1. Importancia La cirugía de tórax se diferencia de las otras especialidades por el alto riesgo quirúrgico, su poca frecuencia y alta complejidad. Las resecciones pulmonares tienen una tasa de mortalidad que incluso duplica la tasa para el by-pass coronario. Las cifras de mortalidad reportadas en cirugía de resección pulmonar son de 1,6-2,3% para lobectomía y de 3,7-6,7% para la neumonectomía. Las principales causas de mortalidad son: hipoxemia perioperatoria, injuria pulmonar y complicaciones infecciosas postoperatorias. Definimos como resección pulmonar a todo procedimiento quirúrgico de excéresis de tejido pulmonar que afecte la función del parénquima pulmonar restante, esto incluye las pequeñas resecciones de un sector de un lóbulo pulmonar (segmentectomías, atípicas, etc.), las resecciones anatómicas o lobares (lobectomía o bilobectomía), hasta las neumonectomías (mayor resección pulmonar posible). El riesgo elevado es multifactorial: • Pacientes con múltiples comorbilidades y disfunciones. 80% de los pacientes con cáncer de pulmón tienen EPOC y entre el 20 a 30% de ellos tiene una disfunción cardio-respiratoria grave. • La cirugía determina importantes alteraciones fisiopatológicas en la función cardiorrespiratoria durante la anestesia. • Ciclo dolor postoperatorio – retención de secreciones – atelectasia, pudiendo llevar a la neumonía y a la ventilación mecánica, aumentando la mortalidad a un 50%. • La neumonectomía es la que tiene mayor morbimortalidad, en especial la derecha. Este tipo de resección constituye un factor de riesgo independiente. 1 • Efecto centro y efecto volumen. La VATS se considera de elección en la mayoría de los procedimientos torácicos, principalmente debido a la menor morbimortalidad asociada. La resección pulmonar por VATS presenta reducción de las fugas de aire prolongadas, arritmias, neumonía, dolor postoperatorio, disminución de los marcadores inflamatorios, así como un menor tiempo de estadía hospitalaria. En comparación con la toracotomía convencional, los resultados oncológicos de la cirugía VATS son similares o incluso superiores a los de la cirugía abierta. Las resecciones pulmonares por abordaje VATS se clasifican principalmente en 2 bloques: • Resecciones pulmonares no anatómicas: son resecciones del parénquima pulmonar, sin realizar individualización de las estructuras broncovasculares (BV) correspondientes. Debe incluir la lesión con márgenes de seguridad. • Resecciones pulmonares anatómicas: o Segmentectomías anatómicas: se resecan uno o varios segmentos pulmonares con disección y posterior individualización de las estructuras BV segmentarias. o Lobectomía: resección de un lóbulo pulmonar con disección y posterior sección individualizada de las estructuras BV lobares. o Bilobectomía: resección del lado derecho de dos lóbulos más las estructuras BV lobares. o Neumonectomía: resección de un pulmón en su totalidad con disección y posterior sección indivodualizada de las estructuras BV pulmonares. o Procedimientos broncoangioplásticos 2 2. Etiología El cáncer de pulmón es la principal indicación, aunque no la única, para proponer una cirugía de resección pulmonar (CRP). La principal causa de muerte oncológica en el Uruguay es el CBP. Se diagnostican 1300 nuevos casos y fallecen 1200 pacientes al año a causa de un diagnóstico tardío cuando la enfermedad ya está avanzada con un pronóstico pobre. El cáncer de pulmón se divide, a grandes rasgos, en el tipo microcítico (CPM 15%) y el no microcítico (CPNM 85%). El CPNM engloba el carcinoma epidermoide y el carcinoma de células grandes. La supervivencia global a los 5 años con cirugía se acerca al 40%. Esta cifra aparentemente baja debe compararse con la supervivencia estimada a los 5 años sin cirugía, que es menor del 10%. • Carcinoma epidermoide: estrecha relación con el consumo de cigarrillos. Tiende a crecer hasta un gran tamaño y a metastatizar más tarde que otras neoplasias. Causan síntomas relacionados con los efectos locales de una gran masa tumoral con un componente intrabronquial predominante, como cavitación, hemoptisis, neumonía obstructiva, síndrome de vena cava superior y afectación del bronquio principal, la tráquea, la carina y las arterias pulmonares principales. • Adenocarcinoma: es el CPNM más frecuente en ambos sexos. Tienden a ser periféricos y suelen metastatizar pronto en su evolución, sobre todo al cerebro, hueso, hígado y glándula suprarrenal. Suelen invadir las estructuras extrapulmonares, como la pared torácica, el diafragma y el pericardio. • Carcinoma indiferenciado de células grandes: este es el CPNM menos frecuente. Tiende a presentarse como un tumor periférico grande y a menudo cavitado. El rápido crecimiento puede dar lugar a metástasis diseminadas, a semejanza del adenocarcinoma. 3 El CPM es un tumor de origen neuroendocrino, que se considera metastásico en el momento de la presentación y se suele considerar una enfermedad médica y no quirúrgica. La cirugía está indicada en muy pocos casos. Los tumores pleurales son tumores fibrosos localizados de la pleura, y suelen ser masas grandes ocupantes de espacio que están adheridos a la pleura visceral o parietal. Pueden ser benignos o malignos. El tumor prolifera inicialmente en la pleura visceral y parietal, formando generalmente un derrame hemático. La mayoría de los pacientes tienen disnea de reposo o de esfuerzo por este derrame pleural. La cirugía es la mejor opción terapéutica con pretensiones curativas para pacientes con CBP No Microcítico, sobretodo si la misma se realiza en estadíos tempranos de la enfermedad. El principal factor de riesgo para esta neoplasia es el tabaquismo, por lo que es frecuente la asociación con EPOC y con la enfermedad CV. Estas asociaciones incrementan el riesgo perioperatorio. Se consideran operables a aquellos pacientes que pueden tolerar la resección propuesta con un riesgo aceptable de muerte o secuela invalidante. La resecabilidad es la capacidad evaluada en el preoperatorio para resecar de forma completa el tejido tumoral con un pronóstico de beneficio, demostrado o presumible. La decisión de operar o no a un paciente con CBP y función pulmonar límite debe ser individualizada, multidisciplinaria y basada en las mejores evidencias científicas disponibles. 4 La reserva cardiopulmonar de un paciente es el eje en la decisión de la operabilidad del paciente sometido a cirugía torácica. 3. Anatomía pulmonar La tráquea se inicia por debajo del cartílago cricoides a nivel de la sexta vértebra cervical (C6) aproximadamente, hasta una porción intratorácica a nivel mediastinal correlacionándose con la quinta vértebra torácica (T5), donde se bifurca dando origen a los bronquios fuente, ésta es la carina. El bronquio fuente derecho tiende a ser más paralelo a la tráquea, mientras que el bronquio fuente izquierdo es más perpendicular a esta, predisponiendo a un mayor riesgo de intubación selectiva a derecha. El bronquio derecho es más ancho que el izquierdo y tiene 3 bronquios segmentarios: superior, medio e inferior. El bronquio fuente izquierdo es más largo (4-5 cm) y más estrecho, se divide en 2 bronquios segmentarios: superior e inferior. Se considera que el superior tiene una división adicional superior e inferior. Son en total 23 ramificaciones que presenta la VA, siendo cartilaginosas hasta el número 11. El intercambio gaseoso no se da hasta la división 16, formando parte del espacio muerto anatómico. El pulmón derecho está dividido por dos cisuras (mayor y menor) en 3 lóbulos (superior, medio e inferior). El pulmón izquierdo tiene dos lóbulos (superior e inferior) separados por una cisura (oblicua). 5 En cada lóbulo se distinguen diferentes segmentos, bien diferenciados, correspondiéndole a cada uno un bronquio segmentario (3.ª generación bronquial). Segmento pulmonar: área del pulmón suplida por un bronquio segmentario y su rama de la arteria pulmonar acompañante 6 7 4. Predicción y prevención en el preoperatorio de las complicaciones respiratorias postoperatorias (CRP) Estos pacientes tiene una alta probabilidad de CRP, con una incidencia del 19 al 59%. Dentro de los modelos de predicción, la escala de riesgo de ARISCAT tiene suficiente poder. Los FR más potentes para predecir las CRP son: la edad, la SpO2 preop, existencia de infección respiratoria en el último mes, anemia preop, procedimiento urgente y la duración de la cirugía. Las CRP están relacionadas con factores vinculados con el paciente, quirúrgicos y anestésicos. • FR relacionados con el paciente o Edad avanzada por su asociación con comorbilidades, dependencia funcional y fragilidad o ASA ³ 2 o EPOC o ICC o Tabaquismo: > incidencia de problemas con la cicatrización así como mayor riesgo de CRP. Se recomienda la abstinencia del tabaco como mínimo 4 semanas antes de la intervención. o Infección respiratoria en el último mes; se recomienda aplazar la intervención 30 días y realizar el tto atb completo 8 o Hipoxemia arterial preoperatoria, incrementando el riesgo en 5 veces si es £ 90%. o Anemia preop; una Hb < 10 mg/dl se relaciona con un aumento de 2 a 3 veces de CRP, así como supervivencia a medio-largo plazo. o Dependencia de OH o Enfermedad hepática: FR independiente de CRP y mortalidad postop. o Obesidad o Desnutrición: los pacientes de riesgo con pérdida de peso > 10-15% en 6 meses, IMC < 18 y/o albúmina sérica < 3 g/dl, deberían recibir suplementos nutricionales orales 5 a 7 días previos a la cirugía. o La IRenal se ha relacionado con distrés respiratorio postop y la necesidad de reintubación. o Otros FR: DM, IMC > 40, SAHS, RGE, cáncer e HTA. • FR vinculados con la anestesia o VMC: la ventilación protectiva se asocia con una disminución de lesión pulmonar aguda (LPA). VC bajos de 4-6 ml/kg en VUP, evitar presiones meseta > 25 cmH2O, PEEP óptima y maniobras de recultamiento pulmonar. o La sobrehidratación aumenta el riesgo de LPA. El objetivo es la normovolemia. o Técnica anestésica: la AR se relaciona con menor tasa de CRP en ptes de alto riesgo. Los AAI inhiben poco la VPH y confieren propiedades antiinflamatorias a nivel pulmonar. El BNM residual es un FR independiente de CRP, siendo crucial su reversión. • FR vinculados con el acto quirúrgico o Tipo de cirugía: la VATS se asocia a menor riesgo de CRP, así como menor SDRA postop. A su vez, menor tasa de complicaciones, estancia hospitalaria y mortalidad comparado con la cirugía abierta. o Duración de la cirugía > 2 hs o Cirugía urgente 9 5. Evaluación preoperatoria Los elementos más importantes a recordar durante la evaluación del riesgo son: • Amplitud de la excéresis pulmonar • Función cardio-pulmonar • Comorbilidades, especialmente cardio-respiratorias • Centro hospitalario donde se opera el paciente. Los predictores de mortalidad operatoria en el cáncer de pulmón son: edad, sexo masculino, valor del VEF1 y DLCO, IMC, enfermedad cerebrovascular, uso de corticoides, coronariopatías, enfermedad vascular periférica, IR, ASA 4-5, valor ECOG, toracotomía, reintervención, estadificación patológica tumoral, extensión de la resección. Los pacientes en quienes se va a realizar una resección pulmonar deben someterse a una evaluación triple de su función respiratoria: función mecánica pulmonar, función parenquimatosa pulmonar (intercambio gaseoso) y reserva cardiopulmonar (capacidad de ejercicio). Las causas principales de morbimortalidad perioperatoria en los pacientes de cirugía torácica son de tipo respiratorio. De ellas, las más destacadas –atelectasias, neumonía e insuficiencia respiratoria– se producen en el 15-20% de los pacientes y explican la mayor parte de la mortalidad esperada, que es del 3-4%. Las complicaciones cardíacas, como las arritmias y la isquemia, se producen en el 10-15% de los pacientes de cirugía torácica. La evaluación preoperatoria se basa en 3 pilares: Clínico Valoración CV Valoración funcional respiratoria 10 El pilar clínico consiste en una anamnesis minuciosa detectando enfermedades preexistentes, actividad física diaria, complicaciones vinculadas a tratamientos oncológicos previos, síntomas neurológicos que ameriten una evaluación imagenológica previa. Examen físico: estado general, índice de Karnosfky o ECOG Performance Status, exhaustivo y detallado examen CV y respiratorio. KPS: método para evaluar la capacidad de llevar a cabo actividades cotidianas en los pacientes oncológicos. A menor cifra, peor estado de salud. ECOG Performance Status: es una forma práctica de medir la calidad de vida de un paciente oncológico, cuyas expectativas de vida cambian en el transcurso de meses, semanas e incluso días. Este dato es muy importante cuando se plantea un tratamiento, ya que de esta escala dependerá el protocolo terapéutico y el pronóstico de la enfermedad. Esta evaluación nos permitirá diagnosticar y optimizar la función pulmonar, informar al paciente de la exacta situación y guiar al equipo multidisciplinario en la toma de decisiones sobre cuál es la mejor opción terapéutica. 11 6. Evaluación cardiovascular Además de la anamnesis y el examen físico, se debe contar con un ECG basal, ecocardiograma (prestar atención a la presión en la a.pulmonar, función del VD y signos directos e indirectos de HTP), y calcular el índice de riesgo cardíaco. Las guías europeas proponen utilizar el índice de Lee, mientras que las americanas utilizan el índice de riesgo cardíaco revisado torácico (ThRCRI), este último es una modificación del índice de Lee y ha sido validado como score de la evaluación CV para cirugía de tórax. Valores menores de 2 permiten continuar con los test de valoración pulmonar. IAM 30 días previos contraindica cirugía. Las complicaciones cardíacas son la segunda causa más frecuente de morbimortalidad perioperatoria en la población de cirugía torácica. La cirugía de resección pulmonar programada se considera un procedimiento de riesgo intermedio en términos de isquemia cardíaca perioperatoria. La incidencia global documentada de isquemia postoracotomía es del 5% y alcanza el máximo los días 2-3 del postoperatorio. 12 Las pruebas no invasivas están indicadas en pacientes con factores predictivos clínicos mayores (es decir, isquemia inestable, infarto reciente, valvulopatía grave, arritmia significativa) o intermedios (es decir, angina estable, infarto antiguo, insuficiencia cardíaca congestiva previa, diabetes) de riesgo miocárdico. Las opciones terapéuticas que deben plantearse en los pacientes con una arteriopatía coronaria significativa son la optimización del tratamiento médico, la angioplastia coronaria o la derivación arterial coronaria, antes o durante la resección pulmonar. Decidir cuándo debe realizarse la cirugía de resección pulmonar después de un infarto de miocardio siempre es difícil. Parece aceptable diferir la intervención un máximo de 4-6 semanas tras un infarto de miocardio en un paciente con una situación médica estable y en quien se han realizado todas las pruebas, además de haber optimizado su situación. Convencionalmente, la demora apropiada después de endoprótesis coronaria es de 4 a 6 semanas después de stent metálico no recubierto y de 6 meses tras stent liberador de fármacos. La cirugía debería demorarse hasta que sea seguro retirar temporalmente los fármacos antiplaquetarios (excepto el ácido acetilsalicílico). Las arritmias son una complicación frecuente de la cirugía de resección pulmonar, y su incidencia es del 30-50% de los pacientes en la primera semana del postoperatorio. De estas arritmias, el 60-70% corresponden a una fibrilación auricular. Hay varios factores que se correlacionan con una mayor incidencia de arritmias: la extensión de la resección pulmonar (neumonectomía, 60%; lobulectomía, 40%, y toracotomía sin resección, 30%), disección intrapericárdica, pérdida de sangre intraoperatoria y edad del paciente. Dos factores del período postoracotomía precoz interactúan para provocar arritmias auriculares: • Aumento de la resistencia al flujo a través del lecho vascular pulmonar debido a causas permanentes (resección pulmonar) o transitorias (atelectasia, hipoxemia), con la consiguiente sobrecarga del lado derecho del corazón • Aumento de los estímulos simpáticos y de los requisitos de oxígeno, que son máximos el segundo día del postoperatorio a medida que aumenta la movilidad de los pacientes. 13 El diltiacem es el fármaco más útil para la profilaxis de arritmias después de una toracotomía. Los bloqueantes β-adrenérgicos pueden ser los medicamentos más eficaces para prevenir las arritmias, pero hay problemas en su uso sistemático en pacientes con enfermedad reactiva de las vías respiratorias. Los pacientes con hipertensión pulmonar tienen riesgo particularmente elevado de complicaciones respiratorias y de necesidad de intubación prolongada después de una intervención de cirugía no cardíaca. La prevalencia de hipertensión pulmonar en la enfermedad pulmonar crónica grave varía entre el 40 y el 50%. El miocardio del ventrículo derecho normalmente se perfunde a lo largo de todo el ciclo cardíaco. Las presiones ventriculares transmurales e intracavitarias del ventrículo derecho asociadas con la hipertensión pulmonar pueden restringir la perfusión de la arteria coronaria derecha durante la sístole, especialmente a medida que las PAP se acercan a los valores sistémicos. Evitar la hipotensión es clave para el manejo de estos pacientes, esto es un desafío debido al efecto hipotensor de los anestésicos. La base de la monitorización intraoperatoria para un paciente con hipertensión pulmonar sometido a cirugía torácica no cardíaca sigue siendo el catéter de arteria pulmonar. Sin embargo, los datos de la arteria pulmonar por sí solos pueden ser engañosos en estos pacientes. El aumento de las presiones de la arteria pulmonar es casi siempre una mala señal. La caída de las presiones de la arteria pulmonar puede ser una buena señal, que indica 14 vasodilatación pulmonar, o puede ser una muy mala señal, que indica descompensación ventricular derecha inminente. Hay pocos informes sobre el uso de analgesia epidural torácica en la hipertensión pulmonar. Los pacientes con hipertensión pulmonar debida a enfermedad pulmonar parecen ser extremadamente dependientes de la inervación simpática cardíaca tónica para conseguir la estabilidad hemodinámica normal. 7. Evaluación de la función respiratoria El mejor modo de evaluar la función respiratoria consiste en realizar una historia detallada de la calidad de vida del paciente. El FEV1, DLCO y sus valores ppo son factores de riesgo independientes relacionados con la incidencia de morbimortalidad postoperatoria. El DLCO ppo es el mayor predictor de complicaciones cardiopulmonares y mortalidad mientras que el FEV1 es el mejor predictor de supervivencia en el postoperatorio inmediato. Siempre que se vaya a realizar una resección pulmonar, se debería llevar a cabo una espirometría simple basal antes de la intervención. La función respiratoria se divide en tres áreas relacionadas, pero algo independientes: • Mecánica respiratoria: espirometría, gasometría • Intercambio gaseoso: se valora la función del parénquima pulmonar a través de la capacidad de difusión de monóxido de carbono (DLCO) 15 • Interacción cardiopulmonar: test de ejercicio Algoritmo de estudio de American Colege of Chest Physician La espirometría, en particular el valor del VEF1, es el estudio de mayor valor en el paciente candidato a CRP por cáncer de pulmón. Se tomará en cuenta el mejor valor registrado en la espirometría. La prueba individual más útil para predecir las complicaciones respiratorias postoracotomía es el VEF1 postoperatorio predicho (%VEF1pop), que se debe calcular en todos los pacientes con un VEF1 < 80% y se calcula del siguiente modo: Miller VEF1 ppo = VEF1 x (1 – a/b) Libro azul. Donde el número total de segmentos pulmonares son 19 (10 dho y 9 izq). La funcionalidad de los segmetos será determinada por los hallazgos endoscópicos y/o el centellograma de perfusión, el cual aporta datos de gran valor para el cálculo de la función residual. Cuando la cirugía propuesta es una lobectomía o bilobectomía este estudio pierde algo de valor dado que estima la función pulmonar por tercios en cada hemitórax, y no por lóbulos. En estos casos, los hallazgos tomográficos o endoscópicos son más fieles. En pacientes con EPOC, al resecar zonas de parénquima pulmonar afectadas por enfisema, puede observarse una mejoría funcional en el postop alejado. La cirugía determina un aumento del retroceso elástico, una reducción de la resistencia de la VA, determinando así una mejoría de la relación V/Q. Esto depende del tipo de enfisema, de la localización del tumor, y de la presencia de pulmón remanente potencialmente recuperable. La DLCO debe ser medida en todos los pacientes candidatos a cirugía de resección pulmonar. Es un importante predictor de complicaciones, aún en pacientes con un VEF1 normal. 16 El cálculo de la DLCOppo debe realizarse en todo paciente con DLCO inicial menor del 80% del valor predicto. DLCO ppo = DLCO x (1 – a/b) Los pacientes con un VEF1 y DLCO preop > 80% no requieren estudios adicionales y la CRP se asocia a bajo riesgo quirúrgico. Los pacientes con VEF1 y/o DLCO preop < 80% requieren del cálculo de los valores ppo. Por lo tanto, VEF1, DLCO y los ppo son factores de riesgo independientes de morbimortalidad postoperatoria. • VEF1/DLCO preop > 80% o ppo > 60% - bajo riesgo y no requieren otras pruebas complementarias • VEF1/DLCO ppo entre 60-30% - moderado-elevado riesgo, aceptándose la intervención tras el cálculo de la extensión permitida. • VEF1/DLCO ppo < 30% - alto riesgo – evaluación de reserva funcional Una DLCOpop menor del 40% se correlaciona con más complicaciones respiratorias y cardíacas y es, en gran medida, independiente del VEF1. La quimioterapia preoperatoria influye negativamente en la DLCO, pero no en el VEF1, y puede ser el factor predictivo más importante de complicaciones en este subgrupo de pacientes. El National Emphysema Treatment Trial ha demostrado que los pacientes con un VEF1 o una DLCO preoperatoria menor del 20% tienen una mortalidad perioperatoria inaceptablemente alta. Las pruebas de ejercicio cardiopulmonar están indicadas en pacientes con cálculo de VEF1 ppo y/o DLCO ppo < al 60%, patología cardíaca previa o ThCRI > 2. En los pacientes más severos (valores ppo entre 60 y 30%) pueden utilizarse pruebas de ejercicio simplificadas (shuttel test o test de la escalinata). Estas pruebas no miden directamente el consumo de O2 máximo, aunque tiene una buena correlación. Se considera 17 que subir más de 22 m o caminar una distancia superior a 400 m, se corresponde con un VO2máx > 15 mL kg, y está asociado con un bajo riesgo quirúrgico, por lo que podrían ser candidatos a lobectomíay neumonectomía. La capacidad para el ejercicio se describe comúnmente en unidades metabólicas en reposo (MET). Estar sentado quieto requiere un consumo de oxígeno de 3,5 ml/kg/min (1 MET). Subir un tramo de escaleras consume 4 MET. En un paciente que cuenta sus antecedentes de forma fidedigna, la capacidad de subir dos tramos de escaleras sin parar es lo mínimo necesario para que se tome en consideración su evaluación para resección pulmonar. Los pacientes que no pueden contar sus antecedentes de forma fiable o cuya capacidad para subir escaleras está limitada a causa de enfermedades coexistentes necesitarán prueba de esfuerzo simple y/o formal. La prueba de esfuerzo con medición del consumomáximo de oxígeno (VO2máx) se considera el gold standard. Los valores obtenidos de VO2máx determinarán el riesgo quirúrgico y los criterios de operabilidad: • VO2máx > 20 mL/kg/min o > 75% del valor teórico, presentan bajo riesgo quirúrgico. Se puede realizar cualquier resección pulmonar. • VO2máx 10-20 mL/kg/min o 35 a 75% del valor teórico, presentan riesgo moderado, siendo no concluyente. Se debe realizar un estudio de función pulmonar postoperatoria para el cálculo de los valores de FEV1 ppo y DLCO ppo. • VO2máx < 10 mL/kg/min o < 35% del valor teórico, presentan un alto riesgo quirúrgico (mortalidad > 10%). Se contraindica la resección pulmonar. 18 8. Intraoperatorio Monitorización: • Oxigenación con oximetría de pulso continua y gasometrías arteriales intermitentes. La PaO2 es el predictor más preciso de hipoxemia. • Capnografía. Debemos tener en cuenta que el gradiente PaCO2-PETCO2 tiende a aumentar durante la VUP. • Presión arterial invasiva (en neumonectomías o si el paciente así lo requiere). También útil para extracción de gasometrías seriadas. • VVC: el registro y lectura de la PVC en el paciente lateralizado y con el tórax abierto no es confiable. Su utilidad es para la reposición. • Fibrobroncoscopio: para chequear y corregir posibles desplazamientos de la sonda doble luz. • Espirometría por flujo lateral, permite: diagnóstico precoz de fugas (caída brusca del vol espirado, habitualmente 20-30 ml), generación y presencia de auto-PEEP. 19 • ETE para detección temprana de disfunción del VD y para titulación adecuada de fluidos y drogas vasoactivas, en pacientes de alto riesgo sometidos a neumonectomía o cirugías de reducción del volumen pulmonar con un VEF1 ppo < 40%. Principales indicaciones: extrapulmonar, neumonectomía transplante pulmonar, (dha > izq), neumonectomía tromboendarterectomía pulmonar, compromiso tumoral cardíaco o de grandes vasos, estimación de derrame pericárdico/taponamiento cardíaco, previsión de inestabilidad hemodinámica o disfunción del VD durante la resección pulmonar (ptes con HP o enfermedad pulmonar severa preop). Posición: DECUBITO LATERAL. El lado no quirúrgico se situa en la parte declive y la pierna de esa parteb debe flexionarse para reducir al mínimo el estiramiento de los nervios de la extremidad inferior. Se coloca un relleno entre las rodillas para reducir la presión sobre las estructuras óseas. El tronco debe ser equilibrado y apoyado tanto por la parte anterior coo posterior. El brazo de la parte inferior debería colocarse en una tabla de brazo almohadillada colocada perpendicularmente al tronco. El brazo situado hacia arriba debe ser apoyado con cuidado. Ninguno de los dos debe ser abducido más de 90º. La cabeza del paciente debe ser mantenida en posición neutra para impedir una rotación lateral excesiva del cuello y evitar lesiones por estiramiento del plexo braquial. El oñido y ojo de la parte declive corren riesgo de lesiones por lo que deben ser revisados con frecuencia. La mecánica pulmonar cambia en la posición de decúbito lateral. La combinación del peso lateral del mediastino y la presión desproporcionada en dirección cefálica del contenido abdominal sobre el pulmón declive favorece la hiperventilación del pulmón proclive. El efecto de la gravedad hace que aumente el flujo sanguíneo pulmonar hacia el pulmón declive hipoventilado. En consecuencia, la relación ventilación-perfusión empeora, lo que repercute sobre el intercambio gaseoso y la ventilación. 20 Cuando el pulmón proclive se colapsa, la ventilación minuto se asigna al pulmón declive. Esto, combinado con una disminución de la distensibilidad como consecuencia de la posición, puede agravar aún más la presión de la vía aérea necesaria para lograr una ventilación suficiente. Fluidoterapia: la administración excesiva de fluidos iv (< 3 L en las primeras 24 hs) es un FR independiente para el edema pulmonar postneumonectomía, con una alta tasa de mortalidad. Por lo tanto se prefiere una terapia restrictiva, con un aporte de 1,5 ml/kg/hr (se sumará la reposición del déficit y pérdidas sanguíneas), lo cual permite mantener una función renal normal sin aumento del agua pulmonar extravascular. El balance positivo total en las primeras 24 hs del período perioperatorio no debe superar los 20 ml/kg. Si es necesario aumentar la perfusión tisular en el postop, es preferible realizar una monitorización invasiva, emplear inotrópicos en lugar de una sobrecagra hídrica. La TGO en base a parámetros dinámicos de respuesta a la precarga no es posible ya que pierden su precisión y confianza en este escensario clínico (decúbito lateral, VUP, tórax abierto). La reposición con hemoderivados debe ser cuidadosamente analizada dado que el pulmón dependiente es un pulmón sumamente susceptible a la injuria aguda por transfusión (TRALI). 21 Temperatura: por el hemitórax abierto se da una gran pérdida de calor. La VPH se inhibe durante la hipotermia, por lo que es importante el empleo de calentadores de fluidos y aire forzado. Ventilación unipulmonar: durante este periodo se deberá maximizar la producción de atelectasias en el pulmón no-dependiente para facilitar el acceso quirúrgico mediante un rápido colapso pulmonar, a su vez, minimizar la formación de atelectasias en el pulmón dependiente mediante maniobras de reclutamiento pulmonar inmediatamente iniciada la VUP. Factores predictores de hipoxemia intraoperatoria durante la VUP (SaO2 < 90%): • Cirugía de pulmóm derecho dado que la fracción de shunt será mayor (el pulmón es más grande y recibe mayor parte del GC 55% vs 45%). • VEF1 normal, ya que existe una relación inversa entre el VEF1 y la PaO2. Los pacientes con EPOC al presentar autoPEEP presentan menos atelectasias en el pulmón dependiente. • Valores bajos de PaO2 intraoperatorios durante la ventilación bipulmonar en decúbito lateral con FiO2 de 1. • Perfusión preferencial del pulmón quirúrgico. • IMC > 30 • Lobectomía previa del lado contralateral • Posición supina por efecto de la gravedad 22 El primer paso frente a la hipoxemia que no responde al aumento de la FiO2 durante la VUP es suspender el procedimiento quirúrgico y restablecer la ventilación bipulmonar mientras se identifica una causa anestésico-quirúrgica tratable. Ventilación protectiva: con el objetivo de evitar la injuria pulmonar asociada a la ventilación pulmonar (VILI) mediante un pulmón estable (evitando o minimizando la tensión) y abierto sin sobredistensión (reducción del estiramiento). 5f 23 Efecto de la anestesia sobre la VPH: • todos los agentes volátiles modernos inhiben la VPH de forma dosis-dependiente. Sin embaergo, dosis £ 1 CAM generan una inhibición del 20%, lo que lleva a un aumento del shunt en un 4% durante la VUP. • Los agentes iv no inhiben la VPH. • La oxigenación arterial durante la VUP comparando anestésicos volátiles vs iv no ha mostrado diferencias significativas. • Los efectos de la anestesia epidural sobre la VPH y oxigenación arterial durante la VUP sigue siendo controvertido. Sin embargo, existe consenso a favor de la ausencia de efectos sobre la oxigenación arterial durante la VUP, siempre que el GC se mantenga. 9. Complicaciones postoperatorias La hipoxemia es la complicación más frecuente (intra y postop). Tanto la VUP, como la fluidoterapia y la presencia de injuria pulmonar aguda en el postoperatorio son las principales causas. La incidencia de complicaciones pulmonares mayores tras una cirugía de resección es del 20%, la incidencia de injuria pulmonar aguda es mayor cuando mayor es la entidad de la resección pulmonar. Tanto la IPA como el SDRA son la principal causa de muerte luego de la cirugía torácica. Atelectasias: pueden manifestarsede manera muy variable, desde formas asintomáticas hasta estados de hipoxemia con aumento del trabajo respiratorio. El manejo dependerá de si el paciente presenta o no secreciones abundantes. En el caso que estén presentes, se recomienda la fisioterapia respiratoria (FSTR) y la aspiraciónde secreciones como manejo inicial. En algunos pacientes seleccionados con abundantes secreciones que no mejoren 24 inicialmente, podrían beneficiarse de una broncoscopia. Por el contrario, en aquellos pacientes con escasas secreciones la CPAP es el tratamiento de elección. El broncoespasmo es frecuente en el contexto del postoperatorio. Para su manejo es primordial eliminar el factor desencadenante. Como primera línea de tratamiento se encuentran los b-2 agonistas de acción corta. Los anticolinérgicos inhalados también se recomiendan. Para aquellos pacientes que no mejoran los corticoides sistémicos pueden ser beneficiosos. Injuria pulmonar aguda: puede ocurrir en 2 momentos, de 0 a 3 días (IP primaria o precoz) y a los 7 a 10 días del postoperatorio (IP secundaria o tardía). La primera entidad está más estrechamente relacionada a la VUP y el manejo anestésico, mientras que la IP tardía tiene que ver con complicaciones postop como broncoaspiración, neumonía, fístula broncopleural, embolia pulmonar. Edema pulmonar postneumonectomía: es un edema pulmonar no cardiogénico que aparece en las primeras 24-72 hs tras la resección pulmonar. Se produce un daño pulmonar agudo cuyo curso clínico e histopatológico es indestinguible del SDRA. Cursa con infiltrados bilaterales en la RxTx, en ausencia de congestión pulmonar (PCP < 18 mmHg), así como un PaFiO2 < 200 (si es < 300 es un IPA). El EPP está íntimamente relacionado con la VUP aún en ausencia de resección pulmonar. El pulmón ventilado es afectado por la hiperperfusión y VILI (injuria pulmonar secundaria a la ventilación), mientras que el pulmón colapsado está sometido a injuria por isquemia-reperfusión y la tensión de cizallamiento en la reventilación. Muchas de las maniobras que intentan mejorar la oxigenación durante la VUP pueden favorecer el EPP, por ejemplo el aumento de la FiO2, uso de volúmenes corrientes altos, tiempo espiratorio prolongado, etc.). Los diuréticos y la CPAP juegan un rol fundamental. 25 Broncoaspiración por disfunción de las cuerdas vocales por injuria del nervio laríngeo recurrente (1,5-5,3%). Infecciones respiratorias, con una incidencia del 19% aporx, debido a la disminución del clearance muco-ciliar y la persistencia de atelectasias. La nuemonía aumenta el riesgo de insuficiencia respiratoria y la necesidad de ventilación mecánica. El control del dolor es muy importante para prevenir la nuemonía, ya que la presencia de dolor impide la tos efectiva y la realización de movimientos respiratorios profundos con mayor retención de secreciones y aparición de atelectasias con la consecuente hipoxemia e infección pulmonar. El EPOC es un FR para el desarrollo de neumonía. La cefazolina 2 g o ampicilina-sulbactam 3 g iv previo a la incisión y un repique intraop a las 4 hs de iniciada la cirugía, mantiene concentraciones efectivas y previene el desarrollo de infecciones. 26 La obstrucción de la vía aérea superior ocurre típicamente en el postoperatorio inmediato. Las causas que más se relacionan son el edema laríngeo, laringoespasmo, la obstrucción por la lengua o por parálisis de las cuerdasvocales. Se trata de una emergencia. Fuga aérea y fístula broncopelural: las fugas ocurren en un 4-20% de las resecciones. La fístula broncopelural se asocia con disrupción del muñón bronquial o de la anastomosis traqueobronquial, con una mortalidad de hasta el 40%. FR: inmunosupresión, diabetes, anemia, EPOC, malnutrición, muñón bronquial < 2 cm, neumonectomía dha, devascularización del muñón bronquial. Las fugas importantes determinan insuficiencia respiratoria y persistencia de nuemotx y requieren una toracotomía abierta para su reparación. TEP: más frecuente en neumonectomía o lobectomía. Esta indicada la profilaxis en todos los pacientes, ya que tienen riesgo de formación de trombos en el muñón de la arteria pulmonar. En caso de TEP la heparinización terapéutica puede iniciarse con seguridad a las 24-48 hs. A nivel postoperatorio la FSTR, con ejercicios de respiración profunda, la espirometría incentivada y la presión continua sobre la vía aérea son técnicas que facilitan la reexpansión pulmonar yque reducen las CRP, sobre todo en aquellos pacientes de riesgo elevado. La movilización precoz, un adecuado manejo del dolor postoperatorio que permita al paciente realizar respiraciones profundas y evitar el uso de forma sistemática de sonda nasogástrica y relegarla únicamente para situaciones de distensión abdominal o náuseas son otras de las recomendaciones. Para el control del dolor se prefiere el uso de técnicas locorregionales como el BPV o la epidural respecto a los opioides iv, ya que en especial en cirugías de alto riesgo, se ha visto que la epidural torácica reduce las CRP. 27 Arritmias: la FA es la más frecuente, con un pico de incidencia entre el 1er y 4to día, puediendo presentarse hasta 12 días después. FR: < 60 años, SM, FA paroxística, fallaca cardíaca, procedimiento intrapericárdico, extensión de la resección (17% lobectomías inf, 31% lobectomías sup, 35% neumonectomías). Tanto las lobectomías como las neumonectomías son consideradas procedimientos de alto riesgo para el desarrollo de FA postoperatoria. Se recomienda que los ptes que toman B-bloqueantes continuen con el tto (IA). En pacientes de riesgo moderado-alto se recomienda el uso de amiodarona iv (IIA) o diltiazem iv para pacientes con FEVI preservada si no recibían B-bloq (IIB). Se deben considerar los posibles gatillos (sangrado, embolia, neumotórax, isquemia miocárdica, infección, etc.), se debe minimizar el uso de drogas adrenérgicas, optimizar el estado hídrico, corregir disionías y A-B. El tto dependerá del estado HD del paciente. Las arritmias ventriculares son menos frecuentes, en su génesis se encuentran los trastornos hidroelectrolíticos, hipoxemia y/o isquemia. A mediano y largo plazo la resección pulmonar, y en especial la neumonectomía, genera cambios secundarios de la posición del corazón y los grandes vasos que afectan la función cardíaca. Esto es el resultado de la sobrecarga de presión y/o volumen así como de la depresión contráctil asociada a la posición lateral, la VUP, manipulación quirúrgica, respuesta inflamatoria, hipoxemia, hipotensión. También influyen factores postop como la reducción del territorio vascular pulmonar y la injuria pulmonar, a lo que se le suma la situación preop del paciente asociada a las comorbilidades. Herniación cardíaca: estrangulamiento o luxación del corazón a través de una ventana pericárdica realizada para disecarel hilio pulmonar. Tiene una elevada mortalidad 50-100%. Puede ocurrir secundario a un cierre pericárdico incompleto o rotura del parche pericárdico. Se puede presentar dentro de block cuando el paciente vuelve al decúbito dorsal o en el postop inmediato o incluso varios días después como consecuencia de los cambios bruscos de la presión intratorácica. 28 Hernias izq: arritmias e isquemia, PVC normal o ligeramente elevada causando hipotensión y FV. Hernias dhas: sd de vena cava superior, con cianosis cervico-facial, IY, PVC elebvada e hipotensión sistémica con shock. Se debe actuar con rapidez, reabrir la toracotomía y realizar el cierre del defecto. IAM: la incidencia de isquemmia es del 3,8% y de IAM postneumonectomía del 0,2-1,5%, siendo la mayoría episodios silentes. La mayoría se dan dentro de las primeras 24-72 hs y se asocia con un 30-50% de mortalidad. En caso de diagnóstico preop, la revacularización profiláctica no está indicada. Los pacientes de alto riesgo deberán realizarse una coronariografía y eventual revascularización, debiendo avular de forma multidisciplinaria e individualizada la oportunidad del procedimiento electivo teniendo el cuenta el manejo de la DAP. Shunt dha-izq: los aumentos de la poscarga del VD luego de una neumonectomía pueden favorecer la apertura de un foramen oval permeable (20% de la población lo tiene). Se presetna con disnea e hipoxemia de origen no explicado que no mejora con oxígeno. Sd postneumonectomía y desplazamiento mediastinal: se da como resultado de los cambios del espacio luego de la nuemonectomía. El drenaje excesivo de fluídos puede determinar el desplazamiento mediastinal y la expansión pulmonar contralateral con disminución del retorno venoso e hipotensión. El desplazamiento mediastinal extremo determina insuficiencia respiratoria de esfuerzo y estridor configurando el sd postnuemonectomía. Condición rara que ocurre al 7mo día, siendo más frecuente en nuemonectomías dhas. 10.Destino postoperatorio Estudios observacionales que comparan el ingreso electivo en UCI frente a otras unidades de menor nivel (CI, URPA o de nivel de cuidados 1), no han conseguido mostrar beneficios en las cifras de mortalidad global respecto al ingreso rutinario en UCI. El ingreso rutinario a UCIs conlleva además un aumento de costes significativo, una mayor carga de trabajo y un 29 posible retraso en la cirugía si la disponibilidad de camas de UCI es escasa. Además, de otros inconvenientes: aumento en las complicaciones infecciosas y otros trastornos como es el delirium. Por otro lado, el ingreso no planificado en la UCI se asocia con peores resultados y mayor necesidad de soporte orgánico. Por todo ello, es necesario identificar tanto a los pacientes como los procedimientosque puedan beneficiarse. Es necesario realizar una estratificación adecuada del riesgo, tanto ligado al paciente como al procedimiento. Ptes de alto riesgo: VEF1-ppo y DLCO < 30%. Ptes de riesgo moderado-alto: enfermedad coronaria (angor, IAM previo, revascularización miocárdica), IC (FEVI z 40%, historia de IC), arritmias o bloqueos de la conducción cardíaca, disfunción renal, enfermedad arterial o CV periférica sintomática, EPOC severo, necesidad anticipada de ventilación no invasiva (SAOS), disfunción hepática, edad > 70 años. Una vez valorado el paciente y su riesgo, se considerará el procedimiento y sus características para decidir su destino postoperatorio. En general, las resecciones pulmonares del lado derecho conllevan un mayor riesgo de complicaciones que las izquierdas, debido a que son más propensosa formar fístulas broncopleurales, un mayor aumento de la postcarga del VD y alteraciones en el equilibrio simpáticovagal cardiaco. Clasificaicón de las cirugías según el riesgo y la probabilidad de complicaciones: • Bajo riesgo: drenaje pleural, la pleurodesis, mediastinoscopia y biopsia pulmonar. • Riesgo intermedio: bullectomía, resección pleural, lobectomía, segmentectomía y resección atípica. Biopsias pleurales, pulmonares y bullectomías con o sin pleurodesis por VATS pueden beneficiarse de un ingreso corto enURPA. • Riesgo alto: neumonectomía, bilobectomía, resección pulmonar extensa, resección traqueal, resección bronquial, timectomía, resección diafragmática, cirugía de reducción de volumen pulmonar y trasplante pulmonar. 30 PUNTOS CLAVES • Cirugía de alto riesgo de morbimortalidad • Principal indicación es el cáncer de pulmón • La resección tipo VATS se asocia a menor morbimortalidad e igual resultado oncológico • Se requiere VUP y fluidoterapia restrictiva • La cesación del tabaquismo, fisioterapia respiratoria y analgesia epidural reducen complicaciones respiratorias en pacientes de alto riesgo. • Las complicaciones postoperatorias mas frecuentes son respiratorias: atelectasias y edema pulmonar • La FA es la complicación cardiovascular mas frecuente. Clase Gianni 31