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07 LAS FALACIAS

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LAS FALACIAS
Una falacia es un argumento engañoso, parece válido pero no lo es. Sin
embargo, usando falacias podemos llegar a conclusiones que son verdad
(aunque sea por suerte).
En estos tiempos que corren tenemos acceso a cada vez más información.
Internet, con sus posibilidades casi infinitas, nuevos canales de televisión, cada
vez más periódicos distintos... Y continuamente escuchamos a gente que
intenta convencernos de cosas. Políticos, medios de comunicación,
economistas... pero también gente más cercana, como nuestros amigos, familia
y nuestro médico de cabecera, etc. Continuamente sufrimos un flujo de datos,
ideas, cifras, palabras y más palabras, que intentan cambiar nuestra opinión
sobre las cosas. Y es normal que nos sintamos perdidos... ¿qué es verdad y
qué es mentira?
Además, en esta época de turbulencia política y social, surgen con mayor
virulencia los debates acalorados entre contendientes. Las tertulias televisivas
eclosionan, Internet se convierte en un foro de ideas contradictorias, la calle
estalla con manifestaciones y asambleas. En todo ese barullo, podemos sentir
miedo de no saber qué pensar. ¿Cuándo estamos siendo manipulados? ¿En
quién puedo confiar?
¿Podemos hacer algo frente a esta situación? ¿Cómo podemos elegir
libremente sin caer en el engaño de gente más poderosa que nosotros? ¿Cómo
tener más poder, más independencia, más pensamiento crítico?
Cuando
intentamos
convencer
a
alguien
sobre
algún
tema,
utilizamos argumentos o razones para defender nuestra postura. Con estos
argumentos, intentamos llegar a una conclusión. A continuación unos ejemplos
de argumentos que intentan demostrar cosas:

Como nada prueba que no sea usted comunista, debemos concluir que
es usted comunista.

La sociedad siempre se ha desplazado montada a caballo. No hay por
qué viajar ahora en coche.

Tiene que haber algo después de la muerte. Si no, la vida no tiene sentido.

No puedes fiarte de ese estudio sobre el tabaco. Lo ha pagado la industria
tabacalera.
Los ecologistas dicen que el calentamiento global está sucediendo porque
la mayoría de los científicos dicen y lo creen así.


Esto debe ser verdad porque aparece en Wikipedia.
1

Si usted permite la eutanasia en este caso en que parece justificada,
entonces cualquier paciente que no esté en una situación terminal podrá escoger
esta forma de suicidio legal, y, a continuación, cualquier persona simplemente
deprimida podrá decidir el fin de su vida con ayuda médica.
¿Qué tienen en común estos ejemplos puestos a propósito? Todos intentan
demostrar cosas. Todos usan argumentos. Y todos usan argumentos erróneos.
Todos son, en una palabra: "falacias", o, como me gusta llamarlas, "trampas".
Una falacia o trampa en la argumentación es un argumento inválido, erróneo,
mal hecho, engañoso, chapucero... Si usamos una falacia, nuestro razonamiento
no vale, es absurdo, hay que tirarlo a la basura. ¡No nos ayuda, solo confunde!
Y no contiene una pizca de razón.
Las falacias o trampas abundan como estrellas en el cielo. Además, son
muy exitosas. Si se usan bien, causan furor entre el público, levantan aplausos
para uno mismo y abucheos para el rival. Su secreto es este: parecen
argumentos fuertes, sólidos, lógicos, inteligentes... pero no lo son. Para
aquellos a los que les guste el ajedrez, se parecen mucho a las "celadas":
jugadas defectuosas, que intentan tender una trampa al rival. Si el rival pica, la
recompensa es importante (comerte la dama, dar jaque mate...), pero si se da
cuenta, quedamos literalmente DERROTADOS. Esa es la fortaleza y debilidad
de estas trampas.
TIPOS DE FALACIAS:
1.- Demuéstrame lo contrario (la apelación a la ignorancia)
Se habla de "argumento dirigido a la ignorancia", "apelación a la ignorancia"
o, en latín "argumentum ad ignorantiam" cuando intentamos decir:

Esto es verdad, porque no se ha demostrado que sea falso.

Esto es mentira, porque no se ha demostrado que sea verdad.
Es una falacia, puesto que no se dan razones para demostrar lo que se dice,
sino que se ampara en la "ignorancia", es decir, en el desconocimiento, en la
falta de pruebas de lo contrario.
Si usamos esta trampa, estamos huyendo de la responsabilidad de probar lo que
decimos. Le pasamos esa responsabilidad a nuestro oponente, que ahora tiene
que demostrar lo contrario.
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Existe un principio que dice "prueba lo que afirmas, no lo que niegas". Si yo
digo que guardo un dragón en mi garaje... ¡debo dar razones de ello! No me vale
decir que "no has demostrado que no lo tenga".
Aquí van más ejemplos de esta trampa:

Le he suspendido porque usted copió en el examen.
- Eso no es cierto.
- ¿Puede usted demostrar que no copió?
No puedes probar que los espíritus de los muertos no regresan a la tierra
para comunicarse con los vivos. Por lo tanto, debe ser cierto.


Nadie ha demostrado que los extraterrestres existan, así que no existen.
No tengo mucha información sobre las actividades de este sujeto, excepto
la constancia de que no hay nada en los archivos del FBI que niegue sus
conexiones comunistas.


No se puede probar la existencia de Dios. Por lo tanto, Dios no existe.

No se puede probar que Dios no exista. Por lo tanto, Dios existe.
Por supuesto que la telepatía y otros fenómenos psíquicos no existen.
Nadie ha mostrado ninguna prueba de que sean reales.

Todos estos casos son falaces, puesto que dan como cierto (o como falso) algo,
basándose solamente en la ausencia de pruebas de lo contrario. Si nos fijamos
en el siguiente ejemplo:

No tenemos ninguna prueba de que los unicornios existan. Por lo tanto,
no existen los unicornios.
¡Eso es falso! Podríamos encontrarnos mañana una prueba de que existan los
unicornios, en este planeta o en otros. Lo razonable sería decir "es improbable
que existan los unicornios", pero no cerrar la posibilidad de que existan.
Por otra parte, ¿se puede demostrar al 100% que los unicornios no existan? Para
eso tendríamos que investigar todo el universo, parte por parte, para estar
seguros... ¡es imposible!. Por eso, tampoco vale "los unicornios existen porque
no se puede demostrar lo contrario". Claro que no se puede demostrar lo
contrario, pero eso no apoya la existencia de los unicornios.
"inocente hasta que se demuestre lo contrario". ¡¡Es lo mismo!! Oh, madre
mía, todo el derecho está fundamentado en una falacia (la "presunción de
inocencia")... ¿o no? Fíjense en la sutil diferencia que sigue:

El acusado es inocente, porque no se ha demostrado lo contrario.

Asumimos que el acusado es inocente, porque no se ha demostrado lo
contrario.
Lo primero es una falacia. Lo segundo, no: es una regla prudencial. Cuando un
jurado dice "inocente", no pretende probar que el acusado está libre de culpa,
3
sino que quiere decir "no hay pruebas de que el acusado sea culpable". Esto
es lo que importa, porque solo se castiga la culpa probada.
Parece una falacia, pero no lo es. Un inocente puede haber sido el asesino, pero
lo que importa aquí es que no se ha probado su culpabilidad, por eso es inocente
a ojos del jurado. La presunción de inocencia es una regla prudencial que, para
evitar el castigo injusto de los inocentes, aconseja considerar a todos los
acusados como si fueran inocentes hasta que no se demuestre lo contrario.
Además, en muchas ocasiones es imposible "probar" la inocencia. ¡Como
tampoco se puede probar que no haya unicornios!
Lo contrario es la "presunción de culpabilidad": todo acusado es culpable
hasta que se demuestre lo contrario. Esta aberración la personalizó el senador
estadounidense McCarthy, que en la época de lucha contra los comunistas,
afirmaba: "Como nada prueba que no sea usted un comunista, debemos concluir
que es usted comunista". Falacia al canto.
Otro ejemplo es la "prueba diabólica". Durante la Inquisición, a los acusados de
herejía o brujería se les pedía que demostraran su inocencia, o si no serían
torturados y asesinados. ¡Algo imposible! Como ya hemos dicho, probar la
inexistencia (de culpa o de cualquier otra cosa) es un imposible lógico.
Otro ejemplo:
En ocasiones, se pide la dimisión de un político o cargo público que está
presuntamente implicado en un caso de corrupción. Este tema está de rabiosa
actualidad con las sospechas de corrupción del presidente Mariano Rajoy,
presuntamente implicado en el "caso Bárcenas". Si pedimos su dimisión, aunque
no se haya probado nada, ¿estamos usando la trampa de la "presunción de
culpabilidad"? No. En este caso, al pedir su dimisión, no estamos intentando
demostrar que sea culpable, sino que es incapaz de seguir ocupando un puesto
de confianza. ¡Aunque sea inocente! En este caso, no es tan importante que sea
inocente o no (de eso ya se encargarán los tribunales), sino el hecho de que ya
no inspira confianza, y debería dimitir de dicho cargo público por ese motivo.
2.- ¿Es lo mismo un embrión que un recién nacido? La falacia
del continuo.
Siguiendo con nuestro viaje por el mundo de las falacias o "trampas" en los
argumentos que podemos oír por ahí, os traigo la siguiente reflexión:
Imaginad un grano de arena. No podemos decir que un grano es "un montón",
¿verdad?. Pongamos otro grano, ya van dos. Tampoco es "un montón". Si le
ponemos otro encima, son tres, pero tampoco "un montón". Tengamos la
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cantidad de arena que tengamos, si le sumamos un grano no puede pasar de
ser "no-montón" a "montón" de arena, ¿verdad?. Por lo tanto, no existen los
montones de arena, mientras añadamos los granos de uno en uno.
Esta conclusión parece lógica por una parte, y absurda por la otra. Otros
ejemplos pueden ser:
Yo no estoy calvo, porque tengo pelo. Si me quitas un pelo, tampoco estoy calvo.
Si luego me quito otro, sigo sin ser calvo. Y puedo seguir así, quitándome pelos
uno a uno, y nunca estaré calvo.
O con la barba. Si tengo solo un pelo en la barbilla, no se puede decir que tenga
barba. Si me sale otro más, tampoco. ¿Y si sale otro más? Tampoco. Así, poco
a poco, me pueden salir pelos pero nunca tendré barba.
¿Dónde está el truco?
Esto se conoce como "falacia del continuo", "argumento de continuidad", en
latín falacia del"continuum", o también, literalmente "falacia del montón, de la
barba o del calvo". Consiste en pensar que,en un proceso continuo donde
hay pequeñas diferencias (como añadir granos de arena), las posiciones
extremas son la misma cosa. Es decir, que un grano es lo mismo que un
montón, o que ser calvo es lo mismo que tener pelo, o que tener barba o no es
equivalente.
Estamos ante cambios graduales en los que es muy difícil establecer un "límite"
objetivo.

¿Cuántos pelos hacen falta para formar una barba?

¿Cuántos granos hacen falta para tener un montón de arena?

¿A partir de cuánto dinero podemos decir que alguien es rico o pobre?

¿En qué momento una persona viva pasa a estar muerta?

¿Cuándo un niño se convierte en hombre?

¿Cuántos grados hacen falta para pasar del frío al calor?
Si en cualquiera de estas situaciones u otras parecidas, afirmamos:
1.
que no existen diferencias entre los extremos (es lo mismo rico
o pobre, niño o adulto, frío o calor...)
2.
que, si hay diferencias entre los extremos, cualquier "límite"
es arbitrario (da igual decir que hace calor a partir de 4ºC que a partir de
25ºC, es igual de arbitrario)
5
Entonces, estamos cayendo de lleno en la "trampa" del continuo. Si razonamos
de esta manera, nuestro esfuerzo será en vano, lo habremos hecho mal,
estamos usando una lógica chapucera y nuestras palabras no deberían ser
tenidas en cuenta.
¡Que no conozcamos el momento en el que se producen los cambios no
significa que las cosas no cambien!
Oiréis falacia del continuo, sobretodo, en la discusión sobre el aborto. Su forma
es la siguiente:
Todo recién nacido es una persona. Su desarrollo desde el embrión hasta el feto
maduro es gradual, sin que exista un punto en que su naturaleza cambie
abruptamente. No existe un punto en que podamos considerar que matarlo es
lícito. En consecuencia, la interrupción del embarazo es tan ilícita como el
asesinato de un niño.
Aquí, la conclusión es clara: aborto = asesinato, porque embrión (o cigoto,
incluso) = recién nacido.
Es lo mismo que decir semilla = árbol, o que tragarte las pepitas de la manzana
(que son semillas) es equivalente a destruir una arboleda de manzanos. En este
ejemplo estamos usando la misma lógica, aunque, cuando respecta a nosotros
los seres humanos, somos más reacios a admitirlo.
También se puede oír esta "trampa", cuando se discuten los cambios en la
velocidad máxima permitida para la circulación de los coches en las carreteras.
Algo así:
Es absurdo que pongan el límite a 120 kilómetros por hora. Si voy con el coche
a 120 por la autovía tengo las mismas posibilidades de matarme que si fuese a
121.
De esta forma podríamos decir que es igual que pongan el límite a 10 km/h o a
250 km/h, porque si vamos poquito a poquito, no hay un punto "brusco" en que
la velocidad pase de "segura" a "insegura".
También ocurre cuando un estudiante se enfrenta a su suspenso con un
4,9. ¡Qué injusto que yo suspenda y mi amigo, que ha sacado un 5,0, haya
aprobado! Así se podría pensar con el 4,8, 4,7, 4,6... y hacia abajo. ¿En qué
momento el estudiante merece que le aprueben?
Cuando ocurren estos casos, en los que no parece existir un "punto de ruptura"
claro, utilizamos "límites convencionales". Son reglas que nos permiten actuar
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de forma prudencial, para evitar la intervención en las situaciones poco
claras.
Cogemos un límite de, digamos, 100 km/h (aunque los coches puedan ir a 101
km/h sin que haya más accidentes), porque por debajo de esa cifra, sabemos
que la carretera es segura. Pero por encima, puede llegar a ser insegura. Y de
paso, nos cercioramos de que nadie vaya a 150 km/h, por ejemplo. Para poner
un buen límite, debemos antes hacer un estudio estadístico, y dejar una regla
que permita un margen amplio de seguridad.
Lo mismo ocurre con los límites a partir de los cuales se considera que una
persona es "pobre", la concentración a partir de la cual un medicamento es
"eficaz", a partir de cuándo está penalizado el aborto o a partir de qué edad se
considera a una persona capaz de tomar decisiones importantes (en España, a
los 18 años, ¿por qué no a los 17? ¿por qué no a los 19?).
Por supuesto, los límites convencionales no son inamovibles. Pueden
modificarse según cambien nuestros conocimientos o sensibilidad sobre el
tema.
El mundo es complicado y los conceptos muchas veces son borrosos. No
siempre uno puede trazar una línea bien clara entre dos estados distintos y es
por eso que uno debe remitirse a convenciones. Uno puede (y debe) discutir
dónde se traza esa línea, pero nunca puede argumentar que tal línea no
existe ni es significativa.
Cuando nos enfrentemos a esta "trampa", podemos hacer ver lo absurdo del
argumento poniendo alguno de los anteriores ejemplos. Todos siguen la misma
lógica, y todos están igual de equivocados.
Para concluir, un último ejemplo. Sabed que hay mucha gente que critica que
la teoría de la evolución está equivocada, y que los seres humanos no tienen
antecesores comunes con los chimpancés. Y pueden razonar diciendo:
Yo soy humano, porque mis padres eran humanos. Y los padres de mis padres
también. Siempre que nace una persona, sus padres son humanos también.
Como es imposible que un chimpancé dé a luz a un ser humano, debemos
concluir que los humanos y los chimpancés no comparten antecesor común.
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3.- El que no está conmigo, está contra mí. El falso dilema.
Ejemplos:

¿Votarás por la independencia de Cataluña o vas a permitir que Madrid
nos siga expoliando?

"O cumplía con el programa electoral o cumplía con mi deber"

O yo, o el caos.

¿Reelegirá usted al partido en el gobierno, o le dará alas al terrorismo?
Las bandas violentas se han adueñado de las calles, así que debemos
incrementar la presencia policial o dejar que huyan.

O bien el hombre fue creado, como nos dice la Biblia, o bien evolucionó a
partir de sustancias químicas inanimadas por puro azar, como los científicos nos
dicen.

En estas elecciones no existen más que dos alternativas: el progreso, o
la caverna.

Si habéis estado atentos a las frases, y además estáis al tanto de que
últimamente estoy haciendo un repaso de las "falacias" o "trampas" que nos
podemos encontrar cuando alguien trata de convencernos de algo... queda
claro que hoy toca otra "trampa" más.
En este caso, todas las frases tienen en común algo. Ofrecen un "dilema",
una elección. Nos piden elegir entre dos alternativas, normalmente opuestas.
Si no tenemos los ojos (y la cabeza) entrenados, puede que nos la "cuelen", y
que pensemos que se trata de una elección normal, razonable. Pero nos
encontramos, de nuevo, ante una falacia.
Llamamos a esta trampa de mil formas distintas: falso dilema, falsa dicotomía,
falsa bifurcación, falacia de blanco/negro, falacia del tercero excluido, falsa
oposición, falsa dualidad, falso correlativo o falsa disyunción.
Todos estos nombres hacen referencia a lo mismo: una "elección" entre dos o
más opciones, en las que:

no están recogidas todas las opciones posibles (los términos no son
"exhaustivos")
las opciones no son contrarias, no obligan a escoger (los términos no
son "excluyentes")

Por ejemplo, en la frase de "O cumplía con el programa electoral o cumplía con
mi deber" (algo parecido a lo que pronunció Mariano Rajoy este año). Aquí "las
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opciones no son contrarias". Es decir, podía haber cumplido con el programa
electoral Y a la vez cumplir su deber. ¡Trampa detectada!
O en la frase de: ¿Reelegirá usted al partido en el gobierno, o le dará alas al
terrorismo?, nos encontramos que "no están recogidas todas las opciones
posibles". Por ejemplo, falta la opción de "¡ninguna de las dos! puedo elegir a
otro partido sin dar alas al terrorismo" o incluso "no elegir a ningún partido".
¡Falacia al canto!
Los falsos dilemas son muy comunes en política. Intentan polarizar nuestra
opinión, desviarla a un falso "blanco-negro". A veces pueden ofrecer tres o más
opciones, pero siempre omiten, obvian, ignoran otras alternativas
razonables (sin explicar por qué no se dan esas opciones a elegir).
Si solo nos dan a elegir entre dos opciones contrarias ("o yo, o el caos"), están
tendiéndonos una trampa. Nos tienen que dejar la opción de "ni lo uno, ni lo
otro".
Otros ejemplos:

Los hutus pueden quedarse en Ruanda o huir a Tanzania. Si se quedan
en Ruanda, los matan los Tutsi. Si huyen, los matan en tanzania. Conclusión: los
matan en ambos casos.

El que se casa lo hace con mujer hermosa o con mujer fea. Si es hermosa,
causa celos. Si es fea, desagrado. Conclusión: no conviene casarse.
¿Soy yo por ventura la causa de que toda cuestión política se resuelva,
en último resultado, en este último dilema: la Religión o las revoluciones; el
catolicismo o la muerte?


Cuenta una leyenda que, cuando los libros de la famosa biblioteca de
Alejandría fueron incautados tras la invasión musulmana, el califa Omar resolvió
que si el contenido de los libros estaba de acuerdo con la doctrina del Corán,
eran inútiles, y si tenían algo en contra, debían destruirse.

O nos preocupamos por el desarrollo industrial, en detrimento del
ambiente, o nos preocupamos de la naturaleza en perjuicio de las industrias. Lo
uno o lo otro. Ya sé que las dos opciones tienen inconvenientes, pero hay que
escoger: o patitos o empleos.

Esto ha sido o un asesinato o un suicidio.

La prensa es buena o mala.

¿Cómo va el enfermo, mejor o peor?

Se trata de escoger entre la dictadura que viene de abajo, y la dictadura
que viene de arriba: yo escojo la que viene de arriba, porque viene de regiones
más limpias y serenas; se trata de escoger, por último, entre la dictadura del
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puñal y la dictadura del sable: yo escojo la dictadura del sable, porque es más
noble.

O la amas o la aborreces.

O hablas o caminas.

Correr es o beneficioso para la salud o es perjudicial.
En nuestra búsqueda de progreso económico y político todos subiremos,
o bien todos bajaremos.

Actualmente también está de moda, con la controversia de Eurovegas (proyecto
de macrocomplejo de casinos y hoteles que se está proyectando para construir
en Madrid), otro falso dilema. El empresario responsable de Eurovegas, Adelson,
ha presionado al gobierno para que permita fumar en sus nuevos
establecimientos, lo cual va en contra de la ley actual. Para defender el cambio
de ley, algunos sectores han proclamado:
"Fumar puede no ser bueno para la salud, pero si los hijos de los trabajadores
no pueden comer, eso también es malo para la salud" es decir: "O cumplir la ley
del tabaco, o crear puestos de trabajo"
Se pueden también crear puestos de trabajo sin necesidad de incumplir la ley
del tabaco.
4.- En el medio está la virtud... La falacia del punto medio.
Esta simpática viñeta, obra de La Pulga Snob, ilustra la falacia o "trampa" de la
argumentación.
La falacia del punto medio, falacia del compromiso, falacia de la
moderación o falacia de la equidistancia. Todos estos nombres describen la
misma "trampa", en la que podemos caer nosotros por error o desconocimiento
o que nos pueden tender en cualquier momento cualquiera que quiera
convencernos de algo sin fundamento.
¿En qué consiste? En asumir que, dados dos puntos de vista extremos, la
conclusión más válida es la que se encuentra en el punto medio entre ellos.
Pongamos unos cuantos ejemplos para entender la idea:

Algunas personas creen que Dios es poderoso y que todo lo sabe. Otras
creen que Dios no existe. Parece ser razonable aceptar un término medio. Es
decir, probablemente Dios exista pero no es siempre el más poderoso, el total
omnisciente, ni el más bueno.
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La Tierra está hecha principalmente de roca, y Júpiter de gases, así que
Marte debe estar hecho de agua.

Quiero vender un ordenador por 500€, pero en eBay me ofrecen 1€, así
que deberé venderlo por 250€.

Tú crees que los extraterrestres no existen, y otras personas creen que sí
existen. Por lo tanto, los extraterrestres tienen que estar en un punto medio, no
se puede afirmar que no existen, algo de verdad hay.

Algunas personas dicen que el cambio climático existe y que es causado
por el hombre, y que deberíamos tomar medidas para paliarlo. Otras dicen que
es consecuencia de la acción del Sol. Por lo tanto, lo más razonable es pensar
que el hombre tiene parte de culpa en el cambio climático, pero es tan potente la
acción del sol que apenas va a importar las medidas de corrección que hagamos
para evitarlo.


Algunas personas creen que la Tierra es plana, otras, que es redonda.
Por lo tanto la Tierra debe ser una cosa intermedia.
Algunas personas dicen que las antenas de telefonía móvil causan
cáncer. Otras, que eso no es posible. Por lo tanto, las antenas de telefonía móvil
pueden causar cáncer en algunas ocasiones.


Ante el problema de las drogas algunos optan por legalizarlas. Otros, por
mantener la prohibición. Lo mejor será legalizar su uso en determinadas
circunstancias y no en otras.

Las opiniones del partido X son muy radicales, lo mejor es votar al partido
de centro, que tiene ideas más moderadas.
Los partidarios de la homeopatía dicen que puede curar muchas
enfermedades. Sus opositores, que no cura ninguna. Está claro, pues, que la
homeopatía puede ayudar a curar un cierto número de enfermedades.

El esquema está claro. Dos ideas extremas, y la del medio es la mejor de las
posiciones. Esto puede ser cierto, a veces, pero no siempre. Por eso, cuando
usamos este argumento, es una "falacia": es posible que lo considerado como
"extremo" sea en realidad el hecho cierto.
Es verdad que, en general, el hecho que se presenta como intermedio o
moderado suele ser más correcto que los extremos. Pero no siempre es así,
puesto que la verdad de un argumento se basa en las razones objetivas que
lo apoyan, independientemente de qué se considera "extremo", y de qué se
considera "moderado".
Decía Aristóteles que "en el medio está la virtud"... pues esto no siempre es
así. Y mientras intenten convencernos de algo usando este argumento, podemos
quejarnos de esta "trampa".
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5.- Milagros y supersticiones. Las falacias del "post hoc" y "cum
hoc"
Hoy vamos a aprender a detectar dos tipos de trampas. Antes de explicarlas,
veamos un par de frases de ejemplo:
Mi padre tenía cáncer y fue a peregrinar al santuario de Lourdes (Francia),
después se curó del cáncer.


El gallo siempre canta antes de la salida del sol.
Me dolía la cabeza y me tomé una aspirina. Ahora no me duele más la
cabeza.


He fumado durante veinte años y ahora tengo cáncer.

Muchos esquizofrénicos fuman marihuana.
Hasta ahora, lo que hay aquí son datos. Estas frases son afirmaciones, pero no
son argumentos. Estos datos pueden ser verdad o mentira, pero eso no es lo
que nos interesa ahora, así que supongamos que todo esto es verdad. De
momento, no hay ninguna trampa aquí. Atentos a lo que sigue:
Mi padre tenía cáncer y fue a peregrinar al santuario de Lourdes (Francia),
después se curó del cáncer. Su peregrinación curó su cáncer: ¡es un
milagro!.


El gallo siempre canta antes de la salida del sol. El gallo causa que el
sol se levante por las mañanas.
Me dolía la cabeza y me tomé una aspirina. Ahora no me duele más la
cabeza. La aspirina me ha quitado el dolor de cabeza.

He fumado durante veinte años y ahora tengo cáncer. El tabaco me ha
causado el cáncer.

Muchos esquizofrénicos fuman marihuana. La marihuana causa
esquizofrenia.

Las partes en negrita, que son las continuaciones "naturales" de cada frase, o
las conclusiones que sacaríamos a simple vista, son una trampa. Los datos que
tenemos (es decir, las frases anteriores) no nos permiten sacar estas
conclusiones, estamos usando argumentos incorrectos. Igual que podemos
caer nosotros en esta trampa, sin querer, nos la pueden "lanzar" a propósito, así
que aprendamos bien a detectarla y combatirla.
Los cuatro primeros ejemplos corresponden a la falacia del (no os asustéis) post
hoc, ergo propter hoc. Es una frase en latín que significa "después de esto,
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luego a consecuencia de esto". También se llamacorrelación
coincidente o causalidad falsa. Se suele abreviar como falacia del "post hoc".
Los dos ejemplos últimos tratan de la trampa del cum hoc, ergo propter
hoc, ("con esto, luego a consecuencia de esto"), o simplemente "cum hoc".
Ambas trampas son muy parecidas, y se basan en asumir que algo (A) es la
causa de otra cosa (B), sin tener suficientes pruebas de que esto sea cierto.
La falacia del "post hoc", podría ser considerada la madre de todas las
"supersticiones", como los milagros:
Aprobé el examen cuando llevaba mi camiseta roja. Ahora la llevo a todos
mis exámenes.

Hoy me he caído de la moto, justo hace tres días que pasé por debajo de
una escalera. No debí pasar por debajo de la escalera.


Fui al curandero porque no se me quitaba este horrible dolor de rodillas.
A la semana de tomar sus hierbas, me curé. La próxima vez que me duela algo,
iré al curandero.
La vidente me echó un mal de ojo, y desde entonces no duermo por las
noches. Debo de estar maldita por su brujería.

Después de sacrificar una vaca y un cordero, la tormenta dejó de asolar
el pueblo. Los dioses han aceptado el sacrificio y han dejado en paz a nuestra
gente.

De la falacia "post hoc" podemos aprender la valiosa lección de que las
anécdotas no sirven para probar nada. No basta decir "a mí me funciona",
puede que haya causas ocultas que no estemos examinando adecuadamente.
Para luchar contra estas trampas deberemos estar alerta y utilizar al científico
que llevamos dentro. Hasta que eso ocurra, no está de más entrenarse con otros
ejemplos:

Me duele la barriga, debe ser porque el arroz de hoy estaba malo.
Usted es un incurable cabeza loca porque nació cuando el Sol se paseaba
por delante de la constelación de Acuario en presencia de Urano.

Cuando mi tío se fue a vivir a La Mancha, dejó el café y se pasó al poleo.
No te puedes figurar lo que mejoró su asma.


Siempre que lavo mi coche se pone a llover.

Las riadas se llevan los puentes nuevos, pero no pueden con los puentes
romanos. Es evidente que se hunden los puentes porque no se construye hoy
como antaño.

El gimnasio no es bueno para adelgazar, está lleno de gordos.
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
Estudios demuestran que mujeres que desayunan Special K pesan
menos que las que no lo desayunan.
Una funcionaria de la oficina de empleos a otra-: No me extraña que estos
tipos no consigan empleo. ¿Has visto qué gente más irritable?

Los niños de brazos más largos razonan mejor que los de brazos más
cortos.

Cuando aumentan las ventas de helado lo hacen también los accidentes
de tráfico. Comer helados aumenta el riesgo de tener un accidente.

Stephen Hawking hizo descubrimientos sorprendentes en física después
de decir que era ateo. Si me paso al ateísmo, descubriré algo importante.

La Unión Soviética colapsó después de proclamar el ateísmo de estado.
Deberíamos prohibir el ateísmo por las mismas razones.


Hoy ha comparecido Rajoy en el congreso, y la bolsa ha bajado. Los
inversores tienen poca confianza en el presidente del gobierno.
Una anécdota que ilustra muy bien la falacia del "cum hoc" ocurrió cuando la
industria tabacalera, ante el hallazgo de que los fumadores tienen más cáncer
de pulmón, intentó salvar la reputación del tabaco. Llegaron a decir que
realmente lo que pasaba es que los que tenían cáncer empezaban a fumar
porque eso les liberaba del estrés de su enfermedad. Hoy sabemos, gracias a la
investigación científica, que esto es una "falacia de dirección incorrecta".
6.- “No puede ser cierto: ¡sería horrible!”. El argumento dirigido
a las consecuencias.
"El presidente no puede haber cobrado dinero negro. ¡Eso significaría la
disolución de la confianza en España, y sería terrible para la estabilidad política
y económica!"
Aquí vemos que intenta "convencernos" de una conclusión ("el presidente no ha
recibido dinero ilegal"). Para ello, usa un argumento ("sería horrible para el país").
Esta estructura: premisa, argumentos, conclusiones... es algo que hacemos
todos los días, casi instintivamente, cuando tenemos que defender una idea, una
posición en un determinado tema... El problema aparece cuando el argumento
que usamos es inválido, en ese caso, se convierte en una "trampa". Si alguien
acaba creyendo que el presidente es inocente por este argumento, ha caído en
la trampa.
15
Este tipo de trampa se llama "argumento dirigido a las consecuencias", en
latín "ad consequentiam", o también se le llama a veces "falacia de las
valoraciones irrelevantes".
El nombre lo dice todo. Intenta convencernos de que algo es verdad o
mentira apelando a las consecuencias que tendría que algo fuese verdad o
mentira:

Esto es falso porque tiene consecuencias negativas.

Esto es verdadero porque tiene consecuencias positivas.
En el caso del ejemplo, es falso que el presidente haya cobrado en dinero
negro porque tendría consecuencias negativas (disolución de la confianza,
inestabilidad política y económica)
¿Por qué es un argumento tramposo? Porque la verdad o falsedad de algo es
independiente de que sus consecuencias sean buenas o malas. Es decir:

Hay cosas ciertas que tienen consecuencias malas (por ejemplo, era
cierto que hubo un accidente nuclear en Chernóbil, pese a que tuvo terribles
consecuencias)
Hay cosas falsas que tendrían consecuencias buenas si fuesen
ciertas (por ejemplo, es falso que existan hadas mágicas de los deseos, aunque
si las hubiera sería algo fantástico)

Cuando estamos hablando sobre qué cosa es preferible, entonces podemos
hablar de sus consecuencias.
Por ejemplo: deberíamos tomar este camino porque llegaremos antes y será
más cómodo, en vez de este otro que será más pedregoso y oscuro.
Pero cuando discutimos sobre qué cosa es verdad o mentira, da exactamente
igual que sus consecuencias sean buenas o malas. Lo único que importa es dar
razones de si es verdad o mentira.
Algunos ejemplos más de esta trampa, para reconocerla más fácilmente y evitar
caer en ella:

Racionalidad y capacidad de análisis no pueden ser considerados
atributos masculinos. Equivale a conceder a los hombres una ventaja
injustificada en las demandas de empleo y en las promociones.
No me interesa si el Gobierno tiene razón. En ningún caso nos conviene
reconocérsela.

No procede tomar declaración al ex-presidente González porque
representaría un estigma para su persona.


El presidente no ha robado fondos del Estado, porque si lo hubiera hecho,
habría perdido las elecciones.
16
Dios debe de existir, porque si no existiera no habría moral y el mundo
sería horrible.

El jugador hizo todo lo que pudo, porque, si no, no hubiéramos ganado el
partido.

El Universo se creó en 6 días. De otro modo, se destruiría la credibilidad
de la Biblia.


Tiene que haber algo después de la muerte. Si no, la vida no tiene sentido.
7.- "Los árabes son terroristas y fanáticos". La generalización
apresurada.
Hoy hablamos de la "generalización apresurada". También se le dan otros
muchos nombres, como "generalización precipitada", "falacia de estadística
insuficiente", "falacia de muestras insuficientes", "ley de los pequeños
números", "inducción apresurada", "falacia del hecho aislado" o "evidencia
anecdótica".
Qué cantidad de nombres diferentes, para una misma idea, muy sencilla. El
mismo nombre de "generalización apresurada" nos indica claramente de qué se
trata este error. Se comete al sacar conclusiones a partir de casos
insuficientes, excepcionales o poco representativos. Todos nosotros
solemos caer en esta "trampa" muy a menudo, ya que los seres humanos
tenemos un poco de "prisa" con eso de sacar conclusiones sobre las cosas, y no
solemos pararnos a pensar bien el asunto.
También se habla de generalización apresurada en el llamado "argumento de
los parientes". A partir de un caso concreto de un pariente al que le ha pasado
algo específico, hacemos una generalización extrema. ¡Normalmente el caso de
mi pariente es un caso aislado!:

En Madrid roban mucho: a mi cuñada le robaron el bolso en la Gran Vía.
La homeopatía funciona: mi abuela se curó de su artritis tras ir al
homeópata.

En el "argumento de los parientes" utilizamos simples anécdotas, es decir, datos
recogidos de forma poco rigurosa y basados en experiencias exclusivamente
personales. No sirven para demostrar nada, porque no sabemos lo principal: ¡si
esas experiencias personales son comunes o muy raras! Podemos utilizar
anécdotas para ilustrar una idea o ejemplificar algo, pero no sirven para probar
nada.
17
Para extraer generalizaciones apropiadas debemos realizar un estudio
estadístico en condiciones. Dicho estudio selecciona una muestra
representativa de personas y extrapola unos resultados con unos márgenes de
error. Es un proceso mucho más costoso y difícil, pero sin duda mucho más
certero que una generalización hecha "a toda prisa".
Todos los prejuicios, en especial los elaborados sobre etnias o naciones, tienen
su origen en una mala generalización. ¡Fijaos cuánto daño hacen y han hecho
los prejuicios en el mundo! El racismo y, en el sentido más amplio, la xenofobia,
puede arraigarse en creencias generalizadoras erróneas. Es un problema de
enorme magnitud, que ha motivado genocidios a lo largo de la Historia y que
sigue generando mucho sufrimiento hoy en día. Y sus raíces se encuentran en
nuestro pensamiento y en nuestro lenguaje, en algo tan sencillo como una
"trampa" de generalización apresurada. Por nombrar algunos prejuicios:

Los gitanos son unos ladrones (a partir de unos pocos casos de gitanos
ladrones)

Los catalanes son unos tacaños.

Los andaluces son unos vagos.

Los rumanos son gente peligrosa.

Los árabes son terroristas y fanáticos.

Los alemanes son fríos y calculadores.

Los de Albacete son unos paletos.
Me gustaría ver alguna encuesta o estudio estadístico en el que se demostrasen
cada una de estas cosas, pero resulta que no existen. Todas estas ideas
prefabricadas han surgido a partir de la generalización de unos pocos casos
llamativos, que no representan a la población de una región o país entero.
El odio extendido es igualmente fruto de una mala generalización, sin la cual
no sería posible la guerra. Para que el deber consista en herir o matar sin saber
quiénes son las víctimas, necesitamos generalizar el odio y que todos los
enemigos parezcan similares:

¿Por qué no he de matarlo? Es un inglés, un enemigo.

Los japoneses son bestias inmundas que han torturado a nuestros
soldados.
Por último, y para entrenarnos a la hora de detectar esta falacia, aquí van otros
cuantos ejemplos:

He conocido tres: se ve que todos los gibraltareños son contrabandistas.
Cada vez que enfocan las cámaras de televisión al diputado Gundisalvo
lo cogen dormido. Ese hombre no hace más que dormir.

Un amigo mostraba a Diágoras, en el templo de Neptuno, el gran número
de exvotos depositados por los que habían sobrevivido a un naufragio: Fíjate

18
bien, tú que consideras locura invocar a Neptuno en la tempestad. Sí, dijo
Diágoras, pero ¿dónde están los exvotos que prometieron los ahogados?
Me encanta esta canción, por lo tanto me gustará también todo el álbum
en el que está.

8.- "Todo el mundo lo hace". La falacia ad populum.
Hasta el momento hemos hablado de falacias más o menos comunes. Ahora le
ha llegado el turno a uno de los "pesos pesados" de los engaños. Una de las
trampas más extendidas y usadas. Es por ello que cobra especial relevancia
saber detectarla y hacerle frente.
Su nombre: el argumento "ad populum", también llamado "argumento dirigido
al número de personas", "argumentum ad numerum", "argumento dirigido
a la mayoría", "sofisma populista", "falacia de apelación a la multitud",
"tiranía de la mayoría" o "subirse al carro del ganador".
"Y no es que lo diga yo: lo dice todo el mundo"
"¿Por qué lo hiciste? Porque lo hacía todo el mundo"
"La mayoría de la gente opina lo mismo que yo"
"Todo el mundo sabe que esto es así"
Ahí lo tenemos. Frases como "todo el mundo...", "la mayoría de la gente...",
"todos mis amigos..." son las señas de identidad de esta utilizadísima
estratagema para convencer a los demás de forma engañosa.
La falacia ad populum tiene la siguiente forma: "Si muchas personas lo creen
así, entonces es así". También se aplica a "si muchas personas lo
encuentran aceptable, entonces es aceptable". Su error es creer que la
verdad de algo depende del número de personas que la defiendan: a más
personas que lo crean, más verdadero es. Se basa en la intuición de que "tanta
gente no puede estar equivocada".
Aquí lo dejamos bien claro: el mero hecho de que una creencia esté
ampliamente extendida no la hace necesariamente correcta o verdadera. Si
una opinión individual puede ser incorrecta, también una opinión colectiva puede
serlo si los individuos están equivocados. La verdad o falsedad de una
afirmación es independiente del número de personas que creen en ella.
Por ejemplo, más de la mitad de los españoles creen que los antibióticos sirven
para curar enfermedades causadas con virus, pero es mentira: los antibióticos
solo sirven contra las bacterias. Da igual que la mayoría de la gente piense lo
contrario.
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Cuando queremos averiguar qué opina la gente, entonces sí podemos hablar del
número de personas que opinan "A" y el número de personas que opinan "B".
Pero cuando discutimos sobre cosas no opinables, como la verdad o
falsedad de una afirmación, estaremos usando la "trampa" del ad populum.
Si, además decimos que "todo el mundo piensa X" sin tener ningún tipo de
prueba (como una encuesta) de que realmente la gente opine así, entonces la
"trampa" es doble: se afirma algo que se desconoce y además se intenta
justificar algo con la opinión de la mayoría, lo cual ya hemos visto que es un error.
Existen excepciones a la falacia ad populum. Las normas de "etiqueta" y
"protocolo" solo dependen de la aceptación mayoritaria de estas, es decir, son
totalmente subjetivas. También se libran las normas de seguridad, por ejemplo
en las normas de circulación. Debes conducir por la derecha (en España) porque
todo el mundo lo hace, ya que son normas de seguridad que se han establecido
por convención. En este caso no nos centramos en cuál sería el mejor sistema
de circulación, sino en que debes cumplirlo para evitar accidentes.
Vayamos con una lista de ejemplos de falacias ad populum. Entrenando la
vista y la mente estaremos más preparados para desmontar esta artimaña
cuando nos la encontremos por la vida:

Si lo dudas, interrógales, o más bien yo lo voy a hacer por ti. ¿Qué os
parece, varones atenienses? ¿Esquino es huésped de Alejandro o mercenario
suyo? ... ¿Oyes lo que dicen?
Debe ser una película estupenda, porque hay unas colas enormes en la
taquilla.

¿Por qué saqueaste aquella tienda durante el motín callejero? Todo el
mundo lo hacía.


Cincuenta millones de fans no pueden estar equivocados.
La marca X es la marca líder en Europa, por eso deberías comprar
productos de esta marca.

La mayor parte de la gente del planeta cree en algún dios, y no se conocen
entre sí. Eso no puede ser coincidencia: Dios debe existir.

Los ecologistas dicen que el calentamiento global está sucediendo porque
la mayoría de los científicos dicen y lo creen así.


"... esto es lo que la sociedad desea"

"la mayoría de los españoles sabe que..."

La gente quiere ver telebasura así que es lícito poner telebasura.
Si la mayoría dice que la gripe es una estrategia del gobierno para
distraernos y solo unos pocos afirman lo contrario, entonces la mayoría tiene
razón.

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La inmensa mayoría de la gente en este país cree que la pena de muerte
tiene un efecto disuasorio importante. Sugerir que no lo tiene es ridículo.

Lo único que digo es que miles de personas creen en el poder piramidal,
así que algo debe de haber.

Quizá una de las mejores respuestas a una falacia ad populum sea la legendaria
"frase de madre". Frente al argumento de "lo hago porque lo hacen todos mis
amigos", no puede faltar el:
¿Y si tus amigos se tiran por un puente, tu también?
9.- "De toda la vida se ha hecho así". La apelación a la
tradición.
La apelación a la tradición o "ad antiquitatem" consiste en creer que algo es
bueno o verdad por ser más antiguo. Lo contrario se llama "apelación a la
novedad".
Ambas son falacias, ya que la verdad o falsedad de una afirmación no tiene nada
que ver con la "edad" que tenga.
En latín se denomina "ad antiquitatem", muchas de las falacias tienen nombres
en latín porque fueron ya estudiadas en la Antigüedad Clásica. Esta trampa se
refiere precisamente a la "antigüedad" de las cosas.
Una apelación a la tradición consiste en afirmar: "esto es correcto porque
siempre se ha hecho de esta manera".
Basamos la verdad o mentira de una afirmación en lo antigua que es. Veamos
unos ejemplos:

Mi padre nunca permitió que su mujer le levantara la voz.
En Navidad siempre hemos traído a casa árboles arrancados del bosque,
¿por qué ahora tendremos que comprar uno de plástico?


Debe ser una mala idea porque nadie lo ha hecho antes.
Estas leyes se han estado aplicando durante 100 años. No hay razón para
cambiarlas.


Las mujeres deben quedarse en casa porque así se ha hecho siempre.

Esta medicina alternativa debe ser muy buena porque la llevan usando
los chinos desde hace miles de años.
Esta es la mejor pastelería de la ciudad, porque es la que lleva más años
abierta.

21

La sociedad siempre se ha desplazado montada a caballo. No hay por
qué viajar ahora en coche.
En todos estos ejemplos estamos suponiendo dos cosas:
1.
Que la antigua manera de pensar fue probada como correcta
cuando se introdujo (lo cual puede ser falso, ya que la tradición puede
estar basada en fundamentos incorrectos)
2.
Que las razones que probaron este argumento en el pasado
son actualmente vigentes para hoy(lo cual puede ser falso si las
circunstancias han cambiado)
También se asume que conservar las tradiciones es preferible a la
posibilidad de un cambio, lo cual también puede ser incorrecto.
Si alguien intenta defender las corridas de toros con el argumento de "es una
tradición", está planteándonos una trampa "ad antiquitatem". ¿Las circunstancias
sociales son las mismas hoy en día que cuando se instauró la tauromaquia?
Claramente no, puesto que la sensibilidad hacia el maltrato animal ha cambiado
desde entonces. Da igual que algo sea "tradición" o no, lo importante es discutir
si hoy en día este asunto tiene cabida en la sociedad.
De igual manera podríamos decir que todas las tradiciones son buenas y deben
mantenerse. Esto incluye las luchas de gladiadores, la quema de brujas de la
Inquisición o la tradición de morirse de hambre y sucumbir a las enfermedades
infecciosas, por ejemplo.
Si nos pasamos de largo, y pensamos que todo lo que es antiguo es malo, y todo
lo nuevo es bueno, caemos en la trampa opuesta: la "apelación a la novedad".
Ejemplos de la apelación a la novedad son:

Para tener un sistema más estable es mejor bajarse la última versión del
programa.

Para perder peso es mejor seguir la última dieta.

La empresa funcionará mejor ahora que ha sido reformada.
Este sistema operativo es mejor que aquel otro, tiene un diseño mucho
más nuevo.


El nuevo iPhone será mejor que el actual.
Recordad que la verdad o falsedad de una afirmación no tiene nada que ver
con la "edad" de la misma.
10.- La falacia del hombre de paja (o del espantapájaros)
La falacia del "hombre de paja", "espantapájaros" o "maniqueo" consiste en
deformar la postura del adversario para que sea más fácil de atacar. Podemos
inventarnos la posición del contrario o manipularla mediante la radicalización, la
22
generalización o sacando citas fuera de contexto, entre otras.
Para defendernos, debemos comparar nuestro punto de vista original con la
versión que pretendan endosarnos.
Se trata de una artimaña especialmente peligrosa, por los siguientes motivos:

Puede parecer muy convincente a simple vista.

Es muy efectista, espectacular, convierte el debate en un combate de
boxeo.

A diferencia de otras falacias, que pueden deberse a equivocaciones, esta
se usa principalmente para engañar y manipular.
Además, tiene un nombre gracioso, ¡nada de palabras raras en latín para hoy!
Sin más introducción, os presento la falacia del "hombre de paja", del
"espantapájaros" o del "maniqueo". Un "hombre de paja" era aquello que
utilizaban los caballeros medievales para entrenarse con sus espadas y arcos:
algo fácil de derribar, para practicar para la batalla. Quedémonos con esta idea:
aquí vamos a "fabricar un hombre de paja" a partir de una idea que
queremos derribar.
María: -Pienso que los niños no deberían correr por calles con mucho tráfico.
Juan: -Yo pienso que sería estúpido encerrar a los niños todo el día sin respirar
aire limpio.
Aquí María ha dicho una opinión suya, y Juan la ha atacado. Pero antes de
atacarla, la ha deformado. Fijaos que Juan dice "es estúpido encerrar a los niños
todo el día", ¡pero María nunca ha dicho que se deba encerrar a los niños todo
el día!. Juan ha exagerado la posición de María, y la ha hecho parecer absurda,
para después atacarla.
En vez de enfrentarse a las razones de María, ha puesto en su boca palabras
que ella no ha dicho, dejándola en evidencia. Se ha fabricado un "hombre de
paja" fácil de derribar.
Así, la falacia del hombre de paja consiste en deformar las tesis del
contrincante para debilitar su posición y poder atacarla con ventaja. Se
caricaturizan los argumentos o la posición del oponente, tergiversando sus
palabras o cambiando su significado para facilitar un ataque.
Yo: - "A" es bueno.
Tú: - ¿Cómo puedes decir que "B" es bueno? ¡Eso es absurdo porque
blablabla...!
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(Yo nunca he dicho "B", has sido tú quien ha manipulado mis palabras)
Al fabricar un hombre de paja, creamos una "versión" alterada del argumento del
rival, que sea fácil de desmontar. Hay dos formas de utilizar esta falacia:
1. Atribuirle una postura ficticia.
Nos inventamos al adversario: forjamos un oponente imaginario. Le atribuimos
afirmaciones que no tengan nada que ver con lo que ha dicho o podría haber
dicho. Caricaturizamos su posición para atacarla más fácilmente.

Nosotros queremos construir un puente hacia el futuro. Bob Dole habla de
construir un puente hacia el pasado.

Los del Partido Popular no creen en la democracia.
Lo que estamos viendo es la abolición de Gran Bretaña. La reforma quiere
acabar con la reina, la cultura, la soberanía y la libertad británicas.


Yo, lo que aseguro, es que estoy en contra de la tortura (hace creer que
el rival está a favor de la tortura, cosa que no ha dicho en ningún momento)

Yo no pienso que deban cerrarse las escuelas públicas.

No estoy dispuesto a bajar la guardia en la defensa de la democracia y de
las libertades.
Sería intolerable que se atacara la libertad de prensa (¿quién ha dicho lo
contrario?)

La oposición al tratado NAFTA no es nada más que oposición al libre
mercado.


-El gobierno cometió la barbaridad X.
-Dices eso porque defiendes a la oposición, parte de la cual cuando fue gobierno
cometió la barbaridad Y.

Para ser ateo, tienes que creer con absoluta certeza que no hay Dios.
Para poder convencerte con absoluta certeza, debes examinar todo el universo
y todos los lugares donde Dios podría estar. Como es obvio que no lo has hecho,
tu posición es indefendible (los ateos por norma general no defienden una
creencia absoluta).

Yo no creo que exista un hombre anciano, con barba, invisible, que vive
en una nube y nos vigila a todas horas (atacando un punto de vista ficticio de un
cristiano)
2. Deformar su punto de vista real.
Aquí simplemente deformamos la posición del contrario. Se puede mentir de
diversas maneras combinadas, una de ellas es radicalizar el mensaje: donde
uno afirma algo como "probable", el adversario lo entiende como "seguro". Otra
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es la generalización: donde dice "algunos" se traduce "todos" y si habla de "a
veces", se lee "siempre".
También hacemos eso al recortar intencionadamente las frases de las citas
textuales y sacarlas fuera de contexto.

- ¿Acaso las centrales nucleares no tienen accidentes?
- Siembre cabe la posibilidad de que tengan un accidente, por remota que sea.
- Usted lo ha dicho. Pueden tener accidentes, luego son peligrosas.

"Se deben adelantar las elecciones", ha dicho el presidente del gobierno.
(Cita completa:
-¿Sería usted partidario de adelantar las elecciones si perdiera la mayoría?
- Ese no es nuestro caso. En general, yo creo que cuando no se cuenta con un
respaldo mayoritario se deben adelantar las elecciones)
¿Cómo defenderse de un hombre de paja si somos víctimas de él? Lo mejor
es comparar meticulosamente nuestro punto de vista original con la
versión que pretenden endosarnos:
Critica usted una realidad que no existe.
Aquí se quiere dar a entender que hay gente que piensa que los ateos se dedican
a quemar iglesias. Se le atribuye al ateo la postura ficticia de ser un "quemaiglesias". Se trata de un ateo "de paja", es decir, se ha deformado su visión,
porque es muy fácil vencer en un debate a un radical pirómano.
11.- "Es lo que han dicho en la tele". La apelación a la autoridad
La falacia de la "apelación a la autoridad" o "ad verecundiam" consiste en
basar la verdad o falsedad de una afirmación o hecho en la opinión de una
persona considerada experta, sin dar ninguna razón que lo apoye o desmienta.
Es falaz porque la veracidad de un hecho o afirmación no depende de la
persona que la realice sino de las pruebas o argumentos que se presenten.
Se trata de la "apelación a la autoridad". Otros nombres que recibe son:
"argumento dirigido a la autoridad", "apelación a la vergüenza", "apelación
a la reverencia", y en latín se le llama "ad verecundiam" (significa "a la
vergüenza") o también "Magister dixit" (el maestro lo dijo). Nosotros nos
quedamos con el nombre "apelación a la autoridad", que es el más claro y el más
descriptivo.
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Vamos con un par de ejemplos claros para entender en qué consiste esta
"trampa":

Esto debe ser verdad porque lo han dicho en la tele.

Lo dice la revista científica Nature, por consiguiente debe ser cierto.

La homeopatía cura, porque me lo ha dicho mi médico de cabecera.
El sistema capitalista está abocado al fracaso, porque así lo ha dicho el
Premio Nobel de Economía.


El libro de dietas de "La enzima prodigiosa" debe ser cierto, ya que lo ha
anunciado Mercedes Milá, que es una periodista rigurosa.
El esquema es: "X" es cierto porque una persona o un medio con autoridad
ha dicho que X es cierto.
Es tan común que puede que no nos percatemos ni siquiera de que es una forma
de razonar errónea. La "apelación a la autoridad" basa la verdad o falsedad de
una afirmación en la autoridad, fama, prestigio, conocimiento o posición
de la persona que la realiza.
Hacer esto es un error importante, ya que la veracidad de un hecho o
afirmación no depende de la persona que la realice sino de las pruebas o
argumentos que se presenten. La falacia consiste en presentar la opinión de
una autoridad como automáticamente cierta, en vez de ofrecer razones que la
sustenten.
Aquí solemos confundir dos tipos de "autoridades", y eso deja vía libre a la
trampa:

Está la autoridad "del que manda", es decir, el que pone las normas. Es
una autoridad inflexible, normativa, "autoritaria" (valga la redundancia).
Por otro lado está la autoridad "del que sabe", o experto. El conocimiento
del experto admite un examen crítico, nos autoriza a comprobar su fiabilidad, y
se muestra abierto al debate.

Al hacer una apelación a la autoridad, presentamos a un supuesto "experto",
pero que se comporta como puramente autoritario y no deja opción al
debate.
Esto es así porque lo ha dicho el Papa y punto final.
Lo ha dicho la ONU, ¿sabes tú más que la ONU?, pues entonces cállate.
La clave es la misma: no se dan razones que soporten una afirmación, solo se
remite a un personaje importante que piensa igual que nosotros. Para combatir
esta trampa debemos precisamente pedir aquellas razones o argumentos que
se nos están ocultando. ¡Muchos Premios Nobel han dicho barbaridades sobre
áreas de las que no son expertos!. Si una persona cualquiera puede equivocarse,
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¿quién te dice a ti que no se equivoca ese personaje en concreto? Si no nos
aportan razones concretas, nombrar al Papa es totalmente irrelevante en la
discusión.
Vamos con unos cuantos ejemplos más:

El Papa, el propio Padre Santo ha bendecido hoy al Sr. Corleone. ¿Es
usted más listo que el Papa?
¿No crees que quedas refutado, Sócrates, cuando dices cosa tales que
ningún hombre se atrevería a decir? En efecto, pregunta a alguno de estos.


Esto debe de ser verdad porque aparece en Wikipedia.

La raíz de 2 es irracional, porque así lo dijo Euclides.

El cielo es celeste, porque así lo dice Newton.

Isaac Newton fue un genio y él creía en Dios.
El ateísmo debe estar en lo cierto porque científicos como Stephen
Hawking son ateos.


Esta pomada debe ser buena para los huesos porque me la han
recomendado en la farmacia.
Rajoy dice que Bárcenas es el único culpable de la trama de corrupción.
¿A quién crees, al presidente del Gobierno elegido por todos los españoles o a
un contable ladrón con cuentas en Suiza? Yo creo en la palabra del presidente
del Gobierno.

Mariano Rajoy ha mentido a todos los españoles, porque así lo dice
Gaspar Llamazares (político de Izquierda Unida).


Esto es así porque lo dijo Einstein.
Como si lo dice mi tía abuela... Eso da lo mismo, la cuestión es ¿qué datos hay
a favor? ¿Qué razones hay que lo sustenten? Todo lo demás es una "trampa":
un engaño a los demás. Dejando al descubierto estas artimañas nos
acercaremos más a la verdad que hay en cada asunto y dejaremos de ser tan
manipulables por las personas que usan las falacias contra nosotros.
La "apelación a la mayoría" o "ad populum" puede considerarse una variante
de "apelación a la autoridad". En este caso, la autoridad se le concede a una
"mayoría de personas", y se pretende hacer creer que tiene la verdad absoluta.
12.- El ataque personal: la falacia "ad hominem"
La falacia del "ataque personal" o "ad hominem" consiste en atacar a la persona
que habla, en vez de a sus argumentos. El ataque puede ser directo, si
descalificamos a la persona basándonos en alguna cualidad que pueda resultar
desagradable, o indirecto (circunstancial), si decimos que el otro obra por interés
o por motivaciones que le impiden tener un punto de vista objetivo.
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"Envenenar el pozo" es negarse a tener en cuenta las opiniones de una persona,
antes de haberlas oído, haciendo un ataque personal "por anticipado".
El ataque personal es falaz porque, en un debate, lo que importa son los
argumentos y las razones que los sustentan, y es irrelevante quién hable y con
qué intenciones. Sin embargo, el ad hominem es una falacia muy utilizada y es
fácil
dejarse
llevar
por
la
tentación
de
usarla.
La mejor forma de defenderse de un ataque personal es pedir sus argumentos,
no sus insultos, o responder: "Imagina que no lo digo yo, sino otra persona: ¿qué
motivos tendrías para rechazarlo?"
¿Su nombre? Tiene varios, como la mayoría de las falacias: "ataque personal",
"argumento dirigido al hombre", "argumentum ad hominem", "ad personam"
o, más popularmente, "falacia ad hominem".
Usamos esta trampa cuando intentamos descalificar personalmente a la otra
persona, en vez de discutir sus afirmaciones o sus ideas. Atacamos al
"hombre" (a la persona), y no a sus argumentos.
Este "ataque" gratuito, falaz y efectista, puede ser más o menos sutil. Así,
podemos distinguir dos tipos de ataque personal: el directo y el indirecto (o
circunstancial):
A - Ataque personal directo
Este tipo de ataque va directo al bulto y suele ser insultante: pone en duda la
inteligencia, el carácter, la condición o la buena fe de la otra persona. Son
ataques directos las descalificaciones ideológicas (es comunista, es de
derechas...), tan utilizadas en debates políticos de cualquier tipo.

Es estúpido y como tal no puede tener una opinión fiable.

Es poco cuidadoso con sus afirmaciones, un exaltado.

A usted no se le puede hacer caso porque es un aventado.

¡Claro que lo dice! ¿Qué esperabas de una negra?

¿Vas a creer lo que dice ese cerdo racista?

Dice eso porque... es burgúes, judío, español (o las tres cosas)

Sus opiniones coinciden con las de Herri Batasuna.
No puedes fiarte de la teoría de Jones de las partículas electromagnéticas
porque es un comunista.


Dices que los ateos pueden ser morales... justo cuando me acabo de
enterar que has abandonado a tu mujer y a tus hijos.
¿Entonces deberíamos cerrar la iglesia? Hitler y Stalin hubieran estado
de acuerdo contigo.

28

Por lo tanto es perfectamente aceptable matar animales para
alimentarnos. Espero que no opines lo contrario, viendo que estás muy feliz de
llevar zapatos de cuero.
Por supuesto que dices que la discriminación positiva es algo malo: eres
blanco.


¿Qué puede saber un sacerdote sobre los hijos si no ha tenido ninguno?
A: El estado no está garantizando las necesidades básicas de todos los
individuos. B: Usted nunca tuvo necesidades, no puede hablar sobre lo que hace
el estado.

A: Los triángulos tienen 4 lados. B: Usted nunca estudió geometría, no
tiene razón en lo que dice.

No te puedes fiar de lo que diga Cándido Méndez (secretario general del
sindicato UGT): se cree sindicalista y defensor de los trabajadores, pero tiene un
reloj de oro y acude frecuentemente a restaurantes de lujo.

Es un error y una falsedad utilizar este tipo de argumentos, puesto que clase
social, raza, religión, nacionalidad, antecedentes o hábitos de vida son
irrelevantes a la hora de juzgar las opiniones ajenas. A la hora de juzgar un
razonamiento, carece de toda importancia quién lo defienda y si su defensor
es una buena o mala persona.
Si usamos un "ad hominem" directo antes de escuchar cualquier argumento, es
decir, adelantando que lo que próximo que diga nuestro adversario no se va a
tomar en consideración, porque no está cualificado para dar una opinión,
entonces hacemos lo que se llama "envenenar el pozo". Envenenamos el pozo
mediante un ataque ad hominem antes de que el otro pueda hablar, por lo que
no le queda "agua" cuando le llega su turno.

Tú no eres mujer, así que lo que vayas a decir sobre el aborto no cuenta.
Me temo algún ataque contra mis tesis por parte de personas ignorantes
de la educación elemental, que practican una retórica de plaza pública sin
método ni arte.

Ignoro lo que defenderá mi oponente, pero ninguna persona razonable
puede sostener que...


Quisiera ver a un hombre sobrio, moderado, casto, justo, decir que no hay
Dios: por lo menos hablaría desinteresadamente; pero tal hombre no existe.
Otra forma de ataque directo consiste en apelar a las contradicciones de la
otra persona. Imaginemos que Dimitri era defensor, cuando era más joven, de
la independencia de Tartaristán con respecto al resto de Rusia, pero ahora sin
embargo se opone a ella. Apelar a las contradicciones entre lo que Dimitri
defiende hoy y lo que sostenía ayer, para tachar de no confiables a sus
opiniones, es un ataque personal directo. Es un recurso falaz, porque apela a
contradicciones ajenas a la discusión y que no tienen nada que ver con lo
bien fundada que esté la independencia de Tartaristán.
29
Cambia usted tantas veces de opinión que no sabemos si lo que defiende
hoy seguirá sosteniéndolo mañana.


Sorprende que sea usted quien propone estas cosas, teniendo en cuenta
que nunca ha creído en el Estado de Bienestar.
B - Ataque personal indirecto o circunstancial
En esta variante, no atacamos a las características de la persona oponente,
sino las circunstancias en las que se mueve. Por ejemplo: atacamos sus
vínculos, sus relaciones, sus intereses... todo aquello que pueda ser un
motivo de su forma de pensar. Se da por sentado que, aunque el oponente sea
una bellísima persona, sus circunstancias le impiden ser objetivo.
Es la forma de ataque que sufre quien pertenece a un grupo (político, religioso,
cultural, económico) no porque sus ideas sean malas, sino porque se supone
que disfraza con argumentos los intereses de su grupo. La denuncia de
supuestas "conspiraciones" de la oposición es una falacia de ataque personal
indirecto.

Usted hace las preguntas para perjudicar al gobierno.

Detrás de todo esto hay una estrategia para hundir al Presidente.

Son tontos útiles, manipulados por una potencia extranjera.
Aquí, de nuevo, estamos centrándonos en la persona que está razonando en
vez de en el razonamiento en sí. Todo aquello que desvíe la atención de la
discusión es una falacia. Con el ataque indirecto, insinuamos que el
adversario habla por interés, que es parcial o que tiene mala fe... así que
¿para que malgastar el tiempo discutiendo sus ideas?

¡Claro, como a ti no te toca, te parece muy bien la reforma!

No puedes fiarte de ese estudio sobre el tabaco. Lo ha pagado la
industria tabacalera.
Debéis guardaros de permitir a los dueños de los esclavos que
intervengan en las leyes sobre la esclavitud.

La clave para entender la falsedad de las falacias ad hominem es esta: si el
razonamiento es bueno, ¿qué importa quién lo presente o por qué?
Si decimos que el adversario actúa por interés, no podemos rechazar su idea
directamente. Una medida que sea benéfica no se puede rechazar por el mero
hecho de que beneficie a quien la propone. Sin embargo, si es conveniente ser
más escrupuloso estudiando los argumentos de la gente que tenga intereses
ocultos... pero sin caer en un "ad hominem" y rechazar sus razonamientos
30
simplemente por este motivo. La parcialidad de alguien debe movernos a
desconfiar y, enseguida, a buscar datos adicionales, pero no nos autoriza
a rechazar sus razones.
Combatir la falacia del ataque personal
Como vemos, la trampa del ataque personal puede adoptar la
forma directa ("Dimitri es un comunista") o laindirecta ("Dimitri dice eso porque
tiene intereses económicos en el tema"). En ambos tipos de ad hominem,se
dejan a un lado los razonamientos para provocar una actitud de rechazo
hacia el oponente.
Esta "transferencia" del centro de atención (pasamos de hablar de un tema en
concreto a focalizarnos en la persona adversaria) es extremadamente atractiva
para el público, por ello es probablemente la falacia con más "éxito". Las
descalificaciones personales convierten los debates en una competición, en un
combate de boxeo: no se trata de ver quién tiene razón, sino quién
gana (quién zurra con más contundencia).
Es muy fácil caer en la tentación de usar una falacia ad hominem. Por un
lado, es más fácil golpear que razonar. Por otro, porque solemos aborrecer
a nuestros adversarios, y disfrutamos "dándole un gusto al cuerpo" y
atacándolo personalmente. Pero este juego es peligroso. Los ataques
personales descalifican al atacante: muestran su irracionalidad y su pobre uso
de la argumentación. Aun así, se sigue usando muchísimo: abundan los que
consideran más grave callar que decir tonterías.
¿Qué hacer si tenemos el impulso de soltar un ataque personal?
Primero, intentar que no sustituya nuestro razonamiento, sino que lo
culmine. Es decir, que no reemplace nuestros razonamientos legítimos, sino que
sirva de "colofón". Segundo, que resulte "cortés" e irónico, para que no resulte
tan negativo. Pese a esto, no olvidemos que cualquier falacia ad hominem es
una expresión de renuncia sobre la verdad.
¿Y si somos víctimas? Podemos defendernos, entre otras, de estas dos
formas:
Utilizar la fórmula "pega, pero escucha": "Si has terminado con tus
insultos, me gustaría escuchar tus razonamientos", o "es más fácil escuchar tus
insultos que tus razonamientos".

Formular la hipótesis de que no hablamos nosotros, sino otra
persona: "Olvida que lo he dicho yo. Supongamos que lo dice otro: ¿cuáles
serían tus razones para rechazarlo?"

31
Lo más importante es no perder el temple y no caer en la tentación de contestar
a un ad hominem con otro ataque personal (tentación que suele ser fortísima).
Si desahogamos nuestra cólera de esta forma, difícilmente alcanzaremos
nuestra causa, así que es mejor contenerse y defenderse de alguna de estas
dos maneras.
Argumentos ad hominem que son válidos
Los ataques personales solo pueden tenerse en cuenta cuando estemos
hablando de una persona, no de sus razonamientos. Por ejemplo, si tenemos
que criticar una conducta o seleccionar un candidato.
También es válido si discutimos la cualificación de una presunta autoridad o
la participación de alguien en un determinados hechos (es legítimo
considerar el testimonio de un testigo falso alegando que se puede dudar de su
buena fe). ¿Por qué entonces sí que es un ataque legítimo? Porque se limitan a
dilucidar si las fuentes son informales y están bien informadas, y abordan el
fondo de la cuestión (una persona, no un razonamiento). Ante un testimonio,
importa saber si el testigo es un embustero. Ante un argumento, no, da igual si
viene de un santo como de un loco.
Si la industria tabacalera interviene como experto en un asunto de tabacos,
estamos autorizados a sospechar de su independencia y a considerar que se
trata de una autoridad parcial. Pero si la industria tabacalera se limita a ofrecer
sus argumentos en un debate abierto no cabe rechazarlos por el hecho de que
procedan de una parte interesada: hemos de discutirlos.
Conclusión
Utilizando la falacia ad hominem, intentamos que los demás vean que nuestro
oponente es un monstruo. Perolos razonamientos de los monstruos no son
necesariamente monstruosos. A ver si adivinamos quién dijo esto:
"En el Nuevo Reich no debe haber cabida para la crueldad con los animales."
Estas palabras son de Adolf Hitler. No podemos rechazarlas simplemente porque
haya sido uno de los mayores genocidas de la historia. Igualmente, aunque
desagrade, tenemos que otorgarle la razón si dijese:
" Dos más dos son cuatro" (A. Hitler).
Es irrelevante quién hable, lo importante es qué diga. Recordemos que "hasta
un reloj parado dice la verdad dos veces al día."
32
Ejemplos finales analizados
Para terminar, aquí un ejemplo de lo que es una flagrante falacia ad hominem,
publicada en primera plana y a todo color en el periódico "La Razón", el 9 de
mayo de 2012:
En la portada, se puede leer "Los malos estudiantes agitan la Educación":
Los líderes de los sindicatos que han convocado la huelga para el día 22
tienen un pésimo currículum y una clara vinculación con el PSOE y con
otras formaciones de izquierdas". Y la información se refuerza con fotos de
cinco estudiantes, con sus correspondientes "pésimos currículums" y
vinculaciones a la izquierda.
33
Esto es, claramente, un ataque personal, "ad hominem", directo. Pretende
descalificar lo que estos estudiantes tengan que decir apelando a su "pésimo
currículum" y a su ideología izquierdista. Puede que ambas cosas sean ciertas,
o no, pero esto es irrelevante. Como si son el mismísimo Stalin, o si son
analfabetos. Lo importante es: ¿sus argumentos son acertados? ¿Sus
reivindicaciones son razonables?.
Poniéndonos en el papel de un estudiante, podríamos defendernos diciendo: "ya
he oído sus insultos, ahora me gustaría oír las razones por las que está en contra
de nuestras propuestas". O bien: "imagine que estas reivindicaciones las realiza
el premio Nobel de Economía, o el Papa, u otra persona: ¿qué razones daría
para rechazar nuestras acciones (huelga, manifestaciones...)?".
Como las "trampas" y falacias no son exclusivas de ningún grupo humano,
las usan tanto gente de derechas como de izquierdas, creyentes y ateos,
neoliberales y comunistas, catalanistas y españolistas, del Barça y del Madrid.
Aquí tenemos otro ejemplo de "ad hominem", que proviene del PSOE (partido
español de izquierdas), ideología opuesta al de periódicos como La Razón:
Elena Valenciano, vicesecretaria general del PSOE, contestó al vicepresidente
económico de la Comisión Europea, Olli Rehn, el cual propuso reducir los
salarios de los españoles. Al margen de los argumentos que tuviese en contra
de esta medida, la señora Valenciano atacó personalmente al comisario con
estas palabras: "cada reflexión" Olli Rehn, es un "dardo envenenado" para
millones de trabajadores "que ya no pueden hacer más sacrificios", el
vicepresidente económico de la CE promueve "desde su agosto privilegiado" y
"con la tranquilidad que da saber que tiene uno el porvenir asegurado" que los
trabajadores españoles "deben rebajar su salario otro 10 por ciento". Y, como
colofón: "En España hay millones que ganan al mes lo que Rehn se gasta en
dos cenas".
34
La falacia consiste en atacar las medidas propuestas por Rehn basándose en
que este hombre es rico, y por lo tanto, no es nadie para opinar sobre los salarios
de los demás. Sin duda el comisario europeo basará su sugerencia de
"moderación salarial" en razones y argumentos económicos, pero, según Elena
Valenciano, eso da exactamente igual porque Rehn es un ricachón. Es un ataque
personal directo.
¿Cómo responderíais a este ataque? Tal vez, preguntando a la señora
Valenciano exclusivamente por sus razones científicas, económicas, del porqué
no funcionarían las propuestas de Rehn, en vez de propinar insultos a su
persona. O quizás optemos por proponerle a la vicesecretaria del PSOE un juego
de imaginación: ¿y si las mismas medidas que plantea Rehn las suscribiese un
trabajador de clase media? ¿Qué le diría a él?
(Fuente de la noticia: Periódico El Mundo)
Encontraréis muchos ejemplos de ad hominem en vuestro día a día, algunos de
ellos son más evidentes que otros, pero todos tienen la misma estructura y se
combaten de la misma forma. Es importante saber detectar estas "trampas" para
desactivarlas, y poder centrarnos en el tema de debate: así aprenderemos todos,
en vez de andar "golpeándonos" en cada discusión.
13.- La pescadilla que se muerde la cola: decir lo mismo con
palabras distintas (La "petición de principio")
La falacia o trampa de la "petición de principio" consiste en asumir algo por
cierto en vez de demostrarlo. Hay dos tipos principales:
1.
La conclusión se obtiene a partir de premisas que son equivalentes
a la conclusión, o que se basan en ella. Es lo que se llama "razonamiento
circular", "círculo vicioso", "pescadilla que se muerde la cola", etc.
2.
La conclusión se obtiene a partir de premisas que se asumen como
ciertas, sin más. Estas premisas suelen ser dudosas o no compartidas por
todos.
Es un engaño, puesto que no demuestra nada, es un discurso "vacío", "hueco".
Para demostrar algo, debemos partir de "pruebas" que sean ciertas y
compartidas por todos.
35
falacia o trampa llamada "petición de principio", "fe de origen",
"razonamiento circular" o, en latinajo: "petitio principi" y "circulus in
demostrando".
¿Por qué hablaremos de la "petición de principio"? Porque lo pone en el título
del artículo. ¿Y por qué lo pone en el título del artículo? Porque hoy vamos a
hablar de ella.
Esto ha sido un pequeño ejemplo de "razonamiento circular" o "pescadilla que
se muerde la cola". Si todavía no hemos pillado de qué va el asunto, aquí otros
ejemplos:

- Este colegio es muy paternalista.
- ¿Por qué?
- Porque trata a los estudiantes como niños.

-¿Por qué ha ganado el Partido Popular?
- Porque tiene más electores.

- El opio produce sueño porque es soporífero.
- ¿Por qué es soporífero?
- Porque induce al sueño.
Si os fijáis, las respuestas que se dan a los "¿Por qué...?" no aportan nada, es
decir, están contando lo mismo con distintas palabras:

Ser paternalista = Tratar a los demás como niños

Ganar unas elecciones = Tener más electores

Ser soporífero = Inducir al sueño
La supuesta "explicación" no explica nada, sino que se remite a volver a decir
la afirmación, expresándola de una forma ligeramente diferente, pero
equivalente.
Si seguimos preguntando los ¿por qué...?, empezaremos a dar vueltas en
círculo:

El opio produce sueño porque es soporífero. ¿Por qué es soporífero?
Porque induce al sueño. ¿Por qué induce al sueño? Porque es soporífero.¿Por
qué es soporífero? Porque induce al sueño... (así hasta el infinito)
Por eso, a esta falacia se le llama "circulus in demostrando", "demostración
en círculo" o "razonamiento circular". Es igual que una pescadilla que se
muerde la cola: por mucho que intentemos avanzar, nunca saldremos de la
"pescadilla".
El extraño nombre de "petición de principio", que en apariencia no tiene nada
que ver con lo que estamos hablando, viene de la frase en latín "petere id quod
demonstrandum in principio propositum est"... ¿¿lo cualo?? Tranquilos, yo
36
tampoco entiendo ni papa de latín. La frase significa "afirmar aquello que se
debe demostrar". Por ello, hablamos de petición de principio siempre que la
afirmación a ser probada se incluye implícita o explícitamente entre las
suposiciones de las que parte el argumento.
Dicho de otro modo, para demostrar que los kanguros son mamíferos, parto de
la suposición de que los kanguros son mamíferos. ¡Es una forma de razonar
vacía, hueca! Pero, si se usa con la suficiente maestría, podemos dar la
impresión de que sabemos más de lo que sabemos.
Recordemos: petición de principio es asumir como cierta la afirmación que
debemos demostrar.
Si analizamos con mayor detalle, podemos distinguir dos tipos dentro de esta
falacia:
Cuando se utiliza una premisa (suposición) equivalente a la
conclusión, o que depende de ella.

Cuando se utiliza como premisa algo cuya verdad no está probada, y
simplemente se asume que es cierta.

A. Utilizar una premisa equivalente a la conclusión, o que depende de ella.
Todos los ejemplos que hemos utilizado hasta ahora pertenecen a este
grupo. Es lo que se llama "círculo vicioso", "demostración en círculo",
"pescadilla que se muerde la cola"... Recordemos: la premisa y la conclusión
son equivalentes, entonces se repiten las cosas en vez de probarlas.
Normalmente, las dos formulaciones se diferencian lo suficiente para disimular
que, en realidad, son iguales. Los siguientes ejemplos lo aclararán:

Llega tarde, porque trae retraso. ¿Por qué trae retraso? porque no ha
llegado a su hora.
Sócrates fue maestro de Platón y Jenofonte, porque éstos fueron
discípulos de aquel.


Me gusta el coñac, porque es mi bebida favorita.
La evolución asegura la supervivencia de las especies. ¿De cuáles? De
las que sobreviven.


Dios ayuda a los que se ayudan.
Si hubiese un referéndum sobre la pena de muerte, ganarían los buenos.
¿Y quiénes son los buenos? Los que ganen el referéndum.

— ¿Por qué es preciso que ganes más dinero que tu mujer?— Porque soy
el varón.— ¿Por qué tiene que cobrar más el varón?— Porque ha de sostener a
la familia.[¿Por qué tiene que sostener el varón a la familia? ¡Porque es el varón!]

37
El periodista— ¿Por qué muere tanta gente de infarto?El eximio
cardiólogo— Porque las enfermedades coronarias son una de las causas más
frecuentes de mortalidad en los mayores de cincuenta años.


El gobierno por el pueblo es ideal porque la democracia es la forma
menos inadecuada de gobierno.
También ocurre cuando, en vez de que premisa y conclusión sean
iguales, la premisa se basa en la conclusión (¡debería ser al revés!), como en
estos ejemplos:


Dios existe porque Dios dice que existe.
—Mi párroco es un santo porque habla todos los días con Dios.—¿Y tú
cómo lo sabes?—Porque me lo ha dicho él mismo.—¿Y cómo sabes que no te
engaña?—¿Cómo me iba a engañar un hombre que habla todos los días con
Dios?


Usted admite que una idea clara y distinta es verdadera porque Dios, que
es el autor de esta idea y que no puede ser engañado, existe; y por otra parte,
usted admite que Dios existe, que es creador y veraz, porque tiene de él una
idea clara. El círculo es evidente.
No se debería permitir a los homosexuales trabajar para el gobierno. Por
lo tanto, cualquier oficial del gobierno del que se revele que es homosexual,
perderá su trabajo. Por consiguiente, los homosexuales harán cualquier cosa
para esconder su secreto, y estarán abiertos al chantaje. Es por eso que no se
puede permitir a los homosexuales trabajar para el gobierno


La Biblia es la palabra de Dios. No se puede dudar de la palabra de Dios,
y la Biblia dice que la Biblia es cierta. Por lo tanto, la Biblia debe ser cierta.
¡Ojo! No todo argumento con forma de círculo es una falacia.
Hay fenómenos que se retroalimentan y solo se pueden describir o
argumentar de manera circular. Es el caso de los "círculos viciosos" no falaces,
los "círculos virtuosos" o los ciclos de retroalimentación positiva o
negativa. Estos ejemplos no son falacias:

La hipertensión arterial lesiona el riñón y la lesión renal produce
hipertensión arterial.

Si te votan muchos puedes ganar, y si puedes ganar te votan muchos.

Baja la bolsa porque se asustan los inversores, y se asustan los
inversores porque baja la bolsa.
B. Asumir una premisa como cierta, sin que se haya probado
Este otro tipo de "petición de principio" intenta demostrar algo, a partir de una
suposición bastante dudosa, que no todo el mundo acepta.
Todos los perversos han de ser castigados en este mundo o en el otro.
Hay perversos que no son castigados en este mundo.
Luego lo serán en el otro.
38
(La premisa "todos los perversos han de ser castigados en este mundo o en el
otro" da por supuesto algo que no está probado y que no todo el mundo acepta)
Lo que sirve de "prueba" en un argumento debe ser más claro y conocido de lo
que se quiere probar. Una demostración necesita apoyarse sobre cosas
ciertas, que no se cuestionen. Sin embargo, si utilizamos como "prueba" una
proposición no demostrada, y la damos por cierta sin más, cometemos un tipo
de "petición de principio". En otras palabras: las premisas son al menos tan
cuestionables como la conclusión que se ha alcanzado a partir de ellas.

No es bueno liberalizar las farmacias porque entonces habría una en cada
calle.
Hay que negociar con los terroristas porque es la única manera de acabar
con el problema.

No se debe vender Iberia porque España perdería su compañía aérea de
bandera.

(¿Por qué no debe haber una farmacia en cada calle?, ¿por qué la negociación
es la única manera de acabar con el terrorismo?, ¿por qué España no debería
perder su compañía aérea de bandera?)
En toda discusión hay que estar de acuerdo sobre algo.
Necesitamos compartir un asidero desde el que argumentar a favor o en
contra. Cuando no existe un principio compartido, como ocurre con los
supuestos religiosos e ideológicos, no hay discusión posible, a no ser que esos
supuestos se demuestren a partir de, a su vez, principios compartidos.

Un inquisidor de Arras— Todo acusado de hechicería es necesariamente
culpable de ella. Dios no puede permitir que quien no es un hechicero sea
acusado de serlo.

No se puede discutir la evidente superioridad moral de la izquierda porque
es su principal carácter diferencial.
Yo he dicho: si el derecho al sufragio es natural, no se puede privar de él
a la mujer. Y la comisión dice: siendo natural, se puede privar de él a la mujer,
porque el fin de la mujer no es gobernar.

Esta falacia es muy común en publicidad:

Si son huevos Pascal tienen que ser buenos.

Sabemos lo que a usted le gusta. Por eso hemos preparado el detergente
radiactivo Pum.

Vota inteligente: vota verde.
Ambos subtipos de falacia tienen algunas diferencias entre sí, pero comparten
su núcleo común: dan por ciertas cosas no demostradas, y no dan razones
para ello. Si nos basamos en la propia conclusión, es un razonamiento circular,
39
y si nos basamos en una premisa dudosa, es una petición de principio de tipo
"B".
Para combatir esta falacia, ya sabéis: desmontarla en su estructura más
básica. El absurdo de esta forma de argumentar quedará, entonces, evidente.
14.- Cómo desviar el tema de conversación: La pista falsa o
"arenque rojo"
Una "pista falsa", "arenque rojo" o "red herring" es una maniobra de distracción.
Consiste en desviar la atención del tema de conversación principal sacando a
colación un asunto colateral, que resulta irrelevante en la discusión. De esta
forma, el rumbo del debate cambia de dirección.
Para defendernos de una pista falsa, primero debemos identificarla. Luego,
señalar que el adversario está saliéndose del asunto que se está debatiendo en
ese momento, y volver a centrarse en el tema principal.
Hoy hablaremos de la falacia conocida como “pista falsa”, “desviar la
cuestión”, “arenque rojo” o “arenque ahumado” (del inglés “red herring”), o,
en latín, “ignoratio elenchi” (ignorar la refutación).
Hablemos de su nombre más pintoresco y curioso: el de “arenque rojo” o “red
herring”… ¿qué significa? El término proviene de la caza de
zorros usando perros sabuesos. Antes de la caza, existe una práctica en la
que se distrae el olfato de los sabuesos usando un pescado oloroso, el “red
herring”, de esta forma se enmascara el olor del zorro, y todos los sabuesos
deben empezar desde cero a rastrear su presa.
Por lo tanto, un “red herring” es una maniobra de distracción. Y al igual que se
puede distraer a un sabueso de perseguir al zorro, se puede distraer a una
persona en un debate o conversación.
Así, la falacia de la pista falsa o arenque rojo consiste en despistar, es
decir, distraer la atención del adversario y de los oyentes hacia un asunto
colateral. Se introduce una anécdota, un dato irrelevante… cualquier cosa, con
tal de esquivar el tema principal de conversación.
Lo ejemplifica el dicho castellano: ¿De dónde vienes? Manzanas traigo.
—¿Qué buscas debajo de la farola?
— Las llaves.
40
—¿Estás seguro de que es aquí donde las has perdido?
— No, pero aquí hay más luz.
— El secuestro es un crimen horrendo.
— Sin duda, pero aquí lo que se discute es si el acusado lo cometió o no.
Tiene la siguiente forma:

Se discute el tema A.

Se introduce el tema B bajo la apariencia de ser relevante para el tema A
(pero el tema B es irrelevante)

Se abandona el tema A.
Ejemplos:

El conductor— Gracias al euro, ante nosotros se abre un sólido futuro
común para todos los europeos a salvo de la inestabilidad internacional y de las
maniobras de los especuladores.El policía de tráfico— Vale, pero usted sopla el
alcoholímetro.
Pablo es un buen deportista y debe ganar la copa. Después de todo, es
un buen tipo, ha donado mucho dinero y es miembro de una ONG.

Deberíamos dejar que los bancos quebraran por sus malas prácticas.
Sí, pero en tiempos económicos duros necesitamos apoyar a nuestro presidente.


Creo que hay que endurecer los requisitos para los estudiantes
graduados. Te recomiendo que lo apoyes tú también, de todas formas, estamos
en una crisis presupuestaria y no queremos que afecte a nuestros salarios.
El objetivo del arenque ahumado es disimular la debilidad de la propia
posición. La idea básica es “ganar” la discusión atrayendo la atención fuera del
argumento hacia otro tema. Si el asunto colateral despierta las emociones del
público, es fácil desviar la conversación hacia terrenos pantanosos.
¿No está usted de acuerdo con el procesamiento de Pinochet? ¿Es que no le
importan las cuatro mil víctimas mortales, ni el dolor de sus familias?
— Es preciso resolver el problema de los barrios marginales.
— En eso estamos de acuerdo, pero lo que usted propone ya se ha ensayado
sin éxito, cuesta demasiado y nos obligaría a renunciar a los programas que
están en marcha.
— A usted lo que le ocurre es que ni entiende el problema ni le preocupa la
situación de la infancia marginada, ni la de los jóvenes hundidos en la droga...
¿No va a votar usted en contra del aborto? ¿Es que no le importan los niños que
41
morirán sin ver la luz, sin que se respete, como se le respetó a usted, el derecho
a vivir, a estar aquí?
Puede que pienses que él ha copiado en el examen, pero ¡mira al pobrecillo!
¿Cómo se sentiría si le hicieses sentarse otra vez?
Esta especie de “razonamiento” es falaz porque el simple hecho de cambiar
el tema de conversación no puede contar como un argumento en contra
frente una afirmación.
Un cristiano puede empezar diciendo que las enseñanzas del cristianismo son
ciertas sin lugar a dudas. Si después, al rato, argumenta que la cristiandad es de
gran ayuda para mucha gente, no importa qué bien lo haga: no habrá probado
que las enseñanzas cristianas son ciertas.
Esta falacia produce un diálogo de sordos en el que no existe ninguna
posibilidad de entendimiento, porque ni siquiera se sabe cuál es la postura de
los contendientes, ni qué es lo que se quiere demostrar. El único resultado claro
es que la cuestión se elude, que el auditorio pierde el rumbo y que, si quien la
cultiva es hábil, puede dar la impresión de que domina el debate. Puede ser una
de las “trampas” más frustrantes y efectivas de las que se observan.
Puedes decir que la pena de muerte es poco efectiva para disuadir de cometer
crímenes, pero ¿qué pasa con las víctimas del crimen? ¿Cómo crees que se
sienten los familiares supervivientes cuando ven que el hombre que asesinó a
su hijo sigue en prisión, y ellos cargan con los gastos? ¿Está bien que deban
pagar para alimentar y albergar al asesino de su hijo?
- Deberíamos legalizar la marihuana, con la situación actual las familias quedan
despedazadas.
- Pero mira todos esos drogatas arrestados, obviamente son criminales.
La pista falsa es una falacia “madre”, de la que participan todas las que tratan
de desviar la atención hacia otro asunto. Otras trampas que ya hemos visto
pueden considerarse variantes del “arenque rojo”: ataque personal, apelación a
las consecuencias…
No puede condenar a mi cliente de asesinato. Hemos probado que uno de los
oficiales que lo arrestó hizo comentarios prejuiciosos, comentarios desdeñosos
de mi cliente. Mire la cinta de vídeo, la de audio, el propio testimonio del hombre:
es un racista de tomo y lomo, no debería confiar en nada de lo que él diga. (Tipo
de ataque personal o falacia "ad hominem")
Para defendernos de alguien que use esta falacia tenemos que permanecer
42
centrados en el tema originaly continuamente puntualizar que nuestro
adversario se está saliendo del tema de discusión.
15.- La falacia del "y tú también", "tú más"...
La falacia del "tú también", "tú más" o, en latín, "tu quoque" consiste en rechazar
las críticas o consejos de una persona alegando que esa persona también hace
lo mismo que critica.
Es una falacia porque ataca a la persona, no a sus razones; porque intenta
justificar nuestra conducta basándonos en lo que hacen los demás, en vez de en
argumentos; y porque desvía el tema de conversación. Una cosa es si la persona
es hipócrita o no, y otra bien distinta es si tiene razones buenas para decir lo que
dice.
Para defenderse del "tú también" hay que centrar de nuevo la conversación en
la crítica, consejo o idea en sí misma.
El "tú también" puede usarse, de forma válida, para criticar la autoridad moral de
una persona en un asunto. Pero nunca para criticar sus argumentos.
Este tipo de falacia también tiene un nombre en latín (porque parece que si no
es en latín, no impresiona): "tu quoque", que significa simplemente "tú también".
Así, las expresiones "tú también", "tú más" o "tu quoque" son equivalentes.
La idea es simple. Como digo, hasta los párvulos la saben usar. Consiste
en rechazar un razonamiento porque la persona que la propone hace lo
contrario de lo que critica. Es decir, consideramos que su consejo es falso
porque esa persona es una hipócrita.
¿Cómo voy a obedecer al médico si él mismo no se aplica el cuento?
¿Por qué no voy a hacerlo yo si es lo mismo que haces tú?
Es fácil detectar la falacia porque suele incorporar las expresiones "y tú
también" o similares. ¿Por qué esto es un error? ¿Por qué el "tú más" es una
falacia?
Con el "tú también" se rechaza un argumento o se critica una idea sin entrar
a analizarla. No se valora si la idea es buena o mala en sí misma, sino que se
desecha a las primeras de cambio. Simplemente porque el que la dice es
43
inconsistente, hipócrita. Da igual si la persona que da un consejo lo sigue o no, lo
realmente importante es el consejo en sí mismo, y si este es bueno o malo.
Su estructura es:
1.
A critica P.
2.
A es también culpable de P.
3.
Por tanto, la crítica a P es rechazada.
Por ejemplo:
1.
Dimitri dice que robar está mal, que es inmoral.
2.
Dimitri, sin embargo, ha robado recientemente material de su
oficina.
3.
Por lo tanto, rechazamos que robar esté mal.
Visto así, se ve claramente la "trampa". ¿Robar está mal o no? El tema de
conversación es ese, olvidémonos de Dimitri y si es una buena persona o no.
Por eso, el "tú también" se puede considerar una falacia de ataque personal:
porque pone el énfasis en la persona, no en los argumentos.
Estos versos son malos, pero tú no los haces mejores.
Smith: Si alguien te pega, deberías poner la otra mejilla. La violencia solo genera
violencia, y la violencia en sí misma está mal. Jones: Bromeas: tú pegabas a la
gente cuando te provocaban.
Thomas Jefferson decía que la esclavitud estaba mal. Sin embargo, él mismo
tenía esclavos. Por lo tanto se deduce que su afirmación es errónea y la
esclavitud debe de estar bien.
Dices que este hombre es inocente pero no puedes ser creíble porque tú también
eres un criminal.
Un error no se corrige con otro error.
Esta falacia es tremendamente frecuente en política, cuando la oposición critica
al gobierno (o viceversa) una conducta, y el gobierno contesta "vuestro partido
también...", o "vosotros más".
¿Cómo enfrentarse a esta falacia? ¿Qué hacer si, tras criticar a alguien, nos
contesta "tú también"? Debemos volver a centrar la conversación en el hecho
en sí, no en nuestra persona. Aquí un ejemplo de cómo actuar:
44
— No estamos discutiendo sobre mí, sino sobre una propuesta. Déjeme a un
lado o imagine que la sugerencia procede de otra persona. Dígame si lo que
propongo está bien o mal en sí mismo. Después, si usted quiere, hablaremos de
mi inconsistencia, y de si mi conducta justifica la de usted.
— ¡Pero usted no es quién para dar consejos!
— Aquí no cuenta quién ofrece las razones, sino cuánto pesan. Tal vez yo
debiera hacer lo que predico, tal vez soy hipócrita, pero la hipocresía es un
defecto moral, no un error lógico. No olvide que yo puedo ser inconsecuente y,
sin embargo, tener razón. Discuta mis razones, no mi conducta.
— ¿Pero cómo puede usted aconsejar lo que no practica o criticar cosas que
usted mismo hace?
— Yo no critico a nadie ni me ofrezco como ejemplo. Me limito a presentar una
propuesta razonada. Si me corto con un cuchillo no podré censurar a quien haga
lo mismo, pero nada me impedirá advertir de los riesgos. Al contrario: sabe más
de los cuchillos quien muestra cicatrices.
— Pero usted, con su conducta, da la razón a quien haga lo contrario.
— Yo no sirvo de excusa para lo que usted haga mal. Mis errores seguirán siendo
errores cuando los cometa otro.
Ya que estamos estudiando muchas falacias, podemos ver que el "tu más" en
realidad se puede catalogar en distintos tipos de trampas:

Si rechazamos una crítica porque el que la dice es un hipócrita, eso es
un ataque personal o "ad hominem".
Si justificamos una conducta nuestra alegando que el otro también la
hace, es un tipo de apelación a la multitud o "ad populum".

En ambos casos nos desviamos del tema de conversación, eludimos la
cuestión, así que también es una "pista falsa" o "arenque rojo".

El uso válido del "y tú también"
No siempre que respondemos "tú también" estamos cayendo en una falacia. Al
igual que ocurría en el ataque personal (que estaba justificado cuando
discutíamos sobre una persona y no sobre sus argumentos), el "tú más" es
válido si criticamos la autoridad moral de una persona.
¿Qué es una "autoridad moral"? Es la autoridad que tienen las personas que
dan consejos, que sirven de modelo de conducta, que son confiables. Esta
autoridad se basa en su coherencia, es decir, en que predique con el ejemplo.
Si se demuestra que una autoridad moral es incoherente o hipócrita, entonces
sus consejos o acusaciones no tienen respaldo y podemos rechazarlos.
45
No des consejos porque tú haces lo mismo.
¡Ojo! Si rechazamos a una autoridad, no tenemos justificación para
rechazar sus argumentos.Reprochamos la falta de autoridad moral de una
persona, pero no si sus razones son buenas o malas: en ese caso cometeríamos
la falacia.
Ustedes señores no tienen ninguna credibilidad ante el Parlamento ni ante la
sociedad porque cuando gobernaban hacían lo contrario de lo que ahora
reclaman.
[Se les reprocha, con razón, la falta de autoridad moral pero no se entra a
combatir sus razonamientos. Si se pretende que estos quedan suficientemente
rebatidos con el reproche moral, entramos de lleno en el uso falaz del recurso al
tu quoque.]
16.- La pendiente resbaladiza o "efecto dominó"
La falacia de la pendiente resbaladiza, deslizante o "efecto dominó",
consiste en rechazar una decisión o paso en una determinada dirección,
alegando que eso conllevará una avalancha de consecuencias negativas
inevitables en la misma dirección.
Se trata de una falacia o "trampa", porque no tiene en consideración si los
diferentes eslabones en la cadena de consecuencias son probables o
improbables, sino que, directamente, se consideran ciertos o seguros, lo
cual es falso.
Para refutar este engaño hay que analizar, paso por paso, si las
consecuencias que se plantean son probables o no lo son.
Hoy hablamos de la falacia de la "pendiente resbaladiza", también denominada
a veces como pendiente deslizante, y por similitud con la analogía, "falacia del
efecto dominó".
Imaginemos una ladera de una montaña que esté completamente recubierta de
hielo. Si, una vez que estamos en la cima, nuestra mala fortuna nos lleva a
tropezar, nuestro cuerpo caerá por la ladera y no encontraremos forma de
frenarnos: de forma inevitable continuaremos cayendo a más y más
velocidad hasta que suframos un fuerte impacto en el suelo. Lo mismo ocurre si
colocamos cientos de fichas de dominó de pie, a una distancia calculada, y
46
tiramos la primera de ellas: las demás continuarán
irremediablementehasta que todas las fichas estén en el suelo.
cayendo
Pues bien, lo mismo que le pasa a esa pendiente deslizante o a las fichas del
dominó puede ocurrirle a nuestros argumentos. Solo que, en este caso, debemos
estar atentos porque lo más probable es que estemos cayendo en una "trampa"
o falacia.
Vamos con un ejemplo real de esta pendiente resbaladiza. No nos interesa el
tema concreto del que habla , sino solo la forma, el razonamiento (las falacias
son trampas en la argumentación, no en el contenido de lo que decimos).
"Si usted permite la eutanasia en este caso en que parece justificada,
entonces cualquier paciente que no esté en una situación terminal podrá escoger
esta forma de suicidio legal, y, a continuación, cualquier persona simplemente
deprimida podrá decidir el fin de su vida con ayuda médica."
Este puede ser un argumento prototípico de la pendiente resbaladiza. Imaginaos
que estamos arriba de la montaña, damos un desafortunado traspiés (en el
ejemplo equivale a "permitir la eutanasia en un caso que parece justificada"), y
comenzamos a caer sin remedio: cualquier enfermo terminal recurre a la
eutanasia. Luego, conforme aumentamos la velocidad, llegamos a un final
descalabrado: cualquier persona deprimida recurrirá a la eutanasia.
En este ejemplo de razonamiento, un paso inicial (permitir la eutanasia), nos
lleva a una serie de desastrosas consecuencias, sin que podamos hacer
nada por impedirlo. Una vez que nos deslizamos por el hielo, no hay marcha
atrás, e inexorablemente vamos cayendo. En el ejemplo: si permitimos la
eutanasia, al final todo el mundo cuando esté triste se suicidará. Igual que si
tiramos la primera ficha del dominó, caerán todas hasta llegar a la última.
¡Ojo! Esto es una falacia, una trampa. Es falso. Alarma. Precaución. No tiene
por qué ocurrir así, y lo más probable es que no ocurra así.
El esquema general de la falacia es:
"Si realizamos un determinado movimiento o acción en una dirección,
esto generará una cascada de eventos uno tras otro en la misma dirección, de
forma inevitable".
Si A, entonces B. Si B, entonces C. Si C, entonces D...
A->B->C->D->...->Z
47
En esta falacia, el paso final de la pendiente es un descalabro, un fuerte
impacto: el argumento termina concluyendo un panorama desolador y
desagradable (que todo el mundo se suicide cuando esté un poco triste).
¿Dónde está el fallo? ¿Por qué esta forma de argumentar es engañosa?
El quid de la cuestión es este: en la pendiente resbaladiza las conclusiones
son inevitables. Sin embargo,esto no es cierto en la mayoría de los casos,
puesto que conforme vamos avanzando en la cascada de argumentos la
probabilidad de que sean ciertos disminuye.
Por ejemplo: si se aprueba la eutanasia ¿todos los enfermos terminales podrán
acceder a ella? Parece poco probable, porque se reservaría para casos muy
concretos. Y si todos los enfermos terminales recurriesen a ella, ¿qué
probabilidad hay de que cualquier persona deprimida pueda hacer lo mismo? No
parece que se vaya a considerar igual a los deprimidos que a los gravemente
enfermos. Como vemos, las consecuencias se "cogen por los pelos": la
pendiente no resbala tanto como creíamos al principio.
Continuaremos citando más ejemplos de esta falacia, junto a sus
correspondientes refutaciones, para seáis capaces de identificarla en cuanto la
veáis:
"Hijo, basta con una copa para iniciar el camino del alcoholismo. El primer paso
es crucial. Si lo pruebas y te gusta, querrás más, y cuanto más consumas
más dependiente te harás, hasta acabar completamente alcohólico. Hazme
caso: lo he visto muchas veces."
(No a todos los que prueban el alcohol les acaba gustando, ni todos los que
beben alcohol acaban siendo alcohólicos, sino una minoría)
"Un megamuseo urbano se puede defender, mediante una pendiente
resbaladiza, alegando que de no construirlo la ciudad perderá renombre y
atractivo; atraerá menos turistas; algunos negocios no se instalarán y otros
abandonarán la ciudad; se perderán empleos, subirán los impuestos y
descenderá el precio de las propiedades inmuebles. Un desastre."
(Aquí se presenta un panorama lúgubre final, mediante una cadena de
consecuencias negativas que son todas improbables, o al menos no son
completamente seguros)
"Ya sé que he girado mal, guardia, pero, por favor, no me multe. Si lo hace,
me quitarán el permiso de conducir, no podré trabajar y mis hijos se verán en
la miseria."
(Aquí, aparte de intentar argumentar "dando pena", hay una pendiente
resbaladiza: puede que la multa no le retire el carnet, puede que aún sin conducir
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pueda seguir trabajando, y es poco probable que por estar una temporada sin
trabajar sus hijos se vean en la miseria. Y además, aunque todo eso fuese cierto,
no es un argumento válido para no multar a alguien (ver El argumento dirigido a
las consecuencias)
"No se puede suprimir el servicio militar obligatorio porque distanciaríamos a
los ciudadanos de su compromiso con la nación, lo cual debilitaría nuestra
capacidad defensiva y de disuasión, con lo que en la práctica estaríamos
invitando a que se abuse de nosotros y no se respeten nuestros intereses,
especialmente los comerciales,con las consecuencias inevitables de recesión
económica y desempleo. Ya se sabe que cuando esto ocurre la sociedad se
siente irritada e insegura, la política se torna inestable y cualquier incidente
puede crear un caos revolucionario."
(¡Para el carro! ¿Suprimir la mili distanciará a los ciudadanos de la nación?, ¿qué
probabilidad hay de que eso debilite la defensa del país?, ¿quién ha dicho que
eso es equivalente a que se vayan a permitir abusos comerciales?, ¿qué
probabilidad hay de que eso cause más paro?, ¿siempre que hay paro se
produce un caos revolucionario?. Como en toda falacia del dominó, se dan por
supuesto conclusiones negativas bastante cuestionables, para desalentar a
tomar la primera decisión. Se equipara "suprimir el servicio militar obligatorio"
con "desastre absoluto", y si no estamos atentos "nos la pueden colar")
"Debieras dejar de fumar porque la debilidad frente a la adicción caracteriza a
una personalidad insegura, incapaz de afrontar las responsabilidades de un
empleo o de una relación. Acabarás sola, infeliz y en la miseria."
(No todos los fumadores son inseguros. No todas las personas seguras son
incapaces de mantener un empleo, y tampoco una relación sentimental. Todas
estas posibles consecuencias son poco probables, y no se deben asumir como
seguras)
"Si los estudiantes no se plantan ahora ante la administración por este
problema pequeño, el decanato pensará que tiene luz verde para arrebatarnos
otro y otro derecho, hasta no dejar ninguno."
(Muy típico. Es posible que eso ocurra, pero no es probable, y mucho menos
seguro, que el decanato haga desaparecer todos los derechos de los
estudiantes. Un recorte en un derecho no equivale a la destrucción absoluta de
las libertades)
"Los jóvenes no educados en el respeto a Dios, serán reacios a soportar
disciplina alguna para la honestidad de la vida y, avezados a no negar nada a
su concupiscencia, serán llevados fácilmente a agitar la misma paz del Estado."
(Las personas sin educación religiosa pueden ser igual de honestos que los que
sí la han tenido. Incluso aunque sean más deshonestos, no implica
necesariamente que monten un golpe de Estado)
49
"Cualquier recorte en la asistencia sanitaria puede parecer banal, pero es
muy peligroso. Los pequeños recortes abren la puerta a los grandes recortes
y, finalmente, a la supresión del sistema sanitario gratuito. Si no impedimos
esta tendencia, el Gobierno pensará que tiene las manos libres para acabar con
el sistema sanitario público."
(Quiero hacer especial hincapié en este argumento, ya que estás tan de moda
actualmente en España los recortes en sanidad. Para defender una sanidad
pública no hace falta recurrir a razonamientos falaces y tramposos, y además
estos pueden volverse en nuestra contra al no tener una base firme y verdadera.
En este ejemplo, puede que sea cierto que un recorte aumente la probabilidad
del siguiente, pero en todo caso hablamos de probabilidades, no de certezas. No
podemos afirmar que el Gobierno "tiene las manos libres para acabar con el
sistema sanitario público", porque esto es dar por cierto una serie de hipotéticas
y terribles consecuencias negativas, que no tienen por qué ocurrir. Cada recorte
debe enfrentarse con argumentos válidos relativos al caso concreto, no
equiparándolo con la destrucción total del sistema sanitario. Si se reduce el gasto
en tiritas, por poner un ejemplo absurdo, no debemos rasgarnos las vestiduras y
pensar que los hospitales cerrarán y que volveremos al siglo XIX, porque esa
cascada de consecuencias negativas es improbable).
"Una vez que una sociedad permite que una persona quite la vida a otra,
basándose en sus mutuos criterios privados de lo que es una vida digna, no
puede existir una forma segura para contener el virus mortal así introducido. Irá
a donde quiera."
(Un ejemplo similar al que utilizábamos anteriormente de la eutanasia. Se
equipara tomar una decisión con la infectividad de un virus asesino, pero como
hemos visto no todo es tan inevitable, y ni siquiera los virus se propagan siempre)
"La elección de los métodos de enseñanza se debe dejar en manos de los
profesores. Si se permite que los estudiantes influyan en este campo, querrán
intervenir en otros, incluso en la dirección de la Facultad. Esto conduciría a la
ruptura del orden, la disciplina y, en definitiva, a la desaparición de toda docencia
universitaria."
(Los estudiantes no tienen por qué estar interesados en la dirección de la
Facultad, y si tuvieran influencia en ese campo no querría decir que se destruiría
ni el orden ni la disciplina. Se exageran las posibles consecuencias negativas sin
tener en cuenta que son poco probables)
"Si legalizamos la marihuana, entonces más gente empezaría a consumir crack
y heroína, y tendremos que legalizar esas drogas también. Dentro de poco
tendremos una nación llena de drogadictos."
(La conclusión implícita es: no debemos legalizar la marihuana. Dejando a un
lado que se deba o no legalizar, no se puede utilizar este argumento para
50
defender ninguna postura, puesto que es tramposo y falso. Que se legalice una
droga no implica necesariamente que el resto se vaya a legalizar, y tampoco
parece 100% seguro que esta medida aumente el consumo de crack y heroína)
"Napoleón, por el contrario, sostenía que la gran necesidad del momento era
aumentar la producción de comestibles, y que si perdían el tiempo en el molino
de viento, se morirían todos de hambre."
(Invertir en el molino de viento no implica necesariamente que no quede dinero
para producir comida y que se mueran todos de hambre. Aquí Napoleón "patina"
al dar por cierta una consecuencia improbable)
"Un camionero llama a la radio para protestar por una tractorada que bloquea
las carreteras: ¡No me dejan trabajar! Si no trabajo una semana, no llego a fin de
mes. Si no llego a fin de mes dejo sin pagar una letra. Si dejo sin pagar una letra
me embargan el piso. Si me embargan el piso, me deja mi mujer. Si me deja mi
mujer, tengo que pegarme un tiro."
(Me recuerda al título de la película aquella de " una serie de catastróficas
desdichas". Nuestro pobre camionero asume, siguiendo un razonamiento tipo
dominó, que por no ir a trabajar un día acabará suicidándose. En el camino olvida
que por un día sin sueldo no necesariamente no llegará a fin de mes, y que en
ese caso no tiene por qué dejar de pagar una letra al banco, y que el banco por
una letra no es probable que le embargue. Y desde luego, supone que una vez
que esté desahuciado, le dejará su mujer, lo cual es bastante rocambolesco, y si
le deja la mujer tampoco hace falta suicidarse, hay mucha gente sin mujer por
ahí vivita y coleando)
En un capítulo de la serie "Salvados", Pedro Nuñez, exdelegado del gobierno en
Madrid, criticaba la campaña catalana "no vull pagar", un movimiento de
desobediencia ante el pago de unos peajes en unas autopistas, con un
argumento falaz de pendiente resbaladiza. Su razonamiento fue similar a este:
"si no se acata una ley como el pago de los peajes, entonces no se acatarán el
resto de leyes, y sobrevendrá la anarquía y el caos". Como ya hemos visto, este
tipo de finales apocalípticos no tienen por qué ocurrir.
Resumiendo:
La falacia del efecto dominó o de la pendiente resbaladiza consiste en
una cadena de argumentos que conduce, desde un comienzo aparentemente
inocuo, a un final terrorífico. La conclusión siempre es esta: no debemos tomar
el primer paso, por sus consecuencias remotas, hipotéticas y desagradables.
La falacia consiste en que una vez realizado el primer movimiento en una
dirección se continuaráinevitablemente en la misma dirección, algo que es
51
posible pero no necesariamente cierto (incluso si fuese probable, no significa que
sea 100% seguro). Se dan por fundadas consecuencias que no son seguras
y a veces ni siquiera probables.
Para evitar caer en la falacia se deben aportar argumentos para la conexión
entre los sucesos y tener en cuenta que a medida que se desencadenan más
sucesos la probabilidad de que estos ocurran es siempre menor. Debemos
examinar cada uno de los eslabones de la cadena argumental para ver si son
plausibles o no. En el momento en el que una conclusión no sea inevitable,
podremos trazar una "barrera", que impida que sigamos cayendo por la
pendiente de hielo.
17.- El argumento más "patético" que existe
En este mundo de la información, necesitamos de la guía del pensamiento
crítico para evitar que nos manipulen.
Una forma de manipulación es el "sofisma patético" o "argumento dirigido
a las emociones". Consiste en intentar convencernos de algo apelando a
nuestras emociones (miedo, culpa, rencor, odio, envidia, lealtad,
patriotismo...), en vez de dar razones y argumentos objetivos y ciertos.
Detectar esta falacia o "trampa" nos ayuda a evitar caer en ella y hacer más
difícil que nos manipulen en contra de nuestros intereses.
¿Por qué este nombre? Pathos, en griego, significa "emoción". El sofisma
patético consiste en "apelar a las emociones" para intentar convencer a
una persona. Es por eso que también se llama "argumento dirigido a las
emociones".
Si intentamos demostrar que un argumento es cierto, debemos dar razones,
datos, reflexiones objetivas que sean ciertas. Si en vez de argumentar de forma
lógica, intentamos convencer a alguien apelando al miedo, a la culpa, al ridículo,
al victimismo, a la envidia, al rencor... o a emociones positivas como la lealtad,
la piedad, la solidaridad... entonces estamos tendiendo una "trampa": el sofisma
patético.
Veámoslo con un ejemplo, aunque abundan miles de ellos. ¿Quién no ha oído
nunca que se intente convencer a una persona, amenazándole con "¡Qué
disgusto le vas a dar a tu padre!"? En este caso hacemos un "chantaje
emocional" para intentar manipular a alguien.
"Me decepcionaría que dijeras lo contrario", podría ser el colofón de una frase
destinada a convencerte de que apoyaras una determinada medida, por ejemplo.
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El interlocutor te intenta hacer sentir culpable, para que de esta manera hagas lo
que él quiera.
También se ha llegado a oír mucho por estos lares: "¿Es que quieres hacer llorar
a la Virgen?", como supuesto "argumento" para covencerte de que no hagas algo
que pueda estar mal visto.
"Si no estudias Derecho como el resto de tus hermanos... ¡me voy a morir del
disgusto!", podría decir una madre empeñada en manipularte para que estudies
lo que ella quiera. Esta madre, sin saberlo, ha usado un argumento falaz
conocido desde los griegos: apela a tu sentimiento de culpa, para manejarte y
controlarte.
También en política, el sofisma patético es sumamente útil y extendido. Si
agudizáis los oídos, lo oiréis por todas partes. Cantos de sirena. "¿Dejaremos
que alguien piense que los españoles hemos sido cobardes?" ¡Por supuesto que
no!, diríamos exaltados... en ese caso han apelado a nuestro sentimiento del
honor, para a continuación convencernos de algo probablemente falso, pero ya
nos tienen en el bote.
"De un patrono nunca puede venir nada bueno", puede decirle un obrero a otro.
En este caso, apela a su sentimiento de rencor, de odio y revancha hacia su
superior. Ahora ya no se razona con argumentos lógicos, sino con las tripas. Y
las tripas suelen equivocarse mucho sobre qué es verdad y qué es mentira.
Así, el "sofisma patético" o "argumento dirigido a las emociones", es una
estupenda herramienta para persuadir a los demás, evitando que piensen de
forma crítica, manejándolos como un rebaño de ovejas dóciles. La falacia, o
"trampa", consiste en intentar convencernos dejando de lado las razones, los
argumentos lógicos, objetivos, veraces, centrándose única y exclusivamente en
crear un fervor que interese para manipularnos.
Ahora que conocemos esta falacia y le hemos puesto nombre, será más fácil
detectarla cuando zarpemos del puerto y nos adentremos en el mar del día a día.
Allá donde haya alguien interesado en despertar, con su discurso, emociones
primitivas en nosotros, es un lugar donde probablemente haya "gato encerrado",
y habrá que estar alerta para evitar que nos manipulen. Debemos exigir que se
nos remita a las razones objetivas de por qué deberíamos hacer una cosa o la
contraria, de por qué una afirmación es cierta o falsa, de manera fría, razonada,
sosegada.
Vamos a concluir con una serie de ejemplos de distintas variedades de esta
falacia. Si nos acostumbramos a ver su verdadero rostro, será más fácil para
nosotros aguantar sus influencias:
53
- Apelación a la lealtad:
"Con mi patria, con razón o sin ella"
"Ya sé, guardia, que he girado donde está prohibido, pero los colegas tenemos
que ayudarnos. No me vas a tratar como si fuera un paisano. Si lo piensas bien
comprenderás que tengo razón y, sobre todo, recuerda que
siempre te he prestado ayuda."
- Argumento desde la fuerza (apela al miedo a las represalias):
"Mira Laura, tú necesitas este empleo y yo necesito una secretaria cariñosa, así
que será mejor que nos entendamos."
"Escuche guardia, ya sé que me he saltado el Stop, pero usted no sabe con quién
está hablando. Me parece que a usted no le gusta mucho su empleo. Yo miraría
más por mi familia. Si usted me pone la multa tendré que hablar con sus jefes..."
"Por supuesto, usted es libre de hacer lo que le parezca mejor... pero usted
es consciente de que nuestro Banco es uno de los principales anunciantes de
su periódico y estoy seguro de que no desea perjudicarnos publicando ese
artículo."
"Haga usted lo que guste, Mawnsey, pero si vota en contra nuestra, compraré
mis ultramarinos en otro sitio: cuando pongo azúcar al té me gusta sentir que
hago un beneficio al país manteniendo a comerciantes que están del lado de la
justicia"
"C3PO: Él ha hecho un movimiento correcto, gritar no te servirá.
Han Solo: (interrumpiendo) Déjalo. No es inteligente irritar a un Wookiee.
C3PO: Pero, señor, a nadie le preocupa irritar a un androide.
Han Solo: Es porque los androides no le arrancan los brazos a sus contrincantes
cuando pierden y los wookiees sí.
C3PO: Entendido, señor. Te sugiero una nueva estrategia, R2: deja ganar al
Wookiee."
-Apelación a la misericordia, a la pena:
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"Si lo haces me voy a sentir muy mal."
"Sólo un gobierno sin entrañas puede echar a la calle a los trabajadores
del astillero."
"Ya sé que está prohibido girar a la izquierda, guardia, pero no me multe,
por favor. He tenido un mal día; estaba intentando llegar al hospital porque
acaban de ingresar a mi anciana madre. Y voy con el tiempo justo porque entro
a trabajar dentro de una hora en mi segundo empleo que es de tiempo parcial y
salario mínimo, pero no puedo perderlo porque es el único soporte de los
diecisiete miembros de mi familia."
"¡No asesiné a mis padres con un hacha! Por favor, no me condenen. Ya estoy
sufriendo demasiado por ser huérfano"
- Apelación al miedo:
"Si no te gradúas, siempre serás pobre"
"Dios existe: si no crees en él arderás en el infierno"
- Apelar al ridículo:
"Si la teoría de la evolución fuera cierta, ¡sería decir que tu abuelo era un gorila!"
¡Existen infinidad de ejemplos! Todos tienen en común que intentan
convencernos de cosas dudosas provocando emociones en nosotros. ¡Tened
cuidado con estas trampas!
18.- Rizando el rizo: la falacia de la falacia
La "falacia de la falacia" es equiparar argumento falaz = conclusión falsa.
La mayoría de las veces puede que sea así, pero no siempre.
La "falacia de la falacia". ¿Cómo?
Su nombre técnico es "argumento de la falacia" o "argumentum ad logicam". Su
estructura es:
"X" es una falacia, por lo tanto "X" es falso.
55
Vayamos más despacio. ¿Es lo mismo que un argumento sea una falacia que
sea falso? No.

Conclusión falsa: algo que no es cierto, una mentira, un dato erróneo.

Argumento falaz: forma deficiente de argumentar, un argumento que
falla más que una escopeta de feria, un argumento que no es de fiar. ¡Pero la
conclusión puede ser cierta, aunque sea por azar!
Por ejemplo:

Pepe: Este yogur es bueno porque lo anuncian así en la tele (falacia de la
autoridad).
Juan: ¡Eso es una falacia! Por lo tanto, el yogur es malo (falacia de la
falacia).


Realidad: no sabemos si el yogur es bueno o malo hasta que tengamos
datos fiables y objetivos. Los anuncios pueden estar equivocados, pero no tienen
necesariamente que estar equivocados.
La diferencia es sutil, pero importante. No podemos usar las falacias como arma
arrojadiza: ¡eso es una falacia! no es sinónimo de ¡eso es falso! Y si somos
rigurosos en nuestra vida, lo que nos interesa más es la conclusión: si algo es
verdad o mentira. Saber que un argumento es una falacia nos ayuda para
centrarnos en los argumentos válidos y desechar las manipulaciones, pero no
nos ayuda para saber si algo es cierto o no. Para saber si algo es cierto o no,
tenemos otras herramientas, como el método científico.
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