El Ruiseñor y el Águila. En un día de verano, entre las ramas de un árbol cataba muy alegre el pequeño Ruiseñor, una risa de lo más alto del árbol se escucho como un trueno anunciando la tempestad, -ja ja ja ja ja – una gran Águila se burlaba de pequeños Ruiseñor, De que canta, deberías estar llorando, la naturaleza te hizo el ser mas miserable de la tierra, pequeñito, débil, enclenque y sin gracias, en cambio yo soy una ave potente, grande, altiva, estoy en varios escudos del mundo, y nadie me puede ganar. El pequeño Ruiseñor no dijo nada se bajo de las rabas del gran árbol y a las raíces y comenzó a rapar en busca de semilla para alimentarse, el Águila se le seguía burlando, este ser tan diminuto, solo come semillas que le toca raspar de las raíces de este árbol, tu eres un ser que no debería existir en la vida, haces quedar mal a las aves. Levanto sus grandes alas y remonto vuelo por la pradera, en busca de una pobre oveja para comer, el pastor la miro volar, como era muy astuto, coloco una trampa para que cayera el Águila; sin saber nada el Águila se prepara para casar la presa más fácil que mira entre unas cajas, apenas toma impulso se cierra unas paredes de malla y queda atrapada, por más que agitaba las alas, no podía escapar. El pastor orgulloso de lo que acaba de obtener con su trampa llama a todos los vecinos a ver la gran Águila. Se lamentaba mucho y lloraba hasta más no poder de su suerte, y en lo más alto de la jaula, escucha una melodiosa voz, que canta lindos canciones, al mirar era el pequeños Ruiseñor, al verlo se dio cuenta de que todo lo que le estaba pasando era por culpa de las burlas que le había echo a la pequeña ave, el Águila entre lágrimas le pidió perdón por lo todo lo que había dicho, son una ave tonta, aprendí que todas las aves somos iguales y diferentes al mismo tiempo, tu eres libre y yo estoy encerrada aquí sin poder hacer nada, pensé que por ser grande nadie me puede hacer nada, pero llego el hombre y me castiga por ser como soy. El Ruiseñor bajo hasta donde estaba el cerrojo de la jaula, tomo con su pico y con pequeños golpes abrió la jaula, el Águila salió majestuosa y cuenta la historia que desde ese día las dos aves son las mejores amigas, que vuelan juntas entre los arboles de un lindo bosque de aquel lugar, el Ruiseñor canta todas las mañanas más y más fuerte por lo feliz que esta.