DEFECTOS CONGEN/TOS SI/PRARRENA¿ES. derived from adrenocortical hyperplasia excesses of one or the other sexual .bmone. This interest comes from the fact - A. Jodrcsic 44L description of the accepted chemical sequences on normal steroidal biosynthesis. We think that this natural introduction will be much all our readers. Some pertinent aspects of geneties and the úat at least three of the clinical varieties of ital Syndrome are related to very wellcomed by is- Altered C-21 and hormonal management of some of these rather rare cases are also added. Finally, he makes us to glance into the enzimatic alterations of steroidogeneC-11 hydroxylations are aamples of these clinical-biochemical correl¡tions. Dr. Jadresic precedes his review of pro!¡esses in this field with a concise and useful promising research being done with exogenous inhibitors of steroidal biogenesis like SU-4885 and others. CIENGIAS BASIGAS EL MICROSCOPIO ELECTRONICO Y EL ESTUDIO DE LOS PBOBLEMAS BIOLOGICOS JUAN DE DIOS VIAL Un sistema de lentes puede aumentar hasta el infinito la imagen de un objeto. Pero existe un límite más allá del eual, aunque Ia imagen se haga cada vez mayor, no aparecerá ningún nuevo detalle en el objeto. Este aumento útil máximo depende del poder de resolueión del sistema, o sea de su capaeidad de discernir como separados, dos puntos que se hallen muy próximos entre sl. Desde fines del siglo pasado, se sabe que eI poder de resolución se halla condicionado por una serie de factores, entre otros por la longitud de onda de la radiación utilizada. Mientras menor sea ésta, mayor será el poder de resolución, y mayor el aumento útil que pueda alcanzarse. Esta circunstancia limita a unos 0,2 ¡r el poder de un microscopio en el caso que se use luz visible. Dos puntos separados por una distancia menor que la indicada, aparecerán confundidos en uno solo, sea cual fuere el .aumento final que demos a la ima- 1 tubo de rayos catódicos. Un filamento que se calienta hasta la incandescencia en el vacío, emite electrones que pueden ser acelerados por un campo electrostático hasta que llegan a comportarse como un haz de rayos rectilíneos, capaces de proyectar sobre una pantalla la sombra de un objeto que se interponga en su camino. trónico fue iniciado con el descubrimiento del Hace unos cuarenta años, se determinó que toda partícula material en movimiento lleva asociada una longitud de onda determinada, según la fórmula: L:h/mv, siendo l. la longitud de onda, m La masa de la partlcula, v su velocidad y h la constante de Planck. Esta ley permite predecir para los electrones en movimiento en eI tubo de rayos catódicos, una longitud de onda tanto menor cuanto mayor sea su velocidad, o, 1o que es equivalente, cuanto mayor sea la diferencia de potencial que se ha utilizado para acelerarlos. Se puede calcular que electrones acelerados en una diferencia de potencial de 40 KV, tendrán una longitud de onda asociada de unos 0,06 Á (1Á : un cienmillonésimo de centímetro). Este valor es varios miles de veces menor que eI de la mínima 'longitud de onda de la luz visible (ca.40004). Para utilizar esta propiedad en la fabrieación de un microscopio, restaba sólo hallar algún modo de "enfocar" estos rayos electrónicos, en otras palabras encontrar algún I Santiago, Chile, gen. El descubrimiento de estos priñcipios sicos, instó desde hace muchos años bá- a tratar de utilizar radiaciones de menor longitud de onda que las que forman el espectro de la luz visible. Se han utilizado rayos ultravioleta y rayos Roentgen en diferentes formas y con objetivos y éxitos variables. El camino que llevó al microscopio elec- Profeso¡ de Anatomía, Uoiversidad Católica de C_hílc, 442 MICRO,SCOPIO ELECTRONICO sistema flsico que se comportara frente a ellos de un modo análogo al de las lentes de cristal frente a un rayo de luz. Este problema fue resuelto cuando se pudo demostrar que esta propiedad la poseen los campos electrostáticos o magnéticos dotados de simetría axial o cónicos). EI microscopio electrónico consta pues, de un tubo sometido a un alto vacío (0,1 u de Hg), en cuyo interior un filamento incarides(campos cilíndricos cente emite electrones, que. son acelerados por una diferencia de potencial de 50-100 KV. Esta los lleva a atravesar el objeto examinado que se encuentra también al vacío en el interior del tubo. Los rayos entran luego en una serie de campos magnéticos generados por solenoides dispuestos en torno al tubo, y que actúan como lentes formando una imagen agrandada del objeto que se proyecta sobre una pantalla fluorescente. El proeeso de interacción entre rayo y objeto es distinto en el microscopio'de luz y en e1 electrónico. En el primer caso, el objeto absorbe la radiación que lo ilumina, mientras que en el segundo, la dispersa. Aunque esta diferencia sea de gran importancia teórica y práctica, no vale la pena detenerse en ella en este momento. La mejor resolución alcanzada hasta ahora es de más o menos 0,5 p, o sea unas cuatrocientas veces mejor que la del microscopio de luz, pero mucho peor que lo que parecería posible dada la exigua longitud de onda de los electrones. Sin embargo, las abemaeiones de las lentes electromagnéticas, singularmente su aberración esférica, hacen difícil pensar que en un futuro próximo la resolución pueda ser sustancialmente mejorada. Las principales limitaciones práeticas del microscopio electrónico derivan del escaso poder de penetración de los electrones. Una capa de agua de 1 ¡r de espesor, detiene por completo a un rayo de electrones acelerados en los campos electrostáticos habitualmente usados. El material que se examina, ha de ser por eso, cortado o extendido en láminas finlsimas de no más de 0,1 p de espesor. La observación de céIulas vivas es prácticamente imposible. Uno de los métodos de estudio más difundidos se asemeja mucho a las técnicas histológicas usuales. Comprende la fijación del material, su inclusión en un pIástico, y su'sección por medio de micrótomos especiales, hasta obtener cortes de 0,1 pr o menos. En pocos años se ha acumulado así una enorme cantidad de nueva informaeión. Muchos viejos probleryas de Citología e Histología han sido T BIOLOGIA. - J, V|AI y han surgido en el eamino nuevos interrogantes que han obligado a renov¿rr toda Ia problemática de la Morfología Celuresueltos, Iar. No se puede dar cuenta aquí ni siquiera de los más importantes de estos hallazgos, cuya sola enumeración cubriría varias páginas. Más útil me parece discutir algunos proble. mas generales que sirvan para orientar al lector no especialista. ¿Hasta qué punto son expresión fiel de la realidad las imágenes captadas en el microscopio electrónico? Hemos visto que las preparaciones que se observan, han pasado por un largo y complicado proceso. Han sido fijadas, incluldas, cortadas y a veces teñidas. Esto suscita dudas muy legítimas sobre el grado de preservación de las características morfológicas propias del protoplasma vivo, Este problema, el problema del artefacto, no es nuevo; por el contrario ha representado siempre Ia pesadilla de los citólogos. La Citología clásica, empero, disponía siempre de un último recurso, de un tribunal que se hallaba siempre, al menos teórieamente, disponible: Ia observación de la célula viva. Las más largas y enconadas polémicas, como las que se suscitaron en torno del aparato de Golgi, por ejemplo, iban poco a poco circunscribiéndose a la euestión de si la estructura debatida era o no visible en Ia céIula viva. Para quien trabaja con microscopio electrónico, no existe este recurso, por cuanto el protoplasma vivo es inaccesible al estudio con este instrumento. Naturalmente que no es imposible que lleguen a desarrollarse técnicas que permitan alcanzar muy altas resoluciones en el estudio de estructuras vivientes, pero el problema del citólogo es encontrar ahora criterios que le permitan asegurar que su trabajo no se está reduciendo a la vana investigación de un artefacto. La introducción del tetróxido de osmio tamponado como fijador, marcó hace unos diez años un progreso fundamental. Este fijador preserva las estructuras celulares a la perfección, hasta eI punto que esto pueda ser atestiguado por el microscopio de luz. Si se fijan en é1 pellculas de proteínas, no se pueden detectar alteraciones en ellos con el microscopio electrónico. Sin embargo, la capacidad del fijador para preservar las finÍsimas estructuras que son reveladas en las células por eI microscopio electrónico; sólo podrá apreciarse de un modo indirecto. Típicos, y muy aleccionadores MICROSCOPI) ELECTRONICO a este respecto los resultados obtenidos en el estudio de las vainas mielínicas de las fibras nerviosas. Se sabe desde antiguo que están formadas por lípidos y proteínas. Una serie de estudios de ultraestructura hechos con los clásieos métodos de luz polarizada y difracción de rayos X, había demostrado que aquellos componentes se disponen en dobles membranas lipoproteicas concéntricas al eje de las fibras nerviosas. Esta disposición podía describirse diciendo que, en torno de cada axon se ordenaban apretada y concéntricamente numerosas membranas de estructura similar a la de la membrana celular. Desde los primeros estudios hechos con el microscopio electrónico, Ia estructura así prevista se vio brillantemente confirmada; la vaina mielínica se presenta formada por laminillas concéntricas cuyo espaciamiento corresponde con gran aproximación al que había sido deducido teóricamente. Pero hay todavía más. El microscopio electrónico muestra que eI proceso de mielinogénesis consiste esencialmente en un enrollamiento de la célula de Schwann en torno del axon. En esta forma, las laminillas concéntricas resultan ser en realidad las vueltas de una espiral muy apretada que hace Ia membrana de la célula de Schwann. AsÍ se ha agregado una explicaeión "genética" a la estructura tan peculiar descubierta con los medios anteriores a la microscopia electrónica. Pero lo que nos interesa aquí más particularmente, es el hecho que la microscopía de luz polarizada, la difracción de ráyos X y la microscopía electrónica, no sólo se complementan, sino que se confirman recíprocamente. Análogas consideraciones valen para otras formaciones lipoproteicas similares (en conos y bastones de la retina, cloroplastos, etc.). Parece posible concluir que el mieroscopio electrónico da una imagen fidedigna de estos sistemas de son membranas lipoproteicas. No son éstos sin embargo los únicos siste- mas donde otros métodos hayan venido a confirmar y a complementar las imágenes que entrega el microscopio electrónico. Las miofibrillas del músculo estriado son un buen ejemplo de estructuras formadas principalmente por proteínas, donde la microscopía electrónica y otras técnicas de estudio se han confirmado y complementado mutuamente. Podría argüirse que, en los ejemplos presentados, he seleccionado estructuras altamente "ordenadas", y eu€ no son por lo mismo representativas de la generalidad de las Y BIOLAGIA. - J. Viat 443 estructuras biológicas. Esto es sin duda verdad. Pero es preciso recordar que sólo en estructuras de esta naturaleza, es posible controlar con rigor la imagen que presenta el microscopio electrónico, por medio de métodos indirectos (luz polarizada, difracción de rayos X). El hecho que esta imagen se haya demostrado válida en estos casos, es sin duda un importante argumento para darle crédito en otros en los que tal cotejo es imposible. Sería empero un gran error el de identificar la imagen electrónica de la célula con la estructura misma del protoplasma vivo. Cada vez nos aparece más claro que la vieja idea de que 1a fijación perfecta debería entregarnos una "instantánea" del proceso vital, envuelve una contradicción en los térmi- nos. La máxima aspiración de un método morfológico es la de entregar una imagen reproducible de algún aspecto de la realidad, que pueda ser integrada en eI conjunto de1 saber, que sea sostenida por los hallazgos gue logran otros métodos, y que abra a su vez nuevos caminos experimentales. Lo dicho permite entrever un rasgo importante de esta nueva morfología ce1ular, cuál es su estrecha relación con la composición química, propiedades físico-químicas y bioquímicas y con la función de las estructuras estudiadas. El microscopio electrónico nos introduce en el orden de dimensiones de las grandes moléculas, y la aspiración inmediata, aunque raras veces alcanzada, es la de expresar las estructuras en términos físico-químicos. Así se explica que la nueva morfologla celular no haya traído la floración exuberante de detaIles inconexos que habrlan sido de temer. Gracias a ella, nuestros conceptos sobre estructuras celulares se han integrado más racional e íntimamente dentro del conjunto de los conocimientos biológicos. La microscopía electrónica aparece así como una disciplina situada en la frontera, a la que concurren muchas especialidades que habían parecido estar muy separadas. Es estimulante y aleccionador ver que debemos a fisiólogos, bioquímicos y físicos, muchos hallazgos importantes en la Morfología Celular contémporánea. NOTA. No corresponde ,agregar a este artÍculo uro.¿ BibliografÍa propiamente ta1. A1 médico qu,e ae int€rese por profundizar algo en estos aspectos y remozar sus conoclmientos de CitologÍa ,e HistologÍa, pueden recom,endárs€le las últimas ediciones de los conocldos textos .d.e Citologí¿ General cle De Robertis, Nowinskl y Eéüez (4c ed.); de HistologÍa de Maximow y BIooE. (7a edición €n ingles) o d€ Bai.ley (144 edición en lng1és ).