Uploaded by Izaquel Rodriguez

Cómo Leer y Entender la Biblia G. Jorge Medina (Spanish Edition)

advertisement
Cómo Leer y Entender la Biblia
Un curso apostólico de hermenéutica bíblica
Por G. Jorge Medina
Copyright ©2017 G. Jorge Medina. Todos los Derechos Reservados. Prohibida la reproducción total o
parcial sin el permiso escrito del autor, por cualquier medio, sea mecánico, digital, o de fotocopiado.
Diseño de cubierta por Carlos Alberto Moreno Casas
Impreso por
ShemáPRESS
www.defensoresdelafe.org
Para Yuliana,
la hermosa colombiana que al decir sí me cambió la vida y se
convirtió en mi amada esposa.
Dios nos conceda larga vida para seguir disfrutando de la aventura
que es caminar juntos en los pasos de Jesús de Nazaret.
Materiales Recomendados
(Disponibles de una librería cristiana)
• Un cuaderno de notas de buena calidad.
• Una Biblia Reina-Valera Revisada (1960) o una Biblia Reina-Valera
Actualizada 2015
• Un Diccionario Bíblico avanzado
• Un Diccionario del Idioma Español
(por ejemplo: El Pequeño Larousse )
• Una Concordancia Exhaustiva Strong
Recursos de Defensores de la Fe
(Disponibles de www.defensoresdelafe.org)
• Libro: Evidencias de la Inspiración de la Biblia
• Set de 2 Audio CDs: Por qué confío en la Biblia
• Libro: Desenmascarando el Código Da Vinci: Una defensa de la
confiabilidad de la Biblia y de la Deidad de Jesús
• Video: Cómo Leer y Entender la Biblia
Tabla de Contenido
1. Introducción
2. ¿Cómo saber si la Biblia fue inspirada por Dios?
3. ¿Cómo fue transmitida y traducida la Biblia?
4. Estrategias para leer la Biblia
5. Cómo estudiar la Biblia I: Cadenas de versículos y memorización
6. Cómo estudiar la Biblia II: Observación
7. Herramientas para el estudio bíblico I: Diccionario de la Lengua
Española y Concordancia Bíblica
8. Herramientas para el estudio bíblico II: Obras de Referencia y Consulta
9. Herramientas para el estudio bíblico III: Uso de los léxicos de
Strong
10. Principios de interpretación I: ¿Qué tipo de escrito es?
11. Principios de interpretación II: ¡Contexto, contexto, contexto!
12. Principios de interpretación III: El mejor intérprete de la Biblia
13. Conclusión
Introducción
En este capítulo:
¿Qué es la Biblia? ¿Por qué es beneficioso leerla? ¿Qué gano con invertir
tiempo en su lectura, memorización y estudio? Hablemos del mejor Libro en
la historia de la humanidad.
Los niños con frecuencia hacen las preguntas más difíciles de contestar,
y nos ponen en aprietos; especialmente si alguna de esas preguntas es
escuchada por familia o amigos presentes. A veces, sus preguntas nos llevan
a investigar antes de poder dar una buena respuesta, por lo menos una
respuesta que ellos puedan entender. Y, sí, a veces, en vez de aclarar sus
dudas los dejamos más confundidos que cuando comenzamos la
conversación. Pero esto es parte de la aventura de ser padres. Algunas de sus
preguntas no son de eterno significado. Si no respondemos una que otra no
cambiará mucho en sus vidas. Pero, de vez en cuando, sus preguntas desafían
nuestro intelecto y son demasiado importantes para ignorarlas. Es en
momentos así cuando deseamos de corazón haber estado mejor preparados
para responderles.
¿Sabe qué? Nuestro Padre celestial sabe que, así como nuestros niños,
nosotros también tenemos preguntas que deseamos ser respondidas. La gran
ventaja que tiene Dios es que Él lo sabe todo. Tiene toda respuesta a
cualquier pregunta que le podamos hacer. Aunque esto no quiere decir que
siempre hemos de encontrar tal respuesta, o entenderla si es que la recibimos;
sí quiere decir que le importamos tanto, que nos ha dejado un libro que
precisamente trata con las preguntas más importantes que puede hacer el ser
humano.
La Biblia es, verdaderamente, el libro más extra-ordinario de la historia.
Inspirado por Dios y dado a los hombres para su beneficio eterno. La Biblia
responde a las preguntas más importantes que podemos hacernos. Preguntas
como: ¿Por qué estoy en este mundo? ¿A dónde voy? ¿Existe Dios? ¿Le
intereso a Él? Y muchas otras por ese estilo.
¿Qué es la Biblia?
La palabra “Biblia” es en realidad una palabra griega: βιβλία que
significa “libros”; y da a entender la idea de “Libro de libros”. La razón de
llevar tal nombre es que la Biblia no es sólo un libro, sino una colección de
libros sagrados. 66 en total; 39 en el Antiguo Testamento, y 27 en el Nuevo
Testamento. Aprender esto no es muy difícil. Si puede recordar que hay 39
libros en el Antiguo Testamento, luego simplemente debe multiplicar:
3 x 9 = 27
Lo cual le da como resultado el número de libros en el Nuevo Testamento.
Luego, sume ambos montos:
39 + 27 = 66
Y tiene el número total de libros en la Biblia.
Es importante saber que aunque llamamos “libros” a los componentes de
nuestra Biblia, no todos lo son. También tenemos cartas (llamadas
“epístolas”) entre ellos, y son bastante breves; tanto así que a veces ocupan
sólo media página de la Biblia y se pueden leer completas en un par de
minutos. Por supuesto que otros son bastante largos, como el libro de
Jeremías, o el libro de los Salmos, que cuenta con 150 salmos y ocupa
bastante espacio en nuestro Antiguo Testamento. Es por ello que es mejor ver
la Biblia como un compendio de Escrituras Sagradas.
Siendo que la Biblia entera tiene cientos de páginas, para algunas personas
es muy difícil saber por dónde comenzar a leerla o estudiarla. Es más, no
sabemos siquiera cuál es la diferencia entre leer y estudiar la Biblia. Ni nos
podemos imaginar los beneficios que existen en leer un libro tan antiguo y
que parece tan extranjero a nuestra experiencia. La Biblia quiere hablarnos,
pero tenemos que aprender a oírla. Tiene su propia manera de conversar con
nosotros, pero vale la pena informarnos un poco acerca de su estilo de
conversación.
La Biblia es un libro donde las serpientes y los asnos hablan, donde hay
ángeles y demonios, y hasta bestias que salen del mar con cuernos y nombres
raros. La Biblia habla de gigantes y diluvios; de pastores de ovejas y reyes;
de gente caminando sobre el agua y de concepciones virginales (bueno, sólo
una concepción virginal). Nos presenta a personajes con nombres poco
comunes como Trifena y Trifosa; Onésimo y Nabucodo-nosor; Jezabel y
Jezreel. Nos habla de naciones como Canaán y Moab; Filistea y Ur; Gog y
Magog. Describe ejércitos de fuego, ruedas en medio de ruedas, una mujer
con la luna bajo sus pies, y un Anciano de Días. ¿Qué partes son literales y
cuales son símbolos? ¿Cómo diferen-ciar entre visiones y realidad? ¿Son los
milagros relatados simplemente historias de fantasía? ¿Qué diferencia hay
entre lo escrito en la Biblia y las profecías de Nostrada-mus, el Libro de
Mormón, o las Fábulas de Esopo? ¿Es diferente leer el Éxodo que la Ilíada o
la Odisea?
La respuesta que sabemos por instinto es sí. Es diferente leer la Biblia que
cualquier otro libro sagrado de las religiones de este mundo, o las historias
míticas de civilizaciones antiguas. Lo escrito en la Biblia es verdad, mientras
que lo relatado en la Odisea es simplemente imaginación creativa del escritor
de la antigüedad Homero; pero más allá de eso, a veces no podemos explicar
el cómo y el por qué. Por ello necesitamos aprender juntos cómo leer y
entender la Biblia.
¿Qué es eso de capítulos y versículos?
Tal vez le sorprenda aprender que la Biblia original fue escrita sin
divisiones de capítulos ni versículos. Estamos tan acostumbrados a ver esos
pequeños numeritos dividiendo oraciones y párrafos que nos es difícil
entender que tales divisiones no fueron inspiradas por el Espíritu Santo. De
hecho, tanto Jesús como los Apóstoles utilizaron la Biblia sin tales divisiones.
La división en capítulos es atribuida a Stephen Langton, arzobispo de
Canterbury alrededor del año 1227 (otros dicen que fue el cardenal Hugo de
St. Caro en 1248); la división en versículos fue realizada alrededor del año
1558 por Robert Stephens. Según el reporte dado por su hijo Henry Stephens,
tal división fue realizada en un viaje a caballo de Paris a Lyons. Cabe resaltar
que los subtítulos que poseen algunas Biblias fueron añadidos mucho más
posteriormente y varían de una versión de la Biblia a otra.
¿Cuáles son los beneficios de leer y estudiar la Biblia?
Conocimiento de Dios
La Biblia es el único libro en la historia que nos revela al único Dios
verdadero. La revelación plena de la Deidad vino en la persona de Jesús el
Mesías, y la Biblia nos lo muestra tan claramente como es posible para el
hombre conocerle. Siendo que nosotros no tuvimos la oportunidad de estar en
la tierra de Israel durante el tiempo de Cristo, las Escrituras son el testimonio
primordial de su vida, ministerio, sufrimiento, muerte y resurrección. Aún
así, todavía en ese tiempo Jesús no pudo ser reconocido por mucho por la
ignorancia de las Escrituras que tenían.
“ Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis
la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.” (Juan 5:39)[1]
Sin conocimiento de Dios no hay salvación: “Y esta es la vida eterna: que
te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has
enviado.” (Juan 17:3). Y sin la revelación contenida en las Escrituras no hay
conocimiento de Dios. Puede entonces usted ver la importancia de estar
familiarizados con la Biblia; porque esto lleva a estar familiarizados con Dios
y Sus hechos para con el ser humano.
Lastimosamente, aún hoy algunos todavía no pueden ver a Jesús en toda Su
gloria porque, al igual que algunos fariseos del primer siglo, descuidan el
estudio de la Biblia. Este libro tiene el propósito de remediar un poco esta
gran falta de los creyentes de nuestro tiempo. Por lo tanto, estamos
estudiando lo que en institutos bíblicos se denomina Hermenéutica Bíblica.
La palabra “hermenéutica” simplemente trata con el arte y la ciencia de la
interpretación bíblica; es decir, de los principios o reglas que deben
emplearse para entender correctamente la Palabra de Dios en nuestros días.
Esto implica que hay una manera correcta de leer y entender la Biblia; y si no
la sabemos, posiblemente estaremos leyendo y malinterpretando lo que Dios
quiere comunicarnos.
Sabiduría
Leer la Biblia trae a nuestras vidas sabiduría. Veamos Proverbios 2:1–
5,
“Hijo mío, si recibieres mis palabras,
Y mis mandamientos guardares dentro de ti,
Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría;
Si inclinares tu corazón a la prudencia,
Si clamares a la inteligencia,
Y a la prudencia dieres tu voz;
Si como a la plata la buscares,
Y la escudriñares como a tesoros,
Entonces entenderás el temor del SEÑOR,
Y hallarás el conocimiento de Dios.”
¡Cuántas vidas destruidas no hubieran sido preservadas por un
conocimiento de la Palabra de Dios! Ella trae fe, esperanza, y da consejos
prácticos que pueden ayudarnos en tiempos de necesidad y cuando tenemos
decisiones difíciles de tomar. Con un conocimiento de la Biblia tendremos
suficientes recursos espirituales para enfrentar lo que este mundo traiga a
nuestras vidas.
Corregir la falsa doctrina
Ya que nuestras creencias influencian nuestras prácticas, es necesario
conocer las doctrinas bíblicas para no caer víctimas del error, lo cual puede
llevar a la perdición de nuestras almas. Todos actuamos en conformidad a lo
que verdaderamente creemos. Por ejemplo: Si creemos verdaderamente que
cuando seamos ancianos necesitaremos dinero para sobrevivir sin necesidad
de volver a trabajar años después de habernos jubilado (todos hemos visto
alguna vez a un anciano trabajando en alguna tienda de comercio) entonces
haremos planes para ello; es decir, comenzaremos a ahorrar de jóvenes para
estar preparados cuando llegue tal necesidad a nuestras vidas.
Si creo firmemente que hoy lloverá, llevaré conmigo un paraguas, aunque
en ese momento no lo necesite. Si creo que la vida humana comienza desde el
momento de concepción, entonces estaré en contra del aborto voluntario en
todas las etapas de desarrollo del bebé en el vientre. Si creo que como
ciudadano debo cumplir con ciertos deberes, entonces pagaré mis impuestos.
Tales ejemplos son fácilmente adaptados a la vida cristiana. Si creo que el
diezmar es algo virtuoso que Abraham hizo aún antes de que hubiera una ley
que lo requiriera, entonces diezmaré, no por causa de una ley, sino por seguir
el buen ejemplo del “padre de la fe”. Es decir, lo haré porque estoy
convencido de que fue algo bueno.
Si ignoro la doctrina que enseña que el bautismo en el nombre de Jesús es
para perdón de pecados (Hechos 2:38), no le daré la importancia que merece,
y tal vez asistiré a una iglesia con frecuencia, pero no tendré la urgencia de
ser bautizado. Por supuesto, si creo que el bautismo es necesario para la
salvación (compare Marcos 16:16; 1 Pedro 3:21), entonces tomaré los pasos
necesarios para cumplir con ese mandamiento y gozar del nuevo nacimiento
prometido por la Escritura (compare Juan 3:5; Hechos 22:16).
De seguro usted ya ha notado que nuestro conocimiento de la Escritura nos
evita peligros espirituales que pueden llevar a la condenación. El Apóstol
Pablo estaba convencido de esto mismo:
“Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo
esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.” (1 Timoteo 4:16)
Primeramente, la palabra “doctrina” significa “enseñanza”; es decir, la
enseñanza o creencia fundamental de la iglesia. Segundo, la Biblia corrige
nuestras ideas equivocadas con respecto a Dios, Jesucristo, Su obra, el
camino a la salvación, y la vida que debemos vivir:
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para
redargüir, para corregir, para instruir en justicia.” (2 Timoteo 3:16)
En otro capítulo regresaremos a este versículo para tratar de entender lo
que implica que la Biblia es inspirada por Dios. Pero por ahora notemos que
la Palabra es útil para dar doctrina (enseñar) y para corregir los puntos de
vista equivocados que tengamos.
Mostrarnos cómo vivir
El versículo recién mencionado aplica con fuerza aquí, ya que la Biblia
nos instruye en justicia; es decir, en los caminos piadosos que agradan al
Señor. La Escritura hace esto “a fin de que el hombre [o mujer] de Dios sea
perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” (2 Timoteo 3:17).
Parte de la razón por la que cometemos errores en nuestro diario vivir a veces
tiene que ver con nuestra ignorancia de las sabiduría divina revelada en la
Biblia. La voluntad de Dios es que todos estemos plenamente preparados
para vivir una vida cristo-céntrica exitosa como testimonios de la gracia y del
poder del Dios que nos salvó.
Hay muchos otros beneficios que tal vez vamos a poder resaltar en otros
capítulos. Esperamos que estas pocas palabras sean un estímulo para tomar
en serio la Biblia como “El Libro” de nuestro Dios, nuestra fe, y nuestra vida.
Como dijo el Apóstol Pedro, también en la Biblia, “todas las cosas que
pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por Su divino poder,
mediante el conocimiento de Aquel que nos llamó por su gloria y
excelencia,” (2 Pedro 1:3)
TAREA
1. Esta semana memorice el orden de los libros de la Biblia, desde Génesis
hasta Cantar de los Cantares. Para ver el orden correcto puede consultar el
Índice o Tabla de Contenido de su Biblia.
2. Puntos extra: Memorice Juan 5:39, “ Escudriñad las Escrituras; porque a
vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan
testimonio de Mí.”
3. Comience a leer un capítulo de la Biblia cada día. Sugerimos comenzar en
el Evangelio de Lucas y leer esta semana los capítulos 1 al 7; de esa manera,
una vez terminado, puede leer el Libro de los Hechos de los Apóstoles, ya
que ambos libros fueron escritos por la misma persona.
¿Cómo saber si la Biblia
fue inspirada por Dios?
En este capítulo:
¿Qué significa “inspiración”? ¿Qué evidencias hay de que la Biblia
procede de Dios? ¿Se cumplen verdaderamente las profecías bíblicas?
La palabra “inspiración” usada por el Apóstol Pablo en 2 Timoteo 3:16
en la frase, “Toda la Escritura es inspirada por Dios…” viene del
griego theópneustos , que da la idea de “respirada por Dios”. Es decir, se
refiere al acto de inhalar y luego exhalar aire al formar palabras. La Escritura
es la comunicación de Dios al hombre con el propósito de perfeccionar al ser
humano en cuanto a Su divina voluntad (2 Timoteo 3:17).
¿Qué evidencias hay de que la Biblia procede de Dios?
Un análisis interno es muy interesante con relación a este punto. La
Biblia revela que Dios comisionó su escritura a varios hombres piadosos de
la antigüedad. Analicemos la evidencia de que esto fue realidad.
Dios comisionó la escritura de la Biblia
Dios utilizó secretarios humanos para revelarse y revelar Su voluntad a
la humanidad. La Escritura misma revela a un Dios que está interesado en
que Su pueblo reciba Su Palabra, no solamente por boca de Sus profetas, sino
también de manera escrita. Por ejemplo:
“Y el SEÑOR dijo a Moisés: Escribe tú estas palabras; porque conforme a
estas palabras he hecho pacto contigo y con Israel.” (Éxodo 34:27)
“Ve, pues, ahora, y escribe esta visión en una tabla delante de ellos, y
regístrala en un libro, para que quede hasta el día postrero, eternamente y
para siempre.” (Isaías 30:8)
Varios hombres de Dios recibieron mandatos similares, desde Jeremías
(30:2), Ezequiel (43:11), Habacuc (2:2), hasta Juan (Apocalipsis 1:11). En
otras palabras, estos hombres fueron inspirados por Dios para escribir los
libros que forman parte de nuestra Biblia. Las palabras escritas en ella, por lo
tanto, no son palabra de hombre sino Palabra de Dios. Esto hace que sea una
palabra excepcional y efectiva en sus frutos:
“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda
espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las
coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del
corazón.” (Hebreos 4:12)
La evidencia de la profecía cumplida
Ya que la Biblia fue escrita en un período de aproximadamente 1.600
años, es interesante observar cómo las profecías dadas en la antigüedad
fueron cumpliéndose una a una de manera exacta e innegable. Varios de tales
cumplimientos proféticos son reportados por los escritores de la Biblia, otros
sucedieron después de haberse escrito la Biblia entera.
“Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de
interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad
humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados
por el Espíritu Santo.” (2 Pedro 1:20–21)
Profecía acerca de Babilonia
El rey Ezequías de Judá, reino del sur, había visto al reino del norte,
Israel, ir en cautiverio a Asiria por sus muchos pecados. Dios le dio una
profecía por medio de Isaías:
“Entonces dijo Isaías a Ezequías: Oye palabra del SEÑOR de los ejércitos:
He aquí vienen días en que será llevado a Babilonia todo lo que hay en tu
casa, y lo que tus padres han atesorado hasta hoy; ninguna cosa quedará,
dice el SEÑOR. De tus hijos que saldrán de ti, y que habrás engendrado,
tomarán, y serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia.” (Isaías 39:5–7)
Por supuesto lo interesante de esta profecía es que en ese tiempo el imperio
mundial reinante era Asiria. Babilonia era un reino sirviente de los poderosos
asirios. Pero la profecía se cumplió al pie de la letra, cerca de cien años
después Babilonia se convirtió en una super-potencia y su rey,
Nabucodonosor, llevó a los habitantes de Judá en cautiverio a Babilonia:
“En el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino
Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusalén, y la sitió.Y el Señor entregó en
sus manos a Joacim rey de Judá, y parte de los utensilios de la casa de Dios;
y los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su dios, y colocó los utensilios en la
casa del tesoro de su dios.Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que
trajese de los hijos de Israel, del linaje real de los príncipes” (Daniel 1:1–3).
El tiempo de la aparición del Mesías
Daniel ya era un anciano cuando se dio cuenta que los setenta años del
cautiverio babilónico estaban a punto de terminarse. Por ello se puso en
oración para que Dios cumpliera Su Palabra y restaurara al pueblo a la Tierra
Prometida. Cuando Dios le responde lo hace a través de un ángel que le da
más que simplemente la promesa de restauración, sino que le da una vista
panorámica del futuro de su pueblo.[2]
El ángel de Dios expresó a Daniel lo siguiente:
“Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa
ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la
iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y
ungir al Santo de los santos. Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la
orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá
siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el
muro en tiempos angustiosos. Y después de las sesenta y dos semanas se
quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de
venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta
el fin de la guerra durarán las devastaciones.” (Daniel 9:24–26)
Dios haría lo que a algunos tal vez les parecía imposible, que hubiera un
edicto real para la reedificación de Jerusalén; pero más allá de esto, Dios le
revela el tiempo de la aparición del Mesías prometido, el cual pondría fin al
pecado y expiaría la iniquidad del ser humano.
Haciendo los cálculos necesarios y tomando cada día como lo que en
escatología[3] se conoce como un “día profético” tenemos el siguiente
equivalente:
1 día = 1 año
Entonces, la orden o el decreto para la restauración de Jerusalén fue dada
por Artajerjes a Nehemías aproximadamente el 445–444 a.C. (reportado en
Nehemías 2:1–8). La frase “setenta semanas” es traducida de la frase hebrea
“setenta sietes” ( ‫ָשֻׁבִעים ִשְׁבִעים‬, shavu'im shiv'im ); o sea:
70 x 7 = 490 años
Notemos que el libro de Daniel explica una división de estas semanas
como:
7 semanas + 62 semanas + 1 semana = 70 semanas
Convertido a años:
49 años + 434 años + 7 años = 490 años
El texto indica que pasarán 7 semanas y luego otras 62 semanas, y después
se le quitará la vida al Mesías.[4] El resultado sería:
49 + 434 = 483 años
Aplicando ese número de días a la fecha del decreto de Artajerjes (después
de ajustar el número de días por año de 365 a 360, conforme al calendario
judío), trae el tiempo de la muerte del Mesías más o menos al 32–33 d.C. Fue
en ese tiempo aproximado que Jesús estaba entrando triunfalmente a
Jerusalén montado sobre un asno. Fue en esos días cuando fue traicionado,
entregado a las autoridades, juzgado, condenado, y crucificado.
Esta profecía, la cual se encuentra en todas las Biblias de los judíos,
demuestra que Jesús es el Mesías que habían estado esperando. Lo
interesante es que sólo Jesús puede ser el Mesías. No hay otra posibilidad.
Sólo a Él se le quitó la vida en el tiempo aproximado dado por el ángel al
profeta Daniel. Si Jesús no fue el Mesías, entonces el Mesías anunciado por
el libro de Daniel nunca llegó, y la profecía sería falsa. La Biblia demuestra
su propio origen divino al predecir con tal exactitud eventos que sucedieron
siglos después de haberse anunciado.
La muerte del Mesías
Daniel había profetizado diciendo: “…se quitará la vida al Mesías…”
(Daniel 9:26). Aunque aún hoy algunos judíos niegan que el Mesías moriría,
la profecía es bastante clara. Ahora, los judíos generalmente ejercían la pena
capital por medio del apedreamiento. ¿Recuerda la mujer sorprendida en
adulterio? También, en otra ocasión, los judíos intentaron apedrear a Jesús
porque afirmaba, según ellos, ser el Hijo de Dios. Es decir, si el Mesías sería
rechazado y muerto por los suyos debía haber sido apedreado, pero la
Escritura, muchos siglos antes había profetizado:
“Horadaron mis manos y mis pies. Contar puedo todos mis huesos; entre
tanto, ellos me miran y me observan.” (Salmo 22:16b–17)
El Salmo 22 es uno de varios Salmos “mesiánicos”; es decir, cumplen la
tarea de profetizar acerca del futuro Mesías de Israel. En él se describen
características que armonizan con la crucifixión. El hecho de que pueda
contar sus huesos, y que la gente lo mire, muestra que está suspendido con
los brazos extendidos. “Horadaron mis manos y mis pies” definitivamente
describe los clavos (de tres a seis pulgadas) que utilizarían para fijar Su
cuerpo a la cruz.
Pero este Salmo profético fue escrito siglos antes de que se usara la
crucifixión como instrumento de tortura y muerte, por lo menos en relación a
los judíos. De hecho, el imperio romano comenzó a utilizarlo sólo cerca de
100 años antes de Cristo porque antes se consideraba un método de tortura
barbárico. El proceso era tan cruel que los ciudadanos romanos eran exceptos
de crucifixión, no importando lo que hayan hecho; de modo que eran muertos
de otras maneras, pero no crucificados.
La Biblia profetizó que un Mesías judío sería muerto y que esa muerte sería
un resultado de la crucifixión. Contra toda expectativa judía, Jesús no fue
apedreado, sino crucificado por los romanos, cumpliendo a cabalidad otra
profecía. En total, Jesús cumplió más de sesenta profecías en su primera
venida, incluyendo cosas sobre las cuales Él no tenía ningún control como el
lugar de su nacimiento (Miqueas 5:2), traicionado por exactamente treinta
piezas de plata (Zacarías 11:12–13), lo que harían con sus ropas (Salmo
22:18), la manera de su entierro (Isaías 53:9) y, por sobre todo, ¡Su
resurrección! (Isaías 53:10).
La honestidad de los escritores
Los escritores de la Biblia escriben de tal manera que aún relatan
hechos que pueden ser considerados como vergonzosos. Esto es
completamente inusual, especialmente porque en los libros que la gente
comúnmente escribe acerca de sus héroes, generalmente no relatan los hechos
vergonzosos. Pero la Biblia es honesta en dar a conocer:
• El pecado de David con Betsabé; siendo que se considera a David como
“un hombre conforme al corazón de Dios” y el más amado rey de Israel uno
esperaría que los detalles de su pecado hubieran sido suprimidos.
• Se relata la mentira de Abrahám con respecto a su esposa Sara, a quién
presentó como su hermana ante Faraón en Egipto. Pero tal lapso de falta de
fe, al hablar del “padre de la fe” de los hebreos, no se esperaría encontrar en
el relato bíblico.
• Moisés “el hombre más manso de la tierra” es reportado como perdiendo
la paciencia y golpeando la roca en vez de hablarle como Dios había
mandado. Por ello, Moisés, el gran libertador de Israel, no pudo entrar a la
Tierra Prometida. Un detalle bastante negativo de aquel que es considerado
como el caudillo de la redención de Israel.
• Pedro, el apóstol que diera el primer mensaje pentecostal de la era de la
iglesia, que recibiera directamente del Padre la revelación acerca de Cristo,
es, unos cuantos minutos después, reprendido como haciendo la obra de
Satanás, al tratar de impedir que Jesús hable de Su muerte por la humanidad.
• Pablo es mostrado como perseguidor de la iglesia y como autoridad que
aprobó el apedreamiento (y muerte) de Esteban, un fiel siervo de Dios.
También se reporta su desacuerdo con el apóstol Bernabé, tanto que
terminaron yendo cada quién por su propio camino.
Para algunas personas, el fruto de tales reportes parecería
contraproducente, pero los escritores bíblicos incluyeron estos hechos porque
verdaderamente sucedieron de la manera descrita. Aunque podían haber
dejado tales detalles fuera de su relato, el Espíritu de Verdad no se lo
permitió; escogiendo antes decir la verdad, que esconder tales hechos
aparentemente vergonzosos. Esto muestra la veracidad y honestidad de los
escritores.
La realidad es que la Biblia no aprueba los pecados de los héroes de Israel,
simplemente los reporta. Pero en tal honestidad se revela algo aún más
importante: La Biblia no fue un invento de los escritores. Las historias acerca
de Abraham, Moisés, David, y Jesús no son simplemente leyendas o mitos. Si
lo fueran, tales relatos “vergonzosos” no se hubieran incluido. Si hubieran
sido caracteres inventados, todos y cada uno de ellos sería enteramente
perfecto, completamente moral, intelectualmente admirable.
Aparte de demostrar que la Biblia reporta las vidas de los héroes de la fe
con verdad, tales relatos nos muestran que Dios obra a través de hombres
comunes con debilidades y pecados; demostrando en y a través de ellos Su
amor, gracia, y misericordia. Esto, según Pablo, es para nuestro beneficio:
“Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para
amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos.” (1
Corinthians 10:11)
Ya que ellos vencieron por el poder de Dios, los creyentes de hoy también
pueden hacerlo. La Biblia se encarga de darnos fe en un Dios que es justo,
pero también un Dios misericordioso que nos ama y a quien le importamos.
Al abrir la Biblia, abrimos el testimonio de un Dios excelso que habla con
total veracidad, y eso acrecienta nuestra fe.
Entonces, cuando la Biblia hace tales reportes nos demuestra, una vez más,
que es la Palabra inspirada por Dios. Nos dice a gritos que lo que en ella está
plasmado es para nuestro beneficio. Que Dios es un Dios de verdad, un Dios
de honor, un Dios que se revela a nosotros, falibles seres humanos, por medio
de siervos igualmente humanos y falibles.[5]
TAREA
1. Esta semana memorice el orden de los libros de la Biblia, desde Isaías
hasta Malaquías. Para ver el orden correcto puede consultar el Índice o Tabla
de Contenido de su Biblia.
2. Puntos extra: Memorice Hechos 2:38, “Pedro les dijo: Arrepentíos, y
bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de
los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”
3. Continúe leyendo un capítulo de la Biblia cada día. Esta semana leemos los
capítulos 8 al 14 en el Evangelio de Lucas.
¿Cómo fue transmitida
y traducida la Biblia?
En este capítulo:
¿Se puede confiar en una Biblia que ha sido copiada y traducida tantas
veces? Explorando los materiales usados para transmitir los manuscritos
originales. ¿Qué son los Rollos del Mar Muerto y por qué son importantes?
¿Cómo es que tenemos una Biblia en castellano hoy? Diferencias en la
manera en que se traducen las Biblias. ¿Qué son las Biblias de Estudio?
El estudiante sintió su rostro ruborizándose y no había manera de
esconderse. Un simple comentario acerca de lo que la Biblia decía sobre el
tema que estaban tratando ese día en la escuela fue encontrado con la burla
del profesor:
— “Señor Martínez, usted está en una clase de ciencia. Mitos como la Biblia
no se aceptan acá. Tal vez sean aceptables en una clase de literatura, cuando
estudien los cuentos de hadas; pero por favor no intente decirnos que usted
cree que la Biblia es verdaderamente la Palabra de Dios.”
Las risas de sus compañeros solamente complicaron su predicamento, se
sintió perdido, solo, y muy avergonzado. Ciertamente no volvería a cometer
tal error, y tal vez este profesor, a quién él había llegado a admirar, sabía algo
con respecto a la Biblia que sus padres y su pastor ignoraban. Sea como sea,
de hoy en adelante dejaría su fe en la iglesia el Domingo y no hablaría de
Dios ni de la Biblia a nadie. De ninguna manera quería volver a pasar por la
vergüenza que le estaba tocando vivir.
Este estudiante no es el único que ha tenido que oír tales ataques a la
Escritura. Con frecuencia se oye como mantra:
“La Biblia ha sido copiada y re-copiada, traducida y re-traducida tantas
veces que nadie puede saber lo que decía originalmente. Ya no se puede
confiar en ella como Palabra de Dios.”
¿Será que esto es cierto? ¿Cómo podemos saber si el Libro en nuestras
manos contiene lo que escribieron originalmente?
¿Se puede confiar en una Biblia que ha sido copiada
tantas veces?
La simple respuesta es que sí. A pesar de que no poseemos los
manuscritos originales de Pablo, Mateo o Lucas [la imagen muestra un
manuscrito del Evangelio de Marcos del tercer siglo a.D.]. Esto nos lleva por
necesidad a examinar cómo se transmitieron los libros de la Biblia.
En este corto estudio sólo podemos dar una introducción breve a este tema.
Recordando que el papel fue inventado más recientemente, nos damos cuenta
que en el tiempo de Moisés, y aún en el tiempo de los apóstoles los
materiales que se utilizaban para escribir eran piedras (con cinceles de
hierro), pergaminos (pieles curtidas de animales), tabletas de barro o arcilla, y
más recientemente el antepasado del papel moderno, es decir, el papiro. Tales
materiales, por su misma naturaleza, eran perecederos, es decir, con el tiempo
comenzaban a deshacerse. Por ello era necesario hacer nuevas copias de tales
escritos, para que otras generaciones se beneficiaran con su lectura.
El proceso mismo de tal copiado no era algo desorganizado, ni era hecho
de memoria como algunos críticos de la Biblia parecen imaginarse. Es decir,
el proceso de copiado no fue al estilo del juego de “teléfono” que
comúnmente usan los niños, donde uno le dice una frase a otro en el oído, y
este a su vez se lo dice en el oído de un tercero, y así sucesivamente. En el
juego es prohibido repetir la frase, aunque el oyente no haya entendido nada;
además, se le insta a cada persona a continuar, muchas veces voluntariamente
pronunciando mal o con bajo volumen la frase que debe ser convertida. Parte
de la diversión está en que la última persona de la cadena anuncie en voz alta
la frase que recibió, la cual no se parece en nada a la frase original, y con
frecuencia no tiene ningún sentido. Pero el copiado de manuscritos en la
antigüedad no era de esa manera.
Ya que no todos eran letrados en el mundo antiguo, existían copistas
profesionales a quienes se les confiaba un manuscrito (este término
simplemente significa “escrito a mano”) y se les pagaba para que lo
reproduzcan y hagan copias exactas del mismo. Teniendo el autógrafo (es
decir, el escrito original) frente a ellos, tales copistas no necesitaban hacer
nada de memoria, y si alguna vez surgía una duda, siempre tenían el original
disponible para hacer cualquier comparación necesaria. Como se da cuenta, el
resultado no era como en el juego infantil de “teléfono”.
Cuando hablamos de los manuscritos de la Biblia,
el proceso en sus primeros años fue similar a lo descrito arriba, pero no
debemos olvidarnos que entre los judíos tenían personas altamente entrenadas
en la producción y preservación de manuscritos bíblicos desde tiempos
antiguos; eran conocidos como “escribas”. [La imagen muestra un
manuscrito del Libro de Éxodo del 4to siglo a.D.] Debemos recordar
también que los escribas estaban presentes en el tiempo de Jesús. Su obra fue
realizada desde aproximadamente 400 años antes de Cristo, a más o menos
200 d.C. Ya llegando al tiempo de los masoretas hebreos, unos cinco siglos
después del Señor Jesucristo, el proceso se convirtió en un deber religioso de
la más alta importancia. Los masoretas, como son llamados los eruditos
bíblicos hebreos de la época, heredaron de los escribas un sistema
tremendamente efectivo para el copiado exacto de los textos de la Biblia
Hebrea, lo que los cristianos llaman el Antiguo Testamento. El propósito de
tal sistema era evitar equivocaciones o cambios en el texto inspirado. Por
ejemplo, los masoretas contaban el número de palabras y letras en cada libro
bíblico, de tal manera que cuando alguien terminaba de copiar, digamos, el
Libro de Génesis, podían revisarlo contando el número de palabras para
asegurarse que no faltara nada.
Adicionalmente, los judíos tenían tal respeto por el texto bíblico que
cuando un manuscrito se envejecía, primeramente producían una copia exacta
del mismo, y luego enterraban ceremonialmente o archivaban el manuscrito
en un lugar especial. El nuevo manuscrito, por ende, tenía el mismo
contenido y la misma autoridad que el autógrafo. Es por ello que los
creyentes no se preocupaban de buscar un original que haya sido escrito con
el puño y letra del autor. Cada copia era también Palabra de Dios.
Pero, tal vez alguien dirá: “Esa historia
está interesante pero, ¿cómo pueden probar que los textos hebreos de hoy
son iguales a los del tiempo de Jesús si es que no tenemos ningún autógrafo?
¿Qué si alguien cambió el contenido?” La respuesta no es difícil, y es hasta
fascinante. Damas y Caballeros, presentamos como testigos ante esta corte
los afamados Rollos del Mar Muerto.
¿Qué son los Rollos del Mar Muerto y por qué son
importantes?
La historia del descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto suena a
una novela de suspenso con intrigas y peligros por doquier.[6] Esencialmente,
la región de Qumrán se encuentra cerca del Mar Muerto donde en el año
1947 un niño pastor encontró en una cueva unas vasijas de barro que
contenían varios rollos de escritos religiosos. Tales rollos resultaron ser
documentos judíos escritos posiblemente un siglo a siglo y medio antes de la
vida y ministerio de Jesucristo; pero se sospecha que fueron escondidos en
ese lugar alrededor de los años 64 al 70 d.C. cuando los ejércitos romanos
estaban arrasando con la rebelión judía.
Posteriormente se fueron descubriendo más
cuevas y más manuscritos, que en su cuenta final llegaron a cerca 1.000 en
hebreo, arameo, y griego. Muchos de los manuscritos son bíblicos; es decir,
copias de los libros de los Salmos, del Pentateuco, etc. También se
encontraron comentarios bíblicos, escritos post-bíblicos; es decir, escritos
religiosos que no forman parte de la Biblia; y finalmente, libros que
contenían reglas de la comunidad judía que vivía cerca de Qumrán . [La
imagen muestra el Gran Rollo de Isaías (1QIsaa)]
Aunque los manuscritos encontrados son bastantes en número, no se
encontró entre ellos ningún manuscrito de los libros del Nuevo Testamento.
Por ello se deduce que la comunidad religiosa dueña de los rollos era una
comunidad netamente judía. En cuanto a su identidad, algunos insisten que
posiblemente eran descendientes de los saduceos, aunque posiblemente
separatistas. Pero el consenso académico favorece la teoría de que eran
esenios, una secta de los judíos que no es mencionada en el Nuevo
Testamento, pero acerca de la cual se conoce por los escritos del historiador
judío del primer siglo Flavio Josefo, así como por los escritos del filósofo
judío Filón; que también vivió en el primer siglo, casi contemporáneo con
Josefo.
Lo interesante del descubrimiento de estos rollos es que contienen copias
de libros bíblicos como el de Isaías. Cuando se hizo la comparación del
contenido de ese rollo con los manuscritos hebreos de la Edad Media, se
descubrió que la Biblia no había sido cambiada en más de mil años de
copiado. Las pocas diferencias descubiertas tenían que ver con la manera de
deletrear ciertas palabras (equivalente a escribir “Ana” versus “Ann” versus
“Hannah”); o a veces porque el orden de algunas palabras estaba invertido
(por ej: “gran Dios” versus “Dios grande”), y en una que otra ocasión, alguna
palabra no había sido incluida por causa de error de copistas. Ninguno de
estos cambiaba el sentido original de la Escritura.
Tales pequeños errores en cientos de años de transmisión bíblica equivalían
casi a cero; demostrando que la Biblia utilizada por los creyentes era
totalmente confiable. No es de sorprender, entonces, que el descubrimiento
de los Rollos del Mar Muerto hayan traído un avivamiento en el estudio del
texto bíblico, habiendo vindicado lo que siempre se supo: la Biblia es el libro
más confiable de la historia.
En cuanto al Nuevo Testamento, se poseen más de 5800 manuscritos en el
idioma griego (hasta el año 2014), algunos son completos y otros son
fragmentos de uno u otro libro. Por lo menos uno de ellos, el papiro John
Rylands, es de aproximadamente el año 125 d.C. y contiene parte del
Evangelio de Juan. En total todos esos manuscritos contienen 2.6 millones de
páginas, que si fueran puestas una sobre otra alcanzarían una altura de más de
una milla.
Y continuamente se encuentran más manuscritos. El alto número de ellos
hace que se pueden comparar unos con otros para ver si algo falta en alguno.
Si algunos errores fueron cometidos por los copistas, en la gran mayoría de
los casos se pueden corregir fácilmente, precisamente por la cantidad de
copias que poseemos. Dicho sea de paso, ningún escrito de la antigüedad
posee tantos manuscritos en existencia. La Biblia es más confiable en sus
copias que cualquier otro libro en la historia de la humanidad.
De pergamino a libro
El lector debe entender que originalmente la Biblia no existía en un solo
libro como lo tenemos hoy. Cada libro de la Biblia era un rollo entero, y a
veces hasta más de un rollo. Poseer toda la Biblia era muy caro. Se dice que
el costo de tener un solo rollo de la Biblia, sea de alguno de los profetas como
Isaías, o el libro de Proverbios, costaba el salario de todo un año. ¡Imagínese
el costo de los 66 libros de la Biblia!
Por ese motivo, las sinagogas
eran el lugar donde la gente debía asistir a escuchar la lectura de las
Escrituras. La gente simplemente no podía tener una copia personal. Y
muchos ni siquiera podían leer. En el primer siglo, las congregaciones locales
añadieron a los rollos de la Biblia Hebrea también otros escritos: los
evangelios y las epístolas. Estas también se compartían con la gente por
medio de la lectura en las congregaciones. No es una exageración decir que
en las iglesias del primer siglo cantaban poco y leían mucha Escritura. Muy
contrario a la práctica moderna de las iglesias de cantar bastante, a veces
hasta una hora entera, y tener sólo cinco minutos de lectura bíblica al
principio de la reunión. [La imagen muestra la página de Génesis 1 en la
Biblia impresa por Gutenberg en 1456.]
¿Se puede confiar en una Biblia que ha sido traducida
tantas veces?
La simple respuesta es que sí. Generalmente, la gente que tiende a
dudar de la veracidad y confiabilidad de la Biblia nunca ha tomado el tiempo
para leer por lo menos un corto artículo al respecto. Tomemos primeramente
el tema de la traducción bíblica. La gente imagina un proceso de traducción y
re-traducción que no son reales. En su mente, alguien tradujo la Biblia de los
idiomas originales hebreo, arameo y griego al latín, otra persona agarró esa
traducción e hizo su versión en alemán, aún una tercera persona tradujo del
alemán al inglés y, finalmente, del inglés al español; y ahora tenemos una
versión de la Biblia en nuestro idioma. Pero, ¿cómo se podría confiar en tal
versión? Ciertamente ya no puede ser confiable, siendo una traducción de una
traducción de una traducción. La gente se imagina:
Hebreo —> Latín —> Alemán —> Inglés —> Español
La equivocación de la gente viene por la simple ignorancia del proceso de
traducción. La realidad es diferente. Toda Biblia, en cualquier idioma a la que
ha sido traducida, ha sido traducida de los idiomas originales. Entonces, en
vez de que la versión en español esté tres veces alejada de los originales, es
en realidad una traducción directa de los originales hebreo, arameo y griego
al español. La Biblia en inglés es también una traducción directa de los
idiomas originales. Lo mismo con la Biblia en alemán, y así sucesivamente.
Entonces, el verdadero proceso es más simple:
Hebreo —> Español
La Septuaginta o LXX
Pero la práctica de traducir las Escrituras a otros idiomas comenzó
temprano. De hecho, aproximadamente 250 años antes de Cristo, surgió la
necesidad de traducir la Biblia Hebrea al idioma griego, porque la mayoría de
los judíos en la dispersión no podían leer ni entender el idioma hebreo.
Siendo que el griego era la lengua universal de ese tiempo; los ancianos de
Israel decidieron que era tiempo de darles la Palabra de Dios en su propio
idioma. Para ello, 72 eruditos judíos de la tierra de Israel fueron a Alejandría,
Egipto y realizaron la traducción del Pentateuco, los cinco libros de Moisés,
en 70 días; por este motivo la traducción fue conocida como la Septuaginta, o
la versión de los setenta (escrita en números romanos como LXX). Los
demás libros del Antiguo Testamento fueron traducidos posteriormente.
Una característica de esta traducción fue que en vez de escribir el nombre
de Dios con las letras YHWH, en la Septuaginta la sustituyeron por la
palabra Adonai que significa “Señor”. Ya que uno de los Diez Mandamientos
indica que no se debe tomar el nombre de Dios en vano, los judíos por temor
a pecar en ello al leer las Escrituras sustituían YHWH por “Señor”; tal
costumbre se mantuvo en la versión LXX. Interesantemente, en el Nuevo
Testamento cuando se cita el Antiguo Testamento, con frecuencia la cita es
de la Septuaginta en vez de la versión hebrea; y aparentemente, tanto Jesús
como los apóstoles siguieron la costumbre de sustituir YHWH por “ SEÑOR ”
cuando citaban la Escritura. Uno se pregunta si parte del propósito de
permitir tal sustitución tuvo que ver con el plan divino de revelar un nuevo
Nombre para la salvación del hombre en y a través de Jesús el Mesías (vea
Isaías 52:6; Mateo 1:21; Hechos 4:12).[7]
¿Cómo es que tenemos una Biblia en castellano hoy?
El tiempo después de la Reforma Protestante dio a luz varias
traducciones de la Biblia de los idiomas originales a las lenguas de varios
pueblos. Lutero, por ejemplo, había realizado una traducción al alemán, lo
cual había desagradado sobremanera a la Inquisición Católico-Romana.
Durante ese tiempo muchos fueron muertos en la hoguera acusados de herejía
por predicar directamente de la Biblia sin hacer caso de las doctrinas
tradicionales aprobadas por la institución papal. Realizar una traducción al
español en ese ambiente no era precisamente algo seguro, y los riesgos
seguramente eran bastante elevados.[8]
La primera traducción completa del Nuevo Testamento al castellano fue
realizada por Francisco de Enzinas, quien vivió de 1520 a 1552. La base de la
traducción fue la versión griega y latina de Erasmo y le tomó a Enzinas dos
años de trabajo.Fue finalmente publicada con el título: El Nuevo Testamento,
esto es el nuevo pacto de nuestro Redemptor y solo Salvador Iesu Christo.
(Note que el castellano de ese tiempo suena un poco extraño para nosotros
hoy en día. Todos los idiomas sufren tales cambios a través del tiempo.)
Eventualmente, Enzinas fue arrestado por herejía y todas las copias que se
encontraron de su Nuevo Testamento fueron quemadas en la hoguera.
Casiodoro de Reina
Casiodoro de Reina, nacido en el sur de
España, fue un fraile en un convento católico-romano que llegó a tener
convicciones protestantes y llegó a ser pastor de una congregación. La
traducción de la Biblia completa le llevó doce años y fue finalmente
publicada en 1569. Fue posteriormente conocida como “La Biblia del Oso”
por tener en la cubierta la figura de un oso extrayendo miel de un panal.
Reina fue exitoso, pero no sin antes haber
sido perseguido por la Inquisición y haber sobrevivido continuas
conspiraciones de arresto. Aparentemente, en su traducción Casiodoro de
Reina se ayudó de la Biblia de Ferrara (publicada en 1553), una traducción
judía al ladino, idioma antepasado al español y utilizado por los sefardíes; así
como de la de Enzinas, que mencionamos antes.
Cipriano de Valera
Cipriano de Valera hizo luego una revisión de la Biblia que se publicó
en 1602 que fue descrita por él mismo como la “Segunda Edición: Revista y
conferida con los textos Hebreos y Griegos y con diversas translaciones. Por
Cipriano de Valera”. (Note una vez más lo extraño que suena ese tipo de
castellano para nosotros hoy en día.) Esta revisión le tomó, aparentemente,
veinte años de trabajo; también huyendo de la Inquisición. De cualquier
manera, esta traducción, con sus varias revisiones, estuvo destinada a
convertirse en la Biblia favorita de los hispanos no católicos alrededor del
mundo.
Versiones o traducciones de la Biblia
Este tema es bastante amplio, pero por motivos de tiempo y espacio
sólo podremos contemplar algunos puntos principales. Como el lector ya ha
visto, los idiomas sufren cambios gramaticales a través de los tiempos.
Algunas palabras dejan de ser usadas, y otras toman su lugar. Ciertas palabras
hasta cambian de significado con el pasar de los años. Hubo un tiempo
cuando la palabra “conversación” no tenía que ver con hablar sino
con conducta . La Biblia del Oso decía en 1 Pedro 3:1–2:
“Asimismo vosotras, mujeres, sed sujetas a vuestros maridos; para que
también los que no creen a la Palabra, sean ganados sin palabra por la
conversación de sus mujeres, considerando vuestra casta conversación, que
es en temor.”
Lea este versículo en su Biblia y notará las diferencias. Si no se hicieran
revisiones constantes, versículos como estos serían muy confusos para
nosotros. Ahora usted entiende que tales revisiones son buenas y necesarias.
Es dudoso que los hispanos de hace doscientos años puedan entender
nuestro castellano fácilmente. Lo mismo sucede con nosotros al intentar leer
lo escrito por ellos. Mire, por ejemplo, la página del Evangelio de Juan en la
Biblia original de Casiodoro de Reina:
Obviamente, los cambios lingüísticos del idioma español, así como
avances en el entendimiento de los lenguajes originales de las Escrituras,
hicieron necesarias las revisiones al texto antiguo. Desde el tiempo de Reina
y Valera se han realizado varias revisiones de la versión que lleva sus
nombres, siendo la de mayor uso la revisión 1960.
Por otro lado, los protestantes y evangélicos continuaron produciendo otras
versiones bíblicas en castellano. En 1986 fue publicada la Biblia de las
Américas; una traducción realizada por un comité de varios traductores,
patrocinada por The Lockman Foundation en California. En 1999 la
Sociedad Bíblica Internacional publica la Nueva Versión Internacional;
también en ese año sale la denominada Biblia Textual. El 2005 sale La
Palabra de Dios para Todos; etc. Pero ninguna de estas pudo desplazar el uso
de la Reina-Valera Revisada en 1960. Parte de la razón tiene que ver con
ciertas tendencias modernistas, especialmente en la Nueva Versión
Internacional.
Al mismo tiempo, la institución católico-romana se dio cuenta que a pesar
de quemar en la hoguera a aquellos que osaban tener copias de la Biblia en su
propio idioma, el hambre del pueblo por la Palabra de Dios no podría ser
contenido para siempre, decidieron hacer su propia traducción de la Biblia,
tanto a otros idiomas como al español. En 1944 se publicó la primera
traducción católica basada en los textos originales; fue conocida como la
Nácar-Colunga. Tres años después salió la Bover-Cantera, y en 1967 la
afamada Biblia de Jerusalén.
Cabe resaltar que estas listas no son exhaustivas, sino simplemente
representativas de los avances que se han hecho en nuestra generación para
que tengamos la Palabra de Dios a la mano. Como se dará cuenta, el no leer
las Escrituras hoy en día es un pecado muy grande, cuando otros, en
generaciones pasadas, arriesgaron sus vidas para que podamos gozar de la
Palabra de Dios en nuestro propio idioma. La Biblia que tiene en casa es un
verdadero milagro y un regalo divino más allá de todo precio.
Traducciones y sus diferencias
No todas las traducciones bíblicas son producidas de la misma manera
y esto afecta su valor y utilidad. Tal vez podemos clasificar las traducciones
bíblicas en tres:
1. Equivalencia formal
A veces denominada “traducción literal”, intenta expresar el texto
original de la manera más exacta posible; utilizando la más mínima cantidad
de lenguaje interpretativo posible. Utiliza un lenguaje más formal, y por ende
a veces necesita un poco más de interpretación, especialmente en lugares
donde la Biblia utiliza expresiones propias a la cultura original. Ejemplos de
este tipo de Biblia: Reina-Valera Revisada 1960 (RV60), Reina-Valera
Actualizada 2015, La Biblia de las Américas (LBLA), Biblia de Jerusalén
(BJ).
2. Equivalencia dinámica
Intenta expresar el sentido del texto, en vez de solamente traducir
palabra por palabra. Al mismo tiempo, intenta no alejarse mucho del
significado original. Expresiones culturales son interpretadas para el lector.
Este tipo de traducciones son más fáciles de entender, pero ya que interpretan
más el texto, se corre el riesgo de errores de interpretación por parte de los
traductores que el lector no sabe están presentes. Ejemplo: La Nueva Versión
Internacional (NVI), Nueva Traducción Viviente (NTV).
3. Paráfrasis
Interpreta el texto y lo pone en lenguaje popular; por lo tanto no es
tanto una traducción como un mini-comentario al texto bíblico. Este tipo de
Biblias son más inexactas y por lo tanto no deben utilizarse como texto
principal de lectura bíblica. Ejemplos: La Biblia al Día (LBAD), Traducción
en Lenguaje Actual (TLA), La Palabra (BLP).[9]
Comparemos el lenguaje utilizado por algunos estilos de traducción:
2
Corintios
5:19a
Mateo
16:18b
Hechos
4:12
Reina-Valera
Rev. 1960
“que Dios
estaba en
Cristo
reconciliando
consigo al
mundo”
Nueva Versión
Internacional
“esto es, que en
Cristo, Dios
estaba
reconciliando al
mundo consigo
mismo”
“y sobre esta
roca edificaré
mi iglesia; y
las puertas del
Hades no
prevalecerán
contra ella.”
“Y en ningún
otro hay
salvación;
porque no hay
otro nombre
bajo el cielo,
dado a los
hombres, en
que podamos
ser salvos.”
“y sobre esta
piedra edificaré
mi iglesia, y las
puertas del reino
de la muerte no
prevalecerán
contra ella.”
“De hecho, en
ningún otro hay
salvación, porque
no hay bajo el
cielo otro nombre
dado a los
hombres
mediante el cual
podamos ser
salvos.”
La Palabra
“Porque sin
tomar en
cuenta los
pecados de la
humanidad,
Dios hizo la
paz con el
mundo por
medio de
Cristo”
“y sobre esta
piedra voy a
edificar mi
Iglesia, y el
poder del
abismo no la
vencerá.”
“Ningún otro
puede
salvarnos,
pues en la
tierra no
existe
ninguna otra
persona a
quien Dios
haya
constituido
autor de
nuestra
salvación.”
Notemos que las Biblias de equivalencia dinámica tienden a ralear la
deidad de Cristo en 2 Corintios 5:19a; e interpretan lo que es el Hades en
Mateo 16:18b, y sus interpretaciones se contradicen; y en la paráfrasis de
Hechos 4:12 ni siquiera aparece la referencia al nombre de Jesús que es tan
importante en el Nuevo Testamento. Dadas estas clasificaciones, el estudiante
de la Biblia querrá usar como su Biblia principal y de memorización una cuya
traducción sea de equivalencia formal; en este caso, será la Reina-Valera
Revisada (1960). Note que la Reina-Valera Actualizada 2015 es también una
excelente opción que tiene la ventaja de utilizar un español más
latinoamericano, usando “ustedes” en vez de “vosotros”, “estaban” en vez de
“estabais”, “son” en vez de “sois”, etc.
Finalmente, permítanos una nota de
precaución. La mayoría de las Biblias son realizadas con buena conciencia, y
sus deficiencias son más por su teoría de traducción que por querer engañar a
la gente. Pero hay algunas versiones que definitivamente no son
recomendables porque tergiversan la Biblia a sabiendas y con un claro
propósito de engañar a los incautos. Estas Biblias no deben ser usadas ni
siquiera para comparación.
Una de tales falsificaciones es la Biblia
de los “testigos de Jehová” conocida como La Traducción del Nuevo Mundo
de las Santas Escrituras , y es publicada por la
organización Watchtower, publicadora de la revista La Atalaya. En este caso,
la versión en español es una traducción de la versión en inglés, no de los
idiomas originales. ¡Eso es inaceptable! Además, incontables versículos han
sido cambiados en contra del texto original, con el único propósito de apoyar
las falsas doctrinas de los “testigos”.[10] De hecho, si usted conoce a alguien
que utiliza esta Biblia, hágale el favor de comprarle una Biblia Reina-Valera
y cámbiesela cuanto antes.
Otras Biblias que tuercen el significado original son las Biblias utilizadas
por miembros del falso “movimiento mesiánico”. Biblias como El Código
Real, Biblia Kadosh, Reina-Valera Restaurada (que obviamente usa el
nombre “Reina-Valera” para confundir), y otras parecidas.
El valor de comparar varias versiones
En algunas situaciones, puede ser de utilidad comparar varias
versiones; especialmente cuando el lenguaje utilizado no es muy familiar para
nosotros. Por ejemplo, el uso de la frase “real sacerdocio” en 1 Pedro 2:9 en
la Reina-Valerano parece tan claro para algunos. ¿Está contrastando Pedro el
sacerdocio real con un sacerdocio falso ? Veamos cómo nos pueden ayudar
otras versiones, una aún en otro idioma:
Reina-Valera
Rev. 1960
1
Pedro
2:9a
Nueva
Traducción
Viviente
“Mas vosotros “Pero ustedes no
sois linaje
son así porque
escogido, real son un pueblo
sacerdocio,
elegido. Son
nación santa,
sacerdotes del
pueblo
Rey, una nación
adquirido por santa, posesión
Dios.”
exclusiva de
Dios.”
New King
James
Version
“But you are
a chosen
generation, a
royal
priesthood, a
holy nation,
His own
special
people.”
Entonces, dado que la palabra “real” tiene relación con “rey” y “realeza”,
en vez de con “realidad”; sería usarlo mal si alguien dijera:
— “Hay algunas religiones que tienen curas o sacerdotes hoy en día; pero
son sacerdotes falsos. La Biblia dice que nosotros somos el real sacerdocio;
o sea, el sacerdocio verdadero.”
Déjeme adelantarle un poco que, como aprenderemos en un capítulo
posterior, comparar este versículo con versos en otros lugares de la Biblia nos
da, posiblemente, aún una mejor interpretación. Ese paso, conocido como
estudio inter-textual, enfatiza lo que la Biblia como un todo dice con respecto
a un tema específico. Si no puede esperar, consulte el capítulo acerca del
“Contexto, contexto, contexto”.
Biblias de Estudio
Hoy en día encontramos una infinidad de “Biblias de Estudio”, las
cuales contienen comentarios al pie de página que tienen como objetivo
ayudar al lector a entender el texto bíblico. Otros tendrán también diversos
artículos sobre temas teológicos, mapas, citas de autores famosos,
información arqueológica, comparación de sistemas doctrinales, etc. Aunque
estos pueden ser de ayuda, también pueden llevarle por el camino del error.
Muchas de tales Biblias de Estudio son producidas por algún líder religioso
como la Biblia de Estudio MacArthur, Biblia Anotada de Scofield, Biblia de
Estudio Ryrie, y por ende reflejarán los puntos de vista teológicos del autor.
Lo mismo sucede con otras Biblias producidas por una denominación
específica: Biblia de Estudio Pentecostal, Biblia de Estudio de la Reforma.
Algunas tienen un objetivo específico: Biblia de Estudio del Diario Vivir,
Biblia de Estudio Arqueológica, Biblia de Estudio de Profecía, Biblia de
Estudio para la Mujer.
Lo que es importante tener en cuenta es que los comentarios añadidos a
tales Biblias son la opinión de hombres y mujeres, y pueden estar errados.
Por ejemplo, mi Biblia Anotada de Scofield contiene al pie de página en
Génesis 1 una referencia a la Trinidad; la cual no se encuentra en ninguna
parte de la Biblia inspirada por Dios. En este caso, el autor, siendo trinitario,
permitió que sus convicciones colorearan su interpretación de la Biblia.
Una persona que no sepa diferenciar entre el texto mismo de la Biblia, y los
comentarios añadidos por los editores de la Biblia de Estudio puede llegar a
ser confundida fácilmente. De hecho, a pedido del pastor de una iglesia
pentecostal, en una ocasión me tocó hablar con un líder de una iglesia en
Houston. Su Biblia de Estudio MacArthur había ido coloreando su
perspectiva y estaba causando dudas doctrinales en él. Cuando le confronté
con la Biblia, pidiéndole que explicara su punto de vista directamente del
texto inspirado, no supo cómo hacerlo. Su autoridad había sido reemplazada
con los comentarios humanos, dejando de lado la misma Biblia.
También produce un tipo de miopía bíblica. Ya que sólo lee las notas de la
Biblia de Estudio que posee, sólo tiene el punto de vista del autor o
denominación que lo produjo. Con frecuencia, esto creará deficiencias
doctrinales en el lector. Las notas no serían tanto problema si fueran escritas
por un autor apostólico; pero la realidad es que la gran mayoría no lo son.[11]
Por estas razones, por años hemos sugerido que si ha de usar una Biblia de
Estudio, tal vez la mejor sea la Biblia de Referencia Thompson , ya que la
gran mayoría de sus estudios son basados en cadenas de versículos a través
del texto mismo de la Biblia. Tiene también un interesante suplemento
arqueológico y una buena Concordancia.
¿Qué de los comentarios bíblicos?
Siendo que este curso desea que el texto principal de estudio sea la
Biblia misma, no recomendamos el uso de comentarios bíblicos sino hasta
después que el estudiante de la Escritura haya examinado el texto por sí
mismo. El depender demasiado pronto de comentarios bíblicos produce
cristianos perezosos en el estudio bíblico, y personas con conocimientos muy
superficiales.
No necesito convencer al lector que lo que uno aprende por experiencia o
investigación propia no se olvida fácilmente. Lo que uno escucha de terceros
se desvanece muy pronto. Pero por sobre todo, de la misma manera que el
punto de vista del traductor influye cómo vierten el texto las paráfrasis, de la
misma manera sucede a los comentaristas; es decir, lo que dicen puede estar
errado.[12]
TAREA
1. Esta semana memorice el orden de los libros de la Biblia, desde Mateo
hasta Apocalipsis. Para ver el orden correcto puede consultar el Índice o
Tabla de Contenido de su Biblia.
2. Puntos extra: Memorice Marcos 12:29, “Jesús le respondió: El primer
mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno
es.”
3. Continúe leyendo un capítulo de la Biblia cada día. Esta semana leemos los
capítulos 15 al 21 en el Evangelio de Lucas.
Estrategias para leer la Biblia
En este capítulo:
No todos somos buenos lectores; para algunos el leer la Biblia es un
desafío grande. Aquí le damos pautas y estrategias que funcionan; junto con
otras sugerencias para obtener el mayor retorno de su inversión de tiempo.
Cómo vencer la pereza, la falta de tiempo, las distracciones, etc.
“Para algunas personas el leer es algo que aparentemente les resulta muy
fácil; pero yo crecí en un hogar donde nadie leía. La casa tenía música a toda
hora, y una vez que llegaba papi la televisión, puesta a un canal de deportes,
tomaba control de la noche. Por ello no soy buena para leer, no me gusta, es
una batalla. Me siento mal porque cuando intento leer la Biblia me da sueño.
¿Será que soy una mala persona por ello? ¿Será que el Señor está enojado
conmigo? Ahora con esta preocupación será aún más difícil concentrarme en
la lectura. ¿Qué hago?” ~ Anónimo
Queja: “No sé leer bien”
No hay soluciones fáciles para este tipo de problema. Sobrepasar este
obstáculo involucrará un poco de trabajo, pero cuando lo haya logrado,
rendirá frutos eternos. Que le sirva de aliento el saber que usted no es la única
persona que batalla con la lectura.
Algunos simplemente no nacimos (o crecimos) leyendo. Otros no tuvimos
la oportunidad siquiera de terminar la escuela y por lo tanto, leer no es algo
natural para nosotros. La lectura misma nos parece complicada. Pero, una
cosa es cierta, no tenemos por qué quedarnos al mismo nivel de lectura año
tras año. Ciertamente podemos comenzar a mejorar nuestro nivel de lectura
inmediatamente. ¿Cómo? Simplemente, ¡leyendo! Una cosa es segura, usted
puede mirar atrás dentro de un año y darse cuenta cuánto ha avanzado en su
capacidad de leer; y seguramente disfrutará hacerlo más y más.
1. Lea a su nivel
Si su problema es que no puede leer bien de corrido, tiene problemas
comprendiendo algunas palabras, o su velocidad de lectura es muy baja,
utilice, si fuera necesario, una versión más popular de la Biblia que utilice un
lenguaje sencillo de comprender. Algunas opciones son la versión Dios Habla
Hoy o la Nueva Versión Internacional . Puede consultar con su librería
cristiana local para que le den otras sugerencias. Pero, asegúrese de que una
vez que vaya mejorando su nivel de comprensión, se ”gradúe” a leer una
versión de la Biblia más literal y confiable.
Nota: Para memorización de versículos, utilice sólo la versión Reina-Valera Revisada (1960), o
la Reina-Valera Actualizada 2015 ya que son traducciones más literales de los originales.
Si tiene niños pequeños, a veces es una buena idea leerles la Biblia en una
versión popular, dependiendo del grado escolar en el que estén. Por supuesto
que parte de su responsabilidad paternal o maternal será inculcar en ellos la
lectura. Una vez que lleguen a la adolescencia, sería bueno que también ellos
se “gradúen” a la versión Reina-Valera Revisada (1960) o la Reina-Valera
Actualizada 2015.
2. Practique diariamente
La lectura es como cualquier otra habilidad, se mejora por medio de la
práctica. Uno no se levanta una mañana de repente siendo mucho mejor
futbolista o mecánico. La pericia, destreza y maestría vienen con la continua
práctica. De la misma manera, la persona que quiera mejorar su lectura debe
esforzarse para darse un tiempo de lectura cada día. Si nunca ha estado
acostumbrado a leer, al principio dedíquele simplemente 10 o 15 minutos por
día. Hágalo con la ayuda de un reloj, y sea consecuente; es decir, debe
hacerlo cada día, sin excusas.
3. Busque un tiempo apropiado
Todos somos diferentes; lo que funciona para uno tal vez no funciona
para otro. Usted que se conoce, busque un tiempo apropiado para la lectura;
preferiblemente un tiempo libre de distracciones y de sueño. Si es una
persona que madruga, que disfruta levantarse junto con los pajaritos y al
cantar del gallo, entonces busque un tiempo en la mañana para leer la Biblia.
Su mente estará despejada y atenta; y lo que lea se le quedará grabado más
fácilmente. Lo mismo si es una persona nocturna que puede concentrarse en
una tarea específica sólo después que el resto de la familia se ha retirado a
descansar. Es posible que los miembros de la familia tengan un tiempo
diferente de lectura bíblica; o en algunos casos, tal vez la familia pueda
sentarse a leer juntos a la misma hora, cada quién con su propia Biblia.
Divida su tiempo de lectura en pedazos manejables. Si es que invertir 15
minutos por día (o 30, o 60 minutos) le parece imposible, divida su tiempo.
Por ejemplo, si su objetivo es leer 15 minutos por día, dedique 5 minutos en
la mañana, 5 minutos al medio día, y 5 minutos en la noche a la lectura de la
Biblia. Con esta táctica nadie puede quejarse diciendo, “no tengo tiempo”.
Todos tenemos 5 minutos. También, es una buena manera de comenzar a
formar un hábito de lectura, si es que nunca tuvo uno.
4. Busque un lugar apropiado
También es bueno que tenga un lugar específico para la lectura bíblica.
Pero asegúrese de que sea un lugar exclusivo para ello. La mente se concentra
mejor si es una parte de su hábito leer en un lugar determinado. Note que tal
lugar no puede ser compartido con otras cosas como comer un aperitivo, o
escuchar un partido de fútbol, o peor, mirar televisión. Es decir, debe ser un
lugar apartado (santificado) para la lectura de la Palabra de Dios. Verá que
cada vez que llegue a ese lugar, su mente estará preparada y no le costará
mucho concentrarse.
5. Escuche a Dios en su lectura
Hace muchos años en el país de Bolivia una abuelita muy querida se
quejó conmigo de que su lectura, que había llegado al Libro de Levítico, se
había puesto muy difícil, y que le costaba trabajo concentrarse (los que han
leído el Libro de Levítico se identificarán con la queja). Compartí con ella
algo que yo hacía y que había sido de ayuda cuando pasé por el mismo lugar
de la Biblia. Dijo que trataría, y la semana siguiente reportó con emoción que
la táctica había solucionado su problema. ¿De qué se trataba? Simplemente
de permitir que Dios le hable a través de su lectura.
Busque en cada capítulo que lea algo que antes no sabía; busque algo que
el Espíritu parezca estar diciéndole a usted personalmente. Tal vez sea una
promesa, o una reprensión; puede ser una palabra de aliento, o un llamado a
la consagración. Sea como sea, cuando uno está atento a la voz del Espíritu
Santo en el texto bíblico, es difícil que la lectura de la Biblia sea algo
“aburrido”.
6. Lea con variedad.
La cantidad de cristianos que comienzan leyendo la Biblia en Génesis
el 1 de Enero de cada año, y que para Febrero comienzan a cojear, se dan por
vencidos en Marzo. Esto porque para entonces llegarán al afamado Libro de
Levítico, el cual contiene una multitud de instrucciones sacerdotales en
cuanto a la construcción, mantenimiento, y transportación del Tabernáculo, y
con respecto a los sacrificios, etc. Es decir, no hay batallas contra gigantes,
no hay apariciones angelicales, no hay héroes de la fe en acción. Sí, es
Palabra de Dios, y tiene importantes lecciones que enseñarnos, pero su
lectura debe hacerse a paso lento.
o
Una de las soluciones es que en nuestras lecturas tengamos variedad. Es
decir, si nuestro objetivo es leer cuatro capítulos de la Biblia por día (que es
nuestra recomendación para todo cristiano), podemos leer un capítulo en
Génesis, uno en Salmos, uno en Mateo, y uno en Romanos. De esta manera,
el contenido de nuestra lectura diaria será variado, balanceando Antiguo y
Nuevo Testamento, y aún diversos géneros literarios.
Tal vez le parezca una mezcla extraña, y quizá hasta piense que este tipo de
lectura será confuso; pero hemos encontrado a través de los años que uno
retiene más de esta manera que leyendo un solo libro de la Biblia durante
toda la semana; porque nos fuerza a meditar en pedazos más pequeños a
través de nuestro día y eso ayuda a la comprensión y retención de lo leído.
Note que en este tipo de lectura el objetivo no es simplemente “terminar de
leer un libro específico”, sino alimentarnos con variedad y consistencia. Y la
ventaja es que usted puede variarlo como vea necesario. Por ejemplo, puede
leer 2 capítulos en el Antiguo Testamento y 2 en el Nuevo Testamento.
Algunos sugieren la lectura de un capítulo de Proverbios por día, junto con
la lectura de otros 3 capítulos en diversos lugares. En este caso, cada día de
su vida usted leería un capítulo de los Proverbios, concordando la fecha del
calendario con el capítulo para ese día. Es decir, si hoy es el 18 de Mayo,
entonces usted leería Proverbios capítulo 18; mañana leería el capítulo 19, y
así sucesivamente. En algunos meses leería 30 capítulos y en otros 31,
dependiendo del número de días en el presente mes. Creemos que esta es una
buena manera de “adquirir sabiduría”.
“Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; y sobre todas tus posesiones
adquiere inteligencia.” (Proverbios 4:7)
Para poder saber qué capítulos de qué libros hemos leído, recomendamos
utilizar una lista o tabla de lectura bíblica.[13] De esa manera, usted puede
marcar cada día los capítulos que haya leído. Esto también le ayuda a saber
cuándo terminó de leer toda la Biblia; lo que, sorprendentemente, muy pocos
cristianos han logrado, no importando los años que lleven de convertidos.
7. Lea en voz alta
Si le cuesta enfocarse en la lectura, y su mente tiende a divagar hacia
otros pensamientos, la solución es simple: lea en voz alta. Dele a las palabras
la entonación necesaria; que su lectura sea viva. Si el personaje bíblico parece
un poco enojado, module su voz para que suene enojada; si feliz, module una
voz feliz. Que su lectura tenga emoción.
Leer la Biblia a los niños de esta manera ayuda a que pongan mayor
atención, y al final, ellos serán los que continuamente le pidan: “Por favor
léenos la Biblia”. Nada mejor que una familia que disfruta aprender juntos
con respecto a Dios. Otra ventaja de esto es que usted mejorará su calidad de
lectura en muy poco tiempo.
8. Utilice ayudas
Algunos se quejan de que ya no ven tan bien como solían hacerlo.
Créame que ahora entiendo esto perfectamente. Tengo algunas notas al
margen de mi Biblia que a través de los años parecen haberse ido
encogiendo, hasta tal punto que ya no puedo leerlas sin ayuda de unos lentes.
Para un problema similar, la solución es obtener una Biblia de letra grande,
disponible de su librería cristiana más cercana. Si lee la Biblia en una tableta
iPad o similar, puede ajustar el tamaño de letra al que sea de lectura cómoda
para usted (si necesita, pídale ayuda a sus hijos o nietos, ellos sabrán como
hacerlo).
Esto me lleva a otra sugerencia: utilice a sus hijos o nietos para que le lean
la Biblia. Esto sería de doble bendición, para usted y para ellos. Si hace la
petición con sabiduría (“Felipito es un niño tan inteligente y lee tan bien que
es un gozo escucharlo”), o con un pequeño soborno, estará sembrando en los
corazones de ellos, un poco de la Palabra de Dios.
También puede obtener Biblias en audio CD para escuchar a través de su
día, ya sea en casa mientras hace los quehaceres, o en el carro camino a su
trabajo. También existen páginas de internet y aplicaciones para teléfono
celular con acceso gratuito a Biblias audibles.
“Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la
enseñanza.” (1 Timoteo 4:13)
TAREA
1. Esta semana repase todo el orden de los libros de la Biblia, desde Génesis
hasta Apocalipsis.
2. Repase todos los versículos aprendidos hasta ahora.
3. Memorice 2 Timoteo 3:16, “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil
para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.”
4. Puntos extra: Memorice también el verso 17, “a fin de que el hombre de
Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” (2
Timoteo 3:17)
5. Esta semana comenzamos a leer dos capítulos de la Biblia cada día. Esta
semana leemos los capítulos 22 al 24 en el Evangelio de Lucas, y los
capítulos 1 al 11 del Libro de los Hechos de los Apóstoles.
6. Por favor, asegúrese de obtener los recursos recomendados para un mejor
estudio bíblico (Concordancia, Diccionario Bíblico, etc.).
Cómo estudiar la Biblia I:
Memorización y Cadenas de versículos
En esta lección:
Memorizando la Escritura y pautas para subrayar versículos doctrinales
importantes con códigos de colores y por temas, de tal modo que siempre
estén a la mano cuando alguien le haga preguntas bíblicas.
Ya que estamos en camino de obtener mayor destreza en la lectura de la
Biblia, es tiempo de avanzar hacia el estudio sistemático de la Palabra de
Dios; es decir, enfocarnos en el entendimiento e interpretación correctos de la
Biblia. Sí, llegado el momento leer no es suficiente, uno debe leer bien.
Memoricemos la Escritura
“En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.”
(Salmo 119:11)
Debemos aprender a hablar el lenguaje del Espíritu Santo; es decir, el
contenido de la Biblia. La memorización de las Escrituras no es algo opcional
para los creyentes en Cristo, sino una necesidad urgente. Dependiendo de su
edad, esto le parecerá difícil al principio, pero luego se dará cuenta que no es
tan complicado.
La Biblia que usaremos para memorización de versículos será la versión
Reina-Valera revisada (1960). Recomendamos esta Biblia aunque usted esté
usando otra para sus lecturas diarias porque es una traducción más literal, y
por ende más cercana al texto original de la Biblia. También tiene una alta
calidad lingüística y es elegante en su fraseología. La Reina-Valera
Actualizada 2015 es también una excelente opción.
Aunque de vez en cuando habrá versículos que tendrán un significado
especial para usted y tal vez quiera memorizarlos; recomendamos que
comience memorizando versos que son fundamentales para la fe cristiana, e
importantes por su contenido doctrinal apostólico. Por ejemplo, aquellos que
tratan de la identidad y obra de Jesús; los que describen el Evangelio;
versículos acerca de la fe, arrepentimiento, bautismo en agua, bautismo del
Espíritu Santo hablando en lenguas; la existencia de un solo Dios verdadero,
promesas de Dios, etc. Si es un nuevo creyente, poco a poco obtendrá el
conocimiento de cuales versículos son esenciales, y podrá añadirlos poco a
poco a su repertorio de Escrituras.
Si tiene un celular inteligente (conocido en inglés como smart phone )
puede grabarse a sí mismo leyendo el versículo y la referencia varias veces.
Esto le ayudará a trabajar en su memorización mientras está haciendo otros
quehaceres. Puede también generar una grabación que contenga varios
versículos a la vez, o tal vez un repaso del orden de los libros de la Biblia.
Cuanto más escuche la grabación, más fácil será para usted almacenar esa
información en su memoria a largo plazo.
La mayoría de las personas memorizan versículos escribiéndolos vez tras
vez en un cuaderno especial para ello. Otras hacen pequeñas tarjetas con el
texto en un lado, y la cita o referencia al reverso:
Tarjetas así pueden llevarse en la cartera, o usarla como marcador de
lectura en su propia Biblia. Asegúrese de tenerla en un lugar a la vista, para
que pueda repasarla frecuentemente durante el día. Si divide las líneas de
manera lógica, puede aprender el versículo línea por línea, hasta saberlo todo
(vea el ejemplo adjunto). También puede subrayar ciertas palabras que hagan
ciertas partes del texto más memorables; sean tal vez palabras que expresan
un contraste, o palabras de transición lógica.
Note en el ejemplo cómo la palabra “todo” y la palabra “nadie” parecen
expresar ideas contrarias. Verlas en ese orden, hacen que la memorización
sea mucho más fácil. También puede utilizar marcadores o resaltadores
(highlighters) fluorescentes de colores para enfatizar ciertas palabras. Por
ejemplo, si resaltara las palabras, “paz”, “santidad”, y “Señor”, en su mente
puede realizar la conexión lógica de que la paz y la santidad le permitirán ver
al Señor; y la ausencia de estas, le impedirán verlo. Note que esta manera de
memorizar la Escritura no sólo ayuda al proceso mental de retención, sino
que también le ayuda a reflexionar acerca de su texto, y por ende refuerza su
comprensión de la Escritura.
“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no
tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.” (2 Timoteo
2:15)
Colores temáticos
— Para mí es difícil recordar dónde encontrar pasajes bíblicos. El otro
día una vecina me preguntó por qué creemos en un solo Dios y no pude darle
ni un versículo. Y eso que hasta entré a buscar mi Biblia, pero en cuanto la
agarré me di cuenta que no sabía ni por dónde comenzar a buscar el
versículo que necesitaba. Me sentí avergonzada. — Anónimo
La primera solución a este problema obviamente sería el memorizar
versículos acerca de la unicidad de Dios, o cualquier otro tema necesario. Ya
hemos aprendido una manera fácil de hacerlo. Otra manera es utilizar un
código de colores para resaltar versículos en su Biblia.
No recomendamos utilizar resaltadores fluorescentes para marcar su Biblia
ya que generalmente el papel utilizado para imprimir Biblias es bastante
delgado y hay peligro de que el marcador traspase hasta el reverso. Puede
utilizar lápices de colores, y algunas librerías cristianas venden colores
especiales para precisamente este cometido. Si le ofrecieran resaltadores
tradicionales, pídales que le prueben que los colores no traspasarán las hojas.
Colores como el verde o anaranjado so especialmente susceptibles a ello.
Existe una Biblia de Estudio Arco Iris que ya tiene resaltados casi todos los
versículos de la Biblia; por ello no es útil para nuestros propósitos. Ya que los
editores de esa Biblia tienen sus propias creencias, resaltarán los versículos
de acuerdo a otro tipo de clasificación. Por ejemplo, ellos no enfatizarán los
versículos que hablen de un solo Dios, y siendo que ya los versículos estarán
coloreados, usted no podrá añadir su propio sistema. Por estos motivos no
recomendamos esa Biblia de Estudio.
Entonces, ¿cómo funciona este sistema? Fácil. Cada doctrina importante
para testificar a otros tiene un color diferente. Usted podría clasificar los
versículos de la siguiente manera:
ROJO = UN SOLO DIOS
AMARILLO = JESÚS ES DIOS
ANARANJADO = BAUTISMO EN EL ESPÍRITU SANTO Y LENGUAS
CELESTE = BAUTISMO EN EL NOMBRE DE JESÚS
VERDE = FE Y ARREPENTIMIENTO
AZUL = CIELO / VIDA ETERNA
ROSADO = SANTIDAD Y MODESTIA
MORADO = PROMESAS / CONSUELO
También puede utilizar combinaciones de colores para otros temas como
Jesús es el Padre = amarillo y rojo; Jesús es el Espíritu Santo = verde y
anaranjado, etc. Puede poner la clave de colores en la última página de su
Biblia, de tal manera que, por lo menos al principio, se acuerde qué colores
van con qué temas. Lo importante es ser consistente y claro. Invierta el
tiempo necesario para hacerlo bien, de tal manera que su Biblia esté tan
personalizada que usted se sienta cómodo utilizándola para compartir la
Palabra de Dios con otros. No sabe usted las veces que en conversación con
otros el autor encontró el versículo necesario porque “tenía tal color y estaba
localizando en la parte superior derecha del Nuevo Testamento”.
Cadena de versículos
Otra simple solución a este problema es utilizar una cadena de
versículos bíblicos. Esto se puede utilizar conjuntamente con los colores
temáticos expuestos arriba, o por sí solo. Aunque este paso lleva un poquito
más de esfuerzo, es muy efectivo en situaciones donde le toque dar un
estudio bíblico respecto a algún tema bíblico.
La clave se encuentra en entrelazar versículos acerca de un tema bíblico
específico en una cadena que comienza en un determinado versículo clave, al
final del cual usted pone en letra pequeña la referencia al siguiente versículo,
al pie del cual pondrá la siguiente referencia, y así sucesivamente. Por
ejemplo, con relación al bautismo el primer versículo de la cadena puede ser
Mateo 28:19, después de la última palabra o al margen, usted pondría el
siguiente versículo que sería Lucas 24:47; luego Hechos 2:38, al final del
cual pondría la siguiente referencia, Hechos 8:16; y al final de ese, Hechos
10:48; y así sucesivamente.
Es importante que la cadena de versículos sea escrita en un orden que tenga
sentido para usted, no simplemente copie y utilice la lista de otro
exactamente. Cada persona explica el bautismo en el nombre de Jesús de
diferente manera y usa los versículos en diferente orden. Lo mismo con otros
temas como la deidad de Jesús, o el Espíritu Santo hablando en lenguas.
Asegúrese de entender bien el propósito de cada versículo que incluya en
determinada cadena; si el tema no está claro en su propia mente, le será difícil
explicarlo a otros.
Tal vez estas listas le sean de ayuda:
Jesús es Dios
Isaías 9:6
Juan 1:1, 14; 20:28
Romanos 9:5
2 Corintios 5:19
Colosenses 2:9–10
1 Timoteo 3:16
Tito 2:13
1 Juan 5:20–21
El Plan de Salvación
Romanos 3:23; 6:23
1 Corintios 15:1–4
Juan 3:3–5
Marcos 16:16
Hechos 2:38–39
Hebreos 5:9
Bautismo en agua en el Nombre de Jesús
Mateo 28:19
Hechos 2:21, 38; 4:12; 8:12, 16; 10:48; 19:3–5; 22:16
Romanos 6:3–5
1 Corintios 6:11
Gálatas 3:26–27
Tito 3:5
Recibir el Espíritu Santo
Isaías 28:11–12
Joel 2:28–29
Marcos 16:17
Juan 7:38–39
Hechos 1:4–5, 8; 2:1–4; 8:15–17; 10:44–47; 19:6
Romanos 8:9–11
1 Corintios 1:7; 12:13; 14:2, 18, 21, 22, 39
Efesios 1:13–14
TAREA
1. Esta semana repase todo el orden de los libros de la Biblia, desde Génesis
hasta Apocalipsis.
2. Repase todos los versículos aprendidos hasta ahora.
3. MemoriceSalmo 119:11, “En mi corazón he guardado tus dichos, para no
pecar contra ti.”
4. Puntos extra: Memorice Hebreos 12:14, “Seguid la paz con todos, y la
santidad, sin la cual nadie verá al Señor.”
5. Esta semana continuamos leyendo 2 capítulos de la Biblia por día: del
capítulo 12 al 26 del Libro de los Hechos de los Apóstoles.
6. Practique coloreando versículos conforme a esta lección, y estudie un tema
bíblico y haga una cadena temporal de versículos (no recomendamos que
escriba en su Biblia hasta estar seguro y cómodo con su cadena de versos).
Cómo estudiar la Biblia II: Observación
Un método simple que le ayudará a extraer el rico significado de la
mayoría de los versículos de la Biblia. ¿Cómo debo acércame a cada texto
bíblico? ¿Cómo saber qué es lo importante en cada pasaje y qué desea el
autor que yo sepa?
No soy cocinero, pero tengo buenos amigos que lo son; especialmente un
par de ellos que les gusta hacer parrilladas. Cuando uno prueba esa carne
asada, o unas costillas cuya carne está tan bien cocida que se cae del hueso,
uno disfruta hasta más no poder. Es fantástico. Me dicen que depende de dos
cosas: dónde compra uno la carne (tiene que ser de la mejor); y con qué y por
cuánto tiempo hizo marinar la carne. Estoy seguro que si no supieran hacerlo
bien la experiencia no sería la misma.
Uno de los peores enemigos del cristiano es el apuro en la práctica de la
lectura de la Palabra de Dios. Leer capítulo tras capítulo sólo para marcarlo
en nuestra Tabla de Lectura no nos beneficiará. Debemos permitir que la
Palabra “marine” en nuestro corazón para que pueda tener el efecto que el
Espíritu Santo desea.
“Sino que en la ley del SEÑOR está su delicia, y en su ley medita de día y de
noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto
en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.” (Salmo 1:2–
3)
Meditar en la palabra suena un poco oriental, como quien estuviera
realizando un “yoga cristiano” (¡no existe tal cosa!), así que comenzaremos
con algo más simple. Ya que la “carne” que tenemos es de la mejor, siendo la
Palabra inspirada de Dios, tenemos que aprender a “marinarla” para que nos
sepa deliciosa. Pero, es difícil disfrutar de algo que no comprendemos. Sin
entender el mensaje que está tratando de comunicar, la Biblia se convierte en
simples palabras sobre una página. ¿Cómo podemos extraer el rico sabor que
sabemos se esconde allí?
Cuaderno de notas
Lo primero que le aconsejamos es que tenga a la mano un cuaderno
para uso exclusivo suyo, para tomar notas de lo que aprenda o preguntas que
vengan a su mente mientras lee el texto. Aún las revelaciones más
extraordinarias tienden a evaporarse de la mente después de un tiempo.
Cuántos de nosotros recordamos haber dicho: “¡Esto está tremendo! ¡No hay
manera que se me olvide!” Y ahora mismo no podríamos recordarlo si
nuestra vida dependiera de ello. El cuaderno de notas es precisamente para
evitar tal desdicha. Revisarlo periódicamente enriquecerá su estudio y
cementará el conocimiento que vaya obteniendo.
La clave: leer como si fuera la primera vez
Cuando leemos un versículo familiar y decimos, “Ya conozco este
verso. Ya se lo que dice.” Es cuando no tenemos esperanzas de entenderlo en
verdad. Por ello, a veces vale la pena leer un versículo en una versión
diferente. El leer palabras sinónimas o expresiones no familiares hace que
entendamos matices que antes no podíamos ver. En la mayoría de los casos,
especialmente al principio, usted tendrá que conscientemente pretender que
es la primera vez que lee el pasaje bíblico. Es muy fácil asumir que ya
sabemos lo que un verso enseña, y quedarnos estancados en un conocimiento
básico, y a veces hasta en un conocimiento equivocado.
Leyendo la Biblia al estilo Sherlock Holmes
La lectura de la Biblia tiene un lugar importante en su vida devocional
diaria; pero, aparte de ella, usted debe tomar tiempo para estudiar la Palabra.
Dicen que Sherlock Holmes era adepto a decir: “Tú ves, pero no observas”.
[14]
La realidad es que no estamos acostumbrados a observar lo que vemos. Y
no escuchamos verdaderamente cuando oímos. (Debo confesar que esto es
más cierto acerca de los hombres que las mujeres.)
Por ejemplo: ¿Puede usted recordar el título exacto del mensaje que
predicó su pastor el pasado domingo? ¿En qué escritura basó tal mensaje?
¿De qué color era la corbata que llevaba puesta? Como se habrá dado cuenta,
no somos buenos para observar (ni para escuchar). Adaptando el dicho de
Sherlock Holmes, permítame decirle: “Usted lee la Biblia de corrido, pero al
hacerlo corre demasiado”.
¿Cómo realizamos una buena observación de la Escritura? Pausamos para
ver lo que cada palabra en el pasaje en cuestión contribuye al todo. Vemos si
hay verbos, o sea palabras que describan alguna acción. Tratamos de
averiguar quiénes son los sujetos o personajes que participan. Intentamos
descubrir cosas como, lugar geográfico, si hay una secuencia de eventos, si
hay palabras teológicas, etc.
Miremos juntos el siguiente pasaje bíblico:
“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de
noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en
él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá
bien.” (Josué 1:8)
Primeramente, escriba el pasaje en su totalidad en un papel aparte (¡su
cuaderno de notas es precisamente para esto!). Intente escribirlo de la manera
que aprendimos en el capítulo de la memorización de versículos; es decir, vea
cuál sería la mejor manera de posicionar las palabras, dónde quebrar la
oración y comenzar una nueva línea, etc. Si lo hace de la mejor manera
posible, su tiempo de observación será más fructífero.
Tome cinco minutos y observe el mensaje que el pasaje desea compartir
con el lector. Escriba lo que vea directamente en el pasaje. No necesita
utilizar su imaginación; toda la información que escriba debe proceder del
versículo mismo. Adicionalmente, ¿qué preguntas vienen a su mente al leer el
texto? Es bueno utilizar las famosas preguntas periodísticas: ¿Quién? ¿Qué?
¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué? Asegúrese de hacer este ejercicio por
sí solo, aunque hayan otros estudiantes presentes.
Para responder algunas de sus preguntas deberá examinar un poco del
contexto; es decir, los versículos antes y después del pasaje en cuestión.
Tendremos una lección completa acerca del contexto en la Lección 11. Al
terminar este curso, lo ideal será que utilice todas estas herramientas de
lectura y comprensión conjuntamente. Por ahora, deberemos contentarnos
con aprender paso a paso.
¿Ya escribió todo lo que aprendió en el pasaje? ¿Cuánta información pudo
extraer mediante su observación? Si hizo este ejercicio con otros alumnos,
comparta con ellos lo que usted descubrió y permita que ellos compartan con
usted sus notas. ¿Qué diferencias mira? ¿Vieron ellos algo que usted no
descubrió en su observación? ¿Cuán diferente fue el diagramado que hicieron
ellos del versículo? Veamos el versículo de Josué 1:8 más de cerca:
Primeramente, hemos subrayado la palabra “nunca”, que indica que el libro
de la ley debe ser algo permanente, algo que no puede faltar, algo que debe
ser hecho diariamente sin excusa. También subrayamos la palabra “todo” en
dos ocasiones, la primera indicando que el cumplimiento de la ley no puede
ser algo parcial, no puede hacerse al 99%, sino que debe ser al 100%. Lo
bueno de esto es que la siguiente palabra “todo” indica la completa
prosperidad que vendrá al que cumpla con el cometido indicado.
Al subrayar de manera distinta las palabras “boca”, “libro” y “escrito”, las
relacionamos. Al principio esto no parece tener sentido. ¿Cómo es que puede
un libro no apartarse de la boca de alguien? ¿No debería decir: “Nunca se
apartara de tus ojos este libro…”? Un libro se lee, ¿verdad? En esto
utilizamos un poco del conocimiento de los primeros capítulos y recordamos
que originalmente no existían libros como los que nosotros tenemos, sino que
la Palabra estaba escrita en pieles de animales; estos eran transportados como
rollos. El alto costo de producción hacía que no todos tuvieran una copia
personal; por lo cual el libro era leído continuamente por los líderes del
pueblo, y la gente memorizaba el contenido. Siendo una cultura oral, eran
muy diestros en la memorización.
Entonces, habían dos opciones para cumplir el mandato: 1) Josué siendo
líder, es comisionado a leer el libro en voz alta (o a comisionar a alguien a
hacerlo); 2) el pueblo una vez habiéndolo memorizado, es comisionado a
repetir el contenido del libro en voz alta. En ambos casos, la manera de
cumplir el mandato es por medio de meditar en el libro de la ley, repitiendo lo
que en él está escrito. (Puede comparar el mandato de repetir la unicidad de
Dios mañana y tarde, y enseñarlo a otros cada día. Vea Deuteronomio 6:4–
11).
Luego, subrayé los verbos de acción. Estos muestran lo que se debe hacer.
1) Meditar en la ley en todo momento (el texto dice: día y noche), con el
propósito de, 2) Hacer” y guardar. Es decir, poner por obra lo que está
escrito; lo cual tendrá como resultado, 3) Hacer prosperar su camino, de tal
manera que estará bajo la bendición de Dios.
Note que la prosperidad del “camino” del hombre, por el contexto, no
implica que cualquier cosa que haga, sea buena o mala estará bendecida, ¿por
qué? Porque una persona que esté viviendo bajo sujeción al libro de la ley,
sólo hará cosas aprobadas por Dios, y por ello, el camino que tome será un
camino de justicia, rectitud, santidad, y devoción al Dios verdadero.
Las cosas que hemos podido deducir hasta ahora salen del texto mismo.
Una vez que tengamos más herramientas, podremos profundizar mucho más
en nuestro estudio de pasajes como este. Entre las preguntas que querremos
hacer en el futuro estarán cosas como: ¿Qué es el libro de la ley exactamente?
¿A quién aplica el mandamiento? ¿Será que hay personas a las cuales no
aplica? ¿ ¡Verdaderamente hay un mundo emocionante que explorar!
TAREA
1. Esta semana repase todo el orden de los libros de la Biblia, desde Génesis
hasta Apocalipsis.
2. Repase todos los versículos aprendidos hasta ahora.
3. Memorice: 2 Timoteo 2:15, “Procura con diligencia presentarte a Dios
aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la
palabra de verdad.”
4. Puntos extra: Memorice Josué 1:8, “Nunca se apartará de tu boca este libro
de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y
hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás
prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”
5. Esta semana continuamos leyendo 2 capítulos de la Biblia por día: del
capítulo 27 al 28 del Libro de los Hechos de los Apóstoles, y los capítulos 1
al 12 del Evangelio de Juan.
6. Se le recuerda que ya debería tener los libros requeridos para el estudio
efectivo de la Biblia. Para la siguiente clase por lo menostenga acceso a una
Concordancia Strong y a un Diccionario de la Lengua Española, ya sea en
forma de libro o de manera digital.
7. Practique la observación bíblica con el texto de Hechos 1:8. Anote todo lo
nuevo que aprenda de su observación.
Herramientas para el estudio bíblico I: Diccionario de
la Lengua Española
y Concordancia Bíblica
En este capítulo:
Usando un Diccionario Español para ayudarnos a entender la Biblia.
Además, una herramienta poco usada, pero una de las más útiles para
encontrar pasajes bíblicos cuyo contenido conocemos, pero no sabemos
dónde encontrarlos: El uso de la Concordancia Completa o Exhaustiva.
Diccionario de la Lengua Española
Una de las herramientas que nos ayudan a
un mejor entendimiento de la Biblia es el Diccionario de la Lengua
Española(como el famoso Pequeño Larousse ). Si usted sabe el abecedario o
alfabeto, puede utilizar un Diccionario sin ningún problema. Si le sorprende
que un libro acerca de entender mejor la Biblia le esté recomendando utilizar
un Diccionario de Español, permítanos explicarle el por qué.
Ya que vimos en una lección pasada que el idioma español no es estático,
sino que cambia con el tiempo; no debería sorprendernos que encontraremos
en la Biblia algunos términos que aunque son en español, no son fáciles de
entender. Al mismo tiempo, no todos tenemos la misma facilidad de entender
nuestro propio idioma dependiendo dónde hayamos nacido, donde estemos
viviendo, hasta qué curso de la escuela hicimos, si somos lectores por
naturaleza, etc. Es indudable que vivir en Estados Unidos, u otro país cuya
lengua primaria no es el castellano, afecta cuánto español sabe una persona.
Entonces, si queremos verdaderamente entender lo que Dios nos está
diciendo en Su Palabra, de vez en cuando es bueno buscar el significado de
algún término que no sea familiar para nosotros. Esto nos ayudará a largo
plazo ya que, cada vez que volvamos a leer ese pasaje, u otro donde se
emplee el mismo término, sabremos precisamente el significado que tiene.
Cabe recalcar que cuanto más grueso sea el Diccionario que emplee, más
completas serán las definiciones y ejemplos que ha de encontrar, e inclusive
puede que tengan imágenes de ilustración.
Por ejemplo, la Biblia contiene un versículo corto que dice: “Orad sin
cesar” . Sabemos lo que implica “orar”; ¿pero qué quiere decir “cesar”? Si
buscamos la palabra en el Diccionario encontraremos:
Entonces “cesar” es “dejar de producir” o “dejar de desempeñar una
actividad”. Orar sin cesar, entonces quiere decir que no dejemos de producir
oraciones, o que no dejemos la actividad de la oración. Es otra manera de
decirnos: “Oren constantemente” u “oren siempre”. Bueno, este ejemplo fue
simple. Veamos un versículo que fue muy usado por los jóvenes de nuestra
iglesia en los días de mi juventud en la Iglesia Central de Bolivia:
“Yo soy el SEÑOR , y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí. Yo te
ceñiré, aunque tú no me conociste.” (Isaías 45:5)
Es un verso hermoso que revela la unicidad de Dios. Hay un solo Dios y
ese es YHWH; no puede haber otro. Hasta ahí es muy claro, pero ¿qué quiere
decir con “yo te ceñiré”? Dudo que si nos hubieran preguntado en ese tiempo
lo que esta parte significaba hubiéramos podido explicarlo con certeza.
Busquemos la palabra “ceñir” en el Diccionario:
------------------------------------------------------------------------------
IMPORTANTE: Nunca aplique TODOS los
significados de una palabra a un texto específico.
Siempre tome en cuenta el contexto inmediato para
saber cuál de los varios significados puede ser
aplicable. A veces habrá más de una opción, pero casi
NUNCA aplicarán todos los significados.
-----------------------------------------------------------------------------Note que no todos los significados en la lista de arriba pueden aplicar al
versículo de Isaías que estamos tratando. Siempre es necesario ver el
contexto; y es el contexto que nos permite decidir que los significados 1 y 2
son, posiblemente, aplicables en nuestro caso. En la Biblia, “ceñir” a alguien
implica ayudarlos a vestirse, puede ser preparándose para una batalla. Al
mismo tiempo, el texto parece implicar el rodear a alguien completamente,
dando la idea de protección.
Como una conclusión parcial, podemos decir que en nuestro texto, el Dios
único se presenta a Ciro como Aquel que lo escogió para una obra, y que lo
ha “vestido” para realizarla, aunque Ciro mismo no tenía conocimiento de ese
Dios verdadero. El lector notará cuánto hemos avanzado en nuestra
comprensión de un pasaje bíblico simplemente con el uso de un Diccionario
de la Lengua Española.
Veamos otro ejemplo:
“¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros
resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también
vosotros.” (Hechos 7:51)
Por el contexto, tenemos una idea de lo que significa la palabra “cerviz”.
Pero para tener una idea exacta es mejor buscarlo en el Diccionario:
Medite en los significados que lista el Diccionario, recordando que no
todos los significados aplican en todos los casos. Ya que el significado literal
no concuerda con nuestro texto de Hechos, debemos buscar un significado
secundario, que en este caso es descrito como “coloquial”; es decir, un dicho
de uso popular. Saque sus propias conclusiones.
En el mismo versículo se encuentra la palabra “incircuncisos”. Búsquela en
su Diccionario. Si no la encuentra, busque alternativas. En este caso, puede
buscar “circunciso”, “circuncidar”, “circuncisión”, etc. Si una de ellas no le
da suficiente información, trate otras. Cuando lo encuentre, recuerde que ya
que la primera palabra que encontramos “cerviz” está siendo usada
figurativamente, es posible que esta palabra también este siendo usada de esa
manera. Pero en otros versículos el significado primario y literal que el
Diccionario le da a “circuncisión” es posiblemente el que debemos entender.
A veces es bueno no asumir que uno ya sabe el significado de ciertas
palabras. Saber la definición exacta puede abrir su entendimiento a cosas más
exactas, y hasta modificar ciertas ideas o imágenes que usted tenía. Practique
buscando las siguientes palabras en su Diccionario de Español:
• “Perversa” – Hechos 2:40
• “Escarnecer” – Salmo 1:1
• “Doctrina” – 1 Timoteo 4:16
• “Yugo” – Mateo 11:29–30
• “Templanza” – Gálatas 5:22–23
• “Cayado” – Salmo 23:4
• “Discípulo” – Lucas 14:27
• “Zarza” – Éxodo 3:2
• “Mandrágora” – Génesis 30:14–17
• “Adarga” – Salmo 91:4
• “Concupiscencia” – Santiago 1:14–15
Tal vez usted misma ha encontrado algunas palabras no muy claras en sus
lecturas diarias. Búsquelas y practique su uso del Diccionario. Recuerde
escribir sus hallazgos en su cuaderno de notas bíblicas. Esto hará que retenga
de mejor manera el nuevo conocimiento que está adquiriendo, y le servirán
de repaso cuando lo necesite.
Precaución: Por favor tenga en cuenta que este ejercicio es de
comprensión. El objetivo es que entendamos más de nuestras Biblias. No
debemos utilizar este método para formular doctrinas; especialmente si
cometemos el error de permitir que la parte importante de nuestra doctrina
seadefinida por un Diccionario de la Lengua Española. En casos así debemos
utilizar todas las herramientas a nuestra disposición para asegurarnos que
nuestro entendimiento es conforme a verdadero conocimiento, y no a un error
de traducción, o de un sinónimo en el idioma español. Lo ideal es consultar
una Biblia interlineal, averiguar cuál es la palabra original, ver qué dice el
Léxico de Strong , y tal vez otros léxicos más académicos, y tener en cuenta
todos los contextos, para poder entonces definir la palabra doctrinal que
estamos tratando.
Concordancia Bíblica
A todos nos ha pasado: Sabemos que la Biblia dice algo específico,
pero no podemos acordarnos la referencia exacta. ¿Fue dicho por Pablo o
Pedro? ¿Fue en el Antiguo Testamento o en el Nuevo? ¿Era en un Evangelio
o en una de las epístolas? Si fue en un Evangelio, ¿en cuál de ellos?
La Concordancia es un libro organizado con palabras en orden alfabético,
igual que nuestro Diccionario de la Lengua Española. Es decir, las palabras
que comienzan con “A” (como, “Aarón”) aparecen al principio, luego las que
comienzan con “B” (como, “Bautismo”), después las con “C” (como,
“Cabeza”), y así sucesivamente. La diferencia es que, mientras que el
Diccionario normal define posibles significados de una palabra, la
Concordancia no da definiciones, sino que cita todas las referencias donde
aparece una palabra específica a través de la Biblia.
Si practicó exitosamente el uso del Diccionario de la Lengua Española,
usted puede usar una Concordancia. Es decir, el proceso es similar e igual de
fácil. En poco tiempo podrá encontrar fácilmente cualquier referencia bíblica
que necesite.
Por ejemplo, usted está conversando con alguien y menciona que Jesús
afirmó: “Yo y el Padre uno somos”. La persona con la que está conversando
insiste que Jesús nunca dijo eso. Su único recurso es mostrárselo en la Biblia;
pero, ¿dónde se encuentra ese versículo?
Si su Biblia tiene una Concordancia breve, es muy posible que pueda
encontrarla ahí. Si está en casa, puede agarrar su Concordancia Exhaustiva y
buscar la palabra “Padre”. Ya que Jesús tuvo que hacer esta afirmación en
uno de los evangelios, en la larga lista donde aparece la palabra “Padre”,
usted se enfocará en la sección que comienza con referencias en el Evangelio
de Mateo y termina con aquellas en el Evangelio de Juan.
Busque la sección de la letra “P”. Note que en la Concordancia, en las
referencias bajo la palabra “Padre”, esta palabra aparecerá abreviada como p
o P, dependiendo si se usa con mayúscula en el texto bíblico o no. Ya que el
versículo que usted está buscando lleva la palabra Padre con mayúscula;
usted se enfocará sólo en los versículos que lleven la P. De esta manera, en
poco tiempo encontrará que el versículo mencionado se encuentra en Juan
10:30, y puede compartirlo con la persona que lo pidió.
Note que si usted sabía que el verso mencionado se encontraba en el
Evangelio de Juan (que es el Evangelio que más claramente revela la deidad
de Cristo y reporta los dichos de Jesús más que sus hechos), entonces podía
haberse enfocado en su búsqueda en la Concordancia en ese Evangelio. El
proceso hubiera sido mucho más corto. Ahora, mencionamos que si tiene una
Concordancia breve en su Biblia, podría haberla usado. ¿Qué tan útil es esa
Concordancia breve?
Escoja una Biblia con una buena Concordancia
La mayoría de las Biblias de hoy vienen con una Concordancia breve
en la parte de atrás. Recomendamos una cuya Concordancia sobrepase las
doscientas páginas; de otra manera será demasiado corta y muchas palabras
que usted necesitará no se encontrarán en ella. La Biblia de Referencia
Thompson (Reina-Valera 1960) tiene una Concordancia aceptable.
Asimismo, en mi primer o segundo año de conversión una amiga en la iglesia
me bendijo conuna Biblia Anotada de Scofield , cuya Concordancia utilicé
exitosamente en multitudes de ocasiones (por favor vea la palabra de cautela
con respecto a Biblias de Estudio en este libro).
Pero para la persona que ha de estudiar seriamente la Biblia, no hay mejor
herramienta que una Concordancia Exhaustiva o Completa. [¡Busque las
palabras “concordancia” y “exhaustiva” en su Diccionario de Español!]
Siendo que hoy en día la Concordancia Strong combina la función de
búsqueda de palabras para encontrar versículos, junto con léxicos breves de
las palabras originales, tanto en hebreo como en griego, creemos que es la
mejor versión para el estudiante de la Biblia.[15]
Cómo buscar palabras en la Concordancia
Encontrar algunos versículos requiere un poco de táctica. Esto no es
difícil, y una vez que lo aprenda será muy fácil. Por ejemplo, si quisiéramos
buscar el versículo que dice: “sino, como aquel que os llamó es santo, sed
también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir.” Debemos decidir
cuál de las palabras que aparecen en el versículo nos daría el resultado más
rápido.
Si buscáramos la palabra “como” encontraríamos demasiadas opciones y
nos llevaría demasiado tiempo leer cada una, ya que es una palabra muy
común, y aparece 3.465 veces en toda la Biblia. Lo mismo con palabras como
“aquel” (761 veces), “vosotros” (1.746), etc. Es decir, lo mejor es utilizar la
palabra más inusual del versículo.
En nuestro ejemplo, la palabra “santo” aparece 334 veces, “manera”
aparece 348, y “vivir” sólo 52 veces. Esta última no es tan común y hará
nuestra búsqueda más breve. Al buscar la frase: “manera de v” en la sección
del Nuevo Testamento de nuestra Concordancia, encontramos que nuestro
texto está en 1 Pedro 1:15. Entonces, una manera más efectiva de usar la
Concordancia es buscando palabras que no aparecen tan comúnmente en las
Escrituras.
Veamos otro ejemplo: Usted está conversando con alguien y usted le
cuenta cómo fue bautizado en el nombre de Jesús para alcanzar salvación en
Dios. La otra persona se incomoda un poco e insiste:
— “El bautismo no salva”.
Usted cita la escritura que dice:
— “El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva… por la
resurrección de Jesucristo” .
La respuesta de la otra persona es:
— “¿Dónde está ese versículo?”
Tal vez usted no recuerda la parte del medio (por ello pusimos los puntos
suspensivos), pero tiene suficiente material para un búsqueda. ¿Qué palabras
nos ayudarían a encontrar este verso fácilmente? Busquemos las palabras que
son poco comunes en la Biblia:
• “Bautismo”. Es prominente en el Nuevo Testamento, pero no tanto
que sea difícil encontrar nuestro verso.
• “Corresponde”. Esta palabra posiblemente sólo aparezca en la
Concordancia Exhaustiva, pero es una excelente opción.
• “Salva”. La palabra salvación aparece tanto en el Antiguo como en el
Nuevo Testamento.
• “Resurrección”. Es una muy buena palabra. No hay tantas
resurrecciones en la Biblia.
• “Jesucristo”. Aparece en multitud de versículos en el Nuevo
Testamento.
En general, este versículo no será difícil de encontrar. Así que busquemos
la referencia bajo “bautismo”. Primeramente encontramos la letra “B” en
nuestra Concordancia, y luego la palabra que requerimos. Ya que la
Concordancia generalmente abrevia la palabra clave, estamos buscando un
versículo que diga: “El b que corresponde…”. Veamos:
No nos tomó mucho tiempo encontrar nuestro versículo en 1 Pedro 3:21 y
lo podemos compartir dichosamente con nuestra amistad. Es posible que en
el proceso de encontrar nuestro versículo notamos otros que tal vez sería
bueno compartir con la persona que estamos conversando. Mientras
permitamos que la Biblia pruebe nuestro caso, no tendremos problemas en
nuestros diálogos bíblicos. Practiquemos:
¿Dónde se encuentran los siguientes versículos?
• “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será
condenado.” ____________________
• “No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer;
porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace.”
____________________
• “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había
perdido.” ____________________
• “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente
suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.”
____________________
• “La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse
crecer el cabello?” _________________
• “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.”
____________________
• “Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a
fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así
también nosotros andemos en vida nueva.” ____________________
• “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas
os serán añadidas.” ________________
• “No con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos.”
____________________
• “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se
acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.”
____________________
• “El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se
aparta alcanzará misericordia.” ____________________
• “Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que
era y que ha de venir, el Todopoderoso.”
____________________
• “Estad siempre gozosos.” ____________________
• “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer;
porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.” ____________________
• “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.”
____________________
• “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.”
____________________
• “Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo
soy.” ____________________
Otros usos de la Concordancia
A veces resulta más productivo leer lo que la Biblia misma dice con
respecto a un tema específico, que leer un libro de teología. Tal vez esto
suene muy obvio para usted (y lo es); pero, mucha gente consulta tales libros
antes de abrir una página de la Biblia. Por ejemplo, para ver lo que los judíos
entendían por la palabra “diestra” es más provechoso recurrir a la
Concordancia y leer en ella la manera y las circunstancias en las cuales tal
palabra es utilizada. Luego usted mismo puede sacar sus conclusiones. Tenga
en cuenta que la siguiente figura es simplemente parte de una página; su
Concordancia tendrá mucha más información:
Tal vez usted notó que algunas de las referencias mencionaban también la
“siniestra”. Si no sabe a qué se refiere esa palabra, búsquela en su
Diccionario de Español. Puede también buscar la palabra en su Concordancia
para tener una idea más clara del uso que tiene en la Biblia. Haciendo esto
notará que las referencias a la “diestra” son mucho más numerosas que las
menciones de la “siniestra”. Esto debería informarnos que, aparentemente, la
diestra es de preferir por algún motivo. Las razones para ello fluirán de
nuestra misma investigación. Dese cuenta que al formular nuestras
conclusiones no estamos simplemente siguiendo lo que han dicho los
teólogos, sino que estamos permitiendo que la Escritura misma defina sus
usos de ciertas palabras.
TAREA
1. Esta semana repase todo el orden de los libros de la Biblia, desde Génesis
hasta Apocalipsis.
2. Repase todos los versículos aprendidos hasta ahora.
3. Memorice: “Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no
naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” (Juan
3:5)
4. Puntos extra: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no
creyere, será condenado.” (Marcos 16:16)
5. Esta semana continuamos leyendo 2 capítulos de la Biblia por día: del
capítulo 13 al 21 del Evangelio de Juan; capítulos 1 al 5 del libro de
Proverbios.
Herramientas para el estudio bíblico II: Obras de
Referencia y Consulta
¿Qué diferencia hay entre un Diccionario común y un Diccionario
Bíblico? ¿Qué otras obras de consulta son de utilidad? ¿En qué me ayuda un
libro de Usos y Costumbres de los Judíos?
Ciertos pasajes bíblicos emplean algunas palabras bíblicas que no son
fáciles de entender, y para las cuales un Diccionario de la Lengua Española
no es de mucha ayuda. Tales palabras tienen significados doctrinales o
teológicos, y son entendibles solamente en el contexto religioso o netamente
judío-cristiano. Para situaciones así se crearon las obras de referencia y
consulta, como por ejemplo, los diccionarios bíblicos.
Aunque en este curso nos enfocaremos en un Diccionario Bíblico general,
existen algunos diccionarios y otros recursos que son más especializados.
Estos últimos tienen el objetivo de llenar ciertas necesidades académicas para
pastores, ministros, maestros, y estudiantes de institutos bíblicos. Todos estos
son utilizados como herramientas en el arte de la interpretación bíblica. La
investigación es parte de la lectura concienzuda de las Sagradas Escrituras.
“Me ha parecido también a mí, después de haber investigado con
diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh
excelentísimo Teófilo, para que conozcas bien la verdad de las cosas en las
cuales has sido instruido.” (Lucas 1:3–4)
Diccionario de Teología
Este recurso recopila de manera alfabética
términos, conceptos, definiciones, doctrinas, sucesos históricos, etc. que
tienen que ver con la teología. Note que aunque algunas palabras como
“ablución”, “abstinencia”, “lascivia”, etc.; o frases como “acción de gracias”,
“lavado de los pies”, pueden encontrarse en otros diccionarios, en éste
Diccionarios recibirán un tratamiento detallado y explicarán su significado
bíblico-teológico. También habrán frases teológicas que no se pueden
encontrar en un Diccionario Bíblico (por no ser palabras bíblicas) como
“Reatus culpae, reatus poenae”, “imago Dei”, “traducianismo”, “unión
hipostática”, etc.
Concordancia Temática de la Biblia
Que recopila versículos no basado en palabras
sino en tópicos; es decir, versículos que traten con el tema de la batalla
espiritual, por ejemplo, contengan esas palabras o no, son agrupados bajo la
palabra “Batalla (Espiritual)”. Allí se encontraran versos que hablen tanto de
la batalla de la fe (1 Timoteo 6:12); de la batalla interna del creyente
(Romanos 7:23); así como de la protección prometida en tales casos (Salmo
91:4; Zacarías 2:5). También estarán listados versos que describan a Dios
como nuestro refugio (Éxodo 32:22), fortaleza (Salmo 18:2), y más; y lo que
reciben aquellos que vencen (Apocalipsis 2:17; 3:5, 21); etc. Otros temas que
puede encontrar en la Concordancia Temática son: Dios, Cristo, Espíritu
Santo, Oración, Iglesia, Ministerio, Vida Futura, etc., etc.
Biblias Interlineales
Ya aprendimos que la Biblia original no fue escrita
ni en inglés ni en español, sino en hebreo, arameo y griego. También
aprendimos que algunas Biblias son traducidas más literalmente que otras.
Pero, si uno quiere acercarse aún más a las palabras originales, y no puede
invertir en el aprendizaje de los idiomas originales, una buena alternativa se
encuentra en textos interlineales.
En estas publicaciones se encuentra el texto original en
una línea, e inmediatamente debajo otra línea con una traducción palabra por
palabra. Note que en el caso del Antiguo Testamento Interlineal HebreoEspañol (publicado en varios tomos) se lee al revés del español, es decir, de
derecha a izquierda; por ello se comienza con Génesis al final del libro y se
va leyendo para adelante. El Nuevo Testamento Interlineal Griego-Español se
lee como el español, de izquierda a derecha.
El siguiente ejemplo de un texto interlineal es una foto de la página de
Deuteronomio 6:4 que literalmente dice: “Oye Israel Yahweh nuestro-Dios
Yahweh uno”.
A continuación veamos el versículo de Juan 20:28 donde el discípulo
Tomás se encuentra con el Señor resucitado y al verle exclama, literalmente:
“¡El Señor de mí y el Dios de mí!”.
Atlas Bíblico
Una obra que contará con mapas a todo color de las tierras bíblicas,
tanto como eran en el Antiguo Testamento, así como en el Nuevo
Testamento. También tendrá descripciones de la geografía de las tierras
bíblicas, batallas importantes, los límites de la Tierra Prometida, hallazgos
arqueológicos, etc. Si encuentra un buen Diccionario Bíblico con gráficas y
mapas a color, es posible que pueda prescindir de este recurso.
Usos y Costumbres de los Judíos
También titulado Usos y Costumbres de las
Tierras Bíblicas. Siendo que los lectores de hoy estamos separados del
mundo bíblico tanto por geografía como por tiempo, y aún cultura,
necesitamos un poco de ayuda para entender la mentalidad y costumbres de
esos tiempos. Algunas de tales costumbres son completamente diferentes de
las nuestras y por ende necesitamos un puente que nos ayude a cruzar el vasto
abismo que nos separa. Ese es el propósito de un libro como este.
Parte de la información que será de mucha utilidad para el lector bíblico
incluye la identidad, doctrinas y propósitos de los fariseos, saduceos, zelotes,
y aún de los afamados esenios del área de Qumrán, cerca del Mar Muerto
(¿Se acuerda el lector de los rollos de escrituras descubiertos en esa área?).
También comparte descripciones de cómo se desarrollaba la vida diaria en los
tiempos bíblicos; cómo se vestían y qué comían; costumbres relacionadas con
la adoración en el Templo, etc. Este tipo de libro debe leerse de principio a
fin con atención. Luego, el lector se dará cuenta que su comprensión de los
textos bíblicos se habrá acrecentado.
El Diccionario Bíblico
Este es un recurso que recomendamos tenga
cada familia. Compre el de más páginas y con más ilustraciones que pueda,
ya que consultará este recurso multitud de veces en los siguientes años. Este
diccionario es una ayuda para entender palabras no comunes que ocurren en
la Biblia, desde personajes como Abrahám, Moisés y Pablo, pasando por
lugares como Babilonia, Nazaret y Galacia, hasta cosas como el arca de Noé
y el arca del pacto. Es decir, si un Diccionario de Español no define alguna
palabra con precisión doctrinal, el Diccionario Bíblico lo hará. Y si invierte
en el Diccionario más completo que pueda, es muy posible que no necesite
invertir en un Atlas Bíblico o aún un libro de usos y costumbres de los judíos.
El Diccionario Bíblico indaga información aplicable a la cuestión siendo
estudiada de diversas fuentes, ya sean históricas, geográficas, arqueológicas,
filológicas, rabínicas, etc. Su objetivo es dar, de manera suficiente, la
información que el estudiante de la Biblia necesita para comprender el tema
bajo estudio. Por supuesto, el estudiante serio de las Escrituras no basará
conclusiones importantes sólo en lo aprendido en un diccionario, pero es un
buen comienzo, y una práctica que todo cristiano debe aprender.
Tal vez usted está leyendo una de las cartas de Pablo y llega a un versículo
donde dice:
“Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también
éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en
cuanto a la fe.” (2 Timoteo 3:8)
Al tiempo de buscar en su Diccionario de Español la palabra
“réprobos” y tal vez hasta “corruptos”, se pregunta:
— ¿Quiénes son Janes y Jambres?
Estos nombres no le parecen conocidos. Usted leyó todo el Antiguo
Testamento y no los recuerda. Busca estos nombres en su Concordancia
Exhaustiva y sólo aparecen en 2 Timoteo, en el pasaje que usted está
estudiando. ¿Qué hacer? Es aquí cuando el Diccionario Bíblico viene en su
ayuda. Encuentra la letra “J”, y luego aparecen “Janes y Jambres”. Este es el
reporte del Diccionario Bíblico Holman:
Aparentemente, ya que Pablo era un rabino,
sabía de esta tradición, así como sus oyentes, y por lo tanto utiliza a estos
magos egipcios como ilustración de aquellos que en los últimos días
utilizarán la religión como fuente de ganancia y placeres carnales.
Como en todo lo que hacemos, debemos reconocer que la única fuente
infalible de información se encuentra en las páginas de la Biblia, por ello, se
debe tomar con una pizca de sal lo que se lee en estas herramientas. Por
ejemplo, uno de los mejores diccionarios bíblicos producidos netamente en
español es el Gran Diccionario Enciclopédico de la Biblia, y ganador de por
lo menos dos premios de literatura cristiana. Por lo cual me sorprendió que en
un artículo escrito por el editor mismo del diccionario se refiere a la mujer
samaritana de la siguiente manera:
La referencia entre paréntesis que supuestamente prueba que la mujer
samaritana era una prostituta es Juan 4:18. Veamos lo que dice:
“Porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido;
esto has dicho con verdad.”
(Juan 4:18)
No hay ninguna mención de que la mujer fuera una ramera. De hecho, en
los tiempos bíblicos la mujer no podía separarse del marido. Era el varón
quien iniciaba el proceso y podía dar una carta de divorcio, no la mujer.
Aunque no sabemos las circunstancias exactas que llevaron a la samaritana
a tener cinco maridos, y aparentemente estaba viviendo en fornicación con un
hombre que no era su marido, no se puede hacer el salto y decir que lo que
hacía era entregar su cuerpo a cambio de dinero. Tal vez las tradiciones
cristianas afectaron la interpretación del autor de ese artículo, o lo común que
era en el primer siglo tal oficio para mujeres sin apoyo económico alguno (la
otra opción era la esclavitud) pero el texto inspirado no dice que ella era una
prostituta. Permitir tal clasificación es una injusticia para con esa mujer y los
predicadores deben tener mucho cuidado de perpetuar tales ideas erróneas.[16]
Practique investigando los siguientes temas en el Diccionario Bíblico:
• Propiciatorio
• Predestinación
• Pesos y Medidas
• Piedra del ángulo
• Saduceos
• Armagedón
• Hermenéutica
• Mesías
• Antropomorfismo
Se recuerda al lector que hay varias versiones de cada una de estas obras
de consulta, y que generalmente es bueno comparar varias antes de adquirir
una. Por supuesto, lo ideal sería que usted pudiera encontrar una versión
netamente apostólica; en su defecto, será preferible una versión pentecostal o
evangélica a una católica o reformada.
TAREA
1. Esta semana repase todo el orden de los libros de la Biblia, desde Génesis
hasta Apocalipsis.
2. Repase todos los versículos aprendidos hasta ahora.
3. Memorice: “Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él
salvará a su pueblo de sus pecados.” (Mateo1:21)
4. Puntos extra, memorice: “Un Señor, una fe, un bautismo” (Efesios 4:5)
5. Esta semana comenzamos a leer 3 capítulos de la Biblia por día, los
capítulos 6 al 26 del libro de Proverbios.
Herramientas para el estudio bíblico III: Uso de los
léxicos de Strong
¿Cómo se utiliza el Léxico Strong? ¿Cuáles son los peligros de usar
herramientas en los lenguajes originales? ¿Cuál es la mejor manera de
realizar un estudio de palabras clave?
¿Quién define el significado de una palabra?
Aquí debemos insistir que los léxicos y diccionarios no definen el
significado de las palabras usadas en la Biblia, sino que simplemente dan una
lista de posibles significados. Lo que en realidad define el significado de la
palabra en cuestión es el contexto literario inmediato.[17]
Por ejemplo, la palabra “mano” puede definirse de manera muy general
como “una parte del cuerpo humano”; pero mire los variados significados
que puede tener (ponga el significado que usted entiende debajo de cada
oración):
• “Dame una mano”
____________________________________
• “Tiene buena mano para los negocios”
____________________________________
• “Juguemos otra mano”
____________________________________
• “Otra mano de pintura”
____________________________________
• “Mano de obra”
____________________________________
• “Lávese a mano”
____________________________________
• “¿Tienes a mano una pluma?”
____________________________________
• “Con las manos en la masa”
____________________________________
• “A mano armada”
____________________________________
• “No le levantes la mano”
____________________________________
• “Llegó con las manos vacías”
____________________________________
• “Darse la mano”
____________________________________
• “Información de primera mano”
____________________________________
• “Un carro de segunda mano”
____________________________________
• “Se me fue de las manos”
____________________________________
• “Mano dura”
____________________________________
• “Pedir la mano”
____________________________________
• “Pongo las manos al fuego”
____________________________________
• “Lavarse las manos”
____________________________________
El lector entiende el significado de cada expresión por el contexto usual en
el que se utiliza tal enunciado, por el trasfondo cultural y lingüístico de las
locuciones. Repitiendo, el significado de “mano” es asignado por el contexto.
Tratar de forzar un solo significado para la palabra “mano” en todas esas
expresiones en realidad las destruiría y tergiversaría su significado
irreparablemente. Lo mismo sucede cuando tratamos de asignar un solo
significado a alguna palabra bíblica basados en una de las opciones listadas
por un léxico o diccionario.
Léxicos griegos y hebreos
Cuántas veces se ve gente citando una
parte del léxico breve de la Concordancia Strong como si fuera la autoridad
suprema; cuando en realidad simplemente están escogiendo el significado
que les conviene, de entre los varios sugeridos, y forzando tal significado
sobre el texto que están estudiando.[18] Ya que esa práctica es demasiado
común, especialmente entre la gente que le gusta debatir a través de los
medios sociales como Facebook, debemos mencionarlo aquí.
La Concordancia Exhaustiva de Strong es una herramienta muy útil, como
hemos visto en otro capítulo. Pero, aparte de ayudarnos a encontrar versículos
cuya localización no sabemos con certeza, puede ayudarnos a investigar cuál
es la palabra original utilizada en cualquier palabra de cualquier versículo
bíblico; ya sea de una palabra hebrea en el Antiguo Testamento, o una
palabra griega en el Nuevo Testamento. El proceso no es difícil. Strong ha
asignado un número a cada palabra que aparece en la Biblia de tal manera
que si la persona no sabe nada de Griego ni Hebreo, todavía puede encontrar
cualquier palabra original que está buscando. Adicionalmente, puede ver
definiciones de la palabra en cuestión en los breves léxicos que se encuentran
al final de la Concordancia Strong ; todo esto basado en el número asignado,
sin haber leído ni una letra en otros idiomas.
El estudiante debe recordar que palabras que aparecen en el Antiguo
Testamento se encontrarán en el léxico hebreo, y palabras que aparecen en el
Nuevo Testamento estarán en el léxico griego.
• Antiguo Testamento —> Hebreo (y algunas en
Arameo)
• Nuevo Testamento —> Griego
Supongamos que deseamos estudiar la palabra “amor” utilizada en Juan
3:16:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
El primer paso es encontrar Juan 3:16 en la Concordancia por medio de
buscar el verbo “amar”, el cual tendrá varios listados de los diferentes usos
del verbo. Sabemos que nuestro versículo está en el Nuevo Testamento, en el
Evangelio según Juan. No tardamos mucho en encontrarlo, y vemos que
“amó fue asignado por Strong el número 25. Ese es el número que debemos
buscar en el léxico Griego-Español de la Concordancia.
El léxico nos indica que “amó” viene del verbo griego agapao y nos da una
definición:
Notamos que ese verbo está relacionado con la palabra agápe , que
seguramente el lector ha escuchado que es el tipo de amor divino, un amor
puro. La teoría que muchos predican es que agápe es un tipo de amor divino;
y filéo , un amor fraternal, humano. Nos preguntamos si esto es cierto. No
será muy difícil averiguarlo. Note que en nuestra Concordancia el versículo
inmediatamente debajo de Juan 3:16 es Juan 3:19 donde dice:
“Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron
más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.”
Lo sorpresivo es que el número de palabra es también el 25; o sea que la
palabra original allí es agapao , igual que en Juan 3:16. Entonces, debemos
concluir que la teoría que el amor agápe es siempre un amor puro y divino
no tiene base bíblica.[19]
Ahora, ¿será cierto que filéo es necesariamente un amor de menor calidad
que agapao ? Veamos. Note en nuestra página de la Concordancia, bajo Juan
3:16, el versículo de Juan 5:20 dice que “el Padre ama al Hijo, y le muestra
todas las cosas”. El número que Strong le ha asignado es el 5368. Cuando lo
buscamos en el léxico nos da la palabra original en el griego:
¿Será que basados en este hecho podemos decir que el amor de Dios por el
Hijo es de menor calidad? ¡Absolutamente que no! Esto nos enseña que
ambas palabras griegas pueden ser utilizadas para expresar diferentes tipos de
amor, dependiendo del contexto. Esta situación ilustra, una vez más, que el
contexto es el que determina el significado de las palabras, y no tanto el
léxico, como algunos quieren hacernos creer.
“Poder” no era dinamita
También debemos cuidarnos de no asignar a las palabras bíblicas
significados que estas no tenían cuando se estaban escribiendo. Por ejemplo,
usted ha oído que Jesús prometió a sus discípulosque cuando el Espíritu
Santo descendiera sobre ellos les daría el poder de la dinamita, porque (dicen
algunos) la palabra “poder” en Hechos 1:8 viene de la palabra
griega dúnamis , de donde obtenemos nuestra palabra para “dinamita”.
El problema de tal aseveración es que dúnamis nunca significó dinamita
en los tiempos bíblicos; esto sería imposible ya que la dinamita no se inventó
sino muchos siglos después, en el año 1.867. Los discípulos hubieran tenido
que esperar todo ese tiempo antes de poder recibir la “dinamita”. El léxico
nos dice que uno de los significados primarios de la palabra griega es “ser
capaz”; o sea, “capacitar”; y por ende el significado de recibir “poder”.
TAREA
1. Esta semana repase todo lo memorizado hasta ahora.
2. Memorice: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de
Dios” (Romanos 3:23)
3. Puntos extra: “Como está escrito: No hay justo, ni aún uno.” (Romanos
3:10)
4. Esta semana continuamos leyendo 3 capítulos de la Biblia por día, los
capítulos 22 al 31 del Libro de Proverbios; y en el Nuevo Testamento,
Romanos 1 al 11.
10
Principios de interpretación I:
¿Qué tipo de escrito es?
¿En qué se diferencia la interpretación de un evangelio con el de una
epístola? ¿Qué diferencias hay entre usar el Antiguo Testamento y el Nuevo?
¿Cómo se interpretan los Salmos, Proverbios, o Eclesiastés? ¿Qué necesito
saber para entender el Apocalipsis?
El peligro de “espiritualizar”
En este caso, la palabra “espiritualizar” no tiene que ver con la
espiritualidad ni con el Espíritu Santo; sino con el proceso creativo de
inventar significados que de otra manera nunca uno encontraría dentro del
texto bíblico. O sea, es un ejercicio en eiségesis (poner significado ajeno
sobre el texto de la Biblia), en vez de exégesis (extraer el significado del
texto mismo).
La correcta interpretación bíblica debe ser exegética. Lo que queremos
averiguar es exactamente lo que Dios, a través del escritor humano, quiso
expresar para nuestro beneficio; en vez de inventar significados que ni el
escritor bíblico ni Dios tuvieron en mente.
Los pentecostales somos campeones para agarrar cualquier parte de la
Escritura, con preferencia las historias del Antiguo Testamento, y hacerles
decir algo que nunca intentaron decir. Parte de la razón es que queremos decir
algo “profundo” que nunca nadie dijo; queremos ver un sentido que nadie en
la historia de la iglesia ha podido ver hasta que Dios nos llamó al ministerio y
nos escogió para darnos tales “revelaciones”. Lastimosamente, la gran
mayoría del tiempo tales revelaciones son simplemente inventos que olvidan
completamente el contexto del pasaje siendo utilizado.
Una vez que aprendí lo básico de la hermenéutica bíblica me tocó tirar
algunos mensajes que según yo (y algunas otras personas bienintencionadas)
eran “poderosas predicaciones”. ¿Y cuántos de nosotros—y me incluyo en el
grupo—no hemos visto en las cinco piedras de David las cinco letras: J-E-SÚ-S? (Aparentemente no nos importóque el nombre hebreo del Señor
es Yeshua , y que en griego sería Iesous , teniendo ambas palabras seis letras
cada una y no cinco). Y no quiero confesarle cómo hice que cada elemento de
la parábola del Buen Samaritano (el aceite, las dos monedas, el asno, las
vendas, etc.) tuviera un significado más profundo del que la gente común
podría recibir en toda una vida de estudio de las Escrituras. Ese fue otro
mensaje “bíblico” que tuve que tirar al basurero.
Géneros literarios
La interpretación bíblica responsable no es tanto imaginativa como
contextual, basada no en sueños clarividentes, sino en estudios responsables
del texto bíblico; y tal exposición comprometida se delimita con base en el
género literario al cual el pasaje bajo estudio pertenezca. Cada parte de la
escritura tiene una función específica en el texto y está escrita de manera que
se conforma a conocidos géneros literarios: epístola, proverbio, parábola,
narrativa, etc.
No tenemos el espacio para detallar cada género literario que el lector de la
Biblia encontrará, pero queremos darle algunos principios fundamentales que
le ayudarán a estudiar las Escrituras con más entendimiento, y tal vez hasta a
evitar crasos errores de interpretación.
Parábolas
En el caso de mi mensaje acerca del Buen Samaritano, olvidé que la
historia era una parábola, y que como tal era una historia ficticia que tenía el
propósito de enseñar una lección principal. Los detalles incluidos en la
historia no eran claves con significados ocultos, sino que simplemente tenían
la función de hacer la historia más vívida para los oyentes.
Su tema no era el evangelismo (como yo lo había aplicado) sino el amor al
prójimo. Y aunque no hay nada malo en enseñar a la iglesia a compartir su fe
con otros, yo estaba cometiendo el imperdonable error de predicar una
doctrina correcta utilizando los textos equivocados; y aunque tenía la mejor
intención, estaba siendo culpable de “torcer las Escrituras”, lo cual, para un
predicador, debería ser un pecado capital.
Note que aunque la parábola es inventada, los sucesos y personajes en ella
corresponden a la realidad. Es decir, no hay elementos fantásticos en ellos ni
son cuentos de hadas. No hay ogros gigantes, elefantes voladores, animales
que hablan, etc. No suceden en otros planetas ni con seres extraterrestres.
Una manera fácil de identificarlas es la frase con la que comienzan que
generalmente dice algo como: “Había un hombre que tenía dos hijos”; “el
reino de Dios es semejante a”; “Un rey”; etc. Las parábolas no utilizan
nombres propios. Por ello sabemos que la historia del rico y Lázaro en Lucas
16:19–31 no es una parábola, ya que utiliza el nombre de Lázaro, así como el
de Abraham. En este caso, Jesús describe un hecho que él conocía
personalmente; por lo tanto, lo expresado con respecto al Hades, el estado de
los muertos, etc. es revelación bíblica que debe ser aceptada como verídica
puesto que brota de los labios del Señor Jesús.
Leyes
Aunque las porciones legales como Levítico y Deuteronomio no hacen
divisiones entre leyes morales, ceremoniales, civiles, etc., tales
clasificaciones son, en su mayoría, evidentes en el texto mismo; y su
diferenciación necesaria para una correcta exégesis. Muchas de las leyes
ceremoniales servían de tipos que apuntaban a un cumplimiento en Cristo
(por ejemplo, los sacrificios de sangre). Aunque los sacrificios de bueyes y
ovejas era absolutamente necesario para la relación entre Dios y Su pueblo en
el Antiguo Testamento, tales sacrificios son superfluos una vez que Cristo, el
Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, ya ha dado Su vida por los
pecadores.
Pero las leyes morales reflejan la santidad misma de Dios y como Él son
incambiables. Si era pecado asesinar o robar a alguien en el Antiguo
Testamento, también lo será bajo el Nuevo Pacto. La moralidad de Dios no
cambia. Por ello, normas de modestia, santidad, y distinción de sexos aunque
aparecen a veces en compañía de mandamientos no morales, no por eso dejan
de serlo.
Deuteronomio 22:5
Por ejemplo:
“No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer;
porque abominación es al SEÑOR tu Dios cualquiera que esto hace.”
(Deuteronomio 22:5)
Algunos felizmente insisten que Deuteronomio 22:5 no puede aplicar hoy
en día por estar acompañado del verso 11 que, dicen ellos, ningún cristiano
necesita obedecer literalmente:
“No vestirás ropa de lana y lino juntamente.” (Deuteronomio 22:11)
Pero note que descartar todo el capítulo 22 de Deuteronomio como algo
“ceremonial” sería un error; ya que llevaría a afirmar que hoy en día los
hombres pueden vestir ropa de mujer y las mujeres traje de hombre. Me
pregunto si eso es lo que tales personas están abogando. Pero tal conclusión
suena contrario al tenor general de las Escrituras y deshace completamente la
distinción de sexos establecida por Dios en la creación y reafirmada en el
Nuevo Testamento en lugares como Romanos 1 y 1 Corintios 11. Me
pregunto también la agenda de personas que quieren practicar algo que la
Escritura llama una “abominación” (vea una vez más Deuteronomio 22:5).
Adicionalmente, tales personas tendrían que también insistir que el verso 30
ya no aplica hoy en día y que por lo tanto es permisible hacerlo:
“Ninguno tomará la mujer de su padre, ni profanará el lecho de su
padre.” (Deuteronomio 22:30)
Pero aún tal sugerencia suena demasiado inmoral para tomarla en serio. A
pesar de los argumentos mal dirigidos de los que se oponen a la modestia y
santidad, tal parece que Deuteronomio 22 sí contiene mandamientos morales
después de todo. Cada mandamiento debe evaluarse por su propio mérito, sin
importar lo que sea aceptable en el mundo pecaminoso de hoy o estén
practicando las denominaciones liberales del cristianismo nominal. Nosotros
debemos nuestra fidelidad a la Palabra de Dios, no al espíritu de esta era.
El diezmo
Note que hay algunas cosas que los cristianos de hoy practican que
sería un error basarlas en los mandamientos de la Ley. Por ejemplo, el
diezmo. Pedir el diezmo basado en la Ley de Moisés sería equivocado ya que
no estamos bajo tal Ley. Pero es apropiado dar diezmos voluntarios para la
obra del ministerio de Dios basado en el ejemplo de Abraham, el Padre de la
Fe, el cual dio diezmos cientos de años ANTES de que se diera la Ley de
Sinaí (Génesis 14:20). Siendo que este diezmo es algo voluntario, no cae bajo
ninguna restricción legal, ni debe ser hecho de una manera exacta, aparte del
significado normal del término mismo el cual implica que se da un diez por
ciento de nuestras ganancias (o sea que no puedo dar un diezmo que
equivalga sólo al 5%, porque ya no sería “diez-mo”).
Narrativa
Incluye historias como la de Israel, personajes bíblicos, los Evangelios
y el Libro de los Hechos. Tienen un propósito y este debe ser descubierto
para que el lector pueda beneficiarse. Con frecuencia enseñan ética y moral a
través de buenos ejemplos, o en su defecto de malos ejemplos que no
debemos seguir. También revelan a Dios y Sus propósitos.
Recuerde que no todo lo que la Biblia describe como hechos de sus
personajes son ejemplos para ser seguidos. Por ejemplo, David y Salomón
tuvieron muchas esposas, pero la Biblia indica desde Génesis que el patrón
divino es un hombre casado con una mujer para toda la vida (Génesis 2:24).
De hecho el relato bíblico mismo nos dice que tales mujeres fueron un
tropiezo para estos reyes. En este caso, tales relatos resultan en ejemplos que
debemos evitar a toda costa.
Poesía hebrea
Libros como Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés y Cantar de los
Cantares son clasificados como poesía. Pero sepa que algunos de los profetas
como Isaías y Jeremías, entre otros, contienen porciones poéticas. Algunas
Biblias ponen pasajes poéticos en formato de verso para ayudar al lector a
identificarlas. Se caracterizan no por el rimar de palabras como lo hace la
poesía occidental, sino por el armonizar de ideas de una oración a otra; esto
es conocido como “paralelismo”. Es reconocible porque dos o más líneas
expresan la misma ideología pero utilizando expresiones diferentes. La
armonía está en el pensamiento, no en el ritmo de los sonidos. Por ejemplo:
“Por la palabrade l SEÑOR fueron hechos los cielos,
Y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.” (Salmo 33:6)
“El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra
de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.” (Isaías 9:2)
Debemos entender que los hebreos son dados a repetir palabras o frases
sinónimas para enfatizar el pensamiento que quieren dar a conocer. Por
ejemplo:
“¡Tierra, tierra, tierra! oye palabra del SEÑOR.” (Jeremías 22:29)
“Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, Santo, Santo, SEÑOR de los
ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.” (Isaías 6:3)
Tales expresiones no intentan expresar una pluralidad de “Santos”, de la
misma manera que no existe una pluralidad de “Tierras”; sino que tal énfasis
simplemente equivale a lo que hacemos nosotros al escribir en negrilla y
subrayando: ¡Santo! o ¡Tierra!
Tal repetición triple a veces utiliza sinónimos en vez de repetir la misma
palabra, como en:
“Todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los
formé y los hice.” (Isaías 43:7)
Si ignoramos la manera en que funciona la mente hebreacaeríamos en el
error de torcer el significado pensando que crear, formar y hacer son cosas
diferentes; pero la realidad es que tales sinónimos son utilizados para
enfatizar la identidad del Creador y nada más. Un buen léxico/concordancia
muestra que los términos originales se utilizan indistintamente para describir
los mismos procesos.
Epístolas
El término “epístola” simplemente significa “carta”, y comúnmente
indican al principio tanto al escritor como al destinatario. El mejor consejo
que le puedo dar con respecto a la lectura de cualquier epístola (y casi
cualquier libro de la Biblia) es que la lea completamente de principio a fin,
preferiblemente en una copia que no tenga divisiones de capítulos ni
versículos (algunos programas bíblicos para computadora y algunas páginas
del internet permiten esto). Si su Biblia tiene tanto capítulos como versículos,
trate de ignorarlos y busque el fluir de la carta, el propósito de la misma, los
argumentos utilizados por el escritor, etc. Verá que entenderá muchos
versículos de mejor manera.
Asimismo, cada carta tiene un propósito por el cual fue escrita. 1 Corintios,
por ejemplo, fue una respuesta tanto a preguntas como a reportes de
desórdenes espirituales que Pablo recibió; por ello, al leerla debemos tener en
cuenta que uno de los objetivos del escritor es poner en orden ciertas
prácticas que habían salido de los márgenes apropiados.
Por lo tanto, no debemos tomar el dicho, “hágase todo decentemente y con
orden” (1 Corintios 14:40) como una prohibición a la alabanza echa con
exuberancia, ya que en realidad el contexto trata de la operación organizada
de los dones del Espíritu (no de la oposición a tales operaciones). Dicho sea
de paso, si su iglesia no demuestra tal ejercicio de los dones, debe
preguntarse el por qué. Los dones son también para la iglesia de hoy y tienen
un propósito divino que no puede realizarse de otra manera. El patrón bíblico
apostólico es el siguiente:
“¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene
salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación.
Hágase todo para edificación.” (1 Corintios 14:26)
“Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad
abundar en ellos para edificación de la iglesia.” (1 Corintios 14:12)
El Apóstol Pablo insiste que los dones no deben faltar hasta la aparición
misma del Señor en Su segunda venida (1 Corintios 1:7). Lastimosamente, en
algunos lugares se manipulan las normas de operación de los dones del
Espíritu dadas por Pablo como una prohibición para su libre ejercicio,
contradiciendo abiertamente lo que el Apóstol mismo dice:
“Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar
lenguas.” (1 Corintios 14:39)
Come verá el lector, tales errores de interpretación pueden fácilmente ser
evitados si permitimos que Dios sea soberano, y que Su Palabra se manifieste
por sí misma. Leyendo cada versículo en contexto nos librará de
prohibiciones anti-bíblicas y mejorará la manera en que funciona el Cuerpo
de Cristo en la tierra.
Profecía
Secciones enteras de la Biblia Hebrea son dedicados a los profetas de
Israel y Judá. En el Nuevo Testamento, el libro de Apocalipsis es el libro de
profecía por excelencia. Aunque con frecuencia los profetas anuncian cosas
por venir (generalmente el juicio de Dios por el pecado del pueblo), no todas
las profecías son predictivas; muchas veces profetizar simplemente refiere a
la declaración ungida de la Palabra de Dios o aún la predicación de Jesucristo
(Apocalipsis 19:10).
El género literario de la profecía se caracteriza por su utilización de
símbolos y figuras que no deben interpretarse literalmente. Por ejemplo, la
mujer vestida de escarlata (Apocalipsis 17:4), no será verdaderamente una
mujer, sino una ciudad (Apocalipsis 18:16). A veces, la profecía misma nos
da claves para su interpretación, o el profeta mismo la explica (compare
Daniel 7:13–14 con su interpretación en Daniel 7:18, 22).
Otras veces, los profetas
utilizan imágenes prestadas de otros profetas de antaño. Por ejemplo, la única
manera de interpretar correctamente el libro de Apocalipsis es estar
completamente familiarizado con los profetas del Antiguo Testamento,
especialmente Jeremías, Ezequiel y Daniel. Tanto citas directas como
alusiones a los escritos de los profetas de antaño abundan en todo el libro de
Apocalipsis.
El peor ejercicio de eiségesis que se realiza en la Biblia hoy en día
tiene que ver con la interpretación de la profecía basados en las noticias del
día. Conocido también como “escatología del periódico”, la aplicación
indiscriminada de noticias a profecías de la Biblia, generalmente sin tener en
cuenta alguna el contexto literario, hace violencia al texto bíblico y no respeta
al Autor de las mismas.
Si las noticias mencionan a Israel, Siria, Irán, etc. se buscará en la
Biblia versos que menciones los mismos lugares y se hará el anuncio de
“cumplimiento profético”. Con frecuencia, tales interpretaciones buscan
utilizar lo sorpresivo de que “las profecías bíblicas se estén cumpliendo ahora
mismo en las noticias” para ganar adeptos o convertidos. Lastimosamente,
muchas de tales conversiones falsas se extinguen junto con la novedad de las
noticias o cuando el susto del Armagedón se le pasa a las personas.
Una manera fácil de evaluar la validez de tales “cumplimientos proféticos”
(y a los maestros que los enseñaron) es mirar los videos o escuchar sus
enseñanzas tres o cuatro años después para ver cuan certeros (léase:
equivocados) estaban en sus predicciones.
Recientemente se vieron los fiascos del “Calendario Maya y el fin del
mundo”, así como las fallidas profecías de las “Lunas de Sangre”. Note que
las especulaciones para estas últimas se basaban en Joel 2:31, pero Pedro el
Día de Pentecostés insistió que esa profecía ya se había cumplido en su
tiempo (vea Hechos 2:19–20). En vez de traer gloria a Dios, tales
irresponsables abusos de la Biblia traen vergüenza a los verdaderos
seguidores de Jesús y dañan el testimonio de la Iglesia.
Antiguo vs Nuevo Testamento
Finalmente, permítanos enfatizar que aunque no estamos bajo la Ley
del Antiguo Testamento, las doctrinas de Dios reveladas en él son el
fundamento sobre el cual se construye el Nuevo Testamento. Aunque el
Nuevo Testamento cumple y perfecciona al Antiguo, no trae revelaciones que
contradigan verdades ya establecidas desde el Antiguo Testamento.
Por ejemplo, cuando se le preguntó a Jesús cuál era el primer mandamiento
de todos, Jesús respondió citando el Shemá , o sea, Deuteronomio 6:4, “Oye,
Israel: El Señor nuestro Dios, el Señor uno es” (Marcos 12:28–32). La
identidad del único Dios no es cambiada en el Nuevo Testamento, sino otra
dimensión añadida. El Dios invisible del Antiguo Testamento se hizo visible
en el Nuevo Testamento manifestándose en carne (1 Timoteo 3:16; Juan
1:14). La historia de cómo sucedió eso y por qué, y cómo nos afecta tanto a
nosotros como a la creación entera por toda la eternidad es la razón que
tenemos un Nuevo Testamento.
TAREA
1. Esta semana repase todo el orden de los libros de la Biblia, desde Génesis
hasta Apocalipsis.
2. Repase todos los versículos aprendidos hasta ahora.
3. Memorice: “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es
vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” (Romanos 6:23)
4. Puntos extra: “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder
de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y
también al griego.” (Romanos 1:16)
5. Esta semana continuamos leyendo 3 capítulos de la Biblia por día,
Romanos 12 al 16; y Génesis 1 al 16.
11
Principios de interpretación II: ¡Contexto, contexto,
contexto!
¿Qué es el “contexto “de un versículo? ¿Cómo me ayuda el contexto de un
pasaje a entender su significado? ¿Qué tipos de contexto existen? ¿Cómo
tener en cuenta el contexto literario, histórico, cultural, etc.? Si más
personas tuvieran este principio en cuenta existirían menos sectas religiosas.
¿La Biblia dice eso?
¿Sabía usted que la Biblia dice cosas que uno no esperaría? Por
ejemplo, la Biblia misma dice:
— “No hay Dios”
¿No me cree? Está escrito en tinta negra en su propia Biblia en el Salmo
14:1. ¿Lo vio?
¿Qué tal esta otra enseñanza?
— “Hagamos males para que vengan bienes”
Se encuentra en Romanos 3:8
Es más, la Biblia misma refuta todo el cristianismo diciendo:
— “Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de
Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó.” (1 Corintios 15:15)
Tal vez alguien diría: “Si el mismo Apóstol Pablo confesó haber mentido al
decir que Cristo resucitó, debemos creerle y abandonar el cristianismo
inmediatamente.” ¿Cuál es el problema con esa deducción? El problema es
que cada uno de los versículos recién citados fueron tomados fuera de
contexto. Es decir, se usaron sólo las palabras y frases que convenían, sin
tener en cuenta cómo o en quésentido fueron usadas por el escritor original.
Veamos el contexto que faltaba en Salmo 14:1, “Dice el necio en su corazón:
No hay Dios”. Entonces, la frase “no hay Dios” pertenece al necio, y no es
una verdad bíblica.
Lo mismo ocurre con Romanos 3:8 que en contexto dice: “Se nos
calumnia, y como algunos, cuya condenación es justa, afirman que nosotros
decimos: Hagamos males para que vengan bienes” . Una vez más, Pablo no
enseñaba a hacer el mal, sino que sus contrincantes lo calumniaban como si
Pablo enseñara eso.
Finalmente, veamos 1 Corintios 15:15 en contexto. El Apóstol está
utilizando una suposición falsa para demostrar que la lógica de los creyentes
que negaban la resurrección de los muertos invalidaba su propia creencia en
la resurrección de Cristo. Por ello dice:
“Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si
Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también
vuestra fe.”
(1 Corintios 15:13–14)
Siguiendo esa línea de suposición es que Pablo dice que si en verdad los
muertos no resucitan somos testigos falsos de un hecho que no pudo haber
sucedido. Luego da su conclusión, afirmando lo que realmente e
históricamente sucedió:
“Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que
durmieron es hecho.” (1 Corintios 15:20)
Como verá, es algo muy peligroso no tomar en cuenta el contexto de las
Escrituras, especialmente cuando alguien las está citando para probar su
doctrina.
El contexto literario
En este punto tal vez sea provechoso explicar lo que es el contexto
literario de un pasaje bíblico; para ello veamos la siguiente gráfica:
Cuando estamos leyendo un pasaje de la Escritura (en este ejemplo Juan
1:14), el contexto son los versículos inmediatamente antes (en este caso los
versículos 1 al 13 de Juan capítulo 1), y los versículos inmediatamente
después (en este caso los versos 15 al 18). Entonces, lo que debemos de
cuidar es no leer versículos de manera aislada de su contexto, ya que es el
contexto el que nos indicará cuál es la interpretación correcta del pasaje que
estamos estudiando.
Note como en el pasaje de 1 Corintios 15:15, fueron los versos antes y
después que nos mostraron que Pablo no estaba negando la resurrección de
Cristo, sino que eran otros, los cuales no habían pensado bien al formular su
doctrina, ya que el resultado lógico de negar la resurrección final les llevaba
a, por necesidad, tener que negar la resurrección de su mismo Salvador, sin la
cual no tenían esperanza alguna.
Pero el contexto de un pasaje no se limita a sus bordes inmediatos, sino que
si fuera necesario se pueden extender hacia afuera nivel tras nivel, cada vez
cubriendo más terreno. Tomemos como ejemplo las ondas que se forman al
tirar una piedra al agua; notemos que cerca al punto de impacto, tiene unas
ondas, y luego otras más grande por fuera, y después aún otras más hacia
fuera y más grandes, cada una alejándose un poco más del centro y
expandiéndose hacia afuera. En el caso de la interpretación bíblica el centro
(el texto) depende de las ondas externas (el inter-texto) para descubrir su
verdadero sentido (la exégesis).
Aplicando esta ilustración al contexto literario del estudio bíblico podemos
adaptarlo así:
Onda 1: Versículos antes y después del pasaje que estamos estudiando.
Onda 2: Todo el capítulo o capítulos que tratan el tema
Onda 3: Toda la epístola o libro (ayuda mucho saber el tema principal
del libro o el punto de vista doctrinal del escritor)
Onda 4: Otros escritos del mismo autor u otros escritos que traten de un
tema similar
Onda 5: Todo el Testamento (Antiguo o Nuevo)
Onda 6: Toda la Biblia
Si tiene una Biblia de Estudio, lea la introducción a cada libro de la Biblia;
es más, trate de comparar dos o más Biblias de Estudio para tener una mejor
idea de lo que trata una epístola específica; ya que, como ya hemos
mencionado, algunas Biblias de Estudio tienen tendencias denominacionales
muy fuertes y hacen que el autor o comentador tenga puestos unos lentes del
color de su denominación al escribir las notas explicativas.
Es muy lucrativo saber quién escribió el pasaje en cuestión, la fecha
aproximada, a quién, y si se puede, también el por qué. El contexto revelará
quién está hablando y a quién, a qué se refiere, por qué lo dice, y si lo que
dice es lo que cree o es lo que creen otros. Tener ideas erróneas al respecto
harán que malinterpretemos la Escritura. Al mismo tiempo es aconsejable no
depender sobremanera de tal información pasando por alto lo más importante
que es, una vez más, el contexto literario inmediato. A continuación veremos
un ejemplo simple.
El bautismo por los muertos
Muchos se han preguntado a qué se refiere “el bautismo por los
muertos” mencionado por Pablo en
1 Corintios, y se han dado tantas respuestas como se han publicado
comentarios bíblicos; es decir, demasiadas. Examinemos el texto en cuestión:
“De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en
ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué, pues, se bautizan por los
muertos? ¿Y por qué nosotros peligramos a toda hora?” (1 Corintios 15:29–
30)
Siendo que los corintios estaban familiarizados con esta situación, Pablo no
toma tiempo para explicarla de mejor manera. La llamada Iglesia de
Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones) utiliza este pasaje
para darle validez al bautismo que ellos realizan por familiares que murieron
sin aceptar el evangelio mormón. Ellos dicen que Cristo les predicará en la
otra vida y es posible que acepten la salvación, por lo tanto, alguien en este
lado de la muerte debe bautizarse por ellos para que puedan ser salvos en el
más allá.
Contextualmente, ¿se podrá demostrar que tal práctica era apostólica? Es
decir, ¿será que la iglesia del primer siglo tenía por costumbre bautizarse por
familiares muertos? Creemos que la respuesta es un simple pero firme, no.
No es muy difícil notar la diferencia que Pablo hace entre aquellos que “se
bautizan por los muertos” y “nosotros”. Es decir, algunos tenían por
costumbre tal bautismo (algunos comentaristas sugieren que algunos paganos
hacían eso); pero Pablo y los suyos, descritos por el “nosotros”, no tenían tal
costumbre. Lo que Pablo simplemente está haciendo es ilustrar su punto de
que hay muchos grupos que creen en la resurrección, incluyendo algunos
cuya creencia les llevaba a tales extrañas prácticas: “¿Por qué pues ellos se
bautizan por los muertos? ¿Y por qué nosotros peligramos a toda hora?”
El contexto histórico-cultural
El contexto literario es de primordial
importancia, pero también existen otros contextos, como el histórico, que
implica entender los tiempos y la cultura del escrito bíblico bajo estudio.[20]
Esto es necesario para no caer en el error de asumir que el significado de una
frase o dicho es el mismo que tendría en nuestro propio contexto hispano.
Para determinar tal contexto es necesario estar familiarizado con la cultura,
costumbres, e idiomas del llamado judaísmo del Segundo Templo; es decir,
los tiempos de Jesús. Para ello es de mucha utilidad el ya mencionado Usos y
Costumbres de los Judíos enlos tiempo de Cristo de Alfred Edersheim o
cualquier libro con temática similar, siempre y cuando sea publicado por una
editorial reconocida.
¡Cuántos errores de interpretación pueden haber sido evitados simplemente
poniendo atención al trasfondo histórico, cultural o lingüístico del pasaje
bíblico! Piense el lector en las doctrinas que la gente trata de probar citando
hebraísmos como “la diestra de Dios”[21], “odiar”[22], “conocer”,[23] o la frase
“carne y sangre”[24].
Intertextualidad bíblica
La intertextualidad bíblica es una expansión del contexto literario y
hace la pregunta:
— “¿Qué dicen otras
escrituras en la Biblia con respecto al mismo tema, persona, lugar, o
palabra?”
La mayoría de las Biblias contienen ayudas para el estudio inter-textual
bíblico en forma de referencias cruzadas. Abra su Biblia en cualquier pasaje
bíblico y normalmente notará, en medio del texto bíblico, letras pequeñas que
si usted las busca le llevarán a otros textos que tratan el mismo tema o le
darán información con respecto al lugar donde tal escritura aparece en el otro
Testamento. Con frecuencia, tales referencias en el Nuevo Testamento se
utilizan para informar al lector dónde en el Antiguo Testamento se encuentra
por primera vez la escritura que están citando Jesús o los apóstoles (compare
1 Pedro 3:6 con Génesis 18:12).
En otras ocasiones, como en la Biblia de Referencia Thompson ,la Biblia
de Estudio Biblia de las Américas [en la imagen de arriba], o la Biblia
Anotada de Scofield [imagen en la siguiente página] las referencias le llevan
a otro verso que trate el mismo tema, ya sea justificación, sanidad divina, o
cualquiera de muchos otros (compare: 1 Pedro 3:3 con 1 Timoteo 2:9). Por
supuesto, entre nuestros favoritos se encuentran las referencias que muestran
versículos del Antiguo Testamento que hablan de YHWH y que el Nuevo
Testamento aplica directamente a Jesús, ilustrando Su absoluta deidad y
demostrando Su verdadera identidad (compare por ejemplo: Isaías 45:22–23
con Filipenses 2:9–11).
Cuando hable de una historia o personaje bíblicos, asegúrese de leer el pasaje
donde se los describa y compárelo cuidadosamente con otros reportes del
mismo hecho o con otros pasajes que den información adicional con respecto
al carácter descrito. Esto le ayudará a no confundir dos historias similares, ni
atribuir los hechos de una persona a otra que tenga el mismo nombre. A veces
la Biblia nos ayuda a diferenciar caracteres por la manera en que deletrea los
nombres. Por ejemplo Judas es el mismo nombre Judá; Josué del Antiguo
Testamento es el mismo nombre de Jesús en el Nuevo; y Saulo de Tarso lleva
el mismo nombre del rey Saúl.
Me contaron que un predicador estaba dando un mensaje de aliento a la
iglesia, e indicó que uno nunca debe rendirse, no importando cuantas veces
falle a Dios. Luego dijo algo como, “Mire cómo en la Biblia Ananías y Safira
fallaron a Dios (Hechos 5) al mentir acerca del monto por el cual habían
vendido su terreno, trayendo parte del precio como si fuera todo, y fueron
reprendidos por los apóstoles. Pero ese mismo Ananías fue el que años
después Dios usó para decirle al mismo Pablo, “bautízate y lava tus pecados”
(Hechos 22:16).”
El mensaje tenía buenas intenciones, pero lastimosamente se cometieron
dos errores. Primero, el predicador no leyó sus textos para asegurarse que
contó las historias correctamente. Segundo, confundió un hombre llamado
Ananías con otro que llevaba el mismo nombre. ¿Cómo sabemos esto?
Porque de acuerdo a la Biblia, Ananías y Safira murieron el mismo día que
decidieron mentir al Espíritu Santo y fueron enterrados inmediatamente
(Hechos 5:5–10) y no fueron resucitados.[25] El Ananías que fue enviado por
Dios a Saulo de Tarso fue otra persona.
TAREA
1. Esta semana repase todo el orden de los libros de la Biblia, desde Génesis
hasta Apocalipsis.
2. Repase todos los versículos aprendidos hasta ahora.
3. Memorice: “No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa
de mujer; porque abominación es al SEÑORtu Dios cualquiera que esto
hace.” (Deuteronomio 22:5)
4. Puntos extra: “Yo y el Padre uno somos.” (Juan 10:30)
5. Esta semana continuamos leyendo 3 capítulos de
la Biblia por día, Génesis 17 al 25; Gálatas 1 al 6; Efesios
1 al 6.
12
Principios de interpretación III:
El mejor intérprete de la Biblia
¿Existe un intérprete infalible de la Biblia? ¿Cómo puedo asegurarme
que mi interpretación es la correcta? Poniendo en práctica los dos principios
más importantes de interpretación: 1) La Biblia es su mejor intérprete; 2) El
ejemplo apostólico es una autoridad confiable.
¿Sabía usted que la Biblia tiene un comentario de
interpretación infalible?
No. No son los escritos de Elena White (adventista) [en la foto de al lado],
José Smith, Jr. (mormón), o Charles Russell (testigo de Jehová); a pesar que
cada uno de ellos en su tiempo afirmó ser el único canal de verdadera
revelación divina.
El comentario infalible es la Biblia misma. A veces un escritor bíblico
explica la palabras de Jesús, o algún otro hecho, y siendo que el escritor está
bajo la unción del Espíritu Santo, el comentario que hizo es una
interpretación infalible del texto bíblico. Por ejemplo:
“En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz,
diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como
dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.” (Juan 7:37–38)
Un lector tal vez intentaría saber a qué se refirió Jesús y habrían varias
teorías explicando lo que quiso decir. Unos negarían que esa agua es el
Espíritu porque “el aceite es símbolo del Espíritu, no el agua”, pero gracias a
Juan, tales especulaciones no son necesarias. Note el siguiente versículo:
“Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues
aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún
glorificado.” (Juan 7:39)
No sólo es el Espíritu identificado plenamente, también se nos revela
cuando se derramaría sobre los hombres; es decir, cuando Jesús sea
glorificado después de Su resurrección (compare Hechos 1:8). Por esto
decimos que la Biblia es siempre su mejor intérprete. Siempre es una buena
idea preguntar:
— “¿Cómo interpretaron esta escritura otros personajes bíblicos?”
Autoridad apostólica
Otro aspecto que debe tomarse muy en cuenta es el de la autoridad de
los apóstoles para definir doctrinas y prácticas de la comunidad cristiana del
primer siglo. Note lo que dijo Pablo:
“Pero esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí y en Apolos
por amor de vosotros, para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo
que está escrito.” (1 Corintios 4:6)
¿Cómo podemos resolver una controversia bíblica? Por ejemplo, Jesús
mandó bautizar “en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” en
Mateo 28:19; pero una comparación de Mateo con Marcos y Lucas muestra a
estos dos últimos enfatizando el nombre de Jesús para perdón de pecados. Si
hemos de preguntar cuál nombre debemos invocar en el bautismo,
deberíamos hacer un análisis contextual, luego comparar el texto con los
otros Evangelios, finalmente, debemos ver cómo los ungido apóstoles de
Cristo obedecieron el mandamiento de Mateo 28:19. Cuando hacemos esto,
vemos que en toda ocasión cuando se menciona un nombre relacionado al
bautismo, el nombre es el de Jesús.
Pedro mandó bautizar a judíos en el nombre de Jesús para perdón de sus
pecados (Hechos 2:38), y también a gentiles (Hechos 10:48). Felipe bautizó a
los samaritanos en el nombre de Jesús (Hechos 8:12, 16). Pablo rebautizó a
los discípulos de Juan el Bautista, pero esta vez en el nombre de Jesús
(Hechos 19:5–6), y aún él mismo fue instruido a ser bautizado en el nombre
de Jesús para lavar sus pecados.
Siendo que la Biblia no se contradice (2 Timoteo 3:16–17), y que los
apóstoles hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo (2 Pedro 1:2-0–
21), Mateo y Pedro no se pueden contradecir. Además, el Espíritu Santo que
habitaba en Pedro no puede contradecir a Jesús (Juan 14:26), entonces tanto
Mateo 28:19 como los versículos de Hechos se refieren al mismo Nombre
exaltado.
Finalmente, los apóstoles testificaron delante de sus carceleros mismos la
razón de tal énfasis en el nombre de Jesús:
“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo,
dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” (Hechos 4:12)
Aparentes contradicciones y problemas son desechos por la Escritura
misma, ya sea en la forma del “comentario inspirado” o por la autoridad
apostólica que es en realidad la autoridad del Espíritu Santo.
TAREA
1. Esta semana repase todo el orden de los libros de la Biblia, desde Génesis
hasta Apocalipsis.
2. Repase todos los versículos aprendidos hasta ahora.
3. Memorice: “Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación
gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,” (Tito 2:13)
4. Puntos extra: “Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel
que cree.” (Romanos 10:4)
5. Esta semana leeremos 4 capítulos de la Biblia por día, Éxodo 1 al 28.
13
Conclusión
Al concluir este estudio estoy plenamente consciente de lo mucho que
todavía necesito enseñarle; que hay profundidades en la Palabra de Dios que
todavía nos esperan. Al mismo tiempo, mirando hacia atrás nos damos cuenta
de lo mucho que hemos avanzado hacia nuestro objetivo. Hemos aprendido a
valorar la Biblia, a leerla, a memorizarla, a marcarla, y aún a estudiarla con la
ayuda de varias herramientas que tal vez nunca pensamos poder usar con
efectividad; pero ahora sabemos cómo hacerlo.
Le agradezco infinitamente que me haya acompañado en este corto viaje.
No hay nada que me llenaría más que saber de usted y la bendición que este
libro haya sido para su relación con el glorioso libro que llamamos la Biblia.
Puede enviar sus testimonios o sus preguntas por correo electrónico a:
correo@defensoresdelafe.org.[26] Le aliento a hacer de la práctica de leer
cuatro capítulos de la Escritura un hábito diario. Le garantizo que su vida será
completamente transformada por el poder de la Palabra de Dios; no sólo eso,
sino que usted conocerá a Dios de manera más íntima. Como dicen los
rabinos, “en la oración yo hablo con Dios, pero en el estudio de las Escrituras
Dios habla conmigo.”
En mi mente, puedo ver al lector arrodillado, con la Biblia abierta frente a
sí, elevando una oración al Autor de la misma:
“Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley” (Salmo 119:18)
Es más, puedo también ver al Dios de los cielos sonreír con satisfacción y
derramar de Su santo aceite sobre la cabeza del lector diciendo:
“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandesy ocultas que
tú no conoces.” (Jeremías 33:3)
Tal aventura está ahora literalmente al alcance de tu mano. ¿Qué esperas
para comenzarla?
[1]
Todas las referencias bíblicas en este libro vienen de la Reina Valera Revisada (1960). Miami:
Sociedades Bíblicas Unidas, 1998. En ocasiones donde aparece el nombre “Jehová” en el Antiguo
Testamento, ha sido reemplazado por “SEÑOR”, con mayúsculas pequeñas. El consenso académico
actual es que “Jehová” es fruto de la unión ilegítima de las vocales de Adonai con el Tetragramatón o
las Cuatro Letras Sagradas del nombre de Dios en el Antiguo Testamento, YHWH. Aunque la
pronunciación correcta es posiblemente “Yahweh”, “Yahvéh” o algo parecido, seguimos en este libro
el ejemplo de Jesús y los apóstoles, los cuales no mencionaron el nombre de Dios, sino que utilizaron el
equivalente “SEÑOR” al citar escrituras del Antiguo Testamento que contenían el Nombre Sagrado.
[2]
He adaptado este material de las notas explicativas que escribí para el Libro de Daniel en la
Apostolic Study Bible, una Biblia de Estudio en inglés publicada por Word Aflame Press, la casa
mundial de publicaciones de la United Pentecostal Church International.
[3]
La “escatología” es la rama de la teología que estudia las doctrinas del tiempo del fin.
[4]
La razón de la división de los primeros 7 y luego 62 puede tener que ver con que la ciudad fue
reedificada en “tiempos tumultuosos” durante 49 años; estos serían las primeras 7 semanas.
[5]
El estudiante interesado puede examinar otras pruebas de la inspiración de la Biblia, tales como
científicas, históricas, proféticas, arqueológicas, etc. en nuestro libro Evidencias de la Inspiración de la
Biblia ; y también en el álbum Por qué confío en la Biblia , que incluye dos seminarios en 2 audio CDs,
disponibles en la librería virtual en www.defensoresdelafe.org, o enviando un correo electrónico a:
faithdefenders@hotmail.com, o llamando al 281-748-3238.
[6]
Puede leer más al respecto en mi libro Evidencias de la Inspiración de la Biblia.
[7]
La versión Reina-Valera Actualizada 2015 mantiene tal costumbre también en el Antiguo
Testamento, usando “SEÑOR” en vez de “Jehová”.
[8]
Gran parte del material acerca de este tema esta basado en el libro de Jane AtkinsVásquez, La Biblia
en español: Cómo nos llegó (Minneapolis, MN: Fortress, 2008).
[9]
Un ejemplo de una paráfrasis libre en el idioma inglés es la popular versión The Message .
[10]
Para mayor información al respecto recomendamos al lector el libro Demostrando la deidad de Jesús
a los testigos de Jehová , disponible de www.defensoresdelafe.org o llamando al 281-748-3238.
[11]
La Pentecostal Publishing Househa producido una Biblia de Estudio apostólica pentecostal
exclusivamente en inglés bajo el nombre Apostolic Study Bible , y está disponible de
www.pentecostalpublishing.com.
[12]
En colaboración con el autor de este libro, la Pentecostal Publishing House, una imprenta
apostólica, produjo una Biblia con cerca de 120 páginas de doctrina pentecostal apostólica; pero por el
momento está agotada. Puede inquirir al respecto por correo electrónico a:
faithdefenders@hotmail.com.
[13]
Puede pedir una Tabla de Lectura Bíblica en formato PDF, del ministerio Defensores de la Fe,
escribiendo a: faithdefenders@hotmail.com.
[14]
Gran parte del material en este capítulo lo aprendí de Howard G. Hendricks y William D.
Hendricksen su libro Living by theBook (Chicago: Moody, 1991).
[15]
Note que siendo este curso una introducción a la hermenéutica bíblica, el léxico de Strong es
suficiente; pero para pastores y maestros este léxico es demasiado básico y debe ser reemplazado por
herramientas más avanzadas. Consideraremos esta necesidad en capítulos posteriores.
[16]
A veces se empleaba el término prostitución como un insulto a alguien que cayó en pecado sexual
(Génesis 38:24); si tal uso está siendo empleado por el autor del artículo mencionado, esto debe ser
clarificado; pero aún así, la tarea de los intérpretes bíblicos no es mofar sino explicar.
[17]
Para más información acerca del contexto, vea la lección 11.
[18]
[19]
[20]
Vea también las advertencias con respecto a la utilización de Diccionarios en la lección 7.
Algunos predicadores tendrán que echar fuera sus sermones basados en este error.
Tradicionalmente, el método de hermenéutica aquí descrito es conocido como el gramáticohistórico, precisamente por el énfasis en ambos elementos, tanto el literario como el histórico-cultural.
[21]
Se refiere a poder y autoridad.
Con frecuencia significa “amar menos”.
[23]
A veces tiene el significado de “tener relaciones sexuales”.
[24]
Significa “un ser humano”, y a veces conlleva el sentido de “por medios meramente humanos”.
[25]
Muchos hemos cometido errores similares, especialmente como predicadores jóvenes; sospecho
que yo tuve muchos más errores de los que quisiera confesar.
[26]
Puede también comunicarse con el autor a través de Facebook, Twitter, Instagram o YouTube
buscando, tal cual está escrito: “G. Jorge Medina” o “Defensores de la Fe”.
[22]
Download