JOHANN WOLFGANG GOETHE PROMETEO Encubre tu cielo, Zeus, con bruma de nubes y ejercítate, como el niño que descabeza cardos, con las encinas y las cúspides de los montes; pero deja en paz mi tierra y mi cabaña, que tu no construiste, y mi lar, por cuyo ardor me envidias. No conozco nada más indigente bajo la luz del sol que vosotros, ¡dioses! Alimentáis mezquinamente con holocaustos tributarios y con aliento de plegarias Vuestra Majestad, y seríais menesterosos si los niños y mendigos no fueran unos necios. Cuando yo era niño no sabía adónde recurrir; volví mi ojo perplejo hacia el sol, como si allá arriba hubiera un oído para escuchar mis quejas, un corazón —como el mío— que se apiadara del oprimido. ¿Quién me auxilió entonces contra la arrogancia de los Titanes? ¿Quién me salvó de la muerte, quién de la esclavitud? Tú, ¿no lo hiciste solo, corazón mío, ardiendo en santidad? En tu engaño, ¿no ardiste, juvenil y candoroso, de gratitud, porque te había salvado el que dormita allá en lo alto? ¿Venerarte yo? ¿Por qué? ¿Aliviaste los dolores jamás del abrumado? ¿Enjugaste las lágrimas jamás del afligido? ¿Quién herró mis cadenas, sino el Tiempo omnipotente y el Destino sempiterno, mis amos y los tuyos? ¿Te ilusionaste quizás que yo odiaría la vida, que escaparía al yermo porque no todos los sueños florales maduraron? Aquí estoy sentado, plasmo hombres a mi imagen; una raza que me sea semejante, para que sufra, para que llore, para que goce y se alegre, para que no te respete... ¡como yo! Traducción de Ramón Alcalde Ganymed Wie im Morgenglanze Du rings mich anglühst, Frühling, Geliebter! Mit tausendfacher Liebeswonne Sich an mein Herz drängt Deiner ewigen Wärme Heilig Gefühl, Unendliche Schöne! Daß ich dich fassen möcht In diesen Arm! Ach, an deinem Busen Lieg ich, schmachte, Und deine Blumen, dein Gras Drängen sich an mein Herz. Du kühlst den brennenden Durst meines Busens, Lieblicher Morgenwind! Ruft drein die Nachtigall Liebend nach mir aus dem Nebeltal. Ich komm, ich komme! Wohin? Ach, wohin? Hinauf! Hinauf strebt's. Es schweben die Wolken Abwärts, die Wolken Neigen sich der sehnenden Liebe. Mir! Mir! In euerm Schoße Aufwärts! Umfangend umfangen! Aufwärts an deinen Busen, Alliebender Vater! Ganimedes En tu luz matinal cómo me envuelves, ¡oh primavera amada! Con todas las delicias del amor, entra en mi pecho tu sacro ardor de eterna llamarada, ¡oh infinita Belleza! ¡Si pudiese estrecharte entre mis brazos! Ay, recostado en tu pecho languidece mi corazón; de musgos y de flores dulcemente oprimido, desfallece. Tú apaciguas mi sed abrasadora, ¡oh brisa matinal y acariciante! mientras el ruiseñor enamorado me llama entre la niebla vacilante. Ya voy, ya voy, y ¿adónde? ¡Ay! ¿Adónde? Hacia arriba, ¡siempre arriba! Flotan, flotan las nubes o descienden y abren paso al amor de ímpetu fiero. A mí hacia mí, contra tu ser, ¡arriba! ¡En abrazo sin par, arriba, arriba! Contra tu corazón, ¡oh dulce padre, oh inmenso padre del amor fecundo! Versión de Guillermo Valencia