UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS FACULTAD DE MEDICINA – TECNOLOGÍA MÉDICA TERAPIA OCUPACIONAL LA INTEGRACIÓN SENSORIAL Y EL IMPACTO EN EL DESARROLLO DE LOS NIÑOS NOMBRE: INT. ERIKA BERROCAL ALLCA LIMA – PERÚ 2020 LA INTEGRACIÓN SENSORIAL Y EL IMPACTO EN EL DESARROLLO DE LOS NIÑOS La integración sensorial hace posible que exista una relación con nuestro entorno, otorgando la facilidad de poder desenvolvernos en las diferentes etapas de desarrollo a lo largo de nuestra vida. Comúnmente se conocen cinco sentidos en el ser humano, sin embargo, la integración sensorial toma dos sentidos más, la propiocepción y el sistema vestibular. En el siguiente tema se definirá y desarrollará integración sensorial además de su importancia a lo largo del desarrollo del ser humano. La teoría de la integración sensorial fue creada y desarrollada por la Terapeuta Ocupacional Jean Ayres en los años 70 la cual definió como un proceso neurológico que se encarga de organizar las sensaciones que uno recibe de su entorno haciendo posible utilizar el cuerpo de manera eficaz en un contexto. Para poder comprender que es integración sensorial debemos conocer cada uno de nuestros sentidos, que son la vista, el tacto, el oído. el gusto y el olfato. Estos nos permiten conocer el mundo que nos rodea. Por ejemplo el sentido del tacto nos da la posibilidad de poder diferenciar algo suave de algo áspero, como una pluma o una lija de madera, la vista nos ayuda a observar todo lo existe a nuestro alrededor, como un paisaje, mientras que el oído permite percibir los sonidos, así sea algo que no se pueda observar como por ejemplo una ambulancia que se va acercando, el gusto nos permite distinguir sabores y temperaturas, como el dulce y frio de un helado, finalmente el olfato que nos ayuda a identificar los olores suaves o fuertes como el de una flor. Pero además hay otros dos sentidos que muchas personas desconocen y que son importantes para el desarrollo, el primero es el sentido del equilibrio y del movimiento que proviene de nuestro sistema vestibular que ayuda a nuestro cuerpo a movernos o detenernos sin caernos, cómo manejar una bicicleta o actividades simples como caminar, el segundo es el sentido de la propiocepción que hace posible que encontremos la posición de nuestro cuerpo o de nuestras extremidades sin necesidad de verlas, así como medir las fuerzas de nuestros brazos, piernas y otras partes de nuestro cuerpo, como subir escaleras si necesidad de mirar nuestros pies o la capacidad de romper un huevo para poder cocinarlo. Las actividades que realizamos a diario implican la mayoría de los sentidos juntos por ejemplo cuando un niño juega de futbol necesita el sentido de la posición para saber a qué parte de la cancha se dirigirá, a que intensidad debe patear la pelota para poder anotar un gol, nuestro sentido vestibular para mantener nuestro equilibrio mientras corremos y el sentido de la vista para observar el arco y anotar. Es decir que la integración sensorial relaciona este proceso neurológico con nuestro comportamiento sensorio motor y aprendizaje, pero que ocurre cuando no se tiene la capacidad para realizar actividades tan sencillas como poder patear un balón o coordinar nuestro cuerpo al moverlo, es por ello por lo que Jean Ayres esperaba poder identificar patrones de disfunción entre los niños que tenían problemas de aprendizaje y poder desarrollar tratamientos específicos, explicar las causas de estos problemas con el fin de determinar el tratamiento óptimo. La teoría de la integración sensorial se centra especialmente en tres sentidos el tacto, propioceptivo y vestibular, teniendo en cuenta esta premisa podríamos citar la pirámide del aprendizaje establecido por Williams y Shellenberger en 1996, donde explican como el procesamiento sensorial se encuentra relacionado con los procesos de aprendizaje del niño que esta divido en cuatro niveles Ellos demostraron como la organización de los procesos sensoriales van preparando al niño en cada uno de los niveles , este enfoque expone que nuestros sentidos trabajan conjuntamente, y que el niño será capaz de desarrollar sus habilidades para interactuar con su entorno, optimizando su potencial. Cuando un niño comienza a tener problemas de aprendizaje, nos cuestionamos en qué momento empezó el problema y nos podríamos apoyar en la pirámide de aprendizaje y la teoría de la integración sensorial para una mejor comprensión. Un mal funcionamiento de la organización de la información dentro del nuestro sistema nervioso central que no a logrado organizar los impulsos sensoriales y no brinda al niño una información adecuada y precisa sobre él mismo y su ambiente. Podría ocasionar comportamientos no adecuados y una mala coordinación motora Es por ello por lo que es importante una detección temprana durante las primeras etapas del desarrollo, pues se cree que una intervención temprana en aquellos niños que tienen dificultades en la integración sensorial tiene mucha ventaja debido a que se puede cambiar el camino de su desarrollo. Es importante saber cuáles podrían ser los signos de alerta, para ello es importante observar el comportamiento de los niños por los padres, los terapeutas ocupacionales, o el personal médico en general Generalmente estas dificultades en la integración sensorial se pueden ocultar en el lapso del desarrollo manifestándose en niños selectivos con la comida, dificultades para bañarse o hacia algunas prendas de vestir. Existen niños que no suelen conciliar el sueño, no se concentran y a pesar del esfuerzo de los padres, no logran mantener buenas “conductas”, o conductas esperadas en lo promedio. Aprender a utilizar su cuerpo, como manipular objetos durante los primeros años de vida, construir torres e imitar los juegos, son actividades esenciales y necesarias para el niño y que no lo realice podría ser el punto de inicio para una intervención terapéutica. Estos problemas se evidencian generalmente en la búsqueda de estímulos o la evitación de estos, en estos dos casos el nivel de atención y de procesamiento afecta en el aprendizaje del niño, por ello es importante la modulación para una buena adaptación, evitar generar baja autoestima al niño quien podría compararse con los demás. Es importarte recordar que cada niño tiene capacidades y que las limitaciones o dificultares que presente se puedan apoyar y brindar calidad de vida, un aprendizaje optimo personal, escolar y sobre todo un mayor desenvolvimiento en estas para que a futuro se desarrolle de forma independiente Es por ello por lo que la integración sensorial es de suma importancia durante las distintas etapas de desarrollo ya sea en la etapa prenatal en el cual el sistema nervioso se inicia aproximadamente a los 18 días después de la fecundación, ya que esta etapa el feto comienza a estimular su sistema vestibular gracias al movimiento de la madre, o brindarle estímulos como que la mama le cante. Es importante que después del nacimiento el niño se relacione con los diferentes estímulos como por ejemplo se podría envolver en mantas a un bebe brindándole calor, meciéndolo, dándole masajes es decir brindando experiencias propioceptivas, vestibulares y táctiles que son la base para el desarrollo sensorial. Así como la lactancia materna que favorecen en el desarrollo del sistema táctil y visual. A medida que los niños van creciendo comienzan a explorar mucho más y la curiosidad por conocer es mayor, es entonces cuando se comienzan a involucrar aspectos motores más complejos por el cual el niño debe idear, planificar y ejecutar una acción se debe tener en cuenta si en ese proceso existe alguna dificultad sensorial y actuar de manera oportuna para así favorecer en su desarrollo y no afectar en su autonomía del niño. La integración sensorial también podría ser clave para los niños con dificultades en el contexto escolar, según estudios las actividades de en los tres primeros grados de educación primaria el sistema nervioso del niño aún está en proceso de maduración y se reconoce su importancia en el contexto educativo por su contribución en el rendimiento académico como en relaciones psicosociales. Se debe tener en consideración las adaptaciones curriculares para aquellos niños con necesidades especiales ya que en ellos se busca su máxima independencia y desarrollo. Se concluye que es importante no limitar a los niños a experiencias sensoriales ya que esto no los llevaría a conseguir un buen desarrollo de la integración sensorial, además de que la temprana intervención favorece al niño. Las experiencias táctiles, vestibulares y propioceptivas son fundamentales en el desarrollo ya que influyen control de todos sus movimientos corporales por ende que son base fundamental para las demás y un mejor aprendizaje y realizará las actividades que se propongan y permitirá al niño adquirir una estabilidad emocional, una mejor capacidad de atención, coordinación corporal generando autocontrol y confianza. Y no olvidar que una buena integración sensorial permite al niño funcionar bien académicamente como socialmente. BIBLIOGRAFÍA: 1. Rosselli, Mónica (2003). 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