Insuficiencia Renal ¿Qué es la insuficiencia renal canina? La insuficiencia renal en perros se produce cuando los riñones no pueden llevar a cabo parte o la totalidad de sus funciones. Afección que provoca que los riñones pierdan la capacidad de eliminar los desechos y equilibrar los fluidos. Una de las funciones más importantes de estos organos es la eliminación de desechos y del exceso de líquido en el cuerpo gracias a la orina. Por este motivo, al producirse un fallo renal, se dan alteraciones que impactan negativamente en la calidad de vida de los peludos. ¿Que perro tiene problemas renales? Es importante diferenciar entre los tres tipos de factores que pueden provocar la aparición de dichos problemas: • Problemas renales congénitos: están presentes desde el nacimiento y se van desarrollando en los primeros meses de vida. • Problemas renales genéticos: se producen por una alteración de uno o más genes y no tienen porqué estar presentes en el momento del nacimiento. • Problemas renales hereditarios: son los que se heredan de los padres. Cuando un perro presenta una alteración renal hereditaria, su función renal va disminuyendo progresiva e irreversiblemente hasta provocar insuficiencia renal. A medida que los riñones van perdiendo su capacidad de filtrar las toxinas y desechos del cuerpo, éstas se van acumulando en la sangre y afectan a las funciones vitales de la mascota. Tipos de raza que pueden ser afectadas por insuficiencia renal: Rottweiler Bull Terrier Golden Retriever Doberman Pinscher En algunas de estas razas, como en los Cocker Spaniels, los problemas renales pueden manifestarse prácticamente desde su nacimiento mientras que en otras, como los Doberman Pinscher, empiezan a desarrollarse a partir de una edad avanzada, por norma general. Cocker Spaniel Shar-pei Con independencia de la raza, la sintomatología es similar en todos los casos y el tratamiento debe ser impuesto por un veterinario tras un análisis en el que estudie el estado de la enfermedad. Los problemas renales genéticos en perros pueden aparecer en diferentes edades, dependiendo de la raza y del tipo de afección de la que se trate. Algunas razas empiezan desarrollando problemas renales desde una edad temprana mientras que otras lo hacen en una edad más avanzada. No todos los problemas renales en perros son hereditarios y que pueden ser causados por otros factores, como: • La deshidratación • Infecciones • El seguimiento de una dieta inapropiada. Síntomas de la insuficiencia renal canina: • Poliuria: el perro orina más de lo normal. • Anuria: también puede darse el caso contrario, es decir, que el perro deje de orinar. • Polidipsia: el perro bebe mucha más agua de lo normal. • Vómitos (pueden darse con sangre o sin ella). • Diarrea (puede darse con sangre o sin ella). • Deshidratación. • Pérdida de peso. • Debilidad muscular. • Anorexia. • Acumulación de líquidos en el abdomen (ascitis). • Líquido en las extremidades (edemas). • Ceguera. • Úlceras en la boca y mal aliento (como olor a amoníaco) • Estado de shock. • Mal estado del pelaje • Retención de líquidos 🐾🐾 Insuficiencia renal aguda: En este caso, la enfermedad aparece repentinamente dado que el riñón deja de trabajar de un momento a otro. Por esta razón, es posible que lo padezcan tanto perros jóvenes como mayores. La insuficiencia renal aguda puede ser tratada, pero en caso de que no haya sido diagnosticada a tiempo el perro corre el riesgo de morir. Se puede dar por deshidratación o infección Algunas alertas asociadas con la enfermedad son la anorexia y los dolores abdominales. Además, es importante que estés atento si tu perro repentinamente deja de orinar u orina más de lo habitual. Insuficiencia renal crónica: Se trata de un fallo renal que se va incrementando a lo largo del tiempo, y que no es tan común en perros jóvenes. En este caso, el riñón va perdiendo progresivamente sus funciones y en muchos casos los propietarios lo notan cuando ya es demasiado tarde. Entre los síntomas más evidentes está la sed excesiva, tamaño disminuido de los riñones, anemia y vómitos. Causas prerrenales Si el flujo de sangre hacia los riñones es escaso, estos filtrarán un volumen de líquido inferior. Dicha condición se debe a que el perro está ingiriendo menos agua de lo que necesita. E igualmente, puede ser una consecuencia de que el corazón no está bombeando la sangre que requiere su sistema circulatorio. Causas renales Esto puede ser motivado a que el perro esté sufriendo una nefritis o inflamaciones en los riñones. También, se relaciona con las lesiones o inflamaciones renales. E incluye la presencia de toxinas dañinas o enfermedades infecciosas que estén lastimando la estructura renal. Causas posrenales Se presenta cuando el uréter se lesiona por algún traumatismo o hay un desplazamiento de las vías urinarias diferentes. En este caso la función sufre las consecuencias con importantes alteraciones del sistema urinario. 🐾 Diagnóstico diferencial: Cálculos renales Los cálculos son acumulaciones de minerales de la orina que por diferentes razones (dieta, disminución del consumo de agua, cambios del pH de la orina, infecciones, etc.) pueden juntarse hasta llegar a formar piedras de diferentes tamaños. Estas piedras se pueden formar en cualquier punto del tracto urinario: riñones, uréteres, vejiga y uretra. Síntomas: • Dolor • Sangre en orina • • Incontinencia • Dificultad o incapacidad de orinar • Fiebre Letargia Pielonefritis Se trata de una infección de riñón causada por bacterias en la orina que afectan al uréter. Síntomas: Síntomas en pielonefritis crónica: • vomitos • Adelgazamiento • Dolor en el abdomen • Anorexia • Dificultad y dolor al orinar • Aumento del volumen de la orina • Anorexia • Polidipsia (sed aumentadada). • Fiebre • Sangre en la orina Nefritis y nefrosis La nefritis es una inflamación que está relacionada con enfermedades tales como: • Erliquiosis. • Leptospirosis. • Borreliosis. • Pielonefritis. • Hepatitis. • Pancreatitis. Por otro lado, la nefrosis (degeneración del riñón) puede hacer presencia debido a falta de irrigación sanguínea o una “intoxicación” como, por ejemplo, por el consumo de algunos medicamentos. Pruebas diagnósticas: Química sanguínea Se puede encontrar azotemia (Cuando los desechos nitrogenados, como la creatinina y la urea, se acumulan en el cuerpo), la cual es el aumento de los niveles de nitrógeno ureico (BUN) y creatinina en sangre. Uroanalisi La concentración de albúmina (proteína producida por el hígado) en orina es un indicador temprano de daño renal, pues en algunas ocasiones se detecta en pacientes durante la evolución de la enfermedad. Ecografía renal En los perros con insuficiencia renal crónica se observa con frecuencia riñones de tamaño irregular, rugosos, más densos y de tamaño inferior. Medición de la presión arterial Dado que los riñones determinan la presión arterial, una enfermedad renal en perros hace que aumente. Pronóstico: El pronóstico de una insuficiencia renal en perros depende en gran medida de la enfermedad subyacente. Generalmente, el pronóstico de una insuficiencia aguda es mejor, mientras que la insuficiencia renal crónica en perros no tiene cura. En general, sin tratamiento, la esperanza de vida puede ser de unas pocas semanas a unos pocos meses. Sin embargo, es importante recordar que cada perro es único y que algunos pueden superar las expectativas. De forma general, en perros que se diagnostican de enfermedad renal crónica, desde el momento del diagnóstico se estima un 65 % de supervivencia. Dentro de este porcentaje, el tiempo medio de supervivencia oscila los 226 días. Mientras que en una insuficiencia renal aguda por deshidratación puede mejorar en unos días Un análisis de sangre y de orina te permitirá confirmar o descartar el desarrollo de una posible insuficiencia renal. Fisiopatología Insuficiencia renal aguda La insuficiencia renal aguda es un síndrome caracterizado por la instauración repentina de una insuficiencia hemodinámica, de filtración glomerular y excretoria por parte de los riñones, con la posterior acumulación de toxinas uremicas y desregulación del equilibrio hidroeléctrico y balance ácido-base. Inicia por isquemia, nefrotoxinas o por enfermedad renal intrínseca; la falla renal excretoria se perpetua por factores múltiples que incluyen: superficie glomerular y permeabilidad reducidas, flujo sanguíneo renal bajo, obstrucción intratubular por detrios tubulares, edema celular e intersticial, y reflujo de filtrado a través del epitelio tubular dañado. Insuficiencia renal crónica La insuficiencia renal crónica se define como la presencia de azotemia y densidad urinaria especifica baja, como resultado de una enfermedad renal primaria que ha persistido por meses a años, y caracterizada por una disfunción irreversible que tiende a deteriorarse progresivamente. Ocurre cuando existe más de un 75% de reducción en la masa renal funcional, lo que da como resultado una incapacidad de concentrar la orina (poliuria y polidipsia) y a la retención de productos nitrogenados del catabolismo proteico (azotemia). La lesión primaria del riñón puede ser glomerular, tubular, intersticial, vascular o mixta. Si la lesión primaria es lo suficientemente severa y duradera, se puede desarrollar una falla renal progresiva y con frecuencia fatal. En casos avanzados, la lesión primaria a menudo es indetectable debido a los cambios secundarios severos que incluyen inflamación túbulo-intersticial y fibrosis. De esta forma, la causa inicial de daño renal puede estar ausente y permanecer oculta al clínico y al patólogo. Esta incapacidad para determinar la injuria inicial se explicaría por: • La interdependencia funcional entre las distintas estructuras renales. • Las anormalidades funcionales o morfológicas renales sólo pueden manifestarse clínicamente en un número limitado de formas, independientemente de la causa inicial. • En pacientes adultos no se pueden formar nefrones nuevos para reemplazar otros dañados de forma irreversible. La identificación de la causa primaria de disfunción renal y de los factores secundarios que contribuyen a la progresión de la enfermedad, puede ayudar al empleo de tratamientos que reduzcan la velocidad de progresión de la enfermedad hasta un estado terminal de insuficiencia. En años recientes, se ha identificado a la proteinuria como un indicador de la progresión en una enfermedad renal primaria. Esta asociación se basa en la correlación encontrada entre la magnitud de la proteinuria con la tasa de progresión de la insuficiencia, en observaciones hechas en ratas con insuficiencia renal inducida y en humanos con insuficiencia renal. Sin importar la(s) causa(s) de la pérdida de nefrones, la insuficiencia renal crónica se caracteriza por lesiones irreversibles de la estructura renal. Una insuficiencia renal crónica severa lleva a uremia. La disminución de critropoyetina y calcitiol producidos por los riñones, conducen a una anemia no regenerativa y a un hiperparatirodismo renal secundario, respectivamente. En perros, la insuficiencia renal crónica es progresiva e irreversible, llevando a uremia y a la muerte dentro de meses a años, luego de su diagnóstico inicial. La insuficiencia renal crónica espontánea en los gatos también es progresiva, aunque su tasa de progresión es altamente variable, y puede haber episodios de progresión intercalados con largos períodos de una función renal clínicamente estable. Cuando algunos nefrones se hacen no funcionales, la homeostasis se mantiene por los nefrones remanentes, lo que conlleva cambios compensatorios que incluyen el aumento en el tamaño y largo de los segmentos glomerular y tubular, así como un incremento en la perfusión y la depuración fraccional de la sangre que circula por los riñones. Los mecanismos responsables de los cambios compensatorios son benéficos en el corto plazo, pero son dañinos para los riñones, causando eventualmente mayor destrucción de nefrones y relegando las funciones de excreción y reabsorción a cada vez menos de ellos. La perpetuación de esta injuria implica que la insuficiencia renal es inevitable luego que un número crítico de nefrones es destruido, incluso si la causa de la destrucción se ha corregido o ha desparecido Enfermedades coexistentes que causen un catabolismo aumentado, toxinas asociadas a la uremia, así como anormalidades endocrinas secundarias a la IRC (i.e., resistencia a la insulina o hiperparatiroidismo renal secundario), contribuyen a generar desnutrición. Las pérdidas y mala nutrición proteicas y calóricas contribuyen en muchas formas al sindrome urémico, incluyendo: una respuesta inmune disminuida, mayor susceptibilidad a infecciones, reparación y cicatrización retardadas, menor fortaleza y vigor, todo lo cual es un poderoso predictor de morbilidad y mortalidad. Aunque hay muchas causas de desnutrición en pacientes urémicos, la ingesta diaria reducida es una de las causas más importantes; de tal forma que prevenir una mala nutrición proteica y calórica es crucial en el manejo de pacientes con IRC. Clasificación según el (IRIS) La Sociedad Internacional de Interés Renal Paso 1: Diagnóstico de la ERC Los signos clinicos y los resultados de la exploración física empeoran al aumentar la gravedad de la enfermedad renal Presentación clínica Se tendrán en cuenta la edad, el sexo, las predisposiciones de la raza y los antecedentes relevantes, incluidos el historial de medicación, la exposición a toxinas y la dieta. Pueden ser normales en la ERC en fase inicial. Los signos pueden comprender poliuria, polidipsia, pérdida de peso, falta de apetito, letargo, deshidratación, vómitos y mal aliento. Resultados de la exploración física Pueden ser normales en la ERC en fase inicial. Los resul-lados pueden comprender anomalias renales palpables, evidencia de pérdida de peso, deshidratación, membranas mucosas pálidas, úlceras urémicas y evidencia de hipertensión (es decir, hemorragia o desprendimiento de retina). Paso 2: Estadificación de la ERC Paso 3: Tratamiento de la ERC SDMA Es un indicador sensible de la función renal en perros. La creatinina no aumenta hasta que se ha perdido un máximo del 75 % de la función renal, mientras que la SDMA aumenta con tan solo un 25 % de pérdida de la función renal. Un aumento de la concentración de SDMA* refleja una alteración de la tasa de filtración glomerular (TFG). Tanto la enfermedad renal primaria como las lesiones renales secundarias, así como una enfermedad concurrente, pueden elevar la concentración de SDMA. Cómo realizar la pr'ueba Catalyst SDMA Introduzca la información de la muestra en la IDEXX VetLab Station.. Seleccione el paciente y el tipo de muestra en su analizador bioquímico Catalyst Dx. Cargue la muestra, el CLIP bioquímico y la placa de SDMA. Pulse Run en el analizador. Interpretación de los resultados de SDMA Por debajo de 15 µg/dl: La SDMA es normal. 15-19 μg/dL: Tome cartas en el asunto cuando los resultados de SDMA sean elevados (15 µg/dl y superiores). Siga el algoritmo para determinar si es probable que exista enfermedad renal. ≥ 20 µg/dl: Cuando el resultado de la SDMA sea ≥ 20 µg/dl, realice un análisis de orina completo. La enfermedad renal es probable. Actúe inmediatamente conforme al protocolo. UPC (Ratio proteína/creatinina en orina) Es un parámetro utilizado para el diagnóstico precoz de disfunción renal. No es significativo si la orina está contaminada con sangre. El aumento de valores también puede ser causado por fiebre, procesos bacterianos e inflamatorios sin que exista una disfunción renal real. Las especies en las que realizamos la prueba son: perro, gato y caballo El método utilizado es fotometría La fotometría o “medida de la luz” es un método óptico basado en el principio por el cual muchas sustancias, combinándose con reactivos adecuados, dan lugar a la formación de un color determinado, cuya intensidad es proporcional a la concentración de la sustancia a medir. Tratamiento: La ERC es una afección progresiva e irreversible. Su tratamiento va dirigido contra la causa y va a resultar especialmente útil en los estadios iniciales de la enfermedad, ya que permitirá retardar o revertir la progresión de la enfermedad renal. Debemos intentar controlar los factores que van a contribuir a la progresión de la enfermedad, como son: proteinuria, hipertensión arterial sistémica, hipertensión glomerular y alteraciones del metabolismo. Se trata de retrasar la evolución de la enfermedad; mejorar la calidad de vida del paciente, y aumentar su tiempo de supervivencia. Debemos atacar los síntomas y el desarrollo del síndrome urémico: anorexia, vómitos, pérdida de peso, acidosis metabólica, deshidratación y anemia. Debemos saber que, en la mayoría de las ocasiones, el tratamiento no permite revertir o eliminar la lesión renal existente, y por tanto los tratamientos deberán establecerse en pacientes con enfermedad compensada. En los que no puedan alimentarse por sí mismos o sean incapaces de aceptar una medicación oral, deberá intentarse reducir la severidad de los síntomas antes de aplicar los tratamientos propuestos. Manejo nutricional Los perros alimentados con una dieta renal tenían una esperanza de vida de 594 días frente a los 188 días de los alimentados con dietas de mantenimiento. Los perros alimentados con dieta renal, sobrevivieron un mínimo de 13 meses más que los alimentados con la de mantenimiento. Alimentos recomendados: • Proteínas: Son muy importantes para el cuidado de la musculatura de tu perro, y su origen debe ser principalmente animal. Pero debes garantizar que sean de productos frescos y libres de químicos conservantes. • Los alimentos con omega 3: Se trata de comidas altamente recomendadas para caninos con insuficiencia renal aguda y crónica. El aceite de algunos pescados es una de las principales fuentes de omega 3 que existen en el mercado. Sin embargo, debes tener cuidado de no incluir las espinas, el hígado y la carne de pescado azul por contener elevados niveles de fósforo. • Grasas: La enfermedad renal en perros no restringe el consumo de grasas de origen animal. Para seleccionar las porciones adecuadas de este alimento, solo es necesario que tengas en cuenta el peso y actividad física del paciente. Se trata de una fuente de energía natural, que es alta en calorías y baja en fósforo. • Líquidos: Los pacientes caninos con insuficiencia renal crónica y aguda, requieren cantidades controladas de líquido. En consecuencia, debes asegurar que su dieta incluya suficiente humedad y que tengan acceso constante a un cuenco con agua fresca. • Fruta y verduras: En este caso es adecuado el uso de verduras ricas en fibra, como calabazas, zanahorias, calabacín o brócoli. También, pueden comer frutas como manzanas, mangos, sandías o melocotones. Y en especial, es adecuada la ingesta de arándanos ya que son beneficiosos para combatir las infecciones del tracto urinario. • Alfalfa y algas: Son adecuadas para tu mascota con insuficiencia renal, siempre y cuando las administres solo un par de veces por semana. Esto se debe a que la alfalfa en exceso tiene efectos diuréticos, y algunas algas poseen pequeñas cantidades de sodio. Ácidos Omega 3. Parece que su utilización es beneficiosa al reducir los niveles de colesterol, modular la inflamación y las alteraciones de la coagulación, controlar la presión arterial, mejorar la hemodinámica renal y limitar la calcificación intrarenal. Deben ser utilizados en perros con ERC en grados II-IV y proteinúricos de grado I. En gatos en ERC de grado IV. Control de la hidratación Los animales que presentan poliuria la compensan con la polidipsia, pero en ocasiones, en pacientes con ERC avanzada la eliminación de orina no se compensa con la ingestión de la misma, y es entonces cuando aparece la deshidratación crónica, lo que puede provocar serías complicaciones. Es entonces cuando debe establecerse la aplicación de fluidos. Se usará un suero fisiológico o un Ringer-lactato, pero debemos de tener en cuenta que su uso continuado puede provocar hipernatremia. Los IECA (enalapril o benazepril) Se usan de modo rutinario en el manejo de la ERC porque reducen la proteinuria, la presión arterial, la presión capilar glomerular y la severidad de las lesiones en la estructura renal. Terapia antihipertensiva También han sido utilizados como hipotensores algunos diuréticos (espironolactona), bloqueantes de los canales del calcio (amlodipino) y beta bloqueantes (como atenolol y metoprolol). En concreto el uso de amlodipino en perros, puede empeorar la enfermedad renal porque provocan hipertensión glomerular. Los estudios científicos parecen demostrar que el uso de hipotensores es adecuado en perros con ERC de grado IV y en gatos con ERC de grado III. Tratamiento de la anemia La anemia es normocítica, normocrómica y no regenerativa, y suele estar causada por hipoplasia de la médula ósea secundaria a la disminución de la síntesis de eritropoyetina a nivel renal. Esta anemia, que provoca hipoxia puede acelerar el fracaso renal. El mejor tratamiento es el uso de EPO humana (80% de su cadena de aminoácidos idéntica a la del perro y el gato) y de Darbopoetina. La presentación de reacciones inadecuadas como es la generación de anticuerpos anti eritropoyetina humana, puede conducir a una anemia refractaria e hipoplasia eritroide en médula ósea. Esto ocurre en el 50% de los casos. La eritropoyetina está indicada en hematocritos inferiores al 15-20%. Tratamiento con calcitriol En perros con ERC de grado III y IV el uso de calcitriol redujo la mortalidad y la supervivencia. Los estudios que hay en gatos por el momento son escasos y no pueden sacarse conclusiones. El principal efecto secundario es la aparición de hipercalcemia severa que puede conducir a una disminución reversible o irreversible de la TFG. Por esto es importante que antes de usar el calcitriol se compruebe que los niveles de fósforo son inferiores a 6,1 mg / dl. Tipo de fluidoterapia para insuficiencia renal Como fluidoterapia, lo ideal es empezar con un cristaloide isotónico equilibrado. En el mercado se dispone de gran cantidad de soluciones para su uso en fluidoterapia. Clásicamente las mismas se clasifican en soluciones cristaloides, cuando se componen de electrólitos y otros solutos, como la glucosa, que son capaces de entrar a todos los compartimentos hídricos corporales, y coloides, cuando llevan sustancias que sólo se distribuyen a nivel del espacio plasmático. Entre las soluciones cristaloides, se pueden diferenciar las de reemplazo, aquéllas que tienen una composición electrolítica similar al líquido extracelular, y las de mantenimiento, soluciones más pobres en sodio y más ricas en potasio que las anteriores, usadas para cubrir las pérdidas diarias obligatorias de agua (respiratorias, cutáneas, fecales y urinarias). La solución de reemplazo ideal es el Ringer lactato, la cual es equivalente al plasma en sodio, potasio y cloro; igualmente lo es en bicarbonato al llevar lactato que es convertido en bicarbonato a nivel hepático. La solución de mantenimiento debe poseer unos 40-60 mmol/l de sodio y 15-30 mmol/l de potasio. Una manera sencilla de proveerse de una solución de mantenimiento es administrar una parte de Ringer lactato o de NaCI 0,9% con dos partes de glucosa 5%, añadiendo 20 mmol/l de KCI en solución final (10 ml KCl 14,9% por litro de solución final). De forma similar, se puede usar la solución de NaCI 0,3% + glucosa 3,3%, añadiendo los 20 mmol/l de KCl en solución final. Composicion de soluciones Plan de fluidoterapia https:// www.bbr aunvetcare.e s/ content/ dam/bbraun/es/ microsite/ informaci on-deproducto/ fluidotera pia-yhospitaliz ación/ MVET002 1%20Pla n%20Flui doterapia .pdf