Un virus es un agente infeccioso que no puede sobrevivir sin infectar a un organismo huésped, con lo que, en general, no se lo considera un ente vivo. se componen, básicamente, de material genético, ADN o ARN, y de una estructura proteica que lo recubre llamada cápside Los virus se reproducen mediante la infección a otros organismos cómo bacterias, hongos, plantas o animales. Una vez en el interior de las células de estos organismos vivos, los virus son capaces de utilizar las diferentes herramientas celulares del huésped para replicarse ellos mismos y así poder infectar más células y organismos. su material genético o genoma consiste en una cadena simple de ARN. Su cápside está envuelta por una membrana de lípidos con diversas proteínas insertadas en ella, entre la que se encuentra la proteína S que forma las espículas tan características de este virus y que le servirá como salvoconducto para poder infectar a células humanas y de otros animales. Para comprenderlo necesitamos entender lo que denominamos dogma central de la biología molecular. Este gran hito evidenció que el ADN no actúa sólo de almacén de la información genética para que ésta pueda heredarse entre generaciones, sino que también proporciona el código e instrucciones para la fabricación de proteínas, condicionando así el desarrollo, funcionamiento y características de los organismos. Para entenderlo mejor podemos usar un símil: imaginemos nuestro ADN como la biblioteca donde se almacenan los manuales con las instrucciones de montaje de todos los muebles de Ikea; y a las proteínas como el resultado final después de haber leído las instrucciones de uno de estos manuales, y haber ensamblado las diferentes piezas siguiendo los pasos indicados hasta crear una silla, un sofá o un armario. Así, el manual (ADN) actúa como un código, mientras que el mueble (proteína) es la parte funcional y lo que define nuestro hogar. Imaginemos ahora que queremos montar un mueble, antes tendremos que encontrar el manual pertinente de entre los miles de documentos que se almacenan en la biblioteca. Para facilitar esta tarea, en la célula existen toda una serie de enzimas que actúan como si fuesen bibliotecarias, encargadas de abrir las estanterías, encontrar el manual apropiado y fotocopiar solamente aquellas páginas donde aparecen los planos e instrucciones del mueble que quieres ensamblar. En la célula, esta fotocopia de la información genética es el ácido ribonucleico o ARN. ADN y ARN son moléculas parecidas, pero como ocurre en papel, la fotocopia no es exacta Al tratarse de una fotocopia de una región del ADN, el ARN también lleva información genética pero sus características y su tamaño mucho más reducido le permite pasar a través de los poros de la membrana del núcleo de la célula (donde se encuentra el ADN) y llegar hasta el compartimento celular donde se ensamblan las proteínas. Así, podemos decir que mientras el ADN “porta” la información genética, el ARN la “transporta”. Hoy sabemos que el dogma central definido por Francis Crick en 1958 funciona en la inmensa mayoría de los organismos, pero existen una serie de excepciones donde el flujo de la información genética no se produce exactamente de la misma manera. Por ejemplo, en algunos tipos de virus no existe el ADN y la información genética se almacena directamente en cadenas de ARN. Así, cuando estos virus infectan una de nuestras células pueden directamente, y de manera más rápida, ensamblar proteínas víricas utilizando nuestra maquinaria celular, sin pasos adicionales.