LAS HABILIDADES SOCIALES, FACTOR CLAVE PARA LA EDUCACIÓN El objetivo principal del presente artículo es establecer la relación que existe entre las habilidades sociales y el clima social escolar de los estudiantes de las instituciones educativas en nuestro país. Se encuentra estrechamente relacionada con problemas de relaciones sociales básicas para el desarrollo como ser social. Por lo que debemos estar alerta y no solo aprender a detectarlos, si no también promover la adquisición de habilidades y competencias sociales adecuadas que hagan a los niños y niñas más eficaces socialmente. Al respecto, en el Perú, la Ley General de Educación 28044 propone como uno de sus fines de la educación “formar personas capaces de lograr su realización ética, intelectual, artística, cultural, afectiva, física, espiritual y religiosa, promoviendo la formación y consolidación de su identidad y autoestima y su integración adecuada y crítica a la sociedad para el ejercicio de su ciudadanía en armonía con su entorno”. Esto implica, que la escuela debe desarrollar las potencialidades de sus estudiantes, respetando y fortaleciendo sus particularidades y generar las condiciones para que desarrollen oportunamente sus habilidades para interactuar con sus pares, fomentando así una atmósfera psicológica pertinente para aprender. La falta o carencia de habilidades sociales, aunque parezca mentira, generan problemas a nivel académico, ya que el mal comportamiento social tiene a derivar en falta de confianza en uno mismo , decaimiento, enfado, incomprensión, deficiencias emocionales, falta de concentración, y por lo tanto, dificultades de aprendizaje. La enseñanza de las habilidades sociales es una responsabilidad de las instituciones educativas junto con la familia. Donde toda la comunidad educativa participe de manera interactiva y cooperativa, para que así los estudiantes vayan desarrollando comportamientos y actitudes sociales orientadas a un buen actuar dentro de la sociedad. Se considera que las habilidades sociales en los docentes, fomentan la comunicación asertiva entre los estudiantes y padres de familia, promocionando entre ellos estados de bienestar para sentirse valorados, y respetados de forma conjunta. Finalmente podemos concluir que los valores y las habilidades sociales se complementan en el actuar diario y se consolidan en la formación personal y social del individuo con actitudes y comportamientos que la definen.