Energía y ecosistemas - Use unos, pierda otros La vida en la Tierra es posible porque la energía circula en una sola vía a través del ecosistema, mientras los ciclos materiales son interminables. El agua y elementos, tales como carbono, nitrógeno, fósforo y azufre son ejemplos de materias que circulan a través del ecosistema. La fuente original de casi toda la energía en el ecosistema es el sol. Toda la energía que el sol libera no alcanza la Tierra. Una millonésima parte de la energía que el sol deja salir alcanza a la Tierra. De la energía que alcanza a la Tierra, un poco menos del 34 por ciento es reflejado de nuevo hacia el espacio por medio de las nubes. La Tierra refleja por sí misma otro 66 por ciento de nuevo hacia el espacio. Menos de uno por ciento del total de la energía que alcanza la Tierra es usado por las plantas para el proceso de fotosíntesis. Las plantas son muchas veces llamadas productoras, porque tienen la habilidad de producir su propia comida con la ayuda de la energía solar. Cuando los científicos discuten sobre la energía, generalmente se refieren a las Leyes de Termodinámica. La primera ley de termodinámica dice que la energía no puede ser creada o destruida. La segunda ley dice que la energía es constantemente convertida de alta calidad a baja calidad. La energía de alta calidad es capaz de llevar a cabo una gran cantidad de trabajo, mientras que la energía de baja calidad es capaz de producir menos trabajo. Los científicos saben que la energía siempre cambia de alta a baja calidad cuando se lleva a cabo un determinado trabajo. Durante el cambio, parte de la energía se pierde en forma de calor. La cantidad de energía que se pierde en forma de calor es muchas veces un 90 por ciento del total de energía involucrada en la actividad. Poniendo todo esto junto en un ejemplo, si tenemos 1,000,000 de unidades de energía solar que van a alcanzar la Tierra, uno por ciento o sea 10,000 unidades estarán disponibles para ser usada por las plantas. De esas 10,000 unidades, las plantas perderán 90 por ciento, o sea 9,000 unidades, en forma de calor. Si un animal se comiera las plantas, éste recibirá únicamente 1,000 unidades de energía. Esos animales son llamados consumidores primarios porque ellos no pueden producir su propia comida. Vacas y ovejas son ejemplos de consumidores primarios. Si otro animal se come a la vaca o la oveja, éste recibirá solamente 100 unidades de energía, siendo que la vaca u oveja perderá 900 unidades como calor. Los animales que se comen a otros animales son llamados consumidores secundarios. Los científicos creen que cuatro o cinco de estas transformaciones de energía son las únicas posibles, antes de que la cantidad de energía transferida se haga tan pequeña, que ya no pueda sostener una vida. Escrito por Dr. Nicholas Smith-Sebasto