Uploaded by Andreina Hidalgo

Autoconcepto AH

advertisement
INVESTIGACIÓN AUTOCONCEPTO: EL ESPEJO Y YO
Andreina Hidalgo
Definiciones:




Aquella descripción que se tiene sobre uno mismo.
Es un amplio espectro de actitudes y comportamientos que forman la
concepción que se tiene sobre uno mismo, es decir, aquella imagen total
de como se es como persona.
El autoconcepto engloba tanto como una persona se percibe a si misma
y como es percibida por los demás. De igual forma es un sentimiento
personal, cada individuo construye su imagen particular sobre quién es y
como es. Por otra parte, puede ser considerado como una estructura
cognitiva compleja, que se mantiene relativamente estable y unitaria a lo
largo de nuestra vida. Pero también como un conjunto de contenidos
mentales, articulados y flexibles, que varían en función de las
experiencias, metas o necesidades, del contexto.
Conjunto de creencias, percepciones, pensamientos y evaluaciones que
describen las características personales. El poder dar respuesta a
“¿Quién soy?”
P. Saura (1996, en Gil 1997) ha descrito el autoconcepto como un conjunto
de percepciones organizado jerárquicamente, coherente y estable, aunque
también susceptible de cambios, que se construye por interacción a partir de
las relaciones interpersonales.
El constructo incluye:
1.
2.
3.
4.
Ideas, imágenes y creencias que uno tiene de sí mismo.
Imágenes que los demás tienen del individuo.
Imágenes de cómo el sujeto cree que debería serse
Imágenes que al sujeto le gustaría tener de sí mismo.
Las bases del AUTOCONCEPTO:
A. Logros personales: Todas las metas y triunfos ganados en las diversas
áreas de la vida del individuo, acompañado de las cosas materiales que
se poseen.
B. La imagen de uno mismo frente a los demás: Comportamiento a nivel
social e interpersonal, relaciones, desenvolvimiento en el colectivo
C. Nivel de integración al grupo: El trato y la pertenencia a los diferentes
grupos sociales tales como ambiente escolar, familia, hogar, comunidad,
amistades, compañeros de trabajo.
¿Cómo se forma el autoconcepto?
Se comienza a formar en los primeros años de vida y va cambiando de acuerdo
a los mensajes que se reciben del medio, por las primeras personas con las
cuales se relaciona, que generalmente son la madre y el padre, las maestras y
maestros y las figuras que tengan un significado especial en la vida, con las
cuales se podrá una relación. Tiene que ver con la cultura de la familia y del país
en que se nace por lo tanto es diferente para las mujeres y los hombres. Un
autoconcepto positivo fortalecerá todo el potencial para desarrollar capacidades
y llevar a la autorrealización
Factores claves en el proceso de formación:
Desde que se es un niño, existe la exposición a las comparaciones, críticas,
estereotipos y expectativas. Todo esto puede influir de manera significativa en la
definición que se puede tener a nivel personal sobre uno.

La valoración externa: Cada vez que se recibe una crítica, un halago, un
reconocimiento, queja, etc. Se percibe una información del entorno sobre
cómo nos ven los demás. Mediante estas experiencias, podrían añadirse
creencias sobre ciertas cualidades o aspectos en la definición de uno
como persona.

La autoestima: Según el nivel que se tenga, se podrá reconocer o
menospreciar las habilidades, virtudes y logros. Sin embargo, la
autoestima también puede verse afectada por distintos factores, como las
comparaciones, los estigmas sociales, bullying, entre otros.

Autoimagen: La imagen que se capta sobre si mismo debe ser analizada
de manera racional, partiendo de la realidad, ya que podría estar alterada
de forma exagerada, tanto positiva como negativamente. Esto se debe a
que, como la autoestima, también se ve influenciada por factores
externos, como halagos o críticas de padres, amigos y demás personas.
Además, los grupos sociales o modas también pueden afectar dicha
autoimagen, y por ende, reflejándose en el autoconcepto.

El Yo ideal: La manera en la que se quiere ser también afecta. Sin
embargo, muchas veces esta imagen del ideal de persona que se desea
ser no coincide con la manera en la que uno se percibe. Por ello, esto
sirve de motivación para conseguir ser como realmente uno quiere ser.
Etapas en la formación del autoconcepto:
Haussler y Milicic (1994) postulan la existencia de tres etapas en la formación
del autoconcepto:
(1) La primera es la etapa existencial o del sí mismo primitivo, que abarca
desde el nacimiento hasta los dos años, y en la que el niño va
desarrollándose hasta percibirse a sí mismo como una realidad distinta de
los demás
(2) La segunda etapa corresponde a la del sí mismo exterior y va desde los
dos hasta los doce años, abarcando la edad preescolar y escolar. Es la
etapa más abierta a la entrada de información y, en este sentido, es crucial
el impacto del éxito y el fracaso, así como la relación con los adultos
significativos. Así, en la edad escolar el autoconcepto tiene un carácter
“ingenuo”, es decir, la forma en que el niño se ve a sí mismo depende casi
totalmente de lo que los otros perciben y le comunican. Una de las figuras
más relevantes en esta etapa es la del docente, quien influye en la imagen
que el alumno tiene de sí mismo como estudiante, fundamentalmente
debido a la extensa cantidad de tiempo que interactúa con el alumnado y
la importancia que tiene para los escolares por el rol que cumple
(Arancibia Et al., 1990).
(3) En la tercera etapa, denominada del sí mismo interior, el adolescente
busca describirse en términos de identidad, haciéndose esta etapa cada
vez más diferenciada y menos global. Si bien gran parte del sustrato de
su autoconcepto ya se Encuentra construida, esta es la etapa crucial para
definirse en términos de autovaloración social (Haeussler y Milicic, 1994).
De este modo, el conjunto de Interacciones sociales vivenciadas por el
adolescente van a definir gran parte de sus vivencias de éxito y fracaso y,
por tanto, van a reforzar o introducir cambios en su autoconcepto. Es
esperable, por tanto, que dada la gran cantidad de tiempo que Permanece
en el sistema escolar, serán las interacciones sociales que viva en la
escuela Las que jueguen también el rol más relevante en esta
construcción (Denegri, 1999).
Características:
El autoconcepto no es innato sino que se va creando a partir de las
experiencias que vivimos y la imagen proyectada o percibida en los otros. Así
mismo, es un todo organizado donde la persona tiende a ignorar las variables
que percibe de él mismo que no se ajustan al conjunto y tiene su propia
jerarquía de atributos a valorar. En este sentido, es dinámico y por tanto
puede modificarse con nuevos datos, provenientes de una reinterpretación
de la propia personalidad, de las experiencias que se siguen viviendo en la
vida o de juicios externos.
Se considera, desde el modelo de Shavelson et al. (1976) siete las
características fundamentales en la definición. El autoconcepto puede
considerarse como:
A) Organizado: la gran variedad de experiencias de
un individuo establece la fuente de datos sobre la
que se basa sus propias percepciones. Para
reducir la complejidad y multiplicidad de estas
experiencias una persona las cifra en formas más
simples o categorías (Bruner, 1958). Las
categorías representan una manera de organizar
las propias experiencias y de darles significado.
Una característica del autoconcepto, por lo tanto,
es que está organizado o estructurado.
b) Multifacético: las áreas en particular reflejan el sistema
de categorización adoptado por un individuo concreto
o compartido por grupos.
c) Jerárquico: las distintas facetas del autoconcepto
pueden formar una jerarquía desde las experiencias
individuales en situaciones particulares, situadas éstas
en la base de la jerarquía, hasta el autoconcepto
general, situado en lo alto de la jerarquía.
d) Estable: el autoconcepto general es estable, sin
embargo, a medida que uno desciende en la jerarquía
del autoconcepto, éste va dependiendo cada vez más
de situaciones específicas y así llega a ser menos
estable.
e) Experimental: al aumentar la edad y la experiencia
(especialmente al adquirir los niveles verbales), el
autoconcepto llega a diferenciarse cada vez más. A
medida que el niño coordina e integra las partes de su
autoconcepto, podremos hablar de un Autoconcepto
multifacético y estructurado.
f) Valorativo: no solamente desarrolla el individuo una
descripción de sí mismo en una situación particular o
clase de situaciones. Las valoraciones pueden
realizarse omparándose con patrones absolutos, tales
como el “ideal” al que me gustaría llegar, y pueden
hacerse comparándose con patrones relativos, tales
como “observaciones”. La dimensión evaluativa varía
en importancia y significación según los individuos y
también según las situaciones.
g) Diferenciable: el autoconcepto es diferenciable de
otros constructos con los cuales está teóricamente
relacionado. Por ejemplo, el autoconcepto se halla
influido por experiencias específicas
¿Cómo mejorar el Autoconcepto?
1. Aprender a ser más flexible con uno mismo y con los demás:
Aceptando los cambios, errores y aprendizajes. Poder escuchar las otras
perspectivas, entender que no existe la perfección. Evaluando cuánto
aparece la sobreexigencia además de identificar el diálogo personal
hiriente.
2. Desarrollar una perspectiva positiva sobre uno mismo, valorando las
cualidades y no solo observando lo negativo: El autoconocimiento es
vital, saber que cualidades y debilidades se tienen, aceptarlos, trabajar lo
que se quiere mejorar y aquello que quiere alcanzarse, luchar para el
cumplimiento de metas. Otro factor importante, el reconocer los logros y
aprender de los fracasos, ya que todo deja una enseñanza.
3. Mantener un diálogo interno sano y respetuoso: Hablarse con amor,
identificar el contenido de los pensamientos, si son en su mayoría
negativos (atacantes) o positivos (respetuosos). Los pensamientos
ofensivos van atacando la autoestima y generan un ciclo de
desvalorización. Se debe ser más empático con uno mismo.
4. Amarse y practicar la autocompasion: Poder aceptarse tal cual se es,
admirarse, respetarse y perdonarse a uno mismo.
5. Relacionarse con personas que apoyen: Mantener relaciones sanas,
positivas y que aporten
Factores importantes al trabajarlo:
Trabajar el autoconcepto puede hacerse con pequeños ejercicios diarios que
mejoren la manera en la que se piensa, abordando el sistema de creencias y la
percepción sobre uno mismo. Este tipo de ejercicios van enfocados a distintas
áreas:
-Fomentar el autoconocimiento y la autoobservación: Es importante cuestionarse
cuáles son los valores reales como persona integral, intentando apartar en la
manera de lo posible la influencia de los demás y de la sociedad. A su vez, es
fundamental empezar a no pedir la opinión a los demás, intentar no compararse
e iniciar pequeños proyectos personales.
-Cambiar el Diálogo interno: Las afirmaciones, juicios e ideas que repite esa
llamada ‘voz interior” son muy importantes, en ocasiones una persona puede
verse inundada de pensamientos negativos de una forma automática que resulta
difícil de manejar, por ello resulta útil tratar de sustituirlos por pensamientos
constructivos que ayuden a seguir adelante y enfocar el futuro con optimismo.
-Plantearse metas: Buscar desarrollar los objetivos propios, pensar en cómo
lograrlos y mejorar. Esto incentiva a descubrir nuevas facetas de uno mismo,
potenciar las propias habilidades y encontrar un propósito.
-Analizar de dónde proviene los obstáculos que están impidiendo llegar a ser el
Yo deseado: Reflexionar y brindar la atención necesaria para identificar que está
limitando a la persona, que recursos posee y que tome acción. Estos obstáculos
pueden ser relaciones tóxicas o emociones negativas, pero frecuentemente
provienen de uno mismo, como es el caso del perfeccionismo, la impaciencia, la
tolerancia a la incertidumbre no ayudan a sentirse bien
-Mejorar habilidades sociales: Parte del Autoconcepto proviene de las relaciones
con el entorno, por ello mejorar las habilidades sociales puede ser beneficioso.
Esto ayuda a conocer y expresar los propios sentimientos, así como conocer los
de los demás, y a ser capaces de enfrentar para decir no a los demás cuando
sea necesario. La asertividad es una herramienta muy útil para expresar lo que
se piensa mientras se está espetando al otro.
DINÁMICAS
 Detectando el punto débil: (Evidencia creencias negativas y problemas
interiores)
En frente de un espejo hacerse preguntas como por ejemplo:
¿Qué ves en el espejo?
¿Cómo es la persona que te mira desde el espejo?
¿Qué cosas buenas tiene esa persona?
¿Qué cosas malas tiene quien te mira desde el espejo?
Es un ejercicio que resulta muy sencillo y que puede ayudar a ver qué es lo que
realmente se piensa de la imagen. Al verse reflejado en el espejo se siente
como si se fuera un observador externo de uno mismo. De esta manera
se pueee identificar y trabajar los aspectos más relevantes. Lo importante
del autoconcepto es nutrirlo para que ayude a seguir adelante y conseguir
los objetivos personales, generando felicidad y un sentimiento de
autorrealización.
Dinámica “El espejo”:
Técnica para mejorar esa percepcion, está basada en la observación personal
de cada uno frente al espejo, así como en la que realiza el entorno en el que se
desarrolla
Se necesitará un espejo
Con la ayuda de un espejo, y a través de una serie de preguntas podremos guiar
a la persona a que se observe, para que realice una introspección y exprese qué
ve en el espejo cuando se mira.
Será importante tener información previa a su realización, por lo que haremos
una serie de preguntas que nos arrojarán luz sobre cual es la opinión de los
participantes sobre ellos mismos.
Preguntas:
¿Cuándo te miras en el espejo te gusta lo que ves?
¿Piensas que tienes cosas buenas que aportar a los demás? ¿Cuáles?
¿Crees que les gustas a tus amigos y compañeros tal y como eres?
¿Qué cambiarias de tu apariencia?
¿Cuándo te sientes y te ves bien, te sientes más seguro de ti mismo?
Una vez logrado que cuenten su punto de vista sobre estos aspectos, será
hora de pasar al espejo. Deberemos situarlos frente a este , en un sitio que
sea cómodo e ir haciéndole preguntas del tipo:
¿Qué ves en el espejo?
¿Cómo es la persona que te mira desde el espejo?
¿Lo conoces?
¿Qué cosas buenas tiene esa persona?
¿Qué cosas malas tiene quien te mira desde el espejo?
¿Qué es lo que más te gusta de esa persona?
¿Cambiarías algo de la persona del espejo?
Hay que hacerle ver todos los aspectos positivos que tiene la persona del espejo,
que son muchos, y que aprenda a valorarlo.
Podremos apoyarnos también en los compañeros con los que realicemos la
actividad, realizando un intercambio de información: saber si están de acuerdo
con lo que opina su compañero, qué cosas ven ellos en él que no haya dicho,
etc. (En casos que se conozcan: Ámbito escolar, empresarial, comunidad)
Con esta actividad se puede conocer cual es la imagen que tiene sobre si mismo,
cómo se percibe, qué impresión cree que causa, etc. De esta manera resulta
fácil identificar los puntos a trabajar y los aspectos relevantes, desde las
fortalezas hasta las debilidades
Preguntas bases para la reflexión:
Como las creencias de usted mismo influye en sus pensamientos y acciones? .
Cuánto se conoce usted mismo?
Cuáles son sus puntos fuertes?
Qué cosas hace usted muy bien?
Cómo es usted?
Cómo se relaciona usted con las demás personas?
¿Son lo mismo autoconcepto y autoestima?
Según la teoría de Carl Rogers (1959) la autoestima es sólo una parte del
autoconcepto, junto a la autoimagen y al yo ideal.
Para tener una idea clara de las diferencias entre autoestima - autoconcepto,
sólo basta con darle un valor descriptivo al auto concepto y un significado
valorativo a la autoestima. De esta manera, puede señalarse que mediante el
autoconcepto se describe cómo se es. Mientras que, por su lado, la autoestima
permite valorar, ya sea de forma positiva o negativa, todo lo que se siente o
piensa acerca de uno mismo. Por lo tanto, mediante la autoestima, juzgamos
todo aquello que forma parte nuestra persona, es decir, habilidades,
competencias, entre otras.
Ninguna persona es igual a otra, ni en su aspecto físico ni en su manera de
pensar, de sentir, relacionarse con los demás. Todos tienen una identidad
personal. Esta identidad personal se va formando en base a las experiencias que
se viven y las valoraciones que se reciben de los demás. De todos estos factores
se va formando dicho autoconcepto.
Importancia del autoconcepto:
Forjar un autoconcepto positivo desde temprana edad permitirá sentirse más
seguro con uno mismo. De esta manera, también se tendrá más confianza en el
entorno social. Todo esto, en consecuencia, permitirá desarrollar las actividades
de una mejor forma, ya sea en el colegio, trabajo, hogar, y demás, ayudando a
que el sujeto pueda estar tranquilo consigo mismo, reconociendose. El poder
haber tenido una base sana sobre las creencias de quién se es, ayudará en la
siguiente etapa: la adolescencia, en la cual se es más susceptible a las críticas.
¿El Autoconcepto puede cambiar?
Aunque es estable, no es inamovible, pues es multifacético. Si bien con el tiempo
puede verse alterado a causa de la madurez o nuevas experiencias que vivimos,
también podemos cambiarlo a nuestra voluntad. Por supuesto, no es un proceso
sencillo, ni mucho menos rápido. Requiere de tiempo, paciencia, dedicación, y
ayuda de un profesional.
Como se puede apreciar, el autoconcepto es realmente importante para
desarrollarnos en nuestro entorno social de forma sana y positiva. Cabe recordar
que, en muchos casos, la forma en la que nos percibimos, puede no ser la
correcta. Esto no quiere decir que la forma en la que los demás nos ven sí lo
sea.
Este es un tema complejo, y requiere de mucha objetividad para crear un auto
concepto acertado y es que esto se ve influenciado por diversos factores, como
la cultura, la sociedad, las emociones, educación, entre otras. De hecho, este
constructo de la psicología posee una definición imprecisa a causa de lo extenso
que es. De cualquier forma, lo importante es sentirnos a gusto con quienes
somos. Siempre teniendo una buena autoestima, para lo cual será importante
autoconocernos y autoaceptarnos. De este modo, podremos forjar un
autoconcepto positivo, lo cual influirá en nuestro rendimiento de forma favorable.
Así nos sentiremos más satisfechos con nosotros mismos, más seguros y
tendremos mayor confianza.
Teorías relacionadas al tema:
Harter (1986), realizan aportaciones interesantes, como que el autoconcepto
general o global va a estar determinado por el grado de importancia que demos
a cada uno de los componentes específicos. Si al autodescribirnos nuestros
juicios de valor son satisfactorios, entonces obtendremos un autoconcepto global
positivo. En el caso contrario, generaremos sentimientos negativos y, por tanto,
repercutirá en un autoconcepto global negativo. La importancia del autoconcepto
reside en su relevante aportación a la formación de la personalidad, pues tiene
que ver con la competencia social, ya que influye sobre la persona en cómo se
siente, cómo piensa, cómo aprende, cómo se valora, como se relaciona con los
demás y, en definitiva, cómo se comporta (Clemes y Bean, 1996; Clark, Clemes
y Bean, 2000).
Según Vera y Zebadúa (2002), el autoconcepto se considera una necesidad
humana profunda y poderosa, básica para la vida sana, con un buen
funcionamiento y para la autorrealización. Está relacionado con nuestro
bienestar en general. Muchos de los problemas psicológicos actuales como la
depresión o los malos tratos conyugales se relacionan con un autoconcepto bajo
o defectuoso.
Componentes del autoconcepto
Al igual que ocurre con otros muchos términos en psicología, diferentes
acercamientos teóricos han propuesto diferentes formas de definir y pensar
sobre el autoconcepto.
De acuerdo con una teoría conocida como la teoría de la identidad social
(desarrollada por Henri Tajfel en la década de los setenta), el autoconcepto se
compone de dos partes fundamentales: la identidad personal y la identidad
social. Nuestra identidad personal incluye variables tales como los rasgos de
personalidad y otras características que hacen a cada persona única. La
identidad social por su parte incluye los grupos a los que pertenecemos dentro
de la comunidad, la religión, la universidad o la propia familia. Esta identidad
social supone que una parte importante del concepto de sí mismo que cada uno
de nosotros interioriza, se construye sobre la base de la pertenencia a
determinados grupos sociales, con los que nos identificamos al objeto de reforzar
nuestra propia identidad.
Factores que determinan el autoconcepto
Para el Psicólogo humanista Carl Rogers, el concepto de sí mismo se compone
de tres factores diferenciados:
*La imagen de ti mismo, o cómo te ves
Es importante darse cuenta de que la auto-imagen no coincide
necesariamente con la realidad. La gente puede tener una auto-imagen
inflada y creer que las cosas son mejores de lo que realmente son. Por el
contrario, las personas son generalmente propensas a tener auto-imagen
negativa y percibir o exagerar los defectos o debilidades. La autoimagen se
ve afectada por diversos factores, como la influencia de los padres, los
amigos y compañeros, los medios de comunicación, los grupos de
pertenencia…, y se conforma en base a una combinación de estos factores.
Según el estudio realizado por Kuhn (1960), la respuesta a la pregunta
‘¿Quién soy yo?’ podía dividirse en dos grupos principales. Por una parte las
respuestas basadas en roles sociales (aspectos externos, objetivos vitales,
etc.) y por otra las basadas en rasgos personales (aspectos internos,
afectivos o de personalidad).
*La autoestima, o cuánto te valoras
La autoestima se refiere a la medida en que nos gustamos, aceptamos o
aprobamos a nosotros mismos, o dicho de otro modo, cuánto nos valoramos.
La autoestima siempre implica un grado de evaluación y por tanto puede
resultar en una visión positiva o negativa de nosotros mismos.
* Yo ideal, o cómo te gustaría ser: En muchos casos, la forma en que nos vemos
y cómo nos gustaría vernos a nosotros mismos no coincide.
Tipos de autoconcepto
Según el modelo de Shavelson, Hubner y Stanton (1976), el autoconcepto
general estaría compuesto por: El Autoconcepto académico y del no-académico
y éste último, a su vez, incluiría el Autoconcepto social, el emocional y el físico.
Dimensiones del Autoconcepto
Según Esnaola, Goñi y Madariaga (2008), las dimensiones de los tipos de
autoconcepto son: físico, personal, social y académico.
El psicólogo Dr. Bruce A. Bracken sugirió en 1992 que hay seis dominios
específicos relacionados con el autoconcepto:






Social: la capacidad de interactuar con los demás.
Competencia: la capacidad de satisfacer necesidades básicas.
Afecta: la conciencia de estados emocionales.
Físico: sentimientos sobre el aspecto, la salud, la condición física y la
apariencia general
Académico: éxito o fracaso en la escuela.
Familia: qué tan bien funciona uno dentro de la unidad familiar.
Download