La descripción del lugar en el texto "Grandes almacenes" se utiliza para realizar una crítica social al sistema de consumo y a la sociedad de consumo en general. La descripción del edificio es de un mazacote sin ventanas, de aspecto gris, lo que sugiere una imagen de opacidad y falta de transparencia. El edificio se presenta como un fortín con una predela de escaparates a ras de la acera, lo que indica que el edificio está diseñado para atraer a los consumidores y seducirlos con las ofertas que se exhiben en los escaparates. Por dentro, se describe que el edificio exhala un perfumado hedor a moqueta acrílica bajo un batido de neón pastoso que se disuelve en las cabezas de la aglomeración, lo que sugiere una imagen de una experiencia sensorial abrumadora y artificial. El hecho de que el gran almacén contenga todo lo que a un contribuyente normal le puede apetecer, desde bragueros teutones hasta viajes a Tahití pagados en cómodos plazos, indica que el edificio es un lugar de exceso y consumo desmedido. La descripción de la mujer que busca una cacerola deseada en medio de una gran cantidad de productos sugiere que la moderna ama de casa se ha convertido en una reina de quirófano, lo que implica que la sociedad actual valora más el consumo y la acumulación de bienes materiales que la calidad de vida o la satisfacción personal. Finalmente, la descripción del hombre con revólver que no sabe dónde está la salida o el ascensor para el aparcamiento sugiere una falta de organización y confusión dentro del edificio, lo que apunta a la idea de que el sistema de consumo se ha vuelto tan complejo que es difícil navegarlo. En conjunto, la descripción del lugar en el texto se utiliza para criticar la sociedad de consumo por su énfasis en el exceso, la artificialidad, la acumulación de bienes y la complejidad del sistema de consumo. La crítica social se hace evidente a través de la imagen del edificio y de la experiencia de la mujer que busca una cacerola y del hombre que no sabe cómo salir del lugar, lo que sugiere que el sistema de consumo está alienando a la gente y volviéndola cada vez más confundida e insatisfecha. El texto presenta diversas figuras literarias que le dan un carácter descriptivo y crítico. Algunas de ellas son: Metáfora: "Por fuera es un mazacote sin ventanas", esta metáfora describe el edificio de los grandes almacenes como un objeto informe, sin atractivo y sin transparencia. Hipérbole: "ese gran almacén contiene todo lo que a un contribuyente normal le puede apetecer", esta hipérbole exagera la cantidad de productos disponibles en los grandes almacenes. Antítesis: "un perfumado hedor a moqueta acrílica", esta antítesis contrapone el olor desagradable de la moqueta con el uso de perfumes para ocultar ese olor. Sinestesia: "un batido de neón pastoso que se disuelve en las cabezas de la aglomeración", esta figura literaria mezcla la vista con el tacto y describe el ambiente saturado de neón y personas. Ironía: "pensó que la moderna ama de casa se había convertido en una reina de quirófano", esta ironía se refiere a la imagen que se tiene de la mujer en la sociedad como encargada de las tareas del hogar, pero que en los grandes almacenes se convierte en una experta en cirugía culinaria. En general, el texto utiliza la descripción del lugar para criticar la superficialidad y el consumismo de la sociedad moderna, representada por los grandes almacenes y su ambiente saturado de productos y publicidad.