S, Saito Sai to K, ana anaka ka S, Maki M, Y Yach achii Y, Asumi Asum i M, Sugawar Sug awaraa A, otsuka otsu ka K, Shimano Shiman o H, Ohashi Y, Yamada N, Sone H. Cardiorespiratory fitness as a quantitative predictor of all-cause mortality and cardiovascular c ardiovascular events in healthy men and women: a meta-analysis. JAMA. 2009 May 20;301(19):2024-35. doi: 10.1001/jama.2009.681. 3. Wilson JM, Marin PJ, Rhea MR, Wilson SM, Loenneke JP JP,, Anderson JC. Concurrent training: a meta-analysis examining interference of aerobic and resistance exercises. J Strength Cond Res. 2012 Aug;26(8):2293-307. doi: 10.1519/JSC.0b013e31823a3e2d. 4. Beutner F, Ubrich Ubr ich R, Zachariae S, Engel C, Sandri M, eren A, Gielen S. Validation of a brief steptest protocol for estimation of peak oxygen uptake. Eur J Prev Cardiol. 2015 Apr;22(4):503-12. doi: 10.1177/2047487314533216. 5. Dohoney P P,, Chomiak J, Lemire D, Kovacs Kovac s C. Prediction of one repetition maximum (1-RM) strength from a 4-6 RM and 7-10 RM submaximal strength test in healthy young adult males. Journal Of Exercise Physiology Online. Online. 2002 Aug;5(3):54-59. 6. If you read the full text of the study study,, you’ll notice that the effect sizes reported in this write-up don’t don’t match the effect sizes reported in the study. study. Tere’ Tere’ss a simple reason reason for that: they messed up their their calculations. Tey divided the average increases by the sstandard tandard deviations of the increases instead of dividing the average increases by the pre-training standard deviations for their given measures. Te effect sizes they reported tell t ell you about the variability of the change, not the magnitude of the change relative to its variability. Fortunately, Fortunately, the authors reported enough data to that I could co uld do the correct calculations myself. 7. Häkk Häkkinen inen K, Alén M, Komi PV. PV. Neuromuscular, anaerobic, and aerobic performance characteristics of elite power athletes. Eur J Appl Physiol P hysiol Occup Physiol. 1984;53(2):97-105. 8. Støren O, Helgerud Helger ud J, Støa EM, Hoff J. Maximal strength training improves running economy in distance runners. Med Sci Sports Exerc. 2008 Jun;40(6):1087-92. doi: 10.1249/MSS.0b013e318168da2f. 47 La inmersión en agua helada aumenta agudamente la recuperación más que la crioterapia, ¿pero ¿per o acaso importa? Estudio a revisión: Recovery from Exercise-Induced Muscle Damage: Damage: Cold-Water Cold-Water Immersion Immersion Versus Versus WholeBody Cryotherapy. Cryotherapy. Abaidia et al. (2017) POR MICHAEL C. ZOURDOS El daño muscular y la inflamación normalmente tienen lugar al terminar una sesión de entrenamiento. A pesar de ser cierto que una cierta cantidad de in- flamación ayuda a aminorar la respuesta al daño muscular, la disminución de la inflamación puede resultar de beneficio hasta cierto grado con fines de recu- 48 PUNTOS CLAVE 1. La inmersión en agua fría suele ser una modalidad de recuperación física; en ella, se sumerge al cuerpo en agua fría hasta el nivel del cuello. Esta práctica se usa durante 10 minutos tras la realización del ejercicio. 2. La crioterapia de cuerpo completo somete a la exposición de aire helado al cuerpo con el afán de provocar la recuperación del entrenamiento. 3. La inmersión en agua fría parece presentarse claramente superior a la hora de buscar la mejora en la recuperación física en comparación con la crioterapia de cuerpo completo. 4. En el sentido práctico, la realización de ejercicio aeróbico de baja intensidad mejora la recuperación; persiste el hecho poco claro de si es necesario recurrir a la inmersión en agua fría en lugar de efectuar una recuperación activa de baja intensidad. 5. Si bien es verdad que la inmersión en agua fría tiene el potencial de suscitar mejoras sobre la recuperación a partir de una única sesión de entrenamiento, cuando se usa repetitivamente, en realidad puede ser nociva para la hipertroa al largo plazo y las adaptaciones a la fuerza. peración física. La exposición (del cuerpo) al frío es uno de los métodos que, presuntamente, atenúan la inflamación; se logra a través de dos modalidades: 1) inmersión en agua fría (CWI), implica sumergir una porción del cuerpo, o todo (a excepción de la cabeza), en agua que esté constituida por una temperatura por debajo de los 15 °C (59 °F) durante 1012 minutos; y 2) Crioterapia de cuerpo completo (WBC), que se compone de introducirse en un cuarto a temperaturas generosamente bajas (entre -110 °C y -195 °C; de -166 °F a -319°F) y sentarse ahí durante 3-4 minutos. En este estudio se sometió a desempeñar sesiones negativamente extenuantes (que causan daño muscular) de entrenamiento de fuerza a 10 hombres; seguidamente, se les expuso a CWI o WBC. odos los participantes fueron distribuidos tanto a la CWI como a la WBC, en ambos casos durante el periodo post-entrenamiento, con un diseño cruzado. A fin de medir la recuperación, se evaluó la fuerza de la flexión de la rodilla de los sujetos de estudio sobre la fase excéntrica, la fuerza isométrica de la pierna, los saltos de contramovimiento unilaterales y bilaterales antes de cada una de las sesiones de entrenamiento (medición basal o inicial de la intervención de estudio); dichas evaluaciones tuvieron lugar en los siguientes puntos de medición: inmediatamente tras terminar cada sesión de ejercicio; 24, 48 y 72 horas, posteriormente. ambién 49 TABLA 1: CARACTERÍSTICAS DE LOS SUJETOS Los valores se representan en promedio ± desviación estándar (SD) de las características de los sujetos de Abaidia et al. 2017 (1). cuantificaron la fosfocreatina quinasa los investigadores (CK, un biomarcador metabólico habitual del daño muscular), el dolor muscular de aparición tardía y la percepción personal de la recuperación sobre los mismos tiempos de los puntos de medición antes mencionados. Los resultados refirieron que, con base en varias métricas, métric as, y brindando mayores beneficios, bene ficios, la CWI superó a la WBC en el objetivo de la recuperación. La WBC no confirió ninguna métrica en la que superase a la CWI correspondiendo a la recuperación física, en ninguno de los periodos de evaluación o puntos de medición en el tiempo. En particular, hubo magnitudes del efecto (ES) a favor de la CWI tocante a las siguientes mediciones y periodos de evaluación: contramovimiento unilateral y bilateral bilateral a las 72 horas, dolor ta tardío rdío a las 48 horas, percepción de la recuperación a las 24 horas, y niveles de CK a las 72 horas. Así que, y por lo tanto, la CWI provee de mejorías sobre la recuperación a lo largo de los primeros días del entrenamiento negativamente vigoroso (que causa daño); y lo hace a un extremo más extenso que la WBC. Propósitos y preguntas de investigación Propósi Prop ósito to El objetivo de la presente revisión era comparar los efectos de la CWI con los de la WBC a partir de la tasa de recuperación tras la presencia de una sesión de entrenamiento de la fuerza negativamente vigoroso (que causa daño) entre hombres físicamente activos. Pregunt Preg untaa ddee iinve nvesti stiga gació ciónn 1 ¿Arrojaría diferentes efectos la CWI (la inmersión en agua fría) o la CWB (crioterapia de cuerpo completo) sobre el tiempo de recuperación del entrenamiento de la fuerza a lo largo de 72 horas post-entrenamiento? 50 GRÁFICA 1: LÍNEA DEL TIEMPO DE LOS MÉTODOS Los valores se representan en promedio ± desviación estándar (SD) de las características de los sujetos de Abaidia et al. 2017 (1). fuerza. Los rasgos específicos de cada sujeLos autores no proporcionaron una to de estudio pueden verse en la tabla 1. hipótesis activa para el presente estudio; Prot Protoc ocol oloo eexp xperim eriment ental al no obstante, actualmente ya existe un Los participantes desempeñaron 5 secuerpo de literatura más abundante que ries de 15 repeticiones de curls de pierna apoya el recurso de la CWI. Por con- excéntricos (ejecución exclusiva de disiguiente, resulta racional sospechar que cha fase del movimiento) en un equipo los autores hubieron hecho predicciones de dinamómetro isocinético a 60°/s (esto de una ventaja en pro de la CWI. es, que la velocidad de la contracción estaba fija). Cada repetición duró tres segundos, con otros 3 segundos de pausa Sujetos de estudio y entre cada repetición. Inmediatamente luego del entrenamiento, tuvo lugar una metodología sesión dedicada a evaluar, por parte de Sujetos los participantes, el índice de la escala del Se determinó que los 10 participantes esfuerzo percibido (RPE, por sus siglas del presente estudio eran “físicamente en inglés) con una graduación oscilando activos”. Para ser candidatos de la inves- del 0 al 10; posteriormente, hubo evalutigación, los participantes no debían pa- aciones de todas las métricas de la recudecer alguna lesión de los isquiosurales peración. Fundamentalmente, los RPE (“femorales”) durante los seis meses pre- fueron parecidos entre las condiciones, lo vios al estudio. Aunado a lo anterior anterior,, tam- que indica que el mismo grado de fatiga bién debían cumplir con la abstención de estuvo presente después de cada una de hacer ejercicio con una antelación de 48 las sesiones de entrenamiento. Se estiphoras a las sesiones de entrenamiento de la uló que los participantes se situaran en Hipó Hi póte tesis sis 51 la condición CWI o WBC cinco minutos después de haber finalizado la última prueba de la recuperación. Se volvieron a aplicar las pruebas de cada una de las mediciones de la recuperación, de nuevo, a las 24, 48 48 y 72 horas después. oda vez que el presente estudio contó con un diseño cruzado, el orden de las condiciones fue aleatorizado; y se separaron las sesiones del entrenamiento de la fuerza por un lapso de 2 semanas a fin de que los sujetos de estudio participaran tanto en la condición CWI como en la WBC. Se muestra una representación de este protocolo experimental en la gráfica 1. odos odos los participantes consumaron dos sesiones de familiarización con la práctica del dinamómetro isocinético a unas semanas de las sesiones de evaluación. Protoc Prot ocol olos os de la rec recup upera eraci ción ón Se dio paso a las condiciones CWI y WBC cinco minutos después de la última prueba de la recuperación tras el entrenamiento de la fuerza. Para la CWI, los participantes, usando traje de baño, se colocaron en una piscina de agua fría a 10 °C (50 °F), y se sumergieron hasta la altura del cuello durante 10 minutos. Para la WBC, los participantes se situaron dentro de una cabina de crioterapia (una habitación fría) durante tres minutos. Al inicio, la habitación contaba con una temperatura de 21 °C (69.8 °F); no obstante, una vez que los participantes se introdujeron, la cabina fue enfriada intencionalmente mediante aire frío a partir de nitrógeno líquido con el objetivo de establecer una temperatura de -110 °C (-166 °F). Bajo la condición WBC, las extremidades de los sujetos contaron con guantes, medias y sandalias; la parte superior de la cámara de crioterapia era lo suficientemente baja que permitía a los sujetos sacar la cabeza para evitar cualquier riesgo. Hallazgos Los autores echaron mano de la magnitud del efecto y la probabilidad como el único método de análisis para producir los resultados. Vale Vale la pena mencionar mencionar que, en el presente estudio, la magnitud de la ES se interpretó en concordancia con la guía de Hopkins (2 (2). De manera global, la CWI superó a la WBC en dive diversas rsas mediciones mediciones.. La condición WBC no contó con una ES a su favor en ning ninguna una medi medición ción sobr sobree la recu recu-peración, en ninguno de los periodos de evaluación.. Hubo diversas ES a favor de la evaluación la CWI en las siguientes mediciones y periodos de evaluación: salto de contramovimiento unilateral (0.68) y bilateral (0.63) a las 72 horas (probabilidad: efectos moderados sumamente probables), percepción de la recuperación a las 24 horas (0.62, con una probabilidad de un efecto moderado probable); dolor tardío a las 48 horas (0.68, con una probabilidad de un efecto moderado probable), y niveles de CK a las 72 horas (0.83, con una probabilidad de un efecto moderado probable). Se muestran, en la gráfica 2, los diagramas de la 52