Automatización: ¿oportunidad o amenaza? Cambios tecnológicos obligan a transformar los modelos de negocio para adaptarlos a las nuevas exigencias de los clientes En medio de los cambios que enfrenta el mundo las empresas no se pueden quedar atrás, deben transformar sus modelos de negocio para sobrevivir. Pero estos cambios no están ligados exclusivamente a la tecnología y la innovación. También son influenciados por: la globalización, la macroeconomía y la demografía. “Esto implica un problema muy grande, un estudio reciente reveló que el ochenta por ciento de las empresas no podrán dar este paso que es muy complejo. Y es que la mayoría no ha empezado a empujar estos cambios que tendrían que partir de aprovechar las tecnologías, (inteligencia artificial y otras) para llevar sus procesos de producción y distribución a niveles más sofisticados que les permitan alcanzar la competitividad en términos de costo”, manifestó Carlos Araya, director ejecutivo de Singularities. Pero estas transformaciones van más allá, porque en el momento en que las empresas logran definir modelos más claros de sus clientes, definir los patrones de distribución que garanticen su lealtad se vuelve más complejo. No conocen a sus clientes “Actualmente la mayoría de las empresas no tiene contacto directo con sus consumidores, producen para que la tiendita de la esquina haga la distribución. Al final el que está en la esquina es el que conoce las necesidades de sus clientes. Las empresas lo que conocen son los agregados de los consumidores y para hacerlo utilizan tecnologías que se inventaron hace cien años, pero que las agencias de publicidad siguen vendiendo, aunque es evidente que están dejando de funcionar”, expuso Araya durante el seminario Innovación, Inteligencia Artificial Robótica organizado por EY. Los principios de cómo los consumidores tomaban decisiones, se aproximaban al mercado y veían que las cosas están cambiando. “Esto se junta con que los sistemas capitalistas de consumo ya no saben cómo darle más cosas a la gente y la gente se está saturando y tomado paradigmas complejos con respecto a su realización personal. El exceso de positivismo está haciendo que la gente se sienta mal porque no puede alcanzar los modelos que le vende la publicidad. Entonces hay que cambiar y aprovechar la oportunidad de evolucionar como individuos que se nos está presentando”, sostiene Araya. La interacción con el cliente, que permita conocerlo con más exactitud, puede realizarse a través de la robótica, de aplicaciones móviles y de otros mecanismos que la innovación tecnológica permite desarrollar. Venderán software Tanto peso tiene la innovación tecnológica en estos cambios que algunos especialistas consideran que, en el futuro todas las empresas sin importar a qué sector pertenezcan se convertirán en negocios de software. “Tendrán que producir software para venderlo como un servicio y provisionalmente van a ofrecer analytics o capacidad de darle información a la gente. Esto ya lo vemos en todos lados, la nueva tendencia en automatizar los procesos”, dice Óscar Marín, gerente de automatización de procesos robóticos de EY. Los especialistas consideran que la automatización es parte de la evolución del ser humano, se calcula que entre el cuarenta y cincuenta por ciento de los procesos de las empresas pueden ser automatizados y no se debe tener miedo a ello. “Allá por el año 1700 más del noventa por ciento de la población trabajaba en la agricultura, sin embargo actualmente menos del 1 por ciento de la población trabaja la tierra y en la mayoría de lugares, si políticamente todo está correcto, no hay problema para producir alimentos. Esto es un ejemplo de uno de los sectores que más mano de obra empleaba y que la ha reemplazado por máquinas y no ha pasado nada”, afirma Marín. Cuarta revolución industrial Y añade que “estamos entrando en la cuarta revolución industrial y esta revolución tiene muchos componentes de inteligencia artificial, que es una dimensión adicional en el tema de la automatización como la conocíamos. Típicamente la automatización era mecánica, un músculo muy grande que desarrolla tareas especializadas. Pero ahora lo que está ocurriendo es que hay una evolución hacia modelos que son capaces de simular que piensan como los seres humanos”, explica Marín. Según Marín ya existen millones de casos en los que se usa este tipo de tecnología y el temor que genera la inteligencia artificial es que por medio de software se puede reemplazar a trabajadores que tienen títulos universitarios. Con cuatro tipos de algoritmos la inteligencia artificial puede resolver la mayoría de las situaciones. Analizando datos puede predecir, clasificar, comparar y hacer regresión. Pero Marín considera que indistintamente de que la inteligencia artificial tenga capacidad de sustituir incluso mano de obra especializada, las máquinas seguirán teniendo problemas porque no son capaces de razonar. “La capacidad de los humanos aún está muy por encima de la de las computadoras, nosotros llevamos la ventaja y lo que tenemos que hacer es identificar las fortalezas que tenemos, identificar en qué me puedo apoyar en las máquinas y aprovechar las oportunidades”, puntualiza. Consumidores más exigentes El estudio ¿Cómo convertir la disrupción en una oportunidad? realizado por EY, destaca que estos cambios provocados tecnológicos crean consumidores más informados y por tanto más exigentes y deseosos de atención personalizada. Por tanto ya no pueden ser categorizados como tradicionalmente se hacía. Ahora confían más en otros consumidores que en las marcas y valoran más las recomendaciones de otros usuarios que la publicidad tradicional. Además, demandan múltiples canales de compra. Nuevo paradigma Según los especialistas estos cambios que enfrenta el mundo empresarial, obliga a romper antiguos paradigmas de cómo manejar las empresas y a las grandes y antiguas les cuesta mucho quitarse el lastre que arrastran. Entonces, son las nuevas y especialmente las pequeñas y medianas empresas las que logran romper con las estructuras económicas del pasado las que tendrán mayor oportunidad de sobrevivir y triunfar. La Prensa, Economía, Lucydalia Baca Castellón