a Historliica Bíb De esclavo a gobernador ¿Recuerdas que Jacob volvió a la tierra de Canaán con una gran familia? Entre todos sus hijos, tenía uno preferido: José. Jacob le amaba más que a los otros y le regaló una hermosa túnica de colores. ¿Cómo crees que se sintieron sus once hermanos? ¡Tenían muchos celos y lo odiaban! Hasta tal punto que lo vendieron a unos comerciantes e hicieron creer a su padre que un animal salvaje se lo había comido. Los comerciantes llevaron a José a Egipto y lo vendieron a Potifar, un oficial del faraón, rey de Egipto. De esta manera, a sus diecisiete años, José se convirtió en esclavo en un país extraño, lejos de su familia. ¡Qué difícil debe haber sido para él! Condenado injustamente Pero Dios estaba con José, por eso tenía mucho éxito en todo lo que hacía. Potifar confiaba plenamente en él y lo nombró su asistente personal, porque José hacía un excelente trabajo. Todo marchaba muy bien, hasta que la esposa de Potifar dijo mentiras sobre José y entonces lo metieron injustamente a la cárcel. ¡Qué duro golpe! Sin embargo, aún en la prisión, el Señor estaba con José y hacía que todo le saliera bien. De la cárcel al palacio Pasaron más de dos años hasta que, un día, ¡José fue llamado de la cárcel al palacio del rey! El faraón había tenido dos sueños extraños y nadie podía explicarle su significado. Entonces, alguien se acordó de que José podía interpretar sueños. José hizo conocer al faraón lo que Dios le había revelado y le explicó lo que iba a suceder: habría siete años de mucha abundancia y luego siete años de un hambre muy grave. También le presentó un plan de cómo debería actuar para enfrentar esa situación. El faraón estuvo muy impresionado y nombró a José gobernador sobre todo Egipto para administrar los recursos del país. Un encuentro inesperado Los años de abundantes cosechas pasaron y llegó la hambruna, no solo a la tierra del faraón, sino también a Canaán. Por eso, Jacob envió a sus diez hijos mayores a Egipto para comprar alimento. ¿Adivinas quién les atendió? ¡Su propio hermano! 4 dra 7 Pero ellos no reconocieron a José (¡habían pasado más de veinte años!) y él fingió no conocerlos. Los trató con dureza y los puso a prueba de diferentes maneras, porque quería ver si todavía eran malvados y egoístas. Cuando se dio cuenta de que sus hermanos habían cambiado de actitud, José se dio a conocer: —¡Soy José, su hermano, a quien ustedes vendieron como esclavo! Pero no se preocupen por haberme vendido. Fue Dios quien me envió a este lugar para salvarles la vida. ¡Qué tremenda sorpresa! Sus hermanos apenas podían creerlo, pero cuando José abrazó a cada uno de ellos, se animaron a hablarle. Unidos y a salvo Entonces José dijo a sus hermanos: —¡Traigan a mi padre aquí lo más pronto posible! De esta manera, Jacob, sus hijos y sus familias llegaron a Egipto. ¿Te puedes imaginar el encuentro de Jacob con su amado hijo después de tantos años? La familia de Jacob se estableció en Egipto y José proveyó para ellos y los cuidó durante la hambruna y después. ¡No les tomó en cuenta el mal que le habían hecho, porque sabía que eso había sido parte del perfecto plan de Dios! Por eso les dijo: Escucha esta y otras —Ustedes planearon hacerme daño, pero Dios cambió todo para historias en audio bien, para que yo pudiera salvar la vida de muchas personas. amatizado, escaneando Muchos años más tarde, antes de morir, José dijo a sus este código. hermanos que Dios un día los sacaría de Egipto y los llevaría de vuelta a Canaán, la Tierra Prometida. ¡En la próxima edición podrás leer cómo! Historia bíblica según Génesis 37, 39-47 y 50; por Susi Escribe en una hoja con tus propias palabras una frase sobre cada dibujo de la historia. Envíanos una foto de lo que escribiste al número +591 777 05 273. 5