SHALOM-SHALAM Salvador Ortiz-Carboneres translation by Janet Kent B.Sc. (Hons.), ARCM, Cert.Ed.

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SHALOM-SHALAM
translation by
Janet Kent B.Sc. (Hons.), ARCM, Cert.Ed.
SHALOM-SHALAM
Salvador Ortiz-Carboneres
Photographs by
Geoff Slater
PREFACIO
PREFACE
Shalom-Shalam, más que una novela corta, es una serie de
relatos cortos, oídos al calor del hogar en las frías noches de
invierno. Han pasado muchos años desde que mi abuela me
contó esos relatos; algunos de ellos eran, para ella, recuerdos
de su niñez; por lo tanto, no es mi intención asegurar que todo
lo que aparece escrito en este librito, sucedió tal como yo lo
cuento. Baste decir, que lo cuento tal como yo lo recuerdo. El
hecho de haber usado en mi narrativa flashbacks, para contar
las reminiscencias, ha hecho posible el relato de recortes del
pasado, sin tener que añadir material imaginado. ShalomShalam es también la historia de la casa de la calle Orient,
desde principios del siglo XVII hasta el verano de 1936. Todas
las generaciones que vivieron en la casa durante esos 336 años,
aunque la casa es mucho más antigua, dejaron testimonio de
su paso por la casa, (una jarrita morisca, unos tiestos de
cerámica del siglo XIV, una espada para cortar jabón del XIX),
pero su recuerdo pasó a la esfera del olvido. Cuando mi
generación sea sólo huesos y polvo, y mi nombre haya sido
borrado de la mente de la gente, como se borra un nombre
escrito en la arena después del paso de las olas milenarias, la
casa de la calle de Orient seguirá siendo testimonio del paso
del tiempo.
“Shalom-Shalam”, rather than being a short novel, is more a
series of short tales heard by the warm fireside on cold winter
nights. Many years have passed since my Grandmother told
me these stories; some of them were, for her, memories of
her childhood. It is not my intention, therefore, to claim that
everything which is written in this little book happened
exactly the way I tell it. Suffice to say that I tell it as I
remember it. The fact that ‘flashbacks’ have been utilised to
recount the reminiscences in my narrative has made possible
the inclusion of snippets from the past, without adding any
fictional material. “Shalom-Shalam” is also the story of the
house in the Calle de Orient from the beginning of the
seventeenth century up to the summer of 1936. Although
the house is much older, all the generations who lived in the
house during those 336 years left evidence of their sojourn –
a small Moorish jug, some fourteenth century pottery shards,
a long nineteenth century knife for cutting soap – but their
memory passed into oblivion. When my generation is only
bones and dust, and my name has been erased from people’s
minds, like a name written in sand washed away by age-old
waves, the house in the Calle de Orient will go on bearing
witness to the passing of time.
Dedico este librito, lleno de recuerdos y añoranzas, a mis
padres, que me dieron vida y ejemplo.
I dedicate this little book, full of memories and nostalgia, to
my parents, who gave me life and their example.
Salvador Ortiz-Carboneres
Salvador Ortiz-Carboneres
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El verano del 36 había sido testigo del comienzo de la
Guerra Civil y el pueblo de Alberic había quedado bajo el
control de la República. Hacía sólo un mes del inicio de la
contienda y el despiadado sol del mediodía de agosto
atalayaba la pequeña Plaza del Convento. La fachada
enjalbegada de su abandonada iglesia había cambiado
poco en más de doscientos años. En el interior, en una de
sus celdas, habilitadas como prisión, estaban la señora de
Aranda y la señora Elisa Masiá y Sanz. El zócalo de la
celda estaba cubierto por azulejos del siglo XVIII y había
un colchón, sobre las baldosas, que Natalia y María
habían llevado y que, después de muchas súplicas, habían
conseguido que los carceleros lo pusieran, en el suelo, en
un rincón de la celda.
The summer of '36 had been witness to the beginning of
the Civil War and the village of Alberic had fallen under
the control of the Republic. Only a month had passed
since the beginning of the struggle and the merciless
August sun was blazing down on the little Convent
Square. The whitewashed façade of the abandoned
church had changed little in more than two hundred
years. Inside, in one of the cells, set up as a prison, were
Señora de Aranda and Señora Elisa Masiá y Sanz. The
lower part of the cell wall was covered with 18th century
tiles and on the flagstones there was a mattress, which
Natalia and Maria had carried there and which, after
much pleading, they had persuaded the jailers to put
down on the floor, in a corner of the cell.
Después de varios días de malos tratos y vejaciones, las
dos pobres mujeres habían perdido toda esperanza de
que sus familiares pudieran encontrar los mil duros de
plata que el comité revolucionario había pedido para no
ser fusiladas. El hijo médico de la señora Aranda ya había
sido fusilado y su madre no lograba comprender las
razones por las que ella tuviera que sufrir el mismo
despiadado final.
After several days of maltreatment and humiliation the
two poor women had lost all hope that their relatives
would be able to find the thousand silver 'duros' (5,000
pesetas) which the revolutionary committee had
demanded to avoid their being shot. The doctor son of
Señora Aranda had already been shot and his mother
failed to understand why on earth she should have to
suffer the same cruel fate.
- Elisa, háblales y diles que se apiaden de mí. Sólo soy una
mujer vieja. ¿Qué daño les he podido hacer?
- Ni tú, ni yo, les hemos hecho ningún daño. Es sólo su
odio y resentimiento, hijos de los muchos años de pasar
hambre y privaciones. Hace unos dos meses, todo el
pueblo celebró la Feria de San Juan y ahora el ansia de
venganza se ha apoderado de estos pobres desgraciados.
"Elisa, talk to them and tell them to have pity on me. I'm
only an old woman. What harm have I done them?
"Neither of us has done them any harm. It's only their
hatred and bitterness, born of so many years of hunger
and hardship. It's only about two months since the whole
village celebrated the Festival of Saint John, and now the
thirst for revenge has overcome these poor wretches."
No había acabado de hablar, cuando entró Eustaquio, un
vecino que muchas veces se había beneficiado del buen
She had just finished speaking when Eustaquio came in a neighbour who had often benefitted from Señora
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corazón de la señora Elisa, y después de golpearle en la
cabeza, con el mango del fusil, les dijo:
- ¿Quiénes son ahora los desgraciados, putas beatas,
vosotras, a quienes os van a dar ‘el paseo’ esta noche, o
nosotros?
Aturdida por el golpetazo, la señora Elisa se quedó
inconsciente sobre el colchón, en un estado comatoso. La
señora de Aranda, aterrorizada, buscó refugio en el
rincón opuesto de la celda, sollozando:
- ¿Qué os hemos hecho? ¿Qué os hemos hecho?
La casa de los Masiá estaba ubicada en la calle de Orient,
la parte más antigua del pueblo, y daba a dos calles. La
entrada principal estaba en la calle de Orient y la trasera
tenía dos grandes portalones, con postigo, que daban a la
calle Huertas. La casa tenía una entrada con unas amplias
puertas, que daban al patio, y otras cuatro puertas; tres a
los dormitorios y una, a la derecha, la del salón. Al final
del pasillo, a la derecha, había una sala de estar-comedor,
con una chimenea, en donde la familia pasaba la mayor
parte del tiempo durante los largos meses de invierno.
Por una pequeña puerta se entraba a una gran cocina, con
una ventana y un portón al patio interior, una chimenea
de campana y, en el lado opuesto de la chimenea, una
despensa.
Elisa's kind heart and after striking her on the head with
the butt of his rifle he said to them, "Who are the the
poor wretches now, sanctimonious whores; you, whom
they're going to take on the 'paseo' tonight, or us?"
Stunned by the blow, Señora Elisa fell unconscious on to
the mattress in a comatose state. Señora Aranda,
terrified, sought refuge in the opposite corner of the cell,
sobbing, "What have we done to you? What have we
done to you?"
The Masiá house was situated in Calle de Orient (East
Street), the oldest part of
the village, and it faced on
to two streets. The main
entrance was in the Calle
de Orient and the back had
two imposing studded
doors, with a smaller side
door, which faced the Calle
Huertas (Orchard Street).
The house had a lobby with some wide doors which
opened on to the patio, and another four doors: three to
the bedrooms and one, to the right, to the living room.
At the end of the passage, to the right, there was a livingcum-dining room, with a fireplace, where the family spent
most of the time during the long winter months.
Through a small door one entered a large kitchen, with a
window and a main door to the inside patio, a range, and,
on the side opposite the range, a pantry.
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Había también, en un rincón del patio interior, un cuarto
de aseo con un wáter y vistosos azulejos. Delante de la
ventana de la cocina, en el patio interior, había un pozo
artesiano con un pozal en el brocal y un arco de hierro de
donde colgaban, de una polea, una rebañadera y la soga
del pozal. El brocal del pozo y las paredes del patio,
después de haber sido pintadas con cal durante cientos de
años, parecían estar recubiertas por la alcorza de una
tarta. El patio estaba lleno de macetas con geranios. En
el pasado, existió otro pozo dentro de la cocina; pero
ahora, sólo quedaba la viga-travesaño de donde, en su día,
colgó la polea.
Después de subir unos peldaños, se salía, por la cocina, a
la parte trasera de la casa. Allí estaban, al final del corral,
el establo, a la derecha, y un pequeño jardín, a la
izquierda. Había también otro wáter, en un rincón del
jardín, y un pozo negro que recogía las aguas inmundas
de los dos retretes. A la derecha, antes del establo, había
un espacio abierto en donde se hacía la matanza del cerdo
y se dejaban la tartana y el carro. Enfrente, a la izquierda,
había un cuarto-lavadero con grandes lebrillos, usados
para poner la ropa sucia, con agua muy caliente, la noche
antes de ser lavada en el lavadero. También había un
anaquel para la limpieza de los zapatos. En el establo,
había dos caballos, usados para la labranza y la tartana; en
el pequeño jardín crecían un limonero, un nispolero, un
galán de noche, plantas aromáticas y rosales. Con la
llegada de la primavera, el jardín se llenaba de mirlos y
gorriones. En el rincón más apartado del jardín estaba la
In a corner of the inside patio there was also a washroom
with a lavatory and colourful tiles. Opposite the kitchen
window, in the inside patio, there was an artesian well
with a bucket on the well kerb and an iron arch where,
from a pulley, hung 'una rebañadera' (a hook to pull out
anything that fell into the well) and the rope for the
bucket. The rim of the well and the walls of the patio,
having been painted with whitewash over the course of
hundreds of years, appeared as if coated with icing from
a cake. The patio was full of pots of geraniums. In the
past there existed another well inside the kitchen, but
now all that remained was the cross beam from where, in
its day, the pulley hung.
After going up some steps one went out through the
kitchen, to the back part of the house. There, at the end
of the yard, to the right, there was the stable, and a little
garden to the left. There was also another lavatory, in a
corner of the garden, and a cess pit that collected the
foul water from the toilets. To the right, before the stable,
there was an open space where they used to kill and
butcher the pig and where they would leave the carriage
and the cart. Opposite, on the left, there was a laundry
room with great earthenware tubs, used for putting the
soiled clothes into, with very hot water, the night before
they were to be washed in the sink. There was also a
shelf for the cleaning of shoes. In the stable there were
two horses, used for working the land and for the
carriage; in the little garden grew a lemon tree, a medlar
tree, a night jessamine (Spanish Jasmine), aromatic plants,
and rose bushes.
With the arrival of Spring the garden filled with
blackbirds and sparrows. In the furthest corner of the
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pocilga, donde se criaba un cerdo, todos los años, para la
matanza. Algunas aves de corral pululaban libremente por
el jardín. Arriba de la cocina estaban las dos habitaciones
para el servicio. Los graneros estaban en el primer piso de
la casa.
garden was the pigsty, where a pig was reared every year
for the matanza (butchering). A few chickens roamed
freely through the garden. Upstairs over the kitchen
there were two rooms for the domestic helpers. The grain
stores were on the first floor of the house.
En la sombría celda, la señora Elisa iba a revivir, entre las
horas del mediodía y la llegada de la hora del ‘paseo’,
retrospectivas de episodios de los cuarenta y cinco años
de su vida. El primer recuerdo que pasó por su mente,
como un relámpago, fue el humo de la locomotora del
tren perdiéndose entre las verdes acacias de altas copas
redondas. Sus padres la habían llevado a ver la llegada del
primer tren a Alberic. Era un día de verano de 1895.
Todo el pueblo, en masa, se había reunido en la estación,
con el Ayuntamiento en pleno, las autoridades militares,
los representantes eclesiásticos y la banda de música.
Aunque Eliseta, que así se llamaba la señora Elisa de
pequeña, sólo tenía entonces cuatro años, recordó la
procesión de la gente, seguida de la banda de música, de
camino a la Plaza Mayor.
In the dismal cell, between the hours of midday and the
arrival of the 'paseo' hour, Señora Elisa would relive
flashbacks of episodes from the forty-five years of her
life. The first memory that passed through her mind, like
a lightning flash, was the smoke from the trains engine
disappearing amongst the green acacias with their tall
round tops. Her parents had taken her to see the arrival
of the first train to Alberic. It was a summer day in 1895.
The whole village en masse had gathered at the station,
with the full town council, military authorities,
representatives of the Church, and the band. Although
Eliseta (which is what she was called when she was a little
girl) was then only four years old, she recalled the people,
followed by the band, processing along the way to the
Main Square.
Después de que varias blancas lagunas luminosas pasaran
por su mente, la señora Elisa se vio jugando, con su
muñeco favorito, debajo de la gran mesa de la cocina. El
portón del patio interior y la pequeña puerta, por donde
se salía al establo, estaban abiertos. Era todavía verano y
hacía mucho calor. Dos albañiles estaban picando las
paredes de la despensa, para poner nuevas estanterías de
obra. Las de madera, con el paso de los años y la
After several luminous, blank gaps had passed through
her mind, Señora Elisa saw herself playing with her
favourite doll under the big kitchen table. The main door
of the inside patio and the little door, which led to the
stable, were open. It was still summer and was very hot.
Two bricklayers were chipping at the walls of the pantry
to put up new work shelves. The wooden ones, with the
passing years and woodworm, were in a deplorable state.
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carcoma, estaban en un estado deplorable. Uno de ellos,
al dar un golpe con su piqueta, descubrió un pequeño
nicho que contenía una orza vidriada con dibujos azules.
En seguida, llamó a don Federico, el padre de Eliseta.
Éste abrió la sellada orza y vio que estaba llena de
monedas de oro y de plata.
La casa de la calle de Orient había pertenecido, a
principios del siglo XVII, a una rica familia morisca que
tenía una alfarería y se dedicaba a la manufactura de
vasijas y platos de barro. Esta afirmación es apoyada por
la aparición de muchos restos de cerámica pintada en
azul, desde el siglo XV a principios del XVII,
encontrados en las varias reformas hechas en la casa
durante el siglo XIX y la primera mitad del XX.
La orden de expulsión de los moriscos de Alberic, del
mes de septiembre de 1609, decía que tenían que
abandonar sus casas en el plazo de tres días y llevar sólo
lo que pudiesen en sus personas, antes de embarcar en los
navíos que los llevarían a Orán y a Argel. La familia
morisca de la casa de la calle de Orient, temiendo ser
asaltada y robada de camino al puerto de Denia, se vio
forzada a ocultar, en un hueco del muro de la despensa,
los reales de plata y los escudos de oro, ahorros de toda
una vida, con la esperanza de recuperarlos algún día.
One of the workmen, striking a wall with his pickaxe,
discovered a small niche which contained a glazed
earthenware jar with blue patterns. Straight away he called
Don Federico, Eliseta's father. He opened the sealed jar
and saw that it was full of gold and silver coins.
At the beginning of the seventeenth century the house in
the Calle de Orient had belonged to a rich Moorish
family who had a pottery dedicated to the manufacture
of earthenware plates and vessels. This fact is supported
by the appearance of many other pieces of blue-painted
ceramics, from the fifteenth century to the beginning of
the seventeenth, found during the various improvements
made in the house during the nineteenth century and the
first half of the twentieth.
The order of September 1609 for the expulsion of the
Moriscos from Alberic, dictated that they must abandon
their homes in the
space of three days and
only take what they
could carry with them,
before embarking on
the boats that would
take them to Orán and
to Argel. The Moorish
family from the house
on Calle de Orient,
fearing that they might be assaulted and robbed on the
road to the port of Denia, were forced to hide their life
savings in a hole in the wall of the pantry - the reales of
silver and the escudos of gold - in the hope of recovering
it all some day.
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No hace falta decir que este afortunado hallazgo dejó un
recuerdo imborrable en el subconsciente de la pequeña.
Don Federico, con parte del hallazgo, compró una tartana
y un caballo blanco. Además, regaló unos candelabros
para el Altar Mayor de la iglesia parroquial de San
Lorenzo Mártir y encargó, a unas monjas, que bordaran
un mantel de hilo para el mismo altar. Desde entonces la
casa de la calle Orient limpió los candelabros y custodió
el mantel, que se usó el día de la fiesta de San Lorenzo,
con la excepción de los tres años de la Guerra Civil, hasta
la muerte de la señora Elisa, el día de San José de 1967.
Después, guardó el resto de las monedas en un cajónsecreter, que había debajo del cajón del gran arcón del
siglo XVII, usado para guardar la ropa de hilo y las
mantas.
Needless to say this lucky find left an indelible memory in
the little girl's subconscious. With part of the hoard Don
Federico bought a carriage and a white horse. In addition,
he donated some candelabras for the High Altar of the
Parish Church of San Lorenzo Martyr, and commissioned
some Nuns to embroider a linen cloth for the same Altar.
From then on the house in the Calle de Orient cleaned
the candlesticks and looked after the Altar cloth which
was used every feast day of San Lorenzo, with the
exception of the three years of the Civil War, until
Señora Elisa's death on the day of San José in 1967.
Afterwards the rest of the coins were kept in a secret
compartment that was underneath the drawer of the
great seventeenth century chest, used for keeping linen
clothes and blankets.
El padre de Eliseta era el hijo pequeño de una rica familia
de ascendencia judía. La familia, originaria de Zaragoza,
se había convertido al cristianismo, para evitar la
expulsión, en 1492. La familia Masiá, después de rescatar
parte del capital que había acumulado como banqueros
judíos, emigró a la ciudad de Valencia. Con el transcurso
de los años, viviendo como cristianos nuevos, fueron
invirtiendo su dinero en este reino.
Eliseta's father was the younger son of a rich family of
Jewish origin. The family, originally from Zaragoza, had
converted to Christianity so as to avoid the Expulsion in
1492. After having managed to get back part of the
capital which it had accumulated as Jewish bankers, the
Masiá family moved to the city of Valencia. With the
passing of the years, living as new Christians, they went
on investing their money in this region.
Después de la sentencia final, por la que Alberic fue
incorporado definitivamente a la Corona, la familia Masiá
compró en esta villa, en 1836, cien fanegadas de tierra de
arrozal y huerta, una era, al sur del pueblo, y una casa en
la calle de Orient, que arreglaron para su uso. Más tarde,
After the final ruling in which Alberic was conclusively
incorporated under the Monarchy, in 1836 the Masiá
family bought a hundred 'fanegadas' (about 159 acres) of
rice- and vegetable-growing land in this small town, a
threshing patch to the south of the village, and a house in
the Calle de Orient that they made suitable for their use.
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arrendaron todas las tierras y la era a la familia Sanz y
Forés, vecinos de Alberic. También, le dejaron las llaves
de la casa para que la cuidaran y pudieran dejar los aperos
de la labranza, el carro y el caballo, en el corral de la parte
trasera.
Desde esta fecha, todos los años, un administrador de los
Masiá solía ir desde Valencia a Alberic para recoger la
renta anual de sus fincas. En el año 1889, por causa de
enfermedad, el administrador no pudo ir. Los Masiá
acordaron que Federico, el hijo menor, fuese en su lugar.
Al llegar a la casa de Vicente Sanz y Forés, el joven
visitante fue recibido con la cortesía y amabilidad
acostumbradas. Después de pagarle las rentas, el señor
Vicente le invitó a que se quedara a comer. Su única hija,
Vicenta María, preparó una suculenta comida para
obsequiar al distinguido huésped. La joven tenía
diecinueve años y era rubia, con los ojos de un intenso
azul.
Se decía en el pueblo, que los antepasados del señor
Vicente eran descendientes de los moriscos del Valle del
Jalón, en Aragón, que habían logrado escapar a la
expulsión en 1610, escondiéndose en las montañas, y que
habían llegado a Alberic a mediados del siglo XVII. Si
esto era verdad o mentira, nunca se pudo probar; pero los
antepasados del señor Vicente habían sido excelentes
agricultores y él mantenía la tradición familiar.
Later they leased all the land and the threshing floor to
the Sanz y Forés family, local Alberic people. They also
left the keys of the house with them so that they could
look after it, and would be able to leave the work
implements, the horse and the cart in the yard at the
back.
Each year after this date an administrator from the Masiá
family would go from Valencia to Alberic to collect the
annual rent for its estates. In the year 1889 the
administrator was unable to go, due to illness. The Masiá
family agreed that Federico, the younger son, should go
in his place.
Arriving at the house of Vicente Sanz y Forés the young
visitor was received with the usual courtesy and kindness.
After paying him the rent Señor Vicente invited him to
stay and eat with him. His only daughter, Vicenta María,
prepared a succulent meal so as to lavish attention on the
distinguished guest. The girl was nineteen years old, fair
haired, and with intense blue eyes.
It was said in the village that Señor Vicente's forebears
were descendants of the Moriscos from Valle de Jalón in
Aragón, who had managed to escape the expulsion in
1610 by hiding in the mountains, and that they had
arrived in the village of Alberic in the middle of the
seventeenth century. Whether this was true or false noone could prove, but Señor Vicente's forbears had been
excellent farmers, and he maintained the family tradition.
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Los encantos de Vicenta María cautivaron a Federico que
no sólo quedó prendado de la belleza de la joven, sino
también impresionado por su madurez y vitalidad.
La madre de Vicenta María había muerto de parto,
durante el nacimiento de su primera hija, y el señor
Vicente había criado a la niña con la ayuda de sus abuelos
maternos.
Vicenta María's charms captivated Federico who was not
only taken by the beauty of the young woman but was
also impressed by her maturity and vitality. Her mother
had died in childbirth while Vicenta María, her first
daughter, was being born, and Señor Vicente had brought
up the little girl with the help of her maternal
grandparents.
Por su parte, Vicenta María se sintió atraída por la
elegancia y la gallardía del joven Federico. A pesar de los
años que habían transcurrido desde la expulsión, Federico
conservaba los rasgos judíos de sus antepasados. Era alto,
esbelto como un junco, moreno, con los ojos
intensamente negros y una nariz, ligeramente, aguileña.
Pronto, los dos jóvenes se dieron cuenta de que aquel
encuentro fortuito iba a influir en el resto de sus vidas.
On her part, Vicenta María felt attracted by young
Federico's elegance and gallantry. Despite the years that
had passed since the expulsion Federico had kept the
features of his ancestors. He was tall, slender as a reed,
dark, with intense black eyes and a somewhat aquiline
nose.
Al volver a Valencia, Federico habló con sus padres,
entusiásticamente, de su visita, del señor Vicente y de su
hija.
El padre de Federico, don Samuel Masiá y Cepeda, era
abogado y vivía con su mujer, doña Sara Cuellar del Valle,
en un amplio piso de la calle del Mar, en el centro de
Valencia. Tenían dos hijos, Federico, el menor, y Sam, el
mayor, que era teniente de infantería y había escogido la
carrera militar, en contra de la voluntad de su padre, a
quien le hubiera gustado que su hijo mayor hubiese sido
abogado.
Federico, no pudiendo olvidar su encuentro con Vicenta
María, volvió a Alberic, mientras sus padres creían que
estaba en la Universidad. Después de tres meses de
Soon the two young people realised that that chance
meeting was going to influence the rest of their lives.
On returning to Valencia, Federico spoke enthusiastically
to his parents about his visit, about Señor Vicente and
about his daughter.
Federico's father, Don Samuel Masiá y Cepeda, was a
lawyer who lived with his wife, Doña Sara Cuellar del
Valle, in a large apartment in the Calle del Mar in the
centre of Valencia. They had two sons, Federico, the
younger, and Sam, the elder, who was a lieutenant in the
infantry and who had chosen a military career against the
wishes of his father, who would have liked his eldest son
to have been a lawyer.
Federico, not being able to forget his meeting with
Vicenta María, returned to Alberic, while his parents
believed him to be at the University. After three months
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encuentros clandestinos en la Montañeta de Alberic, los
jóvenes decidieron hablar con el padre de Vicenta María
para decirle que se querían y que, si él les daba su
permiso, querían casarse. El señor Vicente no se
sorprendió del requerimiento de los jóvenes ya que se
había dado cuenta, desde la primera visita de Federico, de
cómo el joven miraba a su hija. El padre de Vicenta María
le dijo a Federico que él le concedería la mano de su hija
en matrimonio, pero antes Federico debería hablar con
sus padres y, si éstos accedían a sus deseos, terminar sus
estudios de abogado antes de casarse. Federico le
contestó que él nunca había querido ser abogado y que
estaba estudiando leyes para no disgustar a su padre,
después de la decepción que se llevó con su hermano al
elegir éste la carrera militar. Le añadió que hablaría con
sus padres, pero que, aunque ellos le negaran el permiso,
él seguiría con su empeño de casarse con Vicenta María.
of clandestine meetings in the Montañeta of Alberic the
young people decided to talk to Vicenta María's father to
tell him that they loved each other and that, if he gave
them permission, they wanted to marry. Señor Vicente
was not surprised at the young couple's request, as he had
already noticed, from Federicos first visit, the way in
which the young man looked at his daughter. Vicenta
María's father told Federico that he would grant him his
daughter's hand in matrimony, but before that Federico
would have to speak with his parents and, if they agreed,
finish his law studies before marrying. Federico answered
that he had never wanted to be a lawyer and that he was
studying law so as not to displease his father after the
disappointment he had had with his brother choosing a
military career. He added that he would speak to his
parents, but that even if they refused their permission, he
would keep his pledge to marry Vicenta María.
Cuando Federico les dijo a sus padres que estaba
enamorado de Vicenta María, que quería dejar sus
estudios y que deseaba casarse con ella, su padre se opuso
rotundamente a su matrimonio con ‘una campesina’.
Además, le amenazó con desheredarle si no terminaba la
carrera de leyes y se casaba con ella. Finalmente, le dijo
que renegaría de él como hijo, si le desobedecía:
- Si te casas con esa ‘campesina’, en contra de mi
voluntad, dejarás de ser mi hijo y se te cerrará la puerta de
esta casa para siempre. El umbral se te volverá más alto
que el Micalet.
A pesar de los ruegos de su madre; ni el padre, ni el hijo,
quisieron ceder. Ésta fue la última vez que don Samuel
vio a su hijo. Federico hizo las maletas con la ayuda de su
When he told his parents that he was in love with Vicenta
María, that he wished to leave his studies, and that he
wanted to marry her, his father roundly opposed his
marriage to 'a peasant.' Moreover he threatened to
disinherit him if he did marry her and did not finish his
law studies. Finally he told him he would renounce him
as his son if he disobeyed him. "If you marry a 'peasant,'
against my will, you will cease to be my son and the door
of this house will be closed to you for ever. The
threshold will become higher than the Micalet (Valencia
Cathedral tower)." In spite of his mother's pleadings
neither the father nor the son would give way. This was
the last time Don Samuel saw his son. Federico packed
11
hermano, mientras su madre le decía a la muchacha que
preparase una taza de tila para su marido. Su excitación la
preocupaba, ya que don Samuel padecía una seria lesión
de corazón.
Después de despedirse de su hermano y de su llorosa
madre, Federico cruzó el umbral de su casa por última
vez.
La boda se celebró al final del verano en la parroquia de
San Lorenzo de Alberic. Fue una sencilla ceremonia
familiar, a la que asistieron los parientes cercanos del
señor Vicente y de la familia de don Federico, sólo su
hermano Sam. Unos vecinos curiosos se habían
congregado a la salida de la iglesia para ver a los recién
casados.
Los dos años que siguieron a la llegada del tren y el
hallazgo de la orza con las monedas fueron años de
tranquilidad y prosperidad. Don Federico, que había
dejado sus estudios después de la discusión con su padre,
se había incorporado fácilmente a su nueva vida en
Alberic. Su carácter campechano y cordial le había
ganado el aprecio de la gente; especialmente de las
mujeres, que se paraban al verlo pasar, montado en su
caballo blanco, con el sombrero panameño, de camino a
sus tierras. El señor Vicente le solía repetir:
- Algún día lograré de ti que seas un buen labrador.
Las cosechas prosperaban y don Federico disfrutaba de
su nueva libertad, en la fértil huerta alberiquense, y la
his cases with his brother's help, while his mother told the
maid to prepare a cup of lime-flower tea for her
husband. She was worried that his getting so worked up
would bring on a serious heart attack. After taking leave
of his brother and his tearful mother Federico crossed
the threshold of his home for the last time.
The wedding was celebrated at the end of summer in the
Parish Church of San Lorenzo in Alberic. It was a simple
family ceremony attended by the near relatives of Señor
Vicente and just Federicos brother Sam from his side. A
few curious neighbours had gathered at the church door
to see the newly married couple as they came out.
The two years that followed the arrival of the train and
the finding of the jar of coins were years of peace and
prosperity. Don Federico, who had left his studies after
the argument with his father, had slipped easily into his
new life in Alberic. His cheerful and cordial character had
gained him people's esteem, especially the women, who
would stop when seeing him pass, mounted on his white
horse, with his Panama hat, on the way to his fields.
Señor Vicente would often say, "Some day I'll succeed in
making you a good farmer."
The harvests prospered and Don Federico enjoyed his
new freedom in the fertile land around Alberic, and the
1 2
armonía en la casa de la calle de Orient, con su mujer,
Eliseta y Sebastiana.
Sebastiana, a la que la señora llamaba Sebe, era la mujer
de confianza y la encargada de la compra y la cocina.
Esto le daba a la madre de Eliseta más tiempo libre para
pasarlo con su marido y su hija. También trabajaba en la
casa, como doméstica, una muchacha llamada Rosa;
aunque, de acuerdo con lo que decía la señora Vicenta
María, las jóvenes sólo se quedaban en la casa mientras
aprendían los quehaceres del buen servicio y después
buscaban un empleo en Valencia, ya que estaba mejor
remunerado.
La próxima retrospectiva, con la que la señora Elisa
volvió a su pasado, ocurrió en el otoño de 1897. Se vio en
la amplia entrada de la casa y oyó a su madre que estaba
hablando con Sebe:
- Sebe, el médico ha dicho que lo que tiene mi marido es
tifus. Dile a Rosa que lleve a la niña a la casa de mi padre.
Al casarse, Vicenta María le había pedido a su padre que
fuera a vivir con ellos en la casa de la calle Orient, pero él
había preferido quedarse en su propia casa.
Más tarde, vio a su padre, en el salón de la casa, dentro de
un ataúd con asas plateadas, sobre dos caballetes
cubiertos por una tela de terciopelo negro, con flecos
harmony in the house on Calle de Orient with his wife
(Vicenta María), Eliseta (his daughter), and Sebastiana.
Sebastiana, whom Señora Vicenta María called Sebe, was
the housekeeper and in charge of the shopping and the
cooking. This gave
Vicenta María more
free time to spend
with her husband and
daughter. There also
worked in the house,
as a domestic help, a
girl called Rosa, although
according to Señora
Vicenta María, the young
people only stayed in the house while they learned how to
do the household chores well, and afterwards they would
seek employment in Valencia where the pay was better.
The next flashback, with which Señora Elisa returned to
her past, occurred in 1897. She saw herself in the wide
entrance hall to the house and heard her mother talking
to Sebe. "Sebe, the doctor has told me that my husband
has typhus. Tell Rosa to take the child to my father's
house."
On marrying, Vicenta María had asked her father if he
would live with them in the house on Calle de Orient, but
he had preferred to stay in his own home.
Later on she 'saw' her father in the living room of the
house, inside a coffin with silvery handles, on top of two
trestles covered with a black velvet cloth with gold flecks.
1 3
dorados. A la cabeza del ataúd estaba la cruz de madera
del siglo XVIII que se solía usar cuando alguien de la
familia fallecía. Había cuatro candelabros con gruesas
velas, en las cuatro esquinas del sencillo catafalco. Habían
cubierto el espejo del salón con una sábana blanca, ya que
existía una superstición popular en la que se decía que si
el cuerpo del difunto se reflejaba en el cristal, el alma
nunca podría encontrar eterno descanso.
Varias mujeres, vestidas de negro y con velos
cubriéndoles la cabeza, estaban sentadas en el sofá y las
sillas que se habían colocado alrededor del catafalco en el
salón.
At the head of the coffin was the wooden eighteenthcentury cross that was always used when one of the
family died. There were four candelabras with thick
candles in the four corners of the simple catafalque. The
living room mirror had been covered with a white sheet
because of a popular superstition that if the dead
person's body was reflected in the glass the soul would
never be able to find eternal rest.
El cultivo del arroz producía, especialmente durante los
meses de mayo, junio, julio y agosto, miasmas mortíferos
por la putrefacción de los vegetales. Las muertes por tifus
y paludismo aumentaron en Alberic desde el día que los
arrozales desterraron a los trigales del término del pueblo.
Hay un proverbio antiguo que dice: ‘Si vols viure poc y
ferte ric ves a Alberic’. Tristemente, este pronóstico fue
verdad con el padre de Eliseta; las altas fiebres, los
continuos vómitos y la diarrea condujeron a don Federico
a un estado progresivo de anemia que puso fin a sus días,
a la puesta del sol, de un cálido día de septiembre. Don
Federico murió, en plena juventud, a pesar del cariño y
los esmerados cuidados de su mujer y Sebe.
The cultivation of rice produced deadly fumes, especially
in the months of May, June, July and August, from the
putrefaction of the plants. Deaths from typhus and
malaria increased in Alberic from the day that rice fields
replaced the wheat fields in the vicinity of the village.
There is an ancient proverb that says "If you want to live
a short life and grow rich, go to Alberic." Sadly this
prediction was true for Eliseta's father: the high fevers,
continuous vomiting and diarrhoea drove Don Federico
into a progressive state of anaemia which put an end to
his days one hot September day at sunset. Don Federico
died, in the fullness of youth, in spite of the affection
and painstaking care of his wife and Sebe.
La Plaza del Convento estaba completamente desierta. El
sofocante calor de la hora de la siesta hacía que toda la
gente buscara refugio en los lugares más apartados y
frescos de las casas. En la celda, la señora de Aranda,
después del agotamiento causado por su avanzada edad,
Convent Square was completely deserted.
The
suffocating heat of the siesta made everyone seek refuge
in the most remote and cool places of their houses. In
the cell Señora Aranda was asleep with exhaustion due to
A few women, dressed in black and with veils covering
their heads, were seated on the sofa and chairs which had
been placed around the catafalque in the living room.
1 4
los agravios pasados y cansada de llorar, se había
adormecido. La señora Elisa reposaba ahora, tranquila, en
el balsámico frescor de la celda. Su mente vagó al día en
que su madre la llevó en el tren a Valencia, para que ella
conociera a sus abuelos paternos:
her advanced age, the past insults, and tiredness from
crying. Señora Elisa rested now, peaceful in the balmy
coolness of the cell. Her mind wandered to the day
when her mother took her on the train to Valencia to get
to know her paternal grandparents.
Sentada en la ventanilla del tren, veía pasar, a través del
humo, los campos cultivados de la fértil huerta
valenciana. De cuando en cuando, el tren se paraba en un
pueblo y la gente subía con bolsas y paquetes.
Sitting by the train's little window she saw, through the
smoke, the cultivated fields of the fertile Valencian land
pass by. From time to time the train would stop at a
village, and people would get on with bags and packages.
Ahora se encontraban a la puerta del piso de la calle del
Mar. La señora Vicenta María hizo sonar el timbre de la
puerta; una muchacha, con delantal y cofia blancos, les
abrió la puerta. Después, les preguntó qué deseaban:
- Por favor – le dijo la señora Vicenta María - diga a don
Samuel y a su señora que su nieta acaba de llegar con su
madre.
Now they found themselves at the door of the apartment
in Calle del Mar. Señora Vicenta María rang the bell. A
maid with white apron and cap opened the door. She
asked what they wanted. "Please," said Señora Vicenta
María, "tell Don Samuel and your mistress that her
grand-daughter has just arrived with her mother."
La muchacha las condujo, por el largo pasillo, a un salón
y les dijo que se sentaran, mientras ella iba a hablar con
doña Sara.
Eliseta tenía seis años y estaba un poco nerviosa. Su
madre le había comprado un bonito vestido de terciopelo
negro con puntillas blancas, unos calcetines blancos y
unos zapatos negros de charol. Ella llevaba un sencillo
vestido negro y un manto, del mismo color, cubriéndole
la cabeza. En el salón, había una blanda alfombra, una
vitrina con objetos de plata y peltre, un gran espejo, sofás
y una mesita, con libros y porcelanas. Se abrió una de las
puertas, que daban al salón, y apareció la madre de su
marido. Doña Sara era una señora muy alta, delgada y
distinguida.
The girl led them along a wide passage to a drawingroom and told them to sit down while she went to speak
to Doña Sara.
Eliseta was six years old and was a little nervous. Her
mother had bought her a lovely dress of black velvet with
white lace trimmings, white socks, and black patent
leather shoes. She wore a simple black dress, with a shawl
of the same colour covering her head. In the room was a
soft carpet, a display cabinet with silver and pewter
objects, a large mirror, sofas, and a little table with books
and porcelain trinkets. One of the doors which led off
the room opened and there was her husband's mother.
Doña Sara was a very tall lady, slim and distinguished.
1 5
Después de que una nube de tristeza dejara de velar sus
ojos, se dio cuenta del gran parecido de la pequeña con su
hijo:
- Ven, - le dijo dulcemente a Eliseta – dale un beso a tu
abuela. ¿Sabes que te pareces mucho a tu padre cuando
tenía tu edad?
La pequeña, se acercó tímidamente a su abuela y le
dio un beso.
- Disculpen, pero mi marido no puede verlas. Está muy
delicado y agobiado por el resentimiento. Mi hijo Sam
está en Marruecos, destinado al cuartel de infantería de
Melilla. Los disturbios en Marruecos le impidieron asistir
al funeral de su hermano. Yo tuve miedo de dejar a mi
marido solo. Él siempre ha tenido un corazón débil, pero
desde que echó a nuestro hijo pequeño de casa su salud
empeoró; no sólo se vio forzado a dejar de trabajar, sino
que ahora ya nunca sale de casa.
After a veil of sadness had left her eyes she realised that
there was a great likeness between the little girl and her
son. "Come," she said kindly to Eliseta, "Give your
Grandmother a kiss. Do you know that you look very
like your father when he was your age?"
The little girl went shyly up to her Grandmother and gave
her a kiss.
"I'm sorry but my husband can't see you. He is very frail,
and consumed with bitterness. My son is in Morocco,
assigned to the infantry barracks in Melilla. The uprisings
in Morocco prevented him from attending his brother's
funeral. I was afraid to leave my husband alone. He has
always had a weak heart, but since he threw our younger
son out of the house his health has deteriorated: not only
has he been forced to give up work, but he also never
leaves the house now."
Doña Sara le pidió a la muchacha que preparase un
chocolate con pastas para sus invitadas. Luego, empezó a
hacerle preguntas, a su nuera, sobre la vida de su hijo en
Alberic. La tranquilizó saber que su hijo había sido feliz y
hablado de ella muchas veces, con cariño. Don Federico
siempre había dicho que doña Sara era una buena madre
y una excelente esposa, a pesar de tener que soportar el
carácter dictatorial de su marido.
Doña Sara asked the maid to prepare hot chocolate and
some pastries for their guests. Then she began to ask her
daughter-in-law questions about her son's life in Alberic.
She felt calmer knowing that her son had been happy and
had talked often about her with affection. Don Federico
had always said that Doña Sara was a good mother and
an excellent wife in spite of having to put up with the
dictatorial character of her husband.
Como se hacía la hora de ir a coger el tren, para volver a
Alberic, la señora Vicenta María dijo:
- Lo siento mucho pero tenemos que irnos pronto, si no
vamos a perder el tren.
- Esperen un momento.
As it was time to go and catch the train back to Alberic,
Señora Vicenta María said, "I'm very sorry but we have to
go soon if were not going to miss the train."
"Wait a moment."
1 6
Doña Sara dejó el salón. Unos minutos más tarde, volvió
con dos cajitas en la mano:
- Este abanico me lo dio mi abuela, cuando yo tenía tu
edad. Ahora quiero que tú lo tengas, para que te acuerdes
siempre de mí.
El abanico era de marfil y estaba pintado con unas
bonitas escenas campestres. Después, dirigiéndose a su
hija política le dijo:
- Siempre guardé estos pendientes para dárselos a la
mujer de mi hijo menor, en el día de su boda. Espero que
los acepte; aunque lleguen un poco tarde. Luego añadió: Eliseta es nuestra nieta y yo estoy segura de poder
convencer a mi marido para que todas nuestras
propiedades en Alberic sean para ella. El hecho de que no
se les haya pedido el arriendo durante estos años es
prueba de que, en su enfermo y orgulloso corazón, ya
hace tiempo que perdonó a nuestro hijo; aunque, su
amargura, nacida de su tremenda equivocación al querer
imponer su voluntad, le hace que viva torturado por el
remordimiento.
Desde la muerte de su mujer, el padre de la señora
Vicenta María nunca había sido el de antes; aunque la
ilusión de su hija y el trabajo en el campo habían hecho
posible que viviera una vida tranquila y conformada. La
muerte de su joven yerno, a quien había cogido cariño,
fue un golpe demasiado duro que terminó quebrantando
su ya delicada salud. Así que, después de sufrir un fuerte
resfriado y querer ir al campo en el invierno, sin estar
Doña Sara left the room. A few minutes later she came
back with two small boxes in her hand. "My grandmother
gave me this fan when I was your age. Now I want you to
have it so that you'll always remember me."
The fan was of ivory and was painted with pretty country
scenes. Then, addressing her daughter-in-law, she said, "I
always kept these earrings to give to my younger son's
wife on their wedding day. I hope you will accept them
even though they arrive rather late." Then she added,
"Eliseta is our grand-daughter and I am sure I'll be able
to convince my husband that all our property in Alberic
should go to her. The fact that he never asked you for
the rent during all these years is proof that, in his sick
and proud heart, its high time he forgave our son;
however, his bitterness, born of his dreadful mistake in
wanting to impose his will, causes him to live tortured by
remorse."
After the death of his wife Vicenta María's father had
never been the same: however his daughter's enthusiasm
and his work in the fields had made it possible to live
quietly and with resignation. The death of his young sonin-law, to whom he had taken a liking, dealt a blow too
severe which finally broke his already delicate health. So,
after suffering a bad cold, and wanting to go out into the
fields in the winter before he had completely recovered,
1 7
completamente recuperado, cogió una neumonía y murió
a la edad de cincuenta y cuatro años.
Su muerte dejó a su hija con la responsabilidad de la niña
y de todas las tierras. La señora Vicenta María siempre
había sido una mujer muy fuerte. Se decía, que le torció la
cabeza a una rata que se le había metido por debajo de su
largo vestido; pero las muertes de sus dos seres queridos
la habían dejado sin fuerzas para seguir viviendo. El paso
del tiempo, la ayuda de la fiel Sebe y su fuerte voluntad
hicieron posible que aceptara el nuevo statu quo de su
vida y que hiciera frente a su triste presente.
En primer lugar, buscó a un labrador de confianza que la
ayudara a llevar las tierras. Ricardo, el hermano de Sebe,
que no tenía un trabajo fijo, se ofreció a ayudarla:
- Yo podría encargarme de los caballos e ir a contratar a
los jornaleros en el mercado del trabajo de la Plaza
Mayor.
Alberic era un pueblo agrícola en donde existía una gran
división de clases; aunque, la gente considerada ‘rica’, no
se la podía calificar de ‘grandes terratenientes’. La
diferencia con la clase ‘pobre’, estribaba en que este
grupo no tenía, en muchos casos, bastante para comer. La
mayoría de los jornaleros eran temporeros y sólo había
trabajo para todos durante la siega del arroz y la
recolección de las naranjas. Muchas de estas familias
pobres vivían en La Troneta, un barrio ubicado entre la
calle de la Virgen de Cullera y la Plaza de Portugal, muy
cerca de la calle Huertas. Algunas de ellas vivían en
cuevas sin agua potable. El resto vivía en casitas humildes
de una planta. En una pequeña plaza hundida, ‘El Clot’,
había una fuente y las mujeres iban allí, con cántaros, a
por agua. Usaban tinajas como letrinas; esto producía un
he caught pneumonia and died at the age of fifty-four
years.
His death left his daughter with the responsibility of the
little girl and all the land. Señora Vicenta María had
always been a very strong woman. It was said that she
wrung the neck of a rat which had got up underneath her
long dress: but the death of both of her loved ones had
left her without the strength to carry on living. With the
passing of time, the help of the faithful Sebe and her
strong will made it possible to accept her life's new 'status
quo' and to face up to her sad present.
The first thing she did was to search out a trustworthy
farmer who would help her work the land. Ricardo, Sebe's
brother, who didn't have a fixed job, offered to help her.
"I could take charge of the horses and go and contract
the labourers from the work market in the Plaza Mayor."
Alberic was a farming community in which existed a wide
class division; although people considered 'rich' wouldn't
qualify as 'great landowners'. The difference was that the
'poor' class in many cases did not have enough to eat.
The majority of day labourers were temporary and there
was only work for everyone during the rice harvest and
the orange picking. Many of these poor families lived in
La Troneta, a district situated between the Virgin of
Cullera Street and Portugal Square, very near to Huertas
Street. Some of them lived in caves without drinkingwater. The rest lived in humble little single-storey houses.
In one small sunken square, 'El Clot', there was a
fountain where the women went with pitchers, for water.
They used earthen jars as latrines; this produced a
1 8
desagradable olor en las viviendas y las mujeres
quemaban azúcar para hacer el ambiente menos
maloliente. Las viviendas estaban enjalbegadas y tenían,
en las ventanas, latas con plantas de florecillas rojas y
amarillas. Muchas cuevas, al no tener chimeneas, estaban
ensombrecidas por el humo de las cocinas. Los hombres
iban todos los días, al anochecer o antes de salir el sol, a
la Plaza Mayor para que los contratasen. Aunque el
trabajo temporero estaba mal pagado, si tenían suerte y lo
encontraban, era suficiente para que la familia no pasara
hambre. Las mujeres buscaban colocación, como
sirvientas, en las casas de los labradores ricos.
En La Troneta, vivía La Rorra. Esta mujer se consideraba
la ‘jefa’ de un grupo de chicas ‘guapas’ que se dedicaban a
la prostitución. Se murmuraba en el pueblo que La Rorra
daba de comer a los hombres, pimientos verdes, cocidos
al horno, con granos de granada y una salsa blanca,
preparada por ella, que ponía a los hombres ‘cachondos’.
La mayoría de sus ‘clientes’ la visitaba en busca del placer
sexual y como un medio de escape a sus problemas.
Otra costumbre de los hombres era emborracharse en la
taberna, en donde, algunos de ellos se gastaban el jornal
antes de volver a sus casas.
El padre de Rosa, la joven sirvienta de la casa de la calle
de Orient, era uno de estos hombres. Cuando volvía a
casa y la mujer le pedía el dinero para la compra, en lugar
de dárselo, empezaba a tirar sus pocos enseres por el
suelo y a pegarle. La madre de Rosa, que era una buena
mujer, siempre llevaba el cuerpo lleno de moretones y
magulladuras, resultado de las palizas de su marido.
disagreeable smell inside the dwellings so the women
burned sugar to make the atmosphere less odorous. The
dwellings were whitewashed, and at the windows they
had tin cans with red and yellow flowering plants. Many
caves, not having chimneys, were darkened by the smoke
from the kitchens. The men went off every day to the
Main Square as dusk fell, or before dawn, so as to be
hired. Although the temporary work was badly paid, even
if they were lucky and could find it, it was enough to
prevent the family going hungry. The women would seek
placement as servants in the houses of well-off farmers.
In The Troneta lived La Rorra. This woman considered
herself the 'chief' of a group of 'good-looking' girls who
went in for prostitution. It was rumoured in the village
that La Rorra prepared green peppers baked in the oven,
with pomegranate seeds and a special white sauce (salsa),
for the men to eat, making them randy. The majority of
her 'clients' visited her in search of sexual pleasure and as
a means of escape from their problems.
Another of the men's customs was to get drunk in the
tavern where some of them would spend the day's wages
before going back home.
The father of Rosa, the young servant in the house on
Calle de Orient, was one of these men. When he returned
home and his wife asked him for money for shopping,
instead of giving it to her he'd begin hurling their few
household goods to the floor and striking her. Rosa's
mother, who was a good woman, was always full of cuts
and bruises as a result of her husband's beatings.
1 9
Una vez, la señora Vicenta María fue a verla con Sebe, ya
que Rosa les dijo que su madre no había podido
levantarse después de la última paliza. La señora llamó al
médico que, después de hacerle una meticulosa revisión,
dijo:
- Aunque tiene dos costillas rotas, producto del maltrato,
no es grave y podrá levantarse en unos días.
La señora Vicenta María la visitó con Sebe y le llevó
comida, todos los días, hasta que ella pudo valerse por sí
misma. También le dio unas pesetas de plata, para que no
tuviera que verse forzada a tener que pedir dinero a su
marido, para comprar la comida.
Un sábado, después de haberse recuperado, el marido
volvió borracho por la noche y le pidió el dinero que ‘la
patrona’ le había dado. Aunque la pobre mujer ya lo había
gastado casi todo en comida, él empezó a maltratarla, tal
como tenía por costumbre. Rosa, que estaba dormida en
su cuarto, se levantó y se interpuso entre los dos para
defender a su madre. El padre después de dar un fuerte
empujón a su mujer, que quedó inconsciente por un
golpe en la cabeza, se abalanzó sobre su hija, que cayó de
espaldas en el suelo. El corazón de Rosa empezó a
palpitar como el corazoncito de un pájaro atrapado en
pleno vuelo. Después de rasgarle las enaguas y arrancarle,
de un tirón, las bragas, la violó. En un arrebato de vil
maldad y cobardía, cuando terminó su despreciable acto,
abandonando a las dos mujeres en el suelo, dejó la casa
arrastrando los pies, a causa de su estado de embriaguez,
como si allí no hubiera pasado nada.
Cuando Rosa fue a la casa de la calle Orient el lunes, le
contó a Sebe, llorando, lo que había ocurrido. Sebe se lo
Once, Señora Vicenta María went with Sebe to see her,
after Rosa had told them that her mother had been
unable to get out of bed after the last beating. The Señora
called the doctor who, after making a full examination,
said, "Although she has two broken ribs as a result of her
maltreatment, it's not critical, and she'll be able to get up
in a few days." With Sebe Señora Vicenta María visited
her, taking her food every day, until she could manage by
herself. She also gave her a few silver pesetas so that she
wouldnt have to ask her husband for money to shop for
food.
One Saturday after she had recovered, her husband
returned, drunk, during the night and asked her for the
money that the 'patroness' had given her. Although the
poor woman had already spent most of it on food, he
began to maltreat her in his usual fashion. Rosa, who had
been asleep in her room, got up and tried to intervene
between them so as to defend her mother. Her father,
after giving his wife a fierce shove that left her
unconscious from a blow to the head, rushed at his
daughter who fell backwards on to the floor. Rosa's heart
began to beat hard like the little heart of a bird caught in
full flight. After ripping her petticoat and snatching away
her knickers he violated her. In this outburst of vile
wickedness and cowardliness he left the two women on
the floor. When his despicable act was finished he left the
house, dragging his feet because of his drunken state, just
as if nothing had happened.
When Rosa went to the Calle de Orient house on
Monday she told Sebe, in tears, what had happened. Sebe
20
contó, acto seguido, a la señora Vicenta María. Ésta le
dijo a Sebe que fuera a dar parte a la Guardia Civil,
mientras ella intentaba calmar a la desolada Rosa.
La denuncia surtió efecto y el padre de Rosa fue
encarcelado.
immediately told Señora Vicenta María. She told Sebe
she should go and report the incident to the Civil Guard,
while she herself tried to calm the desolate Rosa.
Este grave incidente dejó a toda La Troneta consternada.
Incluso, La Rorra, que a pesar de lo que decía la gente,
tenía un buen corazón, fue a ver a la madre de Rosa para
ofrecerle su ayuda:
- Si ese canalla vuelve, llámanos.
This grave incident left the whole of La Troneta dismayed.
Even La Rorra who, in spite of what everyone said, had a
good heart, went to see Rosa's mother to offer her help.
"If that swine comes back, call us."
Rosa tardó en recuperarse ya que, a los dos meses de la
violación, sufrió un aborto. Con la ayuda de su madre, los
sabios consejos de la señora Vicenta María, el apoyo
incondicional de Sebe y el paso del tiempo, que todo lo
cura, volvería a ser la de antes.
The report had its effect, and Rosa's father was imprisoned.
It took Rosa a long time to recover, especially as she
suffered a miscarriage two months after the rape. With
her mother's help, Señora Vicenta Marías sensible advice,
Sebe's unconditional support, and the passing of time,
which cures everything, she returned to her former self.
Su padre, poco tiempo después de salir del calabozo, en
una de sus borracheras, fue atropellado por el tren, que le
sesgó las dos piernas. Aunque lo llevaron al hospital,
murió antes de llegar a causa de sus graves heridas.
A short time after leaving his prison cell, and during one
of his drunken binges, her father was run over by a train
which severed both his legs. Although they took him to
the hospital he died before arriving there as a result of
his serious wounds.
Cada vez las retrospectivas eran más claras y seguidas. Se
vio jugando a las bolitas con su prima Natalia, en la calle
Primitiva. Natalia, que tenía un año menos que Eliseta,
era bajita y tenía un lindo rostro con una dulce sonrisa.
Con la ayuda de un palito, las niñas habían dibujado una
serie de rectángulos en medio de la calle y puesto en cada
una de las líneas una bolita de color. Mientras jugaban, la
señora Encarnación Durá, ‘La Barquera’, salió de una de
las casas.
Each time the flashbacks were clearer and more
continuous. Eliseta saw herself playing marbles with her
cousin Natalia in la Calle Primitiva. Natalia, who was a
year younger than Eliseta, was short; she had a pretty face
with a sweet smile. Using a stick the little girls had drawn
a set of rectangles in the middle of the road and had put
a coloured marble on each of the lines. While they
played, Señora Encarnación Durá ("La Barquera", or
"The Ferry Lady") came out of one of the houses.
21
Esta señora, que era una mujer muy religiosa y había sido
la madrina de bautismo de Eliseta, llamó a la niña para
darle el regalo que le había comprado en Lourdes. En esa
época, muy pocas personas del pueblo viajaban al
extranjero y su viaje produjo una gran conmoción. Tenía
el apodo ‘La Barquera’, porque su padre era el dueño de
la barca de Alcocer que unía, por una cuerda, las dos
márgenes del Júcar. En la barca, que tenía incluso
asientos, se podía pasar el río de camino a Villanueva de
Castellón. Alcocer fue un pueblo, muy cerca del río, y sus
habitantes tuvieron que abandonarlo a causa de las
frecuentes riadas. El Júcar se desbordó muchas veces en
el siglo XIX, siendo notorias las riadas de los años 1834,
1864 y 1884. La más dañina fue la riada de 1864, por la
crecida muy rápida de las aguas y el devastador
desbordamiento del río, que alcanzó más de cuatro
metros de altura. El agua inundó las partes más bajas del
pueblo de Alberic: la Plaza Vera, la Plaza del Convento, la
calle Olivera, la calle San Vicente y llegó, incluso, a la
Plaza Mayor.
This lady, who was Eliseta's Godmother and a very
religious woman, called the girl so that she could give her
the present she had bought in Lourdes. At that time very
few people from the village went abroad, and her trip
produced a big commotion. She had the nickname "La
Barquera" because her father was the owner of the boat
at Alcocer which linked the two banks of the Júcar by
means of a rope. On the boat (which actually had seats
in it) one could cross the river on the way to Villanueva
de Castellón. Alcocer was a village very close to the river,
whose inhabitants had to abandon it on account of the
frequent floods. The Júcar burst its banks many times in
the nineteenth century, the floods of 1834, 1864 and
1884 being notorious. The most damaging was the 1864
flood because of the devastating overflowing of the river
and the rapid rise of the water which reached a height of
over four metres. The water inundated the lower parts of
Alberic village: la Plaza Vera, la Plaza del Convento,
Olivera Street, San Vicente Street, and it even reached the
Main Square.
La señora Encarnación le dio una caja de madera que
contenía, cuidadosamente embalada, una imagen de la
Virgen de Lourdes, con los ojos azules de cristal.
Mientras miraba los ojos de la Virgen, después de un
rápido destello de luz, Eliseta se encontró en el corral
trasero de su casa.
Estaba jugando en el jardín con Natalia. El portalón que
daba a la calle Huertas estaba abierto de par en par y
habían sacado la tartana y el carro a la calle. En su
espacio, libre ahora, vio a Faustino, el matarife, que tenía
un gran cuchillo en la mano. Encima de un banco de
madera, Ricardo y un vecino, que había venido a ayudar,
tenían el cerdo atado y sujetado por las patas con cuerdas.
Señora Encarnación gave her (Eliseta) a wooden box
which contained, carefully wrapped, a statuette of the
Virgin of Lourdes with blue glass eyes. While she was
looking at the Virgin's eyes, in a quick flash of light,
Eliseta found herself in the yard behind her house. She
was playing in the garden with Natalia. The gate which
led on to la Calle Huertas was wide open, and they had
taken the carriage and the cart out into the road. In their
place, vacant now, she saw Faustino, the slaughterman,
with a huge knife in his hand. On a wooden bench
Ricardo and a neighbour who had come to help had the
pig held fast with ropes tied around its feet.
22
Sebe se había levantado al amanecer y había preparado un
fuerte desayuno, para que todos los que iban a ayudar en
la matanza del cerdo pudieran desayunar bien, antes de
empezar. Como ya era diciembre, la señora Vicenta María
había sacado la botella del aguardiente, para que los
hombres tomaran unas copitas y se calentaran.
Faustino, con un cuchillo afilado en la mano, se acercó al
pobre animal que chillaba desesperadamente. Le clavó el
cuchillo y le cortó la arteria carótida. Rosa y su madre
recogieron la sangre en cubos. Sebe, con una larga
cuchara de madera, removió la sangre para que no se
coagulara. Una vez el animal estuvo muerto, lo
chamuscaron con paja de arroz encendida. Faustino, con
un cuchillo de madera, raspó la piel del cerdo para
alisarla. Después, abrió el cerdo en canal y empezó a
retirar las vísceras, cuidadosamente. Las mujeres
limpiaron el estómago y los intestinos del animal.
Finalmente, colgaron el cerdo de un gancho, que habían
puesto en una de las vigas, y lo dejaron, oreando, toda la
noche.
Eliseta y la pequeña Natalia contemplaron estupefactas la
degollina del cerdo, la socarra y finalmente el colgamiento
del pobre animal, abierto en canal. Eliseta quiso ayudar;
pero su madre la mantuvo alejada, ya que la matanza no
era cosa de niñas.
- Mañana, si quieres, podrás ayudarnos a hacer las
morcillas y las longanizas.
Tras unas imágenes borrosas, como si unos nubarrones
hubiesen cubierto el sol, Eliseta se encontró en la cocina,
que estaba llena de gente.
Su madre había separado las partes descuartizadas del
cerdo. Se aprovechaban todos los trozos del animal. En
Sebe had got up at dawn and had prepared a hearty
breakfast so that everyone who had gone to help at the
killing of the pig could eat well before beginning. As it
was now December, Señora Vicenta María had taken the
brandy bottle so that the men could have a few tots to
warm them.
Faustino, with the sharp knife in his hand, approached
the poor animal, who was squealing frantically. He stuck
in the knife and cut the carotid artery. Rosa and her
mother collected the blood in buckets. Sebe stirred the
blood with a big wooden spoon so that it wouldnt
coagulate. Once the animal was dead they singed it with
burning rice straw. Faustino scraped the pig's skin with a
wooden blade to smooth it. Then he slit the carcass and
began carefully to take out the viscera. The women
cleaned the animal's stomach and intestines. Finally they
hung the pig from a hook that had been put in one of the
rafters, and left it there, airing, all night.
Eliseta and little Natalia looked on in amazement at the
slaughter of the pig, the scorching, and finally the
hanging of the poor animal, slit from top to toe. Eliseta
wanted to help, but her mother kept her away as the
'matanza' was not for children. "Tomorrow, if you like,
you can help us make the black pudding and the pork
sausages."
After a few fuzzy images, as if clouds had covered the
sun, Eliseta found herself in the kitchen, which was full
of people. Her mother had separated the cut-up parts of
the pig. They made the most of all the bits of the
23
primer lugar, Sebe, ayudada por Rosa y su madre, había
puesto los trozos del tocino, en salazón, en una antigua
tinaja morisca. Después, con la ayuda de Faustino,
pusieron los jamones sobre una mesita que tenía una
piedra de mármol. Colocaron encima de los jamones una
gruesa tabla de madera de la alacena y dos pesadas pesas,
para que saliera de ellos toda la sangre y la carne perdiera
su humedad. En el paellero ardía un buen fuego de leña
de naranjo. Dentro de un gran caldero de cobre, lleno de
agua, hirvieron las cebollas. Luego, cocieron la carne
magra y la panceta, que eran la base principal de las
longanizas y las morcillas. Sebe y la madre de Rosa
empezaron a triturar la carne dando vueltas a la manivela
de una trituradora que habían sujetado, previamente, a la
mesa. Mientras ellas hacían esto, la señora Vicenta María
empezó a mezclar, todo bien sazonado, la carne picada, el
ajo, la pimienta molida, el romero y las cebollas.
animal. To begin with, Sebe, helped by Rosa and her
mother, had put the pieces of bacon, in brine, in an old
Moorish earthenware jar. Afterwards, with Faustino's
assistance, they put the hams on a table with a marble
slab. They placed over the hams a thick plank of wood
from the cupboard, and two heavy weights, to extract the
remaining blood and the moisture from the meat. In the
"paellero" there burned a good fire of orange wood.
Inside a great copper cauldron, full of water, onions were
boiling. Then they cooked the lean meat with the bacon
which were the main ingredients for the black pudding
and the sausages. Sebe and Rosa's mother began to
mince the meat, turning the handle of a mincer that had
already been fixed to the table. While they were doing
that, Señora Vicenta María started to mix the wellseasoned minced meat, garlic, crushed pepper, rosemary,
and the onions.
- ¿Cuándo vamos a hacer las morcillas y las longanizas? –
le dijo Eliseta a su madre.
- Muy pronto. Cuando acabemos de triturar toda la carne
y yo haya completado la mezcla.
"When are we going to make the black puddings and the
sausages?" Eliseta asked her mother. "Very soon. When
we've finished mincing all the meat and I've done the
mixing."
Una vez estuvo todo preparado, con una máquina
especial, empezaron a hacer el embutido. Eliseta sostuvo
la tripa del cerdo, mientras su madre, mediante presión,
introducía la mezcla en la tripa con una máquina en
forma de embudo. Después de haber atado las longanizas
y las morcillas, con un buen fuego, se hirvieron en una
caldera llena de agua.
Once all had been prepared, they began to do the stuffing
using a special machine. Eliseta held up the pig's intestine
while her mother pushed the mixture into it through a
funnel-like device. After having tied up the puddings and
sausages, they were boiled in a cauldron full of water over
a good fire.
Sebe empezó a preparar un puchero, con trozos de cerdo,
unos muslos de pollo, patatas, garbanzos, boniatos,
zanahorias, apios y la ‘pilòta’, hecha con carne triturada,
Sebe began to prepare a stew with bits of pork, some
chicken drumsticks, potatoes, chick peas, sweet potatoes,
carrots, celery, and "la pilòta" made from minced meat,
24
pan rallado, piñones y perejil. Cuando se terminó de
cocer, con el caldo, Sebe hizo un suculento plato de arroz
caldoso. Después de comer el arroz, el puchero, beber
unos vasos de vino tinto y comido unas naranjas del
huerto del río, se volvió al trabajo.
breadcrumbs, pine kernels and parsley. When it had
finished cooking, Sebe made a succulent dish of rice with
the stock. After eating the rice, the stew, drinking a few
glasses of red wine, and eating some oranges from the
orchard by the river, work was resumed.
Finalmente, los mantos de la grasa del cerdo se pusieron
al fuego, dentro del caldero. El líquido extraído se
repartió en cazuelas de barro. Con esta grasa se
confeccionaba la manteca de cerdo.
La manteca,
extendida sobre rebanadas de pan, era la merienda
favorita de Eliseta y Natalia. Parte de este líquido se
empleaba también para la confección de jabón. Cuando
endurecía, se cortaban las pastillas de jabón con un largo
cuchillo que se parecía a una larga espada con un grueso
mango de madera.
Finally, the fatty outside layer of the pig was heated on
the fire, in a cauldron. The liquid extracted was divided
between earthenware pans. With this fat the lard was
made. Lard, spread on slices of bread, was a favourite
snack for Eliseta and Natalia. Part of this liquid was also
used for making soap. When it got hard they would cut
up the cakes of soap with a long knife which was like a
long sword with a thick wooden handle.
La diáfana luz del mes de junio de hacía muchos años,
después de inundar la Plaza del Convento, irrumpió en el
subconsciente en penumbra de Eliseta.
Se vio caminando por la plaza con sus amigas Natalia y
Leonor. Después de haber subido a los caballitos y a las
barcas, con el dinero que le había dado su madrina, se
pararon enfrente del barracón de tiro al blanco. Dos
jóvenes trataban de acertar, con sus escopetas de
perdigones, a unos patitos en continuo movimiento. Las
estanterías del barracón estaban llenas de animalitos de
peluche.
The clear light of the month of June of many years ago,
after the flooding of Convent Square, burst in upon
Eliseta's shadowy subconscious. She saw herself walking
through the square with her friends Natalia and Leonor.
After having been up on the little horses and the boats,
with the money that she had been given by her
Godmother, they stopped in front of the rifle-range
sideshow. Two young men were trying to hit some
continuously moving little ducks with their partridge shotguns.
The sideshows shelves were full of little plush animals.
"Why don't we go and see the Bearded Lady?" piped up
- ¿Por qué no vamos a ver a la Mujer Barbuda? – sugirió
Leonor.
25
Eliseta contó el dinero que le quedaba, para ver si tenían
bastante. Acto seguido, entraron en el barracón. Una
mujer corpulenta, vestida con una burda chilaba, con
encrespado pelo negro y una larga barba, del mismo
color, apareció en el pequeño tablado y empezó a hacer
unos juegos malabares con unos palos de colores. Las
tres niñas, encantadas con el espectáculo, aplaudieron
entusiásticamente. La imagen de la Mujer Barbuda, con
su chilaba, quedó impresa en la mente de las niñas.
Leonor. Eliseta counted the money she had left to see
that they had enough. Right away they went into the
booth. A fat woman, dressed in a rough djellaba, with
curly black hair and a long beard of the same colour
appeared on the little stage and began to do some
juggling with coloured sticks. The three girls, fascinated
by the spectacle, applauded enthusiastically. The image
of the Bearded Lady, with her djellaba, stayed firmly
imprinted on the children's minds.
El siglo XIX, que empezó con la derrota de la flota de
guerra española por los navíos ingleses cerca del cabo de
Trafalgar, estaba a punto de terminar con las no menos
desastrosas derrotas de la Escuadra Española en Santiago
y en Cavite. Un alberiquense, don Rafael Comenge era el
Jefe de Administración del Estado en las Islas Filipinas
cuando ocurrió el tremendo desastre naval de Cavite.
Esta guerra, llamada Hispanoamericana, afectó
directamente a la familia Masiá. Una de las bajas de la
guerra fue el hermano del padre de Eliseta, el teniente
Samuel Masiá y Cuellar. Después de enfermar del
paludismo y sufrir terribles accesos de fiebre, que le
mantuvieron postrado en un estado delirante durante más
de un mes, falleció en un hospital de La Habana, unas
semanas antes del final de la contienda, en el mes de junio
de 1898.
The nineteenth century, which began with the defeat of
the Spanish war fleet by English ships near the Cape of
Trafalgar, was on the point of ending with the no less
disastrous defeat of the Spanish Squadron in Santiago
and in Cavite. Don Rafael Comenge, an Alberic citizen,
was the Chief of State Administration in the Philippine
Islands when the dreadful naval disaster at Cavite
happened. This war, called the Hispano-American war,
directly affected the Masiá family. One of the casualties
of the war was the brother of Eliseta's father, lieutenant
Samuel Masiá y Cuellar. After being ill with malaria and
suffering terrible bouts of fever which kept him weak
and in a delirious state for more than a month, he died in
a hospital in Havana a few weeks before the end of the
conflict, in the month of June 1898.
Al abrir el parte militar, comunicándoles la muerte de su
hijo, don Samuel sufrió un fatal ataque de corazón que
puso fin a sus días en menos de una hora. Doña Sara sólo
le sobrevivió un año. La muerte de sus dos hijos y la
On opening the military dispatch telling them of the
death of his son, Don Samuel suffered a fatal heart attack
that put an end to his days in less than an hour. Doña
Sara survived him by only a year. The death of both her
26
repentina muerte de su marido, la llevaron a un estado de
una fuerte depresión que, poco a poco, fue minando su
deseo de vivir. La luz se fue de sus ojos, como si se
apagara una vela con la simple fuerza de un tenue soplo.
sons and the sudden death of her husband had left her in
a state of deep depression which, little by little, undermined
her desire to live. The light went from her eyes as if a
candle had been blown out with the merest faint puff.
Poco después de su muerte, la señora Vicenta María
recibió una carta del abogado de los Masiá pidiéndole que
fuera a su bufete en Valencia. De acuerdo con el
testamento de sus suegros, Eliseta heredaba todas las
propiedades en el pueblo de Alberic. Se nombraba a su
madre fideicomisaria, otorgándole, en una cláusula
especial, plenos poderes en todos los bienes de su hija,
hasta que la niña fuese mayor de edad. Esta cláusula
testamentaria demostraba la confianza del matrimonio
Masiá en la integridad de la viuda de su hijo menor y era
una prueba de su respeto hacia ella.
Este último acto generoso de sus suegros, alentó a la
señora Vicenta María a revalorizar su vida, recobrando,
gracias a él, la seguridad que había perdido con las
muertes de su marido y de su padre.
Shortly after her (Doña Sara's) death Señora Vicenta
María received a letter from the Masiá family lawyer,
asking her to go to his office in Valencia. According to
her in-laws' will, Eliseta would inherit all their property in
Alberic. Her mother was to be trustee, granting her, in a
special clause, full powers over all her daughters
possessions, until the girl came of age. This testamentary
clause showed the confidence the Masiá couple had in the
integrity of their youngest son's widow and was proof of
their respect towards her. This last generous act of her
in-laws encouraged Señora Vicenta María to re-evaluate
her life, and thanks to it, to regain the security she had
lost with the death of her husband and her father.
Unos meses después de encargarse de la custodia de los
bienes de Eliseta, la señora Vicenta María decidió vender
el corral a unos parientes pobres, por un precio muy bajo,
para que se pudieran construir una casa. Con el producto
de la venta y parte de las monedas halladas en el rincón
de la antigua despensa, que todavía guardaba en el arcón,
empezó a reformar la casa.
Se tapó la puerta que comunicaba la cocina con el corral
trasero y se hizo un tabique en el granero del segundo
piso, por el que se pasaba al granero del corral, por
encima de las habitaciones del servicio. Donde estaban la
antigua cocina y la despensa, se ubicó el establo y se dejó
un espacio libre para dejar el carro. Se construyó una
A few months after taking charge of Eliseta's property,
Señora Vicenta María decided to sell the poultry yard to
some poor relatives for a very low price, so that they
could build a house. With the proceeds from the sale and
part of the money found in the corner of the old pantry,
which she still kept in the chest, she began to make
improvements to the house.
The door that linked the kitchen with the back yard was
sealed up, and a partition wall was built in the second
floor granary, through which they used to get to the
granary of the yard over the servant's quarters. A stable
was put where the old kitchen and pantry used to be and
an open space was left to leave the cart. A new kitchen
27
nueva cocina adosada a la pared, al lado de las amplias
puertas por las que se salía al patio desde la entrada. Sebe
se quejó de que la cocina era demasiado pequeña; pero la
señora Vicenta María le dijo que así tendría que fregar
menos.
Al final de la sala de estarcomedor, se construyó
una pequeña despensa.
Además, se habilitó el
segundo dormitorio, a la
izquierda de la entrada,
como comedor, con una
bonita chimenea con
ladrillos rojos. Para que la
casa no tuviera un dormitorio menos, se construyó uno
nuevo en un rincón del granero, en donde estaba la
escalera por la que se subía a los graneros desde la sala de
estar-comedor.
En la entrada, se cambió el centro del pavimento. Ya que
el carro tendría que salir ahora por la puerta que daba a la
calle de Orient, los albañiles cortaron dos huecos en el
umbral de piedra del patio y pusieron dos hileras de
grandes losas de piedra en la entrada, que iban a servir
como carriles para las ruedas del carro. Entre las piedras,
se colocaron unas piedrecitas, formando dibujos, al
antiguo estilo judío. Finalmente, ya que no había ahora
sitio en el nuevo establo para los dos caballos, el carro y
la tartana, la señora Vicenta María vendió la tartana y el
caballo blanco.
was built against the wall next to the wide doors from the
entrance hall to the patio. Sebe complained that the
kitchen was too small, but Señora Vicenta María told her
that she'd have less to clean now.
At the end of the living room
a small pantry was built. In
addition, the second bedroom
to the left of the entrance hall
was made into a dining room,
with a nice red tiled fireplace.
So that the house wouldn't
have one bedroom less, a new
one was built in the corner of
the granary, where the staircase
was that went up to it from the
living room.
At the entrance the centre part
of the paving was changed. Now that the cart had to go
out through the big doors which opened on to the Calle
de Orient, the masons cut two grooves in the stone
threshold of the patio and put two rows of great
flagstones at the entrance that would serve as tracks for
the carts wheels.
Between the stones they laid pebbles, making patterns in
the old Jewish style. Finally, as there was now not enough
room for the two horses, the cart, and the carriage, Señora
Vicenta María sold the carriage and the white horse.
28
Otra fuente de la riqueza de la familia de doña
Encarnación Durá procedía de la industria de la seda.
Desde finales del siglo XVIII, la familia Durá se había
dedicado a su producción en la andana de su casa de la
calle Primitiva. Todo el espacio, con la excepción de un
pequeño cuarto trastero, había sido habilitado para la cría
del gusano de seda. El recinto estaba lleno de grandes
estantes, hechos con cañas. Se mantenían siempre
cerradas todas las ventanas; la luz y las corrientes de aire
eran dañinas para la cría de los gusanos de seda.
Eliseta, en su estado comatoso, volvió al día de una de
sus visitas a la andana con Natalia cuando fueron a dar de
comer a los gusanos. Su madrina les dijo:
- Repartir las hojas de morera por los estantes de abajo,
mientras yo doy de comer a los de arriba.
Un peculiar sonido cacofónico llenó la andana en
penumbra… ras, ras, ras, ras…, mientras los gusanos
devoraban el gran festín verde.
Después de pasar unos destellos blanquecinos por su
mente, se vio otra vez en la andana. Los estantes estaban
llenos de unas ramas que los gusanos usaban para tejer
los capullos.
Esto debió pasar durante la primavera, antes de finales
del mes de mayo, cuando se solían escaldar los capullos.
De este modo, se mataban las mariposas para evitar que
perforasen el capullo y estropearan, al hacer esto, el ovillo
de la seda.
Another source of the wealth of Doña Encarnación
Durá's family came from the silk industry. Since the end
of the eighteenth century the Durá family had dedicated
itself to its production in the large attic granary of their
house in la Calle Primitiva. The whole space, with the
exception of a small box room, had been given over to
the rearing of silk worms. The place was full of great
cane racks. They always kept all windows closed; the light
and the draughts were harmful to the breeding of silkworms.
Eliseta, in her comatose state, went back to the day of
one of her visits to the attic with Natalia when they went
to feed the silkworms. Her Godmother told them,
"Share out the mulberry leaves amongst the lower shelves
while I feed the upper ones." A peculiar cacophonous
sound filled the building in the half-light... ...ras, ras, ras,
ras... ...while the worms devoured the great green feast.
After a few pale glimmers had passed through her mind
she saw herself once again in the annexe. The shelves
were full of branches which the silkworms were using to
weave their cocoons. This must have happened in the
Spring, before the end of May, when the cocoons would
usually be scalded. In this way the butterflies were killed
so as to avoid breaking open the cocoons and spoiling
the ball of silk.
29
La crianza de los gusanos de seda tuvo mucha
importancia en la economía local del pueblo de Alberic,
pero empezó su declive a finales del siglo XIX y fue
desapareciendo a principios del siglo XX. En todas las
antiguas casas de Alberic hay muchas mesas y sillas
confeccionadas con la madera de las moreras que se
arrancaron al declinar la producción de la industria de la
seda.
Junto con el aroma del azahar volvieron al subconsciente
de la señora Elisa las pasadas pascuas del 1908. Vio a su
madre que estaba hablando con Sebe
- Este año necesitamos una docena más de panquemados.
No tenemos que olvidar a nuestros invitados del
Domingo de Ramos.
:
Después, como en años anteriores, Sebe empezó a
preparar la masa para los panquemados, mientras su
madre ordenaba los enseres de la cocina.
Cuando los panquemados estuvieron listos, los llevaron,
por la calle Primitiva, al horno de Filiberto en grandes
bandejas de madera.
A continuación, su mente vagó a la Montañeta de Alberic,
al Domingo de Ramos de ese mismo año.
La Montañeta se levanta sobre un fértil llano, en el que
está ubicado el pueblo de Alberic. La torre de la ermita de
Santa Bárbara es la atalaya que protege al pueblo de los
rayos y los truenos. Bajo los carrascos, las encinas
The breeding of silkworms had great importance in the
local Alberic village economy, but it began to decline at
the end of the nineteenth century, and was disappearing
at the beginning of the twentieth. In all the old houses in
Alberic there are many tables and chairs made from the
wood of the mulberry trees which were pulled up as the
silk production drew to a close.
Together with the scent of orange blossom the past
Easter of 1908 returned to Señora Eliseta's subconscious.
She saw her mother who was talking to Sebe. "This year
we need a dozen extra panquemados (lit. 'burnt bread').
We mustn't forget our Palm Sunday guests." Then, as in
previous years, Sebe began to prepare the dough for the
panquemados while her mother organized the kitchen
utensils. When the panquemados were ready they took
them along la Calle Primitiva on big wooden trays to
Filiberto's oven.
Immediately after, her mind
wandered to the Montañeta
of Alberic, to Palm Sunday of
this same year.
The
Montañeta rose above a fertile
plain in which Alberic village
was situated. The tower of
Saint Barbara's Hermitage is
the
watchtower
which
protects the village from
thunder and lightning. Under
the evergreen oaks, the holm
30
seculares y los pinos añosos, crecen la aulaga, con sus
flores amarillas y sus púas, y el romero. El musgo cubre,
como una blanda alfombra, algunos lugares umbrosos.
En busca del cielo, crece el siempre verde ciprés. En un
pequeño descampado, al abrigo de los pinos, sin murta ni
matorrales, se cuecen las paellas.
En la subida a la ermita, flanqueada por las piteras y las
capillitas del Calvario, se habían amontonado las lechugas
de todos los años.
Eliseta, vio a toda la gente que estaba comiendo las
verdes hojas. Pronto, el sonido del tambor anunció la
llegada del ocaso del sol. El primer paso, en dejar la
ermita, fue ‘La Oración del Huerto’: Jesús, de rodillas,
orando y tres de sus discípulos dormidos bajo los olivos.
Un río de luces, acompañado por el rítmico son del
tambor, empezó la bajada con la Plaza Mayor como
destino. En segundo lugar, ‘El Eccehomo’: bajo palio,
con su corona de espinas, su bastón de mando y su capa
de silencioso terciopelo rojo, seguido por los penitentes
descalzos. ‘El Nazareno’: con su túnica morada y su
espalda encorvada bajo el pesado madero. ‘El Cristo’: con
el perdón en sus labios y con los brazos abiertos,
esperando abrazarnos. ‘La Dolorosa’: con el corazón
traspasado por siete espadas del metal más fino. La noche
había llegado y el silencio, roto por el sonido del tambor y
las pisadas de los cofrades con velas en las manos, vio
pasar la procesión por delante de la gente. Al llegar a la
esquina de la calle Mayor con la calle de Orient, desde un
balcón, se oyó el doloroso lamento del canto de una
saeta.
oaks, and the ancient pines, grows the gorse with its
yellow flowers and its spines, and rosemary. The moss,
like a soft mat, carpets a few shady spots. In search of
the sky the evergreen cypress grows. In a little open space
in the shelter of the pines, without myrtle or scrub,
people cook paellas. On the way up to the hermitage,
flanked by the aloes, and shrines of the Stations of the
Cross, were heaped the lettuces eaten every year.
Eliseta saw all the people who were eating the green
leaves. Soon the sound of a drum announced the arrival
of sunset. The first Station on leaving the hermitage was
'The prayer of the Mount of Olives': Jesus, on his knees,
praying, and three of his disciples asleep under the olive
trees. A river of lights accompanied by the rhythmic
sound of the drum began the descent towards the Plaza
Mayor. At the second place 'The Eccehomo': under His
canopy, with His crown of thorns, His baton of authority
and His red velvet cloak of silence, followed by the
barefoot penitents. 'The Nazarene': with His purple tunic
and His back bent under the heavy wood. 'The Christ':
with forgiveness on His lips and with open arms waiting
to embrace us. 'La Dolorosa' with Her heart pierced by
seven sharp metal swords. Night had fallen and the
silence, broken only by the sound of the drum and the
footsteps of the members of the Brotherhoods with
candles in their hands, saw the procession pass in front
of the people. On arriving at the junction of the Main
Street with la Calle de Orient, from a balcony was heard
the plaintive lament of the "saeta" (sacred song in
flamenco style) being sung.
31
Después de llegar a la Plaza Mayor, todas las cofradías
acompañaron a las imágenes a las casas de los cofrades
que, por sorteo, iban a alojar y exponer las imágenes ese
año.
After arriving at the Main Square all the fraternities
accompanied the statues to the homes of the
brotherhood members, who, chosen by drawing lots,
were going to house and display them that year.
El recuerdo de la Semana Santa hizo que la señora Elisa
volviera a vivir lo que pasó un día, en la antigua cocina de
su casa, cuando ella tenía sólo ocho años y Sebe les
enseñó a ella y a Natalia la confección del arnadí, un
dulce de origen árabe, elaborado en esta época del año.
The memory of Holy Week made Señora Elisa live once
again what happened one day in the old kitchen of her
house, when she was only eight years old. Sebe taught
her and Natalia how to prepare 'arnadí', a sweet of Arabic
origin, always made at that time of the year.
En la gran cocina estaban ella y Natalia, con su madre,
Sebe y Rosa. La noche anterior, Sebe había colgado en el
escurreplatos, encima de la pila de mármol, la pulpa de la
calabaza, desprovista de las semillas y las hebras melosas
que las sujetan, dentro de un fardel de hilo blanco, para
que eliminara la mayor cantidad de agua posible.
With her (Eliseta) and her mother in the large kitchen
were Natalia, Sebe and Rosa. The previous night Sebe
had hung the flesh of a pumpkin, the seeds and sweet
threads that held them removed, inside a muslin bag in
the plate-rack, above the marble sink, so as to extract as
much liquid as possible.
Ayudada por Rosa, Sebe empezó a mezclar, dentro de
una cazuela de barro, la calabaza con el azúcar, añadiendo
mientras hacía la mezcla, dos cucharadas soperas de
aceite de oliva y las cuatro yemas de huevo que Rosa
había batido. Después de cocer la masa a fuego lento y
sin parar de remover durante veinte minutos, Sebe añadió
la canela, las ralladuras de limón y la almendra picada;
volviendo a cocerlo todo durante cinco minutos más.
Colocó la fina masa, formando una montañita, en una
cazuela de barro y la decoró con almendras peladas y
piñones, después de tostarlos en aceite de oliva. Como
toque final, con un pincel de cocina, Sebe pintó el arnadí
con el aceite de tostar las almendras y los piñones, antes
de llevarlo al horno de Filiberto.
Helped by Rosa, Sebe began to mix the pumpkin with
sugar in an earthenware vessel, adding two soupspoonfuls of olive oil and the four egg yolks which Rosa
had beaten as she made the mixture. After cooking the
paste over a slow heat without stirring it for twenty
minutes, Sebe added cinnamon, grated lemon rind, and
chopped almonds, cooking it all again for another five
minutes. She arranged the smooth mixture in an
earthenware dish making it into a little 'mountain', and
decorated it with blanched almonds and pine nuts, after
toasting them in olive oil. Sebe painted the 'arnadí' with
the oil from toasting the nuts, before taking it to
Filiberto's oven.
32
La pequeña Natalia aprendió muy bien la lección, ya que
sus arnadíes eran de los más exquisitos que se elaboraban
en Alberic.
Little Natalia learned the lesson very well, such that her
'arnadíes' were the most exquisite ones ever made
in Alberic.
Don Antonio Maura fue una de las figuras más
importantes del panorama político español en la primera
década del siglo XX. Coincidiendo con el final de las
guerras coloniales con los Estados Unidos, el pueblo
español empezó a expresar su descontento con
innumerables huelgas y desórdenes. A partir del
veinticinco de julio de 1909 tuvo lugar en Barcelona la
triste “Semana Trágica”. Don Antonio Maura, después de
recabar el apoyo de las derechas y de la Iglesia, se
encontró con la completa condena de los partidos liberal
y republicano. El radicalismo barcelonés aprovechó esta
oleada de descontento, fomentada por la propaganda
revolucionaria de Alejandro Lerroux. Los activistas,
usando la huelga general y el embarque de la tropa como
protesta, provocaron disturbios e incendiaron templos y
conventos. La represión de estos disturbios fue muy dura.
Las luchas de los sindicatos y la actitud intransigente de
las clases conservadoras condujeron a un estado de
anarquía absoluta.
Don Antonio Maura was one of the most important
figures on the political scene in the first decade of the
twentieth century. Coinciding with the end of the
colonial wars with the United States, the Spanish people
began to express its dissatisfaction with innumerable
strikes and disturbances. Starting on 25th July 1909 the
sad 'Tragic Week' took place in Barcelona.
El pasado volvió a la mente en coma de la señora Elisa
con un triste acontecimiento que ocurrió en el mes de
julio de 1910. Eliseta y su madre estaban sentadas en la
entrada de la casa. Las puertas de la calle y del patio
estaban abiertas para que corriera el aire. Las cortinas de
las puertas se movían, ligeramente, con el aire de
The past returned to Señora Elisa's unconscious mind,
with a sad event that happened in the month of July
1910. Eliseta and her mother were sitting in the entrance
hall of the house. The street door and the door to the
patio were open to allow air to flow through. The door
curtains moved gently with the breeze from the West. It
After obtaining the support of the right, and of the
Church, Don Antonio Maura found himself totally
condemned by the liberal and republican parties. The
Barcelonian radicals took advantage of this wave of
discontent, stirred up by the revolutionary propaganda of
Alejandro Lerroux. In protest, the activists, using the
general strike and the embarkation of the troops,
provoked disturbances and set fire to churches and
convents. The suppression of these disturbances was
very strong. Union fights and the intransigent attitude of
the conservative classes led to a state of absolute anarchy.
33
poniente. Hacía mucho calor. Sebe entró con el rostro
consternado:
- Adelardo, el hijo de la familia Salvador, ha muerto al
explosionar una bomba en Barcelona.
La señora Vicenta María dejó el ganchillo sobre la
mecedora y fue, con su hija y Sebe, a la bodega de la
familia Salvador en la calle Progreso, para dar el pésame a
los familiares y ofrecerles su incondicional ayuda.
La muerte del joven Adelardo, de veintidós años, significó
una cruel vivencia para la joven Elisa, al saber que la
muerte es un azote que no perdona a nadie, sin tener en
cuenta la edad o el rango social.
Este trágico evento fue el detonador para que la señora
Elisa recordara algo anecdótico que sucedió una semana
después de la muerte de Adelardo Salvador.
El primer domingo de agosto, en el camino a misa con su
amiga Leonor, se desató una tormenta de verano en el
momento en que llegaban a la plaza. En la esquina del
Ayuntamiento, cobijados por el ‘porchi’, estaban
Domingo Carboneres y Pepe García. Los dos jóvenes se
habían colocado en este lugar estratégico, con la
esperanza de ver los tobillos a todas las jóvenes que iban
a misa. Cuando llovía copiosamente, el agua bajaba por el
callejón como por un torrente y, para cruzarlo, las jóvenes
tenían que levantarse las faldas. Cuando cruzaron el
‘porchi’ Elisa y Leonor, los dos jóvenes, sin esconder su
regocijo, las saludaron con piropos.
- Elisa, me parece que le gustas a Domingo.
- Yo bien diría que es Pepe el que te mira con muy
buenos ojos.
was very hot. Sebe came in with consternation on her
face. "Adelardo, the son of the Salvador family, has died
in a bomb explosion in Barcelona." Señora Vicenta María
left her crochet on the rocking chair and went, with her
daughter and Sebe, to the Salvador family's wine shop in
La Calle Progreso, to give their condolences to the
relatives and to offer them their unconditional help.
The death of the young Adelardo, twenty-two years old,
was a cruel experience for the young Elisa, knowing that
death is a blow that spares no-one, regardless of age or
social standing.
This tragic event was the trigger for Señora Elisa
remembering a trivial incident which followed a week
after Adelardo Salvador's death.
On the first Sunday in August, on the way to Mass with
her friend Leonor, a summer storm broke just at the
moment they arrived at the square. On the corner of the
Town Hall, protected by the archway, were Domingo
Carboneres and Pepe García. The two young men had
positioned themselves in this strategic place with the
hope of seeing the ankles of all the young ladies who
were going to Mass. When it rained heavily the water
would come down the alleyway in a torrent and, in order
to cross it, the girls had to lift up their skirts. When Elisa
and Leonor crossed the 'porchi', the two young men, with
undisguised delight, greeted them with flirtatious remarks.
"Elisa, it seems to me that Domingo likes you."
"I'd say really that its Pepe who has eyes for you."
34
Al entrar en la iglesia vieron a Pepita Sanz y Mariquita
Comenge y se sentaron con ellas. Pepita era prima de
Elisa y Mariquita, que era la hija de don Rafael Comenge,
solía pasar sus vacaciones en la casa de sus padres en la
calle de las Barcas. Cuando terminó la misa, Mariquita las
invitó a merendar en su casa.
Doña María, la madre de Mariquita, preparó una
suculenta merienda. El padre de Mariquita no estaba en la
casa; Mariquita les dijo que se encontraba en Madrid,
adonde había ido después de presentar, al rey Alfonso
XIII, su dimisión como Gobernador Civil de las Islas
Canarias.
Al fin, Domingo Carboneres y Pepe García, perdiendo su
timidez inicial, invitaron a Elisa y a Leonor a ir al Teatro
Liceo con ellos. A Domingo le gustaban mucho las
zarzuelas. Elisa recordó, vivamente, la romanza de
Margarita, ‘Me he pasado la vida en un sueño’, en la
escena final de ‘Molinos de Viento’, cantada por Fany
Cubells, que había sido novia de Leopoldo Magenti, un
gran compositor nacido en Alberic. Su cristalina voz de
soprano sonó en los oídos de la señora Elisa en la lúgubre
celda del convento, mientras sentía que el joven Domingo
volvía a cogerle la mano.
Esta primera cita de los cuatro jóvenes iba a terminar con
las bodas de ambas parejas. Durante los dos años
siguientes, ‘el cuarteto’ se solía ver por la tarde: iban a
pasear, al teatro, e incluso a Valencia para ver algún
espectáculo. Algunas veces, los dos muchachos iban a La
Peña para jugar al dominó, mientras las dos jóvenes
bordaban los juegos de cama, toallas, manteles y el resto
On entering the Church they saw Pepita Sanz and
Mariquita Comenge and they sat down with them. Pepita
was a cousin of Eliseta's, and Mariquita, who was Don
Rafael Comenge's daughter, usually spent her holidays in
her parent's house in La Calle de las Barcas. When Mass
had finished Mariquita invited them to tea at her house.
Doña María, Mariquita's mother, made a delicious tea.
Mariquita's father was not at home; Mariquita told them
he was to be found in Madrid, where he had gone after
having tendered his resignation as Civil Governor of the
Canary Islands to King Alfonso XIII.
In the end Domingo Carboneres and Pepe García, losing
their initial shyness, invited Elisa and Leonor to go to the
Liceo Theatre with them. Domingo used to very much
enjoy the 'zarzuelas'. Elisa remembered vividly Margarita's
ballad, "I have spent my life in a dream," in the final
scene of "Windmills", sung by Fany Cubells, who had
been the fiancée of Leopoldo Magenti, a great composer
born in Alberic. Her crystalline soprano voice sounded
in Señora Elisas ears in the gloomy convent cell, while
she felt the young Domingo hold her hand once more.
That first date for the four young people would lead to
the weddings of both couples. During the following years
'the quartet' usually met every evening: they would go for
a walk, to the theatre, and even to Valencia to see some
shows. Sometimes the two boys would go to La Peña to
play dominoes while the two young ladies would
embroider bed-sets, towels, tablecloths, and the rest of
35
de ropa que formaría parte del ajuar en sus nuevos
hogares.
the clothes that would become part of their trousseau in
their new homes.
Elisa Masiá y Sanz contrajo matrimonio con Domingo
Carboneres Soro en 1912, año de su veintiún
cumpleaños. Con su mayoría de edad, Elisa había
recibido la herencia de sus abuelos paternos. La boda fue
un feliz acontecimiento, ensombrecido por la negativa
actitud de la familia del novio que, con la excusa de que la
novia era una ‘rica heredera’, se negó a pagar el importe
de la parte de los muebles que le correspondía.
La señora Vicenta María, aunque decepcionada, dijo:
- Yo me encargo de que todo sea digno de la boda de mi
única hija. Vosotros no os preocupéis; dejármelo todo a
mí.
Elisa Masiá y Sanz married Domingo Carboneres Soro in
1912, the year she became twenty-one. With her coming
of age Elisa had received her inheritance from her
paternal grandparents. The wedding was a happy event,
clouded by the negative attitude of the groom's family
who, with the excuse that the bride was a 'rich heiress',
refused to pay the bill for their share of the furniture.
La casa había sido completamente amueblada por los
Masiá en 1836, pero la señora Vicenta María encargó a su
primo Nelo Sanz, que era un excelente carpintero, el
dormitorio:
- Nelo, quiero una cama, una mesita de noche, una
cómoda y un lavabo de caoba. Las piedras de la mesita de
noche y la cómoda, de mármol blanco, y la jofaina y la
jarra del lavabo, de porcelana blanca.
También compró una sillería modernista para el salón, ya
que la sillería isabelina estaba llena de carcoma.
Señora Vicenta María, although disappointed, said "I myself
will make sure that everything is special for my only daughter's
wedding. Don't you worry; leave everything to me."
The house had been fully
furnished by the Masiá family
in 1836, but Señora Vicenta
María put her cousin, Nelo
Sanz, who was an excellent
carpenter, in charge of the
bedroom. "Nelo, I want a
bed, a bedside table, a chest
of drawers and a mahogany
wash stand. The stone for the
table and chest of drawers
should be white marble, and
the basin and jug of the
wash-stand white porcelain."
She also bought a set of modernist chairs for the living
room as the Isabelline set was full of woodworm.
36
Los recién casados empezaron su vida matrimonial en la
casa de la calle de Orient. El joven Domingo, que tenía
dos pasiones, la zarzuela y los toros, empezó a cultivar las
fértiles tierras de su mujer, con la ayuda de Ricardo, el
hermano de Sebe. Era muy extraño que le gustaran los
toros, ya que desde muy pequeño había querido mucho a
los animales.
The newly-weds began their married life in the house on
Calle de Orient. The young Domingo, who had two
passions - the 'zarzuela' and bullfights - began to farm the
fertile lands belonging to his wife with the help of
Ricardo, Sebe's brother. It was very strange that he liked
bull fighting because from a young age he had been very
fond of animals.
Un año después de su boda nació su primera hija.
Aunque el señor Domingo hubiese preferido un hijo, la
pequeña María era una encantadora niña, con un gran
carácter y una bella sonrisa.
One year after the wedding his first daughter was born.
Although Señor Domingo would have preferred a son,
little María was an enchanting child with a great character
and a lovely smile.
Un año después del nacimiento de María, el señor
Domingo vio su sueño hecho realidad cuando su mujer
dio a luz a un precioso niño.
Lo bautizaron con el nombre de Federico, en recuerdo de
su abuelo materno. Federico era el puro retrato de su
abuela materna: rubio, con los ojos, intensamente, azules.
Sin que la familia dejara olvidada a María, Federico se
convirtió en la chispa que traía la alegría completa a la
casa de la calle Orient. El niño había sido una bendición
del Cielo. El bebé sólo estaba en su cuna cuando dormía.
El resto del tiempo se lo disputaban todos los miembros
de la familia. Cuando su padre volvía del campo, sólo él
tenía derecho a coger a su hijo:
- Vosotras lo tenéis todo el día. Así que el pequeño es
ahora mío.
- Primero lávate. Después podrás tenerlo todo el tiempo
que quieras. – Le decía su mujer.
One year after María's birth Señor Domingo saw his
dream come true when his wife produced a precious little
boy. They baptized him with the name Federico in
memory of his maternal grandfather. Federico was the
exact image of his maternal grandmother: fair, with
intensely blue eyes.
Although the family didn't neglect María, it was
Federico's transforming spark which brought complete
joy to the house on the Calle Orient. The little boy had
been a blessing from Heaven. The baby was only in his
cradle when he slept. The rest of the time all the family
members fought over him. When his father returned
from the fields only he had the right to hold his son.
"You have him all day long, so the baby is mine now."
"Wash yourself first. Afterwards you can have him all the
time you want," his wife would tell him.
Con el niño en brazos, iba al establo y le hablaba del
caballo como si fuera otro miembro de la familia. Desde
With the infant in his arms he would go to the stable and
talk of the horse as if it were another member of the
37
muy tierna edad empezó a subirle a la grupa del caballo y
a darle paseos por el corral:
- Domingo, ve con cuidado. No te das cuenta que el niño
no tiene todavía edad para montar a caballo. Se te va a
caer.
- Calla mujer, no ves que lo sostengo yo.
family. From a very tender age he began to mount him on
the horses rump and to take him for walks through the
yard. "Domingo, go carefully. You don't seem to realise
that the boy is still not old enough to ride a horse. He
may fall." "Be quiet, woman. Can't you see that I'm
holding on to him?"
El niño disfrutaba de los paseos y cuando su padre
regresaba del campo se ponía muy contento y, levantando
los bracitos, le decía:
- Pa… ca… ca…
The child enjoyed the walks, and when his father came
back from the fields he was very happy. Lifting up his
little arms he said to him, "Pa...ca...ca," trying to say
'Padre' (Father), 'caballo' (horse) 'caballo'.
Between games, smiles and a few little scares, Federico
began to walk. Now they always had to be very attentive,
because if they weren't careful he would escape from
them.
Queriendo decir: padre, caballo, caballo.
Entre juegos, risas y algún pequeño susto, Federico
empezó a andar. Ahora debían estar siempre muy atentos
ya que, cuando se descuidaban, se les escapaba.
En un rincón del patio, detrás de la nueva cocina, la
señora Vicenta María había hecho construir un pequeño
gallinero. El gallinero y el establo eran los lugares
preferidos del pequeño. Se pasaba mucho tiempo jugando
con las gallinas o montado en un borriquete que su padre
le había ensamblado en un rincón del establo.
Dándole con los pies a los lados del borriquete y tirando
de las riendas del ronzal, tal como su padre hacía con el
caballo de verdad, el pequeño trotaba, en sueños, por la
fértil huerta alberiquense:
- ¡Arre, caballo! ¡Arre!
In a corner of the patio behind the new kitchen, Señora
Vicenta María had had built a small henhouse. The
henhouse and the stable were the little boy's favourite
places. He used to spend a lot of time playing with the
hens or mounted on a saw-horse that his father had put
together for him in a corner of the stable. Sitting astride
the 'horse' and pulling on the reins of the halter, the child
would trot, in his dreams, through the fertile Alberic
farmland. "Arre (Gee-up) horse! Arre!"
One day when little Federico was sitting on his saw-horse,
as María played with her doll she saw her little brother
collapse, dropping the reins. Leaving her doll on the little
Un día cuando el pequeño Federico estaba montado en
su borriquete, mientras María jugaba con su bebé, ésta
vio cómo su hermanito, soltando las riendas, se
desplomaba. La niña, dejando su muñeco en la sillita, fue
38
a llamar a su abuela. Al oír los gritos de la pequeña, todas
las mujeres de la casa salieron al patio corriendo. Después
de recoger al pequeño del suelo, aunque parecía que no se
había hecho daño, llamaron al médico.
El médico lo revisó detenidamente y les dijo:
- El pequeño sólo se ha hecho un pequeño chichón y no
es grave. Lo que me preocupa es el que le cueste respirar.
Hay que llamar a su padre en seguida.
La señora Elisa le dijo a Rosa que fuera a buscarlo al
campo del lavadero. Afortunadamente, el campo no
estaba lejos de la casa. Cuando llegó el señor Domingo,
cogió al niño y vio que respiraba con dificultad.
El médico le dijo que dejara al niño con su abuela y Sebe,
ya que quería hablar con él y con su mujer, a solas.
- Siento mucho tener que decírselo, y me gustaría
equivocarme, pero creo que el niño está muy enfermo.
Tristemente, todos los síntomas me indican que tiene la
gripe española. Si me lo permiten, me gustaría llamar a un
especialista de Valencia, conocido mío y con quien tengo
gran confianza.
El especialista no se hizo esperar. Después de revisar al
niño detenidamente y tener una corta consulta con su
médico de cabecera,
les dijo que estaba de acuerdo con el primer diagnóstico.
El niño había cogido el terrible virus que provocaba la
gripe española.
El señor Domingo sufrió una sacudida, como la que se
siente al ser alcanzado por la descarga de un rayo. Dejó a
los médicos con su mujer en el salón y se fue a la
habitación de Federico. Éste continuaba respirando con
gran dificultad y había empezado a echar espumarajos,
manchados de sangre, por la boca y la nariz. Su padre,
chair, the child went to call her grandmother. Hearing
the girl's cries all the women in the house came running
out on the patio. After picking the boy up off the floor,
even though it seemed as though no harm had been
done, they called the doctor.
The doctor examined him thoroughly and said to them,
"The child only has a little bump and it's not serious.
What worries me is that he's finding it hard to breathe.
His father must be called at once." Señora Elisa told Rosa
to go and search for him in the field by the washing place.
Fortunately the field wasn't far from the house. When
Señor Domingo arrived he took the little boy, and saw
that he was breathing with difficulty. The doctor told him
to leave the child with his grandmother and Sebe, as he
wanted to talk to him and his wife on their own.
"I'm so sorry to have to say this to you, and I would like
to be wrong, but I think the child is very ill. Sadly all the
symptoms indicate to me that he has Spanish 'flu. If
you'll let me, I'd like to call a specialist in Valencia, well
known to me and in whom I have great confidence."
The specialist arrived promptly. After examining the
child thoroughly and having a short consultation with the
family doctor, he told them he agreed with the first
diagnosis. The child had caught the terrible virus that
had caused Spanish 'flu.
Señor Domingo suffered a shock akin to being struck by
lightning. He left the doctors with his wife in the living
room and went to Federico's room. He continued to
breathe with great difficulty and had begun to cough up
mucus spotted with blood through his mouth and nose.
39
sentado al lado de la cabecera de la cama, no podía creer
que su hijo estuviera sufriendo y que él no pudiese hacer
nada. Un sentimiento de impotencia se apoderó de él.
Parecía una pobre alma en pena. Su mujer, después de
despedirse de los médicos, entró en la habitación y le
pidió que fuera a comer algo, ya que no había comido
nada desde la hora del desayuno.
- ¡Déjame! No me voy a mover de aquí hasta que
Federico esté bien.
Al final, su mujer consiguió que se tomara un tazón de
caldo caliente que Sebe le había preparado.
Federico murió al alba, dos días después, el doce de
octubre de 1918. El terrible contagio se había cobrado
una nueva víctima.
El señor Domingo se negó a aceptar que su hijo estuviese
muerto. Se encerró con él en la habitación, sin dejar que
entrase nadie. Durante todo el día rechazó, a veces
violentamente, los ruegos de su mujer y de su suegra para
que las dejara entrar. Al anochecer, las súplicas de su
llorosa hija María le indujeron a abrir la puerta. Dejó la
habitación y se sentó en la sala de estar-comedor sin
hablar con nadie, mirando fijamente al fuego hasta que,
como un autómata, salió de la casa detrás del pequeño
ataúd blanco, el día del entierro.
La señora Elisa revivió dentro de las cuatro paredes
albicantes de su celda, con una inmensa tristeza, el día del
entierro.
His father, sitting beside the bed-head, couldn't believe
that his son was suffering so, and that he could do
nothing about it. A feeling of helplessness seized him.
He was like a poor soul in torment.
Having said goodbye to the doctors, his wife went into
the bedroom and asked him if he would go and have
something to eat, as he hadn't had anything since breakfast.
"Leave me alone! I shall not move from here until
Federico is well again." In the end his wife managed to
get him to take a bowl of hot broth that Sebe had made.
Federico died at dawn two days later, on 12th October
1918. The terrible infection had claimed a new victim.
Señor Domingo refused to accept that his son was dead.
He shut himself up with him in the bedroom without
letting anyone enter. Throughout the whole day he
rejected, sometimes violently, the pleas of his wife and
mother-in-law to let them come in. By nightfall the
entreaties of his tearful daughter María induced him to
open the door. He left the bedroom and sat in the living
room without talking to anyone, looking fixedly at the
fire, until, like an automaton he went out of the house on
the day of the funeral behind the small white coffin.
Within the four whitened walls of her cell Señora Elisa
relived the day of the funeral, with tremendous sadness:
the square full of people, the chestnut roan, the black
La plaza llena de gente, el alazán ruano, la negra carroza
40
fúnebre, el pequeño ataúd blanco, cubierto de flores, tras
los cristales… los pésames y las lágrimas a la puerta de la
iglesia… la comitiva cruzando la plaza de camino al
cementerio, en el viaje definitivo del pequeño Federico.
Finalmente, volvió a oír las campanas doblando con el
sonido del bronce lastimero…
funeral hearse, the little white coffin covered with flowers
behind the glass... the condolences and the tears at the
church door... the funeral cortége crossing the square on
the way to the cemetery on little Federico's last journey.
Finally she heard once more the bells tolling with the
sound of plangent bronze.
El carácter sencillo y abierto del señor Domingo, las
cualidades humanas de la señora Vicenta María y las de su
hija, habían conseguido que mucha gente del pueblo
asistiera al entierro del pequeño Federico y llenara la
iglesia. Aunque muchos hombres y algunas mujeres
habían preferido quedarse afuera, en la plaza.
The straightforward, open character of Señor Domingo
and the human qualities of Señora Vicenta María and her
daughter had resulted in many villagers attending little
Federico's funeral, and filling the church, although many
men and some of the women had preferred to stay
outside in the square.
El radicalismo anticlerical atrajo a los obreros, especialmente
en las zonas industriales. Las clases privilegiadas se volvieron
más intransigentes y apareció un fuerte tradicionalismo
que se opuso al anticlericalismo. La depresión económica
a partir de 1921, en particular en la agricultura, reforzó la
agitación social. Un gran número de campesinos,
huyendo de los sueldos del hambre, viajaron a las
ciudades industriales en busca de trabajo. La gran
afluencia de gente, en los centros industriales, se vio
reflejada en el rápido progreso de los sindicatos.
Anti-clerical radicalism attracted the workers, especially in
industrial areas. The privileged classes remained more
diehard, and a strong traditionalism appeared which opposed
the anti-clericalism. The economic depression from 1921,
particularly in agriculture, reinforced social unrest. A
great many farm workers, fleeing from starvation wages,
travelled to industrial cities in search of work. The great
affluence of people in the industrial centres was seen
reflected in the rapid rise of the trades unions.
En Alberic, algunos patronos olvidaron a las verdaderas
víctimas de estos difíciles años en crisis.
El general Primo de Ribera, apoyado por el Ejército de
África, la aristocracia latifundista de Andalucía y Castilla y
las altas jerarquías eclesiásticas, instauró una dictadura en
1923. Ésta duró siete años gracias, en parte, a la oleada de
prosperidad mundial durante esos años.
..
In Alberic, some employers forgot the real victims of
these difficult years in crisis. General Primo de Rivera,
supported by the army in Africa, the landowning
aristocracy in Andalusia and Castile, and the senior
ecclesiastical hierarchy, established a dictatorship in 1923.
This lasted seven years, thanks, in part, to the wave of
world prosperity during those years.
41
Desde el día de la muerte de su hijo, el señor Domingo se
encerró en un mundo en el que sólo existían la añoranza
y el vacío, dejados por la muerte de Federico. Buscó
refugió en el silencio del campo, caminando entre los
surcos, mientras los naranjos empezaban a cubrirse con la
redonda forma anaranjada de su fruta. Cuando volvía a
casa, después de dejar el caballo en el establo y el forraje
en el pesebre, buscaba a la pequeña María, que estaba
encantada con la atención especial que le prestaba su
padre. A menudo, le contaba historias de los toros, su
gran pasión. Le contó que él había asistido, en la Plaza de
Toros de Valencia, el 26 de mayo de 1912, a la novillada
debut de Juan Belmonte, un gran torero. Le prometió que
un día la llevaría a la Plaza de Toros de Valencia, para que
lo viera torear.
From the day of his son's demise, Señor Domingo
confined himself to a world in which existed only a sense
of loss and emptiness, left by the death of Federico. He
sought refuge in the silence of the countryside, walking
between the furrows, while the orange trees began to
cover themselves with the round, orange-coloured forms
of their fruit. When he returned home, after putting the
horse in the stable and fodder in the manger, he would
search out little María who was delighted by the special
attention that her father paid her. Sometimes he would
tell her stories of bullfights, his great passion. He told
her that he had been there, at the bull-ring in Valencia on
26th May 1912, for the maiden fight of Juan Belmonte, a
great bullfighter. He promised her that one day he would
take her to Valencia's bull-ring to see a bull-fight.
En su celda, la señora Elisa continuaba dando pocas
señales de vida. Sólo su débil respirar hacía pensar que no
había muerto. Su subconsciente seguía viendo el pasado
con gran claridad. En un nuevo flashback revivió la
mañana que al despertar, casi de madrugada, vio a su
marido que se estaba lavando en el lavabo del dormitorio:
- ¿Adónde vas tan temprano?
- Tengo que regar hoy el huerto del río. Como tú me
dices muchas veces: ‘a quien madruga, Dios le ayuda’.
Además, tengo que terminar temprano para ir a Valencia
a comprar dos entradas para la corrida de Juan Belmonte.
- ¿Dos entradas? ¿Vas a ir con Pepe García?
- No, una entrada es para María. La niña tiene mucha
ilusión y le prometí que la llevaría a verlo torear.
- Su ilusión es producto de todas las historias que tú le
cuentas. ¿No crees que es demasiado pequeña? Todavía
In her cell Señora Elisa continued showing few signs of
life. Only her weak breathing made it seem she had not
died. Her subconscious continued seeing the past with
great clarity. In a new flashback she relived the morning
when, waking up around dawn, she saw her husband
washing at the bedroom wash-basin. "Where are you
going so early?" "To-day I have to water the orchard by
the river. As you often say to me, 'God helps those who
rise early.' Besides, I have to finish early to go to Valencia
to buy two tickets for Juan Belmonte's bull-fight." "Two
tickets? Are you going with Pepe García?" "No, one
ticket is for María. The child is looking forward to it, and
I promised I would take her to see him fight." "Her
enthusiasm is the result of all the stories you tell her.
Don't you think she's too young? She's not even six yet."
42
no ha cumplido los seis años.
- Para que te quedes tranquila, le taparé los ojos cuando
vayan a matar al toro.
Su mujer no quiso seguir oponiéndose a que la niña fuera
con él a los toros, porque era la primera vez, desde la
muerte de su hijo, que su marido daba señales de volver a
tener ilusión en algo. La muerte del pequeño Federico
afectó tanto a su padre que el médico de cabecera,
temiendo que cogiera una seria depresión, aconsejó a la
familia que no se hablara del niño delante de su padre y
que se deshicieran de todas las fotos y los objetos que se
lo pudieran recordar, en especial, el borriquete en el
establo.
A la vuelta de la corrida de toros, María les contó a todas
las mujeres de la casa lo bien que lo había pasado con su
padre:
- Juan Belmonte se plantaba delante del toro, sin moverse,
y luego lo engañaba con el capote y la muleta. Además,
mi padre me compró un helado.
Con el paso del tiempo, María llegó a sentir la misma
pasión por los toros que la que sentía su padre.
Desde la venta del corral que daba a la calle Huertas y de
las reformas en la casa, Sebe se había cambiado al nuevo
dormitorio, construido en un rincón de los anchos
graneros de la casa. Aunque su voluntad de trabajo no
había disminuido, empezaba a sentir ‘sus cansados
huesos’, como ella decía, después de volver de la compra.
Para ayudarla, la señora Elisa le pidió a su prima Natalia
"So that you won't worry, I'll cover her eyes when they're
going to kill the bull."
His wife didn't want to go on refusing to let the child go
to the bull-fight because it was the first time since the
death of his son that her husband showed signs of
having any interest in something again. Little Federico's
death had affected his father so much that the family
doctor, fearing that he would develop serious depression,
advised the family that they shouldn't mention the boy in
front of his father, and that they should get rid of all the
photos and objects that would make him remember him,
especially the saw-horse in the stable.
On her return from the bull-fight, María told all the
women of the house about the lovely time she'd had with
her father. "Juan Belmonte stood his ground in front of
the bull without moving, and then he tricked it with his
cloak and the muleta (stick with a red cloth). And... my
father bought me an ice cream."
As time went on María came to feel the same passion for
the bulls as her father felt.
Since the sale of the yard which faced on to Calle
Huertas, and the improvements to the house, Sebe had
changed to the new bedroom, built in a corner of the
wide granaries of the house. Although her will to work
had not diminished she began to feel 'her tired bones', as
she put it, after returning from shopping. So as to help
her Señora Elisa asked her cousin Natalia if she would
43
que le echara una mano. Natalia no sólo la empezó a
ayudar en la compra, sino que también, con el pretexto de
aprender, pasaba mucho tiempo en la cocina con ella.
Puesto que la casa de Natalia estaba muy cerca, la señora
Elisa le dijo una noche después de la cena:
- ¿Por qué no le pides permiso a tu madre para quedarte a
dormir aquí? Podrías ir a tu casa cuando quisieras y nos
ayudarías ahora que Sebe ya no es la que era.
Natalia se sentía muy a gusto en la casa de la calle de
Orient. Después de recabar el permiso de su madre, se
cambió a su nuevo hogar.
La habitación de Sebe era muy amplia, así que pusieron
dos camas individuales de barrotes y Natalia empezó a
compartir el dormitorio con ella. Quería mucho a Sebe y
estaba contenta de poder pasar más tiempo a su lado.
- Me he hecho vieja demasiado pronto. – Le dijo Sebe
una mañana. – Me duele no poder ir al mercado contigo y
no ayudarte más en la cocina.
- Ya hace bastante. ¿Quién va a enseñarme a cocinar y a
ayudar a llevar la casa mejor que usted?
Sebe pasaba mucho tiempo en la sala de estar-comedor,
haciendo ganchillo. Con el paso de cada día, le costaba
mucho más caminar. Al final, la señora Vicenta María dijo
que María iba a dormir con ella y, de este modo, Sebe
podría dormir en el dormitorio de María sin tener que
subir y bajar la escalera.
Sebe, después de coger un fuerte resfriado, murió
tranquilamente, al poco tiempo de haberse cambiado, en
febrero de 1920, a la edad de sesenta y ocho años.
lend a hand. Natalia not only began to help her with the
shopping, but also (on the pretext of learning) spent a lot
of time in the kitchen with her. Given that Natalia's
house was close by, Señora Elisa said to her one night
after dinner, "Why don't you ask your mother's
permission to sleep here? You could go home whenever
you wanted to, and you would be able to help us now that
Sebe isn't what she was."
Natalia felt very at ease at the house in Calle de Orient.
After getting permission from her mother, she moved to
her new home. Sebe's room was very spacious so that
they were able to put in two single beds, and Natalia
began to share the bedroom with her. She liked Sebe
very much and was happy to be able to spend more time
by her side. "I've become old too soon." Sebe said to her
one morning. "I'm so sorry not to be able to go to the
market with you or to help you more in the kitchen."
"Now that's enough. Who is going to teach me to cook
and to help manage the house better than you?"
Sebe spent a lot of time in the living room doing her
crochet. With the passing of each day it became more
difficult for her to walk. Finally, Señora Vicenta María
said that María was going to sleep with her so that Sebe
would be able to sleep in María's room without having to
go up and down the stairs. After catching a severe cold
Sebe died peacefully in February 1920, shortly after her
sixty-eighth birthday.
44
Como siempre pasa en todos los eventos de nuestras
vidas, el gran vacío que deja la pérdida de un ser querido,
lo llenan las pequeñas acciones de cada día y la vida sigue
su curso imparable. Natalia, con su gran capacidad de
trabajo y su generoso deseo de ayudar, empezó con la
difícil tarea de llenar el vacío dejado por la fiel Sebe.
Incluso la señora Vicenta María se maravillaba de la
rapidez con la que Natalia llevaba a cabo los quehaceres
domésticos. Cuando volvía de la compra, después de
poner la comida al fuego, con la ayuda de Rosa, siempre
había algo que hacer. Un día limpiaban la loza y el cristal
en las alacenas; otro día, blanqueaban el patio; otro,
aireaban la lana de los colchones; otro, limpiaban los
graneros… Todo esto contribuyó a que la casa de la calle
Orient volviera a la normalidad, con todos sus miembros
recuperando sus pasadas rutinas, junto con la algarabía de
María y sus amigas mientras jugaban en el patio. Julia
Poveda se volvió la amiga inseparable de María. Vivía en
la calle de Orient, en la casa de enfrente. Las dos niñas
iban al colegio todos los días y pasaban el resto del
tiempo jugando a las bolitas en la calle Primitiva, tal como
solían hacer la señora Elisa y su prima Natalia cuando
eran pequeñas, o cuidando de sus muñecas. Incluso el
señor Domingo parecía haber recobrado la alegría de
vivir.
As always happens in all the events of our lives, the great
emptiness that the loss of a loved one leaves is filled by
small daily actions, and life goes on, unrelenting. With
her great capacity for work and her earnest desire to help,
Natalia began the difficult task of filling the space left by
the faithful Sebe. Even Señora Vicenta María marvelled
at the speed with which Natalia carried out the domestic
chores. When she came back from shopping, after
putting the meal on to cook with Rosa's help, there was
always something to do. One day they would clean the
crockery and the glass in the cupboards; another day they
would whitewash the patio; another, they would air the
woollen mattresses; on another they would clean the
grain stores... All this contributed to the return to
normality of the house on Calle de Orient, with all its
members resuming their old routines, along with the
cacophony of noise that María and her friends made
while they played in the patio. Julia Poveda became
María's inseparable friend. She lived in the Calle de
Orient, in the house opposite. The two girls went to
school each day, and spent the rest of the time playing
marbles in the Calle Primitiva - so much like Señora Elisa
and her cousin Natalia used to do when they were young
- or looking after their dolls. Even Señor Domingo
seemed to have recovered his zest for life.
45
Aunque había un piano en la casa, el señor Domingo
compró un piano vertical de un anticuario de Valencia.
Éste le hizo un gran descuento, después que la señora
Elisa accediera a que se llevara el viejo piano de su padre.
El subconsciente de la señora Elisa viajó al día del
séptimo cumpleaños de María.
Vio a María sentada en el taburete del piano y sus
manecitas moviéndose sobre el teclado de marfil.
Desde el día de su cumpleaños, María empezó a aprender
a tocar el piano. Su padre le compró las partituras de ‘La
Dolorosa’ y de ‘Molinos de Viento’; aunque su mujer le
repetía a menudo, que aprender a tocar el piano era más
difícil que aprender a hacer un huevo.
Otra de las razones que ayudó al señor Domingo a volver
a sentir las ganas de vivir fue la noticia del nuevo
embarazo de su mujer. La señora Elisa se volvió a quedar
encinta en el verano de 1921. Toda la familia empezó a
cuidarla para que el embarazo fuera bien y ella no corriera
ningún riesgo. La señora Vicenta María se encargó de
cuidar de su nieta y Natalia de su prima, cuando su
marido no estaba en casa. Cuando el señor Domingo
volvía del trabajo, después de lavarse, se dedicaba a que
su mujer estuviera cómoda y no hiciera ningún esfuerzo
innecesario.
- ¿Dónde quieres que te lleve la mecedora? Mi misión es
cuidaros a ti y al niño que está en camino.
Although there was a piano in
the house, Señor Domingo
bought an upright one from an
antique dealer in Valencia.
When Señora Elisa agreed that
he should take away her father's
old piano, he gave him a big
discount.
Señora Elisa's subconscious
shifted to María's seventh
birthday. She saw María sitting
on the piano stool with her little
hands moving over the ivory keyboard. Since her birthday
María had begun to learn to play. Her father bought her
the music of 'La Dolorosa' and of 'Molinos de Viento'
(Windmills); although his wife would often say that
learning the piano was rather more difficult than learning
to fry an egg.
Another reason for Señor Domingo regaining his joie-devivre was the news that his wife was expecting again.
Señora Elisa became pregnant in the summer of 1921.
The whole family started to take care of her so that her
confinement would go well and she would run no risks.
Señora Vicenta María took charge of looking after her
granddaughter, and Natalia of her cousin when the
husband was not at home. When Señor Domingo came
home from work, after having a wash he made sure his
wife was comfortable and that she didn't make any
unnecessary effort.
"Where do you want the rocking chair put? My purpose
is to take care of you and the baby boy who is on the
way."
46
- ¿Cómo sabes que va a ser un niño? ¿Qué pasaría si fuera
una niña?
"How do you know its going to be a boy? What would
happen if it were a girl?"
Y así, con la ilusión de los padres que esperan con alegría
la llegada de un nuevo miembro de la familia, la mecedora
pasó el verano cambiando de sitio, desde su rincón en la
entrada de la casa al patio, cuando refrescaba. El otoño,
después de cubrir la tierra con la alfombra de sus hojas,
dejó paso al invierno, con la mecedora cerca de la
encendida chimenea. Las estaciones siguieron su curso
con la placentera normalidad de un hogar de agricultores,
regido por las tareas del campo y los días de fiesta,
tiempo de celebración y descanso.
And so, with the parents looking forward joyfully to the
arrival of a new member of the family, the rocking chair
spent the summer changing places from its corner in the
entrance hall to the patio when it was cool. After
covering the ground in a carpet of leaves, autumn gave
way to winter, with the rocking chair near the blazing
fireside. The seasons followed their course with the
pleasing normality of a farmers home, regulated by the
outside tasks and the fiesta days: times of celebration and
of rest.
En su entumecido letargo en la celda, la señora Elisa
revivió el día del bautismo de su hija, en el mes de abril
de 1922.
In her numb lethargy inside the cell Señora Elisa relived
the day of her daughter's baptism in the month of April,
1922.
Vio a la niña, en brazos de su madrina Natalia, vestida
con un blanco faldón bautismal, confeccionado con hilo
y encaje de Bruselas.
She saw the baby girl in the arms of her Godmother,
Natalia, dressed in a white baptismal dress made of linen
and Brussels lace. Although her father felt slightly cheated
that the newborn was a girl, on seeing his daughter his
initial disappointment was very soon transformed into
great joy. The little girl had the face of an angel by
Murillo. She was fair, with beautiful eyes, and an
extraordinarily sweet expression. María was enchanted
with her little sister. Her mother poured out all her love
for her, repressed by keeping silent the memories, for the
sake of her husband, and the emptiness in her life since
Federico's death.
Aunque el padre se sintió un poco defraudado al ver que
la recién nacida era una niña, muy pronto su decepción
inicial se transformó en una gran alegría al ver a su hija.
La niña tenía la carita de un ángel de Murillo. Era muy
rubia, con unos ojos bellísimos y una expresión de
extraordinaria dulzura. María estaba encantada con su
hermanita. Su madre volcó en ella todo el cariño
reprimido, al hacer callar el recuerdo y el vacío en su vida
desde la muerte de Federico, por el bien de su marido.
47
El nacimiento de Eliseta, nombre con el que se empezó a
llamar a la recién nacida, trajo de nuevo la felicidad
familiar a la casa de la calle de Orient.
The birth of Eliseta, the name which they began to call
the newborn, brought family happiness once again to the
house in Calle de Orient.
Más tarde, la señora Elisa, recordó el día en que vio a
Eliseta sentada en su mecedorita, meciendo un gallo
blanco, que se había hecho el compañero inseparable de
la pequeña, siguiéndola a todas partes. Su madre le
preguntó:
Later, Señora Elisa remembered the day she saw Eliseta
sitting in the rocking chair, rocking a white cockerel
which had become the child's inseparable companion,
following her all over the place. Her mother asked her,
"Would you like to come with me to my friend, Leonor's
house? But you'll have to leave your rooster at home."
Unwillingly Eliseta agreed to go with her, seeing that each
time she went to her mother's friend's house Señora
Leonor would allow her to sit in one of the small chairs
in the sitting room and hold in her arms a valuable doll
which no-one was allowed to play with. Eliseta's charm
and good-naturedness gained her, day by day, the affection
of everyone who knew her.
- ¿Quieres venir conmigo a casa de mi amiga Leonor?
Aunque tendrás que dejar tu gallo en casa.
A regañadientes, Eliseta aceptó ir con ella ya que, cada
vez que iba a la casa de la amiga de su madre, la señora
Leonor dejaba que se sentara en una de las sillitas del
salón y tuviera en brazos una valiosa muñeca, con la que
nadie podía jugar. El encanto y la bondad de Eliseta le
ganaban, día tras día, el cariño de todos los que la
conocían.
La señora Elisa se vio caminando, otra vez, por la cuesta
de la calle de las Barcas de camino a la casa solariega de
los García.
La penumbra del largo crepúsculo del verano había
invadido la celda. La señora de Aranda, que se había
despertado de su inquieto dormir, vio a la señora Elisa
que descansaba ahora en una especie de amodorrado
sopor y pensó:
Once more, Señora Elisa saw herself walking up the hill
from the Calle de las Barcas on the way to the ancestral
home of the García family.
The semi-darkness of the long summer twilight had
pervaded the cell. Señora de Aranda, who had woken
from her uneasy sleep, watched Señora Elisa who rested
now in a sort of drowsy torpor, and thought, "At least
48
- Al menos tú no tendrás que presenciar nuestro triste e
ineludible final.
El estado comatoso de su compañera de celda hacía
pensar que ésta fallecería antes de la medianoche. El
ataque de corazón, causa del coma, también había
producido un cambio feo y preocupante en el color de su
piel. Su cuerpo amoratado yacía en el colchón, dando
pocos síntomas de vida.
A pesar de su lamentable estado, su subconsciente
recordó la visita de su primo hermano a Alberic en el
verano de 1928.
Sam, el hermano de su padre, antes de su muerte en La
Habana, en 1898, firmó unos documentos reconociendo
la paternidad de un hijo póstumo. Paulino, aunque había
sido el resultado de una aventura sentimental del hijo
mayor de los Masiá con la hija de una familia de la alta
clase media de La Habana, había recibido, al nacer, el
apellido de su padre. El niño había sido criado por su
madre y los abuelos maternos. Ellos le habían dicho que
su padre había muerto al final de la guerra. En realidad,
aunque esto era verdad, no era la verdad completa, ya que
nunca le dijeron que sus padres no se habían casado.
Paulino, de carácter bohemio e inquieto, después de
terminar la carrera de arquitecto, había conseguido un
contrato en Venezuela. En Caracas, conoció, se enamoró
y se casó con la hija de una rica familia venezolana. La
explotación del petróleo había hecho que Maracaibo
fuese la segunda ciudad del país, pero la capital había sido
la que más se había beneficiado de las rentas petrolíferas.
Antes de su muerte, su madre le dijo a Paulino que tenía
una tía casada con el hermano menor de su padre que
you wont have to witness our sad and unavoidable end."
The state of her comatose companion in the cell made
her think that she would pass away before midnight. The
heart attack the cause of the coma had also produced an
ugly and worrying change in the colour of her skin. Her
purplish body lay on the mattress, giving out few signs of
life.
In spite of her lamentable state her subconscious
remembered the visit by her first cousin to Alberic in the
summer of 1928. Before his death in Havana in 1898,
Sam, her father's brother, had signed some documents
admitting his paternity to a son born posthumously.
Despite having been the result of an amorous fling by
the elder son of the Masiá family with the daughter of an
upper middle class family from Havana, Paulino had been
given his father's family name. The boy had been brought
up by his mother and his maternal grandparents. They
had told him that his father had died at the end of the
war. Actually, although this was true, it was not the whole
truth, in that they never told him that his parents had not
married.
After finishing his degree as an architect Paulino, of
bohemian and enquiring character, had secured a contract
in Venezuela. In Caracas he met, fell in love with, and
married the daughter of a well-off Venezuelan family.
The production of oil had made Maracaibo the second
city in the country, but it was the capital that had
benefitted more from the industry's profits.
Paulino's mother told him just before she died that he
had an aunt who was married to his father's younger
49
vivía en Alberic, un pueblo agrícola de la región
valenciana, en España.
brother and who lived in Alberic, a farming village in the
Valencia region of Spain.
Desde el primer momento en que recibió la carta de su
sobrino, anunciándole su visita con su mujer, la señora
Vicenta María empezó a hacer los preparativos para su
estancia. Su yerno y Ricardo subieron y montaron una
cama de matrimonio alfonsina en el dormitorio del
primer piso. Rosa, ayudada por su madre, blanqueó los
bajos del patio. Natalia, bajo la dirección de la señora
Vicenta María confeccionó unos dulces y, aunque no era
la época del año, unos panquemados para regalárselos a
los invitados. La madre de Eliseta estaba muy
entusiasmada al saber que pronto iba a conocer al hijo del
hermano mayor de su marido. Por fin, llegó el seis de
agosto de 1928.
From the first moment she received the letter from her
nephew, announcing his visit with his wife, Señora
Vicenta María began to make preparations for their stay.
Her son-in-law and Ricardo went up and installed an
Alphonso-style
double
bed in the first floor
bedroom. Rosa, helped by
her mother, whitewashed
the lower half of the patio
walls. Natalia, under the
guidance
of
Señora
Vicenta María, made some
sweets, and although it
wasn't the right time of
year, some panquemados to give to the guests. Eliseta's
mother was very excited to know that soon she was going
to meet her husband's older brother's son. At last the
sixth of August 1928 arrived.
La señora Elisa volvió a ver, claramente, el momento de
la llegada del tren a la estación de Alberic:
En el andén estaba ella, con el resto de su familia.
Cuando se detuvieron los vagones, entre los otros
pasajeros, vio bajar a don Paulino con su mujer. Don
Paulino se parecía mucho a su prima. Era alto y moreno,
con la nariz aguileña y llevaba gafas. Su mujer, que se
llamaba Nancy, era muy hermosa; pero todos se llevaron
una sorpresa ya que su sobrino nunca le había dicho a su
tía, en las cartas, que su mujer era mulata. En los años
veinte, en un pueblo de la Ribera Alta lleno de prejuicios
y convencionalismo, con una clara división de clases y
Señora Elisa saw again, clearly, the moment when the
train arrived at Alberic station. She was on the platform
with the rest of her family. When the carriages stopped,
she saw, amongst the other passengers, Don Paulino and
his wife get off. Don Paulino looked very much like his
cousin. He was tall and dark with an aquiline nose, and
he wore glasses. His wife, who was called Nancy, was very
pretty; but everyone was surprised by the fact that her
nephew had never told his aunt in his letters that his wife
was a mulatta. In the twenties, in a village in the Ribera
Alta, full of prejudices and conventionalism, with a clear
division between classes and a marked aversion towards
50
una marcada aversión hacia los gitanos, el ver a una mujer
‘negra’ causó un gran alboroto.
- Es una mujer muy guapa, -decía la gente- pero es
‘negra’.
Si el matrimonio oyó algún comentario, o vio algún gesto
raro, de camino a la casa desde la estación, no pareció que
le importara demasiado. En realidad, ellos no tenían
ningún problema racista, el problema lo tenían los del
pueblo al no poder ver más allá del color de la piel.
Al llegar a la casa, Natalia ya tenía la mesa del comedor
lista para la comida. En honor de los invitados, habían
puesto la mesa con el mantel blanco de hilo, la vajilla de
la Cartuja de Sevilla, las copas de cristal y los cubiertos de
plata. Después de la comida y de tomar una buena siesta,
los invitados, acompañados por toda la familia, fueron a
la Montañeta. En la ermita, enfrente de la puerta de
entrada, estaba el altar de Santa Bárbara. La señora
Vicenta María les explicó a sus sobrinos que Santa
Bárbara protegía al pueblo de los rayos y los truenos.
Al día siguiente, don Paulino y su mujer fueron a
Valencia, para visitar la ciudad y ver el piso de los Masiá
en la calle del Mar. María, que ya era una jovencita de
quince años, les acompañó.
Después del viaje les contó a todos, que sus tíos le habían
comprado un sombrero y que lo había perdido, al volar a
la calle, desde lo alto del Micalet.
Durante su estancia, los sobrinos de la señora Vicenta
María visitaron Játiva y Gandía, comieron sandía en el
patio y vieron la ‘cordà’, la víspera del día de San
Lorenzo, santo titular de Alberic. Este popular rito tuvo
lugar en la Plaza Mayor y en las calles inmediatas. Desde
gypsies, the sight of a 'negro' woman caused a great
commotion. "She is a very good-looking woman," said
the people, "but she's a negress." If the couple heard any
comments, or saw any odd expressions on the way to the
house from the station, it didn't seem to bother them too
much. They actually had no racial problems; the problem
was that the people of the village could see no further
than the colour of her skin.
On their arrival at the house Natalia had already laid the
dining-room table ready for the meal. In honour of the
guests the white linen tablecloth had been used, with the
Seville Carthusian dinner service, crystal glasses, and
silver cutlery. After the meal and having taken a good
siesta, the guests, accompanied by the whole family, went
to the Montañeta. Inside the Hermitage, opposite the
entrance door was the altar of Saint Barbara. Señora
Vicenta María explained to her nephew and niece that
Saint Barbara protected the village from thunder and
lightning.
The following day Don Paulino and his wife went to
Valencia to visit the city and to see the Masiá's apartment
in the Calle del Mar. María, who was now a young lady
of fifteen, went with them. After the trip she told them
all that her uncle and aunt had bought her a hat and that
she had lost it, flying off down to the street from the top
of the Micalet.
During their stay Señora Vicenta María's nephew and
niece visited Xátiva and Gandía, ate watermelon on the
patio, and watched 'La Cordà' on the Eve of Saint
Lorenzo, the patron saint of Alberic. This popular ritual
took place in the Main Square and in the neighbouring
51
una de las rejas de la Agrícola, protegida por una malla
metálica, la familia de la señora Vicenta y sus invitados
presenciaron el espectáculo de fuego. Los lanzadores, a
pesar de las altas temperaturas de agosto, llevaban
prendas de ropa gruesa: chaquetas, pantalones, botas,
gorras y guantes, para protegerse de las quemaduras.
Todos, queriendo dar pruebas de su temeridad y bravura,
se lanzaban cohetes y petardos encendidos. Durante las
altas horas de la madrugada, se continuaron viendo las
chispas y oyendo las explosiones, el griterío y las
corridas…
La estancia de los sobrinos de la señora Vicenta María, no
sólo fue un feliz y armonioso encuentro, sino que
también fue una gran lección para la joven María. Desde
el primer momento de conocer a su tía Nancy nació una
gran afinidad entre las dos mujeres. Pasó mucho tiempo
con su tía, mientras su tío hablaba con su madre,
haciéndole preguntas sobre la familia Masiá.
Aunque María nunca volvió a ver a su tía Nancy, la
recordó siempre con un gran cariño. Unos días después
de la partida de sus tíos, le dijo a su abuela:
- Abuela, nunca lograré entender por qué algunos dicen
que los negros no son como nosotros. La tía Nancy es
una mujer muy buena e inteligente; además, es mucho
más señora que muchas de las ‘señoras’ de Alberic.
El año 1931 fue un año de tribulaciones y pesadumbre.
El 14 de abril vio el triste final del reinado de Alfonso
XIII y la proclamación de la II República. Las elecciones
municipales del 12 de abril vieron el triunfo de las
streets. From one of the window grilles of the Café
Agrícola, protected by a wire mesh screen, Señora María's
family and guests witnessed the fiery spectacle. The
throwers, despite the high temperatures of August, were
wearing thick items of clothing: jackets, trousers, boots,
caps and gloves, to protect them from burns. All of
them, keen to prove their recklessness and bravura, threw
rockets and burning fire-crackers. During the early hours
of the morning they went on seeing sparks and hearing
explosions, the uproar and people running...
Señora Vicenta María's nephew's and niece's stay was not
only a happy and harmonious meeting, but also a great
lesson for the young María. From the first moment of
meeting her Aunt Nancy a great affinity between the two
women was born. She spent a lot of time with her aunt,
while her uncle would talk to her mother asking questions
about the Masiá family. Although María never saw her
Aunt Nancy again she always remembered her with great
affection. A few days after the departure of her aunt and
uncle she asked her grandmother, "Grandma, I shall
never manage to understand why some people say that
black people are not the same as we are. Aunt Nancy is a
very good and intelligent woman; in fact, she's much
more of a 'Señora' than many of the 'señoras' of
Alberic."
The year 1931 was a year of tribulations and affliction.
The 14th April saw the sad end of Alfonso XIII's reign
and the proclamation of the Second Republic. The
municipal elections of 12th April saw the triumph of the
Left: the Republican intellectuals, the Socialist party, and
52
izquierdas: los intelectuales republicanos, el partido
socialista y la UGT, que llegó a contar con más de un
millón de afiliados a finales de 1931. La Corona,
abandonada por la burguesía, sólo contó con el apoyo de
algunos propietarios agrarios, la Iglesia y el Ejército. La
clase trabajadora, al verse fuerte, se unió a las masas
proletarias.
En Alberic, la división entre las clases se acentuó. El
parecido del apellido del coronel Francisco Maciá, líder
del movimiento separatista catalán, con el apellido Masiá
provocaba a menudo el enojo de la señora Elisa, cuando
alguien de izquierdas le preguntaba si el coronel era
miembro de su familia.
Después de los meses de euforia de abril y mayo de 1931,
la II República se volvió intransigente y amargada. Este
ambiente de zozobra llevó a la quema de conventos en
Madrid y en otras partes de España.
La señora Elisa volvió a revivir un último y triste
recuerdo en la celda en penumbra. Ocurrió en una noche
del invierno de 1931.
Como de costumbre, después de cenar, la familia se había
sentado alrededor del hogar, en donde ardía un buen
fuego de leña. La señora Vicenta María, dormitaba en su
poltrona; su hija, sentada en la mecedora, remendaba
calcetines; su yerno, fumando un puro, se relajaba
contemplando las chispeantes llamas; Eliseta, se
entretenía, ordenando sobre una mesita de alas, las fotos
y las estampas que guardaba en una vacía caja de
hojaldres de cartón; María, con su tamborcito de mano,
the UGT were able to count on more than a million
members by the end of 1931. The Crown, abandoned by
the middle class bourgeoisie, could only rely on the
support of a few agricultural landowners, the Church and
the Army. The working class, seeing itself strong, united
with the proletariat masses.
In Alberic the division between the classes became
accentuated. The similarity between the name of Colonel
Francisco Maciá, leader of the separatist Catalan movement,
and the name Masiá, provoked Señora Elisa's fury at
times, when anyone from the Left asked her if the
Colonel was a member of her family.
After the months of euphoria in April and May 1931 the
Second Republic turned hard-line and embittered. This
atmosphere of collapse led to the burning of convents in
Madrid and in other parts of Spain.
Señora Elisa relived once more a final and sad memory in
the gloomy cell. It occurred one night in the winter of
1931.
As usual after dinner, the family was sitting around the
hearth in which burned a good wood fire. Señora Vicenta
María was dozing in her easy chair; her daughter, sitting
in the rocking chair was mending socks; son-in-law,
smoking a cigar was relaxing, contemplating the sparks
from the flames; Eliseta amused herself at a little dropleaf table sorting photos and picture-cards which she
kept in an empty cardboard puff- pastry box; María, using
her hand-held embroidery frame, sewed violets on a
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bordaba violetas en un servilleta y Natalia, después de
haberse ido Rosa, estaba ordenando los cacharros en la
cocina. El señor Domingo, después de echar una
bocanada de humo, dijo:
- En Madrid no se entiende nadie. Los socialistas no
quieren colaborar con los republicanos y los anarquistas
sólo quieren complicarlo todo. Lo más triste es que no
creo que los monárquicos puedan traernos la estabilidad
que necesitamos.
- Déjate de política, -le contestó su mujer- mande quien
mande, yo sólo quiero que nos respeten a la Iglesia. Tal
vez, ganen las derechas en las nuevas elecciones…
- Tú siempre piensas que todo se va a arreglar. Espero
que no te equivoques; aunque yo creo que se avecinan
días muy duros.
La señora Elisa, pensando que su madre se había
dormido, le dijo:
- ¿Madre por qué no se acuesta? Si duerme en la poltrona,
mañana le dolerá la espalda.
Al ver que no decía nada, se levantó y, al tocarla, se dio
cuenta que su madre estaba muerta.
Al oír los lloros y los gritos de su prima, Natalia dejó la
cocina y fue a la sala de estar:
- ¿Qué ocurre? ¿Por qué lloras?
- Mi madre acaba de morir.
Con la serenidad y aplomo característicos de Natalia en
los momentos difíciles, dijo:
- Domingo, ayúdame. Tenemos que llevarla al salón y
amortajarla antes de que se enfríe.
Con la asistencia de su llorosa hija, Natalia vistió a su tía y
pusieron su cuerpo sin vida, encima de una manta, en el
centro del salón. Después, cuidadosamente, le cruzó las
manos.
napkin; and Natalia, after Rosa had gone, was sorting the
pots in the kitchen. After sending out a puff of smoke,
Señor Domingo said, "In Madrid no-one gets on with
anyone else. The Socialists dont want to collaborate with
the Republicans and the Anarchists only want to
complicate everything. The saddest thing is that I don't
believe the Monarchists can bring us the stability that we
need."
"Leave the politics," answered his wife. "Whoever's in
charge, I only hope they show some respect for the
Church. Maybe the Right will win in the new elections..."
"You always think that everything's going to be alright. I
hope youre not wrong, although I believe that harder
times are to come."
Señora Elisa, thinking her mother had gone to sleep, said,
"Mother, why don't you go to bed? If you go to sleep in
the chair you'll have back-ache tomorrow."Seeing that she
said nothing she got up, and touching her realised that
her mother was dead. Hearing her cousin's weeping and
cries, Natalia left the kitchen and went into the living
room.
"What happened? Why are you crying?"
"My mother has just died."
With Natalia's characteristic calmness and composure at
difficult moments, she said, "Domingo, help me. We must
take her to the sitting room and enshroud her before she
cools down."
With the help of the weeping daughter, Natalia dressed
her aunt and put her lifeless body on a blanket in the
centre of the sitting room. Then, carefully, she crossed
her hands.
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Hay una creencia popular que cree que cuando se cruzan
las manos, se unen los dos lados del cerebro humano. Por
esta razón, cruzamos las manos cuando rezamos.
It was a popular belief that when the hands were crossed
both sides of the human brain were united. This is why
we fold our hands when we pray.
Cuando llegaron los empleados de la funeraria, Natalia
fue a la cocina para preparar un buen caldo, ya que iba a
ser una noche larga y fría.
When the undertakers arrived Natalia went to the kitchen
to make a good broth, as it was going to be a long, cold
night.
El advenimiento del nacionalsocialismo en Alemania, en
enero de 1933, y la eliminación del socialismo austriaco
en 1934, hicieron mella y pusieron en vilo a las izquierdas
españolas. En marzo de 1934, la extrema derecha
española negoció con el gobierno fascista de Mussolini la
restauración del régimen monárquico. Otro factor,
causante directo de la inestabilidad, fue la gran depresión
económica de los años treinta, que se sintió en España,
especialmente en el campo y en la industria. Existía una
crisis, no sólo social, sino también económica y espiritual.
Este estado continuo de crisis provocaría, en julio del 36,
el estallido sangriento de la Guerra Civil.
The advent of Nationalism in Germany in January 1933,
and the elimination of Austrian Socialism in 1934 made
its mark and put the Spanish Left on tenterhooks. In
March 1934 the extreme Spanish Right negotiated the
restoration of the monarchist regime with the fascist
government of Mussolini. Another factor, a direct cause
of the instability, was the great economic depression of
the thirties, which in Spain was felt particularly in the
countryside and in industry. A crisis existed, not only
social but also economic and religious. In July 1936 this
continued critical state would cause the bloody outbreak
of the Civil War.
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EPÍLOGO
EPILOGUE
Cuando llegó la hora del ‘paseo’, las dos mujeres, junto
con los otros presos, se vieron forzados a subir al camión
de la muerte. La señora Elisa, a causa de su estado en
coma, tuvo que ser subida al camión por dos milicianos.
El destino iba a salvar a la señora Elisa del fusilamiento
de esa noche. El conductor del camión, que la conocía y
la respetaba, viendo la posibilidad de salvarla, dijo:
- Elisa, la de Siri, está medio muerta, y no creo que llegue
al puerto. ¿Por qué no la dejamos a la puerta de su casa, al
pasar el camión? Que la entierre su familia y así nos
ahorramos las balas.
Al pasar por la casa de la calle de Orient, el camión se
paró. Después de tocar el picaporte fuertemente, dejaron
el cuerpo en coma de la señora Elisa sobre la acera,
delante de la puerta.
Natalia y María, con manos temblorosas, la depositaron
sobre el sofá de la entrada. María fue a llamar a don
Ricardo Grima, médico y muy amigo de su madre, que le
dijo, a pesar del riesgo:
- Vuelve a casa, que yo iré en unos minutos.
When the 'paseo' time came, the two women together with the
other prisoners saw themselves forced to climb on to the
death-lorry. Because of her unconscious state, Señora Elisa
had to be put into the truck by two militia-men. Fate was
going to save the Señora from the firing squad that night.
Seeing the possibility of saving her, the truck driver, who knew
and respected her, said, "Elisa, that 'Siri''* woman, is half dead,
and I dont think she'll make it. Why don't we leave her at the
door of her house as the lorry goes past? That way the family
can bury her and we shall save bullets."
Passing by the house on Calle de Orient the truck stopped.
After rattling the door-knocker loudly they left Señora Elisa's
unconscious body on the pavement in front of the door. With
trembling hands Natalia and María laid her on the sofa in the
entrance hall. María went to call Don Ricardo Grima, doctor
and good friend of her mother, who, in spite of the risks, said
"Go back home, and I'll be there in a few minutes."
* 'Siri' was the family nickname. It means 'candle'.
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Dentro de la celda, en el cuerpo en coma de la señora
Elisa se habían fundido, finalmente, la línea morisca de su
madre y el aporte judío de su padre, bajo la fuerza
conciliadora de la fe cristiana.
Inside the cell, in Señora Elisa's comatose body the
Moorish line of her mother and her father's Jewish
influence had finally come together under the mediating
strength of the Christian faith.
Fuera de la celda, se batían en una lucha fratricida las dos
Españas.
Outside the cell the two Spains fought in a fratricidal
battle.
¿Cuánto tiempo tendría que esperar España, a que los
caminos, los barrancos y los campos de olivos,
manchados con la sangre de sus hijos, vieran los fusiles
transformados en ramas de olivo?
How long might Spain have to wait for the roads, ravines,
and the fields of olive trees, stained with the blood of its
sons, to see the guns transformed into olive branches?
Aunque la señora Elisa estuvo en coma más de dos
meses, sobrevivió las vicisitudes de la guerra y murió a la
edad de 75 años.
Although Señora Eliseta was in a coma for more than
two months, she survived the vicissitudes of the war and
died at the age of 75 years.
57
FAMILY TREE
(as it appears in the book)
Ángela
=
Sara
Vicente Sanz y Forés
Vicenta María Sanz
Samuel Masiá y Cepeda
Federico Masiá
=
Elisa Masía y Sanz
=
=
Sam Masiá
Paulino Masiá =
Domingo Carboneres-Soro
María de los Ángeles Carboneres-Masiá
=
Salvador Ortiz-Fabra
Salvador Ortiz-Carboneres
= Consuelo
Federico
Eliseta
Nancy
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