Contenido Colaboradores xxiií Acerca de los editores xxv Prólogo xxvii Sección 1. 1.1 1.2 1.3 1.4 1.5 1.6 1.7 1.8 1.9 1.10 1.11 1.12 Administración del trabajo de diseño por Frank Muller 2.1 ¿En dónde se emplean los ingenieros civiles? / 2.3 Formas de organización de ingenieros asesores / 2.3 Clientes de los servicios de ingeniería / 2.5 Alcance de los servicios de ingeniería / 2.6 Selección de asesores / 2.8 Contratos y honorarios por servicios de diseño / 2.9 Administración del diseño de un proyecto / 2.33 Métodos y normas de proyecto / 2.12 Control de calidad del proyecto / 2.33 Programación del diseño / 2.33 Control de producción / 2.34 Organización interna de una empresa de diseño / 2.34 Asociaciones profesionales / 2.19 Sección 3. 3.1 3.2 3.3 3.4 3.5 3.6 3.7 3.8 3.9 3.10 1.1 Normas generales para el desempeño de la profesión de ingeniero civil / 3.3 Sistemas / 1.2 Análisis de sistemas / 3.3 Metas, objetivos y criterios / 1.4 Restricciones y normas / 1.4 Costos de construcción / 3.5 Modelos / 3.5 Optimización / 3.6 Procedimiento para el diseño de sistemas / 1.8 Ingeniería económica / 3.33 Comparaciones económicas de sistemas alternativos / 3.35 Administración de riesgo / 3.37 Sección 2. 2.1 2.2 2.3 2.4 2.5 2.6 2.7 2.8 2.9 2.10 2.11 2.12 2.13 Diseño de sistemas por Frederick S. Merritt Especificaciones por Ted E. fíobbins 3.1 Composición de especificaciones / 3.3 Documentos de contrato y procedimientos para contratar / 3.2 Tipos de contratos / 3.4 Especificaciones estándar / 3.6 Especificaciones maestras / 3.6 Disposiciones generales de las especificaciones / 3.7 Especificaciones técnicas / 3.32 Publicaciones y adjudicaciones de contratos / 3.36 Redacción de las especificaciones: estilo y forma / 3.18 Procesamiento automatizado de palabras de especificaciones / 3.22 V vi ■ Contenido 3.11 Ejemplo de una especificación estándar y su modificación mediante una disposición especial / 3.22 3.12 Ejemplo de una especificación técnica completa / 3.24 3.13 Cualidades de los ingenieros que elaboran especificaciones / 3.29 Sección 4, Administración de construcciones por Jonathan 7. fíicketts 4.1 4.2 4.3 4.4 4.5 4.6 4.7 4.8 4.9 4.10 4.11 4.12 4.13 4.14 4.15 4.16 4.17 Labores de una administración de construcciones / 4.2 Organización de las firmas de la construcción / 4.3 Naturaleza e importancia de una propuesta / 4.9 Contratos principales / 4.9 Subcontratos / 4.10 Investigaciones y observaciones en el sitio antes de licitación / 4.12 Estimación de costos de construcción / 4,12 Teneduría de libros y contabilidad / 4.17 Programación de un proyecto / 4.19 Papel del gerente de proyecto / 4.25 Papel del superintendente de campo / 4.27 Órdenes de compra / 4.27 Seguridad en el trabajo / 4.28 Órdenes de cambio / 4.28 Reclamaciones y litigios / 4.29 Seguros / 4.29 Fianzas / 4.33 Sección 5. Materiales para construcción por L. Reed Branttey y Ruth T. Brantley Materiales cementosos 5.1 5.2 5.3 5.4 5.5 5.6 5.7 5.8 5.9 5.10 Tipos de materiales cementosos / 5.1 Cementos portland / 5.2 Otros tipos de cementos hidráulicos / 5.4 Morteros y lechadas / 5.9 Tipos de concreto / 5.11 Concretos de cemento portland / 5.12 Refuerzo de fibras para concreto / 5.23 Concreto de polímeros / 5.24 Concreto bituminoso y otros compuestos de asfalto / 5.24 Referencias sobre materiales cementosos / 5.25 Materiales metálicos 5.11 5.12 5.13 5.14 5.15 5.16 5.17 5.18 5.19 Deformación de los metales / 5.26 Mecanismos para reforzar los metales / 5.27 Aceros estructurales / 5.2.9 Láminas y perfiles de acero para aplicaciones estructurales / 5.44 Cable de acero para aplicaciones estructurales / 5.45 Aleaciones de aluminio / 5.46 Aleaciones de base de cobre / 5.49 Compuestos metálicos de alta calidad / 5.51 Referencias de metales / 5.52 Unidades de albañilería y losetas 5.20 Unidades de hormigón para manipostería / 5.52 5.21 Ladrillos de arcilla o pizarra / 5.53 Contenido 5.22 5.23 5.24 5.25 ■ vii Losetas de arcilla estructural / 5.53 Losetas de cerámica / 5.53 Terracota estructural / 5.55 Albañilería de piedra / 5.55 Materiales orgánicos 5.26 5.27 5.28 5.29 5.30 Madera / 5.58 Plásticos / 5.62 Elastómeros o hules sintéticos / 5.66 Materiales geosintéticos / 5.67 Referencia de materiales orgánicos / 5.69 Sellos de juntas 5.31 5.32 5.33 5.34 Compuestos de calafateo / 5.70 Selladores / 5.70 Juntas de empaque / 5.72 Referencias de sellos de junta / 5.72 Pinturas y otros recubrimientos 5.35 5.36 5.37 5.38 5.39 Pinturas / 5.72 Acabados comerciales / 5.72 Recubrimientos industriales / 5.72 Secadores, adelgazadores y pigmentos para pinturas / 5.73 Referencias de pinturas y recubrimientos / 5.74 Materiales compuestos 5.40 5.41 5.42 5.43 5.44 5.45 5.46 Tipos de materiales compuestos / 5.74 Sistemas matriciales / 5.75 Sistemas emparedados / 5.75 Materiales compuestos de filamento continuo / 5.75 Laminados de alta presión / 5.76 Caucho laminado / 5.77 Referencias de materiales compuestos / 5.77 Influencias ambientales 5.47 5.48 5.49 5.50 5.51 Efectos térmicos / 5.77 Corrosión y oxidación / 5.78 Control de degradación y prevención / 5.79 Irradiación / 5.82 Referencias de influencias ambientales / 5.82 Sección 6. Teoría estructural por Frederick S. Merritt 6.1 Integridad estructural / 6.2 Equilibrio 6.2 Tipos de cargas / 6.2 6.3 Equilibrio estático / 6.3 Esfuerzo y deformación 6.4 Esfuerzo y deformación unitaria / 6.4 6.5 Relaciones esfuerzo-deformación / 6.4 6.1 x ■ 6.82 6.83 6.84 6.85 Contenido Impacto y cargas repentinas / 6.107 Análisis dinámico de estructuras simples / 6.209 Resonancia y amortiguamiento / 6.212 Diseño aproximado por carga dinámica / 6.225 Sección 7. 7.1 7.2 7.3 7.4 7.5 7.6 7.7 Ingeniería geotécnica por Mohamad H. Hussein y Frederick S. Merritt Lecciones derivadas de litigios y fallas en la construcción / 7.2 Clasificación de suelos y rocas / 7.2 Propiedades físicas de suelos / 7.9 Parámetros índice de suelos / 7.9 Proyección de propiedades de suelos / 7.10 Investigación del sitio / 7.16 Condiciones peligrosas del sitio y las cimentaciones / 7.20 Cimentaciones poco profundas 7.8 7.9 7.10 7.11 7.12 7.13 Tipos de zapatas / 7.23 Enfoque al análisis de cimentaciones / 7.24 Análisis de estabilidad de las cimentaciones / 7.26 Distribución de esfuerzo bajo zapatas / 7.30 Análisis de asentamientos en suelos cohesivos / 7.30 Análisis de asentamientos de arena / 7.33 7.14 7.15 7.16 7.17 7.18 7.19 7.20 7.21 Aplicaciones de pilotes / 7.36 Tipos de pilotes / 7.36 Equipo para hincar pilotes / 7.40 Conceptos de diseño de pilotes / 7.44 Análisis estático y prueba de pilotes / 7.48 Prueba y análisis dinámicos de pilotes / 7.58 Notas de especificación de pilotes / 7.67 Fustes colados / 7.68 7.22 7.23 7.24 7.25 7.26 7.27 7.28 7.29 Cajones / 7.75 Diques y bordos de fierra / 7.79 Diques temporales para excavación / 7.79 Solidificación de suelos / 7.85 Presiones laterales activas en muros de retención / 7.87 Presión lateral pasiva en muros de retención y anclas / 7.94 Presión vertical del suelo en tuberías / 7.97 Métodos para drenar las excavaciones / 7.99 Cimentaciones profundas Métodos de retención para excavación Recalzado 7.30 7.31 7.32 7.33 7.34 7.35 Procedimientos de recalce / 7.2 03 Puntales / 7.204 Agujas y horquillas / 7.205 Recalzado con pozos / 7.206 Recalzado con pilotes / 7,206 Métodos diversos de recalzado / 7.108 Mejoramiento de los suelos 7.36 Estabilización mecánica de los suelos / 7.209 Contenido ■ xi 7.37 Estabilización térmica de suelos / 7.113 7.38 Estabilización química de suelos / 7.113 7.39 Materiales geosintéticos / 7.114 Sección 8. I. Diseño y construcción con concreto por Charles H. Thomton, Paul LewyAine M. Brazil 8.1 8.1 Propiedades importantes del concreto / 8.1 8.2 Concreto ligero / 8.5 8.3 Concreto pesado / 8.6 Fabricación del concreto estructural 8.4 8.5 8.6 8.7 8.8 8.9 8.10 8.11 8.12 8.13 8.14 8.15 8.16 Establecimiento de la proporción y mezcla del concreto / 8.6 Colocación del concreto / 8.10 Acabado de superficies de concreto irregulares / 8.11 Cimbras para el concreto / 8.12 Curado del concreto / 8.13 Colado del concreto en climas fríos / 8.15 Preparación del concreto en climas cálidos / 8.17 Juntas para contracción y dilatación / 8.18 Refuerzos del acero en el concreto / 8.19 Tendones / 8.25 Fabricación de miembros de concreto presforzado / 8.27 Concreto precolado / 8.31 Construcción de losas precoladas de izar / 8.32 Diseño de miembros de concreto a flexión 8.17 8.18 8.19 8.20 8.21 8.22 8.23 8.24 8.25 8.26 8.27 8.28 8.29 8.30 Teoría de la resistencia última para vigas de concreto reforzado / 8.33 Teoría de esfuerzos de trabajo para vigas de concreto reforzado / 8.36 Cálculos y criterios para la deflexión para vigas de concreto / 8.37 Diseño de resistencia última de vigas rectangulares con refuerzo solamente para tensión / 8.38 Diseño por esfuerzo de trabajo para vigas rectangulares sólo con refuerzo para tensión / 8.44 Cortes y puntos de doblez de varillas / 8.46 Losas armadas en una dirección / 8.46 Vigas rectangulares con varillas para compresión: diseño por resistencia última / 8.47 Vigas rectangulares con varillas para compresión: diseño por esfuerzo de trabajo / 8.48 Diseño por resistencia última de vigas I y T / 8.50 Diseño por esfuerzo de trabajo de vigas I y T / 8.50 Torsión en elementos de concreto armado / 8.52 Losas de dos direcciones / 8.53 Cartelas y ménsulas / 8.60 Miembros a compresión de concreto 8.31 8.32 8.33 8.34 8.35 8.36 Refuerzo de columnas / 8.62 Efectos de la esbeltez de las columnas / 8.63 Diseño de columnas por resistencia última / 8.66 Diseño de columnas por esfuerzo de trabajo / 8.69 Muros / 8.69 Columnas compuestas / 8.71 xii ■ Contenido Concreto presforzado 8.37 8.38 8.39 8.40 Principios básicos del concreto presforzado / 8.71 Pérdidas en el presforzado / 8.72 Esfuerzos permisibles en el concreto presforzado / 8.74 Diseño de vigas de concreto presforzado / 8.75 Muros de retención 8.41 Muros de gravedad de concreto / 8.81 8.42 Muros de contención en voladizo / 8.83 8.43 Muros de retención de contrafuerte / 8.85 Zapatas 8.44 8.45 8.46 8.47 8.48 8.49 8.50 Tipos de zapatas / 8.86 Transferencia de esfuerzos de las columnas a las zapatas / 8.87 Zapatas para muros / 8.88 Zapatas ampliadas para una sola columna / 8.89 Zapatas combinadas / 8.91 Zapatas ligadas o en voladizo / 8.92 Zapatas sobre pilotes / 8.93 8.51 8.52 8.53 8.54 8.55 Análisis estructural de marcos y cascarones / 8.93 Marcos rígidos de concreto / 8.95 Arcos de concreto / 8.100 Placas plegadas de concreto / 8.100 Cascarones de concreto / 8.104 Marcos y cascarones Sección 9. 9.1 9.2 9.3 9.4 9.5 9.6 9.7 9.8 9.9 9.10 9.11 9.12 9.13 9.14 9.15 9.16 9.17 9.18 9.19 9.20 9.21 9.22 9.23 9.24 Diseño y construcción con acero estructural por fíoger L Brockenbrough Propiedades de los aceros estructurales / 9.1 Resumen de aceros estructurales disponibles / 9.2 Perfiles de acero estructural / 9.8 Selección de aceros estructurales / 9.8 Tolerancias para las formas estructurales / 9.9 Especificaciones de diseño para el acero estructural / 9.9 Métodos de diseño para acero estructural / 9.11 Límites dimensionales para los miembros de acero / 9.12 Tracción permisible en el acero / 9.13 Esfuerzo cortante permisible en el acero / 9.15 Compresión permisible en el acero / 9.18 Esfuerzos y cargas permisibles en flexión / 9.20 Trabes armadas / 9.25 Limitaciones por la deflexión / 9.31 Consideraciones por encharca miento en edificios / 9.32 Esfuerzos y cargas permisibles de apoyo / 9.32 Esfuerzos combinados de tensión o compresión axial y de flexión / 9.34 Almas bajo cargas concentradas / 9.35 Diseño de atiesadores bajo cargas / 9.36 Diseño de vigas por torsión / 9.37 Esfuerzos de viento y sísmicos / 9.38 Resistencia a la fatiga de las componentes estructurales / 9.38 Transferencia de carga y esfuerzos en soldaduras / 9.39 Esfuerzos para pernos / 9.40 xii ■ Contenido Concreto presforzado 8.37 8.38 8.39 8.40 Principios básicos del concreto presforzado / 8.71 Pérdidas en el presforzado / 8.72 Esfuerzos permisibles en el concreto presforzado / 8.74 Diseño de vigas de concreto presforzado / 8.75 Muros de retención 8.41 Muros de gravedad de concreto / 8.81 8.42 Muros de contención en voladizo / 8.83 8.43 Muros de retención de contrafuerte / 8.85 Zapatas 8.44 8.45 8.46 8.47 8.48 8.49 8.50 Tipos de zapatas / 8.86 Transferencia de esfuerzos de las columnas a las zapatas / 8.87 Zapatas para muros / 8.88 Zapatas ampliadas para una sola columna / 8.89 Zapatas combinadas / 8.91 Zapatas ligadas o en voladizo / 8.92 Zapatas sobre pilotes / 8.93 Marcos y cascarones 8.51 8.52 8.53 8.54 8.55 Análisis estructural de marcos y cascarones / 8.93 Marcos rígidos de concreto / 8.95 Arcos de concreto / 8.100 Placas plegadas de concreto / 8.100 Cascarones de concreto / 8.104 Sección 9. 9.1 9.2 9.3 9.4 9.5 9.6 9.7 9.8 9.9 9.10 9.11 9.12 9.13 9.14 9.15 9.16 9.17 9.18 9.19 9.20 9.21 9.22 9.23 9.24 Diseño y construcción con acero estructural por Roger L. Brockenbrough Propiedades de los aceros estructurales / 9.1 Resumen de aceros estructurales disponibles / 9.2 Perfiles de acero estructural / 9.8 Selección de aceros estructurales / 9.8 Tolerancias para las formas estructurales / 9.9 Especificaciones de diseño para el acero estructural / 9.9 Métodos de diseño para acero estructural / 9.11 Límites dimensionales para los miembros de acero / 9.12 Tracción permisible en el acero / 9.13 Esfuerzo cortante permisible en el acero / 9.15 Compresión permisible en el acero / 9.18 Esfuerzos y cargas permisibles en flexión / 9.20 Trabes armadas / 9.25 Limitaciones por la deflexión / 9.31 Consideraciones por encharca miento en edificios / 9.32 Esfuerzos y cargas permisibles de apoyo / 9.32 Esfuerzos combinados de tensión o compresión axial y de flexión / 9.34 Almas bajo cargas concentradas / 9.35 Diseño de atiesadores bajo cargas / 9.36 Diseño de vigas por torsión / 9.37 Esfuerzos de viento y sísmicos / 9.38 Resistencia a la fatiga de las componentes estructurales / 9.38 Transferencia de carga y esfuerzos en soldaduras / 9.39 Esfuerzos para pernos / 9.40 Contenido 9.25 9.26 9.27 9.28 9.29 9.30 9.31 9.32 9.33 9.34 9.35 9.36 10.9 10.10 10.11 10.12 10.13 10.14 10.15 10.16 10.17 10.18 Diseño y construcción con acero conform ado en frío por Don S. Wolford Fabricación de perfiles conformados en frío / 10.1 Aceros para perfiles conformados en frío / 10.2 Tipos de perfiles conformados en frío / 10.2 Principios de diseño para secciones conformadas en frío / 10.3 Comportamiento estructural de elementos planos a compresión / 10.3 Elementos no reforzados sujetos a pandeo local / 10.6 Elementos reforzados sujetos a pandeo local / 10.7 Relaciones máximas entre ancho a espesor para elementos conformados en frío / 10.10 Esfuerzos unitarios para acero conformado en frío / 10.10 Vigas conformadas en frío no soportadas lateralmente / 10.10 Carga permisible de corte en almas / 10.11 Elementos de compresión concéntricamente cargados / 10.11 Esfuerzos de flexión y axiales combinados / 10.13 Soldadura de acero conformado en frío / 10.13 Soldadura de arco para acero conformado en frío / 10.13 Soldadura por resistencia en acero conformado en frío / 10.17 Atornillado de elementos de acero conformados en frío / 10.19 Pijas para la unión de elementos de calibre ligero / 10.23 Cubiertas para techo y pisos de acero 10.19 10.20 10.21 10.22 10.23 Tipos de cubiertas para techos de acero / 10.24 Capacidad de carga de las cubiertas para techos de acero / 10.24 Detalles y accesorios para techos de acero / 10.26 Cubiertas compuestas para pisos / 10.26 Piso celular de acero y paneles para techos / 10.27 Vigas de acero de alma abierta 10.24 Fabricación de vigas / 10.30 10.25 Diseño de pisos con vigas de alma abierta / 10.32 10.26 Detalles de construcción para vigas de acero de alma abierta / 10.32 Construcciones de acero prediseñadas y prefabricadas 10.27 Características de construcciones de acero prediseñadas / 10.32 10.28 Diseño estructural de edificios prediseñados / 10.33 Diseño estructural de tubos de acero acanalados 10.29 xiii Construcción compuesta / 9.43 Arriostra miento / 9.49 Elementos mecánicos para sujeción / 9.52 Conexiones soldadas / 9.53 Combinación de sujetadores / 9.54 Empalmes de columnas / 9.54 Empalmes para vigas / 9.54 Montaje del acero estructural / 9.56 Espacios libres y tolerancia para montaje de vigas / 9.59 Protección del acero contra fuego / 9.62 Protección del acero contra la corrosión / 9.65 Empalmes con pernos en aceros estructurales sin aislar / 9.66 Sección 10. 10.1 10.2 10.3 10.4 10.5 10.6 10.7 10.8 ■ Tubo de acero acanalado / 10.34 10.1 xiv ■ Contenido 10.30 Tubos de placa estructural / 10.35 10.31 Diseño de alcantarillas / 10,36 Otros tipos de construcciones ligeras de acero 10.32 10.33 10.34 10.35 Pisos de acero de peso ligero para puentes / 10.39 Guardarriel tipo viga / 10.40 Pared de retención tipo caja / 10.40 Láminas de retención de acero ligero / 10.42 Sección 11. 11.1 11.2 11.3 11.4 11.5 11.6 11.7 11.8 11.9 11.10 11.11 11.12 11.13 11.14 11.15 11.16 11.17 11.18 11.19 11.20 11.21 11.22 11.23 11.24 11.25 Diseño y construcción con madera por Maurice J. Rhude Características básicas de uso / 11.2 Valores de diseño para madera aserrada y madera para construcción / 11,8 Clasificación estructural de la madera / 11.10 Factores de ajuste para valores de diseño / 11.10 Soporte lateral de armazones de madera / 11.18 Fabricación de elementos estructurales de madera de construcción / 11.19 Fabricación de piezas laminadas encoladas / 11.21 Montajes de madera / 11.23 Recomendaciones de diseño / 11,25 Elementos en tensión de madera / 11.28 Columnas de madera / 11.29 Diseño de piezas de madera en flexión / 11.30 Deflexión y contraflecha de vigas de madera / 11.34 Sustentación en elementos de madera / 11.35 Esfuerzos combinados en elementos de madera / 11.36 Características de elementos mecánicos de unión / 11.37 Valores de diseño y factores de ajuste para herrajes de sujeción / 11.44 Uniones encoladas / 11.49 Detalles de armadura estructural de madera / 11.50 Diseño de armazones de madera / 11,52 Diseño de arcos de madera / 11.56 Cubiertas de madera de construcción / 13.57 Construcciones con postes redondos / 11.59 Paneles estructurales de madera / 11.60 Tratamientos para preservar la madera / 13.65 Sección 12. Topografía por Roy Minnick 12.1 12.2 12.3 12.4 12.5 12.6 12.7 12.8 12.9 12.10 12.11 12.12 12.13 12.14 12.15 11.1 Tipos de levantamientos / 32,3 Fuentes y organizaciones de levantamientos / 12.2 Unidades de medición / 12.2 Teoría de los errores / 12.3 Cifras significativas / 12.4 Medición de distancias / 12.4 Nivelación / 32.6 Control vertical / 32.9 Brújula magnética / 12.9 Rumbos y azimuts / 12.30 Control horizontal / 32.11 Estadía'/ 12.13 Levantamientos con plancheta / 12.16 Trabajos de levantamiento topográficos / 12.18 Posicionamiento con Satélite Doppler / 12.18 12.1 Contenido 12.16 12.17 12.18 12.19 13.6 13.7 13.8 13.9 13.10 13.11 13.12 13.13 13.14 13.15 13.16 13.17 13.18 13.19 13.20 13.21 Movimiento de tierras por Charles H. Sain y G. William Quinby Pianeación local y regional por William N. Lañe Planteamiento básico y organización de la pianeación Necesidad y justificación de la pianeación / 14.1 Niveles de pianeación: a nivel vecindario, comunitario y regional / 14.2 Estructura y organización de las agencias de pianeación / 14.3 Planteamiento básico y metodología en la pianeación / 24.4 Información pública y participación ciudadana / 24.6 Proyecciones y pronósticos / 14.8 Recursos y calidad del ambiente 14.7 14.8 14.9 14.10 14.11 14.12 14.13 13.1 Tipos de excavación / 13.1 Equipo básico para excavaciones / 13.2 Selección del equipo básico / 23.3 Equipo general para excavación y compactación / 23.4 Palas mecánicas, cucharas de arrastre, cucharones de almeja y retroexcavadoras / 23.6 Cargadores frontales / 13.20 Tractores y accesorios para tractores / 23.22 Niveladoras / 23.22 Fórmulas para movimiento de tierras / 23.25 Producción con niveladoras / 23.26 Producción del bulldozer / 13.18 Tracción / 13.19 Estimación del tiempo de ciclo y eficiencia del trabajo / 13.20 Diagrama de masas / 23.22 Perforación para excavación en roca / 23.23 Explosivos para excavación en roca / 23.24 Voladuras para excavación en roca / 23.26 Control de la vibración en voladuras / 23.32 Compactación / 23.36 Dragado / 13.39 Bibliografía de movimiento / 13.41 Sección 14. 14.1 14.2 14.3 14.4 14.5 14.6 xv Sistema de posicionamiento global (GPS) / 12.19 Levantamientos inerciales / 12.20 Fotogrametría / 12.21 Bibliografía / 12.25 Sección 13. 13.1 13.2 13.3 13.4 13.5 ■ Suelos, geología y características del suelo / 24.22 Recursos hidráulicos y abastecimiento / 24.13 Desagüe e inundaciones / 14.24 Calidad del agua y eliminación de desechos / 24.26 Calidad del aire/ 24.29 Recreación al aire libre y espacios abiertos / 24.29 Diseño y estética urbanos / 24.22 Pianeación de usos de suelo 14.14 Uso de suelo para vivienda y residencial / 24.24 14.15 Terrenos para áreas comerciales / 24.26 14.16 Industria / 14.29 14.1 xvi ■ Contenido 14.17 Instituciones e instalaciones locales / 14.30 Sistemas de servicios públicos y de transporte 14.18 Planeación del área de servicios / 14.32 14.19 Planeación de sistemas de servicios públicos / 14.34 14.20 Planeación de los sistemas de transporte / 14.36 Herramientas y técnicas de implantación 14.21 14.22 14.23 14.24 14.25 Planes integrales y funcionales / 14.40 Reglamentos de fraccionamiento y subdivisión / 14.41 Programas de obra y financiamiento / 14.44 Otros instrumentos de implementación / 14.45 Bibliografía / 14.45 Sección 15. 15.1 15.2 15.3 15.4 15.5 15.6 15.7 15.8 15.9 15.10 15.11 15.12 15.13 15.14 15.15 15.16 15.17 15.18 15.19 15.20 15.21 15.22 15.23 15.24 15.25 15.26 15.27 15.28 15.29 15.30 15.31 15.32 15.33 15.34 15.35 Ingeniería de edificación por Frederick S. Merritt Influencia de la planificación en el diseño de edificios / 15.1 Códigos de construcción / 15.2 Protección contra incendio en edificios / 15.2 Cargas de diseño para edificios / 15.5 Cargas factorizadas / 15.16 Medida modular / 15.17 Sistemas estructurales / 15.17 Arriostramiento para fuerzas laterales / 15.22 Método del portal / 15.26 Método de viga voladiza / 15.26 Cubierta para pisos / 15.27 Muros de manipostería / 15.28 Bloques de vidrio / 15.32 Muros de cortinas / 15.32 Muros divisorios / 15.35 Ventanas / 15.35 Vidriado / 15.38 Puertas / 15.41 Cubiertas para techos / 15.48 Tapajuntas / 15.50 Impermeabilización / 15.51 Escaleras / 15.55 Escaleras eléctricas / 15.57 Elevadores / 15.58 Flujo de calor y aislamiento térmico / 15.61 Prevención de condensación / 15.62 Calefacción / 15.63 Acondicionamiento de aire / 15.67 Ventilación / 15.72 Energía eléctrica para edificios / 15.73 Iluminación eléctrica para edificios / 15.75 Instalaciones sanitarias / 15.80 Sistemas de rociadores contra incendio / 15.83 Tuberías para agua caliente y fría en edificios / 15.84 Acústica / 15.87 Contenido ■ Sección 16. Ingeniería de caminos por Demetrios E. Tonias 16.1 Clases de caminos / 16.1 Elementos de las secciones transversales de los caminos 16.2 16.3 16.4 16.5 16.6 16.7 16.8 16.9 16.10 16.11 16.12 Carriles de circulación / 16.4 Pendientes transversales de las carreteras / 16.5 Tipos de superficies de las carreteras / 16.5 Acotamientos / 16,6 Guarniciones / 16.8 Aceras / 16.9 Barreras para el tráfico / 16.10 Franja central de las carreteras / 16.14 Orilla de la carretera / 16.16 Derecho de vía / 16.18 Superelevación / 16.18 Alineaciones de carreteras 16.13 Alineación horizontal / 16.20 16.14 Alineación vertical / 16.23 Drenaje de la carretera 16.15 Frecuencia de tormentas y escurrimiento / 16,27 16.16 Drenaje superficial / 16.27 16.17 Drenaje subsuperficial / 16,30 Superficies de los caminos 16.18 16.19 16.20 16.21 16.22 16.23 16.24 Superficies no tratadas de caminos / 16.31 Superficies estabilizadas de caminos / 16.33 Superficies de caminos y capas base de macadam / 16.34 Tratamientos superficiales / 16,35 Pavimentos flexibles / 16.36 Pavimentos flexibles alternativos / 16.45 Pavimentos rígidos / 16.47 Intersecciones e intercambios de carreteras 16.25 Intersecciones a nivel / 16.51 16.26 Intercambios de caminos / 16.55 Control del tráfico y provisiones de seguridad 16.27 Dispositivos para control del tráfico / 16.64 16.28 Sistemas de caminos para vehículos inteligentes / 16.66 16.29 Alumbrado de carreteras / 16.67 Mantenimiento y rehabilitación de los caminos 16.30 Mantenimiento de los pavimentos de asfalto / 16.69 16.31 Mantenimiento de los pavimentos de concreto de cemento portland / 16.70 16.32 Sistemas de administración del pavimento (PMS) / 16.71 xvii 16.1 xviii ■ Sección 17. Contenido Ingeniería de puentes por James E. Roberts y Steven L. Mellon 17.1 Consideraciones generales de diseño 17.1 17.2 17.3 17.4 Tipos de puentes / 17.1 Especificaciones de diseño / 17.1 Cargas de diseño para puentes / 17.2 Dimensionamiento de miembros y secciones de puentes / 17.10 Puentes de acero 17.5 17.6 17.7 17.8 17.9 17.10 17.11 17.12 17.13 17.14 17.15 17.16 17.17 17.18 Sistemas empleados para puentes de acero / 17.10 Calidad y esfuerzo permitidos para acero para puentes / 17.10 Conexiones de acero en puentes / 17.15 Apoyos de puentes / 17.16 Puentes de viga roladas / 17.16 Puentes de trabes armadas / 17.17 Puentes de trabe compuesta / 17.21 Diseño por fatiga de los miembros del puente / 17.22 Puentes de piso ortotrópico / 17.23 Puentes de armadura / 17.29 Puentes colgantes / 17.32 Puentes atirantados / 17.38 Puentes de arco de acero / 17.46 Trabes de acero horizontalmente curvas / 17.48 Puentes de concreto 17.19 17.20 17.21 17.22 17.23 Puentes de losa / 17.53 Puentes con vigas T de concreto / 17.56 Puentes de trabes de caja / 17.60 Puentes de concreto preesforzados / 17.63 Estribos y pilares de puentes / 17.66 Sección 18. Ingeniería de aeropuertos por Richard Harding 18.1 18.2 18.3 18.4 18.5 18.6 18.7 18.8 18.9 18.10 18.11 18.12 18.13 18.14 18.15 18.16 18.17 18.18 18.19 Funciones de elementos de aeropuertos / 18.1 Clases de aeropuertos / 18.2 Normas nacionales de aeropuertos / 18.2 Planeación de aeropuertos / 18.3 Criterios de obstrucciones y libramientos para aproximaciones de aeropuertos / 18.7 Selección del lugar para un aeropuerto / 18.10 Diseño de pistas de aterrizaje y despegue / 18.14 Sistemas de pistas de rodaje / 18.21 Plataformas de estacionamiento para aeronaves / 18.21 Zonas de estacionamiento de automóviles / 18.22 Nivelación y drenaje de un aeropuerto / 18.23 Pavimentos en aeropuerto / 18.26 Superficies sin pavimentar en aeropuertos / 18.32 Estabilización del suelo / 18.33 Edificios de una terminal aérea / 18.33 Caminos de acceso / 18.37 Hangares / 18.38 Edificios de carga y servicio / 18.39 Alumbrado de un aeropuerto / 18.39 18.1 Contenido 18.20 18.21 18.22 18.23 18.24 18.25 Ingeniería de ferrocarriles por Donald L. McCammon 19.1 G lo sario / 79.1 Sistemas de transporte por vías férreas / 19.8 Análisis de costo-beneficio de sistemas de transporte / 19.16 Selección de ruta / 19.17 Colocación de vías / 19.20 Ubicación y características de las estaciones / 19.22 Terminales de pasajeros / 19.25 Terminales de carga / 19.26 Curvas horizontales / 19.28 Curvas verticales / 79.32 Construcción de vías / 79.33 Rieles y sus accesorios / 19.37 Cambiavías y cruces / 19.42 Alcantarillas, viaductos y puentes / 19.48 Carros y locomotoras para carga y pasajeros / 79.48 Requisitos de corriente eléctrica para trenes / 19.54 Control de trenes / 19.57 Comunicaciones en la operación del tren / 19.60 Conservación de vías / 19.60 Sección 20. 20.1 20.2 20.3 20.4 20.5 20.6 20.7 20.8 20.9 20.10 20.11 20.12 20.13 20.14 20.15 20.16 20.17 20.18 20.19 20.20 20.21 xix Fuente de energía eléctrica del aeropuerto / 18.42 Señalización de un aeropuerto / 18.43 Sistemas de combustible / 18.43 Control de tráfico aéreo / 18.44 Helipuertos / 18.46 Puertos STOL / 18.51 Sección 19. 19.1 19.2 19.3 19.4 19.5 19.6 19.7 19.8 19.9 19.10 19.11 19.12 19.13 19.14 19.15 19.16 19.17 19.18 19.19 ■ Ingeniería de túneles por John O. Bickel Glosario / 20.7 Gálibos para túneles / 20.2 Alineación y pendientes para túneles / 20.4 Pavimentos y equipos para túneles de carretera / 20.6 Investigaciones preliminares / 20.6 Ventilación en túneles / 20.7 Vigilancia y control de túneles / 20.18 Alumbrado del túnel / 20.19 Drenaje del túnel / 20.20 Túneles para agua / 20.21 Túneles para alcantarillado y drenaje / 20.22 Túneles de corte y relleno / 20.22 Construcción de túneles en terreno rocoso / 20.24 Túneles en materiales firmes / 20.29 Excavación de túneles por el método de escudo al aire libre / 20.37 Excavación de túneles en aire comprimido / 20.34 Revestimiento de túneles / 20.38 Diseño de los revestimientos de túneles / 20.41 Excavación de túneles a máquina / 20.42 Túneles de tubo inmerso / 20.43 Pozos / 20.47 20.1 xx ■ Contenido Sección 21. Ingeniería de recursos hidráulicos por M. Kent Lotlin 21.1 21.1 Dimensiones y unidades / 22.2 Mecánica de fluidos 21.2 21.3 21.4 21.5 21.6 21.7 Propiedades de los fluidos / 22.3 Presión de un fluido / 22.6 Cuerpos sumergidos y flotantes / 22.10 Manómetros / 22.22 Fundamentos de flujo de fluidos / 22.14 Representación, mediante modelos, de recursos hidráulicos / 22.28 Flujo en tuberías 21.8 21.9 21.10 21.11 21.12 21.13 Flujo laminar / 22.22 Flujo turbulento / 22.23 Pérdidas menores en las tuberías / 22.26 Orificios / 21.29 Sifones / 21.34 Golpe de ariete / 21.35 Esfuerzos en tuberías 21.14 21.15 21.16 21.17 Esfuerzos perpendiculares al eje longitudinal / 21.38 Esfuerzos paralelos al eje longitudinal / 21.39 Expansión por temperatura del tubo / 21.39 Fuerzas ocasionadas por codos en tuberías / 22.39 Alcantarillas 21.18 Alcantarillas con pendiente crítica o mayor / 22.42 21.19 Alcantarillas con pendientes menores que la crítica / 22.42 21.20 Pérdidas de entrada en alcantarillas / 22.44 Flujo en canales abiertos 21.21 21.22 21.23 21.24 21.25 21.26 21.27 21.28 21.29 21.30 21.31 21.32 21.33 21.34 21.35 21.36 Elementos básicos de los canales abiertos / 21.45 Tirante normal de flujo / 21.46 Tirante crítico de flujo de canal abierto / 22.47 Ecuación de Manning para flujo en canales abiertos / 21.49 Perfil de la superficie libre del agua para flujo gradualmente variado / 21.50 Cálculo de curvas de remanso / 21.53 Salto hidráulico / 22.56 Flujo en la entrada a un canal con pendiente fuerte / 22.62 Flujo en la entrada a un canal con pendiente suave / 22.62 Sección de canal de máxima eficiencia / 21.63 Flujo subcrítico alrededor de curvas en canales / 21.64 Flujo supercrítico alrededor de curvas en canales / 21.65 Transiciones en canales abiertos / 22.66 Vertedores/22.67 Transferencia y acumulación de sedimentos en canales / 22.75 Control de la erosión / 21.79 Hidrología 21.37 Precipitación / 21.79 21.38 Evaporación y transpiración / 21.80 Contenido 21.39 21.40 21.41 21.42 ■ xxi Escurrimiento / 21.81 Fuentes de datos hidrológicos / 21.82 Métodos para determinar el escurrimiento / 21.83 Agua subterránea / 21.88 Abastecimiento de agua 21.43 Consumo de agua / 21.91 21.44 Fuentes de abastecimiento de agua / 21.92 21.45 Normas de calidad para el agua / 21.94 Tratamiento del agua 21.46 21.47 21.48 21.49 21.50 21.51 Sedimentación simple y almacenamiento / 21.99 Procesos de filtración / 21.103 Suavización del agua / 21.106 Desinfección con cloro / 21.107 Estabilidad del carbonato / 21.107 Tratamientos diversos / 21.108 Recolección, almacenamiento y distribución de agua 21.52 21.53 21.54 21.55 21.56 21.57 21.58 21.59 21.60 21.61 Embalses / 21.108 P o z o s/ 21.211 Tubería para distribución de agua / 21.113 Corrosión en sistemas de distribución de agua / 21,218 Bombas centrífugas / 21.119 Bombas para pozos / 21.121 Válvulas / 22.123 Hidrantes para incendios / 21.224 Medidores / 21.225 Tarifas del agua / 21.127 Plantas hidroeléctricas y represas 21.62 21.63 21.64 21.65 Generación de energía hidroeléctrica / 21.128 Represas / 21.130 Turbinas hidráulicas / 22.233 Métodos para el control de flujos de embalses / 21.135 Sección 22. 22.1 22.2 22.3 22.4 22.5 22.6 22.7 22.8 22.9 22.10 22.11 22.12 22.13 22.14 22.15 Ingeniería ambiental por DanL. Glasgow Prevención de la contaminación ambiental / 22.1 Fuentes principales de la contaminación del agua / 22.3 Tipos de alcantarillas / 22.4 Estimación del flujo de aguas de desecho / 22.5 Diseño de alcantarillas / 22.7 Coladeras pluviales / 22.14 Registros de inspección / 22.15 Descargas de alcantarillas / 22.17 Sifones invertidos / 22.18 Reguladores del flujo en alcantarillas / 22.19 Métodos de construcción de alcantarillas / 22.20 Estaciones de bombeo de aguas de desecho / 22.21 Bombas para aguas de desecho / 22.23 Características de las aguas de desecho domésticas / 22.23 Tratamiento y eliminación de aguas de desecho / 22.27 22.1 xxii 22.16 22.17 22.18 22.19 22.20 22.21 22.22 22.23 22.24 22.25 22.26 22.27 22.28 22.29 22.30 22.31 22.32 22.33 22.34 22.35 ■ Contenido Pretratamiento de aguas de desecho / 22.31 Sedimentación / 22.32 Filtración de aguas de desecho / 22.35 Proceso de lodos activados / 22.40 Estabilización por contacto / 22.43 Tratamiento y disposición del lodo / 22.44 Tanques Imhoff / 22.52 Fosas sépticas / 22.53 Pozos negros y pozos de absorción / 22.57 Retretes químicos / 22.58 Fosas sépticas de oxidación / 22.58 Biodiscos o contactores biológicos giratorios / 22.59 Biofiltros activados / 22.60 Desinfección / 22.60 Tratamiento avanzado para aguas de desecho / 22.62 Tratamiento de desechos industriales / 22.63 Rellenos sanitarios / 22.66 Incineración de la basura y desechos peligrosos / 22.68 Control de la contaminación del aire / 22.71 Declaraciones sobre impacto ambiental / 22.74 Sección 23. Ingeniería de costas y puertos por Scott L. Douglass 23.1 23.1 Nivel de riesgo en los proyectos costeros / 23.2 Hidráulica y sedimentos costeros 23.2 23.3 23.4 23.5 Características de las olas / 23.2 Niveles de diseño del agua de las costas / 23.8 Características de los sedimentos de las costas / 23.10 Corrientes cercanas al litoral y transporte de la arena / 23.10 Ingeniería de puertos y de dársenas para embarcaciones pequeñas 23.6 23.7 23.8 23.9 23.10 23.11 23.12 23.13 23.14 Tipos de puertos establecidos y puertos / 23.22 Disposición de un puerto / 23.22 Levantamientos hidrográficos y topográficos / 23.17 Características de los barcos / 23.19 Tipos de estructuras de amarre para los barcos / 23.20 Diseño de muelles y anexos para el amarre de barcos / 23.22 Disposición y diseño de las dársenas para embarcaciones menores / 23.38 Nutrición de las playas / 23.42 Programas de monitoreo para proyectos de ingeniería costera / 23.45 Estructuras costeras 23.15 Efectos de las estructuras costeras sobre las playas / 23.45 23.16 Diseño de muros ribereños y de diques de mar / 23.46 23.17 Uso de modelos físicos y numéricos en el diseño / 23.48 Apéndice. Factores de conversión al sistema métrico de unidades (SI) por Frederick S. Merritt Indice (enseguida del apéndice) A.1 1.1 Frederick S. Merritt Consulting Engineer West Palm Beach, Florida Diseño de sistemas L a ingeniería civil es la rama de la inge­ niería que se ocupa de la planeación, diseño y construcción de proyectos para el control del ambiente, desarrollo de recursos naturales, servicios de transporte, túne­ les, edificios, puentes y otras estructuras, con el fin de satisfacer las necesidades de la sociedad. A las personas capacitadas por su instrucción y experien­ cia, y quienes reúnen los requisitos que requiere el ejercicio de la profesión de ingeniería civil, se les llama ingenieros civiles. 1.1 N o rm as g e n era les p a ra el desem p eñ o de la profesión de ingeniero civil Como profesionistas, los ingenieros civiles deben ajustarse a los siguientes cánones al desempeñar sus labores: 1. Mantener como principio supremo la seguridad, la salud y el bienestar públicos. (Esto también implica el compromiso de preservar los energé­ ticos y atender al mejoramiento del ambiente para el incremento de la calidad de vida.) 2. Comportarse con todo patrón o cliente como administrador leal, evitando conflictos de inte­ reses. 3. Aplicar al máximo sus conocimientos y expe­ riencia en todo proyecto. 4. Ejecutar sus servicios sólo en áreas de su compe­ tencia; en otras disciplinas, los ingenieros podrán contratar o establecer convenios de colaboración 1.1 con personal calificado, consultores o socios com­ petentes en dichas áreas. Por consiguiente, los proyectos de ingeniería ci­ vil se deben planear, diseñar y construir satisfacien­ do los siguientes criterios: 1. Servir a los propósitos que especificó el dueño o cliente. 2. Construirse mediante técnicas conocidas, utili­ zando mano de obra y equipo disponible, dentro de un plazo aceptable para el dueño o cliente. 3. Que sean resistentes a las cargas y al uso al que se someterán durante un periodo razonable. 4. Cuando se termine el proyecto deberá ser el óptimo, el más bajo en costos para conseguir los objetivos que se desean, o el mejor en relación con el dinero invertido, tal como lo solicitó el dueño o cliente. Pero si el proyecto es ejecutado adecuadamente, el costo de construcción no debe exceder el presupuesto del cliente y su operación, mantenimiento y reparación deberán limitarse a un costo razonable. 5. Los proyectos deben diseñarse y construirse con base en los requisitos legales pertinentes, confor­ me a las normas de ingeniería aceptadas regular­ mente, evitando poner en peligro la salud y seguridad de los trabajadores de la construcción, operadores del proyecto y público en general. 6. Los proyectos no deben afectar negativamente el ambiente o bienestar de las comunidades ale­ dañas. 7. Los proyectos, si se ejecutan correctamente, de­ ben ser frugales en su consumo de energía. 8. En la medida de lo posible, los proyectos deben ser agradables a la vista. 1.2 ■ Sección uno El objetivo último del diseño es suministrar en forma precisa, breve y de fácil comprensión, el material informativo necesario para realizar el pro­ yecto. Por tradición los diseñadores proveen esta información en dibujos o planos que muestran lo que va a construirse, y en las especificaciones se describen los materiales y equipo que se incorpora­ rán al proyecto. Por lo general, los diseñadores también preparan, con asesoría legal, un contrato de construcción entre el cliente y el contratista ge­ neral o dos o más contratistas principales. Además observan o inspeccionan la construcción del proyec­ to. Esto debe hacerse no sólo con el fin de ayudar al cliente a garantizar que el proyecto se construya de acuerdo con los planos y especificaciones señala­ das, sino también para obtener información útil en el diseño de proyectos futuros (Sec. 1.9). El procedi­ miento requiere:. 1.2 Sistem as El diseño de sistemas de un proyecto comprende una serie de pasos racionales y ordenados que, dadas determinadas condiciones, conducen a to­ mar la mejor decisión (Secc. 1.9). El procedimiento requiere: Análisis del proyecto como un sistema Síntesis o selección de los componentes para formar un sistema que satisfaga objetivos específicos Evaluar el comportamiento del sistema, al compa­ rarlo con otras alternativas Retroalimentación para el análisis y síntesis de la información recabada en la evaluación del sistema, con objeto de mejorar el diseño La principal ventaja del método es que a través de comparaciones de alternativas y retroalimenta­ ción de datos al proceso de diseño, el diseño de sistemas converge en uno óptimo, o en el mejor, para las condiciones dadas. Otra ventaja es que el procedimiento permite al diseñador poner en claro las necesidades del proyecto que diseña. Además, proporciona una base común de entendimiento y promueve la cooperación entre los especialistas en varios aspectos del diseño del proyecto. Para que el proyecto sea tratado como un siste­ ma, tal como lo requiere un diseño de sistemas, es necesario saber qué es un sistema y cuáles son sus características básicas: Un sistema es un conjunto formado para satisfacer objetivos específicos, sujeto a impedimentos y restriccio­ nes; consta de dos o más componentes interrelacionados y compatibles; cada componente es esencial para los re­ querimientos de ejecución del sistema. Debido a que los componentes deben interrelacionarse, la operación, o incluso la simple existencia de uno de ellos, afecta de algún modo la actua­ ción de los otros. Asimismo, el funcionamiento del sistema como un todo y las limitaciones del mismo imponen restricciones sobre cada uno de los com­ ponentes. Ejemplos de sistemas en ingeniería civil son los edificios, carreteras, puentes, aeropuertos, fe­ rrocarriles, túneles, abastecimiento de agua pota­ ble, y recolección, tratamiento y disposición de aguas negras. Un edificio es un sistema porque se construye para servir para propósitos específicos tales como espacio y techo para las actividades humanas o recinto para almacenar materiales. Se encuentra su­ jeto a restricciones como las indicadas en reglamen­ tos de construcción con respecto a su altura y área de piso. Las restricciones incluyen también la capa­ cidad de soportar cargas producidas por las acti­ vidades humanas y por fuerzas naturales como vientos y terremotos. El conjunto en general consta de techos, pisos, muros, puertas, ventanas, marcos estructurales que soportan los otros componentes, y sistemas para calefacción, ventilación y enfria­ miento de interiores. Una carretera o una vía férrea son sistemas construidos con propósitos específicos a fin de su­ ministrar una superficie o camino apto para el mo­ vimiento de vehículos. Sus restricciones las impone el terreno por donde va a pasar el camino o ferroca­ rril, las características del vehículo y el volumen de tráfico. Una carretera es usada primordialmente por vehículos con ruedas de hule cuya velocidad y di­ rección de viaje controlan conductores humanos. Un ferrocarril se utiliza por vehículos equipados con ruedas de acero, diseñadas para rodar sobre rieles que controlan la dirección del viaje; la veloci­ dad se regula directamente un conductor humano o, indirectamente, por controles remotos. Tanto las carreteras como los ferrocarriles tienen derecho de vía, unen dos puntos, entradas y salidas de vehícu­ los, sistemas de control de tráfico, de seguridad, puentes, túneles, estaciones para reabastecimiento de combustible y servicio de vehículos, estaciones para la subida y bajada de pasajeros o para carga y Diseño de sistem as descarga de materiales, y estaciones de servicio para conductores y pasajeros. Un túnel es un sistema subterráneo y un puente es un sistema sobre la superficie de la tierra, cons­ truidos con el propósito específico de permitir el paso sin obstáculos a peatones, vehículos, tuberías, cables o transportadores. Un túnel está sujeto a restricciones tales como exclusión de tierra, roca y agua no deseada en el pasadizo, mientras que un puente debe cargar el pasadizo entre distancias que requieran pasar por encima de obstrucciones. Un túnel consta principalmente de un pasadizo y so­ portes o revestimientos para alojarlo. El conjunto debe también incluir drenaje, ventilación e ilumina­ ción. Un puente consta primordialmente de un pa­ sadizo, marcos estructurales que lo soportan, pilas y contrafuertes para sostener los otros componentes a una altura adecuada, por encima de las obstruc­ ciones. El abastecimiento de agua es un sistema creado con el propósito específico de suministrar agua para satisfacer las necesidades del hombre. Las restric­ ciones de este sistema dependerán de la cantidad y calidad del agua que se requiera. En general, el sistema consta de fuentes de abastecimiento, me­ dios para la extracción de agua en los volúmenes deseados y su transporte a los puntos donde se necesita; una planta para el tratamiento del agua con el fin de satisfacer los criterios de calidad; tube­ rías con diámetros adecuados para el paso de las cantidades necesarias, sin excesiva pérdida de pre­ sión; válvulas; estanques; presas y otros dispositi­ vos y accesorios para el control del flujo. La recolección, tratamiento y disposición de aguas negras es un sistema con el propósito especí­ fico de remover aguas residuales de los puntos donde se origina y descargar los desperdicios en ta­ les condiciones y lugares que la salud y el bienestar del hombre no peligren y desaparezca o se minimice la contaminación ambiental. Las restricciones del sistema generalmente dependen de la cantidad y características de los desechos, del volumen de agua necesario para el transporte de éstos y del criterio a seguir según los productos que se desechan. El conjunto está integrado por dispositivos y acceso­ rios para recolectar desperdicios y remoción de ellos con agua; los medios para transportar las aguas negras a la planta de tratamiento, y el traslado posterior de los productos al punto de eliminación; la planta de tratamiento donde los desechos se re­ mueven o vuelven inocuos; medios para la disposi­ ■ 1.3 ción segura de los desperdicios y agua tratada; tu­ berías, válvulas y dispositivos varios para el control de flujo. Nótese que en todos los ejemplos precedentes, los sistemas constan de dos o más componentes interrelacionados y compatibles. Cada uno de los componentes es esencial para la ejecución del siste­ ma demandado y todos ellos afectan al funciona­ miento de por lo menos uno de los demás, y la ejecución requerida para el sistema en su totalidad impone restricciones sobre cada uno de los compo­ nentes. S u b sistem as ■ El grupo de componentes de un sistema puede ser llamado sistema o también subsistema. Este se diseña como un sistema, pero sus metas deben ayudar al sistema del cual es com­ ponente, a fin de lograr los objetivos del mismo. Similarmente, el grupo de componentes de un sub­ sistema es un sistema al que se denomina subsubsistema. En resumen, los subsistemas de un proyecte grande a menudo se consideran como sistemas. Por ejemplo, en un edificio, subsistemas mayores como por ejemplo los marcos estructurales, muros o ins­ talaciones, se llaman sistemas. Sus componentes, que satisfacen la definición de un sistema, se tratan como subsistemas, por ejemplo la plomería consta de los subsistemas hidráulicos, sanitarios y de gas. El subsistema de las aguas negras incluye varios dispositivos para la recolección y descarga de las aguas negras; drenajes y tuberías para desechos; soportes; trampas; drenes; cloacas y respiraderos. En un sistema complejo como un edificio, los sub­ sistemas y otros componentes pueden combinarse de varios modos para formar diferentes sistemas. 1.3 A n á lisis de siste m as En el análisis de sistemas, un sistema se divide en sus componentes básicos. Se determinan los subsis­ temas y enseguida se investiga el sistema con el fin de especificar su naturaleza, interacción y actuación como un todo. La investigación debe contestar pre­ guntas tales como: ¿Qué hace cada componente (o subsistema)? ¿Qué fin persigue? ¿Cómo realiza el componente sus funciones? 1 .4 ■ Sección uno ¿Qué otra fundón lleva a cabo? ¿Por qué el componente hace de ese modo las cosas? ¿Qué debe hacer realmente? ¿Puede eliminarse puesto que no es esencial o por­ que otro puede asumir sus labores? 1.4 M etas, objetivos y criterios Antes de empezar el diseño de un sistema, el dise­ ñador debe establecer las metas del dueño del mis­ mo. Éstas se enuncian de acuerdo a lo que va a realizar el sistema, cómo afectará al ambiente y a otros sistemas y cómo esos sistemas y el ambiente afectarán al proyecto. Las metas deben ser generales y breves, abarcando todos los objetivos del diseño; deben ser lo suficientemente específicas para orien­ tar la generación de alternativas de diseño y con­ trolar la selección de la alternativa óptima. Un ejemplo simple de meta: el diseño de un edificio para una oficina de correos que aloje a 100 trabajadores; éste se construirá en una propiedad del cliente. El edificio debe armonizar con las estruc­ turas vecinas. Debe terminarse el diseño en 90 días y la construcción en un año. Los costos de la misma no deben exceder de 500 000 dólares. Las metas de un diseño de sistemas que se aplica a un subsistema son las mismas que de un sistema en sí. Ellas indican las funciones requeridas del subsistema y cómo éste afecta y es afectado por otros sistemas. O b jetivo s ■ Con las metas conocidas, el dise­ ñador define los objetivos del sistema. Éstos son similares a las metas pero proporcionan en detalle los requerimientos que el sistema debe satisfacer para alcanzarlas. Al enumerar los objetivos, los diseñadores empiezan con una generalización amplia que pos­ teriormente detallan para guiar el diseño del siste­ ma. Algunos objetivos como la minimización de los costos iniciales, los costos del ciclo de vida o el tiem­ po de construcción, deben enumerarse. Otros obje­ tivos, que se aplican en el diseño de casi todos los proyectos como la salud, seguridad y bienestar que se mencionan en los reglamentos de construcción, de zonificación y reglamentos de las dependen­ cias de salubridad, son muy numerosos para enu­ merarlos y se pueden consultar en otras fuentes. Los objetivos deben ser suficientemente específicos para guiar la planeación del proyecto y la selección de los componentes con características determina­ das. En algunos objetivos debe señalarse también el grado de control necesario para la operación de los sistemas que se suministran para lograr los demás objetivos. C riterios ■ Debe haber por lo menos un cri­ terio asociado con cada uno de los objetivos. El criterio es una gama de valores dentro de la cual la ejecución del sistema debe permanecer a fin de que se cumplan los objetivos. El criterio debe servir como guía en la evaluación de las alternativas. Por ejemplo, para la resistencia al fuego del muro de un edificio, el criterio debe ser resistir el fuego durante dos horas. V a lo ració n ■ Además de establecer el crite­ rio, el diseñador debe priorizar los objetivos de acuerdo con la importancia relativa de los objetivos del cliente (consúltese también la sección 1.10). Esta valoración puede servir asimismo como guía en la comparación de alternativas. 1.5 Restricciones y n o rm as Además de fijarse metas y objetivos para un sistema al comenzar el diseño, los diseñadores deben tam­ bién definir las restricciones del sistema. Éstas son límites en los valores de las variables del diseño, que representan propiedades del sistema y son contro­ lables por el diseñador. Los diseñadores pocas veces son completamente libres de escoger algún valor deseado para las pro­ piedades del componente de un sistema. Una de las razones es que cierto componente con las propieda­ des deseadas puede no estar disponible fácilmente, por ejemplo, un ladrillo de 9 in de largo. Otra razón es que por lo general existen varias restricciones de tipo legal, por ejemplo las de reglamentos de cons­ trucciones, del reglamento de zonificación; las hay también económicas, físicas, químicas, temporales, psicológicas, sociológicas o estéticas. Tales restric­ ciones pueden determinar los valores de las propie­ dades de los componentes o fijar el límite en el que cual deben permanecer. N o rm as ■ Por lo menos una norma debe aso­ ciarse a cada restricción. Una norma es un valor o Diseño de sistem as límite de valores que gobierna una propiedad del sistema. Las normas especifican un valor fijo que puede ser máximo o mínimo. Por ejemplo, un diseñador puede estar buscando determinar el espesor de un muro de carga de ladri­ llo. El reglamento local de construcción determina que ese muro no debe tener menos de 8 in de espesor. Este requerimiento es una norma mínima. El diseñador entonces puede seleccionar un muro con un espesor de 8 in o más. Los requerimientos de otros sistemas adyacentes indican, sin embargo, que para que el muro sea compatible su espesor no debe exceder de 16 in; se trata de una norma máxima. Los ladrillos, sin embargo, sólo están disponibles en espesor nominal de 4 in. Por lo tanto, las restriccio­ nes limitan el valor de las variables controlables; en el caso del espesor del muro, deben ser de 8, 12 o 16 in. 1.5 No obstante lo anterior, el cliente establece por lo común el presupuesto de construcción en forma independiente del costo del ciclo de vida Esto es necesario a menudo porque el cliente no cuenta con el capital adecuado para un proyecto óptimo y fija un límite bajo a los costos de construcción. El clien­ te espera tener posteriormente el capital suficien­ te para solventar los altos costos de operación y mantenimiento o para reemplazar los componentes indeseables e ineficientes. Otras veces, el cliente establece un bajo presupuesto de construcción por­ que su meta es obtener un rápido beneficio sobre la prevenía del proyecto; en este caso, el cliente tiene poco o ningún interés en los futuros costos de ope­ ración y mantenimiento del proyecto. Por estas ra­ zones, el costo de construcción es con frecuencia un factor dominante en el diseño. 1.7 1.6 ■ M odelos Costos de construcción El costo de construcción de un proyecto usualmente es un factor dominante en el diseño. Una razón es que si éste rebasa el presupuesto de construcción del diseño o cliente, el proyecto puede cancelarse. Otra razón es que algunos costos, como el interés sobre la inversión, que se presenta al finalizar el proyec­ to, a menudo son proporcionales al costo inicial. Por este motivo, el propietario usualmente trata de mantener bajo dicho costo. Un proyecto que se di­ seña para minimizar los costos de construcción, no necesariamente satisface mejor los intereses del pro­ pietario. Hay algunos otros costos en que el propie­ tario incurre durante la vida útil del proyecto, que deben tomarse en cuenta. Por ejemplo, después de que un proyecto se ha terminado, el propietario incurre en costos de ope­ ración y mantenimiento. Éstos se derivan de de­ cisiones tomadas durante el diseño del proyecto. Frecuentemente se permite que los costos de post­ construcción sean altos para que el costo inicial pueda mantenerse dentro del presupuesto de cons­ trucción del propietario; de otra manera, el proyecto no se lleva a cabo. Costo del ciclo de vida es la suma de los costos iniciales de operación y mantenimiento. Debe ha­ cerse más énfasis en la minimización del costo del ciclo de vida que en los costos de construcción, puesto que esto permite al dueño obtener el mayor rendimiento a su inversión. Como una ayuda para la evaluación de la ejecución de un sistema y la comparación de alternativas de diseños, los diseñadores pueden representar el sis­ tema por medio de un modelo que les permite analizarlo y evaluar su funcionamiento. Por razo­ nes prácticas el modelo debe ser simple y congruen­ te con la función para la cual se seleccionó. El costo de formulación y uso del modelo debe ser ínfimo comparado con el costo del montaje y prueba del sistema real. Por cada variable de entrada del sistema debe existir otra correspondiente en el modelo de tal manera que las respuestas (salidas) de éste corres­ pondan a las que se obtendrían en el sistema. La correlación puede ser aproximada pero a pesar de ello deberá ser lo más cercana para cumplir con los objetivos buscados. Por ejemplo, para la estimación de costos durante la fase conceptual del diseño, puede usarse un modelo de costos que dé pronósti­ cos aproximados de los costos de construcción. Sin embargo, los modelos que se utilicen en la fase de contratación deben ser exactos. Los modelos se clasifican en ¡cónicos, simbólicos o analógicos. El tipo ¡cónico puede ser el sistema real, una parte del mismo, o simplemente mostrar un parecido físico con él. El modelo icónico se usa por lo general para pruebas físicas del funciona­ miento de un sistema, como las pruebas de carga o de túnel de viento, o ajuste de controles para el flujo de agua y aire en el sistema real. 1.6 ■ Sección uno Los modelos simbólicos representan con símbo­ los las entradas (datos) y salidas (resultados) de un sistema y se utilizan generalmente para el análisis matemático del mismo. Ellos permiten una relación generalizada, más breve y mejor expresada: son menos costosas para desarrollar y usar que otro tipo de modelos, y son fáciles de manejar. Los modelos analógicos son sistemas reales, pero con propiedades físicas diferentes al sistema real. Los ejemplos incluyen relojes digitales para medi­ ción de tiempo, termómetros para medición de tem­ peraturas (cambios de calor), reglas de cálculo para la multiplicación de números, flujo de corriente eléctrica para medir el flujo de calor a través de una placa metálica, y membranas jabonosas para medir la torsión en un eje elástico. Las variables que representan las entradas y pro­ piedades de un sistema pueden ser consideradas variables independientes de dos tipos: sistemas son especificados en forma general. Tanto A como p son estimados, regularmente sobre bases de experiencias con sistemas similares. 1. Variables que los diseñadores pueden controlar: C = X Ajp¡ c =X A p, donde (1-2) A¡ = unidades de medición adecuadas para el í-ésimo sistema p, = costo por unidad para el i-ésimo sis­ tema Este modelo simbólico es conveniente para la esti­ mación de costos de construcción de un proyecto en la etapa preliminar del diseño, después de seleccio­ nar los tipos de sistemas principales. La ecuación (1.2) da el costo como la suma de los costos de los sistemas más relevantes, a la cual deben adicionarse los costos estimados de otros sistemas y los gastos indirectos y la utilidad del contratista. (1.3) X\, Xz, x 3/... donde 2. Variables no controlables: y¡, y2, y3,... Las variables que representan la salida o el fun­ cionamiento del sistema pueden ser consideradas variables dependientes: Z¡, z 2/ z 3/... Estas variables son funciones de las variables independientes. Las funciones también contienen parámetros; sus valo­ res pueden ser ajustados para calibrar el modelo con el comportamiento del sistema real. M odelos de costos ■ Como un ejemplo del uso de modelos en el diseño de sistemas, conside­ remos los siguientes modelos de costos: C = Ap donde (1.1) C = costos de construcción del proyecto A = parámetros convenientes para un proyecto, como área de piso (pies cuadrados) en un edificio, longitud (millas) de un camino, población (personas) a quienes beneficiará el abastecimiento de agua o sistema de alcantarillado. p = costo por unidad de construcción, dólares por unidad (pies cuadrados, millas, personas) Este es un modelo simbólico aplicable sólo en la etapa inicial del diseño, cuando los sistemas y sub­ A¡ = unidad adecuada de medición para el y'-ésimo subsistema Pi = costo por unidad para el y-ésimo subsistema Este modelo simbólico se puede usar en la fase de desarrollo del diseño y más tarde, una vez que los componentes de los sistemas principales se hayan seleccionado y la mayor exactitud de los costos estimados sea confiable. La ecuación (1.3) propor­ ciona los costos de construcción como la suma de los costos de todos los subsistemas, a la cual deben adicionarse los gastos indirectos y la utilidad del contratista. Para más información sobre estimación de cos­ tos, véase la sección 4.7. 1.8 O ptim ización El objetivo del diseño de sistemas es seleccionar el mejor sistema para determinadas condiciones; este proceso se conoce como optimización. Cuando se puede optimizar más de una propiedad del sistema, o cuando existe una sola característica por optimi­ zar pero no es cuantificable, puede o no haber solu­ ción óptima. Si existe, puede encontrarse por tanteo con un modelo o por métodos como los descritos en la sección 1.10. Diseño de sistem as Cuando se va a optimizar una característica de un sistema, como los costos de construcción, el cri­ terio puede expresarse como sigue: Optimizar zr =/, (x2, x2, x3 donde y u y2/ y3, . . . ) (1.4) zr = variable dependiente por maximizar o minimizar x = variable controlada, identificada por el subíndice y = variable no controlable, identificada por el subíndice f r = función objetivo ■ 1.7 puede emplearse cuando está disponible y es acce­ sible, y cuando los cambios tienen pequeño o nin­ gún efecto sobre los costos de construcción. Por ejemplo, después de instalar los ductos de aire en un edificio, un sistema de acondicionamiento de aire puede operarse para una variedad de condicio­ nes, con el fin de determinar la posición óptima del regulador de tiro para el control del flujo de aire en cada condición. , Su b o p tim izació n ■ Éste es un proceso de tanteo en el que los diseñadores intentan optimizar un sistema por medio de una primera optimización de sus subsistemas. La suboptimización es conve­ niente cuando la influencia de uno y otro compo­ Sin embargo, en general hay restricciones sobre los nentes estén en serie. valores de las variables independientes. Estas restric­ Considérese, por ejemplo, un sistema estructural ciones se pueden expresar de la siguiente manera: para un edificio compuesto sólo de cubierta, colum­ nas y zapatas. La cubierta tiene una carga conocida / i ( * i / *2 / *3 / • • •/ J/ n 3/2/ 3/3/■• •) ^ 0 (entrada) que es exclusivamente su peso propio. El diseño de la cubierta afecta las columnas y las zapa­ h ( * i / * 2/ * 3 / • • - i/ u 3/2/ y i ---) 5 0 d -5 ) tas porque su salida es igual a las cargas sobré las columnas. El diseño de las columnas afecta sola­ fn ( * 1 /X2, x3, . . ., 3/,, 3/2, 3/3----- ) > o mente las zapatas porque la salida de la columna es La solución simultánea de las ecuaciones (1.4)y igual a las cargas sobre las zapatas. Sin embargo, el diseño de las zapatas no tiene efecto alguno sobre (1.5) da como resultado los valores óptimos de las ninguno de los otros componentes estructurales. variables. La solución puede obtenerse utilizando Por tanto, los componentes estructurales están en técnicas como el cálculo, la programación lineal o serie y pueden diseñarse por suboptimización para dinámica, dependiendo de la naturaleza de las obtener el costo mínimo de construcción o el peso variables y las características de las ecuaciones. La aplicación directa de las ecuaciones (1.4) y mínimo del sistema. La suboptimización del sistema puede lograrse (1.5) para todo un proyecto de ingeniería civil, sus por una primera optimización de las zapatas; por sistemas y su cantidad de subsistemas por lo común ejemplo, el diseño del menor costo de las zapatas. es impráctica en virtud del alto número de variables Después, debe optimizarse el diseño tanto de las y la complejidad de sus interrelaciones. Por esta columnas como el de las zapatas. (La optimización razón, la optimización se obtiene por separado re­ gularmente por métodos de suboptimización o si­ únicamente de las columnas no producirá un siste­ mulación. ma estructural óptimo, debido al efecto del peso de éstas sobre las zapatas). Finalmente, la cubierta, co­ S im u lació n ■ Los sistemas con un gran nú­ lumnas y zapatas deberán optimizarse juntas. (Sólo mero de variables algunas veces pueden opti­ la optimización de la cubierta no producirá un sis­ mizarse siguiendo un proceso que se denomina tema estructural óptimo debido al efecto de su peso simulación, el cual incluye el método de tanteo con sobre las columnas y las zapatas. Una cubierta de el sistema real o el modelo. En la simulación, las bajo costo puede ser muy pesada y requerir zapatas propiedades del sistema o modelo se ajustan a y columnas costosas. Sin embargo, el costo de una las entradas (datos) o serie de entradas específi­ cubierta ligera podrá ser tan alto de modo que cas; las salidas y el desempeño se miden cuando compense cualquier ahorro sobre zapatas y colum­ se haya obtenido el resultado óptimo. nas menos costosas. Una de las alternativas de cu­ Cuando las variables son cuantificables y se uti­ biertas puede proporcionar resultados óptimos.) lizan modelos, la solución se facilita regularmente (R. J. Aguilar, Systems Analysis and Design in Enmediante el uso de computadoras. El sistema real gineering, Architecture, Construction, and Plann- 1 .8 ■ Sección uno ing, Prentice-Hall, Inc., Englewood Cliffs, N.J.; K. I. Majid, Optimum Design o f S truc tures, Halsted Press/John Wiley & Sons, Inc., New York; F. S. Merrit and J. A. Ambrose, Building Engineering and Systems Design, 2nd. ed., Van Nostrand Reinhold Company, New York; L. Spunt, Optimum Structural Design, Prentice-Hall, Inc., Englewood Cliffs, N.J.). 1.9 Procedim iento p a ra el diseño de sistem as La sección 1.2 define los sistemas y explica cómo el diseño de éstos comprende una serie de pasos ra­ cionales y ordenados, los cuales conducen a la mejor decisión para un grupo de condiciones dadas. Tam­ bién enumera los componentes básicos del procedi­ miento, como son análisis, síntesis, evaluación y retroalimentación. Siguiendo estos pasos, una defi­ nición más formal sería: El diseño de sistemas es la aplicación del método científico para seleccionar y agrupar los componentes c¡ue forman un sistema óptimo, con el fin de obtener metas y objetivos específicos, aun cuando esté sujeto a limitacio­ nes y restricciones dadas. El método científico, incorporado a las defini­ ciones de ingeniería económica o del valor y diseño de sistemas, consiste en los siguientes pasos: 1. Recolección de datos y observaciones del fenó­ meno natural. 2. Formulación de una hipótesis capaz de predecir observaciones futuras. 3. Prueba de hipótesis para verificar la exactitud de las predicciones y desechar o mejorar la hipóte­ sis, si ésta es inadecuada. El diseño de sistemas debe proporcionar res­ puestas a las siguientes preguntas: 1. ¿Qué es lo que el diente o dueño quiere del proyecto (metas, objetivos y criterios asociados)? 2. ¿Cuáles son las condiciones que prevalecen, o que existirán después de la construcción, que están fuera del control de los diseñadores? 3. ¿Quérequerim ientosoconditíonesdelproyecto que afectan el comportamiento del sistema pue­ den ser controlados por el diseño (restricdones y normas relacionadas)? 4. ¿Cuáles requerimientos de ejecución, criterio de tiempo y costo puede usar el cliente y ios diseña­ dores para estimar el rendimiento del sistema? La recolección de la información necesaria para el diseño de un proyecto empieza al iniciarse el diseño y puede continuar durante la fase de obten­ ción de los documentos del contrato. La recolección de datos es parte esencial del diseño de sistemas, pero debido a que es continua durante el diseño, no se enumera en la ejecución como paso básico. Con el fin de ilustrar el procedimiento para el diseño de sistemas se le dividió en nueve pasos básicos que aparecen en la figura 1.1. Debido a que el análisis económico se aplica en los pasos 5 y 6, los pasos 4 al 8 que cubren la síntesis, análisis y evaluación pueden repetirse varias veces. Cada ite­ ración debe conducir a un diseño más cercano al óptimo. Para preparar el paso 1, los diseñadores deben trazar un programa del proyecto o enumerar las necesidades del cliente, y obtener la información sobre las condiciones existentes que afectarán el diseño del proyecto. En los pasos 1 y 2, los diseña­ dores utilizan la información disponible para defi­ nir las metas, objetivos y restricciones que deben satisfacer el sistema (véanse secciones 1.4 y 1.5). Síntesis ■ En el paso 3, los diseñadores deben concebir por lo menos un sistema que satisfaga los objetivos y las restricdones. Para lograr esto, cuentan con experiencias anteriores, conocimien­ tos, imaginación, habilidad creativa y asesoría de consultores, incluyendo ingenieros de costos, ex­ pertos en construcción y operadores experimenta­ dos del tipo de actividades que se van a diseñar. Por otro lado, el diseñador debe desarrollar sis­ temas alternativos que quizá sean ser más efectivos en costos y puedan construirse más rápidamente. Para aprovechar el tiempo de diseño en la obtención de un sistema óptimo, los diseñadores deben inves­ tigar sistemas alternativos en una secuencia lógica que tienda a lograr resultados óptimos potenciales. Como ejemplo, se presenta a continuación una po­ sible secuencia lógica para un edificio: 1. Selección de una técnica industrializada disponi­ ble o preconstruida para el edificio; un sistema que sea prefabricado. El sistema quizá sea el más bajo en costo, debido al uso de técnicas de producción masiva, lo cual es regularmente más económico Diseño de sistem as w ENUNCIE PARA QUÉ SE DESEA EL SISTEMA, INDICANDO TAMBIÉN CÓMO EL AMBIENTE Y OTROS SISTEMAS AFECTARÁN SU FUNCIONAMIENTO O SERÁN AFECTADOS POR ÉL ■ 1 .9 RECOLECCIÓN DE DATOS Y FORMULACIÓN DEL PROBLEMA ■^IDENTIFIQUE LOS OBJETIVOS Y RESTRICCIONES CONOCID OS PARA EL SISTEMA r d© SINTETICE EL SISTEMA OB OA ESTIME LOS VALORES DE LAS VARIABLES INDEPENDIENTES ÑOCO NTROLABLES oc -í - r SELECCIONE UN MODELO ELABORE EL MO DELO DE SISTEMA Y A PL IQUELO QUE PRESENTE EL SISTEMA, PARA OPTIMIZARLO Y EVALUARLO OD DETERMINE LOS VALORES DE LAS VARIABLES INDEPENDIENTES CONTROLABLES, PARA OBTENER LOS RESOLTADOS ÓPTIMOS SÍNTESIS Y ANÁLISIS DETERMINE LOS VALORES DE U S VARIABLES DEPENDIENTES (ESTIMACIÓN DE FUNCIONAMIENTO Y COSTOS) ' ■0 1 EVALUE :L SISTEMA ' I® 1 ELIMINE, CAN1BIEO COMBINE LOS COMPONENT ES 0 SUBSISTEMAS PARA MEJ JRAR COSTOS 10 CONSTRUYA EL MODELO DEL NUEVO SISTE VIA Y APLÍQUELO ANÁLISIS DEL VALOR 1f ■O 1 EVALUÉ EL NUEVO SISTEMA EVALUACIÓN DECISIÓN Figura 1.1 Pasos básicos en el diseño de sistemas además de la recolección de información necesaria. 1 .1 0 2. 3. 4. 5. 6. ■ Sección uno que si lo produce el personal de campo. También, la calidad de los materiales y la construcción pue­ den ser mejores que las estructuras construidas en obra, porque los elementos se encuentran bajo control y supervisión estrictas. Diseño de un edificio preconstruido (si el cliente necesita varias estructuras del mismo tipo). Montaje del edificio con componentes o sistemas prefabricados. Este tipo de construcción es simi­ lar al que se utiliza para edificios preconstruidos, excepto porque los componentes preensamblados son mucho más pequeños en el sistema de edificación. Especificación de tantos componentes prefabri­ cados y estándar como sea posible. Los compo­ nentes estándar son elementos comercializados disponibles para entrega inmediata por las com­ pañías abastecedoras de elementos para edificios. Repetición de los componentes iguales, el mayor número de veces posible. Esto permite la pro­ ducción en masa de algunos componentes que no sean estándar. Por otro lado, la repetición puede acelerar la construcción porque el perso­ nal de campo trabajará más rápidamente a me­ dida que se familiarice con los componentes. Diseño de componentes para el montaje de ma­ nera que el trabajo de los diversos oficios sea continuo en la obra. El trabajo que obliga a una actividad a esperar la culminación de otra, de­ mora la construcción y es costoso. M odelado ■ En el paso 4, los diseñadores deben representar el sistema a través de un modelo sencillo, de exactitud aceptable. En este paso, los diseñadores deben especificar o estimar los valores de las variables independientes, representando las propiedades del sistema y sus componentes. El mo­ delo deberá aplicarse para determinar el funciona­ miento óptimo del sistema (variables dependientes) y los valores correspondientes de las variables con­ trolables (véanse las secciones 1.7 y 1.8). Por ejem­ plo, si el funcionamiento de un sistema deseado es un costo mínimo de construcción, el modelo debe usarse para estimar este costo y seleccionar los com­ ponentes y métodos de construcción para que el sistema produzca este resultado óptimo. Evalu ació n ■ En el paso 5 del diseño de siste­ mas, los diseñadores deben evaluar los resultados obtenidos en el paso 4. Los diseñadores deben veri­ ficar que los costos de construcción y del ciclo de vida sean aceptables para el cliente y que el sistema propuesto satisfaga todos los objetivos y restric­ ciones. A n á lis is econ ó m ico (o d e v a lo r) y d e ci­ sión ■ Durante los pasos anteriores, el análisis económico se aplicó a algunas partes del proyecto (véase la sección 1.10). En el paso 6, sin embargo, el análisis económico debe aplicarse a todo el sistema. En este proceso pueden resultar cambios en partes del sistema, produciendo un nuevo sistema, o di­ versas alternativas para mejorar el diseño original. Por esto, en los pasos 7 y 8 deben simularse y evaluarse los nuevos sistemas o al menos aquellos con buenas posibilidades de ser los óptimos. Duran­ te y después de este proceso pueden concebirse alternativas completamente diferentes. A medida que los pasos 4 al 8 se repitan, se obtendrán nuevos conceptos. Finalmente, en el paso 9, se deberá seleccionar el mejor de los sistemas estudiados. Diseño en e q u ip o s de tra b a jo (so cie d a ­ d es o aso ciacio n es) ■ Para lograr el funciona­ miento más productivo y exitoso del diseño de sistemas de un proyecto de ingeniería civil, es muy deseable una organización de diseño superior a la que se utiliza en diseños tradicionales. Para el dise­ ño de sistemas se requiere que varios especialistas formen un equipo de diseño, con el fin de que todos contribuyan con sus conocimientos y habilidades. Una razón por la cual los especialistas deben trabajar juntos es que en el diseño de sistemas hay que tener en cuenta los efectos de cada componente sobre el funcionamiento de todo el proyecto, así como la interrelación de los mismos. Otra razón es que para lograr una mayor efectividad en costos, los componentes innecesarios deben eliminarse y don­ de sea posible combinarse dos o más componentes. Cuando los componentes son responsabilidad de diferentes especialistas, estas tareas sólo pueden llevarse a cabo con facilidad cuando los especialis­ tas están en comunicación directa e inmediata. Además de los consultores requeridos para las tareas rutinarias de diseño, el equipo de diseño debe apoyarse en ingenieros y analistas de costos, exper­ tos en construcción, trabajadores en obra y usuarios experimentados en operación del tipo de proyec­ to que se va a construir. Debido a la diversidad de habilidades que se presentan en estos equipos de trabajo, es altamente probable que se consideren Diseño de sistem as todas las posibilidades al tomar la decisión y por lo tanto la probabilidad de error u omisión será muy pequeña. Revisión de p ro yecto p o r co n su lto re s ■ El equipo de diseño debe tener como norma la comprobación del resultado de las diversas discipli­ nas al término de cada paso del diseño, en especial antes de su incorporación en los documentos de contrato. La comprobación del trabajo de cada dis­ ciplina debe ser efectuada por un profesional com­ petente en esa disciplina, que no sea el diseñador original, y revisada por directores y otros profesio­ nales del más alto rango. Estos últimos deben ase­ gurarse que los cálculos, dibujos y especificaciones se encuentren sin errores, omisiones o contradiccio­ nes entre componentes de la construcción. Para proyectos que sean complicados, únicos en su género o que tengan la probabilidad de efectos graves si ocurre una falla, el cliente o el equipo de diseño puede considerar la conveniencia de solici­ tar a consultores una revisión de los elementos crí­ ticos del proyecto, o de todo el proyecto. En tales casos, la revisión debe ser dirigida por profesionales con experiencia igual o mayor que la de los diseña­ dores originales, es decir, por consultores que sean independientes del equipo de diseño, ya sean parte de la misma empresa o de una organización externa. La revisión debe ser pagada por la organización que la solicite. En el proyecto puede incluirse la investigación de las condiciones del sitio, códigos y reglamentos gubernamentales aplicables, impacto ambiental, supuestos de diseño, cálculos, dibujos, especificaciones, diseños alternos, factibilidad de construcción y apego al programa de construcción. Los consultores no deben ser considerados como competidores o reemplazos de los diseñadores ori­ ginales y debe haber un alto nivel de respeto y comunicación entre ambos grupos. Un informe de los resultados de la revisión debe enviarse a la oficina que expida la autorización y al jefe del per­ sonal de construcción. (The Peer Review Manual, American Consulting Engineers Council, 1015 15th St., NW, Washington, D.C. 20005, y Peer Review, a Program G uidefor Members o f the Association o f Soíl and Foundation Engineers, ASFE, Sil ver Spring, MD.) A p lica ció n del d ise ñ o d e siste m a s ■ El diseño de sistemas puede usarse provechosamente en todas las fases del diseño de un proyecto, pero es ■ 1.11 más ventajoso en las etapas iniciales. Un sistema puede sustituirse por otro y eliminarse o combinarse los elementos en esas etapas, con poco o ningún costo. En la fase de contratación, el diseño de sistemas debe aplicarse de preferencia sólo a los detalles. Los cambios importantes generalmente son muy costo­ sos. Los análisis económicos deben aplicarse a las especificaciones y al contrato de construcción por­ que de tales estudios pueden obtenerse ahorros significativos. El diseño de sistemas se debe aplicar en la etapa de construcción únicamente cuando se requiera por cambios necesarios en planos o especificaciones. El tiempo con que se cuenta en esta etapa quizá no sea el suficiente para realizar estudios concienzudos, sin embargo el análisis económico deberá aplicarse tanto como sea posible. (R. L. Ackoff and M. W. Saseini, Fundamentáis of Operation Research, John Wiley & Sons, Inc., New York; R. J. Aguilar, Systems Analysis and Design in Engineering, Architecture, Construction, and Planning, Prentice-Hall, Inc., Englewood Cliffs, N.J.; W. W. Caudill, Architecture by Team, Van Nostrand Reinhold Company, New York; F. S. Merritt, Building Engineering and Systems Design, Van Nostrand Reinhold Company, New York; R. DeNeufville and J. H. Stafford, Systems Analysis fo r Engineers and Managers, McGraw-Hill Book Company, New York.) 1 .10 Ing eniería económ ica En el diseño de sistemas, la meta de los diseñadores es seleccionar el sistema óptimo, o el mejor, que satisfaga las necesidades del diseño o cliente. An­ tes que los diseñadores empiecen a trabajar en un sistema, deben preguntarse si los requerimientos representan las necesidades reales del cliente. ¿Pue­ den ser menos rigurosos los criterios y las normas que afectan el diseño? Éste es el primer paso en la aplicación de la ingeniería económica a un proyecto. Después que los criterios y normas se reconside­ raron, aprobaron o revisaron, los diseñadores crean uno o más sistemas para satisfacer los requerimien­ tos y, después, seleccionan un sistema para el análi­ sis de costos. En seguida, se preguntan si el sistema escogido proporciona el mejor valor al más bajo costo. La ingeniería económica es un procedimiento muy útil para contestar interrogantes y seleccionar la mejor alternativa si es que la solución del mismo indica que es la adecuada. 1 .1 2 ■ Sección uno La ingeniería económica es la aplicación del método científico para el estudio de los valores de los sistemas. (El método científico se describió en la sección 1.9) El objetivo principal de la ingeniería económica, tal como se aplica en los proyectos de ingeniería civil, es la reducción de los costos inicial y del ciclo de vida (sección 1.6). En estos términos, la ingenie­ ría económica se propone uno de los objetivos del diseño de sistemas, que tiene como meta global la producción de un proyecto óptimo o el mejor (no necesariamente el más bajo en costos) y debe incor­ porarse dentro del procedimiento del diseño de sistemas, como se indica en la sección 1.9. A quienes dirigen o administran los estudios económicos, a menudo se les llama ingenieros o analistas de costos. Ellos por lo regular se organizan dentro de un grupo interdisciplinario, que encabeza un coordinador, para hacer los estudios económicos de proyectos específicos. Sin embargo, a veces un individuo, como por ejemplo un contratista experi­ mentado, lleva a cabo los servicios de ingeniería económica por honorarios o por un porcentaje de los ahorros que logre realizar. A n á lisis d e v a lo r ■ El valor es una medida de los beneficios anticipados de un sistema o de la contribución de un componente al funcionamiento de un sistema. Esta medición debe servir como guía cuando se evalúan diversas alternativas de funcio­ namiento de un sistema. Con referencia a compara­ ciones de sistemas, por lo general se consideran sólo valores relativos; los valores tomados en cuenta tienen ventajas y desventajas, los primeros se con­ sideran positivos y los segundos negativos. En las comparaciones de sistemas es posible por ello que los valores de un componente de un sistema sean negativos y se resten del valor total del sistema. Las evaluaciones de sistemas serían relativa­ mente fáciles si el comportamiento de los sistemas pudiera siempre valuarse en términos monetarios; en tal caso los costas y beneficios podrían compa­ rarse directamente. Sin embargo, los valores a me­ nudo deben basarse en decisiones subjetivas del cliente. Por ejemplo, ¿cuánto más está dispuesto el cliente a pagar por estética, prestigio, mejores relaciones laborales y sociales? En consecuencia, otros valores no monetarios deben considerarse en el análisis económico. Tales consideraciones requie­ ren determinar la importancia relativa de los reque­ rimientos del cliente y sopesar, según el caso, los valores. El análisis del valor o económico es la parte del procedimiento de la ingeniería económica que se dedica a investigar la relación entre los costos y los va­ lores de los componentes de un sistema, los sistemas y las alternativas deéstos. El objetivo es proporcionar una guía racional para seleccionar el sistema de más bajo costo que satisfaga las necesidades del cliente. E sc a la s d e m edición ■ Para los propósitos del análisis del valor, es esencial que la característica de mi componente o sistema al cual se le va asignar valor, sea perfectamente identificable. Un analista debe ser capaz de asignar diferentes cifras, no nece­ sariamente monetarias, a los valores que son dife­ rentes. Estas cifras pueden ser de las siguientes cuatro escalas de medición: relación, intervalo, or­ dinal y nominal. Escala de relación ■ Esta escala tiene la pro­ piedad de que si a cualquier característica de un sistema se le asigna un valor numérico k, a cualquier característica que sea n veces más grande se le debe asignar un valor numérico nk. A la ausencia de la característica se le asigna el valor cero. Este tipo de escala se usa comúnmente en ingeniería, en especial en las comparaciones de costos. Por ejemplo, si se le asigna un valor de $10 000 a un sistema A y $5000 a un sistema B, se dice entonces que A es el doble de B. Escala d e in te rva lo s ■ Esta escala tiene la propiedad de que intervalos iguales entre valores de la escala representan diferencias iguales en las características que se midieron; la escala cero se asigna arbitrariamente. La escala Celsius de medi­ ción de temperatura es un buen ejemplo de escala de intervalos. El cero se establece arbitrariamente como la temperatura a la cual se congela el agua y no indica ausencia de calor. Al punto de ebullición del agua se le asigna arbitrariamente el valor de 100. La escala entre 0 y 100 se divide entonces en 100 in­ tervalos iguales que se llaman grados (°C). A pesar de la arbitrariedad de la selección del punto cero, la escala es muy útil en la medición de calor. Por ejemplo, el cambio de temperatura de un objeto de 40 a 60°C, que es un incremento de 20^0, requiere dos veces más calor que el cambio de la temperatura de 45 a 55°C, que es un incremento de 10°C. Escala o rd in a l ■ Esta escala tiene la propie­ dad de que la magnitud de un valor numérico asignado a una característica indica si un sistema Diseño de sistem as 1 .1 3 monetario de muchos factores que pueden ser evaluados en la comparación de sistemas. Ocasio­ nalmente algunas de las otras características del sistema pueden ser más importantes para el due­ ño que los costos. En tales casos, la comparación se hace utilizando la escala ordinal para clasificar cada característica y posteriorm ente sopesar las calificaciones de acuerdo a la importancia que para el cliente tienen las características. Como un ejemplo del uso de este procedimiento, se muestra en la tabla 1.1 el cálculo para la comparadón de dos muros divisorios para un edificio. La alternativa 1 es un muro divisorio metálico; la alter­ nativa 2 es de vidrio y metal. En la tabla 1.1, en la primera columna, se listan las características que interesan para hacer la com­ paración. Los números de la segunda columna in­ dican la importancia relativa para el cliente de cada característica: el 1 denota la prioridad menor y el 10 la prioridad mayor. Éstos son valores. Además, cada división se clasifica usando la escala ordinal con 10 como el valor más alto, de acuerdo con el grado que posee cada característica. Esta clasificación se lista con valores relativos en la tabla 1.1. Para costos de construcción, por ejemplo, al muro divisorio metá­ lico se le asignó un valor relativo de 10 y al muro tiene más o menos de la característica que otro, o si es igual con respecto a esa característica. Por ejem­ plo, en la comparación de la privada proporciona­ da por diferentes tipos de muros en un edifido, a cada tipo de muro pudo habérsele asignado un número que lo clasifique de acuerdo al grado de privada que proporciona. A muros que propordonan mayor privacía se les dan números más altos. Las escalas ordinales se usan comúnmente cuando los valores deben basarse en juidos subjetivos de diferencias no cuantificables entre los sistemas. Escala nom inal ■ Esta escala tiene la propie­ dad de que los valores numéricos, asignados a una característica de los sistemas que se comparan, in­ dican exclusivamente si los sistemas difieren en ésta, pero no puede asignársele ningún valor a la diferencia. Este tipo de escala se usa por lo general para indicar la presencia o ausenda de una caracte­ rística o componente. Por ejemplo, la ausenda de medios de acceso para el mantenimiento de un equipo puede representarse por un cero o un espa­ cio en blanco, mientras que la presentía de tal acceso puede denotarse por un 1 o un x. P o n d erar ■ En la práctica, el costo de cons­ trucción es sólo un factor, tal vez el único con valor TABLA 1.1 ■ Comparadón de alternativas de las divisiones* Alternativas 1 Completamente metálica Características Costos de construcdón Aspecto Transmisión del sonido Privaddad Visibilidad Movilidad Salidas eléctricas Durabilidad Bajo mantenimiento Valores totales ponderados Costos Reladón de valores a costo 2 Vidrio y metal Importancia relativa Valor relativo Valor ponderado Valor relativo Valor ponderado 8 9 5 3 10 2 4 10 8 10 7 5 10 0 8 0 9 7 80 63 25 30 0 16 0 90 56 8 9 4 2 8 8 0 9 5 64 81 20 6 80 16 0 90 40 360 $12 000 0.0300 397 $15 000 0.0265 •Reimpreso con autorización de F. S. M erritt, Building Engineertng an d Systems Design, Van N ostrand Reinhold Com pany, N ew York, N. Y. 1 .1 4 ■ Sección uno vidrio-metal de 8, porque el costo del muro metálico es un poco menor que el otro. En contraste, al muro divisorio vidrio-metal se le dio un valor relativo por visibilidad de 8 porque la parte superior es transpa­ rente, mientras que el muro metálico tiene un valor de 0 porque es opaco. Para completar la comparación, la ponderación de cada característica se multiplica por el valor relativo correspondiente a esa característica en di­ cho muro y se coloca en la tabla 1.1 como valor de ponderación. En lo que respecta a costos de cons­ trucción, por ejemplo, los valores de ponderación son para el muro divisorio metálico 8 x 10 = 80, y para el muro divisorio vidrio-metal 8 x 8 = 64. Los valores de ponderación de cada muro se suman, lo que resulta 360 para la alternativa 1 y 397 para la alternativa 2. A pesar de que esto indica que el muro vidrio-metal es mejor, quizás no sea el mejor desde el punto de vista del costo. A fin de determinar si lo es, el valor de ponderación de cada muro se divide entre su costo. Esto produce 0.0300 para el muro metálico y 0.0265 para el otro. En estos términos, el muro divisorio metálico ofrece mayor beneficio con respecto al dinero invertido y sería el recomendable. Los cálculos anteriores indican el siguiente pun­ to: en la selección entre sistemas alternativos, sólo son significativas las diferencias de valores del sis­ tema y necesitan compararse. Supongamos, por ejemplo, que necesita investi­ garse el efecto económico de adicionar aislamiento térmico para una edificación. En una comparación, no es necesario calcular el costo total del edificio con o sin aislamiento. Por lo regular, basta restar el costo adicional del aislamiento térmico del decremento en costo de calefacción y enfriamiento, resultante de la adición del aislamiento. El ahorro neto propicia­ ría la adición del aislamiento. De este modo puede llegarse a una decisión sin el cálculo complejo del costo total del edificio. Procedim iento p a ra el a n á lisis del v a lo r ■ Para el análisis del valor de un proyecto de inge­ niería civil o de uno de sus subsistemas, es acon­ sejable que el cliente o un representante de éste designen un equipo interdisciplinario y un grupo coordinador que apruebe el proyecto o proponga otras alternativas más económicas. El grupo coordi­ nador elige las metas del estudio y las prioridades y puede designar los conjuntos de actividades para investigar partes del sistema de acuerdo con las prioridades. Los analistas económicos deben seguir un procedimiento sistemático y científico a fin de realizar las tareas necesarias que implica el análisis del valor. El procedimiento debe proporcionar: Un formato expedito para registrar el avance de los estudios La certeza de que se consideró toda la información necesaria a pesar de que parte de la información no se hubiere considerado en el desarrollo del sistema propuesto Una resolución lógica del análisis, integrado por componentes que se pueden planear, programar, presupuestar y valorizar La mayor reducción del costo se obtiene por el análisis de todos los componentes del sistema propuesto. Sin embargo, esto por lo general no es práctico, debido al corto tiempo de que se dispone regularmente para el estudio y a que el costo del mismo se incrementa con el tiempo. Por ello, la investigación debe concentrarse en los subsistemas del proyecto cuyo costo es relativamente un alto porcentaje del costo total, ya que sus componentes presentan posibilidades de una reducción significa­ tiva del costo. Durante la fase inicial del análisis del valor, los analistas deben tener un conocimiento completo del proyecto y sus sistemas principales al realizar una revisión rigurosa del programa, de la lista de los requerimientos, del diseño propuesto y de toda la información pertinente. Ellos deben definir también las funciones o propósitos del componen­ te que va a ser estudiado y estimar los costos de ejecución de funciones. De este modo, el analista realiza un análisis de sistemas, como se indicó en la sección 1.3 para los artículos que van a estudiar­ se y estima los costos iniciales de las actividades y del ciclo de vida. En la segunda fase del análisis del valor, los analistas deben cuestionar la efectividad de costo de cada componente que va a estudiarse (véase sección 1.11). También, mediante el empleo del ingenio y técnicas de creatividad, deben generar varias alter­ nativas con el fin de que se realicen las funciones que requieren los componentes. Luego de respon­ der las preguntas de la sección 1.3, los analistas deben contestar las siguientes preguntas: ¿El diseño original y cada alternativa satisfacen las necesidades de funcionamiento? Diseño de sistem as ¿Cuál es el costo de instalación y del ciclo de vida de cada componente? ¿Estará disponible cuando se necesite? ¿Se encon­ trará en su momento la mano de obra calificada? ¿Puede eliminarse algún componente? ¿A cuál de los otros componentes afecta la adopción de una alternativa? ¿Cuál será el resultado de cam­ bios que se hagan en los costos de otros componen­ tes? ¿Habrá un ahorro neto en el costo? Cuando se está investigando la eliminación de un componente, los analistas deben considerar si puede eliminarse una parte; si dos o más partes se combinan en una y si pueden reducirse los diferentes tipos de elementos y su tamaño. En caso de que pueden incrementarse los costos por utilizar elementos no estandarizados o no disponibles, los analistas deben pensar en una alternativa más apropiada. Además, se debe tomar en cuenta la simplificación de la construc­ ción o instalación de los componentes y cierta facili­ dad de mantenimiento y reparación. En la siguiente fase del análisis económico, los analistas deben evaluar críticamente el diseño ori­ ginal y las alternativas. La meta última debe ser la aprobación del diseño original o de una alternativa, la que ofrezca el mayor valor y presente mayor posibilidad de ahorro. Los analistas deben presen­ tar también los costos estimados para el diseño original y las alternativas. En la fase final, los analistas deben preparar y presentar al cliente o a los representantes de éste un reporte escrito sobre el estudio, las recomendacio­ nes resultantes y las memorias de cálculo que con­ tengan la información de apoyo en detalle. (E. D. Heller, Valué Management: Valué Engineeringand Cost Reduction, Addison-Wesley Publishing Company, Inc., Reading, Mass.; L. D. Miles, Techniques o f Valué Analysis and Engineering, McGraw-Hill Book Company, New York; A. Mudge, Valué Engi­ neering, McGraw-Hill Book Company, New York; M. C. Macedo, P. V. Dobrow, and J. J. O'Rourke, Valué Management fo r Construction, John Wiley & Sons, Inc., New York.) 1.11 C o m p aracio n es eco nóm icas de sistem as altern ativo s En la evaluación de sistemas, los diseñadores o ingenieros deben tener en cuenta no sólo los costos ■ 1 .1 5 iniciales y del ciclo de vida, sino la recuperación que el cliente desea obtener sobre la inversión en el proyecto. Primeramente, a un cliente le gusta­ ría maximizar la utilidad, los beneficios o ingresos acumulados menos los costos globales. También le gustaría al cliente garantizar que la tasa de recupe­ ración, la relación beneficio-inversión, es mayor que todo lo siguiente: Tasa de rendimiento que se estima de otras oportu­ nidades de inversión disponibles Tasa de interés al pedir dinero en préstamo Tasa de pagarés o certificados del gobierno Tasa de rendimiento de acciones de corporaciones Al cliente le conciernen las tasas de interés por­ que todos los costos representan dinero que se tie­ ne que pedir prestado o invertirse de algún modo a una tasa de interés corriente. Al cliente le importa asimismo el tiempo, medido desde la fecha en que se hace la inversión, porque los costos por intereses crecen con el tiempo. Por tanto, en las comparacio­ nes económicas de sistemas debe tenerse en cuenta la tasa de interés y el tiempo. (Los efectos de la inflación monetaria pueden considerarse en la mis­ ma forma que el interés.) Una comparación económica de alternativas re­ quiere por lo general la evaluación del capital inicial invertido, el valor de rescate después de varios años, el gasto anual y el ingreso anual. En virtud de que cada elemento en tales comparaciones debe asociarse con diferentes vidas útiles que se esperan de los otros elementos, los distintos tipos de costos e ingresos deben medirse reduciéndolos a una base común. Esto se hace por: 1. La conversión de todos los costos e ingresos a un costo anual uniforme equivalente 2. La conversión de todos los costos e ingresos a un valor presente en un tiempo cero El valor presente es el dinero que, invertido en un tiempo cero, produciría en un tiempo posterior requerido costos e ingresos a una tasa de interés específica. (En comparaciones económicas, la conversión debe ba­ sarse en una tasa de recuperación de la inversión que sea atractiva para el cliente. Esta no debe ser menor que la tasa de interés que pagaría el cliente si el monto de la inversión se hubiese pedido pres­ 1 .16 ■ Sección uno tado. Por esta razón, a la tasa de rendimiento se le llama tasa de interés en conversiones). El cálculo también debe basarse en una estimación real o ra­ zonable de vida útil. El valor de rescate debe tomar­ se como la recuperación que se espera de la venta o negociación de un artículo, después de un número determinado de años de servicio. El interés puede considerarse compuesto anualmente. V a lo r futuro ■ Con base en la suposición an­ terior, la suma que se invierte en un tiempo cero se incrementa con el tiempo a S = P(1 + (')" donde ( 1 .6 ) S = cantidad futura de dinero, equiva­ lente a P al final de n periodos, con una tasa de interés i ! tasa de interés n número de periodos de interés (años) P = suma de la cantidad invertida en un tiempo cero = valor presente de S V a lo r presen te ■ La solución para P de la ecuación (1.6) produce el valor presente de la suma de dinero S en una fecha futura: P = S(1 + i)' (1.7) El valor presente de pagos R hecho anualmente para n años es '1 -q +t r P = R- i (1 .8 ) El valor presente de los pagos R continuados inde­ finidamente, puede obtenerse de la ecuación (1.8), haciendo n infinitamente grande: p=4 r (1.9) Recuperación del capital ■ Un capital P in ­ vertido en un tiempo cero puede recuperarse en n años haciendo pagos anuales: ■= P R = P(1 + i)" - 1 1 - (1 + li­ ( 1 . 10 ) cuand o un artículo tiene un valor de rescate V después de n años, la recuperación del capital R puede calcularse por la ecuación (1.10), al restar el v a lo r de re s c a te e le v a d o c a p it a l in v e r t id o V d e l v a lo T p re s e n te d e l P: R = [P - V(1 + i)-"] ■+ t (1 + 0 " - 1 1 11 ) ( . Ejem plo: Para ilustrar el uso de las fórmulas ante­ riores, se observa la comparación económica para dos bombas. Los costos estimados son como sigue: Costo inicial Vida útil (años) Valor de rescate Costos anuales Bomba 1 Bomba 2 $30 000 10 $5000 $3000 $50 000 20 $10 000 $2000 Los costos de operación, mantenimiento, reparacio­ nes, impuestos sobre la propiedad y seguros se incluyen en el costo anual. El método del valor presente neto se utiliza para la comparación, con una tasa de interés i = 8%. La conversión de todos los ingresos y egresos a valor presente debe basarse en una misma vida útil, aunque las dos bombas tengan diferentes vidas útiles (10 y 20 años respectivamente). Para los pro­ pósitos de la conversión, puede suponerse que en el reemplazo de las bombas se repetirá la inversión y los costos iniciales pronosticados para ellas. (Los valores futuros, sin embargo, deben corregirse por la inflación monetaria.) En algunos casos es conve­ niente, a fin de seleccionar la vida común de servi­ cio, buscar el múltiplo común de la vida útil de las unidades que se están comparando. En otros casos, puede ser más conveniente suponer que la inver­ sión y el costo anual continúan indefinidamente. Al valor presente de tales costos anuales se le llama costo capitalizado. Para este ejemplo, una vida útil de 20 años se ha seleccionado, ya que es el mínimo común múltiplo de 10 y 20. Por tanto se supone que la bomba 1 será reemplazada al final del décimo periodo a un costo de $30 000, menos el valor de rescate. Similarmente, se acepta que la unidad reemplazada tendrá el mis­ mo valor de rescate después de 20 años. El cálculo en la tabla 1.2 indica que el valor presente del costo neto de la bomba 2 es menor que el de la bomba 1. Si el costo fuera la única conside­ ración, la adquisición de la bomba 2 sería recomen­ dada. Diseño de sistem as ■ 1 .1 7 TABLA 1.2 Ejemplo de comparación de costos de dos bombas Inversión inicial Valor presente del costo de reemplazo para 10 años P —V al 8% de interés [ecuación (1.7)] Valor presente del costo anual para 20 años al 8% de interés [ecuación (1.8)] Valor presente de todos los costos Ingreso: Valor presente del valor de rescate después de 20 años al 8% de interés [ecuación (1.8)] Costo neto: Valor presente del costo neto en 20 años al 8% de interés (E. L. Grant y W. G. Ireson, Principies ofEngineering Economy, The Ronald Press Company, New York; H. G. Thuesen, W. J. Fabrycky y G. J. Thuesen, Engineering Economy, Prentice-Hall, Inc., Englewood Cliffs, N.J.) 1.12 A dm inistración de riesg o En todas las etapas de diseño y construcción, pero en especial durante la concepción del diseño de un proyecto, debe considerarse la probabilidad de que en cualquiera de las etapas, desde la excavación y nivelación del terreno hasta mucho después de la terminación, el proyecto puede poner en riesgo la salud o seguridad pública u ocasionar pérdidas económicas a vecinos o a la comunidad. No sólo deben tomarse en consideración los efectos de ries­ gos identificables, sino también las consecuencias de eventos imprevistos como es el caso de la falla de un componente, explosiones accidentales o incen­ dio y roturas mecánicas durante la ocupación del proyecto. Un peligro representa la amenaza de que puede ocurrir un evento no deseado, posiblemente catas­ trófico; un riesgo es la probabilidad de que el even­ to puede ocurrir. La responsabilidad de calcular tanto la probabilidad de peligro, como la magnitud de las consecuencias en caso que ocurran los even­ tos, recae principalmente en los propietarios del proyecto, diseñadores y contratistas, que también son responsables de la administración del riesgo. Esto requiere el establecimiento de un nivel acepta­ Bomba 1 Bomba 2 $30 000 11 580 $50 000 29 454 71 034 19 636 69 636 1073 $69 961 2145 $67 491 ble para cada riesgo, generalmente con información de entrada desde oficinas gubernamentales y el público, así como la selección de formas eficientes en costo para evitar peligro, si es posible, o de protección contra los riesgos para que éstos se pre­ senten dentro de niveles aceptables. Los estudios de fallas de construcción dan infor­ mación que los diseñadores deben utilizar para evi­ tar catástrofes similares. Muchas de las lecciones aprendidas de esas fallas han llevado a establecer reglas de seguridad en reglamentos y especificacio­ nes de diseño estándar de varias oficinas guberna­ mentales. Estas reglas, sin embargo, generalmente son requisitos mínimos y se aplican a estructuras ordinarias. Los diseñadores, por lo tanto, deben recurrir al buen juicio en la aplicación de tales re­ quisitos y deben adoptar criterios de diseño más estrictos cuando las condiciones lo exijan. Los diseñadores también deben aplicar buen jui­ cio para determinar el grado de protección contra peligros específicos. Los costos de protección deben estar en proporción con las probables pérdidas oca­ sionadas por un evento no deseado. En muchos casos, por ejemplo, no es económico construir un proyecto inmune a fenómenos de intensidad extre­ ma como son temblores, tomados, incendios inten­ cionales, bombas, rotura de presas o inundaciones poco comunes. Por el contrario, debe darse plena protección contra peligro con alta probabilidad de ocurrir con consecuencias como lesiones personales o pérdidas elevadas en propiedades. Tales peligros incluyen huracanes y ventarrones, incendios, daños ocasionados por vándalos y sobrecargas. 1 .1 8 ■ Sección uno Duración de proyectos por diseño ■ Los criterios de diseño para fenómenos naturales pue­ den basarse en la probabilidad de que se presenten condiciones extremas, como se determine mediante estudios estadísticos de eventos en lugares específi­ cos. Estas probabilidades se expresan muchas veces como intervalos medios de reaparición. El intervalo m edio de reaparición de una con­ dición extrema es el tiempo promedio, en años, entre apariciones de una condición igual o peor a la condición extrema especificada. Por ejemplo, para una localidad puede reportarse como 50 años el intervalo medio de aparición de un viento de 60 mi/h o más. Por ejemplo, después que una estruc­ tura se haya construido en esa localidad, es muy probable que en los siguientes 50 años sea sometida sólo una vez a un viento de 60 mi/h o más. En consecuencia, si se supone que la estructura tiene una duración de 50 años, los diseñadores pueden diseñarla básicamente para vientos de 60 mi/h con un factor de seguridad incluido en el diseño, para protección contra vientos más fuertes de poca pro­ babilidad. Los intervalos medios de reaparición son la base para muchas cargas mínimas de diseño en especificaciones de diseño estándar. Factores de seg u rid a d ■ El diseño de pro­ yectos para condiciones normales y de emergencia siempre debe contar con un factor de seguridad contra falla o daño de componentes. La magni­ tud del factor de seguridad debe seleccionarse de acuerdo con la importancia de la estructura, las consecuencias de lesiones personales o pérdidas materiales que pudieran resultar por una falla o rotura, y el grado de incertidumbre en cuanto a la magnitud o naturaleza de cargas y las propiedades y comportamiento de los componentes del proyecto o del equipo de construcción. Como suele incorporarse en códigos de diseño, un factor de seguridad para variables cuantificables de sistemas es un número mayor de la unidad, que puede aplicarse en una de dos formas. Una de ellas consiste en relacionar la carga máxima permisible, o demanda, en un sistema bajo condiciones de servicio a la capacidad de diseño. Esta propiedad del sistema se calcula al dividir la capacidad final, o capacidad a la falla, entre el factor de seguridad para sostener esa car­ ga. Por ejemplo, supóngase que una viga estruc­ tural a la que se asigna un factor de seguridad de 2 puede resistir 1000 Ib antes que ocurra la falla. La capacidad de diseño entonces es 1000/2 = 500 Ib. La segunda forma en la que los códigos aplican factores de seguridad es relacionar la capacidad final de un sistema a una carga de diseño. Esta carga se calcula multiplicando la carga máxima bajo condiciones de servicio por un factor de se­ guridad, que a veces se conoce como factor de carga. Por ejemplo, supongamos que se necesita una viga estructural a la que se le asigna un factor de carga de 1.4 para cargas muertas y 1.7 para cargas vivas, para sostener una carga muerta de 200 Ib y una carga viva de 300 Ib. Entonces, la viga debe tener una capacidad de 1.4 x 200 + 1.7 x 300 = 790 Ib, sin fallar. Si bien ambos métodos alcanzan el objetivo de proporcionar capacidad de reserva contra condicio­ nes imprevistas, el uso de factores de carga ofrece la ventaja de mayor flexibilidad en el diseño de un sistema para una combinación de cargas diferentes, debido a que se puede asignar un factor de carga di­ ferente a cada tipo de carga. Los factores se pueden seleccionar de conformidad con la probabilidad de que presenten sobrecargas y efectos de otras incertidumbres. Frank Muller President, Metro Mediation Services, Ltd. and Counsel to Goetz, Fitzpatrick & Flynn New York, New York Administración del trabajo de diseño a administración del trabajo de diseño parte de su tiempo, por ejemplo, enseñando en cursos vespertinos. se encuentra dentro de la esfera de ac­ tividad de los ingenieros. Por tanto, es Muchos profesores se em plean también como importante considerar la diversidad y consejeros en la industria y en las empresas de los tipos de actividades dentro del diseño asesoría. a las Así se mueven dentro de la esfera de ac­ tividad del proyectista. Más aún, muchos depar­ cuales los profesionistas dedican sus esfuerzos. tamentos universitarios son contratados por el El papel básico del ingeniero consiste en poner al servicio de la humanidad los principios científi­ gobierno y la industria para realizar proyectos de cos y otros conocimientos. Para llevar a cabo esto, a investigación. Como consecuencia, los departa­ la administración del diseño le interesa la utiliza­ mentos, en esencia, actúan como firmas privadas ción adecuada del trabajo humano, de la energía y que desempeñan servicios profesionales. Los ad­ las habilidades técnicas, con el fin de satisfacer las ministradores universitarios tienen que trabajar con presupuestos y negociar contratos, determi­ necesidades presentes y futuras de la economía. nar los gastos reembolsables y cumplir progra­ mas. También tienen que resolver otros asuntos administrativos que son parte de la administra­ 2.1 ¿En dónd e se em plean ción de proyectos de diseño. los ingeniero s civiles? L Los principales campos de trabajo para los ingenie­ ros son: C am p o aca d é m ico ■ Para muchos ingenie­ ros, la docencia es lo primero y lo último en su carrera. Sin embargo, muchos otros dedican a la enseñanza unos pocos años de sus carreras o sólo In d u stria ■ Las empresas industriales que manejan un gran volumen de transacciones tienen ingenieros en sus departamentos de asesoría. Sin embargo, el papel de tales ingenieros es variable. Una empresa con capacidad productiva y, en con­ secuencia, con instalaciones de planta, debe tener un ingeniero de planta y un asesor que aseguren la 2.2 ■ Sección dos operación y el mantenimiento adecuados de la fá­ brica. En muchas industrias, los ingenieros de plan­ ta también son útiles a sus patrones en el campo del diseño. Por ejemplo, si se ha de instalar un nuevo equipo en una planta ya existente, no solamente se le debe proporcionar espacio, sino que deben resol­ verse cuestiones de ingeniería. Las típicas pregun­ tas son las siguientes: ¿los cimientos son adecuados para soportar las nuevas cargas? ¿Se requieren nue­ vos servicios de agua, alcantarillado, etc.? ¿Es ade­ cuado el actual suministro de energía eléctrica? Más aún, es posible que se tenga que construir un nue­ vo edificio para albergar el equipo. Así, las activida­ des y responsabilidad normales de un ingeniero de planta con frecuencia lo conducen al campo del diseño. Debido a su tamaño, crecimiento y necesidades especializadas, muchas industrias tienen sus pro­ pios departamentos de ingeniería y diseño. Tales departamentos desempeñan las mismas funcio­ nes profesionales que una empresa de ingeniería privada, pero con una diferencia básica: el inge­ niero que trabaja en la industria sólo lo hace para un cliente, en tanto que la firma proyectista trabaja para muchos. Puesto que a los departamentos de ingeniería les afectan muchas de las actividades administrativas que realiza una firma proyectista, tales departamentos pueden ser organizados de una manera similar. El departamento de ingenie­ ría estará organizado en tal forma que opere con eficiencia para satisfacer sólo las necesidades es­ pecializadas de su patrón industrial. G o b iern o ■ Lo mismo que los ingenieros que trabajan en la industria, los ingenieros que trabajan en el gobierno lo hacen para un solo cliente: su patrón. El gobierno es la organización más gran­ de que emplea arquitectos e ingenieros. Además, la mayoría de los estados, ciudades, pueblos y or­ ganismos públicos tienen ingenieros y arquitectos dentro de su departamento de asesoría y como empleados suyos. Estos profesionales desempeñan diversas funciones que abarcan tanto las activida­ des de diseño como las administrativas. Las dependencias y autoridades gubernamenta­ les tienen departamentos de ingeniería y arquitec­ tura que desempeñan el trabajo básico de diseño y de esta manera actúan como empresas de servicios profesionales dentro de dichas dependencias. Tales organizaciones no necesitan contratar consultores privados, excepto cuando se van a realizar trabajos especializados. Por otra parte, estas dependencias, ya sea que tengan una capacidad de proyecto pro­ pia o no, emplean a profesionales que trabajan en diferentes niveles administrativos. Estos niveles in­ cluyen la administración y supervisión de proyec­ tos así como la revisión de las actividades de diseño básico y de construcción. La administración de los proyectos de ingeniería requiere en todos los niveles los servicios de profesionales, desde los ayu­ dantes de asesoría hasta los administradores y em­ pleados de alto nivel, en quienes se ha delegado la responsabilidad de la implantación de los proyectos públicos. En los servicios públicos, el ingeniero puede ser tanto el proyectista como el cliente. In g e n ie ro s co n tra tista s ■ Este término se refiere a las empresas constructoras que se dedican tanto a la ingeniería de diseño como a labores de contratista. Aunque hay muchas que usan el título de ingeniero contratista y sólo realizan trabajo de construcción, aquí se analizan las empresas que de verdad aceptan realizar proyectos globales: pro­ yectos que abarcan diseño y construcción bajo un solo contrato. Las industrias de procesos y de servicios públi­ cos son las que con más frecuencia acostumbran otorgar contratos globales. A estas industrias les interesa principalmente el producto final, como la cantidad de barriles de petróleo refinados o la can­ tidad de kilo watts-horas producidos. Los ingenie­ ros asesores de la compañía que está construyendo una planta establecen los criterios de diseño que el ingeniero contratista ha de satisfacer. Debido a la naturaleza especializada de estas industrias, el in­ geniero contratista emplea a su vez a diseñadores que tengan un conocimiento especializado de los procesos, con el fin de desarrollar el diseño más económico y eficiente. Los ingenieros contratis­ tas licitan normalmente sobre especificaciones de operación, y preparan los proyectos detallados ne­ cesarios para la construcción. Otras operaciones globales incluyen aquellas que combinan la adqui­ sición del terreno, el diseño y la construcción de edificios comerciales e industriales y, en ocasiones, también el financiamiento. El diseño lo realiza la misma organización, o división dentro de ella, que construye el edificio o presta el servicio. Aunque depende de una diver­ sidad de factores, hay ventajas y desventajas en este servicio combinado, si se lo compara con la división Administración del trabajo de diseño de responsabilidad entre una firma proyectista y una constructora. C o n tra tista s ■ Un equipo tradicional para proyectos de construcción está formado por tres partes: el propietario o cliente, el diseñador y el contratista general (en inglés general contractor, GC). Una vez que el cliente haya otorgado un contrato general de construcción, el GC empleará a los subcontratistas y obreros especializados. Algunas for­ mas de contratar, sin embargo, requieren de varios contratistas "de primera" en lugar de un GC. En ta­ les casos, el propietario suele contratar directamen­ te con obreros especializados importantes, como son los de instalaciones de calefacción, ventilación y aire acondicionado; electricistas; plomeros y de instalaciones de transporte verticales. Del mismo modo, en algunas situaciones, por ejemplo para un proyecto administrado por un gerente de construc­ ción (en inglés construction manager, CM), el propie­ tario puede emplear varios contratistas de primera clase, cuyos contratos individuales serán coordina­ dos y manejados por el CM. La mayoría de los con­ tratistas operan en una región geográfica limitada. Ya sea que realicen una construcción como GC, contratistas de primera clase o como subcontratistas, estas compañías emplean ingenieros de una amplia variedad de disciplinas, por lo cual hay muchas oportunidades de empleo para ingenieros con contratistas. Además, la naturaleza de la contra­ tación de construcciones es tal, que dará muchas oportunidades para que los ingenieros adquieran derechos de propiedad. In g en ie ro s co n su lto res ■ Este experto se define como "profesional experimentado en la apli­ cación de los principios científicos a los problemas de ingeniería". Como profesionales, los ingenieros consultores tienen el deber de servir tanto al público como a sus clientes. Además de prestar un servicio profesional, el ingeniero consultor también está a la cabeza de un negocio. La consultoría de ingeniería se practica por individuos, asociaciones y socieda­ des anónimas, muchas de las cuales tienen grandes departamentos de consultoría formados por profe­ sionales, dibujantes y personal de apoyo. Inde­ pendientemente de la forma de organización de la empresa, el producto final que recibe el cliente con­ serva las mismas características profesionales y sa­ tisface las mismas normas de calidad. En general, los ingenieros consultores suelen tener varios clien­ ■ 2 .3 tes y deben seleccionar los métodos de operación que satisfagan mejor las necesidades propias y las de sus clientes. G e re n te s d e co nstru cció n ■ La adminis­ tración y coordinación de proyectos de construc­ ción como representantes de los propietarios, es decir, la acción fungir como gerentes de construc­ ción (en inglés construction manager, CM), es la especialidad o disciplina principal de muchas em­ presas. Aunque ingenieros y arquitectos son los profesionales tradicionales em pleados por tales empresas, la administración de la construcción es un campo técnico definido por separado. Los tra­ bajos y funciones de los gerentes de construcción, ya sean parte de un convenio profesional de servi­ cio o de un contrato de precio máximo garantizado (en inglés guaranteed-maximum-price, GMP), son campos de trabajo bien establecidos. O tro s ■ Hay muchas firmas especializadas que prestan sus servicios en el campo de la indus­ tria privada, pero limitan sus actividades a servi­ cios específicos de especialización. Estas empresas o profesionistas por su cuenta pueden clasificarse apropiadamente bajo cualquiera de las definicio­ nes amplias del ramo, pero como ingenieros limi­ tan sus actividades profesionales. Por ejemplo, algunas compañías efectúan sólo servicios de esti­ mación de costos (ingenieros consultores o admi­ nistradores de la construcción) los cuales actúan como consultores de la construcción, sirviendo como supervisores o especialistas en un área téc­ nica, con el solo propósito de servir como peritos en un litigio de construcción. 2 .2 Fo rm as de o rg a n iza ció n de ing eniero s a se so re s Los ingenieros consultores pueden practicar su pro­ fesión como individuos, en asociaciones o en socie­ dades anónimas. Em p re sa in d ivid u a l ■ Esta forma de orga­ nización es la más simple; tiene pocas complica­ ciones legales y permite al propietario ejercer un control directo sobre las operaciones. Sin embargo, puesto que opera sobre una base personal, esta clase de empresa tiene algunas limitaciones ya que sus actividades están restringidas en esencia a los es­ fuerzos de una sola persona. 2.4 ■ Sección dos Aunque conduce el negocio como propietario único, un ingeniero consultor puede tener algunos empleados. Entonces, como patrón, el ingeniero está a la cabeza de un negocio y tiene que encarar los problemas inherentes a ello. Puesto que los in­ genieros asesores representan entidades legales al dirigir y administrar un negocio, también son res­ ponsables de las obligaciones que tiene una empre­ sa y todos los contratos se hacen a sus nombres. Los ingenieros consultores son responsables de todas las deudas, y pueden quedar obligados por ellas y responden con todos sus activos, comerciales o per­ sonales. Sin embargo, todas las utilidades las gana íntegramente el ingeniero consultor, quien no está obligado a distribuir sus ganancias o a rendir cuen­ tas de sus dividendos a otros socios, como en el caso de una asociación o de una sociedad anónima. A so cia cio n e s ■ La forma más común de or­ ganización de los ingenieros consultores es una asociación o sociedad, esto es, una reunión de dos o más profesionales que combinan sus esfuerzos y talentos, con el objeto de servir a sus clientes en forma más amplia y, al estar capacitados para pro­ porcionar más servicios, poder ofrecerlos a una clientela más amplia. Por lo general, cada socio es responsable de un área específica. Según la comple­ jidad, la administración del negocio se le asigna a un socio, el socio administrativo. Una asociación conserva la identidad de cada profesional por separado, y la forma básica de su estructura legal es semejante al tipo de organización en donde un solo individuo es el propietario. En lu­ gar de que sea una sola persona la que asuma todas las obligaciones del contrato, todos los pasivos, adeudos y utilidades, en este tipo de organización todo es compartido por los socios. La participación de los socios en el negocio no necesariamente debe ser distribuida por igual. La participación en la empresa puede distribuirse entre los socios como ellos lo deseen. Por ejemplo, mío de los asociados puede ser el propietario de más del 50% de la com­ pañía y estar en una posición semejante a los accio­ nistas mayoritarios de una sociedad anónima. Las asociaciones, aunque en el pasado predomi­ naban en la ingeniería y otros campos como son la arquitectura, contabilidad y leyes, están cayendo en el desuso. La mayor parte de las organizaciones de ingeniería que operaban como asociaciones se han reorganizado en sociedades anónimas. Desde el punto de vista de los negocios, las asociaciones tienen varias desventajas que hacen que muchas empresas se registren en lugares o países donde la práctica de las sociedades anónimas no se encuen­ tra restringida. Una desventaja de las asociaciones es que cada socio responde, hasta con todas sus propiedades personales, por un acto erróneo de cualquier socio en el curso de sus negocios. Otra desventaja es que una asociación termina con la muerte o retiro de un socio, a menos que se tomen providencias en el convenio. Además, no tiene la flexibilidad de una sociedad anónima para los programas completos de prestaciones a empleados ni cláusulas para una participación de empleados importantes. Aun cuando en Estados Unidos una asociación es una entidad que no paga impuestos, los socios como individuos pagan impuestos sobre utilidades. Esta no es necesariamente una desventaja, pero puede ser una consideración excelente en la selec­ ción de una organización en activo. Del mismo modo, aun cuando un profesional no puede limitar la responsabilidad personal por erro­ res u omisiones profesionales en una estructura corporativa, la proliferación de litigios en la indus­ tria ha hecho más ventajoso que ingenieros operen como sociedades anónimas y no como empresas o asociaciones. S o cie d a d e s a n ó n im a s ■ En E. U. la mayo­ ría de las empresas con varios trabajadores, ya sean corporaciones generales o profesionales, dependen de las leyes del estado en el cual laboran. Los pro­ fesionales de la construcción de más de un estado deben tener en cuenta las variaciones de las normas, para asegurar la aprobación de los requerimientos profesionales (licencias), y la ejecución de la prácti­ ca administrativa (registro del negocio, certifica­ ción, declaración de impuestos, etcétera). La mayoría de los estados en E. U. permite la formación de sociedades anónimas de ingenieros profesionales que se forman, en general, con el pro­ pósito de ejercer la ingeniería sólo en ciertas condi­ ciones: como que la propiedad y la administración de la compañía estén en su totalidad en manos de profesionales o, cuando menos, que las acciones mayoritarias sean propiedad de profesionales. En E. U. en muchos estados, la legislación que autoriza la formación de tales sociedades anónimas ha sido aprobada de tal manera que dé a los profesionales no sólo de ingeniería, sino también de otras profe­ siones, los beneficios y la protección que se otorga Adm inistración del trabajo de diseño cuando un negocio se administra en esta forma. Aunque la legislación permite esta práctica mercan­ til, también incluye algunos requisitos estructura­ dos, de tal manera que se proteja al público de que las personas no calificadas ejerzan una profesión al amparo de una sociedad anónima. Con tales requisitos de protección, se puede con­ servar la identidad profesional en las operaciones de la sociedad anónima. Por tanto, si las condiciones lo justifican y lo permite la ley del lugar, las organi­ zaciones de ingeniería deben considerar el ejercer bajo la forma de una sociedad anónima. Sin embar­ go, las ventajas que se logran son principalmente comerciales. La estructura de la administración de la organización se aclara. La responsabilidad está definida. Las prestaciones a los empleados son más variadas. Existen oportunidades de participar en las utilidades, de que se pongan en práctica planes de retiro realistas, y de que los empleados compren ac­ ciones de la empresa. Asimismo, la responsabilidad personal de los administradores queda limitada a los activos de la sociedad, aunque continúan siendo responsables de sus propios actos profesionales y no pueden usar la estructura anónima de la empre­ sa como un escudo que los proteja de la responsa­ bilidad de sus errores y omisiones profesionales. Cada forma de ejercer la ingeniería se ha de evaluar con base en sus propios méritos. Una estruc­ tura de sociedad anónima para un profesional con una clientela pequeña no está justificada, pero otro profesional con un gran volumen de transacciones que pueden delegarse a subordinados puede en­ contrar ventajosa esta forma de asociación. Para algunas empresas, las ventajas que se obtienen en una sociedad anónima con respecto a los impuestos pueden ser más beneficiosas que si operaran con una sociedad. (En E. U. para fines del pago de impuesto sobre productos del trabajo, un negocio pequeño, que llene ciertos requisitos, puede elegir ser gravado como una sociedad, práctica que es ventajosa para la empresa pequeña.) 2 .3 Clientes de los servicios de ingeniería Cada cliente y cada proyecto tiene necesidades par­ ticulares. He aquí varias clases de clientes: G obierno federal ■ Como el patrón más im­ portante de los ingenieros y como el contratante más grande de sus servicios y productos, el gobier­ ■ 2 .5 no federal es un cliente potencial para la mayoría de las empresas diseñadoras. Para calificar como pro­ veedor de una dependencia gubernamental, una empresa debe llenar un cuestionario periódicamen­ te y entregarlo a la dependencia; el cuestionario detalla la organización de la empresa, el personal clave (su educación y experiencia), las áreas de capacidad especial y experiencia (incluso los pro­ yectos terminados). La preparación de tales datos lleva tiempo. Sin embargo, muchas dependencias gubernamentales han normalizado sus requisitos de tal manera que puede usarse varias veces el mismo cuestionario. En Estados Unidos, dentro del gobierno federal, el cuestionario estándar para arquitectos e ingenie­ ros se utiliza por la mayoría de las dependencias que contratan servicios profesionales. Esta forma (Standar form , SF 254) presenta sumariamente los datos básicos que describen experiencia y compe­ tencia de los profesionales individuales e identifica la competencia de la empresa, la experiencia y áreas de especialización. Además, muchas dependencias han establecido bancos de datos computarizados, que utilizan la información contenida en las formas de calificación estándar, con el fin de simplificar tanto sus registros como la búsqueda de empresas profesionales competentes que sean útiles a las ne­ cesidades de un proyecto específico. Además de la SF 254, estas agencias utilizan la SF 255, que es un complemento de la anterior y se requiere presentar para obtener trabajos. Esta for­ ma requiere de la identificación del personal asig­ nado al proyecto y también probar su experiencia con el proyecto o programa. Cuando en E. U. una dependencia gubernamen­ tal necesita servicios de diseño externos, busca en sus archivos y selecciona a un grupo de compañías con la capacidad particular necesaria para el pro­ yecto. Todos los nuevos proyectos se publican en el Commerce Business Daily (CBD), con el fin de que las partes interesadas puedan someter a revisión su capacidad. Después de revisarla, la dependencia puede pedir, en caso necesario, más detalles de algunas empresas y realiza entrevistas a los aspiran­ tes, antes de elegir un consultor. O b ra s p ú b licas que no son del gobierno fe d e ral ■ Las obras públicas que no son realiza­ das por el gobierno federal están dentro de los dominios de los estados, condados, ciudades y municipios. El grupo contratante varía, según la 2 .6 ■ Sección dos naturaleza y alcance de la obra. En general, los ingenieros trabajan bajo la jurisdicción de un depar­ tamento de ingeniería de la dependencia guberna­ mental. Sin embargo, algunas veces los estados y las ciudades establecen departamentos que adminis­ tran, construyen, operan y conservan los proyectos. Por ejemplo, en E. U. muchos estados tienen depar­ tamentos independientes que se encargan de la construcción y operación de caminos de cuota, de acceso limitado, de puertos, de puentes y túneles, y de los edificios públicos, como los de las escuelas y universidades. Estas autoridades, lo mismo que las dependencias públicas, tienen diferentes méto­ dos de operación. Algunos realizan internamente todo o casi todo el diseño, es decir, rara vez contra­ tan consultores externos. Otros contratan a ingenie­ ros asesores durante la mayor parte del proyecto. Areas considerables de las actividades de la in­ geniería caen dentro de las funciones de las depen­ dencias regionales, como las que se encargan del transporte público, drenaje o suministro de agua potable; estas dependencias están establecidas en ciertas regiones y su misión consiste en llevar a cabo obras públicas específicas. Tales dependencias con­ tratan consultores que realizan los trabajos necesa­ rios de ingeniería para ejecutar las obras públicas, o establecen una oficina interna que desempeñe las mismas funciones. In d u stria, com ercio, resid en cias e institu­ ciones ■ La construcción para estos fines varía con las condiciones económicas y otros factores, y las oportunidades de empleo en estos campos de actividad varían como corresponde. La construc­ ción de residencias ocupa una parte importante del producto interno bruto de los Estados Unidos; pro­ porciona muchas oportunidades de empleo para ingenieros y trabajadores de la construcción. Aun cuando las casas para una familia, que comprenden un segmento importante del mercado residencial, son construidas por particulares y pequeñas empre­ sas, los ingenieros juegan un papel en este campo ya sea como constructores o en trabajos relaciona­ dos, como son levantamientos topográficos, servi­ cios públicos y servicios de apoyo. P ro fesio n ales ■ Muchos ingenieros consul­ tores tienen como clientes sólo a otros profesionales de la industria de la construcción. Con mucha fre­ cuencia, estos ingenieros se especializan en una faceta del proyecto, como la ingeniería mecánica o la estructural. Estas empresas prestan la mayoría de sus servicios bajo contrato a los arquitectos o inge­ nieros que son contratados por otros clientes para realizar el diseño de un proyecto, aunque dentro de sus propias empresas tengan la capacidad de sus propias especialidades. Por otra parte, los profesionales se prestan servi­ cio unos a otros dentro de sus propios campos de competencia. Los ingenieros pueden contratar como asesores a otros ingenieros, con objeto de complementar su propia capacidad, ya sea por los conocimientos o experiencia o para la compro­ bación independiente de los análisis y cálculos de sus propias empresas. O tro s clientes ■ Algunas veces, un propieta­ rio puede contratar a un ingeniero para proyectos que pueden requerir desde sólo unas pocas horas de atención hasta el diseño de toda una construc­ ción. Los abogados, por ejemplo, consultan a los ingenieros tanto como los ingenieros buscan el con­ sejo profesional de los abogados. Asimismo, con frecuencia los ingenieros atestiguan como peritos sobre asuntos técnicos. 2 .4 A lcance de los servicio s de in g en iería La actividad de los ingenieros de diseño es muy amplia, va desde un simple consejo hasta la inspec­ ción de una obra, o la preparación de los planos y especificaciones. Aunque estén calificadas para prestar una diversidad de servicios, muchas empre­ sas limitan el alcance de los mismos y se espe­ cializan en un campo en particular. Por ejemplo, algunos ingenieros sólo ofrecen servicios de diseño estructural o asesoría en cimentaciones. A continuación se proporciona un sumario de los servicios prestados por las empresas de ingeniería: Consejo y co nsulta ■ Esta fase comprende sólo la opinión del consultor basada en la experien­ cia y en el conocimiento técnico. Normalmente, el diseño detallado no es un elemento que se incluya en esa fase, sino que el ingeniero sólo aconseja a su cliente acerca de las ventajas de llevar a cabo un nuevo proyecto y acerca de las consideraciones téc­ nicas al respecto; u opina acerca de lo aconsejable de llevar a cabo más estudios, con el fin de determi­ nar las reparaciones necesarias o rehabilitar una estructura existente. Administración del trabajo de diseño In v e s t ig a c io n e s y a n á lis is té c n ic o s ■ Después de la consulta inicial, el ingeniero es contratado para hacer estudios detallados, como exploraciones físicas del terreno, sondeos, medi­ ciones topográficas y estudios hidrográficos. Se consideran los métodos posibles de construcción; también, la preparación de un estudio de factibili­ dad. En este informe normalmente se toman en cuenta los aspectos tanto económicos como de ingeniería. Ambos aspectos han de examinarse para facilitar al propietario el decidir si lleva a cabo el proyecto o no. A n á lis is a m b ie n ta l ■ La National Environmental Protection Act (ley nacional para protección del ambiente) de 1969 produjo un cambio conside­ rable en la práctica de la ingeniería en los E. U. Como resultado de esta legislación, debe protocoli­ zarse una Environmental Impact Statement, EIS (de­ claración sobre impacto ambiental) antes de poner en práctica el diseño. La preparación de la EIS nece­ sita estudio y análisis detallados para evaluar y determinar el impacto ambiental del proyecto que se planea. Los efectos ambientales tanto a corto como a largo plazos deben considerarse, así como la alter­ nativa de no construir. La preparación y desarrollo de una EIS requiere el esfuerzo de especialistas tales como arqueólogos, biólogos y economistas, que in­ tegren los estudios y planes necesarios. Por el con­ trario, algunos proyectos proceden de inmediato a la fase de diseño al demostrar que no producen efectos ambientales adversos. La necesidad de cum­ plir con la National Environmental Act, cambió la planificación, desarrollo y análisis de obras públicas en E. U., y agregó una nueva dimensión al plantea­ miento y a los estudios requeridos en proyectos de ingeniería. La legislación y reglamentos federales y estatales estadounidenses, así como las resoluciones de juz­ gados, tienen impacto sobre la urbanización de la mayor parte de terrenos y de diseños nuevos. La le­ gislación federal comprende la Environmental Response, Compensation, and Liability Act, CERCLA (ley de responsabilidades de compensación y respuesta ambiental) conocida como Superfund, la Water Pollution Control Act (ley para control de la contamina­ ción del agua), conocida como la Clean Water Act, la Clean Air Act (ley contra la contaminación del aire) y la Resource Conseroation and Recoven/ Act (ley para recuperación y conservación de recursos). Estas le­ yes y reglamentos subsecuentes afectan no sólo el ■ 2.7 desarrollo del diseño para nuevos proyectos, sino que también puede requerir de modificaciones y alteraciones de instalaciones ya existentes, como fue el caso con la remoción de partes de asbesto que se había instalado en edificios. Planificación ■ Si, sobre la base del informe de factibilidad u otra información, el propietario decide proseguir con el proyecto de construcción, se inicia la fase de planificación. Esta fase debe considerarse independientemente del diseño. Si, por ejemplo, se va a desarrollar una planta indus­ trial o un complejo de estructuras, la planificación incluye los bocetos preliminares y un plan maestro del proyecto propuesto. Con un plan maestro, el propietario puede dividir el proyecto en etapas y programar la construcción de acuerdo con el ca­ pital disponible. Diseño ■ Esta fase se subdivide en la elabora­ ción dé los diseños esquemáticos, preliminares y fi­ nales. Al final de cada etapa se revisa, junto con el propietario, el trabajo realizado; también puede efec­ tuarse una revisión continua, con el fin de que el propietario pueda visualizar el avance de los reque­ rimientos y permitir que haga cambios y adiciones necesarios. Los documentos completos del proyecto consisten en los planos detallados, en las especifica­ ciones y en los contratos de construcción (Secs. 3.2 y 3.4). El papel del diseñador no termina al completarse el diseño final. En general, el diseñador actúa como el representante del propietario al aceptar las propues­ tas de construcción de los contratistas, al otorgar los contratos y al administrar dichos contratos de cons­ trucción. A dm in istració n e inspección d e construc­ ciones ■ Después de la etapa de asignación de contrato y licitación, el papel del ingeniero com­ prende la administración general del contrato de construcción y actuar como representante del pro­ pietario. El alcance de servicios se define en las condiciones generales del contrato de diseño. Gene­ ralmente esta fase del trabajo comprende repre­ sentación limitada o cláusulas en el lugar de la construcción para un ingeniero, inspector o repre­ sentantes residentes, a tiempo completo, para el proyecto. La inspección y consulta periódica duran­ te la construcción son normalmente parte de las obligaciones del diseñador bajo el contrato de dise­ ño. Estas labores comprenden visitas periódicas al 2.8 ■ Sección dos lugar de la construcción; la distribución de dibujos para aclarar dudas, si se hacen necesarios; compro­ baciones de catálogos de equipos y de dibujos del taller del contratista, en apego a los documentos del contrato. La representación a tiempo comple­ to en el lugar de la construcción, contratada por separado como adición a los servicios del diseño, consta de un ingeniero y de personal cuyo número depende de la naturaleza, magnitud y complejidad del proyecto. La función principal del ingeniero del lugar de construcción, y del personal, es inspeccio­ nar que el trabajo se apegue a los requisitos del contrato, a los documentos y al concepto del diseño. A d m in is t r a c ió n d e la c o n s tru c c ió n ■ Debido al crecimiento, complejidad y espiral infla­ cionaria de los costos de construcción, los servicios para administrar la construcción han evolucionado tanto en el campo tradicional de la asesoría como en la contratación de servicios y en la administración de los proyectos de construcción. Un administra­ dor de la construcción, que con frecuencia es con­ tratado casi al mismo tiempo que el diseñador del proyecto, puede iniciar su trabajo al princi­ pio del diseño. Los servicios de un administrador de la construcción incluyen la revisión y análisis del programa básico, la revisión y evaluación del dise­ ño, la programación (CPM y PERT), la estimación de los costos, la evaluación de la ingeniería, el aná­ lisis de las ofertas de los contratistas, la selección del contratista, la inspección detallada de la construc­ ción, la coordinación de tareas y de los contratistas, el control de costos y la administración del progra­ ma. Al actuar como un agente del propietario, el administración de la construcción puede desempe­ ñar todas o algunas de estas tareas, con objeto de asegurar al propietario el control global y presupuestal del proyecto. O tro s se rv icio s ■ Entre los otros servicios prestados por las empresas de ingeniería se en­ cuentran la preparación de informes técnicos; los estudios de investigación, como levantamientos to­ pográficos de propiedades con objeto de establecer títulos de propiedad; estudios de evaluación y cla­ sificación; avalúos de propiedades y de edificacio­ nes; testificar como expertos en los juzgados; y prestar servicios en el campo económico a la indus­ tria, las instituciones financieras y las dependencias públicas. 2 .5 Selección de a se so re s Un asesor o consultor prefiere no concursar sus servicios. La lógica de esto es evidente. Puesto que los asesores prestan servicios profesionales, es im­ posible fijar una base comparativa para evaluar las propuestas competitivas. Más aún, si los ase­ sores fueran seleccionados sobre la base de lo que cobran, el propietario, al contratar a la propues­ ta más baja independientemente de la capacidad profesional, se arriesga a comprar un servicio in­ competente. Ya que los honorarios pagados a un asesor son un pequeño porcentaje del costo total del proyecto, es conveniente aconsejar al propietario que pague adecuadamente por tales servicios y obtenga así los mejores servicios profe­ sionales. Durante muchos años, en E. U. organiza­ ciones profesionales publicaron normas y criterios para catálogos de honorarios. También ciertas mu­ nicipalidades, como la de la ciudad de Nueva York, siguen conservando curvas y catálogos de honorarios que se utilizan para establecer honora­ rios máximos pagados a diseñadores y consulto­ res por diversos tipos de trabajo. Las negociaciones de los honorarios y su costo competitivo han sido estudiados por diversas de­ pendencias gubernamentales estadounidenses y han cambiado en la Corte de Justicia como resultado de los decretos administrativos antimonopólicos. Una consecuencia de esto ha sido que la American Society of Civil Engineers eliminó de su código de ética una cláusula que calificaba de falta de ética licitar los servicios profesionales. Otra consecuencia es que sea una práctica común seguir los siguientes pasos al seleccionar a un asesor profesional: 1. Revisión de la competencia de varias empresas y evaluación de las mismas respecto de los re­ quisitos del proyecto. Como resultado de sus experiencias pasadas, un propietario debe saber cuáles son las empresas que le convienen; pero si no es así, hará bien en solicitar información a las organizaciones profesionales, como el Ame­ rican Consulting Engineers Council o la Ameri­ can Society of Civil Engineers en E. U., quienes le proporcionarán una lista de empresas reco­ mendadas. Los propietarios que no tienen expe­ riencia en la selección de asesores harían bien en solicitar consejo a asociados de sus propias in­ dustrias, y solicitarles una lista de empresas re­ comendadas. Administración del trabajo de diseño 2. Selección de no más de seis (normalmente tres) empresas con la experiencia y conocimiento ne­ cesarios para llevar a cabo el trabajo. 3. Solicitar a las empresas seleccionadas datos de­ tallados concernientes a sus capacidades y habi­ lidades para llevar a cabo el proyecto. Dentro de este punto, también se pide a las empresas infor­ mación relativa al tamaño del cuerpo de aseso­ res, la disponibilidad que tiene su personal para ser asignado al proyecto y su experiencia en áreas similares de trabajo. También se entrevista a las empresas. 4. Selección de la compañía más calificada para llevar a cabo el proyecto. También el propietario debe considerar una o dos empresas adicionales, en orden de conveniencia, en caso de que no pueda negociarse el contrato con la primera elec­ ción. 5. Notificación de su elección a la compañía esco­ gida, negociación de los honorarios y firma de un contrato de servicios profesionales a realizar; si no puede llegarse a unos honorarios mutua­ mente convenientes, terminan las negociaciones con esta empresa y se inician con la selección núm. 2. (Por razones éticas, para evitar el conflic­ to de intereses, un asesor no negociará con un propietario si aún están pendientes las negocia­ ciones con otra compañía. Como consecuencia, primero se deben terminar las negociaciones con la primera empresa.) En muchos casos, especialmente en el sector pú­ blico, el propietario puede requerir que se establezca el costo de los servicios antes de seleccionar un con­ sultor. En tales casos, hay muchas formas en las que se puede incluir el costo como parte del proceso de evaluación. Una de ellas consiste en incluir el costo estimado como uno de varios factores ponderados de evaluación con otras calificaciones técnicas y profe­ sionales. Otra consiste en utilizar un sistema de dos sobres. Esto requiere que se remita al propietario el costo de servicios en un sobre y la información de conocimientos técnicos en otro sobre. El propietario abre primero el sobre con la información sobre cono­ cimientos técnicos y evalúa estos datos, luego abre el sobre con la información sobre costos y toma éstos en cuenta en el proceso de selección total. Para determinar cuál es la compañía más conve­ niente para hacerse cargo del proyecto, un propie­ tario debe considerar las calificaciones técnicas, la aptitud para absorber una carga de trabajo adicio­ ■ 2.9 nal en relación con la capacidad de la empresa y con el volumen de trabajo existente, la experiencia, la reputación, el estado financiero y los logros alcan­ zados en cambios afines. Puesto que el costo de cualquier servicio es im­ portante para un propietario, se han de establecer honorarios equitativos por los servicios que se pres­ tarán. Un dicho entre los propietarios es: "Se reciben los servicios profesionales por los cuales se paga". Si los honorarios son pequeños, los servicios pres­ tados serán reducidos. Durante el desarrollo de un proyecto, es importante para el propietario recibir un consejo profesional completo y competente. Si se hace esto, los propietarios pueden estar seguros de que sus proyectos serán diseñados económica y eficientemente y de que los honorarios pagados por los servicios profesionales apropiados son una bue­ na inversión. 2 .6 Contratos y h o n o rario s por servicios de d iseño Los intereses del propietario o cliente y del profe­ sional de diseños se reflejan en el contrato del dise­ ño, o convenio, que debe ser por escrito. Este debe definir las obligaciones y responsabilidades de cada una de las partes del convenio, y debe también describir los requisitos de todo el proyecto. En E. U. hay varios convenios estándar para con­ tratar servicios de diseños, por ejemplo los elabora­ dos por el American Institute o f Architects y los que han sido formulados bajo los auspicios de varias or­ ganizaciones de ingeniería. Los convenios estándar citados en último término incluyen documentos ex­ pedidos por el Engineers joint Contract Document Committee (EJCDC, Comisión Conjunta de Documentos de Contratos de Ingeniería), formada por la National Society o f Professional Engineers (NSPE), la American Consulting Engineer's Council (ACEC) y la Ameri­ can Society o f Civil Engineers. En la elaboración de estos documentos también participan los representantes del Conslruction Specifications Institute (CSI, Instituto para Especificaciones de Construcciones), quien tam­ bién los aprueba. Los métodos básicos para determinar honora­ rios por servicios de diseños son el de precio alzado, el de costos más honorarios fijos (también conocido como de administración) y el de porcentaje de cons­ trucción; este último es el que se usa con menos frecuencia. 2 .1 0 ■ Sección dos De p recio a lz a d o o po r su m a g lo b a l ■ Se determinan honorarios fijos al estimar las horashombre y los gastos esperados requeridos por la prestación del servicio. Cuando se conoce de una manera específica el alcance de un proyecto, el ase­ sor puede evaluar por anticipado los costos de sus servicios analizando las exigencias del proyecto, y basándose en la experiencia y conocimiento de las capacidades de la empresa. El asesor puede estable­ cer las horas-hombre que el proyecto requerirá y calcular, así, el costo. Al costo de la mano de obra se le deben añadir los indirectos, así como cualquier gasto en que se incurra y que no esté incluido normal­ mente en el factor de indirectos, también cualquier elemento extraordinario que pueda añadirse a los costos, y la ganancia o utilidad. Aunque pueden establecerse los honorarios fijos, si se usan los porcen­ tajes y aranceles aceptados en la industria, el contrato se negocia sobre una base de suma global (o precio alzado) independientemente de los costos finales de la construcción del proyecto. Sólo si hay un cambio en el alcance de los servicios acordados inicialmente existirá la posibilidad de que haya un cambio en los honorarios. Una variación de esta forma de pago son los honorarios sobre la suma global más los gastos. Se usa tal forma de pago si hay gastos extraordinarios, por ejemplo, una cantidad mayor que la normal de viajes a un lugar distante, o si se incluyen dentro del trabajo del consultor las investigaciones o estudios especiales. De ad m in istració n ■ Es el tipo de contrato que se emplea normalmente cuando el alcance del trabajo no puede establecerse con exactitud. Aquí, el propietario conviene en reembolsar al consultor los costos en que incurran más unos honorarios. Los costos que son reembolsados están formados por la nómina del personal técnico y los gastos reales, como viajes, viáticos para dichos viajes, llamadas telefónicas a larga distancia y otros costos en que se incurre directamente durante la realización del pro­ yecto. En general, se determinan los honorarios por un factor que se aplica al costo de la nómina. El factor compensa al asesor por la administración, gastos generales, gastos indirectos y honorarios. Los directores, los asociados o los funcionarios, si intervienen en el trabajo real de producción (técni­ co, para diferenciarlo del administrativo), son re­ munerados por sus servicios de la misma manera que los empleados que están en la nómina. En una variante de este método de pago, se emplea un factor de tiempo (por hora o por día), que se aplica a las tasas de salario para reembolsar los costos al asesor, los gastos generales y los honora­ rios. Por ejemplo, un propietario y un consultor pueden convenir en una tasa de pago para determi­ nada categoría de empleado y multiplicarla por un factor de indirectos más un factor de honorarios. Si la tasa de pago promedio de un diseñador se fija en 15 dólares por hora y el factor de indirectos y utili­ dad es de un 150%, la cláusula de pago en el contrato establecerá que el reembolso que se le hará al con­ sultor por el tiempo del diseñador será de $37.50 por hora [$15 + (1.5 x $15)]. También se fijarán tasas de pago para las otras categorías del personal que se empleará en el proyecto. Otros convenios que de ordinario se acostumbran en las dependencias públicas federales y estatales estadounidenses establecen, en la fecha del contrato, tanto una base que sirve para identificar todos los costos permisibles como los honorarios fijos. Aunque dichos honorarios se calculan como un porcentaje (con frecuencia del 10%) de los costos estimados, estos honorarios permanecen fijos (una suma global) por lo que respecta al contrato, a menos que haya un cambio en el alcance del trabajo. Los honorarios fijos cubren las utilidades y los costos no permisibles. Los costos permisibles se reembolsan conforme se pre­ sentan durante el desarrollo normal de la obra. Tales costos incluyen el costo de nóminas, los costos direc­ tos del proyecto, y los gastos generales y costos indi­ rectos atribuibles al personal de base. Las normas federales de contratación establecen con gran detalle las categorías de los costos, tanto permisibles como no permisibles. Todos estos costos están sujetos a una auditoría y verificación por parte de los departamen­ tos de auditoría gubernamentales. Los contratistas o los asesores, que contratan con el gobierno federal, hacen auditorías anuales en las cuales verifican y concilian las bases de los costos que van a utilizarse. Estas bases de costos son tradicionalmente los costos del personal (costo actual de la nómina), más los costos indirectos (gastos generales), y se tradu­ cen en un porcentaje del costo base del personal técnico. Este porcentaje se revalúa y recalcula perió­ dicamente; por lo regular, de acuerdo con el periodo de auditoría o el año fiscal. De p o rce n ta je d e v a lo r d e co n stru cció n ■ Este porcentaje puede ser utilizado por las partes contratantes para determinar honorarios. Si entre Administración del trabajo de diseño aquéllas se negocian honorarios por porcentaje, es de gran importancia definir qué cantidad se em­ pleará para el valor de la construcción. ¿El valor estimado o el valor real de construcción se basarán en la baja cotización del contratista? Si los honora­ rios han de basarse en el valor estimado, ¿regirá el cálculo detallado o el preliminar? Si los honorarios han de basarse en la baja cotización, el contrato de diseño debe indicar que la cotización del contratista es de buena fe puesto que los contratistas a veces cometen errores y envían cotizaciones incorrectas. Además, el contrato de diseño debe ser el sostén de un método de pago si, por alguna razón, la cons­ trucción no avanza y no se dispone de otras cotiza­ ciones para establecer un valor de construcción para pago de honorarios. Aun cuando en otros tiempos se utilizaron con frecuencia, los honorarios por porcentaje se utilizan raras veces en la actualidad para establecer la base para compensar a un diseñador. Los valores de porcentaje siguen siendo una medida viable para establecer o evaluar costos de diseño, pero es más ventajoso para el diseñador y propietario convertir el valor por porcentaje a una suma de precio alzado para los fines del contrato. Otro tipo d e h o n o ra rio s ■ Algunos pro­ pietarios contratan con los consultores con base en una iguala. Sin embargo, este método de reembolso no es un sustituto del pago de honorarios, tal como se describió previamente. Un cliente que continua­ mente tiene la necesidad de consultar y ser aconse­ jado por un ingeniero puede contratar los servicios profesionales por un periodo determinado, de ordi­ nario sobre una iguala anual. En esta clase de con­ venios, el propietario puede llamar al consultor en busca de asistencia profesional cuando lo necesite, y puede pedir al ingeniero que lo auxilie en asuntos como las planeaciones periódicas y reuniones para el desarrollo de proyectos. No obstante, si el servicio solicitado va más allá de la consulta y se solicita el diseño de un proyecto, no será suficiente la compen­ sación dada al ingeniero contratado; en estos casos se negocian honorarios independientes. 2 .7 A dm inistración del diseño de un proyecto Para la eficiente planificación de los servicios de diseño debe definirse el alcance general del trabajo ■ 2.11 que defina las necesidades del proyecto. Además de establecer los límites de tiempo, también es necesa­ rio identificar debidamente las relaciones dentro de la organización y definir responsabilidades. La correcta elaboración del diseño requiere de una estructura gerencial adecuada con papeles definidos para los participantes. Un gerente de proyecto debe controlar presupuestos, asignacio­ nes de trabajo, programa de actividades y la es­ tructura dq revisión. El gerente debe instituir procedimientos para control de calidad y estable­ cer lincamientos para costos del ciclo de vida útil, revisiones de factibilidad de construcción y revi­ siones finales antes de autorizar el proyecto, Al igual que en cualquier empresa nueva, el gerente de proyecto debe elaborar un plan de ac­ ción que ha de identificar las relaciones entre las actividades a desarrollar, como las que hay entre las diversas disciplinas de ingeniería. Del mis­ mo modo, el gerente de proyecto debe formar una organización con responsabilidades delega­ das para satisfacer los requisitos del proyecto, los presupuestos y programas de trabajo. La organización para un nuevo proyecto de diseño se hace generalmente con base en el perso­ nal existente. Los procedimientos de operación dependen de la magnitud del proyecto y de la filosofía de la dirección. Un equipo profesional, para que trabaje en for­ ma eficiente, debe tener capacidad para dibujar siguiendo procedimientos estandarizados y con materiales de referencia recientes. Esto último in­ cluye códigos de diseño, estándares y manuales de diseño. Un elemento de importancia crítica para con­ servar estándares y calidad de diseño es el uso de computadoras. Éstas pueden hacer que los inge­ nieros tengan acceso a información actualizada para aplicaciones de ingeniería. Además las com­ putadoras permiten compartir información, y con ello ahorrar considerable tiempo y recursos, y ob­ tener acceso preciso y oportuno a la información necesaria para tomar decisiones. Adicionalmente, las computadoras se pueden utilizar para proce­ sos de administración de proyectos, de control de costos y administración. La ingeniería económica (en inglés valué engineeritig, VE) o análisis del valor, se puede incorporar como parte del proceso de diseño. La ingeniería eco­ nómica es un procedimiento formalizado y organiza­ do en el que un grupo de trabajo por separado revisa 2 .1 2 ■ Sección dos el diseño en diferentes etapas para evaluar los diseños propuestos. El grupo de trabajo hace recomendacio­ nes, según convenga, para hacer cambios que mejo­ rarán el diseño. La ingeniería económica es utilizada con frecuencia por algunos propietarios antes de co­ menzar la construcción, con objeto de identificar po­ sibilidades para reducir costos. SELECCIÓN DE LA SOLUCIÓN DE DISEÑO ir A PROGRAMA CALCULO DE DISEÑO 2 .8 M étodos y norm as de proyecto Para su operación eficiente, una compañía debe normalizar los sistemas y los métodos. Esto no sig­ nifica que una vez que se ha establecido un pro­ cedimiento sea inviolable; el procedimiento está sujeto a mejoras y refinamientos. Pero, dentro de lo razonable, es necesario seguir los procedimientos normalizados en todos los proyectos. Sin la norma­ lización, el resultado será la pérdida de tiempo; la compañía será incapaz de operar de manera eficien­ te dentro de los presupuestos disponibles. Se debe asignar un número o código que identi­ fique a cada proyecto. Un sistema empleado de ordinario identifica el proyecto por medio de una serie de números, que incluyen el año (año calenda­ rio o año fiscal) durante el cual se inició el proyec­ to. Este número se deberá utilizar durante todo el trabajo, desde la correspondencia y los primeros cálculos, hasta los planos finales. También se iden­ tifican con este número todos los costos y los cargos que pertenezcan al proyecto. Se debe establecer un procedimiento típico para indicar cómo se debe desarrollar el trabajo. Esto incluye establecer un procedimiento para la com­ probación de los cálculos y un sistema que indique la forma de preparar y aprobar los planos, desde el trabajo del dibujante hasta la firma final de autori­ zación. Independientemente de cuál sea el procedi­ miento interno que se establezca, el objetivo último es el mismo: operar de manera eficiente y económi­ ca. Después que se ha analizado y evaluado el problema del diseño, se establece un método de solución; un procedimiento típico de diseño debe ser semejante al mostrado en la figura 2.1. Puesto que muchas especificaciones son parecidas entre sí tanto en lo general como en lo técnico, la normalización de las mismas será muy útil. Esto no significa necesariamente que la empresa deba prepa­ rar especificaciones “etiquetadas" que sean intercam­ biables en todos los proyectos. Cada proyecto tiene COMPUTADORA COMPROBACIÓN CÁLCULO DE LOS CÁLCULOS Y LA SOLUCIÓN COMPROBACIÓN < DE DISEÑO ^ > 1 4 DIBUJO PLANOS DEL DISEÑO Figura 2.1 Procedimiento típico de diseño. diferentes requerimientos; pero las diversas secciones de las especificaciones se preparan de mía manera congruente en todos los proyectos. Por ejemplo, en una especificación de concreto, mía sección típica puede contener los siguientes párrafos: objeto del trabajo, trabajos afines (se citan referencias con res­ pecto a otras secciones de especificaciones), datos generales, materiales (cemento, arena, grava, etc.), acero de refuerzo, cimbra, resistencia del concreto y de la mezcla, y colocación del concreto. Cada especi­ ficación debe satisfacer los requisitos particulares del proyecto, sea éste un muelle, un puente o mi edificio. No obstante, muchas especificaciones son, en esencia, las mismas en muchos casos, por ejemplo aquéllas que se refieren a la calidad del material dentro de mi área geográfica. Para propósitos de simplificación, la empresa debe adoptar las especificaciones generales prepa­ radas por las asociaciones técnicas parbculares como por ejemplo el concreto estructural. Según estas especificaciones, el diseñador debe incluir los requisitos para un proyecto específico, pero de tal manera que elimine la necesidad de escribir de nuevo las secciones de especificación que son, sus­ tancialmente, las mismas en todos los proyectos. Administración del trabajo de diseño 2.9 Control de calid ad del proyecto La calidad del producto de una empresa debe ser preocupación continua de todo el personal. El logro de la calidad requiere de prácticas correctas, en especial el cumplimiento de códigos, normas y re­ glamentos legales. El control de calidad (en inglés, quality control, QC) es un proceso continuo que puede ser parte de un programa de garantía de calidad (en inglés, quality-assurance, QA). Ya sea que se hayan o no se hayan instituido programas de control de calidad, la buena práctica de la ingeniería necesita establecer procedimientos para comprobar la calidad del pro­ ducto. Tales procedimientos deben comprender re­ visiones en las diversas etapas del desarrollo de un diseño, para evaluar la calidad del trabajo. Muchas veces se necesitan revisiones provisiona­ les, como parte de la extensión de servicios de un diseñador. Los diseñadores suelen remitir formal­ mente el trabajo a los propietarios en diversas etapas de avance, como por ejemplo al terminar los planos preliminares (30%), planos de diseño y detalles (75%), y planos finales de cotización (100%). Una empresa puede utilizar equipos de personal separados para revisiones, para comprobar el trabajo realizado por otros, antes de distribuir y utilizar los dibujos y espe­ cificaciones de diseño para la construcción. Los diseñadores deben garantizar que los pro­ ductos satisfacen los requisitos y normas aplicables, lo cual exigen amplio conocimiento de los más re­ cientes requisitos establecidos por la ley y de los últimos reglamentos expedidos por las diversas de­ pendencias que tengan jurisdicción. Esto es espe­ cialmente importante para cualquier trabajo que tenga un potencial impacto ambiental, aun cuando se hayan terminado declaraciones sobre impacto ambiental según se estipule en contratos previos. Para ayudar en la conservación de calidad la cons­ trucción, las sociedades de ingeniería han promul­ gado programas tales como la administración de calidad total (total-quality management, TQM), que di­ rige y modifica las prácticas de una empresa. El obje­ tivo del TQM es promover la calidad dentro de una organización de diseño y de sus productos. La TQM se pone en práctica internamente mediante capacita­ ción de todo el personal de la organización, para buscar en forma continua la calidad en las prácticas de trabajo de la empresa y en su trabajo, y de este modo alcanzar la calidad de resultados que se busca. ■ 2 .1 3 Revisión por parte de consultores ■ Éste es un procedimiento empleado por una empresa para un proyecto específico donde la empresa con­ trata con un grupo independiente, el "consultor", para revisar políticas y prácticas con el fin de alcan­ zar el más alto nivel de calidad en el diseño del proyecto. La revisión por parte de asesores es dirigida por diseñadores que tienen la misma experiencia que quienes hicieron el diseño, y que no tienen relación con éstos y son totalmente independientes. Los con­ sultores pueden ser personal de otros departamen­ tos de la empresa o de otras organizaciones, pero el diseñador del registro no es sustituido por los con­ sultores. La revisión debe dar como resultado un informe de lo encontrado por los consultores y no debe considerarse como crítica para los diseñadores o para su trabajo. La revisión de consultores, a diferencia de otras revisiones de diseño, no tiene un objetivo específico que no sea la calidad, como es el caso de reducir costos de construcción o de la vida útil del proyecto, análisis del valor, o una revisión de factibilidad de construcción efectuada como par­ te de la administración de construcción. 2 .1 0 P ro g ram ació n del d iseño Sin una programación adecuada, una empresa en­ contrará que su operación es tan ineficiente como si no hubiere establecido procedimientos estándar. Para realizar el diseño, es esencial que la compañía progra­ me las necesidades de mano de obra. Esta tarea au­ menta en importancia conforme crece la cantidad de proyectos que van a ser realizados al mismo tiempo. Una administración adecuada de la empresa será capaz de programar su trabajo de manera que no acepte más del que pueda realizar adecuadamente con una cantidad establecida de personal. Para la planificación de la carga de trabajo total, es esencial la programación del proyecto indivi­ dual. El método más simple y común utilizado para este propósito es el diagrama de barras, el cual es una representación gráfica de las capacidades de mano de obra (representada por barras) con respec­ to al tiempo. Al estudiar este diagrama, se determi­ nan rápidamente las fechas de inicio y terminación del trabajo y cuándo y en qué cantidad serán mayo­ res las necesidades de mano de obra. Los procedimientos de programación, como el método de la ruta crítica (critical-path method, CPM) 2 .1 4 ■ Sección dos y la técruca de evaluación y revisión del programa (en inglés program evaluation and review teclmique, PERT), tienen un lugar definido en la planeación de los recursos de mano de obra para elaborar un diseño. Aunque no es usual el diseño de proyectos en los cuales se emplean totalmente las técnicas CPM o PERT, en muchos casos está justificada la modificación o el uso limitado de estas técnicas de programación. Un programa de computadora com­ pleto del CPM, que incluya los costos en la progra­ mación, así como el tiempo y la evaluación de los programas económicos "críticos”, sólo sería usado en los proyectos más complejos. Debido a que re­ quieren una planeación más a fondo, el empleo de los diagramas CPM y PERT en las actividades bási­ cas con frecuencia da mejores resultados en la pro­ gramación del proyecto que si sólo se utilizara el diagrama de barras. Con el uso de un diagrama de barras, el inicio o la terminación de las actividades representadas por una barra puede extenderse una semana o más sin que se afecte la planeación básica. Los diagramas CPM o PERT no permiten esto, ya que la diagramación de las actividades las interrelaciona a todas y, por tanto, los cambios en el tiempo de una actividad las afectan a todas. 2.11 Control de producción Una vez aceptado un proyecto se ha de llevar a cabo el trabajo, independientemente de cuáles sean el costo y el tiempo. Aun así, la empresa debe operar dentro de un presupuesto, para que el diseño pueda realizarse de manera eficaz. Un diseñador no trata con un producto tan verdaderamente tangible que la compañía pueda establecer un costo por unidad y operarlo sobre una base de línea de producción. Ni tampoco la empresa debe ir hasta el extremo de establecer un control tal que el costo llegue a ser más importante que el producto. En su forma más sencilla, el control del costo es un trabajo de contabilidad. La empresa debe llevar registros de todos los costos que se relacionan con cada proyecto. De esta manera, al final de un pro­ yecto la compañía debe conocer el importe de los costos realizados y de los ingresos recibidos, y si se ha logrado una utilidad o una pérdida en la obra. Cuando una compañía acepta un nuevo proyec­ to de naturaleza y tamaño similares a uno ya hecho, se dispone de un registro que guíe las nuevas acti­ vidades. Tal contabilidad de costos puede mejorarse de varios modos. Asimismo, es conveniente saber la posición fi­ nanciera y la cantidad de trabajo que se tiene antes de terminar la obra, puesto que pueden pasar años antes de terminar los proyectos. Durante el curso de un proyecto, la empresa debe proyectar sus costos y sus ingresos basándose en un porcentaje del avan­ ce logrado en una fecha particular, con el fin de determinar si se mantiene dentro de su presupues­ to. Tales proyecciones se harán periódicamente para tener una idea de la condición financiera de las operaciones de la compañía en un momento dado. La contabilidad de costos sirve para un propósito adicional: mediante ella se establecen controles du­ rante el trabajo de planificación. Estos controles per­ miten a la empresa determinar cuándo son necesarias mejoras a la productividad y a la eficiencia antes del final del proyecto cuando ya es demasiado tarde. A una empresa de profesionales, como a cual­ quier otro negocio, le interesa obtener una utilidad. El mantener un margen de utilidades adecuado es esencial para la supervivencia y el crecimiento de la compañía. El margen de utilidad varía con el tama­ ño de la empresa y con la cantidad de directores; ya sea que los directores perciban o no un salario, como es el caso de una sociedad anónima, o por el contra­ rio como en el caso de una asociación. El control de costos es un medio importante de ayuda a los ad­ ministradores para asegurar el margen de utilidad requerido, para conservar a la empresa operando eficientemente. (T. G. Hicks, Standard Handbook o f Consulting En­ gineering Praclice, McGraw-Hill Book Company, New York.) 2 .1 2 O rg a n iza ció n interna de una e m p re sa de diseño Básicamente, una empresa de ingeniería está forma­ da por los departamentos técnicos, los administra­ tivos y el personal de apoyo. En las figuras 2.2 a 2.4 se ilustran organizaciones típicas de firmas de con­ sultores. D e p a rta m e n to s técnicos ■ Según el tama­ ño de la empresa, los departamentos técnicos pueden dividirse en departamentos como el estructural, el civil, el mecánico, el de ingeniería eléctrica y los departamentos de arquitectura. A su vez, éstos pue­ den subdividirse y depender de la dirección de un administrador o director del proyecto o de un sodo Administración del trabajo de diseño ■ 2 .1 5 F IR M A PEQUEÑA 0 DE UN SOLO PROPIETARIO Figura 2 .2 Organización típica de una empresa de un solo propietario. del proyecto en el caso de particulares. (En las firmas muy pequeñas, muchas funciones las desempeña una sola persona, incluso el propietario.) Hay muchas maneras de organizar un departa­ mento técnico (véase, por ejemplo, las figuras 2.2 a 2.4). La consideración más importante que se debe tener en cualquier organización es la comunicación. En dondequiera que se forme o se amplíe una empre­ sa o se establezcan nuevos departamentos, la comu­ nicación debe considerarse de primera importancia. La corriente e información entre los niveles debe quedar bien definido. Más aún, siempre debe haber una persona que actúe como gerente o director del proyecto y que esté en la posición de coordinar todas las actividades, ya sea de los departamentos dentro de la empresa o de los que pertenezcan a los contra­ tistas o a los consultores que participen en el proyecto. Muchas empresas tienen también departamentos independientes de construcción o de administración de la construcción. Estos departamentos están forma­ dos por gerentes de proyecto y de construcción, inge­ nieros residentes, inspectores requeridos en el lugar del proyecto e ingenieros proyectistas que prestan servicios de asesoría de campo y coordinan los traba­ jos del personal de campo. En lugar de establecer un departamento independiente que realice esta fun­ ción, algunas empresas tienen ingenieros proyectis­ tas que pueden diseñar y participar en las diversas ramas de diseño en tal forma, que toda la fase de construcción pueda continuarse con el mismo perso­ nal; estos ingenieros actúan como un grupo de perso­ nal de campo con propósitos de respaldo cuando sea necesario, y para la inspección in situ. El diseño y proyecto asistidos por computadora (CADD por sus siglas en inglés) ofrece opciones múltiples y flexibilidad a los diseñadores para orga­ nizar el proyecto. Los diseñadores pueden hacer sus diseños en sus escritores, empleando para ello pro­ gramas de computadora adecuados para proyectos, y no necesitan depender de dibujantes. Las funciones básicas consisten en el desarrollo de nuevos negocios, recursos humanos, contabili­ dad y servicios administrativos de apoyo. D esarrollo de nuevos negocios ■ Los pro­ fesionales no venden sus servicios directamente, sino 2 .1 6 ■ Sección dos EM PRESA DE C O NSULTO RIA (ASOCIACIÓ N O SOCIEDAD A N Ó N IM A ) Figura 2 .3 Organización típica de una compañía de consultoría. que informan al mercado de su disponibilidad. La compañía tiene que preparar datos acerca de su ca­ pacidad (Secs. 2.3 y 2.5), datos que van desde el llenado de las formas requisitorias de precalificación hasta la preparación de folletos promocionales, com­ pletados con extensas descripciones y fotografías de los proyectos. Aunque es posible que un nuevo clien­ te haga el contacto inicial y contraten a la empresa sin una comunicación anterior, una organización de di­ seño no puede confiar en esta manera de hacer nue­ vos negocios. Como consecuencia, el contacto con el cliente es una parte esencial de las operaciones de la organización. La relación con el cliente puede limitarse a un contacto impersonal por correo o abarca una serie de esfuerzos de venta, en donde un empleado o un director (o un grupo de personas, si así lo demanda la magnitud de la empresa) haga las llamadas per­ sonales a los clientes potenciales. El nombre de la firma debe promoverse continuamente, y ello re­ quiere buenas relaciones públicas. No obstante, los esfuerzos de venta no deben ser un sustituto de la calidad del servicio. Debido a la intensa competencia a la que se enfrenta una empresa, y a sus necesidades de creci­ miento y diversificación, la búsqueda de nuevos Administración del trabajo de diseño ■ 2 .1 7 EM PRESA DE ING EN IER O S ASESORES (ASOCIACIÓ N O SOCIEDAD A N Ó N IM A ) PRESIDENTE SOCIO ADMINISTRATIVO JEFE ADMINISTRATIVO JEFE DEL DEPARTAMENTO DE ARQUITECTURA 1 1 | JEFE DEL DEPARTAMENTO DE INGENIERÍA JEFE DEL DEPARTAMENTO DE INGENIERIA 1 JEFE DEL | DEPARTAMENTO 1 DECONS TRUCCIÓN 1 INGENIEROS | RESIDENTES Figura 2 .4 Otra forma de organización para una empresa de consultores. mercados y el desarrollo de nuevos negocios son funciones esenciales. C o m p en sacio n es a e m p le a d o s ■ Los pa­ trones tienen ciertas obligaciones legales. Deben pagar impuestos sobre la nómina, como el seguro social y los cargos del estado relativos al desempleo e incapacidad, y también deben retener los impues­ tos que resultan de los honorarios de los empleados. Estos requisitos redundan en cargas administrati­ vas como el llenado de formas e informes. Asi­ mismo, están las obligaciones del seguro y otros requisitos, como las compensaciones a los trabaja­ dores. También, un patrón tiene obligaciones decre­ tadas por leyes estatales y federales, incluyendo las que afectan el salario mínimo, el tiempo extra, re­ glamentaciones gubernamentales sobre las condi­ ciones de trabajo, igualdad de empleo y seguridad. Es posible que el patrón desee dar a los emplea­ dos la oportunidad de afiliarse a servicios médicos y otras formas de seguro de grupo, de manera que el patrón pague todo o parte de los costos de las prestaciones adicionales. En el mercado competiti­ vo del personal capacitado, tales prestaciones son añadidas con frecuencia al salario base. Los patrones deben tener sólidas políticas en lo referente a sueldos y salarios. Además de pagar el salario base, deben implantar políticas para los au­ mentos y revisiones de los fabuladores de sueldo para los diversos puestos; deben establecer bonifi­ caciones y lo relativo al plan de participación de utilidades. Sin embargo, los patrones deben dar principalmente a los empleados la oportunidad de progresar dentro de la empresa. Asimismo, deben reconocer los esfuerzos que se hacen en beneficio de la compañía. Si los patrones pueden infundir el orgullo del logro y de la profesión, lograrán tener fuerzas de trabajo eficientes y felices. C o n tab ilid ad ■ Para operar de una manera más eficiente, una empresa debe estar capacitada para evaluar y analizar su estado financiero en todo momento. Por esta razón las compañías han de llevar una contabilidad adecuada. La compilación y el registro de todas las transacciones relativas al aspecto financiero del negocio son las responsabili­ dades básicas de la contabilidad. El registro de las transacciones financieras ha de ser ordenado, de manera que se puede hacer una interpretación apro­ piada. Esto es necesario con el fin de hacer posible la preparación de los estados financieros y para que pueda proporcionarse la información necesaria so­ bre la salud económica del negocio. (Véase también la sección 2.11.) El procedimiento contable varía con el tamaño y las necesidades de cada empresa. En general, se usa el sistema de partida doble (clasificación de las cuentas en activo, pasivo y capital). Cada firma lleva 2 .1 8 ■ Sección dos el diario y el mayor. El diario está formado por el registro diario de todas las transacciones, deudas y créditos o abonos. En el mayor se registran las en­ tradas diarias en las cuentas específicas. De nuevo, la cantidad y la extensión de los libros mayores requeridos varía según la empresa. Una compañía de consultores ha de decidir cómo va a llevar sus libros para pagos de impuestos, si va a llevar los libros sobre una base de contado o acumulada. Sobre una base de contado, los ingre­ sos se registran cuando se recibe el efectivo y los gastos se registran cuando se hacen. Sobre una base acumulada, el ingreso se reporta cuando se gana y los gastos (o débitos) cuando se incurre en ellos, independientemente del tiempo en que tenga lugar el pago de efectivo. Cuando son significativas las consideraciones para los impuestos en las operacio­ nes del negocio, la elección del sistema de contabi­ lidad es de capital importancia; como es evidente, el registro de las transacciones bajo la base de efec­ tivo y acumuladas puede ser muy diferente en un instante dado. Aunque es una mala práctica de negocios el realizar una acción particular únicamente por las consecuencias de los impuestos, su consideración es importante en la práctica mercantil de la empresa de consultores. La decisión inicial de cuál será la forma de organización bajo la cual operará la em­ presa debe tomar en cuenta las diferentes conse­ cuencias que el pago de los impuestos tiene sobre los individuos, las asociaciones y las sociedades anónimas. Según el ingreso, una sociedad anónima puede llegar a pagar un gran impuesto federal sobre ingresos mercantiles; además, sus dividendos están gravados. En E. U. una asociación no paga impues­ tos sobre ingresos mercantiles, pero los socios, que no reciben salarios, son gravados como personas físicas sobre su participación en las ganancias de la compañía. Los impuestos estatales y locales tam­ bién deben considerarse al establecerse y entrar en función la empresa. La nómina es uno de los mayores gastos de una compañía de asesores. Los costos de nómina deben identificarse como directos (técnicos) e indirec­ tos (administrativos). Se debe llevar el registro de los costos directos, de preferencia por departamen­ to, para cada proyecto. Asimismo, se identificarán los gastos directos, como los de viajes, manutención, representación, llamadas telefónicas a larga distan­ cia y telégrafos, y costos de copiado; todos ellos deben considerarse como parte del costo del trabajo. Los principales gastos generales o indirectos tam­ bién deben considerarse para permitir que la admi­ nistración pueda analizar los costos indirectos y sus relaciones con los honorarios devengados durante un periodo determinado. Además de la contabilidad interna, es costumbre y aconsejable tener estados financieros auditados que preparen firmas de contadores públicos titula­ dos al final de cada año fiscal. En el caso de empre­ sas de cualquier extensión y especialidad, que no estén vinculados con la obra (pública), los certifica­ dos de auditoría son esenciales. Por otro lado, inde­ pendientemente del tamaño y tipo de organización todas las compañías que trabajen con el sector pú­ blico deben presentar la contabilidad de la empresa y los documentos de auditoría. Por principio, a una empresa de ingenieros ase­ sores le interesan las finanzas. En general, no se reembolsan los servicios a un consultor un día des­ pués de que fueron prestados. Los plazos de los pagos dependen de las condiciones del contrato. Los pagos pueden hacerse sobre una base mensual o puede convenirse en que el primer pago se haga cuando esté concluido el 25% (u otro porcentaje) del trabajo. De igual manera, puede convenirse en que el pago final no se haga sino hasta algún tiempo después de que se hayan hecho todos los gastos. Esto resulta en una necesidad básica: capital de trabajo. Los ingenieros consultores deben tener un capi­ tal para iniciar y operar sus organizaciones. La fuen­ te de este capital puede ser un préstamo, o bien, sus ganancias. Pero, independientemente de cuál sea la fuente, ha de haber el financiamiento apropiado para que pueda cumplirse con las obligaciones fi­ nancieras que no pueden diferirse sino hasta que se paguen las cuentas. En particular, cuando las tasas de interés sean altas, la administración financiera es un aspecto crítico en todos los negocios, incluidas las empresas de diseño. Seg uro s ■ Los valores en cartera de una firma de seguros normalmente incluye la protección para riesgos en general, daños en propiedad ajena, acci­ dentes automovilísticos y responsabilidades profe­ sionales (por errores y omisiones). En E. U. en el caso de firmas de diseño, todos los requisitos de seguridad son cubiertos por un seguro de respon­ sabilidad profesional. Estos seguros protegen a los diseñadores de riesgos por errores u omisiones en el diseño y los proporcionan pocos corredores de Administración del trabajo de diseño seguros. Debido a la enorme cantidad de litigios que prevalecen en la industria de la construcción, con diseñadores que se nombran defensores en alegatos por supuestos errores de diseño, el costo de estos seguros es alto. (Esto también ocurre en otras pro­ fesiones, como la medicina.) Por ello es un impera­ tivo para muchos practicantes revaluar el alcance de sus actividades, incrementar los honorarios para cubrir tales costos y en ciertos casos eliminar estos riesgos. S e rv ic io s a d m in is tr a tiv o s d e a p o y o ■ Las funciones del personal administrativo consisten principalmente en la operación interna del negocio. El personal administrativo incluye al gerente de la oficina, las secretarias, las mecanógrafas, las recepcionistas, las archivistas y los empleados de oficina. La cantidad de empleados y el grado de responsa­ bilidad de cada uno varía con el tamaño de la em­ presa. Sin importar qué tan pequeña sea la empresa, se deben realizar las labores administrativas bási­ cas. Se han de mecanografiar las cartas, al igual que los informes. Se han de conservar los archivos, con­ testar los teléfonos, enviar los mensajes y sacar co­ pias de los planos. Aunque todos los elementos básicos que constituyen la administración de la ofi­ cina son secundarios con respecto al diseño, que es la función principal de la empresa, no deben tratar­ se con negligencia. Una carta mal mecanografiada da una mala primera impresión a su destinatario, que puede ser un cliente potencial. También se da una primera impresión de la empresa en la manera como se contesta el teléfono. De modo que, aunque las labores administrativas son rutinarias, en la ma­ yoría de las oficinas deben manejarse de un modo tan competente como lo es el trabajo técnico. Las posiciones administrativas deben cubrirse con per­ sonal competente y bien entrenado. En una firma de ingenieros asesores, hay una cantidad considerable de reproducción de planos, especificaciones e informes. La forma de proveer el copiado necesario se manejará mejor si se establece un departamento independiente dentro de la em­ presa. El que el trabajo antes mencionado se haga con equipo propiedad de la oficina, o se envíe a una compañía externa es un asunto que está en función de la economía y volumen de operaciones de la compañía. Además, los servicios de oficina deben abarcar la selección de los sistemas administrativos más económicos y eficientes. Para que la operación sea eficiente y económica, una oficina de proyectos ■ 2 .1 9 debe estar equipada por lo menos con computado­ ras [personales o servidores y estaciones (termi­ nales) de trabajo], graficadores, módems, fax y copiadoras, además de escritorios, archiveros, me­ sas de dibujo, teléfonos y una buena iluminación. Los gerentes administrativos deben conocer muy bien los sistemas electrónicos actuales, las innova­ ciones, y juzgar su aplicación a las necesidades de la empresa. 2 .1 3 A sociacio nes p rofesio n ales El papel de las asociaciones profesionales en E. U., como la American Society o f Civil Engineers y las diversas asociaciones de ingenieros asesores, fue catalogado inicialmente por su existencia como organización de individuos más que de empresas. En un principio, a estas sociedades les interesaban principalmente las materias técnicas y muy poco los asuntos de negocios. Aunque las profesiones médica, legal y contable tienen por separado una sociedad importante que avala la profesión, esto no es el caso de los ingenieros civiles. Los ingenie­ ros civiles están representados en Estados Unidos en general por la American Society o f Civil Engi­ neers, American Consulting Engineers Council o por la National Society o f Professional Engineers. No obs­ tante, estas sociedades colaboran entre sí en asun­ tos de interés común. En una sociedad económica progresiva y com­ pleja, como la actual, pocas compañías, que no sean los gigantes industriales, tienen los recursos sufi­ cientes para estar al tanto de los últimos desarrollos, para mantenerse informadas de toda la legislación corriente, tanto federal como estatal, y para estar conscientes de todas las regulaciones administrati­ vas y de los factores que influyen en sus actividades diarias. Una asociación profesional puede satisfacer todas estas necesidades, y su papel es cada vez más importante. En años anteriores, las firmas diseñadoras eran independientes y teman poco conocimiento, si aca­ so, de las actividades de sus competidores, o hasta de sus asociados cercanos. La empresa actual aún es independiente en el mercado competitivo, pero puede unir sus recursos a asociaciones que repre­ sentan a la profesión y a la industria. La acción unificada y el compartir la información mejoran el desarrollo de las compañías individuales. 2 .2 0 ■ Sección dos Las actividades de las asociaciones profesionales incluyen: La le g islació n ■ En E. U., las asociaciones mantienen un archivo y un índice actualizados de la legislación corriente; representan y llevan docu­ mentos al Congreso y a las legislaturas de los esta­ dos sobre decretos pendientes en los cuales los miembros asociados tienen un interés vital. R e la cio n e s con el g o b iern o ■ Las asocia­ ciones mantienen contacto con las dependencias administrativas, tanto federales como estatales y municipales. Esta actividad incluye la asistencia a empresas afiliadas que están interesadas en capita­ lizar las oportunidades que se presenten. Enlace con la indu stria ■ Las organizacio­ nes profesionales tienen contacto con otras orga­ nizaciones y establecen comités para estudiar y evaluar las áreas de interés común. Pub licaciones ■ Las sociedades preparan y distribuyen a los miembros documentos que infor­ man de las actividades actuales y de las áreas de importancia e interés. Seguros ■ Las asociaciones profesionales es­ tablecen políticas de seguro de grupo (que cubren el seguro de vida, de accidente, de salud, etc.), para proporcionar a los socios más pequeños las ventajas de los planes de grupos; aconsejan a las empresas afiliadas en los campos de interés común, como seguros profesionales y de riesgos, que es un área en la cual hay un interés creciente debido al alto número de demandas por terceros en contra de los ingenieros asesores. Ejercicio de la in g e n ie ría ■ Las organiza­ ciones actúan como depósitos y centros de distribu­ ción de información sobre los últimos avances técnicos y áreas de interés para la profesión, y tam­ bién patrocinan programas de educación continua. 3 Ted E. Robbins Project Manager Lindahl, Browning, Ferrari & Hellstrom, Inc. Júpiter, Florida Especificaciones* L as especificaciones son una herramien­ ta importante para comunicar con sufi­ ciente detalle cómo, dónde y cuándo un objeto o un proyecto en particular debe fabricarse o construirse para satisfacer las ne­ cesidades de un propietario. En proyectos de inge­ niería civil, las especificaciones son parte de los documentos de contrato y por lo general son com­ plementos de un juego de dibujos. Si el conjunto de los documentos de un contrato se consideran colec­ tivamente, entonces los dibujos deben verse como el esqueleto y las especificaciones como partes del cuerpo, por ejemplo músculo, tendones y piel, que juntos forman un todo. El término especificaciones se utiliza con frecuen­ cia para describir una porción de los documentos de un contrato que comprenden los documentos de licitación, convenio entre propietario y contratista, cláusulas generales, estipulaciones especiales y es­ pecificaciones técnicas. El documento completo que abarca todos estos temas a veces recibe el nombre de manual de proyecto. En toda esta sección, los términos especificaciones y manual de proyecto se utilizan indistintamente. 3.1 Com posición de especificaciones Las especificaciones describen los requisitos parti­ culares que deben utilizarse para licitar, contratar, construir, probar, iniciar y garantizar un proyecto de ingeniería. Por costumbre, las especificaciones comprenden: 1. Secciones que describen la forma en que un po­ tencial licitador debe formular la licitación. 2. Una copia del convenio (contrato) a ejecutarse entre el propietario y el contratista. 3. Una división llamada c o n d i c i o n e s g e n e r a l e s . Esta división describe procedimientos que gene­ ralmente se requiere cumplir durante la cons­ trucción de todos los proyectos, incluyendo procedimientos que deben cumplir todas las par­ tes; esto es, el propietario, ingeniero o arquitecto y contratista. 4. Una división llamada c o n d i c i o n e s c o m p l e m e n ­ t a r i a s , que modifica las condiciones generales a los requisitos específico o especial del proyecto. El empleo de este método para modificar las condiciones generales garantiza la integridad de las condiciones generales y estimula el cono­ cimiento de las condiciones generales. Los con­ tratistas pueden concentrar su atención en las condiciones complementarias con confianza, cuando están conscientes de las condiciones ge­ nerales estándar que se utilizaron para adminis­ trar sus pasados proyectos. 5. Una división llamada especificaciones técnicas. Esta división está organizada en secciones dis­ puestas con lógica, que describen por completo el material, equipo u operación de objetos que deban incorporarse al trabajo ya terminado. * R evisado y actu alizad o de la sección 3, " Especifica d o n e s " , por Joseph G old b loo m y Jo h n J. W h ite en la tercera edición. 3.1 3 .2 ■ Sección tres Esta combinación de requisitos, junto con dibu­ jos del contrato y documentos de la licitación, forma los documentos de contrato. Cuando se enfrente a la tarea de formular especificaciones para un pro­ yecto de ingeniería, el ingeniero debe considerar muchos factores, entre los cuales los más importan­ tes son: Naturaleza del negocio del propietario: industria privada u organismo público. Magnitud del proyecto. Duración estimada del periodo de construcción. ¿Requiere el propietario que el ingeniero se apegue a un conjunto de especificaciones estándar, o tendrá toda libertad el ingeniero para preparar el tipo de especificaciones ? ¿Tiene el propietario un abogado que revise los aspectos legales de las especificaciones? ¿Tiene el propietario un consejero de seguros que revise los requisitos de seguro incluido en las espe­ cificaciones? ¿Tiene el propietario un cuerpo de ingenieros, como el del departamento de transportes del gobierno, que revisará las especificaciones? Del mismo modo, el ingeniero debe comprender que los juzgados reconocen el estado legal de rela­ ciones contractuales entre propietario y contratista como las que hay entre individuos libres e inde­ pendientes, no como entre un jefe y un agente. Las especificaciones deben apoyar esta relación, abste­ niéndose de prescribir métodos de construcción y de ejercer control sobre el trabajo del contratista. Una vez establecidas las condiciones básicas para un proyecto, el ingeniero está obligado a for­ mular documentos completos de contrato para el proyecto. Las partes principales de estos documen­ tos suelen estar formadas de lo siguiente: Anuncio para licitaciones (aviso a contratistas o invitación a licitar) Información a licitadores Forma de propuesta Forma de contrato-convenio Formas de garantía Cláusulas o condiciones generales Estipulaciones o condiciones especiales Especificaciones técnicas En E. U. como guía general, hay formas para todas, excepto las dos últimas, en organismos como la Engineers ]oint Contract Documents Committee, American Consulting Engineers Council, American Institute ofArchitects, American Society o f Civil Engineers, National Society o f Professional Engineers, Associated General Contractors o f America, Construction Specifications Institute y la General Services Administration. En la sección 3.11 se encuentra un ejemplo de una especificación formulada para una dependencia pública estadounidense con documentos estándar (en la sección 3.6 véase un análisis de cláusulas generales.) 3 .2 Docum entos de contrato y procedim ientos p a ra con tratar La puesta en práctica de contratos entre propieta­ rios y contratistas, para trabajos de construcción, requiere que las partes cumplan ciertas formalida­ des legales. Estos pasos se evidencian mediante documentos por escrito ejecutados que, junto con planos y especificaciones, constituyen los docu­ mentos de contrato. La naturaleza y contenido de los documentos de contrato varían según la oficina propietaria que patrocina la mejora y el procedi­ miento empleado para la recepción de licitaciones. Es práctica común para el gobierno y otras dependencias públicas de todos los niveles, encar­ garse de publicar contratos para obras públicas. En tales casos, para hacer licitaciones selladas hay invitaciones en diversos medios de comunicación durante periodos indicados. Una vez abiertas las licitaciones, se leen públicamente en voz alta, se tabulan, se evalúan y se determina el licitante más bajo. Es costumbre expedir planos y especificaciones a potenciales licitadores, quienes solicitan y pagan las cantidades indicadas. En la mayor parte de los casos, las propuestas deben ir acompañadas de una garantía de propuesta en forma de cheque certifica­ do o fianza, con objeto de asegurarse que el licitador ganador entrará en el contrato. Si se hace una adju­ dicación, la fianza se devuelve. Si el licitador más bajo no cumple con el contrato, la cantidad del cheque certificado se decomisará como daños liqui­ dados, o se harán cumplir las obligaciones de la fianza como compensación al propietario por el costo de adjudicar el contrato al siguiente licitador Especificaciones más bajo, o por el costo agregado de nueva publici­ dad. Como regla general, las propuestas de licitadores competentes son aceptables (evidenciados por su experiencia y responsabilidad financiera remiti­ da al propietario). Las formas para esto último ge­ neralmente se incluyen en el manual de proyecto. Según el procedimiento anterior, los documen­ tos de contrato generalmente comprenden publici­ dad (las instrucciones a licitadores pueden incluirse o enviarse por separado); propuesta debidamen­ te ejecutada; programa de avance del contratista; resolución de adjudicación de contrato; forma de contrato ejecutado; garantías de contrato, planos y especificaciones; convenios complementarios; ór­ denes de cambio; cartas u otra información, inclu­ yendo adiciones (sección 3.2.3); y todas las cláusulas requeridas por ley para insertarse en el contrato, ya sea que en realidad se inserten o no. Todos los documentos constituyen un instrumento legal. 3.2.1 A dopción de e stá n d a re s por referen cia A veces las especificaciones estándar, como por ejemplo la especificación de un departamento de transportes del gobierno, se hacen parte del con­ trato sólo por referencia a su título. Por esta refe­ rencia, las especificaciones estándar en realidad se convierten en parte de los documentos del contra­ to, como si se incluyera una copia de ellas con los documentos del contrato. Estipulaciones de esto deben incluirse en las condiciones generales o complementarias. (Ver sección 3.9.3.) 3 .2 .2 D ecla ra cio n es ju ra d a s de no colusión Cuando la ley lo exija, una declaración jurada de no colusión debe acompañar a la remisión de la pro­ puesta. Esta declaración no jurada certifica que la licitación se ha remitido sin colusión o fraude, y que ningún miembro, oficial o empleado de la depen­ dencia gubernamental está directa o indirectamente interesado en la licitación. 3 .2 .3 M o dificacio nes de contrato Por diversas razones, las modificaciones de los documentos de un contrato se hacen necesarios ■ 3 .3 entre la emisión de la invitación o anuncio para propuestas y la terminación del contrato. Estas modificaciones se pueden clasificar como adicio­ nes, estipulaciones, órdenes de cambio o conve­ nios complementarios. Las adiciones son modificaciones de los docu­ mentos de un contrato hechas durante el periodo de licitación. Principalmente, se refieren a cambios en los dibujos y especificaciones del contrato debidos a errores u omisiones, con necesidad para aclara­ ción de partes de estos documentos, como se ve por preguntas formuladas por potenciales licitadores, o con cambios requeridos por el propietario. Una adi­ ción también se expide para notificar a licitadores cuando se haya pospuesto una fecha de licitación abierta. Las adiciones deben entregarse con suficiente anticipación a la fecha de apertura de licitaciones, con objeto de permitir que todas las personas a quienes se hayan enviado documentos de contra­ to hagan los ajustes necesarios en sus propuestas. Los licitadores deben acusar recibo de todas las adiciones; de otra forma, sus licitaciones nunca se aceptarán. La estipulación es un instrumento escrito en el que el licitador ganador conviene, al momento de ejecución del contrato, a una modificación de los términos del contrato propuesta por el propietario. Una orden de cam bio es una orden escrita al contratista, aprobada por el propietario y firmada por el contratista y el ingeniero, para un cambio en la obra con respecto a la originalmente mostrada por los dibujos y especificaciones. Por lo general, bajo una orden de cambio, el trabajo se considera como dentro del alcance general del contrato. El propietario, representado por el ingeniero, puede expedir unilateralmente la orden al contratista, con pago por precios unitarios de contrato, precio nego­ ciado o costo más porcentaje. Una orden de cambio puede aplicarse a cam­ bios que afectan el trabajo a precio alzado, o a aumentos o disminuciones en cantidades de tra­ bajo que se vaya a ejecutar bajo los diversos ren­ glones de un contrato de precio por unidad. Los cambios en cantidad serán evaluados a precios unitarios de contrato y la cantidad total del con­ trato se debe ajustar de conformidad. Pero si el cambio total del costo asciende a más de un por­ centaje especificado del precio total del contrato, por ejemplo 25%, debe llevarse a cabo un convenio complementario del contrato, aceptable para am­ 3 .4 ■ Sección tres bas partes, antes que el contratista avance con el trabajo afectado. Un convenio complementario es un convenio escrito, empleado para modificar el trabajo conside­ rado fuera del alcance general y términos del con­ trato, o para hacer cambios en el trabajo dentro del alcance del contrato, pero que rebasa un porcentaje estipulado de la cantidad original del contrato. El convenio debe estar firmado por ambas partes con­ tratantes. 3 .3 Tipos de contratos Los contratos de construcción de las obras públicas casi siempre se adjudican sobre la base de compe­ tencia en un concurso. En general, tales contratos son de dos tipos: a precio unitario o por medida, a suma global o precio alzado, lo cual depende de la forma de pago del contratista. Los contratos de construcción que hacen los propietarios privados pueden obtenerse por concurso o se negocian; pero, en cualquier caso, en general, pertenecen a los dos tipos mencionados (véase la sección 4.4.) 3.3.1 Contrato a precio unitario Cuando no es posible establecer en los proyectos los límites exactos de las diversas partidas de la obra incluidas en el contrato, para fines de pago se divide la obra en sus principales elementos según el tipo de trabajo y los oficios que comprende. A cada elemento unitario se le conoce como concepto de obra; el número de unidades es estimado por el ingeniero y se llama cantidad estimada. Este núme­ ro se lista en el presupuesto y se requiere que los concursantes presenten un precio unitario por cada concepto. Ejemplo de ello es la cantidad de concreto que se propone a determinado precio unitario por yarda cúbica. Se obtiene el presupuesto total al sumar los importes de todos los conceptos del presupues­ to, importes que se obtienen al multiplicar el núme­ ro de unidades de cada una de las partidas por su correspondiente precio unitario propuesto. El pre­ supuesto total es la base de comparación de todas las proposiciones recibidas y sirve para establecer la oferta de costo más bajo, misma que será hecha por el concursante a quien se va a adjudicar el contrato. Los pagos al contratista se harán sobre la base de la cantidad real medida de cada concepto ejecutado en la obra al precio unitario establecido en el contrato (véase también la sección 4.4.) 3 .3 .2 Contrato a su m a g lo b al o a precio a lz a d o Se emplea un contrato a suma global cuando es posible establecer con exactitud, en el proyecto, los límites de la obra establecidos en el contrato, debido a lo cual se realiza una investigación de la cantidad precisa como base para la licitación. En este tipo de contrato, es imperativo que los planos del proyecto y las especificaciones sean claros y muestren con detalle todas las características y requisitos de la obra. Se paga al contratista sobre la base de un presupuesto a suma global, o a precio alzado, que cubra todas las labores y servicios detallados en los planos y las especificaciones (véase también la sec­ ción 4.4.) 3 .3 .3 Contrato a su m a g lo b al y precio unitario s Con frecuencia en el mismo contrato se combinan las propuestas de precio unitario y suma global; por ejemplo, una estructura entera detallada en su tota­ lidad en los planos se incluirá en la propuesta como una partida de precio alzado, en tanto que los pre­ cios unitarios pueden necesitarse para las caracte­ rísticas de cantidades variables, como excavación o longitudes de los pilotes. 3 .3 .4 Contrato n eg o ciad o En ocasiones, se negocian los contratos de obras públicas y, con más frecuencia, los de privadas. Estos contratos se pueden preparar con base en una o más formas diferentes de pago. Al gimas de las que más se usan son: El método de pago a precio alzado o por el de precio unitario o una combinación de ambos El método del costo reembolsable con un precio tope y honorarios fijos El método de los costos reembolsables más un ho­ norario fijo Especificaciones El método de los costos reembolsables más un por­ centaje del costo El contrato de dirección de obra Además, se pueden agregar incentivos. Para un contrato negociado, el propietario selec­ ciona un contratista reconocido por su confiabilidad, experiencia y capacidad, y en negociación directa establece los términos del convenio entre ellos y la cantidad de honorarios que se vayan a pagar. Para dependencias públicas, los factores que contribuyen a la selección de un contratista se determinan generalmente por los procedimientos de llenado de requisitos o prerrequisitos, mediante cuestionarios e investigación. Estos cuestionarios se adaptan con facilidad para usarse en contratos que se vayan a negociar por propietarios privados. El convenio de suma global o precio alzado se negocia con base en el análisis del ingeniero. Se determina y se conviene un porcentaje fijo de indi­ rectos y utilidad, y se llega a un acuerdo en cuanto a los precios de la mano de obra y el material propuestos por el contratista y los estimados por el ingeniero. El convenio de costo reembolsable con un pre­ cio tope es aquél en donde se le reembolsan al contratista todos los costos establecidos en el con­ trato hasta llegar a un costo de tope máximo. El contratista recibe honorarios fijos, los cuales no va­ rían con el costo de la obra; excepto por esto, el convenio es similar al de tipo costos más honorarios fijos. En la determinación de los honorarios que se pagarán al contratista bajo un contrato de costo más honorarios fijos que sean justos y razonables para ambas partes contratantes, es necesario que se pre­ senten los planos definitivos, un presupuesto de los costos de construcción, conocimiento de la magni­ tud y complejidad de la obra, tiempo de duración y cantidades de obra que se va a dar a subcontratistas. Por tanto, los términos del contrato pueden estable­ cer los métodos para controlar y autorizar los gastos y para determinar el costo real. Con un contrato de costo más porcentaje del costo, la utilidad del contratista se basa en un por­ centaje fijo calculado sobre los costos reales de la obra. Esta forma de pago es menos deseable que la de honorarios fijos, ya que la compensación del contratista aumenta conforme se incrementan los costos de construcción. Esto propicia que no se ■ 3 .5 aliente al contratista a fin de que procure ahorrar durante la construcción. Un contrato de dirección de obra requiere que el contratista divida la obra en varias partes, lo cual se acostumbra hacer por oficio. Aquí el con­ tratista acepta ofertas de trabajo de un grupo de subcontratistas y los contrata. Es costumbre que el contratista principal realice cierta parte especifica­ da de la obra y coordine el trabajo de los otros. El propietario le reembolsa al contratista principal su trabajo, el trabajo de todos los subcontratistas y, además, le paga una pequeña utilidad y hono­ rarios por concepto de administración de los subcon tratos. En algunas partes en E. U. se exige que los pro­ yectos grandes de dependencias públicas sean lici­ tados por separado según especialidad, como por ejemplo ingeniería civil, mecánica, calefacción, ven­ tilación y acondicionamiento de aire (HVAC) y elec­ tricidad. Para organizar esto y garantizar la correcta administración del contrato, se han escrito algunas especificaciones para indicar que el contratista ge­ neral civil incluya un renglón para administración de contrato de construcción a los otros oficios o especialidades. Las licitaciones para todos los ofi­ cios principales son tomados por el propietario con asignación directa de subcontratistas de ingeniería mecánica, HVAC y eléctrica al contratista general civil. En efecto, este último firma un convenio de administración de construcción junto con un conve­ nio para completar la obra civil general. Las especi­ ficaciones requieren que la licitación del contratista civil incluya costos para tomar en cuenta la coordi­ nación y control de los subcontratistas, al mismo grado que si el contratista civil hubiera tomado licitaciones directas y firmado convenios con los diversos subcontratistas de oficio. Los contratos con incentivos varían. La premisa básica es que el propietario pagará primas si se hacen economías en la construcción y si ésta se ter­ mina antes de tiempo; de otra manera, si hay ineficiencia y retraso, el contratista será penalizado. 3 .3 .5 C o ntratos po r e sp e cia lid a d Algunas veces las situaciones especiales hacen que la contratación se desvíe del procedimiento ordinario (sección 3.2). Ejemplos de ello son los contratos para comprar e instalar maquinaria y equipo altamente especializado, como las máqui- 3 .6 ■ Sección tres ñas de cobro de las casetas de peaje y los sistemas de comunicación. Para proyectos en el sector privado, en lugar de hacer un concurso público, el propietario solicita pro­ puestas de un grupo selecto de contratistas especial­ mente calificados y reconocidos en general como especialistas en la manufactura e instalación de tales servicios. Cuando sí es posible hacer un concurso, se hace. En estos casos, los documentos del contrato preparados por el ingeniero del propietario son, salvo excepciones, como los descritos en la sección 3.2. Puesto que no se publicó una invitación a concurso, esta sección y lo que con ella se relacione no se incluye; aun así, el procedimiento de contratación es en esencia el mismo que se sigue en los contratos por concurso público. Las dependencias gubernamenta­ les pueden emplear un procedimiento modificado en donde intervenga la formulación de un paquete de precalificación y concurso público de licitación, for­ mulado por sus ingenieros. Véase también la sección 3.8. 3 .4 Especificaciones e stá n d a r En E. U., las dependencias gubernamentales y muchos otros organismos públicos responsables de obras públicas publican "especificaciones es­ tándar", que establecen una uniformidad de procedimiento administrativo y calidad de insta­ laciones construidas, como se evidencia en requi­ sitos específicos de materiales y mano de obra. Las especificaciones estándar de un organismo res­ ponsable suelen contener información para poten­ ciales licitadores, requisitos generales que rigen procedimientos contractuales y funcionamiento del trabajo de un contratista, así como especifica­ ciones técnicas que comprenden la construcción del trabajo en particular que se encuentra dentro de su jurisdicción. Carreteras, puentes, edificios y obras hidráulicas y sanitarias son ejemplos de los tipos de mejoras para las que dependencias del gobierno pueden tener especificaciones estándar. Estas últimas, publicadas periódicamente, se pue­ den actualizar en forma provisional por la expedi­ ción de enmiendas, revisiones o suplementos. Para que las especificaciones para un contrato en particular se adapten completamente al trabajo del contrato, las especificaciones estándar casi siempre requieren modificaciones y adiciones. Las modifi­ caciones y adiciones se conocen como especificacio­ nes complementarias, estipulaciones especiales o condiciones especiales. Junto con las especificacio­ nes estándar, comprenden las especificaciones para la obra (ver también sección 3.11). 3 .5 Especificaciones m a e stra s Al igual que las especificaciones normativas que son muy comunes con el gobierno y en otros orga­ nismos en E. U. (sección 3.4), las especificaciones maestras son herramientas muy útiles para las organizaciones de diseño que dan servicio a los clientes particulares. Una especificación maestra abarca un concepto particular de la construcción, como la excavación y la construcción de terraple­ nes, las estructuras de concreto o el acero estruc­ tural. Esta especificación contiene los requisitos para cualesquier condiciones en toda construcción posible que puedan anticiparse para esta partida particular. Las especificaciones maestras se prepa­ ran internamente. (Los ingenieros que trabajan principalmente para organismos que imponen sus propios estándares como textos básicos de las especificaciones del proyecto encontrarán que las especificaciones maestras tienen aplicación li­ mitada.) Cuando se aplica una especificación maestra se eliminarán todos los requisitos que no se aplican al proyecto particular. De esta manera, el empleo de una especificación maestra no sólo reduce el tiempo necesario para establecer una condición del contra­ to, también sirve como una lista de comprobación para el que hace el contrato y minimiza los errores y las omisiones. Otra ventaja importante que se logra con una especificación maestra consiste en que el texto editado se pueda emplear directamente para propósitos de revisión sin tener que esperar a que la mecanografía quede terminada. Sin embar­ go, al editar una especificación maestra, la negli­ gencia al eliminar las disposiciones no aplicables entorpecerá y aumentará el texto de las especifica­ ciones del proyecto. Además, las disposiciones no aplicables provocan confusión en los contratistas y en otras personas que utilizan los documentos finales. Para que una especificación maestra sea útil, debe actualizarse periódicamente de manera que incorpore las prácticas actuales o los nuevos desa­ rrollos. Nunca se considera aceptable en las especi­ ficaciones del proyecto la información obsoleta. Especificaciones 3.6 D isposiciones g e n era les de la s especificaciones Las disposiciones generales establecen los derechos y las responsabilidades de las partes en los contratos de construcción (el propietario y el contratista); tam­ bién incluyen la fianza, los requisitos que rigen sus relaciones comerciales y legales, y la autoridad y responsabilidad del ingeniero. Estas secciones reci­ ben a veces el nombre de "legales" o "periódicos". Cuando una agencia de contratación mantiene especificaciones estándares publicadas, las especifi­ caciones para un proyecto comprenden estas normas y, además, las modificaciones y adiciones necesarias para un requisito en particular del proyecto, general­ mente llamadas disposiciones especiales. En una obra de propiedad privada, donde por lo general no hay especificaciones estándar publica­ das por el propietario, las especificaciones se ajus­ tan para adaptarse a los requisitos del proyecto. Es pertinente una parte importante de las disposicio­ nes generales estándares para tales contratos. Se agregan requisitos peculiares a la naturaleza de la obra, según sea necesario. Naturalmente que en un contrato para construcción de propiedad privada no se incluyen partes de las disposiciones generales relacionadas con requisitos legales, inherentes a la existencia corporativa de una entidad pública. Por ejemplo, los permisos legales de entidades públicas exigen protección mediante fianzas de pago y de cumplimiento, en tanto que los propietarios parti­ culares pueden contratar obras sin ninguna fianza de pago. Esto ahorra costo para el propietario pri­ vado pero lo pone en mayor riesgo en caso que el contratista no cumpla o no pague a proveedores, trabajadores o a subcontratistas. Las disposiciones generales pueden establecerse en detalle bajo las siguientes subsecciones: D efiniciones y a b re v ia tu ra s ■ Esta sec­ ción comprende abreviaturas y definiciones de tér­ minos empleados en las especificaciones. R equisitos de licitación ■ Esta sección tra­ ta sobre la formulación y remisión de licitaciones y otra información pertinente para licitadores (sec­ ción 3.8.1). Procedim iento de contrato y subcontrato ■ Esta sección incluye la adjudicación y ejecución del contrato, requisitos para fianza de contratista, ■ 3 .7 remisión de programa de avance, recurso o ayuda por no ejecutar el contrato, y disposiciones para subarrendar y asignar contratos. A lcance de la o b ra ■ Esta sección presenta una exposición que describe la obra a ser ejecutada; requisitos para mantenimiento y protección de trá­ fico de carreteras y ferrocarriles, donde los haya; limpieza antes de aceptación final del proyecto; y disponibilidad de espacio para planta, equipo y al­ macén del contratista en el sitio de la construcción. Del mismo modo, se establece un límite sobre la desviación permisible de cantidades reales con res­ pecto a cantidades estimadas de la proposición, sin cambiar precio unitario de contrato. Control de la o b ra ■ Esta sección se refiere a la autoridad del ingeniero, planos, especificacio­ nes, dibujos de trabajo y de taller, estacas, líneas y pendientes; procedimientos de inspección; relacio­ nes con otros contratistas en el sitio o adyacentes al mismo, construcción de una oficina de campo y otras instalaciones para el ingeniero, necesarias en la administración del contrato y control de la obra; inspección de materiales, muestreo y prueba; mane­ jo de trabajo no autorizado o defectuoso; reclama­ ciones del contratista por compensación adicional o ampliación de tiempo; entrega de espacios; registro de documentos; aceptación de obra al término del proyecto; y mantenimiento de garantía. R elacio nes p ú b licas y le g a le s ■ Esta sec­ ción de las disposiciones generales se refiere a as­ pectos legales que determinan las relaciones entre el contratista y la agencia propietaria, y entre el contratista y el público en general. Establece los requisitos a cumplir y medidas de protección que el contratista debe tomar, para que las responsabilida­ des por acciones que resulten de la continuación de la obra sean debidamente orientadas y atendidas. Los temas incluidos son la renuncia de cualquier responsabilidad personal con el oficial o depen­ dencia contratante, el ingeniero y sus respectivos representantes autorizados para llevar a cabo las disposiciones del contrato, o ejercer cualquier poder o autoridad otorgada a ellos por virtud de su posi­ ción; en estos asuntos actúan como agentes y repre­ sentantes de la dependencia propietaria, como por ejemplo el gobierno federal, departamento del esta­ do, municipalidad o comisión estatal. 3 .8 ■ Sección tres Otras características que controlan las relaciones legales y públicas con el contratista son las siguien­ tes: reclamaciones por daño; leyes, ordenanzas y regulaciones; responsabilidad por el trabajo; por los explosivos; las disposiciones sanitarias; la seguri­ dad y conveniencia pública; la prevención de acci­ dentes; el daño a la propiedad privada y a los servicios públicos. Reclam aciones por daño. Se citan las cláusulas de indemnización y protección contra daños para proteger a los propietarios y a sus representantes. La protección se extiende a demandas y costos de todo tipo y descripción y a todos los daños a los cuales pudieran estar sujetos por razón del daño personal o a la propiedad u otros que resulten del cumplimiento del contrato de trabajo o de la negli­ gencia del contratista, del uso inadecuado de ma­ quinaria, herramientas o utensilios defectuosos o de cualquier acto u omisión de parte del contratista o de los agentes del contratista, empleados o ayu­ dantes. Estas disposiciones se aplican a los subcontratistas, a los proveedores del material y a los trabajadores que desempeñan un trabajo en el pro­ yecto. Estos requisitos pueden imponerse solicitan­ do al contratista que proporcione un seguro de carácter específico y que en sus cláusulas se es­ pecifiquen las cantidades que darán protección adecuada contra reclamaciones, responsabilida­ des, daños y accidentes a l contratista, a los propie­ tarios, a sus derechohabientes, a los empleados de oficinas, a los agentes, a sus ayudantes y a cual­ quier otro que se encuentre legalmente en el lugar de trabajo. Los tipos de seguros y las cantidades se especifican, por lo común, en cláusulas especia­ les. No obstante, ni el consentimiento ni la omisión al autorizar el seguro proporcionado por el con­ tratista desliga a éste de la responsabilidad de todas las disposiciones que describen l a s obliga­ ciones inherentes a la indemnización y a la repa­ ración de los daños. En general, se incluye en el seguro proporcionado por el contratista, cuando son aplicables, y en las cantidades mínimas reque­ ridas en cobertura establecidas con base en la pér­ dida en cualquier circunstancia, lo siguiente: Seguro de remuneración al trabajador. Este se­ guro es obligatorio. En EU debe ser extendido en donde se justifica que se incluyan las obligaciones comprendidas en la Longshoremen's y Harborworkers' Compensation Act y la ley Admiralty. La póliza que cubre la responsabilidad gene­ ral del contratista incluye las obligaciones con­ tractuales junto con las responsabilidades por lesiones y daños a terceros. La póliza de este segu­ ro es ampliada por el contratista principal cuando haya subcontratistas, medíante el seguro protector de la responsabilidad del contratista adquirido por el contratista principal, y por el seguro de responsabi­ lidad general por cada uno de los subcontratistas. Las pólizas proporcionarán seguro por explosión, derrumbe y otros riesgos subterráneos (cobertura XCU), cuando tales riesgos sean inherentes al tra­ bajo. Para cubrir el periodo entre la terminación de la obra por parte del contratista y su aceptación por parte del empresario, las pólizas deben tener un endoso que cubra las obras terminadas. Asi­ mismo, las pólizas del seguro de responsabilidad contractual deberán llevar un endoso que indique la aceptación por parte de los firmantes de las cláusulas de indemnización y protección contra daños. La póliza total de automóviles proporciona un seguro para todos los vehículos propios o rentados y sobre todo el equipo de construcción, junto con el seguro por lesiones corporales y daño en propiedad ajena. La póliza del seguro de riesgos del propietario cubre la pérdida o daños a la estructura debida a incendio, al viento, etcétera. El contratista deberá proporcionar un seguro por responsabilidad civil pública, un seguro con­ tra daños en propiedad ajena, un seguro inde­ pendiente por responsabilidad pública y un seguro contra daños en propiedad ajena (que proteja al propietario), designando al propietario, a sus here­ deros, a sus designatarios, a sus agentes y a sus ayudantes como beneficiarios con respecto de todas las operaciones desarrolladas por el contratista. Al­ gunas especificaciones exigen que el propietario mantenga un seguro contra daños en propiedad ajena con cobertura total del valor del proyecto, además del seguro contra daños en propiedad ajena proporcionado por el contratista. Este seguro del propietario lo protegerá contra daños, por alguien además del contratista, a propiedad ajena que ha sido aceptado y pagado antes de su aceptación final. El contratista debe, donde sea aplicable, tener un seguro de protección e indemnización, o una co­ bertura semejante, que lo proteja con respecto a las embarcaciones, ya sea privadas o alquiladas, que sean empleadas u operadas por él; esta cobertura Especificaciones debe protegerlo contra daños corporales y en la propiedad (véase la sección 4.16.) Los seguros son un campo especializado. De aquí que la especificación de la póliza del seguro debe hacerla quien tenga experiencia en ese campo. Leyes, ordenanzas y reglas. En esta parte se citan las leyes federales y estatales pertinentes, los regla­ mentos, las normas y las ordenanzas locales que afectan a todos los responsables o empleados en el proyecto, a los materiales o equipo usados, a la con­ ducción del trabajo. Con frecuencia se establece que todos los permisos y licencias necesarios para realizar el trabajo sean proporcionados y costeados por los contratistas. Es frecuente que el ingeniero formule permisos de construcción para el propietario, cuando estos permisos afecten el diseño final del proyecto. Responsabilidades del trabajo. Se requiere que los contratistas asuman una responsabilidad total por los materiales y el equipo empleados en la construcción del proyecto. Se conviene con ellos que no hagan reclamaciones al propietario por concepto de los daños que por cualquier causa resulten en elementos tales como materiales o equipo. Hasta la aceptación final, el contratista es el responsable por el daño o la destrucción de la obra o de cualquier parte de ella cualquiera que sea la causa, excepto por el daño causado por el equipo propiedad del dueño. Se requiere que el contratista repare o repon­ ga todo lo destruido o dañado, excepto cuando esa destrucción o daño sea causado por otros, antes de la aceptación final de la obra y que incluya todos los costos presentados para las diversas partidas pro­ gramadas en el presupuesto. Explosivos. Se requiere que el uso, manejo y al­ macenamiento de los explosivos se sujeten a las leyes y reglamentos de las dependencias guberna­ mentales que los controlan. Es necesario que se usen los medios adecuados para evitar, en todo lo que se pueda, el riesgo del daño en la propiedad pública o privada debido a una explosión. ■ 3.9 manera que moleste lo menos posible al público y a los vecinos contiguos a la obra, y proporcione protec­ ción para las personas y la propiedad. El contratista instalará cruces temporales que den acceso a la pro­ piedad privada. Asimismo tomará medidas para im­ pedir los depósitos de tierra y otros materiales en las calles, en las cuales está operando el equipo de trans­ porte y quitar lo más pronto posible tales depósitos, si los hay, de manera que se dejen limpias las áreas. El contratista debe emplear métodos y procedimien­ tos constructivos que minimicen la contaminación. Prevención de accidentes. Esta cláusula establece que deben observarse las disposiciones de seguridad establecidas en las normas de las dependencias pú­ blicas en este campo. Es la responsabilidad del con­ tratista proporcionar condiciones seguras de trabajo en la obra. El contratista es responsable en todo el tiempo, de la seguridad en el trabajo. Daño en la p ro p ie d a d . Esta cláusula define las obligaciones del contratista cuando entra o invade propiedad privada al estar desempeñando su trabajo y en relación con cualquier daño a dicha propiedad. Servicios públicos. En esta cláusula se hace hin­ capié en que el contratista puede encontrar instalacio­ nes de servicios públicos y privados que obstaculicen el desarrollo del trabajo y que, por tanto se necesite removerlas y protegerlas adecuadamente durante la construcción. Esta cláusula establece los procedi­ mientos y los costos que serán absorbidos por el contratista así como por las empresas de servicios públicos y por la dependencia gubernamental, de acuerdo con la política de la dependencia pública y con las leyes que se refieren a tales casos. D ism inuir la erosión del suelo y contam inación del agua y del a ire . En esta cláusula, se recuerda a los Disposiciones san itarias. Se le pide al contratista que proporcione y mantenga los servicios sanitarios adecuados para el personal de acuerdo con los có­ digos sanitarios de las dependencias federales, es­ tales y locales que tienen jurisdicción en la obra. contratistas la responsabilidad que tienen de dismi­ nuir la erosión de los suelos y no azolvar ni enlodar las corrientes de agua, los sistemas de irrigación, respetar los límites y las tierras adyacentes a la obra. Contaminantes como los aceites, los lubricantes y otros materiales dañinos, no deben descargarse en las corrientes de agua o cerca de ellas, en embalses o en los canales. Tampoco se permite quemar nin­ gún material. B ienestar y seguridad públicas. En esta cláusula se dispone que el contratista dirija el trabajo de tal Seguim iento y a v a n c e ■ En esta sección de las disposiciones generales se tratan consideraciones 3 .1 0 ■ Sección tres pertinentes como el inicio y el seguimiento déla obra, el tiempo de terminación del contrato, la suspensión del trabajo, los retrasos inevitables, las anulaciones y negligencias en el cumplimiento del contrato, los pagos por daños y la ampliación del tiempo. Inicio y seg u im ien to de los tra b a jo s . Este inciso establece la fecha en la cual se debe iniciar el trabajo y a partir de la cual el tiempo del contrato comienza a correr. También establece la necesidad que la cons­ trucción proseguirá de una manera y en una secuen­ cia tal que asegure la terminación establecida en el programa de avance del contratista, mismo que fue aprobado previamente por el ingeniero. Se describe cualesquier limitaciones de operaciones que puede haber en el lugar de trabajo, como el tráfico, el trabajo de otras personas, y el programa de termi­ nación por etapas. Adicionalmente establece que la capacidad, suficiencia y carácter de los trabajado­ res, los métodos de construcción y el equipo sean los adecuados para proseguir el trabajo hasta su terminación en el tiempo y forma especificados. Tiem po de term inació n. Es ventajoso especificar el tiempo límite para terminar el trabajo, en días calendario a partir de la fecha de inicio en lugar de especificarlo en días hábiles, ya que la determina­ ción real de un día laborable con frecuencia es causa de controversia. Es aquí donde se debe especificar, si es necesario, la terminación de alguna etapa cuan­ do resulta ventajoso para el propietario poder ocu­ par parte de la obra antes de finiquitar el contrato o cuando una prioridad en la construcción de un aspecto particular resulta esencial en las operacio­ nes siguientes. Suspensión del tra b a jo . Esta cláusula establece las condiciones normales por las cuales el propieta­ rio puede suspender el trabajo, total o parcialmente, por el periodo que juzgue necesario, sin que rescin­ da el contrato, y el periodo que pueda durar la suspensión sin necesidad de compensar al contra­ tista. Estas condiciones pueden incluir el estado del tiempo u otras situaciones desfavorables para con­ tinuar el trabajo y aquéllas en que el contratista no cumple con lo establecido en el contrato o para corregir las condiciones inseguras para los trabaja­ dores o para el público en general. Dem oras in evitables. Puede garantizarse al con­ tratista una ampliación en el tiempo del contrato por demora que, por cualquier razón, escapan a su control, y que no sean aquéllas que se deben a una suspensión del trabajo. Sin embargo, esta cláusula no da derecho al contratista para reclamar una com­ pensación adicional, a menos que en el contrato se especifique lo contrario. Recisión e incum p lim iento del contrato. Las pre­ visiones de terminación de contrato son las si­ guientes: Por rescisión: si un funcionario público actuando en interés público, nacional o estatal o en el de una dependencia, ordena que se detenga la obra puede dar lugar a que el propietario rescinda el contrato. Con un contratista cumplido, se llega a un acuerdo con respecto al costo del trabajo terminado, del trabajo en proceso y de los costos de movilización del lugar del proyecto, sin hacer concesiones por una utilidad anticipada. Asimismo, el propietario puede rescindir el contrato cuando encuentra que un contratista paga a otros por la solicitud de un contrato público, con lo cual viola la disposición que establece no coludirse con otros. Por incumplimiento: cuando se abandona un pro­ yecto o cualquier parte de él, se ha demorado inne­ cesariamente o el contratista no puede terminarlo en el tiempo especificado, o cuando el contratista viola a sabiendas las cláusulas del contrato o las cumple de mala fe, de ordinario el propietario pue­ de declarar el incumplimiento por parte del contra­ tista y notificarle que suspenda el trabajo en el proyecto. Cuando un contratista no cumple, el pro­ pietario puede hacer uso de su material y equipo para terminar el proyecto apoyándose en la fianza del constructor o en otros medios que considere necesarios para terminar el proyecto de una forma aceptable. Todos los costos, ya sea menores o mayo­ res de los presupuestados en el contrato en que incurra el propietario para terminar el proyecto, se cargan al contratista o a su afianzadora. Liquidación de daños. Se toman disposiciones para que el contratista pague al propietario una suma de dinero por cada día de retraso en la termi­ nación de etapas específicas o de la obra contratada después de la fecha de vencimiento. El convenio sobre daños elimina los litigios y las disputas que pueda haber acerca del casi interminable daño real, a la vez que da un incentivo al contratista para que termine el trabajo a tiempo. Cuando la suma espe­ cificada no es representativa del daño real sufrido Especificaciones por el propietario en el aumento de sus costos, la misma llega a ser, de hecho, un castigo por la demo­ ra en la terminación y no amerita ni es sustentable una demanda judicial. Ampliación del tie m p o . Este inciso establece cier­ tas condiciones que se considerarán causas justas para conceder una ampliación en el plazo estipula­ do en el contrato para terminar la obra. Estas con­ diciones pueden incluir órdenes de modificación que añadan trabajo adicional al descrito en el con­ trato, suspensiones del trabajo o demora debidas a causas distintas de las condiciones meteorológicas usuales. C antidad de o b ra y p ag o s ■ En esta sec­ ción de las disposiciones generales se dan las reglas para medir la cantidad de obra terminada; los pe­ riodos de pagos; la modificación de los planos y la consecuente modificación de los métodos de pago; los pagos; los procedimientos que se siguen en los pagos parciales y el pago final; la terminación de las responsabilidades del contratista, y la garantía ne­ cesaria para cubrir el riesgo de trabajo defectuoso. M ediciones de la cantidad de obra. Este inciso es­ tipula que para efectos de pago, toda la obra termi­ nada de acuerdo con el contrato será calculada por el ingeniero de conformidad con medidas normati­ vas en el país. Alcance del pago. Esta cláusula establece que el pago de una determinada cantidad de obra al precio unitario de la propuesta será la compensación total por la realización y terminación del trabajo y por toda la mano de obra, materiales, herramientas, equipo y todo lo necesario que se suministró. M odificación de los planos. Se toman disposicio­ nes para hacer los pagos correspondientes a las modificaciones en la obra; es decir, a las cantidades medidas de trabajo terminado o de materiales em­ pleados que son mayores o menores que las canti­ dades correspondientes estimadas y programadas en el presupuesto y se establecen los límites cuanti­ tativos de tales cambios que están permitidos por las órdenes de modificación; el contexto de la orden de modificación, incluso el tipo y el carácter del trabajo, los materiales que deben proporcionarse y las modificaciones en el plazo del contrato; los con­ venios complementarios de cambios en los precios ■ 3.11 contractuales de las partidas programadas y la eje­ cución del trabajo no identificada con alguna parti­ da programada en el presupuesto. Pago. Esteincisoestableceel procedimiento por medio del cual se harán los pagos por la cantidad real de trabajo autorizado terminado y aceptado bajo cada partida programada en el presupuesto, ya sea al precio unitario de la misma o al precio unita­ rio estipulado en un convenio adicional. De ordinario el procedimiento implica que se hagan periódicamente pagos parciales a cuenta. Es­ tos pagos se basan en las cantidades aproximadas de obra terminada durante el periodo precedente, medidas por el ingeniero y atestiguadas por los certificados de pago. El propietario puede retener un porcentaje de la cantidad estipulada en cada certificado, dejándola pendiente hasta el finiquito del contrato. A la entrega y aceptación del contrato, el ingeniero prepara un certificado de costo final, que es aprobado por el propietario y determina la cantidad total de dinero que se adeuda al contra­ tista y de la cual se deducen los pagos a cuenta hechos previamente. El pago final se hace sobre una representación satisfactoria por parte del contratis­ ta de que no hay reclamaciones pendientes en con­ tra del contratista interpuestas con el propietario, que el contratista muestre que se han pagado todas las obligaciones en las que incurrieron él y los subcontratistas al llevar a cabo el proyecto, que no amerita embargo alguno y que ha entregado cual­ quier fianza de garantía que se le haya pedido. Term inación de la responsab ilidad del contratista. Esta cláusula establece que hasta la terminación y aceptación de todo el trabajo descrito en el contrato y hasta que se haya hecho el pago final, y sólo hasta entonces, se considera que el proyecto está termina­ do y libera al contratista de más obligaciones y requisitos. G arantía en contra de un tra b a jo defectu o so . Se establece un periodo y una cantidad de dinero como garantía de todo o parte del trabajo; calcula­ dos como un porcentaje del costo fijado en el con­ trato. El contratista proporciona una fianza que lo condiciona a realizar todo el trabajo no hecho y a reemplazar todos los materiales y trabajo no proporcionados, de acuerdo con los términos y requisitos de ejecución del contrato; asimismo, se estipula que hará las reparaciones de defectos que 3 .1 2 ■ Sección tres aparezcan antes de que termine el periodo de garantía. Resolución de controversia. Algunas normas es­ tipulan que las controversias deben ser manejadas por arbitraje obligatorio. Otras normas exigen que las controversias se vayan directamente a juicio con el lugar de jurisdicción indicado en el condado de la ubicación del propietario. 3 .7 Especificaciones técnicas Estas especificaciones descritas con brevedad en la sección 3.1 pueden modificarse en varias formas. Pueden seleccionarse una o más de éstas, de manera que sean las idóneas al propósito para el cual se preparan las especificaciones. Los tipos de especifi­ caciones técnicas de uso común son: Especificaciones de materiales y mano de obra co­ múnmente llamadas especificaciones descriptivas. Especificaciones de compra o adquisición de mate­ riales. Especificaciones de operación (procuración). Esp ecificacio nes de m a te ria le s y m ano de o b ra ■ Este tipo de especificaciones casi es universal en los contratos de construcción. Se inclu­ yen en su cobertura los factores principales que se consideran dentro del desarrollo y la terminación de la obra cubierta por el contrato. Estos factores incluyen las condiciones generales y especiales que afectan el desempeño del trabajo, los requisitos de materiales, los detalles de construcción, y la medida de las cantidades de obra bajo las partidas de la obra programadas y los métodos de pago de dichas par­ tidas. Esp ecificacio nes de co m p ra o ad quisición de m a te ria le s ■ Estas especificaciones se usan en proyectos de considerable magnitud que requie­ ren muchos contratos generales independientes de construcción, contratos que de ordinario operan simultáneamente y bajo los cuales las clases de construcción son análogas. Por ejemplo, las especi­ ficaciones de compra o adquisición de los materia­ les son deseables en el caso de una carretera de longitud considerable que implique la construcción de estructuras de cruce de acero estructural o y de elementos de concreto presforzado. En tales casos, con frecuencia es ventajoso separar los contratos del acero estructural o del concreto presforzado de los contratos generales de todo el proyecto. Este procedimiento asegura la uniformidad y la dis­ ponibilidad de los materiales. Facilita la construc­ ción, al permitir programar las entregas de manera que coincidan con las necesidades del contratista general en un punto específico del proyecto global. Asimismo, puede emplearse un procedimiento se­ mejante para abastecerse de los materiales de cons­ trucción en suficiente cantidad. Las especificaciones en los contratos de esta na­ turaleza contienen, además de los procesos de cons­ trucción, todos los elementos de las especificaciones de materiales y mano de obra, excepto los deta­ lles de la construcción en campo. Si la instalación de los elementos se incluyen en las especificaciones de compra, el procedimiento es el mismo que para las especificaciones de materiales y mano de obra. Esp ecificaciones de o p eració n ■ Estas es­ pecificaciones se aplican mucho en los contratos de compra de maquinaria y de equipo de operación de la planta, y se consideran como contratos dife­ rentes de los de compra de materiales. Los contratos de maquinaria y equipo pueden celebrarse inde­ pendientemente por el propietario antes que se haga el contrato de construcción bajo cuyas cláusu­ las se hará la instalación. El objetivo de esto es asegurar la entrega de dicha maquinaria en el lugar de trabajo, de manera que llegue a tiempo para que pueda instalarse dentro de la secuencia programa­ da de construcción. De ordinario es necesaria la colocación adelantada de los contratos de compra, debido a la gran cantidad de tiempo que se lleva la manufactura de tales artículos. En general las espe­ cificaciones de operación, además de establecer los materiales que entran dentro del equipo de cons­ trucción, con todas las propiedades físicas y quími­ cas pertinentes, determinan las características de las capacidades que debe téner el equipo bajo las condiciones reales de operación. Entonces las espe­ cificaciones deben ser completas respecto a la defi­ nición de la calidad, función y otros requisitos que deben satisfacerse. Puesto que en las especificacio­ nes de operación son necesarias muestras, pruebas, certificaciones y otras pruebas de acatamiento, los costos del contratista tienden a incrementarse por­ que debe proporcionar la información y los costos al ingeniero para que verifique los datos que se le Especificaciones enviaron. Esto también se añade a la responsabili­ dad que tiene el proyectista por un producto no satisfactorio o inadecuado. Los requisitos para verificar y certificar los resul­ tados son registrados en las especificaciones de acuerdo con los procedimientos establecidos por las apropiadas asociaciones industríales. Cuando la maquinaria y el equipo no son críticos desde un punto de vista de los programas de ma­ nufactura y de entrega, pueden incluirse en las especificaciones de construcción. En la sección 3.12 se detallan las especificaciones técnicas típicas. 3.7.1 3 .7 .2 ■ 3 .1 3 E stá n d a re s de re feren cia En el trabajo de construcción se emplean mucho las especificaciones de referencia para los materiales y procedimientos de construcción publicadas por las asociaciones de ingenieros profesionales, por las dependencias gubernamentales y por las asociacio­ nes industriales. Las recomendaciones de estas or­ ganizaciones son la base de las prácticas que se siguen en la actualidad en la construcción, en par­ ticular con respecto a la calidad de los materiales y, en algunos casos, con respecto al control de fabrica­ ción, los procedimientos de construcción y los re­ quisitos de prueba. Esp ecificaciones de m ateria les En esta división de las especificaciones generales se describen los diversos materiales de construcción que se utilizarán en el trabajo y sus propiedades. Las propiedades principales consideradas en la prepa­ ración de las especificaciones de materiales de cons­ trucción son: 1. Propiedades físicas, como resistencia, durabili­ dad y elasticidad. 2 . Composición química. 3 .7 .3 O rd e n am ie n to y fo rm u lació n de la s e sp ecificacio n es técnicas A las disposiciones generales, al igual que las des­ critas en la división 1 de las especificaciones, les siguen las diversas divisiones de las especificacio­ nes técnicas, mismas que están ordenadas numéri­ camente y en una secuencia que, en general, se basa en el orden lógico de las etapas de la construcción de una obra. Por ejemplo, en el Construction Specifications Instituto, las divisiones sucesivas MASTER FORMAT de 16 divisiones son: 3. Propiedades eléctricas, térmicas y acústicas. 4. Apariencia, como el color, la textura, el diseño y el acabado. Las especificaciones de los materiales también in­ cluyen los procedimientos y los requisitos que tienen que cubrirse en las inspecciones, pruebas y análisis hechos por el fabricante durante la fabricación y el proceso del material y más tarde, por el propietario. Debe tomarse nota de si el material se inspeccionará en la fábrica o taller y el número de especímenes que se probarán. El material de prueba deberá coincidir con el que se proveerá al igual con el que se propor­ ciona al dueño para efectuar sus pruebas. Además, las especificaciones cubren las protec­ ciones necesarias que se deben dar en los intervalos entre la manufactura y el procesamiento de los ma­ teriales y su incorporación a la obra. Algunos mate­ riales están sujetos a deterioro o daño, bajo ciertas condiciones de exposición, durante las etapas de transporte, manejo y almacenamiento. (Véase también la sección 3.7.3.) División 2 • Obras bajo tierra, pavimento y en el sitio: Sección 02010 Exploración subterránea; Sección 02100 Limpieza y desmonte; Sección 02110 Remo­ ción de estructura y obstrucciones; Sección 02200 Excavación y relleno; Sección 02552 Estructuras pre­ fabricadas de concreto; Sección 02600 Pavimentos, guarniciones y banquetas; Sección 02710 Valla­ dos; Sección 02800 Plantar césped, sembrar y abo­ nar; Sección 02900 Crear paisajes. División 3 • Concreto: Sección 03100 Detener agua; Sección 03200 Refuerzo de concreto; Sección 03300 Concreto vaciado en el sitio; Sección 03350 Fondos de tanque de concreto; Sección 03400 Estructuras prefabricadas de concreto. División 4 • Albañilería: Sección 04200 Albañilería, División 5 • Metales: Sección 05100 Acero estructural y diverso; Sección 05120 Placas y tapas de aluminio; Sección 05200 Perfiles de acero; Sección 05300 Pla­ taformas metálicas; Sección 05530 Emparrillado 3 .1 4 ■ Sección tres metálico para piso; Sección 05540 Fundiciones de hierro; Sección 05550 Saledizos de escaleras; Sec­ ción 05560 Escaleras y plataformas de acero; Sección 05700 Tanques de acero para almacenamiento. División 6 • Madera y plásticos: Sección 06100 Car­ pintería sin cepillar; Sección 06110 Tablones tope; Sección 06200 Carpintería acabada; Sección 06610 Emparrillados de fibra de vidrio; Sección 06620 Ba­ randillas de fibra de vidrio; Sección 06640 Placas de fibra de vidrio. mezclador; Sección 11700 Equipo de bombeo; Sec­ ción 11800 Equipo muestreador; Sección 11810 Cedazos giratorios; Sección 11820 Equipo para eli­ minar impurezas de lodos; Sección 11830 Engra­ sadores de lodos por gravedad; Sección 11831 Sistemas para control de olores; Sección 11950 Re­ bosaderos y artesas de fibra de vidrio. División 12 • Muebles: Sección 12100 Muebles para interiores. División 13 • Construcción especial: No se utiliza. División 7 • Protecciones contra calor y humedad: Sección 07110 Juntas de expansión; Sección 07120 Juntas de masilla y asfalto; Sección 07150 Impermeabilización y aislar contra humedad; Sección 07200 Aislamiento de paredes; Sección 07250 Aisla­ miento de techos; Sección 07400 Forrado metálico preformado; Sección 07500 Techumbre de membra­ na; Sección 07600 Láminas metáücas y tapajuntas; Sección 07800 Accesorios para techo; Sección 07900 Selladores y calafateo. División 8 • Puertas y ventanas: Sección 08100 Puertas y marcos de acero; Sección 08200 Puertas y marcos de aluminio; Sección 08320 Puertas de metal lami­ nado; Sección 08350 Puertas plegadizas; Sección 08500 Ventanas de aluminio; Sección 08700 Herraje de acabados; Sección 08800 Vidriería. División 9 • Acabados: Sección 09200 Listones y yeso; Sección 09300 Losetas; Sección 09500 Cielos acústi­ cos; Sección 09800 Recubrimientos de concreto; Sec­ ción 09650 Pisos elásticos; Sección 09900 Pintura y capas. División 10 • Especialidades: Sección 10200 Material rodante; Sección 10310 Radios portátiles; Sección 10320 Báscula; Sección 10400 Equipo para servir alimentos; Sección 10500 Equipo de talleres; Sección 10520 Extintor; Sección 10600 Muros divisorios mó­ viles; Sección 10610 Muros divisorios de baños; Sec­ ción 10700 Placas y señalamientos; Sección 10800 Accesorios para baño. División 11 • Equipo y sistemas: Sección 11000 Equipo para difusión de aire; Sección 11120 Ventiladores; Sección 11230 Sistema de cloración; Sección 11260 Filtro de aguas residuales; Sección 11430 Sistema de escoria superficial (aguas cloacales); Sección 11480 Sistemas de incineración; Sección 11600 Equipo División 14 • Sistemas de transporte: Sección 14300 Montacargas y grúas; Sección 14500 Transportado­ res de banda; Sección 14600 Transportadores de tornillo sinfín. División 15 • Mecánica: Sección 15100 Requisitos mecánicos en general; Sección 15200 Tubería; Sec­ ción 15210 Válvulas; Sección 15250 Rejas para ace­ quias y taludes; Sección 15400 Plomería; Sección 15600 Calefacción, ventilación y acondicionamiento de aire (HVAC, por sus siglas en inglés); Sección 15700 Sistema de combustible. División 16 • Instrumentos y controles eléctricos: Sec­ ción 16000 Equipo eléctrico; Sección 16500 Instru­ mentación y controles; Sección 16600 Sistema de adquisición y supervisión de datos de control (SCADA, por sus siglas en inglés); Sección 16720 Sistema de detección de incendios. Como antes se indica, cada división está com­ puesta de secciones. Las especificaciones detalladas para cada sección (por ejemplo, Sección 04200 "Albañilería", bajo la división 4) están dispuestas bajo los siguientes encabezamientos: 1. Descripción 2 . Materiales 3. Requisitos de construcción 4. Método de medición 5. Base de pago Las últimas dos partidas suelen combinarse en un solo encabezado: Medición y pago. D escripción del tra b a jo ■ En este renglón se hace una descripción concisa de la naturaleza y los alcances del trabajo en la sección y de sus carac­ Especificaciones terísticas inherentes, y se incluyen los requisitos necesarios para que el trabajo se apegue a los planos y especificaciones. M ateriales ■ En este renglón se presentan las propiedades de los diversos materiales que se usan durante el desarrollo del trabajo de la sección. Si se ha incluido una división de materiales inde­ pendiente como parte de las especificaciones técni­ cas, cuando se desea conocer las propiedades del material, sencillamente se hace referencia a las es­ pecificaciones técnicas (véase también la sección 3.7.1) Si no se ha hecho tal división, será apropiado consultar las especificaciones generales publicadas por las asociaciones profesionales de ingenieros, por las dependencias gubernamentales y por las asociaciones industriales. Cuando los productos manufacturados no estén incluidos en los estánda­ res de referencia, se acostumbra fijar como están­ dares los de algunos artículos que han demostrado su calidad y seguridad. De ordinario, se especifi­ can por su nombre y fabricación tres de ellos, y las especificaciones de cualquiera se considerarán aceptables para su empleo en la obra. "E q u iv a le n te " ■ Cuando un material de construcción o una pieza de equipo dados no cum­ plen con las especificaciones generales o no tienen especificaciones que sean descriptibles con facili­ dad, los organismos públicos requieren que se pro­ porcionen los nombres de cuando menos dos o tres proveedores o el nombre de uno de ellos con la frase "o igual", "equivalente", "o demostrado equivalen­ te", "equivalente de acuerdo con el ingeniero". La teoría que sustenta este requisito es que así se pro­ mueve libre competencia y se cumple con la ley. En muchos casos, el procedimiento se origina en las oficinas del apoderado general u otro funcionario público y se basa en la regla de que la competencia es un requisito en la mayoría de las leyes de obras públicas. En la práctica privada, la razón principal para seguir este procedimiento es que así se logTa dar al cliente el mejor producto al precio más bajo. La cláusula "o igual" ha sido a veces fuente de desavenencias entre ingenieros y contratistas. Sin embargo, el uso cuidadoso de la cláusula "o igual" promueve la competencia y puede hacer bajar el costo entregado de elementos de la obra. Si se per­ miten sustitutos se deja que contratistas aporten su valiosa experiencia con materiales, equipo y pro­ veedores al proyecto. ■ 3 .1 5 El uso de la cláusula "o igual" exige que el ingeniero y el propietario estén preparados y distri­ buyan tiempo para investigar y evaluar sustitucio­ nes ofrecidas por el contratista. Las características sobresalientes del elemento originalmente especifi­ cado deben documentarse con cuidado y registrarse para su uso durante la evaluación de sustitutos propuestos. Algunas especificaciones estipulan que el con­ tratista debe reembolsar al ingeniero los costos de tales investigaciones y evaluaciones, incluyendo costos de rediseño de elementos de proyecto afecta­ dos, por ejemplo cimentaciones, instalaciones eléc­ tricas y tuberías. Las especificaciones deben requerir que el con­ tratista asuma toda la responsabilidad por el cum­ plimiento de las disposiciones aplicables de las especificaciones al aprobarse una sustitución. Una excepción a esto ocurre cuando el propietario auto­ riza que los requisitos de las especificaciones apro­ vechen del menor costo de un sustituto, relevando por lo tanto de responsabilidades al ingeniero. La aprobación de sustitutos siempre debe darse por escrito. Algunas especificaciones exigían que lidiadores ofrederan sustitutos de elementos prindpales de la obra en sus lidtadones. Bajo este esquema, las espedficaciones prescriben los elementos exactos reque­ ridos. Los lidiadores deben describir sustituciones en detalle con especificadones adjuntas del produc­ to, dibujos, hojas de corte de catálogo, etcétera. Del mismo modo, el contratista debe estipular la canti­ dad a deducir o agregar a la licitación base para la aceptación de la sustitución ofredda. Este méto­ do permite al ingeniero revisar la sustitución pro­ puesta junto con el resto de la lidtación, libre de las presiones que existen después de adjudicado el contrato. Requisitos d e construcción ■ El objetivo de esta sección que se encuentra en las especifi­ caciones detalladas de cada partida de trabajo, con­ siste en prescribir las operaciones pertinentes a la construcción sin disminuir la responsabilidad del contratista de terminar satisfactoriamente la obra. Entre las características principales que se subrayan están la calidad de la mano de obra y del acabado, mismas a las que se deben sumar las consideracio­ nes pertinentes a las limitaciones prácticas de las tolerancias, de obra negra y de otros factores. Se deben tomar las precauciones necesarias para pro­ 3 .1 6 ■ Sección tres teger en forma apropiada la obra o las propiedades adyacentes. Asimismo, también se deben especifi­ car los métodos de inspección y prueba que son aplicables al trabajo, en particular la inspección en taller así como la inspección de campo. Las especificaciones para la mano de obra deben indicar los resultados que se tienen que lograr. Por tanto, el contratista tiene cierta libertad al seleccionar los procedimientos de construcción. En algunos ca­ sos, sin embargo, será necesario establecer métodos que aseguren la terminación satisfactoria de la obra, por ejemplo, la compactadón de terraplenes o proce­ dimientos de soldado en las estructuras de acero tanto en el taller como en la obra. También es necesa­ rio especificar normas de seguridad y establecer restricdones para proteger y coordinar el trabajo como un todo, o también cuando se requieran por la secuenda definida de las operaciones de construcción, ya sea por requisitos del proyedo o para satisfacer las condidones estableadas por el propietario. M edición y p a g o ■ En este encabezado se combina la medición del trabajo y la base del pago. Todo contrato, independientemente de su tipo, in­ cluirá las cláusulas para el pago. En el contrato de precio unitario, la cantidad de obra que se determi­ na bajo cada partida listada en el presupuesto se mide aplicando una unidad de medida convendonal. Algunas partidas, como las unidades ensam­ bladas, se determinan por la cantidad requerida de unidades; otras se miden en ft lineales, por yardas cuadradas, por yardas cúbicas, por libras, o por galones, según convenga. Deben definirse con claridad las cantidades que serán consideradas para propósitos de pago así como para cubrir todas las deducciones que se ha­ rán por deficiencias y por trabajo no autorizado realizado fuera de los límites establecidos en los planos u ordenamiento por el ingeniero. Así, pue­ den calcularse los pagos parciales y totales que se harán por la cantidad real de trabajo y aceptado. Para determinar el monto del pago, se multiplica cada cantidad por el precio unitario correspondien­ te que se establezca en el presupuesto del contratista y se suman todos los productos. Para fines de pago es esencial que las especifica­ ciones definan con precisión cada concepto por uni­ dad de medida (yarda cúbica, pie lineal, etc.). Las especificaciones deben establecer con claridad y en forma completa todo el trabajo por realizar y los gastos complementarios que incluirá el concursante en la partida de la cual se somete a consideración el precio unitario. Cuando hay operaciones relaciona­ das con una partida particular del trabajo que se paga en forma independiente, las especificaciones establecerán esto con claridad, para evitar contro­ versias o pagos dobles por el mismo trabajo. En un contrato a precio unitario no es raro que se incluyan conceptos para los cuales se requieren precios de suma global. Esas partidas están sujetas a todas las condiciones que gobiernan las partidas a precio unitario, excepto en lo que respecta a las cantidades de obra que se hacen para propósitos de pago y al derecho que tiene el propietario de alterar la cantidad de trabajo sin una orden de modifica­ ción. El costo de todos los materiales y el trabajo necesarios para terminar la construcción de las par­ tidas que impliquen sumas globales, tal como se describen en los planos y son requeridas por las especificaciones, se incluyen en la declaración de suma global. Para propósitos de pago, el trabajo relacionado con la construcción de una partida de suma global que no se ha liquidado, se indicará como incluido en otras partidas. Para facilitar los pagos parciales del trabajo que se realiza sobre la base de partidas de suma global o para contratos de esa índole, se debe pedir al con­ tratista que proporcione un análisis de las partes componentes de la obra. Este análisis se refiere a la calendarización de valores. Los análisis incluyen las cantidades estimadas necesarias de los diferentes trabajos u oficios incluidos en la obra y, además, los precios unitarios aplicables a cada una. Los pre­ cios sumados deben ser iguales que los que tiene la propiedad de suma global para las partidas termi­ nadas y para el contrato. Las especificaciones deben estipular la remisión de una programación de valo­ res antes de una conferencia previa a la construc­ ción. Tal esquema será aprobado por el supervisor antes de que se haga efectivo. (Véase también la sección 3.12.) 3 .8 Publicaciones y ad ju d icacio n es de contratos Una práctica normal en el gobierno y otros organis­ mos públicos es convocar a concurso para asignar los contratos de construcción de las obras públicas. Con anuncios en los periódicos y en las publicaciones de ingeniería se solicitan cotizaciones en sobre cerrado para periodos legalmente obligados. La convocatoria deberá contener la siguiente información: depen- Especificaciones denda emisora, fecha de la convocatoria, fecha en que se redbirán las propuestas y en que se abrirán, una breve descripdón de la obra (identificación del pro­ yecto), la localizadón del proyecto, las cantidades a realizar de los conceptos más importantes, el lugar u oficina en donde pueden obtener los planos y las especificaciones y los cargos que se hacen por ellos, el importe de la fianza de garantía y los derechos reservados al propietario. En el caso de los proyec­ tos privados, la convocatoria la hace el propietario o un grupo selecto de contratistas. Dicha convocatoria contiene toda la información que sea aplicable al proyecto particular. 3.8.1 Requisitos del concurso p a ra o b ra s pú b licas En el caso de los contratos para las obras públicas los requisitos del concurso se definen de ordinario en las normas y especificaciones generales de la dependencia que hace la convocatoria. El objeto de estos requisitos es avisar a los ponentes potenciales la rutina que se sigue en la presentación de una propuesta y en su eligibilidad. Los puntos principa­ les que se tratan son los siguientes: Precalificació n o calificació n ■ Para que una oferta sea aceptable, el concursante debe haber sido precalificado por la dependencia contratante con anterioridad con respecto a su capacidad y po­ sición financiera, por medio de la presentación de documentos que proporcionen la información re­ querida (actualizada de manera que refleje la situa­ ción del contratista en la fecha de la convocatoria); otro modo posible de calificar es suministrando pruebas de lo anterior cuando se presenta la pro­ puesta. Algunos estados en E. U. requieren que el contratista tenga una patente que le permita traba­ jar como tal; en ese caso se archiva automáticamen­ te, en la dependencia contratante, un registro de la patente del contratista. 3 .17 propósito) el cual se debe lacrar. Se dará acuse de recibo en la propuesta de todos los apéndices que se originen durante el periodo de concurso. Los espacios que se encuentran en el exterior del sobre (si es que acaso se proporcionó alguno) se llenan con la información solicitada. La propuesta se envía por correo o por mensajero, pero se aclara que sólo se recibirá antes de la fecha que se fija para la apertura de las propuestas; de otra manera no se aceptará. (Véase también la sección 4.3.) G a r a n tía d e la p ro p u e sta ■ Los organis­ mos públicos siempre requieren una garantía de que el contratista que se designe cumpla el contrato. La garantía puede tener la forma de una fianza de seguridad o de un cheque certificado y se hace por un porcentaje establecido del importe total de la oferta. De ordinario, este porcentaje es el 5 o 10% con una cantidad fijada como límite máximo; pero esto puede variar de manera que se ajuste a los intereses del organismo público particular. En algu­ nas ocasiones se solicitan al concursante tanto una fianza de seguridad como un cheque certificado. La cantidad por la que se suscribe la fianza de seguri­ dad varía desde el 1 0 0 % del importe total de la propuesta y llega hasta un 5% que se aplica a dis­ creción del organismo contratante. (Véase también la sección 4.3.) Las garantías de las propuestas deben incluirse en la presentación de la misma. Dentro de un plazo breve después de que se abrieron las propuestas, las garantías de cada una son devueltas a los concur­ santes, con excepción de las tres más bajas. Las garantías de éstas son devueltas hasta después de que se ejecutó el contrato. Testimonio n otarial de no colusión o conni­ vencia ■ Por ley, las dependencias públicas soli­ citan al contratista un testimonio notarial de no connivencia. 3 .8 .2 Prep aració n y presen tació n de la oferta ■ Con objeto de evitar irregularidades que puedan nulificar la propuesta, se proporcionarán al concur­ sante las instrucciones necesarias para preparar su oferta en los formatos proporcionados por la de­ pendencia contratante. Las ofertas deben estar fir­ madas y el signatario debe tener poder notarial. Posteriormente, las propuestas se colocan en el so­ bre (a veces proporcionado por la entidad con dicho ■ R equisitos de co ncu rso p a ra o b ra s p riv a d a s Para propietarios privados, los procedimientos para remitir, recibir y abrir licitaciones o concursos son más informales puesto que no están sujetos a las leyes que rigen tales procedimientos para contratos de obras públicas. La forma en que estos pasos se manejan está por entero a discreción del propietario o ingeniero. No se requieren fianzas de licitados. Tampoco se 3 .1 8 ■ Sección tres Después de la apertura de las propuestas, se publi­ can los importes o precios dados a las diversas partidas listadas en ellas. En este paso, se tabulan los datos, se verifican los totales de cada partida, se comprueba su suma, se establecen los importes totales de las ofertas y se proporciona una compro­ bación de cada partida. La comparación de los im­ portes totales de las ofertas establecen cuál es la que tiene el costo más bajo y cuáles son las que siguen, en un orden creciente de cantidad. que todo el trabajo que se requiere hacer será ejecu­ tado fielmente de acuerdo con los términos del contrato; también le garantiza que el contratista pagará todas las reclamaciones legales que le hagan los subcontratistas, los proveedores del material y por la mano de obra y los materiales suministrados durante la realización del proyecto del contrato respectivo. La fianza garantiza también al propietario que será defendido e indemnizado contra todas las de­ mandas, costos de toda clase y daños de los que se le pueda acusar por daño a la persona o a la propiedad de terceros y que resulten del desarrollo del trabajo, o bien, por negligencia del contratista. Además, el propietario debe quedar protegido de igual manera contra todas las demandas y acciones legales que le puedan hacer los subcontratistas, proveedores del material o trabajadores que hayan desempeñado una labor o proporcionado material al proyecto; también se le debe proteger contra cualquier recla­ mación que se le haga o contra cualquier cantidad reclamada por la infracción a las patentes o dere­ chos legales de terceras personas. Se puede estable­ cer el requisito de que el contratista indemnice y le ahorre daños al propietario por medio de un seguro o reteniendo un porcentaje del importe del contrato hasta la aceptación final de la obra, y también por las fianzas del contrato. (Véase también la sección 4.17.) 3 .8 .4 3 .9 acostumbra publicar la licitación. En lugar de esto, se expide un Aviso a contratistas a un selecto grupo de contratistas, conocidos por el propietario para califi­ carlas. Este aviso es acompañado por instrucciones para licitadores y formato de propuesta cuando se requieren licitaciones o concursos competitivos. Las Instrucciones a licitadores, por lo general, incluyen la información necesaria para formular y entregar la propuesta. No se requieren testimonios notariales de no colusión. La tabulación y evaluación de licitacio­ nes y adjudicación y ejecución de contratos suele seguir al procedimiento para contratos de obras pú­ blicas, modificadas para adaptarse a las necesidades particulares del propietario. 3 .8 .3 Evalu ació n y co m p aració n de la s p ro p u estas Concesión y ejecución del contrato Una vez verificadas todas las condiciones que se especifican, como la patente de construcción, los requisitos de calificación, los testimonios notariales de no connivencia, y una vez establecida la pro­ puesta más baja, el propietario notifica oficialmente al concursante elegido que se le ha concedido el contrato; entonces se espera que el concursante ga­ nador cumpla con los convenios del contrato dentro del tiempo especificado. En este paso final del pro­ cedimiento se establece como requisito una fianza de cumplimiento aceptable para la organización contratante, que debe proporcionar fianzas de cum­ plimiento y de pago aceptables para la organización contratante. El importe de la fianza iguala al impor­ te total de la propuesta. Los dos bonos se combinan con frecuencia en una sola fianza de pago y de cumplimiento. La fianza garantiza al propietario Redacción de las especificacion es: estilo y fo rm a La preparación de las especificaciones para un con­ trato de construcción comienza con un análisis glo­ bal de las necesidades basado en un estudio del trabajo propuesto, de las condiciones bajo las cua­ les se va a llevar a cabo, de los materiales, de los detalles de la construcción y de los procedimientos administrativos del propietario. El análisis propor­ ciona los diversos conceptos que se requieren in­ cluir en los documentos del contrato. Asimismo, un estudio detallado de los planos del contrato revelará dónde hay insuficiencias y cuáles son las necesida­ des que deben complementarse en las especificacio­ nes. Un esbozo descriptivo del contenido propuesto adecuadamente subtitulado facilita el trabajo de la persona que va a redactar las especificaciones al preparar los documentos. Especificaciones 3.9.1 Form ato de la s especificaciones Un formato básico para las especificaciones puede estar orientado hacia un proyecto particular y hacia su patrocinador. Tendrá un índice que identifique los documentos que forman el legajo y una tabla de contenido que liste por número, título y página las diversas secciones de las disposiciones generales y las especificaciones técnicas. Las referencias cruza­ das dentro de una sección sólo se harán sólo por título. De otra forma, la innecesaria verificación de referencias cruzadas se hace intolerable. Esto resul­ ta de numerosas revisiones de especificaciones has­ ta su publicación para licitación. Las especificaciones deben estar organizadas en divisiones, y cada división en secciones (sección 3.7.3). Cada sección técnica suele comenzar con una breve descripción de la obra incluida en ella. La obra eventual no incluida en la obra especificada en una sección particular se puede citar como "Obra cone­ xa especificada bajo otras secciones." Cada sección debe estar completa, con descripción de materiales, mano de obra y requisitos para probar claramente definidos. Todos los elementos de pago deben men­ cionarse, con métodos de medición y bases de pago especificados para cada elemento. 3 .9 .2 P rio rid ad d e docum entos de contrato De la mayor importancia en la coordinación e interpretación de documentos de contrato es el establecimiento de un orden de prioridad. Es cos­ tumbre estipular que los dibujos del contrato ri­ gen sobre las especificaciones estándar y que las disposiciones especiales rigen sobre las especifica­ ciones estándar y los dibujos de contrato. Enton­ ces, en la preparación de disposiciones especiales, debe tenerse cuidado de evitar conflicto con los otros documentos de contrato y para asegurar una descripción definida y clara de la obra requerida. También se debe tener cuidado de evitar duplica­ ción de información en las disposiciones especia­ les, o en los dibujos y disposiciones especiales para impedir conflicto y errores, en especial en el caso de cambios. Es aconsejable no especificar el mé­ todo que se vaya a utilizar y los resultados desea­ dos, debido a que un conflicto puede relevar al contratista de responsabilidad. 3 .9 .3 ■ 3 .1 9 R eferen cias a esp ecificacion es e stá n d a r Cuando se preparan los documentos del contrato de un proyecto para el cual existen especificaciones estándar hechas por el propietario, por ejemplo, en el caso de un organismo público, el redactor de las especificaciones está obligado a incorporarlas o ha­ cer referencia e identificarlas y establecerlas en las disposiciones especiales. No es raro que se citen partes de las especificaciones estándar por medio de una referencia al comienzo de cada sección aplica­ ble de las disposiciones especiales, lo cual se hace por medio de un párrafo similar al siguiente: Todo trabajo estará de acuerdo con las especificaciones estándar (se lista el número de sección y el título), tal como se establece aquí. Sin embargo, en el texto de una sección de las dis­ posiciones especiales, pueden citarse una o más de las cláusulas de las especificaciones estándar, o bien, especificaciones generales que son diferentes par­ cial o totalmente de las del propietario. De aquí que las disposiciones especiales, cuando es necesario, modifiquen, restrinjan o añadan algo a las especificaciones estándar, cuando se admite que tales opciones y alternativas sean permitidas. No se deben repetir partes de las especificaciones estándar dentro del texto de las disposiciones espe­ ciales, y deben eliminarse las referencias repetidas que se hagan en las disposiciones especiales de la sección de especificaciones estándar. /La redundan­ cia conduce al error! 3 .9 .4 Principios b á sico s de b u en a e scritu ra d e esp ecificacion es Las especificaciones se redactan por lo general en el estilo tradicional de composición, gramáticamen­ te correcto. Deben estar escritas en un detalle tan cualitativo y cuantitativo como sea necesario, para comunicar lo que se requiera y por lo tanto se con­ venga. La probabilidad de malos entendidos y po­ lémicas, que con frecuencia resultan en costosos litigios, debe conservarse al mínimo. Las ambi­ güedades y verborrea deben evitarse. Una buena especificación es clara, concisa y se entiende con facilidad, no se presta a dudas de las intenciones de las partes involucradas ni deja nada que se pueda 3 .1 8 ■ Sección tres Después de la apertura de las propuestas, se publi­ can los importes o precios dados a las diversas partidas listadas en ellas. En este paso, se tabulan los datos, se verifican los totales de cada partida, se comprueba su suma, se establecen los importes totales de las ofertas y se proporciona una compro­ bación de cada partida. La comparación de los im­ portes totales de las ofertas establecen cuál es la que tiene el costo más bajo y cuáles son las que siguen, en un orden creciente de cantidad, que todo el trabajo que se requiere hacer será ejecu­ tado fielmente de acuerdo con los términos del contrato; también le garantiza que el contratista pagará todas las reclamaciones legales que le hagan los subcontratistas, los proveedores del material y por la mano de obra y los materiales suministrados durante la realización del proyecto del contrato respectivo. La fianza garantiza también al propietario que será defendido e indemnizado contra todas las de­ mandas, costos de toda dase y daños de los que se le pueda acusar por daño a la persona o a la propiedad de terceros y que resulten del desarrollo del trabajo, o bien, por negligenda del contratista. Además, el propietario debe quedar protegido de igual manera contra todas las demandas y acdones legales que le puedan hacer los subcontratistas, proveedores del material o trabajadores que hayan desempeñado una labor o proporcionado material al proyecto; también se le debe proteger contra cualquier recla­ mación que se le haga o contra cualquier cantidad reclamada por la infracción a las patentes o dere­ chos legales de terceras personas. Se puede estable­ cer el requisito de que el contratista indemnice y le ahorre daños al propietario por medio de un seguro o reteniendo un porcentaje del importe del contrato hasta la aceptación final de la obra, y también por las fianzas del contrato. (Véase también la sección 4.17.) 3 .8 .4 3 .9 acostumbra publicar la licitación. En lugar de esto, se expide un Aviso a contratistas a un selecto grupo de contratistas, conocidos por el propietario para califi­ carlas. Este aviso es acompañado por instrucciones para licitad ores y formato de propuesta cuando se requieren licitaciones o concursos competitivos. Las Instrucciones a licitadores, por lo general, incluyen la información necesaria para formular y entregar la propuesta. No se requieren testimonios notariales de no colusión. La tabulación y evaluación de licitacio­ nes y adjudicación y ejecución de contratos suele seguir al procedimiento para contratos de obras pú­ blicas, modificadas para adaptarse a las necesidades particulares del propietario. 3 .8 .3 Evalu ació n y co m p aració n de la s p ro p u esta s Concesión y ejecución del contrato Una vez verificadas todas las condiciones que se especifican, como la patente de construcción, los requisitos de calificación, los testimonios notariales de no connivencia, y una vez establecida la pro­ puesta más baja, el propietario notifica oficialmente al concursante elegido que se le ha concedido el contrato; entonces se espera que el concursante ga­ nador cumpla con los convenios del contrato dentro del tiempo especificado. En este paso final del pro­ cedimiento se establece como requisito una fianza de cumplimiento aceptable para la organización contratante, que debe proporcionar fianzas de cum­ plimiento y de pago aceptables para la organización contratante. El importe de la fianza iguala al impor­ te total de la propuesta. Los dos bonos se combinan con frecuencia en una sola fianza de pago y de cumplimiento. La fianza garantiza al propietario Redacción de las especificacion es: estilo y fo rm a La preparación de las especificaciones para un con­ trato de construcción comienza con un análisis glo­ bal de las necesidades basado en un estudio del trabajo propuesto, de las condiciones bajo las cua­ les se va a llevar a cabo, de los materiales, de los detalles de la construcción y de los procedimientos administrativos del propietario. El análisis propor­ ciona los diversos conceptos que se requieren in­ cluir en los documentos del contrato. Asimismo, un estudio detallado de los planos del contrato revelará dónde hay insuficiencias y cuáles son las necesida­ des que deben complementarse en las especificacio­ nes. Un esbozo descriptivo del contenido propuesto adecuadamente subtitulado facilita el trabajo de la persona que va a redactar las especificaciones al preparar los documentos. Especificaciones 3.9.1 Form ato de la s esp ecificacion es Un formato básico para las especificaciones puede estar orientado hacia un proyecto particular y hacia su patrocinador. Tendrá un índice que identifique los documentos que forman el legajo y una tabla de contenido que liste por número, título y página las diversas secciones de las disposiciones generales y las especificaciones técnicas. Las referencias cruza­ das dentro de una sección sólo se harán sólo por título. De otra forma, la innecesaria verificación de referencias cruzadas se hace intolerable. Esto resul­ ta de numerosas revisiones de especificaciones has­ ta su publicación para licitación. Las especificaciones deben estar organizadas en divisiones, y cada división en secciones (sección 3.7.3). Cada sección técnica suele comenzar con una breve descripción de la obra incluida en ella. La obra eventual no incluida en la obra especificada en una sección particular se puede citar como "Obra cone­ xa especificada bajo otras secciones." Cada sección debe estar completa, con descripción de materiales, mano de obra y requisitos para probar claramente definidos. Todos los elementos de pago deben men­ cionarse, con métodos de medición y bases de pago especificados para cada elemento. 3 .9 .2 P rio rid ad d e docum entos de contrato De la mayor importancia en la coordinación e interpretación de documentos de contrato es el establecimiento de un orden de prioridad. Es cos­ tumbre estipular que los dibujos del contrato ri­ gen sobre las especificaciones estándar y que las disposiciones especiales rigen sobre las especifica­ ciones estándar y los dibujos de contrato. Enton­ ces, en la preparación de disposiciones especiales, debe tenerse cuidado de evitar conflicto con los otros documentos de contrato y para asegurar una descripción definida y clara de la obra requerida. También se debe tener cuidado de evitar duplica­ ción de información en las disposiciones especia­ les, o en los dibujos y disposiciones especiales para impedir conflicto y errores, en especial en el caso de cambios. Es aconsejable no especificar el m é­ todo que se vaya a utilizar y los resultados desea­ dos, debido a que un conflicto puede relevar al contratista de responsabilidad. 3 .9 .3 ■ 3 .1 9 R eferen cias a esp ecificacio n es e s tá n d a r Cuando se preparan los documentos del contrato de un proyecto para el cual existen especificaciones estándar hechas por el propietario, por ejemplo, en el caso de un organismo público, el redactor de las especificaciones está obligado a incorporarlas o ha­ cer referencia e identificarlas y establecerlas en las disposiciones especiales. No es raro que se citen partes de las especificaciones estándar por medio de una referencia al comienzo de cada sección aplica­ ble de las disposiciones especiales, lo cual se hace por medio de un párrafo similar al siguiente: Todo trabajo estará de acuerdo con las especificaciones estándar (se lista el número de sección y el título), tal como se establece aquí. Sin embargo, en el texto de una sección de las dis­ posiciones especiales, pueden citarse una o más de las cláusulas de las especificaciones estándar, o bien, especificaciones generales que son diferentes par­ cial o totalmente de las del propietario. De aquí que las disposiciones especiales, cuando es necesario, modifiquen, restrinjan o añadan algo a las especificaciones estándar, cuando se admite que tales opciones y alternativas sean permitidas. No se deben repetir partes de las especificaciones estándar dentro del texto de las disposiciones espe­ ciales, y deben eliminarse las referencias repetidas que se hagan en las disposiciones especiales de la sección de especificaciones estándar. ¡La redundan­ cia conduce al error! 3 .9 .4 Principios b á sic o s d e b u e n a e scritu ra d e esp ecifica cio n e s Las especificaciones se redactan por lo general en el estilo tradicional de composición, gramáticamen­ te correcto. Deben estar escritas en un detalle tan cualitativo y cuantitativo como sea necesario, para comunicar lo que se requiera y por lo tanto se con­ venga. La probabilidad de malos entendidos y po­ lémicas, que con frecuencia resultan en costosos litigios, debe conservarse al mínimo. Las ambi­ güedades y verborrea deben evitarse. Una buena especificación es clara, concisa y se entiende con facilidad, no se presta a dudas de las intenciones de las partes involucradas ni deja nada que se pueda 3 .2 0 ■ Sección tres dar por hecho. Los juzgados, tradicionalmente, han interpretado requisitos ambiguos contra la parte que los formuló. En vista de que las especificaciones, junto con los dibujos, son los medios utilizados para guiar al contratista para producir el producto final deseado, es esencial que estén correlacionados para evitar conflictos y malos entendidos de los requisitos. Las instrucciones descritas con más facilidad en pala­ bras pertenecen a las especificaciones técnicas, en tanto que la información que en forma más eficiente se puede describir gráficamente debe aparecer en los dibujos. La información de los dibujos no debe du­ plicarse en las especificaciones, ni viceversa, porque puede haber discrepancia entre la información con­ tenida en los dos documentos que puede.ocasionar problemas. Como las especificaciones complementan los di­ bujos, las disposiciones especiales y las especifica­ ciones estándar, juntas, no deben dejar duda en cuanto a la calidad y cantidad del trabajo requerido. La función de los dibujos es mostrar la ubicación, dimensiones, alcance, configuración y detalle del trabajo requerido. La función de las especificaciones es definir los requerimientos de calidad mínimos de materiales y mano de obra, prescribir pruebas por las que éstas deben establecerse, así como describir métodos de mediciones y pagos. Los documentos del contrato deben ser justos para el propietario, para los concursantes, para el contratista y para cualquier otra persona y organi­ zaciones relacionadas con el proyecto. Cualquier aspecto del trabajo que no está definido con clari­ dad en las especificaciones o en los planos causará pérdida de tiempo y de esfuerzo durante el concur­ so o durante la construcción, y redundará en precios más altos al tenerse que incluir imprevistos y con toda seguridad sobrecostos y ampliaciones al perio­ do de ejecución. En seguida se proporcionan algunas considera­ ciones generales aplicables a la redacción de las especificaciones. Sea específico, no indefinido. Sea breve; evite las palabras o frases innecesarias. Sumi­ nistre todos los datos necesarios; elimine la repeti­ ción. Redacte en forma afirmativa. Use la gramática correcta. Dirija, no sugiera. Emplee oraciones cortas y no largas. No especifique a la vez los métodos y resultados. No especifique requisitos que se con­ tradigan. No justifique un requisito. Elimine las oraciones que requieran más que una puntuación sencilla. Asimismo, elimine las palabras que no sean familiares para los usuarios de las especificaciones, en especial, si tienen más de un significado. Sea muy cuidadoso cuando se requiera la auto­ rización del ingeniero. Autorización específica del ingeniero con respecto al equipo de contratista, a sus métodos, a sus construcciones temporales o a sus normas de seguridad, puede en ciertas ocasio­ nes liberar al contratista de sus responsabilidades según las cláusulas del contrato. Es mejor, y suelen requerirlo las disposiciones generales de especifica­ ciones, que el contratista sea responsable por los medios, métodos y programa de construcción. Cuando se preparen los detalles de construc­ ción de las especificaciones, ordene el material en la misma secuencia en que se realiza el trabajo. Por ejemplo, especifique el curado del concreto des­ pués que especifique la cimbra, la mezcla y el co­ lado. Cuando existan referencias a normas, como las especificaciones de la ASTM, lea primero las normas para asegurarse de que en ellas no hay algo que se contraponga con los requisitos del trabajo. La sección de las especificaciones referente a la medición y al pago, es importante tanto para el contratista como para el propietario. Debe incluirse todo concepto de trabajo que realizará el contratista, ya sea que se mida y se pague por separado o que se incluya en el pago de otro concepto. Cite sólo a los contratantes: al propietario, que está representado por el ingeniero y al contratista. No mencione a otros contratistas, subcontratistas, concursantes, etcétera. Haga referencia a "estas" especificaciones mejor que a "esta" especificación; use el plural. Tanto la mano de obra como los materiales deben concordar con las especificaciones de referencia. Use la frase "sin costo adicional para el propie­ tario", sólo cuando exista la posibilidad de que el contratista no comprenda que es él quien tiene que absorber ciertos gastos. El uso indiscriminado de esta frase, puede dar lugar a que se piense que otros trabajos especificados no están a cargo del contratista. Redacte en forma imperativa los compromisos del contratista e indique en futuro la intención por parte del propietario. No confunda el significado de las palabras; el uso correcto de las mismas es muy importante. No utilice palabras indefinidas cuando pueda expresarlo con palabras más precisas. Elimine la repetición de frases comunes y expre­ siones típicas. No emplee frases de carácter legal en Especificaciones el texto de las especificaciones que oscurezcan su significado o subordinen su función a la de un documento legal. Esp ecificacio n es sim p lific a d a s ■ Como una alternativa con respecto al estilo tradicional, las especificaciones pueden redactarse en forma concisa, que consiste en simplificar el estilo acor­ tando la estructura de la oración en donde sea posible. Empleadas con oportunidad, las oracio­ nes breves representan una gran ayuda. En gene­ ral, la parquedad de las oraciones consiste en omitir, en las especificaciones y sin que cambien el significado, las palabras que no tienen un signi­ ficado legal. Sólo se retienen las disposiciones ne­ cesarias. Una buena especificación larga puede abreviarse sin que se altere el significado; median­ te la concisión puede reducirse en un tercio o más. La técnica de abreviar las especificaciones debe adoptarse como una simplificación del estilo, que proporciona una forma diferente de redactar las especificaciones, mientras que el formato general permanece igual. Sin embargo, se debe observar que este estilo se adapta mejor a los contratos de edificación, ya que cada sección de las especificacio­ nes técnicas se relaciona directamente con una parte de la construcción. Algunos aspectos y consideraciones que se de­ ben tener en cuenta cuando se abrevian las especi­ ficaciones, y que proporcionó Ben John Small ("The Case for Streamlined Specifications", The Conslruction Specifier, julio de 1949), son los siguientes: ■ 3.21 establece de una vez por todas en las especificaciones el requisito de disposiciones obligatorias, mismas que de ordi­ nario se repiten ad nauseam en las especificaciones tradicio­ nales. Por requisitos de disposiciones obligatorias se refiere a aquellas expresiones como: "El contratista deberáj', "El contratista d e b e " E l contratista puede_" con estas expre­ siones el contratista puede entender que debe hacer algo de diferente manera, con lo cual da lugar a que en las discusio­ nes haya muchas interpretaciones. Las explicaciones de las especificaciones simplificadas debe incluirse en las condicio­ nes generales, como por ejemplo, la que sigue: ARTÍCULO 64. EXPLICACIÓN DE LAS ESPECIFI­ CACIONES a) Las especificaciones están abreviadas o simplificadas e incluyen oraciones incompletas. Las omisiones de palabras o frases, como "El contratista debe", "de conformidad con", "debería ser", "como se observa en los planos", "de acuerdo con los planos", "uno", "una, "el" y "todos", son intencio­ nales. Las palabras o frases omitidas se infieren por el con­ texto al igual que se hace cuando existen una "nota" en los planos. b) El contratista proporcionará todas las partidas, mate­ riales, operaciones o métodos listados, mencionados o pro­ gramados, ya sea en los planos o en las especificaciones, o en ambos, e incluirá todo el trabajo, los materiales el equipo y los accesorios necesarios y requeridos para la terminación de la obra. c) Siempre que se empleen las palabras "aprobado", "satisfactorio", "dirigido", "sometido", "inspeccionado", o El término "simplificar" no debe interpretarse como si su significado se refiriera a las especificaciones que carecen de congruencia o que es sinónimo de especificaciones que carecen de las tres C (claridad-concisión-comprensibilidad). palabras o frases similares, se dará por sentado que están implícitas las palabras "por el ingeniero o su representante" como relativas al verbo, por ejemplo; "aprobado por el inge­ niero o su representante". d) Todas las referencias a las especificaciones generales o a las instrucciones y manuales de instalación de fabricantes, Cualquier especificación, sea larga o corta, debe satisfacer los requisitos de las tres C si se les va a asociar adecuadamente corresponden a la última edición, en el momento que se abre la licitación, a menos que claramente se especifique lo contrario. con otras relacionadas con ellas y junto con las cuales constituyen la fam ilia de los documentos del contrato, como el convenio, las condiciones generales, los planos, etcétera. La simplificación no es un remedio para la ineptitud de redactar las especificaciones con fallas, como pueden ser repeticiones conflictivas, proporcionar instrucciones contra­ dictorias, etc. Lo que se hace es traducir el conocimiento del redactor, acerca de la construcción y de los materiales, en expresiones sencillas, fácilmente legibles y con un mínimo de ambigüedades. El papel más importante de abreviar una frase es que se obtiene una oración que no sólo explica el empleo del formato conciso de la especificación sino que Referencias. Standard Specification fo r Highway Bridges, and Guide Specifications fo r Highway Construction, American Association of State Highway and Transportation Officials, 444 N. Capítol St., N.W., Washington, DC 20001. Manual ofP raclice que incluye los siguientes do­ cumentos CSI MASTERFORMAT, Section Format, Construction Documents and the Project Manual, Bidding Requirements, Methods of Specifying, Per­ formance Specifications, Specification Language, and Specification Writing and Production, Cons- 3 .2 2 ■ Sección tres truction Specifications Institute, 601 Madison St., Aiexandria, VA 22314. Federal Highway Administration, Standard Spe­ cifications fo r Construction o f Roads and Bridges on Federal Highway Projects, FP-92, U.S. Government Printing Office, Washington, DC 20402. J. Goldbloom, Engineering Construction Specifica­ tions, Van Nostrand Reinhold, New York. 3 .1 0 Procesam iento au to m atizad o de p a la b ra s de especificaciones El uso de computadoras personales y programas para procesamiento de palabras simplifica, acelera y baja el costo de la escritura de especificaciones. En el procesamiento de palabras de especificaciones con computadora intervienen procesos de almace­ namiento y recuperación, en los que quienes escri­ ben la especificación almacenan en la memoria de la computadora la información que es recupera­ ble cuando se necesita. La información se guarda de manera que facilita modificarla y reproducirla en forma precisa y eficiente. Un procesador de palabras produce páginas de acabado normal (copia dura) de texto y concurren­ temente guarda el texto como archivos en el disco duro de la computadora, disquetes, cinta, discos compactos (CD), etcétera. Los disquetes y CD per­ miten transportar y compartir documentos de espe­ cificaciones maestras. Los disquetes y CD se pueden volver a utilizar indefinidamente, pero los archivos de documentos almacenados deben volver a guar­ darse por otro año para garantizar la integridad de la especificación guardada. Los archivos de docu­ mentos guardados en discos duros, disquetes y CD se pueden recuperar e imprimir para obtener copias duras de las especificaciones como se guardaron por última vez en memoria. Un primer paso al establecer un sistema es la preparación de especificaciones maestras para almacenamiento en memoria de computadora (sec­ ción 3.5). Las especificaciones maestras almacena­ das son empleadas por quienes escriben aquellas, como base para formular copias duras de especifi­ caciones de proyectos. Mediante el uso de progra­ mas de procesamiento de palabras, un experto que escriba una especificación edita el documento maestro y borra secciones no aplicables. Una vez hecho esto, el procesador de palabras se utiliza para imprimir una copia dura del documento editado para que sea revisada por el escritor. Para facilitar la edición, una buena parte de los programas actuales de procesamiento de palabras contiene ayuda para edición llamada tacha y línea roja. El procesador de palabras edita el documento de especificación estándar según las marcas de edi­ ción de quien escribe la especificación. Luego, me­ diante el programa de proceso de palabras, quien lo escribe compara la versión editada con la especi­ ficación estándar. Cualquier información borrada queda designada por un tache: por ejemplo, ta­ char. Cualquier información agregada está desig­ nada por línea roja: por ejemplo, línea roja . Estas funciones permiten que el escritor revise con rapi­ dez sólo las partes que hayan sido modificadas. Una vez terminada la edición, el procesador de palabras simplemente elimina las marcas de línea roja y las tachaduras de texto para obtener una especificación terminada. Un trabajo básico de quien escribe especificacio­ nes cuando utiliza un sistema computarizado de especificaciones es mejorar y actualizar constante­ mente las especificaciones maestras. El uso de espe­ cificaciones computarizadas, automatizadas, hace de las mejoras continuas de la calidad de especifi­ caciones una tarea relativamente fácil para quien escribe especificaciones. 3.11 Ejem plo de una especificación e stá n d a r y su m odificación m ediante una disposición especial El siguiente ejemplo de una especificación estándar es la Sección 0.2113, Preparación del sitio, tomada y modificada por disposición especial, de Baltimore Región Rapid Transit System Standard Specifica­ tions, Mass Transit Administration, State of Maryland Departament of Transportation (Véase sec. 3.7.3). SECCIÓN 02113 PREPARACIÓN DEL SITIO Parte 1: Generalidades 1.01 D escripción: A. Esta sección incluye las especificaciones para remoción, rescate, demolición en el sitio u otras disposiciones, de los muros de conten­ Especificaciones ción, losas y zapatas, pavimento existente, guarniciones y cunetas, banquetas, muros y escalones; instalaciones de agua, luz, drenaje, pasamanos y postes, señales de caminos y calles, bardas y otras estructuras que interfie­ ren con la construcción, tal como se indica en los planos del contrato o como lo solicitó el ingeniero. Parte 2: Productos (no se usó) C. Reparar o reemplazar con materiales nuevos cualquier artículo rescatado, dañado o des­ truido por negligencia del contratista. 3.03 D em olición en el sitio : las losas pueden par­ tirse para permitir el drenaje y dejarse en el sitio, cuando el ingeniero determine que tal método de eliminación no va en detrimento de la integridad estructural del relleno o de la estructura que se colocará. 3.04 R ellen os: rellenar zanjas y excavaciones re­ sultantes del trabajo que señala esta sección, de acuerdo con la sección 02200. 3.05 R etiro de los m a teriales fu er a del sitio de trab ajo: los materiales no rescatados o no aptos para su reutílización, serán retirados sin cargos adicionales al propietario. Parte 3: Ejecución .01 D em olición: A. Demoler enteramente todas las instalaciones existentes que interfieren con la construcción, tal como aparece en los planos del contrato o las que indicó el ingeniero. B. Demoler los muros y construcciones de mani­ postería hasta una profundidad mínima de 1 2 in por debajo del nivel de piso existente, en las áreas donde no interfieren con la cons­ trucción. C. Rieles abandonados y materiales de la vía: encargarse de remover y sacar, fuera del sitio de la obra, todos los materiales localizados entre los límites, 2 ft fuera de los rieles, inclu­ yendo los espacios entre vías dobles. .02 S alvam en to: A. Rescate de todos los elementos que se indican o que el ingeniero determinó como aptos para su uso en la reconstrucción, incluyendo; rejas, marcos metálicos, otros elementos de meta­ les fundidos y accesorios varios de tomas de agua y pozos de inspección; hidratan­ tes, postes y cajas para alarmas contra incen­ dio; postes métalicos de luz, tuberías en buen estado, vallas metálicas y pasamanos; postes y señales de caminos y calles. 3 .2 3 B. Proteger el recubrimiento metálico de los ele­ mentos rescatados. Demolición del concreto adherido a ellos. B. Mantenimiento, protección, relocalización, reconstrucción, renivelación, restauración, y desecho de las instalaciones municipales exis­ tentes, se especifican en la sección 02550. C. Extracción de los artículos enunciados en el párrafo 1 .0 1 .A, y rescate de la capa vegetal existente se especifica en la sección 0 2 2 0 0 . ■ Parte 4: Medición y pago 4.01 M edición: A. El trabajo ejecutado bajo esta sección se mide en dimensiones lineales, áreas, volúmenes, o por otras unidades adecuadas para cada ele­ mento del trabajo, tal y como se especifica en la propuesta. B. No se miden separadamente, para su pago, las excavaciones y rellenos incluidos en el trabajo de esta sección. La extracción de ele­ mentos abajo de la superficie se mide y. paga según los lincamientos de la sección 0 2 2 0 0 . 4.02 P ag o: el pago para la preparación del sitio se hace bajo el precio unitario contratado, como se indicó antes. Las especificaciones generales precedentes se modificaron por disposiciones especiales, pero con­ servaron igual número de secciones y títulos, con objeto de satisfacer los requerimientos particulares de un contrato específico. El siguiente ejemplo de una disposición especial se tomó del Contract Specifications Book, contrato número NW-02-06, para la construcción de la estructura de la estación Lexington Market, del sistema de tránsito rápido de la región de Baltimore, E. U. 3 .2 4 ■ Sección tres SECCIÓN 02113 PREPARACIÓN DEL SITIO (ESTACIÓN) Parte 1: Generalidades 1.01 D escripción: A. Esta sección incluye las especificaciones para remoción, salvamento, demolición en el sitio u otras disposiciones de los elementos exis­ tentes en la superficie, incluyendo pavimen­ tos, vías para carros de tranvía, guarniciones de granito, guarniciones y cunetas de concre­ to, banquetas, muros, señales de calles, vallas, árboles, arbustos y otros elementos superfi­ ciales variados; los cuales interfieren con la construcción de la estación, tal como señalan los planos del contrato, o lo requiere el inge­ niero, y no se especifica en ninguna otra parte de las otras secciones de las especificaciones. Excepto por modificaciones incluidas en esta sección, el trabajo debe hacerse de acuerdo con las especificaciones generales de la sec­ ción 02113. B. Vías para carros de tranvía: Las vías para carros de tranvía incluyen cualquiera de los accesorios para los rieles de los carros de tran­ vía, conducto portacables, residuos de guías de hierro fundido y concreto entre las guías. Parte 2: Productos (no se usó) Parte 3: Ejecución 3.01 R em oción: A. Los requerimientos especificados se aplican a los diversos elementos que se encuentran en la superficie, que no requieren ser removidos según las indicaciones de otras secciones. D. No usar una bola, peso o martinete para rom­ per pavimento que se encuentre a 5 ft de una junta de pavimento o a 3 ft de cualquier es­ tructura u otro pavimento que vaya a perma­ necer en el sitio. Proteger las instalaciones subterráneas existentes. Delinear las bases de pavimentos de concreto que se van a remover por medio del corte con sierra a 2 in de pro­ fundidad. E. Desgarramiento: desgarrar la superficie de materiales bituminosos de la base de pavi­ mento rígido existente, de acuerdo con los planos del contrato. 3.02 Salvam en to: D. Mantener y tener disponible para la inspec­ ción del ingeniero, un registro detallado de los elementos rescatados. E. Rescatar las guarniciones de granito traslada­ das durante la remoción de la acera y del pavimento del camino, y enviarlas al Departament of Public Works de la ciudad de Balti­ more, Special Services Yard, 6400 Pulaski Highway, Baltimore, Maryland, E. U. Parte 4: Medición y pago 4.01 M edición: A. La tercera línea se revisa y debe decir el precio unitario programado. C. La remoción de las vías para carros de tran­ vías y la remoción, rescate y envío de las guarniciones de granito no se miden separa­ damente para su pago; todos los trabajos re­ lacionados deben considerarse incidentales al renglón del trabajo "Remoción de pavimen­ tos de caminos". P ago: la primera y segunda líneas se revisan y deben decir: al precio unitario para las can­ tidades de obra, indicadas antes. A. La remoción de concreto de las vías de acceso a cocheras y de los callejones se pagan como "Remoción de aceras". B. Todos los trabajos no pagados se incluyen para su pago en la suma del precio global del contrato para la preparación del sitio. 4.02 3 .1 2 Ejem plo de una especificación técnica com pleta El siguiente ejemplo presenta una especificación técnica que fue parte de las que se elaboraron para el proyecto de construcción de un muelle y puentes de acceso en el área del Caribe. SECCIÓN T3. TUBOS DE ACERO PARA PILOTES 1. Descripción. El trabajo que se especifica en esta sección incluye el suministro y colocación de tubos para pilotes, incluyendo revestimientos protectores, pilotes de prueba, pruebas de carga, Especificaciones así como el relleno de concreto, tal como se mues­ tra en los planos y como se indica en las presentes especificaciones. . Materiales. a. Los tubos para pilotes serán nuevos, sin cos­ tura, tubos de acero que se ajusten a los reque­ rimientos de la Designación ASTM A252, grado 2. Los tubos tendrán 18 in de diámetro exterior con un espesor en las paredes de l\i in, se ordenarán por duplicado en longitu­ des aleatorias. Los extremos de las secciones de los tubos serán perpendiculares a los ejes longitudinales y serán biselados de la manera como se muestra en los planos, en donde lo requieran los empalmes soldados. Antes que se inicie la colocación, se proporcionarán los certificados de fábrica que cubren la compo­ sición química de los tubos y además dos copias certificadas de los registros de las pruebas físicas realizadas sobre los tubos re­ cién fabricados de acuerdo con los requisitos ASTM dados antes. b. Las puntas de acero para los extremos de los pilotes serán de acero colado, según los re­ quisitos de la Designación ASTM A27, grado 65-35. Las puntas serán estándares a 60’ con pestañas interiores y con dos varillas inte­ riores cruzadas. Cada punta se marcará con el nombre del fabricante o con un número de identificación. El contratista debe presen­ tar, para su autorización por parte del inge­ niero, los detalles de la punta que se propone emplear. c. Los anillos de empalme que se muestran en los planos serán de acero estructural, de acuerdo con los requerimientos de la Designación ASTM A36 d. El concreto para los pilotes será de 3500 lb/in2 de acuerdo con los requisitos de la sección T5, concreto. e. El reforzamiento de las jaulas en lo alto de los pilotes se hará según los requisitos de la sec­ ción T5, concreto. /. Los electrodos para la soldadura estarán de acuerdo con los requisitos de la American Welding Society "Specifications for MildSteel Covered-Arc Welding Electrodes". ■ 3 .2 5 g. Los revestimientos protectores consistirán en lo siguiente: (1) Pintura inorgánica rica en zinc (una capa), con el pigmento de zinc empacado por separado, pigmento que se mezclará al aplicarse. El contenido de polvo de zinc será del 75% del peso total del contenido no volátil. Los productos aceptables son Mobilzinc No. 7 de Mobil Chemical Co., No. 92 Tneme-Zinc de Tnemec Co., o ZincRich 220 de USS Chemicals, Div. De U.S. Steel Corp. (2) Recubrimiento con una resina epóxica y alquitrán de hulla (dos capas), que es una resina de dos componentes amina o poliamida-epóxica y alquitrán de hulla, de co­ lor negro. Los productos aceptables son los de Amercoat No. 78 Ameron Corrosión Control Div.; Tar-Coat No. 78-J-2 ValChem de Mobil Chemical Co., o Tarset No. C-200 de USS Chemicals. (3) Tanto la pintura rica en zinc como la resina epóxica de alquitrán de hulla deben estar de acuerdo con la especificación de la Fe­ deral Spec. MIL-P-23236. 3. Detalles de la construcción. a. Recubrimientos protectores. La pintura rica en zinc y la resina epóxica de alquitrán de hulla deben aplicarse a las superficies exteriores de los tubos pilotes, incluso las área de empalme, dentro de los límites respectivos que se mues­ tran en los planos. El contratista aplicará los recubrimientos protectores en un largo sufi­ ciente de las secciones de los pilotes para asegurarse de que el pilote hincado hasta la profundidad requerida estará protegido den­ tro de los límites precisados. Antes de aplicar la pintura rica en zinc o la resina de alquitrán, las superficies expues­ tas se limpiarán hasta metal blanco de acuer­ do con la especificación núm. SP-5, de Steel Structures Painting Council Specifications. La pintura rica en zinc se aplicará en el taller como una película seca de un grosor de 2 milésimos de in. La resina de alquitrán se aplicará en el taller o en el lugar de la obra y tendrá una película de un grosor de 16 milé­ simos de in en total. Las secciones recubiertas del pilote no se almacenarán bajo la luz direc- .26 ■ Sección tres ta del sol más de un mes sin que se las cubra con una lona impermeable. Se debe tener cuidado cuando se manejan las secciones de los pilotes revestidos duran­ te la carga, el transporte, la descarga y la co­ locación, de manera que el recubrimiento protector no sea penetrado o removido. Las secciones recubiertas del pilote se inspec­ cionarán antes que se coloque y cualquier superficie dañada se reparará y recubrirá a satisfacción del ingeniero. El contratista debe consultar las etiquetas de advertencia de los productos de resina epóxica de alquitrán de hulla y la literatura de los fabricantes acerca del empleo de ropa protectora, guantes, lentes y cremas protecto­ ras durante la mezcla, aplicación y limpieza de la resina. El ingeniero debe examinar el recubri­ miento de la resina epóxica de alquitrán de hulla con el fin de determinar la resistencia de la película por una fuerza mecánica, como sigue: (1) Hágase que un escoplo de madera aguza­ do quede casi horizontal sobre la superfi­ cie recubierta y en línea con la longitud del pilote. (2) Ráspese con el escoplo utilizando un mar­ tillo, a través del recubrimiento y a lo largo del sustrato. (3) Si la película de recubrimiento está adhe­ rida aceptablemente a la superficie, se requiere una fuerza considerable para ras­ par la película. (4) Partes del recubrimiento deben permane­ cer adheridas a la superficie en los senos del patrón de carga, para que sea una prueba aceptable. (5) El área examinada se reparará según las especificaciones del contratista. (6 ) La cantidad de pruebas se limitará a dos exámenes aceptables para cada embarque o por cada día de la aplicación en campo del recubrimiento. b. Preparación para la colocación (1) Los pilotes no se llevarán a ninguna área hasta que se haya hecho la excavación ne­ cesaria. (2) Puntas de los pilotes: la punta de todo pilo­ te debe cerrarse con una punta de pilote aprobada, soldarse en el lugar de manera que se produzca una junta impermeable. (3) Empalmes o juntas: la cantidad de empal­ mes se conservará en un mínimo práctico. La cantidad y localización de las juntas estarán sujetas a la aprobación del ingenie­ ro. Los empalmes se harán con toda la potencia de las soldaduras utilizando un anillo empalmador interno de acero que sirva como respaldo, tal como se muestra en los planos. Tal vez el contratista desee emplear otro diseño para empalme; si es así, presentará con todos sus detalles su empalme propuesto al ingeniero para que lo autorice. Todos los empalmes serán a prueba de agua. (4) Soldadura: la soldadura se debe ajustar a los requisitos aplicables de la edición ac­ tualizada de la American Welding Society, "Specifications for Welded Highway and Railway Bridges". Los soldadores estarán calificados para hacer el trabajo, tal como se prescribe en las especificaciones AWS. c. Equipo: todo el equipo estará sujeto a la apro­ bación del ingeniero. Los pilotes se hincarán con un martillo de acción sencilla el cual de­ sarrollará la tasa de energía proporcionada por el fabricante con un golpe no menor de 30 000 libras-pie. El peso del martinete no será menor de 1 0 0 0 0 libras. Se proporcionará la capacidad suficiente de calderas o de compresores siempre que se necesiten para mantener la tasa de velocidad del martillo durante el hincado de un pilote. El mecanismo de la válvula y otras partes del martillo se mantendrán en tales condiciones, que se obtenga la altura de caída para el cual se proyectó éste. Los pilotes se hincarán con guías cons­ truidas de tal manera que permitan la libertad de movimientos del martillo. Las guías se conservarán en su posición por medio de ca­ bles o abrazaderas para que tengan el apoyo requerido por el pilote durante el hincado. Se emplearán guías inclinadas para colocar los pilotes inclinados. Las guías tendrán la longitud suficiente, ya que no se permitirá el empleo de guías auxiliares dentro de la exca­ vación. Especificaciones No se permitirá el hincado mediante cho­ rros de agua, a menos que el ingeniero lo autorice. Cuando se autoriza su uso, el con­ tratista debe presentar al ingeniero los deta­ lles totales de la operación propuesta. En ningún caso se permitirá el hincado mediante chorros de agua dentro de una altura de 1 0 ft de la elevación final de la punta del pilote. Precisión en el hincado: la elevación final de los pilotes, no variará a la indicada en los planos en más de 3 in. Los pilotes se colocarán con una variación de no más de un % de 3 in por pie medido desde la vertical o su ángulo de inclinación indicado en los planos o como lo indique el ingeniero. No se empleará la fuerza con el propósito de colocar los pilotes alineados correctamente o en posición horizontal. Los pilotes que ex­ cedan las tolerancias permisibles se conside­ rarán inaceptables, a menos que el contratista proporcione un plan de trabajo satisfactorio que muestre el trabajo correctivo que propo­ ne. No se procederá a este trabajo hasta que el ingeniero autorice el plan propuesto. Pilotes defectuosos: se rechazarán todos los pi­ lotes dañados ya sea por defectos internos o por un manejo o colocación inadecuados. El contratista debe presentar las medidas co­ rrectivas al ingeniero para que las apruebe. Las medidas correctivas aprobadas realiza­ das por el contratista no tendrán un costo adicional para el propietario. Limitaciones en el hincado: el contratista debe tener cuidado en la existencia de material de relleno cementado en el área de trabajo pro­ puesta, tal como se indica en los registros de sondeos. Todos los pilotes penetrarán en esta capa de relleno. El contratista tomará las me­ didas necesarias para realizar la penetración, mismas que estarán sujetas a la aprobación del ingeniero. Longitud de los pilotes: la longitud de los pilotes indicada en la propuesta sólo se emplea para propósitos de estimación. La longitud real necesaria de los pilotes se determinarán en la obra, hincando los pilotes hasta la profundi­ dad que se necesite de acuerdo con los pilotes de prueba y las pruebas de carga. ■ 3 .2 7 h. Sobrantes en los pilotes: pueden usarse sobran­ tes para fabricar otros pilotes. Sin embargo, los sobrantes útiles deben tener, por lo menos, 1 0 ft de longitud y sólo se permitirá un so­ brante por pilote. i. Hincado: el hincado de un pilote debe ser continuo en lo posible. Cuando se reanuda el hincado después de una interrupción, no se tomarán en consideración los golpes hasta que se haya roto la capa que penetraba el pilote durante la interrupción. No se hincarán los pilotes en un área comprendida a 60 ft del concreto que tiene menos de 7 días de colocado. Para las últimas 6 in, los pilotes se hinca­ rán conforme a la resistencia determinada por los pilotes y por las pruebas de carga, y como lo establezca el ingeniero. Todos los pilotes que por alguna causa sea necesario deshincar, se hincarán de nuevo tal como lo indique el ingeniero y tales costos se incluirán en la propuesta del precio unita­ rio para los pilotes. j. Inspección: el contratista debe tener disponible todo el tiempo una linterna para la inspección de cada pilote en toda su longitud. k. Concreto: no se colará un pilote sino hasta que el ingeniero lo inspeccione y lo acepte. La acu­ mulación de agua en el pilote debe eliminarse antes de que se coloque el concreto. El concre­ to de 3500 lb/in2 se mezclará y transportará tal como se especifica en la sección T5, Concre­ to. El concreto se colocará de una manera continua en cada pilote de tal forma que no existirán juntas frías. El revenimiento no ex­ cederá de 3 in. Se tendrá un cuidado especial en el llenado de los pilotes, con objeto de im­ pedir que se formen panales o bolsas de aire en el concreto. Se utilizará el vibrado interno y cualquier otro medio hasta una profundi­ dad práctica, para consolidar el concreto. Si el contratista no puede retirar el agua del interior del pilote, de manera que no pue­ da colarse el concreto "en seco", debe presen­ tar los detalles de la operación mediante tubo que propone para el llenado del pilote. /. Descabece: los extremos de los pilotes se cor­ tarán en las elevaciones mostradas en los 3 .2 8 ■ Sección tres m . Refuerzos: los extremos de los pi lotes se refor­ zarán como se muestra en los planos. El acero de refuerzo se asegurará de tal manera que ocupe el lugar adecuado en los pilotes termi­ nados. n. Pilotes de prueba: los pilotes de prueba se colo­ carán en los lugares mostrados en los planos o establecidos por el ingeniero, con objeto de determinar la longitud aproximada de los pilotes. Además, se harán pruebas de carga, con objeto de verificar la capacidad de carga de los pilotes colocados. El primer pilote de prueba se colará con una carga proyectada de trabajo de 1 0 tonela­ das, según la siguiente fórmula: P= en donde 2WH S + 0.1 P = capacidad segura de carga, en Ib 1V = peso, en Ib de piezas de impacto del martinete H = altura de caída, en ft S = penetración promedio, en in por golpe para los últimos 1 0 a 2 0 golpes o. Pruebas de carga de los pilotes: las pruebas de carga se realizarán de acuerdo con los requi­ sitos de la ASTM Designation D1143, "LoadSettlement Relationship for Individual Vertical Piles Under Static Axial Load", como se modifican aquí: (1) No se requiere la información de prueba que se especifica en la sección 2 . (2) Bajo la sección 5, precédase así: a) Debe pasar un periodo mínimo de siete días entre el hincado y la prueba de carga de los pilotes. b) El pilote de prueba se colará, por lo menos tres días antes de la carga. c) No se requiere una carga que esté más allá del 2 0 0 % de la carga proyectada de trabajo de 150 toneladas. d) No se quitarán las cargas intermedias. e) La carga total de prueba permanecerá en su sitio un mínimo de 24 horas, se­ gún lo determine el ingeniero. f) Se registrará una lectura final 24 horas después de retirada la carga de prueba total. g) Se aplicará el incremento de la carga a una tasa uniforme sin impactos re­ pentinos de carga. La reducción de la carga de pruebas se hará de la misma manera. El contratista debe presentar al ingeniero los detalles completos del método que propone para realizar las pruebas de carga, incluso el tipo de equipo. La capacidad de carga útil del pilo­ te de prueba se considerará como la mitad de la carga de prueba que pro­ duzca un asentamiento permanente en el extremo del pilote de no más de Vi in. 4. M étodo de m edición. a. Se pagará según la cantidad de ft lineales de pilotes de acero de 18 in que haya, incluso los pilotes de prueba en la estructura termi­ nada, que se instale de acuerdo con los planos y las especificaciones, medidos desde la pun­ ta del pilote hasta el punto de descabece. b. La cantidad de pruebas de carga de los pilotes se pagará por el número de pruebas comple­ tas realizadas de acuerdo con los planos y las especificaciones. 5. Bases del pago. a. La propuesta del precio unitario por pie lineal de pilotes de acero de 18 in incluirá todos los costos de la mano de obra, los materiales y el equipo necesarios para terminar el traba­ jo, incluso los recubrimientos protectores, las puntas de los pilotes, lps empalmes, el concre­ to, el hincado con chorros de agua cuando se autoriza, las medidas correctivas, los sobran­ tes y desperdicios y los pilotes de prueba. b. La propuesta de precio unitario para cada prueba de carga del pilote incluirá toda la mano de obra, los materiales y el equipo ne­ cesarios para terminar el trabajo, incluso el retiro de todos los materiales y equipo tem­ porales. Especificaciones 3.13 C u a lid a d e s de los ingenieros que e la b o ra n especificaciones Una revisión del carácter y función de las especifi­ caciones implica el conocimiento que deben tener los redactores de las especificaciones del trabajo propuesto y las condiciones bajo las cuales se va a realizar, de los métodos y materiales de construc­ ción que se usarán, y de los procedimientos del propietario para la administración del corvtrato. Junto con la capacidad técnica, uno de los requisitos principales del redactor de las especificaciones es la capacidad de transmitir completamente el alcance del contrato a terceras personas: ingenieros, cons­ tructores, trabajadores, abogados, financieros, el público en general. La capacidad para redactar es un elemento importante, ya que las especificaciones tienen valor en la medida en que puedan entenderse con claridad. Los redactores de las especificaciones para las construcciones civiles deben ser ingenieros civiles, titulados, con alguna experiencia en el diseño y amplia experiencia en el campo. Los ingenieros me­ cánicos y eléctricos y los arquitectos deben preparar las especificaciones técnicas relativas a sus propias especialidades. Un ingeniero de especificaciones debe tener un mínimo de 1 0 años de experiencia en las prácticas de construcción, de preferencia como un repre­ ■ 3 .29 sentante del propietario. De este tiempo, por lo menos de tres a cinco años debe haber sido ingenie­ ro residente, que interpreta, refuerza y defiende las especificaciones del proyecto. El ingeniero de espe­ cificaciones habrá adquirido, entonces, una buena apreciación del papel que las especificaciones tie­ nen en el desarrollo y terminación de los proyectos. Básicamente los contratistas deben saber lo que se requiere de ellos según los términos de un con­ trato y cuáles son sus honorarios; cuanto más clara y simple sea la manera como se presente en los documentos del contrato, menor es la posibilidad de que haya problemas, demoras y reclamaciones durante el trabajo. El Construction Committeeofthe U.S. Committeeon Large Dams establece en su escrito 8781, publica­ do por la American Society o f Civil Engineers, lo si­ guiente: No es fácil ordenar en un esquema correcto el conjunto de especificaciones de las construcciones. En general, se emplean para este propósito los ingenieros especialistas, llamados redactores de las especificacio­ nes, cuyo trabajo requiere de buen juicio, conocimien­ to amplio de los aspectos técnicos del trabajo y la apreciación de los problemas de la construcción; ade­ más de la capacidad de expresar con claridad y conci­ sión todos los términos, condiciones y disposiciones necesarias para presentar una imagen precisa al cons­ tructor. Es un trabajo muy laborioso 4 Jonathan T. Ricketts Consulting Engineer West Palm Beach, Florida Administración de construcciones' a construcción es la movilización y utilización de recursos financieros, humanos, materiales y equipo para en­ samblar materiales y equipo en un lu­ gar específico de acuerdo a dibujos, especificaciones y documentos de contrato formulados para servir al propósito de un cliente. Por lo general, las empre­ sas constructoras se especializan en una de cuatro categorías en las que suele dividirse la construcción: viviendas, incluyendo casas unifamiliares y edifi­ cios de departamentos; construcciones no residen­ ciales, como es el caso de estructuras erigidas para instituciones educativas, comerciales, de industria ligera y recreativas; ingeniería de construcciones, que comprende obras diseñadas por ingenieros y que se pueden clasificar como construcción de ca­ rreteras o construcción pesada para puentes, túne­ les, ferrocarriles, canales, estructuras marinas, etc. y, por último, la construcción industrial como es la de plantas eléctricas, acerías, plantas de productos químicos, fábricas y otras estructuras altamente téc­ nicas. La razón para esta especialización es que los métodos de construcción, capacidad de supervi­ sión, mano de obra y equipo son muy diferentes para cada una de las categorías. En la construcción interviene una combinación de organizaciones especializadas, ciencia de inge­ L niería, suposiciones estudiadas y riesgos calcula­ dos. Es compleja y diversificada y, en general, el producto final suele no ser estándar. Como las operaciones deben ser realizadas en el lugar del proyecto, a veces afectado por códigos locales y reglamentos legales, todo proyecto es de carác­ ter único. Además, debido a su exposición a la intemperie, la construcción se ve afectada por variaciones climáticas diarias y estacionales; con frecuencia también resulta afectada de manera im­ portante por la disponibilidad de financiamiento para la construcción, mano de obra, materiales y equipo. La administración o dirección de construcción es la jurisdicción de contratistas o de consultores cono­ cidos como directores de construcción. Los contra­ tistas suelen emplear personal de supervisión y administración, obreros, materiales y equipo para llevar a cabo la construcción de acuerdo con los términos de un contrato con un cliente o propieta­ rio. Los directores de construcción prestan servicios de asesoría de construcción a un propietario, o bien, actúan como representantes de éste, hacen contra­ tos con otros para realizar la obra y prestar servicios administrativos y de supervisión durante la cons­ trucción. Esta sección contiene directrices para la dirección satisfactoria de una construcción. • Revisado y actu alizad o de la Sección 4, Construction M anagem ent, por el d ifu nto J. B. Bon ny, en Stan dard H andbook f o r C ivil Engineers, 3a. ed. M cG raw -H ill, Inc. N ew York. 4.1 4 .2 4.1 ■ Sección cuatro Lab ores de una adm inistración de construcciones La administración o dirección de construcciones puede comprender la planeación, ejecución y con­ trol de operaciones de construcción para cualquiera de los tipos de construcción antes mencionados. La planeación exige determinar los métodos de financiamiento, estimar costos de construcción, programar el trabajo y seleccionar métodos y equi­ pos de construcción que se vayan a emplear. Inicial­ mente se hace necesario un estudio detallado de los documentos del contrato, que lleva a conjuntar to­ dos los elementos de la obra que se vaya a realizar y a agrupar los relacionados en un plan maestro; esto es seguido por el establecimiento de una se­ cuencia de operaciones de construcción y se deter­ mina el tiempo de ejecución para cada elemento. En las siguientes etapas de planeación se selecciona el método y equipo de construcción para cada trabajo, para satisfacer el programa y reducir al mínimo los costos de construcción; se formula un plan de cons­ trucción maestro, o general; se desarrollan progra­ mas para hacerse de obreros, materiales y equipo; por último, se hacen pronósticos de gastos e ingre­ sos para el proyecto. En los planes para la ejecución de un proyecto, es importante reconocer que no sólo el costo de construcción sino también el costo total del proyecto aumenta con la duración de la construcción, por lo que es esencial la rápida ejecución de una obra. Para lograr este fin, la dirección de construcción debe asegurarse que se disponga de obreros, materiales y equipo cuando sean necesarios para la obra. La dirección de construcción puede tener la responsa­ bilidad general para la compra de materiales y equi­ po y agilizar su entrega no sólo al trabajo sino al lugar preciso de su uso. Para materiales que requie­ ran fabricación por parte de un proveedor, deben hacerse arreglos para la formulación y revisión de dibujos de fabricación, así como inspección de ésta si es necesario. Del mismo modo, para la ejecución de una construcción es esencial la supervisión del proyecto, la inspección de la construcción para ve­ rificar que se apegue a los documentos del contrato, el establecimiento de medidas para garantizar la seguridad del trabajo, y que las operaciones satisfa­ gan los reglamentos de la Occupational Safety and Health Act (OSHA) y aspectos ambientales. Ade­ más, una exitosa ejecución de obra requiere de ins­ talaciones provisionales de construcción, entre las que se incluyen oficinas de campo, caminos de ac­ ceso, ataguías, drenaje, servicios públicos y de sani­ dad, así como diseño de encofrados o cimbras para concreto. El control de una construcción necesita de in­ formación actualizada sobre el avance de la obra, costos de construcción, ingreso y aplicación de me­ didas para corregir cualquiera de éstas que no satis­ faga los pronósticos. El control de los avances suele estar basado en comparaciones del trabajo real de construcción con el cumplimiento del pronóstico indicado en el plan maestro o detallado. Las opera­ ciones que se retrasen por lo general se agilizan con tiempo extra o con más personal y equipo, así como con la rápida entrega de materiales y equipo que se vaya a instalar. El control de costos e ingresos se basa en la comparación de costos e ingresos reales contra los presupuestados al principio del proyecto. Estas comparaciones hacen posible descubrir las fuentes de gastos superiores a los de presupuesto y la insuficiencia de ingresos, de manera que se pue­ dan tomar medidas correctivas. Papel de co ntratistas ■ El cliente o propie­ tario que busque la construcción de un proyecto contrata con una persona o empresa constructora la realización de todo el trabajo y la entrega del pro­ yecto terminado dentro de un periodo especificado, generalmente sin rebasar el costo estimado. Esta persona o empresa se conoce como contratis­ ta general, quien básicamente dirige la construcción de todo el proyecto, puede proporcionar el personal para realizar el trabajo y casi siempre subcontrata la mayor parte de la obra, pero es responsable de toda ésta. Por completo a cargo de todas las operaciones de campo, incluyendo la procuración de personal, materiales y equipo, el contratista dirige y asigna todos estos elementos para lograr la terminación del proyecto en el más corto tiempo y al costo más bajo. El contratista debe tener dos objetivos principa­ les: (1 ) dar al propietario un servicio que sea satis­ factorio y oportuno; (2 ) obtener una utilidad. G eren te de construcción ■ Éste es un con­ tratista general o consultor de construcción que dirige la construcción conforme a un contrato de servicio profesional con el propietario. Cuando se contrata al inicio de un proyecto, el gerente de construcción colabora con el propietario y diseña­ dores para proporcionar información y recomenda- Adm inistración de construcciones dones relacionadas con la tecnología y economía de la construcción; también puede elaborar estima­ dos de costos durante el diseño preliminar y las diferentes fases de desarrollo del diseño, así como el estimado de costo final después de terminar los documentos de contrato. Otras labores son reco­ mendar la adquisición de materiales y equipo de largo tiempo de espera, para garantizar su entrega cuando sean necesarios; revisar planos y especifica­ ciones para evitar conflictos y traslape del trabajo de subcontratistas; elaborar un programa de avance de todas las actividades del proyecto para el propie­ tario, diseñadores, contratista general, subcontratis­ tas y gerente de construcción, así como dar informes periódicos a todos los interesados sobre el estado del trabajo con relación a los programas del proyec­ to. Del mismo modo, el gerente de construcción, al conocer factores como es el caso de la disponibili­ dad de obreros y de jurisdicciones de oficios que se traslapan, puede ofrecer recomendaciones con rela­ ción a la división del trabajo en las especificaciones que facilitan la licitación y concesión de contratos de oficios. Además, a nombre del propietario, el gerente puede tomar y analizar licitaciones compe­ titivas en el trabajo y otorgar o recomendar al pro­ pietario la concesión de contratos. Durante la construcción, el gerente de construc­ ción puede servir como contratista general o como representante del propietario, para asegurar que el proyecto satisface los requisitos de los documentos de contrato, reglamentos legales y obligaciones fi­ nancieras. Como representante del propietario, el gerente de construcción asume las obligaciones del propietario en la construcción y organiza personal para este propósito. Otras funciones de la gerencia de construcción son allegarse de un ingeniero resi­ dente o encargado de obras; actúa como coordina­ dor con el diseñador principal, contratista general y propietario; lleva registros de trabajo; verifica e informa sobre el avance del trabajo; dirige al contra­ tista general para activar trabajos atrasados, si los hay; toma medidas para corregir desviaciones de costos, si los hay; registra y autoriza gastos y pagos, con aprobación del propietario; procesa solicitudes de cambios en el trabajo y expide órdenes de cam­ bio; agiliza la revisión de dibujos de taller; ins­ pecciona la construcción para que se apegue a los documentos de contrato; y realiza otras tareas por las que el propietario es normalmente responsable. (D. Barry and B, C. Paulson, Jr., Professiona! Construction Management, 2a. ed., G. J. Ritz, Total ■ 4 .3 Project Management, and S. M. Levy, Project M ana­ gement in Construction, 2a. ed., McGraw-Hill, Inc., New York.) 4 .2 O rg a n iza ció n de la s firm as de la construcción El tipo de organización empleado para llevar a cabo labores de construcción está influido por considera­ ciones peculiares de esa industria, muchas de las cuales son diferentes de las que afectan a otras industrias como la manufacturera, el comercio o la distribución de bienes. Esto se debe sobre todo al grado de movilidad requerido, a la clase de riesgo inherente en el tipo de construcción y a la región en la cual se opera. 4 .2 .1 O rg a n iz a c ió n d e un co ntratista com o negocio Estas entidades contratantes utilizan las formas usuales de negocios. Quizá en su mayor parte son propiedades, donde una persona es propietaria o controla la empresa; muchas otras son sociedades, donde dos o más personas forman una asociación voluntaria para realizar un negocio con fines lucra­ tivos. La forma corporativa tiene particular atracti­ vo para empresas grandes y pequeñas que operan en el ramo de la construcción. Para una empresa grande, la estructura corporativa es una forma más fácil de financiarse a sí misma al dividir la propie­ dad en muchas unidades pequeñas que pueden ser vendidas a una amplia variedad económica de com­ pradores, incluyendo los que tengan sólo pequeños ahorros para invertir. Además de ayudar en las operaciones de financiamiento, la forma corporati­ va lleva una responsabilidad civil limitada a las personas interesadas en la empresa y una suce­ sión perpetua que no es afectada por la muerte del propietario en particular o por la transferen­ cia del interés de cualquier propietario. Debido a estas características, el medio corporativo también es utilizado por numerosos contratistas en pequeño. 4 .2 .2 C o n sid e racio n e s e sp e c ia le s de la o rg a n iza ció n de la construcción Un equipo de construcción realiza su trabajo sólo una vez en cada sitio; la siguiente vez su trabajo lo 4 .4 ■ Sección cuatro realiza en otro lugar, con un nuevo esquema y bajo nuevas, aunque con frecuencia similares, especifi­ caciones. Más aún, desde el comienzo de cada pro­ yecto de construcción, el contratista se ve obligado a trabajar en el lugar en donde se encuentre la obra. Su propósito es terminar la obra de una manera tan rápida y económica como sea posible y después abandonar el lugar. Los problemas de la construcción difieren de los que se presentan en empresas industriales. Las solu­ ciones a dichos problemas pueden desarrollarse me­ jor dentro de la misma industria de la construcción, con lo cual se reconoce que tiene un carácter único y esto exige gran flexibilidad en sus operaciones. Ba­ sándose en fundamentos que descansan dentro de la misma, la industria de la construcción ha diseñado estructuras organizativas según las cuales operan los contratistas más competentes. Con ellas se pretende que los ejecutivos se alejen de la mesa de juntas y tengan un contrato cercano con la obra. Esto elimina la burocracia organizativa que impide la comunica­ ción rápida entre la oficina y la obra, y demora las decisiones que son vitales para la administración. Normalmente estas fuerzas están organizadas por oficios o por clasificaciones de trabajo especia­ lizado. Un capataz o sobrestante dirige cada unidad e informa a un superintendente general de cons­ trucción (Fig. 4.1). El superintendente de construcción se encarga de toda la construcción, incluso dirige las fuerzas productivas, recomienda los métodos de construc­ ción y selecciona el personal, equipo y materiales necesarios para realizar el trabajo. El superinten­ dente general supervisa y coordina el trabajo de los superintendentes y capataces o sobrestantes de los diversos oficios. Los superintendentes generales informan a la gerencia o, en casos en donde la magnitud o la complejidad del proyecto lo justifica, a un gerente de proyecto, quien, a su vez, informa a un gerente general. Para que el superintendente general de construcción y el gerente de proyecto logren un avance eficiente en el trabajo, los servicios logísiticos deben estar apoyados por otras personas que no se encuentran en la línea directa de produc­ ción. En la figura 4-1 se representa la operación de una pequeña empresa contratista en donde un solo pro­ pietario realiza la función de superintendente gene­ ral de construcción. Estos propietarios operan sus negocios con poca ayuda administrativa y ésta se da en general para formular la nómina. Aunque elaboran sus propias estimaciones y los convenios para las compras grandes, con frecuencia contratan los servicios de contadores externos y de asesores legales. Conforme un negocio crece y el propietario emprende contratos más complejos y mayores, se involucran más oficios, más funciones, o más espe­ cialidades de las que puede controlar una sola per­ sona. De esta manera, otros capataces y cuadrillas SUPERINTENDENTE GENERAL DE CONSTRUCCIÓN CAPATAZ | CAPATAZ i 1 CAPATAZ 1 | CAPATAZ PERSONAL DE CONSTRUCCIÓN AGRUPADO BAJO LOS CAPATACES POR OFICIO, FUNCIÓN, CLASIFICACIÓN DE TRABAJO 0 SEGMENTO DE PROYECTO ------------------------ Figura 4.1 1 Unidad básica de trabajo y organización de una compañía constructora pequeña. Administración de construcciones se agrupan bajo el mando de superintendentes o sobrestantes de oficio o gremios en el número nece­ sario. Estos superintendentes informan al superin­ tendente general de construcción, quien, a su vez, informa al gerente del proyecto, que puede ser el propietario (Fig. 4.2.) Además de esta expansión de las fuerzas nece­ sarias en la obra, el propietario de un negocio par­ INGENIERÍA d e cam po DISPOSICIÓN DE PLANTA PROGRESO ESTIMADO CAMBIO DE ÓRDENES PROGRAMAS MATERIALES PERMANENTES INGENIERÍA DE COSTOS ANÁLISIS DE COSTOS REPORTES DE COSTOS REPORTES DE AVANCES ESTUDIOS DE TIEMPOS ESTIMADOS 1. Compra, recepción y almacenamiento de los ma­ teriales permanentes necesarios en el proyecto, así como de los artículos y suministros que se SERVICIOS DE OFICINA CONTABILIDAD AUDITORÍA CUIDADO DE TIEMPO GARANTÍA DE PAGO SEGUROS COMPRAS ALMACÉN ENVÍOS REGISTROS DE COMPRAS INVENTARIOS REPORTE DE IMPUESTOS INGEf^ IER0 DE SEGL RIDAD PRIMEROS AUXILIOS SUPERINTENDENTE GENERAL DE LA CONSTRUCCIÓN TIENDAS 4 .5 ticular encuentra que el volumen y la complejidad de un negocio en crecimiento requieren personal de apoyo especializado, que tiene que realizar servi­ cios como: COORDINADOR DE TRABAJO OPERACION DEL EQUIPO ■ MÉDICO SUPERINTENDENTE DE CONSTRUCCIÓN SUPERINTENDENTE DE CONSTRUCCIÓN PERSONAL DE CONSTRUCCIÓN BAJO CADA CAPATAZ “ C Figura 4 .2 Organización del proyecto, con el nivel más bajo igual que el mostrado en la figura 4.1. 4 .6 ■ Sección cuatro consumen o que se requieren para que el contra­ tista realice su trabajo. 2 . Control de las asistencias y nómina, con todas las ramificaciones que resultan de la legislación fe­ deral del Impuesto Sobre la Renta y del Seguro Social, y todos los detalles plasmados en contra­ tos con sindicatos. 3. Contabilidad y auditoría, finanzas e impuestos. 4. Estimados de ingeniería, control de costos, dise­ ño de planta, etcétera. 5. Prevención de accidentes, relaciones laborales, etcétera. Para correlacionar las operaciones que desempe­ ña el personal de apoyo, necesarias para la adminis­ tración general del negocio y como soporte de la fuerza de trabajo en la obra, el jefe de la organiza­ ción necesita estar libre de las exigencias directas de las operaciones de construcción. Este problema puede resolverse con un superintendente general de construcción, un administrador o gerente del proyecto, o bien, asociándose con una persona ca­ paz de llenar esta posición, con el propietario ocu­ pando el puesto de gerente general. Al crecer, puede suceder que la compañía esté trabajando al mismo tiempo en varias obras en sitios diferentes. La organización para operar este tipo de negocios toma la forma de una matriz que administre y controle los trabajos y preste servicio al superintendente general de construcción o al ge­ rente del proyecto en cada lugar. En general, este concepto implica la delegación en el sitio, de los trabajos y responsabilidades que no pueden desem­ peñarse mejor en la casa matriz. Por tanto, las diversas obras están, de ordinario, a cargo de un gerente de proyecto (Fig. 4.2). En las obras pequeñas, o en casos en donde el superinten­ dente general de construcción se hace cargo en for­ ma directa, el administrador del proyecto estará apoyado por personal de servicio que desempeña las funciones que deben llevarse a cabo en la obra como el control de las asistencias y puntualidad, almacenamiento y proyectos de ingeniería. Algunas empresas constructoras grandes, cuyas operaciones tienen un alcance regional, nacional o mundial, delegan considerable autoridad, para la operación del negocio, a distritos o divisiones for­ mados sobre una base geográfica o funcional (Fig. 4.3). Los gerentes o administradores de distrito, que con frecuencia son ejecutivos del negocio, son res­ ponsables ante la administración general de la casa matriz. Pero, dentro de su jurisdicción, están libres de conducir el negocio bajo una supervisión menos detallada aunque lo hacen dentro de directrices definidas o políticas bien establecidas de la compa­ ñía. La casa matriz tiene mi control administrativo total y una comunicación estrecha, pero los proyec­ tos de construcción se llevan a cabo directamente por medio de organizaciones de distrito (Fig. 4.4.) 4 .2 .3 Consorcios Puesto que el riesgo es un factor importante en la construcción, es prudente com partirlo tan amplia­ mente como sea posible. Una forma de protección es una sociedad con otros contratistas, sobre todo cuando el peligro financiero de un proyecto parti­ cular lo amerita. En resumen, un consorcio es una asociación a corto plazo entre dos o más compa­ ñías constructoras en donde cada participante tie­ ne un porcentaje predeterminado de un contrato y cada uno comparte proporcionalm ente pérdida o utilidad final. Una de las compañías participan­ tes actúa como el administrador o patrocinador del proyecto. 4 .2 .4 C o n sulto res de negocios En muchas ocasiones, los contratistas emplean ex­ pertos de diversas disciplinas para que les asesoren en la dirección de sus negocios. Por ejemplo, ade­ más de los consultores en arquitectura e ingeniería acostumbrados, consultan a los siguientes: C o n tad o res ■ De preferencia experto en con­ tratos de construcción, el contador debe conocer bien los principios generalmente aceptados de con­ tabilidad aplicados a proyectos de construcción, como es el caso de costos, utilidades reales y utili­ dades estimadas en proyectos en proceso de termi­ nación. Igualmente, el contador debe estar en posibilidad de ayudar en la formulación de la situa­ ción financiera del contratista, incluyendo estima­ dos de las probables utilidades de trabajos en proceso y las cantidades de reservas con que debe contarse para contingencias en proyectos termina­ dos para los que no se haya hecho liquidación final con todos los subcontratistas y proveedores. Adm inistración de construcciones A bo gado s ■ Puede ser que se haga necesario más de un abogado para manejar los asuntos legales del contratista. Por ejemplo, éste puede necesitar un abogado para la mayor parte de los asuntos de rutina de negocios corporativos, como es la forma­ ción de la corporación, registro de la corporación en ■ 4 .7 otros estados, asesoría de rutina en contratos, y auxilio legal en asuntos generales. Además, la com­ pañía puede necesitar de diferentes abogados para manejar reclamaciones, asuntos personales, albaceas, bienes raíces, impuestos y convenios con di­ versos organismos gubernamentales. INGENIERÍA ADMINISTRATIVO ESTIMACIÓN DE LICITACIÓN PLANEACIÓN DE MÉTODOS DISEÑO DE PLANTA SELECCIÓN DE EQUIPO PROGRAMA DE CONTROL DE COSTOS COMPRAS PAGOS CONTADURÍA AUDITORÍA LEGAL CONTRATOS GARAN TÍAS V SEG U R O S RELA C IO N ES LA BO R A LES SEGURIDAD R ELA C IO N ES PÚ BLIC A S Figura 4 .3 Tipo de organización distrital, con las oficinas organizadas como se muestran en la figura 4.4 y los proyectos indicados en la figura 4.2. 4.8 ■ Sección cuatro Seg uro s y a f ia n z a d o r a s ■ Un contratista debe estar bien asesorado para seleccionar una afianzadora que maneje un volumen relativamen­ te grande de seguros generales. Es de esperarse que este tipo de corredores tenga gran influencia en compañías de seguros en casos de reclamacio­ nes por pérdidas, o cuando se necesite de influen­ cias para establecer primas en el momento de renovar pólizas. Para asuntos de fianzas, sin embargo, los contra­ tistas encontrarán que es aconsejable seleccionar un corredor que se especialice en fianzas de contratistas generales y que podría ayudar a resolver sus proble­ mas de fianzas. En fianzas y seguros generales hay principios totalmente diferentes. Un corredor que proporciona fianzas de pago y de cumplimiento a muchos clientes debe tener capacidad para recomen­ dar las compañías de fianzas y seguros más apropia­ das para las necesidades del contratista. Del mismo modo, el corredor también debe tener capacidad para auxiliar al contratista y al contador de éste en la ela­ boración de estados financieros, con objeto de mos­ trar la posición del contratista más favorablemente a fin de obtener fianzas. A D M IN IS TR A D O R DE DISTR ITO ASISTE! \ITE DE A D M IN IS FRADOR DE OIS TRITO SUPERINTENDENTE A D M IN IS TR A D O R DE OFICINA DE D ISTR ITO INGENIERO DE D ISTR ITO DE EQUIPO DE DISTR ITO OPERACIONES DE EQUIPO ESTIM A C IO N TIENDA DE DISTRITO DISEÑO DE PLANTA ING ENIERÍA ADMINISTRACION GENERAL IMPUESTOS, LEGAL, ASEGURAMIENTO FISCAL C O N TA DUR IA C O M PRAS PAGOS ALMACENAMIENTO SERVICIOS DE OFICINA TRANSPORTACIÓN SUPER V ISIÓ N TÉCNICA DE OPERACIONES DE EQUIPO DE PROYECTO SU P ER VISIO N TÉCNICA DE ING EN IER ÍA DE PROYECTO SU PE R V IS IÓ N TÉCNICA DE PROYECTO A D M IN IS TR A D O R E S DE OFICINA Figu ra 4 .4 Upo de organización distrital para una constructora. Administración de construcciones 4.3 N atu rale za e im portancia de una propuesta Los contratistas obtienen la mayor parte de sus negocios por ofertas a concursos hechas por pro­ pietarios, tanto públicos como privados (sección 3.8). Puesto que de ordinario se otorga el contrato a la "oferta más baja" o "propuesta confiable más baja", el contratista se enfrenta constantemente a la posibilidad de no lograr el negocio si su oferta es demasiado alta. Por otro lado, el contratista se arriesga a una pérdida financiera al ejecutar el trabajo, si su propuesta es lo suficientemente baja como para que se le otorgue el contrato. Por tanto, la presentación de una propuesta es muy impor­ tante. El contratista es el responsable de las conse­ cuencias de los errores que se cometen, así como de los riesgos propios de la construcción que el contratista no puede controlar. Una propuesta es una oferta hecha por el contra­ tista al propietario para realizar el trabajo requerido por los documentos del contrato, a cambio de una suma establecida de dinero. Más aún, la propuesta es una promesa hecha por el contratista de que, al aceptar la propuesta del propietario el contratista firmará un contrato y realizará el trabajo por la remuneración establecida. Obsérvese que la pro­ puesta y aceptación, junto con la consideración mo­ netaria, constituyen los elementos esenciales de un contrato entre las partes competentes. De ordinario, se considera que una propuesta es efectiva hasta que es rechazada por el propietario. Sin embargo, la mayoría de los propietarios aclaran en sus invita­ ciones a concurso que el contrato se otorgará dentro de un periodo estipulado, por ejemplo, en 30 días después de la fecha de apertura. Al proporcionar las formas de las ofertas que lle­ narán los contratistas al presentar sus propuestas y al estipular cómo debe realizarse el trabajo, el propieta­ rio procura que todas las ofertas concursen sobre la misma base, lo cual le permite efectuar una compara­ ción y selección equitativa para asignar el contrato. Aunque el tiempo asignado para la elaboración de la propuesta y presentación de la oferta nunca es consi­ derado suficiente por el contratista, es de cualquier manera obligatorio para éste preparar la propuesta en apego estricto con las instrucciones de la invitación al concurso y otros documentos. No hacerlo así puede causar la descalificación de la propuesta por irregular, con la consiguiente pérdida de tiempo y dinero en la elaboración de la misma. ■ 4 .9 O tra s p ro p u e sta s ■ Además de la propues­ ta básica, el propietario puede solicitar los precios alternativos de otras partidas de materiales, equipo o mano de obra. Estos precios pueden ser agrega­ dos o deducidos de la propuesta básica. Esta carac­ terística se emplea en general para asegurar que se va a otorgar el contrato dentro de la cantidad de fondos disponibles del propietario. Sirve también como ayuda para que el propietario pueda seleccio­ nar, después de haber comparado los precios dados por las empresas para las diversas alternativas. De acuerdo con esto, las cantidades propocionadas por el contratista en las alternativas deben ser comple­ tas en todo, e incluirán los gastos generales y la utilidad. 4 .4 C ontratos p rin cip ales Un contrato de construcción es un convenio para construir un proyecto definido de acuerdo con pla­ nos y especificaciones por una suma convenida y completarlo, listo para su uso y ocupación, dentro de cierto tiempo. Aun cuando los contratos pueden ser expresados o sobreentendidos, orales o escritos, los convenios entre propietarios y contratistas se reducen casi universalmente a escritos. Las formas pueden variar, desde la simple aceptación de una oferta hasta los contratos perfectamente documen­ tados que se acostumbran, en los que los planos, especificaciones y otros instrumentos, todos ellos completos, y que se emplean en la licitación, inclu­ yendo la propuesta del contratista, forman parte del contrato por referencia. Al reconocer que hay ventajas con la estandari­ zación y simplificación de contratos de construc­ ción, la Joint Conference on Standard Construction Contracts elaboró documentos estándar para con­ tratos de construcción que se pretende sean bue­ nos para ambas partes. El American Institute of Architects también formuló documentos estándar de contratos, y los Contract Committees of the Ame­ rican Society of Municipal Engineers y la Associated General Contractors of American han propuesto y aprobado un Standard Code for Municipal Cons­ truction. Por lo general, los contratistas aseguran negocios al remitir propuestas en respuesta a invitaciones para concursar o por negociaciones iniciadas por cualquiera de las dos partes sin invitación formal o licitación de competencia. Las dependencias o me- 4 .1 0 ■ Sección cuatro díaciones del gobierno federal y !a mayor parte de gobiernos estatales y municipales, sin embargo, son obligadas por ley a otorgar contratos sólo con base en licitaciones de competencia. No obstante lo ante­ rior, ciertas dependencias federales, por razones de seguridad o en emergencias, pueden restringir los concursantes a una lista seleccionada y, en tales casos, pueden no abrir licitaciones públicas. Normalmente, una licitación de competencia conduce a contratos de precio fijo. Se pueden fijar­ en una suma total por el trabajo en su conjunto o en precios unitarios que han de pagarse por el núme­ ro de unidades de trabajo que se lleven a cabo. Aun cuando los contratos negociados pueden ser con base en una suma total o por precio unita­ rio, con frecuencia toman otras formas que com­ prenden mecanismos para hacer posible el inicio de una obra en ausencia de planos y especificacio­ nes completos, de bonos por pronta terminación o arreglos para compartir utilidades como incentivos para el contratista (véase también la sección 3.3). Otra alternativa que se utiliza con frecuencia es el contrato de costo más honorarios fijos. Cuando se sigue este método, al contratista se le reembolsa el costo y además se le paga una cantidad fija por la terminación de la obra. Después que el proyecto del trabajo se haya definido con claridad y ambas par­ tes hayan convenido en el costo estimado, se deter­ minan los honorarios del contratista con relación al carácter y volumen de trabajo empleado y la dura­ ción del proyecto. De ahí en adelante los honorarios permanecen fijos, cualquiera que sea la fluctuación en costo real del proyecto. No hay incentivo para el contratista por inflar el costo bajo este tipo de con­ trato, porque sus honorarios no cambian, pero pue­ de haber falta de motivación hacia una eficiente y rápida terminación inherentes en contratos de pre­ cio fijo. A veces, en contratos de costo más honorarios fijos, se incluyen cláusulas para compartir utili­ dades como incentivo para el contratista para con­ servar el costo a un mínimo, permitiendo así al contratista compartir ahorros si el costo real, al ter­ minarse la obra, no llega al costo estimado. Esta disposición también puede ser acompañada por una sanción contra los honorarios del contratista en caso que el costo rea! rebase al costo estimado con­ venido. Un requisito fundamental para todos los con­ venios de contrato a costo más honorarios es una definición del costo. Debe hacerse una clara dis­ tinción entre costos reembolsables y costos que constituyen los gastos generales del contratista, pagaderos de los honorarios del contratista. Algu­ nos contratos, que de otra manera funcionan muy bien, se hacen difíciles porque no se define con cla­ ridad el costo. Por lo general, sólo el costo directo y únicamente asignable al proyecto se reembolsa al contratista. Por lo tanto, los gastos generales de la oficina central del contratista, el costo general, salarios de socios principales y personal de oficina matriz, e intereses de capital atribuibles al proyec­ to con frecuencia salen de los honorarios, aunque se puede permitir una asignación fija en costo para gastos de la oficina del contratista. Los contratos de costo más honorarios no garan­ tizan una utilidad para el contratista. También pue­ den resultar, en especial en contratos de costo más honorarios con el gobierno, en gastos indirectos desacostumbradamente altos en el trabajo, ocasio­ nados por frecuentes requisitos del gobierno para procedimientos onerosos y molestos en responsabi­ lidad y contabilidad. (B. M. Jervis and P. Levin, Construction Law: Prin­ cipies and Practice, M. Millman, General Contracting: Winning Techniques fo r Starting and Operating a Successfnl Business, and M. Stokes, Construction Law in Contractor's Language, 2nd ed., McGraw-Hill, Inc. New York.) 4 .5 Subcontratos Generalmente, los contratistas generales obtienen subcontratos y licitaciones de material y precio an­ tes de remitir al propietario una licitación para un proyecto. Se acostumbra incluir estas licitaciones en los subcontratos, (Aveces, los contratistas generales continúan haciendo adquisiciones para licitaciones de subcontratos después de otorgado el contrato general, para alcanzar metas presupuestarias que pudieran haber sido excedidas por las licitaciones iniciales.) Para todo proyecto, el contratista debe conservar registros de todo lo que se deba comprar para el trabajo y elaborar un presupuesto para cada una de las partidas. A medida que cada subcontrato sea concedido, el contratista debe registrar el nombre del subcontratista y la cantidad del subcontrato. Después, debe registrarse la utilidad o pérdida para conservar una tabulación continua de la situación de la compra. Por comodidad, se pueden asignar Adm inistración de construcciones números de prioridad a las diferentes partidas, en orden de preferencia para su adquisición. El exa­ men de los números hace posible que el contratista concentre sus esfuerzos en subcontratos que deban ser otorgados primero. Los contratistas acostumbran solicitar cotiza­ ciones de subcontratistas empleados previamente con resultados satisfactorios y mediante avisos en publicaciones especializadas, como es The Dodge Bulletin. Si el propietario o las leyes especifican el uso de categorías específicas de subcontratistas, el contratista debe obtener cotizaciones de miem­ bros calificados de tales categorías. Después de recibir cotizaciones de subcontratistas, el contra­ tista debe analizarlas y tabularlas para hacer una comparación justa. Para hacer esta comparación, el contratista debe asegurarse que los postores para un negocio incluyan las mismas partidas. Con este fin, el contratista debe solicitar informes a cada uno de los postores, cuando sea necesario, y de las respuestas recibidas tabula las partidas exactas que se incluyan o se excluyan de cada cotización. Aun cuando esto pueda parecer obvio, debe reiterarse que un buen gerente de construc­ ción puede alterar la división del trabajo entre subcontratistas para recibir la terminación del tra­ bajo al costo más eficiente. Si la propuesta de un subcontratista indica que una parte del trabajo se omite, el contratista debe tachar las especificacio­ nes y otros materiales que deban comprarse para determinar si las partidas faltantes son de la com­ petencia de otros subcontratistas. Hay varias formas que se utilizan como conve­ nios de subcontratistas. La forma estándar, Contractor-Subcontractor Agreement, A401, American Institute of Architects, es la que se utiliza por lo común. Suele ser conveniente un anexo del subcontrato, adaptado para cada trabajo, y ambas partes deben firmar con sus iniciales y adjuntar to­ das las copias del subcontrato. El anexo debe to­ mar en cuenta las modificaciones requeridas para adaptar la forma estándar al trabajo; debe conte­ ner datos como son las fechas de inicio y termina­ ción, opciones, alternativas, requisitos de seguros y fianzas, así como requisitos especiales del pro­ pietario u oficina principal. Para lograr una distribución equitativa de los riesgos y técnicas de protección en beneficio de ambas partes, es necesario que los subcontratos se redacten correctamente. En general, el contratista general desea asegurarse que el subcontratista reali­ ■ 4 11 zará el trabajo de una manera eficiente y a tiempo. Por otro lado, el subcontratista tiene interés en que se le compense oportuna y equitativamente y en que no se le impondrán cargas onerosas de ejecu­ ción o de administración. Los problemas básicos surgen cuando las par­ tes no llegan a un acuerdo en lo esencial de la transacción, como el alcance del trabajo que se va a realizar, el precio que se pagará y el cumplimien­ to. El subcontrato debe incluir los requisitos lega­ les del contrato general y convenios adecuados con respecto al precio, a la entrega y a las especi­ ficaciones. Es insuficiente suponer que la firma por parte de un subcontratista de una orden de compra lo compromete en los términos del conve­ nio del contratista general. El subcontrato no sólo debe ser explícito con respecto a la observancia del contrato general, sino que los subcontratistas deben exigir los planos del contrato general, las especificaciones y otros documentos de la cons­ trucción que son necesarios para que comprendan la obligación a la que se comprometen. Aun cuando los contratos principales estipulan la aprobación de subcontratistas en cuanto a apti­ tud y responsabilidad, la elaboración de un sub­ contrato establece sólo relaciones indirectas entre propietario y subcontratista. La base sobre la que se extienden convenios de subcontratos por traba­ jos de precio fijo no es de la incumbencia del propietario porque el contratista principal, por los términos del acuerdo con el propietario, asu­ me completa responsabilidad. Sin embargo, tra­ tándose de contratos principales por costo más honorarios, los subcontratos son partidas de costo reembolsable. Como tales, sus términos, en parti­ cular las consideraciones monetarias de que se trate, están debidamente sujetas a la aprobación del propietario. Es costumbre que los convenios de subcontra­ tos definan la secuencia en la que haya de realizar­ se un trabajo. También fijan límites de tiempo para la ejecución de un trabajo. Sin embargo, los con­ tratos principales suelen no relegar, por medio de subcontratos, partes de un proyecto donde no rea­ lizar un trabajo pudiera tener consecuencias serias para la terminación de todo el proyecto, por ejem­ plo la construcción de un túnel para desviar agua en la construcción de una presa. En la industria de la construcción pesada, cuanto mayor es el riesgo de pérdida por no realizar un trabajo, menor es el trabajo que se subcontrata. 4 .1 2 ■ Sección cuatro Estos perjuicios, como se pueden cobrar por conve­ nios de subcontratos por no realizar un trabajo, suelen ser de poca recompensa por las pérdidas totales que resultan del efecto perjudicial sobre ope­ raciones conexas y sobre la ejecución del proyecto de construcción en su conjunto. Esta situación ha dado lugar a una práctica co­ mún en la industria de la construcción pesada: el contratista principal forma un grupo de contratistas conocidos por su capacidad para completar com­ promisos correctamente y a tiempo, y generalmente cooperan con el equipo de trabajo del contratista. Es frecuente que el contratista principal negocie sub­ contratos o limite sus concursos a unas cuantas de estas firmas. En consecuencia, los mismos subcontratistas pueden seguir al contratista principal de trabajo en trabajo. Retenciones en g a ra n tía ■ Como regla, los contratos principales requieren que un porcentaje, de ordinario el 1 0 % de las ganancias del contratista, sea retenido por el propietario hasta terminar el trabajo y su aceptación por parte del propietario. A menos que se convenga de otra manera, las dispo­ siciones del contrato principal con respecto a los pagos y a las retenciones pasan al subcontrato por medio de la estipulación acostumbrada, por la cual el subcontrato se sujeta a todos los requisitos del contrato principal. Para los subcontratistas cuyo trabajo, como el desmonte, la construcción de caminos o la exca­ vación, se realiza en las primeras etapas de la construcción de un proyecto, las disposiciones estándar de retención pueden dar por resultado que tengan que esperar mucho tiempo después de terminar su trabajo para cobrar el porcentaje re­ querido. Así, el periodo de retención para pagar los importes de los subcontratos generales, en par­ ticular los que cubren un trabajo de las primeras partes del proyecto, con frecuencia se reduce a un tiempo nominal después de que el subcontratista termina el trabajo. No obstante, existe justificación para esperar hasta que la obra total se termine y sea aceptada por el propietario, para los subcon­ tratos consistentes en la instalación de un equipo cuya operación está garantizada o para elementos que tienen características vitales. Para eliminar la posibilidad de disputas con res­ pecto de las retenciones en garantía, es conveniente que el subcontrato sea específico en cuanto al pago y a la liberación de dichos fondos. 4 .6 Investigaciones y o b servacio n es en el sitio an tes de licitación Un contratista nunca debe ofrecer en concurso un trabajo sin primero examinar perfectamente el sitio. Esto debe hacerse con suficiente anticipación para que el propietario tenga tiempo para incluir adicio­ nes en los planos y especificaciones, si es necesario, para aclarar renglones cuestionables. Antes de visitar el lugar, el contratista debe ela­ borar una lista de aspectos por investigar; esta lista debe incluir, cuando corresponda, lo siguiente: faci­ lidades de transporte, energía eléctrica disponible, abastecimiento de agua, fuente de materiales de construcción, tipo de materiales que se han de en­ contrar en la zanja de excavación o de préstamo, posibles daños a propiedades cercanas por voladu­ ras y otras operaciones del contratista, interferencia con el tránsito, disponibilidad de obreros (número y duración de tumos por semana que trabajen en las cercanías), zonas disponibles para la construc­ ción de una planta especial, ubicación de zonas para descarga de desechos y acceso a las mismas, y regis­ tros de condiciones climáticas si no se dispone de otros datos. A veces es útil tomar fotografías de lugares de importancia esencial del sitio en el momento de hacer la investigación. Con frecuencia, aspectos cuestionables que no se observaron en la visita original se pueden aclarar si se consultan las foto­ grafías; éstas suelen ser de gran valor para los estimadores que hacen el trabajo inicial y pueden ayudar a explicar el trabajo a otros, que no hayan visitado el lugar, y que también revisen la estima­ ción. 4 .7 Estim ación d e costos de construcción Los dos requisitos más importantes para tener éxito en el negocio de la construcción consisten en una administración eficaz del trabajo y en la estimación correcta de los costos. Éstos no pueden predecirse con exactitud, pero el contratista que se aproxima lo más posible a un pronóstico acertado del costo hará mejores propuestas en un mayor porcentaje de las veces y tendrá éxito por años. Los estimados de la construcción se elaboran para determinar el costo probable de la construc­ Adm inistración de construcciones ción de un proyecto. De manera casi universal, tales estimados o presupuestos son formulados por los contratistas antes de enviar propuestas o firmar contratos para los proyectos importantes. Para que tenga valor, un estimado debe estar basado en una imagen mental detallada de la operación total; esto es, es necesario planear el trabajo como si ya se estuviera realizando. De acuerdo con esto, es sensa­ to que el superintendente general de la construcción o el administrador o gerente del proyecto que estará a cargo del trabajo tomen parte en la elaboración de estos estimados. 4.7.1 R elación entre el estim ad o y la co n tab ilid ad de costos Los estimados y la contabilidad de costos tienen relación muy estrecha. El estimado o presupuesto se prepara de tal manera que, si la propuesta tiene éxito, puede utilizarse como el marco de trabajo para la contabilidad de costos. Los estimados o presupuestos están basados en registros de costos con el alcance que sea razonable en un caso particular, pero debe haber un estudio continuo del equipo nuevo y de los métodos y posibilidades de eliminar costos. Los datos más valiosos, cuando consideran las condiciones am­ bientales y las posibles mejoras, son los registros del costo de las operaciones en detalles más bien que de las operaciones como un todo. Los registros del costo, y los costos estimados para la mano de obra de una operación, se expresan en horas-hombre y en dinero. Una descripción clara y completa de todas las circunstancias que afectaron el trabajo debe hacerse como parte de los registros del costo para propuestas futuras; de otra manera, la utilidad de los datos se reduce mucho. La necesidad de buenos registros de produc­ ción y costos resalta por la renuencia de algunos ingenieros y propietarios a tomar decisiones y hacer ajustes sobre la marcha. La tendencia resul­ tante es enviar los arreglos de las partidas ordina­ rias del negocio sometiéndolas a un arbitraje o a los tribunales, donde un requisito fundamental es la información básica. En general, no se dispone de los costos con sufi­ ciente rapidez como para que sean de valor sustan­ cial en el trabajo durante el cual se incurre en ellos pero es muy conveniente que se tenga un control sobre los costos cuando se desarrolla el trabajo. Esto ■ 4 .1 3 puede hacerse por procedimientos menos formales, lo cual puede proporcionar información a tiempo sobre desviaciones indeseables en el avance de los costos. 4 .7 .2 Fo rm ato s p a r a e la b o ra r estim ad o s La elaboración de estimados se facilita con la estan­ darización de las formas, en las cuales se registran los métodos de construcción, el equipo y los proce­ dimientos que, según el analista, son los más ade­ cuados para las diversas partidas de la obra, para registrar los cálculos del costo estimado del trabajo y para totalizar el costo estimado del proyecto. Son innecesarias y poco prácticas las formas impresas detalladas de todos los tipos de trabajo. Pocas for­ mas simples es todo lo que necesita. La presentación mecánica de un estimado debe ser sencilla, porque las condiciones suelen exigir que se elabore en corto tiempo, a veces sólo dos o tres días cuando el esti­ mador quisiera tener un mes. Estas condiciones no cambian; siempre será necesario hacer estimados rápidamente. 4 .7 .3 P a so s en la e la b o ra c ió n d e un e stim ad o En la organización de un contratista es aconsejable tener la rutina a seguir para la elaboración de esti­ mados de costos y remitir cotizaciones bien estable­ cidas. Por ejemplo: 1. Examinar los documentos de contrato para verificar que planos y especificaciones estén com­ pletos, así como la probable precisión que dará un estimado a partir de la información que se propor­ ciona. 2. Elaborar un programa tentativo de avance (subsección 4.9.1). 3. Elaborar una portada con base en el examen de la tabla de contenido de las especificaciones. Si no hay especificaciones, entonces el contratista debe emplear, como guía, otras portadas (hojas de resu­ men que muestren cada trabajo) de anteriores esti­ mados para trabajos de listas o naturaleza similar. 4. Determinar en qué trabajos se obtendrán cotizaciones de un subcontratista, y calcular precios sobre trabajos que el contratista puede realizar por 4 .14 ■ Sección cuatro sus propios medios. Entonces, elaborar un estimado detallado de material y mano de obra para estos trabajos. 5. Utilizar precios unitarios a los que se llega mediante los propios registros del contratista, de es­ timados hechos por socios de la organización del contratista, o diversos libros cié consulta que conten­ gan precios unitarios típicos. Es ventajoso conservar una base de datos computa rizada de precios unita­ rios derivados de trabajos terminados con anterio­ ridad. Los datos se pueden actualizar con nuevos costos de mano de obra y materiales, dependiendo del software que se utilice, de modo que los precios se pueden ajustar casi automáticamente. 6 . Examinar con cuidado las condiciones gene­ rales del contrato y visitar el lugar, para tener una idea completa de todos los posibles costos ocultos, como son los requisitos de seguros especiales, par­ tes del sitio de las que todavía no se disponga y logística complicada. 7. Recibir y registrar precios de materiales y subcontratos. Calcular el precio total (véase sección 4.7.4). 8 . Revisar el estimado y tomar nota cuidado­ samente de exclusiones y excepciones contenidas en cada cotización de subcontrato y de cotizaciones de materiales. Llenar, con tolerancias o presupues­ tos, los espacios en blanco referentes a aspectos o trabajos para los que no se disponga de precios. 9. Determinar el margen de utilidad, ponde­ rando factores como son la cantidad de extras que puedan presentarse, la reputación del propietario, la necesidad de trabajo de parte del contratista, y los gastos indirectos del contratista. 10. Remitir el estimado al propietario y la for­ ma requerida por éste. Debe llenarse perfecta­ mente, sin lenguaje estudiado ni excepciones, y enviarse al lugar y fecha especificados en la invi­ tación a concurso. 4 .7 .4 E l p r e c io d e ¡o s P artes de un e stim ad o de costos to ta l d e c o s to s u n p r o y e c to d ir e c to s , c o s to s d e d e c o n s tr u c c ió n c o n tin g e n c ia e s y la s u m a m a rg e n . Los costos directos son los costos de mano de obra, materiales y equipo empleados en la construc­ ción del proyecto. Los costos de contingencia son aquellos que deben sumarse a los costos inicialmente calculados y que toman en cuenta eventos imprevistos, como lluvia o nieve, o un probable aumento en el costo de materiales o mano de obra si la duración del trabajo es prolongada. El margen (a veces también se llama margen de utilidad) tiene tres componentes: costos indirectos, o distribuibles; costos en el ámbito de la compa­ ñía, o generales y administrativos; y utilidad. Los costos indirectos son costos específicos del proyecto que no están asociados con una partida física específica. Incluyen aspectos como son el cos­ to de administración del proyecto, elaboración de nóminas, recepción, cuentas por pagar, eliminación de escombros y permisos de construcción. Los costos en el ámbito d éla compañía incluyen lo siguiente: (1 ) costos en que se incurre durante el curso de un proyecto pero que no están relaciona­ dos con éste, por ejemplo costos de algunas partes de salarios y rentas de la compañía; (2 ) costos en que se incurre antes o después d e'u n proyecto, por ejemplo costo de elaboración de propuesta y costo de auditorías externas. La utilidad es la cantidad de dinero que resta de los fondos recibidos del cliente después que se ha­ yan pagado todos los costos. 4 .7 .5 Tipos de estim ad o s Los tipos convencionales de estimados son como sigue: factibilidad, orden de magnitud, preliminares, línea de base, definitivos, de precio fijo y redamacio­ nes y cambios. Hay cierto traslape de un tipo a otro. Los estimados de factibilidad son aproximacio­ nes semielaboradas del costo de un proyecto. Por lo general hacen posible que el propietario determine si prosigue con la construcción. Este tipo de estima­ do se hace antes de iniciar el proyecto y puede no estar basado en un diseño específico para el proyec­ to en estudio; no es muy preciso. Los estimados de orden de magnitud son más detallados que los de factibilidad porque disponen de más información. Por ejemplo, pudo haber sido ya seleccionado un sitio para el proyecto y haberse hecho un diseño con planos. El diseñador suele hacer este tipo de estimados, después de que alre­ dedor de 1 % del diseño ya se ha terminado. Los estimados prelim inares reflejan los pará­ metros del diseño básico. Para este fin se requieren Administración de construcciones un plano del sitio y un diseño esquemático. Los estimados preliminares pueden reflejar solucio­ nes, identificar condiciones de carácter único de una construcción y tomar en cuenta opciones de construcción. Elaborados generalmente por el di­ señador, este tipo de estimados suele no dejar ver interferencias de diseño y se hace después de que entre 5 y 10% del diseño se haya terminado. Se pueden hacer varios estimados preliminares para un proyecto a medida que éste avance. Los estimados de línea de base son también preliminares. Al estimar todos los componentes de costo, estos estimados dan suficiente detalle para compartir precios de opciones de materiales y es suficientemente detallado para obtener cotizacio­ nes de equipo. El estimado de línea de base, que por lo general es elaborado por el diseñador, se hace después de que entre 10 y 50% del diseño se haya terminado. Los estimados definitivos hacen posible que el propietario sepa cuál podría ser el costo total del proyecto. Este tipo de estimado se basa en vistas de planta, elevaciones, secciones y bosquejo de es­ pecificaciones. Identifica todos los costos y está su­ ficientemente detallado para obtener cotizaciones de materiales, solicitar equipo y buscar precios de materiales para obtener cantidades aproximadas. El estimado definitivo, que por lo general es elaborado por el diseñador, representa el término de la respon­ sabilidad del diseñador para estimaciones de cos­ tos. Se hace después de que entre 30 y 100% del diseño se haya terminado. Los estimados de precios fijos, o cotizaciones, son elaborados por un contratista general y repre­ senta su compromiso en firme para construir el proyecto. Una cotización está basada en la interpre­ tación de los documentos del contrato, por parte del contratista y, para ser precisa, debe estar en suficien­ te detalle para hacer posible que el contratista ob­ tenga cotizaciones de proveedores y para identificar posibles sustitutos de partidas específicas. Se hace después de que entre 70 y 100% del diseño se haya terminado. Los estimados de reclamaciones y cambios se elaboran cuando surgen diferencias entre la cons­ trucción real y los requisitos del contrato. Este tipo de estimados debe identificar los cambios en forma clara y concisa y debe especificar, siempre que sea posible, los costos adicionales en que se puede in­ currir, además de dar un fuerte apoyo para los ajustes de precios que sean necesarios. 4 .7 .6 ■ 4 .1 5 Técnicas de estim ación Al elaborar un estimado del costo de construcción de un proyecto, un estimador puede emplear la técnica paramétrica, de precio unitario o de desarro­ llo de personal; se puede emplear cualquier combi­ nación de éstas durante el curso de un proyecto. En general, la técnica paramétrica es la menos costosa, la que menos tiempo consume y la menos preci­ sa. La técnica de desarrollo personal es la más cara, la más lenta y la más precisa. De las tres técnicas, la paramétrica requiere de más experiencia y la de precio unitario requiere menos. La estimación paramétrica toma en cuenta la fuer­ te correlación entre el costo de un proyecto y los componentes del mismo que, debido al tamaño, can­ tidad, gasto de instalación o precio de compra repre­ sentan una parte muy grande del costo del proyecto. No es necesario que un parámetro pertenezca a un diseño específico o a una partida incorporada en los dibujos; por ejemplo, podría ser que se estime el número de barriles que se van a procesar en el pro­ yecto de una refinería. Para un edificio de oficinas, el parámetro podría ser el área de piso. Para un alma­ cén, el parámetro podría ser el tamaño y número de piezas que se almacenan y el tiempo esperado que cada una permanezca almacenada. La técnica paramétrica obtiene datos de la experiencia con trabajos terminados, tablas estándar, o tablas del propietario que reúnen datos de muchos proyectos de diferentes tipos y se actualizan a intervalos frecuentes. La estimación de precio unitario está basada en los datos contenidos en el contrato. El estimado del costo del proyecto se logra mediante la suma de los productos obtenidos mediante la multiplicación de los costos unitarios de cada artículo por la cantidad requerida; por ejemplo, yardas cúbicas de concreto, toneladas de acero estructural, número de ventilado­ res eléctricos. La información necesaria se obtiene de las bases de datos de las cantidades por artículo de trabajo y precios unitarios. La estimación de desarrollo de personal está basada en los costos de personal y equipo necesa­ rios para cada partida durante cada fase de cons­ trucción. El empleo de estos recursos varía con la situación de un proyecto, condiciones del sitio y disponibilidad de mano de obra, materiales y equi­ po. Por ejemplo, para un programa apretado de terminación, el estimado podría estar basado en mucho personal y turnos múltiples o tiempo extra. Si está limitado el acceso o lugar de almacenamiento 4 .1 6 ■ Sección cuatro para materiales y equipo, el estimado puede supo­ ner que se empleará poco personal; además, el em­ pleo de personal y equipo puede variar conforme avance la construcción. Los datos para un estimado se pueden obtener de manuales de producción, que por lo general están organizados por oficios o de acuerdo con ei uso de una construcción. Como está basada en la secuencia de construcción para el pro­ yecto, la estimación de desarrollo de personal es la más precisa de las técnicas de estimación. Costos indirectos. Cuando se utiliza estimación paramétrica, los costos indirectos se pueden deter­ minar como porcentaje del costo directo del proyec­ to o del costo de mano de obra, o pueden basarse en la distancia y volumen de materiales que deban mo­ verse desde su lugar de procedencia hasta el sitio. Para los otros dos métodos de estimación, el estima­ dor determina las diversas actividades del proyecto como la contabilidad, administración del proyecto, gastos generales fijos del personal y aprovisiona­ miento de oficinas temporales en el sitio, que no están asociados con una partida física específica. En la estimación a precio unitario, estas actividades se expresan en alguna unidad de medida, por ejemplo pies lineales o yardas cúbicas, y se multiplica por un precio unitario apropiado para obtener el costo de la actividad. El costo total indirecto es la suma de los costos de todas las actividades. En la estimación de desarrollo de personal, el estimador determina las fechas de inicio y terminación así como salarios del personal necesario para esas actividades, como es el del ingeniero del proyecto, gerente del proyec­ to y empleados de nómina. De estos datos, el esti­ mador calcula el costo total del personal. Del mismo modo, el estimador determina el tiempo y costo de cada instalación y servicio necesario para el proyec­ to. Estos costos se suman a los de personal para obtener el costo total indirecto. Margen o utilidad. La cantidad que un contra­ tista incluya por utilidad en el estimado de costo para un proyecto depende de muchos factores, que son el capital necesario y riesgos de capital de que se trate, condiciones anticipadas difíciles, sitio, es­ tado de la industria, competencia estimada para el trabajo, condiciones económicas generales, necesi­ dad de la empresa de más trabajo y disciplinas necesarias como son ingeniería estructural, mecáni­ ca y eléctrica. Cuando un constructor tenga gran necesidad por obtener un trabajo, la licitación en­ viada con base en el estimado de costo puede no incluir margen o utilidad. Esto puede hacerse por el prestigio asociado con el proyecto o la probabilidad de utilidades por cambios durante la construcción. Normalmente, para establecer margen por un estimado el estimador consulta manuales que ex­ presen un margen bruto como porcentaje del costo de proyecto para varias regiones geográficas e in­ dustrias. Del mismo modo, el estimador consulta publicaciones para obtener el precio actual de un trabajo específico. Estos datos, ajustados por los efectos de otras consideraciones, forman la base para el margen que deba incluirse en el estimado. Estudio de dimensiones. Un estudio de dimen­ siones es una lista de todos los materiales y renglo­ nes de trabajo requeridos por los documentos de un contrato para un proyecto de construcción. Junto con los precios para estos componentes, las cantida­ des tomadas de estos documentos son la base para el cálculo del costo directo del proyecto. En Estados Unidos se acostumbra que los contratistas hagan estudios de dimensiones por su cuenta, excepto para algunas obras públicas. Los contratistas pue­ den elaborar los estudios por sus propios medios o contratar topógrafos profesionales que miden las dimensiones de obra. Es común que el estimador de un contratista tome las cantidades y ponga precios ya sea simultáneamente o al término del estudio de dimensiones. La elaboración de un estudio de dimensiones requiere que el proyecto se descomponga en sus elementos, clasificaciones de trabajo y oficios. Debi­ do al gran número de partidas que intervienen, topógrafos profesionales y estimadores por lo gene­ ral utilizan listas de control para reducir al mínimo la probabilidad de pasar por alto alguna partida, Cuando a cada una de éstas se haya asignado un número clave, la lista sirve el propósito adicional de ser una clave de cuentas contra la cual se cargan todos los gastos al renglón beneficiario. Es buena práctica, al registrar una partida en una hoja de estudio de dimensiones o forma de estimado, indi­ car este paso con una marca en la lista de control junto al renglón y poner renglones en la misma secuencia como aparecen en la lista de control. Ade­ más, cuando se tenga que buscar un renglón, siem­ pre aparece en el mismo lugar. Estimación con ayuda de computadora. Hay varios tipos de programas de cómputo para facilitar la estimación de costos de construcción. Los más comunes pueden clasificarse como programas de utilidad, bases de datos y sistemas expertos (inteli­ gencia artificial). Administración de construcciones Los programas de utilidad compilan informa­ ción y realizan cálculos aritméticos en los datos, por ejemplo, en programas de hoja de cálculo. Al hacer posible la rápida extracción y presentación de información necesaria en forma conveniente para análisis y reporte, los programas de utilidad complementan la experiencia de estimadores. Las bases de datos son listas de precios unitarios de materiales, equipo, accesorios y artículos de tra­ bajo. Por lo general se diseñan para usarse con un programa de utilidad específico y se pueden limitar a un tipo de técnica de estimación específica. En el ideal, cuando se les introducen datos com­ pletos y adecuados, los sistemas expertos elaboran automáticamente un estimado con un mínimo de asistencia de parte de una persona. En la práctica, hacen preguntas al estimador y utilizan las respues­ tas para producir el estimado. (N. Foster et al., Construction Estimates from TakeOff to Bid, 3rd ed., G. E. Deatherage, Construction Estimating and Job Preplanning, McGraw-Hill, Inc., New York; J. P. Frein, Handbook o f Construction Ma­ nagement and Organization, Van Nostrand Reinhold, New York.) 4.8 Teneduría de libros y contabilid ad Los contratistas deben llevar registros financieros por muchas razones, entre las que se cuentan el reporte de impuestos, satisfacer requisitos de dependencias gubernamentales, proporcionar información de base para servicios indispensables de apoyo, servir a los fines de la dirección de una compañía y remitir esta­ dos financieros y reportes a banqueros, afianzadoras, compañías de seguros, clientes, oficinas públicas y otras. La administración de una compañía está espe­ cialmente interesada en sus cuentas financieras. Sin registros completos y precisos, la administración en­ contraría impracticable, entre otras cosas, estimar con precisión costos de construcción, conservar la empre­ sa en una posición de liquidez, tomar decisiones sanas en relación a la adquisición de equipo, o con­ trolar costos de proyectos en proceso. Tened u ría de libros La teneduría de libros es el arte de registrar regular y sistemáticamente las operaciones de una empresa, 4 .1 7 para mostrar sus relaciones y el estado de la empre­ sa en que ocurren. La práctica general en la tene­ duría de libros de un contratista es dividir cada operación en dos entradas de igual cantidad. Una entrada, llamada débito, indica el ingreso, materiales y servicios recibidos por el contratista; la otra, llamada crédito, se registra en una columna a la derecha. Si se hace balance y comprueba la primera entrada registra las salidas, por ejemplo pagos. Por lo general, los tenedores de libros llevan por lo menos dos juegos de libros, un diario y un mayor, ambos con asientos de débitos y créditos. En el diario, las operaciones se asientan cronológicamen­ te a medida que ocurren. Por cada operación en columnas sucesivas se registran la fecha, naturaleza o fuente de la operación, destino y cantidad de que se trate. La cantidad recibida por el contratista (dé­ bito) se asienta en un renglón arriba de la cantidad de salida (crédito). La desventaja de llevar sólo un diario es la dificultad para determinar del mismo, en varios intervalos de tiempo, la cantidad de que se trate en cada tipo de operación, por ejemplo pagos que provengan de un cliente, pagos a un banco, gastos de materiales o equipo específicos, impuestos y gastos de nómina. Un segundo libro, el mayor, se utiliza para satis­ facer la necesidad de estos datos. Este libro asigna una página o dos para cada clase de operación asentada en el diario, como son salarios, impuestos o renta. Todo asiento de débito del diario se registra como asiento de débito en el mayor; todo asiento de crédito del diario se asienta como asiento de crédito en el mayor. En consecuencia, si no se cometen errores, los dos libros deben cuadrar: la suma del dinero asentado en el mayor debe ser igual al dinero asentado en el diario. Algunos contratistas prefieren un sistema de pó­ lizas para llevar libros en lugar del sistema de doble asiento antes descrito. En el sistema de pólizas, un asiento de póliza es el libro de asiento original. Además de este asiento, los libros contienen sobres o carpetas de pólizas, índice de póliza, registro de póliza y el mayor general. 4 .8 .2 4.8.1 ■ M étodos d e co n tab ilid ad La contabilidad incluye a la teneduría, pero también otros servicios que proporcionan más detalles y explicaciones que afectan la salud financiera de una empresa. El objetivo principal es determinar los 4 .1 8 ■ Sección cuatro ingresos y egresos de cada proyecto de construc­ ción. El estimado de costo de cada proyecto sirve como presupuesto para este objeto. Los costos, con­ forme son reportados, se cargan contra el proyecto en que incurran. La práctica general de contratistas es emplear un procedimiento de contabilidad conocido como mé­ todo de acumulaciones. (Difiere del método alterno de contado en que el ingreso se reconoce al ser recibido, no facturado. El gasto se asienta a medida que ocurre). Para el método de acumulaciones, el ingreso se asienta en el periodo fiscal durante el que se percibe, aun cuando no se haya recibido pago. Del mismo modo, los egresos se asientan en el periodo en el que ocurren. Un procedimiento conocido como método direc­ to de acumulaciones se utiliza para contabilidad de contratos a corto plazo (proyectos que se terminan dentro de un solo periodo contable). Para contratos a largo plazo (proyectos que inician en un año fiscal y terminan en otro), los contratistas suelen emplear el método de contrato terminado o el de porcentaje de terminación, que son variantes del método de acumulación. M étodo de p o rcentaje de term inación ■ En este procedimiento, los ingresos y egresos se reportan a medida que avanza el proyecto, es decir, en una base actual en lugar de a intervalos irregu­ lares cuando se terminan proyectos. El método tam­ bién refleja la situación de proyectos actualmente en proceso, por medio de estimados actuales de por­ centaje de terminación de proyectos o de costos por completar. La utilidad se distribuye entre el año fiscal en el que el proyecto está en construcción. El porcentaje de utilidad total anticipada, percibida al terminar cualquier periodo, se estima generalmente como el porcentaje de costos incurridos a esa fecha respecto del costo total anticipado, con márgenes para cambios de estimados de costos por completar. M étodo de contrato term in ad o ■ En este procedimiento, los ingresos y egresos se reportan sólo cuando el proyecto se haya terminado. Este método ofrece la ventaja de que el ingreso se reporta después de conocerse los resultados financieros fi­ nales, en lugar de depender de estimados de costos para completar el proyecto. Tiene en cambio varios inconvenientes, uno de los cuales es su incapacidad para indicar la operación a la fecha de contratos a largo plazo. Del mismo modo, puede dar por resul­ tado irregulares reportes de ingresos y egresos y, por lo tanto, a veces impuestos sobre la renta más altos. Debido a que los métodos de porcentaje de ter­ minación y de contrato terminado tienen ventajas y desventajas, particularmente con respecto a im­ puestos sobre la renta, un contratista puede elegir usar el método de porcentaje de terminación para estados financieros y el método de contrato termi­ nado para reportar impuestos sobre la renta. O bien, puede emplear un método para algunos proyectos y el otro método para otros proyectos pero, una vez que haya adoptado un método para reportar im­ puestos, se hace necesaria la aprobación (en Es tados Unidos), del Internal Revenue Service antes de que el contratista pueda cambiarlo. Reportes fin an ciero s ■ Varios tipos de re­ portes financieros se derivan de los registros de negocios. Dos de los más importantes son el estado financiero de ingresos y el balance general. Los estados financieros de ingresos, o de pérdi­ das y ganancias, resumen la naturaleza y canti­ dades de ingreso y egreso de un periodo específico. Un estado financiero expresa pérdidas o ganancias como la diferencia entre ingreso recibido y gastos pagados durante el periodo. Los balances generales, también conocidos como estados financieros o estado de activo y pasivo, compendian los activos, pasivos y valor neto en una fecha específica, como por ejemplo al término de un año fiscal. Estos estados financieros están pensados para indicar la condición financiera de una empre­ sa. Los balances generales derivan su nombre del requisito de que todos los activos sean iguales a los pasivos más un valor neto. Los activos incluyen cualquier cosa de valor acumulado en la compañía, como por ejemplo las propiedades de la empresa (menos depreciación), dinero en efectivo en caja o en bancos, cuentas y documentos por cobrar y gas­ tos pagados por anticipado. Los pasivos incluyen las obligaciones financieras, como son pagarés y cuentas por pagar; gastos acumulados, incluyendo salarios e intereses acumulados; impuestos diferi­ dos y deudas a largo plazo. El valor neto representa el capital contable del contratista en el negocio. (G. E. Deatherage, Construction Office Administration, W. E. Coombs and W. J. Palmer, Construction Accounting and Financial Management, 5th ed., and M. Millman, General Contracting: Winning Techniquesfor Startmg and Operating a Successful Business, Administración de construcciones McGra w-Hill, Inc. New York; Constnictioii Cost Con­ trol, ASCE Manuals and Reports of Engineering Practice No. 65, American Society of Civil Engineers.) 4.9 Program ació n de un proyecto Una de las primeras cosas que debe hacer un con­ tratista cuando inicie la preparación de un estimado es hacer un programa de la operación propuesta y establecer un plan tentativo para hacer el trabajo. Es necesario que el contratista estudie los planos y especificaciones en detalle antes de visitar el sitio del proyecto. Este estudio debe continuar lo sufi­ ciente para establecer un programa tentativo de avance para los renglones de trabajo más importan­ tes o decisivos. 4.9.1 P ro g ra m a de a v a n c e de un tra b a jo Este programa debe mostrar todos los renglones que afectan el avance del trabajo y considera la duración de la temporada de construcción (si es aplicable) en el lugar en particular. Cuando éste sea el caso, el programa debe tomar nota de la fecha más ventajosa o de la fecha requerida para los trabajos de las primeras etapas, como es la desviación de las aguas de un río para una presa; cuando se pueda obtener la entrega de equipo nuevo o especializado de construcción de planta; posibles fechas de entre­ ga para partidas de importancia crítica de materia­ les permanentes proporcionados por el contratista; fechas de entrega de partes importantes de equipo permanente que vayan a ser entregadas por el pro­ pietario; y otros factores esenciales. Con base en las fechas precedentes, deben determinarse los ritmos de producción para los elementos importantes de trabajo. Del mismo modo, también debe determi­ narse el tipo, número y tamaño de varias unidades de equipo de construcción de planta y equipo nece­ sario para completar el trabajo, según lo indique el programa. Los programas de trabajo deben elabo­ rarse en varias formas. La figura 4.5 muestra una forma que puede adaptarse para ajustarse a la ma­ yor parte de las condiciones. Con base en el programa de avance, debe ano­ tarse una breve descripción del trabajo. La des­ ■ 4 .1 9 cripción debe llamar la atención de características indefinidas, riesgosas o inciertas, así como de ele­ mentos que sea probable aumenten o disminuyan en cantidad. También, la descripción debe incluir una relación del total de hombres-hora de mano de obra y del total de máquinas-hora para equipo importante que se estimen necesarios para ha­ cer el trabajo. Además, la descripción debe com­ prender necesidades máximas de obreros y para controlar entregas de elementos importantes de materiales y equipo. Por último, la descripción debe contener una relación de necesidades de re­ cursos financieros derivadas de ingresos y egresos programados. 4 .9 .2 P ro g ram ació n p a ra a h o rra r dinero El tiempo es menos tangible que la mano de obra o el material que intervienen en una construcción, pero es real e importante. El tiempo y el dinero están relacionados de muchas formas. Para el propietario de instalaciones que produ­ cen ingresos, como las generadoras de energía eléc­ trica, las plantas procesadoras, los edificios para renta, la reducción en el tiempo requerido para ter­ minar una construcción, disminuye los intereses sobre la inversión que se haga durante el periodo de construcción. Asimismo, el ingreso se incrementa acumulándose hasta el grado de que, si se acorta el tiempo de terminación de la obra, permite que las ganancias se obtengan más pronto. Para el contratista, la reducción del tiempo en terminar el trabajo significa, de igual manera, redu­ cir los cargos del interés sobre el efectivo invertido durante la construcción. Asimismo, cuanto más cor­ to sea el tiempo para terminar el trabajo, menores serán los gastos de supervisión, administración y generales. Además, los beneficios se acumulan si se acorta el tiempo, debido a que permiten arrendar el equipo para emplearlo en otro trabajo. El programa de construcción consiste en orde­ nar las diversas operaciones, comprendidas en la construcción de un proyecto, en la secuencia re­ querida para lograr su terminación en el mínimo periodo que sea económicam ente viable. Para ase­ gurar la terminación del trabajo dentro del tiempo límite estipulado por el contrato, y para reducir el tiempo requerido para realizarlo, es necesario pro­ gramar cada unidad del proyecto y relacionarla con todas las otras. 4 .2 0 4 .9 .3 ■ Sección cuatro P ro g ram ació n m ed ian te u n a g ráfica de b a rra s rectan g u lares Los programas de trabajo muestran las fechas de inicio y terminación de los diversos elementos de un proyecto. Para la obra contratada a precio unita­ rio, se emplea en general el detallado de la propues­ ta. Los contratos a suma global o precio alzado tienen la subdivisión de acuerdo con el estimado de costos. Los programas pueden prepararse en forma tabular o gráfica, aunque esta última se emplea más debido a su fácil visualización. La representación gráfica más utilizada es la gráfica de barras rectangulares (Fig. 4.5). Esta gráfi­ ca muestra las fechas de inicio y de terminación de cada partida de trabajo. Indica también las partidas en las cuales se empalma el trabajo, las partidas que traslapan a otras y por qué cantidad, y las partidas que deben quedar terminadas antes de que se co­ miencen otras. Los programas de trabajo deben elaborarse al comienzo del trabajo, con el fin de coordinar el tra­ bajo de todos los departamentos de la organiza­ ción del contratista (subsección 4.9.1). Por ejemplo, el programa es una forma conveniente para que el agente de compras se entere de las fechas en que se necesitarán los materiales. Los contratos de construcción requieren con frecuencia que el contratista proporcione un pro­ grama de trabajo para que sea autorizado por el propietario dentro de un tiempo especificado, des­ pués que le ha sido concedido el contrato y antes que se inicie la construcción. A menudo se subraya la importancia de este requisito en las disposicio­ nes del contrato, de manera que la omisión o ne­ gligencia en presentar un programa satisfactorio puede anular la concesión del contrato y perderse la garantía de la propuesta. Con el fin de comparar la realización del trabajo con respecto al programado, se dibuja otra barra abajo de las del programa que muestra las fechas de comienzo y terminación reales. El diagrama de la figura 4.6 indica que la excavación se comenzó en la fecha programada y que se terminó antes de tiempo, en tanto que el trabajo de enconfrado co­ menzó tarde, A fines de diciembre, el trabajo de encofrado estaba terminado en un 60%. Este méto­ do tiene la ventaja de la sencillez, pero no indica el ritmo de avance requerido por el programa o que la ejecución real está adelantada o retrasada con res­ pecto al mismo. 4 .9 .4 G rá fic a de b a rra s tria n g u la re s En la figura 4.7 se introduce el concepto de ritmo de avance; esta figura tiene las mismas partidas graficadas en la figura 4.6. En la figura 4.7 las distancias horizontales representan el tiempo permisible para realizar el trabajo y las verticales representan el porcentaje de cumplimiento. De aquí que las pen­ dientes de estas líneas indican el avance. Por ejemplo, la figura 4.7 indica que la exca­ vación se programó desde su comienzo hasta su terminación a un ritmo uniforme (línea recta con pendiente). El trabajo se comenzó a tiempo, avanzó lentamente al principio y se disparó al final (líneas inclinadas). Sin embargo, la mayor producción pro­ gramada, a la mitad, fue suficiente como para que la operación se completara con 15 días de anticipa­ ción a lo programado. La fecha en la cual el encofra­ do pudo haber comenzado se anticipó debido al ritmo acelerado de excavación desde el 1 de octubre al 15 de septiembre (líneas de trazos). En lugar de acelerarse para aprovechar el tiempo ganado en la excavación, el encofrado se comenzó tardíamente y avanzó con lentitud hasta el 1 de diciembre. En este punto, se aceleró, pero el 60% de avance alcanzado al final de diciembre no satis­ face los requisitos programados. (En la práctica, el tiempo ganado en la excavación debería haber sido empleado de tal manera que el comienzo del enco­ frado se hubiera iniciado el 15 de septiembre, o sea, medio mes antes de lo programado.) El efecto del tiempo ganado o perdido en cual­ quier actividad se refleja en muchos otros detalles de trabajo. Por tanto, es necesaria una frecuente revisión, para que los programas de trabajo en todas las actividades conserven su precisión. Sin embar­ go, la revisión formal de todo el programa de trabajo con frecuencia se considera innecesaria, debido a que la dependencia del contratista con respecto al programa es sustituida por su familiaridad con las operaciones principales y con los factores físicos, de tal manera que todo el personal sabe qué debe hacer y cuándo. Con frecuencia las actividades críticas están su­ jetas a un análisis y a programación detallados. Esto puede tomar la forma de esquemas tridimensiona­ les, de vistas amplificadas, de dibujos de las etapas de la construcción, y dispositivos y ayudas simila­ res para la visualización. Después, una programa­ ción mayor de actividades como el vaciado del concreto, el desmonte o los programas de coloca- Administración de construcciones ■ 4.21 PLANTA E LÉC TRICA PRESA LLEN AR C O L A D O EXC AVAC IO N D E C IM E N T A C IÓ N TRAT DE S U P E INY. D E C O L C H Ó N E N IE C H A D O P R O F U N D O ESTAB DE M IN A D E C A R B O N D R ENAJE D E C lM E N T A C IÓ N C A M IN O D E C U O T A D E P R E S A T DE F SE A PF tQ X A E X C D E C OP Y C O N S D E T U N E L E S D E D E S EST DE M U R O D E C (E N P A R T E ) TUN. DE A C A C A S A D E F U E R Z A TUNEL P E R M DE A C C E S O TÚ N EL D E A C C E S O A C O N S EST DE M. D E C A Ñ Ó N (E N P A R T E ) TUR B IN A S Y G E N E R A D O R E S NST A L A C IÓ N D E U N lD A O N Ú M IN S T A L A C IÓ N D E U N ID A D N Ü M INSTAL A C IÓ N D É U N ID A D N U M IN S T A L A C IÓ N D E U N ID A D N Ú M IN S TA L A C IÓ N D E U N ID A D N Ú M 1 2 3 4 5 G E N E R A D O R E S Y E X C IT A D O R E S ■N S T A L A C IÓ N D E U N ID A D N U M 1 IN S T A L A C IÓ N D E U N ID A D N Ü M 2 IN S T A LA C IO N D E U N ID A D N U M 3 IN S T A LA C IO N D E U N ID A D N U M 4 IN S T A LA C IÓ N D E U N ID A D N Ú M 5 PUESTA E N S E R V IC IO TERM D E P L A N T A Q E F U E R Z A TOMAS DE FUERZA CA S A D E F U E R Z A CO LEC TO R N U M 1 TÜN D E A C A P L A N T A D E F U E R Z A PATIO D E C L A S . E S T A C IO N A M IE N T O C A M IN O S D E P R O P IE T A R IO S E D IF IC IO D E A D M IN IS T F IA C IÓ N C A B LE S D E B A J A T E N S IÓ N VER TED ER O Y S A L D F B A J O N IV E L VER TEDER O S N Ú M . 1 D E B N IV E L (T 2 D E D E S ) S N U M 2 DE B A J O N . (T 3 D E D E S ) A C D E S. D E B. N (T U N E L I O E D E S T R A N S M IS IO N (N O T A 4 ) L IM P IE Z A E S T R U C TU R A S L ÍN E A S D E T E N D ID O M E JO R A S P A N O R Á M IC A S Figura 4 .5 Programa de avance de la gráfica de barras. El comienzo y final de una línea horizontal indican, respectivamente, el comienzo y final de una actividad. 4.22 ■ Sección cuatro OPERACIÓN 1995 JU N JU L AG O SEP 1996 OCT DIC ENE FEB MAR 100% I EXCAVACIÓN I ENCOFRADO S IM U U LU üIA : NOV PROGRAMADO 1-------------- 1 bUffe 'K A B A J U H tA L 1--------------1 Figura 4 .6 Programa de avance de barras rectangulares. ción de la tubería, pueden proyectarse y emplearse conforme se requiera. 4 .9 .5 El m étodo de p ro g ram ació n de la ruta crítica El critical-path Method (CPM) o método de la ruta crítica (MRC) se desarrolló como herramienta para administrar situaciones especiales. En algunos con­ tratos, varias dependencias gubernamentales obli­ gan su uso. El MRC se basa en la planeación del trabajo que va más allá de lo que es necesario para hacer una licitación. Además de la división paso por paso del trabajo en sus operaciones componentes y de la graficación de sus relaciones secuenciales, los planificadores deben saber cuánto tiempo llevará cada operación, el tiempo de espera requerido en la obtención de los materiales y el equipo, qué tanto llevará al preparar los planos de taller y obtener su aprobación, y cuánto tiempo tomará la fabricación y entrega después de aprobados dichos planos. Los planificadores deben conocer las pruebas especiales requeridas y el tiempo necesario para hacerlas. Después de dividir el proyecto en sus activida­ des, éstas se ponen en lista y se grafican de manera que se muestren todas las relaciones secuenciales. Las actividades se representan por flechas (Fig. 4.8a) o por círculos, o nodos, unidos por una secuencia de líneas (Fig. 4.8b). El análisis para establecer un Figu ra 4 .7 Programa de avance de barras triangulares. Adm inistración de construcciones ■ 4 .2 3 COLOCAR TU BERÍA S COLOCAR MOLDES COLOCAR ACERO DE REFUERZO COLOCAR EL CONCRETO (b ) DIAGRAMA DE PRECEDENCIA Figura 4 .8 Red sencilla para MRC formada por actividades representadas por flechas (a) y por nodos (b ). programa realista se hace ya sea por métodos ma­ nuales o por medio de una computadora electró­ nica, resaltando las operaciones cuyas fechas de terminación establecen la duración total del proyec­ to, planteando las modificaciones al trabajo para determinar cuáles son las operaciones afectadas y el efecto que tienen en la duración del proyecto, establecer una secuencia adecuada de las operacio­ nes de trabajo y determinar el estado del avance del trabajo en relación con la cantidad de días de ade­ lanto o retraso con respecto al programa. Se dibuja un diagrama de flechas (Fig. 4.8a) de tal manera que la cola de una flecha represente una actividad, como es la colocación de concreto, en la punta de la flecha la actividad inmediatamente pre­ cedente, como la colocación de las tuberías que contendrán los alambres de la elecricidad. Se asigna a los nodos (colas y puntas de flecha) números que identifiquen las actividades (1-2, 2-3, etc.). Cada nodo representa la terminación de las actividades precedentes y el comienzo de las actividades si­ guientes. Algunas veces se necesita incluir una fle­ cha ficticia para completar el circuito. Se dibuja un diagrama de precedencia (PERT) (Fig. 4.8b) colocando el nodo que representa una actividad a la derecha del nodo que representa la actividad inmediatamente precedente. A cada nodo se asigna un número mayor que el que tenga cual­ quier actividad precedente. Los nodos se conectan por medio de las líneas para indicar la secuencia del trabajo. Los diagramas de precedencia son más sen­ cillos de dibujar y analizar que los de flechas. En cualquier tipo de estos diagramas, la ruta crí­ tica es la secuencia de operaciones que requiere más tiempo para quedar terminada. La ruta crítica deter­ mina la duración del proyecto. Para acortar la dura­ ción del proyecto, es necesario disminuir el tiempo que se requiere en una o más actividades que se 4.24 ■ Sección cuatro encuentran en la ruta crítica (actividades críticas). Estas actividades tienen una flotación total de 0. La flotación total es la diferencia entre el tiem­ po requerido y el tiempo disponible para realizar la actividad. Equivale a la diferencia entre los tiempos optimistas y los pesimistas para iniciar (o finalizar) una actividad. En la tabla 4.1 se presenta el cálculo de la flotación para la sencilla red de la figura 4.8. La flotación se determina en dos pasos: un paso hacia adelante y un paso hacia atrás sobre la red. El paso hacia adelante comienza con la fecha primera (o programada) de inicio de la primera ac­ tividad, colocar los moldes. En este caso, la fecha es 0. La suma de la duración de esta actividad, dos días, a la fecha primera de inicio lleva a la fecha primera de terminación, 2 , que también es la fe­ cha de inicio para la siguiente actividad: colocar el acero de refuerzo. La fecha primera de terminación para esta actividad se obtiene sumando su dura­ ción, 1 día, a la fecha primera de inicio. El paso hacia adelante continúa con el cálculo de los tiempos primeros de inicio y de terminación para todas las actividades siguientes. En donde una actividad si­ gue a otras, su fecha primera de inicio es la mayor de las fechas primeras de terminación de las activi­ dades que le proceden. El paso hacia atrás determina las fechas tardías de inicio y terminación. Comienza con la fecha tar­ día de terminación de la actividad final, colocar el concreto, la cual se hace igual que la fecha tardía de terminación, 6 , de esa actividad. La resta de la du­ ración, 1 día, de la fecha tardía de terminación conduce a la fecha tardía de inicio, 5, la cual también es la fecha tardía de terminación de las actividades TABLA 4.1 precedentes, instalación tuberías e instalación eléc­ trica, y sus fechas tardías de inicio se encuentran sustrayendo las duraciones de las fechas tardías de terminación. En donde haya una actividad que pre­ cede a varias, su fecha tardía de terminación es la menor de entre las fechas tardías de inicio de esas actividades. El paso hacia atrás continúa hasta que se calculan las fechas tardías de inicio y de termina­ ción de todas las actividades. Entonces se puede encontrar la flotación para cada actividad y es la diferencia entre los tiempos primeros y tardíos de inicio. Las actividades críticas (las que tienen una flotación de 0 ) se unen por flechas gruesas tal como se hizo en la figura 4.8a), y por líneas dobles en la figura 4.8b, para indicar la ruta crítica. 4 .9 .6 P ro g ram ació n p a ra construcción rá p id a El método de programación de ruta crítica (MRC), descrito para aplicarse a la construcción de un pro­ yecto en la subsección 4.9.5, también se puede utili­ zar para el diseño, que suele ser terminado antes del inicio de una construcción. Además, el MRC es útil para programación integrada para construcción rá­ pida, procedimiento en el que diseño y construc­ ción avanzan simultáneamente. Cuando se utiliza el MRC para este fin, necesita de entrada de perso­ nal de diseño y construcción. Cuando un proyecto se construye con rapidez, el diseño y construcción finales empiezan poco des­ pués de roturar el suelo. El trabajo de campo en componentes del proyecto avanza tan pronto como las partes correspondientes del diseño se hayan Cálculos de flotación por el método de la ruta crítica Número de actividad Diagrama Diagrama de de flechas precedencias 1-2 2-3 3-4 3-5 5-6 4-5 1 2 3 4 5 — Duración en días Fecha primera de inicio Fecha primera de terminación Fecha última de inicio Fecha última de terminación Flotación total, en días 2 1 1 2 1 0 0 2 3 3 5 4 2 3 4 5 6 4 0 2 4 3 5 5 2 3 5 5 6 5 0 0 1 0 0 1 Administración de construcciones terminado. Por lo tanto, lo que sería la duración normal del proyecto se acorta al fijar el diseño y construcción en rutas separadas pero paralelas en lugar de en secuencia, como es tradicional. Una desventaja de la construcción rápida es que hay menos control sobre costos que con proyectos donde el diseño se ha terminado antes de tomar cotizaciones. Esta desventaja, sin embargo, se pue­ de resolver por lo menos en parte si se emplea un gerente de construcción profesional para dirigir la construcción, o se otorga un contrato de costo más honorarios fijos o costo más porcentaje de costo a un contratista general prestigioso. Otra desventaja de la construcción rápida es que la coordinación del trabajo es más difícil y la entrada para varios con­ sultores puede faltar. Como consecuencia de esto, puede ser que haya necesidad de remover o volver a hacer parte del trabajo. Debido a la menor eficien­ cia de la construcción rápida y a la necesidad de volver a hacer parte del trabajo, los costos de cons­ trucción pueden ser mayores de lo que serían cuan­ do la construcción se inicia después de terminar el diseño. A pesar de esto, el costo total del proyecto para el propietario puede ser menor por los ahorros en interés sobre préstamos para construcción, ingre­ sos por pronto uso del proyecto y menores efectos de inflación monetaria. 4 .1 0 .1 ■ 4 .2 5 O b lig a cio n e s de un gerente de proyecto Entre las obligaciones de un gerente de proyecto están las siguientes: Mantener comunicación con clientes Distribuir personal a proyectos y organizar unida­ des para la operación de éstos Coordinar el trabajo de todas las unidades y divi­ siones Revisar periódicamente y analizar costos de proyec­ tos, programas, avances y otros datos de construc­ ción Compras Hacer arreglos para peritajes y diseño de construc­ ciones Instituir y supervisar programas de seguridad en el trabajo Asegurar permisos concedidos por oficinas guber­ namentales Conservar archivos de convenios laborales Representar al contratista en pleitos jurisdiccionales Manejar cambios y trabajos extras 4 .10 Papel del g erente de proyecto Un gerente de proyecto, en síntesis, tiene responsa­ bilidad por todas las funciones de construcción para un proyecto, incluyendo coordinación del trabajo de superintendentes de trabajos, sobrestantes de personal y subcontratistas. Para una pequeña orga­ nización, el propietario puede servir como gerente de proyecto; para una empresa grande, a un expe­ rimentado gerente de proyecto se le puede asignar responsabilidad de un proyecto grande o varios pequeños. El éxito de un proyecto de construcción depen­ de en gran medida de la capacidad del gerente del proyecto, quien debe tener aptitudes administra­ tivas y directivas además de conocer bien todos los detalles de los documentos del contrato; el cono­ cimiento de todas las fases de construcción es esencial. De la diaria inspección de los proyectos asignados, el gerente de construcción debe estar al tanto del avance actual del trabajo. Solicitar y obtener aprobación de dibujos y mues­ tras de taller, así como certificaciones de materiales Dirigir conferencias y reuniones de trabajo con per­ sonal clave y dar seguimiento a decisiones tomadas Una vez iniciada una construcción, el gerente de proyecto debe comparar continuamente el de­ sempeño en el campo con respecto al programa establecido. Cuando no se cumpla con el progra­ ma, las acciones correctivas tomadas y las fases de reprogramación se conocen como adm inistración de tiempo de proyecto. La fase de control de la administración de tiem­ po comprende la medición periódica del avance real de trabajo y su comparación con los objetivos planeados. Esto debe hacerse determinando las cantidades de trabajo realizadas y reportando esta información para compararla con las cantidades de trabajo anticipadas en el programa de trabajo. Por lo tanto, se puede hacer una determinación del efecto de la situación actual del trabajo en la fecha 4.26 ■ Sección cuatro de terminación para el proyecto. Cualesquier ac­ ciones correctivas necesarias se pueden planear y poner en práctica. Después de eso, el programa se puede actualizar. El método de programación de ruta crítica (MRC) constituye una base conveniente par me­ dir el avance y para expedir reportes (subsección 4.9.5). El diagrama de red debe corregirse según sea necesario para que el programa actual de tra­ bajo refleje la situación real de trabajo. Se pueden emplear programas de cómputo, de­ sarrollados por personal de la compañía o comer­ ciales, para elaborar reportes que ayudan a gerentes de proyecto. A continuación se encuentran descrip­ ciones de algunos reportes que algunos contratistas han encontrado útiles: Este sistema combina la programación de un pro­ yecto con controles de costos, controles para dis­ tribución de recursos y un sistema de reporte estadístico de avance de contrato. El objetivo es dar un control total sobre el tiempo, costo, recur­ sos y estadísticas. Reporte de co m p ra s/co sto ■ Este reporte lista los diversos elementos que deben adquirirse y fija fechas para licitaciones y otorgar contratos; si­ gue con atención el presupuesto y el costo real de cada elemento. Un resumen elaborado para la alta gerencia proporciona totales en cada categoría e indica la situación de la compra. Tiem po ■ El aspecto del tiempo del sistema está diseñado para producir, mediante programa­ ción del proyecto, un conjunto de objetivos de tiem­ po, un medio visual de presentar estos objetivos, así como idear y poner en práctica un método correcti­ vo de apegarse a los objetivos para que se alcancen los resultados deseados. Reporte de e x p e d ició n /tráfico ■ Este re­ porte lista los elementos cuando se adquieren; tam­ bién contiene una actualización continua de fechas de entrega, dibujos de taller y situación de aproba­ ción, información de embarque y ubicación del ma­ terial cuando se almacena ya sea en el sitio de construcción o fuera de éste. Costo ■ Hay recapitulación de costos contro­ lados por reportes de presupuesto que se formu­ lan mensualmente y se distribuyen al propietario. Además, reportes detallados para la administración de una compañía constructora contienen una lis­ ta de costos bajo cada clase de actividad de cons­ trucción. Estos reportes son utilizados por gerentes de proyecto y personal de campo, de compras y alta dirección. Un reporte sobre el probable costo total para concluir el proyecto está planeado para todos los niveles del personal de una compañía construc­ tora, pero es utilizado básicamente por quienes son responsables de medidas correctivas. Lista de m o b iliario , acceso rio s y equipo ■ Este reporte, que normalmente se utiliza cuando el trabajo comprende un proceso o refinería, tam­ bién se puede utilizar para listas de equipo en un edificio complejo, como es un hospital u hotel. El reporte describe toda la información de uso general para cada parte de equipo, su tamaño, funciones, fi­ nalidad, características, fabricante, número de par­ te, ubicación en el trabajo terminado y garantías. El reporte también proporciona información con rela­ ción a la fuente de la pieza, adquisición, precio y lugar o número de dibujo del plano en donde apa­ rece. Sistem a de co n ta b ilid a d ■ Este sistema consta de una serie completa de reportes de conta­ bilidad, incluyendo un registro por cada proveedor y muestra todos los desembolsos. Esta información se emplea en la elaboración de requisiciones para pagos parciales. También se puede utilizar para reportar costos del trabajo a la fecha y hacer pronós­ ticos de probables costos por concluir. 4 .1 0 .2 Sistem a de control co m p u tarizad o de ad m in istració n de un proyecto Distribución de recu rsos ■ Con el fin de distribuir recursos, debe elaborarse un resumen gráfico del uso mensual planeado de personal para actividades individuales y también de cantidades de trabajo estimadas que debe estar en el lugar de todos los oficios, con base acumulativa. Una actua­ lización mensual de estas gráficas indica qué oficios tienen pocas cantidades de trabajo en el lugar. Con esta información, el gerente puede asegurar que los oficios atrasados se aumenten con el número correc­ to de trabajadores para que se pongan al día y se ajusten al programa. Administración de construcciones Estadísticas ■ De la información recibida de los reportes precedentes, se puede hacer un pron óstico preciso de la fecha probable de terminación de la construcción y del costo total del proyecto. (F. S. Merritt and J. T. Ricketts, Building Design and Construction Handbook, 5th ed., McGraw-Hill, Inc., New York; J. P. Freín, Handbook o f Construction Management and Organization, Van Nostrand Reinhold, New York.) 4.11 Papel del superintendente de cam po Un superintendente de campo tiene una amplia variedad de obligaciones. Entre sus responsabilida­ des están las siguientes: oficina de campo (estable­ cimiento y mantenimiento); cercado y seguridad; vigilantes; conocer documentos de contrato; solici­ tar, recibir, almacenar e instalar materiales; solicitar y operar equipo y grúas; reportes diarios; ayudar en la elaboración del programa del proyecto; cumplir el programa; reportes de accidentes; controlar tra­ bajos adicionales; expedir cargos atrasados; tratar con inspectores, subcontratistas y obreros; trabajo de "tareas"; control de calidad y seguridad. El co­ nocimiento de documentos de contratos y la capa­ cidad para interpretar planos y especificaciones son esenciales para el desempeño de estas obligaciones. Los reportes diarios del superintendente dan información esencial sobre la construcción. De es­ tos reportes diarios se deriva la siguiente informa­ ción: nombres de personas que trabajan y horas trabajadas; cantidades clave de costos; operacio­ nes de subcontratistas y descripción del trabajo realizado; materiales recibidos; equipo recibido o enviado; visitantes al sitio del trabajo; extractos de debates con subcontratistas importantes y perso­ nal; otros comentarios; temperatura y condicio­ nes climáticas; accidentes u otros acontecimientos poco comunes. 4.12 O rd en e s de com pra La expedición de una orden de compra difiere del otorgamiento de un contrato (sección 4.5). Una or­ den de compra se expide por material en el que no se espera realizar trabajo en el campo. Un subcontrato, en contraste, es un convenio con un subcontratista no sólo para que provea de materiales sino ■ 4 .2 7 también para realizar trabajo en el campo. Una orden de compra contiene fecha, nombres de quie­ nes la expiden y proveedor, descripción, precio, condiciones de pago y firmas de las partes. Para el proyecto específico, un anexo a la orden de compra y lista de dibujos de contrato deben adjuntarse a la forma estándar de orden de compra. El anexo describe condiciones especíales relativas al trabajo, opciones o alternativas, información relati­ va a dibujos de taller, o presentaciones de muestra y otros requisitos particulares del trabajo. Las solicitudes de precios de materiales se ma­ nejan en una forma muy semejante a las solicitu­ des de precios de subcontratos. Las cotizaciones por materiales deben ser analizadas por cambios complicados en la misma forma que para subcon­ tratos. Para administrar correctamente el subcontrato y las órdenes de compra, es necesario tener un libro de registro en el que se anota todo subcontrato y orden de compra después que haya sido enviado al subcontratista o vendedor. El libro de registro sirve como pronta referencia cruzada no sólo para nom­ bres de subcontratistas y vendedores sino también por las cantidades de sus pedidos y las fechas en que se enviaron las órdenes. Hay varios paquetes de software para dar segui­ miento a todo el equipo y materiales, así como información relativa a compras como son especifi­ caciones, cotizaciones, órdenes (pedidos) finales, embarque y fechas de entrega. Por lo general, el software está basado en el concepto de partidas de trayectoria típica .A las diversas tareas que deben realizarse se les asignan fechas de vencimiento. Por ejemplo, un reporte de computadora debe ser por proyecto y mostrar todas las partidas abiertas de orden de compra para un proyecto, o por nom­ bre de comprador, con todas las partidas abiertas de orden de compra por cada comprador, incluyendo todos los proyectos. AI negociar y otorgar un subcontrato o una com­ pra de material, el contratista debe tomar en cuenta el alcance del trabajo, hacer una lista correcta de inclusiones, tomar nota de excepciones o exclusio­ nes y, cuando sea práctico, registrar precios unita­ rios por trabajo agregado o excluido déla lista. Debe considerarse el tiempo de ejecución de unidades de trabajo y disponibilidad de obreros y materiales, o equipo para llevar a cabo el trabajo. Las órdenes de compra deben contener una cláusula para medicio­ nes de campo por el vendedor, si esto se requiere. 4 .2 8 ■ Sección cuatro Además, las órdenes de compra deben indicar si los cargos por entrega y transportación e impuestos de venta están incluidos en los precios. 4 .1 3 S eg u rid ad en el tra b a jo Los accidentes en un proyecto de construcción, en dondequiera que intervengan empleados o el públi­ co, pueden imponer una carga enorme en el contra­ tista de la construcción y otros relacionados con el proyecto. En consecuencia, es de gran importancia para todos los participantes en el trabajo asegurarse que se haya puesto en práctica un programa ade­ cuado de seguridad en el trabajo. Aun cuando el propietario de la empresa constructora o los ejecu­ tivos de la compañía sean legalmente responsables si ocurre un accidente, el gerente del proyecto es generalmente responsable de establecer y supervi­ sar el programa de seguridad. El gobierno federal de Estados Unidos, en 1970, aprobó la Occupational Safety and Health Act (OSHA) (Title 20-Labor Code of Federal Regulations, chap. XVII, part 1926, U.S. Government Printing Office). En comparación con leyes de seguridad estatales, la ley federal tiene requisitos más estric­ tos. Por ejemplo, una oficina estatal tiene que llevar al contratista a juicio por prácticas ilegales, pero la Occupational Safety and Health Administration puede aplicar multas de inmediato por violaciones, a pesar del hecho de que inspectores soliciten a empleadores corrijan sus deficiencias. Los accidentes de construcción son el resultado de un acto inseguro o una condición insegura. La póliza de la compañía debe apuntar a evitar esto por medio de educación, capacitación, persuasión y constante vigilancia. En todo proyecto, el geren­ te de proyecto debe recordar a superintendentes e inspectores acerca de los requisitos de seguridad. En visitas a sitios de trabajo, el gerente debe estar constantemente alerta de violaciones a las medi­ das de seguridad. El ingeniero o gerente de segu­ ridad debe asegurarse que el superintendente de construcción realiza reuniones semanales de segu­ ridad con todos los inspectores y escribe repor­ tes sobre accidentes y los remite al administrador de seguros del contratista. Además, el inspector de seguridad debe conservar un archivo que conten­ ga todos los registros necesarios con relación a reglamentos gubernamentales y conocer con los requisitos sobre cómo conservar estos registros conforme a la Occupational Safety and Health Act (Occupational Safety and Health Administration, U.S. Department of Labor, Washington, D.C.). La gerencia debe sostener frecuentes conferencias con el gerente de proyecto y con la compañía de seguros para revisar el registro de seguridad de la firma y para obtener asesoría para mejorar el ré­ cord de seguridad. (Manual o f Accident Prevention ¡n Construction, Associated General Contractors of America, Was­ hington, DC 20006; The 100 Most Frequerítly Cited OSHA Construction Standards in 1991," U.S. Govern­ ment Printing Office, Washington, DC 20402.) 4 .1 4 O rd en e s de cam bio Los documentos de contrato especifican en detalle el trabajo que el contratista debe realizar. Con frecuencia, sin embargo, es necesario realizar cam­ bios o trabajos adicionales después de otorgar el contrato, en especial después de que la construc­ ción se haya iniciado. En general, los documentos del contrato contienen estipulaciones que permi­ ten al contratista o al propietario hacer cambios si ambas partes convienen en éstos. Si el cambio reduce los costos de construcción, el propieta­ rio recibe un crédito; si los aumenta, el propietario paga los costos adicionales. El costo de los cambios puede estar basado en una suma negociada total (de precio alzado), en el costo de mano de obra y materiales más un recargo adicional, o en precios unitarios. El propietario puede expedir una orden de cambio por cualquiera de varias razones, entre las que se cuentan un cambio en el alcance del trabajo respecto al descrito en las especificaciones, cambio en material o equipo instalado, cambio para corre­ gir omisiones y cambio en condiciones esperadas tales como rocas del subsuelo no indicadas en planos y especificaciones, condiciones climáticas o huelgas. En previsión de condiciones inespera­ das, el contrato de construcción debe contener una cláusula de condiciones cambiadas en las condi­ ciones generales (Véase General Conditions o f the Contractfor Construction, AIA A201, American Institute of Architects, 1735 New York Ave., N.W., Washington, DC 20006.) La American Society of Civil Engineers Committee on Contract Adminis­ tration redactó la siguiente cláusula recomendada sobre condiciones cambiadas: Adm inistración de construcciones Los documentos de contrato que indiquen el diseño de las partes del trabajo bajo la superficie están basa­ dos en datos disponibles y el buen juicio del ingeniero. Las partes convienen en que las cantidades, dimensio­ nes y clases de trabajo mostradas en los documentos de contrato contienen las suposiciones con las cuales se determinó el precio del contrato. A medida que varias partes del subsuelo se obser­ ven durante el trabajo, el contratista debe dar inme­ diato aviso por escrito al ingeniero y al propietario, antes de que cambien tales condiciones, si las condi­ ciones reales difieren sensiblemente de las que se su­ pusieron. El ingeniero debe enviar de inmediato al propietario y contratista un plano o descripción de las modificaciones que proponga deben hacerse en los documentos de contrato. El consiguiente aumento o disminución en el precio del contrato, o el tiempo calculado para la terminación del contrato, serán con­ siderados por el contratista y remitidos al ingeniero en forma de propuesta. Si es aprobada por el ingeniero, certificará la propuesta y la dirigirá al propietario con su recomendación para ser aprobada. Si no se llega a un acuerdo entre el contratista y el ingeniero, el asunto será remitido a arbitraje o resolución alterna de litigio como se indica más adelante. Al aprobar el propietario la recomendación del ingeniero, o al reci­ bir la resolución del tribunal de arbitraje, el precio del contrato y tiempo de terminación se ajustarán mediante la expedición de una orden de cambio de acuerdo con lo dispuesto en las secciones tituladas "Cambios en el trabajo” y '‘Ampliaciones de tiempo". 4.15 ■ 4 .2 9 paso es un esfuerzo para resolverlo por negociación. Otro procedimiento consiste en reconocer, antes que se inicie la construcción, la posibilidad de que pue­ den presentarse desacuerdos y tomar medidas para facilitar negociaciones. Una forma es señalar en ese momento un tribunal para resolución de litigios (DRB, en inglés), formado por tres personas idó­ neas, para ayudar en la negociación de un arreglo. Si éste no se puede lograr, el DRB debe emitir reco­ mendaciones para un arreglo que, sin embargo, no son obligatorias para las partes. Otro método de resolver litigios es el arbitraje, que puede ser requerido por el contrato de construc­ ción. Si se acuerda o se requiere un arbitraje, las partes involucradas presentan los hechos del litigio a terceras partes imparciales que examinan las re­ clamaciones y dan una decisión, que es legalmente obligatoria a las partes. (Véase Construction Contract Disputes—Hozv They May Be Resolved under the Cons­ truction lndustry Arbitration Rules, American Arbi­ tra tion Association, 140 W. 51st St. New York, NY 10020.) La American Arbitration Association pue­ de dar asistencia para arbitraje y también para me­ diación. Esta última difiere del arbitraje en que la mediación es presentada por las partes volunta­ riamente y además las recomendaciones no son legalmente obligatorias. En la mediación, uno o más mediadores imparciales consultan las partes con el fin de llegar a un convenio que las partes encuen­ tren aceptable. La mediación es deseable porque es un paso más rápido y menos costoso antes de remi­ tir el caso a arbitraje o a foro judicial. R e d a m a cio n e s y litigios 4 .1 6 Durante la construcción de un proyecto, el contra­ tista puede reclamar que el trabajo ordenado por el propietario, o su representante, no está incluido en el contrato y que no hay obligación para realizar el trabajo sin adecuada compensación. El contratista, por lo tanto, puede remitir una propuesta de orden de cambio antes de realizar el trabajo. (A veces, el contratista puede proseguir con el trabajo antes de expedir la orden para no demorar el trabajo.) Si el propietario impugna la reclamación, el contratista puede continuar la obra o presionar para obtener una decisión sobre la reclamación por medio de mediación, arbitraje u otra solución de que se dis­ ponga en términos del contrato o de la ley. Cuando se presente un litigio entre el propietario y el contratista durante la construcción, el primer Seguros Los contratistas deben establecer un sólido progra­ ma de seguros para protección contra pérdidas fi­ nancieras debidas a contingencias imprevistas. Para este propósito deben seleccionarse compañías de seguros cuya estabilidad financiera se encuentre fuera de toda duda. Un representante o corredor de seguros con experiencia en la industria de la cons­ trucción será útil para tomar esta decisión. Quien sea seleccionado debe estar en posibilidad de elabo­ rar un programa que proporcione cobertura com­ pleta de los riesgos peculiares a la industria de la construcción y de los riesgos más comunes. Igual­ mente, el representante o corredor debe obtener contratos de seguros de aseguradoras competentes que estén en aptitud de dar servicio en el trabajo, 4 .3 0 ■ Sección cuatro cuando sea necesario. Además, el contratista nece­ sitará de asesoría calificada para asegurarse de que todas las pólizas de seguros protegen todas las par­ tes y dan límites adecuados de cobertura. 4 .1 6 .1 Seguro contra resp o n sa b ilid a d civil La ley, los contratos y el sentido común exigen que los contratistas responsables estén protegidos ade­ cuadamente, con un seguro contra responsabilidad civil en todas las fases de sus operaciones. R eq u erid o s por le y ■ En Estados Unidos, la mayor parte de los estados piden a los usuarios de carreteras que proporcionen un comprobante de un seguro que los protege contra accidentes y daño en propiedad ajena dentro de los límites mínimos. En particular, esto se requiere a las empresas que tienen camiones u otro equipo pesado que utiliza carreteras. En general, los permisos especiales para utilizar equipo pesado en las carreteras requieren más protección. Un contratista que opera en naciones extranjeras en general encuentra que los requisitos de asegura­ miento contra responsabilidad civil son aún más exigentes que los que se acostumbra en Estados Unidos, y que debe obtener un seguro que cubra los daños causados por un automóvil de una compañía cuya matriz esté en la nación en la que opera. Requeridos por contrato ■ Casi sin excep­ ción, los contratos de construcción requieren que el contratista tenga un seguro con cobertura am­ plia, con objeto de proteger al contratista, al pro­ pietario y a los ingenieros del propietario contra toda responsabilidad por daños corporales o daño en propiedad ajena que estén relacionados con la realización del contrato o resulten de éste. En oca­ siones, el contrato requiere una póliza de seguro separada que proteja al propietario. Asimismo, cuando un contratista opera a lo largo o a través de la propiedad de una compañía ferrocarrilera, en general se requiere una póliza de seguro pro­ tectora de ferrocarril. R eq u erid o s p o r sen tido com ún ■ Inde­ pendientemente de las coberturas requeridas por ley o por contrato, el contratista prudente debe asegurarse contra responsabilidad civil en cantida­ des sustanciales. Por la misma naturaleza de la industria de la construcción, el contratista puede tener un riesgo grande de responsabilidad con res­ pecto a terceros. En ciertos casos, sobre todo en aquellos en donde el contratista emplea explosivos, el riesgo puede acercarse a una responsabilidad absoluta. 4 .1 6 .2 Seguro de bienes Además del seguro por responsabilidad civil, los contratistas deben protegerse a sí mismos con ña daño o pérdida de su propiedad y la de los proyec­ tos en los cuales estén ñabajando. Seguro del co ntratista que cubre el e q u i­ po, p lan ta , edificacio n es te m p o rale s, m ate ­ riale s y sum inistro s ■ Casi todos los activos del contratista están formados por su equipo, planta de construcción, edificios temporales, materiales y abastecimientos. El sentido común dicta que el conñatista debe tener asegurados sus bienes. De ordinario, el equipo pesado y los vehículos del con­ tratista se compran con conñatos de venta condicio­ nales o se rentan bajo convenios que requieren que el conñatista tenga un seguro que cubra el daño físico del equipo y de los vehículos, y las pérdidas ocasionadas por ellos se pagarán al conñatista y a los propietarios, de acuerdo con sus respectivos intereses en el tiempo de la pérdida. El contratista puede tener una cobertura inde­ pendiente que abarque el seguro del equipo pesa­ do, seguro cuya cobertura proteja contra incendio, robo y accidentes de sus camiones y automóviles, y un seguro con cobertura amplia que abarque la planta y edificios temporales. No obstante, la co­ bertura "parcial" no protege contra todo riesgo de la propiedad. Más aún, las primas con frecuencia suman más que el costo de una sola cobertura con­ tra todo riesgo de toda la propiedad. Obviamente, también, los riesgos que corre la propiedad del contratista provienen de fuentes diferentes y más diversificadas que los riesgos de un comerciante o de un fabricante. Por ejemplo, un contratista comprometido en la construcción de una presa tiene pequeño riesgo de incendio, o de los peligros usuales relacionados con él, pero el riesgo por inundación es grande. Aun así, la inundación es un riesgo exceptuado en la mayoría de las cober­ turas de bienes. Administración de construcciones La póliza de seguros de bienes del contratista se contrata por una cantidad suficiente como para cubrir los valores totales de los bienes sujetos a un riesgo concebible en un lugar. El contratista que tiene una repetición normal de pérdidas de propie­ dad puede reducir el costo de seguro conviniendo en un deducible sobre una cantidad que se aproxi­ me a la repetición de pérdida normal. De ordinario, los deducibles se basan en el valor del equipo que está en riesgo. Un deducible de $1000 dólares sobre un equipo valuado en más de $5000 dólares puede ser adecuado para proteger al contratista ordinario contra una pérdida calamitosa y aun ser suficiente como para proporcionar una cobertura al costo más razonable de la prima. Sobre el equipo valuado en más de $ 1 0 0 0 0 dólares, es razonable un deducible de $2500 dólares. En general, las herramientas pe­ queñas, los materiales y los abastecimientos, pue­ den cubrirse con la misma póliza a una prima más razonable que la que obtendría si se contratara una póliza separada que cubriera el inventario de estos artículos propiedad del contratista. Seguro del constructor contra todo riesg o ■ En forma invariable, el contrato de construcción delega la responsabilidad total (y responsabilidad civil) al contratista en cuanto a la protección del proyecto y a la reparación o reemplazo hasta que la obra terminada sea aceptada por el propietario. En ocasiones el propietario tiene un seguro de cons­ trucción, en el cual el contratista es un asegurado más. En estos casos, el contratista debe asegurarse de que será liberado de la responsabilidad de la reparación o reemplazo de la obra dañada. Un con­ tratista que acepta tal responsabilidad, que es lo normal, debe contar con un seguro del constructor contra todo riesgo. Quizás el riesgo más serio de daño a una obra resulta de las operaciones del contratista, como una falla en las grúas o una operación negligente del equipo pesado. El seguro de responsabilidad civil del contratista no lo protegerá en tales casos, porque los riesgos resultantes de la negligencia del contratista o de la falla de la maquinaria empleada por él se excluyen bajo la claúsula estándar de "cuidado, custodia y control" de la póliza de se­ guros de resposabilidades civiles. De igual mane­ ra, la cobertura del seguro contra incendio, que está restringida a los riesgos específicos mencio­ nados, no lo asegurará contra la pérdida que re­ sulte de la operación, de la barrenación o de otras ■ 4.31 causas de riesgo normales en la operaciones del contratista. En general, el seguro del constructor contra todo riesgo lo protege contra cualquier suceso natural, fuerza mayor, o daño causado por error humano. La posible pérdida puede ser por una cantidad grande y, en consecuencia, el límite de la póliza debe ser adecuado como para cubrir la pérdida más grande concebible. Si se considera que el principal interés del contratista es su pro­ tección contra una pérdida catastrófica, el contra­ tista debe solicitar un límite alto que incluya un deducible sustancial, que permita la compra de esta importante cobertura al costo más razonable. 4 .1 6 .3 Seg uro de in d e m n izació n y beneficios a los tra b a ja d o re s En todo Estados Unidos, Canadá y la mayor parte de las naciones, se requiere por ley el seguro de indemnización a trabajadores. En la terminología empleada en las leyes de indemnización a los traba­ jadores, la industria de la construcción es conside­ rada como "extra riesgosa". Las primas se basan en la clasificación del trabajo que desempeña cada cua­ drilla de trabajadores de la construcción. El costo del seguro de indemnización a los trabajadores es un factor importante en la elaboración de una propues­ ta u oferta. El seguro de responsabilidades del patrono se incluye automáticamente en la mayoría de las póli­ zas de seguros de indemnización a trabajadores. Aunque la indemnización a trabajadores es, sin excepción, el único beneficio que se proporciona a un trabajador accidentado, o a la familia del que muera por un accidente industrial, hay ocasiones en que, debido a la responsabilidad aceptada por él, un contratista puede quedar obligado a defenderse de una acción legal o del pago de un juicio basado en los daños hechos a un empleado propio o de un subcontratista. En varios estados de Estados Unidos, llamados comúnmente estados con fondo monopolista y en todas las provincias de Canadá, se requiere que el seguro de indemnización a los trabajadores se haga con fondo estatal o provincial. En estos esta­ dos y provincias, en general nunca se requiere por ley ni se proporciona por los fondos el seguro de responsabilidades del patrono. El contratista pru­ dente obtendrá una póliza especial de seguro de 4 .3 2 ■ Sección cuatro responsabilidades del patrono con un asegurador privado cuando operen en estos estados y provin­ cias. Asimismo, el contratista que esté trabajando en una vía de agua o en un río navegable debe obtener el seguro de protección contra las responsabilidades señaladas en la Longshoremen's and Harbor Workers' Compensation Act y en la Jones Act. En gene­ ral estas coberturas se logran por medio de un endoso en la póliza estándar de indemnización a los trabajadores con baja o ninguna prima adicional. Otras coberturas que el contratista puede consi­ derar, pero que en general son optativas, son los planes de grupo de seguro de vida, muerte acciden­ tal e invalidez. Con frecuencia, esas coberturas son proporcionadas por los planes de beneficio admi­ nistrados conjuntamente por el patrón y el sindica­ to, que se originan por una negociación colectiva en la industria de la construcción. Los planes del sin­ dicato, desde luego, están limitados a considerar únicamente a los empleados del contratista que están incluidos en un convenio colectivo. Depende del contratista decidir si proporciona una cobertura similar al personal asalariado, administrativo, de ingeniería y de oficina. 4 .1 6 .4 Seg u ro s contra riesg o s d iverso s Los seguros contra riesgos diversos que necesita el contratista varían con el tipo y el alcance de sus operaciones. No obstante, entre los que se conside­ ran esenciales está el seguro contra pérdida conse­ cuente, el seguro de fidelidad y contra falsificación, y el seguro por dinero y valores. Seguro contra pérdida consecuente ■ El contratista pronto descubre que la protección contra daño físico de la obra o del equipo sólo es parte de sus posibles pérdidas financieras. En un proyec­ to permanente, la cobertura del constructor contra todo riesgo reembolsará los costos reales de restau­ rar la obra. Por supuesto, esta recuperación está limitada al valor original de la obra, y se aplicará el deducible, que en general es sustancial. No se hace ninguna concesión por el costo ex tía en el que se incurre por el tiempo que requiere el reparar o reemplazar la obra dañada, gastos de tiempo extra, etc.; estas coberturas casi siempre están excluidas de las cláusulas del seguro contra riesgo del construc­ tor. Un contratista puede obtener una forma de seguro contra "interrupción del negocio", que pa­ gará al contratista cualquier gasto extra por gastos generales adicionales y de tiempo extra que resulten de un tipo de riesgo de pérdida del constructor. El contratista que pierde el uso de equipo por un daño físico debe sustituirlo durante el tiempo en que se está reparando el equipo dañado. Con fre­ cuencia, el contratista puede obtener un seguro con una cobertura sobre el equipo del contratista que cubra los gastos de renta del equipo de reemplazo. Seg uro de fid e lid ad y co ntra falsificació n ■ Un contratista que ha delegado autoridad en uno o más empleados, con respecto a los negocios de la empresa y a los asuntos financieros, debe obtener un seguro de fidelidad que tenga un límite adecua­ do para cubrir las sumas que los empleados puedan manejar. De igual manera, el contratista prudente debe adquirir un seguro contra falsificación para protegerse contra la pérdida financiera ocasionada por la falsificación de cheques. Seg uro de dinero y v a lo re s ■ De ordina­ rio, el contratista sólo tiene pequeñas sumas de efectivo en su oficina, pero algunas veces y en de­ terminados estados, los contratistas pagan su nómi­ na en efectivo. Por tanto, es aconsejable adquirir una cobertura por dinero y valores, que proteja al con­ tratista contra pérdidas ocasionadas por el robo externo, como el robo con allanamiento y asalto. Esta cobertura tendrá un límite igual que la suma mayor de efectivo en caja en cualquier lugar. 4 .1 6 .5 " R e fu e rzo s de co b e rtu ra " y " a h o rra d o re s d e co sto s" Una selección prudente de los planes del seguro, junto con un programa activo de seguridad, redu­ cirá considerablemente los costos totales de los se­ guros del contratista. C o b e rtu ras a m p lia s y p la n e s de p aqu ete ■ Uno de los conceptos básicos en los seguros es el de "riesgos extendidos". Cuanto más se disem i­ ne un riesgo, geográficamente o de otra manera, más económica será la prima. De aquí que, un contratista que asegure todas sus operaciones bajo una sola póliza en contra de un riesgo común, sea de responsabilidades, de daño físico, de fidelidad, etc., disfrutará de la protección más amplia con el Administración de construcciones costo más bajo. Po ejemplo, en el seguro contra riesgos del constructor, algunas operaciones del contratista pueden ser muy riesgosas, y otras es­ tarán virtualmente libres de riesgo. En tal caso, el contratista puede mantener en una taza razonable la cobertura de riesgos del constructor en un pro­ yecto riesgoso cargando todas las operaciones a la misma prima, simplemente porque el trabajo de bajo riesgo contribuye en el costo total. La mis­ ma analogía puede hacerse respecto de otras co­ berturas. Program a de seg u rid a d del contratista ■ Los contratistas siempre deben conocer cuáles son los mejores ahorradores de costos para ellos, es decir, un buen programa de seguridad. El mayor gasto de aseguramiento es, con mucho, la prima del seguro de indemnización a trabajadores. Casi todas las aseguradoras que aceptan contratos de seguro de indemnización a trabajadores ofrecen descuen­ tos sustanciales, dividendos o planes retrospectivos de retomo de pólizas, que se basan en una experien­ cia favorable con respecto a la frecuencia de acci­ dentes. Frecuentemente, un contratista puede tener un programa de seguridad a un costo mucho menor que los dividendos que se ganan en las tasas de interés sobre pólizas del seguro de indemnización a trabajadores. Para el contratista pequeño, casi todas las aseguradoras que expiden seguros por indemnización a trabajadores prestan servicios de inspección regular y materiales y servicios educati­ vos respecto a la seguridad en el trabajo. En proyectos grandes con nóminas altas, en ge­ neral los contratistas pueden obtener para sí mis­ mos un plan de retomo sobre primas, el cual, en esencia, es un programa de aseguramiento de "cos­ to-más". Con un plan retrospectivo, el contratista paga el costo de lesiones más una pequeña cantidad que cubre los gastos administrativos del asegurador y la prima contra una catástrofe o un accidente de lesiones múltiples. 4.17 Fia n za s Las fianzas no son seguros; una fianza equivale a un pagaré. El de una fianza de garantía, como en un pagaré, es el responsable principal ante el acreedor. El afianzador, como en el caso de un fiador, sólo es responsable en el caso de que el socio no satisfaga la obligación contraída. ■ 4 .3 3 La obligación contraída en una fianza de garantía del contratista es a favor del propietario. Y sólo queda protegido el propietario. El contratista, como sodo, no tiene protección bajo una fianza. Por el contrario, el contratista es el principal responsable y está obli­ gado totalmente, no sólo ante el propietario, sino también con la afianzadora que emitió la fianza. Los contratistas deben leer en su totalidad las solicitudes que firman para fianzas de licitación, cumplimiento o pago. Descubrirán que han empe­ ñado, transferido y traspasado todos sus activos y que el contrato garantiza al afianzador contra cual­ quier pago u obligación bajo la fianza. El contratis­ ta más pequeño empeña no sólo su negocio sino también su casa y propiedades personales. Si el contratista es una sociedad anónima y sus activos e ingresos son insuficientes para proporcionar una garantía adecuada, la afianzadora insistirá en que los accionistas individuales de la constructora pon­ gan en prenda propiedades personales suficientes como para indemnizar adecuadamente a la afianza­ dora contra una pérdida. La prima pagada por el contratista por una fian­ za es similar al interés que se carga en un pagaré. La prima cargada depende del tipo de construcción que se va a hacer, del tiempo en que la fianza estará vigente y de la cantidad o de precio del contrato del proyecto. Casi toda la construcción pública y la mayor parte de los grandes proyectos privados requieren fianzas de licitaciones y cumplimiento de pago. Los contratistas prudentes, que intentan presentar una propuesta, preguntarán a sus compañías afianza­ doras si éstas harán fianzas de licitación por ellas. En general, las compañías afianzadoras no expedi­ rán una fianza de licitación sobre un proyecto sin haber quedado satisfechas en cuanto a la capacidad financiera del contratista. Una vez satisfecha, la afianzadora, al emitir la fianza de licitación, indica su intención de emitir fianzas por cumplimiento y pago, si es aceptada la propuesta del contratista y se concede un contrato. Las fianzas de licitación se basan en general en el importe de la oferta. Para la mayor parte, van del 5 al 20% de la cantidad de la propuesta. Esta canti­ dad representa los daños o costos en los que incu­ rrirá el propietario si el contratista no ratifica su oferta y el propietario tiene que convocar de nuevo a concurso, o por la diferencia en el costo que hay entre la propuesta más baja que representa el con­ tratista incumplido y la siguiente propuesta viable 4.34 ■ Sección cuatro cuando el contrato debe otorgarse a la propuesta más baja. Las fianzas de cumplimiento y pago se expiden de ordinario por toda la cantidad del contrato, o por lo menos por el 50% del importe del contrato. Si, durante la realización del proyecto, el contratista no cumple o queda insolvente y es incapaz financiera­ mente de llevar a cabo el proyecto, el propietario pedirá a la afianzadora que termine la obra y pague por la mano de obra, los materiales y los abasteci­ mientos. En tal caso, la afianzadora, al descargarse de las obligaciones contraídas bajo la fianza, tiene la primacía de la reclamación contra los activos del contratista. Al final, la pérdida de la compañía afianzadora está formada por la diferencia que haya entre el costo de la terminación del proyecto y la recuperación que pueda lograr al disponer de los activos del contratista. 5 Ruth T. Brantley L. Reed Brantley Sénior Lecturer University of Hawaii Honolulú, Hawaii Emeritus Professor University of Hawaii Honolulú, Hawaii Materiales para construcción sta sección describe las propiedades bá­ sicas de materiales que generalmente se utilizan en construcción. Por comodi­ dad, los materiales están agrupados en las siguientes categorías: materiales cementosos, me­ tales, materiales orgánicos y compuestos. La aplica­ ción de estos materiales se analiza en las siguientes secciones, en las que también se describen las influen­ cias ambientales sobre los materiales. E M ateriales cem entosos Cualquier sustancia que aglutine materiales puede considerarse como cemento. Hay muchos tipos de cementos, pero en construcción el término "ce­ mentos” se refiere a agentes que se mezclan con agua u otro líquido, o con ambos, para obtener una pasta aglutinante. Inicialmente, una masa de par­ tículas cubierta con la pasta está en estado plástico y puede conformarse, o moldearse, en varias for­ mas. Esta mezcla puede tenerse por material cemen­ toso porque puede aglutinar otros materiales. Tras un tiempo, debido a reacciones químicas, la pasta fragua y la masa se endurece. Cuando las partículas son agregados finos (arena), se obtiene mortero; cuando son agregados finos mezclados con gruesos, se obtiene concreto. 5.1 Tipos de m a te ria le s cem entosos Los materiales cementosos se pueden clasificar en varias formas. Una de las que con frecuencia se utiliza es por el constituyente químico que oca­ siona el fraguado o endurecimiento del cemen­ to. Los cementos de silicato y aluminato, donde los agentes fraguadores son silicatos y aluminatos de calcio, son los tipos que se usan con más fre­ cuencia. Las cales, donde el endurecimiento se debe a la conversión de hidróxidos en carbonatos, se utiliza­ ron anteriormente como el único material cemento­ so, pero su lento fraguado y endurecimiento no son compatibles con las necesidades modernas. Por lo tanto, su principal función en la actualidad consiste en plastificar los cementos que de otra forma serían gruesos y agregar elasticidad a morteros y repellos. El uso de cal es benéfico debido a que su lento fraguado favorece la cura o recementación de grie­ tas superficiales finas. Otra clase de cementos está formada de yeso calcinado y sus productos afines. Los cementos de yeso son de uso generalizado en el repellado de in­ teriores y en la fabricación de entarimados y de bloques, pero la solubilidad del yeso impide su uso *C on extractos d e F. S. M erritt y J. T. Ricketts, "B u ild in g D esign and C onstruction H a n d b o o k ", Sec. 4, "B u ild in g M a teria ls", por F. S. M erritt y D. J. A kers, M cG raw -H ilí, Inc., N ew York. 5.1 5.2 ■ Sección cinco en construcciones expuestas a cualquier clima ex­ cepto los extremadamente secos. Los cementos de oxicloruro constituyen un tipo de cementos especiales de propiedades poco comu­ nes. Su costo es prohibitivo para uso general si compite con cementos más baratos pero, para usos especiales como por ejemplo en la construcción de pisos a prueba de chispas, no tienen igual. Los cementos de mampostería o cementos de mortero son de uso generalizado debido a su utili­ dad. Si bien es cierto que constituyen, en general, mezclas de uno o más de los cementos citados antes con algunos agregados, merecen consideración es­ pecial por su economía. Se pueden utilizar otros materiales cementosos, como son los polímeros, cenizas finas y gas de sílice como sustitutos del cemento en concreto. Los polí­ meros son plásticos con moléculas de cadena larga; los concretos hechos con ellos tienen muchas cuali­ dades muy superiores a las del concreto ordinario. El gas de sílice, también conocido como microsílica, es un producto de desecho de hornos de arco eléctrico. El sílice reacciona con cal en concreto para formar un material cementoso. Una partícula de gas tiene un diámetro de sólo 1 % del de una partícula de cemento. 5 .2 Cem entos portland Las partículas que se convierten en agentes agluti­ nantes se conocen como cementos hidráulicos cuan­ do se mezclan con agua. Los cementos de uso más generalizado en construcción son los cementos portland, que se elaboran con la incorporación de una mezcla de materiales calcáreos y arcillosos. (Véase subsección 5.3 para descripciones de otros tipos de cementos hidráulicos.) La materia prima se dosifica con todo cuidado para obtener las cantida­ des deseadas de cal, sílice, óxido de aluminio y óxido de hierro. Después de triturada, para facilitar la calcinación, la materia prima se pasa a largo homo rotatorio, que se mantiene a una temperatura de alrededor de 2700°F. La materia prima, durante su calcinación, sufre reacciones químicas y forma nodulos duros, del tamaño de una nuez, de un nuevo material llamado clínker. El clínker, después de descargarlo del homo y enfriarlo, se tritura para formar un polvo fino (no menos de 1600 cm2 por gramo de superficie especí­ fica Blaine). Durante este proceso de trituración, se agrega un retardante (por lo general un pequeño porcentaje de yeso) para controlar la rapidez de fraguado en el momento en que se hidrate el cemen­ to. El polvo fino es el cemento portland. Hay cuatro compuestos que constituyen más del 90% de peso de cemento portland, a saber: silicato tricálcico (C3S), silicato dicálcico (C2S), aluminio tricálcico (CjA) y ferroaluminato tetracálcico (C4AF). Cada uno de estos compuestos puede identificarse en la estructura del clínker de cemento portland vista al microscopio y cada uno aporta propiedades características que determinan la mezcla final. 5.2 .1 H idratación dei cem ento Cuando se agrega agua al cemento portland, los compuestos básicos presentes se transforman en nuevos compuestos por reacciones químicas [ecua­ ción (5.1)] Silicato tricálcico + agua —» gel de tobermorita + hidróxido de calcio Silicato dicálcico + agua —> gel de tobermorita + hidróxido de calcio Ferroaluminato tetracálcico + agua + hidróxido de calcio —» hidrato de ferroaluminato cálcico (5.1) Aluminato tricálcico + agua + hidróxido de calcio —>hidrato de aluminato tetracálcico Aluminato tricálcico + agua + yeso —» monosulfoaluminatos de calcio Dos silicatos de calcio, que constituyen alrededor del 75% por peso del cemento portland, reaccionan con el agua para producir dos nuevos compuestos: gel de tobermorita el cual no es cristalino e hidróxi­ do de calcio que es cristalino. En la pasta de cemento completamente hidratada, el hidróxido de calcio constituye el 25% del peso y el gel de tobermorita, alrededor del 50%. La tercera y cuarta reacciones en la ecuación (5.1) muestran cómo se combinan los otros dos compuestos principales del cemento port­ land con el agua para formar productos de reacción. En la última reacción aparece el yeso, compuesto agregado al cemento portland durante la tritura­ ción del clínker para controlar el fraguado. Cada producto de la relación de hidratación de­ sempeña una función en el comportamiento mecá­ M ateria le s para construcción nico de la pasta endurecida. El más importante de ellos es el compuesto llamado gel de tobermorita, el cual es el principal compuesto aglomerante de la pasta de cemento. Este gel tiene composición y estructura semejantes a la de un mineral natural, llamado tobermorita, debido a que fue descubierto en la zona de Tobermory en Escocia. Este gel es una sustancia dividida, extremadamente fina, con es­ tructura coherente. El diámetro promedio de un grano de cemento portland proveniente de la trituración del clínker es de alrededor de 10 /un. Las partículas del produc­ to de hidratación, gel de tobermorita, son del orden de una milésima de este tamaño. Las partículas de ese minúsculo tamaño sólo pueden observarse con la amplificación disponible en un microscopio elec­ trónico. La enorme superficie específica del gel (al­ rededor de 3 millones de cm2 por gramo) produce fuerzas atractivas entre las partículas, porque los átomos en cada superficie tratan de completar sus enlaces insaturados por medio de adsorción. Estas fuerzas ocasionan que las partículas de gel de tober­ morita se adhieran entre sí y con otras partículas introducidas en la pasta de cemento. Por tanto, el gel de tobermorita forma la base de la pasta de cemento endurecida y del concreto, porque liga o aglutina entre sí a todos los componentes. 5 .2 .2 Efectos de ios com puestos del cem ento portland Cada uno de los cuatro compuestos principales del cemento portland contribuyen en el comportamien­ to del cemento, cuando pasa del estado plástico al endurecido después de la hidratación. El conoci­ miento del comportamiento de cada uno de los compuestos principales durante la hidratación per­ mite ajustar las cantidades de cada uno durante la fabricación, para producir las propiedades desea­ das en el cemento. El silicato tricálcico (C3 S) es el que produce la alta resistencia inicial del cemento portland hidra­ tado. Pasa del fraguado inicial al final en unas cuan­ tas horas. La reacción del C3S con agua desprende una gran cantidad de calor (calor de hidratación). La rapidez de endurecimiento de la pasta de cemen­ to está en relación directa con el calor de hidra­ tación; cuanto más rápido sea el fraguado, tanto mayor será la exotermia. El C3 S hidratado alcanza gran parte de su resistencia en siete días ■ 5.3 El silicato dicálcico (C2S) se encuentra en tres formas diferentes designadas alfa, beta y gamma. Dado que la fase alfa es inestable a la temperatura ambiente y la fase gamma no muestra endureci­ miento al hidratarla, sólo la fase beta es importante en cemento portland. El C2S beta requiere algunos días para fraguar. Es el causante principal de la resistencia posterior de la pasta de cemento portland. Debido a que la reacción de hidratación avanza con lentitud, hay un bajo calor de hidratación. El compuesto C2S beta en el cemento portland desarrolla menores resistencias hasta después de 28 días; sin embargo, aumenta gradualmente, alcanzando una resistencia similar a la del C3S. El alum inato tricálcico (C3A) presenta fraguado instantáneo al hidratado. Es el causante primario del fraguado inicial del cemento portland y des­ prende grandes cantidades de calor durante la hi­ dratación. El yeso agregado al cemento portland durante la trituración o molienda en el proceso de fabricación, se combina con el C 3A para controlar el tiempo de fraguado. El compuesto C3A muestra poco aumento en la resistencia después de un día. Aunque el C3A hidratado, por sí solo, produce una resitencia muy baja, su presencia en el cemento portland hidratado produce otros efectos importan­ tes. Un aumento en la cantidad de C3 A en el cemento portland ocasiona un fraguado más rápido y tam­ bién disminuye la resistencia del producto final al ataque de los sulfatos. El ferroalum inato tetracálcico (C4AF) es seme­ jante al C3 A, porque se hidrata con rapidez y sólo desarrolla baja resistencia. No obstante, al contrario de C3 A, no muestra fraguado instantáneo. La velocidad de hidratación es afectada, además de la composición, por la finura de molienda, la cantidad de agua agregada y las temperaturas de los componentes al momento de mezclarlos. Para lograr una hidratación más rápida, los cementos se trituran hasta dejarlos muy finos. El aumento inicial en la temperatura y la presencia de una cantidad suficiente de agua también aceleran la rapidez de reacción. 5 .2 .3 Esp ecificacio nes p a ra el cem ento portland Los cementos portland, por lo general, se fabrican en cinco tipos, cuyas propiedades se han normali­ 5.4 ■ Sección cinco zado sobre la base de la Especificación ASTM de Normas para el Cemento Portland (C150). Los tipos se distinguen según los requisitos tanto químicos como físicos. En la tabla 5.1 se muestran algunos requisitos, resumidos de la ASTM C150. La mayoría de les cementos superan con amplio margen los requisitos de resistencia de la especificación. El cemento tipo l, para usos generales, es el que más se emplea para fines estructurales cuando no se requieren las propiedades especiales especifica­ das para los otros cuatro tipos de cemento. El cemento tipo II, modificado para usos gene­ rales, se emplea cuando se prevé una exposición moderada al ataque por sulfatos o cuando se requie­ re un moderado calor de hidratación. Estas carac­ terísticas se logran al imponer limitaciones en el contenido de C,A y C 3 S del cemento. El cemento tipo II adquiere resistencia con más lentitud que el tipo 1 ; pero al final de cuentas, alcanza la misma resistencia. El cemento tipo II, cuando se satisfacen los requisitos químicos opcionales, como se indica en la tabla 5.2, se puede utilizar como cemento de bajo contenido de álcali en presencia de agregados reactivos al álcali en concretos. El cemento tipo III, de alta resistencia inicial, es recomendable cuando se necesita una resisten­ cia temprana en una situación particular de cons­ trucción. El concreto hecho con el cemento tipo III desarrolla en 7 días una resistencia igual a la desa­ rrollada en 28 días por concretos hechos con cemen­ to tipo I o tipo II. Esta alta resistencia inicial se logra al aumentar el contenido de Q S y de C3A en el cemento y al molerlo más fino. Las especificaciones no exigen un mínimo de finura, pero se advierte un límite práctico cuando las partículas son tan dimi­ nutas, que una cantidad muy pequeña de humedad prehidratará el cemento durante el almacenamiento y manejo. Dado que el cemento tipo III tiene un gran desprendimiento de calor, no se debe usar en cola­ dos masivos. Con un 15% de C3 A presenta una mala resistencia a los sulfatos. El contenido de C 3 A puede limitarse al 8 % para obtener una resistencia mode­ rada a los sulfatos, o a 5% cuando se requiere alta resistencia. El cemento tipo IV, de bajo calor de hidratación, se ha desarrollado para usarse en concreto masivo. Si se utiliza cemento tipo I en colados masivos que no puedan perder calor por radiación, el cemento libera suficiente calor durante la hidratación au­ mentando la temperatura del concreto hasta unos 50‘ o 60”F. Esto causa un aumento relativamente grande de las dimensiones mientras el concreto está todavía en estado plástico; posteriormente, su en­ friamiento diferencial después de endurecer ocasio­ na que se produzcan grietas por contracción. El bajo calor de hidratación en el cemento tipo IV se logra limitando los compuestos que más influyen en la formación de calor por hidratación, o sea, C3A y C3S. Dado que estos compuestos también aportan la resistencia inicial de la mezcla de cemento, al limi­ tarlos se tiene una mezcla que gana resistencia con lentitud. El calor de hidratación del cemento tipo IV suele ser más o menos 80% del de tipo II, 65% del de tipo I y 55% del de tipo III después de la primera semana de hidratación. Los porcentajes son un poco mayores después de más o menos un año. El cemento tipo V, resistente a los sulfatos se especifica cuando hay una exposición intensa a los sulfatos. Las aplicaciones típicas comprenden las estructuras hidráulicas expuestas a aguas con alto contenido de álcalis y en estructuras expuestas al agua del mar. La resistencia al sulfato del cemento tipo V se logra minimizando el contenido de C3 A, pues este compuesto es el más susceptible al ataque por sulfatos. Los cementos tipo IV y V son especiales y los mayoristas de materiales de construcción no suelen tenerlos en existencia. Por lo general, se deben soli­ citar por anticipado al fabricante cuando se trata de obras grandes. Los cementos portland con aire retenido (ASTM C226) son para la producción de concreto expuesto a intensas heladas. Estos cementos se fa­ brican en los tipos I, II y III, pero no en los IV y V. Cuando el fabricante ha agregado un agente retene­ dor de aire al cemento, éste se designa tipo IA, HA o 1IIA. 5 .3 O tros tipos de cem entos hidráulicos Aun cuando los cementos portland (Sec. 5.2) son los cementos hidráulicos modernos más comunes, hay otras varias clases en uso en la actualidad. 5.3.1 Cem entos alu m in o so s Estos cementos se preparan fundiendo una mezcla de materiales aluminosos y calcáreos (generalmen­ te bauxita y piedra caliza) y triturando el producto M ateria le s para construcción TABLA 5.1 ■ 5.5 Requisitos químicos y físicos para cemento portland* l y IA Tipo: Nombre: Uso general II y IIA III y IIIA Modificado Alta resis­ tencia inicial IV V Calor bajo Resistente a sulfatas C3S, máx % 35 C3S, mín % 40 C3A, máx % 8 S i0 2, mín % 20 A120 3, máx % 6 Fe20 3, máx % 6 15 7 5 6,5 6 6 6 6 6 Cuando C3A < 8 % 3 3 3.5 2.3 2.3 Cuando C3A > 8 % 3.5 MgO, máx % S 0 3, máx % 4.5 25 C4AF + 2(C3 A), máx % Finura, superficie específica, m /kg Promedio mín, por turbidímetro 160 160 160 160 Promedio mín, por prueba de permeabilidad del aire 280 280 280 280 Resistencia a compresión, psi, cubos de mortero de 1 parte de cemento por 2.75 de arena estándar graduada después de: 1 día mín Estándar 1800 Obstrucción de aire 1450 3 días mín Estándar 1800 1500 3500 Obstrucción de aire 1450 12 0 0 2800 Estándar 2800 2500 Obstrucción de aire 2250 2000 12 0 0 7 días mín 10 0 0 2200 2500 3000 28 días mín Estándar *C on base en requisitos d e S tandard Specification fo r Portland C em ent, A STM C 150. En la últim a ed ición d e C 1 5 0 v éanse excepciones, opciones y cam bios d e requisitos. 5 .6 ■ Sección cinco TABLA 5 .2 Requisitos químicos opcionales para cemento portland* Tipo de cemento Aluminato de tricalcio II y IIA I y IA III y IIIA IV V 0.60 0.60 (C A) máx % 3 Para resistencia moderada a sulfatos 8 Para alta resistencia a sulfatos 5 Suma de silicato de tricalcio y aluminato de tricalcio, máx% 58 Álcalis (NazO + 0.685K2O), máx%* 0.60 0.60 0.60 "Estos requisitos opcion ales se aplican sólo si se piden específicam ente. D ebe verificarse su disponibilidad. +Para uso cu and o se requiere m od erado calor d e hidratación. {C em en to d e bajo álcali. Este lím ite puede especificarse cuando el cem en to se vaya a usar en con creto con agregad os perniciosam en te reactivos. Véase Standard Specification fo r C oncrete A ggregates, A STM C33. resultante hasta obtener un polvo fino. Estos cemen­ tos se caracterizan por sus propiedades de rápido endurecimiento y alta resistencia desarrollados en los primeros curados. La tabla 5.3 muestra las resis­ tencias relativas de cubos de 4 in de concreto 1:2:4 hecho con cemento portland normal, cemento por­ tland de alta resistencia inicial y cemento aluminoso. En vista que el cemento aluminoso libera rápi­ damente una gran cantidad de calor durante la hidratación, debe tenerse cuidado de no utilizar el cemento en lugares donde no se pueda disipar calor. Por lo general no es deseable para colocar concre­ tos de cemento aluminoso en coladas de más de 1 2 in, de otro modo la elevación de la temperatura puede ocasionar un grave debilitamiento del con­ creto. Los cementos aluminosos son mucho más resis­ tentes a la acción de aguas sulfatadas de lo que son los cementos portland. También son mucho más resistentes que los cementos de silicatos al ataque de aguas que contengan el agresivo dióxido de carbono o ácidos minerales débiles. Su principal uso está en concretos donde se puede aprovechar su muy alta resistencia inicial o su resistencia a sulfatos, y donde el costo extra del cemento no sea un factor importante. Otro uso de los cementos aluminosos está en su combinación con ladrillo refractario para hacer con­ creto refractario. A medida que aumentan las tempe­ raturas se presenta la deshidra tación de los productos de hidratación. Por último, estos compuestos crean un enlace cerámico con los agregados. 5 .3 .2 Cem ento portlan d blanco Estos cementos producen morteros de color blanco brillante para uso en aplicaciones arquitectónicas. TABLA 5 .3 Resistencias relativas de concreto hecho de cementos aluminosos portland* Resistencia a la compresión, psi Días Portland Normal Portland alto inicial Aluminoso 1 3 7 28 56 460 1640 2680 4150 4570 790 2260 3300 4920 5410 5710 7330 7670 8520 8950 "A daptad o d e F. M . Lea, C hem istry o f Cem ent an d Concrete, St. M artin 's Press, N ew York. M a te ria le s para construcción Para obtener este color blanco en el cemento es necesario utilizar materia prima con bajo contenido de óxido de hierro, usar combustible sin pirita y calcinar a una temperatura arriba de la necesaria para el cemento portland normal. Las propiedades físicas generalmente satisfacen los requisitos de un cemento portland tipo I. 5 .3 .3 Cem entos n atu rale s Los cementos naturales se forman calcinando una mezcla natural de sustancias calcáreas y arcillosas a una temperatura abajo de aquella en que tiene lugar la sinterización. La "Especificación para cemento natural", ASTM CIO, exige que la temperatura no sea más alta de lo necesario para desprender el gas de ácido carbónico. Como los cementos naturales se derivan de materiales que se presentan en forma natural y no se hace un esfuerzo especial para ajus­ tar la composición, tanto la composición como las propiedades varían en una forma más bien amplia. Algunos cementos naturales pueden ser casi equi­ valentes en propiedades al cemento portland; otros son mucho más débiles. Los cementos naturales se utilizan principalmente en morteros para albañilería y como agregado en concretos de cemento por­ tland. 5 .3 .4 C a les Se hacen principalmente de óxido de calcio (CaO), que se presenta en forma natural en piedra caliza, mármol, greda, coral y conchas. En construcción, se utilizan por lo general en morteros y se obtienen al extraer agua de materiales naturales. Sus propieda­ des aglutinantes se deben a la reabsorción del agua expulsada y a la formación de los mismos compues­ tos químicos de los que se componía la materia prima original. La cal hidráulica se hace al calcinar piedra caliza, que contenga sílice y alúmina, a una temperatura un poco inferior a la de fusión incipiente. En el apagado (hidratación), se suministra sólo el agua suficiente para hidratar la cal libre y formar sufi­ ciente cal libre (CaO), para permitir la hidratación y dejar sin hidratar suficientes silicatos de calcio para dar al polvo seco sus propiedades hidráulicas. De­ bido a su bajo contenido de silicato y alto contenido ■ 5.7 de cal, las cales hidráulicas son relativamente débi­ les y se usan principalmente en morteros para albañilería. La cal viva es el producto de calcinar (hacer pulverulenta por calentamiento) piedra caliza que contenga grandes proporciones de carbonato de calcio (CaCOj) y un poco de carbonato de magnesio (M gC 03). La calcinación evapora el agua de la pie­ dra, calienta ésta a una temperatura suficientemen­ te alta para que ocurra una disociación química y desprende bióxido de carbono como gas, dejando los óxidos de calcio y magnesio. El óxido de calcio resultante (CaO), que recibe el nombre de cal viva, tiene una gran afinidad para el agua. La cal viva, destinada para usarse en construc­ ción, debe combinarse primero con la cantidad co­ rrecta de agua para formar una pasta de cal, proceso que se denomina apagado. Cuando la cal viva se mezcla con una proporción de dos a tres veces su peso de agua, el óxido de cal se combina con el agua para formar hidróxido de calcio y se genera sufi­ ciente calor para que hierva toda la masa. El produc­ to resultante es una suspensión finamente dividida de hidróxido de calcio (y óxido de magnesio) que, al enfriarse, se endurece para formar una masilla. Esta última, tras un periodo de curado, se utiliza básicamente en morteros para albañilería a los que imparte una gran facilidad para moldearse. Tam­ bién se puede utilizar como agregado en concretos para mejorar su moldeo. Las cales hidratadas se preparan con cal viva por la adición de una cantidad limitada de agua durante el proceso de fabricación. La cal hidratada fue desarrollada para ejercer mejor control sobre la operación de apagado, al efectuar esto durante la manufactura y no en el campo de construcción. Después que el proceso de hidratación deja de pro­ ducir calor, se obtendrá un polvo seco como resul­ tado final. La cal hidratada se puede utilizar en el campo en la misma forma que la cal viva, como masilla o pasta, pero no requiere de un largo periodo de curado; también se puede mezclar con arena cuan­ do está seca, antes de agregar agua. La cal hidratada se puede manejar con más facilidad que la cal viva porque no es tan sensible a la humedad. La plasti­ cidad de morteros hechos con cales hidratadas, aun cuando es mejor de la que tiene la mayor parte de los cementos, no es tan alta como la de morteros hechos con una cantidad equivalente de masilla de cal viva apagada. 5 .8 5 .3 .5 ■ Sección cinco Cem entos de y e so El yeso mineral, cuando es puro, está formado de dihidrato cristalino de sulfato de calcio (C aS04 2 H2O). Cuando se calienta a temperaturas arriba de 212°F pero que no rebasen los 374’F, se desprenden tres cuartas partes del agua de cristalización. El pro­ ducto resultante, C a S 0 4 ViH20 , llamado yeso mate o de París, es un polvo fino y blanco. Cuando se recombina con agua, fragua rápidamente y alcanza resistencia al secarse al reformar el dihidrato origi­ nal de sulfato de calcio. El yeso mate se utiliza como yeso para mezcla con cal o para moldear, o se com­ bina con fibra y arena para formar un yeso “cemen­ to". Los yesos tienen un fuerte fraguado y alcanzan toda su resistencia cuando están secos. contienen de 70 a 80 Ib, cada bolsa con un contenido nominal de un pie cúbico. El precio por bolsa es por lo general menor al del cemento portland, pero debido a que se emplea una bolsa más liviana, el costo por tonelada es más alto que el del cemento portland. Como no hay límites en la composición química ni en los requisitos físicos, las especificaciones del cemento para albañilería no son rígidas. Algunos fabricantes hacen variar ampliamente la composi­ ción, dependiendo de la competencia, condiciones climáticas o disponibilidad de materiales. Las pro­ piedades de los morteros resultantes pueden variar bastante. 5 .3 .8 5 .3 .6 Cem entos de o x iclo ruro Los cementos de oxicloruro de magnesio se forman por una reacción entre óxido de magnesio ligera­ mente calcinado (MgO) y una fuerte solución acuo­ sa de cloruro de magnesio (MgCL). El producto resultante es un material aglutinante denso y duro, con estructura cristalina. Este cemento de oxicloru­ ro, o cemento Sorel, desarrolla mejor ligamento con agregado que con cemento portland. Muchas veces se mezcla con agregado de color para hacer compo­ siciones de pisos, o se utiliza para aglomerar virutas o aserrín de madera en la fabricación de bloques o losetas para muros divisorios. Tiene resistencia mo­ derada al agua pero no debe utilizarse en condicio­ nes de humedad continua. Un cemento similar de oxicloruro se hace al mezclar óxido de zinc y cloruro de zinc. 5 .3 .7 Cem entos p a ra a lb a ñ ile ría Los cementos para albañilería, o cementos para mortero, se fabrican para mezclarse con arena y emplearse para colocar unidades de albañilería, como ladrillos, tejas o piedras. Pueden ser uno cual­ quiera de los cementos hidráulicos ya estudiados, o combinaciones de los mismos en cualquier propor­ ción. Muchos cementos comerciales para albañilería son mezclas de cemento portland y piedra caliza pulverizada, que muchas veces contienen hasta un 50 o 60% de piedra caliza. Se venden en bolsas que C e n iza s fin a s La ceniza fina que satisface la norma de la ASTM C618, "Especificación para ceniza fina y puzolana natural calcinada o en bruto para uso como agrega­ do mineral en concreto de cemento portland", se utiliza generalmente como material cementoso y como agregado. Las puzolanas naturales se derivan de algunas tierras diatomáceas, horstenos y esquistos opalinos, y otros materiales. Si bien es cierto que forman parte de una designación ASTM común con las cenizas finas, no se encuentran tan fácilmente como estas últimas y por lo tanto no generan el mismo nivel de interés o investigación. Las cenizas finas se producen por combustión de carbones, generalmente en plantas de generación eléctrica. La ceniza que en forma normal sería ex­ pulsada por una chimenea se retiene por diferentes medios, como por ejemplo precipitadores electros­ táticos. La ceniza fina se puede clasificar por tama­ ños antes de enviarse a fabricantes de concretos. Todas las cenizas finas poseen las propiedades de las puzolanas, o sea que tienen la capacidad de reaccionar con hidróxido de calcio a temperaturas ordinarias para formar compuestos con propieda­ des cementosas. Cuando se mezcla cemento con agua ocurre una reacción química (hidratación); el producto de esta reacción es el hidrato de silicato de calcio (CSH) y el hidróxido de calcio [Ca(OH)2]. Las cenizas finas tienen altos porcentajes de dióxido de silicio (S i0 2). En presencia de humedad, el Ca(OH)2 reacciona con el S i 0 2 para formar otro CSH. Las cenizas tipo F son el resultado de calcinar antracita o carbones bituminosos y poseen propieda­ M ateriales para construcción des puzolánicas. Tanto en investigaciones como en la práctica se ha demostrado que suelen presentar resis­ tencia al sulfato y reducir expansiones de agregados de álcali. Las cenizas finas tipo C resultan de calcinar lignito o carbones subbituminosos. Debido a las pro­ piedades químicas del carbón, las cenizas finas tipo C tienen algunas propiedades cementosas además de las puzolánicas; también podrán reducir la durabili­ dad de concretos en los que se incorporen. 5 .3 .9 5 .9 dades de albañilería, yesos y masillas y, con la adi­ ción de agregados gruesos, para concretos. Las pro­ piedades de los morteros varían grandemente, dependiendo de las propiedades del cemento que se utilice, de la proporción entre cemento y arena, de las características y granulometría de la arena, y de la proporción entre agua y sólidos. Las lechadas son semejantes a los morteros en composición, pero las mezclas se proporcionan para obtener, antes del fraguado, una consistencia de fluidez sin segregación de los componentes. Hum os de sílice (m icrosílice) El humo de sílice, o microsílice, es un gas condensado producto de aleaciones de silicio metálico o ferrosilicio que se obtiene en hornos de arco eléctri­ co. [Aun cuando ambos términos son correctos, el microsílice (MS) es un nombre menos confuso.] La norma canadiense CAN/CSA-A23.5-M86, "M ate­ riales cementosos suplementarios", limita el S i0 2 amorfo a un máximo de 85% y un tamaño extra grande de 10%. Muchos microsílices contienen más de 90% de SiO: . El MS tiene un diámetro promedio de 0.1 a 0.2 ;im, que es alrededor del 1 % del tamaño de partícula del cemento portland. Debido a este tamaño tan pequeño, no es posible utilizar el MS en su forma bruta. Los fabricantes lo suministran ya sea densifi­ cado, en un lodo (con o sin agregados reductores de agua), en pastillas o esferillas. El MS densificado o el de lodos se pueden utilizar en concretos; el de pastillas o esferillas se densifica al punto de que no se rompe durante la mezcla. Debido a su tamaño muy pequeño, el MS impar­ te varias propiedades útiles al concreto: aumenta mucho su resistencia a largo plazo, reacciona en for­ ma muy eficiente con el Ca(OH)2 y crea un material benéfico en lugar de un producto de desecho. El MS se utiliza generalmente en concreto con una resis­ tencia de diseño de más de 12 000 psi. Comunica al concreto mayor resistencia a sulfatos, y reduce en forma considerable la permeabilidad del concreto. Del mismo modo, su pequeño tamaño permite al MS tapar físicamente grietas pequeñas y aberturas diminutas. 5 .4 ■ M orteros y lech ad as Los morteros se hacen de cemento, agregado fino (arena) y agua. Se utilizan para la erección de uni­ 5.4.1 Em p aq u e y proporción de m orteros En general, los morteros están proporcionados por volumen. Una especificación común es que no más de 3 ft3 de arena se utilicen con 1 ft3 de material cementoso. A veces hay dificultades para determi­ nar exactamente cuánto material constituye un pie cúbico: una bolsa de cemento (94 Ib), por convenio, se denomina pie cúbico al hacer proporciones de morteros o concretos, pero se puede utilizar un pie cúbico real de masilla de cal al hacer proporciones de morteros. Como las cales hidratadas se venden en bolsas de 50 Ib (Sec. 5.3.4), cada una de las cuales tiene un poco más de un pie cúbico de masilla, pesos de 40, 42 y 45 Ib de cal hidratada se han utilizado como un pie cúbico en estudios de laboratorio, pero, en el trabajo, se utiliza con frecuencia una bolsa como pie cúbico. Los cementos para albañilería se venden en bolsas que contienen de 70 a 80 Ib (Sec. 5.3.7), y una bolsa se considera como un pie cúbico. 5 .4 .2 P ro p ie d ad e s de m orteros En la tabla 5.4 aparecen los tipos de morteros como guía en la selección para unidad de albañilería. La facilidad de ser trabajable es una propiedad importante de los morteros, en particular de los que se emplean junto con una unidad de albañilería de alta absorción. La propiedad de ser trabajable se controla mediante el carácter del cemento y la can­ tidad de arena. Por ejemplo, un mortero hecho de 3 partes de arena y 1 parte de masilla de cal apagada será más trabajable que una hecha de 2 partes de arena y 1 parte de cemento portland. Pero el mortero de 3:1 tiene menor resistencia. Mediante la correcta selección o mezcla de materiales cementosos, se 5 .10 ■ Sección cinco TABLA 5 .4 Tipos de mortero Partes por Volumen Tipo de Cemento Cemento de mortero portland manipostería M S 1 1 l! 1 V* K PL PM 1800 Más de v. a vi 1 1 1 1 1 Promedio mínimo de resistencia a compresión de 3 cubos de 2 in a 28 días, psi 2500 1 1 O Agregado medido húmedo y suelto 1 1 N Cal hidratada o cal apagada No menos de 2Vi ni más de 3 veces la suma de los Más de vi a lu volúmenes de los Más de lv» a 2vo cementos y cales utilizados Más de 2n a 4 ' i a vi 1 obtiene generalmente un término medio satisfacto­ rio, o sea un mortero de adecuada resistencia y facilidad de ser trabajable. Retención de agua es la proporción entre fluidez después de 1 minuto de succión estándar y la flui­ dez antes de la succión —se utiliza como índice de la facilidad de los morteros para ser trabajables. Un alto valor de retención de agua se considera desea­ ble para la mayor parte de los propósitos, pero hay una amplia variación en la retención de agua en morteros hechos con proporciones variables de ce­ mento y cal y con cales variables. La "Especificación estándar para morteros para unidad de albañilería", ASTM C270, exige que el mortero se mezcle a una fluidez inicial de 100 a 115, como se determina por el método de prueba de la ASTM C109, para tener una fluidez después de succión de por lo menos 75%. La resistencia del mortero se utiliza con frecuen­ cia como requisito de especificación, aun cuando tiene poca relación con la resistencia de albañilería. (Véase, por ejemplo, la ASTM C270, C780 y C476.) La resistencia del mortero es afectada principal­ mente por la cantidad de cemento en la matriz. Otros factores de importancia son la proporción de arena y material cementoso, condiciones de curado y edad cuando se prueba. El cambio de volumen de morteros constituye otra propiedad importante. El cambio normal de volumen (como se distingue por la inexactitud) puede considerarse como la contracción durante el 750 350 75 2500 2500 endurecimiento tempranero, contracción en el seca­ do, expansión en el mojado y cambios debidos a la temperatura. Una vez secos, los morteros se dilatan otra vez cuando se mojan. El mojado y secado alternados producen dilatación y contracción alternadas que, en apariencia, continúa en forma indefinida con morteros de cemento portland. Los coeficientes de expansión térmica de varios morteros, reportados en "Cambios de volumen en materiales de ladrillo para albañilería", revista de investigación de la National Bureau of Standards, vol. 6 , p. 1003, varían de 0.38 x 10“5a 0.60 x 10“ 5 para morteros de cemento para albañilería; de 0.41 x 10” 5 a 0.53 x 10" 5 para morteros de cal, y de 0.42 x 10-5 a 0.61 x 10' 5 para morteros de cemento. La composi­ ción de los materiales cementosos aparentemente tiene poco efecto en el coeficiente de expansión térmica de un mortero. 5 .4 .3 M orteros de alta ad h esió n Cuando al mortero se agregan materiales poliméricos, como el butadieno de estireno y cloruro de polivinilideno, aparecen fuerzas de adhesión, com­ presión y de corte grandemente aumentadas. Para obtener alta resistencia, los otros materiales, inclu­ yendo arena, agua, cemento portland tipo I o III, y un aditivo para facilidad de ser trabajable, como por ejemplo piedra caliza triturada y pulverizada o pol­ M a teria le s para construcción vo de mármol, deben ser de calidad igual a la de los ingredientes del mortero estándar. La alta resisten­ cia del mortero hace posible que la manipostería resista considerables esfuerzos de flexión y de trac­ ción. Esto hace posible la construcción de paredes más delgadas y la preinstalación de paneles de media asta que se pueden erigir en el lugar. 5 .5 Tipos de concreto Un concreto puede ser cualquiera de varios mate­ riales manufacturados, semejantes a la piedra, com­ puestos de partículas llamadas agregados que se seleccionan y clasifican en tamaños especificados para una construcción, generalmente con una parte importante retenida en un tamiz núm. 4 (4.75 mm), y que se pegan mediante uno o más materiales cementosos para formar una masa sólida. El término "concreto", cuando se usa sin adjetivo modificador, de ordinario indica el producto forma­ do por una mezcla de cemento portland, arena, grava o piedra triturada, y agua. Hay, sin embargo, muchos tipos diferentes de concreto. Algunos se distinguen por los tipos, tamaños y densidades de agregados; por ejemplo, concretos para fibra de ma­ dera, peso ligero, peso normal o de alto peso. Los nombres de otros pueden indicar el tipo de agluti­ nante que se utilice; por ejemplo, cemento hidráuli­ co mezclado, cemento natural, polímero o concreto bituminoso (asfáltico). Los concretos son similares en composición a los morteros (Sec. 5.4) que se utilizan para pegar una unidad de mampostería, pero los morteros se hacen generalmente con arena como único agregado, en tanto que los concretos contienen agregados finos y agregados de mayor tamaño y con esto alcanzan mayor resistencia. Los concretos, por lo tanto, tie­ nen campos mucho más amplios de aplicaciones estructurales, incluyendo pavimentos, cimentacio­ nes, tubos, unidades de mampostería, losetas para pisos, viguetas, columnas, paredes, presas y estan­ ques. Para el diseño de una mezcla de concreto, los ingredientes se especifican para alcanzar objetivos específicos, tales como resistencia, durabilidad, resis­ tencia a la abrasión, bajo cambio de volumen y costo mínimo. Los ingredientes se mezclan para asegurarse que los agregados gruesos, o de gran tamaño, se en­ cuentren uniformemente distribuidos, que los agre­ gados finos llenen los huecos entre los agregados más ■ 5.11 grandes y que todos se encuentren cubiertos por el cemento. Antes que comience la acción del cemento, la mezcla es plástica y se puede apisonar o moldear para darle las formas deseadas. Las prácticas reco­ mendadas para medir, mezclar, transportar, colocar y probar concretos están promulgadas por organiza­ ciones como el American Concrete Institute (ACI) y la American Association of State Transportation and Highway Officials (AASHTO). Los concretos se pueden clasificar como flexibles o rígidos. Estas características están determinadas principalmente por los materiales cementosos que se utilizan para aglutinar los agregados. 5 .5 .1 Concretos fle x ib le s Por lo general se utilizan concretos bituminosos, o asfálticos, cuando se desea un concreto flexible. Los concretos flexibles tienden a deformarse plástica­ mente bajo cargas pesadas o cuando se calientan. El principal uso que se hace de tales concretos es para pavimentos. Los agregados que generalmente se utilizan son arena, grava o piedra triturada y polvo mineral, y el aglutinante es cemento asfáltico, que es un asfalto especialmente refinado para este propósito. El ce­ mento asfáltico, que es semisólido a temperatu­ ras normales, se puede calentar hasta licuarlo para aglutinar los agregados. Los ingredientes suelen mezclarse mecánicamente en una máquina "revol­ vedora" que tiene pares de alabes que giran en direcciones opuestas. Cuando la mezcla está toda­ vía caliente y plástica, se puede extender a un grosor especificado y darle forma con una máquina pavimentadora y compactarla con un rodillo, o apiso­ narla hasta darle la densidad deseada. Cuando la mezcla se enfría, se endurece lo suficiente para re­ sistir cargas pesadas. A una mezcla de concreto asfáltico se puede agregar azufre, caucho o cal hidratada para mejorar el rendimiento del producto. 5 .5 .2 Concretos rígido s Los concretos rígidos ordinarios se preparan con cemento portland, arena y piedra o grava triturada. Las mezclas contienen agua para hidratar el cemen­ to para aglutinar los agregados en una masa sólida. Estos concretos satisfacen los requisitos de especifi­ 5 .1 2 ■ Sección cinco caciones de normas como la ASTM C685 "Concreto hecho por dosificación volumétrica y mezcla conti­ nua", o la C94 "Concreto mezclado listo para usar­ se". A la mezcla se pueden agregar sustancias que se denominan aditivos, para alcanzar propiedades específicas tanto de la mezcla como del concreto endurecido. El AC1 publicó una práctica recomen­ dada para medir, mezclar, transportar y colocar concreto. Otros tipos de concretos rígidos comprenden concretos clavables, concretos aislantes, concretos de gran peso, concretos livianos, concretos reforza­ dos con fibra, con incrustaciones cortas de acero o fibras de vidrio para resistencia a fatigas de tracción, concretos de polímeros y puzolanas, para mejorar varias propiedades de concretos, y concretos de humos de sílice, para alta resistencia. Los concretos con retenciones de aire, que contienen diminutas burbujas de aire deliberadamente creadas, se pue­ den considerar como variantes del concreto ordina­ rio si se apegan a las normas ASTM C685 o C94 (ver también Subsec. 5.6.) Debido a que el concreto ordinario es mucho más débil en tensión que en compresión, por lo general está reforzado o prefatigado con un material mucho más fuerte, como es el acero, para resistir la tensión. El uso de concreto sencillo, no reforzado, se restrin­ ge a estructuras en las que los esfuerzos de tensión son pequeños, como en el caso de presas, cimenta­ ciones pesadas y paredes de unidades de mampostería. 5 .6 Concretos de cem ento portland El concreto es una mezcla de cemento portland, agregado fino, agregado grueso, aire y agua. Es un material temporalmente plástico que se puede colar o moldear y, más tarde, se convierte en una masa sólida por reacción química. El usuario del concreto desea resistencia adecuada, facilidad de colocación y durabilidad, al mínimo costo. El proyectista de concreto puede variar las proporciones de los cinco componentes dentro de límites amplios, para lograr esos objetivos. Las variantes principales son la rela­ ción agua-cemento, la proporción cemento-agregados, tamaño del agregado grueso, proporción entre agregado fino y agregado grueso, tipo de cemento y uso de aditivos. Algunas relaciones básicas establecidas y resul­ tados de pruebas de laboratorio proporcionan in­ famación para diseñar las mezclas de cemento adecuadas. En las publicaciones ACI 211.1, Recommended Practice fo r Selecting Proportions fo r Normal and Heavyweight Concrete, y ACI 211.2, Recommended Practice for Selecting Proportions fo r Structural Lightweight Concrete, American Concrete Institute, P. O. Box 19150, Redford Station, Detroit, Mich. 48219, se pueden obtener datos del diseño de mezlas bajo una gran variedad de condiciones específicas. 5.6 .1 A g re g ad o s p a ra concretos de cem ento portland El término "agregado" es amplio y comprende pie­ dras-bola, pedruscos, piedra triturada, grava, esco­ ria de alto horno enfriada por aire, arenas nativas y manufacturadas, y agregados de peso ligero manu­ facturados y naturales. Los agregados se pueden describir más por sus respectivos tamaños. A g re g ad o s de peso n o rm al ■ Típicamen­ te, estos agregados tienen pesos específicos de entre 2.0 y 3.0. En general, se distinguen por su tamaño en la forma siguiente: Piedras-bola Mayores de 6 in Pedruscos De 6 a 3 in Agregado grueso De 3 in a tamiz núm. 4 Agregado fino Tamiz núm. 4 a tamiz núm. 2 0 0 Relleno mineral Material que pase por el tamiz núm. 2 0 0 Empleados en la mayor parte de las construcciones de concreto, los agregados de peso normal se obtie­ nen de lechos secos de ríos o al extraer y triturar material de formaciones. El concreto hecho con fi­ nos de peso normal y agregados gruesos pesa alre­ dedor de 144 lb/ft'\ Las piedras-bola y los pedruscos no se utilizan tal como se extraen, sino que son triturados hasta obtener los diversos tamaños de agregado grueso y arenas manufacturadas y relleno mineral. Las gra­ vas y arenas en estado natural se obtienen por ac­ ción del agua y desgaste en glaciares y depósitos de ríos. Estos materiales tienen superficies tersas, re­ M a teriales para construcción dondas, y distribuciones de tamaño de partículas que requieren de un procesamiento mínimo. Estos materiales se pueden obtener en granulometrías ya sea gruesa o de agregados finos. Los agregados finos pasan el f 00% de su material por un tamiz de 3/rde pulgada; los agregados grue­ sos retienen la mayor parte del material en un tamiz núm. 4. Los agregados comprenden alrededor del 75% del v'olumen de una mezcla típica de concreto. La limpieza, estabilidad de volumen, resistencia y for­ ma de la partícula son importantes en cualquier agregado. Los agregados se consideran limpios si no tienen exceso de arcilla, sedimento, mica, ma­ teria orgánica, sales químicas y granos cubiertos. Un agregado es físicamente estable en volumen si retiene estabilidad dimensional bajo cambios de temperatura o humedad y resiste la intemperie sin descomposición. Para ser considerado adecuado en resistencia, un agregado debe ser capaz de aprove­ char toda la fuerza de la matriz de cemento. Cuando la resistencia al desgaste sea importante, el agrega­ do debe ser duro y tenaz. Se han desarrollado varios procesos para mejo­ rar la calidad de los agregados que no satisfagan las especificaciones deseadas. Se puede utilizar el lava­ do para eliminar recubrimientos de las partículas o para cambiar la granulometría del agregado. Para mejorar los agregados gruesos se puede emplear la separación de elementos pesados, mediante un lí­ quido de gravedad específica variable como es una suspensión de agua y magnetita finamente molida y ferrosilicio. El material no deseable de peso ligero se elimina por flotación, y las partículas pesadas se asientan. La separación por vibración hidráulica, donde las partículas más ligeras son llevadas hacia arriba por pulsaciones causadas por aire o por dia­ fragmas de hule, también es un medio para separar las partículas más ligeras. Las partículas suaves y desmenuzables se pueden separar de las duras y elásticas por un proceso llamado fraccionamiento elástico. Los agregados se dejan caer en una superfi­ cie inclinada de acero endurecido, y su calidad se mide por la distancia que rebotan. Los agregados que contienen ciertas formas de sílices o carbonatos pueden reaccionar con los álca­ lis presentes en el cemento portland (óxido de sodio y óxido de potasio). El producto de reacción agrieta el concreto o puede crear ampollas en la superficie del concreto. La reacción es más pronunciada cuan­ do el concreto está en un medio caliente y húmedo. ■ 5 .13 La reactividad potencial de un agregado con álcalis se puede determinar ya sea mediante prueba química (ASTM C289) o por el método de barra de mortero (ASTM C227); este último método es una prueba más rigurosa y proporciona resultados más confiables, pero requiere un tiempo mucho más lar­ go para realizarse. La dureza de un agregado grueso se mide por las pruebas de abrasión de Los Angeles, ASTM C131 o C595. Estas pruebas rompen el agregado al impactarlo con bolas de acero en un tambor de la misma aleación. La descomposición resultante no está directamente relacionada con la abrasión que un agregado recibe en servicio, pero los resultados pueden estar relacionados en forma empírica. La estabilidad de volumen de un agregado se mide mediante la prueba ASTM C8 8 'T est Method for Soundness of Aggregates by Use of Sodium Sulfate or Magnesium Sulfate". Esta prueba mide la cantidad de degradación del agregado cuando se expone a ciclos alternados de mojado y secado en una solución de sulfato. La forma de partícula tiene un efecto importante en las propiedades del concreto. La arena y grava naturales tienen una forma de partícula redonda y tersa. El agregado triturado (grueso o fino) puede tener formas que son planas y alargadas, angulares, cúbicas, semejantes a discos o a barras. Estas formas resultan según el equipo de trituración que se utilice y de la mineralogía del agregado. La angularidad y elongación (alargamiento) extremas aumentan la cantidad de cemento necesario para dar resistencia, producen dificultad en el acabado y aumentan el esfuerzo necesario para bombear el concreto. Las partículas planas y alargadas también aumentan la cantidad necesaria de agua para la mezcla. El aglutínamiento entre partículas angulares es mayor que entre las tersas. Las partículas angulares, debidamente graduadas, pueden aprovechar esta propiedad y reducir el aumento de agua necesaria para obtener concreto con contenido de cemento y resistencia igual a la de una mezcla de piedra tersa. La resistencia a con gelam ien to y d esh ielo es afectada por la estructura de poros, absorción, porosidad y permeabilidad del agregado. Los agregados que se saturen en forma crítica y luego se congelen no pueden tener espacio para la ex­ pansión del agua congelada. Datos empíricos muestran que el deterioro por congelación y des­ hielo del concreto es ocasionado por agregados gruesos, no finos. Un método prescrito en 'Test 5 .1 4 ■ Sección cinco Method for Resistance of Concrete to Rapid Freezing and Thaw ing", ASTM C6 6 6 , mide la ope­ ración del concreto por cambios de peso, una reducción en el módulo dinámico de elasticidad, y aumentos en la longitud de la muestra. Los tiempos erráticos de fraguado y de rapidez de endurecimiento pueden ser ocasionados por im­ purezas orgánicas de los agregados, principalmente de la arena. La presencia de estas impurezas puede investigarse por un método dado en 'Test Method for Organic Impurities in Fine Aggregates for Con­ crete", ASTM C40. Las ampollas y la reducida durabilidad pueden ser ocasionadas por partículas suaves, terrones de arcilla de horsteno y otras partículas desmenuzables, carbón, lignito, u otros materiales de peso ligero en los agregados. El carbón y el lignito tam­ bién pueden ocasionar manchas de superficies ex­ puestas del concreto. La estabilidad de volumen se refiere a la suscep­ tibilidad del agregado a la expansión cuando se calienta, o a expansiones y contracciones cíclicas al secarse y saturarse. Los agregados que son suscep­ tibles a cambios de volumen debidos a la humedad deben evitarse. La granulometría y el tamaño máximo de los agregados son importantes debido a su efecto en la dosificación, trabajabilidad, economía, porosidad y contracción del concreto. La distribución del tama­ ño de partículas se determina por separación con una serie de tamices estándar. Los tamices estándar utilizados son los núms. 4, 8 , 16, 30, 50 y 100, para agregado fino, y 6 ,3,1 h, h y H in y núm. 4 para agre­ gado grueso El módulo de finura (F. M.) es un índice para describir lo fino o grueso del agregado. El módulo de finura de una arena se calcula sumando los porcentajes retenidos acumulados en las seis mallas estándar y dividiendo la suma entre 100. Por ejem­ plo, la tabla 5.5 muestra un análisis granulométrico típico de arena. El módulo de finura no es indicador de granulo­ metría, ya que un número infinito de tamizados dará el mismo valor para el módulo de finura, pero da una idea del grosor o finura del material. Los valores de F.M. de 2.50 a 3.00 son normales. La norma ASTM C33 indica límites de granulo­ metría de agregados finos y gruesos. Los últimos aparecen desde tamaño 1 (3>/i a 1V4 in) a tamaño 8 (3a a núm. 8 ). La National Stone Association especi­ fica una graduación para arenas manufacturadas TABLA 5 .5 Malla Núm. Cálculo de módulo de finura Porcentajes individuales retenidos 4 8 16 30 50 10 0 Charola Porcentajes acumulados retenidos 1 18 20 19 18 16 1 19 39 58 76 92 _ 8 10 0 285 F.M. =285/100 = 2.85. que difiere de la del agregado fino en C33 principal­ mente para tamices núm. 100 y 200. La graduación de la NSA es notoriamente más fina (mayores por­ centajes pasan por cada tamiz). Los materiales finos, compuestos de partículas angulares, son rocas fi­ nas, al contrario de sedimentos y arcillas de arena natural, y contribuye a la facilidad de trabajar el concreto. Las diversas graduaciones indican tamaños es­ tándar para la producción de agregados y pruebas de control de calidad. Conducen a la producción de concreto con propiedades aceptables, pero debe te­ nerse cuidado cuando se utilicen límites estándar de granulometría individual. Si el número de tama­ ños de agregado es limitado, o no hay suficiente traslapo entre tamaños de agregado, no se pue­ de obtener un concreto aceptable o económico con agregados aceptablemente clasificados. La razón de esto es que la graduación combinada está clasifica­ da por aberturas. La situación ideal es una distribu­ ción de tamaño densa o bien graduada que optimice el contenido vacío de los agregados combinados. Es posible, sin embargo, obtener un concreto aceptable con agregados individuales que no satisfagan los límites estándar pero que se pueden combinar para producir una graduación densa. El material que pasa por el tamiz núm. 200 es arcilla, sedimento o una combinación de estos dos. Aumenta la demanda de agua del agregado. Gran­ des cantidades de materiales menores al núm. 2 0 0 también pueden indicar la presencia de recubri­ mientos de arcilla en el agregado grueso que dismi­ nuiría el aglutinamiento del agregado a la matriz de M a teria le s para construcción ■ 5 .1 5 en grava como en arena. En la figura 5.2 se ilustran curvas de granulometría para arena, grava y agre­ gado combinado; se muestran los límites recomen­ dados y las distribuciones típicas por tamaños. Z 77. o CO o CD <r <• ¡E E >•*- o ce Q. o S ° Figura 5.1 Variaciones en los contenidos de agua, cemento y aire retenido en mezclas de concreto con tamaños máximos de agregados. La gráfica está ba­ sada en agregados naturales con granulometría pro­ medio, en mezclas con una relación agua-cemento de 0.54 por peso, revenimiento de 3 pulgadas y conteni­ do de aire recomendados. (Tomada de Concrete Manual, 8th ed. U. S. Bureau o f Reclamation.) cemento. En la ASTM C117 "Materials Finer than 75 fim Sieve in Mineral Aggregates by Washing" se da un método de prueba. Los cambios en la granulometría de arena en límites extremos tiene poco efecto en las resistencias compresivas de morteros y concretos cuando la proporción y asentamiento de agua-cemento se mantienen constantes, pero tales cambios en la gra­ nulometría de la arena ocasionan que el contenido de cemento varíe inversamente con el módulo de finura de la arena. Aun cuando este cambio en el contenido de cemento sea pequeño, la granulome­ tría de la arena tiene gran influencia en la facilidad de trabajo y calidad del acabado del concreto. Por lo general, el tamaño del agregado grueso, se escoge procurando utilizar el mayor que resulte práctico para un trabajo, siendo el límite superior normal de 6 in. Como se ilustra en la figura 5.1 cuanto mayor sea el tamaño máximo del agregado grueso, menos agua y cemento se requerirán para producir concreto de una calidad dada. Una gráfica de granulometría es útil para ilustrar la distribución por tamaños de las partículas tanto A g re g a d o s ligeros ■ Los agregados ligeros se pueden obtener por expansión de arcilla, esquis­ to, pizarra, perlita, obsidiana y vermiculita por ca­ lor; mediante la expansión de escoria de alto homo con procesos especiales de enfriamiento; a partir de yacimientos de piedra pómez, escoria, cenizas vol­ cánicas, toba y diatomita; y de cenizas industriales. La resistencia del concreto hecho con agregados ligeros está en función de su peso, que puede variar desde 35 hasta 115 lb/ft3. Los agregados de peso ligero se pueden dividir en dos categorías: estructurales y no estructurales. Los agregados estructurales de peso ligero están definidos por la ASTM C330 y la C331. Son manu­ facturados (arcilla expandida, esquisto, o pizarra, o escoria de alto horno) o naturales (escoria o piedra pómez). Estos agregados producen concretos gene­ ralmente en los límites entre 3000 y 4000 psi de re­ sistencia; se pueden obtener resistencias más altas. Los agregados comunes de peso ligero no estruc­ turales (ASTM C332) son vermiculita y perlita, aun­ que también se pueden utilizar escoria y piedra pómez. Estos materiales se emplean en concreto aislador para amortiguamiento de ruido y para aca­ bados de piso no estructural. El concreto de peso ligero tiene mejor resistencia al fuego y mejores propiedades de aislamiento con­ tra el calor y el sonido que el concreto ordinario, y ofrece ahorros en soportes estructurales y menos cimentaciones debido a menores cargas muertas. El concreto estructural con agregados de peso ligero cuesta de 30 a 50% más que el hecho con agregados ordinarios, y tiene más porosidad y más contracción al secado. La resistencia al desgaste por la intempe­ rie es aproximadamente la misma para ambos tipos de concreto. El concreto de peso ligero se puede hacer con agentes espumantes como por ejemplo el polvo de aluminio, que genera un gas mientras el concreto está todavía en estado plástico y se pue­ de dilatar. A g re g a d o s g ru e so s ■ En la construcción de reactores nucleares, se requieren grandes canti­ dades de concreto pesado para propósitos de blin­ daje y estructurales. Los agregados gruesos se utilizan en concretos para blindaje, porque la absor- 5 .1 6 ■ Sección cinco MEDIDA DE ABERTURA, IN c r> r— i— lo O <z> O csj co f— en lo C N J - ^ r o o CÓ O O o o <3> O í C O ■»— Z lo O h 5 co O cd - L O r**cb C D LO O ■»— C CD co Z J o to 10 0 90 80 ARENA Y GRAVA CO M BIN ADAS- 70 LIM ITES RECOMENDADOS ARENA GRAVA NÚMERO DE MALLA Figura 5 .2 Distribuciones recomendadas y de tamaño típico de agregados naturales para mezclas de concreto. Nótese que si el núm. 16 es 20% o menos, el núm. 8 puede aumentar a 20%. (De "Concrete Manual," 8lh ed., U.S. Bureau o f Reclamation.) ción de rayos gamma es proporcional a la densidad. El concreto pesado puede variar entre 150 lb/ft' del concreto normal y las 384 Ib/ft', cuando se utilizan municiones de acero como agregado fino y partícu­ las de acero como agregado grueso. Además de los agregados fabricados a partir de productos de hie­ rro, se han utilizado como agregados gruesos diver­ sos productos de canteras y minerales, como la barita, limonita, hematíta, ilmenita y magnetita. En la tabla 5.6 se ilustra la densidad de varios agregados pesados y los pesos unitarios del concre­ to hecho con estos agregados. Debido a que la intro­ ducción de agregados de alta densidad ocasiona dificultades en las operaciones de mezclado y colo­ M a teriales para construcción TABLA 5 .6 ■ 5.17 Agregados pesados para concreto de alta densidad Peso unitario del concreto, lb/ft3 Agregado Arena y piedra Magnetita Barita Limonita Ferrofósforo Municiones o sobrantes de acero Densidad 4.30-4.34 4.20-4.31 3.75-3.80 6.28-6.30 7.50-7.78 cación a causa de la segregación, se suelen utilizar técnicas aplicables a morteros en vez de los métodos normales. 5 .6 .2 Concreto de peso norm al El peso nominal del concreto normal es de 144 lb/ft3 para concreto sin aire retenido, pero es menor para concreto con aire retenido. (El peso del concreto más refuerzo de acero se supone muchas veces como de 150 lb/ft3). La resistencia para el concreto de peso normal oscila entre 2 0 0 0 y 2 0 0 0 0 psi, y se mide mediante un cilindro de prueba estándar de 6 in de diámetro por 12 in de alto. La resistencia de un concreto se define como la resistencia promedio de dos cilin­ dros tomados de la misma carga y probados a la misma edad. Las viguetas flexionales de 6 x 6 x 20 in se pueden usar para mezclas de pavimento de concreto. La relación agua-cemento (A JO es el factor prin­ cipal que influye en la resistencia del concreto. En la figura 5.3 se ilustra la forma como la A/C, expre­ sada como relación por peso, afecta la resistencia a la compresión de los concretos con y sin aire reteni­ do. La resistencia, en ambos casos, disminuye con el aumento de la A/C. El contenido de cemento en sí afecta la resisten­ cia del concreto; la resistencia disminuye conforme se reduce el contenido de cemento. En el concreto con aire incluido, esta disminución en la resistencia puede contrarrestarse, en forma parcial, al aprove­ char la mejoría de trabajabilidad por la inclusión de aire, que permite reducir la cantidad de agua. En la Colocación convencional 150 220 Lechadeado 346 232 263 300 384 figura 5.4 se muestran las curvas de resistencia vs contenido de cemento para dos concretos con aire retenido y concretos sin aire retenido. Debido a la posibilidad de reducción de agua, las resistencias de los concretos con aire incluido no disminuyen tanto como las del concreto sin aire incluido, como los indicados en la figura 5.3. El tipo de cemento afecta la manera en que se desarrolla la resistencia y la resistencia final. En la figura 5.5 se muestra una comparación de concretos hechos con los cinco tipos de cemento portland, al prepararlos y curarlos en condiciones similares. RELACIÓN A/C POR PESO Figura 5 .3 La resistencia del concreto disminuye cuando se aumenta la relación agua-cemento para concreto con o sin aire retenido. (Tomada de "Concrete Manual", 8th ed., U.S. Bureau o f Reclamation.) Sección cinco o 00 LU cc O¡E O f l­ O <E eo i < o CQ < CM O yj O £ < < O z LU — C 800 CC CONTENIDO DE CEMENTO, LB/YARDA3 60 _ 00 1/3 00 U-l 700 600 500 400 300 200 Figura 5 .4 La resistencia del concreto aumenta con el contenido de cemento, pero disminuye con las adiciones de aire. La gráfica se preparó para concretos con agregados de 3ü in de tamaño máxi­ mo, 43% de arena y revenimiento máximo de 3 in. (Tontada de Concrete Manual, 8th ed., U.S. Burean o f Reclamation.) Las condiciones del curado son vitales para el desarrollo de la resistencia del concreto. Dado que las reacciones de hidratación del cemento sólo ocu­ rren en presencia de una cantidad adecuada de agua, se debe mantener la humedad en el concreto durante el periodo de curado. La temperatura del curado también afecta la resistencia del concreto. Se requieren periodos más largos de curado húme­ do a temperaturas más bajas, para desarrollar una resistencia dada. Aunque el curado continuo a tem­ peraturas elevadas produce un desarrollo más rápi­ do de resistencia hasta los 28 días, para edades mayores se invierte la tendencia; el concreto curado a temperaturas más bajas desarrolla resistencias mayores. Nótese que el concreto se puede congelar y no adquiere resistencia en ese estado. También obsér­ vese que, a bajas temperaturas, la ganancia de resis­ tencia de concreto no congelado es mínima y los factores ambientales, en especial la temperatura y el curado, son extremadamente importantes en el desarrollo de la resistencia de un concreto. R elaciones esfu erzo -fo rm ació n ■ El con­ creto no es un material linealmente elástico; la rela­ ción esfuerzo-deformación para cargas crecientes en forma continua da como resultado una línea curva. Para un concreto que ya ha endurecido por completo y ha recibido una precarga moderada, la curva esfuerzo-deformación es, prácticamente, una línea recta dentro de los límites de esfuerzos de trabajo usuales. Como se ilustra en la figura 5.6, el módulo de elasticidad puede determinarse a partir de esa porción de la curva. El módulo de elasticidad para concretos normales a 28 días, está entre 2 0 0 0 a 6000 ksi. Además de la deformación elástica que ocurre de manera inmediata después de aplicar una carga al concreto, la deformación sigue aumentando con el tiempo si persiste la carga. Este flujo plástico o escurrimiento plástico continúa por un tiempo in­ definido. Avanza con velocidad decreciente y se aproxima a cierto valor que puede ser de una a tres veces el de la deformación elástica inicial. Aunque se han tomado medidas de deformación por fluen­ cia, por periodos mayores de 1 0 años, más de la mitad de la fluencia total tiene lugar durante los primeros tres meses después de aplicar la carga. En la figura 5.7 se ilustran curvas típicas de deforma­ ción por flujo, en las cuales se muestran los efectos de la relación agua-cemento y de la intensidad de la (/> ¿ 7000 II— 6000 III— ■o £2 CC Q_ 1 o 5000 4000 ¿ < 3000 “ 2000 LU 0 3 1- r ■ <] , 7 28 / / // V W ] IV— v;>_- y -y ' ni- J \— <c 5 .1 8 -v / 14 DÍAS 90 180 1 2 5 AÑOS Figura 5 .5 La rapidez de desarrollo de la resis­ tencia varía para los concretos hechos con diferentes tipos de cemento. Las pruebas se hicieron en cilin­ dros de 6 x 12 in, curados en cuarto húmedo a 70°F. Los cilindros se hicieron con concretos semejantes que tenían agregados de lvs in de tamaño máximo y seis sacos de cemento por yarda3. (Tomada de Con­ crete Manual, 8th ed., U.S. Bureau o f Reclamation.) M ateria le s para construcción I i ■ 5 .1 9 I R E S IS T E N C IA A 28 DtAS, CONCRETO PRO M ED IO , 3760 PSI --------- 1 4000 PROLONGACIÓN LIN EA R EC TA z -o UJ nc a. 3000 (A A LR ED ED O R DE 4 0% o o <C O cc LIM IT E DE ELA ST IC ID A D 0 PUNTO DE DESVIACIÓN D ESD E LA R EC TA DE R E S IS T E N C IA A LA R O TU RA ) ----------- , CU R V A DE E SF U E R Z O S Y DEFORMACIÓN 2000 LIM IT E N ORM ALM EN TE CU B IER TO EN P R U E B A S o E L CO EFICIEN TE DE ELA ST IC ID A D 1000 ( J¡ “ S iL E S T Á BASADO EN E S T A PORCIÓN C A SI R EC TA DE LA CU R VA E= 0 200 400 0.00022 = 4 540 000 PSI 600 800 1000 1200 1400 DEFORMACIÓN UNITARIA, MILLONÉSIMAS DE IN POR IN Figura 5 .6 Diagrama típico de esfuerzos y deformaciones para concreto curado que haya sido cargado previamente con moderación. (De "Concrete Manual," 8fh ed., U.S. Bureau o f Reclamation.) carga. Al retirar la carga, tiene lugar una recupera­ ción elástica inmediata, seguida por una recupe­ ración plástica de menor grado que la deformación por flujo ocurrida cuando se aplicó la carga por primera vez. Los cam bios de volu m en juegan una parte im­ portante en la durabilidad del concreto. Los cam­ bios de volumen excesivos o diferenciales pueden ocasionar agrietamiento, como resultado de la con­ tracción y la insuficiente capacidad a la tensión, o desportilladuras en las juntas debidas a la expan­ sión. La dilatación y la contracción del concreto ocurren cuando hay cambios en la humedad dentro de la pasta del cemento. La pasta de cemento endurecida tiene poros de dimensiones moleculares entre las partículas del gel de tobermorita y poros más grandes entre los gru­ pos de partículas del gel. lil volumen del espacio de poros en la pasta de cemento depende de la cantidad inicial de agua mezclada con el cemento; cualquier exceso en esta agua da origen a poros adicionales que debilitan la estructura de la pasta de cemento. Los movimientos de humedad hacia dentro y fuera de este sistema de poros ocasionan cambios en el volumen de la pasta. La contrac­ ción por secado del concreto es de alrededor de Ví in por 100 ft. Hay una relación directa entre el conte­ nido de agua de mezclado y la contracción por secado. El contenido de cemento es de importancia secundaria al estimar las consideraciones de las contracciones. El coeficiente de expansión térm ica del concre­ to varía, principalmente, según el tipo y cantidad de agregado grueso utilizado. La pasta de cemento tiene un efecto menor. Un valor promedio útil para los cálculos es de 5.5 x 10“'’ in/(in °F). 5 .6 .3 A ditivos p a r a concreto Los aditivos no son otra cosa que cemento portland, agua y agregados que se adicionan a una mezcla de concreto para modificar sus propiedades. Incluidos 5 .2 0 ■ Sección cinco en esta definición están los aditivos químicos (ASTM C494 y C260), aditivos minerales como la ceniza fina (C618) y gases o humos de sílice, inhibi­ dores de corrosión, colores, fibras y otros varios productos (ayudas de bombeo, agentes de impermeabilízación, de formación de gas y reductores de permeabilidad). Se pueden adquirir muchos adi­ tivos de concreto para modificar, mejorar o dar propiedades especiales a mezclas de concreto. Los aditivos deben usarse sólo cuando ofrecen una me­ joría necesaria que no se puede lograr económica­ mente con ajustar la mezcla básica. En vista de que la mejoría de una característica muchas veces pro­ duce un efecto adverso en otras características, los aditivos deben emplearse con cuidado. Los aditivos químicos utilizados en concreto sirven generalmente como reductores de agua, ace­ leradores, retard adores de fraguado, o una combi­ nación de éstos. La norma ASTM C494 "Standard Specification for Chemical Admixtures for Concre­ te" contiene las siguientes clasificaciones, que se muestran en la tabla 5.7. Los aditivos de alta dura­ ción reducen la cantidad de agua necesaria para producir un concreto, de una consistencia específi­ ca, en un 1 2 % o más. Los aditivos reductores de agua disminuyen la necesidad de agua para una mezcla de concreto al reaccionar químicamente con los primeros produc­ tos de hidratación, para formar una capa monomolecular en la interfase de cemento-agua que lubrica la mezcla y expone más partículas de cemento para la hidratación. El aditivo tipo A permite que la cantidad de agua se reduzca mientras que mantiene el mismo asentamiento de la mezcla. Si la cantidad de agua no se reduce, el aditivo aumentará el asen­ tamiento de la mezcla y también la resistencia del concreto porque más del área superficial del ce­ mento quedará expuesta para hidratación. Ocurren TABLA 5 .7 Clasificación de mezcla Tipo A B C D E F G Propiedad Reductor de agua Re tardador de fraguado Acelerador de fraguado Reductor de agua y retardador de fraguado Reductor de agua y acelerador de fraguado Reductor de agua de alta escala Reductor de agua de alta escala y retardador de fraguadc^^ efectos similares para los aditivos tipos D y E. Típi­ camente, se puede esperar una reducción de 5 a 10% en el agua de la mezcla. Los aditivos tipo F y G s e utilizan para obtener más facilidad de trabajo de la mezcla. Una mezcla sin aditivo tiene por lo general un asentamiento de 2 a 3 in. Después de agregar el aditivo, el asentamiento puede estar entre 8 y 1 0 in sin segregación de componentes de la mezcla. Estos aditivos son en especial útiles para mezclas con baja relación agua-cemento. Su reducción de 12 a 30% en agua permite una reducción correspondiente en cemento. Los aditivos reductores de agua se fabrican por lo general a partir de ácidos lignosulfónicos y sus sales, ácidos hidroxílados carboxílicos y sus sales, o polímeros de derivados de melaminas o naftalenos o hidrocarbonos sulfonados. La combinación de aditivos empleados en una mezcla de concreto debe ser evaluada y probada con cuidado para asegurar­ se que se alcanzan las propiedades deseadas. Los superplastificantes son aditivos reductores de agua de alta duración que satisfacen los requisi­ tos de la norma ASTM C494 tipo F o G. Se utilizan muchas veces para obtener concreto de alta resis­ tencia a partir de mezclas con baja relación de aguacemento, con buena facilidad de trabajarse y baja segregación. También se pueden usar para obtener concreto de resistencias especificadas con menos cemento a una relación constante de agua-cetnento, Y se pueden usar para obtener concretos fluidos de compactación y nivelación propias, para aplicacio­ nes tales como el bombeo de concreto a larga dis­ tancia desde una mezcladora a un encofrado o para vaciar el concreto en formas aglomeradas con acero de refuerzo. Para estos concretos, el contenido de cemento o la proporción de agua-cemento no se reduce, sino que el asentamiento aumenta en forma considerable sin causar segregación. Por ejemplo, un asentamiento inicial de 3 a 4 in para una mezcla ordinaria de concreto puede aumentarse a 7 u 8 in sin agregar agua y disminuir en resistencia. Los superplastificantes se pueden clasificar como condensados de melamina-formaldehídos sulfonatados, condensados de naftalina-formaldehído sulfonatados, lignosulfonatos modificados o polímeros sintéticos. Los agentes retenedores de aire aumentan la re­ sistencia del concreto a la acción de las heladas, al introducir gran cantidad de pequeñas burbujas de aire en la pasta endurecida del cemento. Estas burbu­ jas actúan como aliviadoras de esfuerzos para esfuer- M a teria le s para construcción ■ 5.21 TIEMPO DESPUES DE LA APLICACIÓN DE CARGA, DÍAS (a) TIEMPO DESPUES DE LA APLICACION DE CARGA, DÍAS (b) Figura 5 .7 El arrastre del concreto aumenta al aumentar la relación entre agua y cemento, o por carga sostenida, (a) Efecto de la relación entre agua y cemento en el arrastre (carga aplicada constante), (b) Efecto de la intensidad de carga aplicada en el arrastre (concretos idénticos). (De “Concrete Manual," 8lh ed., U.S. Bureau o f Reclamation.) 5 .2 2 ■ Sección cinco zos inducidos por congelamiento y deshielo. Los agentes retenedores de aire suelen estar compues­ tos de detergentes. Además de aumentar la durabili­ dad del cemento endurecido, también reducen la cantidad de agua necesaria y aumentan la facilidad de trabajo de la mezcla. Los contenidos de aire se controlan generalmente para estar entre 2 y 6 %. Debido a que el concreto con retenedores de aire sangra menos que el concreto sin retenedores de aire, se extienden menos grietas capilares de la ma­ triz del concreto a la superficie. Por lo tanto, hay menos avenidas disponibles para que ingresen pro­ ductos químicos agresivos en el concreto. La norma "Standard Specification for Air-Entraining Admixtures for Concrete", ASTM C260, se refiere a materiales para uso de aditivos re tenedores de aire que han de agregarse al concreto en el cam­ po. La retención de aire también se puede obtener si se utilizan cementos portland tipos IIAy II1A. (Ver cementos portland retenedores de aire en la Subsec, 5.2.3.) Los aditivos aceleradores de fraguado se em­ plean para reducir el tiempo desde el inicio de agregar agua al cemento hasta el fraguado inicial y para aumentar la proporción de ganancia de resis­ tencia del concreto. El aditivo acelerador de fragua­ do que se utiliza más es el cloruro de calcio, que ofrece ventajas en el vaciado de concreto en climas fríos al acelerar el fraguado a baja temperatura y reducir el tiempo en que se necesite protección; pero, cuando se utiliza en cantidades usuales (me­ nos de 2 % por peso de cemento), no actúa como agente anticongelante bajando el punto de congela­ ción. Cuando se emplea un 2% de cloruro de calcio bajo condiciones normales, reduce el tiempo inicial de fraguado de 3 a 1 hora y el tiempo final de fraguado de 6 a 2 horas, y a 70'F duplica la resisten­ cia alcanzada en un día. El uso del cloruro de calcio como aditivo mejora la facilidad de trabajo, reduce el sangrado y se obtiene una superficie de concreto más durable. Los problemas por su uso pueden surgir del deterioro de la estabilidad de volumen (la contracción en el secado puede aumentar hasta en un 50%) y un aumento en la rapidez de liberación de calor. Los iones de cloruro también pueden con­ tribuir a la corrosión del acero incrustado en el concreto. Los límites en la concentración de iones de cloruro pueden ser de sólo 0.04% del peso del con­ creto. Los aditivos retardadores se emplean para retar­ dar el fraguado inicial del concreto. Un aditivo tipo B o D permite transportar el concreto durante un tiempo más largo antes que se presente el fraguado inicial; el fraguado final también se retarda. Por lo tanto, deben tomarse precauciones si se utiliza con­ creto retardado en paredes. Dependiendo de la dosificación y tipo de quími­ cos base en el aditivo, el fraguado inicial se puede retardar durante varias horas a varios días. Un efecto lateral benéfico del retardo de los fraguados inicial y final es un aumento en la resistencia com­ presiva del concreto. Un aditivo tipo D que se utiliza comúnmente proporciona resistencias más altas de 7 y 28 días que un aditivo tipo A, cuando se usa en el mismo diseño de mezcla. Los aditivos minerales incluyen cenizas finas, puzolanas y microsilicatos (Subsec. 5.3.8 y 5.3.9). El cemento natural (Subsec. 5.3.3) se utiliza a veces como aditivo. Los inhibidores de corrosión se agregan a veces a una mezcla de concreto para proteger el acero de refuerzo. Por lo general, el acero es protegido de la corrosión por alta alcalinidad del concreto, que for­ ma una capa de pasivación en la superficie del acero. Esta capa está compuesta de óxido férrico, que es un compuesto estable, pero dentro y en la superficie del óxido férrico se encuentran com­ puestos óxido-ferrosos que son más reactivos; cuan­ do estos últimos entran en contacto con sustancias agresivas, como son los iones de cloruro, reaccionan con oxígeno para formar productos de corrosión de óxido de hierro, sólidos. Estos producen un aumen­ to cuatro veces en volumen y crean una fuerza de expansión mayor que la resistencia a la tracción del concreto. El resultado es un deterioro del concreto. Para inhibir la corrosión se pueden agregar adi­ tivos de nitrito de calcio a la mezcla de concreto. No forman una barrera física a la entrada de iones de cloruro, sino que modifican la química de la super­ ficie del acero. Los iones de nitrito oxidan al óxido ferroso presente, convirtiéndolo en óxido férrico. El nitrito también es absorbido en la superficie del acero y refuerza la capa de pasivación del óxido férrico. Para que sea eficaz un aditivo de nitrito de calcio, la dosis debe ajustar de acuerdo a la exposi­ ción del concreto a agentes corrosivos. Cuanto ma­ yor sea la exposición, mayor debe ser la dosis. Los aditivos de barrera interna pueden ser un compuesto impermeabilizante o aislante de hume­ dad, o un agente que forma una película orgánica alrededor del acero de refuerzo, complementando la capa de pasivación. El último tipo de aditivo se M a teria le s para construcción puede agregar a una rapidez fija, cualquiera que sea la exposición esperada de cloruro. Los aditivos aislantes de humedad incluyen ja­ bones, estearatos y otros productos de petróleo. Están destinados para reducir el paso de agua y vapor de agua por el concreto. Debe tenerse cuidado al utilizar estos materiales en vista de que pueden aumentar la demanda de agua para la mezcla, au­ mentando así la permeabilidad del concreto. Si se desea un concreto denso y de baja permeabilidad, la proporción de agua-cemento debe conservarse a un máximo de 0.50 y el concreto debe vibrarse bien y curarse contra la humedad. La p e r m e a b i l i d a d del concreto se puede reducir mediante el uso de cenizas finas y gases de sílice (Subsecs. 5.3.8 y 5.3.9) como aditivos. Del mismo modo, el uso de un aditivo reductor de agua de alta duración y una proporción agua-cemento menor de 0.50 reducirá grandemente la permeabilidad. Los aditivos formadores de gas se emplean para formar concreto de peso ligero. También se usan en lechada de manipostería donde se desea que la le­ chada se dilate y aglutine a la unidad de concreto de albañilería. Suelen ser un polvo de aluminio. Las a y u d a s d e b o m b e o se utilizan para reducir la viscosidad de mezclas ásperas o marginalmente bombeables; los polímeros orgánicos y sintéticos, ceniza fina, bentonita o cal hidratada se pueden usar para este propósito. Los resultados depen­ den de la mezcla de concreto, incluyendo los efectos de mayor demanda de agua y una posible menor resistencia que resulta de la mayor proporción de agua-cemento. Si la arena hace que la mezcla sea marginalmente bombeable, la ceniza fina es el adi­ tivo preferido de bombeo. Generalmente no aumen­ tará la demanda de agua y reaccionará con el hidróxido de calcio en el cemento para dar un au­ mento en la resistencia. Los a d i t i v o s c o l o r a n t e s pueden ser óxidos mine­ rales o pigmentos manufacturados. La coloración requiere cuidadoso control de materiales, de la do­ sificación y de la adición de agua para mantener consistente el color en el lugar de trabajo. Nótese que el negro carbón en estado natural, que por lo general se emplea para el color negro, reduce gran­ demente la cantidad de aire retenido en una mezcla. Por lo tanto, si se desea concreto negro para un concreto que requiera de retención de aire (para exposición a congelación y deshielo o químicos agresivos), el negro carbón debe modificarse para retener aire o debe incorporarse en la mezcla otro ■ 5 .2 3 agente para retener aire. El diseño de la mezcla debe probarse en las condiciones de campo antes de su uso en construcción. 5 .7 Refuerzo de fib ra s p a ra concreto Se pueden agregar materiales fibrosos a una mezcla de concreto para mejorar su resistencia, elasticidad y control de grietas. La longitud de las fibras es pequeña y éstas se pueden describir por la propor­ ción de su aspecto, es decir, la proporción entre su longitud y su diámetro equivalente. Los tipos de fibras más comúnmente utilizados en concretos son los sintéticos, que comprenden materiales de propileno, nylon, poliéster y polietileno. Los materiales sintéticos especiales incluyen fibras de aramida, carbono y aerificas. El concreto reforzado con fibras de vidrio se prepara con vidrio E y fibras de vidrio resistentes al álcali (AR). Las fibras de acero son virutas de acero inoxidable o de acero de alta resistencia a la tracción. Las fibras deben repartirse de manera uniforme en la mezcla. La orientación de las fibras en el con­ creto suele ser aleatoria. En contraste, el refuerzo convencional está típicamente orientado en una o dos direcciones, por lo general en planos paralelos a la superficie. Además, la tela metálica de alambres soldados o barras de acero de refuerzo deben man­ tenerse en su posición cuando el concreto sea colo­ cado en su sitio. Cualquiera que sea el tipo, las fibras son eficaces para el control de las grietas porque dan a la matriz de concreto un refuerzo en todas las direcciones. Con fibras de acero, la resistencia al impacto y la tenacidad del concreto se pueden me­ jorar en mucho y se pueden aumentar las resisten­ cias a la fatiga y a la flexión. Las fibras sintéticas se utilizan por lo general para sustituir telas metálicas de alambres soldados como refuerzo secundario para control de grietas en piezas planas. Según sea la longitud de la fibra, esta última puede limitar la medida y extensión de las grietas de contracción plástica o las grietas de con­ tracción tanto plásticas como de secado. Aun cuan­ do las fibras sintéticas no están diseñadas para comunicar propiedades estructurales, las losetas probadas de acuerdo con la norma ASTM E72, "Standard Methods of Conducting Strength Tests of Panels for Building Construction", demostraron que las losetas de prueba reforzadas con fibras sin­ 5 .2 4 ■ Sección cinco téticas soportaron mayores cargas uniformes que las losas de tela metálica de alambres soldados. Si bien es cierto que gran parte de la investigación para fibras sintéticas ha utilizado proporciones de re­ fuerzo mayores al 2 %, la práctica común en el cam­ po es utilizar 0.1% (1.5 íb/yd3). Esta dosificación proporciona más área de sección transversal que la tela metálica de alambres soldados de calibre 1 0 . Los resultados empíricos indican que de manera considerable se reduce y controla el agrietamiento. Otro beneficio de las fibras es que después del agrie­ tamiento inicial, las fibras tienden a mantener junto el concreto. Se pueden usar fibras de aramida, carbón y aerificas para aplicaciones estructurales, como es empaquetar columnas de concreto para obtener resistencia adicional. Otros usos posibles son para estructuras resistentes a la corrosión. Los costos más altos de los materiales sintéticos especiales limitan su uso en la construcción en general. El concreto con refuerzo de fibras de vidrio (GFRC) se utiliza para construir muchos tipos de elementos de construcción, incluyendo paneles ar­ quitectónicos de paredes, tejas para techos y tan­ ques de agua. No se ha alcanzado todo el potencial del GFRC debido a que las fibras de vidrio E son reactivas al álcali y las fibras de vidrio AR están sujetas a fragilidad cáustica, posiblemente por infil­ tración de partículas de hidróxido de calcio. Se pueden utilizar fibras de acero como susti­ tuto del acero convencional de refuerzo. El volu­ men de fibra de acero de una mezcla oscila entre 0.5 y 2%. El American Concrete Institute Committee 544 indica en la norma ACI 544.3R, "Guide for Specifying, Mixing, Placing, and Finishing Steel Fiber Reinforced Concrete", que en elementos es­ tructurales como son viguetas, columnas y pisos que no tengan pendiente, debe instalarse acero de refuerzo para sostener toda la carga de tracción. En otros casos, se pueden utilizar fibras para re­ ducir el grosor de sección o mejorar las caracterís­ ticas de funcionamiento. Ver también la normas ACI 344.1R y344.2R . 5.8 Concreto de polím eros Cuando el cemento portland se sustituye por un polímero, el concreto resultante tiene una menor rapidez de absorción de agua, mayor resistencia a ciclos de congelación y deshielo, mejor resistencia a productos químicos, mayor solidez y excelentes ca­ racterísticas de adherencia en comparación con la mayor parte de otros materiales cementosos. Las resinas que se utilizan con más frecuencia (poliésteres y acríbeos) se mezclan con agregados como un monómero, con un agente de enlace cru­ zado (endurecedor) y un catalizador, para alcanzar plena polimerización. Los concretos de polímeros se refuerzan por lo general con fibras metálicas, fibras de vidrio o losas continuas de cimentación de fibra de vidrio. El concreto impregnado de polímeros (PIC) es concreto curado de cemento portland impregnado con un monómero que utiliza procesos de presión o de vacío. El monómero (con mucha frecuencia un aerifico) está polimerizado por un catalizador, calor o radiación ultravioleta. Se forma una capa superfi­ cial continua que impermeabiliza y refuerza, y tam­ bién llena los huecos. 5 .9 Concreto bitum inoso y otros com puestos d e a sfa lto Las mezclas de asfalto que sirvan como aglomeran­ te, los agregados finos y gruesos, así como rellenos y aditivos, se utilizan ampliamente como pavimen­ tos flexibles, revestimientos de presas y de canales. Los agregados, como la arena, grava y piedra tritu­ rada, son similares a los utilizados para concreto de cemento portland (Subsec. 5.6.1). La American Association of State Highway Transportation Officials (AASHTO), The Asphalt Institute y la ASTM publi­ can especificaciones para asfalto, mismas que son la base para especificaciones de departamentos gu­ bernamentales de carreteras y transportes. Los asfaltos son viscoelásticos y sus propiedades varían de frágiles hasta elásticas. La dureza, o vis­ cosidad, depende de la temperatura de los asfaltos. La variación con la temperatura, sin embargo, de­ pende de la susceptibilidad al esfuerzo cortante del material, la cual indica el estado de su estructura coloidal. El a s f a l t o , que es un derivado negro o café oscu­ ro de petróleo, es diferente del alquitrán de hulla, que es residuo de la destilación destructiva del car­ bón. El asfalto está formado de hidrocarburos y sus derivados y es por completo soluble en disulfuro de carbono (CS2 ). Son los residuos de petróleo después de la evaporación, por medios naturales o artificia­ les, sus componentes más volátiles. M ateria le s para construcción Los cementos de asfalto (AC) se utilizan como aglomerantes para casi todos los pavimentos flexi­ bles. Son mezclas de asfaltos duros y aceites no volátiles a los que se les comunica una consistencia útil por calentamiento, sin ser suavizados con un agente fundente o emulsificante. Se pueden gra­ duar de acuerdo a su viscosidad o penetración (dis­ tancia a la que penetra una aguja por el material en una prueba estándar) a una temperatura específica. Los aceites de curado lento (SC) para carreteras son derivados líquidos de petróleo que fraguan lentamente, y son apropiados para usarse cuando se necesita casi la misma consistencia de cemento tanto en el momento de proceso como al término del curado. Pueden ser el producto remanente después de la destilación de petróleo o el resultado de diluir cementos de asfalto con un destilado pesado. Más viscosos que los grados ligeros de aceite lubricante, los aglomerantes SC son más fluidos que los cemen­ tos de asfalto. Los asfaltos diluidos de curado medio (MC) son cementos de asfalto que se han mezclado (disgrega­ dos o diluidos) con destilados de queroseno o aceite combustible ligero (diesel) para darle mayor flui­ dez. Se evaporan en forma relativamente lenta. Des­ pués de aplicar asfalto de curado medio, el material rebajado se evapora de los diluyentes y deja el cemento de asfalto semisólido como agente aglome­ rante. Los asfaltos de curado medio se emplean cuando se necesita mayor fluidez en el momento del proceso que al término del curado. Los asfaltos diluidos de curado rápido (RC) son cementos de asfalto que han sido diluidos con un destilado más pesado, como gasolina o nafta, que el usado para asfaltos del tipo de curado medio (MC). Los asfaltos de curado rápido (RC) se evaporan rápidamente. Se emplean cuando se necesita un cambio rápido, vía evaporación, del líquido aplica­ do al aglomerante semisólido de asfalto-cemento. Los asfaltos emulsionados son mezclas en los que las partículas de asfalto de tamaño coloidal se encuentran dispersas en agua en presencia de un agente emulsificante. Debido a que las partículas de asfalto tienen cargas eléctricas iguales, no se combi­ nan sino hasta que el agua se evapora o la emulsión se fragmenta. El contenido de asfalto de la mezcla puede variar de 55 a 70% por peso. Las emulsiones son aplicadas sin calentarse; tienen baja viscosidad y pueden penetrar profundamente en una matriz de agregado. Cuando el agua se evapora o se escurre, quedará el aglomerante de asfalto. Las emulsiones ■ 5 .2 5 se fabrican con tiempos de ruptura rápidos (RS), medios (MS) y lentos (SS) y por ello son apropiados para una amplia variedad de usos. Los agentes emulsionantes pueden ser derivados de sebo, jabón de grasa y ácidos resinosos, pegamento o gelatina. El concreto bituminoso para pavimentos puede ser mejorado si se agrega azufre, cal o caucho a la mezcla de asfalto-agregado (Sec. 16). P ro d u cio s de co nstru cció n de a sfa lto ■ Debido a sus cualidades resistentes al agua y a su durabilidad, el asfalto se emplea para muchos usos en construcción. Para aislamiento contra la hume­ dad (sólo una capa aplicada) e impermeabilización (aplicación de una o más capas) se utilizan tres tipos de asfalto: el tipo A, que es un material adhesivo, suave y que fluye con facilidad, se aplica bajo tierra o en otras aplicaciones de temperatura moderada; el tipo B, un asfalto menos susceptible para usarse sobre el nivel del suelo cuando las temperaturas no excedan de 125°F; y el tipo C, para usarse sobre el nivel del suelo cuando las superficies verticales o expuestas a la luz solar directa, o en otras partes donde las temperaturas excedan de 125°F. El asfalto y los productos derivados también se utilizan extensamente en techos. El asfalto se utiliza como aglomerante entre capas en techos ya cons­ truidos y como agente impregnante en láminas de cartón para techos, papel en rollo para techos y tejamaniles. Debe tenerse cuidado de no mezclar asfalto y alquitrán de hulla, es decir, de no aplicar capas de asfalto sobre una lámina de cartón satura­ da de asfalto o viceversa, a menos que se haya comprobado su compatibilidad. 5 .1 0 R eferencias so bre m a te ria le s cem entosos Brantley, L. R., y R. T. Brantley, Building Materials Technology: Structural Performance and Environmental Impact, McGraw-Hill, Inc., New York. Cowan, H. J., y P. R. Smith, The Science and Technology o f Building Materials, Van Nostrand Reinhold Company, New York. Dikeou, J. T., y D. W. Powler, Polymer Concrete: Uses, Materials, and Properties, American Concrete Institute, Detroit. 5 .2 6 ■ Sección cinco McGraw-Hill Enciclopedia o f Chemistry, 2nd. ed., McGraw-Hill Book Company, New York. McGraw-Hill Dictionary o f Science and Technology Terms, 4th ed., McGraw-Hill Book Company, New York Mendis, P., y C. McClaskey, Polymers in Concrete: Advances and Applications, publicación SP-116, Ame­ rican Concrete Institute, Detroit. Swamy, R. N., y B. Barr, Fibre-Reinforced Cements and Concretes: Recent Developments, Elsevier Applied Science, London. Waddell, J. y J. A. Dobrowolski, Concrete Cons­ truction Handbook, 3rd ed., McGraw-Hill Book Com­ pany, New York. M ateriales m etálicos Dada la regularidad de la estructura a nivel ató­ mico, ha sido posible conocer mejor las t ’ses a nivel microscópico y a nivel atómico de las propiedades mecánicas de los metales, que las de otras clases de materiales. Los intentos por explicar el comporta­ miento macroscópico sobre la base de micromecanismos han tenido cierto éxito en los materiales metálicos. 5.11 mismas cuando se aplica una carga compresiva. A una separación de equilibrio, las fuerzas de atrac­ ción igualan exactamente a las de repulsión y la energía potencial está al mínimo. Si los átomos tratan de acercarse más, la fuerza de repulsión au­ menta mucho más rápidamente que la de atracción a medida que las nubes electrónicas comienzan a traslaparse. Si los átomos se separan un poco, cuan­ do se liberan, tienden a regresar a la distancia de equilibrio a la que la energia potencial está al míni­ mo. Por tanto, el módulo macroscópico de la elasti­ cidad tiene su base en el estiramiento limitado en los enlaces atómicos cuando la curva de la fuerza vs la relación del espaciamiento atómico es en esencia lineal cerca del espaciamiento atómico de equili­ brio. Los materiales con enlaces fuertes muestran módulos elásticos más elevados que los materiales con enlaces débiles. Los ma teriales cristalinos dúctiles a menudo fallan por el deslizamiento de planos adyacentes de átomos uno sobre el otro. Este modo de falla ocurre cuando el esfuerzo cortante presente en algún plano de des­ lizamiento alcanza un valor crítico, antes que se haya activado cualquier otro modo de fractura frágil. Si el esfuerzo cortante requerido para mover un plano de átomos más allá de otro plano se pudiese calcular con base en consideraciones de enlace atómico, se podría predecir la resistencia de un material sometido a un sistema dado de carga externa. D eform ación d e los m etales Los metales constan de átomos entre sí en conglo­ merados grandes y regulares. Los enlaces metáÜcos entre los átomos se deben a que comparten entre sí electrones en enlaces covalentes insaturados. El comportamiento elástico de los materiales metáli­ cos sometidos a cargas limitadas puede explicarse en términos del enlace interatómico. La deforma­ ción de materiales sometidos a una carga aplicada es elástica, si el cambio en la forma se recupera por entero cuando el material vuelve a su estado origi­ nal de esfuerzo. Las relaciones de carga-deforma­ ción pueden, o no, ser lineales, como se ilustra en la figura 5.8, pero muchos metales tienen comporta­ miento lineal. A una separación de unos pocos diámetros ató­ micos, las fuerzas de repulsión entre cargas iguales de 'os núcleos atómicos comienzan a sostenerse a sí ELASTICO DEFORMACION (a) Ib) Figura 5 .8 El diagrama de esfuerzos y deforma­ ciones para metales puede ser (a) lineal o (b) elástico no lineal. Los metales recuperan su forma cuando regresan a su estado original de esfuerzo, si ésta está dentro del límite elástico. M ateria le s para construcción El deslizamiento sobre los planos atómicos, en realidad, ocurre en forma escalonada y no por el deslizamiento total de planos atómicos completos uno sobre el otro. Este deslizamiento escalonado se describe en términos de dislocaciones, que son imperfecciones en la estructura cristalina a escala atómica. Una dislocación pura en el borde es la discon­ tinuidad en el extremo de un medio plano adicional de átomos insertados en la estructura cristalina. Bajo una carga aplicada, una dislocación en el borde se mueve a través del plano de deslizamiento en forma escalonada, rompiendo y volviendo a desa­ rrollar los enlaces según se mueve. Este movimiento causa una deformación plástica equivalente al des­ lizamiento de un plano completo de átomos a través de otro, en una distancia de una dimensión atómi­ ca. Con este mecanismo de dislocación empieza la fluencia en los metales y es con el cual continúa la deformación plástica. Un segundo tipo de dislocación pura, conocida como dislocación de tornillo, está asociada con defor­ maciones por cortante en las estructuras cristalinas. En general, las dislocaciones en estructuras real­ mente cristalinas, las cuales normalmente tienen forma curva, son dislocaciones mixtas con compo­ nentes tanto de borde como de tomillo. La parte elástica de una curva de esfuerzo-deformación, basada en el estiramiento del enlace a escala atómica termina cuando comienza la defor­ mación plástica en el punto de fluencia. La influen­ cia está asociada con el movimiento irreversible de las dislocaciones con las cuales empieza la deforma­ ción plástica. Más allá del punto de fluencia, el material ya no puede volver exactamente a su esta­ do inicial al quitar la carga; queda cierta deforma­ ción plástica. Una dislocación está rodeada por un campo de esfuerzo elástico que causa fuerzas entre dislocacio­ nes y también interacciones con otras irregularida­ des en la estructura cristalina. El efecto general de la interacción de las dislocaciones entre sí y con otros obstáculos después de la fluencia es un endu­ recimiento por trabajo del material, es decir, un aumento en el esfuerzo requerido para continuar la deformación plástica. Esto surge por la creciente dificultad del movimiento de las dislocaciones, con sus adyacentes campos de esfuerzo, a través de los campos de esfuerzos de otras irregularidades en la estructura cristalina. Los metales pueden reforzarse si se encuentra el modo de impedir que las dislocaciones empiecen a ■ 5 .2 7 moverse, o si los obstáculos al movimiento pueden hacer que se muevan más lento o detenerlas, una vez que las dislocaciones han empezado a moverse. Además del endurecimiento por deformación por las interacciones de las dislocaciones en movimien­ to, pueden utilizarse otros medios para reforzar o endurecer los metales a nivel atómico. (Véase la sección 5.12). 5 .1 2 M ecanism os p a ra refo rza r los m etales La deformación plástica en los metales se caracteri­ za por un fenómeno conocido como endurecimien­ to por deformación (sección 5.11). Cuando los metales se deforman más allá del límite elástico ocurre un cambio permanente en la forma. Si un metal se carga más allá de su punto de fluencia, se descarga y se vuelve a cargar, se eleva su límite elástico. Este fenómeno, representado en la figura 5.9, indica que un metal puede reforzarse por defor­ mación antes de someterlo a carga en una estructu­ ra, pero su ductibilidad decrece. La dislocaciones que se acumulan en los obstá­ culos en el plano de deslizamiento causan endu­ recimiento por deformación debido a un esfuerzo contrario que se opone al esfuerzo aplicado. Los obstáculos contra los cuales pueden bloquearse las dislocaciones durante la deformación plástica in­ cluyen átomos extraños en la estructura atómica, partículas de precipitados, intersección de planos de deslizamiento donde se combinan las dislocacio­ nes para bloquearse entre sí, y los límites de los granos. T r a b a jo e n frío ■ Se llama trabajo en frío a la deformación plástica en metales que se lleva a cabo bajo ciertos intervalos de temperatura y tiempo, de tal manera que el endurecimiento por deformación no se reduce. El trabajo en frío se emplea para endurecer y esforzar metales y aleaciones que no responden a tratamiento térmico. Nótese que, aun­ que la resistencia aumenta en forma considerable, la ductibilidad, medida por el alargamiento, se re­ duce mucho. El trabajo en frío es muchas veces seguido por el recocido. Éste es un proceso de recalentamiento en el que el metal se calienta hasta que se suaviza y revierte a una condición sin esfuerzos internos. Lue­ go se enfría lentamente, por lo general en un homo, 5.28 ■ Sección cinco para obtener el estado más suave y más dúctil. El recocido parcial puede preceder al trabajo en frío para aliviar esfuerzos internos que pudieran ocasio­ nar agrietamiento durante el trabajo en frío. En d urecim ien to p o r solu ció n d e só lid o s ■ Se denomina endurecimiento por solución de sólidos el reforzamiento de metales que se pro­ duce por defectos de tamaño atómico dispersos en la estructura atómica. Los átomos impuros de substitución e intersticiales son las variedades más comunes de esos defectos. Ocurre endureci­ miento siempre que una dislocación (sección 5.11) se encuentra con una irregularidad en la estructu­ ra cristalina. Los átomos de soluto introducidos en solución sólida en un metal puro producen una aleación más fuerte que el metal original. Si los átomos del soluto y del disolvente son más o menos similares, los átomos ocupan lugares en la estructura crista­ lina del átomo del disolvente. Esto forma una solución sustituyente de sólidos. Si los átomos del soluto son mucho menores que los átomos del di­ solvente, aquéllos ocupan lugares intersticiales en la estructura del disolvente. Los elementos como el carbono, el nitrógeno, el oxígeno, el hidrógeno y el boro suelen formar esas soluciones de sólidos intersticiales. En d urecim ien to po r p recip itació n ■ El endurecimiento por dispersión es el reforzamiento producido por una segunda fase insoluble, fina­ mente dispersa en una matriz de átomos de metal. Estas partículas de la segunda fase actúan como obstáculos al movimiento de las dislocaciones (sec­ ción 5.11). Por tanto, se requieren esfuerzos más elevados para ocasionar la deformación plástica, cuando las dislocaciones deben salvar estos obs­ táculos para moverse a través de los planos de deslizamiento. La técnica básica es hacer la segunda fase tan finamente dispersa como sea posible; esto puede lograrse por sobreenfriamiento. Un método para producir este tipo de reforza­ miento, endurecimiento por precipitación, o endu­ recimiento por maduración, consiste en un proceso de tratamiento térmico. En cualquier aleación como la de cobre-aluminio, en la solución de sólidos pue­ de ponerse una cantidad mayor del elemento del aleación a una temperatura más elevada que a la temperatura ambiente. Si se reduce la temperatura ocurre una supersaturación de átomos de la alea- DEFORMACIÓN -----► Figu ra 5 .9 Curva esfuerzo-deformación para metal esforzado más alia del límite elástico, descar­ gado y vuelto a cargar. El esfuerzo de fluencia al volver a cargar es mayor que en la primera carga. ción. Si la solución de sólidos se enfría con lentitud, el exceso de átomos de soluto saldrá de la solución emigrando hacia áreas de desorden, como son los linderos de los granos y formará precipitados gran­ des. Debido al enfriamiento lento tiene lugar sufi­ ciente difusión, de modo que se forman grandes precipitados que no están suficientemente próxi­ mos para ser eficaces en el reforzamiento. No obs­ tante, si el tratamiento de solución va seguido por enfriamiento rápido, el exceso de átomos de alea­ ción se retiene en la solución de sólidos. En este enfriamiento rápido, no hay tiempo para que ocurra la difusión hacia los linderos de los granos. Una vez que la solución supersaturada de sólidos está a la temperatura ambiente o a una temperatura un poco elevada, puede envejecerse para permitir que los precipitados formen una costra muy fina en la masa del metal anfitrión. Estas partículas finas de preci­ pitación bloquean efectivamente el movimiento de la dislocación y, por tanto, refuerzan y endurecen al metal. En la figura 5.10 se ilustra el cambio en las propiedades de una aleación de aluminio durante un tratamiento térmico de precipitación. M a teria le s para construcción 5 .1 3 ■ 5 .2 9 A ceros estru ctu rales Los aceros de alta resistencia se uhlizan en muchos proyectos de ingeniería civil. Los nuevos aceros, por lo general, los introducen sus fabricantes con marca registrada; pero un breve examen de sus compo­ siciones, tratamiento térmico y propiedades suele permitir relacionarlos con otros materiales ya exis­ tentes. En seguida aparecen algunas clasificaciones que permiten comparar los nuevos productos con los que ya están normalizados. Figura 5 .1 0 Cambios en las propiedades mecá­ nicas durante el tratamiento térmico de precipita­ ción de la aleación aluminio 7076 a 250°F. La continuidad del proceso de segregación local de los átomos de aleación durante mucho tiempo causa sobremaduración o ablandamiento. El creci­ miento continuo de precipitados en el cual por di­ fusión se combinan áreas pequeñas, próximamente espaciadas para producir grandes precipitados, da como resultado una estructura con menor resisten­ cia al movimiento de la dislocación. T am añ o del g ra n o ■ Aunque para investi­ gación científica se hacen crecer cristales indivi­ duales de metales, los grados comerciales de los metales son materiales policristalinos. Cada grano en un metal policristalino es un pequeño volumen de átomos acomodados en tal forma, que los pla­ nos átomicos, en esencia, son paralelos. Cada gra­ no tiene una orientación muy diferente a la de los granos contiguos. Las zonas entre los granos indi­ viduales, llamadas linderos de granos, son zonas de gran desajuste atómico. Por razón de los cambios en orientación y por la alteración de la estructura atómica regular en los linderos de granos, hay mucha inhibición en el movimiento de las disloca­ ciones en estas áreas. Entre mayor sea el número de fronteras de grano, más alta será la resistencia del metal. Cuando disminuye el tamaño promedio de los granos en un metal policristalino, aumenta su resis­ tencia por el incremento de obstáculos al movimien­ to de dislocación en forma de linderos de granos. El tamaño de los granos puede controlarse con opera­ ciones de tratamiento térmico y laminado en la producción de metales estructurales. 5 .1 3 .1 C la sifica cio n e s de los ace ro s e stru ctu rales Las clasificaciones generales permiten agrupar los aceros estructurales disponibles en la actualidad en cuatro categorías principales, algunas de las cuales tienen subdivisiones. Los aceros que utili­ zan el carbono como elemento principal en la alea­ ción se llaman aceros estructurales al carbono. Los grados más antiguos en esta categoría fueron el "caballo de batalla" de la industria de la cons­ trucción durante muchos años y los más nuevos, mejorados, constituyen aún la mayor parte del tonelaje estructural. Dos subcategorías pueden agruparse dentro de la clasificación general de aceros al carbono de baja aleación. Los aceros con bajo contenido de aleación tienen cantidades moderadas de uno o más elemen­ tos de aleación, aparte del carbono para desarrollar resistencias más altas que las de los aceros comunes al carbono. Los aceros para cojinete al columbio-vanadio son metales de más elevada resistencia al límite de fluencia, producidos con la adición de pequeñas cantidades de estos dos elementos a los aceros de bajo contenido de carbono. En el mercado hay dos clases de aceros con trata­ miento térmico, para usos en la construcción. Los aceros al carbono con tratamiento térmico ya sea bien en su condición estándar o enfriados y templados; su endurecimiento se logra a base del contenido de carbono. Los aceros de aleación con tratamiento térmico para construcción son aceros enfriados y templados que contienen cantidades moderadas de elementos de aleación, además del carbono. Otra categoría general, marenvejecido (en inglés maraging), son los aceros de bajo contenido de car­ bono en aleación con alto contenido de níquel. Estas aleaciones se someten a tratamiento térmico para 5 .3 0 ■ Sección cinco madurar la estructura martensítica de hierro-ní­ quel. Los aceros marenvejecidos tienen una caracte­ rística particular debido a que son los aceros de grado para construcción que, en esencia, no tienen carbono. Su alta resistencia depende por completo de otros elementos de aleación. Esta clase de acero posiblemente ha abierto la puerta al desarrollo de toda una nueva serie de aceros sin carbono. Las designaciones de las especificaciones ASTM suelen utilizarse para clasificar los aceros estructura­ les que han estado en uso un tiempo suficiente para poder clasificarlos (tabla 9.1). Las "AASHTO Stan­ dard Spedfications for I íighway Bridges" (American Association of State Highway and Transportation Officials) contienen especificaciones similares. Estas especificaciones comprenden variables de produc­ ción como son procesos, contenido químico y trata­ miento térmico, así como mínimos de rendimiento en propiedades de tensión y dureza. La comparación de la composición química, en cuanto a carbono y otros elementos de aleación, puede utilizarse para distinguir entre sí los aceros estructurales. La mayoría de los aceros estructura­ les, excepto los aceros martensíticos, contiene car­ bono en cantidades entre 0.10 y 0.28%. Los aceros más antiguos tienen pocos elementos de aleación y suelen clasificarse como aceros al carbono. Los aceros que contienen cantidades moderadas de ele­ mentos de aleación, con menos de un 2 % de cual­ quier otro elemento, se llaman aceros con bajo contenido de aleación. Los aceros que contienen mayores porcentajes de elementos de aleación, como los aceros martensí ticos con 18% de níquel, se designan aceros con alto contenido de aleación. Las composiciones químicas específicas de los aceros estructurales clasificados se indican en las especifi­ caciones ASTM; las composiciones químicas típicas de otros aceros estructurales pueden obtenerse con los fabricantes. En ocasiones se utiliza un sistema de numera­ ción básica para describir el contenido de carbono y de aleación de los aceros. En el sistema de nume­ ración del American Iron and Steel Institute (AISI) para aceros con bajo contenido de aleación, los dos primeros números indican el contenido de aleación y los dos últimos indican el contenido nominal de carbono en fracciones de 0.01%. La lista completa de aceros AISI, con límites de composición y ban­ das de capacidad de temple, pueden encontrarse en el volumen 1 de Metals Handbook (American Society for Metals). El tratamiento térmico puede utilizarse como otro medio de clasificación. Los antiguos aceros estructurales al carbono y los aceros de alta resisten­ cia y bajo contenido de aleación no tienen trata­ miento térmico específico, pero sus propiedades se controlan por el proceso de laminación en caliente. Los aceros para construcción, y los aceros al carbono térmicamente tratados, recurren a un proceso de enfriamiento y templado para desarrollar sus pro­ piedades de alta resistencia. Los aceros ASTM A514 se someten a tratamiento térmico con enfriamiento por inmersión en agua o aceite a no menos de 1650"F, luego templando a no menos de 1100“F. Los aceros al carbono térmicamente tratados se some­ ten a una secuencia similar de enfriamiento y tem­ ple: austenización, enfriamiento con agua y, luego, temple a temperaturas entre 1000° y 1300°F. El tra­ tamiento térmico típico para los aceros marenveje­ cidos comprende el recocido a 1500'F durante una hora, enfriamiento con aire a la temperatura am­ biente y maduración a 900°F durante tres horas. El tratamiento de maduración para los aceros martensíticos puede variarse para obtener diferentes gra­ dos de resistencia. 5 .1 3 .2 Efectos de la m icroestructura de los ace ro s Las propiedades mecánicas observadas y medidas en escala macroscópica se basa en la microestructu­ ra constituyente del acero. Aunque hay variaciones en los detalles de la microestructura de un tipo particular de acero, debido a que la composición química y el tratamiento térmico varían de límites permisibles, las características de la microestructu­ ra pueden describirse para cada una de las clasifi­ caciones generales de los aceros estructurales. Si el acero se enfría con mucha lentitud desde su estado de fusión hasta la temperatura ambiente, adopta una forma característica que depende del porcentaje de carbono presente en la matriz de hie­ rro. Las formas presentes con cualquier combina­ ción de temperatura y composición se aprecian con facilidad en el diagrama de hierro-carbono de la figura 5.11. Es un diagrama de cuasiequilibrio que representa la situación para mía temperatura y composición dadas, sólo sí ha transcurrido suficien­ te tiempo para que el material alcance equilibrio termodinámico. En muchos aceros estructurales se producen intencionalmente estructuras fuera de M a teria le s para construcción Figu ra 5.11 ■ 5.31 Diagrama de equilibrio hierro-carbono. equilibrio, para obtener las propiedades mecánicas deseadas. La estructura de hierro es diferente en cada una de sus fases, como ocurre con el hielo, agua y vapor, que tienen estructuras diferentes en sus respectivos límites estables. La ferrita o hierro alfa es el hierro con estructura cúbica con cuerpo al centro, que se presenta a temperatura ambiente. La ferrita tiene baja solubilidad del carbono, por­ que el átomo de carbono es demasiado pequeño para una solución de sólidos sustituyente y dema­ siado grande para una solución de sólidos inters­ ticial (véase sección 5.12). La austenita, o hierro gamma, es la forma cristalina cúbica, con cara al centro del hierro, que es estable entre 1670 y 2550°F. (Estas temperaturas son para hierro puro. Véase la figura 5.11 para los límites completos de estabilidad de la fase gamma.) La estructura cúbi­ ca con cara al centro tiene intersticios más grandes que la ferrita, y por tanto, pueden tener más car­ bono en la estructura. La solubilidad máxima es de 2% de carbono por peso. El hierro delta es la forma cúbica, del hierro, con cuerpo al centro, que es estable a más de 2550”F. Las solubilidades rela­ tivas del carbono en la matriz de hierro desempe­ ñan una función im portante en las estructuras fuera de equilibrio que se tienen como resultado de ciertos tratamientos térmicos del acero. La combinación de hierro y carbono, represen­ tada por la línea vertical en el contenido 6.67% de carbono en la figura 5.11 se llama cementita (o carburo de hierro, Fe3C). El carbono en exceso del límite de solubilidad en el hierro forma esta segun­ da fase en la cual la estructura cristalina contiene átomos de hierro y de carbono en una relación de 3:1. La reacción eutectoide hierro-carbono, que ocu­ 5 .3 2 ■ Sección cinco rre como una declinación en la figura 5.11, para 0.8% de carbono, implica la formación simultánea de fernta y carburo a partir de austenita de composi­ ción eutectoide. Dado que la ferrita y el Fe3C se forman de manera simultánea, quedan íntimamen­ te mezclados. La mezcla, llamada perlita, tiene una estructura laminar compuesta por capas alternas de ferrita y de carburo. Las estructuras fuera de equilibrio producidas por un tratamiento térmico pueden representarse en una gráfica de tiempo-temperatura-transforma­ ción (TTT). Una curva típica l'l'l para un acero 1080 se ilustra en la figura 5.12. Cuando se disminuye la temperatura a menos del punto en el cual es estable la fase gamma (austenita), existe una fuerza de impulso para su transformación a la fase alfa (ferri­ ta). Esta transformación necesita algún tiempo, como se indica en la curva TTT; el tiempo y la trayectoria seguida por la temperatura determina la clase de estructura que se forme. Si la temperatura se mantiene justo abajo de la temperatura de transformación, se forma una perlita gruesa debido a los altos índices de difusión, los cuales permiten que el exceso de átomos de carbono se combine con grandes áreas de FejC. Con tempe­ raturas un poco más bajas, a las cuales la velocidad de difusión no es tan alta, se forma una perlita fina. Si la austenita inestable se enfría con suficiente ra­ pidez para evitar la difusión, el carbono presente permanece en solución, en vez de segregarse como un carburo. La estructura resultante con cuerpo en el centro es tetragonal en vez de cúbica, por la deformación en la estructura cristalina debido al exceso de átomos de carbono. Como no ocurre di­ fusión en la formación de esta estructura, llamada martensita (M en la figura 5.12), no hay demora de tiempo para esta reacción. El comienzo de la transformación martensítica está marcado M$ y la terminación está marcada Mf. La martensita es metaestable y su existencia no altera la validez del diagrama de equilibrio hierrrocarbono. Con tiempo suficiente y a temperaturas inferiores a la eutectoide, la solución sobresaturada de carbono en hierro se transforma en una mezcla alfa-carburo llamada martensita templada. La microestructura resultante no es laminar como en la perlita. El enfriamiento rápido de la austenita para que no llegue a la "nariz" de la curva TTT para formar martensita es un paso importante en el tratamiento térmico de los aceros. El temple posterior a tempe­ raturas un poco más elevadas producen aceros de buena tenacidad y alta resistencia para usos en la construcción. Las curvas TTT también se llaman curvas de transformación isotérmica (IT), debido a la forma como se producen: calentando pequeñas muestras en el intervalo de temperatura de la austenita, el tiempo suficiente hasta la transformación completa luego por enfriamiento y sostenimiento a diversas temperaturas más bajas. Después, las muestras se enfrían a la temperatura ambiente durante algunos intervalos de tiempo y se observan las etapas de la transformación. Aunque el diagrama IT se forma observando las transformaciones isotérmicas, a me­ nudo se utiliza como indicación de los resultados que pueden esperarse de transformaciones no iso­ térmicas. La publicación "Atlas of Isothermal Transformation Diagrams" (U.S. Steel Corp.) es una compilación útil de diagramas IT para una amplia variedad de aceros. Los aceros estructurales al carbono contienen alrededor de 0 .2 % de carbono, o sea una cantidad mayor de la que se puede disolver en una ferrita cúbica, con cuerpo en el centro, a la temperatura ambiente. Se utiliza poco tratamiento térmico con estos aceros; el control de la microestructura se logra con la composición química y el tipo de laminado en caliente. Los perfiles estructurales se suelen so­ meter a un proceso de laminación a baja tempera­ tura, el cual produce un tamaño uniforme de grano 1500 Y ESTABLE 1333°F ' " " " " a + CARBURO 1000 Y ^ y + a + CARBURO ■4—^- INESTABLE INICIO 500 Ms FINAL — ' y+ M 0 - M, i i i mui -200 0 1 1.0 10 i i i mi il 100 ............ 1 1000 TIEMPO, SEGUNDOS (ESCALA LOGARÍTMICA) Figura 5 .1 2 Curva de transformación isotérmica para un acero común al carbono (0.80%). M a teria le s para construcción pequeño. Al enfriar, el producto final es una estruc­ tura de ferrita fina y perlita (un conjunto laminar de ferrita y carburo de hierro). Los aceros de alta resistencia y bajo contenido de aleación derivan su aumento en resistencia a partir de una microestructura más fina y de un endurecimiento de la solución de sólidos (sección 5.12). Los elementos de aleación demoran la trans­ formación de la austenita en perlita y aportan ele­ mentos que entran en solución en la ferrita. Esta solución de sólidos endurece la ferrita. Los aceros al carbono, térmicamente tratados, se someten a enfriamiento por inmersión en agua cuando están en la fase austenita. Los productos resultantes (martensita) de la transformación a baja temperatura tienen elevada resistencia, pero son muy quebradizos (frágiles). El templado a unos 1200°F imparte mejor tenacidad y ductilidad con poca pérdida en la resistencia a la fluencia. Este templado da por resultado la formación de una matriz de ferrita. Las aleaciones para construcción térmicamente tratadas suelen ser estructuras martensíticas tem­ pladas. La temperatura de transformación martensítica (M$) es de unos 70CTF para estos aceros. La presencia de elementos de aleación retrae la "nariz" de la curva de transformación isotérmica, lo cual permite un endurecimiento más completo. Estos aceros se templan a unos 1200”F; a esa temperatura, los elementos presentes (Cr, V, Mo) formadores de carburo, ayudan a la formación de varios carburos de aleación estables. Los carburos de aleación for­ man una dispersión fina, que refuerzan al acero por endurecimiento por dispersión (sección 5.12). Los aceros m arenvejecidos deben su mayor resistencia a la formación de un precipitado a base de níquel, finamente disperso. Durante el proce­ so de maduración de los aceros marenvejecidos con 18% de níquel, se forman partículas muy finas en los sitios de dislocación. Estos precipitados son los que producen la resistencia tan elevada de los aceros marenvejecidos. La diferencia en el com­ portamiento mecánico entre estos precipitados a base de níquel y los precipitados de carburos que se encuentran en los aceros al carbono térmica­ mente tratados, parece ser lo que da su extraordi­ naria tenacidad a los aceros marenvejecidos. Efectos del ta m a ñ o del g ra n o ■ Cuando un acero al bajo carbono se calienta a una temperatura de rolado en caliente y forja, entre 1300 y 1600'F, se le ■ 5 .3 3 pueden desarrollar granos gruesos. Para algunas aplicaciones esta estructura puede ser deseable; por ejemplo, permite un endurecimiento relativamente profundo y, si el acero ha de utilizarse en servicio de temperatura elevada, tendrá mayor capacidad de carga y más carga de tracción sin deformación apreciable que si el acero tuviera granos finos. Los granos finos, sin embargo, mejoran muchas propiedades del acero: resistencia a la propagación de una grieta, plegabilidad y ductibilidad; en aceros templados en agua y en aceros revenidos se obtie­ nen límites elásticos más altos. Además, los aceros de grano fino y tratados térmicamente tienen menos distorsión, menos agrietamiento por temple y es­ fuerzos internos más pequeños. Durante la producción de un acero, el crecimien­ to de granos puede ser inhibido por una dispersión apropiada de inclusiones no metálicas, o por carbu­ ros que se disuelven lentamente o permanecen sin disolverse durante el enfriamiento. El método acos­ tumbrado de fabricar acero de grano fino utiliza la desoxidación de aluminio. En tales aceros, el agente inhibidor puede ser una dispersión submicroscópica de nitruro o de óxido de aluminio. Los granos finos también pueden ser producidos si se trabajan en caliente productos rolados o forjados, que de otra forma tendrían una estructura de grano grueso. La temperatura en la etapa final del trabajo en caliente determina el tamaño final del grano. Si la tempera­ tura de acabado es relativamente alta y los granos después del enfriamiento son gruesos, el tamaño se puede reducir por normalización. Esto requiere ca­ lentar el acero entre 1400 y 1800°F. Entonces se deja que el acero se enfríe en aire sin corrientes (la rapi­ dez de enfriamiento es mucho mayor que en el recocido). Los aceros de grano fino o grueso pueden recibir tratamiento térmico para que tengan grano grueso o fino. 5 .1 3 .3 A le a cio n e s d e ace ro Se puede comunicar una amplia gama de propieda­ des a los aceros al carbono simples por tratamiento térmico y al trabajarlos; pero la adición de elemen­ tos de aleación aumenta en gran medida aquellas propiedades o hace las operaciones de tratamiento térmico más fáciles y más sencillas. Por ejemplo, alta resistencia a la tracción y tenacidad combinadas, resistencia a la corrosión, corte de alta velocidad, y muchos otros usos especiales exigen aceros con con­ 5 .3 4 ■ Sección cinco tenido de aleación, pero el efecto más importante de las aleaciones es la influencia o la capacidad de temple. El aluminio restringe el crecimiento de granos durante el tratamiento térmico y acelera el endure­ cimiento de la superficie por nitruración. El cromo es un endurecedor, acelera la resisten­ cia a la corrosión y la resistencia al desgaste. El cobre acelera la resistencia a la corrosión at­ mosférica, y a veces se combina con molibdeno para este propósito en aceros con bajo contenido de car­ bono y en hierros. Refuerza el acero y aumenta el límite de elasticidad sin cambiar indebidamente la elongación o reducir el área. El manganeso, en bajas concentraciones, acelera el endurecimiento y las características de no defor­ mación y no contracción en aceros para herramien­ tas; en altas concentraciones, el acero es austenítico bajo condiciones ordinarias, es extremadamente te­ naz y se endurece con facilidad en el trabajo. Por lo tanto, se utiliza para dientes de cangilones de palas mecánicas, sapos de vías de ferrocarril, trituradoras de roca y aplicaciones similares. El molibdeno suele estar mezclado con otros elementos, en especial cromo y níquel. Aumenta la resistencia a la corrosión, eleva la resistencia a la tracción y el límite elástico sin reducir ductibilidad, favorece la carbocementación y mejora la resis­ tencia al impacto. El níquel mejora la resistencia a la tracción y el límite de elasticidad sin reducir la ductibilidad; au­ menta la tenacidad a baja temperatura mientras que los aceros ordinarios al carbón se hacen frágiles; favorece la carbocementación y, en altas concentra­ ciones, mejora la resistencia a la corrosión bajo se­ veras condiciones. Se utiliza muchas veces con cromo. El Invar contiene 36% de níquel. El silicio refuerza los aceros con bajo contenido de aleación, mejora la resistencia a la oxidación; con bajo contenido de carbono, produce acero para transformadores por la baja pérdida de histéresis y alta permeabilidad; en altas concentraciones, pro­ duce piezas fundidas duras y quebradizas, resisten­ tes a productos químicos corrosivos, útiles en líneas de plomería para laboratorios químicos. El azufre favorece el maquinado libre, en espe­ cial en aceros suaves. El titanio evita la corrosión intergranular de ace­ ros inoxidables, al impedir el vaciamiento del con­ torno del grano del cromo en operaciones tales como la soldadura y el tratamiento térmico. El tungsteno, el vanadio y el cobalto se utilizan todos en acero para herramientas de alta velocidad porque favorecen la dureza y la resistencia a la abrasión. El tungsteno y el cobalto también aumen­ tan la dureza a alta temperatura. Los aceros inoxidables de interés básico en cons­ trucciones son los aceros inoxidables forjados del tipo austenítico. Los aceros inoxidables austeníticos contienen cromo y níquel. El contenido total de metales de aleación no es menor de 23%, con el cromo a no menos del 16% y el níquel a no menos del 7%. Los aceros inoxidables que por lo común se utilizan tienen una resistencia a la tracción de 75 ksi y límite de elasticidad de 30 ksi cuando están reco­ cidos. Los aceros de acabado en frío pueden tener una resistencia a la tracción de hasta 125 ksi con un límite de elasticidad de 1 0 0 ksi. Los aceros inoxidables austeníticos son tena­ ces, fuertes y resistentes a impactos, pero se endu­ recen con facilidad en el trabajo; por esto, se puede presentar alguna dificultad en este punto con el maquinado y trabajo en frío. Estos aceros se pue­ den soldar fácilmente, pero es posible que sea necesario estabilizarlos (por ejemplos, los tipos AISI 321 y 347) contra la precipitación de carburo y la corrosión intergranular debida a la soldadura, a menos que se tomen precauciones especiales. De todos los aceros inoxidables, éstos tienen la mejor tenacidad y resistencia a desconchaduras a alta temperatura. Los tipos 303 y 304 son los conocidos aceros inoxidables 18-8 ampliamente usados para cons­ trucciones; estos tipos, y los 302 y 316, son los aceros inoxidables que más se utilizan. Cuando se necesita máxima resistencia a la corrosión, como es la resis­ tencia a corrosiones localizadas producida por agua de mar y productos químicos, los mejores son los tipos 316 y 317 que contienen molibdeno. Para resistencia a la corrosión atmosférica ordi­ naria, se utilizan algunos de los aceros inoxidables martensíticos y ferríticos que contienen de 15 a 20% de cromo y no contienen níquel. Los aceros marten­ síticos, en general, tienen un contenido que varía del 12 al 18% de cromo y de 0.08 a 1.10 de carbono. Su respuesta al tratamiento térmico es similar a la de aceros al carbono simples. Cuando el contenido de cromo varía de 15 a 30% y el contenido de carbo­ no sea menor a 0.35%, los aceros son ferrí ticos y no endurecibles. Los aceros al alto cromo son resisten­ tes a la corrosión oxidante y son útiles en plantas químicas. M a teria le s para construcción TABLA 5 .8 5 .3 5 Propiedades mecánicas mínimas especificadas de tubería estructural Designación ASTM Forma de producto Conformado A 500 Grado A Grado B Grado C Grado D Redondo A500 Grado A Grado B Grado C Grado D Redondo o conformado A501 Redondo o conformado A618 Grados la, Ib, II Paredes < i» in Paredes > ^ a lv¡ in Grado III 5 .1 3 .4 ■ Tubería p a ra ap licacio n es estru ctu rales La tubería estructural se prefiere a otros elementos de acero cuando se necesita resistencia a la torsión y cuando es estéticamente deseable una sección cerrada. Además, muchas veces la tubería estructu­ ral puede ser una opción económica para elementos de compresión sujetos a cargas de moderadas a ligeras. La tubería cuadrada y rectangular se fabri­ ca por formación, en frío o en caliente, de tubería redonda soldada o sin costura en un proceso conti­ nuo. Una tubería A500 de acero al carbono formada en frío (tabla 5.8) se obtiene en cuatro grados de resistencia en cada una de dos formas de producto, conformadas (cuadradas o rectangulares) o redon­ das. Se dispone de un límite de elasticidad mínimo de hasta 46 ksi para tubos conformados y de hasta 50 ksi para tubos redondos. Un tubo A501 es un producto de acero al carbono formado en caliente. Contiene un límite de elastici­ dad igual al del acero A36 en tubos que tienen un grosor de pared de 1 in o menos. Un tubo A618 es un producto HSLA (alta resis­ tencia y bajo contenido de elementos de aleación) formado en caliente. Ofrece un límite de elasticidad mínimo de 33 a 50 ksi, dependiendo del grado y Límite de elasticidad, ksi Tenacidad, ksi Alargamiento en 2 in, % 33 42 46 36 45 58 62 58 25 23 39 46 50 36 36 45 58 62 58 58 25 23 50 46 50 70 67 65 22 22 21 23 21 23 23 20 grosor de pared. Los tres grados tienen mejor resis­ tencia a la corrosión atmosférica. Los grados la e Ib se pueden utilizar desnudos para muchas aplica­ ciones cuando se exponen adecuadamente a la at­ mósfera. 5 .1 3 .5 P ro p ie d ad e s m e cá n ica s d e ace ro s estru ctu rale s Las propiedades del acero a la tracción se determi­ nan generalmente a partir de pruebas de tensión en muestras o cupones pequeños de acuerdo con procedimientos estándar de la ASTM. El comporta­ miento de los aceros en estas pruebas está cer­ canamente relacionado al de elementos de acero estructural bajo cargas estáticas. Debido a que, para aceros estructurales, los límites de elasticidad y los módulos de elasticidad determinados en tensión y compresión son casi los mismos, raras veces son necesarias las pruebas de compresión. La resistencia a la tracción de aceros estructura­ les se encuentra generalmente entre 60 y 80 ksi para los grados de carbono y de baja aleación, y entre 105 y 135 ksi para los aceros con contenido de aleación templados y revenidos (A514). Los límites elásticos aparecen en la tabla 9.1. La elongación en 2 in, una 5 .3 6 ■ Sección cinco ALEACIÓN DE ACERO Figura 5 .1 3 Curvas típicas de esfuerzos y defor­ maciones para aceros estructurales. medida de ductibilidad, generalmente excede de 20%, excepto para aceros A514. El módulo de elas­ ticidad es por lo general cercano a los 29 000 ksi. En la figura 5.13 se ilustran las curvas típicas de esfuerzos y deformaciones para varios tipos de ace­ ros. La porción inicial de las curvas se muestra a una escala amplificada en la figura 5.14; indica que hay un límite elástico inicial para los aceros estructura­ les en el que no hay deformación permanente al retirar la carga. El módulo de elasticidad £, que está dado por la pendiente de las curvas, es casi una constante de 29 000 ksi para todos los aceros. Para los aceros al carbono, alta resistencia y bajo conteni­ do de elementos de aleación, el límite inelástíco en donde las deformaciones exceden a las del límite elástico consta de dos partes: inicialmente, un límite plástico ocurre cuando los aceros ceden, es decir, la deformación aumenta sin que haya aumento del esfuerzo. Luego sigue un límite de endurecimiento de deformación en el que un aumento en la defor­ mación se acompaña de un aumento importante en el esfuerzo. Las curvas de la figura 5.14 también muestran un límite de elasticidad superior e inferior para aceros al carbono, y de alta resistencia y bajo conte­ nido de aleación. El límite de elasticidad superior es el indicado en especificaciones estándar para los aceros. En contraste, las curvas no indican un límite de elasticidad para los aceros tratados térmicamen­ te. Para estos aceros, la ASTM 370, "Mechanical Testing of Steel Products,” reconoce dos formas de indicar el esfuerzo al cual hay una desviación con­ siderable a partir de la proporcionalidad entre es­ fuerzo y deformación. Una forma, aplicable a aceros con un límite de elasticidad especificado de 80 ksi o menos, es definir el límite de elasticidad como el esfuerzo al cual una muestra de prueba alcanza una extensión de 0.5% bajo carga (0.5% EUL). La segunda forma es definir el límite elástico como el esfuerzo al cual una muestra de prueba alcanza una deformación (desplazamiento) 0 .2 % mayor que la de comportamiento elástico. El límite de elasticidad y el límite elástico se conocen también como carga de deformación remanente. La ductibilidad se mide en pruebas de tensión por la elongación porcentual sobre una longitud dada de referencia, por lo general 2 u 8 in, o por la reducción porcentual de área de sección transver­ sal. La ductibilidad es una propiedad importante porque permite la redistribución de esfuerzos en elementos continuos y en puntos de esfuerzos loca­ les altos. La tenacidad se define como la capacidad de un acero para absorber energía; cuanto más alta sea la capacidad, mayor será la tenacidad. Determinada por el área bajo la curva de esfuerzo-deformación, la tenacidad depende tanto de la resistencia como de la ductibilidad del metal. La resistencia a la propagación de grietas es la tenacidad de la región de ranuras u otras concentraciones de esfuerzo. Una medida cuantitativa de la resistencia a la pro­ pagación de grietas es la tenacidad de fractura, que se determina por mecánica de fracturas a partir de relaciones entre esfuerzos y el tamaño de una falla. El coeficiente de Poisson, que es la relación entre una deformación transversal y una axial, tam­ bién se mide en pruebas de tensión. Se puede tomar como 0.30 en la escala elástica y 0.50 en la escala plástica para aceros estructurales. Los aceros de gran resistencia y bajo contenido de elementos de aleación son tan importantes en construcción como los aceros al carbono. Las series A242, además de tener un límite elástico conside­ rablemente más alto que los aceros estructurales al carbono, también tienen de cuatro a seis veces más resistencia a la corrosión de un acero al carbono A36 sin cobre. Un A441 es un acero al manganeso-vana­ dio con 0 .2 0 % de contenido de cobre como mínimo M ateria le s para construcción ■ 5 .37 Figura 5 .1 4 Amplificación de la porción inicial de las curvas de esfuerzos y deformaciones de la figura 5.13 y se destina básicamente para construcciones solda­ das. Tiene alrededor de dos veces la resistencia a la corrosión que los aceros al carbono. Los aceros A588 tienen propiedades semejantes, pero su química diferente hace posible un límite elástico de 50 ksi en grosores hasta de 4 in, en tanto que el límite elástico de aceros A441 disminuye de 50 a 46 ksi para gro­ sores mayores de V< in y a 42 ksi para grosores de más de 1 Vi pulgadas. La propiedad principal de los aceros A514 es su elevado límite elástico, que es casi tres veces el del A36. Los aceros con aleación y tratados tér­ micamente, para construcción, también muestran buena tenacidad en amplios márgenes de tempe­ raturas y excelente resistencia a la corrosión at­ mosférica. La ASTM también ha preparado una especifica­ ción general, la A709, para acero estructural para 5 .3 8 ■ Sección cinco puentes, que comprende los grados que por lo ge­ neral se usaron antes. El trabajo en frío de aceros estructurales, es decir, la conformación de placas o formas estruc­ turales en otras formas a la temperatura ambiente, cambia varias propiedades de los aceros. Las de­ formaciones resultantes están dentro de los límites del endurecimiento por tratamiento mecánico. El límite elástico aumenta pero la ductibilidad dismi­ nuye. (Algunos aceros se rolan en frío para obte­ ner mayores resistencias). Si un elemento de acero se deforma hasta quedar dentro de los límites de endurecimiento por tratamiento mecánico, se le retira la carga y luego se deja envejecer a la tem­ peratura ambiente o a temperaturas moderada­ mente elevadas (proceso llamado envejecim iento mecánico), el límite elástico y la resistencia a la tracción aumenta pero la ductibilidad disminuye. El tratamiento térmico se puede emplear para mo­ dificar los efectos del trabajo en frío y del enveje­ cimiento mecánico. La martensita al hierro-níquel y sin carbono, que es el material base para el endurecimiento estructu­ ral, es relativamente suave y dúctil si se compara con la martensita que contiene carbono; pero la martensita al hierro-níquel se hace dura, fuerte y tenaz cuando se envejece. Por esta razón, los aceros al níquel muy bajos en carbono se pueden trabajar cuando se encuentran en una condición martensítica comparativamente dúctil y, después, se pueden reforzar mediante un sencillo tratamiento de enve­ jecimiento. El grado de deform ación también cambia las propiedades de tracción de aceros estructurales. En una prueba ordinaria de tracción, la carga se aplica lentamente. Los datos resultantes son apropiados para el diseño de estructuras para cargas estáticas. Para el diseño de aplicaciones rápidas de cargas, como en el caso de cargas de impacto, se requieren los datos de las pruebas de tensión rápida; tales pruebas indican que el límite elástico y la resistencia a la tracción aumentan pero la ductibilidad y la relación entre resistencia a la tracción y límite elás­ tico disminuyen. Las altas tem peraturas afectan también las pro­ piedades de aceros estructurales. A medida que las temperaturas aumentan, la curva de esfuerzos y deformaciones se hace más redondeada y la resis­ tencia a la tracción y el límite elástico, bajo la acción del envejecimiento mecánico, disminuyen. El coefi­ ciente de Poisson no resulta afectado de manera importante, pero el módulo de elasticidad disminu­ ye. La ductibilidad se reduce hasta que alcanza un valor mínimo. Entonces, se eleva con un aumento en temperatura y se hace más grande que la ducti­ bilidad a temperatura ambiente. Las bajas tem peraturas, en combinación con el esfuerzo de tracción y especialmente con discon­ tinuidades geométricas tales como ranuras, aguje­ ros para tornillos y soldaduras, puede ocasionar una falla por fragilidad. Ésta es una falla que se presenta por fisura, con poca indicación de defor­ mación plástica. Una falla dúctil, en contraste, ocurre principalmente por esfuerzo cortante, por lo general precedido por deformación plástica grande. Una de las pruebas que más se utilizan para clasificar aceros por su resistencia a fractura por fragilidad es la prueba Charpy de ranura en V, misma que evalúa la tenacidad de ranura a temperaturas específicas. La dureza se utiliza en la producción de aceros para calcular la resistencia a la tracción y para comprobar la uniformidad de resistencia a la trac­ ción en varios productos. La dureza se determina como un número relacionado con la resistencia a la indentación. Se puede utilizar cualquiera de di­ ferentes pruebas, y los números resultantes de dureza dependen del tipo de penetrador y carga; éstos deben indicarse cuando se dé un número de dureza. Las pruebas de dureza que generalmente se emplean son la Brinell, Rockwell, Knoop y Vickers. La norma ASTM A370, "M echanical Testing of Steel Products," contiene tablas que relacionan entre sí los números de dureza de las diferentes pruebas y la correspondiente resistencia a la trac­ ción aproximada. La fluencia, que es un cambio gradual en defor­ mación bajo esfuerzo constante, no es por lo general un factor de importancia para armazones de acero estructural excepto en incendios. La fluencia suele presentarse en altas temperaturas o esfuerzos rela­ tivamente altos, o en ambos. El relajam iento, que es una disminución gra­ dual en carga o esfuerzo bajo deformación constan­ te, es un asunto importante en la aplicación de tendones de acero para pretensar. Con alambres o hilos de acero, el relajamiento puede ocurrir a la temperatura ambiente. Para reducirlo de manera considerable se puede emplear hilo estabilizado o de bajo relajamiento, lo que se logra al pretensar el hilo a una temperatura de alrededor de 600°F. Per­ manece una elongación cercana al 1 % y aumenta el M a teria le s para construcción límite elástico a casi 5% sobre el hilo sin tensión (con tratamiento térmico pero no tensionado). Los esfuerzos residuales permanecen en ele­ mentos estructurales una vez que se hayan lamina­ do o trabajado; también resultan por enfriamiento irregular después del laminado. En un elemen­ to soldado, los esfuerzos residuales de tracción se forman cerca de la soldadura y los compresivos en otras partes. Las placas con bordes laminados tie­ nen esfuerzos residuales compresivos en los bordes, en tanto que los bordes cortados con soplete tienen esfuerzos residuales de tracción. Cuando se aplican cargas a tales elementos, puede tener lugar alguna deformación donde se presenten esfuerzos residua­ les. Sin embargo, debido a la ductibilidad del acero, el efecto en la resistencia a la tracción no es de importancia pero la resistencia al pandeo de colum­ nas puede reducirse. 5 .1 3 .6 Fatiga de acero s estructurales Cuando se somete a cargas cíclicas, en especial cuando se presentan inversiones de esfuerzos, un elemento estructural puede fallar finalmente debi­ do a grietas que se forman y propagan. Conocido como falla por fatiga, esto puede ocurrir a niveles de esfuerzo bien por abajo de la carga de deforma­ ción remanente. La resistencia por fatiga se puede determinar mediante una prueba de viga giratoria, de plegado o de carga axial. En estas pruebas, las muestras se someten a esfuerzos que varían, por lo general en un límite constante de esfuerzo entre esfuerzos máximo y mínimo hasta que ocurre la falla. Los resultados de las pruebas se grafican en un diagrama S-N, donde S es el esfuerzo máximo (resistencia a la fatiga) y JV es el número de ciclos hasta la falla (longevidad a la fatiga). Estos diagra­ mas indican que la resistencia a la fatiga de un acero estructural decrece con un aumento en el número de ciclos hasta que se alcance un valor mínimo, que es el lím ite de fatiga. Presumiblemente, si el esfuerzo máximo no excede al límite de fatiga, se puede aplicar un número ilimitado de ciclos de esa relación entre esfuerzo máximo y mínimo sin que ocurra falla alguna. Con la tensión considerada como positiva y la compresión como negativa, las pruebas también demuestran que a medida que disminuye la relación entre el esfuerzo máximo y el mínimo se reduce de modo considerable la resisten­ cia a la fatiga. ■ 5 .3 9 Como las pruebas se hacen en muestras pulidas y el acero recibido de una planta tiene una superficie rugosa, los datos de fatiga para diseño deben obte­ nerse de pruebas hechas en un material tal como se reciba. Las pruebas indican además que los aceros con aproximadamente la misma resistencia a la tracción tienen casi la misma resistencia a la fatiga. De aquí que el diagrama S-N obtenido para un acero se puede utilizar para otros aceros que tengan más o menos la misma resistencia a la tracción. 5 .1 3 .7 P ro p ie d ad e s de c iza lla d u ra de ace ro s estru ctu rales El coeficiente de rigidez de elasticidad G es la rela­ ción entre el esfuerzo cortante y la deformación por esfuerzo cortante durante el comportamiento elás­ tico inicial. Se puede calcular mediante la ecuación (6.5) a partir de valores del módulo de elasticidad y la relación de Poisson, desarrollada en pruebas de esfuerzos y deformaciones de tensión. Por lo tanto, G para aceros estructurales se toma generalmente como 1 1 0 0 0 ksi. La resistencia al esfuerzo cortante, o esfuerzo de cizalladura en una falla de esfuerzo cortante puro, varía de 0.67F, a 0.75F, para aceros estructu­ rales, donde F, es la resistencia a la tracción. El límite elástico en cizalladura es de alrededor de 0.5 7F,. 5 .1 3 .8 Efectos d e m étodos de producción de ace ro El procesamiento de aceros después de la conver­ sión de arrabio en acero en un homo tiene una importante influencia en las características de los productos finales. El procedimiento general es como sigue: el acero fundido a alrededor de 2900°F se vacía en una olla de acero, que es un recipiente abierto y recubierto de refractario. Los materiales de aleación y los desoxidantes se pueden agregar du­ rante la sangría de la hornada o en la olla; de ésta, el metal líquido se vacía en moldes, donde se soli­ difica. Estas piezas fundidas, llamadas lingotes, se colocan luego en hornos especiales llamados fosos de impregnación, en donde se mantienen a la tem­ 5.40 ■ Sección cinco peratura deseada para forja hasta que la tempera­ tura sea uniforme en toda la pieza. El acero se enfría de manera irregular en un mol­ de, debido a que el líquido en las paredes del molde se solidifica y se enfría más rápidamente que el metal del interior del lingote. Se desprenden gases disueltos en el líquido, principalmente oxígeno, a medida que el líquido se enfría. Pueden resultar cuatro tipos de lingote: desoxidado, semicalmado, de efervescencia interrumpida (chapa colocada en la parte alta de la lingotera cuando está llena) y parcialmente desoxidado, dependiendo de la canti­ dad de gases disueltos en el líquido, del contenido de carbono del acero y de la cantidad de desoxidan­ tes que se agreguen al acero. Un lingote por completo desoxidado no desa­ rrolla gases; el acero fundido está quemado en el molde. La superficie de la parte superior se solidi­ fica en forma relativamente rápida. Abajo de la parte superior se forma un rechupe, que es una cavidad de contracción que se llena de modo in­ termitente. Los aceros desoxidados por completo suelen vaciarse en moldes con su extremo más grande hacia arriba, con mazarotas calientes para confinar el rechupe a la mazarota caliente, que luego se desecha. Un lingote semicalmado desa­ rrolla una pequeña cantidad de gas que, al quedar atrapado cuando el metal se solidifica, forma am­ pollas en la porción superior del lingote. En un lingote de efervescencia interrumpida se des­ prenden óxidos de carbono durante la solidifica­ ción, un hervor que es ocasionado por evolución de gases que obliga al acero a subir. Este proceso se detiene mediante un tapón asegurado al molde. Las fuertes corrientes ascendentes a lo largo de los costados del molde eliminan las burbujas que de otro modo se formarían en la porción superior del lingote, pero estas burbujas se forman en la por­ ción inferior, separadas de las paredes del molde por una gruesa pared sólida. En un lingote par­ cialm ente desoxidado ocurre un fuerte despren­ dimiento de óxido de carbono y se confinan las burbujas sólo a la parte inferior del lingote. En aceros parcialmente desoxidados, los efectos de la segregación son tan marcados que las regiones interiores y exteriores difieren de manera suficien­ te en composición química que parecen aceros diferentes. La frontera entre estas regiones es cla­ ra. Los aceros parcialmente desoxidados se prefie­ ren cuando es importante el acabado superficial y los efectos de la segregación no son perjudiciales. Los aceros desoxidados y semicalmados requie­ ren costos adicionales para desoxidantes si el con­ tenido de carbono es bajo, y los productos de desoxidación forman inclusiones no metálicas en el lingote. En consecuencia, muchas veces es ventajo­ so para los productores de aceros hacer aceros con bajo contenido de carbono por el procedimiento de lingote de efervescencia interrumpida o parcial­ mente desoxidado, y aceros al alto carbono por el de lingote desoxidado o semicalmado. Un rechupe, o mazarota de contracción, suele ser lo suficientemente pequeño en la mayor parte de los aceros para ser eliminado por la laminación. Las burbujas del interior de un lingote, pequeños hue­ cos formados por gases atrapados, por lo general se eliminan durante el rolado. Si se extienden a la superficie, pueden ser oxidadas y formar costuras cuando el lingote sea rolado, porque el metal oxida­ do no puede soldarse. Los lingotes correctamente hechos tienen una pared bastante gruesa sobre las burbujas para evitar la oxidación. Los aceros de efervescencia interrumpida se pro­ ducen en una forma muy semejante a la de los parcialmente desoxidados pero con menos des­ prendimiento de óxido de carbono durante la soli­ dificación; los aceros de efervescencia interrumpida tienen menos segregación. Se utilizan para hacer lá­ minas, perfiles, plancha para tubos, hojalata, alam­ bre y barras. El acero semicalmado se desoxida menos que el desoxidado. La mayor parte de la desoxidación se efectúa con adiciones de un desoxidante a la olla. Los aceros semicalmados se utilizan en formas es­ tructurales y placas. Los aceros desoxidados generalmente se desoxi­ dan por adiciones tanto en el horno como en la olla; suelen agregarse compuestos de silicio al horno para reducir el contenido de oxígeno del metal lí­ quido y detener la oxidación de carbono (bloquear la colada). Esto también permite la adición de ele­ mentos de aleación que son susceptibles a la oxi­ dación. El silicio u otros desoxidantes, como el aluminio, vanadio y titanio, se pueden agregar a la olla para completar la desoxidación. El aluminio, el vanadio y el titanio tienen el benéfico efecto adicio­ nal de inhibir el crecimiento de granos cuando el acero es normalizado. (En condiciones de laminado en caliente, estos aceros tienen aproximadamente el mismo tamaño de granos de ferrita que los aceros semicalmados.) Muchas veces se especifican aceros desoxidados, que han sido desoxidados con alumi­ M a teriales para construcción nio y silicio (práctica de grano fino), para aplicacio­ nes de construcción por su mejor resistencia a la propagación de grietas y menores temperaturas de transición que los aceros semicalmados de la misma composición. 5 .1 3 .9 Efectos de la m in a d o en caliente Las placas y formas para construcción se pueden fabricar por fundición y laminado de lingotes o por proceso de fundición con solidificación continua. La mayor parte de las placas y formas se hacen por lingotes laminados en caliente, pero, por lo general, los productos finales no son laminados directamen­ te a partir de lingotes. Primero, los lingotes se redu­ cen en sección transversal en paquetes, desbastes y tochos, ya que estas formas permiten la corrección de defectos antes del laminado final, el corte en tramos convenientes para el laminado final, el reca­ lentamiento para laminado posterior y transferen­ cia a otros trenes de laminación, si se desea, para ese procesamiento. La norma ASTM A6 exige que el material para entrega "debe estar libre de defectos perjudiciales y debe tener un acabado bien hecho". La especifica­ ción permite a los fabricantes acondicionar placas y formas "para eliminar imperfecciones superficiales perjudiciales o depresiones superficiales por esme­ rilado, o desbaste y esm erilado.. . " Las placas producidas a partir de desbastes rec­ tangulares, o directamente de lingotes, se distin­ guen de las láminas, perfiles y barras planas por las limitaciones de la ASTM A6 en cuanto a medidas. En general, las placas son más pesadas, por ft lineal, que estos otros productos. Las placas cortadas, o placas cortadas en los cuatro bordes, se hacen en rodillos horizontales y rectos y después se cortan en todos los bordes. Las placas universales, o placas universales cortadas a medida, se forman entre ro­ dillos verticales y horizontales y luego se cortan sólo en los extremos. Al gimas de las placas pueden recibir tratamiento térmico, dependiendo del grado de acero y uso para el que se destinen. Para acero al carbón, el trata­ miento puede ser recocido, normalización y estabi­ lización o eliminación de esfuerzos internos. Las placas de acero de alta resistencia y bajo contenido de elementos de aleación, para la construcción, pue­ den ser templadas y revenidas. ■ 5.41 Las formas se laminan a partir de tochos que primero se recalientan a 2250°F. Los rodillos redu­ cen gradualmente los tochos plásticos a las formas v medidas deseadas. Las formas se cortan entonces con una sierra caliente a la longitud necesaria para su manejo adecuado. La estructura interna y muchas propiedades de placas y formas están determinadas principalmente por la química del acero, proceso de laminado, con­ diciones de enfriamiento después del laminado, y tratamiento térmico, cuando se use. Como resultado del laminado en caliente, la ductibilidad y plegabilidad (facilidad para doblarse) son mucho mejores en la dirección longitudinal que en la transversal, y estas propiedades son más deficientes en la dirección del grosor. La rapidez de enfriamiento después del lami­ nado determina la distribución de ferrita y el tamaño de los granos de la ferrita. El laminado, sin embargo, puede inducir esfuerzos residuales en placas y en formas. Incluso otros efectos son consecuencia del grosor final del material laminado en caliente. El material más grueso necesita menos lamina­ do, la temperatura del laminado de acabado es más alta y la rapidez de enfriamiento es más lenta que para un material delgado. Como resultado de lo anterior, el material delgado tiene una superior microestructura. Además, el material más grueso pue­ de tener un estado de esfuerzo menos favorable debido a concentraciones de esfuerzos como son las diminutas grietas e inclusiones, y los esfuerzos re­ siduales. En consecuencia, en un material delgado se forman resistencias a la tracción y límites elásti­ cos más elevados que en un material grueso del mismo acero. Las especificaciones de la ASTM para aceros estructurales reconocen esto al fijar general­ mente límites de elasticidad menores para un mate­ rial más grueso. El acero A36, sin embargo, tiene el mismo límite de elasticidad para todos los grosores. Para lograr esto, la química varía para placas y formas y para placas delgadas y gruesas. Las placas más gruesas contienen más carbono y manganeso para elevar el límite de elasticidad, lo que no se puede hacer para aceros de alta resistencia por el efecto adverso en la resistencia a la propagación de grietas, la ductibilidad y la soldabilidad. El material delgado tiene mayor ductibilidad que el grueso del mismo acero. Como la normaliza­ ción refina la estructura granular, el material grueso mejora relativamente más con la normalización que el material delgado. La mejoría es aun mayor con aceros desoxidados con silicio y aluminio. 5 .4 2 ■ 5 .1 3 .1 0 Sección cinco Efectos de p u n zo n a d o s y cortes El punzonado de agujeros y el corte durante la fabricación son operaciones de trabajo en frío que pueden ocasionar fallas por fragilidad. Los agujeros para tomillos, por ejemplo, se pueden formar por taladro, punzonado, o punzonado seguido de rima­ do. El punzonado es una operación drástica de trabajo en frío en el borde de un agujero del mate­ rial, lo que hace que el acero sea menos dúctil. Además, hay la posibilidad de que el punzonado ocasione grietas cortas que se prolongan radialmen­ te a partir del agujero. Por lo tanto, una falla por fragilidad puede iniciarse en el agujero cuando el elemento se someta a esfuerzos. Rimar un agujero después de punzonarlo puede eliminar las grietas radiales cortas y el riesgo de fragilización. Para este propósito, el diámetro del agujero debe aumentarse de Vi* a Vi in por el rimado, dependiendo del grueso del material y el diámetro del agujero. El corte tiene casi los mismos efectos que el punzonado. Si los bordes cortados han de dejarse expuestos, deben cortarse los bordes con soplete Vi6 in o más material según sea el grosor. Obsérvese también que el maquinado bruto, por ejemplo, he­ cho en canteadoras que hagan un corte profundo, puede producir los mismos efectos que el corte o el punzonado. 5 .1 3 .1 1 S o ld ad u ra La soldadura por fusión es un proceso para unir metales al deterretirlos o fundirlos, al mismo tiem­ po que se deposita un material de aporte en la junta entre ellos. Durante la soldadura, la parte del metal de base cerca de la unión y todo el metal de aporta­ ción se funden. Debido a la buena conductividad térmica del metal, se forma un gradiente de tempe­ ratura que varía desde el punto de fusión en la zona de fusión hasta la temperatura ambiente a cierta distancia de la zona de soldadura. Las características generales de soldadura de los diversos tipos de metales ferrosos son como sigue: El hierro m aleable se forja, en el ideal, pero puede soldarse por otros métodos si el metal de base se funde por completo. La escoria se funde primero y puede confundir a operarios no capacitados. Los hierros y aceros al bajo carbono (0.30%C o menos) se sueldan fácilmente y no requieren preca- lentamiento o recocido subsecuente, a menos que deban eliminarse esfuerzos residuales. Los aceros con contenido m edio de carbono (0.30 a 0.50%C) pueden soldarse mediante los diver­ sos procesos de fusión. En algunos casos, en especial en acero con más de 0.40% de carbono, puede nece­ sitarse precalentamiento y tratamiento térmico sub­ secuente. Los aceros al alto carbono (0.50 a 0.90%C) son más difíciles de soldar y, en especial en soldadura de arco, es posible que sea necesario precalentarlos a por lo menos 500°F y subsecuentemente calentar­ los entre 1200 y 1450°F. Para soldadura con gas, muchas veces se utiliza flama carburizante. Debe tenerse cuidado de no destruir el tratamiento térmi­ co al que pueden haberse sometido los aceros al alto carbono. Los aceros para herram ienta (0.80 a 1.50%C) son difíciles de soldar. Para una buena operación de soldadura se necesita precalentamiento, posrecoci­ do, tratamiento térmico, electrodos especiales de soldadura y gran cuidado. La soldadura de aceros estructurales está regida por la norma AWS D l.l "Structural Welding Code" de la American Welding Society, la "Specification for the Design, Fabrication and Erection of Structu­ ral Steel for Buildings" del American Institute of Steel Construction, o por un reglamento local de construcciones. La AWS D l.l especifica las pruebas a utilizar en la homologación de soldadores y los tipos de soldaduras. La especificación del AISC y muchos reglamentos de construcción exigen, en ge­ neral, que sólo se utilicen soldaduras aprobadas y que sean aplicadas sólo por soldadores calificados. El calor necesario para la soldadura por fusión se puede producir por combustión simultánea de gases como el oxígeno y el acetileno en un soplete de soldadura, pero es más común obtenerlo por arco eléctrico. El arco puede formarse ya sea entre el trabajo y un electrodo consumible, que también sirve como material de aporte, o entre el trabajo y un electrodo no consumible agregando un metal externo de aporte. Por lo general se dispone de un entorno protec­ tor para garantizar la solidez de la soldadura. Esta atmósfera inerte también se puede formar por la descomposición de las capas de los electrodos de soldadura, u obtenerse por otros medios. Hay va­ rios procesos de soldadura en uso común en la actualidad. La soldadura de arco metálico prote­ gido puede utilizar electrodos revestidos o tener M a teria le s para construcción electrodos desnudos que pasan por un charco de metal fundido que se mantenga por separado (sol­ dadura de arco sumergido). La soldadura de gas inerte de arco de metal consumible se realiza bajo la protección de un gas inerte de protec­ ción que proviene de una boquilla. La soldadura de gas inerte de arco de tungsteno también utiliza gas inerte de protección pero emplea un electrodo de tungsteno que prácticamente no se consume. En uniones donde se necesitan metales de aporta­ ción con un arco de tungsteno, una varilla de apor­ tación se alimenta en la zona de soldadura y se funde con el metal de base, como en el proceso de oxiacetileno. Estos procesos se pueden emplean manualmente o en equipo semiautomático o auto­ mático, donde el electrodo se puede alimentar de manera continua. La soldadura de espárragos se emplea para fundir espárragos metálicos o partes similares, a otras partes de acero, por el calor de un arco eléc­ trico. Por lo general se utiliza una pistola de soldar por puntos para formar y controlar el arco, y para aplicar presión a las partes a unir. En el extremo a soldar, el espárrago está equipado con un casqui1 1 o de cerámica que contiene fundente y que tam­ bién protege parcialmente la soldadura cuando está fundida. El precalentam iento antes de soldar reduce el riesgo de falla por fragilidad. Inicialmente, su principal efecto es reducir el gradiente de tempe­ ratura entre la soldadura y la base metálica adya­ cente. Ello hace menos probable la formación de grietas durante el enfriamiento y brinda un escape al hidrógeno, que es una posible fuente de fragilización. Un efecto ulterior del precalentamiento es una mejor ductibilidad y más resistencia a la pro­ pagación de grietas en los metales de base y de soldadura, y una menor temperatura de transición de la soldadura. No obstante lo anterior, cuando se utilizan procesos de soldadura que depositan metal de soldadura bajo en hidrógeno, y se man­ tiene un adecuado control de humedad, se puede eliminar la necesidad del precalentamiento. Tales procesos comprenden el uso de electrodos con bajo contenido de hidrógeno y soldadura de arco inerte y de arco sumergido. El rápido enfriamiento de una soldadura puede tener efecto adverso. Una razón por la que las capas de arco que no depositan metal son peligrosas es que el metal calentado se enfría en forma muy rápida, lo que ocasiona una fuerte fragilización; ■ 5.43 estas capas de arco deben eliminarse por completo. El material debe precalentarse, para evitar endure­ cimiento local, y el metal soldado debe depositarse para llenar la depresión. La soldabilidad de aceros estructurales está in­ fluenciada por su contenido químico. El carbono, manganeso, silicio, níquel, cromo y cobre, por ejem­ plo, tienden a tener un efecto adverso, en tanto que el molibdeno y el vanadio pueden ser benéficos. Para relacionar la influencia del contenido químico sobre las propiedades estructurales del acero y la soldabilidad, se ha propuesto el uso del equivalente del carbono. Una fórmula sugerida es Ceq - c + donde Mn Si + 4 (5.2) C = contenido de carbono, % Mn = contenido de manganeso, % Si = contenido de silicio, % Otra fórmula propuesta incluye más elementos: _ c^ donde Mn c +^ Ni = Cr = Mo = V = Cu = Ni Cr +m + w contenido contenido contenido contenido contenido Mo V Cu “ ^ - T Ó + ^ó /c (53) de níquel, % de cromo, % de molibdeno, % de vanadio, % de cobre, % Es evidente que el equivalente de carbono está relacionado con la rapidez máxima a la que la soldadura y el metal de base adyacente se pueden enfriar después de soldar, sin que se presente fisu­ ra ción debajo del cordón de soldadura. Cuanto más alto sea el equivalente de carbono, menor será la rapidez de enfriamiento permisible. Del mismo modo, cuando mayor sea el equivalente de carbo­ no, más importante será el uso de precalentamien­ to y de electrodos de bajo contenido de hidrógeno. Es necesario tomar precauciones para reducir al mínimo la absorción de hidrógeno por el metal soldado y la zona afectada por el calor. El hidrógeno tiende a fragilizar el acero y ocasiona fisuración debajo del cordón de la soldadura depositada. Ade­ más de proporcionar una atmósfera protectora, puede ser necesario hornear los electrodos para asegurarse que su contenido de humedad es bajo en el momento de usarlos. 5 .4 4 ■ 5 .1 4 Sección cinco Lám in as y perfiles de acero p a ra ap licacio n es estructurales Las láminas y perfiles de acero se utilizan para muchas aplicaciones estructurales, incluyendo ele­ mentos formados en frío en la construcción de edi­ ficios y el revestimiento resistente de equipo de transporte. Las propiedades mecánicas de varios de los aceros en lámina que se usan con más fre­ cuencia se presentan en la tabla 5.9. La norma ASTM A570 comprende siete grados de resistencia de láminas y perfiles de acero al car­ bono, laminadas en caliente y sin revestimiento. (Ver norma ASTM A611 para lámina de acero al carbono laminada en frió). La A446 comprende va­ rios grados de láminas galvanizadas de acero al carbono. Los diversos pesos de recubrimientos de zinc disponibles para láminas A446 proporcionan excelente protección a la corrosión en muchas apli­ caciones. La A607, disponible en seis niveles de resisten­ cia, comprende láminas y perfiles de acero de alta resistencia, bajo contenido de aleación de colom­ bio o vanadio, o ambos, y laminadas en caliente y en frió. El material puede suministrarse cortado o en rollos. Se destina para estructuras o usos varios en donde son importantes la resistencia y el aho­ rro en peso. La A607 se fabrica en dos clases, cada una con seis niveles similares de resistencia, pero la TABLA 5 .9 Propiedades mecánicas mínimas especificadas para lámina y perfiles de acero para aplica­ ciones estructurales Designación ASTM A446 Grado A Grado B Grado C Grado D Grado E Grado F A 570 Grado 30 Grado 33 Grado 36 Grado 40 Grado 45 Grado 50 Grado 55 A606 A607 Grado Grado Grado Grado Grado Grado 45 50 55 60 65 70 Condición final Límite de Tenacidad, elasticidad, ksi ksi Alargamiento, % en 2 in * en 8 in Galvanizado 20 18 16 12 33 37 40 50 80 50 45 52 55 65 82 70 30 33 36 40 45 50 55 50 45 45 49 52 53 55 60 65 70 70 65 65 25 23 22 21 19 17 15 22 22 22 45 50 55 60 65 70 60+ 65+ 70+ 75+ 80+ 85+ 25-23 2 2 -2 0 20-18 18-16 16-14 14-12 — 12 Laminado en caliente Laminado Laminado Laminado Laminado en en en en caliente, corte a medida caliente, rollos frío caliente o en frío 19 18 17 16 14 12 10 ‘ M odificad o para algun os g ru esos d e acu erdo con la especificación. C u an d o se dan d o s valores, el prim ero es para acero lam inado en caliente, el segund o para acero lam inado en frío. tP ara producto clase 1. Reducir en 5 ksi tenacidad tabulada para clase 2. M ateria le s para construcción clase 2 ofrece mejor formabilidad y soldabilidad que la clase 1. Sin agregárseles cobre, estos aceros son equivalentes en resistencia a la corrosión atmosféri­ ca al acero simple al carbono, pero con cobre su resistencia es el doble de la del acero al carbono. La A606 comprende láminas y perfiles de acero laminadas en caliente y en frío, de alta resistencia y bajo contenido de elementos de aleación, con mejor resistencia a la corrosión. Este material se destina para estructuras y usos varios donde son importan­ tes los ahorros en peso o la alta durabilidad. Se fabrica, cortado o en rollos, ya sea en tipo 2 o en tipo 4, con dos o cuatro veces la resistencia a la corrosión, respectivamente, de la del acero sencillo al carbono. 5 .1 5 C ab le de acero p a ra ap licacio n es estructurales Los cables de acero se han utilizado durante muchos años en la construcción de puentes y, en ocasiones, se emplean en la construcción de edificios para sostener techos y pisos. Los tipos de cables que se usan para estas aplicaciones se conocen como torzal para puentes o cable para puentes. En este sentido, puente es un término genérico que denota un tipo específico de torzal o cable de alta calidad. Un torzal es un conjunto de alambres puestos en forma helicoidal alrededor de un alambre central TABLA 5 .1 0 5 .4 5 para obtener una sección simétrica. Un cable es un grupo de torzales puestos en forma helicoidal alre­ dedor de un núcleo compuesto ya sea de un torzal u otro cable de alambre. El término cable se utiliza muchas veces en forma indiscriminada para deno­ tar alambres, torzales o cables. Un torzal está espe­ cificado en la ASTM A586; un cable de alambre, en la A603. Durante su manufactura, los alambres indivi­ duales en torzales o cables para puentes suelen galvanizarse para obtener resistencia a la corrosión. Del mismo modo, el cable terminado se preestira. En este proceso, el torzal o cable se somete a una carga predeterminada de no más del 55% de la resistencia de ruptura durante un lapso de tiempo suficiente para eliminar la "tirantez estructural" ocasionada básicamente por el ajuste radial y axial de los alambres o torzales a la carga. En consecuen­ cia, bajo cargas normales de diseño, la elongación que se presenta es elástica en esencia y se puede calcular a partir de los valores de módulo elástico dados en la tabla 5.10. Los torzales y los cables se fabrican con alambre estirado en frío y no tienen un límite de elasticidad definido. Por lo tanto, una carga de trabajo o carga de diseño se determina al dividir la resistencia a la ruptura mínima estipulada para una medida espe­ cífica entre un factor apropiado de seguridad. Las resistencias a la ruptura para medidas selecciona­ Prop iedades mecánicas de cables de acero Rotura mínima, ksi/ de medidas selectas de cable Diámetro nominal, in ■V, ■ Hilo estañado Coeficiente mínimo de elasticidad, ksi/ de diámetros indicados Cable estañado 30 23 68 52 1 12 2 ll. 276 208 2 490 372 3 1076 824 4 1850 1460 91.4 Diámetro nominal, in Coeficiente mínimo, ksi Hilo estañado prees tirado * a 2*. 24 000 2% y más 23 000 Cable estañado preestirado ka4 20 000 •Valores para cables con estañ ad o clase A en todos los alam bres. Las clases B y C se pueden esp ecificar cu an d o se requiera protección adicional contra corrosión. 5 .4 6 ■ Sección cinco das de torzales y cables de puentes se detallan en la tabla 5.10. 5 .1 6 A leacio n es d e alum inio Las aleaciones de aluminio son por lo general más duras y más fuertes pero suelen no tener la resisten­ cia a la corrosión como el metal puro. Las aleaciones se pueden clasificar como (1 ) vaciadas y fundidas y (2) tratables y no tratables térmicamente. Las alea­ ciones forjadas se pueden trabajar mecánicamente para procesos tales como el laminado, extrusión, estirado o forja. 5 .1 6 .1 D esig n acio n es de a leacio n es de alum in io Las aleaciones de aluminio forjado se designan me­ diante un índice de cuatro dígitos. El primero de ellos identifica el tipo de aleación según el siguiente código: Aluminio puro, 99.00% rnín y mayor lxxx Cobre 2xxx Manganeso 3xxx Silicio 4xxx Manganeso y silicio 6 xxx Zinc 7xxx Otros elementos 8 xxx El segundo dígito designa las modificaciones espe­ cíficas de aleación, y los últimos dos dígitos identi­ fican la aleación específica de aluminio o indican la pureza del aluminio. (EC es una designación espe­ cial para conductores eléctricos.) Estas aleaciones de aluminio forjado son trata­ bles térmicamente si los elementos disueltos de aleación son menos solubles en el estado sólido a temperaturas ordinarias que a temperaturas eleva­ das. Esto hace posible el endurecimiento por ma­ duración. El trabajo en frío u otras formas de endurecimiento por esfuerzo también se pueden utilizar para reforzar aleaciones de aluminio (Sec. 5.12). El revenido de una aleación se indica median­ te un símbolo que se agrega a la designación de aleación, como sigue: -F Como está trabajado, sin control de revenido -O Recocido (recristalizado) -H Endurecido por deformación plástica -T Con tratamiento térmico para obtener reveni­ dos estables que no sean F, O o H -N Termotratamiento de solubilización Las letras H y T suelen estar seguidas de otros números que indican más detalles del tratamiento. H1 designa una aleación que sólo ha sido endureci­ da por deformación plástica, mientras que 1 1 2 de­ signa una que ha sido endurecida por deformación plástica y luego parcialmente recocida. Un segundo número después de la H indica crecientes cantida­ des de endurecimiento por deformación plástica en una escala de 2 a 9. H3 indica una aleación que ha sido endurecida por deformación plástica y estabi­ lizada mediante un adecuado recocido. Los diver­ sos revenidos producidos por tratamiento térmico están indicados por una T seguida de un número, como sigue: -TI Naturalmente envejecido después de un proceso de trabajo a elevada temperatura -T2 Trabajado en frío y luego naturalmente en­ vejecido después de un proceso de trabajo a elevada temperatura -T3 Termotratamiento de solubilización seguido de endurecimiento por tratamiento mecáni­ co; las diferentes cantidades de endureci­ miento por tratamiento mecánico se indican mediante un segundo dígito -T4 Termotratamiento de solubilización segui­ do de envejecimiento natural a temperatura ambiente -T5 Envejecimiento artificial después de un pro­ ceso de trabajo a elevada temperatura -T6 Termotratamiento de solubilización segui­ do de envejecimiento artificial -T7 Termotratamiento de solubilización segui­ do de estabilización con un tratamiento tér­ mico de hipermaduración -T8 Termotratamiento de solubilización, endu­ recimiento por tratamiento mecánico y lue­ go envejecimiento artificial M ateria le s para construcción -T9 Termotratamiento de solubilización, enve­ jecimiento artificial y luego endurecimiento por tratamiento mecánico -TIO Trabajado en frío y luego envejecido artifi­ cialmente después de un proceso de trabajo a elevada temperatura Como ejemplo de la aplicación de este sistema, consideremos la aleación 7075. Su composición no­ minal es 5.6% de zinc, 1.6 % de cobre, 2.5% de mag­ nesio, 0.3% de cromo y el resto son cantidades muy pequeñas de aluminio y de impurezas. Si está de­ signado como 7075-0, es un material suave obteni­ do por recocido a 775°F durante unas pocas horas; si está designado en un revenido duro, 7075-T6, ha recibido termotratamiento por solubilización a 870°F y envejecido para endurecerlo por solubiliza­ ción de un componente a 250°F durante aproxima­ damente 25 horas. Se utiliza un sistema semejante de designaciones para aleaciones fundidas. Las aleaciones fundidas pueden ser aleaciones hechas en molde de arena o molde permanente. 5 .1 6 .2 A ca b a d o s p a ra alu m in io Casi todos los acabados que se emplean en aluminio pueden dividirse en tres categorías principales en el sistema recomendado por The Aluminum Associafion: acabados mecánicos, acabados químicos y re­ vestimientos. Los últimos se pueden subdividir en anódicos, resinosos y otros revestimientos orgáni­ cos, vitreos, electrodepositados y otros revestimien­ tos metálicos, y laminados. En el sistema de The Aluminum Association, los acabados mecánicos y químicos están designados por M y C, respectivamente, y cada una de las cinco clases de revestimiento también está designada por una letra. Los diversos acabados de cada categoría están designados por números de dos dígitos des­ pués de una letra. Los principales acabados se resu­ men en la tabla 5.11. 5 .1 6 .3 A lum inio estructural Las aleaciones de aluminio se utilizan en aplicacio­ nes estructurales debido a que su relación resisten­ cia-peso es con frecuencia más favorable que la de ■ 5.47 otros materiales. Las estructuras de aluminio nece­ sitan un mínimo de mantenimiento porque se esta­ biliza en la mayor parte de las atmósferas. Las aleaciones de aluminio forjado para aplica­ ciones estructurales reciben endurecimiento por so­ lubilización para endurecerlas. Las propiedades típicas de algunas aleaciones de aluminio que se emplean con frecuencia en aplicaciones estructura­ les aparecen en la tabla 5.12, donde se muestra la variedad de propiedades desde la condición más suave hasta la más dura. Las formas de aluminio estructural se fabrican por extrusión. Los ángulos, viguetas I y canales se fabrican en medidas estándar y en longitudes de hasta 85 ft; también se pueden obtener placas de hasta 6 in de grueso y 2 0 0 in de ancho. TABLA 5 . 1 1 Acabados para aluminio y aleacio­ nes de aluminio Tipo de acabado Acabados mecánicos: Como se fabrique Pulido Texturizado direccional Texturizado no direccional Acabados químicos Limpiado con grabado Grabado (agua fuerte) Abrillantado Recubrimientos químicos de conversión Recubrimientos Anódico General Protector y decorativo (menos de 0.4 mil de grueso) Clase II arquitectónica (0.4 a 0.7 mil de grueso) Clase I arquitectónica (0.7 mil de grueso o más) Recubrimientos resinosos y otros orgánicos Recubrimientos vitreos Recubrimientos electrochapados y otros metálicos Recubrimientos laminados Designación M1Y M2Y M3Y M4Y C1Y C2Y C3Y C4Y A1Y A2Y A3Y A4Y R1Y V1Y E1Y L1Y *Y representa d ígitos (0, 1, 2, . . . 9) o X (a especificar) que describen la superficie, p o r ejem p lo reflejante, satinado, m ate, d esgrasado, anod izado claro o tip o de recu brim iento. 5 .4 8 ■ Sección cinco TABLA 5 .1 2 Propiedades de aleaciones de aluminio estructural seleccionadas Gama de propiedades (condiciones blandas a duras) Designacióri de la aleación 2014 Principales elementos de la aleación 4.4% Cu, 0.8% Si, 0.8% Mn, 0.4% Mg 2024 4.5% Cu, 1.5% Mg, 0.6% Mn 5456 5.0% Mg, 0,7% Mn, 0.15% Cu, 0.15% Cr 6061 1.0% Mg, 0.6% Si, 0.25% Cu, 0.25% Cr 7075 5.5% Zn, 2.5% Mg, 1.5% Cu, 0.3% Cr Revestido Capa de aluminio puro 7075 ligada a la superficie de la aleación para aumentar la resistencia a la corrosión Proceso Resistencia de a la endurecimiento tensión, ksi Resistencia al límite de fluencia, ksi Alargamiento en 2 in, % Precipitación 27-70 14-60 18-13 Precipitación 27-72 11-57 20-13 Trabajo en frío 45-51 23-37 24-16 Precipitación 18-45 8-40 25-12 Precipitación 33-83 15-73 17-11 Precipitación 32-76 14-67 17-11 Hay ventajas económicas al seleccionar formas de aluminio estructural para usos específicos más eficientes que las acostumbradas. Por ejemplo, por extrusión se pueden formar secciones como son tubos huecos, formas con bordes de refuerzo en bridas sobresalientes y paneles reforzados. Las aleaciones de aluminio suelen pesar alrede­ dor de 170 lb/ft3, o sea casi un tercio del acero estructural. El módulo de elasticidad en tensión es de alrededor de 1 0 0 0 0 ksi, en comparación con los 29 000 ksi para acero estructural. La relación de Poisson puede tomarse como 0.50. El coeficiente de expansión térmica entre 6 8 y 212°F es de aproxi­ madamente 0.000013 in/in 'F, casi el doble del de acero estructural. La aleación 6061-T6 se usa con frecuencia para formas y placas estructurales. La ASTM B308 espe­ cifica una resistencia a la tracción mínima de 38 ksi, límite elástico de tracción mínimo de 35 ksi y elon­ gación mínima de 2 in de 1 0 %, pero de 8 % cuando el grueso sea menor de Va in. Los datos precedentes indican que, por el bajo módulo de elasticidad, las piezas de aluminio tie­ nen buena absorción de energía; pero cuando la rigidez sea importante, el efecto del bajo módu­ lo debe tomarse en cuenta. Los datos específicos para una aplicación deben obtenerse de los fabri­ cantes. 5 .1 6 .4 C o n e x io n e s p a ra alu m in io Las conexiones de aluminio pueden soldarse, sol­ darse con latón, atornillarse o remacharse. Las co­ nexiones atornilladas son del tipo de apoyo. Las conexiones de deslizamiento crítico, que dependen de la resistencia friccional de partes unidas creada por la tensión del tomillo, no se utilizan de ordina­ rio por la relativamente baja fricción y la relajación potencial de la tensión del tomillo con el tiempo. Los tomillos pueden ser de aluminio o de acero; los hechos de aleación de aluminio 7075-T73 tienen una resistencia al corte esperada mínima de 40 ksi, pero el costo por tornillo es más alto que el del 2024-T4 o el 6061-T6, con resistencia a la tracción de 37 y 27 ksi, respectivamente. Se pueden usar tomi­ llos de acero si se selecciona el material del tomillo para evitar corrosión galvánica o el acero queda aislado del aluminio. Una opción es utilizar el acero inoxidable. Otra alternativa es galvanizar, alumini- M a teria le s para construcción zar o poner revestimiento de cadmio a los tomillos de acero. Típicamente, los remaches se fabrican de aleacio­ nes de aluminio y se montan en frío mediante rema­ chadoras del tipo de apriete. La aleación 6053-T61, con una resistencia al corte de 2 0 ksi, se prefiere para unir aleaciones relativamente suaves como la 6063T5. La aleación 6061-T6, con una resistencia al corte de 26 ksi, suele utilizarse para unir aleaciones como la 6061-T6 y otras relativamente duras. La soldadura con latón, proceso similar al de soldadura con estaño y plomo, se realiza al hor­ no, soplete o soldadura por inmersión. Una buena soldadura con latón se realiza con fundentes espe­ ciales. S o ld a d u ra de alu m in io ■ Todas las alea­ ciones de aluminio forjado son soldables pero son necesarios diferentes grados de precauciones. Toda la clase de aleaciones forjadas que no sean tratables térmicamente se pueden soldar con poca dificultad. Las soldaduras debe hacerse para satisfacer los requisitos de la American Welding Society, "Structural Welding Code - Aluminum,", AWS D I.2. La soldadura de arco protegido con gas inerte suele utilizarse para soldar aleaciones de aluminio. El gas inerte, argón o helio, inhibe la formación de óxido durante la soldadura. El electrodo utilizado puede ser metal consumible o tungsteno. El arco de gas metal se prefiere generalmente para soldaduras estructurales, por las más altas velocidades que se pueden usar. El arco.de gas de tungsteno se prefiere para grosores menores de h in. Las uniones de aleaciones de aluminio recocido y aleaciones no tr atables térmicamente, soldadas a tope, tienen casi la misma resistencia que el metal de las partes que van a soldarse. Esto no se cumple en aleaciones con endurecimiento por deformación plástica o tratadas térmicamente. En estas condicio­ nes, el calor de la soldadura debilita el metal de la proximidad de la soldadura. La resistencia a la trac­ ción de ima soldadura a tope de aleación 6061-T6 puede reducirse a 24 ksi, que es alrededor de dos tercios de la que tienen las partes que van a soldarse. El límite elástico de tracción de tales soldaduras a tope puede ser cié sólo 15 a 20 ksi, dependiendo del grosor del metal y tipo de alambre de aporte que se utilice en la soldadura. Las soldaduras en ángulo debilitan de manera semejante las aleaciones tratadas térmicamente. La resistencia al corte de la aleación6061-T6 disminuye ■ 5.49 de alrededor de 27 ksi a 17 ksi o menos para una soldadura en ángulo. Para aleaciones recocidas que no sean tratables térmicamente, las uniones siempre se pueden hacer para fallar en el metal de base mientras el cordón de soldadura más grueso se deje en su lugar. Para revenidos laminados, el metal de base de la zona afectada por el calor es suavizado por el calor de la soldadura, por lo que la eficiencia de la unión es menor al 100%. Con aleaciones tratadas térmica­ mente en la serie 6000, se puede obtener una eficien­ cia de 1 0 0 % si la estructura soldada puede ser tratada térmicamente por solubilización y precipi­ tación después de la soldadura. También se puede alcanzar casi el 1 0 0 % de eficiencia sin el termotratamiento por solubilización si se sigue una técnica de soldadura de alta velocidad (como la de arco de metal protegido por gas inerte) para limitar el flujo de calor en el metal de base, y se emplea un termotratamiento por precipitación después de la sol­ dadura. En la serie 2000 y 7000, tales prácticas producen menos mejoría. Las resistencias de solda­ duras, en general, varían de casi 60 al 1 0 0 % de la resistencia de la aleación a soldarse. 5 .1 7 A leacio n es de b a se de cobre El cobre y sus aleaciones se utilizan ampliamente en construcciones para una gran variedad de propósi­ tos, en especial en aplicaciones que requieran resis­ tencia a la corrosión, alta conductividad eléctrica, resistencia, ductibilidad, resistencia al impacto, re­ sistencia a la fatiga u otras características especiales que poseen el cobre o sus aleaciones. Algunas de las características especiales de importancia para la construcción son la capacidad para moldearse en formas complejas, aspecto y alta conductividad tér­ mica, aun cuando muchas de las aleaciones tienen baja conductividad térmica y baja conductividad eléctrica si se comparan con el metal puro. Cuando el cobre se expone al aire y se oxida, se forma una pátina de color verde en la superficie que a veces es indeseable cuando se corre sobre superficies adya­ centes, como por ejemplo piedra ornamental. La pátina se forma en especial en atmósferas de indus­ trias. En atmósferas rurales, donde no hay gases industriales, el cobre normalmente se toma de un color café oscuro. 5 .5 0 ■ Sección cinco Los principales tipos de cobre y sus usos típicos son: El cobre electrolítico (99.90% de cobre) se utiliza para conductores eléctricos como barras colectoras, conmutadores, etc.; productos para construcciones: techos, canales de goteras, etc.; equipo para proce­ sos: peroles, tinas, equipo de destilación; forjaduras. Las propiedades generales son alta conductividad eléctrica, alta conductividad térmica y excelente ca­ pacidad de trabajo. El cobre desoxidado (99.90% de cobre y 0.025% de fósforo) se emplea, en forma de tubos, para servicio de agua y refrigeración, quemadores de petróleo, etc.; en láminas y placas, para construc­ ción soldada. Las propiedades generales incluyen cualidades más altas de conformación y dobladura que el cobre electrolítico. Se prefieren para piezas de artesanía en cobre y soldadura (por su resistencia a la fragilización a altas temperaturas). 5 .1 7 .1 Latón Se fabrica una cantidad considerable de lato­ nes para una amplia variedad de usos. La alta ductibilidad y maleabilidad de las aleaciones de cobre-zinc, o latones, las hace apropiadas para operaciones como estirado profundo, dobladura y estampados. Tienen una gran variedad de colores y suelen ser menos caros que las aleaciones con alto contenido de cobre. El tamaño del grano del metal tiene un marcado efecto sobre sus propiedades mecánicas. Para esti­ rado profundo y otras operaciones pesadas de tra­ bajo se necesita un tamaño grande de grano, pero para superficies de acabado altamente pulido el grano debe ser pequeño. Al igual que el cobre, el latón se endurece al trabajarse en frío. La dureza a veces se expresa como cuarto de dureza, media dureza, duro, extra duro, resorte y extra resorte, correspondientes a reduccio­ nes en su sección transversal durante el trabajo en frío que varía de aproximadamente 11 a 69%. La dureza es fuertemente influenciada por la composi­ ción de la aleación, el tamaño original del grano y la forma (perfil, barra, tubo, alambre). Los principales latones simples, con composi­ ciones que van de alto contenido de cobre a conte­ nido de zinc de 40% o más, son los siguientes: latón comercial, empleado en forjaduras, tornillos, herrajes estampados y perfiles a prueba de intem­ perie; latón rojo, empleado para herraje y tubería con paredes de diferentes gruesos que se utiliza en plomería; latón para cartuchería, que se usa en procesos de fabricación, pernos, remaches, unida­ des de calefacción, receptáculos eléctricos; me­ tal de Muntz que se usa en arquitectura, tubos de condensador, vástagos de válvulas y varillas de soldador. Latón plom oso ■ Se agrega plomo al latón para mejorar su maquinabilidad, en especial en aplicaciones como máquinas automáticas para fa­ bricar tomillos, donde se requiere de un metal de desbaste libre. Los latones plomosos no se pueden trabajar fácilmente en frío en operaciones como ensanchamiento y recalcado en frío o en caliente. Varios latones plomosos de importancia en cons­ trucción son los siguientes: latón al alto plomo, para llaves, partes de cerraduras e instrumentos científi­ cos; que se utiliza en herraje y plomería; latón arqui­ tectónico, para pasamanos, molduras decorativas, rejillas y bisagras. Latón al e stañ o ■ Se agrega estaño a diver­ sos latones básicos para obtener dureza, resistencia y otras propiedades que de otra forma no se ten­ drían. Dos aleaciones importantes son (1) metal Admiralty (8 8 % de cobre, 10% de estaño y 2% de zinc), que se usa para placas de condensadores e intercambiadores de calor, así como para equipos de plantas generadoras de vapor, equipo químico y de procesos, y en aplicaciones marinas; (2 ) bronce al manganeso, que se usa para forjaduras, placas de condensadores, vástagos de válvulas y cedazos para carbón. 5 .1 7 .2 P lata s al níquel Hay aleaciones de cobre, níquel y zinc; según su composición, varían desde un color definido hasta rosado pálido, pasando por amarillo, verde, verde blanquizco, azul blanquizco y azul. Se fabrica una amplia variedad de platas al níquel, de las que sólo se describe una composición típica. Las que caen en la fase combinada alfa-beta de metales se trabajan fácilmente en caliente y por lo tanto se labran sin dificultad en formas intrincadas como son conexio­ nes de tuberías, pasamanos de escaleras, formas arquitectónicas y partes para escaleras eléctricas. Se puede agregar plomo para mejorar el maquinado. M a teria le s para construcción 5.1 7 .3 Cupro níqu el Se combinan cobre y níquel en una amplia variedad de composiciones que reciben el nombre de cupro­ níqueles si son aleaciones con alto contenido de cobre. Los tipos comerciales típicos de cuproníquel contienen del 10 al 30% de níquel: Cuproníquel, 1 0 % (88.5 de cobre, 1 0 % de níquel y 1.5% de hierro). Recomendado para aplicaciones que requieran resistencia a la corrosión, en especial agua salada, como en tubería para condensadores, intercambiadores de calor y láminas formadas. Cuproníquel, 30% (70.0% cobre, 30.0% níquel). Los usos típicos son para tubos y placas para con­ densadores, tanques, tinas, recipientes, equipo de procesos, partes automotrices, medidores, válvulas de bombas para refrigeradores. 5 .1 7 .4 Bronces Originalmente, todos los bronces eran aleaciones de cobre y estaño. En la actualidad, el término "bron­ ce" se aplica a los metales que tengan buenas pro­ piedades mecánicas y el término "latón" se aplica a otros metales. Los bronces forjados comerciales no contienen por lo general más de 1 0 % de estaño porque el metal se hace extremadamente duro y quebradizo. Cuando se agrega fósforo como deso­ xidante, para obtener piezas fundidas densas y de buena calidad, las aleaciones se conocen como bron­ ces fosforados. Los dos bronces al estaño que más se utilizan contienen 5 u 8 % de estaño; ambos po­ seen excelentes propiedades para trabajarse en frío y son aleaciones al alto cobre que contienen por­ centajes de silicio que varía de alrededor de 1 % a ligeramente más del 3%. Además, por lo general contienen uno o más de los cuatro elementos; esta­ ño, manganeso, zinc y hierro. Una aleación típica es un bronce al alto silicio, tipo A, que suele emplearse para tanques, depósitos a presión, artesas, perfiles para intemperie y forjaduras. En los bronces al aluminio, al igual que en este último, se forma una película de óxido de aluminio en la superficie que materialmente mejora la resis­ tencia a la corrosión, en especial bajo condiciones de atmósferas ácidas. Como el color del 5% del bronce al aluminio es similar al del oro de 18 quilates, se utiliza para bisutería y otros usos en decoración. Los bronces al aluminio-silicio se emplean en aplicacio­ nes que requieran propiedades de gran resistencia ■ 5.51 a la tracción, además de buena resistencia a la co­ rrosión en partes tales como válvulas, vástagos, bombas de aire, tomillos para condensadores y par­ tes semejantes. Sus propiedades para resistir el des­ gaste son buenas y, en consecuencia, se emplean en camisas y bujes de cañones. 5 .1 8 Com puestos m etálicos de a lta ca lid a d Se puede obtener más resistencia de una aleación si se la convierte en un compuesto de alta calidad con refuerzo de fibras. Se pueden emplear fibras de materiales como el grafito, carburo de silicio, nitruro de silicio, nitruro de boro y alúmina. No obstante, se presentan dificultades con frecuencia en la for­ mación de un compuesto de fibra en una matriz metálica fundida debido a la incompatibilidad me­ cánica y química. Para obtener propiedades mecánicas deseadas, tales como mejor resistencia, tenacidad y resistencia a la deformación plástica, se requiere un conoci­ miento completo de las propiedades de la fibra-ma­ triz transversal y al corte. Resulta un desequilibrio en la ruptura y descomposición de la matriz de la interfase de la fibra-matriz. Para compuestos de alta calidad con matrices metálicas y cerámicas re­ lativamente frágiles, la reacción química entre la fi­ bra y la matriz que forma una aleación puede vaciar y debilitar seriamente la fibra cuando la aleación tiene propiedades mecánicas incompatibles con la matriz. Cuando el refuerzo de fibra de silicio y carburo se incorpora en una aleación de aluminio, el alumi­ nio extrae silicio de la fibra para formar siliciuro de aluminio (AI4SÍ3 ), pero cuando la concentración de silicio de la matriz se conserva arriba del nivel crítico, se reduce la necesidad de la matriz para filtrar más silicio de la fibra. Un método más general es evitar que un elemen­ to de la fibra forme una aleación con la matriz, dando a la fibra una capa protectora. Por ejemplo, para dar una capa "de sacrificio" en la fibra, ésta se puede cubrir con carburo de silicio, que es sacrifica­ do lentamente por una reacción con la matriz de aleación de aluminio para formar el siliciuro de alu­ minio. Otra técnica es cubrir la fibra con alúmina, que es químicamente inerte. Existen procesos pa­ tentados, como es el método Duralcan de mezcla de metal fundido, que produce compuestos a bajo eos- 5 .52 ■ Sección cinco to; el proceso Duralcan permite el uso de prácticas convencionales de trabajo y fundición. 5 .1 9 Referencias de m etales Alcoa Structural Handbook y Welding Alcoa Aluminum, Aluminum Company of America, Pittsburgh, PA. Alloy Data, Copper Development Association, New York. Aluminum Standards and Data, Aluminum Finishes, and Specifications fo r Aluminum Structures, Alu­ minum Association, 818 Connecticut Ave., N. W., Washington, DC 20006. Brady, G. S., y H. R. Clauser, Materials Handbook, 13th ed., McGraw-Hill, Inc., New York. Brantley, L. R., y R. T. Brantley, Building Materials Technology: Structural Performance and Environmental Impact, McGraw-Hill Inc., New York. Callender, J. J., Time Saver Standards fo r Architectural Design, 6 th ed., McGraw-Hill, Inc., New York. Carbón Steels, Chemical Composition Limits, Constructional Alloys, Chemical Composition Limits, y Steel Products Manual, American Iron and Steel Institute, 1000 16th St., N. W., Washington, DC 20036. Merritt, F. S., y R. L. Brockenbrough, Structural Steel Designers Handbook, 2nd ed., McGraw-Hill, Inc., New York. Metals Handbook, American Society for Metals, Metal Park, OH 44073. Welding Handbook, American Welding Society, 2501 N. W. 7th St., Miami, FL 33125. U nidades de a lb a ñ ile ría y losetas A partir del concreto (u hormigón) se fabrica una gran variedad de productos manufacturados que se emplean en construcción. Estos productos incluyen ladrillo de concreto, bloque de concreto o loseta; losetas para pisos y techos; paneles para paredes; piedra moldeada y viguetas y columnas prefabri­ cadas. Igualmente, también se fabrica un amplio surtido de unidades de arcilla cocida para construc­ ción. Estos productos incluyen el ladrillo de arcilla común y para fachadas, loseta hueca de arcilla, loseta de cerámica y terracota estructural; también se utilizan varios tipos de piedra en albañilería. Las propiedades de la manipostería de hormi­ gón dependen de los ingredientes y proporción de la mezcla, así como del método de manufactura y del curado. Las propiedades de las unidades de arcilla cocida varían con el tipo de arcilla o esquis­ to usados como materia prima, con el método de fabricación de las unidades y la temperatura del cocido. Como consecuencia de lo anterior, algunas unidades, como el ladrillo mal cocido, presentan cocimiento incompleto, son muy porosos y tienen deficiente resistencia; otros ladrillos son tan duros como el vidrio, se han prensado y cocido hasta casi eliminar la porosidad y son muy fuertes. Entre estos extremos se encuentra la mayor parte de las unida­ des que se emplean en construcción. 5 .2 0 U n id ad es de horm igón p a ra m am p o stería Estas unidades se fabrican de mezclas normales de hormigón denso y de mezclas con agregados de peso ligero. Los bloques de concreto se fabrican con huecos que los atraviesan de lado a lado, para redu­ cir el peso y facilitar su manejo por los albañiles. Generalmente, la medida nominal (dimensiones reales más el ancho de la unión de mortero) de los bloques huecos de hormigón es de 8 x 8 x 16 in; los bloques sólidos se fabrican a veces con dimen­ siones nominales de 4 x 8 x 16 in o 4 x 2Vs x 8 in. En la "Standard Sizes of Clay and Concrete Modular Units," ANSI A62.3 véase una lista de medidas modulares. Las propiedades de las unidades varían amplia­ mente, desde unidades fuertes para sostener cargas densas bajo condiciones expuestas a la intemperie, hasta unidades ligeras, relativamente débiles, ais­ lantes, que se emplean para techos y construcciones a prueba de incendios. Las necesidades de resistencia y absorción de ladrillos y bloques de hormigón, establecidas por la M a teria le s para construcción ASTM para unidades tipo I, grados N-I y S-I (hume­ dad controlada), y tipo II, grados N-II y S-II (sin humedad controlada), se resumen en la tabla 5.13. Las unidades manufacturadas de hormigón tie­ nen la ventaja (o a veces desventaja) de que el curado está bajo el control del fabricante. Se utilizan muchos métodos de curado, desde simplemente poner las unidades en forma de columna en un lugar más o menos expuesto a la intemperie hasta el curado bajo alta presión de vapor. Es evidente que este último método tiene el considerable mérito de reducir la contracción final del bloque. Esta contrac­ ción puede ser de sólo V4 a 1 »in por 1 0 0 ft de unidades de hormigón curadas con vapor a alta presión. Estos valores son casi la mitad del obtenido con curado atmosférico normal. Las pruebas para el movimien­ to de humedad en bloques curados con vapor a alta presión y alta temperatura indican expansiones que van de ’A a Vi in por 100 ft después de la saturación de muestras previamente secadas. 5.21 Ladrillos de arcilla o p iza rra Estos productos son de arcilla o esquisto cocidos que se usan a veces en construcción de paredes y chimeneas y para recubrimientos refractarios. Las medidas nominales comunes de ladrillos en Esta­ dos Unidos son de 4 o 6 in de grueso por 2?s o 4 in de alto por 8 o 12 in de largo. Para una lista de medidas modulares, véase la "Standard Sizes of Clay and Concrete Modular Masonry Units," ANSI A62.3. Las dimensiones reales son menores, gene­ ralmente por la cantidad del ancho de la unión de mortero. Los requisitos de la especificación actual en cuanto a resistencia y absorción de ladrillo para construcción aparece en la tabla 5.14 (ver ASTM C652, C62 y C216). La resistencia y absorción de la­ drillo de diferentes productores varía ampliamente. La expansión térmica del ladrillo puede variar desde 0.0000017 por "F para el ladrillo de arcilla cocida hasta 0.0000069 por "F para el ladrillo de arcilla secada a la intemperie. Las pruebas de humedecimiento de ladrillos indicaron expansiones que oscilaron entre 0.0005 hasta 0.025%. La conductividad térmica del ladrillo seco, me­ dida por varios investigadores, varía de 1.29 a 3.79 Btu/(h)(ft3 )(°F)(in). Los valores aumentan con el humedecimiento. 5 .2 2 ■ 5 .5 3 Losetas d e arcilla estructural Las losetas de arcilla estructural son unidades de albañilería huecas, de arcilla cocida, con celdas pa­ ralelas. Estas unidades tienen una multitud de usos: como loseta de revestimiento para paredes inte­ riores y exteriores no enyesadas, muros divisorios o columnas; como loseta para soportar cargas en construcciones diseñadas para sostener cargas su­ perpuestas; como loseta de muro divisorio para muros interiores que no sostienen cargas super­ puestas; como loseta refractaria para proteger elementos estructurales contra incendios; como blo­ ques de enrasillar en construcción de pisos y techos; y como loseta de cabezal, que están diseñadas para hacer cavidades para unidades de cabezal en pare­ des de ladrillo o con revestimiento de piedra. Estas unidades están disponibles en las siguientes dimen­ siones nominales: 8 a 16 in de largo, 4 in para loseta de revestimiento a 1 2 in de altura para loseta de carga, y 2 in de grueso para loseta de revestimiento a 1 2 in para loseta de carga. Se fabrican dos tipos generales de loseta: la loseta para construcción de costado, diseñada para recibir su principal esfuerzo a ángulos rectos con respecto al eje de las celdas, y la loseta de construcción final, diseñada para recibir su principal esfuerzo paralelo al eje de las celdas. Las losetas también se fabrican en varios acaba­ dos de superficie, como es la loseta vidriada opaca, la loseta vidriada clara de cerámica, la loseta vidria­ da no lustrosa, y los acabados estriados, rastrillados o rugosos, diseñados para recibir mortero, yeso o estuco. Los requisitos de las especificaciones ASTM apro­ piadas para absorción y resistencia de varios tipos de loseta aparecen en la tabla 5.15 (ver detalles en la ASTM C34, C56, C57, C212 y C126 en relación a las dimensiones, color, textura, defectos, etc.). La resis­ tencia y absorción de losetas hechas de arcillas simi­ lares, pero de diferentes fuentes y fabricantes, varía ampliamente. El módulo de elasticidad de la loseta puede variar de 1 620 000 a 6 059 000 psi. 5 .2 3 Losetas d e cerá m ica La loseta de cerámica es un producto de arcilla cocida que se usa básicamente para efectos decora- 5 .5 4 ■ Sección cinco TABLA 5 .1 3 concreto Resumen de requisitos de especificaciones ASTM para unidades de mampostería de Resistencia a compresión, min, psi Promedio de 5 Individual, unidades min Ladrillo de concreto para construcción, ASTM C55: N-I, N-II (fuerte exposición 3500 de alta resistencia) S-l, S-U (uso general, 2500 exposiciones moderadas) Contracción lineal, % 0.03 o menos 0.03 a 0.045 Más de 0.045 Unidades sólidas, con carga, ASTM C145: N-l, N-U (muros exteriores no protegidos debajo o arriba de nivel expuestos a heladas) S-I, S-II (muros exteriores protegidos abajo o arriba de nivel expuestos a heladas) Contracción lineal, % (misma que para ladrillo) Unidades huecas, con carga, ASTM C90: N-I, N-II (uso general) S-I, S-ll (arriba de nivel, contracción lineal, % (igual que para ladrillo) Unidades huecas, sin carga, ASTM C129: Contracción lineal, % (igual que para ladrillo "Para un idad es qu e pesen m en o s d e 85 lb/ ft3. Contenido de humedad para unidades tipo I, máx, % de absorción total (promedio de 5 unidades) Absorción de humedad, máx, lb/ft3 (promedio de 5 unidades) Promedio anual humedad, % Peso de concreto secado en estufa, lb/ft Más de 75 75 a 50 Menos 125 de o 50 más 105 Menos a de 125 105 3000 10 13 15 2000 13 15 18 13 15 18 45 40 35 1800 1500 1200 1000 1000 700 800 600 600 500 40 35 30 35 30 25 20* 13 15 18 20* M a teriales para construcción ■ 5 .5 5 TABLA 5 .1 4 Requisitos físicos para ladrillo sólido de arcilla o pizarra Resistencia a compresión, plano, mín, psi Grado Intemperie fuerte Absorción de agua, 5-h Boil, Máx—% Coeficiente de saturación*, Máx—% Promedio de5 IndividualPromedio de 5 IndividualPromedio de 5 Individual 3000 2500 17.0 Intemperie moderada 2500 2200 22.0 Sin exposición_____________ 1500_________ 1250_____Sin límite 20.0 0.78 0.80 25.0 Sin límite 0.88 Sin límite 0.90 Sin límite •Relación en tre absorción en frío d e 24 h y absorción en ebullición d e 5 h. tivos y sanitarios. Está compuesta de un cuerpo de arcilla sobre el que se aplica un barniz decorativo. Las losetas son generalmente planas, pero varían en dimensiones desde Vi in por lado a más de 6 in. Sus formas también varían mucho: cuadrados, rectángu­ los y hexágonos son las formas más predominantes, a las que deben agregarse molduras cóncavas y otras formas decorativas. Estas losetas no dependen del color de la arcilla para su color final, ya que suelen ser vidriadas. En consecuencia, las hay en graduaciones completas de colores que van desde blancos puros y al pastel de varias tonalidades hasta colores sólidos oscuros y negro azabache. Las propiedades de la base varían un poco. En particular, la absorción oscila entre casi cero hasta casi 15%. Se requiere que el barniz sea impermeable a líquidos y no debe mancharse, agrietarse ni cuar­ tearse. 5 .2 4 Terracota estructural El término "terracota" se ha aplicado durante siglos a objetos decorativos de arcilla moldeada cuyas propiedades son similares a las del ladrillo. Las formas moldeadas se calcinan de un modo semejan­ te al ladrillo. Con frecuencia se hace vidriado en terracota para obtener un color o acabado deseado. Esto in­ troduce el problema del agrietamiento del barniz, en especial en superficies grandes. Las propiedades estructurales de la terracota son semejantes a las del ladrillo de arcilla o esquisto. 5 .2 5 A lb añ ile ría d e piedra Las principales clases de piedra que se utilizan en Estados Unidos en albañilería son piedras cali­ zas, mármoles, granitos y piedra arenisca. Otras piedras, como la serpentina y cuarcita se utilizan en algunas localidades pero en cantidades mucho menores. La piedra, en general, es un excelente material de construcción si se selecciona en forma adecuada con base en la experiencia, pero el costo puede ser relativamente alto. Las propiedades de la piedra dependen de lo que la naturaleza ha dado. Por lo tanto, el diseñador no tiene la opción de propiedades y color disponibles en la manufactura de unidades de albañilería. Lo más que los proveedores de piedra pueden hacer por los compradores es proporcionarles piedra que su experiencia demuestra que tiene buena resisten­ cia y durabilidad. En la tabla 5.16 se presentan datos sobre la resis­ tencia de la piedra para construcción, resumidos de los U.S. National Bureau ofStandards Technical Papers, núm. 123, B. S. vol. 12; núm. 305, vol. 20, p. 191; núm. 349, vol. 21, p. 497; Journal o f Research ofth e National Bureau ofStandards, vol. 11, p. 635; vol. 25, p. 161. Los datos de la tabla 5.16 corresponden a muestras se­ cas. La resistencia de muestras saturadas puede ser mayor o menor que la de muestras secas por com­ pleto. El módulo de ruptura de pizarra seca aparece en la tabla 5.16 y varía de 6000 a 15 000 psi. Pizarras semejantes, probadas en húmedo, muestran módu­ los que varían de 4700 a 12 300 psi. La relación del módulo húmedo al seco varía de 0.42 a 1.12 y pro­ medió 0.73. La permeabilidad de la piedra varía con el tipo de piedra, grosor y presión de penetración que obliga al agua a pasar por la piedra. A continuación aparecen algunas piedras comunes para construc­ ción, enumeradas en orden de permeabilidad cre­ ciente; pizarra, granito, mármol, piedra caliza y piedra arenisca. 5 .5 6 ■ TABLA 5 .1 5 Sección cinco Especificación de requisitos físicos para teja estructural de arcilla Absorción, % (ebullición 1 h) Resistencia a la compresión, psi (con base en área bruta) Teja de construcción Teja de construcción en extremo en costado Promedio de Individual Mín, promedio Individual Mín, promedio Individual 5 pruebas Máx de 5 pruebas Mín de 5 pruebas Mín Tipo y Grado Con carga (ASTM C34): LBX 16 LB 25 Sin carga (ASTM 056): NB Teja para piso (ASTM C57): FT1 FT2 Loseta de revestimiento (ASTM C212): 9 (máx) FTX 16 (máx) FTS Estándar Servicio especial Unidades vidriadas (ASTM C126) 19 28 1400 1000 700 700 700 500 500 2250 1400 1600 1100 1000 28 25 25 3200 2000 1200 850 11 19 1400 2500 3000 1000 2000 2500 700 500 1200 2000 1000 1500 LBX. Teja apropiada para uso gen eral en con strucción de m am postería y adaptada para uso en m am postería exp uesta a intem perie. Tam bién pueden con sid erarse ap rop iad as para aplicación directa a repello. LB. Teja apropiada para uso general en m am postería donde no se expone a helad as, o en m am postería exp uesta cu and o se proteja con revestim iento d e 3 in o m ás d e piedra, ladrillo, terracota u otra m am postería. NB. leja sin carga hecha d e arcilla superficial, pizarra o arcilla quem ada. FT 1 y FT 2. Teja apropiada para uso en tableros planos o en segm en tos, o en con strucción de teja y losa d e con creto con n ervaduras. FTX. Teja d e cara Usa, ap ropiada para uso general en paredes y m uros divisorios d e m am postería exteriores e interiores exp uestos, y adaptada para uso d o n d e se n ecesiten tejas bajas en absorción, d e fácil lim pieza y resistentes a m anchas, y d o n d e se n ecesite un alto grado de perfección m ecánica, estrecha variedad de colores y m ínim a v ariación en dim ension es de cara. FTS. Teja d e cara d e textura lisa o áspera apropiada para uso general en paredes y m uros divisorios de m am postería exteriores e interiores exp uestos, y adaptada para uso con absorción m oderada, variación m od erada en dim ension es d e cara y variedad m ed iana de colores, y donde no sean objetables defectos pequeñ os en acabado superficial, incluyendo p equeñas roturas por m anejo. Estándar. Teja apropiada para uso gen eral en paredes y m uros divisorios d e m am postería exteriores o interiores. Servicio especial. Teja apropiada para uso general en paredes y m uros div isorios exteriores o interiores y diseñad a para tener gran resistencia a la transm isión d e im pactos y h um edad, y para soportar m ayores cargas laterales y a la com presión qu e la con strucción de tejas estándar. Unidades vidriadas. Teja de arcilla estructural de cerám ica vidriada con acabado lustroso o satin ad o m ate d e v idrio opaco o transparente, p rodu cido p o r la aplicación d e un recu brim iento antes de quem arla y vitrificada después al quem arla. La información sobre expansión térmica de pie­ dra para construcción de la tabla 5.17 muestra que las piedras calizas tienen límites de expansión más amplios, en comparación con granitos y pizarras. El mármol pierde resistencia después de some­ terlo a repetido calentamiento y enfriamiento. Un mármol que tenía una resistencia original de 9174 psi tuvo una resistencia de 8998 psi después de 50 calentamientos a 150“C, o sea una pérdida de 1.9%. Después de 100 calentamientos a 150°C, la resisten­ cia fue de sólo 8507 psi, es decir una pérdida de 7.3%. Esta última pérdida en resistencia fue idéntica con la obtenida por el congelamiento y deshielo del mismo mármol durante 30 ciclos. Del mismo modo, el mármol retiene una expansión permanente des­ pués de repetidos calentamientos. M ateriales org án ico s Al usarlos por muchas generaciones, la gente ha encontrado formas de resolver algunas limitaciones TABLA 5 .1 6 Características de piedra comercial para construcción Piedra Peso unitario, lb/ft3 Límites de resistencia a la compresión, psi Límites de coeficiente de ruptura, psi Límites de resistencia al corte, psi Límites de tenacidad, psi Resistencia a desgaste Límites de coeficiente de elasticidad, psi Límites Prom. Rigidez Límites Prom. 5.57 Granito 157-187 7700-60 000 1430-5190 2000-4800 600-1000 5 700 000-8 200 000 8-27 13 43.9-87.9 60.8 Mármol 165-179 8000-50 000 600-4900 1300-6500 150-2300 7 200 000-14 500 000 2-23 6 6.7-41.7 18.9 Calizas 117-175 2600-28 0 0 0 500-2000 800-4580 280-890 1 500 000-12 400 000 5-20 7 1.3-24.1 8.4 Arenisca 119-168 5000-20 000 700-2300 300-3000 280-500 1 900 000-7 700 000 2-35 10 1.6-29.0 13.3 Cuarcita 165-170 16 000-45 000 5-30 15 Serpentina 158-183 1 1 000-28 0 0 0 800-1600 4 800 000-9 600 000 13.3-111.4 46,9 Basalto 180-200 5.6-11.7 7,7 1300-11 000 28 000-67 000 5-40 20 Diorita 16 000-35 000 6-38 23 Sienita 14 000-28 000 Pizarra Diabasa 168-180 6000-15 000 2000-3600 3000-4300 9 800 000-18 000 000 10-56 6-50 19 5 .5 8 ■ Sección cinco TABLA 5 .1 7 Coeficiente de expansión térmica de piedras comerciales para construcción Piedra Límites de coeficientes Caliza Mármol Arenisca (5.0-12) x 10-6 Pizarra Granito (9.4-12) x 10-6 (6.3-9) x 10"6 (4.2-22) x KT6 (3.6-16) x 1CT6 al empleo en construcción de los materiales orgáni­ cos naturales. El triplay, por ejemplo, ha resuelto el problema de las propiedades altamente direccionales de la madera. Además de mejorar los materiales naturales, los técnicos han desarrollado muchos po­ límeros sintéticos (plásticos) que son importantes actualmente en la construcción. 5 .2 6 de la madera, como la resistencia, se puede relacio­ nar con la densidad. M a d e ra La madera es un polímero natural compuesto por células en forma de tubos largos y delgados con extremos ahusados. La pared de la célula consiste en celulosa cristalina, paralelamente alineada con el eje de la célula. Los cristales de la celulosa están ligados entre sí por una compleja lignina amorfa, formada por compuestos de hidratos de carbono. La sustancia de la madera es 50 a 60% de celulosa y 20 a 35% de lignina; el resto son hidratos de carbono y minerales. La mayoría de las células en la madera están orientadas en sentido vertical, pero algunas es­ tán orientadas en sentido radial, para servir como esfuerzo en contra de la separación de las fibras verticales bajo la carga natural de compresión del tronco del árbol. Debido a la estructura de sus células, la madera tiene mayor resistencia y rigi­ dez en el sentido longitudinal que en los otros sentidos. La densidad (peso específico) del parénquima de la madera es, más o menos, la misma para todas las especies: 1.56. La densidad (de volumen) aparente de la madera es mucho menor, debido a los huecos (células vasculares) y a las grietas accidentales en la estructura celular. En las maderas comunes, la desidad varía desde 0.12 para la madera de balsa, hasta 0.74 para el roble. Las diferentes propiedades 5 .2 6 .1 Efectos de la h u m e d a d so b re la m a d e ra La pared celular tiene una gran afinidad por la humedad, debido a que la celulosa contiene muchos grupos hidroxilo, que son fuertemente hidrófilos. Cuando están expuestas a la humedad, con frecuen­ cia en forma de aire con elevada humedad relativa, las paredes celulares de la madera absorben gran­ des cantidades de agua y se hinchan. Este proceso ocasiona que el agua absorbida neutralice las fuer­ zas intermoleculares entre las macromoléculas de la celulosa, con lo que se se reducen la resistencia y la rigidez de la madera. La humedad presente en la madera verde con­ siste en el agua absorbida en las paredes de las células y el agua contenida en las cavidades de las células. Cuando se seca la madera, primero se elimina el agua de las cavidades en las células. En el llamado punto de saturación de fibra, las cavida­ des están vacías, en tanto que las paredes de las células todavía están completamente saturadas con agua. Con el secado adicional en aire normal, esta reducción en la humedad continúa hasta que se llega a un contenido de humedad en equilibrio. En una atmósfera con 60% de humedad relativa y aire a 70°F, el contenido de humedad de la madera se estabiliza a más o menos el 11%. Aunque el secado en homo puede reducir el contenido de humedad de la madera de 2 a 6% más, esta reducción no es permanente y el contenido de humedad volverá a estar cerca de 11% cuando la madera esté otra vez en el aire ambiental. Los cambios dimensionales por hinchazón y con­ tracción como resultado de los cambios en la hume­ dad atmosférica sólo ocurren cuando el contenido de humedad es inferior al punto de saturación de fibra. La humedad adicional llena las cavidades en las células, pero ocasiona cambios dimensionales apreciables. Cuando ocurren cambios dimensionales, és­ tos tienen lugar en sentidos radial y tangencial, transversales al eje longitudinal de la madera, porque las paredes de las células se hinchan o se contraen en sentido perpendicular a la dirección de las fibras. Hay que desecar la madera antes de ponerla en servicio, de modo que llegue al equilibrio bajo las condiciones atmosféricas. Veáse la sección. 11.1. M ateria le s para construcción TABLA 5 .1 8 Fresno Balsa Abedul Abeto Douglas Álamo N oea^^ 5 .5 9 Módulos de diversas maderas* Módulo longitudinal EL, 103 psi Especie ■ Relaciones de módulo de Young Et/Ei + 2180 550 2075 2280 1407 1630 0.064 0.015 0.050 0.050 0.043 0.056 Relaciones del módulo de rigidez c lr/ e l + Gn/Ei t Gri /Ej, + 0,109 0.046 0.078 0,068 0,092 0.057 0.054 0.074 0.064 0.075 0.041 0.037 0.067 0.078 0.069 0.106 0.085 0.062 0.017 0.005 0.017 0.007 0.011 0.021 e r/e , + *Estos datos son para valores específicos de densid ad y de con ten ido d e hum edad para cada especie de m adera. T om ados del Wood H andbook, U .S. Forest P rod u cts Laboratory. + £ r = m ód ulo de elasticidad, psi en dirección tangencial; E r = m ód ulo en dirección rad ial; G lr = m ód ulo co rtan te en un p lan o norm al a la dirección tangencial; G ¿ j = m ód ulo co rtan te en un plano norm al a dirección rad ial; G r t = m ód ulo co rtan te en un p lan o norm al a la dirección longitudinal. 5 .2 6 .2 P ro p ied ad es d e la m a d e ra La madera tiene tres ejes de simetría perpendicu­ lares entre sí: longitudinal o paralelo a la veta, tan­ gencial y radial. La resistencia y las propiedades elásticas difieren en estas direcciones debido a la orientación estructural de las células de la madera. Los valores del módulo de elasticidad en las dos direcciones perpendiculares a la veta sólo alcanzan entre 1/20 y 1/12 del valor paralelo a la veta. En la tabla 5.18 se comparan los módulos elástico y cor­ tante de algunas maderas típicas en los sentidos longitudinal, tangencial y radial. Estos módulos perpendiculares son importantes en el diseño de materiales compuestos que contienen madera. En la tabla 11.3 se indican las principales propie­ dades mecánicas de algunas maderas de uso común en aplicaciones estructurales. Como se observa, al aumentar el contenido de humedad se reducen to­ das las propiedades de resistencia y rigidez, excepto el impacto. En la tabla 5.19 se muestran los pesos y densida­ des específicas de diversas especies de madera co­ mercial de construcción. resistencia a la mayor parte de los ácidos orgánicos, en particular al acético, pero la madera raras veces se emplea en contacto con soluciones que son más que débilmente alcalinas. Deben evitarse los productos químicos oxidantes y las soluciones de sales de hierro, en combinación con condiciones de humedad. La madera se compone aproximadamente de 50 a 70% de celulosa, 25 a 30% de lignina y 5% de extractivos conmenos d e2% de proteína. Los ácidos como el acético, fórmico, láctico y bórico no se ioni­ zan de modo suficiente a temperatura ambiente para atacar la celulosa, por lo cual no afectan la madera. Cuando el pH de soluciones acuosas de ácidos débiles es 2 o más, la rapidez de hidrólisis de celu­ losa es pequeña y depende de la temperatura. Un efecto de la aproximación de esta temperatura es que por cada 20°F de aumento, se duplica la rapidez de la hidrólisis. Los ácidos con valores de pH arriba de 2 o las bases con pH abajo de 10 tienen poco efecto debilitante en la madera a temperatura am­ biente, si la duración de la exposición es moderada. 5 .2 6 .4 5 .2 6 .3 R esistencia de la m a d e ra a l a ta q u e quim ico La madera es mejor que muchos materiales de cons­ trucción en cuanto a resistencia a ácidos débiles, en especial a temperaturas ordinarias. Tiene excelente C a lid a d e s co m erciales de m a d e ra La madera para construcción se clasifica para hacer posible que el usuario compre la calidad que mejor se adapte a un uso en particular. La calidad o grado de una pieza de madera de construcción se basa en el número, carácter y ubicación de las características 5 .6 0 ■ Sección cinco TABLA 5 . 1 9 Pesos y densidades de especies comerciales de madera aserrada Densidad basada en peso secado en estufa y volum en Especies Coniferas: Cedro Alaska Libocedro Cedro de Port Orford Árbol de la vida Ciprés, del sur Pino de O regón Región de la costa De tierra adentro De las Rocosas A beto, blanco Pinabete Del este Del oeste Alerce, del oeste Pino Blanco, del este Contorcido De N oruega Ponderosa Pino tea am ericano Pino pantano De azúcar Pino blanco del oeste Secoya rojo Abeto De Engelm ann De Sitka blanco M aderas duras: Fresno, blanco Haya, am ericano Abedul Dulce Am arillo Olmo,- roca De gom a Nogal Hicoria falsa De corteza peluda M aple, sugar Roble Rojo Blanco Á lam o, am arillo Peso, lb/ft 3 Densidad basada Contenido A Factor de de en peso ajuste por 20% secado hum edad de cada 1% de cuando en estufa contenido cam bio en y volum en verde de contenido de (prom), cuando hum edad humedad % verde de contenido de hum edad A 12% de contenido de humedad 0.44 0.37 0.42 0.33 0.46 31.1 25.0 29.6 23.0 32.1 32.4 26.4 31.0 24.1 33.4 0.170 0.183 0.175 0.137 0.167 38 108 43 37 0.48 0.44 0.43 0.37 33.8 31.4 30.0 26.3 35.2 32.5 31.4 27.3 0.40 0.42 0.55 28.6 29.2 38,9 0.35 0.41 0.44 0.40 0.51 0.58 0.36 0.38 0.40 Peso cuando verde, lb/ft3 91 0.42 0.35 0.40 0.31 0.42 35.5 42.5 35.0 26.4 45.3 0.170 Cl.137 0.179 0.129 38 48 38 115 0.45 0.41 0.40 0.35 38.2 36.3 34.6 39.6 29.8 30.2 40.2 0.150 0.129 0.170 111 74 58 0.38 0.38 0.51 43.4 37.2 46.7 24.9 28.8 31.0 28.1 35.2 41.1 25.5 27.6 28.1 26.2 29.9 32.1 29.4 36.5 42.5 26.8 28.6 29.5 0.167 0.142 0.142 0.162 0.154 0.179 0.162 0.129 0.175 73 65 92 91 81 63 137 54 112 0.34 0.38 0.41 0.38 0.46 0.54 0.35 0.36 0.38 35.1 36.3 42.3 40.9 45.9 50.2 45.8 33.0 45.6 0.34 0.40 0.40 23.7 27.7 29.1 24.7 28.8 29.9 0.129 0.145 0.104 80 42 50 0.32 0.37 0.37 32.5 32.0 33.0 0.60 0.64 42.2 43.8 43.6 45.1 0.175 0.162 42 54 0.55 0.56 47.4 50.6 0.65 0.62 0.63 0.52 46.7 43.0 43.6 36.0 48.1 44.1 45.2 37.1 0.175 0.142 0.208 0.133 53 67, 48 115 0.60 0.55 0.57 0.46 53.8 50.8 50.9 49.7 0.66 0.72 0.63 45.9 50.8 44.0 47.6 51.8 45.3 0.212 0.129 0.154 63 60 58 0.60 0.64 0.56 56.7 57.0 51.1 0.63 0.68 0.42 43.2 46.3 29.8 44.7 47.6 31.0 0.187 0.167 0.150 80 68 83 0.56 0.60 0,40 56.0 55.6 40.5 M a teria le s para construcción que reducen su resistencia, así como en los factores que afectan su durabilidad y utilidad. Las mejores clases de madera están libres de imperfecciones, pero las otras clases, que son la mayor parte, contie­ nen muchos nudos y otros defectos que afectan la calidad en diversos grados. Las diversas asociacio­ nes de productores de madera para construcción asumen su jurisdicción en cuanto a la calidad en ciertas especies. Se utilizan dos grupos principales de reglas de clasificación para maderas duras y maderas suaves o de coniferas. La madera dura se clasifica según las reglas adoptadas por la National Hardwood Lumber Asociation. Puesto que la mayor parte de las piezas de madera dura se cortan en otras más pequeñas para fabricar un producto, las reglas de clasificación se basan en la proporción de una pieza dada que se pueda cortar en otras más pequeñas. El material utilizable debe tener una cara sin defectos, y la cara opuesta debe ser de buena calidad. La madera suave o de coniferas se clasifica y gradúa según las reglas adoptadas por diversas asociaciones regionales de fabricantes de madera de construcción. Las normas estadounidenses para madera de construcción suave se formularon como resultado de conferencias organizadas por el U.S. Department of Commerce para mejorar y simplifi­ car las reglas de clasificación. Estas normas, emiti­ das en forma de folletos por el Department of Commerce, han tenido como consecuencia unas prácticas más uniformes en todo el país. La madera suave para construcción se clasifica según el uso, medidas y proceso de manufactura. Las clasificaciones por el uso comprenden: (1) madera secada al aire, destinada para construccio­ nes en general; (2) madera para carpintería, que está limitada a las medidas más grandes y destinada para usarse donde se necesite de mínimos esfuerzos de trabajo; y (3) madera para elaborar, destinada para cortarse y usarse en otras manufacturas. La madera clasificada según la manufactura comprende: (1) madera sin cepillar, que está en condición basta después de aserrada; (2) madera cepillada, que tiene una superficie acabada al pasar­ la por una cepilladora; y (3) madera semielaborada, que ha sido acoplada y moldeada. Toda la madera suave de construcción se clasifi­ ca en dos categorías generales, selecta y común, con base en su aspecto y características. La madera para carpintería se clasifica según la resistencia de cada especie. 5 .2 6 .5 ■ 5.61 M ejo ra de p ro p ie d a d e s de m a d e ra Debido a su elevada anisotropía y propiedades hi­ groscópicas, la madera tiene limitaciones de uso como material estructural. Se utilizan diversas téc­ nicas para mejorar la resistencia o estabilidad di­ mensional de la madera en atmósferas de servicio. Se pueden aplicar preservadores para combatir que la madera se pudra y sea atacada por organismos animales. Se pueden unir hojas delgadas de madera para obtener una estructura de madera modificada; las hojas se pueden impregnar de manera eficiente para llenar las cavidades de las células. Como mo­ dificación adicional, la estructura de hojas delgadas se puede comprimir durante el periodo de curado por unión para aumentar la densidad y resistencia. Estas técnicas mejoran la resistencia a sustancias químicas, la resistencia a la pudrición de la madera y la estabilidad dimensional de la madera. Ver también la subsección 11.2.4. 5 .2 7 Plásticos Los términos sinónimos plásticos y resinas sintéticas denotan altos polímeros orgánicos sintéticos. Los polímeros son compuestos en los que las subunidades básicas a nivel molecular son moléculas de cadena larga. La palabra plástico se ha adoptado como nombre general para este grupo de materia­ les, porque todos se pueden moldear en alguna etapa de su manufactura. 5 .2 7 .1 Estructura de los plástico s En la polimerización puede emplearse la polimeri­ zación simultánea de dos o más monómeros para formar un polímero que contenga ambos monóme­ ros en una cadena. Estos copolímeros, con frecuencia tienen características y propiedades físicas y mecá­ nicas más deseables que cualquiera de los políme­ ros individuales que se han combinado. La gama de propiedades disponibles con la copolimerización significa que el ingeniero puede obtener plásticos fabricados para requisitos específicos. Los polímeros pueden formarse en estado amorfo o cristalino, según la disposición relati­ va de las moléculas de cadena larga. El estado 5 .6 2 a Sección cinco amorfo (sin forma) se caracteriza por una disposi­ ción totalmente al azar de las moléculas. El estado cristalino en un polímero consiste en regiones cris­ talinas, llamadas incrustadas, enclavadas en una matriz amorfa. Plastificadores y rellenos se pueden agregar a polímeros para cambiar sus propiedades básicas. Los plastificadores son sustancias de peso mo­ lecular bajo (cadena corta) para reducir el peso molecular promedio de un polímero y hacerlo así más flexible. Los rellenos se pueden agregar, en particular a los plásticos más suaves, para hacer­ los más rígidos, aumentar su resistencia y propie­ dades al impacto, o mejorar su resistencia al calor. Se puede usar harina de madera, mica, fibras de asbesto y fibras o telas desmenuzadas como mate­ rial de relleno para polímeros. La cristalización ocasiona un empaquetamiento más denso de las moléculas de los polímeros y, por ello, un aumento en las fuerzas intermoleculares. Los polímeros resultantes tienen más resistencia y rigidez, y un punto de reblandecimiento más alto que los polímeros amorfos de la misma estructura química y peso molecular. Un ejemplo típico de esto es el polietileno de alta densidad. El enlace cruzado, una variación común en el crecimiento de los polímeros, enlaza entre sí las cadenas de moléculas, a intervalos, con enlaces primarios. Para tener un enlace cruzado efectivo, normalmente deben existir átomos de carbono insaturados dentro de la cadena del polímero, porque el enlace cruzado tiene lugar precisamente en esos puntos de conexión. El enlace cruzado restringe mucho el movimiento entre las cadenas adyacentes del polímero y, por ello, altera las propiedades mecánicasdel material. Un polímero de enlace cruzado tiene mayor resistencia a la tensión, más deforma­ ción recuperable (elasticidad) y menos alargamien­ to a la falla. La vulcanización del hule natural con el azufre es un ejemplo de la clase de transformación que puede producir un enlace cruzado, desde su­ perficies de rodadura para neumáticos hasta cajas de acumuladores. Se pueden formar también estructuras tridimen­ sionales con polímeros en cadena por ramificación, en la cual las cadenas principales se bifurcan en dos cadenas. El grado de ramificación se puede contro­ lar en el proceso de producción. Si la ramificación es lo bastante extensa, restringe el movimiento entre las cadenas adyacentes porque ocasiona entrelaza­ miento. 5 .2 7 .2 D eform ación de los polím eros Los módulos elásticos de los plásticos, por lo gene­ ral, están dentro de los límites de 104 a 106 psi o sea mucho menores que en los metales. Las deforma­ ciones más pronunciadas que se observan cuando se aplica carga a los plásticos ocurren porque hay desdoblamiento de las cadenas y alargamiento de los enlaces en los polímeros. Las estructuras reticu­ lares de polímeros son más rígidas que las líneas y tienen módulos más elevados. La deformación de un plástico favorece la crista­ lización, porque las cadenas moleculares quedan más próximas y tienden a alinearse. Así, las propie­ dades de los polímeros pueden cambiarse al defor­ marlos mucho. Este fenómeno de orientación se emplea para producir plásticos con diferentes pro­ piedades en una dirección que en otras. El estira­ miento, que orienta las cadenas moleculares en el sentido del estiramiento, produce una resistencia en sentido longitudinal que es varias veces mayor que la del material sin estirar. Los polímeros son viscoelástícos porque están sujetos a fenómenos dependientes del tiempo. Los materiales poliméricos sometidos a una carga apli­ cada gradualmente, presentan deformaciones plás­ ticas mayores que con cargas de corta duración. Si, en vez de ello, se estira el material hasta un alarga­ miento dado, el esfuerzo necesario para mantener el alargamiento disminuirá con el tiempo. Tanto la deformación plástica como la relajación de esfuer­ zos se aceleran a temperaturas más altas, con las cuales las cadenas moleculares tienen más energía térmica para facilitar la reorientación o el desliza­ miento. Dado que las propiedades dependen del tiempo, la regulación en la aplicación de la carga en un polímero puede afectar el comportamiento ob­ servado. Al aumentar la velocidad de aplicación de carga, se producen curvas de esfuerzo-deforma­ ción más pronunciadas, que indican que el material es más rígido cuando se reduce el tiempo para los reajustes moleculares. Los polímeros amorfos tienen una temperatura característica, llamada temperatura de transición de vidrio, a la que las propiedades tienen un cambio drástico. La transición de un comportamiento vi­ treo a uno de propiedades como el caucho puede ocurrir a cualquier temperatura. En el lado de tem­ peratura alta de esta transición, los segmentos mo­ leculares son libres de moverse uno junto al otro y, en el lado de temperatura bajo, están rígidamente M a teriales para construcción confinados. Por lo tanto, la temperatura a la que el polímero se convierte en vitreo y quebradizo y no se comporta ya como polímero como el caucho, es causa de preocupación en el uso de cualquier siste­ ma de polímeros. 5 .2 7 .3 Plásticos term oend urecidos (irreversib les) Este tipo de plástico es originalmente suave o se suaviza en forma muy rápida con la aplicación de un poco de calor, pero si se le aplica más calor sufre un endurecimiento permanente. AJ final, la estructu­ ra de celosía continua de los plásticos termoendure­ cidos se puede desarrollar a partir del mecanismo de condensación de polimerización, o se puede endure­ cer por la formación de enlaces primarios entre cade­ nas moleculares cuando se aplica energía térmica. El fin de la polimerización, que se acelera a temperatu­ ras más altas, proporciona mi fraguado permanente a los plásticos termoendurecidos. En general éstos son más fuertes que los plásticos reversibles, en espe­ cial a elevadas temperaturas. Las principales variedades de plásticos termoestables se describen brevemente a continuación, al igual que sus principales aplicaciones. (Para datos detallados de las propiedades de estos plásticos, véase el más reciente número enciclopédico deModern Plastics.) Los fenolformaldehídos constituyen la varie­ dad más grande de artículos de plástico termoendurecibles moldeados. Se utilizan para aplicaciones en química, decorativas, eléctricas, mecánicas y tér­ micas de todas clases. Como son duros y rígidos, cambian muy poco, si acaso, al envejecer bajo techo; pero a la intemperie la superficie pierde su brillo. No obstante, las características contra exposición a la intemperie de las fórmulas más duraderas suelen ser buenas. Los fenolformaldehídos tienen buenas propiedades eléctricas, no se queman con facilidad y no sostienen la combustión. Son fuertes, ligeros de peso y suelen ser agradables a la vista y al tacto. En general, no pueden obtenerse en colores claros, de­ bido al color castaño oscuro básico de la resina. Tienen baja absorción de agua y buena resistencia al ataque de los productos químicos más comunes. Las resinas epóxicas y el poliéster se utilizan para una gran variedad de propósitos. Por ejemplo, las piezas electrónicas con componentes delicados, a veces son coladas por completo con estos materia­ ■ 5 .6 3 les para darles apoyo completo y continuo a los choques térmicos y mecánicos. Algunas variedades se deben curar a temperaturas elevadas; otras, pue­ den formularse para curar a la temperatura ambien­ te. Uno de los atributos más notables de las resinas epóxicas es su excelente adherencia en una gran variedad de materiales incluso metales como el co­ bre, latón, acero y aluminio. Los materiales de poliéster para moldeo, cuan­ do están compuestos con fibras (en especial fibra de vidrio) o con diversos agregados minerales (inclu­ yendo la arcilla) pueden formularse en mastiques o premezclados que se moldean con facilidad por compresión o transferencia para producir piezas de alta resistencia al impacto. A los materiales de m elamina formaldehído no los afectan los disolventes orgánicos normales, gra­ sa, aceites o la mayoría de los ácidos y álcalis débi­ les. Su absorción de agua es baja. Son insensibles al calor y muy resistentes a las llamas, según el mate­ rial de relleno. Sus propiedades eléctricas son muy buenas, en especial la resistencia a los arcos. Los materiales sin relleno son muy traslúcidos y tienen posibilidades ilimitadas para darles color. Los prin­ cipales materiales para relleno son la celulosa alfa, para compuestos de usos generales; minerales, para mejorar sus propiedades eléctricas, en particular a temperaturas elevadas; recorte de telas, para darles alta resistencia a los choques y resistencia a la fle­ xión; y celulosa, casi siempre usada para aplicacio­ nes eléctricas. El políuretano se usa de diferentes formas en la construcción. Como aislamiento térmico se usa en forma de espuma, ya sea preespumado o espumado en el sitio; este último es particularmente útil en espacios irregulares. Cuando se fabrica con fluorocarbonos, la espuma tiene una transmisión de calor excepcionalmente baja y por esto se usa ampliamen­ te en refrigeradores de paredes delgadas. Otros usos incluyen aplicaciones de campo, o recubrimiento de color y acabados para pisos, muros, etc. La presen­ tación en forma de hule se emplea para esparcirlo o aplicarlo sobre losas de techo, juntas y compuesto para calafateo. Los urea-formaldehídos, igual que los melaminas, ofrecen posibilidades ilimitadas de transluci­ dez a color opaco, rapidez de transmisión de la luz, buenas propiedades mecánicas y eléctricas y resis­ tencia a los disolventes orgánicos y a los ácidos y álcalis suaves. Aunque no ocurren hinchazón ni cambio en la apariencia, la absorción de agua délos 5 .6 4 ■ Sección cinco urea-formaldehídos es bastante alta; por ello no se recomiendan para aplicaciones que implican exposición prolongada al agua. Una exposición oca­ sional al agua no tiene efectos nocivos. Las propie­ dades de resistencia son buenas. Las siliconas, al contrario de otros plásticos, tie­ nen como base al silicio en vez de carbono. Por ello, su inactividad y durabilidad en una amplia varie­ dad de condiciones, son notables. En comparación con los fenólicos, sus propiedades mecánicas son malas, por lo que se les agregan fibras de vidrio. El moldeo es más difícil que con otros materiales termoendurecibles. Al contrario de la mayoría de las resinas, las siliconas pueden utilizarse en funcio­ namiento continuo a 400‘F; tienen muy poca absor­ ción de agua; sus propiedades dieléctricas son excelentes ante el ataque de muchos productos quí­ micos; en trabajo a la intemperie, su durabilidad es extraordinaria. En soluciones líquidas, las siliconas se utilizan para dar resistencia contra la humedad a los muros de mampostería y a textiles. También forman la base de muchas pinturas y otros revesti­ mientos capaces de mantener la flexibilidad y la inactividad al ataque a altas temperaturas, en pre­ sencia de luz ultravioleta y ozono. Los hules de siliconas mantienen su flexibilidad a temperaturas mucho más bajas que otros hules. 5 .2 7 .4 Term oplásH cos reversib les Estos plásticos se deforman con facilidad a elevadas temperaturas y se endurecen otra vez al enfriarse. Se pueden suavizar al aplicarles calor y endurecerse al enfriarlos cualquier número de veces. Los termoplásticos reversibles se deforman fácilmente si se les aplica presión, en particular a elevadas temperatu­ ras, y por ello se emplean para hacer productos moldeados. La principales variedades de los termoplásticos se describen en forma breve a continuación. (Para información detalladas de las propiedades de estos plásticos, véase el más reciente número enciclopé­ dico de Modern Plastics.) Los acrílicos en forma de grandes hojas transpa­ rentes se utilizan para ventanas y para comparti­ mientos de aviones, y en muchas aplicaciones en la industria de la construcción. Aunque no son tan duros como el vidrio, los acrílicos tienen calidad y transparencia perfectas. Entre todos los plásticos transparentes, son los más resistentes a la luz solar y a la intemperie y poseen una combinación óptima de flexibilidad y rigidez así como resistencia al astillamiento. Pueden producirse en una gran varie­ dad de colores transparentes, traslúcidos y opacos. Las láminas acrílicas se pueden conformar con faci­ lidad en formas muy complejas. Se utilizan para aplicaciones como ventanas transparentes, rótulos en interiores y exteriores, parte de artefactos para alumbrado, piezas decorativas y funcionales en au­ tomóviles, camiones y autobuses, reflectores, partes de aparatos domésticos y otras aplicaciones simila­ res. Los acrílicos pueden utilizarse como hojas gran­ des, moldeadas a partir de polvos o coladas a partir del monómero líquido. El estireno-butadicno-acrilonitrilo (ABS) es un copolímero de tres compuestos que produce una familia de resinas duras, tenaces, químicamente re­ sistentes. Su mayor uso es en tuberías y conexiones. El policarbonato tiene excelente transparencia, alta resistencia al impacto y buena resistencia a agentes atmosféricos. Se utiliza para cristales inastillables, iluminación general y cascos de se­ guridad. El polietileno, en su forma no modificada, es un plástico flexible, céreo, translúcido que mantiene su flexibilidad a temperaturas muy bajas, al contrario de muchos otros materiales termoplásticos. El pun­ to de distorsión por calor del antiguo polietileno de baja densidad es bajo; estos plásticos no se reco­ miendan para usarlos a temperaturas superiores a los 150”F. Los nuevos materiales de alta densidad tienen puntos de distorsión por calor más elevados; algunos pueden calentarse a temperaturas supe­ riores a los 212°F. El punto de distorsión por calor puede ser mayor de 250°F para los plásticos irradia­ dos con haces de alta energía, o para polietileno con peso molecular bastante alto. Al contrario de la mayoría de los plásticos, el polietileno es parcial­ mente cristalino. Es inerte a los disolventes y pro­ ductos químicos corrosivos de todas clases, a las temperaturas normales. Por lo general, su baja ab­ sorción y su baja permeabilidad a la humedad se combinan con excelentes propiedades eléctricas. Su densidad es menor que la de cualquier otro plástico comercial no poroso. Cuando se mezcla con pig­ mento negro, tiene buenas propiedades de resisten­ cia a la intemperie. El polietileno tiene amplio uso como material aislante primario para alambres y cables y se ha utilizado como sustituto del forro de plomo en cables para comunicaciones y de otros tipos. También se usa mucho en forma de película M a teria le s para construcción flexible, para empacar, en especial los alimentos, y como recubrimiento anticorrosivo para tanques y otros equipos para productos químicos. El polipropileno, una poliolefina, es similar en muchos aspectos al polietileno, pero suele ser más duro, fuerte y resistente a la temperatura. Tiene muchos usos, como en cisternas para suministrar agua en sistemas de plomería para baños. El politetrafluoretileno (PTF), que incluye en su estructura el flúor, es un elemento muy activo, un polímero de tipo lineal, altamente cristalino, único entre los compuestos orgánicos por ser inerte quí­ micamente y por su resistencia al cambio a altas y bajas temperaturas. Tiene un bajísimo factor de pérdida dieléctrica. Además, sus otras propiedades eléctricas son excelentes. Su propiedad más notable es su extrema resistencia al ataque por agentes co­ rrosivos y disolventes de todas clases. El politetra­ fluoretileno puede mantenerse por largos periodos a temperaturas mayores que 500°F, sin que haya cambio apreciable en sus propiedades, excepto pér­ dida de resistencia a la tensión. Por'ello, sus tempe­ raturas de servicio se mantienen a menos de 480°F. Este material no se hace quebradizo a bajas tempe­ raturas y sus capas permanecen flexibles a tem­ peraturas inferiores a los —100°F. Se usa en puentes, como apoyos para vigas y en edificios sujetos a condiciones extremas de resistencia o para usos donde se requiera baja fricción. En líneas de vapor, por ejemplo, los sillines de apoyo de politetrafluo­ retileno permiten que la línea se deslice fácilmente sobre el sillín, al acortarse o alargarse la línea, por la expansión y contracción que causan los cambios de temperatura. Con esto, las temperaturas causan poco o ningún efecto. Las propiedades mecánicas son moderadamente altas y puede necesitarse el uso de refuerzos para evitar flujo plástico o que sea expulsada lateralmente bajo cargas pesadas. El fluoruro de polivinilo posee gran parte de las cualidades de ser inerte al ataque de productos químicos y de la intemperie, típica de los flurocarbonos. Entre otras aplicaciones, se utiliza como película fina para revestimiento de tableros de edificios que estarán expuestos a la intemperie. Las resinas de formal polivinilo tienen su uso principal como base para un esmalte aislante, im­ permeable, tenaz, para alambres eléctricos. El butiral-polivinil es la tenaz capa intermedia en los cristales de seguridad. En su forma plastificada de enlace cruzado, el butiral-polivinil es muy usado para recubrir telas para impermeables, tapi­ ■ 5 .6 5 cerías y para otras aplicaciones de trabajo pesado, resistentes a la humedad. Los polímeros y copolímeros de cloruro de vinilo varían desde los duros y rígidos hasta los muy flexibles. El cloruro de polivinilo es de naturaleza dura y rígida, pero puede plastificarse para darle cualquier grado requerido de flexibilidad, por ejem­ plo, para impermeables y cortinas para baño. Los copolímeros, incluyendo el cloruro de vinilo más acetato de vinilo, ñeñe flexibilidad natural sin plastificantes. Los plásticos no rígidos de vinilo se uti­ lizan ampliamente como aislantes y forros para alambres y cables eléctricos debido a sus propieda­ des eléctricas y a su resistencia al aceite y al agua. Se utilizan películas delgadas para ropa impermea­ ble y aplicaciones similares; las películas y hojas de mayor calibre se usan mucho para tapicerías. Los cloruros de vinilo se utilizan en forma de losetas para pisos, por su resistencia a la abrasión y su relativamente baja absorción de agua. Los materia­ les rígidos se emplean para tubos y muchas otras aplicaciones en las que se requiere resistencia a la corrosión y a la acción de muchos productos quími­ cos, en especial ácidos y álcalis; pero son atacados por una serie de disolventes orgánicos. Igual que todos los termoplásticos, los cloruros de vinilo se ablandan a temperaturas elevadas; la temperatura máxima recomendada es de unos 140°F, aunque bajo cargas reducidas pueden usarse a temperatu­ ras hasta de 180°F. El cloruro de vinilideno en general tiene alta resistencia a la mayoría de los productos químicos inorgánicos y a los disolventes orgánicos. Es imper­ meable al agua bajo inmersión prolongada y sus películas ofrecen mucha resistencia a la transmisión de humedad y vapores. Puede esterilizarse, si no está bajo carga, en agua hirviente y sus propiedades mecánicas son buenas. El cloruro de vinilideno no se recomienda para usos que impliquen impactos con alta velocidad, resistencia a los choques o flexi­ bilidad a temperaturas abajo de 0°C. No se debe utilizar en aplicaciones que requieran exposición continua a temperaturas mayores de 170‘F. Los compuestos de poliestireno constituye una parte grande e importante en todo el campo de los materiales termoplásticos. Un buen número de poliestirenos modificados ofrecen una gama un tanto amplia de propiedades. El poliestireno es uno de los plásticos más ligeros que se producen comercial­ mente en la actualidad. Es relativamente barato, se moldea con facilidad y posee buena estabilidad 5 .6 6 ■ Sección cinco dimensional y a bajas temperaturas. En su tipo transparente tiene claridad brillante; puede produ­ cirse en una cantidad infinita de colores. La absor­ ción de agua es insignificante, incluso después de una larga inmersión. Sus características eléctricas son excelentes. Es resistente a la mayoría de los productos químicos corrosivos como los ácidos y a una gran cantidad de disolventes orgánicos, aun­ que hay otros que sí lo atacan. Los poliestirenos, como clase, son mucho más quebradizos y menos extensibles que muchos otros materiales termoplásticos, pero estas propiedades logran una marcada mejora con la copolimerización. Bajo ciertas cir­ cunstancias tienden a desarrollar fisuras, conocidas como cuarteaduras irregulares, por exposición, en es­ pecial a la intemperie. Esto ocurre también con muchos otros termoplásticos, en particular al apli­ carles esfuerzos elevados. El poliimida en su forma moldeada, se utiliza cada vez más en donde se requiere su alta resisten­ cia al impacto y a la abrasión. Se emplea en engra­ najes pequeños, levas y otras partes de máquinas, porque aunque no tenga lubricación, el poliimida tiene alta resistencia al desgaste. Su resistencia quí­ mica, excepto a los fenoles y ácidos minerales, es excelente. El poliimida extruido se aplica como re­ cubrimiento en alambres y cables eléctricos y en cuerdas, para darles resistencia a la abrasión. Su aplicación en cabezas de martillos es una indicación de su resistencia al impacto. D erivad o s de celu lo sa ■ La celulosa es un polímero elevado natural que se encuentra en todos los tejidos fibrosos de plantas leñosas, y en algunos materiales como el algodón. Mediante procesos quí­ micos puede modificarse para formar una gran va­ riedad de materiales termoplásticos que, a su vez, pueden modificarse todavía más con plastificantes, materiales de relleno y otros aditivos para impartir­ le muy diversas propiedades. El más antiguo de todos los plásticos es el nitrato de celulosa. El acetato de celulosa es la base de la película de seguridad desarrollada para resolver el problema de la gran inflamabilidad de la microcelulosa (celu­ loide). De su forma inicial, película, hoja, o polvo para moldear, se hace una gran variedad de artícu­ los, como envolturas transparentes y una serie de artículos para usos generales. Según su contenido de plastificantes, puede ser duro y rígido o blando y flexible. La absorción de humedad, como en todos los productos de celulosa, es alta y no se recomienda para exposición prolongada y continua a la intem­ perie. La película de acetato de celulosa, reforzada con malla metálica, tiene mucho uso en cubiertas temporales para edificios durante la construcción. El acetato-butirato de celulosa, un copolímero con butirato, tiene más suavidad inherente y más flexibilidad que el acetato de celulosa y necesita menos plastificante para obtener un grado dado de suavidad y flexibilidad. Se fabrica en película y hoja transparente incolora o como polvos para moldear, que pueden moldearse con procedimientos de mol­ deo estándar de inyección para obtener una gran cantidad de productos. Como los demás productos de celulosa, este material tiene tenacidad inherente y buena resistencia al impacto. Se le puede agre­ gar una infinidad de colores, como otros productos de celulosa. La tubería de acetato-butirato de celu­ losa se emplea en mangueras para riego y tubos para gas. La etil-celulosa es semejante al acetato y al acetato butirato en sus propiedades generales. Hay dos tipos en uso común: la de usos generales y la de alto im­ pacto; la última se fabrica para lograr tenacidad su­ perior al promedio, a temperaturas normales y bajas. La nitrocelulosa, uno de los plásticos más te­ naces, tiene uso muy extenso en mangos para herramientas y aplicaciones similares en donde se necesita alta resistencia al impacto. Su gran infla­ mabilidad exige muchas precauciones, sobre todo cuando está en forma de película. La mayoría de las películas fotográficas comerciales se hacen con microcelulosa, en vez de acetato de celulosa. La nitrocelulosa es la base de la mayoría de las lacas comerciales y usos similares. 5 .2 8 Elastóm eros o hules sintéticos Para usarse en construcciones, el hule es natural y sintético; el primero, que también recibe el nombre de hule crudo en su forma vulcanizada, está com­ puesta de grandes y complejas moléculas de isopreno. Los hules sintéticos, también conocidos como elastómeros, generalmente se semejan al hule sólo por su gran elasticidad. Los principales hules sinté­ ticos son los siguientes: GR-S es el más parecido al hule crudo y es producto de la copolimerización de estireno y buta­ dieno; es el que más se utiliza de los hules sintéticos y no es resistente al petróleo, pero se usa amplia­ M ateria le s para construcción mente para la fabricación de neumáticos y aplica­ ciones similares. El nitrilo es un copolímero de acrilonitrilo y butadieno. Su excelente resistencia a petróleos y solventes lo hace útil para la fabricación de mangue­ ras de combustible y solventes, partes para equipo hidráulico y aplicaciones similares. El butilo se obtiene de la eopolimerización de isobutiíeno con una pequeña proporción de isopreno o butadieno. De todos los hules, tiene la más baja permeabilidad a gases y, en consecuencia, se utiliza ampliamente para hacer cámaras para neumáticos y otros aplicaciones en las que los gases puedan mantenerse con un mínimo de difusión. Se usa para juntas en edificios. El neopreno se hace por polimerización de cloropreno. Tiene muy buenas propiedades mecánicas y es particularmente resistente a la luz solar, calor, envejecimiento y petróleo, por lo que se usa para hacer bandas para máquinas, juntas, mangueras para petróleo, aislamiento de cables y otras aplica­ ciones para intemperie, como son impermeabilizaciones y juntas para construcción y vidriado. Los hules de sulfuros, es decir los polisulfuros de elevado peso molecular, tienen propiedades se­ mejantes al hule y los objetos que se fabrican con ellos, como son recubrimientos para mangueras y tanques así como pasta para limpiar cristales, mues­ tran buena resistencia a solventes, petróleo, ozono y exposición a bajas temperaturas e intemperie. El hule de silicona, que también se estudia en la subsec. 5.27.3, cuando tiene consistencia como de hule forma un material que muestra inatacabilidad y resistencia excepcionales a la temperatura. Por esta razón se emplea en la fabricación de jun­ tas, aislamiento eléctrico y productos similares que mantienen sus propiedades tanto a alta como a baja temperaturas. Otros elastómeros son el polietileno, hule ciclizado, cloruro de polivinilo plastificado y polibuteno. Una gran variedad de materiales entra en varios compuestos de hule y, por lo tanto, proporcionan una amplia gama de propiedades. Además, muchos productos elastoméricos son estructuras laminadas de compuestos semejantes al hule combinados con materiales como tejidos y metales. 5 .2 9 M ateriales geosintéticos Éstos son tejidos hechos de plásticos, principalmen­ te polímeros, pero a veces hule, fibras de vidrio u ■ 5.67 otros materiales, que se incorporan en suelos para mejorar ciertas características geotécnicas. Las fun­ ciones que desempeñan los materiales geosintéticos se pueden agrupar en cinco categorías principales: separación de materiales, refuerzo de suelos, filtra­ ción, drenaje dentro de masas de suelos y barrera para movimiento de humedad. Hay varios tipos de materiales geosintéticos: Los geo textil es son tejidos flexibles, porosos, he­ chos de fibras sintéticas en máquinas tejedoras es­ tándar o por deslustramiento o labor de punto (telas no tejidas). Ofrecen las ventajas para fines geotécnicos de resistencia a la biodegradación y porosidad, permitiendo flujo por el tejido y dentro del mismo. Las georrejillas son barras o varillas hechas de plástico y dispuestas en una red o rejilla. Se utilizan principalmente para refuerzo de suelos y fijación de éstos. Las medidas de apertura para georrejillas va­ rían de 1 a 6 in en direcciones longitudinal y trans­ versa, dependiendo del fabricante. Las georredes son tejidos parecidos a las redes y georrejillas, pero con aperturas de sólo alrededor de 0.25 in. Las varillas generalmente son de polietileno extruido. Las georredes se emplean como medios de drenaje. Las geomembranas son tejidos poliméricos rela­ tivamente impermeables, que por lo general se fa­ brican en hojas flexibles y continuas. Se usan básicamente como barreras para líquidos o vapores. Pueden servir como recubrimientos para rellenos sanitarios y cubiertas para almacenes. Algunas geo­ membranas se fabrican al impregnar geotextiles con asfalto o elastoméricos. Los geocompuestos son una combinación de otros tipos de materiales geosintéticos, formulados para cumplir funciones especificas. El diseño de filtros de materiales geosintéticos, o refuerzo de tierra, o un recubrimiento de membrana impermeable para relleno sanitario requiere de una idea clara de las características geotécnicas a alcan­ zarse con la aplicación de materiales geosintéticos, y de un pleno conocimiento de las propiedades de los materiales geosintéticos así como de los materiales disponibles en la actualidad y de sus propiedades. Esp ecificaciones p a r a m a te ria le s g e o sin ­ téticos ■ Una comisión conjunta de la American Association of State Highway and Transportation Officials (AASHTO), Associated General Contractors (AGC), y la American Road and Transportation Buílders Association (ARTBA) ha dado a conocer 5 .6 8 ■ Sección cinco especificaciones y procedimientos de prueba para materiales geosintéticos destinados a aplicaciones específicas. La ASTM ha promulgado especificacio­ nes para métodos de prueba para propiedades de referencia, tales como tenacidad al agarre (D4632), tenac'dad al desmonte (D1682), resistencia a la ro­ tura hidráulica (Mullen) (D3786), resistencia a la rotura de trapezoide (D4533), medida aparente de abertura (D4751), degradación por exposición a luz ultravioleta (D4355), estabilidad de temperatura (D4594), permitividad (D4491), resistencia a la de­ formación (DI 621), y resistencia a la perforación (D4833). La ASTM también publica especificaciones de métodos de prueba para las propiedades de operación de geotextiles, georrejillas y geocompuestos, tales como tenacidad determinada por el método de banda ancha (D4595), resistencia de cos­ tura cosida (D4884), flujo en plano, o transmisividad (D 4716). En la especificación de un material geosintético, debe considerarse no sólo el tipo de aplicación, como es el reforzamiento de suelos, drenaje o con­ trol de erosión, sino también a la función a la que vaya a servir el material en esa aplicación y las propiedades requeridas. Algunas propiedades que son de importancia para otros tipos de materiales pueden no ser importantes para los geosintéticos, o llevan a especificaciones confusas o excluyentes. Por ejemplo, para geotextiles, el grosor puede no ser importante. Diferentes procesos de manufactura producen telas comparables con grosores diferen­ tes. Además, el grosor puede cambiar durante el manejo y embarque. Del mismo modo, la densidad, oz/yd2 o g/m2, puede ser útil sólo para estimar el peso del geotextil. Como otro ejemplo, la permeabi­ lidad, que es el producto de permitividad y grosor, puede ser diferente para dos telas con la misma permitividad. La diferencia es una consecuencia de las telas que difieren en grosor. Por lo tanto, la evaluación en términos de su coeficiente de permea­ bilidad puede llevar a confusiones. Las comparacio­ nes deben estar basadas en la permitividad, que es la medida de la cantidad de agua que pasaría por un grosor unitario de un geotextil bajo una cabeza dada (Sec. 7.39.2). Las especificaciones deben estar basadas en las propiedades específicas requeridas para las funcio­ nes a las que se vaya a dar servicio. Un material geosintético puede tener funciones secundarias o primarias. Deben considerarse las siguientes pro­ piedades en la especificación de un geosintético: Geotextiles Generales: Estructura de la tela (tejida, no tejida, combinación), composición de polímero (poliéster, polipropileno, polietileno, combinación), ancho y longitud de rollos, supervivencia. Las telas pueden estar formadas de fibras o hilos. Las fibras pueden ser filamentos continuos o fibras cortadas o producidas por el corte de una hoja de plástico extruida para formar cintas planas y delgadas. Ver definiciones de términos geotextiles en la subsec. 7.39.2. Manejo y almacenaje: Protección contra exposición a rayos ultravioleta, polvo, lodo u otros elementos que puedan tener un efecto nocivo en la operación. Filtración y propiedades hidráulicas: Porcentaje de área abierta para telas tejidas, medida aparente de abertura, permitividad. Propiedades mecánicas: Requisitos de muestreo y prueba, resistencia a la perforación, resistencia a la rotura de Mullen, resistencia a la rotura trapezoidal, tenacidad y elongación, tenacidad de franja ancha y elongación en dirección de máquina y dirección cruzada, resistencia a la luz ultravioleta después de 150 h, ángulo de fricción de inferíase de tierra-tela para aplicaciones de refuerzo. Costuras y empalmes: Los empalmes dependen de la aplicación, pero deben ser de 1 ft como mínimo para todas las aplicaciones. Puede ser necesario coser costuras. El hilo para costuras debe ser polimérico y debe tener por lo menos la duración del material principal. Las costuras deben ser dirigidas hacia arriba. Las resistencias de costuras cosidas, hechas en fábrica, deben ser iguales o mayores que las del material principal. Las costuras cosidas en el terreno de aplicación son más débiles que el mate­ rial principal. Colocación: Emparejado y limpieza de terrenos, agregados, grueso de cubiertas y coladas, equipo. Reparaciones: Procedimientos para reparar rasga­ duras, roturas y otros daños, incluyendo requisitos de empalme o sobreposición, costura y reposición. G eom em branas Generalidades: Composición de polímero (cloruro de polivinilo, hipalón, polietileno, alta densidad, muy baja densidad, o densidad lineal y texturizada M ateriales para construcción o no texturizada), ancho y longitud de rollo, grosor, densidad, contenido de negro carbón. Propiedades mecánicas: Resistencia a la tracción (punto de cedencia y rotura), elongación (en cedencia y rotura), resistencia al rasgado, fragilidad a baja temperatura, resistencia al corte de costura y resistencia a la adherencia (fusión y extrusión), re­ sistencia a la rotura de esfuerzo por condiciones ambientales. Otras: Igual a "Geotextiles" citadas antes. R ecubrim ientos de arcilla geosintética Generalidades: Ancho y longitud de rollo; peso pro­ medio de rollo; densidad de bentonita (exclusiva del peso del pegamento, si corresponde); peso y grosor superiores del geosintético, y estructura (te­ jido, capa no tejida en reforzados con lienzo, no tejido y perforado con aguja); peso inferior del geo­ sintético, grosor, y estructura (tejido, no tejido, no tejido y perforado con aguja). Propiedades mecánicas: Resistencia a la tracción y elongación. Propiedades hidráulicas: Permeabilidad. Propiedades de bentonita de base: Contenido de hu­ medad, índice de esponjamiento, pérdida de fluido. Otras: Ver "Geotextiles" antes. Georredes Generalidades: Estructura (georred, núcleo de cús­ pide sencilla o doble, núcleo de depresión sencilla o doble, núcleo de columna hueca o sólida, tela de alambre enredada) composición de polímero (polietileno, polipropileno, poliestireno), tipo de geotextil adjunto, ancho y longitud de rollo, núcleo, red y grosor de tela de alambre. Propiedades mecánicas: Límite elástico en compre­ sión. Propiedades hidráulicas: Gasto en plano. ■ 5 .6 9 miento, composición de polímero (poliéster, poli­ propileno, poliestireno), ancho y longitud de rollo, densidad, tamaño de abertura. Propiedades mecánicas: Resistencia a la tracción de franja de ancho mayor, resistencia de diseño de larga duración. La información sobre materiales geosintéticos específicos, incluyendo aplicaciones recomenda­ das, se puede obtener de los fabricantes. La in­ formación de producto para varios materiales geosintéticos se presentan en "Specifiers Guide", Geotechnical Fabrics Report, Industrial Fabrics As­ sociation International, 345 Cedar St., Suite 800, St. Paul, MN 55101-1088. Ver también la sec. 7.39 (A Design Primer: Geotextiles and Related Materials, Industrial Fabrics Association International, St. Paul, Minn., R. M. Koemer, Designing with Geosynthetics, Prentice-Hall, Englewood Cliffs, N.J.) 5 .3 0 Referencia de m a te ria les org án ico s Erikkson, K. L., et al., Microbial and Enzymatic Degradation o f \Nood and Wood Cornponents, Springer Verlag. Faherty, K. F. and T. G. Williamson, Wood Engineering and Construction Handbook, 2nd ed., McGraw-Hill, Inc., New York. Harper, C. A. Handbook ofPlastics, Elastomers, and Composites, 2nd ed., McGraw-Hill, Inc., New York. Koemer, R. M. Designing with Geosynthetics, 2nd ed., Prentice-Hall, Englewood Cliffs, N.J. Modern Plastics Encyclopedia, Plastics Catalog Corp., New York. Polymer Modified Concrete, SP-99; Guidefo r the Use o f Polymers in Concrete, ACI 548.1, and Polymers in Concrete, ACI 548, American Concrete Institute, P. O. Box 19150, Redford Station, Detroit, MI 48219. G eorrejillas Generalidades: Proceso de manufactura (tejido, perforado, hoja estirada, extrusión), tipo de recubri­ Skeist, 1., Plastics in Building, Van Nostrand Reinhold, New York. 5.70 ■ Sección cinco Structural Plastics Design Manual, American Society of Civil Engineers, 345 E. 47th St., New York, NY 10017. Wilcox, W., et al., Wood as a Building Material, John Wiley & Sons, Inc., New York. Zabel, R. A., and J. J. Morell, Wood Microbiology: Decay and Its Prevention, Academic Press, Inc., San Diego, Calif. Sellos de juntas Se utilizan compuestos de calafateo, selladores y juntas para sellar los puntos de contacto entre ma­ teriales de construcción similares y diferentes, que de otra forma no pueden ser herméticos por com­ pleto. Tales puntos incluyen el esmaltado de juntas entre ventanas y paredes, las muchas juntas que hay en el creciente uso de construcción panelizada, los muros de parapetos y lugares semejantes. Los requisitos de un buen sello de juntas son: (1) buena adherencia o contacto nermético con los ma­ teriales colindantes, (2 ) buena resistencia coherente, (3) elasticidad para compensar la compresión y ex­ tensión cuando los materiales colindantes se retrai­ gan o se aproximen entre sí debido a cambios en contenido de humedad o temperatura, (4) buena durabilidad o la capacidad de conservar sus propie­ dades durante largo tiempo sin deterioro marcado, y (5) no manchar materiales colindantes, como por ejemplo la piedra. 5.31 Com puestos de calafateo Estos selladores se emplean en esencia con materia­ les tradicionales como es la mampostería, con ven­ tanas relativamente pequeñas, y en otros puntos donde el movimiento de componentes de edificios es comparativamente pequeño. Por lo general están compuestos de polímeros elastoméricos o aceite de linaza o de soya incorporados, o ambos, combina­ dos con carbonato de calcio (mármol o piedra caliza molidos), pigmentos colorantes, un agente de soli­ dificación, secador y alcoholes minerales (adelgazadores). Por lo común se emplean dos tipos, el de tipo para inyector y el tipo para cuchillo. Los tipos para inyector son semilíquidos viscosos apropiados para aplicarse a mano o pistolas de calafateo neu­ máticas. Los tipos para cuchillo son más rígidos y se aplican con cuchillo, espátula o herramientas de rejuntado de albañil. Debido a que los compuestos de calafateo tienen aceites de secado como base, los cuales se endurecen finalmente al contacto con el aire, las mejores juntas son por lo general gruesas y profundas, con una porción relativamente pequeña expuesta al aire. Se espera que la superficie expuesta forme una capa dura y protectora para la masa suave bajo ella, que a su vez proporciona la cohesividad, adherencia y elasticidad requeridas. No se puede esperar que los cordones delgados y de poca profundidad tengan la durabilidad de las juntas gruesas con pequeñas superficies expuestas. 5 .3 2 Sellad o res Para juntas y otros puntos donde se esperan gran­ des movimientos de componentes de edificios, se pueden usar materiales elastoméricos como sella­ dores. Mientras que los compuestos tradicionales de calafateo no deben emplearse donde se esperen movimientos de más del 5% del ancho de la junta, o cuando mucho el 1 0 %, los selladores con propie­ dades como el caucho pueden ajustar movimientos más grandes, típicamente del 10 al 25%. Algunos selladores elastoméricos están forma­ dos por dos compuestos, mezclados justo antes de su aplicación. Ocurre la polimerización, lo que lleva a la conversión del material viscoso a una consisten­ cia como de caucho. Varía el tiempo de trabajo, o tiempo para endurecerse en el recipiente, antes que ocurra la polimerización, dependiendo de la fórmu­ la y temperaturas desde una fracción de hora hasta varias horas o a un día. Otras fórmulas son de un solo componente y no requieren mezcla; se endure­ cen al exponerse a la humedad del aire. Se pueden agregar varios agentes de curado, aceleradores, plastificantes, rellenadores, engrasa­ dores, y otros agentes, dependiendo del material básico y de las necesidades de su uso final. La adecuada selección de materiales depende de la aplicación. Un sellador con la apropiada dureza, extensibilidad, márgenes útiles de temperatura, vida útil, retención de tierra, manchado, colorabilidad, rapidez de cura de sellador no pegajoso, toxi­ cidad, resistencia a luz ultravioleta y otros atributos deben seleccionarse para el uso final específico. M ateria le s para construcción ■ 5.71 tético vulcanizado, y finalmente se sellan con sella­ dores elastoméricos a base de hule o con compues­ tos para cristales. En muchas juntas, como las que hay entre pane­ les de edificios, es necesario contar con respaldo, es decir, un cimiento contra el cual el compuesto se pueda aplicar. Esto sirve para limitar el grosor de la lunta, para dar la proporción correcta de grueso y ancho, y para forzar al compuesto a íntimo contacto con el sustrato, por lo que se mejorar la adherencia. Para el objeto, se pueden utilizar cualquiera de varios materiales compresibles, como el polietileno o hilo de poliuretano, o estopa alquitranada. Para acelerar la adherencia al sustrato se pueden necesitar varios primers. (Para evitar la adherencia del compuesto a partes del sustrato donde aquélla no se desea, se puede utilizar cualquiera de diversos rompedores de enlace líquidos o de cinta). General­ mente, una buena adherencia requiere de superfi­ cies secas y sin grasa u otros materiales nocivos. Panek, J. A. and J. P. Cook, Construction Sealants and Adhesives, 3rd ed., John Wiley & Sons, Inc., New York. 5 .3 3 P inturas y otros recubrim ientos Juntas de em p aq u e A los sellos de junta descritos en las secs. 5.31 y 5.32 se les da forma en el lugar de trabajo, es decir, se ponen masas suaves en las juntas y se conforman a su geometría. Una junta de empaque, por otro lado, se preforma y coloca en una junta en forma tal que sella la junta por compresión de la junta de empa­ que. Las juntas de empaque, sin embargo, se curan en condiciones controladas en taller, en tanto que los selladores se curan en condiciones de campo variables y no siempre favorables. Los materiales parecidos al caucho que con más frecuencia se utilizan para juntas de empaque son el neopreno celular o no celular (denso), el EPDM (polímeros y terpolímeros de etileno-propileno) y los polímeros de polivinilcloruro. Las juntas de empaque son generalmente del tipo de compresión o de cierre (zipper). Las primeras se fuerzan en la junta y permanecen herméticas al mantenerlas bajo compresión. Con las juntas de empaque de cierre, una acanaladura de la junta de empaque permite que un borde se abra y deje pasar vidrio u otro panel, después de lo cual se introduce una tira en la acanaladura, apretando la junta de empaque en su lugar. Si la tira es separable de la junta de empaque, su composición muchas veces es más dura que la junta misma. Para colocar vidrios grandes y unidades seme­ jantes, muchas veces se utilizan separadores de montaje o soporte hechos de hule, combinados con juntas de empaque de materiales como el hule sin­ 5 .3 4 Referen cias de sellos de junta Building Seáis and Sealants, STP 606, ASTM, Philadelphia, Pa. Damusis, A., Sealants, Van Nostrand Reinhold Company, New York. Estos materiales se emplean mucho en construcción para decoración, impermeabilización y protección contra incendios, envejecimiento y corrosión. Inclu­ yen recubrimientos tan diversos como pintura, laca, barniz, acabados horneados y sistemas de especia­ lidades. 5 .3 5 Pinturas La pintura es un fluido que contiene un pigmento, vehículo o adhesivo, un solvente o adelgazador, y secador. La viscosidad, tiempo de secado y propie­ dades de fluidez están determinadas por su fórmu­ la. El fluido se puede aplicar como una o más capas relativamente delgadas, cada una de las cuales cam­ bia a sólido antes de aplicarse otra capa sucesiva. El cambio puede ser resultado de reacción química o evaporación del solvente, o de ambos. Las pinturas arquitectónicas son recubrimien­ tos que se aplican con brocha o soplete a superficies arquitectónicas y estructurales y se secan cuando se exponen al aire. Normalmente se adelgazan con solvente o agua. Las pinturas que se adelgazan con solvente, que normalmente se secan por evaporación del solven­ te, por lo general incorporan como vehículo una resina dura como es la laca. (La laca se puede disol­ ver en alcohol y usarse como barniz.) Esta clasifi­ cación también comprende alquitranes (asfalto o 5 .7 2 ■ Sección cinco alquitrán de hulla), que se emplea para techos e impermeabilizaciones. Las pinturas adelgazadas con solvente que en forma normal se secan por oxidación, generalmente usan como vehículo un aceite o barniz a base de aceite. Para aplicación en exteriores, muchas veces se usan tipos de pintura de acetato de polivinilo y emulsión acrílica. Para su­ perficies interiores, se puede seleccionar un esmalte alquídico hecho de un aceite de secado, glicerina y látex de anhídrido itálico o adelgazados con agua, hechos de acetato de polivinilo o resinas acrílicas. Las pinturas adelgazadas con agua pueden tener el vehículo disuelto en agua o disperso en una emulsión; este último tipo se utiliza más. Contienen látex; materiales formados por copolimerización como el butadieno estireno; o acetato de polivinilo o resinas acrílicas. 5 .3 6 ganeso y otros elementos. El aluminio se utiliza tam­ bién para esmalte vitreo. La mayor parte del esmaltado consiste en una primera mano y una o dos capas aplicadas a tem­ peraturas ligeramente más bajas; el esmaltado de una capa, de calidad un poco menor, se puede obtener si primero se hace un tratamiento de la superficie metálica con sales solubles de níquel. Los esmaltes comunes, de alto contenido de car­ bonato de sodio, que se emplean para obtener es­ maltes suavizadores de baja temperatura, no son muy resistentes a los ácidos y por lo tanto se man­ chan fácil y profundamente cuando les caen gotas de agua que contengan hierro. Los esmaltes muy resistentes a manchas fuertes deben ser bastante más duros, es decir, tener temperaturas de suavizamiento más altas y por esto requieren técnicas espe­ ciales para evitar el pandeo y deformación de la base metálica. A ca b a d o s com erciales Estos acabados comprenden capas que se aplican con brocha, chorro de aspersión o aglomeración mag­ nética y secan al exponerse al aire o se curan por horneado. Las aplicaciones abarcan aplicación de se­ ñalamientos de carreteras y pintura en aparatos y maquinaria. Las capas de secado al aire para maquinaria incluyen resinas epóxicas, de uretano o poliéster que secan a temperatura ambiente. Para señala­ mientos de carreteras y otros lugares pintados para control de tránsito, los látex o pinturas adelgazados con solvente se formulan especialmente a partir de alquidos, hules modificados u otras resinas. Las capas de pintura horneadas comprenden las resinas de urea, acrílicas, de melamina y algunas fenólicas. Se usan generalmente donde se necesita dureza, resistencia química y retención de color. El esm alte de porcelana, también conocido como esmalte vitreo, es un vidrio de silicato de aluminio que se funde hasta formar un metal al aplicarle ele­ vada temperatura. Se utiliza metal esmaltado y porcelanizado en interiores y exteriores por su dureza, durabilidad, facilidad para lavarse y posibilidades de colores. Para construcciones se aplica esmalte porcelanizado a láminas metálicas y hierro fundido, las primeras para varios usos que incluyen guarniciones, plomería y aparatos de cocina, y al último casi por completo para conexiones de plomería. La mayor parte de las láminas metálicas para esmaltar porcela­ na es de acero, con bajo contenido de carbono, man­ 5 .3 7 Recubrim ientos in d u striales Los materiales de esta categoría se emplean para aplicarse cuando se desea resistencia a alta tempe­ ratura o a la corrosión, o a ambas. Típicamente requieren una capa de base o imprimación (primer), una o más capas intermedias y una de acabado o superior. Las capas para aplicaciones a alta temperatura abarcan (1 ) zinc inorgánico disperso en un vehículo adecuado que permita usarlas en temperaturas de hasta 400°C y (2) un sistema de enlace de fosfato con tapaporos en una solución acuosa de fosfato de monoaluminio que se cura a 40CTC, y es útil en temperaturas de hasta casi 1500°C. Los cauchos o resinas de silicona, poliamida, o polímeros de politetrafluoroetileno se emplean en fórmulas ablativas que absorben calor por fusión, descomposición de sublimación o vaporización, o que se expanden cuando se calientan o forman un aislamiento pare­ cido a la espuma. Suelen dar sólo una protección de corta duración en la escala entre 150’ y 500"C. Las capas resistentes a la corrosión se usan como capas protectoras en metales u otros sustratos suje­ tos al ataque de ácidos, álcalis u otras sustancias corrosivas. La capa de base debe aplicarse a super­ ficies secas, limpias, rugosas, después de haber sido preparadas por chorro abrasivo, si es necesario. Esta capa debe producir adherencia al sustrato para todo el sistema de recubrimiento. Para el acero, la impri- M ateria le s para construcción marión empleada es zinc disperso en un vehículo apropiado. Las capas intermedias pueden no ser necesarias, pero, cuando se usan, suelen ser capas del mismo tipo genérico del especificado para la capa superior. El objeto es formar la capa protectora cuando es probable que el ataque corrosivo sea frecuente. Los vehículos de la capa superior pueden ser resinas fenólicas o de poliamida, elastómeros, poliésteres, poliuretanos, caucho clorado, resina de vinilo en solución solvente, resina epóxica curada a partir de una solución solvente con aminas polifuncionales, o una combinación de alquitrán de carbón y epoxia. También se fabrica una variedad de capas resis­ tentes a la corrosión para proteger acueductos, tol­ vas y otros tipos de contenedores contra el ataque de líquidos corrosivos, pastillas (pellets) o contra la abrasión. Las capas para este servicio compren­ den materias furánicas-epóxicas, caucho, cementos resinosos, neopreno, poliuretanos, poliésteres no saturados, fenólicos no horneados, polietileno, ma­ teriales epóxicos curados con amina, fluorocarbonos y asfalto. Tubos, tan q u es y equ ip o sim ilar, todos recubiertos de cau cho ■ Los materiales para recubrimiento comprenden todos los cauchos natu­ rales y sintéticos de varios grados de dureza, depen­ diendo de la aplicación. Muchas veces se deposita hule de látex directamente de la solución de látex en la superficie metálica que se vaya a recubrir. La capa depositada se vulcaniza posteriormente. Los recu­ brimiento de caucho se pueden pegar en acero co­ mún, acero inoxidable, bronce, aluminio, concreto y madera. La adherencia al aluminio es inferior a la del acero. El recubrimiento para bronce debe estar compuesto de acuerdo a la composición del metal. 5 .3 8 S ecad o re s, a d e lg a z a d o re s y pigm entos p a ra pinturas Secadores. Estos son catalizadores que aceleran el endurecimiento de aceites para secado. La mayor parte de los secadores son sales de metales pesados, especialmente cobalto, manganeso y plomo, a los que se pueden agregar sales de zinc y calcio. Las sales de hierro, utilizables sólo en recubrimientos oscuros, aceleran el endurecimiento a altas tempe­ raturas. Los secadores se agregan normalmente a pinturas para acelerar el endurecimiento, pero no ■ 5.73 deben usarse mucho porque ocasionan un rápido deterioro del aceite por exceso de oxidación. Adelgazadores. Éstos son componentes volad­ les que se agregan a capas de pintura para mejo­ rar sus cualidades para extenderse al reducir su viscosidad. No deben reaccionar con los otros com­ ponentes y deben evaporarse por completo. Los adelgazadores que comúnmente se emplean son el aguarrás y alcoholes minerales, es decir, derivados de petróleo y de alquitrán de carbón. Los pigmentos se pueden clasificar como blanco y de color, opacos y pigmentos diluyentes. El poder cubridor de los pigmentos depende de la diferencia en el índice de refracción del pigmento y del medio colindante, que por lo general es el vehículo de una capa protectora. En pigmentos opacos, estos índices son marcadamente diferentes de los que tienen los vehículos (aceite u otro material); en pigmentos diluyentes, son casi los mismos. Las eficiencias com­ parativas cubridoras de varios pigmentos deben ser evaluadas con base en el poder cubridor por libra y costo por libra. Los principales pigmentos blancos, en orden descendente de poder cubridor relativo por libra, son aproximadamente como sigue: bióxido de tita­ nio (rutilo), bióxido de titanio (anatasa), sulfuro de zinc, titanio-calcio, titanio-bario, zinc sulfuro de ba­ rio, li topón con titanio, litopón, óxido de antimonio, óxido de zinc. El óxido de zinc se utiliza ampliamente solo o en combinación con otros pigmentos. Su color no es afectado por muchas atmósferas industriales y quí­ micas. Imparte brillo y reduce la desintegración en polvo pero tiende a agrietarse y cuartearse. El sulfuro de zinc es un pigmento bastante opaco que se usa ampliamente en combinación con otros pigmentos. El dióxido de titanio y pigmentos extendidos de titanio tienen alta opacidad y propiedades general­ mente excelentes. Varias formas de los pigmentos tienen diferentes propiedades. Por ejemplo, el bió­ xido de titanio (anatasa) favorece la desintegración en polvo en tanto que el rutilo la inhibe. Los pigmentos de color para uso en construc­ ción son principalmente materiales inorgánicos, en especial para exteriores, donde los pigmentos orgá­ nicos brillantes pero fugaces pronto se decoloran. Los principales pigmentos inorgánicos de color son; Metálico. Hojuela de aluminio o partículas molidas, bronce de cobre, hoja de oro, polvo de zinc. 5 .7 4 ■ Sección cinco Negro. Negro carbón, negro de humo, grafito, negro vegetal y negros animales. Weismantel, G. E. Paint Handbook, 2nd ed., McGraw-Hill, Inc., New York. Pigmentos de tierras naturales. Ocre amarillo, ocre crudo y quemado, siena cruda y quemada; rojos y marrones. M ateriales com puestos Rojo, óxid o de hierro, rojo de cadmio, bermellón. Hay productos bien conocidos, como el triplay, el concreto armado y las llantas neumáticas, que son prueba del concepto de que los materiales compues­ tos han sido aplicados durante muchos años. Hoy día se crean en forma constante nuevas familias de materiales compuestos con mayores capacidades y que ofrecen una gran variedad de propiedades. Los materiales compuestos, para aplicaciones estruc­ turales, son de particular importancia cuando se desean índices mayores de resistencia-peso y rigi­ dez-peso que los que se pueden obtener con mate­ riales básicos. Amarillo. Cromato de zinc, amarillos de cadmio, óxido de hierro hidratado. 5 .4 0 Azul. Ultramarino, ferrocianuro de hierro (de Prusia, chino, Milori). Café. Óxido mezclado ferroso y férrico. Verde. Óxido de cromo, óxido de cromo hidratado, verdes cromados. Anaranjado. Anaranjado de cromo y molibdenado. Los pigmentos de extensión se agregan para extender los pigmentos opacos, aumentar durabili­ dad, proporcionar mejores características de cubri­ ción y reducir el costo. Los principales pigmentos diluyentes son la sílica, arcilla china, talco, mica, sulfato de bario, sulfato de calcio, carbonato de calcio y otros materiales como el óxido de magnesio, carbonato de magnesio, carbonato de bario y otros que se emplean para fines específicos. 5 .3 9 R eferencias de pinturas y recubrim ientos Banov, A., Paints and Coatings Handbook, Structures Publishing Company, Farmington, Mich. Tipos de m a te ria les com puestos Los materiales compuestos se pueden clasificar en siete combinaciones básicas y en tres formas prima­ rias. Las categorías de los materiales: metal-metal, metal-inorgánico, metal-orgánico, inorgánico-inorgánico, inorgánico-orgánico, orgánico-orgánico, metal-inorgánico-orgánico. En estos casos, inorgá­ nico se aplica a materiales no metálicos tales como cerámicas, vidrios y minerales. Con estas designa­ ciones no se pretende imponer limitaciones al nú­ mero de fases incorporadas en un compuesto. Por ejemplo, la categoría metal-orgánico comprende compuestos con dos fases metálicas y una fase or­ gánica, o compuestos de cuatro fases que tienen dos componentes metálicos y dos orgánicos. Las tres formas primarias de estructuras se ilus­ tran en la figura 5.15. Los sistemas matriciales se caracterizan por una fase discontinua, tal comopar- Bums, R. M., and W. Bradley, Protective Coatings fo r Metals, Van Nostrand Reinhold Company, New York. Golton, W. C., Analysis o f Paints and Related Ma­ terials: Current Techniques fo r Solving Coating Problems, STP 1119, ASTM, Philadelphia, Pa. Martens, C. R., The Technology o f Paints, Varnishes and Lacqucrs, Van Nostrand Reinhold Company, New York. Figura 5 .1 5 compuestos. Formas primarias de materiales M a teria le s para construcción tículas, hojuelas, fibras o combinaciones de ellas, en una fase continua o matriz. Los laminados se carac­ terizan por dos o más capas pegadas entre sí. Como regla general, el reforzamiento no es prácticamente tan importante como otros requisitos funcionales en el diseño de laminados compuestos. Las estructuras emparedadas se caracterizan por su núcleo único de baja densidad, tal como material con oquedades (tipo panal) o espumado, entre dos caras de densi­ dad más alta. Un emparedado puede tener varios núcleos o ser de una cara abierta. Una forma prima­ ria de un compuesto también puede contener a otra. Por ejemplo, las caras de un emparedado pueden ser de un sistema laminado o de matriz. 5.41 S istem as m atriciales Entre los sistemas matriciales, los más importantes son el concreto reforzado con acero y los que con­ tienen fibras o material fibroso, tal como fibras de acero, que aumentan su resistencia. En este caso se aprovechan las altas resistencias que ofrecen algu­ nos materiales, en especial cuando se producen en forma de finos filamentos con unas cuantas mieras de diámetro. Entre los compuestos estructurales más impor­ tantes, hechos a base de fibra, están los basados en filamentos continuos (de los cuales son típicos los plásticos reforzados con fibra de vidrio). Los mate­ riales compuestos con fibra metálicas son otro gru­ po basado en la enorme resistencia que tienen los materiales en forma fibrosa fina. Las fibras de alú­ mina hoy en día se pueden hacer con resistencias que consistentemente están dentro de 1000 a 3000 ksi. La plata se ha podido reforzar desde su nivel normal de 25 hasta el de 230 ksi, con una adición de 24% (en volumen) de estas fibras. En forma simi­ lar, se ha obtenido un aumento de resistencia del 50%, al añadirle 12% a una aleación 80-20 de níquelcromo. Véase también Sec. 5.43. 5 .4 2 S istem as e m p a re d a d o s El principal objetivo de la mayoría de los materiales compuestos emparedados es obtener un mejor ren­ dimiento estructutral. Para este fin, el núcleo se separa y estabiliza a las caras contra el pandeo por compresión en los bordes, torsión o flexión. Otras ■ 5 .7 5 consideraciones, como la resistencia al calor y los requisitos eléctricos, determinan la elección de los materiales. Los núcleos suelen ser de materiales ligeros. Las formas típicas del material para núcleo son estructuras tipo panal (metal, plástico reforzado con fibra de vidrio o papel impregnado con resinas) así como las espumas (por lo general plásticas, pero pueden ser cerámicas). Se emplean adhesivos orgá­ nicos sintéticos para ensamblar los componentes de los emparedados, excepto cuando consideraciones térmicas impiden su uso (por ejemplo, epóxicos, fenólicos, poliésteres.) A is la d o re s d e v ib ra c io n e s ■ Estos mate­ riales están formados generalmente de una capa de caucho suave unido entre dos capas de metal. Otro tipo de aislador consta de un tubo o cilindro de caucho vulcanizado a dos tubos metálicos concén­ tricos, estando el caucho deflexionado en ángulo. Una variante de esto está formada de un cilindro de caucho suave vulcanizado a un núcleo sólido o tubular de acero y un casco exterior de acero, estan­ do todo el conjunto en torsión para actuar como resorte. Los montajes de servicio rudo de este tipo se emplean en camiones, autobuses y otras aplica­ ciones que requieren construcción robusta. 5 .4 3 M a teria le s com puestos de filam en to continuo Las fibras se convierten en madejas, mazos y telas tejidas en una gran variedad de configuraciones. Los materiales matriz, empleados con las fibras de vidrio suelen ser resinas sintéticas, en especial las de poliéster, fenólicas y epóxicas. Puede utilizarse una gran variedad de filamen­ tos para obtener diversas propiedades en el material compuesto: vidrio E, vidrio AI2 O3, sílice, berilio, boro y acero. La geometría de los filamentos ofrece otro grado de libertad. Un ejemplo es el filamento hueco, que ofrece, para un mismo peso, más rigidez que los filamentos sólidos. También se pueden ajus­ tar las relaciones matriz-filamentos y las posibilida­ des de alineación de filamentos son infinitas. El vidrio E de 10 p m tiene una resistencia de 500 ksi, un coeficiente de elasticidad de 10 500 ksi y una densidad de 0.092 lb/in\ Los atributos del plástico reforzado con fibra de vidrio lo hacen un material estructural importante. Sus propiedades mecánicas son competitivas con 5 .7 6 ■ Sección cinco metales, considerando su densidad. Exhibe gran resistencia a la corrosión aun cuando no está total­ mente inmune al deterioro. Las propiedades dieléc­ tricas son muy buenas. Se puede fabricar en formas complejas, en cantidades limitadas, con herramen­ tal comparativamente barato. En edificios, los plás­ ticos reforzados se han utilizado bastante en forma de hojas corrugadas para tragaluces y alumbra­ do auxiliar de edificios, y como bóveda moldeada, formas de concreto, emparedados y aplicaciones similares. Telas p a ra techos sostenid o s por a ire ■ Los principales requisitos, para telas y recubrimien­ tos de estructuras sostenidas por aire, son alta resis­ tencia a la tracción de fajas tanto en la dirección de llenado como en la de deformación, alta resistencia al rasgado, buena adherencia de recubrimiento, má­ xima resistencia a la intemperie, máxima resistencia en uniones, buena resistencia a la flexión y buena resistencia a las llamas. La translucidez puede o no ser importante, dependiendo de la aplicación. Los metales que más se usan son el nylon, poliéster y el vidrio. El neopreno y el hipalón se han empleado generalmente para aplicaciones militares y de otro tipo en donde se desea opacidad. Para telas trans­ lúcidas son más comunes los polímeros de fluorocarbono y de cloruro de vinilo. Es necesario hacer un cuidadoso análisis de cargas y esfuerzos, espe­ cialmente de cargas dinámicas de viento, y de los medios para unir sección y fijar el anclaje. M a te ria le s co m p u esto s de vid rio ■ La separación de fase en la que una fase sólida se precipita para mezclarse con la fase restante líquida, es básica para la cerámica de vidrio. Combinar vi­ drio y cerámica produce algunas de las mejores propiedades de uno y otra. Mediante el uso de un agente nucleante, como por ejemplo dióxido de titanio finamente dividido, y por tratamiento térmi­ co controlado, se obtiene un vidrio microcristalino al 90% con pequeños cristales de cerámica incrusta­ dos en la matriz de vidrio. Una de las principales diferencias entre este material y la cerámica acos­ tumbrada son las propiedades mejoradas de la ce­ rámica de vidrio. Las piezas de cerámica de vidrio no son tan porosas a las manchas y humedad como la cerámi­ ca. Además, los materiales compuestos de vidrio y cerámica son más resistentes a impactos porque las grietas que normalmente se inician en una frontera de un grano, o una imperfección en una superfi­ cie de cerámica, son detenidas por la red microcristalina de la estructura de vidrio. La resistencia térmica y a impactos mecánicos se mejoran más aún por medio de vidrio de óxido de aluminio, libo y silicio. La falla por deformación y cedencia elástica que ocurre en los metales no ocurre en las piezas de cerámica de vidrio. Incluso la tendencia de la cerá­ mica a fallar en tensión es contrarrestada por la matriz de vidrio. Estas singulares características explican el extenso uso de piezas de cerámica de vidrio en aplicaciones desde utensilios para hornos de cocina hasta conos de nariz para cohetes. El procedimiento para hacer vidrio de cerámica consiste en fundir ios ingredientes de vidrio con un agente nucleante y luego en enfriar el vidrio en la forma del artículo terminado. El recalentamiento y enfriamiento controlados producen la nucleación y la cantidad deseada de microcristalización para la cerámica de vidrio. Una pequeña cantidad de esta fase microcristalina es invisible al ojo, pero sirve como relleno de refuerzo para fortalecer la estruc­ tura de vidrio. En cantidades más grandes, esta fase microcristalina presenta un atractivo aspecto lecho­ so debido a las múltiples reflexiones de luz de las diminutas superficies cristalinas. Con la amplia variedad de tipos de vidrios que se fabrican, y la cantidad de agentes posibles de nucleación controlada, el coeficiente de expansión térmica de la cerámica de vidrio se puede hacer variar ampliamente, en particular para adaptar el coeficiente del metal al que se vayan a fijar. 5 .4 4 Lam in ad o s de a lta presión Los productos termoendurecibles laminados están formados de materiales fibrosos en hoja combina­ dos con una resina termoendurecible, que suele ser formaldehído fenólico o formaldehído de melamina. Los materiales en hoja cqmúnmente empleados son papel, tela de algodón, papel o tela de asbesto, tela de nylon y tela de vidrio. La forma común es en hoja plana, pero también se hacen en una gran variedad de tubos y barras en forma de rodillo. Los lam inados decorativos están formados por una base de papel de estraza impregnado de resina fenólica sobre la que se aplica un dibujo decorativo, como por ejemplo un papel impreso. Sobre todo esto se pone una delgada hoja de resina de melamina. Cuando todo el conjunto se presiona en una M ateria le s para construcción prensa de placa caliente a elevadas temperaturas y presiones, las diferentes capas se fusionan y la melamina proporciona un acabado completamente transparente, resistente al alcohol, agua y solventes comunes. Este material se emplea profusamente para cubiertas de mesas, frentes de mostradores, revestimientos y aplicaciones de construcción simi­ lares. Por lo general se pega a un núcleo de madera terciada para formar el grosor y resistencia necesa­ rios. En este caso, se emplea una hoja de respaldo formada por una resina fenólica y papel solo, sin la superficie decorativa, para dar equilibrio a todo el emparedado. 5 .4 5 Caucho lam in ad o El caucho se combina con diversos textiles, telas, filamentos y alambres metálicos para obtener resis­ tencia, estabilidad, resistencia a la abrasión y flexi­ bilidad. Entre los materiales laminados están los siguientes: B a n d a s V ■ Estas se fabrican de una combi­ nación de tela y hule, frecuentemente combinadas con refuerzo de anillos de algodón, rayón, acero u otro material de alta resistencia que se prolonga alrededor de la porción central. B a n d a s p la n a s de caucho ■ Este lamina­ do es una combinación de varias capas de hilo o cuerdas de algodón, todas unidas por un compues­ to de hule suave. B a n d a s tra n sp o rta d o ra s ■ Estas, en reali­ dad, son carreteras móviles que se usan para trans­ portar materiales como piedra triturada, tierra, arena, grava, escoria y materiales semejantes. Cuando la banda opera en un ángulo pronunciado, está equipa­ da con cubos o aparatos semejantes y se convierte en banda elevadora. Una banda transportadora típica se fabrica con capas de lona de algodón alternadas con capas delgadas de hule; el conjunto se envuelve en una cubierta de hule y todos los elementos se unen en una sola estructura por vulcanización. Una banda transportadora que resista condiciones extremas se fabrica con algunas cuerdas metálicas o textiles en lugar de tela tejida. Alguna bandas transportadoras se arreglan especialmente para adoptar forma de zanja y se alargan menos que las bandas semejantes hechas todas de tela. ■ 5.77 M a n g u e ra s de cau ch o ■ Casi todas las mangueras de caucho se fabrican de capas lami­ nadas o compuestas de caucho combinado con materiales de refuerzo como la lona de algodón, cuerdas textiles, y alambre metálico. Una mangue­ ra típica consta de un recubrimiento interior de caucho, varias capas intermedias de cuerda tren­ zada o lona de algodón impregnada con caucho, y una superficie exterior con varias capas más de tela, cuerda enrollada en forma de espiral, metal también enrollado en forma de espiral, o, en algu­ nos casos, fleje de acero plano enrollado en forma de espiral. En el exterior de todo esto está otra capa de caucho para dar resistencia a la abrasión. La manguera para transportar petróleo, agua, con­ creto húmedo a presión y para dragar, se fabrica de caucho laminado de servicio rudo. 5 .4 6 R eferen cias de m a te ria les com puestos Broughman, L. A., and R. H. Krock, Modern Composite Materials, Addison-Wesley Publishing Company, Reading, Mass. Das, S. K., et al., High-Performance Composites fo r de 1990's, TMS, Warrendale, Pa. Ishida, M., Characterization ofComposite Materials, Butterworth-Heinemann, Boston, Mass. Influencias a m b ie n ta le s Los materiales suelen estar sometidos a atmósferas que distan mucho de ser condiciones inertes ideales. Pueden encontrarse con bajas o elevadas tempera­ turas, corrosión u oxidación o irradiación causada por partículas nucleares. La exposición a esas in­ fluencias ambientales puede afectar las propieda­ des mecánicas de los materiales, al grado de que no cumplan con los requisitos de servicio. 5 .4 7 Efectos térm icos Las variaciones en la temperatura, a menudo, se dividen en dos clasificaciones: temperaturas elevadas (superior a la ambiente) y temperaturas inferiores 5 .7 8 ■ Sección cinco (menores a la ambiente). Esto puede ser engañoso, porque las temperaturas críticas de un material pueden ser altas o bajas en comparación con la temperatura ambiente. El límite inferior de interés en todos los materiales es el cero absoluto. El límite superior es el punto de fusión para las cerámicas o los metales, o los puntos de fusión o desintegración para los polímeros y las maderas. Otras temperatu­ ras críticas incluyen la de re cristalización en los metales, la de reblandecimiento y fluencia en mate­ riales termoendurecibles, la de transición del vidrio en estos materiales, transiciones dúctil-quebradizo, y temperatura de transición en vidrio. Estas tempe­ raturas marcan las líneas divisorias de intervalos entre las cuales los materiales se comportan en cier­ tas formas características. El efecto inmediato de los cambios térmicos so­ bre los materiales se refleja en sus propiedades mecánicas, como resistencia a la fluencia, flujo vis­ coso y resistencia final. En la mayor parte de los materiales hay una tendencia descendente en las resistencias de fluencia y final, con los aumentos de temperatura. No obstante, en ocasiones, las irregu­ laridades en su comportamiento lo ocasionan los cambios estructurales (por ejemplo, transformacio­ nes polimórficas). El comportamiento a bajas tem­ peraturas, por lo general, se define sobre la base de la transición del comportamiento de dúctil a frágil. Este fenómeno es de particular importancia en los metales con moléculas cúbicas con cuerpo al centro, los cuales muestran temperaturas de transición bien definidas. Los materiales porosos muestran un efecto espe­ cial a bajas temperaturas: congelación y deshielo. El concreto, por ejemplo, casi siempre contiene agua en los poros. A menos de 32 eF esta agua se transfor­ ma en hielo, que tiene mayor volumen. La expan­ sión resultante ocasiona agrietamiento. Por tanto, los ciclos de congelación tienen un efecto de debili­ tamiento en el concreto. El ladrillo es otro ejemplo similar. M a te ria le s re fra c ta rio s ■ Los materiales cuyos puntos de fusión son muy altos en relación con la temperatura ambiente, se llama refractarios. Pueden ser metálicos o no metálicos (cerámicos); en general son cerámicos. Los refractarios se definen como materiales que tienen punto de fusión supe­ rior a los 3000°F. Su temperatura máxima absoluta para servicio puede ser hasta del 90% de su tempe­ ratura absoluta de fusión. 5 .4 8 Corrosión y oxid ación La definición aceptada para la corrosión está limi­ tada a los metales e implica alguna clase de reacción química: la corrosión es la destrucción de un metal por una reacción química o electroquímica con su medio ambiente. Hay otras formas similares de de­ gradación de materiales: los disolventes que atacan a los materiales orgánicos, el hidróxido de sodio disuelve al vidrio, los plásticos pueden hincharse o agrietarse, la madera puede agrietarse o pudrirse y el cemento Portland puede deslavarse. Por tanto, la definición podría ampliarse a: corrosión es el dete­ rioro y pérdida del material debidos al ataque quí­ mico. La corrosión más simple es por medio de una solución química, en la que un material es disuelto por un disolvente fuerte (por ejemplo, cuando el hule de una manguera por la cual circula la gasolina está en contacto con disolventes de hidrocarburos). La corrosión húmeda ocurre por mecanismos de naturaleza esencialmente electroquímica. Este pro­ ceso requiere que el líquido que está en contacto con el material metálico sea un electrólito. Además, debe existir una diferencia de potencial, ya sea entre dos metales desiguales o entre diferentes áreas en la superficie de un metal. Hay muchas variables que modifican el avance y el grado de las reacciones electroquímicas, pero normalmente se pueden ex­ plicar las diversas formas de corrosión al referirse a mecanismos electroquímicos básicos. La corrosión de los metales es un fenómeno que ahora se comprende en algún detalle. La corrosión como reacción química es una característica de los metales relacionada con la falta de sus electrones de valencia. Es esta misma falta la que produce el enlace metálico que hace útiles a los metales al per­ mitir la conducción eléctrica. Al estar débilmente ligados a sus átomos, los electrones de los metales fácilmente se desprenden en reacciones químicas. En presencia de elementos no metálicos, como el oxígeno, azufre o cloro, con sus capas de valencia incompletas, hay una tendencia de los metales a formar un compuesto, oxidando así el metal. La corrosión galvánica ocurre cuando dos me­ tales no semejantes están en contanto eléctrico entre sí y expuestos a un electrólito. El metal me­ nos noble se disolverá y formará el ánodo, mien­ tras que el metal más noble actuará como cátodo. La corriente para la corrosión circula a expensas del metal del ánodo, que es corroído, mientras que M a teria le s para construcción el metal del cátodo está protegido contra el ataque. En una serie galvánica se listan los metales en orden de tendencia a corroer y el elemento con probabilidad de corrosión sea identificado. Por ejemplo, en agua de mar el magnesio y el zinc se corroen más que los aceros; y el plomo, cobre y níquel se corroen menos que los aceros. Por lo tanto, en una pila galvánica de acero y níquel colocada en agua de mar, el acero sería el ánodo (se corroería) y el níquel sería el cátodo (estaría protegido). La corrosión por un gas implica la reacción entre un metal y las moléculas de un gas. Las moléculas del gas se absorben en la superficie del metal y reaccionan con los átomos de la superficie para formar productos de corrosión tales como óxidos o sales. Los productos de la corrosión siempre forman una capa o película sobre la supeficie del metal. Si el volumen del producto de la corrosión es mayor que el del metal consumido en la reacción, hay que comprimir la capa para que ajuste en la superficie. El resultado es una capa protectora, no porosa, so­ bre la superficie del metal. Si el volumen del pro­ ducto de la corrosión es menor que el de tal metal consumido, la capa se debe expandir para cubrir la superficie. En este caso, el resultado es una capa porosa que ofrece poca o ninguna protección contra la corrosión. Hay varios tipos de corrosión que se aceleran por la presencia de alguna acción mecánica. Por ejemplo, si se produce una alteración local en una superficie, la energía local aumenta y el material deformado tiende a volverse más anódico. El resultado es una disminución local de la resistencia a la corrosión. Los ejemplos de esta corrosión por esfuerzo incluyen el ataque localizado en superficies trabajadas en frío, tales como dobleces agudos y agujeros punzonados; bandas de deslizamiento, que actúan como trayecto­ rias para la corrosión interna a través de los cristales; y el alargamiento por corrosión por esfuerzo, en el cual un metal sometido a esfuerzo constante falla en tensión después de cierto tiempo. Las picaduras y otras irregularidades superficia­ les producidas por la corrosión tienen el mismo efecto sobre la fatiga que otros factores que aumen­ tan el esfuerzo y conducen a la fatiga por corrosión. La inversión constante de la deformación tiene el efecto de romper cualquier película de pasivación que se pueda formar en la superficie. Por lo tanto, la resistencia a la fatiga por corrosión del acero inoxidable puede ser tan baja como la de un simple ■ 5 .7 9 acero al carbono. Con la formación de grietas por fatiga en las picaduras por corrosión, la concentra­ ción de esfuerzos en la punta de la grieta aumenta todavía más la rapidez de la corrosión. Los produc­ tos de corrosión llenan la hendidura y ejercen una acción de cuña. Otras formas de corrosión incluyen la producida por rozadura, debido al desgaste mecánico en una atmósfera corrosiva; los daños por cavitación que sirven para acelerar la corrosión por la aspereza formada en la superficie; corrosión subterránea oca­ sionada por la acidez del suelo; corrosión microbiológica debido a la actividad metabólica de diversos microorganismos; y la corrosión selectiva que con­ duce al deterioro de las aleaciones. El deterioro del concreto se atribuye, en parte, a las reacciones químicas entre los álcalis del cemento y los constituyentes minerales de los agregados. El deterioro del concreto también acontece por el con­ tacto con diversos agentes químicos, que lo atacan en una de estas tres formas: 1 ) corrosión resultante de la formación de productos solubles que se eliminan por lixiviación (deslave); 2 ) reacciones químicas que dan origen a productos que producen expansión en el concreto porque su volumen es mayor que el del espacio disponible en la pasta de cemento en la cual se formaron; y 3) deterioro de la superficie por la cristalización de las sales en poros del concreto, con humectación y secado alternados. Las sales producen presiones que pueden causar deterioro interno. 5 .4 9 Control de d e g ra d a ció n y prevención La selección de los materiales y un buen proyecto de ingeniería son los mejores medios para prevenir y controlar la degradación. Por ejemplo, se debe evitar el uso de metales no semejantes en contacto, donde pueda ocurrir corrosión galvánica. También pueden utilizarse aleaciones para mejorar la resis­ tencia química. La modificación del ambiente puede también controlar la corrosión. Técnicas tales como la deshumidificación y la purificación de la atmósfera am­ biente, o la adición de álcalis para neutralizar el carácter ácido de un ambiente corrosivo son típicas de este método. Los inhibidores que reducen en forma efectiva la rapidez de la corrosión, cuando se agregan en pequeñas cantidades a un ambiente corrosivo, se pueden utilizar para prevenir o con­ 5 .8 0 ■ Sección cinco trolar las reacciones anódicas y catódicas en las celdas electroquímicas. En la corrosión se forman celdas galvánicas en las cuales ciertas áreas se convierten en ánodos y otras en cátodos. La corriente iónica fluye a través del electrólito, y el metal en el ángulo se disuelve o corroe. La protección catódica invierte estas corrientes y por tanto vuelve catódico al metal que se desea proteger. Otro procedimiento consiste en introducir un nuevo ánodo en el sistema, cuyo potencial contra­ rreste el potencial del ánodo original más la resis­ tencia de los elementos eléctricos. En esta forma, la corrosión se concentra en el nuevo ánodo, el cual se puede reemplazar a intervalos periódicos. La aplicación de recubrimientos protectores también acrecienta la prevención y el control de la corrosión. Con frecuencia se emplean tres tipos de recubrimiento: protección física, separando el elec­ trodo del electrólito (pinturas, grasa, esmalte a fue­ go); protección galvánica siendo anódica con el metal base (revestimiento de zinc sobre hierro gal­ vanizado); y pasivadores, que desplazan el metal base hacia el lado catódico de la serie electromotriz. que a su vez se combina con oxígeno disuelto para formar más agua. Al mismo tiempo, el hidróxido ferroso disuelto es convertido por más oxígeno al hidróxido férrico insoluble, permitiendo así que más hierro entre en solución. La corrosión, por lo tanto, necesita de agua líquida (como el aire húmedo) y oxígeno (que normalmente está presente disuelto en el agua). Los elementos de aleación pueden aumentar considerablemente la resistencia del acero. Por ejem­ plo, la adición de cobre a aceros estructurales A36 y A529 puede casi duplicar su resistencia a la corrosión. Otros aceros, como el A242 y el A588 se llaman aceros de intemperie porque tienen tres o cuatro veces la resistencia del acero A36 (Sec. 5.13.4,9.1 y 9.4). La protección contra la corrosión toma varias formas: D esaireació n ■ Si se remueve oxígeno del agua, la corrosión se detiene. En sistemas de cale­ facción de agua caliente, por lo tanto, no debe agre­ garse agua de relleno. El agua de alimentación de calderas es a veces desaireada para retardar la co­ rrosión. Recubrim ientos ■ 5 .4 9 .1 Protección de m a d e ra Pinturas. La mayor parte de pinturas están he­ chas a base de aceites oxidantes y una gran va­ riedad de pigmentos de los cuales los óxidos de hierro, sulfato de zinc, grafito, aluminio y varios hidrocarbonos son algunos. Ninguna pintura es mejor para todas las aplicaciones. Otras pintu­ ras son recubrimientos de asfalto y alquitrán. La AISC Specification fo r Structural Steel Buildings (ASD y LRFD) expresa que, en general, la estruc­ tura de acero que se vaya a ocultar dentro de un edificio no necesita pintarse y que el acero que se vaya a revestir de concreto no debe pintarse. Las inspecciones de edificios antiguos han deja­ do ver que la estructura de acero oculta resiste la corrosión prácticamente al mismo grado si se pinta o no (ver también subsec. 9.3.5.) 2 . M etálicos. Se aplica zinc por inmersión en caliente (galvanización) o pulverización (amalgamación con zinc), inmersión de estaño en caliente, inmer­ sión de aluminio en caliente y placas electrolíticas de estaño, cobre, níquel, cromo, cadmio y zinc. Lina mezcla de plomo y estaño se llama em plom a­ do. El zinc es anódico al hierro y protege incluso después de romperse el recubrimiento, por pro­ tección sacrificial. El estaño y el cobre son catódi1. Se emplean varios tipos de conservadores para combatir el deterioro en maderas: conservadores oleaginosos, como la creosota de alquitrán de car­ bón; sales solubles en agua, como el cloruro de zinc, fluoruro de sodio, sales de cobre y sales de mercu­ rio; y materias orgánicas solubles en solvente, como el pentaclorofenol. Estos conservadores se pueden aplicar con brocha, por inmersión, o inyección a presión. Los tratamientos a presión, con mucho los más eficaces, se pueden clasificar en célula llena o vacía. En el tratamiento de célula llena, primero se hace un vacío parcial para eliminar el aire de las células de la madera y luego el conservador se bombea a presión. En el tratamiento de célula vacía, el aire a presión de las células restringe el conserva­ dor aplicado a presión a las paredes de la célula. 5 .4 9 .2 Prevención de corrosión p a ra acero s La corrosión de metales ferrosos es causada por la tendencia del hierro (ánodo) a entrar en solución en agua como hidróxido ferroso y desplazar hidrógeno, M a teriales para construcción eos y protegen mientras el recubrimiento no se rompa pero pueden acelerar la corrosión por pi­ caduras y otra acción localizada una vez que el recubrimiento se perfore. 3. Q uím icos. Los fosfatos insolubles, como el fos­ fato de hierro o de zinc, se forman en la superficie del metal por tratamiento con soluciones de fos­ fato. Éstas tienen alguna acción protectora y tam­ bién forman buenas bases para pinturas. Los recubrimientos de óxido negro se forman al tra­ tar la superficie con varias soluciones de sales fuertes. Estos recubrimientos son buenos para interiores pero tienen duración limitada en exte­ riores. Proporcionan una buena base para aceites inhibidores de corrosión. Protección catódica ■ A medida que avan­ za la corrosión, se producen corrientes eléctricas porque el metal del ánodo entra en solución. Si se produce suficiente contracorriente, el metal del áno­ do no se disuelve. Esto se logra de varias formas, tales como conectar el hierro a un metal más activo como el magnesio (barras suspendidas en calenta­ dores domésticos de agua) o al conectar la parte que se vaya a proteger en chatarra de hierro enterrada y conectar una fuente externa de corriente, como una batería o corriente rectificada de una línea eléc­ trica (protección de tuberías enterradas). Protección del acero de refuerzo ■ Para que se presente la corrosión de cloruro en aceros de refuerzo en concreto, debe estar presente el cloruro entre 1.0 a 1.5 lb/yd . Si hay posibilidad de que se introduzcan cloruros del exterior de la matriz de concreto, por ejemplo, por sales para derretir hielos, el acero puede estar protegido por galvanización, recubrimiento con epoxia, bajando la relación aguacemento, aumentando la cantidad de recubrimiento sobre el acero de refuerzo, agregando una mezcla de nitrato de calcio, agregando una mezcla de ba­ rrera interna, o por protección catódica, o una com­ binación de estos métodos. 5 .4 9 .3 Prevención de corrosión p a ra alu m in io Aun cuando el aluminio se coloca alto en la serie electromotriz de los metales, es muy resistente a la corrosión debido a la fuerte, transparente y tenaz película de óxido de aluminio que rápidamente se ■ 5.81 forma en una superficie expuesta. Es esta resistencia a la corrosión que recomienda al aluminio para la construcción. Para la mayor parte de las exposi­ ciones, incluyendo atmósferas industriales y coste­ ras, las aleaciones que en general se recomiendan son adecuadas, en particular si se usan en groso­ res usuales y si no son objetables las picaduras pe­ queñas. En construcción deben tomarse ciertas precau­ ciones. El aluminio está sometido al ataque de álca­ lis y por lo tanto debe protegerse de hacer contacto con concreto, mortero y yeso húmedos. Se reco­ miendan lacas transparentes de metacrilato o recu­ brimiento plástico desprendible para interiores y laca de metacrilato para protección en exteriores durante la construcción. Los álcalis fuertes y los limpiadores de ácido deben evitarse y el ácido muriático no debe usarse en superficies de maniposte­ ría adyacentes a partes de aluminio. Si el aluminio ha de estar contiguo a concreto y mortero en exte­ riores, o donde haya de estar húmedo, debe aislarse de contacto directo con asfaltos, alquitranes, fieltros u otros medios. Al igual que con otros metales, el polvo depositado por la atmósfera debe ser elimi­ nado para conservar la buena apariencia. La acción electrolítica entre el aluminio y otros metales menos activos debe evitarse, debido a que el aluminio se convierte entonces en anódico. Si el aluminio debe estar en contacto con otros metales, las superficies unidas deben estar aisladas al pin­ tarlas con asfalto o pinturas semejantes, o con el uso de sellos o juntas. Los remaches y pernos de acero, por ejemplo, deben estar aislados. El escurrimien­ to de superficies de aleación de cobre en aluminio deben evitarse. Con frecuencia, las superficies de acero se pueden galvanizar o recubrir de cadmio cuando se espera contacto con aluminio. Los recu­ brimientos de zinc o cadmio son anódicos al alumi­ nio y ayudan a protegerlo. 5 .5 0 Irrad iación La radiación afecta los materiales en muchas for­ mas, por la diversidad de los tipos de radiación y las diferencias en los materiales. La radiación puede dividirse en dos grupos ge­ nerales: 1. Radiación electromagnética, que se considera que es de naturaleza ondulatoria (por ejemplo, 5 .8 2 ■ Sección cinco radio, calor, luz, rayos X, rayos gamma). Estas ondas pueden considerarse como paquetes de energía llamados fotones. 2. Radiación cuya naturaleza está constituida [por ejemplo, por protones acelerados (H+), neutro­ nes, electrones (rayos beta) y núcleos de helio (rayos alfa)]. Estos rayos, aunque constituidos por partículas, poseen muchas de las caracterís­ ticas de las ondas. Efectos de la rad iació n ■ El efecto princi­ pal de la radiación sobre los materiales surge de la energía adicional que suministra, la cual ayuda a romper los enlaces existentes y a reacomodar los átomos en nuevas estructuras. En los metales, las partículas pesadas con suficiente energía radiante, como los fragmentos de la fisión y los neutrones rápidos, pueden desplazar a los átomos de estruc­ tura molecular y producir espacios vacíos, átomos intersticiales y dislocaciones. Estas imperfecciones afectan las propiedades físicas y mecánicas de los metales. El efecto general es semejante al que ocurre por endurecimiento por precipitación o por trabajo en frío. Los efectos del endurecimiento, como el endure­ cimiento por deformación, pueden eliminarse por el recocido, el cual permite que los vacíos y los átomos intersticiales se vuelvan lo bastante móviles para recombinarse. En algunos metales, si se man­ tiene el metal a una temperatura suficientemente alta mientras se irradia (cosa común en los reacto­ res) ocurrirá poco endurecimiento. Un inconve­ niente es que no se puede depender del recocido para eliminar la fragilización de aceros, por radia­ ción, a las temperaturas normales de funcionamien­ to de los reactores. En consecuencia, se utilizan otros metales (aluminio, titanio y circonio) para los com­ ponentes estructurales de los reactores. En los polímeros, los daños por radiación pare­ cen ser función de la energía real de radiación absorbida por el material, cualquiera que sea la naturaleza de la radiación. La energía impartida ocasiona excitación y ionización de las moléculas, que producen radicales libres y iones. Estos frag­ mentos de moléculas se pueden recombinar entre sí o con electrones desplazados y el oxígeno del aire, ocasionando ya sea un aumento o una dismi­ nución en el peso molecular del polímero. Por lo tanto, cuando se irradian, algunos polímeros pue­ den aumentar su dureza, o alcanzar un punto más elevado de reblandecimiento y fragilidad, mien­ tras que otros se vuelven blandos. La mayoría cié los polímeros pierden resistencia por los daños de la radiación. 5.51 Referencias de influencias a m b ien tales Brantley, L. R. and R, T. Brantley, Building Mate­ rial Technology: Structural Performance and Environmental Impact, McGraw-Hill, Inc., New York. Clauss, F. J., Engineer's Guide to High-Temperature Material, Addison-Wesley Publishing Company, Inc., Reading, Mass. Fontana, M. G. Corrosión Engineering, 3rd ed., McGraw-Hill Book Company, New York. Kircher, J. F. and R. E, Bowman, Effects ofRadiation on Materials and Components, Van Nostrand Reinhold Company, New York. Lañe, R. W., Control ofScale and Corrosión in Buil­ ding Water Systems, McGraw-Hill, Inc., New York. Uhíig, H. H., Corrosión and Corrosión Control, John Wiley & Sons, Inc., New York. Frederick S. Merritt Consulting Engineer West Palm Beach, Florida Teoría estructural anormales de servicio. Las condiciones anormales a teoría estructural describe el compor­ pueden presentarse como resultado de accidentes, tamiento de las estructuras sometidas incendios, explosiones, tornados, sismos más seve­ a varios tipos de cargas y predice la ros que los previstos, inundaciones y sobrecargas resistencia y deformaciones de las mis­ o deliberadas, en componentes de los mas. Las fórmulas y métodos de diseño inadvertidas basados edificios. En tales condiciones, partes de un edificio en la teoría estructural, cuando se verifican con pueden resultar dañadas. Sin embargo, el sistema pruebas de laboratorio y de campo así como por estructural debe diseñarse de manera que el daño observaciones de estructuras bajo condiciones de servicio, garantizan que una estructura sometida a quede limitado en su extensión y las porciones no dañadas del edificio permanezcan estables. Para tal las cargas especificadas no sufrirá daños estructu­ fin, los elementos estructurales deben dimensionarrales. Tales daños existen cuando cualquier parte de se y disponerse de modo que formen un sistema una estructura es incapaz de funcionar en forma estable bajo condiciones normales de servicio. Ade­ satisfactoria y pueden estar indicados por deforma­ más, el sistema debe poseer suficiente continuidad ciones elásticas excesivas, deformaciones inelástiy ductilidad, o capacidad para absorber energía, de cas o fluencia, fractura o colapso. modo que si pequeñas partes de él resultan daña­ Para satisfacer las necesidades de diseño y aná­ das, otras partes transfieran las cargas (por lo menos lisis, la teoría estructural relaciona las propiedades hasta que se efectúen reparaciones) a las componen­ y arreglos de los materiales con el comportamiento tes estructurales restantes capaces de llevar las car­ de las estructuras hechas con éstos. Sin embargo, si gas al suelo. la teoría estructural tomara en cuenta todas las va­ Si una estructura no posee esta capacidad, la falla riables implicadas, se volvería demasiado compli­ de una sola componente puede conducir, a tra­ cada para usarse prácticamente en la mayoría de los casos, por lo que la práctica común es formu­ vés de un colapso progresivo de componentes ad­ yacentes, al colapso de ima mayor porción o de toda lar suposiciones simplificatorias que produzcan re­ la estructura. Por ejemplo, si una columna de esqui­ sultados consistentes y suficientemente precisos. A menudo se requieren experiencia, experimentos na en un edificio de múltiples niveles debe eliminar­ y conocimientos básicos para determinar si una se debido a un accidente y el piso que soporta cae al piso inferior, el piso inferior y la columna que lo teoría o método dado es aplicable a una estructura soporta pueden colapsarse, cayendo los escombros particular. al siguiente piso inferior. Esta acción puede progre­ sar hasta llegar al suelo. Una manera de evitar esta catástrofe es diseñar la estructura de manera que 6.1 Integridad estructural cuando una columna falle, todas las componentes que estaban soportadas por ella trabajen en voladi­ Al aplicar la teoría estructural al diseño, se deben zo desde otras partes del edificio, aunque tal vez con considerar tanto las condiciones normales como las L 6.1 6 .2 ■ Sección seis deflexiones que normalmente se considerarían ina­ ceptables. Este ejemplo indica que la resistencia al colapso progresivo puede proporcionarse por la inclusión en el diseño de trayectorias alternativas de car­ ga, capaces de absorber las cargas de componentes dañadas o colapsadas. Una alternativa es propor­ cionar, en el diseño, resistencias de reserva contra accidentes. En ambos métodos, las conexiones de las componentes deben proporcionar continuidad y ductilidad. (D. M. Schultz, F. F. P. Bumett, y M. Fintel, "A Design Approach to General Structural Integrity", en Design and Construction o f Large-Panel Concrete Structures, U.S. Department of Housing and Urban Development, 1977; E.V. Leyendecker y B. R. Ellingwood, Design Methods fo r Reducing the Risk o f Pro­ gressive Collapse in Buildings, NBS Buildings Science Series 98, National Institute of Standards and Te­ chnology, 1977.) Equilibrio 6 .2 Tipos de c a rg a s Las cargas son fuerzas externas que actúan sobre una estructura. Los esfuerzos son las fuerzas inter­ nas que resisten las cargas. Las fuerzas de tensión tienden a estirar a una componente; las fuerzas de com presión tienden a acortarla y las fuerzas cortantes tienden a hacer que unas partes de la misma se deslicen respecto de otras. Las cargas también se pueden clasificar como estáticas o dinámicas. Las cargas estáticas son fuer­ zas que se aplican con lentitud y, luego, permanecen casi constantes, como el peso, o carga muerta, de un sistema de piso. Las cargas dinám icas varían con el tiempo. Incluyen las cargas repetidas, como las fuerzas alternantes de maquinaria oscilante; car­ gas móviles como los camiones o trenes sobre puen­ tes; cargas de impacto, como un peso que cae y choca contra un piso o la onda de choque de una explosión que choca y rebota contra un muro; car­ gas sísmicas y otras fuerzas inducidas en una es­ tructura por el movimiento rápido de sus soportes. Las cargas se pueden considerar distribuidas o concentradas. Las cargas uniform em ente distri­ buidas son aquellas que son, o se pueden conside­ rar así para fines prácticos, constantes sobre una superficie del elemento de soporte; un buen ejemplo es el peso muerto de una viga de acero laminado. Las cargas concentradas son fuerzas que tienen superficies de contacto tan pequeñas que resultan insignificantes en comparación con toda el área de superficie del elemento de soporte. Por ejemplo, para todos los fines prácticos, una viga soportada por una viga maestra se puede considerar como una carga concentrada sobre la viga maestra o trabe. Además, las cargas pueden ser axiales, excéntri­ cas o torsionales. Una carga axial es aquella cuya resultante pasa por el centroide de una sección en consideración y es perpendicular al plano de la sección. Una carga excéntrica es una fuerza perpen­ dicular al plano de la sección en consideración, pero que no pasa por el centroide de la sección y, por tanto, flexiona al elemento de soporte. Las cargas torsionales son fuerzas que no pasan por el centro de cortante de la sección en consideración y están inclinadas en relación al plano de la sección o en ese plano y, por tanto, tuercen el elemento de soporte. Además, las cargas se clasifican de acuerdo con la naturaleza de su origen. Por ejemplo: las cargas muertas incluyen materiales, equipo, construccio­ nes u otros elementos del peso soportados dentro, sobre o por un elemento estructural, incluso su propio peso, que están destinadas a quedarse en forma permanente en ese lugar. Las cargas vivas incluyen todos los ocupantes, materiales, equipo, construcciones u otros elementos del peso soporta­ do dentro, sobre o por un elemento estructural, las cuales serán o es probable que se muevan o cambien de lugar durante la duración probable de la estruc­ tura. Las cargas de im pacto son una fracción de las cargas vivas que se utilizan para incluir esfuerzos y deflexiones adicionales resultantes del movimiento de las cargas vivas. Las cargas por viento son las fuerzas máximas que puede aplicar el viento a una estructura en un intervalo medio de recurrencia o un grupo de fuerzas que producirán esfuerzos equi­ valentes. Los intervalos medios de recurrencia uti­ lizados en general, son 25 años para estructuras sin ocupantes o que presentan mínimo riesgo para la vida humana, 50 años para las estructuras perma­ nentes normales y 1 0 0 años para estructuras per­ manentes con un alto grado de sensibilidad al viento y un grado muy alto de peligro para la vida y las propiedades en caso de falla. Las cargas por nieve son las fuerzas máximas que se pueden apli­ car por la acumulación de nieve en un intervalo Teoría estructural medio de recurrencia. Las cargas sísmicas son fuer­ zas que producen máximos esfuerzos o deformacio­ nes en un elemento estructural durante un sismo o fuerzas equivalentes. Para el diseño se deben usar las cargas máxi­ mas probables. Para los edificios, la carga mínima de diseño debe ser la especificada para las condi­ ciones esperadas, en los códigos y reglamentos locales o, en ausencia de ellos, en el Mínimum De­ sign Loads fo r Buildings and Other Structures, ASCE 7-93, American Society of Civil Engineers, Nueva York. Para carreteras y puentes carreteros, las car­ gas mínimas de diseño deben ser las dadas en las Standard Specifications fo r Highway Bridges, de la American Association of State Highway and Transportation Officials, Washington, D.C. Para ferrocarriles y puentes ferroviarios, las cargas mí­ nimas de diseño deben ser las dadas en el Manual for Raihvay Engineering, de la American Railway Engineering Association, Chicago. 6 .3 Equilibrio estático Si una estructura y sus componentes están soporta­ das en tal forma que después de ocurrir una peque­ ña deformación no es posible ningún movimiento adicional, se dice que están en equilibrio. En esas circunstancias, las fuerzas externas están equilibra­ das y las fuerzas internas, o esfuerzos, contrarrestan exactamente las cargas. Dado que no hay movimiento de translación, la suma vectorial de las fuerzas externas debe ser cero. Dado que no hay rotación, la suma de los momentos de las fuerzas externas con respecto a cualquier punto debe ser cero. Por la misma razón, si se considera cualquier parte de la estructura y las cargas que soporta, la suma de las fuerzas internas y externas en los linderos de esa porción debe ser cero. Además, la suma de los momentos de estas fuerzas debe ser cero. En la figura 6.1, por ejemplo, la suma de las fuerzas R( y RKnecesarias para soportar la armadu­ ra es igual a la carga de 2 0 kip sobre la armadura ( 1 kip = 1 kilolibra = 1000 libras = 0.5 ton). Además, la suma de los momentos de las fuerzas externas es cero con respecto a cualquier punto; por ejemplo, respecto al extremo derecho, es 40 x 15 - 30 x 20 = 600 - 600. En la figura 6.2 se muestra la parte de la arma­ dura a la izquierda de la sección AA. Las fuerzas ■ 6.3 20k Figu ra 6 . T Armadura en equilibrio bajo carga. La suma de las fuerzas hacia arriba o reacciones, Rj. y Rr, es igual a la fuerza de 20 kip hacia abajo. internas en los miembros cortados equilibran la carga externa y mantienen en equilibrio esta por­ ción de la armadura en equilibrio. Cuando las fuerzas actúan en varias direccio­ nes, suele ser conveniente resolverlas en compo­ nentes paralelas a un par de ejes perpendiculares, lo que simplificará los cálculos. Por ejemplo, para fuerzas en un solo plano, el procedimiento más útil es resolverlas en componentes horizontales y verticales- Así, para una estructura en equilibrio, si H representa las componentes horizontales, V las componentes verticales y M los momentos de las componentes respecto a cualquier punto en el plano: =0 IV = 0 y 1M = 0 (6.1) Estas tres ecuaciones se pueden utilizar para deter­ minar tres incógnitas en cualquier sistema de fuer­ zas coplanares no concurrentes, como las de la armadura en las figuras 6.1 y 6.2. Pueden servir para Figura 6 .2 Sección de la armadura mostrada en la figura 6 .1 , mantenida en equilibrio por fuerzas en las componentes. 6 4 ■ Sección seis determinar la magnitud de tres fuerzas, de las cua­ les ya se conocen la dirección y el punto de aplica­ ción o bien, la magnitud, dirección y punto de aplicación de una sola fuerza. Supongamos que para la armadura en la figura 6 . 1 deben determinar­ se las reacciones en los apoyos. Tome la suma de los momentos respecto al apoyo derecho e iguálela a cero para encontrar la reacción izquierda: 40RL - 30 x 20 = 0, de donde R¡_ = 600/40 = 15 kips. Para encontrar la reacción en el apoyo derecho, tome momentos respecto al apoyo izquierdo e iguale la suma a cero: 10 x 20 - 40Rr = 0, de donde R r = 5 kips. Como alternativa, iguale la suma de las fuer­ zas verticales a cero para obtener Rr después de encontrar RL: 20 - 1 5 - R r = 0, de donde Rr = 5 kips. más interesado en limitar la deformación unitaria que en la resistencia. La deformación en cualquier dirección es el cambio total en la dimensión de un elemento en esa dirección. La deformación unitaria en cualquier dirección es la deformación por unidad de longitud en esa dirección. Cuando la deformación unitaria debida a la car­ ga es constante en toda la longitud de un elemento, ella se puede calcular dividiendo la deformación entre la longitud original del elemento. No obstante, en general, la deformación unitaria varía de punto a punto del elemento. Al igual que el esfuerzo va­ riable, la deformación unitaria representa el valor límite de una razón. Esfuerzo y deform ación 6 .5 6 .4 Esfuerzo y d eform ación unitaria Es usual indicar la resistencia de un material en términos de esfuerzo, es decir en fuerza por unidad de área. Además, el punto en que comienza la fluen­ cia se expresa generalmente como un esfuerzo unita­ rio. Entonces, en algunos métodos de diseño, se aplica un factor de seguridad a cualquiera de esos esfuerzos para determinar un esfuerzo que no debe ser excedido cuando el miembro está sometido a cargas de diseño. Este esfuerzo se conoce como esfuerzo permisible o esfuerzo de trabajo. Por lo general, en el diseño por esfuerzos de trabajo a fin de determinar si un elemento estructu­ ral tiene la capacidad adecuada de carga, el proyec­ tista tiene que calcular, para cada tipo de fuerza interna (tensión, compresión o cortante), el esfuerzo unitario máximo producido por las cargas de dise­ ño en el elemento y compararlo con el esfuerzo permisible correspondiente. Cuando la carga es tal que el esfuerzo es cons­ tante en la sección considerada, el esfuerzo se puede calcular dividiendo la fuerza entre el área de la sección. Pero, en general, el esfuerzo varía de un punto a otro. En esos casos, el esfuerzo en cualquier punto en la sección es el valor límite de la razón de la fuerza interna aplicada a un área pequeña sobre esa sección, cuando el área se considera cada vez más pequeña. Deform ación u n ita ria ■ En ocasiones, al diseñar una estructura, el proyectista puede estar Relaciones esfu erzo -d eform ación Cuando un material está sometido a fuerzas exter­ nas, desarrollará uno o más de los siguientes tipos de deformación: elástica lineal, elástica no lineal, viscoelástica, plástica e inelástica. Muchos mate­ riales estructurales exhiben deformaciones lineales elásticas bajo cargas de diseño. Para estos materia­ les la deformación unitaria es proporcional al es­ fuerzo hasta que se alcanza cierto esfuerzo llamado límite de proporcionalidad (punto A, en la figuras 6.3a, b y c). Esta relación se conoce como ley de Hooke. Para cargas axiales de tensión o compresión, esta relación se puede escribir: f= E e donde o e=| / = esfuerzo unitario e = deformación unitaria (6.2) E = módulo de elasticidad de Young Dentro del límite elástico, no hay deformación residual permanente cuando se quita la carga. Los aceros estructurales tienen esta propiedad. En el comportamiento elástico no lineal, el es­ fuerzo no es proporcional a la deformación, pero no hay deformación residual permanente cuando se quita la carga. La relación entre el esfuerzo y la deformación puede adoptar la forma Teoría estructural ■ 6 .5 R ESISTEN C IA Ú LTIM A (FR AC TUR A ) 0 D E F O R M A C IÓ N U N IT A R IA O D E F O R M A C IÓ N U N IT A R IA (3) (i») O G D E F O R M A C IÓ N (C) U N IT A R IA O D E F O R M A C IÓ N U N IT A R IA (d) Figura 6 .3 Relación entre el esfuerzo y la deformación unitaria para varios materiales, (ti) Frágil. (b) elástico lineal con límite proporcional bien definido, (c) Elástico lineal con límite proporcional no bien definido. (d) No lineal. en donde K = módulo seudoelástico determinado por pruebas n = constante determinada por pruebas El comportamiento viscoelástico se asemeja al elástico lineal. La diferencia principal es que en el comportamiento elástico lineal, la deformación deja de aumentar si deja de aumentar la carga; pero en el comportamiento viscoelástico, la deformación con­ tinúa en aumento aunque la carga se vuelva cons­ tante y queda una deformación residual cuando se retira la carga. Esto es característico de muchos plásticos. La deformación inelástica depende del tiempo y es recuperable por completo. La deformación en cualquier tiempo es proporcional al cambio en el esfuerzo. El comportamiento en cualquier instante dado depende de todos los cambios previos en el esfuerzo. El efecto combinado de varios cambios en el esfuerzo es la suma de los efectos de los diversos cambios en los esfuerzos considerados en forma individual. La deformación plástica no es proporcional al esfuerzo y queda una deformación permanente al quitar la carga. En contraste con el comporta­ miento inelástico, la deformación plástica depende principa lmente del esfuerzo y es en alto grado inde­ pendiente de los cambios previos en el esfuerzo. Cuando se prueban los materiales en tensión axial y se trazan los esfuerzos y deformaciones resultantes, se obtienen curvas de esfuerzo-defor­ mación similares a las de la figura 6.3. La figura 6.3a es típica de un material frágil, que se deforma de acuerdo con la ley de Hooke hasta llegar a la fractura. Las otras curvas en la figura 6.3 son características de materiales dúctiles; debido a que las deformaciones aumentan rápidamente cerca de la fractura con poco aumento en el esfuerzo, ellas dan una advertencia de la inminencia de la falla, mientras que los materiales frágiles fallan en forma súbita. La figura 6.3b es típica de los materiales con un límite bien definido de proporcionalidad A. Cuan­ do se excede, hay una caída súbita en el esfuerzo y, luego, un aumento gradual en el esfuerzo con gran­ des aumentos en la deformación hasta llegar a un máximo antes de la fractura. La figura 6.3c es carac­ terística de los materiales con elasticidad lineal en un intervalo considerable, pero que no tienen límite proporcional definido. La figura 6.3d es una curva representativa para los materiales que no tienen ningún comportamiento lineal. M ódulo de e la sticid a d ■ E está dado por la pendiente de la porción recta de las curvas en las figuras 6.3rt a la 6.3c. Es una medida de la rigidez inherente de un material. Para una configuración geométrica dada, un material con E grande se de­ forma menos bajo el mismo esfuerzo. Al final de la porción lineal de la curva esfuer­ zo-deformación, algunos materiales como el acero de bajo carbono, desarrollan un punto de fluencia superior e inferior (A y B en la figura 6.3b). Estos puntos marcan una zona en la cual parece haber un aumento en la deformación sin que haya au­ mento, o bien, una pequeña disminución en el esfuerzo. Este comportamiento puede ser a conse­ cuencia de los efectos de la inercia en la máquina de pruebas y de las características de deformación 6 .6 ■ Sección seis de los especímenes de prueba. Debido a la ubica­ ción de los puntos de fluencia, se utiliza a veces el esfuerzo de fluencia en forma errónea como sinónimo del límite de proporcionalidad y del límite elástico. El límite proporcional es el esfuerzo máximo para el cual es válida la ley de Hooke. El límite elástico es el esfuerzo más grande que se puede aplicar sin que quede una deformación permanente después de quitar la carga (C en la figura 6.3). Debido a que siempre es difícil determinar el límite elástico y a que muchos materiales no tienen un límite de proporcionalidad bien definido o ni si­ quiera lo tienen, la resistencia a la fluencia despla­ zada se utiliza como la medida del comienzo de la deformación plástica. La resistencia a la cedencia desplazada se defi­ ne como el esfuerzo correspondiente a una defor­ mación permanente, por lo general del 0 .0 1 % (0.0001 in/in) o del 0.20% (0.002 in/in). En la figura 6.3c, la resistencia a la fluencia es el esfuerzo en D, o sea la intersección de la curva esfuerzo-deforma­ ción con una línea GD paralela a la parte recta y que empieza en la deformación unitaria dada. Este es­ fuerzo se llama a veces esfuerzo de prueba. Para materiales con una curva esfuerzo-defor­ mación similar a la de la figura 6.3d, sin parte recta, se puede utilizar como medida de la rigidez un módulo secante representado de la pendiente de una recta, tal como OF, desde su origen hasta un punto específico en la curva. Una medida alternati­ va es el módulo tangente, o sea, la pendiente de la curva esfuerzo-deformación unitaria en un punto específico. La resistencia última a la tensión es la carga axial máxima observada en una prueba de ten­ sión, dividida entre el área transversal original. Este esfuerzo, que se caracteriza por el comienzo de un estrechamiento o adelgazamiento, una disminu­ ción en el área transversal del espécimen de prueba o por inestabilidad local, se indica por H en la figura 6.3. La ductilidad es la capacidad de un material para sufrir deformaciones grandes sin fractura. Se mide por el alargamiento y la reducción de área en una prueba de tensión y se expresa como un por­ centaje. La ductilidad depende de la temperatura y de los esfuerzos internos, así como de las caracterís­ ticas del material; un material que puede tener com­ portamiento dúctil en condiciones determinadas, puede tener falla frágil a temperaturas más bajas o bajo esfuerzos de tensión en dos o tres direcciones perpendiculares. El módulo de rigidez o módulo cortante de elas­ ticidad se define por G=- 7 donde (6.4) G = módulo de rigidez u = esfuerzo unitario cortante 7 = deformación unitaria cortante Está relacionado con el módulo E de elasticidad en tensión y compresión por la ecuación donde ¡x es una constante conocida como relación de Poisson (sección 6.7). La tenacidad es la capacidad que tiene un mate­ rial para absorber grandes cantidades de energía. Está relacionada con el área bajo la curva esfuerzodeformación unitaria y depende tanto de la resis­ tencia como de la ductilidad. Debido a la dificultad en la determinación analítica de la tenacidad, ésta se mide con frecuencia por la energía requerida para fracturar un espécimen, por lo general con muesca, mediante pruebas de impacto y, a veces, a bajas temperaturas. Las pruebas en uso más común son las de Charpy e Izod; ambas aplican una carga dinámica por medio de un péndulo. La dureza es una medida de la resistencia que ofrece un material a la ralladura e indentación (pe­ netración). En pruebas tales como las de Brinell, Rockwell y Vickers, se suele determinar un valor numérico relativo para esta propiedad. Los núme­ ros dependen del tamaño de una indentación pro­ ducida con una carga normalizada. La resistencia a la ralladura se mide en la escala de Mohs por com­ paración con la resistencia a la ralladura de 1 0 mi­ nerales dispuestos en orden de dureza creciente, desde el talco hasta el diamante. El escurrimiento plástico es un flujo o cambio gradual en las dimensiones bajo carga constante sostenida. El relajam iento es una disminución en la carga o esfuerzo bajo una deformación constante sostenida. Si los esfuerzos y deformaciones se trazan en una prueba de tensión axial cuando el espécimen en­ tra en la zona inelástica y después se descarga, la curva durante la descarga, si el material era elástico, descenderá paralelamente a la parte recta de la Teoría estructural curva (por ejemplo, DG en la Fig. 6.3c). Al quedar sin carga el espécimen, se tendrá una deformación permanente en él (OG). Esto también ocurrirá en las pruebas de compresión. Si ahora se vuelve a cargar el espécimen, las deformaciones serán proporcionales a los esfuerzos (la curva, prácticamente, seguirá a DG), hasta que la curva se vuelva a unir con la curva original en D. Con carga creciente, la curva de recarga coincidirá con la de una carga simple. Por tanto, al cargar el espécimen en su zona inelástica, pero no hasta la resistencia última, se aumenta la zona elástica apa­ rente. Este fenómeno, que se llama endurecim iento por deform ación o endurecimiento por trabajo, pa­ rece aumentar la resistencia a la fluencia. Ahora bien, si la recarga es en compresión, la resistencia a la fluencia en compresión se reducirá, que es el llamado efecto Bauschinger. Sin embar­ go, este efecto está presente sólo para deformacio­ nes unitarias relativamente pequeñas. Para grandes deformaciones iniciales inelásticas en tensión, la re­ carga en compresión aumenta la resistencia a la fluencia en cierto grado. Pero, si esta recarga se continúa hasta un esfuerzo mayor del alcanzado en la carga inicial con tensión, la resistencia a la fluen­ cia no mostrará ningún incremento en cargas sub­ secuentes en tensión. Figura 6 .4 Miembro cargado axialmente a tensión. / ■ Figu ra 6 .5 Miembro cargado axial­ mente a compresión. = esfuerzo de tensión, de compresión, cortante o de apoyo o aplastamien­ to, psi Para esfuerzos de torsión, vea la sección 6.18. La deformación unitaria para las cargas axiales de tensión y compresión está dada por e (6.7) £= l 6 .6 Esfuerzo unitario constante Los casos más simples de esfuerzo y deformación son aquellos en que el esfuerzo y la deforma­ ción unitaria son constantes. Ejemplos de esto son los esfuerzos causados por una carga axial de ten­ sión o compresión, una fuerza cortante aplicada centralmente o una carga de aplastamiento o apoyo. Estas condiciones están ilustradas en las figuras 6.4 a la 6.7. Para un esfuerzo unitario constante, la ecuación de equilibrio puede escribirse como P = Af donde P A donde = deformación unitaria, in/in = alargamiento o acortamiento total del miembro, in L = longitud original del miembro, in e e p i AL r (6 .6 ) carga, Ib área transversal (normal a la car­ ga) para fuerzas de tensión o com­ presión, o área sobre la cual puede ocurrir el deslizamiento por fuerzas cortantes, o área de contacto para cargas de apoyo o aplastamiento, in2 6.7 T Figura 6 .6 Ménsula en cortante. tÁ 777777777777 iAfb ir ^7 7 7 ^ 7 7 7 7 7 7 7 7 Figu ra 6 .7 Carga de aplastamiento o apoyo. 6 .8 ■ Sección seis La aplicación de la ley de Hooke y de las Ecs. (6.6) y (6.7) da una fórmula convemente para la defor­ mación: donde P = carga sobre el miembro, Ib A = área transversal del miembro, in2 £ = módulo de elasticidad, psi [Como los miembros largos a compresión tienden a pandearse, las Ecs. (6.6) a la (6.8) son aplicables sólo a miembros cortos. Vea las secciones 6.39 a la 6.41.] Aunque las deformaciones por tensión y com­ presión representan un simple alargamiento o acor­ tamiento de un miembro, la deformación unitaria cortante es una distorsión debida a una pequeña ro­ tación. La carga sobre la pequeña porción rectangu­ lar del miembro en la figura 6.6 tiende a deformarla en un paralelogramo. La deformación unitaria cor­ tante es el cambio en el ángulo recto, medido en radianes. (Vea también la sección 6.5.) 6 .7 Razón de Poisson Cuando un material está sometido a cargas axiales de tensión o compresión se deforma no sólo en la dirección de las cargas sino también normalmente a ellas. Bajo tensión, la sección transversal de un miembro disminuye y bajo compresión aumenta. La razón de la deformación unitaria lateral a la deformación unitaria longitudinal se llama razón de Poisson. Dentro del rango elástico, la razón de Poisson es constante para un material. Para materiales como el concreto, el vidrio y cerámicos, puede tomarse igual a 0.25; para el acero estructural, 0.3. La razón de Poisson se incrementa gradualmente más allá del límite proporcional y tiende a un valor de 0.5. Suponga, por ejemplo, que un tirante de acero con área de 2 in2 soporta una carga de 40 kip (40 000 Ib). El esfuerzo unitario es de 40/2 o 20 ksi. La deformación unitaria por tensión, con módulo de elasticidad del acero £ = 30 000 ksi, es 20/30 000 = 0.00067 in/in. Con razón de Poisson igual a 0.3, la deformación unitaria lateral es -0.3 x 0.00067 o un acortamiento de 0.00020 in/in. 6 .8 Esfuerzos térm icos Cuando cambia la temperatura de un cuerpo, sus dimensiones también cambian. Se requieren fuer­ zas para prevenir tales cambios dimensionales; esas fuerzas generan esfuerzos en el cuerpo. Si a es el coeficiente de dilatación del material y T es el cambio en temperatura, la deformación uni­ taria en una barra restringida por fuerzas externas en su expansión o contracción es (6.9) £=aT De acuerdo con la ley de Hooke, el esfuerzo/en la barra es /= E aT (6.10) donde E = módulo de elasticidad. Cuando un anillo o aro se calienta y se desliza sobre un cilindro de diámetro d ligeramente mayor que el diámetro di del anillo original, en éste se desarrollará un esfuerzo de tensión al enfriarse. Si el diámetro es muy grande en comparación con el espesor del anillo, de manera que los esfuerzos radiales puedan despreciarse, los esfuerzos imita­ ros de tensión pueden suponerse constantes. La deformación unitaria será nd-ndi 7T d i d - di d¡ y el esfuerzo circunferencial será 6 .9 Esfuerzos a x ia le s en m iem bros com puestos En un material homogéneo, el centroide de una sección transversal se encuentra en la intersección de dos ejes perpendiculares localizados de tal ma­ nera que los momentos de las áreas en lados opues­ tos de un eje respecto a ese eje son cero. Para encontrar el centroide de una sección transversal que contenga dos o más materiales, deben usarse los momentos de los productos del área A de cada material y su módulo de elasticidad E, en el rango elástico. Teoría estructural Considere ahora un prisma compuesto de dos materiales, con módulos de elasticidad E¡ y E2, ex­ tendiéndose según la longitud del prisma. Si el prisma está sometido a una carga que actúa a lo largo del eje centroidal, entonces la deformación unitaria e en cada material será la misma. De la Ec. (6.8) y de la ecuación de equilibrio, observando que la longitud L es la misma para ambos materia­ les, A]E¡ + A 2E 2 P IA E PE] /. = ZAE PE2 h - IA E donde 6 12 ) (6.13) /, = P (6.16) f= V (6 .1 7 ) = radio interno del cilindro, in = radio externo del cilindro, in = radio en el punto donde se determi­ na el esfuerzo, in Las ecuaciones muestran que si la presión p actúa hacia afuera, el esfuerzo circunferencial / será de tensión (positivo) y el esfuerzo radial será de com­ presión (negativo). Los mayores esfuerzos ocurren en la superficie interna del cilindro (r = r¡): M á x fr = —p ... 6.10 Esfuerzo s en tubos y recipientes a presión ( donde (6.14) p = presión interna, psi R = radio promedio del tubo, in (vea también la sección 21.14) En un cilindro cerrado, la presión contra los ex­ tremos será resistida por esfuerzos longitudinales en el cilindro. Si el cilindro es delgado, estos esfuer­ zos, en psi, están dados por f = 2* J i 2.1 ( 6 .1 5 ) La ecuación (6.15) también es válida para el esfuer­ zo en un tanque esférico delgado con radio prome­ dio R sometido a una presión interna p. En un cilindro de pared gruesa, el efecto de los esfuerzos radiales f , resulta importante. Los es- (6.18) +1 p (6.19) donde k = r0/r¡. El esfuerzo cortante máximo está dado por Máx f v - ( 6 .20 ) Para un cilindro cerrado con paredes gruesas, el esfuerzo longitudinal tiene un valor aproximado de A - f = EK J t ^ M ax-^" En un tubo cilindrico sometido a presión radial interna, los esfuerzos unitarios circunferenciales pueden suponerse constantes en el espesor f del tubo, si el diámetro es relativamente grande compa­ rado con el espesor (por lo menos 15 veces más grande). El esfuerzo circunferencial, en libras por pulgada cuadrada, está entonces dado por 6.9 fuerzos, tanto radial como circunferencial, pueden calcularse con las fórmulas de Lamé: ( . donde A¡ y A2 son las áreas transversales de cada material y P es la carga axial. Los esfuerzos unitarios en cada material son los productos de la deforma­ ción unitaria y su módulo de elasticidad: ■ r fp -l) (6.21) Sin embargo, debido a las restricciones en los extre­ mos, este esfuerzo no será correcto en esos extremos. (S. Timoshenko y ]. N. Goodier, Theory o f Elaslicity, McGraw-Hill Book Company, New York.) 6.11 En erg ía d e deform ación Al someter una barra a esfuerzos se almacena ener­ gía en ella. Para una carga axial P y una deformación e, la energía almacenada es 1„ U = ^Pe 2 (6.22a) suponiendo que la carga se aplica gradualmente y que el esfuerzo en la barra no excede el límite pro­ porcional. La ecuación representa el área bajo la curva carga-deformación hasta la carga P, Al aplicar 6 .1 0 ■ Sección seis las Ecs. (6.2) y (6.6) a la Ec. (6.22a) s e obtiene otra expresión útil para la energía en in-lb: donde V = fuerza cortante, Ib e = deformación cortante, in L = longitud sobre la cual tiene lugar la deformación, in (6.22 b) A = área cortante, in2 G = módulo cortante, psi donde / E A L esfuerzo unitario, psi módulo de elasticidad del material, psi área transversal, in2 longitud de la barra, in Por torsión: U = donde Como AL es el volumen déla barra, el término/2/2£ da la energía almacenada por unidad de volumen. Representa el área bajo la curva esfuerzo-deforma­ ción unitaria hasta el esfuerzo/. El módulo de resiliencia es la energía almacena­ da por unidad de volumen en una barra sometida a esfuerzos por una carga axial gradualmente aplica­ da hasta el límite proporcional. Este módulo es una medida de la capacidad del material para absorber energía sin riesgo de ser deformado permanente­ mente. Es importante en el diseño de miembros que deben resistir cargas dinámicas. La Ec. (6.22a) es una ecuación general válida cuando es aplicable el principio de superposición (la deformación total producida en un punto por un sistema de fuerzas es igual a la suma de las defor­ maciones producidas por cada fuerza). En sentido general, P en la Ec. (6.22a) representa cualquier grupo de fuerzas estáticamente interdependientes que pueden ser completamente definidas por un símbolo y e es la deformación correspondiente. La ecuación de la energía de deformación puede escribirse como función de la carga o de la deforma­ ción. Por tensión o compresión axial, la energía de deformación, en in-lb, está dada por U : donde P e i A E fE 2A E U= A E e1 21 (6.23 a) carga axial, Ib alargamiento o acortamiento total, in longitud ciel miembro, in área transversal, in2 módulo de elasticidad, psi Por cortante puro: U= V 2L 2A G U= A G e2 2L (6.23 b) T <? L / T L 2 JG U = /Gd2 2L (6.23c) = = = = par de torsión, in-lb ángulo de torsión, rad longitud de la flecha, in momento de inercia polar de la sec­ ción transversal, in4 G = módulo cortante, psi Por flexión pura (momento constante): Lí = donde M 2L 2Ei U= EW2 2L (6.23 d) M = momento flexionante, in-lb 0 = ángulo de rotación de un extremo de la viga respecto al otro, rad L = longitud de la viga, in / = momento de inercia de la sección transversal, in4 módulo de elasticidad, psi Para vigas con cargas transversales, la energía de deformación total es la suma de la energía por flexión y por cortante. (Vea también la Sección 6.54.) Esfuerzos en un punto Los esfuerzos de tensión y compresión se denomi­ nan a veces esfu erzos n orm ales porque ellos actúan normalmente a la sección transversal. De acuerdo con esto, los esfuerzos de tensión se consideran esfuerzos normales positivos y los de compresión, esfuerzos negativos. 6 .1 2 Notación del esfu erzo Considere un cubo pequeño extraído de un miem­ bro sometido a esfuerzos y colocado con sus tres aristas a lo largo de un conjunto deejes coordenados x, y y z. La notación usada para las componentes de Teoría estructural z ■ 6.11 Así entonces, las componentes de esfuerzo cortante sobre dos planos perpendiculares que actúan nor­ malmente a la intersección de los planos, son igua­ les. En consecuencia, para describir los esfuerzos que actúan sobre los planos coordenados a través de un punto, sólo se requiere conocer seis cantida­ des: los tres esfuerzos normales f x, f y, f 2 y tres com­ ponentes cortantes uxy = uyx, y i/zy = Si sólo actúan los esfuerzos normales, las defor­ maciones unitarias en las direcciones x, y y z son e* = £ \fx- tAfy +/:)] = | \ fy -M x + A )] Figura 6 .8 Esfuerzos en un punto en un sistema coordenado rectangular. esfuerzo que actúan sobre los lados de este elemento y la dirección supuesta como positiva, se muestran en la figura 6.8. Por ejemplo, para los lados del elemento perpen­ diculares al eje z, la componente normal de esfuerzo se denota por f z. El esfuerzo cortante v se descom­ pone en dos componentes y se requieren dos subín­ dices para una descripción completa. El primer subíndice indica la dirección de la normal al plano en consideración; el segundo subíndice da la direc­ ción de la componente de esfuerzo. Entonces, para los lados perpendiculares al eje z, la componente cortante en la dirección x se designa uzx y la compo­ nente en la dirección y, uzy. 6 .1 3 Com ponentes de esfu erzo Si en el pequeño cubo mostrado en la figura 6.8 se toman momentos de las fuerzas que actúan sobre él respecto al eje x, y se supone que las longitudes de los lados son dx, dy y dz, la ecuación de equilibrio requiere que (vzy dx dy) dz = (uy2 dx dz) dy (Las fuerzas se toman iguales al producto del área de la cara y el esfuerzo en el centro.) Pueden escri­ birse dos ecuaciones similares para los momentos tomados respecto a los ejes y y z. Esas ecuaciones muestran que Pry = «V t'zx = vX2 vzy = vyl (6.24) (6.25) | \fz - n(fx +/y)] donde p = razón de Poisson. Si sólo actúan esfuerzos cortantes, la distorsión del ángulo entre bordes pa­ ralelos a dos ejes coordenados cualquiera, depende sólo de las componentes de esfuerzo cortante para­ lelas a esos ejes. Las deformaciones unitarias cortan­ tes son entonces (vea la sección 6.5) 7ry = 6 .1 4 1 Ltv 1 7yz = ~q Vyz 7 íí = 1 Pw (6.26) Esfuerzo bid im en sionai Cuando se conocen las seis componentes de esfuer­ zo necesarias para describir los esfuerzos en un punto (sección 6.13), pueden entonces determinarse los esfuerzos sobre cualquier plano inclinado que pase a través del mismo punto. Para esfuerzo bidimensional, sólo tres componentes de esfuerzo nece­ sitan ser conocidas. Suponga, por ejemplo, que en un punto O de una placa sometida a esfuerzo, se conocen las compo­ n e n te s/ ^ y uxy (Fig. 6.9). Para encontrar los esfuer­ zos sobre cualquier otro plano a través del eje z, considere un plano paralelo a él cercano a O, de manera que este plano y los planos coordenados formen un pequeño prisma triangular. Entonces, si a es el ángulo que la normal al plano forma con el eje x, los esfuerzos normal y cortante sobre el plano inclinado, para mantener el equilibrio, son f = f x e o s 2a + f y sen a + 1vxy sen a eos a (6.27) u = uxy (cos2a - sen2a) + (fy -/ ,) sen a eos a (6.28) (Vea también la sección 6.17.) 6 .1 2 ■ Sección seis Si los ejes a y y se toman en las direcciones principales, uxy = 0. En este caso, las Ecs. (6.27) y (6,28) se simplifican y son y Figura 6 .9 Esfuerzos en un punto sobre un plano indinado respecto a los ejes. Nota: Todos los miembros estructurales son tridimensionales. Si bien los cálculos de esfuerzos bidimensionales pueden ser suficientemente exac­ tos en la mayoría de los casos prácticos, esto no es siempre así. Por ejemplo, aunque las cargas pue­ den crear esfuerzos normales sobre dos planos perpendiculares, existe también un tercer esfuer­ zo normal, calculado con la razón de Poisson. [Vea la Ec. (6.25).] 6 .1 5 Esfuerzo s prin cipales Si un plano que pasa por O en una placa sometida a esfuerzos es girado, éste alcanzará una posición para la cual el esfuerzo normal sobre él es un máxi­ mo o un mínimo. Las direcciones del esfuerzo nor­ mal máximo y mínimo son perpendiculares entre sí y sobre los planos en esas direcciones no se tienen esfuerzos cortantes. Las direcciones en que el esfuerzo normal resulta máximo o mínimo se llaman direcciones principales y los esfuerzos normales correspondientes se llaman esfuerzos principales. Para encontrar las direcciones principales, haga el valor de v dado por la Ec. (6.28) igual a cero. Entonces, las normales a los planos principales forman un ángulo con el eje x dado por tan 2a = j —^ .A ~fy (6.29) f = f x c o s 2 q + fy sen2a (6.30) v = \ (/y ~fx) sen 2 a (6.31) donde /, y /,, son los esfuerzos principales en el punto, y f y v son, respectivamente, el esfuerzo normal y cortante sobre un plano cuya normal for­ ma un ángulo q con el eje x. Si sólo actúan esfuerzos cortantes sobre dos pla­ nos perpendiculares cualesquiera, se dice que el estado de esfuerzo en el punto es uno de cortante puro o de cortante simple. Bajo tales condiciones, las direcciones principales bisecan los ángulos en­ tre los planos sobre los que actúan esos esfuerzos cortantes. Los esfuerzos principales son iguales en magnitud a los esfuerzos cortantes puros. 6 .1 6 Esfuerzo cortante m á x im o en un punto El esfuerzo unitario cortante máximo ocurre sobre cada uno de los dos planos que bisecan los ángulos entre los planos sobre los que actúan los esfuerzos principales en un punto. El esfuerzo cortante máxi­ mo es igual a la mitad de la diferencia algebraica de los esfuerzos principales: M á x t/ = ¿ ^ (6.32) donde f\ es el esfuerzo principal máximo y f 2 es el mínimo. 6 .1 7 Círculo de M ohr Como se explicó en la sección 6.14, si se conocen los esfuerzos sobre cualquier plano por un punto de una placa sometida a esfuerzos, los esfuerzos sobre cualquier otro plano por el punto pueden calcular­ se, Esta relación entre los esfuerzos pueden repre­ sentarse convenientemente sobre el círculo de Mohr (Fig. 6.10). En este diagrama, el esfuerzo normal/y el esfuerzo cortante y se toman como coordenadas Teoría estructural ■ 6 .1 3 V Figura 6 .1 0 Círculo de Mohr para esfuerzos en un punto; construido a partir de los esfuerzos prin­ cipales conocidos/) y / en un plano. Figura 6.11 Círculo de esfuerzos construido a partir de dos esfuerzos normales positivos conoci­ d os/ y f y y un esfuerzo cortante conocido uxy. rectangulares. Entonces, a cada plano por el punto le corresponde un punto sobre el círculo, cuyas coordenadas son los valores de/y i/para el plano. Dados los esfuerzos principales / y / (sección 6.15), para encontrar los esfuerzos sobre un plano que forma un ángulo a con el plano en que actúa/: marque los esfuerzos principales sobre el eje /(pun­ tos A y B en la Fig. 6.10). Mida los esfuerzos de tensión a la derecha del eje v y los esfuerzos de com­ presión a la izquierda. Construya un círculo que pase por A y B con su centro sobre el eje/. Éste es el círculo de Mohr para los esfuerzos dados en el punto en consideración. Trace un radio que forme un ángulo 2a con el eje /, como se indica en la figura 6.10. Las coordenadas de la intersección con el círculo representan los esfuerzos normal y cortan­ te, f y v, que actúan sobre el plano. Para dibujar el círculo de Mohr dados los esfuer­ zos sobre dos planos perpendiculares cualesquiera, fxify Y vxy> Pero no l°s esfuerzos principales / y / : marque los dos puntos que representen los esfuer­ zos conocidos sobre los ejes / y u (puntos C y D en la Fig. 6.11). La línea que une esos puntos es un diámetro del círculo; biseque CD para encontrar el centro del círculo y trace el círculo. Sus interseccio­ nes con el eje/determinan / y / . (S. Timoshenko y J. N. Goodier, Theory o f Elasticity, McGraw-Hill Book Company, New York.) 6 .1 8 Torsión Las fuerzas que ocasionan que un miembro gire respecto a su eje longitudinal se llaman cargas de torsión. La torsión simple es producida sólo por un par o momento en un plano perpendicular al eje. Si un par se encuentra en un plano no perpendi­ cular, podrá resolverse en un momento torsionante, en un plano perpendicular al eje, y en momentos flexionantes, en planos que pasan por el eje. Centro de cortante ■ El punto en cada sec­ ción normal de un miembro por el cual pasa el eje y en torno al cual se tuerce la sección, se llama el centro de cortante. Por ejemplo, si las cargas sobre una viga no pasan por el centro de cortante, ellas ocasionan que la viga se tuerza. Vea también la sección 6.36. Si una viga tiene un eje de simetría, el centro de cortante se encuentra sobre él. En vigas doblemente simétricas, el centro de cortante se encuentra en la intersección de los dos ejes de simetría y coincide por tanto con el centroide. En cualquier sección compuesta de dos rectán­ gulos angostos, como en una viga T o en un perfil angular, el centro de cortante puede considerarse situado en la intersección de las líneas centrales longitudinales de los rectángulos. 6 .1 4 ■ Sección seis En un canal, con sólo un eje de simetría, el centro de cortante queda fuera de la sección a una distancia del centroide igual a e(l + h2A /iI ) , donde e es la distancia del centroide al centro del alma, h es el peralte del canal, A es el área de sección transversal, e / es el momento de inercia respecto al eje de simetría. (El alma se encuentra entre el centroide y el centro de cortante.) Las posiciones de los centros de cortante para varias otras secciones están dadas en el libro por Ereidrich Bleich, Buckling Strength o f Metal Structures, cap. 3, McGraw-Hill Publishing Company, New York, 1952. Esfu erzos po r torsión ■ La torsión simple es resistida por esfuerzos cortantes internos. Estos esfuerzos se pueden resolver en esfuerzos cortan­ tes radiales y tangenciales los que, por ser normales entre sí, son iguales (vea la sección 6.13). Además, en los planos que bisecan los ángulos entre los planos sobre los cuales actúan los esfuerzos cortan­ tes, también ocurren esfuerzos de compresión y de tensión. La magnitud de esos esfuerzos normales es igual a la de los cortantes. Por lo tanto, cuando la carga de torsión se combina con otros tipos de car­ gas, los esfuerzos máximos se presentan sobre pla­ nos inclinados y pueden calcularse con los métodos de las secciones 6.14 y 6.17. Secciones circu la res ■ Si se tuerce una fle­ cha circular (hueca o sólida), una sección que sea plana antes de torcerla permanecerá plana después de torcerla. Dentro del límite proporcional, el es­ fuerzo cortante en cualquier punto en una sección transversal varía según la distancia desde el centro de la sección. El esfuerzo cortante máximo, psi, ocurre en la circunferencia y está dado por u= donde 7> / (6.33) T = momento torsionante, in-lb r = radio de la sección, in / = momento polar de inercia, in4 donde a-T í (6.34) p = radio del centro de cortante a cual­ quier punto en la sección dA = área diferencial en el punto (6.35) e ~GJ donde C es el módulo de elasticidad por cortante (vea la sección 6.5). Secciones no circu lares ■ Si la sección de una barra no es circular, una sección transversal que es plana antes de torcerla, no permanece plana des­ pués de torcerla. El alabeo resultante aumenta los esfuerzos cortantes en ciertas partes de la sección y los disminuye en otros, en comparación con los esfuerzos cortantes que ocurrirían si la sección hu­ biese permanecido plana. En consecuencia, los es­ fuerzos cortantes en una sección no circular no son proporcionales a la distancia desde el centro de cortante. Por ejemplo, en secciones elípticas y rec­ tangulares, el esfuerzo cortante máximo ocurre en la circunferencia, en el punto más cercano al centro de cortante. Para una sección rectangular sólida, éste máxi­ mo puede expresarse en la forma siguiente: T kbhí donde b A k d /b k El momento polar de inercia de una sección transversal está definido por / = j p2 dA En general, /es igual a la suma de los momentos de inercia respecto a dos ejes perpendiculares cuales­ quiera que pasen por el centro de cortante. Para una sección circular sólida, / = 7rr4/2. Para una sección circular hueca con diámetros D y d ,J = ir(Di - d )/32. Dentro del límite proporcional, el ángulo de tor­ sión entre dos puntos separados L pulgadas a lo largo del eje de una barra circular es, en radianes (1 radián = 57.3°): (6.36) lado corto del rectángulo, in lado largo, in constante que depende de la razón de esos lados: 1.0 15 2 .0 25 3 4 5 0208 0231 02-16 0258 0267 0282 0 291 10 0512 » 0533 (S. Timoshenko y J. N. Goodier, Theory o f Elasticity, McGraw-Hill Publishing Company, New York.) Tubos huecos ■ Si un tubo hueco de pared delgada se somete a torsión, la fuerza cortante por unidad de longitud sobre una sección transversal (flujo de cortante), está dada aproximadamente por ¡AAV/V/VVzV (6.37) H T t ~ 2At C a n a le s y v ig a s I ■ Para una sección rec­ tangular angosta, el esfuerzo cortante máximo es aproximadamente igual a (6.39) Esta fórmula puede usarse también para en­ contrar el esfuerzo cortante máximo por torsión en miembros, como vigas I y canales, formados por componentes rectangulares delgadas. Sea / = 'A li) 3d, donde b es el espesor de cada componen­ te rectangular y d la longitud correspondiente. En­ tonces, el esfuerzo cortante máximo está dado aproximadamente por TV i (6.40) donde V es el espesor del alma o del patín del miembro. El esfuerzo cortante máximo ocurre en el centro de uno de los lados largos de la parte rectan­ gular que tiene el mayor espesor. (A. P. Boresi, O. Sidebottom, F. B. Seely y J. O. Smith, Advanced Mechantes o f Materials, tercera edi­ ción, John Wiley & Sons, Inc., New York.) V igas rectas 6 .1 9 //////, (6.38) donde f es el espesor del tubo, in. Para un tubo rectangular con lados de espesores desiguales, el flujo cortante total puede calcularse con la Ec. (6.37) y el esfuerzo cortante a lo largo de cada lado con la Ec. (6,38), excepto en las esquinas, en donde puede tenerse una apreciable concentración de esfuerzos. T Vsirrf 6 .1 5 VIGAS-^ donde A es el área encerrada por el perímetro medio del tubo, in2. El esfuerzo unitario cortante está dado aproximadamente por V X T H =V 2A7 ■ \ \ \ Teoría estructural Tipos de v ig a s Con frecuencia las cubiertas de puentes, los pisos y tedios de edificios están soportados sobre una re­ tícula rectangular de miembros que trabajan a fle- TRABES—>7/72/} /'/77Z?7//;A '77777/////ÁIvAV/V Figura 6 .1 2 Estructuración a base de vigas y trabes. xión. Se dan diferentes nombres a las componentes de la retícula, dependiendo del tipo de estructura y déla parte de la estructura que es soportada por ella. En general, los miembros con claros entre soportes principales se llaman trabes y a los soportados por ellas se llaman vigas (Fíg. 6.12). Por tanto, este tipo de estructuración se conoce como estructuración de vigas y trabes. En puentes, los elementos estructurales más pe­ queños paralelos a la dirección en que se mueven los vehículos, pueden nombrarse largueros y los miembros transversales vigas de piso. En los techos de edificios, las componentes de la retícula se lla­ man largueros y viguetas; en los pisos, se pueden llamar vigas y trabes. La estructuración de vigas y trabes es usualmente empleada para claros relativamente cortos y cuando se desean elementos de poco peralte para lograr altu­ ras libres máximas debajo de ellos. Las vigas y armaduras son similares en su com­ portamiento como miembros a flexión. Sin embargo, el término viga usualmente se aplica a miembros cuya parte superior está conectada en forma continua a su parte inferior en toda su longitud, mientras que aquellos con sus partes superior e inferior conectadas sólo a ciertos intervalos, se llaman armaduras. Hay muchas maneras en que pueden soportarse las vigas. Algunas de las maneras más comunes se muestran en las figuras 6.13 a la 6.19. La viga en la figura 6.13 se llama viga simplemente apoyada o viga simple. Tiene soportes cerca de sus extremos que la restringen sólo en su movimiento vertical. Los extremos de la viga pueden girar libremente. Cuando las cargas tienen una componente horizon­ 6 .1 6 ■ Sección seis i___ i Figura 6 .1 3 Viga simple; am­ bos extremos pueden girar libre­ mente. U . Figura 6 .1 4 Viga en voladizo. tal o cuando el cambio en la longitud de la viga debido a efectos térmicos puede ser importante, los soportes tienen también que impedir el movimiento horizontal, en cuyo caso es generalmente suficiente la restricción horizontal en sólo uno de los soportes. La distancia entre los soportes se llama claro. La carga tomada por cada soporte se llama reacción. La viga en la figura 6.14 es una viga en voladizo, llen e soporte sólo en un extremo. El soporte pro­ porciona restricción contra giros y movimientos horizontales y verticales. Tal soporte se llama em­ potramiento. Al colocar un soporte bajo el extremo libre de la viga en voladizo se obtiene la viga mos­ trada en la figura 6.15. Fijando los extremos libres se obtiene una viga doblemente empotrada (Fig. 6.16); en ninguno de los dos extremos puede ocurrir rotación o movimiento vertical. Sin embargo, en la práctica rara vez puede obtenerse un empotramien­ to pleno. La mayoría de las condiciones en los so­ portes son intermedias entre las de una viga simple y las de una viga doblemente empotrada. La figura 6.17 muestra una viga con voladizos sobre sus apoyos simples. Los voladizos tienen un extremo libre igual que una viga en voladizo, pero sus soportes permiten rotaciones. En las figuras 6.18 y 6.19 se muestran dos tipos de vigas que se extienden sobre varios soportes. La figura 6.18 muestra una viga continua. La viga en la figura 6.19 tiene una o dos articulaciones en algunos de sus claros; se llama viga Gerber. Se trata de una combinación de vigas simples y vigas con voladizos. 1 Figura 6 .1 6 Viga doblemente empotrada. Figu ra 6 .1 5 Viga con un ex­ tremo empotrado. Las reacciones para las vigas en las figuras 6.13, 6.14 y 6.17 y el tipo de viga en la figura 6.19 con articulaciones interiores, pueden encontrarse a par­ tir de las ecuaciones de equilibrio, por lo que ellas se clasifican como vigas estáticamente determina­ das. Sin embargo, las ecuaciones de equilibrio no son suficientes para determinar las reacciones de las vigas en las figuras 6.15, 6.16 y 6.18. En esas vigas se tienen más incógnitas que ecuaciones. Deben obtenerse ecuaciones adicionales con base en las deformaciones; por ejemplo, del hecho de que un extremo empotrado no permite rotaciones. Tales vigas se clasifican como estáticamente indetermi­ nadas. En las secciones 6.51 a la 6.63 se dan métodos para encontrar las fuerzas en ese tipo de vigas. 6 .2 0 Reacciones Como se señaló en la sección 6.19, las cargas im­ puestas por una viga simple sobre sus apoyos, pue­ den encontrarse por aplicación de las ecuaciones de equilibrio [Ec. (6.1)]. Por ejemplo, considere la viga de 60 ft de longitud con voladizos en la figura 6.20. Esta viga soporta una carga uniforme de 200 lb/ft fin en toda su longitud y varias cargas concentradas. El claro central es de 36 ft. Para encontrar la reacción Ri, tome momentos respecto aR 2e iguale la suma de los momentos a cero (considere rotaciones en el sentido del reloj como positivas, contrarias a este sentido como negativas): i____ i Figura 6 .1 7 Viga con voladizos. Figura 6 .1 8 Viga continua, Teoría estructural 2000# w = 200*/FT T a r u m Figura 6 .1 9 Viga continua con articulaciones in­ termedias o viga Gerber. 4000# a V ■ 6 .17 6000* H t t í =14 0 0 0 * (a) ¡V -2000 x 48 + 36R, - 4000 x 30 - 6000 x 18 + 3000 x 12 - 2 0 0 x 6 0 x 18 = 0 R, = 14 0001b En este cálculo, el momento de la carga uniforme se encontró tomando el momento de su resultante, 200 x 60, que actúa en el centro de la viga. Para encontrar R2, proceda de manera similar, tomando momentos respecto a R] e igualando la suma a cero o iguale la suma de las fuerzas vertica­ les a cero. Generalmente es preferible usar la ecua­ ción de momentos y aplicar la otra ecuación como comprobación. Como procedimiento alternativo, encuentre las reacciones causadas por las cargas uniforme y con­ centradas por separado y sume los resultados. Para simplificar los cálculos, tome en cuenta el hecho de que las reacciones debidas a carga simétrica son iguales. Para encontrar R2 por este procedimiento, considere la mitad de la carga uniforme total 0.5 x 200 x 60 = 6000 Ib y súmela a la reacción causada por las cargas con­ centradas, encuentre y tome los momentos respecto a R\, dividiendo entre el claro y sume: -2 0 0 0 x g 36 + 4000 x 36 ~~~ + 6000 x ^ 36 + 3000 x ^ 36 = 7000 Ib íb) Figura 6.2 1 Sección de una viga mantenida en equilibrio por fuerzas internas. Revise que la suma de las reacciones sea igual a la carga total aplicada: 14 000 + 13 000 = 2000 + 4000 + 6000 + 3000 + 200 x 60 27 000 = 27 000 En las figuras 6.33 a la 6.38 se dan las reacciones en vigas simples con diversas cargas. Para encontrar las reacciones en una viga conti­ nua, determine primero los momentos y fuerzas cortantes en los extremos (Secciones 6.58 a la 6.63); luego, si la viga continua se considera como una serie de vigas simples con esos valores aplicados como cargas externas, la viga será estáticamente determinada y las reacciones pueden determinarse con las ecuaciones de equilibrio. (Para un método alternativo, vea la sección 6.57.) R2 = 6000 + 7000 = 13 000 Ib 6.21 2000 4000* 6000* x w = 2 0 0 * /tt Irtm U ttt H H *12- -1 2 R, n n n n n 36' Fu e rza s in tern as 3000 n n : -1 8 - - 12* R, Figura 6 .2 0 Viga con voladizos cargada con car­ ga uniforme y cargas concentradas. En cada sección de una viga en equilibrio, las fuer­ zas internas actúan para prevenir el movimiento. Por ejemplo, suponga la viga en la figura 6.20 cor­ tada verticalmente justo a la derecha del centro de su claro. Sumando las fuerzas externas, incluida la reacción, a la izquierda de este corte (vea la Fig. 6.21«), se obtiene una carga desbalanceada hacia abajo de 4000 Ib. Es claro que en la sección cortada, debe estar presente una fuerza interna actuando 6 .1 8 ■ Sección seis hacia arriba de 4000 Ib para mantener el equilibrio. Además, si se toman momentos de las fuerzas ex­ ternas respecto a la sección, se obtiene un momen­ to desbalanceado de 54 000 ft-lb. Para mantener el equilibrio, debe estar presente también en la sección cortada un momento interno de 54 000 ft-lb. Este momento interno o resistente es producido por un par que consiste en una fuerza C que actúa en la parte superior de la viga y en una fuerza igual T pero opuesta que actúa en la parte inferior (Fig. 6.21b). Para este tipo de viga y carga, la fuerza superior es la resultante de los esfuerzos de compre­ sión que actúan sobre la parte superior de la viga y la fuerza inferior es la resultante de los esfuerzos de tensión que actúan en la parte inferior. La superficie en la que los esfuerzos cambian de compresión a tensión (donde el esfuerzo es cero) se llama super­ ficie neutra. 6 .2 2 D ia g ra m a s de fu erza cortante Como se explicó en la sección 6.21, en una sección vertical de una viga en equilibrio, las fuerzas exter­ nas a un lado de la sección están equilibradas por fuerzas internas. La fuerza vertical externa desba­ lanceada en la sección se llama fuerza cortante. Es igual a la suma algebraica de las fuerzas que se encuentran en cualquier lado de la sección. Para fuerzas en el lado izquierdo de la sección, aquellas que actúan hacia arriba se consideran positivas y aquellas que actúan hacia abajo se consideran nega­ tivas. Para las fuerzas en el lado derecho de la sección, los signos se invierten. Un diagrama de fuerza cortante representa grá­ ficamente la fuerza cortante en cada punto a lo largo de la longitud de una viga. El diagrama de fuerza cortante para la viga en la figura 6.20 se muestra en la figura 6.22b. La viga se dibuja a escala y las cargas y reacciones se localizan en los puntos en que ac­ túan. Luego se traza horizontalmente un eje a partir del cual se dibujan las fuerzas cortantes a escala. Comenzando en el exhemo izquierdo de la viga, y directamente bajo la carga de 2000 Ib que alai se encuentra, se traza -2000 desde el eje cero. A conti­ nuación se determina la fuerza cortante justo a la izquierda de la siguiente carga concentrada, que es el soporte izquierdo: -2000 - 200 x 12 = -4400 Ib. Se dibuja este valor hacia abajo bajo R\. Note que al pasar desde justo a la izquierda del soporte a justo 2000* 4000* 6000* 3000# Figura 6 .2 2 Diagrama de fuerza cortante para la viga en la figura 6.20. a la derecha de éste, la fuerza cortante cambia en la magnitud de la reacción, de -4400 a -4400 + 14 000, o 9600 Ib; se traza este valor también bajo Bajo la carga de 4000 Ib, trace la fuerza cortante justo a la izquierda de ella, 9600 - 200 x 6, o 84C0 Ib y la fuerza cortante justo a la derecha, 8400 - 4000 o 4400 ib. Proceda de esta manera hasta llegar al extremo derecho, donde la fuerza cortante es de 3000 Ib, igual a la carga sobre el extremo libre. Para completar el diagrama, los puntos deben quedar conectados. Pueden usarse líneas rectas por­ que la fuerza cortante varía uniformemente para una carga uniforme (vea la Fig, 6.24b). 6 .2 3 D ia g ra m a s de m om ento fle x io n a n te En tomo a una sección vertical a través de una viga en equilibrio existe un momento desbalanceado de­ bido a las fuerzas externas, llamado momento de flexión. Para las fuerzas a la izquierda de la sección, los momentos en el sentido de las manecillas del Teoría estructural 6000# — 1 0 '- - 10 - n n m 10 ' R, = 4000# R ,= 7000 R2= 8000 -30' n i n i -L=20'— R2= 4000 (a ) D IA G R A M A DE CARGA (a ) DIA G R A M A DE CARGA 7000 6.19 w = 4 0 0 # /FT 9000# '- ■ 7000 1000 1000 n m ; -8000 -8000 (b ) D IA G R A M A DE FUERZA CORTANTE Figura 6 .2 3 Diagramas de fuerza cortante y mo­ mento flexionante para una viga con cargas concen­ tradas. Figu ra 6 .2 4 Diagramas de fuerza cortante y mo­ mento flexionante para una viga con carga unifor­ me. reloj se consideran positivas y, en sentido inverso, negativos. Para las fuerzas a la derecha de esta sección, se invierten los signos. Por tanto, cuando el momento de flexión es positivo, la parte inferior de una viga simple está en tensión y la parte superior está en compresión. Un diagrama de momento de flexión es una representación gráfica del momento de flexión en cada punto a lo largo de la viga. La figura 6.23c es el diagrama del momento de flexión para la viga con cargas concentradas de la figura 6.23a. Se traza la viga a escala y las cargas y reacciones se ubican en los puntos en los cuales actúan. Después, se traza una línea horizontal para representar el eje cero, a partir del cual se trazan a escala los momentos de flexión. Se debe tener en cuenta que el momento de flexión en ambos soportes de esta viga simple es cero. Entre los soportes y la primera carga el mo­ mento de flexión es proporcional a la distancia des­ de el soporte, porque el momento de flexión en esa región es igual a la reacción multiplicada por la distancia al soporte. Por ello el diagrama de mo­ mento de flexión para esta parte de la viga es una línea recta en declive. Para encontrar el momento de flexión bajo la carga de 6000 Ib, sólo se consideran las fuerzas a la izquierda de ella; en este caso, sólo la reacción Rj. Su momento bajo la carga de 6000 Ib es 7000 x 10 o 70 000 ft-lb. Por esto el diagrama del momento de flexión entre el soporte izquierdo y la primera carga concentrada es una línea recta que sube desde cero en el extremo izquierdo de la viga hasta 70 000 Ib, trazada a una escala conveniente, debajo de la carga de 6000 Ib. Para encontrar el momento de flexión bajo la carga de 9000 libras, se hace la suma algebraica de los momentos de fuerza a la izquierda de ella: 7000 x 20 - 6000 x 10 = 80 000 ft-lb. (Este resultado se 6 .2 0 ■ Sección seis habría obtenido con más facilidad al considerar sólo la parte de la viga hacia la derecha, en donde la única fuerza presente es R2 y con la inversión de los signos: 8000 x 10 = 80 000 ft-lb). Ya que no hay otras cargas entre las cargas de 6000 Ib y de 9000 Ib, el diagrama del momento de flexión entre ellas es una línea recta. Si se conocen el momento flexionante y la fuerza cortante en cualquier sección, el momento flexio­ nante en cualquiera otra sección puede calcularse si no se tienen fuerzas desconocidas entre las seccio­ nes. La regla es: El momento flexionante en cualquier sección de una viga es igual al momento flexionante en cualquiera otra sección a la izquierda, más la fuer­ za cortante en esa sección multiplicada por la dis­ tancia entre las secciones, menos los momentos de las cargas intermedias. Si la sección con momento y fuerza conocidos está a la derecha, la convención de signos debe invertirse. Por ejemplo, el momento flexionante bajo la car­ ga de 9000 Ib en la figura 6.23a también podría haberse determinado a partir del momento bajo la carga de 6000 Ib y la fuerza cortante justo a la derecha de esa carga. Como se indica en el diagrama de fuerza cortante (Fig. 6.23b), esa fuerza cortante es de 1000 Ib. Entonces, el momento está dado por 70 000 + 1000 x 10 = 80 000 ft-lb. En las figuras 6.33 a la 6.38 se muestran los diagramas de momento flexionante para vigas sim­ plemente apoyadas con diversos tipos de carga. Para obtener los diagramas de momento flexionan­ te para condiciones de carga que se pueden repre­ sentar como la suma de las cargas ilustradas, se suman los momentos flexionantes en las posiciones correspondientes en la viga, dados en el diagrama para las cargas componentes. Para una viga simplemente apoyada con carga uniforme, el diagrama de momento flexionante es una parábola (Fig. 6.24c). El momento flexionante máximo se presenta en el centro del claro y es igual a wL2/ 8 o W L/8, donde w es la carga por ft lineal y W = wL es la carga total sobre la viga. El momento flexionante en cualquier sección de una viga simplemente soportada con carga uni­ forme, es igual a la mitad de la carga por pie lineal multiplicada por las distancias desde ambos so­ portes hasta la sección: M = y r(L -r) (6.41) 6 .2 4 Relación fu erza cortante-m om ento flexio n an te La pendiente de la curva de momento flexionante en cualquier punto de una viga es igual a la fuerza cortante en ese punto. Si V es la fuerza cortante, M el momento y x la distancia a lo largo de la viga, Como el momento flexionante máximo ocurre cuando la pendiente cambia de signo o pasa por cero, el momento máximo (positivo o negativo) ocu­ rre en el punto de fuerza cortante nula. La integración de la Ec. (6.42) da ,r l M, - M2 = I Vdx (6.43) 1-2 El cambio en momento flexionante entre dos seccio­ nes cualesquiera de una viga es entonces igual al área del diagrama de fuerza cortante entre las orde­ nadas en las dos secciones. 6 .2 5 C a rg a s m óviles y lín eas de influencia Las líneas de influencia son un recurso útil para resolver problemas que implican cargas móviles. Una línea de influencia indica el efecto en una sec­ ción dada de una carga unitaria colocada en cual­ quier punto sobre la estructura. Por ejemplo, para trazar la línea de influencia para el momento flexionante en un punto de una viga, calcule los momentos producidos en ese punto conforme una carga unitaria se mueve a lo largo de la viga y trace esos momentos bajo las posiciones correspondientes de la carga unitaria. En realidad, la carga unitaria no tiene que colocarse en cada punto a lo largo de la viga. La ecuación de la línea de influencia puede determinarse en muchos casos colocando la carga en un punto arbitrario y calcu­ lando el momento flexionante en términos genera­ les. (Vea también la sección 6.55.) Para trazar la línea de influencia de la reacción en A para una viga simple AB (Fig. 6.25a), coloque una carga unitaria a una distancia arbitraria xL de B. La reacción en A debido a esta carga es 1 x l / L x. Entonces, RA = x es la ecuación de la línea de influencia. Ella representa una línea recta con pen- Teoría estructural (a) ■ 6.21 (b) (c) Figura 6 .2 5 Línea de influencia para (a) reacción en A, (b) momento flexionante en el centro del claro, (c) fuerza cortante en el cuarto del claro y (d) momentos flexionantes en varios puntos de una viga. diente hacia abajo desde la unidad en A, cuando la carga unitaria está sobre ese extremo de la viga, hasta 0 en B, cuando la carga está en B (Fig. 6.25a). La figura 6.25b muestra la línea de influencia para el momento flexionante en el centro de la viga. Es semejante al diagrama de momento fle­ xionante para una carga en el centro de la viga, pero su significado es totalmente diferente. Cada ordenada da el momento en el centro del claro para una carga situada en el lugar de la ordenada. El diagrama indica que si se coloca una carga unitaria a una distancia xL de un extremo, ella produce un momento flexionante de x L /2 en el centro del claro. La figura 6.25c muestra la línea de influencia para la fuerza cortante en un punto en un cuarto del claro de una viga. Cuando la carga está a la derecha de este punto, la fuerza cortante es positiva e igual a la reacción izquierda. Cuando la carga está a la izquierda, la fuerza cortante es negativa y es igual a la reacción derecha. Así entonces, para producir la fuerza cortante máxima en el cuarto del claro, las cargas deben colocarse sólo a la derecha de este punto, con la mayor carga situada, de ser posible, en el cuarto del claro. Para una carga uniforme, la fuerza cortante máxima se obtiene cuando la carga se extiende desde el extremo derecho de la viga hasta el cuarto del claro. Por ejemplo, suponga que una trabe para grúa de 60 ft debe soportar cargas de ruedas de 20 y 10 kip espaciadas 5 ft. Para obtener una fuerza cortante máxima en uno de los cuartos del claro, coloque ahí la rueda con carga de 20 kip y la rueda con carga de 10 kip, 5 ft a la derecha. Las ordenadas correspon­ dientes de la línea de influencia (Fig. 6.25c) son ft y 40/45 x ft. Por consiguiente, la fuerza cortante má­ xima es 20 x ft + 10 x 40/45 x ft = 21.7 kips. En la figura 6.25d se muestran las líneas de in­ fluencia para el momento flexionante en varios pun­ tos de una viga. Los vértices de los diagramas triangulares caen sobre una parábola, como se indi­ ca con la línea punteada. Con el diagrama se puede concluir que el momento máximo producido en cualquier sección por una sola carga concentrada 6 22 ■ Sección seis que se mueva a lo largo de una viga, ocurre cuando la carga está en esa sección. La magnitud del mo­ mento máximo aumenta cuando se mueve la sec­ ción hacia el centro del claro, de acuerdo con la ecuación para la parábola dada en la figura 6.25d. cargas, cuando ésta y la nueva resultante estén equi­ distantes del centro del claro. 6 .2 6 La fórmula de la flexión comúnmente usada para calcular esfuerzos de flexión en una viga se basa en las siguientes hipótesis: M om ento flexio n an te m áx im o Cuando una viga tiene que soportar varias cargas concentradas móviles, la línea de influencia es útil para determinar la posiciones de las cargas para la cuales el momento flexionante es máximo en una sección dada (vea la sección 6.25). Para una viga simple, el momento flexionante máximo ocurrirá en una sección C, conforme las cargas se mueven a través de la viga, cuando una de las cargas está en C. La carga que debe colocarse en C es aquella para la cual la expresión W„/a ,/b (Fig. 6.26) cambia de signo cuando esa carga pasa de un lado al otro de C. (VV„ es la suma de las cargas a un lado de C y Wj es la suma de las cargas en el otro lado de C.) Cuando se mueven varias cargas concentradas a lo largo de una viga simple, el momento máximo que producen en la viga puede estar cercano, pero no necesariamente en el centro del claro. Para en­ contrar el momento máximo, primero se determina la posición de las cargas para el momento máximo en el punto medio del claro. Luego se desplazan las cargas hasta que P2 (Fig. 6.27), que estaba en el centro de la viga, quede tan lejos del centro como la resultante de todas las cargas sobre el claro lo esté, en el otro lado, del punto medio. El momento má­ ximo ocurrirá debajo de P2. Cuando otras cargas se muevan entrando o saliendo del claro durante el desplazamiento de P2 respecto al centro, será nece­ sario investigar el momento bajo una de las otras 6 .2 7 Esfuerzos de flexión en una vig a 1. El esfuerzo unitario paralelo al eje longitudinal en cualquier punto de una viga es proporcional a la deformación unitaria en la misma dirección en el punto. Por lo tanto, la fórmula sólo es válida dentro del límite proporcional. 2. El módulo de elasticidad en tensión es el mismo que en compresión. 3. Las deformaciones axiales unitarias y totales en cualquier punto son ambas proporcionales a la distancia de ese punto a la superficie neutra. (Las secciones transversales son planas antes y des­ pués de la flexión. Eso requiere que todas las fibras tengan la misma longitud antes de la fle­ xión, es decir, que la viga sea recta.) 4. Las cargas actúan en un plano que contiene el eje centroidal de la viga y son perpendiculares a ese eje. Además, la superficie neutra es perpendicu­ lar al plano de las cargas. El plano de las cargas debe entonces contener un eje de simetría en cada sección transversal de la viga. (La fórmula de la flexión no es aplicable a vigas con secciones transversales cargadas asimétricamente.) 5. La viga se dimensiona para evitar una falla pre­ matura o una deformación considerable por tor­ sión, pandeo local, cortante o cualquier otra causa que no sea la flexión. Wb= 2 P a \ ¡I p¿2 D ,P i p; £ 1 U f. a . — - ■uVl = E P K ) <É> b 1 ----------- — rt * Figura 6 .2 6 Cargas móviles en una viga sim­ ple AB situadas para generar un momento máximo en C. f L 2 * ------ — L - ' 1' ¡1LV* L 2 4 Figura 6 .2 7 Cargas móviles en una viga simple situadas para generar un momento máximo. Teoría estructural Al igualar el momento flexionante al momento resistente debido a los esfuerzos internos en cual­ quier sección de una viga, se obtiene la fórmula de la flexión: (6.44) M = donde M = momento flexionante en la sección, m-lb / = esfuerzo normal a la distancia c, en in, desde el eje neutro (Fig. 6.28), en psi I = momento de inercia de la sección transversal respecto al eje neutro, en in4 V = I + Ad2 donde / (6.45) donde dA es un área diferencial paralela al eje (Fig. 6,28), y es su distancia al eje y la suma se toma sobre toda la sección transversal. El momento de inercia con respecto al eje neutro está dado por (6.46) / = | y 2 dA momento de inercia de una compo­ nente respecto a su eje centroidal, in4 momento de inercia de la compo­ nente respecto a un eje paralelo, in4 d El eje neutro en una viga simétrica coincide con el eje centroidal; es decir, en cualquier sección el eje neutro está situado de manera que =0 (6.47) A = área transversal de la componente, in2 M om ento de inercia J y dA 6 23 En la figura 6.29 se dan valores de í para varias sec­ ciones transversales comunes. Los valores para secciones estándar de acero estructural están lista­ das en los manuales del American Institute of Steel Construction. Cuando se requieren los momentos de inercia de otros tipos de secciones, ellos pueden calcularse directamente aplicando la Ec. (6.46) o descomponiendo la sección en componentes cuyos momentos de inercia se conozcan. Con la fórmula siguiente, pueden determinarse los momentos de inercia de una sección a partir de sus componentes: Generalmente, c se considera como la distancia a la libra exterior para determinar el esfuerzo/máximo. 6 .2 8 ■ E SFU E R Z O S DE C O M PRESIÓ N dA = distancia entre los ejes centroidal y paralelo, in La fórmula permite el cálculo del momento de inercia de una componente respecto al eje centroidal de una sección a partir del momento de inercia respecto al eje centroidal de la componente, que puede obtenerse usualmente de la figura 6.29 o en el manual AISC. Sumando los momentos de inercia transferidos de todas las componentes, se obtiene el momento de inercia de la sección. Cuando se conocen los momentos de inercia de un área con respecto a dos ejes perpendiculares cualesquiera, el momento de inercia con respecto a cualquier otro eje que pase por el punto de intersección de los dos ejes, puede obtenerse con ayuda del círculo de Mohr, igual que en el caso de los esfuerzos (Fig. 6.11). En esta analogía, lx corres­ ponde a f z, lv a fy y el p r o d u c t o d e in e r c i a /.„ a nxv (Sección 6.17): (6.48) ESFU ERZO S DE TEN SIO N NEUTRO Figu ra 6 .2 8 Esfuerzos en la sección de una viga producidos por flexión. Los dos ejes perpendiculares que pasan por un punto, respecto a los cuales los momentos de inercia son un máximo o un mínimo, se llaman ejes princi­ pales. El producto de inercia es igual a cero respecto a los ejes principales. D Sección seis a= bdJ bd 12 c, =d/2 A = bd-b d bd3 3 bd l J7 7 7 c = d/2 i = — ti < bd3 —b'd*3 6<b +d > 12 _ btr_ 1 — 2 '3 RECTANGULO 6 Sj 6^b2 +d2 S= bd3 -b 'd ’6d bd ’’ bd3 —b'd’3 ^6(b2 + d2) 12(bd—b'd') " f (b, +b2)d A=- I 1 C' “ 3 1= bd3 2 ~^2 36 3{b,+b; ) (b2 + 4b .b ,+ b 2) 36(b,+b2 I2(b,+2b2) ,| _ /Í8 24 2 (b, + 2b; )d (b2 + 4b,b?+b2)d? d bd^ 1 C= 2d A -“ 2 l S- 6 .2 4 TRAPEZOIDE d 6<b, +ba) ^2(b2 +4b,b2 + b2) ==i 1= 71 R _ 4 nd | . ?t(d - d “ U T" ) s = 5(d 4 - d 4) 32d 64 S= - CIRCULO ^d2 +d’2 32 CÍRCULO HUECO (ANILLO) = R= d 2 4 c = ¡d A = -b d 3 30 c,=|d 1 5 s - l* I, = -rrbd 2 175 MEDIA PARÁBOLA Figu ra 6 .2 9 Propiedades geométricas de secciones. 480 Teoría estructural 6 .2 9 M ódulo de sección La razón S = l/ c , que relaciona el momento flexio­ nante con los esfuerzos de flexión máximos dentro del rango elástico en una viga [Ec. (6.44)], se llama módulo de sección. I es el momento de inercia de la sección transversal respecto al eje neutro y c es la distancia del eje neutro a la fibra más alejada. En la figura 6.29 se dan valores de S para tipos comunes de secciones. Los valores para secciones estándar de acero estructural se dan en los manuales del Ame­ rican Institute of Steel Construction. 6 .3 0 Esfuerzos cortantes en una vig a La fuerza cortante vertical en cualquier sección de una viga es resistida por esfuerzos verticales distri­ buidos no uniformemente (Fig. 6.30). En cada punto en la sección, se tiene también un esfuerzo cortante horizontal que es igual en magnitud al esfuerzo cor­ tante vertical en el mismo punto [vea la Ec. (6.24)]. A cualquier distancia y' del eje neutro, tanto los esfuerzos cortantes horizontales como los verticales son iguales a v = 77 A y It * donde (6.49) V = fuerza cortante vertical en la sección transversal, Ib t = espesor de la viga a la distancia y 'del eje neutro, in 1 = momento de inercia de la sección respecto al eje neutro, in4 A' = área entre la superficie exterior y la superficie donde se está calculando el esfuerzo cortante, in2 y = distancia del centroide de esta área al eje neutro, in Para una viga rectangular, con ancho f = b y peralte d, el esfuerzo cortante máximo ocurre a la mitad de la altura. Su magnitud es G.¿¡5 ESFUERZOS CORTANTES UNITARIOS H O R IZ O N T A L E S A1 dA ESFUERZOS CORTANTES UNITARIOS VERTICALES, Ay Fig u ra 6 .3 0 Esfuerzos cortantes en la sección de una viga. bargo, para un perfil I o viga de patín ancho, el esfuerzo cortante máximo en el alma no es conside­ rablemente mayor que el promedio para la sección del alma sola al suponer que los patines no toman cortante. 6.31 Esfuerzo com b in ad o por cortante y flexió n Para vigas de gran peralte con claros cortos y para vigas con baja resistencia a la tensión, es necesario a veces determinar el esfuerzo normal máximo / ' debido a una combinación de esfuerzo cortante v y esfuerzo de flexión/. Este esfuerzo máximo o prin­ cipal (sección 6.15) ocurre sobre un plano inclinado al de v y al de/. Del círculo de Mohr (Fig. 6.11) con /=/v/y = 0 y v = v,„, /' = 6 .3 2 /. (6.50) D eflexiones en v ig a s La curva elástica es la posición asumida por el eje centroidal longitudinal de una viga cuando se aeflexiona bajo carga. El radio de curvatura en cual­ quier punto de esta curva es _ V bd d 3 y V~ (bd3/U ) b 2 4 " 2 W Esto es, el esfuerzo cortante máximo es 50% mayor que el esfuerzo cortante promedio sobre la sección. Símilarmente, para una viga circular, el máximo es una tercera parte mayor que el promedio. Sin em­ ¡i M donde (6.51) M = momento flexionante en un punto E = módulo de elasticidad / = momento de inercia de la sección transversal respecto al eje neutro 6 .2 6 ■ Sección seis Como la pendiente de la curva elástica es muy pequeña, 1/1? es igual aproximadamente a dly /d x , donde y es la deflexión de la viga a una distancia x a partir del origen de coordenadas. Por lo tanto, la Ec. (6.51) puede reescribirse como d2y M = El dx2 'M dx El rB M r El dx PL3 48 El Supóngase ahora que se necesita determinar la deflexión y en cualquier punto D a una distancia xL del soporte izquierdo (Fig. 6.31). Note que por trián­ gulos semejantes, x L /L = DE/tAB, donde DE es la distancia desde la posición no deflexionada de D hasta la tangente a la curva elástica en el soporte A, (6.53) h - en donde 0A y 0B son las pendientes de la curva elástica en dos puntos cualesquiera A y B. Si la pendiente es cero en uno de los puntos, la integral en la Ec. (6.53) da la pendiente de la curva elástica en el otro. La integral representa el área del diagra­ ma de momento flexionante entre A y B con cada ordenada dividida entre EL La desviación tangencial t de un punto sobre la curva elástica es la distancia desde este punto, me­ dida en una dirección perpendicular a la posición original de la viga, a una tangente trazada en algún otro punto sobre la curva. t, 1 PE L 2 4£/ 2 (6.52) Para obtener la pendiente y deflexión de una viga, esta ecuación puede integrarse con M expresado como una función de x. Las constantes que aparecen durante la integración deben evaluarse en términos de puntos y pendientes conocidos de la curva elástica. Después de integrar, la Ec. (6.52) da 0: del teorema área-momento [Ec.(6.54)J, la deflexión yc está dada por el momento con respecto a cualquier soporte del área del diagrama M /E I incluido entre una ordenada en el centro de la viga y ese soporte - L L 2 2 > 'C A ! -< x L - -> D_ P 0 « 2) 2 i S -f (a ) D IA G R A M A DE CARGA (6.54) La Ec. (6.54) indica que la desviación tangencial de cualquier punto con respecto a un segundo pun­ to sobre la curva elástica es igual al momento res­ pecto al primer punto del área del diagrama M /E l entre los dos puntos. El método área-momento para determinar deflexiones en vigas es un procedimien­ to que se usa en las Ecs. (6.53) y (6.54). M étodo á re a -m o m e n to ■ Supóngase, por ejemplo, que se debe calcular la deflexión en el centro del claro de una viga con sección transversal unifor­ me y con una carga concentrada en el centro (Fig. 6.31). Como la deflexión en el centro del claro es la máxima para ese claro, la pendiente de la curva elástica en el punto medio es cero, es decir, la tangente es paralela a la posición no deflexionada de la viga. En consecuencia, la desviación de cualquier soporte de la tangente del centro del claro es igual a la defle­ xión en el centro de la viga. Entonces, por medio Figura 6.3 1 Curva elástica para una viga simple con las desviaciones tangenciales en sus extremos. Teoría estructural y tAB es la desviación tangencial de B a partir de aquella tangente. No obstante DE también es igual a y + U d, donde tADes la desviación tangencial hasta esa tangente en A. Por lo tanto, ■ 6 .2 7 te a especificar que la fuerza cortante en cualquier sección de la viga conjugada con la carga M ¡ El, sea igual a la pendiente de la curva elástica en la sección correspondiente de la viga dada. La figura 6.32 muestra las conjugadas para varios tipos de vigas. y + tad - xtAB Esta ecuación es de aplicación general para la deflexión de cualquier punto de una viga simple, sin importar cómo esté cargada. Se puede reescribir para indicar la deflexión directamente: y - xtAB —i/id (6.55) Pero tAB es el momento del área del diagrama Al/E l de toda la viga respecto al soporte B, y tAD es el momento respecto a D del área del diagrama M /E l incluido entre las ordenadas en A y D. Entonces, en cualquier punto x de la viga en la figura 6.31, la deflexión es 1 PL k r L + 2LÍ| y = x 2 4 El 2 i3 1 PLx , . xL ~ 2 2El {X ’ 3 Pl3 ,v(3 - 4x2) 48El También vale la pena mencionar que dado que las desviaciones tangenciales son distancias muy pequeñas, la pendiente de la curva elástica en A se expresa por (6.56) Esto se aplica, en general, a todas las vigas simples, cualquiera que sea el tipo de carga. M étodo de la vig a conjugad a ■ El proce­ dimiento seguido al aplicar la Ec. (6.55) para calcu­ lar la deflexión de la viga cargada en la figura 6.31 es equivalente a encontrar el momento flexionante en D con el diagrama M /E I aplicado como diagra­ ma de carga. El procedimiento de aplicar el diagra­ ma M /E l como carga para determinar la deflexión como un momento flexionante, se conoce como el método de la viga conjugada. La viga conjugada debe tener la misma longitud que la viga dada; debe estar en equilibrio con la carga M /E l y las reacciones producidas por ella; el momento flexionante en cualquier sección debe ser igual a la deflexión en la viga dada en la sección correspondiente- Este último requisito es equivalen­ C álculos de d e fle x io n e s ■ Las deflexiones para diversos tipos de carga en vigas simples están dadas en las figuras 6.33 y 6.35 a la 6.38 y para vigas en voladizo y vigas con voladizos, en las figuras 6.39 a la 6.44, Cuando una viga soporta diferentes tipos de cargas, el método más conveniente para calcular su deflexión es usualmente encontrar, por separado, las deflexiones para las cargas uniformes y concen­ tradas y sumarlas. Para diversas cargas concentradas, el método más fácil para obtener la deflexión en un punto de una viga es aplicar el teorema recíproco (sección 6.55). De acuerdo con este teorema, si se aplica una carga con­ centrada a una viga en un punto A, la deflexión que produce la carga en el punto B es igual a la deflexión en A para la misma carga aplicada en B (dAB = dBA), Por ello, se ponen las cargas, una cada vez, en el punto en el cual se va a encontrar la deflexión y con la ecuación de la curva elástica se determinan las defle­ xiones en las posiciones reales de las cargas. Después se suman esas deflexiones. Por ejemplo, supóngase que se debe calcular la deflexión en el centro del claro. Suponga que se aplica por tumo cada carga en el centro de la viga y se calcula, con la ecuación para la curva elástica dada en la figura 6.36, la deflexión en el punto donde se aplicó originalmente. La suma de estas deflexiones es la deflexión total en el centro del claro. Otro método para calcular las deflexiones se pre­ senta en la sección 6.54. Este método también puede usarse para determinar la deflexión en una viga generada por esfuerzo cortante. 6 .3 3 Flexión asim étrica Cuando una viga está sometida a cargas que no se encuentran en un plano que contiene un eje princi­ pal de cada sección transversal, se presenta flexión asimétrica. Si se supone que el eje de flexión de la viga se encuentra en el plano de las cargas para impedir la torsión (vea la sección 6.36), y que las cargas son perpendiculares al eje de flexión, para 6 .2 8 ■ Sección seis Teoría estructural impedir las componentes axiales, el esfuerzo, en psi, en cualquier punto de una sección transversal es , A/y + A y 7 donde ít " ly M¡,= momento flexionante respecto al eje principal YY, in-lb x = distancia del eje YY al punto donde se está calculando el esfuerzo, in y = distancia del eje XX al punto, m Ix = momento de inercia respecto al eje XX de la sección transversal, in4 ly = momento de inercia respecto al eje YY, in4 Si el plano de las cargas forma un ángulo 0 con un plano principal, la superficie neutra formará un ángulo a con el otro plano principal tal que (M + Pd) y C a rg a s co m b in ad as a x ia l y de flexió n En viga cortas sometidas a cargas transversales y axiales, los esfuerzos están dados por el principio de superposición si la deflexión debida a flexión puede despreciarse sin error considerable. Es decir, el esfuerzo total está dado con suficiente exactitud en cualquier sección por la suma del esfuerzo axial y los esfuerzos de flexión. El esfuerzo máximo, en psi, es igual a , P Me f - A +T donde (6.58a) P - carga axial, Ib A - área transversal, in2 (6.58b) donde d es la deflexión de la viga. Para compresión axial, el momento Pd debe tener el mismo signo que M, y para tensión, el signo opuesto, pero el valor mínimo de M + Pd es cero. La deflexión d para compresión axial y flexión puede obtenerse aplican­ do la Ec. (6.52). (S. Timoshenko y J. M, Gere, Theory o f Elastic Stability, McGraw-Hili Book Company, New York; Friedrich Bleich, Buckling Strength o f Metal Structures, McGraw-Hill Book Company, New York.) Pue­ de obtenerse en forma aproximada por d- T ^ (659) donde d0 = deflexión por carga transversal sola, in Pc = carga crítica de pandeo, iP E i/L 2 (vea la sección 6.39), Ib 6 .3 5 C a rg a excén trica tan a - h - tan 6 *\J 6 .3 4 6 .2 9 pueden despreciarse, el esfuerzo máximo está dado por (6.57) Mx~ momento flexionante respecto al eje principal XX, in-lb ■ 5i una carga excéntrica longitudinal se aplica a una barra en su plano de simetría, se produce un mo­ mento flexionante Pe, donde e es la distancia, en in, de la carga P al eje centroidal. El esfuerzo total es la suma del esfuerzo debido a este momento y del esfuerzo debido a P aplicada como carga axial: P | Pee A~ I donde A c I r ec (6.60) área transversal, in2 distancia del eje neutro a la fibra exterior, in momento de inercia de la sección transversal respecto al eje neutro, in = radio de giro = f l / Á , in M = máximo momento flexionante, in-lb c = distancia del eje neutro a la fibra exterior en la sección donde se pre­ senta el esfuerzo máximo, in I = momento de inercia respecto al eje neutro en esa sección, in4 Cuando la deflexión debida a la flexiones grande y la carga axial produce esfuerzos de flexión que no La figura 6.29 da valores del radio de giro de varias secciones transversales. Para que no haya tensión en la sección transver­ sal bajo una carga de compresión, e no debe exceder de rVc. Para una sección rectangular con ancho b y altura d, la excentricidad debe ser entonces menor que b/6 y d / 6; es decir, la carga no debe aplicarse fuera del tercio medio. Para una sección transversal 6.30 ■ Sección seis Figura 6 .3 3 Cortantes, momentos y deflexiones para una viga prismática simplemente apoyada con carga uniforme en todo el claro. - Figura 6 .3 4 Cortantes y momentos para una viga simplemente apoyada con carga uniforme­ mente distribuida en parte del claro. kL (k < V2) 'R, = (1-k)P CARGA R=¿P I l CORTANTE |R= ¿P - L CARGA I 4 lF CORTANTE Pl? 6EI PL_3 6Ei 16E1 Figura 6 .3 5 Cortantes, momentos y deflexiones para una viga prismática simplemente apoyada con una carga concentrada en cualquier punto de su claro. CURVA ELÁSTICA 4BEI Figura 6 .3 6 Cortantes, momentos y deflexiones para una viga prismática simplemente apoyada con una carga concentrada en la mitad de su claro. Teoría estructural ■ 6.31 PL m(n-m +1) 2 n+1 PL , 8 ' "^M O M E NTO > L n (n + 2 ) . ' c 8 n+1 I (PARA UN NÚMERO T IMPAR n) I (PARA UN NÚMERO i PAR n) I P¡¿ n(n+2) 24EI n + 1 PL3 5n; + 1 0 n + 1 384EI PL3 n (n + 2 )(5 n z + 1 0 n + 6 ) 384EI (n + 1 )3 n+1 (PARA UN NUMERO PAR n) (PARA UN NUMERO IMPAR n| Figura 6 .3 7 Cortantes, momentos y deflexiones para una viga prismática simplemente apoyada con dos cargas concentradas colocadas simétricamente en el claro. CURVA ELÁSTICA Figura 6 .3 8 Cortantes, momentos y deflexiones para una viga prismática simplemente apoyada con varias cargas iguales a la misma distancia entre ellas. R=P CARGA ÍL+ L') 6EI P L'^l-x) 6EI [2(L+L)-LV(1 + j0) CURVA ELÁSTICA Figura 6 .3 9 Cortantes, momentos y deflexiones para una viga con voladizo con una carga concen­ trada en su extremo. Figura 6 .4 0 Cortantes, momentos y deflexiones para una viga en voladizo con una carga concentra­ da en su extremo. 6 .3 2 ■ Sección seis • L- r n T r n i n i r T T rrrn R2= | ( l+ l')2 CARGA x'L' I R ,-w Lx 4 " -y > CARGA i - xL- /g?f m n u r i u u u n r V#ÍÍR=wL wLV *(L*I+L«) CO R TA N TE •72(L+ L)2(L-L)2 y (L 2-L'2-XL2) wL'2 *4 L'2 *2 *^ x ’2 2_X| MOMENTO ^,(4L '2-L3+3L'3) ^ [ L 2(1-2x2 + x 3)-2 L ’2(1-x2)] 24EI 1 | i ------------CURVA ELÁSTICA CURVA ELASTICA Figura 6.41 Cortantes, momentos y deflexiones para una viga con voladizo con una carga uniforme. iR = — * 1 2L 2L Figu ra 6 .4 2 Cortantes, momentos y deflexiones para una viga en voladizo con carga uniforme. (2L+L') CARGA MOMENTO (4L+3L') CURVA ELASTICA Figura 6 .4 3 Cortantes, momentos y deflexiones para una viga con voladizo con carga uniforme en éste. Figura 6 .4 4 Cortantes, momentos y deflexiones para una viga prismática en voladizo con carga triangular. Teoría estructural circular con diámetro D, la excentricidad no debe exceder de D/8. Cuando la carga longitudinal excéntrica produ­ ce una deflexión muy grande y no pueda despre­ ciarse en el cálculo del esfuerzo de flexión, deberá tomarse en cuenta el momento flexionante adicio­ nal Pd, donde d es la deflexión, en in. Esta deflexión puede calcularse con la Ec. (6.52) o aproximarse por medio de la expresión d = 4eP /P c 7T(1 - P /P c) (6.61) Pc es la carga crítica de pandeo n2E I/L 2 (vea la sección 6.72), en Ib. Si la carga P no se encuentra en un plano que contenga un eje de simetría, se producirá flexión respecto a los dos ejes principales centroidales de la sección. Los esfuerzos, en psi, están dados por (6.62) /I = área transversal, in2 er = excentricidad con respecto al eje principal YY, in Cj, - excentricidad con respecto al eje principal XX, in cx = distancia del eje YY a la fibra exte­ rior, in Cy 6.33 neutra es perpendicular al plano de las cargas. Esas hipótesis son correctas para vigas con secciones transversales simétricas respecto a dos ejes cuando el plano de las cargas contiene a uno de esos ejes. Ellas no son necesariamente ciertas para vigas que no son doblemente simétricas, porque en vigas do­ blemente simétricas el eje de flexión coincide con el eje centroidal, mientras que en secciones no simétri­ cas los dos ejes pueden estar separados. En este último caso, si el plano de las cargas contiene al eje centroidal pero no al eje de flexión, la viga quedará sometida tanto a flexión como a torsión. El eje de flexión es el eje de una viga por el cual deben pasar las cargas transversales para que la viga no se tuerza mientras se flexiona. El punto de cada sección a través del cual pasa el eje de flexión se llama centro de cortante o centro de torsión. El centro de cortante es también el centro de rotación de la sección en torsión pura (Sección 6.18). Su posición depende de las dimensiones de la sección. El cálculo de los esfuerzos y deformaciones uni­ tarias en miembros sometidos a flexión y torsión es difícil porque pueden presentarse el alabeo de la sección transversal y el pandeo y éstos deben tomar­ se en cuenta. Tales cálculos pueden no ser necesa­ rios si se impide la torcedura por medio de riostras o si se escogen perfiles apropiados para los miem­ bros y las cargas se localizan y dirigen para que pasen por el eje de flexión. (F. Bleich, Buckling Strength o f Metal Structures, McGraw-Hill Book Company, New York.) - distancia del eje XX a la fibra exte­ rior, in ¡r = momento de inercia respecto al eje XX, in4 ly = momento de inercia respecto al eje YY, in4 Los ejes principales son los dos ejes perpendicu­ lares que pasan por el centroide para los cuales los momentos de inercia son un máximo o un mínimo y cuyos productos de inercia son cero. 6 .3 6 ■ V ig a s con secciones no sim étricas La deducción de la fórmula de la flexión/= M c/1 (Sección 6.27) supone que una viga se flexiona, sin torcerse, en el plano de las cargas y que la superficie V ig a s cu rv as Los miembros estructurales, como arcos, ganchos de grúas, eslabones de cadenas y bastidores de ciertas máquinas, que tienen una curvatura inicial considerable en el plano de la carga, se llaman vigas curvas. La fórmula de la flexión en la sección 6.27, /= M e/1, no puede aplicarse a esta vigas con algún grado razonable de exactitud a menos que el peralte de la viga sea pequeño comparado con el radio de curvatura. A diferencia de lo que pasa en las vigas rectas, las deformaciones unitarias en las vigas curvas no son proporcionales a la distancia desde la superficie neutra, y el eje centroidal no coincide con el eje neutro. Por consiguiente, la distribución del esfuer­ zo en una sección no es lineal sino más bien como la mostrada en la figura 6.45c. 6 .3 4 ■ Sección seis (a) (b) Figura 6 .4 5 6 .3 7 (c) Esfuerzos de flexión en una viga curva. Esfuerzos en v ig a s cu rv as sección es pequeño comparado con R, de manera que la razón máxima de y a R es pequeña compara­ Igual que en las vigas rectas, la hipótesis de que da con la unidad. M es positivo cuando ocasiona las secciones planas antes de la flexión permane­ una disminución del radio de curvatura. cen planas después de ocurrida ésta, es válida en Los esfuerzos en la viga curva pueden obtenerse general para las vigas curvas. Las deformaciones con la figura 6.45a usando e0 y lo, dados por la unitarias totales son proporcionales entonces a sus ' >.r. ibu-fi: distancias desde el eje neutro. Pero como las fibras 1 M My (6.65) son inicialmente de longitud desigual, las deforma­ f = AR r 1 - y /R ciones unitarias son una función más compleja de La Ec. (6.65) para los esfuerzos de flexión en esta distancia. Por ejemplo, en la figura 6.45a, los vigas curvas sometidas a momentos extremos en el momentos de flexión han girado la sección AB de la plano de curvatura pueden expresarse, para las viga curva hasta la sección A'B' a través de un caras interior y exterior de la viga, en la forma: ángulo M 8. Sí e0 es la deformación unitaria en el eje centroidal y w es la deformación unitaria angular Me (6.66) K Add/d6, entonces, si M es el momento flexionante: fI M M (, 1 '--AKE AR2 ) “ “ 4 r é ( ' * T J (6-63) donde A es el área transversal, E es el módulo de elasticidad e f r 2Í 1 + i/+ ^ + i 1 -y /R J I R R2 I?2 dA (6.64) Observe que /' es casi igual al momento de inercia 1 respecto al eje centroidal cuando el peralte de la donde c - distancia del eje centroidal a las superfi­ cies interna o externa. La tabla 6.1 da valores de K calculados con la Ec. (6.66) para secciones transver­ sales circulares, elípticas y rectangulares. Si la Ec. (6.65) se aplica a vigas I o T o a perfiles tubulares, puede indicar esfuerzos circunferencia­ les en los patines mucho menores que los realmente presentes. El error se debe a que los bordes exterio­ res de los patines se deflexionan radialmente. El Teoría estructural efecto es equivalente a tener sólo partes de los pati­ nes activas en resistir los esfuerzos de flexión. Ade­ más, junto con las deflexiones de los patines, se presentan en ellos esfuerzos transversales de fle­ xión. En la unión con el alma, éstos alcanzan un máximo, que puede ser mayor que el esfuerzo cir­ cunferencial máximo. Además, existen esfuerzos radiales (esfuerzos normales que actúan en la direc­ ción del radio de curvatura) en el alma que pueden también tener valores máximos mayores que el es­ fuerzo circimferencial máximo. Si una viga curva soporta una carga axial P así como cargas de flexión, el esfuerzo máximo es P Me f = —+— K 1 A ~ I (6.67) M se toma positivo en esta ecuación cuando incre­ menta la curvatura y P es positiva cuando es de tensión y negativa cuando es de compresión. 6 .3 8 Pendiente y deflexión de v ig a s cu rv as Si consideramos dos secciones de una viga curva separadas por una distancia diferencial ds (Fig. 6.45(7), el cambio en el ángulo AdO entre las secciones ocasionado por un momento flexionante M y una carga axial P puede obtenerse con la Ec. (6.63), notando que dO = ds/R . A d0 = M ds El' 1+ r AR P ds ARE (6 .6 8 ) donde £ es el módulo de elasticidad, A el área transversal, R el radio de curvatura del eje centroidal e I' es definido por la Ec. (6.64). Si P es una fuerza de tensión, la longitud del eje centroidal se incrementa A ds ■ P ds M ds A E + ARE (6 69) El efecto de la curvatura sobre las deformaciones por cortante es despreciable en la mayoría de las aplicaciones prácticas. Para secciones de poca altura (una altura de la sección menor que aproximadamente un décimo del claro), el efecto de las fuerzas axiales en las deformaciones puede despreciarse. También, a me­ nos que el radio de curvatura sea muy pequeño en comparación con la altura, el efecto de la curvatura se puede ignorar. Por consiguiente, para la mayoría ■ 6.35 de las aplicaciones prácticas, la Ec. (6.68) puede usarse en la forma simplificada: A d6=- M ds El (6.70) En vigas de mayor altura, la acción de las fuerzas axiales, así como los momentos fiexionantes, debe tomarse en cuenta; pero, a menos que la curvatura sea muy aguda, su efecto sobre las deformaciones puede despreciarse. Así entonces, sólo la Ec. (6.70) y el primer término de la Ec. (6.69) se necesitan emplear, (S.Timoshenko y D.H.Young, Theoty ofStructures, McGraw-Hill Publishing Company, Nueva York.) Vea también las secciones 6.69 y 6.70. P an d eo de colu m n as Las columnas son miembros a compresión cuyas dimensiones transversales son pequeñas en compa­ ración con su longitud en la dirección de la fuerza de compresión. La falla de tales miembros ocurre por inestabilidad cuando una cierta carga (llamada carga crítica o carga de Euler) es igualada o excedi­ da. El miembro puede flexionarse o pandearse re­ pentinamente y colapsarse. Por consiguiente, la resistencia de una columna está determinada no por el esfuerzo unitario en la Ec. (6.6)(P = Af), sino por la carga máxima que puede soportar sin volverse inestable. La condición de ines­ tabilidad está caracterizada por incrementos despro­ porcionadamente grandes en la deformación lateral bajo incrementos ligeros de la carga. Puede ocurrir en columnas esbeltas antes que el esfuerzo unitario al­ cance el límite elástico. 6 .3 9 Equilibrio d e co lu m n as La figura 6.46 representa una columna cargada axialmente con sus extremos no restringidos contra rotación. Si el miembro es inicialmente recto, per­ manecerá recto en tanto que la carga P sea menor que la carga crítica Pc (llamada también carga de Euler). Si se le aplica una pequeña carga transversal, la columna se deflexionará, pero regresará a su posición recta cuando esta fuerza se retire. Así en­ tonces, cuando P es menor que Pc, las fuerzas inter­ nas y externas están en equilibrio estable. 6 .3 6 ■ T A B L A 6 .1 Sección seis Valores de K para vigas curvas Sección ■4— ■4 -U ► K R c Cara interior Cara exterior yo R 1.2 1.4 1.6 1.8 2.0 3,0 4.0 6.0 8.0 10.0 3.41 2.40 1.96 1.75 1.62 1.33 1.23 1.14 1.10 1.08 0,54 0.60 0.65 0.68 0.71 0.79 0.84 0.89 0.91 0.93 0.224 0.151 0.108 0.084 0.069 0.030 0.016 0.0070 0.0039 0.0025 1.2 1.4 1.6 1.8 2.0 3.0 4.0 6.0 8.0 10.0 3.28 2.31 1.89 1.70 1.57 1.31 1.21 1.13 1.10 1.07 0.58 0.64 0.68 0.71 0.73 0.81 0.85 0.90 0.92 0.93 0.269 0.182 0.134 0.104 0.083 0.038 0.020 0.0087 0.0049 0.0031 1.2 1.4 1.6 1.8 2.0 3.0 4.0 6.0 8.0 10.0 2.89 2.13 1.79 1.63 1.52 1.30 1.20 1.12 1.09 1.07 0.57 0.63 0,67 0.70 0.73 0.81 0.85 0.90 0.92 0.94 0.305 0.204 0.149 0.112 0.090 0.041 0.021 0.0093 0.0052 0.0033 Si P = Pc y se le aplica una pequeña fuerza transversal, la columna nuevamente se deflexionará pero esta vez, cuando se retire la fuerza, la colum­ na permanecerá en posición flexionada (línea de rayas en la figura 6.46). La ecuación de esta curva elástica puede obte­ nerse con la Ec. (6.52): E ¡ ^ = -P ty dx en donde E - módulo de elasticidad, psi (6.71) I = momento de inercia mínimo de la sección transversal, in4 y = deflexióndel miembro respecto a su posición recta a una distancia x desde un extremo, in Esto supone que los esfuerzos son inferiores al lími­ te elástico. La solución de la Ec. (6.71) da el valor mínimo de la carga de Euler Teoría estructural fil 6 .3 7 términos del esfuerzo unitario promedio sobre la sección transversal: Pe tPE A (L /r f (6.73) Esta ecuación sólo es válida para el rango elástico de pandeo, es decir, para valores de la relación de esbeltez L /r arriba de un cierto valor límite que depende de las propiedades del material. i -m y Efectos de la s co nd icio n es en los e x tre ­ m os ■ La Ec. (6.73) se obtuvo suponiendo que los extremos de las columnas tienen libertad para girar. Sin embargo, puede generalizarse para tomar en cuenta el efecto de las condiciones en los extremos: Pc A Figura 6 .4 6 (6.74) donde k es un factor que depende de las condiciones en los extremos. Para una columna articulada en los extremos, Je = 1; para una columna doblemente em­ potrada, k = V4; para una columna con un extre­ mo empotrado y el otro articulado, k es aproximada a 0.7 y para una columna con un extremo empotra­ do y el otro libre de toda restricción, k = 2. Cuando una columna tiene restricciones diferentes o radios de giro diferentes respecto a sus ejes principales, debe usarse en la Ec. (6.74) el mayor valor de k L /r para un eje principal. Pandeo de una columna. tPEI Pe = ™ 7PE (k l/r f (6.72) La Ec. (6.72) indica que hay una magnitud defini­ da de una carga axial que mantendrá a la columna en equilibrio en la posición deflexionada cuando los esfuerzos son inferiores al límite elástico. La aplicación y remoción repetidas de pequeñas fuer­ zas transversales o pequeños incrementos en car­ ga axial por arriba de esta carga crítica, ocasionará que el miembro falle por pandeo. Las fuerzas in­ ternas y externas estarán en un estado de equili­ brio inestable. Debe notarse que la carga de Euler, que determi­ na la capacidad de carga de una columna, depende de la rigidez del miembro, expresada por el módulo de elasticidad, y no de la resistencia del material de que está hecho. Dividiendo ambos lados de la Ec. (6.72) entre el área transversal A, in2, de la sección y sustituyendo r2 por I/A (r es el radio de giro de la sección), podemos escribir la solución de la Ec. (6.71) en P a n d e o in e lá stico ■ Las Ecs. (6.72) a la (6.74), que se obtuvieron de la ecuación diferencial para la curva elástica dada por la Ec. (6.71), se basan en la suposición de que el esfuerzo crítico promedio está por debajo del límite elástico cuando se alcanza el estado de equilibrio inestable. Sin embargo, en miembros con relaciones de esbeltez L /r por debajo de un cierto valor límite, el límite elástico es excedi­ do antes de que la columna se pandee. Conforme la carga axial se acerca a la carga crítica, el módulo de elasticidad varía con el esfuerzo. Por consiguiente, las Ecs. (6.72) a la (6.74), basadas en la suposición de que E es constante, no es válida para esas columnas cortas. Después de extensas pruebas y análisis, la opi­ nión ingenieril prevalente favorece a la ecuación de Engesser para metales en el rango inelástico: Pt tt^Ei (kL /r) (6.75) 6 .3 8 ■ Sección seis Esta ecuación difiere de la Ec. (6.74) sólo en que el módulo tangente E, (pendiente real de la cur­ va esfuerzo-deformación asociada con el esfuerzo P ,/A ) reemplaza al módulo de elasticidad E en el rango elástico. P, e la carga axial más pequeña para la cual son posibles dos posiciones de equilibrio, la posición recta y una posición deflexionada. C a rg a excéntrica ■ Bajo carga excéntrica, el esfuerzo unitario máximo en miembros cortos a com­ presión está dado por las Ecs. (6.60) y (6.62), con la excentricidad e incrementada por la deflexión dada por la Ec. (6.61). Para columnas, el esfuerzo dentro del rango elástico está dado por la fórmula de la secante: ) ,676) Cuando la relación de esbeltez L / r e s pequeña, esta fórmula se aproxima a la Ec. (6.60). 6 .4 0 C u rv a s p a ra colum nas El resultado de graficar el esfuerzo crítico en colum­ nas versus varios valores de la relación de esbeltez (sección 6.39), se llama curva para columna. Para columnas inicialmente rectas y axialmente cargadas, esta curva consiste en dos partes: los valores críticos de Euler [Ec. (6.73)] y los valores críticos del módulo tangente o de Engresser [Ec. (6.75)], con k = 1. La segunda parte de la curva es fuertemente afectada por la forma de la curva esfuerzo-deforma­ ción del material de que está hecha la columna, oo o. o cu «t LIM ITE PR O P O R C IO N A L - C O EFIC IEN TE DE TAN GEN TE cc => u- 00 0.01 0.02 25 0.03 DEFORMACIÓN - IN POR IN 50 RELACIÓN DE ESBELTEZ - L/r (a) (i>) oo o. uo o. ce PUNTO DE FLU EN C IA - í„ L ÍM IT E PR O P O R C IO N A L - f -------- I C O EFIC IEN TE DE TAN GEN TE P 0.01 0.02 DEFORMACIÓN - IN POR IN (c) 0.03 25 50 75 100 RELACIÓN DE ESBELTEZ - L/r (d] Figura 6 .4 7 Curvas de columnas: (a) Curva esfuerzo-deformación unitaria para un material sin un pun­ to de fluencia bien definido; (b) curva de columna para el material en (a); (c) curva esfuerzo-deforma­ ción unitaria para un material con un punto de fluencia bien definido; (d) curva de columna para el material en (c). Teoría estructural como se indica en la figura 6.47. La curva esfuerzodeformación unitaria para un material, como una aleación de aluminio o un acero de alta resistencia, que no tiene un punto de fluencia claramente defi­ nido, se muestra en la figura 6.47a. La curva para columna correspondiente está graficada en la figura 6.47b. La figura 6.47c muestra la curva esfuerzo-deformación para un acero estructural con un punto de fluencia claramente definido y la figura 6.47d, la curva para columna correspondiente. Esta curva se vuelve horizontal conforme el esfuerzo crítico tien­ de a la resistencia de fluencia del material y el módulo tangente se vuelve cero, mientras que la curva para columna en la figura 6.47b continúa elevándose con valores decrecientes de la relación de esbeltez. Un examen de la figura 6.47d indica también que las columnas esbeltas, que caen en el rango elástico, donde la curva para columna tiene una gran pen­ diente, son muy sensibles a variaciones del factor k, que representa el efecto de las condiciones en los extremos. Por otra parte, en el rango inelástico, donde la curva para columna es relativamente pla­ na, el esfuerzo crítico es relativamente insensible a los cambios en k. Por consiguiente, el efecto de las condiciones en los extremos es de mucha ma­ yor importancia en las columnas largas que en las cortas. 6.41 Com portam iento de colum nas reales Por muchas razones, las columnas en las estructuras se comportan de manera diferente a la columna ideal supuesta en la obtención de las Ecs. (6.72) a la (6.76). Una de las razones principales es el efecto de las imperfecciones accidentales como la no homo­ geneidad de los materiales, la no rectitud inicial y las excentricidades no intencionales de la carga axial. Esos efectos pueden tomarse en cuenta por medio de una selección apropiada de un factor de seguridad. Sin embargo, hay otras condiciones importantes que deben ser consideradas en cualquier procedi­ miento de diseño: la continuidad y la excentrici­ dad de la carga. La continuidad afecta la acción de columna de dos maneras: La restricción y el despla­ zamiento lateral en los extremos de la columna determinan el valor de k y los momentos flexionan- ■ 6 .3 9 tes son transmitidos a las columnas por miembros estructurales adyacentes. A causa de la desviación del comportamiento ideal de las columnas reales, por lo general las columnas se diseñan con fórmulas empíricas. Se suelen dar ecuaciones separadas para columnas cortas, columnas intermedias y columnas largas y, además, otras ecuaciones para las combinaciones de carga axial y momento flexionante. Asimismo, una columna puede fallar no sólo por el pandeo del elemento como un todo, pues es sólo una opción, sino también por el pandeo de una de sus componentes. Por tanto, cuando se usan perfiles como vigas I, canales y ángulos como columnas, o cuando las secciones se construyen con placas, se debe investigar la posibilidad de que la carga crítica sobre una componente (lado, medio patín, alma, barra de celosía) sea menor que la carga crítica sobre toda la columna. Similarmente, la posibilidad del pandeo en el patín de compresión o en el alma de una viga debe también investigarse. Sin embargo, el pandeo local no siempre resulta en una reducción de la capacidad de carga de una columna; a veces resulta una redistribución de los esfuerzos, lo que permite que el miembro tome carga adicional. Para más detalles sobre la acción de columnas, vea S. Timoshenko y J.M. Gere, Theory ofElastic Stability, McGraw-Hill Book Company, New York; B.G. Johnston, Guide to Stability Design Critcria for Metal Structures, John Wiley & Sons, Inc., New York; F. Bleich, Buckling Strength o f Metal Structures, McGraw-Hill Book Company, Nueva York; y T.V. Galambos, Guide to Stability Design Critcria fo r Metal Structures, cuarta edición, John Wiley & Sons, Inc., Somerset, N,J., 1988. Fundam entos de la estática g ráfica Ya que una fuerza queda completamente determi­ nada cuando se conoce su magnitud, dirección y punto de aplicación, cualquier fuerza puede repre­ sentarse por la longitud, dirección y posición de una línea recta. La longitud de la línea a una escala dada representa la magnitud de la fuerza. La posición de la línea corresponde a la línea de acción de la fuerza y una flecha sobre la línea indica la dirección en que actúa la fuerza. 6 .4 0 6 .4 2 ■ Sección seis Polígonos de fu erza En la representación gráfica, una fuerza se puede designar por una letra seguida, en ocasiones, por un subíndice, tal como Pj y P2 en la figura 6.48. O bien, cada extremo de la línea se puede indicar con una letra y nombrar la fuerza por medio de estas letras (Fig. 6.48fl). El orden de las letras indica el sentido de la fuerza; en la figura 6.48a, si se refiere uno a Pj como OA, esto significa que la fuerza actúa de O hacia A. Las fuerzas son concurrentes cuando sus líneas de acción se encuentran. Si se hallan en el mismo plano, son coplanares. P a ra le lo g ra m o de fu e rza s ■ La resultan­ te de varias fuerzas es una sola fuerza que producirá el mismo efecto en un cuerpo rígido. La resultante de dos fuerzas concurrentes se determina con la ley del paralelogramo: Si se construye un paralelogramo con dos fuer­ zas como lados, la diagonal representa la resultante de las fuerzas (Fig. 6.48a). Se dice que la resultante es igual a la suma de las fuerzas y, en este caso, suma significa suma vecto­ rial de acuerdo con la ley del paralelogramo. La sustracción se efectúa en la misma forma que la suma pero se invierte el sentido de la fuerza que se va a restar. Si se invierte el sentido de la resultante, ésta se convierte en la equilibrante, es decir, en una sola fuerza que mantiene en equilibrio a las dos fuerzas dadas. Resolución de fu e rz a s ■ Cualquier fuer­ za se puede descomponer en dos componentes que actúen en cualesquiera direcciones dadas. Para des­ componer una fuerza en dos componentes, se traza un paralelogramo con la fuerza como su diagonal y con los lados paralelos a las direcciones dadas. Los lados representan las componentes. El procedimiento es: 1) Trazar la fuerza dada. 2) Desde ambos extremos de la línea, trazar líneas paralelas a las direcciones en las cuales actúan las componentes. 3) Trazar las componentes a lo largo de las paralelas a través del origen de la fuerza dada, hasta las intersecciones con las paralelas en el otro extremo. Por tanto, en la figura 6.48a, P¡ y P2 son las componentes en las direcciones OA y OB de la fuerza representada por OC. T rián g u lo s y p o líg o n o s de fu e r z a s ■ El examen de la figura 6.48a indica que se puede aho­ rrar un paso al sumar las fuerzas P¡ y P2. Se podría obtener la misma resultante al trazar sólo la mitad superior del paralelogramo. Por ello, para sumar dos fuerzas, se traza la primera fuerza; luego, se traza la segunda fuerza al final de la primera. La resultante es la fuerza trazada desde el origen de la primera fuerza hasta el final de la segunda fuerza, como se ilustra en la figura 6.48b. Este diagrama se llama triángulo de fuerzas. También en este caso la equilibrante es la resultante con el sentido invertido. Si se traza en lugar de la resultante, las flechas que representan la dirección de las fuerzas apuntarán en el mismo sentido alre­ dedor del triángulo. Con el triángulo de fuerzas, se puede llegar a una importante conclusión: Si tres fuerzas que se encuentran en un pun­ to están en equilibrio, formarán un triángulo de fuerzas cerrado. Para sumar varias fuerzas Pj, P2, P3, . ■■, P„, se traza P2 desde el final de P¡; P3 desde el final de P2, etc. La fuerza requerida para completar el polígono de fuerza es la resultante (Fig. 6.48c). Si un grupo de fuerzas concurrentes está en equ ilibrio, formarán un p olígon o de fuerzas ce­ rrado. 6 .4 3 Figura 6 .4 8 Suma de fuerzas por (a) ley del pa­ ralelogramo, (b) construcción del triángulo y (c) construcción del polígono. Polígonos d e equilibrio Cuando las fuerzas son coplanares pero no concu­ rrentes, el polígono de fuerzas dará la magnitud y dirección de la resultante pero no su punto de apli­ cación. Para completar la solución, el método más fácil es generalmente usar un polígono auxiliar de fuerzas, llamado polígono de equilibrio o funicular. Teoría estructural Los lados de este polígono representan las líneas de acción de ciertas componentes de las fuerzas dadas; más específicamente, ellos toman la configuración de una cuerda sin peso que mantiene las fuerzas en equilibrio. En la figura 6.49a, las fuerzas Pj, P2, P3 y P4 que actúan sobre el cuerpo dado, no están en equilibrio. La magnitud y dirección de su resultante R se obtie­ nen del polígono de fuerzas abcde (Fig. 6.491)). La línea de acción se obtiene como sigue: Desde cualquier punto O del polígono de fuer­ zas, trace una línea a cada vértice del polígono. Como las líneas Oa y Oí) forman un triángulo cerrado con la fuerza Pi, ellas representan dos fuerzas S5 y S2 que mantienen a P2 en equilibrio, es decir, son dos fuerzas que pueden reemplazar a P1 en un diagraqma de fuerzas. Entonces, como en la figura 6.49a, desde cualquier punto m sobre la línea de acción de P¡, trace líneas mn y mv paralelas a Si y S5, respectivamente, para repre­ sentar las líneas de acción de esas fuerzas. Similar­ mente, Si y S; representan dos fuerzas que pueden reemplazar a P2■La línea de acción de S] está ya indicada por la línea mn y corta a P 2 enn. Entonces, por n trace una línea paralela a S2, que corte a P3 en r. Por r trace rs paralela a S3 y por s, trace sí paralela a S 4 , Las líneas mv y sf, paralelas a S 5 y S 4 , respectivamente, representan las líneas de acción * ■ de Ss y S4. Pero esas dos fuerzas forman un trián­ gulo cerrado de fuerzas con la resultante ae (Fig. 6.49i>) y por lo tanto las tres fuerzas deben ser concurrentes. Por consiguiente, la línea de acción déla resultante debe pasar por la intersección w de las líneas mv y sf. Queda así completamente deter­ minada la resultante de las cuatro fuerzas dadas. Una fuerza de igual magnitud pero de sentido opuesto, de e a a, mantendrá a P j, P2, P3 y P4 en equilibrio. El polígono mnrsw se llama polígono de equilibrio. El punto O se llama polo y S , , . . . , S5 se llaman rayos del polígono de fuerzas. Esfuerzos en a rm a d u ra s Una armadura es un sistema coplanar de miembros estructurales unidos en sus extremos para formar una estructura estable. Usualmente, el análisis de una armadura se basa en la suposición de que los nudos están articulados. Si se desprecian los peque­ ños cambios en las longitudes de los miembros debido a las cargas, las posiciones relativas de los nudos no pueden cambiar. Los esfuerzos debidos a la rigidez de los nudos o a la deformación de los miembros se llaman esfuerzos secundarios. X— P O LÍG O N O DE FUERZA PO LÍG O NO f u n i c u l a r 0 DE E Q U ILIB R IO Figura 6 .4 9 6.41 Polígonos de fuerza y equilibrio para un sistema de fuerzas en equilibrio. 6 .4 2 6 .4 4 ■ Sección seis C aracterísticas de las a rm a d u ra s Tres barras articuladas entre sí por medio de pasa­ dores formando un triángulo, representan el tipo más sencillo de armadura. Algunos de los tipos más comunes de armaduras se muestran en la figu­ ra 6.50. Los miembros en la parte superior se llaman cuerda superior, los situados en la parte inferior se llaman cuerda inferior y los miembros verticales y diagonales se llaman celosía o barras del alma. Las armaduras actúan como trabes largas y pe­ raltadas, con almas aligeradas recortadas. Las ar­ maduras para techos tienen que soportar no sólo su propio peso y el peso del techo mismo, sino también las cargas de nieve, plafones, equipo suspendido y una carga viva para incluir las cargas de construc­ ción, mantenimiento y reparaciones. Las armadu­ ras para puentes tienen que soportar su propio peso y el de los sistemas de piso y cubierta, las cargas vivas impuestas por el tránsito (automóviles, ca­ miones, trenes, peatones, etc.) y el impacto causado por la carga viva, más la carga por viento sobre los miembros estructurales y los vehículos. Las arma­ duras de paso superior soportan la carga viva en la cuerda superior y las armaduras de paso inferior en el cordón inferior. Las cargas, por lo general, se aplican en la inter­ sección de los miembros o puntos de tablero, de manera que los miembros quedan sometidos prin­ cipalmente a fuerzas directas de tensión o compre­ sión. Para simplificar el análisis de fuerzas, el peso de los miembros de la armadura se distribuye a los nudos o juntas de las cuerdas superior e inferior. Se supone que los miembros están conectados por pa­ sadores en sus extremos, aunque no sea así en reali­ dad. Sin embargo, si las juntas o uniones son de una naturaleza tal que las rotaciones queden restringi­ das en forma considerable, entonces las fuerzas "secundarias" desarrolladas se deben calcular y su­ perponer a las fuerzas obtenidas bajo la hipótesis de extremos articulados. 6 .4 5 Notación de B ow En el análisis de armaduras, especialmente en el análisis gráfico, la notación de Bow es útil para identificar los miembros, cargas y esfuerzos de la armadura. Se colocan letras mayúsculas en los es­ pacios entre los miembros de la armadura y entre las fuerzas; cada miembro y carga se designa enton­ ces por las letras en los lados opuestos de ellos. Por ejemplo, en la figura 6.51a, los miembros de la cuer­ da superior son AF, BH, C[ y DL. Las cargas son AB, BC y CD; las reacciones son EA y DE. Los esfuerzos en los miembros se designan generalmente con las mismas letras pero en minúsculas. 6 .4 6 M étodo de la s secciones p a ra a rm a d u ra s Un método conveniente para calcular los esfuerzos en los miembros de una armadura, es aislar una parte de ésta con una sección escogida de modo que sólo corte tantos miembros con esfuerzos desconocidos como se puedan evaluar con las leyes del equilibrio aplicadas a esa parte de la armadura. Las fuerzas en los miembros cortados por la sección se consideran como fuerzas extemas y deben mantener en equili­ brio las cargas sobre esa parte de la armadura. Las fuerzas de compresión están dirigidas hacia los nu­ dos y las de tensión actúan alejándose de ellos. A islam ien to de los nudos ■ Una selección de sección que a menudo es conveniente, es la que aísla a un nudo con sólo dos fuerzas desconocidas. Como las fuerzas y la carga en un nudo deben estar en equilibrio, la suma de las componentes horizonta­ les de éstas debe ser cero, así como también la suma de las componentes verticales. Como se conocen las líneas de acción de todas las fuerzas (éstas actúan a lo largo de los ejes longitudinales de las barras de la armadura), con este método se pueden calcular dos magnitudes desconocidas de fuerza en cada nudo. Para aplicarlo al nudo 1 de la armadura en la figura 6.51a, primero se iguala a cero la suma de las componentes verticales. Esta ecuación muestra que la componente vertical a f de la cuerda superior debe ser igual y opuesta a la reacción de 12 kips (vea la figura 6.51b y la notación de Bow en la sección 6.45). El esfuerzo en la barra ea en este nudo debe entonces ser de compresión e igual a 12 x 30/18 = 20 kips. Después se iguala a cero la suma de las componen­ tes horizontales. Esta ecuación indica que el esfuer­ zo en la barra/e de la cuerda inferior en el nudo debe ser igual y opuesto a la componente horizontal de la cuerda superior. Por tanto, la fuerza en la cuerda inferior debe ser de tensión e igual a 20 x 24/30 = 16 kips. Teoría estructural DIAGONAL- (b) WARREN VERTICAL- (c) ENGLISH (o H O W E ) (d) HOWE (e) PRATT (g) (f) FINK PRATT (h) BOW STRING ARMADURAS PARA TECHOS (i) WARREN (j) PRATT /N N \ (I) PARKER (k) HOWE v m (m) BALTIMORE i A (n) CERCHAS EN K (0) P E n iT ARMADURAS PARA PUENTES Figura 6 .5 0 Tipos comunes de armaduras. 6 .4 3 6 .4 4 M Sección seis M- 4 NUD01 (b) le) NUDO 4 NUD05 (d) (e) (f> Figura 6.5 1 La determinación gráfica de las fuerzas en cada nudo de la armadura en (a) puede facilitarse construyendo un solo diagrama de Maxwell en (f). Al tomar el nudo 2 en la figura 6.51a, se ve que el esfuerzo en la barra vertical fg es cero ya que no hay carga en el nudo y que la cuerda inferior es perpendicular a la barra vertical. Además, las fuer­ zas deben ser las mismas en las barras de la cuerda inferior en el nudo, porque la suma de las compo­ nentes horizontales debe ser cero. Una vez resueltos los nudos 1 y 2, una sección alrededor del nudo 3 cortará sólo dos fuerzas des­ conocidas: SBh en la cuerda superior BH y Shc en la diagonal HG. La aplicación de las leyes de equilibrio a este nudo da las siguientes dos ecuaciones, una para las componentes verticales y otra para las com­ ponentes horizontales: LV = 0 .6 SrA - 8 - 0 .6 SBH + 0 .6 SHC = 0 (6.77) I H = 0.8SM - 0.8SBH - 0.8Shc = 0 (6.78) Se supone que ambos esfuerzos desconocidos son de compresión, es decir, que actúan hacia el nudo. El esfuerzo en la barra vertical no aparece en estas ecuaciones porque ya se determinó que es igual a cero. El esfuerzo Sm en FA se encontró que era de 20 kips al analizar el nudo 1. La solución simultánea de las dos ecuaciones da como resultado SHG = 6.7 kips y SBH = 13.3 kips. (Si estos esfuerzos hubieran salido con signo negativo, esto significaría que sus sentidos originalmente supuestos eran incorrectos; en tal caso, habrían sido fuerzas de tensión en vez de fuerzas de compresión.) El examen de los polígonos de fuerza en la figura 6.51 indica que cada esfuerzo ocurre en dos polígo­ nos de fuerza. Por tanto, la solución gráfica puede acortarse combinando los polígonos. La combina­ ción de los diversos polígonos para todos los nudos Teoría estructural td ■ 6 .4 5 // >' b -p, a / V i ye \p2 d V /e ' Pr 3 YT rP 4 — h 1 V i ' f p *-U P 4 * P *- - * p-*- — p d * r . —p ------------ f yg ' ' P , \ P, 7 P *■ ----------- > - — (a) Figura 6 .5 2 La sección vertical a través de la armadura en (a) permite la determinación de la fuerza en la diagonal (b). en un diagrama de fuerzas se llama diagrama de Maxwell (Fig. 6.51/). Se supone que las cargas de viento sobre una armadura de techo de cuerda superior inclina­ da, actúan normalmente al techo, en este caso el polígono de cargas será una línea inclinada o un verdadero polígono. Las reacciones se calculan ge­ neralmente bajo la hipótesis de que ambas son pa­ ralelas a la resultante de las cargas de viento o bien que un extremo de la armadura tiene libertad para moverse libremente en dirección horizontal y por tanto no resiste la componente horizontal de las cargas. El diagrama de esfuerzos se traza de la misma manera que el de cargas verticales, después que se han determinado las reacciones. Algunas armaduras son complejas y requieren métodos especiales de análisis. (C. H. Norris y otros, Elementan/ Stmctural Analysis, tercera edición, McGraw-Hill Book Company, New York, 1976.) A rm a d u ra s de cu erd as p a ra le la s ■ Una sección conveniente para determinar las fuerzas en diagonales de armaduras de cuerdas paralelas es una sección vertical, como la N-N en la figura 6.52a. La suma de las fuerzas que actúan sobre una parte de la armadura a la izquierda de N-N es igual a la componente vertical de la fuerza en la diagonal cD (vea la Fig. 6.52b). Entonces, si d e s el ángulo agudo entre cD y la vertical, R¡ - Pi - P2 + S eos 0 = 0 (6.79) Pero R\ - P¡ - P2 es la suma algebraica de todas las fuerzas verticales a la izquierda de la sección y es la cortante vertical en la sección. Puede designarse con V. Entonces, V + Scos6 = 0 o S = -V se c 0 (6.80) De aquí se infiere que para armaduras con cuerdas horizontales y sistemas simples de celosía, el esfuer­ zo en cualquier miembro de la celosía que no sea uno de los subverticales, es igual a la cortante ver­ tical en el miembro multiplicada por la secante del ángulo que el miembro forma con la vertical. C u e rd as no p a r a le la s ■ También se puede usar una sección vertical para determinar los esfuer­ zos en las diagonales cuando las cuerdas no son paralelas, pero se debe modificar el procedimiento antes descrito. Suponga, por ejemplo, que se quiere encontrar el esfuerzo de la diagonal Be de la armadu­ ra Parker en la figura 6.53. Flaga una sección vertical a la izquierda del nudo c. Esta sección corta la barra BC de la cuerda superior, la diagonal Be, ambas con componentes verticales así como en la cuerda inferior horizontal be. Ahora prolongue BC y be hasta que se corten en O. Si O se toma como el centro de todas las fuerzas, los momentos de las fuerzas en BC y be serán cero ya que sus líneas de acción pasan por O. Como Be es la única fuerza que tiene un momento respecto a O, se puede calcular Be por el hecho de que la suma de los momentos respecto a O debe ser cero por condición de equilibrio. En general, se puede simplificar el cálculo si se determina primero la componente vertical de la diagonal y la fuerza a partir de ella. Para ello, se 6 .4 6 ■ Sección seis 6 .4 7 Figura 6 .5 3 La fuerza en una diagonal de una armadura se determina pasando una sección verti­ cal y calculando los momentos respecto a la inter­ sección de las cuerdas superior e inferior. descompone Be en sus componentes horizontal y vertical, BcH y Bcv, en c, de modo que la línea de acción de la componente horizontal pase por O. Al tomar momentos respecto a O, se obtiene {Be, x Oe) - (R x Oa) + (P, x Ob) = 0 (6.81) de donde puede determinarse Bey■La fuerza real en Be es Bev multiplicada por la secante del ángulo que forma Be con la vertical. La fuerza en las barras verticales, como la barra Ce, puede encontrarse de manera similar, pero hay que tomar una sección inclinada que no corte la diagonal, sino sólo la vertical y las cuerdas. La ecuación de momentos respecto a la intersección de las cuerdas da la fuerza en la barra vertical directa­ mente ya que ésta no tiene una componente hori­ zontal. Tableros su b d ivid id os ■ En una armadu­ ra con cuerdas paralelas y tableros subdivididos, como la mostrada en la figura 6.54a, las subdiagonales pueden estar en tensión o en compresión. En la figura 6.54a, la subdiagonal Be está en compresión y d'E está en tensión. La componente vertical de la fuerza en cualquier subdiagonal, como la d'E, es igual a la mitad de la fuerza en la vertical d'd, en la intersección de la subdiagonal y de la diagonal principal. Vea la figura 6.54b. Para una armadura con cuerdas inclinadas y tableros subdivididos, éste no es el caso. Por ejem­ plo, la fuerza en d’E para una armadura con cuerdas no paralelas es d'd x l/h , donde l es la longitud de d'E y h es la longitud de Ee. C a rg a s m óviles en a rm a d u ra s y trab es Para minimizar las fuerzas por flexión en miembros de armaduras, el entramado se dispone de modo que la cargas se transmitan a los puntos de tableros. Por lo general, en los puentes las cargas se transmi­ ten desde una losa hasta los largueros paralelos a las armaduras y éstos conducen la carga a las vigas transversales del piso, las cuales la llevan hasta los puntos de tableros de armadura. Se utiliza un entra­ mado similar para las trabes de puentes. En muchos aspectos, el análisis de las armadu­ ras y trabes es similar al de las vigas; por ejemplo, la determinación de la reacción máxima de extre­ mo para cargas móviles y el uso de líneas de influencia (Sección 6.25). Para las trabes se deben determinar los momentos flexionantes y cortantes máximos en las diversas secciones para las cargas móviles, igual que para las vigas; como se indica en la sección 6.46, los esfuerzos en los miembros de las armaduras se pueden determinar tomando momentos con respecto a puntos convenientes o por la cortante en un tablero. Las trabes y las armaduras difieren de las vigas en que el análisis debe tomar en cuenta el efecto en secciones críticas de las cargas entre los puntos de tablero, ya que esas cargas se distribuyen a los puntos de tablero más cercanos; por tanto, en algunos casos, las líneas de influencia son diferentes que las de las vigas. E sfu e rzo s en la b a r r a s v e rtic a le s ■ La fuerza total máxima en un atiesador de apoyo de una trabe o en un miembro vertical de una armadu­ ra, tal como el Bb en la figura 6.55a, es igual a la reacción máxima de la viga de piso en el punto de tablero. La línea de influencia para la reacción en b se muestra en la figura 6.55b; ella indica que para tener la máxima reacción, una carga uniforme de w Ib/ft lin debe extenderse sobre una distancia 2p, desde a hasta c, en donde p es la longitud de un tablero. En tal caso, la fuerza en Bb es igual a wp. La reacción máxima de las vigas de piso para cargas móviles concentradas ocurre cuando la carga total Wi, entre a y c (Fig. 6.55c), es igual al doble de la carga entre a y b. Entonces, la fuerza máxima por carga viva en Bb es W|g - 2 P g ' Wi ig - g ' ) V (6.82) Teoría estructural ■ 6.47 d'E„ c - * -d 'E u ' “N7 \ I \ [ _ ..Lc _ Id (a) (b) Figura 6 .5 4 Secciones a través de una armadura con tableros subdivididos para encontrar las fuerzas en los miembros del alma (celosía). donde g es la distancia de Wi a c, y g ’ es la distancia de P a b. E s fu e rz o s e n la s b a r r a s d ia g o n a le s ■ Para una armadura con cuerdas paralelas y sistema de celosía sencilla, la fuerza en una diagonal como la Be en la figura 6.55(2, es igual a la cortante en el tablero multiplicada por la secante del ángulo 8 que la diagonal forma con la vertical. Entonces, el dia­ grama de influencia para el esfuerzo en Be es el diagrama de influencia para la cortante en el tablero multiplicada por sec 0 , como se indica en la figura 6.55d. Para tener una tensión máxima en Be, las cargas sólo se deben colocar en la parte del claro para la cual el diagrama de influencia es positivo (sombreado en la Fig. 6.55d). Para una compresión máxima, las cargas se deben colocar donde el dia­ grama es negativo (cortante mínima). Sin embargo, no se puede colocar una carga uniforme sobre las partes del claro que son total­ mente positivas o totalmente negativas, para obte­ ner un máximo o un mínimo verdaderos. Cualquier carga en el tablero se transmite a los puntos del tablero en ambos extremos de éste y se disminuye la cortante. La cortante máxima real ocurre para Be cuando la carga uniforme se extiende dentro del tablero una distancia x desde c y es igual a (n k)p/(n - 1), donde n es el número de tableros en la armadura y k es el número de tableros, desde el extremo izquierdo de la armadura hasta c. Para la fuerza máxima en Be debido a cargas móviles concentradas, las cargas se deben colocar de modo que produzcan la fuerza cortante máxi­ ma en el tablero, y esto puede requerir varios ensayos con diferentes ruedas colocadas en c (o para la cortante mínima, en b). Cuando la rueda que produce la cortante máxima está en c, la carga satisfará el siguiente criterio: cuando la rueda está justo a la derecha de c, W/n es mayor que P¡, donde W es la carga total sobre el claro y P¡ es la carga en el tablero (Fig. 6.55a); cuando la rueda está justo a la izquierda de c, W/« es menor que ÍV Esfu e rzo s en la s c u e rd a s ■ Los esfuerzos en las cuerdas de las armaduras, en general, se pueden determinar a partir del momento flexionante en un punto del tablero, por lo que el diagrama de influencia para la fuerza en una cuerda tiene la misma forma que para el momento flexionante en un punto apropiado del tablero. Por ejemplo, en la figura 6.55c se muestra la línea de influencia para la fuerza en la cuerda superior CD (el signo negati­ vo significa compresión). Las ordenadas son pro­ porcionales al momento flexionante en d ya que la fuerza en CD puede calcularse considerando la por­ ción de la armadura justo a la izquierda d e d y tomando momentos respecto a d. La figura 6.55/ muestra similarmente la línea de influencia para la fuerza en la cuerda inferior ed. 6 .4 8 ■ Sección seis B Figura 6 .5 5 influencia. C D E F Las fuerzas producidas en una armadura por cargas móviles se determinan con líneas de Teoría estructural Para el esfuerzo máximo en una cuerda de arma­ dura sometida a carga uniforme, la carga debe ex­ tenderse sobre toda la longitud de la armadura. Para el esfuerzo máximo en una cuerda causado por cargas concentradas móviles, las cargas deben colocarse de modo que produzcan el momento fle­ xionante máximo en el punto apropiado del tablero; esto puede requerir varios ensayos con diferentes ruedas colocadas en el punto del tablero. Por lo general, el momento máximo se producirá cuando se tenga el agrupamiento más pesado de ruedas en tomo al punto del tablero. En todas las armaduras con verticales, la carga que producirá la fuerza máxima en la cuerda satis­ fará el siguiente criterio: cuando la rueda crítica está justo a la derecha del punto del tablero, W m /n es mayor que P, donde mp es la distancia del punto del tablero al extremo izquierdo de la armadura con claro np y P es la suma de las cargas a la izquierda del punto del tablero; cuando la rueda está justo a la izquierda del punto del tablero, W m /n es menor que P. En una armadura sin verticales, el esfuerzo má­ ximo en la cuerda cargada se determina con un criterio diferente. Por ejemplo, el centro del momen­ to para la cuerda inferior be (Fig. 6.56) es el punto C del tablero, a una distancia c desde b. Cuando la carga crítica está en b o c, el siguiente criterio debe ■ 6 .4 9 satisfacerse: cuando la rueda está justo a la derecha de b o c, W k/L es mayor que P + Q c/p ; cuando la rueda está justo a la izquierda de b o c, W k/L es menor que P + Q c/p , donde W es la carga total sobre el claro, Q es la carga en el tablero be, P es la carga a la izquierda de be y A: es la distancia del centro de momentos C al soporte izquierdo. El momento en C es W gk/L - Pg-i - Qcg2 /p , donde yes la distancia del centro de gravedad de las cargas W al soporte derecho, yj es la distancia del centro de gravedad de las cargas P a C, y y2 os la distancia del centro de gravedad de las cargas Q al extremo derecho c del tablero. 6 .4 8 C o n tra d ia g o n a le s Para puentes con claros muy largos, a menudo resulta económico diseñar las diagonales de las armaduras sólo para tensión. Pero en los tableros cerca del centro de una armadura, la cortante má­ xima debido a carga viva más impacto, puede exceder y ser de signo opuesto a la cortante por carga muerta, induciendo así compresión en la diagonal. Si la diagonal para tensión es flexible, se pandeará. Por tanto, resulta necesario colocar en esos tableros otra diagonal que cruce la diagonal 6 .5 0 ■ Sección seis Figura 6 .5 7 Armadura con contradiagonales. principal (Fig. 6.57). Tales diagonales se llaman contradiagonales. Como una contradiagonal se diseña sólo por tensión, se supone que no debe soportar fuerzas bajo carga muerta, pues sufriría un ligero pandeo. Sólo entra en acción cuando la diagonal principal está sometida a compresión. Entonces, las dos dia­ gonales nunca actúan conjuntamente. Aunque los esfuerzos máximos en los miembros principales de una armadura son los mismos, se usen o no contra di agón al es, los esfuerzos míni­ mos en las barras verticales son afectados por la presencia de las contradiagonales. Sin embargo, en la mayoría de las armaduras, donde se usan contra­ diagonales, los esfuerzos mínimos en las verticales son del mismo signo que los esfuerzos máximos y por tanto no tienen importancia. 6 .4 9 Esfuerzos en a rm a d u ra s debido a fu e rza s laterales Para resistir las fuerzas laterales en las armaduras de los puentes, se colocan sistemas de arriostramiento o contraventeo en los planos de las cuerdas superiores e inferiores, y los extremos o portales también son arriostrados, lo más abajo que sea posible, sin que afecten el gálibo necesario para el tránsito (Fig. 6.58). En el análisis de los esfuerzos de las armaduras late­ rales se puede suponer que las cargas por viento están aplicadas todas en la cuerda de barlovento o que están aplicadas por igual en las dos cuerdas. En el primer caso los esfuerzos en los puntales laterales son mayores en la mitad de la carga sobre un tablero, que cuando se aplica la segunda suposición, pero esto no tiene consecuencias prácticas. Cuando las diagonales se consideran sólo como elementos de tensión, no se necesita calcular los esfuerzos en las contradiagonales, porque la in­ versión de la dirección del viento produce mayo­ res esfuerzos en los elementos en cuestión, que cualquier carga parcial desde la dirección opuesta. Cuando se utiliza un sistema de diagonales rígi­ das, se puede suponer que las dos diagonales de un tablero están cargadas por igual. Los esfuerzos en las cuerdas de la armadura lateral se deben combinar con los de las cuerdas de las armaduras principales, debidas a las cargas vivas y muertas. En el cálculo de los esfuerzos, en el sistema lateral, para las cuerdas cargadas de las armadu­ ras principales, el viento sobre la carga viva se debe sumar al viento sobre las armaduras. Por tanto, el viento sobre la carga viva se debe colocar para tener máximo esfuerzo en la armadura late­ ral. Se pueden utilizar los métodos descritos en la sección 6.46 para calcular los esfuerzos, suponien­ do que cada diagonal toma la mitad de la cortante en cada tablero. Cuando las armaduras principales tienen cuer­ das indinadas, los sistemas laterales entre las cuerdas indinadas se encuentran en varios planos y es muy difícil la determinación exacta de todos los esfuerzos por viento. No obstante, los esfuerzos en los elementos laterales se pueden determinar, sin error importante, si se considera que la armadura lateral está aplanada en un solo plano. Las longitu­ des de los tableros variarán, pero las cargas sobre los tableros serán iguales y se pueden determinar a partir de la longitud horizontal del tablero. Dado que algunas de las fuerzas laterales se aplican a una distancia considerable por encima del plano horizontal de los apoyos extremos del puente, estas fuerzas tienden a voltear la estructura (Fig. 6.58e). Las fuerzas laterales del sistema lateral supe­ rior (Fig. 6.58(2) se llevan hasta los puntales del portal; las cargas horizontales en estos puntos pro­ ducen un momento de volteo en torno al plano horizontal de los apoyos. En la figura 6.58e, P repre­ senta la carga horizontal llevada hasta cada puntal del portal por el contraventeo lateral superior, h es la altura de la armadura, y c es la distancia entre armaduras. El momento de volteo producido en cada extremo de la estructura es Ph, equilibrado por un par Re de reacción. Por tanto, el valor de la reacción R es P h /c. Se logra un efecto equivalente en las armaduras principales si las cargas iguales a P h /c se aplican en B y F y en B' y F', como se ilustra en la figura 6.58b y c. Estas cargas producen fuer­ zas en los postes de los extremos y en los elementos de la cuerda inferior, pero los elementos del alma no quedan sujetos a esfuerzos. Teoría estructural ■ 6.51 (a) ARMADURA LATERAL SUPERIOR 2 t h | R J— c~ R (e) PORTAL (d) ARMADURA LATERAL INFERIOR Figura 6 .5 8 de puente. Armaduras laterales para el arriostramiento de las cuerdas superior e inferior de armaduras 6 .5 2 ■ Sección seis La fuerza lateral sobre la carga viva también oca­ siona un momento de volteo, que se puede tratar en forma semejante. Ahora bien, hay una diferencia en lo tocante a los miembros del alma de la armadura principal. Debido a que la fuerza lateral sobre la carga viva produce un efecto que corresponde a la posición de la carga viva sobre el puente, se deben calcular las cargas equivalentes en los tableros, en vez de las reacciones equivalentes. Si la distancia desde la resul­ tante de la fuerza del viento hasta el plano de la cuerda cargada es de h', la carga equivalente vertical en el tablero es Ph'/c, en donde P es la carga horizon­ tal en el tablero debida a la fuerza lateral. 6 .5 0 A rm a d u ra s com plejas El método de las secciones puede no proporcionar una solución directa para algunas armaduras con cuerdas inclinadas y sistemas de alma o celosía múltiple. Pero si la armadura es estable y estática­ mente determinada, se puede obtener una solución al aplicar las ecuaciones de equilibrio a secciones tomadas alrededor de cada nudo. Los esfuerzos en los miembros de la armadura se obtienen con la solución de las ecuaciones simultáneas. Como se pueden escribir dos ecuaciones de equilibrio para las fuerzas que actúan en un nudo (sección 6.46), el número total de ecuaciones dis­ ponibles para una armadura es 2n, donde n es el número de nudos. Si r es el número de componen­ tes horizontales y verticales de las reacciones, y s es el número de fuerzas, r + s es entonces el núme­ ro de incógnitas. Si r + s = 2n, las incógnitas se pueden obtener por solución de las ecuaciones simultáneas. Si r + s es menor que 2n, la estructura es inestable (pero la estructura puede ser inestable incluso si r + s excede a 2n). Si r + s es mayor que 2n, hay demasiadas incógnitas; la estructura es estáticamente indeter­ minada. M étodos g e n e ra le s p a ra el a n á lisis estructural Para algunos tipos de estructuras, las ecuaciones de equilibrio no son suficientes para determinar las reacciones o las fuerzas internas. Esas estructuras se llaman estáticamente indeterminadas. Para el análisis de tales estructuras deben escri­ birse ecuaciones adicionales basadas en el conoci­ miento de sus deformaciones elásticas. Por ello, los métodos de análisis que permiten calcular de­ formaciones por fuerzas o esfuerzos desconocidos, son importantes en la solución de problemas de estructuras estáticamente indeterminadas. Algunos de esos métodos, como el del trabajo virtual, son útiles también en la resolución de problemas com­ plicados que involucran sistemas estáticamente de­ terminados. 6.51 T rab ajo virtu al Un desplazamiento virtual es un pequeño despla­ zamiento imaginario de una partícula consistente con las restricciones impuestas sobre ella. Por ejem­ plo, en un soporte de una viga simplemente apo­ yada, un desplazamiento virtual podría ser una rotación infinitesimal d6 de ese extremo, pero no lo sería un movimiento vertical. Sin embargo, si el soporte es reemplazado por una fuerza, entonces puede aplicarse un desplazamiento virtual vertical en ese extremo de la viga. El trabajo virtual es el producto de la distancia que una partícula se mueve durante un desplaza­ miento virtual y la componente en la dirección del desplazamiento de la fuerza que actúa sobre la partícula. Si el desplazamiento y la fuerza tienen direcciones opuestas, el trabajo virtual es negativo. Cuando el desplazamiento es normal a la fuerza, el trabajo es nulo. Suponga que un cuerpo rígido está sometido a un sistema de fuerzas cuya resultante es R. Si se le da un desplazamiento virtual ds que forme un án­ gulo q con R, el cuerpo tendrá trabajo virtual efec­ tuado sobre él igual a R eos a ds. (Ningún trabajo es efectuado por las fuerzas internas. Ellas actúan por parejas de igual magnitud pero dirección opuesta y el trabajo virtual hecho por una fuerza de una pareja es igual y opuesto en signo al trabajo hecho por la otra fuerza.) Si el cuerpo está en equilibrio bajo la acción de las fuerzas, entonces R = 0 y el trabajo virtual es también cero. El principio del trabajo virtual puede entonces enunciarse como: Si a un cuerpo en equ ilibrio se le da un despla­ zam iento virtual, la sum a del trabajo virtual de las fuerzas que actúan sobre él debe ser cero. Como ejemplo de cómo puede usarse el princi­ pio, apliquémoslo a la determinación de la reacción R de la viga simple en la figura 6.59a. Primero Teoría estructural ■ 6 .53 necesario considerar una reacción a la vez y de que las fuerzas internas no intervienen. 6 .5 2 En erg ía de deform ación (al -i_ dy f -dy L .p I (b) i (c) _a_, a+t Rj jjdy p l) * Li dy w Figura 6 .5 9 Trabajo virtual aplicado a la deter­ minación de la reacción de una viga simple, (a) y (b), y de la reacción de una viga con articulaciones intermedias, (c) y (d). reemplazamos el soporte por una fuerza descono­ cida R. A continuación movemos el extremo de la viga hacia arriba una pequeña cantidad dy, como en la figura 6.59b. El desplazamiento bajo la carga P será x d y /L , hacia arriba. Luego, el trabajo virtual es R d y - P x d y /L = 0, de donde R = Px/L. El principio puede también usarse para encon­ trar la reacción R en la viga más compleja mostrada en la figura 6.59c. Nuevamente, el primer paso es reemplazar un soporte por una fuerza desconoci­ da R. A continuación, aplicamos un desplazamien­ to virtual hacia abajo dy en la articulación A (Fig. 6.59d). El desplazamiento bajo la carga P será x d y /c y en la reacción R será a dy/(a + b). De acuerdo con el principio del trabajo virtual, -R a d y / (a + b) + Px d y /c = 0; entonces, R = Px(a + b)/ac. En este tipo de problema, el método tiene la ventaja de que sólo es Cuando un cuerpo elástico se deforma, el trabajo virtual hecho por las fuerzas internas es igual al correspondiente incremento de la energía de defor­ mación dU, de acuerdo con el principio del trabajo virtual. Consideremos un cuerpo elástico restringido so­ bre el que actúan las fuerzas P P 2, y cuyas correspondientes deformaciones son e t, e2, . . . En­ tonces, EP„ de„ = dU. El incremento de la energía de deformación debido a los incrementos de las defor­ maciones está dado por ... dU , dU . ciLI = — aC\ + — aC2 + . . . 06] 062 Al resolver un problema específico, debe esco­ gerse el desplazamiento virtual más conveniente para simplificar la solución. Por ejemplo, suponga­ mos que se selecciona un desplazamiento virtual que afecta sólo la deformación e„ correspondiente a la carga P„, mientras que las otras deformaciones permanecen sin cambio. Entonces, el principio del trabajo virtual requiere que de = — 1p nUKn V. udeLr de., Esto es equivalente a ^ [_ den p ” (6.83) que establece que la derivada parcial de la energía de deformación con respecto a una deformación específica da la fuerza correspondiente. Por ejemplo, supongamos que debe determinar­ se la fuerza en la barra vertical mostrada en la figura 6.60. Todas las barras están hechas del mismo ma­ terial y tienen la misma sección transversal A. Si la barra vertical se alarga una cantidad e bajo la carga P, las barras inclinadas se alargarán cada una la cantidad e eos a . La energía de deformación del sistema es [de la Ec. (6.23a)] U = — ■(e2 + 2e 2 eos3 a) 21 v ’ y la derivada parcial con respecto a e debe ser igual a P; esto es, 6 .5 4 ■ Sección seis sección 5.52). Si llamamos X a esta fuerza, notamos que la fuerza en cada una de las barras inclinadas debe ser (P -X )/2 cos a. Con la Ec. (6.23a) podemos expresar la energía de deformación en el sistema en términos de X: _ X2L 2AE (P - X)2L 4 4 £ eos3 a Por tanto, el trabajo interno en el sistema será un mínimo cuando á ü _ XL _ (P - X)L 0X AE 2AE eos3 q Despejando X, obtenemos para la fuerza en la barra vertical el valor P/(l + 2 cos3a), igual que el valor obtenido en la sección 5.52. Figura 6 .6 0 Armadura indeterminada. 6 .5 4 P = 2 f < 2e + 4e cos3 Q) = i (! + 2 cos3 Q) Observando que la fuerza en la barra vertical es igual a A E e/L, encontramos con la ecuación an­ terior que la fuerza requerida es igual a P/(l + 2cos3 o). T eorem as de C a stig lian o ■ Si la energía de deformación se expresa en función de fuerzas estáticamente independientes, la derivada parcial de la energía de deformación con respecto a una fuerza da la deformación correspondiente a esa fuerza: Esto se conoce como el primer teorema de Casti­ gliano. (Su segundo teorema es el principio del trabajo mínimo.) 6 .5 3 M étodo del tra b a jo mínim o El segundo teorema de Castigliano, conocido tam­ bién como el principio del trabajo mínimo, esta­ blece: La energía de deformación en una estructura estáticamente indeterminada es la mínima consis­ tente con el equilibrio. Como ejemplo del uso del método del trabajo mínimo, daremos una solución alternativa para la fuerza en la barra vertical de la figura 6.60 (vea la M étodo de la c a rg a virtual u nitaria p a ra d esp lazam ien to s La energía de deformación por flexión pura es il = M lL /2 E l [vea la Ec. (6.23c#)]. Para encontrar la ener­ gía de deformación debido a los esfuerzos de flexión en una viga, podemos aplicar esta ecuación a una longitud diferencial dx de la viga e integrar sobre todo el claro. Entonces, u = J 0 A42 dx ¿tí <6 -8 5 ) Si M representa el momento flexionante debi­ do a una fuerza generalizada P, la derivada par­ cial de la energía de deformación respecto a P es la deformación d correspondiente a P. Derivando la Ec. (6.85) se obtiene [ L M dM , K TlÜP (6'86) La derivada parcial en esta ecuación es la razón de cambio del momento flexionante respecto a la carga P. Es igual al momento flexionante m producido por una carga unitaria generalizada aplicada en el pun­ to donde va a medirse la deformación y en la direc­ ción de ésta. Por lo tanto, la Ec. (6.86) puede también escribirse como d =j‘^ d x Jo ti (6.87) Para encontrar la deflexión vertical de una viga, aplicamos una carga virtual unitaria verticalmente Teoría estructural fTr»rrrtTi¿ h L - - ■ 6 .55 prismática simplemente apoyada producida por un momento aplicado en el otro extremo. En otra pala­ bras, el problema estriba en encontrar la rotación Og en B, mostrada en la figura 6.62a, debido a MA. Como se indica en la figura 6.62b, el momento fle­ xionante a una distancia x desde B debido a MA es M ax /L . Si aplicamos un momento virtual unitario en B (Fig. 6.62c), éste producirá un momento en x de ( L - x ) / L ( Fig. 6.62d). Sustituyendo en la Ec. (6.87), obtenemos 1 - í. . , x L - x dx Ma - ■ L L El m al 6 El ( 6 .88 ) Deflexiones por cortante ■ Para determi­ nar la deflexión por cortante en una viga, puede aplicarse el primer teorema de Castigliano a la ener­ gía de deformación por cortante: U Figura 6.61 Método de la carga virtual unitaria aplicado a una viga con carga uniforme, (a), para encontrar la deflexión en el centro de su claro; (b) diagrama de momento para la carga uniforme; (c) carga unitaria en el centro del claro; (d) diagrama de momento para la carga unitaria. en el punto en que va a medirse la deflexión y sustituimos los momentos flexionantes debidos a esta carga y a la carga real en la Ec. (6.87). De manera similar, para calcular una rotación, aplicamos un momento virtual unitario. donde -íí 2C dA dx (6.89) v = esfuerzo cortante G = módulo de rigidez A = área de la sección transversal í r -L - (a) M=^Ma Deflexiones en vigas ■ Como un simple ejemplo, apliquemos el método de la carga virtual unitaria a la determinación de la deflexión en el centro de una viga simplemente apoyada con car­ ga uniforme y momento de inercia constante (Fig. 6.61a). Como se indica en la figura 6.61F, el momen­ to flexionante a una distancia x desde un extremo es (iu L /2)x-(w /2)x2. Si aplicamos una carga virtual unitaria verticalmente en el centro de la viga (Fig. 6.61c), donde va a determinarse la deflexión verti­ cal, el momento en x es x / 2 , como se indica en la figura 6.61d. Sustituyendo en la Ec. (6.87) y aprove­ chando la simetría de la carga, obtenemos , f L/2( d =2i wL w 2 )X x ddx x 5 wL4 T X ~ T X ?2 fElí = 384El Rotaciones en los extrem os de vigas ■ Como otro ejemplo, apliquemos este método para encontrar la rotación en el extremo de una viga Figura 6 .6 2 La rotación del extremo B en la viga AB, (a), ocasionada por el momento en el extremo A se determina con el método de la carga virtual unitaria; (b) diagrama de momento para el momen­ to en el extremo; (c) momento unitario aplicado en el extremo de la viga; (d ) diagrama de momento para este momento. 5 .5 6 ■ Sección seis D eflexio nes en a rm a d u ra s ■ El método de la carga virtual unitaria también puede adaptar­ se al cálculo de deformaciones en armaduras. La energía de deformación en una armadura está dada por u =l SlL 2 AE (6.90) que representa la suma de la energía de deforma­ ción para todos los miembros de la armadura. S es el esfuerzo en cada miembro debido a las cargas, L la longitud de cada miembro, A el área transversal de cada miembro y £ el módulo de elasticidad. La aplicación del primer teorema de Castigliano (sec­ ción 6.52) y derivación dentro del signo de suma, da la deformación; y ~ SL dS AE dP (6.91) donde, igual que en la sección 6.54, P representa una carga generalizada. La derivada parcial en esta ecuación es la razón de cambio de la fuerza axial respecto a P; es igual a la fuerza axial w producida en cada miembro de la armadura por una carga unitaria aplicada en el punto donde se quiere medir la deformación y en la dirección de la deformación. En consecuencia, la Ec. (6.91) puede también escri­ birse como , V d=L Sul AE (6.92) Para encontrar la deflexión vertical en cualquier punto de una armadura, aplicamos una carga vir­ tual unitaria vertical en el punto del tablero don­ de queremos medir la deflexión. Sustituimos en la Ec. (6.92) los esfuerzos en cada miembro de la arma­ dura debido a esta carga y a la carga real. De mane­ ra similar, para encontrar la rotación en cualquier nudo, aplicamos un momento virtual unitario en el nudo, calculamos los esfuerzos en cada miembro de la armadura y los sustituimos en la Ec. (6.92). Cuan­ do es necesario determinar el movimiento relativo de dos puntos de un tablero en la dirección del miembro que los conecta, aplicamos cargas virtua­ les unitarias en direcciones opuestas en esos puntos. Note que los miembros que no resultan afecta­ dos por los esfuerzos por las cargas reales o por las cargas virtuales, no participan en el cálculo de una deformación. Como ejemplo de la aplicación de la Ec. (6.92), calculemos la deflexión en el centro del claro de la armadura mostrada en la figura 6.63 a. Las fuerzas en kips debido a las cargas de 20 kip en cada nudo de la cuerda inferior están dadas en la figura 6.63a y en la tabla 6.2. En la tabla 6.2 están dadas también las razones de la longitud de cada miembro en pulgadas a su área transversal en pulgadas cuadra- Figura 6 .6 3 Método de la carga virtual unitaria aplicado a una armadura cargada para encontrar (a) la deflexión en el centro de su claro; (b) fuerzas producidas por una carga unitaria aplicada en el centro del claro. Teoría estructural TABLA 6 .2 Deflexión en el centro del claro de la armadura en la figura 6.63 Miembro 1 LM i UiU 2 U ih L IA S 160 75 60 150 + 40 -5 0 -53.3 + 16.7 SuL/A + - 5fe + Si 4267 3125 4267 2083 13 742 Dividiendo la suma de la última columna entre el módulo de elasticidad £ = 30 000 ksi, se obtiene la deflexión en el centro del claro. , V SuL 2 x 1 3 742 _____ d ' ¿ T e = 1 5 3 5 5 “ = 0-9 1 6 " das. Aplicamos una carga virtual unitaria vertical en L2/ donde se busca la deflexión. Las fuerzas u debido a esta carga se muestran en la figura 6.63b y en la tabla 6.2. La tabla 6.2 contiene también los cálculos para la deflexión. Los miembros que no resultan afectados por los esfuerzos por las cargas de 20 kip o por la carga virtual unitaria, no se incluyen. Tomando en cuenta la simetría de la armadura, los valores se tabulan para sólo la mitad de la armadura y la suma se duplica. Para reducir el número de cálculos, el módulo de elasticidad £, que es igual a 30 000, no se incluye sino hasta el último paso ya que es el mismo para todos los miembros. 6 .5 5 Teorem a recíproco y lín eas de influencia Considere una estructura cargada por un grupo de fuerzas independientes A, y suponga que se agrega un segundo grupo de fuerzas B. El trabajo hecho por las fuerzas A actuando sobre los desplazamientos debidos a B será WAB. Suponga ahora que las fuerzas B actúan primero sobre la estructura y que luego se aplican las cargas A. El trabajo hecho por las fuerzas B actuando sobre los desplazamientos debidos a A será WBA. El teorema recíproco establece que VJAB = WBA. Pueden extraerse algunas conclusiones muy úti­ les de esta ecuación. Por ejemplo, se tiene la relación de deflexiones recíprocas: ■ 6 .5 7 La deflexión en un punto A debido a una carga en B es igual a la deflexión en B debido a la mism a carga aplicada en A. Tam bién, la rotación en A debido a la carga (o m om ento) en B es igual a la rotación en B debido a la m ism a carga (o m om en­ to) aplicada en A. Otra consecuencia es que las curvas de deflexión pueden ser también líneas de influencia, a cierta es­ cala, para reacciones, cortantes, momentos o defle­ xiones (principio de M ueller-Breslau). Por ejemplo, supongamos que se requiere la línea de influencia para una reacción; es decir, queremos graficar la reacción R debido a una carga unitaria que se mueve sobre la estructura, que puede ser estáticamente indeterminada. Para la condición de carga A, anali­ zamos la estructura con una carga unitaria sobre ella a una distancia x medida desde algún punto de referencia. Para la condición de carga B, aplicamos una carga virtual unitaria vertical hacia arriba en el lugar en que va a determinarse la reacción, deflexionando la estructura liberada del soporte. A una distancia x del punto de referencia, el desplaza­ miento es dlR, y sobre el soporte el desplazamiento es dRR. Por lo tanto, WAB = —1 dxR + RdRR. Por otra parte, VJBAes cero ya que la condición de carga A no genera desplazamiento para la carga virtual unita­ ria en el soporte en la condición B. En consecuen­ cia, según el teorema recíproco, WAB = 1VBA = 0; entonces, Como la deflexión en el soporte dRR debido a una carga unitaria aplicada ahí es una constante, R es proporcional a dRR- Así entonces, la línea de influen­ cia para una reacción puede obtenerse de la curva de deflexión que resulta de un desplazamiento del soporte (Fig. 6.64a). La magnitud de la reacción se obtiene dividiendo cada ordenada de la curva de deflexión entre dRR. De manera similar, la línea de influencia para la fuerza cortante puede obtenerse de la curva de deflexión producida al cortar la estructura y despla­ zar los extremos cortados verticalmente en el punto en que se busca la línea de influencia (Fig. 6.64b). La línea de influencia para el momento flexio­ nante puede obtenerse de la curva de deflexión producida al cortar la estructura y girar los extre­ mos cortados en el punto en que se busca la línea de influencia (Fig. 6.64c). 6 .5 8 ■ Sección seis Finalmente, puede observarse que la curva de de­ flexión para una carga unitaria es también la línea de influencia para la deflexión en ese punto (Fig. 6.64d). 6 .5 6 M étodos d e superposición El principio de superposición establece que, si va­ rias cargas son aplicadas a una estructura lineal­ mente elástica, el desplazamiento en cada punto de la estructura es igual a la suma délos desplazamien­ tos inducidos en el punto cuando las cargas se aplican individualmente en cualquier secuencia. Además, el momento flexionante (o cortante) en cada punto es igual a la suma de los momentos flexionantes (o cortantes) inducidos en el punto por las cargas aplicadas individualmente en cualquier secuencia. El principio es válido sólo cuando el desplaza­ miento (deflexión o rotación) en cada punto de la estructura es directamente proporcional a las cargas aplicadas. Se requiere también que los esfuerzos sean proporcionales a las deformaciones unitarias y que los desplazamientos sean muy pequeños de manera que los cálculos puedan basarse en la con­ figuración no deformada de la estructura sin un error importante. Como un simple ejemplo, consideremos una ba­ rra de longitud í. y área transversal A cargada con n cargas axiales P1( P2, . . . P„. Sea F igual a la suma de las cargas. De la Ec. (6.8), F genera un alarga­ miento ó = FL/A E , donde E es el módulo de elasti­ cidad de la barra. De acuerdo con el principio de superposición, si e¡ es el alargamiento causado por Pj solo, e2 el causado por P2 s o lo ,. . . y e„ el causado por P„ solo, entonces, independientemente de la secuencia con que se apliquen las cargas, cuando todas las cargas están actuando sobre la barra, 6 = Éq + e 2 ■ + £n Este simple caso puede verificarse fácilmente susti­ tuyendo ei = P iL /A E ,e 2 = P2 E/A E, ...,y e „ = P„L/AE en esta ecuación y observando que F ~ P} + P-, + . . . + P„: Pé = AE L ( P l + p2 + . . . + pn)_ = _FE AE AE + En las ecuaciones anteriores, L /A E representa el alargamiento inducido por una carga unitaria y se llama flexibilidad de la barra. ^XD^DX (C) (d) Figura 6 .6 4 Las líneas de influencia para una viga continua se obtienen a partir de las curvas de deflexión, (ij) Reacción en R; (b) fuerza cortante en V; (c) momento flexionante en M; (d) deflexión en D. Teoría estructural ■ 6 .5 9 1R (a) P -kL MlC V, vn fb) R ¿ÍL L \ ^ f R“ -k H k(1-k)PL -k L —| k(l-k)PL (c) Figura 6 .6 5 Cualquier claro de una viga continua, (a), puede tratarse como una viga simple, como se muestra en (b) y (c). En (c), el diagrama de momento se resuelve en sus componentes básicas. El recíproco, A E /L , representa la fuerza que oca­ siona un alargamiento unitario y se llama rigidez de la barra. Propiedades análogas de vigas, columnas y otros miembros estructurales, junto con el principio de superposición, son útiles en el análisis de muchos tipos de estructuras. El cálculo de fuerzas y des­ plazamientos de estructuras estáticamente indeter­ minadas, por ejemplo, puede a menudo simplificarse por la descomposición de los momentos flexionantes, cortantes y desplazamientos en componentes escogi­ dos para suministrar suficientes ecuaciones para la solución a partir de requisitos de equilibrio de fuerzas y compatibilidad de desplazamientos. Consideremos la viga continua ALRBC mostra­ da en la figura 6.65a. Bajo las cargas mostradas, el miembro LR está sometido a los momentos extre­ mos M l y Mr (Fig. 6.65b) que son inicialmente des­ conocidos. El diagrama de momentos flexionantes para LR para esos momentos extremos se muestra a la izquierda en la figura 6.65c. Si esos momentos extremos se conocieran, LR sería estáticamente de­ terminado; es decir, LR se podría tratar como una viga simplemente apoyada sometida a momentos extremos M L y M R. El análisis puede simplificarse aún más descomponiendo el diagrama de momen­ tos flexionantes en las tres componentes mostradas a la derecha del signo de igual en la figura 6.65c. Este ejemplo conduce a la siguiente conclusión: El m om ento flexionante en cualquier sección de un claro LR de una viga continua o marco, es igual al m om ento de viga sim ple deb ido a las cargas aplicadas más el m om ento de viga sim ple debido al m om ento extrem o en L más el m om ento de viga sim ple deb ido al m om ento extrem o en R. Cuando los diagramas de momento para todos los claros de ALRBC en la figura 6.65 han sido descompuestos en componentes, de manera que los claros pueden ser tratados como vigas simples, todos los momentos extremos (momentos en los soportes) pueden determinarse a partir de dos re­ quisitos básicos: 1. La suma de los momentos en cada soporte es igual a cero. 2. 1.a rotación de extremo (cambio angular en el soporte) de cada miembro conectado rígidamen­ te en el soporte es la misma. 6 .5 7 M atrices de coeficientes de influencia Una matriz es un arreglo rectangular de números en filas y columnas que obedece ciertas reglas matemá­ ticas conocidas generalmente como álgebra y cálculo matriciales. Una matriz que solamente consiste de una única columna, se llama vector. En este libro, las 6 .6 0 ■ Sección seis matrices y los vectores se representan por letras en negritas y sus elementos por símbolos claros, con subíndices apropiados. Con frecuencia es convenien­ te usar números para los subíndices para indicar la posición de un elemento en la matriz. Generalmente, el primer dígito indica la fila y el segundo dígito, la columna. Así, en la matriz A, A23 representa el ele­ mento en la segunda fila y en la tercera columna: Ai A = A; A31 A, 2 A 22 A 32 A ' A23 A33 (6.94) Los métodos basados en la representación matricial suelen presentar ventajas en el análisis es­ tructural y en el diseño de estructuras complejas. Una razón es que las matrices proporcionan un medio compacto para representar y manipular grandes cantidades de números. Otra razón es que las computadoras pueden efectuar operaciones matriciales automáticamente y con gran rapidez. Existen programas de computadora para este fin. Ecuaciones m atriciales ■ La notación matricial es especialmente conveniente para representar la solución de ecuaciones lineales simultáneas que surgen con frecuencia en el análisis estructural. Por ejemplo, suponga que un conjunto de ecuaciones es representado en notación matridal por AX = B, don­ de X es el vector de las variables X¡, X2, . . ., X„, B es el vector de las constantes en el lado derecho de las ecuaciones y A es una matriz de los coeficientes de las variables. Multiplicando ambos miembros de la ecuación por A-1, la inversa de A, se obtiene A-1AX = A ’ B. Como A-1A = I, la matriz identidad, e IX = X, la solución de las ecuaciones se representa por X = A !B. La matriz inversa A”1 puede obtenerla rápidamente una computadora. Sin embargo, cuando se tienen matrices muy grandes, con frecuencia suele ser más práctico resolver las ecuaciones; por ejemplo, por medio del procedimiento de Gauss de eliminación de una incógnita por vez. En la aplicación de matrices al análisis estructu­ ral, las cargas y los desplazamientos se consideran aplicados en la intersección de los miembros (nudos o nodos). Las cargas pueden resolverse en momen­ tos, pares de torsión y en componentes horizonta­ les y verticales. Estas pueden agruparse para cada nodo en un vector y luego todos los vectores noda­ les pueden combinarse en un vector fuerza P para toda la estructura. Pi Pi P= (6.95) De manera similar, los desplazamientos correspon­ dientes a esas fuerzas pueden resolverse en rotacio­ nes, giros de torsión y componentes horizontales y verticales y luego agruparse para toda la estructura en un vector A. Ai A2 A= (6.96) Si la estructura satisface los requisitos para la apli­ cación del principio de superposición (sección 6.56) y las fuerzas y los desplazamientos se arreglan en la secuencia apropiada, los vectores de fuerzas y desplazamientos quedan relacionados por donde P = KA (6.97a) A= FP (6.9 7b) K = matriz de rigidez de toda la estruc­ tura F = matriz de flexibilidad de toda la es­ tructura = K 1 La matriz de rigidez K transforma los despla­ zamientos en cargas. La matriz de flexibilidad F transforma las cargas en desplazamientos. Los ele­ mentos de K y F son funciones de las propiedades del material, por ejemplo, del módulo de elasti­ cidad; de la geometría de la estructura y de las propiedades seccionales de los miembros, como el momento de inercia y el área. K y F son matrices cuadradas, es decir, el número de filas en cada una es igual al número de columnas. Además, ambas matrices son simétricas, es decir, en cada matriz las columnas y las filas pueden intercambiarse sin que la matriz cambie. Así entonces, Kt¡ = K¡, y F,( = F;„ donde i indica la fila en que un elemento está situa­ do y j indica la columna. Teoría estructural Coeficientes d e influencia ■ Los elemen­ tos de las matrices de rigidez y flexibilidad son coeficientes de influencia. Cada elemento se obtie­ ne calculando los desplazamientos (o fuerzas) que ocurren en los nodos cuando se impone un despla­ zamiento (o fuerza) unitario en un nodo, mientras que todos los otros desplazamientos (o fuerzas) se consideran iguales a cero. Sea A i el i-ésimo elemento de la matriz A. Un elemento típico F,y de F da entonces el desplaza­ miento de un nodo i en la dirección de A, cuando una fuerza unitaria actúa en un nodo j en la direc­ ción de la fuerza P;, sin que ninguna otra fuerza actúe en la estructura. Por tanto, laj-ésim a columna de F contiene todos los desplazamientos nodales inducidos por una fuerza unitaria actuando en el nodo j en la dirección de P¡. De manera similar, sea P¡ el elemento í-ésimo de la matriz P. Entonces, un elemento típico K:] de K da la fuerza en un nudo i en la dirección de P, cuando a un nodo j se le da un desplazamiento unitario en la dirección del desplazamiento A; y no se permite ningún otro desplazamiento. Por tanto, la columna j-ésima de K, contiene todas las fuerzas nodales causadas por un desplazamiento unitario del nudo j en la dirección de Ar A plicación a u n a v ig a ■ Un método gene­ ral para determinar las fuerzas y momentos en una viga continua es como sigue: Retire tantos sopor­ tes o miembros como sea necesario para convertir la estructura en estáticamente determinada. (Tales soportes y miembros suelen denominarse redun­ dantes.) Calcule, para las cargas reales, las defle­ xiones o rotaciones de la estructura estáticamente determinada en la dirección de las fuerzas y pares desconocidos ejercidos por los soportes o miembros suprimidos. Luego, en términos de esas fuerzas y pares, tratados como variables, calcule las deflexio­ nes o rotaciones correspondientes que las fuerzas y pares producen en la estructura estáticamente de­ terminada (véase las secciones 6.32 y 6.54). Final­ mente, para cada soporte o miembro redundante, escriba las ecuaciones que dan las rotaciones y de­ flexiones conocidas de la estructura original en términos de las deformaciones de la estructura es­ táticamente determinada. Por ejemplo, un método para encontrar las reac­ ciones de la viga continua AC en la figura 6.66a, es remover temporalmente los soportes 1, 2 y 3. La viga está ahora simplemente apoyada entre A y C. ■ 6.61 Por tanto, las reacciones y los momentos flexionantes en toda la viga pueden calcularse a partir de las leyes de equilibrio. La viga AC se deflexiona en los puntos 1, 2 y 3, en tanto que sabemos que la viga continua está impedida de deflexionarse en esos puntos por los soportes presentes. Esta información nos permite escribir tres ecuaciones en términos de las tres reacciones desconocidas. Para determinar las ecuaciones, supongamos que existen nodos en las posiciones de los soportes 1, 2 y 3. Entonces, para las cargas reales, calcule las deflexiones verticales d\ ,diy d 3 de la viga simple AC en los nodos 1, 2 y 3, respectivamente (Fig. 6.66b). Luego forme dos vectores, d con los elementos dj, 1, 1 I I 1 K 2 (a) Figu ra 6 .6 6 La viga continua (a) se convierte en una viga simple (b) por la remoción temporal de sus apoyos internos. Las reacciones se calculan luego igualando las deflexiones debido a las cargas reales, (b), a la suma de las deflexiones producidas por las reacciones desconocidas y de las deflexiones debi­ das a las cargas unitarias (c), (d) y (e). 6 .6 2 ■ Sección seis ^2/ds, y R con las reacciones desconocidas R¡ en el nodo 1, R2 en el nodo 2 y R3 en el nodo 3 como elementos. Como la viga puede suponerse lineal­ mente elástica, haga d = FR, donde F es la matriz de flexibilidades para la viga simple AC. Los elemen­ tos y,¡ de F son coeficientes de influencia. Para de­ terminarlos, calcule la columna 1 de F como las deflexiones yw, y21 y y3 1 , en los nodos 1 , 2 y 3, respectivamente, cuando una fuerza unitaria se aplica en el nodo 1 (Fig. 6.66c). De manera similar, calcule la columna 2 de F para una fuerza unitaria en el nodo 2 (Fig. 6.66d) y la columna 3 para una fuerza unitaria en el nodo 3 (Fig. 6.66e). Las tres ecuaciones están entonces dadas por yii 3/21 .1/31 j/12 j/13 y 22 y23 y32 y33 . 'd i ' R i1 r 7 *3„ = d2 . ^3 _ La solución puede representarse por R = F d y obtenerse por medio de métodos matriciales o alge­ braicos. Vea también la sección 6.66. V ig a s y m arcos continuos Las vigas continuas y los marcos son estáticamen­ te indeterminados. Sus momentos flexionantes son funciones de la geometría, de los momentos de inercia y del módulo de elasticidad de los miembros individuales así como de las cargas y claros. Si bien esos momentos pueden determinarse con los métodos descritos en las secciones 6.51 a la 6.55, existen métodos especialmente desarrollados para vigas y marcos que hacen más simple el análisis. Las siguientes secciones describen algunos de esos mé­ todos. 6 .5 8 M om entos tran sp o rtad o s y de em potram iento Cuando se carga un miembro de una viga conti­ nua o marco, se generan momentos flexionantes en sus extremos así como a todo lo largo. La mag­ nitud de los momentos extremos en el miembro depende de la magnitud y localización de las car­ gas, de la geometría del miembro y de la cantidad de restricción impuesta a la rotación en los extre­ mos del miembro por otros conectados a él. Se supone que las conexiones son rígidas, es decir, todos los miembros en un nudo giran el mismo ángulo. En consecuencia, se inducen momentos extremos en los miembros conectados en adición a los momentos extremos que son inducidos por las cargas en sus claros. Para calcular los momentos extremos en una viga continua o marco se necesitan conocer o su­ poner la geometría y propiedades elásticas de los miembros. (Si esas características tienen que supo­ nerse, los cálculos podrían tener que repetirse al obtenerse los momentos.) Las cargas sobre cualquier claro así como el des­ plazamiento en cualquier nudo, inducen momen­ tos en los extremos de los otros miembros de la estructura. En consecuencia, un momento extremo puede considerarse distribuido a los otros miem­ bros. La razón del momento extremo en un claro descargado al momento extremo en el claro cargado es constante. C onvención de sig n o s ■ Para el cálculo de los momentos extremos es muy conveniente la si­ guiente convención de signos: Un momento que actúa en un extremo de un miembro o en un nudo, es positivo si tiende a hacer girar el extremo o nudo en sentido de las manecillas del reloj; es negativo si tiende a hacer girar el extremo o nudo en sentido contrario. De manera similar, la rotación en el extremo de un miembro es positiva si es en sentido del reloj y negativa si es en sentido inverso. Así entonces, un momento extremo positivo produce una rotación de extremo positiva en una viga simple. Para facilitar la visualización de la forma de la curva elástica bajo la acción de cargas y momentos extremos, trace los diagramas de momento flexio­ nante sobre el lado tensionado de cada miembro. Entonces, si un momento extremo se representa por una flecha curva, ésta señalará en la dirección en que debe trazarse el momento. M om entos tra n sp o rta d o s ■ Si se carga un claro de una viga continua y si el extremo alejado de un miembro conectado está restringido contra rotaciones por condiciones del soporte, se inducirá un momento resistente en ese extremo alejado. Este momento se llama momento transportado. La ra­ zón del momento transportado al otro momento extremo en el claro se llama factor de transporte; es una constante para el miembro, independiente de la magnitud y signo de los momentos que se trans- Teoría estructural Ql = “ r = 3E/ ■ 6.63 (6 1 0 1 ) <6102) f - m Las ecuaciones anteriores pueden usarse para determinar los factores de transporte para cualquier magnitud de la restricción en el extremo. Sin embar­ go, los factores de transporte hacia extremos empo­ trados contra rotación, son de especial importancia para la distribución de momentos por aproximacio­ nes sucesivas. Para un claro LR con extremos L y R supuestos empotrados, el factor de transporte hacia R está dado por Cr = — (6.103) qr Figura 6 .6 7 Rotaciones en los extremos de una viga simple LR producidas por un momento unita­ rio en el extremo L, (a); en R, (b). Similarmente, el factor de transporte hacia el sopor­ te L, está dado por (6.104) CL= — porten. Cada viga tiene dos factores de transporte, uno dirigido hacia cada extremo. Como se señaló en la sección 6.56, el análisis de un claro de una viga continua o marco puede sim­ plificarse tratándolo como una viga simple someti­ da a momentos extremos. Es conveniente entonces expresar las ecuaciones para los factores de trans­ porte en términos de las rotaciones en los extremos de vigas simples: Convierta un miembro continuo LR en una viga simple con el mismo claro L. Aplique un momento unitario a un extremo (Fig. 6.67). La rotación de extremo en el soporte donde se aplica el momento es a y en el extremo alejado, la rotación es 0. Por el método de la carga virtual (Sección 6.54), si x se mide desde el extremo 3, 1 r x' q = A Í w dx L o t h p = Lh J¡ oL^ rL lxr 1 <6" ) (6100) en donde lx es el momento de inercia en una sección a una distancia x del extremo 0 y E es el módulo de elasticidad. De acuerdo con el teorema recípro­ co (Sección 6.55), 0 tiene el mismo valor, inde­ pendientemente del extremo de la viga en que se aplique el momento unitario (Fig. 6.67). Para vigas prismáticas, Si un extremo de una viga está articulado (con libertad para girar), el factor de transporte hacia ese extremo es cero. Como los factores de transporte son positivos, el momento transportado tiene el mismo signo que el momento aplicado. Factores de tran sp o rte p a ra v ig a s p ris­ m áticas ■ Para vigas prismáticas, 0 = L/GEI y a = L/3E1. Por tanto, L 3 El Ct=CR = 6§ r ¥ 1 =2 (6105) Para vigas con momento de inercia variable, 0 y a pueden determinarse con las Ecs.(6.99) y (6.100) y con los factores de transporte dados por las Ecs. (6.103) y (6.104). Rigidez con e x tre m o e m p o trad o ■ La ri­ gidez de una viga con extremo empotrado se define como el momento requerido para generar una rota­ ción unitaria en el soporte en que se aplica mientras que el otro extremo de la viga está restringido contra rotación. La rigidez es importante porque determi­ na la proporción del momento total aplicado en un nudo, o intersección de miembros, que se distribuye a cada miembro del nudo. En la figura 6.68a, la rigidez con extremo empo­ trado de la viga LR en el extremo R está repre- 6 .6 4 ■ Sección seis Rigidez de v ig a s p rism ática s ■ Usando las Ecs.(6.101) y (6.105), la rigidez de una viga con momento de inercia constante está dada por K l = Kr = donde (b) Figura 6 .6 8 DIAGRAM A DE M O M ENTOS Rigidez con extremo empotrado. sentada por KR. Cuando se aplica K r a la viga LR en R, un momento ML = CLKR es transportado al extre­ mo L, donde Q. es el factor de transporte hacia L. Kr genera un cambio angular a R en R, donde a R está dado por la Ec. (6.99). El momento transportado induce en R un cambio angular -C^Kr/Í, donde 0 está dado por la Ec. (6.100). Como, por la definición de rigidez, el cambio angular total en R es la unidad, RrQr - ClKr/3 = 1, de donde K r = 1/f1 - CrQ (6.106) cuando C r se sustituye por 0 / a R [vea la Ec. (6.103)]. De manera similar, se encuentra que la rigidez en L es Ki = 1/Ql 1 - CrQ (6.107) L E I 3 E l/L 1 - '/í x 4 El =™ (6.108) claro de la viga módulo de elasticidad momento de inercia de la sección transversal de la viga V ig a con articu lació n La rigidez de un ex­ tremo de una viga cuando el otro puede girar libre­ mente, puede obtenerse con las Ecs. (6.106) y (6.107) igualando a cero el factor de transporte hacia el extremo articulado. Así, para una viga prismática con un extremo articulado, la rigidez de la viga en el otro extremo está dada por 3E / (6.109) Esta ecuación indica que una viga prismática articu­ lada sólo en un extremo tiene tres cuartos de la rigidez o resistencia a la rotación de una viga em­ potrada en ambos extremos. M omentos de em potram iento ■ Una viga restringida en sus extremos de manera que no se producen rotaciones en ellos debido a las cargas aplicadas, se llama viga doblemente empotrada y los momentos extremos se llaman momentos de empotramiento. En realidad, es muy difícil cons­ truir una viga con extremos realmente empotrados. Sin embargo, el concepto de empotramiento es útil en la determinación de los momentos en vigas con­ tinuas o marcos. Figura 6 .6 9 Las cargas sobre la viga LR doblemente empotrada mostrada en (a), se resuelven en cargas componentes sobre una viga simple (b), (c) y (d). Los diagramas de momentos correspondientes se muestran en (e) a (h). Teoría estructural Los momentos de empotramiento pueden expre­ sarse como el producto de un coeficiente y WL, donde W es la carga total sobre el claro L. El coefi­ ciente es independiente de las propiedades de los otros miembros de la estructura. Cualquier miem­ bro de una viga continua o marco puede entonces aislarse del resto de la estructura y calcularse sus momentos de empotramiento. Luego, los momen­ tos reales en la viga pueden encontrarse aplicando una corrección a cada momento de empotramiento. Por ejemplo, suponga que deben determinarse los momentos de empotramiento para la viga car­ gada mostrada en la figura 6.69a. Sea M[ el momen­ to en el extremo izquierdo L y M r e! momento en el extremo derecho R de la viga. Con base en la condi­ ción de que no se permiten rotaciones en ninguno de los extremos y que las reacciones en los soportes están en equilibrio con las cargas aplicadas, pueden escribirse dos ecuaciones para los momentos extre­ mos en términos de las rotaciones de extremo en la viga simple, 0Len L y 9Ren R para la carga específica. Sea K l la rigidez de empotramiento en L y KR en R, dadas por las Ecs. (6.106) y (6.107). Entonces, por descomposición del diagrama de momentos en componentes de viga simple, como se indica en las figuras 6,69/a la 6.69i¡, y aplicación del principio de superposición (Sección 6.56), se encuentra que los momentos de empotramiento son M i = -K l (8 l + CR9R) M Í = -K r (0r + CL9L) (6 .1 1 0 ) 6 111 ) ( . donde Q. y CR son los factores de transporte a L y a R, respectivamente, [Ecs. (6.103) y (6.104)]. Lasrota- Figura 6 .7 0 Momentos extremos ocasionados en una viga doblemente empotrada por el desplaza­ miento d de un extremo. ■ 6 .6 5 ciones de extremo 0 ¡ y 0 ¡¡ pueden calcularse por un método descrito en las secciones 6.32 o 6.54. M om entos p a ra v ig a s p rism ática s ■ Los momentos de empotramiento para vigas con momentos de inercia constantes pueden obtenerse de las ecuaciones dadas antes con el uso de las Ecs. (6.105) y (6.108): M[ = Mr = donde 4El i \ + r, 8 R L ¥M* 6 112) ( . (6.113) L = claro de la viga E = módulo de elasticidad / = momento de inercia Para vigas horizontales con sólo cargas de grave­ dad, es nega tivo. En cons ecuenci a, M [ es nega ti vo y M r positivo. Para vigas apuntaladas (un extremo empotrado y el otro articulado) con momento de inercia varia­ ble, los momentos de empotramiento están dados por (6.114) donde 0 7 y a R están dados por la Ec. (6.99). Para vigas apuntaladas prismáticas, los momentos de empotramiento son 3 EWl M[ = - - MF _ _ 3E/0r (6 n5) D eflexión en los a p o y o s ■ Los momentos de empotramiento de vigas cargadas, cuando un apoyo es desplazado verticalmente con respecto al otro apoyo pueden calcularse con las Ecs. (6.110) a la (6.115) y con el principio de superposición: Calcule los momentos de empotramiento inducidos por la deflexión de la viga cuando esté sin carga y agregue a ellos los momentos de empotramiento generados por la carga, con los apoyos sin desplazamientos. Los momentos de empotramiento para la condi­ ción sin carga pueden determinarse directamente con las Ecs. (6.110) y (6.111). Considérela viga LRen la figura 6.70, con claro L y el soporte R desplazado una distancia d verticalmente hacia abajo de su posición original. Si la viga estuviese simplemente apoyada, el cambio angular causado por el despla­ zamiento de R sería aproximadamente d /L . Por 6 .6 6 ■ Sección seis Figura 6.71 Momento de extremo ocasionado en una viga apuntalada por el desplazamiento d de un extremo. tanto, para obtener los momentos de empotramien­ to para la condición deflexionada, establezca 0 L = 0 R - d / L y sustituya esas rotaciones de extremo de viga simple en las Ecs.(6.110) y (6.111): M [ = -K¿ (1 + CR) ~ (6.116) M r = - K r (1 + CL) £ (6.117) Si elextremo L es desplazado hacia abajo con res­ pecto a R, d /L será negativo y losmomentos de empotramiento positivos. Para vigas con momento de inercia constante, los momentos de empotramiento están dados por M [ = MfR = - ^ £ (6.118) El momento de empotramiento para una viga apuntalada, como la viga LR mostrada en la figura 6.71, puede obtenerse en forma similar con la Ec. (6.114). Para un momento de inercia variable, (vigas prismáticas). Las curvas en la figura 6.74 permiten también calcular fácilmente los momen­ tos de empotramiento para cualquier tipo de carga sobre una viga prismática. Sin embargo, antes de entrar a las curvas, deben calcularse ciertas caracte­ rísticas de las cargas. Entre éstas se incluyen xL, que representa la posición del centro de gravedad de la carga respecto a una de las cargas; G2 = Lb„2 P„/W, donde b„L es la distancia de cada carga P„ al centro de gravedad de la carga (positiva a la derecha) y S3 = Ib,,' P„/W (vea el caso 8, figura 6.73). Esos valores se dan en la figura 6.73 para algunos tipos comunes de carga. A las curvas en la figura 6.74 se entra en la parte inferior de ellas con la posición a del centro de grave­ dad de la carga con respecto al extremo izquierdo del claro. En la intersección con la curva G apropia­ da, vaya a la izquierda hasta la intersección con la línea S apropiada y luego verticalmente a la escala horizontal que indica el coeficiente m por el cual debe multiplicarse WL para obtener el momento de empo­ tramiento. Las curvas resuelven las ecuaciones: mL = m . = g2[1 “ 3(1 _fl)I + fl(1 ~a)1 + s3 (6121) mR= ^ (6.122) donde M[ es el momento de empotramiento en el soporte izquierdo y M¡¡ es el momento de empotra­ miento en el soporte derecho. Como ejemplo del uso de las curvas, encontrare­ mos los momentos de empotramiento en una viga prismática de 20 ft de claro que soporta una car­ ga triangular de 100 kips, similar a la carga mostra­ da en el caso 4, figura 6.73, distribuida sobre todo el claro, con su intensidad máxima en el soporte derecho. El caso 4 da las características de la carga: y = 1; el centro de gravedad está a L/3 del soporte dere­ cho; entonces, a = 0.67, G2 = 1/18 = 0.056 y S3 = -1/135 = -0.007. Para encontrar M R, entramos a la figura 6.74 en el fondo con n = 0.67 sobre la escala su­ perior y procedemos verticalmente a la posición estimada de la intersección de la coordenada con la curva G2 = 0.06. Luego vamos horizontalmente a la intersección con la línea de S3 = -0.007, como se indica con la línea de rayas en la figura 6.74. Con referencia a la escala en la parte superior del diagra­ ma, encontramos que el coeficiente mR es de 0.10. M '(í)(¿) «”19> Para una viga apuntalada prismática, = ( 6 . 12 0 ) Invierta los signos para un desplazamiento hacia abajo del extremo L. A yu d a s de cálculo p a ra v ig a s p rism áti­ cas ■ En la figura 6.72 se dan los momentos de empotramiento para varios tipos comunes de car­ gas sobre vigas de momento de inercia constante = G2 ( \ - 3 a ) + a \ \ - a ) - S 3 Teoría estructural ■ 6.67 Figura 6 .7 2 Momentos de empotramiento para una viga prismática: (a) para carga concentrada; (b) para carga uniforme; (c) para dos cargas concentradas iguales; (d) para tres cargas concentradas iguales. Similarmente, con el valor 0.67 en la escala inferior, encontramos que el coeficiente m¡ es de 0.07. Por lo tanto, el momento de empotramiento en el soporte derecho es de 0.10 x 100 x 20 = 200 ft-kips, y en el soporte izquierdo es de —0.07 x 100 x 20 = —140 ft-kips. 6 .5 9 Ecuaciones pendiente-desviación En las secciones 6.56 y 6.58, los momentos y los desplazamientos en un miembro de una viga o marco continuo se obtuvieron sumando sus com­ ponentes de viga simple. De manera similar, los momentos y desplazamientos pueden determinar­ se por superposición de las componentes de viga doblemente empotrada. Por ejemplo, este método puede usarse para obtener relaciones entre los mo­ mentos extremos y las rotaciones extremas de una viga; estas relaciones se conocen como ecuaciones de pendiente-desviación. Pueden usarse para calcu­ lar los momentos extremos en vigas continuas. Consideremos un miembro LR de una viga o marco continuo (Fig. 6.75). LR puede tener un mo­ mento de inercia que varíe a lo largo de su longitud. El soporte R se desplaza verticalmente hada abajo una distancia d desde su posición original. Debido a esto y a las cargas sobre el miembro y miembros adyacentes, LR queda sometida a momentos extre­ mos M¡ en L y MRen R. La rotación de extremo total en L es 9L y en R es 0R. Todos los desplazamientos son tan pequeños que el miembro puede conside­ rarse que gira en sentido de las manedllas del reloj un ángulo igual a d /L , donde L es el claro de la viga. Suponga que la rotación se impide en los extre­ mos L y R por medio de momentos extremos m( en L y mR en R. Entonces, por aplicación del principio de superposición (Sección 6.56) y de las Ecs. (6.116) y (6.117), mL = M l - K L ( l + CR)j- (6.123) rnR= M r - (6.124) ( 1 + CL) f 6 .6 8 ■ Sección seis KR = rigidez en R con extremo empotrado en L C l = factor de transporte hacia el extre­ mo L CR = factor de transporte hacia el extre­ mo R donde M[ = momento de empotramiento en L debido a la carga sobre LR Mr = momento de empotramiento en R debido a la carga sobre LR K l = rigidez en L con extremo empotrado en R VL v y = (n + 1 )P nP W= P k— &— _L x=o GM S3= 0 ’ {l"+n G' (1+n)2 y' yL vl xl W W =w yL q3 _ S3= 0 12 b CASO 3 CASO 4 CASO 5 CASO 6 W = n P f* ÜL k < yL yL y L ly l yL yL g2= ^ v 2= 5 ± J.íÍ 12 >*. *L ► ; w = L j y f(x,)dx' y w = f(xl) 2 l_ v3 135 yL____ al x= M v =wyL ^nTíTííglTÍ G2= — y2 -i» ( 1 + n )3 CASO 2 CASO 1 »r S3= i M y 3 n ^2 x=— y 1+n n-1 12 s 3= 0 15 U -idx; L jywx'dx‘ x= 0 l j ywx2dx G2 = j 0------- W CASO 7 w CASO 8 Figura 6 .7 3 Características de cargas. LpW dx S3= 0 W Teoría estructural Como los extremos L y R no están empotrados sino que en realidad experimentan cambios angu­ lares Oí y 0R en L y R, respectivamente, se debe permitir ahora que las juntas giren mientras se aplica un momento extremo M¡_ en L y un momen­ to extremo Mr en R para generar esos cambios angulares (Fig. 6.76). Con el uso de las definiciones del factor de transporte y rigidez con extremo empotrado (Sección 6.58), se encuentra que estos momentos son 0.05 M ' l = Kl (0l + CR0R) (6.125) M r = K r (0r + CL0L) (6.126) 0.10 0.15 USE LA LÍNEA INFERIOR PARA M[ 6 .6 9 Las ecuaciones de pendiente-desviación para LR resultan de sumar M [ a m¡_, lo que da M L y de sumar Mr a ntR, lo que da M K: M l = Kl (0l + C M + M [ - K l (1 + CR) j- M r = ACr (0r + CL0L) + M r - R r (1 + CL) - (6.127) (6.128) Para vigas con momento de inercia constante, las ecuaciones de pendiente-desviación son 0.20 aL USE LA LÍNEA SUPERIOR PARA Mf, ■ W m WF WL Figu ra 6 .7 4 Gráfica de momentos de empotramiento ocasionados por cualquier tipo de carga. 6 .7 0 ■ Sección seis donde a está dada por la Ec. (6.99) y ¡3 por la Ec. (6.100). Para vigas con momento de inercia cons­ tante: ° L = 3 E I (M i~ = Figura 6 .7 5 Los momentos de extremo M L y M R restringen contra rotación los extremos del claro cargado LR de una viga continua cuando un extre­ mo se desplaza. Mr = ^ donde (0R+ \ eL) + - £ (6.130) E = módulo de elasticidad I = momento de inercia de la sección transversal Note que si el extremo L se mueve hacia abajo con respecto a R, el signo para d en las ecuaciones anteriores debe cambiarse. Si los momentos extremos M L y M R son conoci­ dos y las rotaciones extremas deben determinar­ se, las Ecs. (6.125) a la (6.128) pueden resolverse para 0 L y 0 R u obtenerse por superposición de com­ ponentes de viga simple, como se hizo en la sección 6.58. Para vigas con momento de inercia variable a lo largo del claro: 0L = a l - (Mr - 6 R= (MR- M F R) a R- { M L- M F L) /3 + ^ M r) 0 + (6.131) " 6E7 (M r ~ M í) + L + (6'133) (6.134) Las ecuaciones de pendiente-desviación pueden usarse para determinar los momentos y rotaciones extremas de daros de vigas continuas escribiendo ecuaciones de compatibilidad y equilibrio para las condiciones en cada soporte. Por ejemplo, la suma de los momentos en cada soporte debe ser cero. También, debido a la continuidad, los extremos de todos los miembros en un soporte deben girar el mismo ángulo. Por consiguiente, ML para un claro, dado por la Ec. (6.127) o la (6.129), debe ser igual a -M r para el claro adyacente, dado por la Ec. (6.128) o la (6.130), y la rotación 0 extrema en ese soporte debe ser la misma en ambos lados de la ecuación. Con las rotaciones extremas en los soportes como incógnitas, puede escribirse para cada soporte una de estas ecuaciones. Con las rotaciones extremas determinadas al resolver simultáneamente las ecua­ ciones, los momentos extremos pueden calcularse con las ecuaciones de pendiente-desviación y la viga continua puede ahora tratarse como estática­ mente determinada. Vea también las secciones 6.60 y 6,66. (C.H. Norris y otros, Elementary Structural Amlysis, tercera edición, McGraw-Hill Book Company, Nueva York.) (6.132) 6 .6 0 Figura 6 .7 6 Los momentos aplicados en los ex­ tremos de una viga simple producen rotaciones en ellos. Distribución de m om entos Las propiedades de las vigas empotradas presenta­ das en la sección 6.58 permiten el cálculo de los momentos de extremo en vigas y marcos continuos por distribución de momentos en los que los mo­ mentos de extremo inducidos por cargas o despla­ zamientos de los nudos, se distribuyen sobre todos los claros. La distribución se basa en la hipótesis de que la traslación se impide en todos los nudos y soportes, que la rotación de los extremos de todos los miembros que llegan a una junta es la misma y que la suma de los momentos extremos en cada nudo es igual a cero. Teoría estructural (a) ■ 6.71 (b) Figura 6 .7 7 El nudo formado por cuatro miembros de un marco simple es girado por un momento aplicado, (a) Curva elástica; (b) factores de rigidez y de distribución de momento. El marco en la figura 6.77 consta de cuatro miem­ bros prismáticos rígidamente conectados entre sí en O y empotrados en los extremos A, B, C y D. Si se aplica un momento U externo en O, la suma de los momentos extremos en O de cada miembro, debe ser igual a U. Además, todos los miembros deben girar en O el mismo ángulo 9 ya que se supone que están rígidamente conectados en ese punto. Por lo tanto, por la definición de rigidez con extremo em­ potrado (sección 6.58), la proporción de U inducida en o "distribuida" al extremo de cada miembro en O, es igual a la razón de la rigidez de ese miembro a la suma de las rigideces de todos los miembros en O. Esta razón se llama factor de distribución en O para el miembro. Suponga que se aplica un momento de 100 ft-kip en O, como se indica en la figura 6.77b. Se supone que la rigidez relativa (o l/L ) es la mostrada en el círculo en cada elemento. Los factores de distribu­ ción para el momento en O se calculan con las rigideces y se muestran en los cuadros. Por ejem­ plo, el factor de distribución para OA es igual a su rigidez dividida entre la suma de las rigideces de todos los miembros que llegan al nudo: 3/(3 + 1 + 4 + 2) = 0,3. Por tanto, el momento inducido en OA en O es 0.3 x 100 = 30 ft-kips. De manera similar, OB recibe 10 ft-kip, OC 40 ft-kips y OD 20 ft-kips. Como los extremos lejanos de estos elementos están empotrados, se transporta a ellos la mitad de estos momentos (sección 6.58). Entonces, MÁO = 0.5 x 30 = 15; M so = 0.5 x 10 = 5; Meo = 0.5 x 40 = 20 y MDO = 0 . 5 x 2 0 = 10. La mayoría de las estructuras consisten en mar­ cos rígidos similares al mostrado en la figura 6.77 e incluso más sencillos, unidos entre sí. Aunque los extremos de los miembros no estén empotrados, la técnica empleada para el marco de la figura 6.77 se puede aplicar para encontrar los momentos en tales estructuras continuas. Claro con a p o y o sim ple ■ Antes de pre­ sentar el método general, vale la pena dar a conocer una simplificación. Se puede usar con ventaja el hecho de que un elemento tiene un extremo articu­ lado para reducir el trabajo en la distribución de momentos. Esto se hace con el uso de la rigidez real del elemento, en lugar de la rigidez con extremo empotrado. (Para una viga prismática, la rigidez de un elemento con un extremo articulado es -Vi partes de la rigidez con extremo empotrado; para una viga con momento variable de inercia es igual a la rigidez con extremo empotrado multiplicado por 1 - CLCR en donde C¡ y CR son los factores de transporte del extremo empotrado hacia cada extre- 6 .7 2 ■ Sección seis 3> PRIMER CICLO M . DE E M P O T R A M IE N T O D IS T R IB U C IÓ N EN A D IS T R IB U C IÓ N EN B 3 < - -400 -400 -400 + 200 -51 D IS T R IB U C IÓ N E N C M OM ENTOS c raí -480 -480 -540 +540 ■69 -34 -47 -24 +24 +47 -493 +564 +549 -525 +493 -10 -14 -7 +2 +4 +3 -537 +490 -490 SEGUNDO CICLO D IS T R IB U C IÓ N EN B D IS T R IB U C IÓ N E N C M O M E N T O S FIN A LES Figura 6 .7 8 -539 -2 +566 Distribución de momentos en una viga por aproximaciones convergentes. mo de la viga). Naturalmente, el factor de transpor­ te hacia la articulación es cero. Liberación del m om ento y distribución ■ Cuando los extremos de las vigas no están ni empotrados ni articulados, sino que están restrin­ gidos por momentos elásticos, los momentos se pueden distribuir con una serie de aproximaciones convergentes. Primero se fijan todas las juntas con­ tra rotación. Como resultado, las cargas crearán momentos de empotramiento (sección 6.58) en los extremos de cada elemento sometido a carga. En cada junta se requiere un momento igual a la suma algebraica de los momentos en los extremos empo­ trados en la junta, para mantenerla fija. Pero si la junta en realidad no está empotrada, no existe el momento desequilibrado. Éste se puede eliminar con la aplicación de un momento igual, pero opues­ to. Se libera una junta cada vez con la aplicación de un momento igual, pero de signo opuesto al mo­ mento desequilibrado. El momento de liberación se debe distribuir a los miembros en la junta en pro­ porción a sus rigideces con extremo empotrado. Como resultado, el extremo alejado de cada miem­ bro debe recibir un momento de transporte igual al momento distribuido, multiplicado por un factor de transporte (sección 6.58). Después de haber liberado todas las juntas cuan­ do menos una vez, suele ser necesario repetir el proceso —en ocasiones, varias veces— antes de que las correcciones a los momentos de empotramiento sean despreciables. Para reducir el número de ci­ clos, se empiezan a liberar las juntas que tienen los momentos desequilibrados mayores. En el cálculo de los momentos desequilibrados deben incluirse, además, los momentos de transporte y los momen­ tos de empotramiento. Ejem plo ■ Suponga que se requiere encontrar los momentos de extremo para la viga continua ABCD en la figura 6.78, dados los momentos de empotramiento en la primera línea de la figura. Los valores de l / L para todos los claros son en este caso iguales; por tanto, la rigidez relativa con extremo empotrado para todos los miembros es la unidad. Pero como A es un extremo articulado, el cálculo puede abreviarse si se utiliza la rigidez relativa verdadera, que es de 44. Las rigideces relativas para todos los miembros se anotan en el círculo en el centro de cada' miembro. Los factores de distribu­ ción se indican en los rectángulos en cada nudo. Para empezar el cálculo se balancean los mo­ mentos empotrados (primera línea en la figura 6.78). El momento desbalanceado más grande, por Teoría estructural inspección, ocurre en el extremo A articulado y es de —400; por tanto, primero se libera este nudo. Dado que no hay otros miembros en el nudo, se distribuye la totalidad del momento de liberación de +400 sobre AB en A y se transporta la mitad de este valor a B. Ahora, el desequilibrio en B es de +400 —480 más el momento transportado de +200 desde A, o sea un total de +120. Por ello, se debe aplicar un momento de -120 y distribuirlo a los elementos en B multiplicándolo por los factores de distribu­ ción dados en los rectángulos correspondientes. Ahora, para encontrar el momento neto en B se suman los momentos en los extremos empotrados y los distribuidos en el nudo. Por lo general, es más conveniente posponer esta suma hasta que se halla completado el último ciclo de la distribución. Después de liberar B, no es necesario transportar a A el momento distribuido en BA, porque el factor de transporte hacia el extremo articulado es cero. Pero se transporta a C la mitad del momento distri­ buido a BC. En forma similar se libera el nudo C y se transporta la mitad de los momentos distribuidos a B y D, respectivamente. No se debe liberar el nudo D porque, en realidad, es un extremo empotrado. Con esto, concluye el primer ciclo de distribución de momentos. El segundo ciclo se efectúa de la misma manera. Se libera el nudo B y se transporta a C la mitad del momento distribuido en BC. Para concluir el ciclo, se libera a C. Para obtener los momentos finales, se suman los momentos de empotramiento con los distribuidos. 6.61 M om entos m áx im o s en m arcos continuos En los marcos continuos, los momentos extremos máximos y los momentos internos máximos se pro­ ducen por diferentes combinaciones de cargas. Para el momento máximo extremo en una viga, se debe colocar la carga viva en esa viga y en la viga adya­ cente al extremo para el cual se va a calcular el momento. Se debe suponer que los claros adyacen­ tes a estos dos, sólo soportan cargas muertas. Para los momentos máximos en el centro del claro, la viga en consideración debe tener su carga completa, pero se puede suponer que los claros adyacentes sólo llevan cargas muertas. El trabajo implicado en la distribución de mo­ mentos debido a cargas muertas y vivas en los ■ 6.73 marcos continuos de edificios, se puede simplificar mucho si se aísla cada piso. Se puede suponer que las partes superiores de las columnas superiores y las partes inferiores de las columnas inferiores están empotradas. Además, los cálculos se pueden condensar considerablemente siguiendo el procedi­ miento recomendado en "Continuity in Concrete Building Frames", EB033D Portland Cement Association, Skokie, 111. 60077, que se ilustra en la figura 6.79. En la figura 6.79 se presenta el cálculo completo de los momentos de extremo y en el centro del claro máximos en cuatro vigas de piso AB, BC, CD y DE. Se supone que las columnas están empotradas en los pisos arriba y abajo de esas vigas. Para empezar, no se conocen ningunas de las secciones de las vigas o de las columnas; por tanto, como punto de parti­ da, se supondrá que todos los miembros tienen rigidez unitaria con extremo fijo, como se indica en la primera línea del cálculo. M om entos en la s co lu m n a s ■ La segun­ da línea da los factores de distribución (sección 6.60) para cada extremo de las vigas; los momentos de las columnas no se calcularán hasta haber completado la distribución de los momentos a las vigas. Luego se puede calcular con facilidad la suma de los mo­ mentos de las columnas en cada nudo ya que son los momentos necesarios para que la suma de los momentos extremos en el nudo sea igual a cero. Después se puede distribuir la suma de los momen­ tos de las columnas en cada nudo a cada columna que hay en él, en proporción a su rigidez. En este ejemplo, cada columna recibirá la mitad de la suma de los momentos de las columnas. Los momentos de empotramiento en cada extre­ mo de viga por carga muerta, se muestran en la tercera línea, justo encima de la línea horizontal y los momentos de empotramiento por carga viva más carga muerta se muestran sobre la cuarta línea. Los momentos correspondientes en el centro del claro para la condición de extremos empotrados también se muestran en la cuarta línea e igual que los momentos de extremo serán corregidos para dar los momentos reales en el centro del claro. M o m en to s e x tre m o s m á x im o s ■ Para obtener el momento máximo en el extremo A, la viga A B debe estar totalmente cargada pero BC debe sólo llevar carga muerta. Manteniendo empotrado el nudo A, liberamos primero el nudo B que tiene 6 .7 4 ■ Sección seis 1 RIGIDEZ ' 1 2. FACTOR DE DISTRIBUCIÓN 0.33 0.25 0.25 0.25 0.25 3. M. DE EMP. POR C. MUERTA — + 91 -37 +37 -70 +78 -147 + 85 -2 -11 +7 -7 6 -158 +21 +21 +97 -137 + 101 -172 +99 + 172 -78 + 73 -17 + 11 + 29 -1 -1 6 SUMA -189 -1 8 + 201 -79 7. DISTRIBUCIÓN +63 -30 -30 8. MOMENTOS MÁXIMOS -126 + 128 + 171 -109 4 .M .D EE M P . POR C. TOTAL 5. MOMENTO TRANSPORTADO Figura 6 .7 9 -1 .73 1 1 0.33 0.25 0.25 170 — -59 + 147 -126 + 63 + 126 -21 + 13 +7 + 9 + 161 -147 +5 + 133 + 14 -4 -4 + 157 -151 -44 + 81 +89 Distribución de momentos en un marco continuo por aproximaciones convergentes. un momento de empotramiento por carga total de +172 en BA y un momento de empotramiento por carga muerta de -3 7 en BC. Por tanto, el momento de liberación requerido es de -(172 - 37) = -135. Cuando se libera B, se distribuye un momento de -135 x 0.25 a BA. La mitad de éste se transporta a A, o sea, -135 x 0.25 x 0.5 = -17. Este valor se anota como el transporte en A, en la quinta línea de la fi­ gura 6.79. Después se vuelve a empotrar el nudo B. En A, para el cual estamos calculando el momen­ to máximo, se tiene un momento de empotramiento por carga total de -172 y un momento transportado de -17, dando un total de -189, que se muestra en la sexta línea. Para liberar A se debe aplicar un momento de +189 al nudo. De éste, 189 x 0.33 = 63, se distribuyen a AB, como se indica en la séptima línea. Finalmente, el momento máximo en A se encuentra sumando las líneas 6 y 7: -189 + 63 = -126. Para el momento máximo en B, tanto AB como BC deben tener carga completa, pero CD sólo debe llevar carga muerta. Comenzamos la determinación del momento máximo en B liberando primero los nudos A y C, para los cuales los momentos trans­ portados correspondientes en BA y BC son +29 y - (+78 - 70) x 0.25 x 0.5 = -1 , que se muestran en la quinta línea de la figura 6.79. Estos llevan los mo­ mentos totales de empotramiento en BA y BC a + 201 y -79, respectivamente. El momento de libe­ ración requerido es de -(201 - 79) = -122. Multipli­ cando éste por los factores de distribución para BA y BC cuando se libera el nudo B, encontramos los momentos distribuidos de -3 0 , anotados en la línea 7. Los momentos de extremo máximos se obtienen finalmente sumando las líneas 6 y 7: +171 en BA y -109 en BC. Los momentos máximos en C, D y E se calculan y anotan en la figura 6.79 de manera simi­ lar. Este procedimiento es equivalente a dos ciclos de distribución de momentos. M om entos m á x im o s en el centro del c la ­ ro ■ El cálculo de los momentos máximos en el centro del claro en la figura 6.79, se basa en la suposición de que en cada viga, el momento en el centro del claro es la suma del momento en el centro del claro de una viga simplemente apoyada y la mitad de la diferencia algebraica de los momentos finales de extremo (el claro lleva carga completa, pero los claros adyacentes sólo carga muerta). Sin embargo, en vez de empezar con el momento de la viga simplemente apoyada, empezamos por conve­ niencia con el momento en el centro del claro para la condición de extremos empotrados y luego apli­ camos dos correcciones. En cada claro, estas correc­ ciones son iguales a los momentos transportados anotados en la línea cinco para los dos extremos de la viga multiplicados por un factor. Para vigas con momento de inercia variable, el factor es ± V i (1 /C + D - 1), donde C es el factor de Teoría estructural ■ 6.75 lista para el extremo de cada miembro en una es­ tructura, del momento inducido en ese extremo cuando se aplica un momento (por conveniencia, + 1000) a cada nudo sucesivamente. Una vez prepa­ rada esta tabla, no es necesaria ninguna distribución adicional de momentos para calcular los momentos extremos debidos a cualquier condición de carga. Para un patrón específico de cargas, el momento M ab en cualquier extremo de una viga se puede obtener con la tabla de influencia de momento mul­ tiplicando las entradas bajo AB para los diversos nudos por los momentos reales sin balancear en esos nudos divididos entre 1000 y sumándolos. (Vea también la sección 6.64 y las tablas 6.3 y 6.4). Figura 6 .8 0 Marco rígido con carga lateral. transporte con extremo empotrado hacia el extremo para el cual se calcula el factor de corrección y D es el factor de distribución para ese extremo. Se usa el signo más para corregir el transporte en el extremo derecho de una viga y el signo menos para el trans­ porte en el extremo izquierdo. Para vigas prismáti­ cas, el factor de corrección es ± h (1 + D). Por ejemplo, para encontrar las correcciones al momento en el centro del claro en AB, multiplica­ mos primero el momento transportado en A en la línea 5, —17 por —h (1 + 0.33). La corrección, +11, también se anota en la quinta línea. Luego multi­ plicamos el momento transportado en B, +29, por +V5 (1 + 0.25) y se anota la corrección, que es de +18, en la línea 6. El momento final en el centro del claro es la suma de las líneas 4 ,5 y 6: +99 + 11 + 18 = +128. Los otros momentos en los centros de los claros en la figura 6.79 se obtienen de manera similar. En las secciones 15.9 y 15.10 se dan métodos aproximados para determinar los esfuerzos por viento y sismo en edificios altos. 6 .6 2 Factores de influencia de m om ento Para ciertos tipos de estructuras, en particular en aquellas en que se necesita investigar diferentes tipos de condiciones de carga, puede ser más con­ veniente encontrar los momentos máximos de ex­ tremo con una tabla de factores de influencia de momento. Esta tabla se prepara elaborando una 6 .6 3 Procedim iento p a ra d e sp la za m ie n to lateral En algunas estructuras es conveniente conocer el efec­ to de un movimiento de un soporte, normal a la posición original. Pero el método de la distribución de momentos se basa en la hipótesis de que no ocurre tal movimiento de apoyo. Sin embargo, el método se puede modificar para evaluar los momentos extre­ mos resultantes de un movimiento de los apoyos. El procedimiento consiste en distribuir los mo­ mentos en la manera usual, suponiendo que no hay desplazamientos en los apoyos. Esto implica que se ejercen fuerzas externas adicionales en los apoyos para evitar el movimiento. Esas fuerzas pue­ den calcularse. Luego se aplican fuerzas iguales y opuestas a la estructura para producir la configu­ ración final y los momentos que inducen se distri­ buyen en la forma acostumbrada. Esos momentos sumados a los obtenidos sin movimiento de los apoyos, producen los momentos finales. Ejem p lo : c a r g a a x ia l h o rizo n ta l ■ Su­ póngase que el marco rígido de la figura 6.80 está sometido a una carga horizontal de 2000 Ib al nivel de la viga BC y que actúa hacia la derecha. El primer paso es calcular los factores de influencia de mo­ mentos, con la aplicación de momentos de +1000 en los nudos B y C (sección 6.62) en el supuesto de que se ha evitado el desplazamiento lateral y elaborar la distribución de momentos de la tabla 6.3. Como no hay carga intermedia en la viga y las columnas, los únicos momentos de empotramiento que deben considerarse son los de las columnas, producidos por el desplazamiento lateral del marco. 6 .7 6 ■ Sección seis TABLA 6 .3 Factores de influencia de momentos para la figura 6.80 +1000 en C los momentos en los extremos. Se tiene una de tales ecuaciones para cada columna. Al sumar estas ecua­ ciones y tener en cuenta que la suma de las fuerzas cortantes es igual a 2000 Ib, se obtiene 351 -105 - M(2052 + 1104 + 789 + 895) = - 2000 x 20 702 -210 298 Miembro +1000 en B AB BA BC C.B 70 210 579 CD -70 421 DC -35 210 Sin embargo, este desplazamiento no se conoce inicialmente. Suponemos entonces un desplaza­ miento arbitrario que produzca un momento de empotramiento de -1000M en la parte superior de la columna CD. M es una constante desconoci­ da que se va a determinar a partir del hecho de que la suma de las fuerzas cortantes en las columnas deflexionadas debe ser igual a la carga de 2000 Ib. La misma deflexión también produce un momen­ to de —1000M en la parte inferior de CD [vea la Ec. (6.118)]. Con la geometría de la estructura se observa también que la deflexión de B con relación a A es igual a la deflexión de C con relación a D. Entonces, de acuerdo con la Ec.6.118, los momentos de empo­ tramiento de las columnas de este marco, son pro­ porcionales a las rigideces de las columnas y, por tanto, son iguales en AB a - 1000M x ^ = - 3000M. Los momentos de empotramiento de las columnas se anotan en la primera línea de la tabla 6.4, que es la tabla de lista de momentos para la figura 6.80. En la posición deflexionada del marco se liberan en sucesión los nudos B y C. Primero se aplica un momento de liberación de + 3000M en B. Para dis­ tribuirlo, se multiplican por 3 las anotaciones en las columnas marcadas "+ 1000 en B", en la tabla 6.3. En forma similar se aplica un momento de libera­ ción de + 1000M en C y se distribuye con la ayuda de los factores de influencia de momentos. Los mo­ mentos distribuidos se anotan en la segunda y ter­ cera líneas de la tabla de momentos. Los momentos finales son la suma de los momentos de empotra­ miento y los momentos distribuidos y se muestran en la cuarta línea de la tabla 6.4, en términos de M. Al aislar cada columna y tomar momentos con respecto a un extremo, se encuentra que el momento de volteo debido al cortante es igual a la suma de con la cual se encuentra que M = 8.26. Este valor se sustituye en los totales por desplazamiento lateral (línea 4) en la tabla de lista de momentos, para obtener los momentos en los extremos para la carga horizontal de 2000 Ib (línea 5). Ejem plo: c a rg a v e rtica l en v ig a ■ Su­ póngase que se aplica una carga vertical de 4000 libras en BC del marco rígido en la figura 6.80, a 5 pies desde B. En este caso también se pueden usar los mismos factores de influencia de momentos y tabla de momentos para determinar con un mínimo de trabajo los momentos en los extremos. El momento de empotramiento en B, con el des­ plazamiento lateral impedido es - 12 800 y en C es de +3200 (Fig. 6.72a). Con los nudos todavía fijos, se permite un movimiento lateral de una cantidad arbitraria al marco, de modo que además de los momentos de empotramiento debidos a la carga de 4000 Ib, se inducen momentos de empotramiento en la columna, de -3000M en A y B y de -1000M en C y D. La tabla de momentos ya indica en la Enea 4 el efecto de liberar estos momentos en las columnas al soltar los nudos B y C. Ahora hay que superponer el efecto de soltar los nudos B y C para liberar los momentos de empotramiento por carga vertical. Esto se puede hacer con la ayuda de los factores de influencia de momentos. La distribución se indica en las líneas 7 y 8 de la tabla 6.4, que es la tabla de momentos. Las sumas de los momentos de empo­ tramiento y de los momentos distribuidos para la carga de 4000 Ib se indican en la línea 9. La incógnita M se puede evaluar por el hecho de que la suma de las fuerzas horizontales que actúan sobre las columnas, debe ser cero. Esto equivale a requerir que la suma de los momentos en los extre­ mos de la columna sean iguales a cero: -M (2052 + 1104 + 789 + 895) + 4826 + 9652 -2244-1121 =0 de donde M = 2.30. Este valor se sustituye en la línea 4 de la tabla 6.4 para obtener los momentos por Teoría estructural ■ 6.77 TABLA 6 .4 Tabla de momentos para la figura 6.80 Tipos de momentos AB BA 1. Momento de empotramiento por desplazamiento lateral (ladeo) -3000M -3000M 2. Distribución para B +1053M -2106M + 894M + 210 M -210A4 -105M 3. Distribución para C -105M -2 1 0M +210M + 579M +421M +210M -1104M + 1104M + 789M -9100 + 9100 +6500 -1 2 800 + 3200 4. M final por ladeo -2052M 5. Para la carga horizontal de 2000 Ib -1 7 000 6. Momentos de empotramiento por carga vertical de 4000 Ib BC CB CD -1000M -789M -6500 DC -1000M -895M -7400 7. Distribución para B + 4490 +8980 + 3820 + 897 -897 -448 8. Distribución para C + 336 +672 -672 -1853 -1347 -673 + 4826 +9652 -9 6 5 2 + 2244 -2244 -1121 -4710 -2540 + 2540 + 1810 -1810 -2060 + 116 +7112 -7112 + 4054 —4054 -3181 9. Momentos sin ladeo presente 10. Momentos por ladeo 11. Momentos por carga vertical de 4000 Ib desplazamiento lateral para la carga de 4000 Ib (línea 10). La adición de estos momentos a los totales para el caso de desplazamiento lateral nulo (línea 9) da los momentos finales (línea 11). M arco s de n iveles m últiples ■ Este pro­ cedimiento permite el análisis de marcos de un piso con vigas rectas, mediante la solución de una ecua­ ción con una incógnita, cualquiera que sea el núme­ ro de vanos. Si el marco es de múltiples niveles, el procedimiento puede aplicarse a cada piso. Como se introduce una deflexión horizontal arbitraria en cada piso o al nivel del techo, existen tantas incóg­ nitas y ecuaciones como pisos. (Vea en las secciones 15.9 y 15.10 métodos aproximados para determinar las fuerzas por viento y sismo en edificios de gran altura.) M arco s con a rc o s ■ El procedimiento es más difícil de aplicar a marcos con miembros curvos o poligonales entre las columnas. El efecto del cam­ bio en la proyección horizontal de la porción curva o poligonal del marco debe incluirse en los cálculos. En muchos casos puede ser más fácil analizar el marco como una viga curva (arco). 6 .6 4 Distribución d e la c a rg a a m arcos y m uros de cortante Todas las estructuras deben tener la capacidad de transmitir cargas laterales a sus cimentaciones que deben tener alta resistencia al desplazamiento; tales cargas pueden generarse por viento, sismos o frena­ do de vehículos. Por medio de diversos tipos de arriostramientos como puntales, tirantes, diafrag­ mas, armaduras y muros de cortante se logra este propósito. Los diversos miembros del arriostramiento se diseñan comúnmente para interactuar como un sis­ tema. Se requiere entonces, por medio del análisis estructural, determinar la distribución de las cargas laterales a los miembros del arriostramiento. El aná­ lisis puede basarse en los principios presentados en las secciones anteriores pero se requiere conocer las características estructurales, o bien suponerlas, de las componentes del sistema. Por ejemplo, supon­ gamos que un diafragma horizontal, como una losa de piso de concreto, va a usarse para distribuir las fuerzas horizontales a varias armaduras verticales paralelas. En este caso, la distribución dependerá no sólo de la resistencia relativa de las armaduras a las 6 .7 8 ■ Sección seis fuerzas horizontales, sino también de la rigidez (o flexibilidad) del diafragma. En edificios altos, los muros de cortante, que actúan como voladizos verticales y suelen también usarse para soportar parte de las cargas de grave­ dad, son espaciados a intervalos apropiados para transmitir las cargas laterales a las cimentaciones. Un marco consiste en armaduras verticales o en pórticos rígidos continuos localizados en un plano (Fig. 6.81a). Las armaduras constan usualmente de un entramado de columnas, trabes horizontales y riostras diagonales (Figs. 6.81b a la 6.81c). Los mar­ cos rígidos están compuestos de trabes y columnas con conectores de viento entre ellas para darles continuidad (Fig. 6.81f). Los muros de cortante son voladizos delgados, usualmente construidos de concreto pero a veces también de manipostería o de placas de acero (Fig. 6.81g). Ellos requieren arriostramiento normal a su plano. Cuando los marcos o los muros de cortante están conectados por diafragmas rígidos de manera que puedan deflexionarse igualmente bajo cargas hori­ zontales, la proporción de la carga horizontal total en cualquier nivel tomada por un marco o un muro de cortante paralelo a la carga, depende de la rigi­ dez relativa de éstos. La rigidez de este arriostramiento es inversamente proporcional a su deflexión bajo una carga horizontal unitaria. Cuando la línea de acción de la resultante de las fuerzas laterales no pasa por el centro de rigi­ dez del sistema vertical resistente a las fuerzas laterales, debe considerarse la distribución de las fuerzas rotacionales así como la distribución de las fuerzas traslacionales. Si se usan diafragmas relativamente rígidos, las fuerzas torsionales pue­ den distribuirse a los marcos o muros de cortante en proporción a sus rigideces relativas y a sus distancias desde el centro de rigidez. Un diafrag- MUROSDE CORTANTE VIGA DE FACHADA COLUMNAS MARCO DE CONTRAVENTEO (a) ( 9) / \/\ / \/\ /\/\ M (b) (c) (e> <f) Figura 6.81 La estructura del edificio resiste las fuerzas laterales con (a) marcos de contraventeo o (g) muros de cortante o una combinación de los dos. Los marcos pueden estar arriostrados de varias maneras, incluyendo (b) arriostramiento en X, (c) arriostramiento en K, (d) arriostramiento en V invertida, (e) arriostramiento de rodilla y (f) conexiones rígidas. Teoría estructural ma flexible no debe considerarse capaz de distri­ buir fuerzas torsionales. D eflexio n es de m arco s y m uros de cor­ tante ■ Las deflexiones horizontales en los pla­ nos de marcos y muros de cortante pueden calcu­ larse suponiendo que ellos actúan como voladizos. Las deflexiones de marcos arriostrados pueden cal­ cularse con el método de la carga virtual unita­ ria (Sección 6.54) o con un método matricial. Las deflexiones de marcos rígidos pueden calcularse sumando los desplazamientos laterales de los pisos, determinados por distribución de momentos (Sec­ ción 6.60) o por un método matricial. Las deflexio­ nes de muros de cortante pueden calcularse con las fórmulas dadas en la Sección 6.32, con el método de la carga virtual unitaria o con un método matricial. Para un muro de cortante, la deflexión en su plano inducida poruña carga en su plano es la suma de la deflexión por flexión como voladizo y la defle­ xión debida a cortante. Para un muro con sección transversal rectangular sólida, la deflexión en su parte superior debido a una carga uniforme es 1.5wH ó=■ Et donde f-^1 -U ! L . (6.135) w = carga lateral uniforme H = altura del muro £ = módulo de elasticidad del material del muro f = espesor del muro L = longitud del muro Para un muro de cortante con una carga concentra­ da P en su parte superior, la deflexión en tal lugar es ,3 (6.136) 6c~ Et Pero si el muro está empotrado contra rotación en la parte superior, la deflexión es h Et L y h + 3L (6.137) Cuando los muros de cortante contienen abertu­ ras, como puertas, corredores o ventanas, el calcu­ lo de las deflexiones y rigideces se vuelven más complicados. Sin embargo, pueden usarse métodos aproximados. ■ 6.79 (F.S.Merritt y Jonathan T.Ricketts, "Building De­ sign and Construction Handbook", cuarta edición, McGraw-Hill Publishing Co., Nueva York.) 6 .6 5 V ig a s con esfu erzo s plásticos Cuando un material elástico, como el acero estructu­ ral se carga con una carga gradualmente creciente, los esfuerzos son proporcionales a las deformaciones unitarias casi hasta el punto de fluencia. Si el material también es dúctil, como el acero, continuará sopor­ tando carga más allá del punto de fluencia, si bien las deformaciones unitarias se incrementan rápidamen­ te con poco aumento en la carga (Fig. 6.82a). Similarmente, una viga hecha con un material dúctil continúa tomando más carga después que los esfuerzos en las superficies exteriores alcanzan el esfuerzo de fluencia. Sin embargo, los esfuerzos ya no variarán linealmente con la distancia desde el eje neutro y la fórmula de la flexión [Ec. (6.44)] ya no es válida; pero si se hacen hipótesis simplificatorias, aproximando la relación esfuerzo-deformación imi­ taría más allá del límite elástico, la capacidad de carga de la viga puede calcularse con exactitud razonable. El módulo de ruptura se define como el esfuer­ zo calculado con la fórmula de la flexión para el momento flexionante máximo que una viga sopor­ ta en la falla. É sten o esu n verdadero esfuerzo pero se usa a veces para comparar la resistencia de la vigas. Para un material dúctil puede suponerse la rela­ ción esfuerzo-deformación unitaria idealizada mos­ trada en la figura 6.82b. El esfuerzo es proporcional a la deformación unitaria hasta que se alcanza el esfuerzo de fluencia f y, después de lo cual la defor­ mación unitaria crece bajo esfuerzo constante. Para una viga de este material, se supone tam­ bién que: 1. Las secciones planas permanecen planas, es de­ cir, las deformaciones unitarias son proporcio­ nales a sus distancias al eje neutro. 2. Las propiedades de este material en tensión son las mismas que en compresión. 3. Sus fibras se comportan igual en flexión que en tensión. 4. Las deformaciones permanecen pequeñas. 6 .8 0 ■ Sección seis En la figura 6.83a se muestra una distribución de deformaciones unitarias en la sección transver­ sal de una viga rectangular con base en estas hi­ pótesis. En el punto de fluencia, la deformación unitaria es £y y la curvatura é y, es como se indica en (1). En (2), la deformación ha crecido varias veces pero la sección permanece aún plana. Finalmente, en la falla, (3), las deformaciones unitarias son muy grandes y casi constantes a través de las mitades inferior y superior de la sección. En la figura 6.83b se muestran las distribuciones correspondientes del esfuerzo. En el punto de fluen­ cia (1), los esfuerzos varían linealmente y el máximo es f y. Al incrementarse la carga cada vez más, un mayor número de fibras alcanzan el punto de fluen­ cia y la distribución del esfuerzo se vuelve casi constante, como se indica en (2). Finalmente, en la falla (3), los esfuerzos son constantes a través de las partes superior e inferior de la sección e iguales al esfuerzo en el punto de fluencia. El momento resistente en la falla para una viga rectangular puede calcularse con el diagrama de esfuerzo de la etapa 3. Si b es el ancho del miembro y d su peralte, el momento último para una viga rectangular es ,, M2 , Mp - A f i tribución de momentos. Por ejemplo, considere una viga doblemente empotrada con carga uniforme. En la zona elástica, los momentos en los extremos son M l = M r = W L /12, mientras que el momento Me en el centro del claro es de WL/24. La carga, cuando se alcanza el límite de fluencia en las fibras externas es Wy = 12My/L. Con esta carga, la capaci­ dad de momento de los extremos de la viga está casi agotada; las articulaciones plásticas se forman ahí cuando el momento alcanza el valor Mp. Cuando se aumenta la carga, los extremos giran bajo un mo­ mento constante y la viga se deflexiona como una viga simplemente apoyada. El momento en el cen­ tro del claro aumenta hasta que se agota la capaci­ dad de momento en esa sección y se forma ahí una articulación plástica. La carga que ocasiona esa con­ dición es la carga última W„ porque, al haber tres articulaciones en el claro, se forma un mecanismo (6.138) Como el momento resistente en la etapa 1 es My = fybd 2 / 6, la viga toma 50% más momento antes de la falla que cuando se alcanza primero el punto de fluencia en las fibras exteriores (Mp/My = 1.5). Una sección circular tiene una razón M¡}/Mv de aproximadamente 1.7, mientras que una sección en diamante tiene una razón de 2. El perfil laminado promedio de patín ancho de acero tiene una razón de aproximadamente 1.14. La relación entre momento y curvatura en una viga puede suponerse similar a la relación esfuer­ zo-deformación unitaria mostrada en la figura 6.82b. La curvatura 0 varía linealmente con el momento hasta que My = M p, después de lo cual 0 crece indefinidamente bajo momento constante; es decir, se forma una articulación plástica. R edistrib ución de m o m en to s ■ Esta ca­ pacidad de una viga dúctil para formar articulacio­ nes plásticas, permite que una viga empotrada o continua lleve más carga después de que se alcanza el Mp en una sección, porque tiene lugar una redis­ (a) IN TERVALO PLA STIC O . 40 H - 20 rvi ce 0 0.1 0.5 1.0 1.5 DEFORMACIÓN UNITARIA, IN/IN X 1 0 '2 00 Figura 6 .8 2 La relación esfuerzo-deformación unitaria para un material dúctil es generalmente similar a la curva en (a). Para simplificar el análisis plástico, la porción de (a) encerrada por las líneas de rayas es aproximada por la curva en (b), que se extiende hasta el intervalo en que comienza el en­ durecimiento por deformación. Teoría estructural (a) DISTRIBUCIÓN DE LA DEFORMACIÓN (b) DISTRIBUCION DEL ESFUERZO Figura 6 .8 3 La distribución de la deformación se muestra en (a) y la distribución del esfuerzo en (b) para una sección transversal de una viga rectangu­ lar cargada más allá del punto de fluencia, supo­ niendo la relación idealizada esfuerzo-deformación unitaria mostrada en la figura 6.82b. La etapa (1) muestra las condiciones en el punto de fluencia para las superficies exteriores; (2) después de que empie­ za la fluencia y (3) bajo carga última. inestable y continúa la deformación del elemento bajo carga constante. En el momento en que se forma la tercera articulación, los momentos en los extremos y en el centro son todos iguales a Mfl. Por tanto, por equilibrio, 2Mp = WuL/8, de donde VV„ = 16Mp/L . Dado que para la relación momento-cur­ vatura idealizada se supuso que Mp era igual a My, la capacidad de carga debida a la redistribución de momentos es 33% mayor. M étodos del elem ento finito A partir de los principios básicos presentados en las secciones anteriores, se han desarrollado métodos sistemáticos para determinar el comportamiento de una estructura con base en el conocimiento del com­ ■ 6.81 portamiento bajo carga de sus componentes. En esos métodos, llamados métodos de elementos fini­ tos, un sistema estructural se considera como un conjunto de un número finito de componentes o elementos de tamaño finito. Se supone que están conectados entre sí sólo en puntos discretos llama­ dos nodos. Con las características de los elementos, tales como su rigidez o flexibilidad, se pueden de­ rivar las características del sistema completo. Con estas características conocidas, se pueden calcular los esfuerzos y deformaciones internos en cualquier punto de la estructura. La selección de los elementos por usar, depende del tipo de estructura. Por ejemplo, para una arma­ dura con nudos considerados articulados, la natural selección del elemento sería una barra, sometida sólo a fuerzas axiales. Para un marco rígido, los elementos podrían ser vigas sometidas a flexión y fuerza axial o a flexión, fuerza axial y torsión. Para una placa delgada o para un cascarón, los elementos podrían ser triángulos o rectángulos conectados en sus vértices. Para estructuras tridimensionales, los elementos podrían ser vigas, barras, tetraedros, cu­ bos o anillos. Para muchas estructuras, debido al número de elementos finitos y de nodos, el análisis por el método de elementos finitos requiere el tratamien­ to mecánico de grandes cantidades de datos y la solución de numerosas ecuaciones simultáneas. Para este fin, es aconsejable el uso de computado­ ras. La matemática de esos análisis suele ser mu­ cho más sencilla y compacta cuando se manejan los datos en forma matricial. (Vea también la sec­ ción 6.57.) 6 .6 6 M étodos de fu e rz a s y m étodos de d e sp la za m ien to s Los métodos usados para analizar estructuras pueden clasificarse en general como métodos de fuerzas (flexibilidades) o de desplazamientos (ri­ gideces). En el análisis de estructuras estáticamente inde­ terminadas por métodos de fuerzas, éstas se esco­ gen como redundantes o incógnitas. La selección se hace de manera que se satisfaga el equilibrio. Esas fuerzas son entonces determinadas a partir de la solución de ecuaciones que garantizan la compati­ 6 .8 2 ■ Sección seis bilidad de todos los desplazamientos de los elemen­ tos en cada nodo. Una vez que se han calculado las redundantes, los esfuerzos y deformaciones en toda la estructura pueden encontrarse por medio de ecuaciones de equilibrio y de relaciones esfuerzodeformación unitaria. En los métodos de desplazamientos, éstos se escogen como incógnitas. La selección se hace de manera que se satisfaga la compatibilidad geomé­ trica. Esos desplazamientos se determinan entonces a partir de la solución de ecuaciones que garantizan que las fuerzas que actúan en cada nodo, están en equilibrio. Una vez calculadas las incógnitas, los esfuerzos y las deformaciones en toda la estructura pueden encontrarse por medio de ecuaciones de equilibrio y de relaciones esfuerzo-deformación. Al escoger un método, debe tenerse en mente lo siguiente: en los métodos de fuerzas, el número de incógnitas es igual al grado de indeterminación. En los métodos de desplazamientos, el número de in­ cógnitas es igual a los grados de libertad de des­ plazamientos en los nodos. Entre menos sean las incógnitas, menos cálculos serán requeridos. Ambos métodos se basan en las relaciones fuer­ za-desplazamiento y usan las matrices de rigidez y flexibilidad descritas en la sección 6.57. En estos métodos, los desplazamientos y las fuerzas externas se resuelven en componentes, usualmente horizon­ tales, verticales y rotatorias, en los nudos o puntos de conexión de elementos finitos. De acuerdo con la Ec. (6.97a), la matriz de rigidez transforma los des­ plazamientos en fuerzas. De manera similar, de acuerdo con la Ec. (6.97i?), la matriz de flexibilidad transforma fuerzas en desplazamientos. Para llevar a cabo la transformación, las fuerzas y desplaza­ mientos nodales deben ensamblarse en los elemen­ tos de vectores fuerza y vectores desplazamiento correspondientemente posicionados. Dependiendo de cual método se escoja, se establecen entonces las matrices de rigidez o flexibilidad para cada uno de los elementos finitos y esas matrices se ensamblan para formar una matriz cuadrada a partir de la cual se deriva la matriz de rigidez o de flexibilidad para toda la estructura. Conocida esa matriz y sustituida en las ecuaciones de equilibrio y compatibilidad para la estructura, todas las fuerzas y desplaza­ mientos nodales de los elementos finitos pueden determinarse a partir de la solución de las ecuacio­ nes. Los esfuerzos y deformaciones internos en los elementos pueden calcularse ahora a partir de las fuerzas y desplazamientos nodales. 6 .6 7 M atrices de fle x ib ilid a d y rig id ez del elem ento La relación entre fuerzas independientes y despla­ zamientos en los nodos de elementos finitos de una estructura, está determinada por matrices f de fle­ xibilidad o matrices k de rigidez de los elementos. En algunos casos, las componentes de esas matrices pueden desarrollarse a partir de las ecuaciones que las definen: La j-ésima columna de una matriz de flexibilidad de un elemento finito contiene todos los desplaza­ mientos nodales del elemento cuando una fuerza 5; se iguala a la unidad y todas las otras fuerzas inde­ pendientes se igualan a cero. La pésima columna de una matriz de rigidez de un elemento finito consiste en las fuerzas que ac­ túan en los nodos del elemento para producir un desplazamiento unitario del nodo en el que ocurre el desplazamiento 6¡ y en la dirección de 6 ¡ pero ningún otro desplazamiento nodal del elemento. B a r r a s con só lo c a r g a a x ia l ■ Como ejemplo del uso de las definiciones de flexibilidad y rigidez, consideremos el simple caso de una barra elástica sometida a tensión aplicada por las fuerzas axiales P, y P¡ en los nodos i y j, respectivamente (Fig. 6.84). La barra podría ser el elemento finito de una armadura, por ejemplo, una diagonal o un montan­ te vertical. Las conexiones a otros miembros tienen lugar en los nodos i y j, que pueden transmitir sólo fuerzas en las direcciones i a j o j a i. Por equilibrio, P¡ = P¡ = P. El desplazamiento del nodo j respecto al nodo i es e. De la Ec. (6.8), e = P L/A E , donde L es la longitud inicial de la barra, A es su área transversal, y E es el módulo de elastici­ dad. Si establecemos que P = 1, obtenemos la flexi­ bilidad de la barra, Al igualar e = 1, obtenemos la rigidez de la barra, A F k =~- (6.140) V ig a s con sólo fle x ió n ■ Como otro ejem­ plo del uso de la definición para determinar las matrices de flexibilidad y rigidez de un elemento, considere el simple caso de una viga prismática elástica sometida a flexión por los momentos M¡ y M, aplicados en los nodos i y j, respectivamente (Fig. Teoría estructural L W i ^ p, i e Barra elástica en tensión. 6.85). La viga podría ser un elemento finito de un marco rígido. Las conexiones a otros miembros son a través de los nodos i y que pueden transmitir momentos y fuerzas normales a la viga. Los desplazamientos nodales del elemento pue­ den ser suficientemente descritos por las rotaciones 6 , y 6 j relativas a la línea recta entre los nodos i y j. Por equilibrio, se requieren las fuerzas V} = -V¡ normales a la viga en los nodos /e i, respectivamen­ te, y Vj = (M, + M ¡)/L, donde L es el claro de la viga. y M, son entonces las únicas fuerzas inde­ pendientes que actúan sobre la viga. Por consi­ guiente, la relación fuerza-desplazamiento para este elemento puede escribirse como 9= " o, " =f M -' = fM "Mr" ~— XrK 0; " ' =k ' =k LM/ J A. =í e (6.142) La matriz de flexibilidad f será una matriz de 2 x 2. La primera columna puede obtenerse haciendo M, = 1 y Mj = 0 (Fig. 6.85b). Las rotaciones resultantes están dadas por las Ecs. (6.101) y (6.102). Para una viga con momento de inercia constante /y módulo de elasticidad E, las rotaciones son a = L /3E I y ¡3 = - L / 6 EI. De manera similar, su segunda columna puede obtenerse al igualar M, = 0 y My = 1. La matriz de flexibilidad para una viga en flexión es entonces L 3 El _L_ 6 El L EÍ _L_ 3 El 6 L ~ 6 El 2 -1 -1 2 k = f= (6.145) e L 6 EÍ 2 - 1 0 - 1 2 0 0 0 (6.146) 77 donde 77 = 61/A y la matriz de rigidez, con xp = A /¡, es Ef k - — L 6 .6 8 4 2 0 2 4 0 0 " 0 i> _ (6.147) M étodo d e los d e sp la za m ien to s (o de la rigidez) Con la matriz de rigidez o flexibilidad de cada elemento finito conocida de una estructura, la ma­ triz de rigidez o flexibilidad de toda la estructura puede determinarse, y con esa matriz pueden cal­ cularse las fuerzas y desplazamientos en toda la estructura (Sección 6.67). Para ilustrar el procedi­ miento, serán descritos a continuación los pasos del método de los desplazamientos, o de la rigidez. Los pasos del método de flexibilidad son similares. Para el método de la rigidez: M; 2 El L 6i = k e, (6.143) La matriz de rigidez, obtenida de manera similar o por inversión de f, es 4El 2 El L L 2 El 4El L L M, M, _P donde e = desplazamiento axial. En este caso, la matriz de flexibilidad es (6.141) 0 M, Mj P 0, A . M = 6.83 V ig a s so m etid as a flex ió n y fu e rza s a x ia le s ■ Para una viga sometida a los momen­ tos nodales M, y My y a las fuerzas axiales P, la flexibilidad y la rigidez están representadas por ma­ trices de 3 x 3. Las relaciones carga-desplazamiento para una viga de claro L, momento de inercia cons­ tante /, módulo de elasticidad E y área transversal A, están dadas por » i Figura 6 .8 4 ■ (6.144) L ■— • t— a, (a) <U) Figu ra 6 .8 5 Viga sometida a momentos y fuer­ zas cortantes en sus extremos. 6 .8 4 ■ Sección seis Paso 1. Divida la estructura en elementos interconectados y asigne un número, para fines de iden­ tificación, a cada nodo (de intersección y terminales de elementos). Puede ser también útil asignar un número de identificación a cada elemento. Paso 2. Considere un sistema coordenado car­ tesiano derecho con ejes x, y, z. Considere también en cada nodo de la estructura por analizar, un sistema de vectores unitarios base, e! en la direc­ ción del eje x, e2 en la dirección del eje y y e3 en la dirección del eje z. Las fuerzas y los momentos que actúan en un nodo se resuelven en componen­ tes en las direcciones de los vectores base. Las fuerzas y los momentos en el nudo pueden enton­ ces representarse por el vector P,e„ donde P, es la magnitud de la fuerza o momento que actúa en la dirección de e,. Este vector, a su vez, puede representarse convenientemente por una matriz columna P. Similarmente, los desplazamientos (translaciones y rotaciones) del nudo pueden rep­ resentarse por el vector A¡e¡, donde A, es la magni­ tud del desplazamiento que actúa en la dirección de e,. Este vector, a su vez, puede representarse por una matriz columna A. Para simplificar, todas las fuerzas así como las cargas, inclusive los momentos que actúan sobre todos los nodos, pueden agruparse en una sola matriz columna P. De manera similar, todos los desplazamientos nodales pueden representarse por medio de una sola matriz columna A. Cuando actúan cargas a lo largo de una viga, ellas pueden reemplazarse por fuerzas equivalentes en los nodos, es decir, reacciones de viga simple y momentos de doble empotramiento, ambos con sig­ nos opuestos a los inducidos por las cargas. Las fuerzas finales en el elemento se determinan enton­ ces sumando esos momentos y reacciones a los obtenidos con sólo las fuerzas nodales. Paso 3. Escriba una matriz de rigidez k, para cada elemento i de la estructura (vea la sección 6.67). Por definición de la matriz de rigidez, los desplaza­ mientos nodales y las fuerzas para el i-ésimo ele­ mento están relacionados por S, = k¡¿¡ donde i = 1, 2 , . . ., n (6.148) S, = matriz de fuerzas, incluidos los mo­ mentos y pares que actúan en los nodos del elemento i-ésimo &, = matriz de desplazamientos de los nodos del i-ésimo elemento Paso 4. Para simplificar, combine esta relación entre los desplazamientos nodales y fuerzas para cada elemento en una sola ecuación matricial apli­ cable a todos los elementos: S = k<5 donde (6.149) S = matriz de todas las fuerzas que ac­ túan en los nodos de todos los ele­ mentos 6 = matriz de todos los desplazamientos nodales para todos los elementos 0 0 k2 .. .. 0 0 0 0 .i K Paso 5. Desarrolle una matriz b„ que transforme los desplazamientos A de los nodos de la estructura en el vector desplazamiento 6 , manteniendo la com­ patibilidad geométrica: 6 = b0A (6.151) donde b 0es una matriz de coeficientes de influencia. La j-ésima columna de b„ contiene los desplaza­ mientos nodales del elemento cuando al nodo don­ de ocurre A se le da un desplazamiento unitario en la dirección de A¡ sin que se desplace ningún otro nodo. Paso 6. Calcule la matriz de rigidez K para toda la estructura con K = bjkb„ (6.152) donde b j = transpuesta de b„ = matriz b 0 con filas y columnas intercambiadas. Esta ecuación puede obtenerse como sigue: Por relaciones de energía, P = bJS. Sustituyendo k¿ por S [Ec. (6.149)] y luego sustituyendo b„A por 6 [Ec. (6.151)], se obtiene P = bókb^A. Comparando esta expresión con la Ec. (6.97a), P = kA, se llega a la Ec. (6.152). Paso 7. Conocida ahora la matriz de rigidez K, resuelva las ecuaciones simultáneas A = K_1P (6.153) para obtener los desplazamientos nodales A. Con estos valores, calcule las fuerzas en los miembros con Teoría estructural S = kb„A 6 .8 5 (6.154) (N. M. Baran, Finite Elemenl Analysis on Microcomputers, y H. Kardestuncer y D. H. Norris, Finite Element Handbook, McGraw-Hill Publishing Com­ pany, New York; K. Bathe, Finite Element Procedures in Engineering Analysis, T. R. Hughes, The Finite Element Method, y H. T. Y. Yang, Finite Element Structural Analysis, Prentice-Hall, Englewood Cliffs, N. J.; W. Weaver, Jr., y J. M. Gere, Matrix Analysis of Framed Structures, Van Nostrand Reinhold, New York.) Fu e rzas en arco s Un arco es una viga curva cuyo radio de curvatura es muy grande respecto al peralte de la sección. Difiere de una viga recta en que: (1) las cargas en un arco inducen esfuerzos de flexión y de compresión directa; (2) las reacciones en un arco tienen compo­ nentes horizontales aunque todas las cargas sean verticales y (3) las deflexiones tienen componentes tanto verticales como horizontales. En la figura 6.86 se dan los nombres de las partes de un arco. La necesidad de resistir las componentes hori­ zontales de las reacciones es una consideración im­ portante en el diseño de arcos. Algunas veces esas fuerzas son tomadas por tirantes entre los apoyos, en otras ocasiones por estribos masivos. Los arcos pueden construirse con extremos em­ potrados, igual que las vigas, o con articulaciones en los apoyos. También pueden construirse con una articulación interna, localizada usualmente en el punto más alto o corona del arco. 6 .6 9 ■ A rcos de tres articulaciones Un arco con una articulación interna y con articula­ ciones en ambos apoyos (Fig. 6.87) es estáticamen­ te determinado. Se tienen cuatro incógnitas: dos componentes horizontales y dos verticales de las reacciones, pero se dispone de cuatro ecuaciones basadas en las leyes del equilibrio: (1) la suma de las fuerzas horizontales debe ser cero (En la figura 6.86, H l = Hr = H.) (2) La suma de los momentos con respecto al apoyo izquierdo debe ser cero. (VR = Pk). (3) La suma de los momentos con respecto al apoyo derecho debe ser cero. [ VL= P(1 - k).] (4) El momento flexionante en la articulación de la corona debe ser Figu ra 6 .8 6 empotrado. Nombres de las partes de un arco cero (no se debe confundir con la suma de los mo­ mentos con respecto a la corona, que también debe ser igual a cero, pero que no llevaría a una ecuación independiente para la solución de las reacciones). Entonces, para la mitad derecha del arco en la figura 6.86, Hh - VRb = 0 y H = VRb /h . La línea de influencia para H es una línea recta que varía desde cero para cargas sobre los apoyos hasta el máximo de Pab/Lh para una carga en C. Las reacciones y fuerzas en los arcos de tres articulaciones se pueden determinar en forma grá­ fica aprovechando el hecho de que el momento flexionante en la articulación de la corona es cero. Por ejemplo, en la figura 6.86a, la carga P está apli­ cada al segmento AC del arco. Por tanto, como el momento flexionante en C debe ser cero, la línea de acción de la reacción R r en B debe pasar por la articulación de la corona. Ella interseca la línea de acción de P en X. La línea de acción de la reacción Ri en A debe también pasar por X ya que P y las dos reacciones están en equilibrio. Construyendo un triángulo de fuerzas, con la carga P y las líneas de acción de las reacciones así determinadas, se puede obtener la magnitud de las reacciones (Fig. 6.86b). Después de encontradas las reacciones, los esfuer­ zos se pueden calcular con las leyes de la estática, en el caso de un arco armadura, se pueden determi­ nar gráficamente. 6 .7 0 A rcos de d os articu lacio nes Cuando un arco tiene articulaciones sólo en los so­ portes (Fig. 6.88a), es estáticamente indeterminado; se tiene una componente de reacción desconocida más que pueden determinarse con las tres ecua­ ciones de equilibrio. Otra ecuación puede escribirse 6 86 ■ Sección seis p en función del comportamiento elástico del arco. Un procedimiento consiste en suponer que uno de los soportes es deslizable. El arco es entonces estática­ mente determinado y la reacción y movimiento horizontal del soporte pueden calcularse para esta condición (Fig. 6.88b). A continuación, puede calcu­ larse la fuerza horizontal requerida para regresar el soporte móvil a su posición original (Fig. 6.88c). Finalmente, se obtienen las reacciones para el arco biarticulado (Fig. 6.88¡í) sobreponiendo el primer conjunto de reacciones sobre el segundo. Por ejemplo, si Sx es el movimiento horizontal del soporte debido a las cargas sobre el arco y si Sx' es el movimiento horizontal del soporte debido a una fuerza horizontal unitaria aplicada al soporte, entonces Sx + H Sx' = 0 Sx (6.155) (6.156) donde H es la reacción horizontal desconocida. [Cuando se usa un tirante para tomar el empuje horizontal, el lado derecho de la Ec. (6.155) no es cero sino el alargamiento de la barra H L /A SES, don­ de L es la longitud de la barra, As su área transversal y Es su módulo de elasticidad. Para tomar en cuenta el efecto de un aumento de temperatura t, agregue al lado izquierdo EctL, donde E es el módulo de elasticidad del arco y c el coeficiente de dilatación térmica.] El método de la carga virtual unitaria se puede usar para calcular ¿x y ¿x' (Sección 6.54): f B My ds f 1N dx “ ' K e T - I , AE donde (6.157) M = momento flexionante en cualquier sección debido a las cargas y = ordenada de la sección medida des­ de el extremo inmóvil del arco l = momento de inercia de la sección transversal del arco A = área de la sección transversal del arco ds = longitud diferencial a lo largo del eje del arco Teoría estructural ■ 6.87 p dx = longitud diferencial a lo largo de la horizontal N - empuje normal sobre la sección transversal debido a las cargas donde a = ángulo que la tangente al eje en la sección forma con la horizontal. Las Ecs. (6.157) y (6.158) no incluyen los efectos de la deformación por cortante y curvatura que usualmente son despreciables. A menos que el empuje sea muy grande, el segundo término a la derecha de la Ec. (6.157) puede también despre­ ciarse. En la mayoría de los casos la integración es im­ practicable. Las integrales deben generalmente eva­ luarse por métodos aproximados. El eje del arco se divide en un número conveniente de elementos de longitud As y las funciones en el integrando se evalúan para cada elemento. La suma de esos tér­ minos es aproximadamente igual a la integral. Así, para el arco biarticulado usual, B £ (My A s / E / ) H= B ^ (y2 A s/El) + (6.159) B (eos2 q Ax/AE) (S. Timoshenko y D. H. Young, Theory o f Structures, McGraw-LIill Book Company, New York; S. F. Borg y J. J. Gennaro, Modern Structural Analysis, Van Nostrand Reinhold Company, New York.) 6 .8 8 6.71 ■ Sección seis Fu e rza s en costillas de arco Cuando se han encontrado las reacciones en un arco (Secciones 6.69 y 6.70), las fuerzas que actúan en cualquier sección transversal pueden encontrarse aplicando las ecuaciones de equilibrio. Por ejemplo, considere la porción de un arco en la figura 6.89, donde deben encontrarse las fuerzas que actúan en una sección interior X- La carga P, H¡ (o HK) y VL (o I/r) puede ser resuelto al descomponerse en compo­ nentes paralelas al empuje axial N y al cortante S en X, como se indica en la figura 6.89. Entonces, igua­ lando la suma de las fuerzas en cada dirección a cero, obtenemos N = V L sen 6 X+ HL cos 9X+ P sen (9X- 6) S = VL cos 8 X- H, sen 0, + P cos (8 X- 0) (6.160) (6.161) El momento flexionante en X es M = VLx - HLy - Pa cos 0 - Pb sen 9 Al diseñar un arco, puede ser necesario calcular ciertos esfuerzos secundarios además de los gene­ rados por las cargas viva, muerta, de viento y de nieve. Entre los esfuerzos secundarios por conside­ rar se cuentan los debidos a cambios de temperatu­ ra, acortamiento de la costilla debido a la fuerza de empuje o de contracción, deformación de los Aran­ tes y asentamientos diferenciales de la cimentación. El procedimiento es el mismo que para las cargas sobre el arco, con las deformaciones que producen los esfuerzos secundarios sustituidas por o tratadas de la misma manera que las deformaciones debidas a las cargas. (6.162) El esfuerzo unitario cortante en la sección trans­ versal en X puede determinarse a partir de S con ayuda de la ecuación (6.49). El esfuerzo normal puede calcularse en función de N y M con ayuda de la ecuación (6.57). Estructuras de p a red d e lg a d a (cascarones) Un cascarón estructural es una estructura con su­ perficie curva. Por lo general es capaz de transmitir cargas en más de dos direcciones a los apoyos. Es de alta eficiencia estructural cuando tiene confor­ mación, proporciones y apoyos de modo que pueda trasmitir las cargas sin flexión ni torsión. Un cascarón se define por su superficie media, a la mitad de la distancia entre el extradós o superficie extema y el intradós, o superficie interna. Por tanto, P 4 Figura 6 .8 9 Fuerzas en una costilla de un arco. Teoría estructural según sea la geometría de la superficie media, pue­ de ser de tipo domo, bóveda en cañón, cónico o paraboloide hiperbólico. Su espesor es la distancia, normal a la superficie media, entre el extradós y el intradós. 6 .7 2 A n álisis de cascaro n es Un cascarón es una placa con espesor relativamente pequeño en comparación con sus otras dimensio­ nes. Sin embargo, no debe ser tan delgado que las deformaciones sean grandes en comparación con el espesor. El cascarón debe satisfacer las siguientes condi­ ciones: los esfuerzos cortantes normales a la super­ ficie media son despreciables; los puntos en una línea normal a la superficie media antes de la defor­ mación se encuentran también en una línea recta después de la deformación, y esta línea es normal a la superficie media deformada. Por lo general, el cálculo de los esfuerzos en un cascarón se efectúa en dos etapas principales y, ambas, suelen incluir la solución de ecuaciones di­ ferenciales. En la primera, se desprecian la flexión y la torsión (teoría de la membrana, sección 6.73). En la segunda, se hacen correcciones a la solución previa, con la superposición de los esfuerzos de flexión y cortantes que sean necesarios para satisfa­ cer las condiciones de frontera (teoría de la flexión, sección 6.74). 6 .7 3 Teoría de la m em b ran a p a ra cascaro n es Los cascarones se diseñan usualmente de manera que las fuerzas cortantes, los momentos flexionan­ tes y de torsión resultan muy pequeños, excepto en partes relativamente pequeñas de ellos. En la teoría de la membrana esas fuerzas se desprecian. A pesar de las fuerzas que se desprecian, las restantes están en equilibrio excepto quizá en los bordes, soportes y discontinuidades. En cualquier punto interior, el número de condiciones de equili­ brio es igual al de incógnitas. Por ello, en la teoría de la membrana, un cascarón es estáticamente de­ terminado. La teoría de la membrana no es válida para cargas concentradas normales a la superficie media, excepto en el caso de una cresta o un valle. La teoría ■ 6 .8 9 no es aplicable cuando las condiciones de fronte­ ra son incompatibles con el equilibrio y es inexacta cuando se tiene incompatibilidad geométrica en los bordes. Esta última condición es común, pero el error es muy pequeño si el cascarón no es muy pla­ no. Por lo general, las alteraciones en el equilibrio de la membrana por incompatibilidad de las defor­ maciones en los bordes, soportes o discontinuida­ des, sólo se aprecian en una región muy estrecha alrededor de cada fuente de alteraciones. Cuando hay incompatibilidad con las condiciones de equili­ brio, se tienen alteraciones mucho mayores. Para lograr una alta eficiencia en un cascarón, seleccione una forma, proporciones y soportes para las condiciones específicas del diseño, que se aproximen lo más posible a las de la teoría de la membrana. Mantenga constante el espesor; si debe cambiarlo, hágalo gradualmente. Evite cargas con­ centradas y cambios abruptos en las cargas. Varíe la curvatura gradualmente. Mantenga las discontinui­ dades al mínimo. Procure que las reacciones sean tangentes a la superficie media. En los bordes, ase­ gúrese en la medida de lo posible, respecto a la compatibilidad de las deformaciones del cascarón con las deformaciones de los elementos contiguos o por lo menos, mantenga las restricciones en un mínimo. Cerciórese de que las reacciones a lo largo de los bordes sean iguales en magnitud y dirección a las fuerzas ahí presentes del cascarón. En la figura 6.90 se ilustran las medidas que pueden adoptarse para satisfacer esos requisitos en los bordes y apoyos. En la figura 6.90a, la pendiente del soporte y la previsión para que haya movimien­ to normal a la superficie media, aseguran una reac­ ción tangente a esta superficie. En la figura 6.90b, una costilla rígida o trabe anular resiste las fuerzas cortantes desbalanceadas y transmite las fuerzas normales a las columnas situadas debajo. La vista amplificada del anillo circular en la figura 6.90c muestra un engrosamiento gradual del cascarón para reducir lo abrupto del cambio en la sección. El anillo atiesador en la lintemilla en la figura 6.90d, que se extiende alrededor de la abertura en la coro­ na, se proyecta sobre la superficie media para satis­ facer la compatibilidad de las deformaciones y se conecta por medio de una curva de transición con el cascarón; a menudo, el borde sólo necesita engro­ samiento cuando está vuelto hacia arriba y el anillo puede omitirse. En la figura 6.90e el borde del cas­ carón está engrosado. En la figura 6.90/, un cascarón con escotaduras provee un ahusamiento gradual 6 .9 0 ■ Sección seis C U R V A DE TR A N SIC IÓ N L IN T E R N IL LA TRABE A N U LAR (a) (b) (e) (d) (c) (S) Figura 6 .9 0 Medidas especiales tomadas en los soportes y bordes de cascarones delgados para satisfacer los requisitos de la teoría de la membrana: (a) dispositivo para garantizar una reacción tangente a la superficie media, (b) bordes rigidizados, como la trabe anular en la base de una cúpula, (c) incremento gradual del espesor del cascarón en un miembro rigidizador, (d) curva de transición en cambios de sección, (e) borde rigidizado por aumento del espesor del cascarón, (J) borde con escotaduras y (g) soporte abocinado. para transmitir las cargas a los apoyos y al mismo tiempo proporcionar acceso al interior del cascarón. En la figura 6.90#, una columna tiene un abocinado amplio en su parte superior para soportar un casca­ rón delgado en un punto interior. Aunque las condiciones de compatibilidad geo­ métrica no son satisfactorias, la teoría de la mem­ brana es una aproximación útil. Además, da una solución particular a las ecuaciones diferenciales de la teoría de la flexión. (D. P. Billington, Thin-Shell Concrete Structurcs, segunda edición, y S. Timoshenko y S. WoinowskyKrieger, Theory o f Plates and Shells, McGraw-Hill Publishing Company, New York; V. S. Kelkar y R. T. Sewell, Fundamentáis o f the Analysis and Design o f Shell Structures, Prentice-Hall, Englewood Cliffs, N.J.) 6 .7 4 Teoría de la flexión p a ra cascaro n e s Cuando no se satisfacen las condiciones de equili­ brio o existen deformaciones incompatibles en los bordes, surgen esfuerzos de flexión y torsión en el cascarón. En ocasiones se puede modificar el diseño del cascarón y sus apoyos para reducir o eliminar estos esfuerzos (sección 6.73). Cuando el diseño no puede eliminarlos, se deben tomar medidas para que el cascarón los resista. Sin embargo, incluso para los tipos más sencillos de cascarones y cargas, es difícil calcular los esfuer­ zos. En la teoría de la flexión, un cascarón delgado es estáticamente indeterminado; las condiciones de deformación deben suplementar a las condiciones de equilibrio al establecer las ecuaciones diferencia­ les para determinar las fuerzas y momentos desco­ nocidos. La solución de las ecuaciones resultantes puede ser tediosa y demorada, dado el caso de que sea posible la solución. Por lo tanto, en la práctica el diseño de los casca­ rones está basado en gran parte en la experiencia y criterio del proyectista. El proyectista debe tomar en consideración el tipo de cascarón, el material con el cual está hecho y las condiciones de los apoyos y bordes; después debe decidir si aplicar una teoría completa de flexión, utilizar una teoría aproximada de flexión o hacer un cálculo más o menos aproxi­ mado de los efectos de la flexión y de la torsión. (Note que cuando los efectos de una perturbación Teoría estructural son grandes, éstos cambian las fuerzas normales y cortantes calculadas con la teoría de la membrana.) Por ejemplo, para cúpulas, el procedimiento usual es usar como apoyo una trabe gruesa y de gran peralte o bien un anillo de tensión fuertemente re­ forzado o pres forzad o, y engrosar gradualmente el cascarón en la vecindad del apoyo (Fig, 6.90c). Las bóvedas de cañón, con una relación del radio a distancia entre costillas de soporte del arco menor de 0.25, pueden diseñarse como vigas con sección transversal curva. Sin embargo, los esfuerzos secun­ darios deben tomarse en consideración. Entre estos esfuerzos se cuentan los debidos al cambio de volu­ men de las costillas y del cascarón, al acortamiento de las costillas, al asentamiento desigual de la ci­ mentación y a diferencias de temperatura entre las superficies. La teoría de la flexión para cilindros y cúpu­ las puede encontrarse en W. Flügge, Stresses in Shells, Springer-Verlag, Nueva York; S. Timoshenko y S. Woinowsky-Krieger, Theory of Pintes and Shells, McGraw-Hill Book Company, New York; Design o f Cylindrical Concrete Shell Roofs, Manual of Practice No. 31, American Society of Civil Engineers. ■ 6.91 Similarmente, los esfuerzos cortantes producidos por fuerzas cortantes centrales T y momentos de torsión D, pueden calcularse con ecuaciones de la forma t D r/ 12 (6.164) Los esfuerzos cortantes normales pueden calcu­ larse suponiendo una distribución parabólica del esfuerzo sobre el espesor del cascarón; V f7 6 donde V 4 2 (6.165) fuerza cortante unitaria normal a la superficie media. Para ejes girados respecto a los usados en el aná­ lisis de los cascarones delgados, use las Ecs. (6.27) y (6.28) para transformar los esfuerzos o las fuerzas y momentos unitarios, de los dados a los nuevos ejes. P lacas p le g a d a s 6 .7 5 Esfuerzo s en ca sca ro n e s d elg ad o s Los resultados de las teorías de la membrana y de la flexión se expresan en términos de fuerzas unita­ rias y momentos unitarios, actuando por unidad de longitud sobre el espesor del cascarón. Para calcu­ lar los esfuerzos a partir de esas fuerzas y momen­ tos, la práctica usual es suponer que las fuerzas normales y cortantes están uniformemente distri­ buidas sobre el espesor del casacarón y que los esfuerzos de flexión están linealmente distribuidos. Los esfuerzos normales pueden entonces calcu­ larse con ecuaciones de la forma N, f' = T donde Mx t3 / 1 2 (6.163) 2 = distancia desde la superficie media t = espesor del cascarón Mx= momento flexionante unitario res­ pecto a un eje paralelo a la dirección de la fuerza normal unitaria N, Una estructura de placas plegadas consiste en una serie de elementos planos delgados, o placas pla­ nas, conectados entre sí a lo largo de sus bordes. Generalmente se usan sobre grandes claros, espe­ cialmente en techos; las placas plegadas derivan su economía de la acción de viga de las placas y del soporte mutuo que se dan una a otra. Longitudinalmente, las placas pueden ser conti­ nuas sobre sus apoyos. Transversalmente, pueden tenerse varias placas en cada claro (Fig. 6.91). En los bordes, o pliegues, ellas pueden transmitir momen­ to y cortante o bien sólo cortante. 6 .7 6 Teoría de la s p la c a s p le g a d a s Una estructura de placas plegadas tiene una acción en dos sentidos para transmitir las cargas a sus apoyos. En sentido transversal, los elementos ac­ tuara como losas con claros entre placas en ambos lados. Las placas actúan entonces como trabes para llevar la carga de las losas en sentido longitudinal a los apoyos que deben ser capaces de resistir fuerzas tanto verticales como horizontales. 6 .9 2 ■ Sección seis Figura 6.91 Estructura de placas plegadas. Si las placas están articuladas a lo largo de sus bordes, el diseño de la estructura es relativamente sencillo. También se puede lograr cierta simplifica­ ción si las placas, aunque tengan bordes completos, tienen una pendiente muy fuerte, o si el claro tiene suficiente longitud con respecto a otras dimensio­ nes de modo que se pueda aplicar la teoría de las vigas. Sin embargo, no existen criterios para deter­ minar cuándo es posible esa simplificación con una exactitud razonable. En general, es aconsejable un análisis de exactitud razonable de los esfuerzos en las placas plegadas. Existen varios buenos métodos disponibles (D. Yitzhaki, The Design o f Prísmatic and Cylmdncal Shell Roofs, North Holland Publishing Company, Amsterdam; puede obtenerse en los Estados Unidos en W. S. Heinman Books, 400 East 72nd Street, New York, N.Y.; Phase I Report oti Folded-Plate Construction, Proceedings Paper 3741, Journal of the Structural Divi­ sión, ASCE, diciembre 1963; y A. L. Parme y J. A. Sbarounis, Direct Solution o f Folded Píate Concrete Roofs, EB021D Portland Cement Association, Skokie, IL. 60077). Todos toman en cuenta los efectos de la deflexión de placas sobre las losas y por lo general hacen las siguientes hipótesis: El material es elástico, isótropo y homogéneo. La distribución longitudinal de todas las cargas en todas las placas, es la misma. Las placas llevan las cargas en sentido transversal sólo por flexión nor­ mal a sus planos y, en sentido longitudinal, sólo por flexión dentro de sus planos. Los esfuerzos longitudinales varían linealmente según el peralte de cada placa. Los elementos de soporte, tales como diafragmas, marcos y vigas, son de rigidez infinita en sus propios planos y completamente flexibles en dirección normal a sus propios planos. Las placas no tienen rigidez torsional normal a sus propios planos. Los desplazamientos debido a otras fuerzas que no sean momentos flexionantes, son despreciables. Cualquiera que sea el método seleccionado, los cálculos son muy complejos; por ello es aconsejable efectuar el trabajo con una tabla bien organizada. El método Yitzhaki (sección 6.67) ofrece algunas venta­ jas en relación con los demás porque los cálculos pueden tabularse, es relativamente sencillo, no re­ quiere la solución de más ecuaciones simultáneas que una para cada borde de las placas lib