Espiritualidad Y Cultura Organizacional ¿Qué tienen en común Southwest Airlines, Hewlett-Packard, The Men’s Wearhouse, Ford, Wetherill Associates y Tom’s of Maine? Que se encuentran entre un número creciente de organizaciones que han adoptado la espiritualidad en el lugar de trabajo. ¿Qué es la espiritualidad? La espiritualidad en el trabajo no son las prácticas religiosas organizadas. No tiene que ver con Dios o teología. La espiritualidad en el lugar de trabajo reconoce que las personas tienen una vida interior que alimenta y es alimentada por medio de un trabajo significativo que tiene lugar en el contexto de la comunidad. Las organizaciones que promueven una cultura espiritual reconocen que las personas tienen mente y espíritu, buscan un significado y propósito en su trabajo, y desean conectarse con otros seres humanos así como ser parte de una comunidad. ¿Por qué la espiritualidad ahora? Históricamente, en los modelos de administración y comportamiento organizacional no ha habido lugar para la espiritualidad. Como se dijo en nuestro análisis de las emociones en el capítulo 8, el mito de la racionalidad supone que la organización bien administrada elimina los sentimientos. De manera similar, la vida interior de un empleado no desempeña ningún papel en el modelo perfectamente racional. Pero así como acabamos de ver que el estudio de las emociones mejora nuestra comprensión del comportamiento organizacional, tomar en cuenta la espiritualidad ayuda a entender mejor el comportamiento de los empleados en el siglo veintiuno. Por supuesto, los trabajadores siempre han tenido una vida interior. Así que, ¿por qué surge ahora la búsqueda de significado y propósito? Hay varias razones, que se resumen en la figura 17-5. Características de una organización espiritual El concepto de espiritualidad en el lugar de trabajo se remite a nuestros análisis previos de temas tales como valores, ética, motivación, liderazgo y balance entre el trabajo y la vida personal. Las organizaciones espirituales se preocupan de ayudar a las personas a desarrollar y lograr todo su potencial. En forma similar, es probable que las organizaciones involucradas con lo espiritual se aboquen directamente a enfrentar los problemas creados por el conflicto entre el trabajo y la vida personal. ¿Qué es lo que diferencia a las organizaciones espirituales de sus contrapartes no espirituales? Aunque las investigaciones al respecto son preliminares, nuestra revisión identificó cuatro características culturales que tienden a ser evidentes en las empresas espirituales. Un sentido intenso de propósito. Las organizaciones espirituales construyen sus culturas alrededor de un propósito significativo. Aunque las utilidades son importantes, no son los valores principales de la organización. Las personas quieren estar inspiradas por un propósito que piensan es importante y benéfico. Confianza y respeto. Las organizaciones espirituales se caracterizan por la confianza mutua, honestidad y apertura. Los gerentes no tienen miedo de admitir sus errores. El presidente de Wetherill Associates, empresa exitosa de distribución de autopartes, dice, “Aquí no decimos mentiras, y todos lo saben. Somos específicos y honestos acerca de la calidad y lo adecuado que es el producto para las necesidades de nuestros clientes, aun si sabemos que ellos no detectarían ningún problema”. Prácticas humanísticas de trabajo. Estas incluyen horarios flexibles de trabajo, premios basados en el grupo y la organización, disminución de las diferencias salariales y de estatus, garantías de los derechos del trabajador individual, dar poder a los empleados, y seguridad en el trabajo. Por ejemplo, Hewlett-Packard ha establecido licencias temporales a través de retiros voluntarios y acortamiento de la semana de trabajo (compartido por todos), y tiene retiros a largo plazo por medio de jubilaciones y compras anticipadas de acciones. Tolerancia a la expresión de los empleados. La característica final que diferencia a las organizaciones basadas en la espiritualidad es que no inhibe las emociones de los empleados. Permiten que las personas sean ellas mismas: que expresen sus humores y sentimientos sin culpa o temor de una reprimenda. Los empleados en Southwest Airlines, por ejemplo, son invitados a expresar su sentido del humor en el trabajo, actuar espontáneamente y a tomar su labor en forma divertida. Críticas a la espiritualidad Los críticos del movimiento espiritual en las organizaciones se centran en tres aspectos. El primero es la cuestión del fundamento científico. ¿Qué es en realidad la espiritualidad en el sitio de trabajo? ¿Es tan solo un término nuevo de la administración? El segundo es, ¿son legítimas las organizaciones espirituales? En específico, ¿tienen el derecho de imponer valores espirituales a sus empleados? El tercero es la parte económica: ¿Son compatibles la espiritualidad y las utilidades? En primer lugar, como puede imaginarse, hay muy pocas investigaciones acerca de la espiritualidad en el sitio de trabajo. No sabemos si el concepto tenga fuerza. Las características culturales que acabamos de identificar, ¿en realidad diferencian a las organizaciones espirituales? Entonces, ¿qué es una organización no espiritual? Los empleados de las llamadas organizaciones espirituales, ¿perciben que laboran en una organización espiritual? Aunque ciertos estudios sugieren apoyo para la espiritualidad en el trabajo (como veremos más adelante), para que el concepto de espiritualidad sea creíble es necesario contestar las preguntas anteriores. Acerca de la segunda pregunta, hay un potencial claro para que sea difícil hacer énfasis en la espiritualidad en ciertos empleados. Los críticos quizás argumenten que las instituciones seculares, en especial las empresas de negocios, no tienen nada que ver con la imposición de valores espirituales en los empleados. Esta crítica es válida sin duda cuando se define la espiritualidad como llevar la religión y a Dios al lugar de trabajo.Sin embargo, las críticas parecen menos fundamentadas cuando la meta se limita a ayudar a los empleados a encontrar sentido a sus vidas laborales. Si las razones enunciadas en la figura 17-5 caracterizan en verdad a un segmento creciente de la fuerza laboral, entonces tal vez es tiempo de que las organizaciones ayuden a sus empleados a encontrar sentido y propósito en su trabajo, y a usar el lugar en que laboran como una fuente de comunidad. Por último, es cierto que es relevante el asunto de si son objetivos compatibles la espiritualidad y las utilidades, sobre todo para los directivos e inversionistas del negocio. Las evidencias, aunque limitadas, indican que sí lo son. Un estudio reciente realizado por una empresa consultora importante reveló que las compañías que habían introducido técnicas basadas en la espiritualidad mejoraron su productividad y redujeron de manera importante la rotación. Otro estudio descubrió que las organizaciones que dan a sus empleados la oportunidad de un desarrollo espiritual superaban a las que no lo hacían. Otros estudios también reportan que la espiritualidad en las organizaciones se relacionaba de manera positiva con la creatividad, la satisfacción de los empleados, el desempeño de los equipos y el compromiso organizacional. Y si se busca un caso para apoyar el argumento de la espiritualidad, es difícil ignorar el de Southwest Airlines, que tiene una de las tasas de rotación de empleados más bajas de la industria aérea; consistentemente tiene los costos más bajos por millas voladas de cualquiera de las aerolíneas principales; de manera regular supera a sus competidores en llegadas a tiempo y en menos quejas de los clientes; y ha demostrado ser la línea más rentable en Estados Unidos.