¿Cómo ha cambiado la escritura en la era digital? Antes, una carta escrita a mano demoraba en llegar a su destinatario semanas y hasta meses. Hoy todo tipo de mensajes pueden ser leídos inmediatamente por el receptor, en cualquier parte del mundo, con solo hacer un clic. ¿Cómo ha cambiado la escritura en la era digital? La comunicación ahora se relaciona con la pronta transmisión de un gran volumen de información. Esto hace que dicho proceso se vuelva poco reflexivo, poco descriptivo y lleno de sensacionalismo, generando un gran cambio en la redacción. “Simplicidad estructural” Jonathan Díaz Ramírez es un psicólogo capacitador del Ipler, un instituto psicotécnico, famoso por su método de lectura rápida y donde también se dictan cursos de redacción, ortografía y escritura, entre otros. “Es cierto que la tecnología ha cambiado bastante la forma de escribir, pero paradójicamente ha acercado al ser humano a la escritura. Actualmente todos somos redactores. A diario publicamos para las redes sociales, chats y correos electrónicos. Ahora la comunicación se volvió mucho más simple por la necesidad de mandar un mensaje del modo más breve posible”, dice. Asimismo, Díaz afirma que ya no se atiende a los detalles. La escritura o redacción digital no busca enfrentar al lector y al redactor en un proceso de comunicación recíproco. Por eso señala que la mayoría de los documentos digitales tienden a ser mucho más concretos que una versión en físico. “Todo el mundo prefiere un artículo en Wikipedia a un libro. También escogen un blog de notas o simplemente un documento más corto, porque estamos predispuestos a que la información que vamos a encontrar en internet, en redes sociales e incluso en documentos digitales sea mucho más breve y fácil de interpretar. Yo tengo un término para ello: la “simplicidad estructural”. Igualmente, dice que resulta difícil encontrar una redacción de calidad debido a que se buscan más las visitas y las reacciones que la misma calidad del escrito. Artículo de Internet Jueves, 22 Abril , 2021 - 15:47 Por: Richard Hernández