TEXTO: (Números 6:25) “Que el SEÑOR te sonría… (Salmo 119:135) “Sonríe sobre mí como tu siervo; enséñame tu camino para vivir”. INTRODUCCION: Agradar a Dios debe ser el propósito principal del ser humano, y la tarea más importante que tenemos es descubrir cómo hacerlo con exactitud. En (Ef.5:10) dice que descubramos “lo que agrada al Señor para hacerlo”. Viendo los tiempos difíciles en que vivimos hoy, podemos pensar que es imposible agradar a Dios. Pero la Biblia nos habla de personas que vivieron en tiempos semejantes o peores a los nuestros y agradaron a Dios. Un ejemplo de ello es la vida de Noé. En su época, el mundo en su totalidad se hallaba en bancarrota moral. Todos vivían procurando su propio placer en lugar de complacer a Dios. Dios no encontró a nadie en la tierra interesado en agradarlo; estaba afligido y hasta le pesó haber hecho al ser humano. Estaba tan disgustado con la raza humana que consideró borrarla de la tierra. Sin embargo hubo un hombre que lo hizo sonreír. La Biblia dice que “Noé era del agrado de Dios” (Gén.6:8). Dios dijo: <> Tú y yo estamos vivos porque Noé encontró el favor de Dios. PROPOSICION: Hacer sonreír a Dios debe ser la meta de nuestra vida. F/T: En la vida de Noé vemos algunos actos de adoración que hacen sonreír a Dios. I. DIOS SONRÍE CUANDO NOS ENTREGAMOS POR COMPLETO A ÉL. A. Lo amamos por encima de todo. Noé amó a Dios más que a nada en el mundo, ¡incluso cuando nadie más lo amaba! L a Escritura afirma que “durante toda su vida Noé cumplió fielmente la voluntada de Dios y disfrutó una estrecha relación con Dios”. 1) Lo que Dios más anhela contigo es tener una relación de amor. La verdad más asombrosa del universo, es que nuestro Creador, nos ama y quiere estar en comunión con nosotros y que respondamos a su amor. (Ose. 6:6) dice: “Lo que quiero de ustedes es que me amen, y no que me hagan sacrificios; que me reconozcan como Dios, y no que me ofrezcan holocaustos. 2) Dios nos ama con todo su corazón y desea que respondamos a su amor. Como el anhelo de Dios es que lo conozcamos y pasemos tiempo con él, aprender a marlo y ser amado por él, debe ser el mayor objetivo de nuestra vida. 3) No existe en la vida otra cosa que tenga tanta importancia, como la de amar a Dios. Jesús lo llamó el mandamiento más importante en (Mat.22:37-38) diciendo: “‘Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.’ 38Este es el más importante y el primero de los mandamientos”. B. Confiamos en él completamente. Lo segundo que hizo Noé, que agrado a Dios, fue confiar en él, incluso cuando parecía sin sentido. (Heb. 11:7) dice: “Por fe, Noé, cuando Dios le advirtió que habían de pasar cosas que todavía no podían verse, obedeció y construyó la barca para salvar a su familia. Y por esa misma fe, Noé condenó a la gente del mundo y fue heredero de la justicia que se obtiene por la fe”. 1) Había tres problemas que podrían haber hecho dudar a Noé. a. Noé no conocía la lluvia. Antes del diluvio Dios irrigaba la tierra del suelo hacia arriba (Gén.2:56) dice: “… Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra,… sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la tierra.” La gente nunca había visto un arco iris. b. Noé vivía a mucha distancia del océano más cercano. Aunque pudiera aprender construir un barco ¿Cómo haría para trasladarlo al a mar? Debía ser completamente un acto de fe en la Palabra de Dios. c. Para Noé reunir a los animales y cuidar de ellos era un problema. Pero Noé no se quejó ni se excusó. Tenía plena confianza en Dios, a quien hacia sonreír. confiar plenamente en Dios significa tener fe en que él sabe qué es lo mejor para ti. La Biblia en (Salm.147:11) dice que: “a él le agradan los que lo honran, los que confían en su amor”. Dios anhela que confíes en él aun cuando lo que te pida que hagas no tenga sentido. 2) A Noé le llevó 120 años construir el arca. Sin duda que Noé se sintió descorazonado después de años y años sin ninguna señal de lluvia, lo tildaban con crueldad como “el loco al que Dios le hablaba”. Me imagino que los hijos de Noé se avergonzaban del enorme barco que su padre construía en el jardín de la casa. Sin embargo no dejó de confiar en Dios. 3) La confianza es un acto de adoración. Así como los padres se alegran cuando sus hijos confían en su amor y sabiduría, nuestra fe contenta a Dios. La Biblia afirma en (Heb. 11:6) que “sin fe es imposible agradar a Dios”. C. Lo obedecemos de todo corazón. Dios le dio a Noé detalles específicos de de toda la obra que debía hacer, y la Biblia afirma en (Gén. 6:22): “Y Noé hizo todo tal como Dios se lo había ordenado.” 1) A veces intentamos ofrecerle a Dios una obediencia parcial. Queremos seleccionar una lista de los mandamientos que nos gustan y los obedecemos, pero aquellos que no nos parecen tan agradables o bien vistos los desechamos. Iré a la iglesia pero no diezmaré, leeré la Biblia pero no perdonaré. La obediencia a medias es desobediencia. 2) Cuando obedecemos de todo corazón lo hacemos con gozo, con entusiasmo. La Biblia nos exhorta en el (Salm.100:2): “Obedécelo alegremente”. Y en el (Salm.119:33) la expresión del salmista fue: “Dime solamente que debo hacer, y lo haré, señor. Mientras viva, obedeceré de todo corazón”. 3) La obediencia a Dios es la demostración de que lo amamos. (Sant. 2:24) Dice que: “Agradamos a Dios por lo que hacemos y no sólo que creemos”. Y Jesús dice en (Jn.14:15): “Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos.” ILUSTRACION: El alpinista que subía al monte Heberes. No descanso en el camino para descansar y esperar que amaneciera. Cuando estaba a sólo 100 metros de la cima, tuvo resbalón y comenzó a descender; pero como todo alpinista experimentado se había a una cuerda bastante larga. Estando colgado después de muchos intentos por soltarse exclamó a Dios, si en realidad existes salva mi vida. Dios le respondió: Si en realidad crees que puedo salvarte corta la cuerda. El no lo hizo y cuentan los del grupo de rescate que al día siguiente encontraron a hombre muerto congelado a escasos dos metros del piso. APLICACIÓN: Al igual que el alpinista, muchos de nosotros decimos confiar en Dios, pero no queremos obedecerlo y cortar la cuerda que nos sostiene y que no nos deja depender completamente de Dios. Corte hoy mismo esa cuerda de incredulidad que lo sostiene, y abandónese por completo en las manos de Dios. II. DIOS SONRÍE CUANDO LE DAMOS LO MEJOR DE NOSOTROS. A. Lo alabamos y le manifestamos gratitud continua. Pocas cosas nos hacen sentir también como recibir la alabanza y el aprecio de alguien. A Dios también le agrada y sonríe cuando le expresamos nuestra adoración y gratitud a él. 1) La vida de Noé complació a Dios porque vivió con un corazón lleno de alabanza y de acción de gracias. Lo primero que hizo Noé después de sobrevivir al diluvio fue expresar su agradecimiento a Dios. (Gén.8.20) dice: “Luego Noé construyó un altar en honor del Señor, tomó animales y aves puros, uno de cada clase, y los ofreció en holocausto al Señor.” 2) Gracias al sacrificio de Cristo en la cruz ya no ofrecemos sacrificios de animales como lo hizo Noé. La Biblia nos dice en (Heb.13:15; Salm.116:17) que debemos ofrecer “sacrifios de alabanza” y “sacrificios de gratitud” Alabamos a Dios por lo que él es y le agradecemos por lo que él hace. David dice en (Salm.69:30-31): “Con cánticos alabaré el nombre de Dios; con acción de gracias lo exaltaré. Esa ofrenda agradará más al Señor”. B. Usamos nuestras habilidades. Algunas personas piensan que el único momento en que agradan a Dios es cuando realizan alguna actividad espiritual, como leer la Biblia, orar, asistir a la iglesia o testificar de Cristo. Pero Dios disfruta observando cada detalle de nuestra vida. todo cuanto Dios nos ha dado es para su gloria y se agrada cuando nos aceptamos como somos y usamos nuestras habilidades. la Biblia dice en (Salm. 37:23) que el Señor “dirige los pasos del hombre de voto, que se complace con todos los detalles de su vida” y en (Salm.33.15) dice que “él ha formado a cada persona y ahora observa todo lo que hacemos”. C. Hacemos todo de corazón y para su gloria. Dios no se interesa tanto en las apariencias externas de lo que tú haces, sino en la actitud de tu corazón, en la motivación que te impulsa hace las cosas. (Col. 3:23) dice: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombre … porque a Cristo el Señor servís.” ILUSTRACION: Un día una anciana se acerco a la Casa Blanca de los Estados Unidos y pidió que le permitieran ver al Presidente, después de un rato de espera el presidente la recibió amablemente le pidió que se sentara y luego le preguntó ¿Qué viene a pedirme? A lo que la anciana respondió: No, Señor Presidente no he venido a pedirle, sino a darle unas donas que hice con mis manos especialmente para ti. El Presidente irrumpió en llanto y risa diciendo: Todos vienen a mi porque quieren pedirme algo y tú has venido para darme… tomando en sus brazos beso su frente y le dijo: Pídeme lo que quieras que te de, porque has conmovido mi corazón. APLICACIÓN: Tu yo también podemos conmover el corazón de Dios y hacer que sonría ¿Qué no nos daría Dios, sintiéndose agradado y sonriente con nosotros? CONCLUSION: Hacer sonreír a Dios, debe ser la meta de nuestra vida. Dios sonríe cuando dependemos completamente de Él: Ø Lo amamos por encima de todo y lo hacemos el centro de nuestra vida. Ø Confiamos por completo en Él, sin poner en duda su Palabra esperamos. Ø Le obedecemos de todo corazón y hacemos todo para su gloria. Propóngase hoy mismo hacer sonreír a Dios y agradarlo en todo tiempo, despréndase de todo lo que le impide confiar en Él y abandónese en sus manos.