Elasticidad: capacidad de ciertos materiales para sufrir deformaciones al someterse a esfuerzos exteriores y de recuperar la forma original al desaparecer esas fuerzas exteriores que lo deformaban. Plasticidad: capacidad mecánica de ciertos materiales para deformarse permanentemente cuando se encuentra sometido a esfuerzos superiores a su límite elástico. Ductilidad: capacidad de ciertos materiales para deformarse plásticamente sin romperse al ser sometidos a un esfuerzo, permitiendo obtener alambres o hilos de dicho material. Maleabilidad: capacidad de ciertos materiales para deformarse sin romperse permitiendo obtener láminas delgadas, bajo la acción de una fuerza, por ejemplo: cobre. Fragilidad: capacidad de ciertos materiales para romperse tras una escasa deformación. La rotura frágil absorbe poca energía, pero la rotura dúctil absorbe mucha. Tenacidad: capacidad de ciertos materiales para absorber energía durante la deformación plástica. Dureza : es la oposición que presenta un material a ser rayado, cortado o penetrado. Resiliencia: es cantidad de energía absorbida en un material por unidad de superficie al romperse por efecto de un impacto. Acritud: capacidad de ciertos materiales para aumentar su dureza, su resistencia a tracción y su fragilidad debido a la deformación en frío. Fatiga: deformación o rotura de un material al someterlo a esfuerzos menores a los de rotura, pero de forma periódica o durante un tiempo determinado. Maquinabilidad: capacidad de ciertos materiales para dejarse mecanizar con arranque de viruta. La fundición gris y el bronce son muy mecanizables, produciendo virutas cortas en forma de escamas. El acero dulce y las aleaciones ligeras de alta tenacidad no son muy mecanizables, y producen virutas largas. Colabilidad: capacidad de ciertos materiales fundidos para rellenar completamente el molde, produciendo piezas completas y sin defectos.