ÉTI CA R E S P O N S A B I LI DA D, Y SOSTENIBILIDAD EMPRESARIAL Emmanuel Raufflet Luis Portales Derbez Consuelo García de la Torre José-Félix Lozano Aguilar Ernesto Barrera Duque Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Emmanuel Raufflet HEC-Montreal, Canadá Luis Portales Derbez Universidad de Monterrey, México Consuelo García de la Torre EGADE Business School-ITESM, México José-Félix Lozano Aguilar Universidad Politécnica de Valencia, España Ernesto Barrera Duque INALDE Business School, Colombia Revisión Técnica Luz María Velázquez Departamento de Filosofía y Ética Tecnológico de Monterrey (ITESM), Campus Monterrey Mirian Molinar Departamento de Filosofía y Ética Tecnológico de Monterrey (ITESM), Campus Monterrey Datos de catalogación bibliográfica Raufflet, Emmanuel; Portales Derbez, Luis; García de la Torre, Consuelo; Lozano Aguilar, José-Félix; Barrera Duque, Ernesto Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Primera edición Pearson Educación de México, S.A. de C.V., 2017 ISBN: 978-607-32-4161-8 Área: Administración Formato: 20 × 25.5 cm Páginas: 416 El proyecto educativo Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial es una obra colectiva creada por un equipo de profesionales, quienes cuidaron el nivel y pertinencia de los contenidos, lineamientos y estructuras establecidos por Pearson Educación. Dirección general: Sergio Fonseca ■ Dirección de innovación y servicios educativos: Alan David Palau ■ Gerencia de contenidos y servicios editoriales: Jorge Luis Íñiguez ■ Gerencia de arte y diseño: Asbel Ramírez ■ Coordinación de contenidos Educación Superior: Guillermo Domínguez Chávez ■ Especialista en contenidos de aprendizaje: Yanith Betsabé Torres Ruiz ■ Coordinación de arte y diseño: Mónica Galván ■ Editor de desarrollo: Bernardino Gutiérrez Hernández ■ Corrección de estilo: Lourdes Amador Araujo ■ Gestor de arte y diseño: José Hernández Garduño ■ Lectura de pruebas: Felipe Martínez ■ Diseño de interiores: Servicios Editoriales 6Ns ■ Diseño de portada: Studio 2 ■ Composición y diagramación: Servicios Editoriales 6Ns. Contacto: soporte@pearson.com Primera edición, 2017 ISBN LIBRO IMPRESO: 978-607-32-4161-8 ISBN LIBRO E-BOOK: 978-607-32-4162-5 D.R. © 2017 por Pearson Educación de México, S.A. de C.V. Avenida Antonio Dovalí Jaime núm. 70 Torre B, Piso 6, Colonia Zedec, Ed. Plaza Santa Fe Delegación Álvaro Obregón, México, Ciudad de México, C. P. 01210 www.pearsonenespañol.com Impreso en México. Printed in Mexico. 1 2 3 4 5 6 7 8 9 0 - 20 19 18 17 Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de esta publicación pueden reproducirse, registrarse o transmitirse, por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea electrónico, mecánico, fotoquímico, magnético o electroóptico, fotocopia, grabación o cualquier otro, sin permiso previo por escrito del editor. Pearson Hispanoamérica Argentina ■ Belice ■ Bolivia ■ Chile ■ Colombia ■ Costa Rica ■ Cuba ■ República Dominicana ■ Ecuador ■ El Salvador ■ Guatemala ■ Honduras ■ México ■ Nicaragua ■ Panamá ■ Paraguay ■ Perú ■ Uruguay ■ Venezuela Acerca de los autores Emmanuel Raufflet Es profesor titular de Management, desarrollo sostenible en el HEC, Montreal, Canadá. Es coautor y coeditor de varios libros pedagógicos sobre responsabilidad social empresarial y teoría crítica en administración. Ha publicado artículos en revistas internacionales y ha coordinado varios números temáticos de revistas sobre innovación social e ideología en administración, entre otros. Ha publicado más de 40 casos pedagógicos en libros y revistas. Ha realizado proyectos de investigación para gobiernos, empresas y organizaciones de la sociedad civil a nivel nacional e internacional. Luis Portales Derbez Es Doctor en Ciencias Sociales por el Tecnológico de Monterrey. Actualmente es profesor-investigador de la Universidad de Monterrey (UDEM), donde dirige el Centro de Estudios para el Bienestar. Es cofundador del Laboratorio de Transformación Social (LTS) y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (CONACYT). Sus líneas de investigación son: capital social, humanismo en las organizaciones, responsabilidad social y sostenibilidad, desarrollo y pobreza. Sobre esos temas, ha escrito diversos artículos y capítulos de libros; además, ha presentado ponencias de tipo científico en distintos foros. Se ha desempeñado como consultor del BID, la Universidad Anáhuac y diferentes empresas nacionales e internacionales. Ha colaborado con el PNUD y la OEA en la realización de diferentes proyectos de investigación y emprendimiento. Consuelo García de la Torre Tiene un doctorado en Management, en la HEC de la Universidad de Montreal, Canadá, y una maestría en la Universidad de Lovaina la Nueva en Bélgica. Es profesora-investigadora de tiempo completo en EGADE Business School, Tecnológico de Monterrey, en México. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores de México (SNI1), responsable del Capítulo PRME Latinoamérica y el Caribe. Es representante de PRME Champions, EGADE Business School. Actualmente es directora de la cátedra de investigación “Humanismo y Gestión”, miembro del Grupo Estratégico de Investigación en Innovación Social, EGADE Business School, y miembro de la Academy of Management. También es representante del Capítulo de México del International Network of Humanistic Management. En 2012, Pearson publicó su libro Responsabilidad social empresarial. También ha escrito diversos capítulos de libros en prestigiadas editoriales internacionales, en revistas internacionales indexadas y en revistas nacionales. v vi Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial José-Félix Lozano Aguilar Es Doctor en Filosofía por la Universidad de Valencia; profesor titular de Ética empresarial y responsabilidad social en la Universidad Politécnica de Valencia; e investigador asociado del Instituto Ingenio (CSIC-UPV). Ha realizado estancias de investigación en el departamento de Dirección de empresas en la Universidad Erlangen-Nürnberg. Ha sido profesor invitado en la Universidad de Zittau y en la OHM Technische Fachshule Nürnberg (Alemania), Lodz (Polonia). Ha impartido cursos y conferencias en Argentina, Ecuador, Colombia, México, República Dominicana, Uruguay y Costa Rica. Ha desarrollado trabajos de asesoría de ética para diversas entidades públicas y privadas (ONCE, Institut Català de Salut, Universitat de Lleida, Universidad Politécnica de Cartagena, entre otras). Ha publicado diversos artículos sobre ética empresarial y profesional, así como sobre formación para la responsabilidad, en revistas especializadas entre las que destacan: Journal of Business Ethics, Science and Engineering Ethics, Journal of Academic Ethics, Journal of Philosophy of Education y Pensamiento: Revista de investigación e información filosófica. Es autor de los libros Códigos éticos para el mundo empresarial (Madrid, Trotta, 2004) y ¿Qué es la ética de la empresa? (Barcelona, Proteus, 2011). Es patrono de la Fundación ÉTNOR y miembro de la Comisión de Ética de la Investigación en la Universidad Politécnica de Valencia. Ernesto Barrera Duque Es Doctor en Administración de Empresas por la Universidad EAFIT, con la especialidad en Organizaciones y marketing. Durante un año, fue estudiante visitante de doctorado en el HEC, Montreal (Canadá) con énfasis en marketing. Es Máster en Dirección de Empresas, MBA por el IESE Business School de la Universidad de Navarra (Barcelona, España), y GCPCL de la Harvard Business School. Además, es especialista en economía internacional y abogado por la Universidad Externado (Bogotá, Colombia); bachiller del Colegio San Bartolomé, La Merced (Bogotá); becario de Colfuturo; y egresado del Programa de Liderazgo PEP. Ha sido directivo en el sector financiero público y privado. Actualmente es profesor de tiempo completo de la INALDE Business School de la Universidad de La Sabana, en el área de Dirección de Marketing y Comercialización. Es investigador y consultor en los campos del marketing, estrategia empresarial, responsabilidad social empresarial y empresas familiares. Ha escrito más de 25 casos empresariales, así como múltiples notas técnicas para directivos, y publicado artículos en revistas académicas. Es miembro de juntas directivas de empresas de diversos sectores de la economía. Ha escrito cuatro libros sobre empresas sociales microcrediticias y colaboró con un capítulo en un libro sobre comercio electrónico y en otro sobre sociología de las organizaciones. Agradecimientos Los autores desean hacer explícito su agradecimiento a las instituciones y personas que han hecho posible que este libro salga a la luz. En primer lugar, a Guillermo Domínguez, de editorial Pearson, por sus ánimos, apoyo y acertadas indicaciones en la elaboración del manuscrito. Asimismo, agradecemos al doctor Moctezuma por su cálida acogida durante nuestro retiro académico para concretar esta obra. Emmanuel A nuestro amigable y comprensivo equipo internacional de coeditores y a los colaboradores de este libro. Luis A todos los demás autores del libro por darme la oportunidad de participar en esta iniciativa y de poder aprender de todos, no solamente sobre los conceptos vertidos en esta obra, sino también por mostrarme la grandeza que cada uno tiene como ser humano y docente. Gracias por enseñarme la importancia que tiene el conocimiento, pero más aún el valor de saber compartirlo con humildad y sencillez para que juntos construyamos una sociedad y un mundo más sostenible, justo y equitativo. Consuelo A la EGADE Business School, ITESM, pues a través de la Cátedra de “Política, Ética y Responsabilidad Social” del programa MBA pudimos utilizar la primera edición de Responsabilidad social empresarial como libro de texto. Contar con el apoyo institucional es invaluable cuando se realizan estos esfuerzos. Ahora, esta nueva edición del libro Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial es perfectamente idónea para la nueva currícula del reciente programa del MBA, MAF, DBS de EGADE Business School del Campus Monterrey. Finalmente, agradezco a todos los colegas que participan en esta edición, a quienes debemos el hecho de contar con esta nueva versión. Asimismo, doy las gracias a mi grupo de Investigación en Innovación Social, por ser el medio en que estas ideas se debatan. Félix Agradezco al Ministerio de Educación y Ciencia del Gobierno de España, ya que este estudio se inserta en el Proyecto de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico (FFI2016-76753-C2-1-P) financiado por el Ministerio de Educación y Ciencia del Gobierno de España. Ernesto Al INALDE por su apoyo integral a este proyecto, a Pedro Niño, director general, a Sandra Idrovo, directora de investigaciones y a Luis Fernando Jaramillo, director del área de marketing. vii Introducción El contexto Este libro tuvo su origen en una conversación inmersa en la conferencia de la ASCOLFA (Asociación Colombiana de Facultades de Administración), celebrada en marzo de 2009 en Bucaramanga, ciudad colombiana donde los parques brotan en cada esquina y la naturaleza lucha por exhibirse entre las placas de cemento que buscan consumirla. El tema de la conferencia fue “Responsabilidad social de las empresas”, y nos dimos cuenta de un fenómeno recurrente: existía confusión y faltaban referentes comunes entre los participantes de diversas disciplinas de la administración, e incluso entre académicos y administradores. Todos hablábamos de responsabilidad social empresarial (RSE), pero cada quien la entendía a su modo, y en algunos casos las posiciones eran totalmente contrarias, lo cual aumentaba la confusión. Después de estudiar la situación con mayor detenimiento, encontramos que hay poco análisis sobre la RSE en nuestro medio, donde convergen realidades muy diversas y complejas, y poco se investiga sobre el tema ya que se ha preferido importar las prácticas y los conceptos desarrollados en Estados Unidos y en algunos países europeos. Así pues, el proyecto de este libro surge de la necesidad por contribuir a clarificar conceptos y prácticas ilustrándolos con casos reales. La lógica de acción en materia de RSE determina las prácticas directivas, y no existe una fuerza conceptual suficientemente generada y construida en América Latina que impulse un cambio en la forma como se gestionan las organizaciones. Este libro, además de un reto, es una oportunidad para abrir nuevos horizontes en la administración porque propone no una moda, sino una forma diferente de hacer negocios y de abordar los estudios y las prácticas organizacionales. Es una aproximación que también pone de relieve la dignidad humana, la solidaridad y la compenetración con la naturaleza en medio de la racionalidad económica de la gestión. Sin embargo, esta propuesta requiere de un cambio de mentalidad, y los conceptos son un elemento clave para emprender el nuevo camino porque las teorías condicionan las prácticas, aun cuando esto no sea muy claro todavía para los directivos; por lo tanto, la transformación debe forjarse primero en las maneras de pensar, para luego transferirse a los conceptos y la lógica con que actuamos. Por ello, un primer objetivo de este libro es aportar conocimiento que disipe la lógica economicista per se, incorporando la dimensión social y ambiental de los negocios en una América Latina que requiere de una oportunidad para desarrollarse con responsabilidad social y ambiental. Motivaciones para escribir este libro El respeto por el medio ambiente y la construcción de una sociedad más justa, impulsada por la dignidad humana, constituyen uno de los retos más importantes que como especie tenemos en este siglo. Para nosotros, como coautores, dada nuestra experiencia y conocimientos sobre el tema, es importante dar a conocer conceptos, prácticas y casos en los que sean palpables las tensiones, las dicotomías y los vaivenes, pero también las consistencias, sinergias y posibilidades de interacción que pueden generarse entre empresas y sociedad. Para ello, no sólo presentamos ix x Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial casos de éxito o prácticas recomendables, sino también aquellas acciones que en lugar de incidir en el bienestar social lo deterioran, pues creemos que se aprende tanto de los aciertos como de los errores. Así, los estudios de caso se convierten en historias que generan preguntas para incentivar la reflexión interdisciplinaria y construir conocimiento junto con diversos sectores y disciplinas, considerando los dilemas que los estudiantes enfrentarán ante dicha casuística. Entendemos la RSE como una fuerza en la que confluyen diferentes corrientes. Es una forma de pensar que puede contribuir al desarrollo económico y, paralelamente, a la cohesión social, al desarrollo humano y a la sostenibilidad natural de América Latina. En el fondo, esto fue lo que más nos impulsó a escribir el presente libro, y nos propusimos hacerlo de una manera didáctica para que estudiantes de todos los niveles, así como los directivos en la práctica, pudieran abordarlo de un modo ameno, pero a la vez riguroso. Este libro también incorpora el concepto de sostenibilidad, reciente, actual y en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, de la Organización de las Naciones Unidas, que proponen una nueva agenda para 2030. Esos objetivos pretenden, con base en el desarrollo sostenible, construir un mundo donde el progreso económico sea inclusivo, la pobreza extrema se elimine, la confianza social encuentre apoyo en políticas orientadas al refuerzo de las comunidades, y el medio ambiente esté protegido de la degradación inducida por el hombre. Con todo ello, generar una temática basada en las características específicas de las sociedades, instituciones y economías de la América Latina emergente implica resaltar iniciativas, experiencias y aprendizajes propios de nuestro contexto socioeconómico. Esta dimensión nos planteó tres desafíos: 1. ordenar las ideas, los conceptos y las experiencias que surgieron en los últimos años; 2. ofrecer materiales y documentación de referencia para enfrentar el tema; y 3. poner al alcance de los lectores textos académicos con finalidad pedagógica que incorporaran diversas perspectivas teóricas y experiencias de RSE, ética y sostenibilidad. Estructura del libro Para lograr el objetivo de poner en claro los conceptos en materia de RSE, ética y sostenibilidad, y presentar los diferentes esfuerzos realizados para responder a los desafíos económicos, sociales y ambientales que supone gestionar empresas en el contexto latinoamericano, el libro se estructuró en dos partes: la primera se centra en la clarificación teórica y presentación de la RSE, la ética y la sostenibilidad; la segunda está integrada por un conjunto de casos prácticos para inducir el análisis y la reflexión. En la primera parte se definen los conceptos relacionados con la RSE, ética y sostenibilidad de las empresas, y se deja en claro la forma en que estas últimas, a través de sus acciones e impactos, se alinean con la agenda internacional de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. En esta primera parte se presentan de forma clara, sencilla, didáctica y aplicada los fundamentos de la RSE y la sostenibilidad para las empresas. Esta sección se encuentra dividida en cuatro bloques temáticos. El primero de ellos se centra en la definición de la evolución de la RSE y cómo se gestiona por medio de esquemas de gobernanza y ética por parte de las organizaciones. Este bloque va dirigido principalmente a manifestar la relevancia que tiene el hecho de que las empresas sean socialmente responsables y sostenibles desde la propia formulación y ejecución de sus principios y valores, así como en el ejercicio y la vivencia de los mismos. El segundo bloque busca explicar cómo la RSE y la sostenibilidad se han convertido en elementos estratégicos para las empresas y cómo pueden facilitar o entorpecer la función que realizan. El tercer bloque explica cómo se implementa la RSE en las diferentes áreas funcionales de la empresa, de tal modo que no quede solamente en decretos fundacionales o estratégicos, sino que se vea reflejada en sus acciones y operaciones. El cuarto bloque explica cómo la RSE y las acciones de la empresa contribuyen a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible por medio de modelos de gestión y vinculación que coadyuven a atender problemas sociales. INTRODUCCIÓN xi Con esto terminamos nuestra aproximación conceptual, teórica y filosófica a la RSE, lo cual abre la puerta para que en el tercer bloque se presente la forma como se vincula la RSE con las diferentes áreas funcionales de una organización, tales como gobierno corporativo, recursos humanos, mercado y logística. Sabemos que se dejan de lado algunos temas igualmente valiosos en la configuración de las empresas; desde ahora, nos comprometemos a incluirlos en ediciones posteriores. La segunda parte del libro se centra en la presentación de estudios de casos que muestran con detalle situaciones reales y resultados de experiencias de RSE en empresas que operan en América Latina. Estos casos provienen de diversos sectores económicos, así como de diferentes tipos de empresas y países, y reflejan la diversidad de las situaciones de gestión/administración relacionadas con la RSE. Se presentan casos analíticos cuyo propósito es mostrar una determinada problemática relacionada con la RSE al interior de la empresa. También se incluyen casos sobre la toma de decisiones, los cuales buscan inducir la reflexión por parte del lector sobre qué hacer ante un problema relacionado con aspectos de carácter moral y ético, vinculados con la RSE directa e indirectamente. Asimismo, en los capítulos que conforman la primera sección presentamos casos breves que buscan ejemplificar y clarificar los conceptos que se manejan en el texto. Esperamos que este libro siga siendo un marco de referencia para aproximarse a los negocios y que el lector, inspirado en los conceptos, los contenidos y las historias que aquí se presentan, esté dispuesto a acompañarnos desde una nueva óptica hacia la creación de valor mezclado (económico, social y ambiental) en nuestras sociedades latinoamericanas que tanto lo necesitan. Emmanuel Raufflet (HEC, Montreal, Canadá) Luis Portales Derbez (UDEM, Monterrey, México) Consuelo García de la Torre (EGADE Business School, México) José-Félix Lozano Aguilar (Universidad Politécnica de Valencia, España) Ernesto Barrera Duque (INALDE Business School, Colombia) Contenido Acerca de los autores v Agradecimientos vii Introducción ix Capítulo 1 Evolución de la responsabilidad social empresarial: Surgimiento, definición y proliferación global 1 Caso ilustrativo 1-1 La evolución de la Responsabilidad Social Empresarial 2 Introducción 2 Surgimiento y conceptualización de la RSE (1889-1975) 3 Caso ilustrativo 1-2 Eugenio Garza Sada: Los ideales del líder se integran a la empresa 4 Proliferación de definiciones y modelos de RSE (1975-1990) 4 Caso ilustrativo 1-3 Código de conducta y ética de BIMBO 5 Vinculación con grupos de interés (1990-2000) 6 El auge de la RSE y la inclusión de nuevos actores en su consecución (2000-2010) 7 Caso ilustrativo 1-4 CEMEX: De la responsabilidad social al desarrollo sostenible 8 Caso ilustrativo 1-5 Forum Empresa, Responsabilidad Social Empresarial en las Américas 10 Conclusiones 12 Términos clave 13 Preguntas para debate 13 Lecturas recomendadas 13 Capítulo 2 Ética en la empresa y toma de decisiones responsable 15 Caso ilustrativo 2-1 ¿Ilegalidad o inseguridad? Introducción 16 Ética y economía: ¿Una contradicción inevitable? 17 La ética en la gestión de las empresas 18 Responsabilidad: Definición e implicaciones 19 Caso ilustrativo 2-2 La coherencia en la responsabilidad social de Vivesocial, S.A. Valores éticos en la gestión empresarial 23 Ética en la toma de decisiones 24 Razones estratégicas y éticas para el desarrollo de la RSE 28 Conclusiones 29 Términos clave 30 Preguntas para debate 30 Lecturas recomendadas 30 xiii xiv Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Capítulo 3 Infraestructura ética en la empresa 31 Caso ilustrativo 3-1 La rifa 32 Introducción 32 La integración de la ética en las organizaciones: Cumplimiento frente a integridad Códigos éticos empresariales 34 Procesos de formación ética 36 Comisiones éticas 38 Caso ilustrativo 3-2 Propuesta para echar a andar 39 33 Conclusiones 40 Términos clave 42 Preguntas para debate 42 Lecturas recomendadas 42 Capítulo 4 RSE estratégica 43 Caso ilustrativo 4-1 La RSE en el contexto de la industria de los cosméticos 44 Introducción 44 La RSE estratégica en la literatura especializada 44 Dos perspectivas sobre RSE estratégica 46 Caso ilustrativo 4-2 RSE estratégica en la industria bancaria 52 Reflexión final acerca del enfoque de RSE estratégica en el contexto latinoamericano 52 Conclusiones 54 Términos clave 55 Preguntas para debate 55 Lecturas recomendadas 55 Capítulo 5 Visiones y definición de la responsabilidad social como caso de negocio 57 Caso ilustrativo 5-1 Diferentes formas de llevar a cabo la RSE 58 Introducción 58 Visión de la RSE, entendida como vínculo entre empresa y sociedad 59 Caso ilustrativo 5-2 Creación de valor compartido de Nestlé 60 Caso ilustrativo 5-3 Adecuación del programa de capillas por parte de Qualfon 61 Caso ilustrativo 5-4 “Sí al estadio, pero en otro lado”, un movimiento contra Coca-Cola FEMSA 62 Caso ilustrativo 5-5 Red SumaRSE Nuevo León 62 RSE como caso de negocio 63 La RSE como generación de valor en función de su perspectiva y caso de negocio 67 Conclusiones 68 Términos clave 69 Preguntas para debate 69 Lecturas recomendadas 69 CONTENIDO Capítulo 6 Herramientas de gestión de la RSE en América Latina 71 Caso ilustrativo 6-1 RSE en XEMC y SEMA 72 Introducción 72 Niveles de alcance de las iniciativas en materia de RSE 73 Iniciativas que establecen los principios de la RSE 74 Iniciativas que se encuentran al nivel de constructos de la RSE 76 Instrumentos de evaluación: indicadores para la gestión de la RSE 77 Integración de las herramientas de gestión al modelo de negocio y a la rendición de cuentas 79 Conclusión 84 Términos clave 85 Preguntas para debate 85 Lecturas recomendadas 85 Capítulo 7 Perspectiva de los grupos de interés en la RSE 87 Caso ilustrativo 7-1 En secreto frente a… 88 Introducción 88 La empresa y su responsabilidad en perspectiva dialógica con los stakeholders 89 Identificación de los stakeholders y diálogo con ellos 91 Criterios a considerar en la definición y gestión de la RSE desde la perspectiva de los grupos de interés 93 Ventajas y desventajas de la definición y gestión de la RSE basada en el modelo dialógico de los stakeholders 96 Conclusión 97 Términos clave 98 Preguntas para debate 98 Lecturas recomendadas 98 Capítulo 8 Gestión responsable del talento humano en América Latina 101 Introducción 102 El trabajo decente en las organizaciones 103 La gestión de la diversidad y la equidad como una forma de asegurar el trabajo decente 106 Seguridad y salud ocupacional 109 Conciliación entre la vida personal, familiar y laboral 110 Remuneraciones y protección social 110 Jornadas de trabajo 111 Despidos y reinserción laboral 111 Conclusiones 112 Términos clave 113 Preguntas para debate 113 Lecturas recomendadas 113 xv xvi Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Capítulo 9 El marketing y la RSE. Lo social como estrategia de marketing 115 Caso ilustrativo 9-1 ¿Compromiso o pura imagen? 116 Introducción 116 Conceptos centrales y aspectos de RSE en la literatura del marketing 117 Caso ilustrativo 9-2 Cerveza y microcréditos: Vulnerabilidad e integración laboral 120 Caso ilustrativo 9-3 Banca más próxima y distribución inclusiva 120 Caso ilustrativo 9-4 CIBanco, Telefónica, Natura, Postobón y el compromiso de la RSE 122 Caso ilustrativo 9-5 Cemento, aluminio, restaurantes y la RSE 123 Conclusiones 124 Términos clave 126 Preguntas para debate 126 Lecturas recomendadas 126 Capítulo 10 Principios básicos de las inversiones de impacto social 129 Breve situación introductoria 130 Introducción 130 Inversiones socialmente responsables (ISR) 131 Caso ilustrativo 10-1 Cómo tomar la decisión de inversión Evolución hacia las inversiones de impacto 136 ¿Por qué optar por la inversión de impacto? 139 135 Conclusiones 142 Términos clave 143 Preguntas para debate 143 Lecturas recomendadas 143 Capítulo 11 Cómo integrar la cadena de valor por medio de la RSE 145 Caso ilustrativo 11-1 La cadena de valor de la exportación de fruta fresca 146 Introducción 146 El concepto de cadena de valor 147 El valor en la cadena y la RSE 148 La integración de la cadena de valor 148 Caso ilustrativo 11-2 Ejemplo de la integración vertical a la red mundial 149 Caso ilustrativo 11-3 La cadena de suministro de Li&Fung: un ejemplo clásico y elocuente 151 El papel de la RSE en la integración de la cadena de valor 153 Conclusiones 153 Términos clave 155 Preguntas para debate 155 Lecturas recomendadas 155 CONTENIDO xvii Capítulo 12 Economía circular, una alternativa a los límites del crecimiento lineal 157 Caso ilustrativo 12-1 Un planeta exhausto 158 Introducción 158 ¿Por qué es necesario modificar el modelo lineal? ¿Cuáles son las alternativas? 158 ¿Cómo romper el paradigma lineal de crecimiento? 160 ¿Qué se debe cambiar? 160 ¿Cómo implementar el cambio? 161 La propuesta: economía circular con visión sistémica 162 Caso ilustrativo 12-2 Higueras, México: Una comunidad de valor circular 166 Conclusiones 168 Términos clave 170 Preguntas para debate 170 Lecturas recomendadas 170 Capítulo 13 RSE y desarrollo sostenible en América Latina 173 Caso ilustrativo 13-1 ¿Son empresas sostenibles? 174 Introducción 174 Concepto de desarrollo sostenible 175 El concepto de ambiente (o medio ambiente) 176 Hacia un nuevo modelo de desarrollo. Las relaciones entre los agentes implicados 180 Caso ilustrativo 13-2 El mercado del carbono en América Latina 182 Caso ilustrativo 13-3 Pronaca es reconocida por sus esfuerzos en responsabilidad ambiental 183 Conclusiones 186 Términos clave 188 Preguntas para debate 188 Lecturas recomendadas 189 Capítulo 14 Alianzas entre empresas y ONGs, un medio para favorecer el desarrollo local 191 Caso ilustrativo 14-1 Danone y el cáncer infantil en México 192 Introducción 192 Del asistencialismo a la creación de alianzas intersectoriales por medio de la RS 193 Caso ilustrativo 14-2 Protección por parte de la empresa: El caso de Famosa y la sociedad Cuauhtémoc 194 Caso ilustrativo 14-3 Empresa filantrópica frente a alianza entre empresa y ONG 194 Las alianzas intersectoriales y su generación de valor 195 Elementos a considerar en las relaciones intersectoriales 197 Caso ilustrativo 14-4 Empresa de autoservicio del extranjero en un país latinoamericano 199 Conclusiones 201 Términos clave 202 Preguntas para debate 202 Lecturas recomendadas 202 xviii Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Capítulo 15 De la RSE a la atención de problemas sociales por medio de modelos de negocio con propósito 203 Introducción 204 Modelos de negocio con propósito 204 Caso ilustrativo 15-1 Toks, CEMEX y la colonia Nuevo Milenio 209 Caso ilustrativo 15-2 Toks y Mermeladas Santa Rosa 211 Caso ilustrativo 15-3 Unilever como generadora de valor compartido 212 Conclusiones 215 Términos clave 216 Preguntas para debate 216 Lecturas recomendadas 216 Capítulo 16 La incorporación de los ODS en la empresa 217 Introducción 218 El pensamiento dominante 218 Límites del crecimiento 220 Caso ilustrativo 16-1 Interface: Un agente de restauración del planeta De la sostenibilidad a los Objetivos de Desarrollo Sostenible 222 Caso ilustrativo 16-2 Los restaurantes WOK, una cadena verde 224 Caso ilustrativo 16-3 ¿Cómo contribuir con los ODS? 229 221 Conclusiones 230 Preguntas para debate 232 Lecturas recomendadas 232 Caso 1 Bendiciones paradójicas de una empresa en su entorno local 233 Primera época (1893-1936) 233 Segunda época (1936-1970) 236 Tercera época (1970-1991) 237 Lecturas recomendadas 239 Caso 2 Ilegalidad o inseguridad, un dilema para las tiendas de conveniencia de Monterrey 241 La inseguridad en el área metropolitana de Monterrey 241 La estrategia de crecimiento de la cadena de tiendas de conveniencia Anexos 245 242 CONTENIDO Caso 3 Un dilema de responsabilidad 247 Carlos Villa 247 Interquim 249 Anexo 1 Colombia: Indicadores macroeconómicos 1991-2001 256 Anexo 2 Historia de AkzoNobel 260 Anexo 3 Valores fundamentales de Interquim–AkzoNobel 261 Anexo 4 Misión y visión de Interquim y de AkzoNobel 262 Interquim: Concepto del negocio 262 AkzoNobel: Nuestra ambición 262 Anexo 5 Balance general Interquim. Cifras en miles de pesos 263 Anexo 6 Estado de resultados de Interquim. Cifras en miles de pesos Caso 4 José René Finol: La hipoteca social 265 Antecedentes 265 Hacienda Alturitas 267 Responsabilidad Social Empresarial (RSE) 269 Instituto de Gerencia y Estrategia del Zulia (IGEZ) 275 Anexo 1 Don José René Finol 277 Anexo 2 Ubicación geográfica de la hacienda Alturitas 278 Caso 5 RSE estratégica en el contexto de Brasil: Proyecto Ecoelce 279 Introducción 279 El estado de Ceará 279 Ecoelce 280 Apéndice 285 Caso 6 Best Buddies-Alkosto: Del marketing a la RSE Best Buddies International 290 Best Buddies Colombia 290 Anexo 1 Definición de discapacidad cognitiva 297 Anexo 2 Evolución de Best Buddies 298 Anexo 3 Estadísticas 299 Anexo 4 Mapa de la presencia de Best Buddies Colombia Anexo 5 Programa “Amigos de alma” 301 300 289 264 xix xx Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Caso 7 “Alisha en el país de la obesidad”: ¿El marketing de los alimentos es el “sombrerero loco”? 303 Introducción 303 La epidemia de la obesidad 305 El marketing de alimentos y bebidas específicamente dirigido 307 Marketing de alimentos y bebidas dirigido específicamente y responsabilidad social empresarial 313 Conclusión 317 Apéndice 1 Prevalencia de obesidad y sobrepeso en los niños estadounidenses por edad, origen étnico y género, 2007 a 2008 318 Apéndice 2 Prevalencia de obesidad y sobrepeso en adultos estadounidenses (de 20 años o más) por origen étnico y género, 1999 a 2008 319 Apéndice 3 Exposición total de los jóvenes estadounidenses (de 8 a 18 años de edad) a los medios de comunicación, por origen étnico en 2009 320 Apéndice 4 Exposición de los jóvenes estadounidenses (de 8 a 18 años de edad) a los medios de comunicación a lo largo del tiempo, por origen étnico y plataforma 321 Lecturas recomendadas 322 Caso 8 Textiles Mónica Urquijo: Tejer redes humanas 327 Textiles Mónica Urquijo (TMU) 327 Anexo 1 Mapa del Departamento del Atlántico, Colombia. Ubicación de municipios donde operan las líderes y tejedoras de TMU 335 Anexo 2 Premios recibidos por TMU 336 Anexo 3 Algunos productos elaborados: cojines, bandejas, cortinas e individuales de mesa 337 Anexo 4 Fibras y técnicas de procesamiento 338 Anexo 5 Estado de resultados (cifras en pesos colombianos) 339 Anexo 6 La red de tejedores 340 Caso 9 Aliar S.A. 341 La visión del emprendedor 341 Cultivar en la Altillanura: un quijote 342 El sector de la producción de cerdos 343 Implementación de la iniciativa 344 Anexo 1 351 Anexo 2 Desposte 352 Anexo 3 Marca “La Fazenda”: producto final 353 Anexo 4 La Altillanura de los Llanos Orientales colombianos 354 Anexo 5 Control biológico de plagas (avispas) 355 Anexo 6 Iniciativa de RSE “Promover”: desarrollo integral inclusivo 356 Anexo 7 Iniciativas de RSE con indígenas: “Promover-pervivir” 357 Anexo 8 Extracto del protocolo de accionistas de Aliar S. A. 359 CONTENIDO Caso 10 El Fondo de Solidaridad y Gildan Activewear, Inc. 361 El Fondo de Solidaridad 361 Gildan Activewear, Inc. 362 Honduras 364 Preguntas para debate 370 Caso 11 Natura: Triple línea de resultados y desarrollo de marca 371 Historia de la compañía 372 Nuevo liderazgo en Natura Colombia 372 Estrategia corporativa 372 Anexo 1 Resultados de Natura por filiales latinoamericanas en 2009 (cifras en millones de dólares) 379 Anexo 2 Visión, misión y creencias de Natura 380 Anexo 3 Tablero de control directivo 381 Anexo 4 Oportunidades y desafíos del portafolio de categorías Natura 384 Anexo 5 Información de las principales categorías 385 Anexo 6 Ejemplo de submarcas Ekos y Chronos 386 Anexo 7 Ejemplo de submarcas Tododía y Una 387 Anexo 8 Ejemplo de submarcas Plant y Creer para ver 388 Anexo 9 Cuadro comparativo de los principales competidores 389 Anexo 10 Análisis de la salud de las principales marcas 390 Anexo 11 Comparación de las marcas entre usuarias y no usuarias 391 Anexo 12 Condiciones comerciales de Natura y la principal competencia 392 Anexo 13 Estado de pérdidas y ganancias de Natura Colombia, 2009-2014 393 xxi C a p ít ulo 1 Evolución de la responsabilidad social empresarial: Surgimiento, definición y proliferación global Luis Portales, Consuelo García de la Torre y Gustavo A. Yepes López Objetivos Al finalizar este capítulo, usted deberá ser capaz de: • • • • • Conocer la evolución en el tiempo del concepto de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), desde sus inicios hasta la actualidad. Especificar el papel de la relación entre la RSE y la empresa en la evolución de los países, al promover una mejor sociedad. Identificar la forma en que ha evolucionado la RSE a través de diferentes organismos y marcos de referencia en diversos países de América Latina. Dar muestras de la diversidad de definiciones e interpretaciones existentes sobre este concepto. Hacer ver que la RSE, más que un vacío argumento de venta o de un simple posicionamiento de marca, es un promotor de la sostenibilidad de la empresa y del bienestar del entorno en el que ésta se desenvuelve. 2 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Caso ilustrativo 1-1 La evolución de la Responsabilidad Social Empresarial Algunas de las más grandes empresas que operan actualmente en los países latinoamericanos son también algunas de las más antiguas de la región. Tal es el caso de Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, en México, que en 2010 cumplió 120 años. Esas empresas, con el paso del tiempo, crecieron y se consolidaron como promotoras del proceso de industrialización de las regiones donde operaban; asimismo, como resultado de su crecimiento, fueron captando cada vez a más empleados y accionistas, cuyas necesidades y demandas exigían respuesta según el contexto y el momento específicos. En algunos casos, la satisfacción de tales demandas por parte de las empresas fue superior a lo establecido por la legislación, ya que otorgaron a sus trabajadores beneficios adicionales a los que, por ley, estaban obligadas. Así, esas compañías generaron no sólo una identidad clara, sino también una buena reputación en la sociedad. En la actualidad, algunas de dichas empresas, además de mostrar preocupación por sus grupos de interés más cercanos —trabajadores, accionistas, clientes y comunidad—, han extendido su radio de acción al medio ambiente. Asimismo, han generado estrategias de comunicación, como la implementación de campañas de marketing y la elaboración de informes de responsabilidad social o de sostenibilidad, donde describen las acciones que realizan en materia social y ambiental a lo largo del año. Esto les ha permitido obtener reconocimientos o distintivos nacionales e internacionales que dan muestra del valor social que generan. ¿De dónde surgen esas nuevas preocupaciones y qué relación tienen con la evolución de la idea de responsabilidad social? Introducción La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es un concepto que se ha posicionado en los últimos años en diferentes niveles de la sociedad: empresas, gobiernos, organizaciones sin fines de lucro y universidades. Como resultado de tal posicionamiento, se han emprendido muchas y variadas acciones. Así, por ejemplo, grandes empresas buscan promover prácticas de RSE en su cadena de valor con la ayuda de consultores de organismos internacionales; diversas organizaciones de la sociedad civil generan alianzas con empresas socialmente responsables que les facilitan la consecución de sus objetivos sociales; algunos gobiernos promulgan leyes que promueven las prácticas de responsabilidad social al interior de las empresas; y ciertas escuelas de negocios crean centros dedicados al estudio y la promoción de la RSE. La proliferación de dichas acciones nos hace pensar que se trata de una tendencia que se está imponiendo con fuerza. Por otro lado, son pocas las veces en que se piensa con profundidad en el origen del concepto de Responsabilidad Social (RS) y las acciones que implica, el contexto en el que surge, la evolución que ha presentado y cómo ha dejado de ser una mera discusión académica para manifestarse en una serie de instituciones internacionales y regionales, las cuales se han encargado de generar definiciones, indicadores y recomendaciones para lograr su implementación correcta. El presente capítulo tiene como objetivo primordial describir el surgimiento del concepto de responsabilidad social desde el ámbito académico, así como algunas de las primeras controversias que generó, y la forma en que se fue vinculando con diferentes teorías de la administración y con el concepto de desarrollo sostenible. Más aún, algunas organizaciones internacionales —por ejemplo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Banco CAPÍTULO 1 Evolución de la responsabilidad social empresarial: Surgimiento, definición y proliferación 3 Interamericano de Desarrollo (BID)— emplean el concepto de responsabilidad social como un medio para la consecución del desarrollo de los países, propiciando la creación de una infraestructura institucional que permita dar reconocimiento, sustento y validez a las diferentes acciones que realizan las empresas en materia de RSE en todo el mundo. Surgimiento y conceptualización de la RSE (1889-1975) El concepto de RSE es relativamente nuevo. Su origen se remonta a la propuesta de Andrew Carnegie, en su libro The Gospel of Wealth (1889), de que las personas adineradas deberían apoyar a la sociedad y socorrer a los menesterosos. Así surgió una de las innumerables posturas sobre las responsabilidades de la empresa frente a la sociedad. En 1916 el economista John Maurice Clark1 afirmó, sin encontrar mucho apoyo, que las responsabilidades de los negocios deben incluir los resultados de sus transacciones, ya sea que estén o no estipuladas por la ley, y Oliver Sheldon2 en 1923 insistió en la necesidad de un mejor desarrollo de la administración para garantizar un crecimiento efectivo de la industria. Los cambios en torno al tema de la responsabilidad social empezaron a ocurrir a fines de la década de 1930 y a principios de la de 1940 como resultado de exigencias y reclamos de distintos sectores. Por ejemplo, se establecieron semanas laborales más cortas y condiciones de trabajo más seguras. Tales concesiones obedecieron a presiones de los sindicatos sobre las organizaciones, al considerar factores distintos a los que tenían que ver con maximizar los beneficios de las compañías. Durante las décadas de 1950 y 1960 continuaron las propuestas. Howard R. Bowen publicó el libro Social Responsibility of the Businessman (1953), donde mostró la evolución de las corporaciones y presentó como necesaria la vinculación entre las políticas y la toma de decisiones en las empresas con base en los objetivos y valores de la sociedad. En la década de 1960, Davis3 sugirió que la responsabilidad de las empresas está en función del grado de poder que éstas tienen en la sociedad, de manera que aquellas que generan un mayor impacto en la economía, al encontrarse más cerca de ciertos grupos de poder, deberían tener una mayor responsabilidad con la sociedad. Estas aproximaciones comenzaron a adoptar una nueva perspectiva al final de la década de 1960 con Milton Friedman4 (Premio Nobel de Economía 1975), que afirmaba que la responsabilidad de los directivos de las empresas era la retribución económica de sus accionistas; y más adelante, en 1970, señaló que cualquier actividad que no estuviera relacionada directamente con el negocio, como donaciones o apoyos a causas nobles, no podía ser una obligación de la empresa. Poco después, Johnson5 definió a la RS en función de la complementariedad de cuatro diferentes visiones del concepto. En la primera visión, se señala la importancia que tiene para las empresas conocer el entorno en el que desarrollan sus actividades. La segunda está relacionada con la puesta en marcha de programas sociales con la intención de generar mayores ganancias. La tercera centra el interés de las empresas en la máxima ganancia derivada de sus operaciones. Finalmente, la cuarta visión está relacionada con el peso específico de los grupos de interés y la generación de riqueza. 1 2 3 4 5 Carnegie, A. (2007). The Gospel of Wealth. Nueva York: Norton Garfinkle. Sheldon, Oliver (1923). The Philosophy of Management. Londres: Pitman. Davis, K. (1960). Can Business Afford to Ignore Social Responsibilities? California Management Review 2 (3), pp. 70-76. Friedman, M. (1962). Capitalism and Freedom. Chicago: University of Chicago Press. Johnson, H. L. (1971). Business in Contemporary Society: Framework and Issues. Belmont, Cal: Wadsworth Pub. Co. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 4 Caso ilustrativo 1-2 Eugenio Garza Sada: Los ideales del líder se integran a la empresa Eugenio Garza Sada fue uno de los líderes empresariales más importantes del norte de México. En 1943 ya había fundado, junto con su hermano Roberto, empresas como Hylsa, FAMOSA, Empaques de Cartón Titán y Grafo Regia, todas ellas relacionadas con Cervecería Cuauhtémoc, empresa fundada por su padre y cuya dirección asumió al morir éste. Este hombre de negocios ilustra la forma de llevar a la práctica la responsabilidad social de la empresa, ya que a través de la promoción de sus ideales humanistas se llevaron a cabo diversas acciones de filantropía y desarrollo social, como la fundación del Patrimonio de la Vivienda de los Trabajadores Asociación Civil (PAVITAC), que a la fecha sigue vigente. Su filosofía quedó plasmada en el Ideario Cuauhtémoc, un conjunto de principios y conceptos personales escritos bajo su supervisión. En palabras de FEMSA: “Estos principios representan la esencia de los valores que hoy son parte fundamental de la cultura FEMSA. En esta especial ocasión queremos compartirlos con todos aquellos que, como don Eugenio, buscan trascender, generando valor”.6 ¿Es posible que los ideales de un hombre cambien el destino de una sociedad, al proponer ideas visionarias para su comunidad inmediata? Proliferación de definiciones y modelos de RSE (1975-1990) Mientras que en la primera etapa de evolución del concepto, el debate se centró en tratar de conocer la razón de ser de la RS, en 1975, Sethi7 centró su análisis en el modo en que la RSE se llevaba a cabo. Para ello, propuso un esquema de tres etapas en función de las obligaciones y responsabilidades que tiene la empresa; cada una incluye a la otra (vea la figura 1-1): a) una etapa obligatoria, ya sea por el mercado o por la regulación en la que está vigente; b) una etapa política, la cual está dada por las presiones que genera la sociedad alrededor de ella; y c) una etapa socialmente responsable determinada por la capacidad de anticiparse y prevenir los efectos sociales que ocasiona su actividad empresarial. Etapa socialmente responsable Anticiparse y prevenir los impactos a nivel social FI G U R A 1 - 1 6 7 Presiones que la sociedad ejerce Mejorar relaciones Etapa política Etapa obligatoria Mercado Regulación vigente Etapas de la responsabilidad social de la empresa, según Sethi. Extraído de http://www.femsa.com/es/about/philosophy/formulario-ideario.php Fecha de consulta: 12 de noviembre de 2010. Sethi, S. P. (1975). Dimensions of Corporate Social Performance—An Analytical Framework, California Management Review, 17(3), p. 58. CAPÍTULO 1 Evolución de la responsabilidad social empresarial: Surgimiento, definición y proliferación 5 En 1976, Robert Ackerman,8 desde el enfoque denominado autointerés (self-interest), sugirió que las compañías deben ser socialmente más responsables, puesto que la ética empresarial y el compromiso con la comunidad demostraron ser un factor determinante de beneficio social y estabilidad económica para la empresa. De acuerdo con esta perspectiva, la meta de las tareas sociales de la empresa debería ser la capacidad de respuesta, y no la responsabilidad. Entendiendo la capacidad de respuesta como la reacción rápida y apropiada a una demanda social. Años después, Archive Carroll9 propuso un modelo centrado en el desempeño socialmente responsable por parte de las empresas, en el cual se definen cuatro categorías interrelacionadas: económica, legal, ética y discrecional. Estas categorías no son mutuamente excluyentes, ya que coexisten en el desempeño de las empresas; sin embargo, hay que considerar que algunas compañías tienen un mayor impacto en la sociedad que otras. Este modelo incluyó los conceptos y las características que hasta ese momento se habían desarrollado. En ese mismo sentido, Drucker,10 en 1984, planteó que para poner en marcha la RS es necesario que las empresas conviertan sus responsabilidades sociales en oportunidades de negocio; de ese modo, podrán generar capacidades, competencias, trabajos mejor pagados y salud en toda la sociedad. En la segunda mitad de la década de 1980, Freeman11 propuso un enfoque que se convirtió en el fundamento de la literatura sobre empresa, sociedad y gestión estratégica. La teoría de Freeman presenta a las empresas como un sistema relacionado con la sociedad, no de un modo abstracto, sino a través de grupos de interés representativos que sostienen entre sí una relación bidireccional. Los stakeholders o grupos de interés pueden tener un impacto directo o indirecto en la empresa, un hecho que hace que la atención de la empresa, centrada anteriormente en los accionistas, se desplace a todas las partes involucradas o stakeholders. Caso ilustrativo 1-3 Código de conducta y ética de BIMBO El Grupo Bimbo concibe así su código de ética: Porque operamos en varias partes del mundo, con diversidad de idiomas y culturas; porque queremos una empresa con altos principios y valores, formadora de hombres respetuosos de la sociedad a la que nos debemos, nuestro código de ética es la guía universal para nuestra práctica de negocios. Nuestros compromisos son con nuestros: • Colaboradores. Garantizar el respeto a su dignidad, a su individualidad y facilitar un ambiente para su bienestar y desarrollo. • Accionistas. Proporcionar una rentabilidad razonable de manera sostenida. • Proveedores. Mantener relaciones cordiales y propiciar su desarrollo. • Clientes. Brindar un servicio ejemplar, y apoyarlos en su crecimiento y desarrollo. • Competidores. Competir en el mercado de manera vigorosa y objetiva, basándonos en prácticas de comercio leales. • Consumidores. Garantizar calidad, alimentos sanos y variedad de nuestros productos, mediante la mejora continua de los mismos. • Sociedad. Promover el fortalecimiento de los valores éticos universales. Apoyar el crecimiento económico y social de las comunidades en donde nos encontremos.12 ¿Es necesario establecer pautas, reglas, ideas que orienten a la empresa en sus operaciones, y que aseguren el buen comportamiento de sus miembros? 8 9 10 11 12 Ackerman, R. (1976). ¿Cómo responden las empresas a las demandas sociales? Cambridge: Harvard University. Carroll, A. B. (1979). Three Dimensional Conceptual Model of Corporate Social Performance. Academy of Management Review. Drucker, P. F. (1984). The New Meaning of Corporate Social Responsibility. California Management Review, 26 (2), p. 53. Freeman, R. E. (1984). Strategic Management: A Stakeholder Approach. Boston: Pitman. http://www.grupobimbo.com.mx/display.php?section=6 Fecha de consulta: 12 de noviembre de 2010. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 6 Durante el periodo comprendido entre 1975 y 1990, las aportaciones lograron vincular algunos de los elementos que existían a nivel teórico con las prácticas que se realizaban en las empresas; también fue posible relacionar los modelos referentes a las prácticas de RS con el desempeño de las organizaciones. Además, se inició una etapa de construcción de indicadores de RSE que tomaría mayor fuerza en el siglo xxi, con la creación de instituciones y organismos dedicados a ese fin. Vinculación con grupos de interés (1990-2000) La década de 1990 se caracterizó por la vinculación del concepto de RS con diversas teorías administrativas. Donna Wood13 generó tres principios de la RS: legitimidad, responsabilidad pública y gestión. De ellos se desprende la gestión de la problemática social de la empresa, la cual debe evaluarse en tres líneas: ambiental, gestión de los grupos de interés y aspectos administrativos. Por esa misma época, Drucker afirmó que una empresa no puede existir si no genera utilidades que le permitan mantenerse y desarrollarse; sin embargo, ésa no es la única razón de ser de las empresas, ya que estas últimas responden a los intereses sociales y fueron creadas para satisfacer ciertas expectativas, por lo que adquieren una responsabilidad sustancial con la sociedad. En opinión de Drucker, “las organizaciones tienen la responsabilidad de tratar de encontrar un enfoque para los problemas sociales básicos, que esté de acuerdo con su competencia y que convierta los problemas sociales en oportunidades para la organización”.14 De acuerdo con ese enfoque, la maximización del beneficio económico genera oportunidades de beneficio social, las cuales se traducen en empleo, impuestos, bienes y servicios. En 1997, Adela Cortina planteó que la empresa, ante todo, debe fortalecer su ideología más que la conservación de una imagen que puede ser aparente; por ello, son necesarios los fundamentos filosóficos e ideológicos. Cortina propuso la construcción de una identidad o personalidad propia de la organización, que lleve a la coherencia entre ideas, principios y acciones. Para Cortina, la “legitimación significa que la empresa encuentre su lugar dentro del sistema social global al que pertenece y del que depende”; es decir, la responsabilidad de las empresas consiste en hacer legítima su operación con toda la sociedad para mantenerse o perdurar en armonía.15 En el marco de la vinculación entre la gestión estratégica y la RSE, a finales de la década de 1990, se señaló que una ventaja competitiva de las empresas son las acciones filantrópicas, es decir, aquellas obras que la empresa realiza, pero que no están directamente ligadas con la razón de ser de su negocio, sino que obedecen a un aspecto que les genera buena imagen en la sociedad; se trata de acciones relacionadas con la caridad. Dicha postura fue reafirmada por Porter y Kramer,16 mientras que Kotler y Lee17 se encargaron de consolidarla a través de la generación de un marco de referencia que explica por qué ese tipo de acciones son positivas para los negocios desde el punto de vista del marketing. Lo anterior dio como resultado la asociación de la RSE con aspectos de filantropía, y no tanto con la responsabilidad que la organización tiene en su entorno. A finales de la década de 1990, el discurso ambiental comenzó a tomar más fuerza en la teoría administrativa. Por ejemplo, Hart18 señaló que al considerar los retos ambientales a los que se enfrenta el mundo, es necesario vincular la estrategia y el desarrollo tecnológico con el concepto de 13 14 15 16 17 18 Wood, D. J. (1991). Corporate Social Performance Revisited, Academy of Management Review, 16(4), pp. 691-718. Drucker, P. F. (1994). La gerencia: Tareas, responsabilidades y prácticas. Buenos Aires: El Ateneo, p. 112. Ibíd., p. 131. Porter, M. E., y Kramer, M. R. (2002). The Competitive Advantage of Corporate Philanthropy. Harvard Business Review, 80 (12), pp. 56-69. Kotler, P. y Lee, N. (2005). Corporate Social Responsibility. Doing the most good for your company and your cause. Nueva Jersey: John Wiley & Sons Inc. Hart, S. L. (1997). Beyond Greening: Strategies for a Sustainable World. Harvard Business Review, 75 (1), 1997, pp. 66-76. CAPÍTULO 1 Evolución de la responsabilidad social empresarial: Surgimiento, definición y proliferación 7 sostenibilidad expresado en el Reporte Brundtland de Naciones Unidas, con la finalidad de generar ventajas competitivas. Así, se agregó un nuevo nivel al concepto de la RS, al tomar en cuenta el aspecto ecológico-ambiental, además del aspecto económico y social que prevaleció en las etapas anteriores. En ese sentido, el modelo de Elkington,19 conocido como el Triple Bottom Line (TBL), el cual está vinculado con las limitaciones ecológicas y con el modo de gestionar de las personas, parece ser el que mejor logra sistematizar esta propuesta de RS, ya que incluye los aspectos económico, social y ambiental de las empresas (vea la figura 1-2). Económico Empresa Ambiental FI G U R A 1-2 Social El TBL de la empresa de Elkington. Así, durante esta etapa, la RS deja de ser un aspecto centrado en el interior de la empresa, especialmente en sus accionistas y empleados, y comienza a considerarse como la responsabilidad que tiene la organización con actores internos y externos (como los grupos de interés), y con el impacto que genera en el entorno en que se encuentra (como el aspecto ambiental). Con base en esta nueva interpretación, durante la primera década del siglo xxi, se comenzó a percibir un interés por parte de organismos nacionales e internacionales por promover la RS al interior de las empresas. El auge de la RSE y la inclusión de nuevos actores en su consecución (2000-2010) Al definir como objetivo de la RS la búsqueda de la sostenibilidad, se dio una convergencia entre dos conceptos que se encontraban separados principalmente por los sectores de la sociedad que los estaban impulsando. Por un lado, el concepto de Desarrollo Sostenible (DS), vinculado con actores públicos o sociales —especialmente grupos preocupados por el medio ambiente—, y por el otro, la RS en el sector privado, que busca mejorar las relaciones de la empresa con los grupos de interés y reducir su impacto ambiental. Con este vínculo, se abrieron las puertas para que organismos internacionales interesados en la promoción del desarrollo social incluyeran dentro de sus agendas a la RS como un elemento clave para la consecución de tal objetivo. En ese sentido, la Organización de las Naciones Unidas, consciente de la situación de pobreza e inequidad que prevalece en el mundo, así como del impacto que las empresas tienen 19 Elkington, J. (1997). Cannibals with Forks: The Triple Bottom Line of 21st Century Business. Reino Unido: Oxford. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 8 en la permanencia o solución de esa problemática, propuso iniciativas como la Global Reporting Initiative (GRI) en 1995, además de encabezar el PNUMA y la Coalition for Enviromentally Responsible Economies (CERES), para promover una herramienta que permitiera identificar el nivel del compromiso empresarial frente al desarrollo sostenible. Más adelante, en 1999, la ONU propuso el Pacto Global, una iniciativa que busca el compromiso de las empresas con diez principios que están relacionados con aspectos laborales, derechos humanos, medidas anticorrupción y prácticas para proteger el medio ambiente. Así, se inició una serie de iniciativas e instrumentos, como los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), las Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales, y la Guía ISO 2600, entre muchos otros. Asimismo, se tomaron medidas de promoción de la RS, con el financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a través del Fondo Multilateral de Inversión (FOMIN). De esa forma, en el siglo xxi, se han financiado proyectos para el desarrollo de normas nacionales y regionales, y de ayuda a las pequeñas y medianas empresas (PYMES), con la finalidad de implementar medidas de RS en América Latina y el Caribe, las cuales han logrado posicionar poco a poco la responsabilidad empresarial. Otros autores que otorgan gran importancia a la responsabilidad empresarial son Henri Savall y Véronique Zardet,20 quienes propusieron financiar y mitigar los riesgos de la responsabilidad social, sin comprometer la capacidad de supervivencia y desarrollo de la sociedad. Para ello, la empresa debe elegir acciones de equilibrio duradero y progreso continuo, para luego desarrollar políticas y comportamientos de prevención, desarrollo del potencial humano y calidad de la administración como factor clave para asegurar la perdurabilidad de la organización. Por su parte, Porter y Kramer21 abogan por una responsabilidad estratégica de las empresas que garantice el desempeño económico a largo plazo, evitando las conductas de corto plazo que sean social o ambientalmente perjudiciales, ya que existe una mutua dependencia entre las corporaciones y la sociedad. Esto implica que las decisiones ambientales y las políticas sociales deben formar parte integral de las operaciones diarias de la empresa; es decir, las alternativas elegidas deben beneficiar tanto a la empresa como a la sociedad, ya que la ganancia temporal de una sola parte socavará la prosperidad a largo plazo de ambas.22 Caso ilustrativo 1-4 CEMEX: De la responsabilidad social al desarrollo sostenible CEMEX, al igual que muchas otras empresas, ha modificado la forma y el contenido de los informes que entrega a sus diferentes grupos de interés. En 2002 publicó su primer informe de responsabilidad social, en el cual se compromete a garantizar: bienestar y desarrollo del personal, mejora de la calidad de vida, congruencia en el pensar, hablar y actuar, buenas relaciones con la comunidad, desarrollo sostenible y cuidado del medio ambiente. Durante 2003, 2004 y 2005, su reporte se tituló Informe de competitividad sostenible. Dicho documento incluyó el decálogo de la responsabilidad social CEMEX y se centró en cuatro ejes: ética empresarial, calidad de vida en la empresa, vinculación y compromiso con la comunidad y su desarrollo, y cuidado y preservación del medio ambiente. De 2006 a 2009 la compañía presentó informes de desarrollo sostenible, con base en el índice GRI (Global Reporting Initiative). En ellos, se explica que la ética empresarial constituye la base del desarrollo del modelo de negocios de CEMEX, el cual gira en torno a cuatro ejes: calidad de vida en la empresa, vinculación con la comunidad y compromiso con su desarrollo, cadena de valor, y cuidado y preservación del medio ambiente. 20 21 22 Savall, Henri y Zardet, Véronique. Enfoque endógeno: ¿Hacia una responsabilidad social de la empresa sustentable y soportable? En Ramírez Martínez, G. (2004). Desempeño organizacional. Retos y enfoques contemporáneos. México: Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, pp. 73-87. Porter, M. y Kramer, M. (2006). Strategy and Society: The Link between Competitive Advantage and Corporate Social Responsibility. Harvard Business Review. Ibíd. CAPÍTULO 1 Evolución de la responsabilidad social empresarial: Surgimiento, definición y proliferación 9 A pesar de que la temática y los compromisos que CEMEX ha expresado en sus reportes no han cambiado de forma sustancial, los nombres de sus informes sí lo han hecho. Eso se debe en gran medida al cambio que ha experimentado la RS —incluyendo su vínculo con el desarrollo sostenible— y a la proliferación de organismos e institutos que generan índices y modelos para generar informes. ¿Es importante que las empresas que realizan acciones orientadas a la responsabilidad social y el desarrollo sostenible tengan una comunicación amplia y pública de los resultados de las mismas? Así, es posible distinguir dos posturas en relación con la RSE. La primera es aquella que se basa en realizar acciones de filantropía con la intención de mejorar la imagen de la empresa y su posicionamiento en el mercado. La segunda es la que se presenta de una forma integral, en la cual las preocupaciones sociales, expresadas por los diferentes grupos de interés, se encuentran integradas a los diversos aspectos que conforman la actividad de la empresa, como el modelo de negocios, la estrategia, la visión, los bienes o servicios que ofrece, entre otros. Asimismo, y como una forma de dar respuesta a tales preocupaciones sociales, se promueve la creación de sinergias diferentes. Como se aprecia, no hay una definición única ni una sola perspectiva de la responsabilidad social; es un concepto dinámico que cambia con el tiempo en función de las condiciones del entorno. Sin embargo, como se mencionó, históricamente existe una tensión entre dos tipos de visión sobre la responsabilidad social: una asociada a la filantropía y otra vinculada con las operaciones de la empresa. Por lo tanto, es posible agrupar las visiones de la responsabilidad social en dos categorías, las cuales se describen en la tabla 1-1. TABL A 1 - 1 CATEGORÍA Enfoques de la RSE. ENFOQUE ECONÓMICO MILTON FRIEDMAN, 1970 AUTOINTERÉS CARITATIVA O FILANTRÓPICA ROBERT ACKERMAN, 1976 PRIORIDADES ARCHIVE CARROL, 1979 PAPEL SOCIAL PETER DRUCKER, 1986 GRUPOS DE INTERÉS EDUARD FREEMAN, 1983 LEGITIMIDAD INTEGRAL U OPERATIVA ADELA CORTINA, 1997 DESARROLLO SOSTENIBLE HART, ELKINGTON, 1997; SAVALL y ZARDET, 2004 ESTRATÉGICO PORTER y KRAMER, 2006 RESPONSABILIDADES ARGUMENTO Maximización del beneficio de los accionistas Bienestar general Estrategias de apoyo social y donativos Ayuda a la comunidad, mejor imagen y visibilidad Obligaciones económicas, legales, éticas y filantrópicas La solidez financiera es la base del aporte social Ofrecer bienes y servicios, empleo e impuestos Cumplir con su rol en la sociedad Responder a todas las personas o grupos que son afectados o podrían verse afectados por las actividades de la empresa Disminución de riesgos, mejores relaciones Obligación moral con todos los implicados en los procesos Licencia para operar, aceptación social Responder a las expectativas sociales y a los retos globales Supervivencia de la empresa y de la sociedad Reducir el impacto en la cadena de valor Diferenciación y ventajas competitivas, menor impacto 10 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial En el ámbito de América Latina, también se han generado otras iniciativas a partir de diversos indicadores de RS que buscan sistematizar las acciones que realizan las empresas y que favorecen el desarrollo sostenible de las zonas donde éstas operan; además, tales indicadores se han convertido en referentes sobre el tema. Un ejemplo es el Instituto Ethos en Brasil, creado en 1998 por un grupo de empresarios con la intención de movilizar y ayudar a las empresas a conducir sus negocios de una forma socialmente responsable, incidiendo así en la construcción de una sociedad más justa y sostenible. La proliferación de estos institutos y la comunicación entre ellos han propiciado la generación de redes regionales de RSE. Tal es el caso de Forum Empresa, Responsabilidad Social Empresarial en las Américas o el Programa Latinoamericano de RSE. Dentro de los aspectos significativos de esas iniciativas, destaca su característica de promoción e integración de la RSE en la agenda global, al grado de que algunos gobiernos, como el de Colombia, han desarrollado varios proyectos de ley que proponen la adopción de prácticas de RS de forma obligatoria por parte de las empresas. Asimismo, en el caso de México, aquellas empresas que se afilien a ciertas normas gubernamentales gozan de algunos beneficios fiscales, o bien, de la exención de revisiones periódicas por parte de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Caso ilustrativo 1-5 Forum Empresa, Responsabilidad Social Empresarial en las Américas Forum Empresa congrega a 18 organizaciones de diferentes países, con la intención de articular y fortalecer los esfuerzos que cada una hace para fomentar la RS. Miembros de la red Forum Empresa en América Latina Fuente: Portal de Forum Empresa, http://www.empresa.org/ Fecha de consulta: 31 de octubre de 2016. CAPÍTULO 1 Evolución de la responsabilidad social empresarial: Surgimiento, definición y proliferación 11 Finalmente, otro de los segmentos que se ha sumado a la promoción y comprensión de la RS en América Latina es el de las universidades, por medio de la creación de institutos y centros de investigación destinados a la generación de artículos de divulgación y académicos, modelos teóricos, cursos académicos y extracurriculares, programas de capacitación, talleres y consultorías. Con esta misma perspectiva, el Pacto Global de las Naciones Unidas lanzó en 2007 una plataforma que pretende promover el compromiso de las escuelas de negocios con el desarrollo sostenible, transformando los modelos educativos y de generación del conocimiento por medio de seis principios que promueven un marco de formación para un liderazgo global, los cuales se denominan Principios de educación responsable en gestión (PRME).23 En la actualidad, el Pacto Global cuenta con 650 signatarios procedentes de 83 países. En América Latina, hay 126 signatarios, lo que indica que esa región se está consolidando como un centro de gestión y colaboración de instituciones educativas. América Latina cuenta con un capítulo regional que agrupa a más de 100 miembros, quienes participan activamente en proyectos conjuntos. La creciente popularidad de la responsabilidad social y los problemas más desafiantes que afectan a la humanidad han motivado el surgimiento de nuevas propuestas desde el sector privado, las cuales buscan contribuir tanto al crecimiento organizacional como al progreso social, teniendo en cuenta la fragilidad de los ecosistemas. Entre esas nuevas propuestas se destacan los negocios inclusivos, el valor compartido, los emprendimientos sociales, la inversión social y los mercados en la base de pirámide. Una interesante categorización de estos nuevos conceptos es la que realizó Shaun Cannon, de la Secretaría de los Principios para la Inversión Social del Pacto Global de las Naciones Unidas, quien plantea un esquema llamado “continuo organizacional”, el cual adopta siete diferentes modalidades de aporte al desarrollo social, comprendidas entre dos extremos: uno donde se prioriza el retorno económico, y el otro donde el aporte social es la única expectativa.24 (Vea la figura 1-3). MODELOS ACTIVIDAD PRINCIPAL DE LA EMPRESA DEFINICIONES La única responsabilidad del negocio es obtener beneficio económico. NEGOCIO RESPONSABLE NEGOCIO INCLUSIVO VALOR COMPARTIDO NEGOCIO SOCIAL INVERSIÓN SOCIAL La preocupación acerca del impacto ambiental y social está integrada en las estrategias económicas de la compañía. Inclusión específica de los sectores menos favorecidos dentro de la cadena de valor de la organización. Busca mejorar la competitividad de la compañía, mientras deliberadamente avanza en las metas sociales. No hay pérdida, pero tampoco hay dividendos. La actividad de la compañía gira en torno de los objetivos sociales. La inversión estratégica en el entorno para una sostenibilidad corporativa a largo plazo. Gran expectativa de retorno económico FI G U R A 1-3 23 24 FILANTROPÍA Donación de recursos privados para propósitos sociales. Mínima o nula expectativa de retorno económico El continuo organizacional de Cannon. http://www.unprme.org/ Fecha de consulta: 27de octubre de 2016. Principles for Social Investment Secretariat, United Nations Global Compact (2012). The Reconceptualization of Business, Discussion Paper. 12 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Si bien persisten muchos matices entre los diferentes conceptos, y aunque tal forma de organizarlos aún está sometida a discusión, el vínculo entre la empresa privada y el desarrollo de los países llegó para quedarse, al motivar a las empresas y organizaciones a dar prioridad a los temas sociales como alternativa de crecimiento y permanencia en el mercado. Conclusiones El debate sobre la responsabilidad que deben tener las empresas con la sociedad en la que se desenvuelven se remonta a más de un siglo; sin embargo, tal debate no alcanzó sus actuales dimensiones globales sino hasta el inicio del siglo xxi, cuando la idea se vinculó directamente con los procesos de desarrollo de los países, especialmente con el desarrollo sostenible. La conjunción de estos dos conceptos se debió principalmente a que no sólo se considera el impacto que tiene el desempeño de la empresa en un contexto específico, sino también a que dicho impacto se analiza a nivel global y en anticipación al futuro, un aspecto que exige la inclusión de los grupos trasnacionales. Asimismo, como se explicó a lo largo del presente capítulo, a la par de la definición de la responsabilidad social y los elementos que ésta debería incluir o no, se generaron diversas formas de operacionalizarla y evaluarla. Tal es el caso de Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, hoy parte de FEMSA, que a principios de la década de 1960 contaba con el Ideario Cuauhtémoc como una guía para realizar diferentes acciones relacionadas con la sociedad. Desde 2010, la empresa cuenta con informes y estrategias de desarrollo social que están orientados a la sostenibilidad. Finalmente, este proceso evolutivo da muestra del interés de diferentes actores por entender, sistematizar y promover la RS a nivel mundial, regional y nacional. Tal interés se encuentra en diversos niveles y esferas sociales, desde organismos internacionales y nacionales hasta universidades y gobiernos, quienes ven en la RS una forma de la que disponen las empresas para generar un mayor valor social para todas las generaciones, tanto las actuales como las futuras. CAPÍTULO 1 Evolución de la responsabilidad social empresarial: Surgimiento, definición y proliferación 13 Términos clave Desarrollo sostenible Evolución histórica de la RSE Institutos y organismos de responsabilidad social Responsabilidad Social (RS) Responsabilidad Social Empresarial (RSE) Preguntas para debate • • • • • • ¿Cuál es la responsabilidad que deben tener las empresas con la sociedad en un contexto como el latinoamericano? ¿De qué forma la RSE puede considerarse como un promotor del desarrollo sostenible y humano? ¿Quiénes deben ser los encargados de promover la puesta en marcha de acciones de RSE orientadas a la generación de desarrollo en América Latina? ¿El cambio en la manera de informar sobre las acciones que realizan las empresas en materia de RSE habla de un incremento de su compromiso con la sociedad y el medio ambiente? ¿Por qué es importante para una empresa que está realizando acciones de RSE informar acerca de ellas a sus diferentes grupos de interés? ¿De qué forma esto favorece la generación de procesos de desarrollo en los niveles local y global? ¿Cuál es la relevancia de distinguir las acciones filantrópicas de aquellas que integran la responsabilidad social empresarial? Lecturas recomendadas Bowen, H. R. (1953). Social Responsibilities of the Businessman. Nueva York: Harper. Carroll, A. B. (1979). A Three-Dimensional Conceptual Model of Corporate Performance. Academy of Management. The Academy of Management Review, 4(4), 497. Davis, K. (1960). Can Business Afford to Ignore Social Responsibilities? California Management Review, 2(3), 70-76. __________ (1967). Understanding the Social Responsibility Puzzle. Business Horizons, 10(4), 45-50. Donaldson, T. y Preston, L. E. (1995). The Stakeholder Theory of the Corporation: Concepts, Evidence. Academy of Management. The Academy of Management Review, 20(1), 65. Drucker, P. F. (1984). The New Meaning of Corporate Social Responsibility. California Management Review, 26(2), 53. __________ (1993). Post-capitalist Society. Nueva York, NY: HarperBusiness. Elkington, J. (1997). Cannibals with Forks: The Triple Bottom Line of 21st Century Business. Reino Unido: Oxford. Freeman, R. E. (1984). Strategic Management: A Stakeholder Approach. Boston: Pitman. Gray, R. y Bebbington, J. (2005). Corporate Sustainability: Accountability and the Pursuit of the Impossible Dream. University of St. Andrews: Centre for Social and Environmental Accounting Research. Hart, S. L. (1997). Beyond Greening: Strategies for a Sustainable World. Harvard Business Review, 75(1), 66-76. Porter, M. E. y Kramer, M. R. (2002). The Competitive Advantage of Corporate Philanthropy. Harvard Business Review, 80(12), 56-69. 14 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial __________ (2006). Strategy and Society: The Link between Competitive Advantage and Corporate Social Responsibility. Harvard Business Review, 84(12), 78-92. Principles for Social Investment Secretariat, United Nations Global Compact. (2012). The Reconceptualization of Business, Discussion Paper. William, C. F. (1998). Moving to CSR4: What to Pack for the Trip. Business and Society, 37(1), 40. Wood, D. J. (1991). Corporate Social Performance Revisited. Academy of Management. The Academy of Management Review, 16(4), 691. C a p ít ulo 2 Ética en la empresa y toma de decisiones responsable J. Félix Lozano Objetivos Al finalizar este capítulo, usted deberá ser capaz de: • • • • Reconocer la importancia de la ética en los negocios y en la gestión empresarial. Conocer una definición precisa de ética y responsabilidad. Conocer el papel de los valores en la gestión de las empresas. Aplicar los conocimientos de la ética y la responsabilidad empresarial en el contexto de la práctica de la gestión y la toma de decisiones. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 16 Caso ilustrativo 2-1 ¿Ilegalidad o inseguridad?1 Tiendco es la cadena de tiendas de conveniencia más grande en América Latina. Como resultado de su expansión en el área metropolitana de Monterrey, tiene sucursales en zonas donde operan varias pandillas y bandas organizadas. A pesar de los esfuerzos que Tiendco ha realizado por incrementar la seguridad en sus tiendas, no ha conseguido reducir el número de asaltos en las sucursales. Algunas pandillas han ofrecido protección a los gerentes de tienda a cambio de pagos en especie (una cantidad determinada de cigarrillos y cervezas a la semana). De aceptar ese trato, se estaría favoreciendo la ilegalidad de esos grupos; pero de no hacerlo, la incidencia de robos seguiría en aumento. ¿Qué conviene hacer? (Fuente: García de la Torre, C. y Portales, L.). Introducción Union Carbide, Enron, Lehman Brothers, Caja del Mediterráneo en España, FOBAPROA en México, Gloria en Perú y DMG en Colombia son nombres que suelen venir a la memoria cuando se habla de casos donde se pone en entredicho la ética en los negocios o la Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Desde la década de 1980 nos hemos acostumbrado a escuchar noticias de casos de corrupción con cierta periodicidad. Los escándalos, las malas prácticas y la corrupción nos siguen indignando profundamente. Nos preguntamos cómo es posible que sigan ocurriendo esos casos y qué habría que hacer para evitarlos. La respuesta no es tan fácil como parece, pero tampoco tan difícil como algunos opinan. Necesitamos trabajar, analizar y proponer ideas y acciones para superar esos males, evitar tanto daño social y construir un mundo mejor. Estos casos de corrupción surgen de diversas fuentes: ambición desmedida, falta de reflexión de algunas personas, legislaciones deficientes y falta de controles eficaces, entre otras. Pero también surgen de una concepción teórica errónea y perversa. Si bien es cierto que el egoísmo y la falta de responsabilidad individual han sido los factores clave, también es verdad que la interpretación de la economía como un saber neutral, casi mecánico, equiparable a una ciencia natural con “leyes invariables” ha favorecido estas situaciones. La idea de que la ética no tiene nada que ver con la economía ha sido una buena aliada de las voluntades corruptas. Es necesario volver a vincular el discurso ético con el discurso económico, y recordar con insistencia que la actividad económica es una dimensión de la filosofía práctica y que también en ese ámbito es necesaria la reflexión sobre el uso de la libertad y sus limitaciones. Recordar a partir de las obras de Aristóteles, Adam Smith, Max Weber, Amartya Sen y Adela Cortina que la ética tiene mucho que ver con la economía y los negocios es una necesidad práctica con implicaciones muy importantes para la calidad de vida de muchas personas. Así, consideramos que el desarrollo de la ética de la empresa y de la RSE es una dimensión esencial e inseparable del mundo de la economía y los negocios, y no tan sólo una tendencia de moda. En este capítulo se presentan los principios éticos que subyacen en el movimiento de la RSE. Más allá de la rentabilidad y oportunidad de la RSE, hay que recordar que la responsabilidad social de las empresas tiene un componente de exigencia moral que no se puede olvidar ni relegar a un segundo plano. Los valores de la Revolución Francesa –libertad, igualdad y 1 Éste es un caso real, pero los nombres de la empresa y el contexto se modificaron. CAPÍTULO 2 Ética en la empresa y toma de decisiones responsable 17 fraternidad–, reformulados y ratificados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y predominantes en nuestras sociedades, también deben potenciarse desde el mundo de los negocios. El principio kantiano de respeto a la dignidad de las personas2 no conoce fronteras territoriales ni de actividad, y es un imperativo moral al que están obligados todos los seres racionales. Organizamos este capítulo en diferentes secciones que nos acercarán a nuestro objetivo de justificar las exigencias éticas subyacentes a las iniciativas de la RSE. Comenzaremos haciendo un breve recorrido histórico, donde ponemos de relieve la vinculación esencial entre ética y economía. Definiremos el concepto de ética y presentaremos las implicaciones de dicho concepto para la gestión de las organizaciones. Posteriormente, analizaremos el significado del concepto responsabilidad, presentaremos su tipología y evaluaremos sus implicaciones. Continuaremos con una presentación del papel de los valores éticos para la gestión empresarial, y de los criterios para la toma de decisiones ética y responsable. Concluiremos con una reflexión sobre las exigencias éticas que nos impulsan a trabajar en el desarrollo efectivo de la responsabilidad en el mundo de los negocios y las organizaciones. Ética y economía: ¿Una contradicción inevitable? Para darnos cuenta de la vinculación ineludible entre ética y economía, basta echar una fugaz mirada a la historia. En el siglo iv a. C., Aristóteles consideró que la economía –junto con la política y la ética– formaba parte de la filosofía práctica. Para él, la economía era “la administración de la casa” (oikos), es decir la administración de los bienes necesarios para el sostenimiento de la familia y la satisfacción de sus necesidades. Para referirse al mero afán de acumular riqueza, utilizó el término crematística, el cual tenía un sentido peyorativo y negativo. Muchos siglos después, esa vinculación entre filosofía moral y economía sigue estando presente. Adam Smith,3 fundador de la ciencia económica moderna, fue profesor de filosofía moral en Glasgow, y antes de publicar su Ensayo sobre naturaleza y causa de la riqueza de las naciones (1776) escribió un libro titulado La teoría de los sentimientos morales (1759), en el que exponía su teoría ética. Así, la preocupación de Smith era incrementar la libertad de las personas y la posibilidad de construir una sociedad más justa. Su crítica al mercantilismo y a la opresión de los gremios le llevó a formular el liberalismo económico como una vía para incrementar la libertad de las personas y mejorar las condiciones materiales de los pobres y desfavorecidos. Para Smith, la economía debería estar al servicio del bienestar dentro de un contexto de justicia social, porque de lo que se trata, en última instancia, es de la realización de los individuos en libertad. Sólo desde ese argumento histórico queda legitimada la vinculación entre la filosofía moral y la economía. A esto habría que añadir las aportaciones de Max Weber,4 W. Sombart,5 Schumpeter6 o Marx,7 quienes insistieron en el trasfondo ético de las acciones y relaciones económicas que se dan en el entorno social. Por su parte, A. Sen8 (Premio Nobel de Economía) también se pronunció en el mismo sentido, destacando la vinculación entre la economía y la pobreza, y la economía y la construcción de una sociedad justa.9 2 3 4 5 6 7 8 9 Kant, I. (2009). La fundamentación de la metafísica de las costumbres. Madrid: Tecnos. Smith, A. (1987). Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones. México: Fondo de Cultura Económica. Smith, A. (1997). Teoría de los sentimientos morales. Madrid: Alianza Editorial. Weber, M. (1969). La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Barcelona: Península. Sombart, W. (1987). Der moderne Kapitalismus. Munich: Drucker & Humboldt. Schumpeter, J. (1971). Capitalismo, socialismo y democracia. Barcelona: Aguilar. Marx, K. (2000). El Capital: Crítica de la economía política. Madrid: Akal. Sen, A. (1998). Desarrollo y libertad. Barcelona: Planeta. Sen, A. (2009). The Idea of Justice. Londres: Penguin Book. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 18 La ética en la gestión de las empresas La palabra ética (que proviene del griego ethos o carácter), como tantas otras con raíz griega y con 25 siglos de historia, tiene diversos significados. La discusión filosófica sobre la definición de ética, sus implicaciones y sus diferencias con la moral, el derecho o la religión es muy prolífica y extensa. En la presente obra no entraremos en esa discusión; en cambio, optamos por presentar una definición sólidamente fundamentada en la tradición kantiana y en la ética del discurso defendida por K. O. Apel10 y J. Habermas,11 y de la cual se extraen valiosas implicaciones para el mundo de la empresa y las profesiones. Para la filósofa española Adela Cortina, la ética es: Un tipo de saber de los que pretende orientar la acción humana en un sentido racional; es decir, pretende que obremos racionalmente [...]. La ética es esencialmente un saber para actuar de modo racional [...] en el conjunto de la vida.12 De la definición que nos propone Cortina, podemos extraer una serie de rasgos que tienen importancia fundamental para el desarrollo de la ética en nuestra vida personal y profesional. Analicemos los rasgos más importantes de dicha definición: • • • 10 11 12 13 Es un saber. Esto significa que la ética es una disciplina que tiene sus autores y obras de referencia, así como su método de trabajo propio; es un saber riguroso y fundamentado. De aquí se deben extraer dos conclusiones. Primero, que hablar de ética con propiedad requiere estudio y conocimiento; no es válido expresar cualquier opinión sin fundamento. Segundo, como todo saber, la ética se puede aprender y enseñar. Para actuar. Frente a una opinión muy extendida, la ética o filosofía moral no es algo “muy teórico”, sino que es esencialmente práctico. La ética (o filosofía práctica) no nos describe cómo es el mundo, sino cómo debe ser. De esta afirmación también podemos extraer tres importantes conclusiones: 1. El hecho de que las cosas no sean como deben, no deslegitima lo que debería ser. Esto quiere decir, por ejemplo, que el hecho de que existan personas que hacen daño por diversión (como siempre ha sucedido y probablemente siempre sucederá) no resta fuerza al imperativo: “No se debe hacer daño por diversión a las personas”. 2. El hecho de que muchas personas realicen una acción inmoral no convierte esta última en moral. Así, la afirmación “¡Es que todo el mundo lo hace!” no es una excusa válida. 3. La estadística tiene poco que ver con la ética. Es coherente con lo que acabamos de decir en el punto anterior; en cuestiones éticas, no se trata de cuántas personas procedan o no de cierta forma, ni de cuántas personas opinen en cierto sentido. De un modo racional. Como afirmamos líneas arriba, la ética nos dice “cómo deben ser” las relaciones y las acciones de las personas. Ahora la cuestión es en qué se fundamenta ese deber; es decir, de dónde obtenemos los criterios para determinar lo que se debe y no se debe hacer. A lo largo de la historia, y aún en la actualidad, se han presentado diversas fuentes de los criterios morales: la tradición, la religión, la ideología, etcétera. Desde nuestra concepción de ética, de origen ilustrado, se afirma que la fuente de los criterios morales debe buscarse en el uso propio de la razón. Es decir, pensando con seriedad y rigor, podemos descubrir criterios y argumentos para orientar nuestras decisiones. De esta afirmación se derivan dos conclusiones muy importantes. La primera es que en cuestiones éticas “no todo vale” y no “cualquier argumento, idea u opinión es correcto”. El asunto tiene que pasar el examen de la razón. Como afirma Scanlon,13 cuando decimos que algo “debe ser así”, estamos diciendo que tenemos buenas razones y argumentos Apel, K. O. (1988). Diskurs und Verantwortung. Frankfurt am Main: Suhrkamp. Habermas, J. (2000). Conciencia moral y acción comunicativa. Madrid: Trotta. Cortina, A. (1994). Ética de la empresa. Madrid: Trotta, p. 18. Scanlon, T. (2003). Lo que nos debemos los unos a los otros. Barcelona: Paidós. CAPÍTULO 2 • Ética en la empresa y toma de decisiones responsable 19 para decir que eso debe ser de tal modo. La segunda conclusión tiene que ver con la idea tan extendida de que la ética es subjetiva. En sentido riguroso, esto no es cierto. La ética es intersubjetiva; es decir, no es algo que sea objetivo y externo a la persona, pero tampoco es cierto que “cada uno tenga su ética”, sino que aprendemos nuestros criterios y valores morales en un contexto y en relación con otras personas, y aun cuando llegamos a interiorizarlos y a asumirlos como propios, no sólo son nuestros. Eso también significa que la ética no es relativa, ya que existen criterios y argumentos racionales para dilucidar qué modo de actuación es más correcto que otro. En el conjunto de nuestra vida. Por último, debemos reconocer que la reflexión ética no sólo es válida en algunos ámbitos de nuestra vida y en situaciones especiales. Desde luego, hay momentos en que su presencia es más evidente, como cuando tenemos que tomar una decisión difícil o nos enfrentamos a un conflicto; sin embargo, en realidad, la dimensión ética está presente en nuestras decisiones más cotidianas y en todos los ámbitos, no sólo en el personal, ya que también se manifiesta en los ámbitos público, político, cívico, laboral y profesional. TABL A 2 - 1 Rasgos Rasgos de la definición de ética y sus implicaciones. Implicaciones prácticas Implicaciones teóricas Es un saber – No cualquier afirmación en cuestiones éticas es válida. – Se puede enseñar y aprender. – Hay criterios para la argumentación ética. – Existen tanto una terminología como conceptos específicos. Para actuar – Sirve para tomar decisiones en situaciones específicas. – Exige un riguroso análisis de la realidad. – Exige pensar los tipos de aplicación de los principios (aplicación deductiva, inductiva o hermenéutica). – Impulsa a reflexionar sobre los factores sociales, emocionales, culturales, etcétera, que afectan nuestra conducta. De un modo racional – Permite juzgar prácticas y acciones morales de otras personas, de otra cultura, fe o tradición. – No es un modo arbitrario. Es posible argumentar, con base en “buenas razones”, si algo es justo o injusto. – Podemos evaluar propuestas teóricas que fundamentan acciones morales. En el conjunto de nuestra vida – Cada día estamos poniendo en acción nuestro juicio moral sobre situaciones tanto cotidianas como trascendentes. – Permite elaborar juicios éticos en todos los ámbitos de nuestra vida (social, laboral, personal, etcétera). Fuente: Elaboración del autor, con base en la definición de A. Cortina. En síntesis, la ética es un tipo de saber para actuar de un modo racional en nuestra vida. Nos brinda buenas razones y criterios fundamentados para usar nuestra libertad, y contribuye a la construcción de una sociedad más justa. Responsabilidad: Definición e implicaciones El concepto de responsabilidad social empresarial se ha definido y utilizado extensamente en las últimas décadas. La discusión sobre sus implicaciones y los caminos para su realización efectiva no es concluyente. Sin embargo, apenas se reflexiona sobre qué significa en realidad el término responsabilidad. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 20 Aun cuando se pueden presentar múltiples definiciones de responsabilidad, aquí vamos a presentar la que propuso el filósofo alemán Hans Lenk. Para él, responsabilidad significa estar dispuesto o ser capaz de responder ante alguien por algo. Es decir, nosotros somos responsables por algo (por ejemplo, de una acción, una decisión o una tarea) y ante alguien o alguna instancia.14 En esta definición se destacan dos factores esenciales de la responsabilidad: la voluntariedad y la capacidad. En sentido estricto, ser responsable implica tener una disposición a hacerse cargo de las consecuencias de las propias acciones y decisiones. La responsabilidad tiene un componente de voluntariedad, puesto que una persona podría no responder por sus acciones y, sin embargo, decide hacerlo. La diferencia entre los deberes y las responsabilidades es que los primeros se imponen, mientras que las responsabilidades se asumen. El segundo elemento esencial de esta definición es la capacidad. No se puede pedir responsabilidad a alguien por lo que no es capaz de hacer o de evitar. La responsabilidad por la capacidad es la que se deriva de nuestra capacidad para hacer algo. Es decir, alguien es responsable si tiene la capacidad de entender, planear, juzgar y actuar en una situación específica. Hay varios factores que inciden en nuestro nivel de responsabilidad: la capacidad física, la autoridad (o el poder) y el conocimiento. • • • La capacidad física o de recursos está determinada por la condición física de una persona y por los recursos materiales de los que dispone. Un ejemplo es cuando no puedo evitar que alguien muera aplastado por un objeto que yo no soy capaz de levantar; o cuando yo no tengo suficientes recursos económicos o materiales para salvar a alguien que necesita una costosa cirugía. La capacidad de autoridad o el poder se refiere a la influencia que tiene una persona en virtud de la posición social que ocupa. Tanto a nivel social como a nivel de la organización, quien está muy arriba en la jerarquía de mando tiene más capacidad para conseguir que se hagan las cosas. El presidente de un país, el rector de una universidad o el ejecutivo de mayor nivel en una compañía tienen más responsabilidad que un simple ciudadano o trabajador, puesto que ejercen más poder. La capacidad de conocimiento es el tercer elemento central de la responsabilidad. Sin conocimiento no hay responsabilidad, y a mayor conocimiento, mayor responsabilidad. Si una persona desconoce el daño que hace un producto o una acción, no se le puede exigir responsabilidad por ello. El trabajador que desconoce el grado de contaminación del aire que respira en la fábrica no es responsable de su enfermedad. El responsable será la persona que lo sabía y no lo comunicó. En este tipo de responsabilidad conviene hacer una consideración especial sobre lo que Hanna Arendt llamó “falta de pensamiento y reflexión” (Gedankenlossigkeit).15 Es una falta de responsabilidad “no querer saber”, no pensar acerca de un hecho o sus consecuencias. Por ejemplo, el accidente de Bhopal (India) en 1984 en el que murieron más de 10,000 personas en una noche por el abandono de las condiciones de seguridad de la fábrica de pesticidas es un ejemplo de irresponsabilidad. En demasiadas ocasiones, las empresas prefieren ignorar las señales de peligro que reciben. La capacidad física o de recursos, la autoridad y el conocimiento son factores decisivos del nivel de responsabilidad. Ahora conviene hacer un análisis sobre las clases de responsabilidad que existen, ya que en situaciones cualitativamente diferentes varía el tipo de responsabilidad que entra en juego. • 14 15 Responsabilidad causal es el tipo más extendido y fácil de entender. Es la responsabilidad por las consecuencias de nuestra acción. Cuando alguien actúa o toma una decisión, genera un efecto; entonces, se dice que esa persona es responsable de tal consecuencia. Sin embargo, en ocasiones se presentan consecuencias realmente inesperadas e impredecibles. Lenk, H. (1998). Konkrete Humanität. Frankfurt am Main: Suhrkamp. Arendt, H. (1999). Eichman en Jerusalén. Estudio sobre la banalidad del mal. Barcelona: Lumen. CAPÍTULO 2 • • Ética en la empresa y toma de decisiones responsable 21 Responsabilidad compartida es la que se refiere a la responsabilidad que tiene alguien por la actuación de otra persona. Es la responsabilidad que tiene el jefe sobre la actuación de sus subalternos. Por ejemplo, es evidente que el director de una compañía no fue quien arrojó directamente desechos contaminantes al río, pero su tarea y su responsabilidad eran evitarlo. Otra dimensión de esta responsabilidad compartida es la que tenemos ante situaciones que una persona, por sí sola, no puede realizar o evitar. El hecho de que un parque esté limpio es una responsabilidad compartida de toda la comunidad. Entre todos tenemos que hacer o dejar de hacer algo para evitar una situación negativa; y todos somos corresponsables de que eso ocurra si no hacemos nada. La responsabilidad derivada de la tarea o del rol que desempeña el agente es la que se refiere a la responsabilidad especial de rol o de calificación profesional. Es la responsabilidad que tiene un médico por el hecho de serlo. También es la responsabilidad que tiene un líder político por el hecho de ocupar un cargo público; es una exigencia que dejará de tener cuando abandone el puesto. Este tipo de responsabilidad suele ir muy vinculada a la exigencia de ejemplaridad. Un directivo tiene que ser muy escrupuloso en el uso que hace de los recursos de la empresa para beneficio privado, aun cuando se trate de cantidades insignificantes; si no lo es, los trabajadores entenderán que ese tipo de conductas están admitidas en la organización, de manera que el directivo, con su ejemplo, estará siendo responsable del mal uso de los recursos de la empresa. TABL A 2 - 2 Tipos de responsabilidad y ejemplos. Tipo de responsabilidad Rasgos Ejemplo personal Ejemplo empresarial Causal Alguien hace o deja de hacer algo que genera una consecuencia negativa. El directivo que no emprende ninguna acción cuando detecta riesgos para la salud y seguridad de sus empleados. La empresa que vierte desechos contaminantes en un río. Compartida a) Responsabilidad por la actuación de otra persona. El directivo de una compañía es responsable de los abusos que cometen sus directivos en otros países. La empresa que no desarrolla políticas para evitar el acoso laboral y la discriminación entre sus trabajadores. b) Responsabilidad para conseguir un bien común. El directivo que participa con su dinero y tiempo en programas comunitarios. La empresa que colabora con el gobierno, con organizaciones no gubernamentales (ONG) y con ciudadanos en la recuperación de un espacio natural. La responsabilidad que tiene una persona en virtud de su pertenencia a un grupo determinado (por ejemplo: un médico, un político, etcétera). Un médico que no advierte a una persona, que no es su paciente, que está tomando una sustancia peligrosa. El político que se comporta de forma grosera y ofensiva con un ciudadano o un funcionario público. Una empresa líder mundial que realiza prácticas comerciales corruptas en una región donde tiene una gran participación y relevancia pública. Por la tarea y rol Fuente: Elaboración del autor. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 22 En 1979, Hans Jonas publicó el libro El principio de responsabilidad,16 donde afirmaba que era necesario desarrollar un concepto de responsabilidad acorde con el enorme poder de la tecnología. Al reconocer que hoy somos capaces de realizar acciones cuyos efectos perduran durante siglos y que se dejan sentir a miles de kilómetros, Jonas propuso su principio de responsabilidad, el cual afirma que debemos obrar de tal modo que los efectos de nuestra acción sean compatibles con la permanencia de una vida humana auténtica en la Tierra. Tiempo después, esa definición se reformuló y se difundió como el principio de desarrollo sostenible. Tal definición se encuentra intrínsecamente vinculada a la responsabilidad social empresarial. Una última reflexión sobre el concepto de responsabilidad nos lleva a hablar de los valores asociados a la responsabilidad. La realización efectiva de la responsabilidad lleva implícitos cuatro valores clave: transparencia, comunicación, coherencia y rendición de cuentas (accountability). • • • • Transparencia. En sentido estricto, transparencia es la capacidad de ver a través de algo. Una institución es transparente cuando es posible ver qué ocurre dentro de ella. La responsabilidad exige que el observador externo vea y conozca las razones, los procesos y los factores que influyeron en una decisión. Es imposible saber si una empresa está siendo responsable si no se sabe qué está haciendo, ni cómo, ni por qué. Comunicación. Las palabras “responsabilidad” y “responder” provienen de la misma raíz etimológica. Ejercer responsabilidad supone estar dispuesto a escuchar a quien nos pregunta y a darle respuesta. Una organización irresponsable es aquella que no escucha las demandas de los grupos que resultan afectados por sus acciones, ni les da explicaciones de qué hace y por qué. Coherencia. La coherencia en RSE exige asumir responsabilidades en todos los ámbitos: laboral, comercial, ecológico, acción social, etcétera. Una empresa que desarrolla buenos proyectos sociales, pero contamina de forma indiscriminada, ofrece unas pésimas condiciones laborales o abusa de los proveedores no es una empresa responsable. El cuarto valor implícito en la responsabilidad es lo que en inglés se denomina accountability, es decir, rendición de cuentas. Una empresa responsable es la que está dispuesta a proporcionar datos objetivos, y a permitir que se evalúen los efectos que genera al interior y en su entorno. Caso ilustrativo 2-2 La coherencia en la responsabilidad social de Vivesocial, S.A.17 Vivesocial es una compañía de construcción fundada en 1989. Se especializó en la venta de viviendas de interés social (90.8% de sus ingresos provienen de ese tipo de viviendas), y desde su origen ha comunicado públicamente su gran sensibilidad social. Como parte de su modelo de negocio, presenta un esquema de salarios basado en comisiones por venta, que tiene como objetivo primordial incrementar las ventas. La empresa ha tenido gran éxito, hasta el punto de llegar a cotizar en la bolsa de valores de Nueva York. Sin embargo, también ha generado patrones de precariedad y vulnerabilidad laboral entre sus empleados, lo cual se ve reflejado en la alta rotación de personal (entre los vendedores, la tasa de rotación promedio es de tres meses), así como en la necesidad de los trabajadores de buscar ingresos adicionales para cubrir los gastos familiares. (Fuente: Osmar Arandia). 16 17 Jonas, H. (1994). El principio de responsabilidad. Barcelona: Círculo de Lectores. Éste es un caso real, pero los nombres de la empresa y el contexto se modificaron. CAPÍTULO 2 Ética en la empresa y toma de decisiones responsable 23 Valores éticos en la gestión empresarial Todo ser humano tiene que tomar decisiones de forma continua en los distintos ámbitos de su vida. Las decisiones van desde las más sencillas y de carácter técnico hasta las más complejas. Para ello, es necesario contar con parámetros y guías que nos orienten y nos ayuden a justificar por qué tomamos ciertas decisiones y no otras. En la Grecia clásica (siglo v a. de C.), la ética se entendía como el arte de tomar buenas decisiones. Desde entonces, todas las teorías éticas se han centrado en investigar las razones y los argumentos que hacen que una decisión sea justa. Esa necesidad de tomar decisiones cobra una especial relevancia en actividades complejas y de gran impacto social, como la gestión de empresas y negocios. El tema de los valores es uno de los más discutidos y complejos que existen en el ámbito de la filosofía moral. Como primera aproximación, podemos definir los valores como atributos que califican a determinadas personas, acciones, situaciones, sistemas, sociedades y cosas. Un valor no es un objeto y tampoco es una persona; pero está en un objeto (un hermoso paisaje), en la persona (un ser humano solidario), en una sociedad (cuando en ésta impera el respeto), en un sistema (por ejemplo, un sistema económico justo) o en las acciones (una obra buena). Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, un valor se define como la “cualidad que poseen algunas realidades, consideradas bienes, por lo cual son estimables. Los valores tienen polaridad en cuanto son positivos o negativos, y jerarquía en cuanto son superiores o inferiores”. Los valores éticos son un elemento de coordinación de las acciones de los grupos humanos, y esto es de especial relevancia en la dirección de grupos de personas que cooperan en la consecución de un fin común y donde siempre hay –implícita y explícitamente, queramos o no– una concepción del bien y de la justicia. Los valores son cualidades que nos permiten organizar el mundo, hacerlo habitable y, así, nos orientan en la toma de decisiones. Desde una perspectiva más psicológica, se entiende que un valor es una creencia prescriptiva (orientadora) y duradera de que un modo de conducta específico es, personal o socialmente, preferible a otro. Analicemos la definición de valor: • • • Es una creencia prescriptiva perdurable. Es decir, el valor es una idea muy interiorizada que nos marca el camino de forma persistente. Los valores perduran en el tiempo y nos empujan a actuar de una forma determinada a lo largo del tiempo; no es posible cambiar de un día para otro, ni es algo que se imponga “por ley”. Elaborada personalmente a partir de su inmersión social. Los valores no son subjetivos ni objetivos, sino intersubjetivos. Esto significa que cada persona los interioriza y los incorpora a su cosmovisión y a su personalidad; pero los valores no los inventamos, sino que los reconocemos y los tomamos del contexto social y cultural en el que vivimos y nos hemos educado. Tiene dos componentes: cognitivo y afectivo. Por una parte, los valores tienen una dimensión cognitiva que nos permite comunicarlos, argumentarlos y discutirlos. Es decir, si alguien nos dice que la desigualdad es un gran valor, es conveniente pedir razones de esa afirmación; al mismo tiempo, podemos presentar razones de que la igualdad es algo valioso y que merece ser potenciado. Los valores se pueden defender con razones y no todos valen lo mismo. Además, los valores tienen una dimensión afectiva muy importante. Los valores nos impulsan y motivan a actuar de una forma determinada. Existen diversos tipos de valores: estéticos, de utilidad, económicos, etcétera, pero los valores morales tienen una serie de peculiaridades que los hacen superiores. La esencia de los valores morales es que son específicamente humanos, dependen de nuestra voluntad y contribuyen a hacer más humana nuestra convivencia social. El criterio clave de la moralidad de un valor es su universalización. Cuando consideramos que un valor es digno de ser adoptado por todos y que el mundo sería más justo si todas las personas actuaran de acuerdo con él, entonces estamos hablando de un valor ético. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 24 Los valores éticos esenciales son: libertad, igualdad, solidaridad, respeto y diálogo. Estos valores tienen una larga tradición, una sólida fundamentación filosófica y un reconocimiento en la Declaración Universal de Derechos Humanos. Todas las actividades humanas –personales y profesionales– tienen que ir encaminadas a la realización efectiva de los valores en los diversos ámbitos de actuación. Estos valores sirven para la legitimación, orientación o enjuiciamiento de los modos de acción y de los hechos, y ponerlos en práctica conduce a la excelencia profesional y a la toma de decisiones ética y a la actuación responsable. Ética en la toma de decisiones La toma de decisiones ética es el proceso de seleccionar y desarrollar caminos de acción que consideren los valores, los intereses y las expectativas de otras personas, así como los principios éticos. Son tres las dimensiones importantes en la toma de decisiones responsable: atender al bienestar de otros; tomar conciencia de obligaciones sociales, respetando los valores, las normas y los deberes de una posición social determinada; y reconocer la responsabilidad personal. El proceso de toma de decisiones éticas en los negocios es realmente muy complejo y puede estudiarse desde diversas perspectivas. Uno de los estudios pioneros en la influencia de los factores para la toma de decisiones es el de Knouse y Giacalone,18 quienes identificaron tres categorías: las diferencias individuales, las variables situacionales y las variables organizacionales. Variables organizacionales Cultura corporativa (códigos éticos) Clima organizacional Tamaño Sistema de recompensas y sanciones Variables situacionales Presión del desempeño Conflictos interpersonales Autoeficacia Tipo de problema ético Influencia de la autoridad Nivel de autonomía Variables individuales Edad, género, experiencia Independencia, locus de control Desarrollo conciencia moral FI G U R A 2 - 1 Variables de la toma de decisiones. Entre los factores individuales que influyen de forma determinante en la toma de decisiones están: la edad, el género, la religión, la fuerza del yo, la independencia, el locus de control y el nivel de desarrollo de la conciencia moral. 18 Knouse, S. B. y Giacalone, R. A. (1992). Ethical Decision-making in Business: Behavioral Issues and Concerns, Journal of Business Ethics, 11, pp. 369-377. CAPÍTULO 2 • • • Ética en la empresa y toma de decisiones responsable 25 Los diversos estudios empíricos revisados por McDevitt y sus colaboradores no aportan resultados concluyentes sobre la relación entre edad y toma de decisiones éticas, pero sí se aprecia una relación positiva entre formación y experiencia profesional con la toma de decisiones éticas. Tampoco parece haber resultados concluyentes respecto del factor género. Las investigaciones empíricas revisadas por estos autores no han encontrado evidencias significativas sobre tales diferencias. Las creencias religiosas parecen tener una correlación positiva con la toma de decisiones éticas, aunque los resultados no son concluyentes. La fuerza del yo y la independencia se definen como la capacidad de una persona de confiar en su propio criterio para tomar decisiones de acuerdo con sus principios en situaciones difíciles. Están relacionadas con la fuerza de las convicciones y las capacidades de autorregulación, se oponen a la dependencia del contexto y están vinculadas al concepto de locus de control. El locus de control se refiere a la atribución de los éxitos o fracasos ya sea a uno mismo o al contexto. Las personas con locus de control externo consideran que los éxitos y fracasos dependen del contexto, y que los dilemas éticos están fuera de control. De las investigaciones analizadas, se concluye que las personas con un locus de control interno están más dispuestas a tomar la iniciativa para resolver dilemas éticos y a resistir la presión social para realizar actos no éticos.19 El último factor y, a nuestro juicio, el más relevante es el desarrollo moral. Entendemos por desarrollo moral la capacidad de aplicar principios morales abstractos a los dilemas éticos concretos. La principal conclusión es que existe una relación positiva entre el desarrollo cognitivo moral y la toma de decisiones éticas. Seis son las variables situacionales más relevantes que influyen en la toma de decisiones éticas por parte de los directivos en la gestión de empresas. • • • • • • 19 20 21 La primera variable estudiada es la presión del desempeño, y se ha podido concluir que “cuando las personas en las organizaciones están presionadas para ‘ganar a cualquier precio’, es muy probable que se tomen malas decisiones éticas”.20 La segunda variable estudiada son los conflictos interpersonales. En este caso, también se ha demostrado una relación negativa con la toma de decisiones responsable. A mayor conflicto interpersonal, peor decisión ética. La tercera variable es la evaluación de autoeficacia que realizan los propios directivos. La autoeficacia se define como la evaluación que realiza uno mismo de su capacidad para realizar una tarea. La conclusión obtenida es que los directivos con una baja autoevaluación de su capacidad son quienes toman peores decisiones. La cuarta variable estudiada, y una de las más complejas, es la tipología de los problemas éticos. Suelen presentarse dos tipos de problemas: los que están relacionados con la justicia procedimental (incumplir una norma o un procedimiento), y los que tienen que ver con la justicia distributiva (obtener un resultado justo). Los estudios afirman que los directivos que siguen de forma estricta las reglas sin considerar las variables situacionales suelen tomar malas decisiones. La influencia de la autoridad en la toma de decisiones y el comportamiento humano es un tema muy estudiado desde hace décadas.21 En específico, los directivos están más dispuestos a colaborar en decisiones no éticas cuando así lo demanda un superior. Finalmente, la última variable estudiada es el nivel de autonomía. Cuando los empleados tienen un mayor nivel de autonomía parecen estar más motivados de forma intrínseca para realizar su trabajo y mejorar su satisfacción, desempeño y creatividad. O´Fallon y Butterfield (2005). A Review of the Empirical Ethical Decision-Making Literature: 1996-2003. Journal of Business Ethics, 59, 4. Ibíd. Milgram, S. (1980). La obediencia a la autoridad. Bilbao: Desclée de Brower.; Arendt, H. (1963). Eichmann in Jerusalem. A report on the banality of evil. Nueva York: Penguin. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 26 La cultura corporativa y el clima ético son factores organizacionales que influyen de forma muy significativa en la toma de decisiones éticas.22 Entre las variables más estudiadas se encuentran el impacto de los códigos éticos, la cultura y el clima ético, el tipo de industria, el tamaño de la organización, y los sistemas de recompensa y sanciones. La mayoría de los estudios confirman la idea de que la existencia de códigos éticos se relaciona de forma positiva con la toma de decisiones éticas. Un clima ético también tiene una influencia positiva en la toma de decisiones éticas. El tipo de industria y sus dimensiones se han estudiado menos, por lo que es más difícil extraer conclusiones al respecto.23 Y finalmente, una conclusión esperada, pero muy relevante, es el impacto de las recompensas y las sanciones. Un sistema de sanciones y de recompensas efectivo es clave para el comportamiento ético. En muchas ocasiones, las malas decisiones son resultado de establecer incentivos perversos (piense en el origen de la crisis financiera de 2008 y en los sistemas de incentivos del sector de inversión y de las agencias de calificación o rating). Una vez identificados los principales factores que afectan a la toma de decisiones éticas en las empresas y considerando que nuestras decisiones deben alinearse con los valores propios de una ética cívica, proponemos unas guías para la toma de decisiones responsable. Para ello, seguiremos las indicaciones que propuso L. Nash en 1981 en el famoso artículo “Ethics without Sermon”. La tabla 2-3 presenta 12 preguntas que pueden considerarse como una prueba pragmática a la hora de tomar decisiones. Algunas de esas preguntas son analíticas, mientras que otras son de carácter ético. TABLA 2 - 3 Doce preguntas para la toma de decisiones responsable. 1. ¿Ha definido el problema de forma precisa? 2. Si usted fuera la otra parte, ¿cómo vería el problema? 3. ¿Cómo se llegó a esta situación? 4. ¿A quién y/o a qué le debe lealtad? 5. ¿Cuál es su intención al tomar esta decisión? 6. ¿Son los resultados negativos o dañinos aun con buenas intenciones? 7. ¿A quién puede dañar su acción o decisión? 8. ¿Es posible discutir la situación con las partes implicadas antes de tomar la decisión? 9. ¿Cree que su postura ante este problema será válida durante un largo periodo? 10. ¿Puede justificar su decisión sin reparos ante su jefe, su familia y la sociedad en general? 11. ¿Cuál es el potencial simbólico de su acción? ¿Se entenderá? 12. ¿En qué condiciones aceptaría excepciones a su postura? Fuente: Traducida y adaptada de Laura Nash (1981) . La primera pregunta (“¿Ha definido el problema de forma precisa?”) es esencial por dos motivos. El primero es que para resolver el problema, hay que comprenderlo bien, y se requiere esfuerzo para comprenderlo en todas sus dimensiones y matices. En segundo lugar, es importante porque existe una exigencia básica de responsabilidad, conocer con rigor y precisión el contexto en el que se presenta el problema. 22 23 Victor, B. y Cullen, J. B. (1988). The Organizational Bases of Ethical Work Climate. Administrative Science Quarterly, 33, 1, pp. 101-125. O´Fallon y Butterfield (2005). Op. cit. CAPÍTULO 2 Ética en la empresa y toma de decisiones responsable 27 La segunda pregunta tiene una clara implicación ética. Al preguntar “Si fuera la otra parte, ¿Cómo vería el problema?”, se está haciendo una formulación coloquial de la empatía. Se centra en cómo se sentiría usted si estuviera en “el otro lado” de la decisión. Esta pregunta es muy importante para la aplicación de una decisión. Si tenemos que despedir a una persona, y es algo inevitable (porque hay razones de peso para ello), la respuesta a esta pregunta no nos hará cambiar la decisión, pero sí nos orientará para aplicar la decisión con respeto y sensibilidad hacia la persona que sufre el resultado de esa decisión. Las preguntas 3, 6, 9 y 12 son analíticas y se centran en comprender de forma completa y extensa las causas y posibles consecuencias de la decisión que se va a tomar. La cuarta pregunta (“¿A quién y/o a qué le debe lealtad?”) es un asunto ético de primer orden, y se refiere a los fines de la actividad que realizamos y a las metas de la organización en la que trabajamos. Por lo regular, las personas asumen que deben lealtad a quienes les pagan el salario; pero eso es un error. En primer lugar, debemos lealtad y somos responsables principalmente ante quienes reciben el resultado de nuestro trabajo. Un médico debe lealtad, en primer lugar, a sus pacientes, y en segundo lugar al hospital que le paga su salario. La quinta pregunta (“¿Cuál es su intención al tomar esta decisión?”) es la pregunta ética clave. Como planteó Kant hace más de dos siglos, lo que hace ética a una acción es la intención de la persona. Ante cualquier decisión difícil, hay que tener el coraje moral y la sinceridad de preguntarse cuál es nuestra verdadera intención. Si es una intención justificable con buenas razones, la decisión será ética; en cambio, si me engaño a mí mismo, o encubro mis verdaderas intenciones para conseguir algo que deseo, estaré actuando mal. Cuando a la hora de contratar a un colaborador, decido contratar a mi amigo, debo preguntarme si mi intención es hacer un favor a un gran amigo, o bien, seleccionar a la mejor persona para ese cargo procurando beneficiar a la organización. La séptima pregunta (“¿A quién puede dañar su acción o decisión?”) es esencial cuando queremos actuar con responsabilidad. En ocasiones, una mera “buena intención” no basta. Quien toma la decisión tiene que hacer el esfuerzo de reflexión, imaginación y anticipación de quién va a recibir las consecuencias de su decisión y cuáles serán esas consecuencias. La perspectiva del cálculo de utilidades en este punto es de gran ayuda, pero siempre teniendo presente que hay que proteger en especial a las personas más vulnerables y evitar las consecuencias más perjudiciales. La octava pregunta (“¿Es posible discutir la situación con las partes implicadas antes de tomar su decisión?”) es central cuando hablamos de responsabilidad social. Apela al diálogo con los grupos de afectados (stakeholders) como criterio de decisión. Aun cuando estemos conscientes de que en situaciones reales este diálogo es muy complicado, el hecho de tenerlo como “idea reguladora” o criterio orientador ya supone una buena ayuda para decidir lo correcto. La décima pregunta (“¿Puede justificar su decisión sin reparos ante su jefe, su familia y la sociedad en general?”) está muy vinculada a la quinta pregunta y es clave para el análisis ético. Esta pregunta es la formulación coloquial del principio de razón pública presentado por Kant, el cual afirma que para decidir si una norma o decisión es correcta, debemos someterla a la prueba de la argumentación y la justificación pública con base en razones. Si es posible defender con razones sólidas en público su decisión, entonces es una decisión correcta. Y la undécima pregunta (“¿Cuál es el potencial simbólico de su acción? ¿Se entenderá?”) es relevante en especial para los directivos y las personas que ocupan puestos de responsabilidad y poder en las empresas. Su conducta es un referente para todos los trabajadores de la compañía, aunque en ocasiones, algunas decisiones justificadas al interior de la organización podrían generar interpretaciones desacertadas para la gente externa. No estamos diciendo que haya que actuar para aparentar, sino que las personas con responsabilidad deben pensar con seriedad sobre cómo se interpretarán sus acciones y decisiones, y cuál puede será su impacto al servir como ejemplo para los demás. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 28 La toma de decisiones no es un proceso matemático exacto, ni existe la fórmula perfecta para acertar en la toma de decisiones. Tomar una buena decisión desde el punto de vista ético supone reflexionar de manera constante y con rigor sobre la intencionalidad de la decisión, los valores en juego y los efectos que ésta pueda generar. Razones estratégicas y éticas para el desarrollo de la RSE Como apuntábamos al principio de este capítulo, el interés por la RSE surgió, en gran parte, por diversos y graves casos de corrupción registrados en los últimos años. Pero más allá de la urgencia de evitar un daño injusto, algo que ya de por sí sería un argumento irrebatible, podemos encontrar una serie de razones estratégicas y éticas para el desarrollo de la RSE. Las razones estratégicas o los argumentos instrumentales son aquellos que nos presentan las posibles ventajas que tiene el desarrollo de la RSE para el éxito del negocio y de la empresa, lo cual se conoce como business case o la visión estratégica de la RSE.24 Argumentos como la mejora de la imagen de la compañía, la generación de lealtad por parte de los trabajadores, la atracción de personas más calificadas, una mayor disposición a la colaboración en los momentos difíciles, la captación de inversiones estables, entre otros, son aspectos positivos derivados de una política empresarial responsable. Además de esas razones fundadas en el interés de las empresas, existen otras más importantes de carácter ético que también podríamos considerar vitales, porque son esenciales para la vida y el futuro de la empresa. Tales razones éticas son las siguientes: 1. 2. 3. 4. 24 25 La necesidad de confianza. La confianza es una situación que resulta de expectativas recíprocas, la cual se construye fundamentalmente con respeto a las reglas del juego y con transparencia. Cuando no confiamos en una empresa, no compramos sus productos o servicios, y los costos de supervisión y control son muy elevados. La demanda ética de responsabilidad que tiene cualquier persona u organización de acuerdo con su poder. Cualquier agente o actor que genera un impacto en la vida de otras personas tiene que responder por ello, en especial quien toma decisiones que tendrán una gran repercusión en la vida de otros. La imposibilidad de eludir el nivel posconvencional. Según Lawrence Kohlberg,25 una conciencia moral posconvencional es aquella que se guía por principios universales de justicia que van más allá del interés del agente y de las costumbres de la sociedad en la que vive. Es decir, también en el ámbito de los negocios y la empresa, debemos exigir a las personas que se guíen por principios universales de justicia. Hay principios y derechos básicos (libertad de asociación, libertad de expresión, respeto a la integridad física, etcétera) que no pueden limitarse ni instrumentalizarse en favor del beneficio económico. La voluntad de justicia y felicidad de las personas que trabajan en una organización, sus stakeholders (grupos de interés) y la comunidad local. Las demandas, aspiraciones e ilusiones de las personas no se quedan en la puerta de la empresa, y el hecho de que puedan realizarlas también en ámbito laboral es una cuestión de justicia. Porter, M. y Kramer, M. R. (2006). Strategy and Society: The Link between Competitive Advantage and Corporate Social Responsibility. Harvard Business Review, 84 (12), pp. 78-92. Kohlberg, L. (1981). Essays on Moral Development, Vol. I: The Philosophy of Moral Development. San Francisco, CA: Harper & Row. CAPÍTULO 2 Ética en la empresa y toma de decisiones responsable 29 Conclusiones En este capítulo presentamos el concepto de ética y sus implicaciones para la empresa. Comenzamos por preguntar si es necesaria la ética en la economía, los negocios y el mundo empresarial, y aportamos diversas respuestas tanto a nivel filosófico e histórico como pragmático. En el segundo apartado nos centramos en presentar el concepto de ética y sus implicaciones. El concepto de ética bien entendido significa una reivindicación de la razón, de la posibilidad de aprender y de guiar nuestra conducta de un modo correcto, así como de un uso responsable de nuestra libertad. Dedicamos atención especial al concepto de responsabilidad, a sus implicaciones y a su tipología. Poder implica responsabilidad, y a mayor capacidad, mayor responsabilidad. Estas consideraciones son esenciales para entender qué estamos pidiendo cuando hablamos de responsabilidad empresarial. La capacidad, entendida como conocimiento, autoridad y recursos, es un determinante de la responsabilidad y sus diferentes tipos. Los valores éticos y la toma de decisiones fueron el siguiente tema para presentar cómo las grandes ideas éticas se concretan en acciones y decisiones específicas. Entender qué son los valores y su papel en la cultura de la organización es un primer paso para la gestión ética de las empresas; el segundo es conocer los factores que inciden en la toma de decisiones y los criterios orientadores para una toma de decisiones responsable. Al final del capítulo presentamos brevemente las razones estratégicas y éticas que avalan el desarrollo de la RSE. En este capítulo se presentaron razones sobre la necesidad, urgencia y conveniencia de desarrollar la ética y la responsabilidad en la gestión empresarial. Con ello, evitaremos casos como los enunciados al principio, y contribuiremos a que las empresas y el mundo de los negocios colaboren en la construcción de una sociedad más justa, algo especialmente relevante en nuestro contexto latinoamericano. El primer paso en este largo camino es la formación de líderes y gerentes con conciencia moral y comprometidos con la realización de la justicia en el mundo que les ha tocado vivir. 30 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Términos clave Conciencia posconvencional Convicción Ética Ética empresarial Justicia Rendición de cuentas Responsabilidad Toma de decisiones Preguntas para debate • • • • • • • ¿Cuáles cree que son las causas de la mayoría de los casos de corrupción y escándalos empresariales que hemos presenciado en los últimos años? ¿Se podría afirmar que los principios que rigen la lógica empresarial son totalmente independientes de los principios éticos de las personas y de la sociedad en que operan las empresas? ¿Qué papel cree que desempeñan los valores personales del directivo en la gestión de la empresa? Algunas personas consideran que los valores éticos de justicia, libertad, igualdad y solidaridad son occidentales y que, por lo tanto, no es correcto aplicarlos a regiones del mundo con culturas muy diferentes. ¿Qué opina de esta afirmación? Una opinión muy extendida afirma que las empresas sólo desarrollan iniciativas de RSE por los beneficios económicos que éstas les generan, y que si las empresas realizan acciones de RSE, no deberían hacerlo del conocimiento público. ¿Comparte estas opiniones? Explique su respuesta. En una reunión familiar, una persona preguntó de manera directa a Juan, quien era un alto directivo de una empresa, si realmente se iban a fusionar con otra compañía del sector, como se rumoraba. Juan sabía que esa persona trabaja en una empresa de inversiones bursátiles y que podría utilizar tal información para su beneficio personal o de sus clientes. ¿Qué decisión debería tomar? Siguiendo el caso de la pregunta anterior, suponga que Juan mintió de la forma más convincente que pudo afirmando que los rumores eran falsos. ¿Cree que actuó éticamente al mentir? Lecturas recomendadas Cortina, A. (edit.) (1994). Ética de la empresa. Madrid: Trotta. Cortina, A. (2013). ¿Para qué sirve realmente la ética? Barcelona: Paidós. García-Marzá, D. (2004). Ética empresarial del diálogo a la confianza. Madrid: Trotta. Lozano, J. F. (2004). Códigos éticos para el mundo empresarial. Madrid: Trotta. Lozano, J. F. (2011). ¿Qué es la ética de la empresa? Barcelona: Proteus. Pieper, A. M. (1991). Ética y moral. Una introducción a la filosofía práctica. Barcelona: Crítica. C a p ít ulo 3 Infraestructura ética en la empresa J. Félix Lozano Objetivos Al finalizar este capítulo, usted deberá ser capaz de: • Reconocer los principales mecanismos y procesos para la integración de la dimensión ética en la gestión de empresas. • Conocer una definición precisa de los términos código de ética, auditoría ética, comité de ética, programas de formación ética e informes de responsabilidad social. • Conocer las funciones, características y limitaciones de los instrumentos de integración de la ética en las empresas. • Ser capaz de diseñar dichos procesos para el desarrollo de la infraestructura ética de la organización. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 32 Caso ilustrativo 3-1 La rifa Juan García acaba de recibir una de las llamadas más preocupantes desde que asumió el cargo de director de compras de Frigotec hace tres meses. Andrés Pérez es un joven con formación y ambición que se incorporó a Frigotec hace ocho meses. Andrés es ingeniero industrial con buena formación y muy buenas cualidades. Se adaptó rápidamente al puesto y se integró a la perfección con el equipo de trabajo del departamento de compras. De hecho, su contratación definitiva se daba por segura. El problema se inició hace dos semanas, cuando Andrés comenzó a vender boletos para una rifa, con la finalidad de cofinanciar su viaje de fin de maestría a Londres. Todos los compañeros del departamento recibieron un amable e ingenioso correo electrónico de Andrés ofreciéndoles boletos para la rifa. Todos ellos le compraron al menos uno. Animado por el éxito, Andrés extendió el mensaje a los compañeros del almacén y a las oficinas centrales del grupo en Montevideo. También vendió bastantes. Y, finalmente, llegó lo peor: mandó el mensaje a algunos proveedores con los que tenía trato frecuente. Envió todos los mensajes desde el correo de la empresa en horario laboral, lo cual era una razón objetiva suficiente para el despido. El código ético de la empresa establece claramente: “Los recursos y equipos de informática y de telefonía son bienes de la empresa, ofrecidos a los empleados para uso exclusivo en el desempeño de las funciones de su contrato de trabajo y nunca para uso personal”. Pero el problema más grave es que Andrés había enviado el correo a los proveedores y eso significaba que éstos se podrían ver obligados a comprarle un boleto para no resultar perjudicados en las relaciones futuras con la empresa. De hecho, el código de ética y las normas del departamento prohibían “cualquier tipo de actividad comercial o financiera en el ámbito interno de la empresa, aunque sea ajena a los intereses del grupo”. Y en otro punto, la normativa afirmaba que “todos los trabajadores del departamento de compras deberán evitar situaciones de posible conflicto de intereses o que pudieran interpretarse como tales al afectar su objetividad, imparcialidad y profesionalismo en las relaciones con los proveedores”. En defensa de Andrés, hay que decir que el jefe que había ocupado el cargo anteriormente nunca tomó en serio el código de ética, como tampoco ninguna otra normativa. El proveedor que acababa de contarle el hecho a Juan García no le dio importancia, pero él sabía lo grave que era esa falta. Juan estaba pensando seriamente en despedir a Andrés. Introducción En las últimas tres décadas, la actitud social respecto de la ética en la empresa y la responsabilidad social ha evolucionado desde creer que “es imposible” hasta considerar que “es algo urgente y necesario, pero ¿cómo se logra?”. Si en la década de 1980 el gran debate fue la justificación de la necesidad de hablar de la ética en los negocios, en la actualidad los esfuerzos van en la línea de hacer propuestas para la integración efectiva de la ética en las empresas. Para esa integración efectiva, debemos trabajar en dos ámbitos: el de la cultura empresarial y el de la estructura (normas, procesos, políticas, etcétera). Ambos son complementarios y esenciales para mejorar el nivel ético de la compañía. En este capítulo nos centraremos en la infraestructura ética que pueden desarrollar las empresas para fomentar una cultura de la responsabilidad organizativa y un comportamiento ético. Desarrollar la infraestructura ética de una organización significa, en definitiva, poner en marcha los recursos morales1 de los que dispone la empresa para generar confianza. El modelo que nos parece adecuado para la gestión ética de una organización es el inspirado en la 1 García-Marzá, D. (2004). Ética empresarial. Del diálogo a la confianza. Madrid: Trotta. CAPÍTULO 3 Infraestructura ética en la empresa 33 propuesta de García-Marzá (2004) en la cual se consideran los códigos éticos, la formación en ética, las auditorías éticas y las comisiones éticas como los pilares básicos de la gestión ética de la empresa. El desarrollo de esos cuatro instrumentos es complementario y sienta las bases de una empresa responsable que se comunica con la sociedad mediante los informes de responsabilidad social. Así pues, la gestión ética de la organización implica desarrollar un modelo pluridimensional para institucionalizar la ética en los negocios. En este capítulo se presentan tres iniciativas diferentes y complementarias que han tenido un gran impacto en el mundo empresarial: los códigos éticos, los procesos de formación ética y las comisiones éticas. En el capítulo 12 presentaremos las herramientas de gestión de la RSE. Ambos capítulos son complementarios y serían como dos caras de la misma moneda. Mientras que la infraestructura ética de la empresa se preocupa por la gestión interna de la dimensión de la ética y la responsabilidad, las herramientas de gestión se ocupan de los indicadores y la evaluación del comportamiento de la empresa con la sociedad. Ambos se complementan y se necesitan. Se podría decir que las herramientas y los indicadores reflejan la infraestructura que ya tiene la empresa. Pero antes de entrar en detalles en estos tres procesos, conviene hacer una breve presentación de los dos enfoques desde los que se pueden elaborar los instrumentos de gestión ética y que condicionan su eficacia. La integración de la ética en las organizaciones: Cumplimiento frente a integridad Conviene comenzar por reconocer que el desarrollo de la ética en las empresas y las organizaciones debe responder a un modelo de integración y no de mera aplicación. Los modelos de aplicación suelen entender las iniciativas éticas como elementos “correctores” del mal funcionamiento de las empresas. Es decir, se entiende que las empresas y los negocios tienen su propia lógica, y que para evitar los excesos y las prácticas inadecuadas hay que imponer límites y normas de carácter ético. A nuestro juicio, esta perspectiva correctiva y orientada al control y la sanción no es suficiente (aunque sea necesaria en muchos casos), y debería complementarse con el modelo de integración. El modelo de integración propuesto por P. Ulrich2 afirma que la dimensión ética es parte esencial de los negocios y de la gestión de empresa; para ello, debemos desarrollar iniciativas que no sólo se centren en establecer límites, sino también en proponer metas y pautas de actuación. A nuestro entender, los mecanismos y procesos para el desarrollo de la ética en la empresa y los negocios deben partir de una profunda reflexión sobre los fines de la actividad empresarial y sobre las metas de cada organización. En relación con los modelos de aplicación e integración presentados anteriormente, en las actuales iniciativas para el desarrollo de la ética en la empresa se están dando dos filosofías o enfoques claramente distintos e incluso, en algunos aspectos, incompatibles. El primero es el que se denomina enfoque de cumplimiento (compliance approach), cuyo objetivo es establecer un sistema de incentivos y castigos de tal forma que consigamos que las personas cumplan las normas; el segundo es el enfoque de integridad (integrity approach), el cual busca el compromiso voluntario con valores compartidos y la asunción personal de responsabilidades. Para destacar las características esenciales del enfoque de cumplimiento con las normas y el de integridad, podemos establecer unas comparaciones con base en algunos ámbitos específicos como: el ethos, el objetivo, el liderazgo, los métodos y las motivaciones del comportamiento:3 2 3 Ulrich, P. (1997). Integratives Wirtschaftsethik. Bern: Haupt Verlang. Steinmann, H. y Scherer, A. (1998). Corporate ethics and Management Theory. Diskussionbeitrage 93. Nürnberg: Leherstuhl für Allgemeine BWL und Unternehmensführung. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 34 • • • • La estrategia de cumplimiento fomenta un ethos de las personas o una actitud de “cumplidores de las normas”, mientras que las estrategias de integridad fomentan un ethos de autocontrol y responsabilidad en el que se espera que las personas actúen de acuerdo con los estándares acordados por ellas mismas. El objetivo primordial que persigue la estrategia de cumplimiento es prevenir la conducta criminal e ilegal que pueda ocasionar problemas con las autoridades judiciales. Por su parte, las estrategias de integridad tienen por objetivo favorecer la conducta responsable de las personas. El liderazgo en el desarrollo de las estrategias de cumplimiento recae en los abogados o el personal del departamento jurídico. En cambio, en las estrategias de integridad, el liderazgo es desarrollado por los directivos de la organización con ayuda del departamento jurídico, pero también de otros expertos, entre los que cabe destacar los de recursos humanos. Y finalmente, por lo que se refiere a las motivaciones del comportamiento, las estrategias de cumplimento consideran que las personas son sujetos guiados únicamente por su propio interés material, mientras que las estrategias de integridad suponen que las personas son seres sociales guiados no sólo por sus intereses materiales, sino también por valores e ideas. Al considerar estos enfoques, es posible evaluar los mecanismos de gestión ética de las organizaciones. El enfoque y el proceso de desarrollo incidirán en gran medida en su efectividad. Además, es de gran importancia que haya una sintonía entre la cultura de la organización y el enfoque desde el que se desarrollan los procesos de gestión ética. TABLA 3 - 1 Enfoque de cumplimiento frente a enfoque de integridad. Estrategia de cumplimiento Estrategia de integridad Modelo Reactivo (correctivo) Integración (propositivo) Ethos Conformidad con los estándares impuestos externamente Autocontrol de acuerdo con los estándares elegidos Objetivo Prevenir la conducta criminal Favorecer la conducta responsable Liderazgo Guiado por abogados Guiado con ayuda de los abogados, expertos en recursos humanos y otros Métodos Instrucción, reducir la discrecionalidad, controles y auditorías, sanciones Educación, liderazgo, responsabilidad, procesos de decisión y sistemas de organización, auditorías y controles, sanciones Motivación del comportamiento Seres independientes guiados por su propio interés material Seres sociales guiados por interés material, valores e ideas Fuente: Elaboración del autor. Códigos éticos empresariales Son múltiples las definiciones que podemos encontrar de códigos éticos,4 y aunque tienen matices diferentes, todas comparten el rasgo esencial de concebirlos como una declaración de principios para la actuación y toma de decisiones en el ámbito de la empresa y los negocios. Un código ético es una auto-obligación institucionalizada, con la cual se quiere expresar un compromiso con pretensiones éticas fundamentales a la hora de tomar decisiones. 4 Lozano, J. F. (2004). Códigos éticos para el mundo empresarial. Madrid: Trotta. CAPÍTULO 3 Infraestructura ética en la empresa 35 Una de las definiciones más acertadas es la que propone García-Marzá, quien entiende que los códigos éticos son “documentos [que] representan esfuerzos por hacer públicas las pautas con las que se quiere identificar a una empresa y orientar la conducta con los miembros de la organización”.5 Por su parte, Josep Maria Lozano considera que un código de ética es “la voluntad de formular reflexivamente las responsabilidades compartidas en una organización y de expresar públicamente los criterios, los valores y las finalidades que la identifiquen”.6 De esta afirmación podemos extraer una serie de rasgos que consideramos esenciales en un auténtico código ético: • • • Participación. El proceso de participación para definir las responsabilidades compartidas es esencial. Es decir, no se trata ni de adoctrinar ni de imponer normas específicas a los destinatarios del código (colaboradores), sino de reflexionar sobre cuáles son las responsabilidades compartidas y por qué. El grado de reflexión implica un proceso participativo y dialogado de toma de conciencia de las responsabilidades no sólo como persona autónoma, sino también como organización. Responsabilidad. También es importante hacer notar el énfasis en las responsabilidades compartidas. Esto implica que no basta con hacer una declaración grandilocuente de principios, sino que ésta se debe ser realista y coherente; además, hay que pensar en las consecuencias de nuestras acciones como personas y como organización. Carácter público. Un código ético es fundamentalmente un compromiso público. Por otro lado, al hacer públicas las responsabilidades y obligaciones autoimpuestas, se está adoptando un rasgo esencial de la Ilustración, como es el uso público de la razón, al tiempo que se favorece la crítica razonada de los miembros de la organización, así como de la sociedad en general. Funciones de un código de ética La finalidad de un código es colaborar en el fortalecimiento del carácter de una organización mediante la dirección de la acción y decisión moral en situaciones específicas de los miembros que la integran. Aproximarse a esta finalidad requiere desarrollar tres funciones esenciales de un código de ética: aspiracional, educativa y reguladora.7 • • • La función aspiracional se refiere a la necesidad de transmitir sentido y de explicitar el fin social de la organización y la meta que legitima su existencia. El objetivo es recordar a los trabajadores y a la sociedad en general el sentido de la organización más allá de las actividades específicas que realicen y los intercambios económicos que genere. La segunda función es la educativa, la cual tiene como objetivo crear una cultura homogénea entre todas las personas de la organización. Con esta función se informa a los miembros de la organización sus valores y lo que se espera de ellos. Esta función es especialmente relevante en empresas grandes y que operan en entornos culturales diversos; también es importante para la socialización de nuevos miembros. La tercera función y la más predominante es la función reguladora, donde se marcan los límites de lo que se permite y se prohíbe en la organización. Esta función pretende limitar muy claramente las acciones y decisiones de los miembros de la empresa; puede hacerlo desde un tono orientador y de guía, o bien, desde un tono más normativo y sancionador. La eficacia de estos documentos depende en gran parte del proceso de elaboración y de la integración de la cultura ética en el día a día de la organización, pero es evidente que los códigos éticos no evitan los casos de corrupción ni las conductas deshonestas de quienes están decididos 5 6 7 García-Marzá, D. (2004). Op. cit., p. 246. Lozano, J. F. (1997), p. 186. Lozano, J. F. (2004). Códigos éticos para el mundo empresarial. Madrid: Trotta. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 36 a cometerlas. El objetivo es crear una cultura donde se dificulten las conductas deshonestas y se marque el camino a seguir por todos los miembros de la organización. El contenido de los códigos Por lo que respecta a los aspectos de contenido o, por decirlo de otra manera, a los valores que un código intenta hacer realidad, podemos afirmar que cada organización debe llegar reflexivamente a los valores más coherentes con su entorno, su naturaleza y su finalidad. No es posible transferir de forma automática los valores de una organización a otra, ni traducir simplemente las normas de un contexto a otro. Atreverse a enunciar unos valores esenciales de un código ético es un riesgo que han asumido algunos autores. Consideramos que un código ético debe dar una conformación específica y concreta a los valores de una ética cívica. Tomemos como punto de partida la propuesta de Adela Cortina: “La ética empresarial consistiría, por lo tanto, en el descubrimiento y la aplicación de los valores y las normas compartidos por una sociedad pluralista –valores que componen una ética cívica– al ámbito peculiar de la empresa”.8 Nos atrevemos a proponer los siguientes principios como el sustrato ético sobre el que debería fundamentarse un código: libertad, igualdad, solidaridad, respeto y diálogo. No se trata de que todos los códigos que se elaboren contengan explícitamente estos valores, sino que consideramos que ningún código podría presentar valores contrarios a esos principios éticos. Así, éstos serían los principios éticos mínimos que deberían fundamentar cualquier desarrollo ético en una organización y que conformarían los límites del espacio ético. La modulación concreta, el ámbito de aplicación y los procesos para su desarrollo estarán condicionados por el entorno socioeconómico y cultural específico, pero nunca podrán ignorarse si la organización desea tener altura ética. Lo normal es que las empresas elaboren una lista de entre cinco y ocho valores coherentes con su historia, su sector y su cultura corporativa. De hecho, en muchas ocasiones los códigos éticos presentan valores instrumentales estratégicos (orientación al cliente, flexibilidad, innovación, etcétera) junto a valores éticos (integridad, responsabilidad, respeto, entre otros) para configurar su cultura corporativa. Esto se justifica por la necesidad de dar un enfoque práctico y próximo a la realidad empresarial. Lo que siempre debe quedar claro es la prioridad de los principios y valores éticos sobre los económicos, estéticos o estratégicos. Es decir, no es aceptable que un código ético anteponga valores como la flexibilidad al respeto o la igualdad, o que se limite la libertad por el valor de lealtad a la organización. Desde luego, los códigos éticos no inmunizan a la organización contra los comportamientos irresponsables; sin embargo, la elaboración de un código ético es una buena iniciativa por las siguientes razones: a) b) c) porque el hecho de no asentarlo por escrito transmite la idea de que la ética es algo etéreo, implícito, subjetivo y que es un tema en el que no podemos ponernos de acuerdo; porque un código escrito hace público el carácter de la organización; y porque un código escrito no deja escapatoria a aquellas personas que actúan mal amparándose en la ambigüedad. Procesos de formación ética Aristóteles afirmó que “las virtudes no se producen ni por naturaleza, ni contra naturaleza, sino por tener aptitud natural para recibirlas y perfeccionarlas mediante la costumbre”. 9 Éste debe ser el objetivo de cualquier proceso de formación ética: mejorar el comportamiento de las personas. 8 9 Cortina, A. (edit.). (1994). Ética de la empresa, Madrid: Trotta, p. 89. Aristóteles. (1994). Ética a Nicómaco. Libro II. Centro de Estudios Constitucionales. CAPÍTULO 3 Infraestructura ética en la empresa 37 Los procesos de formación ética se encuentran entre los procedimientos más utilizados para mejorar el nivel ético de la organización desde hace años. Según un estudio del Institut Business Ethics (IBE),10 realizado entre 500 empresas británicas, los procedimientos de formación ética se consideraban efectivos o muy efectivos en 78 por ciento de los casos. Es decir, según este estudio, desarrollar un proceso de formación ética tiene un impacto positivo en el comportamiento de las personas reduciendo los comportamientos no éticos y, a la vez, incrementando el compromiso con la empresa. Más recientemente, la Organización de las Naciones Unidas puso en marcha el programa Principles for Responsible Management Education (Principios para una educación responsable en la gestión),11 que propone seis principios básicos para fortalecer la responsabilidad y la integridad en la formación de los estudiantes de gestión. Esta iniciativa parte de la convicción de que el desarrollo de la ética y la responsabilidad en los negocios debe comenzar por la formación de los futuros directivos. Esta preocupación por la formación de los futuros profesionales de la gestión se manifestó de forma notable hace unas décadas, tras algunos casos de corrupción en los que las personas que habían actuado de forma irresponsable eran egresados de las mejores escuelas de negocios y universidades del mundo. Y volvió a ser objeto de reflexión en 2009, tras el estallido de la crisis financiera, cuando la Harvard Business Review organizó el debate “How to fix business schools” (Cómo arreglar las escuelas de negocios),12 donde la pregunta fundamental versó sobre cuál era la responsabilidad de las escuelas de negocios en la crisis financiera. La necesidad de desarrollar de forma efectiva el programa Global Compact también demandó la formación de futuros directivos y la implicación de las instituciones de educación superior para conseguir un cambio en la cultura organizacional. La formación ética en las organizaciones es un factor clave del desarrollo de la conciencia moral en toda la organización. En palabras de Shaw y coincidiendo con los objetivos de los cursos de ética en las escuelas de negocios y en las universidades, “uno de los principales objetivos de los cursos de ética de las empresas es llevar a las personas a pensar sobre la conducta en los negocios, algo que de otra manera no hubieran hecho, o pensarían sobre ello de una manera distinta”.13 No se trata de adoctrinar ni de dar recetas, sino de fomentar la reflexión sobre los principios éticos que orientan las decisiones y las consecuencias que éstas generan, y cómo la dimensión ética se integra en la teoría y práctica de la gestión de organizaciones. Como afirmó Shumantra Ghosal en un artículo clásico, “las malas teorías están estropeando las buenas prácticas: si realmente queremos reinstalar las cuestiones éticas o morales en la práctica del management, lo primero que tenemos que hacer es reinstalarlas en nuestras teorías dominantes”.14 Desde luego, la ética de la empresa no puede tratarse de un conjunto de recetas, normas o valores concretos que se aplican de forma mecánica a situaciones problemáticas, ni pretende inculcar un determinado conjunto de creencias. La finalidad de la formación en ética de la empresa es incrementar la sensibilidad ante los problemas éticos, y desarrollar la capacidad del juicio moral de las personas en su ámbito profesional y laboral. Su principal objetivo es mejorar la habilidad para reflexionar de manera crítica sobre aspectos morales y fortalecer el coraje moral para tomar decisiones justas. 10 11 12 13 14 Webley, S. (1995). Appliying codes of business Ethics. A report on best practice. Londres: The Institute of Business Ethics. Principios para una educación responsable en la gestión (PRME). http://www.unprme.org/index.php Fecha de consulta: octubre de 2016. http://metacool.typepad.com/metacool/2009/04/harvard-business-review-debate-how-to-fix-business-schools. html Fecha de consulta: octubre de 2016. Shaw (1996), p. 490. Ghosal, S. (2005). Bad Managements Theories Are Destroying Good Management Practices. Academy of Management Learning and Education 4, 75-91, p. 87. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 38 Para concluir estas consideraciones sobre los objetivos de los programas de formación ética, conviene recordar las palabras de Treviño cuando afirma que “ofreciendo un programa de formación ética, la organización no sólo ofrece habilidades específicas a los directivos, sino que indirectamente está comunicando qué conducta ética es valorada y qué dimensiones éticas deben ser consideradas en la toma de decisiones”.15 Para alcanzar esta finalidad, un programa de formación ética en una empresa debe cumplir tres condiciones básicas: • • • Enfocarse en los problemas éticos de la gestión. Hay que comenzar por el análisis crítico de la realidad, de manera que los cursos de ética deben partir de los problemas éticos reales que se encuentran en la gestión (discriminación, falta de imparcialidad, corrupción, falta de transparencia, etcétera). Desde este primer paso, se debe hacer un reconocimiento de los problemas, diagnosticar sus causas, y presentar los conceptos éticos esenciales para un análisis preciso de la magnitud y relevancia de los problemas. Rigor teórico y metodológico en el análisis y uso de conceptos. Difícilmente vamos a pensar bien o a entendernos si no utilizamos las palabras con cierto rigor y orden. Un programa de formación ética tiene que clarificar y definir conceptos éticos básicos para facilitar la comprensión cuando hablemos de corrupción, desigualdad, falta de respeto, etcétera. Si no somos capaces de definir esos términos con rigor ni de captar sus implicaciones, no podremos resolver los problemas éticos que encontremos en la gestión. Proponer acciones para solucionar problemas es la tercera condición de éxito de los programas de formación ética. Se trata de terminar la formación dando a conocer los mecanismos que ya existen para la gestión ética de las organizaciones, así como los criterios para la toma de decisiones responsable. Son iniciativas y procesos limitados, pero contribuyen a la mejora ética de la organización. Es muy positivo y efectivo concluir un proceso de formación con una propuesta realista que haga ver qué dimensión ética de la organización puede mejorar si se trabaja de forma simultánea la cultura y la estructura de la organización.16 Comisiones éticas Las comisiones éticas son un mecanismo que también ha recibido una creciente atención en los últimos años. Suelen estar asociadas al desarrollo de un código ético y han tenido una fuerte expansión en las organizaciones de la industria de la salud; también tienen una notable presencia en universidades y centros de investigación. Además, existen comisiones o comités de ética a nivel nacional en diversos países europeos. El Ethikrat en Alemania y la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida en España son dos buenos ejemplos de comisiones que funcionan con rigor y cuyos informes tienen un importante impacto político y social. En la actualidad podemos identificar dos grandes modelos de interpretación de la función de las comisiones de ética. Ambos modelos corresponden a dos interpretaciones generales de la ética de las organizaciones: una iría más en la línea de la interpretación estadounidense, y otra en la tradición de la ética empresarial centroeuropea. Desde la perspectiva centroeuropea, las comisiones se entienden como un “foro para el diálogo y entendimiento dialógico”, más que como un centro de asesoramiento ético. Por otro lado, desde la ética de negocios (business ethics) estadounidense, las comisiones éticas se entienden como un centro de servicios éticos cuyas funciones fundamentales son velar por el cumplimiento 15 16 Treviño, L. K. y Nelson, A. K. (1999). Managing Business Ethics. Straight talk about how to do it right. Nueva York: John Wiley and Sons, p. 207. Steinmann, H. y Löhr, A. (1994). Grundlage der Unternehmensethik. Stuttgart: Schaffer Poeschel. CAPÍTULO 3 Infraestructura ética en la empresa 39 del código ético, y dar apoyo y asesoramiento a la dirección de la compañía. En este caso, la comisión juega el papel de “conciencia ética” de la organización. Un caso conocido mundialmente y un buen ejemplo de procedimiento de constitución y de funcionamiento es el de la comisión creada a raíz del caso Nestlé (The Nestlé Infant Formula Audit Comission, 1982). Las funciones esenciales de esa comisión fueron cuatro, y es posible hacer una distinción entre las funciones que corresponden a un modelo de comisión como “centro de servicios” y las funciones que corresponden a un modelo de comisión como “foro de diálogo”.17 En el primer caso, la comisión como “centro de servicios” desarrollaría las funciones de vigilancia del cumplimiento de las auto-obligaciones de la empresa y funcionaría como un cuerpo casi judicial que se encargaría de velar por la obediencia a las normas del código ético. Además, sería un mecanismo de presión para el desarrollo de la ética en la organización. En el segundo caso, esto es, la comisión como “foro de diálogo”, las funciones básicas también serían dos. La primera es la representación de los grupos de afectados y transmitir sus demandas; la segunda sería funcionar como un “cuerpo de expertos” que aclare conceptos y aconseje a la dirección empresarial para la toma de decisiones responsable. Las condiciones para el éxito de las comisiones son: • • • • • Se debe establecer con antelación una serie de reglas del juego que garanticen un auténtico diálogo y eviten la manipulación. La comisión debe ser independiente. No se trata sólo de garantizar la independencia de las personas individuales que participan en el diálogo, sino de garantizar el propio funcionamiento de la comisión. Para ello, es fundamental una autonomía financiera y de agenda de trabajo. El compromiso explícito de apoyo a la comisión por parte de la organización. Entender la comisión, no como un mero órgano reactivo que responde a problemas que le plantean otros, sino como un mecanismo que asuma un papel activo en la propuesta de acciones e iniciativas. Capacidad de imposición de las decisiones. Es decir, los juicios emitidos deben ser expresión del consenso, y deben tener autoridad moral y fuerza vinculante. El potencial de desarrollo de las comisiones éticas es considerable. Pero ese potencial sólo se realizará si se tiene en cuenta –y se evita– una serie de graves riesgos. El gran riesgo que enfrentan las comisiones, además del peligro de ser manipuladas, es que se consideren como una solución definitiva a todos los problemas y se pierda la posibilidad de una solución descentralizada a los problemas éticos. Caso ilustrativo 3-2 Propuesta para echar a andar Andrés Mena miraba con tristeza por la ventana. El informe del consultor le había confirmado algo que él sospechaba desde hacía tiempo. La empresa iba bien, realmente muy bien. ¡Quién iba a decir hace 30 años, cuando el negocio comenzó como una simple tienda de barrio, que hoy tendría más de dos mil trabajadores y generaría utilidades de millones de dólares anuales! En ese momento, a Mena no le preocupaban los resultados económicos; lo que le preocupaba es que creía que su empresa estaba perdiendo “su personalidad”. Comenzó como una empresa familiar fuertemente impregnada de sus valores personales y donde todos “remaban” en la misma dirección. La empresa fue creciendo y cambiando, y llegó gente nueva, pero durante muchos años el señor Mena no dudaba de que su negocio siguiera teniendo la esencia de los primeros tiempos. 17 Steinmann, H. y Löhr, A. (1991). Der Beitrag von Ethik-komimissionen zur Legitimation der Unternehmensführung. En Steinmann y Löhr, Unternehmensethik, Stuttgart: Poeschel, pp. 269-280. 40 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial La situación estaba cambiando rápidamente en los últimos años. Él había visto cosas que no le gustaban (colaboradores que utilizaban material y vestían ropa de trabajo de su empresa para uso personal, empleaban vehículos de la empresa para uso particular, etcétera) y había escuchado comentarios que le desagradaban (que algún director de departamento abusaba de su cargo, que algún directivo realizaba prácticas dudosas para incrementar sus ventas, que algunos trabajadores no cumplían el horario). Sin embargo, aunque los clientes dudaban de las prácticas laborales de la empresa, y los proveedores hacían bromas sobre regalos y “estrategias de ventas” a la empresa Mena e hijos, en realidad no pasaba nada. Sin embargo, de seguir así, en unos años, aquello sería el caos, y seguramente al primer revés económico, todo se esfumaría por los aires. Las cosas no se estaban haciendo bien. El consultor confirmó estos hechos, aunque con palabras y números muy elaborados, pero la esencia era la misma. Tras el diagnóstico, el señor Mena preguntó: ¿qué hacemos? El consultor le respondió que el asunto, en realidad, no era costoso ni complejo, y que tenía solución si había determinación. Empezó a hablarle de códigos de ética, comités de conflictos de interés y formación en ética. A un empresario tradicional, esto le sonaba extraño, pero no había alternativa. ¿Por dónde comenzar? El consultor le aclaró: “Hay que comenzar por decir lo que queremos ser y cómo queremos que nos conozcan (comunicación externa y formación interna); escribir y dejar en claro nuestros principios de actuación (un código ético); comprobar que hacemos lo que decimos (mecanismos de autocontrol); sancionar a quienes no cumplen e incentivar a quienes sí cumplen (política de conducta interna); y designar a un grupo de personas que se preocupen por estos temas y ayuden en su desarrollo (comité de ética). Conclusiones La primera gran conclusión que podemos extraer de este tema es que es importante pasar de las palabras a los hechos, y que ya existen procesos y mecanismos que nos permiten influir en la cultura ética de la empresa. La segunda gran conclusión es que desarrollar esos procesos demanda esfuerzo, constancia y coherencia. Por sí mismos, ni los códigos, ni las comisiones, ni los procesos de formación garantizan la inmunidad ante las prácticas inadecuadas. De hecho, hay que dejar muy claro algunas de las limitaciones de estos procesos: • • No son garantía de que una empresa sea ética. Por desgracia, hay muchas empresas que han tenido un brillante código, cursos de formación y comisiones, pero luego se demostró que habían estafado (Enron) o que habían violado los derechos humanos (Shell Nigeria). Estos procesos e instrumentos, si se desarrollan con rigor, favorecen, facilitan y contribuyen a generar una cultura ética; sin embargo, hay que tener claro que contar con estos elementos no es garantía de comportamiento ético. No eluden ni eliminan la reflexión individual ni la decisión personal. Estos procesos, en especial los códigos, no pueden entenderse como un manual o un “libro de cocina” cuyas normas y recomendaciones se aplican de forma mecánica. La realidad del contexto de negocios es muy compleja, y requiere una aplicación reflexiva y consciente de los principios y valores a las decisiones ejecutivas. Para que la infraestructura ética de una empresa sea efectiva, son necesarias al menos tres condiciones básicas: • Implicación de la dirección. Es esencial que la dirección se involucre totalmente y con sinceridad en el desarrollo de la infraestructura ética. Esto exige dos pasos ineludibles: dotar de recursos y capacidad de acción a la infraestructura ética (es decir, que se destinen recursos humanos y tiempo, y se le dé un lugar específico y relevante en el organigrama); y que la alta dirección sea la primera en cumplir y dar ejemplo en el cumplimiento de las normas, las recomendaciones y los procesos éticos. CAPÍTULO 3 • • Infraestructura ética en la empresa 41 Constancia. La creación de una cultura ética es un proceso de cambio cultural que requiere tiempo. Las empresas que desarrollen una infraestructura ética tendrán que estar conscientes de que el esfuerzo debe mantenerse en el tiempo y que no es posible modificar la dirección ni abandonar las iniciativas al primer cambio en la tendencia o ante la primera situación adversa. Si los stakeholders (grupos de interés) perciben que los esfuerzos por crear una cultura ética no son sinceros y que se modifican cuando no resultan convenientes, se genera escepticismo y desconfianza en la empresa. Coherencia. La infraestructura ética debe ser como el esqueleto que sustenta la cultura organizacional. Contar con una cultura armonizada y proporcionada requiere coherencia entre los objetivos, los medios y los fines de la organización. Los valores de la empresa deben estar alineados con las acciones y las decisiones. Las políticas de incentivos, los procesos de selección, las decisiones de inversión, etcétera, deben ser coherentes con los valores éticos de las organizaciones. El desarrollo de esta infraestructura ética tiene un efecto positivo en la percepción de justicia procedimental y de justicia distributiva. La percepción de justicia procedimental es la percepción compartida por los miembros de la organización de que los procedimientos y procesos son justos (imparciales y fundamentados); y la justicia distributiva es la percepción compartida de que hay un reparto equitativo de las cargas laborales o de los esfuerzos y beneficios. Ambos niveles de percepción de justicia se relacionan de forma positiva con la satisfacción laboral, el compromiso con la organización, el desempeño y los resultados de la empresa. Es decir, el desarrollo de la infraestructura ética se relaciona positivamente con el éxito económico.18 18 Schminke, M., Arnaud, A. y Taylor, R. (2015). Ethics, values, and Organizational Justice: Individuals, Organizations and Beyond”. Journal of Business Ethics, 130, pp. 727-736. 42 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Términos clave Código ético Comisión ética Cumplimiento Ética empresarial Formación ética Responsabilidad Preguntas para debate • • • • • • • ¿Cree que es posible configurar una cultura ética en la organización? Si fuera el director de departamento de compras en el caso de “La rifa” (Caso ilustrativo 3-1), ¿qué haría? Justifique su respuesta ¿Cambiaría su decisión si no existiera un código ético escrito? Hay personas que consideran que la formación en ética es un asunto que compete a la familia y a la escuela, pero no a la empresa. ¿Comparte esa opinión? ¿Por qué? ¿Cuáles cree que serían los criterios para formar parte de una comisión de ética en la empresa? Explique su respuesta. Hay empresas que operan en muchos países muy distintos y tienen un solo código de ética. ¿Cree que esto es acertado, o que debería adaptarse el código a cada cultura local? ¿Por qué? Intente el siguiente ejercicio de imaginación y reflexión: redacte un breve código no ético (no más de 10 normas, principios o recomendaciones) y luego coméntelo en clase. Es decir, describa prácticas que considere no éticas para una empresa. Por ejemplo: “En esta empresa se recomienda el uso de material y recursos de la empresa para el uso personal y privado”. Lecturas recomendadas Cortina, A. (edit.) (1994). Ética de la empresa. Madrid: Trotta. García-Marzá, D. (2004). Ética empresarial. Del diálogo a la confianza. Madrid: Trotta. Lozano, J. F. (2004). Códigos éticos para el mundo empresarial. Madrid: Trotta. __________ (2011). ¿Qué es la ética de la empresa? Barcelona: Proteus. C a p ít ulo 4 RSE estratégica Luciano Barin Cruz Objetivos Al finalizar este capítulo, usted deberá ser capaz de: • • • • Reconocer la importancia de la RSE en la gestión empresarial. Conocer los conceptos y los enfoques básicos de la RSE estratégica. Aplicar los conocimientos de la RSE estratégica en el contexto de la práctica de la gestión. Reconocer la contribución potencial de la RSE estratégica para el contexto del desarrollo de los países latinoamericanos. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 44 Caso ilustrativo 4-1 La RSE en el contexto de la industria de los cosméticos1 Alpha es una de las compañías más grandes en la industria de belleza de Brasil. En los últimos años, la compañía ha experimentado un considerable incremento en sus operaciones en el mercado nacional, así como en algunos mercados del extranjero. En general, Alpha es una compañía altamente innovadora, que basa su estrategia en el hecho de que la mayoría de sus productos utilizan recursos naturales de la flora de Brasil. En particular, Alpha está orgullosa porque integra requerimientos sociales y ambientales en toda su cadena de valor (desde la cosecha de las materias primas hasta el empacado de sus productos finales). Al hacerlo, Alpha desarrolla una estrategia basada en la RSE en la que la innovación social y ambiental se integra en su negocio principal. Como consecuencia, Alpha ha forjado una reputación como una corporación socialmente responsable que respeta la biodiversidad de Brasil y que trabaja junto con múltiples grupos de interés con la finalidad de entregar productos de elevada calidad, elaborados con RSE. Por lo tanto, la RSE es una parte integral de la estrategia y el posicionamiento de Alpha en el mercado brasileño. Introducción El presente capítulo tiene por objetivo presentar una vertiente específica e importante en la literatura y la práctica de la RSE: el enfoque de la RSE estratégica. En concordancia con Garriga y Melé,2 suponemos que el enfoque de la RSE estratégica se basa en una tradición instrumental de aplicar la RSE con la finalidad de obtener algún beneficio para la compañía. Aunque reconocemos el creciente número de definiciones y tipologías que han surgido en los últimos años, consideramos que el enfoque de la RSE estratégica tiene el potencial de agrupar algunas de las principales iniciativas puestas en práctica por empresas en el dominio de la responsabilidad social. Este enfoque es especialmente interesante para los gerentes que pretenden asociar sus proyectos sociales y ambientales, así como las innovaciones, con un aumento en la rentabilidad. Como se verá más adelante, las compañías que emplean este enfoque innovan en cuanto a los procesos y productos, con la finalidad de reducir costos o diferenciarse en el mercado y, como consecuencia, crear valor. Comenzaremos por presentar la manera en que el enfoque de la RSE estratégica difiere de otros tipos de RSE, y por explicar por qué ha interesado cada vez más a los gerentes e investigadores en el campo. Así, presentaremos dos perspectivas dominantes en el enfoque de RSE estratégica: la integración del negocio y la sociedad, y la perspectiva basada en los recursos de la empresa. Por último, presentaremos información acerca de la aplicación potencial de la RSE estratégica por parte de compañías en el contexto latinoamericano. Las Metas del Desarrollo del Milenio, establecidas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), son la inspiración para ese vínculo. 1 2 Éste es un caso real, pero el nombre de la empresa se modificó. Garriga, E. y Melé, D. (2004). Corporate Social Responsibility Theories: Mapping the Territory. Journal of Business Ethics, 53, 51-71. CAPÍTULO 4 RSE estratégica 45 La RSE estratégica en la literatura especializada En particular a partir de la década de 1950, se ha intentado establecer un creciente número de definiciones y tipologías para estructurar y organizar el campo de investigación. Sin embargo, debido a la complejidad del análisis de la RSE, los investigadores y gerentes han seguido aplicando diferentes definiciones y poniendo en marcha distintos proyectos en diversos contextos industriales o institucionales. La literatura reciente sobre RSE ha hecho una valiosa contribución para organizar el campo y clasificar las diferentes iniciativas. Garriga y Melé3 sugirieron que la literatura sobre RSE podría organizarse en cuatro conjuntos de teorías. En primer término, las teorías instrumentales entienden la RSE simplemente como el medio para obtener utilidades. Segundo, las teorías políticas hacen énfasis en el poder que tienen las corporaciones en su relación con la sociedad y en su responsabilidad en la arena política. Tercero, las teorías integradoras suponen que el negocio depende de la sociedad para desarrollarse y crecer, e incluso para seguir existiendo. Cuarto, las teorías éticas suponen que la relación entre el negocio y la sociedad está impregnada de valores éticos. Por su parte, Husted y Salazar4 distinguieron tres tipos principales de RSE. El primero es la RSE altruista, en la que la RSE es vista como una serie de acciones que realiza una empresa sólo porque es “lo correcto”. Las empresas deben invertir en causas sociales, sin importar si esto les generará resultados positivos o no. El segundo tipo es la RSE egoísta por coerción. En este caso, la RSE se concibe como la responsabilidad primordial de la empresa de maximizar las utilidades para los accionistas. Las empresas reconocen que su actividad genera externalidades que pueden ser positivas o negativas desde el punto de vista ambiental, social o político. El tercer tipo es la RSE estratégica. En este caso, las compañías invierten en causas sociales porque esperan obtener beneficios adicionales como buena reputación, un posicionamiento diferenciado de sus productos en el mercado5 o apalancar los recursos y distinguirse de su competencia.6 En el presente capítulo integramos ambas perspectivas (figura 4-1). Consideramos el enfoque de RSE estratégica como un método instrumental en el que la estrategia de las empresas se considera como la creación de valor y/o la generación de ventajas competitivas mediante el apalancamiento de recursos y competencias, con la finalidad de obtener un posicionamiento de diferenciación en el mercado.7 Dos perspectivas sobre RSE estratégica Integrar los negocios y la sociedad: RSE estratégica como posicionamiento de mercado Porter8 considera la estrategia de la empresa como un asunto referente para adoptar el mejor posicionamiento en el mercado. Con base en el conocido marco de referencia constituido por estructu- 3 4 5 6 7 8 Ibíd. Husted, B. W. y Salazar, J. J. (2006). Taking Friedman Seriously: Maximizing Profits and Social Performance. Journal of Management Studies, 43(1), 75-91. Porter, M. E. (1980). Competitive Strategy: Techniques for Analyzing Industries and Competitors. Nueva York: Free Press. También Porter, M. E. y Kramer, M. R. (diciembre de 2006). Strategy and Society: The Link between Competitive Advantage and Corporate Social Responsibility. Harvard Business Review. McWilliams, A. y Siegel, D. (2001). Corporate Social Responsibility: A Theory of the Firm Perspective. Academy of Management Review, 26(1), 117-127. Garriga y Melé (2004). Op. cit. Husted y Salazar (2006). Op cit. Porter, M. E. (1980). Op. cit. Porter, M. E. (1985). Competitive Advantage: Creating and Sustaining Superior Performance. Nueva York: Free Press. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 46 Enfoque de RSE estratégica Integración de negocio y sociedad (posicionamiento en el mercado) Perspectiva basada en los recursos (recursos y competencias) Ventaja competitiva con base en la RSE (buena reputación, diferenciación de productos y personal calificado) Fuente: Figura desarrollada por el autor. FI G U R A 4 - 1 Enfoque de RSE estratégica. ra-conducta-desempeño, el autor demuestra que los análisis del contexto competitivo (fuerzas del mercado), así como de la cadena de valor de la empresa, permiten tomar la decisión acerca del tipo específico de conducta a seguir (liderazgo de costos, diferenciación y enfoque), y generan dos tipos potenciales de desempeño (diferenciación y ventaja competitiva de costo). Porter y Kramer9 se inspiraron en el marco de referencia planteado inicialmente por Porter, con la finalidad de desarrollar una propuesta en el contexto de la RSE. Los autores proponen que los negocios y la sociedad deberían trabajar en conjunto. Una sociedad saludable necesita el desarrollo de negocios redituables y bien estructurados. Por otro lado, un negocio saludable necesita un buen contexto institucional en el que las empresas puedan crecer y generar bienestar. Por lo tanto, las empresas deberían innovar ofreciendo soluciones de servicios y productos para problemas sociales y, al mismo tiempo, ser redituables por medio de esa oferta. Debería pensarse en los negocios y la sociedad de una forma integrada. Para ello, Porter y Kramer10 proponen que el primer paso es realizar un análisis de afuera hacia dentro y de adentro hacia fuera. El análisis de afuera hacia dentro implica entender las dimensiones sociales del contexto competitivo. Se refiere a la capacidad de la empresa para mejorar la productividad y ejecutar la estrategia. Con base en el marco de referencia de Porter y Kramer11 y de Porter,12 la tabla 4-1 resume algunos de los principales aspectos a considerar en el análisis de afuera hacia dentro. 9 10 11 12 Porter, M. E. y Kramer, M. R. (2002). The Competitive Advantage of Corporate Philanthropy. Harvard Business Review, 56-86. Porter, M. E. y Kramer, M. R. (2006). Op. cit. Ibíd. Porter y Kramer (2006). Op. cit. Porter (1980). Op. cit. CAPÍTULO 4 TABLA 4-1 RSE estratégica 47 Análisis de afuera hacia dentro. Disponibilidad de recursos humanos Acceso a las instituciones de investigación y universidades Infraestructura física eficiente Condiciones de los factores (insumos) Infraestructura administrativa eficiente Disponibilidad de infraestructura científica y tecnológica Recursos naturales sostenibles Acceso eficiente al capital Competencia local justa y abierta Protección a la propiedad intelectual Contexto para la estrategia y la competencia de la empresa Transparencia Legislación Sistemas de incentivos basados en méritos Disponibilidad de proveedores locales Industrias relacionadas y de apoyo Acceso a empresas en campos relacionados Presencia de grupos de industrias en vez de industrias aisladas Complejidad de la demanda local Condiciones de la demanda local Estándares reguladores de la demanda Necesidades locales inusuales que pueden atenderse a nivel nacional y global Fuente: Porter y Kramer (2006); Porter (1980). El análisis de adentro hacia fuera implica entender la cadena de valor de la empresa y las actividades en las que ésta participa al hacer negocios. Este análisis ayuda a identificar los efectos sociales positivos y negativos relacionados con dichas actividades. Con base en el marco de referencia de Porter y Kramer13 y Porter,14 la tabla 4-2 resume algunos de los principales aspectos a considerar en el análisis de adentro hacia fuera. El segundo paso es definir qué tipo de acciones y proyectos desarrollará la compañía. En ese sentido, Porter y Kramer15 proponen tres tipos de acciones: Asuntos sociales generales: Asuntos sociales que no se ven afectados de forma significativa por las operaciones de una compañía, ni afectan materialmente su competitividad a largo plazo. Impacto social de la cadena de valor: Asuntos sociales que resultan significativamente afectados por las actividades de una compañía en el curso ordinario de sus negocios. Dimensiones sociales del contexto competitivo: Asuntos sociales en el entorno externo que afectan de forma significativa los impulsores subyacentes de la competitividad de una compañía en los lugares donde opera esta última. 13 14 15 Porter y Kramer (2006). Op. cit. Porter (1985). Op. cit. Porter y Kramer (2006). Op. cit. 48 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial TA BLA 4-2 Análisis de adentro hacia fuera. Logística hacia el interior Impacto de la transportación Emisiones y desechos Biodiversidad e impacto ecológico Operaciones Consumo de energía y agua Seguridad del personal y relaciones laborales Materiales peligrosos Actividades primarias Logística hacia el exterior Uso y eliminación de empaques Impacto de la transportación Marketing y publicidad Marketing y ventas Prácticas de fijación de precios Información del consumidor Privacidad Eliminación de productos obsoletos Servicio posterior a la venta Manejo de productos de consumo Privacidad del cliente Prácticas de informes financieros Actividades secundarias Infraestructura de la empresa Prácticas gubernamentales Transparencia Uso de cabildeo Educación y capacitación laboral Condiciones seguras de trabajo Administración de recursos humanos Diversidad y discriminación Cuidado de la salud y otros beneficios Políticas de remuneración Políticas de despido Relaciones con las universidades Prácticas éticas de investigación Seguridad de los productos Desarrollo de tecnología Conservación de materias primas Reciclado Prácticas de abasto y de la cadena de suministro Uso de insumos particulares Uso de recursos naturales Fuente: Porter y Kramer (2006), y Porter (1985). CAPÍTULO 4 RSE estratégica 49 Cada empresa, con base en el contexto de la industria y del país, asignará sus actividades de RSE en estas tres categorías. Las empresas pueden desarrollar proyectos en estas tres vertientes, o bien, enfocarse en algunas de ellas. El análisis anterior de afuera hacia dentro y de adentro hacia fuera definirá la manera en que la empresa concentrará sus recursos. El tercer paso consiste en definir los dos tipos diferentes del posicionamiento de RSE que resulta de este análisis: RSE responsiva. La RSE responsiva comprende dos elementos: actuar como un buen ciudadano corporativo, en concordancia con las preocupaciones sociales en evolución de los grupos de interés, y mitigando los efectos adversos existentes o potenciales a partir de las actividades de negocios. RSE estratégica. La RSE estratégica se mueve más allá de la buena ciudadanía corporativa y de mitigar los efectos perjudiciales de la cadena de valor, para llevar a cabo un reducido número de iniciativas cuyos beneficios sociales y de negocios son considerables y distintivos. La RSE estratégica implica tanto la dimensión de adentro hacia fuera como la de afuera hacia dentro trabajando en conjunto. Es aquí donde las oportunidades de valor compartido residen verdaderamente. Por lo tanto, dependiendo del análisis inicial de afuera hacia dentro y de adentro hacia fuera, la empresa creará una mezcla de “asuntos sociales generales”, “efectos sociales de la cadena de valor” y “dimensiones sociales de las actividades del contexto competitivo”, que permitirán establecer una “RSE responsiva” o un posicionamiento de “RSE estratégica” en el mercado. Por ejemplo, una compañía en la industria minorista (como un supermercado) podría organizar actividades que busquen generar conciencia entre los niños acerca de problemas ambientales y sociales en la comunidad local (asunto social general), establecer un proceso de rastreo para todos sus proveedores (impacto social de la cadena de valor) y crear una marca especial para impulsar productos de proveedores locales (impacto social de la cadena de valor y dimensiones sociales del contexto competitivo). Tal empresa podría desarrollar esos diferentes tipos de proyectos, con la finalidad de adoptar un enfoque responsivo y una RSE estratégica. Es interesante hacer notar que los mismos proyectos tal vez se clasificarían de un modo diferente en el caso de otras industrias. Por ejemplo, las actividades para generar conciencia entre los niños podrían considerarse como un impacto social de la cadena de valor y una dimensión social del contexto competitivo en el caso de una escuela primaria que decida ofrecer cursos y conferencias sobre temas ambientales o sociales. La figura 4-2 resume este proceso. Perspectiva basada en los recursos (PBR): RSE estratégica como asignación de recursos La perspectiva basada en los recursos (PBR) considera a las empresas como conjuntos de recursos y capacidades que se asignan con la finalidad de crear ventaja competitiva. En concordancia con Barney,16 esos recursos y capacidades generarán ventaja competitiva sostenible si son valiosos, poco comunes, inimitables e insustituibles. McWilliams y Siegel17 (2001) proponen un análisis de la oferta y la demanda para la RSE basada en el marco de referencia de la PBR. El objetivo es explorar los determinantes y las consecuencias de la RSE. Los autores proponen tres tipos de insumos o recursos que pueden tener efecto sobre la estrategia de la empresa: capital, materiales y servicios, y mano de obra. En el caso del capital, 16 17 Barney, Jay. (1991). Firm Resources and Sustained Competitive Advantage. Journal of Management, 17(1), 99-120. McWilliams y Siegel (2001). Op. cit. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 50 Impacto social general Buena ciudadanía RSE responsiva Mitigar el daño generado por las actividades de la cadena de valor De afuera hacia dentro (contexto competitivo) Impacto social de la cadena de valor De adentro hacia fueraa (actividades de la cadena de valor) Transformar las actividades de la cadena de valor para beneficiar a la sociedad mientras se refuerza la estrategia Dimensiones sociales del contexto competitivo RSE estratégica Filantropía estratégica que apoya las capacidades para mejorar las áreas más destacadas del contexto competitivo Fuente: Figura desarrollada por los autores, a partir de Porter y Kramer (2006). FI G U R A 4 - 2 Inversión social en un contexto competitivo. la RSE ayudará a la empresa a comprar maquinaria y equipo nuevos o adicionales, para obtener eficiencia ambiental por encima de lo que estipula la ley. En el caso de los materiales y servicios, las empresas deben forzarse a adquirir productos de proveedores que también sigan ciertas medidas sociales y ambientales, aunque esto implique un precio más elevado de sus productos. En cuanto a la mano de obra, la empresa tendrá que efectuar prácticas progresivas de administración de recursos humanos, así como contratar a nuevos empleados que se incorporen al departamento de RSE. Todo lo anterior representa una fuente potencial de costos más elevados. En ese sentido, McWilliams y Siegel18 destacan la importancia del lado de la demanda. Para sostener sus operaciones, la empresa se verá forzada a adoptar una estrategia de diferenciación. Esto significa que los atributos de RSE de sus productos se reflejan en un precio superior que tendrán que aceptar los consumidores (compradores individuales tradicionales, así como otros grupos de interés). Por un lado, el departamento de investigación y desarrollo permite a la empresa lograr innovación y proveer productos con atributos de RSE. Por otro, la inversión en publicidad ayudará a los consumidores a estar conscientes acerca de los atributos diferenciales de RSE que ofrecen los productos de la compañía. Por el lado de la demanda, el ingreso, la demografía, los gustos y las preferencias, y el precio de productos sustitutos determinarán qué tan dispuestos estarán los consumidores a pagar un precio más elevado.19 Se supone que las personas con ingreso más bajo son más sensibles a los precios y están menos dispuestas a pagar precios más altos por los atributos de RSE. Por otro lado, se supone que las regiones donde las familias están integradas por un menor número de 18 19 Ibíd. Ibíd. CAPÍTULO 4 TABL A 4 - 3 51 Perspectiva basada en los recursos: Proveedores y demanda Recursos orientados a la RSE Capital RSE estratégica Equipo especial, maquinaria e inmuebles dedicados a la RSE Materiales y servicios Compra de insumos a partir de proveedores que son socialmente responsables Mano de obra Prácticas progresivas de administración de recursos humanos y personal para implementar las políticas de RSE Variables relacionadas con la demanda Ingreso Compradores de bajos ingresos más sensibles a los precios Demografía Regiones donde las familias son más pequeñas y pueden ahorrar más dinero para gastar en productos elaborados con RSE Gustos y preferencias Preferencia por productos elaborados con RSE Precio de productos sustitutos Precios más bajos de productos sustitutos influyen en la elección Demandas de los grupos de interés Restringir demandas por parte del gobierno y los proveedores Fuente: Adaptada a partir de McWilliams y Siegel (2001). miembros cuentan con más dinero adicional para pagar por atributos de RSE. No todo mundo está consciente acerca de la importancia de apoyar las causas sociales y ambientales. Por consiguiente, la publicidad desempeña un papel importante para informar a las personas. Mientras haya falta de conciencia entre los consumidores, el precio de los productos sustitutos también influirá en la elección de los consumidores. Además, la influencia de otros grupos de interés, como contratos con el gobierno y la opción de empleados internos, también tendrá repercusiones en el lado de la demanda. Por ejemplo, una empresa automotriz que decide invertir en vehículos que consumen energía de manera más eficiente tendrá que realizar investigación y desarrollo, contratar a personal con habilidades técnicas especializadas y adquirir materias primas especiales a los proveedores. Esa inversión se reflejará en costos más altos. Una vez que esa empresa hace públicas las ventajas ambientales y técnicas del vehículo, un segmento de consumidores más sensibles a los temas ambientales y quizá con ingresos más altos estará dispuesto a pagar un precio superior, lo cual permitirá a la empresa diferenciar el producto en el mercado. McWilliams y sus colaboradores20 también destacan una característica importante en la estrategia de diferenciación relacionada con los productos que poseen atributos de RSE. Los autores proponen dos tipos de diferenciación de productos. El primero es la diferenciación vertical, la cual ocurre cuando la mayoría de los consumidores prefieren un producto sobre otro. En el contexto de la RSE, esta situación se presenta cuando en la mente de los consumidores está claro que el producto con un atributo de RSE es mejor que algún otro que carece de ese atributo. En segundo lugar, la diferenciación horizontal ocurre cuando sólo algunos consumidores prefieren un producto particular, pero la preferencia se basa en los gustos, más que en la calidad. Para los autores, sólo la diferenciación vertical permite a la empresa cobrar un precio más elevado. 20 McWilliams, A., Siegel, D. y Wright, P. M. (2006). Corporate Social Responsibility: Strategic Implications. Journal of Management Studies, 43(1), 1-18. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 52 Recursos orientados a la RSE Lado de la demanda Capital Vertical Materiales y servicios Estrategia de diferenciación (uso de la publicidad) Ingreso Demografía Gustos y preferencias Precio de productos sustitutos Demandas de otros grupos de interés Horizontal Mano de obra Fuente: Desarrollada por el autor, con base en McWilliams y Siegel (2001). FI G U R A 4 - 3 Perspectiva basada en los recursos. Caso ilustrativo 4-2 RSE estratégica en la industria bancaria21 Beta es uno de los bancos más importantes en el mercado brasileño. A pesar de que en los últimos años diferentes bancos europeos han controlado las operaciones de Beta, la estrategia principal del banco parece subsistir. Hace algunos años, el banco decidió integrar preocupaciones sociales y ambientales en su negocio central. En vez de invertir en proyectos amplios y no relacionados con RSE, el banco empezó a revisar las operaciones centrales de su cadena de valor y, como consecuencia, realizó innumerables innovaciones sociales y ambientales internas y externas en los campos de crédito, inversiones, compras internas, etcétera. De esa forma, el banco se posicionó como una institución con preocupaciones sociales y ambientales en la industria bancaria brasileña, ya que desarrolló una estrategia basada en RSE. Reflexión final acerca del enfoque de RSE estratégica en el contexto latinoamericano Si bien es cierto que América Latina enfrenta enormes desafíos en términos de protección ambiental, los problemas sociales aún tienen un papel importante en el debate y en la práctica de desarrollo sostenible, en particular en relación con la RSE.22 La pobreza es una realidad en todos los países latinoamericanos y, en algunos casos, representa un enorme costo en términos de vidas humanas, gasto gubernamental y desarrollo económico. Las cifras no son muy exactas, pero se estima que 33 por ciento de la población latinoamericana vive en condiciones de pobreza.23 21 22 23 Éste es un caso real, pero el nombre de la empresa se modificó. Barin Cruz, L., Pedrozo, E. A., Bacima, R. y Queiroz, B. (2007). Company and Society: The “Caras do Brasil” (Faces of Brazil) Program as Leverage for Sustainable Development. Management Decision, 45(8), 1297-1319. Comisión Económica para América Latina y el Caribe: http://websie.eclac.cl/anuario_estadistico/anuario_2009/ esp/default.asp CAPÍTULO 4 RSE estratégica 53 Además, considerando que la pobreza no sólo significa falta de ingresos financieros, sino también privación de libertades –como la participación en la vida de las comunidades, el acceso a los mercados, el acceso a la educación, la protección en contra de la arbitrariedad y ausencia de condiciones que garanticen la paz y la salud,24 el número de personas en condiciones de pobreza en América Latina podría ser más elevado. Sin embargo, en los últimos años se han adoptado algunas iniciativas. Una de las más importantes son los Objetivos de Desarrollo del Milenio, de la Organización de las Naciones Unidas. En 2000 se establecieron ocho objetivos amplios, y la mayoría de las naciones los aceptaron con la finalidad de reducir la pobreza hacia el año 2015: 1. pobreza y hambre, 2. educación universal, 3. igualdad de género, 4. salud infantil, 5. salud materna, 6. combate al VIH/SIDA, 7. sociedad global y 8. sostenibilidad ambiental. Las regiones sensibles, como América Latina, son los principales focos de atención de esta iniciativa. Al adoptar un enfoque de RSE estratégica, las empresas serán capaces de incorporar los Objetivos del Mileno en América Latina mediante dos ejes: la inclusión social y la sostenibilidad ambiental. Para la inclusión social, las empresas pueden incorporar la mayor parte de los Objetivos del Milenio dependiendo de sus competencias centrales. Una alternativa sería la llamada base de la pirámide.25 En este caso, las empresas innovan en términos de empaque y logística, con la finalidad de fijar precios bajos y suministrar sus productos a gente de escasos recursos. Otra alternativa sería el concepto emergente de negocio social,26 en el que las empresas fundan subsidiarias orien- Objetivos de Desarrollo del Milenio en América Latina Pobreza y hambre Competencia central Negocio social Filantropía Educación universal Base de la pirámide Estrategia de diferenciación Igualdad de género é Salud infantil (uso de la publicidad) Salud materna Inversión en ayuda Combate al VIH/SIDA Sociedad global Sostenibilidad ambiental Fuente: Desarrollada por los autores. FI G UR A 4 - 4 24 25 26 Enfoque de RSE estratégica para los Objetivos de Desarrollo del Milenio en América Latina. Sen, A. (1999). The Perspective of Freedom. En Development as Freedom. Nueva York: First Anchor Books, 13-34. Prahalad, C. K. (2010). The Fortune at the Bottom of the Pyramid. Eradicating Poverty Through Profits. Nueva Jersey: Wharton School Publishing. Yunus, M. (verano de 2007). Credit for the Poor: Poverty as Distant History. Harvard International Review. 54 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial tadas hacia causas sociales (en vez de organizaciones lucrativas), con la finalidad de contribuir a mitigar problemas sociales. En ambos casos, las empresas innovarán en cuanto a procesos y productos para vender sus bienes y garantizar la autosuficiencia financiera. Al mismo tiempo, las empresas continúan ofreciendo sus productos y servicios a mercados tradicionales. Las empresas pueden posicionarse en esos mercados como líderes sociales, para así desarrollar una posición única y obtener una ventaja de diferenciación. De esa forma, las empresas pueden adoptar el Objetivo del Milenio más adecuado para su competencia central. Por ejemplo, en la industria de los alimentos, el objetivo referente al hambre; en la industria de la educación, el objetivo de educación universal; y en la industria de la salud, la salud infantil y materna. Otra forma de adoptar una estrategia de diferenciación y obtener una posición única como líder social es invirtiendo en actividades filantrópicas relacionadas con áreas indicadas por los Objetivos del Milenio. Las empresas pueden enfocarse en áreas que no están relacionadas con su negocio principal, al formar asociaciones globales y locales con organizaciones no gubernamentales (ONG) y gobiernos, proveer fondos especiales para financiar proyectos con la finalidad de combatir el VIH/SIDA, o bien, impulsar la igualdad de género en diversos sectores. La publicidad puede informar a los consumidores acerca de esas iniciativas y ayudar a establecer el posicionamiento de diferenciación buscado. En el caso de la sostenibilidad ambiental, las empresas pueden invertir en innovación y generación de conciencia. La innovación en los procesos y productos podría garantizar eficiencia de energía y menos desperdicio de recursos. Por un lado, las empresas pueden adoptar estándares internacionales incluso cuando tengan su sede en países que no los demanden. La inversión adicional se traducirá en reducción de costos en el largo plazo. Además, la empresa se posicionará en el mercado local como una entidad preocupada por el ambiente, para así obtener una ventaja de diferenciación en la industria. Por otro lado, las compañías podrán generar conciencia entre los consumidores y grupos de interés acerca de la importancia de la protección ambiental. El uso de publicidad permite informar a los consumidores acerca de las acciones principales adoptadas por la empresa, así como generar conciencia entre los consumidores sobre la importancia de adquirir productos de compañías que asuman esa posición. Las empresas también son capaces de generar conciencia en otros grupos de interés, como empleados (al capacitarlos en los estándares ambientales internacionales) y proveedores (ayudándolos a adoptar estándares similares para garantizar el rastreo de la cadena de valor y hacerse acreedores a reconocimientos internacionales para sus productos). Conclusiones El enfoque de RSE estratégica es un mecanismo potencial para que las empresas se ocupen de problemas sociales y, al mismo tiempo, creen valor y generen ganancias económicas. Este enfoque no pretende transformar las estructuras de mercado, sino que busca adaptar las estrategias de las compañías a un contexto en el que se requieren proyectos sociales y ambientales. Así, el enfoque de RSE estratégica no debería entenderse como una forma de evitar la acción gubernamental, ni de reemplazar el papel del gobierno mediante la operación de la empresa. Más bien, el enfoque de RSE estratégica es una forma de integrar las preocupaciones sociales y ambientales en el negocio central de la compañía, y define claramente dónde comienza y dónde termina la responsabilidad de ésta. Si se desarrolla de forma adecuada, ayudará a evitar situaciones en las que las compañías son responsables de todo y, al mismo tiempo, de nada. Representa sólo uno de múltiples mecanismos potenciales que se pueden desarrollar para alcanzar sociedades más sostenibles. CAPÍTULO 4 RSE estratégica 55 Términos clave Diferenciación Estrategia Innovación Medio ambiente Posicionamiento Responsabilidad social empresarial Preguntas para debate • • • • • • ¿Cuáles son los principales tipos de responsabilidad social empresarial? ¿Cuáles son las ventajas y los límites de la RSE estratégica? ¿Cuáles son las principales características de los dos enfoques de RSE estratégica? ¿De qué forma un análisis de la cadena de valor y del contexto competitivo ayuda a desarrollar un enfoque de RSE estratégica? ¿De qué manera un análisis de la demanda de proveedores ayuda a desarrollar un enfoque de RSE estratégica? ¿De qué forma la RSE estratégica puede suministrar información a los gerentes en América Latina para enfrentar los problemas ambientales y de pobreza? Lecturas recomendadas Barin Cruz, L., Pedrozo, E. A., Bacima, R. y Queiroz, B. (2007). Company and Society: The “Caras do Brasil” (Faces of Brazil) Program as Leverage for Sustainable Development. Management Decision, 45(8), 1297-1319. Barney, Jay. (1991). Firm Resources and Sustained Competitive Advantage. Journal of Management, 17(1), 99-120. Garriga, E. y Melé, D. (2004). Corporate Social Responsibility Theories: Mapping the Territory. Journal of Business Ethics, 53, 51-71. Husted, B. W. y Salazar, J. J. (2006). Taking Friedman Seriously: Maximizing Profits and Social Performance. Journal of Management Studies, 43(1), 75-91. McWilliams, A. y Siegel, D. (2001). Corporate Social Responsibility: A Theory of the Firm Perspective. Academy of Management Review, 26(1), 117-127. McWilliams, A., Siegel, D. y Wright, P. M. (2006). Corporate Social Responsibility: Strategic Implications. Journal of Management Studies, 43(1), 1-18. Porter, M. E. (1980). Competitive Strategy: Techniques for Analyzing Industries and Competitors. Nueva York: Free Press. ___________ (1985). Competitive Advantage: Creating and Sustaining Superior Performance. Nueva York: Free Press. Porter, M. E. y Kramer, M. R. (2002). The Competitive Advantage of Corporate Philanthropy. Harvard Business Review, 56-86. ___________ (diciembre de 2006). Strategy and Society: The Link between Competitive Advantage and Corporate Social Responsibility. Harvard Business Review. Prahalad, C. K. (2010). The Fortune at the Bottom of the Pyramid. Eradicating Poverty Through Profits. Nueva Jersey: Wharton School Publishing. Sen, A. (1999). The Perspective of Freedom. En Development as Freedom. Nueva York: First Anchor Books, 13-34. Yunus, M. (verano de 2007). Credit for the Poor: Poverty as Distant History. Harvard International Review. C a p ít ulo 5 Visiones y definición de la responsabilidad social como caso de negocio Luis Portales Objetivos Al finalizar este capítulo, usted deberá ser capaz de: • • • • Identificar las diferentes visiones de las empresas al momento de implementar la responsabilidad social. Comprender el papel que desempeña la responsabilidad social empresarial como vínculo entre empresa y sociedad. Conocer los diferentes casos de negocio sobre los cuales se construye o justifica la RSE. Establecer el potencial que tiene la RSE para generar valor a la sociedad en función de la visión y el caso de negocio adoptados. 58 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Caso ilustrativo 5-1 Diferentes formas de llevar a cabo la RSE En 2009, General Electric (GE) lanzó la iniciativa Healthymagination como el elemento central de su estrategia de innovación de su área de salud. Dicha iniciativa estuvo orientada a mejorar la calidad y el costo de sus servicios de asistencia en materia de salud, al tiempo que incrementaba los retornos de su inversión a precio de mercado. Esas innovaciones generaron ingresos por 2,800 millones de dólares en 2012 y permitieron que GE tuviera acceso a nuevos mercados y generar productos innovadores que facilitaron la prestación de asistencia en servicios de salud a bajo costo a nivel mundial. Por otro lado, en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, México, 28 empresas invirtieron más de dos millones de dólares en una iniciativa de participación ciudadana orientada a la restitución del tejido social en colonias urbanas marginadas de la localidad. Los beneficiados desconocen que están participando en una iniciativa financiada por las principales empresas de la ciudad, tal como estas últimas decidieron, con el argumento de que la inversión que realizan se verá reflejada en el largo plazo, ya que operarán en una mejor sociedad. ¿Cuál de las dos iniciativas puede considerarse como responsabilidad social empresarial, y cuál no? Introducción La responsabilidad social empresarial es un concepto que ha evolucionado desde una perspectiva tanto académica como práctica, conduciendo a una definición poco consensuada. A pesar de esa falta de consenso, en términos generales, la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) puede entenderse como la forma en que la empresa establece un vínculo con la sociedad en que se desarrolla, más allá de sus intereses comerciales. A través de ella se logra generar un diálogo entre la sociedad y la empresa, de tal forma que se busca atender los intereses de cada una. Esa relación puede ser de diferente índole y suele estar regida por la idea que tiene la propia empresa respecto de cuál es su responsabilidad hacia la sociedad. Con base en esa idea, la empresa que decide emprender o asumir de una forma consciente su responsabilidad social pone en marcha programas, proyectos e iniciativas de diversa índole, según los intereses y estrategias que tenga en un determinado contexto social, cultural, comercial e institucional. Así, la forma en que cada empresa entiende e implementa su RSE es consecuencia de la perspectiva que tiene sobre tal concepto, sus intereses en relación con su implementación, las motivaciones para llevarla a cabo, la alineación con sus estrategias comerciales, y el modo de gestionar o controlar a sus diferentes grupos de interés. Por ello, la RSE no es ajena al modelo de negocio, la estrategia o la gestión de la empresa, sino que forma parte importante de la consecución de sus metas y de su sostenibilidad en el tiempo. En ese contexto, el presente capítulo tiene como objetivo primordial describir las diferentes perspectivas que existen sobre la forma en que las empresas entienden su relación con la sociedad por medio de la responsabilidad social; también se explicarán los principales argumentos con los cuales una empresa decide emprender acciones en esa materia, y cuáles son los principales beneficios que le genera a la sociedad y a ella misma como actor social o comercial. Para lograr los objetivos propuestos, el capítulo se encuentra estructurado en cuatro secciones. La primera presenta las cuatro diferentes perspectivas que existen sobre la responsabilidad social como vínculo o espacio de diálogo entre la empresa y la sociedad. La segunda sección expone cuáles son las principales motivaciones o causas que hacen que las empresas adopten acciones de responsabilidad social, es decir, la construcción de la RSE como caso de negocio. En la tercera sección se explica la vinculación que existe entre las perspectivas y CAPÍTULO 5 Visiones y definición de la responsabilidad social como caso de negocio 59 las motivaciones que tiene la empresa para tratar de ser socialmente responsable mediante la creación de valor que genera en la sociedad. En la última sección se presenta una serie de conclusiones a la luz de los conceptos revisados en todo el capítulo. Visión de la RSE, entendida como vínculo entre empresa y sociedad La RSE es el mecanismo a través del cual la empresa genera un vínculo con la sociedad. Es a través de ella como las empresas buscan atender las necesidades e inquietudes de la sociedad. Por otro lado, mediante la RSE, la sociedad logra posicionar sus demandas frente a las empresas. El éxito o fracaso de ese vínculo depende principalmente de la visión de la empresa respecto de la RSE y, por lo tanto, de su manera particular de implementarla. Tomando como base este argumento, se utiliza la propuesta desarrollada por Gond1 para explicar cuatro diferentes concepciones de la RSE de acuerdo con la función que tiene en la sociedad y la visión sobre la cual se constituye: funcionalista, culturalista, sociopolítica y constructivista. Esas concepciones se desprenden de la tabla de Burrel y Morgan, donde se toman en consideración los fundamentos sociológicos de las teorías desarrolladas sobre las organizaciones, la cual se encuentra conformada por cuatro cuadrantes que son resultado de la interacción de dos ejes. En el eje vertical se encuentra la orientación al cambio o a la regulación sobre la sociedad, mientras que en el eje horizontal se encuentra la orientación a la subjetividad o la objetividad de cada una de las visiones (figura 5-1). Orientación al cambio Visión constructivista Orientación a la subjetividad Visión sociopolítica RSE como construcción sociocognitiva RSE como relación de poder RSE como producto cultural RSE como función social Visión culturalista Orientación a la regulación Orientación a la objetividad Visión funcionalista Fuente: Elaboración del autor a partir de Gond (2011). FI G UR A 5 - 1 Visión de la RSE de acuerdo con la función social que desempeña. La adopción de alguno de estos enfoques por parte de las empresas trae como consecuencia una relación específica con la sociedad donde operan, así como la implementación de programas de diferente índole y características. A continuación se describen dichos enfoques, así como las principales características que tienen las empresas que optan por cada uno de ellos. 1 Gond, J. P. (2011). La responsabilité sociale de l’entreprise au-delà du fonctionnalisme: un cadre d’analyse pluraliste de l’interface entreprise-société. Finance Contrôle Stratégie, 14(2), 37-66. 60 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Visión funcionalista: La RSE como función de regulación social La visión funcionalista consiste en que una empresa adopta o entiende la RSE como un acto orientado a la regulación y a la objetividad, es decir, las acciones que la compañía emprende en esa materia tienen que demostrar un efecto positivo en su desempeño económico o financiero. De acuerdo con esta lógica, la RSE privilegia el punto de vista de la empresa; sin embargo, el principal reto consiste en lograr la generación de programas, productos, servicios o modelos de negocio donde se alineen los intereses de la empresa con las necesidades de la sociedad. Según esta visión, la RSE pretende ser una ventaja competitiva para la empresa y, en algunos casos, se encuentra alineada con la estrategia de esta última. El desafío implica encontrar una necesidad de mercado o de la industria y atenderla de una forma armónica, de manera que el beneficio social sea una consecuencia del posicionamiento de la empresa, o bien, del incremento de sus ingresos económicos. Las relaciones que se establecen de acuerdo con esta visión son de ganar-ganar, ya que se supone que en la medida en que la empresa incremente sus ganancias, el impacto o valor social entregado a la sociedad también será mayor. Ejemplo de esta visión es la Iniciativa de valor compartido, creada por Michael Porter, donde se presupone que la existencia de una necesidad por parte de un segmento de la población es una oportunidad de mercado para la empresa. En ese mismo sentido, también se encuentra la propuesta de la base de la pirámide, de acuerdo con la cual las empresas buscan entregar un beneficio social por medio de la venta de productos o servicios a un costo accesible para la población en situación de pobreza. Caso ilustrativo 5-2 Creación de valor compartido de Nestlé Nestlé elaboró un plan de desarrollo de proveedores locales, denominado Plan Nescafé, orientado al fortalecimiento de su cadena de suministro. A dos años de su implementación en México, los proveedores que participan han duplicado el número de árboles en sus parcelas y han adquirido nuevas capacidades en cuanto a fertilización, poda y manejo integral de pesticidas. Esto ha permitido que Nestlé tenga proveedores más sólidos y con una mayor lealtad hacia ella, fortaleciendo así su operación y reduciendo los costos operativos. Visión culturalista: La RSE como un producto cultural Esta visión parte del supuesto de que tanto la empresa como la sociedad poseen cultura, es decir, una serie de valores, moral, códigos de conducta y prácticas propios. En una relación ideal, la empresa y la sociedad comparten ciertos elementos culturales; sin embargo, en algunos casos, sus culturas son diferentes, lo que trae como consecuencia que la empresa deba adecuarse al contexto cultural. La empresa se entiende como un actor privado que decide respetar y compartir el sistema cultural de la sociedad, lo que la obliga a modificar su actuación y adecuar sus programas en función del contexto en el que se desenvuelve. Por consiguiente, la RSE es un producto cultural que refleja la relación que existe entre la empresa y la sociedad donde opera. Esta visión trae como consecuencia una variación constante en función de la localidad donde se encuentre la empresa y de lo que la propia sociedad valore, lo cual confiere un elemento de subjetividad a su concepción y operación. La empresa tiene un campo de acción local, por lo que los programas que se derivan de la RSE se adaptan de manera constante en función del marco cultural en que se implementen. CAPÍTULO 5 Visiones y definición de la responsabilidad social como caso de negocio 61 Esta visión tiene una orientación hacia la regulación, o bien, hacia la permanencia del sistema social donde opera la empresa. Desde esta lógica, la RSE es una forma a través de la cual las empresas se adaptan a la sociedad, con la intención de mejorar o mantener un vínculo con ésta, con base en la interacción y el reconocimiento constante. Funge como una forma de mantener los sistemas sociales y de respetar sus propias características. Tanto la visión anterior como ésta tienen una orientación hacia la regulación y no buscan la generación de cambio ni en la sociedad, ni en la empresa. Caso ilustrativo 5-3 Adecuación del programa de capillas por parte de Qualfon Qualfon, un líder global de subcontratación de procesos de negocio (BPO, por sus siglas de business process outsourcing) y proveedor de servicios de centros de atención telefónica (call center), se caracteriza por contar con un programa de instalación de capillas en sus instalaciones. La empresa tiene su sede en México, donde cuenta con espacios para el ejercicio de la espiritualidad y con un programa de acompañamiento de sus colaboradores por medio de capellanes que, si bien no hacen propaganda religiosa en su servicio, pertenecen a una fe católica en su mayoría. Al momento de llevar sus operaciones a Guyana, la empresa tuvo que adaptar este servicio considerando el aspecto interreligioso de la sociedad de ese país. Tal adecuación se vio reflejada en la creación de una capilla para poner en marcha los servicios de capellanes interreligiosos para sus empleados. Tres líderes religiosos, de diferentes cultos, bendijeron la capilla, y más de nueve religiones fueron reconocidas como parte de la ceremonia de consagración. La capilla de múltiples cultos es parte del programa de instalación de capillas en el lugar de trabajo de Qualfon; en particular, el programa Capellán Guyana se puso en marcha en coordinación con la ceremonia de consagración del templo. Visión sociopolítica: La RSE como relación de poder La visión sociopolítica se enfoca en las relaciones de poder que existen entre la empresa y la sociedad. La relación se considera como una lucha donde una de ellas trata de incidir en el comportamiento de la otra, ya sea por medio del posicionamiento de algún tema en la agenda social, o bien, por la realización de alguna actividad en favor de determinado grupo de interés de la empresa. De este modo, la función de la RSE es gestionar, mediar y actuar en función de los conflictos que existen entre empresa y sociedad. Desde un punto de vista empresarial, la RSE se entiende como un mecanismo para incluir en la agenda política, social o institucional algún tema que se encuentre relacionado con el interés privado. Desde la perspectiva de la sociedad, la RSE es el canal de comunicación y de presión para que una empresa tome en consideración determinada causa o realice acciones orientadas a dar respuesta a las externalidades que genera su operación en cierto contexto. Desde esta perspectiva, la RSE tiene una orientación objetiva, ya que logra posicionar o hacer realidad las agendas de cada uno de los actores involucrados en la relación. En la medida en que las empresas atienden a las causas o agendas públicas y sociales de diferentes grupos, incrementan su posibilidad de obtener una licencia social para operar (LSO), lo que reduce sus riesgos y facilita su actuación en determinado contexto. También se encuentra en sintonía con el posicionamiento de campañas de marketing social sobre algún problema de la sociedad, como por ejemplo, el comercio justo, la inclusión de grupos marginados o alguna tendencia política. 62 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Caso ilustrativo 5-4 “Sí al estadio, pero en otro lado”, un movimiento contra Coca-Cola FEMSA El colectivo “Sí al estadio, pero en otro lado” fue un movimiento ciudadano con vocación ecológica orientado a evitar que el nuevo estadio de futbol del Club Rayados de Monterrey se construyera en un terreno del parque urbano La Pastora. A pesar de que la construcción del estadio era responsabilidad del club de futbol, la empresa Coca-Cola FEMSA, principal inversionista y consejero del club de futbol, recibió todas las protestas del colectivo e inclusive hubo marchas y manifestaciones en su contra. El colectivo argumentaba que FEMSA no era socialmente responsable al proponer e impulsar la construcción de este estadio en una de las zonas del último parque urbano de la ciudad. Visión constructivista: La RSE como construcción sociocognitiva La cuarta visión es la constructivista, la cual parte del entendimiento de que la relación entre empresa y sociedad se presenta como consecuencia de un espacio de diálogo entre los intereses de ambos. Esta relación se construye y reconstruye de manera constante en función del contexto y la interacción que exista, así como del intercambio entre empresa y sociedad a partir del sistema común de valores, identidades, ajustes sociales e intereses. La RSE es entendida como una construcción social y de conocimiento entre la empresa y la sociedad, por lo que constantemente cambia, lo cual introduce un elemento de intersubjetividad en su operación, conceptualización e implementación. A través de la RSE, la empresa alcanza su legitimidad, pero también su institucionalización como actor social, al ejercer su capacidad de asumir y atender los problemas que enfrenta la sociedad. Al mismo tiempo, la sociedad atiende las necesidades y preocupaciones que tiene la empresa, y contribuye a su solución. Es posible que la interacción sea tan fuerte que no se tenga claro dónde comienzan las preocupaciones organizacionales y dónde las sociales. A través de la RSE, se construyen relaciones de reciprocidad con diferentes sectores de la sociedad, y se desarrollan programas e iniciativas que buscan el bien común y no solamente el de la empresa o el de la sociedad. Al igual que el enfoque sociopolítico, la visión constructivista se encuentra orientada a la generación de un cambio en algunos de los actores, pero se diferencia de aquél en el hecho de que todos son partícipes de ese cambio y no se busca que sólo uno de ellos modifique su forma de actuar y de ser. Así, la implementación de la RSE es consecuencia de un proceso social en el que se promueve y facilita el cambio social y no solamente el de uno de los actores involucrados, lo cual da como resultado una relación constante con diferentes grupos de interés. La implementación de la RSE se considera como una forma de atender problemas sociales, lo cual, en el largo plazo, genera una sociedad que favorece el crecimiento de la empresa y su posicionamiento en el mercado. Caso ilustrativo 5-5 Red SumaRSE Nuevo León Red SumaRSE Nuevo León es una iniciativa de 28 empresas que surgió como consecuencia de la destrucción que dejó el huracán Alex en su paso por el área metropolitana de Monterrey (AMM). Alex destruyó infraestructura urbana, casas, vehículos y dejó a 15 800 familias damnificadas; las pérdidas materiales ascendieron a 16 896 millones de pesos en el estado. Sin embargo, el desastre también evidenció la vulnerabilidad en que se encontraban varias CAPÍTULO 5 Visiones y definición de la responsabilidad social como caso de negocio 63 colonias que habían sufrido procesos de marginación y exclusión social. Con la intención de hacer frente a esa situación, la Red SumaRSE Nuevo León financió dos iniciativas de intervención social en seis diferentes colonias del área metropolitana de Monterrey, con la finalidad de restituir el tejido social y promover la participación ciudadana. Las iniciativas son operadas por una organización de la sociedad civil especializada en procesos de intervención, y en ningún momento se menciona que el financiamiento proviene de la iniciativa privada. Para los miembros de la Red SumaRSE Nuevo León es una inversión social que generará dividendos en el largo plazo y no de forma directa en el desempeño financiero de las empresas. RSE como caso de negocio Durante el proceso de elegir el enfoque o la visión que cada empresa adoptará para poner en práctica la RSE, siempre surge la pregunta de por qué se deberían destinar esfuerzos y recursos a acciones que, desde una perspectiva simplista y clásica, no se encuentran directamente relacionadas con la generación de utilidades o con el posicionamiento de la empresa en un determinado mercado. Al dar respuesta a esta pregunta se está construyendo el caso de negocio detrás de la RSE, el cual varía en función del grupo de interés al que se presentará y de la característica propia de la acción o el programa que se va a implementar. El caso de negocio, en términos generales, se entiende como la explicación y el atributo de venta que tiene que hacer una persona o área para lograr la inversión en un proyecto o iniciativa que promete un retorno significativo que justifique el gasto que se realizará. Consiste en explicar cuál es la lógica y el beneficio que obtendrá alguien al invertir o destinar recursos económicos, materiales, financieros, humanos y ambientales para poner en marcha una determinada acción. En el caso de la RSE, el caso de negocio se centra en determinar de qué manera una empresa puede tener un mejor desempeño como consecuencia de realizar sus actividades clave y atender a las necesidades e intereses de la sociedad donde opera. La respuesta a esta interrogante es relativamente sencilla. Cada día, la sociedad ejerce una mayor presión sobre las empresas para que realicen acciones orientadas a atender problemas sociales y ambientales que preocupan a los grupos de interés con los que tienen relación. Esta argumentación no implica la comprensión de por qué una empresa decide aceptar una gestión basada en la responsabilidad social; en cambio, contribuye al entendimiento de que cualquier acción que realice la empresa para beneficio de la sociedad puede considerarse como parte de la RSE. Con la intención de entender cuál es el caso de negocio detrás de la RSE, es importante entender tres aspectos. Primero, cada empresa entiende e implementa la RSE de una forma específica puesto que las razones que tiene para asumir tal responsabilidad difieren de las motivaciones de las demás. Segundo, la RSE no se limita a un solo ámbito de acción dentro de la empresa, por lo que las acciones tampoco lo harán; esto genera como consecuencia que al momento de realizar un caso de negocio se deberá considerar al grupo de interés al que se le desea presentar. Tercero, las acciones de RSE surgen en un contexto y con intereses particulares; por lo tanto, el tipo de caso de negocio también variará en función de los resultados o efectos deseados por parte de la empresa. En cuanto al primer aspecto, existen tres diferentes racionalidades para llevar a cabo un caso de negocio en materia de RSE: 1. 2. 3. Porque ese negocio se encuentra alineado con los valores y las características sociales de la empresa; es decir, la historia organizacional y la visión de los fundadores están orientadas a la necesidad de generar un bien a la sociedad. Porque con la realización de esas acciones, la empresa obtiene un beneficio económico, social o institucional; es decir, la puesta en marcha de la RSE representa una ventaja competitiva o favorece la reducción de costos y riesgos. Porque al combinar las dos racionalidades anteriores se busca seguir con los fundamentos filosóficos y valores de la empresa y al mismo tiempo anticipa un beneficio para ella. 64 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial En relación con el segundo aspecto, el caso de negocio de la RSE debe atender a diferentes grupos de interés de acuerdo con la perspectiva y racionalidad que asuma la empresa. Por ello, es importante reconocer cuáles son esos grupos y cuáles son sus intereses. Los principales grupos de interés son: director general (CEO) y consejo directivo, accionistas, activistas o grupos de presión, gobierno, consumidores, clientes y proveedores. Algunas de sus preocupaciones se mencionan en la tabla 5-1. TABLA 5 - 1 Preocupaciones de los principales grupos de interés en relación con la RSE. Grupo de interés Preocupación Director general (CEO) y consejo directivo Alinear la RSE con la estrategia de la empresa. Accionistas Desempeño financiero y posible desconcentración del giro comercial. Activistas o grupos de presión Dudas sobre si las compañías mantendrán las iniciativas sociales que están emprendiendo (doble implicación: social/green washing y expectativas). Instituciones de gobierno Preocupación por el hecho de que las empresas entreguen beneficios sociales y ambientales de una forma más eficiente y con un enfoque normativo. Consumidores Saber que están comprando a una buena empresa y no a cualquiera. Clientes Tener una relación con un proveedor que actúa de forma ética y en el que se puede confiar en cualquier circunstancia. Proveedores Reconocer en su cliente a una empresa capaz de generar valor y de la cual se puedan sentir orgullosos. Sobre el tercer aspecto, se encuentran diferentes tipos de caso de negocio en función de las relaciones o los resultados esperados por parte de la empresa. En ese sentido, se identifican cinco diferentes casos de negocio: desempeño económico o financiero, reducción de costos y riesgos, ventaja competitiva, reputación y legitimidad, y creación de valor sinérgico. Valor económico o financiero El principal objetivo que se persigue al implementar la RSE tiene que ver con la generación de un valor económico o financiero para la empresa. En ese sentido, el caso de negocio se centra en evidenciar de qué manera el reconocimiento como empresa socialmente responsable en su conjunto está relacionado con indicadores de gestión que incidan directamente en el modelo de negocios, es decir, en la capacidad de generar ingresos o incrementar las utilidades, ya sea desde una perspectiva monetaria o no monetaria (tabla 5-2). En las últimas décadas, los estudios que siguen esta lógica se han centrado en evidenciar la relación positiva que existe entre la obtención de distintivos o reconocimientos como empresas socialmente responsables y los indicadores económicos y financieros, entre los que destacan las siguientes variables financieras: retorno sobre el capital (ROE, por sus siglas de return on equity), retorno sobre los activos (ROA, por sus siglas de return on assets), utilidades por acción, y la relación que existe entre el precio de las acciones y su valor en libros. Este tipo de evidencia se centra principalmente en convencer a los accionistas o inversionistas, así como al consejo de administración, sobre las ventajas que tiene el hecho de adoptar un modelo de gestión socialmente responsable. CAPÍTULO 5 TABL A 5 - 2 Visiones y definición de la responsabilidad social como caso de negocio 65 Beneficios económicos y financieros que percibe la empresa como resultado de la RSE. Naturaleza de los beneficios Tipo de beneficios Monetario Valor de la acción Incremento de utilidades Incremento de valor de marca ROE-ROA Presencia de mercado No monetario Incrementa la atracción del consumidor Mejora la reputación Incrementa el reclutamiento, la motivación y la retención del personal Fuente: Elaboración del autor. En este mismo tipo de casos de negocio se encuentra la relación entre una organización que goza de una reputación como empresa socialmente responsable y su presencia de mercado y/o su valor de marca. La relación se centra principalmente en evidenciar cómo segmentos de mercado optan por seleccionar una marca con una mejor reputación o que realiza acciones orientadas a la sostenibilidad, por encima de aquellas que carecen de tal orientación. Esa reputación se ve reflejada en su presencia en el mercado, un hecho que incrementa sus ganancias. Un último ejemplo de este tipo de negocios se centra no tanto en términos de la generación de ingresos, sino más bien en efectos que no tienen que ver con aspectos monetarios pero que favorecen a la operación de la empresa, como la gestión de recursos humanos. Diversos estudios han demostrado cómo las empresas que tienen prácticas de gestión socialmente responsables suelen tener procesos de reclutamiento, selección y retención de colaboradores más eficientes que el resto. Asimismo, el compromiso que sienten los colaboradores hacia la empresa es mayor, lo cual incrementa la productividad y la eficiencia en sus procesos. De este modo, la RSE se consolida como un caso de negocio que genera un valor económico que puede ser fácilmente evidenciado por la empresa y que contribuye a consolidarse al interior de la misma. Ventaja competitiva De forma similar al caso de negocio anterior, la RSE también puede entenderse como una forma de optimizar o generar una ventaja competitiva. En este tipo de caso se parte del entendido de que la empresa tiene que adaptar la RSE al contexto externo, con la intención de optimizar la ventaja competitiva que ésta pueda generar. Se pretende realizar acciones que beneficien al negocio y que logren posicionarlo por encima de sus principales competidores. En algunos casos, la adopción de la RSE no gira en torno a generar ventajas competitivas, sino más bien a evitar que otras empresas las obtengan, como sucede en el caso de las prácticas orientadas a la sostenibilidad ambiental. De acuerdo con esta lógica, el hecho de no contar con un plan de RSE puede ocasionar que el competidor se diferencie y obtenga una mayor presencia en el mercado o una mayor preferencia por parte del consumidor final. Así, la RSE se desarrolla como un caso de negocio en función del cumplimiento de las demandas del sector, ya sea en términos ambientales o sociales. Una forma en que se integra la RSE como generadora de ventaja competitiva y de satisfacción de las demandas del sector se presenta cuando una compañía tiene una certificación social (por ejemplo, la SA800) o ambiental (como ISO 14000) que le permite tener acceso a mercados vedados 66 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial para otras empresas que carecen de tales certificaciones. Así, la compañía constituye su RSE como una ventaja competitiva que le permite romper las barreras de entrada a determinados mercados o le permite llegar a cierto tipo de clientes que, de otra forma, serían inalcanzables. Reducción de costos y riesgos El segundo tipo de caso de negocio se centra en la visualización de la RSE como una forma de reducir los costos y riesgos que genera la operación de la empresa. Desde una perspectiva de costos, hay compañías que tienen prácticas orientadas a la promoción e implementación de procesos de eficiencia ecológica; es decir, empresas que buscan reducir el impacto al medio ambiente al tiempo que hacen más eficientes sus procesos, tal como sucede cuando se emplean materiales reciclados. Además, la RSE es una forma de mejorar las condiciones laborales al interior de la organización, lo que permite reducir los costos en materia fiscal o los costos asociados con una mala gestión de la seguridad y salud en el trabajo. De acuerdo con esta lógica, las empresas crean programas de cuidado y atención al personal desde sus áreas de responsabilidad social, con la intención de reducir los accidentes y las tasas de rotación, además de reforzar el compromiso hacia la organización. En relación con los riesgos, la empresa considera a los grupos de interés como actores en el entorno que deben ser controlados y vistos como posibles amenazas. Así, la RSE se presenta como una forma de orientar sus recursos y acciones para atender a las demandas de un determinado grupo de interés, con la finalidad de mitigar los riesgos que representa el no tener una buena relación con éste, lo cual podría repercutir negativamente en su operación en el mediano plazo. Desde esa perspectiva, la RSE se convierte en un mecanismo a través del cual la empresa logra obtener su licencia social para operar. Reputación y legitimidad En relación con la reputación y legitimidad, la RSE es una forma de alineación de los intereses de los stakeholders con los de la empresa, facilitando así la operación de esta última en un contexto local. La RSE es el mecanismo a través del cual la empresa adopta como propios los intereses de la sociedad, para ser aceptada con mayor facilidad e incrementar su reputación desde una perspectiva social. Este caso de negocio se presenta cuando la empresa goza de tal reputación que puede posicionar en la agenda pública y social temas a los cuales es sensible o que atañen a sus propios intereses. Ese nivel de integración es muestra de la legitimidad con que cuenta la empresa en la sociedad, al grado de que se convierte en un líder de opinión y, en algunos casos, se le solicita su participación para la toma de decisiones en ámbitos que no están directamente relacionados con su giro de negocio. Las principales formas en las cuales se manifiesta este caso de negocio son las acciones de filantropía y voluntariado corporativo, a través de las cuales la empresa incrementa su reputación y se legitima como un actor dentro de la sociedad, lo cual favorece su posicionamiento en el mercado y su operación. Creación de valor sinérgico El último caso de negocio de la RSE se presenta cuando la empresa se define a sí misma como un actor social que comparte un determinado territorio con otros actores, y la única forma de garantizar una mejora en su operación es a través de la generación de acciones orientadas al bien común. De ese modo, la empresa se concentra en crear y fomentar oportunidades para vincular, relacionar y sintetizar intereses de diversos grupos en una agenda común. CAPÍTULO 5 Visiones y definición de la responsabilidad social como caso de negocio 67 Los procesos de inversión y reinversión que realiza la empresa a través de la puesta en marcha de acciones de RSE van orientados a la generación de un valor para todos los grupos de interés que convergen en un determinado territorio. La empresa se concibe como un catalizador de procesos sociales que, más allá de buscar su propio beneficio, contribuye al beneficio de la comunidad en el largo plazo. La lógica del caso de negocio radica en el entendimiento de que una mejor sociedad es una forma de garantizar una mejor empresa. La RSE es una forma de crear diversos tipos de valor, entre los que se encuentra el valor económico; sin embargo, tal vez éste no sea el prioritario en un contexto social adverso. En ese sentido, quizá la empresa decida destinar recursos para atender un problema social que no está directamente relacionado con su modelo de negocio o que no se encuentra en su comunidad directa, pero que contribuye a la construcción de una sociedad más justa y equitativa. La RSE como generación de valor en función de su perspectiva y caso de negocio En las secciones anteriores se presentaron las perspectivas que puede adoptar una organización al momento de asumir su RSE, así como los casos de negocio sobre los cuales se justifica o sustenta su implementación. En esas secciones se estableció que, de forma explícita o implícita, la RSE tiene como fin último la generación de algún tipo de valor para la empresa y la sociedad, ya sea directa o indirectamente. Tomando como base esa idea, en la presente sección se expondrá un análisis en función de la generación de valor a partir de la RSE y considerando el grado de integración entre empresa y sociedad, de acuerdo con la perspectiva adoptada y el tipo de caso de negocio que motive su implementación (figura 5-2). Grado de integración entre empresa y sociedad (RSE) Inclusión (sociocognitiva) Creación de valor sinérgico Participativa (sociopolítica) Reputación y legitimidad Conocimiento y reconocimiento (culturalista) Económica (funcionalista) Reducción de costos y riesgos Ventaja competitiva (valor económico) Nivel de valor creado por la RSE Fuente: Figura desarrollada por el autor. FI G UR A 5 - 2 Nivel de valor creado por la RSE en función del grado de integración que tiene la empresa con la sociedad. 68 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial En un primer momento, cuando una empresa decide adoptar una perspectiva funcionalista, se entiende a sí misma como un actor económico que tiene una integración con la sociedad de acuerdo con una lógica económica, por lo que la creación de valor social se ve acotada por la capacidad de la iniciativa o acción de crear valor económico para la empresa. En este primer nivel, se encuentran los casos de negocio basados en la búsqueda de valor económico y financiero, y la RSE como ventaja competitiva. En un segundo nivel, la empresa entra en un proceso de conocimiento y reconocimiento mutuos con la sociedad, por lo que sus relaciones son un producto cultural que está regido por un sistema de valores y códigos de conducta que pueden ser legales o morales. La creación de valor social está supeditada a la capacidad que tenga la empresa de integrar determinados problemas de la sociedad en su operación, como los procesos de inclusión laboral y preservación del medio ambiente, entre otros. En este nivel se encuentra el caso de negocio basado en la reducción de costos y manejo de riesgos. En el tercer nivel, la empresa comienza participar de una forma articulada con la sociedad y se considera como un actor político capaz de incidir en el territorio de una forma más profunda, ya sea asumiendo los problemas sociales como propios, o mediante la inclusión de sus intereses en la agenda pública y social. En este nivel, la empresa tiene una mayor capacidad de generar valor social por medio de la atención a determinados problemas que inciden no sólo sobre ella, sino que también afectan a la sociedad en su conjunto. El caso de negocio se desarrolla tomando como base la búsqueda de una mayor reputación y legitimidad. El cuarto nivel se presenta cuando la empresa adopta una visión sociocognitiva y un caso de negocio orientado a la generación de valor sinérgico, donde el interés principal es el bienestar social y de todos los actores que convergen en un determinado territorio. La empresa se convierte en un actor social que, por su tamaño y capacidad de generar beneficios económico, social y ambiental, es capaz de articular iniciativas de transformación social orientadas a dar respuesta a problemas que no están directamente relacionados con su modelo de negocio. Conclusiones La RSE puede entenderse como el vínculo que existe entre la empresa y la sociedad donde opera, dando como resultado que cada una interprete esa relación de forma diferente. Tal diversidad en la interpretación, a la vez, da como resultado diferentes visiones en relación con la forma en que cada empresa decide implementar la RSE, lo cual suele ser la base para la generación del caso de negocio que utilizan los encargados de las áreas de RSE para convencer a los diferentes grupos de interés de por qué es una buena idea invertir en ella. La forma en que cada empresa decide adoptar e implementar la RSE refleja tanto el grado de integración que desea tener con la sociedad, como su motivación, la cual puede limitarse exclusivamente al afán de lucro (motivación económica), o bien, ampliarse para incluir el deseo de la empresa por reconocerse como un actor social capaz de generar procesos de desarrollo al interior del territorio donde opera. La capacidad de una empresa para generar valor sostenible se reduce o incrementa en función del grado de integración y visión que adopte en relación con la responsabilidad que tiene ante la sociedad y el grado de participación e involucramiento que desea en su dinámica social. Aquellas empresas que optan por tener una RSE orientada principalmente a la generación de beneficios económicos tendrán una menor capacidad para generar valor sostenible que aquellas que se visualizan como actores de una sociedad que requiere de su apoyo para incrementar el bienestar social, sin importar si esto repercute de forma positiva y directa en sus utilidades o no. Por último, es importante mencionar que algunas empresas, en especial las grandes, pueden tener programas de RSE fundamentados en diferentes visiones y con casos de negocio de diversa índole. Esto no significa incongruencia, sino más bien evidencia el hecho de que la RSE es resultado del grado de integración que la empresa desea tener con la sociedad donde opera, así como de la diversidad y versatilidad que presenta la RSE al momento de implementarse. CAPÍTULO 5 Visiones y definición de la responsabilidad social como caso de negocio 69 Términos clave Caso de negocio Funciones de la RSE Perspectivas de la RSE Valor sostenible Preguntas para debate • • • • ¿Cómo se podría identificar el nivel de responsabilidad social de cada empresa? ¿Cuáles son los criterios que debería seguir una empresa al momento de emprender acciones de RSE? ¿En qué momento la RSE podría considerarse como un artificio de marketing social que no genere ningún tipo de valor para la sociedad? ¿Existe alguna empresa que de ningún modo pueda considerarse como socialmente responsable? ¿Tiene algún ejemplo? Lecturas recomendadas Carroll, A. B. y Shabana, K. M. (2010). The Business Case for Corporate Social Responsibility: A Review of Concepts, Research and Practice. International Journal of Management Reviews, 12(1), 85-105. http://doi.org/10.1111/j.1468-2370.2009.00275.x Ebner, D. (2006). The relationship between Sustainable Development and Corporate Social Responsibility. Business Management, 1-17. Gond, J. P. (2011). La responsabilité sociale de l’entreprise au-delà du fonctionnalisme: un cadre d’analyse pluraliste de l’interface entreprise-société. Finance Contrôle Stratégie, 14(2), 37-66. Consultado en: http://search.ebscohost.com/login.aspx?direct=true&db =bth&AN=90280506&site=ehost-live Kurucz, E. C., Colbert, B. A. y Wheeler, D. (2009). The Business Case for Corporate Social Responsibility. The Oxford Handbook of Corporate Social Responsibility. Consultado en: http:// doi.org/10.1093/oxfordhb/9780199211593.003.0004 C a p ít ulo 6 Herramientas de gestión de la RSE en América Latina Gloria Camacho, Luis Portales, Consuelo García de la Torre Objetivos Al finalizar este capítulo, usted deberá ser capaz de: • • • • • Conocer las distintas herramientas de evaluación de RSE, ética y sostenibilidad. Identificar las herramientas que miden aspectos importantes de la RSE. Comprender la importancia de usar herramientas de medición de la RSE. Seleccionar herramientas de evaluación de la RSE que sean de utilidad para que los distintos grupos de interés entiendan cómo funciona la organización. Utilizar herramientas de evaluación de RSE, ética y sostenibilidad que integren dimensiones que aseguren la efectividad de la organización y de sus grupos de interés. 72 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Caso ilustrativo 6-1 RSE en XEMC y SEMA XEMC es una empresa mexicana líder en la industria metalmecánica que opera en más de 50 países. Para informar sobre sus actividades en materia de responsabilidad social se basa en el Global Reporting Initiative (GRI), y las dimensiones que considera son: gobierno, compromisos y participación de los grupos de interés, así como indicadores de desempeño en las dimensiones económica, ambiental y social. Por otro lado, SEMA, una empresa mexicana líder en la industria de alimentos, combina derechos humanos, condiciones laborales, medio ambiente y lucha contra la corrupción (es decir, los principios del Pacto Mundial) con indicadores del GRI para rendir informes de sus actividades de responsabilidad social. ¿Es posible utilizar un instrumento común que permita evaluar la gestión de la RSE de las empresas en América Latina? Introducción En la actualidad existe una tendencia en el mundo que ha llevado a las empresas a preocuparse por hacer negocios de una manera más humana y ética, ya sea por las exigencias de los organismos internacionales, por las normas nacionales, por la práctica que se sigue en el medio empresarial o como una forma de generar ventaja competitiva. Sin embargo, no existe un consenso acerca de cuál o cuáles instrumentos son los más adecuados para reportar las distintas actividades relacionadas con RSE que lleva a cabo una organización. Parece que la gran variedad de definiciones, en conjunto con los distintos instrumentos de medición disponibles, propicia que las organizaciones seleccionen distintas herramientas para evaluar e informar acerca de sus actividades de RSE según las metas y los objetivos que persiguen en el corto, mediano y largo plazos. Ante ello, surgen estas preguntas: ¿es posible utilizar una herramienta común para evaluar la gestión de la RSE de las organizaciones en América Latina? ¿Una herramienta que se elaboró pensando en las empresas multinacionales o que tienen su sede en países desarrollados es aplicable al resto de las empresas, tanto pequeñas como medianas, que se encuentran en economías en desarrollo? En este capítulo se presentarán las distintas herramientas de evaluación de RSE para que el lector sea capaz de identificarlas, conocerlas y entenderlas. Con base en esto, será capaz de seleccionar aquella que sea más adecuada para los objetivos que persigue una determinada organización, en función de la realidad en la que ésta se encuentra inmersa. Para lograr los objetivos propuestos, organizamos este capítulo de la siguiente manera. En primer término, se explicarán los diferentes niveles de alcance de las herramientas de gestión de la RSE, lo cual dará pie para conocer algunos ejemplos representativos de cada uno de esos niveles. Después se analizarán instrumentos más específicos, algunos de los cuales se desarrollaron en países de América Latina. Luego, compararemos las distintas herramientas analizadas para identificar las semejanzas y diferencias existentes entre ellas. Posteriormente, mostraremos cómo las herramientas de gestión de la RSE pueden insertarse en un modelo de negocios. Concluiremos con una reflexión y una propuesta acerca de cómo insertar elementos de las herramientas de gestión del Triple Bottom Line (TBL) a la RSE para convertirlos en parte integral del modelo de negocios de las organizaciones empresariales en América Latina. CAPÍTULO 6 Herramientas de gestión de la RSE en América Latina 73 Niveles de alcance de las iniciativas en materia de RSE Al revisar la historia de la Responsabilidad Social (RS), vemos que a partir de la segunda mitad del siglo xx se han desarrollado diferentes propuestas teóricas que, desde una perspectiva ontológica, buscan definir la razón de ser y los elementos que debe considerar este concepto. Asimismo, encontramos que a finales ese siglo y principios del xxi, el auge de la RS derivó en la generación de una serie de herramientas, instrumentos y principios que están relacionados con el tema, los cuales fueron desarrollados en diferentes organismos, tanto nacionales como internacionales. Con la finalidad de facilitar la comprensión de los instrumentos y las iniciativas que se analizarán, se presentan tres diferentes niveles que se distinguen entre sí por sus funciones y por el tipo de operación al que corresponden. De ese modo, estableceremos tres niveles básicos en materia de RS: principios, constructos e indicadores (figura 6-1). Indicadores Constructos Principios Fuente: Arandia, Portales y García de la Torre. FI G UR A 6 - 1 Niveles de iniciativas de RS. Los principios son la base de los constructos e indicadores, y son el resultado de interpretar las preocupaciones más relevantes de la sociedad y sus componentes, entendiendo por componentes a las organizaciones, los gobiernos, las familias e incluso los individuos. De esa forma, los principios son un reflejo de la necesidad de tomar conciencia de los problemas sociales, ecológicos y económicos de nuestro entorno. El ejemplo más importante, por su impacto y presencia a nivel internacional, es la iniciativa propuesta por Naciones Unidas, el Pacto Mundial, el cual busca generar conciencia en las empresas a través de la generación de diez principios. El segundo nivel de acercamiento a la RS está representado por aquellas propuestas en las que se busca encontrar cuáles son los constructos que se desprenden de esos principios, es decir, cuáles son aquellas dimensiones generales que están relacionadas directamente con las organizaciones y que ayudan a lograr una mejor comprensión de las ideas expresadas en los principios. Algunos ejemplos de estos constructos son los relacionados con los grupos de interés, la legislación a la cual está sujeta la organización y la interacción con el medio ambiente. Este nivel da pautas que se deben considerar al momento de dar cuenta de las acciones de RS en las organizaciones, pero no se presentan a un nivel operativo, como sucede en el caso de los indicadores. La iniciativa que ha tenido un mayor impacto es la Global Reporting Initiative (GRI), la cual da lineamientos sobre los aspectos que se deben incluir en los informes, así como la forma de elaborarlos y los elementos operativos que hay que considerar. En el tercer nivel, y con la intención de facilitar la comprensión y aplicación de estos principios y constructos, se han desarrollado indicadores de desempeño de la RS. Esto tiene como obje- Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 74 tivo la puesta en marcha de medidas y estrategias de la empresa. Los indicadores están orientados a la gestión de la RS, así como a generar estándares que sirvan para el monitoreo y la evaluación de dicha gestión. En este nivel encontramos algunos indicadores que están relacionados con algún tema específico, y no con todos los elementos de la RS. Tal es el caso de la SA 8000, que ha centrado sus indicadores en materia laboral. El grado de especificidad de estos indicadores permite la generación de certificaciones por parte de terceros, por lo que no se queda en el nivel de informe, como es el caso de la GRI o de la adhesión al Pacto Mundial. Luego de definir esos tres niveles, y con la intención de dar una mayor claridad, se presentarán ejemplos de cada uno, lo que permitirá realizar una comparación entre ellos en un tercer momento. Iniciativas que establecen los principios de la RSE Como se mencionó, nos referiremos a iniciativas que buscan establecer las metas de desempeño en materia de RSE y que dan pautas generales en relación con las líneas de acción a seguir por parte de las organizaciones que desean implementar medidas de responsabilidad social. A continuación, se presentan algunos de los principios más significativos a nivel internacional y latinoamericano. Pacto Mundial El Pacto Mundial fue anunciado por Kofi Annan, el entonces secretario general de las Naciones Unidas, en el Foro Económico Mundial en su reunión anual de 1999. El objetivo del Pacto Mundial es facilitar la alineación de las políticas y prácticas corporativas con valores éticos universales y aplicables a nivel internacional. Consta de diez principios que se clasifican en cuatro áreas (derechos humanos, condiciones laborales, medio ambiente y anticorrupción), ya que se consideró que es precisamente en esos ámbitos donde las empresas tienen mayor influencia para lograr cambios positivos.1 (Vea la tabla 6-1 para conocer la lista completa de principios del Pacto Mundial). Entre los principios relacionados con los derechos humanos destacan el apoyo y el respeto a éstos para evitar que se generen abusos. En aspectos laborales se considera la libertad de asociación y los contratos colectivos, la eliminación de trabajo forzado, la abolición del trabajo infantil y la eliminación de la discriminación en el empleo. En cuanto al medio ambiente, se alienta el desarrollo de tecnologías en favor de la ecología y se proponen medidas de responsabilidad ambiental. Finalmente, por lo que respecta a la anticorrupción, se busca que las organizaciones combatan todo tipo de corrupción. Directrices de la OCDE Son parte de la Declaración de la Organización de Inversión Internacional y Empresas Multinacionales, y a pesar de que se les considera un código de adhesión voluntaria, se pretende que las empresas multinacionales tomen en consideración la política de los países en los que operan, así como los distintos grupos de interés con los que interactúan. Las directrices de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) incluyen: respetar los derechos humanos, cooperar con la comunidad y cumplir con el marco le- 1 Organización de las Naciones Unidas (ONU). (2008). http://www.un.org/ Fecha de consulta: 6 de febrero 2009. CAPÍTULO 6 Herramientas de gestión de la RSE en América Latina 75 gal establecido para aspectos ambientales, fiscales, de salud y de seguridad, entre otros. Además, dichas directrices propician el establecimiento de relaciones de confianza entre las empresas y la sociedad en la que ésta se desenvuelve. Las recomendaciones de la OCDE en el año 2000 se clasifican en: a) revelación, b) empleo y relaciones industriales, c) ambiente, d) combate a la corrupción, e) intereses de los consumidores, f) ciencia y tecnología, y g) competencia e impuestos.2 Principios CERES La Coalición de Economías Responsables del Medio Ambiente (CERES, por las siglas de Coalition for Environmentally Responsible Economies) está conformada por inversionistas, fundaciones, sindicatos y organizaciones sin fines de lucro. Su objetivo es que las compañías informen con periodicidad los resultados de su gestión ambiental. Los principios de CERES son diez: 1. proteger a la biosfera, 2. usar los recursos naturales de manera sostenible, 3. reducir residuos y desecharlos adecuadamente, 4. procurar la conservación de la energía, 5. reducir riesgos, 6. suministrar productos y servicios seguros, 7. contribuir a la restauración del ambiente, 8. informar a los grupos de interés sobre asuntos que los afecten, 9. demostrar un compromiso con el ambiente en la gestión y en el consejo directivo, y 10. elaborar informes ambientales. Una vez que una empresa adopta estos principios, formaliza su compromiso de mejora continua, además de mostrar su preocupación por el medio ambiente y de reconocer la importancia de la rendición de cuentas.3 TABLA 6 - 1 Principios del Pacto Mundial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El Pacto Mundial es una iniciativa internacional propuesta por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Su objetivo es conseguir un compromiso voluntario por parte de las entidades en materia de responsabilidad social, por medio de la implantación de diez principios basados en los derechos humanos, laborales, ambientales y de lucha contra la corrupción. Los diez principios son: Derechos humanos 1. Apoyar y respetar la protección de los derechos humanos. 2. No ser cómplice de abusos de los derechos. Ámbito laboral 3. Apoyar los principios de la libertad de asociación y sindical y el derecho a la negociación colectiva. 4. Eliminar el trabajo forzoso y obligatorio. 5. Abolir cualquier forma de trabajo infantil. 6. Eliminar la discriminación en materia de empleo y ocupación. Medio ambiente 7. Apoyar el enfoque preventivo frente a los retos medioambientales. 8. Promover mayor responsabilidad medioambiental. 9. Alentar el desarrollo y la difusión de tecnologías respetuosas del medio ambiente. Anticorrupción 10. Las empresas deberán trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas la extorsión y la criminalidad. 2 3 OECD Guidelines for Multinational Enterprises (2000 Revision). http://www.jussemper.org/Resources/Corporate%20Activity/oecdguidelinesformncs.html Fecha de consulta: 25 de enero de 2009. CERES. http://www.ceres.org/Page.aspx?pid=416 Fecha de consulta: 15 de enero 2009. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 76 Iniciativas que se encuentran al nivel de constructos de la RSE Estos instrumentos tienen el objetivo de dar pautas acerca de los aspectos que se deben considerar al momento de implementar medidas de RS al interior de las organizaciones o de informar acerca de ellas. Asimismo, buscan facilitar la medición y comunicación del desempeño a sus diferentes grupos de interés, a través del uso de un lenguaje común. Entre tales iniciativas destacan: GRI, AA1000 y la norma ISO 26000. Global Reporting Initiative (GRI) Esta iniciativa fue desarrollada por organizaciones no gubernamentales como CERES y el Instituto Tellus. Su objetivo es lograr que los informes sobre sostenibilidad sean comparables entre empresas, organizaciones de la sociedad civil e instituciones profesionales. En la actualidad es la guía de mayor uso en las organizaciones.4 Incluye tres grandes rubros de medición del desempeño: 1. 2. 3. Económico. Toma en consideración indicadores como la presencia en el mercado y el impacto económico. Medioambiental. Analiza materiales, energía, agua, biodiversidad, emisiones, efluentes y residuos, productos y servicios, cumplimiento y transporte. Social. Se enfoca en cuestiones laborales, derechos humanos, relación y transparencia con la comunidad, y ciclo de vida de los productos generados. Esta iniciativa ha evolucionado con el paso del tiempo, al grado de que en 2010 no solamente brindaba directrices sobre la forma y los elementos a reportar por parte de las diferentes organizaciones, sino que daba indicadores para cada una de las dimensiones incluidas dentro de la GRI. AA1000 Assurance Standard La norma AA1000 fue desarrollada por la asociación Accountability, la cual tiene como misión promover la responsabilidad en favor del desarrollo sostenible. En ese sentido, provee de instrumentos y estándares efectivos para el aseguramiento y la responsabilidad empresarial; ofrece desarrollo y certificación profesionales; y realiza investigaciones de primera línea. La norma de aseguramiento AA1000 es un estándar de aplicación general para evaluar, atestiguar y fortalecer la credibilidad y calidad del informe de sostenibilidad de una organización y de sus principales procesos, sistemas y competencias. Asimismo, provee de orientación sobre los elementos clave del proceso de aseguramiento. Su objetivo es promover la rendición de cuentas de la organización, a través del desarrollo de informes que muestren cómo la administración está cumpliendo con las expectativas y respeta los derechos de los grupos de interés. Se distingue por tres características: a) relevancia, la cual se refiere al desempeño sostenible requerido por los grupos de interés para que éstos puedan tomar sus decisiones; b) exhaustividad, que implica entender los aspectos materiales del desempeño sostenible; c) capacidad de respuesta, al considerar inquietudes de los grupos de interés, políticas y estándares.5 4 5 Global Reporting Initiative (2009). http://www.globalreporting.org/ Fecha de consulta: 4 de febrero de 2009. Goel, R. (2005). Guide to Instruments of Corporate Responsibility. Canada´s Global Business School and York University. CAPÍTULO 6 Herramientas de gestión de la RSE en América Latina 77 ISO 26000 Es una norma internacional de carácter voluntario que puede implementarse en todo tipo de organizaciones. Entre sus principales aspectos se encuentran: alcance, términos y definiciones, principios fundamentales, reconocimiento de la responsabilidad social, compromiso de grupos de interés a través de la relación con gobierno corporativo, derechos humanos, prácticas laborales, ambiente, operaciones justas, consumidores y desarrollo de la comunidad. Además, establece recomendaciones para implementar prácticas de RSE.6 Busca ser el enlace entre los principios establecidos en materia de responsabilidad social y las diversas iniciativas que presentan indicadores de una forma más puntual. De esa forma, al igual que la GRI, sirve como guía para aquellas empresas que tienen interés en rendir informes sobre sus avances en materia de responsabilidad social y sostenibilidad. A diferencia de las demás normas ISO, la 26000 no se presenta como un modelo de gestión, por lo que no es certificable por un tercero; por esa razón, se queda a nivel de pautas y recomendaciones, además de presentar un carácter voluntario. AA1000 La norma de aseguramiento AA1000 es un enfoque de aseguramiento que puede usarse de manera independiente. Provee la base para asegurar que los informes y procesos, sistemas y competencias estén en función de la definición de responsabilidad y de los principios asociados de la serie AA1000. Esta norma pretende, sin que esto sea un requisito, que el grado de aseguramiento se incremente con el tiempo, a medida que mejore la información y los sistemas y procesos que hacen posible la responsabilidad por los resultados sostenibles. Así, la AA1000 da directrices y precisa aspectos que se deben considerar al momento de generar informes en materia de responsabilidad social, y se espera que éstos apunten a la sostenibilidad. Asimismo, se espera que la aplicación de esta norma sea de forma constante por parte de las empresas, aunque no se considera como una obligación, al igual que sucede con la mejora continua. El informe es elaborado por un experto externo que entrega evidencia de los resultados de la empresa a la AA. Instrumentos de evaluación: indicadores para la gestión de la RSE A través de los instrumentos que se encuentran dentro de este grupo, se establecen pautas para la gestión en materia de RSE en las organizaciones. En función de su grado de especificidad, se cuenta con los elementos suficientes para realizar certificaciones otorgadas por un tercero. También se permite a las empresas monitorear sus avances en materia de RSE y establecer metas a corto, mediano y largo plazos, las cuales deberán incluirse en su estrategia y en su modelo de negocio. Ethos El Instituto Ethos de Empresa y Responsabilidad Social se localiza en Brasil y fue creado por empresarios para apoyar a las organizaciones en la gestión de su RSE.7 6 7 ISO 26000 (2007). Guidance on Social Responsibility. ISO/TMB WG SR N 143 DRAFT ISO26000 WD4.2 Ethos (2009). http://www1.ethos.org.br/EthosWeb/pt/31/o_instituto_ethos/o_instituto_ethos.aspx Fecha de consulta: 20 de enero de 2009. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 78 El instrumento ofrece a las empresas una herramienta que las auxilie en el proceso de profundización de su compromiso con la responsabilidad social y con el desarrollo sostenible. Está estructurado en forma de cuestionario, con temas relevantes para una gestión que contribuya al desarrollo socioambiental. Los indicadores buscan generar conciencia, facilitar el aprendizaje y efectuar un monitoreo de la RSE. Asimismo, el instrumento pretende evaluar la gestión de la empresa en aspectos relacionados con prácticas de RSE, la planeación de estrategias y el monitoreo de su desempeño general.8 El instrumento se divide en siete áreas: a) valores, transparencia y gobernanza, b) público interno, c) medio ambiente, d) proveedores, e) consumidores y clientes, f) comunidad, y g) gobierno y sociedad. Se enfoca en la transparencia política, prácticas anticorrupción, liderazgo e influencia social. (Para conocer más detalles sobre Ethos, vea la tabla 6-2). SA8000 La SA8000 es una certificación voluntaria, creada por la Social Accountability International, cuyo propósito es promover mejores condiciones para los trabajadores. La certificación SA8000 se basa en los acuerdos internacionales sobre las condiciones laborales, los cuales incluyen temas como justicia social y los derechos de los trabajadores. Esta certificación busca complementar la regulación gubernamental y la legislación nacional en materia laboral, a través de la verificación de las condiciones de la empresa y de la cadena de producción de sus proveedores. Las dimensiones que maneja son: trabajo infantil, trabajos forzados, seguridad en el trabajo, libertad de asociación, discriminación, medidas disciplinarias, horario de trabajo, remuneración, sistemas de gestión, e identificación de problemas y acciones correctivas.9 Norma Mexicana (IMNC) Se creó por el grupo de trabajo nacional de normalización en responsabilidad social del Instituto Mexicano de Normalización (IMNC). Se basa en siete aspectos: a) valores éticos; b) beneficio mutuo con las partes interesadas, lo que incluye clientes, proveedores, empleados, accionistas, comunidad y medio ambiente; c) liderazgo; d) participación del personal; e) enfoque basado en procesos; f) enfoque de sistema para la gestión; y g) mejora continua. El objetivo de la Norma Mexicana de 2004 es brindar asistencia a las organizaciones que deseen implementar de forma sistemática la RSE a través de un sistema de gestión que integre objetivos éticos, económicos y ambientales para producir bienes y servicios que, además de satisfacer necesidades, promuevan el desarrollo humano.10 La Norma Mexicana es de carácter voluntario y por lo tanto, se le conoce poco a pesar de que el Comité Espejo Internacional la considera en la elaboración del ISO 26000. Norma Mexicana para la Igualdad Laboral entre Mujeres y Hombres La Norma Mexicana para la Igualdad Laboral entre Mujeres y Hombres11 fue creada por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) como un instrumento de certificación que establece requisitos, expresados en prácticas e indicadores, que comprueban que las organizaciones respetan la igualdad y la no discriminación, la previsión social, el clima laboral adecuado, la libertad 8 9 10 11 Ethos (2006). Indicadores Ethos de Responsabilidad Social Empresarial 2006. Accountability for the WBCSD Accountability and Reporting Working Group (octubre de 2004). Strategic challenges for business in the use of corporate responsibility codes, standards and frameworks. Instituto Mexicano de Normalización y Generalización (2004). Directrices para la implementación de un sistema de gestión de responsabilidad social (2004). NMX-SAST-004-IMNC-2004. STPS (2017). Norma Mexicana para la Igualdad Laboral entre Mujeres y Hombres. NMX – R- 025- SCFI - 2009. CAPÍTULO 6 Herramientas de gestión de la RSE en América Latina 79 sindical y la accesibilidad laboral entre mujeres y hombres. Está dirigida a organizaciones públicas, privadas y sociales, ya sean empresas, dependencias o entidades públicas, sindicatos u organizaciones de la sociedad civil, sin importar su tamaño o actividad, en todo el territorio mexicano. Establece indicadores puntuales que están divididos en cinco ejes: igualdad y no discriminación, previsión social, clima laboral, accesibilidad y ergonomía, y libertad sindical. TABL A 6 - 2 Indicadores Ethos 2006. El cuestionario de Indicadores Ethos 200612 está organizado en diversos temas que incluyen: valores, transparencia, gobernanza, público interno, medio ambiente, proveedores, consumidores, clientes, comunidad, gobierno y sociedad. Cada uno de éstos se divide en un conjunto de indicadores, cuya finalidad es plantear cómo la empresa puede mejorar su desempeño desde distintas perspectivas. A la vez, cada indicador está integrado por tres tipos de cuestiones: de profundidad, binarias y cuantitativas. Cuestiones de profundidad (o indicadores de profundidad). Indicador que permite evaluar la etapa actual de gestión de la empresa. Está representado por cuatro cuadros contiguos cuyo nivel de desempeño evoluciona de la primera a la cuarta etapas, lo que permite a la empresa ubicarse fácilmente en la escala. Cuestiones binarias (o indicadores binarios). Este tipo de indicador se compone de cuestiones binarias, ya que implican alguna de dos posibles respuestas (sí o no), y la respuesta elegida se califica de acuerdo con los indicadores de profundidad. Contiene elementos de validación y profundización de la etapa de responsabilidad social identificada por la empresa, y contribuye a la comprensión de las prácticas que deben incorporarse a la gestión de los negocios. Cuestiones cuantitativas (o indicadores cuantitativos). El tercer tipo de indicadores propone el relevamiento sistemático de datos (se pueden evaluar según series anuales y cruzarlos con otros datos). No todos los indicadores presentan datos cuantitativos; sin embargo, para los que los presentan, se debe dar muestra de forma precisa, pues serán útiles en el monitoreo interno de la empresa. Con el interés de dar una visión general de las diferencias y similitudes que presentan estas iniciativas, herramientas e indicadores, así como sobre su alineación con los tres niveles de aplicación descritos en este capítulo, en la tabla 6-3 se presenta una comparación entre ellos. En ésta se observa que la principal similitud entre los instrumentos analizados es su carácter voluntario. Dentro de las diferencias existentes, destacan las relacionadas con los aspectos específicos que cada uno de los instrumentos descritos contempla como parte de los elementos de la RSE. Integración de las herramientas de gestión al modelo de negocio y a la rendición de cuentas El modelo de negocio de una empresa es la forma a través de la cual una empresa busca satisfacer los requerimientos de sus clientes, o grupos de interés, de una forma específica. Abarca desde el desarrollo del producto o servicio, los elementos en los cuales se encuentra la innovación y el valor agregado que la empresa hace al mercado; hasta las operaciones a través de las cuales hará llegar el producto o servicio a su cliente o consumidor. Ahora bien, dado que la RSE es entendida por la ISO 26 000 como los impactos que las decisiones y acciones que realiza una empresa genera 12 Ethos (2006). Indicadores Ethos de Responsabilidad Social Empresarial 2006. 80 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial TA BLA 6-3 Nivel de alcance Principios Constructos Instrumentos de evaluación de la RSE. Características / instrumentos Grupos que participaron en su desarrollo Objetivo Enfoque Global Compact Naciones Unidas Facilitar la alineación de las políticas y prácticas corporativas junto con valores éticos universales y aplicables a nivel internacional. Derechos humanos, condiciones laborales y medio ambiente. OECD Guidelines OECD Asegurarse que las empresas multinacionales operen en armonía con las políticas de los países en donde se encuentran, así como con las expectativas de la sociedad. Revelación, empleo y relaciones industriales, ambiente, combate a la corrupción, intereses de los consumidores, ciencia y tecnología, competencia e impuestos. Ceres Principles Coalición de economías del medio ambiente responsable (formada por inversionistas, fundaciones, sindicatos y grupos de interés sin fines de lucro). Promover que las compañías reporten de forma periódica los resultados de su gestión ambiental. Ambiental. GRI Organizaciones sin fines de lucro ambientalmente responsables (CERES), el Instituto Tellus, con el apoyo del Programa Ambiental de las Naciones Unidas (UNEP). Que la elaboración de reportes sobre sustentabilidad sea algo cotidiano y que éstos sean comparables entre empresas, como lo son los reportes financieros. Económico, medioambiental y social. AA1000 Certificable Iniciativa internacional promovida por Accountability (intervinieron múltiples grupos de interés). Promover la rendición de cuentas (accountability) de la organización para el desarrollo sustentable a través de asegurar la calidad de la contabilidad no financiera, auditoría e informes. Proveer de información a tiempo y confiable relacionada con el desempeño de la compañía. ISO 26000 Expertos (grupos con consumidores, gobierno, organizaciones no gubernamentales, empleo, servicio, soporte e investigación). Proveer de una guía sobre los principios de la RS, sí como temas y aspectos importantes pertenecientes a la RS y formas para implementarla en las organizaciones. Principios de RS, reconocimiento y compromiso de los grupos de interés, recomendaciones sobre aspectos fundamentales de la RS y para implantar prácticas de RS. CAPÍTULO 6 v Indicadores de Gestión Herramientas de gestión de la RSE en América Latina 81 ETHOS Instituto Ethos de Empresa y Responsabilidad Social. Evaluar la gestión de la empresa en lo que se refiere a la incorporación de prácticas de responsabilidad social empresarial, a la planificación de estrategias y a la monitorización del desempeño general de la empresa. Valores, transparencia y gobernabilidad, público interno, medio ambiente, abastecedores, consumidores y clientes, comunidad, gobierno y sociedad. SA8000 Certificable Responsabilidad Social Internacional (participaron distintos grupos de interés). Proveer un consenso internacional voluntario acerca de estándares de distribuidores, compañías, proveedores y otras organizaciones para mantener condiciones de trabajo decentes a través de la cadena de valor. Justicia social, derechos de los trabajadores. Norma Mexicana de Responsabilidad Social Instituto Mexicano de Normalización (multisectorial). Proporciona asistencia a las organizaciones que deseen implementar o mejorar un sistema de gestión de RS, que integre objetivos éticos, económicos, ambientales y sociales tanto internos como externos para producir bienes y servicios que satisfagan las necesidades de la sociedad y promuevan el desarrollo humano. Valores éticos, beneficio mutuo con los grupos de interés, liderazgo, participación del personal, enfoque basado en procesos, enfoque de sistema para la gestión y mejora continua. Norma Mexicana para la Igualdad Laboral entre Mujeres y Hombres Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Instrumento de certificación que establece requisitos, expresados en prácticas e indicadores, que comprueban que las organizaciones respetan la igualdad y la no discriminación, la previsión social, el clima laboral adecuado, la libertad sindical y la accesibilidad laboral entre mujeres y hombres. Laboral y de equidad de género. Fuente: Camacho, Portales y García de la Torre.13 13 Camacho, G., Portales, L. y García de la Torre, C. (2009, pp. 401-404.). Instrumento de medición integral de responsabilidad social y desarrollo sustentable. En H. Savall, V. Zardet, M. Bonnet y M. Péron (coordinadores), Indicadores de evaluación de la responsabilidad social y medioambiental de las empresas (pp. 389-404). ISEOR, Francia. 82 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial en sus grupos de interés para llevar a cabo sus operaciones y cumplir con su misión, se puede establecer que una empresa socialmente responsable deberá integrar a su modelo de negocios los principios y acciones de la RSE. Para lograr esta integración se debe seguir una perspectiva normativa y práctica. Es decir, la empresa no solamente deberá contar con una buena infraestructura operativa o con valores claramente definidos, sino que también deberá generar mecanismos orientados a facilitar la práctica de la responsabilidad social por parte de los colaboradores. Una forma de lograrlo es por medio de la aplicación y utilización de los diferentes tipos de herramientas que aquí se presentan. Sin embargo, esta adopción deberá ser cuidadosa y con conciencia sobre la situación que vive la empresa y el contexto en que se encuentra; de no hacerlo se corre el riesgo de perjudicar su desempeño. Por este motivo es importante considerar a la RS como un proceso de mejora continua, en donde aquellas empresas que no realizan acciones en esta materia estarán más rezagadas que aquellas que sí lo realizan. Para lograr la implementación de la RS en el modelo de negocios de una empresa, los tres niveles de alcance presentados pueden servir como una referencia cronológica de cómo incluir la RSE en el desempeño de la empresa. Por ejemplo, dado que el primer nivel se maneja por categoría de principios que tienen como interés generar consciencia sobre la problemática social, el primer paso en la implementación de la RS al modelo de negocio sería la adhesión al Pacto Mundial y el cumplimiento de los lineamientos para seguir formando parte de él. Con el paso del tiempo se podrán integrar dentro del modelo la generación de reportes de sustentabilidad que pueden tomar como base el GRI. Finalmente, y ya en un tercer nivel de implementación, se pueden tomar los indicadores de ETHOS, los cuales sirven para monitorear el desempeño de la empresa en materia de RS y abren las puertas para certificaciones de corte internacional, como la SA8000, o nacional, como en el caso de la Norma Mexicana de Responsabilidad Social. Ahora bien, las herramientas de gestión de la RSE no solamente tienen como objetivo la integración de la gestión socialmente responsable en la empresa; también son un mecanismo de comunicación, rendición de cuentas y transparencia, por medio de la generación de reportes de RSE y sustentabilidad. Estos reportes además de ser un medio para dar a conocer las buenas prácticas que como organizaciones están desarrollando y el impacto que éstas generan en el contexto en el que se encuentran, también contribuyen en la construcción y fortalecimiento de la reputación organizacional, pues aquellas organizaciones que operan bajo principios éticos tienen mayor oportunidad de ser seleccionadas como proveedores de una empresa multinacional, y de este modo lograr acceso a mercados internacionales. Este incremento en la reputación es el principal factor por el cual las organizaciones deben adoptar alguna de estas herramientas, ya que entrarán en el proceso de reflexión sobre las acciones y formas de rendir cuentas, mejorando su reputación e incrementando la estabilidad en su propia gestión. Sin embargo, el incremento en el número de herramientas, tanto nacionales como internacionales, puede generar una situación de descontrol al interior de la organización pues ésta puede buscar cumplir con todos, o con aquellos que considere pertinentes, aun cuando no sean los más adecuados para ella. Por esta razón resulta importante evaluar cuál es la herramienta más adecuada para cada empresa, según su tamaño, giro y estrategias de desarrollo, de lo contrario podría desperdiciar esfuerzos en tratar de cumplir con reportes que no le van a generar ninguna ventaja competitiva. Para facilitar la selección de estas herramientas, se propone un modelo que abarca cuatro tipos de enfoques para realizar los informes de sostenibilidad (figura 6-2). Estos enfoques están basados en dos ejes: nivel de objetividad (objetivo-subjetivo) y tipo de indicador (cuantitativo y cualitativo). El primer cuadrante es el resultado de la interacción del elemento de objetividad y del aspecto cualitativo de los informes. Este tipo de informe pretende dar evidencia de los resultados que va logrando la organización, en función del sistema de gestión propuesto. Los indicadores se construyen forma cualitativa, ya que se incluye información que ayuda a comprender por qué se CAPÍTULO 6 Herramientas de gestión de la RSE en América Latina 83 presenta determinado comportamiento o desempeño organizacional. Tales indicadores pueden ser extensos y descriptivos, ya que el objetivo central es explicar las causas de una situación y no solamente reflejar su condición actual. Sin embargo, los indicadores deben ser lo suficientemente objetivos para facilitar la toma de decisiones que permitan mejorar su desempeño y alcanzar sus objetivos económicos, sociales y ambientales. Objetividad dad Certificación de la información Confirmación del sistema de gestión Cualitativo Cu Cuantitativo Interpretación de la información y benchmarking Comentarios y reporte al interior de la empresa Subjetividad Subje dad Fuente: Portales, García de la Torre, Camacho y Arandia (2009). FI G U R A 6-2 Enfoques para la comunicación de la sostenibilidad y RSE de la organización. El segundo cuadrante es resultado de la integración de la objetividad y la documentación cuantitativa de la información. En ese cuadrante, la información solamente refleja la situación y el desempeño de la organización, por medio del uso de indicadores numéricos. La información es objetiva y servirá para elaborar informes dirigidos a cualquier grupo de interés. El objetivo es lograr la certificación de la organización en alguna determinada norma o legislación. El tercer cuadrante se presenta cuando la organización opta por el uso de indicadores numéricos. Sin embargo, en este caso el análisis estará sujeto a la interpretación en función del contexto y el entorno en que se encuentra la organización. En este cuadrante tienen cabida los informes que describen las mejores prácticas de otras organizaciones (benchmarking), las cuales deben interpretarse a la luz de las condiciones y características de la organización que busca llevar a cabo acciones similares al interior de sus instalaciones. El último cuadrante incluye aquellos informes que genera la organización desde una perspectiva cualitativa, los cuales están sujetos a la interpretación por parte de los grupos de interés a los que se dirigen. Estos informes incluyen comentarios que se presentan hacia el interior de la organización, con la intención de fortalecer una cultura de transparencia y diálogo entre aquellos grupos de interés que la integran. Tal es el caso de los informes vinculados con las actividades de integración y socialización, o bien, con las mejores prácticas que realizan los colaboradores en su trabajo cotidiano. Por último, es importante considerar que para las organizaciones es necesario elaborar algún tipo informe que, ante todo, se enfoque en los objetivos empresariales, pero que también les ayude en la toma de decisiones a nivel estratégico. Es conveniente aclarar que estos tipos de informes no sustituyen a aquéllos con los que, por ley, tienen que cumplir las empresas por el solo hecho de ser entidades que buscan la generación de riqueza. Asimismo, en la medida en que estos informes se den a conocer al exterior y al interior de la empresa, ayudarán a fortalecer la reputación de esta última, generando ventajas competitivas y un mayor posicionamiento en el mercado. 84 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Conclusión Existen numerosas definiciones de responsabilidad social, lo cual se refleja en las distintas herramientas que utilizan las empresas para medir la RSE. Las herramientas de gestión analizadas en este capítulo se clasifican como principios, de proceso y de gestión. Asimismo, los instrumentos descritos en este capítulo –a excepción de Global Compact, Ethos y las directrices de la OCDE– fueron desarrollados por diferentes grupos de interés. Por otro lado, la mayoría de las herramientas de gestión de RSE analizadas en este capítulo son autoadministradas y de adopción voluntaria; sin embargo, la más utilizada por las empresas es la GRI, puesto que además de permitir las comparaciones, integra aspectos económicos, sociales y ambientales relacionados con la operación de la organización. La RSE puede integrar la gestión de la empresa a través de la incorporación de las diferentes herramientas de gestión aquí presentadas en el modelo de negocio, siempre que se adecuen al contexto que ésta presenta, tanto en su interior como en el exterior. Asimismo, esta adopción de herramientas debe cumplir con una ética global, de manera que se tomen en cuenta los distintos grupos de interés que interactúan con la empresa, y las necesidades de los clientes y de la comunidad de la que forma parte, considerando aspectos que están relacionados con la sustentabilidad, no sólo de la empresa sino del entorno en que se encuentra. CAPÍTULO 6 Herramientas de gestión de la RSE en América Latina 85 Términos clave Ética Evaluación Gestión Herramientas Instrumentos Responsabilidad social empresarial Sostenibilidad Preguntas para debate • • • • • • Si tuviera que elegir una herramienta o un instrumento para evaluar la RSE de su empresa, ¿qué criterios de selección emplearía? ¿Por qué? ¿Considera que los instrumentos de evaluación de la RSE son los más adecuados para medir el impacto en una empresa? ¿Será posible establecer un instrumento común en todos los países de América Latina para evaluar la RSE de las organizaciones? ¿Cuáles serían las consecuencias de una política gubernamental que obligara a las organizaciones a utilizar un instrumento específico para evaluar su gestión en RSE? ¿Qué haría para llegar a un acuerdo que estableciera cuál instrumento deberán utilizar las organizaciones para evaluar su gestión en materia de RSE? Siguiendo con la pregunta anterior, ¿qué papel desempeña en esta decisión el contexto de cada país de América Latina? Lecturas recomendadas Brown D., Dillard J. y Marshall R.S. (2006). Triple Bottom Line: A business Metaphor for a Social Construct. Barcelona: Universidad de Barcelona, departamento de economía de la empresa. Cheney, G. (2004). The Corporate Conscience and the Triple Bottom Line. Accounting today. 18(12), 12. Comisión de las Comunidades Europeas (2002). Comunicación de la comisión: La responsabilidad social de las empresas: una contribución empresarial al desarrollo sostenible. Bruselas. Ebner, D. y Baumgartner, R. J. (2006). The Relationship between Sustainable Development and Corporate Social Responsibility. Corporate Responsibility Research Conference. Elkington, J. (1997). Cannibals with Forks: The Triple Bottom Line of 21st Century Business. Reino Unido: Oxford. Portales, L., García de la Torre, C., Camacho, G. y Arandia, O. (2009). Modelo de sostenibilidad empresarial pentadimensional: Aproximación teórica. Administración y organizaciones, 23(12), 113-129. Van Marrewijk (2003). Concepts and definitions of CSR and Corporate Sustainability: Between Agency and Communion. Journal of Business Ethics, 44(2/3), 95-105. WCED. (1987). Our Common Future. Londres: Oxford University Press. C a p ít ulo 7 Perspectiva de los grupos de interés en la RSE Elsa González Objetivos Al finalizar este capítulo, usted deberá ser capaz de: • • • • • • Reflexionar sobre los distintos modelos organizacionales que existen y se proponen en la actualidad. Reconocer la organización empresarial en la pluralidad de intereses que la configuran y legitiman socialmente. Entender qué implica una gestión basada en la perspectiva de los grupos de interés o teoría de los stakeholders. Conocer los criterios éticos que se proponen en la actualidad como horizontes de actuación para las organizaciones que parten del pensamiento de la perspectiva de los grupos de interés. Tomar decisiones que contemplen la perspectiva de los grupos de interés en la definición y gestión de la RSE. Conocer las ventajas y desventajas de una gestión de la RSE basada en la perspectiva de los grupos de interés de modo dialógico. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 88 Caso ilustrativo 7-1 En secreto frente a… Los fabricantes Sara Lee, Colgate y Puig se pusieron de acuerdo para reducir en 15 por ciento la capacidad de sus envases de gel y mantener el precio; es decir, las empresas no redujeron el precio en la misma proporción. El acuerdo implicaba a las marcas Fa, La Toja, Magno, Sanex, Kinesia, Lactovit y Heno de Pravia, y fue adoptado luego de que los máximos directivos de dichas empresas sostuvieron varias reuniones. Según la Comisión Nacional de la Competencia de España, con el pacto se perseguía “enmascarar” los incrementos de precios. La única empresa que no redujo el tamaño de sus envases de champú fue Colgate. Por su parte, Henkel, Sara Lee y Puig lo hicieron entre junio de 2006 y mayo de 2007. ¿A quién perjudica este tipo de pactos? ¿Por qué mantenerlos en secreto? El caso llegó al conocimiento público a través de los medios de comunicación españoles a finales de enero de 2010. Introducción En la última década se ha avanzado mucho en la fundamentación de una ética empresarial y económica, pero todavía queda mucho camino por recorrer para vencer las dificultades que se nos presentan al intentar orientar la actividad cotidiana desde las principales ideas de la ética empresarial y económica. En definitiva, se trata de colocar a las personas y sus intereses legítimos como el centro de actuación de las empresas. Éste es el tema central del presente capítulo. En primer término, se plantea una propuesta acerca de cómo tender un puente entre la teoría y la práctica de la ética empresarial y el desarrollo de la filosofía de la RSE. Como vimos en los capítulos anteriores, un concepto de RSE dialógico se basa en la idea de que toda empresa posee una responsabilidad de carácter económico, social y ecológico; sin embargo, a partir de ahora las preguntas son de otro cariz y apuntan a cómo definir las responsabilidades específicas y cómo delimitar la extensión de tales responsabilidades. Para responder a estas preguntas, en los últimos años propuse utilizar la teoría de los stakeholders como una metodología de gestión empresarial.1 Con ese enfoque, es posible pasar de la teoría a la práctica y considerar los intereses de los participantes en el diseño y la gestión de la organización desde una concepción amplia de la responsabilidad.2 Para abordar estas cuestiones nos adentraremos en la perspectiva de los grupos de interés en la RSE, siempre desde la mirada de una ética empresarial y económica (teórica y práctica), y de la teoría de los stakeholders. En las cinco secciones que integran el capítulo iremos dando cuenta de esa temática. En la primera sección se analizará el significado de empresa y de responsabilidad desde la perspectiva de los grupos de interés. En la segunda sección se muestra de qué modo es posible identificar y generar diálogos orientadores acerca de la responsabilidad específica de la empresa. En la tercera, el centro de atención serán los criterios 1 2 Freeman, R. E. (1984). Strategic Management. A Stakeholder Approach. Toronto: Pitman. Donaldson, T. y Preston, L. (1995). The Stakeholder Theory of the Corporation: Concepts, Evidence, and Implications, Academy of Management Review, 20, 65-91. Jones, T. M., Wicks, A.C. y Freeman, R. E. (2002). Stakeholder Theory: The state of the art. En Bowie N. E. (ed.). The Blackwell Guide to Business Ethics. Oxford: Blackwell Publishers, 19-37. González, E. (2002). Defining a Post-conventional Corporate Moral Responsibility. Journal of Business Ethics, 39, 101108. González, E. (2003). La gestión de la responsabilidad basada en la teoría de los stakeholders. En García-Marzá, D., González, E., Navarro, F. y Ballesteros, B. Ética y empresa. La empresa socialmente responsable. Madrid: Cideal, 58-87. González, E. y García-Marzá, D. (2006). La responsabilidad social empresarial (RSE) en Europa: la apuesta por un nuevo modelo de empresa. Una revisión crítica desde la ética empresarial. RECERCA. Revista de Pensament i Anàlisi, 6, 157-172. CAPÍTULO 7 Perspectiva de los grupos de interés en la RSE 89 que una gestión de la RSE debería considerar desde la perspectiva de los grupos de interés. En la cuarta sección se valoran las ventajas y desventajas del sistema integral de gestión de los stakeholders. Finalmente, se presentará una propuesta para la gestión de la RSE desde la perspectiva de los stakeholders. La empresa y su responsabilidad en perspectiva dialógica con los stakeholders Una primera aclaración que es necesario hacer respecto de la teoría de los stakeholders es que nació con vocación de ser una teoría estratégica de gestión, como bien señala su principal precursor, Richard Edward Freeman. En su obra Strategic Management: A Stakeholder Approach, Freeman definió el término stakeholder del siguiente modo: un stakeholder es “cualquier grupo o individuo que puede afectar o ser afectado por el logro de los objetivos de la empresa”.3 Aunque Freeman sigue defendiendo el uso de esta teoría como metodología de gestión exclusivamente estratégica y en ningún caso normativa, a partir de ella se han desarrollado muchos estudios y propuestas para, en conjunción con teorías éticas normativas, contribuir a la gestión de la dimensión ética de la empresa. Las razones del interés por la teoría de los stakeholders son muy diversas, pero a continuación se mencionan las más importantes para los objetivos de este capítulo: 1. 2. 3. Esta teoría permite pensar en un nuevo paradigma empresarial, el cual supone una empresa plural. Esto significa que la empresa no se considera un asunto individual (es decir, de un accionista o de un propietario), ni exclusivamente de dos partes (propietarios y trabajadores), sino que la empresa debe ser entendida desde la pluralidad de “agentes” que intervienen en ella o la afectan de algún modo, y considerando también a todos los “pacientes”, esto es, quienes resultan afectados por la organización empresarial. La teoría también nos permite comprender que entre los distintos stakeholders que configuran la empresa se establece una serie de relaciones que pueden entenderse no sólo desde la perspectiva del contrato jurídico o social, sino también desde el punto de vista del contrato moral. Es decir, entre los distintos stakeholders que configuran la organización empresarial existen expectativas recíprocas de comportamiento, algunas de las cuales sin duda son legítimas y deberán satisfacerse dentro del marco de las relaciones empresariales. De esa forma, la teoría nos revela que los intereses no sólo son de carácter económico o particular, sino también de otro tipo. Como consecuencia de lo anterior, mediante la teoría de los stakeholders es fácil vislumbrar la existencia de una responsabilidad social de la organización empresarial, entendida en sentido ético. TABLA 7 - 1 Rasgos distintivos de la teoría de los stakeholders. 1. Modelo plural de empresa. 2. Empresa como red de relaciones de carácter jurídico, social y moral, donde existen diferentes tipos de intereses. 3. La empresa tiene responsabilidades frente a los intereses de quienes pueden afectar o verse afectados por el logro de los objetivos de la organización. Fuente: Elaboración de la autora. 3 Freeman (1984). Op. cit. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 90 Por estas tres razones, la teoría de los stakeholders es una de las más utilizadas para desarrollar propuestas teórico-prácticas plausibles y reales de la RSE y de la ética empresarial. En la actualidad se podrían citar numerosos ejemplos de buenas prácticas derivadas de este enfoque. Uno de ellos es el programa desarrollado por la acerera chilena Gerdau Aza de relación sustentable con los proveedores, concretamente chatarreros, desarrollado durante 2009 y que aún sigue vigente. La compañía acerera, en el marco de su estrategia de negocio, trabaja con los proveedores desde la necesidad mutua (empresa plural); sin embargo, más allá del contrato jurídico y social, ha trabajado y asesorado en diversos asuntos, como seguridad en el puesto de trabajo, formalidad en las entregas y contratos, y selección de material. Esto no sólo favorece a Gerdau Aza, sino también al desarrollo y la profesionalización de los chatarreros. La propuesta que se plantea aquí supone que una empresa que desea gestionar su responsabilidad debe tener presente que tal responsabilidad se define a partir del diálogo con todos sus stakeholders. Para ello, debe tratar de averiguar qué intereses y valores son comunes a todos ellos (es decir, cuáles son universalizables), qué intereses y valores son propios de cada grupo o de alianzas grupales, y cuáles son simplemente intereses y valores particulares.4 Al determinar tales valores e intereses, la empresa estará en condiciones de diseñar y generar estrategias que traten de alcanzar, satisfacer y encarnar los valores universalizables, dar una respuesta adecuada a los valores grupales que no contradigan los anteriores y, en la medida de lo posible, satisfacer intereses y valores particulares. La idea fundamental reside en considerar que una empresa conseguirá la legitimidad y credibilidad de sus stakeholders siempre y cuando sea capaz de dar respuesta a las expectativas legítimas que poseen los distintos grupos de interés y lo comunique de manera transparente. En resumen, la RSE comienza por una gestión ética de las relaciones. También así lo entienden los ejecutivos de América Latina, a juzgar por el estudio que presentó en 2009 Forum Empresa sobre el desarrollo de la RSE en esa región (www.empresa.org). TABLA 7 - 2 Intereses a considerar al gestionar la RSE. INTERESES EN JUEGO Individual o particular Aquel interés que sólo puede defender una persona, pero que no siempre se comparte con el resto de stakeholders que se ven afectados por la política, la estrategia o la cultura a emprender. Grupal o de alianzas Aquel interés que una persona puede compartir con sus iguales u otros grupos de stakeholders que se ven afectados por la política, la estrategia o la cultura a emprender, pero no con todos ellos. Universalizable Aquel interés que una persona comparte con el resto de stakeholders que se ven afectados por la política, la estrategia o la cultura a emprender. ¿Qué puede hacer la empresa ante tales intereses? Dar respuesta adecuada a los En la medida de lo posible, valores grupales y los intereses satisfacer intereses y valores que se defienden desde el particulares, siempre y cuando grupo, siempre y cuando no no entren en contradicción con TABLA 7-1 Rasgos distintivos de la teoría de los stakeholders. entren en contradicción con los los universalizables ni pongan universalizables. en peligro intereses y valores grupales. Diseñar y generar estrategias y relaciones que traten de satisfacer los intereses y encarnar los valores universalizables. Fuente: Elaboración de la autora. 4 González (2002). Op. cit. García-Marzá, D. (2007). La RSE desde la ética empresarial: Un nuevo diseño institucional para las empresas. En La responsabilidad social de las empresas. Miradas desde la izquierda. Madrid: Fundación Jaime Vera, 201-226. CAPÍTULO 7 Perspectiva de los grupos de interés en la RSE 91 En ese sentido, cada empresa debe ser capaz de identificar adecuadamente a todos sus stakeholders, es decir, a todo individuo o grupo que resulte afectado o pueda resultar afectado por la consecución de los objetivos de la organización y que posee expectativas, algunas de las cuales son universalizables. La cuestión clave en la identificación de los stakeholders es conseguir diferenciar a aquellos que poseen poder comunicativo –capacidad de interlocución–, y conocer sus expectativas urgentes y legítimas. Éstos son los stakeholders centrales, mientras que al resto de stakeholders los denominaremos latentes, ya que en cualquier momento se pueden convertir en centrales para la determinación de las responsabilidades de la empresa.5 De este asunto nos ocuparemos en la siguiente sección. Identificación de los stakeholders y diálogo con ellos Desde la perspectiva de los grupos de interés, se identifican diferentes modelos, pero el más interesante es aquel que propone una combinación de tres pasos: a) el análisis de los grupos de interés (etapa descriptiva); b) la generación de estrategias adecuadas para cada stakeholder diferenciando los intereses de éstos (etapa estratégica); y c) la orientación de las políticas y la cultura de la organización en función de los intereses que poseen legitimidad (etapa normativa). La identificación de los stakeholders se realiza mediante un procedimiento de diálogo, el cual tiene como ejes fundamentales la comunicación y la transparencia. Es conveniente aclarar que no se está diciendo que haya que satisfacer todos los intereses de los stakeholders, puesto que algunos de ellos tal vez sean perjudiciales, dañinos o injustos. Por otro lado, también es pertinente dejar en claro que la RSE jamás deberá entenderse como un programa o una actuación temporal de la empresa, sino que debe incluirse en el corazón de su gestión, es decir, en la toma de decisiones empresariales dentro de la propia estructura organizacional. Las consecuencias de este modelo para la gestión de la empresa son cinco: 1. 2. 3. 4. 5 El modelo nos permite ver que es posible clasificar los intereses en tres categorías: particulares, grupales y universalizables o generalizables. Una perspectiva ética del enfoque de los stakeholders debería adoptar los intereses universalizables o generalizables como guía para la definición de sus estrategias, y como horizonte de actuación para la resolución de los conflictos que surjan en la organización. Un stakeholder no es tan sólo un afectado por la actividad empresarial, sino un interlocutor válido. En ese sentido, se reconoce que no es un simple reclamante pasivo, ya que trata de influir en las decisiones y actividades de la empresa. De acuerdo con esta definición, se exige que todos los afectados por la actividad empresarial sean considerados como interlocutores válidos de la empresa, cuyos intereses deben tomarse en cuenta al tomar decisiones. Se reconoce que un stakeholder válido tiene poder tanto de carácter estratégico o instrumental (búsqueda de su interés particular o grupal) como comunicativo (búsqueda de intereses generalizables o universalizables). Es decir, todo stakeholder puede ser generador de entendimientos y consensos acerca de intereses universalizables. Este modelo exige el establecimiento de diálogo para la búsqueda de consensos acerca de las normas y los procedimientos empresariales que respondan a intereses universalizables o generalizables para guiar la dirección empresarial. Los procesos de diálogo son una exigencia para la resolución de conflictos, así como para la generación de estrategias. Es decir, deberá existir un respeto obligado al principio de universalización, el cual establece González (2003). Op. cit. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 92 que una decisión es moralmente correcta cuando es aceptada por todos los afectados presentes y futuros.6 5. Se establece que los diálogos siempre deberán atender a cuatro principios: a) Principio de comunicación. Todos los participantes en el diálogo aceptan que no utilizarán el recurso de la violencia, sino que aceptan las obligaciones y los derechos de argumentación. b) Principio de inclusión. Todos los afectados potenciales, presentes y futuros o, en su caso, sus representantes deberán participar en los diálogos. Nadie puede ser excluido de la participación. c) Principio de simetría. El diálogo debe desarrollarse en condiciones que aseguren una completa igualdad de oportunidades y una total simetría en las condiciones de participación y en las posibilidades de interpretación de los intereses en juego. d) Principio de reciprocidad. Todos los intereses deben considerarse por igual y deben estar abiertos a la revisión con base en razones. Por lo tanto, ningún interés debe considerarse definitivo y libre de crítica. Como se observa, el criterio del diálogo es clave para desarrollar una buena gestión de los stakeholders, no sólo desde el punto de vista instrumental, sino también desde el punto de vista ético y normativo. De ahí que el concepto de stakeholders no sólo tenga un valor estratégico o instrumental para la empresa, sino también un valor intrínseco. Es decir, desde la posición de una teoría ética discursiva, se apela a un uso normativo de la metodología de stakeholders, de manera que cada uno de ellos sea considerado como un interlocutor válido de la actividad empresarial. Por lo tanto, se reconoce la necesidad de establecer diálogos reales en los que no sólo se establezcan relaciones de TABLA 7 - 3 Factores que toda empresa debe considerar al dialogar con sus stakeholders. EN EL DIÁLOGO, LA EMPRESA DEBE TENER PRESENTE QUE: Los intereses se clasifican en alguna de tres categorías: – Individuales o particulares – Grupales o de alianzas – Universalizables El stakeholder (individuo o grupo) es… Un interlocutor válido al que hay que escuchar y tener en cuenta en la toma de decisiones. No es simplemente un agente pasivo o reclamante al que hay que interpretar. El stakeholder (individuo o grupo) puede tener… – Poder estratégico, es decir, capacidad de influencia en las decisiones empresariales. – Poder comunicativo, es decir, capacidad para llegar a entendimientos y consensos. El proceso del diálogo es… Una exigencia en sí misma y hay que generar las condiciones para que se genere. Los principios para que el diálogo tenga éxito y sea legítimo son cuatro: – – – – Principio de comunicación Principio de inclusión Principio de simetría Principio de reciprocidad Fuente: Elaboración de la autora. 6 Habermas, J. (1989). Teoría de la acción comunicativa: Complementos y estudios previos. Madrid: Cátedra. Habermas, J. (2000). Aclaraciones a la ética del discurso. Trotta: Madrid. CAPÍTULO 7 Perspectiva de los grupos de interés en la RSE 93 poder estratégicas, sino que se potencie el diálogo entre los afectados con la finalidad de identificar qué intereses son universalizables o válidos moralmente. Una empresa que utilice la metodología de stakeholders estará desarrollando en su propia estructura la perspectiva posconvencional o exigencia moral. Partiendo de este enfoque ético, la práctica y las políticas desarrolladas desde la dirección de una organización darán una respuesta adecuada a su RSE en la medida en que se acerquen al acuerdo de todos los afectados sobre las políticas y prácticas a emprender. Este acuerdo siempre deberá considerarse como un proceso y no como un hecho, y su valoración ética dependerá del alejamiento o cercanía respecto de la inclusión de los múltiples stakeholders, pero también de las condiciones del diálogo y del posible acuerdo. Por consiguiente, el requisito mínimo es siempre la exigencia del diálogo entre todos los stakeholders identificados. Por lo tanto, la gestión de las organizaciones podrá considerarse ética cuando logre el acuerdo de todos los implicados o afectados por tal actividad. De la consideración de todos los afectados dependerá la credibilidad moral o legitimidad de la empresa. Criterios a considerar en la definición y gestión de la RSE desde la perspectiva de los grupos de interés Quizá la principal dificultad que se encuentre en el desarrollo práctico del modelo de gestión de la RSE desde la perspectiva de los grupos de interés, o del modelo integral dialógico de los stakeholders, es la necesidad de establecer criterios claros y orientadores de las políticas y la toma de decisiones organizacionales. En ese sentido, se proponen cuatro criterios amplios que deben considerarse en todo momento por parte de la dirección y gestión de la organización: objetividad, cooperación, publicidad y transparencia. A continuación analizaremos cada uno. Objetividad entendida como intersubjetividad Uno de los criterios éticos más relevantes es sin duda alguna la objetividad. En primer lugar, cabe señalar que en la actualidad, desde una perspectiva ética, son pocos los que defienden la palabra objetividad, entendida como una visión o respuesta única, es decir, compartida por todos. Más bien, para alcanzar la objetividad en cuestiones éticas, ésta se debe entender como intersubjetividad. Cabe recordar que la objetividad en materia ética siempre es intersubjetiva y que sólo se puede alcanzar a partir del diálogo y el posterior consenso de todas las partes implicadas, aquí denominadas stakeholders. Por consiguiente, ninguna información o toma de decisión es objetiva per sé, ya que siempre estará sujeta a la interpretación y valoración de todos los afectados. En el ámbito social y económico empresarial, los cambios son vertiginosos por el uso y desarrollo de nuevas tecnologías. Por otro lado, nunca se puede dar por cerrado el diálogo acerca de los principios éticos aceptados de forma intersubjetiva. Esto no quiere decir que la ética sea relativa o subjetiva, sino que siempre es susceptible a la revisión. El diálogo intersubjetivo entre todos los stakeholders es el procedimiento que garantiza una mayor objetividad a la hora de resolver los problemas o conflictos éticos que se presenten, teniendo en cuenta que la finalidad del diálogo es la búsqueda de un consenso siempre revisable a la luz de nuevos datos o hechos. En la actualidad la GRI 4 (Global Reporting Initiative) reconoce la necesidad de mostrar la materialidad de los temas incluidos en los informes de responsabilidad o sostenibilidad. El concepto de materialidad indica que ese asunto o cuestión es relevante para el grupo de interés, y que se ha llegado a esa conclusión tras un diálogo entre la empresa y los grupos de stakeholders. Así pues, los instrumentos de gestión de la RSE se van volviendo dialógicos con todos los stakeholders. 94 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Cooperación sostenida en el tiempo Uno de los criterios clave para alcanzar la justicia y la responsabilidad en la gestión es fomentar la cooperación que conduzca a la excelencia. La auténtica cooperación entre todos los stakeholders centrales es fundamental y se puede trabajar en ello mediante los siguientes cuatro pasos: 1. Desarrollar una cultura organizacional en la que exista flujo libre de la información, de modo que cada stakeholder pueda expresar sus puntos de vista. Al mismo tiempo, la organización será capaz de solicitar a cada stakeholder su punto de vista sobre nuevas prácticas o cuestiones emergentes. 2. Animar a mantener un alto conocimiento de los intereses particulares, grupales y universalizables que defienden los stakeholders (centrales y latentes) de la organización, puesto que estos últimos son fuente de información muy relevante acerca de los nuevos acontecimientos que se generan en el entorno. 3. Brindar oportunidades y/o incentivos a todos los stakeholders para que contribuyan con información relevante. 4. Diseñar e implementar un sistema de investigación, aprendizaje y conocimiento que permita, en primer lugar, adquirir, transmitir, recuperar y almacenar información; en segundo lugar, analizar, compartir, discutir y debatir tal información; y en tercer lugar, recuperar y estructurar los resultados en información disponible para la toma de decisiones y distribuirla entre las personas responsables de modo que les resulte comprensible y útil. Con ello, se pretende que las organizaciones y los profesionales estén en la mejor disposición para: • Responder a las expectativas legítimas de los stakeholders. • Anticiparse a posibles cambios en el entorno, en especial en lo referente a cuestiones de valores y normas morales. • Promover la autorregulación con un compromiso voluntario con los stakeholders para motivar la autorregulación junto con una regulación jurídica. • Generar confianza de los stakeholders tanto en la organización como en la actividad propia de los profesionales. El principio de publicidad Lectura para la reflexión Según cuenta Plutarco en sus Vidas paralelas, Publio Clodio Pulcro, un patricio romano dueño de una gran fortuna y con el don de la elocuencia, estaba enamorado de la mujer de Julio César, Pompeya. Tal era su enamoramiento, que en cierta ocasión, durante la fiesta de la Buena Diosa –una celebración a la que sólo podían asistir las mujeres–, el patricio entró en la casa de César disfrazado de ejecutante de lira. Sin embargo, fue descubierto, apresado, juzgado y condenado por la doble acusación de engaño y sacrilegio. Como consecuencia de este hecho, César repudió a Pompeya, a pesar de estar seguro de que ella no había cometido ningún acto indecoroso y que no le había sido infiel, afirmando que no le agradaba el hecho de que su mujer fuera sospechosa de infidelidad, porque “no basta que la mujer del César sea honesta; también tiene que parecerlo”. Toda organización debe caracterizarse por el uso y tratamiento correcto del poder, de los recursos y de la capacidad de acción, especialmente para generar confianza. Además, como decía Julio César refiriéndose a Pompeya, debe parecer que es digna de confianza; por lo tanto, debe CAPÍTULO 7 Perspectiva de los grupos de interés en la RSE 95 pregonarlo. Una gestión ética de la organización sería aquella que genera confianza, la cual se mantiene y se desarrolla mediante unos canales de comunicación y participación abiertos y bidireccionales con todos sus grupos de interés.7 Para confiar en una gestión responsable de la empresa, es necesario que los stakeholders tengan y dispongan de información suficiente, pública y transparente; de esa forma, tendrán buenas razones para confiar en la organización y en los profesionales. El principio de publicidad obliga —en sentido moral— a las organizaciones a hacer públicos sus esfuerzos por generar confianza. Así pues, es fundamental que las organizaciones y los profesionales se esfuercen por mostrar sus principios, políticas, estrategias y compromisos en materia de gestión y uso de la información y de los sistemas de comunicación. Como afirma García-Marzá,8 esta idea no es nueva, pues Immanuel Kant en su obra La paz perpetua señalaba que el principio de publicidad puede utilizarse como indicador para mostrar la buena voluntad. Kant afirmaba que es una exigencia “hacer público” un hecho, para que todos los posibles implicados y/o afectados se enteren de ello. Por otra parte, todo aquello que no puede hacerse público es susceptible de duda, y se podrá cuestionar que tal decisión, política, estrategia o compromiso sea justa y ética. Transparencia: responsabilidad y rendición de cuentas Sin duda alguna la publicidad es un principio o criterio ético fundamental para afianzar y acrecentar la confianza en la actividad de los profesionales y de la organización y, también para saber en algunas ocasiones que cierta actuación no va a considerarse ética ante la sociedad. Es decir, cuando cierta información referente a la organización no se puede hacer pública, tenemos un indicador de que la actuación no es correcta. Si bien el principio de publicidad es muy importante, éste se queda un tanto hueco si al mismo tiempo no existe el principio de transparencia. En este contexto, la transparencia se define como el ejercicio de la responsabilidad y de la rendición de cuentas de aquello a lo que la organización se ha comprometido. Así, cuando se habla de una gestión desde la perspectiva de los grupos de interés, la organización se compromete a satisfacer los intereses legítimos de sus stakeholders y a informarles del modo en que lo hace. No basta con que la organización y los profesionales hagan pública su apuesta por una gestión ética de la información. Este paso es fundamental, pero no suficiente, ya que también se requiere que la organización y los profesionales respondan y rindan cuentas frente a aquellos que depositan múltiples exigencias e intereses en las organizaciones, algunos de los cuales son de carácter ético por ser universalizables y legítimos. Como se observa, no es suficiente con que las empresas hagan públicas sus políticas, estrategias y decisiones, aunque sin duda alguna esto es fundamental. Se dice que no es suficiente, porque al mismo tiempo la empresa debe ser transparente y facilitar una respuesta a las demandas o exigencias legítimas de sus stakeholders en relación con la actividad diaria de la empresa y con el modo en el que ésta produce, intercambia y ofrece bienes o servicios. ¿Qué implicaciones tienen estos cuatro criterios —intersubjetividad, cooperación, publicidad y transparencia— para la gestión de la empresa? Tales implicaciones se expresan en cuatro puntos programáticos: 1. Aceptación pública del principio ético de gestión, del diálogo y posterior acuerdo entre todas las partes implicadas, como marco general para definir la responsabilidad empresarial. 7 8 García-Marzá, D. (2005). Diálogo y responsabilidad: Bases éticas de la confianza en la empresa. ICADE. Revista cuatrimestral de las Facultades de Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales, 64, pp. 99-100. Ibíd. 96 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 2. Elaboración a partir de este principio rector de un mapa de los grupos implicados y de sus intereses; esto es, una definición abierta a la revisión y a la crítica de las expectativas y obligaciones en juego. 3. Definición de los mecanismos de participación, diálogo, comunicación y transparencia que permitan la intervención equitativa de todos los afectados en la toma de decisiones. 4. Publicación de los diferentes compromisos que la empresa asume ante todos los intereses en juego como paso indispensable para el diálogo y el logro de acuerdos. Ventajas y desventajas de la definición y gestión de la RSE basada en el modelo dialógico de los stakeholders Ahora parece necesario mostrar algunas de las ventajas y desventajas que ofrece este modelo de gestión dialógico de RSE propuesto. En cuanto a las principales ventajas, el modelo permite: 1. Ofrecer una herramienta para la toma de decisiones, la identificación de conflictos y la reducción de los costos de coordinación internos y externos. 2. Determinar los diferentes intereses y valores en juego y, con ello, favorecer el diálogo entre los distintos grupos como procedimiento para la resolución de conflictos. 3. Definir un elemento clave para la reputación y la buena imagen de la empresa. 4. Potenciar la diferenciación de la empresa dentro del mercado, el Estado y la sociedad civil. 5. Favorecer la innovación y la creatividad de la empresa, así como su competitividad. En cuanto a las principales desventajas que presenta el modelo, destaca el tiempo inicial que debe invertir la empresa en los procesos que conlleva todo el modelo de RSE. No podemos olvidar que este tipo de procesos se desarrollan siempre contando con la voluntad y el compromiso firme por parte de la dirección o gerencia de la empresa; sin embargo, es necesario implicar a todo el personal y luego comunicar a todos los stakeholders los compromisos que la empresa pretende asumir. Además, no hay que olvidar tampoco que todo proceso de diálogo siempre es un proceso lento; sin embargo, en el caso de proyectos empresariales de largo y mediano plazos, es el camino más seguro y más redituable. Para superar los obstáculos mencionados, a continuación se presentan algunas recomendaciones que son fruto de la reflexión teórico-práctica desde una perspectiva crítica de la ética empresarial. Tanto el desarrollo de este modelo como las experiencias que se han desarrollado en torno a él sugieren que es muy importante tener presentes las siguientes recomendaciones: 1. Convencimiento de la gerencia y/o de la presidencia de la organización. 2. Implicación directa de la gerencia y/o de la presidencia, así como de todos los mandos intermedios de la organización en el proceso de diseño y liderazgo de la implantación del modelo de RSE. 3. Establecimiento de canales de comunicación fluidos y bidireccionales con todos los stakeholders. 4. Asesoramiento constante de expertos en materia de ética empresarial. 5. Comunicación interna y externa del código ético de la empresa. 6. Formación interna a todo el personal sobre el código ético y de conducta. 7. Definición y puesta en marcha de un comité ético de la organización. 8. Elaboración de un informe anual de responsabilidad que permita comparar la información proporcionada año tras año. 9. Compromiso por parte de la organización de realizar una auditoría ética, al menos, cada tres años. CAPÍTULO 7 Perspectiva de los grupos de interés en la RSE 97 10. Apertura de la organización para incorporar las sugerencias de mejora que provienen de los cursos de formación, el comité de ética, los canales de comunicación con los stakeholders y la auditoría ética. Como se observa, con este modelo de RSE, desde la perspectiva de los grupos de interés no sólo es posible definir la responsabilidad de la empresa, sino también las estrategias a desarrollar para que las expectativas legítimas se satisfagan. De ese modo, el modelo permite gestionar la confianza de los stakeholders, que es la piedra angular del éxito a largo plazo de cualquier proyecto empresarial. Además, es un buen medio para atajar el individualismo y el pensamiento centrado exclusivamente en el corto plazo dentro del sistema económico empresarial, dos tendencias que impiden el desarrollo del trabajo bien hecho, así como la posibilidad de la gestión basada en la RSE. Conclusión Con este capítulo nos hemos adentrado en la profundidad que implica una dirección y gestión de la RSE basada en la teoría de los stakeholders –perspectiva de los grupos de interés– desde su doble implicación: organizativa y ética. Para ello, nos detuvimos en cinco temas. En primer lugar, se explicó qué significa entender la empresa y su dirección y gestión desde la perspectiva de la teoría de los stakeholders, la cual comenzó a elaborarse en la década de 1980 con las aportaciones de Freeman y sus colaboradores. Además de conocer las implicaciones de tal modo de entender la organización empresarial para su gestión, se puso de relieve la visión de la responsabilidad que supone, así como la relevancia que tiene esa perspectiva en la actualidad para que las organizaciones empresariales sean capaces de estar a la altura de su propia RSE. En segundo lugar, se explicó el modo de diseñar una organización que desea gestionar su responsabilidad empresarial atendiendo a la perspectiva de sus stakeholders. Para ello, se propuso el diálogo como el proceso que permite identificar a los grupos de interés, pero también como el criterio que debe seguir toda organización en el descubrimiento de sus responsabilidades. En tercer lugar, profundizamos en las cuatro grandes orientaciones o criterios que conducen al éxito –entendido como excelencia, justicia y responsabilidad– de la gestión de la RSE en sentido ético. Esos cuatro principios son la objetividad (entendida como intersubjetividad), la cooperación sostenida en el tiempo, la publicidad y la transparencia (entendida como responsabilidad y rendición de cuentas). Finalmente, el capítulo mostró las ventajas y desventajas que posee la dirección y gestión de la RSE de una organización empresarial, teniendo en cuenta tanto los conocimientos teóricos como la experiencia práctica de esa perspectiva. Por esa razón, para ser capaces de extraer lo mejor de la situación y salvar las posibles dificultades, se presentó una serie de recomendaciones que tienen como objetivo servir de brújula para que las organizaciones se relacionen de modo ético y responsable con sus stakeholders. 98 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Términos clave Cooperación Diálogo Ética dialógica Ética organizacional Interés Intersubjetividad Publicidad Stakeholder Teoría de los stakeholders Transparencia Preguntas para debate • • • • • • • ¿Qué stakeholders podría identificar en una pequeña o mediana empresa dedicada a la distribución de productos de computación? Posteriormente, mencione qué intereses y de qué tipo podrían tener dichos stakeholders. ¿Qué intereses puede tener un stakeholder como usuario de un servicio hospitalario? Argumente las razones por las que es recomendable adoptar una gestión basada en los stakeholders. Después, clasifique esas razones atendiendo al corto, medio o largo plazos del proyecto empresarial. ¿Qué características debe reunir un diálogo para considerarse como criterio y procedimiento ético de decisión? Explique desde su punto de vista las dificultades que podría enfrentar una empresa al desarrollar cada una de esas características. ¿Qué pasos debería dar una organización para potenciar la cooperación con sus stakeholders? Realice una valoración de las desventajas de gestionar la organización ignorando a los stakeholders. ¿Qué relevancia tiene en la actualidad el principio de publicidad para una pequeña o mediana empresa? ¿Es posible diferenciar el principio de publicidad del principio de transparencia? Lecturas recomendadas Büscher, M., García-Marzá, D., De Geer, H. y González, E. (2005). Integrating the Ethical Perspective. Manchen: Rainer Hampp Verlag. Cortina, A., Conill, J., Domingo, A., García-Marzá, D. (2000). Ética de la empresa. Claves para una nueva cultura empresarial. Madrid: Trotta. Donaldson, T. y Preston, L. (1995). The Stakeholder Theory of the Corporation: Concepts, Evidence, and Implications, Academy of Management Review, 20, 65-91. Freeman, R. E. y Reed, D. L. (1983). Stockholders and Stakeholders: A new Perspective on Corporate Governance, California Management Review, 25(3), 88-106. Freeman, R. E. (1984). Strategic Management. A Stakeholder Approach. Toronto: Pitman. García-Marzá, D. (2004). Ética empresarial. Del diálogo a la confianza. Madrid: Trotta. CAPÍTULO 7 Perspectiva de los grupos de interés en la RSE 99 __________ (2005). Diálogo y responsabilidad: Bases éticas de la confianza en la empresa. ICADE. Revista cuatrimestral de las Facultades de Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales, 64, 91-108. __________ (2007). La RSE desde la ética empresarial: Un nuevo diseño institucional para las empresas. En La responsabilidad social de las empresas. Miradas desde la izquierda. Madrid: Fundación Jaime Vera, 201-226. González, E. (2002). Defining a Post-conventional Corporate Moral Responsibility. Journal of Business Ethics, 39, 101-108. __________ (2003). La gestión de la responsabilidad basada en la teoría de los stakeholders. En García-Marzá, D., González, E., Navarro, F. y Ballesteros, B. Ética y empresa. La empresa socialmente responsable. Madrid: Cideal, 58-87. González, E. y García-Marzá, D. (2006). La responsabilidad social empresarial (RSE) en Europa: la apuesta por un nuevo modelo de empresa. Una revisión crítica desde la ética empresarial. RECERCA. Revista de Pensament i Anàlisi, 6, 157-172. Habermas, J. (1989). Teoría de la acción comunicativa: Complementos y estudios previos. Madrid: Cátedra. __________ (2000). Aclaraciones a la ética del discurso. Trotta: Madrid. Jones, T. M., Wicks, A.C. y Freeman, R. E. (2002). Stakeholder Theory: The state of the art. En Bowie N. E. (ed.). The Blackwell Guide to Business Ethics. Oxford: Blackwell Publishers, 19-37. C a p ít ulo 8 Gestión responsable del talento humano en América Latina C. García de la Torre, K. Jáuregui y L. Arbaiza Objetivos Al finalizar este capítulo, usted deberá ser capaz de: • • • • • Identificar el proceso de la gestión del talento humano a la luz de la responsabilidad social empresarial y la sostenibilidad. Reconocer las diferentes convenciones para orientar y favorecer las políticas de protección al empleado. Identificar las condiciones de trabajo que favorecen la calidad de vida del personal y la no discriminación dentro de una empresa. Identificar los derechos y problemas de la salud de los trabajadores. Identificar las medidas que favorecen la organización y conciliación entre el trabajo y otras dimensiones de la vida de una persona, como la familia. 102 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Gestionar el talento humano En la actualidad, las grandes organizaciones parecen haber tomado conciencia de la relevancia de gestionar el talento humano al interior de la empresa para lograr mayores índices de crecimiento. Dentro de esa gestión se incluyen dos ejes esenciales: la capacitación del personal que trabaja para las empresas y la capacitación para los clientes o proveedores. Esto eleva la calidad del capital humano disponible, más allá de las evidentes mejoras en la productividad que se obtienen con tales procesos. El segundo eje tiene que ver con las contribuciones a la sociedad, como es el caso de la educación en general, y de la educación del talento que se encuentra en las comunidades más alejadas en particular. Las empresas deben estar en capacidad de brindar a sus colaboradores una combinación de retos, oportunidades de desarrollo, balance entre la vida laboral y personal, ambiente laboral estimulante, cultura de confianza, oportunidad de generar riqueza para el empleado y su familia, y por último, empleabilidad que favorezca su desempeño en el mercado laboral. Esto implica que el empleado pueda manejar seis dimensiones: tener una misión personal, estar orientado a resultados, tener capacidad de autogestión, dominar el trabajo en equipo, tener la capacidad para hacer ajustes y gestionar el cambio, y contar con un nivel adecuado de retos. En ese sentido, la organización debe tener una actitud que favorezca el trabajo decente, una actitud de confianza hacia los empleados que les permita sentirse como una parte clave de la organización y no como autómatas que sólo dan resultados o indicadores. Cuando las organizaciones se orientan más a las personas que a las tareas, en el fondo lo que están haciendo es apostar por el largo plazo y por su sostenibilidad. Asimismo, toda empresa que logre amplios márgenes de beneficio tiene ciertas responsabilidades frente a la sociedad. Introducción Frente al sistema actual de gestión del talento, debemos volver a lo básico. Es bien sabido que los recursos tangibles (edificios, maquinaria, instalaciones) son indicadores que determinan el valor de una empresa. Pero es necesario que surja una nueva visión, orientada a valorar más a las personas que integran una organización. En realidad, los individuos o colaboradores de una empresa son el activo más importante de ésta, ya que son el único activo capaz de desarrollar su potencial y de generar mayor competitividad para la empresa. Esa nueva visión conduce a una profunda reflexión del rol esencial del talento humano, de manera que su gestión ha dejado de percibirse como un costo que se tiene que minimizar, para reconocerse como una fuente de ventaja competitiva. Las empresas que generan mayores ingresos y tienen tasas de retorno más altas tienden a preocuparse por sus colaboradores: conocen las demandas de éstos, e incluso se anticipan a ellas por medio de políticas de flexibilidad en la forma de trabajar, el otorgamiento de beneficios sociales, impartición de cursos de formación y desarrollo profesional, entre otros. Asimismo, estas empresas se preocupan por tener una actitud responsable frente a la sociedad. Por ello, la responsabilidad social empresarial exige una forma de gestión en la que el centro de atención implica un comportamiento ético caracterizado por ser transparente, coherente y moral con sus grupos de interés. De ahí que las personas sean el elemento clave de la dinámica de valores y principios de una empresa responsable. La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y la sostenibilidad, al igual que la ética, tienen en común distinguir entre lo bueno y lo malo, lo correcto e incorrecto, y deben CAPÍTULO 8 Gestión responsable del talento humano en América Latina 103 entenderse como un compromiso entre los diversos actores de la sociedad: el gobierno debe promulgar leyes y apoyar todas las iniciativas en este campo; las ONG deben fomentar la investigación en temas de desarrollo de las comunidades y ayudar a conseguir financiamiento para llevarlos a cabo; las empresas deben tener políticas consecuentes y realizar una gestión eficiente en este aspecto para que los recursos que se asignen se utilicen de forma apropiada; y, por último, la sociedad civil debe participar manteniendo vías de comunicación con los demás involucrados velando por un adecuado uso de los recursos comunes. En ese sentido, el presente texto tiene como propósito revisar y analizar los principios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que incluyen temas como el trabajo decoroso, la protección de los derechos humanos, la lucha contra la corrupción y el cumplimento de las normas laborales, todo ello en concordancia con los principios del Pacto Mundial. Estos principios generan procesos fundamentales en las relaciones humanas al interior de las empresas, visualizándolos desde una perspectiva donde el ser humano es el eje de las acciones organizacionales. El trabajo decente en las organizaciones La empresa tiene responsabilidades de diversos tipos, entre las que destaca la de lograr beneficios para sus trabajadores y para la comunidad en la que se desarrolla. De ahí emana la importancia de la creación de empresas, las cuales contribuyen de forma considerable a la generación de puestos de trabajo, tanto directos como indirectos, al tiempo que impulsan el mejoramiento de las condiciones para el desarrollo de la comunidad. No obstante, nos encontramos en un mundo en transformación constante, lo cual presenta desafíos que se deben enfrentar en el mundo laboral. Para ello, gobiernos y entidades globales establecen principios y normas que propician el respeto de los derechos humanos y la conservación del planeta. Los diez principios universales del Pacto Mundial en materia de derechos humanos, trabajo y medio ambiente se derivan de: • • • • La Declaración Universal de Derechos Humanos. La Declaración de Principios de la Organización Internacional del Trabajo referente a los derechos fundamentales en el trabajo. La Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. La Convención de la Naciones Unidas contra la Corrupción de 2004. Los diez principios del Pacto Mundial se relacionan con aspectos laborales, específicamente con la actuación de las empresas, y se presentan en la tabla 8-1. TABL A 8 - 1 Los diez principios del Pacto Mundial y su relación con el trabajo. Las empresas deben: Derechos humanos Principio 1 Apoyar y respetar la protección de los derechos humanos reconocidos internacionalmente dentro de su esfera de influencia. Principio 2 Asegurarse de no actuar como cómplices de violaciones de los derechos humanos. 104 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Trabajo Principio 3 Apoyar la libertad de asociación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva. Principio 4 Promover la eliminación de todas las formas de trabajo forzoso y obligatorio. Principio 5 Promover la abolición efectiva del trabajo infantil. Principio 6 Promover la eliminación de la discriminación en relación con el empleo y la ocupación. Medio ambiente Principio 7 Apoyar un criterio de precaución respecto de los problemas ambientales. Principio 8 Adoptar iniciativas para promover una mayor responsabilidad ambiental. Principio 9 Fomentar el desarrollo y la difusión de tecnologías ecológicamente racionales. Principio 10 Trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluyendo la extorsión y el soborno. Fuente: Red Pacto Mundial México. Por otro lado, se encuentran los principios de la OIT cuyo objetivo principal es promover el trabajo decente y los principios referentes a los derechos fundamentales que son objeto de los convenios. Tales principios son los siguientes: Libertad de asociación y libertad sindical, y el reconocimiento efectivo del derecho de negociación colectiva. b) Eliminación de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio. c) Abolición efectiva del trabajo infantil. d) Eliminación de la discriminación en materia de empleo y ocupación. a) Estos principios buscan que las personas cuenten con condiciones laborales que favorezcan el trabajo decente. De acuerdo con la OIT: El trabajo decente sintetiza las aspiraciones de las personas durante su vida laboral. Significa la oportunidad de acceder a un empleo productivo que genere un ingreso justo, la seguridad en el lugar de trabajo y la protección social para las familias, mejores perspectivas de desarrollo personal e integración social, libertad para que los individuos expresen sus opiniones, se organicen y participen en las decisiones que afectan sus vidas, y la igualdad de oportunidades y trato para todos, mujeres y hombres. OIT, 2016. La OIT también considera que: • • • La paz universal y permanente sólo puede basarse en la justicia social. Existen condiciones de trabajo que entrañan tal grado de injusticia, miseria y privaciones para gran número de seres humanos, que el descontento causado constituye una amenaza para la paz y la armonía universales. Si una nación no adopta un régimen de trabajo realmente humano, esta omisión constituiría un obstáculo a los esfuerzos de otras naciones que deseen mejorar la suerte de los trabajadores en sus propios países. Estos principios constituyen una guía para el desarrollo de cualquier nación, mientras prevalezcan como criterios indiscutibles en las relaciones laborales de todas las empresas. CAPÍTULO 8 Gestión responsable del talento humano en América Latina 105 Existen diversas áreas que aún requieren mejoras; por ejemplo: • • • • • • • • Reglamentación de las horas de trabajo, incluyendo la duración máxima de la jornada laboral diaria y semanal. Reglamentación de la contratación de mano de obra, la prevención del desempleo y el pago de un salario digno. Protección del trabajador contra enfermedades o accidentes como consecuencia de su trabajo. Protección de niños, jóvenes y mujeres. Pensión por vejez e invalidez, y protección de los intereses de los trabajadores ocupados en el extranjero. Reconocimiento del principio de igualdad de retribución en igualdad de condiciones. Reconocimiento del principio de libertad sindical. Organización de la enseñanza profesional y técnica, y otras medidas similares. Todos estos aspectos de la historia de la OIT están más presentes que nunca, tal como señala su actual director. Trabajar para la justicia social constituye nuestra valoración del pasado, y nuestro mandato para el futuro. Juan Somavía, director general de la OIT, 2016 El Pacto Mundial de 2015 revisa los Objetivos del Milenio y, en coalición con gobiernos, empresas, organizaciones civiles y líderes sociales, aprueba los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que tienen como centro a las personas, la paz, la prosperidad, el planeta y las alianzas. En particular, el ODS 8 afirma que hay que “promover el crecimiento económico, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo, y trabajo decente para todos”. Para ello, establece las siguientes metas: • • • • • • • • • • • Crecimiento económico sostenido per cápita. Aumento de la productividad. Crear nuevas empresas y formalizar las pequeñas y medianas (PYMES). Producción limpia. Empleo pleno y decente para todos. Reducir el número de personas inactivas económicamente y que tampoco estudian (2020). Eliminar el trabajo forzoso y el trabajo infantil (2025). Derechos laborales para todos. Turismo sostenible. Accesos a servicios financieros para la pequeña empresa. Estrategia mundial para empleo juvenil (2020). El trabajo decente también está relacionado con otros ODS: reducción de la pobreza; educación de calidad; igualdad de género; reducción de la desigualdad; producción y consumo responsable; y paz, justicia e instituciones sólidas. En ese sentido, las empresas participan al cumplir la ley y generar acciones de responsabilidad social más allá de la filantropía; anticipar el impacto de sus operaciones en los trabajadores, la comunidad local y el medio ambiente; incorporar prácticas de sostenibilidad en su gestión; y promover la coherencia entre los valores organizacionales y las estrategias de negocios. Todo ello le permitirá, además, lograr competitividad a largo plazo. La participación de la empresa para alcanzar los ODS en el año 2030 implica diversas acciones: Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 106 1. Impulsar la productividad, al incentivar la capacitación y certificación de competencias. 2. Formalizar el empleo, al cumplir con la afiliación al sistema de seguridad social y respetando los derechos laborales. 3. Ofrecer trabajo decente, desarrollar códigos y mecanismos de no discriminación, así como practicas éticas al reclutar a su personal. 4. Emplear a jóvenes, abriendo espacios de aprendizaje dentro de la empresa, lo que permitirá su formación técnica y académica de una forma armónica. 5. Erradicar el trabajo infantil, y pagar salarios y prestaciones suficientes a sus empleados. 6. Garantizar la equidad de género, sancionar el acoso sexual, pagar salarios iguales por trabajos iguales, y promover ascensos. De acuerdo con Thomas Wissing, representante de la OIT en México, la Cámara de Comercio de México se ha comprometido a evitar el trabajo infantil entre sus asociados, y a revisar la cadena de producción de la industria para evitarlo. La gestión de la diversidad y la equidad como una forma de asegurar el trabajo decente Un aspecto de especial interés dentro de las organizaciones es la gestión de la diversidad, evitando la discriminación y la violación de los derechos humanos. El Convenio 111 de las Naciones Unidas (1958) define la discriminación como: Cualquier distinción, exclusión o preferencia basada en motivos de raza, color, sexo, religión, opinión pública política, ascendencia nacional u origen social que tenga por efecto anular o alterar la igualdad de oportunidades, o de trato en el empleo y la ocupación.1 De esta manera, la equidad plantea un reto para dar oportunidades a todos en las mismas condiciones y reglas al interior de la empresa; sin embargo, no siempre se dan esas condiciones. En muchos casos, se ha ampliado la lista de los motivos de discriminación para incluir la discapacidad, la edad, el estado de salud, tener o ser sospechoso de tener VIH o SIDA, la afiliación sindical y la situación familiar.2 Por lo tanto, para la OIT, aplicar el principio de igualdad en las organizaciones requiere de algunos ajustes: Poner en práctica el principio de la igualdad de oportunidades y de trato supone mucho más que portarse de la misma manera con todo el mundo: requiere, además, adoptar medidas especiales y adaptar el entorno a sus diferencias.3 En la actualidad existen normas internacionales relacionadas con la RSE, las cuales incluyen entre sus directrices el tema de la diversidad y la no discriminación. La Social Accountability 8000 (SA8000), por ejemplo, es una norma internacional generada a iniciativa del Consejo de la Agencia para la Prioridad Económica (CEPAA), con la finalidad de asegurar la producción ética de bienes y servicios. Es una norma de carácter voluntario y puede aplicarse a cualquier organización o empresa en el campo industrial. Establece disposiciones básicas sobre el trabajo infantil, el trabajo forzado, la salud y la seguridad, la libertad de asociación, el derecho de intercambio colectivo, la discriminación, las prácticas disciplinarias, las horas de 1 2 3 Convenio 111, Discriminación en materia de Empleo y Ocupación (1958) http://www.uasb.edu.ec/padh/revista9/ instrumentos/convenio%20111.htm Informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) (2007). La igualdad en el trabajo: Afrontar los retos que se plantean 2007, pp. 9-11. Ibíd. CAPÍTULO 8 Gestión responsable del talento humano en América Latina 107 trabajo y las remuneraciones. En cuanto al tema de discriminación, enfatiza que es inadmisible la discriminación por raza, casta, nacionalidad, religión, discapacidad, género, orientación sexual, pertenencia a un sindicato o afiliación política. Por otro lado, en el Libro Verde, la Comisión Europea monitorea y analiza los avances realizados en la lucha contra la discriminación con base en el sexo, la raza o el origen étnico, la religión o las convicciones, la edad, alguna discapacidad o la orientación sexual, y propone solicitar sugerencias sobre la forma en que la Unión Europea puede reforzar su acción en ese ámbito. En el caso de América Latina, se han firmado algunos convenios colectivos en los que se concede a los padres de familia periodos de licencia parental, lo cual es un ejemplo de cómo lograr mayor igualdad entre hombres y mujeres. Como se mencionó, existen diversas maneras o formas de discriminación, como las siguientes: a) Discriminación por género La Convención de las Naciones Unidas sobre la eliminación de toda forma de discriminación de la mujer, como su nombre lo indica, tiene el objetivo de eliminar el trato discriminatorio contra la mujer y obliga a los Estados a reformar las leyes vigentes para tal fin. En su artículo 1, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (Convention on the Elimination of All Forms of Discrimination Against Women, CEDAW) define la discriminación contra la mujer como: Cualquier distinción o exclusión hecha en base en el sexo que tenga el efecto o propósito de disminuir o nulificar el reconocimiento, goce y ejercicio por parte de las mujeres, independientemente de su estado civil, sobre la base de igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural, civil o en cualquier otra.4 b) Discriminación por religión En América Latina, este tipo de discriminación podría vincularse al aumento de la pluralidad religiosa, que se manifiesta en eventos específicos como el crecimiento de nuevas agrupaciones protestantes; la revitalización de prácticas indígenas ancestrales; las expresiones de religiosidad en ambientes no convencionales, así como en el surgimiento de nuevos movimientos de tipo espiritual.5 Por ejemplo, en algunos lugares de trabajo es posible que existan reglas específicas de vestimenta, las cuales podrían entrar en conflicto con algunas normas religiosas. Por otro lado, las horas de oración quizás entren en conflicto con los horarios habituales de trabajo.6 c) Discriminación por raza y etnia Este tipo de discriminación suele presentarse en reiteradas ocasiones hacia los trabajadores migrantes, ya sea por el color de su piel o raza, pero también simplemente por su condición de migrantes. La discriminación racial no sólo afecta a los migrantes o a las personas de raza negra; también afecta a los indígenas e incluso a los nacionales de origen extranjero. En el caso de Perú, por ejemplo, no existen cifras exactas sobre el número de trabajadores indígenas y no indígenas; sin embargo, en 2007 se realizaron dos estudios: el Censo Nacional de Población y Vivienda y el 4 5 6 Convenio 111 Discriminación en materia de empleo y ocupación (1958) http://www.uasb.edu.ec/padh/revista9/instrumentos/convenio%20111.htm Dirección General Adjunta de Estudios, Legislación y Políticas Públicas (diciembre de 2008). La invisibilidad estadística como base de la discriminación religiosa. Documento de trabajo núm. E-02-2008. Derechos Reservados 2009 Colección Estudios 2008. Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, Dante núm. 14, Col. Anzures, delegación Miguel Hidalgo, CP 11590, CDMX. Ontario Human Rights Commission: Policy on Creed and the Accommodation of Religious Observances, www.ohrc. on.ca/english/publications/creed-religion-policy.shtm Fecha de consulta: noviembre de 2010. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 108 Censo de Comunidades Indígenas de la Amazonia Peruana, los cuales dieron como resultado un total de 4 millones de indígenas distribuidos en todo el país, representando cerca de 14% de la población total. Hay países que han tomado acciones al respecto. Por ejemplo, en Brasil se ha puesto en práctica un programa denominado “Brasil, género y raza, unidos a favor de la igualdad de oportunidades”, que se elaboró con la ayuda de la OIT y en cooperación con las unidades de promoción de la igualdad de oportunidades y de la lucha contra la discriminación en el empleo y la ocupación. d) Discriminación por edad Un ejemplo de esta forma de discriminación son los anuncios de empleo en los que se excluye la candidatura de las personas mayores de una edad determinada. Este tipo de discriminación también afecta a los más jóvenes, es decir, ambos extremos del espectro de edad resultan perjudicados. En el caso de los más jóvenes, se les ofrecen empleos temporales, con prestaciones y menores perspectivas de carrera. De hecho, una serie de estudios recientes de la OIT indica que, al contrario de lo que se creía, los trabajadores más jóvenes pueden ser más vulnerables a la discriminación por motivos de edad.7 Entre otras manifestaciones de la discriminación contra los trabajadores más jóvenes figuran la aplicación de periodos de prueba más largos que para los trabajadores de más edad, o bien, es común que se les ofrezcan formas de contratación más flexibles.8 La otra cara de la moneda se da en los trabajadores de mayor edad, de quienes se cree erróneamente que son de lento aprendizaje, poco adaptables y de salud frágil. No se descarta, sin embargo, que baje la productividad de los empleados que han trabajado en malas condiciones durante largos periodos y que padecen problemas de salud, por lo que tienen derecho a una protección especial.9 En este sentido, puede resultar muy útil adaptar el lugar de trabajo para ellos. e) Discriminación por orientación sexual Los empleados pueden sufrir discriminación en el lugar de trabajo si se sabe o se sospecha que son lesbianas, gays, bisexuales o transexuales, categorías que cada vez con mayor frecuencia se identifican con el acrónimo LGBT. Las instituciones y los mecanismos de derechos humanos de ámbito nacional o internacional otorgan cada vez mayor importancia a la lucha contra la discriminación basada en la orientación sexual.10 Ejemplos de discriminación de este tipo en el lugar de trabajo son la denegación de empleo o de ascensos, y el despido. También es común que se presenten situaciones como acoso, bromas indeseables y comentarios tendenciosos, abuso verbal, chismes difamatorios, intimidación y hostigamiento, falsas acusaciones de pedofilia, chantaje, violencia e incluso amenazas de muerte. En materia laboral, no se ha avanzado mucho sobre el tema en América Latina. Así, países como Argentina permiten el matrimonio entre homosexuales, pero todavía no gozan de una legislación laboral que los proteja. f) La discriminación basada en la discapacidad Unos 650 millones de personas, es decir, 10% de la población mundial, padece alguna discapacidad, ya sea física o mental.11 Las estadísticas indican que aproximadamente sólo una de cada cinco de esas personas nació con dicha discapacidad, mientras que la mayoría la adquirió después de los 16 años, principalmente durante su vida laboral. 7 8 9 10 11 OIT: Informe sobre las tendencias mundiales del empleo juvenil (Ginebra, 2006). Rosas, G. y Rossignotti, G. (2005). Empezar bien el milenio, con empleo decente para los jóvenes. Revista Internacional del Trabajo. OIT. Op. cit. Le Monde e International Lesbian and Gay Association (ILGA) (2004). State Homophobia, a World Legal Map, www.ilga.org/statehomophobia/StateHomophobia3.jpg. Fecha de consulta: noviembre de 2010. OIT. Op. cit. CAPÍTULO 8 Gestión responsable del talento humano en América Latina 109 Unos 470 millones de personas con discapacidad están en edad de trabajar. Por lo general, las personas con discapacidad que han obtenido empleo tienen ingresos inferiores a los de los trabajadores no discapacitados, y si bien la brecha salarial es en buena medida imputable al bajo nivel educativo, la discriminación es un factor que también influye. Igualmente importante es la disparidad salarial entre hombres y mujeres discapacitados. Para las personas discapacitadas, la probabilidad de encontrar trabajo parece disminuir cuanto mayor es su nivel de discapacidad. Una fuente importante de exclusión o desventaja para las personas con discapacidad es el hecho de que aún suele considerárseles improductivas, incapaces de efectuar un trabajo y demasiado costosas para el empleador. g) Discriminación por estilo de vida En los últimos años ha surgido, especialmente en el mundo industrializado, una serie de prácticas que pueden conducir al trato desfavorable de cierto grupo por los riesgos que desde el punto de vista del empleador implica su contratación o permanencia en el puesto de trabajo. Entre esas personas figuran aquellos con predisposición genética a desarrollar determinadas enfermedades, así como quienes llevan un estilo de vida considerado “poco saludable”. El estilo de vida y, más concretamente, el hecho de que un individuo lleve una vida “saludable” se está convirtiendo en un factor determinante para obtener o mantener un empleo. En diversos países industrializados, el hecho de tener sobrepeso, ser fumador o sufrir hipertensión representa un inconveniente cada vez mayor en el trabajo. Esas prácticas plantean importantes interrogantes sobre dónde debe trazarse la línea divisoria entre el control que pueden tener los empleadores sobre lo que los trabajadores hacen fuera del lugar de trabajo, y la libertad individual de vivir como se elija. Seguridad y salud ocupacional Todas las iniciativas de responsabilidad social, como el Pacto Global, el Libro Verde, la Global Reporting Initiative, y las normas ISO 26000, SA 8000 y SGE 21 indican que el trabajador tiene el derecho de estar en un medio ambiente adecuado, con condiciones de trabajo justas, dignas, y donde sea posible su participación para la mejora de las condiciones de salud y seguridad. a) Accidentes de trabajo y enfermedades profesionales Las personas pasan más de un tercio de cada día en el trabajo. Por lo que las condiciones laborales pueden tener un efecto importante y directo en la salud y el bienestar de los aproximadamente 210 millones de trabajadores de América Latina y el Caribe y sus familias. Actualmente no se cuestiona el hecho de que los accidentes laborales son el resultado de una interacción de varios factores, entre los que destacan las condiciones de trabajo (condiciones ambientales, equipos, organización del trabajo, relaciones laborales) y los factores relacionados con la conducta de las personas. b) Factores de riesgo Los trabajadores pueden verse expuestos a una gran cantidad de peligros de tipo físico, químico, biológico y psicológico, los cuales pueden constituir un riesgo para su salud. Se calcula que entre 50 y 70 por ciento de los trabajadores de los países en desarrollo están expuestos a esos tipos de peligro.12 Otros peligros físicos como el ruido, la vibración, la radiación por ionización y no ionización, el calor y otras condiciones climáticas también pueden tener efectos adversos en la salud, en ocasiones tan graves como el cáncer. También es frecuente que en los lugares de trabajo haya peligros biológicos, como virus, bacterias, parásitos, hongos y moho. 12 OIT. Op. cit. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 110 Cabe señalar que el alto nivel de riesgo inherente a una actividad particular no es el único determinante de condiciones laborales peligrosas: los espacios mal diseñados o la ausencia de dispositivos de seguridad o de equipos protectores, así como ciertos procedimientos y la falta de capacitación pueden exponer a los trabajadores a riesgos adicionales e innecesarios. Estrés y enfermedades cardiovasculares también son consecuencia de un ambiente laboral donde reina la desigualdad, la injusticia y la falta de comunicación, entre otros factores. c) Prevención de riesgos laborales Una manera de prevenir los riesgos laborales es otorgar capacitación a los profesionales de la salud para que reconozcan las lesiones ocupacionales y, en particular, las enfermedades ocasionadas por la actividad laboral. Cuando los trabajadores, gerentes, profesionales de la salud y reguladores están mejor capacitados, tienden a generar mejores sistemas de notificación e información, que a la vez, proporciona la información para elevar la calidad de la capacitación e instrucción. Conciliación entre la vida personal, familiar y laboral La conciliación entre trabajo y vida familiar es el conjunto de iniciativas que adoptan las organizaciones para crear condiciones en las que sus empleados puedan cumplir de manera óptima con las responsabilidades familiares y laborales, logrando una relación más armónica entre dos esferas importantes de la vida, al tiempo que se busca la equidad entre hombres y mujeres. Para conciliar el trabajo y familia, se proponen cuatro medidas:13 – Organización de las horas de trabajo. – Permisos por responsabilidades familiares. – Servicios para el cuidado de las personas dependientes y de apoyo a las necesidades familiares y domésticas. – La conciliación entre la vida laboral y familiar con base en la redistribución de las tareas. En la mayoría de los códigos laborales y reglamentos específicos de América Latina, se ha priorizado la protección a la maternidad, pero sin velar por la igualdad. Un aspecto de especial mejora es el acceso a los servicios públicos de cuidado infantil en la región de América Latina, que en la actualidad son deficientes. Por otro lado, en los países donde es obligación de las empresas contar con guarderías o centros de cuidado infantil, la capacidad de atención está asociada al número de mujeres trabajadoras, pero no al número de hombres; además, esta disposición no se suele cumplir plenamente. A pesar de ello hay algunos avances. Por ejemplo, Chile ha incrementado desde 1990 a la fecha en 240 por ciento la oferta pública de guarderías, a través del programa “Chile crece contigo”. Algunos países como Perú, otorgan licencias por paternidad con el objetivo de promover que la pareja comparta las responsabilidades en el hogar. Remuneraciones y protección social a) Salario mínimo El salario mínimo es un importante instrumento de política relacionado con la protección social y es una práctica universal, ya que la mayoría de los países lo aplican, a excepción de los de Oriente Medio. El nivel del salario mínimo varía considerablemente entre países. La situación más frecuente es que los países fijen su salario mínimo en torno al 40 por ciento del salario promedio. 13 Cómo conciliar vida laboral y vida familiar. Guía práctica para implementar medidas de conciliación familia y trabajo en la empresa (mayo de 2003). Ésta es una publicación conjunta de Acción Empresarial y el Servicio Nacional de la Mujer, SERNAM. CAPÍTULO 8 Gestión responsable del talento humano en América Latina 111 En muchos países, a pesar de la crisis, el salario mínimo ha seguido aumentando, ya sea en el marco de planes de ajuste a largo plazo (por ejemplo en Brasil y Reino Unido) o como resultado de los análisis periódicos de la situación económica y del mercado de trabajo en el ámbito nacional (por ejemplo en Estados Unidos, Pakistán y Jordania). b) Beneficios sociales Los empleadores, cada vez que contratan a un trabajador, tienen la obligación de afiliarlo al sistema de pensiones, al sistema de seguridad social de salud y al sistema de atención de riesgos profesionales.14 La seguridad social de salud es responsable del tratamiento de enfermedades profesionales y no profesionales, así como de atender la maternidad y a los recién nacidos. También es obligación de los empleadores brindar información sobre accidentes de trabajo, cada vez que éstos ocurran, practicar exámenes médicos y llevar los registros de horas extra de trabajo. c) Prestaciones Por lo que respecta a prestaciones de servicios,15 en la mayoría de los países de América Latina el empleador está a cargo de la prima de servicios, de facilitar el calzado y la vestimenta especiales de trabajo, de prestar auxilio de cesantía, de otorgar vacaciones y ayuda para transporte, entre otros. Además, en algunos países como Colombia, se afilia al trabajador a las cajas de compensación familiar (que están comprendidas dentro del rubro de subsidio familiar); también existe el subsidio por desempleo, y se brindan alternativas de recreación y deporte. En el caso de Perú, además de las prestaciones anteriormente mencionadas, los empleados tienen derecho a participar de las utilidades de la empresa. Jornadas de trabajo Para la Norma SA 8000, la semana de trabajo normal no deberá exceder las 48 horas. Se otorgará al personal por lo menos un día libre en cada periodo de siete días. Todo trabajo que implique horas extra será remunerado con paga adicional superior a la de las horas normales, pero en ninguna circunstancia el número de horas extra será mayor de 12 por empleado a la semana. Las horas extra laborales serán voluntarias, a menos que se trate de los casos excepcionales que señala la norma. Despidos y reinserción laboral El despido se genera porque existe una situación de conflicto en la relación laboral; consiste en que el trabajador deja de prestar sus servicios por decisión del empleador. Esta decisión puede ser justificada, si se han presentado las causales que configuran la extinción del contrato de trabajo; sin embargo, si la decisión del empleador es arbitraria, nos encontramos ante un despido injustificado. Con respecto a programas de reinserción, conviene mencionar como ejemplo las acciones tomadas en Bolivia, Colombia, Perú y Ecuador, donde se desarrollaron programas de reconversión laboral, cuya finalidad fue adecuar la formación de trabajadores a las nuevas condiciones del mercado para facilitar su reinserción en el empleo y aumentar la productividad. En su mayor parte, fueron diseñados para enfrentar situaciones críticas en el sector público (trabajadores despedidos o con riesgo de perder su puesto) como resultado de procesos de reforma del Estado o de privatización de empresas públicas. 14 15 http://www.kpmg.com.co/guia_laboral_web_2009/obligaciones_empleador.htm Fecha de consulta: noviembre de 2010. http://www.kpmg.com.co/guia_laboral_web_2009/prestaciones_sociales.htm Fecha de consulta: noviembre de 2010. 112 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Conclusiones En algunos países de América Latina se han firmado convenios colectivos que conceden a los padres de familia licencia parental, lo que representa un avance en la gestión de la diversidad y la no discriminación. En la Conferencia Regional para las Américas (2006), algunas conclusiones reconocieron el papel positivo que desempeñan las instituciones nacionales para combatir el racismo. En cuanto a la seguridad y la salud ocupacionales, entre 50 y 70 por ciento de la fuerza laboral en los países en desarrollo está expuesta a factores de riesgo, ya sea de tipo físico, químico, biológico y psicológico, y esto puede constituir un riesgo para la salud. La manera de prevenir estos riesgos es capacitar a profesionales de la salud en enfermedades ocupacionales. En Perú se cuenta con el Reglamento de Salud y Seguridad en el Trabajo, que plantea políticas nacionales para la prevención. En cuanto al equilibrio entre vida personal, familiar y laboral, la mayoría de los empresarios reconocen que el éxito viene de la gente. La conciliación, basada en la redistribución de las tareas de cuidado entre el Estado, la empresa y las familias, sigue siendo el punto ciego de las políticas públicas de América Latina y el Caribe. Según informes de la OIT, se registra una leve disminución en las horas promedio trabajadas a la semana. CAPÍTULO 8 Gestión responsable del talento humano en América Latina 113 Términos clave Conciliación Diversidad Gestión del talento humano Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) Responsabilidad social Seguridad y salud ocupacional Trabajo decente Vida personal, familiar y trabajo Preguntas para debate • • • • • • En el caso de que usted trabaje actualmente, ¿considera que en su empresa se respetan los derechos humanos? ¿Qué deberían hacer los países para fomentar el trabajo decente en las empresas? ¿Cree que el hecho de favorecer las normas de equidad, salud y seguridad, así como un sistema de remuneraciones y protección social, constituye una estrategia de sostenibilidad para la empresa? ¿Cree que las condiciones en las que trabaja el personal de una empresa influyen en su desempeño? Explique su respuesta. ¿Por qué es relevante hablar de las condiciones laborales dentro de la gestión del talento humano? ¿La responsabilidad social puede ser una estrategia de sostenibilidad para la empresa? Lecturas recomendadas Abramo, L. y Rangel, M. (2005) Negociação colectiva e igualdade de gênero na América Latina, Brasilia: OIT, pág. 49. CEPAL ¿Qué Estado para qué igualdad? El Cuidado: El Punto Ciego de las Políticas de Empleo. Organización de las Naciones Unidas (ONU). Asamblea General: Actividades mundiales para la eliminación total del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia y la aplicación general y el seguimiento de la Declaración y el Programa de Acción de Durban. Informe del Secretario General, documento A/61/337, 12 de septiembre de 2006, párrafos 57 y 59. Organización Internacional del Trabajo (OIT) (2007). La igualdad en el trabajo: Afrontar los retos que se plantean, 9-11. Organización Internacional del Trabajo (OIT) (2006). Informe sobre las tendencias mundiales del empleo juvenil (Ginebra). Organización Internacional del Trabajo (OIT). Cómo funciona la OIT. Disponible en http://www.ilo.org/global/about-the-ilo/lang--es/index.htm Rosas, G. y Rossignotti, G. (2005). Empezar bien el milenio, con empleo decente para los jóvenes. Revista Internacional del Trabajo. C a p ít ulo 9 El marketing y la RSE. Lo social como estrategia de marketing Juan Carlos Sanclemente-Téllez Objetivos Al finalizar este capítulo, usted deberá ser capaz de: • • • • • • Reconocer la evolución que han tenido el marketing y la RSE, desde el punto de vista de las definiciones y la práctica. Comprender la manera en que se ha entendido la RSE en el campo del marketing. Identificar las principales perspectivas de la RSE desde el punto de vista del marketing. Distinguir los principales conceptos utilizados en marketing en cuanto al manejo de la RSE. Aplicar los principales constituyentes de la RSE en el desarrollo de una estrategia de marketing de la empresa. Analizar y evaluar una determinada estrategia de RSE desde el punto de vista del marketing. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 116 Caso ilustrativo 9-1 ¿Compromiso o pura imagen? Desde 1996, Grupo Danone México, empresa líder en productos alimenticios y con presencia en todo el país, empezó a invitar a todos sus consumidores a vincularse a un proyecto denominado “Construyamos sus sueños”, el cual beneficiaría a la institución Casa de la Amistad para Niños con Cáncer. Cada año se diagnostica en México un número significativo de casos de cáncer, una enfermedad que se ha convertido en la segunda causa de muerte de niños en el país debido a que sólo un pequeño porcentaje de ellos tiene acceso a un tratamiento adecuado. Desde hace 20 años y gracias al apoyo de miles de mexicanos, la empresa destina un porcentaje de sus ventas durante un determinado periodo al año a esta causa. La campaña emprendida por Danone cuenta con mucha historia y trayectoria en México. Sin embargo, los clientes y la comunidad en general estaban un tanto confundidos acerca del alcance de dicha estrategia, pues se preguntaban si la empresa estaba realizando una “acción comercial más” con la intención de tener buenos resultados en las ventas de sus productos, o si efectivamente pretendía apoyar una causa social específica que involucraba a toda la sociedad. Introducción Este capítulo analiza en qué medida y cómo el marketing se ha vinculado con la RSE. Esta relación se justifica, puesto que el marketing es una disciplina fundamental en los negocios y tal vez una de las que más se preocupa por el vínculo que existe entre la empresa y el entorno en que opera. A la vez, las empresas en general también han tenido en cuenta el clima de desconfianza hacia los negocios generado por los escándalos financieros suscitados desde tiempo atrás, sobre todo en importantes compañías contables multinacionales que se habían autoproclamado “socialmente responsables”. A partir de entonces se han entablado acciones estratégicas en ese sentido, como señalan Maignan y Ferrell.1 Definir e ilustrar la inclusión de la RSE en el campo del marketing es esencial, puesto que resulta valioso contar con un panorama de las perspectivas teóricas que permita integrar dichos conceptos. La definición de marketing se transformó desde 1935 hasta 2007 y 2013, en un proceso orientado principalmente por la American Marketing Association (AMA), una agrupación estadounidense de profesionales involucrados en la práctica, la enseñanza y el estudio del marketing a nivel mundial. Tal definición superó un enfoque dirigido a la distribución, siguiendo por una orientación hacia las tareas de los gerentes en cuanto al diseño y la oferta de una mezcla de marketing, hasta llegar a un compromiso completo de las organizaciones (a través de sus relaciones con los grupos de interés) con la sociedad en la cual desarrollan sus actividades comerciales. El tratamiento conceptual de las relaciones entre las empresas y la sociedad se ha propuesto igualmente, en el campo del marketing, en las denominadas escuelas de pensamiento, las cuales, como la gerencial, la de macromarketing y la activista, han esbozado los principales elementos de esa relación.2 En cuanto a la RSE, a través del tiempo se ha presentado una evolución en su definición, sin haber llegado a un consenso, pero advirtiendo siempre la importancia estratégica del 1 2 Maignan, I. y Ferrell, O. C. (2004). Corporate Social Responsibility and Marketing: An Integrative Framework. Journal of the Academy of Marketing Science, 32(1), 3-19. Sheth, J., Gardner, D. y Garrett, D. (1988). Marketing Theory: Evolution and Evaluation. Estados Unidos: John Wiley & Sons, Inc. También Shaw, E. y Jones, B. (2005). A history of schools of marketing thought. Marketing Theory, 5(3), 239-281. CAPÍTULO 9 El marketing y la RSE. Lo social como estrategia de marketing 117 concepto en las empresas. En este libro ya se han abordado algunos aspectos de la RSE, comenzando por sus definiciones, por lo que este capítulo se limitará a analizar la relación entre los dos constructos. Por otro lado, se puede constatar que desde que en el campo del marketing se comenzaron a tratar aspectos de la RSE, su enfoque se ha dirigido a la ampliación del concepto de marketing, pasando por el análisis de las funciones sociales de los negocios hasta concentrarse en una verdadera intención estratégica en la aplicación del constructo. En la mayoría de los casos, el concepto se centra sólo en algunos de los principales grupos de interés de la empresa: clientes, consumidores y distribuidores. Este capítulo se organizó de la siguiente manera. En la sección que se presenta en seguida nos ocuparemos de las nociones centrales del marketing y la RSE. Luego, se propone una revisión de los conceptos de la RSE tratados en la literatura del marketing, para intentar establecer una clasificación por temas principales –la cual en ningún momento pretende ser exhaustiva–, mediante una ilustración con ejemplos de empresas ubicadas en América Latina. Por último, se presentan las conclusiones de dicha revisión. Conceptos centrales y aspectos de RSE en la literatura del marketing Los dos conceptos básicos manejados en este capítulo son el del marketing y el de la RSE. El marketing se desarrolla siempre en contexto social. La idea de marketing como una disciplina social se ha relacionado con un intercambio entre actores sociales, individuos, grupos u organizaciones, como explica Hunt: “La ciencia del marketing es la ciencia del comportamiento que trata de explicar las relaciones de intercambio”.3 Tal significado ha cambiado a través del tiempo. Por ello proponemos realizar un análisis de su evolución mediante las definiciones planteadas por la AMA. Dichas definiciones “oficiales” se presentan en la tabla 9-1 para dejar en claro cuál ha sido su transformación, el enfoque de cada una y la concepción de la RSE que existía en la época correspondiente. TABL A 9 - 1 Evolución de la definición de marketing y la concepción asociada de la RSE en cada época. Definiciones de la AMA (American Marketing Association) 1935 “El marketing es el desempeño de las actividades de negocio que dirigen el flujo de bienes y servicios desde los productores hasta los consumidores.” 3 4 Enfoque de la definición Enfoque económico en el que se privilegia una función gerencial encargada de coordinar la oferta y la demanda de bienes y servicios. El marketing se considera como una actividad de negocios en la que son muy importantes las transacciones y la distribución. Definición o concepción de la RSE en la época correspondiente Se insiste en “la necesidad de educar a los hombres de negocios hacia un nuevo sentido de responsabilidad social” (1930).4 Hunt, S. D. (1983). General Theories and the Fundamental Explananda of Marketing. Journal of Marketing, 47(4), p. 13. Wendell Wilkie, un famoso abogado y ejecutivo, candidato a la presidencia de Estados Unidos por el partido Republicano y fuerte crítico del New Deal, desde el mundo de la política y los negocios insistía en estas afirmaciones (citado por Carroll, 1979, A Three Dimensional Conceptual Model of Corporate Performance. The Academy of Management Review, 4(4), p. 497). Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 118 1985 “El marketing es el proceso de planificación y ejecución de la concepción, precio, promoción y distribución de ideas, bienes y servicios para crear intercambios que satisfagan objetivos individuales y organizacionales.” El marketing continúa siendo una función gerencial cuyo propósito es el de satisfacer los intercambios. Es una función tanto individual como organizacional. “La responsabilidad social de los negocios abarca las expectativas económicas, legales, éticas y discrecionales que la sociedad tiene de las organizaciones en un punto dado en el tiempo” (1979).5 2004 “El marketing es una función organizacional y un conjunto de procesos para crear, comunicar y entregar valor a los clientes y para la gestión de las relaciones con ellos, de tal forma que beneficien a la organización y a sus grupos de interés.” El marketing se considera como una función organizacional y no necesariamente como una función individual. El propósito fundamental que tiene la disciplina es el de crear valor. Se advierte la importancia de manejar relaciones con todos los grupos de interés, lo cual empieza a evidenciar una relación clara entre el mundo de los negocios y la sociedad, así como el impacto de las actividades del marketing en ese sentido. “La integración por parte de las empresas de la preocupación social y ambiental a las actividades empresariales diarias y en las relaciones con sus grupos de interés, siempre desde una perspectiva voluntaria” (2005).6 2007, 20137 “El marketing es la actividad, conjunto de instituciones y procesos para crear, comunicar y entregar ofertas de intercambio que tienen valor para los consumidores, clientes, vendedores, asociados y la sociedad en general.” El marketing no sólo es un proceso gerencial, también es una ciencia, un proceso educativo y una filosofía. Es una definición de naturaleza inclusiva que reconoce explícitamente el rol que desempeñan los que no participan de manera directa en el proceso de marketing. La práctica y las actividades de marketing benefician a la sociedad. “Es la responsabilidad de las empresas por sus impactos sobre la sociedad” (2011).8 “Es la responsabilidad de una organización ante los impactos que sus decisiones y actividades ocasionan en la sociedad y el medio ambiente, mediante un comportamiento ético y transparente que: contribuya al desarrollo sostenible incluyendo la salud y el bienestar de la sociedad; tome en consideración las expectativas de sus partes interesadas; cumpla con la legislación aplicable y sea coherente con la normativa internacional de comportamiento; y esté integrada en toda la organización y se lleve a la práctica en sus relaciones”(ISO 26000) (2010).9 Fuente: Elaboración del autor. 5 6 7 8 9 Carroll (1979). Op. cit., p. 499. Vives, Corral e Isusi (2005). Responsabilidad social de la empresa en las PYMES de Latinoamérica. Nueva York: BID, p. 19. El comité de directores de la AMA revisó la definición de marketing en 2013 y decidió continuar con la establecida en 2007. Comisión Europea, Libro Verde. Communication from the Commission to the European Parliament, the Council, the European Economic and Social Committee and the Committee of the Regions. A renewed EU strategy 2011-14 for Corporate Social Responsibility. https://www.iso.org/obp/ui#iso:std:iso:26000:ed-1:v1:es CAPÍTULO 9 El marketing y la RSE. Lo social como estrategia de marketing 119 Al definir el marketing como algo “que tiene valor para los clientes, consumidores, vendedores, asociados y la sociedad en general”, se reconoce el papel y la responsabilidad del marketing en la sociedad. Lo anterior expresa igualmente que el marketing debe aportar valor para todos esos públicos, no sólo para la empresa y sus clientes. De igual manera, se percibe que definir el marketing con un enfoque más global ayuda a revelar la presencia y contribución de muchas actividades, instituciones y procesos del marketing más allá de las de una simple compañía y sus dirigentes, lo cual normalmente ha constituido su dominio. Por otro lado, la definición actual permite ampliar la perspectiva de las relaciones que pueda tener el marketing con otras disciplinas, como con la administración, la cual ha tratado ampliamente los aspectos de la RSE. Esta definición es más completa (2007, 2013), aporta un enfoque sis témico, se traduce con facilidad en concepciones acerca de las personas y los mercados que resultan afectados por las acciones de las empresas y los practicantes del marketing. Como es evidente, esto implica relaciones estrechas y responsabilidades entre las organizaciones y la sociedad en la que se desenvuelven. La responsabilidad social empresarial en el campo del marketing Reafirmamos que en la disciplina del marketing el tratamiento de la RSE, si bien ha sido recurrente, ha estado limitado a determinadas dimensiones del constructo (por ejemplo, marketing de causas, marketing ambiental, marketing social, calidad de vida, consumo sustentable, etcétera). Por ello, en las siguientes líneas se esbozan las principales perspectivas teóricas de la interrelación de los dos constructos en la literatura. Para puntualizar e ilustrar dichos aportes teóricos, en primera instancia se plantea cada una de sus perspectivas mediante una breve explicación y, en seguida, se expone un caso ilustrativo de aplicación de la RSE en el contexto latinoamericano. Marketing/RSE: Principales perspectivas teóricas: 1. La ampliación del concepto de marketing: Incluye la aplicación de los principales conceptos y técnicas del marketing a la promoción de objetivos sociales y el rol social de los negocios. 2. El marketing y la sociedad: Marketing y desarrollo económico, macromarketing, las contribuciones del marketing a la sociedad en general, oportunidades de negocios en la “base de la pirámide”. 3. Dimensiones específicas de la responsabilidad social en el marketing: Esta perspectiva comprende la ética en el marketing; la distribución minorista y la RSE; marketing social; marketing relacionado con una causa; comercio justo, consumo responsable y vulnerabilidad de los consumidores; filantropía; marketing verde y greenwashing, y marketing responsable. 4. RSE, asociaciones corporativas, imagen y reputación, así como grupos de interés: Abarca las acciones de la RSE como herramienta de comunicación para incrementar la lealtad de los consumidores, así como la construcción de imagen y reputación, el marketing corporativo y la identificación, así como las respuestas del consumidor hacia las empresas a partir de sus acciones de RSE. 5. La relación RSE/desempeño global de la empresa: Incluye la RSE como estrategia corporativa y fuente de ventaja competitiva de las organizaciones. La ampliación del concepto de marketing Esta perspectiva hace referencia a los aportes fundamentales que en la disciplina del marketing se encargan de ampliar la aplicación del concepto a campos distintos de los negocios. De igual manera, esta perspectiva plantea el importante papel social que cumplen los negocios en la economía. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 120 Caso ilustrativo 9-2 Cerveza y microcréditos: Vulnerabilidad e integración laboral Backus y Cervecería San Juan S. A., en el Perú, forman parte del grupo SABMiller y desarrollan como principal actividad económica la fabricación de cerveza que comercializan en todo el país, para lo cual disponen de manera estratégica no sólo de plantas de producción, sino también de un efectivo sistema de distribución. Dentro de su visión de desarrollo sostenible denominada “Prosperar”, dichas empresas consideran que cuando las comunidades locales, las economías y el ambiente prosperan, su negocio también lo hace. Por ello, han establecido programas de “nanocréditos” para sus clientes (bodegueros), gracias a los cuales estos últimos pueden tener acceso a líneas de crédito a través del uso de la tecnología del teléfono celular; de esta manera, los clientes mejoran su liquidez financiera. Por otro lado, Adecco Argentina, líder en contratación de personal, ofrece soluciones integrales en el área de recursos humanos. La empresa se ha comprometido a contribuir a que el trabajo, un factor fundamental para la integración e igualdad social, sea accesible para todos, especialmente para las personas vulnerables. Al reconocer que la capacitación es una herramienta esencial para la integración laboral, la empresa ha desarrollado programas para facilitar el acceso al mercado laboral de grupos como personas con discapacidad, trabajadores mayores de 45 años, jóvenes de 18 a 25 años en riesgo de exclusión, personas que han estado ausentes del mercado laboral durante mucho tiempo y deportistas al final de sus carreras. ¿Estas actividades cumplen plenamente con el rol social que tiene una empresa en la economía? ¿Son acciones a largo plazo verdaderamente benéficas para la sociedad? El marketing y la sociedad Esta visión reúne todos aquellos aportes que tratan la relación entre la disciplina del marketing y la sociedad (el crecimiento y el desarrollo económicos). Incluye un tema de actualidad en la economía: el tratamiento de la “base de la pirámide”, que a grandes rasgos considera que “la distribución de la riqueza y la capacidad de generar ingresos en el mundo pueden captarse bajo la forma de una pirámide económica. En la cima de la pirámide están los ricos, con numerosas oportunidades para generar altos niveles de ingreso. Más de cuatro mil millones de personas ocupan la base de la pirámide, con menos de 2 dólares al día”.10 En este mismo campo de acción se ha desarrollado el concepto de “negocios inclusivos”, consistentes básicamente en iniciativas comerciales de las empresas para incorporar a su cadena productiva, de modo lucrativo, a sectores sociales de bajos ingresos. Tales planteamientos han interesado mucho a las unidades comerciales y de marketing de las empresas al percatarse del inmenso potencial lucrativo de la “base de la pirámide”, gracias a su gran tamaño; al mismo tiempo, han llamado la atención de las áreas de la RSE, por el acento que se coloca en la posibilidad de generar valor social a la comunidad, sin que esto implique perder dinero en el desarrollo de los negocios. Caso ilustrativo 9-3 Banca más próxima y distribución inclusiva Bancolombia, primer establecimiento financiero de Colombia y perteneciente al grupo del mismo nombre, ha desarrollado desde 2006 una alianza con distintos establecimientos comerciales en todo el país, para estar más cerca de 10 Prahalad, C. K. (2005). La oportunidad de negocios en la base de la pirámide. Bogotá: Editorial Norma. Prahalad, C. K. (2010). The Fortune at the Bottom of the Pyramid. Eradicating Poverty through Profits. Nueva Jersey: Pearson Education Inc. CAPÍTULO 9 El marketing y la RSE. Lo social como estrategia de marketing 121 sus clientes y que éstos puedan consignar, pagar, retirar y conocer los productos y servicios del banco sin tener que desplazarse a las sucursales. Los alrededor de 6,800 corresponsales le permiten llegar a aquellas regiones o sectores donde la presencia de los servicios financieros es escasa o muy limitada. Por una parte, posibilitan que sus clientes ubicados en zonas apartadas tengan acceso a los servicios bancarios y, por otra, permiten a ciertos comerciantes de esas mismas zonas tener ingresos adicionales en sus actividades comerciales. Grupo Arcor, empresa industrial de Argentina, especializada en la elaboración de alimentos, golosinas, galletas, chocolates y helados, desde 2013 puso en marcha un programa dirigido a mejorar la gestión de un grupo de comercios minoristas, que son clientes de los distribuidores de la empresa. El programa busca promover el fortalecimiento de estos establecimientos en asuntos relacionados con la gestión empresarial, comercial, financiera y sostenibilidad brindándoles las herramientas para alcanzar un mayor grado de profesionalismo y mejora en sus resultados comerciales. En Argentina avanzan con su proyecto “Mi almacén”, mientras que en Chile implementan el programa denominado “Club del emprendedor”, basado en “enseñar haciendo” mediante el intercambio y la capacitación. ¿Estas iniciativas buscan crear únicamente valor económico para las empresas que las ponen en marcha, o generan valor social tanto para consumidores como para distribuidores? Dimensiones específicas de la RSE en marketing Con tal visión se abarcan aplicaciones específicas del marketing a problemas y objetivos sociales. Por ejemplo, se encuentran conceptos como marketing social, marketing de causas, filantropía, marketing verde o ambiental y el greenwashing. Kotler y Zaltman definen el marketing social como “diseño, implementación y control de programas pensados para influir en la aceptación de ideas sociales, implicando consideraciones de planificación de productos, precio, comunicación, distribución e investigación de mercados”.11 Varadarajan y Menon afirman que el marketing con causa o de causas es “el proceso de formulación e implementación de actividades de marketing en los que existe una oferta de la empresa para contribuir con una cantidad específica a una causa. Los clientes participan en los ingresos que proporcionan el intercambio. En esta acción se satisfacen tanto los objetivos organizacionales como los individuales”.12 La oferta “tiene una duración limitada y se refiere a un producto o una organización benéfica específicos”.13 Porter y Kramer,14 refiriéndose a la filantropía, plantean que las empresas pueden y deben manejar su acción social con un enfoque más estratégico. La inversión social estratégica, en ese sentido, permite alinear la creación de valor social y el interés económico de cualquier empresa a través del mejoramiento del “contexto competitivo” de su negocio central, es decir, mejorar la calidad del ambiente de negocios en las sociedades donde operan las empresas. Respecto del marketing ambiental o verde, Ottman menciona que “responde a las expectativas crecientes de los consumidores sobre la manera como operan las empresas, y requiere dos estrategias: 1. desarrollar productos que equilibren las necesidades de los consumidores en cuanto a calidad, rendimiento, asequibilidad y comodidad con el más bajo impacto posible en el medio ambiente y con el debido cuidado por los asuntos sociales como el trabajo y la comunidad y, 2. generar demanda para los productos por medio de comunicaciones creíbles y teñidas de valores, que ofrecen beneficios prácticos y que empoderan y comprometen a los consumidores con los temas ambientales y sociales importantes”.15 11 12 13 14 15 Kotler, P. y Zaltman, G. (1971). Social Marketing: An Approach to Planned Social Change. Journal of Marketing, 35, 3-12. Varadarajan, P. y Menon, A. (1988). Cause-Related Marketing: A Coalignment of Marketing Strategy and Corporate Philanthropy. Journal of Marketing, 52, 58-74. Kotler, P. y Lee, N. (2005). Corporate Social Responsibility. Doing the Most Good for Your Company and Your Cause. Hoboken, Nueva Jersey: John Wiley & Sons, Inc. Porter, M. y Kramer, M. (2002). The Competitive Advantage of Corporate Philanthropy. Harvard Business Review, 56-68. Ottman, J. (2013). Las nuevas reglas del marketing verde. Estrategias, herramientas e inspiración para marcas autosostenibles. Bogotá: Editorial Norma. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 122 En el tema del marketing verde, TerraChoice Environmental Marketing explica los seis grandes pecados de la estrategia de greenwashing de las empresas. El término describe la percepción de los consumidores respecto de iniciativas engañosas utilizadas por las empresas para promover prácticas ambientales o beneficios de sus productos o servicios hacia el medio ambiente, con las cuales se hacen un “lavado de cara” para tratar de reducir las repercusiones de otras acciones que dañaron o están dañando el entorno.16 Una distinción que debe hacerse en este apartado es la que existe entre marketing social, marketing de causa y la RSE. Se puede anotar que “el marketing social, la filantropía o el mecenazgo son acercamientos de la empresa a los problemas de la sociedad desde una perspectiva puntual. Por el contrario, la RSE es un compromiso adquirido por la empresa para el largo plazo, con crecientes implicaciones en el diseño de la estrategia corporativa”.17 Asimismo, se presenta una iniciativa social específica adicional que es la del voluntariado de los empleados, en el que la empresa apoya y favorece que su personal, los distribuidores y/o sus franquicias realicen voluntariado en organizaciones y causas de su comunidad.18 Caso ilustrativo 9-4 CIBanco, Telefónica, Natura, Postobón y el compromiso de la RSE CIBanco es un establecimiento financiero mexicano fundado en 1983 como una casa de cambio corporativa (Consultoría Internacional) que a partir de 2008 se convirtió en una institución de banca múltiple y a partir del año 2011, con el ánimo de ofrecer un servicio de excelencia y ante la urgencia de responder a la crisis ambiental con la convicción de que los negocios sostenibles serían la base de la economía del futuro, adoptó las finanzas verdes como la vocación y visión de sus operaciones bancarias. Así, se propuso brindar un nuevo modelo de banca en el que los clientes pudieran optar por productos financieros vinculados con un compromiso con la sostenibilidad. Telefónica Ecuador, filial del grupo del mismo nombre, es una empresa que facilita la comunicación entre las personas, ofreciéndoles la tecnología más segura y de vanguardia para que vivan mejor y consigan lo que se proponen. Sus tres principales marcas son Movistar, O2 y Vivo, las cuales operan en 21 países. En el último verano de 2016 más de 80 voluntarios de la empresa pasaron sus vacaciones solidarias internacionales colaborando en la reconstrucción de las regiones afectadas por el terremoto de Ecuador del 16 de abril de 2016 (que registró una intensidad de 7.8 grados en la escala de Richter) mediante varios proyectos, y a ellos se sumaron voluntarios trabajadores de la empresa en ese país. La falta de vivienda y la desaparición de 22,000 empleos fueron dos de los más grandes problemas que dejó el sismo en esa nación, por lo que los voluntarios dedicaron sus esfuerzos a una doble labor: la de reconstrucción y la educativa. Natura, marca de origen brasileño, líder en el mercado de cosméticos, fragancias, higiene personal y venta directa, se preocupa por establecer una buena relación con sus grupos de interés y estableció el programa “Consultora Natura emprendedora social” tomando la decisión de no utilizar publicidad masiva para dirigirse a su mercado meta y adoptando como estrategia de venta llegar directamente a través de una extensa red de mujeres emprendedoras que con sus catálogos van de “puerta en puerta” para conseguir clientes. Así, estas personas logran introducirse al mercado laboral, obtienen ingresos y mejoran las condiciones de vida de sus familias. Postobón, S. A., una compañía colombiana dedicada a la fabricación y comercialización de bebidas refrescantes no alcohólicas, lanzó al mercado en 2014 la iniciativa “Uno más todos de Postobón”, en la que desarrolla proyectos y programas sociales en los cuales sus distintos grupos de interés se pueden vincular y participar mediante la cocreación. Dentro de esta iniciativa se encuentra el programa “Mi bici”, que distribuye a niños y jóvenes bicicletas dise- 16 17 18 TerraChoice Environmental Marketing Inc. (2007). The Six Sins of Greenwashing. A Study of Environmental Claims in North American Consumer Markets. TerraChoice Environmental. Green Paper. Marín, A. (2004). Del Marketing con causa a la responsabilidad social de la empresa. Investigación y marketing, 85, p. 49. Kotler y Lee (2005). Op. cit. CAPÍTULO 9 El marketing y la RSE. Lo social como estrategia de marketing 123 ñadas especialmente para las zonas rurales colombianas, con el objetivo de que este medio de transporte transforme su vida y la de sus familias. En los sitios en que distribuye las bicicletas, los niños se tardan entre 45 minutos y dos horas diarias para desplazarse a su escuela y esto tiene un efecto negativo tanto en el acceso a la educación como en la retención escolar. En bicicleta, los trayectos de los niños se reducen a 20 o 30 minutos, lo que mejora positivamente la dinámica social y económica de esas comunidades. El programa involucra a padres de familia y maestros, al invitarlos a participar comprometiéndose a cuidar que los estudiantes hagan buen uso de las bicicletas. ¿Qué dimensión específica de la RSE manejan estas campañas? ¿Se advierte en cada una un verdadero compromiso con la sociedad, o se trata simplemente de campañas comerciales de imagen para las empresas que las realizan? La RSE, asociaciones corporativas, imagen, reputación y los grupos de interés Esta perspectiva incluye los principales aportes conceptuales que muestran el impacto de las acciones de la RSE desarrolladas por las empresas en la imagen y reputación que tienen ante sus públicos, así como las percepciones y asociaciones de las personas frente a las empresas socialmente responsables. Caso ilustrativo 9-5 Cemento, aluminio, restaurantes y la RSE Argos, líder en el negocio del cemento en Colombia, es el quinto productor más grande en América Latina y el segundo más grande en el sureste de Estados Unidos. Su modelo de negocio está centrado en el cliente y en el desarrollo sostenible, económicamente viable, respetuoso de las personas, responsable y amigable con el medio ambiente. Consecuente, comprometida con el desarrollo responsable de las ciudades y de sus operaciones, la empresa puso en marcha, en septiembre de 2016, el programa: “La bici me mueve”, un sistema de movilidad sostenible para fomentar entre sus colaboradores el uso de la bicicleta como medio de transporte alternativo. Este proyecto fue desarrollado en conjunto con una spin-off universitaria en Medellín. Comenzó con 42 bicicletas eléctricas asistidas y cuatro estaciones automáticas con control de acceso que tienen 70 celdas disponibles en las diferentes sedes del grupo empresarial. Además del aporte ambiental por la reducción de dióxido de carbono, el proyecto otorga otros beneficios como la disminución en los tiempos de desplazamiento, la promoción de prácticas saludables, la optimización del uso de sitios de aparcamiento en las sedes y una movilidad más fluida en la ciudad. Unilever, compañía angloholandesa, líder en productos de consumo masivo que abarcan 14 categorías del hogar, puso en 2010, en Colombia, el “Plan de vida sostenible” como una estrategia tendiente a duplicar su tamaño y a reducir el impacto ambiental. En 2015 lanzó su proyecto de reciclaje de aluminio buscando contribuir con la reducción de su huella ecológica. El programa denominado “Reciclando a la lata” inició con diez máquinas ubicadas en almacenes de distribución minorista y en universidades, buscando generar un cambio de conducta en los consumidores respecto del reciclaje y aportando beneficios sociales, ambientales e incluso económicos. Para participar, los consumidores llevan latas vacías de desodorantes a la máquina instalada en los sitios mencionados; a través de un lector de código de barras, ésta reconocerá el producto y expide un cupón de descuento de $1.00 en cualquiera de los desodorantes Unilever. Posteriormente, todas las latas son recolectadas y llevadas a la asociación de recicladores de Bogotá, quienes hacen la separación (del plástico y del aluminio) para entregarlos a las entidades responsables de su inclusión en la cadena de suministro. Restaurantes Toks, una cadena mexicana, afronta el desafío de crecer económicamente pero con sostenibilidad social y ambiental. Desde 2000 ha desarrollado campañas de comunicación con sus clientes y empleados, pero en los últimos cinco años ha incorporado valor agregado a su estrategia de RSE al apoyar a productores de pequeñas comunidades. Para ello desarrolla “proyectos productivos” con comunidades desfavorecidas, buscando para ellas vida digna, empoderamiento de mujeres y productos innovadores de alto valor para su cadena. En San Felipe del Progreso, Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 124 Estado de México, la cadena de restaurantes impulsó la cooperativa “Productos nutricionales de la Rosa”, integrada por cinco mujeres, y que genera 12 empleos fijos, cinco eventuales y más de 20 indirectos. Asimismo, adquiere artesanías elaboradas en pueblos nativos mexicanos para obsequiarlas en fechas especiales en todas sus sucursales. ¿Las empresas trabajan por convicción en campañas de cuidado del medio ambiente y de inclusión de comunidades desfavorecidas o sólo las desarrollan con la finalidad de mejorar su imagen y reputación? ¿De qué manera es posible gestionar las asociaciones perceptuales que tienen los grupos de interés respecto de las acciones de RSE que emprenden las organizaciones? La relación entre RSE y desempeño global de la empresa Esta perspectiva incluye todos aquellos aportes que tratan el aspecto “estratégico” de las acciones que llevan a cabo las empresas en el campo de la RSE. Además de lo estratégico de la intervención, se advierte su notable influencia en el desempeño financiero de las organizaciones. La temática ya fue abordada en este libro, en el capítulo 4 correspondiente a la RSE estratégica, pero desde el campo del marketing es posible mencionar a autores que destacan esta relación en cuanto a lealtad de los clientes, creación de valor para los grupos de interés e incidencia en los resultados financieros de las empresas.19 Conclusiones En el planteamiento expuesto destacan varios puntos que es conveniente resumir. Primero, la evolución que ha tenido la definición de marketing refleja su sensibilidad hacia el entorno cambiante, ya que ha involucrado a la sociedad en su planteamiento. Lo anterior es valioso, puesto que la definición de una disciplina debe ser relevante tanto para los profesionales (empresarios y negociantes) como para los académicos, a la vez que “debe servir como piedra angular para dirigir múltiples conceptos, teorías y prácticas dentro de una comunidad”.20 Asimismo, se verifica que la definición “oficial” de marketing integra el componente formal académico y conceptualiza a la disciplina como un fenómeno amplio de la sociedad. En segundo lugar, la conceptualización y clasificación de la RSE han sido abundantes en el campo administrativo, pero limitadas en el del marketing. En esta última disciplina se han presentado algunas clasificaciones sobre las perspectivas del constructo; a la vez, los aportes provenientes de la academia han tratado ciertas dimensiones del mismo, a pesar de que se evidencian grandes contribuciones en el campo de iniciativas sociales de marketing que incluyen el tema de la RSE.21 Por otra parte, la gran mayoría de dichos aportes han estado circunscritos tan sólo a algunos de los tantos grupos de interés que pueden llegar a tener las empresas –por ejemplo, clientes y distribuidores–, pero no han abarcado a la sociedad en general. En ese sentido, pareciera que la definición de marketing ha evolucionado en cuanto a su alcance, pero no necesariamente en sus aportes teóricos ni en su respectiva aplicación, de manera que vale la pena seguir ahondando en los planteamientos de ciertos autores acerca de las verdaderas contribuciones del marketing a la sociedad.22 19 20 21 22 Bhattacharya, C. B., Smith, N. C. y Vogel, D. (2004). Integrating Social Responsibility and Marketing Strategy: An Introduction. California Management Review, 47(1), 5-8. Maignan, I., Ferrell, O. C. y Hult, T. (1999). Corporate Citizenship: Cultural Antecedents and Business Benefits. Journal of the Academy of Marketing Science, 27(4), 455-469. Stanwick, P. y Stanwick, S. (1999). The Relationship between Corporate Social Performance, and Organizational Size, Financial Performance, and Environmental Performance: An Empirical Examination. Journal of Business Ethics, 17(2), 195-204. Piercy, N. y Lane, N. (2009). Corporate social responsibility: impacts on strategic marketing and customer value. The Marketing Review, 9(4), 335-360. Zinkhan, G. y Williams, B. (2007). The New American Marketing Association Definition of Marketing: An Alternative Assessment. Journal of Public Policy & Marketing, 26(2), 284-288. Kotler y Lee (2005). Op. cit. Wilkie, W. y Moore, E. (1999). Marketing´s Contributions to Society. Journal of Marketing, 63, 198-218. CAPÍTULO 9 El marketing y la RSE. Lo social como estrategia de marketing 125 En tercer lugar, se advierte que las prácticas sugeridas en la literatura, derivadas de la teoría o provenientes de investigaciones empíricas, no tienen por qué ser aplicables obligatoriamente en el contexto latinoamericano. Cabe mencionar que la mayor parte de la literatura proviene del contexto anglosajón, al igual que la práctica correspondiente, y por lo tanto no toma en cuenta la especificidad latinoamericana, en la que se encuentran variables sociales, políticas, culturales y económicas muy particulares que impiden la extrapolación de teorías y prácticas que le resultan ajenas.23 Tal situación se constata al analizar las campañas de marketing y RSE de grandes empresas extranjeras o de multinacionales. Por último, con la revisión de la literatura presentada sobre la inclusión de la RSE en el campo del marketing, podemos constatar que se ha pasado de la ampliación del campo de aplicación del concepto (década de 1960) a una verdadera gestión estratégica de la RSE que pretende ganar el favor de los consumidores finales y, por esa vía, mejorar sensiblemente el desempeño financiero de las organizaciones que emprenden iniciativas de responsabilidad social. Algunos autores mencionan que con la ampliación del concepto de marketing para abarcar todo aquello que involucre un determinado intercambio, se corre el riesgo de que “tratando de abarcar prácticamente todo, el marketing no represente casi nada”, y que por lo tanto “es necesario considerar la gestión de los negocios como la base conceptual del pensamiento contemporáneo acerca del marketing”.24 En cualquier caso, la evolución de la definición del marketing en el mundo de los negocios, así como su conceptualización y vínculo con la RSE, hacen evidente que la disciplina desempeña un papel muy importante en la sociedad. Asimismo, la clasificación de perspectivas o dimensiones de relación entre marketing y responsabilidad social constituye una herramienta muy valiosa para los académicos, estudiantes y profesionales. 23 24 Raufflet y Barrera (2010). Algunos aspectos sobre la RSE en América Latina. En: Arcand, Dupuis, Facal y Muñoz, Sociología de la empresa, Bogotá: Siglo del Hombre. Shaw y Jones (2005). A History of Schools of Marketing Thought. Marketing Theory, 5(3), 239-281. 126 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Términos clave América Latina Base de la pirámide Filantropía RSE Grupos de interés Marketing Marketing de causas Marketing social Marketing verde Negocios inclusivos Preguntas para debate • • • • • • ¿Son compatibles el marketing y la RSE en las operaciones de una empresa cualquiera? ¿De qué manera, si acaso, se podría dar la compatibilidad entre marketing y RSE? ¿Cómo podría una empresa integrar en su estrategia de marketing las principales dimensiones de la RSE? ¿Cuáles considera que son los campos específicos que falta explorar en el marco de la integración del marketing y la RSE? ¿Cuáles podrían ser las principales diferencias entre el marketing de causas, el marketing social y la RSE? ¿Cómo es posible visualizar esa distinción mediante un ejemplo de una determinada empresa? ¿Cómo se pueden interrelacionar y diferenciar los conceptos de negocios inclusivos y la RSE? Lecturas recomendadas Bhattacharya, C. B., Smith, N. C. y Vogel, D. (2004). Integrating Social Responsibility and Marketing Strategy: An Introduction. California Management Review, 47(1), 5-8. Carroll, A. (1979). A Three Dimensional Conceptual Model of Corporate Performance. The Academy of Management Review, 4(4), 497-505. Hunt, S. D. (1983). General Theories and the Fundamental Explananda of Marketing. Journal of Marketing, 47(4), 9-17. Keefe, L. M. (2008). Marketing Defined. Marketing News. Kotler, P. y Zaltman, G. (1971). Social Marketing: An Approach to Planned Social Change. Journal of Marketing, 35, 3-12. Kotler, P. y Lee, N. (2005). Corporate Social Responsibility. Doing the Most Good for Your Company and Your Cause. Hoboken, Nueva Jersey: John Wiley & Sons, Inc. Maignan, I. y Ferrell, O. C. (2004). Corporate Social Responsibility and Marketing: An Integrative Framework. Journal of the Academy of Marketing Science, 32(1), 3-19. Maignan, I., Ferrell, O. C. y Hult, T. (1999). Corporate Citizenship: Cultural Antecedents and Business Benefits. Journal of the Academy of Marketing Science, 27(4), 455-469. Marín, A. (2004). Del Marketing con causa a la responsabilidad social de la empresa. Investigación y marketing, 85, 48-51. Ottman, J. (2013). Las nuevas reglas del marketing verde. Estrategias, herramientas e inspiración para marcas autosostenibles. Bogotá: Editorial Norma. CAPÍTULO 9 El marketing y la RSE. Lo social como estrategia de marketing 127 Piercy, N. y Lane, N. (2009). Corporate social responsibility: impacts on strategic marketing and customer value. The Marketing Review, 9(4), 335-360. Porter, M. y Kramer, M. (2002). The Competitive Advantage of Corporate Philanthropy. Harvard Business Review, 56-68. Prahalad, C. K. (2005). La oportunidad de negocios en la base de la pirámide. Bogotá: Editorial Norma. __________ (2010). The Fortune at the Bottom of the Pyramid. Eradicating Poverty through Profits. Nueva Jersey: Pearson Education Inc. Raufflet y Barrera (2010). Algunos aspectos sobre la RSE en América Latina. En: Arcand, Dupuis, Facal y Muñoz, Sociología de la empresa. Bogotá: Siglo del Hombre. Shaw, E. y Jones, B. (2005). A history of schools of marketing thought. Marketing Theory, 5(3), 239-281. Sheth, J., Gardner, D. y Garrett, D. (1988). Marketing Theory: Evolution and Evaluation. Estados Unidos: John Wiley & Sons, Inc. Stanwick, P. y Stanwick, S. (1999). The Relationship between Corporate Social Performance, and Organizational Size, Financial Performance, and Environmental Performance: An Empirical Examination. Journal of Business Ethics, 17(2), 195-204. TerraChoice Environmental Marketing Inc. (2007). The Six Sins of Greenwashing. A Study of Environmental Claims in North American Consumer Markets. TerraChoice Environmental. Green Paper. Vaaland, T., Heide, M. y Gronhaug, K. (2008). Corporate Social Responsibility: Investigating Theory and Research in the Marketing Context. European Journal of Marketing, 42(9, 10), 927-953. Varadarajan, P. y Menon, A. (1988). Cause-Related Marketing: A Coalignment of Marketing Strategy and Corporate Philanthropy. Journal of Marketing, 52, 58-74. Vives A., Corral, A. e Isusi, I. (2005). Responsabilidad social de la empresa en las PYMES de Latinoamérica. Nueva York: BID. Wilkie, W. y Moore, E. (1999). Marketing´s Contributions to Society. Journal of Marketing, 63, 198-218. Zinkhan, G. y Williams, B. (2007). The New American Marketing Association Definition of Marketing: An Alternative Assessment. Journal of Public Policy & Marketing, 26(2), 284-288. C a p ít ulo 1 0 Principios básicos de las inversiones de impacto social Vicente Liern, Blanca Pérez Gladish y Bouchra M’zali Objetivos Al finalizar este capítulo, usted deberá ser capaz de: • • • • • • • Conocer la evolución histórica de las inversiones socialmente responsables para entender las estrategias actuales de inversión. Analizar la evolución de los modos de invertir para entender el dinamismo de la definición de responsabilidad social. Entender y diferenciar los conceptos de inversión socialmente responsable e inversión de impacto. Identificar los distintos perfiles de inversionistas preocupados por los problemas sociales. Asimilar la necesidad de medir adecuadamente el grado de responsabilidad social y/o el impacto de las inversiones. Comprender la importancia de contar con medidas de responsabilidad social e impacto que integren valoraciones de distintas agencias de rating social. Situar las inversiones de impacto dentro de las distintas estrategias de inversión. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 130 Breve situación introductoria Supongamos que una persona, comprometida con los problemas sociales, desea realizar una inversión. Tras consultar un ranking de empresas preocupadas por cuestiones medioambientales, decide que la mejor opción para invertir es la firma Nokia. En este caso, el calificativo de socialmente responsable parece ligado a la inversión. Pero además, el uso de la telefonía móvil sin duda ha tenido un impacto positivo en la vida de millones de personas. ¿Es éste el tipo de inversiones a la que calificaremos como inversiones de impacto? En el presente capítulo mostraremos por qué no es así. Lo cierto es que, como ocurre con las empresas farmacéuticas o de energías limpias, las compañías de teléfonos móviles no suelen diseñar o fabricar productos dirigiéndose preferentemente a los pobres y a los marginados. Sus productos son para los ricos o las clases medias, y sólo en algunos casos, para los pobres. De hecho, la localización de sus operaciones muestra que sus artículos no están dirigidos a los pobres. Por el contrario, si una empresa se localiza intencionadamente en una zona deprimida con la idea de generar cambios positivos en su entorno, mirando al futuro, invertir en ella sí sería una inversión de impacto. Introducción La expresión impact investing, o inversión de impacto, se acuñó hace menos de una década para designar la intención de conseguir un impacto social y medioambiental positivo, además de lograr un buen rendimiento financiero de las inversiones. Estos objetivos aparecen muchos años antes en gran parte en las inversiones socialmente responsables, e incluso en algunas que ni siquiera llevan ese apelativo; sin embargo, como veremos en este capítulo, la exigencia de que ambos efectos se den juntos marcará la diferencia entre la inversión de impacto y los otros tipos de estrategias financieras. Antes de llevar a cabo una inversión de impacto, debe quedar claramente especificada la voluntad de generar un efecto social o medioambiental positivo. Pero además, como inversiones que son, deben ser formas de provisión de capital.1 Por esa razón, el beneficio social y la rentabilidad económica deben ir siempre unidos en las inversiones de impacto, y no cabe considerar dentro de éstas las acciones filantrópicas que no persiguen una rentabilidad financiera. En general, cuando se habla de buen rendimiento financiero, al menos desde mediados del siglo xx,2 el inversionista sabe que se trata de conseguir el máximo beneficio con el menor riesgo. Sin embargo, a pesar de haberse hecho grandes esfuerzos por establecer una definición de las inversiones socialmente responsables que se aceptara de forma general, los resultados no han sido los esperados, y establecer una medida de la responsabilidad social de las empresas es un asunto que genera controversia. En la actualidad, entre las muchas formas de conseguir que las inversiones sean socialmente responsables, las inversiones de impacto gozan de una buena aceptación social.3 Sin embargo, el hecho de que casi todas las empresas afirmen generar ese tipo de impacto4 ha provocado que el término se convierta en una etiqueta que, poco a poco, va perdiendo sentido. 1 2 3 4 Fontrodona Felip, J., Levy Faig, D., Sanz Fernández, P. y Casas Huget, M. (2015). La apuesta del impact investing: Invertir contribuyendo a la mejora de la sociedad, IESE, ST-380, 09/2015. Markowitz, H. M. (1952). Portfolio Selection. The Journal of Finance, 7(1), 77-91. Como muestra del interés, vea, por ejemplo, la página del Foro Latinoamericano de Inversión de Impacto (https://events.bizzabo.com/201839/home). Tan, K. (2014). Impact Investing: Time for New Terminology? Stanford Social Innovation Review (disponible en http://ssir.org/articles). CAPÍTULO 10 Principios básicos de las inversiones de impacto social 131 Como veremos en este capítulo, no todas las actividades económicas con impacto pueden clasificarse como inversiones de impacto. A pesar de su popularidad, existen muchos autores que ven en la responsabilidad social corporativa una actividad caritativa a la que se comprometen las empresas para mostrar su solidaridad, pero sin ser más que una actividad periférica a la actividad primordial de la organización. Es más que cuestionable que esto pueda determinar un tipo de empresa o de inversionista, porque ahora muchas compañías públicas tienen la obligación de incluir en sus cuentas anuales un informe de responsabilidad social empresarial. De hecho, en el último informe presentado por KPMG en España (www.kpgm.es) se señala que 84 por ciento de las empresas analizadas de ese país, incluyendo públicas y privadas, reportan algún tipo de información sobre responsabilidad corporativa. España ocupa el lugar 16 en el ranking de 45 países analizado en 2015 en ese informe. El primer lugar de la lista lo ocupa India, ya que en ese país existe obligatoriedad legislativa y todas las empresas deben presentar informes de responsabilidad corporativa. A nivel europeo, en 2017 entrará en vigor una disposición, presentada a finales de 2014, sobre divulgación de información no financiera que hará que unas 6 000 de las grandes compañías de Europa deban presentar informes de sostenibilidad. Ante esa perspectiva, resulta muy interesante que al final del capítulo podamos responder a la pregunta: ¿Las inversiones de impacto son una nueva forma de invertir, o se trata de un cambio de imagen de la inversión socialmente responsable, ahora considerada como pasada de moda? Inversiones socialmente responsables (ISR) Cuando se habla de responsabilidad social, se hace referencia al compromiso u obligación de los miembros de un grupo entre sí y con la sociedad en su conjunto. Este compromiso, que puede ser individual o colectivo, implica una valoración positiva o negativa del impacto que tiene una decisión en la sociedad y que, desde luego, afecta a dominios muy diversos. Los principios de la responsabilidad social empresarial y del desarrollo sostenible se aplican a las decisiones de inversión socialmente responsable con muy distintos enfoques. Pueden estar centradas en cuestiones sociales (como las relacionadas con el capital humano, el desarrollo de la comunidad o los derechos laborales); enfocarse en cuestiones medioambientales (como la contaminación urbana e industrial, o las cuestiones relacionadas con el calentamiento global); relacionarse con cuestiones éticas (derechos humanos, producción o distribución de armas, tabaco y alcohol), o bien, podrían poner su atención en una combinación de los tres enfoques anteriores.5 Aunque no existe una definición globalmente aceptada de lo que es una inversión socialmente responsable,6 usaremos la definición más utilizada actualmente, que es la que ofrece el Forum for Sustainable and Responsible Investment de Estados Unidos (US SIF): La inversión sostenible, responsable y de impacto es una disciplina de inversión que considera criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo en sus prácticas para lograr rendimientos competitivos en el largo plazo y un impacto social positivo.7 Como veremos en el presente capítulo, esta definición es suficiente para mostrar que una manera viable de acercarnos a la responsabiliad social son las inversiones de impacto. 5 6 7 OCDE (2007). Recent Trends and Regulatory Implications in Socially Responsible Investment for Pension Fund. http://www.oecd.org /dataoecd/ 3/0/385 50550.pdf. O’Brien Hilton, M. (1992). Socially Responsible Investing: Doing Good versus Doing Well in an Inefficient Market. The American University Law Review, 42(1), 1-52. http://www.ussif.org/. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 132 Origen y evolución histórica La mayoría de los autores8 reconocen los antecedentes históricos de la inversión socialmente responsable en aspectos religiosos de principios del siglo xx. Los anabaptistas y los cuáqueros consideraban deshonesto invertir y enriquecerse causando un daño moral a la sociedad y prohibían la inversión en lo que llamaban sin stocks, un término que se traduce como activos financieros pecaminosos. En la tabla 10-1 mostramos algunas de las primeras iniciativas en inversiones socialmente responsables.9 Algunas iniciativas pioneras en inversión socialmente responsable. TABLA 1 0 - 1 Feha País Iniciativa 1928 EUA En Boston surge el primer fondo de inversión socialmente responsable, el Pioneer Fund, que excluye inversiones en empresas relacionadas con alcohol, tabaco y juego de apuestas. 1960 Holanda Creación del ASN Bank (banco enfocado a las inversiones socialmente responsables y sostenibles). 1961 Francia Se crea el Comité católico contra el hambre y a favor del desarrollo (Comité Catholique contre la Faim et pour le Développement, CCFD). 1965 Suecia Aparece el primer fondo de inversión ético, el Ansvar Aktiefond Sverige, en Suecia en 1965 impulsado por la iglesia local. 1971 USA La guerra de Vietnam, los grandes desastres medioambientales y las marchas que pugnan por justicia e igualdad racial desembocan en la creación de uno de los primeros fondos socialmente responsables con repercusión: el Pax World Fund. 1974 Alemania Se crea GLS Gemeinschaftsbank AG, que fusionado actualmente con el Ökobank, financia más de 3 000 proyectos sociales, ecológicos y culturales. 1980 Holanda Aparece Triodos Bank, impulsor de la banca ética. 1984 Reino Unido Aparece el Stewardship Fund, constituido por una compañía de seguros, Friends Provident, fundada en 1832. Fuente: Elaboración del autor. A partir de la década de 1980, tras una resolución de la Asamblea General de la ONU, se inicia un poderoso movimiento de desinversiones, y la inversión socialmente responsable comienza a hacerse mucho más popular entre los inversionistas.10 Desde entonces, las estrategias de inversión socialmente responsable se han ampliado mucho y en la década de 1990 comenzaron a considerarse como una herramienta fundamental para las empresas, un instrumento para la creación de valor que las hace más competitivas. Actualmente, existe una gran cantidad de instrumentos en los que los inversionistas pueden aplicar su filosofía de inversión personal o institucional, lo cual ha traído consigo un incremento 8 9 10 Domini, A. (2001). Socially Responsible Investing: Make Money While you Make a Difference. Chicago: Dearborn Financial Publishing. Una exposición más exhaustiva se encuentra en https://racef.es/es/discurso/el-impacto-positivo. Bloch, H. R., Lareau, T. (1985). Should we Invest in Socially Irresponsable Firms? Journal of Portfolio Management, 27-31. CAPÍTULO 10 Principios básicos de las inversiones de impacto social 133 en el grado de sofisticación de ese tipo de inversión. En la actualidad se identifican más de 20 estrategias distintas de inversión.11 Sin embargo, en última instancia, todas éstas pueden clasificarse en dos grandes grupos: las estrategias basadas en la imposición de algún tipo de filtro (negativo, buscando la penalización de ciertas conductas empresariales, o positivo, buscando el premio a dichas conductas); y las estrategias basadas en el activismo de los accionistas (que buscan modificar el comportamiento de las empresas desde dentro y, por lo tanto, a priori, y las cuales no aplican ningún filtro a la inversión). Aunque las tácticas de inversión basadas en la imposición de filtros, sobre todo negativos,12 siguen siendo las más habituales, esta situación está cambiando en los últimos años. En los principales mercados de inversión socialmente responsable se observa un incremento de las estrategias basadas en el activismo de los accionistas.13 Esta evolución responde a la creciente preocupación de los inversionistas que comienzan a preguntarse qué es más efectivo: castigar a las empresas con un mal comportamiento y evitar la inversión en ellas, o invertir precisamente en esas empresas poco responsables para intentar modificar su comportamiento desde dentro, como accionistas. Un ejemplo ilustrativo puede hallarse en el caso del Fondo de Solidaridad de Gildan Activewear, Inc . Información transparente y mediciones adecuadas Cuando alguien prevé hacer una inversión, existen estándares comúnmente aplicados para la emisión de informes financieros (como el International Financial Reporting System), pero no existen estándares suficientemente claros que sirvan como guía para los informes sociales. Una excepción la constituye la iniciativa de Naciones Unidas conocida como Global Reporting Initiative (GRI), que establece estándares para la elaboración de memorias de sostenibilidad. Las limitaciones en estos informes, que en muchos casos son en la práctica muy difíciles de comparar entre empresas, junto con otros retos metodológicos derivados de la dificultad para evaluar las contribuciones sociales y medioambientales de las empresas, hacen del rating social una cuestión difícil pero crucial en el proceso. El inversionista necesita conocer el comportamiento social de las empresas en las que va a invertir y, de hecho, de la información disponible dependerá en gran medida su decisión. Esa necesidad hace que durante la década de 1990 surgiera un gran número de agencias calificadoras o de rating. Por lo general, éstas son instituciones de investigación o de otras actividades sin vínculo directo con el mercado financiero. Muchas surgen a iniciativa de ONG, como es el caso de Ethibel o la Ethical Consumer Association, ECRA. En la actualidad también algunas agencias independientes e instituciones de crédito poseen equipos de investigación e índices de mercado para hacer sus propias calificaciones. Veamos a continuación, de forma muy resumida, cómo trabajan esas agencias. Procedimiento actual de rating Las agencias, conscientes de que las decisiones de inversión socialmente responsables dependen en gran parte de la información creíble sobre el comportamiento de las empresas, tienen por objetivo otorgar clasificaciones basadas en la responsabilidad social corporativa y en inversiones socialmente responsables. Por lo tanto, el proceso de rating será una pieza clave en este tipo de inversiones. Básicamente, los pasos que siguen las agencias en el proceso de rating social se pueden esquematizar como se muestra en la figura 10-1. 11 12 13 Para una descripción detallada, vea www.SRI-connect.com Principalmente, estos filtros suelen ser alcohol, tabaco, juegos de apuestas, armas, pruebas con animales, medio ambiente, derechos humanos, prácticas laborales, inversión en la comunidad y cuestiones religiosas. Disponible en www.ussif.com 134 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 1 Selección de los criterios sociales, medioambientales y de gobierno que se van a tener en cuenta. 2 Análisis de los datos (contables, financieros y cualitativos) de las empresas. 3 Filtrado: Exclusión de empresas basadas en sus actividades. 4 Ponderación de los criterios selecionados. 5 Ranking de las empresas. Fuente: Elaboración del autor. FI G U R A 1 0 - 1 • • • • • Esquema del proceso de rating. El primer paso consiste en establecer los criterios sociales, medioambientales y de gobierno corporativo que va a tener en cuenta la agencia. En el establecimiento de estos criterios, las agencias de rating se apegan a principios, estándares y normas internacionales. Además, la selección de los criterios tiene en cuenta la opinión de grupos de expertos internos y externos a la agencia de rating. El segundo paso es la búsqueda de información. Una vez que los criterios están definidos, las agencias analizan las empresas en busca de información. Por lo general, usan datos cuantitativos contables y financieros, junto con datos cualitativos relacionados con las cuestiones sociales, medioambientales, de gobierno corporativo y éticas. Normalmente, esa información se obtiene mediante encuestas y entrevistas con directivos y representantes de los distintos grupos de interés de la empresa y, en el caso de estar disponibles, se tienen en cuenta las memorias de sostenibilidad de las empresas. El tercer paso consiste en el filtrado de las empresas. Las agencias utilizan dos enfoques en este proceso. El más habitual es el filtrado negativo, que consiste en la exclusión de firmas basada en sus actividades. Por ejemplo, se prohíbe la inversión en empresas y activos relacionados con actividades controvertidas (que involucran alcohol, tabaco o juegos de apuestas). Mediante el filtrado positivo, se selecciona a las empresas con buen comportamiento social, medioambiental, de gobierno corporativo y/o ético. La aplicación de filtros negativos supone, por lo tanto, una penalización, mientras que la aplicación de filtros positivos supone un premio para las empresas. En el cuarto paso se asignan pesos a los criterios que reflejen su importancia. Aunque la mayoría de las agencias utilizan pesos iguales para todos los criterios, el establecimiento de ponderaciones adecuadas es una cuestión altamente controvertida que requiere del establecimiento de metodologías claras. Finalmente, en el quinto paso, con toda la información reunida, las agencias establecen una clasificación o ranking de las empresas mediante promedios o medias geométricas. Reflexiones acerca de la metodología Aunque el establecimiento de filtros se remonta a los orígenes de la inversión socialmente responsable, hubo que esperar hasta la década de 1990 para que se profesionalizara el rating global basado en cuestiones no financieras. Normalmente, las instituciones independientes suelen funcionar como proveedores de información sobre las empresas, pero no utilizan esa información para sus propias inversiones. Sin embargo, los departamentos de bancos que extienden sus aná- CAPÍTULO 10 Principios básicos de las inversiones de impacto social 135 lisis financieros habituales al campo de la responsabilidad social corporativa suelen utilizar su investigación en sus propias operaciones de negocio. Las principales debilidades de estos ratings tienen que ver principalmente con la heterogeneidad y falta de estándares respecto a: las metodologías y criterios de selección; la limitada comparabilidad de las diferentes estrategias y esquemas; la complejidad metodológica; la falta de transparencia en la información, los datos, los criterios para el establecimiento de filtros y los métodos para la determinación de pesos en la agregación de las dimensiones estudiadas. Todas estas cuestiones implican un alto riesgo de arbitrariedad en los procesos de rating social de las empresas, lo cual se traduce en distintas valoraciones para una misma empresa respecto a criterios sociales, medioambientales y de gobierno corporativo muy similares. A todo esto se une otro problema al que debemos prestar la atención necesaria: cuál debería ser la manera de reunir toda la información utilizada por las agencias (método de agregación). En la práctica, se proporcionan indicadores globales que reflejan la responsabilidad social de empresas y activos financieros de manera general. Sin embargo, es frecuente que una empresa obtenga un rating bajo en alguna dimensión específica (como la medioambiental, por ejemplo) y muy buenas puntuaciones en otras dimensiones (como la social); y es probable que el valor del rating final no refleje esas diferencias. Dicho de otra manera, la forma de agregar los datos hace que el resultado indique un buen comportamiento global de la empresa, cuando en realidad no tendría por qué ser así. Caso ilustrativo 10-1 Cómo tomar la decisión de inversión Consideremos un inversionista con preocupaciones sociales que duda entre invertir en Johnson & Johnson o en Yahoo! Inc. Para decidirse, considera la valoración efectuada por una agencia de rating, Vigeo, publicada en su base de datos Equitics®, en los 6 criterios14 sociales que aparecen en la primera columna de la tabla 10-2. TABLA 1 0 - 2 Valoración dada por Equitics® para dos empresas. Criterio Empresas Johnson & Johnson Yahoo! Inc. Inversión en la comunidad 39 74 Medio ambiente 56 37 Gobierno corporativo 47 44 Clientes y proveedores 33 26 Derechos humanos 38 42 Recursos humanos 22 13 Si para tomar la decisión agrega la información de cada empresa con la media aritmética, los resultados de ambas son muy similares: Johnson & Johnson obtiene 39.1667 y Yahoo! Inc. obtiene 39.3333. Con esta información, el 14 Vigeo considera 38 criterios sociales, y los agrupa en los seis dominios que aparecen en la tabla 10-2. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 136 inversionista posiblemente optaría por Yahoo! Inc. Sin embargo, esto no refleja bien la situación real, porque mientras los valores obtenidos en los criterios van desde 74 hasta 13 en el caso de Yahoo! Inc. (61 puntos de diferencia), en Johnson & Johnson el rango se reduce a 34 puntos. Si en lugar de la media aritmética se hubiera utilizado la media geométrica (que es menos sensible a los valores extremos, siempre que no aparezca un cero), el resultado sería diferente: Johnson & Johnson obtendría 37.6133 y Yahoo! Inc. alcanzaría una puntuación de 34.5813. En este caso, el inversionista se inclinaría por Johnson & Johnson. Desde luego, el inversionista podría haber optado por otras agregaciones, como dar más importancia a unos criterios que a otros, por ejemplo. Pero lo importante es mostrar que, sin duda, optar por una forma apropiada de agrupar los datos resulta fundamental en la decisión final. Evolución hacia las inversiones de impacto Aunque las inversiones de impacto pueden considerarse todavía como un producto financiero emergente, y esa falta de perspectiva dificulta la visión global de la situación, la inversión socialmente responsable ha evolucionado en la inversión de impacto.15 El Global Impact Investing Network (GIIN) define la inversión de impacto como “aquellas inversiones en empresas, organizaciones y fondos que tienen la intención de generar un impacto social y medioambiental además de lograr un rendimiento financiero”.16 Formalmente, estas inversiones surgieron en 2007, cuando la fundación Rockefeller acuñó el término impact investing. Las inversiones de impacto suponen un paso hacia delante en la concreción de algunos aspectos de la inversión socialmente responsable. Sin embargo, aún hay poco consenso sobre lo que es la inversión de impacto, porque se sigue considerando como un concepto demasiado amplio. Aún no había transcurrido un año, cuando en un Foro de Inversión de Impacto Social del G8 en 2008, se creó el Social Impact Investment Taskforce, un equipo de trabajo para la inversión de impacto social.17 En América Latina, dos años más tarde, se creó el Foro Latino de Inversión de Impacto (FLII),18 gestionado por New Ventures y sus aliados, el cual se ha convertido en una referencia a nivel internacional en la organización de eventos anuales donde se dan a conocer nuevas formas de generar impacto. En los últimos años se ha producido una notable aceleración en el crecimiento del mercado de la inversión de impacto. Este mercado aporta capital de origen privado para hacer frente a muchos retos mundiales urgentes, como son la agricultura sostenible, las tecnologías limpias, las microfinanzas y el acceso a servicios básicos como vivienda, salud y educación. Por lo tanto, los gobiernos desempeñan un papel esencial en el apoyo del desarrollo de este mercado, al mejorar los perfiles de rentabilidad y riesgo de las inversiones mediante facilidades de acceso a créditos o subsidios. También es muy importante el papel de los gobiernos en la definición de la regulación de la oferta de inversiones, la provisión de asistencia técnica a las empresas en las que se invierte, y el financiamiento conjunto. Prueba de ello son las dos ediciones específicas que organizó el FLII para Centroamérica y el Caribe, y la creación del grupo de trabajo en inversión de impacto social para Argentina, Paraguay y Uruguay, con la intención de conjuntar esfuerzos públicos y privados. 15 16 17 18 O’Donohoe, N., Leijonhufvud, C. y Saltuk, Y. (2010). Impact Investments: An emerging asset class. J. P. Morgan. GIIN, J. P. Morgan (2015). Eyes on the Horizon. The Impact Investor Survey. Disponible en: http://www.thegiin.org/ assets/documents/pub/2015. El equipo de trabajo está constituido por un representante del sector público y otro del sector privado de cada uno de los países del G7 y de la UE. (En 2013, Rusia decidió no participar). También incluye un observador de Australia y un representante de las instituciones para el desarrollo financiero. https://events.bizzabo.com/201839. CAPÍTULO 10 Principios básicos de las inversiones de impacto social 137 El significado de generar impacto Para establecer el significado de generar impacto, K. Tan19 cita ejemplos de empresas que afirman crear impacto: Tesla Motors con sus vehículos o sus baterías de energía solar; y las empresas de biotecnología con los tratamientos contra la tuberculosis, el VIH y las vacunas contra la malaria. La propia Goldman Sachs afirmó estar produciendo un enorme impacto social y global a través de sus actividades de inversión en infraestructura, pero en realidad éste no es el impacto positivo al que hacen referencia las inversiones. El término impacto, para expresar el efecto de una acción, se comenzó a utilizar en los trabajos sobre el medio ambiente. De hecho, el Diccionario de la Real Academia Española incluye una entrada específica para impacto ambiental como “conjunto de posibles efectos sobre el medio ambiente de una modificación del entorno natural, como consecuencia de obras u otras actividades”. Más tarde, la utilización del término impacto se amplió y fue objeto de múltiples definiciones en la literatura referida a los problemas sociales. En las inversiones, cuando hablamos de impacto, nos referimos a “los efectos que una intervención planteada tiene sobre la sociedad. Esta intervención puede ser producto de las investigaciones, inversiones, etcétera”.20 La clave, como veremos, está en reconocer que no todas las actividades económicas con impacto en las que se invierte pueden clasificarse como inversiones de impacto. Si así fuera, teóricamente, cualquier negocio legítimo podría proclamarse como una “empresa de impacto”, porque todas las actividades económicas producen algún tipo de efecto en las sociedades en las que operan. La cuestión es que necesitamos una definición más concreta que la proporcionada por el GIIN: Una inversión de impacto es un negocio que tiene como objetivo explícito lograr un beneficio financiero con resultados sociales medibles y que, de manera intencionada y primordialmente, aborda necesidades sociales de los pobres y de los marginados. Ante esta controversia, es necesario determinar cuáles son los criterios que determinan que una inversión sea de impacto: • • • • Rentabilidad. Tienen que ser negocios rentables y comercialmente sostenibles. Dependiendo del perfil del inversionista, se admiten distintos niveles de rentabilidad financiera. Algunos inversionistas requieren únicamente recuperar el capital invertido. Otros, en cambio, buscan rendimientos cercanos a la rentabilidad del mercado, pero teniendo en cuenta el impacto social. Intencionalidad. Esta característica es inherente a la definición de inversión socialmente responsable: las inversiones deben tener el objetivo explícito de enfrentar cuestiones relacionadas con la pobreza; por ejemplo, mejorar el acceso a servicios y bienes básicos como el agua, saneamiento, educación primaria y salud. Abordar estos problemas sociales debe ser la actividad principal de la empresa o el negocio en los que se invierte. Localización. Las empresas de impacto suelen operar en zonas rurales o deprimidas: ése es su mercado. Rendición de cuentas. Además de los informes financieros estándar, los negocios de impacto tienen que emitir informes que incluyan métricas sociales sencillas y consensuadas. Diferencias entre inversión socialmente responsable e inversiones de impacto Llegados a este punto, parece útil establecer las diferencias entre los tipos de inversiones que hemos descrito a lo largo del capítulo. La inversión de impacto no es siempre una inversión socialmente responsable. No lo es cuando se basa en la exclusión o el filtrado negativo de industrias calificadas como no éticas. 19 20 Tan, K. (2014). Impact Investing: Time for New Terminology? Stanford Social Innovation Review (disponible en http://ssir.org/articles). Puede consultarse Liberta-Bonilla, B. E. (2007). Impacto, impacto social y evaluación del impacto. Acimed, 15(3) (http://bvs.sld.cu/revistas/aci/vol15_3_07/aci08307.htm). Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 138 La inversión de impacto busca “hacer el bien” más que “no hacer el mal”.21 La inversión socialmente responsable no busca de manera intencionada mitigar la pobreza. Tampoco consiste en inversiones en renta variable privada con criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo. Esos criterios son factores de sostenibilidad que pueden destacarse en el análisis de las inversiones a la hora de identificar empresas con un mejor comportamiento en el largo plazo. No están diseñadas para atender de manera primordial las necesidades de los más pobres. Las inversiones de impacto no son inversiones verdes o en energías renovables. Inversiones en parques eólicos, paneles solares y vehículos eléctricos no pueden considerarse inversiones de impacto. Aunque estos negocios generan empleos, su principal objetivo es el impacto medioambiental y benefician en mayor medida a las clases altas y medias. Si Tesla Motors es una compañía de impacto, Honda, Nissan y Ford podrían decir lo mismo, proclamándose empresas de impacto, ya que también fabrican automóviles “ecológicos”. En la situación opuesta están las compañías de energía solar fuera de la red que abastecen zonas rurales pobres. Estas compañías sí podrían calificarse como empresas de impacto. Desde el punto de vista del inversionista, en la inversión socialmente responsable, se adopta una actitud pasiva, puesto que las principales estrategias suponen esencialmente la aplicación de filtros sociales y medioambientales, negativos o positivos. Los inversionistas deciden incluir o excluir una inversión de sus carteras con base en su política de inversión personal y utilizando la información proporcionada por las agencias de rating o por equipos de investigación propios. Los criterios de responsabilidad social se aplican para la selección del conjunto de alternativas factibles utilizando filtros y, una vez determinado ese conjunto, las carteras de inversión se obtienen optimizando criterios financieros clásicos (rentabilidad y riesgo). En la inversión de impacto se buscan activamente inversiones en empresas o proyectos que tengan el potencial de generar un efecto económico, social y/o medioambiental positivo. Mientras que los inversionistas socialmente responsables adoptan una actitud pasiva basada en la inversión en empresas o proyectos que no “causen daño”, los inversionistas de impacto buscan no sólo que sus inversiones tengan impacto social, sino que éste se mida y se comunique de manera transparente. Para los inversionistas de impacto, no es suficiente tener la intención de generar un efecto positivo en la sociedad, sino que tanto gestores como inversionistas deben vigilar el impacto social y medioambiental de sus inversiones. Podríamos decir que los inversionistas de impacto buscan maximizar simultáneamente la rentabilidad financiera y el impacto social de sus inversiones. Las condiciones o los filtros aplicados se refieren a regiones geográficas, sectores económicos de impacto y tipo de activos financieros para las inversiones. Además de la actitud activa o pasiva, el tipo de inversión también está determinado por la etapa hacia la que dirige la mirada. La inversión socialmente responsable mira al pasado, poniendo la atención en el comportamiento anterior o actual de las empresas en términos de responsabilidad social, medioambiental, de gobierno corporativo y/o ético. En cambio, la inversión de impacto mira al futuro, ya que tiene en cuenta el efecto esperado de las inversiones o los proyectos. En muchos casos, esas inversiones consisten en proyectos de alto riesgo en fases iniciales de desarrollo. El objetivo también es diferente. En ambos casos los inversionistas persiguen la maximización de la rentabilidad financiera esperada de sus inversiones. Sin embargo, para los inversionistas denominados socialmente responsables, ése es el único objetivo una vez que han seleccionado a las empresas en las que invertirán. Por otro lado, el inversionista de impacto, junto con la maximización de la rentabilidad financiera, persigue la maximización del impacto social de sus inversiones. Más aún, el inversionista de impacto está dispuesto a asumir en el corto plazo malos resultados financieros con la expectativa de mejorarlos en el futuro. En la tabla 10-3 se presenta un esquema de las diferencias entre los dos tipos de inversión que estamos tratando. 21 Fontrodona Felip, J., Levy Faig, D., Sanz Fernández, P. y Casas Huget, M. (2015). Op. cit. CAPÍTULO 10 TABL A 1 0 - 3 Principios básicos de las inversiones de impacto social Diferencias entre inversiones socialmente responsables y de impacto. Inversión socialmente responsable Ejemplos de inversión 139 • • • • • • Educación Energías renovables Parques eólicos Paneles solares Investigación en vacunas Vehículos eléctricos, etcétera. Inversión de impacto • • • • Energía solar en zonas rurales pobres Micropréstamos Pozos de agua en zonas deprimidas Vacunación en países en desarrollo, etcétera. Actitud del inversionista Pasiva: Invierte en empresas o proyectos que no causen daño. Activa: El inversionista elige empresas o proyectos que buscan un impacto positivo. Horizonte del inversionista Mira al pasado: Se analiza el comportamiento histórico de las empresas o proyectos, y se hace un filtrado. Mira futuro: Se tiene en cuenta el impacto esperado de las inversiones (a veces asumiendo riesgo inicial). Objetivos del inversionista Determinar activos socialmente responsables, y • Maximizar la rentabilidad • Minimizar el riesgo • Maximizar el impacto • Maximizar la rentabilidad • Minimizar el riesgo Fuente: Elaboración del autor. ¿Por qué optar por la inversión de impacto? Las inversiones de impacto se sitúan entre las diferentes formas de inversión que existen y que abarcan desde la inversión con fines exclusivamente económicos, donde se encuentran la inversión tradicional y la inversión socialmente responsable,22 hasta las formas de donación de capital meramente filantrópicas, entre las que se ubican tanto la filantropía tradicional como la llamada venture philanthropy. ACTIVOS FINANCIEROS Maximizar la rentabilidad Minimizar el riesgo Inversión tradicional Filtros Activos socialmente responsables Rentabilidad máx. Riesgo mín. Inversión socialmente responsable Inversión de impacto Maximizar el impacto Maximizar la rentabilidad Minimizar el riesgo Fuente: Elaboración del autor. FI G U R A 1 0 - 2 22 Esquema de distintos tipos de inversión. Fontrodona Felip, J., Levy Faig, D., Sanz Fernández, P. y Casas Huget, M. (2015). Op. cit. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 140 Como se muestra en la figura 10-2, tanto en las inversiones tradicionales como en las socialmente responsables o en las de impacto se intenta, en la medida de lo posible, maximizar la rentabilidad y minimizar el riesgo financiero. Si prescindimos de la motivación que induce a optar por un tipo de inversión u otro, lo que marca el tipo de inversión son las condiciones que se exigen en cada una de ellas. En el caso de la inversión tradicional no se imponen condiciones adicionales a las netamente financieras; en el caso de las inversiones socialmente responsables se agrega la condición de que sean “activos sociales” (logrados a través de filtros) añadiendo restricciones de la inversión tradicional; en las inversiones de impacto se incorpora como objetivo adicional el intento de maximizar el impacto social. El equipo para la inversión de impacto social creado en Reino Unido en el año 2007 (SIITF) identificó cinco perfiles de inversionistas. Los inversionistas tradicionales tienen como único objetivo la obtención de rendimientos financieros competitivos. Los inversionistas responsables también buscan rendimientos financieros competitivos, pero además desean mitigar los riesgos medioambientales, sociales y de gobierno corporativo derivados de sus inversiones, para así proteger la creación de valor. Un tercer perfil lo constituyen los inversionistas que buscan la sostenibilidad. Estos inversionistas también persiguen rendimientos financieros competitivos y la mitigación de los riesgos medioambientales, sociales y de gobierno corporativo, pero además buscan oportunidades en los aspectos anteriores, y la adopción de prácticas medioambientales, sociales y de gobierno corporativo con el objetivo de mejorar el valor. Por último, tendríamos dos tipos de inversionistas de impacto que, pese a tener la clara intención de lograr un impacto positivo social o medioambiental, difieren en la rentabilidad financiera que esperan. Hay inversionistas de impacto que buscan rentabilidades financieras competitivas, y otros que aceptan rentabilidades financieras por debajo de las rentabilidades del mercado. La opinión de los inversionistas de impacto Cuando se pregunta a los inversionistas de impacto sobre sus motivaciones para invertir, ofrecen diversas respuestas. La gran mayoría lo hace porque cree que es su deber como inversionista responsable. Otros creen que es una manera eficiente de lograr objetivos de impacto social. También son frecuentes los argumentos relacionados con las oportunidades para ganar visibilidad en sectores y zonas geográficas en crecimiento, y las razones relacionadas con el atractivo financiero de esas inversiones en comparación con otras. Un grupo menor de inversionistas de impacto señala que su motivación es la diversificación de sus carteras de inversión o, en menor medida, el cumplimiento de ciertos requisitos regulatorios. Sin embargo, hay una motivación común a los inversionistas de impacto: todos desean obtener rentabilidad financiera. Por unas u otras razones, el impacto social positivo ha atraído a un gran número de inversionistas, como instituciones financieras, fondos de pensiones, fundaciones privadas, compañías de seguros, etcétera. En general, se realizan inversiones directas en las empresas. El capital está relativamente bien diversificado entre regiones, siendo los mercados emergentes los que atraen un mayor porcentaje de las operaciones. Con respecto a los sectores que atraen mayores inversiones de impacto, destaca en primer lugar el sector de las microfinanzas, seguido de otros servicios financieros, energía y vivienda. A grandes rasgos, podría decirse que los inversionistas de impacto prefieren instrumentos de deuda, tanto pública como privada, aunque también muestran una gran preferencia por la inversión en renta variable privada.23 Los implicados en este tipo de producto financiero identifican varios factores como causantes del freno en el desarrollo de esta clase de inversiones. Uno de ellos es la falta de instrumentos de capital adecuados que combinen distintas opciones de riesgo y rentabilidad; otro es la falta de oportunidades de inversión de alta calidad con un registro histórico de su evolución. Por otro lado, 23 GIIN, J. P. Morgan, (2015). Op. cit. CAPÍTULO 10 Principios básicos de las inversiones de impacto social 141 al igual que en el caso de la inversión socialmente responsable, en la inversión de impacto no se dispone de datos precisos sobre el comportamiento de empresas y activos, ni tampoco sobre el impacto de las inversiones. En ese sentido, resulta muy necesario establecer una metodología que proporcione indicadores capaces de medir el comportamiento y el impacto. En la encuesta más reciente del GIIN y J. P. Morgan, se señala que 98 por ciento de los inversionistas de impacto consideran que la inexistencia de métricas de impacto estandarizadas adecuadas es una de las principales barreras para el crecimiento de la inversión de ese tipo. Como se mencionó, en la actualidad un número creciente de grupos de interés manifiestan preocupación por las acciones positivas de las empresas y de los negocios en general. Esta situación se manifestó con mayor fuerza tras la crisis financiera de 2008. Por lo tanto, las empresas —ahora más que nunca— tratan de integrar su preocupación por cuestiones sociales y medioambientales en sus actividades y en su relación con los grupos de interés. El atractivo económico de la inversión de impacto Como hemos reflexionado a lo largo de la sección, y tal como se observa en la figura 10-2, las inversiones realizadas con distintas estrategias no tienen por qué diferir y, desde luego, las estrategias empleadas no tienen por qué ser excluyentes. De hecho, los inversionistas interesados en inversiones de impacto encuentran en éstas no sólo un modo de contribuir al bien común mediante su actividad, sino también una forma de inversión positiva desde el punto de vista financiero. Entre las razones por las que puede interesar la inversión de impacto, hablando desde la perspectiva financiera, destacan tres características que aportan un alto valor financiero a la cartera de los inversionistas: a) la baja proporción de impago y quiebra de las empresas sociales; b) la baja volatilidad de los precios de estos activos financieros; y c) la baja correlación que existe entre esos precios y los de los activos del mercado tradicional. A grandes rasgos, las razones de estas características son las siguientes: a) b) c) Bajas proporciones de quiebra o impago.24 Las empresas y personas a las que se destinan las inversiones de impacto suelen tener un entorno económico y social débil, y ven esa fuente de financiamiento como una de las pocas alternativas a su alcance; de ahí que se esfuercen por devolver los préstamos y por cumplir con las expectativas del capital desembolsado por los inversionistas. Baja volatilidad. Si a la baja proporción de impagos y quiebras descrito anteriormente, añadimos la dificultad para obtener datos sobre la variación de sus precios y para que la valoración de esos activos se realice con tanta frecuencia como en los activos convencionales, el resultado es que la variabilidad de los precios de productos de la inversión de impacto es más reducida. Baja correlación con el mercado. La evolución de los productos de inversiones de impacto tiene una baja correlación con la de los mercados financieros, lo cual puede ser una garantía ante oscilaciones del mercado y aportar valor al inversionista. Lo que está claro es que la inversión de impacto cuestiona la postura sostenida durante mucho tiempo de que las causas sociales y medioambientales deberían financiarse únicamente mediante donaciones filantrópicas, pero también cuestiona la idea de que las inversiones sólo deben perseguir la rentabilidad financiera. Así, existe una zona de intersección en la que se encuentran las inversiones de impacto. 24 Para obtener una justificación de esta afirmación, vea, por ejemplo Fontrodona Felip, J., Levy Faig, D., Sanz Fernández, P. y Casas Huget, M. (2015). Op. cit. 142 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Conclusiones La inversión socialmente responable se define en general como el tipo de inversión que tiene en cuenta no sólo los criterios financieros clásicos de maximización de la rentabilidad y minimización del riesgo, sino también otros criterios no financieros medioambientales, sociales y de gobierno corporativo. En este capítulo tratamos de mostrar cómo la definición de inversión socialmente responsable depende del contexto histórico, del lugar geográfico, y de las creencias y los principios del inversionista basados muchas veces en cuestiones religiosas o culturales. Para intentar entender la falta de una definición universal y su dinamismo, recurrimos al estudio de la evolución histórica de las inversiones socialmente responsables. El conocimiento de la evolución histórica nos ayuda a entender las estrategias actuales de inversión; en particular, la inversión de impacto, la cual supone un paso hacia adelante al buscar inversiones que miren al futuro, modificando positivamente la sociedad donde se realizan. El interés por la inversión socialmente responsable y, en particular, por la inversión de impacto ha ido en aumento en los últimos años a nivel mundial. Por lo tanto, se ha hecho necesario identificar los distintos perfiles de inversionistas preocupados por los problemas sociales, y tratar de responder a su demanda de indicadores transparentes y creíbles sobre el grado de responsabilidad social y/o impacto de las inversiones potenciales. Al respecto, examinamos los diversos problemas que existen, los cuales tienen que ver principalmente con la calidad y diversidad de fuentes informativas y bases de datos (de agencias de rating social), y con la metodología aplicada para el tratamiento de la información referente al rating de las inversiones en distintas dimensiones sociales. La inversión socialmente responsable y, en específico, la inversión de impacto son herramientas con un alto potencial para realizar cambios sociales importantes y asegurar un desarrollo sostenible. Sin embargo, para que tengan éxito, es necesaria la existencia de indicadores transparentes y fiables, tanto financieros como no financieros, que estimulen ese tipo de inversiones. La existencia de distintas agencias de rating social y de métodos de agregación en ocasiones poco adecuados, así como la falta de consenso respecto del sistema de ponderaciones de los criterios sociales, son cuestiones que requieren un tratamiento riguroso que permita un rating social fiable de las inversiones. CAPÍTULO 10 Principios básicos de las inversiones de impacto social 143 Términos clave Estrategias de inversión Impacto social Inversiones de impacto Inversiones socialmente responsables Rating con criterios sociales Toma de decisiones Preguntas para debate • • • • • • • • • • ¿Es realmente necesaria una definición única y precisa para evaluar el comportamiento social de las empresas? ¿Podemos medir algo que no está definido con exactitud? ¿En opinión de quién se produce un impacto social? ¿Según qué criterios o estándares es positivo el impacto social? ¿Podemos asegurar que el resultado del rating social de las empresas se ajusta a la voluntad del inversionista? ¿Es posible que una inversión de impacto no sea socialmente responsable? ¿Y al contrario? Explique sus respuestas. ¿Por qué han fallado las inversiones socialmente responsables como herramientas de cambio social? ¿Inversión ética o inversión de impacto social? ¿Transformamos más a la realidad social con la inversión de impacto? ¿Las críticas a las inversiones socialmente responsables son suficientes para persuadir a individuos y organizaciones de invertir en activos que tengan impacto o influencia social? Justifique su respuesta. ¿Qué define a un inversionista que busca una inversión con impacto? ¿Cuáles son las motivaciones para la inversión de impacto? ¿Cuáles son los principales retos para el crecimiento de las inversiones de impacto? Lecturas recomendadas Beal, D. y Goyen, M. (1998). Putting your Money Where your Mouth Is. A profile of Ethical Investors. Financial Services Review, 7(2), 129-143. Bowen H. (1953). Social Responsibilities of the Businessman. Nueva York: Harper. Brammer, S. y Pavelin, S. (2005). Corporate Reputation and Social Performance: The Importance of Fit. Journal of Management Studies, 43(3), 435-455. Carroll, A. B. (1979). A Three-Dimensional Conceptual Model of Corporate Performance. The Academy of Management Review, 4 (4), 497-505. Domini, A. (2001). Socially Responsible Investing: Make Money While you Make a Difference. Chicago: Dearborn Financial Publishing. Fontrodona Felip, J., Levy Faig, D., Sanz Fernández, P. y Casas Huget, M. (2015). La apuesta del impact investing: Invertir contribuyendo a la mejora de la sociedad. IESE, ST-380, 09/2015. Freeman R.E. (1984). Strategic Management: A Stakeholder Approach. Boston: Pittman. Lewis, A. y Mackenzie, C. (2000). Morals, Money, Ethical Investing and Economic Psychology. Human Relations, 53(2), 179-191. 144 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Liern, V. (2016). El impacto positivo como criterio para avanzar en la inversión socialmente responsable. Barcelona: Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras (https://racef. es/es/discurso/el-impacto-positivo-como-criterio-para-avanzar-en-la-inversion-socialmente-responsable). McLachlan, J. y Gardner, J. (2004). A Comparison of Socially Responsible and Conventional Investors. Journal of Business Ethics, 52, 11-25. McWilliams A, Siegel D. (2001). Corporate social responsibility: A theory of the firm perspective. Academy of Management Review, 26, 117-127. Renneboog, L., Horst, J. T. y Zhang, C. (2008). Socially Responsible Investments: Institutional Aspects, Performance and Investor Behaviour. Journal of Banking and Finance, 32(9), 1723-1742. Sparkes, R. (2001). Ethical Investment, Whose Ethics, Which Investment? Business Ethics, A European Review, 10(3), 194-205. C a p ít ulo 1 1 Cómo integrar la cadena de valor por medio de la RSE Silvia Ivonne Ponce Una estrategia sin acción es un sueño diurno, pero las acciones sin estrategia son una pesadilla. Proverbio japonés1 Objetivos Al finalizar este capítulo, usted deberá ser capaz de: • • • • • • 1 Distinguir los elementos fundamentales del concepto de cadena de valor. Reflexionar sobre el concepto de valor y considerar sus diferentes perspectivas y acepciones en las actividades de la cadena productiva. Comprender los aspectos fundamentales de la dinámica de integración de la cadena de valor. Establecer las diferencias entre la cadena de valor, la cadena de suministro, la cadena de suministro verde, la cadena de suministro mundial y la cadena de suministro sostenible. Analizar la incidencia de la RSE en la integración de la cadena de valor. Establecer implicaciones prácticas de la responsabilidad social empresarial en sus contribuciones al desarrollo sostenible y al comportamiento socialmente responsable en el contexto de integración de la cadena de valor. Citado por Xavier, F. B. y Hunt., R. A. (2002). Strategy in turbulent times. Managerial Auditing Journal, 17(1/2), p. 55. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 146 Caso ilustrativo 11-1 La cadena de valor de la exportación de fruta fresca2,3 GlobalGAP es un programa de aseguramiento internacional que certifica a las empresas que exportan frutas y vegetales frescos hacia los mercados europeos. GAP es el acrónimo de Good Agricultural Practices (buenas prácticas agrícolas), un nombre ideado a fines del siglo XX por un grupo de supermercados de Reino Unido y Europa continental. Es un sistema de certificación independiente que sostiene un conjunto de normas y requerimientos con la finalidad de promover la inocuidad de los alimentos, los métodos de producción sostenibles, el uso responsable del agua, la seguridad y el bienestar de los trabajadores y de los animales, así como la calidad de los alimentos para el ganado y de los materiales de reproducción vegetal. La industria frutícola chilena ha conformado Chile GAP, cuya misión es apoyar a los productores y a las empresas exportadoras de fruta en la implementación de buenas prácticas agrícolas y sostenibilidad. Desarrollado por la Fundación para el Desarrollo Frutícola (FDF), por un mandato de la industria exportadora chilena de frutas y hortalizas frescas, el programa chileno armoniza las exigencias europeas y estadounidenses, correspondientes a los principales mercados de las exportaciones de frutas chilenas (más de 70 por ciento). Chile GAP basa la sostenibilidad en cuatro pilares: 1. sostenibilidad social (trabajadores, comunidad, consumidores, actuación ética); 2. sostenibilidad ambiental (buen uso, mejoramiento y cuidado de los recursos naturales; por ejemplo, control de plagas y de enfermedades, energía, control de emisiones, manejo de desechos); 3. inocuidad alimentaria; y 4. sostenibilidad económica (productividad sostenible, eficiencia). ¿En qué consiste la cadena de valor de la exportación de fruta fresca y cuáles son los principales grupos de interés? ¿Cuáles podrían ser los requerimientos de GlobalGAP susceptibles de integrarse a la cadena de valor de la exportación de fruta fresca? ¿Cuál es la relación de estos requerimientos con la RSE? ¿En qué consiste un proceso de certificación para un productor de fruta? ¿Cuáles son las ventajas que los productores y las empresas exportadoras de frutas, en particular, pueden obtener de este tipo de certificación? ¿Cuáles son los principales retos y obstáculos que enfrentan los productores durante el proceso de certificación y en su mantenimiento? Introducción Durante la segunda década del siglo xxi, la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) ya no se traduce únicamente en acciones voluntarias y aisladas de algunos actores o grupos de interés. En la actualidad, las actividades de las empresas a escala mundial ponen al descubierto inevitablemente, y cada vez con más intensidad, los diversos problemas intrínsecos a la RSE. Este efecto se amplifica, especialmente, mediante la influencia de aquellos actores centrales en las cadenas de valor de diversos sectores, y se observa con nitidez, en particular, en las relaciones entre proveedores y clientes, propias de las cadenas de suministro. El objetivo principal de este capítulo e s motivar la reflexión sobre la creación de valor colectiva y responsablemente, en beneficio de los individuos, los grupos y las comunidades en general. Para ello, el capítulo comienza con la presentación del concepto de cadena de valor y sus connotaciones clásicas; luego, se analiza el concepto de valor en su relación con la RSE. Después, nos ocuparemos de la integración de la cadena de valor, introduciendo los principales conceptos asociados a la cadena de suministro, especialmente la cadena de suministro mundial y verde, y la cadena de valor sostenible. Luego se destaca el rol de la RSE en la integración de la cadena de valor, y se concluye con las principales implicaciones para la administración y la formación de profesionales y actores directamente involucrados en el diseño y aplicación de políticas, buenas prácticas y mecanismos relativos a la RSE. 2 3 http://www.globalgap.org/es/who-we-are/ http://www.chilegap.com/sostenibilidad/ CAPÍTULO 11 Cómo integrar la cadena de valor por medio de la RSE 147 El concepto de cadena de valor La cadena de valor es una expresión que capta la estructuración de las actividades productivas y la dinámica de la lógica industrial. Dependiendo de la unidad de análisis –el conjunto de actores de un sector o una empresa–, la cadena de valor obedece a dos connotaciones que aproximan las actividades productivas en sus dimensiones procesuales y competitivas en una escala diferente. Desde la perspectiva de la RSE, ambas connotaciones ofrecen espacios de acción, pero el alcance es más significativo cuando el concepto se refiere a las etapas o a la secuencia en las cuales diferentes actores de un sector “agregan valor” a una materia prima o a una combinación de componentes primarios con vistas a la comercialización y al consumo de un producto o servicio, incluidos la recuperación, el reciclaje y la valorización de los desechos. La figura 11-1 ilustra el ejemplo de la cadena de valor de la leche. En sus aspectos más simples y esenciales, esta cadena comprende nueve eslabones. Comenzando con la producción de leche, incluye sucesivamente diversos transportes (centros de almacenamiento y de refrigeración), el procesamiento de la leche y su condicionamiento, la distribución y el consumo, terminando con la colecta y el reciclaje de los envases. Cadena de valor de la leche 1. Producción 2. Transporte 3. Almacenamiento y refrigeración 5. Procesamiento y condicionamiento 4. Transporte 6. Transporte y distribución 7. Consumo 9. Recuperación 8. Colecta de envases Fuente: Elaboración de la autora. FI G U R A 1 1 - 1 Un ejemplo de la cadena de valor. Entendida desde esta perspectiva de proceso, la cadena de valor es una representación que contribuye al desarrollo de una visión holística e integradora. El concepto otorga un alcance operacional a la noción de “integración vertical”, ampliamente utilizada en el análisis estratégico industrial. Desde la perspectiva de la RSE, esa connotación permite identificar los principales eslabones o actores de la cadena, las formas de colaboración, la concentración de poder e influencia, así como los impactos y riesgos económicos, ambientales y sociales de las actividades de las empresas y los organismos involucrados individual y colectivamente. Cuando la unidad de análisis es la empresa, la cadena de valor se refiere en esencia a las diferentes actividades y funciones que contribuyen a su competitividad. Esta connotación privilegia el análisis de la cadena de valor de las unidades de negocios (bajo el control de la empresa), en lugar del análisis de la cadena de valor del sector. En consecuencia, esta connotación de la cadena de valor facilita una visión analítica y discreta de las diferentes actividades de la empresa y de su competitividad. Su objetivo último es el de permitir el diseño o el ajuste de las actividades y funciones primarias y de apoyo, para diferenciar a la empresa de sus competidores y maximizar sus beneficios. Por lo tanto, el alcance de esta connotación se limita al análisis introspectivo de los comportamientos de la empresa. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 148 El valor en la cadena y la RSE La cadena de valor propone una definición del valor limitada a los beneficios financieros, prescindiendo de las dimensiones con impacto social y medioambiental. Al parecer, las consideraciones de la RSE introducen una complicación mayor, si no en la comprensión de la noción, al menos en su percepción y operacionalización. Al mismo tiempo, no se puede ignorar que la diversidad de la noción de valor destaca necesariamente su carácter multidimensional, lo cual abre un amplio espectro de posibilidades de líneas de acción para la puesta en práctica y el cumplimiento de los principios de la RSE. En consecuencia, una visión sistémica e integradora del valor se impone, y la integración de la cadena de valor, en particular, cobra toda su importancia. En otras palabras, se hace necesario reconocer que, desde la perspectiva de la RSE, el análisis de la cadena de valor no se limita exclusivamente a sus consideraciones económicas ni a sus aspectos tangibles, contables y financieros. Al respecto, la literatura de la administración y de los estudios organizacionales destaca gradualmente la necesidad de perspectivas alternativas del valor y su creación, introduciendo expresiones que reflejan el reto que éste representa; por ejemplo, valor en contexto, cultura del valor, valor compartido, entre otros (tabla 11-1). Si consideramos el valor a la luz de la definición de Brudlandt,4 la integración de la cadena de valor mediante la RSE ofrece un espacio privilegiado para consolidar la sostenibilidad, entendida en términos de la creación de valor en sus tres dimensiones fundamentales: económica, ecológica y social. Esta integración implica los productos y una diversidad de procesos (fabricación, distribución, recuperación), así como diversas relaciones entre los grupos de interesados. TABLA 1 1 - 1 Tipos de valor. Definición Valor Valor en contexto El valor en contexto integra la participación de todos los actores económicos y sociales en su creación. El valor es creado en colaboración (es decir, en configuraciones interactivas de intercambio mutuo), y como resultado de la proposición de valor de las empresas y de la participación de los clientes que completan el proceso en contextos específicos. Cultura del valor En las cadenas productivas se generan y coexisten diferentes culturas del valor: cultura de la conformidad, que persigue la preservación del valor mediante el cumplimiento de las leyes y normas en vigor; cultura de gestión de la relación, en la que el valor se crea en función de arbitrajes; cultura de la organización sostenible, en la que se maximiza el valor y se integra en sus dimensiones económica, social y ecológica. Valor compartido Políticas y prácticas operativas que intentan realzar la competitividad de una empresa,5 y mejorar simultáneamente las condiciones económicas y sociales de la comunidad donde opera. La integración de la cadena de valor Tradicionalmente, el análisis de la cadena de valor ha estado determinado por la empresa fabricante de bienes tangibles que es líder de la cadena productiva. El caso clásico es el de las empresas de la industria automotriz. Desde una fuerte integración vertical, característica de la producción masiva en serie, las compañías han evolucionado hacia la fragmentación geográfica y administrativa de sus cadenas de valor. 4 5 Bruntland, G. (ed.) (1987). Our Common Future: Report of the World Commission on Environment and Development. Nueva York: Oxford University Press, p. 43. Porter, M. E. y Kramer, M. R. (2006). Strategy and Society. The Link between Competitive Advantage and Corporate Social Responsibility. Harvard Business Review, 84(12), 79-92. CAPÍTULO 11 Cómo integrar la cadena de valor por medio de la RSE 149 Caso ilustrativo 11-2 Ejemplo de la integración vertical a la red mundial En las décadas de 1930 y 1940, la empresa Ford Motor Company fabricaba a gran escala prácticamente todos los componentes esenciales y periféricos de sus automóviles. Las carrocerías, los motores, las baterías, los neumáticos y todo tipo de accesorios (recubrimientos de asientos, pinturas, etcétera) eran diseñados y fabricados en su gran complejo Ford River Rouge, localizado en Michigan, Estados Unidos. El complejo se extendía en sus dimensiones y actividades a la escala de una verdadera ciudad industrial, incluyendo sistemas de generación de energía, tratamiento de aguas, rutas de ensayo y transporte dedicados a sostener la producción. Ford había abierto plantas de ensamblaje en el extranjero: en Canadá en 1904 y en Europa en la década de 1920, e incluso en Argentina, Japón y Sudáfrica. Sin embargo, la concepción, la innovación, los ensayos de calidad, la coordinación del abastecimiento y la fabricación se realizaban en sus instalaciones del estado de Michigan. Las decisiones estratégicas, tácticas y operacionales estaban centralizadas. En la actualidad, más de 150 000 empleados trabajan en divisiones e instalaciones dispersas a nivel mundial. No sólo sus actividades de fabricación se han desmembrado y deslocalizado, sino que también las actividades críticas de la creación de valor (la investigación, el desarrollo de productos y la innovación) se realizan internacionalmente y de forma interactiva. El Centro Técnico de Dunton (Laindon, Reino Unido), por ejemplo, agrupa a científicos e investigadores provenientes de una decena de países europeos que trabajan con colaboradores internacionales. Éstos buscan contribuir, simultáneamente, al logro de los objetivos financieros, técnicos y ecológicos de la compañía, desarrollando e instaurando programas de mejoramiento de la eficiencia de combustibles, de reducción de las emisiones y de uso de energías limpias, entre otros, con la finalidad de hacer avanzar a la empresa en su globalidad en el camino hacia la RSE. Los grandes cambios de las últimas décadas han dado lugar a una doble fragmentación de las actividades productivas de todos los sectores e industrias, sin excepción. No sólo se deslocalizan las actividades de fabricación de tangibles (piezas, componentes y módulos), sino también los servicios de apoyo de la cadena de valor o los intangibles (por ejemplo, el servicio al cliente). El desarrollo vertiginoso de las tecnologías de telecomunicación, las prácticas de deslocalización de las actividades de fabricación, el outsourcing de los servicios y la reducción del ciclo de vida de los productos han generado un contexto en el que las actividades de producción y de servicios son fragmentadas no sólo verticalmente, sino también de forma horizontal. A esta doble fragmentación, caracterizada por la coexistencia de la producción masiva en serie y la producción flexible6 (que incluye la modalidad justo a tiempo y sistemas altamente automatizados) esparcidas geográficamente, se suma la fragmentación de los mercados, implicando instalaciones de distribución y una logística a nivel planetario. Así, las cadenas de valor configuradas son verdaderas redes de valor7 extremadamente complejas. En un contexto de “triple fragmentación”, los esfuerzos tradicionales de coordinación y de respuesta local, propios del análisis estratégico de las empresas multinacionales, no son suficientes para abordar la complejidad. Emerge entonces con fuerza la gestión o la administración de la cadena de suministro (supply chain management), constituyéndose en el enfoque privilegiado para sostener la integración de la cadena de valor. Estas cadenas también se han constituido en un espacio privilegiado para integrar, de forma gradual, preocupaciones éticas y exigencias medioambientales, además de la gestión de riesgos,8 asociadas sobre todo a las actividades de fabricación 6 7 8 Harvey, D. (1996). From Fordism to Flexible Accumulation. En The Condition of Postmodernity. Cambridge: Blackwell. Christensen, C. y Raynor, M. E. (2003). The Innovator’s Solution. Boston, MA: Harvard Business School Press, p. 44. Trkman, P., Valadares de Oliveira, M. P. y McCormack, K. (2016). Value-oriented Supply Chain Risk Management: You Get What You Expect. Industrial Management & Data Systems, 116(5), 1061-1083. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 150 deslocalizadas geográficamente. En consecuencia, se utilizan diversas expresiones derivadas; por ejemplo, cadena mundial de suministro, cadena de suministro verde, cadena de valor sostenible, que definiremos más adelante. Y la cadena de suministro —ya sea verde, global y/o sostenible—, al ser parte integrante de la cadena de valor del sector, desempeña un papel de primera línea y de ejecución en relación con la RSE. La cadena de suministro (supply chain) Básicamente, la cadena de suministro se define en términos de: 1. los flujos de bienes tangibles (materias primas, piezas y componentes de productos o módulos); 2. los flujos de información; y 3. los flujos monetarios o financieros. Esta cadena incluye todas las operaciones de los procesos necesarios para satisfacer las demandas de los clientes: la administración de la relación y el servicio al cliente; la gestión de la demanda; el cumplimiento de las órdenes de los clientes; la administración del flujo de la fabricación, las adquisiciones y el abastecimiento; el desarrollo del producto y la comercialización; y la devolución de productos. El alcance de la administración de la cadena de suministro excede la logística y la distribución. Estos tres conceptos, aun cuando comparten ciertos elementos, preocupaciones y prácticas, no son sinónimos. La cadena de suministro es un constituyente clave de la cadena de valor de la empresa y de su sector. La integración de la cadena de suministro apunta directamente hacia aquellos problemas operacionales y tácticos de los procesos destinados a satisfacer las demandas de los clientes y consumidores de manera óptima (con base en los arbitrajes y el uso de los recursos disponibles), eficiente (al menor costo posible) y eficaz (en respuesta a las necesidades de los grupos clave de interés). Desde la perspectiva de la RSE, la administración de la cadena de suministro (supply chain management), al buscar la integración de los procesos clave9 y de las interfaces, ofrece innumerables espacios de acción y oportunidades para introducir prácticas pertinentes y consolidar la RSE. La cadena mundial de suministro (global supply chain) La dinámica reglamentaria y reguladora de los intercambios comerciales y los acuerdos múltiples, incluyendo la reducción de las barreras comerciales, han estimulado la configuración de la cadena mundial de suministro. Este tipo de cadena abarca todas las actividades de valor agregado que se realizan a nivel transfronterizo, e involucra las diversas interacciones entre las empresas y los grupos de interés clave, a nivel local y mundial. En el contexto de la mundialización, las relaciones y los nexos son críticos. El proceso global de toma decisiones es interdependiente, y las decisiones propias del diseño de configuración10 de la cadena de suministro implican actividades dispersas que necesitan no sólo coordinarse, sino también sincronizarse e implementarse maximizando su valor. Las empresas que han desarrollado sus cadenas de suministro a escala mundial se destacan en los aspectos organizacionales, en su comprensión de las necesidades de sus clientes-consumidores, y en su capacidad de diferenciación. Estas empresas se organizan en torno al clienteconsumidor, más que en torno al producto, a las funciones o a la geografía; buscan diferenciarse más en términos del tiempo (respuesta rápida y fiable al cliente) que con respecto a los costos; y siguen estrictamente el flujo de los productos.11 Uno de los ejemplos más elocuentes y clásicos es la administración de la cadena de suministro de Li&Fung. 9 10 11 Cooper, M. C., Lambert, D. M. y Pagh, J. D. (1997). Supply Chain Management: More than a New Name. The International Journal of Logistics Management, 8(1), 1-14. Jaehne, D. M., Li, M., Riedel, R. y Mueller, E. (2009). Configuring and operating global production networks. International Journal of Production Research, 47(8), 2013-2030. Ferdows, K. New World Manufacturing Order. Industrial Engineer, Febrero 2003, 28-33. CAPÍTULO 11 Cómo integrar la cadena de valor por medio de la RSE 151 Caso ilustrativo 11-3 La cadena de suministro de Li&Fung: un ejemplo clásico y elocuente La empresa taiwanesa Li&Fung, líder en el servicio a los minoristas y a diversas marcas del mundo, literalmente ha diseccionado su cadena de valor. Las actividades que crean más valor de su cadena se llevan a cabo en Hong Kong. Éstas son, principalmente, las interfaces iniciales (es decir, el diseño, la ingeniería y la planeación de la producción) y las últimas etapas de la cadena de valor, que además, establecen la relación con el cliente (es decir, el control de calidad, los ensayos y la logística). Por su parte, las actividades intermediarias de la cadena de valor de la empresa son delegadas (o deslocalizadas) a más de 7 500 proveedores, dispersos principalmente en Asia. Esas actividades incluyen la adquisición de materias primarias, piezas y componentes, y la gestión de la producción. En la actualidad, la empresa se describe a sí misma como experta en la administración de la cadena mundial de suministro. La página principal de su sitio web anuncia: “Somos Li&Fung. Administradores de la cadena global de suministro”.12 Las empresas líderes son aquellas que han logrado establecer y mantener relaciones con sus colaboradores, reforzándolas mediante sus estrategias de RSE.13 Estas últimas van más allá del cumplimiento de exigencias y de cooperación, logrando crear valor de manera conjunta. Sus cadenas mundiales de suministro han movilizado innumerables organismos gubernamentales, no gubernamentales y privados, dando origen a múltiples iniciativas e instrumentos en la materia. Éstos se extienden desde el impulso de la legislación, normas obligatorias y certificaciones no obligatorias (por ejemplo, ISO 26000 y GlobalGAP), hasta programas y recomendaciones que enmarcan las actividades administrativas de las cadenas de suministro sectoriales, incluyendo derechos humanos, empleo y relaciones industriales, medio ambiente, ciencia y tecnología, intereses de consumidores, competencia, revelación de información, soborno, corrupción y sistema fiscal. La cadena de suministro verde (green supply chain) Las relaciones entre proveedores y clientes estimulan la inserción de las dimensiones y prácticas ecológicas y medioambientales de la RSE. En ese contexto se ha desencadenado, reforzado y mejorado la adopción e implementación de tecnologías verdes y la prevención de la polución, en particular. Esta vía ha aprovechado en gran medida los aprendizajes obtenidos a partir de los esfuerzos precedentes relacionados con la gestión de la calidad y los enfoques lean o de producción a valor agregado (PVA), destinados a mejorar la calidad y el uso de los recursos, así como a reducir los desperdicios. Esto implica la adopción e implementación de programas, técnicas, normas y certificaciones, y la gestión del cambio, entre otros aspectos. A éstos se integran específicamente los sistemas de gestión ambiental (normas ISO 14000), y de salud y seguridad de los trabajadores. La cadena de suministro verde integra explícitamente las preocupaciones ecológicas y medioambientales, desde el diseño del producto, la selección y la adquisición de materias primas, piezas y componentes, el proceso de fabricación, la distribución del producto a los consumidores 12 13 http://www.lifung.com/ Gereffi, G. y Lee, J. (2016). Economic and Social Upgrading in Global Value Chains and Industrial Clusters: Why Governance Matters. Journal of Business Ethics, 133(1), 25-38. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 152 y la gestión del ciclo de vida del producto, hasta sus fases finales de recuperación o revalorización.14 La administración de la cadena de suministro verde se define como la integración estratégica y transparente de flujos de materias, información y capitales, para el logro de los objetivos medioambientales y económicos mediante la coordinación sistémica de los procesos clave de negocios interorganizacionales. Además, la cadena de suministro verde asume la respuesta a las presiones reglamentarias, integra la evolución de las demandas de los clientes, y gestiona los riesgos percibidos, a nivel local y mundial.15 La cadena de suministro sostenible (sustainable supply chain) En general, los conceptos de cadena de suministro verde y sostenible se usan de manera intercambiable; sin embargo, éstos se distinguen de manera sustancial por su alcance. En su significado más purista, la cadena de suministro sostenible incluye aspectos que van más allá de la dimensión ecológica de los procesos y productos o actividades operacionales. En una medida importante, a la cadena de suministro verde se le atribuye más bien un carácter técnico-écologico y administrativo de nivel táctico y operacional: el cumplimiento con las leyes gubernamentales y la reglamentación, el mejoramiento continuo de las operaciones y la eficiencia, el logro de objetivos de desempeño (optimización de la cadena), y el mantenimiento de las relaciones con colaboradores, proveedores y clientes de la empresa. En cambio, a la cadena del valor sostenible se le atribuyen principalmente dimensiones estratégicas: 1. análisis al interior de las fronteras y a través de las fronteras, y grupos de interés externos; 2. alcance del valor a considerar (de la reducción de costo/desperdicios, el valor para el cliente y el consumidor, y el valor compartido); y 3. gobernanza (relaciones, poder de las partes, colaboración).16 Más aún, e independientemente de la gobernanza que se desarrolle y se logre –transaccional, dictatorial, condescendiente o colaborativa–, la expresión intenta destacar (o recordar) que el objetivo último de la cadena es la creación de valor conjunto en beneficio de las partes. La cadena de suministro sostenible se inserta en una perspectiva de largo plazo que integra las preocupaciones intraorganizacionales e interorganizacionales, medioambientales y de desarrollo social, propias de los colaboradores de la empresa y de las comunidades en las que ésta opera. Su rol se inscribe de manera explícita en la declaración escrita de la empresa al respecto, con la finalidad de establecer con claridad la dirección atribuida. La expresión refleja la atención y la importancia que atribuye la empresa a los principios de la RSE y a la sostenibilidad. De hecho, en diversas instancias se ha observado que las empresas que se aventuran en la ruta de la sostenibilidad, armonizando sus esfuerzos en torno a sus procesos y pilares clave –gobernanza, compromiso de los accionistas, horizonte de toma de decisiones, medidas e informes–, se distinguen significativamente en términos de su desempeño contable y su valor económico.17 Además, se constata un impacto significativo en el desempeño de las cadenas de suministro cuando la colaboración entre las empresas se orienta hacia la sostenibilidad. Las empresas con una clara y definida actitud proactiva en la materia son aquellas que se benefician más.18 14 15 16 17 18 Srivastava, S. K. (2008). Green Supply-Chain Management. A State-of-the-Art Literature Review. International Journal of Management Review, 9(1), 53-80. Sinclair-Desgagné, B. (2013). Greening Global Value Chains: Implementation Challenges. Annual Green Growth Knowledge Platform (GGKP) Conference, París. 4-5 de abril de 2013. Fearne, A., Martinez, M. G. y Dent, B. (2012). Dimensions of Sustainable Value Chains: Implications for Value Chain Analysis. Supply Chain Management: An International Journal, 17(6), 575-581. Eccles, R. G., Ioannou, I. y Serafeim, G. (2014). The Impact of Corporate Sustainability on Organizational Processes and Performance. Management Science, 60(11), 2835-2857. Vurro, C., Russo, A. y Constanzo, L. A. (2014). Sustainability along the Value Chain: Collaborative Approches and their Impact on Firm Performance. Symphony. Emerging Issues in Management, 2, 1-15. ISTEI-University of Milan-Bicocca (editor). CAPÍTULO 11 Cómo integrar la cadena de valor por medio de la RSE 153 El papel de la RSE en la integración de la cadena de valor La integración de la cadena de valor se inscribe esencialmente en la perspectiva estratégica de la RSE, y abarca todos los niveles decisionales tácticos y operativos de la empresa. En ese sentido, la RSE desempeña un papel, en primer término, de catalizador de la transformación, y posteriormente, de estructurador y legitimador. En el caso en que la integración de la cadena de valor se dé mediante el desarrollo, la implementación y la integración de la cadena de suministro (local y/o mundialmente), las relaciones de poder entre los actores de la cadena tienen un papel crucial. La integración de la cadena de suministro se ha definido como el conjunto de prácticas y procedimientos mediante los que la empresa logra eficiencias operacionales y estratégicas tanto al interior como al exterior, a través de la colaboración entre sus funciones internas y con otras empresas.19 Por lo tanto, la dinámica de esa integración y los nexos necesarios por establecer (principalmente entre clientes, proveedores y colaboradores) podrán reforzarse dependiendo de los objetivos de las partes en referencia a la RSE. En ese sentido, la perspectiva política de la RSE cobra toda su importancia. Si una empresa más avanzada en su camino a la RSE influye en los actores clave de la cadena, el papel de la RSE será de vector de cambio y de consolidación. Por consiguiente, las perspectivas culturalista, contructivista e institucionalista de la RSE también aportan a la comprensión de la dinámica de la integración de la cadena de valor y de la cadena de suministro. Frente a la innovación, al cambio y a la implementación de prácticas relacionadas con la RSE, los aprendizajes individuales y colectivos que se internalizan en las organizaciones al respecto tienen lugar en procesos de construcción social para, finalmente, anclarse en la cultura de las organizaciones e institucionalizarse. En el caso de la integración de la cadena de suministro, se identifican básicamente tres fases: la integración de información, la integración cognitiva y la integración administrativa-gerencial. Primero, se establece la integración de la información por parte de los actores de la cadena, en especial mediante la adopción de tecnologías que habilitan los intercambios y las transacciones entre las partes. Segundo, se establecen procesos de integración entre las empresas. Y tercero, se establecen relaciones entre las empresas y una cultura de toma de decisiones colaborativa.20 En estos casos, la RSE puede guiar, orientar y alimentar los aprendizajes y contribuir de manera significativa a la integración. De hecho, la atención generada por las prácticas de la RSE ha contribuido al surgimiento de un marco institucional que no sólo legitima los esfuerzos y la asignación de recursos por parte de las empresas, sino que estimula su consolidación. Durante las últimas décadas, se ha generado un abanico de instrumentos21 y oportunidades sin precedentes, animando la dinámica de los negocios y las economías del saber, la colaboración y la creatividad. En ese sentido, el alcance de la RSE excede las actividades productivas, impactando a la sociedad en su conjunto. Conclusiones En este capítulo examinamos los conceptos fundamentales de la cadena de valor y los aspectos relevantes de su integración. Se argumentó que el concepto de cadena de valor se inscribe en la perspectiva estratégica de la RSE, y permite estructurar y orientar las actividades productivas con base en las dimensiones de la sostenibilidad: valor económico, valor medioambiental y valor social. Se otorgó atención especial a la integración de la cadena de suministro (genérica, mundial, 19 20 21 Mellat-Parast, M. y Spillan, J. E. (2014). Logistics and Supply Chain Process Integration as a Source of Competitive Advantage. An Empirical Analysis. The International Journal of Logistics Management, 25(2), 289-314. Mellat-Parast y Spillan (2014). Op. cit., p. 291. Caplan, D., Dutta, S. K. y Lawson, R. A. (2016). Corporate Social Responsibility Initiatives across the Value Chain. The Journal of Corporate Accounting and Finance. 24(3), 57-66. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 154 verde y sostenible), en tanto que constituye un enfoque privilegiado para integrar la cadena de valor. Desde los niveles tácticos y operacionales propios de la administración de la cadena de suministro, la integración rompe las barreras funcionales y establece nexos, creando y manteniendo relaciones de colaboración entre los actores de la cadena. Las herramientas técnicas (que contribuyen a maximizar el valor y optimizar los procesos y recursos) indican que la administración de esta cadena crea espacios para contribuciones en todos los niveles de intervención. Por lo tanto, se concluye que la administración de la cadena de suministro desempeña un papel de primera línea en la materialización de las iniciativas de la RSE. A la vez, la integración de la cadena de valor mediante la RSE destaca los aportes diferenciados de los niveles decisionales de las empresas. La integración de la cadena de valor también destaca los roles de los diferentes actores y las relaciones de poder. La relación entre proveedor y cliente, en particular, constituye el espacio privilegiado para la negociación, la difusión y el avance en el camino hacia la RSE. Y en su conjunto, la integración de la cadena de valor mediante la RSE pone de manifiesto los impactos sistémicos y las interdependencias, cuyas implicaciones se dejan sentir en todas las esferas y en la diversidad de las actividades humanas organizadas. Por lo tanto, se ilustra el carácter pluralista de la RSE, así como los valores y principios intrínsecos de equidad y de respeto por lo singular y lo universal. Finalmente, no se puede ignorar que las implicaciones administrativas y gerenciales de la integración de la cadena de valor y de suministro, así como la transversalidad necesaria para la armonización de los esfuerzos y la institucionalización de la RSE en la administración de las empresas, necesitan integrarse a la formación de los profesionales de la administración. El desarrollo de una visión holística y sistémica de la complejidad de la práctica administrativa debería comenzar en las aulas, ya que es imprescindible para completar la especialización. Aproximarse a la comprensión de la complejidad de las conductas y comportamientos individuales, colectivos y organizacionales permitirá avanzar en el camino hacia la RSE. Como dijo Piaget (1972): “Comprender es inventar, o reconstruir mediante la reinvención, y será necesario doblegarse a tales necesidades, si deseamos en el futuro modelar individuos capaces de producir o de crear y no solamente de repetir”.22 22 Traducción libre de Piaget, J. (1972). Où va l’éducation? París: Denoël/Gonthier, p. 24. CAPÍTULO 11 Cómo integrar la cadena de valor por medio de la RSE 155 Términos clave Cadena de suministro Cadena de suministro mundial Cadena de suministro verde Cadena de valor sostenible Cadena de valor y RSE Integración de la cadena de valor Preguntas para debate • • ¿Cómo definiría el concepto de valor desde la perspectiva de la RSE? ¿Cuál es la importancia de los principios básicos de integración de la cadena de valor, y cuáles son los principales mecanismos adoptados por las empresas en ese sentido? • • ¿Cuál es la contribución de la RSE a la integración de la cadena de valor? ¿Cómo se integra la RSE a una cadena de suministro mundial verde? Lecturas recomendadas Abe, M. y Ruanglikhitkul, W. (2003). Developments in the Concept of Corporate Social Responsibility (CSR). Capítulo II. En From Corporate Social Responsibility to Corporate Sustainability. Studies in Trade and Investment. Moving the Agenda forward in Asia and the Pacific. Business and Development Section of the Trade and Investment Division, UN Economic and Social Commission for Asia and the Pacific (UNESCAP). 2013, 9-26. Bain, C. (2007). Reconciling Competing Values for Corporate Social Responsibility: EurepGAP Standards in the Chilean Fresh Fruit Value Chain. Tesis doctoral inédita. Michigan University. Carroll, A. B. (2008). A History of Corporate Social Responsibility: Concepts and Practices. En The Oxford Handbook of Corporate Social Responsibility. Crane, A., Matten, D., McWilliams, A., Moon, J. y Siegel, D.S. (eds.). Oxford Press. En línea, 2009, 2015, www.oxfordhandbooks.com Center for Ethical Business Cultures. (2010). Corporate Social Responsibility. The Shape of a History, 1945-2004. The Influence of Shareholders on Corporate Social Responsibility. History of Corporate Responsibility Project. Documento de trabajo núm. 1. Durand, A. L. y Sinclair-Desgagné, B. (2012). The Growing Bussiness of Mitigating Ecological Footprints. 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Journal of General Management, 28(3), 1-28. C a p ít ulo 1 2 Economía circular, una alternativa a los límites del crecimiento lineal Carlos Scheel y Eduardo Aguiñaga La cadena lineal de “extracción-producción-desecho”, la cual agota los recursos naturales y genera residuos, está profundamente defectuosa y puede ser reemplazada por un modelo restaurativo en el que los residuos no existan como tales, sino que éstos sean alimento para los siguientes ciclos. Ellen MacArthur Objetivos Al finalizar este capítulo, usted deberá ser capaz de: • • • • • Entender la esencia del problema de la sostenibilidad. Entender las nuevas tendencias existentes para enfrentar los problemas actuales de crecimiento económico y de generación de riqueza sostenible. Comprender el concepto de economía circular y las distintas perspectivas que integran este enfoque. Reconocer la importancia de la visión sistémica de creación de valor circular. Identificar cuáles son las oportunidades y las amenazas de la economía circular en el contexto latinoamericano. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 158 Caso ilustrativo 12-1 Un planeta exhausto Actualmente, nuestra civilización necesitaría 1.63 planetas Tierra para sobrevivir con los consumos actuales de bienes naturales que no tienen la capacidad de recuperarse. Si China quiere alcanzar los estándares de vida de Estados Unidos, necesitaríamos dos planetas enteros para surtir los bienes naturales necesarios para ese desarrollo, y si India también desea tener esos niveles de vida, necesitaríamos en total tres planetas.1 El planeta ha perdido su resiliencia: es incapaz de recuperar su estado anterior después de una crisis (grandes sequías, enormes inundaciones, agua contaminada, epidemias, acidez de los océanos, tierras áridas o quemadas, reducción de la biodiversidad, etcétera), y actualmente parece que los desequilibrios son cíclicos y permanentes, y se repiten con más frecuencia. Éste es el verdadero problema del desarrollo actual. No hay un diseño sostenible y sistémico de crecimiento de las regiones para recuperar el daño (ambiental y social), mejorar la calidad de vida de la población mundial y simultáneamente lograr crecimiento económico, en particular para las economías emergentes. Si seguimos creciendo como ahora, e incluso considerando un escenario optimista y los enormes cambios tecnológicos, el abuso de recursos naturales escasos será del 15 por ciento en 2030 y del 75 por ciento en 2050.2 Esto significa que seguiremos consumiendo nuestros propios recursos a tasas mucho más rápidas de lo que la naturaleza puede regenerarlos en sus ciclos normales. ¿Cómo lograr mantener un planeta sostenible en las cuatro dimensiones de su biosfera (humana, social, ambiental y económica) y, al mismo tiempo, alcanzar un nivel de vida digna y armoniosa para la mayoría de sus habitantes? Introducción Los modelos actuales de desarrollo no están respondiendo eficazmente a los objetivos para los que fueron diseñados. El exceso de demanda de recursos naturales para mantener un desequilibrado consumismo hace que algunos países sean explotados por compañías trasnacionales en forma depredadora, se endeuden excesivamente, promuevan el descontento de sectores opositores, contraigan su ciclo de crecimiento, limiten el empleo y entren en mecanismos de recesión de rendimientos decrecientes en el largo plazo. Al mismo tiempo, esos países dependen de la mano invisible del mercado, del petróleo proveniente del extranjero y de las decisiones autocráticas de unos cuantos. En esta situación de caos, surgen varias preguntas: ¿Qué modelos alternativos existen? ¿Cuáles nos pueden dar una visión sostenible del crecimiento en el largo plazo, y que al mismo tiempo sean económicamente viables y de trascendencia social para una gran mayoría? Trataremos de dar respuesta a estas preguntas con una propuesta sistémica y circular de pensamiento y acción, que sea socialmente inclusiva, ambientalmente recuperable y regenerativa, pero también viable y competitiva desde el punto de vista económico. ¿Por qué es necesario modificar el modelo lineal? ¿Cuáles son las alternativas? Algunas respuestas que han dado los economistas, estadistas e industriales a los desastres que está causando el crecimiento lineal contemporáneo son mejorar los procesos actuales, volverlos 1 2 Clay, J. (2015). VP of World Wildlife Fund. Lacy, P. y Rutqvist, J. (2015). Waste to Wealth: The Circular Economy Advantage. Springer, p. 16. CAPÍTULO 12 Economía circular, una alternativa a los límites del crecimiento lineal 159 más eficientes, más limpios y “reverdecerlos” .3 Ante ello, cabe preguntarse: ¿Es posible revertir el daño ambiental con tan sólo mejorar los procesos lineales? Aun con los avances tecnológicos de este siglo, el crecimiento del consumismo y las ambiciosas promesas políticas, la respuesta sigue siendo un rotundo “no”, porque los modelos lineales convencionales carecen de la capacidad para: • • • • extender el ciclo de vida de los productos; recuperar los productos (logística inversa) ya utilizados (fin del ciclo de uso) y regresarlos al proveedor (en particular en el momento actual en el que la globalización impide estos procedimientos); cerrar la vida útil de los productos y, al terminar su uso, convertirlos en algo valioso; reconstruir y recuperar materiales, trabajo y energía, puesto que los modelos lineales actuales son difíciles de controlar en el largo plazo, y es imposible mantener muchos de ellos por la energía que requieren, de manera que no son viables ni sostenibles. Por eso, es necesario que los empresarios, los gobernantes y los ciudadanos impulsen la modificación del modelo lineal basado en extraer, manufacturar, vender, usar y desechar. Es necesario revalorar todos los componentes utilizados en el ciclo de vida y uso de los productos. Esto sólo se logra desde el inicio, a través de un diseño holístico del producto o servicio, asociado a los modelos de administración holística de los recursos, de administración de la ubicación de éstos y de los sistemas culturales de gobernanza. Esta modificación no se efectúa después de vender el producto, como si se tratara de un “parche” para enmendar la situación. Tampoco se logra a través del cobro de multas –la forma como muchos países en desarrollo intentan resolver los problemas de contaminación–, ni mediante políticas públicas elaboradas al vapor para encubrir los daños ambientales que son el resultado de proteger los intereses de unos pocos. Los nuevos modelos de economía se concentran en repensar el diseño de productos bottom-up y planear, antes de manufacturar los productos, qué se hará con éstos después de que se usen y se desechen. Se trata de innovar el ciclo de vida de un producto (que parece infinito) y diferenciarlo del ciclo de uso de un producto, que sí es finito y bien especificado. Por ejemplo, es bien sabido que un automóvil eléctrico contamina mucho menos en su vida media de uso que uno de combustión interna. Pero hay que ser cautos para no hacer afirmaciones categóricas como: “¡El automóvil eléctrico no contamina en absoluto!”. En la fabricación de un vehículo eléctrico se generan alrededor de 14,000 kg de emisiones de dióxido de carbono (CO2), mientras que fabricar uno de gasolina produce un poco más de 6,000 kg de ese contaminante.4 Esto se debe a las emisiones que genera la minería del litio con el que se fabrican las baterías para los autos eléctricos. Por cierto, el litio es un elemento que se está extrayendo incontrolablemente de los yacimientos del triángulo con más reservas del mundo de ese metal, integrado por Chile, Argentina y Bolivia, tres naciones que carecen de regulaciones ambientales que las protejan de la devastación. En un modelo circular, los costos de secuestro y almacenamiento del CO2 se deben incluir en los precios de los automóviles, al igual que la huella ecológica que dejan tanto la carga de las baterías (si la energía proviene de fuentes fósiles) como su desecho final. Si se hace el ejercicio completo, habrá que tomar con cautela la afirmación de que el automóvil eléctrico es más verde que el de combustible, por lo menos considerando las actuales tecnologías. En los nuevos modelos de producción, desde que se diseña y se fabrica un bien de consumo, e incluso cuando se hacen las negociaciones con los proveedores, es necesario considerar el uso y desecho del producto, administrando la ubicación de los recursos e integrando en la manufactura los costos de la huella ecológica y de recuperación (remediación) del daño ambiental o social que ocasionan la fabricación y la distribución. 3 4 Webster, K. (2015). The Circular Economy: A Wealth of Flows. Ellen MacArthur Foundation Publishing. Lomborg, Bjorn (11 de marzo de 2013). Wall Street Journal. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 160 Se debe implementar un mecanismo de circularización de las cadenas de suministro, de producción, de residuos, de recuperación y remediación, para así integrar en un solo modelo de negocios la cascada de las actividades con los costos que éstas generan y que, al final, debe sufragar el ciudadano.5 Sólo así la empresa se volverá más consciente, eficiente y efectiva al remediar el daño ambiental que genera su propia producción, la de sus proveedores y la de sus clientes. Si la empresa no actúa con creatividad, innovación y emprendimiento inclusivo (con sus proveedores, clientes y remediadores), va a ser imposible que compita. Es un enfoque algo utópico, pero es la tendencia de jugadores conscientes del crecimiento sostenible. ¿Cómo romper el paradigma lineal de crecimiento? Las ciudades, al igual que las empresas, están creciendo linealmente, aumentando la gran brecha socioeconómica,6 y fomentando el uso polarizado y asimétrico de los recursos por un número creciente de personas. Todo ello reducirá cada vez más la calidad de vida de sus pobladores (la tragedia de los comunes7), lo cual, a la vez, generará más congestión, más CO2, metano, NO2, gases y sólidos que se concentrarán en áreas geográficas densas, para las que será imposible recuperar su oxígeno por la falta de vegetación, resultado de la construcción de proyectos urbanos. En esa situación, se deben romper los paradigmas lineales de producción y crecimiento actuales, quintuplicando8 la productividad de los recursos naturales escasos que hemos dejado saludables, además de los que podamos transformar. Aquí nos referimos a aumentar la recuperación de los recursos, no de su extracción de materia virgen, ni de manera lineal, sino de una forma regenerativa para la naturaleza. Por eso, el enfoque de innovación clásica del siglo xx no es suficiente para romper el paradigma convencional lineal, como tampoco lo es el mejoramiento de la eficacia de las cadenas lineales de manufactura; ni basta con reverdecer las prácticas y políticas que actualmente abundan en los países en desarrollo y que resulta inútil aplicar ante la ausencia de un estado de derecho. Romper este paradigma implica: • • Encontrar nuevas formas no lineales y adecuadas de crecer para las industrias y las regiones. Implementar nuevos tipos de economía, capaces de desacoplar el crecimiento económico y el de la población de la rápida destrucción de los recursos; y de esa forma, proteger las “capacidades de producción” que tienen los recursos naturales. Lo anterior significa que es posible romper el paradigma de crecimiento lineal y absurdo, regenerando y reconstruyendo en forma sistémica y organizada el daño ambiental y así asegurar recursos vitales para futuras generaciones, manteniendo al mismo tiempo una mejor calidad de vida para la población y una estabilidad económica competitiva para la región. ¿Qué se debe cambiar? Además de reverdecer las cadenas de producción, se deben cambiar las prácticas administrativas por una administración holística (holistic management), que permita incluir en el ciclo de vida de un producto todos los costos de remediación y de recuperación e incluirlos en su precio de venta, con su debido etiquetado de producción y procedencia de todos los insumos. 5 6 7 8 Concepto detallado en Aguiñaga, E. (2016). Creating Circular Value Ecosystems: A Regenerative Conceptual Framework Moving from Products to Systems Based on Internalizing Externalities. EGADE Business School database. (ITESM, EGADE, tesis doctoral). Informe de la ONU sobre derechos humanos 2015. Hardin, Garrett (1968). The Tragedy of the Commons. Science, 162, 1243-1248. Lacy y Rutqvist (2015). Op. cit. CAPÍTULO 12 Economía circular, una alternativa a los límites del crecimiento lineal 161 Esto significa monetizar las externalidades y sus residuos e insertarlos en las cadenas de producción en un solo conjunto con todos los costos de producción y recuperación incluidos. Éste es un ejercicio de innovación de producto fuera de los estándares del siglo pasado, cuando se innovaba para generar un beneficio económico mayor a costa de perjudicar a la sociedad y al ambiente, con prácticas como la obsolescencia programada, el pago de salarios bajos, el trabajo no equitativo y la falta de transparencia en el origen de los insumos. Es aquí en donde se debe hacer una gran ruptura. Es cuestión de actitud y conocimiento. Como expresó el chef Gastón Acurio: “La diferencia de nuestro éxito es que nosotros no abrimos un restaurante, sino que iniciamos un movimiento gastronómico. En un movimiento, uno es parte de una actividad exitosa que genera un mayor insumo económico”.9 En este caso, para todo un país. Es necesario provocar un cambio para romper el paradigma lineal, de manera que la innovación se vuelva disruptiva al transformar el diseño clásico de productos convencionales, y al convertir “productos en sistemas”, rompiendo los paradigmas convencionales basados en extraer, hacer, vender y tirar, en pensar, hacer y dirigir linealmente. Es necesario cambiar de un entorno mecanicista a uno holístico. Para ello, las empresas, el gobierno, la academia, la banca y las cadenas de emprendimiento deberán trabajar en conjunto para optimizar la ecuación costo-daño ambiental-precio. Así, cuanto más beneficioso sea un producto para el medio ambiente, más lucrativo será para la empresa y más económico para el consumidor. Esto implica diseñar un futuro sano, viable y de grandes expectativas para la mayoría. Para obtener esos resultados, hay que desarrollar una innovación disruptiva que genere riqueza sostenible y que mejore la calidad de vida de las personas. De esa forma, en el futuro esa riqueza se volverá atractiva para el capital foráneo, para los socios tecnológicos y para las organizaciones de apoyo. Si esa riqueza se administra en forma inclusiva y colaborativa, será posible reducir la injusticia social, la contaminación ambiental y el consumo desmedido del agua. Así, en general, se reducirán las brechas que hay en la base de la pirámide. ¿Cómo implementar el cambio? Para romper el paradigma lineal de abastecimiento-producción-consumo-desecho, hay que cambiar de la cultura de consumo de producto a una basada en el uso de sistema, y de un pensamiento analítico y lineal a un pensamiento holístico, circular y colaborativo. Con la cultura reduccionista y desasociada con que se manejan la política pública y los negocios, es imposible implementar un sistema circular y colaborativo. El primer paso es crear espacios y condiciones para utilizar los productos como servicios de sistemas. ¿Qué hubiera ocurrido si Henry Ford hubiera diseñado el estándar modelo T para ser usado por la comunidad, en lugar de producirlo en forma masiva para que el individuo lo usara en forma personal? ¿Cuál sería la estructura de la industria automotriz, si ésta se hubiera concentrado en el transporte masivo (como el avión y la industria aeronáutica)? De hecho, toda la industria automotriz actual sería diferente. En Estados Unidos, se estima que el automóvil se utiliza cerca de 5 por ciento del tiempo, mientras que 95 por ciento permanece sin usar, generando aproximadamente 160 mil millones de dólares en pérdidas de productividad, energía, huella ecológica y desgaste de los vehículos.10 Es decir, se fabrica un producto que prácticamente no se utiliza, en lugar de crear un transporte que resuelva el problema masivo, pero que, a la vez, dé un servicio de forma individual, ofreciendo itinerarios flexibles y servicios cómodos, seguros y rápidos para la mayoría. 9 10 Openheimer, A. (2014). Crear o morir. Nueva York: Penguin Random House. Time, 25 de abril de 2016. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 162 En este caso, el producto (es decir, el automóvil) se inserta en un sistema de movilidad conectándolo a una red de proveedores de automotores y de partes, talleres, gasolineras, carreteras, semáforos, sistemas financieros que brindan apoyo con créditos accesibles, compañías de seguros, etcétera. Cada elemento de la cadena tiene impactos económicos, ambientales y sociales diferentes. Por eso la industria es tan extensa y consta no sólo de clientes-productores-proveedores, sino de toda una cadena de industrias relacionadas y de soporte, que genera millones de empleos y enormes economías. La circularidad es una cultura que debe adaptarse primero en forma sistémica antes del diseño del modelo de negocios o de producción. A esto se reduce la complejidad de la sostenibilidad del mundo moderno: a la forma como se diseña un sistema con base en una dinámica de circularidad. Estos dos poderosos enfoques, el sistémico y el de circularidad, hacen que podamos incursionar en otras formas de crecimiento disruptivo. El modelo económico tradicional lineal de crecimiento debe evolucionar hacia uno circular, innovador y sistémico. No se vislumbran otras alternativas por el momento. La transformación de una cultura de consumo de producto a una de uso de sistemas exige romper con los hábitos de consumo, cerrar las cadenas abiertas convencionales y considerar el producto dominante (por ejemplo, el automóvil) como eje de todo un sistema de movilidad que implica insertarlo física y virtualmente en un sistema donde se integran clusters11 (o conglomerados) de muchos stakeholders, industrias y hábitos culturales. Esto cambia por completo los paradigmas de diseño (del automóvil), de cultura (hábito de uso) y de la dinámica de articular los componentes que pretenden un gran objetivo (sistema de movilidad) con los de crear una riqueza que sea sostenible y alineada a la dinámica del ecosistema ambiental (limpio), social (estilo, moda) y económico12 (viable y competitivo) de la biosfera. La propuesta: economía circular con visión sistémica A continuación presentamos una alternativa al modelo actual de producción a partir de materias primas vírgenes, que son extraídas, vendidas, transformadas, utilizadas y, por último, desechadas como residuos dañando el medio ambiente. A pesar de los grandes avances de las tecnologías y los procesos en cuanto a eficiencia en el uso de materiales a lo largo de la cadena de valor, si nuestro sistema está basado en el consumo y no en la restauración y recuperación, con el tiempo, agotaremos por completo nuestros escasos recursos naturales. Por lo tanto, necesitamos un nuevo modelo disruptivo económico y de producción. Economía circular La economía circular (EC) es un sistema industrial restaurativo o regenerativo por intención y por diseño13 que propone rediseñar productos, modelos de negocios y patrones de producción de manera que se eliminen todos los residuos (es decir, dejando cero residuos) de manera sistémica. La EC representa un nuevo modelo económico, el cual, con base en la economía ambiental,14 disminuye el impacto de las externalidades. Por consiguiente, propone que los precios de mercado reflejen todos los costos de producción, recuperación ambiental, inclusión social y disminución de la brecha económica y social que se generan en la creación de productos y servicios. 11 12 13 14 Florida, R. The Great Reset. Harper, p. 13. Rifkin, J. (2004). El sueño europeo: Cómo la visión europea del futuro está eclipsando el sueño americano. Barcelona: Paidós, p. 237. Ellen MacArthur Foundation (2012). Towards the Circular Economy: Economic and Business Rationale for an Accelerated Transition. http://www.ellenmacarthurfoundation.org/assets/downloads/publications/Ellen-MacArthurFoundation-Towards-the-Circular-Economy-vol.1.pdf Andersen, M. K. (2007). An Introductory Note on the Environmental Economics of the Circular Economy. Sustainability Sciences, 2, 133-140. CAPÍTULO 12 Economía circular, una alternativa a los límites del crecimiento lineal 163 La EC tiene como objetivo desvincular el desarrollo económico global del consumo de recursos finitos al minimizar el uso de recursos vírgenes, reutilizar los ya existentes15 y adoptar tecnologías limpias.16 La EC promueve que los productos y sus componentes carezcan de impactos negativos, generen mayor valor a través de su recuperación y regeneren el ambiente. Esto se logra reemplazando el concepto de “final del ciclo de vida” por el de “bucle cerrado” (feedback), integrando el concepto de circularidad al feedback del sistema inclusivo y de gran impacto para los tres subsistemas de la biosfera. En esencia, la EC gira en torno a la idea de un flujo circular de recursos, materiales y energía, de manera que exista una baja explotación de recursos, un uso elevado de materiales y productos, un bajo consumo de energía, así como eliminación de residuos contaminantes. Va más allá de la eficiencia (lineal), al encaminar sus esfuerzos hacia la eficacia en el uso de los recursos naturales. Esto significa no centrarse sólo en hacer menos daño (trabajar con eficiencia y evitar multas), sino también en crear mayor valor regenerando y recuperando el medio ambiente (eficacia). La EC17 trata de convertir una estrategia de sostenibilidad en un modelo económico viable y competitivo, y no al contrario de como sucede actualmente, ya que se implementan estrategias económicas para después “parcharlas” de manera que parezcan sostenibles. El valor anual de los servicios ambientales, en promedio, es cercano a los 33 billones de dólares.18 Ser sostenible es negocio, es decir, además de generar un beneficio económico sustancioso, el medio ambiente se ve altamente beneficiado y, por lo tanto, el planeta también. La economía circular establece que los servicios que provee el medio ambiente deben internalizarse de manera correcta en la economía para tener un desarrollo realmente sostenible.19 Además de la viabilidad, encontramos una gran cantidad de razones por las que se debe transformar la economía convencional y promover una economía sostenible basada primordialmente en el medio ambiente. La tabla 12-1 resume20 algunos de esos factores. TABL A 1 2 - 1 Señales que se encuentran en los modelos económicos convencionales que indican la necesidad de un cambio disruptivo. Pérdidas económicas y residuos estructurales: El modelo lineal actual crea valor económico a costa de la generación de grandes cantidades de residuos. Riesgos de precios: El incremento súbito de precios y su volatilidad crean incertidumbre para las empresas. Riesgos de suministro: Muchas regiones deben importar materias primas, ya que poseen muy pocos depósitos de recursos naturales no renovables. Deterioro de los sistemas naturales: El cambio climático y la pérdida de biodiversidad son indicadores alarmantes de la pérdida de capital natural. Evolución de la normatividad: Las regulaciones ambientales se han incrementado exponencialmente, evidenciando la insostenibilidad del modelo actual. Avances en tecnología: La virtualización provocada por las TIC son clave en la generación de nuevos modelos de negocio y nuevas formas de obtener valor (por ejemplo, Uber y Airbnb). Aceptación de modelos de negocio alternativos: Auge de nuevos modelos de negocios basados en el uso de los productos y no en la propiedad de éstos (por ejemplo, PaaS). Urbanización: Más de la mitad de la población mundial vive en zonas urbanas, lo cual implica nuevos desafíos en la utilización, la distribución y el uso de los recursos. 15 16 17 18 19 20 Ibíd. Ibíd. Ellen MacArthur Foundation (2012). Op. cit. Costanza, R. et al. (1998). The Value of the World’s Ecosystem Services and Natural Capital. Nature, 387, 253-260. Andersen, M. K. (2007). Op. cit. Ellen MacArthur Foundation. (2012). Op. cit. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 164 Estas señales impulsan a crear o adaptar nuevos paradigmas que impacten de forma disruptiva y efectiva a todos los integrantes del sistema de capitales natural, social y económico. La propuesta de economía circular tiene orígenes profundamente arraigados en distintas perspectivas y escuelas de pensamiento resumidas en la tabla 12-2. TABLA 1 2 - 2 Acontecimientos más importantes en la evolución de la economía circular. Año Acontecimientos 1937 Ludwig von Bertalanffy desarrolla un primer esbozo de lo que sería la teoría general de sistemas publicada formalmente en 1969. 1950 La metodología de dinámica de sistemas es desarrollada por Jay Forrester en el MIT. 1966 Kenneth Boulding propone una economía de flujos circulares. 1968 Garret Harding publica La tragedia de los comunes. 1970 John T. Lyle sentó las bases del diseño regenerativo. 1972 El trabajo dirigido por Donella H. Meadows y Denis Meadows, Los límites del crecimiento, argumenta a favor de la reutilización y el reciclaje de productos. 1976 Walter Stahel propone la extensión de la vida útil de productos haciendo énfasis en los residuos generados al final de su uso. Asimismo, desarrolla el concepto de economía del rendimiento. 1980 William McDonough y Michael Braungart analizan la idea de una economía basada en bucles (circular). 1989 Frosch y Gallopoulos desarrollan el concepto de ecología industrial. 1990 David Pierce y Kerry Turner acuñan el concepto de economía circular. 2000 Marian Chertow establece las bases del estudio de la simbiosis industrial, que analiza la recuperación de recursos para su reutilización. 2003 Janine Benyus publica su libro Biomímesis, que habla sobre la emulación de los sistemas naturales. 2010 Nace la Fundación Ellen MacArthur con el fin de acelerar la transición hacia una economía circular. 2010 Gunter Pauli publica su libro La economía azul exponiendo conceptos como los flujos de efectivo múltiples y los negocios en cascada. Fuente: Elaboración de los autores. El carácter multidisciplinario de dichos enfoques de pensamiento robustece este nuevo modelo económico por medio de sus aportaciones prácticas y teóricas. La EC es un marco general que articula diversas perspectivas y enfoques más específicos que gravitan alrededor de principios básicos. Principios fundamentales de la economía circular Concebido desde la perspectiva de las 7R de la sostenibilidad que abarcan actividades de remantenimiento, reutilización, redistribución, remanufactura, renovación, reciclaje y rediseño, este nuevo modelo económico está guiado por tres principios fundamentales:21 21 Ellen MacArthur Foundation (2012). Op. cit. CAPÍTULO 12 Economía circular, una alternativa a los límites del crecimiento lineal 165 Principio 1: Eliminación de desechos desde el diseño de los productos o servicios. Principio 2: La circularidad diferencia entre componentes consumibles y durables de los productos. Principio 3: La energía necesaria para alimentar y procesar estos ciclos debe ser renovable. Esto significa que la energía debe provenir de fuentes naturalmente renovables reduciendo la dependencia y la contaminación, e incrementando la resiliencia. La figura 12-1 presenta brevemente el impacto de estos tres principios en la cadena de valor, diferenciando los componentes consumibles (izquierda) de los durables (derecha), así como las acciones promotoras de una economía circular. PRINCIPIO 1 Preservar y mejorar el capital natural, controlando los stocks y equilibrando los flujos de recursos renovables Palancas: Regenerar, desmaterializar, compartir Renovables Regenerar Sustituir materiales Regeneración Restauración Gestión del stock Fabricación de partes Biosfera 2 Optimizar el rendimiento de los recursos, mediante la circulación de los productos, componentes y materiales en uso, a su máxima utilidad en todo momento en ambos ciclos, técnico y biológico. Palancas: Regeneración, compartir, optimización, circularidad Desmaterializar Gestión del flujo de renovables Agricultura/ cosecha/ recolección1 PRINCIPIO Recursos finitos Fabricación de productos Materia prima bioquímica Proveedor de servicios Reciclaje Renovación/ refabricación Compartir Reusó/redistribución Biogás Cascadas Mantenimiento 003 0006 9 Consumidor Digestión anaeróbica Recolección Usuario Recolección Materia prima para la extracción bioquímica2 PRINCIPIO 3 Fomentar la eficiencia del sistema mediante la revelación y el descarte de las externalidades negativas Minimizar pérdidas y externalidades negativas 1. Caza y pesca 2. Se pueden considerar ambas fuentes de la poscosecha y de los residuos posconsumo, como insumos para el proceso Fuente: Ellen MacArthur Foundation, SUN, y McKinsey Centro para negocios y medio ambiente, dibujo de Braungart y McDonough, Cradle to Cradle. C2C FI G U R A 12-1 Esquema de una economía circular. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 166 Estos tres principios de la economía circular generan cuatro fuentes de valor. Valor 1: El poder del círculo interior. Valor proveniente de la minimización del uso de materiales. Valor 2: El poder de circular por más tiempo. Hace referencia a la maximización en el número y la duración de ciclos consecutivos a los que está sujeto el producto. Estos ciclos son de reutilización, remanufactura, remantenimiento, etcétera. Valor 3: El poder de usar cascadas. En este punto el valor se genera por medio de la diversificación en la reutilización de productos al entrelazar múltiples cadenas de valor. Valor 4: El poder de los círculos puros. Por medio del uso de materiales puros, sin contaminantes y fáciles de separar, se incrementa la eficiencia de su recolección y redistribución, incrementando la longevidad de los productos y la productividad de sus materiales. Estas cuatro fuentes de valor, además de mejorar la productividad de los materiales y recursos, en el largo plazo modifican las dinámicas de extracción y uso de los recursos. La economía circular en la práctica La economía circular se ha puesto en práctica en empresas, clusters industriales22 e incluso en comunidades completas y ciudades, tanto en países desarrollados como en emergentes, guiados por políticas nacionales (enfoque top-bottom) o impulsados por la población y las empresas (enfoque bottom-up) regionales. Un ejemplo de la aplicación de la economía circular en una región de un país emergente y con una enfoque bottom-up es el caso del pueblo de Higueras. Caso ilustrativo 12-2 Higueras, México: Una comunidad de valor circular23 Higueras es una comunidad de 1,600 habitantes localizada al norte de México. Dada su capacidad de generar materia prima para la construcción, la región es sensible a la extracción de minerales de la Sierra Picachos, área natural protegida en la región norte del país. Debido a la potencial contaminación y destrucción que conlleva una iniciativa extractiva, la comunidad se ha unido para la creación de un ecosistema de valor circular. Dicha iniciativa circular tiene el potencial de generar nuevos emprendimientos dedicados a la creación de productos y servicios usando exclusivamente residuos locales como insumo principal. Los resultados positivos son numerosos, entre los que destacan la recuperación de los suelos, mejor manejo de recursos hídricos, reducción de enfermedades, incremento en la calidad de vida, creación de nuevos empleos, mejores alimentos, transformación de la basura y reforzamiento del tejido social; todo ello para contrarrestar cualquier amenaza externa a sus recursos naturales, económicos y sociales. El perfil requerido para implementar proyectos de EC Finalmente, ¿quién es el responsable de conceptualizar, diseñar e implementar un proyecto de economía circular y convertirlo en un emprendimiento, una empresa o en una región circular? Es un líder con una visión sistémica con las siguientes características:24 22 23 24 Ver reportes de la Fundación Ellen MacArthur, donde se presentan decenas de casos empresariales y regionales que aplican este enfoque. Aguiñaga, E., Henriques, I., Scheel, C. y Scheel, A. (2016). Building Resilience: A Self-sustainable Community Approach to the Triple Bottom Line. Documento inédito. Senge, P. et al. (invierno de 2015). The Dawn of System Leadership. Stanford Social Innovation Review. CAPÍTULO 12 UF Economía circular, una alternativa a los límites del crecimiento lineal Virutas de madera Proteína de suero de leche Sembradío (bancal) MOLINO DE MADERA Queso Leche Biocarbón UF Suero de leche CABRAS Alimento para peces Cajas de madera Agua G Leña CF Heces ORÉGANO Aceite de orégano Humus Poliomintha longiflora Algas Bebidas energéticas Humus líquido GRANJA DE LOMBRICES ROJAS Lombrices rojas Tallos 167 Agua de orégano Turismo LAGO Filete de pescado Pescado Recuperación del suelo RWF PUEBLO DE HIGUERAS Suministro de alimento Harina de pescado Aceite de pescado Remediación del agua Cápsulas CARDO Y OTRAS FIBRAS SILVESTRES Champiñones GRANJA URBANA Vivienda sostenible Huevos GRANJA AVÍCOLA Eficiencia de energía Germinados Cuidado nutricional Aceites Vegetales Carne Biocombustibles Heces RWF RWF = Granja de Lombrices Rojas; CF = Granja Avícola; UF = Granja Urbana; G = Cabras Fuente: Adaptado de Scheel (2016). FI G U R A 12-2 Ecosistema circular de valor de Higueras, México. a) La habilidad de ver el sistema “completo” y a largo plazo. b) Promover la reflexión profunda y crítica, la confianza y la generación de conversaciones más regenerativas, empoderando grupos y facilitando el compromiso entre todos los stakeholders de una comunidad. c) Promover el enfoque colectivo de resolución de problemas basado en cocrear el futuro, con una visión común, inclusiva y sistémica. Los líderes inefectivos tratan de que los cambios ocurran. Los líderes de sistemas (o sistémicos) se enfocan en crear las condiciones que pueden generar un cambio y que, con el tiempo, propician un cambio autosostenible y autogobernable. Los líderes de sistemas tienen una estrategia diseñada con una visión sistémica; están preparados para ser efectivos cuando aprenden a “seguir el flujo de las energías” y son capaces de reformular sus estrategias afectadas por fuerzas externas inesperadas y/o para aprovechar oportunidades inusuales. Es un gran reto para las generaciones futuras, pero el planeta así lo exige. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 168 Conclusiones Para terminar este capítulo y a manera de conclusiones, resumiremos los beneficios que genera la EC en una región, las condiciones que debe tener una región para implementar ese tipo de modelos, las posibles amenazas de la economía circular25 y los principales cuestionamientos que se generan a partir de estos conceptos. a) Beneficios De acuerdo con la Fundación Ellen MacArthur,26 existe una oportunidad de ahorro en costos de material neto anual de entre 380 y 630 mil millones de dólares para esta nueva perspectiva económica tan sólo en la Unión Europea. También existe una asociación positiva entre el uso de los principios de la economía circular y la competitividad sostenible.27 • Impacto de la EC sobre la dimensión económica: Reducción de costos (menos materia prima y desperdicios) Creación de nuevos emprendimientos y fuentes de ingreso (no usuales) Menor dependencia de materiales Mayor resistencia ante la volatilidad en precios de insumos Establecimiento de asociaciones benéficas en toda la cadena de valor Desacoplamiento del uso de recursos naturales y creación de nuevos ingresos Generación de ventajas competitivas sostenibles Eliminación de costos relacionados con el tratamiento de residuos y basura Mayor productividad como resultado de la eficiencia en el uso de materiales Reducción de costos y riesgos asociados a la cadena de suministro Mejor reputación y mayor valor financiero • Impacto de la EC sobre la dimensión social: Generación de nuevas fuentes de empleo Promoción del tejido social a través de una economía compartida (sharing economy) Aumento de acceso a servicios asociados a la economía de mejores rendimientos Mayor interacción de los stakeholders con la empresa (mayor responsabilidad empresarial) • Impacto de la EC sobre la dimensión ambiental: Aumento en las tasas de reciclaje y recuperación de recursos no renovables Reducción en la extracción de recursos naturales y materias primas vírgenes Recuperación y regeneración de recursos naturales por medio de la creación de mecanismos de restauración y de diseño holístico Disminución en las emisiones y valoración de residuos y basura Reinserción de materiales y recursos valiosos a las cadenas productivas b) Condiciones que debe tener el entorno para apoyar un proyecto de economía circular El éxito de los proyectos de economía circular depende en gran medida del entorno social, político, cultural e industrial en el que se desarrollen. Para ello, las condiciones y capacidades mínimas son las siguientes: 25 26 27 Conceptos extraídos de múltiples fuentes especializadas como Accenture y el McKinsey Center for Business and Environment, organizaciones dedicadas a su difusión (Fundación Ellen MacArthur en UK) y/o empresas que han adoptado con éxito estas prácticas principalmente en Europa. Ellen MacArthur Foundation (2012). Op cit. Geng, Y. y Cote, R. P. (2002). Scavangers and Decomposers in an Eco-industrial Park. International Journal of Sustainable Development and World Ecology, 9, 333-340. CAPÍTULO 12 • • • • • • • Economía circular, una alternativa a los límites del crecimiento lineal 169 Mantener involucrados a todos los elementos de la cadena de la industria. A falta de uno o ante el incumplimiento de lo estipulado, el círculo se rompe. Establecer un entorno de confianza y colaboración entre todos los miembros (para lograr una economía compartida). Generar cascadas de negocios de baja escala manteniendo su viabilidad económica. Implementar una política pública alineada con proyectos de EC. Desarrollar un mecanismo que grave fiscalmente los activos ociosos y elimine aquellos que dañen a la productividad del capital humano y a las industrias circulares. Desarrollar procedimientos para trasladar los costos al consumidor y proveer una producción efectiva que incluya costos de remediación que permitan una situación de ganarganar para todos los capitales. Promover la formación de un líder sistémico que tenga la visión articulada del sistema de capital social, natural y económico. c) Amenazas de la economía circular sobre el entorno Aunque la economía circular entra en un ciclo virtuoso de creación de riqueza sostenible, también es cierto que no es fácil de implementar y que, si no se administra adecuadamente, puede generar problemas a niveles regionales. Por ejemplo: • • • • • • • Autarquía. Al aumentar el reciclaje y la reutilización, se contrae la economía, la producción, el empleo y la inversión, y se entra en recesión. Grandes inversiones en procesos de remanufactura con alta huella ecológica. Impuestos ambientales que inhiben la economía, incluyendo la economía circular. Carencia de instrumentos financieros de apoyo a modelos de negocio circulares. Concentración de la riqueza por medio de empresas promotoras de EC, pero que distorsionan las utilidades creando brechas insostenibles entre stakeholders (por ejemplo, Uber, Airbnb). Compañías que ofrecen productos como servicios podrían acumular y concentrar la propiedad de manera perjudicial. Empresas circulares que influyen a su favor en las regulaciones mediante cabildeos y que, en lugar de entrar en ciclos de generación de riqueza, ocasionan más daños que beneficios convirtiéndose en fuentes de poder político. 170 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Términos clave Desarrollo sostenible Economía circular Innovación centrada en los sistemas Pensamiento sistémico Regeneración ambiental Preguntas para debate • • • • • • • • • • ¿La economía circular es tan sólo otro enfoque para la sostenibilidad? ¿Los desafíos en la aplicación de la economía circular son los mismos para cualquier región del planeta? ¿La economía circular es suficiente o necesaria para resolver el problema del planeta exhausto? ¿Cómo se pueden medir los beneficios de un negocio basado en economía circular? ¿Qué tipo de gobernanza debe existir detrás de un modelo de economía circular? ¿Cuál es el perfil del administrador de una unidad de negocios de EC? Si los beneficios de la economía circular son tan convincentes, ¿por qué no hay más empresas que la aplican? ¿Cree que si el consumidor asume los costos de remediación, la empresa reaccionaría produciendo de forma más sostenible, o simplemente seguiría produciendo en forma lineal y segmentaría más su mercado? ¿Considera que la adopción de la economía circular debe ser impuesta por los gobiernos, o debe ser una iniciativa empresarial o ciudadana? ¿Considera que la economía circular debe adoptarse de manera global, o es conveniente comenzar de manera local? Lecturas recomendadas Aguiñaga, E. (2016). Creating Circular Value Ecosystems: A Regenerative Conceptual Framework Moving from Products to Systems Based on Internalizing Externalities. EGADE Business School database. (ITESM, EGADE, tesis doctoral). Aguiñaga, E., Henriques, I., Scheel, C. & Scheel, A. (2017). Building Resilience: A Self-sustainable Community Approach to the Triple Bottom Line. Accepted Manuscript in Journal of Cleaner Production. Disponible en: https://doi.org/10.1016/j.jclepro.2017.01.094 Andersen, M. K. (2007). An Introductory Note on the Environmental Economics of the Circular Economy. Sustainability Sciences, 2, 133-140. Ayres, R. U. y Ayres, L. (Eds.). (2002). A Handbook of Industrial Ecology. Edward Elgar Publishing. Benyus, J. M. (1997). Biomimicry. Nueva York: William Morrow. Costanza, R. et al. (1998). The Value of the World’s Ecosystem Services and Natural Capital. Nature, 387, 253-260. Ehrenfeld, J. R. y Gertler, N. (1997). Industrial Ecology in Practice: The Evolution of Interdependence at Kalundborg. Journal of Industrial Ecology, 1(1), 1-14. Ellen MacArthur Foundation (2012). Towards the Circular Economy: Economic and Business Rationale for an Accelerated Transition. http://www.ellenmacarthurfoundation. org/assets/downloads/publications/Ellen-MacArthur-Foundation-Towards-theCircular-Economy-vol.1.pdf CAPÍTULO 12 Economía circular, una alternativa a los límites del crecimiento lineal 171 Garrett H. (1968). The Tragedy of the Commons. Science, 162, 1243-1248. Geng, Y. y Cote, R. P. (2002). Scavangers and Decomposers in an Eco-industrial Park. International Journal of Sustainable Development and World Ecology, 9, 333-340. Lacy, P. y Rutqvist, J. (2015). Waste to Wealth: The Circular Economy Advantage. Springer. Lyle, J. T. (1996). Regenerative Design for Sustainable Development. John Wiley & Sons. Maturana, H. R. y Varela, F. J. (1980). Autopoiesis and Cognition: The Realization of the Living. Dordrecht: Reidel. McDonough, W. y Braungart, M. (2002). Remaking the Way We Make Things: Cradle to Cradle. Nueva York: North Point Press. Meadows, D. H., Meadows, D. L., Randers, J. y Behrens, W. W. (1972). The Limits to Growth: A Report for the Club of Rome’s Project on the Predicament of Mankind. New American Library. Openheimer, A. (2014). Crear o morir. Nueva York: Penguin Random House. Pauli, G. (2010). Blue Economy: 10 Years, 100 Innovations, 100 Million Jobs. México: Paradigm Publications. Rifkin, J. (2004). El sueño europeo: cómo la visión europea del futuro está eclipsando el sueño americano. Barcelona: Paidós. Rifkin, J. (2013). The European Dream: How Europe’s Vision of the Future is Quietly Eclipsing the American Dream. John Wiley & Sons. Scheel, C. (2016). Beyond Sustainability. Transforming Industrial Zero-value Residues into Increasing Economic Returns. Journal of Cleaner Production, 131, 376-386. Senge, P., Hamilton, H. y Kania, J. (invierno de 2015). The Dawn of System Leadership. Stanford Social Innovation Review, 27-33. Stahel, W. R. (2010). The Performance Economy. Londres: Palgrave Macmillan. Stiglitz, J. (2015). The Great Divide. Reino Unido: Penguin. Webster, K. (2015). The Circular Economy: A Wealth of Flows. Ellen MacArthur Foundation Publishing. C a p ít ulo 1 3 RSE y desarrollo sostenible en América Latina Tomás Gómez Navarro El pesimista se queja del viento, el optimista espera a que cambie y el realista ajusta las velas. W. G. Ward Objetivos Al finalizar este capítulo, usted deberá ser capaz de: • • • • • • Entender la relación entre la RSE y la sostenibilidad de las organizaciones. Comprender el concepto de desarrollo sostenible. Distinguir entre aspecto ambiental e impacto ambiental. Reconocer la importancia del ambiente en la sostenibilidad de las empresas. Analizar cómo pueden contribuir las empresas al desarrollo sostenible. Identificar las herramientas disponibles para que las empresas contribuyan al desarrollo sostenible. 174 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Caso ilustrativo 13-1 ¿Son empresas sostenibles? En septiembre de 2015, Volkswagen AG era la empresa líder en el sector “Automóviles y componentes” según el prestigioso Índice de sostenibilidad Dow Jones (Dow Jones Sustainability Index, DJSI). El 6 de octubre fue expulsada por su responsabilidad en prácticas engañosas para evadir los límites legales de las emisiones de sus vehículos. La propia compañía se había visto forzada a admitir su implicación pocas semanas antes, cuando fue descubierta por un estudio realizado en Estados Unidos. Como consecuencia, sus acciones perdieron hasta 43 por ciento de su valor en unos días y aún no se recuperan; la pérdida de capital se calcula en 30 mil millones de dólares. Sus ventas han caído significativamente hasta generarle pérdidas sin precedentes; debe gastar más de 7 000 millones de dólares para reparar los vehículos truqueados, además de pagar multas que rondan los 20 000 millones de dólares. El DJSI pretende distinguir a las empresas más sostenibles entre las mejores del mundo. El índice se conforma a partir de indicadores relacionados con el desempeño económico, ambiental y social de las compañías. El DJSI, elaborado e impulsado por las agencias RobecoSAM y Standard & Poor’s, tiene un elevado prestigio entre los inversionistas que lo consultan buscando inversiones rentables y seguras. Cada año, más de 3,400 empresas que cotizan en bolsa son invitadas a participar en la Evaluación de la sostenibilidad corporativa para el DJSI. De ellas, aproximadamente 10 por ciento mejor valorado constituye el “DJSI World”: 316 empresas de 28 países en 2016. En este selectivo índice han entrado 14 empresas latinoamericanas (de Chile, Colombia, México y Brasil) y 18 españolas. En la evaluación de 2010 fueron 17 las empresas españolas y 5 las latinoamericanas (todas ellas brasileñas). En el comunicado de la expulsión de VW del DJSI, las agencias que gestionan el índice destacaron la “profunda decepción” y el “daño irreparable” para la imagen de Volkswagen “si se confirman los hechos”. ¿La expulsión de VW fue una decisión acertada? ¿Es un castigo excesivo para una empresa que ha realizado tantos esfuerzos en favor de la sostenibilidad? Y ¿qué pensarán del DJSI quienes invirtieron en VW y vieron cómo se depreciaban sus acciones hasta 40 por ciento tras el escándalo? Introducción La sostenibilidad está presente en el discurso de los directores generales (CEO) de las empresas más prestigiosas. Así, Enrique Cueto, director general del grupo de aerolíneas LATAM, declaró que “pertenecer al DJSI demuestra nuestro compromiso hacia la mejora de la sostenibilidad de la compañía para beneficio de nuestros pasajeros, los accionistas, los proveedores, las comunidades en las que operamos y el resto de partes interesadas”.1 En la presentación en Chile de la Hoja de ruta de la industria del transporte, alineada a los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los directores generales de las principales empresas del sector afirmaron: “Para alcanzar la sostenibilidad de la industria del transporte es importante extender nuestra responsabilidad no sólo a las propias operaciones, sino también a otras partes del ciclo del producto donde están los mayores impactos del transporte”.2 Un ejemplo más es el del Instituto Ethos, que en Brasil puso en marcha un “Movimiento de empresas por el uso sostenible y la conservación de la biodiversidad”, con la participación de diversas empresas latinoamericanas. Estas declaraciones y actividades tienen en común que provienen de empresas que reflexionan y trabajan en favor de la sostenibilidad: la propia y la de la sociedad. Son compañías líderes que han comprendido que deben asumir su responsabilidad, lo que implica ser 1 2 Extraído de www.latamairlinesgroup.net Entrevista realizada para la organización argentina ComunicaRSE. CAPÍTULO 13 RSE y desarrollo sostenible en América Latina 175 conscientes de los efectos que tienen sus actividades en los entornos y sociedades en que se desenvuelven. Pero, ¿qué es el desarrollo sostenible? En este capítulo se presentará el desarrollo sostenible como parte del modelo de negocio que se propone alcanzar el desarrollo empresarial obteniendo de forma equilibrada objetivos sociales, económicos y ambientales. En particular, se va a destacar la necesidad de hacer sostenibles ambientalmente las actividades de las empresas; para ello, se presentarán los principales conceptos sobre el ambiente y se examinará su relación con las actividades empresariales. A continuación se describirá qué se puede hacer en favor de la sostenibilidad ambiental desde la administración pública, la sociedad y la producción económica privada. En este contexto se analizarán las denominadas fuerzas motrices de desarrollo sostenible en las empresas, se propondrá un paradigma de ecología industrial, y se describirán sus conceptos y herramientas. Concepto de desarrollo sostenible El término desarrollo sostenible o sustentable se introdujo en el debate político internacional desde 1980, por iniciativa del grupo de trabajo “Estrategia para la conservación del planeta”, dependiente del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Se aceptó como un objetivo para modelar el desarrollo en 1987, cuando la Comisión Mundial publicó el informe titulado “Nuestro futuro común”.3 En ese documento se define el desarrollo sostenible como: “aquel que satisface las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. El desarrollo sostenible pretende ser un modelo de desarrollo que permita, de manera simultánea, satisfacer las necesidades de calidad de vida de la población de todo el planeta y conservar el medio ambiente (o incluso mejorarlo). De esa forma, las generaciones futuras dispondrán de las mismas oportunidades que las presentes para conseguir lo que se considere en el futuro como calidad de vida. Para entender mejor el concepto, es conveniente combinar dos definiciones más: la de desarrollo humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)4 y la de sostenibilidad del Consejo Mundial de Empresas para el Desarrollo Sostenible (WBCSD).5 TABL A 1 3 - 1 Definiciones de desarrollo humano y sostenibilidad del desarrollo. Desarrollo humano: El desarrollo humano es la evolución del entorno de todas las personas, y de las personas mismas, para que, cada vez mejor, puedan hacer plenamente realidad sus posibilidades y vivir en forma productiva y creadora de acuerdo con sus necesidades e intereses. Sostenibilidad del desarrollo: La forma de organizar el consumo de recursos, y la producción de alteraciones al medio ambiente, de manera que se consiga mantener el progreso hacia los objetivos de forma indefinida a la velocidad que la evolución de la tecnología permita. Fuente: Elaboración del autor con base en las referencias indicadas. 3 4 5 World Commission on Environment and Development (1987). Our Common Future. Nueva York: Oxford University Press. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) (2003). Informe sobre desarrollo humano 2003. Madrid: Editorial Mundiprensa. World Business Council on Sustainable Development (WBCSD) (2000). Eco-efficiency Indicators and Reporting. Report on the Status of the Project a Basis for the Final Printed Report. WBSCD, Ginebra, Suiza. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 176 En la actualidad, aunque cada vez se conocen mejor los objetivos y requisitos que debe cumplir ese nuevo modelo de desarrollo, todavía no hay una propuesta consensuada sobre el modelo en sí. Más bien, se está llegando a acuerdos parciales sobre áreas concretas: el protocolo de Kioto de lucha contra el cambio climático, el catálogo RAMSAR para proteger los humedales más importantes, el protocolo de Montreal de lucha contra la destrucción de la capa de ozono, la prohibición de sustancias químicas como los PCB o el DDT, etcétera. Estos acuerdos parciales están moldeando la forma en que se toman las decisiones y, por lo tanto, el modelo de desarrollo actual. Sin embargo, numerosos indicadores ambientales sobre biodiversidad, calidad de los océanos, reservas de recursos naturales, entre otros, distan mucho de ser positivos6 y llevan a la conclusión de que hay que promover más acuerdos, no sólo más ambiciosos, sino también con mayor rapidez. El concepto de ambiente (o medio ambiente) No se puede entender el concepto de desarrollo sostenible sin profundizar en el aspecto nuevo que incorporó: el desarrollo ambiental. Y para ello es necesario definir al menos brevemente qué es el ambiente, y qué son aspectos e impactos ambientales. Definición de medio ambiente El medio ambiente se define como el “sistema constituido por los elementos físicos, biológicos, económicos, sociales, culturales y estéticos que interactúan entre sí, con el individuo y con la comunidad en la que vive, determinando la forma, el carácter, el comportamiento y la supervivencia de ambos”.7 Es decir, un determinado ambiente incluye el suelo, la flora sobre éste, la fauna, el paisaje, el agua y el aire. Pero también incluye a las personas, las infraestructuras humanas que alberga, el patrimonio cultural y otros elementos socioeconómicos de ese entorno. Por esa razón, en el estudio de los problemas ambientales convergen muchas ciencias y corrientes distintas: biología, geología, física, química, economía, derecho, religión, ética, política, etcétera. Así se explica que, en relación con el ambiente, sea muy frecuente encontrar percepciones discutibles, y que no haya soluciones únicas a las dificultades. Sería un error estudiar la responsabilidad empresarial en lo ambiental como un conjunto de recetas claras a unos problemas perfectamente definidos. Más bien, la responsabilidad ambiental es una oportunidad de discutir, probar y acordar diferentes soluciones y formas de contribuir a preservar la Tierra en la medida de lo posible. Aspectos ambientales Es imposible que el ser humano viva en el medio ambiente sin interactuar con éste. Necesita sus recursos: sol, agua, suelo fértil, vegetales y minerales, entre muchos otros. Asimismo, el ser humano deposita en el planeta los productos y residuos de sus actividades: energía degradada, residuos sólidos, vertidos líquidos y emisiones gaseosas. Por consiguiente, las actividades humanas tienen aspectos ambientales que es necesario gestionar. “Aspecto ambiental” se define como “cualquier elemento de las actividades, los productos y servicios de una organización que puede interactuar con el medio ambiente” (ISO 14001, 2015).8 Por lo tanto, todo flujo de materia o energía que entra en la organización, y todo flujo de materia o energía que sale de la organización, son aspectos ambientales. 6 7 8 Vea por ejemplo los sucesivos reportes Global Environmental Outlook del PNUMA. Gómez-Orea, D. (2002). Evaluación de impacto ambiental. Madrid: Mundi-Prensa. International Organization for Standardization (ISO) 14001:2015. Sistemas de gestión ambiental. Requisitos con orientación para su uso. ISO/TC 207, Ginebra. CAPÍTULO 13 RSE y desarrollo sostenible en América Latina 177 Los aspectos ambientales suelen ser directos; sin embargo, también existen aspectos indirectos si se trata de flujos de entrada o salida inducidos en otras organizaciones (por ejemplo, los derivados de la producción de la electricidad que consume la organización). Estos aspectos pueden producir o no impactos ambientales, como luego se verá. Las organizaciones deberían responsabilizarse de los aspectos ambientales a lo largo del ciclo de vida de sus productos y servicios; es decir, responsabilizarse con mayor o menor dedicación por flujos como el consumo de energía y de otros recursos naturales, y por el desecho de residuos, los ruidos que produce, la alteración del paisaje, etcétera, durante todas las etapas por las que pasa un producto o servicio (vea la figura 13-1). Suministro de recursos Producción, fabricación Consumo Residuos y emisiones Residuos y emisiones Residuos y emisiones Material reciclado Recursos renovables y no renovables Reciclado Vertederos, fondo marino, depósitos Vertido al aire, agua o suelo Fuente: Elaboración del autor con base en diversas fuentes. FI G U R A 1 3 - 1 Ciclo de vida físico de los productos y servicios. Impactos ambientales Si los aspectos ambientales de cualquier actividad humana efectivamente alteran el ambiente de forma permanente, entonces se ha producido un impacto ambiental. Ejemplos de alteraciones permanentes o impactos ambientales son: el efecto invernadero, el agujero de la capa de ozono, el esmog fotoquímico sobre las grandes ciudades, la deforestación y la desertificación, la eutrofización de las aguas continentales, la ecotoxicidad o el agotamiento de los recursos naturales, por citar algunos de los más relevantes en América Latina. En realidad, se provoca un impacto ambiental cuando se sobrecarga un ecosistema, es decir, cuando los aspectos ambientales rebasan la capacidad de soporte del medio. En efecto, el medio tiene capacidad de mitigar y asimilar los aspectos ambientales, pero esa capacidad de ningún modo es ilimitada. La tabla 13-2 muestra cómo se relacionan los aspectos e impactos ambientales, considerando los principales impactos ambientales de América Latina. 178 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial TABLA 1 3 - 2 Principales impactos ambientales en América Latina y sus causas Principales impactos ambientales en América Latina Aspectos ambientales que producen los impactos ambientales Deforestación: Reducción de la superficie arbolada y los servicios que presta y los hábitat que sustenta • Tala de árboles mayor que la capacidad de reposición de los bosques y las selvas • Incendios • Residuos tóxicos vertidos a las aguas continentales Esmog fotoquímico en las grandes ciudades: Niebla tóxica que produce daños a la salud por respiración y por contacto con los ojos y la piel • Emisiones de gases de escape de los procesos de combustión: óxidos de nitrógeno, de azufre, hollines y partículas sólidas en suspensión, etc. Agotamiento de los recursos naturales no renovables. Disminución del capital natural legado a las generaciones futuras • Extracción y consumo de recursos no renovables: petróleo, gas, minerales, etc. • Sobreexplotación de recursos renovables: acuíferos, bosques, bancos pesqueros, etc. Contaminación de las aguas continentales. Agua de lagos y ríos no potables, aguas tóxicas, turbias, etc. • Vertidos líquidos desde las explotaciones agrícolas y ganaderas, vertidos industriales y vertidos residenciales • Emisiones gaseosas industriales que acaban cayendo a la superficie debido a su peso (inmisión) Pérdida de biodiversidad. Disminución de la variabilidad de las especies vivas. Se pierde la belleza y las propiedades útiles de las especies desaparecidas • • • • Cambio climático. Calentamiento progresivo de la atmósfera que producirá cambios en el clima como lluvias torrenciales, temperaturas extremas, aumento del nivel del mar por deshielo en los polos, etc. • Emisiones gaseosas de efecto invernadero: dióxido de carbono, metano, etc., principalmente derivadas de procesos de combustión en el transporte, la cocina y calefacción residencial, la industria, etc. Tala de árboles Incendios Caza Agricultura intensiva y monocultivo Fuente: Elaboración del autor con base en diversas fuentes. Por desgracia, los aspectos ambientales y los impactos se relacionan y realimentan entre sí. Por ejemplo, un aspecto ambiental habitual en América Latina como la emisión de óxidos de nitrógeno (NOx) produce cambio climático, lluvia ácida, esmog y eutrofización. Las emisiones de NOx están presentes en los gases de escape de los procesos de combustión, ya sea para producir calor, mover una máquina térmica (generadores, vehículos, etcétera) u otros usos. Por otro lado, un impacto ambiental como el cambio climático contribuye a la deforestación, y viceversa. Gestión ambiental La gestión ambiental se debe enfocar en las causas de los problemas ambientales, y no tanto en sus consecuencias. Por lo tanto, las diferentes propuestas para mejorar la sostenibilidad de las empresas, desde las normas de gestión (como la serie de normas ISO 14000) y las guías para la implantación de la responsabilidad en las empresas (como la ISO 26000), hasta las guías para la realización de memorias de sostenibilidad, sugieren que la política ambiental se enfoque en evitar los aspectos ambientales, en lugar de compensar los impactos ambientales. CAPÍTULO 13 RSE y desarrollo sostenible en América Latina 179 Por ejemplo, la gran mayoría de los indicadores relativos al medio ambiente de la Global Reporting Initiative9 (GRI) hacen referencia a los aspectos ambientales y no a los impactos ambientales (sirvan como ejemplo los indicadores mencionados en la tabla 13-3). TABL A 1 3 - 3 Aspectos ambientales Principales indicadores de desempeño ambiental según la guía de elaboración de memorias de la GRI.10 Ejemplos de indicadores de medida del desempeño ambiental propuestos por la GRI en 2013 (utilizados en las memorias de sostenibilidad elaboradas de acuerdo con esta guía) Nota: No se incluyeron todos los indicadores. Materiales EN1 Materiales utilizados, por peso o volumen. EN2 Porcentaje de los materiales utilizados que son materiales valorizados. Energía EN3 Consumo directo de energía desglosado por fuentes primarias. EN4 Consumo indirecto de energía desglosado por fuentes primarias. Agua EN8 Captación total de agua por fuentes. Biodiversidad EN11 Descripción de terrenos adyacentes o ubicados dentro de espacios naturales protegidos o de áreas de alta biodiversidad no protegidas. Se indica la localización y el tamaño de terrenos en propiedad, arrendados o que son gestionados, de alto valor en biodiversidad en zonas ajenas a áreas protegidas. Emisiones, residuos y vertidos EN15 Emisiones totales, directas e indirectas, de gases de efecto invernadero, en peso. EN16 Otras emisiones indirectas de gases de efecto invernadero, en peso. EN20 Emisiones de sustancias destructoras de la capa ozono, en peso. EN21 NOx, SOx y otras emisiones significativas al aire por tipo y peso. EN22 Vertimiento total de aguas residuales, según su naturaleza y destino. EN23 Peso total de residuos gestionados, según tipo y método de tratamiento. EN24 Número total y volumen de los derrames accidentales más significativos. Productos y servicios EN2411 Extensión de la mitigación de impactos ambientales de los productos y servicios (en sus fases de materias primas, uso, transporte y retiro). Por su parte, la guía para la implantación de la responsabilidad ISO 26000, desglosa como sigue la materia fundamental para la sostenibilidad del ambiente: • Prevención de la contaminación. Actuar sobre las causas de la contaminación y no sobre las consecuencias. • Uso sostenible de recursos. Ser eficiente y minimizar, si no es posible evitar, el uso de recursos no renovables, usando los renovables en tasas menores que las de reposición por parte del planeta. • Lucha y adaptación al cambio climático. Este impacto ambiental se destaca del resto y se trata por separado. • Protección y recuperación del ambiente natural. Medidas de mitigación de los impactos ambientales como descontaminación de suelos, reforestación, limpieza de ríos, reintroducción de especies en riesgo, recuperación de ecosistemas, etcétera. 9 10 11 Global Reporting Initiative (2013). Ámsterdam. Global Reporting Initiative (2006). Ámsterdam. Observe que éste y otros indicadores recomendados por la guía GRI hacen referencia a otras etapas del ciclo de vida del producto o servicio diferente de la etapa de producción, la que directamente es responsabilidad de la organización. Además, este indicador hace referencia a impactos ambientales y no a aspectos ambientales. 180 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial • Basar las decisiones en los principios: Precautorio (consulte la Declaración de Río de 1992). Ciclo de vida de productos (vea la figura 13-1). El que contamina paga (consulte la Declaración de Río de 1992). Hacia un nuevo modelo de desarrollo. Las relaciones entre los agentes implicados Cambiar el modelo de desarrollo es una responsabilidad de la sociedad en su conjunto y de cada uno de sus integrantes en su ámbito. Por responsabilidad debe entenderse ser capaz de responder a la pregunta: ¿Cómo contribuyen mis actos al desarrollo sostenible? En el caso de un aspecto ambiental grave, es una respuesta inaceptable decir: “Yo no lo sabía” o “Proteger el ambiente es algo que no me incumbe”. Para contribuir al desarrollo sostenible, todos los agentes implicados deberán considerar, además de las consecuencias socioeconómicas, las consecuencias ambientales de sus actos y hacerse responsables de éstas. La figura 13-2 ilustra las relaciones entre tres grupos principales de agentes implicados y su relación con la naturaleza. QUIERE QUIERE DEBE DEBE • Dar servicio • Desarrollo sostenible • Democracia • Regular • Proteger entorno ia rac c mo FIGU R A 13-2 Re lac ió n Mercado ADMINISTRACIÓN gu • Participar • Consumo responsable • Solidaridad SOCIEDAD De Re • Justicia • Calidad de vida lac ió n Protección INDUSTRIA QUIERE • Prosperar • Dar servicio • Consumir recursos DEBE • Ecología industrial • Ética empresarial NATURALEZA Ec ia nc cie fi oe QUIERE • Desarrollarse DEBE • Proporcionar recursos • Acoger humanos Características de los agentes implicados en el desarrollo sostenible (adaptada de Charter y Tischner, 2001). CAPÍTULO 13 RSE y desarrollo sostenible en América Latina 181 Desde luego, separar industria/empresa, sociedad y administración pública es un artificio, puesto que los grupos comparten personas, recursos, información, etcétera. Pero este artificio permite estudiar con más precisión los diferentes roles y su contribución a la sostenibilidad ambiental. En primer lugar, se debe destacar la presencia de la naturaleza y comprender su relación con la sociedad, la administración y la empresa. Las compañías deben establecer una relación de ecoeficiencia con la naturaleza. Fussler define la ecoeficiencia como: “la oferta productos y servicios a un precio competitivo, que satisfacen necesidades humanas incrementando su calidad de vida, mientras a lo largo de su ciclo de vida reducen progresivamente el impacto medioambiental y la intensidad del uso de recursos, al menos, hasta el nivel de la capacidad de carga del planeta”.12 Esta relación de ecoeficiencia debe reforzarse mediante una relación de respeto y valoración del medio ambiente por parte de la sociedad, lo que llegará a la empresa en forma de demandas del mercado. La relación también se refuerza mediante la protección de la administración pública tanto del capital natural que administra como del global, protección que afectará a la empresa en forma de regulación. Es verdad que la sostenibilidad no es responsabilidad exclusiva de la empresa, pero también es verdad que esto no debe ser excusa para que evada su parte de responsabilidad. Es más, la empresa incluso debería ayudar a los otros agentes a asumir su parte. Responsabilidad gubernamental. La acción política La administración, ya sea local, regional, nacional o supranacional, de acuerdo con los intereses de los ciudadanos, debe promover el desarrollo de la economía de forma sostenible. Para ello dispone de cinco categorías de acciones, ordenadas de mayor a menor intervención en el mercado: 1. 2. 3. 4. 5. Las leyes de “mandato y control”. Limitan lo que las industrias pueden hacer en relación con el ambiente: sustancias prohibidas, límites de emisión y vertido, normas de gestión de residuos, etcétera. La política de precios e impuestos. Permiten redistribuir los costos de forma que se desincentive el consumo de recursos, y que los productos y servicios más contaminantes resulten más caros. El dinero recaudado de los productos contaminantes debería usarse para paliar sus impactos ambientales. La participación en el mercado. La administración puede establecer criterios ambientales para la adquisición de productos y servicios fomentando así el mercado de éstos. También puede construir infraestructura para la recolección selectiva, el reciclado, la valorización de residuos, etcétera. La educación, sensibilización y concientización. La administración puede concientizar ambientalmente a la ciudadanía y a los empresarios de diversas formas: incluyendo contenidos ambientales en los planes educativos, con publicidad, con series televisivas, etcétera. Esa conciencia derivará en un mercado que demanda productos y servicios más respetuosos con el ambiente. La protección de espacios y especies naturales. La administración debe restringir las actividades en aquellas áreas de características especiales o servicios ambientales, o que dañen a las especies más amenazadas de extinción. Una correcta combinación de acciones pertenecientes a las cinco categorías permitirá a la administración asumir con éxito su responsabilidad en la promoción del desarrollo sostenible. Pero este equilibro no se da actualmente en América Latina. Es cierto que, con excepciones, la protección de espacios y especies naturales, así como la legislación que regula la relación de las empresas con el ambiente, son tan completas y restrictivas en América Latina como en cualquier otra región industrializada. Sin embargo, existen deficiencias claras y generalizadas en la inspección 12 Fussler, C. (1999). Eco-innovación. Integrando el medio ambiente en la empresa del futuro. Madrid: Mundi-Prensa. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 182 y sanción para el cumplimiento de la legislación. Por un lado, es cierto que en toda América Latina se está extendiendo el desarrollo de acciones de educación y concientización ambiental; de hecho, esa región lidera el impulso de los “Principios para una educación responsable en gestión” de las Naciones Unidas, conocidos como “PRME”.13 Finalmente, de nuevo salvo excepciones, en América Latina no se encuentran ejemplos de “compra verde” y muy pocos de políticas impositivas en favor del ambiente. Una notable excepción son los impuestos al consumo de carburantes, pero dado el limitado uso de esos ingresos para combatir los impactos ambientales, se trata más bien de impuestos convencionales sobre el consumo. Caso ilustrativo 13-2 El mercado del carbono en América Latina El mercado del carbono es uno de los instrumentos que se derivan de los acuerdos de Kioto. En resumen, la idea es establecer un mercado en el que los que emiten menos gases de efecto invernadero (GEI) puedan ofrecer “derechos de emisión”, y los que emitan más puedan comprar esos derechos. De esta forma, se aplica una tarifa sobre el carbono y se incentiva que ofertantes y compradores quieran emitir menos GEI. Este instrumento atrajo aproximadamente dos mil millones de dólares hacia América Latina en 2015. Sin embargo, atraviesa importantes altibajos dependiendo de cómo esté la economía de los que emiten más GEI. Se espera que los acuerdos de París suscritos en diciembre de 2015 impulsen el desarrollo y la continuidad de los mercados del carbono. El Foro Latinoamericano y del Caribe del Carbono, que se llevó a cabo en Panamá del 28 al 30 de septiembre de 2016, obtuvo interesantes conclusiones, entre las que se destacan las siguientes: • Según el Banco Mundial, los gobiernos de más de dos tercios de los países de América Latina y el Caribe hacen referencia en sus planes climáticos a los instrumentos de cobro de tarifas por emisiones de carbono (tarificación del carbono) con base en el mercado. • Varios países, entre ellos Colombia, Brasil, Chile, México y Perú, han identificado importantes oportunidades de inversión en energías renovables y ahora están explorando cómo los mercados de carbono pueden involucrarse para apoyar este tipo de inversiones. Otros sectores que podrían obtener mucho rendimiento son el forestal, el turístico, el de gestión de residuos y el de transporte. • La Corporación Financiera Internacional estima que América Latina y el Caribe probablemente verán un billón de dólares estadounidenses en oportunidades de inversión en energías limpias en 2040, de los cuales se espera que 600 mil millones de dólares se materialicen en 2030. • En América Latina y el Caribe, la cobertura eléctrica promedio alcanza más del 90 por ciento; la matriz energética cuenta con un importante componente de energías renovables, superando el promedio mundial, y dispone de un gran potencial de fuentes renovables. Sin embargo, las emisiones de CO2, aunque no son tan significativas como en otras regiones del mundo, se han incrementado en los últimos años. Responsabilidad ciudadana. Consumo y participación responsable Los ciudadanos realizan importantes actividades además de trabajar para la administración pública o las empresas. Por lo tanto, si desean alcanzar sus expectativas de calidad de vida, deben asumir su responsabilidad también fuera del ámbito laboral. Así, deben exigir a la administración que vele por la transformación del modelo económico hacia un modelo más sostenible, participando en la política y en la vida pública más allá del hecho de ejercer el voto (participación ciudadana y solidaridad). Además, el ciudadano debe exigir una oferta de productos y servicios de la industria que demuestre que se ha reducido en lo posible el impacto ambiental y social (consumo responsable). 13 United Nations Global Compact (2007). The Principles for Responsible Management Education. Nueva York: UN Global Compact. CAPÍTULO 13 RSE y desarrollo sostenible en América Latina 183 Caso ilustrativo 13-3 Pronaca es reconocida por sus esfuerzos en responsabilidad ambiental Como parte de su responsabilidad con el bienestar ambiental, la empresa ecuatoriana de procesado de alimentos Pronaca obtuvo en 2016 doce certificaciones de Punto verde entregadas por el Ministerio del Ambiente (MAE). Estos certificados se otorgaron a diversos centros de criado y engorda de aves, empresas procesadoras de alimentos, etcétera. Punto verde es una certificación que reconoce e incentiva a las empresas de producción o servicios que demuestren haber implementado mecanismos o tecnologías amigables con el medio ambiente, y acciones encaminadas a la reducción en la generación de desechos o a la optimización del uso de recursos (materia prima, agua o energía). Las certificaciones otorgadas a Pronaca corresponden a proyectos como: • Reducción en el consumo de gas licuado de petróleo (GLP) por la innovación en el diseño de climatización de galpones para aves de engorda. • Reducción en la generación de residuos, debido a la disminución en las tasas de mortalidad de los animales de crianza. • Reducción en el consumo de GLP, por la automatización de la climatización. • Reducción en el consumo de agua de pozo profundo por innovación tecnológica mediante la implementación del sistema Combichiller en el proceso de enfriamiento de carcasas. • Reducción de consumo de agua por el cambio de equipos de lavado de bandejas de pollitos BB. Responsabilidad empresarial Desde la óptica de la responsabilidad social empresarial, es la empresa la que se sitúa en el centro del enfoque aunque sus principios se puedan aplicar –y de hecho se apliquen– a otras organizaciones: fundaciones, entidades de administración pública, universidades, etcétera. La empresa elabora bienes y servicios para los ciudadanos, genera empleos contribuyendo a la realización de las personas y al aumento de sus ingresos económicos, paga dividendos a sus accionistas, paga impuestos para la administración, y es promotora y depositaria de conocimiento y tecnología. Además, la empresa es una fuente principal de impacto ambiental y de problemas sociales, independientemente de que tenga titularidad pública o privada. Por fortuna, ya existe una serie de factores de cambio que están impulsando a las empresas a mejorar la sostenibilidad ambiental de sus procesos productivos. Estos factores o “fuerzas motrices” (driving forces) se clasifican en dos grandes grupos: intrínsecas y extrínsecas. La tabla 13-4 muestra algunas de las fuerzas motrices más importantes en ambos casos. Para responder a estos retos, se están proponiendo modelos de negocio cuya producción promueva la sostenibilidad ambiental empresarial. El objetivo es que las empresas sigan compitiendo económicamente y mantengan la gestión social que prestan, al tiempo que se minimizan los aspectos ambientales. La magnitud y evolución de estas fuerzas motrices de responsabilidad ambiental, con frecuencia, son subestimadas por las empresas que las interpretan como una “moda”. Así, por desgracia, muchas empresas tratan de sacar provecho económico sin ir más allá de mejorar su imagen. Introducen cambios superficiales pero muy mediáticos, y de esa manera pretenden aumentar o mantener sus ventas. Cuando las empresas hacen un uso básicamente publicitario de los índices de sostenibilidad como el de Dow Jones, las normas de gestión ambiental certificables como la ISO 14000, o las memorias de sostenibilidad verificables como las de la Global Reporting Initiative, desaprovechan su utilidad como guías de análisis de los aspectos ambientales, guías para la gestión de los aspectos ambientales, o guías de auditoría de los sistemas de gestión ambiental. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial INTRÍNSECAS TABLA 1 3 - 4 Fuerzas motrices que impulsan la responsabilidad ambiental de las empresas. Aumento de beneficios. Estrategia de negocio. Sensibilidad, actitud favorable hacia el medio ambiente. Motivación y formación de la dirección y del personal. Acción gubernamental EXTRÍNSECAS Legislación de “mandato y control” FUERZAS MOTRICES 184 Políticas económicas Compra con criterios ecológicos Programas de formación y sensibilización. Acuerdos voluntarios Protección de espacios y especies Mercado. Demanda de consumidores o clientes. Acciones de la competencia Escasez de recursos y precios crecientes Aparición de nuevas tecnologías más respetuosas con el ambiente Fuente: Elaboración del autor. La experiencia demuestra que si la evolución de la empresa hacia la sostenibilidad ambiental no es sustancial, tarde o temprano quedará en evidencia y no servirá de nada toda su actividad publicitaria o mercadológica para mejorar su imagen. El proceso hacia la sostenibilidad ambiental empresarial Un cambio sustancial no puede ser el resultado de una receta genial ni de una rápida transformación. En realidad, la sostenibilidad ambiental es un proceso continuo de evolución. La transformación empieza por la visión que se tiene del proceso productivo y continúa al aplicar esa nueva visión a todas las actividades de la empresa. Los principios de relevancia, transparencia y continuidad de la responsabilidad social empresarial, lógicamente, son imprescindibles. La tabla 13-5 resume los cambios políticos que se deben introducir en la empresa y los cambios en la estrategia de diseño de los productos o servicios que ofrece. Actualmente existe un importante abanico de instrumentos a disposición de las organizaciones para promover la sostenibilidad ambiental empresarial, muchas de las cuales también se CAPÍTULO 13 TABL A 1 3 - 5 RSE y desarrollo sostenible en América Latina Sostenibilidad de la empresa. Cambios políticos en la empresa 1. 2. 3. 4. 5. 185 Cambios de estrategia en el diseño Poner el énfasis en el servicio, no en la producción. Enfocar los objetivos hacia la calidad de vida y la satisfacción de necesidades, no hacia la generación de deseo de compra. Considerar el ciclo de vida físico completo del producto: elaboración de materias primas, producción, distribución, uso y mantenimiento, y retiro al final del ciclo de vida. Asumir que el ambiente tiene una capacidad limitada de suministrar recursos y absorber residuos. Considerar la sostenibilidad como un camino, no sólo como una meta concreta. Adoptar una cultura de mejora continua. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. Reducir la intensidad de uso de materias primas. Reducir la intensidad de uso de energía. Reducir residuos, vertidos y emisiones. Reducir el daño a la salud humana y al medio ambiente. Fomentar el uso sostenible de recursos renovables. Fomentar la reutilización y el carácter reciclable de los materiales. Proporcionar calidad de vida real. Aumentar la intensidad de servicio de sus productos y servicios. Fomentar la economía de servicios. Fuente: Elaboración del autor. dirigen a la administración pública y a los ciudadanos. Esas herramientas se pueden clasificar como técnicas, económicas y de regulación. En la tabla 13-6 se mencionan las más relevantes, sin intención de ser exhaustivos. TABL A 1 3 - 6 Herramientas para la sostenibilidad ambiental empresarial (SAE). Técnicas Implantación de la RSC en las empresas en el marco de la RSE: • Pacto Mundial de las Naciones Unidas • Guías ISO 26000 Evaluación del impacto ambiental del ciclo productivo: • Evaluación de impacto ambiental • Análisis del ciclo de vida (ACV, o LCA por las siglas de life cycle assessment) • Contabilidad del flujo de materiales Generación de nuevas soluciones de proceso productivo y de producto/servicio más respetuosas con el medio ambiente: • Mejores tecnologías disponibles (MTD). • Ecodiseño • Ecoinnovación Gestión de los aspectos medioambientales de la empresa: • • • • Serie de normas ISO 14000 Reglamento EMAS Guías de la Global Reporting Initiative Normas de auditoría ambiental Gestión, control y minimización de residuos: • Manuales de ingeniería ambiental: depuración, reciclado, reutilización, valoración, vertido controlado, etc. Etiquetas que comunican la calidad ambiental de los productos: • Ecoetiquetas de servicios como el turismo, la banca, etc. • Ecoetiquetas de productos: papel, electrodomésticos, pintura, textiles, etc. 186 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Económicas Desalentar el uso de determinadas materias primas: • • • • Tasas sobre materias primas vírgenes Tasas sobre recursos no renovables Tasas sobre recursos escasos Tasas sobre recursos tóxicos o peligrosos Fomentar prácticas de sostenibilidad ambiental empresarial: • Subvenciones y créditos blandos para inversiones que beneficien al medio ambiente • Impuestos más bajos para industrias y productos de SAE Desalentar prácticas contrarias a la SAE: • • • • Impuestos sobre el transporte o carburantes Impuestos sobre embalajes Impuestos sobre vertidos, generación de residuos peligrosos, etc. Impuestos sobre productos ineficientes (energía, agua, etc.) Infraestructuras para la SAE: • Inversiones en infraestructuras para facilitar el intercambio de productos en sistemas ecoindustriales (infraestructuras en los parques industriales, sistemas de recolección selectiva, centros de transferencia de residuos, redes de información, etc.) Regulatorias Información: • Normas sobre información ambiental • Normas sobre etiquetado Límites y restricciones: • • • • Restricción en el uso de determinados recursos Límites de emisión y vertidos Protección de zonas y especies de importancia ecológica especial Ordenación del territorio. Delimitar zonas industriales para obligar a la concentración. Gestión de residuos: • Normas sobre gestores autorizados • Normas sobre gestión de residuos Organización de los sistemas industriales: • Normas sobre composición de parques y polígonos industriales Fuente: Elaboración del autor. Conclusiones El desarrollo sostenible debe permitir, simultáneamente, satisfacer las necesidades de calidad de vida de la población actual y conservar el medio ambiente en un estado tal que las generaciones futuras puedan gozar de las mismas oportunidades para satisfacer sus propias necesidades. El medio ambiente está formado por todo lo que rodea al ser humano y hace posible su vida. Esto incluye tanto sus componentes como las relaciones entre éstos. El medio ambiente está en un equilibrio relativamente estable. Una pequeña alteración puede ser asimilada e, incluso, revertida de forma natural. Pero una alteración importante, ya sea por intensidad o por duración, puede generar cambios permanentes en el ambiente. Cualquier cambio producirá muchos otros cambios en un efecto en cadena, ya sea rápida o lentamente, y el nuevo equilibrio alcanzado (nuevas CAPÍTULO 13 RSE y desarrollo sostenible en América Latina 187 temperaturas, nuevas composiciones del aire, del agua o del suelo, desaparición de especies o de minerales, etcétera) tal vez no convenga a la raza humana. Por lo tanto, se debe dejar el medio ambiente a las generaciones futuras tal como se encontró. La presión que se ejerce sobre el medio ambiente se denomina aspecto ambiental y consiste en flujos de intercambio de materiales, de energía o de información (ya sea por consumos o por producción de contaminantes). La alteración permanente del medio ambiente (reversible o no) por causa de la presión de los seres humanos se denomina impacto ambiental. Para lograr el desarrollo sostenible se requiere el esfuerzo conjunto de todos los agentes que se ven involucrados, esto es, una acción política responsable desde la administración, el consumo y la participación responsable de la ciudadanía, y una actividad productiva eficiente y responsable. Las empresas juegan un papel clave a la hora de alcanzar el desarrollo sostenible, ya que son fuente principal de impacto ambiental, las principales depositarias de la tecnología y de buena parte del conocimiento, así como las responsables de proporcionar a la sociedad una oferta de productos y servicios respetuosa con el medio ambiente. Ya existen modelos de negocios que incorporan en sus sistemas productivos una visión para el desarrollo sostenible. Su objetivo final es reducir el consumo de materia y energía, y limitar la generación de residuos y contaminantes hasta una cantidad tal que la naturaleza logre absorberlos. Estos modelos ya disponen de numerosas herramientas y ejemplos exitosos de aplicación. En América Latina los retos ambientales no son menores que en otras regiones. Si bien el capital natural de esa región está mucho mejor preservado, éste constituye en sí mismo un hecho diferencial y una de las principales fuentes de riqueza del continente. Si se copian los modelos de desarrollo predominantes en Europa o Estados Unidos, se copiarán igualmente sus errores y el desarrollo será insostenible a mediano y largo plazos. Se puede y debe aprender del pasado para alcanzar altos niveles de desarrollo sin agotar los recursos naturales. Por lo tanto, las empresas no deben esperar más para empezar a realizar un diagnóstico de sus aspectos ambientales, la gestión ambiental de éstos y la mejora de sus productos y procesos. Muchas de las empresas líderes ya lo han hecho y están transfiriendo sus requisitos ambientales a su cadena de valor. La oferta cada vez incluye más productos respetuosos con el ambiente, y el consumidor final, ante la igualdad de características de los productos y servicios, va a elegir aquellos que sean más sostenibles. Al mismo tiempo, la legislación se hará cada vez más restrictiva y se acabarán desarrollando los instrumentos de inspección y sanción. Finalmente, esa evolución se apoya y urge a hacer cambios desde el conglomerado que, conscientemente o no, forman las organizaciones ambientalistas, determinadas opciones políticas y las empresas de servicios ambientales: energías renovables, agricultura ecológica, procesado de residuos, depuración de aguas, consultoría ambiental, etcétera. Esas tendencias en América Latina quizá no son tan evidentes como en otros países industrializados, pero las conocen muy bien aquellas empresas latinoamericanas que se dedican a la exportación de productos hacia Europa, Estados Unidos, Asia y Oceanía (sobre todo Japón y Australia). Como ocurrió con el desarrollo de la gestión de la calidad, la gestión ambiental es un imperativo que no tiene marcha atrás. Es más honesto, y más lógico, sumarse a ese impulso y aprovecharlo para asumir la propia responsabilidad con el ambiente. Por último, cabe agregar que en la economía y la política globales, se están produciendo importantes movimientos en los que América Latina tiene que participar por responsabilidad, y de los que, además, se beneficiará. 188 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Términos clave Aspectos ambientales Desarrollo sostenible Gestión ambiental Impactos ambientales Responsabilidad ambiental Preguntas para debate • • • • • • • • ¿Cree usted que el ambiente, en general, está seriamente deteriorado? ¿Cree que en un futuro próximo se agotarán determinados recursos naturales o se contaminarán otros de forma irreversible? ¿Cree que la humanidad tendrá una solución aceptable llegado el caso? ¿Confía en la evolución de la tecnología o cree que se debe hacer un esfuerzo por cambiar el modelo de desarrollo? ¿O es que ambos planteamientos están ligados? ¿Piensa que quienes producen el deterioro ambiental sufren las consecuencias de éste? ¿Le parece que podría hablarse de injusticia ambiental por la cual padecen quienes no han hecho nada para merecer el deterioro ambiental salvo, quizá, consumir de forma irresponsable? ¿Es posible medir la sostenibilidad ambiental de las empresas? ¿Tiene sentido elaborar índices de sostenibilidad ambiental como el Dow Jones SI u otros? Las pequeñas y medianas empresas, por lo general, consideran que sus aspectos ambientales son insignificantes en comparación con los de las grandes empresas. También consideran que el esfuerzo de asumir su responsabilidad y reducir su contaminación es muy grande en comparación con la muy pequeña mejora posible del ambiente. ¿Es un argumento correcto? ¿Se podría rebatir? ¿Cómo? Las empresas también argumentan que no introducen mejoras ambientales en sus productos y procesos porque no lo demandan sus clientes, sean empresas, organizaciones de la administración pública o ciudadanos. ¿Es un argumento cierto? ¿Es aceptable? ¿Pueden las empresas educar ambientalmente a sus clientes o a otros grupos de interés? ¿Qué utilidad encuentra en la certificación de las características ambientales de un proceso o producto industrial? ¿Cree que las certificaciones permiten distinguir a las empresas más responsables con el ambiente del resto? ¿Se preocupa usted por los impactos ambientales derivados de los productos y servicios que consume? ¿Se considera bien informado al respecto? ¿Cree que las empresas ocultan información de forma deliberada? ¿O simplemente no consideran que sea información útil para el consumidor, el académico, las autoridades públicas u otros stakeholders? ¿Quiénes se preocupan y ocupan más de los impactos ambientales: las mujeres o los hombres? CAPÍTULO 13 RSE y desarrollo sostenible en América Latina 189 Lecturas recomendadas Allenby, B. R. (1999). Industrial Ecology. Nueva Jersey: Prentice Hall. Capuz, S. y Gómez, T. (eds.) (2003). Ecodiseño: Ingeniería del ciclo de vida para el desarrollo de productos sostenibles. México: Alfaomega. Charter, M. y Tischner, U. (eds.) (2001). Sustainable Solutions: Developing Products and Services for the Ruture. Sheffield: Greenleaf Publishing. Fussler, C. (1999). Eco-Innovación. Integrando el medio ambiente en la empresa del futuro. Madrid: Mundi-Prensa. Gómez-Orea, D. (2002). Evaluación de impacto ambiental. Madrid: Mundi-Prensa. ISO (International Organization for Standardization) 14001:2015. Sistemas de gestión ambiental. Requisitos con orientación para su uso. ISO/TC 207, Ginebra. Meadows, D.L. et al. (1992). Más allá de los límites del crecimiento. Madrid: El País Aguilar. Ulrich, E. et al. (1997). Factor 4: Duplicar el bienestar con la mitad de recursos naturales. Informe al club de Roma. Barcelona: Galaxia Gutenberg. C a p ít ulo 1 4 Alianzas entre empresas y ONGs, un medio para favorecer el desarrollo local Consuelo García, Emmanuel Raufflet y Luis Portales Objetivos Al finalizar este capítulo, usted deberá ser capaz de: • • • • • Conocer la evolución y las formas de relaciones entre empresas y ONGs en el contexto de las comunidades en América Latina. Reconocer la importancia, el potencial y las limitaciones de las alianzas entre empresas, ONGs y comunidades en la actuación social. Familiarizarse con el uso del marco lógico y la metodología para evaluar proyectos sociales. Distinguir entre una postura filantrópica y una postura de integración de RSE en el contexto de la práctica de gestión de proyectos empresas-ONGscomunidades. Identificar el potencial de realización de valor a partir de las alianzas entre empresas y comunidades locales, e identificar impactos en los tres actores. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 192 Caso ilustrativo 14-1 Danone y el cáncer infantil en México En 2002, la empresa Danone inició en México una campaña de “marketing con causa” con uno de sus productos: el yogur. Ofrecía a sus consumidores que por cada producto Danone que compraran, la empresa donaría un porcentaje para ayudar a los niños con cáncer en el país. Esta iniciativa fue tan exitosa (recaudó 17 millones de pesos) que pronto la empresa se dio cuenta de que manejar el dinero, elegir el grupo meta y administrar los fondos de manera eficiente dio por resultado algo que sobrepasaba lo que había previsto a nivel de sus operaciones. De inmediato, la empresa se dio a la tarea de identificar una organización no gubernamental (ONG) que trabajara con ese grupo vulnerable y que fuera capaz de manejar adecuadamente el recurso. Luego de establecida la relación y transcurrido cierto tiempo, Danone logró que su iniciativa alcanzara un éxito mayor que el que habría alcanzado de haberla implementado por su cuenta. De esa forma, se generó mayor valor social y se redujo el costo financiero de realizar esa actividad. Al finalizar el siguiente periodo (un año), la ONG colocó mensajes en espectaculares agradeciendo a Danone su contribución, pues gracias a ésta había logrado un éxito inusitado que jamás habría alcanzado trabajando de forma aislada.1 Este ejemplo pone de relieve asuntos importantes en relación con las posibles alianzas que existen entre empresas y organizaciones no gubernamentales (ONGs) en el contexto de comunidades locales. Entre esas cuestiones, destacan las siguientes: 1. 2. 3. Cada una de las partes implicadas tiene sus propios objetivos: la ONG tiene como misión una causa social, vinculada con el desarrollo y la generación de capacidades relacionadas con un público vulnerable específico. Por otro lado, encontramos a la empresa productora de derivados de lácteos que tiene como objetivo la producción de bienes y servicios, por medio del desarrollo de competencias vinculadas con esa actividad. Las alianzas entre dos tipos de organizaciones, con objetivos distintos, se basan en la colaboración para maximizar el valor de proyectos sociales relacionados con grupos vulnerables, cada una desde su propia actividad. El intercambio de conocimiento entre los participantes de la alianza genera aprendizaje para todos los implicados, lo cual, con el paso del tiempo, repercute en la mejora del bien común y en la generación de diferentes formas de valor. Introducción En este capítulo se presentan los fundamentos que dan sustento a las relaciones y/o alianzas que establecen empresas con una comunidad meta que se encuentra en alguna situación de vulnerabilidad, a través de organizaciones no gubernamentales (ONGs), también conocidas como organizaciones de la sociedad civil (OSCs). El tema ha cobrado relevancia dentro de las acciones que realizan las empresas en el marco de la responsabilidad social empresarial (RSE) por varias razones. La primera de ellas reside en su presunta capacidad para atender problemas sociales de una forma más eficiente por medio de la generación de valor para todos los participantes de la alianza. La segunda está en función de la posibilidad de aprovechar el expertise de cada uno de los involucrados; es decir, cada uno de los actores que participan en la alianza aporta el conocimiento o la práctica que lo hace diferenciarse del resto. Tercero, se 1 Vea www.danone.com.mx CAPÍTULO 14 Alianzas entre empresas y ONGs, un medio para favorecer el desarrollo local 193 logra articular esfuerzos e intereses comunes en una misma estrategia de intervención comunitaria. Cuarto, los actores implicados tienen la posibilidad de incrementar sus competencias por medio del intercambio de experiencias y recursos de diversa índole. En América Latina, las iniciativas de vinculación con la comunidad se remontan a mucho tiempo atrás, las cuales se han caracterizado por la realización de acciones filantrópicas. Sin embargo, la relación entre empresas y ONGs es menos común, en parte debido a que no se sabe cómo crear sinergia con la comunidad a través de esos grupos; además, es difícil entender que la unión de estos tres actores genera una visión menos asistencialista que favorece la puesta en marcha de procesos de desarrollo sostenible. Aunque cada vez es más común que las empresas, en especial las grandes y trasnacionales, busquen formar ese tipo de alianzas con la intención de incrementar el impacto que generan sus acciones sociales, y de reducir el número de recursos económicos que destinan a la atención de una determinada causa. Asimismo, algunas empresas han comenzado a ver en este tipo de alianzas la posibilidad de crear modelos de negocio con propósito que, en el largo plazo, generen un mayor impacto y se consoliden en iniciativas comerciales que produzcan valor social y económico para la compañía. La puesta en marcha de esas alianzas genera desafíos para la empresa. Por un lado, requiere de cierta madurez en relación con la forma en que puede generar un impacto social. Dicha madurez se manifiesta al reconocer que carece de las competencias suficientes para llevar a cabo, de la mejor forma, ciertas acciones de desarrollo social y admite que hay un actor más idóneo para implementarlas. Por el otro, es posible que esas acciones de vinculación no se encuentren alineadas con su campo de acción, especialidad o core competence, por lo que podrían ocasionar un desenfoque de sus acciones en materia de RSE y de generación de valor económico. Del asistencialismo a la creación de alianzas intersectoriales por medio de la RS Es indudable que las relaciones entre empresa y comunidad han evolucionado de manera progresiva, aunque no mayoritariamente de forma homogénea, ni en la literatura ni en la sociedad. Por ello, al hablar de alianzas, relaciones o vinculaciones, consideramos de suma importancia identificar, a grandes rasgos, cómo ha sido el comportamiento de los actores a lo largo del tiempo en América Latina. Las empresas latinoamericanas iniciaron su actividad industrial a comienzos del siglo xx. Si tomamos los casos de México y Colombia, encontramos que la relación se presentó en las ciudades de Monterrey y Medellín, las cuales fueron consideradas como la cuna de las actividades industriales en sus respectivos países. La relación de las empresas con la comunidad comenzó con sus trabajadores y las familias de éstos, y se caracterizó por una orientación paternal, con valores religiosos y de protección de las necesidades básicas. En ese sentido, diversas empresas fueron pioneras en sus países en la realización de obras de carácter social que cubrían salud, educación, vivienda y esparcimiento, entre otras áreas. Durante la época del sistema de sustitución de importaciones, de 1950 a 1980, esas relaciones no solamente se supeditaron a los grupos de interés más cercanos, sino que se fueron insertando en otras esferas sociales, como en el caso de Monterrey con la creación del Tecnológico de Monterrey,2 o con la participación activa en la designación y el mantenimiento en sus cargos de los gobernadores del estado de Nuevo León.3 Asimismo, y con la creación del Estado de bienestar, muchas de las actividades que esas empresas habían realizado se dejaron en manos del Estado. 2 3 Universidad privada que se inició en Monterrey y se ha extendido a nivel nacional e internacional. El estado de Nuevo León alberga, a nivel político, a la ciudad de Monterrey. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 194 Caso ilustrativo 14-2 Protección por parte de la empresa: El caso de Famosa y la sociedad Cuauhtémoc Fábricas de Monterrey S. A. de C. V. y Sociedad Cuauhtémoc fueron dos de las empresas pioneras en brindar protección social a sus trabajadores, incluso antes de que el gobierno mexicano lo hiciera. Un ejemplo de ello fue la creación de Patrimonio de la Vivienda de los Trabajadores Asociación Civil (PAVITAC), una institución que ofrecía créditos para vivienda de sus colaboradores y que hasta marzo del 2009 había otorgado más de 9 000 créditos. Asimismo, se creó la Clínica Cuauhtémoc y Famosa (CCYF), la cual es una institución sin fines de lucro dedicada a brindar servicios de salud a los trabajadores y sus familias, tales como oftalmología, odontología y atención médica urgente, además de promover servicios de salud preventiva a través de programas orientados a aumentar su cuidado. Al mismo tiempo, se apoya la productividad de la empresa al mejorar la asistencia de los empleados a su fuente de trabajo. Con el cambio de modelo de desarrollo y la caída del Estado de bienestar en las décadas de 1980 y 1990, las empresas volvieron a llenar los huecos que dejaba el Estado en materia de salud, educación y vivienda; sin embargo, en esa ocasión el cambio no fue visto desde una óptica altruista, sino como una oportunidad de negocio. Las relaciones con la comunidad, las cuales se habían caracterizado por la caridad y las buenas intenciones de las empresas, comenzaron a entenderse como mecanismos o formas de RSE que permitían a las empresas generar valor. También se forjaron los primeros lazos entre empresas y ONGs, que si bien en un primer momento se basaron en donativos deducibles de impuestos, con el paso del tiempo migraron a un esquema en que las empresas y organizaciones buscaban la generación de un mayor valor social y económico para los involucrados. A nivel de alianzas se identifican dos posturas en las empresas. Por un lado, se encuentran aquellas empresas que realizan una acción dirigida a un grupo específico de la sociedad de forma directa. Este tipo de aproximación es similar al que existía en los años previos a la implantación del Estado de bienestar, cuando la empresa definía una causa social y, en ese marco, realizaba actividades a través de instituciones conformadas por ella misma. Por otro lado, se encuentra aquella aproximación en que las empresas intervienen a través de ONGs que están dirigidas a grupos específicos de la sociedad de manera permanente y tienen una experiencia reconocida en el medio. Este tipo de aproximación reduce la carga administrativa de la empresa ya que, al contar con una organización especializada en la implementación, el uso de los recursos se potencializa y se hace más eficiente mejorando el valor social que genera la iniciativa. Este tipo de alianzas son reconocidas como alianzas intersectoriales. Caso ilustrativo 14-3 Empresa filantrópica frente a alianza entre empresa y ONG Fundación Telmex4 fue fundada en 1996 por Teléfonos de México (Telmex), empresa mexicana de telecomunicaciones. Es una institución filantrópica de carácter no lucrativo, que opera a nivel nacional con cuatro programas prioritarios: educación, salud, justicia, y cultura y desarrollo humano. Asimismo, presta apoyo en todo el país y a otras naciones en caso de desastres naturales. Apoya también la labor de la Fundación del Centro Histórico de la Ciudad de México, A. C., creada en 2002, buscando contribuir a mejorar la calidad de vida de los habitantes de esa zona. 4 Información obtenida del sitio http://www.fundaciontelmex.org/fundacion_quienesSomos.html CAPÍTULO 14 Alianzas entre empresas y ONGs, un medio para favorecer el desarrollo local 195 Éste es un ejemplo de una empresa filantrópica que, a través de una fundación auspiciada en su mayor parte por ella misma, busca incidir en el desarrollo social del país mediante la puesta en marcha de diferentes programas sociales. Por otro lado, IKEA5 es una empresa de origen sueco dedicada a la venta minorista de muebles y objetos para el hogar de diseño contemporáneo a precios accesibles. En 2010, contaba con 238 tiendas en 34 países. El Grupo IKEA coopera con empresas, sindicatos y ONGs para desarrollar y mejorar el impacto de su trabajo a nivel social y medioambiental. A nivel social, colabora con UNICEF y Save the Children. A nivel medioambiental, el Grupo IKEA colabora con el World Wildlife Fund (WWF), una organización internacional dedicada a la conservación de la vida silvestre. IKEA percibe las alianzas como una forma de hacer más eficiente su labor social y ambiental. En sus propias palabras: “Gracias a estas asociaciones, podemos centrar nuestros esfuerzos en la protección de los derechos de la infancia, el fomento de una silvicultura responsable, la mejora en el cultivo de algodón y la reducción de las emisiones de CO2”. Las alianzas intersectoriales y su generación de valor El interés por las relaciones intersectoriales se ha presentado desde hace más de 25 años, principalmente al reconocer que éstas tienen el potencial de hacer frente a los retos más complejos a los que se enfrenta la sociedad actualmente. En esta línea, las empresas conciben las alianzas como una forma poderosa de implementar sus acciones de RSE, a la vez que buscan cumplir con sus objetivos sociales y económicos de una forma armónica, especialmente en un contexto en el que se pide a las organizaciones que atiendan cuestiones o problemas cada vez más complejos, como pobreza, sostenibilidad, inequidad y corrupción, entre otros. Puesto que el concepto de alianzas es bastante amplio, es necesario hacer una diferenciación entre aquellas que pueden considerarse como generales y aquellas que surgen entre actores provenientes de diferentes sectores de la sociedad con un fin social. El primer tipo de alianzas se centra en la creación de un proceso en el que dos o más actores sociales buscan generar un beneficio mutuo, o bien, pretenden alcanzar un objetivo común por medio de acciones coordinadas. El segundo tipo de alianzas se presenta a través de la vinculación o el intercambio de información, recursos, actividades y capacidades de las organizaciones para lograr un resultado que no podrían alcanzar de forma individual; tales alianzas están orientadas a atender un problema social particular. El estudio de este tipo de relaciones se ha centrado en dos áreas. La primera de ellas se propone identificar las motivaciones que tienen las empresas para generar ese tipo de alianzas. Como resultado de dicho estudio se han encontrado las siguientes motivaciones: mejora de la imagen, transferencia y generación de conocimiento entre las organizaciones, innovación, acceso a redes de diferente tipo e inteligencia de mercado.6 Estas motivaciones se han sistematizado en cuatro motivaciones organizacionales para la creación de colaboraciones intersectoriales: 1. motivaciones orientadas a la legitimidad, 2. motivaciones orientadas a la competencia, 3. motivaciones orientadas a los recursos, y 4. motivaciones orientadas a la sociedad.7 Sin importar cuál sea el enfoque, en todos los casos se concluye que la razón de ser de una alianza intersectorial es la generación de valor. 5 6 7 Información obtenida de http://www.ikea.com/ms/es_ES/about_ikea/our_responsibility/partnerships/index.html Le Pennec, M. y Raufflet, E. (octubre de 2016). Value Creation in Inter-Organizational Collaboration: An Empirical Study. Journal of Business Ethics, 1-18. http://doi.org/10.1007/s10551-015-3012-7 Gray, B. y Stites, J. P. (2013). Sustainability through Partnerships: Capitalizing on Collaboration. Network for Business Sustainability, nbs.net/knowledge. Fecha de consulta: 3 de diciembre de 2014. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 196 La segunda área en la cual se ha centrado el estudio de este tipo de alianzas se propone identificar los factores de éxito. Estos factores se clasifican en tres grupos de acuerdo con las etapas del proceso de creación de valor: 1. selección del compañero o aliado adecuado, 2. selección del tipo de aliado adecuado, y 3. manejo y administración adecuados del proceso de alianza. Aunadas a estos tres factores orientados a las etapas, se presentan otras dimensiones tales como la presencia de un liderazgo adecuado, la misión que persigue la alianza y los procesos administrativos que encajan dentro de las organizaciones que participan. En términos de los resultados esperados por parte de este tipo de alianzas se encuentra la generación de valor, la cual se ha estudiado desde diferentes ángulos y perspectivas. Así, se ha cambiado de una perspectiva exclusivamente económica a una visión orientada a la generación de diferentes tipos de valor. Como consecuencia de este cambio se han formulado diferentes definiciones de valor con distintas etiquetas, con la intención de conciliar las diversas formas de valor que se generan a partir de los procesos y las actividades intraorganizacionales e interorganizacionales (vea la tabla 14-1). TABLA 1 4 - 1 Definiciones de valor relacionado con el tipo de colaboración entre organizaciones y sectores. Autor(es) Definición Porter y Kramer (2011, p. 66) Valor compartido: “Políticas y prácticas de operación que aumentan la competitividad de una empresa, al tiempo que hacen avanzar las condiciones económicas y sociales en las comunidades donde ésta se desenvuelve. La creación de valor compartido se enfoca en identificar y expandir las conexiones entre el progreso social y el económico”. Wheeler et al. (2003, p. 20) Valor sostenible: “No pasará mucho tiempo antes de que comencemos a afirmar que el negocio del negocio es la creación de valor sostenible: económico, social y ecológico”. Kurucz et al. (2008, p. 91) Valor sinérgico: “Conectar los intereses de los stakeholders y establecer definiciones plurales de valor para múltiples stakeholders de manera simultánea”. Emerson (2003, p. 44) Valor combinado: “Una orientación de valor combinado en los niveles corporativo y sectorial supone que la inversión óptima es aquella que reconoce la realidad del valor económico y social en combinación, e intenta maximizar los rendimientos totales”. Austin y Seitanidi (2012, p. 945) Valor en una asociación intersectorial: “Los beneficios transitorios y duraderos en relación con los costos que se generan debido a la interacción de los colaboradores y que se acumulan para las organizaciones, los individuos y la sociedad”. Fuente: Le Pennec y Raufflet (2016). La idea principal detrás de esta nueva perspectiva es el hecho de que las empresas deberán buscar la creación de valor económico de una manera que también genere valor para la sociedad, contribuyendo a enfrentar sus necesidades y desafíos. Cuando se considera desde este punto de vista, el valor ya no es únicamente de naturaleza económica. Esta perspectiva de ganar-ganar ha logrado posicionarse en el entendimiento de las alianzas intersectoriales, en especial cuando se habla de los resultados o impactos que éstas buscan generar. La comprensión de cuál es la generación de valor de una alianza intersectorial o de qué forma se puede medir no es tema sencillo, sobre todo por dos aspectos.8 El primero se refiere al hecho de que algo tal vez sea valioso para una organización, pero no para la otra, lo cual dificulta la comparación entre alianzas. El segundo aspecto radica en los niveles de impacto que tiene una alianza intersecto8 Le Ber, M. J. y Branzei, O. (2010b). Value frame fusion in cross-sector interactions. Journal of Business Ethics 94(1), 163-195. CAPÍTULO 14 Alianzas entre empresas y ONGs, un medio para favorecer el desarrollo local 197 rial, los cuales pueden entenderse desde una perspectiva micro (individuos), meso (organizaciones o comunidades) o macro (instituciones y sociedad en general). Estas diferencias dificultan formular una definición y establecer una visión común cuando se habla de creación de valor. Con la intención de simplificar esta cuestión, se propone entender las dimensiones y los niveles en los cuales se busca crear valor como resultado del proceso de colaboración entre diferentes organizaciones. Esto favorece un mayor entendimiento de cómo se visualiza el valor en una determinada alianza intersectorial.9 Por ello, la noción de valor sigue definiéndose en función de los intereses con los cuáles surge la alianza y de los impactos que ésta intenta ocasionar en una determinada sociedad. Si bien es cierto que las alianzas intersectoriales que surgen con la intención de atender problemas sociales buscan generar un beneficio a la sociedad, es un hecho que algunas de ellas no logran los objetivos que se plantearon. De ahí la importancia de mencionar ciertas consideraciones que se deben tener presentes al momento de llevar a cabo este tipo de iniciativas. Elementos a considerar en las relaciones intersectoriales El primer aspecto a considerar es el hecho de que las acciones que implementan las alianzas intersectoriales con fines sociales se desarrollan en el marco de la noción de iniciativas de empresacomunidad (CCI, por sus siglas en inglés). Esa noción surgió como una forma de describir y analizar el cambio en las relaciones y los compromisos entre una empresa y sus grupos de interés en la comunidad local en la cual opera. En el caso de las alianzas intersectoriales, las iniciativas se caracterizan por contar con una empresa que busca generar un impacto en la comunidad a través de una ONG o en coordinación con esta última, por lo que la relación que se genera puede entenderse como empresa-ONG-comunidad (EOC). La definición de iniciativas CCI presenta ambigüedades. Por un lado, Van Der Voort define la CCI como “la provisión de bienes y servicios a una organización sin fines de lucro y a organizaciones civiles por parte de empresas”. Esta definición tiene sus bases en la tradición filantrópica que apela a la bondad de las empresas que se manifiesta brindando apoyo a los grupos de interés que conforman su entorno. Esta idea está centrada principalmente en la realización de un solo acto que tiene como interés mitigar la miseria de otros. Por otro lado, Muthuri propone una visión basada en la construcción de capacidad e infraestructura de la CCI, que “engloba la construcción de capacidades en los actores, a través de su capacitación en procesos de participación significativa y en la creación de un clima participativo”. Esta visión va más allá del entendido filantrópico para la provisión del bien común, pues sugiere que la CCI tiene el potencial de construir capacidades locales y que está relacionada con una infraestructura institucional. Es así como se da una respuesta a los grupos sociales, profesionales y de investigadores interesados en el desarrollo, quienes sostienen que la creación de una visión común representa una condición necesaria para el desarrollo comunitario. Con base en la exposición de estos dos tipos de visiones se deduce que hay varias formas de involucrar a las alianzas conformadas por empresa–ONG–comunidad, las cuales podrían verse desde la perspectiva de la empresa en tres formas de acercamiento: transacción, transición y transformación (vea la tabla 14-2). No solamente es importante identificar las posturas y formas de relación que adopta la empresa, sino que además es necesario evaluar la razón de ser de su proceder en materia de la generación de alianzas con otros grupos. De esa forma, se visualizan dos posturas: la filantrópica y la responsabilidad social integral (vea la tabla 14-3). 9 Austin, J. E. y Seitanidi, M. M. (2012a). Collaborative Value Creation: A Review of Partnering between Nonprofits and Businesses: Part I. Value Creation Spectrum and Collaboration Stages. Nonprofit and Voluntary Sector Quarterly 41(5), 726-758. 198 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial TABLA 1 4 - 2 Formas de relación empresa-ONG. Empresa Transacción Transición Transformación Postura de la empresa Filantropía: ayudar ocasionalmente a la comunidad Construcción de puentes entre empresa y la comunidad Trabajar alrededor de compromisos comunes Tipo de actividades Financiamiento de actividades deportivas y culturales, donaciones Involucramiento y diálogo Proyectos conjuntos, definidos y gestionados juntos Número de representantes de la comunidad Número centrado alrededor de la empresa Numeroso y de consulta Comunitario + externos (expertos y facilitadores) Comunicación Unilateral Bilateral Multilateral Frecuencia de los encuentros Ocasional Frecuente Frecuente Transferencias de la empresa Repetidas Creación de un contexto para aprendizajes conjuntos Aprendizajes Fuente: Bowen et al. (2010). TABLA 1 4 - 3 De la filantropía a la responsabilidad social integral. Filantropía • Decisión realizada para proporcionar recursos financieros a un grupo de personas de manera frecuente. • Estas decisiones tienen efectos limitados sobre el resto de la empresa. • La empresa brinda ayuda puntual a un grupo sin involucrarse. • Elige grupos vulnerables para apoyar, sin que esto tenga que ver con las actividades centrales de la empresa. • Donaciones en general. Responsabilidad social integral • Integración de las preocupaciones de responsabilidad/desarrollo sostenible en la creación de valor: Estratégico Modelo de negocio Prácticas Cadena de valor: clientes y proveedores Valor económico y social • Genera sinergias en la relación que se establece. • Alineados con la esencia del negocio de la empresa; la relación crea un vínculo y un “nosotros”. Cambio de paradigmas: Se plantea un cambio y una evolución en el nivel organizacional, de: • • • • • • • la idea de donación a la inversión social. el horizonte de bienes personales hacia procesos, resultados e impactos. una visión parcial de la realidad hacia una visión integral de la sociedad. una posición reactiva hacia una actitud solidaria proactiva. acciones puntuales dispersas hacia programas permanentes. la donación sin compromiso hacia fondos cooperativos. la informalidad y no transparencia hacia el monitoreo y acompañamiento con oferta de actividades y recursos. • la acción improvisada hacia la profesionalización en las actividades alineadas a núcleo de la empresa. Fuente: Adaptada de Jackson y Nelson (2004). CAPÍTULO 14 Alianzas entre empresas y ONGs, un medio para favorecer el desarrollo local 199 Si hacemos un análisis de cada una de dichas posturas, encontraremos que la filantropía, si bien es una acción generosa y de ética personal, tiene una perspectiva de corto plazo tanto para la comunidad como para la empresa. En la comunidad crea condiciones de dependencia, retrae la autonomía y las iniciativas de la población, y no siempre resuelve un problema de manera integral. Dentro de la empresa, se trata de donativos que no pueden explicarse en las cuentas financieras como actividades que generan valor: es sólo un gasto desenfocado que carece de involucramiento y no deja ninguna huella en quienes participan. Por otro lado, la responsabilidad social integral incluye a la actividad central de la empresa, ya que su participación en la vinculación con la comunidad es una parte fundamental de su estrategia y/o de su desarrollo sostenible. Se aprecia la creación de valor económico, social y ambiental para la empresa. Los beneficios son para los tres actores: los beneficiarios reciben aquello que necesitan, la ONG puede cumplir con su misión con mayor holgura, y la empresa logra alinear sus actividades a una causa social, sin que por ello tenga que incrementar su carga administrativa. Caso ilustrativo 14-4 Empresa de autoservicio del extranjero en un país latinoamericano Una empresa de autoservicio decide ingresar a un país del continente, y desea hacerlo con la misma política de apoyo a la comunidad con la que opera en su país de origen: donación de productos alimenticios, que están a días de caducar, a una organización que tiene como causa social la lucha contra la desnutrición. Para lograrlo, busca en la ciudad una organización que tenga las características de confianza y experiencia en materia de nutrición de las familias más desfavorecidas. A través de la alianza con esta organización comparte sus mejores prácticas en materia de logística, incidiendo así en la efectividad de ésta. Se logran los objetivos organizacionales: la empresa deja de tener mermas y ayuda a la población a través de la ONG generando un valor social mayor al que habría producido si lo hubiera hecho sola. Ahora bien, la generación de alianzas intersectoriales busca atender a las necesidades y los problemas de poblaciones específicas; es decir, las alianzas se presentan en un determinado contexto y en condiciones particulares. Dada esta condición, en la mayoría de las ocasiones tales alianzas se realizan con los grupos de interés que resultan más afines y con los cuales se tiene una mejor relación; sin embargo, para llegar a consolidarse, es necesario considerar algunos elementos clave, como los siguientes: • • • • • Inclusión de quienes participan Apertura y asuntos tratados Tolerancia y grado de apertura para tratar nuevos asuntos El poder y cómo está distribuido en los diálogos que se entablan Transparencia en el uso de la información entre quienes establecen la relación Estos elementos deben estar presentes en todas las relaciones que se gestionen, y es necesario considerarlos al momento de establecer la alianza, durante el desarrollo de ésta, y al llegar a acuerdos sobre los proyectos que se van a realizar de manera conjunta. Con base en el análisis del tipo de relaciones, los participantes podrán evaluar cómo se presentan éstas, y hasta dónde quieren o pueden llegar con su vinculación. Cuando se presentan relaciones limitadas, se corre el riesgo de generar asimetrías en la construcción y operación de la alianza, lo que significa que una de las partes tiene mayor poder de decisión y actuación que la otra. Esto redunda en la reducción del valor que una de las partes puede aportar a la sociedad, o tal vez se pervierta la naturaleza de la alianza al generar más perjuicios que beneficios a la comunidad tanto a corto como a largo plazo. 200 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Algunas de las consecuencias de este tipo de relaciones asimétricas entre actores son la compra de élites locales, la creación de mecanismos de corrupción entre los participantes, la evasión de impuestos o la construcción de una relación clientelar entre benefactores y beneficiarios. Asimismo, de mantenerse ese tipo de relaciones, no solamente disminuirá la credibilidad y reputación de la alianza, sino también se estará perjudicando la creación de nuevas alianzas en el entorno. Éstos son algunos de los motivos por los cuales es necesario evaluar el tipo de relación que existe entre los diferentes actores que conforman la alianza. Puesto que el enfoque tiene como base los resultados de la acción, es importante identificar los diferentes niveles de impacto que tendrán las actividades y los productos en el corto, mediano y largo plazos, los cuales están relacionados con los indicadores y medios de verificación vistos anteriormente (vea la tabla 14-4). TABLA 14-4 Acción basada en resultados. Actividades/ entradas Las actividades son acciones emprendidas a través de las cuales los recursos son movilizados para generar productos. Las actividades deberán describirse comenzando con un verbo. Por ejemplo: realizar, desarrollar, negociar, etcétera. Las actividades deberán planearse tomando en cuenta los productos. Productos/ objetivos Productos inmediatos Los productos son derivados de las actividades de una política, un programa o una iniciativa, que por lo general son controlados por la propia organización. Este tipo de productos son observables en el corto plazo, después de haber completado las primeras actividades. Por ejemplo: folleto, estudio de investigación, planta de tratamiento de agua, plan de estudios de formación, etcétera. Cada producto se refiere a un pequeño número de resultados que las actividades tienen el potencial de lograr. Lograr estos productos normalmente requiere de esfuerzos colectivos de los socios. Los encargados de implementar tienen influencia, pero no control total. Productos a mediano plazo Resultado que se espera que ocurra después de haber generado algunos productos inmediatos. Los productos intermedios pueden alcanzarse de forma directa o indirecta. Son observables solamente después de un cierto tiempo de haber iniciado el proyecto. Productos a largo plazo Es el más alto nivel de producto que se puede esperar de la implementación de una política, un programa o una iniciativa de forma causal. El producto es alcanzado después de haber realizado los productos intermedios. Estos productos usualmente representan la razón de ser de la iniciativa o del programa y, de conseguirse, hacen que se logre el objetivo de la iniciativa, el programa o el proyecto. Fuente: Elaboración de los autores. Por último, los proyectos sociales no solamente necesitan enunciarse; además, es indispensable asignarles recursos. Para ello se requiere de personas expertas que sean capaces no sólo de diseñar los componentes con que quieren dar salida al problema que los ocupa, sino también de monitorear las actividades que deberán realizarse para lograr resultados. CAPÍTULO 14 Alianzas entre empresas y ONGs, un medio para favorecer el desarrollo local 201 Conclusiones Si bien es cierto que el interés por parte de las empresas por brindar un valor social a sus comunidades de origen tiene una larga historia, también es verdad que ese tipo de relaciones ha ido cambiando con el paso del tiempo, al grado de que actualmente se presentan dos tipos de valor social generado por parte de las empresas. Por un lado, encontramos el caso en que la empresa es la benefactora de la sociedad a través de la generación de una infraestructura social que genera proyectos de desarrollo relacionados con los intereses del líder de la misma. Este tipo de proyectos suele estar relacionado con una visión filantrópica de la responsabilidad social. Por otro lado, existe otra visión de acuerdo con la cual la empresa busca la creación de valor social a través de sinergias con otros miembros de la sociedad, principalmente ONGs, que tienen una causa social específica y que con el paso del tiempo han generado reputación y un cierto grado de experiencia. Esto permite que la utilización de los recursos se realice de una forma más eficiente generando un mayor valor social que si la empresa tratara de crear valor social de forma directa. Algunos de los aspectos centrales al momento de poner en marcha un proyecto o programa de desarrollo social son la planeación, el monitoreo y la evaluación de los impactos que se van a generar en el entorno donde se realizará tal proyecto o programa. Este aspecto toma una relevancia especial si el proyecto es resultado de una alianza entre empresa y ONG, pues no solamente se pone en juego la reputación de ambas, sino también la continuidad de la misma, así como la generación de más valor social que si cada una actuara de forma independiente. Para tener éxito en la creación de valor social, es importante contar con una metodología que ayude a estructurar los principales elementos de un proyecto, subrayando los lazos lógicos entre los recursos previstos, las actividades planeadas y los resultados esperados. 202 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Términos clave Alianzas intersectoriales Empresa-comunidad-ONG Filantropía y RSE Generación de valor Preguntas para debate • • • • • • ¿De qué forma la creación de una alianza entre empresas y organizaciones no gubernamentales puede incidir en la mejora de la calidad de vida de los pobladores de una determinada comunidad? Es posible que la formación de alianzas tenga efectos perversos en las comunidades. ¿Cuáles podrían ser éstos y qué ejemplos podemos encontrar en América Latina? ¿Quiénes deben buscar la generación de alianzas: las empresas o las ONGs? ¿Cuál debería ser el papel del Estado en la conformación de esas alianzas? ¿La generación de alianzas por parte de las empresas es una forma de promover y cumplir con su responsabilidad social? ¿De acuerdo con qué criterios las empresas deberían seleccionar a las organizaciones con las cuales establecerán algún tipo de alianza? Lecturas recomendadas Austin, J. E. y Seitanidi, M. M. (2012a). Collaborative Value Creation: A Review of Partnering between Nonprofits and Businesses: Part I. Value Creation Spectrum and Collaboration Stages. Nonprofit and Voluntary Sector Quarterly 41(5), 726-758. __________. (2012b). Collaborative Value Creation: A Review of Partnering between Nonprofits and Businesses: Part 2. Partnership Processes and Outcomes. Nonprofit and Voluntary Sector Quarterly 41(6), 929-968. Gray, B. y Stites, J. P. (2013). Sustainability through Partnerships: Capitalizing on Collaboration. Network for Business Sustainability, nbs.net/knowledge Fecha de consulta: 3 de diciembre de 2014 Jackson I. A. y Nelson, J. (noviembre-diciembre de 2004). Values-driven Performance: Seven Strategies for Delivering Profits with Principles. Ivey Business Journal, 1-8. Le Pennec, M. y Raufflet, E. (octubre de 2016). Value Creation in Inter-Organizational Collaboration: An Empirical Study. Journal of Business Ethics, 1-18, http://doi.org/10.1007/ s10551-015-3012-7 Muthuri, J. N., Chapple, W. y Moon, J. (2009). An Integrated Approach to Implementing ‘Community Participation’ in Corporate Community Involvement: Lessons from Magadi Soda Company in Kenya. The Journal of Business Ethics, 85:431-444. Rahbek, E. (verano de 2006). Business and Society Review. Nueva York: Vol. 111, núm. 2, p. 137. Van der Voort, J. M., Glac, K. y Meijs, L. C. P. M. (2009). Managing. Corporate Community Involvement. Journal of Business Ethics, 90:311-329. C a p ít ulo 1 5 De la RSE a la atención de problemas sociales por medio de modelos de negocio con propósito Luis Portales Objetivos Al finalizar este capítulo, usted deberá ser capaz de: • • • • • Conocer los diferentes modelos de negocio que empresas socialmente responsables están desarrollando para atender problemas sociales particulares. Diferenciar las prácticas de RSE de los modelos de negocio que están desarrollando empresas con propósito. Identificar las características y diferencias que presentan los distintos modelos de negocio con propósito a nivel internacional. Comprender los supuestos sobre los cuales se construye cada uno de los modelos de negocio, así como las ventajas que representan para la sociedad y para la solución de sus problemas. Reconocer en la RSE una posibilidad para generar modelos de negocios alineados con los intereses de la empresa y con los principales problemas a los que se enfrenta el mundo. 204 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Introducción Las empresas han comenzado a integrar dentro de sus modelos de gestión a la responsabilidad social empresarial con la finalidad de atender de alguna u otra forma los problemas que se presentan en la sociedad, al tiempo que gestionan las relaciones que mantienen con sus grupos de interés. Como consecuencia de esos esfuerzos, se han puesto en marcha iniciativas orientadas a la atención de algún problema social en particular, lo cual se inscribe en una preocupación social mayor por asuntos como la pobreza, la exclusión o el cuidado del medio ambiente. Estas iniciativas tienen la característica de procurar la integración del modelo de negocio de la empresa con la generación de algún tipo de valor social, para contribuir a dar respuesta a un determinado problema social. A través de esa integración, la empresa genera los ingresos necesarios para solventar los costos que representan tales iniciativas, y las utilidades suficientes para consolidar cada una en una posible unidad de negocio adicional. Es importante mencionar que estos modelos son implementados y desarrollados principalmente por las grandes empresas, aunque existe una tendencia por parte de las PYMES para comenzar a incluir este tipo de modelos en su gestión, con la intención de incrementar su área de impacto social y de alinear sus medidas de RSE con su operación diaria. Estos modelos se diferencian de los esquemas de RSE tradicionales por su enfoque, ya que su principal característica es la puesta en marcha de modelos de negocio que entreguen valor económico y social de manera simultánea, por lo que se puede decir que buscan la generación de una relación de ganar-ganar. La motivación sobre la cual se construyen estos modelos de negocio con propósito varía en función de la idea que tenga la empresa sobre la relación que guarda con la sociedad, la cual puede ser completamente funcional e instrumental, o bien, estar orientada a la generación de valor sinérgico. Tomando como base este contexto, el presente capítulo tiene como finalidad exponer las características y motivaciones sobre las cuales se han construido los principales modelos de negocio con propósito que existen actualmente, así como presentar cuáles son los problemas sociales a los que busca dar respuesta cada uno. Para lograr este objetivo, el capítulo se encuentra articulado en seis secciones. La primera de ellas expone cuáles son las principales características que tiene un modelo de negocio con propósito, y cuáles son sus principales diferencias con modelos similares, tales como el de emprendimiento social y el de empresas sociales. Las siguientes tres secciones exponen cuatro diferentes modelos de negocio, tomando como base el contexto, la idea central del modelo y la lógica con la cual se busca la generación de valor económico y social. La última sección expone una serie de conclusiones acerca del capítulo. Modelos de negocio con propósito Los modelos de negocio con propósito no tienen una definición universal. Es más, incluso es difícil establecer cuáles son las características que hacen que una iniciativa social sea considerada o no como un modelo de ese tipo. En realidad, al momento de implementar medidas o iniciativas sociales por parte de las empresas, estas últimas suelen ser catalogadas como de responsabilidad social, cayendo en un simplismo conceptual al momento de estudiar qué es lo que cada organización logra en términos de su contribución a la sociedad. Para evitar ese simplismo, es conveniente establecer algunos criterios de diferenciación entre iniciativas sociales desarrolladas por las empresas y los modelos de negocio con propósito que algunas de ellas han comenzado a adoptar (tabla 15-1). CAPÍTULO 15 De la RSE a la atención de problemas sociales por medio de modelos de negocio TABL A 1 5 - 1 205 Diferencias entre iniciativas sociales tradicionales y modelos de negocio con propósito. Característica Iniciativas sociales tradicionales Modelos de negocio con propósito Impacto social Restringido y de corto alcance Alto y orientado al cambio del problema social. Alineación con la estrategia empresarial Poca alineación, fuera del modelo de negocio y crecimiento futuro de la empresa Alta alineación, integrada a modelo de negocio y orientado al crecimiento y posicionamiento futuro. Mercado y generación de ingresos Poca o nula Posicionamiento y crecimiento económico. Potencial al interior de la organización Limitada a un área operativa Descentralización orientada a nueva unidad de negocios. Innovación social Permanencia del modelo y actores involucrados Nuevo modelo, inclusión de nuevos actores y cambio de paradigma. El primer criterio para diferenciar las iniciativas sociales empresariales entre sí es el grado de impacto social que pretende cada una. No es lo mismo una iniciativa que tiene como finalidad atender a un voluntariado empresarial que otra que busca atender un problema social desde sus causas, al menos en el diseño. En ese sentido, la primera iniciativa tendrá un impacto restringido, puesto que un voluntariado se encuentra limitado a la realización, en un lapso muy breve, de una acción social específica, la cual está orientada a generar un beneficio de corto plazo a la sociedad. Por otro lado, la segunda iniciativa tendrá como principal motivador impulsar la generación de un cambio que atienda a un problema social, como la pobreza o la corrupción, en un plazo mediano o largo. Un segundo criterio se encuentra fundamentado en el interés que tiene la iniciativa social por alinearse de una forma orgánica con la estrategia empresarial, así como con el modelo de negocio y las actividades clave que han llevado a la empresa a consolidarse. Desde esta perspectiva, la iniciativa social es un reflejo de dos aspectos. El primero es la integración que tiene la iniciativa en función de la visión de la empresa en el mediano y largo plazos como actor dentro de la sociedad; es decir, qué tanto la iniciativa es reflejo de la estrategia de crecimiento económico y de impacto social que la empresa quiere lograr en el lugar donde opera. El segundo aspecto es la capacidad que tiene la iniciativa de alinear los problemas y las preocupaciones sociales de tal forma que el modelo de negocio y las actividades que realiza la empresa para obtener valor económico también generen valor social. Como tercer criterio se encuentra la capacidad que tiene la iniciativa, al menos en el papel, de aprovechar una oportunidad de mercado para generar ingresos económicos para la empresa, a la par que atiende problemas y necesidades que presenta un determinado grupo en situación de vulnerabilidad. Esa capacidad se encuentra en sintonía con la alineación que tiene el modelo de generación de ingresos con la actividad principal de la empresa y con el “expertise” que se genera al paso del tiempo. El cuarto criterio radica en el potencial que tiene la iniciativa para consolidarse como una unidad de negocio alterna a las que ya posee la empresa, de tal forma que en el largo plazo pueda operar de forma independiente, en términos financieros y operativos, del área o departamento de RSE. De acuerdo con esta lógica, es de esperar que en el largo plazo la iniciativa sea vista como una unidad que genera no sólo impactos sociales, sino también beneficios económicos para la organización en su conjunto. El ideal es que este tipo de iniciativas comiencen a generar procesos de descentralización e institucionalización, de manera que no dependan del intraemprendedor ni del área que los impulsó en un inicio, sino que comiencen a considerarse como unidades estratégicas para el negocio. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 206 Como último criterio para la definición de los atributos que debe poseer un modelo de negocios con propósito se encuentra la ruptura que representa en términos de las prácticas tradicionales de responsabilidad social por parte de las empresas. Estos modelos suponen esquemas de innovación que, desde una perspectiva integral, buscan incluir en el modelo de negocio de la propia empresa a actores que tradicionalmente habían sido excluidos de los procesos de desarrollo de la sociedad, incorporándolos ya sea como consumidores, proveedores o clientes. A través de esta innovación se logra generar patrones que, de repetirse de forma constante y en el largo plazo, lograrán atender el problema social en función del cual fueron creados. Dadas las características que presentan estos modelos de negocio con propósito, podrían confundirse fácilmente con otro concepto que se encuentra dentro del campo de la innovación social: las empresas o los negocios sociales. Sin embargo, los modelos de negocio con propósito se diferencian de este tipo de empresas por dos aspectos principalmente. El primero de ellos es el hecho de que los modelos de negocio con propósito son creados desde el interior de empresas, por lo general trasnacionales, como una forma de incrementar el impacto social de éstas, destacándose principalmente la labor del intraemprendedor social; en cambio, en el caso de los negocios o empresas sociales, las iniciativas son desarrolladas y creadas por emprendedores con la intención de atender un problema social al cual son sensibles. El segundo aspecto es el hecho de que el modelo de negocio con propósito es adicional a la fuente de ingresos principal de la empresa y tal vez no le genere utilidades; es decir, podría considerarse como un gasto social. En cambio, en el caso de las empresas sociales, la generación de ingresos está vinculada a la atención de problemas sociales, y su supervivencia radica en su capacidad para generar utilidades suficientes para mantener su operación. Una vez que se han establecido los criterios para definir un modelo de negocio con propósito, a continuación se presentan cuatro de los principales modelos conceptualizados e implementados por diferentes empresas. Si bien esos modelos no son los únicos, sí son los que tienen mayor presencia y aceptación. Estos modelos son: negocios desde la base de la pirámide, negocios inclusivos, creación de valor compartido y creación de valor sostenible. Negocios desde la base de la pirámide Uno de los principales problemas a los que se enfrenta el mundo es la pobreza. Se estima que en 2015 había un total de 4 500 millones de personas en situación de pobreza, y 836 millones de personas vivían en pobreza extrema. Esa población se considera como la base de la pirámide económica. Sin embargo, al contrario de lo que se piensa, esa población tiende a pagar un sobreprecio al adquirir productos y servicios, los cuales suelen ser de baja calidad. Ese sobreprecio se presenta principalmente por la condición de exclusión social, geográfica y económica a la que se ve expuesta la base de la pirámide.1 De acuerdo con esta premisa, es posible identificar que la base de la pirámide (BP) representa un mercado potencial enorme, al cual podrían destinar recursos y esfuerzos las empresas con el interés de atenderlo. Sin embargo, a pesar de esta situación, la realidad es que los administradores y las grandes empresas no muestran interés por generar productos o servicios para ese segmento. Por tal motivo, las personas de escasos recursos no pueden pagar ni utilizar los productos y servicios que se venden en los mercados desarrollados, lo cual refuerza los patrones de exclusión en que se encuentran. Los patrones de exclusión y las condiciones actuales hacen que quienes viven en la pobreza no sean considerados como clientes potenciales, ya que las estructuras de costos actuales no pueden competir de manera rentable en ese mercado. Así, la base de la pirámide no se considera 1 Prahalad, C. K. y Hart, S. L. (1999). Strategies for the Bottom of the Pyramid: Creating Sustainable Development. Ann Arbor, 1001, 48109. CAPÍTULO 15 De la RSE a la atención de problemas sociales por medio de modelos de negocio 207 importante para la viabilidad de las empresas en el largo plazo y, por lo tanto, las condiciones de vida de los pobres, lejos de mejorar, seguirán su proceso de depauperación, de manera que las brechas entre clases se incrementarán. Ante este contexto, Prahalad2 propuso un modelo de negocios orientado a cambiar el paradigma y la concepción que se tiene sobre las personas que se encuentran en la base de la pirámide económica, es decir, aquellas personas que ganan menos de dos dólares por día y que viven en la pobreza. La propuesta se centra en visualizar a la base de la pirámide como un mercado potencial que requiere de servicios y productos, los cuales deben generar un valor agregado en sus condiciones de vida. El cambio de visión debe partir de un enfoque basado en la colaboración con quienes viven en la pobreza, para innovar y crear escenarios sostenibles de ganancias para las empresas. Así, las empresas que presten servicios de calidad a ese segmento no solamente generarán mejores condiciones de vida para quienes lo integran, sino que también incrementarán su propia rentabilidad y, en el largo plazo, generarán mejores clientes y consumidores. Este cambio en la visión y relación con los pobres da como resultado la creación de un modelo de negocio para la base de la pirámide, el cual puede definirse como un concepto de gestión de negocios enfocado hacia segmentos que tradicionalmente han sido olvidados o relegados, integrándolos en las cadenas de valor de los negocios, ya sea como clientes, aliados, proveedores o distribuidores. La puesta en marcha de este tipo de modelo de negocio se justifica por el hecho de que tales mercados son lo suficientemente grandes y atractivos por sí mismos. Además, muchas de las innovaciones que se desarrollen en el terreno local podrían llevarse a otros mercados que presentan condiciones similares, y algunas incluso encontrarán aplicación en mercados desarrollados. Un último elemento que justifica la implementación de este tipo de modelos es su capacidad de influir positivamente en las prácticas de gestión de las compañías multinacionales. El modelo de negocios para la base de la pirámide parte del entendido de que las soluciones para el desarrollo de esas poblaciones no pueden fundamentarse en los mismos modelos empleados actualmente en los países desarrollados, donde se acostumbra generar muchos residuos y derrochar recursos; por el contrario, las soluciones propuestas deben estar alineadas con el contexto, las características y las necesidades de la población específica. Por ese motivo, la propuesta cuenta con 12 principios para su implementación, los cuales, al entrelazarse, favorecen la creación de productos y servicios orientados a la atención de las necesidades de la población que se encuentra en situación de pobreza, a la vez que se genera la rentabilidad suficiente para las empresas que los desarrollan. Un aspecto importante de esta propuesta es el elemento ético, ya que existen productos o servicios que son utilizados por la base de la pirámide, pero que son de baja calidad, o bien, no generan un valor agregado a la condición de vida de esa población. Tal tipo de productos solamente precarizan la condición de los consumidores y no permiten que exista movilidad social de ese segmento de la población. Por eso es importante que los productos y servicios desarrollados para ese segmento tengan elementos que generen valor para quienes lo integran; es decir, tales productos y servicios deberían ayudar a reducir las barreras que fomentan la exclusión y las condiciones que reproducen el círculo de pobreza. De acuerdo con esta lógica, los modelos de negocio de la base de la pirámide deben desarrollarse tomando como referencia la creación de un ecosistema que favorezca el empoderamiento de las personas pobres, la movilidad social en el largo plazo, así como el desarrollo económico y la transformación social. Este ecosistema está integrado por cuatro actores principales que interactúan entre sí (figura 15-1). El primero de ellos es la empresa, quien se encarga de lanzar este tipo de modelos con la ayuda de las organizaciones y los gobiernos locales, y las agencias de desarrollo 2 Prahalad, C. K. (2006). The Fortune at the Bottom of the Pyramid: Eradicating Poverty through Profits. Pearson Education India. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 208 y ayuda. El segundo actor son las organizaciones locales o de base y los gobiernos locales, quienes aportan el conocimiento y acercamiento con el pobre para generar procesos de empoderamiento y desarrollo. Las agencias de desarrollo y ayuda son el tercer actor que invierte fondos y promueve la integración de quienes viven en la pobreza a nuevos mercados. El cuarto actor son los consumidores y emprendedores que se encuentran en la base de la pirámide, quienes reciben los beneficios del ecosistema y se articulan con todos los demás actores de tal forma que se logre el cambio de la condición en que se encuentran. Empresa Organizaciones de la sociedad civil y gobiernos locales Desarrollo económico y transformación social Agencias de desarrollo Consumidores y emprendedores de la base de la pirámide Fuente: Adaptación a partir de Prahalad (2006). FI G U R A 1 5 - 1 Actores que fortalecen el ecosistema de los negocios de la base de la pirámide. Es importante mencionar que no se trata solamente de considerar a la población de la base de la pirámide como simple receptora de las iniciativas y los esfuerzos por parte de los demás actores que integran el ecosistema, sino que es necesario propiciar que ellos se involucren en el proceso de creación de valor, primero como consumidores y después como emprendedores que ofrecen nuevos productos o servicios a la localidad, fortaleciendo la economía local y generando procesos de desarrollo que favorezcan su integración a mercados globales en el largo plazo. Este enfoque basado en la base de la pirámide tiene dos vertientes. La primera es aquella en la que los pobres son consumidores. Se les ofrecen productos y servicios con un beneficio marginal. Las empresas deben transformar su modelo de negocio, adaptando su estructura de costos, logística, marketing e incluso los recursos humanos.3 La segunda vertiente ve a los pobres como cocreadores de mercados.4 Las personas que forman la base de la pirámide se convierten en socios de los negocios. Para construir un compromiso común, hay más preocupación por el desarrollo de la creatividad y la fusión de las competencias entre la empresa y las comunidades, con la finalidad de mejorar las condiciones de vida. Esto conduce a un enfoque donde existe una mayor responsabilidad de la población. Su objetivo es crear las condiciones para que los proyectos permitan desarrollarse a los individuos de esas comunidades. 3 4 Prahalad, C. K. (2012). Bottom of the Pyramid as a Source of Breakthrough Innovations. Journal of Product Innovation Management, 29(1), 6-12. Simanis, E. y Hart, S. L. (2009). Innovation from the Inside Out. MIT Sloan management review, 50(4), 77. CAPÍTULO 15 De la RSE a la atención de problemas sociales por medio de modelos de negocio 209 Caso ilustrativo 15-1 Toks, CEMEX y la colonia Nuevo Milenio5 En la colonia de Nuevo Milenio en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, las condiciones de vida son precarias. Hace algunos años la mayoría de sus pobladores se dedicaban a la recolección de basura o no trabajaban, y muchos no contaban con una vivienda digna. En 2013, CEMEX se acercó a la comunidad con la intención de echar a andar un programa de vivienda digna. Con el paso del tiempo, el proyecto fue más allá de la vivienda, y se centró en detonar el desarrollo social de la comunidad y fortalecer el tejido social. En alianza con Fundación Prospera y los restaurantes Toks, trabajó en un modelo de negocio sostenible para el crecimiento y apoyo a la comunidad: la creación de monederos artesanales. Estos monederos los regala Toks cada año en el Día de las Madres a las comensales que acuden a cualquiera de sus sucursales. Como parte del modelo de negocio, Prospera apoya a las mujeres de la comunidad con capacitación y asesoría. Al inicio de la capacitación, las mujeres producían 10 monederos a la semana pero, mediante un proceso de distribución de tareas, lograron aumentar esa producción a 700 semanales; y tienen como meta un total de 35 mil monederos. Negocios inclusivos Los negocios inclusivos son otra forma de atender a los grupos que se encuentran en situación de vulnerabilidad o pobreza. Se definen como iniciativas empresariales rentables, y ambiental y socialmente responsables, que con una lógica de mutuo beneficio contribuyen a mejorar la calidad de vida de las comunidades de bajos ingresos o en condición de vulnerabilidad, a través de su participación en la cadena de valor de un negocio.6 Este tipo de negocios busca la inclusión social de las personas de bajos ingresos o en alguna situación de vulnerabilidad por medio de un emprendimiento empresarial.7 Tal inclusión se presenta de diferentes formas de acuerdo con el contexto y modelo de negocio de la empresa, incorporando a la gente de la comunidad ya sea como consumidores, proveedores y/o distribuidores. La idea central de los negocios inclusivos es poner el énfasis en identificar las actividades económicas que permitan lograr la participación de los más pobres y/o vulnerables en cadenas de generación de valor que permitan mejorar sus condiciones de vida de una forma sostenible. A diferencia de la perspectiva de los modelos de negocios desarrollados desde la base de la pirámide, los negocios inclusivos no ven a ese segmento como un conjunto de consumidores o clientes que mejoran sus condiciones de vida y superan su condición de pobreza por medio de la adquisición de un producto o servicio, sino que buscan la cocreación de negocios directamente en la cadena de valor de las grandes empresas, incorporando a los más desfavorecidos como proveedores. Desde la perspectiva de la empresa, la intención es generar valor en términos de ganancias por medio de la integración de un proveedor adecuado a las necesidades de la propia empresa. Es decir, para lograr la integración de un grupo vulnerable dentro de la cadena de valor de una empresa, normalmente, se requiere de algún tipo de capacitación y formación. Tal formación se imparte con base en los procesos y la operación de la empresa en cuestión, dando como resultado un proveedor más confiable y alineado a las necesidades operativas. Aunado a la cuestión operativa, el costo de oportunidad social capitalizado por la empresa detona un aumento en la 5 6 7 http://www.expoknews.com/ejemplo-de-negocio-con-base-de-la-piramide/ Márquez, P. C., Reficco, E. y Berger, G. (2010). Socially Inclusive Business: Engaging the Poor through Market Initiatives in Iberoamerica. Harvard University Press. Halme, M., Lindeman, S. y Linna, P. (2012). Innovation for Inclusive Business: Intrapreneurial Bricolage in Multinational Corporations. Journal of Management Studies, 49(4), 743-784. 210 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial lealtad por parte del proveedor, quien se ve consolidado en su reputación y fortalecido por la reducción de riesgos. El negocio inclusivo inicia con una oportunidad de negocio que lleva en sí una posibilidad de desarrollo del segmento de bajos ingresos. La capitalización de esa oportunidad contribuye a la reducción de la pobreza y/o la vulnerabilidad de un determinado grupo social mediante su inclusión en la cadena de valor de la empresa. Dentro de los motivadores que tiene la empresa para desarrollar estos modelos se encuentra la posibilidad de integrar de una forma más social su cadena de valor, un hecho que le trae beneficios sociales y económicos. En el terreno de lo social, le permite construir una mejor reputación e inclusive incrementar la demanda del cliente o consumidor final de la cadena, quien ve con buenos ojos ese tipo de acciones. En términos institucionales, se encuentra la legitimidad que le da a la empresa el nivel del cumplimiento de las condiciones políticas y legales de los países donde opera. A nivel económico, el principal motivador es el manejo de riesgo del negocio principal de una empresa por medio de una adecuada gestión de su cadena de valor. Ahora bien, para las comunidades o los grupos vulnerables, las motivaciones se encuentran principalmente en el incremento de sus ingresos; sin embargo, los negocios inclusivos también les generan otro tipo de beneficios, como la mejora de sus condiciones de vida por medio de la expansión de sus posibilidades de consumo, y el aprovechamiento de ahorro por la posibilidad de acceder a otros mercados. Asimismo, se consolidan los derechos que tienen de participar de forma activa en el sistema económico de la sociedad, y se refuerza su capacidad de organización y gestión como organización económica. Por otro lado, la implementación de los modelos inclusivos también incrementa el número de empresas, así como su probabilidad de sobrevivir a los primeros años de su operación y de consolidarse en el mercado en el largo plazo. A partir de la interacción entre las empresas y los grupos vulnerables para la construcción de negocios inclusivos, se genera una serie de “externalidades” que favorecen al desarrollo de las comunidades donde se implementan. La primera de ellas es la posibilidad, para la empresa, de acceder a mercados de consumo inexplorados y de generar inteligencia de mercado sobre ese segmento. La segunda es el ahorro de costos y la generación de economías de tiempo, ya que el proveedor estará capacitado para realizar su labor de la forma que la empresa requiere. La tercera externalidad es la posibilidad de producir bienes, insumos o materias primas que el mercado abierto tradicionalmente no produce y que, además, por su valor social son altamente valorados por el cliente o consumidor final, un hecho que crea nuevas condiciones para la industria y barreras de entrada más elevadas y justas. La consolidación de un negocio inclusivo requiere de al menos cinco elementos (figura 15-2). El primero es el financiamiento; normalmente es la empresa quién solventa la inversión inicial de Financiamiento Potencial para escala Impacto en la pobreza de los negocios inclusivos Conocimiento Participación efectiva en un modelo de negocio inclusivo Fuente: Elaboración del autor. FI G U R A 1 5 - 2 Elementos clave en los negocios inclusivos. CAPÍTULO 15 De la RSE a la atención de problemas sociales por medio de modelos de negocio 211 estos proyectos. El segundo es la generación y transmisión de conocimiento entre los involucrados; por un lado, la empresa transmite conocimientos hacia el grupo vulnerable, mientras que, por el otro, el grupo brinda acceso a inteligencia de negocio. El tercer aspecto es la importancia de promover y garantizar la participación efectiva del grupo vulnerable y de la empresa en la consolidación del negocio inclusivo: si alguno de los dos deja de participar y de estar comprometido, la iniciativa se pierde. El cuarto elemento es el monitoreo y el impacto que tiene el negocio en la reducción de la pobreza y la vulnerabilidad de la población beneficiada. El último elemento es el potencial del negocio para ser escalable, es decir, para replicarse en contextos similares. Caso ilustrativo 15-2 Toks y Mermeladas Santa Rosa La empresa mexicana restaurantera Toks, dentro de su estrategia de RSE, cuenta con un programa de negocios inclusivos denominado Proyectos productivos. Dicho programa pretende el desarrollo de comunidades, y contribuir a la erradicación de la pobreza extrema y la marginación en el país por medio de la integración de nuevos proveedores en su cadena de valor. El proyecto consiste en identificar comunidades con pequeños productores que desarrollen productos artesanales de gran calidad que puedan venderse en los restaurantes. A través de esa estrategia se logra un beneficio mutuo, tanto para la imagen de la empresa al ofrecer servicios de calidad, como para el desarrollo de la comunidad. En el marco de este programa, Toks ha integrado distintos productos, como café, miel, granola, mole y mermeladas. La mermelada es producida por Mermeladas Santa Rosa, una microempresa que se encuentra en la comunidad en la sierra de Santa Rosa, Guanajuato, y está integrada por un grupo de cinco mujeres emprendedoras en condiciones de vulnerabilidad. Toks brindó a estas empresarias capacitación para la elaboración y venta del producto, las apoyó con el modelo de negocio, la organización y los sistemas de calidad, y les ofreció un anticipo para que comenzaran a producir mayor cantidad de mermelada de manera que pudieran satisfacer la demanda que requería el grupo. El modelo ha sido reconocido por diversas instituciones internacionales, y se ha presentado como ejemplo a seguir en congresos, talleres y encuentros. Creación de valor compartido El tercer modelo que describiremos fue propuesto por Michael Porter. Tiene su origen en un artículo que escribió en coautoría con Kramer, en el cual se afirma que la RSE constituye una ventaja competitiva, por lo que aquellas empresas que la implementen tendrán un mejor posicionamiento en el mercado. Esta idea evolucionó años más tarde, como consecuencia del posicionamiento del concepto y la práctica de la responsabilidad social, en el entendido de que las empresas deberían dejar de centrarse en la mitigación de los daños de sus operaciones y adecuar éstas en términos de su escala e innovación, con la finalidad de contribuir al progreso social.8 Ese cambio en la forma de entender la RSE dio como resultado el concepto de creación de valor compartido, el cual se define como el conjunto de prácticas empresariales que, desde su concepción, tienen el doble propósito de generar utilidades para la organización y mejorar las condiciones sociales, ambientales o económicas de una población específica relacionada con la empresa.9 Estas prácticas se consolidan en estrategias de gestión orientadas a crear valor empresarial medible mediante la identificación y solución de problemas sociales. 8 9 Porter, M. y Kramer, M. R. (2006). Estrategia y sociedad. Harvard Business Review, 84(12), 42-56. Porter, M. E. y Kramer, M. R. (2011). The Big Idea: Creating Shared Value, Rethinking Capitalism. Harvard Business Review, 89(1/2), 62-77. 212 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial El concepto parte de la idea de que las empresas pueden mejorar su desempeño económico al dar respuesta a una necesidad o un problema sociales. Por lo tanto, el objetivo es crear oportunidades de negocio ocultas en los problemas de la sociedad donde actualmente operan las empresas. Así, se motiva a estas últimas a que dejen de ver las necesidades sociales desde la óptica de responsabilidad social y la filantropía, ya que esto reduce su capacidad para generar valor para sí mismas y para sus grupos de interés. En términos de la generación de valor, éste se puede incrementar en la medida en que las oportunidades para las empresas respondan a los intereses y preocupaciones de las organizaciones de la sociedad civil y los gobiernos. Es así como la empresa no solamente crea valor para sí misma, sino también para sus grupos de interés. Dentro de las principales críticas que ha recibido este modelo de negocio con propósito, destaca el hecho de que coloca los intereses de la empresa por encima de los propios de los grupos de la comunidad. Asimismo, podría utilizarse como una estrategia de publicidad y de generación de ventaja competitiva para que una empresa incremente las barreras de entrada a un determinado segmento, y mantenga los patrones de exclusión que padecen los grupos vulnerables que, presuntamente, resultarán beneficiados. Esas barreras de entrada podrían generar monopolios, reduciendo la capacidad de decisión de los grupos vulnerables y la posibilidad de acceder a mejores productos o servicios. De acuerdo con esa lógica, la principal crítica es que en el centro del modelo no se encuentra la generación de un valor social como fin último, sino más bien la obtención de un valor económico por parte de la empresa, el cual tiene como externalidad la generación de un posible bienestar para la sociedad. Esa falta de enfoque en la problemática de la comunidad hace que el impacto social se diluya y la iniciativa se convierta en una extensión del modelo de negocios de la empresa que la está implementando. La propuesta de creación de valor compartido ha identificado tres diferentes formas de generación de valor: 1. 2. 3. Redefinición de productos y mercados. Se trata de definir a los mercados en términos de las necesidades no satisfechas o los males sociales a los que se enfrentan, de tal forma en que se puedan desarrollar productos o servicios rentables dirigidos a remediar esas condiciones. Redefinición de la productividad en la cadena de valor. El objetivo es aumentar la productividad de la empresa o de sus proveedores combatiendo las limitaciones sociales y ambientales de la cadena de valor. Desarrollo de clusters locales. Se enfoca en fortalecer el contexto competitivo en regiones clave donde la empresa opera, de forma que esto contribuya a su crecimiento y productividad. Caso ilustrativo 15-3 Unilever como generadora de valor compartido Unilever se encarga de la elaboración de productos alimenticios y de cuidado de la piel e higiene personal. Dentro de sus principales marcas están Ades, Hellman’s, Lipton, Maizena, Axe, Dove, Ponds, Rexona, Lux, Vasenol y Sedal, entre otras. En el marco del concepto de creación de valor compartido, decidió crear en India el proyecto de apoyo a la mujer denominado “Shankti”, orientado a otorgar créditos y capacitación a mujeres empresarias. A través de ese proyecto, las mujeres pueden contribuir a sus hogares con ingresos a través de sus tareas emprendedoras; por otro lado, la compra de productos de higiene y limpieza permite mejorar los hábitos de salud y, por ende, ayuda a disminuir la incidencia de enfermedades contagiosas. A través de dicha estrategia, Unilever incrementa sus ingresos en dos líneas: la primera es a través del pago de los créditos, y la segunda es mediante la adquisición de sus productos por parte de las mujeres emprendedoras. Adicionalmente, la empresa incrementa su valor de marca y su penetración de mercado. CAPÍTULO 15 De la RSE a la atención de problemas sociales por medio de modelos de negocio 213 Valor sostenible El último modelo que se va a presentar es el desarrollado por Stuart Hart, quien es uno de los pioneros del concepto de negocios para la base de la pirámide y creador del concepto de valor sostenible.10 Este concepto se centra principalmente, aunque no de manera exclusiva, en la atención a los mayores problemas a los que se enfrenta la sociedad en términos ambientales y a las consecuencias sociales que éstos generan y seguirán generando en el futuro, como la pobreza, la inequidad y la explosión demográfica.11 Este concepto se fundamenta en la idea de que las empresas deben ser capaces de generar valor en dos ejes: uno temporal y el otro en función de los ámbitos de acción. A nivel temporal se encuentra el valor que se genera hoy y el valor que se va a generar en el futuro. En términos de los ámbitos se encuentra el interno y el externo. A partir de la interacción de estos dos ejes se crean cuatro espacios de interacción, cada uno con su propia estrategia, motivaciones y retorno para las empresas. La interacción de estos cuatro espacios da como resultado que la empresa cree un valor sostenible (vea la figura 15-3). Futuro Estrategia: • Tecnología limpia • Desarrollo de competencias para el futuro Retorno para la empresa: • Innovación y reposicionamiento Motivaciones: • Disrupción • Tecnología limpia • Huella-firma Valor sostenible Interno Motivaciones: • Contaminación • Consumo • Desperdicio Estrategia: • Visión sostenible • Creación de una ruta crítica para satisfacer necesidades no satisfechas Retorno para la empresa: • Crecimiento y trayectoria Externo Estrategia: • Administración de productos • Integración de las perspectivas de los grupos de interés en los procesos de negocio Retorno para la empresa: • Reputación y legitimidad Estrategia: • Prevención de contaminación • Minimizar el desperdicio y las emisiones Retorno para la empresa: • Reducción de costos y riesgos Motivaciones: • Población • Pobreza • Inequidad Motivaciones: • Sociedad civil • Transparencia • Conectividad Presente Fuente: Adaptación a partir de Hart (2010). FI G U R A 15-3 Creación de valor sostenible por parte de la empresa. En términos de la generación de valor que la empresa es capaz de generar en el presente, conviene destacar que en el ámbito interno la principal motivación o preocupación que se debe atender es la contaminación, el consumismo y el desperdicio. Las estrategias a seguir son la minimización de los desperdicios y de las emisiones de las operaciones cotidianas, así como la prevención de la contaminación que genera la empresa. Los retornos que recibe esta última por su actuación en este rubro son la reducción de costos y de riesgos en su operación. 10 11 Hart, S. L. (2005). Capitalism at the Crossroads: The Unlimited Business Opportunities in Solving the World’s Most Difficult Problems. Pearson Education. Hart, S. L. y Milstein, M. B. (2003). Creating Sustainable Value. Academy of Management Executive, 17(2). 214 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial De igual manera, en términos de las acciones realizadas en el presente, pero desde una perspectiva externa, las motivaciones de la empresa se centran en la atención a las preocupaciones y presiones de la sociedad civil, la búsqueda de transparencia y comunicación con sus grupos de interés, y la conectividad. Para ello, se propone que la empresa siga una estrategia de cuidado del producto, y que integre las visiones/preocupaciones de los grupos de interés en sus procesos de negocio. Los beneficios para la empresa se encuentran en la obtención de legitimidad, el cumplimiento con la regulación y el fortalecimiento de su licencia social para operar. En relación con la perspectiva futura, a nivel interno las motivaciones deberían ser la disrupción, la creación de tecnología limpia y la reducción de la huella de carbono. Las principales estrategias son el desarrollo de tecnología limpia y de competencias sostenibles para el futuro. El retorno que se espera que la empresa reciba será la innovación y el reposicionamiento. A nivel externo y para el futuro, la motivación que tienen las empresas es contribuir a la solución de diferentes problemas a los que se enfrenta el mundo, como el incremento desmesurado de la población en algunas regiones, la pobreza y la inequidad. Las estrategias se centran en incrementar la visión de sostenibilidad y el posicionamiento de un camino orientado a la atención de necesidades sociales insatisfechas. El resultado en el largo plazo para la empresa será una trayectoria de crecimiento. TABLA 15-2 Comparación de modelos de negocio con propósito. Modelo de negocio con propósito Autor del modelo Principal interés Papel de la empresa Papel de las comunidades Negocios desde la base de la pirámide Prahalad Atender al mercado que conforma la base de la pirámide, ya sea como consumidores o emprendedores Creación de modelos de negocios (productos/ servicios) Consumidor Emprendedor Negocios inclusivos Varios autores Incorporar en la cadena de valor de las empresas a un segmento de la población marginada o vulnerable Mecanismos de inclusión de proyectos productivos o de proveedores locales Desarrollar productos para la empresa Creación de valor compartido Porter y Kramer Creación de valor para la empresa y la sociedad: cluster, nuevos productos y mercados Crear innovación para generar un doble valor Receptoras de la innovación Valor sostenible Hart Crear valor en el presente y futuro para satisfacer necesidades actuales y futuras Creadora de innovación para la generación de valor No identificable Fuente: Elaboración del autor. CAPÍTULO 15 De la RSE a la atención de problemas sociales por medio de modelos de negocio 215 Conclusiones Las empresas han comenzado a integrar dentro de sus iniciativas su preocupación por los problemas sociales, pero desde una perspectiva diferente. Esas iniciativas buscan dejar de lado la visión filantrópica y asistencialista sobre la cual se ha construido la gran mayoría de las iniciativas de RSE, para constituirse en mecanismos de gestión orientados a la construcción de capacidades y competencias en la sociedad, los cuales se consideran como modelos de negocio con propósito. Los modelos expuestos en este capítulo muestran algunos ejemplos en que las empresas buscan integrar en su gestión la atención a problemas sociales de una forma armónica y desde una perspectiva integral, de tal modo que no solamente se genere valor para la empresa, sino también para un determinado grupo vulnerable. La generación de valor se centra, en la mayoría de los casos, en la construcción de valor social, el cual se ve reflejado en la reducción de las barreras o condiciones sociales que dieron paso a la exclusión social y económica que reduce la capacidad de ciertos grupos para generar mejores condiciones de vida. La naturaleza y el origen de estos modelos son tan diversos como el contexto y la empresa que decide implementarlos; sin embargo, todos convergen en la necesidad de que las empresas fomenten esquemas de negocio que permitan generar valor social para un determinado segmento de la población y que, al mismo tiempo, incrementen el valor económico que recibe la empresa por ello. La visión es entender a la empresa como una posible solucionadora de los problemas sociales, sin dejar de ser una entidad rentable que genera beneficios económicos para sus accionistas, dueños y colaboradores. Es importante mencionar el elemento ético en la implementación de estos modelos de negocio, ya que sin él se corre el riesgo de generar un mal mayor por tratar de hacer un bien a la comunidad donde se opera. Esta situación es especialmente riesgosa en los modelos donde los pobres son vistos simplemente como consumidores, o bien, como proveedores de algún tipo de servicio, ya que pueden generarse patrones de exclusión o subordinación similares a los que suscitaron problemas sociales. En términos generales, el potencial que tiene la empresa para dar respuesta a los principales problemas a los que se enfrenta el mundo es enorme, y se alcanza por medio de una gestión socialmente responsable y orientada a la construcción de una transformación social. Es por ella que la implementación de estos modelos va acompañada por una fundamentación ética, en donde los impulsores de estas iniciativas están conscientes del rol que tiene la empresa en la sociedad y comparten una preocupación real por cambiar las condiciones sociales que dieron origen a estos problemas, haciendo que los modelos de negocios con propósito se consoliden como un esquema a través del cual se incrementarán las condiciones de equidad entre grupos sociales y se mejorarán las condiciones de vida de toda la sociedad. 216 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Términos clave Alineación de la RSE Atención de necesidades sociales Modelos de negocio con propósito Problemas sociales Preguntas para debate • ¿Será posible que una empresa desarrolle algún tipo de modelo de negocio con propósito solamente por el interés de generar un bienestar en la sociedad? • ¿Quéaspectossonrelevantesalmomentodeimplementarestetipodemodelos de negocios, y cuáles son los principales riesgos a los que se enfrentan? • ¿Conocealgúnmodelodeestetipo?¿Cómolodescribiría?¿Serátansólouna forma de lavar culpas, o refleja un interés real por lograr un cambio en la sociedad? • ¿Qué atributos considera que son los más importantes para emprender un negocio de esa naturaleza? • ¿CreequeestetipodemodelodenegociosseráelfuturodelaRSE,osóloes otro atributo de la parte social de la empresa? Lecturas recomendadas Halme, M., Lindeman, S. y Linna, P. (2012). Innovation for Inclusive Business: Intrapreneurial Bricolage in Multinational Corporations. Journal of Management Studies, 49(4), 743-784. Hart, S. L. (2005). Capitalism at the Crossroads: The Unlimited Business Opportunities in Solving the World’s Most Difficult Problems. Pearson Education. Hart, S. L. y Milstein, M. B. (2003). Creating Sustainable Value. Academy of Management Executive, 17(2). Márquez, P. C., Reficco, E. y Berger, G. (2010). Socially Inclusive Business: Engaging the Poor through Market Initiatives in Iberoamerica. Harvard University Press. Porter, M. y Kramer, M. R. (2006). Estrategia y sociedad. Harvard Business Review, 84(12), 42-56. __________. (2011). The Big Idea: Creating Shared Value, Rethinking Capitalism. Harvard Business Review, 89(1/2), 62-77. Prahalad, C. K. y Hart, S. L. (1999). Strategies for the Bottom of the Pyramid: Creating Sustainable Development. Ann Arbor 1001, 48109. Prahalad, C. K. (2006). The Fortune at the Bottom of the Pyramid: Eradicating Poverty through Profits. Pearson Education India. C a p ít ulo 1 6 La incorporación de los ODS en la empresa Gustavo A. Yepes López y Consuelo García de la Torre Objetivos Al finalizar este capítulo, usted deberá ser capaz de: • • • • • Reconocer las principales perspectivas del pensamiento dominante. Reconocer los límites del sistema económico. Conocer los antecedentes sobre el concepto de sostenibilidad y desarrollo sostenible. Identificar las alternativas que se proponen desde la Organización de las Naciones Unidas para la construcción de un mundo mejor. Conocer los mecanismos que facilitan el compromiso empresarial con el desarrollo sostenible, y los instrumentos con los cuales el sector privado puede incluir los objetivos y las metas la sostenibilidad en su gestión diaria. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 218 Introducción En la actualidad la humanidad se encuentra frente a una paradoja en la que coexisten dos mundos. Por un lado, un mundo lleno de riquezas y comodidades —como nunca antes se vio en la historia—, que cada día ofrece mayor cantidad y variedad de bienes y servicios que prometen a la población solucionar hasta sus más insignificantes e inusuales deseos, acercándola (por lo menos en el discurso) a sus ideales de felicidad. Por el otro, existe un mundo muy pobre, en el que un tercio de la población padece hambre y miseria, un mundo donde los servicios básicos, incluidos los de salud y educación, son inalcanzables. FI G U R A 1 6 - 1 Un mundo paradójico. Lo curioso de esta situación es que persiste el hambre en un mundo que a diario produce alimentos para más de 12 000 millones de personas, mientras que la población mundial apenas rebasa los 7 000 millones de habitantes. Esta situación plantea una serie de interrogantes respecto de su origen, causas, consecuencias y, sobre todo, acerca de las posibilidades reales que tenemos para revertirla. Por ello, en el presente capítulo se analizarán los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), como alternativa para construir un mundo mejor. El pensamiento dominante Uno de los elementos que ayuda a entender la necesidad de incluir los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la estrategia corporativa es la importancia que el mundo ha otorgado en el último siglo al concepto de crecimiento económico, ya que es una de las cuestiones fundamentales que determinan la idea tanto del progreso como del desarrollo en los diferentes órdenes de una sociedad. Con base en uno de los indicadores del Sistema Estadounidense Unificado de Contabilidad Nacional, el economista Simon Kuznets, quien fue su creador en 1955, formuló una hipótesis que relacionaba el crecimiento y la distribución del ingreso. Dicha hipótesis, aunque advertía su limitado carácter para medir el bienestar de una nación, demostró que el incremento de la renta nacional o producto interno bruto estaba asociado a la reducción de la inequidad.1 1 Colman, R. (2001). Measuring Real Progress. Journal of Innovative Management. CAPÍTULO 16 La incorporación de los ODS en la empresa 219 Inequidad Ingreso per cápita FI G U R A 1 6 - 2 Relación entre crecimiento e ingreso. Según Kuznets, en las fases iniciales del crecimiento económico se intensifica la concentración del ingreso, pero ésta disminuye a medida que continúa la expansión. Eso se debe a que al inicio hay necesidad de realizar grandes inversiones en infraestructura y en bienes de capital. Al continuar el crecimiento, la generación de empleo y los aumentos en la productividad conducen a salarios más elevados y a una mejor distribución del ingreso.2 Entonces, el bienestar sería consecuencia, en opinión de algunos economistas, de la capacidad de generar crecimiento económico. Para los famosos economistas Barro y Sala, por ejemplo, el crecimiento económico es un tema fundamental para la obtención del bienestar de una región o un país.3 Si queremos entender por qué los países tienen niveles de vida tan distintos, tenemos que entender por qué los países tienen tasas de crecimiento a largo plazo tan distintas. Incluso pequeñas diferencias en las tasas de crecimiento, acumuladas a lo largo de cuarenta años o más, tienen consecuencias sobre los niveles de vida mucho más importantes que las fluctuaciones del ciclo económico a corto plazo que tradicionalmente han recibido la atención de los macroeconomistas. En otras palabras, si podemos entender cuáles son las medidas de política económica que influyen en las tasas de crecimiento a largo plazo, por pequeña que sea dicha influencia, podremos contribuir mucho más a la mejora de los niveles de vida que las aportaciones hechas en toda la historia del análisis macroeconómico por las políticas estabilizadoras y reductoras de las fluctuaciones. El crecimiento económico […] es el ámbito de la macroeconomía que de verdad importa. Barro y Sala-I-Martin, 2009. En ese mismo sentido, el doctor Jeffrey Sachs, profesor de la Universidad de Columbia, considera la ausencia de crecimiento como una de las causas fundamentales de la pobreza. En su libro El fin de la pobreza, propone un modelo denominado “la escalera del crecimiento” como el mecanismo para terminar con la pobreza extrema en 2015.4 Para muchos economistas, la consecuencia del crecimiento económico está referido “al incremento de ciertos indicadores, como la producción de bienes y servicios, el mayor consumo de energía, el ahorro, la inversión, una balanza comercial favorable, el aumento de consumo de calorías per cápita, etcétera”. Por consiguiente, una mejora en los indicadores “debería llevar teóricamente a un alza en los estándares de vida de la población, lo cual manifiesta que se está generando progreso, bien sea del tipo individual y/o colectivo gracias a los buenos resultados de los órdenes sociales, económicos, ambientales, etcétera, asociados al incremento de oportunidades para la comunidad”.5 2 3 4 5 Ochoa C. L. (2003). Crecimiento y distribución: Una evaluación de la hipótesis de Kuznets. Cuadernos de Economía [en línea], vol. 22, núm. 38, pp. 47-68. Barro, R. J. y Sala-I-Martin, X. (2009). Crecimiento económico. Barcelona: Reverté S. A. Sachs, J. (2005). El fin de la pobreza. Barcelona: Debate. Roca, J. (2001). El debate sobre el crecimiento económico desde la perspectiva de la sostenibilidad y la equidad. Barcelona: Icaria. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 220 Límites del crecimiento Como respuesta a las tensiones provocadas por las confrontaciones internacionales, el descontento generalizado de la ciudadanía y sus manifestaciones a favor de la paz, y la preocupación por la visión a corto plazo con la que se manejan los asuntos internacionales, un pequeño grupo de personalidades independientes se reunió en Roma en 1968 para discutir sobre “las consecuencias a largo plazo de la creciente interdependencia mundial”. Ése fue el punto de partida de lo que actualmente se conoce como la organización Club de Roma.6 El Club de Roma solicitó a un grupo de científicos de sistemas del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) identificar los posibles escenarios a los que el mundo se enfrentaría si se mantenían las tendencias de crecimiento prevalecientes en ese momento. El resultado fue el informe titulado “Los límites del crecimiento”, publicado en 1972. Según ese informe a cargo de la biofísica Donella Meadows, la lógica de crecimiento de ese momento era irracional y tendría consecuencias nefastas para la humanidad en el largo plazo, ya que de continuar la tendencia de crecimiento poblacional y el incremento más que proporcional de su consumo, los recursos naturales, base del suministro, se verían seriamente afectados impidiendo satisfacer las necesidades de los habitantes del planeta y generando una catástrofe sin precedentes.7 El mundo humano ha sobrepasado sus límites. La forma actual de hacer las cosas es insostenible. El futuro, para tener algún viso de viabilidad, debe empeñarse en retroceder, desacelerar, sanar. No se puede poner fin a la pobreza por el desarrollo material indefinido; debe hacérsele frente mientras la economía material humana se contrae. Como en el caso de cualquier otra persona, no deseábamos llegar a estas conclusiones. Pero cuantos más datos compilábamos, más nítido y fuerte era el mensaje en este sentido. Meadows, D. Meadows, D. L. y Randers, 1992. Con base en dicho estudio, se realizó un número considerable de esfuerzos con la finalidad de identificar los límites del crecimiento económico para cumplir con su promesa de enriquecer a la gran mayoría de la población. Así, en primer lugar, se identificó la necesidad de una escala ilimitada de actividad productiva, ya que el sistema, para permanecer vigente, requiere de una continua expansión sin tener en cuenta las limitaciones de los recursos naturales, base del suministro del crecimiento.8 En segundo lugar, se identificó el uso inequitativo de los recursos globales, conocidos como “espacio ambiental”,9 el cual está siendo explotado de manera desigual por la población mundial. Instituciones como Global Foodprint Network y World Wildlife Fund (WWF) calculan cada año la presión que ejercen sobre los ecosistemas, en promedio, las poblaciones de los diferentes países, con su estilo de vida, hábitos de consumo y huella ecológica. Así, se sabe que hay países, especialmente los más desarrollados, que generan una mayor demanda sobre los recursos naturales, la cual, en muchos casos, va más allá de los recursos con los que cuentan. En tercer lugar, el crecimiento afronta un límite estructural motivado por la forma de hacer las cuentas, ya que se afirma que no se incluyen los costos sociales,10 ni los costos defensivos o compensatorios11 que producen las transacciones necesarias para el crecimiento. 6 7 8 9 10 11 The Club of Rome (s.f.). The Club of Rome. http://www.clubofrome.org/ Fecha de consulta: diciembre de 2015, de http://www.clubofrome.org/ Meadows, D., Meadows, D. L. y Randers (1992). Más allá de los límites del crecimiento. Madrid: El País-Aguilar. Roca, J. (2001). Op. cit. Es el espacio disponible para obtener los recursos que necesita la humanidad en su conjunto para sobrevivir y para el manejo de los residuos que produce el sistema. También está determinado por la asignación de esos recursos entre las naciones y regiones (European Environment Agency). Roca, J. (2001). Op cit. Martínez, J., Alier y Otros, J. (1995). Curso de economía ecológica. México: Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. CAPÍTULO 16 La incorporación de los ODS en la empresa 221 Esto hace que, de manera artificiosa, ciertas operaciones que socialmente son muy costosas parezcan muy eficientes a nivel individual. Finalmente, en cuarto lugar, la asociación entre bienestar y consumo cierra este círculo vicioso con la necesidad de las personas de consumir ya no sólo para suplir sus necesidades, sino como elemento constitutivo del bienestar.12 Como se habrá podido identificar, el mejoramiento de las economías se mide entonces por el crecimiento o la suma de todos los bienes y servicios producidos, en un determinado periodo, pero sin incluir actividades positivas tales como el trabajo doméstico, la investigación o la cultura; en cambio, curiosamente, sí se incluyen algunas actividades que pueden considerarse como negativas para la sociedad, como la acelerada obsolescencia de los productos, el gasto del transporte para ir al trabajo, etcétera. Por eso, los resultados están inflados y son engañosos. Sin embargo, recientemente se han propuesto nuevos mecanismos para medir el progreso tales como el Índice de Bienestar Económico Sostenible (IBES, 1989) y el Índice Genuino de Progreso (GPI, 1995), los cuales incluyen los costos sociales como parte de los indicadores que valoran el verdadero desarrollo de la sociedad, considerando que es errado el uso de instrumentos que sólo miden la cantidad de actividad comercial, como el producto interno bruto (PIB).13 En conclusión, la obsesión por el crecimiento ha encontrado límites reales que ameritan proponer una solución a los efectos negativos que ha generado el sistema económico global, pero sin afectar los extraordinarios adelantos que la civilización contemporánea ha conseguido en los últimos dos siglos. En ese sentido, la Organización de las Naciones Unidas, desde la década de 1970, inició esfuerzos para obtener una alternativa que integre los intereses globales, facilitando la perdurabilidad de la sociedad en el planeta. Caso ilustrativo 16-1 Interface: Un agente de restauración del planeta La compañía de origen estadounidense Interface, Inc., nació en Atlanta, Georgia, en 1973, con el objetivo de ofrecer “pavimentos textiles modulares” (alfombras). Interface se convirtió rápidamente en el mayor productor mundial de ese tipo de productos. En 1994, su fundador, Ray C. Anderson, experimentó una revelación sobre el impacto ambiental de su negocio que lo llevó a cambiar radicalmente la estrategia de su compañía, la cual está motivada, según sus palabras, en: “Una visión positiva del futuro y la determinación por hacerla realidad. La valentía moral por hacer lo correcto, a pesar de todos los obstáculos. Un compromiso perdurable por demostrar que la sostenibilidad es mejor para el mundo de los negocios. Creemos que el cambio comienza con nosotros y esta creencia está transformando a Interface de un saqueador del planeta en un agente de su restauración. A través de este proceso de rediseñarnos a nosotros mismos, esperamos ser el catalizador para rediseñar la industria global”. Se recomienda al lector vea el video correspondiente en https://www.youtube.com/watch?v=9qrQKA0xMko El compromiso de Interface está formalizado en el plan denominado “Misión cero”, el cual tiene por objetivo hacer de su negocio una actividad productiva totalmente sostenible en 2020. Aunque Anderson murió en 2011, su legado permanece vivo en la compañía (http://www.interface.com/). 12 13 Roca, J. (2001). Op. cit. Colman, R. (1999). ¿Cómo medimos el progreso? www.gpiatlantic.org Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 222 De la sostenibilidad a los Objetivos de Desarrollo Sostenible El concepto de sostenibilidad generalmente está asociado a la ecología, ya que fue durante la década de 1970 cuando se identificó el impacto de la acción humana sobre los ecosistemas, y se hizo explícito en 1972 en el informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano (conocida como Cumbre de Estocolmo). Con anterioridad (en la década de 1960), la palabra sostenible estaba asociada a una acción o un plan diseñados para perdurar en el tiempo.14 En la actualidad, el término sostenible se define como un estado que se puede mantener en el tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente.15 Dicho concepto surgió de los trabajos de la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo de Naciones Unidas, creada en 1983, y se formalizó en 1987 en el informe “Nuestro Futuro Común”, más conocido como Informe Brundtland. En ese informe, el desarrollo sostenible se define como “aquel desarrollo que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para atender sus propias necesidades”.16 Sin embargo, las diversas traducciones han generado ciertas confusiones en algunos países hispanoparlantes entre los términos desarrollo sostenible y desarrollo sustentable, ya que con frecuencia se utilizan indistintamente. Sin embargo, el término correcto en español es desarrollo sostenible, ya que la sustentabilidad se refiere a un argumento que se puede sustentar o defender con razones.17 Por lo tanto, el término desarrollo sustentable se considera como un anglicismo. Según el economista Jeffrey Sachs, “con el tiempo, la definición de desarrollo sostenible evolucionó hacia un enfoque más práctico, menos centrado en las necesidades intergeneracionales y más holístico, que enlazaba el desarrollo económico, la inclusión social y la sostenibilidad ambiental”.18 Los inicios La Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo, durante el proceso de revisión, identificó en el mundo “muchos ejemplos de ‘desarrollo’ que conducían a aumentos en términos de pobreza, vulnerabilidad e incluso degradación del medio ambiente. Por eso surgió como necesidad apremiante un nuevo concepto de desarrollo, un desarrollo protector del progreso humano hacia el futuro”.19 Así, se llegó a las siguientes conclusiones: a) b) c) 14 15 16 17 18 19 20 La utilización humana de los recursos y la generación de contaminantes han sobrepasado las tasas físicamente sostenibles. Sin reducciones significativas, habrá una disminución per cápita de la producción de alimentos, uso energético y producción industrial. Esa disminución es evitable. Para ello, es necesario realizar una revisión global de las políticas y prácticas que mantienen el crecimiento del consumo material y de la población, y lograr un incremento de la eficiencia en la utilización de materiales y energías. Una sociedad sostenible es posible si hay equilibrio entre los objetivos a largo y corto plazos, si existe mayor énfasis en la suficiencia, equidad y calidad de vida que en la cantidad de producción, pero también si hay madurez, compasión y sabiduría, más que productividad y tecnología.20 Boullón, R. (2006). Espacio turístico y desarrollo sustentable: Aportes y transferencias. Argentina: Universidad Nacional de Mar del Plata. Diccionario Real Academia Española. Sostenibilidad. http://www.rae.es Fecha de consulta: diciembre de 2015. Brundtland, G. H. (1987). Report of the World Commission on Environment and Development: Our Common Future. Diccionario Real Academia Española. Sostenibilidad. http://www.rae.es Fecha de consulta: diciembre de 2015. Sachs, J. (2015). La era del desarrollo sostenible. España: Ediciones Deusto. Brundtland, G. H. (1987). Op. cit. Ibíd. CAPÍTULO 16 La incorporación de los ODS en la empresa 223 Llamado a la acción El informe Brundtland invita a la construcción de un sistema planetario donde las condiciones económicas, ecológicas, sociales y políticas interactúen de manera armónica poniendo en práctica los siguientes aspectos: 1. 2. 3. 4. Viabilidad económica: Esto significa dar continuidad al funcionamiento económico, aumentar la capacidad de contribución al desarrollo económico en el ámbito del emprendimiento, satisfacer las necesidades de los hogares, y promover el crecimiento industrial, agrícola y la eficiencia de la mano de obra. Inclusión social: Para ello, se requiere promover cambios culturales que prioricen la equidad, participación, autodeterminación, movilidad social y preservación de la cultura. Respeto por el medio ambiente: Es decir, hay que cuidar los recursos naturales, asegurando la integridad de los ecosistemas, la limpieza del aire y el agua, y la extracción de los recursos por debajo de la capacidad máxima admisible. Gobernanza: Esto implica asegurar funciones básicas de los gobiernos en la prestación de bienes públicos como sanidad, educación y seguridad, ofreciendo reglas claras y estables y promoviendo la participación del sector privado (Sachs J. , 2015). Finalmente, el informe Brundtland advierte que “lo que se necesita ahora es una nueva era de crecimiento que sea vigoroso y, a la vez, social y ambientalmente sostenible. El desarrollo sostenible sólo puede alcanzarse si la población y el crecimiento están en armonía con el siempre cambiante potencial productivo de los ecosistemas” (Brundtland, 1987). Los Objetivos de Desarrollo del Milenio Con el fin de establecer metas y plazos específicos para identificar los avances y volver tangibles los compromisos necesarios para hacer frente a los más desafiantes retos de la humanidad, la Organización de las Naciones Unidas hizo una propuesta en el año 2000, denominada los Objetivos de Desarrollo del Milenio, conocidos también como Objetivos del Milenio (ODM). Los ODM son ocho propósitos que los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas decidieron establecer con el fin de mejorar las condiciones de vida de la población, en especial de quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad, para el año 2015. Dichos objetivos son: Objetivo 1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre Objetivo 2. Lograr la enseñanza primaria universal Objetivo 3. Promover la igualdad entre géneros y la autonomía de la mujer Objetivo 4. Reducir la mortalidad infantil Objetivo 5. Mejorar la salud materna Objetivo 6. Combatir el VIH/sida, el paludismo y otras enfermedades Objetivo 7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente Objetivo 8. Fomentar una asociación mundial para el desarrollo21 Estos objetivos fueron medibles mediante la incorporación de 18 metas y 48 indicadores que evaluaron su desempeño durante los 15 años de su vigencia. Los resultados obtenidos en julio de 2015 evidencian que si bien no se cumplieron las metas propuestas en todo el mundo, y el progreso no se dio por igual en todas las regiones, para las Naciones Unidas los ODM fueron “el movimiento de lucha contra la pobreza que más éxito ha cosechado en la historia”, ya que se redujo 21 http://www.un.org/es/millenniumgoals/ Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 224 el número de personas que viven en la pobreza extrema en más de la mitad (de 1 900 millones en 1990 a 836 millones en 2015), se promovió la equidad de género mediante la escolarización y la incorporación de mujeres a altos cargos gubernamentales en 174 países, se redujo la mortalidad infantil (de 90 a 43 muertes por cada 1 000 niños nacidos vivos desde 1990), se redujo la mortalidad materna en 45 por ciento en todo el mundo, disminuyó el contagio del VIH (en 40 por ciento) y de paludismo (se evitaron más de 6.2 millones de muertes), aumentó el acceso a servicios de saneamiento básico (a 2 100 millones de personas en todo el mundo) y se fortaleció la cooperación internacional en 66 por ciento.22 Caso ilustrativo 16-2 Los restaurantes WOK, una cadena verde Algunas empresas hacen explícito su compromiso con el desarrollo sostenible. La cadena colombiana de restaurantes WOK es un ejemplo. Desde 1998 ofrece “platos representativos de la comida japonesa, tailandesa, vietnamita y camboyana, entre otros, elaborados en la medida de lo posible con ingredientes provenientes de comunidades locales a precios accesibles”. Comenzó con un restaurante y 20 empleados, y 15 años después la empresa cuenta con 10 restaurantes, emplea a 500 personas y es reconocida como la primera cadena de restaurantes verdes en Colombia, debido a la promoción de buenas prácticas de cocina, agricultura, pesca responsable y desarrollo sostenible, y por su compromiso con empleados, proveedores, clientes, aliados y el medio ambiente. En una entrevista realizada por América Economía, Benjamín Villegas, fundador de la cadena, afirma que el trabajo con los pescadores locales les ha permitido hacer más eficiente su proceso de suministro, pagándoles mejor y promoviendo una pesca sostenible (http://wok.com.co/wps/portal/wok/origen). ¿Cree usted que la incorporación de criterios de sostenibilidad ha facilitado el crecimiento de la cadena WOK? ¿Cree que esa estrategia genera valor para el consumidor? Los Objetivos de Desarrollo Sostenible Tras el cumplimiento del plazo de los Objetivos del Milenio, la Organización de las Naciones Unidas estableció el 26 de septiembre de 2015 nuevos objetivos, denominados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Los 17 objetivos y sus 169 metas demuestran la magnitud y ambición de esta nueva agenda planteada por la ONU. Con ellos se busca completar lo que no se alcanzó en los 15 años de vigencia de los Objetivos del Milenio. Se busca el respeto a los derechos humanos, lograr la igualdad de género y el empoderamiento a las mujeres y niñas, además de otras dimensiones importantes para el equilibrio de un mundo mejor. Para ello, se integraron tres dimensiones con un equilibrio indivisible del desarrollo sostenible: económica, social y medioambiental. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible van a traducirse en acciones y estímulos durante los 15 próximos años en áreas de importancia crítica para la humanidad y el planeta.23 Tales objetivos son: 1. Erradicar la pobreza en todas sus formas en todo el mundo. 2. Poner fin al hambre, conseguir la seguridad alimentaria y una mejor nutrición, y promover la agricultura sostenible. 3. Garantizar una vida saludable y promover el bienestar para los individuos de todas las edades. 22 23 Naciones Unidas. Comunicado de prensa del Informe 2015 sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio, 6 de julio de 2015 en http://www.un.org/es/millenniumgoals/pdf/2015/mdg_2015_pr_overview_spanish.pdf https://www.unglobalcompact.org/what-is-gc/our-work/sustainable-development/global-goals-local-business/ sdgpioneers CAPÍTULO 16 La incorporación de los ODS en la empresa 225 4. Garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa, y promover las oportunidades de aprendizaje permanente para todos. 5. Alcanzar la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas. 6. Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos. 7. Asegurar el acceso a energías fiables, sostenibles y modernas para todos. 8. Fomentar el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo, y el trabajo decente para todos. 9. Desarrollar infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible, y fomentar la innovación. 10. Reducir las desigualdades entre países y dentro de ellos. 11. Conseguir que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles. 12. Garantizar las pautas de consumo y de producción sostenibles. 13. Tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos (tomando nota de los acuerdos adoptados en el foro de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático). 14. Conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, mares y recursos marinos para lograr el desarrollo sostenible. 15. Proteger, restaurar y promover la utilización sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar de manera sostenible los bosques, combatir la desertificación, detener y revertir la degradación de la tierra, y frenar la pérdida de diversidad biológica. 16. Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles. 17. Fortalecer los medios de ejecución y reavivar la alianza mundial para el desarrollo sostenible. En este contexto, en 2015 las empresas multinacionales, los gobiernos y las organizaciones de la sociedad civil, universidades y otros grupos de interés se han comprometido a poner en práctica los ODS trabajando regionalmente en las redes del Pacto Mundial para lograr definir el qué, cómo, dónde, cuándo y por qué. Para comprender mejor los Objetivos del Milenio y su relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en la figura 16-3 se presenta un esquema, que permite visualizar su integración y complementariedad.24 Como se observa, los ODS se agrupan en cinco dimensiones. En algunos casos, como en el referente a las personas, los seis ODM se sintetizaron en cinco ODS. En el caso del planeta, se establecen cinco objetivos y se amplía el objetivo único de los ODM para darle atención y tratamiento específicos al manejo de recursos. En el caso de la prosperidad, un rubro que no se incluía en los Objetivos del Milenio, ahora aparecen cinco objetivos, los cuales están referidos a elementos determinantes del desarrollo y la creación de riqueza tanto en los gobiernos y la industria como los espacios urbanos más apropiados para la vida humana, la naturaleza y los seres vivos. La paz, un nuevo objetivo crucial para un futuro mejor, no explícito antes, define la posibilidad de nuestro mundo. Finalmente, las asociaciones se entienden como la amalgama necesaria para construir un mundo mejor por medio de la cooperación. Al revisar los alcances obtenidos en los primeros 15 años del milenio, se observa que las grandes empresas se involucraron en sus compromisos con prácticas de RSE, utilizando algunas métricas que les permitieran mostrar sus avances, la mayor parte de las cuales disponen de mecanismos de reporte como los propuestos por el Pacto Global (COP) y la Global Reporting Initiative (GRI, un reporte de sostenibilidad), entre otros. 24 https://www.unglobalcompact.org/what-is-gc/our-work/sustainable-development/global-goals-local-usiness 1 Erradicar la pobreza extrema y el hambre 4 Reducir la mortalidad infantil 2 3 Educación básica para todos Igualdad de oportunidades para el hombre y la mujer 5 6 Mejorar la salud en la maternidad Avanzar en la lucha contra el VIH y otras enfermedades Proteger el planeta de la degradación para nuestra generación y la de nuestros hijos. 1 2 Fin de la pobreza 7 6 Asegurar un medio ambiente sano y seguro Agua limpia y saneamiento 3 Asegurar que todos puedan disfrutar de una vida próspera y que todo progreso económico, social y tecnológico se dé en armonía con la naturaleza. 4 Fomentar sociedades pacíficas, justas e incluyentes libres de miedo y violencia. 5 Movilizar lo necesario para fortalecer una alianza global para el desarrollo centrada en las necesidades de los más vulnerables, con la participación de todos. Lograr una sociedad global para el desarrollo Fuente: https://www.unglobalcompact.org/what-is-gc/our-work/sustainable-development/global-goals-local-usiness FIGU R A 16-3 Esquema de comparación entre ODM y ODS. Educación de calidad Salud y bienestar 13 Producción y consumo responsables 5 14 Acción por el clima 8 9 10 Energía asequible y no contaminante Trabajo decente y crecimiento económico Industria, innovación e infraestructura Reducción de las desigualdades Paz, justicia e instituciones sólidas 17 Alianzas para lograr los objetivos Igualdad de género 15 Vida de ecosistemas terrestres Vida submarina 7 16 8 Hambre cero 12 4 3 11 Ciudades y comunidades sostenibles Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 1 Poner fin a la pobreza y el hambre y garantizar un ambiente sano, digno y en equidad. 2 Objetivos de desarrollo sostenible 2015-2030 226 Objetivos de desarrollo del milenio 2000-2015 CAPÍTULO 16 La incorporación de los ODS en la empresa 227 La participación del sector privado Actualmente se está dando un cambio del paradigma económico tradicional en relación con el uso de recursos naturales, tanto de aquellos que utiliza el sector privado en sus procesos de transformación, como de aquellos que desecha al final. Es claro que su responsabilidad con el planeta, las personas y la prosperidad radica en esto. Así, la empresa de hoy tendrá que resolver un dilema al formular sus estrategias y planear sus acciones, pues debe elegir entre dos opciones: 1. seguir actuando como hasta ahora, al pensar que lo único importante es su rendimiento económico; o 2. realizar esfuerzos por descubrir alternativas que mitiguen sus impactos. Si elige la primera opción, está condenada a dejar de existir, ya que en todos los países del mundo se están promoviendo leyes para proteger el entorno y a las personas que trabajan en las empresas (convención de trabajo decente de la OIT, 1916, firmada por gran parte de los países en el mundo incluyendo México).25 Por otro lado, es importante hacer una reflexión en las escuelas de negocios, que lleve a realizar cambios fundamentales en la formación de los futuros dirigentes de las empresas. La formación académica de la nueva generación de administradores debe inculcar la conducta ética en relación con las personas, la sociedad y la naturaleza. Asimismo, es necesario reemplazar las ideologías por las ciencias y los fundamentos científicos de mayor rigor que contradicen muchas prácticas de la administración. Tal decisión implica retomar la disciplina intelectual y la cultura general para volver a la creatividad y la innovación. En ese sentido, la integración de la nueva formación académica con la experiencia y los saberes generales de la empresa es un complemento indispensable del nuevo administrador.26 Una vez tomada la decisión, existe una diversidad de alternativas entre las que la empresa puede elegir para hacer frente a la necesidad de incluir en su estrategia la tecnología como elemento detonador de una disminución de impactos negativos y la creación de impactos positivos para su triple cuenta de resultados. En los temas medioambientales, por ejemplo, ya existen alternativas de solución a los impactos generados por las empresas en materia energética y de carburantes. En primer término, encontramos la energía eólica que se ha desarrollado a pasos acelerados en el mundo durante los últimos años. En 2008, la capacidad instalada mundial alcanzó los 120 800 MW. Por ejemplo, en México la industria automotriz está pasando del uso de energía de carburantes a la energía eólica en sus procesos; el cambio también se refleja en sus productos, al ofrecer automóviles híbridos en consumo de energía. Tenemos el caso de Nissan, que emplea energía eólica y biocombustible.27 En particular, los procesos de evaluación de riesgos deben incluir no sólo el riesgo económico, sino también riesgos de impacto social y medioambiental que se derivan de las actividades de la empresa e impactan en sus stakeholders, en lugar de centrarse exclusivamente en los riesgos de la propia empresa. Mitigar los riesgos de impacto social y medioambiental a menudo significa la reducción de riesgos de reputación, legales o financieros de la empresa. La responsabilidad de implementar principios universales debe integrarse en toda la organización, junto con los esfuerzos necesarios para asegurar que se apliquen los mismos estándares entre los proveedores y otros socios que la empresa haya comprometido.28 Además de la responsabilidad básica de respetar los derechos humanos y otros principios universales en los ámbitos laboral, medioambiental y anticorrupción, las empresas están aprovechando cada vez más las oportunidades de utilizar sus competencias organizacionales en favor de la sostenibilidad global, de manera que también contribuyan a la rentabilidad y viabilidad del 25 26 27 28 hppt://www.OIT.org.com. Aktouf, O. (2001), pp. 622-623. Diario Oficial de la Federación, 2015. Global Compact, 2015. https://www.unglobalcompact.org/take-action/events/61-united-nations-private-sectorforum-2015 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 228 negocio. Para entender el potencial de la sostenibilidad corporativa, se deben tener en cuenta los extraordinarios logros alcanzados por empresas líderes en las que la sostenibilidad se encuentra en el centro de la estrategia empresarial, así como en las áreas investigación y desarrollo, y desarrollo comercial, lo cual se manifiesta en acciones específicas.29 La Arquitectura Post 2015 La Arquitectura Post 2015 de compromiso empresarial es un desarrollo del Pacto Mundial de Naciones Unidas, el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD), la Global Reporting Initiative (GRI) y otras organizaciones que buscan ayudar al sector privado en el cumplimiento de las metas trazadas por Naciones Unidas frente al desarrollo sostenible.30 Prioridades de desarrollo sostenible • Crecimiento industria • Igualdad social y progreso • Protección medioambiental Objetivos de negocio a largo plazo • Crecimiento de los ingresos • Productividad de los recursos • Gestión de riesgo Motiva i Avanza Sostenibilidad Sostenibilid dad d ad corporativa co De mercado Sociales Conduce Drivers e incentivos Plataformas de acción y colaboración Apoyo Crea confianza Respeto Liderazgo Trámites públicos sobre compromisos con principios y objetivos Prácticas de medición Estándares de reporte Plataformas temáticas Compromiso Aumenta Plataformas de acción y colaboración Plataformas temáticas Iniciativas y redes locales Iniciativas sectoriales Sistemas de colaboración impulsados por la tecnología Fuente: Pacto Mundial de Naciones Unidas, http://www.pactoglobal.org.py/uploads/iRDbxp.pdf FIG U R A 16-4 29 30 Arquitectura Post 2015. Jamali, D. y Mirshak, R. (2007). Corporate Social Responsibility (CSR): Theory and Practice in a Developing Country Context. Journal of Business Ethics, 72, 243-262. Universidad Externado de Colombia, Red Pacto Global Colombia (2016). Casos de incentivos sociales y de mercadeo con impacto en el desarrollo sostenible. Bogotá. CAPÍTULO 16 La incorporación de los ODS en la empresa 229 Esta propuesta está integrada por cinco elementos. El primero está centrado en el liderazgo del sector privado que concentra sus esfuerzos en objetivos de largo plazo, para lo cual utiliza mecanismos de transparencia y rendición de cuentas que generen confianza. Para ello, se cuenta con el apoyo de un número creciente de plataformas de acción y colaboración, que soportadas en drivers e incentivos de mercado o de entorno, contribuyen al avance del mundo frente a esos objetivos de largo plazo.31 La Arquitectura Post 2015 es una herramienta que esquematiza y propone mecanismos de trabajo colaborativo centrado en un fin común. Después de la aprobación de los ODS, la Arquitectura Post 2015 los adoptó como objetivos de largo plazo. Caso ilustrativo 16-3 ¿Cómo contribuir con los ODS? No sólo las grandes compañías pueden contribuir con los ODS. Es posible que pequeñas empresas o emprendedores visionarios los incluyen dentro de su estrategia. Por ejemplo, la compañía colombiana Genelec Ltda., dedicada a la prestación de servicios en ingeniería eléctrica, se adhirió oficialmente al Pacto Mundial de las Naciones Unidas, y desde el 2008 definió su compromiso con los Objetivos de Desarrollo del Milenio, interiorizándolos hasta volverlos parte de sus actividades comerciales y personales. En 2016 esta empresa colombiana, que lleva más de 20 años en el mercado, con el apoyo de la Red del Pacto Global en Colombia priorizó los objetivos 7, 9, 13 y 17 de desarrollo sostenible. Enmarcó su trabajo dentro de criterios de responsabilidad empresarial y las normas vigentes en aspectos de calidad, salud ocupacional, respeto por los derechos humanos, cuidado del medio ambiente y compromiso con la transparencia (http://www.genelec.net/index.html). Por su parte, el emprendedor colombiano Óscar Andrés Méndez, con su emprendimiento “Conceptos plásticos”, se dedica a la trasformación del plástico y el caucho en un sistema alternativo para la construcción. Sus innovadores productos son bloques de plástico (ladrillos) que funcionan como piezas de Lego y facilitan la construcción en comunidades de bajos recursos, aprovechando como materia prima un producto como el plástico que, de otra forma, sería un contaminante más que terminaría en vertederos. El negocio incorpora 12 de los 17 objetivos de desarrollo sostenible. Se sugiere ver el video correspondiente en https://www.youtube.com/watch?v=CnYAz4U_6t4. En 2016 esta iniciativa fue premiada con 2 millones de dólares por el fondo The Venture, promovido por la Compañía Chivas Regal, lo que generó un importante apoyo para su crecimiento y facilitó el acceso a sus productos cada vez a más familias de escasos recursos (http://conceptosplasticos.com/). Las actividades de apoyo de las plataformas de acción y colaboración, así como los incentivos del mercado y del entorno son fundamentales para comprometer a empresarios y emprendedores, quienes con su liderazgo podrán contribuir de manera decidida y efectiva en la construcción de un mundo mejor. Herramientas de gestión Aunque el compromiso de los gobiernos –en especial de los 193 países miembros de la Organización de las Naciones Unidas– es fundamental para el cumplimiento de los ODS en 2030, el sector privado está llamado a contribuir de manera activa en este propósito global. Se espera entonces la contribución del liderazgo de las empresas para buscar alternativas que, en el marco de sus operaciones y actividades comerciales, aporten de manera constructiva soluciones creativas e innovadoras no sólo para el cumplimiento de los ODS, sino que también respondan a los intereses económicos de la empresa. 31 https://www.unglobalcompact.org/what-is-gc/our-work/sustainable-development/global-goals-local-business/ sdgpioneers Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 230 Para facilitar esta labor, la Global Reporting Initiative (GRI), el World Business Council for Sustainable Development (WBCSD) y la Oficina del Pacto Global de las Naciones Unidas elaboraron una guía que facilita a las organizaciones empresariales gestionar sus estrategias y aportar a la obtención de esos objetivos. Dicha guía se conoce como “SDG Compass”, la cual propone los siguientes cinco pasos:32 Paso 1 Comprensión de los ODM Paso 2 Definición de prioridades Paso 3 Establecimiento de objetivos Paso 4 Integración Paso 5 Presentación de informes y comunicación Ahora sólo resta que el sector empresarial utilice plenamente su potencial y sus capacidades para constituirse en una parte activa de esta gran apuesta por un modelo que, con importantes ajustes, busca dar continuidad al pensamiento dominante de crecimiento económico. Y aunque el futuro nos mostrará los resultados, es en el presente donde se decidirá la perdurabilidad de nuestra especie en este planeta. Conclusiones Desde principios del siglo xx, el mundo se ha obsesionado con el crecimiento económico, esperando los beneficios de la reducción de desigualdades que promete. Sin embargo, desde la década de 1970, se identificaron ciertos límites que ponen de manifiesto importantes riesgos para la continuidad y perdurabilidad de la especie humana en el planeta. Entre los principales problemas destacan los siguientes: el crecimiento ilimitado que requiere el sistema económico para no entrar en crisis, el cual desgasta y pone en riesgo el sutil equilibrio de los ecosistemas; y el uso inequitativo que se ha dado a los recursos naturales, lo cual constituye un problema latente en la medida que algunas comunidades consumen mucho más recursos de los que los sistemas naturales pueden ofrecer. Por otro lado, el sistema económico no tiene en cuenta ciertos costos sociales y defensivos, los cuales constituyen los verdaderos costos para la sociedad y el planeta; sin embargo, el sistema productivo los disfraza dándoles el nombre de externalidad. Desde la década de 1980, la Organización de las Naciones Unidas se ha dado a la tarea de buscar alternativas de desarrollo que permitan superar la pobreza. Así, en 1987 propuso un modelo de crecimiento que fuera inclusivo y que tuviera en cuenta el medio ambiente y las generaciones futuras. Con la propuesta del desarrollo sostenible, la ONU busca una alternativa que dé continuidad al sistema económico y social con base en ideales universales y visión de futuro, reduciendo a la vez los riesgos de que alternativas de ruptura pudieran generar graves crisis al ya resquebrajado sistema social. Como parte de esa misma labor, la ONU ha realizado una serie de esfuerzos para que los diferentes integrantes de la sociedad se comprometan a contribuir con la construcción de un mundo mejor. Entre los esfuerzos más significativos destacan los Objetivos de Desarrollo del Milenio que estuvieron vigentes hasta 2015, y los Objetivos de Desarrollo Sostenible que buscan cambiar al mundo en un lapso de 15 años a partir de 17 objetivos y 169 metas, los cuales están agrupados en cinco diferentes categorías: personas, planeta, prosperidad, paz y asociación. En ese mismo sentido, la ONU ha sumado esfuerzos con otros organismos internacionales tanto de carácter público como privado, con los cuales se han establecido mecanismos que buscan 32 https://www.unglobalcompact.org/what-is-gc/our-work/sustainable-development/global-goals-local-business/ sdgpioneers CAPÍTULO 16 La incorporación de los ODS en la empresa 231 promover el trabajo colaborativo y mancomunado para enfocar capacidades y recursos en objetivos específicos, con acciones concretas y medibles. Se pretende que los casos exitosos sean ejemplos a imitar, y que permitan aunar y sistematizar experiencias, brindando asesoría y apoyo. Al mismo tiempo, se promueven y fortalecen incentivos y cambios culturales. Todo esto toma como base la capacidad de liderazgo del ser humano y su increíble potencial para generar cambios y afrontar con decisión los retos que el presente siglo exige a la humanidad. Es indudable la importancia de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el futuro de las empresas, los gobiernos y la sociedad en general. Todos tenemos la corresponsabilidad de contribuir en la construcción de un mundo mejor. Como nunca antes, las empresas y sus directivos tienen la oportunidad, a través de los negocios, de usar su capacidad de innovación y creatividad para consolidar un sector productivo que lidere el cambio y lograr el mundo que queremos. 232 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Preguntas para debate • • • • • • ¿Cuál será el perfil de las personas líderes que el mundo necesita? ¿Qué importancia tienen los ODS en el futuro de la empresa y por qué? ¿Cómo pasar de la RSE a la sostenibilidad en la empresa? ¿Cuáles son las herramientas de las cuales se puede valer la empresa para incorporar los OSD en sus acciones? ¿Por qué es importante y significativo que la empresa alinee sus estrategias con los Objetivos de Desarrollo Sostenible? ¿Qué importancia tienen los impactos y las externalidades para la empresa? ¿Por qué? Lecturas recomendadas Brundtland, G. H. (1987). Report of the World Commission on Environment and Development: Our Common Future. http://www.un-documents.net/wced-ocf.htm Global Reporting Initiative–GRI, World Business Council for Sustainable Development– WBCSD and United Nation Global Compact Office (2015). SDG Compass. The guide for business action on the SDGs. http://sdgcompass.org/ Red Pacto Global Colombia (2016). Casos de incentivos sociales y de mercadeo con impacto en el desarrollo sostenible. Bogotá: Universidad Externado de Colombia. Sachs, J. (2015). La era del desarrollo sostenible. España: Ediciones Deusto. United Nation Global Compact Office, Global Reporting Initiative (GRI) y World Business Council for Sustainable Development (WBCSD) (2015). Arquitectos de un mundo mejor, creando la “Arquitectura” Post 2015 de compromiso empresarial. http://www.pactoglobal. org.py/uploads/iRDbxp.pdf Ca s o 1 Bendiciones paradójicas de una empresa en su entorno local Emmanuel Raufflet San Rafael es un pueblo1 mexicano que yace en medio de las colinas del volcán Iztaccíhuatl. Es parte del municipio de Tlalmanalco y se ubica a unos 40 kilómetros al sureste de la Ciudad de México. Este pueblo prestó su nombre para dar origen a una empresa multinacional que durante la mayor parte del siglo xx dominó la industria de la pulpa y el papel en México. En este caso se distinguen tres épocas de las relaciones entre la empresa y la comunidad. Primera época (1893-1936) Construcción de una potencia empresarial perdurable La fábrica San Rafael fue fundada en 1893. Gracias a las altas barreras arancelarias, a su ubicación cerca de una zona rica en recursos naturales y a que fue dotada con una maquinaria importada directamente desde Suiza muy avanzada para la época –con capacidad para producir 12 toneladas al día, casi tres veces más que el total combinado de sus competidores–, logró convertirse en la empresa líder en la producción de pulpa y papel en México. El establecimiento de la fábrica representó 10 por ciento de todas las inversiones realizadas en el Estado de México (la entidad circunvecina a la Ciudad de México) durante la última década del siglo xix.2 Se construyeron 16 kilómetros de canales subterráneos en las montañas para asegurar el suministro de agua, se adquirió la compañía que atendía la ruta ferroviaria entre México y San Rafael, y se establecieron restricciones al acceso de las haciendas locales a la tierra y los bosques.3 La empresa creció con rapidez: en 1900 tenía 120 trabajadores, y a principios de la década de 1930 su personal era de 1 000 empleados. Así, se convirtió en la principal compañía productora de papel periódico del país,4 disfrutando de un “monopolio” del mercado. Las prácticas laborales y las relaciones con la comunidad local Antes de la instalación de la fábrica, la hacienda tradicional era el modelo socioproductivo dominante en la región; el hacendado era el propietario de un espacio territorial dedicado a actividades agrícolas y contrataba a campesinos de la zona para realizar las labores. San Rafael adaptó 1 2 3 4 Se utilizarán las palabras villa y pueblo como sinónimos para hacer referencia a San Rafael. García Luna, Margarita (1998). Los orígenes de la industria en el estado de México (1830-1930). Toluca, México: Gobierno del Estado de México. Huerta González, R. (1994). Transformación del paisaje, recursos naturales e industrialización: El caso de la fábrica de San Rafael, Estado de México, 1890-1934. En Tortolero, Alejandro (coord.) Tierra, agua y bosques: historia y medio ambiente en el México central. Colección Ecología, Guadalajara, México, Centre français d’études mexicaines et centraméricaines (CEMCA), Centro de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, Potrerillos Editores y Universidad de Guadalajara. Espejel, L. (1993). San Rafael, un enclave. En Tortolero, Alejandro (coord.), vol. 1 y 2, Entre lagos y volcanes: Chalco Amecameca, pasado y presente. Toluca, México: El Colegio Mexiquense. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 234 gradualmente las características de ese modelo a los requerimientos de la nueva configuración manufacturera, asumiendo el papel de la hacienda tradicional en la economía local y la vida social. Algunos de los elementos de las configuraciones preexistentes entre la hacienda y los campesinos se mantuvieron en las relaciones entre la nueva empresa y sus trabajadores: 1. el papel central de una familia en la compañía y en la vida local; 2. las relaciones entre la empresa y los trabajadores basadas, por un lado, en la precariedad de las condiciones de trabajo y, por otro, en la benevolencia de la dirección; y 3. el lento surgimiento de una identidad de trabajo que combinaba la actividad industrial con la agrícola. Durante los primeros años de funcionamiento, varios factores contribuyeron a la identificación gradual de la empresa con las prácticas de los hacendados tradicionales. Por un lado, destacaba el papel de la familia De la Macorra. Nacido en España y formado como un ingeniero forestal, don José de la Macorra fue el director general de la empresa entre 1897 y 1936. Su hijo Fernando lo sustituyó en el cargo en 1936, posición en la que permaneció hasta su retiro en 1968. Varios familiares también ocuparon posiciones directivas en la empresa. Al igual que en el modelo hacendario, la familia vivía en el casco (la residencia principal) de la Hacienda de Zavaleta, localizada cerca de la fábrica. Estos elementos permitieron generar una referencia simbólica continua entre la dirección de la hacienda y la fábrica San Rafael. Por otro lado, quizá la razón principal de la continuidad de las estructuras tradicionales de la hacienda fue la manera en que se establecieron las relaciones entre la dirección y los trabajadores locales de San Rafael. La dirección esperaba que los empleados fueran leales, y trataba de persuadirlos de que los incentivos y estímulos al trabajo eran “favores” e “iniciativas benevolentes”. Los contratos de trabajo se denominaban convenios de servidumbre, los cuales exigían lealtad a los trabajadores, pero en ningún momento limitaban la facultad de la empresa para contratarlos y/o despedirlos en función de las necesidades industriales.5 Debido a que muchos de los campesinos tenían pocas posibilidades de conseguir una fuente de sustento alternativa a laborar en la fábrica, gradualmente y sin ninguna garantía de trabajo estable, construyeron sus casas en los terrenos de la empresa. Mientras que la dirección imponía condiciones precarias de trabajo, el director general lideraba iniciativas para reducir las dificultades en la vida de los empleados. Don José, por ejemplo, inició y apoyó financieramente las mutualidades (fondos mutuos solidarios), e impulsó acciones de caridad para los trabajadores enfermos y ancianos, así como para sus familias. Como protector y presidente honorario de los fondos, don José tuvo el derecho a concentrar toda la información; incluso podía vetar las decisiones. Su influencia fue más allá de la esfera de la protección laboral y social del personal de la fábrica, y se extendió a la comunidad mediante los eventos locales de carácter social, donde él mismo anunciaba sus iniciativas y hacía alarde de su generosidad. En resumen, la dirección creó un sentido de continuidad simbólica entre la anterior y prevaleciente configuración de relaciones de servidumbre en las haciendas y el nuevo contexto industrial local, al adoptar las características del hacendado tradicional. Sin embargo, en ese momento, el desafío real para la dirección era transformar la fuerza laboral de origen campesino en trabajadores industriales. Surgimiento de la identidad de los trabajadores Todos los empleados de la fábrica habían sido campesinos y mantenían sus vínculos con las actividades agrícolas, que eran centrales para su estilo de vida tradicional. Cultivaban una parcela de tierra, criaban animales, trabajaban por temporadas en la fábrica y luego regresaban a sus hogares para realizar otras labores. Esos ingresos adicionales eran una garantía ya que el trabajo en la fábrica se tornaba insuficiente como medio de sustento económico. En los primeros 30 años, 5 Huerta González, R. (1994). Op. cit., p. 476. CASO 1 Bendiciones paradójicas de una empresa en su entorno local 235 casi todos los trabajadores eran de la zona de Tlalmanalco o de los municipios circunvecinos. De acuerdo con Espejel,6 existía una tensión permanente entre el paternalismo y el rigor en las relaciones entre los trabajadores y los directivos. A pesar de que los directivos eran invitados a reuniones familiares y a las celebraciones de los trabajadores –como bautizos y primeras comuniones–, debían permanecer como los principales garantes del rigor y la disciplina en el lugar de trabajo. Debido a la escasez de habilidades laborales específicas y técnicas en la población de la zona de San Rafael, se debía contratar a personas de otras regiones del país e incluso de Europa con esas características. Los procesos de selección y las tasas de retención para ese tipo de empleados eran una de las preocupaciones más importantes de la alta dirección. Por ejemplo, ingenieros europeos supervisaron la construcción de la estructura hidráulica al final del siglo xix; e ingenieros suizos y alemanes construyeron la infraestructura industrial de la fábrica.7 Algunos de ellos, más tarde, fundaron la empresa Loreto y Peña Pobre, el competidor principal de San Rafael. Los informes de la compañía durante la década de 1920 también mencionan de manera reiterada que José de la Macorra, director general, viajaba a Europa para visitar plantas y reclutar a ingenieros especializados en la producción de pulpa y papel. La empresa buscaba conservar a los empleados calificados ofreciendo condiciones competitivas de trabajo y algunas de las características de la vida urbana, como vivienda de calidad, actividades recreativas y oportunidades de entretenimiento. Los técnicos se consideraban personal de confianza y tenían un contrato laboral estable. Los primeros esfuerzos para la provisión de vivienda se orientaron hacia ellos: en 1900, la dirección autorizó la construcción de 25 casas para hombres solteros, principalmente ingenieros.8 En 1904, se construyó el Casino cosmopolita, que incluía habitaciones para los ingenieros que así lo quisieran, y un centro de entretenimiento para solteros.9 Las relaciones entre la empresa y la comunidad Antes de la construcción de la fábrica, tanto el agua como los bosques eran propiedad de la comunidad bajo la jurisdicción del municipio. Sin embargo, varios decretos presidenciales (1893 y 1897) y algunos contratos entre el Estado mexicano y la empresa San Rafael (1897) entregaron a la fábrica los derechos comunitarios de usufructuar el agua y el bosque. Los habitantes locales protestaron por el decreto presidencial de 1893, que había dado una concesión exclusiva sobre el agua y la madera a la fábrica; sin embargo, la influencia de la empresa prevaleció sobre los intereses de los pequeños grupos rurales, por lo que la protesta fue en vano. Los campesinos locales rápidamente perdieron todos los derechos de usar los recursos naturales locales.10 La Constitución de 1917 institucionalizó derechos como el de libre asociación sindical y el de huelga, así como la jornada laboral de ocho horas. Esos derechos fueron ignorados por los directivos de San Rafael y nunca se logró su cumplimiento estricto. En la década de 1920, como respuesta indirecta a los nuevos derechos laborales y como una estrategia para desactivar las demandas de los trabajadores, San Rafael comenzó el establecimiento de un pueblo modelo “cuyo clima de modernidad contrastaba con el paisaje principalmente rural de la región”.11 En 1923, abrió sus puertas el Club deportivo San Rafael, que más tarde se convertiría en una de las asociaciones deportivas líderes del país. La empresa también abrió en 1928 la Tienda grande, un centro comercial bastante moderno para la época y, en 1929, el Casino obrero, 6 7 8 9 10 11 Espejel (1993). Op. cit. Lenz, A. (1990). Historia del papel en México y cosas relacionadas. México: Porrúa. Huerta González, R. (1994). Op. cit., p. 290 Arango Miranda, Azucena (1997). Industria y espacio en San Rafael, México: Formación, desarrollo y desenclave. Tesis de Licenciatura en Geografía, UNAM, México. Huerta González, R. (1994). Op. cit. Espejel (1994). Op. cit. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 236 un club social para los trabajadores. En la década de 1930 puso en funcionamiento una escuela para adultos y un dispensario para los trabajadores y sus familias. Fueron cuatro décadas de construcción de la villa en forma de enclave. En resumen, los primeros 43 años (1893-1936) de las relaciones laborales en San Rafael se caracterizaron por la configuración paternalista tradicional. La dirección tomó el control de las relaciones que existían en las haciendas previamente a la instalación de la fábrica, en términos de sus características tanto simbólicas como materiales. En el nivel simbólico, el modelo de una familia que vivía en el mismo lugar donde habitaban los hacendados se importó a la configuración de las relaciones sociales del nuevo contexto industrial. El nivel de intercambio material entre el personal y los directivos se basó en la implantación de unas condiciones precarias de trabajo, que luego trataban de compensarse mediante actos de benevolencia de la dirección general. Sin embargo, en esa época inicial, los trabajadores mantuvieron paralelamente sus vínculos tradicionales con la tierra y los cultivos. Segunda época (1936-1970) Un grupo de trabajadores de San Rafael formó en 1922 el primer sindicato; en ese mismo año estalló una huelga. Un extrabajador de San Rafael, quien en esa época tenía 17 años, recuerda: Cuando comencé a trabajar, los salarios eran de miseria. Entonces nos reunimos y fuimos a la huelga para demandar un incremento del 75 por ciento. Y después de cuatro meses lo obtuvimos. También logramos el suministro de útiles escolares y viviendas para los trabajadores. Todo eso se logró porque nosotros pertenecíamos al Sindicato Revolucionario. Uno de los informes corporativos anuales menciona la reacción de la dirección a la lista de peticiones presentadas por los trabajadores durante esa huelga: En octubre, los trabajadores presentaron una lista de demandas, mientras que el director general, José de la Macorra, se encontraba en Europa. Se llegó a una solución justa y satisfactoria. Nuestra compañía aceptó, como siempre lo hace, las demandas justificadas de los trabajadores y rechazó las injustificadas. En 1936 estalló una segunda huelga para apoyar el incremento de los salarios. Sin embargo, los motivos fueron más allá de los aspectos salariales. La huelga duró cuatro meses. El entonces presidente de la República, Lázaro Cárdenas, envió a su secretario personal para mediar en el conflicto. Al final, la dirección aceptó la mayoría de las demandas de los trabajadores. Se firmó un nuevo contrato entre el sindicato y la dirección. Una era de prosperidad Al pagar a los trabajadores salarios por encima de la media del mercado, facilitarles una vivienda adecuada, y patrocinar actividades deportivas y culturales, así como celebraciones patrióticas y religiosas, la fábrica se caracterizó entonces por ser un “enclave privilegiado”, un “pueblo modelo” con amplios beneficios para los trabajadores y sus familias. Por ejemplo, entre 1936 y 1970 (la época del “milagro mexicano” y del modelo de la sustitución de importaciones), la compañía construyó cerca de unas 860 casas.12 12 Arango Miranda (1997). Op. cit. CASO 1 Bendiciones paradójicas de una empresa en su entorno local 237 En comparación con el resto de la región, los indicadores confirmaron los efectos positivos de la fábrica en el desarrollo socioeconómico del pueblo. Por ejemplo, en 1950, el índice de alfabetización en San Rafael era de 64 por ciento, una cifra que contrastaba con 50 por ciento del resto del Estado de México; y la dieta común de una familia en San Rafael ofrecía más variedad que la dieta promedio en el resto del estado.13 Con base en el contrato de trabajo, la fábrica proveía estabilidad en el empleo de por vida. Un exlíder del sindicato recuerda: Mire, yo le diría, en San Rafael, había una mentalidad de mucha protección. Era como una fábrica madre… Ellos nos daban todo. Don Fernando llegaba y su palabra era la ley… Si usted tenía un problema personal, usted solicitaba hablar con él, le exponía el problema y él tenía la solución. Con su retiro en 1968, don Fernando fue elogiado por las autoridades municipales como “un gran contribuyente del bienestar del municipio”, y por el sindicato como un “modelo de director general”. Ante la presencia tranquilizadora del director general, aquellos años dorados fueron una época de fuerte crecimiento que, entre otras cosas, lograron aumentar la participación mexicana en la propiedad de la empresa y también generaron un modelo de relaciones laborales contractuales. Tercera época (1970-1991) A nivel nacional, el modelo económico y político de la “modernización conservadora” mexicana comenzó a deteriorarse. Ese modelo, estructurado sobre el sistema político corporativista y orientado por la estrategia económica endógena de la sustitución de importaciones, trajo consigo un fuerte crecimiento económico durante 30 años. Sin embargo, a finales de la década de 1960 ya comenzaba a mostrar signos de fatiga. Paradójicamente, a pesar de décadas de industrialización, la economía mexicana continuaba dependiendo de la industria petrolera, la cual representaba 75 por ciento de las exportaciones.14 San Rafael: La sedimentación de los problemas La compañía San Rafael reflejaba ya varios rostros, incluso contradictorios entre sí. Por un lado, tenía las fuerzas aparentes de una potencia industrial eterna que continuaba empleando a alrededor de 2 700 trabajadores; era el principal benefactor del pueblo y un empleador reconocido. Producía cerca de 10 por ciento del papel consumido en México y ofrecía un amplio arsenal de papel de calidad distribuido por minoristas. En 1973, el presidente Luis Echeverría distinguió a la compañía como “un modelo y la madre de todas las compañías mexicanas de pulpa y papel”, e incluso consideró su estatización.15 Sin embargo, su deteriorada posición competitiva en el mercado y su triste situación financiera, amenazaban seriamente su futuro y su supervivencia. Desde 1940, la producción de la planta no había crecido al mismo ritmo que el mercado mexicano. A finales de la década de 1970, Atenquique, uno de sus principales competidores, aumentó su producción de 30 000 a 120 000 toneladas al año, con un ritmo semejante al promedio del sector. San Rafael, por su lado, apenas duplicó su producción.16 13 14 15 16 Ibíd. Haber, Stephen (1989). Industrialization and Underdevelopment. University of Texas Press. Arango Miranda (1997). Op. cit. Ibíd. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 238 Además, en el periodo de 1940 a 1970, 35 nuevas compañías entraron al mercado mexicano de la pulpa y el papel, introduciendo nuevos productos como los pañuelos de tejido fino y las cartulinas. Se hizo evidente que la mayor parte del valor era creado por esos nuevos productos, y residía sobre todo en la capacidad de renovación tecnológica y de innovación interna de las empresas.17 San Rafael, con sus equipos obsoletos, continuaba produciendo papeles finos y papel periódico, y se encontraba obstaculizada por sus onerosos contratos colectivos. Al final, tenía una habilidad limitada para reaccionar ante los cambios de la industria y del entorno. El deterioro gradual de sus finanzas exacerbaba esa inercia, debido a que su rentabilidad era mucho más baja que la media del sector, y se había convertido en una inversión de escaso rendimiento.18 La deuda de la compañía se incrementó durante el periodo de 1940 a 1970 hasta el punto en que, en ese último año, Nacional Financiera –una institución financiera de carácter público y su principal acreedor– la compró con el objetivo de rescatarla de la bancarrota. Once años después, en 1981, fue adquirida por uno de sus principales competidores, Crisoba, una subsidiaria de la multinacional estadounidense Scott Paper. Esos cambios obstaculizaron las capacidades de la empresa para reestructurarse. Los directores generales designados por Nacional Financiera cambiaban con frecuencia (en periodos de alrededor de un año) y tenían una mirada estrictamente financiera, desvinculada de la industria del papel. A partir de 1981, en los años bajo el control de Crisoba, las diferencias en las estrategias de producto de la empresa limitaron su crecimiento. Crisoba, como una compañía Scott, se enfocó en los pañuelos de tejido fino, mientras que San Rafael se especializó en papeles de calidad para la escritura. El declive de la moral de los trabajadores La década de 1970 fue un periodo de encrucijadas permanentes para la dirección de la empresa. Con muy poca reinversión y frecuentes cambios en los cargos, los trabajadores comenzaron a limitar su tiempo de dedicación a la fábrica. La moral se erosionó, y aumentaron el sabotaje, las huelgas y el ausentismo. En resumen, esa tercera configuración de las relaciones laborales de la empresa con el sindicato y sus trabajadores estuvo caracterizada por rigidez y fragilidad simultáneas: mientras que la posición competitiva de la empresa se deterioraba, la rigidez de las relaciones internas hacía muy difícil, si no imposible, su reactivación. Esta situación irreparable llevó tanto a la dirección (con una alta rotación y con perfiles diferentes a los de los líderes anteriores conocedores de la comunidad local y de la industria del papel) como a los trabajadores (sitiados por la baja moral, el ausentismo y el sabotaje) a despreocuparse por el futuro de la fábrica. En junio de 1991, de manera repentina, la dirección anunció el cierre de la fábrica. Las razones oficiales incluyeron las siguientes: Falta de inversiones, la obsolescencia extrema de las máquinas y del equipo, la fuerte contaminación de los ríos y de la atmósfera, (…) y un sinnúmero de problemas de diferente naturaleza… Todos estos problemas se han hecho tan persistentes que nuestra compañía está en una pobre posición competitiva… Por estas razones, la junta directiva ha decidido cerrar la planta el 9 de junio de 1991. Todos los contratos y las relaciones de trabajo quedarán terminados ese día.19 En septiembre de 1991, la empresa abrió de nuevo con cerca de una cuarta parte del personal, y con un nuevo contrato colectivo basado en las leyes laborales federales mexicanas. 17 18 19 Celorio, Indalecio (1997). Historia del papel corrugado en México. México. Celorio (2000). Entrevista personal. Citado en Barreto Flores, Salvador (1998). El movimiento campesino en la región Itzaccíhuatl-Popocatépetl y la explotación forestal por la fábrica de papel San Rafael (1986- 1992). Tesina, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM, México. CASO 1 Bendiciones paradójicas de una empresa en su entorno local 239 El contrato colectivo del año 1936 fue cancelado, y la empresa eliminó el patrocinio de las actividades en la comunidad local. La planta de celulosa –que estaba contaminando los ríos y la atmósfera– fue cerrada y la planta San Rafael-Crisoba dejó de utilizar la madera local. Se construyó un muro para separar la fábrica física y simbólicamente del pueblo. En 1995, Kimberly-Clark se fusionó a nivel mundial con Scott Paper. La planta de San Rafael se incorporó como parte de las operaciones de Kimberly-Clark de México, el productor líder de pulpa y de papel en el país. A finales de 2003 había unos 400 trabajadores en la planta. Lecturas recomendadas Anaya Pérez, Marco Antonio (1997). Rebelión y revolución en Chalco-Amecameca (1821-1921), vol. 2. México: Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, Universidad Autónoma de Chapingo. Arango Miranda, Azucena (1997). Industria y espacio en San Rafael, México: Formación, desarrollo y desenclave. Tesis de Licenciatura en Geografía, UNAM, México. Barreto Flores, Salvador (1998). El movimiento campesino en la región Itzaccíhuatl-Popocatépetl y la explotación forestal por la fábrica de papel San Rafael (1986-1992). Tesina, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM, México. Celorio, Indalecio (1997). Historia del papel corrugado en México. México. Club Deportivo Internacional (1938). ¡A la fábrica de papel de San Rafael! Espejel, L. (1993). San Rafael, un enclave. En Tortolero, Alejandro (coord.), vol. 1 y 2, Entre lagos y volcanes: Chalco Amecameca, pasado y presente. Toluca, México: El Colegio Mexiquense. García Luna, Margarita (1998). Los orígenes de la industria en el Estado de México (1830-1930). Toluca, México: Gobierno del Estado de México. Haber, Stephen (1989). Industrialization and Underdevelopment. University of Texas Press. Huerta González, R. (1994). Transformación del paisaje, recursos naturales e industrialización: El caso de la fábrica de San Rafael, Estado de México, 1890-1934. En A. Tortolero, A. (coord.) Tierra, agua y bosques: historia y medio ambiente en el México central. Colección Ecología, Guadalajara, México, Centre français d’études mexicaines et centraméricaines (CEMCA), Centro de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, Potrerillos Editores y Universidad de Guadalajara. Lenz, A. (1990). Historia del papel en México y cosas relacionadas. México: Porrúa. Martínez Moctezuma, Lucía (1994). Españoles en Chalco: Estrategias de empresarios frente a la fuerza de trabajo (1895-1913). En Tortolero, A. (coord.), vol. 1 y 2, Entre lagos y volcanes: Chalco Amecameca, pasado y presente. Toluca, México: El Colegio Mexiquense. Mexicanos y Centroamericanos y Centro de Investigaciones Dr. José María Luis Mora. Potrillo Ed. Noyola Rocha, J. (1999). Monografía de Tlalmanalco. Estado de México: Sindicato Único de trabajadores de la industria papelera de la R.M. (1936). Pliego de peticiones a la compañía de las fábricas de papel de San Rafael y anexas, S.A., México, D.F. UAM (2000). Atlas de los recursos naturales de Tlalmanalco. México: UAM. Este documento es una traducción y adaptación de: Raufflet, E. “The mixed blessings of paternalism: San Rafael, Mexico”. En Bird, F., Raufflet, E. y Smucker, J. (2005). International Businesses and the Dilemma of Development. Case Studies on Global Responsibilities and the Practices of Businesses in Developing Areas. Londres: MacMillan. Ca s o 2 Ilegalidad o inseguridad, un dilema para las tiendas de conveniencia de Monterrey Luis Portales y Consuelo García En el Área Metropolitana de Monterrey (AMM), entre 2006 y 2009, se registró un incremento en el número de pandillas –de 1 600 a 2 300, lo que representó un aumento de 45 por ciento–, y de pandilleros –de 11 319 a 35 000, equivalente a un incremento de 300 por ciento– (vea la tabla C2-1 y la gráfica C2-1 al final del caso). Ese incremento de la violencia ha afectado el desarrollo de la estrategia de crecimiento de una cadena de tiendas de conveniencia que opera en el área, pues el número de asaltos en las sucursales aumentó de 3 127 en 2007 a 4 146 en 2010.1 (En el presente texto omitimos el nombre de dicha cadena, por razones de confidencialidad). Ante esta situación, algunos de los líderes de tienda2 recibieron protección de pandillas a cambio de gratificaciones en especie: cerveza, vino y cigarrillos. Juan Portales3 es líder de una de esas tiendas y se encuentra en el dilema de aceptar ese tipo de protección –a sabiendas de que promueve el fortalecimiento de dichos grupos–, o bien, de utilizar algunas de las estrategias que promueve la cadena de tiendas para frenar el número de asaltos y mejorar el tejido social, corriendo el riesgo de que tales estrategias no den buen resultado y el negocio se vea afectado negativamente. La inseguridad en el área metropolitana de Monterrey Monterrey y su área metropolitana se encuentran en el estado de Nuevo León, México, y está conformada por los municipios de: Monterrey, Guadalupe, San Nicolás de los Garza, Juárez, General Escobedo, Apodaca, San Pedro Garza García y García. Desde inicios del siglo xx, ha sido parte fundamental del desarrollo industrial de México;4 sin embargo, también ha presentado patrones de polarización importantes,5 aspecto que en 2009 ocasionó que más de 40 por ciento de la población se encontrara en alguna situación de pobreza,6 y que 10 por ciento de la población ganara el equivalente de 85 por ciento de los ingresos de la ciudad. En ese contexto, el índice de robo a vehículos y negocios se incrementó durante 2009, siendo los municipios de Monterrey y Guadalupe los que tuvieron los niveles de incidencia más elevados: el incremento fue de 80 por ciento y representó 40 por ciento de los delitos que se cometen en el AMM. Otros factores que han incidido en el incremento de robos a negocios es la proliferación de pandillas, grupos que están relacionados con esa actividad delictiva. 1 2 3 4 5 6 http://www.milenio.com/node/544964 El líder de tienda es un comisionista que funge como el principal responsable del establecimiento y que cuenta con un equipo de seis personas. Los líderes de tienda reciben una comisión sobre el total de las ventas generadas mensualmente. Nombre ficticio que ilustra una situación real. Flores, O. (2000). Monterrey industrial, 1890-2000. Monterrey: Universidad de Monterrey. Garza, G. (1998). Estructura urbana y gestión municipal en el área metropolitana de Monterrey. En Ceballos, M., Monterrey 400: Estudios históricos y sociales, pp. 91-128. Monterrey: Universidad Autónoma de Nuevo León. Consejo de Desarrollo Social. (2009). Mapas de pobreza y rezago social. Área Metropolitana de Monterrey. Monterrey: Consejo de Desarrollo Social. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 242 Tal aumento está correlacionado con la ruptura de modelos familiares,7 el incremento en el consumo de drogas y la disminución en los ingresos. Los municipios de Escobedo, García, Apodaca, Juárez, Santa Catarina y Santiago son los que concentran la mayor cantidad de dichos problemas (vea mapa C2-1, al final del caso). Un elemento que ha sumado peligrosidad a estos grupos pandilleros es el reciente nexo que han tenido con el crimen organizado, el cual, además de fomentar el narcomenudo,8 los provee de armas de fuego.9 Ello ha generado una subcultura que se caracteriza por hacer alarde de artículos de lujo, como automóviles costosos, joyas, y ropa y calzado de marcas reconocidas, lo cual resulta atractivo para los jóvenes10 y agrava aún más el problema de las pandillas y su actividad delictiva. La estrategia de crecimiento de la cadena de tiendas de conveniencia A finales de 2009, la cadena comercial de las tiendas de conveniencia que aquí analizamos ocupaba una posición de liderazgo en México, al contar con una importante participación de mercado. Dicha participación fue posible gracias a la ejecución de una estrategia que permite el crecimiento y seguir trabajando en otras opciones para garantizar que éste continúe en el mediano y largo plazos. La estrategia actual se fundamenta en tres vectores: expansión, abasto y consumidores. La expansión es el vector que da mayor sustento a la estrategia de crecimiento y tiene como base dos elementos: la correcta ubicación de las tiendas (puntos de expansión), y mayor velocidad en la apertura de sucursales, con la intención de cubrir más territorio en un menor tiempo, hasta lograr inaugurar un establecimiento cada 12 horas, en promedio. El abasto es la disponibilidad en la tienda de una gran variedad de productos, los cuales van desde alimentos hasta artículos de higiene personal y para el hogar. El tercer vector radica en satisfacer las necesidades de los consumidores, ofreciéndoles una serie de conveniencias, como cercanía, horario de 24 horas, fácil acceso, rapidez y comodidad de compra, así como la facilidad de pagar los recibos de servicios domésticos en las tiendas (cuadro C2-1).11 Esta estrategia de expansión ha llevado a situar tiendas en las zonas del AMM donde el número de pandillas ha crecido considerablemente, lo que, a la vez, ha incrementado la cantidad de asaltos realizados por parte de los integrantes de tales grupos. Esto llevó a la dirección de la empresa a generar una serie de medidas y programas para reducir el número de actos delictivos en su contra. El perfil del líder de tienda El líder de tienda12 tiene un perfil con características muy similares en la mayoría de los casos y de las ciudades. Es una persona con escolaridad hasta el nivel medio superior, cuyo nivel socioeconómico es de medio a medio bajo. Además, los líderes de tienda suelen tener un entorno familiar con nexos bastante fuertes. Durante el proceso de selección y reclutamiento de futuros líderes de tienda, la empresa busca personas que puedan conformar equipos de trabajo con sus 7 8 9 10 11 12 De 2007 a 2009, la situación de violencia familiar mantuvo un valor de constante de 10 000 casos por año; además, se encontró una correlación positiva entre este fenómeno y el incremento de las pandillas (Cerda, 2009). Comercio de drogas ilícitas en pequeña escala. En 2009, Osorno identificó que una veintena de pandillas tenían nexos con el grupo de “Los Zetas”, grupo del crimen organizado que tiene su zona de influencia en los estados de Nuevo León y Tamaulipas, principalmente. Orozco, M. (21 de marzo de 2009). Los jóvenes, víctimas y armas del crimen organizado. http://www.elperiodicodemexico. com/nota_impresion.php?sec=yid=237589 Infosel–Financiero, 18 junio de 2010. Persona que trabaja como comisionista al interior de la cadena comercial, pero que goza de autonomía en la decisión de aspectos que están relacionados con la operación de la tienda. CASO 2 Ilegalidad o inseguridad, un dilema para las tiendas de conveniencia de Monterrey 243 familiares más cercanos; de preferencia, se trata de que sea un padre de familia que funja como líder, y teniendo a su esposa e hijos como empleados. Este modelo pretende que el entorno familiar se convierta al mismo tiempo en el entorno laboral, con lo cual se busca fortalecer los niveles de gestión de operación de la tienda, aprovechando buenos niveles de confianza y generando un ambiente laboral vinculado al contexto familiar. Así, los líderes de tienda son la figura principal en las tiendas, gozan de cierta autonomía en relación con la empresa y, por lo tanto, se convierten en los tomadores de decisiones más importantes en la operación de la sucursal, tal como se ha dado con el caso de la seguridad. Algunas soluciones al problema13 Al contar con tiendas en zonas de riesgo, el área de protección patrimonial identificó que, al tener las instalaciones abiertas las 24 horas del día, se generaba un peligro para los líderes de tienda y su grupo de trabajo, en especial en los horarios nocturnos, cuando las pandillas suelen andar en acción. Como respuesta a ello, en 2006 se habilitó la modalidad de venta nocturna por ventanilla; sin embargo, ese cambio en la operación no logró reducir el número de asaltos en las tiendas durante 2007 y 2008. Es más, el indicador aumentó en 2009 (tabla C2-2 y gráfica C2-2). Ante esta situación, durante 2008, el área de tesorería de la cadena, en conjunto con el área de protección patrimonial, realizó un proceso de análisis estadístico, en el cual se encontró que en 80 por ciento de los asaltos, 65 por ciento de la mercancía robada correspondía a tarjetas telefónicas de celular, 20 por ciento a vinos, licores y otras bebidas alcohólicas, y el restante a cigarrillos. La respuesta se dio a la par con los cambios en el mercado de telefonía móvil, tomándose la decisión de dejar de vender tarjetas telefónicas de alto valor e implementar la venta de tiempo aire por vía electrónica,14 disminuyendo así el riesgo de faltante de ese tipo de mercancía por cualquier motivo. De forma simultánea, se buscó la forma de disminuir la cantidad de efectivo en las cajas registradoras, lo cual se logró de dos formas: la primera fue la instalación de una caja fuerte para depositar todo el efectivo que excediera de los 100 dólares en las cajas registradoras; y la segunda fue la promoción del cobro con tarjeta de crédito o débito, a través de la instalación de terminales bancarias en 2009, logrando así que las transacciones de venta con valores muy altos no representaran entrada de efectivo. Por otro lado, en 2008 se instaló un circuito cerrado de televisión centralizado en las tiendas donde la incidencia de asaltos era mayor. Además de las acciones emprendidas para reducir el monto robado en las tiendas, se tomaron medidas en materia de capacitación a los líderes de tienda y a su equipo de trabajo. Durante los procesos de capacitación, se les enseñaba qué hacer en ese tipo de situaciones. La forma y el contenido de dicha capacitación se dirigían a instruirlos para hacer todo lo que el criminal diga: “Si se quiere llevar una botella, dale dos”. De esa forma, la empresa enviaba el mensaje de que lo importante era la integridad física de las personas que trabajaban en la tienda. Con la intención de mejorar las relaciones con las comunidades donde se encuentran las sucursales, la empresa creó en 2009 el departamento de desarrollo comunitario, desde el cual se han impulsado diversos proyectos que buscan mejorar la cohesión social15 de estas zonas en conflicto. Entre dichos proyectos destaca el denominado “Vecinos alertados”,16 que comenzó en San Pedro 13 14 15 16 Toda la información brindada en esta sección relacionada con las decisiones fue resultado del proceso de investigación de un grupo de estudiantes –uno de los cuales participó en este proceso de toma de decisiones– de la EGADE Monterrey y que fue presentado como proyecto final de la materia “Política empresarial, ética y responsabilidad social corporativa y sostenibilidad”. Modalidad de prepago del servicio de telefonía celular que no se requiere comprar tarjetas telefónicas, sino que el pago se realiza por vía electrónica, y el monto es depositado al número de celular que se desea. Entendida como la percepción que tienen los miembros de una comunidad (la colonia en este caso) de pertenencia a un proyecto o a una situación común. Los nombres de los programas han sido modificados con la intención de mantener la confidencialidad de la cadena comercial. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 244 Garza García y se ha expandido a otras colonias dentro de ese municipio, con el objetivo de concientizar a la comunidad, enseñándole a identificar situaciones sospechosas para denunciarlas antes de que se incurra en algún delito en la zona. Otro de los proyectos es “Pintemos la colonia y rehabilitemos los parques”, el cual busca involucrar a jóvenes de pandillas en la mejora de las áreas comunes de sus colonias, con el fin de que la comunidad trabaje en conjunto para la mejora de estos espacios. Como tales programas requieren de la participación y disposición de las autoridades, su implementación no ha podido realizarse en todos los municipios donde se encuentran las tiendas en cuestión. Con este tipo de soluciones, la parte gerencial de la empresa buscó hacer frente a la situación de inseguridad que se presentaba en sus tiendas; sin embargo, solamente atendía la cuestión del monto de lo robado, así como la respuesta que el líder y los empleados de la tienda debían dar en caso de que se presentara algún incidente de ese tipo. A decir de los líderes de tienda,17 las acciones seguidas por la empresa no reducían el riesgo de sufrir robos ni la situación de violencia que se pudiera generar durante la ejecución del asalto. De esa manera, con la intención de protegerse a sí mismos y a su equipo de trabajo, conformado principalmente por sus familiares, comenzaron a tomar decisiones por su cuenta, y una de ellas pareció dar buenos frutos, a pesar de estar relacionada con cuestiones de ilegalidad. El inicio de los nexos con las pandillas En algunas colonias de los municipios de Apocada y Escobedo, el conflicto entre pandillas provocó que algunas tiendas sirvieran como fuente de financiamiento de dinero y productos. El objetivo de los ladrones y pandilleros era obtener efectivo, cigarrillos y licor de alto valor. El interés por mejorar esta situación provino de uno de los miembros de la colonia. Dentro del equipo de trabajo de una tienda había un joven menor de edad que había sido miembro de una de las pandillas más numerosas de la zona. Después de tres robos en la misma semana, el joven propuso al líder de la tienda un trato: la pandilla le aseguraba que nadie lo iba a asaltar y, a cambio, él proporcionaría un cartón de cerveza.18 Inicialmente, el líder rechazó el trato. Un día después, sufrió un robo a mano armada durante el turno en que se preparaba el efectivo para la recolección de valores. Esta situación lo hizo tomar la decisión de aceptar la protección. Ambos interesados cumplieron con su parte del trato. De esa forma, la tienda no sufrió asalto alguno mientras los miembros de la pandilla la protegían. De alguna u otra forma, el caso se fue permeando en dos direcciones: por un lado, hacia otros líderes de tienda en situaciones similares y, por otro, hacia los asesores comerciales y los equipos administradores de la empresa. A medida que los casos aumentaron en número, las oficinas corporativas de la empresa hicieron un proceso de documentación de la situación. Encontraron que alrededor de 40 establecimientos vivían situaciones similares, donde el común denominador era la protección por parte de algún grupo delictivo hacia los líderes que administraban tales establecimientos, a cambio de recibir productos o dinero. Juan, líder de una de las tiendas que se encuentran en zonas de conflicto, recibió la oferta de protección a cambio de un pago en especie (una determinada cantidad de cigarrillos y cervezas a la semana). Se encuentra en una disyuntiva. Si acepta el trato, estaría favoreciendo la ilegalidad de esos grupos, su posible proliferación y la lucha de poder entre las diferentes pandillas que existen en la zona. Si rechaza el trato, podría denunciar el asunto ante las autoridades e impulsar la puesta en marcha de los programas sociales que promueve la empresa, asumiendo el riesgo de que esta solución no llegue pronto y la incidencia de robos se mantenga o aumente. ¿Qué le conviene hacer? 17 18 http://tesis.uson.mx/digital/tesis/docs/18893/Capitulo5.pdf Paquete con 20 cervezas de 350 ml. CASO 2 Ilegalidad o inseguridad, un dilema para las tiendas de conveniencia de Monterrey 245 Anex o s TABLA C2 - 1 Número de pandillas y pandilleros en el AMM de 2006 a 2009. Pandillas Integrantes 2006 2007 2008 2009 1 600 1 907 1 905 2 300 11 319 19 669 26 600 35 000 Fuente: Elaboración de los autores con datos de Cerda (2009). TABLA C2 - 2 Número de asaltos en todas las tiendas de conveniencia en el AMM. Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic Total 2007 Años 296 388 431 346 382 412 455 417 392 344 327 307 4 497 2008 279 277 260 275 357 430 513 449 398 439 382 417 4 476 2009 462 513 566 510 438 408 468 396 428 393 422 457 5 461 2010 (con violencia) 182 241 175 182 255 240 215 211 1 701 2010 (sin violencia) 230 321 319 322 345 344 281 283 2 445 Total en 2010 412 562 494 504 600 584 496 494 4 146 Fuente: Elaboración de los autores con datos de la Dirección de Informática de Milenio.com. 246 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 700 600 500 400 300 200 100 0 Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Jul. Ago. Sep. Oct. Nov. 2007 2008 2009 2010 (Con violencia) 2010 (Sin violencia) 2010 Dic. Fuente: Elaboración del autor con datos de la Dirección de Informática de Milenio.com G R ÁFI CA C2 - 1 Tendencia de los robos a negocio en el AMM. Cuadro C2-1 Concepto comercial Las tiendas de conveniencia ofrecen a sus clientes varias ventajas. La primera de ellas es la cercanía, ya sea en relación con su casa, su trabajo o su centro de estudios. También les brindan atención amable y servicio rápido por personal responsable y preocupado por tratar bien al cliente. Además, en las tiendas de conveniencia, los clientes encuentran estacionamiento, horarios amplios de servicio e incluso cajeros automáticos. El enfoque de las tiendas de conveniencia en México no sólo gira en torno a ofrecer productos básicos, sino también servicios. En la actualidad, en esos establecimientos, los clientes pueden pagar los servicios de 40 empresas, lo cual les permite ahorrar el tiempo que tendrían que destinar a hacer largas filas en los bancos, en especial, en los días de quincena. En ese sentido, cualquier persona que pertenezca a la clase media baja o a cualquier estrato superior es un cliente potencial. Sin embargo, la empresa se dirige principalmente a la clase media, especialmente a aquellas personas que se desplazan mucho por razones laborales. En zonas escolares, por ejemplo, los universitarios pueden conformar una parte considerable de la clientela. Ca s o 3 Un dilema de responsabilidad1 Juan Manuel Parra Torres, Marcelo Paladino Para Carlos Villa, el desempleo y la marginación social se habían convertido en temas de preocupación personal cada vez que leía los periódicos en su oficina, a primera hora de la mañana. Pasaban los meses de ese difícil año 2001 y la prensa seguía informando, casi a diario, que cerca de tres millones de colombianos estaban desempleados. La pobreza estaba alcanzando cifras cercanas a 60 por ciento y la economía había entrado en crisis desde 1999, cuando el PIB cayó a cerca de –4 por ciento y dejaba una tasa de desempleo cercana a 20 por ciento de la población económicamente activa. Además, la situación de inseguridad en el país había empeorado durante la negociación del gobierno con la guerrilla de las FARC que para entonces se había roto, disparando los índices de violencia en el país y aumentando el número de secuestros a cifras alarmantes. Muchos emigraron a otros países en busca de cualquier tipo de trabajo como indocumentados, independientemente de su condición social, edad o perfil profesional, separándose de sus familiares, a quienes trataban de girar dinero en forma de remesas, si es que algo del sueldo como trabajadores indocumentados les permitía contar con un excedente para enviar. Lo más cruel del desempleo –afirmaban algunos– era ver y sentir las necesidades de su familia, sentirse responsables de dicha situación y no poder hacer nada para combatirlo, con la consecuente pérdida de autoestima y la sensación de impotencia e incertidumbre constante. Carlos Villa El empresario Carlos Villa tenía entonces 47 años y era gerente regional de una multinacional del sector de químicos industriales. Provenía de una familia conservadora y tradicionalista de Medellín, Colombia, que le había heredado valores claramente definidos y el espíritu emprendedor de su padre, un comerciante y fabricante de textiles que llegó a ser exitoso en su labor, aunque terminó en la quiebra. Así recordaba Villa a sus padres: Recuerdo a mi padre como un hombre generoso, alegre, que siempre estaba atento a prestarle ayuda a quien la necesitara. Dedicaba tiempo a una finca lechera a la cual le compraban leche los habitantes de la zona para su consumo diario. Mi madre también se caracterizó siempre por su buen corazón, por lo cual no era poco frecuente que regalara leche o hasta pertenencias de la familia a quienes, discretamente, le pedían ayuda. 1 Copyright © Octubre 2008, INALDE-Universidad de La Sabana (Colombia), IAE–Universidad Austral (Argentina) Caso elaborado por el profesor Juan Manuel Parra Torres del área de Dirección de Personas en las Organizaciones del INALDE (Colombia) y el profesor Marcelo Paladino del área de Empresa, Economía y Sociedad del IAE (Argentina), como base de discusión y no como ilustración de la gestión, adecuada o inadecuada, de una situación determinada. Actualizado en junio de 2010. 248 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Carlos se destacó por ser un buen alumno. Estudió ingeniería química en la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín y llegó a convertirse en monitor y profesor de varias materias. A la vez, trabajaba como docente en colegios nocturnos con el fin de aliviar un poco la mala situación económica de su familia. Educado en un ambiente donde se valoraba el trabajo arduo, se destacó –desde el comienzo de su vida laboral– por ser un incansable trabajador que fue logrando todo lo que se propuso. Cuando alcanzó el nivel suficiente para ocupar un cargo directivo, empezó a cuestionarse sobre la responsabilidad de los altos dirigentes de la empresa de cara a sus empleados. De hecho, desde muy temprano en su carrera se preguntaba por las razones detrás de las grandes diferencias salariales entre los ejecutivos de su nivel (directivos y accionistas) y los trabajadores de la empresa que ganaban apenas el salario mínimo y las prestaciones de ley, lo cual era –según le decían– las reglas del mercado. Durante 15 años, Carlos trabajó en Electroquímica Colombiana, una empresa que –con la llegada de la apertura económica del país a principios de la década de 1990, luego de una década de proteccionismo gubernamental y del total cierre a las importaciones– se vio en la necesidad de cerrar su planta de producción. Fue entonces cuando el conglomerado económico que era socio capitalista decidió salir de ese negocio. Carlos –que para entonces tenía 38 años– encontró en esto una oportunidad y se puso al frente de la transformación de la empresa, convencido de que podían continuar operando dentro de una nueva actividad económica. Fue así como logró impulsar y efectuar la compra y posterior fusión de tres empresas productoras de envases de plástico en una única empresa, Proplas, de la que fue su primer gerente general. Sus inquietudes respecto de la difícil situación económica, y del impacto que ésta tenía sobre la gente, no dejaban de ser fuente de preocupación, más aún con los alarmantes niveles de pobreza con los que el país parecía haberse acostumbrado a vivir. Al respecto, Carlos recuerda: En los años de Electroquímica, noté con preocupación cómo la cultura de la clase trabajadora no les ayudaba a salir de la pobreza. Veía, como ejemplo de esto, la forma como los operarios –los días de pago– salían de la empresa a gastarse el dinero en licor, a la vez que no se preocupaban por conseguir una vivienda para sus familias. Con esto en mente, decidí impulsar una agresiva política de vivienda, según la cual todo aquel que entrara a la empresa y no tuviera casa propia, a los cinco años debía cuestionarse su permanencia en la compañía. Adicionalmente, busqué los medios para impulsar el desarrollo y la educación de los trabajadores. Les dimos tiempo para estudiar y fomentamos pactos entre ellos para que se cubrieran los turnos cuando tuvieran que asistir a clases. Una vez efectuada la fusión de las tres empresas en Proplas, era necesario hacer que la compañía se hiciera más competitiva y evitar el cierre en medio de una coyuntura de gran complejidad. Y, para lograr este objetivo, la colaboración y el compromiso de la gente resultaban fundamentales: Recuerdo que si bien debí negociar con un sindicato temeroso de ser engañado, yo estaba decidido a cambiar la cara de la compañía y de las relaciones laborales. Ya no se trataba de obtener el máximo beneficio por el mínimo de trabajo, y así les hice saber a los sindicalistas que ellos debían “hacer más que apretar un botón” en la planta de producción y que la mayor victoria sindical debía ser la supervivencia de la empresa. Esto no era fácil. Por eso tuve que dejar en claro que no podríamos efectuar una transformación aún mayor si no había una voluntad real de cooperación. El sindicato aceptó y, así, la empresa pudo continuar adaptando su proceso productivo a las exigencias del momento. CASO 3 Un dilema de responsabilidad 249 Interquim A mediados de 1995, Carlos tuvo diferencias de criterio con uno de los socios de Proplas por el manejo de asuntos relacionados con la fusión y decidió retirarse de la empresa que había ayudado a conformar. En septiembre de ese año, recibió una oferta formal para asumir la gerencia general de Interquim, una empresa fundada en 1973 y ubicada en Girardota, un pequeño poblado a 26 kilómetros de la ciudad, que se dedicaba a la recuperación y rectificación del alcohol metílico (metanol) para la industria y posteriormente a la producción de resinas, espumas, disolventes (tíner), pinturas, abrasivos y adhesivos de contacto. La empresa estaba entonces en un proceso de transición y sus socios no lograban ponerse de acuerdo sobre la definición del futuro del negocio. Pero a Carlos le preocupaban más otros asuntos, pues tenía claro que quería autonomía para fijar el rumbo que considerara adecuado. Así, decidió aceptar el reto. A su llegada, Villa se encontró con una empresa familiar que había dado buenos resultados y había logrado consolidar unas finanzas sanas, pero que al mismo tiempo había desaprovechado muchas oportunidades que dieron lugar a diversas amenazas en el entorno de su negocio. Adicionalmente, el estilo de dirección requería renovarse para garantizar la participación de los empleados en cambios que, sin su colaboración, resultarían más difíciles de llevar a cabo. La empresa había sido dirigida con un estilo más bien autoritario y con poca participación de los empleados en la gestión. Los salarios eran bajos y la rotación de personal alta, indicadores que reflejaban bajos niveles de compromiso y lealtad. Sin embargo, y quizá por las tensiones del mercado laboral, la gente apreciaba el trabajo. Al requerir la participación de la gente para producir los resultados que esperaba, Carlos optó por no demorar las decisiones relacionadas con el personal. Entonces, reunió a los empleados para hablarles de los nuevos rumbos y de los cambios por venir, tanto en los procesos como la tecnología de producción, que resultaban fundamentales para la competitividad de la empresa. Esos cambios necesitaban buenos profesionales y técnicos, pero también una clara alineación con las políticas generales, pues él siempre había creído que una empresa podía dirigirse fácilmente mientras hubiera claridad en los principios y las políticas de administración. Otras medidas importantes fueron el apoyo a ambiciosos planes de formación y desarrollo de los empleados, y el nuevo diseño de los procesos de acuerdo con las normas ISO 9000 e ISO 14000 y con el sistema de gestión de responsabilidad integral (Responsible Care ®). Interquim había entrado desde 1994 en el programa de Responsible Care, el cual buscaba que los industriales asumieran una responsabilidad integral que implicaba el acompañamiento del producto hasta su disposición final, responsabilizándose de toda la cadena, desde la materia prima hasta la entrega al cliente. Desarrollado por la industria química canadiense en la década de 1990, el programa tuvo en Interquim una de las empresas líderes en Colombia en esos aspectos y desarrolló su potencial gracias al trabajo con la comunidad impulsado por la encargada de los programas de responsabilidad integral, salud, seguridad y medio ambiente, Liliana Gaitán. Como el primer código de responsabilidad integral promovía la necesidad de preparar a la comunidad para las emergencias de la industria, una empresa cuya fábrica ocupaba un terreno de 30 000 metros cuadrados tenía el deber de informar a la comunidad acerca de todos los riesgos de sus procesos productivos y de prepararla para que –en caso de emergencias– todos pudieran actuar de una manera correcta, sabiendo dónde refugiarse y con quién ponerse en contacto. De esa manera, no sólo se cuidaba el desarrollo de la organización hacia una situación de mayor estabilidad y seguridad, sino que también se asumía una responsabilidad clara frente a la comunidad vecina de la empresa. Hacia el interior de la compañía, Villa también procuró que hubiera una clara descripción de cargos y un concienzudo estudio de perfiles de acuerdo con la plantilla contratada. También fomentó la construcción de todas las políticas de beneficios y servicios al personal, y se hicieron dos 250 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial nivelaciones de sueldo –la primera al mes de haber ingresado y la segunda tres meses después– con el fin de reducir rápidamente las brechas salariales. Estas medidas implicaban una profunda transformación en la cultura de la compañía, buscando que el estilo de dirección de los mandos pudiera evolucionar radicalmente. Por eso, Villa advirtió que quienes no estuvieran de acuerdo con esos lineamientos tenían las puertas abiertas para irse. Se esperaba que la gente empezara a cambiar –como efectivamente sucedió– y, con ella, la cultura laboral de la organización, contribuyendo a recuperar así la confianza en la dirección. Se planteó entonces la elaboración de un plan estratégico basado en grandes inversiones de tecnología y en un plan de desarrollo de capacidades directivas para los empleados con cargos de responsabilidad y mando. Puesto que esto implicaba realizar su propio proceso de formación técnica y directiva, Villa consiguió una beca en Alemania, gracias a la cual pudo viajar y hacer contactos en Europa, que luego influirían en el futuro de la empresa. La llegada de AkzoNobel Desde su vinculación a Interquim, Carlos Villa se había encontrado con una tecnología obsoleta que demandaba grandes inversiones. Por eso, presentó el plan estratégico a la junta directiva, que lo recibió con asombro, pues sus integrantes daban por hecho que se encontraban en una situación favorable. Se planteó entonces la necesidad de buscar un socio estratégico que les aportara mejor tecnología para el proceso productivo, el desarrollo de productos y las aplicaciones específicas para los clientes. Así, se inició un proceso de búsqueda que duró dos años (de 1996 a 1998). Villa eligió y evaluó a seis compañías multinacionales como posibles socios. Entre ellas estaba el grupo AkzoNobel (vea el anexo 2). En ese entonces, Akzo era socio de una empresa colombiana de mucho prestigio –ENKA de Colombia– y Villa encontró allí una empresa, Casco Adhesives, parecida a Interquim y dentro de AkzoNobel. Fue muy difícil, pero a su vez interesante en medio –tal vez– del peor momento del país, ir convenciendo a los directivos suecos de la unidad de negocios Casco Adhesives, pertenecientes a AkzoNobel, de hacer una inversión en Colombia, totalmente alineada con su negocio, con el fin de iniciar actividades en Latinoamérica, donde no tenían presencia. Los invité convencido de las grandes posibilidades de desarrollo del negocio y de la muy importante oportunidad que significaría para ellos adquirir la empresa, como de hecho se demostró pocos años después. Tenían un gran temor, principalmente por lo referente al gran deterioro en el tema de seguridad y gobernabilidad del país. Sus primeros viajes cambiaron su percepción de manera muy positiva, principalmente por la confianza que les generaron el profesionalismo y convencimiento del equipo directivo en el futuro planteado. Mientras se daba el proceso de transformación de la compañía, los accionistas originales manifestaron su negativa a los requerimientos de capital para emprender los proyectos planteados por Villa. Por eso, decidieron autorizarlo para conseguir las mejores condiciones de cara a la venta de la empresa, lo cual se logró después de un proceso de varios meses de intensa negociación. Así, AkzoNobel llegó cuando el proceso de mejora y reorganización estaba en marcha. Se había conformado un buen equipo de trabajo y los resultados de la labor conjunta eran notorios; sin embargo, al mismo tiempo, se preveían amenazas de una caída en la actividad económica del país (anexo 1). Ante las amenazas del entorno, los nuevos dueños propusieron –en la primera junta directiva– reducir el personal, con lo cual se presentó una primera diferencia de criterio con Villa. CASO 3 Un dilema de responsabilidad 251 Convencido de que tales medidas acabarían con los avances obtenidos respecto de las mejoras en la cultura organizacional, y preocupado en relación con la problemática social del país, Villa dio a entender que si persistían en su posición, sería necesario que prescindieran de él. A ojos de AkzoNobel, Carlos Villa era clave en el exitoso cambio que se estaba gestando al interior de la compañía. Pero si bien entendían la posición de Villa y su afán de ser consistente con sus decisiones y coherente en sus ideas –y sabiendo que él se negaría a agravar la ya difícil situación de desempleo del país–, también fueron claros en sus exigencias, las cuales respondían a las condiciones del mercado donde habían invertido importantes recursos. Villa se comprometió con AkzoNobel a dar los resultados esperados, pero manteniendo al personal y comprometiendo en el proceso sus esfuerzos y los de sus empleados: Al fin y al cabo, yo había prometido a los empleados de Interquim que conservaría a todo aquel que cumpliera a cabalidad con el perfil profesional y las responsabilidades para las cuales había sido contratado, siempre y cuando trabajara acorde con los valores de la compañía. Por ese motivo, no permitiría que se quedara gente mediocre o que no compartiera con total convencimiento la filosofía de la organización. Así, con las personas que se quedaron, se hizo un trabajo maravilloso. La gente de AkzoNobel que estuvo con nosotros encontró un elemento nuevo muy interesante. Este enfoque para ellos era novedoso, porque –como buenos europeos– estaban acostumbrados a resultados y culturas laborales normales para una economía próspera. Principios y valores de Interquim Como parte de los principios de su filosofía corporativa, Carlos Villa y los demás directivos de Interquim habían decidido que –como su primera responsabilidad y en la medida de las posibilidades– serían una empresa generosa con sus trabajadores. Esto implicaba no sólo que pagarían bien, sino que los beneficios deberían llegar más allá de los accionistas. Desde el comienzo, Carlos planteó a los accionistas que los beneficios se distribuirían de forma equitativa entre los clientes (en precio y servicio), los empleados (con su sueldo y beneficios), los accionistas (con sus dividendos), el Estado (con los impuestos), y la comunidad (con los diversos programas diseñados específicamente para ese fin). Este “principio de generosidad” –como lo llamaba Carlos– partía de que, en sus prioridades, y luego del cumplimiento de sus deberes primarios y más evidentes, colocaría en primer lugar a los trabajadores; después a los clientes; luego a la comunidad y al Estado; y, finalmente, los accionistas. Esto –aseguraba Villa– sería la mayor garantía de una retribución justa a la inversión: Tuve la gran fortuna de que mis jefes europeos fueran muy receptivos con estos inusuales planteamientos formulados en sus inicios. Además, luego de ver los resultados de los primeros meses, depositaron totalmente su confianza en mi gestión, lo cual facilitó poner en marcha la filosofía empresarial y social que desplegamos en los años siguientes. Esto se demostró por la forma como, entre 1995 y 2004, la empresa dejó de pagar un salario mínimo mensual legal vigente a los empleados de rango más bajo, para pagarles casi dos veces el salario mínimo. Eso implicó un cambio de mentalidad y de lealtad en unos empleados que –a mediados de la década de 1990– sólo iban a Interquim por un trabajo temporal, mientras encontraban algo mejor. También se mejoraron los servicios y beneficios para los trabajadores. Se les otorgaron préstamos para adquirir una vivienda, con lo cual logró que la totalidad de los trabajadores casados pudieran tener vivienda propia, una prerrogativa que constituye un rasgo distintivo y sostenible de la cultura laboral de Interquim. 252 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Siendo la generosidad un valor establecido en la empresa desde el inicio del proceso, se quiso apoyar también este valor en la necesidad de aportar recursos –no sólo con dinero, sino también con trabajo y gestión– con el propósito de ayudar a solucionar los problemas de los trabajadores. Así, la solidaridad debía ser un valor muy incorporado en la cultura de la organización. Por eso, se hizo con todos un “pacto de caballeros” según el cual, si en un momento la situación económica de la empresa se veía amenazada, todos estarían dispuestos a ver reducidos sus prestaciones y sueldos si con ello se podía salvar a la compañía. Eso, afirman sus colaboradores, les quedó grabado en la mente. Las políticas de recursos humanos incluyeron pago de salarios fijos, los cuales variaban anualmente de acuerdo con el desempeño individual, dentro de escalas bien definidas y con evaluaciones de 360 grados. La evaluación de desempeño partía de la base de la dirección por objetivos y los planes anuales de desarrollo. Como para Villa era importante la formación de los empleados –no sólo la capacitación profesional (que se impartía semanalmente), sino en especial su desarrollo humano para hacerlos personas íntegras–, debían facilitar medios para ayudarles incluso a resolver sus problemas personales y familiares cuando éstos se presentaran. Carlos puso en práctica una política de puertas abiertas, la cual permitía que todos sus empleados pudieran escribirle, buscarlo o llamarlo por teléfono cuando así lo desearan. Conocía, además, a todos los cerca de 100 empleados (incluyendo operarios de planta) por su nombre y sabía si estaban casados o tenían familia, y en qué problemas podía ayudarlos. Llevó la formación en valores a todo escenario donde fuera posible, incluidas las convenciones de ventas, en las que –mientras todos llegaban con gráficas, tablas e informes– él iniciaba hablando de libros y organizaba tertulias sobre valores y ética. Así quería realizar una transformación cultural paulatina y sin imponerla, sin temor a tocar estos temas que para la gente, en un principio, eran demasiado extraños y poco frecuentes, pero que al final permearon a toda la organización. Aunque el gerente de recursos humanos no sabía a veces qué hacer con esto, estaba consciente de que la autonomía que habían otorgado los propietarios a Carlos era tal que podía hacer de ésta la empresa con la cual soñaba. El programa del “buen vecino” A pesar de todo lo que se había logrado, Carlos aún no se sentía totalmente satisfecho. Tiempo atrás había pensado en reforzar en su grupo directivo los valores que esperaba que se vivieran en toda su organización, comenzando por los directivos de mayor jerarquía. De este modo, se decidió a organizar charlas de la gerencia con cierta regularidad, algunas con todo el personal, pero más que nada diseñadas para realizar periódicamente un comité ampliado de gerencia en el que participarían cerca de 30 personas e incluyendo a todo jefe que tuviera personal a su cargo. Ante la gravedad de la situación económica y social del municipio de Girardota, donde estaba ubicada la planta de producción, Villa se percató de que esas reuniones eran la oportunidad de plantear y desarrollar conjuntamente un proyecto social de apoyo a la comunidad cercana: Reuní a mi equipo de colaboradores cercanos con este grupo ampliado de directivos y jefes, para hacerles ver la obligación moral que teníamos –como personas privilegiadas en un contexto tan caótico– para ayudar a esa comunidad pobre al lado de la cual operaba la compañía. No podíamos ignorar que –tarde o temprano– veríamos los efectos adversos de no preocuparnos por ellos ni ayudar en la solución de sus problemas, pues simplemente no es posible tener una empresa saludable en un entorno enfermo. CASO 3 Un dilema de responsabilidad 253 Villa dijo a su equipo de directivos que era “muy difícil ser rico en medio de tanta pobreza”, puesto que no era viable ni conveniente tener una empresa próspera en un entorno con tales dificultades, pues –en razón de la presencia cada vez mayor de actores armados que cometían acciones ilícitas– si llegaba a darse un atentado contra las instalaciones de la empresa y su personal, AkzoNobel cobraría su seguro y abriría su fábrica en Chile, en Corea, en Polonia o en cualquier otro lugar, pero no la mantendría en Colombia. Villa estaba consciente de lo dramático de la situación para las empresas. Sus constantes viajes a otro país sudamericano para visitar clientes lo habían impresionado por las numerosas fábricas que vio convertidas en bunkers, como si fueran prisiones destinadas a defender a la empresa. Por ello se preguntaba cómo podrían lograr que la comunidad misma los respetara, quisiera y protegiera, ahora que los homicidios y secuestros generados por las guerrillas iban en un notorio ascenso. Girardota tenía un déficit presupuestal cercano a 50 por ciento y estaba en proceso de acogerse a la ley 550 (suspensión de pagos). Con una tasa de desempleo cercana a 30 por ciento, y mientras el país entraba en una de las recesiones económicas más profundas de su historia reciente, a Carlos Villa le quitaba el sueño el impacto que esa situación tendría en la comunidad si no se hacía nada al respecto. Por ello, le preocupaba la búsqueda de una solución pronta y viable. No era, sin embargo, una discusión teórica. Interquim pensaba en su comunidad circundante y lo demostraba. De hecho, establecieron por su propia iniciativa –ya que no era una política formalmente establecida en AkzoNobel– un programa de “buen vecino”, mediante el cual se acercaron a la comunidad para conocer sus necesidades e hicieron donaciones al hogar de ancianos, al hospital público y a un centro de madres comunitarias. Fuertemente impresionados por la situación de extrema pobreza en que vivían los 700 campesinos de la vereda San Diego, optaron por ir también a la escuela rural con el fin de hablar de la necesidad de educar a los niños en valores, en respuesta a los crecientes problemas relacionados con adicciones que se presentaban en la comunidad. Asimismo, brindaron capacitación en prevención de desastres y organizaron un comité operativo interno de emergencias con los niños y sus padres. Con ayuda de la Cruz Roja y las autoridades del municipio, entrenaron a grupos de niños líderes en el manejo de riesgos y el desarrollo de planes de evacuación, y formaron también grupos de voceros en conjunción con una política de puertas abiertas, con miras a realizar un adecuado manejo de las relaciones con la comunidad. En temas de medio ambiente, ya desde antes de la llegada de Carlos se había visto la necesidad de responder por la contaminación del río y los enterramientos de desechos químicos. Por eso, Villa logró que esos temas dependieran directamente de la cabeza de la organización, pues debían ser un referente y un ejemplo que pudiera ser digno de imitar por otras empresas. Para ello, asistió a foros donde se pudiera aprender sobre manejo de residuos, uso del agua, reciclaje y formas de influir positivamente en la cadena de valor. De hecho, fue de las primeras cosas que AkzoNobel indagó cuando estaba decidiendo si compraba la empresa, pues el manejo ambiental era el “filtro de entrada” para el estudio, antes de fijarse en lo demás. El tema de responsabilidad social debía calar tanto en la cultura, que Carlos preguntaba sobre esto durante los procesos de selección de personal, a la vez que recomendaba a sus empleados que cuando asistieran a reuniones fuera de la empresa, hablaran continuamente del tema para mostrar que era un asunto relevante para ésta. Algunos le pedían divulgar esa postura más agresivamente, en especial si otros deseaban imitarlos, a lo que Carlos respondía: “Ustedes sólo ayuden, y si no aparecemos, mejor”. Luego cambiaría esta posición, pues le pareció mejor marcar pautas y servir de buen ejemplo –siempre tan escaso– que mantener un bajo perfil. 254 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Nuevas inquietudes A pesar de los grandes avances, Carlos Villa aún no se sentía del todo conforme, pues la crisis económica de 1999 en Colombia impactó fuertemente a todos los estratos sociales, pero sobre todo a las comunidades con menores recursos. Villa había notado que, cuando fueron a preparar a la comunidad para la atención de emergencias potenciales relacionadas con la actividad productiva de la compañía, se encontró con una comunidad en un estado tal, que eran ellos quienes tenían que prepararse para atender la emergencia social que encontraron. Desde el año 2000, Villa empezó a abrir con su personal una serie de espacios de reflexión que involucraran a todo el grupo de directivos, motivado tanto por sus profundas convicciones personales como por un programa de formación para altos directivos que cursó en una prestigiosa escuela de negocios de Bogotá, donde temas como la dignidad humana, la solidaridad y la justicia social eran recurrentes. A comienzos de 2001, empezaron a perfilar planes para, en esencia, involucrarse directamente en la solución de los problemas de la sociedad, puesto que ellos se sabían privilegiados al tener empleo, una fuente de ingreso fija, servicios de salud, educación, etcétera. Por esa razón, decidieron tomar esa postura clara ante la imposibilidad del gobierno de solucionar la problemática situación del país. Aún se preguntaban, sin embargo, qué debían hacer en concreto. La idea de cómo retribuir a la sociedad por los beneficios obtenidos se convirtió en un tema de referencia frecuente, que contó también con la atención de una asociación de empresarios de la zona (provenientes de cerca de 50 organizaciones) con una similar inquietud. En conjunto con ellos, se diseñó entonces un diplomado en liderazgo para líderes comunitarios, con el cual formaron a 30 líderes pertenecientes a los cuatro municipios donde estaban localizadas dichas empresas. Los profesionales de esas mismas compañías actuaron como profesores, en especial los directores de recursos humanos. El programa resultó exitoso y, luego de un año, fue avalado por una universidad. En 2001, Villa veía con satisfacción que cada vez había más gente al interior de la empresa sensibilizada por los temas sociales, como consecuencia de su participación en ese tipo de actividades y en un plan para “formar a formadores” que permitió mantener y expandir la labor ya iniciada. Sin embargo, aunque sentía que habían ayudado a prevenir algunos riesgos, no estaban solucionando lo que cada día sufrían las personas de los alrededores, principalmente por su condición de desempleados: la ausencia total de recursos para alimentar a sus hijos, sostenerlos y educarlos. Debían idear algo nuevo, pero no sabía qué. Habría riesgos independientemente de la idea resultante, pues la crisis podría obligarlos a reducir la plantilla de personal si no se alcanzaban los resultados en la operación. Pero Villa consideró que esto no sería un problema si se tenía plena confianza en la capacidad de sus colaboradores. La pregunta era si no se estaban poniendo también en riesgo, si sólo estaban contando con suerte en medio de la coyuntura nacional, sin saber cuándo se verían obligados a enfrentarse a las mismas condiciones de las demás empresas del país que debían despedir empleados, cerrar plantas o reducir salarios. Mantener una empresa, con sus puestos y salarios intactos en medio de una situación, era de por sí una gran responsabilidad, quizá suficiente dentro de ese contexto. Pero Carlos, por el contrario, consideraba que se debía abrir una nueva etapa en su trabajo como directivo, aunque para muchos podía ser una posición discutible. De hecho, el tiempo que dedicaba a pensar en otras cosas, diferentes a los resultados inherentes a la gestión, iba en aumento. Villa veía, por un lado, que los resultados logrados habían sido buenos a pesar de los avatares económicos del país (vea los anexos 5 y 6), pero –por otro– encontraba relevante la labor de seguir abriendo la empresa hacia la comunidad e ir insertándose más en ella: En un principio creía que estábamos haciendo mucho, pero llegué a la convicción de que hay posibilidades de más y que, también, existe la obligación de hacerlo. CASO 3 Un dilema de responsabilidad 255 Puedo decir que mi agenda estaba 80 por ciento dedicada a la dirección de la región –pues habíamos adquirido una empresa similar a la nuestra en Ecuador, que había ampliado considerablemente nuestro territorio– y 20 por ciento destinada a emprender el proyecto social. Yo sabía que la gente estaba muy bien dentro de la empresa y había mejorado mucho. Estábamos cumpliendo con nuestra responsabilidad de dar trabajo de calidad a todas las personas, generando buenos resultados, lo cual era importante y necesario. Pero si uno ve que el entorno inmediato está afectado por el desempleo, no es tan sencillo quedarse tranquilo. Yo quería ver la forma de abrir más plazas de trabajo, pero los números no siempre favorecen las buenas intenciones. Lo que sí es cierto es que dedicarle mucho más tiempo a esto y abrir más espacios lo expone a uno a que otros directivos, los empleados de la organización, la corporación o el mismo sector piensen que uno excede la propia responsabilidad por el perfil público que adquiere, más aún si se hace con recursos de la empresa. Y pueden pensar incluso que mi tiempo es un recurso malgastado de la compañía. Pero creo que mi experiencia y conocimiento me permiten moverme con comodidad en mi trabajo gerencial. No es algo que piense muy racionalmente. Pero no estoy seguro de que haya unos criterios óptimos para enfrentarse a una realidad coyuntural tan complicada y comprometedora. Lo más fácil hubiera sido volver a mi condición inicial, pero ya tenía la obligación moral de seguir adelante. No falta quien me diga que parece que le estoy cambiando el sentido a la empresa y a la responsabilidad de mi cargo. 256 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial A nex o 1 Colombia: Indicadores macroeconómicos 1991-2001 Crecimiento como porcentaje del PIB (1991-2001) 6.00% 4.00% 2.00% 0.00% 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 –2.00% –4.00% –6.00% Fuente: Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas-DANE. Porcentaje de población desempleada 25 20.2 18.2 20 15.2 15 10.5 10.2 10 10.2 11.2 8.6 8.9 15.2 12.4 8.8 5 0 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 Fuente: Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas-DANE. CASO 3 Un dilema de responsabilidad Inflación de Colombia: Variación porcentual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) 30 25.13 25 22.6 22.59 21.63 19.46 20 17.68 16.7 15 10 9.23 8.75 1999 2000 7.65 5 0 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 2001 Fuente: Banco de la República. Balanza comercial de Colombia (en millones de dólares y libre a bordo) 16 000 14 000 12 000 10 000 8 000 6 000 4 000 2 000 0 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 Exportaciones Importaciones Fuente: Banco de la República Total de inversión extranjera (en millones de dólares) $4 500 $4 000 $3 500 $3 000 $2 500 $2 000 $1 500 $1 000 $500 $– 1992 1993 Fuente: Banco de la República. 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 257 258 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Déficit del gobierno central como porcentaje del PIB 2.00% 1.00% 0.00% –1.00% 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 –2.00% –3.00% –4.00% –5.00% –6.00% –7.00% Fuente: Banco de la República. Deuda externa de Colombia (en millones de dólares) $20 000 $18 000 $16 000 $14 000 $12 000 $10 000 $8 000 $6 000 $4 000 $2 000 $– 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 Fuente: Banco de la República. Empleo permanente de la industria de químicos 1990-2001 (en número de personas) 40 000 38 000 36 000 34 000 32 000 30 000 28 000 26 000 24 000 22 000 20 000 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 Fuente: Departamento Nacional de Planeación (DNP). CASO 3 Un dilema de responsabilidad Producción de la industria de químicos (en miles de pesos colombianos) 8 000 000 000 7 000 000 000 6 000 000 000 5 000 000 000 4 000 000 000 3 000 000 000 2 000 000 000 1 000 000 000 0 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 Fuente: Departamento Nacional de Planeación (DNP). 259 260 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial A nex o 2 Historia de AkzoNobel Los orígenes del grupo AkzoNobel se remontan al surgimiento de las diferentes firmas que se unieron para configurar ese gran conglomerado multinacional, las cuales nacieron entre finales del siglo xvii y comienzos del siglo xviii, en Dinamarca, Holanda, Reino Unido y Suecia. Sin embargo, el conglomerado surge como tal en 1994 de la fusión entre Nobel Industries, nacida en Suecia como resultado de la fusión de las más de 20 empresas y laboratorios fundados entre 1871 y 1895 por Alfred Nobel (el inventor de la dinamita y creador del Premio Nobel) y el grupo AKZO, el cual –a la vez– había surgido en 1969 de la fusión de AKU y KZO (empresa líder de la industria de la sal, fundada en Holanda en 1918). El conglomerado estaba conformado por varias decenas de empresas de diferentes procedencias que surgieron durante y después de la Revolución Industrial y que se habían convertido en líderes en los mercados de fibras, químicos, sal, pinturas, y productos veterinarios y médicos, entre otros. Alrededor de las empresas que conforman el grupo, se han producido grandes descubrimientos –como la dinamita, fibras provenientes de la pulpa de madera, la insulina y las píldoras contraceptivas, entre otros–, logrados a partir de las importantes inversiones en investigación de punta que realizan las diferentes divisiones de la empresa. Para la fecha de este caso, constituyen un gran holding industrial ampliamente diversificado –con sede en Holanda– que opera en 80 países, por medio de 15 unidades de negocios, 30 empresas, dos siglos de historia conjunta, 62 mil empleados y ventas por 13 billones de euros, 30 por ciento de los cuales provienen de la división de químicos. CASO 3 Un dilema de responsabilidad 261 Anex o 3 Valores fundamentales de Interquim–AkzoNobel Como en todas las empresas de AkzoNobel, la empresa aspira a alcanzar la excelencia con base en su concepto de negocio y a partir de tres valores fundamentales: 1. 2. 3. Espíritu empresarial: Compitiendo lealmente y siempre dentro de la ley; con permanente investigación e innovación acorde con los avances científicos en el campo industrial; con productos y servicios de óptimo nivel de precio, calidad y seguridad para los clientes, respetando el medio ambiente y comprometidos con el mejoramiento continuo y el aprendizaje. Integridad personal: Regidos por principios de rectitud, honestidad y coherencia que se manifiesten en todas sus actuaciones, y por la valoración, el desarrollo y la participación de su talento humano. Responsabilidad social: Respeto a las leyes de los países en los cuales operan, al apoyar los derechos humanos y contribuir al desarrollo sostenible, ser solidarios y generosos, desarrollar a los empleados y sus familias, generar valor para la comunidad y con la decisión firme de aportar y trabajar por el bien común. 262 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial A nex o 4 Misión y visión de Interquim y de AkzoNobel Interquim: Concepto del negocio Nuestra misión es incrementar la fortaleza competitiva de nuestros clientes, ofreciendo productos, servicios y sistemas que estén a la vanguardia en tecnología y conciencia ambiental. AkzoNobel: Nuestra ambición Nos esforzamos por ser la primera elección de clientes, de accionistas y de los empleados, para ser un respetado miembro de la sociedad. CASO 3 Un dilema de responsabilidad 263 Anex o 5 Balance general Interquim Cifras en miles de pesos2 1998 Caja y bancos 1999 2000 $ 322 850 $ 2 268 571 $ 2 608 577 Inversiones $ 2 264 545 $ 2 330 690 $ 12 360 Deudores a corto plazo $ 5 351 244 $ 5 234 492 $ 8 142 418 Inventarios $ 1 241 847 $ 1 882 681 $ 3 383 860 Diferido Total activo corriente Inversiones Deudores a largo plazo Propiedades, planta y equipo neto Diferidos Valorizaciones $ 9 369 $ 13 031 $ 32 025 $ 9 189 855 $ 11 729 465 $ 14 179 240 $ 125 048 $ 117 448 $ 144 463 $0 $0 $0 $ 2 222 100 $ 2 441 760 $ 2 408 715 $ 121 570 $ 12 436 $ 4 940 180 $ 4 537 718 $ 5 032 062 Total activo no corriente $ 7 408 898 $ 7 109 362 $ 7 585 240 Total activo $ 16 598 753 $ 18 838 828 $ 21 764 480 $ 44 518 $ 53 935 $0 Proveedores $ 135 572 $ 633 931 $ 799 845 Cuentas por pagar a corto plazo $ 173 495 $ 200 833 $ 303 804 Impuestos gravámenes y tasas $ 562 285 $ 1 051 241 $ 1 195 522 Obligaciones laborales a corto plazo $ 153 546 $ 150 653 $ 236 419 Pasivos estimados y provisiones $ 152 030 $ 257 531 $ 637 643 $ 49 688 $ 16 795 $ 88 517 Obligaciones financieras (CP) Otros pasivos a corto plazo Total pasivo corriente $ 1 271 134 $ 2 364 919 $ 3 261 750 Total pasivo $ 1 271 134 $ 2 364 919 $ 3 261 750 $ 2 400 000 $ 2 400 000 $ 2 400 000 $ 931 906 $ 931 437 $ 1 127 254 $ 5 707 202 $ 6 649 737 $ 7 648 219 Capital social Reservas Revalorización del patrimonio Dividen. o partic. decretadas en acc. o cuotas Resultados del ejercicio Superávit por valorizaciones 2 $0 $0 $0 $ 1 348 331 $ 1 955 016 $ 2 295 195 $ 4 940 180 $ 4 537 718 $ 5 032 062 Total patrimonio $ 15 327 619 $ 16 473 908 $ 18 502 730 Total pasivo y patrimonio $ 16 598 753 $ 18 838 828 $ 21 764 480 En 2001, la tasa de cambio era de aproximadamente 2 900 pesos colombianos por dólar. 264 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial A nex o 6 Estado de resultados de Interquim Cifras en miles de pesos 1998 1999 2000 Ingresos operacionales $ 16 171 741 $ 17 637 058 $ 26 457 291 Menos costo ventas y prestación servicios $ 12 399 509 $ 10 613 061 $ 17 983 162 $ 3 772 232 $ 7 023 997 $ 8 474 129 $ 1 687 466 $ 1 761 183 $ 1 863 125 $ 469 028 $ 2 451 346 $ 3 272 256 $ 1 615 738 $ 2 811 468 $ 3 338 748 Más ingresos no operacionales $ 1 742 378 $ 2 036 602 $ 2 090 618 Menos gastos no operacionales $ 330 086 $ 859 238 $ 726 375 $ 3 028 030 $ 3 988 832 $ 4 702 991 –$ 733 681 –$ 636 247 –$ 722 439 Menos impuestos de renta y complementarios $ 946 018 $ 1 397 569 $ 1 685 357 Ganancias/pérdidas $ 1 348 331 $ 1 955 016 $ 2 295 195 Utilidad bruta Menos gastos operacionales admon. Menos gastos operacionales de ventas Utilidad operacional Utilidad neta antes de impuestos Ajustes por inflación Ca s o 4 José René Finol: La hipoteca social1 Ernesto Barrera Duque y Germán Mejía Aguirre Don José René Finol, en compañía de los trabajadores de la hacienda Alturitas, rememora la Venezuela próspera de antaño, así como el ejemplo de sus padres y el empuje de un negocio que, a pesar de la adversidad del contexto político y socioeconómico, continuaba impactando en la comunidad local donde operaba. A mediados de 2014, le preocupaba que las empresas ganaderas del Zulia (el estado más poblado de los 23 de Venezuela) fueran en picada, en parte por el acecho de la guerrilla colombiana (FARC y ELN) que se refugiaba en la sierra del Perijá, pero también por la falta de un Estado de derecho, la arbitrariedad de los funcionarios públicos, la restricción a las libertades individuales, la falta de independencia de poderes, la corrupción, el bajo desempeño económico del país, la inflación galopante, la escasez de divisas, la fuerte devaluación, la falta de insumos y repuestos importados, las regulaciones antieconómicas, las expropiaciones del gobierno venezolano, la inseguridad, y el deterioro cultural cuyo síntoma era el hecho de que a una parte de la población venezolana le importaba cada vez menos ser “buen ciudadano”. Don José René recuerda que, cuando Hugo Chávez subió al poder en 1999, el sector privado venezolano tenía una “mala reputación” en virtud de sus prácticas empresariales “sin responsabilidad social”. Quizás algunos empresarios, con sus comportamientos del pasado, habían sido en parte responsables del surgimiento de un régimen socialista que ya operaba en pleno en todos espacios de la sociedad y la economía, y que tenía el objetivo final de reemplazar de la “propiedad privada” por la “propiedad social”. Don José René piensa que, si las cosas llegan a cambiar algún día en Venezuela, la mentalidad de directivos y empresarios debía transformarse hacia un enfoque de mayor intersección entre lo económico, lo social y lo ambiental. En 2014, a sus 81 años y con impedimentos físicos debido a un accidente cardiovascular, aún continuaba visitando la hacienda Alturitas seis veces por mes. No dejaba de hablar con el administrador y los trabajadores, y recorría las praderas para observar el ganado. Su reto estratégico, como empresario, estaba asociado directamente con la “supervivencia” de su negocio, pero también implicaba diseñar un proceso de sucesión que mantuviera el legado de una lógica empresarial bajo el concepto de la “hipoteca social”. Antecedentes Don José René Finol (vea el anexo 1) nació en una familia de clase media alta. Tuvo un padre estricto (don Enrique Finol) y una madre católica practicante (doña María Ninfa Galué), quienes, como una fuerte impronta, le inculcaron un estilo de vida con valores cristianos y una gran devo- 1 Caso escrito por Ernesto Barrera Duque, profesor del área de marketing e innovación de INALDE Business School, y Germán Mejía Aguirre, como base de discusión y no como ilustración de la gestión, adecuada o inadecuada, de una situación determinada. Última revisión: 31 de octubre de 2016. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 266 ción religiosa, al mismo tiempo que le moldeaban un carácter fuerte, recio y disciplinado. Israel Fernández, su abogado de confianza, explicó: Cuando un ser humano es férreo practicante de la verdad, los demás valores afloran espontáneamente. Jamás he podido captar, percibir ni oír de los labios de José René una mentira. Es practicante de la libertad, no es un agiotista patronal porque es justo y desafía la injusticia con el amor al prójimo.2 Su madre lo hizo sensible y testigo directo de la importancia de la caridad con los más débiles y la bondad hacia los otros. Le afianzó el valor de la solidaridad en su desarrollo personal y espiritual, así como en su actividad empresarial. Desde muy joven, don José René ayudaba a los ancianos pobres y acompañaba causas sociales de distinta índole; incluso patrocinó la formación de un seminarista que deseaba ser sacerdote. Don José René practica en su vida personal la austeridad, y profesa en su familia y empresas la importancia de la práctica y vigencia de la generosidad, el desprendimiento, el respeto por los trabajadores y la humildad. Dice con frecuencia: “Del que menos piensa uno se puede aprender algo. Todas las personas tienen potencial; la clave está en empoderar”. Don José René, apoyado en una de las encíclicas del papa Juan Pablo II, habla con frecuencia de la “hipoteca social” y la explica de la siguiente manera: “Si he recibido de la comunidad, debo devolverle en proporción. Dios me permitió educación y estoy obligado a devolver”. Y complementa: Una hipoteca consiste en dar un bien material en garantía de una obligación. Aunque hay un tipo de hipoteca que no envuelve bienes materiales, pero es mucho más fuerte para la conciencia: es la hipoteca social. Es la obligación que adquirimos con la comunidad y con la humanidad por lo que de ellas hemos recibido y que estamos obligados a devolver en beneficio de las mismas. Podemos hacerle amortizaciones a lo largo del tiempo, pero nunca la logramos cancelar. Hay que hacer un esfuerzo para pagar lo máximo posible. Creo que en el área donde puedo ayudar más a la gente es la educativa, porque creo en la educación como palanca para el desarrollo y por eso he fundado y dotado escuelas en el Perijá, donde he desarrollado mi actividad empresarial. Si el empresario está teniendo éxito en su actividad, está obligado a compartir ese éxito con quienes le rodean.3 Se graduó de ingeniero civil y fundó una empresa de ingeniería que prestó servicios en la construcción del puente sobre el Lago de Maracaibo. Más tarde, junto con un hermano y otros accionistas, fundó el Banco Agroindustrial de Venezuela. Fue directivo del Banco Occidental de Descuento (BOD), accionista de la cadena de supermercados Casa París, accionista de una empresa de lácteos, socio de una empresa farmacéutica, entre otros negocios en los que participó como directivo e inversionista. Destaca que la familia, la honradez, la laboriosidad y los comportamientos socialmente responsables son sus valores fundamentales y se manifiestan en sus emprendimientos. Luisa Elena Betancourt, artista multidisciplinaria, esposa de don José René desde hacía seis años,4 comentó: Es un hombre emotivo, se le hace un nudo en la garganta cuando habla de algún tema sensible. Es austero, generoso y muy piadoso. Escucha más de lo que habla, no es bullicioso, sonríe mucho, apunta con frecuencia en la libreta que siempre lleva en el bolsillo de la camisa. Pero puede ser un hombre severo y toma decisiones duras. 2 3 4 Tomado del discurso de Israel Fernández durante la celebración de los 80 años de don José René Finol en el IGEZ. Tomado de la revista Líderes IGEZ, 2013. A una tasa de cambio “paralela” de 70 bolívares por dólar, que algunos expertos indicaban como la “real”, resultaba que en términos reales internacionales, el salario mínimo venezolano era de unos 60 dólares mensuales. CASO 4 José René Finol: La hipoteca social 267 Tiene un eje común de valores, pero es capaz de ejercer diversos roles en función de donde se encuentre. Es practicante católico, va a misa puntualmente. Piensa que la principal responsabilidad social es con los empleados: trata de que estén bien, otorga becas, ofrece préstamos para casas, los forma para que monten sus propias microempresas, empodera. A nivel empresarial y directivo, lo que más valora en otros es el análisis de las situaciones en su propio contexto y la capacidad de encontrar soluciones eficientes. Piensa que esto se logra con la curiosidad por el conocimiento, el saber hacer y la investigación. Valora a los directivos que se sienten inconformes con el statu quo. “Me siento como el eterno inconforme buscando siempre nuevos objetivos, superiores de los que voy alcanzando”, comentó don José René. Adalberto Zambrano Barrios, presidente ejecutivo de la escuela de gerencia IGEZ, comentó: Es sencillo y esto lo hace cercano a la gente. Su comportamiento es transparente y está pensando siempre en la justicia, y esto se materializa, por ejemplo, en los beneficios y salarios competitivos que ofrecen sus empresas, y hasta en el mismo IGEZ. José René es el presidente del consejo directivo del IGEZ y siempre que viene me pregunta cómo están las cosas, cómo puede ser útil. Es un empresario que adopta el servicio a los otros como filosofía de gestión. Roger Nava, ingeniero formado en MIT y Harvard, compañero de don José René en algunas actividades gremiales, comentó: Otra forma de entender su comportamiento o interpretar su perfil de empresario es asimilarlo a una digna expresión de un nuevo capitalismo con rostro humano: aquel que entiende el reto de generar riqueza para compartir con otros, donde no sólo se hacen negocios para el beneficio particular, sino para abrir oportunidades de desarrollo para otros. Hacienda Alturitas Don Enrique Finol fue pionero de la inseminación artificial bovina en Venezuela, y esto influyó para que don José René desarrollara su negocio ganadero basado en la genética. De hecho, don José René comentó a mediados de 2014: “En este momento nuestro principal negocio es la genética”. Alturitas, la hacienda donde tenía su actividad económica principal desde hacía 51 años, operaba 6 000 hectáreas con un sistema de pastoreo de rotación que tenía cerca de 9 300 cabezas de ganado. Nacían cerca de 4 000 becerros al año y, según los registros, iban más de 23 000 partos del ganado Brahman puro registrados. Parte de la operación se hacía en módulos de tres hectáreas con cercas eléctricas, que habilitaban potreros con tres o cuatro días de ocupación cada uno. “Somos de las tres o cuatro haciendas más grandes de la zona, pero los únicos con este sistema de cercas eléctricas. A los demás ganaderos no les ha funcionado, pero seguramente es porque no les dan mantenimiento”, comentó don José René. También había 31 potreros de una hectárea con rotación de 24 horas. El clima de la zona, con altas temperaturas durante todo el año, no permite la crianza y productividad de razas puras (Bos Taurus) para la producción de leche y carne. Alturitas, mediante investigación genética, logró desarrollar una raza de vacas mestizas con alta productividad relativa para las zonas tropicales. Esto se logró probando diferentes hibridaciones con ganado Brahman (cebú) hasta que se encontró el animal genéticamente adecuado, con los aplomos correctos, que permitían mayor fortaleza en las patas para caminar más y servir a un mayor número de vacas como reproductor. La resistencia al trópico se transmite en los genes. Así, el animal se desarrolla con mayor prontitud, puesto que llega a los 500 kilogramos en 22 meses. 268 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial La adversidad del contexto político, regulatorio y económico disparaba la creatividad y la innovación en Alturitas. Por ejemplo, se había diseñado y fabricado una máquina para compactar el pasto, de la cual salían pelets por presión. Éstos influyeron en el aumento de la población de becerros por hectárea, al lograr que el alimento fuera más asimilable para los animales. Esta innovación surgió, en parte, por la escasez de maquinaria importada en Venezuela. La investigación de fuentes externas como método es común en la actividad de la hacienda. Por ejemplo, el administrador general de Alturitas, Alejandro Bertorelli, había indagado en internet sobre tecnologías y productos novedosos, aplicables al contexto de la hacienda. Al respecto, comentó: Nos metimos a buscar en internet tecnologías utilizadas en un país como Kenia, pues nos llamaba la atención qué hacían ellos allá con nada. Y así iban saliendo ideas aplicables a la hacienda Alturitas. La fórmula de los bloques proteicos se desarrolló aquí luego de investigar y experimentar. En estas investigaciones uno se encuentra cosas interesantes como, por ejemplo, que durante la Segunda Guerra Mundial, para hidratar a los soldados, les inyectaban agua de coco. Y así empiezan las preguntas prácticas: ¿Qué aplicación podría tener esto a nuestro ganado? El taller mecánico es un espacio creativo y de innovación. Ninguna otra hacienda de la zona tiene un lugar como éste. Se opera con tornos, fresadoras, cortadoras y taladros italianos. Debido a la escasez de repuestos, tanto para las máquinas como para los tractores, se empezaron a fabricar piñones para los tractores y otros repuestos. “Lo hacemos a bajo costo y somos los únicos en la zona que lo hacemos en un taller propio”, comentó don José René. El montaje del taller impulsó además la producción de otro tipo de elementos útiles para la hacienda, como carretillas con llantas recicladas y palestras, que incluso una ferretería de la zona había solicitado para venderlas a sus clientes. En el taller se ensambló la máquina para producir los bloques proteicos, y se empezaron a fabricar corrales, ventiladores reciclados, e incluso pupitres para la escuela que patrocinaba Alturitas. Alejandro Bertorelli, administrador general de la hacienda, explicó: El taller es parte de nuestra ventaja competitiva y del impacto en la región. Su función principal es mantener los equipos trabajando y producir artefactos que aumenten la productividad. Nos gusta hablar de lo imposible, y esto nos guía en las innovaciones que emprendemos. Esto lo hacemos con equipos y metodología. La escasez nos fuerza a crear, la necesidad es la madre de la creatividad. Buscamos qué hacen otros que podamos hacer nosotros mismos más barato y con recursos locales. Si nos queda un producto competitivo, lo producimos, lo usamos y lo vendemos a los vecinos. Nos han dicho que para qué hacemos esto si ya está inventado y viene hecho, que nos dediquemos al negocio central. Pues como hay escasez en Venezuela nos toca, y nos gusta usar el ingenio para hacerlo más barato y con recursos de la misma hacienda. Por recomendación de un profesor de la Universidad del Zulia, la hacienda también había implementado la rotación de potreros, que consiste en tres o cuatro días de pastoreo, y 28 o 30 de descanso para el pasto. “Esto aumentó la productividad y, con los años, lo fuimos mejorando con la experimentación y la lectura de artículos”, indicó don José René. El manejo de potreros evolucionó, y recientemente éstos se habían modificado para reducirlos de seis a tres hectáreas. La hacienda también desarrolló un pasto especial para la zona geográfica, al probar con varias especies de zonas secas y húmedas. “Al final, la innovación es cuestión de investigación, experimentación y adaptación”, comentó don José René. En noviembre de 2012, en contra de los consejos de otros empresarios, puesto que generaba “caja diaria” importante para cubrir la nómina y los gastos financieros, don José René eliminó la producción de leche. Tomó esa decisión porque “no era rentable y producía pérdidas”, pero además por la complejidad en el manejo del producto dentro de un esquema de precios regulados, CASO 4 José René Finol: La hipoteca social 269 la inflación, y debido especialmente a una ley laboral que hacía obligatorio dos días de descanso para los trabajadores que, en una actividad manual como ésta, hacía difícil y costoso mantener el ritmo de producción. De todos modos, no despidió a los empleados y los reubicó en otras actividades de la hacienda. A mediados de 2014, la operación de Alturitas, con 180 empleados (entre la hacienda y las oficinas en Maracaibo), se había limitado a la genética y al levante de becerros. Éstos se venden a otras haciendas ganaderas para la ceba. La tasa de mortalidad de los becerros de Alturitas es menor a 3 por ciento, debido, entre otros factores, a las óptimas condiciones sanitarias, el buen sistema inmunológico, los sistemas de prevención de garrapatas y a la alimentación adecuada (bloques proteicos con minerales), lo cual, además, disminuye el consumo de medicinas veterinarias. La eficiencia en costos de Alturitas le permitió ser rentable, incluso a un precio de venta de los becerros de entre 0.55 y 0.60 dólares por kilo. El mercado venezolano tiene desventajas en este frente, ya que en Estados Unidos el precio era cercano a los 2 dólares, y en Colombia podía estar en 1 dólar por kilo. Alturitas firma contratos con propietarios de tierras aledañas. Debido a que la actividad principal es la genética y el levante de becerros, en ocasiones se ofrece apoyo a otros empresarios grandes y pequeños enviando a sus tierras, por ejemplo, 300 becerros para la ceba con base en un acuerdo verbal, indicando que 220 kilogramos serían de Alturitas al momento de la venta en pie. Y, además, se aportan insumos como vacunas, minerales y asesoría en el manejo fitosanitario con el objetivo de aumentar la productividad del aliado. “Don José René no hace esto porque haga falta; es más bien por ayudar a otros”, indicó la directora administrativa de Alturitas, María Elena Armas. Cuando se consolidó este apoyo a otros empresarios, el número de hectáreas de influencia de Alturitas era cercano a las 9 400. Las palancas de impacto, eficiencia y rentabilidad más importantes de la hacienda son la inseminación artificial y los desarrollos genéticos, el sistema de alimentación (bloques proteicos), el sistema de manejo del ganado (por ejemplo, condiciones de salubridad, pastoreo por módulos, etcétera), el uso de tractores para el mantenimiento de los potreros, el uso de “matamalezas”, las cercas eléctricas en cientos de hectáreas, el uso de un pasto de bajo costo adaptado a la zona y poco atractivo para las hormigas y resistente a las sequías, y el taller que permite, entre otras cosas, la fabricación, la reparación y el mantenimiento de la maquinaria (tractores, motos, etcétera), así como la elaboración de productos novedosos para la operación de la hacienda (carretillas, ventiladores, palestras, bebederos, entre otros). La filosofía de trabajo es “aprender haciendo”, “romper paradigmas”, “ver las cosas de otra manera”, “la creatividad es esencial para sobrevivir en un entorno hostil para los negocios privados”, “integración vertical”, “eficiencia para reducir costos”, “adaptación de tecnologías”, entre otras líneas de pensamiento. La hacienda, al estar ubicada en la zona suroccidental del lago de Maracaibo (anexo 2), tiene reservas petroleras de tipo liviano que habían sido entregadas en concesión al Estado venezolano. La empresa petrolera construyó 13 pozos que, a mediados de 2014, no estaban operando, a pesar de que tenía todas las condiciones para su funcionamiento y los poliductos instalados para su transporte. Don José René tenía pendiente la renovación de los contratos de concesión. Al respecto, afirmó: “Recientemente se cumplió el plazo de los 20 años y habrá que buscar el contexto y momento adecuados para negociar con el gobierno la renovación del contrato”. Responsabilidad Social Empresarial (RSE) Los empleados y sus familias Don José René considera que no es posible crear riqueza con obreros pobres. Pero piensa que la riqueza no se refiere únicamente a lo material, sino también a lo espiritual. Cree en la multidimensionalidad del ser humano y en su desarrollo integral dentro del contexto del trabajo. 270 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Su objetivo como empleador consiste en que sus trabajadores sean mejores personas y felices en su propio entorno. Por su lado, Alejandro Bertorelli afirmó: “Las personas no se pueden dividir en partes; debes agarrar el paciente completo”. En la administración del negocio, don José René empodera a los trabajadores y los hace partícipes en los procesos de toma de decisiones. Los empleados se sienten “corresponsables” de la eficiencia en la operación de la hacienda. Tiene presente que hay que “descubrir en qué es buena cada persona y darle ese oficio”, y considera que no hay “holgazanes”, sino personas “mal ubicadas”. Encontrar el talento de cada persona y asignarlo al oficio coherente con esas habilidades es una obligación fundamental de un buen directivo, insiste. “Soy un cazador de virtudes y talentos, y eso es un arte”, afirmó don José René. Los empleados se entrenan en oficios que resulten útiles y productivos para la hacienda, pero también para la zona de influencia. Esto se hace de acuerdo con el postulado básico del empoderamiento, “enseñar a pescar”, y con el objetivo de impactar en las capacidades de los empleados y darles autonomía para que, por sí mismos, puedan mejorar sus condiciones socioeconómicas. Este objetivo de desarrollar el talento se despliega en un entorno donde hay escasez de mano de obra calificada. Rafael Ternera, un empleado que llevaba más de 30 años cerca de don José René, y que también trabajó en la hacienda El Mango (propiedad de los hijos de don José René), mencionó: Mi hijo Jaime estudió con el apoyo de don José René. Le entregaba los útiles, dinero para el transporte y las matrículas. Incluso, cuando se enfermaba, le pagaba las citas médicas, los exámenes de laboratorio y los tratamientos. Cuando Jaime empezó a estudiar su carrera tecnológica en administración, la hacienda le pagaba un sueldo completo y trabajaba medio tiempo. Mi hijo ya terminó sus estudios, se casó y su esposa trabaja en la hacienda. Jaime es el encargado de llevar los registros electrónicos y seguimiento a los toros. Incluso ya estuvo en un curso en el IGEZ con todos los gastos pagados. En la misma hacienda existen procesos formativos en campos técnicos como inseminación, tornería y operación de tractores. “Los tienes que hacer aquí. Acá no opera esa ficción de contratar a los mejores... debes formar a los mejores”, comentó don José René. “La formación on the job es el centro de nuestra RSE en Alturitas”, afirmó Alejandro Bertorelli. Y agregó: Las prácticas de RSE con los trabajadores, tanto formativas como de impacto a sus familias, aumentan su lealtad y el atractivo de Alturitas como lugar de trabajo. Así les paguen más en otro lugar, en general no se irán porque les damos un buen trato y los empoderamos. A veces se van porque los hemos capacitado en destrezas atractivas para otras haciendas; pero cuando los necesitamos, vienen y nos ayudan, nos siguen queriendo. Siempre buscamos que haya procesos de formación de sucesores en los oficios. A los veterinarios, a los inseminadores, a los torneros y antes a los ordeñadores, especialmente, les hemos exigido que formen a otros, que transfieran su conocimiento como parte de su obligación en el trabajo. Y remató: Una parte de nuestros empleados son minorías como guajiros y colombianos. También recibimos pasantes universitarios para que pongan en práctica lo que aprendieron y absorban el conocimiento que hemos generado en la hacienda. Además, a todos les pagamos según el escalafón de mando que tiene Alturitas. El empoderamiento a los empleados llega hasta el emprendimiento. Cuando adquieren destrezas valiosas, se les reta incluso a dejar la estabilidad del empleo para convertirse en proveedores o en contratistas de la hacienda. También los incentivan para que realicen actividades CASO 4 José René Finol: La hipoteca social 271 productivas después de su jornada laboral, de modo que puedan ofrecer los servicios de sus microempresas al mercado, incluyendo competidores de Alturitas. Y aunque no son muchos los que toman ese camino, sí hay ejemplos de empleados que se convirtieron en microempresarios, apalancándose en el trabajo de los miembros de su familia, especialmente de sus cónyuges. “Esto puede parecer extraño, pero así es la vida rural, es una cultura diferente; es mejor que en el tiempo ocioso hagan otras actividades productivas, que sean microempresarios y empleados simultáneamente”, comentó Alejandro. Un ejemplo, entre otros, fue el de un empleado que administraba las estadísticas de la hacienda: le dieron el tiempo y lo formaron en la reparación de equipos electrónicos. Fuera de su horario de trabajo, desarrolló una microempresa y atendía a otros clientes diferentes de Alturitas, pero seguía laborando en la hacienda. También se contrata a los padres y cónyuges de los empleados en actividades productivas. Por ejemplo, a las madres y esposas que tienen habilidades en costura y confección de prendas de vestir, las forman y les entregan máquinas para producir trajes y tapapolvos, es decir, sombreros que requieren los empleados de la hacienda. “Les ponemos los insumos, les pagamos por unidad producida y pueden confeccionar para otras haciendas”, comentó Alejandro. Pero esto no sólo sucede en tales actividades, ya que, debido a la digitalización de información que se está llevando a cabo, se contrata a los cónyuges de los empleados para digitalizar la información registrada en las carpetas físicas, y se les paga por honorarios. Alejandro fue enfático: Nuestra filosofía en Alturitas es crear oportunidades y capacidades de autogeneración de ingresos, involucrando a las familias de nuestros empleados. Cuando abres una nueva dimensión, se sigue evolucionando y no se regresa a la situación inicial. Esto es expansión de las capacidades humanas. Esta filosofía que opera en la práctica no sería posible si no viniera del dueño. Don José René hace énfasis en la educación como despliegue de la RSE de Alturitas. De hecho, insiste de manera constante a sus empleados sobre la importancia de que sus hijos estudien para “que no se vuelvan malandros y tengan un futuro profesional”. Don José René indica, además, para dar un realce importante a la educación que “si los pícaros supieran las ventajas de ser honrados, serían honrados por picardía y se pondrían a estudiar”. Su apoyo a escuelas ha consistido, entre otras cosas, en la donación de infraestructura, becas, pupitres y textos escolares para los niños de bajos recursos. René Finol, hijo de don José René comentó: “De joven veía que los hijos de los trabajadores estudiaban por cuenta de mi padre, y esto no lo hacían otros ganaderos. Conozco mucha gente que dice que mi padre le ayudó a salir adelante”. Los hijos de los empleados estudian en su mayoría en la escuela de la parroquia Las Piedras, y lo hacen con becas especiales. Tienen un autobús escolar que los recoge en la mañana y los regresa a sus casas al mediodía. Después de muchos años de operación de la hacienda, y gracias a las becas que se ofrecen para estudios de bachillerato y universidad, ya hay hijos de empleados trabajando en cargos profesionales de buen nivel en Caracas. Otros tienen su propio negocio, pero la mayoría optó por permanecer en la zona, y es común que trabajen en Alturitas o El Mango en oficios de mayor nivel y mejor remunerados que el de sus padres. “A todo hijo de empleado que quiera estudiar lo apoyamos; aunque son pocos los que optan por la vía de los estudios superiores, el límite son ellos mismos, y los que aprovechan son muy agradecidos. Si se quieren quedar trabajando en Alturitas, son bienvenidos”, comentó don José René. Pero además de la educación, la salud es una prioridad en las prácticas de RSE de don José René. Él mismo comentó: Cuando se requiere asistencia clínica especializada para los miembros de la familia de los empleados, se les hace un préstamo, pero al final, no les cobramos; luego se contabiliza como bonificación para el trabajador. Lo importante es que se salven o se mejoren. Tuvimos el caso de un niño con hidrocefalia, le compramos la válvula que necesitaba y mejoró muchísimo; es un niño muy avispado. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 272 Esto lo registramos como gasto porque sabemos que sus padres no pueden pagar. Es una zona donde hay mucha pobreza. Tengo un dicho que me ha inspirado toda la vida: Haz el bien y no mires a quien. Alturitas paga salarios por encima del promedio del sector y más de 20 por ciento del salario mínimo, que cuando se realizó el presente análisis estaba en 4 000 bolívares fuertes.5 La empresa paga a tiempo todas las aportaciones a la seguridad social (lo que equivale a 3 por ciento del total de la nómina). Sin embargo, debido a la falta de asistencia derivada del sistema en salud, Alturitas asume determinados gastos de los empleados en médicos y tratamientos, lo que implica un doble costo para la empresa. Además, otorga beneficios mayores a los establecidos en la ley como, por ejemplo, un seguro de hospitalización, cirugía y maternidad (que el empleado paga 50 por ciento, ya que Alturitas paga el otro 50 por ciento, para quienes lo solicitaran), útiles escolares para los hijos de empleados, y gastos de entierro de familiares, entre otros. Alturitas ofrece sin cargo tres comidas a todos sus trabajadores, una práctica que difiere de otras haciendas de la zona, que cobran a su personal por ese servicio. Todo esto se entiende como parte del despliegue de RSE. El medio ambiente Don José René siempre ha estado comprometido con una operación que produzca valor económico con eficiencia productiva, pero que, al mismo tiempo, genere valor social para la comunidad local y, además, sea sostenible y amigable con el medio ambiente. “Tratamos de utilizar la menor cantidad posible de insecticidas; nos parece que su uso intensivo es un crimen ecológico”, enfatizó don José René. Néstor Márquez, vicepresidente del directorio ejecutivo del IGEZ, comentó: “José René es ecológico, es un técnico del campo y le tiene un gran amor al campo, cuida bien a los animales, aplica conocimientos para preservar el ambiente, se preocupa por desarrollar una operación sostenible”. Por su lado, Alejandro enfatizó: “Somos ecologistas en la operación de la hacienda, para la genética, la alimentación y el manejo. Si por necesidad le damos antibióticos a un becerro, no se puede sacrificar sino hasta 21 días después. Todo esto lo controlamos al detalle”. Además, Alturitas reforesta la zona con maderables como el algarrobo y el roble. A nivel internacional se empieza a observar una tendencia hacia la ceba con pastos especiales que, operado con ciertos requisitos técnicos, permite certificar el ganado como “orgánico”. En Alturitas piensan en cómo capturar esa oportunidad de mercado, dada la ubicación y configuración de la operación de la hacienda. Los consumidores y clientes Alturitas vende una genética decantada con experimentación de muchos años, la cual, con varios premios y reconocimientos, tiene un fuerte posicionamiento de marca. La hacienda produce becerros en condiciones especiales de salubridad y calidad, lo cual tiene impacto en la gestión comercial del negocio. Por ejemplo, René Finol, hijo de don José René comentó: “Mi padre ofrecía una especie de garantía que uno no veía que fluyera tan fácil en otros ganaderos, y era que si un cliente le decía que un toro tenía algún problema, se lo cambiaba inmediatamente, y esto generaba lealtad”. Y las prácticas de creación de relaciones transparentes y basadas en la confianza con los clientes se mantienen en todo el despliegue comercial: “Para mí es muy importante que mi producto 5 A una tasa de cambio “paralela” de 70 bolívares por dólar, que algunos expertos indicaban como la “real”, resultaba que en términos reales internacionales, el salario mínimo venezolano era de unos 60 dólares mensuales. CASO 4 José René Finol: La hipoteca social 273 sea muy bueno, porque además es mi nombre el que está en juego”, afirmó don José René, quien además indicó: Cuando cebábamos, no usábamos hormonas ni esteroides en el ganado. Y no lo hacemos hoy en el levante de los becerros. El uso de estos sintéticos tiene más beneficios económicos para el productor, pero con el costo oculto de perjudicar al consumidor debido a los riesgos de cáncer y afecciones al metabolismo. Otros ganaderos de la zona lo hacen; incluso es una práctica normal en Estados Unidos. Nosotros sólo utilizamos la alimentación adecuada, la genética, el bloque proteico, la rotación de los potreros, etcétera. No usamos hormonas para el crecimiento del animal. Y hemos logrado llegar al peso en el tiempo adecuado sin su uso. Sin embargo, expresa ciertas inquietudes acerca del valor que esto tiene para sus clientes: Nos preocupa un poco porque para algunos de nuestros clientes (los mayoristas) no es relevante que usemos o no hormonas y esteroides, pues sólo buscan rentabilidad económica en un entorno de precios regulados. Sin embargo, los retamos de la siguiente manera: ¿Le darías a tu hijo carne con hormonas sabiendo que las tiene? ¿Lo harías entendiendo cómo afecta la salud de tu hijo? La marca tiene un atractivo relativo para los intermediarios y para quienes compran becerros para la ceba; sin embargo, no impacta en el consumidor final, puesto que éste no sabe de qué marca de hacienda proviene el producto que compra en las carnicerías y tiendas. La comunidad Alturitas opera el negocio con la mentalidad de “el mejor aliado es tu vecino”. Además del apoyo que ofrece desde hacía muchísimos años a escuelas de poblaciones cercanas como Machiques y Rosario, don José René fundó en 2013 una primaria básica dentro de la hacienda a la que denominó “Elisaúl Ordóñez”, en honor de un extrabajador experto en ganadería. El proyecto no sólo incluyó la infraestructura con tres aulas, agua y luz, sino también la dotación de pupitres (fabricados en el taller) y textos escolares. Luego de un tiempo de operación, realizó una alianza con autoridades locales para que se hicieran cargo del funcionamiento. “Hicimos solos una intervención inicial temporal para crear la necesidad y hacerla visible, pero el objetivo era que el gobierno local o la comunidad la administraran, sin que hayamos dejado de preocuparnos por sus necesidades”, comentó don José René. De hecho, la visitaba con frecuencia para ver en qué podía apoyar; por ejemplo, se estaba construyendo una cancha de fútbol. A mediados de 2014, la escuela tenía 40 estudiantes: 34 niños de familias de parcelamientos y seis hijos de empleados de Alturitas, la mayoría indígenas, que no hablaban bien el idioma español. El horario es de 7 de la mañana a 12 del día, y tienen dos maestras de planta que dependen de la junta comunal. Algunos de los niños caminan hasta una hora a pie o deben esperar “la cola” en motos de la hacienda. Cuando terminan la primaria, está previsto que los chicos vayan al liceo en parroquias como Las Piedras o Río Negro. En la comunidad local, que en su mayoría está compuesta por indígenas guajiros y algunos yukpa, Alturitas ha donado impresoras, sistemas de aire acondicionado, balones de fútbol, juguetes en Navidad, etcétera. Incluso, el Día de la Raza acostumbra donar una vaca para la celebración de lo que allí denominan “el día de la resistencia indígena”. Don José René apoyó además a los indígenas de zonas aledañas para que constituyeran una cooperativa como canal para comercializar sus cosechas de maíz y vender madera, y les donó un camión para iniciar operaciones. Algunos caciques llaman a don José René “papá”, aunque, en los últimos años, por cuestiones de seguridad, ha perdido el contacto directo con los indígenas. En ocasiones se hacen jornadas para desparasitar a los niños de la zona, y la hacienda compra los medicamentos para entregarlos a la comunidad. 274 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Debido a la ausencia del Estado y la falta de conocimientos mínimos en una cultura de extrema pobreza, se hacía difícil para los padres realizar diagnósticos iniciales adecuados de las afecciones de sus hijos, con el riesgo de que murieran por falta de tratamientos, incluso los más sencillos y caseros. “Hace años nos percatamos de que había más tumbas de niños que de adultos, y aquéllos se morían sobre todo por los parásitos intestinales”, comentó Alejandro. Esto los motivó a iniciar las jornadas para desparasitar a los niños de la zona de influencia. Además, se realizaron donaciones de distinta índole a puestos de salud en poblaciones cercanas. La hacienda impacta en la comunidad, entre otras cosas, aportando conocimientos y dinero en la construcción de acueductos y compartiendo tecnología de riego. Por otro lado, es común que don José René apoye el desarrollo de proveedores locales. Por ejemplo, y debido a las necesidades que tenía la hacienda de transportar a sus empleados y contratistas desde veredas y pueblos cercanos como Machiques y otras zonas, se otorgó un préstamo a una persona para que comprara una camioneta y la operara para brindar ese servicio. Pero le fue útil, igualmente, para ofrecer transporte a otros clientes diferentes de Alturitas. Gobierno A mediados de 2014, Venezuela atravesaba por una de las mayores crisis económicas de su historia, con una inflación que se esperaba fuera alrededor de 60 por ciento hacia final del año, y cuyo efecto venía disminuyendo fuertemente los márgenes de las empresas, en especial en los sectores que tenían precios de venta controlados. La economía estaba en una fase de decrecimiento económico, el gobierno había cerrado el comercio con Colombia, había escasez de divisas, se prohibían importaciones y exportaciones por parte del sector privado, los precios del petróleo se desplomaban a nivel internacional, y las expropiaciones de empresas aumentaban y empezaban a ser operadas por el Estado. Las cifras indicaban que cerca de cuatro millones de hectáreas habían sido expropiadas, sobre todo de grandes haciendas. Esas condiciones hacían que los empresarios disminuyeran su inversión, buscaran refugiarse con sus capitales en el exterior, o incluso que emigraran hacia otros países como Estados Unidos, España, Panamá, Costa Rica, Colombia y naciones del Caribe, donde abrían nuevos negocios. Frente a esa realidad, don José René reflexionó: “Eso significa además que debo persistir en mi obligación con Venezuela: no puedo desprenderme de la hipoteca social que pesa sobre mí... Las expropiaciones producen miedo al empresario venezolano. A pesar del entorno hostil que hay en el país para la iniciativa y propiedad privada, yo sigo invirtiendo en el Zulia”. Don José René comentó: Si dejo de invertir, me vuelvo menos eficiente, y si soy menos eficiente, disminuye la utilidad. Tengo que seguir invirtiendo para aumentar la productividad, y tener gente más capacitada en un entorno olvidado por el Estado. Invertir ejercita mi mente para que no se deteriore. Y tengo que invertir para ser eficiente y sobrevivir; de hecho, la mayor parte de la utilidad se reinvierte para ser eficiente. Seguimos yendo al banco a solicitar créditos. Defendemos una manera de vivir. Venezuela está en medio de una tormenta, pero tendrá que cambiar, y cuando cambie, tenemos que estar preparados para aprovechar rápidamente las oportunidades que van a florecer. Alturitas paga un impuesto de 34 por ciento, a pesar de las exoneraciones de las que goza por realizar actividades agrícolas. De esa forma, evita complicaciones de trámites adicionales y engorrosos con las autoridades correspondientes: “Yo lo que quiero es que me dejen trabajar”, comentó don José René. “Él está muy pendiente de cumplir todos sus compromisos, con los proveedores, con los bancos, con el Estado; tiene una alta reputación personal y credibilidad”, comentó la directora administrativa de Alturitas. “El gobierno no se ha metido conmigo aún, seguramente porque somos cumplidos, transparentes y, sobre todo, por la labor social que hemos hecho durante décadas; siento que la misma comunidad nos protege”, remató don José René. CASO 4 José René Finol: La hipoteca social 275 Instituto de Gerencia y Estrategia del Zulia (IGEZ) Don José René inició en 2001 su sueño de consolidar una escuela de gerencia en Maracaibo, y se apalancó en un proyecto iniciado por Adalberto Zambrano, quien había encabezado como gerente general en 1994 la fundación del IESA Centro Zulia. Adalberto convocó en 1999 a Fernando Chumaceiro, Alfredo Belloso, Pedro Luís Giuriollo, Enrique Auver, Jorge Abudei, Roger Nava, René Tineo, Pedro Corzo y Nepson Villalobos y don José René Finol. En respuesta a la convocatoria, este grupo de empresarios comenzó a liderar el proyecto de crecimiento de la escuela de formación, y se constituyó el Fondo IESA Centro Zulia. Don José René se convirtió en un entusiasta promotor del fondo y, junto al grupo que había convocado Adalberto Zambrano, se dio a la tarea de concretar los apoyos para los distintos proyectos. En abril de 2005, los representantes del Fondo IESA Centro Zulia cedieron en calidad de venta, y por una tercera parte del valor, los derechos de un terreno que había donado don José René y su familia y donde se construyó la sede de esta escuela de gerencia. Con esa aportación se creó el Fondo IGEZ, que marcó el hito de separación del IESA y la configuración de una nueva institución orientada a la formación de empresarios, directivos, gerentes y líderes sociales: el IGEZ. A mediados de 2014, el IGEZ se había convertido en un lugar de transmisión de conocimientos técnicos y gerenciales, así como de desarrollo de habilidades directivas en el estado de Zulia. Pero también era un espacio de encuentro de empresarios decididos a no dejar apagar su ánimo de mantener sus empresas y de sobrevivir en un contexto adverso para los negocios. El impacto del IGEZ en la región ya es un hecho: es común que los empresarios que han enviado a sus directivos y empleados digan: “Nuestro personal cambió positivamente; después del IGEZ hacen mejor las cosas”. Por sus cinco aulas pasaron, entre 2005 y 2014, más de 10 000 empresarios, directivos y gerentes, y se habían impartido más de 20 000 horas de cursos y ejecutado 30 proyectos de investigación y consultoría. Los programas tienen cupo para 20 estudiantes en promedio, y las evaluaciones de calidad, en promedio, son de 4.8 sobre 5. Los ingresos, que venían creciendo alrededor de 12 por ciento anual, en 2013 fueron de 7.2 millones de bolívares fuertes.6 El IGEZ, desde sus inicios, fue autosostenible financieramente; es decir, genera ingresos a través de programas e investigación que permiten cubrir los costos y gastos de la operación. Los años 2012 y 2013 habían sido de éxito académico y económico, así como de sostenibilidad financiera. Los resultados, durante esos años, fueron de crecimiento real. Lo mismo se esperaba para 2014 y 2015. Retos Don José René no desfallece en medio de un entorno hostil a la iniciativa privada. La amenaza permanente de expropiaciones y de invasiones en Alturitas es un hecho. Y por su lado, René Finol, hijo, indicó: Vivimos en un contexto permanente de alta incertidumbre; precisamente por el entorno, estamos en negocios de alto riesgo. No podemos ir del todo tranquilos a la hacienda. Y aún con toda esta adversidad, mi padre y yo insistimos en seguir invirtiendo en nuestro país. Yo sé hacer negocios en Venezuela y no en otro país. Con el capital que tengo, no podría incursionar en el mismo negocio en otro país; tendría que cambiar de actividad. Sin embargo, no es fácil perseverar, incluso por la seguridad de la familia. 6 La tasa de cambio oficial era de 6.3 bolívares por dólar (sistema de tasa de cambio fija), pero en el mercado negro podía llegar a 70 bolívares por dólar. Sin embargo, las expectativas de los expertos apuntaban hacia una profundización en la crisis económica y se pensaba que esto haría llegar el precio del dólar paralelo a unos 150 bolívares en diciembre de 2014, y seguramente a 200 en 2015. 276 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Don José René no duda en seguir al frente y continuar invirtiendo en Alturitas, así como en el IGEZ, a pesar de que otros empresarios amigos y personas cercanas le aconsejan lo contrario. También tuvo que lidiar con problemas de seguridad. La guerrilla colombiana no dejaba de acechar a los ganaderos del Zulia. El riesgo de secuestro era permanente, aunque él no había tenido problemas serios en ese sentido. Alejandro Bertorelli era el administrador general de la hacienda, y apoyaba en la ejecución la labor de RSE con los empleados y la comunidad local. No era de la familia ni propietario. Y repetía con frecuencia: “No estamos luchando por cuatro vacas, sino por una manera de vivir, por un estilo de vida que debe defenderse en medio de un Estado hostil a la propiedad privada”. Para él, es claro que la buena relación con la comunidad permite la continuidad del negocio, pero está consciente de que la eficiencia, apoyada en la innovación con recursos locales, había sido clave para sobrevivir durante los últimos años. Don José René y Alejandro están convencidos de seguir generando y compartiendo el conocimiento desarrollado en la hacienda con los diferentes actores de la zona, incluso los mismos competidores, ya que opinan que la perdurabilidad es alcanzable sólo mediante el progreso colectivo del Zulia y del sector ganadero en manos privadas: “En la unión está la fuerza; debe buscarse la coexistencia armónica con los competidores”, comentó Alejandro. “Yo me defiendo con eficiencia productiva frente a los precios controlados por el Estado, aunque no siempre lo logramos. Además, la labor social que hemos hecho durante muchos años a conciencia, incluso antes del régimen chavista, puede protegernos de cierta manera”, comentó don José René. Cuando se le preguntó acerca de las actividades de RSE de Alturitas y sus acciones de filantropía, respondió: Tengo una profunda fe católica. Aplico los valores de Dios. Me motiva el concepto de hipoteca social, sobre todo en un entorno donde predomina el olvido del Estado. Hay que amortizar a la sociedad lo que uno ha recibido, aunque es cierto que nunca se podrá pagar en su totalidad, pues debe mantenerse un capital para seguir creando valor. Considero que devolver a la comunidad no es un acto altruista, sino una obligación. Creo que los empresarios deberían dedicar su patrimonio al beneficio de la humanidad. Mire el caso de Bill Gates: le da a sus hijos y entrega el resto a una fundación. Es posible que el mundo necesite a otros Bill Gates. Alturitas no tiene ninguna herramienta de medición de impacto de sus actividades de RSE, pero eso no es una preocupación importante para don José René. Alejandro comentó: “No hacemos medición del impacto social ni lo comunicamos; es difícil, no tenemos tiempo ni recursos para hacerlo, no es una prioridad”. El abogado de confianza de don José René, Israel Fernández, es de la idea de no “hacerse visible en estos temas por motivos de seguridad”. Asimismo, a don José René no le anima la idea de alardear acerca de la dimensión social de sus actividades empresariales. Piensa que comunicarlo podría ir en contra de sus convicciones y su estilo. “Me gusta mantener en esto un bajo perfil, no me gusta que se sepa, no quiero figurar”. Don José René siente un amor profundo por el Zulia y desea seguir contribuyendo a su desarrollo en diferentes frentes. Por ejemplo, apoyó a un productor de cine en la cobertura de actividades del Sistema de Orquestas juveniles de Venezuela, mientras éste lograba el apoyo del gobierno, y sólo con el objetivo de que no suspendiera su actividad artística. Y ya se había impuesto el reto personal de apoyar a otras personas y proyectos, no sólo en el campo de la educación y la salud, sino también de tipo cultural que tuvieran impacto en la construcción de un mejor Zulia. Don José René reflexionó sobre su propio caso: Me cuestionan y me dicen que lo que yo hago es filantropía y no responsabilidad social estratégica. Pues no estoy de acuerdo. Esos dos conceptos son de carácter voluntario. Pienso que todo empresario tiene una hipoteca social y este concepto es de obligatorio cumplimiento. No hay opción, hay que cumplir esa obligación y debe aplicarse en la actividad empresarial. Soy radical: quien no aplique el concepto de hipoteca social, que es obligatorio, no es un verdadero empresario. CASO 4 José René Finol: La hipoteca social Anex o 1 Don José René Finol Fuente: Luisa Elena Betancourt. 277 278 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial A nex o 2 Ubicación geográfica de la hacienda Alturitas Fuente: http://www.embassyworld.com/maps/Maps_Of_Venezuela/images/zulia.jpg Caso 5 RSE estratégica en el contexto de Brasil: Proyecto Ecoelce1 Luciano Barin Cruz y Jonathan Colombo Introducción Coelce, una subsidiaria de la corporación multinacional Endesa,2 provee energía a todo el estado de Ceará en el noreste de Brasil. Coelce tiene la licencia para operar en esa región brasileña por muchos años, lo que aumenta la necesidad de una visión estratégica de largo plazo. Para Coelce, la sostenibilidad significa crecimiento responsable, es decir, la incorporación de criterios sociales y ambientales en la estrategia y los modelos de negocio de la compañía, lo que permite no sólo el logro de los objetivos de negocio que maximizan la creación de valor en una perspectiva de largo plazo, sino también beneficios para las comunidades en las que opera. La empresa sabe que el acceso a la energía eléctrica es vital para el desarrollo social y económico de las regiones pobres del país porque no sólo mejora la calidad de vida de la gente sino también apoya el derecho humano básico a un estándar de vida adecuado. Además, posibilita el desarrollo de infraestructuras esenciales, como hospitales, escuelas y alumbrado público; asimismo, hace posible la mejora de la agricultura y la industrialización, y permite a los habitantes el acceso a nuevos productos y servicios. En el nivel individual, la electricidad permite a las personas refrigerar alimentos y desarrollar habilidades intelectuales, como leer y estudiar por la noche.3 Con energía eléctrica, la gente puede elaborar pequeños artículos de artesanía y administrar negocios informales en casa. El estado de Ceará Ceará es el decimoséptimo estado más grande y el sexto más poblado de los 27 que integran Brasil. Tiene una extensión territorial de casi 149 mil kilómetros cuadrados y más de 8.5 millones de habitantes4 (lo que representa 4.4 por ciento de la población del país). Con una población de más de 2.5 millones, Fortaleza, la capital de Ceará, es la quinta ciudad más grande de Brasil y se encuentra entre las áreas más pobladas del mundo. La región metropolitana de Fortaleza tiene más de 2.6 millones de habitantes.5 1 2 3 4 5 Las opiniones, los hallazgos y las conclusiones o recomendaciones que se expresan en este material son de los autores, y no necesariamente reflejan la visión de Endesa ni de Coelce. Endesa, la compañía líder de servicio de suministro de energía eléctrica en España y una de las compañías de electricidad más grandes del mundo, fue fundada en 1944 y actualmente opera en nueve países en un amplio rango de actividades en el sector energético, incluyendo la distribución, generación, transición y comercialización de energía. En Brasil, Endesa posee una planta hidroeléctrica y otra de energía térmica; administra la línea eléctrica de 1 000 kilómetros que conecta a Argentina y Brasil, así como dos compañías de distribución (Ampla, que tiene 2.5 millones de clientes en el estado de Río de Janeiro, y Coelce, con 2.8 millones de clientes en el estado de Ceará). Chien, Marsha (2009). From Sustainability to Human Rights: A Case Study on Endesa/Endesa Brasil. En www.unglobalcompact.org/docs/issues_doc/human_rights/Business_Practices/Endesa_011209.pdf La cifra es de 8 547 809 habitantes, de acuerdo con la estimación del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) en 2009. IBGE, www.cidades.ibge.gov.br Fecha de consulta: octubre de 2016. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 280 Ceará se encuentra en medio de un paraíso tropical; sin embargo, también es una región con grandes desafíos ambientales y sociales, donde el crecimiento económico está dividido entre la economía formal y la informal. Al igual que sucede en otros estados de Brasil, la economía de Ceará se compone de un importante mercado informal que emplea mayoritariamente a gente que vive en la pobreza. Este mercado asegura algún ingreso a personas desempleadas; sin embargo, no garantiza un salario constante, como tampoco el respeto a los derechos laborales reconocidos en la Constitución Federal de Brasil. A pesar de los esfuerzos de los gobiernos locales para incorporar a esa parte del mercado a la economía formal, el mercado informal aún desempeña un papel central en el desarrollo económico y social del estado, ya que emplea a más de la mitad de la población local económicamente activa de Fortaleza.6 Los desafíos Considerando los problemas sociales y ambientales en esa región, Coelce ha enfrentado algunos desafíos en los últimos años, al definir y adoptar una estrategia de responsabilidad social empresarial (RSE). El primero de ellos se relaciona con el uso incorrecto de la energía: a causa de la pobreza y la economía informal que prevalecen en esa región, algunas personas utilizan el sistema de energía eléctrica de manera ilegal, es decir, consumen energía sin pagar por ella. El segundo desafío se relaciona con el reciclaje: al igual que otras ciudades en el mundo, la capital de Ceará (Fortaleza) enfrenta importantes retos en términos de reciclaje de desechos. El tercer desafío tiene que ver con las presiones gubernamentales: el gobierno brasileño ha desarrollado un programa llamado “Luz para todos”, con la finalidad de obligar a los proveedores de energía a brindar acceso al servicio a todos los brasileños, incluidos los pobres. En el presente estudio de caso mostramos cómo Coelce desarrolló un proyecto llamado “Ecoelce”, con la intención de responder a esos tres desafíos adoptando un enfoque de RSE estratégica. Ecoelce En los últimos años, el Departamento de Administración de Innovación y Proyectos de Investigación (IMRPD) de Coelce ha implementado importantes proyectos para enfrentar la pobreza y lograr que la población local esté consciente de la importancia de preservar el entorno. El gerente del IMRPD pondera los beneficios de esos proyectos para las comunidades locales desfavorecidas y para la visibilidad del enfoque de sostenibilidad de Coelce. Al analizar el perfil de sus clientes, Coelce observó que había una estrecha relación entre la población de bajos ingresos y el gran volumen de desechos sólidos que se tiraban inadecuadamente al ambiente.7 Más aún, entre esas comunidades de bajos ingresos, la compañía detectó que una elevada tasa de incumplimiento de pago y robo de energía eléctrica se debía a las dificultades de los clientes para pagar las cuentas correspondientes. Con base en el contexto ambiental y en algunas oportunidades, la compañía implementó el programa Ecoelce para recuperar el valor de los recursos desperdiciados y devolverlo a la población local. Mediante el manejo creativo de temas ambientales, el proyecto trata de captar todos los resultados positivos de la administración de basura y combinarlos con la inclusión social. 6 7 Mesquita, Erle (2008). Informalidade no mercado de trabalho de Fortaleza; dimensão e características. Fortaleza: Instituto de Desenvolvimento do Trabalho. De acuerdo con la investigación realizada en 2004 por la Universidade de Fortaleza (UNIFOR), la ciudad de Fortaleza genera más de 42 000 toneladas de desechos sólidos al mes, y aunque el 36.4 por ciento podría reciclarse, sólo 3 009 toneladas (equivalentes al 7.3 por ciento) reciben ese tratamiento. CASO 5 RSE estratégica en el contexto de Brasil: Proyecto Ecoelce 281 Al convertir el valor de mercado de los desechos en saldo que los clientes pueden utilizar para pagar sus cuentas de energía eléctrica, el programa demuestra con claridad que existen vínculos entre las prácticas de negocio centrales de la compañía y sus necesidades de reducir pérdidas corporativas relacionadas con cuentas no pagadas, por un lado, y el compromiso de la compañía con el desarrollo de la comunidad local, por el otro. La infraestructura del proyecto El líder de Ecoelce recuerda que este proyecto, reconocido internacionalmente, fue concebido a partir de algo muy simple: “Al principio, la idea era sencilla, […] algo que pudiera hacerse en una pequeña plaza. Una vez a la semana podíamos ir a ese lugar, hacer la presentación acerca de la importancia de preservar el entorno local y ayudar a los habitantes a reunir desechos reciclables”. Con esta idea, el programa Ecoelce fue lanzado en agosto de 2006 como proyecto piloto en cuatro comunidades de bajos ingresos en la región metropolitana de Fortaleza. Después de dos años, había 66 centros de recolección que operaban semanal o bisemanalmente, ya fuera en el área metropolitana de Fortaleza o en la zona rural. El líder del proyecto agregó: “Este concepto se ha mejorado y optimizado. […] En la actualidad, Ecoelce ha establecido 35 puntos de recolección en la ciudad de Fortaleza y en varios municipios, donde reúne más de 2 000 toneladas de basura al año”. Para participar en el proyecto Ecoelce y recibir un descuento en el pago por consumo de energía eléctrica, una persona debe ser cliente de Coelce y solicitar una tarjeta para ese efecto. La solicitud puede hacerse ya sea en alguno de los centros de recolección o en línea, a través del sitio web; la tarjeta se envía por correo al cliente, junto con la siguiente factura por consumo de energía eléctrica. Ya con la tarjeta, el cliente debe llevar la basura, ya separada, a uno de los centros de recolección. Ahí, cada categoría de basura se pesa y evalúa de acuerdo con el precio estándar de cada material. Los valores se transfieren al sistema de facturación de Endesa Brasil y se acreditan en la tarjeta del cliente. Al final de cada periodo de facturación, el sistema agrega el saldo positivo acumulado por cada consumidor y lo resta de su cuenta de consumo de energía eléctrica. Si hay saldo remanente, éste se transfiere automáticamente a la siguiente factura, evitando cualquier pérdida para el cliente. Cuando la basura se pesa, el sistema también calcula, con base en estándares científicos aceptados por Endesa Brasil, el equivalente en términos de energía eléctrica ahorrada por las emisiones de carbono que dejan de lanzarse al ambiente. Desde el inicio del proyecto y hasta diciembre de 2015, Coelce logró recolectar 21 534 toneladas de basura reciclable, que es el equivalente a ahorrar 88 701 MWh. Donar el saldo acumulado Además de los clientes individuales, las entidades comerciales como restaurantes y hoteles pueden participar en el proyecto y contribuir a su causa ambiental. Incluso pueden expandir su contribución al desarrollo sostenible donando su saldo acumulado a organizaciones sin fines de lucro. Después de pesar la basura y de calcular el saldo acumulado, el cliente puede elegir donar este último a cualquier otro cliente que esté registrado en el programa Ecoelce. El líder del proyecto explica: “En cuanto al saldo acumulado, tenemos una lista de ONG entre las que la persona puede elegir. […] Sólo tiene que teclear sobre la báscula el código de referencia de una de esas ONG, o el de algún otro cliente de su elección, y el saldo se acumulará automáticamente a esa persona u organización”. Coelce administra los puntos acumulados por los clientes, en colaboración con asociaciones comunitarias locales y con las empresas locales de reciclaje; estas últimas son responsables de entregar el material recolectado a la industria de reciclaje. En el centro de recolección, el Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 282 consumidor también puede asistir a pláticas no sólo acerca de la importancia del reciclaje y de asuntos ambientales, sino también sobre la forma de separar la basura en las seis categorías que se recolectan: • • • • • • Papel Fierro Vidrio Plástico Tetra Pak Aceite de cocina En 2008, Coelce administró 66 centros de recolección; en 2015, el número había aumentado a 116. De acuerdo con el líder del proyecto, algunos centros tuvieron que cerrarse porque no eran sostenibles: “La cantidad de material entregado por la comunidad en algunos centros de recolección no era suficiente para mantenerlos en operación. […] El proyecto Ecoelce depende de una compañía de reciclaje que se encarga de acudir al punto de recolección, recoger el material y entregarlo a la industria de reciclaje, pero si no hay suficiente material, la compañía no lo recoge”. Y agrega: “No podíamos esperar a acumular más basura. Muchas estaciones se encuentran cerca de negocios y restaurantes y no podemos tener material de desecho almacenado en las inmediaciones”. Compañías de reciclaje En la estructura de Ecoelce, el programa depende de las compañías de reciclaje. Coelce es una compañía de distribución de energía eléctrica y, por lo tanto, no tiene experiencia en manipular y transportar grandes cantidades de desechos reciclables. El gerente del IMRPD destaca: “Para implementar el proyecto Ecoelce, firmamos acuerdos con compañías de reciclaje locales. Éstas son responsables de recoger la basura y llevarla a las industrias de reciclaje que fabrican nuevos productos con el material reciclado”.8 Coelce administra los centros de recolección y provee las básculas y el equipo que envía los datos al sistema de facturación de la compañía; el resto de la operación queda a cargo de las empresas de reciclaje que son socios de Coelce en este proyecto. El líder del proyecto hace énfasis en que Coelce sólo se asocia con compañías de reciclaje que tienen una certificación en administración ambiental de basura recolectada: “Estos socios son responsables por la operación de los centros de recolección y deben tener tanto una licencia ambiental como un permiso para operar. […] No queremos socios que únicamente busquen utilidad. Buscamos socios que estén preocupados con la seriedad de su operación”. Más aún, todos los sitios a donde se envía la basura también deben contar con una licencia ambiental. “Todas las etapas del proceso están controladas, desde la recolección hasta el destino final. Tenemos que asegurarnos de que toda la basura llevada a los puntos de recolección por nuestros clientes recibirá un tratamiento adecuado por una industria de reciclaje certificada”. En los acuerdos con las compañías de reciclaje, Coelce también negocia que se le pague el valor de mercado por los materiales reciclables. Al hacerlo, Coelce está en condiciones de transferir el ingreso total directamente a sus clientes en forma de saldo disponible y descuentos en sus facturas de energía eléctrica. “Catadores” y compañías de reciclaje certificadas Una de las principales preocupaciones en relación con el plan de desarrollo de Ecoelce son los “catadores” y las compañías de reciclaje que no están certificadas. 8 Video institucional de Ecoelce, disponible en www.ecoelce.com.br Fecha de consulta: 24 de enero de 2010. CASO 5 RSE estratégica en el contexto de Brasil: Proyecto Ecoelce 283 En portugués, “catador” quiere decir “recolector de basura”. Los “catadores” se encuentran sobre todo en las ciudades más grandes de Brasil; son recolectores informales que reúnen materiales reciclables y se ganan la vida vendiéndolos a compañías de reciclaje. El proyecto enfrenta la competencia de las compañías de reciclaje que pagan en efectivo a esos recolectores. De acuerdo con el líder del proyecto, “los ‘catadores’, quienes sobreviven gracias a la recolección de basura reciclable, siempre buscan los mejores precios. […] Prefieren recibir dinero que puedan utilizar para pagar la renta y comprar alimentos. […] En algunos casos, hay algunos ‘catadores’ que llevan la basura recolectada a uno de los centros de recolección de Ecoelce hasta que su saldo acumulado iguala el valor necesario para pagar su factura de energía eléctrica. El resto del material recolectado es vendido a otro reciclador que les paga en efectivo”. Este hecho aumenta la preocupación ambiental de Coelce, porque la mayoría de esas compañías de reciclaje no están certificadas y no siempre dan el mejor destino a la basura que compran a los “catadores”. El líder del proyecto afirma que “Coelce busca únicamente a socios certificados y con licencia […], y esto genera un costo adicional a la compañía de reciclaje que participa en la cadena de proceso de Ecoelce”. Algunos resultados Intercambiar basura reciclable por saldo que se utiliza para reducir o incluso para pagar por completo la factura de energía eléctrica contribuye a mejorar el estándar de vida de la gente. El programa permite a los clientes de Coelce no sólo ahorrar dinero, sino también gastarlo o invertirlo en otra cosa. Esa fuente alternativa de ingreso también es importante porque reduce el número de conexiones ilegales de luz que realiza la gente. Con el solo hecho de ser capaz de pagar las facturas de energía eléctrica, una persona se convierte en cliente. Esto asegura su ciudadanía porque la factura de servicio público confirma el domicilio, uno de los requisitos para tener acceso a crédito, por ejemplo. Un cliente afirma felizmente: “Ha sido una experiencia maravillosa; la última vez que tuve que pagar mi factura de energía eléctrica en efectivo fue hace cinco meses. Quiero seguir así y siempre continuaré trayendo más material reciclable para asegurar que mi cuenta continúe pagándose con el material reciclable que soy capaz de recolectar”. Más de 56 513 clientes se han beneficiado con el programa; además, según las cifras de 2015, 30 municipios y 150 comunidades recibieron servicio. También hubo una reducción en el número de conexiones ilegales, lo que alienta el consumo eficiente de energía eléctrica. Una de las mayores contribuciones sociales del programa se relaciona con su capacidad para educar a la población acerca de la importancia del reciclaje. El componente de educación ambiental del programa –que incluye presentaciones, conferencias, folletos y materiales de propaganda en los centros de recolección, pero también en internet, televisión y radio– contribuye a crear conciencia entre la gente acerca de la ineficiencia al utilizar algunos recursos. Con el tiempo, Coelce se ha dado cuenta de que sus clientes se interesan cada vez más por los beneficios ambientales del proyecto. Durante los primeros 24 meses del programa, los clientes de Coelce lograron recolectar basura que permitió ahorrar 143 millones de litros de agua, 44 mil árboles, 995 toneladas de mineral de hierro, 715 toneladas de arena y 6.14 toneladas de aceite de cocina, así como 13.21 GWh de energía eléctrica.9 Al tomar parte en la administración de desechos, los miembros de la comunidad comenzaron a entender la relación entre la competitividad y el ambiente; es decir, comprendieron que deben pagar el costo de la contaminación. También aprendieron que eliminar la basura de las comunidades tiene un resultado directo sobre el estándar de vida de la gente. 9 Arruda, Odailton S. (2009). Ecoelce Coelce. Agenda Sustentavel. 284 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Disminuir el volumen de la basura depositada en las calles contribuye a reducir la proliferación de enfermedades –por ejemplo, el dengue–, así como los niveles de las inundaciones durante la temporada de lluvias. Ecoelce también contribuye al desarrollo económico de la comunidad, porque genera 52 empleos directos y 200 indirectos relacionados con sus socios en las compañías de reciclaje. Incluso varios años después del lanzamiento del proyecto, Coelce continúa recibiendo solicitudes de los clientes para expandir sus operaciones estableciendo nuevos centros de recolección. El líder del proyecto asegura: “Algunos líderes comunitarios nos han llamado para felicitarnos y solicitar que abramos nuevos puntos de recolección en sus vecindarios. […] Son personas que quieren y necesitan una forma alternativa de pagar sus facturas de energía eléctrica y eliminar la basura de sus calles”. CASO 5 RSE estratégica en el contexto de Brasil: Proyecto Ecoelce 285 A p éndic e 2007 2008 2009 2010 2011 2012 18 560 84 063 112 319 109 149 48 959 45 608 4 149 Clientes regulares 1 593 5 394 7 348 Clientes beneficiados 2 810 8 318 2 438 Clientes Basura reciclable recolectada (ton) 1 495 3 733 3 188 Número de transacciones 195.3 Reembolsos de facturas de energía eléctrica (en miles de dólares) Centros de recolección 521.5 299.6 2013 2014 2015 Total 6 192 10 185 439 184 5 363 6 499 8 589 34 786 13 105 8 148 9 893 14 239 56 513 1 206 1 729 1 698 2 605 3 442 21 534 8 057 45 622 60 137 47 433 56 642 70 128 288 019 227.5 151.9 210.7 223.3 437.5 502.6 2 769.9 116 116 30 30 150 150 55 Municipios atendidos Comunidades atendidas Conversión de energía (MWh) 6 307 15 337 11 805 9 960 5 016 7 408 7 359 11 207 14 301 88 701 Conversión de CO2 (kg) 2 936 8 786 6 733 5 837 2 892 4 227 4 335 7 087 8 829 51 662 Principales premios FI G U R A C5-1 10 • Fue uno de los 10 proyectos premiados en los World Business Development Awards (WBDA), y reconocido como uno de los 20 proyectos más importantes en el mundo. • Es uno de los proyectos más importantes alineados con los principios de Global Compact en América Latina. • Participación en la Semana del conocimiento promovida por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). • Es una de las 25 innovaciones más importantes de Brasil en la década (premio patrocinado por la revista Exame y el grupo Monitor). Impactos principales de Ecoelce.10 Fuente: Marconatto et al. (2016:744). En Marconatto, DAB, Barin Cruz, L. Pozzebon, M. y Poitras, J. E. (2016). Developing Sustainable Business Models within BOP Contexts: Mobilizing Native Capability to Cope with Government Programs. Journal of Cleaner Production, 129, 735-748. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 286 Innovación y creatividad: Compromiso por innovar tecnologías e ideas para nuestras actividades Medio ambiente: Compromiso con prácticas gerenciales en conformidad con la preservación ambiental y el consumo ético Conducta: Compromiso con la ética, la transparencia, el diálogo y el respeto por todo nuestro público Dimensión ambiental Dimensión económica Accionistas: Compromiso para generar valor y rendimiento con base en el desarrollo sostenible Sociedad: Compromiso para establecer una sociedad más justa e igualitaria, promoviendo el crecimiento de nuestras comunidades Dimensión social Gente: Compromiso con la salud, la seguridad, la calidad de vida, y el desarrollo personal y profesional de nuestros empleados FIGU R A C5-2 11 Clientes: Compromiso con la satisfacción de nuestros clientes y la calidad de nuestros servicios Los siete compromisos de Coelce con el desarrollo sostenible.11 Sitio web de Endesa Brasil, www.endesabrasil.com.br Fecha de consulta 29 de enero de 2010. CASO 5 Clientes RSE estratégica en el contexto de Brasil: Proyecto Ecoelce El cliente lleva la basura a uno de los centros de recolección El sistema envía la información al centro de facturación de Coelce, para abonar el saldo acumulado a la siguiente factura de energía eléctrica del cliente La compañía de reciclaje pesa el material reciclable Puntos de recolección Coelce registra y envía una tarjeta Ecoelce a los clientes que deseen participar en el programa FI G U R A C5-3 12 Coelce Estructura de Coelce.12 Arruda, O. S. (2009). Ecoelce Coelce. Agenda Sustentavel. La compañía de reciclaje deposita la cantidad equivalente al bono en la cuenta de Coelce 287 Caso 6 Best Buddies-Alkosto: Del marketing a la RSE1 Martaolga Arango, Ernesto Barrera Duque y Xavier Camilo Cárdenas Best Buddies Colombia (BBC), en noviembre de 2006, ya se había consolidado como una fundación dedicada a la inserción social de personas con discapacidad cognitiva (anexo 1), en particular de aquellas con síndrome de Down. Luisa Díez,2 la directora general, se enfrentaba a los problemas comunes que surgen en ese tipo de organizaciones, en especial a la recaudación de recursos para garantizar la sostenibilidad en el largo plazo y el despliegue de la misión social. Además, enfrentaba dilemas en su vida personal: La fundación BB empieza a tener los problemas de crecer y, como consecuencia de esto, es más el tiempo que paso en temas de la administración que en los de mi vocación; es mucho el tiempo que le dedico a la oficina, y siento que mi hija Sofía me está necesitando más. ¡Qué ironía! Sé que mi trabajo es vida para ella, que ella representa el motor, la voz y la oportunidad de todas las personas con discapacidad cognitiva; sin embargo, ella quiere a su mamá. La junta considera que la fundación no está tan sólida como para pensar en mi retiro. Uno de sus logros había sido una alianza con Alkosto, un hipermercado de venta al por menor de origen colombiano con cuatro tiendas en Bogotá y tres en otras ciudades, para incentivar donaciones entre los compradores. Esta modalidad había tenido muy buenos resultados, pero a partir del inicio del segundo semestre de 2006, se temía que se empezara a registrar una tendencia a la baja. Luisa había sido informada de que los clientes preferían entregar el dinero directamente a los discapacitados, aprovechando la oportunidad que tenían de interactuar con ellos, y para tener la seguridad del destino de los fondos. “Entregar los vueltos”3 en la caja registradora no le daba la certeza al donante sobre cómo llegaban los fondos hacia la fundación. Esto había disminuido los ingresos que BBC recibía de la alianza con Alkosto. Por otro lado, Marta Quijano,4 la gerente de Responsabilidad Social (RS) del hipermercado, le había comentado que los empleados de las tiendas aún no estaban plenamente sensibilizados ante la situación de los discapacitados, y se temía que se generaran problemas de trabajo en equipo. Se percibía una tensa calma ante posibles renuncias de parte de los trabajadores y, además, no cesaban ciertas críticas de algunos directivos, quienes se mostraban muy preocupados por la reacción de los clientes. Sin embargo, por solicitud de la junta directiva de Alkosto, Marta debía presentar recomendaciones para continuar la expansión del proyecto de RSE con BBC. 1 2 3 4 Caso elaborado por Martaolga Arango y Ernesto Barrera, profesores del INALDE, y Xavier Camilo Cárdenas, asistente de investigación, como base de debate y no como ilustración de la gestión, adecuada o inadecuada, de una situación determinada. El nombre real se cambió para mantener la confidencialidad. Esta expresión se refiere al dinero que un cajero le entrega al cliente cuando paga su compra; otros términos empleados para referirse a ello son: cambio, vuelto, vueltas, entre otros. El nombre real se cambió para mantener la confidencialidad. 290 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Best Buddies International La fundación Best Buddies International surgió por iniciativa de Anthony Kennedy, un acaudalado estadounidense que, siendo estudiante de la Universidad Georgetown (Washington, Estados Unidos), se interesó por las personas con discapacidad y sus dificultades para insertarse en la sociedad. Quienes conocían a Anthony lo describían como una persona carismática, y se decía que su fuerte vínculo emocional con ese tipo de problemas cognitivos tenía origen en su estrecha relación con una de sus tías, a quien, al parecer, se le presentaban obstáculos sociales y falta de autonomía para visitar parques, salir a la calle, ir al cine y hacer amistades. En 1987, con algunos de sus compañeros de universidad, fundó un “primer capítulo” para entablar relaciones de amistad con las personas con discapacidad cognitiva (buddies) y fundó Best Buddies (en inglés, la palabra buddy significa amigo o compañero, de manera que el nombre completo de la fundación se traduciría como “Mejores amigos”). Con el tiempo, la organización logró expandirse a 33 “capítulos” geográficos (o ramificaciones) en Estados Unidos. En 1992, inició el proyecto Best Buddies International (BBI) para expandirse por todo el mundo, y fundó su primera ramificación en Grecia. La misión social continuó siendo mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad cognitiva mediante la construcción de amistades uno a uno, con voluntarios que les dedicaban tiempo para “ser amigos”. Veinte años después de su fundación, BBI ya tenía voluntarios en las 50 entidades de Estados Unidos y presencia en alrededor de 42 países, atrayendo como voluntarios a más de 500 mil personas del mundo, lo que la constituía en una de las fundaciones más grandes y especializadas en discapacidad cognitiva (anexo 2). BBI tenía la política de que sus filiales deberían generar sus propios recursos para crecer con autosuficiencia desde el punto de vista financiero. Best Buddies Colombia Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) de Colombia, en 2005, cerca de 6.5 por ciento de la población nacional de 42 millones de habitantes padecía alguna discapacidad (vea el anexo 3). Y entre las personas con discapacidad, algunas no estaban en condiciones de cuidarse a sí mismas (9.4 por ciento), de relacionarse (9.8 por ciento) o de entender y aprender (12 por ciento). Además, sin que existieran datos exactos para Colombia, analistas estadounidenses estimaban que el desempleo para esas personas oscilaba entre 70 y 80 por ciento. Best Buddies (BBI), con el apoyo de Luisa Díez, que tenía una hija con discapacidad cognitiva, inició operaciones en Colombia a mediados de 2003. El objetivo fundamental era la difusión del respeto y la comprensión hacia esas personas en la sociedad y la construcción de amistades con ellos. La fundadora colombiana tenía un móvil muy específico: “Mi hija debe ser autónoma, que no dependa de nadie”. En las conversaciones, cuando se le preguntaba sobre qué actividades realizaba la fundación, respondía de la siguiente manera: Best Buddies Colombia es una fundación internacional cuyo propósito es lograr que personas con discapacidad cognitiva, sean vinculadas y reconocidas en la sociedad a través de la amistad. Otro directivo de la fundación, para expresar la problemática alrededor de las personas con discapacidad cognitiva, mencionó: La primera imagen que llega cuando se menciona la discapacidad es la de una persona a quien despectivamente se le llama retrasada. A veces produce lástima y, tristemente, a veces miedo por el desconocimiento y la incapacidad para relacionarnos con ella. Estos sentimientos, muy generalizados, son los que al mismo tiempo limitan su socialización, no sólo para generar amistad, sino para pertenecer a las familias. CASO 6 Best Buddies-Alkosto: Del marketing a la RSE 291 Es triste pensar que a veces sienten vergüenza y los esconden; y lo más impactante es que la sociedad, ante esta realidad, responde con un silencio, que puede interpretarse de varias maneras: indiferencia, sensación de que ésa “no es mi realidad”, impotencia. En 2004, un año después del inicio de la organización en Colombia, ya tenía 82 voluntarios vinculados, “haciendo amistad con los discapacitados”. En 2005, el número aumentó a 141 y ya tenía varios capítulos en diferentes ciudades del país (anexo 4). Por cada cinco capítulos había un coordinador y el costo anual por cada uno era de cerca de 18 millones de pesos colombianos,5 que incluían los salarios de los jefes de proyecto y la quinta parte del sueldo del coordinador. Cada capítulo, que tenía autonomía para realizar eventos de recaudación de fondos, estaba integrado, en promedio, por 25 voluntarios. Uno de los voluntarios dijo lo siguiente acerca de su actividad en BBC: “Las actividades que realiza un voluntario con un amigo del alma se manejan igual que una amistad normal: cada uno paga o, en algunas ocasiones, paga quien invita. La relación no consiste en apadrinar, sino en ser amigos”. Recaudación de fondos Luisa, desde que inició como fundadora y directiva principal de la fundación, realizó diferentes actividades para conseguir donaciones de empresas y personas sensibles a la temática de BBC: la discapacidad cognitiva. La venta de calendarios corporativos, con fotos ilustrativas de la importancia de la amistad con los buddies, era una herramienta importante. En 2004, las empresas compraron cerca de 32 000 calendarios, lo que representó cerca de 180 millones de pesos colombianos de los ingresos de ese año. Además, se probó que ese tipo de productos era más o menos exitoso para recaudar fondos, por lo que se convirtió en una práctica frecuente. Pero la fuente principal de recursos seguía siendo la donación por parte de las empresas, que contribuían en su mayor parte por su sensibilidad hacia los niños con discapacidades cognitivas, pero también, en algunos casos, porque les permitía deducir impuestos. Buscando alternativas de recaudación de fondos entre las empresas, Luisa había logrado donaciones más o menos permanentes de unas diez firmas en tres años. Existían dos modalidades de donación: en dinero o en especie. Las donaciones en especie incluían el trabajo creativo, el tiempo de abogados, el mantenimiento del sitio web, bebidas gaseosas para eventos de recaudación de fondos, computadores de segunda mano, licencias de software, la gestión de relaciones públicas, entre otras. Y había dos tipos de empresas: las que solicitaban un certificado de donación para deducir impuestos, y las que no registraban sus donaciones en los libros contables, por considerarlas como parte de sus actividades de responsabilidad social. Las reacciones de los directivos eran muy diversas. Al respecto, Luisa mencionó: Tocar las puertas de las empresas significa estar preparado para todo tipo de respuesta, como la de un distinguido empresario, del cual me reservo el nombre por respeto a él, quien me dijo: “Usted para qué trabaja con la discapacidad cognitiva, si eso ni se quita ni se cura. ¿Por qué no trabaja mejor con minas antipersonales?”. Sin embargo, Luisa encontró que había una tendencia importante en las empresas del sector detallista sobre el tema de RSE. Es más, muchas de esas empresas comenzaban a consolidar departamentos o divisiones especializados en esas prácticas; sin embargo, para su labor de reco- 5 Para facilitar la conversión, la tasa de cambio, puede estimarse en 2 000 pesos colombianos por cada dólar estadounidense. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 292 lectar fondos, había tensiones entre las diferentes fundaciones que luchaban por conseguir los recursos escasos de las donaciones. La directora de BBC mencionó: En la mayoría de los casos, el primer contacto es muy difícil, porque casi todas las empresas ya tienen una fundación seleccionada para sus donaciones, casi siempre afín a los intereses del negocio o a las amistades de los dueños o directivos. Esto significa que la recaudación de fondos es una competencia dura. ¿Cómo lograr que BBC pudiera ser más atractiva que las fundaciones dedicadas a la niñez, los ancianos, la educación, la drogadicción, el medio ambiente o la nutrición, que representan realidades que la sociedad considera prioritarias? Luego de muchos avatares, Luisa encontró interés por consolidar una alianza6 en Alkosto, una cadena de hipermercados con presencia en varias ciudades colombianas (uno de cuyos principales competidores es Carrefour). Sin embargo, uno de los obstáculos era que esa empresa ya venía haciendo donaciones a la Cruz Roja, y tenía la política de trabajar con una sola ONG para esas causas. Hacia finales de 2004, Luisa concertó una cita con Alberto Yepes, un alto directivo del hipermercado, que era sensible a la temática por algunos aspectos familiares vinculados con la discapacidad cognitiva, y quien mostró un fuerte interés por iniciar un programa de donaciones a BBC. Alberto encargó este proyecto a Marta Quijano, quien era gerente de RS de Alkosto. Unos seis meses después, y luego de un proceso de decisión muy arduo en la junta directiva, el proyecto se hizo realidad: recolectar donaciones entre los clientes de las tiendas para BBC. Esto implicó la suspensión de las donaciones a la Cruz Roja como destinatario de los programas de RS de Alkosto. Marta, por su lado, mencionó las dificultades de esta decisión en la junta directiva, ya que deseaban un vínculo estrecho para crear valor social, y no simplemente adherirse a la “moda” de la RSE, sin un involucramiento serio de largo plazo. Ella comentó: La decisión dejó una sensación extraña entre los directivos de Alkosto. Tenían la duda de si la decisión estaba alineada con la filosofía de responsabilidad social de la empresa. ¿Para qué apoyar a personas con discapacidad cognitiva y no a personas con otras discapacidades, que implicaran mayor facilidad de gestión? O ¿no sería mejor apoyar otras causas más nobles y de mayor impacto social, como a las madres que son cabeza de familia? Adicionalmente, la junta no quería atomizar recursos y quería una sola línea para sus actividades de responsabilidad social. Ellos se preguntaban si habían elegido bien, sobre todo porque esto implicaba terminar la relación con la Cruz Roja. Implementación de la iniciativa de marketing de causa social El programa de “dona tus vueltos” consistía en que el cliente donaba dinero en el momento del pago con aproximaciones de 100 pesos, y Alkosto, por su lado, donaba todo el material publicitario en el punto de venta (point of purchase, POP), el cual, en el caso del programa con la Cruz Roja había llegado hasta los 40 millones de pesos por año. “Amigos del alma” en Alkosto Se acordó que los pivotes del proyecto serían los cajeros de las tiendas, los cuales, al momento de recibir el pago de los clientes, les preguntarían a éstos: “¿Desea donar sus vueltos a la fundación Best Buddies?”. En caso de que la respuesta fuera “sí”, el sistema electrónico y de registro contable enviaría esos recursos a una cuenta especial con destino exclusivo e inmediato a BBC. 6 Se utilizará la palabra alianza para referirse a una colaboración interorganizacional, sin que se refiera a lo que tradicionalmente se conoce como alianza estratégica. CASO 6 Best Buddies-Alkosto: Del marketing a la RSE 293 Al principio, no fue fácil concientizar a los cajeros para que realizaran esta actividad adicional a sus funciones normales, sobre todo porque podía volverse arduo solicitar esto a todos y cada uno de los clientes en las horas de mayor afluencia, como los sábados en la tarde. Además, los cajeros sentían vergüenza con los clientes porque con mucha frecuencia pronunciaban mal el nombre de la organización en inglés (Best Buddies), y no sabían explicar en qué consistían las actividades de la fundación. Por ese motivo, se cambió el nombre del programa a “Amigos del alma” y, más adelante, se trató de llevar a algunos discapacitados al almacén para que los clientes los vieran “con sus propios ojos”. La alianza BB-Alkosto empezó a incluir eventos dentro de la tienda con buddies, como, por ejemplo, la presentación de “Banda Musical de Halloween”, que logró sensibilizar tanto a los clientes como a los empleados. El costo de los eventos corría por cuenta de BBC. Sin embargo, luego de observar algunas resistencias internas, la dirección incorporó un sistema de incentivos para motivar a los cajeros y convertirlos incluso en promotores proactivos del programa. En la primera fase, se ofrecieron premios como días libres y entradas al cine en caso de cumplir las metas de recaudación. Luego, se incluyeron incentivos como bonos del mismo almacén (Alkosto) y comidas en restaurantes. También se desarrolló un material POP dentro de la tienda, para incentivar las donaciones entre los clientes. Los resultados iniciales fueron alentadores. Se realizó un ajuste para aceptar donaciones con tarjetas de crédito, y se cambió el monto de 100 pesos7 a 1 000, logrando aumentar el monto de las donaciones mensuales: de cinco a 35 millones de pesos. Un nuevo proyecto de ruptura A finales de 2005, Marta y su equipo, por encargo de la junta directiva, comenzaron a buscar nuevas alternativas para la expansión de la alianza con BBC. Se pusieron en contacto con la alcaldesa de la localidad donde estaba ubicada una de las tiendas de Bogotá. Lograron la referencia de la Institución Educativa Distrital República de Bolivia, una entidad de carácter público, con estudiantes de estratos socioeconómicos bajos, que tenía 250 estudiantes con discapacidad cognitiva. Alkosto se comprometió a donar los equipos para una panadería, y a comprarles producto para las “medias nueves”8 de los trabajadores de las tiendas. Además, les donaron el salón lúdico para potenciar diferentes habilidades en las personas discapacitadas. La discapacidad cada vez se “metía más en las venas” de la empresa, pero en la junta directiva, según uno de sus miembros, aún se albergaban algunas dudas: ¿Estas acciones están desarrollando una “cultura interna” más sensible a la realidad social? ¿Estas acciones realmente nos están llevando a ser una organización con más conciencia social? A comienzos de 2006, surgió la idea de contratar a 35 estudiantes del colegio como empleados en las tiendas de Alkosto. Consideraron que el trabajo de “empacador” era el más adecuado. Esto, sin embargo, implicaría una interacción con los clientes porque su función principal era guardar los productos en las bolsas plásticas y llevar el carrito de compras hasta los vehículos. Pero esto no era lo único que preocupaba a Marta: tendrían que trabajar en equipo con otros empleados de la empresa. Ahora bien, en la medida que Marta y Luisa conformaban el plan, iban apareciendo restricciones imprevistas, que las mecían en el vaivén de los sentimientos encontrados, incluso hasta llegar a cuestionarse si estaban diseñando prácticas que bordeaban la “locura” empresarial. En palabras de uno de los directivos de Alkosto que conoció este proyecto en sus inicios: 7 8 Como se mencionó, 2 000 pesos colombianos equivalen a un dólar aproximadamente. Así se denomina en Colombia a la comida que se ingiere entre el desayuno y el almuerzo de mediodía. 294 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Esta iniciativa se había formulado muy bien, pero luego en la implementación empezó a tropezarse con restricciones legales y organizacionales que no se habían previsto, y con las que la organización nunca había lidiado antes en toda su historia y que no sabía cómo afrontar. Los retos de la propuesta La legislación colombiana establecía ciertas restricciones en la contratación laboral de discapacitados. El código civil los consideraba “incapaces”, impidiendo que firmen directamente su contrato de trabajo; además, las normas laborales prohíben despedir a una persona aduciendo la discapacidad. Esto aumentaba la incertidumbre de su vinculación laboral: los directivos veían restringida la posibilidad de hacer despidos en el caso de bajo desempeño de esas personas. Por su lado, las Administradoras de Riesgos Profesionales (ARP) no permitían la vinculación de personas discapacitadas en sus programas, lo que las dejaría fuera de los beneficios de los seguros por accidente de trabajo y de enfermedad profesional, manteniéndose ese riesgo para el empleador que los contrataba. Con todo esto, se observó que la contratación de discapacitados tenía costos relativos mayores y duplicaba los procesos de capacitación. Una vez que empezó a difundirse la propuesta al interior de Alkosto, surgió un nuevo reto: enfrentar las resistencias de los directivos. Éstos se cuestionaban si tal práctica de RSE –contratar como empacadores a personas con discapacidad cognitiva– afectaría, entre otras cosas, las curvas salariales vigentes, ya que a diferencia de otros supermercados e hipermercados, Alkosto no contrataba a los empacadores a través de terceros (subcontratación o outsourcing). En caso de subcontratarlos, sus ingresos dependerían de las propinas de los clientes; sin embargo, Alkosto registraba a los empacadores directamente en su nómina, otorgándoles todas las prestaciones sociales. Otro problema era cómo realizar el pago del salario: a los padres, a los discapacitados o al colegio. La empresa se preguntaba también si tendría que pagar un salario superior a los empacadores sin discapacidad. Surgieron cuestionamientos acerca de la capacitación, el monitoreo y la evaluación del desempeño; qué hacer para que no se sintieran excluidos del ambiente laboral de la empresa; cómo sería la relación entre jefes y subalternos; qué criterios de selección se utilizarían para contratar a los discapacitados; qué costos adicionales implicaría su contratación; y si debían contratarse directamente o a través de terceros. A otros directivos les preocupaba la manera como sería percibida esta práctica entre los clientes. ¿Qué tal si no comprendían la discapacidad en la interacción con estos “amigos del alma”? ¿Y si se enfadaban con los empacadores? ¿Qué tal si los clientes protestaban por percibir esta práctica como una “explotación” de minorías débiles? ¿Cómo afectaría la reputación de Alkosto? ¿Y si los clientes humillaban a los buddies? ¿Cómo ayudaría este programa a la retención de clientes en el largo plazo? ¿Ayudará este proyecto para que los empleados no discapacitados sean “mejores personas”? Por otro lado, para BBC, este proyecto era un reto porque implicaba un rol de agente proactivo para la inclusión laboral de los discapacitados, algo que no se había hecho antes en la fundación, pero que Luisa empezó a considerar como un nuevo objetivo: no sólo crear amistades, sino también incluirlos de manera productiva en la realidad socioeconómica mediante el ofrecimiento de un trabajo remunerado. Luis Alberto y Luisa, además, se preguntaban cómo podría Alkosto ayudar a extender esta actividad de inclusión laboral a otras empresas del entorno colombiano. CASO 6 Best Buddies-Alkosto: Del marketing a la RSE 295 El proyecto en la práctica Con la aprobación de la junta directiva, donde hubo álgidas discusiones, los discapacitados empezaron a ser vinculados mediante un contrato de aprendizaje con el colegio distrital, pero la idea era vincularlos mediante un contrato de trabajo para pagarles un salario fijo y otorgarles todas las prestaciones sociales. Sin embargo, la legislación no lo permitía. La ejecución no estuvo libre de problemas. Los cajeros, por ejemplo, debían interactuar con los empacadores para darles instrucciones y realizar con agilidad el proceso de registro y empaque de los productos. A veces se presentaban fricciones por la lentitud con la que se hacía la labor de empaque o porque no se separaban adecuadamente los productos en las diferentes bolsas, lo que provocaba disgustos en algunos clientes. Por su lado, los empacadores sin discapacidad cognitiva sentían que se les trataba como si tuvieran los mismos problemas que los discapacitados. Algunos de ellos incluso pensaron en retirarse o sufrían angustia por esa situación, lo que generó preocupaciones en los directivos, especialmente en relación con el clima laboral. En respuesta, Alkosto inició capacitaciones de sensibilización y programas de apoyo a los empleados. Testimonios de los beneficiarios Cuando los directivos de BBC y de Alkosto escuchaban de viva voz a los “amigos del alma”, se conmovían con el impacto en la vida de los discapacitados. Esto los impulsaba a continuar trabajando en el proyecto y a extenderlo a la comunidad de empresas del entorno colombiano, lo que requería tanto de un fuerte compromiso de la empresa como del tiempo de los empleados y de los propios directivos. Sonia, empacadora de la zona sur y beneficiaria de este proyecto de inserción productiva manifestó: Tengo 30 años. Yo trabajo cuatro horas por la mañana, y en la tarde voy al colegio especial, que es como un taller. Ya llevo tres años en el almacén (Alkosto) y allá me dan mucho cariño; mis jefes y mis compañeros me dan mucho cariño. Estoy muy contenta porque mis padres pensaron que yo nunca podría trabajar y ahora trabajo. Y la madre de Sonia comentó: A Sonia le dio meningitis cuando estaba muy pequeña y esto le afectó su capacidad mental. Pero además, cuando tenía cinco años, con un accidente de cocina, su brazo derecho le quedó inmovilizado. Esta oportunidad que le han dado es increíble, nunca pensé que fuera posible que ella pudiera trabajar. Además, en este momento, el ingreso de Sonia es el único de nuestra familia; ella sostiene la casa, nosotros vivimos en un barrio pobre. Ella se moviliza sola, toma la buseta y el Transmilenio,9 aunque yo le digo que tenga mucho cuidado de no irse con nadie. Me siento muy orgullosa de ella: ya se puede defender sola. Marta, a pesar de que las resistencias internas continuaban y de que varios directivos identificaban problemas en la ejecución del proyecto, empezó a expandir éste a otros cargos, como por ejemplo al área de “abastecedores” en la parte de logística de entrada y en servicio al cliente en la zona de electrónicos. La junta directiva, por su lado, seguía empeñada en aumentar el impacto del proyecto al interior de Alkosto y quería un compromiso de largo plazo con la creación de valor social. 9 Sistema de transporte público en Bogotá, Colombia. 296 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Lady, otra de las beneficiarias de la alianza BBC-Alkosto, mencionó: Mi mamá me dice que tengo dificultades para aprender porque cuando era un bebé me caí de la cuna y eso me afectó el cerebro. Tengo una discapacidad mental. Cuando me presenté en un colegio normal me excluyeron porque tenía dificultades para aprender. Sin embargo, yo terminé el bachillerato en un colegio especial, donde hay talleres y por eso es que yo sé hacer tarjetas con papel ecológico. Mi papá se murió cuando yo tenía 10 años. Ahora estoy trabajando en servicio al cliente y me gusta mucho; además, me he ganado el cariño de mis jefes y de mis compañeros. Me di cuenta de que realmente yo puedo, a pesar de mi problema mental. Un directivo de BBC, al analizar esta experiencia, mencionó: Tenemos que darnos cuenta de que las personas con discapacidad cognitiva son sujetos no sólo de derechos, sino también de deberes. Miren ustedes, muchos de ellos trabajan y son el único sustento para sus familias. Pero no sólo eso. Empiezan a trabajar y sus madres ya pueden dedicar tiempo a realizar otras actividades productivas y aportar ingresos adicionales al hogar. Éste es un impacto extendido de la inclusión laboral de los muchachos con discapacidad cognitiva. Luego de hacer una pausa y de mirar a lo lejos, continuó: Todo es cuestión de dar una oportunidad y luchar por un ideal valioso y legítimo, impulsando cambios en las organizaciones e incluso en las legislaciones. Y otro tema terriblemente importante: los muchachos desarrollan habilidades, aprenden mediante la repetición y la observación, se sienten útiles a la sociedad y su autoestima aumenta; ya no les da pena y se sienten reconocidos por los demás. Es una cuestión de dar oportunidades y de hacer de la esperanza una realidad. Epílogo A finales de 2006, Luisa y Marta tenían desafíos distintos, pero coincidían en el objetivo de potenciar la alianza BBC-Alkosto de inclusión laboral productiva de los discapacitados. Luisa debía afrontar situaciones de carácter personal que podrían afectar su permanencia en la dirección de BBC y, en tal caso, se preguntaba qué plan seguir para que no resultara afectada la misión social de la fundación; también debía idear acciones para garantizar la autosuficiencia financiera, la cual se estaba viendo debilitada últimamente. Marta, por su lado, con base en la experiencia del primer año de implementación, debía presentar nuevas recomendaciones a la junta directiva de Alkosto para continuar la expansión de esta práctica de RSE. Unos de los aspectos esenciales eran qué porcentaje de los empleos podrían ser ocupados por discapacitados, en qué otras actividades y cargos ubicarlos, y cómo trasladar esa práctica a otras empresas del entorno colombiano. Y se preguntaba: ¿Qué propuestas presentar para estos asuntos, y sobre todo, qué otras cosas debería plantear a la junta directiva? CASO 6 Best Buddies-Alkosto: Del marketing a la RSE 297 Anex o 1 Definición de discapacidad cognitiva Según la Asociación Americana sobre el Retraso Mental (AAMR), una discapacidad cognitiva es un estado particular del funcionamiento que comienza en la niñez (antes de los 18 años) y que se caracteriza por limitaciones significativas en la inteligencia y en la capacidad de adaptación de una persona, expresadas en sus destrezas conceptuales, sociales y prácticas. Por lo general, una persona con discapacidad cognitiva posee un cociente intelectual (CI) inferior a 75 puntos, y su conducta adaptativa presenta limitaciones significativas que afectan su rutina de vida diaria, así como su capacidad de respuesta ante una situación o un ambiente específicos (AAMR, 2002). La discapacidad cognitiva: • • • No es una enfermedad. No es un trastorno mental. Es una dificultad para aprender y adaptarse socialmente. Algunas causas de la discapacidad cognitiva son: • • • Antes del nacimiento (causa genética, como el síndrome de Down) y durante la gestación. Durante el nacimiento: hipoxia, esto es, falta de oxígeno en el cerebro. Después del nacimiento: maltrato infantil, enfermedades, accidentes, etcétera. Todas las personas con síndrome de Down presentan discapacidad cognitiva. Este concepto forma parte de la discapacidad intelectual, que se define como la dificultad para desarrollar las conductas necesarias para adaptarse con éxito al entorno social. 298 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial A nex o 2 Evolución de Best Buddies 1989 a 1993 • Incorporada como una organización sin fines de lucro 501(c)(3), Best Buddies® se convierte en el primer programa nacional, social y recreativo en Estados Unidos para personas con discapacidad intelectual. • Se concibe Best Buddies Fine Art, donde se exhiben obras maestras de Keith Haring, Roy Lichtenstein y Robert Rauschenberg. • Best Buddies se convierte en anfitrión de la primera Conferencia sobre Liderazgo, para brindar capacitación intensiva tanto a líderes universitarios como a personas con discapacidad intelectual, en habilidades para hablar en público, administración, relaciones públicas, formación de equipos, solución de problemas y liderazgo. • Best Buddies inicia el programa Best Buddies Citizens, con la meta de conformar pares de amigos entre personas con discapacidad intelectual y voluntarios no discapacitados. 1994 a 1998 • • • Best Buddies inicia Best Buddies Jobs, un programa de apoyo al empleo, dirigido a buscar empleos de oficina bien remunerados para personas con discapacidad intelectual en Florida, California y Massachusetts. Best Buddies establece Best Buddies High Schools, con el objetivo de conformar pares de amigos entre estudiantes de educación especial y voluntarios de bachillerato. Se lanza el programa piloto Best Buddies Middle Schools, dirigido a personas aún más jóvenes, con la esperanza de que la inclusión de personas con discapacidad intelectual tenga un efecto duradero en las normas sociales para la siguiente generación. 1999 a 2006 • • • • Se inicia e-Buddies® como un programa innovador de amistades en línea. Maria Shriver escribe un extraordinario libro acerca de amistades con personas con discapacidad intelectual titulado What’s Wrong With Timmy?, cuyas ganancias por concepto de ventas se destinan a Best Buddies. Best Buddies inicia el evento de recaudación de fondos más exitoso de su historia y difundido por televisión a nivel nacional, Best Buddies Challenge: Hearst Castle, presidido por la primera dama de California, Maria Shriver. Se trató de una carrera ciclista de 100 millas a lo largo de la carretera de la costa del Pacífico. Por primera vez, Best Buddies cuenta con programas en los 50 estados de la Unión Americana y en seis continentes. 2007 a 2009 • • • Best Buddies International y la empresa alemana de automóviles de lujo Audi inician una asociación internacional con duración de cinco años. Por primera vez, Best Buddies tiene programas en 42 países. Best Buddies celebra 20 años de amistades y trabajo. CASO 6 Best Buddies-Alkosto: Del marketing a la RSE 299 Anex o 3 Estadísticas • • • • Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que 600 millones de personas en el mundo, es decir, casi 10 por ciento de la población tiene algún tipo de discapacidad. Además, se calcula que en la mayoría de países en conflicto y pobreza, esa cifra podría alcanzar 18 por ciento de la población total. En Colombia, según los datos arrojados por el Censo General 2005, realizado por el DANE, aproximadamente 2 640 000 personas presentan alguna limitación permanente, lo cual equivale a 6.4 por ciento del total de la población colombiana (Fuente: DANE). La población con discapacidad no constituye un grupo homogéneo, ya que existen varios tipos de discapacidad como la física, visual, cognitiva, sensorial, mental y auditiva, que no necesariamente influyen en la capacidad para trabajar y participar en la sociedad. 300 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial A nex o 4 Mapa de la presencia de Best Buddies Colombia Cartagena Cúcuta Medellín Bogotá, D.C. Pereira Villavicencio Cali Pasto Túquerres Ipiales Ibagué Fuente: Sitio Web Best Buddies Colombia. CASO 6 Best Buddies-Alkosto: Del marketing a la RSE 301 Anex o 5 Programa “Amigos de alma” El programa, a través del voluntariado, busca entablar relaciones de amistad uno a uno con personas con discapacidad cognitiva, permitiéndoles desarrollar habilidades sociales e interactuar en diferentes espacios y actividades de la vida diaria en comunidad. Para ello, existen los siguientes capítulos: Capítulo de colegios, universidades y empresas Promueve amistades personales e individuales entre estudiantes con discapacidad cognitiva y estudiantes voluntarios de colegios y universidades. El programa se estructura mediante la conformación de capítulos que actúan como entes coordinadores entre los estudiantes voluntarios de un colegio o universidad y los jóvenes de las mismas edades con discapacidad cognitiva de una fundación de educación especial. Todos los voluntarios deben asistir a una capacitación anual que se realiza en Bogotá, donde se les forma en liderazgo, voluntariado y temas relacionados con la discapacidad cognitiva. Los jóvenes voluntarios se comprometen a dedicar una parte de su tiempo a realizar, en compañía de sus nuevos amigos, actividades que por lo regular harían con personas de su círculo social. En esa interacción se comparten experiencias, se desarrollan habilidades y se adquieren responsabilidades únicas de cada parte. Cada capítulo posee una estructura definida con responsables, funciones, metas y presupuestos establecidos; sus directores asisten a la Conferencia Anual de Liderazgo que se realiza en Estados Unidos, con una participación promedio de 1 500 estudiantes de diferentes colegios y universidades del mundo. La estructura de cada capítulo está conformada por un director de capítulo. El grupo de oficiales de cada uno de los capítulos está conformado por un coordinador de voluntarios, un coordinador de actividades, un tesorero y un coordinador de e-Buddies. El grupo restante de voluntarios cumple funciones de apoyo al grupo de oficiales. Best Buddies particulares En el capítulo de particulares participan todos los “amigos del alma” y voluntarios que no se encuentran inscritos en ninguna de las instituciones con las cuales Best Buddies Colombia tiene convenio. Esto implica que el capítulo de particulares abarca toda la población flotante con discapacidad cognitiva, amigos del alma de todas las edades que permanecen en casa, o que se encuentran escolarizados o trabajando, y que desean entrar al programa de amistad. Los voluntarios son personas de la vida cívica, escolar o corporativa que se enteran de los programas de BBC por diferentes medios y que desean compartir experiencias de amistad con personas con discapacidad cognitiva, llenar sus vidas de amor y apoyo, compartiendo un poco de su tiempo para ayudar a que los “amigos del alma” puedan participar activamente en la sociedad y, al mismo tiempo, vivir una experiencia con el potencial para cambiar su vida. Caso 7 “Alisha en el país de la obesidad”: ¿El marketing de los alimentos es el “sombrerero loco”?1 Sonya A. Grier2 y Guillaume D. Johnson3 Introducción Imagine por un momento que usted es una chica de 12 años que vive en un barrio pobre de una gran metrópoli de Estados Unidos; su nombre es Alisha. Cuando usted se levanta por la mañana, su madre ya se ha ido al trabajo. Rápidamente, usted se cepilla los dientes, se da una ducha, se viste y se sirve un rico tazón de cereal, mientras canturrea el rap pegajoso que escuchó en el sitio web de ese cereal. Come su cereal mientras ve un nuevo episodio de su programa matutino favorito de televisión. El programa de 30 minutos, patrocinado por una marca de dulces, presenta un reportaje sobre la vida de una joven afroamericana que lucha con problemas propios de la adolescencia. El programa es interrumpido cuatro veces para transmitir anuncios. En total se incluyen 18 comerciales, más de la mitad anuncian productos como bebidas gaseosas (7UP, Sprite, Dr Pepper, por ejemplo) o comida rápida (Domino’s Pizza, Dunkin’ Donuts o Wendy’s).4 Tan pronto como termina el programa, usted corre hacia la esquina de la calle para tomar el autobús que la llevará a la escuela. Luego de mostrar al conductor del transporte su tarjeta de calificaciones con el logotipo de la pizzería localizada enfrente de la escuela, encuentra un asiento libre en la parte trasera del autobús. Piensa en la conversación que usted y su madre sostuvieron con el médico durante la consulta del día anterior, tratando de entender lo que éste dijo acerca de su condición de “prediabética” y de la necesidad de bajar de peso. A pesar de todos sus propósitos su salud no mejora. Pesa 75 kilos, mide 1.38 metros de estatura y su índice de masa corporal (IMC) de 31.4 indica que usted es obesa. Lo mismo les sucede a varios de sus compañeros, amigos y familiares. Al mirar fijamente a través de la ventanilla, pensativa, pasa frente a usted un espectacular anunciando bebidas alcohólicas; luego, otro de cigarrillos, otro de bebidas gaseosas y diversos productos de comida rápida. También observa los establecimientos comerciales, los cuales van desde locales de comida rápida hasta expendios de licores y, luego, más tiendas de comida rápida. En las 10 calles que separan su casa de la escuela, el autobús pasa por unos 10 espectaculares rela- 1 2 3 4 Una primera versión de este estudio de caso fue el ganador del concurso Dark Side Case Writing 2010, organizado por la Critical Management Studies Division de la Academy of Management (AOM). Sonya A. Grier es profesora asociada de marketing en la Kogod School of Business en la American University, Washington, D.C., Estados Unidos. Guillaume D. Johnson es profesor titular de marketing en la School of Economic and Business Sciences, de la Witwatersrand University, en Johannesburgo, Sudáfrica. Todos los ejemplos fueron tomados de investigaciones y artículos periodísticos que describen las tácticas reales de marketing empleadas por compañías y marcas específicas, incluyendo los siguientes: http://www.reesespuffs.com/; Gabriel Packard, U.S.: Unhealthy Food, Figures Feature in TV for Blacks – Study, Inter Press Service, 13 de agosto de 2003; McDonald’s Corporation, What is McDonald’s 365 Black?; Kate MacArthur y Hillary Chura, “Urban Warfare: Hip-Hop and Street Savvy Are Soda Marketers’ Weapons in the Battle for Minority Kids”, Advertising Age, 2000; Eric Bush, Church’s Chicken Teams w/ Surge to Promote Afro Samurai, 2009; Kenneth Hein, Pepsi Program Targets African-American Moms, 2009 (citado el 8 de marzo de 2010); Mickey Alam Khan, Coca-Cola Debuts Ambitious Mobile Push for Sprite, 18 de mayo de 2009. 304 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial cionados con alimentos (por ejemplo, Coca-Cola, Burger King), ocho establecimientos de comida rápida (Pizza Hut, Subway, Crown Fried Chicken, entre otros) y una pequeña tienda ubicada en una esquina. Una vez en la escuela, regala a alguien el plátano que lleva en su lonchera y bebe el jugo envasado que su madre incluyó; con el dinero que usted ganó cuidando a niños pequeños, compra papas fritas y galletas en las máquinas expendedoras dentro del plantel. A la hora del almuerzo, a veces ingiere algo de la comida que la escuela ofrece de manera gratuita, pero casi siempre prefiere comprar una rebanada de pizza, un taco o una hamburguesa en la sucursal de Taco-Bell ubicada en la cafetería del plantel. Durante la clase vespertina de gimnasia, que dura 30 minutos, suele sentarse en alguna de las zonas laterales cada vez que un movimiento de su cuerpo exige esfuerzo adicional y siente que fácilmente se queda sin aliento. Después de clases, por lo general, va a la biblioteca. Recientemente hubo una exposición de fotografías con motivo del Mes de la Historia Afroamericana, la cual le pareció muy interesante. Se percató de que toda la exposición fue financiada por McDonald’s. Al caminar desde la biblioteca hacia la parada del autobús observa que varios de sus amigos están congregados en torno a una camioneta con el logotipo de la marca Pepsi. Usted se les une, justo cuando un popular DJ local pide a los jóvenes cantar y bailar para obtener alguno de los diversos artículos promocionales con la etiqueta de Pepsi, mientras los empleados distribuyen botellas de la bebida de manera gratuita. Después de esto, toma el autobús rumbo a casa. Entra de inmediato, pues a su mamá no le gusta que usted permanezca fuera cuando ella no está. Mientras la espera, ve televisión, juega videojuegos o navega en internet. Su videojuego favorito es Afro Samurai, un juego con animaciones que combina el hip-hop con temas japoneses. Usted ganó este juego y la consola en Church’s Chicken, un restaurante de comida rápida ubicado en la misma calle de su casa. En internet, usted y su mamá se unieron recientemente a una comunidad digital llamada “We Inspire”, auspiciado por PepsiCo y dedicado a compartir pensamientos personales e inspiradores. Sin embargo, sólo puede tener acceso a ese sitio web cuando su madre está presente, así que con mayor frecuencia utiliza su teléfono móvil para conectarse a “Be Heard”, un programa patrocinado por Coca-Cola y Church’s Chicken, que le permite interactuar con sus amigos enviándoles mensajes de texto a bajo costo. También es miembro de una red móvil iniciada recientemente por Sprite, y ha animado a varios de sus amigos a unirse a ésta. Su mamá regresa a casa alrededor de las ocho de la noche. Ante la falta de supermercados en el vecindario, y como su madre no dispone de automóvil, ni hay un sistema de transporte confiable para ir al supermercado más cercano, que se encuentra a varias millas de su hogar, ella trae a casa una cubeta de pollo que compró en la sucursal de Kentucky Fried Chicken (KFC) que se encuentra a dos calles. Esta vez eligió un nuevo sabor, tal como usted se lo pidió luego de verlo anunciado en comerciales de televisión, en varios espectaculares y en las paradas de autobús. Después de la cena se va a su recámara a ver su programa televisivo nocturno favorito, “Victoria Justice”, mientras navega en internet y hojea un ejemplar de la revista Essence Magazine que su madre compró. A las 11:03 de la noche se queda dormida y ya no ve a su mamá, quien entra 30 minutos después a apagar el televisor y la computadora. Alisha es uno de los muchos chicos con sobrepeso en el mundo. Las sociedades, a nivel global, están analizando qué pasos son necesarios para detener las tasas de obesidad infantil –las cuales se han calificado como “epidémicas”–, y para disminuir los costos económicos y sociales relacionados con la atención a la salud. Si bien se reconoce que la falta de actividad física, las prácticas de alimentación de los padres, la composición de los almuerzos escolares y muchos otros factores contribuyen de manera importante a esa epidemia, el marketing de alimentos dirigido a los niños ha captado gran atención en la sociedad. Se han propuesto numerosos programas y políticas, los cuales se han llevado a la práctica por parte de defensores de consumidores, agencias gubernamentales y empresas de alimentos. Sin embargo, en el análisis sobre las intervenciones necesarias específicamente relacionadas con el marketing de alimentos, se ha prestado poca atención a los niños como Alisha, que se encuentran en grupos con el riesgo más alto de obesidad. CASO 7 “Alisha en el país de la obesidad”: ¿El marketing de los alimentos es el “sombrerero loco”? 305 Si, tal como sugiere un día típico en la vida de esta chica, ella se ve expuesta a más mensajes de marketing de comida que otros jóvenes, ¿habrá necesidad de intervenciones especialmente dirigidas en relación con el marketing de alimentos, para detener la epidemia de obesidad en los niños de minorías étnicas como Alisha? La epidemia de la obesidad Antecedentes La obesidad en niños5 y adolescentes6 se ha convertido en una preocupación social importante tanto en los países industrializados como en las naciones en desarrollo, incluyendo aquellas donde la desnutrición y el peso bajo han sido problemas arraigados a lo largo de la historia. Más de 100 millones de niños en el mundo tienen sobrepeso (Organización Mundial de la Salud, 2009), y la obesidad se considera como “epidémica” ya que en la actualidad es una característica de las poblaciones, no sólo de los individuos (Organización Mundial de la Salud, 2003). En Estados Unidos, la prevalencia de la obesidad se ha incrementado a ritmo constante en los últimos 30 años, lo que representa un desafío importante de salud pública, como se observa en la tabla C7-1. TABLA C7 - 1 Epidemia de obesidad en Estados Unidos. • El sobrepeso y la obesidad se han incrementado en todos los grupos de edad, y se ha triplicado entre los niños y adolescentes desde 1980 (Ogden et al., 2006; Wang y Beydoun, 2007). • Entre 2007 y 2008, casi un tercio de los niños y adolescentes tenía sobrepeso u obesidad (Flegal et al., 2010; Ogden et al., 2010). • Más de 60 por ciento de los adultos tienen sobrepeso u obesidad, y una tercera parte de los adultos se clasifica en la categoría de obesidad. • Si las tendencias continúan, se espera que en tan sólo 20 años las tasas de sobrepeso y obesidad se dupliquen en los niños, y que en el caso de los adultos estadounidenses lleguen a 90 por ciento (Wang et al., 2008). El sobrepeso y la obesidad suscitan preocupación social por su relación con condiciones crónicas graves y con el riesgo creciente de padecer asma, diabetes, enfermedades cardiovasculares (como hipertensión), apnea del sueño y complicaciones ortopédicas (Caprio et al., 2008). Muchos niños con sobrepeso u obesidad están desarrollando enfermedades que antes eran propias de los adultos, incluyendo la diabetes tipo 2 y la hipertensión, y se encuentran en riesgo creciente de sufrir enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares y algunos tipos de cáncer. El peso excesivo tiene muchas consecuencias sociales, psicológicas y económicas tanto para los individuos afectados como para las sociedades. El impacto económico es especialmente sobresaliente en los costos de atención a la salud. Los gastos médicos atribuidos al sobrepeso y la obesidad en 5 6 De acuerdo con la definición, la obesidad en los niños implica tener un índice de masa corporal (IMC, el cual se calcula dividiendo el peso en kilogramos entre el cuadrado de la estatura en metros) que iguala o sobrepasa el punto de corte para una edad y un sexo específicos (el percentil 95), en las curvas estándar publicadas por los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC). El sobrepeso se define como un IMC que iguala o supera el percentil 85, sin rebasar el percentil 95 (Flegal et al., 2010). El término “niños” se refiere por lo general a chicos de 6 a 11 años de edad, mientras que el de “adolescentes” se refiere a jóvenes de 12 a 19 años. No obstante, el presente estudio de caso utiliza los términos “niños” y “jóvenes” para referirse a las categorías de niños y adolescentes, aunque reconocemos que éstas no son idénticas. 306 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Estados Unidos en 1998 ascendieron a 9.1 por ciento del total de los gastos médicos (78 500 millones de dólares), y según las proyecciones, en 2030 representarán uno de cada seis dólares gastados en atención a la salud, lo que significa que los costos relacionados con el sobrepeso y la obesidad se ubicarán entre 860 700 millones y 956 900 millones de dólares (Wang et al., 2008). Más aún, si no se logra controlar la epidemia de obesidad, la actual generación de niños estadounidenses podría tener una esperanza de vida menor que sus padres. Disparidades étnicas en la epidemia de la obesidad Alisha tiene aún mayor probabilidad de padecer sobrepeso que los niños en general, en tanto que las tasas de obesidad difieren de forma significativa entre géneros y grupos étnicos. Por lo general, las tasas son más altas en las niñas que en los varones, pero también en los menores de edad afroamericanos e hispanos que en los menores anglosajones (vea el apéndice 1). Los datos estadísticos son más alarmantes en el caso de las niñas afroamericanas, como Alisha. En el bienio de 2007 a 2008, 46.3 por ciento de las chicas afroamericanos de 12 a 19 años tenían sobrepeso u obesidad, la prevalencia más alta en comparación con la de cualquier grupo definido por género o por grupo étnico (vea el apéndice 1). En comparación, en el mismo periodo, 29.9 por ciento de las adolescentes blancas tenían sobrepeso u obesidad. Se estima que si las tendencias actuales continúan, los mayores aumentos en la prevalencia de sobrepeso y obesidad corresponderán a los adolescentes hispanoamericanos (un aumento del doble) y los adolescentes afroamericanos (al aumentar en 1.8) (Wang et al., 2008). A pesar de la suposición común de que las disparidades étnicas en la obesidad son resultado de las diferencias en el ingreso, también existe variación en la asociación entre estatus socioeconómico (ESE) y la obesidad en función del origen étnico. Aunque la obesidad disminuye en relación directa con el ESE de los padres de niños blancos, las tasas podrían aumentar en relación directa con el ingreso o quizá no reflejen un patrón consistente en el caso de niños afroamericanos e hispanos (Ogden et al., 2008). Por ejemplo, considerando a las chicas de 10 a 17 años, como Alisha, las tasas de obesidad son más elevadas en las afroamericanas del nivel socioeconómico más alto (Wang y Beydoun, 2007). Sin embargo, considerando las elevadas cifras de afroamericanos e hispanos que se ubican en el nivel más bajo de ingresos, podría haber efectos más fuertes en los jóvenes de minorías étnicas de bajos ingresos. Esas “disparidades en la obesidad” también existen en los adultos, ya que aquellos que pertenecen a minorías étnicas, en especial las mujeres, también registran tasas más altas de sobrepeso y obesidad que los adultos blancos (vea el apéndice 2). La epidemia no es nueva para las poblaciones de minorías étnicas, ya que altos niveles de obesidad se documentaron en un informe del gobierno de Estados Unidos en 1985 en relación con la salud de las minorías, mientras que la actual epidemia de obesidad en la población estadounidense se reconoció hasta principios de la década de 1990 (Kumanyika, 2002). Algunos investigadores argumentan que la ausencia de acciones eficaces ha permitido que el problema crezca. La obesidad es sólo el inicio de diversos problemas de salud para niños como Alisha. Ella tiene casi 50 por ciento de probabilidad de desarrollar diabetes a lo largo de la vida (Narayan et al., 2003), y su esperanza de vida ya es más corta que la de su madre (Olshanksy et al., 2005). Alisha podría morir antes de cumplir 40 años a causa de una enfermedad cardiovascular, considerando que la incidencia de afecciones de ese tipo también refleja las desigualdades étnicas en la obesidad. Además, la tabla C7-2 muestra cómo los jóvenes de minorías étnicas tienen mayor probabilidad de desarrollar diabetes en comparación con otros chicos. Mientras la sociedad indaga las causas de la obesidad para detener su aumento en los niños, muchos factores se han relacionado con ese fenómeno y se ha atribuido responsabilidad a diversos grupos de interés. La causa básica de la obesidad es un desequilibrio entre la cantidad de energía obtenida a partir de los alimentos y las bebidas que se ingieren, y la cantidad de energía gastada a través del metabolismo y la actividad física. Las tendencias culturales generales, CASO 7 “Alisha en el país de la obesidad”: ¿El marketing de los alimentos es el “sombrerero loco”? TABLA C7 - 2 307 Consecuencias de las disparidades étnicas en la obesidad infantil. • Los varones blancos nacidos en 2000 tienen un riesgo de 26.7 por ciento de ser diagnosticados con diabetes en algún momento de la vida, mientras que los varones de origen hispano tienen un riesgo de 45.4 por ciento, y los afroamericanos de 40.2 por ciento. • Las niñas blancas nacidas en 2000 tienen un riesgo de 31.2 por ciento de ser diagnosticadas con diabetes en algún momento de la vida, mientras que las niñas hispanas tienen una probabilidad de 52.5 por ciento, y las afroamericanas de 49 por ciento. como los estilos de vida sedentaria, los patrones poco saludables de alimentación, la prominencia en la dieta estadounidense de comida rápida y de conveniencia –que con frecuencia incluye alimentos altos en calorías y pobres en valor nutricional–, y las políticas agrícolas relacionadas se consideran relevantes en ese sentido. Entre las muchas causas a las que se atribuye la epidemia de la obesidad, el marketing de la industria de alimentos y bebidas es una de las áreas más criticadas. Los investigadores, defensores de los consumidores y funcionarios gubernamentales atribuyen la epidemia de la obesidad a factores de marketing, como la mayor disponibilidad de alimentos chatarra y comida rápida, las porciones crecientes de comida, los precios relativos de los alimentos y, con mayor frecuencia, la publicidad. Cuestiones de responsabilidad individual y el derecho de la industria alimentaria a la libre expresión, protegidos por la primera enmienda de la Constitución estadounidense, con frecuencia evitan consideraciones más serias para intervenir en las actividades de marketing dirigido a los adultos. Sin embargo, la preocupación social por los niños ha enfocado los reflectores hacia el marketing de la industria de los alimentos dirigidos a los niños y adolescentes. El marketing de alimentos y bebidas específicamente dirigido El marketing específicamente dirigido implica hablar de manera estratégica a grupos particulares de consumidores –es decir, a los mercados meta– para incitarlos a pensar, sentir y actuar de acuerdo con los objetivos de marketing, que por lo general implican el consumo de productos. Las estrategias podrían influir en el conocimiento sobre la existencia de productos específicos, estimular la creación de significados relacionados con esos productos, incidir sobre las actitudes en torno a una marca, animar a los receptores a probar productos, y contribuir al conocimiento, las creencias y las normas relacionados con los alimentos (Grier, 2009). Las estrategias de marketing específicamente dirigido se basan en las investigaciones de mercado, las cuales exploran creencias, actitudes y comportamientos de los segmentos meta, e indagan de qué manera responden éstos a tácticas de marketing específicas, y cómo, cuándo y dónde puede llegarse a ellos con las actividades de marketing. Puesto que la industria se autorregula, los especialistas en marketing desarrollan, transmiten e imponen sus propios códigos de práctica en relación con esas actividades.7 El mercado de jóvenes en general (compuesto por niños y adolescentes) y los mercados de jóvenes de minorías étnicas abarcan dos segmentos meta que se traslapan y que son de gran importancia para la industria de alimentos y bebidas. Marketing dirigido a los niños Los niños y adolescentes son mercados meta atractivos para los negocios. Tienen poder de compra considerable y creciente, influyen en las compras de sus padres, y ofrecen la oportunidad de desarrollar relaciones de por vida y lealtad a la marca. También es cada vez más fácil llegar a 7 Para información adicional, visite http://www.caru.org 308 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial los niños y adolescentes por su uso frecuente de los medios de comunicación y por su adopción rápida de nuevas tecnologías de la información, como internet y los teléfonos celulares (Calvert, 2008; Larson y Story, 2008; McGinnis et al., 2006). Se estima que el mercado de los niños, tan sólo en Estados Unidos, representa 165 mil millones de dólares por lo que se refiere a las compras realizadas por ellos con su propio dinero, y 200 mil millones si se consideran las compras en las que influyen (Story y French, 2004). Se podría decir que la industria de alimentos y bebidas es uno de los sectores más beneficiados con ese poder de compra. Por ejemplo, las compañías de cereales, desde siempre, se han dirigido a los niños, y gastan más de 156 mil millones al año en actividades de marketing destinado a ellos (Harris et al., 2009). Un análisis realizado en 2008 por la Federal Trade Commission (FTC) de Estados Unidos, que incluyó 44 compañías de alimentos y bebidas, encontró que los especialistas en marketing gastaron aproximadamente 1 600 millones de dólares en promover alimentos y bebidas para niños de entre 2 y 17 años (FTC, 2008). Esos 1 600 millones de dólares representaron 17 por ciento del gasto en esos productos específicos, aunque dicho monto podría estar subestimado. Los gastos adicionales a través de la exposición no medida de los jóvenes a los medios de comunicación, como el marketing dentro de las escuelas y en eventos, o el diseño de muestras y empaques, podrían aumentar esa suma. El marketing se dirige a los niños a edades tan tempranas como los dos años, cuando las estrategias intentan llegar a ellos para que pidan a sus padres que les compren alimentos y bebidas que se anuncian (Larson y Story, 2008; McGinnis et al., 2006). La tabla C7-3 pone de relieve la evolución del marketing dirigido a los niños. TABLA C7 - 3 Del Club de Mickey Mouse a la escuela. El marketing dirigido a los niños ha recorrido un largo camino desde la década de 1950, cuando los especialistas en marketing comenzaron a incluir mensajes promocionales en los programas de televisión dirigidos a los niños, como The Mickey Mouse Club. En la actualidad, los especialistas en marketing utilizan una diversidad de estrategias creativas para llegar a los niños y adolescentes. Además de la publicidad tradicional por televisión los especialistas en marketing utilizan con frecuencia el marketing digital, los personajes registrados, la publicidad en exteriores que se observa en espectaculares o a mitad del camino, los empaques personalizados, la inserción de productos en medios de entretenimiento, las promociones de ventas orientadas a los jóvenes y los programas de lealtad (Hastings, 2003). Las técnicas de marketing furtivo, como provocar estratégicamente la comunicación de boca en boca entre los compañeros, también se utilizan cada vez más en lugar de los métodos más tradicionales y visibles. Los especialistas en marketing también pueden infiltrar las redes sociales o crear sus propias redes, o incluir mensajes promocionales en música y videojuegos. Algunos argumentan que estas técnicas nuevas podrían tener especial influencia, puesto que no se reconocen abiertamente como publicidad (Grier y Kumanyika, 2010). El marketing en las escuelas se ha convertido en su propia industria, ya que las compañías proveen el apoyo financiero necesario y otros recursos a escuelas que cuentan con poco dinero, a cambio de la exposición de la audiencia cautiva que representan los estudiantes. El marketing en las escuelas implica una variedad de estrategias y tácticas que incluyen: • Investigación de mercados; por ejemplo, encuestas y monitoreo de uso de internet por parte de los estudiantes. • Promociones indirectas; por ejemplo, patrocinio corporativo de currículos o tarjetas de calificaciones, o bien de concursos, como regalar pizzas por leer cierto número de libros. • Promociones directas; por ejemplo, publicidad en las portadas de libros y carteles o entrega de muestras gratuitas en las escuelas. • Venta de productos; por ejemplo, contratos de exclusividad con marcas de bebidas gaseosas o contratos que permiten a las franquicias de comida rápida vender alimentos en las cafeterías de las escuelas (U. S. General Accounting Office, 2000). • El canal One, un canal de televisión de circuito cerrado en las escuelas que transmite un programa de noticias de 10 minutos de duración y dos minutos de anuncios, está presente en 80 por ciento de las aulas de Estados Unidos (U. S. General Accounting Office, 2000). CASO 7 “Alisha en el país de la obesidad”: ¿El marketing de los alimentos es el “sombrerero loco”? 309 Marketing dirigido a niños de minorías étnicas Los especialistas en marketing llegan a los niños afroamericanos e hispanos, como Alisha, con sus actividades dirigidas de manera general a los menores de edad. Si bien en Estados Unidos los niños y adolescentes tienden a vivir en mayor integración étnica que sus padres y abuelos, poseen ciertas características que los hacen identificables, conformando segmentos especialmente atractivos dentro de la categoría general de jóvenes. En Estados Unidos, las minorías étnicas como los afroamericanos e hispanos son cruciales para la viabilidad de los negocios de alimentos y bebidas, ya que constituyen segmentos en rápido crecimiento de la población juvenil (Frey, 2003; Humphreys, 2006; Zhou, 1997). Se prevé que las minorías étnicas constituirán casi la mitad de todos los jóvenes estadounidenses en 2050 (U. S. Census, 2008). Las familias de minorías étnicas también crecen a un ritmo más rápido que el total de la población, y se espera que representen más de la mitad de las familias con niños en 2025 (Nielsen Company, 2009). Un estudio realizado en 2004 demostró que la mayor parte del gasto del marketing dirigido a minorías étnicas se enfocó hacia los hispanos y afroamericanos (y ascendió a 3 900 millones y 1 700 millones de dólares, respectivamente) (Huang, 2006). En 2008, el poder de compra de los hispanos fue de 951 000 millones y el de los afroamericanos de 913 100 millones, y ambas cantidades se han incrementado de manera continua (Humphries, 2008). Un estudio reveló que el “ingreso” anual de los niños de 6 a 14 años (lo que incluyó el dinero que les dan sus padres para gastar a la hora del almuerzo, mesadas, regalos y dinero ganado) era de 1 549 millones de dólares en el caso de los afroamericanos, y de 1 192 millones en el caso de los hispanos (frente a 1 644 millones si se considera a todos los niños, y 1 811 millones en el caso de los niños anglosajones) (Nickolodeon y Group, 2006). Como observó un vicepresidente de Nielsen: “Mientras algunas compañías tienen iniciativas de marketing multicultural en marcha en la actualidad, en 2020 el marketing multicultural será una necesidad, más que una opción, para hacer negocios. Este cambio tendrá impacto en las selecciones de artículos, los sabores de los productos y los métodos que los especialistas en marketing utilizan para llegar a sus nuevas audiencias meta” (Nielsen Company, 2009). Los especialistas en marketing están conscientes de que los jóvenes de minorías étnicas son consumidores frecuentes de bebidas gaseosas, comida rápida, dulces y botanas. Los gastos en publicidad de alimentos y bebidas representan una proporción significativa de todo el marketing dirigido a minorías étnicas. Por ejemplo, Coca-Cola restableció en 2006 un grupo de marketing especialmente dedicado a los afroamericanos, que incluye a cinco personas que también trabajan en programas dirigidos a hispanoamericanos, y está haciendo esfuerzos para comunicarse mejor con “consumidores clave, incluyendo a adolescentes, madres de familia y consumidores multiculturales” (Zmuda, 2009a; Zmuda 2009b). En 2009, el gasto en medios de habla hispana y en los dirigidos a afroamericanos corrió con mejor suerte que el mercado publicitario en general, siendo la categoría de restaurantes de servicio rápido la que concentró mayor gasto en ambos casos. Los restaurantes de comida rápida aumentaron su gasto publicitario en 13.9 por ciento en los medios de habla hispana, y en 19.2 por ciento en los medios dirigidos a afroamericanos (Bachman, 2010). Las estrategias que utilizan los especialistas en marketing para dirigirse a los jóvenes de minorías étnicas incluyen las mismas que emplean para llegar a los jóvenes en general, así como exhortaciones relacionadas con algún aspecto de la identidad étnica, sus creencias o comportamientos propios. Los especialistas en marketing recurren a celebridades de minorías étnicas, la música, claves y símbolos étnicos, así como a valores, creencias y normas étnicas para promover el consumo de productos alimenticios específicos. De hecho, las investigaciones indican que los consumidores afroamericanos e hispanos tienen mayor probabilidad de prestar más atención a los voceros de su mismo origen étnico, a identificarse con ellos y a confiar en ellos, y tienen actitudes más positivas y mayor intención de compra hacia una marca que considera sus claves étnicas (Appiah, 2001). La tabla C7-4 presenta ejemplos de marketing de alimentos dirigido a jóvenes de minorías. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 310 TABLA C7 - 4 Ejemplos de marketing de alimentos y bebidas dirigido a jóvenes de minorías. • “Sprite Yard” En 2007, Sprite de Coca-Cola lanzó el programa “Sprite Yard” para teléfonos móviles, que permite interactuar con su “audiencia meta conformada mayoritariamente por jóvenes afroamericanos”. Este programa permite interactuar con otras personas por medio de mensajes de texto, compartir y descargar fotografías, al tiempo que envía a los usuarios información de la empresa (Khan, 2007). Sprite es una de las marcas más jóvenes de la cartera de Coca-Cola, con alrededor de 54 por ciento de consumidores menores de 24 años, y una base de consumidores conformada en 30 por ciento por afroamericanos y en 15 por ciento por hispanos (MacArthur y Neff, 2004). • “365 Black” Esta campaña de McDonald’s promueve una celebración de 365 días al año de la cultura afroamericana por medio de anuncios que presentan a celebridades como Venus Williams, patrocina festivales de música y despliega carteles en sus establecimientos de comida rápida. El programa también distribuye folletos con la historia afroamericana en las escuelas, en colaboración con Coca-Cola, y apoya eventos comunitarios, incluyendo un programa de logro académico para estudiantes afroamericanos de secundaria y una gira universitaria (McDonalds Corporation). • Pepsi Pepsi recurrió a la celebridad del hip-hop, Busta Rhymes, para aumentar la relevancia y conciencia de Mountain Dew y Code Red entre los consumidores urbanos porque, como explicó Charlee Taylor-Hines, director de marketing urbano y étnico de Pepsi, “entre los jóvenes afroamericanos y latinos, el poder de las celebridades es muy convincente”. Más aún, esta campaña publicitaria fue difundida a través de la radio, ya que los jóvenes de minorías étnicas dedican más tiempo a escuchar ese medio que el resto de la población. Pepsi informó que los resultados de su campaña condujeron a “los niveles más altos de todos los tiempos en conciencia y adopción de las dos marcas entre los afroamericanos y latinos” (Radio Advertising Bureau, 2010). • “Fast-Food Marketing” Un estudio realizado en 2011 en relación con el marketing de comida rápida concluyó que además de dirigirse a los niños y jóvenes en general, el marketing de comida rápida se dirige de manera específica a los niños y adolescentes hispanos y afroamericanos mediante publicidad televisiva, sitios web y anuncios emergentes en internet. El estudio destacó que los niños y adolescentes afroamericanos ven al menos 50 por ciento más anuncios de comida rápida que los niños y adolescentes de otros grupos (Harris et al., 2010). A pesar del reconocimiento en informes gubernamentales importantes de que los jóvenes de minorías étnicas se encuentran en mayor riesgo de obesidad, las actividades de marketing dirigidas hacia esa audiencia pocas veces se analizan con el mismo nivel de detalle o precisión que los esfuerzos dirigidos hacia los niños en general.8 Una razón podría ser la falta de información detallada al respecto. Los datos de los montos gastados para dirigirse de manera específica a niños de minorías étnicas no están disponibles públicamente, y las compañías individuales, por lo general, no informan sus gastos para dirigirse a minorías étnicas. Los análisis efectuados por la FTC que se mencionaron anteriormente sobre gastos de marketing dirigido a niños no informan los datos con tanto nivel de detalle. En 2006, los Health and Human Services y la FTC organizaron de manera conjunta un taller sobre Marketing, autorregulación y obesidad infantil, que reunió a representantes de compañías de alimentos y bebidas, expertos médicos y en nutrición, grupos de consumidores y especialistas en publicidad para debatir de manera abierta sobre la autorregulación de la industria en relación con el marketing de alimentos y bebidas dirigido a los niños. Aunque se hicieron notar las tasas desproporcionadas de obesidad y el potencial para los diferentes niveles 8 El término “jóvenes de minorías étnicas” se utiliza aquí para referirse a los grupos que constituyen el centro de interés, es decir, los jóvenes afroestadounidenses e hispanos. No obstante, se reconoce que, en general, este término podría referirse también a otros grupos (por ejemplo, asiaticoestadounidenses o grupos autóctonos estadounidenses). CASO 7 “Alisha en el país de la obesidad”: ¿El marketing de los alimentos es el “sombrerero loco”? 311 de exposición a las actividades de marketing relacionado con los niños blancos, el análisis de los desafíos específicos que representan grupos étnicos estuvo ausente al hablar de las soluciones de autorregulación de la industria. En respuesta a la pregunta en relación con la forma como las diferencias étnicas podrían afectar las opciones de autorregulación, los tres participantes en el foro explicaron que hay falta de conocimiento de grupos étnicos específicos o de enfoque en ellos (Lascoux, 2005; Miller, 2005; Montgomery, 2005). También hay pocas investigaciones académicas sobre estrategias de marketing dirigido a jóvenes de minorías étnicas. Por ejemplo, una revisión sistemática de los efectos de la promoción de alimentos a los niños (Hastings, 2003) examinó más de 100 artículos, pero menos de cinco de éstos se dedicaban a analizar los efectos entre los niños de minorías étnicas, y la mayor parte de esa investigación se había realizado 10 o 15 años atrás. A pesar de la limitada investigación académica, hay una gran industria comercial que realiza investigación de mercado sobre jóvenes de minorías étnicas, para apoyar el desarrollo de estrategias de marketing dirigido de manera específica. Como sugieren los detalles presentes en un día en la vida de Alisha, los jóvenes de minorías étnicas podrían tener mayor probabilidad de verse expuestos a más anuncios de alimentos y bebidas. Los niños como Alisha ven y responden no sólo al marketing dirigido específicamente a chicos de minorías étnicas y a chicos en general, sino también al marketing basado en exhortaciones de carácter étnico dirigidas a los adultos, y al marketing dirigido a la población general. Considere el programa de Pepsi dirigido a las madres afroamericanos por medio de una comunidad digital en la que Alisha participa junto con su mamá. El esfuerzo sirve como piedra angular del alcance del marketing de Pepsi dirigido a los afroamericanos en 2010, que se valió de Facebook y de anuncios impresos publicados en revistas dirigidas a ellos (por ejemplo, la revista Essence), los cuales presentaban a actrices afroamericanas (por ejemplo, Queen Latifah, Taraji P. Henson y Raven Simone) reflejando el amor que cada una siente por su madre (Hein, 2009). Algunos investigadores y defensores de los consumidores y de la salud pública argumentan que las intervenciones relacionadas con el marketing de alimentos dirigido a los jóvenes deben considerar de manera explícita a los jóvenes de minorías étnicas que resultan más afectados por la epidemia de la obesidad. Algunos hacen notar los diferentes contextos culturales, como la presencia “normativa” de la obesidad en la comunidad y la consecuente aceptación de mayores dimensiones corporales entre las minorías étnicas (Colabianchi et al., 2006; Kumanyika y Grier, 2006). Otros investigadores destacan que ciertas características individuales y contextuales de los jóvenes de minorías étnicas –incluyendo el acceso a alimentos saludables, la destreza verbal, y la experiencia y la segregación del mercado– podrían interactuar con las estrategias de marketing y hacer que su impacto en los jóvenes de minorías sea aún mayor que entre los chicos en general (Grier y Kumanyika, 2008; Penaloza, 1995). Tres de esos factores son: 1. los niveles de consumo de medios de comunicación; 2. el contenido del marketing dirigido de manera específica; y 3. la receptividad al marketing dirigido (Grier y Kumanyika, 2008). La Kaiser Family Foundation realiza de forma periódica un estudio a nivel nacional en Estados Unidos acerca del consumo de medios de comunicación por parte de los jóvenes de entre 8 y 18 años de edad. Los estudios examinan el consumo de medios por parte de los niños, considerando televisión, computadoras, videojuegos, música, medios impresos, teléfonos celulares y cine. Los resultados del estudio efectuado en 2009 mostraron que los jóvenes afroamericanos e hispanos tienen una exposición promedio a los medios de comunicación de 13 horas diarias, en comparación con 8.5 horas en el caso de los jóvenes blancos (Rideout et al., 2010) (vea el apéndice 3 para conocer diferencias específicas en el consumo de los medios por parte de grupos étnicos). Aunque de acuerdo con el estudio de 2004, los jóvenes afroamericanos e hispanos también dedicaron más tiempo a los medios de comunicación que los jóvenes blancos, estas cifras recientes reflejan un aumento significativo en las diferencias relacionadas con el origen étnico en cuanto al consumo de medios de comunicación en los últimos cinco años (vea el apéndice 4). El estudio también encontró que menos jóvenes afroamericanos e hispanos informan tener reglas acerca del contenido de los medios que consumen, en comparación con los chicos anglosajones. Es interesante hacer 312 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial notar que las diferencias étnicas en el consumo de medios de comunicación se mantienen incluso después de controlar otros factores demográficos, como edad, nivel educativo de los padres o si el chico tiene una familia monoparental o vive con ambos padres. Este elevado nivel de consumo de medios de comunicación también se extiende a ciertos medios digitales. Por ejemplo, 2.5 millones de adolescentes hispanos de entre 12 y 17 años poseen un teléfono móvil, y se espera que en los próximos cinco años, el uso de estos dispositivos aumente a una tasa que equivaldrá al doble o al triple de la tasa de crecimiento del mercado general de adolescentes estadounidenses (Grier, 2009). Además, el consumo de herramientas móviles específicas –como mensajes de texto– por parte de jóvenes de minorías étnicas se ha descrito como “la parte medular del marketing móvil exitoso”, debido a las mayores tasas de consumo en comparación con las que registra la población general (Briabe Media, 2007). Los niveles de exposición a los medios de comunicación resultan de interés porque la exposición repetida puede aumentar la conciencia acerca de productos específicos, asignar significados a éstos, influir en las actitudes en torno a las marcas, moldear las normas relacionadas con los alimentos, y contribuir a la receptividad de la gente a las actividades de marketing (Hornik, 2002). Las investigaciones sobre la relación entre el consumo de medios de comunicación y la obesidad indican que el creciente consumo de medios, en especial de la televisión, está asociado con personas que comen y pesan más. La relación está impulsada, al menos en parte, por el consumo creciente de alimentos altos en calorías que se anuncian con frecuencia (Escobar-Chaves y Anderson, 2008; Wiecha et al., 2006). Por ejemplo, un estudio encontró que las probabilidades de tener sobrepeso eran casi cinco veces mayores para los jóvenes de entre 10 y 15 años que ven cinco horas de televisión al día, que para quienes ven televisión dos horas o menos. Más aún, considerando sus altos niveles de consumo de medios de comunicación, los consumidores jóvenes de minorías étnicas son un segmento meta fácilmente accesible, un aspecto que los especialistas en marketing entienden y aprovechan en sus estrategias. El contenido del marketing dirigido Es probable que los jóvenes afroamericanos e hispanos se vean expuestos a más mensajes de marketing que promueven alimentos poco saludables; asimismo, es menos probable que ese marketing apoye la nutrición positiva. Una revisión de las estrategias de marketing que abarcó un periodo de 14 años (de 1992 a 2006) a las que estuvieron expuestos los afroamericanos, en comparación con los anglosajones, identificó 20 artículos académicos que, de manera consistente, demostraron que los productos más accesibles y promovidos con mayor frecuencia eran alimentos y bebidas altos en calorías y deficientes en valor nutricional (Grier y Kumanyika, 2008). Por ejemplo, los programas televisivos más vistos por afroamericanos incluyen más comerciales de dulces, bebidas gaseosas y botanas, en comparación con los programas transmitidos en horario preferencial para la audiencia general (Henderson y Kelly, 2005; Triodkar y Jain, 2003). Un estudio encontró que los afroamericanos de entre 12 y 17 años ven 14 por ciento más anuncios de productos alimenticios que los jóvenes blancos de la misma edad, una diferencia que incluso podría ser mayor si se considera la mayor cantidad de tiempo que los adolescentes afroamericanos dedican a ver televisión (Powell et al., 2007b). Los anuncios con personajes afroamericanos también tienen mayor probabilidad de promover el consumo de comida rápida y de conveniencia, y menor probabilidad de incluir a personajes con sobrepeso o alimentos congruentes con las recomendaciones de una dieta saludable (Harrison, 2006). Los análisis de la publicidad dentro de las tiendas y en exteriores también encontraron promoción significativamente mayor de alimentos menos saludables en las comunidades de afroamericanos e hispanos, en comparación con las comunidades de anglosajones (Hillier et al., 2009; Lewis et al., 2005; Yancey et al., 2009). Los jóvenes de minorías también están expuestos a estrategias de marketing que promueven productos poco saludables dentro de sus escuelas o cerca de éstas. Los chicos que encuentran más restaurantes de comida rápida cerca de sus escuelas, o en cuyos vecindarios hay menos CASO 7 “Alisha en el país de la obesidad”: ¿El marketing de los alimentos es el “sombrerero loco”? 313 supermercados, tienen mayor probabilidad de consumir en exceso alimentos poco saludables y de padecer sobrepeso u obesidad (Davis y Carpenter, 2009; Powell et al., 2007a), y ambas situaciones son más comunes entre los jóvenes afroamericanos e hispanos. El comercialismo en las escuelas también puede tener un impacto negativo importante sobre las minorías étnicas. Aunque pocas investigaciones se enfocan de manera específica en los jóvenes de minorías étnicas, las que sí lo hacen reconocen el carácter “generador de obesidad” del entorno de marketing en el que viven, aprenden y juegan las minorías, el cual tiene poca probabilidad de apoyar el consumo de alimentos saludables. Los investigadores argumentan que sin cambios en el entorno –por ejemplo, en las prácticas de marketing corporativo–, la eficacia de las soluciones dirigidas al cambio individual (por ejemplo, los hábitos de alimentación) será limitada o inexistente (Grier y Kumanyika, 2008; Hillier et al., 2009; Kumanyika y Grier, 2006; Larson et al., 2009; Yancey et al., 2009). Receptividad hacia el marketing dirigido Desde la perspectiva de los especialistas en marketing, los jóvenes afroamericanos e hispanos son consumidores frecuentes y que marcan tendencias. Como afirmó en una entrevista publicada en Ad Age el vicepresidente asistente de Coca-Cola de marketing para afroamericanos, “los adolescentes realmente son el futuro de Estados Unidos, y los adolescentes afroamericanos, en particular, han demostrado ser quienes marcan las tendencias en Estados Unidos. Su capacidad para moldear la cultura es verdaderamente crucial”. Las investigaciones revelan que los jóvenes de minorías están más interesados en los medios de comunicación, tienen una actitud más positiva hacia dichos medios y reciben más influencia de parte de éstos y del marketing que los jóvenes blancos (Korzenny et al., 2006). Más aún, se considera que están dispuestos a probar nuevos productos y que son receptivos a compañías que hacen el bien a sus comunidades, lo que sugiere que numerosos patrocinios y apoyos corporativos a instituciones culturales de minorías étnicas podrían ser muy eficaces (Korzenny et al., 2006). La investigación también sugiere que los jóvenes de minorías étnicas podrían tener una actitud más positiva hacia el marketing dirigido a ellos con base en su origen étnico, en comparación con los jóvenes de las mayorías (Appiah, 2001). Marketing de alimentos y bebidas dirigido específicamente y responsabilidad social empresarial Las estrategias y tácticas de marketing de la industria de alimentos y bebidas que se dirigen hacia los niños han recibido críticas de parte de diversas organizaciones alrededor del mundo, incluyendo oficinas gubernamentales, organizaciones no gubernamentales (ONG), asociaciones médicas, especialistas y consejos de ética y de padres de familia. Mientras que algunos son partidarios de la supervisión e intervención del gobierno, otros argumentan que la creciente responsabilidad de los padres o la educación para consumir medios de comunicación son la clave para ayudar a los niños a navegar en medio del marketing de alimentos y para evitar efectos negativos. Varios miembros del Congreso estadounidense han hecho declaraciones que reflejan su preocupación (Harkin, 2007; Markey, 2007). La FTC, La Federal Communications Commission (FCC) y otras oficinas gubernamentales han organizado audiencias y publicado informes sobre el tema; además, formaron un equipo intergubernamental llamado Task Force on Media and Childhood Obesity (FTC, 2008; Holt, 2007). En 2004, el Institute of Medicine (IOM), en respuesta a instrucciones del Congreso, efectuó una revisión del papel del marketing de alimentos como factor que contribuye a la obesidad infantil (McGinnis et al., 2006). La tabla C7-5 presenta un resumen de los resultados de dicho informe.9 El IOM hizo notar las tasas desproporcionadas de obesidad en los grupos de 9 Para revisar el informe completo, visite http://www.nap.edu/openbook.php?record_id=11514 314 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial TABLA C 7 - 5 Informe del IOM. El informe del IOM, publicado en 2006, determinó que la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a los niños influye en las preferencias y solicitudes de productos, así como en lo que comen los pequeños. El informe también concluyó que “las prácticas de marketing de alimentos y bebidas que se dirigen a niños y jóvenes están fuera de sintonía con las dietas saludables, y contribuyen a un entorno que pone la salud en riesgo”. Además, “las compañías de alimentos y bebidas, los restaurantes y los especialistas en marketing han subutilizado el potencial de la creatividad y de los recursos para desarrollar y promover alimentos y bebidas que apoyen las dietas saludables de niños y jóvenes” (McGinnis et al., 2006). El IOM recomendó a la industria de alimentos y bebidas cambiar sus prácticas de marketing, con la finalidad de alejar a los niños de productos con altos niveles de azúcar, sal y grasas, y acercarlos a productos saludables. El organismo afirmó también que el Congreso debería intervenir modificando la legislación si la industria no efectúa reformas de manera voluntaria. minorías étnicas; asimismo, destacó la necesidad de evidencia empírica adicional para sustentar las inquietudes acerca de que las empresas de alimentos se dirigen de forma desproporcionada a esos grupos. Puesto que la industria se autorregula, los especialistas en marketing hacen cumplir sus propios códigos de prácticas en relación con sus actividades. En respuesta a que el informe del IOM las colocó en “el banquillo de los acusados”, las compañías de alimentos y bebidas desarrollaron directrices de manera individual, aunque de común acuerdo. Una respuesta notable fue el lanzamiento de la Children’s Food and Beverage Advertising Initiative (CFBAI), por parte del Council of Better Business Bureaus (BBB) en noviembre de 2006, como un “mecanismo de autorregulación de la publicidad transparente y responsable” (Council of Better Business Bureaus, 2004). El CFBAI agrupa a muchas de las compañías de alimentos y bebidas más grandes de Estados Unidos. La iniciativa “está diseñada para cambiar la mezcla de mensajes comerciales dirigidos a los niños para alentar en ellos elecciones de alimentación y estilos de vida más saludables” (Council of Better Business Bureaus, 2004). Algunas acciones de las compañías sugieren que han integrado las preocupaciones de la sociedad en torno a la obesidad en sus programas de responsabilidad social empresarial (RSE), para orientar el crecimiento corporativo de largo plazo (Herrick, 2009). Por ejemplo, Kraft Foods y Pepsi crearon sus propias “marcas paraguas” de productos saludables (es decir, se utiliza una misma marca para diferentes productos) (Sensible Solution y Smart Spot, respectivamente), con la finalidad de cultivar la confianza del consumidor y crear valor de marca por medio de exhortaciones para elegir, brindar información y apegarse a las directrices nutricionales establecidas por el gobierno (Herrick, 2009). Algunos observadores aplauden las acciones tomadas por las corporaciones en respuesta a la epidemia de la obesidad. Por ejemplo, en la cumbre celebrada en 2005 sobre “Salud, nutrición y obesidad”, el entonces gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, entregó la distinción “Cuadro de honor” a Kraft Goods, Inc. Esa distinción fue el resultado del compromiso de Kraft para modificar sus estrategias de marketing hacia los niños (por ejemplo, eliminó de las escuelas la publicidad de comida chatarra y dejó de hacer publicidad dirigida a niños menores de seis años, en tanto que su publicidad para niños menores de 12 años sólo incluye productos que cumplen criterios específicos de nutrición) (Kraft Foods Inc., 2010). De manera similar, el acuerdo firmado por la Alliance for a Healthier Generation con importantes compañías de la industria de bebidas, como Coca-Cola, PepsiCo y Dr Pepper Snapple Group (antes llamada Cadbury Schweppes) garantizó una reducción de 88 por ciento en la cantidad de calorías de las bebidas enviadas a las escuelas estadounidenses a partir de 2004 (Alliance for a Healthier Generation, 2010). Se considera que esa reducción está haciendo de las escuelas –donde los niños comen y beben casi la mitad de las calorías que consumen en el día– entornos más saludables (Lavizzo-Mourey, 2010). Otros observadores han criticado estas iniciativas de RSE por enfocarse en el debate sobre estilos de vida individuales “buenos” y “malos”, lo cual enmarca la obesidad como un proble- CASO 7 “Alisha en el país de la obesidad”: ¿El marketing de los alimentos es el “sombrerero loco”? 315 ma de elecciones racionales del consumidor entre la vasta variedad de productos disponibles en el mercado (Herrick, 2009; Hornik, 2002). Desde esa perspectiva, las acciones de RSE implican que los jóvenes y otros individuos, como los padres y profesores, son los principales culpables de los estilos de vida perjudiciales para la salud (Ajuha, 2005). Esos críticos consideran que los programas de RSE, al favorecer una explicación individualizada del estado de salud, pasan por alto los determinantes sociales de la salud deficiente y tienen el potencial de socavar agendas más amplias para enfrentar los factores ambientales y estructurales que contribuyen a la epidemia de la obesidad (Herrick, 2009). En 2009, Children Now, una organización de defensa de los consumidores, encargó una evaluación independiente acerca de la CFBAI y de su impacto en el entorno de marketing de alimentos dirigido a los niños a través de la televisión (Kunkel et al., 2009). El estudio concluyó: “La Children’s Food and Beverage Advertising Initiative no ha mejorado la calidad nutricional general de los anuncios dirigidos a los niños. Más aún, la industria de alimentos y bebidas ha fallado en cumplir la recomendación principal del IOM de cambiar voluntariamente la posición de la balanza para alejar de los niños el marketing de alimentos con escaso valor nutritivo y alta densidad, y optar por estrategias publicitarias que promuevan el consumo de alimentos y bebidas saludables”. De manera similar, un estudio reciente sobre la cantidad y el contenido nutricional de los cereales anunciados a los niños por medio de la televisión encontró que los cereales para el desayuno que se anuncian a los niños de manera más frecuente e insistente son precisamente los menos saludables, a pesar de que la CFBAI los considera “mejores” elecciones (Harris et al., 2009). El único cereal dirigido a grupos étnicos específicos que se identificó (con base en las tácticas de marketing empleadas), Reese’s Puffs, recibió la peor calificación de todos los cereales en términos nutricionales. En marzo de 2010, el Center for Science in the Public Interest publicó un informe que califica las políticas de las compañías de alimentos y de entretenimiento, así como de los restaurantes, en cuanto al marketing que realizan dirigido a los niños (Wootan, 2010). Entre las 128 compañías evaluadas, tres cuartas partes obtuvieron una “F” (es decir, una puntuación reprobatoria) por tener una política débil de marketing o ninguna. Algunos defensores argumentan que puesto que no todos los fabricantes de alimentos y bebidas están implicados en la iniciativa, el programa tal vez no tenga el impacto necesario en la población. Los autores concluyen que “sin un progreso más significativo en los próximos dos años, el país necesitará depender de la regulación gubernamental, y no de la autorregulación, como medio para orientar el marketing dirigido a los niños” (Wootan, 2010). En abril de 2011 se realizó un estudio para examinar el progreso alcanzado en los últimos cinco años por los grupos de interés de los sectores público y privado en el cumplimiento de las recomendaciones del IOM; dicho estudio encontró que ninguno de los grupos clave de interés había obtenido un progreso sobresaliente. El estudio hizo notar que mientras se había alcanzado algún progreso entre las compañías de alimentos y bebidas y las escuelas, en el caso de los restaurantes, las asociaciones comerciales de la industria, los medios de comunicación, las empresas de entretenimiento y el gobierno, el progreso había sido limitado (Kraak et al., 2011). Algunas compañías de alimentos y bebidas han implementado campañas de RSE dirigidas a minorías, a menudo con el objetivo de influir en el comportamiento individual. Por ejemplo, la iniciativa Vida Activa de Coca-Cola brinda consejos de salud a la comunidad latina (Herrick, 2009). De forma similar, Kraft y el National Latino Children’s Institute desarrollaron el programa Salsa, Sabor y Salud. Se trata de un programa de bienestar que pretende apoyar un estilo de vida saludable entre las familias latinas con niños de 12 años y menores, generando conciencia acerca de las elecciones de alimentos más saludables y promoviendo la actividad física (National Latino Children’s Institute, 2004). En 2007, Salsa, Sabor y Salud recibió el premio llamado Presidents’ Circle Award por parte de la American Dietetic Association por su labor educativa en materia de nutrición (National Latino Children’s Institute, 2004). Algunas empresas de alimentos y bebidas también apoyan a organizaciones orientadas a las comunidades de afroamericanos y al establecimiento de políticas, como la Congressional Black Caucus Foundation (CBCF) (vea la tabla C7-6). Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 316 TABLA C 7 - 6 La CBCF y la industria de los alimentos. La CBCF es una organización sin fines de lucro vinculada al Congressional Black Caucus (CBC), que está conformada por la mayoría de los miembros afroamericanos del Congreso de Estados Unidos. La CBCF se propone “ayudar a los afroamericanos en desventaja ofreciendo becas y periodos de práctica a estudiantes, realizando investigaciones sobre políticas y organizando seminarios sobre temas como la vida saludable” (Lipton y Lichtblau, 2010). La industria de alimentos y bebidas es el cuarto donador más grande de esa organización (le entrega 3.7 millones de dólares), detrás de los fabricantes de medicamentos e instrumentos médicos (quienes le otorgan 7.8 millones de dólares), la industria del alcohol y tabaco (3.9 millones) y la industria financiera y de créditos (3.7 millones) (Lipton y Lichtblau, 2010). Algunos observadores han argumentado que esos donativos se realizan con la intención de influir en las votaciones de los congresistas que son miembros del CBC en asuntos que son de la incumbencia de las empresas. Por ejemplo, el CBC estaba dividido en torno a la posible prohibición de los cigarrillos con mentol (que compran 75 por ciento de los fumadores afroamericanos), lo que podría tener un papel importante en el desproporcionado porcentaje de cáncer relacionado con el tabaquismo entre los afroamericanos, pero cuyos productores son algunos de los donadores de mucho tiempo atrás (Saul, 2008). Sin embargo, otros hacen énfasis en que las realidades económicas impulsan la necesidad del apoyo corporativo. Como reconoció el director ejecutivo de la fundación, Elsie L. Scott: “La gente de raza negra apuesta en el juego, fuma y bebe, así que si esas compañías desean retribuir parte del dinero que han ganado a partir de nuestra gente y nos lo da para apoyar buenas causas, entonces lo tomamos” (Lipton y Lichtblau, 2010). Sin embargo, dentro del enfoque social del marketing de alimentos dirigido a los niños, han estado ausentes las intervenciones centradas en los efectos diferenciales o excesivos del marketing de alimentos dirigido a minorías étnicas sobre la obesidad entre los jóvenes. El reconocimiento social del papel que el entorno “generador de obesidad” podría tener en perpetuar la epidemia de obesidad infantil (Wang et al., 2008) refuerza el llamado a encontrar soluciones que enfrenten los factores ambientales, además del comportamiento individual. Los grupos de interés hacen énfasis en la necesidad de una intensa colaboración entre los sectores público y privado, para desarrollar soluciones creativas que tengan el poder de lograr un cambio a gran escala. En congruencia con ese punto de vista, el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció el 9 de febrero de 2010 la creación de un equipo de trabajo centrado en la obesidad infantil (Eggerton, 2010). Ese equipo, que incluye a quienes encabezan los departamentos del Interior, Agricultura, Servicios de Salud y Humanos, Educación, y la Oficina de Administración y Presupuesto, desarrollará un plan para enfrentar la obesidad infantil mediante respuestas federales coordinadas. El equipo de trabajo se suma a la iniciativa nacional “Let’s Move” de la entonces primera dama, Michelle Obama, anunciada en enero de 2010. Dicho programa alienta la participación de actores de cada sector (esto es, los sectores público, sin fines de lucro y privado, así como los padres de familia y los jóvenes). Los cuatro pilares de la campaña son: empoderar a los padres y cuidadores; proveer alimentos saludables en las escuelas; mejorar el acceso a alimentos saludables y accesibles; y aumentar la actividad física.10 Al lanzar su proyecto, la señora Obama reconoció las disparidades étnicas en el fenómeno de la obesidad infantil, mencionó el problema de los “desiertos de alimentos” (es decir, vecindarios que carecen por completo de tiendas de comestibles) y visitó el supermercado Fresh Grocer ubicado en el norte de Filadelfia (Let’s Move, 2010). Esa tienda con ingresos de 15 millones de dólares abrió sus puertas en diciembre de 2009 en un vecindario donde predomina la población de afroamericanos que habían vivido durante más de una década sin tener una tienda de comestibles cercana. Dicho supermercado condujo a la creación de 270 empleos y cuenta con una fuerza 10 Para conocer más acerca de esta campaña, visite http://www.letsmove.gov/ CASO 7 “Alisha en el país de la obesidad”: ¿El marketing de los alimentos es el “sombrerero loco”? 317 laboral integrada en 96 por ciento por personas de minorías (Let’s Move, 2010). Sin embargo, no hubo una mención más amplia de las estrategias de marketing dirigidas a minorías étnicas, un aspecto que notaron los observadores (Nestle, 2010). Además de las acciones a nivel federal, las comunidades estatales y locales también pueden participar en las actividades de prevención de la obesidad que buscan influir en las estrategias de marketing de alimentos dirigidas a los niños. Muchos estados tienen legislación de protección al consumidor, y los procuradores generales de los estados pueden hacer uso de esa autoridad para ocuparse de las prácticas de marketing que implican a la salud (NPLAN, 2010). También se exploran herramientas de políticas específicas relacionadas con el marketing, con la finalidad de enfrentar el problema de la obesidad no sólo a nivel federal, sino también en los niveles estatal y local. Propuestas de ley para etiquetar los alimentos, impuestos sobre el consumo de bebidas gaseosas y la prohibición de venta de comida rápida en ciertas zonas, como la que está vigente en Los Ángeles, son sólo unos cuantos de los métodos diseñados para enfrentar el problema (Chaufan et al., 2009; Powell y Chaloupka, 2009; Severson, 2008; Simon, 2008; Sturn y Cohen, 2009). Sin embargo, aún no queda claro de qué manera las soluciones políticas afectarán a las minorías étnicas, ya que la mayoría de las investigaciones no han examinado los efectos de tales intervenciones sobre los jóvenes de las minorías. Conclusión Mientras la sociedad estadounidense continúa debatiendo acerca del papel del marketing de alimentos dirigido a los niños y sobre cuáles son las intervenciones adecuadas, no está claro qué efectos tendrán los programas y las políticas sobre los niños como Alisha, quienes reciben los embates más fuertes de la epidemia de la obesidad y que representan una proporción creciente de la población estadounidense. La ausencia de un enfoque en el marketing de alimentos dirigido a minorías étnicas en particular parece embonar con la respuesta que dio Alicia en el país de las maravillas al Sombrerero Loco, cuando éste le ofreció té: “Hasta el momento no he tomado té, así que no puedo tomar más”. Sin embargo, aquellos que defienden este enfoque parecen hacerse eco de la respuesta del Sombrerero Loco: “Quieres decir que no puedes tomar menos; es muy fácil tomar más que nada”. Cuando los destinos de niños como Alisha están en juego, persiste la pregunta: ¿“Nada” o “más” son la respuesta apropiada para los especialistas en marketing de alimentos, en relación con la atención centrada en detener la epidemia entre los niños de minorías étnicas? Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 318 A p éndic e 1 Prevalencia de obesidad y sobrepeso en los niños estadounidenses por edad, origen étnico y género, 2007 a 200811 Género Prevalencia de la obesidad (IMC > percentil 95 de las gráficas de crecimiento de los Centros para el Control de las Enfermedades, CDC) Prevalencia del sobrepeso (IMC > percentil 85 de las gráficas de crecimiento de los CDC) 11 Niños Niñas Niños Niñas Edad Estadounidenses blancos Afroamericanos Estadounidenses hispanos 2a5 6.6 11.1 17.8 6 a 11 20.5 17.7 28.3 12 a 19 16.7 19.8 25.5 2a5 12.0 11.7 10.4 6 a 11 17.4 21.2 21.9 12 a 19 14.5 29.2 17.5 2a5 15.6 28.1 30.7 6 a 11 34.6 36.4 43.7 12 a 19 32.6 33.0 42.7 2a5 19.5 23.9 24.3 6 a 11 34.3 38.9 41.5 12 a 19 29.9 46.3 39.7 El apéndice 1 se elaboró a partir de los resultados de Ogden et al. (2010). CASO 7 “Alisha en el país de la obesidad”: ¿El marketing de los alimentos es el “sombrerero loco”? 319 A péndic e 2 Prevalencia de obesidad y sobrepeso en adultos estadounidenses (de 20 años o más) por origen étnico y género, 1999 a 200812 12 Género Estadounidenses blancos Afroamericanos Estadounidenses hispanos Prevalencia de la obesidad (IMC > 30) Hombres 31.9 37.3 34.3 Mujeres 33.0 49.6 43.0 Prevalencia del sobrepeso (IMC > 25) Hombres 72.6 68.5 79.3 Mujeres 61.2 78.2 76.1 El apéndice 2 se elaboró a partir de Flegal et al. (2010). Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 320 A p éndic e 3 Exposición total de los jóvenes estadounidenses (de 8 a 18 años de edad) a los medios de comunicación, por origen étnico en 200913 En un día típico, cantidad promedio de tiempo que dedican los jóvenes (de 8 a 18 años de edad) a: Estadounidenses blancos Televisión 3:36 5:54 5:21 Música/Audio 1:56 3:00 3:06 Computadora 1:17 1:24 1:49 Videojuegos :56 1:25 1:35 Medios impresos :39 :33 :34 Cine :13 :43 :33 8:36 12:59 13:00 Total de exposición a medios de comunicación 13 Estadounidenses hispanos Medios de comunicación El apéndice 3 se elaboró a partir de Rideout et al. (2010). Afroamericanos CASO 7 “Alisha en el país de la obesidad”: ¿El marketing de los alimentos es el “sombrerero loco”? 321 A péndic e 4 Exposición de los jóvenes estadounidenses (de 8 a 18 años de edad) a los medios de comunicación a lo largo del tiempo, por origen étnico y plataforma14 Estadounidenses blancos Medios de comunicación Afroamericanos Estadounidenses hispanos Cambio 2009 2004 Cambio 2009 2004 Cambio 2009 2004 Computadora +:15 1:17 1:02 +:32 1:24 :52 +:55 1:49 :54 Música/Audio +:15 1:56 1:41 +1:17 3:00 1:43 +1:27 3:08 1:41 Videojuegos (total) +:10 :56 :46 +:21 1:25 1:04 +:42 1:35 :53 Consola de videojuegos +:02 :32 :30 –:08 :32 :40 +:11 :45 :34 Videojuegos en dispositivos portátiles +:09 :24 :15 +:29 :53 :24 +:30 :50 :20 Contenido de televisión (total) +:06 3:36 3:30 +:49 5:54 5:05 +1:13 5:21 4:08 Televisión en vivo –:31 2:14 2:45 –:42 3:23 4:05 –:15 3:08 3:23 Videos/DVD –:07 :27 :34 +:01 :35 :34 +:08 :36 :28 Programas pregrabados de televisión –:02 :09 :11 –:12 :14 :26 –:10 :07 :17 Por demanda :11 – :21 – :11 – TV en otras plataformas :35 – 1:21 – 1:18 – Medios impresos –:03 :39 :42 –:05 :33 :38 –:13 :34 :47 Cine –:04 :13 :17 –:05 :43 :48 +:04 :33 :29 Total de exposición a medios de comunicación +:38 8:36 7:58 +2:49 12:59 10:10 +4:08 13:00 8:52 14 El apéndice 4 se elaboró a partir de Rideout et al. 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A mediados de 2010, la demanda del extranjero era intermitente, lo que ocasionó interrupciones en los pedidos solicitados por la empresa a las mujeres de la red asociada y, además, generó problemas de protección de la marca por la fabricación de copias de los diseños sin autorización. Además de afrontar estos problemas, Mónica tenía que tomar la decisión de abrir o no tiendas propias en la ciudad de Barranquilla,3 Colombia, y establecer criterios muy claros para definir si debía continuar la expansión de su modelo de negocios basado en tejedoras independientes de bajos ingresos, residentes en pueblos aledaños (anexo 1). Era muy importante lograr ese crecimiento en la capacidad de producción en el corto plazo, si es que quería entregar a tiempo los pedidos que para la temporada de fin del año le había hecho su cliente más importante de Nueva York, Polo Ralph Lauren, quien daba un valor especial al trabajo que Mónica hacía con las tejedoras. Este modelo de negocio, a pesar de tener una formulación estrechamente ligada con la inclusión económica en las comunidades locales, no dejaba de ser complejo, debido a que generaba problemas de carácter legal y emocional en su implementación. Los ingresos de las tejedoras eran estacionales y esto, en algunas ocasiones, las había llevado a interponer demandas laborales contra Mónica Urquijo, así como a realizar algunos bloqueos al interior de su red asociada. Textiles Mónica Urquijo (TMU) Mónica es una emprendedora que logró consolidar una compañía de diseño textil y de interiores, con base en un modelo de trabajo integrado en la comunidad local. Esto le permitió diferenciarse y generar ventajas competitivas reconocidas con precios elevados a nivel mundial. Mónica Urquijo ha recibido premios a nivel nacional (anexo 2) e internacional por su labor en la construcción de redes sociales asociadas a la generación de empleo, lo que ayudó a aumentar los pedidos internacionales vinculados con atributos sociales de los productos. Ella misma afirmó sobre su empresa: 1 2 3 Los autores agradecen el apoyo de MIDAS-CPYME para elaborar este caso. Este material tiene como propósito servir como apoyo en clases y no pretende ilustrar buenas o malas prácticas administrativas. Algunos datos de este documento han sido modificados por solicitud de las personas o instituciones involucradas. Región ubicada al norte de Colombia, que colinda con el Mar Caribe. Capital del departamento del Atlántico. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 328 Tengo una empresa especializada en diseño de textiles e interiores, que se ha convertido en una nueva alternativa para la elaboración de texturas aplicadas en la decoración, tapicería de muebles, accesorios y objetos para el hogar. Nos dedicamos a rescatar nuevas fórmulas y tratamientos para las fibras vegetales que son la materia prima de nuestros exclusivos diseños. Lideramos una asociación llamada Arte Sana, que capacita a mujeres cabeza de familia, en el uso y tratamiento de nuevas fibras y sus aplicaciones en tejido y otras manualidades. Cuenta con una red productiva de 250 mujeres concentradas en diversos municipios del Atlántico, que conforman un gran equipo para elaborar productos de acuerdo con los requerimientos del mercado internacional. De esta forma, Textiles Mónica Urquijo cumple con su responsabilidad social empresarial de generar ingresos a mujeres cabeza de familia, dando lugar a la creación de un oficio textil y decorativo ampliamente calificado y reconocido, que goza de una alta demanda nacional e internacional debido a que refleja su identidad cultural permitiéndoles ingresar a un mercado que valora el diseño y los acabados de alta calidad.4 La misión de la empresa se definió de la siguiente manera: “TMU es una empresa con perspectiva de género, líder en la innovación textil, que integra de la mejor manera el medio ambiente con las tradiciones culturales colombianas asociadas al tejido, de acuerdo con criterios de calidad, confiabilidad y responsabilidad social empresarial”.5 Los principales clientes de TMU están ubicados en el extranjero, especialmente en Estados Unidos. Este fenómeno se debe a la innovación y exclusividad de los diseños, a la utilización de fibras naturales, y al modelo de responsabilidad social que había implementado. Éste le genera una alta visibilidad a nivel global, convirtiéndose por sí mismo en una fuente de ventaja competitiva y permitiendo que la empresa mantenga su estatus de proveedora de importantes casas comerciales en el extranjero. A nivel internacional, su principal cliente es Polo Ralph Lauren. También tiene un número importante de clientes directos que compran sus productos para uso personal, así como algunas empresas e instituciones. En cuanto al mercado local de la región Caribe de Colombia, los principales clientes de TMU son de carácter institucional, es decir, empresas u organizaciones que adquieren los productos para decoración de sus instalaciones o incluso como regalos corporativos, aunque también hay personas que, de forma individual, se interesan en sus diseños. Entre sus empresas clientes destacan: Terpel, Triple A, Gases del Caribe, Promigas, Aviatur, Hotel Dann Carlton, El Heraldo, Gazel, Rocol, Sociedad Porturaria e Incobra. Por otro lado, en cuanto a competidores, la opinión de Mónica Urquijo es la siguiente: Los principales competidores no son aquellos que producen el mismo material o tema, ya que cada quien tiene finalmente su propio lenguaje y desarrolla sus productos y mercado como infraestructura empresarial de acuerdo con la identidad de cada empresario y, sobre todo, de cada diseñador. Los competidores delicados son aquellos que tienen fuerza en el manejo de relaciones y hacen uso del estudio realizado por uno para replicar con otros artesanos. Los principales competidores son Surevolution y Contraste. La primera es una marca que maneja un concepto similar a TMU, ya que utiliza fibras naturales para diseñar productos, experimenta con diferentes recursos y tiene diseños exclusivos. Su sede se encuentra en Nueva York, aunque la propietaria también es colombiana. La segunda empresa es de tipo comercial, dedicada a la venta de productos similares a los de TMU; sin embargo, no posee las capacidades de diseño y creación propias. La empresa está ubicada en la ciudad de Barranquilla, al igual que TMU. 4 5 www.textilesmonicaurquijo.com Fecha de consulta: 25 de enero de 2010. Ibíd. CASO 8 Textiles Mónica Urquijo: Tejer redes humanas 329 Por otro lado, en algunos casos, según Urquijo, casas comerciales internacionales solicitaban muestras de productos para comercializarlas en el exterior, pero terminaban copiando los productos y vendiéndolos como propios. Esto hacía que el entorno del negocio fuera bastante sensible, particularmente porque, de acuerdo con Mónica Urquijo, se habían presentado casos en que otros diseñadores copiaban los productos, sin respetar los derechos de propiedad y exclusividad de éstos. Sin embargo, monitorear y controlar esos derechos era muy difícil, sobre todo porque en el mundo de la moda hay temporadas con cambios rápidos, y la protección legal se vuelve compleja y difícil de ejecutar. Construcción de un proyecto de vida Mónica estudió diseño textil, y desde muy joven desarrolló el espíritu emprendedor y una férrea disciplina heredada directamente de su padre. Al finalizar su educación secundaria, viajó a Europa para estudiar diseño textil en la escuela Faller. Sus viajes por África, Egipto y la India la enriquecieron visualmente, despertándose en ella el interés por las costumbres y los tejidos artesanales de los antepasados de esas culturas milenarias. Regresó a Colombia en 1986, con muchas ideas y deseando desarrollarse en el sector de las confecciones. También había cursado estudios de diseño de interiores en la ciudad de Barranquilla, lo que la motivó, en 1987, a montar un taller textil en su ciudad natal. Ese emprendimiento fracasó, ya que la actividad creativa no fue acompañada de una buena gestión administrativa, ni contó con proveedores adecuados para implementar la idea. “En esa época no había tejedores”, indicó Mónica. Más adelante, y con nuevas fórmulas en mente para establecer un negocio, colocó un aviso en el periódico local (El Heraldo), en el que ofrecía trabajo para todo aquel que se sintiera con la capacidad de confeccionar hamacas. La respuesta fue inmediata: recibió la propuesta de 15 mujeres del municipio de San Jacinto en el departamento de Bolívar (cuya capital es Cartagena de Indias), ubicado a 100 kilómetros de Barranquilla. Luego de entrevistarlas en esa ciudad, encontró que el grupo utilizaba un esquema básico de telar llamado “de paleta” de tipo vertical, mientras que ella estaba acostumbrada a trabajar con técnicas de tipo horizontal. Al ver la precaria situación económica de las mujeres, Mónica decidió darles un techo donde vivir (en su propia casa); su sensibilidad social también se empezaba a ver reflejada en sus diseños. Ese acontecimiento fue el detonador para iniciar un modelo de negocio basado en la asociación con redes de tejedoras. Mónica decidió traer otro grupo de mujeres de San Jacinto a Barranquilla para capacitarlas en el uso del telar horizontal, lo que requirió de un gran esfuerzo de su parte. Ellas eran especialmente vulnerables, ya que en su mayoría carecían del apoyo del padre de sus hijos, es decir, eran madres cabeza de familia, y muchas habían sido desplazadas de su lugar de origen por la violencia, y varias incluso habían sido víctimas de la violencia intrafamiliar. En 1990 se formalizó la empresa Mónica Urquijo Decoraciones (MUD), dedicada a la producción de telas y cortinas, que se comercializaban por medio de casas de decoración, sin que en ese año existiera competencia formalmente establecida en esa categoría de productos. Mónica continuó trabajando en la empresa con el mismo esquema hasta finales de la década de 1990. Entre los años 1998 y 1999 se presentó una fuerte contracción económica que afectó el estilo de decoración que se usaba, generando una tendencia minimalista, ya que los interiores de las casas tendían a ser poco recargados y más bien sencillos. El entorno era muy complicado, en especial por las dificultades en el acceso a los créditos bancarios. En ese periodo se evidenciaron problemas que incidieron en el funcionamiento de la compañía y afectaron las áreas financiera y legal, entre otras. Las liquidaciones del personal fueron costosas y, además, no se gestionaron adecuadamente. Mónica comentó al respecto: Eran pocos empleados, pero para una PYME era muy complicado asumir toda esa carga legal y emocional, sobre todo porque al final tuve que disolver la empresa y en 2000 la producción ya era nula. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 330 Para realizar una “catarsis”, según sus palabras, viajó por un año a Estados Unidos con el objetivo de reinventar su negocio. Su propósito era dejar atrás los paradigmas y establecer si su estilo barroco y rococó seguía vigente. En Miami monitoreó las tendencias, y observó los estilos y las modas en las tiendas especializadas. Se percató de la orientación hacia lo natural y lo ecológico, y empezó a evaluar los elementos colombianos que podría incorporar en esa corriente. La tendencia que encontró con más fuerza fue la de productos asiáticos. Notó el estilo natural del uso específico del plátano como materia prima, y empezó a explorar la posibilidad de instalar en Colombia telares como los que se empleaban en otros países para elaborar los productos que vio. Luego conoció a Clara Pérez,6 quien se dedicaba al negocio de bienes raíces y, además, se destacaba por su “buen gusto”. Mónica le propuso una sociedad con el objetivo de desarrollar diseños exclusivos de decoración para las casas que Clara compraba para restaurar y revender. Con ese proyecto en mente, regresó a Colombia hacia finales de 2000, y ya con un primer pedido, inició un proceso de exploración de nuevos productos. Viajó por todo el país con el objetivo de conocer los procesos artesanales de diferentes regiones; en especial, le llamaron la atención los de las regiones de Córdoba y Huila. Con lo “natural” y “ecológico” en mente, inició la experimentación con fibras de la planta del banano, sin que obtuviera los resultados esperados, en particular en cuanto a la textura. En 2001 viajó al eje cafetero colombiano y allí aprendió a utilizar la fibra de la hoja de plátano, con la que experimentó durante varios meses hasta que obtuvo el punto ideal de la textura, así como la calidad y durabilidad adecuadas. A partir de ese momento, inició una nueva aventura empresarial basada en los conceptos naturales, apalancados en materiales colombianos y en las redes de tejedoras. Para cumplir con el primer pedido, Mónica indicó a sus proveedoras la cantidad de piezas y cómo confeccionarlas, para luego, en su taller, armar el producto final. Ese pedido, que originalmente debía ser entregado en seis meses, le tomó casi un año, pero “los resultados fueron sorprendentes y gustaron mucho”, comentó Mónica (anexo 3). Sin embargo, luego de un tiempo, Mónica se enteró de que sus diseños habían terminado en manos de otra empresa que los había usufructuado y presentado como exclusivos. El primer pedido enviado a Miami para la decoración de las casas que estaban siendo restauradas había tenido tanto éxito que Janett Jackson, cautivada con los diseños puestos en escena, decidió comprar varios para su uso personal. Esto permitió que Mónica, por medio de otra amiga y con las referencias de Janett Jackson, recibiera un pedido de Donna Kara, una prestigiosa diseñadora radicada en Nueva York. Después, a mediados de 2002, Mónica exhibió sus productos en una galería, donde conoció a Claudia Cuello, quien quedó fascinada con la historia alrededor de los diseños con fibras naturales, hasta el punto de que, tiempo después, se convertiría en socia de TMU. Esta situación permitió además, que Óscar Cuello, arquitecto y familiar de Claudia, tuviera acceso a los productos de Mónica, a quien le pidió que elaborara un catálogo de sus productos. Él, quien conocía a Ralph Lauren, se encargó de llevar varios productos directamente a la casa matriz de esta marca. Ese mismo año comenzaron a llegar pedidos de Polo Ralph Lauren, lo que requirió de un aumento en la capacidad de producción, que sólo fue posible luego de varios recorridos para contratar a tejedoras en municipios como Galapa, Malambo, Sabanalarga y Chorrera7 (anexo 1). Mónica vio la necesidad de profesionalizar la gestión, por lo que se inscribió en un programa con una prestigiosa universidad, donde uno de los objetivos principales era la elaboración de un plan para exportar. Los productos seleccionados respondieron a lo que, en su opinión, se ajustaba a las tendencias de los mercados internacionales en el sector textil de fibras naturales. Realizó una investigación de mercados y determinó que Francia debía ser el “mercado objetivo”, Estados Unidos el “alterno”, y Canadá el “contingente”. Confirmó además que en los mercados interna- 6 7 Nombre cambiado para conservar confidencialidad. En el departamento colombiano del Atlántico (cuya capital es Barranquilla). CASO 8 Textiles Mónica Urquijo: Tejer redes humanas 331 cionales seleccionados, los precios de TMU eran bastante competitivos frente a las fibras naturales procedentes de países asiáticos como Filipinas, China y Corea del Sur. Luego asistió a varias ferias internacionales y observó que sus diseños eran recibidos con mucho entusiasmo por el público asistente, lo que se tradujo en pedidos que no pudo aceptar por falta de capacidad de producción. En 2003 empezó a ofrecer sus productos en Barranquilla, pero no logró los resultados que se había propuesto debido al bajo nivel de adopción por parte de los consumidores finales. Sin embargo, ese mismo año, su amiga personal, Francesca Miranda, con experiencia en la comercialización de prendas de vestir, le hizo un pedido especial para una de sus colecciones, abriéndole las puertas a una comercialización profesionalizada en su propia ciudad natal. Decisiones clave de TMU A pesar de las bondades del negocio, la empresa de Mónica debía afrontar adversidades que amenazaban la sostenibilidad en el largo plazo. Los retos venían desde diferentes flancos. Mónica, por lo regular, llevaba los materiales hasta las poblaciones donde estaban ubicadas las tejedoras y luego de unos días iba a recoger los productos terminados. Pero la organización carecía de mecanismos de control y de sistemas de información, lo que la hacía poco competitiva en términos de los costos y la eficiencia de las operaciones. Por ejemplo, no se cuantificaban las pérdidas ni los desperdicios de material, ya que no tenía un procedimiento para controlar el inventario de materia prima que sobraba de los procesos productivos. Los productos Los productos de TMU comenzaron a tener gran aceptación en el mercado, en especial por la innovación en el diseño y la utilización de materiales naturales, poco usuales a nivel internacional, sobre todo en Estados Unidos y Europa. Sin embargo, ella no había concebido un proceso de protección de la marca, ni mucho menos de la propiedad intelectual o de derechos de autor sobre sus los diseños; ello se debía a la gran variedad de los productos, la velocidad con la que cambiaban y la estacionalidad, lo que implicaba una fuerte carga de trabajo hacia final de año y una baja en la producción durante el primer semestre. Todo ello era una fuente de preocupación permanente para Mónica: “En algunas ocasiones encontré mis diseños en tiendas, incluso en el extranjero, con las cuales no tenía ninguna relación comercial”.8 Las relaciones con las proveedoras Las relaciones con las artesanas estaban basadas en la informalidad. El vínculo se basaba en el afecto y la empatía mutuos. El modelo de asociatividad, como se denomina a esta forma de organización, incluía a tejedoras de bajos recursos, pertenecientes a estratos excluidos de la economía formal. Este sistema le agregaba valor a sus operaciones y al desarrollo de una ventaja competitiva diferenciadora ante sus clientes internacionales. Mónica hacía los diseños y determinaba las texturas, fibras y materiales a utilizar (anexo 4) por la red de tejedoras, quienes estaban organizadas por comunidades. Por lo general, se trataba de mujeres cabeza de familia que eran desplazadas de su lugar de origen por la violencia. En cada comunidad había una líder, quien por lo regular era la tejedora de mayor antigüedad en la estructura de TMU, y que inspiraba la confianza suficiente para que se le entregara la materia prima. Luego, ella distribuía el material entre las tejedoras, se encargaba del control de calidad de los productos y, lo más importante, las motivaba. 8 Entrevista realizada el 10 de diciembre de 2009. Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial 332 Tejedora Líder comunidad 1 Tejedora Tejedora Líder comunidad 2 Líder comunidad 6 Mónica Urquijo Líder comunidad 3 Líder comunidad 5 Líder comunidad 4 FI G U R A C8 - 1 Estructura del modelo de asociatividad. Este modelo de asociatividad incluyente cambió la vida de las comunidades de tejedoras que convivían con altos niveles de vulnerabilidad y exclusión. Ellas eran etiquetadas como “mano de obra no calificada” con talento artesanal, pero Mónica descubrió su potencial para la confección de productos de alta calidad. Esto generaba un gran sentimiento de compromiso entre la mayoría de las tejedoras, debido a que consideraban que TMU les estaba dando la oportunidad de trabajar para mantener a sus hijos y percibir un salario que mejorara su nivel de vida.9 Sin embargo, no faltaron los problemas. “Ha sido una constante lucha por tratar de motivarlas para que amen este trabajo”, aclaró Mónica, al comentar acerca de un conflicto que tuvo con una de las líderes, lo que incluso terminó afectando la moral de toda la población de tejedoras de esa comunidad. Si la líder se desmotivaba, su comunidad tendía a hacerlo también, lo que en ocasiones llevaba a que las tejedoras de ese grupo, que eran unas 30 en promedio, dejaran de ser proveedoras de TMU por voluntad propia. Esto era muy grave, ya que la capacidad de producción siempre había sido restringida, sobre todo durante el segundo semestre del año. Construyendo el tejido TMU-MIDAS Los retos a los que TMU se enfrentó en 2007 llevaron a Mónica a buscar opciones de recursos que le ayudaran a formalizar las operaciones de la compañía. Así, se puso en contacto con Más Inversión para el Desarrollo Alternativo Sostenible (MIDAS), por medio de uno de los proveedores de proyecto de dicho programa. TMU tuvo ventajas sobre otros proyectos que se presentaron, ya que tenía una tradición exportadora y contaba con experiencia en la comercialización de sus productos en el exterior. Además, había construido con artesanas de bajos ingresos redes de asociatividad para la confección de productos “naturales” que ya tenían una gran demanda en los mercados de Estados Unidos y Europa. El apoyo de MIDAS consistía en recursos no reembolsables de hasta 50 por ciento de los recursos necesarios para elaborar el plan de asistencia técnica. El diagnóstico inicial fue la falta de claridad en la estrategia de internacionalización, así como debilidades en el marketing local, la 9 De acuerdo con cifras de diciembre de 2009, una tejedora experimentada recibía un ingreso promedio mensual de entre 500 000 y 800 000 pesos colombianos. El 31 de diciembre de 2009 el dólar se cotizaba en 2 044.23 pesos colombianos. (Fuente: Banco de la República-Colombia). CASO 8 Textiles Mónica Urquijo: Tejer redes humanas 333 falta de formalización de la estructura organizacional, el escaso control en la estructura de costos, y la informalidad de las relaciones laborales. Esto implicó desarrollar mecanismos para mejorar la estructura empresarial, establecer marcos legales de contratación de tejedoras, y, finalmente, empezar a dirigir su producción al mercado local con el objetivo de poner fin a la estacionalidad de la demanda y continuar produciendo en el primer semestre del año, de modo que las tejedoras pudieran obtener ingresos de forma continua. Se recomendó la constitución de cooperativas de trabajo asociado (o empresas asociativas), para los servicios de confección, de manera que se fueran formalizando las relaciones con las tejedoras. MIDAS había empezado a apoyar a las artesanas en proyectos de emprendimiento, de equilibrio entre la vida laboral y familiar, y de cambio cultural, con el objetivo de profesionalizar las relaciones entre cliente y proveedor. El objetivo era insertarlas en la vida productiva, apoyarlas en la generación de mayores ingresos y mejorar la infraestructura de sus hogares, para que pudieran dedicar más tiempo de calidad a sus hijos. Además, el proyecto incluía iniciativas de expansión de la capacidad de producción. El apoyo también se materializó a través de intangibles, y se esperaba que los proyectos involucraran rubros contables como el de activos y capital. Fue así como finalmente Mónica Urquijo tomó conciencia de la importancia del posicionamiento de marca también a nivel nacional, y se comprometió a desarrollar en el mediano plazo una estrategia muy concreta para Artesana, el nombre con el que etiquetaba sus productos. Un dilema de responsabilidad social A mediados de 2010, TMU ya era reconocida a nivel nacional e internacional por su labor productiva con las mujeres cabeza de familia. Se había constituido en un modelo de asociatividad exitoso. La red de artesanas logró constituirse en una diferenciación importante para los productos diseñados por Mónica Urquijo. Sin embargo, paradójicamente, dicho modelo trajo consigo problemas laborales de carácter legal. Debido a la estacionalidad de los pedidos internacionales, la solicitud de producción a las tejedoras se suspendía, en particular durante la primera mitad del año, ya que TMU no tenía el capital suficiente para asumir los costos de una producción anual uniforme y mucho menos para mantener los inventarios, que además, por el ritmo de la moda, podrían volverse obsoletos muy pronto. De cualquier forma, la empresa contaba con el apoyo de MIDAS para su plan de expansión, algo que requería necesariamente, ya que abrir una sola tienda en Barranquilla, por ejemplo, le implicaría una suma equivalente a los ingresos netos del último año (anexo 5). Algunas artesanas, al ver disminuidos sus ingresos, presentaron querellas laborales contra la empresa TMU en la oficina regional del Ministerio del Trabajo, y Mónica acudió a esas comparecencias con su abogado. No obstante, y a pesar de las zonas grises que se derivan de esas relaciones comerciales, se aclaró que las demandantes no tenían la condición de empleadas de TMU y, mediante un proceso de conciliación, las artesanas regresaron a sus actividades. No obstante, ese proceso legal llenó a Mónica de incertidumbre, al grado de que comenzó a preguntarse si era prudente continuar con la expansión de las redes de tejedoras, una capacidad que necesitaba para surtir a tiempo los pedidos de su principal cliente y buscar el posicionamiento de sus productos en Europa, tal como se lo había propuesto en el plan exportador que había elaborado tres años atrás. Ella pensaba que abrir tiendas en Barranquilla le permitiría mantener la estabilidad de ingresos en las redes de tejedoras, ya que las temporadas en Colombia, por la inexistencia de estaciones climáticas marcadas, no eran tan oscilantes como en Estados Unidos. Sin embargo, esto no era garantía para cumplir con tal objetivo, ya que expertos del sector de confecciones le habían mencionado que también en el mercado colombiano el segundo semestre del año tenía más movimiento comercial que el primero. 334 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Mónica veía esto como un despliegue de su modo de entender la RSE. Pero la tensión oscilaba entre las razones y sus sentimientos. Por un lado, tenía una gran incertidumbre en cuanto al aspecto legal con las redes de tejedoras, pues ellas debían continuar en su condición de proveedoras y no como empleadas, ya que en este último caso, la empresa no tendría la capacidad financiera para incluir en su nómina a unas 250 personas, un número que, además, iba en aumento. Esto la inclinaba a suspender los planes de expansión. Sin embargo, al mismo tiempo, quería que la empresa creciera para posicionar su marca Artesana en el mercado de Europa; para lograrlo, necesitaba de una mayor capacidad de producción tercerizada y formalizada a través de las cooperativas. Mónica se sentía cautivada por el trabajo de las artesanas (anexo 6) y quería continuar desarrollando un negocio probado, en el cual participaban mujeres cabeza de familia de bajos ingresos como parte fundamental de las actividades productivas. CASO 8 Textiles Mónica Urquijo: Tejer redes humanas Anex o 1 Mapa del Departamento del Atlántico, Colombia. Ubicación de municipios donde operan las líderes y tejedoras de TMU 335 336 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial A nex o 2 Premios recibidos por TMU • • • • • • Premio al mejor stand “Les Must” en la feria Maison & Object de París, en enero de 2002. Reconocimiento a la calidad en la feria en “New York Source”, en mayo de 2003. Tesis laureada “Sensaciones táctiles: Mayas y telas de cortinería en decoración”. Taller 5. Centro de Diseño, Bogotá, 1998. “Plan de acción por estrategias novedosas de mercadeo” de Expopyme, Universidad de Norte y Proexport. “Emprendedora Social”, 2006, Revista Dinero y Fundación Schawb, en reconocimiento por su contribución visionaria y pragmática, que ha logrado transformar prácticas y sistemas sociales, mejorando así la vida de los colombianos. “Mujer Sobresaliente 2007”, Día Internacional de la Mujer, en reconocimiento a su destacada contribución social en el campo del diseño textil y de interiores. CASO 8 Textiles Mónica Urquijo: Tejer redes humanas Anex o 3 Algunos productos elaborados: cojines, bandejas, cortinas e individuales de mesa Cojines Bandeja y cojines Individuales de mesa Cortinas 337 338 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial A nex o 4 Fibras y técnicas de procesamiento Fibras de plátano Técnicas de tejido artesanal CASO 8 Textiles Mónica Urquijo: Tejer redes humanas Anex o 5 Estado de resultados (cifras en pesos colombianos)10 2008 2009 213 069 112 336 512 600 57.94% 65 197 203 225 896 321 246.48% 147 871 909 110 616 279 –25.19% Gastos personales 13 317 709 10 076 160 –24.34% Gastos operativos 91 612 656 60 624 267 –33.83% Utilidad operacional 42 941 544 39 915 852 –7.05% 6 142 452 3 458 962 –43.69% 36 799 092 36 456 890 –0.93% Ingresos Costos de venta Utilidad bruta Gastos no operacionales Utilidad antes de impuestos 10 A mediados de 2010, 1 900 pesos colombianos equivalían a un dólar estadounidense. Variación 339 340 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial A nex o 6 La red de tejedores Caso 9 Aliar S.A.1 Ernesto Barrera Duque y Luis Fernando Jaramillo A finales de 2009, Jaime Liévano, director general de la empresa agropecuaria Aliar S. A., se encontraba en las oficinas centrales, ubicadas en la ciudad de Bucaramanga (Colombia), revisando documentos, informes y fotografías relacionados con el impacto social de la compañía en el entorno de los Llanos Orientales colombianos. Entre otras cosas, se preguntaba si valdría la pena capitalizar en la marca “La Fazenda” algunas acciones de carácter social y medioambiental, en particular la seguridad alimentaria, el trabajo con indígenas, la construcción de tejido social en zonas deprimidas y el desarrollo de cultivos sostenibles. Algunos asesores le insistían en el tema de mejorar la reputación corporativa y el valor de la marca por medio de atributos derivados de sus prácticas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), ya que los consumidores apreciaban cada vez más esas actividades de las compañías. Los asesores incluso le aseguraban que esto permitiría a la empresa fijar precios premium que mejoraran su margen de contribución. Además, Liévano debía trabajar en un plan para distribuir los productos en las diferentes ciudades colombianas. La visión del emprendedor Durante 2007 y parte de 2008, los precios internacionales de las materias primas, entre ellas, el maíz y la soya, subieron considerablemente afectando la “seguridad alimentaria” del mundo. Las causas de ello fueron el aumento de la demanda en China e India, así como el impulso que se había dado a los biocombustibles, a los plásticos biodegradables y a la búsqueda de fuentes energéticas renovables y alternativas al petróleo, cuyo precio había llegado a los 140 dólares por barril a mediados de 2008, aunque en marzo de 2009 se cotizaba en 48 dólares. Liévano, quien llevaba más de 20 años de trabajar en el sector avícola, había contribuido de algún modo para aumentar el consumo de pollo per cápita anual de 3.5 a 22 kg. Ahora pensaba que Aliar debería proponerse el objetivo de afrontar las fuerzas que ponían en riesgo la “seguridad alimentaria” del país, sobre todo considerando que “36 por ciento de la población tenía deficiencias nutricionales debido a los altos precios relativos de las proteínas”. Y concluía: “En Colombia, con 44 millones de habitantes, el consumo de carne es la mitad que se registra en países similares, y la razón es que no hay acceso, porque es un producto muy caro”. El precio de la carne de cerdo y del pollo en Colombia era el doble cuando se comparaba con países como Brasil y Argentina. La elasticidad precio de la demanda, afirmaba Liévano, era de “dos a uno”, lo que indicaba que, para duplicar el consumo, “debían bajarse los precios a la mitad”. Y al contrario, si “los precios aumentaran 30 por ciento, por ejemplo, el consumo bajaría en 60 por ciento. Por eso es que nuestro objetivo estratégico fundamental es reducir el precio y mejorar la calidad”. 1 Caso elaborado por Ernesto Barrera Duque y Luis Fernando Jaramillo, profesores de la dirección de marketing del INALDE, como base de debate y no como ilustración de la gestión, adecuada o inadecuada, de una situación determinada. 342 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Para lograr esto, según Liévano, se requería de un modelo de negocio que integrara verticalmente toda la cadena de valor del sector. Por lo pronto, en el sector de la carne de cerdo, las actividades se encontraban inconexas, desde la compra de semillas hasta la comercialización, pasando incluso por las fases intermedias de los cultivos y los alimentos concentrados. Por otro lado, Liévano sabía que los costos de transporte en Colombia aumentaban el precio de las proteínas y consideraba, además, que el país dependía de las fluctuaciones especulativas de los precios de las materias primas en la bolsa de valores de Chicago, controlada por un oligopolio de seis empresas transnacionales: Cargill, Louis Dreyfus, Bunge & Born, ADM, Continental CGC y André. Esta percepción de la situación lo había llevado a pensar en la frase “con la comida no se juega”. Liévano, a comienzos de 2009, dijo al respecto: Tenemos que bajar los costos de las materias primas y los precios de las proteínas al consumidor. Debemos empezar por adquirir cierta autonomía frente a los precios internacionales del maíz y la soya. Un estadounidense realmente no percibe la fluctuación en los precios de esas materias primas. Sin embargo, el colombiano común sí la resiente porque entre 50 y 60 por ciento de sus ingresos disponibles los destina a comprar alimentos. Colombia depende del maíz y de la soya importada; no es autosuficiente. El precio de la tonelada de maíz se ha volatilizado en la bolsa de Chicago. Hace dos años estaba en 90 dólares, luego subió a 240 por la presión de los biocombustibles, y ahora se encuentra en 140 dólares. Estados Unidos, con una política de “seguridad nacional alimentaria”, subsidia las tecnologías, los cultivos agrícolas y las producciones agropecuarias para generar excedentes, que en el caso del maíz, son de 10 por ciento, y se destinan a países geopolíticamente estratégicos como los de la zona del Caribe, entre ellos, Colombia. Jaime Liévano comentó al respecto: Es muy fácil llamar por teléfono y pedir a una empresa de Estados Unidos un barco con 27 000 toneladas de maíz con calidad uniforme y certificada. Lo mandan muy rápido. En cambio, en Colombia, la calidad no es uniforme. Podemos seguir dependiendo en parte del excedente de Estados Unidos o ser autónomos en la producción. Mi objetivo es que no tengamos que depender de los precios a los que se cotizan los granos en la bolsa de Chicago. Es posible que a Estados Unidos no le convenga que nosotros cultivemos maíz de manera eficiente con economías de escala. Para mí, es una cuestión de “seguridad nacional alimentaria”, pero de los colombianos. Cultivar en la Altillanura: un quijote Liévano emprendió el proyecto de cultivar maíz y soya en la altillanura de los Llanos Orientales colombianos, incluso contra las opiniones de los expertos, quienes advertían algunos impedimentos, como la mala calidad de los suelos –denominados por algunos “predesérticos”–, el sistema de tenencia de tierras que era ineficiente para la producción a gran escala, la baja capacitación técnica de la población y la violencia de los grupos armados rebeldes. Al respecto, indicó lo siguiente: Si yo fuera agrónomo, estoy seguro de que no me habría metido en este proyecto porque las condiciones de los suelos en los Llanos Orientales son realmente adversas para cultivar productivamente maíz y soya. Muchos expertos visitaron la zona y su conclusión había sido siempre la misma: no invertir. A veces el conocimiento nos condiciona y no nos deja ver las cosas de una manera distinta. Mi aprendizaje es que el conocimiento y la experiencia nos pueden nublar la capacidad para aceptar riesgos. También es cierto que la “seguridad democrática” del presidente Uribe nos ayudó CASO 9 Aliar S.A. 343 física y psicológicamente a meternos en una zona con altos índices de violencia y plagada de paramilitares. Por otro lado, se requiere volumen; las extensiones en Brasil son alrededor de 200 000 hectáreas para generar una alta productividad, y en los Llanos Orientales hay restricciones en el número de hectáreas que pueden estar en manos de una sola persona. Cuando se comparaba el consumo de carne, Colombia tenía a finales de 2008 un consumo per cápita de 42.5 kg al año, mientras que en Brasil era de 88 y en Argentina de 120. En Colombia, el consumo se dividía de la siguiente manera: 22 kg de carne de pollo, 16 de carne de res y 4.5 de cerdo. Ahora bien, de los consumidores, 46 por ciento prefería la carne de res, 42 por ciento la de pollo y 12 por ciento la de cerdo. Sin embargo, considerando el consumo real, 84 por ciento compraba carne de res, 82 por ciento de pollo, y sólo 34 por ciento compraba carne de cerdo. Cuarenta y cinco por ciento de los consumidores colombianos creían que la carne de cerdo era perjudicial, 38 por ciento pensaba que tenía una bacteria mortal para los humanos, y 20 por ciento consideraba que era demasiado grasosa. Otros tenían una opinión negativa del olor, el color o la textura. Un asesor de Aliar afirmaba que en Colombia había muchas barreras culturales frente a la carne de cerdo, y opinó: Nuestra marca, por su calidad, romperá muchas de las barreras culturales que los colombianos tienen acerca de la carne de cerdo. La proteína de porcino es más sana que la del vacuno cuando se cría en condiciones de higiene y con los procesos organizados por etapas y sistematizados, con un estricto control de calidad. Vamos a cambiar los paradigmas. La carne de cerdo también se podrá pedir asada a tres cuartos, incluso a un medio. Vamos a romper el mito de que la carne de cerdo debe comerse bien asada. Decir que la carne de cerdo tiene una bacteria mortal o que es demasiado grasosa será historia en algunos años. Ciertos analistas consideraban que el bajo consumo per cápita de carne de cerdo en Colombia se debía a las barreras culturales, la informalidad o ilegalidad en el sacrificio (de unos 2.5 millones de cerdos estimados para el sacrificio, sólo se reportaron formalmente 1.5 millones en 2005), la baja producción nacional tecnificada y la elasticidad precio de la demanda, que según el Ministerio de Agricultura de Colombia, con datos de 1998, era de –1.71, mientras que en el caso de la carne de res era de –1.41, y en la de pollo de –1.69. Según los expertos y con base en las cifras anteriores, el valor agregado en los agronegocios se encontraba “después del campo”; y Colombia, según Liévano, debía apuntar hacia esa dirección, es decir, a la construcción de una marca fuerte dirigida al consumidor final: “La Fazenda”. El sector de la producción de cerdos El mayor productor de cerdos del mundo es China, con alrededor de 47 por ciento de la producción mundial; y 95 por ciento de su producción se destina al consumo interno. En segundo lugar, se encuentra Estados Unidos, que en 2004 exportaba 5.5 por ciento de su producción, es decir, 500 000 toneladas al año. Colombia ocupa un lugar marginal en la producción, con 0.1 por ciento, siendo un importador neto. El alimento balanceado es uno de los principales costos de producción y es intensivo en la utilización de soya y maíz (anexo 1). La bioseguridad se ha convertido en uno de los temas fundamentales de la industria y busca proteger la “sanidad” de la carne para el consumo humano, pero también se orienta a controlar uno de los mayores riesgos de una granja porcícola: que una enfermedad mate o dañe a todas las madres reproductoras. También hay riesgos muy variados, como los brotes de gripa porcina A (N1H1) transmisible a los humanos, un ataque de un grupo armado rebelde, una plaga o una sequía que afecten los cultivos de maíz y soya, entre otros. 344 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial Los especialistas en porcicultura suelen decir que los “cerdos no son sucios; los sucios son sus dueños”. Cuando se observa un corral, hay que prestar atención a que los lugares donde duermen los animales nunca tengan materias fecales. Lo que ocurre en ocasiones es que los cerdos, al no tener glándulas sudoríparas para regular su temperatura, se revuelcan en sus heces cuando tienen calor, “pero esto sólo ocurre cuando los humanos nos les dan las condiciones adecuadas de crianza”. Cuando el cerdo llega a su peso de sacrificio, se envía al frigorífico (matadero o servicio de sacrificio de animales), para luego despostarlo (anexo 2), es decir, cortarlo en piezas utilizables para el consumo humano. El producto se entrega empacado al vacío para venderlo con la marca “La Fazenda” (anexo 3), cuya diferenciación, según los directivos, es la alimentación y la higiene superiores en todo el proceso productivo: “Animales bien alimentados y limpios de cualquier contaminación, con una carne de sabor superior”. Implementación de la iniciativa La estrategia de negocio puede resumirse de la siguiente manera: “Satisfacer la necesidad de alimentación humana, de manera nutritiva y saludable, haciendo los productos accesibles y competitivos a nivel internacional”. Un directivo de Aliar resumió aún más la estrategia: “La alimentación con proteínas para el ser humano colombiano”. Otro directivo de Aliar comentó lo siguiente acerca de uno de los objetivos estratégicos del negocio: “Nuestro objetivo es cultivar y procesar material vegetal destinado a la alimentación de animales generadores de proteína a grandes escalas para el consumo humano”. Para lograr una alta eficiencia y capturar un mayor valor “después del campo”, el negocio implica la integración vertical de la cadena de valor, desde el cultivo del maíz y la soya, pasando por la producción de alimento balanceado y la producción de proteínas animales, hasta la comercialización con una marca de fabricante. Esto resultó novedoso, ya que en los agronegocios suelen operar diferentes empresas en cada fase de la cadena de valor: “antes del campo”, “dentro del campo” y “después del campo”. Según Liévano, conectar los eslabones mediante un modelo de negocio integrado permitiría controlar los costos, aumentar la calidad, innovar y capturar un mayor valor, para llegar al consumidor final. Marca “La Fazenda” “La Fazenda” significa “La Hacienda” en portugués (anexo 3). Este nombre lo eligió Liévano desde el inicio del proyecto, buscando homenajear a Brasil. El modelo implantado en Aliar había tenido una inspiración en la producción brasileña de grandes extensiones de tierra para los cultivos, y en procesos altamente tecnificados y eficientes en la producción de cerdos. La marca, según los directivos, evocaba conceptos como “seguridad alimentaria”, “natural”, garantía de “sanidad”, “sabor”, “realmente colombiano”, “valor agregado colombiano”, “bajo en grasa”, “empacado al vacío”, “protección del medio ambiente” y “trazabilidad”. Esto último significaba la posibilidad de “saber de qué lote proviene un paquete de carne, cuál es su origen, con qué se fumigó y con qué pesticidas, y con qué maíz se alimentó el animal”. El objetivo era ofrecer la mejor calidad a precios más bajos que los de la competencia y apuntando a que “la carne de cerdo se mantuviera más barata que la carne de res”. Aliar vendía con éxito sus productos en Bogotá a través de Alkosto, un hipermercado dirigido a clientes de estratos medios y altos, y de Surtifruver, un “asesino de la categoría” (category killer) de verduras, frutas y carnes, también orientado a estratos medios y altos. Sin embargo, Liévano sabía que para llegar a otros segmentos socioeconómicos, debía consolidar de manera urgente una estrategia de comercialización paralela. CASO 9 Aliar S.A. 345 Un objetivo: dar acceso a los pobres “La Fazenda”, hacia el futuro, se dirigiría a todos los estratos socioeconómicos, aunque reconociendo las diferencias entre segmentos. Por ejemplo, a los estratos altos, que quizá representan 15 por ciento del mercado para la carne de cerdo, se les ofrecerían jamones finos como el serrano, pero también embutidos, platillos preparados, salami, chorizo, pernil, costillitas (ribs) y lomo. Se buscaría ofrecer 40 por ciento de la producción a los estratos medios, donde es común el consumo de salchichas, chuletas de cerdo, chorizo, jamonada, paté,2 cortes finos, hamburguesas, tocineta y carne preparada, como los pinchos y adobados. Como uno de los principios de Aliar era el “desarrollo integral inclusivo”, también ofrecería sus productos en los estratos bajos, donde son populares el salchichón, las salchichas, los huesos de marrano (fémur), el espinazo (columna vertebral), la pezuña, el queso de cabeza, las vísceras, la manteca y el paté, entre otros. Según Liévano, en ese segmento se ofrecería una “calidad cinco pero a precio tres”, es decir, se brindaría acceso en la base de la pirámide a las proteínas, bajo el lema “calidad a precios bajos”, de modo que se configurara un modelo de negocio basado en el volumen y no en la rentabilidad porcentual sobre el costo unitario. La comercialización se empezaría a desarrollar de acuerdo con el concepto de aprovechar “todo el cerdo, sin dejar un solo trozo de carne en los huesos y sin desperdiciar nada”, procesando incluso el pelaje y la sangre, siempre con la ayuda de lavados, tecnología y máquinas especiales que permitieran “generar valor con todo el animal”. Esto ya había ocurrido en el sector de los pollos, que siendo un producto de “fiesta”, se convirtió en un producto de consumo de “hábito”. Esto fue posible reduciendo los costos de producción; además, mediante estrategias de producto, precio, distribución y comunicación, se logró influir en los gustos y las preferencias de los consumidores. En 2009, el pollo se vendía sobre todo en piezas y, además, se ofrecían las menudencias, el aceite de vísceras, las mollejas y los pescuezos, en especial en los estratos bajos. Las plumas, las cabezas y las patas también se aprovechaban para la fabricación de harina destinada al consumo de los pollos. Inclusive ya se empezaba a hablar de la exportación de “patas de pollo” a China. Liévano afirmó lo siguiente acerca de su experiencia en el sector avícola y sobre la posibilidad de trasladarla al sector porcícola: Una de las estrategias que utilizamos hace años para entrar en los canales e incentivar la compra de carne de pollo fue la de regalar neveras a las tiendas y carnicerías. Quisimos llevar el pollo hasta el lugar más cercano de los hogares colombianos. Ahora bien, es importante diferenciar una carnicería de estrato 5 y 6, que podría ser un pequeño “Carulla” o supermercado, de las carnicerías de los estratos 1, 2 y 3; se trata de dos segmentos muy distintos. También será importante crear el hábito, especialmente en los estratos socioeconómicos bajos, de comprar la carne de cerdo empacada al vacío, que es la forma como nosotros la estamos ofreciendo. Para ser competitivos, no podemos desperdiciar nada del cerdo; hay que aprovecharlo al máximo y para eso se requiere tecnología. Impacto social y medioambiental La Altillanura de Llanos Orientales (anexo 4), zona al este del país y colindante con Venezuela, se caracteriza por sus altos índices de violencia. Allí habitan colonos, desplazados, indígenas y lugareños con bajos niveles de educación y nutrición. La propuesta de Aliar para esas personas consistía en ofertas de trabajo en los cultivos y las granjas porcícolas. A los propietarios de tierras se les ofrecía ceder el uso de sus predios para incorporarlos al proyecto, a cambio de un porcentaje de la producción. Aliar realiza intervenciones en los suelos para adecuarlos y corregirlos física y químicamente. 2 Un producto de hígado de cerdo con alto valor nutricional y muy popular en los estratos bajos porque se le considera una muy buena fuente de hierro. 346 Responsabilidad, ética y sostenibilidad empresarial La tecnificación de los cultivos Los proveedores de las se