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La primera Fortaleza de Cumaná - sus origenes ok

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La primera Fortaleza en Tierra Firme de América: sus orígenes.
Por: Rommel J. Contreras G. (2014) / rommeljose@gmail.com
El proceso poblacional de la Tierra Firme, se inicia en la Costa de Las Perlas1,
en la región de Cumaná, en el mar de Los Caribe (Fig. 1).
El descubrimiento de los placeres perlíferos en Cubagua, una isla “… estéril y
pequeña / Sin recursos de río ni de fuente / Sin árbol y sin rama para leña, / Sino
cardo y espinas solamente…”2, cuyas carencias sólo podía ser enmendada por
las ganancias exorbitantes producto de la mercadería de las perlas. Implicó un
campamento de operaciones sobre esa cáscara dura y estéril; a pesar de que
ella no podía suplir las necesidades elementales y vitales del hombre.
A pocos kilómetros (al sur), ¡el paraíso!; la Tierra Firme que maravilló al
Almirante. Un gigantesco granero de recursos logísticos: agua, alimentos,
madera, mano de obra y tantas otras cosas con que el Creador regaló a esta
Tierra de Gracia. Depender de esos recursos demandaba un sistema comercial
más rentable que el trueque usado por generaciones de nativos. Las
actividades de “rescate” no garantizaban una operación a gran escala por lo que
fue necesario el uso de la fuerza; la barbarie materializó la conquista y el
sometimiento de los habitantes del “nuevo continente”.
Una maniobra de extracción y
ocupación de esas dimensiones
no era posible sin la protección de
una estructura fortificada erigida
en la Costa de las Perlas; una
fortaleza que permitiera hacer
guerra a los indígenas y señorear
sobre sus tierras (una cabeza de
playa).
Figura 1.- Detalle del portulano de Juan de la Cosa (1500).
La Costa de Perla, generaliza el litoral entre el cabo
Codera y el golfo de Cariaco e isla de Margarita. El
topónimo Venezuela, fue aquí donde se utilizó por primera
vez en una representación cartográfica. (Detalles a partir
de calco hecho por Ramón de la Sagra, en el siglo XIX.
Actualmente el original se conserva en el Museo Naval de
Madrid). En: Los Orígenes de Maracaibo, Nectario, M.
Madrid 1959.
Los reyes católicos, desde antes
de septiembre de 1504 habían
proyectado una torre para la
Costa de las Perlas. Luego de la
muerte de la reina Isabel, su
esposo Fernando (rey de Aragón
y regente de Castilla) nombra a
Fray
Nicolás
de
Ovando
gobernador de las Islas y Tierra
Firme del mar océano. El 27 de
diciembre de 1504, a tan solo un
1
En las comunicaciones oficiales el rey se refiere indistintamente a Costa de las Perlas, Costa de Paria, y Cumaná.
Ejem.: Otte, E. Cedulario de la Monarquía Española Relativo a la Isla de Cubagua, tomo I, No 69. Pág. 93-92. / Otte,
E. Cedulario de la Provincia de Venezuela, No 42. Pág. 81-85.
2
Juan de Castellanos. Elegías de varones Ilustres de Indias. Academia Nacional de la Historia. 1987. Pág. 105.
1
mes de la muerte de la reina, Fernando ordena categóricamente a Ovando 3:
“Yo quería mandar hazer vna torre e algund asento en la costa de las
perlas para que la contratación de allí este segura…” 4.
En septiembre de 1505, replica y autoriza a Ovando:
“En lo de la torre que se ha de hazer en la costa de las perlas pues dezis
que eses Juan de Rabe que allá está es persona que lo sabra bien hazer
devese luego entender en ello y escrivir de allá lo que es menester que de
acá, se lleve para él.” 5
Tarea que ameritaba una expedición exploratoria con objeto de realizar un
estudio y emitir un dictamen sobre el sitio más adecuado para la torre. El 15 de
noviembre del año 1505, el Rey insiste desde Salamanca:
“… que se haga la fortaleza en las Perlas; que baya Juan de Rabé e
Cristobal Serrano a la hazer; que no se dañe a los indios; que los Caribes
sean esclavos…”6
Muchas dificultades hubo que superar para reunir a los expedicionarios: al miedo
por la temida presencia Caribe en Tierra Firme y en los mares circundantes, se
sumaban las exageradas aspiraciones con que pretendían compensar
tripulantes y armadores los peligros propios de la aventura que se planteaba. En
el Nuevo Mundo la cotidianidad transcurría en tiempo desfasado al del reino, el
comendador mayor Ovando cumpliendo las insistentes instrucciones de
Fernando II, envía la expedición a Tierra Firme al mando de Cristóbal Serrano 7
el 1 de mayo de 1506; no se ha podido verificar documentalmente el embarque
del técnico de fortificaciones Juan de Rabé. 8 Luego de tres mese, “un primer
grupo retornó a La Española al terminar agosto; otro, el 15 de septiembre” 9.
Cristóbal de Santa Clara, el tesorero real, en su libro de cuenta inserto:
“Que dio e pagó por otra ‘nomina, hecha a veintiseis días del mes de
septiembre de quinientos y seis años, a los marineros, grumetes y
3
A Nicolás de Ovando se le encomendó el Nuevo Mundo, luego del arresto de Cristóbal Colón.
A.G.I. INDIFERENTE GENERAL,418, L.1. F.141V. Real Cedula, en Toro el 27 de diciembre de 1504.
5
A.G.I. INFIFERENTE GENERAL,418, L.1. F.180V-181V. Segovia el 15 de septiembre de 1505. En: VOL 158.
Cedulario de la isla de Santo Domingo v2 – Gobierno de Nicolás de Ovando, Pág. 349.
(http://es.calameo.com/read/00034521491b4309dfed9).
6
Boletín de la Real Academia de la Historia, 1930, Julio-Diciembre (V.97), p. 247.
7
Cristóbal Serrano: regidor y vecino de Santo Domingo, posiblemente llegado en la expedición de Ovando. Era
hermano del bachiller Antón (Antonio) Serrano, amigo del omnipotente clan aragonés. En: Giménez F., M. Bartolomé
de las Casas: Delegado de Cisnero para la reformación de las Indias (1516-1517). Editorial CSIC, 1984. Pág. 314.
8
Juan de Rabé, experto en construir fortalezas; castellano burgalés. Otte asevera que Rabé formó parte de la
expedición, y alega citas de la Colección de documentos inéditos de Indias: “CODOIN”, II, 5, p. 110., citados a su
vez por G. Morón en Los orígenes históricos de Venezuela (I, Madrid, 1954, p. 93). Ambos refieren una cédula de
fecha 16-11-1505 (AGI. INDIFERENTE,418,L.1,F.186V-187R); donde nada se dice de Rabé.
9
Rubio, fray Vicente. Más sobre Juan de Rabé y la Fortaleza de Santo Domingo - Una rectificación - Boletín Archivo
General de la Nación, Santo Domingo, 2005. Pág. 22.
4
2
hombres de pie que fueron a la tierra firme en la carabela de Su Alteza,
llamada «Santa Cruz», que fue por capitán de ella Cristóbal Serrano a la
Costa de las Perlas, para ver el sitio donde se ha de hacer la torre que Su
Alteza manda que se haga, ochenta y dos mil ochocientos diez
maravedís, desde primer día de mayo hasta quince de septiembre de DVI
años, y desde el dicho primer día de mayo hasta el fin de agosto del dicho
año, los pesos y dos granos de oro”10.
Al parecer Cristóbal Serrano participa como capitán en otras expediciones, pero
más que el sitio para una fortaleza el objeto principal del cúmulo de viajes hacia
Tierra Firme era el rescate de perlas. Todavía en julio de 1508, dos años
después de las primeras diligencias de Serrano, el rey responde a Ovando al
respecto de una de esas aventuras, que por su contenido debió circunscribirse
principalmente a Cubagua:
“Plaser he aviso de saber de la venida de Chriptoual Serrano y de las
cosa que allá alló y de quedar la gente contenta y así aueys siempre de
prouer que sean muy bien tratados; las perlas no me han enbiado los
nuestros ofiçiales que residen en Seuilla, yo les enbio a mandar que me
las enbíen quando las aya visto vos escreviré lo que me pareçe d’ellas.” 11
Se ha dicho que el retorno expedicionario de 1508 es el resultado de la primera
expedición de Serrano 12; pero el inserto en el libro de cuenta del tesorero real
Cristóbal de Santa Clara impide dudar al respecto.
Al parecer luego de las andanzas de Ojeda, Juan de la Cosa y otros en Tierra
Firme, ésta se convirtió en un lugar peligroso para los extranjeros, situación que
distrajo la construcción de la Fortaleza. También la perturbaron el cúmulo de
descubrimientos pendientes: aún no se exploraba por completo La Española,
isla donde se encontraba la incipiente ciudad de Santo Domingo, ni la isla de
Cuba, ni la de San Juan (hoy Puerto Rico) 13; y nada de Tierra Firme. Sin
embargo el interés sobre la pequeña isla de Cubagua crecía incesante desde el
descubrimiento. Una réplica en mayo de 1509 del rey a Ovando así lo refleja,
desde Valladolid, refiriéndose explícitamente a la Isla de las Perlas (Cubagua), le
impetra:
10
A.G.I., Justicia 990. Proceso contra Cristóbal de Santa Clara, pieza primera, 1539. En: Rubio, fray Vicente
2005, pág. 23.
11
A.G.I., Indiferente General 1961, Libro 1.F.74V. En: VOL 158. Cedulario de la isla de Santo Domingo v2 –
Gobierno de Nicolás de Ovando, Pág. 471. (http://es.calameo.com/read/00034521491b4309dfed9).
12
CODOIN, II, 5, pp. 151-152. En: estudio preliminar de Otte al Cedulario de la Monarquía Española tomo I. Caracas
1984. pp. XVI; cita31.
13
Ovando envió a Andrés Morales para explorar completamente la isla de La Española. Morales completó
el mapa de la isla en su totalidad. Sebastián de Ocampo fue enviado, en 1506, para averiguar si Cuba era
una isla o parte del continente; después de 8 o 10 meses, Ocampo volvió con la información de que Cuba
era una isla. En 1508, Juan Ponce de León fue enviado con 50 hombres para conquistar la isla de San Juan
(ahora, isla de Puerto Rico). En: Wikipedia
3
“En lo que dezis que la isla de las perlas es pequeña para poblar de
christiano y que basta trabajar de animarlos y quitarles el miedo, porque
estando seguros puedan estar en su guarda dos o tres cristianos, ansi se
haga que muy bien me parece”14
Diego Colón (hijo del Almirante) desde julio de 1509 se encuentra en Santo
Domingo 15, viene como gobernador de las Indias y Tierra Firme luego de los
reclamos pertinentes sobre sus derechos hereditarios; presencia que deja
cesante a Nicolás de Ovando (quien fallece en Sevilla un año después; el 29 de
mayo de 1511 ). En 1510 Diego Colón acuerda una capitulación de poblamiento
para Cubagua que revoca en el verano 16. Por la respuesta del Rey en mayo de
1511, la capitulación incluía la fortaleza en la Costa de Las Perlas:
“Decís que suspendiste el concierto que tenias echo para hacer la
fortaleza de las perlas; mucho quisiera que me escribieras con que tenías
hecho el dicho concierto y de que manera, para que, visto, os mandara a
escribir lo que se avía de hacer; yen semejantes cosas siempre debéis de
escribirme....” 17.
En marzo de 1512, Diego Colón informa sobre varias expediciones concertadas
por los jueces de La Española. Estas expediciones eran una combinación de
esfuerzos para el rescate de perlas y captura de indios 18; se les ha llamado las
«expediciones combinadas». Un sistema aprobado por el Rey pero refiriéndose
específicamente a los indios Caribe, que fue extendida en complicidad con el ya
virrey Diego Colón y los jueces de La Española a todos los seres humanos
habitantes en esta región del mundo. El Rey ratifica las expediciones acordadas
por los jueces, facilita y estimula los procedimientos futuros, absteniéndose de
interferir en ello; además, reduce, de la mitad al quinto, su participación en esa
actividad netamente comercial19.
El Rey Fernando II, en conocimiento de la importancia de una fortaleza para el
resguardo de la aguada y aprovisionamiento de Cubagua, insistentemente
regresa al tema de la fortificación.
Varias veces durante el año 1513, el Rey interroga a sus oficiales en Sevilla y
Santo Domingo sobre el asiento y la fortaleza para la Costa de las Perlas. A
pesar de que emprenden diligencias al respecto, no se consigue la persona que
quiera acometer tan peligrosa empresa. El Rey se convence de que sólo los
religiosos pueden emprender la tarea de pacificar a los bravíos habitantes de
14
A.G.I., Indiferente General 418, Libro 2. En: VOL 158. Cedulario de la isla de Santo Domingo. Obra citada,
Pág. 591.
15
El 8 de agosto de 1508, con el apoyo del duque de Alba, fue nombrado gobernador de las Indias y Tierra Firme, pero
no virrey. Parte de Sanlúcar de Barrameda el 3 de junio de 1509 para arribar al puerto de Santo Domingo el 9 de julio.
16
Indiferentes Generales 418, libro 3, folio 80. Otte, E. Cedulario. Obra citada, pp. XVII; cita 36.
17
Indiferente General 419, libro 4, folio 37v. Otte 1984, pp. XVII. Cita 37.
18
En CODOIN, I, 32, pp. 337-38.
19
Cedula Real del 10-12-1512 (Ibíd.). En CODOIN, I, 32, pp. 337-38.
4
Tierra Firme. En mayo de 1513 Fernando II se reúne con el provincial de la
orden de los dominicos, fray Alonso de Loaysa, quien se compromete en la
empresa 20. Aprovechando la estada de los dominicos en Sevilla, luego de que
fueran expulsados de La Española a causa del “incomodo y molesto” discurso
de Antón de Montesinos 21, el Rey consigue que Pedro de Córdoba, junto con
otros quince religiosos, emprenda lo que los portadores de espadas se negaban
a acometer.
Para proteger a los misioneros de la codicia de los comerciantes de Santo
Domingo, el Rey por Cédula Real les prohíbe perturbar su labor: cerró la Tierra
Firme. Explica detalladamente los pormenores de la tarea de los dominicos,
entre otros: Se les prometen todas las facilidades “asegurándoles pasaje y
mantenimiento franco” y 15000 maravedíes para las “cosillas de rescate”.
Ordena proveer a Pedro de Córdoba de un navío y poner a su disposición,
cuatro o cinco intérpretes indios. De que los religiosos fuesen dejados en la
Tierra Firme y dentro de un año se enviara a una persona a las tierras de misión
para que conociera la situación y luego se trasladare con uno de los frailes a
Castilla para informar al Rey 22.
Con las expediciones combinadas, el pequeño asentamiento en Cubagua tomó
una dinámica extraordinaria:
“… llenos caminos y calzadas / de tráfagos, contratos y bullicio, / las
plazas y las calles ocupadas, / de hombres que hacían sus oficios; /
veréis levantar casas torreadas / con altos y soberbios edificios, / éste de
tapia, aquel de cal y canto, / sin que futuros tiempos den espanto “ 23.
La construcción de la primera fortaleza de Cumaná tuvo que esperar hasta 1521
cuando fray Bartolomé de Las Casas da inicio a un fuerte defensivo (que no se
concluyó), tarea que continúa en 1522 Jácome Castellón en el mismo sitio
elegido por Las Casas; y quizás antes por Cristóbal Serrano y Juan de Rabé.
Edificó Castellón apresuradamente en la boca del río de Cumaná un fuerte de
piedra ofensivo que aseguró la tierra y el agua. El 2 de febrero de 1523 jura el
«pleito homenaje» y enarbola las banderas reales en lo alto de la torre. Para
mayo el fuerte estaba concluido, el cronista mayor Gonzalo de Oviedo dejó esta
nota que nos sirven como epitafio:
“E fundo en Cumaná, cerca de la boca del río, un castillo fuerte de cal y
canto, con muy buen aposento y una torre”24.
20
. En el estudio preliminar de Otte al C. de M E. Cubagua. Tomo I. Caracas 1984, pp. XVIII.
“Ego vox clamantis in deserto”. El 21-12-1511, Antonio de Montesinos predica un sermón en Santo Domingo por el
cual negaba la comunión a los encomenderos y a los dueños de repartimientos por la manera inhumana y contraria a
todo principio cristiano.
22
Cedulas Reales del 12 de mayo, 10, 12, y 19 de junio. En Indiferente General 419, L 4, F.l43,143v, 144, 146, 146v,
157v, 198 y 198v. En: estudio preliminar de Otte al C. de M E Cubagua. tomo I. Caracas 1984, pp. XIX.
23
Juan de Castellanos. Obra citada. Tomo I, P. 557.
21
24
Fernandez de Oviedo, 1959. II, 201 s.
5
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