CATÉTER SUBCLAVIO El catéter venoso central, es un tubo delgado y flexible que permite el acceso al torrente sanguíneo a nivel central con el objetivo de administrar medicamentos, nutrición parenteral total o para monitorización hemodinámica o hemodiálisis, fluidoterapia, etc. Estos se pueden clasificar según la localización de la inserción, puede ser yugular, femoral, braquial o subclavio, siendo este último en quién nos enfocaremos. Ahora bien, para hablar del catéter subclavio, se debe referirse primeramente a la vena subclavia, la cual se localiza en la parte superior y anterior de cada hemitórax, siendo la continuación de la vena axilar, ambas venas subclavias -derecha e izquierda- presentan de forma inversa, idéntica dirección, igual longitud y las mismas relaciones, por lo que algunos autores dicen que la longitud venosa tiene una media aritmética de 3.3 cm y un calibre con una media de 9.9 mm. Por lo que entonces, el catéter subclavio es aquel tubo biocompatible que se introduce en la vena subclavia, con el fin de administrar medicamentos, medición de presión venosa central, medios de contrastes o incluso hacer pruebas diagnósticas. Entre sus partes podemos encontrar: Catéter: el grosor y longitud dependerá del uso y tipo de subclavia, tema que se tratará más adelante. Manguito de Dacron: este se encuentra localizado a 1 cm del punto de salida del catéter en la piel. Actúa como barrea antimicrobiana, además de fijar el catéter al tejido subcutáneo. Manguito antimicrobiano: este manguito es opcional y funge como una segunda barrera antimicrobiana de 4-6 semanas. Clamps y vainas de protección. Conexiones Luer: utilizadas para la identificación de cada luz o lumen, pueden ser rojas, blancas o azules, dependiendo del lumen. Figura 1: Partes de un catéter subclavio 1. Cuántos catéteres o sondas se usan de acuerdo al estudio realizado: Se pueden clasificar según la técnica de implantación, teniendo entonces: Catéteres no tunelizados: utiliza una técnica de implantación percutánea o técnica Seldinger (es técnica es una punción directa vascular u orgánica, en la cual por medio una aguja seguida de la colocación de una guía en el interior de la aguja, la cual se extrae dejando la guía dentro del vaso u órgano a puncionar), este tipo de catéter sólo es para uso de corto tiempo, por lo general son de poliuretano y son los más aptos para mediciones hemodinámicas, además de contar con 3 lúmenes. Figura 2: Ilustración de un catéter no tunelizado Hickman: es un tipo de catéter tunelizado subcutáneo, es decir, que parte del catéter estará entre la vena canalizada y la salida subcutánea, esto con el fin de preservar la vena canalizada libre de la entrada de gérmenes, dado al alejamiento de la zona de manipulación y de la implantación, además de ser de un material de silicona, este va a durar por un periodo más largo (de 6 meses a 1 año). Figura 3: Ilustración de un catéter Hickman Así mismo, lo podemos clasificar según el número de lúmenes con los que cuenta: Dos lúmenes Tres lúmenes Incluso puede llegar a ser más, pero por lo regular, los más utilizados son de 2 o 3 lúmenes o puertos, y aunque no existe un documento oficial donde se especifique el uso correcto de estos, diversos estudios hacen la recomendación que se usen de la siguiente forma: Lumen distal: es el de mayor calibre, por lo que es la destinada a la medicación puntual, de altos flujos y elevada densidad, además es especial para la fluidoterapia, es decir, administración de coloides y transfusiones de sangre. Así mismo, por ser la más cercana al corazón, se usa para la monitorización de la presión venosa central (PVC). Por lo regular es de color rojo. Lumen medial: es el puerto con menor calibre, siendo la línea para nutrición Parenteral, si bien no existe evidencia de que esta sea la mejor opción debido a su alto riego coagulación, este lumen se reserva exclusivamente para eso. Suele ser de color azul. Figura 4: Ilustración de un catéter con 3 lúmenes Lumen proximal: este se emplea para la medicación, así mismos para la sedoanalgesia y aminas, además de usarse para toma de muestras, transfusiones de sangre y hemoderivados. Suele ser de color blanco. 2. Tipos de materiales, longitud, diámetro o espesor de las sondas o catéteres Para distintos procedimientos, el abordaje más común con los catéteres subclavios es la infraclavicular, en dónde se puede hacer la inserción en dos lugares: justo por debajo de la clavícula en su punto medio o de 1 a 2 cm por debajo de la misma clavícula, pero esta ves en la unión de sus tercios medial y medio. Si bien, la canulación se puede hacer en la subclavia derecha como en la subclavia izquierda, pero el decidir depende de algunos factores, por ejemplo, el hacer la inserción en la subclavia derecha evita toparse con el conducto torácico y el vértice pleural derecho que está más abajo que el izquierdo, mientras que si se hace la inserción en la subclavia izquierda, esta va a disminuir el riesgo de un mal cateterismo, puesto que esta facilita una vía directa menos inclinada a la vena cava superior. Figura 5: Imagén que ilustra una abordaje en vena subclavia derecha basado en puntos de referencia óseos. En cuanto a lo de longitud del catéter, pues dependerá de cada paciente, sin embargo, en distintos documentos consultados, el estándar para la longitud del catéter si se realiza el procedimiento en la vena subclavia derecha es de 14 cm, mientras que para vena subclavia izquierda es de 17 cm. En la página del Campus Vygon, en su artículo publicado “¿Cuál es la longitud ideal para mi catéter venoso central?”, dan cómo ayuda unas fórmulas para poder saber cuál es la longitud correcta para utilizar o por lo menos la aproximada: Subclavia derecha: (Altura/10)-2cm Subclavia izquierda: (Altura/10)+2cm Los materiales utilizados deben ser biocompatibles, como se mencionó anteriormente, pueden ser dos, el poliuretano y la silicona. Los catéteres de poliuretano son muy flexibles, tienen múltiples vías, generan menos riesgos de trombosis, cuentan con una buena resistencia para presiones positivas y difícilmente se acodan, recomendados para su utilización en terapias de corto plazo o múltiples. El de silicona usado principalmente en el catéter de Hickman, al igual que el poliuretano, tiene múltiples vías, bajo riego de trombosis, pero este requiere un adiestramiento específico previo a su manejo, además de un mantenimiento periódico, por lo que usa en periodos largos de tiempo o para pacientes con tratamiento ambulatorio. 3. Materiales adicionales, jeringas, clips, etc. De acuerdo con el Protocolo para el manejo estandarizado del paciente con catéter periférico, central y permanente de la Secretaría de Salud, publicado en 2012, se necesitan de los siguientes materiales para realizar un cateterismo en la vena subclavia: Ropa de cirugía estéril (2 campos y batas). Guantes quirúrgicos estériles. Gorro, cubre bocas y lentes protectores. Antisépticos, opciones a elegir: a) Preparaciones combinadas de fábrica en envase individual estéril: o Alcohol isopropílico al 74% más Yodopovacrilex (Yodóforo 0.7+Polímero). o Gluconato de Clorhexidina al 2% con Alcohol Isopropílico al 70%. b) Soluciones individuales a granel: o Alcohol isopropílico al 70% o Yodopovidona al 10% Anestésico local, lidocaína al 2% simple. Jeringas: 2 de 10 ml. Mango y hoja de bisturí. Agujas hipodérmicas de No. 23 y 20. Sutura para piel: nylon 2/0 o 3/0 Instrumental: tijeras, pinzas Kelly rectas, porta agujas. Catéter de material de poliuretano o silicona con equipo de instalación. Solución fisiológica al 0.9% de 250 ml. Gasas estériles. Apósito transparente estéril con cojín absorbente no adherente. Se recomienda para las primeras 24 horas de instalado el catéter, mientras ocurre hemostasis en el sitio y posteriormente a las 24 horas se cambia por apósito transparente. Bibliografía: Carranza, G. A. (2020). Catéter venoso central y sus complicaciones. 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