Tratado de cirugía general EL LIBRO MUERE CUANDO LO FOTOCOPIA AMIGO LECTOR: La obra que usted tiene en sus manos posee un gran valor. En ella, su autor ha vertido conocimientos, experiencia y mucho trabajo. El editor ha procurado una presentación digna de su contenido y está poniendo todo su empeño y recursos para que sea ampliamente difundida, a través de su red de comercialización. Al fotocopiar este libro, el autor y el editor dejan de percibir lo que corresponde a la inversión que ha realizado y se desalienta la creación de nuevas obras. Rechace cualquier ejemplar “pirata” o fotocopia ilegal de este libro, pues de lo contrario estará contribuyendo al lucro de quienes se aprovechan ilegítimamente del esfuerzo del autor y del editor. La reproducción no autorizada de obras protegidas por el derecho de autor no sólo es un delito, sino que atenta contra la creatividad y la difusión de la cultura. Para mayor información comuníquese con nosotros: TERCERA EDICIÓN Tratado de cirugía general Volumen I ERRNVPHGLFRVRUJ ASOCIACIÓN MEXICANA DE CIRUGÍA GENERAL, A. C. FEDERACIÓN MEXICANA DE COLEGIOS DE ESPECIALISTAS EN CIRUGÍA GENERAL, A. C. Dr. José Luis Morales Saavedra Nos interesa su opinión comuníquese con nosotros: Editorial El Manual Moderno, S.A. de C.V., Av. Sonora núm. 206, Col. Hipódromo, Deleg. Cuauhtémoc, 06100 Ciudad de México (52-55)52-65-11-00 @ info@manualmoderno.com quejas@manualmoderno.com IMPORTANTE Indicaciones precisas, las reacciones adversas, y las pautas de dosificación de los medicamentos se ofrecen en este libro, pero es posible que se puedan cambiar. Se insta al lector a revisar la información de los paquetes de los fabricantes de los medicamentos mencionados. Los autores, editores, editorial o distribuidores no son responsables por errores u omisiones o de las consecuencias de la aplicación de la información contenida en este trabajo, y no ofrecemos ninguna garantía, expresa o implícita, con respecto al contenido de la publicación. Los autores, editores, editorial y distribuidores no asumen ninguna responsabilidad por cualquier daño y / o daños a personas o bienes derivados de la presente publicación. Tratado de cirugía general, tercera edición D.R. © 2017 por Editorial El Manual Moderno, S.A. de C.V. ISBN Obra completa: WFSTJØOFMFDUSØOJDB Miembro de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, Reg. núm. 39 Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada en sistema alguno de tarjetas perforadas o transmitida por otro medio —electrónico, mecánico, fotocopiador, registrador, etcétera— sin permiso previo por escrito de la Editorial. Tratado de cirugía general. –- Tercera edición. –- Ciudad de México : Editorial El Manual Moderno, 2017. 2 volúmenes, 23 páginas: ilustraciones ; 28 cm. Incluye índice ISBN WFSTJØOFMFDUSØOJDB (Obracompleta) ISBN WFSTJØOFMFDUSØOJDB (v. 1) ISBN WFSTJØOFMFDUSØOJDB (v. 2) En la portada: Asociación Mexicana de Cirugía General : Federación Mexicana de Colegios de Especialistas en Cirugía General Para mayor información en: • Catálogo de producto • Novedades • Distribuciones y más www.manualmoderno.com Director editorial y de producción: Dr. José Luis Morales Saavedra Editora asociada: Lic. Vanessa Berenice Torres Rodríguez Diseño de portada: DG. Eunice Tena Jiménez 1. Cirugía. 2. Operaciones quirúrgicas. 3. Cirugía operatoria. 617-scdd21 Biblioteca Nacional de México Imagen de portada: Dra. María Olivia Vega Pérez Asociación Mexicana de Cirugía General tercera edición EDITORES Acad. Dr. A. Jesús Vega Malagón Acad. Dr. Juan Carlos Mayagoitia González Acad. Dr. Éctor Jaime Ramírez Barba Dr. Abraham Pulido Cejudo Acad. Dr. Héctor Faustino Noyola Villalobos CONSEJO EDITORIAL Coordinador General Acad. Dr. A. Jesús Vega Malagón Secretario Dr. Héctor Armando Cisneros Muñoz Integrantes Dr. Guillermo León López Acad. Dr. Jesús Tapia Jurado Dr. Luis Mauricio Hurtado López Dra. Angélica Hortensia González Muñoz Dr. Juan Roberto Torres Cisneros Gral. de Brig. M.C. Ignacio Javier Magaña Sánchez V ERRNVPHGLFRVRUJ VI • Asociación Mexicana de Cirugía General COMITÉ EDITORIAL Dr. Juan Carlos Arana Reyes Dr. Luis Marcelo Argote Greene Dr. Amado de Jesús Athié Athié Dr. Javier Ávila Morales Dr. David Banderas Tarabay Dra. Ma. Enriqueta Baridó Murguía Dra. Carmen Barradas Guevara Dr. Tomas Barrientos Fortes Acad. Dr. Erich O. P. Basurto Kuba Acad. Dr. Roberto Bernal Gómez Dra. Francina Bolaños Morales Acad. Dr. Salvador Francisco Campos Campos Acad. Dr. Antonio Carrasco Rojas Dr. Roberto Castañeda Gaxiola Dr. Armando Castillo González Dr. Jorge Cervantes Cruz Dr. Óscar Chapa Azuela Dr. Héctor Armando Cisneros Muñoz Dr. Salvador Corona Corona Lic. Abraham Amiud Dávila Rodríguez Dr. Mauricio de la Fuente-Lira Dra. Tania Angélica de la Fuente Vera Dr. J. Lorenzo de la Garza Villaseñor Dr. Ignacio Díaz–Pizarro Graaf Dr. Mauro Echavarría Pinto Dr. Ángel Enrique Escudero Fabre Dr. Eduardo Ferat Osorio Acad. Dr. José Francisco Gallegos Hernández Dra. Mariel González Calatayud Dra. Angélica Hortensia González Muñoz Acad. Dr. Alejandro González Ojeda Dr. Vicente González Ruiz Dr. Mario Guzmán Gutiérrez Dr. Leopoldo Guzmán Navarro Dr. Luis Alfonso Hernández Higareda Acad. Dr. Miguel F. Herrera Hernández Dr. Luis Mauricio Hurtado López Dr. Samuel Kleinfinger Marcushamer Dr. David Lazky Marcovich Dr. Gustavo Linden Bracho Dr. Marco Antonio Loera Torres Dr. Enrique López Arvizu Dra. y Lic. Elena López Gavito Acad. Dr. Enrique Luque de León Dr. Ignacio Javier Magaña Sánchez Dr. José Alfonso Marín Méndez Acad. Dr. Juan Carlos Mayagoitia González Dr. Carlos Melgoza Ortiz Acad. Dr. Juan Mier y Díaz Dr. Baltasar Montes Alvarado Dr. Alfonso Morales Zúñiga Dr. Eduardo Moreno Paquentín Acad. Dr. Héctor Faustino Noyola Villalobos Dr. Saúl Ocampo González Dr. Juan Francisco Peña García Dr. Alejandro Alfonso Perea Sánchez Acad. Dr. Jorge A. Pérez Castro y Vázquez Dra. Diana Vanessa Pérez Coutiño Dr. Abraham Pulido Cejudo Dr. Gustavo Ramírez Wiella Schwuchow Dr. Edgar Enrique Ramos Díaz Dr. Ulises Rodríguez Wong Dr. Octavio Ruiz Speare Acad. Dr. Patricio Sánchez Fernández Dra. Irma Sánchez Montes Dr. Federico Sandoval Olvera Acad. Dr. Patricio Santillán Doherty Dr. Luis Sigler Morales Dr. Roberto Manuel Suárez Moreno† Acad. Dr. Jesús Tapia Jurado Dr. Roberto Juan Torres Cisneros Dr. Sergio Torres Vargas Dr. Rubén Gabriel Vargas de la Llata Dra. Ana Lorena Vázquez Guerrero Acad. Dr. Jorge Arturo Vázquez Reta Dr. José Humberto Vázquez Sanders Dr. Alfredo Jesús Vega Pérez Dr. David Velázquez Fernández Dr. Mario Vilatobá Chapa Dr. Alejandro Weber Sánchez Dra. María Graciela Zermeño Gómez Apoyo Administrativo Apoyo Bibliográ¿co Lic. Alejandro Cuellar Ramírez Srita. Luvia Rojo Rodríguez LDG. Jazmín López Villeda Dra. María Olivia Vega Pérez Dra. Jessica Vega Lugo ERRNVPHGLFRVRUJ Asociación Mexicana de Cirugía General • VII ASOCIACIÓN MEXICANA DE CIRUGÍA GENERAL Misión Proporcionar educación y actualización permanente a los cirujanos generales para un mejor desempeño en su actividad médico - quirúrgica, con alto compromiso social, respeto a la dignidad humana y preservación del medio ambiente. Visión Ser la Organización Médica líder ante la comunidad médico - quirúrgica y la sociedad, con presencia nacional e internacional. Valores Responsabilidad, Honestidad, Ética, Profesionalismo, Respeto, Humanismo y Compromiso Social Política de Calidad Somos una Asociación comprometida a brindar servicios de calidad con eficacia y eficiencia, orientados a la satisfacción de necesidades y expectativas de educación de los cirujanos generales, a través de promover la mejora continua en las actividades de nuestra organización para obtener la actualización médico - quirúrgica permanente Certi¿cación de Calidad En la Asociación Mexicana de Cirugía General, A.C., estamos comprometidos con la calidad, por lo cual, contamoscon la Certificación ISO - 9001 : 2000 ERRNVPHGLFRVRUJ Colaboradores José Alberto Ábrego Vásquez Cirujano Oncólogo. Universidad Nacional Autónoma de México. Hospital de Oncología, Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS. Capítulos: 92, 93. Carmen Aburto Fernández Cirujana General. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Capítulo: 32. Luis Adolfo Aceves López Cirujano General. Capítulo: 143. Rodrigo Aceves Zavala Cirujano General. Capítulo: 143. Humberto Acuña Meza Cirujano General con Posgrado en Cirugía Bariátrica y Gastrointestinal Avanzada. Facultad Mexicana de Medicina, Universidad la Salle. Hospital Ángeles Pedregal. Capítulos: 126, 221, 228. Salvador Agraz Castillo Angiólogo y Cirujano Vascular. Centro Médico Nacional “La Raza”, IMSS. Capítulo: 189. Juan Ramón Aguilar Saavedra Cirujano General. Capítulo: 180. Juan Francisco Aguirre Córdova Cirujano General. Capítulo: 7. Itzé Aguirre Olmedo Cirujana General. Capítulo: 164. Lisbeth Alarcón Bernés Cirujana General. Capítulo: 154. Francisco Alcocer Gouyonet Cirujano General y Vascular. Universidad de Alabama, Birmingham, U.S.A. Hospital Ignacio Morones Prieto, San Luis Potosí. Capítulo: 189. Omar Alejo Téllez Cirujano General. Capítulo: 137. Carlos Alberto Álvarez Ahumada Cirujano General, Vascular y Endovascular. Escuela Militar de Graduados de Sanidad, Universidad del Ejército y Fuerza Aérea S.D.N., Hospital Central Militar, México D.F. Hospital Fátima, Los Mochis Sinaloa. Capítulo: 193. Rafael Álvarez Cordero Cirujano General. Capítulo: 221. Rigoberto Álvarez Quintero Cirujano General. Capítulo: 183. Fernando Álvarez Tostado Fernández Cirujano General. Capítulo: 128. Andrea Socorro Álvarez Villaseñor Cirujano General. Instituto Mexicano del Seguro Social, Delegación Baja California Sur. Capítulos: 47, 48. Gerardo Amarante de León Cirujano General con Alta Especialidad en Mastología, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Cirugía General. Capítulo: 114. José Arturo Aragón López Cirujano General. Capítulo: 119. Luis Marcelo Argote Greene Cirujano General. Instituto Nacional de Ciencias Médicas y de la Nutrición, “Salvador Zubirán”. Capítulo: 220. Carlos Arreola Risa Cirujano General. Capítulo: 231. Lourdes Arriaga Pizano Investigadora del Sistema Nacional Nivel I, Médico Cirujano y Homeópata con Doctorado en Ciencias Químico-Biológicas. Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, Instituto Politécnico Nacional. Hospital de Especialidades Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS, Ciudad de México. Capítulo: 65. José Miguel Arriola Navas Cirujano General. Capítulo: 215. Juan A. Asensio Professor and Vice-Chairman of Surgery, Chief, Division of Trauma Surgery; Surgical Critical Care Director of Trauma Center; Trauma Program. Capítulo: 196. Horacio Astudillo de la Vega Genética y Oncología Molecular. Hospital de Oncología; Hospital de Especialidades Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS. Capítulo: 175. Enrique Aragón Viruette Cirujano General. Capítulo: 221. Carlos Raúl Ávila Jiménez Cirujano General. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Capítulo: 139. Juan Carlos Arana Reyes Cirujano General. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Yucatán. Unidad de Medicina de Alta Especialidad, IMSS, Mérida, Yucatán. Capítulos: 29, 34, 36, 42, 244. Javier Ávila Morales Cirujano Oncólogo. Director de la Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Capítulos: 82, 241. José Luis Arellano Nava Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Anáhuac México. Capítulo: 41. Fernando Azcoitia Moraila Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Anáhuac México. Capítulo: 41. Humberto Arenas Márquez Cirujano General. Capítulo: 27. Carlos Baeza Estrella Cirujano General. Capítulo: 18. VIII ERRNVPHGLFRVRUJ Colaboradores • IX David Ángel Banderas Tarabay. Cirujano General. Capítulo: 55. Claudia Teresa Barba Valadez Cirujana General. Universidad Autónoma de Aguascalientes. Hospital Miguel Hidalgo, Aguascalientes, Aguascalientes. Capítulo: 46. Ma. Enriqueta Baridó Murguía Cirujana General con Maestría en Gestión de Calidad de los Servicios de Salud, Universidad de Murcia. Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”. Hospital de Especialidades Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS. Capítulos: 58, 59, 61, 62. Dora Luz Barragán Patraca Cirujana General. Capítulo: 106. Tomás Barrientos Fortes Cirujano General. Universidad Anáhuac México. Capítulo: 13. Norma Eleane Basurto Acevedo Cirujana General. Capítulo: 166. Erich O. P. Basurto Kuba Cirujano General. Hospital General de México, Secretaría de Salud. Ex presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General. Capítulo: 102. Luis Nelson Bautista García Ginecología y Obstetricia. Capítulo: 241. Alma Becerril Santos. Ultrasonografía. Capítulo: 241. Carlos Fernando Bernal Cárdenas Cirujano General. Hospital General “Dr. Rubén Leñero”. Capítulos: 53, 233. Alta Especialidad No. 25 Instituto Mexicano del Seguro Social, Monterrey, Nuevo León. Capítulo: 114. Roberto Bernal Gómez Cirujano General. Sanatorio Español, Torreón, Coahuila. Capítulos: 185, 224, 243. Mario Antonio Cardona Pérez Cirujano General. Capítulo: 202. Juan Alberto Berrios Cirujano General. Capítulo: 214. Ixchel Carranza Martínez Cirujana General. Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, INER. Capítulo: 213. Eduardo Bladinieres Cámara Cirujano General y Vascular. Capítulo: 195. José Antonio Carrasco Rojas Cirujano General. Ex presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General. Capítulos: 14, 253. Ricardo Blas Azotla Cirujano General. Presidente del Consejo Mexicano de Cirugía General. Capítulo: 181. Rosa María Carreón Bringas Cirujana General. Capítulos: 2, 3. Francina Valezka Bolaños Morales Cirujana General. Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, INER. Capítulos: 217, 219, 220. María José Casas Vega Licenciada en Medicina y Estudiante de la Maestría en Nutrición Clínica. Universidad Anáhuac. Capítulos: 73, 74. Miguel Ángel Bonilla Becerril Cirujano General. Capítulo: 242. Diego Castañeda Garay Cirujano General. Capítulo: 205. Odón Brugada Echeverría Cirujano General. Capítulo: 230. Roberto Castañeda Gaxiola Cirujano General, Vascular y Endovascular. Centro Médico American British Cowdray, México, D.F. Escuela Militar de Graduados de Sanidad de la Universidad del Ejército y Fuerza Aérea S.D.N., Hospital Central Militar, México D.F. Capítulos: 188,191, 194, 197, 199. Jorge Manuel Camarero Benítez Cirujano General. Capítulo: 229. Salvador Francisco Campos Campos Cirujano General. Ex Presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General. Capítulos: 69, 71. Ana Karen Castañeda Solís Cirujana General. Capítulo: 28. Álvaro Campos Cortés Cirujano General. Capítulo: 179. Juan Arturo Castellanos Hernández Cirujano General. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Capítulo: 42. Óscar Bellacetín Figueroa Cirujano General. Capítulo: 137. Marino A. Capurso García Cirujano General. Capítulo: 109. Carlos Belmonte Montes Cirujano General. Capítulo: 160. Adrián Carbajal Ramos Cirujano General. Capítulo: 89. Elda Vanesa Benítez Venegas Cirujana General. Capítulo: 38. Francisco Javier Carballo Cruz Cirujano General. Hospital General Balbuena de la S.S.D.F. Capítulo: 52. José Luis Beristáin Hernández Cirujano General, Cirujano Hepatobiliar y Pancreático, Cirujano Endoscopista Gastrointestinal. Centro Médico Nacional “La Raza”. Capítulo: 165. Servando Cardona Huerta Cirujano General con Subespecialidad en Cirugía Oncológica y Doctorado en Medicina Magna Cum Laude, Universidad de Heidelberg, Alemania. Unidad Médica de ERRNVPHGLFRVRUJ Edgar David Castillo Bárcena Cirujano General. Hospital de Especialidades, Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS. Capítulo: 170. Armando Castillo González Cirujano General. Ex presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General. Capítulos: 224, 228. Graciano Castillo Ortega Cirujano General. Capítulo: 214. Gerardo Castorena Cirujano General. Capítulo: 107. X • Tratado de cirugía general (Colaboradores) Arturo Cérbulo Vázquez Médico General con Doctorado en Inmunología. Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, Instituto Politécnico Nacional. Hospital de la Mujer, Secretaría de Salud, Ciudad de México. Capítulo: 65. Rafael Contreras Ruiz Velasco Cirujano General. Capítulo: 24. Luis Juan Cerda Cortaza Cirujano General. Vicepresidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General. Capítulos: 39, 94. Gildardo Cortés Julián Cirujano General. Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, INER. Capítulo: 216. Jorge Cervantes Cruz Cirujano General. Centro Médico Nacional “La Raza”, IMSS. Capítulos: 69, 71 José Antonio Cortés Lares. Médico Pasante de Servicio Social en Investigación. Centro Médico Nacional de Occidente, IMSS. Capítulo: 48. Porfirio Cervantes Pérez Cirujano General. Capítulo: 240. Yadira Cervantes Silva Cirujana General. Capítulo: 211. J. Andrés Cervera Servín Cirujano General. Capítulo: 157. Judith Chaires Cisneros Cirugía Vascular. Hospital General “Dr. Rubén Leñero”. Capítulos: 53, 233. Carlos Chan Núñez Cirujano General. Capítulo: 173. Óscar Chapa Azuela Cirujano General. Hospital General de México. Capítulo: 177. Adriana Chaparro Delgadillo Cirujana General. Capítulo: 239. K. Verónica Chávez Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, México, DF. Capítulos: 178, 210. Miguel Ángel Chávez García Cirujano General y Endoscopista Gastrointestinal. Hospital Juárez de México. Capítulos: 133, 247, 248, 249, 250, 251, 252, 253. Jacobo Choy Gómez Cirujano General. Capítulo: 7. Héctor Armando Cisneros Muñoz Cirujano General. Diplomado en Reparación de Hernias de la Pared Abdominal. Hospital Médica Campestre, León, Guanajuato. Capítulo: 181. José Manuel Correa Rovelo Cirujano General. Capítulos: 155, 156, 159. Juan José Pablo Cortés Romano Cirujano General. Hospital Ángeles Pedregal. Capítulos: 129, 223 Amado de Jesús Athié Athié Especialista en Cirugía General. Hospital Médica Sur. Capítulos: 73, 74. Julio de Jesús Herrera Zamora Cirujano General. Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, INER. Capítulo: 216. Mauricio de la Fuente-Lira Cirujano general. Facultad de Medicina, UNAM. Ciudad de México. Centro Médico Nacional siglo XXI, IMSS, Ciudad de México. Capítulos: 164, 169. Tania Angélica de la Fuente Vera Licenciada en Comunicación Social y Cirujana General. Universidad Anáhuac. Centro Médico Nacional “La Raza”. Capítulos: 255, 256, 257, 258. Carlos Cosme Reyes Cirujano General. Capítulo: 160. J. Lorenzo de la Garza Villaseñor Cirujano General. Ex Presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General. Capítulo: 260. Lilia Cote Estrada Cirujana General. Ex Presidenta de la Asociación Mexicana de Cirugía General. Capítulo: 167. Víctor de la Peña Carrizales Cirujano General. Capítulo: 224. Fernando Cruz López Cirujano General. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Capítulos: 42, 68. Rodrigo Cruz Martínez Cirujano General. Capítulo: 161. Roberto Ulises Cruz Neri Cirujano General. Capítulo: 207. Cesar Alberto Cruz Santiago Cirujano General. Capítulo: 148. Primo Armando de la Rosa Aguirre Cirujano General. Capítulo: 211. Alethse de la Torre Rosas Infectóloga. Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, UNAM. Asesora de la Red Mexicana de Pacientes por la Seguridad de Pacientes. Capítulo: 61. Carlos De Miguel Ortega Especialidad en Cirugía General. Hospital San Javier, Guadalajara, Jalisco. Capítulo: 50. Adolfo Cuendis Velázquez Cirujano General. Capítulo: 164. Gabriela del Ángel Millán Cirujana General. Capítulo: 173. Edgar Cuevas García Cirujano General. Capítulo: 4. Germán Humberto Delgadillo Teyer Cirujano General. Capítulos: 97, 101, 134. Fausto Dávila Ávila Cirujano General. Capítulo: 90. Christian Antonio Díaz Carlos Cirujano General. Capítulo: 4. Martha Ruth Dávila Zenteno Cirujana General. Capítulo: 90. Carlos Manuel Díaz Contreras Piedras Cirujano General. Capítulo: 132. Abraham Amiud Dávila Rodríguez Asociación Mexicana de Cirugía General. Capítulo: 6. Alejandro Díaz Girón Gidi Cirujano General. Capítulos: 156, 159. ERRNVPHGLFRVRUJ Colaboradores • XI Jair Díaz Martínez Cirujano General. Hospital General de México. Capítulo: 177. Pedro Espinosa de los Monteros Moranchel Cirujano General. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Capítulo: 68. José Fernando Díaz Sobrino Cirujano General. Capítulo: 158. Alberto Espinosa Mendoza Cirujano General. Hospital General La Villa de la SSDF. Capítulo: 52. Ignacio Díaz-Pizarro Graaf Cirujano General. Jefe del Departamento de Nutrición Clínica. Presidente de la Asociación Mexicana de Alimentación Enteral y Endovenosa. Capítulos: 76, 162 Claudia B. Domínguez Fonseca Cirujana General. Capítulo: 99. Miguel Espinoza Sánchez Cirujano General. Capítulo: 55. Miguel Luis Esquivel Herrera Cirujano General. Capítulo: 139. Luis Galindo Mendoza Médico Especialista en Cirugía General. Facultad de Medicina, UNAM. Hospital Médica Sur. Capítulo: 75. Antonio Galindo Nava Cirujano General. Capítulo: 39. José Francisco Gallegos Hernández Cirujano Oncólogo con Sub-Especialidad Universitaria en Tumores de Cabeza y Cuello, Diplomado en Cirugía Micro-Vascular, Universidad Nacional Autónoma de México, Universite Des Hopitaux, París. Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS. Capítulos: 83, 92, 93 Óscar Durán Anguiano Cirujano General. Capítulo: 150. Alicia Estrada Castellanos Médico Adscrito al Servicio de Gastrocirugía. Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS. Capítulo: 125. Óscar Durán Ramos Cirujano General. Capítulo: 150. Jorge Farell Rivas Cirujano General. Capítulo: 148. Gabriel Adrián García Correa Cirujano General. Capítulo: 78. Mauro Echavarría Pinto Cardiología Intervencionista con Doctorado en Ciencias de la Salud. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Capítulo: 219. Eduardo Ferat Osorio Cirujano General con Doctorado en Ciencias Biomédicas. Facultad de Medicina, UNAM. Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS. Capítulos: 65, 130, 133. Mario A. García Gómez Cirujano General. Capítulo: 160 Emanuel Enciso Vargas Cirujano General. Capítulo: 209. David Fernando Pinal García Cirujano General. Capítulo: 205. Mauricio Alejandro Erazo Franco Licenciatura Cirujano Plástico y Reconstructivo. Hospital Central Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional. Medicina Privada Centro Médico ABC, Universidad La Salle. Capítulo: 112. Carlos Flórez Zorrilla Cirujano Hepatobiliar y de Trasplante Hepático. Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, ISSSTE. Capítulo: 163. Abilene Cirenia Escamilla Ortíz Cirujano General. Hospital General Tacuba ISSSTE, Ciudad de México. Capítulos: 11, 25, 63. Alejandro Escobar Monroy Cirujano General. Capítulo: 118. Jesús Fermín Escobedo Anzures Cirujano General. Hospital General “Dr. Rubén Leñero”. Capítulos: 53, 233. Rosaura E. Fuentes Corona Cirujana General. Capítulo: 106. Clotilde Fuentes Orozco Centro Médico Nacional de Occidente, IMSS, Guadalajara, Jalisco. Capítulos: 47, 48, 60. Carlos Martín Gaitán Mercado Cirujano General con Maestría en Educación. Universidad Autónoma de Aguascalientes. Hospital Miguel Hidalgo, Aguascalientes, Aguascalientes. Capítulo: 46. Ángel Enrique Escudero Fabre Cirujano General. Capítulos: 247, 248, 249, 250, 251, 252, 253. Francisco Iván Galeana Nogueda Cirujano General. Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS. Capítulo: 169. David Esmer Sánchez Cirujano General. Capítulo: 128. Patricia Galindo López Cirujana General. Capítulo: 122. ERRNVPHGLFRVRUJ Raúl García Cano Cirujano General. Capítulo: 202. Mónica García Gutiérrez Cirujana General. Capítulo: 108. Juan Francisco García Morales Cirujano General. Capítulos: 27, 144. Luis Manuel García Núñez Cirujano General y de Trauma con Maestría en Educación. Escuela de Medicina “Robert Wood Johnson, Universidad de Medicina y Odontología de New Jersey, Newark, E.U.A. Hospital Central Militar. Capítulos: 196, 234, 236, 237. Jesús García Rentería. Médico Pasante de Servicio Social en Investigación. Centro Médico Nacional de Occidente, IMSS. Capítulo: 261. Diego Martín García Vivanco Cirujano General. Hospital Médica Sur. Capítulos: 73, 74. Denzil Garteiz Martínez Cirujano General. Capítulo: 45. Luis Guillermo Gerling de Alba Cirujano General. Capítulo: 3. Alejandro Germán Serrano Peña Cirujano General. Capítulo: 183. XII • Tratado de cirugía general (Colaboradores) Gerardo Gil Galindo Cirujano General. Hospital Metropolitano, Monterrey, Nuevo León. Capítulo: 184. Guadalupe Guerrero Lara Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Capítulo: 73. Efraín Gómez Herrera Especialidad en Cirugía General. Hospital San Javier. Guadalajara, Jalisco. Capítulo: 50. Guillermo Guerrero Torres Cirujano General. Capítulo: 195. Mariel González Calatayud Cirujana General y Máster Universitario en Técnicas Quirúrgicas Endoscópicas, Universidad autónoma de Barcelona, España. Facultad de Medicina, UNAM. Capítulos: 33, 254. Raúl González Fregoso Cirujano Vascular. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Capítulo: 246. César González Morales Cirujano General. Capítulo: 84 Osvaldo Hernán González Morales Otorrinolaringólogo. Capítulo: 243. Angélica Hortensia González Muñoz Cirujana General con Maestría en Administración de Hospitales y Salud Pública. Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS. Universidad Nacional Autónoma de México. Capítulos: 25, 63, 259, 262, 263. Alejandro González Nogueira Otorrinolaringólogo. Capítulo: 243. Alejandro González Ojeda. Investigador Titular D, SIN. Encargado de la Unidad de Investigación en Epidemiología Clínica. UMAE, Hospital de Especialidades, Centro Médico Nacional de Occidente, IMSS. Capítulos: 47, 60, 261. José Manuel Guillén Contreras Cirujano General. Capítulo: 120. Rafael Gutiérrez Carreño Médico Cirujano. Universidad Nacional Autónoma de México. Fellow del Arizona Heart Institute, Arizona E.U.A. Capítulos: 191, 199. Rosalba E. Gutiérrez Olvera Cirujana General. Capítulo: 77. Gabriela Elaine Gutiérrez Uvalle Cirujana General. Capítulo: 33. Rosa María Guzmán Aguilar Cirujana General. Capítulo: 26. Óscar Ramón Guzmán Chávez Cirujano General. Capítulo: 144. Enrique Guzmán de Alba Cirujano General. Capítulo: 218. Mario Guzmán Gutiérrez Cirujano General. Hospital General de México. Capítulos: 20, 21. José Ignacio Guzmán Mejía Cirujano General. Capítulo: 10. Vicente González Ruiz Cirujano General. Hospital General de México. Capítulos: 86, 166. Raúl Guzmán Muñoz Hospital Universitario de la UA de C. Torreón, Coahuila. Capítulo: 187. Verónica Gopar Ochoa Alumna del curso de Alta Especialidad de Endoscopía Digestiva. Hospital “Rubén Darío”, ISSSTE. Capítulo: 177. Leopoldo Guzmán Navarro Residencia en Cirugía General y Fellowship en Oncología Quirúrgica, Medicina, Stony Brook Nueva York E.U.A. Presidente de la Práctica Médica Grupal de Cirugía, Centro Médico ABC, Ciudad de México. Capítulos: 105, 112 Jorge Guadarrama Orozco Oncología Médica. Instituto Nacional de Cancerología. Capítulo: 175. Víctor Hugo Guerrero Guerrero Cirujano General y de Colon. Capítulo: 151. Juan Carlos Hernández Aranda Cirujano General. Facultad de Medicina, Universidad de Guanajuato. Capítulos: 140, 141. ERRNVPHGLFRVRUJ Raúl Hernández Centeno Hospital General León, Hospital “HR”. Capítulos: 15, 182. José Mariano Hernández Domínguez Hospital General Centro Médico Nacional “La Raza”, IMSS. Capítulo: 57. Edgar Fernando Hernández García Cirujano General y de Trauma. Hospital Central Militar. Capítulos: 80, 234, 236, 237. Luis Alfonso Hernández Higareda Cirujano General con Maestría en Ciencias Médicas en Cirugía. Gastrocirugía Endoscópica, Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS. State Faculty, Committee In Trauma, ACS. Capítulos: 11, 250, 251, 252, 253. Adriana Hernández López Cirujana General. Presidenta de la Asociación Mexicana de Cirugía Endoscópica. Centro Médico ABC, México DF. Capítulo: 186. Daniel Alejandro Hernández Ramírez Cirujano General. Capítulo: 82. Óscar Xavier Hernández Rodríguez Cirujano General. Capítulo: 70. Santiago Herrera De Juana Cirujano Vascular. Centro Médico American British Cowdray, México, D.F. Capítulo: 193. Miguel F. Herrera Hernández Cirujano General con Doctorado en Ciencias Médicas y Posgrado de Alta Especialidad en Cirugía Endócrina, Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, División de Posgrado, Facultad de Medicina de la UNAM. Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”. Capítulo: 210. Luis Montiel Hinojosa Cirujano General. Capítulo: 176. Carlos Arturo Hinojosa Becerril Cirujano General con Maestría en Ciencias, Universidad de McMaster. Universidad Nacional Autónoma de México. Subdirector de Investigación Clínica, Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”. Profesor Titular de Angiología y Cirugía Vascular. Capítulo: 198. Colaboradores • XIII José Hinojosa Gómez Médico Radio-oncólogo. Instituto Nacional de Cancerología. Capítulos: 116, 174. Carlos Daniel Lever Rosas Cirujano General y Oncólogo. Hospital Central Militar. Capítulo: 80. Luis Mauricio Hurtado López Cirujano General. Hospital General de México. Capítulos: 95, 96, 100. Luis Alfonso Ley Marcial Cirujano General. Capítulo: 124. Jesús Martín Ibarra Celaya Cirujano General. Capítulo: 214. Marco Antonio Loera Torres Cirujano Hepatobiliar y de Trasplante. Hospital Clinic de Barcelona. Hospital Central Militar. Capítulos: 168, 180, 202. Tomás R. Ibarra Hurtado Maestría en Ciencias Médicas y Especialista en Cirugía General. Hospital Civil de Guadalajara “Fray Antonio Alcalde”. Capítulo: 49. Yamel Lombardo Abed Cirujano General. Capítulo: 13. José Antonio Ibarra Moreno Cirujano Pediatra. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Capítulo: 245. Enrique López Arvizu Cirujano General. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Capítulos: 35, 76. Marco Antonio Íñiguez García Cirujano General. Capítulo: 215. Juan Antonio López Corvalá Hospital Ángeles Tijuana. Capítulo: 185. César Íñiguez Martínez Cirujano General y Laparoscopista. Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde”, Guadalajara, Jalisco. Capítulo: 208. Elena López Gavito Cirujana General. Capítulos: 4, 5, 6, 9. Leire Irusteta Jiménez Cirujano General. Capítulo: 261. Abel Jalife Montaño Cirujano General. Hospital General de México. Capítulo: 19, 20. Enrique Jiménez Chavarría Cirujano General y de Trasplantes. Hospital Central Militar. Capítulo: 204. Mario Leonardo Jiménez Ávalos Cirujano General. Capítulo: 230. María Fernanda López Godínez Cirujana General. Capítulo: 27. Jorge Luis López Rodríguez Cirujano General. Universidad Autónoma de Aguascalientes. Centro de Ciencias de la Salud Aguascalientes, Aguascalientes. Capítulo: 46. Edgar Efrén Lozada Hernández Cirujano General. Capítulo: 176. José Alberto Lugo Díaz Cirujano General. Hospital General Regional No. 1, IMSS, Querétaro. Capítulo: 32. Billy Jiménez Bobadilla Cirujano General y de Colon. Capítulo: 154. Enrique Luque de León Cirujano General. Ex Presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General. Capítulos: 259, 263. José Luis Jiménez Corona Doctor en Educación Médica. Facultad de Medicina, UNAM. Capítulo: 14. Cecilia María Luisa Aguilar Paulín Cirujana General. Capítulo: 75. Samuel Kleinfinger Marcuschamer Cirujano General. Capítulo: 119. Yuridia Renata Macías Ángeles Cirujana General. Capítulo: 137. David Lasky Markovich Cirujano General. Capítulo: 242. Antonio Maffuz Aziz Cirujano Oncólogo con Especialidad en Medicina “Diagnóstico y Tratamiento de ERRNVPHGLFRVRUJ los Tumores Mamarios”, UNAM. Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS. Instituto de Enfermedades de la Mama “FUCAM”; Centro Médico ABC. Capítulos: 81, 111. Gerardo Magallanes Ginecología y Obstetricia con Adiestramiento en Mastología. Capítulo: 110. José Francisco Magaña Mendoza Hospital de la Mujer, Secretaría de Salud. Capítulo: 43. Ignacio Javier Magaña Sánchez Cirujano General. Escuela Medico Militar. Ex presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General. Director Ejecutivo de la Asociación Mexicana de Cirugía General. Delegado por México en la Panamerican Trauma Society. Capítulos: 232, 239. Miguel Magdaleno García Diplomado en Reparación de Hernias de la Pared Abdominal. Hospital Ángeles de León. Capítulo: 181. Federico Maldonado Magos Cirujano General. Capítulo: 85. Angélica Maldonado Vázquez Cirujano General. Hospital Ángeles Pedregal. Facultad Mexicana de Medicina Universidad la Salle. Capítulo: 126. Francisco Mancilla Ulloa Cirujano General. Capítulo: 8. José Alfonso Marín Méndez Cirujano General. Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS. Hospital Ángeles Metropolitano, Ciudad de México. Capítulo: 91. Jorge Luis Mariñelarena Mariñelarena Cirujano General. Capítulos: 5, 8. Manuel Eduardo Marquina Ramírez Angiólogo, Cirujano Vascular y Endovascular. Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, ISSSTE, México, D.F. Centro Médico American British Cowdray y Hospital Ángeles Mocel. Capítulo: 192. XIV • Tratado de cirugía general Lucía Martínez Hernández Médica, Especialista en Infectología. Instituto Nacional de Cancerología. Hospital Español, México. Capítulo: 59. Paulino Martínez Hernández-Magro Cirujano General. Capítulo: 150. Ariel De J. Martínez Oñate Cirujano General. Capítulo: 98. José Luis Martínez Ordaz. Cirujano General. Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS. Capítulo: 23. Juan Carlos Mayagoitia González Cirujano General. Ex Presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General. Capítulo: 182. Javier Melchor Ruán Cirujano Oncólogo. Instituto Nacional de Cancerología, México. Capítulo: 175. Jorge Meléndez Zajgla Investigador del Instituto Nacional de Medicina Genómica. Capítulo: 79. Carlos Melgoza Ortiz Cirujano General. Capítulo: 37. Diego Federico Mendoza Medina Cirujano General y de Trasplantes, Guadalajara, Jalisco. Capítulo: 203. María Juana Mendoza Méndez Gineco-obstetra. Hospital Regional No. 200, IMSS. Capítulo: 54. Federico Mendoza Sánchez Cirujano General. Capítulo: 203. Luis Rodrigo Michel Espinoza Cirujano General. Capítulo 60 Juan Míer y Díaz Cirujano General. Hospital de Especialidades, Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS. Ex presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General. Capítulo: 170. (Colaboradores) Juan Francisco Molina López Cirujano General. Capítulo: 22. Karina María Navarrete Vargas Cirujana General. Capítulo: 239. Rocío Montserrat Monroy Argumedo Cirujano General con Posgrado en Cirugía Bariátrica y Gastrointestinal Avanzada. Facultad Mexicana de Medicina Universidad la Salle. Hospital Ángeles Pedregal. Capítulos: 126, 228. Luis Fernando Negrete Cervantes Cirujano General. Capítulo: 254. Baltasar Montes Alvarado Cirujano General. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Capítulos: 32, 35, 162 José Montes Alvarado Anestesiólogo. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Capítulo: 29. Jorge Luis Montes de Oca Arce Cirujano General. Capítulo: 201. Edgar Rafael Montes de Oca Durán Cirujano General. Capítulo: 86. José Morales Gómez Cirujano General. Capítulo: 214. Eduardo Moreno Aguilera Cirujano General. Capítulo: 131. Efraín Moreno Gutiérrez Cirujano General. Hospital de Especialidades, Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS. Capítulo: 31. Antonio Moreno Guzmán Mayor Médico Cirujano, Cirujano General con Doctorado en Ciencias de la Salud. Facultad de Medicina, UNAM. Consejo Mexicano de Cirugía General A.C. Capítulos: 1, 168. Eduardo Moreno Paquentín Cirujano General. Vicepresidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General. Capítulo: 88. Mariana P. Muñoz Ponce Cirujana General. Capítulo: 173. José Manuel Mier O Cirujano General. Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, INER. Capítulo: 213. Pablo Daniel Murakami Morishige Cirujano Plástico y Reconstructivo. Hospital Central Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional. Medicina Privada Centro Médico ABC, Universidad Anáhuac. Capítulo: 112. Roberto Carlos Miranda Ackerman Especialista en Medicina Crítica. Hospital San Javier, Guadalajara, Jalisco. Capítulo: 50. Héctor Murrieta González Cirujano General. Capítulo: 171. ERRNVPHGLFRVRUJ Omgo E. Nieweg Cirujano General. Capítulo: 93. Javier Niño Solís Cirujano General. Hospital de Especialidades, Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS. Capítulo: 136. Héctor Faustino Noyola Villalobos Cirujano General y de Trasplantes de Órganos Sólidos, Universidad de Pittsburgh, USA. Escuela Médico Militar. Jefe del Área de Cirugía del Hospital Central Militar. Presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General. Capítulos: 1, 180, 202, 204. Olliver Núñez Cantú Universidad de Texas. Hospital Central Militar. Capítulos: 234, 236, 237. Noé Núñez Jasso Cirujano General. Hospital de Especialidades, Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS. Capítulo: 225. Carlos M. Nuño Guzmán Cirujano General. Hospital Civil de Guadalajara “Fray Antonio Alcalde”; Hospital de Especialidades, Centro Médico Nacional de Occidente, IMSS. Capítulos: 40, 49. Luis Carlos Ocampo del Prado Pediatra Gastroenterólogo. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Capítulo: 244. Rubén Ocampo González Especialidad en Cirugía General. Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, Universidad de Guadalajara. Hospital “Fray Antonio Alcalde”, Guadalajara, Jalisco. Capítulo: 205. Saúl Ocampo González Cirujano General. Jefe de la División de Cirugía. Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, Universidad de Guadalajara. Capítulos: 207, 209. Colaboradores • XV Juan Carlos Olivares González Cirujano General y Laparoscopia. Hospital Regional del Río, Reynosa, Tamaulipas; Hospital Sierra Madre, Monterrey, Nuevo León. Capítulo: 51. Oscar Olivares Ontiveros Clínica de Cirugía Ambulatoria “San Francisco”, Torreón, Coahuila. Capítulo: 187. Carlos A. Olivares Torres Cirujano General. Capítulo: 217. Nayeli Xochiquetzal Ortiz Olvera Médico Adscrito. Hospital de Especialidades, Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS. Capítulo: 170. Adriana Osorio Cirujana General. Capítulo: 138. Luis Juan Ostos Mondragón Cirujano General. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Capítulos: 35, 76, 162. Horacio Gabriel Olvera Hernández Cirujano General. Capítulo: 87. Juan Pablo Pantoja Millán Cirujano General. Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”. Capítulo: 178. Nora Hilda Ontiveros Mendoza Hospital General, Centro Médico Nacional “La Raza”. Capítulo: 57. Honorine Parra Sánchez Cirujano General. Capítulo: 72. Ma. Eugenia Ordoñez Gutiérrez Cirujana General. Capítulo: 151. Jaime A. Pedroza Anaya Cirujano General. Capítulo: 200. Samuel Ordoñez Ortega Cirugía Bariátrica. Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”. Capítulo: 227 Juan Francisco Peña García Cirujano General. Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS, Ciudad de México. Capítulo: 91. Daniel Orea Estudillo Cirujano Oncólogo. Hospital General Sur del Estado de Puebla SSA; Hospital Ángeles Puebla. Capítulo: 56. Cesar Alí Orozco Cervantes Cirujano General. Capítulo: 149. Moisés Ortiz Fernández Cirujano General. Capítulo: 121. Carlos Ortiz Hidalgo Cirujano General. Capítulo: 108. Vanessa Ortiz Higareda Cirujana General con Maestría en Ciencias de la Salud. Hospital de Especialidades “Dr. Bernardo Sepúlveda”, Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS. Capítulo: 21. Alma Lilia Ortiz Maldonado Cirujana Oncóloga. Universidad Nacional Autónoma de México. Hospital de Oncología, Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS. Capítulo: 92. Víctor Iván Peña Vilchis Cirujano General. Hospital Centro Médico ABC. Capítulo: 129. Alejandro Alfonso Perea Sánchez Cirujano General. Ex Presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General. Capítulo: 201. Eliseo Pérez Castro Cirujano General. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Capítulo: 162. Jorge A. Pérez Castro y Vázquez Cirujano General. Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS, Ciudad de México. Capítulo: 28. Teófilo Pérez Corona Cirujano General. Capítulo: 133. Diana Vanessa Pérez Coutiño Cirujana Cardiovascular, Centro Médico Nacional Siglo XXI, Ciudad de México. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Hospital General Regional No. 1, IMSS, Querétaro. Capítulo: 219. ERRNVPHGLFRVRUJ Fernando Pérez Galaz Cirujano General. Capítulo: 238. José Rogelio Pérez Padilla Cirujano General. Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, INER. Capítulo: 212. Julio Alberto Pérez Sosa Cirujano General. Capítulo: 24. Fernando Pérez Zincer Cirujano General. Capítulo: 84. Ignacio González-Pinto Arrillaga Cirujano General. Capítulo: 203. Marco Antonio Piscil Salazar Cirujano General. Capítulo: 97. Samuel Ponce de León Rosales Médico Internista e Infectólogo con Maestría en Ciencias, Universidad de Virginia, E.U.A. Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”. Capítulo: 67. Luis Ángel Posadas Ramírez Cirujano General. Capítulo: 222, 226. Bruce Potenza Cirujano General. Capítulo: 238. Maureen Poveda Escalante Gineco-obstetricia con Maestría en Ciencias Médicas. Facultad de Medicina. Universidad Autónoma de Querétaro. Hospital General Regional No. 1, IMSS, Querétaro. Capítulo: 241. Eduardo Prado Orozco Cirujano General y Endoscopista. Hospital General (Sur). Capítulos: 247, 248, 249, 250, 251, 252. Manuel Rodrigo Prieto Aldape Cirujano General. Capítulo: 144. Paola Prieto Olivares Médica, Universidad Panamericana y Cirujana General, Hospital Regional de Pemex. Hospital General de México. Capítulos: 192, 194. Abraham Pulido Cejudo Cirujano General. Hospital General de México. Ex Presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General. Capítulos: 19, 20, 96. XVI • Tratado de cirugía general Víctor Elier Quiroga Arias Cirujano General. Capítulo: 218. Éctor Jaime Ramírez Barba Cirujano General con Doctorado en Ciencias Médicas. Ex Presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General. Capítulo: 12. Alberto Ramírez Castañeda Cirujano General. Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, INER. Capítulo: 219. Serafín Ramírez Castañeda Cirujano General. Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, INER. Capítulo: 219. Esmeralda Cristina Ramírez Faba Hospital General, Centro Médico Nacional “La Raza”. Capítulo: 57. Luis Ricardo Ramírez González Cirujano General. Capítulo: 47, 48. Luis Roberto Ramírez Mancillas Hospital ISSSTE, Centro Especializado en Hernias Ciudad Victoria, Tamaulipas. Capítulo: 184. Martha Esperanza Ramírez Martínez Cirujana General. Capítulo: 104. Nuria Patricia Ramírez Sandoval Cirujana General. Capítulo: 72. Edgar Enrique Ramos Díaz Cirujano de Trasplante. Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh. Hospital Central Militar. Capítulos: 168, 179. Jorge Rendón Félix Médico Pasante de Servicio Social en Investigación. Centro Médico Nacional de Occidente, IMSS. Capítulos: 60, 261. Luis Renjel García Cirujano General. Capítulo: 89. Alejandro Rey Cirujano Cardiovascular y Torácico. Centro Médico American British Cowdray y Hospital Ángeles del Pedregal. Capítulo: 190. (Colaboradores) Rafael H. Reyes Bueno Cirujano General. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Yucatán. Capítulo: 36. Silvano Ríos Pascual Cirujano General. Capítulo: 215. Lorenzo Rish Fein. Médico Cirujano, Centro Médico American British Cowdray y Cirujano Vascular con especialización en Angiología y Cirugía Cardio-Vascular, Seton Hospital y Morrisania City Hospital, Nueva York, USA y Hospitales Universitarios de Cleveland, Cleveland, Ohio, USA. Facultad de Medicina, UNAM. Capítulo: 188. Luz María Rivas Moreno Cirujana General. Capítulo: 239. Julio Robledo Pascual Cirujano General. Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, INER. Capítulo: 212. Óscar Rodrigo Rocha Erazo Cirujano General. Hospital Central Militar. Capítulo: 80. Victoria Vanessa Rocha Garfias Facultad de Odontología, UNAM; Doctorado en Ciencias en el Programa de Maestría y Doctorado en Ciencias Médicas, Odontológicas y de la Salud, Facultad de Medicina, UNAM. Sociedad Mexicana de Historia y Filosofía de la Medicina A.C. Capítulo: 1. Heriberto Rodea Rosas Cirujano General. Hospital General de México. Capítulo: 142. Mauricio Rodríguez Álvarez Médico Cirujano con Doctorado en Ciencias, Facultad de Química, UNAM. Facultad de Medicina, UNAM. Capítulo: 67. José Luis Rodríguez Díaz Cirujano General. Capítulo: 152. Antonio Rodríguez Esquerra Cirujano General. Capítulos: 222, 226. Gerardo Josué Rodríguez Lara Cirujano General. Capítulo: 122. Carlos Agustín Rodríguez Paz Cirujano General. Capítulos: 2, 3, 15, 167. Martha Eugenia Rodríguez Pérez Cirujana General. Capítulo: 17. Francisco Javier Rodríguez Suárez Cirujano General. Capítulos: 16, 44. María Gregoria Rodríguez Varela Cirujana General. Capítulo: 15. Ulises Rodríguez Wong Cirujano General y de Colon. Capítulos: 147, 153. Moisés Freddy Rojas Illanés Cirujano General. Capítulo: 145. Guillermo Rojas Reyna Cirujano General y Vascular. Centro Médico American British Cowdray, México, D.F. Capítulo: 193. Jorge Roldán García Cirujano General. Hospital General de México. Capítulo: 177. Teodoro Romero Hernández Cirujano General. Capítulo: 135. Irma Violeta Romero Kerlegand Anestesióloga. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Capítulo: 246. Claudio Guillermo Rosado Vázquez Cirujano General. Capítulo: 103. Rafael Rodríguez Cabrera Cirujano en Ortopedia y Traumatología. Capítulo: 244. Eduardo Rosales Montes Cirujano General. Capítulo: 236. Sergio Rodríguez Cuevas Cirujano Oncólogo. Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS. Instituto de Enfermedades de la Mama “FUCAM”. Capítulos: 81, 111. Briseida Rubio Martínez Cirujana General. Capítulo: 145. ERRNVPHGLFRVRUJ Gonzalo Hagermann Ruiz–Galindo Cirujano General. Capítulo: 157. Colaboradores • XVII Rogelio Ruiz Cruz Cirujano General. Capítulo: 72. Roberto Sánchez Medina Cirujano General. Capítulo: 123. Alicia Solano Murillo Cirujana General. Capítulo: 161. Erika Ruiz García Oncología Médica. Instituto Nacional de Cancerología, México. Capítulo: 175. Irma Sánchez Montes Cirujana General con Maestría en Administración de Organizaciones, UNAM. Hospital General Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS. Hospital General de Tláhuac SEDESA, Ciudad de México. Capítulo: 66. Humberto Solís Téllez Cirujano General con Posgrado en Cirugía Bariátrica y Gastrointestinal Avanzada, Hospital Ángeles Pedregal y la Facultad Mexicana de Medicina Universidad la Salle. Hospital Ángeles Pedregal. Capítulo: 223. Rafael Sánchez Morett Cirujano General y de Colon. Capítulo: 158. Omar Michel Solórzano Pineda Cirujano General. Capítulo: 145. Karina Sánchez Reyes Cirujana General. Capítulo: 127. Julio César Sotelo Hernández Cirujano General. Hospital General Centro Médico Nacional “La Raza”. Capítulo: 57. Jorge Ruíz Lizárraga Cirujano General. Capítulo: 138. Oscar Gilberto Ruvalcaba Castañeda Cirujano General con Diplomado en Profesionalización Docente para la Educación en Salud. Subdirector Médico en Hospital General Regional 110, IMSS, Guadalajara, Jalisco. Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Universidad de Guadalajara. Capítulos: 38, 172. José Antonio S. Ruy Díaz Reynoso Cirujano General. Capítulo: 77. Federico Sandoval Olvera Cirujano General. Capítulos: 17, 30, 31. Jorge Hugo Salado Rentería Cirujano General. Capítulo: 207. Patricio Santillán Doherty Cirujano General. Director Médico. Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, INER. Capítulo: 216. José Raúl Salas Ramírez Cirujano General. Capítulo: 206. Elisa María Sepúlveda Guerrero Cirujana General. Capítulo: 138. Cristina María Salazar Cantú Cirujana General con Adiestramiento en Mastología. Capítulo: 110. Juan Alberto Serrano Olvera Cirujano General. Capítulo: 115. Blanca Salazar Alvarado Especialista en Hematología. Hospital Civil de Guadalajara “Fray Antonio Alcalde”. Capítulo: 49. Gustavo F. Salazar Otaola Cirujano General. Capítulo: 217. Macario Salcido Jiménez Cirujano General. Hospital Fray Antonio Alcalde. Capítulo: 208. Daniel Saltiel Mechulán Cirujano General. Capítulo: 146. Patricio Sánchez Fernández Cirujano General. Hospital de Especialidades, Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS. Capítulos: 130, 134. Francisco Javier Sánchez González Cirujano General. Capítulos: 97, 101. Erick Servín Torres Cirujano General. Capítulo: 101. Jaime Shalkow Klincovstein Cirujano General. Capítulo: 10. Santiago Sherwell Cabello Cirujano General y Cirugía de Mama. Hospital San José, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Instituto de Enfermedades de la Mama “FUCAM”. Capítulos: 81, 111. Mauricio Sierra Salazar Cirujano Endocrina y Laparoscopia. Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”. Capítulo: 227. Luis Sigler Morales Cirujano General y Vascular. Ex presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General y de la Sociedad Mexicana de Angiología y Cirugía Vascular. Capítulos: 188, 191, 194, 197, 199. ERRNVPHGLFRVRUJ Juan José Soto Ávila Cirujano General. Capítulo: 209. Luis Manuel Souza Gallardo Cirujano General. Capítulo: 23. Denisse L. Staufert Gutiérrez Cirujana General. Capítulo: 173. Roberto Manuel Suárez Moreno+ Cirujano General. Capítulo: 121. Alejandro I. Suárez Pierre Cirujano General. Capítulo: 231. Sandra Sucar Romero Cirujana General. Capítulo: 157. Jesús Tapia Jurado Cirujano General. Facultad de Medicina, UNAM. Ex presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General. Vicepresidente de la Academia Mexicana de Cirugía. Capítulos: 17, 68. Marco Antonio Teliz Meneses Cirujano General. Capítulo: 171. Juan Carlos Tinoco Favila Medicina Interna e Infectología. Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”. Hospital General No. 450, Secretaría de Salud, Durango, Durango. Capítulo: 64. Juan Roberto Torres Cisneros Cirujano General. Capítulos: 39, 94. XVIII • Tratado de cirugía general Rocío Torres Méndez Cirujana General. Capítulo: 45. Mario Eduardo Torres Olalde Cirujano General y de Endoscopía. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Capítulos: 32, 34. Sergio Torres Vargas Cirujano Oncólogo. Capítulos: 82, 83. Francisco Rafael Torres Violante Cirujano General. Capítulo: 70. Magdiel Trinidad Vázquez Cirujano Vascular y Angiología. Hospital Ángeles del Carmen y Puerta de Hierro, Guadalajara, Jalisco. Capítulo: 197. Álvaro Fernando Tristán Peralta Cirujano General. Capítulo: 225. Juan Carlos Ugalde Loredo Cirujano General. Capítulo: 132. Sergio F. Uhthoff Brito Cirujano General. Capítulo: 195. Gilberto Ungson Beltrán Cirujano General. Capítulos: 222, 226. Jesús Alan Ureña Álvarez Cirujano General. Capítulos: 69, 71. Sofía Valanci Cirujana General. Capítulo: 107. Joaquín Valerio Ureña Cirujano General. Capítulo: 122. Rodrigo Bartolome Vargas – Lugo Salinas Cirujano en Ortopedia y Traumatología. Capítulo: 244. Rubén Gabriel Vargas de la Llata Cirujano General y Coloproctólogo. Hospital General, ISSSTE, Zacatecas. Capítulos: 155, 159. Mario Alberto Vargas Verdugo Cirujano General. Hospital Fray Antonio Alcalde. Capítulo: 208. Carlos Vasquez Lastra Cirujano General. Capítulo: 242. (Colaboradores) Jorge Alejandro Vázquez Carpizo Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Capítulos: 139, 259, 262, 263 Ana Lorena Vázquez Guerrero Cirujana General con Sub Especialidad en Oncología, Université de Nice Sophia Antipolis, Niza, Francia y Fellow en Cirugía Oncológica y Reconstructiva de Mama, Institut du Sein, París, Francia. UMAE 25 Monterrey. Capítulos: 110, 114, 247, 251, 252. Arturo Rafael Vázquez Guerrero Cirujano General y Oncológica con Posgrado Master en Ciencias Médicas, Candidato a Doctor en Ciencias Médicas Universidad Juárez del Estado de Durango. Centro Médico Nacional de Noreste, Instituto Mexicano del Seguro del Seguro Social. Monterrey Nuevo León. Capítulos: 12, 250, 252. Carlos Arturo Vázquez Mellado Díaz Cirujano General. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Capítulos: 182,246. Juan Carlos Vázquez Minero Cirujano General. Capítulo: 211. Jorge Arturo Vázquez Reta Universidad Autónoma de Chihuahua. Hospital Central. Ex presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General. Capítulos: 12, 247, 248, 249, 250, 251, 252, 253. Querétaro. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Capítulo: 245. Alfredo Jesús Vega Pérez Cirujano General con Adiestramiento en Cirugía Metabólica, Valladolid, España; Adiestramiento en Cirugía de Cáncer de Colon, Hospital de Oncología, Centro Médico Nacional Siglo XXI, Ciudad de México. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Hospital General Regional No. 1, IMSS, Querétaro. Capítulos: 91, 253, 263. Óscar Eduardo Vega Pérez Ortopedia y Traumatología con Sub-Especialidad en Cirugía de Columna Vertebral, Hospital Victorio de la Fuente, IMSS, Ciudad de México y Burdeos, Francia. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Hospital General Regional No. 1, IMSS, Querétaro. Capítulos: 36, 244. Felipe Vega Rivera Cirujano General. Capítulo: 238. David Velázquez Fernández Cirujano General. Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”. Capítulo: 22. Jose Arturo Velázquez García Cirujano General. Capítulo: 134. Marco Antonio Vázquez Rosales Cirujano General. Capítulo: 167. Francisco Manuel Velez Pérez Cirujano General. Capítulos: 156, 159. José Humberto Vázquez Sanders Cirujano General. Capítulos: 117, 119. Jaime Vélez Victoria VASA. International Representative General and Vascular Surgery, Cali, Colombia. Capítulo: 198. A. Jesús Vega Malagón Cirujano General. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Hospital General Regional No. 1, IMSS, Querétaro. Ex presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General. Capítulos: 25, 139, 259, 262, 263. Genaro Vega Malagón Ginecología y Obstetricia con Doctorado en Ciencias de la Salud. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Capítulos: 54, 241. Martín Vega Malagón Pediatra con Sub Especialidad en Terapia Intensiva. Jefe de la División de Pediatría del Hospital General Regional No.1, IMSS, ERRNVPHGLFRVRUJ Fernando Vera Rodríguez Cirujano General. Capítulo: 230, 232. Omar Vergara Fernández Cirujano General. Capítulo: 152. Diana Vilar Compte Médica con Maestría en Epidemiología. Facultad de Medicina, UNAM. Instituto Nacional de Cancerología. Capítulos: 59, 62. Mario Vilatobá Chapa Cirujano General. Capítulo: 161. Colaboradores • XIX Lizzet Villalobos Ramírez Cirujana General. Capítulo: 143. Estefania Judith Villalobos Rubalcava Cirujana General. Capítulo: 186. Juan Antonio Villanueva Herrero Cirujano General. Capítulo: 154. Silvia Patricia Villareal Colín Ginecóloga Oncóloga. Capítulo: 113. Eduardo Villegas Pérez Cirujano General. Capítulo: 232. Pablo Weber Álvarez Cirujano General. Capítulo: 45. Alejandro Weber Sánchez Cirujano General. Hospital Ángeles Lomas. Capítulo: 45. Gustavo Ramírez Wiella Schwuchow Cirujano General. Hospital Ángeles Pedregal. Capítulo: 223. Gunther Wisching Fuentes Cirujano General. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Capítulo: 34. Guadalupe Zaldívar Lelo de Larrea Doctorado en Ciencias de la Salud. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Querétaro. Capítulos: 29, 34, 74. Felipe Rafael Zaldívar Ramírez Cirujano General con Maestría en Ciencias de la Salud. Hospital General de México. Capítulo: 21. Omar Isaías Zaleta González Cirujano General. Capítulo: 78. Eduardo Raúl Zazueta Quirarte Cirujano General. Capítulo: 235. Jorge Alfredo Zendejas Vázquez Cirujano General. Capítulo: 30. María Graciela Zermeño Gómez Cirujana General. Capítulos: 54, 55. Pablo G. Zorrilla Blanco Cirujano General. Capítulo: 225. Víctor Hugo Zotes Valdivia Cirujano General. Capítulo: 218. Margarita Zamudio Montaño Cirujana General. Capítulo: 132. Gregorio Zubieta O´Farril Cirujano General con Certificación, Primer Asistente en Cirugía Robótica. Capítulo: 129. Jesús Alberto Zaragoza de la Cruz. Cirujana General. Capítulo: 78. Óscar Zumarán Cuellar Cirujano General. Capítulo: 202. José Ayala Zavaleta Cirujano General. Capítulo: 117. Gerardo Ricardo Zurita Navarrete Cirujano General. ERRNVPHGLFRVRUJ Capítulo: 9. Prefacio a la segunda edición El éxito que coronó a la Primera Edición de esta obra fue producto del compromiso y cariño que los compañeros socios tienen por nuestra Asociación, y que tuvo su mejor expresión en la forma tan dedicada con que escribieron los diferentes capítulos de aquélla, pero también de un planteamiento editorial acertado, que se delineó tomando como eje las necesidades del público lector potencial. Sin embargo, el espectacular avance de la cirugía y la tecnología de las últimas décadas y el cambio que se observa en el diagnóstico, tratamiento y técnicas quirúrgicas empleadas en un gran número de padecimientos han sido motivos más que suficientes para que se planteara la necesidad de preparar una nueva edición que recogiera el mayor número de estas innovaciones, para lo cual se aprovechó la inquietud e iniciativa de numerosos compañeros de ponerse en la exigente tarea de escribir los diversos temas que reflejan el desarrollo, preparación, capacidad, experiencia y compromiso que la realidad exige al cirujano de hoy. Por ese motivo y dando prueba una vez más del dinamismo que la ha caracterizado desde su fundación, en 1973, la Asociación Mexicana de Cirugía General, en conjunto con el Consejo Mexicano de Cirugía General, inició la planeación, recopilación y revisión de la Primera Edición del Tratado de Cirugía General. Como en el caso de su predecesora, se puso un especial cuidado para que los capítulos incluyeran los conocimientos básicos y clínicos, así como los estudios de laboratorio y gabinete requeridos para formular el diagnóstico de las diferentes enfermedades objeto de la clínica quirúrgica, pero también los recursos médicos materiales y tecnológicos y las maniobras quirúrgicas básicas requeridos para realizar el tratamiento de las mismas. Con ese objeto se incluyeron las diferentes clasificaciones existentes para establecer el pronóstico, así como los principios establecidos para la rehabilitación del paciente quirúrgico, todo ello con el claro propósito de que el libro sirva de material educativo y de consulta en las diferentes asignaturas de los planes y programas de estudio en la licenciatura en medicina. Ello no significó sacrificar de modo alguno el nivel de complejidad científica y recursos tecnológicos para el desarrollo de las múltiples técnicas quirúrgicas, con las innovaciones actuales, ten- dencias y futuro de las mismas que exige la Cirugía, y en general la Medicina de hoy. Por ello, se solicitó a los autores que además de incluir el enfoque y nivel científico específico que requieren los cirujanos, elaboraran un material de lectura que resultara accesible a los diversos especialistas, subespecialistas y médicos generales, y a la vez, que actualizaran todo el contenido incluyendo las innovaciones científicas y tecnológicas, pero también las referencias bibliográficas más recientes de revistas indizadas y de reconocimiento internacional. En cuanto a las experiencias personales, se solicitó que se restringieran sólo a aquellas sustentadas en la aplicación del método científico. En la construcción del conocimiento personal resulta de suma importancia compartir los descubrimientos, experiencias, observaciones y dificultades que se confrontan en el quehacer cotidiano de la práctica quirúrgica, porque representa una manera idónea de incorporar conocimientos y experiencias de otros cirujanos, que en muchos casos ayudan a reconocer diferencias fundamentales en la aplicación de las técnicas quirúrgicas, se atienden problemas críticos de la profesión y se favorece la integración de planes de tratamiento apropiados. Para el mejor logro de estos objetivos se integró un Comité Editorial y se nombró un grupo de revisores que se encargaron de someter a todos los capítulos a una revisión exhaustiva de su contenido y a realizar sugerencias, cuando se encontraron razones para hacerlo. Son tales características las que convierten al Tratado en un libro de base y al mismo tiempo de consulta, consideramos que imprescindible, para los cirujanos y residentes que se encuentran en formación como especialistas en cirugía general. Por las mismas características, representa una obra indispensable de consulta para la preparación de los exámenes que presentan los médicos aspirantes a ingresar a una residencia médica y para los cirujanos que presentan el examen de Certificación Profesional ante el Consejo Mexicano de Cirugía General. De esta manera, la Asociación Mexicana de Cirugía General y el Consejo Mexicano de Cirugía General contribuyen con una muy importante herramienta en la formación de recursos humanos para la salud, que constituXX ERRNVPHGLFRVRUJ Prefacio a la segunda edición • XXI ye otra de sus misiones, cual es la de coadyuvar en la formación de mejores recursos humanos para la atención de la salud. Merecen un reconocimiento muy especial los miembros del Consejo Consultivo de la Asociación, que brindó todo el apoyo necesario para la conclusión de esta segunda edición y que en su momento, por su capacidad, experiencia y criterio maduro, redirigió el camino que se debía seguir con la orientación y estructura del libro, lo cual se reflejó en la amplia aceptación que tuvo el mismo no sólo en nuestro país, sino también en los países de América Latina y, en general, en todos los de habla hispana y hasta en algunos de otras lenguas. También nos produce mucho placer hacer extensivo nuestro reconocimiento al trabajo de los autores y coautores, así como al Comité Editorial y al grupo de cirujanos revisores. Asimismo deseamos destacar nuestra gratitud con el trabajo de revisión y preparación de esta edición que realizó el equipo del Dr. Héctor Planas por el profesionalismo y entusiasmo puestos de manifiesto, así como un agradecimiento muy especial para la Editorial El Manual Moderno por el apoyo, paciencia, orientación, supervisión y colaboración para la culminación de esta Segunda Edición del Tratado de Cirugía General. ERRNVPHGLFRVRUJ 'FKVQTGU Prefacio a la tercera edición La Asociación Mexicana de Cirugía General, A. C., en apego a su Misión, que es la de promover, y proporcionar educación y actualización permanente a los cirujanos generales para un mejor desempeño en su actividad médico–quirúrgica, que los ayude a ejercer su profesión, con la capacidad científica y la aplicación de los adelantos tecnológicos, preservando, ante todo, la seguridad para el paciente se complace en presentar esta tercera edición, del libro Tratado de Cirugía General, con el antecedente del éxito de la primera y segunda edición, que fueron producto del compromiso e identidad que los compañeros asociados, y algunos otros líderes de la cirugía en el país, tienen por nuestra asociación, y que tuvo su mejor expresión en la forma tan dedicada con que escribieron los diferentes capítulos de aquéllas, pero también de un planteamiento editorial acertado, que se delineó tomando como eje las necesidades del público lector potencial. ¿Ahora el porqué de una tercera edición? Sabemos que las palabras vuelan con el viento, las imágenes de lo vivido se quedan por algún tiempo en nuestra mente, pero no las integramos de manera definitiva en el pensamiento cognitivo, pero al editar un libro se deja plasmado en forma perenne una idea, concepto o experiencia, que de alguna manera involucra a quien lo lee y por tanto, le transmite y facilita un aprendizaje, en la mayoría de las ocasiones significativo, reflexivo, autónomo, perdurable y mensurable, con la ventaja adicional que puede reforzar el conocimiento tantas veces como le sea necesario, porque ahí lo tiene y siempre desde que existe el ser humano ha tratado de dejar en escritos, bajo las diferentes formas que han existido, sus experiencias y vivencias, quizá en algunas ocasiones sin imaginar del todo la trascendencia de los mismos. El ser humano y las organizaciones trascienden por las obras que se dejan, no por las que se llevan, y un libro es una obra imperecedera, de un valor infinito, porque siempre se abre con expectativas y se cierra con provecho. En el caso de los cirujanos, su imagen ha sido siempre evolutiva, desde el barbero medieval hasta el científico, del artesano al artista, del humano al humanista, toda esta gama matizada por la historia, pero también por su compleja razón de ser: la cirugía, desde la lúgubre sala de disecciones, a la clase de anatomía en claroscuros flamencos, hasta los luminosos quirófanos con toda la tecnología disponible, en donde se encuentra al hombre que por sus méritos supremos ha alcanzado la sapiencia y dominio para humanamente conducir la ciencia y ejecutar de manera experta el arte de la cirugía. El cirujano actual y el del futuro, es el cirujano científico, ya no sólo es el cirujano práctico, que muestra un dominio de la técnica operatoria y con habilidad para resolver los problemas dentro de una sala de operaciones; sino que también conoce a profundidad las ciencias básicas, clínicas, técnicas de la cirugía, el manejo pre y posoperatorio, el pronóstico, las complicaciones y la rehabilitación, sino también, las actitudes y valores para conducirse dentro de su profesión y fuera de ella, con los más altos valores y actitudes apegados a los más altos principios éticos y morales, con respeto a la dignidad humana y preservación del medio ambiente. De tal manera, el cirujano moderno armado de conocimientos científicos y recursos tecnológicos, informáticos, de comunicación y de investigación tecnológica, reconoce diferencias fundamentales en su ejercicio cotidiano, atiende problemas críticos de su profesión, favorece la integración de planes y programas de estudio enfocados al diagnóstico, tratamiento, pronóstico y rehabilitación apropiados, que le despiertan inquietud para transmitir y compartir sus experiencias a las nuevas generaciones y sus mismos compañeros de profesión, a la vez, conocer las experiencias con sus resultados de sus colegas cirujanos, situación que ha dado lugar, en el marco de una competencia profesional al cirujano escritor, dando a conocer a través de sus escritos el resultado de sus experiencias; el cirujano se convierte así, primero en científico, porque conoce las ciencias básicas, la fisiopatología y la clínica; en operador, porque domina el proceso motor que constituye el arte de la cirugía; en maestro, por la inquietud de enseñar los principios de la especialidad; y en escritor, porque transmite su experiencia e indica el valor de la vida y trabajo dentro del contexto de su profesión a las nuevas generaciones. Cuando se inicio el proyecto de esta tercera edición del Tratado de Cirugía General, en mayo del 2014, el primer gran objetivo fue el de crear una obra innovadora, no tan sólo en sus contenidos, sino también en su estructura y en su enfoque, mediante la búsqueda de la mejora y perfeccionamiento del aprendizaje de los médicos, en este caso de los cirujanos, lo cual, no es una preocupación nueva, ya que existe un antecedente muy importante que marcó un salto evolutivo en la manera en la que se formaban los nuevos médicos, a través del estudio de Abraham Flexner (1866 – 1959), quien fue un educador norteamericano, destacado por su papel en la Reforma de la Educación Superior de las Escuelas de Medicina en Estados Unidos de Norte América y de Canadá, cuyas recomendaciones hechas en el año 1910 marcaron la pauta para la regulación y estandarización de los métodos para el aprendizaje de los médicos en formación. Dicho estudio derivó en una serie de recomendaciones como, hacer énfasis en una integración básico – clínica desde el inicio de la carrera, limitar el aprendizaje memorístico y promover el aprendizaje activo con el desarrollo de pensamiento crítico, inclusión de matemáticas y ciencias, desarrollar la habilidad de resolución de problemas y enfatizar el aprendizaje como una “tarea para toda la vida”; en conclusión trataba de promover una educación basada en el aprendizaje y centrada en el alumno. Por lo anterior, el segundo gran objetivo y un reto que parecía inalcanzable, porque la única constante en la vida es el cambio, al cual, de inicio, todo ser humano y organización se oponen, fue el de realizar una Obra Innovadora y con altos estándares de calidad, con los adelantos científicos y tecnológicos que prevalecen en la cirugía general, con estrategias educativas de vanguardia, como lo son las tácticas y habilidades centradas en el aprendizaje, en este caso, de los lectores, XXII ERRNVPHGLFRVRUJ Prefacio a la tercera edición • XXIII lo cual se logra, con base a contenidos temáticos enfocados a las competencias profesionales del cirujano, así como la aplicación en pre y posgrado, para una educación médica continua, de tal manera, que la obra editorial y científica continuara siendo un referente obligado para todo cirujano y demás miembros del área de la salud. Para realizar ese gran reto, primero se integró un consejo editorial conformado por cirujanos con capacidad y experiencia en la cirugía, pero también con las habilidades y destrezas en educación, investigación y probada experiencia editorial. Fueron siete meses de discusión, pues no se trataba de realizar sólo una actualización de las dos ediciones anteriores, tampoco un índice con temas a discreción, preferencia y tendencias de los miembros del consejo editorial, sino un libro con los temas más sobresalientes y de aplicación en pre y posgrado, así como para la actualización constante y permanente de cirujanos y médicos en general a través de la educación médica continua. Fue así como se determinó que el Libro estaría conformado por tres secciones: Sección I, Introducción a la Cirugía, Sección II, Temas Fundamentales de Cirugía General y Sección III, Temas Selectos de Cirugía General, dentro de las cuales se incluyeron 35 Módulos y cada uno de ellos, con el número de Capítulos de acuerdo a los requerimientos determinados por los Miembros del Comité Editorial, que serían los coordinadores y responsables de cada módulo como expertos en los mismos; después los capítulos que conforman cada módulo fueron aprobados por el Consejo Editorial, con el objetivo de equilibrar a todos los módulos y evitar ser lo menos posible parciales hacia determinadas áreas de parte de los integrantes del Comité Editorial. Así como se determinó reestructurar en su totalidad la obra, simultáneamente se acordó invitar a todos los cirujanos del país, Asociados y no, a la Asociación Mexicana de Cirugía General, aunque de preferencia que lo fueran, a participar como Autores de Capitulo, a través de la expedición de una convocatoria que se difundió ampliamente a través de todos los medios de comunicación y difusión de que dispone la Asociación. Estamos ciertos que existen en el país grandes Cirujanos con habilidades, destrezas y experiencia en las diferentes áreas de la cirugía y en sus contenidos temáticos, pero que por múltiples razones nunca han tenido la oportunidad de participar en una obra editorial. En este sentido, hubo una participación significativa, notable y a todos ellos quienes se propusieron se les brindo la oportunidad de participar como autores de capítulo. Muy importante destacar y reconocer que todos estos autores, para sorpresa de los miembros del Consejo y Comité Editorial, cumplieron en tiempo y forma, además, con escritos apegados estrictamente a los requisitos y especificaciones que se establecieron y con una alta calidad profesional, científica y académica. Nos felicitamos por esta apertura que se tuvo y haber descubierto el gran potencial humano que existe entre la comunidad quirúrgica del país y que demostró, que no sólo existen grandes Cirujanos en las Instituciones de mayor prestigio y que corresponden la mayoría al tercer nivel de atención y que se encuentran ubicadas en la Ciudad de México, su Área Metropolitana y las demás grandes urbes de la República, lo que marca además, un relevo generacional. Lo anterior tampoco debe interpretarse con un sentido de menosprecio hacia los ya tradicionales cirujanos que fungen como profesores y autores en la mayoría de cursos y congresos y obras editoriales, sitio y prestigio que han alcanzado por su capacidad y entrega a la cirugía, sino más bien, como un coto de oportunidad para adquirir y difundir la experiencia de Cirujanos quienes por múltiples razones no han encontrado la coyuntura para divulgar y transmitir su conocimiento. Dada la magnitud y extensión de la obra que consta de tres secciones, 35 módulos y 263 capítulos, con alrededor de 2300 páginas, a diferencia de las dos ediciones anteriores, ahora ésta se presenta en dos volúmenes con impresión en papel, pasta dura, y acorde con la innovación y adelantos tecnológicos, también es editada en formato electrónico. El otro gran reto que se estableció, fue el de crear y producir una obra innovadora en su estructura, en su enfoque y en la forma en cómo proyectar los contenidos temáticos, de tal manera que fueran de la mayor utilidad, facilidad y sencillez para la adquisición del conocimiento; es por ello que se determinó elaborar y construir cada capítulo con un enfoque dirigido a las Competencias Profesionales del Cirujano. Sabemos que hay libros para preparación de exámenes, libros a base de preguntas y respuestas, libros con preguntas de opción múltiple, con autoevaluación, para repaso y los tradicionales, que abordan cada tema por separado o en conjunto, pero teníamos el gran y ambicioso objetivo, y certeza de lograr crear una obra pionera, que marque un antes y un después en la estructura editorial, como es el que cada capítulo en específico, tenga un enfoque en las competencias que se adquieren propias de cada tema. Se discutieron ampliamente las diferentes definiciones de competencias que existen, la más simple y corta, es la que se encuentra definida en la Real Academia Española de la Lengua, quien define a la competencia como: “La pericia, aptitud o idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto determinado”. En términos más explícitos, se puede decir entonces que las competencias son el conjunto de capacidades con diferentes conocimientos, habilidades, pensamientos, carácter y valores de manera integral, que un individuo ha de poseer para desarrollar con éxito las diferentes interacciones que los seres humanos tienen a lo largo de su vida en los diferentes ámbitos donde se desenvuelve, ya sea de índole personal, social o laboral. Por lo tanto en cada ámbito y campo de la actividad humana se deben determinar con precisión cuáles son ese conjunto de características (Preguntas clave) que definan que un individuo es competente en dicho ámbito (Competencias Adquiridas al término de la lectura de cada capítulo); para el caso que nos ocupa, se ha propuesto que un médico que pretenda desarrollarse en el campo de la Cirugía General deberá contar con ciertos atributos específicos reuniendo “el conjunto de capacidades para realizar consistentemente las funciones y tareas integradas que se requieren, con énfasis en las áreas básica, clínica, quirúrgica, de investigación, docente y ética, para resolver con eficacia, eficiencia, efectividad, utilidad y calidad humanas, los problemas de salud individual y colectiva que le sean demandados por la sociedad”. Es así, que se determinó, que los autores de cada capítulo, identificaran 10 puntos clave del tema a desarrollar, planteados como Preguntas clave al inicio de cada Capítulo, que permitieran al lector fijar su atención durante la lectura en tales puntos. Después de ello, que desarrollaran el tema a discreción y acorde a su conocimiento y experiencia, con la inclusión de todos los contenidos que correspondieran, para finalmente terminar con las Competencias adquiridas, que no son en sentido estricto, respuestas a las Preguntas clave, sino el conocimiento adquirido (Competencia) de cada uno de los puntos que se resaltan y fueron identificados en cada tema, acordes a las definiciones que se mencionan; por último, se solicitó que todos los capítulos tuvieran un resumen y las referencias aco- ERRNVPHGLFRVRUJ XXIV • Tratado de cirugía general (Prefacio a la tercera edición) tadas en el texto por orden de aparición y estructuradas de acuerdo con los lineamientos del International Committee of Medical Journal Editors (ICMJE) aceptados universalmente. Los Capítulos que no se apegaban estrictamente al formato establecido, fueron rechazados una y otra vez hasta que no cumplieran los requisitos y especificaciones implantados. Adicionalmente, a todos los Autores se les envío como apoyo para la elaboración de las Preguntas clave y de las competencias, las definiciones de Competencia referidas en Vega Malagón AJ. Cir Gral 2010;32(4):248–255 y de la Comisión Europea. Tunning Educational Structures in Europe, así como múltiples ejemplos de Preguntas clave y Competencias adquiridas. Se tuvo un especial cuidado en que los capítulos incluyeran conocimientos en el área básica, clínica, progresos en los estudios de laboratorio y gabinete para el diagnóstico, recursos médicos, materiales y tecnológicos para el tratamiento y maniobras quirúrgicas básicas, establecer el pronóstico con las diferentes clasificaciones que existen, así como los principios para la rehabilitación del paciente quirúrgico. En cuanto a las experiencias personales, se solicitó que se restringieran sólo a aquellas sustentadas en la aplicación del método científico, de tal manera, que el libro sirva de material educativo y de consulta en las diferentes asignaturas en los planes y programas de estudio de las diferentes facultades y escuelas de medicina en el país. Pero asimismo, que tuviera el nivel de complejidad científica y recursos tecnológicos para la indicación y desarrollo de las múltiples técnicas quirúrgicas, con las innovaciones actuales, tendencias y futuro de las mismas, para que esta tercera edición del Tratado de Cirugía General se convierta en un libro de base y obra imprescindible de consulta para los médicos residentes que se encuentran cursando la especialidad en cirugía general, pero también, para cirujanos en activo y especialistas en otras ramas de la medicina, para médicos familiares y generales y todo aquel profesional del área de la salud, que les promueva y permita una educación médica continua actualizada y permanente, mediante lo cual se contribuya con una muy importante y vital de las herramientas en la formación de recursos humanos para la salud, como lo es, la información científica actualizada y técnicas educativas de vanguardia a través de la educación basada en competencias, para que ese tipo de profesionales, potencialmente lectores de esta edición, aporten su conocimiento, capacidad y experiencia, con eficacia, eficiencia y efectividad para proporcionar servicios de calidad, siempre con respeto a la dignidad humana, y así mejorar la salud de los mexicanos. Todos los capítulos fueron primeramente revisados, corregidos y aprobados por los coordinadores de los módulos respectivos, con interacción entre los autores y ellos mismos cuando no se cumplían a cabalidad con los requisitos y especificaciones que se establecieron, posteriormente los capítu- los fueron revisados y corregidos por alguno o varios de los miembros del Consejo Editorial, para finalmente, ser aprobados con el visto bueno por parte del Coordinador General de la Obra y el Secretario del mismo Consejo Editorial. Para todo lo anterior, se desarrollo un arduo trabajo, tanto de los autores como del Comité Editorial, Consejo Editorial y los mismos revisores de la Editorial El Manual Moderno, pues como se ha reiterado, es una obra innovadora y pionera en su estructura y que por tanto, nadie de los involucrados, tenían la experiencia en realizar un trabajo con esta estructura. Muy loable destacar el apoyo del personal administrativo y secretarial de la Asociación, quienes eran las primeras en revisar si los capítulos cumplían con los requisitos y especificaciones, convirtiéndose así en el primer filtro, y de no ser así, se obviaba el trabajo y se regresaban los manuscritos directamente a los Coordinadores del módulo, tantas veces como fuera necesario, y así sucesivamente, participaron de manera muy activa en cada paso de la construcción de la obra. También es importante reconocer el trabajo de los autores y coautores, a los integrantes del Comité Editorial y del Consejo Editorial, todos ellos, quienes participaron desinteresadamente, con dedicación y entusiasmo, sólo con el fin de colaborar a través del conocimiento y experiencia para forjar un mejor nivel en el ejercicio y práctica profesional de la cirugía general, soportaron todas las críticas y rehicieron el trabajo cuantas veces fue necesario, hasta alcanzar el logro de esta tercera edición con una estructura diferente, innovadora y pionera. Un agradecimiento muy especial para la Editorial El Manual Moderno por el apoyo, paciencia, orientación, supervisión y colaboración para la culminación de esta tercera edición del Tratado de Cirugía General, libro indispensable para todo cirujano en activo y de consulta para estudiantes en pre y posgrado, para otros médicos especialistas y sub–especialistas, y en general, de utilidad para todo el personal que participa en el área de la salud. Estamos conscientes de que esta obra será perfectible para una futura Edición, pero ya con la experiencia adquirida, llámese competencia, tenemos la certeza de que se rebasarán aún más los criterios y estándares de calidad, rigor científico y editorial, para terminar evocando que la cirugía general es la más amplia de todas las especialidades quirúrgicas, sus límites están dados por el entrenamiento y capacidad del cirujano y es la disciplina madre de todas las sub-especialidades, porque en sí misma, la cirugía general, es mayor que la suma de todas sus partes. Tenemos la certeza de que todo aquel cirujano que sea lector de esta tercera edición, logrará realizar la cirugía basada en la excelencia con los atributos que la distinguen, como lo son el ser científica, segura, efectiva y con humanismo, porque finalmente la cirugía es una ciencia humanamente conducida y un arte expertamente ejecutado. Acad. Dr. A. Jesús Vega Malagón Coordinador General de la Tercera Edición Tratado de Cirugía General ERRNVPHGLFRVRUJ Prólogo a la segunda edición La cirugía general es una disciplina científica de la medicina de reciente introducción en México. Aunque desde finales del siglo XIX y la primera mitad del XX se practicaban en nuestro país procedimientos quirúrgicos por especialidades, por ejemplo, cirugía urológica, ginecológica, del aparato digestivo, oftalmología, etcétera, no se tenía el concepto de lo que seria, a partir de los años cincuenta del siglo XX, el cuerpo doctrinal de la nueva especialidad. Ocurrió que, como consecuencia de la segunda Guerra Mundial, numerosos médicos mexicanos pudieron, gracias al impulso de funcionarios médicos mexicanos como Gustavo Baz, cirujano él mismo, viajar al extranjero, básicamente a los Estados Unidos de América, donde la cirugía general florecía y alcanzaba grados de excelencia, y adquirir entrenamiento en ella. Así pues, bajo la influencia anglosajona, ya no la francesa, al retornar a México, esta pléyade de cirujanos, y por supuesto también de otras especialidades, trajeron ideas nuevas, actitudes audaces y, sobre todo, los principios doctrinarios para establecer en México no sólo las operaciones que no se hacían aquí, sino los fundamentos y la logística necesarios para posicionar la especialidad. Consecuencia de todo ello, la fundación de la Asociación Mexicana de Cirugía General (1973) y del Consejo Mexicano de Cirugía General (1977), la aceptación, e incorporación de la nueva disciplina a los currícula de Escuelas y Facultades de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México y de todas las escuelas y facultades de medicina del país y la creación, en las instituciones de salud (gubernamentales y privadas), de los servicios, departamentos y divisiones de cirugía, tanto clínica como experimental. Durante todo este proceso, las principales fuentes de información han sido los libros de texto de cirugía y las revistas de cirugía extranjeras, primordialmente norteamericanos, tanto en su idioma original como en magnificas traducciones; durante más de un cuarto de siglo han nutrido de conocimientos y destrezas a los estudiantes de medicina, a los residentes de cirugía y a los propios cirujanos generales de México. Estimulados por esta savia y el desarrollo masivo de la cirugía general en México, la Asociación Mexicana de Cirugía General y el Consejo Mexicano de Cirugía General, unieron sus fuerzas en aras de editar una obra que tratara temas de cirugía general, con características particulares como el que todos los autores fueran cirujanos generales mexicanos; que, de preferencia, pertenecieran a la Asociación y por lo tanto estuvieran certificados por el Consejo; que una buena proporción de ellos no radicarán en la capital del país (Distrito Federal); y, que, al escribir su capítulo éste incluyera experiencia mexicana, tanto de la patología o el tema a tratar, como de artículos de revistas nacionales. El resultado de este esfuerzo es el presente Tratado de cirugía general; en él se incluyen 191 capítulos, escritos por 382 autores, en los que se revisa la patología que más frecuentemente trata un cirujano general en México y, por lo tanto, creemos que es una obra que, además, servirá como libro de texto para la enseñanza de la cirugía general en las áreas de pre y posgrado y de certificación. La realización de esta obra no hubiera sido posible sin el apoyo de las dos instituciones académicas que la avalan, pero sobre todo, de los cirujanos generales que generosamente colaboraron para concretar el proyecto, unos escribiendo y otros respaldándolo, a todos nuestro agradecimiento. Mención especial merece la empresa Editorial El Manual Moderno, S. A. de C. V., por su decidido compromiso para editar, en tiempo récord, la obra. %QOKVÃ'FKVQTKCN XXV ERRNVPHGLFRVRUJ Prólogo a la tercera edición La cirugía es una disciplina científica en constante evolución, estrechamente ligada al desarrollo tecnológico y a los avances del conocimiento en el terreno de las ciencias médicas en general. Siendo también una disciplina íntimamente relacionada con la condición humana, está sujeta a las transformaciones de orden sociodemográfico, económico y cultural que se suceden en el entorno complejo donde se desenvuelve y que eventualmente condicionan su propio desarrollo. Para poder enfrentar el reto de ejercer una disciplina científica de tales características, el profesional de la medicina ha debido alcanzar una sólida formación que se inicia en las escuelas de educación superior y de salud, se afirma en la residencia hospitalaria y se consolida, paso a paso, en la práctica médica cotidiana y el continuo aprendizaje. Los cambios situacionales del entorno pueden modificar en algún momento, y de hecho así sucede, los procedimientos y técnicas para la enseñanza de la medicina, y en particular la enseñanza de la cirugía, pero en cualquier circunstancia la formación del cirujano debe garantizar el dominio de habilidades cognitivas, destrezas y capacidades clínicas que le permitan cumplir con los requisitos que le impone la ley para el ejercicio de su especialidad, pero sobre todo, le aseguren la capacidad de ofrecer al paciente quirúrgico el beneficio del conocimiento actualizado y las posibilidades de una atención de la más alta calidad, dentro del marco del rigor científico y el humanismo. Poniendo particular énfasis en el importante papel social que desempeñan la cirugía general y el profesional que practica esta especialidad, en la atención a la salud en un país con características tan particulares como el nuestro. En este sentido, la práctica de la cirugía y en especial de la cirugía general, no se debe concebir solamente como la ejecución repetitiva de intervenciones y actos quirúrgicos, sino sobre todo, como un continuo de procesos de enseñanza/aprendizaje que orientan y ubican el trabajo práctico del cirujano, y le dan sustento y confiabilidad. La educación médica continua en sus diversas formas permite al cirujano, enriquecer y mantener actualizados sus conocimientos y consolidar o renovar habilidades y destrezas atendiendo la amplia variedad de eventos académicos que se ofertan en el medio científico nacional e internacional. Las nuevas tecnologías en el terreno de la comunicación ponen a disposición del cirujano un univer- so de información fácilmente accesible. Sin embargo, la educación médica continua puede tener sus limitaciones bajo ciertas circunstancias. En principio, implica un esfuerzo personal y una rigurosa autodisciplina, que a veces resultan difíciles de realizar para quien emplea la casi totalidad de su tiempo en la resolución de los problemas cotidianos de la práctica médica. El acceso a diversas actividades académicas puede estar limitado por sus costos o por dificultades de movilización para quienes ejercen en áreas geográficas naturalmente aisladas. Por otra parte, aunque la información de la que puede disponer el cirujano es en efecto amplia y accesible, la que corresponde a temas específicos puede hallarse dispersa y fragmentada. Ello puede representar un problema cuando la solución de un caso clínico determinado requiere de orientación para la toma de decisiones inmediatas o en el corto tiempo. El contar con un medio que conjunte en una sola unidad información articulada, concreta y actual, sobre temas que son de su particular interés, le permite al cirujano general, tener a la mano una fuente de consulta única y confiable, para sus fines de actualización y para la toma de decisiones. El Tratado de Cirugía General, en su tercera edición, bajo los auspicios de la Asociación Mexicana de Cirugía General, A. C., cumple con estos propósitos. La calidad de la obra como libro de base y de consulta está garantizada por los estrictos criterios editoriales de la Asociación Mexicana de Cirugía General, A. C., por la experiencia y calidad profesional de los autores, y por su original formato de Preguntas clave y evaluación de Competencias adquiridas. Representa en sí misma un esfuerzo de renovación, de innovación y de incorporación de nuevos conocimientos, y por tanto, independiente de su valor como fuente confiable de información, contribuye también en gran medida a unificar criterios y conductas. Tengo la certeza de que será una obra de gran utilidad, ampliamente apreciada y reconocida no sólo por aquellos a quienes va dirigida: cirujanos generales que ejercen la especialidad y cirujanos generales en fase de formación, sino también por otros especialistas que pueden encontrar en ella un referente de consulta para situaciones clínicas específicas, además, como libro de texto y de consulta principal en las asignaturas relacionadas con la patología quirúrgica, al margen de su denominación, en las diferentes facultades y escuelas de medicina que existen el país. Acad. Dr. Ángel Porfirio Cervantes Pérez XXVI ERRNVPHGLFRVRUJ Contenido Asociación Mexicana de Cirugía General.............................................................................................................................................V Colaboradores ..................................................................................................................................................................................... VIII Prefacio a la segunda edición.............................................................................................................................................................. X X Prefacio a la tercera edición............................................................................................................................................................... XXII Prólogo a la segunda edición ........................................................................................................................................................... X X V Prólogo a la tercera edición............................................................................................................................................................. XXVI VOLUMEN I SECCIÓN I. INTRODUCCIÓN A LA CIRUGÍA Capítulo 11. Medicina basada en evidencias y Lex Arti Capítulo 12. Medios alternos para la resolución de controversias médico-legales Módulo 1. Historia de la cirugía 3 Antonio Moreno Guzmán, Victoria Vanessa Rocha Garfias, Héctor Faustino Noyola Villalobos Capítulo 2. Origen y evolución del acto quirúrgico hasta nuestros días Módulo 3. Enseñanza de la cirugía Coordinadores: Jesús Tapia Jurado, Tomás Barrientos Fortes Capítulo 13. Retos de la educación quirúrgica en el siglo XXI 21 Rosa María Carreón Bringas, Luis Guillermo Gerling de Alba, Carlos Agustín Rodríguez Paz Módulo 2. Problemas médico-legales Capítulo 14. Planes y programas de estudio en cirugía 114 José Luis Jiménez Corona, José Antonio Carrasco Rojas Capítulo 15. Nuevos caminos en la educación quirúrgica 117 Raúl Hernández Centeno, María Gregoria Rodríguez Vareta, Carlos Agustín Rodríguez Paz Coordinadores: Elena López Gavito, AbrahamAmiud Dávila Rodríguez Capítulo 16. Informática y cirugía Capítulo 4. Marco jurídico de la práctica de la medicina 105 Tomás Barrientos Fortes, Yamel Lombardo Abed 14 Carlos Agustín Rodríguez Paz, Rosa María Carreón Bringas Capítulo 3. Desarrollo de la cirugía en México 92 Arturo Rafael Vázquez Guerrero, Éctor Jaime Ramírez Barba, Jorge Arturo Vázquez Reta Coordinadores: J. Lorenzo de la Garza Villaseñor, David Velázquez Fernández Capítulo 1. Historia de la cirugía general 82 Abilene Cirenia Escamilla Ortiz, Luis Alfonso Hernández Higareda 30 Elena López Gavito, Edgar Cuevas García, Christian Antonio Díaz Carlos 123 Francisco Javier Rodríguez Suárez Capítulo 17. Etica en la docencia quirúrgica 134 Martha Eugenia Rodríguez Pérez, Federico Sandoval Olvera, Jesús Tapia Jurado Capítulo 5. Responsabilidad civil, penal y administrativa 40 Jorge Luis Mariñelarena Mariñelarena, Elena López Gavito Capítulo 18. Hacia la enseñanza de una práctica médica segura 139 Carlos Baeza Estrella Capítulo 6. Expediente clínico como medio de prueba 48 Abraham Amiud Dávila Rodríguez, Elena López Gavito Módulo 4. Investigación en cirugía Coordinadores: Abraham Pulido Cejudo, Mario Guzmán Gutiérrez. Capítulo 7. Secreto médico y confidencialidad 54 Jacobo Choy Gómez, Juan Francisco Aguirre Córdova Capítulo 8. Consentimiento válidamente informado 60 Francisco Mancilla Ulloa, Jorge Luis Mariñelarena Mariñelarena Capítulo 9. Las demandas al médico en México Capítulo 19. Formulación de la pregunta de investigación, marco teórico, antecedentes y justificación de un estudio 65 146 Abel Jalife Montaño, Abraham Pulido Cejudo Gerardo Ricardo Zurita Navarrete, Elena López Gavito Capítulo 10. Medicina defensiva y medicina asertiva 74 Capítulo 20. Contraste o comprobación de una hipótesis José Ignacio Guzmán Mejía, Jaime Shalkow Klincovstein XXVII ERRNVPHGLFRVRUJ 151 Abraham Pulido Cejudo, Mario Guzmán Gutiérrez, Abel Jalife Montaño XXVIII • Tratado de cirugía general (Contenido) Capítulo 21. Pruebas estadísticas, ¿cuál usar?, ¿para qué sirven?, ¿cómo interpretarlas? Capítulo 36. El consultorio quirúrgico 154 288 Rafael H. Reyes Bueno, Juan Carlos Arana Reyes, Óscar Eduardo Vega Pérez Felipe Rafael Zaldívar Ramírez, Vanessa Ortiz Higareda, Mario Guzmán Gutiérrez Capítulo 22. ¿Cómo hacer una discusión y escribir los resultados? 162 Capítulo 37. El quirófano moderno: equipamiento, distribución y funcionamiento Juan Francisco Molina López, David Velázquez Fernández Capítulo 23. ¿Cómo guardar la evidencia e interpretación de gráficas? 172 Luis Manuel Souza Gallardo, José Luis Martínez Ordaz Módulo 5. Calidad, seguridad y bioética en cirugía Coordinadores: Jorge A. Pérez Castro y Vázquez, Federico Sandoval Olvera Capítulo 24. La calidad, su adopción y adaptación a la medicina Capítulo 38. Procedimientos básicos para circular en el quirófano (descripción del área quirúrgica) Capítulo 39. Asepsia, antisepsia, técnica quirúrgica y clasificación de las heridas quirúrgicas Capítulo 40. Instrumental quirúrgico 202 317 Carlos M. Nuño Guzmán 188 Capítulo 41. Materiales, tipos y técnicas de sutura; técnicas de hemostasia; tipo de sondas, y sistemas de drenaje Capítulo 42. Tipo de cierre de heridas 208 Humberto Arenas Márquez, Juan Francisco García Morales, María Fernanda López Godínez 325 Fernando Azcoitia Moraila, José Luis Arellano Nava Rosa María Guzmán Aguilar Capítulo 27. Medidas de prevención en el paciente quirúrgico 307 179 Angélica Hortensia González Muñoz, Abilene Cirenia Escamilla Ortiz, A. Jesús Vega Malagón Capítulo 26. Seguridad del paciente 302 Óscar Gilberto Ruvalcaba Castañeda, Elda Vanesa Benítez Venegas Juan Roberto Torres Cisneros, Antonio Galindo Nava, Luis Juan Cerda Cortaza Rafael Contreras Ruiz Velasco, Julio Alberto Pérez Sosa Capítulo 25. Calidad en medicina 294 Carlos Melgoza Ortiz 337 Juan Carlos Arana Reyes, Juan Arturo Castellanos Hernández, Fernando Cruz López Capítulo 43. Valoracion integral del paciente y preparación preoperatoria 347 José Francisco Magaña Mendoza Capítulo 28. Cirugía segura salva vidas. Higiene de manos, responsabilidad quirúrgica 218 Jorge A. Pérez Castro y Vázquez, Ana Karen Castañeda Solís Capítulo 29. Herramientas que contribuyen a la seguridad del paciente Capítulo 44. Evaluación anestésica, principios, tipos y determinación de procedimientos anestésicos 229 Juan Carlos Arana Reyes, Guadalupe Zaldívar Lelo de Larrea, José Montes Alvarado Capítulo 30. Marco ético de la medicina, su soporte jurídico y deontológico 244 Federico Sandoval Olvera, Jorge Alfredo Zendejas Vázquez 352 Francisco Javier Rodríguez Suárez Capítulo 45. Manejo del dolor posoperatorio 361 Alejandro Weber Sánchez, Denzil Garteiz Martínez, Rocío Torres Méndez, Pablo Weber Álvarez Módulo 8. Respuesta al trauma quirúrgico Coordinadores: Alejandro González Ojeda, José Antonio Carrasco Rojas Capítulo 31. Bioética: los derechos humanos del bienestar 254 Efraín Moreno Gutiérrez, Federico Sandoval Olvera Capítulo 46. Respuesta sistémica al traumatismo quirúrgico 374 Jorge Luis López Rodríguez, Carlos Martín Gaitán Mercado, Claudia Teresa Barba Valadez Módulo 6. Entrevista clínica Coordinadores: Baltasar Montes Alvarado, Alfredo Jesús Vega Pérez 266 Capítulo 47. Medidas de acondicionamiento preoperatorio para la rápida recuperación 381 Mario Eduardo Torres Olalde, José Alberto Lugo Díaz, Carmen Aburto Fernández, Baltasar Montes Alvarado Andrea Socorro Álvarez Villaseñor, Clotilde Fuentes Orozco, Alejandro González Ojeda, Luis Ricardo Ramírez González Capítulo 32. Expediente clínico y su análisis Capítulo 33. Análisis e interpretación de la historia clínica en relación con la patología quirúrgica 271 Mariel González Calatayud, Gabriela Elaine Gutiérrez Uvalle Capítulo 48. Síndrome febril: etiopatogenia, efectos metabólicos y fisiológicos, y tratamiento en pacientes quirúrgicos 389 Clotilde Fuentes Orozco, José Antonio Cortés Lares, Andrea Socorro Álvarez Villaseñor, Luis Ricardo Ramírez González Capítulo 34. Comunicación oral y escrita: relación médico–paciente adecuada 277 Guadalupe Zaldívar Lelo de Larrea, Juan Carlos Arana Reyes, Gunther Wischin Fuentes, Mario Eduardo Torres Olalde Capítulo 35. Patología quirúrgica en el primer nivel de atención Capítulo 49. Protocolos de transfusión sanguínea y sus complicaciones 396 Carlos M. Nuño Guzmán, Blanca Salazar Alvarado, Tomás R. Ibarra Hurtado 283 Baltasar Montes Alvarado, Luis Juan Ostos Mondragón, Enrique López Arvizu Capítulo 50. Falla orgánica múltiple 405 Efraín Gómez Herrera, Roberto Carlos Miranda Ackerman, Carlos De Miguel Ortega Módulo 7. Principios básicos de la cirugía en el Siglo XXI Módulo 9. Respuesta al trauma quirúrgico en situaciones especiales Coordinadores: Carlos Melgoza Ortiz, Alejandro Weber Sánchez Coordinadores: María Graciela Zermeño Gómez, Carmen Barradas Guevara ERRNVPHGLFRVRUJ Contenido • XXIX Capítulo 51. Respuesta metabólica al trauma en el adulto mayor 412 Capítulo 64. Tratamiento de la infección quirúrgica: infecciones intraabdominales Juan Carlos Olivares González Capítulo 52. Respuesta metabólica al trauma en el paciente politraumatizado 510 Juan Carlos Tinoco Favila Capítulo 65. Sepsis 418 518 Eduardo Ferat Osorio, Lourdes Arriaga Pizano, Arturo Cérbulo Vázquez Francisco Javier Carballo Cruz, Alberto Espinosa Mendoza Capítulo 53. Respuesta metabólica al trauma en el paciente quemado Capítulo 66. Infecciones nosocomiales en el paciente quirúrgico Jesús Fermín Escobedo Anzures, Judith Chaires Cisneros, Carlos Fernando Bernal Cárdenas Capítulo 54. Respuesta metabólica al trauma en la paciente embarazada 431 Módulo 11. Fisiopatología quirúrgica Coordinadores: Salvador Francisco Campos Campos, Jorge Cervantes Cruz Capítulo 68. Equilibrio de líquidos y electrólitos en el paciente quirúrgico y su manejo 550 Pedro Espinosa de los Monteros Moranchel, Jesús Tapia Jurado, Fernando Cruz López 440 David Ángel Banderas Tarabay, Miguel Espinoza Sánchez, María Graciela Zermeño Gómez Capítulo 56. Respuesta metabólica al trauma en pacientes oncológicos Capítulo 67. Cirujano en riesgo: infecciones adquiridas en el ejercicio de su profesión 543 Mauricio Rodríguez Álvarez, Samuel Ponce de León Rosales María Graciela Zermeño Gómez, María Juana Mendoza Méndez, Genaro Vega Malagón Capítulo 55. Respuesta al trauma metabólico en pacientes con enfermedades crónico-degenerativas 527 Irma Sánchez Montes 426 Capítulo 69. Estado de choque: definición, etiología, clasificación y tratamiento 563 Jorge Cervantes Cruz, Salvador Francisco Campos Campos, Jesús Alan Ureña Álvarez 446 Daniel Orea Estudillo Capítulo 70. Cicatrización de heridas Capítulo 57. Respuesta metabólica al trauma en el paciente inmunosuprimido y con trasplante de órganos 573 Francisco Rafael Torres Violante, Óscar Xavier Hernández Rodríguez 451 José Mariano Hernández Domínguez, Nora Hilda Ontiveros Mendoza, Esmeralda Cristina Ramírez Faba, Julio César Sotelo Hernández Capítulo 71. Cambios fisiológicos y fisiopatológicos en el paciente quirúrgico adulto mayor 589 Salvador Francisco Campos Campos, Jesús Alan Ureña Álvarez, Jorge Cervantes Cruz Capítulo 72. Patogenia de la trombosis venosa profunda y la tromboembolia pulmonar en el paciente quirúrgico Módulo 10. Infecciones quirúrgicas Coordinadores: Ma. Enriqueta Baridó Murguía, Irma Sánchez Montes 600 Rogelio Ruiz Cruz, Honorine Parra Sánchez, Nuria Patricia Ramírez Sandoval Capítulo 58. Infección de sitio quirúrgico: epidemiología, carga de la enfermedad y vigilancia 456 Ma. Enriqueta Baridó Murguía Capítulo 59. Factores de riesgo en infección de sitio quirúrgico y su prevención 466 Diana Vilar Compte, Lucía Martínez Hernández, Ma. Enriqueta Baridó Murguía Capítulo 60. Análisis del proceso infeccioso en cirugía: respuesta inflamatoria local y sistémica; inmunidad innata y adaptativa 475 Alejandro González Ojeda, Clotilde Fuentes Orozco, Jorge Rendón Félix, Luis Rodrigo Michel Espinoza Capítulo 61. Microbiología quirúrgica y diagnóstico temprano de infección 485 Alethse De la Torre Rosas, Ma. Enriqueta Baridó Murguía Módulo 12. Aspectos nutricionales en el paciente quirúrgico Coordinadores: Amado de Jesús Athié Athié, Ignacio Díaz-Pizarro Graaf Capítulo 73. Epidemiología de la desnutrición hospitalaria, evaluación del estado nutricio y su impacto en la evolución del paciente 613 Amado de Jesús Athié Athié, Diego Martín García Vivanco, María José Casas Vega, Guadalupe Guerrero Lara Capítulo 74. Cálculo de los requerimientos nutricionales 626 Amado de Jesús Athié Athié, María José Casas Vega, Diego Martín García Vivanco, Guadalupe Zaldívar Lelo de Larrea Capítulo 75. Nutrición enteral: indicaciones, fórmulas, vías de acceso, formas de administración y complicaciones 638 Luis Galindo Mendoza, Cecilia María Luisa Aguilar Paulín Capítulo 62. Antibióticos profilácticos en cirugía 495 Diana Vilar Compte, Ma. Enriqueta Baridó Murguía Capítulo 63. Infecciones de tejidos blandos necrosante y no necrosante 501 Capítulo 76. Nutrición parenteral 649 Ignacio Díaz-Pizarro Graaf, Enrique López Arvizu, Luis Juan Ostos Mondragón Capítulo 77. El ayuno prolongado, sus consecuencias y los beneficios de la nutrición mixta Abilene Cirenia Escamilla Ortiz, Angélica Hortensia González Muñoz ERRNVPHGLFRVRUJ 656 José Antonio S. Ruy Díaz Reynoso, Rosalba E. Gutiérrez Olvera XXX • Tratado de cirugía general (Contenido) Capítulo 78. Estado actual de la inmunomodulación nutricional Módulo 15. Piel y tejidos blandos 664 Gabriel Adrián García Correa, Jesús Alberto Zaragoza de la Cruz, Omar Isaías Zaleta González Coordinadores: José Alfonso Marín Méndez, Juan Francisco Peña García Capítulo 91. Generalidades de la piel y tejidos blandos 760 José Alfonso Marín Méndez, Juan Francisco Peña García, Alfredo Jesús Vega Pérez SECCIÓN II. TEMAS FUNDAMENTALES DE CIRUGÍA GENERAL Capítulo 92. Tumores benignos de la piel 768 José Alberto Ábrego Vásquez, José Francisco Gallegos Hernández, Alma Lilia Ortiz Maldonado Capítulo 93. Tumores malignos de la piel y sus anexos Módulo 13. Principios de oncología para el cirujano general 777 José Francisco Gallegos Hernández, Omgo E. Nieweg, José Alberto Ábrego Vásquez Capítulo 94. Úlceras por presión Coordinadores: Sergio Torres Vargas, José Francisco Gallegos Hernández, Alfonso Morales Zúñiga, Javier Ávila Morales Capítulo 79. Genoma del cáncer y mecanismos de inestabilidad genómica 787 Luis Juan Cerda Cortaza, Juan Roberto Torres Cisneros Módulo 16. Cabeza y cuello 673 Coordinadores: Erich O. P. Basurto Kuba, Luis Mauricio Hurtado López Jorge Meléndez Zajgla Capítulo 80. Etiología y epidemiología del cáncer 679 Carlos Daniel Lever Rosas, Óscar Rodrigo Rocha Erazo, Edgar Fernando Hernández García Capítulo 81. Evaluación de la respuesta clínica 685 Santiago Sherwell Cabello, Antonio Maffuz Aziz, Sergio Rodríguez Cuevas Capítulo 82. Principios de cirugía oncológica 690 Sergio Torres Vargas, Daniel Alejandro Hernández Ramírez, Javier Ávila Morales Capítulo 83. Cirugía oncológica en cáncer de cabeza y cuello 697 Capítulo 95. Anatomía quirúrgica de cuello 795 Luis Mauricio Hurtado López Capítulo 96. Lesiones congénitas del cuello: quiste branquial, quiste tirogloso, tiroides lingual, hemangiomas y linfangiomas 804 Abraham Pulido Cejudo, Luis Mauricio Hurtado López Capítulo 97. Patología quirúrgica de las glándulas salivales 814 Marco Antonio Piscil Salazar, Francisco Javier Sánchez González, Germán Humberto Delgadillo Teyer José Francisco Gallegos Hernández, Sergio Torres Vargas Capítulo 84. Tratamiento sistémico del paciente oncológico: bases de quimioterapia 704 Capítulo 98. Estudio del paciente adulto con tumor en cuello 818 Ariel de J. Martínez Oñate Fernando Pérez Zincer, César González Morales Capítulo 85. Bases de radioterapia para el médico y cirujano general 712 Federico Maldonado Magos Capítulo 99. Enfermedades benignas de la glándula tiroides: bocio, hipotiroidismo, hipertiroidismo y trastornos autoinmunitarios 826 Claudia B. Domínguez Fonseca Módulo 14. Cirugía de mínima invasión Coordinadores: Miguel F. Herrera Hernández, Vicente González Ruiz Capítulo 100. Cáncer de tiroides 834 Luis Mauricio Hurtado López Capítulo 86. Antecedentes históricos, principios generales de equipo, instrumental y anestesia de mínima invasión 719 Capítulo 101. Estudios diagnósticos en enfermedades de la glándula tiroides 843 Edgar Rafael Montes de Oca Durán, Vicente González Ruíz Capítulo 87. Cambios fisiopatológicos en cirugía endoscópica 727 Horacio Gabriel Olvera Hernández Germán Humberto Delgadillo Teyer, Erick Servín Torres, Francisco Javier Sánchez González Capítulo 102. Tiroidectomía y disección radical de cuello: técnica y complicaciones 848 Erich O. P. Basurto Kuba Capítulo 88. Minilaparoscopia 734 Eduardo Moreno Paquentin Capítulo 89. Cirugía robótica 745 Capítulo 103. Alternativas no quirúrgicas en el tratamiento del cáncer de tiroides Capítulo 90. Evolución y avances tecnológicos en cirugía de mínima invasión (miniinstrumentos, cirugía acuscópica, cirugía laparoscópica con un puerto [CL1P], NOTES, single port) 859 Claudio Guillermo Rosado Vázquez Adrián Carbajal Ramos, Luis Renjel García Capítulo 104. Patología quirúrgica de las glándulas paratiroides 864 Martha Esperanza Ramírez Martínez 751 Fausto Dávila Ávila, Martha Ruth Dávila Zenteno Módulo 17. Glándula mamaria Coordinadores: Leopoldo Guzmán Navarro, Ana Lorena Vázquez Guerrero ERRNVPHGLFRVRUJ Contenido • XXXI Capítulo 105. Cáncer de mama en México y el mundo: epidemiología, prevención y diagnóstico temprano Capítulo 120. Manejo quirúrgico del abdomen agudo abierto y endoscópico 992 José Manuel Guillén Contreras 873 Leopoldo Guzmán Navarro Capítulo 121. Abdomen agudo en el anciano Capítulo 106. Imagenología mamaria y biopsias 882 1001 Roberto Manuel Suárez Moreno, Moisés Ortiz Fernández Dora Luz Barragán Patraca, Rosaura E. Fuentes Corona Capítulo 107. Clasificación y estadificación de las lesiones mamarias Capítulo 122. Abdomen agudo no quirúrgico 1006 Joaquín Valerio Ureña, Patricia Galindo López, Gerardo Josué Rodríguez Lara 895 Gerardo Castorena, Sofía Valanci Módulo 19. Esófago, estómago y duodeno Coordinadores: Patricio Sánchez Fernández, Eduardo Ferat Osorio. Capítulo 108. Inmunohistoquímica y diagnóstico molecular en el cáncer de mama 902 Capítulo 123. Anatomía y fisiología del esófago Capítulo 109. Patología mamaria basada en problemas 911 Capítulo 124. Diagnóstico de enfermedades esofágicas 923 1023 Luis Alfonso Ley Marcial Marino A. Capurso García Capítulo 110. Procedimientos quirúrgicos de la mama 1014 Roberto Sánchez Medina Mónica García Gutiérrez, Carlos Ortiz Hidalgo Capítulo 125. Enfermedad por reflujo gastroesofágico 1034 Alicia Estrada Castellanos Ana Lorena Vázquez Guerrero, Gerardo Magallanes, Cristina María Salazar Cantú Capítulo 126. Trastornos motores del esófago Capítulo 111. Cirugía conservadora y radioterapia intraoperatoria 931 Antonio Maffuz Aziz, Santiago Sherwell Cabello, Sergio Rodríguez Cuevas Capítulo 112. Reconstrucción mamaria y mastectomía reductora de riesgo 939 Pablo Daniel Murakami Morishige, Leopoldo Guzmán Navarro, Mauricio Alejandro Erazo Franco Capítulo 113. Procedimientos quirúrgicos de la mama: cirugía oncoplástica 944 Silvia Patricia Villarreal Colin Capítulo 114. Procedimientos quirúrgicos de la axila 950 Servando Cardona Huerta, Gerardo Amarante de León, Ana Lorena Vázquez Guerrero Capítulo 115. Tratamiento sistémico del cáncer mamario Capítulo 127. Hernia diafragmática Capítulo 116. Radioterapia actual en el cáncer de mama 1051 Karina Sánchez Reyes Capítulo 128. Quemaduras del esófago y sus complicaciones 1059 David Esmer Sánchez, Fernando Álvarez Tostado Fernández Capítulo 129. Tumores malignos y benignos del esófago 1067 Juan José Pablo Cortés Romano, Víctor Iván Peña Vilchis, Gregorio Zubieta O’Farrill Capítulo 130. Sustituciones esofágicas 1077 Patricio Sánchez Fernández, Eduardo Ferat Osorio Capítulo 131.Trastornos motores y secretores del estómago 1087 Eduardo Moreno Aguilera 960 Juan Alberto Serrano Olvera 1043 Angélica Maldonado Vázquez, Rocío Montserrat Monroy Argumedo, Humberto Acuña Meza Capítulo 132. Helicobacter pylori. Mitos y realidades 1097 Juan Carlos Ugalde Loredo, Margarita Zamudio Montaño, Carlos Manuel Díaz Contreras Piedras 966 José Hinojosa Gómez Coordinadores: José Humberto Vázquez Sanders, Samuel Klein¿nger Marcuschamer Capítulo 133. Enfermedades del estómago y duodeno: tratamiento médico y quirúrgico 1106 Capítulo 117. Introducción, fisiopatología y clasificación del abdomen agudo Capítulo 134. Cáncer gástrico Módulo 18. Síndrome de abdomen agudo 975 Teó¿lo Pérez Corona, Miguel Ángel Chávez García, Eduardo Ferat Osorio José Ayala Zavaleta, José Humberto Vázquez Sanders Capítulo 118. Cuadro clínico y diagnóstico diferencial en el abdomen agudo 981 Alejandro Escobar Monroy Capítulo 119. Utilidad de los estudios de imagen y laboratorio en el abdomen agudo 988 Samuel Klein¿nger Marcuschamer, José Arturo Aragón López, José Humberto Vázquez Sanders 1113 Germán Humberto Delgadillo Teyer, José Arturo Velázquez García, Patricio Sánchez Fernández Capítulo 135. Tumores del estroma gastrointestinal 1120 Teodoro Romero Hernández Capítulo 136. Otros tumores benignos y malignos del estómago y duodeno 1127 ERRNVPHGLFRVRUJ Javier Niño Solís XXXII • Tratado de cirugía general (Contenido) VOLUMEN II Capítulo 154. Fisura, absceso y fístula anales Módulo 20. Mesenterio e intestino delgado Capítulo 155. Enfermedad pilonidal y cuerpo extraño en recto Capítulo 137. Anatomía, fisiología y pruebas diagnósticas del intestino delgado y mesenterio Capítulo 156. Prolapso y procidencia rectal 1147 Jorge Ruiz Lizárraga, Adriana Osorio, Elisa María Sepúlveda Guerrero Capítulo 139. Síndrome de oclusión del intestino delgado 1158 Jorge Alejandro Vázquez Carpizo, A. Jesús Vega Malagón, Miguel Luis Esquivel Herrera, Carlos Raúl Ávila Jiménez Capítulo 140. Fístulas de intestino delgado 1167 Juan Carlos Hernández Aranda Capítulo 141. Síndrome de intestino corto Capítulo 157. Incontinencia fecal Capítulo 142. Tumores del intestino delgado y mesenterio 1184 Heriberto Rodea Rosas Capítulo 143. Procedimientos quirúrgicos en intestino delgado 1194 Luis Adolfo Aceves López, Lizzet Villalobos Ramírez, Rodrigo Aceves Zavala Capítulo 144. Abdomen hostil 1203 Manuel Rodrigo Prieto Aldape, Óscar Ramón Guzmán Chávez, Juan Francisco García Morales Capítulo 158. Métodos diagnósticos para la enfermedad de colon y recto 1309 Rafael Sánchez Morett, José Fernando Díaz Sobrino Capítulo 159. Estomas en coloproctología 1317 José Manuel Correa Rovelo, Rubén Gabriel Vargas de la Llata, Francisco Manuel Velez Pérez, Alejandro Díaz-Girón Gidi Capítulo 160. Cirugía de mínima invasión y videolaparoscópica en la enfermedad colorrectal 1326 Carlos Belmonte Montes, Carlos Cosme Reyes, Mario A. García Gómez Módulo 22. Hígado, vesícula y vías biliares Coordinadores: Mauricio de la Fuente-Lira, Mario Vilatobá Chapa Capítulo 161. Anatomía quirúrgica de hígado, vesícula y vías biliares 1214 Moisés Freddy Rojas Illanés, Briseida Rubio Martínez, Omar Michel Solórzano Pineda Capítulo 146. Apendicitis aguda 1222 Daniel Saltiel Mechulán Capítulo 147. Patología quirúrgica de colon y recto: enfermedades inflamatorias 1229 Ulises Rodríguez Wong 1235 César Alberto Cruz Santiago, Jorge Farell Rivas Capítulo 149. Hemorragia digestiva baja Capítulo 163. Coledocolitiasis primaria y secundaria y su resolución 1350 Carlos Flórez Zorrilla Capítulo 164. Complicaciones de la cirugía de vías biliares (estenosis, sección y ligadura de la vía biliar) y su resolución (reconstrucción de la vía biliar) 1246 Capítulo 165. Quistes de colédoco, colangitis y cirrosis biliar 1255 1264 Omar Vergara Fernández, José Luis Rodríguez Díaz 1276 1363 José Luis Beristáin Hernández Capítulo 166. Procedimientos de mínima invasión en la enfermedad hepatobiliar 1374 Vicente González Ruiz, Norma Eleane Basurto Acevedo Óscar Durán Ramos, Paulino Martínez Hernández–Magro, Óscar Durán Anguiano Víctor Hugo Guerrero Guerrero, Ma. Eugenia Ordóñez Gutiérrez 1355 Adolfo Cuendis Velázquez, Itzé Aguirre Olmedo, Mauricio de la Fuente-Lira 1242 César Alí Orozco Cervantes Capítulo 150. Enfermedad diverticular del colon 1343 Luis Juan Ostos Mondragón, Eliseo Pérez Castro, Baltasar Montes Alvarado, Ignacio Díaz-Pizarro Graaf Coordinadores: Rubén Gabriel Vargas de la Llata, Ulises Rodríguez Wong Capítulo 145. Anatomía y fisiología de colon, recto y ano 1334 Rodrigo Cruz Martínez, Alicia Solano Murillo, Mario Vilatobá Chapa Capítulo 162. Colecistopatía aguda y crónica Módulo 21. Colon y recto Capítulo 153. Enfermedad hemorroidal 1302 Gonzalo Hagerman Ruiz-Galindo, Sandra Sucar Romero, J. Andrés Cervera Servín 1176 Juan Carlos Hernández Aranda Capítulo 152. Cáncer de recto 1293 José Manuel Correa Rovelo, Alejandro Díaz Girón Gidi, Francisco Manuel Velez Pérez Capítulo 138. Patología inflamatoria del intestino delgado: enfermedad de Crohn Capítulo 148. Síndrome de oclusión intestinal baja 1285 Rubén Gabriel Vargas de la Llata, José Manuel Correa Rovelo 1137 Óscar Bellacetín Figueroa, Omar Alejo Téllez, Yuridia Renata Macías Ángeles Capítulo 151. Cáncer de colon 1280 Billy Jiménez Bobadilla, Juan Antonio Villanueva-Herrero, Lisbeth Alarcón Bernés Coordinadores: Luis Alfonso Hernández Higareda, Gustavo Linden Bracho Capítulo 167. Patología benigna del hígado 1381 Marco Antonio Vázquez Rosales, Carlos Agustín Rodríguez Paz, Lilia Cote Estrada Capítulo 168. Hipertensión portal 1386 Édgar Enrique Ramos Díaz, Antonio Moreno Guzmán, Marco Antonio Loera Torres Capítulo 169. Carcinoma hepatocelular Ulises Rodríguez Wong ERRNVPHGLFRVRUJ 1394 Mauricio de la Fuente-Lira, Francisco Iván Galeana Nogueda Contenido • XXXIII Capítulo 184. Hernia ventral primaria e incisional Módulo 23. Páncreas Coordinadores: Juan Míer y Díaz, Óscar Chapa Azuela 1521 Gerardo Gil Galindo, Luis Roberto Ramírez Mancillas Capítulo 170. Pancreatitis aguda grave 1403 Nayeli Xochiquetzal Ortiz Olvera, Edgar David Castillo Bárcena, Juan Míer y Díaz Capítulo 171. Métodos de imagen en el diagnóstico de pancreatitis aguda grave Juan Antonio López Corvalá, Roberto Bernal Gómez 1412 Héctor Murrieta González, Marco Antonio Teliz Meneses Capítulo 172. Opciones de tratamiento quirúrgico en la pancreatitis aguda complicada Capítulo 186. Hernias complejas de la pared abdominal 1540 Adriana Hernández López, Estefanía Judith Villalobos Rubalcava 1419 Óscar Gilberto Ruvalcaba Castañeda Capítulo 173. Cáncer de páncreas Capítulo 185. Manejo laparoscópico de las hernias de pared abdominal 1531 Capítulo 187. Hernias poco frecuentes en la pared abdominal Carlos Chan, Denisse L. Staufert Gutiérrez, Gabriela del Ángel Millán, Mariana P. Muñoz Ponce 1547 Oscar Olivares Ontiveros, Raúl Guzmán Muñoz 1432 Módulo 26. Cirugía vascular y endovascular Coordinadores: Roberto Castañeda Gaxiola, Luis Sigler Morales Capítulo 174. Radioterapia en el cáncer de páncreas 1440 José Hinojosa Gómez Capítulo 188. Bases de la cirugía vascular y endovascular 1558 Roberto Castañeda Gaxiola, Luis Sigler Morales, Lorenzo Rish Fein Capítulo 175. Quimioterapia en el cáncer de páncreas 1445 Erika Ruiz García, Jorge Guadarrama Orozco, Javier Melchor Ruán, Horacio Astudillo de la Vega Capítulo 189. Enfermedad carotídea y vertebrobasilar 1565 Francisco Alcocer Gouyonet, Salvador Agraz Castillo Capítulo 176. Tratamiento paliativo del cáncer de páncreas 1452 Capítulo 190. Aorta 1573 Alejandro Rey Luis Montiel Hinojosa, Edgard Efrén Lozada Hernández Capítulo 177. Neoplasias quísticas del páncreas 1458 Óscar Chapa Azuela, Jorge Roldán García, Jair Díaz Martínez, Verónica Gopar Ochoa Capítulo 178. Tumores neuroendocrinos del páncreas 1469 K. Verónica Chávez T, Juan Pablo Pantoja Millán Capítulo 191. Isquemia mesentérica aguda y crónica 1584 Luis Sigler Morales, Roberto Castañeda Gaxiola, Rafael Gutiérrez Carreño Capítulo 192. Isquemia aguda, crónica y aneurismas de miembros inferiores 1591 Manuel Eduardo Marquina Ramírez, Paola Prieto Olivares Módulo 24. Bazo Coordinadores: Marco Antonio Loera Torres, Edgar Enrique Ramos Díaz Capítulo 193. Insuficiencia venosa de miembros inferiores y pelvis Capítulo 179. Indicaciones quirúrgicas de esplenectomía 1481 1601 Carlos Alberto Álvarez Ahumada, Guillermo Rojas Reyna, Santiago Herrera De Juana Edgar Enrique Ramos Díaz, Álvaro Campos Cortés Capítulo 194. Enfermedad tromboembólica venosa (ETEV) Capítulo 180. Técnicas quirúrgicas para esplenectomía Marco Antonio Loera Torres, Juan Ramón Aguilar Saavedra, Héctor Faustino Noyola Villalobos 1608 Roberto Castañeda Gaxiola, Luis Sigler Morales, Paola Prieto Olivares 1489 Capítulo 195. Pie diabético 1619 Eduardo Bladinieres Cámara, Guillermo Guerrero Torres, Sergio F. Uhthoff Brito Módulo 25. Hernias de la pared abdominal Coordinadores: Juan Carlos Mayagoitia González, Héctor Armando Cisneros Muñoz Capítulo 196. Trauma vascular central toracoabdominal Capítulo 181. Etiopatogenia de las hernias de la pared abdominal y función del colágeno en la formación de hernias (herniosis) 1497 Héctor Armando Cisneros Muñoz, Ricardo Blas Azotla, Miguel Magdaleno García Capítulo 182. Materiales protésicos en hernioplastias 1506 Capítulo 197. Trauma vascular periférico: bases y técnicas 1514 Rigoberto Álvarez Quintero, Alejandro Germán Serrano Peña 1640 Roberto Castañeda Gaxiola, Luis Sigler Morales, Magdiel Trinidad Vázquez Capítulo 198. Construcción de la fístula arteriovenosa nativa para hemodiálisis 1654 Carlos Arturo Hinojosa Becerril, Jaime Vélez Victoria Juan Carlos Mayagoitia González, Arturo Vázquez-Mellado Díaz, Raúl Hernández Centeno Capítulo 183. Hernia inguinal 1631 Luis Manuel García Núñez, Juan A. Asensio Capítulo 199. Manejo de las complicaciones en la cirugía vascular 1665 Luis Sigler Morales, Roberto Castañeda Gaxiola, Rafael Gutiérrez Carreño ERRNVPHGLFRVRUJ XXXIV • Tratado de cirugía general (Contenido) Capítulo 213. Fisiología del espacio pleural, drenajes y sistemas de succión digital Módulo 27. El cirujano general y el trasplante de órganos Capítulo 200. Historia de los trasplantes 1674 Jaime A. Pedroza Anaya Capítulo 201. Trasplante de órganos de donador cadavérico 1682 Alejandro Alfonso Perea Sánchez, Jorge Luis Montes de Oca Arce Capítulo 202. Trasplante renal 1690 Héctor Faustino Noyola Villalobos, Óscar Zumarán Cuellar, Raúl García Cano, Marco Antonio Loera Torres, Mario Antonio Cardona Pérez 1799 José Manuel Mier O, Ixchel Carranza Martínez Coordinadores: Alejandro Alfonso Perea Sánchez, Héctor Faustino Noyola Villalobos Capítulo 214. Enfermedad infecciosa e inflamatoria de pulmón 1805 José Morales Gómez, Graciano Castillo Ortega, Juan Alberto Berrios, Jesús Martín Ibarra Celaya Capítulo 215. Hemotórax, fístula broncopleural y derrame paraneumónico 1822 Marco Antonio Íñiguez García, José Miguel Arriola Navas, Silviano Ríos Pascual Capítulo 216. Cáncer de pulmón 1837 Patricio Santillán Doherty, Gildardo Cortés Julián, Julio de Jesús Herrera Zamora Capítulo 203. Trasplante hepático 1697 Federico Mendoza Sánchez, Ignacio González-Pinto Arrillaga, Diego Federico Mendoza Medina Capítulo 217.Tratamiento de los pacientes con metástasis pulmonares 1846 Gustavo F. Salazar Otaola, Carlos A. Olivares Torres, Francina Valezka Bolaños Morales Capítulo 204. Estado actual de los trasplantes en México 1712 Enrique Jiménez Chavarría, Héctor Faustino Noyola Villalobos Capítulo 218. Infecciones y tumores del mediastino 1852 Víctor Hugo Zotes Valdivia, Víctor Elier Quiroga Arias, Enrique Guzmán de Alba Capítulo 219. Patología quirúrgica del pericardio SECCIÓN III. TEMAS SELECTOS EN CIRUGÍA GENERAL 1864 Alberto Ramírez Castañeda, Francina Valezka Bolaños Morales, Diana Vanessa Pérez Coutiño, Serafín Ramírez Castañeda, Mauro Echavarría Pinto Capítulo 220. Toracoscopia, mediastinoscopia y broncoscopia Módulo 28. Peritoneo y retroperitoneo Coordinadores: Saúl Ocampo González, David Ángel Banderas Tarabay 1874 Francina Valezka Bolaños Morales, Luis Marcelo Argote Greene Capítulo 205. Peritonitis: fisiopatología, clasificación y manejo 1721 Rubén Ocampo González, Diego Castañeda Garay, David Fernando Pinal García Capítulo 206. Sepsis intraabdominal 1732 José Raúl Salas Ramírez Capítulo 207. Síndrome compartimental abdominal: manejo integral 1740 Saúl Ocampo González, Roberto Ulises Cruz Neri, Jorge Hugo Salado Rentería Capítulo 208. Peritoneo y retroperitoneo, patología inflamatoria y su manejo 1752 Cesar Iñiguez Martínez, Macario Salcido Jiménez, Mario Alberto Vargas Verdugo Capítulo 209. Tumores retroperitoneales 1761 Módulo 30. Cirugía metabólica y para la obesidad Coordinadores: Armando Castillo González, Gustavo Ramírez Wiella Schwuchow Capítulo 221. Historia de las cirugías bariátrica y metabólica 1884 Enrique Aragón Viruette, Rafael Álvarez Cordero, Humberto Acuña Meza Capítulo 222. Indicaciones y selección de pacientes para cirugía bariátrica y metabólica 1891 Antonio Rodríguez Esquerra, Gilberto Ungson Beltrán, Luis Ángel Posadas Ramírez Capítulo 223. Banda gástrica ajustable 1897 Gustavo Ramírez Wiella Schwuchow, Juan José Pablo Cortés Romano, Humberto Solís Téllez Capítulo 224. Manga gástrica 1904 Roberto Bernal Gómez, Víctor de la Peña Carrizales, Armando Castillo González Juan José Soto Ávila, Emanuel Enciso Vargas, Saúl Ocampo González Capítulo 210. Tumores suprarrenales 1769 K. Verónica Chávez, Miguel F. Herrera 1916 Gilberto Ungson Beltrán, Antonio Rodríguez Esquerra, Luis Ángel Posadas Ramírez Coordinadores: Patricio Santillán Doherty, Francina Valezka Bolaños Morales, Luis Marcelo Argote Greene, Diana Vanessa Pérez Coutiño. 1780 Capítulo 227. Manejo multidisciplinario del paciente con obesidad mórbida y síndrome metabólico 1924 Samuel Ordóñez Ortega, Mauricio Sierra Salazar Juan Carlos Vázquez Minero, Primo Armando de la Rosa Aguirre, Yadira Cervantes Silva Capítulo 212. Valoración clínica y fisiológica de la función respiratoria 1910 Pablo G. Zorrilla Blanco, Noé Núñez Jasso, Álvaro Fernando Tristán Peralta Capítulo 226. Derivación biliopancreática Módulo 29. Tórax y mediastino Capítulo 211. Anatomía quirúrgica, abordaje del tórax y mediastino Capítulo 225. Bypass gástrico en Y de Roux laparoscópico: técnica y resultados 1787 José Rogelio Pérez Padilla, Julio Robledo Pascual Capítulo 228. Complicaciones de cirugía bariátrica y metabólica 1931 Armando Castillo González, Rocío Montserrat Monroy Argumedo, Humberto Acuña Meza ERRNVPHGLFRVRUJ Contenido • XXXV Capítulo 244. Ortopedia Módulo 31. Trauma Capítulo 229. Conceptos básicos de balística 1946 Jorge Manuel Camarero Benítez Capítulo 230. Evaluación y manejo inicial del paciente traumatizado 2078 Oscar Eduardo Vega Pérez, Juan Carlos Arana Reyes, Rafael Rodríguez Cabrera, Rodrigo Bartolome Vargas-Lugo Salinas Coordinadores: Octavio Ruiz Speare, Ignacio Javier Magaña Sánchez 1952 Capítulo 245. Pediatría 2089 Luis Carlos Ocampo Del Prado, José Antonio Ibarra Moreno, Martín Vega Malagón Capítulo 246. Cirugía vascular 2102 Raúl González Fregoso, Irma Violeta Romero Kerlegand, Carlos Arturo Vázquez Mellado Díaz Odón Brugada Echeverría, Fernando Vera Rodríguez, Mario Lonardo Jiménez Ávalos Capítulo 231. Tratamiento del choque hipovolémico y nuevas estrategias de reanimación 1960 Módulo 33. Endoscopia y sus indicaciones en la cirugía general Carlos Arreola Risa, Alejandro I. Suárez Pierre Coordinadores: Jorge Arturo Vázquez Reta, Ángel Enrique Escudero Fabre Capítulo 232. Estrategia de control de daños 1971 Ignacio Javier Magaña Sánchez, Fernando Vera Rodríguez, Eduardo Villegas Pérez Capítulo 233. Trauma craneoencefálico (TCE) 2112 Miguel Ángel Chávez García, Ángel Enrique Escudero Fabre, Jorge Arturo Vázquez Reta, Eduardo Prado Orozco, Ana Lorena Vázquez Guerrero 1979 Jesús Fermín Escobedo Anzures, Judith Chaires Cisneros, Carlos Fernando Bernal Cárdenas Capítulo 234. Trauma de cuello Capítulo 247. Endoscopia del tubo digestivo alto, intermedio y distal Capítulo 248. Endoscopia en vías biliares y páncreas 2126 Eduardo Prado Orozco, Jorge Arturo Vázquez Reta, Ángel Enrique Escudero Fabre, Miguel Ángel Chávez García 1986 Olliver Núñez Cantú, Luis Manuel García Núñez, Edgar Fernando Hernández García Capítulo 235. Trauma torácico 1994 Capítulo 249. Utilidad de la endoscopia en el transoperatorio Eduardo Raúl Zazueta Quirarte Capítulo 236. Trauma abdomino-pélvico 2002 Luis Manuel García Núñez, Edgar Fernando Hernández García, Olliver Núñez Cantú, Eduardo Rosales Montes Capítulo 237. Trauma en extremidades 2010 2136 Ángel Enrique Escudero Fabre, Jorge Arturo Vázquez Reta, Miguel Ángel Chávez García, Eduardo Prado Orozco Capítulo 250. Utilidad de la endoscopia y laparoscopia de emergencia en abdomen agudo 2145 Ángel Enrique Escudero Fabre, Luis Alfonso Hernández Higareda, Eduardo Prado Orozco, Miguel Ángel Chávez García, Arturo Rafael Vázquez Guerrero Edgar Fernando Hernández García, Luis Manuel García Núñez, Olliver Núñez Cantú Capítulo 238. Trauma ambiental (quemaduras y lesiones por exposición al frío) 2018 Felipe Vega Rivera, Fernando Pérez Galaz, Bruce Potenza Capítulo 239. Trauma en situaciones especiales 2027 Ignacio Javier Magaña Sánchez, Adriana Chaparro Delgadillo, Luz María Rivas Moreno, Karina María Navarrete Vargas Capítulo 240. El cirujano ante una situación de desastre y saldo masivo de víctimas 2038 Por¿rio Cervantes Pérez Capítulo 251. Utilidad de la endoscopia en cirugía bariátrica Capítulo 252. Endoscopia y sus indicaciones en cirugía general Capítulo 253. Ultrasonido endoscópico Coordinadores: Roberto Bernal Gómez, Juan Roberto Torres Cisneros, David Lazky Marcovich Coordinadores: Tania Angélica de la Fuente Vera, Mariel González Calatayud 2046 Genaro Vega Malagón, Luis Nelson Bautista García, Alma Becerril Santos, Maureen Poveda Escalante, Javier Ávila Morales Capítulo 242. Urología 2059 2070 Osvaldo Hernán González Morales, Alejandro González Nogueira, Roberto Bernal Gómez 2163 Luis Alfonso Hernández Higareda, Ángel Enrique Escudero Fabre, José Antonio Carrasco Rojas, Alfredo Jesús Vega Pérez, Miguel Ángel Chávez García Módulo 34. Aplicación de las nuevas tecnologías de comunicación en cirugía Capítulo 254. Telemedicina 2173 Mariel González Calatayud, Luis Fernando Negrete Cervantes Capítulo 255. Monitoreo móvil de pacientes quirúrgicos 2178 Tania Angélica de la Fuente Vera David Lasky Markovich, Carlos Vasquez Lastra, Miguel Angel Bonilla Becerril Capítulo 243. Otorrinolaringología 2157 Jorge Arturo Vázquez Reta, Ángel Enrique Escudero Fabre, Arturo Rafael Vázquez Guerrero, Luis Alfonso Hernández Higareda, Miguel Ángel Chávez García, Ana Lorena Vázquez Guerrero Módulo 32. Decisiones de urgencia y competencias del cirujano general ante otras especialidades (Ginecología, Ortopedia, Musculo – Esquelético, Cirugía de Mano, Cirugía Plástica y Reconstructiva, Pediatría, Urología, Otorrinolaringología, Cirugía Vascular, Cirugía de Tórax Capítulo 241. Ginecoobstetricia 2150 Jorge Arturo Vázquez Reta, Eduardo Prado Orozco, Ana Lorena Vázquez Guerrero, Luis Alfonso Hernández Higareda, Miguel Ángel Chávez García, Ángel Enrique Escudero Fabre Capítulo 256. Uso de tabletas y teléfonos inteligentes en cirugía general 2184 ERRNVPHGLFRVRUJ Tania Angélica de la Fuente Vera XXXVI • Tratado de cirugía general (Contenido) Capítulo 257. Uso de redes sociales y comunicación para el cirujano Capítulo 261. El cirujano biólogo molecular del futuro 2215 Alejandro González Ojeda, Jorge Rendón Félix, Leire Irusteta Jiménez, Jesús García Rentería 2190 Tania Angélica de la Fuente Vera Capítulo 258. Simulación médica en cirugía 2196 Tania Angélica de la Fuente Vera Capítulo 262. Realidad y retos de la cirugía y del cirujano 2225 Jorge Alejandro Vázquez Carpizo, Angélica Hortensia González Muñoz, A. Jesús Vega Malagón Módulo 35. Futuro de la cirugía Coordinadores: Enrique Luque de León, Roberto Manuel Suarez Moreno †, Angélica Hortensia González Muñoz Capítulo 259. El cirujano científico e investigador del futuro Capítulo 263. El futuro de la cirugía general y del cirujano 2203 Jorge Alejandro Vázquez Carpizo, Angélica Hortensia González Muñoz, A. Jesús Vega Malagón, Enrique Luque de León Capítulo 260. El cirujano historiador del futuro 2209 J. Lorenzo de la Garza Villaseñor 2231 A. Jesús Vega Malagón, Angélica Hortensia González Muñoz, Jorge Alejandro Vázquez Carpizo, Alfredo Jesús Vega Pérez, Enrique Luque de León Índice ERRNVPHGLFRVRUJ 2245 SECCIÓN I Introducción a la cirugía Módulo 1. Historia de la cirugía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2 Coordinadores: J. Lorenzo de la Garza Villaseñor, David Velázquez Fernández Módulo 2. Problemas médico–legales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .29 Coordinadores: Elena López Gavito, Abraham Dávila Rodríguez Módulo 3. Enseñanza de la cirugía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .104 Coordinadores: Jesús Tapia Jurado, Tomás Barrientos Fortes Módulo 4. Investigación en cirugía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .145 Coordinadores: Abraham Pulido Cejudo, Mario Guzmán Gutiérrez Módulo 5. Calidad, seguridad y bioética en cirugía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .178 Coordinadores: Jorge Pérez Castro y Vázquez, Federico Sandoval Olvera Módulo 6. Entrevista clínica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 265 Coordinadores: Baltasar Montes Alvarado, Alfredo Jesús Vega Pérez © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Módulo 7. Principios básicos de la cirugía en el siglo XXI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 287 Coordinadores: Carlos Melgoza Ortiz, Alejandro Weber Sánchez Módulo 8. Respuesta al trauma quirúrgico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .373 Coordinadores: Alejandro González Ojeda, José Antonio Carrasco Rojas Módulo 9. Respuesta al trauma quirúrgico en situaciones especiales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .411 Coordinadores: Graciela Zermeño Gómez, Carmen Barradas Guevara Módulo 10. Infecciones quirúrgicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .455 Coordinadores: Enriqueta Baridó Murguía, Irma Sánchez Montes Módulo 11. Fisiopatología quirúrgica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .549 Coordinadores: Francisco Campos Campos, Jorge Cervantes Cruz Módulo 12. Aspectos nutricionales en el paciente quirúrgico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .612 Coordinadores: Amado de Jesús Athié Athié, Ignacio Díaz Pizarro Graff 1 ERRNVPHGLFRVRUJ MÓDULO 1 Historia de la cirugía Coordinadores: J. Lorenzo de la Garza Villaseñor, David Velázquez Fernández Capítulo 1. Historia de la cirugía general . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 Antonio Moreno Guzmán, Victoria Vanessa Rocha Garfias, Héctor Faustino Noyola Villalobos Capítulo 2. Origen y evolución del acto quirúrgico hasta nuestros días . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14 Carlos Agustín Rodríguez Paz, Rosa María Carreón Bringas Capítulo 3. Desarrollo de la cirugía en México . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Rosa María Carreón Bringas, Luis Guillermo Gerling de Alba, Carlos Agustín Rodríguez Paz 2 ERRNVPHGLFRVRUJ Capítulo 1 Historia de la cirugía general Antonio Moreno Guzmán, Victoria Vanessa Rocha Gar¿as, Héctor Faustino Noyola Villalobos Preguntas clave 1. Durante la Edad Media, ¿cómo eran la medicina y cirugía? 2. ¿Cuáles fueron las aportaciones de Ambrosio Paré a la cirugía? 3. ¿Qué cambios propició Andrés Vesalio? 4. ¿Por qué William Harvey es considerado el padre de la fisiología? 5. ¿Cuáles fueron los avances que permitieron el desarrollo de la cirugía moderna en el siglo XIX? 6. ¿Cuáles fueron las aportaciones del cirujano William S. Halsted a la cirugía? 7. ¿Cuáles fueron los descubrimientos que impulsaron la era antibiótica de la cirugía? 8. ¿Cuándo y quién realizó el primer trasplante exitoso en humanos? 9. ¿En qué año y con qué procedimiento se inició la cirugía endoscópica, también llamada de mínima invasión, y la cirugía robótica? 10. ¿Cuáles son los beneficios de la cirugía endoscópica? “La medicina es la más humana de las ciencias y la más científica de las humanidades” Edmund Pellegrino1 no ha sido, según se puede suponer, una continuada progresión hacia arriba, ni aun el equivalente de una constante serie de determinados resultados2. Con frecuencia, pensamientos e invenciones que parecían estar en el lindero de los resultados prácticos han sido reducidos a la nada, pero gracias a ellos, los errores y aciertos, sumados a la prueba del tiempo, es posible efectuar una reconstrucción del pasado histórico del saber y quehacer médico-quirúrgico, que permite apreciar y conocer el pasado, para así comprender y aquilatar el presente. © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. INTRODUCCIÓN A continuación iniciará un viaje a través del tiempo, para efectuar un breve repaso histórico de los principales acontecimientos relacionados con la cirugía en las diferentes épocas de la humanidad. Se ha tratado de sintetizar el gran cúmulo de información existente para cumplir con el propósito de la publicación; por ello, lo relativo a las civilizaciones arcaicas se redujo de modo significativo, destacando sólo algunos aspectos, para dar coherencia a la línea del tiempo. Sin embargo, se han enfatizando los cortes histórico-médicos a partir de los cuales la cirugía resulta con avances trascendentales, como Renacimiento y anatomía vesaliana; inicio de la fisiología moderna; control del dolor e infecciones; descubrimiento de los antibióticos; sistemas de residencias quirúrgicas, y por último, cirugía de mínima invasión y robótica. De forma propositiva se ha dejado fuera de este texto lo relacionado con la cirugía en México, pues dada su importancia será tratada en un capítulo específico. Por otra parte, aunque lo que aquí se presenta sea una evolución en aparente in crescendo, el desenvolvimiento y perfeccionamiento del pensamiento humano, como un todo, PREHISTORIA Y CIVILIZACIONES ANTIGUAS Es difícil en realidad encontrar evidencia contundente de procedimientos quirúrgicos en la prehistoria; sin embargo, tanto en Francia como en Irak se han encontrado esqueletos con amputaciones, una por arriba del codo y otra del antebrazo, con una antigüedad aproximada de hace 45 000 años. Gracias a la paleopatología, estos son los primeros hallazgos a los que se les atribuye el inicio de la práctica quirúrgica.3 Desde el año 2 000 a. C., en la antigua Mesopotamia, existe evidencia de la primera reglamentación para el ejercicio de la 3 ERRNVPHGLFRVRUJ 4 • Tratado de cirugía general (Capítulo 1) cimiento de una de estas ramas es como un pájaro que solo tiene un ala”.8 La cirugía china fue escasa o casi nula hasta mediados del siglo XX, dada la orientación de los orígenes de su práctica médica.9 MITOLOGÍA Y MEDICINA EN EL IDEARIO DE LAS CIVILIZACIONES ANTIGUAS Respecto a la cultura griega, los primeros indicios de práctica quirúrgica se conocen gracias a los hechos narrados en la Ilíada y la Odisea, recopilados por Homero a mediados del siglo IX a. C., en donde la práctica se limitaba a tratar lesiones externas y heridas, extrayendo las armas clavadas en el cuerpo de los combatientes, lavando las heridas para retirar la suciedad y controlando la hemorragia por medio de vendajes; además, se administraban fármacos, cuya denominación general era pharmaka, y se usaba para nombrar desde fármacos y sustancias mágicas hasta venenos. De esa época también es el dios Asclepio, dios de la medicina (Esculapio, para los romanos). La medicina en ese tiempo estaba ligada de forma estrecha con la religión. Se construyeron templos para la adoración de Asclepio. Se dice que la habilidad de Asclepio para curar a los enfermos llegó a ser tal, que Zeus, temeroso de que el más allá se despoblara si Asclepios seguía resucitando personas, lo mató con un rayo, y así Asclepio fue llevado a los cielos y convertido en deidad. El culto a Asclepio perduró durante varios siglos debido a que los médicos de esa época disponían de pocos recursos curativos y además era considerado moral y prudente negarse a asistir a los casos incurables, pues de lo contrario era considerado fraude, de tal manera que los enfermos no tenían más remedio que acudir a los templos.10 MEDICINA HIPOCRÁTICA Hipócrates de Cos (406 a 370 a.C.) es sin duda alguna el personaje médico de ese momento con mayor trascendencia. Se le reconoce como autor principal y recopilador del llamado Corpus Hippocraticum o Colección Hipocrática, que compila unos 72 libros y 59 tratados, en cuyo contenido, aunque sin una separación específica, se pueden encontrar temas como patología, fisiología, anatomía, terapéutica, diagnóstico, pronóstico, enfermedades mentales, ginecología y obstetricia, cirugía y ética, entre otros. En el campo de la cirugía existen varios tratados completos dentro de la colección, que hablan del tratamiento de fracturas, tumores, fístulas, hemorroides, hernias, etcétera. El manejo de la hemorragia incluía tratamiento postural, compresión y cauterización, dándole especial lugar a las heridas de guerra, con el aforismo: “Quien desee practicar la cirugía debe ir a la guerra” y otro más que dice: “Lo que no se cura con medicamentos se cura con el cuchillo; lo que el cuchillo no cura, lo hace el fuego; pero lo que el fuego no puede curar se dirá incurable”. En cuanto a la ética, sentó las bases morales del comportamiento profesional del médico, a tal grado que ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. cirugía como profesión. Dicha ley es conocida como el Código de Hammurabi y en él se establecen tanto los honorarios cobrados por el cirujano dependiendo del procedimiento realizado y de la clase social del paciente, como las sanciones a que se hacía merecedor en caso de no obtener resultados satisfactorios. A partir de esta cultura existe evidencia escrita de su desarrollo, lo que ha permitido efectuar una reconstrucción de su pasado más cercana a la realidad y con menor grado de especulación.4 El nombre del primer cirujano mesopotámico conocido es Urlugaledinna, vivió en Lagash hacia el año 2100 a. C.; su sello personal muestra dos cuchillos rodeados de plantas medicinales. Este sello se encuentra en el museo del Louvre de París.5 En el pueblo hebreo del periodo bíblico, los médicos eran escogidos entre los pertenecientes a la clase sacerdotal. En cuanto a cirugía, se refiere en el Talmud que se practicaban desde luego las circuncisiones y también menciona técnicas para manejo del ano imperforado; tras untar con aceite y cauterizar, se practicaba una incisión en el sitio en donde debería estar éste.6 En Egipto florecieron muchas ramas del conocimiento humano y en cuanto a la medicina, en 1862 se encontraron los papiros de Edwin Smith y de Ebers, que datan del año 1600 a. C., el primero recopila conocimientos de cirugía, obstetricia, ginecología, inmovilización de fracturas y manejo de heridas traumáticas, entre otros temas; el segundo, menos quirúrgico, contiene una gran variedad de pociones y bálsamos con base en resinas, aceites, opio, etcétera. La figura médica predominante de la antigua civilización egipcia fue Imhotep (2650-2600 a. C.), quien, por su eficiencia como médico, fue considerado durante siglos por los egipcios como el dios de la medicina y la sabiduría7. India tiene una de las culturas en donde más se desarrollaron medicina y cirugía en la antigüedad. Con respecto a la cirugía, en virtud de que la amputación de la nariz era el castigo oficial para el adulterio y algunas otras transgresiones, los cirujanos indios desarrollaron técnicas de cirugía reconstructiva para estos defectos a partir de colgajos frontales pediculados, así como la plastia de los pabellones auriculares desgarrados. Se conocen al menos 130 instrumentos quirúrgicos utilizados por los cirujanos indios, entre los que se pueden encontrar tijeras, sierras, agujas, fórceps, escalpelos, jeringas, trócares, catéteres, espéculos, etcétera, cuya denominación era asignada dependiendo del parecido que guardaran con animales (pájaros, cocodrilos, entre otros). Además de las técnicas antes citadas, llevaban a cabo operaciones para cataratas, labio leporino, hernias, cálculos vesicales, heridas traumáticas, versiones intrauterinas, extracciones vaginales de fetos muertos (óbitos), etcétera. Entre el año 200 a. C. y el 200 d. C. fueron escritas las Leyes de Manú, en donde se establecía que los médicos podían ser castigados si realizaban un tratamiento incorrecto; asimismo, se indicaba la confiscación de los bienes del enfermo si una vez ya curado se negaba a cubrir los honorarios del médico. Por último, aunque entendida una diferencia entre las dos, medicina y cirugía, se le confería la misma importancia a los conocimientos de ambas, al grado que Sushruta escribió lo siguiente: “Solamente la unión de la medicina y la cirugía conduce al médico completo, el médico que carece del cono- © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Historia de la cirugía general • 5 hasta nuestros días los egresados de una gran cantidad de facultades de medicina hacen el juramento hipocrático al terminar sus estudios. Cabe mencionar que en el contenido del juramento se manifiesta la prohibición del uso del cuchillo como método terapéutico; sin embargo, paradójicamente a este hecho están los tratados de cirugía antes mencionados, lo cual hace suponer que tal vez el juramento en cuestión no sea en su totalidad obra de Hipócrates. Por otra parte, es importante destacar que él fue el primero en desligar los aspectos mágico-religiosos en la génesis de las enfermedades, llevándolo al dominio de la razón y además instituyó la historia clínica como la base en el estudio de los enfermos; también creó lo que se conoce como método hipocrático, cuyos principios son la observación; el estudio del paciente, no de la enfermedad; honestidad hacia el paciente, y ayudar a la naturaleza. Po último, vertió también el concepto de la influencia del medio ambiente en el desarrollo de la enfermedad y la necesidad de estudiar al paciente en todo su conjunto; lo anterior se resume en lo siguiente: “La vida social es corta, el arte largo; la ocasión, fugaz; el experimento, engañoso; el juicio, difícil. Y no podrá el médico por sí solo salir airoso en la curación de una enfermedad si no le favorece el enfermo, los asistentes y las circunstancias exteriores”.11 Sobre la medicina romana, Plinio escribió: “El pueblo romano estuvo durante más de 700 años no sin medicina, sino sin médicos” y, en efecto, durante mucho tiempo, la práctica de la medicina fue hecha por oportunistas mal preparados; esto cambió cuando el emperador Severo Alejandro (208235 d. C.) promulgó las leyes que regulaban la enseñanza, titulación y ejercicio profesional del médico romano. A pesar de ello, en el Imperio romano del siglo I d. C., sólo existieron hospitales para el personal militar (valetudinarium), no así para los civiles, que hasta el año 394 de nuestra era se fundó el primer hospital civil en territorio romano, fundado por la hermana Fabiola, en plena expansión del cristianismo. Este tipo de instituciones llevaba el nombre de nosocomium. En el siglo I d. C. destacó Aulo Cornelio Celso (25 a. C.50 d. C.), patricio romano, quien escribió en latín su obra De Medicina, en donde describe, entre otros conceptos, los cuatro signos fundamentales comunes al proceso inflamatorio (tumor, rubor, calor y dolor), técnicas detalladas de manejo de hernias, drenajes de abscesos, manipulación de heridas y amputaciones, doble ligadura de vasos sanguíneos y corte de los mismos. GALENO Y SU GRAN INFLUENCIA La personalidad más contundente desde el punto de vista médico en ese tiempo fue la de Galeno de Pérgamo (130200 d. C.), griego que ejerció en el Imperio romano. Médico de los gladiadores, que atendía las heridas traumáticas de éstos, fue un inquieto y destacado investigador. Describió la parálisis secundaria a la sección medular y efectuó múltiples descripciones anatómicas y fisiológicas derivadas de experimentos hechos en animales, motivo por el que sus teorías fueron después desmentidas; a pesar de ello, sin duda fue un gran investigador médico, fundador de la anatomía y fisiología comparadas. Aunque gran conocedor de la anatomía, parecer ser que Galeno fue renuente a la práctica de la cirugía debido a que las presiones morales romanas en contra de ella eran muy fuertes; sin embargo, se cuenta con el hallazgo de múltiples instrumentos quirúrgicos, incluso múltiples técnicas quirúrgicas desarrolladas por él con éxito. Se sabe que el mismo Galeno consideraba que todas las intervenciones quirúrgicas podían ser incluidas en dos grupos: separación y aproximación. Procedimientos como reducción de fracturas y luxaciones, restricción de prolapsos de útero o el recto, sutura del abdomen, circuncisiones, plastias nasales y auriculares, sección de vasos sanguíneos, cauterizaciones, etcétera. Galeno también estaba de acuerdo con la teoría de los cuatro humores fundamentales (flema, sangre, bilis amarilla y bilis negra) y clasificó los temperamentos en cuatro tipos: flemático, sanguíneo, colérico y melancólico. Galeno fue tal vez el mejor observador clínico de su tiempo y el mejor cirujano de la antigüedad.12 La recia personalidad de Galeno y el gran poder que alcanzó, aunados a su vanidad y dogmatismo personales, provocaron que desechara toda teoría anterior y contemporánea a él, haciendo que sólo los conocimientos vertidos por él fueran los que tuvieran validez, alcanzando tal éxito en esta empresa que sus doctrinas permanecieron en vigencia por más de 1 500 años hasta el siglo XVI, cuando Vesalio evidenció los errores galénicos y cuestionó de forma seria su validez y permanencia.13 EDAD MEDIA Y EL QUEHACER MÉDICO Durante la Edad Media, medicina y cirugía, al igual que todas las áreas del saber humano, permanecieron en el más completo estancamiento y oscurantismo secundario a las presiones religiosas. Todos los eventos, enfermedades y curaciones se atribuían a Dios y se explicaban con base en su divina voluntad. Tiempo después, a partir del siglo VII, la medicina islámica toma auge y sus conceptos regirán la enseñanza de la medicina hasta mediados del siglo XVII, gracias a los textos recopilados y escritos por Avicena (980-1037), considerado la figura más destacada de la medicina árabe. Su obra más famosa es el Canon. En ese tenor se puede agregar el libro de Abu l-Qasim Jalaf ibn al-Abbas al-Zahrawi, mejor conocido como Abulcasis (936-1013), titulado Al-Tasrif, que constituye el primer atlas de cirugía publicado en forma de libro de texto. Sin embargo, pocos fueron los profesionales de la medicina que también hacían cirugía; en términos generales, la cirugía no fue vista con buenos ojos por los médicos connotados de la época y su práctica quedó relegada a profanos, charlatanes sin ninguna preparación especial. En este campo, el uso del cauterio fue la técnica quirúrgica más utilizada14. Los médicos judíos jugaron un papel de suma relevancia en ese, en especial de la Escuela de Traductores de Toledo, pues fungieron como recopiladores, autores y traductores de las obras de la medicina islámica, sirviendo como puente entre los mundos árabe y el latino, porque el saber de las actividades científicas e intelectuales había sido pasado, custodiado ERRNVPHGLFRVRUJ 6 • Tratado de cirugía general (Capítulo 1) y enriquecido por los árabes, mientras que en Europa se presentaban las invasiones bárbaras de la baja Edad Media, que destruyeron buena parte del saber humano. Esta colaboración fue determinante en la posterior aparición y desarrollo de las universidades. plejidad, se hacían herniotomías y litotomías. Conocían la sutura y en ocasiones se utilizaba el cabello humano como material para efectuarla, pero se prefería el cauterio como hemostático; al igual que la práctica común de flebotomías. A fines del medievo, los cirujanos se dividieron en dos grupos: aquellos con una formación más elevada y los que se identificaban con los barberos. ESCOLÁSTICA MEDIEVAL, LAS UNIVERSIDADES CIRUGÍA RENACENTISTA Y ANATOMÍA VESALIANA El primer cambio importante que constituyó el despertar de la cirugía del letargo y atraso de miles de años, y que impactó de modo trascendente a la misma, vino de manos de una de las grandes figuras del Renacimiento en el campo de la cirugía: Ambrosio Paré (1517-1590). Paré se inició como barbero y después se instruyó en el Hôtel-Dieu de París y el Colegio de San Cosme. Entró al servicio del ejército francés, en donde desarrolló importantes avances quirúrgicos en la atención y manejo de las heridas; contradijo a Giovanni de Vigo, quien publicó su obra Prima pars practice in chirurgia: Practica in arte chirurgica copiosa Ioannis de Vigo... (1515), en donde establecía el principio: “Las heridas que no curan con hierro, curan con fuego”. Paré observó que los heridos por arma de fuego tenían una mejor evolución de sus heridas si no se trataban con aceite hirviendo, pues favorecía la aparición de pus; retomó el uso de la ligadura de los vasos como método de hemostasia y abandonó el uso del cauterio. Por su labor fue nombrado Cirujano Maestro por el monarca francés Enrique II y en 1561 publicó en francés su obra Cirugía Universal. Fue uno de los más grandes cirujanos de su tiempo.16 El segundo cambio radical para el ejercicio de la cirugía fue el que trajo consigo el desarrollo de la anatomía y la caída de los conceptos galénicos. El estudio anatómico del cuerpo humano continuó con gran interés en el Renacimiento, de esta época tenemos el legado de varios personajes, entre los que destaca Leonardo da Vinci (1452-1519), quien realizó múltiples preparaciones anatómicas, que luego dibujó con gran precisión, exactitud y belleza; se conocen poco más de 70 dibujos anatómicos de Leonardo. El resto de los artistas renacentistas sólo se preocupaban de los aspectos anatómicos de forma secundaria y con fines estéticos, por lo general. En 1521, Jacopo Berengario da Carpi (1460-1530) publicó su libro Carpi Commentaria cum amplissimis additionibus super anatomia mundini, otro de los tratados anatómicos con gran valor, pues fue uno de los primeros en poner en tela de juicio los conceptos anatómicos galénicos. Pero es indudable que fue Andrés Vesalio (1514-1564), médico, cirujano y anatomista, quien en su magnífica obra De humani corporis fabrica, publicada en 1543, acabó con el dogmatismo de los conceptos galénicos aún prevalecientes en su época. Estudió y describió en detalle los órganos internos, nervios y vasos sanguíneos; también reconoció la existencia de las variantes anatómicas. Estas importantes aportaciones trajeron como consecuencia cambios radicales en la conducta y quehacer de los cirujanos renacentistas y sus aproximaciones al cuerpo enfermo. ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. A partir del siglo XII se inician de manera formal las universidades en plena Edad Media. Las más acreditadas fueron, entre otras, la de Bolonia (1088), París (1110), Oxford (1167) y Montpellier (1181), en las cuales existía un absoluto “divorcio” entre medicina y cirugía, por considerarse esta última como un quehacer desagradable e indigno de la alta preparación de un médico. Aunque desde el siglo IX inició actividades la Escuela de Salerno, sólo se consolidó hasta finales del siglo X y una de sus contribuciones más importantes a la medicina fueron las traducciones al latín (llevadas a cabo en ella y en Montecassino) de los escritos en árabe de las obras de Hipócrates, Galeno y Avicena, entre otros. Una de sus características más importantes fue que se mantuvo independiente del control del estado y de la iglesia. Después se abrieron universidades en Alemania, Escandinavia y los Países Bajos. Cabe aclarar que todas se caracterizaron por dos principios: el predominio de la medicina sobre la cirugía, y la supremacía de la teología y filosofía cristianas sobre las ciencias de la naturaleza; así, fueron pocos los médicos que se dedicaron a la cirugía en esa época, pero algunos de ellos son Guillermo de Saliceto (1210-1276), que en la Universidad de Bolonia escribió un libro llamado Cirugía; Lafranchi de Milán (1250-1306), quien en 1296 escribió un libro llamado Cirugía Magna y además legó la frase: “Nadie puede ser buen médico si ignora las operaciones quirúrgicas, ni nadie puede operar si no conoce la medicina”; Henri de Mondeville (1260-1320) insistió en el aseo de las heridas para evitar la supuración; y Guy de Chauliac (1290-1368), uno de los cirujanos mejor preparados de su tiempo y que defendió la tesis de que era indispensable un amplio conocimiento anatómico para la práctica de la cirugía.15 Respecto a la anatomía, la presencia más destacada fue la de Mondino de Luzzi (1270-1326), profesor de la Universidad de Bolonia, quien escribió en 1316 su obra Anatomia Mundini, pero aún con una gran influencia árabe y galénica, por lo que su vigencia terminó con la aparición de Vesalio. También en la Edad Media iniciaron las autopsias con fines tanto médico-legales como para conocer las causas de muerte en casos de enfermedades contagiosas y con el fin de incrementar el conocimiento anatómico. El médico medieval era el ciudadano distinguido, de buena posición social y con preparación académica, que se dedicaba al estudio de los enfermos sin rebajarse a la práctica de algún procedimiento quirúrgico, labor considerada como la parte poco grata y refinada del tratamiento; por tanto, los procedimientos quirúrgicos eran efectuados por los barberos-cirujanos y sacamuelas: atención de heridas, amputaciones, abscesos y fístulas. Rara vez, dada su com- Historia de la cirugía general • 7 © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. BASES DE LA FISIOLOGÍA MODERNA En los siglos XVI y XVII varios investigadores brindaron valiosas contribuciones a la fisiología, que de la mano de la anatomía modificaron la cirugía de la humanidad hasta ese momento. Entre ellos se puede citar a Mateo Realdo Colombo (1516-1559), Bartolomeo Eustachio (1520-1574), Gabriel Falopio (1523-1562), Fabricius de Acquapendente (1537-1619), Bartolino de Copenhague (1585-1629), Johann G. Wirsung (1589-1643) y Thomas Willis (1621-1675), entre otros. Por último, el siglo XVII inicia con el descubrimiento de la circulación (mayor y menor) de la sangre por William Harvey (1578-1657), quien por esta aportación es considerado el padre de la fisiología, aunque cabe mencionar el antecedente de Miguel Servet (1511-1553), cirujano navarro que describió la circulación menor en 1553, y por este atrevimiento fue a dar a la hoguera con todo y su libro (Christianismi Restitutio), en el cual, entre otras cosas, describía la circulación menor. Harvey, discípulo de Fabricius de Acquapendente, quien a su vez había descrito las válvulas venosas, detalló en su obra Estudio anatómico del movimiento del corazón y de la sangre de los animales (1628), la circulación mayor y menor, y presupuso la existencia de capilares, los cuales fueron descubiertos hasta después de su muerte por Marcello Malpighi (1628-1694).17 En el siglo XVII se hicieron importantes contribuciones a la medicina, entre ellas, el termómetro, inventado por Galileo Galilei (1564-1642) alrededor de 1592, y que no fue introducido a la práctica clínica sino hasta 1700 por Hermann Boerhaave (1668-1738), pero su aceptación general solo se alcanzó un siglo más tarde. Este termómetro sufrió diferentes modificaciones por parte de Daniel Fahrenheit (1686-1736) y Anders Celsius (1701-1744) en 1742, para cuantificar la temperatura, incluida la corporal, en las dos escalas que hoy día se maneja: aportación trascendental para el diagnóstico y vigilancia posoperatoria actual. Por otra parte, se descubrió y utilizó el microscopio, instrumento fundamental para el desarrollo de la ciencia. Los dos personajes más prominentes del microscopio en el siglo XVII fueron Antonio Van Leeuwenhoek (1632-1723), su descubridor, quien describió entre otras muchas cosas, corpúsculos de la sangre, espermatozoides, fibras musculares, y Marcello Malpighi (1628-1694), fundador de la histología, gracias a lo cual descubrió los capilares sanguíneos. Sin embargo, el desarrollo de la cirugía en ese siglo no fue a la par de las otras ciencias. Los cirujanos no alcanzaron el nivel social y académico de los médicos. Aún no se dominaban infección, dolor, ni estado de choque. Los cirujanos se dividieron en dos grupos: aquellos con cierta preparación para los que se reservaban las intervenciones de mayor envergadura, y los barberos-cirujanos que se encargaban de operaciones menores, extracciones dentales y sangrías. De ese tiempo sólo se mencionará a Cesare Camillo Magati (1579-1647) y Wilhelm Fabry von Hilden (1560-1634). El primero, italiano, insistió en el manejo gentil de los tejidos, la abolición del cauterio y el aseo de heridas con agua limpia. El segundo, considerado padre de la cirugía germánica, puntualizó que las amputaciones deberían hacerse sobre el tejido sano y no sobre el ya gangrenado. Destaca en obstetricia la invención de los fórceps por parte de Peter Chamberlen (1540-1596), que revolucionó este campo. En el siglo XVIII, Leopold Auenbrugger (1722-1809), en Viena, publica en 1761 su obra Inventum Novum, en donde describe el procedimiento de la percusión como auxiliar en el diagnóstico, aportación de gran repercusión para la práctica clínica. Empero, su importancia sólo se valoró hasta medio siglo después gracias a la invención de René Laënnec (1781-1826) del estetoscopio. Ambas aportaciones fueron de gran trascendencia para el manejo de pacientes quirúrgicos. Otra área de la medicina con grandes avances en tal centuria fue la anatomía patológica y la histología, con exponentes como Giovanni Battista Morgagni (1682-1771), Xavier Bichat (1771-1802) y Matthew Baillie (1761-1823). Antoine-Laurent Lavoisier (1743-1794) dio nombre al oxígeno, demostrando su papel en las combustiones orgánicas. William Hunter (1718-1783) fundó la Escuela de Anatomía de Great Windmill Street, primera escuela médica de Londres; generalizó el uso de los fórceps de Chamberlen y rescató la práctica de la obstetricia para los médicos del oscurantismo medieval. El hermano de William Hunter, John Hunter (1728-1793), fue un destacado cirujano, investigador y anatomista (pagaba a personas denominadas “resurreccionistas” o ladrones de cadáveres, por la adquisición de cuerpos frescos para su estudio anatómico). Purista hasta la obsesión en la técnica quirúrgica, es considerado padre de la cirugía experimental. Una de sus principales aportaciones fue una nueva técnica para el tratamiento y sutura de los aneurismas postraumáticos, cuya trascendencia fue la salvación de múltiples extremidades de la amputación. Entre sus discípulos destacan cirujanos de la talla de Astley Cooper (1768-1841). INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA CIRUGÍA, SU RECONOCIMIENTO Gracias a las contribuciones de todos ellos y al surgimiento de la Ilustración, en el siglo XVIII los cirujanos lograron romper las ataduras medievales y la discriminación de que eran objeto por parte de sus eternos rivales: los médicos. Se colocaron en igualdad de circunstancias y se hicieron merecedores de los mismos respetos y posición social que los galenos. La Real Sociedad de Cirujanos de Francia se fundó en 1713 y en 1743 se promulgó la Ley que prohibía a los barberos la práctica quirúrgica, con excepción de procedimientos menores. En 1745 se separaron los cirujanos de los barberos, pero no fue sino hasta 1799 cuando en Inglaterra se fundó el Royal College of Surgeons. Entre los cirujanos más destacados de la época se puede citar también a Jean-Louis Petit (1674-1750), inventor del torniquete y de una técnica de mastoidectomía; Pierre Joseph Desault (1744-1795), cuya técnica de vendaje en fracturas de clavícula se utiliza todavía en nuestros días; Antonio Scarpa (1752-1832), destacado anatomista y cirujano que hizo notables aportaciones en la cirugía de hernia inguinal; Giuseppe Flaiani (1741-1708), que realizó con éxito la extirpación del bocio exoftálmico y, por último, Lorenz Heister (1683-1758), quien publicó su libro Chirurgie, en 1718, uno de los primeros textos quirúrgicos traducido a varios idiomas europeos. ERRNVPHGLFRVRUJ (Capítulo 1) SIGLO XIX. LOS GRANDES DESCUBRIMIENTOS EN PRO DE LA CIRUGÍA En el siglo XIX se dieron trascendentales descubrimientos científicos que le permitieron a la cirugía iniciar un desarrollo y estatus nunca antes alcanzado. Se consolidó la unión entre medicina y cirugía en una sola profesión, y se logró controlar el dolor y prevenir infecciones. Una de las primeras figuras es William Beaumont (17851853), cirujano del ejército de los EUA, quien sin contar con laboratorios, atendió en 1822 a un paciente con una herida abdominal grave; para su sorpresa, el paciente sobrevivió, pero resultó con una fístula gástrica persistente, complicación que aprovechó Beaumont para efectuar los primeros estudios conocidos sobre la fisiología gástrica, publicando sus resultados en 1833, en un trabajo titulado Experimentos y observaciones en el jugo gástrico y la fisiología de la digestión.18 Muchos años más tarde, el fisiólogo ruso Iván Pavlov (1849-1936) comunicó sus experimentos en varias áreas de la fisiología humana, destacando lo relacionado con reflejos condicionados. Contemporáneo de ellos, Claude Bernard (1813-1878) introduce el término homeostasis y publica en 1855 su obra Introducción al estudio de la medicina experimental. Por su importante contribución es considerado el fundador de la fisiología experimental. Carl von Rokitansky (1804-1878) realizó más de 60 000 autopsias a lo largo de unos 50 años de ejercicio profesional, aportando invaluables conocimientos a la ciencia médica. Rudolph Virchow (1821-1902), llamado el “Papa de la medicina moderna” de la segunda mitad del siglo XIX, fue un anatomopatólogo brillante, fundador de la teoría celular y pionero del modelo biológico-lesional en la etiología de las enfermedades. Gracias a las guerras napoleónicas, la cirugía tuvo brillante exponentes, entre ellos figuran Dominique-Jean Larrey (1766-1842), destacado cirujano militar. Se dice que efectuó 200 amputaciones en 24 horas en 1812, en la batalla de Borodinó.19 Ideó una técnica de alimentación por sonda gástrica e inventó el sistema de ambulancias rápidas para acelerar la atención de los heridos en el campo de batalla, con lo que disminuyó las complicaciones. Por todo ello, Napoleón llegó a decir que era el más virtuoso de los hombres que había conocido.20 Su contemporáneo, Guillaume Dupuytren (17771835), jefe de cirugía del Hôtel-Dieu de París, fue otro de los grandes cirujanos franceses de la época, al ser el primero en resecar el maxilar inferior, además introdujo modificaciones al instrumental quirúrgico, y fue famoso por lo intrépido de sus intervenciones quirúrgicas; sin embargo, un contemporáneo, también destacado cirujano, Pierre François Percy (17541825), denominó a Dupuytren como: “el primero de los cirujanos y el último de los hombres”, debido a su peculiar personalidad. Dentro de los cirujanos ingleses de esa centuria destacaron Astley Cooper (1768-1841), por su extraordinaria labor docente en el momento de llevar a cabo sus operaciones. Gran anatomista, aún se conoce por su nombre al ligamento iliopectíneo, elemento anatómico importante en la cirugía reparadora de la hernia inguinal a la cual él contribuyó de ma- nera trascendental. Fue el primero en ligar la aorta abdominal para tratar un caso de aneurisma y también el primero en desarticular la cadera. Los hermanos John (1763-1820) y Charles Bell (1774-1842) fueron grandes cirujanos. El primero legó varios tratados sobre cirugía vascular y manejo de heridas; el segundo, un destacado anatomista, describió las funciones motoras de las raíces anteriores de la médula espinal, así como el carácter mixto del V par craneal y la parálisis del VII, la cual aún hoy es conocida como parálisis de Bell. James Syme (1799-1870), llamado por sus contemporáneos y por lo arriesgado de sus procedimientos quirúrgicos, el “Napoleón de la cirugía”, fue un cirujano que dejó a la posteridad su técnica de amputación del miembro inferior que lleva su nombre y que todavía se emplea. Robert Liston (1794-1847), tal vez el cirujano más hábil y rápido de la época, fue el primero en utilizar en Inglaterra la anestesia con éter. James Paget (1814-1899) dio, entre otras contribuciones a la cirugía, la identificación de la enfermedad de Paget del pezón en el cáncer mamario y la enfermedad de Paget de los huesos. Sir William Fergusson (1808-1877) escribió un tratado de cirugía, y modificó e inventó muchos instrumentos. Se decía que la habilidad de Paget como clínico y la de Fergusson como cirujano eran tales que la población manifestaba: “Ve a Paget para que te diagnostique y a Fergusson para que te opere”. James Young Simpson (1811-1870), ginecólogo, introdujo en la Gran Bretaña el uso del cloroformo como anestésico y defendió la causa de las mujeres para ingresar a estudiar medicina. En EUA, Ephraim McDowell (1771-1830), en 1809, operó con éxito a una paciente con un gran quiste ovárico. J. Marion Sims (1813-1883) publicó un estudio sobre etiología, prevención y manejo quirúrgico de las fístulas vesicovaginales, de él perduran la posición de Sims para el examen ginecológico y el espejo vaginal de Sims. Philip Syng Physick (1768-1837), considerado por algunos como el padre de la cirugía en Norteamérica y responsable de la política de practicar dentro de lo posible la “cirugía conservadora”, introdujo a la cirugía el uso de suturas absorbibles. Discípulos del anterior, Samuel D. Gross (1805-1884), cirujano del Jefferson Medical College, y David Hayes Agnew (1818-1892), de la Escuela de Medicina de Pennsylvania, fueron también destacados cirujanos de esa centuria, que trascendieron por su importante labor académica como formadores de cirujanos norteamericanos.21 ERA ANESTÉSICA DE LA CIRUGÍA: CONTROL DEL DOLOR La anestesia es, sin duda, un parte aguas en la historia de la cirugía. Al respecto, se puede mencionar lo siguiente: en 1772, Joseph Priestley (1733-1804) descubrió el óxido nitroso, pero sólo se usó como “gas hilarante” debido al estado de euforia que producía a quienes lo inhalaban; más tarde, Humphry Davy (1778-1829) propuso su empleo en cirugía, pero su iniciativa no obtuvo respuesta. El primero en utilizar el óxido nitroso y el éter con fines quirúrgicos fue Crawford W. Long (1815-1878), en 1842, pero no publicó sus observaciones sino hasta varios años después. En 1844, el dentista Horace Wells (1815-1848) inhaló el óxido nitroso y se extrajo él ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. 8 • Tratado de cirugía general © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Historia de la cirugía general • 9 mismo un diente sin dolor, más tarde hizo una demostración pública en la escuela de medicina de Harvard, en la clase de John Collins Warren (1778-1856), con un estrepitoso fracaso, pues el paciente se puso a gritar, siendo abucheado por los presentes a la demostración. Más tarde su discípulo odontólogo William T.G. Morton (1819-1868), habiendo experimentado con éter sulfúrico, contactó de nuevo con John Collins Warren y el 16 de octubre de 1846, en el Massachusetts General Hospital, este último llevó a cabo la primera demostración pública exitosa de cirugía sin dolor, al operar a un paciente de un angioma en el cuello, acontecimiento de suma trascendencia para la cirugía y tal vez la aportación norteamericana más importante a la medicina y cirugía en el siglo XIX. Pasaron algunos años antes de que los cirujanos se percataran de que el uso de la anestesia les permitiría más tiempo quirúrgico, un paciente inmóvil y, por supuesto, ser más cuidadosos y meticulosos con la técnica quirúrgica, sin sacrificar la seguridad en aras de la velocidad, mejorando sus resultados y la evolución de los pacientes. Oliver Wendell Holmes (1809-1894), algún tiempo después, denominó al procedimiento “anestesia”.22 A pesar de la aceptación del éter, James Young Simpson (1811-1870), en Inglaterra, abandonó su uso y prefirió al cloroformo como agente anestésico. El éter tenía un olor desagradable, era irritante y necesitaba de larga inducción; sin embargo de comenzó a emplear después de que se descubrieron los efectos hepatotóxicos del cloroformo (mortalidad cinco veces mayor que con éter). Aunque la iglesia se oponía al uso de la anestesia durante el parto ʊporque la Biblia menciona “parirás con dolor”ʊ, cuando John Snow (1813-1858) le administró con éxito cloroformo a la reina Victoria, se terminó la condena para el uso de la anestesia. Al mismo Snow se le debe el desarrollo de la anestesiología como especialidad. Carl Koller (1857-1944), en 1844, introdujo el uso de la cocaína como anestésico local en cirugía oftálmica. Se ensayaron nuevos anestésicos y vías de administración. Así, Nikolái Ivánovich Pirogoff (1810-1881), en Rusia, empleó la vía rectal; Fierre Cyprien Oré, en Francia, la vía intravenosa; William Steward Halsted (1852-1922), en EUA, la anestesia raquídea; en 1903, Emil Fischer (1852-1919) y Josef von Mering (1849-1908) descubrieron el veronal, y a partir de esto se sintetizan multitud de fármacos de aplicación segura por diferentes vías23. ERA ANTISÉPTICA DE LA CIRUGÍA En el siglo XIX aconteció otro fenómeno: el advenimiento de la prevención y control de las infecciones, que aunado al descubrimiento de la anestesia, son los dos eventos que marcaron una diferencia entre la práctica de la cirugía previa y posterior a estos descubrimientos, dando paso a la cirugía moderna. En 1843, Oliver Wendell Holmes atribuyó la fiebre puerperal a que la infección era trasmitida por los mismos obstetras de un paciente a otro. Sin embargo, su teoría no fue escuchada. Años más tarde, en 1847, Ignaz Philipp Semmelweis (1818-1865) demostró que en efecto la fiebre puerperal estaba relacionada de forma directa con el aseo del personal médico, al observar que la incidencia de la fiebre era mayor en el grupo de pacientes manejadas por los médicos, quienes asistían a las mujeres después de practicar autopsias, y era menor en el grupo de pacientes atendidas por las parteras que no practicaban autopsias; hizo que sus médicos se lavaran las manos con agua y jabón, y después se aplicaran hipoclorito cálcico, con lo que se abatió la mortalidad de 18% a 1 o 2%; pese a ello, la Sociedad Médica de Viena rechazó sus ideas y Semmelweis murió años más tarde, irónicamente víctima de una infección fatal. A él se deben los inicios más remotos de la asepsia. Por otra parte, Joseph Lister (1827-1912) introdujo a la medicina la antisepsia y con él se inicia la era de la “cirugía antiséptica”. Lister observó que las fracturas cerradas no se infectaban, pero las fracturas expuestas con frecuencia supuraban, por lo que después aplicó ácido carbólico (ácido fénico) a las heridas, con lo que observó disminución en la aparición del pus; también rociaba con ácido carbólico al paciente, el instrumental e inclusive efectuaba vaporizaciones de ácido carbólico en el quirófano; con ello logró abatir de modo ostensible la frecuencia de las infecciones. Sus primeras observaciones se publicaron en The Lancet en 1867 y aunque sus ideas no fueron aceptadas al inicio, gracias a su tenacidad y a la efectividad de sus procedimientos, los métodos listerianos fueron poco a poco ganando terreno entre los cirujanos aún reticentes a los cambios en la segunda mitad del siglo XIX. A partir de 1870, los cirujanos alemanes fueron partidarios de este método; en 1876, su aplicación se popularizó en Francia, y hasta 1880 se usó con mayor amplitud en los Estados Unidos.24 Aunque no fue cirujano, Luis Pasteur (1822-1895) demolió en forma definitiva la teoría de la generación espontánea, demostrando la teoría microbiana de las enfermedades. Explicó de forma satisfactoria los principios de la asepsia y antisepsia, e introdujo el concepto de la esterilidad, la cual conseguía al someter a elevadas temperaturas por un periodo determinado cualquier sustancia; es decir, las dejaba libres de cualquier forma de vida y aseveró que si él fuera cirujano, jamás introduciría un objeto en el cuerpo de un paciente sin pasarlo antes por el fuego. En 1886, Ernst Von Bergman (1836-1907), cirujano militar alemán, inventó la primera autoclave de vapor, con lo que la asepsia y los procedimientos de esterilización de modo paulatino se convirtieron en algo habitual e indispensable en el entorno quirúrgico. Otro de los grandes cirujanos de ese siglo fue Albert Christian Theodor Billroth (1829-1894), uno de los pilares de la cirugía alemana y del mundo a finales del siglo XIX. Entre sus obras se encuentran: Tratado general de patología y terapéutica quirúrgica e Historia de las universidades alemanas. También fue el creador de una de las más grandes escuelas quirúrgicas de Europa. Caracterizado por su habilidad quirúrgica y su honestidad profesional, así como por su dedicación a la docencia, aún conservan su nombre las cirugías gástricas Billroth I y II. Dentro de sus discípulos se encuentran grandes cirujanos, como Jan Mikulicz-Radecki (18501905) y Emil Theodor Kocher (1841-1917) y, a su vez, discípulos de éstos, Ferdinand Sauerbruch (1875-1951), Harvey Cushing (1869-1939) y William Halsted (1852-1922). En 1880 se fundó la American Surgical Association y en 1885 salió a la luz el primer número de Annals of Surgery Association y el primer número de Annals of Surgery, ambos hechos trascendentes en el devenir de la cirugía en el mundo.25 ERRNVPHGLFRVRUJ 10 • Tratado de cirugía general (Capítulo 1) SIGLO XX: CIRUGÍA CONTEMPORÁNEA El siglo XX se caracterizó por una verdadera revolución en todas las áreas de la ciencia médica, con múltiples avances en cada disciplina y, claro está, en la cirugía general, como troncal de todas sus especialidades afines, con el apoyo invaluable de anestesiología, farmacología y biotecnología. Dentro de los grandes cirujanos, considerados maestros de la cirugía contemporánea, se encuentran, entre otros, Allen Whipple (1881-1963), Evarts A. Graham (1883-1957), Frederick A. Coller (1887-1964), Lester R. Dragstedt (18891975) y Owen H. Wangensteen (1898-1981), todos ellos se destacaron no sólo por sus aportaciones personales al progreso de la cirugía sino como educadores de excelencia y formadores de cirujanos.29 ERA ANTIBIÓTICA DE LA CIRUGÍA Otra gran figura, no cirujano, cuyo trabajo repercutió de forma definitiva en el desarrollo de la cirugía moderna fue Paul Ehrlich (1854-1915), con el descubrimiento del salvarsán, la “bala mágica” en 1910; es decir, la terapéutica antimicrobiana, sustancias que mataban los microorganismos patógenos, pero que eran inocuas al cuerpo humano. A finales del siglo XIX y principios del XX, aparecieron múltiples publicaciones mencionando que los hongos y ciertas bacterias tenían efectos contra otras bacterias, y en 1889, Jean-Paul Vuillemin denominó “antibiosis” a ese proceso. Años más tarde, en el segundo decenio del siglo XX, se descubrieron las sulfas y sus derivados; en 1929, Alexander Fleming (1881-1955) publicó en el British Journal of Experimental Pathology los resultados de la acción antibacteriana del penicillium, dándole el nombre de penicilina a esa sustancia; pero no fue sino hasta 1941, en Inglaterra, cuando Howard Walter Florey (18981968) y Ernst Boris Chain (1906-1979) evidenciaron el gran potencial terapéutico de la penicilina, siendo financiados por la empresa farmacéutica americana Pfizer para la producción a gran escala en los EUA. En 1942, Selman A. Waksman (1888-1973) acuñó el término antibiótico y él mismo obtuvo en 1942 la estreptomicina. En el decenio de 1940, en plena Segunda Guerra Mundial, los antibióticos fueron una realidad, con el advenimiento de la penicilina en Inglaterra y el prontosil (sulfonamida) en Alemania, naciones archienemigas, cuyo impulso por ganar se llevó hasta el plano científico. Desde entonces y hasta nuestros días, la investigación farmacéutica sigue en vertiginosa carrera, descubriendo nuevos y mejores antibióticos, con lo que el riesgo de infección y su tratamiento en un momento dado en los pacientes quirúrgicos se ha abatido de forma importante30. Sería casi imposible tratar de enumerar todos y cada uno de los acontecimientos trascendentales del siglo XXI en el campo de la medicina o en relación directa con la misma; así, se nombrarán sólo algunos. En 1895, Wilhelm Conrad Röntgen (1845-1923) descubrió los rayos X, aportación de invaluable utilidad para el estudio, diagnóstico y terapéutica de los pacientes. En 1900 se introdujo a la práctica quirúrgica el uso del cubrebocas, por W. Hunter y más tarde es cuando el uso de cubrebocas y gorros se generaliza en el mundo. En 1901, Karl Landsteiner (1868-1943) descubrió los grupos sanguíneos A, B, O y tiempo más tarde el AB, abatiendo el riesgo de las transfusiones sanguíneas (la primera transfusión se llevó a cabo en 1667, por Jean-Baptiste Denys), con repercusiones favorables en cirugía. En el campo de la neurocirugía, gracias a las aportaciones de Víctor Horsley (1857-1916), padre de la neurocirugía, quien extirpara por primera vez un tumor de la médula espinal en 1887; Harvey Cushing (1869-1939), responsable del gran impulso dado a esta especialidad, y su discípulo Walter Dandy (1886-1946), se puede en la actualidad intervenir a pacientes con afecciones neurológicas con seguridad y éxito. A principios de siglo, en Viena, Emerich Ullmann (18611937) realizó un autotrasplante renal en un perro con éxito; ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Asimismo, existieron otros excelentes cirujanos de la época, como Antoine Lembert (1802-1851), Edoardo Bassini (1844-1924), Charles McBurney (1845-1913),26 George R. Fowler (1846-1906), Sir Víctor Horsley (1857-1916), César Roux (1857-1934), William Mayo (1861-1939), George Washington Crile (1864-1943) y René Leriche (1879-1955), entre muchos otros, nombres con los que todo cirujano general actual está familiarizado. Quién mejor para cerrar con broche de oro la cirugía del siglo XIX e iniciar la del siglo XX que William S. Halsted (1852-1922), maestro de los maestros del siglo XX en los EUA. Inició su actividad en el John Hopkins Hospital en 1889 como director de la clínica quirúrgica y en 1890 fue nombrado Cirujano Jefe. Fue pionero en el establecimiento de un Sistema de Residencia Quirúrgica ejemplar para el resto del mundo; encaminó la enseñanza de la cirugía por senderos nuevos, como el Laboratorio de Cirugía Experimental; líneas de investigación en cicatrización y hemostasia, entre otras. Instauró y enseñó los principios fundamentales de la cirugía actual, como manejo gentil de los tejidos; producir el mínimo trauma durante la cirugía; ser metódico en todos los actos dentro del quirófano; hemostasia cuidadosa y exhaustiva; empleo de materiales de sutura más finos, dependiendo del tejido; aproximación de los bordes de las heridas sin tensión, etcétera.27 Basó la enseñanza quirúrgica en sólidos conocimientos de anatomía, fisiología y patología; modificó la antigua teatralidad de las salas de operaciones por la intimidad y limpieza de nuevos quirófanos; insistió en practicar apendicetomía antes de que se formara el absceso; inventó el empleo de guantes de goma, en principio para proteger las manos de su enfermera quirúrgica, y después su uso se generalizó al resto del equipo quirúrgico, previa esterilización. Por todo lo anterior y gracias a la anestesia, asepsia, antisepsia y primeros antimicrobianos, la Escuela de Halsted vino a darle a la cirugía el reconocido valor terapéutico que tiene hasta la fecha.28 A finales del siglo XIX se iniciaron las especialidades tanto médicas como quirúrgicas, siendo las primeras otorrinolaringología, oftalmología, ginecología, urología y ortopedia, entre otras, hecho que se consolidó en el siguiente siglo. © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Historia de la cirugía general • 11 después de un perro a otro con malos resultados, y a final de un perro a una oveja (primer heteroinjerto de la historia). Alexis Carrel (1873-1944) retomó los trabajos de Ullmann y efectuó cirugía experimental de trasplantes en perros, superando las dificultades técnicas y creando nuevas opciones para la sutura y anastomosis vasculares, siendo tan efectivas que hasta la fecha se practican y llevan el nombre de sutura Carrel. A él se deben algunos de los principios fundamentales de la cirugía vascular. La cirugía de los trasplantes siguió avanzando tanto desde el punto de vista técnico como inmunológico, hasta que el 23 de diciembre de 1954, Joseph E. Murray (1919-2012) efectuó el primer trasplante renal exitoso en humanos en el The Peter Bent Brigham Hospital de Boston,31 a éste le siguieron el de James D. Hardy (1918-2003) de pulmón en 1963,32 Thomas Starzl de hígado en 1967 y ese mismo año, Christiaan Barnard (1922-2001) asombró al mundo efectuando en el Groote Schuur Hospital de Cape Town el primer trasplante cardiaco con éxito. Gracias a ellos y a todos los investigadores en esta área, los trasplantes forman hoy día parte de la realidad cotidiana. Asimismo, en cuanto a cirugía cardiaca, en 1896 inició la inquietud, cuando Ludwig Rehn (1849-1930) realizó la primera reaparición de una herida traumática cardiaca, rompiendo el tabú que existía en torno al corazón. En Inglaterra, en 1902, Sir Thomas Lauder Brunton (1844-1916) hizo experimentos en animales, sugiriendo la posibilidad del empleo de la cirugía para corregir algunas enfermedades cardiacas. En 1904, Sauerbruch Ernst Ferdinand (1875-1951) experimenta con su cámara de hipopresión para hacer más seguras las operaciones en el tórax bajo anestesia; sin embargo, el primer logro no se consiguió hasta 1923, cuando el cirujano militar Elliott C. Cutler (1888-1947) y Samuel A. Levine (1891-1966) dilataron una válvula estenosada en una niña. A este intento siguieron muchos otros, que sin embargo no se vieron coronados por el éxito33. En 1933 se llevó a cabo la primera neumonectomía, practicada por Graham. En 1939, Robert E. Gross (19051988) efectuó la primera ligadura de conducto arterioso en 1948; el mismo Gross logró reimplantar arterias de forma directa a la aorta, con el uso de injertos arteriales preservados. Ese mismo año, Charles P. Bailey (1910-1993) hizo la primera comisurotomía mitral exitosa. En 1951, Charles Dubost aplicó el primer injerto sintético de aorta para subsanar un aneurisma abdominal. Alfred Blalock (1899-1964), cirujano cardiaco, estudió a fondo el estado de choque, estableciendo su etiopatogenia; también, apoyado en los estudios realizados por Helen B. Taussig (1898-1986), ideó un procedimiento quirúrgico para corregir la tetralogía de Fallot. No fue sino hasta 1953 en que John Heysham Gibbon (1903-1973) y colaboradores inventaron el corazón-pulmón artificial (bomba de circulación extracorpórea). A partir de ese momento se pudieron llevar a cabo intervenciones a corazón abierto. Para 1956, el uso de la bomba fue popularizada por C. Walton Lillehei (1918-1999). En 1958, Michael E. DeBakey (1908-2008) experimentó con corazones artificiales en animales y en 1969, Denton Cooley (1920- ) empleó un corazón artificial en un paciente durante dos días, en espera del corazón de un donante. Hoy día, el corazón artificial es ya una realidad34. CIRUGÍA DEL NUEVO MILENIO Es imposible hacer alusión a todos y cada uno de los eventos importantes relacionados con la cirugía en el siglo XX, pero es posible finalizar con unas palabras sobre cirugía endoscópica, la cual sin duda ha revolucionado de nuevo los conceptos quirúrgicos previos a su aparición. En 1982 se hizo la primera apendicectomía laparoscópica por el ginecólogo alemán Kurt Semm35 (1927-2003), y el 12 de septiembre de 1985, el cirujano alemán Erich Mühe (1938-2005) realizó la primera colecistectomía por esta vía36; en 1987, en Lyon, Francia, se registra la primera colecistectomía laparoscópica por Philippe Mouret (1938-2008)37, difundiéndose a partir de ese momento a todo el mundo. En la actualidad se realizan diferentes procedimientos: apendicectomía, hernioplastia inguinal y crural, colectomía, vagotomía, funduplicatura gástrica, exploración de vías biliares, esplenectomía, histerectomía, biopsias y lobectomías pulmonares, entre otras muchas. A esta nueva técnica se le llama cirugía endoscópica o cirugía de mínima invasión, y entre sus bondades está una recuperación más rápida del paciente, con reintegración a sus actividades productivas; menor dolor y mejores resultados estéticos; sin embargo, los límites de sus aplicaciones aún están por establecerse, debido a que está en pleno desenvolvimiento. Los esfuerzos de las investigaciones sobre los resultados de efectividad en cualquier patología susceptible de corrección quirúrgica por este abordaje deberán encaminarse a enfatizar la importancia de efectuar protocolos de investigación que permitan definir con precisión los alcances reales y los límites de la cirugía endoscópica.38 En cuanto a la cirugía robótica ʊcuyo desarrollo va a la par de la cirugía endoscópicaʊ, en agosto de 1993, el cirujano inglés Jonathan M. Sackier realizó en la Universidad de California en San Diego la primera colecistectomía laparoscópica asistida de forma robótica.39 En junio de 1996, el cirujano militar Adrián Carbajal llevó a cabo la primera colecistectomía asistida por un brazo robótico en México, en Tijuana, Baja California. En la segunda mitad de los años de 1990 y el primer decenio de este siglo, se han desarrollado con éxito los sistemas para cirugía robótica denominados AESOP, Hermes, Sócrates, Zeus y Da Vinci.40 Con los avances de la biotecnología y cibernética aplicadas a la cirugía, pronto la cirugía endoscópica, en conjunto con la cirugía robótica y de telepresencia, será, sin duda alguna (como ya empiezan a llamarla), la cirugía del siglo XXI o del nuevo milenio. COMPETENCIAS ADQUIRIDAS 1. En la Edad Media la medicina y la cirugía estaban en completo estancamiento y oscurantismo por las presiones religiosas, dado que enfermedades y curaciones se atribuían a Dios, y se explicaban con base en su bondad. Además, existía una clara separación entre ellas: la medicina era superior a la cirugía, pues el médico no se rebajaba a realizar ninguna práctica quirúrgica, la cual estaba relegada a barberos-cirujanos, que atendían las heridas, amputaban, drenaban abscesos, etcétera. ERRNVPHGLFRVRUJ 12 • Tratado de cirugía general (Capítulo 1) materiales de sutura más finos, dependiendo de cada tejido; aproximación de los bordes de las heridas sin tensión. Hizo modificaciones al quirófano e inventó el uso de guantes de goma. 7. Tres fueron los descubrimientos que marcaron el siglo XX: en 1910, la presentación del salvarsán o “bala mágica”, una sustancia antimicrobiana; durante el segundo decenio del siglo XX el descubrimiento de las sulfas y sus derivados; y en 1929 la introducción de la penicilina por Alexander Fleming como agente antibacteriano. Todos estos fueron los descubrimientos que impulsaron la era antibiótica de la cirugía. 8. La respuesta a cuándo y quién realizó el primer trasplante exitoso en humanos sabemos que el 23 de diciembre de 1954, Joseph E. Murray efectúa el primer trasplante renal. 9. La cirugía endoscópica o de mínima invasión y la cirugía robótica dieron inicio en 1982 cuando se llevó a cabo la primera apendicectomía laparoscópica por el ginecólogo alemán Kurt Semm y en 1993 el cirujano inglés Jonathan M. Sackier realizó en la Universidad de California en San Diego la primera colecistectomía laparoscópica asistida de manera robótica. 10. Una recuperación más rápida del paciente, con reintegración casi inmediata a sus actividades productivas, con menos dolor y mejores resultados son los beneficios más evidentes de la cirugía endoscópica. RESUMEN El objetivo de este capítulo es efectuar un bosquejo histórico sobre la cirugía, enfatizando la importancia de los cortes histórico-médicos a partir de los cuales la cirugía resulta con avances significativos, como en el Renacimiento y con la anatomía vesaliana; el inicio de la fisiología moderna; el control del dolor e infecciones; el descubrimiento de los antibióticos; los sistemas de residencias quirúrgicas, y por último, la cirugía de mínima invasión y robótica. REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. Martínez CF: La medicina de personas o medicina humanística. México: Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Instituto de Investigaciones Históricas, 2015. Sudhoff K: En Introducción a la historia de la medicina. Garrison FH (ed.). España: Calpe, 1921. Magner LN: A history of medicine. USA: Marcel Dekker, Inc., 1992. Kramer SN: The Sumerians, their history, culture and character. USA: Ed. The University of Chicago, 1971. 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Andrés Vesalio apoyó el desarrollo de la anatomía, terminando con el dogmatismo de los conceptos galénicos; estudió órganos internos, nervios, vasos sanguíneos; reconoció la existencia de variantes anatómicas; todo ello recopilado en el libro De humani corporis fabrica. Cambió de modo radical la conducta y quehacer de los cirujanos renacentistas y sus aproximaciones al cuerpo del enfermo. 4. William Harvey es considerado el padre de la Fisiología porque realizó experimentos gracias a los cuales detalló la circulación mayor y menor, y propuso la existencia de capilares. 5. Los avances que permitieron el desarrollo de la cirugía moderna en el siglo XIX fueron: el control del dolor con el uso de la anestesia introducido por dos cirujanos dentistas: Horace Wells, con óxido nitroso en 1844, en una demostración fallida; y dos años más tarde, por su discípulo William T. G. Morton, quien hizo la primera demostración pública exitosa de una cirugía sin dolor, habiéndose operado un paciente de un angioma en el cuello por el doctor Warren. El advenimiento de la prevención y control de las infecciones con el nacimiento de la asepsia ocurre en 1847, cuando Ignaz Philipp Semmelweis pide a sus médicos que se laven las manos con agua y jabón, y se apliquen hipoclorito cálcico, para evitar la fiebre puerperal; y la antisepsia, con Joseph Lister, quien aplicó ácido carbólico (ácido fénico) a las heridas del paciente, al instrumental e incluso al aire del quirófano, para evitar la aparición de infecciones. 6. El cirujano William S. Halsted hizo su aportación a la cirugía estableciendo el Sistema de Residencia Quirúrgica. Instauró y enseñó los principales fundamentos de la cirugía actual, como el manejo gentil de los tejidos; producir el mínimo trauma durante la cirugía; ser metódico en todos los actos realizados en el quirófano; realizar hemostasia cuidadosa y exhaustiva; utilizar Historia de la cirugía general • 13 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26. 27. 29. 30. 31. 32. 33. 34. 35. 36. 37. 38. 39. 40. Toledo-Pereyra LH: Maestros de la cirugía contemporánea. México: JGH Editores, 1999. García RJ et al.: Historia de la antibioticoterapia. Consultado 13 de mayo de 2014 <http://www.sepeap.org/archivos/libros/antibioticos/1.pdf>. Castillo MM, Martínez MG: Joseph E. Murray. La cirugía plástica, trasplante renal y Premio Nobel. Revista Mexicana de Trasplantes (enero-abril) 2014;3(1):26-31. Santillán-Doherty P et al.: Trasplante de pulmón. Rev. Invest. Clín. (marzo-abril) 2005;57(2):350-357. Levine HJ: Profiles in cardiology. Samuel A. Levine (1891-1966). Clin. Cardiol. 1992;15:473-476. 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ERRNVPHGLFRVRUJ Capítulo 2 Origen y evolución del acto quirúrgico hasta nuestros días Carlos Agustín Rodríguez Paz, Rosa María Carreón Bringas Preguntas clave ERA ANCESTRAL O PREHISTORIA ERA ANTIGUA El deseo por no morir existió desde que el humano desarrolló su conciencia. Impedir la muerte llevó a crear un concepto llamado enfermedad y éste, en un, pensó que era condicionado por un mecanismo de tipo mágico-religioso, teniendo su primer antecedente en las pinturas de Lascaux (Francia), hace más de 25 000 años.1 Algunos chamanes observaron que si un individuo sufría un golpe en la cabeza, la curación ritual era abrir el cráneo para que el “espíritu maligno” saliera y con ello curar al paciente. Dicho procedimiento probó su eficacia y se repitió desde las estepas de Taforalt (Marruecos) en el 6000 a. C.1 hasta los trépanos, con el instrumento denominado tumi, en el área inca de Sudamérica, así como en Tlatilco (900 a. C.) y Monte Albán (500 a. C.) en Mesoamérica; el desarrollo de callo óseo demostró que hubo casos de recuperación.2 La medicina, incluso con conceptos mágico-religiosos, comenzó, además de las lesiones de guerra, a atender otros problemas, como heridas de mano, tal y como se describe en el Código de Hammurabi, en 1760 a. C. El papiro Edwin Smith, compilado en 1550 a. C., recoge la forma en que los egipcios manejaban traumas de cráneo, fracturas y otros daños;1 es posible ver el grado de desarrollo de la cirugía en el mural del templo de Kom Ombo cerca del Nilo, con grabados de una amplia variedad de instrumental del tipo de corte, disección y pinzas, entre otros.3 La salud, según los egipcios, se debía a un equilibrio de la energía llamada metu, que se generaba en el corazón; ello mantenía cierto equilibrio, pero todavía no hay conceptos de resección, sólo de drenaje y rectificación de fracturas. 14 ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. 1. ¿Dónde se identifica el callo óseo en los abordajes del año 4000 a. C., como primera evidencia de un acto quirúrgico? 2. ¿En qué sitio se encuentran los murales y jeroglíficos en África que ilustran los primeros instrumentos usados para cirugía en el mundo? 3. ¿Cuál es el cirujano romano que en el siglo I d. C. describe los signos de inflamación? 4. ¿Quién es el médico romano que se basa en la anatomía de los cerdos y usa la teoría de los cuatro humores para el manejo de las enfermedades? 5. ¿El ritual mexica de extracción de corazón abierto que permite siga latiendo el corazón se basa en un abordaje de qué tipo? 6. ¿Por qué medio Andrés Vesalio, en el siglo XVI, cambia la manera de manejar medicina y cirugía, contenido en el libro De humani corporis fabrica libri septem? 7. ¿Cuáles son las dos grandes aportaciones de los cirujanos árabes a la cirugía mundial de 1000 a 1200 d.C? 8. El barón Larrey, a inicios del siglo XIX, aporta modificaciones en la cirugía de guerra, ¿cuáles son? 9. ¿Qué técnica quirúrgica ha permitido por más de 150 años la continuidad fisiológica de la porción no resecada del estómago con el resto del tubo digestivo? 10. Para impedir el sangrado y un óptimo cierre de las lesiones vasculares, Alexis Carrel diseñó un sistema de reparación, ¿cómo se le llama? © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Origen y evolución del acto quirúrgico hasta nuestros días • 15 Los griegos retoman estos conocimientos y los amplían desde un equilibrio de fluidos, alejándose de los conceptos mágico-religiosos; su aportación es formalizar y clasificar las enfermedades a partir de sus signos. Esto lo inicia Alcmeón de Crotona (siglo VI a. C.), quien escribe por primera vez como médico en la historia de la humanidad sobre los padecimientos, dejando el primer antecedente del ejercicio profesional.4 Después aparece el primer tratado médico (Corpus hippocraticum), una serie de libros médicos atribuidos a Hipócrates de Cos (460-370 a. C.).5 Uno de los aforismos hipocráticos (leyes máximas en medicina, sin sustento científico, pero validadas por la tradición) refirió que: “Cuando un paciente tuviera negra una extremidad debe intentarse salvarle la vida cortando el miembro afectado hasta donde la carne estuviera vivía”; sin duda es de las primeras referencias hacia un acto operatorio que describe el lugar de la amputación, aun sin grandes éxitos, pero como inicio para la era de las resecciones. En la Ilíada se demuestra de una forma muy rústica el manejo de la cirugía, al describirse un sinnúmero de lesiones y cómo entre los mismos guerreros se curaban, extraían flechas o ayudaban a bien morir.6 En el siglo III a. C., se documenta la vida de Agnódice como la cirujana que dominó las entidades obstétricas, a pesar de ser perseguida, pues las mujeres en ese tiempo tenían prohibido ejercer la medicina.7 La escuela de Alejandría se destacó por prominentes anatomistas, como Herófilo de Calcedonia (335-280 a. C.), quien describió la diferencia entre tendones y nervios, comentó la relación entre nervios y cerebro, escribió un tratado de partos y dio manejo a entidades oculares; no es cirujano, pero fue el padre de los anatomistas.4 Erasistrato de Julis, en el mismo siglo III (310-250 a. C.), refirió (con errores) la relación entre hígado, corazón y circulación, así como la división entre cerebro y cerebelo.1 Quizá el más interesante de ellos fue Celso, cirujano del siglo I d. C., quien asentó en su libro De medicina libri octo, en sus libros 5º a 8º, aspectos sobre cirugía y no sólo los signos del proceso inflamatorio, que son rubor, calor, dolor y tumor (libro 4º), 4 sino que propuso alternativas anatómicas del manejo de hernias umbilicales, abscesos perianales, extracción de flechas y propuso consejos sobre cómo debía ser el cirujano ideal.8 De la misma época fue Heráclides de Taras (alumno del cirujano Manteas), quien curó dislocaciones y fracturas, y solucionó hernias inguinales.4 Todos ellos ganaron respeto en el antiguo imperio romano y pasaron de esclavos a ciudadanos con prestigio; el ejército apreció sus servicios y las legiones romanas comenzaron a tener unidades médico-quirúrgicas fijas que atendían las heridas de guerra conocidas como valetudinarias; esta aportación ayudó a rescatar y ser más considerado el papel del cirujano en la sociedad romana.1 PERIODO MEDIEVAL Hacia el siglo II se modificó la visión de cómo debía ser manejada la medicina en el mundo europeo gracias a las observaciones de Galeno (130-201 d. C.), quien en vez de basarse en la anatomía humana utilizó cerdos y fundamentó la medicina en un equilibrio de cuatro humores, aduciendo que la salud era un balance de esos cuatro fluidos; si alguno aumentaba, se debía disminuir; si bajaba, se hacía la manipulación contraria, respectivamente; por otro lado, alejó el manejo quirúrgico del acervo del médico europeo de los siglos V a XIV.9 Aunque los árabes no dieron en un principio importancia a la utilidad de los procedimientos quirúrgicos, sí retomaron la necesidad de la cirugía (considerada un oficio de menor categoría). Ejemplo de soberbios cirujanos es Abu l-Qasim Jalaf ibn al-Abbas al-Zahrawi, mejor conocido como Abulcasis (936-1013), médico personal de dos califas de Córdoba, quien describió en su enciclopedia Al-Tasrif, entre otros avances, la cistolitotomía, una esponja anestésica, abordajes craneales con trépanos circulares y la cauterización de vasos.10 Una de sus contribuciones más radicales es el uso del cauterio para cortar el saco herniario inguinal en un solo tiempo, reduciendo el saco herniario; el corte debía ser preciso y realizarse al mismo tiempo la hemostasia.11 Avenzoar (Ibin Zhur, 1073¿1162?) fue otro gran cirujano que experimentó en cabras la posibilidad de abrir la vía aérea como medio terapéutico; esto abrió el mundo de la cirugía experimental.4 Averroes (11261198) cierra la tríada de los grandes cirujanos de la escuela de Córdoba, que dieron un impulso decisivo a la cirugía mundial. Pero el mundo árabe registra muchos avances, como el diseño de un tipo diferente de material para sutura —a partir de intestinos de gato—, denominado catgut. El conocimiento árabe fue reconocido y llevado desde Alejandría hasta las universidades europeas recién fundadas, gracias a las transcripciones de diversos monjes, que ayudaron a preservarlo y difundirlo en todos los rincones de la vieja Europa. Transformador de dicha tradición fue el cirujano Guy de Chauliac (1300-1368), quien amplió el saber que se cultivó en el viejo mundo, influyendo al menos hasta 1700 en Europa y en los autores novohispanos. En su Cirugía magna, de 1363, dividió esta terapéutica en heridas, trauma, úlceras, fracturas e “hinchazones”, fusionando medicina árabe, cristiana, griega y romana.1,12 Es un orgullo que las primeras universidades europeas tuvieran en sus aulas a personalidades como Trótula de Ruggiero, primera maestra de cirugía en la Universidad de Salerno.13 A partir de dicha universidad —fundada hacia el siglo XI por Constantino el Africano, quien hizo traer libros desde tierras árabes, griegas, alejandrinas, etc.—, 14 Bolonia, Padua, París y Oxford comenzaron a tener escuelas de medicina, y el conocimiento se perfeccionó y multiplicó; sin embargo, la cirugía se fue apagando hasta caer en los barberos-cirujanos, no universitarios, quienes visitaban localidades de manera itinerante realizando drenajes sencillos y extracciones molares. Gracias a la lucha de los expertos árabes, primero hay un reconocimiento hacia el cirujano y luego su difusión por el resto de Europa; ya no usan sólo técnica anatómica, ahora están armados con tecnología que abarca nuevas suturas, como el catgut, o la cauterización por hierro al rojo vivo. La apertura de las universidades europeas marcó también un punto decisivo en la aceptación de los cirujanos europeos, diferenciando los viejos romancistas (bata corta) de los egresados universitarios (bata larga), quienes originarán los cirujanos de la siguiente era. CULTURAS ANCESTRALES Lejana de la evolución europea estaban Asia y América, que tuvieron un desarrollo muy diferente del acto operatorio. Los ERRNVPHGLFRVRUJ 16 • Tratado de cirugía general (Capítulo 2) chinos concibieron la medicina con una mayor antigüedad que los europeos y con base en un equilibrio de fuerzas del cuerpo denominado yin-yang; regulaban dichos canales de energía por la modulación de puntos en la acupuntura y moxibustión, entre otras técnicas. Su cirujano ancestral más destacado fue Hua Tuo (145-208), quien vivió en la dinastía Han, y se le atribuye la primera laparotomía, al usar un anestésico.3 La tradición médica hindú, contenida en el Charaka Samhita y el Sushruta Samhita, describe cateterismo vesical, uso de cicatrizantes, más de cien instrumentos, aplicación de sammohini (anestésico) y, sobre todo, técnicas de rinoseptoplastia, que fue apreciada con la invasión de los ingleses (18501857).1 Los hebreos destacaron en el Talmud la resección del prepucio, cura de heridas por aceites y vinos, y separación de los pacientes con enfermedades “contagiosas”. 3 Uno de sus médicos más destacados, Maimónides (1135-1204) de Córdoba, describió los textos de Avicena.4 (1724-1774), siendo su nieto, Johann, el descubridor del divertículo que lleva su nombre (1781-1833); y Antonio Scarpa (1747-1832), quien describió el nervio nasopalatino y la región inguinofemoral que lleva su nombre, proponiendo técnicas oftalmológicas y de ortopedia,4 entre otros. Una nueva propuesta se dio a finales del siglo XVIII por John Hunter (1690-1780), sobre usar diferentes tejidos primero en lugares anatómicos distintos y luego entre especies, como los gallos; esto proporcionó al mundo quirúrgico una nueva área: la cirugía experimental.16 Los cirujanos buscaron por medio de la anatomía dar respuesta a las enfermedades, dando su propio nombre a las estructuras anormales o normales, para poder resolver incógnitas quirúrgicas y brindar cimiento morfológico a los avances clínicos del siguiente siglo. LA ERA MODERNA Posterior a la caída de Constantinopla (actual Estambul) en 1453, cientos de cristianos sirios ilustrados, galenos entre ellos, preservaron y acrecentaron el saber griego y alejandrino al migrar a universidades de Oxford, París, Padua y otras más. Por otro lado, la campaña de los reyes católicos sobre los dominios peninsulares hispanos preservó el saber médico de Córdoba, Sevilla y Toledo al resto del mundo. La concepción clásica del ser humano de los griegos no sólo repercute en el arte, arquitectura o ingeniería, también en la medicina, al buscar lo perfecto,4 lo cual es propio del Renacimiento. Figura indiscutible de dicha transición fue el italiano Antonio Benivieni (1440-1502), quien conceptualizó la disección del cuerpo humano en su dimensión clínica, a fin de establecer la causa de las enfermedades.15 Este incontenible alud de una nueva manera de ver y estudiar el cuerpo humano tuvo su clímax con un extraordinario cirujano militar, prominente anatomista, Andrés Vesalio (1514-1564), quien transformó al mundo quirúrgico y científico con su libro De humani corporis fabrica libri septem de 1543, postulando una objetividad de la ciencia, apegándose a las evidencias tangibles y cambiando el mundo galénico por una medicina más realista.1 La realeza necesitaba reincorporar a sus ejércitos a los heridos rehabilitados; ello motivó a cada vez más cirujanos a buscar respuesta a los diferentes tipos de lesiones. Las primeras propuestas estructuradas se compilaron en libros como El método de tratar las heridas por armas (1575) de Ambrosio Paré (1517-1590), quien modificó la forma de manejar las heridas y sugirió por primera vez ligar primero los vasos de las piernas amputadas, bajando el riesgo de muerte por hemorragia en dicha cirugía.3 El mundo quirúrgico de la Ilustración estaba dominado por los drenajes superficiales, la evacuación de abscesos femorales de los bubones sifilíticos, amputaciones de guerra por trauma o extremidades necrosadas, litotomía perianal por nefrolitiasis, y muy eventuales trépanos o drenajes hepáticos superficiales. Surge una nueva generación de cirujanos-anatomistas: William Cheselden (1688-1752); Laurence Heister (1683-1758); la familia Meckel, iniciando por Friederich El enciclopedismo provocó no sólo un cambio en la filosofía, política o economía, pues la búsqueda de salud para todos los seres humanos, el control masivo de enfermedades (surge la santé publique o salud pública), y un sinnúmero de fenómenos académicos y culturales abren el siglo con las observaciones de René Laënnec (1770-1826), quien a partir de las aportaciones clínicas de Hermann Boerhaave (1668-1738), Samuel-Auguste Tissot (1728-1797) y Leopold Auenbrugger (1722-1809), entre otros, propone un sistema de correlación anátomo-patológico y clínico,17 que lo lleva, entre otras muchas contribuciones, a la descripción de la tuberculosis e invención del estetoscopio.1,18 Se debía tener una razón estructural a la enfermedad en el cuerpo; la respuesta se buscaba en los cadáveres. Si se une esta curiosidad con habilidad quirúrgica, se tiene a Joseph Desault (1744-1795), uno de sus mejores representantes, que pasaba largas horas de la noche en el Hôtel-Dieu de París, para atender esos heridos de urgencia.17 También abrió la puerta para hacer las primeras grandes resecciones de tumores faciales y de cuello, pero sin aventurarse a las grandes cavidades.1,9 Ephraim McDowell (1771-1830), en 1809, en EUA, concretó la primera resección de un quiste de ovario gigante por laparotomía con éxito.3,19 El mundo quirúrgico se da cuenta de que puede comprender cómo amputar no sólo piernas y brazos sino también estructuras y órganos anormales. En Inglaterra, Charles Bell (1774-1842), brillante anatomista, inicia estudios sobre las enfermedades neurológicas y un abordaje del cráneo más formal. Se convierte en un líder quirúrgico.1,3 Dentro de las filas del ejército napoleónico y frente a la necesidad de reincorporar tropas al frente, el futuro barón Dominique-Jean Larrey (1766-1842) emplea sus dotes de organizador e ingenio: propone el uso de ambulancias; aplica un nuevo método de amputación desde el hombro; e implementa el sistema de triage y su sistema escalonado de atención de heridos. Se le considera el padre de la cirugía moderna de trauma.20 En 1846, los americanos ven con escepticismo una demostración de William Thomas Green Morton (1819-1868) en el anfiteatro de Massachusetts: observan cómo es resecado un tumor de cuello sin dolor del paciente;21 aunque es exito- ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. EL SIGLO DE ORO DE LOS CIRUJANOS © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Origen y evolución del acto quirúrgico hasta nuestros días • 17 so el uso de un anestésico en el mundo, existen detractores al método que se niegan a emplearlo. Los que sí se atreven, inician el siglo de oro de los cirujanos. Para 1900, no había casi ninguna cavidad del cuerpo que no hubiera sido intervenida por cirujanos. De hecho, la primera vez que se usó en un campo de guerra fue en el conflicto México-EUA de ese año, que dejó al primero sin la mitad de su territorio, pero con una escuela quirúrgica perfectible para los siguientes decenios. Lejos de los campos de guerra, en Francia, Claude Bernard (1813-1878) demostró en perros algunas propiedades sobre cómo funcionan los mecanismos de los seres vivos; nacen así la fisiología moderna y el método científico. Varios cirujanos aprovechan esos conocimientos, como Theodor Billroth, y generan nuevas propuestas para tratar de resolver diversos males, como cáncer gástrico y úlcera péptica, al probar primero en perros las posibles alternativas y luego usando dichas técnicas en humanos. Tal fue el caso del Billroth II, aún con vigencia, donde se restableció por primer vez la continuidad fisiológica del tubo digestivo, uniendo estómago con yeyuno.9,18 La manera en que se operaban las vísceras y cavidades aún tenía un freno: las infecciones. Al menos de 50 a 90% de los procedimientos terminaba en fracaso debido al pus. Ignacio Semmelweis (1818-1865) es el primero que se arriesga y es ridiculizado (1842), al describir en las puérperas el mecanismo de contaminación.21 Deberá llegar la siguiente generación, con los trabajos de Louis Pasteur (1822-1895) y Joseph Lister (1827-1912), para confirmar que los microorganismos son agentes causales, lo que da inicio al uso de antisépticos, cambiando la visión de la cirugía.1,9,18 Después surge la idea de evitar que el mismo material esté invadido de gérmenes y se aplican técnicas asépticas, iniciando una era mundial de prueba y duda, que al final tendría completa aceptación hasta finales del tercer decenio del siglo XX.22 La docencia tuvo una importante transformación cuando el sistema tutorial (un médico residía una temporada con un prominente cirujano en Alemania, Francia, Inglaterra, Austria, etc.) se transformó en un método ordenado de preparación, con un programa específico de elementos que debía dominar el alumno capacitado, considerado desde entonces como residente; esto fue concebido por William Halsted (1852-1922) (quien además desarrollaría múltiples innovaciones quirúrgicas), apoyándose en los laboratorios de cirugía experimental aprendidos de Billroth a finales del siglo XIX.19 EL SIGLO DE LOS CUESTIONAMIENTOS Los cirujanos iniciaron el siglo XX con preguntas sobre si existía la posibilidad de modificar el rumbo de la enfermedad; la más importante de ellas la hizo un entonces estudiante de medicina francesa, Alexis Carrel (1873-1944), cuando vio morir a uno de los más grandes presidentes de su país: Marie François Sadi-Carnot (1837-1894). “¿Por qué los hombres brillantes deben morir?”, se cuestionó y esto lo llevó a desarrollar un método eficiente de reparación vascular (método triangulado) en 1902, que le valió el premio Nobel en 1912.16 Así, ya no es la simple observación llevada a una propuesta quirúrgica lo que dominará el siglo XX, ahora el ciru- jano científico buscará respuestas con base en artículos y conocimiento médico validado de avanzada, a fin de comprender tanto su sociedad como su momento científico, superando las expectativas. Alexis Carrel, ese alumno formado por Leo Testut (1849-1925), y apoyado por el Instituto Rockefeller en New York, desarrolló, a partir de su anastomosis triangulada de suturas delgadas, las bases para autoinjertos e intercambiar órganos en el laboratorio de cirugía experimental, a fin de probar los primeros trasplantes, así como sugerir y realizar los primeros cultivos celulares;16 derivado de su participación en la Primera Guerra Mundial describe con cultivos y estadísticas la prueba irrefutable de la acción de las bacterias en las infecciones de las heridas quirúrgicas y cómo curarlas por medio de un sistema de irrigación; esto antes de la era de los antibióticos y el desarrollo de soluciones como la del químico Henry Drysdale Dakin (1880-1952),26 que ayudaría a fundamentar las soluciones parenterales y la fluidoterapia.1,16 También un mexicano influyó en los métodos quirúrgicos por un cuestionamiento. Al ver las distancias entre hospitales y frente de guerra, el aún estudiante de medicina, Guadalupe Gracia García (1881-1948) propuso el uso de quirófanos en los convoyes de ferrocarriles en 1912, permitiendo realizar intervenciones más oportunas, como reparaciones intestinales en pleno campo de batalla, con recuperación de más de 60% de los heridos, cuando en Europa morían en la misma época más de 90% de los pacientes.24 Dicho modelo se siguió en la Primera Guerra Mundial, por las recomendaciones de sir Anthony Bowlby (1855-1929) y sir George Henry Makins (1853-1933), quienes impulsaron la idea de atención de heridas antes de las 24 horas en convoyes, como se hizo en la Revolución Mexicana.22 Aunque la contribución más grande de Ernst Ferdinand Sauerbruch (1875-1951) fue en cirugía de tórax, sus propuestas de brazos artificiales con mecanismos de tipo robótico permitió a miles de amputados de la “Gran Guerra” restablecer su autoestima y reincorporarse a la sociedad de una manera productiva.1 La cirugía del siglo XX se caracterizó por darse cuenta que dependía del conocimiento anatómico, de saber manejar y comprender la fisiología del paciente, enfermedad y equilibrio metabólico; un ejemplo de ello se dio con el inicio de la cirugía de tiroides por Emil Theodor Kocher (1841-1917, premio Nobel 1909), no sólo por la técnica, sino por el dominio del bocio y demás mecanismos relacionados; gracias a ello inició lo que más tarde se llamó control de la reacción metabólica al trauma.18 Dentro de esta misma línea, otro grande de la cirugía que incorporó conocimiento médico, metabolismo e implicaciones posoperatorias fue Harvey Cushing (1869-1939), quien tuvo la capacidad de innovación en su máxima expresión al dar respuestas al manejo de tumores y problemas neuroquirúrgicos; además, adoptó la tecnología para impedir sangrados, con el invento de William T. Bovie (1882-1958): el electrocauterio; también planteó el control del paciente transoperatorio y concibió la necesidad de las unidades de terapia intensiva modernas.1,18,19 La carencia de tropas en todos los frentes de la Primera Guerra Mundial, así como la necesidad de reincorporar a la sociedad a los lesionados de guerra, motivó a Sauerbruch a ERRNVPHGLFRVRUJ (Capítulo 2) diseñar prótesis que suplieran brazos y piernas amputados. Otra opción quirúrgica fue intentar hacer reparaciones de tendones y nervios de las manos, desarrollando una nueva área en la cirugía.1 Con esto culminará poco a poco la era de amputaciones y nacerá la de reparaciones; la búsqueda quirúrgica por impedir cortar y conservar no sólo una continuidad fisiológica — como lo estableció Billroth— sino la utilidad funcional, que permitiera rehabilitación y reincorporación a la vida laboral. Con la mejora de los medios de detección y manejo de las enfermedades, se incrementó la esperanza de vida de la población; pero cada día surgían nuevas enfermedades, como cáncer. El mero triunfalismo de antaño de resecar grandes masas pasó a ser una especialidad independiente de la cirugía general, buscando la mejor sobrevida del enfermo. Para cuando inició la Segunda Guerra Mundial, los cirujanos tenían una mejor respuesta al manejo de las heridas; esto se observó en especial en las batallas de Túnez y Sicilia (1943), donde la capacidad industrial americana superó a la alemana, al producir más rápido penicilina que sulfas; dichas prueba científicas las analizó sir Howard Walter Florey (1898-1968) de la Universidad de Oxford.22 El mundo quirúrgico entró de lleno al uso de los antibióticos, lo cual disminuyó los índices de infección como nunca antes en la historia.1 El decenio de 1950 registra dos logros quirúrgicos. El primero, el inicio rutinario de las cirugías a corazón abierto, primero para el manejo valvular y luego para los cierres de las comunicaciones interauriculares e interventriculares, que motivó un inusitado cambio en la cirugía.21 El segundo, la sistematización de la propuesta de Carrel, al lograrse los primeros trasplantes renales; las reacciones de rechazo no impidieron un avance sistémico en esta joven área, mérito de Peter Brian Medawar (1915-1987), quien en 1944 propuso la teoría inmune y su control, a fin de que los trasplantes tuvieran éxito.16 Una técnica operatoria cada vez más depurada permitió logros en diversos países y con distintos tipos de órganos hasta llegar 1968, cuando Christiaan Barnard (1922-2001) implantó con éxito el primer corazón vivo.16,21 Para el adecuado resultado de los pacientes en estado crítico y, tras comprender la reacción metabólica al trauma, estado de choque, y equilibrio hemodinámico y metabólico, fue necesario tener unidades de cuidados intensivos, que brindaban oportuno soporte posoperatorio al paciente, siempre con un enfoque metabólico.25 Aunque la microcirugía fue iniciada en Suecia por Siggeson-Nylen (1892-1972), en los decenios de 1960 y 1970, Sun Lee propone un nuevo terreno de cirugía experimental con pequeñas especies (ratas), lo cual desplegó un campo insospechado; no sólo abrió la oportunidad de que miles de estudiantes de pregrado y residentes de especialidad quirúrgica desarrollaran sus habilidades o fueran educados en microprocedimientos usando telelupas o microscopios,26 sino que complementó la visión de reparar en vez de amputar, y favoreció el desarrollo de técnicas en neurocirugía, cirugía vascular, implante de manos, etcétera; derivado de ello, en 1962, Ronald A. Malt le reimplantó un brazo a un niño de 12 años. La cirugía de trauma tiene profundos de cambios desde la primera y segunda guerras mundiales. Herederos de esa vasta experiencia son los centros quirúrgicos americanos de Houston y Miami. Asimismo, por la guerra en Colombia de finales del siglo XX, cientos de centros desarrollaron nuevas tecnologías para el control del paciente lesionado; una de las contribuciones más relevantes fue el control del síndrome comportamental y uso de la “bolsa de Bogotá” (1984), aportación latinoamericana de innegable valor de Oswaldo Borráez. En 1973, la lamentable pérdida de una familia americana motivó que tras el accidente, el “pudimos hacer algo” se transformara en el concepto de “la hora dorada”, que motivó el protocolo formal del paciente en trauma, que utilizan todas las escuelas y facultades de medicina del mundo, así como los centros hospitalarios desde sus niveles rurales o de primer nivel especial hasta los grandes centros médicos; todo ello coordinado por el American College of Surgeons. Los últimos treinta años del decenio pasado y el inicio del siglo XX se caracterizó por el inusitado uso de la tecnología y su combinación de técnicas operatorias; tras la celioscopia de George Kelling en 1901, los grupos de ginecólogos y urólogos —de 1960 a 1970— exploraron cavidades con lentes sin equipo de video. Al combinar sistemas computarizados de lentes y video más fibra óptica nació la laparoscopía en Francia por Phillipe Mouret (1938-2008) y François Dubois (1987);28 tras este éxito, en el orbe se dio el reto de operar todo con mínima invasión, incluso en combinación con gastroendoscopia; aún se está en fases experimentales en diversos métodos, otros ya tienen plena validación y personal capacitado. Junto con los trasplantes y los antibióticos ha sido uno de los tres grandes logros de la cirugía del siglo XX. No menos importante ha sido la lucha por la mínima estancia. El paciente quirúrgico, en principio, se manejó con anestesia local y procedimientos sencillos, como extracciones de lipomas y masas, pasando por las plastias inguinales y umbilicales con uso de bioprótesis. Se tiende a disminuir los tiempos en la recuperación posoperatoria hasta para cirugías mayores, como colecistectomías laparoscópicas ambulatorias, que dieron un giro a cientos de conceptos quirúrgicos, ahora ya en el olvido. La cirugía de mínima invasión y de corta estancia19 son los mejores ejemplos de costo-beneficio y costo-eficiencia, donde se demuestra que en las instituciones donde se invierte en capacitar a los cirujanos y adquirir nueva tecnología ha permitido no sólo disminuir los costos de días-estancia (se ha pasado de posoperatorios de siete días a uno, o altas en pocas horas) sino también los días de incapacidad, cumpliendo los postulados de la llamada “cirugía del ejecutivo”, reincorporando lo antes posible al empleado a sus actividades. Las campañas de detección oportuna en Japón por procedimientos endoscópicos contra el cáncer esofágico marcan un reto de cómo será el futuro de la cirugía, usando o buscando opciones de mínima invasión, aunque, si bien es cierto, cada vez más costosas. La oportunidad de detección impedirá detecciones en estadios terminales, permitiendo manejo más oportuno por quimio o radioterapia con cirugía, lo cual facilitará atender a una mayor cantidad de pacientes. Para el futuro se desarrolla, por un lado, la robótica — que demostró su valía desde la guerra del Golfo Pérsico—, con extraordinarias cirugías a medio mundo de distancia vía satélite, así como la naciente especialidad aeroespacial. Alain Carpentier (1933- ) es el mejor ejemplo de la filosofía quirúrgica del futuro ya no tan lejano. Combina micro- ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. 18 • Tratado de cirugía general © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Origen y evolución del acto quirúrgico hasta nuestros días • 19 tecnología tanto electrónica como microquirúrgica, propiedades de los cultivos de tejidos, e innovadores adhesivos y suturas, para lograr una nueva generación de corazones artificiales, más ligeros y con menor reacción inmune. Otra línea acerca de filosofía quirúrgica la postuló Luis Toledo Pereyra, quien propone la manipulación de los mecanismos de la reacción inflamatoria por medio del dominio de sus neuromoduladores; de lograrse, dicha respuesta será controlada, así como la cicatrización, acelerando o impidiendo secuelas, dejando a la cirugía un terreno insospechado de modificación a las técnicas aceptadas como “eficientes”. Toledo Pereyra describe que la historia no es un baúl de viejos recuerdos o un álbum de fechas para recordar, al rescatar la innovación como una de las virtudes más importantes de los cirujanos de todos los tiempos, ejemplo para las nuevas generaciones, a fin de brindar en cada proyecto nuevas opciones a los pacientes. Esto está lejos de ser sencillo, pues cada día el incremento en la esperanza de vida, e identificación precisa de nuevas enfermedades metabólicas y crónico-degenerativas hacen del paciente quirúrgico del siglo XXI más complejo tanto en cuestión metabólica como quirúrgica con su polipatología, lo que puede amenazar con un incremento de largas estancias y múltiples procedimientos quirúrgicos. A su vez, Ira Rutkow señala que el éxito y avance de la cirugía no sólo se debe a las ideas de los cirujanos innovadores, también la sociedad y las grandes empresas (públicas y privadas) deben estar convencidas de invertir e impulsar nuevas ideas, avanzando en las opciones terapéuticas, demostrando que la cirugía está en el centro de las ganancias económicas de finales del siglo pasado.19 El liderazgo de las áreas quirúrgicas se basa en la capacidad de saber escuchar a los demás, tener siempre la inquietud de encontrar nuevas respuestas y buscar esas nuevas preguntas; poder dirigir un equipo (primero quirúrgico y, de forma eventual, un grupo médico, de servicio, etc.), y motivar a seguidores, entre otros elementos;29 no basta con que un cirujano sea hábil o un buen educador (entendido como formador de nuevas mentes brillantes productivas dentro de su línea quirúrgica o desarrollando nuevas áreas), se debe acrecentar el campo de la ciencia y, mediante un sistema ordenado, avanzar en la tecnología, cuantificando los logros por medio no sólo de artículos publicados sino también de citaciones que logren los autores-líderes, para ser cimiento de nuevos avances en medicina y cirugía. COMPETENCIAS ADQUIRIDAS 1. Se considera el primer procedimiento quirúrgico en fósiles de más de 4000 mil años a los trépanos en cráneo, lo que se puede documentar por la identificación de callo óseo alrededor de heridas en proceso de cicatrización. 2. Los murales y jeroglíficos en África que muestran los primeros instrumentos usados por la cirugía en el mundo se encuentran en los murales del templo de Kom Ombo, al margen del Nilo. Son imágenes que ilustran materia de corte, pinzas y otros elementos de uso por cirujanos para drenajes. 3. El cirujano romano que en el siglo I d. C. describe los signos de inflamación es Cornelio Celso; también delimitó los signos clásicos de rubor, dolor, tumor y calor. 4. El nombre del médico romano que se basa en la anatomía de cerdos y utiliza la teoría de los cuatro humores para el manejo de las enfermedades es Galeno, quien cambió la forma de manejar la medicina en la Roma del siglo II y por el resto de los mil años siguientes. 5. El ritual mexica de la extracción de corazón abierto que permite a ese órgano seguir latiendo se basa en un abordaje de tipo subcostal izquierdo, pues al hacer la extracción por esa vía aún se permite el palpitar para complementar los sacrificios a los dioses. Esta técnica implica una extracción con cuchillo de pedernal, abriendo abdomen y diafragma por debajo del borde costal izquierdo, cortando en un segundo tiempo los grandes vasos y extrayendo el corazón aún con latidos. 6. Al manejar de forma objetiva y realista la disección de las estructuras que componen el cuerpo humano, Andrés Vesalio, en el siglo XVI, cambió la forma de concebir y practicar la medicina y cirugía, a través del libro De humani corporis fabrica libri septem; modifica los conceptos antiguos de la anatomía galénica. 7. Los árabes usaban un cuchillo al hierro candente, a fin de lograr, además de un corte perfecto, una hemostasia inmediata; asimismo, introdujeron por primera vez la sutura fabricada con intestinos de gato o catgut. 8. El barón Dominique-Jean Larrey, a inicios del siglo XIX, transforma la cirugía de guerra con el uso de ambulancias móviles, un medio para llevar al herido del frente de batalla a la retaguardia, para operarlo; también creó el sistema de clasificación de heridos denominado triage. 9. Albert Christian Theodor Billroth (1829-1894) diseñó la técnica quirúrgica que ha permitido la continuidad fisiológica de la porción no resecada de estómago con el resto del tubo digestivo; su segunda técnica faculta mantener la continuidad de estómago y yeyuno. 10. Para impedir el sangrado y favorecer el cierre óptimo de las lesiones vasculares, Alexis Carrel diseñó un sistema de reparación denominado “anastomosis vascular triangulada”, que permitió el desarrollo de trasplantes en el mundo y reparación de vasos. RESUMEN La cirugía surgió como el modo radical de resolver las enfermedades, donde los fármacos u otros medios habían fracasado ante eventos de trauma o guerra; la cirugía presenta en cada época opciones innovadoras, que aprovechan la tecnología de cada tiempo, permitiendo mejorar la respuesta dando nuevos tratamientos. Se dividieron los periodos en prehistoria, donde surgen los primeros trépanos (de 6000 a. C. a 2100 a. C.); era antigua, con las escuelas egipcio-greco- ERRNVPHGLFRVRUJ 20 • Tratado de cirugía general (Capítulo 2) romanas (de 2100 a. C. al siglo II); era medieval, con el saber árabe y las universidades europeas (del siglo II d. C. a 1454); etapa moderna desde el Renacimiento hasta la Ilus- tración (de 1454 a 1800); siglo de oro de los cirujanos o siglo XIX, y por último, el tiempo de los cuestionamientos o siglo XX. REFERENCIAS 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. Schott H: Crónica de la medicina, 3ª ed. México: Intersistemas, S.A. de C.V., 2003. Erosa BA, Volpi SJ: Trepanación craneal en la época prehispánica en América. Cir. Cir. 1978;46(1):53-59. Lyons AS, Petrucelli RJ: Medicine, an illustrated history. USA: Abradale Press, 1987. Kahn M: History of medicine. In: Practice of medicine. Vol. I. Tice F, Ireland MW (eds). USA: W.F. Prior Company Inc., 1922. Lips-Castro W, Urenda-Arias C: La medicina en la civilización griega antigua prehipocrática. Gac. Med. Méx. 2014;150(Supl. 3):369-376. Apostolakis E, Apostolaki G, Apostolaki M et al.: The reported thoracic injures in Homer´s Iliad. J. Cardiothorac. Surg. 2010;5:114. Alcaráz-Ariza MA: Las mujeres en las ciencias de la salud. 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ERRNVPHGLFRVRUJ Capítulo 3 Desarrollo de la cirugía en México Rosa María Carreón Bringas, Luis Guillermo Gerling de Alba, Carlos Agustín Rodríguez Paz Preguntas clave 1. ¿Qué procedimientos quirúrgicos se realizaban en la época precolombina? 2. ¿Cuál era la función del chamán en el México precortesiano? 3. ¿Quiénes proporcionaban la atención quirúrgica en el México colonial? 4. ¿Cuál fue la aportación que se hizo en 1772 en el Hospital de San Juan de Dios? 5. ¿Qué patología hepática describieron Joaquín Pío Eguía y Muro, y Manuel Moreno por primera vez en el mundo? 6. ¿En qué campo de la cirugía fueron las aportaciones en México de François Antommarchi, médico de Napoleón, y Alfonso Cosso? 7. ¿Qué introducen en 1872 los médicos Soriano, Fénelon y Cabral Aranda para el cuidado de heridas? 8. ¿Cuál es el antecedente más antiguo del manejo de un derrame pericárdico en México? 9. ¿De quién fue el primer reporte de ligadura de la meníngea media en el país? 10. ¿Quién fue el iniciador del programa de trasplante renal en México? y parteras. Además, existía una clasificación de padecimientos en el campo quirúrgico, como heridas, escoriaciones, heridas contusas, punzantes y penetrantes. Las heridas con desprendimiento de nariz se suturaban con cabello, y si no resultaba, se colocaba una nariz postiza a manera de injerto.1 Realizaban fetotomías para extraer el producto que había muerto in utero.1 © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. CIRUGIA PRECOLOMBINA El desarrollo de la cirugía en México se destacó en sus inicios por mexicas y mayas.1,2 Estas culturas llevaban a cabo múltiples procedimientos: operaciones, reducción de fracturas, sutura de heridas con cabellos; además, empleaban narcóticos, como peyote. Cabe destacar el uso de incrustaciones de jade y turquesa en piezas dentarias con fines estéticos y protésicos; también hay evidencia de trepanaciones entre mexicas, mixtecos y zapotecos.1,2 El primer indicio de craneotomía descompresiva por técnica suprainiana se tiene del 900 al 500 a. C. en Oaxaca, con nueve cráneos; cuatro de ellos presentaban trauma previo.3 En el México precortesiano, el médico era llamado “chamán”, encargado de la atención de enfermedades y curación de heridas; sin embargo, existían profesionales de la salud especializados según el área a tratar; así, el cirujano era llamado texoxotla-ticitl2 y utilizaba cuchillos de obsidiana afilados para tratar abscesos, ántrax y mastitis supurada, que drenaba y cubría con apósitos; hacía circuncisiones y mutilaciones longitudinales del pene a los candidatos a sacerdotes; operaba el pterigión; efectuaba sangrías con espinas de maguey, y realizaba hemorroidectomías.1 Con los mexicas, los teixpati hacían cirugía de catarata (ixtepella).4 Entre los especialistas había flebotomianos, barberos, componedores de huesos, dentistas, cirujanos oculistas ÉPOCA COLONIAL Al consumarse la Conquista, se observó una variedad de cirujanos. Los más incultos eran barberos, callistas y sangradores; los cirujanos barberos eran más preparados, curaban heridas, y reparaban huesos y articulaciones.1 Álvar Núñez Cabeza de Vaca relata cómo extrajo la flecha de la cara anterior del tórax de un aborigen, la cual se movía de modo rítmico al unísono con los latidos del corazón. Amplió la herida y extrajo la flecha; contuvo la hemorragia con una sutura preparada y perfeccionó la hemostasia empacando la herida con cuero pulverizado de una de sus botas.5 En esa época se imprimieron en México dos libros de cirugía. El de Alfonso de Hinojosa y el de García de Farfán.1 Durante la batalla de la Noche Triste, Hernán Cortés tuvo una fractura expuesta y lesión de mano por una flecha, 21 ERRNVPHGLFRVRUJ 22 • Tratado de cirugía general (Capítulo 3) SIGLO XVII Para 1602 se reconoce a Mendoza como cirujano autorizado para ejercer con “títulos en Madrid y México”. Era un facultativo de mucho éxito, bien apreciado por los vecinos y muy caritativo con sus pacientes. Mendoza hacía sangrías, jarabes, purgas, tratamiento de heridas. También refiere el tratamiento de “apostema en el hígado”.7,8 En este siglo aparecen numerosos cirujanos y barberos en San Luis Potosí. La cirugía se ofrecía al pueblo en el Hospital de los Juaninos.7 En 1645, don Juan Antonio Palafox y Mendoza (16001659) ordenaba en los estatutos de las constituciones univer- sitarias que las autopsias llamadas anatomías se llevaran a cabo cada cuatro meses en el Hospital Real de Indios para todos los catedráticos y estudiantes de medicina. Juan Correa emprendió las primeras disecciones en 1646.1 En 1648, en el Hospital de Jesús se comenzó enseñar de forma práctica anatomía humana a estudiantes de cirugía y medicina.9 SIGLO XVIII En 1768 se funda la Real Escuela de Cirugía para la formación de especialistas en la ciudad de Puebla.1,10 Desde marzo de 1768, el Cuerpo Militar contaba con el Colegio Real de Cirujanos en el Hospital Real de Naturales de la Ciudad de México, donde se instruía con el sistema español de lancetas y emplastos.11 En 1770 se instaura el México el Real Colegio de Cirugía, que durante 68 años se encargó de formar profesionales, transformando la cirugía mediante una enseñanza institucionalizada, siguiendo el modelo francés, que tendría gran influencia en la cirugía mexicana del siglo XIX. En el Colegio se daban lecciones de osteología, artrología, miología, angiología, esplacnología y patología quirúrgica; así como lecciones prácticas de anatomía y operaciones en cadáveres; también se practicaban suturas.12 El 3 de febrero de 1770 se realizó la primera disección en el Hospital de Naturales.13 Poco a poco la cirugía fue ganando importancia, al tratar de forma quirúrgica las enfermedades; además se desarrollaron la obstetricia y ortopedia.12 En 1772, en el Hospital San Juan de Dios se empezaron a practicar operaciones cesáreas por orden del virrey Antonio María de Bucareli y Ursúa, Henestrosa y Lasso de la Vega (1717-1779), y es de los primeros nosocomios en donde se aplica la anestesia. Ahí se implantó el uso de ropa estéril para cirugía y el lavado de manos antes de la misma, destacando cirujanos como Manuel Carmona y Valle, y Aureliano Urrutia, entre otros.9 Para estos años se refiere en San Luis Potosí la aportación importante de Joaquín Pío Eguía y Muro, quien de forma simultánea con Manuel Moreno, fue el primero en el mundo en escribir de manera científica sobre el absceso hepático. En 1779 se realizan las primeras laparotomías, cuando Alonso Núñez de Haro y Peralta (1729-1800), arzobispo de México, instó a todos los párrocos de la Nueva España a practicar la cesárea a las madres muertas durante el trabajo de parto, efectuándose ese mismo año en la Misión de Santa Clara de la Alta California la primera cesárea ocurrida en toda América.14 Para 1784, el doctor Francisco Hernández realiza la primera sinfisiotomía. Antes de Joseph Lister (1827-1912), en México ya se hacía lavado tanto de manos como del área operatoria previo al acto quirúrgico.1 En 1790, Eguía y Muro, y Manuel Moreno ganan el primer lugar en el concurso convocado por el protomedicato para disertar sobre abscesos hepáticos. Son las primeras monografías escritas en el mundo. El potosino Eguía señaló por primera vez en el orbe la perforación del pericardio por abscesos de hígado y pericarditis purulenta.8,5 ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. los doctores españoles lo creían muerto; sin embargo, los médicos tlaxcaltecas lo salvaron.6 Hernán Cortés fundó el Hospital de la Pura y Limpia Concepción de Nuestra Señora, conocido después como Hospital de Jesús.1 Aquí inicia de manera más formal el ejercicio de la cirugía, usando una “buena mesa”, con cirujanos universitarios o frailes que ayudaban a realizar amputaciones, drenajes de bubones sifilíticos, abscesos, extracciones de cuerpos extraños, etcétera. En 1553, Cristóbal Méndez (¿1500, 1501?-1562), en su obra El libro del ejercicio corporal y sus provechos refiere detalles de un cálculo de vejiga, el dato más antiguo sobre urología. Ese mismo año se funda la Real y Pontificia Universidad de México.1 Don Pedro Arias de Benavides, cirujano español, publicó en 1567 en Valladolid, España, el libro Secretos de Chirurgia, en donde hace referencia al caso de un traumatismo craneano grave que requirió cirugía en 1561 en la Ciudad de México en un niño de 13 años, por una fractura hundida, conminuta con coma profundo y exposición de masa encefálica; el paciente fue tratado con descompresión craneal y drenando el hematoma; la curación fue con yemas de huevo, azufre y aceite de linaza, y tuvo una evolución satisfactoria.2,3 En 1573, el clero de la Colonia prohíbe las disecciones en cadáveres humanos. Para 1576 se crea el Hospital Real de México, destacando Juan de la Fuente (n. entre 1522 y 1527-1595), quien realiza la necropsia de un indio.1 Hacia 1578, Alonso López de Hinojosos (1535-1597) publica Suma y recopilación de Chirurgia, en donde describe los métodos galénicos de trepanación con indicaciones.2 Agustín Farfán (1532-1604) ingresa al colegio de San Pedro y San Pablo, hoy Hospital Juárez, y escribe el Tratado de Anathomia y Chirurgia en 1579, en donde se hace la primera descripción detallada de una anatomía de cerebro, de corte meramente galénico, con técnicas para trepanación y tratamiento de las fracturas de cráneo.1,2 En 1596, en San Luis Potosí, se tiene la primera noticia de la atención profesional de un “barbero y sirujano” (sic), Luis Tenorio, quien refiere: “curé a un judío de una herida”, habiendo cobrado 32 pesos en oro.7,8 Para finales del siglo XVI aparecen en San Luis los cirujanos Pablo Torres y Segura, Domingo Rodríguez, Bartolomé Martínez, Juan de Quijo y Alonso de Mendoza.7 Desarrollo de la cirugía en México • 23 SIGLO XIX A principios del siglo XIX en México, debido a la influencia europea se empezaron a innovar procesos en la medicina; con esto, la cirugía resultó muy beneficiada, de tal manera que los médicos mexicanos retribuyeron con aportaciones a la cirugía mundial. Pedro Vander Linden (1808-1860), uno de los iniciadores de la cirugía militar moderna en México, incorporó las amputaciones en el campo de batalla, con el sistema de ambulancias de Larrey, agregando un sistema de evacuación de heridos durante las batallas de la guerra contra los americanos. Vander Linden fue además cirujano personal de Antonio López de Santana durante los combates de 1846 a 1847.11 En San Luis Potosí sólo existían dos profesores médicos y tres cirujanos para atender a una población de unos 10 000 habitantes.7 José Morales Quiñones, en 1803, en la Gaceta Médica, señala haber operado 402 cataratas, 29 sin éxito.4 En 1804 se reporta en la Gazeta de México cinco individuos trepanados con éxito. En 1811, don Manuel Guillén logra una trepanación favorable; en ese tiempo, el médico de Cos publica el Tratado sobre las heridas de la cabeza, donde describe su técnica para las perforaciones, y el aserrar el contorno de la porción de hueso que se deseaba levantar y desprender la duramadre sin violencia, recomendándolo sólo para fracturas y contusiones.10 © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. INDEPENDENCIA Y CIRUGÍA Durante la Guerra de Independencia, los graduados del Colegio fueron llamados a diferentes puntos del territorio para atender heridos de guerra.12 Muchos de los cirujanos egresados de la Real Escuela fueron obligados a prestar sus servicios; sin embargo, no eran suficientes.10 Al iniciarse la guerra de Independencia, Anastasio Bustamante (1780-1853) se alistó en las tropas realistas de Félix María Calleja del Rey (1753-1828) para la atención de heridos. Con el tiempo, Bustamante llegaría a ser presidente de la República.7 Se tiene el relato de una posible lesión de esófago en San Luis, ciudad pasada a cuchillo por las tropas insurgentes. Sobrevivió Juan Villarguide y fue encontrado por un religioso franciscano. En el relato de Andalón se refiere que las palabras se le salían del cuello. Fue atendido por Mariano Güemes (cirujano del ejército), quien aplicó bálsamos en las heridas y las vendó; al intentar darle vino generoso, el líquido se salía por la herida del cuello. El herido estaba mejor dos días después.7,8 En 1824 se creó la Academia de Medicina Práctica de México, organizada por cirujanos y médicos que hacían demostraciones anatómicas con fines anatomopatológicos y académicos. En Puebla se estableció la Academia MédicoQuirúrgica con los mismo fines.12 Para 1831 se dicta una ley en la que los médicos podían examinarse de cirujanos tras una práctica de dos años.12 En la ciudad de Oaxaca, en 1829, se tiene la primera referencia de la ligadura de una carótida primitiva por un aneurisma llevada a cabo por Adolfo Hegewisch.7 Uno de los cirujanos más destacados fue Miguel Muñoz (1779-1855), estudiante del Real Colegio de Cirugía en los primeros años del siglo XIX. Destacó como oftalmólogo operando cataratas y diseñando aparatos para esta cirugía. Para 1830 se consideraba un destacado obstetra. Fue quien diseñó la prótesis para la pierna del presidente Antonio López de Santa Anna, misma que se puede apreciar en la actualidad, en el Palacio de Chapultepec.12 En 1833 llegó a México François Antommarchi (17801838), médico de Napoleón, quien tuvo gran actividad quirúrgica, y junto con Alfonso Cosso, médico italiano, fueron los iniciadores de la cirugía oftalmológica y plástica en San Luis Potosí.8 Para el 23 de octubre de 1833, la Universidad de México y el Colegio de Cirugía fueron sustituidos por el Establecimiento de Ciencias Médicas, que después se denominaría Colegio de Medicina, luego Escuela de Medicina y, por último, Escuela Nacional de Medicina. Denominándose entonces a la carrera como médico-cirujano.3 En 1835, Severino Galeozowsky reporta la primera ligadura de carótida en la Ciudad de México por una resección de maxilar inferior.7 Ignacio Gama (1820-1889), en San Luis Potosí, inventa y emplea los tubos de hule para la canalización quirúrgica mucho antes que Édouard-Pierre-Marie Chassaignac (18041879) en Francia.8 En 1838, Luis Hidalgo y Carpio (1818-1879) propusieron una clasificación de acuerdo con la extensión de epiplón herniado en el trauma de abdomen, recomendando que si el epiplón era abundante había que ligarlo y dejarlo por fuera de la herida; si era pequeño, indicaba reducirlo al interior de la cavidad.14 En 1842, José María Terán y Luis Hidalgo y Carpio publicaron un caso de traumatismo craneal en el Periódico de la Academia de Medicina de Mégico (sic).2 En 1847 se funda el Hospital de San Pablo, practicándose con intensidad la cirugía.3 Durante la invasión norteamericana de ese año, los heridos en batalla eran atendidos en el Hospital de San Andrés; al ser insuficiente, se acondicionó el Colegio de San Pablo como hospital provisional de sangre, que recibió heridos de Padierna y Churubusco.9 En 1853, Cosso se establece en San Luis Potosí e indica que: “sacaba ojos, formaba párpados y sacaba piedras de la vejiga”.7 Pomposo Hinojosa (1856-1858) informó de una “Herida de la cabeza presentada en Moscú en 1890, en la comunicación de Rafael Lavista y Rebollar (1839-1900) Contribution al étude des localisations cérébrales au point de vue de la Clinique. Juillet 1890. Esta tesis se presenta como el estudio más completo publicado en México, para la época, sobre tal tipo de epilepsia y se constituye, además, en el primer informe de un tumor intracerebral operado con éxito; forma parte de los primeros informes en México sobre cirugía de epilepsia.2 En 1857, el maestro Miguel Jiménez hizo el diagnóstico durante la vida del enfermo de un absceso hepático del lóbulo izquierdo del hígado perforado a pericardio; diagnóstico clínico corroborado y confirmado por la autopsia; sin embargo, la literatura extranjera le atribuye este logro al francés Gremillon, 42 años después de la contribución de Jiménez.5 ERRNVPHGLFRVRUJ 24 • Tratado de cirugía general (Capítulo 3) En 1892, Rafael Lavista publicó una serie de cirugías cerebrales, con el caso de un tumor cerebral intraparenquimatoso en un paciente pediátrico.2 Ese mismo año se reporta que Fernando Zárraga (1861-1929) había resecado de modo venturoso un segmento de 96 cm de intestino delgado, lesionado por una herida penetrante.7 Hacia 1893 se reportan los trabajos de Antonio F. Alonso (1872-1955) con las primeras enucleaciones por tumor en San Luis, extracción del cristalino por miopía, blefaroplastias e injerto escleral, entre otros. En 1896, en San Luis, se reporta que Horacio Uzeta y Pagenstecher, inician la cirugía experimental en 18 perros.7 Mientras que en Morelia, Roque Macouzet practicó con éxito en dos ocasiones la desobstrucción de la arteria femoral ocupada por émbolos en forma retrógrada. Asimismo, Miguel Otero (1856-1915) presenta la amputación subastragalina y la resección del olécranon.7 Mientras, en la misma ciudad, Daniel García y Javier Espinosa y Cuevas (1871-1914) realizaron arteriografías en cadáver; fueron los segundos en el mundo en practicarlo, así como los primeros en el continente americano.5 En 1898, Manuel Carmona y Valle (1832-1902) publicó un trabajo titulado Tratamiento operatorio de la miopía elevada.4 Ese mismo año, en San Luis, Otero habla de las ventajas de la antisepsia en cirugía de cráneo, y amputa un pene por carcinoma. Se tiene la primera noticia de cirugía taurina en San Luis, Pagenstecher y José María Quijano realizaron una orquiectomía. De igual forma, Pagenstecher reporta la ligadura de la meníngea media por primera vez en el país en San Luis Potosí.7 En 1898, Fernando Zárraga operó, exploró y resecó un segmento de intestino delgado a un paciente, el cual sanó. Se le da el mérito de practicar la laparotomía de urgencia.14 SIGLO XX Hacia 1900, Joaquín Rodríguez y Pagenstecher informan de mastectomías por carcinoma de la mama.7 Para 1901, Monjaraz presenta los guantes quirúrgicos de caucho, y Joaquín Delgado extirpa un adenosarcoma de la parótida. Se practica la intervención de Talma, iniciando la cirugía de la hipertensión portal en el medio por Pagenstecher y Quijano (figura 3-1).5,7 En México, Adrián de Garay, en 1902, comunicó dos casos de sutura de corazón.5 En 1905 se abre el Hospital General de México, acondicionado con áreas quirúrgicas.3 Ese año se reportan 517 intervenciones de las cuales 95% era de cirugía mayor. Dentro de los diagnósticos reportados estaba el absceso hepático, que se desbridaba y canalizaba (50 casos), seguido por histerectomías, uretromías internas y externas, extirpación del cristalino, amputaciones de muslo (por osteosarcoma, gangrena, tuberculosis, etc.) y hernioplastías.9 Ese mismo año, en el Hospital General, Emilio Montaño (1863-1936) hizo una extracción de cataratas y anestesió al paciente con cocaína local; lo mismo hacía Agustín Chacón (1860-1920), al extirpar un tumor de ojo.9 Se reporta el uso de cloroformo como anestésico en 60% de los casos; también se emplea raquia, cocaína local y adrenalina, trofococaína, éter, escopolamina, estovaína y cloruro de etilo.9 ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Para 1863, en San Luis, Cosso realiza la primera ligadura de carótida primitiva por un aneurisma con éxito y la ligadura de temporales superficiales. Ese mismo año reporta las cirugías para curar estrabismo, cataratas, fístula lacrimal y del ectoprión también con éxito; por todo ello se le considera el padre de la cirugía ocular en San Luis.7 El 10 de abril de 1865 se funda el Hospital de Maternidad e Infancia, auspiciado por la emperatriz Carlota de México (1840-1927). Ahí, Manuel Soriano, Eduardo Liceaga (1839-1920) y Antonio Ortega, entre otros, dan gran impulso a la obstetricia.9 En 1866 se reporta la primera canalización con bisturí por Diego Wilson, después de haber logrado adherencias con potasa cáustica. También Joaquín López Hermosa (18151883) brinda indicaciones de punción vesical, afirmando la importancia de laringoscopia y traqueostomía en la difteria. Mientras, Gregorio Barroeta (1831-1906) presenta un caso de extirpación de mielomeningocele occipital.7 En 1872 se usa el ácido fénico —establecido por Joseph Lister— en San Luis Potosí, pues durante el ataque a la ciudad por tropas sublevadas contra el gobierno de Benito Juárez (1806-1872), médicos como Manuel Soriano, Carlos Fénelon, y Juan Cabral y Aranda se hicieron cargo de los heridos. Se trasladaba a los lesionados a habitaciones escogidas con camas altas, en donde se curaban con piezas nuevas muy limpias, empapadas de ácido fénico; las heridas se lavaban dos veces al día con agua fenicada; las camas se cambiaban cada tercer día y se lavaban con licor de Labarraque; se fregaban piso y paredes con solución fenicada fuerte. Esto situó a México en el tercer país, después de Inglaterra y Dinamarca, en utilizar la antisepsia.8 En 1873, Fernando López Sánchez Román (1854-1924) ingresa a la Escuela Nacional de Medicina, obteniendo varios premios por sus estudios. Al año siguiente ingresa al Hospital Militar, para seguir estudiando medicina. Fue discípulo distinguido de Francisco Montes de Oca (1837-1885), quien lo inició en cirugía general. En 1879 obtiene el título de médico cirujano. En 1882 es enviado a París por el gobierno mexicano para perfeccionar sus estudios de cirugía general e iniciar los de oftalmología; a su regreso trae consigo las primeras curaciones de Lister: eliminó los agentes químicos de la antisepsia por el daño que ocasionaba a los tejidos, poniendo en práctica la verdadera asepsia. Comenzó a practicar las operaciones ginecológicas a lado de Julián Villarreal (1869-1934). También fue el primero en utilizar cocaína como anestésico en cirugías mayores.9 Por 1874, en el Hospital Juárez, Fernando Guzmán, en su tesis sobre peritonitis traumática, habla sobre el manejo conservador de las lesiones abdominales, que para esa época eran manipuladas con grandes dosis de opio, ayuno hasta por 12 días y reposo en cama.15 En México, en 1874, Ricardo Egea y Galindo realizó con éxito una punción de pericardio con el aparato de Potain, para vaciar un gran derrame de la cavidad pericárdica.9 Para 1875, José Guillermo Schaffner (1830-1882) escribía sobre la “incisión y escisión del riñón”.10 Hacia 1878 existía un servicio médico en los ferrocarriles del centro, fundado por Ramón F. Pacheco (1837-s.d.), que consistía en la atención de urgencia en donde el médico contaba con una “caja de auxilio”, un vagón con una camilla móvil y una caja de amputación para maniobras primarias.15 Desarrollo de la cirugía en México • 25 Figura 3–2. Quirófano del Hospital General de México.9 © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Figura 3–1. Pagenstecher haciendo una trepanación a domicilio.16 Hacia 1906, en San Luis, Joaquín Delgado habla sobre el bicloruro de mercurio como antiséptico.7 En este tiempo se prefería hacer las cirugías en domicilios particulares, pues las condiciones de higiene eran mejores que en el Hospital Civil. José Custodi Páramo reporta la necesidad de intervenir las hernias estranguladas. Manuel Nava Díaz de León (1873-1958) resecó una fístula arteriovenosa de los vasos radiales, extirpando el saco y practicando la cuádruple ligadura vascular; fue el primer procedimiento de este tipo informado en el país. Asimismo, José María Quijano opera con éxito un absceso cerebral.7 En 1907, Quijano habla de heridas de tórax y alteraciones de la mecánica intratorácica, y propone la decorticación.7 Ese mismo año, Pedro Martínez recomienda para los casos de heridas por proyectil de arma de fuego iniciar el manejo con opio, dieta, reposo y vigilar el estado clínico, siempre que no hubiera hemorragia, de lo contrario indica laparotomía en dirección al proyectil. Martínez es el primero en aconsejar tubos de goma a los lados del abdomen.14 La aceptación de la laparotomía y el drenaje en heridas por proyectil de arma de fuego ocurrió cuando Guadalupe Gracia García-Cumplido (1881-1948) empezó a utilizarla en forma sistemática, tal vez por influencia de Rosendo Amor Esparza (1879-1970). Ambos trabajaron en el puesto de socorro de la Cruz Verde, en la Ciudad de México, en 1910.14 En 1908, Enrique Jurado y Gama extirpa mediante esofagotomía cervical un cuerpo extraño (hueso) con éxito. Mientras, Miguel Otero y Arce (1850-1915) hace una resección de esternón por goma del mediastino. Este mismo año se reporta la resección de la safena interna para tratar una úlcera y venas varicosas.7 Hacia 1911, José María Quijano extirpó un falso aneurisma postraumático de la humeral, suturando la arteria lesionada y restableciendo el flujo vascular con éxito; por esta reparación se le considera el iniciador de la cirugía vascular reparadora en México.5,7 Mientras, ese mismo año, Regino González (1853-1933), segundo director del Hospital General de México, era conocido por su extraordinaria habilidad para extirpar la próstata; los médicos franceses no creyeron en sus reportes hasta que lo vieron operar.5 Otro gran cirujano de esa época fue Manuel Toussaint Vargas (1858-1927), quien había trabajado en la cirugía abdominal y se considera uno de los pioneros en la cirugía gástrica y biliar en México.9 En 1913, en la Ciudad de México, Javier Ibarra y Montes de Oca suturó una herida de ventrículo izquierdo; el paciente falleció cinco días después, debido tal vez a taponamiento cardiaco, pues suturó de forma hermética el pericardio.5 Para 1914, Fernando Ocaranza (1876-1965) resecó con gran éxito una caries del esternón, los cartílagos costales izquierdos y gran parte del pericardio parietal infectado, engrosado y adherido al epicardio.5 El 3 de junio de 1915, en la Hacienda de Santa Ana del Conde, cerca de León, Guanajuato, el general Álvaro Obregón (1880-1928) es herido por una granada que le amputa el brazo derecho en el nivel del tercio inferior; de inmediato, el coronel Jorge Blumm le aplica un torniquete al muñón; se traslada al herido al vagón quirófano del ferrocarril sanitario, ubicado a 10 kilómetros de distancia, en donde el teniente coronel Senorino Cendejas lo opera, limpia y lleva a cabo hemostasia y remodelación quirúrgica del muñón. El general Obregón pasa su convalecencia en el vagón “Siquisiva” del mismo tren hospital.15,17 En 1920, Gustavo Baz Prada (1894-1987) reporta los primeros trasplantes de riñón experimentales en animales; son los primeros del país y tal vez de América Latina.5 En 1922, Gastón Melo introdujo la coprología clínica, los exámenes de jugo gástrico, sondeos duodenales y estudios radiológicos en serie, sentando las bases de la gastroenterología.9 Ese mismo año, José Castro Villagrana (1888-1960) llevó a cabo tres casos de injertos arteriales por primera vez en México.5 En 1926, Donato G. Alarcón Martínez (1899-1991) inicia la cirugía de tórax, introduciendo el colapso pulmonar. Julián González Méndez desarrolla la cirugía abierta. Antes de eso, Manuel Gea González hizo los primeros neumotórax.9 ERRNVPHGLFRVRUJ (Capítulo 3) Figura 3–3. Imagen del general Álvaro Obregón convaleciente de su cirugía. Lo acompañan su cirujano, el Tte. Cor. M.C. Senorino Cendejas, y el Tte. Cor. M. C. Enrique C. Osorni. Hacia 1927, Manuel Castillejos realizaba cirugía ginecológica avanzada, como histerectomías totales y subtotales por vía vaginal y abdominal, vaciamientos pélvicos y resecciones mamarias con vaciamiento axilar.9 Ese año se tienen reportes del Hospital General sobre cirugía de tiroides, casos de adenomas, cáncer, tiroiditis y bocio.9 Para 1928, Darío Fernández (1884-1946), Abraham Ayala González y Mario Quiñones (1901-1973) comienzan a realizar cirugía esofágica. Se publican los resultados de las primeras esofagoplastías con la técnica de Jankowski para los casos de estenosis.9 También en 1928, los cirujanos mexicanos rechazan la práctica de la operación de Whitehead, consistente en la extirpación circular de los paquetes hemorroidarios, por considerarla productora de estenosis rectales severas; esto sólo fue reconocido muchos años después por cirujanos norteamericanos.9 La cirugía de huesos también era hecha por cirujanos, pues no había un servicio de ortopedia como tal; así, se llevaban a cabo operaciones de pie equino, laminectomías, artrotomías.9 Figura 3–4. Punción pulmonar en el Hospital General de México. En 1929, Fernando Quiroz (1889-1966) realiza un novedoso método, al combinar la uretrotomía externa con el cateterismo perineal. Darío Fernández Fierro (1884-1946) y Marcelo del Razo publican El bocio en México, en donde se abordan los problemas clínicos y quirúrgicos con observaciones epidemiológicas y localización regional. Este estudio fue valido por los siguientes veinte años. Así, Darío Fernández se consagra como cirujano de tiroides. Ese mismo año se comienzan a realizar en el Hospital General resecciones abdominoperineales.9 A finales del decenio de 1920, Gustavo Baz (1894-1987) y Donato Alarcón inician la cirugía de tuberculosis pulmonar. Darío Fernández, el gran maestro del Hospital General, forjador de una gran escuela de la que emergieron cirujanos muy distinguidos, como Ayala González, Aquilino Villanueva, González Méndez y García Noriega, entre otros, hizo plastias antetorácicas en cuatro enfermos de estenosis esofágicas extensas y tiroidectomías totales.5 En 1931, Conrado Zuckermann (1900-1984) publica su experiencia obtenida en cinco años sobre abordaje quirúrgico del esófago, endoscopia y la rutinaria cirugía gastroduodenal y de vías biliares.9 En 1933 se funda la Academia Mexicana de Cirugía.3 En el Hospital General de México, el doctor Ayala González inicia la cirugía de estómago y duodeno, recogiendo sus experiencias en un trabajo titulado “Consideraciones acerca del diagnóstico y tratamiento de la úlcera crónica del estómago y del duodeno”, publicado en la Gaceta Médica de México, y que se estima como el inicio de la gastroenterología moderna en México.9 Una de las mayores preocupaciones del doctor Ayala fue abordar con éxito las enfermedades del esófago. Con este fin consiguió instrumental moderno, que iba desde las sondas de cerda hasta los diferentes tipos de dilatadores, punzos esofágicos, esofagoscopios de Chevalier-Jackson y sondas duodenales con las que estudiaba la bilis.9 Se comenzaron a reportar las primeras gastroyeyunoanastomosis realizadas por Darío Fernández y Abraham Ayala González.9 Para esos años, Donato G. Alarcón, Mario Vergara Soto (1910-1998), Julián González Méndez y Alejandro Celis Salazar (1908-1971) inician la cirugía de resecciones pulmonares con resultados poco alentadores; la razón radicaba en la anestesia usada.5 En 1938, Julián González Méndez crea la materia de Técnica y Educación Quirúrgica en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México.1 Clemente Robles (1907-2001), en 1943, realiza el primer drenaje de un absceso cerebral en el mundo, consolidando también el primer tratamiento efectivo contra la cisticercosis. En 1944 y 1945, Carlos Gómez del Campo y Jorge Meneses Hoyos, en el Hospital Militar, llevan a cabo con éxito por primera vez en el mundo coronariografías en el ser humano, utilizando una técnica ideada por Gómez del Campo: la punción directa de la aorta ascendente e inyectando medio de contraste para la opacificación de las coronarias.5 En 1945, Clemente Robles intervino por primera vez con un éxito completo una persistencia de conducto arteriovenoso; esto, en el Instituto Nacional de Cardiología.5 En 1947, emprendió el tratamiento de la pericarditis constrictiva, iniciando la cirugía de coartación de la aorta y tetralogía de Fallot.5 ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. 26 • Tratado de cirugía general © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Desarrollo de la cirugía en México • 27 En 1949, Raúl Baz Iglesias, en el Hospital Militar, lleva a cabo la cirugía del primer aneurisma de la aorta descendente postraumático.5 Entre 1944 y 1968 se construyen hospitales de segundo y tercer nivel, lo que permite cirugías de corazón abierto, con grandes resecciones, procedimientos invasivos y primeros trasplantes. En 1955, en Monterrey, Nuevo León, se realiza con éxito la primera cirugía en América Latina de estenosis aórtica adquirida con dilatador de Bailey.5 El 17 de marzo de 1956, en el Hospital de Jesús, Baz Iglesias opera el primer caso de humano a corazón abierto con hipotermia de superficie, cerrando una comunicación interauricular con éxito.5 En 1957, en el Hospital Central Militar, Baz Iglesias opera con éxito una comunicación interauricular con bomba de circulación extracorpórea, considerado como el primer caso en México y Latinoamérica.17 Ese mismo año, Fernando Quijano Pitman (1916-1999), en la Unidad de Neumología y Cirugía de Tórax del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), lleva a cabo de forma favorable la primera cirugía de aneurisma sacular de la aorta ascendente.5 A mediados del decenio de 1970, el mayor M.C. Octavio Ruiz Speare inicia un cambio total en el tratamiento de pacientes traumatizados, al introducir programas de manejo de sepsis abdominal y de paciente con trauma grave; implementa el uso liberal de estomas en lesiones de colon y recto, al igual que los conceptos de “herida abierta” en casos de infecciones de heridas quirúrgicas; después, el uso de abdomen abierto con el mayor M.C. Magdiel Trinidad Vázquez.17 Ese mismo año, García Cornejo opera el primer puente aortocoronario en el país.5 El 4 de agosto de 1973 se funda la Asociación Mexicana de Cirugía General por Felipe Zaldívar, Rafael Díaz-García, Enrique Fernández-Hidalgo, Salvador Rodríguez-Martínez, Roberto Haddad-Slim, Ramón Vázquez-Ortega y Fernando Romero-Castillo, con el fin de reunir a todos los cirujanos generales del país. En 1976 inicia el Programa de Trasplantes de Riñón por Ruiz Speare, con trasplantes de donador cadavérico.17 Ese mismo año, en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), Federico Chávez Peón y Héctor Orozco Zepeda realizan el primer trasplante hepático en Latinoamérica por insuficiencia hepática aguda por hepatitis, y Fernando Ortiz Monasterio (19232012) lleva a cabo una corrección in utero de malformaciones congénitas.18 Asimismo, se consolida el Consejo Mexicano de Cirugía General en 1977 por los doctores Manuel Quijano Narezo, Oscar Díaz Giménez y Jorge Bautista O´Farril, con el fin de evaluar y promover el estudio y práctica de la especialidad.19 En 1984, en el INCMNSZ se realizan diversos procedimientos de hiato por estenosis esofágica por cáusticos. Héctor Orozco realiza la primera derivación mesoauricular por síndrome de Budd-Chiari.20 El 21 de julio de 1988 se realiza el primer trasplante cardiaco en Centro Médico Nacional La Raza, encabezado por Rubén Argüero con gran éxito.5 Para 1990, gracias a Leopoldo Gutiérrez, llega a México la mínima invasión. Con el inicio del siglo XXI se incrementan las enfermedades oncológicas y con ello la cirugía se vuelve más comple- ja; asimismo, aumenta el trauma derivado de conflictos de narcotráfico con lesiones más severas por las armas utilizadas. En la actualidad se cuenta con 406 programas activos de trasplantes de órganos y tejidos distribuidos en instituciones públicas y privadas, siendo los trasplantes renales y de córnea los más relevantes.20 Hoy día, en 24 entidades de la república se realizan trasplante de riñón, mientras que en sólo ocho estados se hacen trasplantes de córnea. Es así como día a día, las entidades quirúrgicas se extienden, se hacen más complejas, y requieren de mayor destreza y conocimientos. COMPETENCIAS ADQUIRIDAS 1. En la época precolombina se realizaba reducción de fracturas, sutura de heridas con cabellos, incrustaciones de jade y turquesa en piezas dentarias con fines estéticos y protésicos, y trepanaciones. 2. La función del chamán en el México precortesiano era la atención de enfermedades y curación de heridas; sin embargo, existían profesionales de la salud especializados según el área a tratar. 3. La atención quirúrgica en el México colonial era proporcionada por barberos y cirujanos. 4. La aportación que se hizo en 1772 en el Hospital de San Juan de Dios fue el uso de ropa estéril para cirugía y el lavado de manos. 5. La patología hepática que describieron Joaquín Pío Eguía y Muro, y Manuel Moreno por primera vez en el mundo fue el absceso hepático. 6. Las aportaciones en México de François Antommarchi, médico de Napoleón, y de Alfonso Cosso fueron en cirugía oftalmológica. 7. En 1872, los médicos Manuel Soriano, Carlos Fénelon, y Juan Cabral y Aranda introducen para el manejo de las heridas el uso de ácido fenico para el lavado de heridas e instrumentos quirúrgicos. 8. El antecedente más antiguo del manejo de un derrame pericárdico en México fue en 1874. Ricardo Egea y Galindo hace una punción de pericardio. 9. Pagenstecher realiza el primer reporte de ligadura de la meníngea media en México en San Luis Potosí. 10. El iniciador del programa de trasplante renal en México es Octavio Ruiz Speare. RESUMEN El desarrollo de la cirugía en México se encuentra en sus inicios en los mexicas y mayas, quienes ya llevaban a cabo diversos procedimientos quirúrgicos, como sutura de heridas, reducción de fracturas, etcétera. En la Colonia, la cirugía se destacó por ser precursora mundial en diversos procedimientos: se fundaron hospitales, áreas quirúrgicas, cátedras de anatomía y cirugía con disección de cadáveres, situando a México como el tercer país en el mundo en uti- ERRNVPHGLFRVRUJ 28 • Tratado de cirugía general (Capítulo 3) lizar antisepsia. En el México moderno también destacaron cirujanos pioneros en diversas áreas, con aportaciones diversas a la cirugía mundial. En Latinoamérica también ha sido precursor en diversos procedimientos de laparoscopia, trasplantes y cirugía de corazón, entre otros. Se debe destacar la fundación de la Asociación de Cirugía y del Consejo Mexicano de Cirugía General, organismos que rigen a los cirujanos del país. REFERENCIAS 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. Martínez DS: Historia de la cirugía. Preoperatorio. 2009. <http:// es.scribd.com/doc/118047652/Cirugia-base-del-conocimientoquirurgico-Salvador-Martinez-Dubois#scribd>. 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Responsabilidad civil, penal y administrativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40 Jorge Luis Mariñelarena Mariñelarena, Elena López Gavito Capítulo 6. Expediente clínico como medio de prueba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48 Abraham Amiud Dávila Rodríguez, Elena López Gavito Capítulo 7. Secreto médico y confidencialidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54 Jacobo Choy Gómez, Juan Francisco Aguirre Córdova Capítulo 8. Consentimiento válidamente informado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60 Francisco Mancilla Ulloa, Jorge Luis Mariñelarena Mariñelarena Capítulo 9. Las demandas al médico en México . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65 © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR Gerardo Ricardo Zurita Navarrete, Elena López Gavito Capítulo 10. Medicina defensiva y medicina asertiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74 José Ignacio Guzmán Mejía, Jaime Shalkow Klincovstein Capítulo 11. Medicina basada en evidencias y Lex Artis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82 Abilene Cirenia Escamilla Ortiz, Luis Alfonso Hernández Higareda Capítulo 12. Medios alternos para la resolución de controversias médico-legales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92 Arturo Rafael Vázquez Guerrero, Éctor Jaime Ramírez Barba, Jorge Arturo Vázquez Reta 29 ERRNVPHGLFRVRUJ &DStWXOR 0DUFRMXUtGLFRGHODSUiFWLFDGHODPHGLFLQD Elena López Gavito, Edgar Cuevas García, Christian Antonio Díaz Carlos 3UHJXQWDVFODYH amerita. Con los cambios sociales de hoy en día es necesario que el médico se adentre de manera plena en el marco legal al que debe sujetarse, y que se actualice en los conocimientos científicos para que cuente con la capacidad de brindar el máximo beneficio a sus pacientes de manera correcta. Si bien se insiste en la necesidad de profundizar de manera personal en el tema, en las siguientes páginas será analizada la información básica indispensable para actuar dentro del marco jurídico, de acuerdo con la jerarquía de leyes. Kelsen asevera que la Constitución es la norma fundamental de la que deben derivar todas las demás normas del Derecho, y estableció una pirámide de jerarquías (cuadro 4-1) ,1752'8&&,Ï1 Durante la preparación profesional del médico no se considera que deba ser instruido acerca de las leyes, reglamentos o normas que regulan su actividad; sin embargo, en el momento actual es importante que todo profesionista conozca los aspectos normativos vigentes que le permiten desarrollar una actividad profesional segura. 0(',&,1$<'(5(&+2 &XDGUR±&RQVWLWXFLyQ3ROtWLFDGHORV (VWDGRV8QLGRV0H[LFDQRV Las relaciones sociales no siempre se desenvuelven de un modo natural y armónico, motivo por el cual surge la necesidad de establecer un orden que no puede operar sino mediante la intervención del derecho, pues en tal orden no se recomienda: se impone. El Derecho tiene carácter normativo y aparece como un mandato dirigido a la conducta social de los individuos, para que éstos hagan o dejen de hacer ciertas cosas. El Derecho se define como un conjunto de reglas o disposiciones que rigen la conducta de los hombres en sus relaciones sociales.1 En la actualidad, la actividad médica ha sido más cuestionada y, por tanto, supervisada por las normas del Derecho, que relaciona, analiza y juzga la atención médica y, como consecuencia, se sanciona al profesional de la salud cuando lo / ( * $ / , ' $ ' 7UDWDGRVLQWHUQDFLRQDOHV /H\HV 5HJODPHQWRVGHOH\HV &yGLJRV\VXVUHJODPHQWRV 3ODQHV\SURJUDPDV 'HFUHWRV $FXHUGRVGHO(MHFXWLYR $FXHUGRVGHOVHFUHWDULR $FXHUGRVGHO&RQVHMRGH6DOXEULGDG*HQHUDO $FXHUGRVGHFRRUGLQDFLyQ 1RUPDV2¿FLDOHV0H[LFDQDV 2WURVRUGHQDPLHQWRVMXUtGLFRV 30 ERRNVPHGLFRVRUJ & 2 0 3 ( 7 ( 1 & , $ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 1. ¿Qué mandato constitucional materializa el derecho a la salud? 2. ¿Qué derecho fundamental establece el libre ejercicio de la profesión? 3. ¿Qué es un reglamento? 4. ¿Qué reglamento de la Ley General de Salud establece la obligatoriedad de recabar el consentimento informado? 5. ¿Qué son las Normas Oficiales Mexicanas? 6. ¿Cuál es la naturaleza jurídica de las Normas Oficiales Mexicanas? 7. ¿En qué consiste la constitucionalidad de las Normas Oficiales Mexicanas? 8. ¿Qué es un contrato y cuáles son las obligaciones? 9. ¿En qué consiste la reparación del daño? 10. ¿Cuáles son los delitos que contempla el Código Penal, relacionados con el ejercicio profesional de la medicina? Marco jurídico de la práctica de la medicina • 31 en la que ninguna norma inferior debe contraponerse a la superior y, a su vez, ninguna debe hacerlo con lo que establece la Constitución, porque resultaría inconstitucional.2 © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR &2167,78&,Ï132/Ë7,&$ La Constitución Política es la ley fundamental de la organización de un Estado. En ella se establecen todas las ordenanzas o estatutos con los que se gobierna en forma general, y de ahí emana una gama amplia de leyes, normas y reglamentos que rigen la convivencia humana. Por lo tanto, todo ciudadano debe conocerla al menos con el objeto de aprender sobre sus derechos y obligaciones. El médico no es, de ninguna manera, la excepción. En el capítulo I de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se señalan los derechos fundamentales (cuadro 4-2). El artículo 4 establece el derecho que tiene todo individuo a la protección de la salud, y que la ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los respectivos servicios y determinará la concurrencia de la federación y las entidades federativas en materia de salubridad general. Tal ordenamiento ha motivado el constante esfuerzo de las autoridades sanitarias para proporcionar cobertura total a la población con las características primordiales: universalidad, equidad, acceso y calidad. Lo anterior da origen a la Ley General de Salud, que se aborda más adelante. El artículo 5 y su ley reglamentaria, que todo profesional debe conocer, establecen que a ninguna persona se le podrá impedir dedicarse a la profesión, industria, comercio o trabajo que le acomode, siempre y cuando sea lícito, y, además, que nadie puede ser privado del producto de su trabajo ni se le puede obligar a desempeñar labores personales sin la justa retribución y sin su pleno reconocimiento.3 Entre los derechos fundamentales existen los relacionados con la administración de la justicia, mismos que son denominados garantías individuales durante un proceso, y son los que se desarrollan a continuación. En el artículo 13 se señala que nadie puede ser juzgado por leyes privativas ni por tribunales especiales; en el artículo 14, que a ninguna ley se le dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna, que nadie podrá ser privado de la vida, la libertad o sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales establecidos con anterioridad. En el artículo 16 se asienta que nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad, y no podrá librarse orden de aprehensión sino por la autoridad judicial y sin que preceda denuncia, acusación o querella de un hecho determinado que la ley señale como delito. Se refiere también a la protección y acceso a los datos personales. El artículo 17 menciona que ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma ni ejercer violencia para reclamar su derecho y, además, que nadie puede ser aprisionado por deudas de carácter civil. El artículo 18 menciona la prisión preventiva sólo para delitos que lo ameriten (delitos mayores). El artículo 19 establece que la detención no será mayor a 72 horas antes de vincular a proceso. Por último, en el artículo 20 se estipula que el proceso penal será acusatorio y oral, bajo los principios de publicidad, contradicción, concentración, continuidad e inmediación. Se establece, asimismo, la presunción de inocencia; el derecho a declarar o guardar silencio; que se informe al detenido de sus derechos y motivo de acusación, así como de los derechos de la víctima; recibir asesoría y dar coadyuvancia. Además de las disposiciones contenidas en el artículo 73, fracción XVI, en materia de salubridad general, el artículo 123 define entre las garantías laborales y de seguridad social el derecho de los trabajadores subordinados a la protección por riesgo de trabajo.3 /(<*(1(5$/'(6$/8' La Ley General de Salud es la ley reglamentaria del artículo 4 de la Constitución; es de orden público y de interés social; reglamenta el derecho a la protección de la salud; establece las bases y modalidades para acceder a los servicios de salud, así como la concurrencia entre el gobierno federal y los gobiernos de los estados en materia de salubridad general. En su artículo 2 establece el derecho a la protección de la salud; su finalidad es contribuir al ejercicio pleno de las capacidades del ser humano, así como el mejoramiento de la calidad de vida. Se aplica en toda la república4 (cuadro 4-3). &XDGUR±&RQVWLWXFLyQ3ROtWLFD &XDGUR±/H\*HQHUDOGH6DOXG $UWtFXOR $UWtFXOR 'HUHFKRGHSURWHFFLyQDODVDOXG 'H¿QLFLyQGHODV¿QDOLGDGHVGHOGHUHFKRDODVDOXG 'HUHFKRDGHGLFDUVHDXQDSURIHVLyQOtFLWD 'H¿QLFLyQGHDWHQFLyQPpGLFD 1DGLHSXHGHVHUMX]JDGRSRUOH\HVSULYDWLYDV 'H¿QLFLyQGHXVXDULRVHWF 1LQJXQDOH\WHQGUiHIHFWRUHWURDFWLYR 3UHVWDFLRQHVGHFDOLGDG\VHUYLFLRLGyQHR 1DGLHSXHGHVHUPROHVWDGRHQVXSHUVRQD (MHUFLFLRGHSURIHVLRQHV 1DGLHSRGUiKDFHUVHMXVWLFLDSRUVtPLVPR 6HUHTXLHUHQWtWXORVUHJLVWUDGRVDQWHODOH\ -XLFLRRUDOSHQDO &HUWL¿FDFLyQYLJHQWH 6DOXEULGDGJHQHUDO\FRPSHWHQFLDGHORVHVWDGRV 'HUHFKRVODERUDOHV (O QRPEUH GH OD LQVWLWXFLyQ TXH UHVSDOGD GHEH HVWDU D ODYLVWD ERRNVPHGLFRVRUJ 32 • Tratado de cirugía general (Capítulo 4) &XDGUR±5HJODPHQWRGHOD/H\*HQHUDOGH6DOXG HQPDWHULDGHSUHVWDFLyQGHDWHQFLyQPpGLFD $UWtFXOR 'H¿QLFLyQGHDWHQFLyQPpGLFDHWF 3ULQFLSLRVFLHQWt¿FRV\pWLFRVTXHRULHQWDQODSUiFWLFD /RVHVWDEOHFLPLHQWRVGHEHUiQFRQWDUFRQSHUVRQDO LGyQHR 2EOLJDFLyQGHSURSRUFLRQDULQIRUPDFLyQFRPSOHWD /RVH[SHGLHQWHVGHEHQFRQVHUYDUVHSRUFLQFRDxRV (JUHVRYROXQWDULR DO &RQVHQWLPLHQWREDMRLQIRUPDFLyQ En el artículo 7 de este reglamento se definen los términos de atención médica, servicio de atención médica, establecimiento para la atención, demandante, usuario, paciente ambulatorio y población de escasos recursos. En el 8 se determinan las actividades de atención médica. Las cuestiones que se rigen mediante este reglamento son diversas, pero entre los artículos notorios está el 9, que dicta que la atención médica deberá llevarse a efecto de conformidad con los principios científicos y éticos que orientan la práctica médica. Otras medidas que se rigen mediante esta ley son: que en los establecimientos debe contarse con personal suficiente e idóneo (art. 21), que todo profesional está obligado a proporcionar información completa (art. 29) y que los establecimientos están obligados a conservar los expedientes por un periodo mínimo de cinco años (art. 32). También se define lo relacionado con el egreso voluntario, situación que se trata en el artículo 79, donde se establece que, en caso de presentarse, se releva de toda responsabilidad al establecimiento, siempre y cuando se documente la voluntad del usuario. Los artículos 80, 81, 82, 83 y 84 definen y reglamentan los elementos que debe contener el consentimiento bajo información, es decir, la autorización en caso de amputación, mutilación o extirpación que produzca modificación permanente, ya sea física o mental, o medidas de carácter experimental. El médico deberá demostrar que le fue autorizado el procedimiento, previo ejercicio informativo. Desde luego, la NOM del expediente clínico contiene todos los apartados relativos a esta cuestión, pero sólo se han mencionado los puntos relevantes.5 /(<5(*/$0(17$5,$'(/$57Ë&8/2 &2167,78&,21$/ &8$'52 5(*/$0(172'(/$/(<*(1(5$/'( 6$/8'(10$7(5,$'(35(67$&,Ï1 '(6(59,&,26'($7(1&,Ï10e',&$ Se aplica en todo el territorio nacional, es de orden público e interés social y, además, tiene por objeto promover el cumplimiento de la Ley General de Salud en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica en la esfera administrativa (cuadro 4-4). En esta ley se establecen las bases y distintas modalidades del ejercicio profesional. El contenido es de suma importancia para todo profesional, pero se pueden destacar con mayor énfasis los siguientes puntos: Artículo 2. Las leyes determinarán cuáles son las actividades profesionales para cuyo ejercicio son necesarios título y cédula; por ejemplo, requieren título el médico, la enfermera y la enfermera-partera. ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR Esta ley contiene 18 títulos relacionados con la práctica profesional del médico. En el artículo 2, título primero, se señalan las disposiciones generales y se definen las finalidades del derecho a la protección de la salud. Aunque todas son importantes, sólo se resaltará la extensión de las actitudes solidarias, el disfrute de servicios de salud y el desarrollo de la enseñanza y la investigación científica y tecnológica para la salud. El título tercero se refiere a la prestación de servicios de salud (art. 32). Se define como atención médica el conjunto de servicios que se proporcionan al individuo con el fin de proteger, promover y restaurar su salud. En el artículo 33 se establecen las actividades de la atención médica. En el capítulo IV se define a los usuarios de los servicios de salud y la participación de la comunidad (art. 50), servicios, prestadores de éstos, servicio público, servicios a derechohabientes, sociales o privados, entre otros. También se menciona el derecho a obtener prestaciones de salud oportunas y de calidad idónea, profesional y éticamente responsable (art. 51). El título cuarto, capítulo I, se refiere a los recursos humanos necesarios para ofrecer los servicios de salud: profesionales, técnicos y auxiliares. En el artículo 78 se mencionan las actividades sujetas a la ley reglamentaria del artículo 5, relativo al ejercicio de las profesiones. En el artículo 81 se especifica que es requisito poseer títulos profesionales o certificados de especialización expedidos de manera legal y registrados por las autoridades educativas competentes, así como la certificación vigente. El artículo 83 especifica que quienes ejerzan deberán poner a la vista del público un anuncio donde se indique la institución que les expidió los diplomas o títulos. En el capítulo II de este título se da cuenta del servicio social de pasantes y profesionales; en el III se hacen señalamientos respecto a la formación, capacitación y actualización del personal. El título quinto versa sobre la investigación para la salud. Los siguientes apartados merecen una lectura cuidadosa y reflexión profunda: el título decimocuarto es sobre la donación, trasplante y pérdida de la vida y el decimoctavo sobre medidas de seguridad, sanciones y delitos. También es necesario conocer el capítulo II de este título decimoctavo, sobre las sanciones administrativas, y el capítulo VI, referente a los delitos, con 19 artículos acerca del manejo de agentes patógenos, tejidos, contaminantes, trasplantes, comercio de animales vivos, actos de investigación sin sujetarse al título quinto, inseminación artificial y negativa a la prestación de asistencia en caso de notoria urgencia. Son hechos de posible comisión de delitos, con aplicación de sanciones, además de las que correspondan en el ámbito judicial. Marco jurídico de la práctica de la medicina • 33 &XDGUR±/H\UHJODPHQWDULDGHODUWtFXOR FRQVWLWXFLRQDO 1250$62),&,$/(6'(1752'(/ 6,67(0$-85Ë',&20(;,&$12 $UWtFXOR 3URIHVLRQHVTXHUHTXLHUHQWtWXOR 'H¿QLFLyQGHHMHUFLFLRSURIHVLRQDO 6DQFLRQHVDTXLHQHVHMHU]DQVLQWtWXOR 2EOLJDFLyQGHGDUWRGRVVXVFRQRFLPLHQWRV &ROHJLRVGHSURIHVLRQLVWDV Artículo 24. Define el ejercicio profesional como la realización habitual a título oneroso o gratuito de todo acto o prestación de servicio en el desempeño del trabajo convenido. Artículo 50. Propósitos de los colegios de profesionistas.6 1250$62),&,$/(60(;,&$1$6 Las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) tienen su sustento en la Ley Federal sobre Metrología y Normalización (LFMN), en la cual se les define así: © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR Las Normas Oficiales Mexicanas son la regulación técnica que establece reglas, especificaciones, atributos, directrices, características o prescripciones aplicables a un producto, proceso, instalación, sistema, actividad, servicio o método de producción u operación, así como aquellas relativas a terminología, simbología, embalaje, marcado o etiquetado y las que se refieran a su cumplimiento o aplicación. Dado que se trata de un tipo de norma del cual la doctrina aún no se ha ocupado, una definición de Norma Oficial sólo puede construirse a partir de su naturaleza o de su regulación; en el primer caso, tal como se mencionó con anterioridad, se configuran como normas jurídicas de carácter técnico, a pesar de ser expedidas por órganos de la administración pública. Conforme a la ley, se trata de normas técnicas cuyo objeto es uniformar determinados procesos, productos o servicios con el fin de proteger la vida, la seguridad y el medio ambiente. En ocasiones, la confusión radica en que se hace una interpretación diferente de las Normas Oficiales Mexicanas: se suele creer que son similares en fuerza jurídica a las leyes, cuando en la práctica son expedidas por dependencias administrativas. Esto genera incertidumbre en el sector médico, donde se llega a suponer que son leyes y se crean en el Congreso de la Unión, cuestión que pone en discusión su legalidad, pues esta figura se convierte en el instrumento que resuelve los problemas y trata de cubrir las inconsistencias y lagunas que se encuentran en la legislación, y a diferencia de la creación o modificación de una ley, la génesis de las Normas Oficiales es más rápida y sin intervención del presidente de la república o el Congreso de la Unión. En la actualidad, las Normas Oficiales Mexicanas han adquirido fuerza dentro del sistema jurídico porque regulan cuestiones técnicas que existen desde alrededor del decenio de 1920-29; sin embargo, hoy en día han surgido demasiadas normas que regulan distintas situaciones, como la actividad médica, que ha sido saturada de regulaciones en diversas especialidades y prácticas, en aras de llenar espacios en la ley con este tipo de normatividades que, como ya se indicó, son más fáciles de crear, en comparación con la promulgación de una ley. Esta situación es delicada debido a que la administración pública actúa con ilegalidad y emite normas para cualquier tipo de actividad, pretendiendo llenar huecos legales; en algunas ocasiones, incluso, se intenta legislar, pues algunas normas establecen derechos y obligaciones para los sujetos específicos a los que van dirigidas, lo que resulta inconstitucional porque, como se ha venido mencionando, el único instrumento donde se pueden establecer prerrogativas y obligaciones es en una ley y sus reglamentos. Pese a lo anterior, en los últimos años las Normas Oficiales han proliferado y regulan situaciones muy diversas, si bien las primeras fueron expedidas por el presidente de la república, haciendo uso de su facultad reglamentaria prevista en el artículo 89 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Una de las principales razones de ser de las Normas Oficiales Mexicanas es de índole práctica, a pesar del procedimiento previsto en la Ley Federal sobre Metrología y Normalización, puesto que se supone que el hecho de regular una determinada situación mediante una NOM se debe, en esencia, a que se trata de un procedimiento expedito, ya que radica en el seno de la administración pública. Por desgracia, encontramos Normas Oficiales Mexicanas que, en realidad, en lugar de contener reglas de carácter técnico legislan estableciendo derechos y obligaciones, extralimitando así su naturaleza y objetivo, previstos en el artículo 40 de la Ley Federal sobre Metrología y Normalización,7 el cual estipula lo siguiente: Artículo 40. Las normas oficiales mexicanas tendrán como finalidad establecer: I. Las características y/o especificaciones que deban reunir los productos y procesos cuando éstos puedan constituir un riesgo para la seguridad de las personas o dañar la salud humana, animal, vegetal, el medio ambiente general y laboral, o para la preservación de recursos naturales; II. Las características y/o especificaciones de los productos utilizados como materias primas o partes o materiales para la fabricación o ensamble de productos finales sujetos al cumplimiento de normas oficiales mexicanas, siempre que para cumplir las especificaciones de éstos sean indispensables las de dichas materias primas, partes o materiales; III. Las características y/o especificaciones que deban reunir los servicios cuando éstos puedan constituir un riesgo para la seguridad de las personas o dañar la salud humana, animal, vegetal o el medio am- ERRNVPHGLFRVRUJ 34 • Tratado de cirugía general (Capítulo 4) las dependencias y se refieran a las materias y finalidades que se establecen en este artículo, sólo podrán expedirse como normas oficiales mexicanas conforme al procedimiento establecido en esta Ley. En el precepto antes citado destaca la palabra obligatorio; como se ha venido indicando, las NOM establecen derechos y obligaciones extralimitando su naturaleza constitutiva; para reforzar esta postura, a continuación se trascribirá un fragmento de la NOM-001-SSA3-20129 para la organización y funcionamiento de residencias médicas, que en los puntos 10 y 11 establece los derechos y obligaciones de los médicos residentes. Como se puede observar, dichos instrumentos establecen derechos y obligaciones para los médicos residentes, lo cual resulta extralimitado, pues las prerrogativas y obligaciones deben estar contenidas en la ley y no en una Norma Oficial. Sin duda, debe existir un nuevo esquema sustentado en una ley que prevea todos estos aspectos y que establezca los parámetros de actuación para cada una de las especialidades médicas existentes; sin embargo, es evidente que resulta más fácil agregar a una NOM cualquier hipótesis que no contemple la ley, trayendo como consecuencia el aumento desmedido de este tipo de instrumentos que han perdido la naturaleza y objetivo para los que fueron creados, ya que ahora las dependencias de la administración pública, conforme a los artículos 43 y 44 de la Ley Federal sobre Metrología y Normalización, se convierten en autoridades legisladoras, función reservada al Poder Legislativo. Otro claro ejemplo se encuentra en la NOM-006SSA3-201110 para la práctica de la anestesiología, que del punto 6 al 6.2 establece lo siguiente: 6. De la práctica de la anestesiología 6.1. Para la práctica de la anestesiología, los prestadores del servicio deberán tener: 6.1.1. Título de médico cirujano expedido por una institución educativa perteneciente al Sistema Educativo Nacional; 6.1.2. Cédula profesional, expedida por la autoridad educativa competente; 6.1.3. Certificado de especialización en Anestesiología, expedido por una institución de enseñanza superior o de salud reconocida oficialmente; 6.1.4. Cédula de especialista, expedida por las autoridades educativas competentes; 6.2. Si los estudios se realizaron en el extranjero, deberá contar con la revalidación, emitida por la autoridad o institución educativa competente, además de contar con los requisitos establecidos en los numerales 6.1.2 y 6.1.4 de esta norma. Como se puede observar en la NOM-006-SSA3-2011, se incluyen los requisitos profesionales para la práctica de la anestesiología, lo que lleva a cuestionar la existencia de la Ley General de Profesiones y las legislaciones respectivas para cada estado, así como el artículo 5 constitucional, que parece olvidado, pues si la ley no contempla los requisitos específicos para el ejercicio de una profesión u especialidad, no lo puede hacer una Norma Oficial. ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR biente general y laboral o cuando se trate de la prestación de servicios de forma generalizada para el consumidor; IV. Las características y/o especificaciones relacionadas con los instrumentos para medir, los patrones de medida y sus métodos de medición, verificación, calibración y trazabilidad; V. Las especificaciones y/o procedimientos de envase y embalaje de los productos que puedan constituir un riesgo para la seguridad de las personas o dañar la salud de las mismas o el medio ambiente; VI. (Se deroga) Fracción derogada DOF 20-05-1997; VII. Las condiciones de salud, seguridad e higiene que deberán observarse en los centros de trabajo y otros centros públicos de reunión; VIII. La nomenclatura, expresiones, abreviaturas, símbolos, diagramas o dibujos que deberán emplearse en el lenguaje técnico industrial, comercial, de servicios o de comunicación; IX. La descripción de emblemas, símbolos y contraseñas para fines de esta Ley; X. Las características y/o especificaciones, criterios y procedimientos que permitan proteger y promover el mejoramiento del medio ambiente y los ecosistemas, así como la preservación de los recursos naturales; XI. Las características y/o especificaciones, criterios y procedimientos que permitan proteger y promover la salud de las personas, animales o vegetales; XII. La determinación de la información comercial, sanitaria, ecológica, de calidad, seguridad e higiene y requisitos que deben cumplir las etiquetas, envases, embalaje y la publicidad de los productos y servicios para dar información al consumidor o usuario; XIII. Las características y/o especificaciones que deben reunir los equipos, materiales, dispositivos e instalaciones industriales, comerciales, de servicios y domésticas para fines sanitarios, acuícolas, agrícolas, pecuarios, ecológicos, de comunicaciones, de seguridad o de calidad y particularmente cuando sean peligrosos; XIV. (Se deroga) Fracción derogada DOF 20-05-1997; XV. Los apoyos a las denominaciones de origen para productos del país; XVI. Las características y/o especificaciones que deban reunir los aparatos, redes y sistemas de comunicación, así como vehículos de transporte, equipos y servicios conexos para proteger las vías generales de comunicación y la seguridad de sus usuarios; XVII. Las características y/o especificaciones, criterios y procedimientos para el manejo, transporte y confinamiento de materiales y residuos industriales peligrosos y de las sustancias radioactivas; y XVIII. Otras en que se requiera normalizar productos, métodos, procesos, sistemas o prácticas industriales, comerciales o de servicios de conformidad con otras disposiciones legales, siempre que se observe lo dispuesto por los artículos 45 a 47. Los criterios, reglas, instructivos, manuales, circulares, lineamientos, procedimientos u otras disposiciones de carácter obligatorio que requieran establecer Marco jurídico de la práctica de la medicina • 35 &2167,78&,21$/,'$''(/$61250$6 2),&,$/(60(;,&$1$6 Las Normas Oficiales Mexicanas han sido emitidas en la actualidad de manera desmedida, como una suerte de disposiciones jurídicas cada vez más comunes y aceptadas, a las que no se les cuestiona su origen, su naturaleza jurídica, su posición jerárquica dentro del sistema jurídico mexicano, ni su obligatoriedad y, sobre todo, su constitucionalidad. La Constitución puede ser entendida como un conjunto de normas a las que está sujeta la creación de todas las demás por parte de los órganos superiores del Estado, lo cual hace necesario reconsiderar los criterios de validez de las normas. En ese sentido, es factible establecer dos niveles de determinación de la validez: © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 1. El nivel formal, donde la validez de la norma depende del seguimiento de los procesos de creación normativa establecidos en la norma superior, y de que dicha norma emane de la autoridad competente. 2. El nivel material, donde el contenido de la norma inferior tiene que adecuarse al contenido de aquella a la que se encuentra subordinada en términos jerárquicos. En atención a lo anterior se puede deducir una inconstitucionalidad formal y otra material de algunas Normas Oficiales Mexicanas. En el primer supuesto se ventilan los vicios procedimentales que pueden ocurrir en la elaboración de las normas; en el segundo se hace referencia al contenido, pues las Normas Oficiales se extralimitan en su objeto principal al no regular sólo cuestiones técnicas. Las Normas Oficiales tienen una razón de ser en el ordenamiento, en virtud de la necesidad de regular cuestiones de alta especificidad técnica que, además, pueden variar de manera constante y rápida, por lo cual se requiere de una respuesta pronta que ni el legislador ni el Poder Ejecutivo pueden dar a tiempo, es por ello que esta tarea se encomienda a las dependencias de la administración pública. No obstante, y a pesar de que la existencia de normas técnicas en México no es una novedad, hay que recordar que existen en la Carta Magna ciertas limitaciones para el ejercicio legislativo: la facultad reglamentaria prevista en el artículo 89, fracción I, ha sido conferida al presidente y no existe previsión que señale que puede ser delegada en la administración pública. Podría pensarse que dicho problema queda superado con la promulgación de la Ley Federal sobre Metrología y Normalización, la cual atribuye a las dependencias dicha función legislativa, pero lo cierto es que a pesar de la “legalidad” de las Normas Oficiales Mexicanas, se cuestiona la constitucionalidad de esta delegación hecha por el legislador, pues rompe con el principio de división de poderes que contiene el artículo 49, cuyas únicas excepciones pueden ser previstas por la propia Constitución. En la Ley Federal sobre Metrología y Normalización el legislador delega en la administración pública la facultad que el Constituyente le confirió al presidente de la república, arrogándose así la competencia del Constituyente Permanente, previsto en el artículo 135. Dicha facultad es atribuida después al titular de la Dirección General de Normas a través del Reglamento Interior de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (hoy Secretaría de Economía), que en este caso opera como una delegación directa de la facultad reglamentaria del presidente al director general de normas, lo cual presenta tres problemas: 1. El legislador la delegó en la Secretaría, por lo que sería competencia del reglamento de la LFMN, en su caso, especificar su ejercicio. 2. El fundamento del Reglamento Interior es la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal y no la LFMN. 3. El presidente no está, se insiste, facultado por la Constitución para delegar el ejercicio de la facultad reglamentaria, ya sea de forma total o parcial. Además, por haber sido emitidas por órganos de la administración pública federal son actos administrativos, por lo que se debe atender a su contenido; en consecuencia, son prescripciones técnicas dirigidas al grueso de sujetos a quienes es aplicable, y se componen de supuestos abstractos e impersonales, por lo tanto, se trata de auténticas disposiciones jurídicas generales. No obstante, no hay que cometer el error de pensar que por ello pueden las Normas Oficiales Mexicanas contener reglas de conducta, pues ésa no es su naturaleza.8 El objeto de las Normas Oficiales Mexicanas es regular cuestiones técnicas, establecer especificaciones con alto grado de precisión para cumplir las obligaciones asentadas en los reglamentos o en la ley. Por lo mismo, su función no es ni puede ser reglamentar disposiciones de ley, no pueden señalar obligaciones a los particulares ni conceder derechos o permisos; sólo pueden referirse a obligaciones previstas en leyes y reglamentos y especificarlas. Quizá por la propia amplitud de la definición de Normas Oficiales Mexicanas, dada por la Ley Federal sobre Metrología y Normalización, existe un universo tan amplio de las mismas, pues en muchas ocasiones han sido utilizadas como auténticos instrumentos de reglamentación, cuando sólo deberían especificar cuestiones técnicas. La NOM es “la regulación técnica de observancia obligatoria expedida por las dependencias competentes, conforme las finalidades establecidas en el artículo 40, que establece reglas, especificaciones, atributos, directrices, características o prescripciones aplicables a un producto, proceso, instalación, sistema, actividad, servicio o método de producción u operación, así como aquellas relativas a terminología, simbología, embalaje, marcado o etiquetado y las que se refieran a su cumplimiento o aplicación”. El carácter obligatorio de las Normas Oficiales implica que los profesionales de la salud deben conocer sus especificaciones, pues el desconocimiento de las mismas de ninguna manera significa que se las puede quebrantar. Existen Normas Oficiales de diversos tipos; aquí sólo se destacan las relacionadas con la actividad profesional del médico (cuadro 4-6). Por ejemplo, la NOM del expediente clínico es muy importante porque éste es un documento oficial que se utiliza con fines médicos, docentes, de investigación, estadísticos, administrativos y jurídicos. En este sentido, cuando existan controversias legales será una de las probanzas de mayor peso. En la norma se especifican las características de forma y fondo que debe guardar sin objeción alguna todo registro clínico.11 ERRNVPHGLFRVRUJ 36 • Tratado de cirugía general (Capítulo 4) 12066$ 5HVLGHQFLDVPpGLFDV 12066$ 3DUDODSUiFWLFDGHODKHPRGLiOLVLV 12066$ ([SHGLHQWHFOtQLFR 12066$ $QHVWHVLRORJtD 12066$ 2UJDQL]DFLyQ\IXQFLRQDPLHQWRGHODERUDWRULRVFOtQLFRV 12066$ $WHQFLyQLQWHJUDOGHOVREUHSHVR\ODREHVLGDG 12066$ (GXFDFLyQHQVDOXG&DPSRVFOtQLFRVSDUDODSUHVWDFLyQGHOVHUYLFLRVRFLDO 12066$ 3UHYHQFLyQ\FRQWUROGHODLQIHFFLyQSRUHOYLUXVGHLQPXQRGH¿FLHQFLDKXPDQD 12066$ 3DUDSUHYHQFLyQ\FRQWUROGHODUDELD 12066$ &ULWHULRVSDUDSUR\HFWRVGHLQYHVWLJDFLyQHQVHUHVKXPDQRV 12066$ 3UHYHQFLyQWUDWDPLHQWR\FRQWUROGHORVFiQFHUHVGHFXHOORXWHULQR\GHPDPDHQDWHQFLyQSULPDULD 12066$ 3UHYHQFLyQWUDWDPLHQWR\FRQWUROGHODGLDEHWHVPHOOLWXV 12066$ ,QIUDHVWUXFWXUD\HTXLSDPLHQWRGHKRVSLWDOHV\FRQVXOWRULRVGHDWHQFLyQPpGLFDHVSHFLDOL]DGD 12066$ 9LJLODQFLDHSLGHPLROyJLFD 12066$ $GPLQLVWUDFLyQGHWHUDSLDGHLQIXVLyQ 12066$ 9LJLODQFLDSUHYHQFLyQ\FRQWUROGHODVHQIHUPHGDGHVWUDVPLWLGDVSRUYHFWRU 12066$ 3UHYHQFLyQGLDJQyVWLFR\WUDWDPLHQWRGHOFiQFHUGHPDPD 12066$ 9LROHQFLDLQWUDIDPLOLDUFULWHULRVSDUDSUHYHQFLyQ 1206&) (OHPHQWRVQRUPDWLYRVSDUDODFRQWUDWDFLyQGHVHUYLFLRVGHDWHQFLyQPpGLFDSRUFREURGLUHFWR 12066$ 'LVSRVLFLyQGHVDQJUHKXPDQD\VXVFRPSRQHQWHV Entre lo que se puede resaltar se encuentran las definiciones de atención médica, carta de consentimiento bajo información, establecimientos, expediente clínico, hospitalización, interconsultas, paciente, referencia-contrarreferencia, resumen clínico, urgencia y usuario. En el área médica existen diferentes normas; enseguida serán señaladas algunas de importancia general: &Ï',*2&,9,/ En el Código Civil se reúne el conjunto de preceptos legislativos para las situaciones de carácter civil. Su articulado regula y norma la cotidianidad y convivencia: los principios básicos de la organización social. Existe un Código Civil para el Distrito Federal y territorios, y cada entidad federativa tiene uno propio. A continuación se comentan algunos artículos del documento federal (antes Código Civil para el Distrito Federal), los cuales tienen interés para el médico12 (cuadro 4-7). El capítulo V del cuarto libro versa sobre las obligaciones que nacen de los actos ilícitos. Los artículos 1910 a 1915 tratan de la reparación del daño, y aclaran que el que obrando de manera ilícita o contra las buenas costumbres cause daño a otro está obligado a repararlo, a menos que se demuestre que se produjo por culpa de la víctima. La reparación debe consistir en el restablecimiento de la situación anterior o en el pago de daños y perjuicios. Cuando el daño se cause a personas y produzca la muerte o incapacidad, el grado de reparación se determinará aten- diendo a lo dispuesto en el artículo 514 de la Ley Federal del Trabajo.13 En el artículo 1913, que aborda el tema de la responsabilidad objetiva, se establece que cuando una persona hace uso de mecanismos, instrumentos, aparatos o sustancias peligrosos por sí mismos o por la velocidad con que funcionen, por su naturaleza explosiva o inflamable, por la energía de la corriente eléctrica que conduzcan o por otras causas análogas, está obligada responder por el daño que cause, aunque no obre de modo ilícito, a no ser que demuestre que ese daño se produjo por culpa o negligencia inexcusable de la víctima. En el artículo 1916 se habla del daño moral y se define la afectación que sufre un individuo en sus sentimientos, afectos, creencias, decoro, honor, reputación, vida privada, configuración y aspectos físicos. Asimismo, se hace referencia al &XDGUR±&yGLJR&LYLO $UWtFXOR D 5HSDUDFLyQGHOGDxR 5HVSRQVDELOLGDGREMHWLYDXVRGHREMHWRV SHOLJURVRV 'DxRPRUDO 'HURJDGR ,QFXPSOLPLHQWRGHODVREOLJDFLRQHV 'H¿QLFLyQGHGDxR D ERRNVPHGLFRVRUJ 'H¿QLFLyQGHSHUMXLFLR 'HODSUHVWDFLyQGHVHUYLFLRVSURIHVLRQDOHV © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR &XDGUR±1RUPDV2¿FLDOHV0H[LFDQDV Marco jurídico de la práctica de la medicina • 37 menoscabo ilegítimo de la libertad o integridad física o psíquica de las personas. El título segundo del cuarto libro trata de las modalidades de las obligaciones. El artículo 2104 define el incumplimiento de las obligaciones: “el que estuviere obligado a prestar un hecho y dejare de prestarlo o no lo prestare será responsable de los daños y perjuicios”. En el artículo 2108 se trata del daño: “pérdida en el patrimonio por la falta de cumplimiento de una obligación”. Por último, en el artículo 2109 se establece qué es el perjuicio: “la privación de cualquier ganancia lícita que debiera haberse obtenido con el cumplimiento de la obligación”. Un contrato es un convenio de voluntades elaborado de manera verbal o escrita. Debe estar suscrito por las partes y genera derechos y obligaciones. En el título décimo, sobre el contrato de prestación de servicios, en su capítulo II, acerca de la prestación de servicios profesionales, los artículos 2606 a 2615 no se deben dejar a un lado porque en ellos se define la retribución de común acuerdo, el derecho a exigir los honorarios, la obligación de avisar de modo oportuno cuando no se pueda continuar prestando servicios, y satisfacer los daños y prejuicios cuando no se diere aviso. © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR &Ï',*23(1$/ El Código Penal plasma y tipifica los delitos, así como las sanciones correspondientes. Al igual que el Código Civil, cada entidad federativa tiene su propia legislación en el ámbito penal. Sin embargo, a partir de las modificaciones hechas a los artículos 16 a 22 constitucionales, cambió también el proceso penal, que ahora es acusatorio y oral, y para tal fin se promulgó el 5 de marzo de 2014 el Código Nacional de Procedimientos Penales, con entrada en vigor paulatina, sin exceder del 18 de junio de 2016 para su aplicación en todo el ámbito nacional. Este documento establece las directrices y la función de todas las personas que intervienen en el proceso penal. En los párrafos siguientes se mencionarán los artículos del Código Penal más relevantes para la práctica médica14 (cuadro 4-8). El artículo 7 define el delito como el acto u omisión que sancionan las leyes penales. Los artículos 228 a 230 se relacionan con la responsabilidad profesional. Más adelante, en el capítulo IV, sobre la falsificación de documentos, está el artículo 246, fracción IV, donde se trata del médico que certifica con falsedad que una persona padece una enfermedad u otro impedimento. La usurpación de funciones de profesión se sanciona en el artículo 250, fracción II. Las cuestiones de tipo sexual se encuentran plasmadas en los artículos 259 bis al 266 bis. El título decimonoveno aborda los delitos contra la vida y la integridad corporal, y en su capítulo I, artículo 288, se define lesión: “toda alteración en la salud y cualquier huella material en el cuerpo humano, siempre y cuando sean efectos producidos por una causa externa”. Los siguientes artículos, hasta el 301, tipifican las lesiones. Los artículos 302 y 305 del capítulo II, que versa sobre homicidios, establecen, de manera respectiva, que comete homicidio el que priva de la vida a otro, y que no se tendrá como mortal una lesión cuando la muerte sea resultado de una causa anterior a la lesión y sobre la cual ésta no haya influido, o bien, cuando la lesión se hubiere agravado por causas posteriores, como la aplicación de medicamentos nocivos, operaciones quirúrgicas desgraciadas, excesos o imprudencias del paciente o de los que lo rodearon.14 Es necesario que el médico conozca los criterios legales y jurídicos vinculados con su actividad, ya que ello le permitirá la superación profesional. Además, estará en posición de participar en la elaboración de esos mismos criterios en los colegios respectivos, junto con las autoridades legislativas competentes. Ese conocimiento también le ayudará a respetar y hacer respetar los derechos y obligaciones del paciente y los propios, tanto los profesionales como los humanos, y a mejorar, al mismo tiempo aunque de modo casi imperceptible, su propio código de ética con respecto a sus pacientes, instituciones, colegas y, no menos importante, en relación consigo mismo.15 Al igual que en el ámbito civil, al analizar la actuación médica se toman en cuenta las obligaciones de medios, de seguridad y de resultados, circunstancias de modo, tiempo y lugar, así como la relación causal. Cuando hay responsabilidad penal por la comisión de un delito no siempre debe existir persecución por la justicia penal, pues ciertas causas extinguen la acción penal: muerte del inculpado, perdón del ofendido, reconocimiento de inocencia, indulto, rehabilitación y prescripción. La prescripción depende del tipo de delito.16 &XDGUR±&yGLJR3HQDO $UWtFXOR D 35238(67$ 'H¿QLFLyQGHGHOLWR 5HVSRQVDELOLGDGSURIHVLRQDO $EDQGRQRGHSDFLHQWH &HUWL¿FDFLyQIDOVDGHHQIHUPHGDGHV 8VXUSDFLyQGHIXQFLRQHV ELVD D 'HOLWRVVH[XDOHV /HVLyQ +RPLFLGLR /HVLyQPRUWDO $ERUWR Debido a lo anterior, se propone la existencia de un nuevo esquema jurídico que reglamente de forma debida el actuar médico en cada especialidad, sin establecer situaciones por completo vinculadas al ejercicio profesional en la Ley General de Salud o sin pretender reglamentar de manera rápida a través de Normas Oficiales Mexicanas, lo que mueve a cuestionar para qué existe una Ley General de Profesiones si hay también otros ordenamientos, inconstitucionales desde el punto de vista de su origen, en donde se regula el ejercicio profesional y se establecen requisitos para la práctica médica. ERRNVPHGLFRVRUJ 38 • Tratado de cirugía general (Capítulo 4) &203(7(1&,$6$'48,5,'$6 1. El artículo 4 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece el derecho que tiene todo individuo a la protección de la salud, y también define las bases y modalidades para el acceso a los servicios, al tiempo que determina la concurrencia de la federación y las entidades federativas en materia de salubridad general. 2. El artículo 5 establece el derecho al libre ejercicio de la profesión, señala que a ninguna persona se le podrá impedir dedicarse a la profesión, industria, comercio o trabajo que desee, siempre y cuando sea lícito. También estipula que nadie puede ser privado de la justa retribución de su salario e indica las actividades para cuyo ejercicio se requiere título profesional; asimismo, fija las obligaciones de medios y las competencias de los colegios de profesionistas. 3. Un reglamento es, por definición, un conjunto de disposiciones jurídicas de orden público e interés social que tiene por objeto promover el cumplimiento de la ley. 4. El Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica establece en los artículos 29, 30 bis, 80, 81, 82, 83 y 84 la obligatoriedad de recabar el consentimento informado. 5. “Las Normas Oficiales Mexicanas son las regulaciones de carácter técnico que establecen reglas, especificaciones, atributos, directrices, características o prescripciones aplicables a un producto, proceso, instalación, sistema, actividad, servicio o método de producción u operación, así como aquellas relativas a terminología, simbología, embalaje, marcado o etiquetado y las que se refieran a su cumplimiento o aplicación”. 6. Las Normas Oficiales Mexicanas tienen su sustento en la Ley Federal sobre Metrología y Normalización, en la cual se establece que su objeto es uniformar determinados procesos, productos o servicios con el fin de proteger la vida, la seguridad y el medio ambiente. 7. La inconstitucionalidad de las Normas Oficiales Mexicanas se puede analizar bajo dos criterios: el primero de carácter formal y el segundo de carácter material. En sentido material se presumen los vicios procedimentales que pueden darse durante la elaboración de las normas; en lo formal se aborda el contenido, pues se extralimitan en su objeto principal al no regular sólo cuestiones técnicas. 8. Un contrato es un convenio, ya sea verbal o escrito, suscrito por las partes, que genera derechos y obligaciones. 9. La reparación del daño consiste en el restablecimiento de la situación anterior o en el pago de daños y perjuicios. Cuando el daño se cause a personas y produzca la muerte o incapacidad, el grado de reparación se determinará atendiendo a lo dispuesto en el artículo 514 de la Ley Federal del Trabajo. 10. Delito es el acto u omisión que sancionan las leyes penales. Los delitos que contempla el Código Penal vigente son: responsabilidad profesional, abandono de paciente, certificación falsa de enfermedades, usurpación de funciones, lesiones y homicidio. 5(680(1 Una exigencia actual en la práctica profesional del médico es que éste tenga pleno conocimiento de las leyes que rigen su actividad y el entorno jurídico que la rodea, pues es el responsable de los actos u omisiones en el ejercicio de su labor y se encuentran en sus manos dos de los bienes jurídicos más importantes tutelados por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos: la vida y la salud. Esto es razón suficiente para que exista una legislación dedicada a normar su conducta profesional; no obstante, no existen regulaciones específicas sobre cada especialidad médica, y es importante legislar sobre los derechos, obligaciones y limitantes en cada una de las especialidades, pues hay situaciones que la ley no contempla. Por la falta de propuestas legislativas que regulen a detalle cada especialidad médica han sido introducidas en Normas Oficiales Mexicanas tales cuestiones, lo que resulta inconstitucional, ya que las NOM no pueden establecer derechos y obligaciones porque, a diferencia de las leyes, sólo son una guía para la práctica del médico. ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR En el caso de las NOM lo ideal sería cumplir con el procedimiento para culminar en una ley que establezca como es debido las características, requisitos y procedimientos que debe llenar cada profesionista en su especialidad, y así poder vigilar bien el ejercicio profesional, fijando también los límites del campo de acción de cada especialidad, pero dentro de una nueva ley sobre profesiones o un reglamento de la misma, en donde se incluyan las particularidades y especificaciones de cada profesión sin tener que recurrir a las NOM, que generan confusión porque la generalidad las considera disposiciones obligatorias, pero desconoce su naturaleza jurídica y el grado de jerarquización en que se encuentran al ser expedidas por dependencias públicas, con lo que se han convertido en la actualidad en la llave mágica para reglamentar ciertas situaciones de manera rápida y sin molestar al presidente de la república ni al Congreso.17 La falta de labor legislativa en lo relacionado con el ejercicio profesional, sobre todo en el caso de la Medicina, ha provocado la generación desmedida de Normas Oficiales Mexicanas a través de las cuales se pretende rellenar ese hueco legislativo, imponiendo derechos y obligaciones a los prestadores de servicios médicos, lo que viene a confundir a estos profesionistas en cuanto a la obligatoriedad de dichas normas, pues la mayoría desconoce su naturaleza jurídica. Como se ha señalado, las NOM resultan inconstitucionales debido a que las prerrogativas y obligaciones deben estar sustentadas en una ley específica que regule el actuar profesional del médico dentro de cada especialidad, que establezca los requisitos, parámetros y limitantes de cada especialidad, que produzca certeza jurídica al profesional de la salud al momento de ejercer la Medicina y no como en la actualidad, que genere sólo confusión debido al extenso bagaje jurídico al que se tiene que someter durante su vida profesional.18 Marco jurídico de la práctica de la medicina • 39 5()(5(1&,$6 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. Norma Oficial Mexicana, para la Práctica de la Anestesiología. NOM-006-SSA3-2011. Norma Oficial Mexicana del Expediente Clinico. NOM-004SSA3-2012. Código Civil para el Distrito Federal. Ley Federal del Trabajo. Código Penal para el D. F. en materia de fuero común y para toda la República en material de fuero federal. Dobbler López I. Responsabilidad legal del Médico. Ed. Manual Moderno. 2da ed. 2002. Ortiz-Quezada F: Nuevos modelos médicos. México, McGraw-Hill, 1999. Garza RO: El ejercicio de la medicina y su marco legal: responsabilidad profesional y procedimientos penales, Medicina Universitaria, 2007;9(37). García-Ramírez S: La responsabilidad penal del médico. México, Porrúa-UNAM, 2001. © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 9. Cardenas Gracia Jaime: Introduccion al estudio del Derecho. Instituto de Ciencias Juridicas, Unam, Nostra ediciones. 2009. http:// biblio.juridicas.unam.mx/libros/libro.htm?l=3260 Kelsen H: La garantía jurisdiccional de la constitución. 49-51. http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/1/31/tc.pdf. Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Ley General de Salud. Reglamento de la Ley General de Salud en materia de prestación de servicios de atención médica y Disposiciones Complementarias. 5ta ed. Editorial. Ediciones Fiscales Issef. 2015. Ley Reglamentaria del 5to Constitucional. Ley Federal de Metrología y Normalización. Las Normas Oficiales Mexicanas en el Ordenamiento Jurídico Mexicano. Carla Huerta Ochoa. Revista Jurídica UNAM, www. juridicas.unam.mx. Norma Oficial Mexicana, NOM-001-SSA3-2012 para la Organización y Funcionamiento de Residencias Medicas. ERRNVPHGLFRVRUJ &DStWXOR 5HVSRQVDELOLGDGFLYLOSHQDO\DGPLQLVWUDWLYD Jorge Luis Mariñelarena Mariñelarena, Elena López Gavito 3UHJXQWDVFODYH elementos necesarios, los cuales son de tres tipos: físicos, tecnológicos y humanos, según se señala en el artículo 26 de este reglamento y en las Normas Oficiales Mexicanas. Los recursos físicos comprenden la infraestructura y distribución adecuadas de las áreas, para cada servicio que ofrece algún establecimiento; los recursos tecnológicos e insumos de calidad en todos los servicios y áreas; y el factor humano, es decir, el equipo de salud compuesto por el personal directivo y operativo de establecimientos públicos, sociales o privados, personal que debe ser suficiente e idóneo. De este modo, para que un lugar que ofrece servicios de atención médica funcione de forma adecuada debe contar con todo lo anterior en todos los turnos y en todas las áreas, para cubrir las 24 horas, los 365 días del año. Asimismo, a fin de cumplir con tales obligaciones los espacios en que se presten estos servicios deberán tener un responsable,2 cuyas funciones son las siguientes: ,1752'8&&,Ï1 En México, el artículo 1 de la Ley General de Salud reglamenta el derecho a la protección de la salud que tiene toda persona, en los términos del artículo 4 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se aplica en toda la república y sus disposiciones son de orden público e interés social. El citado artículo establece que los servicios de salud se clasifican en tres tipos: 1. De atención médica 2. De salud pública 3. De asistencia social El primer tipo, la atención médica, se define como el conjunto de servicios que se proporcionan al individuo con el fin de proteger, promover y restaurar su salud, para lo cual podrá apoyarse de medios electrónicos, de acuerdo con las Normas Oficiales Mexicanas.1 El Reglamento de la Ley en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica entiende por servicio de atención médica el conjunto de recursos que interviene de forma sistemática para la prevención, curación y cuidados paliativos de las enfermedades que afectan a los usuarios, así como para la rehabilitación de los mismos, y señala que los establecimientos que presten servicios de esta índole deberán tener los 1. Establecer y vigilar el desarrollo de los procedimientos para asegurar la oportuna y eficiente prestación de los servicios que el establecimiento ofrece, así como para el cabal cumplimiento de la ley y las demás disposiciones aplicables. 2. Atender en forma directa las reclamaciones que se formulen por irregularidades en la prestación de los servicios, ya sea las originadas por el personal del establecimiento o por profesionales, técnicos o auxiliares independientes que en él laboren, sin perjuicio de la responsabilidad profesional en que se incurra. 40 ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 1. ¿Qué es la responsabilidad profesional médica? 2. ¿Qué es la atención médica? 3. ¿En qué consisten las obligaciones de medios? 4. ¿Cuáles son las obligaciones del personal directivo? 5. ¿Cuáles son las obligaciones del personal operativo? 6. ¿Qué se entiende por negligencia, impericia e imprudencia? 7. ¿Cuáles son los criterios que establece la Ley General de Profesiones para elaborar un dictamen médico pericial? 8. ¿Qué derechos tiene un médico cuando se le imputa responsabilidad penal? 9. ¿En qué consiste la responsabilidad civil? 10. ¿Cómo se enfrenta la responsabilidad administrativa? Responsabilidad civil, penal y administrativa • 41 3. Notificar al Ministerio Público y, en su caso, a las demás autoridades competentes, los casos en que se les requieran servicios de atención médica para personas con lesiones u otros signos que se presuman vinculados a la comisión de hechos ilícitos. 4. Contratar, de acuerdo con las Normas Oficiales Mexicanas correspondientes, a personal suficiente e idóneo.3 Como puede apreciarse, el personal directivo tiene múltiples obligaciones que, de ser incumplidas, también generan responsabilidades. Por otro lado, el personal operativo está obligado a poner todos sus conocimientos científicos y recursos técnicos al servicio de su cliente, y para el buen desempeño del trabajo convenido.4 Existe, entonces, la obligación para las instituciones, médicos y, en general, para cualquier persona relacionada con la prestación de servicios de salud, de brindar la atención médica en las condiciones antes descritas; si su actuación no se ajusta a las normas que contemplan la forma en que ésta debe ser proporcionada, dichas personas podrán ser sujetas de responsabilidad jurídica. Es decir, la responsabilidad es compartida por todos aquellos que intervienen en la prestación de los servicios de salud: médicos, enfermeras, intendentes, administrativos, auxiliares y, en su caso, las propias instituciones.5 © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 5(63216$%,/,'$' El concepto de responsabilidad profesional se refiere a la obligación que tienen de responder por sus actos aquellos que ejercen una profesión determinada, entendiéndose por ésta: “la realización habitual a título oneroso o gratuito de todo acto o la prestación de cualquier servicio propio de cada profesión”. Responsabilidad profesional médica es la obligación que tienen los doctores de reparar y satisfacer las consecuencias de los actos, omisiones y errores voluntarios, e incluso involuntarios, dentro de ciertos límites, cometidos en el ejercicio de su profesión.6 El profesionista está obligado a poner todos sus conocimientos científicos y recursos técnicos al servicio de su cliente, así como al desempeño del trabajo convenido,4 de lo cual emerge una obligación legal sancionable en caso de incumplimiento. Para la valoración de esta responsabilidad es necesario saber si se cumplió o no con la obligación, y para ello deben considerarse todos los recursos que intervienen de forma sistemática a fin de prestar la atención médica adecuada y, de hecho, son las instituciones de salud, por medio de su personal directivo, las que deben proporcionarlos. Es aquí donde se delimita la obligación de los prestadores de servicios de salud: cuál le compete al personal directivo, cuál al operativo o particular y, sobre todo, tomar en cuenta el modo, tiempo y lugar donde se llevó a cabo dicha atención médica, ya que es la única forma de tener objetividad respecto al hecho. Actuar de este modo acabaría con la falta de equidad que se comete a diario por opiniones técnico-médicas que son tomadas como dictámenes, ya que en éstas sólo se considera el acto médico y no la atención, siendo aquél un instrumento administrativo pero nunca una prueba admitida en la ley, ya que incumple uno de los elementos objetivos de todo dictamen: modo, tiempo y lugar. Estos conocimientos son indispensables para que el perito practique el dictamen médico pericial.7 Por tal causa es indispensable que el dictamen médico pericial se elabore con la metodología descrita en el artículo 34 de la Ley Reglamentaria del Artículo 5 Constitucional y, por tanto, es obligación del perito tomar en consideración los siguientes enunciados:3 1. Si el profesionista procedió de modo correcto, en el marco de los principios científicos y la técnica aplicable al caso, en general aceptados dentro de la profesión de que se trate. Es decir, aplicar la Lex Artis tomando en consideración el caso en particular, así como el modo, tiempo y lugar de la atención. 2. Si dispuso de los instrumentos, materiales y recursos de otro orden que debieron emplearse, atendidas las circunstancias del caso y el medio en que se presentó el servicio. Esto lleva a analizar si el establecimiento contaba con todo lo necesario para dicha atención, desde equipamiento hasta insumos y personal idóneo; de lo contrario, podría existir una responsabilidad o corresponsabilidad para la institución. 3. Si en el curso del trabajo se tomaron todas las medidas indicadas para obtener éxito. Si se actuó con base en las valoraciones preoperatorias, interconsultas y exámenes de laboratorio y gabinete para el caso en particular. 4. Si se dedicó el tiempo necesario para desempeñar de forma correcta el servicio convenido. Esto es muy importante sobre todo en el sector salud, en donde el exceso de trabajo en ocasiones dificulta tener el tiempo suficiente para cada enfermo. 5. Cualquier otra circunstancia que en el caso especial pudiera haber influido en la deficiencia o fracaso del servicio prestado. Es aquí donde es muy importante valorar las condiciones y conductas del paciente. Es así como se llevaría a cabo una completa valoración de la atención médica brindada y se determinaría cuál de los actores faltó a su obligación de proporcionar los medios adecuados que cada uno, como prestadores de servicios, debe cumplir; también se valoran las condiciones del paciente. Del daño provocado a un enfermo por la acción u omisión del médico al ejercer su profesión, sin que medie intención alguna, o bien, de la conducta clínica incorrecta a consecuencia de la decisión de aplicar un criterio equivocado, se deriva la obligación de responder por los daños ocasionados, y surge cuando se presenta alguno de los siguientes casos:8 1. Negligencia: es el incumplimiento de los elementales principios de la profesión, esto es, que sabiendo lo que se debe hacer, no se haga, o a la inversa, que sabiendo lo que no se debe hacer, se haga. En general ocurre por omisión; por ejemplo, el abandono del enfermo o negarse a atender a un paciente en caso de emergencia. 2. Imprudencia: es afrontar un riesgo sin haber tomado las debidas precauciones para evitarlo, procediendo con apresuramiento innecesario y sin detenerse a pensar en los inconvenientes que resultarán de esa acción u omisión, es decir, consiste en hacer lo que no debería ERRNVPHGLFRVRUJ 42 • Tratado de cirugía general (Capítulo 5) La actualización de cualquiera de las anteriores hipótesis en el ejercicio profesional de la medicina puede dar lugar, como ya fue señalado, a diversos tipos de responsabilidad, cuestión que enseguida se analizará a detalle. Es conveniente describir el tipo de obligaciones que se tienen para con los usuarios de los servicios de atención médica, ya que de ello deriva la responsabilidad de los prestadores de dicho servicio. 2%/,*$&,21(6'(/2635(67$'25(6 '(6(59,&,26'($7(1&,Ï10e',&$ • Obligaciones de medios • Obligaciones de resultados 2%/,*$&,21(6'(0(',26 Son aquellas en las que el profesional de la salud (médico) se obliga a emprender o realizar una actividad sin garantizar un resultado. El médico se libera haciendo lo humanamente posible y sin asegurar un efecto determinado; tan sólo se compromete a poner en práctica la conducta que de ordinario conduce a cierto resultado que, empero, bien puede no producir. Es decir, se compromete a realizar una conducta diligente y prudente orientada a la obtención de un efecto, pero sin asegurarlo.9 Si se demuestra que puso toda su pericia y diligencia en la ejecución de la obligación a su cargo, no puede ser responsabilizado por la falta del resultado. El grueso de las obligaciones del médico son de medios, con lo que éste se libera gracias al aporte de su ciencia y poniendo todos los medios a su alcance para la curación del paciente, aun cuando ésta no se produzca por factores ajenos a su voluntad o ciencia. El médico no puede ser responsabilizado por daños imprevistos o por falta de equipo, instrumental o insumos. El médico está obligado a poner al servicio de los pacientes conocimientos, habilidades y destrezas con el único fin de resolver el problema de salud por el que es consultado. Sin embargo, no puede asegurar la curación. En este sentido, el médico debe apegarse a los tratamientos que la evidencia demuestra son los más efectivos y eficientes. Más aún: debe apegarse a principios éticos.10 A pesar del cumplimiento riguroso de la Lex Artis y de los postulados de una atención médica con calidad, acordes con los conceptos vigentes y con las Guías de Práctica Clínica y las Normas Oficiales Mexicanas, las características propias de cada paciente pueden conducir a resultados diversos e in- clusive a un evento adverso. Los principales factores que deben ser tomados en cuenta como causantes de variabilidad en los diferentes pacientes son:11 • Edad. Hay que tomar en cuenta que con los menores no se realiza un interrogatorio directo ni existe la posibilidad de que describan sus síntomas; con los ancianos, en tanto, además de las posibles dificultades de comunicación debe considerarse que los síntomas se manifiestan con menor claridad o más tarde de lo esperado. • El estado físico y psicológico del paciente, para tener en cuenta daños previos, su capacidad de respuesta al tratamiento, su resistencia ante la agresión que representa la enfermedad y su capacidad inmunológica. • La posibilidad de recuperación de una persona será menor entre mayor sea el nivel de gravedad con que se presente a solicitar atención. • Las enfermedades con las que cursa el paciente (comorbilidades), sobre todo las crónicas, van a interactuar en diferentes formas con el proceso patológico actual. • El tiempo de evolución de la enfermedad o el tiempo sin un tratamiento efectivo actuará siempre en contra del enfermo. • El estado inmunológico puede encontrarse deteriorado como consecuencia del estado nutricional, de la edad, de la existencia de enfermedades debilitantes o de medicamentos inmunosupresores. • Aunque en el caso de las alergias conocidas existe el compromiso del paciente de informarlas y del médico de investigarlas para prever y prevenir un efecto adverso, hay alergias y fenómenos de idiosincrasia desconocidos por el propio paciente, mismos que lo colocan en riesgo de una adversidad o un evento centinela, inesperado e imprevisible, con gravedad variable e inclusive susceptible de producir la muerte. • La participación comprometida del paciente y sus familiares o la ausencia de ella actuará a favor o en contra de una correcta evolución para la recuperación o permitirá una evolución desfavorable que lo lleve al deterioro progresivo y muerte. • Sobre la respuesta al tratamiento, entre un paciente y otro también existen variaciones no previsibles, dependientes de la respuesta personal de cada uno. Así, debe considerarse que con una misma prescripción un paciente puede manifestar intolerancia, un efecto excesivo e inclusive toxicidad, en tanto que en otro el efecto puede ser insuficiente y no se consigue ni siquiera la respuesta esperada. No todos los casos en que se hubiera producido daño al paciente implican responsabilidad médica. Existen condiciones excluyentes de responsabilidad, tales como:12 • Cuando el daño al paciente sea atribuible a la idiosincrasia de éste o a incidentes o accidentes no previsibles. • Cuando el efecto adverso es imputable al padecimiento, ante lo cual el usuario asume el riesgo a través de su consentimiento informado. • Cuando el efecto adverso es causado al actuar para proteger la vida o la integridad corporal del enfermo (principio del bien mayor). ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR ser hecho. Por ejemplo, olvidar instrumental en la cavidad abdominal o transmitir enfermedades contagiosas por falta de asepsia. 3. Impericia: es falta de conocimientos técnicos básicos e indispensables que se deben tener, de manera obligatoria, en determinadas profesiones; es hacer mal lo que debía hacerse bien. Por ejemplo, solicitar al paciente análisis de laboratorio incompletos. Responsabilidad civil, penal y administrativa • 43 Tampoco es el médico el único responsable del daño al paciente como consecuencia del proceso de atención; con frecuencia esa responsabilidad recae en la institución prestadora de los servicios de salud, por las siguientes causas: • Instalaciones y equipamiento insuficientes o con funcionamiento inadecuado. • Desabasto de insumos, insumos inapropiados o de mala calidad. • Selección de personal no calificado o insuficiente. • Suplencia de personal con trabajadores sin la capacitación suficiente. • Servicio de enfermería insuficiente o no calificado. Por todo lo anterior, el médico sólo tiene la obligación de medios y no de resultados. Es en los casos de abogados y médicos donde la distinción de obligaciones de medios y de resultados alcanza su mayor utilidad, porque el resultado último, la curación o la victoria en el juicio, es demasiado aleatoria como para que, ante su falta de consecución, el experto deba responder.5 © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 2%/,*$&,21(6'(5(68/7$'26 En éstas el médico se compromete, en concreto, a la obtención de un resultado determinado; si no se obtiene, aun con la mayor diligencia empleada, existe responsabilidad, a no ser que se demuestre caso fortuito o fuerza mayor. Existen procedimientos como la cirugía estética donde se asegura un resultado y se le da al paciente dicha certeza, por lo que, si no se logra lo prometido, amerita demanda; ello no sucede así con las intervenciones reconstructivas. Otro ejemplo es la cirugía oftalmológica con láser y algunos procedimientos de cirugía menor en donde se puede garantizar un resultado. En términos de jurisprudencia se ha decidido que la ciencia médica tiene sus limitaciones y que en el tratamiento de las enfermedades existe siempre un área que escapa al cálculo más riguroso o a las previsiones más prudentes, todo lo cual obliga a restringir el campo de la responsabilidad.9 7,326'(5(63216$%,/,'$' 352)(6,21$/0e',&$ 5(63216$%,/,'$'3(1$/ Esta responsabilidad supone una afectación a los bienes jurídicos individuales o colectivos y se expresa a través de la comisión de un delito. En el caso de los médicos se afecta la salud al lesionar un órgano o se afecta la vida cuando el paciente fallece. Tanto la lesión como el homicidio imprudencial son delitos tipificados en la ley, y las sanciones pueden ser una simple amonestación, la suspensión del ejercicio profesional y, raras veces, prisión. Las acciones u omisiones delictivas sólo pueden realizarse de forma dolosa o culposa.13 Obra con dolo quien, conociendo los elementos de tipo penal o previendo como posible el resultado típico, quiere o acepta la realización del hecho descrito por la ley; actúa de manera culposa el que produce el resultado típico, que no previó siendo previsible o que previó confiando en que no se produciría, en virtud de la violación a un deber de cuidado, que debía y podía observar según las circunstancias y condiciones personales.14 De lo anterior se deriva que los delitos del médico no son graves porque son de tipo culposo y, por lo tanto, tiene derecho a solicitar su libertad, sólo hay que depositar una fianza y enfrentar el proceso en libertad; es recomendable tener un seguro de responsabilidad profesional que se haga cargo de todos los gastos y de la asesoría en la demanda. También es responsabilidad del médico reparar los daños cometidos por los residentes, internos y enfermeras que actúen bajo sus indicaciones o estén a su cargo, como se verá a continuación. Los delitos cometidos en la práctica médica se encuentran previstos en los códigos penales del país y además existen otros actos punibles en la Ley General de Salud. De manera específica, el Código Penal federal y, siguiendo su ejemplo, la mayoría de los códigos penales de los estados tienen un apartado dedicado a la responsabilidad profesional.15 Artículo 228. Los profesionistas, artistas o técnicos y sus auxiliares serán responsables de los delitos que cometan en el ejercicio de su profesión, en los términos siguientes y sin perjuicio de las prevenciones contenidas en la Ley General de Salud o en otras normas sobre ejercicio profesional, en su caso: I. Además de las sanciones fijadas para los delitos que resulten consumados, según sean dolosos o culposos, se les aplicará suspensión de un mes a dos años en el ejercicio de la profesión o definitiva en caso de reincidencia; y II. Estarán obligados a la reparación del daño por sus actos propios y por los de sus auxiliares, cuando éstos obren de acuerdo con las instrucciones de aquéllos. Es una responsabilidad personal, es decir, quien comete el delito debe responder por él en forma individual, ya sea con multa, suspensión de su cédula profesional o cárcel, esta última no en caso del médico, por ser un delito culposo, no grave. Con respecto a la reparación del daño, puede existir responsabilidad de la institución y ser ésta la que lo repare, si se demuestra que fue omisa en poner a disposición instrumental, equipo, insumos o personal suficiente e idóneo, necesarios en esa atención. Como inculpado, el médico tiene varios derechos, entre ellos presentar su declaración preparatoria en forma oral o escrita y ser asesorado por su defensor. 14 Lo más recomendable es que conteste la demanda por escrito, ya con todos los elementos que obren en el proceso, asesorado por su abogado y el perito profesional, quien le realizará el dictamen pericial que él, como demandado, puede presentar; asimismo, tiene derecho a ser considerado inocente hasta que sea resuelta en definitiva su situación jurídica, y también a presentar testigos y demás pruebas pertinentes.16 5(63216$%,/,'$'&,9,/ Este tipo de responsabilidad requiere la presencia de un daño, el cual debe ser reparado en términos económicos. La respon- ERRNVPHGLFRVRUJ 44 • Tratado de cirugía general (Capítulo 5) • Un hecho ilícito • La existencia de un daño • Un nexo de causalidad entre el hecho y el daño El primer requisito, hecho ilícito, significa que se ha incurrido en una conducta dolosa o culposa. En el caso de los médicos, y como ya se señaló, estos delitos son culposos, es decir, el profesional de la salud ha actuado sin la intención de causar el daño y éste se produjo por imprudencia, negligencia o impericia. El segundo requisito, el daño, puede ser en la persona (lesión u homicidio) o en su patrimonio (lo que gastó para recuperar su salud o lo que dejó de ganar el tiempo que duró la incapacidad), y también se incluye el denominado daño moral, definido como la afectación que alguien sufre en sus sentimientos, afectos, creencias, decoro, honor, reputación, vida privada, configuración y aspectos físicos, o bien, en la consideración que sobre el afectado tienen los demás. Se presumirá que hubo daño moral cuando se vulnere o menoscabe de forma ilegítima la libertad o la integridad física o psíquica de las personas.17 El tercer requisito, la relación de causalidad indispensable para que surja la responsabilidad civil, es la presencia del daño; el juzgador debe determinar la causa que lo produjo y si tiene relación o no con el actuar del profesional, ya que, en ocasiones, obedece a la falta de equipos e insumos o a la tardanza en enviar o subrogar servicios especializados, y en esto nada tiene que ver el profesional médico. Es aquí donde la autoridad se auxilia de peritos profesionales para que le ayuden a determinar qué originó el daño reclamado y son ellos los encargados de determinar la relación causal. Ahora bien, las controversias suscitadas por una presunta responsabilidad civil en la práctica médica se pueden dirimir por vía jurisdiccional, ante un juez civil de primera instancia, o acudiendo a la justicia alternativa, como la Comisión Nacional de Arbitraje Médico o las comisiones estatales, ya sea por vía de la amigable composición o el arbitraje.3 Esta última instancia es voluntaria y posibilita llevar a cabo una conciliación con la parte afectada, lo cual es muy recomendable siempre y cuando se garantice equidad en el proceso; de someterse a un arbitraje, se debe tener absoluta confianza en el árbitro, ya que se firma una aceptación del resultado antes de tenerlo y si resulta desfavorable al médico sólo existe un recurso para manifestar su inconformidad: el amparo. En esta vía civil, la ventaja para el médico es que puede reconvenir o contrademandar al paciente en la misma contestación de la demanda; ya que la ley así lo contempla, si al contestar la demanda se opusiere reconvención, se correrá traslado de ella al actor para que la conteste;18 esto es cuando existe la certeza de no tener responsabilidad y el juez o el árbitro en la misma demanda deberá resolver lo conducente. La contestación de la demanda se hace por escrito y punto por punto, aclarando, negando o enunciando cómo fueron los hechos. Al final se agrega la reconvención con base, también, en el artículo 35 de la Ley Reglamentaria del Artículo 5 Constitucional, el cual menciona en su segundo párrafo que, de no resultar culpable, el cliente deberá pagar los honorarios, los gastos del juicio o procedimiento convencional y los daños que en el prestigio le hubiere causado al profesionista; aunque el procedimiento es llevado a cabo por las comisiones de arbi- traje, esta última cláusula es importante porque es factible que si el paciente no está seguro de su demanda se retracte. 5(63216$%,/,'$'$'0,1,675$7,9$ Es un principio general del Derecho que todo aquel que cause un daño a otro debe resarcirlo. Esta obligación puede tener distinta naturaleza y sujetos a quienes se deba reparar, en función de si se trata de una responsabilidad civil o penal; por la naturaleza y los alcances del servicio público, el compromiso que tienen quienes se desempeñan en él es de tal envergadura que ha dado lugar a una forma de obligación distinta a las tradicionales.20 La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos señala, en los artículos 109 y 110, lo siguiente sobre la responsabilidad administrativa: los servidores públicos y particulares que incurran en responsabilidad frente al Estado serán sancionados. Así, la responsabilidad administrativa de los servidores públicos surge como consecuencia del actuar ilícito de un funcionario, diferenciando a esa responsabilidad de las penales y de las civiles a que también está sujeto.21 I. La comisión de delitos por parte de cualquier servidor público será perseguida y sancionada en los términos de la legislación penal; y II. Se aplicarán sanciones administrativas a los servidores públicos por los actos u omisiones que afecten la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia que deban observar en el desempeño de sus empleos, cargos o comisiones. Los procedimientos para la aplicación de las sanciones mencionadas se desarrollarán autónomamente. No podrán imponerse dos veces por una sola conducta sanciones de la misma naturaleza. Este tipo de responsabilidad puede operar con independencia de que se cause o no un daño en la salud, y se presenta cuando se infringen algunos de los preceptos establecidos en la Ley General de Salud o en sus reglamentos, aplicando, de manera particular, el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica, que regula los derechos y obligaciones de los usuarios y establece las disposiciones para la prestación de servicios de consultorios, de hospitales, de atención materno-infantil, de planificación familiar, de salud mental, rehabilitación, diagnóstico y tratamiento, en los ámbitos público, privado o social. El artículo 416 de la Ley General de Salud menciona que las violaciones a los preceptos de la ley, sus reglamentos y demás disposiciones que emanen de ella, serán sancionadas en términos administrativos por las autoridades sanitarias, sin perjuicio de las penas que correspondan cuando sean constitutivas de delitos. Los tipos de sanciones son enunciadas en el artículo 417 del mismo ordenamiento: I. Amonestación con apercibimiento. II. Multa. III. Clausura temporal o definitiva, que podrá ser parcial o total. IV. Arresto hasta por 36 horas. ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR sabilidad civil requiere la concurrencia de los siguientes requisitos: Responsabilidad civil, penal y administrativa • 45 Los profesionales de la salud que laboren en el sector público se encuentran sujetos, además, a la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, cuyo artículo 13 señala que las sanciones pueden consistir en: I. Amonestación privada o pública. II. Suspensión del empleo, cargo o comisión por un periodo no menor de tres días ni mayor a un año. III. Destitución del puesto. IV. Sanción económica. V. Inhabilitación temporal para desempeñar empleos, cargos o comisiones en el servicio público. © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR Los servidores públicos de base y los de confianza reciben diferente trato en las instancias que han de evaluar su responsabilidad; la ley estipula lo siguiente: “La ejecución de las sanciones administrativas impuestas en resolución firme se llevará a cabo de inmediato en los términos que disponga la resolución. La suspensión, destitución o inhabilitación que se impongan a los servidores públicos de confianza surtirán efectos al notificarse la resolución y se considerarán de orden público. Tratándose de los servidores públicos de base, la suspensión y la destitución se sujetarán a lo previsto en la ley correspondiente”.19, 22 Por tal razón, estos últimos seguirán los causales que se contemplan en la Ley Federal del Trabajo, apartados A o B, según el caso, ya que en su artículo 3 la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos menciona a las juntas de conciliación y arbitraje como entes facultados para llevar a cabo dichas sanciones; así, las autoridades competentes para aplicar la citada ley serán: I. Las Cámaras de Senadores y Diputados del Congreso de la Unión. I bis. I bis. La Asamblea Legislativa de la Ciudad de México. II. La Secretaría de Contraloría y Desarrollo Administrativo. III. Las dependencias del Ejecutivo Federal. IV. El órgano ejecutivo local del Gobierno de la Ciudad de Mexico. V. (Se deroga). VI. El Consejo de la Judicatura de la Ciudad de México. VII. El Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa. VIII. Los tribunales del trabajo, en los términos de la legislación respectiva. IX. Los demás órganos jurisdiccionales que determinen las leyes. En común que los servidores públicos de base desconozcan esta disposición y sean sometidos a un proceso largo, tedioso e injusto a través de las instancias administrativas, ya que, como menciona esta ley, la suspensión y la destitución se sujetarán a lo previsto en la Ley Federal del Trabajo, apartados A o B del artículo 123 constitucional. Cuando estos trabajadores son suspendidos o rescindidos casi siempre son reinstalados al contratar un abogado laboral, debido a lo que a continuación se menciona: Ningún trabajador podrá ser cesado sino por justa causa. En consecuencia, el nombramiento o designación de los trabajadores sólo dejará de surtir efectos sin responsabilidad para los titulares de las dependencias por las siguientes causas: • Por resolución del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, en los casos siguientes: 1. Cuando el trabajador incurriere en faltas de probidad u honradez o en actos de violencia, amagos, injurias o malos tratamientos contra sus jefes o compañeros o contra los familiares de unos u otros, ya sea dentro o fuera de las horas de servicio. 2. Cuando faltare por más de tres días consecutivos a sus labores sin causa justificada. 3. Por destruir intencionalmente edificios, obras, maquinaria, instrumentos, materias primas y demás objetos relacionados con el trabajo. 4. Por cometer actos inmorales durante el trabajo. 5. Por revelar los asuntos secretos o reservados de que tuviere conocimiento con motivo de su trabajo. 6. Por comprometer con su imprudencia, descuido o negligencia la seguridad del taller, oficina o dependencia donde preste sus servicios o de las personas que allí se encuentren. 7. Por desobedecer reiteradamente y sin justificación las órdenes que reciba de sus superiores. 8. Por concurrir, habitualmente, al trabajo en estado de embriaguez o bajo la influencia de algún narcótico o droga enervante. 9. Por falta comprobada de cumplimiento a las condiciones generales de trabajo de la dependencia respectiva. 10. Por prisión que sea el resultado de una sentencia ejecutoria. En los casos a que se refiere esta fracción, el jefe superior de la oficina respectiva podrá ordenar la remoción del trabajador que diere motivo a la terminación de los efectos de su nombramiento, a oficina distinta de aquella en que estuviere prestando sus servicios, dentro de la misma entidad federativa cuando esto sea posible, hasta que sea resuelto en definitiva el conflicto por el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje21, y sólo entonces deberá ser suspendido o inhabilitado el servidor público de base.22 Al realizar su actividad profesional, las instituciones de salud y los facultativos deberán cumplir con todas y cada una de las obligaciones establecidas en el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica, que al efecto dispone la forma y condiciones en que dicho servicio deberá ser prestado.5 La responsabilidad es compartida por directivos y administrativos, porque son ellos los que tienen que aportar los recursos físicos, tecnológicos y humanos que requiere la atención médica, según el artículo 26 de este reglamento, así como personal suficiente e idóneo en todos los turnos, de acuerdo con el artículo 21 del mismo ordenamiento. Por ello, al dejar de aportar dichos recursos serían omisos en la prestación de servicios de atención médica y, por lo tanto, también objeto de responsabilidad. ERRNVPHGLFRVRUJ (Capítulo 5) &203(7(1&,$6$'48,5,'$6 1. La responsabilidad profesional médica es la obligación que tienen los profesionales de la salud de reparar y satisfacer las consecuencias de los actos, omisiones y errores voluntarios e involuntarios, incluso, dentro de ciertos límites, cometidos en el ejercicio de su profesión. 2. La atención médica se entiende, según el artículo 32 de la Ley General de Salud, como el conjunto de servicios que se proporcionan al individuo con el fin de proteger, promover y restaurar su salud; un servicio de atención médica es el conjunto de recursos de tres tipos: físicos, tecnológicos y humanos. Los recursos físicos se refieren a la infraestructura y distribución adecuada de las áreas en cada servicio que ofrece algún establecimiento, los tecnológicos al equipamiento e insumos de calidad en todos los servicios y áreas del mismo y los humanos al equipo de salud, compuesto por el personal directivo y operativo de establecimientos públicos, sociales o privados, personal que debe ser suficiente e idóneo. 3. Las obligaciones de medios son aquellas en las que el médico se obliga a realizar una actividad sin garantizar un resultado; hace todo lo posible, pero sin asegurar un efecto determinado, tan sólo se compromete a poner en práctica la conducta que de ordinario conduce a un determinado resultado, pero que bien puede no producirlo. Es decir, se compromete a realizar una conducta diligente y prudente orientada a la obtención de un efecto, pero sin asegurarlo. 4. El personal directivo está obligado a establecer y vigilar el desarrollo de procedimientos para asegurar la oportuna y eficiente prestación de los servicios que el establecimiento ofrezca, así como para el cabal cumplimiento de la Ley General de Salud y las demás disposiciones aplicables; asimismo, deben atender en forma directa las reclamaciones que se formulen por irregularidades en la prestación de los servicios y notificar al Ministerio Público en casos violentos o cuando se sospeche un delito (artículo 19 del Reglamento en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica de la Ley General de Salud). 5. El personal operativo está obligado a poner todos sus conocimientos científicos y recursos técnicos al servicio de su cliente, así como al desempeño del trabajo convenido. 6. La negligencia puede definirse como el incumplimiento de los elementales principios inherentes al arte o profesión, esto es, que sabiendo lo que se debe hacer no se hace, o a la inversa, que sabiendo lo que no se debe hacer se hace. La impericia es la falta de conocimientos técnicos básicos e indispensables para ejecutar determinada arte o profesión. La imprudencia es lo opuesto a la prudencia: es afrontar un riego sin haber tomado las debidas precauciones para evitarlo, procediendo con apresuramiento innecesario y sin detenerse a pensar los inconvenientes que resultarán de esa acción u omisión. 7. Los criterios para la realización de un dictamen pericial se encuentran señalados en el artículo 34 de la Ley Reglamentaria del Artículo 5 Constitucional; es deber del perito tomar en consideración los siguientes enunciados de la misma: a) Si el profesionista procedió de forma correcta, dentro de los principios científicos y la técnica aplicable al caso, en general aceptados dentro de la profesión de que se trate. b) Si dispuso de los instrumentos, materiales y recursos de otro orden que debieron emplearse, atendidas las circunstancias del caso y el medio en que se presente el servicio. c) Si en el curso del trabajo se tomaron todas las medidas indicadas para obtener éxito. d) Si se dedicó el tiempo necesario para desempeñar de modo correcto el servicio convenido. e) Cualquier otra circunstancia que en el caso especial pudiera haber influido en la deficiencia o fracaso del servicio prestado. 8. Un médico al que se le ha imputado responsabilidad penal tiene varios derechos. De acuerdo con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, uno de ellos es presentar su declaración preparatoria en forma oral o escrita y ser asesorado por un defensor. Lo más recomendable es contestar la demanda por escrito, ya con todos los elementos que obren en el proceso, asesorado por su abogado y el perito profesional, quien le realizará el dictamen pericial; también tiene derecho a ser considerado inocente hasta que sea resuelta en definitiva su situación jurídica, así como a presentar testigos y todas las pruebas pertinentes. 9. La responsabilidad civil requiere que exista un daño, el cual puede ser físico, moral o patrimonial, y debe ser reparado en términos económicos. Existen dos vías para resolver la controversia: la jurisdiccional, mediante un juez civil que determina la cuantía, o la conciliatoria o arbitral en las Comisiones Nacional o Estatales de Arbitraje Médico. Esta segunda vía tiene la ventaja de poder contrademandar al paciente en caso de no tener responsabilidad, como lo mencionan el artículo 155 del Código Federal de Procedimientos Penales y el artículo 35 de la Ley Reglamentaria del Artículo 5 Constitucional. En ocasiones la responsabilidad obedecerá a la falta de instrumental e insumos, por lo que no será imputable al médico. 10. La responsabilidad administrativa se enfrenta de acuerdo a la relación laboral que en el caso concreto se presente, ya que los servidores públicos de base y los de confianza reciben diferente trato en cuanto a las instancias que han de evaluarlos. En este sentido, la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos, en su artículo 30, menciona que la ejecución de las sanciones administrativas impuestas en resolución firme se llevará a cabo de inmediato en los términos que disponga la resolución. La suspensión, destitución o inhabilitación que se imponga a los servidores públicos de confianza surtirá efectos al notificarse y se considerará de orden público. Tratándose de servidores públicos de base, la suspensión y la destitución se sujetarán a lo previsto en la ley correspondiente, que es la Ley Federal del Trabajo. ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 46 • Tratado de cirugía general Responsabilidad civil, penal y administrativa • 47 5(680(1 La responsabilidad en que incurre el equipo de salud es diversa: penal, civil, administrativa y en ocasiones hasta laboral. El equipo de salud enfrenta obligaciones, y de no cumplirlas incurre en negligencia, impericia o imprudencia, las cuales tienen implicaciones legales en las vías antes enunciadas, ya sea en la medicina privada o en el sector público. La Ley General de Salud y su Reglamento de Atención Médica imponen obligaciones para el personal directivo y operativo de los establecimientos de atención médica y las sanciones en las que incurren al no cumplirlas, derivando esto en responsabilidad penal, con prisión, inhabilitación del ejercicio profesional o multa; en la vía civil con el aspecto económico, al tener que reparar los daños y perjuicios causados, ya sean físicos, patrimoniales o morales; en la vía administrativa con amonestación, multa e inhabilitación para ejercer empleos, cargos o comisiones en el sector público; y en la laboral, desde una llamada de atención hasta la desvinculación laboral. 5()(5(1&,$6 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 11. 12. Ley General De Salud. Art. 32. Última Reforma Publicada En: El Diario Oficial De La Federación. El día 20 de abril del 2015. Reglamento de la Ley General De Salud en Materia de Prestación DE Servicios de Atención Médica. Art. 19. Última Reforma Publicada en: el Diario Oficial de la Federación. El día 24 de abril de 2014. Maite AG: La imparcialidad del dictamen pericial como elemento del debido proceso. Revista chilena de derecho, 2011;38(2):371-378. Ley Reglamentaria Del Art.5to Constitucional Relativo al ejercicio de las profesiones en el Distrito Federal. Art. 33. Publicada En: El Diario Oficial De La Federación. El día 19 de agosto de 2010. Sánchez CO: La Responsabilidad Profesional de los prestadores del Servicio Médico, Marco Jurídico para la resolución de controversias en la Legislación Mexicana. Medicina Universitaria 2001;3: 97-105. Carrillo Fl: La Responsabilidad Profesional Del Médico En México, Ed. Porrúa. S.A. de C.V., 2005:17. Mariñelarena MLJ: Responsabilidad Profesional del Médico. Cirujano General, 2011;33. Santamaría-Benhumea et al.: Aspectos legales del error médico en México. Rev. 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Art. 155.Última Reforma Publicada en el Diario Oficial de la Federación. 29122014. Constitución Política De Los Estados Unidos Mexicanos. Art 20. Última Reforma Publicada en el Diario Oficial de la Federación. Última reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación. El día 22 mayo de 2015. Código Civil federal. Art 1916. Últimas reformas publicadas Diario Oficial de la Federación. El día 24 de diciembre de 2013. Código Federal de Procedimientos Civiles. Art.333. Última reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación 09042012. Ley Federal De Responsabilidades Administrativas De los Servidores Públicos. Art 30. Última reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación. 14072014. Muller Creel, Oscar A: La responsabilidad civil del servidor público en el combate a la corrupción. Rev. mex. cienc. polít. soc[online]. 2012, vol.57, n.214 [citado 2016-06-09], pp.165-185. 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ERRNVPHGLFRVRUJ Capítulo 6 Expediente clínico como medio de prueba Abraham Amiud Dávila Rodríguez, Elena López Gavito Preguntas clave 1. ¿Qué es el expediente clínico? 2. ¿Cuál es la Norma Oficial Mexicana que regula la estructura, elaboración y manejo del expediente clínico? 3. ¿Cuál es la relevancia del expediente clínico en un proceso legal? 4. ¿Cuáles son las facetas del expediente clínico? 5. ¿Cuáles son tres beneficios importantes del expediente clínico electrónico? 6. ¿En qué reglamento encuentra el expediente clínico su marco normativo? 7. ¿Cómo debe expresarse una nota médica dentro del expediente clínico? 8. ¿Quiénes son autoridades competentes para solicitar el expediente clínico? 9. ¿Cuál es el periodo mínimo de conservación de un expediente clínico? 10. ¿Cuál es el criterio actual de la Suprema Corte de Justicia de la Nación respecto al expediente clínico? El expediente clínico es el conjunto de documentos de toda índole, en los que el personal de salud deberá hacer los registros, anotaciones y certificaciones del modo, tiempo y lugar en que se desarrolla la intervención y evolución en la salud de un paciente, con arreglo a las disposiciones sanitarias. Su marco normativo se encuentra en el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica (arts. 29, 30, 32, 37, 80, 81, 83);1 su estructura, elaboración y manejo, dentro la Norma Oficial Mexicana del Expediente Clínico (NOM-004-SSA3-2012),2 con lo que se convierte en un instrumento para regular y orientar al desarrollo una cultura de la calidad que permita los usos médico, jurídico, administrativo, estadístico y de enseñanza, investigación y evaluación, pero que, al mismo tiempo, plantea la necesidad de que los profesionales, técnicos y auxiliares de las disciplinas para la salud registren sus servicios en beneficio del usuario. El profesional de la salud tiene el deber de contar con un registro de datos de todo aquello que puede ser útil para la atención médica a un paciente, desde lo indispensable para obtener un diagnóstico íntegro y certero, hasta lo necesario para iniciar, continuar o modificar un tratamiento médico o quirúrgico, siempre con la finalidad de recuperar la salud de los usuarios de los servicios de atención médica. No obstante, al tratarse de un documento tan rutinario para los médicos, se incurre con frecuencia en omisiones de datos y registros, lo LA RELEVANCIA DEL EXPEDIENTE CLÍNICO EN LOS PROCESOS LEGALES El expediente clínico es considerado una prueba documental, aun cuando lo integren, en parte, estudios que son videograbados, como los endoscópicos, imágenes como radiografías, ultrasonidos, etc., que al formar parte del expediente clínico son considerados una prueba integral “documental”, a no ser que se aporten de manera independiente al expediente clínico, caso en el cual cada uno tendría su propia naturaleza. En ese orden de ideas, es la prueba documental de mayor relevancia en un proceso legal, ya sea para desvirtuar o, en su caso, acreditar la presunta responsabilidad del profesional de la salud, ya que en este documento se anota todo el historial médico y cada una de las acciones y atenciones que se realizan a un paciente, incluso de modo cronológico. Por tanto, el expediente clínico es al médico lo que la bitácora de vuelo a un piloto, es el récord escrito y gráfico de la atención médica y la evolución del paciente, en el que se sustenta y funda la toma de decisiones del profesional de la salud para la atención del enfermo.4 48 ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. que repercute de manera directa e importante en el resultado de la atención, y el profesional de la salud puede, en muchos casos, verse implicado en un problema de índole legal; de ahí la importancia que tiene la elaboración adecuada del historial clínico dentro de un procedimiento administrativo o jurisdiccional como medio de convicción.3 INTRODUCCIÓN © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Expediente clínico como medio de prueba • 49 Es posible distinguir dos grandes facetas del expediente clínico: 1) El registro de las acciones y atenciones del personal de salud; y 2) La evolución del paciente ante esas acciones médicas. El segundo punto da sustento al primero, dicho de otra forma, la evolución del paciente ante una acción médica funda y sustenta el tipo de acción que se va realizando; por ejemplo, si la evolución de un paciente no es buena ante una determinada acción médica, el profesional de la salud tiene el deber de cambiar o modificar su tratamiento, debiendo sustentarlo, pero si, por el contrario, la evolución del paciente es buena, tiene la obligación de continuarlo; sólo es posible advertir lo anterior mediante los registros adecuados, tanto de las acciones médicas como de la evolución del paciente, mismos que construyen de manera integral el expediente clínico. Cabe resaltar que no basta con elaborar los registros, sino que es necesario que el profesional de la salud los lea e interprete de forma adecuada para evitar, por ejemplo, el caso de un registro médico donde se asienta que un paciente reporta alergia a determinado medicamento, pero el doctor omite la lectura del expediente clínico e indica el suministro y aplicación de tal medicamento. Entonces, es fundamental no sólo elaborar los registros, sino saber leerlos e interpretarlos, dado que repercuten en la salud de las personas. Asimismo, cabe señalar que los registros en el expediente clínico (tanto de las acciones médicas como de la evolución del paciente) sustentan el actuar del profesional de la salud momento a momento, y por ello se convierten en una prueba vital en un proceso legal, ya que en un contexto jurídico se le pediría a un profesional de la salud que adoptare o no determinadas acciones médicas (Lex Artis), en función de la información que del paciente tiene, el estado del mismo y las herramientas e insumos con los que cuente, todo lo cual debe encontrarse registrado en esa bitácora; no contar con la información o tenerla incompleta resulta trascendental para demostrar algo relacionado con el pasado estado de salud del paciente.5 Existe otra clasificación de expedientes clínicos, que también influyen y son valorados en los procesos legales: los generados en la atención médica privada y los derivados de la atención médica institucional. Los primeros, al ser elaborados en el marco de una relación jurídica entre particulares, regulada por el derecho civil, adquieren el valor de una prueba documental privada, la cual es aportada por una de las partes (el profesional de la salud o el hospital), y por ende requieren ser reconocidos por la contraparte, salvo en el caso de que deba hacerse por el inculpado, el que en forma alguna podrá ser compelido. De su lado, los elaborados en instituciones públicas adquieren un mayor valor: el de la prueba documental pública, pues al ser registrados por servidores públicos y en organizaciones públicas tienen eficacia jurídica plena, esto es, sólo admiten prueba en contrario cuando se hace valer su impugnación de señalarse como falsos, pidiendo su cotejo por el servidor público que lo realizó o de las formas previstas en la ley; sin embargo, el valor que tienen en un procedimiento legal es diferente. El expediente clínico se transforma en un documento jurídico especial para el análisis de un caso legal, pues su lectura e interpretación escapa del conocimiento común del agente del Ministerio Público, juez o autoridad, quienes, por ello, deben apoyarse en peritos especializados, es decir, profesionales de la salud expertos en la materia que se trate, que puedan ayudar al juzgador a determinar con base en el expe- diente clínico y otras constancias (aunque en su mayoría sólo dictaminan con base en el expediente clínico), si la atención médica fue congruente con el estado de salud del paciente, y si fue adecuada o no la atención del profesional de la salud; de hecho, siempre que para el examen de alguna persona u objeto se requieran conocimientos especiales, se procederá con intervención de peritos. El perito tiene la obligación de allegarse de aquellos elementos que le sean necesarios para investigar, lo cual puede ser denominado congruencia de la atención médica, esto es, si de acuerdo con la información del paciente y su evolución médica el profesional de la salud fue ejecutando las acciones y decisiones médicas adecuadas tendientes a restaurar la salud del paciente. Aquí hay, no obstante, elementos que rara vez se registran en el expediente y muy rara vez analizan los peritos y, por ende, los jueces, pero que ocurren con mayor frecuencia que la deseable: 1) La falta de insumos para la adecuada atención médica; 2) La falta de infraestructura hospitalaria; y 3) La falta de recursos humanos para la salud, todo lo cual repercute en la atención médica y no se registra en los expedientes clínicos. Por lo que respecta a los insumos, es bien sabido que en el ámbito institucional la atención médica se sujeta a un cuadro básico de medicamentos; no obstante, no existe suministro en todas las instituciones y es frecuente que no haya insumos ni materiales para la atención médica, lo que retarda la atención y, por ende, deteriora la salud del paciente. Es entonces cuando el médico asume por completo la carga de recuperar la salud del enfermo, pero, de nueva cuenta, esto no se registra, como debería ocurrir, pues habría que consignar no sólo la falta de determinados insumos, sino la repercusión que ello va teniendo en la salud de los pacientes, muchas veces irrecuperables. Al igual que con la carencia de insumos, en el caso de la falta de infraestructura hospitalaria ocurre que el paciente acude a un centro hospitalario y éste no cuenta con el equipo mínimo indispensable que la normatividad establece. Es la Norma Oficial Mexicana NOM-016-SSA3-20126 la que indica los requisitos mínimos de infraestructura y equipamiento de hospitales y consultorios de atención médica especializada; sin embargo, el profesional de la salud no suele registrar la carencia de las herramientas que necesita para realizar los procedimientos médicos que requiere el paciente ni cómo esta situación repercute en la salud del usuario. Esto es importante porque al ser el caso analizado por un perito, pareciera que éste supone (pues no se registra lo contrario) que la atención médica fue proporcionada en un hospital ejemplar, que cuenta con todo lo necesario y equipo de vanguardia, indispensables para la atención médica. En cuanto a la falta de recursos humanos para la salud, sucede que en los hospitales con servicio de urgencias no se cuenta con un médico permanente, y mucho menos con un especialista en urgencias médicas, como lo indica la NOM027-SSA3-2013, sobre regulación de los servicios de salud,7 que establece los criterios de funcionamiento y atención en los servicios de urgencias de los establecimientos para la atención médica. El caso de los servicios de obstetricia es también ilustrativo, pues la Organización Mundial de la Salud8 recomienda un número determinado de pacientes por médico, y éste es sobrepasado por mucho. En ambos ejemplos destaca la ausencia de registros, lo que, por supuesto, repercute en la ERRNVPHGLFRVRUJ (Capítulo 6) atención médica, pero los peritos hacen su análisis con base en el expediente clínico, que es estudiado como si sólo se hubiera tenido a ese paciente en el área de tococirugía, por citar el segundo de los casos, o como si el médico que trató la urgencia fuera un urgenciólogo. Por tanto, todo debe ser registrado en los expedientes clínicos, para conocer la verdadera causa de la adecuada o inadecuada atención y realizar un estudio minucioso de los factores que intervinieron desde el inicio hasta el final. Sólo con un buen registro será posible emitir un dictamen médico-pericial lo más acercado a la realidad, así como determinar si la atención médica fue la adecuada y si el profesionista se condujo conforme a la Lex Artis o, en caso contrario, si hubo mala praxis y el médico incurrió en negligencia, impericia o imprudencia.9 Todo lo expuesto es motivo suficiente para crear en la comunidad médica la cultura de la adecuada integración del expediente clínico, por lo que es importante traer a colación los fundamentos legales que lo regulan. El expediente clínico se encuentra previsto en el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica, en los preceptos que se trascriben a continuación: Artículo 29. Todo profesional de la salud estará obligado a proporcionar al usuario y, en su caso, a sus familiares, tutor o representante legal, información completa sobre el diagnóstico, pronóstico y tratamiento correspondientes. Artículo 30. El responsable del establecimiento estará obligado a proporcionar al usuario, familiar, tutor o representante legal, cuando lo soliciten, el resumen clínico sobre el diagnóstico, evolución, tratamiento y pronóstico del padecimiento que ameritó el internamiento. Artículo 32. Los establecimientos para el internamiento de enfermos estarán obligados a conservar los expedientes clínicos de los usuarios, por periodo mínimo de cinco años. Artículo 37. En toda la papelería y documentación de los establecimientos a que se refiere este ordenamiento, se deberá indicar: I. El tipo de stablecimiento de que se trate; II. El nombre del stablecimiento y, en su caso, el nombre de la institución a la que pertenezca; III. En su caso, la razón o denominación social; IV. En su caso, el número de la licencia sanitaria, y V. Los demás datos que señalen las Normas Oficiales Mexicanas aplicables. Artículo 80. En todo hospital y siempre que el estado del usuario lo permita, deberá recabarse a su ingreso su autorización escrita y firmada para practicarle, con fines de diagnóstico terapéuticos, los procedimientos médico-quirúrgicos necesarios para llegar a un diagnóstico o para atender el padecimiento de que se trate, debiendo informarle claramente el tipo de documento que se le presenta para su firma. Una vez que el usuario cuente con un diagnóstico, se expresará de manera clara y precisa el tipo de padecimiento de que se trate y sus posibles tratamientos, riesgos y secuelas. Esta autorización inicial no excluye la necesidad de recabar después la correspondiente a cada procedimiento que entrañe un alto riesgo para el paciente. Artículo 81. En caso de urgencia o cuando el paciente se encuentre en estado de incapacidad transitoria o permanente, el documento a que se refiere el artículo anterior será suscrito por el familiar más cercano en vínculo que le acompañe, o en su caso, por su tutor o representante legal, una vez informado del carácter de la autorización. Cuando no sea posible obtener la autorización por incapacidad del paciente y ausencia de las personas a que se refiere el párrafo que antecede, los médicos autorizados del hospital de que se trate, previa valoración del caso y con el acuerdo de por lo menos dos de ellos, llevarán a cabo el procedimiento terapéutico que el caso requiera, dejando constancia por escrito, en el expediente clínico. Artículo 82. El documento en el que conste la autorización a que se refieren los artículos 80 y 81 de este Reglamento deberá contener: I. Nombre de la institución a la que pertenezca el hospital; II. Nombre, razón o denominación social del hospital; III. Título del documento; IV. Lugar y fecha; V. Nombre y firma de la persona que otorgue la autorización; VI. Nombre y firma de los testigos, y VII. Procedimiento o tratamiento a aplicar y explicación del mismo. El documento deberá ser impreso, redactado en forma clara, sin abreviaturas, enmendaduras o tachaduras. Artículo 83. En caso de que deba realizarse alguna amputación, mutilación o extirpación orgánica que produzca modificación física permanente en el paciente o en la condición fisiológica o mental del mismo, el documento a que se refiere el artículo anterior deberá ser suscrito, además, por dos testigos idóneos designados por el interesado o por la persona que lo suscriba. Estas autorizaciones se ajustarán a los modelos que señalen las Normas Oficiales Mexicanas. Es importante señalar con particular interés que la Norma Oficial Mexicana (NOM-004-SSA3-2012) del expediente clínico es la que fija la estructura, elaboración, manejo y sistematización del referido documento; sin embargo, se sabe que un alto porcentaje de los médicos, enfermeras y profesionales de la salud en general, que tienen obligación de elaborar notas y, por ende, de conocer la citada norma, nunca la han leído, entonces asumen la responsabilidad que conlleva no conocer sus derechos ni las obligaciones que de éstos provienen. CRITERIO ACTUAL DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN RESPECTO AL EXPEDIENTE CLÍNICO Hace poco la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación emitió su criterio relacionado con la importancia del expediente clínico en la atención médica, mediante la tesis 1a. XXVIII/2013, publicada en el Semanario Judicial de la ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. 50 • Tratado de cirugía general Expediente clínico como medio de prueba • 51 Federación y su Gaceta en enero de 2013, décima época, cuyo rubro y texto disponen lo siguiente:10,11 © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. MALA PRÁCTICA MÉDICA. AUSENCIA O DEFICIENCIA DE LA HISTORIA CLÍNICA. La historia clínica constituye el relato patográfico o biografía patológica del paciente, esto es, la transcripción de la relación médico-paciente, por lo que ostenta un valor fundamental, no sólo desde el punto de vista clínico, sino también a la hora de juzgar la actuación de un profesional sanitario. Así, la ausencia o deficiencia de la historia clínica genera una presunción en contra de los médicos que trataron al paciente, respecto a la existencia de una posible mala práctica médica, pues tal ausencia o deficiencia no puede sino perjudicar a quienes tienen el deber de confeccionarla y asentar en ella todos los pormenores necesarios según la ciencia médica y no al paciente, en atención a que son precisamente los médicos quienes se encuentran obligados a documentar detalladamente el curso del acto médico. De lo anterior se colige que el hecho de documentar un historial clínico de forma incompleta o deficiente por parte del personal médico constituye un riesgo innecesario para el derecho a la vida y a la salud de los pacientes, riesgo que no encuentra justificación dentro del riesgo implícito que conlleva el ejercicio de la medicina. Se trata de un criterio discutible, pues no es difícil detectar casos con una mala integración del expediente clínico, ya sea por falta de la nota de ingreso, cartas de consentimiento informado, notas de evolución, egreso, reportes u otros documentos, ya sea por el desconocimiento de la NOM-004-SSA3-2012 por parte de los profesionales de la salud, por no contar con un formato apegado a la misma, tanto en instituciones públicas como privadas, o por simple descuido. No obstante, la ausencia de notas en el expediente clínico no significa que los actos médicos no se hayan realizado; por ejemplo, un procedimiento quirúrgico que no se haya registrado bien pudo haberse llevado a cabo, y la omisión de su registro NO puede llevar consigo la presunción de responsabilidad del profesional de la salud, lo que sería injusto, tal como lo pretende hacer ver la legislación. Como se advierte a partir de la resolución antes transcrita, la Suprema Corte de Justicia de la Nación sustenta el criterio de presumir que se originó una mala práctica médica por el solo hecho de existir ausencia o deficiencia en el historial clínico, y asegura que ello constituye un riesgo innecesario para el derecho a la vida, argumento inadecuado porque, si bien es cierto que el único obligado a elaborar el expediente clínico es el profesional de la salud, también lo es que la ausencia de registro de notas no significa que no se hayan realizado o haya sido deficiente la atención médica. Por lo tanto, no es apropiado este criterio del máximo tribunal de justicia en el país, ya que la presunción a que se refiere la tesis anterior es relativa y admite prueba en contrario, si bien no se deja de lado que lo ideal sería que el expediente clínico estuviera debidamente integrado. Entonces, un acto médico registrado en el expediente clínico se presume cierto, y aquel NO registrado se presume no cierto; ambos admiten prueba en contrario, esto es, que el acto médico registrado en realidad no se haya realizado, o que el acto médico no registrado sí se haya realizado, proposiciones que es posible demostrar con los medios de prueba que permite la ley; pero de ninguna manera se puede presumir en automático la responsabilidad de un profesional de la salud en un delito. El hecho de que no haya registrado, por ejemplo, que se practicó una colecistectomía, no es demostración de que se hizo mal, y a pesar de la ausencia de registro es posible apelar a otros medios de prueba, como el video, si fue una intervención laparoscópica, o el mismo video del quirófano del hospital donde se haya realizado, además de los testimonios de quienes intervinieron y hasta estudios tomográficos. En suma, el criterio es poco satisfactorio porque el profesional de la salud, como único obligado a elaborar el expediente, es considerado presumible responsable sólo por la ausencia o deficiencia de las notas médicas, aunque no siempre es el encargado de custodiar el documento. Mientras no exista esta custodia y no se contemple la obligación de foliar las hojas no puede considerarse ese criterio, pues nada garantiza que no se hayan sustraído notas médicas del legajo, y eso sin olvidar que en instituciones públicas el paciente tiene acceso directo a su expediente clínico y podría manipularlo. En resumen, el criterio adoptado por la Suprema Corte de Justicia no es recomendable, pues sostiene que la ausencia o deficiencia de la historia clínica genera una presunción en contra de los profesionales de la medicina que trataron al paciente, respecto a la existencia de una posible mala práctica médica, y que, por lo tanto, documentar un historial clínico de forma incompleta o deficiente constituye un riesgo innecesario para el derecho a la vida por parte del personal médico. EL EXPEDIENTE CLÍNICO ELECTRÓNICO Las nuevas tecnologías de la información han penetrado en todos los ámbitos sociales con el objetivo de hacer más práctica y fácil la vida al hombre. En el ámbito de la salud han sido de gran relevancia ayudando al cuidado de la salud de la población y contribuyendo a mejorar la atención a los pacientes. Sin embargo, aunque en México existe la NOM-024SSA3-2010,12 que establece los objetivos funcionales y funcionalidades que deberán observar los productos de Sistemas de Expediente Clínico Electrónico para garantizar la interoperabilidad, procesamiento, interpretación, confidencialidad, seguridad y uso de estándares y catálogos de la información de los registros electrónicos en salud, no existe una plataforma de software adecuada que pueda ayudar en la prestación de servicios médicos. Por otra parte, en los pocos hospitales públicos o privados donde hay una plataforma electrónica de expediente clínico hacen falta reglas y estándares para la comunicación, ya que no existe información clínica compartida entre centros de salud, lo que genera desconocimiento del historial de cada paciente, al no contar con estándares homogéneos; por ello es necesario tener una plataforma estandarizada que dé a los profesionales de la salud acceso a los datos de los pacientes en todo el país (análisis, resultados de laboratorio, radiografías, tratamientos, etc.), para así poder brindarles una mejor atención, proporcionando un diagnóstico más conciso, sin dejar de proteger como es debido su información. ERRNVPHGLFRVRUJ 52 • Tratado de cirugía general (Capítulo 6) Según estimaciones oficiales, la aplicación del expediente clínico electrónico podría ahorrarle 38 mil millones de pesos al sistema de salud, porque se contrarrestarían posibles negligencias médicas, retrasos en la atención, cirugías, robo y desperdicio de medicamento, entre otros. Esto debido a que la falta de información clínica retrasa la atención y puede ser la causa de errores médicos. A continuación se enlista una serie de beneficios del expediente clínico electrónico. • Incremento en la seguridad de los pacientes y reducción del número de eventos médicos adversos. • Aumento de las acciones preventivas, identificando con oportunidad las necesidades de atención específicas de la población. • Reducción de costos hospitalarios, aumentando el control de episodios agudos en pacientes con enfermedades crónicas. • Reducción de costos por tratamientos o estudios innecesarios y, en su caso, redundantes. • Mayor compromiso de la población en el cuidado de su salud a través del acceso a su información médica. • Acceso rápido y sencillo a información que apoye la investigación y desarrollo en salud. • Reducción del tiempo que los profesionales de la salud dedican a actividades administrativas. • Mayor comodidad y confianza en la institución, ya que los pacientes pueden disponer de sus datos de forma segura, rápida y confidencial. • Mayor facilidad para la integración de la información del paciente y para dar continuidad a la asistencia médica. • Más calidad en la prestación de servicios de salud. • Mejor soporte y apoyo para realizar el análisis de la actividad clínica, la epidemiológica, la docencia, la administración de recursos y la investigación. • Agilizar la concurrencia de los diversos servicios hospitalarios. • Al estar en formato electrónico, el expediente es uniforme, legible y rápido de consultar. • El equipo médico cuenta con toda la información del paciente (análisis de laboratorio, tratamientos, alergias, diagnósticos, etc.), misma que facilita la toma de decisiones para elegir el tratamiento a seguir. La mayor ventaja del expediente clínico electrónico es que reúne toda la información relativa al paciente en un formato actualizado y fácil de consultar. Asimismo, impulsa la comunicación entre todos los profesionales implicados en la atención médica del paciente, contribuyendo así a su completa recuperación.13 Los argumentos anteriores deben ser considerados para que en México se implemente el expediente clínico electrónico como herramienta fundamental para garantizar la debida prestación de los servicios médicos en todo el sistema de salud. Ello implica instaurar medidas de seguridad que permitan proteger los datos sensibles que se registren en la plataforma electrónica, así como reglas y estándares homogéneos que procuren la comunicación interinstitucional para que en todo el país el personal médico autorizado tenga acceso a los datos, a fin de que se genere una atención médica oportuna y de calidad. Con esto se lograría la disminución de incidencias de demandas en contra de los profesionales de la salud y, por otra parte, el archivo electrónico podría convertirse en un instrumento de defensa útil para el médico; por tanto, la implementación de un expediente clínico electrónico a nivel nacional influiría de manera evidente y positiva tanto en la práctica médica como en la salud de los pacientes.14, 15 COMPETENCIAS ADQUIRIDAS 1. El expediente clínico es un conjunto de documentos de toda índole, en los que el personal de salud deberá hacer los registros, anotaciones y certificaciones del modo, tiempo y lugar en que se desarrolla su intervención y evolución en la salud del paciente, con apego a las disposiciones sanitarias. 2. La NOM-004-SSA3-2012 regula la estructura, elaboración y manejo del expediente clínico. 3. La relevancia del expediente clínico dentro de un proceso legal estriba en que se considera la prueba documental de mayor peso, ya sea para desvirtuar o, en su caso, acreditar, la presunta responsabilidad del profesional de la salud, ya que en este documento se anota todo el historial médico y cada una de las acciones y atenciones que se realizan a un paciente, incluso en términos cronológicos. 4. Las facetas del expediente clínico son dos: el registro de las acciones y atenciones del personal de salud, y la evolución del paciente ante esas acciones médica. 5. Los tres beneficios más importantes del expediente clínico electrónico son: incremento en la seguridad de los pacientes y reducción del número de eventos médicos adversos; aumento de las acciones preventivas, identificando con oportunidad las necesidades de atención específicas de la población; acceso rápido y sencillo a la información que apoye la investigación y desarrollo en salud. 6. El expediente clínico encuentra su marco normativo en el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica. 7. Las notas médicas deben expresarse en lenguaje técnico, con letra legible, sin abreviaturas, enmendaduras ni tachaduras. 8. Están facultadas para solicitar el expediente clínico las autoridades judiciales, los órganos de procuración de justicia y las autoridades administrativas. 9. El periodo mínimo que debe conservarse un expediente clínico es de cinco años. 10. La Suprema Corte de Justicia de la Nación establece como criterio actual en relación al expediente clínico, que la ausencia o deficiencia de la historia clínica genera una presunción en contra de los médicos que trataron al paciente, respecto a la existencia de una posible mala práctica médica. ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. BENEFICIOS DEL EXPEDIENTE CLÍNICO ELECTRÓNICO Expediente clínico como medio de prueba • 53 RESUMEN En la actualidad, ante el incremento de quejas y demandas contra los profesionales de la salud, en las que se presume responsabilidad médica, la prueba documental más importante es el expediente clínico, fundamental para la resolución de conflictos legales porque por su contenido y naturaleza permite evidenciar el actuar del médico, convirtiéndose así en una herramienta de suma utilidad en su defensa legal o incluso en su contra. En la práctica no es difícil encontrar casos de expedientes clínicos mal integrados; sin embargo, ello no significa en automático mala práctica médica, como sustenta el máximo tribunal de justicia en México, pues que no existan notas médicas o no se haya registrado algún acto no presume la existencia de una mala praxis: es sólo una presunción relativa que admite prueba en contrario. REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. to y atención en los servicios de urgencias de los establecimientos para la atención médica. Organización Mundial de la Salud. www.who.int/es/. Datos y estadísticas Ornelas Aguirre JM: El expediente clínico. México: El Manual Moderno, 2013. Suprema Corte de Justicia de la Nación. Recuperado de: www. scjn.gob.mx. Seminario Judicial de la Federación y su Gaceta. Norma Oficial Mexicana (NOM-024-SSA3-2010) del Expediente Clínico Electrónico. Vázquez Leal H: Un expediente clínico electrónico universal para México: características, retos y beneficios. Revista Médica. 2011. Secretaría de Salud, Dirección General de Información en Salud: Manual del expediente clínico electrónico, México, 2011. Manzano A: La informática al servicio de la medicina: expediente clínico electrónico. Recuperado de: www.pwc.com. 2014. © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. 7. Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica. Norma Oficial Mexicana (NOM-004-SSA3-2012) del expediente clínico González Aquino LP: Valor del expediente clínico en el dictamen pericial. 2010. X Curso de Actualización en Anestesiología en Ginecología y Obstetricia. López López FH: La importancia del expediente clínico como prueba documental. Revista de Evidencia e Investigación Clínica. 2009; vol. 2, abril-junio. Cárdenas Rodríguez MA: El expediente clínico como documento fundatorio en los juicios de responsabilidad médica. 2006. Norma Oficial Mexicana (NOM-016-SSA3-2012) que establece los requisitos mínimos de infraestructura y equipamiento de hospitales y consultorios de atención médica especializada. Norma Oficial Mexicana (NOM-027-SSA3-2013), regulación de los servicios de salud. Que establece los criterios de funcionamien- ERRNVPHGLFRVRUJ &DStWXOR 6HFUHWRPpGLFR\FRQ¿GHQFLDOLGDG Jacobo Choy Gómez, Juan Francisco Aguirre Córdova 3UHJXQWDVFODYH pués del fallecimiento del paciente”. El 10 de diciembre de 1948, la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas publicó un documento con los 30 derechos humanos fundamentales, que hasta la fecha constituyen la base para una sociedad democrática; el número 12 de esta declaración trata la intimidad como un derecho fundamental del individuo. En 1997, España suscribió el Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y la Dignidad del Ser Humano, con respecto a las aplicaciones de la Biología y la Medicina, también llamado Convenio de Oviedo, reconociendo el derecho de las personas al respeto de su vida privada en asuntos de salud, así como a recibir toda la información referente a la misma, salvo las restricciones que establezca la ley. En México se reformó, en 1977, el artículo 6 de la Constitución Política, a fin de sentar las bases del derecho a la información (transparencia), que incluye la protección de datos personales por parte de las entidades públicas y reconoce los derechos de acceso y rectificación. Así las cosas, el 6 de julio de 2010 entró en vigor la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de Particulares, aplicable a todas las personas físicas o morales que lleven a cabo el tratamiento de datos personales en el ejercicio de sus actividades. Un dato personal, de acuerdo con el artículo 3, fracción V, de la referi- ,1752'8&&,Ï1 En el ejercicio de la medicina el secreto profesional no es un tema reciente, ya que siempre ha existido la obligación ética de tener especial cuidado en mantener la reserva de la información recabada,1 pero, ante los registros de archivos médicos en formato digital, surge la necesidad de reforzar la seguridad de los datos personales de salud para garantizar su privacidad.2 Desde el siglo IV a. C. el juramento hipocrático señala entre las obligaciones que debe cumplir el médico: “guardaré silencio sobre todo aquello que en mi profesión, o fuera de ella, oiga o vea en la vida de los hombres que no deban ser públicos, manteniendo estas cosas de manera que no se pueda hablar de ellas”.3 El personal de enfermería también tiene obligaciones, señaladas en el juramento de Florence Nightingale desde 1893: “consideraré confidencial toda información personal que me sea revelada y todos los asuntos familiares de los que tenga conocimiento en el ejercicio de mi profesión”. En septiembre de 1948, la Asociación Médica Mundial recomendó en la Declaración de Ginebra, Suiza, que el médico debe: “guardar y respetar los secretos confiados, incluso des54 ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 1. En un proceso judicial por presunto delito relacionado con la información, ¿cuál es el compromiso ético del médico que es requerido ante el juez? 2. ¿Qué diferencia hay entre un informe anónimo y uno confidencial? 3. ¿Cuáles son las obligaciones éticas y profesionales de los cirujanos en una situación de emergencia? 4. ¿A qué está condicionado el secreto profesional médico en un peritaje médico-legal? 5. ¿Qué significa el término “intimidad”? 6. ¿Cuál fue la primera institución que elaboró recomendaciones para ayudar a los médicos con el uso profesional de las redes sociales? 7. ¿A qué está obligado todo médico, según la Ley Reglamentaria del Artículo 5 Constitucional, en relación con los informes que le confíen sus pacientes? 8. ¿Cuándo no es necesario el consentimiento para el tratamiento de los datos personales? 9. ¿Cuál es la obligación de los servidores publicos en relación al Código Federal de Procedimientos Penales, artículo 243 bis, sobre el secreto profesional? 10. ¿Cuál es el mecanismo que garantiza la confidencialidad de un paciente portador de VIH-SIDA al elaborar un certificado de defunción? Secreto médico y confidencialidad • 55 da ley, es toda aquella información que permita identificar a una persona.4 (/6(&5(72352)(6,21$/ El secreto profesional es obligatorio para todas aquellas personas a quienes se confían secretos por razón de su estado, profesión o cargo.5 Por lo tanto, se entiende como secreto profesional aquello que se mantiene oculto a los demás y surge del ejercicio de la profesión; por ejemplo, en el caso del médico la comunicación es privilegiada y constituye una obligación moral para él guardar en secreto las confidencias que se le hagan durante sus labores. Los profesionales de la salud siempre deben salvaguardar el secreto médico porque adquieren el compromiso, ante el paciente y la sociedad, de guardar silencio sobre toda información que obtengan en el curso de su actuación profesional, o a través de la información acumulada en esta atención. La palabra “secreto” hace referencia a lo que debe mantenerse separado de la vista y del conocimiento de los demás. © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR &21),'(1&,$/,'$' En el ámbito de la investigación biomédica o social con frecuencia se emplean como sinónimos expresiones con significados diferentes, tal es el caso de las palabras “anónimo”, “íntimo”, “privado” y “confidencial”.6 Anónimo se refiere a alguna persona que efectúa una acción sin dar a conocer su autoría; confidencialidad hace alusión al derecho que tiene el paciente a que todos los que participen de forma directa o indirecta en las funciones propias de los sistemas de salud, respeten su intimidad y cumplan con el llamado deber de sigilo, reserva y secreto. La confidencialidad se aplica a datos que no deben o no pueden ser difundidos en público o transmitidos a terceros, sin el consentimiento del interesado. Lo confidencial se refiere a lo que se hace o se dice en confianza o con seguridad recíproca, entre dos o más personas”. Es habitual que las empresas o entidades que poseen datos de sus clientes y los almacenen en medios electrónicos garanticen que la información disponible será protegida, es decir, que no será comunicada de modo indebido a terceros ni se hará un uso incorrecto que pueda ocasionar daños personales. A esta garantía se le denomina Política de Privacidad, aunque también se le conoce como Acuerdo de Privacidad, Directiva de Privacidad, Declaración de Privacidad, Compromiso de Privacidad, Normas de Privacidad, Reglas de Privacidad, Estatuto de Privacidad, etc. En estos casos, lo que en realidad se garantiza es la confidencialidad de los datos, no la privacidad, esto es, se asegura que no serán difundidos ni comunicados de manera indebida a otras personas. No obstante, en ocasiones la información confidencial comprende aspectos personales del individuo, como domicilio, estado civil, estado financiero y actividades que forman parte de su vida privada y, por tanto, al proteger la confidencialidad de tales datos se estará salvaguardando también la privacidad de la persona. En la relación del médico con el paciente se crea la información privilegiada, es decir, aquella que el médico ha conseguido como consecuencia de la atención profesional de quien, por su especial ubicación en una fuente de información, tiene acceso y revela al profesional los antecedentes reservados, que de otra forma no habría podido obtener y cuya utilización pudiera provocar daños a terceros. En estos casos, el profesional no está autorizado a repetir la información que le da el paciente, ni tiene la facultad de decidir lo que para una persona es íntimo o no; debe mantener por completo la confidencialidad y el secreto médico, ya que la divulgación de información que a juicio del médico es insustancial, puede significar un gran daño para el paciente. La intimidad es el conjunto de sentimientos, pensamientos e inclinaciones más internos, las tendencias personales que afectan la vida sexual o determinados problemas de salud que se desea mantener en total secreto y que sólo se cuentan a un confidente en determinadas circunstancias.7 La privacidad, por su parte, es el ámbito del individuo que comprende su vida familiar, aficiones, bienes particulares y actividades personales, facetas todas alejadas de la profesional o pública. Los aspectos íntimos y privados constituyen una situación de la vida que se tiene derecho a proteger de la intromisión. Si bien la intimidad y la privacidad son reservadas, lo son de distinta forma. Hay personas reservadas en sus cosas íntimas incluso con sus seres más próximos, mientras que se preserva la privacidad de la mirada de quienes no forman parte del entorno personal, como sí lo son los familiares y los amigos cercanos.12 La vida privada incluye la intimidad y todo aquello que no se quiere que sea del normal conocimiento. Por su participación directa o indirecta en las funciones propias de las instituciones sanitarias, el médico tiene la obligación de respetar la intimidad del enfermo, cumpliendo así con su deber ético y normativo. En términos de Bioética, la preservación del secreto se contempla en los conceptos de autonomía y de no maleficencia.7 Así, ante el deber moral de fidelidad que tiene con el paciente, el médico debe respetar el Pacta sunt servanda, locución latina que se traduce como “lo pactado obliga”, y que expresa que toda convención debe ser cumplida de manera fiel por las partes de acuerdo con lo pactado, incluyendo el convenio implícito de confidencialidad de la información que se maneja en el ejercicio de la profesión médica.8 En la práctica profesional, la relación de confianza que se establece con el paciente se sustenta en el secreto médico; sin la seguridad de este acto no sería posible la comunicación íntima y personal básica que se requiere en medicina. En este sentido, es importante mencionar que existen varios tipos de secretos. El secreto natural es aquel conocimiento ajeno al ejercicio profesional que se ampara en el precepto moral de no perjudicar. El secreto prometido implica mantener sin revelar algo personal, luego de haber obtenido el conocimiento; no guarda relación con el marco profesional. Por su parte, el denominado secreto confiado puede ser confidencial o profesional: el primero se refiere a dar ayuda o consejo a un sujeto fuera del ámbito profesional; en el segundo caso, el secreto se origina en el ejercicio de la profesión y puede ser absoluto o relativo, el absoluto impone callar siempre como negación inquebrantable de toda revelación, el relativo implica hablar cuando exista justa causa y callar cuando no exista. ERRNVPHGLFRVRUJ 56 • Tratado de cirugía general (Capítulo 7) $872',98/*$&,Ï1 Compartir con el paciente la vida personal del médico es común en la relación médico-paciente. Es frecuente que el profesional de la salud revele historias, información personal y detalles sobre amigos y familiares, como una forma de relacionarse y darle confianza al paciente, pero, en este escenario, es importante que sea prudente para proteger a ambas partes. El derecho que tiene toda persona a proteger sus secretos se corresponde con el deber de respetar la intimidad ajena. El velo del secreto garantiza el respeto recíproco y abre el camino a la confianza, al acceso al otro. El respeto y la confianza son mutuos y permiten la comunicación de los propios secretos con la garantía de que no serán develados. La obligación del secreto médico no es absoluta, pues el doctor debe revelar información cuando no hay otra forma de evitar daño a la salud del paciente y, en su caso, a la sociedad. La autodivulgación del médico le es útil cuando quiere promover que realiza su trabajo con éxito en hospitales, o inclusive que atiende a personalidades del medio artístico o político, con objeto de justificar altos honorarios.10 5('(662&,$/(6(10(',&,1$ La American Medical Association (AMA), con su documento de 2011, “Policy: professionalism in the use of social media”, fue una de las primeras instituciones que elaboró recomendaciones con la intención de ayudar a los médicos en el uso profesional de las redes sociales. Estableció que los médicos deben ser conscientes de la pertinencia de mantener siempre las normas de privacidad y confidencialidad del paciente, incluso en la red. Para proteger la información y contenido personales en la medida de lo posible, deben utilizar la configuración de privacidad de las redes sociales; al hacerlo mantienen, además, una imagen virtual profesional y adecuada. Cuando un profesional elige, por su libre voluntad, presentarse en las redes sociales utilizando su título o su uniforme de médico, debe recordar que está dando una ima- gen corporativa respecto a la profesión. La reputación del profesional, tanto dentro como fuera de la red, es uno de los mayores activos de cualquier médico o institución sanitaria. En redes sociales no se diluye la responsabilidad sobre la información médica mediante la justificación de que el receptor es múltiple, simultáneo o desconocido. El empleo de este tipo de medios posibilita la interacción, lo cual es una enorme ventaja; la promesa de valor de cualquier profesional o institución sanitaria debe respetar la libertad y dignidad de los pacientes y ser justa con su realidad.13 5(*/$0(17$&,Ï1 Existen situaciones en las que el secreto médico y la confidencialidad no son absolutos y, por otra parte, la falta de protección de estos datos personales, que expone al paciente sin su autorización, implica una sanción con base en la legislación vigente en México. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece en su artículo 16 que “toda persona tiene derecho a la protección de sus datos personales, al acceso, rectificación y cancelación de los mismos, así como a manifestar su oposición, en los términos que fije la ley, la cual establecerá los supuestos de excepción a los principios que rijan el tratamiento de datos, por razones de seguridad nacional, disposiciones de orden público, seguridad y salud públicas o para proteger los derechos de terceros”.14 La Ley Reglamentaria del Artículo 5 Constitucional, relativo al ejercicio de las profesiones en el Distrito Federal, señala en su artículo 36: “todo profesionista estará obligado a guardar estrictamente el secreto de los asuntos que se le confíen por sus clientes, salvo los informes que obligatoriamente establezcan las leyes respectivas”.15 En el capítulo I, “Revelación de secretos del Código Penal federal”, el artículo 210 menciona: “se impondrán de treinta a doscientas jornadas de trabajo en favor de la comunidad, al que sin justa causa, con perjuicio de alguien y sin consentimiento del que pueda resultar perjudicado, revele algún secreto o comunicación reservada que conoce o ha recibido con motivo de su empleo, cargo o puesto”. Asimismo, el artículo 1910 del Código Civil federal refiere: “el que obrando ilícitamente o contra las buenas costumbres cause daño a otro, está obligado a repararlo, a menos que demuestre que el daño se produjo como consecuencia de culpa o negligencia inexcusable de la víctima”. Por su parte, la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, su reglamento y los Lineamientos de Protección de Datos Personales establecen que “los datos personales que se ingresen en el formulario de contacto, no serán difundidos, distribuidos o comercializados. Únicamente podrán ser proporcionados a terceros de acuerdo con lo estrictamente señalado en el artículo. 22 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental”. La Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado señala, en su artículo 10, que “los datos y registros que se asienten en el expediente electrónico serán confidenciales y la revelación de los mismos a terceros, sin autorización expresa de las autoridades del instituto y del ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR En Francia se introdujo, como una variable particular, el secreto compartido, el cual atañe a los profesionales médicos con necesidad de compartir con otros colegas los datos y elementos obtenidos en el examen del paciente. Además del cirujano, el equipo quirúrgico, conformado por anestesiólogos, enfermeras, personal en adiestramiento y paramédicos, debe garantizar el derecho a la intimidad, configurando el secreto compartido entre confidentes y el deber relevante de cuidar lo confiado tomando las medidas necesarias para ello, amén de conocer la legislación pertinente.9 El secreto profesional implica la exigencia expresa de que el médico no divulgará la información de una persona en la transacción de otros deberes, es decir, no debe involucrar esta información en alguna solicitud de empleo, entrevista, manuscrito en progreso o nominación para un premio por sus méritos laborales. El secreto profesional debe considerarse uno de los estándares más altos porque la reputación está en juego; una vez roto no se puede recuperar y, por tanto, debe ser honrado y protegido. © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR Secreto médico y confidencialidad • 57 derechohabiente respectivo o sin causa legal que lo justifique, será sancionada en los términos de la legislación penal federal vigente”. Asimismo, en su artículo 13 menciona que “la información que se entregue al instituto, a la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro y a las empresas operadoras de la Base de Datos Nacional SAR, será confidencial, por lo que la revelación de ésta a terceros sin autorización expresa de las autoridades del Instituto y del Derechohabiente o sin causa legal que lo justifique, será sancionada en los términos de la legislación penal federal vigente”. En este orden de ideas, el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Publicidad señala, en la fracción IX del artículo 94, que “los terceros autorizados deberán respetar la confidencialidad y los derechos de propiedad intelectual e industrial que se deriven de la documentación e información proporcionada por los solicitantes”. El Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica, en su artículo 133, establece que “la información personal que el enfermo mental proporcione al médico psiquiatra o al personal especializado en salud mental, durante su tratamiento, será manejada con discreción, confidencialidad y será utilizada únicamente con fines científicos o terapéuticos. Sólo podrá ser dada a conocer a terceros, mediante orden de la autoridad judicial o sanitaria”. Y en el artículo 138 bis 20 refiere: “la información personal que se proporcione al médico tratante o al equipo multidisciplinario en cuidados paliativos por el enfermo en situación terminal, será utilizada con confidencialidad y empleada únicamente con fines científicos o terapéuticos en los términos que disponga la norma oficial mexicana que al efecto expida la Secretaría y demás disposiciones aplicables”. Por su parte, la Ley General de Salud, en su artículo 77 bis 37, menciona: “los beneficiarios del Sistema de Protección Social en Salud tendrán además de los derechos establecidos en el artículo anterior, los siguientes: ser tratado con confidencialidad”. La Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares y la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental son de orden público y de observancia general en toda la república; tienen por objeto la protección de los datos personales en posesión de los particulares, con la finalidad de regular su tratamiento legítimo, controlado e informado, a efecto de garantizar la privacidad y el derecho a la autodeterminación informativa de las personas. El artículo 10 de la primera ley apuntada establece que no será necesario el consentimiento para el manejo de los datos personales cuando éstos sean indispensables para la atención médica, la prevención, el diagnóstico, la prestación de asistencia sanitaria, los tratamientos o la gestión de servicios, mientras el titular no esté en condiciones de otorgar su consentimiento en los términos que establece la Ley General de Salud y demás disposiciones jurídicas aplicables. También se indica que dicho tratamiento de datos debe ser realizado por una persona sujeta al secreto profesional u obligación equivalente, o que se dictará, en su caso, una resolución por alguna autoridad competente. De su lado, el Código Federal de Procedimientos Penales señala, en su artículo 16, que “en ningún caso se podrá hacer referencia a información confidencial relativa a los datos personales del inculpado, víctima u ofendido, así como testigos, servidores públicos o cualquier persona relacionada o mencionada en la indagatoria”. En el artículo 180 se estipula: “La información y documentos así obtenidos sólo podrán ser utilizados en la investigación y para efectos del proceso penal, debiéndose guardar la más estricta confidencialidad. Al servidor público que quebrante la reserva de las actuaciones o proporcione copia de ellas o de los documentos que obran en la averiguación, se le sujetará al procedimiento de responsabilidad administrativa y penal, según corresponda”. La fracción V del artículo 243 bis dice: “No estarán obligados a declarar sobre la información que reciban, conozcan o tengan en su poder las personas o servidores públicos que desempeñen cualquier otro empleo, cargo oficio o profesión, en virtud del cual la ley les reconozca el deber de guardar reserva o secreto profesional”. Asimismo, la fracción V del artículo 243 bis apunta que tampoco están obligados a declarar “Los médicos cirujanos o especialistas y psicólogos clínicos, respecto de la información concerniente a la salud de sus pacientes, que conozcan con motivo de su ejercicio profesional”. En tanto que el artículo 278 bis refiere: “En ningún caso el Ministerio Público o el juez admitirán comunicaciones que violen el deber de confidencialidad que establezca la ley, ni la autoridad prestará el apoyo a que se refiere el párrafo anterior cuando se viole dicho deber”. 583785$ La revelación del secreto médico sin “justa causa” es una representación de ilegalidad, intrusión y profanación violenta que siempre conforma un delito. El término “ruptura” se refiere a una forma particular de legitimar la revelación de un secreto para evitar un mal mayor, lo que deja sin efecto el concepto de delito, entendiéndose su carácter excepcional y siempre con justa causa; es cuando la revelación no merece reproche y resulta ser lícita, en la medida que pueda fundamentarse la existencia de un interés superior a proteger, tanto en materia de Derecho Penal, Derecho Civil y en lo que respecta a la ética profesional.16 Así pues, el secreto médico no es absoluto; el facultativo debe revelarlo con discreción sólo a quien tenga que hacerlo, en los justos límites necesarios y en los siguientes casos: • Cuando de la revelación presuma un muy probable bien para el paciente. • Cuando se certifica un nacimiento. • Cuando se certifica una defunción. • Si se presumiera un perjuicio para el paciente o para otras personas con el silencio, o un peligro colectivo como enfermedades contagiosas o mentales. • Cuando se trate de enfermedades profesionales, accidentes de trabajo u otros siniestros que se podrían evitar con la declaración. • Cuando actúe como perito, médico forense, juez instructor o similar. • En malos tratos a niños, ancianos, discapacitados psíquicos o actos de violación. • Cuando el médico se vea perjudicado de forma injusta por mantener el secreto de un paciente y éste sea autor ERRNVPHGLFRVRUJ 58 • Tratado de cirugía general (Capítulo 7) (1)(50('$'9,+6,'$ La evolución histórica con respecto al VIH permite detectar la influencia que creencias, temores y prejuicios han tenido y aún tienen en el abordaje de dicha enfermedad, por parte de los representantes de la comunidad científica.8 La NOM-010-SSA2-1993, para la prevención y control de la infección por Virus de la Inmunodeficiencia Humana, establece los criterios de consentimiento informado y confidencialidad: quien se somete a análisis deberá hacerlo con conocimiento suficiente, en forma voluntaria y seguro de que se respetará tanto su derecho a la privacidad como la confidencialidad del expediente clínico. La notificación de casos de VIH-SIDA se hará de manera confidencial. El objetivo es contar con la información necesaria para establecer las medidas de prevención y control de enfermedades transmisibles, además de proteger al afectado contra daños a su honorabilidad y dignidad, por lo que no debe comunicarse a otras personas o autoridades, excepto a las responsables directas de la vigilancia epidemiológica, sin menoscabo de la orden judicial, la cual deberá acatarse en todo momento. La notificación en caso de SIDA o infección por VIH se hará en sobre cerrado con sello de confidencial, dirigido al titular de la unidad de vigilancia epidemiológica del nivel técnico-administrativo que corresponda, para su manejo en forma confidencial y bajo su más estricta responsabilidad. En caso de que el paciente haya fallecido, sólo se podrá solicitar información al médico tratante y a quien elaboró el certificado de defunción. El seguimiento se hará garantizando la confidencialidad de la información del diagnóstico, mediante notificación del mismo sólo a los familiares del finado en primero y segundo grados. El personal de salud y las instituciones encargadas de la atención del paciente infectado con VIH o que tiene SIDA observarán las medidas necesarias para asegurar que el manejo de expedientes clínicos y trámites administrativos le garanticen la confidencialidad, sin discriminación respecto a otros enfermos, evitando difundir datos sobre su condición de infectado por el VIH o enfermo de SIDA entre quienes no tienen que ver con su atención médica; asimismo, respetarán el carácter confidencial del paciente seropositivo o con SIDA, informando acerca de su estado sólo a quien éste proponga.18,19 5(*,67526(/(&75Ï1,&26(16$/8' La protección de datos sensibles es un tema emergente. El uso de una red de computadoras o de datos se traduce en un entramado de telecomunicaciones que permite a los ordenadores intercambiar información.19,20 El almacenamiento de datos de los usuarios en medios electrónicos plantea graves preocupaciones de privacidad, por lo que se han diseñado protocolos seguros para calcular coeficientes similares del modelo de privacidad diferenciada e intrusos, a fin de proteger la privacidad de los datos en entornos inteligentes.21,22 Aunque el destino de la información se efectúa en un entorno inteligente, estos protocolos se pueden aplicar a otras áreas relacionadas.23 Los avances para obtener registros electrónicos de los pacientes pueden ser anónimos para fines de investigación.24 En Inglaterra, el sistema de salud trató hace poco de aumentar la cantidad y disponibilidad de estos datos; ante la incertidumbre de que se propague la información, con la subsecuente pérdida de la confianza de los pacientes, se ha implementado un modelo dinámico de autorización, mediante el cual los interesados controlan vía electrónica el consentimiento y reciben información sobre el uso de sus datos. Este modelo es un medio transparente, flexible y fácil de usar para mantener la confianza del público, respetando su confidencialidad y facilitando su acceso a la información, con relación a los servicios, tratamiento y efectividad.25,26,27 &203(7(1&,$6$'48,5,'$6 1. En caso de que sea requerida la presencia de un médico ante un juez por presunto delito, el primero tiene el compromiso ético de guardar el secreto profesional, obligándose a proporcionar sólo los datos necesarios y ajustados al caso concreto. 2. La diferencia que existe entre un informe anónimo y uno confidencial, de acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española de la lengua, es que la palabra “anónimo” deriva del griego anonimus (“sin nombre”), que significa omitir la identidad de la persona de la que se trate, porque no se le conoce o porque se le quiere ocultar, y “confidencial”, en cambio, es un asunto que se “hace o se dice en confianza, o con seguridad recíproca entre dos o más personas”. La confidencialidad, entonces, consiste en asegurar al confidente la preservación de un secreto cuyo contenido se conoce con absoluta claridad. 3. En una situación de emergencia crítica el cirujano tiene la obligación profesional y ética de salvar la vida, aliviar el dolor y, de manera alterna, tranquilizar al paciente y a sus familiares. 4. En caso de un peritaje médico-legal, el secreto profesional médico está condicionado a la legitimidad del acto y a la voluntariedad de la persona para ser sometida a peritaje. 5. El término “intimidad” proviene del vocablo latino intimus, que significa “lo más interior”. Hace referencia a una esfera por completo privada de la persona, a la cual no puede acceder nadie sin su autorización, ni los particulares ni el estado. 6. La primera institución que elaboró recomendaciones con la intención de ayudar a los médicos con el uso profesional de las redes sociales fue la American Medical Association. 7. De acuerdo con la Ley Reglamentaria del Artículo 5 Constitucional, el médico está obligado a guardar de ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR voluntario del perjuicio, a condición, sin embargo, de que de la revelación del hecho no resulten otros perjudicados. • La muerte del paciente no exime al médico del deber del silencio. Secreto médico y confidencialidad • 59 manera estricta el secreto de los asuntos que le confíen sus clientes, salvo en el caso de los informes que demanden las leyes respectivas. 8. De acuerdo con lo establecido en la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares, no es necesario el consentimiento para el tratamiento de los datos personales cuando éstos sean indispensables para la atención médica, prevención, diagnóstico, prestación de asistencia sanitaria, tratamientos médicos o gestión de servicios sanitarios, mientras el titular no esté en condiciones de otorgar dicho consentimiento. 9. El Código Federal de Procedimientos Penales, artículo 243 bis, establece la obligación que tienen los servidores públicos de salvaguardar el secreto profesional. 10. El médico tratante o quien elaboró el certificado de defunción de un paciente infectado con VIH o que tiene SIDA garantizará la confidencialidad de la información, notificando la situación sólo a los familiares del finado en primero y segundo grados. 5(680(1 El secreto médico no es absoluto: el doctor está obligado a revelar información cuando no hay otra forma de evitar daño a la salud de terceros o del paciente; esto es regulado en la legislación de México. En la relación médico-paciente se obtiene información considerada como privilegiada, y ello pone la intimidad y privacidad del paciente al descubierto, cuando se comparte de forma directa o indirecta; así surge la necesidad del secreto compartido. El personal de salud tiene el deber de cuidar la confidencialidad. Es atractivo para el doctor compartir información sobre sus éxitos profesionales, con el fin de mostrarse como un médico de extraordinarias habilidades, lo cual incrementa la posibilidad de que revele la identidad e intimidad de sus pacientes en, por ejemplo, las redes sociales. Esta conducta va en aumento y se contrapone a los principios y reglas éticas de la conducta profesional del médico. 5()(5(1&,$6 1. 2. 3. 4. © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. Antomas J., Huarte del Barrio S: Confidencialidad e historia clínica: consideraciones ético-legales. Anales Sis. San Navarra [online]. 2011; vol.34, núm.1. Sánchez-Henarejos et al.: Guía de buenas prácticas de seguridad informática en el tratamiento de datos de salud. Aten. Primaria. 2014; Apr;46(4):214-22. doi: 10.1016/j.aprim.2013.10.008. Epub 2014 Feb 28. 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ERRNVPHGLFRVRUJ &DStWXOR &RQVHQWLPLHQWRYiOLGDPHQWHLQIRUPDGR Francisco Mancilla Ulloa, Jorge Luis Mariñelarena Mariñelarena 3UHJXQWDVFODYH médico, quien poseía la moral, autoridad y conocimientos suficientes para ordenarle al minusválido moral (el enfermo) lo que debía hacer con su salud.4 Este principio gobernaba la ética de los médicos hipocráticos y, por herencia directa de éstos, ha configurado a lo largo de los siglos la concepción de su excelencia moral. Se dice que la medicina es tanto una ciencia como un arte, porque es un conjunto ordenado de conocimientos sobre la salud y la enfermedad de los seres humanos, con normas e indicaciones para actuar dentro de determinados parámetros. Se dice, asimismo, que el médico es aquella persona que asume la responsabilidad de beneficiar a sus semejantes con el empleo correcto de esa ciencia que aprende durante su formación y mediante el contacto con los adelantos científicos y de ese arte, que va ajustando en la medida de su experiencia y decisión a lo largo de su vida profesional, teniendo en cuenta las circunstancias cambiantes, la permanente adquisición de conocimientos, el desarrollo de habilidades y las experiencias vividas. Hoy es muy aceptado que el consentimiento informado (CI) es un proceso gradual y verbal que se da en el seno de la relación médico-paciente, en virtud del cual el paciente acepta, o no, someterse a un procedimiento diagnóstico o terapéutico, después de que el médico le haya informado en calidad y cantidad suficientes sobre la naturaleza, los riesgos y benefi- ,1752'8&&,Ï1 Los principios y normas morales que rigen a una sociedad varían de un lugar a otro. En la práctica médica se trabaja respetando el modo, la forma de vida, o sea, el ethos de cada ciudadano, basados en las leyes de la ética médica, que tiene sus orígenes en el siglo XVIII a. C., cuando en Mesopotamia, bajo el reinado de Hammurabi,1 se dictaron las primeras leyes de moral objetiva relacionadas con la medicina, y se estableció la responsabilidad jurídica del médico frente a su paciente. Luego llegó, desde hace ya más de 25 siglos, la época de Hipócrates de Cos,2 cuando el ejercicio de la medicina en Grecia no estaba reglamentado y cualquiera podía ser curador; quienes se prepararon con Hipócrates, no obstante, elaboraron un documento testificado por los dioses helénicos, con lo que se convirtió en juramento: el llamado juramento hipocrático, aceptado hasta hoy, por el cual se comprometían ante la sociedad y cuyo principio ético era Primun non nocere (primero no hacer daño).3 El médico hipocrático actuaba con respeto por la vida humana y con un exagerado instinto paternalista conocido como beneficencia paternalista. El enfermo era tratado como un incapacitado mental y quedaba sometido al criterio del 60 ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 1. ¿Qué es el consentimiento informado? 2. ¿Cuál es el sustento legal del consentimiento informado en México? 3. ¿Qué Normas Oficiales Mexicanas en salud hacen referencia al consentimiento informado? 4. ¿Cuáles son los requisitos mínimos que debe contener una carta de consentimiento informado? 5. ¿En qué casos se estará de acuerdo con lo previsto en el artículo 81 del Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica? 6. ¿En qué casos se requiere de consentimiento informado? 7. ¿Qué criterio establece la Suprema Corte de Justicia de la Nación en relación al consentimiento válidamente informado? 8. ¿Cuál sería la consecuencia jurídica, de acuerdo con el criterio establecido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de omitir el consentimiento o realizarlo incompleto? 9. ¿Son válidos los formularios universales impresos no personalizados del consentimiento informado? 10. En los casos de menores de edad y discapacitados ¿quién debe signar el consentimiento informado? © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR Consentimiento válidamente informado • 61 cios del mismo, así como sus posibles alternativas. El ejercicio de la profesión médica exige la observancia no sólo de las disposiciones generales de esta actividad, sino que el galeno debe cumplir un conjunto de normas jurídicas, técnicas y metodológicas de carácter específico del ejercicio de la medicina; por lo tanto, la responsabilidad médica es una cuestión jurídica de gran complejidad técnica y en pleno desarrollo teórico. El acto médico está conformado por todas las conductas desplegadas por un médico en el marco del ejercicio de su profesión, lo cual incluye toda la relación médico-paciente, desde las etapas preliminares de conocimiento y análisis hasta las posteriores al tratamiento, como la evolución y rehabilitación del enfermo.5 El consentimiento informado es el instrumento mediante el cual el paciente ejerce su derecho a la autodeterminación, y para ello el médico tiene el deber de dar la información que aquél necesita. El requerimiento de obtener el consentimiento ha sido fundamentado con amplitud en un replanteamiento de la relación médico-paciente tradicional, sustentado en el reconocimiento de la autonomía individual. El modelo paternalista de relación que caracterizó a la práctica médica desde sus orígenes ha cedido paso a uno nuevo: el consentimiento informado. Esa relación, que data de la época de oro de la medicina griega, hace 25 siglos, está cediendo paso a propuestas de modelos de relación más horizontales.6 El término consentimiento informado y el desarrollo de su teoría legal tuvieron lugar en Estados Unidos. Faden y Beauchamp atribuyen este fenómeno a factores externos a la medicina: “El creciente interés en el consentimiento informado en la atención médica de mediados del siglo XX pudo ser resultado de complejas fuerzas sociales que cambiaron el estatus y el rol de la medicina norteamericana, como una reacción frente a desarrollos legales específicos”. Respecto a la doctrina legal del consentimiento informado en los EUA, Faden y Beauchamp señalan que el consentimiento informado se interpreta en la tradición legal como basado en, y justificado por, el principio de respeto a la autonomía.7 Hoy en día el consentimiento informado ha sido introducido en la práctica médica mundial a través de leyes (como resultado de casos judiciales) y códigos de colegios profesionales. En España, dice Simón Lorda, el paternalismo tradicional en las relaciones sanitarias empieza a cambiar a mediados del decenio de 1980-89, con la aparición de la primera Carta de Derechos de los Pacientes. En Perú, el consentimiento informado se introduce con la Ley General de Salud (núm. 26842), vigente desde julio de 1997, que en su artículo 4 apunta la obligatoriedad del CI en la práctica médica.8 Su reglamento establece los casos y requisitos de formalidad que deben ser observados para que el CI sea considerado emitido y válido. El 2 de octubre de 2009 se publicaron modificaciones a esta ley en sus artículos 15.2, sobre acceso a la información, 15.3, atención y recuperación de la salud, y 15.4, consentimiento informado. En México, la Ley General de Salud establece en su artículo 51 bis 1 que los usuarios tendrán derecho a recibir información suficiente, clara, oportuna y veraz, así como la orientación que sea necesaria respecto de su salud y sobre los riesgos y alternativas de los procedimientos, diagnósticos tera- péuticos y quirúrgicos que se le indiquen o apliquen. Cuando se trate de la atención a los usuarios originarios de pueblos y comunidades indígenas, éstos tendrán derecho a obtener la información en su lengua. En el artículo 51 bis 2 se le concede al paciente el derecho de otorgar o no su consentimiento y rechazar tratamientos o procedimientos: Los usuarios tienen derecho a decidir libremente sobre la aplicación de los procedimientos diagnósticos y terapéuticos ofrecidos. En caso de urgencia o que el usuario se encuentre en estado de incapacidad transitoria o permanente, la autorización para proceder será otorgada por el familiar que lo acompañe o su representante legal; en caso de no ser posible lo anterior, el prestador de servicios de salud procederá de inmediato para preservar la vida y salud del usuario, dejando constancia en el expediente clínico. Los usuarios de los servicios públicos de salud en general contarán con facilidades para acceder a una segunda opinión.9 El consentimiento informado plantea un reto ético de primer orden a todos los profesionales de la salud. Una cuestión que hay que tener en cuenta son los miedos u objeciones concretas que este documento suscita entre los profesionales, mismos que hay que ser capaces de neutralizar. Un miedo muy frecuente es la posibilidad de que la información genere en los pacientes una ansiedad innecesaria. Esto es falso, pues cuando los pacientes reciben una información adecuada sobre las intervenciones a las que van a someterse, la ansiedad no aumenta, sino que disminuye.10 El consentimiento válidamente informado es una de las aportaciones más valiosas del derecho a la práctica médica; más allá de ser un acto jurídico o normativo es un acto humano, de comunicación entre el médico y el paciente, que legitima el ejercicio de la medicina y otorga obligaciones y derechos recíprocos. El consentimiento informado se abre paso como el elemento más viable, necesario y práctico para testimoniar por escrito un compromiso bilateral, en aras de privilegiar los principios de beneficencia, no maleficencia, autonomía y justicia, indispensables en un proceso médico clínico, diagnóstico o terapéutico. Es pertinente reconocer el valor histórico y la conciencia reparativa que se contemplan en las dos principales declaraciones mundiales sobre el tema: el Código de Núremberg, de 1947, y la Declaración de Helsinki, ambas promulgadas por la Asociación Médica Mundial de 1964 y ratificadas en Tokio en 1975, y cuya resonancia y peso de reconocimiento son hoy de carácter mundial, pues hacen especial énfasis en el significado y la esencia básica del consentimiento informado.11 El consentimiento informado se fundamenta en el respeto pleno a la dignidad humana, los derechos humanos y las libertades fundamentales (cuadro 8-1). El paciente ejerce su autonomía y el profesional deberá obtenerlo en todas aquellas circunstancias que no estén exceptuadas (razones de urgencia o emergencia), como cuando hay un escenario de notoria fuerza mayor o no sea recomendable la demora por existir riesgo grave para la salud del paciente.12 ERRNVPHGLFRVRUJ 62 • Tratado de cirugía general (Capítulo 8) 0D\RUHVGHDxRV\PHQRUHVGHDxRV 1RHVYiOLGRVLVyORHVWi¿UPDGRSRUORVSDGUHVRVyORSRUHO DGROHVFHQWH /RGHEHUiQ¿UPDUORVGRVSDGUHV El consentimiento informado consta de dos partes: a) Derecho a la información: la información brindada al paciente acerca de todo lo relativo al proceso de atención (en particular el diagnóstico, tratamiento y pronóstico del padecimiento) debe ser clara, veraz, suficiente, oportuna y objetiva. De la misma manera, es importante dar a conocer los riesgos, los beneficios físicos o emocionales, la duración y las alternativas, si las hubiera. El proceso incluye comprobar si el paciente ha entendido la información, propiciar que realice preguntas, dar respuesta a éstas y asesorar en caso de que sea solicitado. Los datos deben darse a personas competentes en términos legales, por edad y capacidad mental. En el caso de personas incompetentes por limitaciones en la conciencia, raciocinio o inteligencia, es necesario conseguir la autorización de un representante legal. Sin embargo, siempre que sea posible es deseable tener el asentimiento del paciente. b) Libertad de elección: después de haber sido informado de forma adecuada, el paciente tiene la posibilidad de otorgar o no el consentimiento para que se lleven a cabo los procedimientos. Es importante privilegiar la autonomía y establecer las condiciones necesarias para que se ejerza el derecho a decidir.13 En el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica en México se establece:14 Artículo 80. En todo hospital y siempre que el estado del paciente lo permita, deberá recabarse a su ingreso autorización escrita y firmada para practicarle, con fines de diagnóstico terapéuticos, los procedimientos médico quirúrgicos necesarios de acuerdo al padecimiento de que se trate, debiendo informarle claramente el tipo de documento que se le presenta para su firma. Esta autorización inicial no excluye la necesidad de recabar después la correspondiente a cada procedimiento que entrañe un alto riesgo para el paciente. Artículo 81. En caso de urgencia o cuando el paciente se encuentre en estado de incapacidad transitoria o permanente, el documento a que se refiere el artículo anterior será suscrito por el familiar más cercano en vínculo que le acompañe, o en su caso, por su tutor o representante legal, una vez informado del carácter de la autorización. Cuando no sea posible obtener la autorización por incapacidad del paciente y ausencia de las personas a que se refiere el párrafo que antecede, los médicos autorizadas del hospital de que se trate, previa valoración del caso y con el acuerdo de por lo menos dos de ellos, llevarán a cabo el procedimiento terapéutico que el caso requiera, dejando constancia por escrito, en el expediente clínico. Artículo 82. El documento en el que conste la autorización a que se refieren los artículos 80 y 81 de este Reglamento deberá contener: I. Nombre de la institución a la que pertenezca el hospital: II. Nombre, razón o denominación social del hospital; III. Título del documento; IV. Lugar y fecha; V. Nombre y firma de la persona que otorgue la autorización; y VI. Nombre y firma de los testigos. El documento deberá ser impreso, redactado en forma clara, sin abreviaturas, enmendaduras o tachaduras. Artículo 83. En caso de que deba realizarse alguna amputación, mutilación o extirpación orgánica que produzca modificación física permanente en el paciente o en la condición fisiológica o mental del mismo, el documento a que se refiere el artículo anterior deberá ser suscrito además, por dos testigos idóneos designados por el interesado o por la persona que lo suscriba. Estas autorizaciones se ajustarán a los modelos que señalen las normas técnicas, como la NOM-004-SSA3-2012 del expediente clínico,15 que establece en su numeral 10.1: Cartas de consentimiento informado: 10.1.1. Deberán contener como mínimo: 10.1.1.1. Nombre de la institución a la que pertenezca el establecimiento, en su caso; 10.1.1.2. Nombre, razón o denominación social del establecimiento; 10.1.1.3. Título del documento; 10.1.1.4. Lugar y fecha en que se emite; 10.1.1.5. Acto autorizado; 10.1.1.6. Señalamiento de los riesgos y beneficios esperados del acto médico autorizado; 10.1.1.7. Autorización al personal de salud para la atención de contingencias y urgencias derivadas del acto autorizado, atendiendo al principio de libertad prescriptiva; y 10.1.1.8. Nombre completo y firma del paciente, si su estado de salud lo permite, en caso de que su estado de salud no le permita firmar y emitir su consentimiento, deberá asentarse el nombre completo y firma del familiar más cercano en vínculo que se encuentre presente, del tutor o del representante legal; 10.1.1.9. Nombre completo y firma del médico que proporciona la información y recaba el consentimiento para el acto específico que fue otorgado, en su caso, se asentarán los datos del médico tratante; 10.1.1.10. Nombre completo y firma de dos testigos. 10.1.2. Los eventos mínimos que requieren de cartas de consentimiento informado serán: 10.1.2.1. Ingreso hospitalario; 10.1.2.2. Procedimientos de cirugía mayor; 10.1.2.3. Procedimientos que requieren anestesia general o regional; 10.1.2.4. Salpingoclasia y vasectomía; 10.1.2.5. Donación de órganos, tejidos y trasplantes; ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR &XDGUR±&RQVHQWLPLHQWRDVLVWLGR Consentimiento válidamente informado • 63 10.1.2.6. Investigación clínica en seres humanos; 10.1.2.7. Necropsia hospitalaria; 10.1.2.8. Procedimientos diagnósticos y terapéuticos considerados por el médico como de alto riesgo; 10.1.2.9. Cualquier procedimiento que entrañe mutilación. 10.1.3. El personal de salud podrá obtener cartas de consentimiento informado adicionales a las previstas en el numeral 10.1.2 cuando lo estime pertinente, sin que para ello sea obligatorio el empleo de formatos impresos. 10.1.4. En los casos de urgencia, se estará a lo previsto en el artículo 81 del Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica. © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR El consentimiento informado es el instrumento mediante el cual el paciente ejerce su derecho a la autodeterminación, y el médico está en el deber de dar la información que aquél requiere.16 La necesidad de obtener el consentimiento ha sido fundamentada de forma amplia en un replanteamiento de la relación médico paciente tradicional, sustentado en el reconocimiento de la autonomía individual.15 Así, el consentimiento válidamente informado es una de las aportaciones más valiosas del derecho a la practica medica, sin embargo, más allá de ser un acto jurídico o normativo es simplemente un acto humano, de comunicación entre el médico y el paciente que legitima el acto médico y otorga derechos y obligaciones reciprocas.17 El 5 de agosto del 2015, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), bajo la ponencia del ministro José Ramón Cossío Díaz, resolvió el amparo directo 42/2012 en relación al otorgamiento del consentimiento informado. Enseguida se cita la tesis: La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), bajo la ponencia del ministro José Ramón Cossío Díaz, resolvió el amparo directo 42/2012 y sus relacionados, en la sesión celebrada el 5 de agosto de 2015. En ellos se fijó, entre otras cuestiones, el alcance que tienen las cartas de consentimiento informado en los procedimientos de atención médica. El caso derivó de una cirugía de reemplazo de cadera que se le practicó a una persona en el Instituto Nacional de Rehabilitación, en la cual se produjo una lesión en el nervio ciático que le provocó cierto grado de incapacidad. Inconforme con dicho acto médico, la paciente demandó el pago del daño material y moral al Instituto y a los médicos que le atendieron. La Primera Sala determinó que la falta de información suficiente acerca de los riesgos y beneficios del procedimiento quirúrgico al cual una persona será sometida hace procedente la acción de daño moral, pues con base en el derecho de autodeterminación del paciente se le debe de otorgar toda aquella que le resulte suficiente para ponderar sus alternativas y elegir la que considere más benéfica. Por ende, se determinó que resulta insuficiente la existencia de documentos genéricos y abstractos firmados por los pacientes que no reúnan los requisitos mínimos establecidos en la Norma Oficial Mexicana 168-SSA-1998, del expediente clínico, (vigente al momento de los hechos que origi- naron el caso) para acreditar que la paciente consintió que se le practicara el acto médico y que asumió los riesgos que éste implicaba. Por su parte, también se estableció que las cartas de consentimiento informado no deben ser vistas como una carga excesiva para los profesionales de la salud, sino que éstos deben de comprender que en dicha figura se encuentra una herramienta legal que les otorga seguridad jurídica evitando reclamaciones en su contra, cuyo número se ha incrementado significativamente en los últimos años, pues en caso de no informar los riesgos y beneficios de la operación al paciente, los médicos abandonan su obligación de medios y asumen los riesgos por sí solos, quedando en una situación vulnerable. Finalmente, la Primera Sala exhortó a las autoridades sanitarias para que, en el ámbito de sus competencias, implementen las políticas públicas que estimen pertinentes para que los médicos informen debidamente a sus pacientes sobre los beneficios y riesgos esperados antes de la aplicación de cualquier procedimiento diagnóstico, terapéutico, rehabilitatorio, paliativo o de investigación que lo amerite.18 &203(7(1&,$6$'48,5,'$6 1. El consentimiento informado es un proceso gradual y verbal que tiene lugar en el seno de la relación médicopaciente. 2. El sustento legal del consentimiento informado en México se encuentra en la Ley General de Salud y su Reglamento en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica, así como en la NOM-004-SSA2-2012. 3. La Norma Oficial Mexicana 004-SSA2-2012 menciona cómo debe llenarse el consentimiento informado; estipula, además,que debe contener los riesgos y beneficios del procedimiento diagnóstico o terapéutico a realizar. 4. Los requisitos mínimos que debe contener una carta de consentimiento informado son: nombre de la institución a la que pertenezca el establecimiento, título del documento, lugar y fecha en que se emite, acto autorizado, señalamiento de los riesgos y beneficios esperados del acto médico autorizado, autorización al personal de salud para la atención de las contingencias y urgencias derivadas del acto autorizado, atendiendo al principio de libertad prescriptiva, y nombres completos del médico y persona legalmente autorizada por el paciente y los testigos. 5. En los casos de urgencia, el artículo 81 establece que no se requiere la autorización del paciente para actuar, si éste se encuentra imposibilitado para darlo. 6. El reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica señala que se requiere el consentimiento informado en los siguientes casos: hospitalización, salpingoclasia y vasectomía, donación de órganos, trasplantes y procedimientos diagnósticos y terapéuticos considerados por el médico como de alto riesgo. 7. La Suprema Corte de Justicia de la Nación establece que, de no informar los riesgos y beneficios de la ope- ERRNVPHGLFRVRUJ 64 • Tratado de cirugía general (Capítulo 8) ración al paciente, los médicos abandonan su obligación de medios y asumen los riesgos por sí solos, quedando en una situación vulnerable. 8. Las consecuencias jurídicas de la falta de información suficiente acerca de los riesgos y beneficios del procedimiento quirúrgico al cual una persona será sometida hacen procedente la acción de daño moral. 9. Los formularios del consentimiento informado impresos no personalizados carecen de validez jurídica, porque un requisito indispensable es que señale riesgos y beneficios de acuerdo a cada procedimiento diagnóstico y terapéutico a realizar, además de tomar en cuenta los riesgos personales en el momento de la atención médica. 10. En menores de edad y en discapacitados, el consentimiento informado será suscrito por el familiar más cercano en vínculo que le acompañe o, en su caso, por su tutor o representante legal, una vez informado del carácter de la autorización. 5(680(1 El consentimiento informado es un proceso gradual y verbal que se suscita en el seno de la relación médico-paciente, en virtud del cual el paciente acepta, o no, someterse a un proce- dimiento diagnóstico o terapéutico, después de que el médico le ha informado en calidad y cantidad suficientes sobre la naturaleza, los riesgos y beneficios que el mismo conlleva, así como sus posibles alternativas. El consentimiento válidamente informado es una de las aportaciones más valiosas del derecho a la práctica médica, y más allá de ser un acto jurídico o normativo es un acto humano, de comunicación entre el doctor y el enfermo, que legitima el acto médico y otorga obligaciones y derechos recíprocos. En México, la Ley General de Salud establece en su artículo 51 bis 1 el derecho a recibir información suficiente, clara, oportuna y veraz, así como la orientación que sea necesaria respecto a la atención de su salud y sobre los riesgos y alternativas de los procedimientos diagnósticos, terapéuticos y quirúrgicos que se le indiquen o apliquen. En el artículo 51 bis 2 se apunta la posibilidad de otorgar o no el consentimiento válidamente informado y el derecho a rechazar tratamientos o procedimientos. El consentimiento informado es el instrumento mediante el cual el paciente ejerce su derecho a la autodeterminación, y el médico está en el deber de dar la información que aquél requiere. La necesidad de obtener el consentimiento ha sido fundamentado de forma amplia en un replanteamiento de la relación médico-paciente tradicional, sustentado en el reconocimiento de la autonomía individual. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. Lugones Botell M: El Código de Hammurabi. Rev. Cubana Med. Gener. Integr. 1991;7(2):187-189. Lugones Botell M: Hipócrates. Revista Cubana Med. Gener. Integr. 1990; 6(3):461. De Castro Bachiller R: Juramento hipocrático. En: Caduceos y juramentos médicos. Cuadernos de Historia de la Salud Pública. La Habana: Editorial Ciencias Médicas, 2000:76. www.bvs.sld.cu/revistas/mgi/vol21_5-6/mgi195-605.htm Jorge Varas Cortés: Responsabilidad médica y acto Médico. www. revistaobgin.cl/articulos/descaqrgarPDF/633/190.pdf. Sánchez García J: La medicina griega en su época de oro. Lima: Editorial Línea y punto SAC, 2003. Faden RR, Beauchamp TL: A History and theory of informed consent. NewYork: Oxford University Press, 1986. Congreso de la República. 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Recuperado de: http://www2.scjn.gob. mx/red2/comunicados/noticia.asp?id=3134 ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 5()(5(1&,$6 Capítulo 9 Las demandas al médico en México Gerardo Ricardo Zurita Navarrete, Elena López Gavito Preguntas clave 1. ¿Cuál es el código más antiguo que se conoce, y que contiene ordenamientos jurídicos diversos sobre el ejercicio de la medicina? 2. ¿En la época prehispánica cuál era código más antiguo que regulaba la práctica médica? ¿Cómo estaba organizada la procuración de justicia en el derecho azteca? 3. ¿Qué es un evento adverso? 4. ¿Cuáles son las consecuencias más graves en la atención médica de un evento adverso? 5. ¿Cuál es la causa principal de la pérdida de la relación médico-paciente? 6. ¿Cuáles son los dos bienes jurídicos más importantes tutelados por el estado, de acuerdo con los derechos fundamentales de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos? 7. ¿Cuál es la vía judicial por la cual el médico puede ser demandado y se le exige la reparación del daño? 8. ¿Cuál es la especialidad de la medicina más demandada en México, según el último informe de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico? 9. ¿Cuál es el porcentaje de responsabilidad que se le imputa al especialista en cirugía general, con base en los dictámenes que emite la Comisión Nacional de Arbitraje Médico? 10. ¿Cuál es el factor más importante en la génesis de las demandas en México? sos, para impedir así que cada uno “tomara la justicia por su mano”, pues sin ley escrita que los jueces hubieran de aplicar de forma obligatoria era fácil que cada uno actuase como más le conviniera.2 Reinado de Salomón. En Judá, Israel, gobernó Salomón del 961 al 922 a. C. En su tiempo se presentó un caso médico legal en que dos mujeres peleaban la potestad de un niño; Salomón decidió a quién darle al niño. Grecia. Plutarco refiere que Glaucas, médico de Ephestion, fue condenado a morir en la cruz por la indignación que a Alejandro le produjo el abandono en que el infortunado médico había dejado a su cliente, el cual trajo como consecuencia la muerte de éste. Hipócrates (370 a. C.). Libro del médico Padre de la Medicina. Él lo editó y existen aspectos éticos que lo acercan a lo médico.3 Roma, Ley de las Doce Tablas. Se considera el más antiguo código de derecho romano (451-450 a. C.); incluye normas acerca de la duración del embarazo y la responsabilidad de la atención médica, de las personas con trastornos mentales. Galeno. Estableció la docimasia, prueba a la cual se somete un órgano para saber si ha funcionado o en qué estado de función estaba antes de la muerte. © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. ANTECEDENTES HISTÓRICOS Egipto. El primer experto médico-legal fue Imhotep (3000 a. C), la más alta autoridad judicial del rey Zoser; en esta época se castigaban los errores profesionales de manera muy severa.1 Babilonia. El Código de Hammurabi (1792 a. C.-1753 a. C.) es uno de los ordenamientos jurídicos más antiguos y valiosos que se conoce; fue grabado en piedra y regulaba diversos aspectos de la vida en sociedad a través de normas penales, civiles y mercantiles. Se le atribuye al emperador Hammurabi, rey de Babilonia. Consta de un prólogo y 282 artículos sobre leyes diversas. Fue el primer ordenamiento que señaló la posibilidad de establecer castigos para el médico en caso de fracasar en su labor y estableció el concepto de pago de honorarios médicos: cinco eskels, equivalentes a 150 gramos de plata (éstos variaban de acuerdo al estatus de la persona: hombre libre o esclavo). Determinó, asimismo, el concepto de delito y la pena que corresponde a cada delito; estableció que el Estado es el titular de la impartición de justicia, a través de jueces y leyes aplicables en todos los ca65 ERRNVPHGLFRVRUJ (Capítulo 9) La Ley de Aquilea (siglo III a. C.). Contenía la legislación para los médicos; estableció por primera vez la culpa gravis, que sirvió a muchas legislaciones futuras. Numa Pompilio. Ordenaba a los médicos hacer examen de las mujeres que morían. Emperador Alejandro Severo (222-235 d. C.). Promulgó leyes para regular la enseñanza y titulación del médico, así como para controlar el ejercicio de esta profesión. El Código de Justiniano (529-564 d. C.). En Roma regulaba la práctica de la medicina, cirugía y obstetricia; imponía penas por mala práctica.1 Pueblos bárbaros. También aquí existía el concepto de la responsabilidad médica. Entre los ostrogodos, cuando un enfermo moría por la impericia del médico éste era entregado a la familia del paciente, que tenía pleno poder sobre él. Siglo XV. Se comienzan a hacer peritajes médico-legales en casos de aborto, homicidio, infanticidio, etc. Edad Media. Ya se exigía que las lesiones causadas con violencia fueran indemnizadas. En Jerusalén, en el siglo XIII, se encontraron sentencias condenatorias de 106 burgueses contra un médico por haberle causado la muerte a un paciente después de haber realizado una amputación. Carlos V. Promulgó en 1537 el Código Carolingio, donde se establecía la obligación de que un médico experto auxiliara a los jueces. Siglo XV. Aparecen los primeros peritajes médico-legales. Ambroise Paré. Precursor de la medicina legal moderna, dio el nombre de medicina forense a la especialidad; estableció la metodología para los informes médico-legales y descubrir enfermedades simuladas. En 1575 se publicó la primera obra de medicina legal. Paulo Zacchia (1651). Reconocido como precursor de la medicina legal moderna por su obra Questiones médico-legales. Alexandre Laccasagne. Estudio e importancia del lugar de los hechos. Siglo XVIII. Se caracterizó por el desarrollo de las primeras cátedras de medicina legal. En 1804 se impartió la primera cátedra de medicina legal en la Universidad de Viena, por Vietz. Julius Hackethal (1921). Cirujano alemán; en 1976, con su libro Auf messers schneide (Sobre el filo del cuchillo), desató polémica al hablar sobre fallos médicos, dando inicio al debate médico y legal.4 La ley castigaba los delitos habidos entre las personas y dictaminaba la propiedad, la moral, las buenas costumbres, el orden, la tranquilidad pública, la patria y la religión. Los castigos más frecuentes eran la pena de muerte, la mutilación, la esclavitud, el destierro, la confiscación de bienes, la suspensión de derechos y la pérdida del empleo. El homicidio, el aborto y el infanticidio (homicidio del recién nacido) se castigaban con la pena de muerte. Los adúlteros solían ser lapidados (lapidar: matar arrojando piedras) y también podían ser ahorcados o flechados. Todo esto hace suponer que intervenía un criterio médico-legal, y aunque no existía la especialidad médica entre los aztecas tenían una clasificación de heridas.4,5 La primera cátedra de medicina legal en México fue impartida el 27 de noviembre de 1833 por Agustín Arellano o Luis Hidalgo y Carpio, padre de la medicina legal en México. Este hombre escribió dos tratados sobre la materia y dio la definición legal de lesiones, que desde el Código Penal Federal de 1871 hasta la fecha sigue vigente. El código promulgado en diciembre de 1871 por don Benito Juárez habla de los delitos cometidos por los médicos y que tienen relación directa con actos profesionales pero son del orden común: aborto, infanticidio, certificaciones falsas, etc. Aunque no trata en particular de la responsabilidad médica, ésta queda comprendida en el capítulo primero, sobre los delitos de culpa. Los casos de responsabilidad médica estudiados durante la vigencia de este código fueron sancionados de acuerdo a los preceptos del artículo citado, a pesar de las dificultades que se presentaban a menudo para juzgar un hecho a posteriori. En el año de 1925, siendo presidente Plutarco Elías Calles, designó una comisión que se encargara de la revisión del anterior código y que fuera más acorde a las necesidades sociales de país. Los trabajos de la comisión terminaron en 1929, el presidente Emilio Portes Gil, promulgó el código Penal el día 30 de septiembre de 1929, el cual entró en vigor el 15 de diciembre del mismo año, que aún sigue en vigor, que fue promulgado por el presidente Pascual Ortiz Rubio y corregido en parte durante la administración de Miguel de la Madrid Hurtado. Luis Sandoval escribió el primer tratado de medicina legal en México, en el que también retomó el respeto del secreto profesional. De 1974 a 1976 estudió la primera generación de médicos legistas en México.4,5,6 ANTECEDENTES HISTÓRICOS EN MÉXICO INTRODUCCIÓN Los aztecas tenían un código de 80 leyes penales y civiles, cuya justa aplicación demandaba a veces la participación de un peritaje médico. Para saber si alguien estaba muerto usaban el bulbo de zozoyatic en polvo: lo echaban en la nariz y si provocaba estornudos o una reacción, el paciente estaba vivo. Su organización tuvo lugar en el calpulli (del náhuatl calpulle, “casa grande”), que constaba de 20 jurados formados por los miembros adultos de las familias más antiguas. El gran consejo conformado por los representantes de 20 calpullis, llamado tlatocan, se encargaba de juzgar asuntos criminales y civiles de la tribu. La relación médico-paciente ha sufrido un cambio en las últimas décadas: antes era un vínculo estrecho nacido del conocimiento personal y de la confianza prolongada a través de los años entre ambas partes, a tal grado que, con frecuencia, el médico llegaba a ser considerado un integrante más de la familia, “médico de familia o médico de cabecera”, de tal modo que se le solicitaban opiniones y decisiones de índole no médica, debido a su conocimiento, preparación y experiencia. En la actualidad es la mera prestación y recepción de un servicio circunscrito a veces a un momento único: el médico es un “prestador de servicios” y el paciente un “usuario de servicios ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. 66 • Tratado de cirugía general Las demandas al médico en México • 67 de salud”.4 La relación médico-paciente es uno de los pilares fundamentales de la atención médica, y su deterioro se ha convertido en una de las principales causas de queja y demanda; hoy en día este deterioro obedece a problemas de “comunicación” y otros factores que se describirán más adelante. Cuando un paciente solicita atención, el médico lleva a cabo una serie de acciones con la finalidad de restablecer su salud, es decir, “curarlo”, lo cual sólo tiene dos caminos posibles: la “satisfacción” del paciente y familiares o su “insatisfacción”. Si la actuación del profesionista no se ajustó a las normas que determinan la forma en que debe ser proporcionada la atención médica, la consecuencia puede ser sólo una queja o lo que para el médico representa un temor y preocupación latentes: una demanda por responsabilidad jurídica. La profesión médica, cuyo objeto es cumplir una función en esencia social, implica para quien la ejerce obligaciones de carácter ético, profesional y de reglamentación sanitaria, cuya trasgresión o incumplimiento puede ocasionar y dar lugar a sanciones de tipo administrativo, civiles (por daños ocasionados) y penales por delitos, de acuerdo con la conducta tipificada por las leyes penales.6 © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. LAS DEMANDAS MÉDICAS EN EUA, AMÉRICA LATINA Y EUROPA A nivel mundial se hacen esfuerzos para mejorar la calidad de la atención médica y contrarrestar algunos de los factores propios de los profesionales de la salud y de las instituciones, que han resultado motivo de demandas. Estos factores se conocen como evento adverso (EA), que se define como: “Todo incidente desfavorable, percance terapéutico, lesión iatrogénica u otro suceso infortunado que está directamente asociación con la prestación de la atención médica”. Es por ello que en 2004 la Organización Mundial de la Salud, ministros, investigadores y pacientes de todo el mundo acordaron la puesta en marcha de la Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente. Bajo el lema “Ante todo, no hacer daño”, esta iniciativa pretende reducir las consecuencias sanitarias y sociales indeseables que pueden tener lugar durante la atención médica. El programa incluye una serie de medidas consideradas clave para reducir el número de enfermedades, complicaciones, traumatismos y defunciones que sufren los pacientes al recibir atención sanitaria.9 Diversos estudios han demostrado que las hospitalizaciones adicionales, complicaciones inevitables, demandas judiciales, infecciones intrahospitalarias, pérdida de ingresos, discapacidades y gastos médicos representan en algunos países un costo anual de entre 6 000 y 29 000 millones de dólares estadounidenses.10,11,12 El aumento de las demandas médicas se ha convertido en un problema a nivel mundial bien conocido en EUA, América Latina, México, Alemania, España y Gran Bretaña. En estos países y regiones, el número indiscriminado de denuncias está teniendo efectos devastadores en sus servicios sanitarios. En América Latina, los resultados del estudio IBEAS (considerado el primer estudio multicéntrico, que contó con la participación de 58 institutos y equipos de investigadores de México, Costa Rica, Colombia, Perú y Argentina) indicaron que la prevalencia reportada de los eventos adversos fue de 10.5% en instituciones de salud pública y privada, y que estuvieron relacionados en 13.27% con el cuidado; con el uso de la medicación, 8.23%; con incidencia de infecciones nosocomiales, 37.14%; ligados a los procedimientos en 28.69% y con el diagnóstico en 6.15%. Destacaron con mayor frecuencia las neumonías nosocomiales (9.4%), infecciones de herida quirúrgica (8.2%), úlceras por presión (7.2%), complicaciones ligadas a procedimientos (6,4%) y sepsis o bacteriemia (5%), sumando en total 36.2% de los eventos identificados. En cuanto a los resultados en México, las cifras estimadas son de alrededor de 558 700 EA por año, de los cuales 10 050 son muy graves. A pesar de los múltiples estudios que evidencian a los eventos adversos como una problemática de salud mundial, sólo en casos muy particulares ha sido posible detectar los factores que han contribuido a la presencia del error. En este sentido, el estudio multicéntrico SYREC (Seguridad y Riesgo en el Enfermo Crítico), realizado en 2007 por el Ministerio de Sanidad de España, demostró ser un modelo confiable para el reporte de los EA. Su propuesta contribuyó a unificar el lenguaje sobre los eventos ocurridos dentro de las unidades de cuidado crítico (donde hay que considerar el estado del paciente, el constante movimiento de los recursos y los cambios en los protocolos de atención), mediante un sistema de clasificación que utiliza el origen del evento, la severidad del mismo y los factores que contribuyeron a la presencia de cada error ocurridos en un lapso de 24 horas. Entre los resultados arrojados por el SYREC destacan: 67% de los usuarios que ingresan a una unidad de cuidados intensivos pueden sufrir un evento adverso en las primeras 24 horas de estancia hospitalaria; la mayoría de los EA se relacionaron con el cuidado y las infecciones nosocomiales, y 90% fueron clasificados como evitables; en 85.57% de los casos hubo factores asociados al EA, de los cuales la mayor parte involucró variables sobre el equipo de salud (estrés y falta de atención, de supervisión y de experiencia) y el entorno de trabajo (falla de equipos, cargas excesivas de trabajo y no adhesión a protocolos).13 En Estados Unidos se ha creado el Committee on Quality of Healthcare in America como una respuesta a las consecuencias de los eventos adversos, que cada año producen en ese país entre 48 000 y 98 000 fallecimientos por negligencias, según una publicación de 1999 hecha por el Instituto de Medicina de EUA (To err is human: building a safer health system), que además concluye que 4% de los pacientes sufre algún tipo de daño cuando está en el hospital, 70% sobrelleva algún tipo de incapacidad temporal y 14% de los incidentes son mortales.14 En estudios realizados en los servicios de cirugía general de hospitales-escuela en Chicago, se concluyó que en todas las situaciones en las cuales se tomó una decisión inapropiada con riesgos para los pacientes existía la posibilidad de elegir otra alternativa; 45.8% de los pacientes experimentaron efectos adversos y en 18% de ellos se produjo evento adverso serio. En la Fundación Robert Wood Johnson se estudiaron los errores producidos en las unidades de cirugía; de los resultados de este estudio se desprenden las cinco principales causas que impiden se practique cirugía con la calidad idónea: 1. Inadecuado registro de los efectos adversos. 2. No se practica de manera adecuada la cirugía conforme a las guías clínicas o protocolos. 3. Cultura de la culpa. ERRNVPHGLFRVRUJ 68 • Tratado de cirugía general (Capítulo 9) Una encuesta realizada entre cirujanos especialistas en EUA arrojó que más de 70% de ellos habían sido demandados al menos una vez durante el ejercicio de su profesión. Se estima que en Europa 10% de los pacientes hospitalizados sufre algún tipo de evento adverso; en Australia la cifra es de 16.6%. Esto representa un aumento en el gasto generado por el daño causado al paciente, como la estancia hospitalaria prolongada, el incremento en el uso de antibióticos de nuevas generaciones o la incapacidad que limita la reincorporación del paciente al sector productivo del país. En junio de 2013, en el Parlamento británico, el primer ministro David Cameron pidió perdón público por las negligencias “verdaderamente espantosas” producidas a lo largo de la última década en 14 hospitales del sistema público de salud, y que se tradujeron en la muerte innecesaria de más de 20 000 pacientes, de acuerdo con cinco investigaciones realizadas. En España ha resultado muy difícil conocer el número de fallecimientos anuales causados por errores médicos o negligencia, pero lo cierto es que cada año se incrementan los decesos por esta causa; de hecho, se están reportando 274 quejas al día por error médico, varias de las cuales representan nuevas contiendas por mala praxis a dirimir en los tribunales españoles. CALIDAD DE LA ATENCIÓN MÉDICA EN MÉXICO En el informe de gobierno del periodo 2013-2014 en México, se dio a conocer el último de Padrón de Profesionistas de la Salud, que es de 619 mil doctores en el sector salud. Entre las cifras compartidas destacan: en 2013 egresaron 2 247 especialistas; en el sector salud se cuenta con 22 235 establecimientos o unidades médicas, de las cuales 20 486 son de consulta externa, 1 340 son hospitalarias y 49 son establecimientos de asistencia social. Con respecto a la atención médica, en la Secretaría de Salud y Servicios Estatales de Salud se reportaron 124 436 984 consultas, de las cuales, 17 918 480 fueron de especialidades y 6 118 178 de planificación familiar. Se realizó, asimismo, un total de 1 638 738 intervenciones quirúrgicas y fueron atendidas 10 041 694 urgencias médicas, 522 699 por lesiones y violencia. Si se considera que el sector salud atiende a más de 52 millones de mexicanos en todo el país, el número de médicos y unidades es insuficiente; por otro lado, la gran mayoría de ellos se encuentran concentrados en las principales ciudades y existe una carencia de especialistas en muchas zonas. En este mismo informe se hizo mención de las quejas (no demandas) presentadas en el sector salud durante el último cuatrimestre de 2013: fueron 16 880 y se resolvieron 10 862, un porcentaje bajo en relación con el número de consultas, atención hospitalaria, procedimientos quirúrgicos y urgencias reportado.22 Es evidente que este registro de quejas no corresponde a la realidad, si se toma en cuenta la sobredemanda de los servicios de salud. Uno de los principales problemas del Sistema Nacional de Salud en materia de calidad es la enorme heterogeneidad que existe entre los principales prestadores de servicios, así como el deterioro de los servicios de salud, que es más evidente año con año, lo que está generando un factor más de riesgo de demanda. A los problemas de calidad técnica habría que sumar los casos de suspensión o diferimiento de procedimientos quirúrgicos por: falta de insumos, personal idóneo y saturación de las salas de quirófano por cirugía de urgencia. Los principales motivos de suspensión de cirugías son la falta de insumos, quirófanos y personal médico. Aunque en la actualidad existen sistemas más modernos de prestación de servicios y la tecnología adecuada para proporcionar un diagnóstico preciso a los usuarios, esto no evita el riesgo de que ocurra un error. En un estudio realizado con una muestra de 127 casos, en 38 (29.9%) de ellos se identificaron eventos adversos que produjeron daños evidentes a los pacientes; 84 (66.1%) estuvieron relacionados con complicaciones inherentes al padecimiento o al tratamiento; y en cinco (3.9%) los expedientes no tenían información suficiente para ser clasificados. De los casos de efectos adversos, 25 (65.8%) se presentaron en instituciones de seguridad social, 12 (31.6%) en servicios privados y uno (2.6%) en la Secretaría de Salud; 15 (39.5%) ocurrieron en unidades de segundo nivel, 14 (37%) en unidades de tercer nivel, ocho (21%) en primer nivel de atención y en uno (3%) no se pudo obtener el dato. En la Ciudad de México se registró el mayor número de casos (23, equivalentes a 60.5%). Los servicios con mayor número de eventos fueron urgencias (nueve casos, 23.7%), ginecología y obstetricia (seis, 15.8%) y cirugía general (cinco, 13.2%).24 DEMANDAS MÉDICAS EN MÉXICO Cometer errores es una característica del ser humano, pero cuando éstos son de tipo médico, hoy en día no se concede el perdón, y el doctor queda en desventaja con respecto a otras profesiones debido a que su error tiene consecuencias en la salud y la vida del afectado. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) consagra la vida y el derecho a la protección de la salud como los dos bienes principales tutelados por el Estado, lo que se traduce en que es un derecho para cualquier individuo recibir prestaciones de salud oportunas y de calidad idónea, como lo marca la Constitución, pero es importante entender que esto no implica la cura de la enfermedad, por lo que no se le puede exigir al médico obligación de resultados.17 En México es cada vez más frecuente encontrar afuera de los hospitales a personas buscando pacientes y familiares inconformes con la institución y con los médicos por la atención recibida, con la finalidad de asesorarlos y hacerse cargo del proceso de demanda. También se han detectado cada vez más portales y blogs donde se ventilan casos médicos legales y grupos de abogados invitan a la gente a contar sus experiencias, e inclusive ayudan a iniciar las demandas. Algunos portales guían paso a paso al potencial demandante respecto a cómo estructurar su querella, recomiendan grabar todo lo que podría ser útil en caso de negligencia médica y hasta informan los montos de la demanda. ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. 4. Necesidad de compensar a los pacientes lesionados. 5. Dificultad para decir la verdad. © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Las demandas al médico en México • 69 Se desconoce la cantidad de procesos médico-legales que hay en México, pero es una realidad que las denuncias ante instituciones de procuración e impartición de justicia (Ministerio Público y autoridades penales, civiles y administrativas) han aumentado en forma alarmante en los últimos diez años, lo que ha llevado a muchos médicos y enfermeras a practicar la llamada medicina defensiva, es decir, a “no tomar decisiones de riesgo por miedo a las reclamaciones, sometiendo al paciente a multitud de pruebas para que no queden cabos sueltos”,16,17 con el consecuente incremento en los costos para el estado y el encarecimiento de la medicina privada, otro factor generador de demandas. Las pocas estadísticas recabadas por instituciones de impartición de justicia mexicanas, a pesar de que algunas datan del decenio 1990-1999, son importantes para entender la evolución del proceso de las demandas en México. Uno de los primeros estudios importantes fue uno retrospectivo, longitudinal y descriptivo realizado con 283 dictámenes de los archivos de la Dirección General de Coordinación de Servicios Periciales de la Procuraduría General de la República (19761992), que arrojó los siguientes resultados: en 31.44% de los casos (89) existió falla médica, en 78.65% (222) hubo negligencia y en 21.34% (60) impericia; la especialidad más afectada fue ginecoobstetricia, con 35.95% (101), y cirugía general, con 19.10% (54), ocupó el segundo lugar.17 De 843 opiniones técnicas realizadas en la Secretaría de Salud en el periodo 1989-1994, las especialidades más afectadas fueron, en orden progresivo: ginecología, cirugía general, pediatría, ortopedia, oftalmología y odontología.18 En marzo de 2005, informes internos de la Subprocuraduría de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo de la PGR revelaron que se iniciaron 200 averiguaciones previas y consignaciones contra personal del IMSS por negligencia y homicidios culposos. Los expedientes del IMSS, en los archivos de la PGR, contienen historias de descuidos, errores e indolencia por parte de algunos médicos de la institución, la cual ha recibido durante los últimos dos años el mayor número de recomendaciones de la CNDH, por encima de las fuerzas armadas y los órganos de procuración de justicia. De los 200 expedientes, casi 20% corresponden a Baja California, con 39 averiguaciones previas y 17 consignaciones de personal del IMSS; le sigue Baja California Sur, con 18 averiguaciones previas y tres consignaciones; en tercer lugar está Sonora, con 13 averiguaciones previas y una consignación.19 En el mismo año 2005, otro informe describió que se presentaron 1 051 quejas por mala práctica médica en las diferentes instituciones de seguridad social, siendo el IMSS, por el volumen de pacientes que atiende a diario, la institución con el mayor número de quejas, seguido del ISSSTE, Pemex y Sedena. Para 2011 esta cifra aumentó a 4 468 quejas por negligencia médica, lo que significa un incremento de 500 casos por año. En cuanto al motivo de las quejas, éste varían de acuerdo a la institución, y pueden ser: tratamiento médico, tratamiento quirúrgico y diagnóstico. Datos de la Fundación Mexicana para el Mejoramiento de los Servicios de Salud, Madres y Padres de la Mano, revelan que en México hay más de 17 mil casos de negligencia médica, y de éstos sólo 5% se resuelve a favor del paciente (cuadro 9-1).21 Cuadro 9–1. Dictámenes concluidos por instancia solicitante Comisión Nacional de Arbitraje Médico, 2014 Instancia jurídica Instituciones administrativas Total 245 75 Comisión Estatal de Derechos Humanos 4 Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios 1 Contraloría de los gobiernos locales 4 Secretaría de la Función Pública 66 Instituciones de impartición de justicia 7 Poder Judicial de la Federación 4 Poder Judicial local 3 Instituciones de procuración de justicia 163 Procuraduría General de Justicia Estatal 35 Procuraduría General de Justicia Militar 2 Fuente: Dirección de Informática, 6 de marzo de 2015. En México son escasas las estadísticas que permitan conocer las cifras reales de demandas médico-legales que se generan en las diferentes instancias jurisdiccionales (Ministerio Público, tribunales penales, civiles, administrativos y laborales), sin considerar las de carácter no legal, como las interpuestas ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed), que llevan a analizar y conocer algunos aspectos importantes, así como a entender las causas y factores que las motivan. La Conamed es la institución mexicana que mejor lleva y publica estadísticas actualizadas para conocer algunos de los datos más importantes que motivan a los usuarios de servicio de salud a presentar quejas y demandar a las instituciones y a los profesionales de salud, aclarando que las quejas presentadas ante la Conamed quizá apenas representan una cuarta parte del total de las quejas generadas. En enero de 2011 la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) reportó que en el periodo 2007-2010 se presentaron 1 896 casos de demandas civiles y penales en contra de personal médico de la Secretaría de Salud (SSA) por actos de negligencia profesional comprobada, lo cual se tradujo, en ese lapso, en un desembolso de 45.8 millones de pesos por parte del gobierno federal para cubrir las indemnizaciones generadas. En los últimos cinco años se han incrementado los procesos administrativos en contra del personal de salud de instituciones federales por parte de los Órganos Internos de Control, dependientes de la Secretaría de la Función Pública, con las respectivas sanciones administrativas y económicas, entre las que se incluye con frecuencia la inhabilitación del médico. Por otro lado, es importante mencionar que en el campo de la cirugía general las complicaciones por procedimientos quirúrgicos por vía endoscópica han registrado un incremento alarmante de demandas penales y civiles en los últimos tres años, ello incluye los procedimientos de cirugía bariátrica. En el informe emitido por la Conamed en 2015 se describen las principales especialidades médicas o servicios invo- ERRNVPHGLFRVRUJ 70 • Tratado de cirugía general (Capítulo 9) Tipo de servicio Cuadro 9–4. Quejas concluidas por institución médica relacionada Comisión Nacional de Arbitraje Médico Primer semestre, 2015 Total Total 8 106 Orientación 4 224 Asesoría especializada 1 957 Gestión inmediata 766 Quejas 1 001 Dictámenes 158 Sector/Grupo/Institución Total Sector público Fuente: Sistema de Atención de Quejas Médicas y Dictámenes (Saqmed). lucrados en las inconformidades (cuadro 9-2), así como las especialidades o servicios con que se relaciona el caso (diagnóstico), tanto para las quejas como para los dictámenes médicos (cuadro 9-3).26 Es importante mencionar que si la mayoría de los casos está en el sector público y el mayor número corresponde a la seguridad social, en concreto al IMSS, es porque éste tiene la máxima cobertura de derechohabientes a nivel nacional, cerca de 51%, seguido por el ISSSTE. Respecto a las quejas concluidas por especialidad (Comisión Nacional de Arbitraje Médico, 2014), de un total de 1 654 casos las especialidades con mayor número de inconformidades fueron, en primer lugar, cirugía general, y le siguen medicina familiar, ginecología y medicina interna (cuadro 9-4 y 9-5).26 A continuación, el cuadro 9-6 describe el número de quejas concluidas mediante emisión de dictamen por especialidad, según el resultado de análisis documental; se puede apreciar que la mayor cantidad de casos corresponde a las especialidades de cirugía general, obstetricia, medicina interna y ortopedia.26 El acto médico genera derechos y obligaciones para las partes; que el doctor desconozca sus obligaciones no lo exime de responsabilidad profesional y puede originar una queja o demanda. Es casi una generalidad que los profesionales de la salud en México desconocen el marco normativo (jurídico) y Cuadro 9–3. Motivos de las quejas concluidas Comisión Nacional de Arbitraje Médico Primer semestre, 2015 Motivo Total 5 096 Accidentes e incidentes 46 Atención de parto y puerperio inmediato 67 Auxiliares de diagnóstico y tratamiento 98 De¿ciencias administrativas 399 Diagnóstico 1 837 Relación médico-paciente 1 185 Tratamiento médico 528 Tratamiento quirúrgico 936 Fuente: Sistema de Atención de Quejas Médicas y Dictámenes. Total 867 667 Seguridad social IMSS ISSSTE Pemex Sedemar Sedena 594 537 41 6 4 6 Sin seguridad social Hospitales federales de la Secretaría de Salud Servicios estatales de salud 57 31 26 Asistencia social Servicios médicos de instituciones universitarias Servicios médicos de la Policía Auxiliar Servicios médicos de la Policía Bancaria 16 4 12 0 Sector privado 199 Servicios privados Consultorios Clínicas sin servicio de hospitalización Hospitales Laboratorios y gabinete 192 112 1 77 2 Asistencia privada Cruz Roja Otros 7 2 5 No disponible 1 Fuente: Sistema de Atención de Quejas Médicas y Dictámenes. Cuadro 9–5. Quejas concluidas por especialidad Comisión Nacional de Arbitraje Médico, 2014 Total Especialidad Total 1,654 Especialidades médicas 1,026 Anestesiología Biología de la reproducción Cardiología Cirugía artroscópica Cirugía cardiotorácica Cirugía de cabeza y cuello Cirugía de gastroenterología Cirugía endoscópica Cirugía general Cirugía laparoscópica Cirugía neurológica Cirugía pediátrica Cirugía plástica y estética Cirugía reconstructiva Cirugía vascular y angiología Dermatología Endocrinología Endoscopía Gastroenterología Geriatría Ginecología Hematología ERRNVPHGLFRVRUJ 10 3 20 9 8 1 5 1 139 6 29 7 27 22 18 13 2 4 5 2 65 8 © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Cuadro 9–2. Asuntos recibidos por tipo de servicio ofrecido Comisión Nacional de Arbitraje Médico Primer semestre, 2015 Las demandas al médico en México • 71 Cuadro 9–5. Quejas concluidas por especialidad Comisión Nacional de Arbitraje Médico, 2014 (Continuación) Total Especialidad Total 1,654 Especialidades médicas 1,026 Homeopatía Infectología Inmunología clínica y alergología Medicina crítica-terapia intensiva Medicina familiar Medicina física Medicina feneral Medicina interna 3 3 2 3 101 2 16 33 Fuente: Sistema de Atención de Quejas Médicas y Dictámenes. la reglamentación del ejercicio de su profesión, y sólo se circunscriben al conocimiento científico de su área, olvidándose de lo que las leyes, reglamentos, normas y otros ordenamientos establecen en materias de salud, civil, penal y administrativa, aunado a los principios éticos y bioéticos. La relación médico-paciente es la piedra angular de la atención médica. La entrevista médica es la actividad más común del doctor, cuya relación con el enfermo puede verse afectada, sobre todo, por problemas de comunicación, tal como indica un estudio realizado por la Conamed. Se estima que durante sus años de actividad el profesional de la medicina realiza de 150 mil a 300 mil consultas; con base en estudios y encuestas aplicados a pacientes y médicos se ha detectado que, por ejemplo, se concede menos de un minuto para escuchar al paciente; existe la tendencia de interrumpir con frecuencia al paciente durante el interrogatorio; un por- Cuadro 9–6. Dictámenes concluidos por especialidad, según resultado del análisis documental © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Especialidad Total Con evidencia de mala práctica Sin evidencia de mala práctica Sin elementos Total 245 155 89 1 Especialidades médicas 244 155 88 1 Algología y clínica del dolor Anestesiología Cardiología Cirugía cardiotorácica Cirugía general Cirugía neurológica Cirugía pediátrica Cirugía plástica y estética Cirugía reconstructiva Cirugía vascular y angiología Enfermería Geriatría Ginecología Hematología Medicina crítica-terapia intensiva Medicina física Medicina interna Nefrología Neonatología Neumología Neurología Obstetricia Oftalmología Oncología médica Oncología quirúrgica Ortopedia general Otorrinolaringología Patología Pediatría Psiquiatría Sin elementos para identi¿car Traumatología Urología 0 8 1 0 43 15 3 5 1 2 1 1 12 2 1 1 30 5 6 2 4 31 7 8 1 22 2 1 11 1 0 8 9 0 5 1 0 3 0 0 0 0 24 9 3 2 0 2 0 0 7 1 1 0 18 3 4 1 0 23 4 5 1 18 2 1 8 0 0 5 7 19 6 0 3 1 0 1 1 5 1 0 1 11 2 2 1 4 8 3 3 0 4 0 0 3 1 0 3 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Especialidades odontológicas y odontología general 1 0 1 0 Cirugía maxilofacial 1 0 1 0 Odontología 0 0 0 0 Fuente: Sistema de Atención de Quejas Médicas y Dictámenes, 2014. ERRNVPHGLFRVRUJ 72 • Tratado de cirugía general (Capítulo 9) centaje alto de pacientes no entiende al médico por su lenguaje técnico; casi 50% de las recetas no se cumplen o no se concluyen porque no son claras o son difíciles de entender. Se han mencionado algunos de los factores que contribuyen a generar demandas médicas por mala praxis; a continuación se presentarán otros que también son importantes en los casos de demandas contra las instituciones y personal de salud:16,17,24 Vázquez Valdés E), hay otros factores importantes que interactúan en forma conjunta en un “todo”, y donde se ve reflejada la intervención y responsabilidad del Estado: política social y salud, administración, fuerza laboral, formación, educación médica, capacitación y práctica quirúrgica.27 COMPETENCIAS ADQUIRIDAS I. En relación con los pacientes a) Pacientes más exigentes e informados b) Pacientes en los extremos de la vida y con patologías complejas c) Estancia prolongada d) Atención de urgencia II. En relación con los profesionales de la salud a) Carencia de vocación b) Deficiente preparación en pregrado c) Desconocimiento de aspectos jurídicos d) Mala comunicación e) Falta de trabajo en equipo f) Actitud del médico ante el evento adverso g) Inexperiencia de los médicos o del personal de salud h) Agotamiento profesional i) Clima laboral j) El progreso de la medicina: introducción de procedimientos nuevos. Tecnología y robótica k) Falta de compañerismo III. Sistema de salud a) Las modificaciones en la estructura y organización del Sistema Nacional de Salud b) Falta de insumos c) La creación de organismos reguladores d) Influencia de los medios de comunicación masivos digitales e impresos sobre problemas médicos e) Sistema de impartición de justicia De los factores antes mencionados, hay que tomar muy en cuenta el que se refiere a la actitud del médico, pues es bien sabido que detrás de cada demanda hay un médico o personal de salud que impulsó o predispuso al paciente o familiares a demandar a un colega. Hoy en día es lamentable la expresión “El peor enemigo de un médico es otro médico”, que resulta grave por todo lo que representa; entre sus implicaciones cabe resaltar que refleja la existencia de una competencia desleal por parte del profesional de la salud, falta de todo principio ético y deontológico, así como la “voracidad” de algunos médicos por quedarse con los pacientes. Abogados reconocen que de todos los profesionistas de las diferentes áreas del conocimiento humano, el que ejerce la medicina es capaz de prestarse a intervenir en asuntos médico-legales y poner en entredicho la actuación de un colega, con frecuencia sin tener la competencia del área o especialidad, sólo con el fin de “pisotearlo”. Por ello algunos abogados y empresas de riesgo profesional ven en la actividad médica un terreno fértil y lucrativo para el litigio. Sin dejar a un lado la responsabilidad que tiene el profesional de la salud en esta dinámica (que ha sido descrita por 1. El documento jurídico más antiguo que se conoce es el Código de Hammurabi, una compilación de leyes y edictos auspiciada por Hammurabi, rey de Babilonia. Es el primer código conocido de la historia (1792 a.C.1750 a. C.). 2. En la época prehispánica los aztecas tenían un código de 80 leyes penales y civiles, cuya justa aplicación demandaba a veces la participación de un peritaje médico. La impartición de justicia era organizada en el calpulli (del náhuatl calpulle, “casa grande”), que constaba de 20 jurados formados por los miembros adultos de las familias más antiguas. El gran consejo integrado por los representantes de 20 calpullis, llamado tlatocan, se encargaba de juzgar asuntos criminales y civiles de la tribu. 3. Evento adverso es todo incidente desfavorable, percance terapéutico, lesión iatrogénica u otro suceso infortunado que está en directa asociación con la prestación de la atención médica. 4. Son varias las consecuencias de las complicaciones derivadas del evento adverso: incremento de gastos hospitalarios por estancia prolongada, aumento de los honorarios médicos, infecciones intrahospitalarias, demandas médicas, etc. Pero las consecuencias más graves son la discapacidad parcial o total y el fallecimiento. 5. La causa fundamental de la pérdida en la relación médico-paciente es la mala comunicación; se ha perdido la capacidad de entablar una comunicación eficaz. Una de las propuestas para mejorarla es implementar la cátedra de comunicación en la carrera de medicina. 6. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos tutela la vida y el derecho a la protección de la salud, por ello las sanciones contra los médicos pueden ser muy severas cuando se demuestra su incumplimiento y responsabilidad. 7. Es en la vía civil donde se exige la reparación del daño causado, así como la respectiva indemnización. 8. De todas las especialidades legalmente reconocidas en México, la cirugía general, los procedimientos por laparoscopía y la atención en los servicios de urgencias son las más demandadas en el marco de la atención médica institucional y privada. 9. Del total de dictámenes médicos de cirugía general emitidos por la Conamed en el año 2014, entre 50 y 60% de los casos el cirujano general resultó con responsabilidad médica. 10. De los múltiples factores relacionados con la etiología de los conflictos médicos legales, el más importante es la actitud de los doctores cuando hacen comentarios nocivos y sin fundamento sobre la atención brindada ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. GÉNESIS DE LA DEMANDA Las demandas al médico en México • 73 por un colega, es por ello que hoy la expresión “El peor enemigo de un médico es otro médico” es una realidad. RESUMEN Las demandas médico-legales en México se han incrementado en forma importante en los últimos cinco años, alcanzando en promedio un crecimiento anual de hasta 30%. Al analizar los factores que intervienen en la génesis de este fenómeno, todo indica que no habrá nada que lo detenga, por lo que resulta preocupante el entorno laboral y social, así como el futuro del médico, en especial para las nuevas generaciones. En la actualidad no existe en México otra actividad profesional con más exigencia en normatividad sanitaria y reglamentación jurídica que el ejercicio de la medicina, lo que la convierte en la profesión de mayor riesgo. Son muchos los factores analizados que contribuyen en la génesis de los problemas médico-legales, y el profesional de la salud ha contribuido a este fenómeno con su actitud (des- humanización, falta de oportunidades y desarrollo, pérdida de aspectos éticos, competitividad desleal, falta de compromiso gremial, ego, soberbia, intereses económicos, frustración, señalamientos y cuestionamiento a otros médicos, etc.). La falta de compromiso y responsabilidad por parte del Estado es otro elemento fundamental en la generación de problemas médico-legales, debido a las políticas inadecuadas, burocratismo y deficiencias en la estructura de salud. En la actualidad, son del conocimiento general los problemas económicos a nivel mundial que influyen en el desarrollo de los países, con las repercusiones que significan, lo que afecta mucho el producto interno bruto (PIB) y la economía de cada individuo, que pierde poder adquisitivo, sumado a los altos costos de la medicina privada que está al alcance sólo de un reducido sector de la población. En el caso de México, el año 2015 y los siguientes serán muy difíciles debido a los recortes presupuestales que se traducirán en una acentuada y de por sí deteriorada falta de recursos materiales, insumos y equipamiento, así como en carencia de recursos humanos que satisfagan las necesidades y demandas de atención médica oportuna, de calidad e idónea, lo que permite vislumbrar a futuro un incremento importante de quejas y demandas médicas. REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. Albert S, Lyons R, Petrucelli J: Historia de la medicina. México, D.F. Américo Arte Editores. 1994. González Roacho C, Tirado Amador R, Uribe Ruiz E: Revista Libertades Universidad Autónoma de Sinaloa 2:97-98. Heinz S: Crónicas de la medicina. Tercera edición. México: Editorial Inter Sistemas. Senosian, 2003. Vargas Alvarado E: Medicina legal. Segunda edición. México: Trillas, 1999. Rivas Souza M: Medicina legal. 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ERRNVPHGLFRVRUJ &DStWXOR 0HGLFLQDGHIHQVLYD\PHGLFLQDDVHUWLYD José Ignacio Guzmán Mejía, Jaime Shalkow Klincovstein 3UHJXQWDVFODYH 1. ¿Cómo se puede definir la medicina defensiva? 2. ¿Quien describió por primera vez esta expresión? 3. ¿Qué propósito persigue el médico al realizar medicina defensiva en su práctica profesional? 4. ¿Quiénes son los primeros en protestar por los excesivos costos de la medicina defensiva? 5. ¿Existen organizaciones, entidades o individuos que puedan oponerse a la aplicación de la medicina defensiva? 6. ¿Cuáles son los cuatro factores que han favorecido la práctica de la medicina defensiva? 7. ¿Cuáles son las cuatro repercusiones del ejercicio de la medicina defensiva? 8. ¿Cuál es la primera causa de quejas registrada y reportada en la Conamed? 9. ¿Cómo surge el concepto de medicina asertiva como alternativa al ejercicio de la medicina defensiva? 10. ¿Cuáles son los cuatro principios, en el ejercicio profesional, en que se fundamenta la medicina asertiva? tiene el médico en la actualidad, para ejercer su profesión de manera segura y apegada a Lex Artis. ,1752'8&&,Ï1 Las demandas en contra de los profesionales de la salud se han cuadruplicado en los últimos diez años, lo que ha llevado a muchos médicos y enfermeras a practicar la llamada medicina defensiva, es decir, a “no tomar decisiones de riesgo por miedo a las reclamaciones”, sometiendo al paciente a multitud de pruebas para que no queden cabos sueltos, con lo que pretenden disminuir el riesgo de ser demandados.1,2 En un contexto de creciente desconfianza emanada de una relación médico-paciente deteriorada, en EUA y Europa comienza a identificarse, a partir de 1960, la práctica de una medicina defensiva fundamentada en el incremento de las controversias médico-legales en contra de los profesionales de la salud, por resultados desfavorables para los pacientes o expectativas no cumplidas, las cuales son consideradas inexcusables en un ambiente de litigio, donde se creía que el avance tecnológico y científico debía resolverlo todo.1-7 En 1978, Tancredi utiliza por primera vez la expresión de medicina defensiva; definiéndola como el empleo de procedimientos diagnóstico-terapéuticos con el propósito explícito de evitar demandas por mala práctica.1,3 En este capítulo se analizarán las proporciones de tal fenómeno, señalando tanto los aspectos negativos que genera la práctica de la medicina defensiva como las alternativas que Se entiende por medicina defensiva la práctica profesional orientada a la solicitud de un número exagerado de análisis de laboratorio, de imagenología, de interconsultas, de referencia de pacientes, de mayor estancia hospitalaria, de prescripción innecesaria de medicamentos, de diferimiento de procedimientos quirúrgicos, de referencia a terceros niveles de atención médica o de alta especialidad, que el médico realiza de manera consciente o inconsciente no con la intención de beneficiar al enfermo, sino porque tiene la creencia de que ante la posibilidad de litigio o reclamación por parte del paciente o sus familiares, podrá justificar ante el juez que se cumplieron y se rebasaron las obligaciones de medios, de diagnóstico y de seguimiento en el proceso de atención médica. Studdert et al.,1,4,5 consideran dos modalidades de medicina defensiva: • La medicina defensiva positiva, que consiste en adoptar un exceso de medidas de seguridad mediante cuidados suplementarios (abrumador uso de tecnología, 74 ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR '(6$552//2 Medicina defensiva y medicina asertiva • 75 estudios innecesarios y referencia de pacientes a valoraciones especializadas, muchas interconsultas o deshacerse de pacientes de “alto” riesgo o conflictivos) o reducción en la atención (negarse a atender enfermos complicados, con padecimientos de alto riesgo de litigio). • Y la medicina defensiva negativa u omisiva, en la que los médicos abandonan su ejercicio profesional o se apartan de situaciones conflictivas o de alto riesgo de litigio. Esta forma de trabajar produce retardo en la toma de decisiones en las actividades diarias y tiende a postergar la atención del enfermo para los turnos subsecuentes, en especial los casos complicados o con familiares demandantes, situación que afecta de manera importante la salud del enfermo, ya que diferir la atención muchas veces conlleva la progresión de la enfermedad a estadios irreversibles. Lo irónico es que la medicina defensiva exacerba el problema que buscaba resolver, y en lugar de proteger al médico de una posible demanda crea un clima de desconfianza, inseguridad y provocación, el cual favorece el incremento del número de demandas. © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR ¢48e7$1*5$9((6(/352%/(0$ '(/(-(5&,&,2'(/$0(',&,1$ '()(16,9$<&8È/(6621686 5(3(5&86,21(662&,$/(6 <(&21Ï0,&$6" La Asociación Médica Americana publicó en 1984 que se destinaban a medicina defensiva 15 000 000 000 de dólares anuales.4,5,7,26-31 En EUA los gastos consecutivos al ejercicio de la medicina defensiva representan 17.6% del costo total de la atención médica; por cada dólar de prima de seguros de gastos médicos, 2.70 dólares son para medicina defensiva. En EUA, 34% de los médicos piensa que el principal problema de la medicina son las demandas médico-legales. Entre 1986 y 1996 se registró un aumento de 100% en las demandas contra los psiquiatras; en Florida 95% de los neurocirujanos han sido demandados. En 2003, la Asociación Médica Americana declaró alerta en 20 estados de EUA por escasez de personal en especialidades de alto riesgo (urgencias, ginecoobstetricia y neurocirugía pediátrica). En un intento por frenar la voracidad de la industria de la demanda, en 2006 se emitió en EUA la Ley de Pago de Daños (Tort), que limita el monto máximo de indemnización por las demandas. En la actualidad, tan sólo en el estado de Texas se gastan 700 000 000 anuales en medicina defensiva.4,5,7,26-31 Del total de los honorarios de los médicos del estado de Nueva York, 10% se destina al pago de pólizas para protección contra demandas, con lo que se ha incrementado en 20 000 000 000 de dólares el costo de la atención de la salud en dicho estado. En el verano de 2003, el único pabellón hospitalario de maternidad que funcionaba en el sur de Filadelfia cerró sus puertas debido a los costos de los seguros de responsabilidad médica; hoy en día ningún hospital del sur de Filadelfia atiende partos y siete de 39 clínicas de maternidad en la ciudad han cerrado o están por hacerlo, debido al éxodo de médicos a otros estados donde el riesgo del ejercicio profesional es menor.1,4,5 Traczynski y Udalova señalan que Seabury et al. (2013)8 publicaron que los médicos pueden tener en 11% del tiempo que dura su actividad profesional demandas legales no resueltas; en tanto, Jena (2011) publicó que 55% de los especialistas en medicina interna, 80% de los cirujanos generales y 74% de los ginecoobstetras se han visto involucrados, antes de los 45 años de edad, en cuando menos un litigio. En México no existen estadísticas confiables sobre el número de controversias médico-legales emprendidas por las vías civil, penal, administrativa o alternas de solución de conflictos; sin embargo, a raíz de la creación de la Conamed en 1996, las solicitudes de atención por asuntos de inconformidad con la atención médica recibida se han incrementado mucho. Es posible inferir la magnitud del problema gracias a que la Conamed tiene un registro confiable, donde se aprecia que el número de asuntos recibidos por la propia institución ascendió de 2 907 en 1996 a 19 036 en 2006, y hasta septiembre de 2007 se habían recibido 15 067, siendo 2003 el año más conflictivo, con 23 847.4,5,7,26-31 De acuerdo con los asuntos atendidos, las quejas formales se incrementaron de 593 en 1996 a 1 544 en 2006, con un número máximo en el año 2000 de 1 997; hasta septiembre de 2007 se habían atendido 1 274 quejas.4,5,7,26-31 La actividad pericial mediante la solicitud expresa de instancias impartidoras de justicia civil, militar y administrativa ha crecido de 44 en 1996 a 323 en 2006, es decir, seis veces más.4,5,7,26-31 Las áreas de la medicina sobre las que recaen con más frecuencia las quejas son urgencias, cirugía general, ginecoobstetricia y ortopedia. Las instituciones con mayor número de quejas entre enero y septiembre de 2007, de acuerdo con los registros de la Conamed, fueron: el IMSS, con 489 quejas; la atención médica privada, 127; el ISSSTE, 122; los hospitales dependientes de la Secretaría de Salud, 37.1,4 Todos los días aparecen en los medios (periódicos, noticieros de radio y televisión) múltiples publicaciones relacionadas con presuntos errores médicos debido a mala praxis que, sin embargo, no siempre es real; empero, tales noticias exaltan el morbo e incrementan la venta de los medios impresos o el rating en las cadenas televisivas; en algunos diarios se llega al extremo de afirmar que cada vez más médicos mexicanos entran al quirófano con un amparo bajo el brazo, que las autoridades sanitarias denominan a este fenómeno “medicina defensiva”, y que de acuerdo con sus cálculos 40% de los profesionales de la salud tiene contratado un seguro de este tipo, insistiendo en que, visto como consumidor, el paciente puede estar tranquilo porque en caso de siniestro el médico contará con recursos para indemnizarlo. También llegan a señalar que en 2004 la Conamed atendió 20 393 consultas, de las cuales 1 508 fueron denuncias formales, y obtuvo indemnizaciones para los pacientes por 12 765 000 millones de pesos.1,4 En una sociedad con evidente deterioro económico, este tipo de publicaciones favorece la industria del litigio en contra del médico, que ve una veta fértil para hacerse de recursos “fáciles” a costa de una atención médica que se presume inadecuada o de resultados en apariencia no satisfactorios.4 En otros países latinoamericanos el problema se ha incrementado de manera alarmante; por ejemplo, en la República Argentina se publicaron los resultados de una encuesta realiza- ERRNVPHGLFRVRUJ 76 • Tratado de cirugía general (Capítulo 10) (92/8&,Ï1(1/$5(/$&,Ï1 0e',&23$&,(17((1/269$/25(6 62&,$/(6<(1/$6(;,*(1&,$6 (1(/'(%(5'(/0e',&2 Por tradición, la medicina era concebida como una relación de gran confianza entre el médico y su paciente; sin embargo, a raíz del desarrollo de la tecnología y las comunicaciones, sumado al fácil acceso a la información y al crecimiento de los sistemas socializados y masivos de salud, la relación entre el médico y su paciente ha sufrido cambios y deterioro, generando desconfianza. Esta desconfianza del paciente hacia el médico y del médico hacia las reacciones del paciente, que ocurren al no cumplirse los resultados esperados del proceso de atención médica recibido; condicionan que la relación médico-paciente no sea la deseable. El simple hecho de que los médicos tengan que estar preparados para defenderse implica un acto de gran desconfianza. En las sociedades globalizadas la industria del litigio se ha incrementado mucho, con lo que también ha crecido el número de quejas y denuncias civiles y penales derivadas de un proceso de atención médica en el que el paciente asume que existió mala praxis y exige ante los tribunales lo que cree la indemnización justa por no haber recibido la atención o los resultados esperados. Los enfermos tienen mayor acceso a la información disponible y exigen al médico el respeto irrestricto a sus derechos y la realización de estudios sofisticados y con tecnología de punta, que han escuchado que son el último grito de la moda e infalibles, aun sin tener una justificación médica, y de no hacerlo surgen inconformidades y quejas. Es curioso, pero ese mismo tipo de enfermo quisiera que permaneciera el modelo hipocrático y paternalista de atención, que el médico moderno conservara sus muchos recursos de comunicación y diálogo, y lo hiciera sentir que se preocupa e interesa por él y por su enfermedad, que lo aprecia como persona; quisiera ver su mirada perspicaz y comprensiva, que le dedicara el tiempo suficiente para manifestar y compartir no sólo las dudas e inquietudes sobre las causas físicas y biológicas de su enfermedad, sino también que escuchara los problemas psicológicos, sociales, familiares, laborales y existenciales derivados de su padecimiento; busca en el médico un confidente, un amigo y un apoyo basado en una gran confianza porque, como decía el doctor Ignacio Chávez: “Cuando la enfermedad se agrava el enfermo necesita aferrarse a una tabla de esperanza, esa tabla de esperanza es la confianza que deposita en el médico por su saber, por su prestigio, pero so- bre todo por el espíritu de simpatía e indulgencia con que lo atendía, aquí la ciencia sola no basta y se requiere la actuación comprensiva, impregnada de calor humano…”.1,13-17 0(',&,1$'()(16,9$'(6'(/$ 3(563(&7,9$'(/$e7,&$ Aunque los conceptos de beneficencia, no maleficencia, autonomía y justicia (o equidad) parecen nuevos, siempre han existido. Por tradición, el médico busca, antes que nada, beneficiar al paciente con la aplicación de sus conocimientos para aliviar sus problemas de salud; casi en ninguna circunstancia actúa con dolo; respeta la autonomía del enfermo y le informa sobre su padecimiento, las alternativas de tratamiento y el pronóstico; acepta las decisiones del enfermo, quien deposita en él toda su confianza y deja en sus manos el cuidado de su persona, su salud y su vida. Es claro que el profesional de la salud siempre trata de brindar la mejor atención posible con base en la justa distribución de los recursos disponibles en las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que se presta la atención médica. Ante el deber de cumplir con estas premisas, resulta evidente que la medicina defensiva es una práctica que falta a estos principios básicos de la ética, porque el enfoque principal del acto médico ya no es el beneficio del paciente, sino el defenderse de las posibles acciones legales en contra del médico por resultados no deseables o por la falta del cumplimiento de las expectativas del paciente. En la medicina defensiva no se respeta la autonomía del enfermo: se le obliga a someterse a un número innecesario de estudios paraclínicos no con el objeto de establecer un diagnóstico, sino con el propósito explícito de probar ante un juez que se cumplió, e incluso se rebasó, la obligación de medios. De este modo se viola también el principio de equidad, ya que al realizar estudios, interconsultas, referencias y contrarreferencias no justificables con base en Lex Artis, se evita, por saturación excesiva de los servicios, la posibilidad de que otros enfermos que sí requieren de manera expedita estos recursos diagnósticos y terapéuticos los reciban, viendo afectada su salud e inclusive su vida, ello sin considerar el incremento en el costo que implica para el paciente o la institución, como ya se ha explicado. Otra situación no ética y que predispone al ejercicio defensivo de la medicina es la subrogación de los servicios de salud a empresas creadas por inversionistas privados con el único propósito de generar cuantiosas ganancias, como son los casos de las Organizaciones Administradoras de Salud (OAS), ISAPRES en Sudamérica, Health’s Maintenance Organizations (HMO) e Independent Physicians Organizations (IPA) en EUA, así como las aprobadas por la Cámara de Diputados en México, Instituciones de Seguros Especializados en Servicios de Salud (ISESS) y Asociaciones de Servicios Integrales de Salud (ASIS). Estos proveedores de servicios de salud afilian, con base en “excelentes resultados económicos”, de preferencia al segmento joven de la población, que tiene bajo riesgo de sufrir enfermedades crónicas, con lo que disminuyen o difieren la oferta necesaria de servicios médico-quirúrgicos y limitan el acceso oportuno a exámenes o procedimientos diagnósticos y terapéuticos. Asimismo, organizan “redes” de médicos integradas no por los más capaces, sino por aquellos dispuestos a ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR da en 2004, según la cual 70% de los médicos que participaron en el estudio practicaban de otra forma medicina defensiva, lo que cuesta, según estimaciones, 683 020 800 dólares al año, esto es, 0.72% del PIB. Un gasto de esa magnitud en la sobreprestación de servicios se paga con los impuestos de los contribuyentes si se realiza en un hospital público, y también lo paga el ciudadano si se hace vía prepago (aseguradoras), a través de los aumentos de las primas de los seguros de gastos médicos.1 Medicina defensiva y medicina asertiva • 77 regir su práctica clínica acatando la política de la ley mordaza, aceptando remuneraciones muy bajas y pagadas vía reembolso mediante tabuladores establecidos de manera unilateral. Este sistema mercantil privilegia, pues, el bajo costo y la eficiencia, provocando falta de equidad y comprometiendo el futuro del desarrollo y progreso de la ciencia médica.1 © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR )250$&,Ï12'()250$&,Ï1 '(/0e',&2(1/$6(6&8(/$6 Son las facultades y escuelas de medicina, sus programas, profesores, así como las instituciones de salud, los primeros implicados en la preparación del médico, tanto en su formación básica como en el postgrado; por tanto, son el primer corresponsable en la manera de actuar del médico. Los nuevos modelos de enseñanza han privilegiado la difusión de los avances tecnológicos y administrativos; sin embargo, materias o competencias sobre el humanismo, la cultura, el manejo de las emociones y la comunicación, han desaparecido de la currícula universitaria y los programas educativos, y en el mejor de los casos aparecen sólo como materias o créditos optativos. Antes, el médico egresado de las facultades de medicina poseía una vasta cultura y aprendía que existía un compromiso moral más allá del contractual con el paciente, por lo que se involucraba y establecía lazos afectivos con sus enfermos, generando una excelente relación médico-paciente. Hoy en día es tan apabullante el avance de las ciencias y tan poco el interés que muestra el estudiante por áreas ajenas a la medicina, que el egresado pocas veces conoce algo más que una pequeña parte del aspecto científico de la medicina, egresa de la licenciatura con pocas estrategias de comunicación y empatía, el lenguaje verbal y no verbal que ha aprendido a utilizar durante su formación no es comprendido por el enfermo, con lo que genera distanciamiento y una relación médico-paciente poco empática. Los programas educativos actuales han hecho que el médico en formación no aspire a ser un médico integral: lo orientan desde el inicio a ser especialista en un fragmento del organismo del individuo, desestimando que el enfermo es una unidad psíquica, biológica y social indivisible, condicionando que el egresado ejerza de manera técnica la medicina, justificando su actuar en el uso exagerado de tecnología y no en el ejercicio del arte de la medicina. Es justo este apego a la tecnología y el temor generado por el desconocimiento de sus derechos, obligaciones y la normativa sanitaria que rige la práctica de la medicina, lo que impulsa al médico tecnificado a asirse a lo que mejor conoce, en este caso la tecnología, justificando en ella su actuar y desarrollando de forma inconsciente una medicina defensiva de tipo positivo. $62&,$&,21(60e',&$6<&2/(*,26 *$5$17(662&,$/(6'(/&255(&72 (-(5&,&,2'(/$0(',&,1$ Ante la necesidad de una actualización continua, dado el avance acelerado de la medicina, los propios médicos se han preocupado por formar asociaciones y colegios para favorecer una educación médica continua, realizando cursos y congresos nacionales, internacionales, regionales, certificando y recertificando que los especialistas que los forman están actualizados y poseen la capacitación científica necesaria para ejercer la medicina o la rama en que se han especializado, en arreglo a la Lex Artis ad hoc. Con esta estrategia dan a la sociedad la certeza de que sus agremiados ejercen la medicina siguiendo un estándar adecuado. Estas mismas agrupaciones, mediante publicaciones periódicas, boletines y sistemas electrónicos de información, cumplen también funciones de actualización permanente para sus agremiados, favoreciendo el compartir sus experiencias, aportando consensos y guías de práctica clínica que mejoran el ejercicio diario de la medicina basada en evidencia científica. Es menester insistir: es el conocimiento científico actualizado uno de los mejores elementos disponibles para evitar la medicina defensiva. En otro orden de ideas, el 25 de marzo de 2015 la Secretaría de Salud publicó en el Diario Oficial de la Federación los lineamientos a que se sujetarán el Comité Normativo Nacional de Consejos de Especialidades Médicas y los Consejos de Especialidades Médicas a que se refiere el artículo 81 de la Ley General de Salud (modificado con ese propósito), para la aplicación de lo dispuesto por el artículo 272 bis, título cuarto, de dicha ley, facultando a asociaciones civiles (consejos) que cuenten con el reconocimiento de idoneidad para certificar a los especialistas de determinada rama médica, con el propósito de otorgar la certificación y recertificación y, en consecuencia, reconocer que son aptos y tienen las destrezas y conocimientos necesarios para ejercer una especialidad determinada. La Secretaría de Salud pretende que estas asociaciones civiles conformadas por especialistas coadyuven al reconocimiento de que los médicos certificados y recertificados son aptos para el ejercicio correcto de su especialidad, quitando esta facultad a las universidades, que son las formadoras de médicos y especialistas. /$0(',&,1$62&,$/,=$'$ 35,9$7,=$'$'(7(5&(526 3$*$'25(62,167,78&,21$/&202 *(1(5$'25$'(&21)/,&726<'( 0(',&,1$'()(16,9$ Con la creación de la medicina socializada se intentó resolver las grandes necesidades de salud en el país; sin embargo, debido a las crisis económicas que se han vivido en los últimos 30 años, la demanda de atención de los derechohabientes ha superado la capacidad física instalada. El médico es presionado por las exigencias administrativas institucionales y por la necesidad de conservar un trabajo mal pagado para sobrevivir; está limitado en su libertad prescriptiva por cuadros básicos y lineamientos generados desde el escritorio y no desde la operatividad, y además recibe la presión del usuario, que exige atención y resultados inmediatos con tolerancia cero al error, a pesar de que la complicación y el error son inherentes a cual- ERRNVPHGLFRVRUJ 78 • Tratado de cirugía general (Capítulo 10) ¢48,e1(6621/26*$1$'25(6< 3(5'('25(6(1(67(02'(/2 62&,$/'($7(1&,Ï10e',&$" Sin duda los ganadores son los sistemas privados de atención médica, que tienen el control de los más modernos y sofisticados métodos diagnósticos (laboratorios y gabinetes), servicios de hospitalización certificados y abogados que promueven litigios para obtener grandes beneficios económicos ante estos excesos en la atención médica. Por el contrario, ¿quiénes son los grandes perdedores?: los enfermos que son sometidos a estudios innecesarios e incluso riesgosos, el propio proceso de atención médica, la relación médico-paciente, las instituciones públicas y, de manera paradójica, las compañías de seguros. (/1(*2&,208/7,0,//21$5,2'( /$,1'8675,$'(//,7,*,2</$ ³1(&(6,'$'´'(/(-(5&,&,2 '()(16,92'(/$0(',&,1$ Es menester señalar, aunque de manera breve, la tremenda influencia de la industria del litigio como generadora de desconfianza y deterioro de la relación médico-paciente. Las aseguradoras y los abogados favorecen el aumento en las cuotas de los seguros médicos, seleccionan a sus pacientes, no les renuevan pólizas o incrementan sus primas si han sufrido alguna enfermedad o siniestro; por otro lado, presionan al médico para adquirir seguros de responsabilidad civil y fomentan las demandas, ya que tanto aseguradoras como abogados obtienen cuantiosos beneficios económicos por ambos lados, incitando al paciente a quejarse y demandar, y al médico a adquirir seguros de mala praxis.1,18 Cabe señalar que ya en el simposio organizado por la Conamed los días 3 y 4 de diciembre de 2007, los ponentes internacionales (europeos y estadounidenses) mencionaron que los abogados obtienen de 40 a 70% de los beneficios económicos derivados de los gastos originados por los juicios y las indemnizaciones a raíz de las demandas en contra de los médicos. De allí el dicho popular: “¿Quieres vivir de la medicina?, estudia leyes” Ante las reflexiones anteriores cabe preguntarse: ¿son suficientes la Lex Artis ad hoc, el ejercicio de la medicina actual y los elementos que tiene el médico para disminuir los riesgos de verse involucrado en problemas de litigio? ¿Es la medicina asertiva la verdadera alternativa en contra de la medicina defensiva? Comentaba el doctor Jaime Lozano Alcázar:15 “Debe el médico ser sabiamente selectivo para incorporar los conocimientos de verdadera utilidad en su entorno, sin hacerse rehén de la tecnología puesta de moda por políticas meramente mercantilistas o imitaciones extranjerizantes, incongruentes por correr el peligro de que su práctica se deshumanice al orientarla preferentemente a amortizar la inversión y pagar el mantenimiento, conducta que es el agente causal de la medicina defensiva”.14 ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR quier actividad humana. El médico se encuentra entre la espada y la pared. Algunas causas de conflictos y deterioro en la atención médica brindada son: la escasez de recursos, de insumos, de personal suficiente e idóneo, el congelamiento de plazas, el retiro voluntario, el mantenimiento inadecuado, la no sustitución oportuna de material y equipo médico, el diferimiento en la atención, las políticas institucionales de hacer más con menos, sobrecargas de trabajo esclavizantes, la falta de respeto al trabajador, la no elaboración de indicadores reales y la exigencia de cumplir metas irreales e inalcanzables. Todos estos factores condicionan la atención que el médico puede ofrecer al paciente institucional, sobre todo en los primeros y segundos niveles de atención; por ello es breve (hay 10 o 20 pacientes más y están desesperados por ser atendidos), impersonal, precipitada, lo que afecta la relación médico-paciente e incrementa la inconformidad, la insatisfacción y el número de quejas y demandas. Por otro lado, el médico institucional no tiene un respaldo real por parte de sus autoridades, que ante una demanda despiden al involucrado para que enfrente solo el problema, al tiempo que contratan a otro elemento para ocupar su puesto de trabajo y fincan responsabilidades administrativas para que sea el médico y no la institución quien indemnice al paciente en caso de una resolución judicial desfavorable. Esto provoca que el médico institucional se vea forzado a adoptar medidas defensivas y sean comunes frases como: “ya vi 30 pacientes, no me toca”, “déjalo para el siguiente turno”, “que lo vean en la tarde”, “prográmalo en seis meses”, “solicítale todo y que venga en dos meses”, “pídele interconsulta”, ya le avisé al asistente”, “mándalo a tercer nivel”, y tantas otras que se escuchan de manera cotidiana, y que reflejan el temor del médico a cometer un error, su necesidad de buscar corresponsabilidad en otros especialistas y cuidar su trabajo, descuidando el objetivo principal, que es el bienestar del enfermo a su cargo. Basta ver que el mayor número de demandas y quejas médicas se hace en contra de las instituciones de medicina social más importantes del país, el IMSS y el ISSSTE, para inferir que el clima laboral en estas instituciones favorece el ejercicio de la medicina defensiva. A nivel de la medicina privada, los grandes monopolios de atención médica que existen en el país exigen al médico un mayor número de ingresos hospitalarios para tener cuotas preferenciales en la renta de consultorios y la oportunidad de entrar al rol de guardias de urgencias, lo cual también provoca despersonalización y solicitud de muchos estudios de diagnóstico e ingresos, encareciendo la atención médica y favoreciendo otra variedad de medicina defensiva. El paciente que contrata seguros de atención médica privada también exige mayor número de estudios, en especial aquellos que están de moda o que son más costosos, pues siente que de esta manera se compensan las altas cuotas pagadas por las primas. Justo estos pacientes muy demandantes son los que provocan y presionan al médico para desarrollar una medicina defensiva. En este círculo perverso de mayor exigencia de atención e información, más costos por la atención médica y mayor miedo a las controversias médico-legales, se desarrolla una cultura de litigio que favorece la práctica de la medicina defensiva. Medicina defensiva y medicina asertiva • 79 © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR En efecto, el ejercicio de la medicina basado en una buena relación médico-paciente, en la confianza y en una preparación humanística y científica sólida es el ideal al que el médico debe aspirar en todos sus actos. El interés primordial del médico debe ser poner sus conocimientos, habilidades y actitudes al servicio del paciente, proporcionándole a él y a su familia una atención respetuosa a pesar de enfrentar un resultado desfavorable, pues el manejo basado en conocimientos y destrezas actualizados y apegados a las normas y a las guías que rigen el ejercicio científico, ético y humanista de la práctica médica (Lex Artis) es la mejor manera de reducir el riesgo implícito en el ejercicio de la profesión y las posibilidades de litigio, situación que no se evita mediante el ejercicio de la medicina defensiva.14 El análisis de las quejas médicas recibidas por la Conamed en sus 19 años de existencia revela que más de 60% deriva de una comunicación deficiente entre el médico y su paciente, ya que la información es proporcionada en términos no comprensibles para el enfermo o no se le proporciona porque se le considera incapaz de comprenderla sin retroalimentación ni empatía.1 Y entonces, ¿qué alternativas tiene el médico para disfrutar el ejercicio de su profesión sin miedos ni zozobras? Para comenzar, el médico debe esforzarse en mejorar cuatro aspectos principales en su ejercicio profesional: • Primero. Como profesional de la ciencia médica, el doctor debe estar actualizado, y las reglas que la sociedad le impone y que lo regulan también deben formar parte de su bagaje de conocimientos. Está, pues, obligado a conocer la normativa sanitaria y, a través de ella, a saber cuáles son sus obligaciones y derechos. Debe tener claro que la medicina es tanto ciencia como arte, puesto que sus principios científicos cambian a una velocidad vertiginosa, por lo que debe actualizar sus conocimientos tanto como sea posible, ajustándose a la Lex Artis médica. Por otro lado, debe desarrollar habilidades de comunicación que le permitan mejorar su relación médico-paciente y brindar un trato respetuoso y humano al enfermo. • Segundo. El médico debe conocer sus derechos, toda vez que sólo conociéndolos puede exigir que sean respetados por el paciente, sus familiares, las autoridades institucionales, sanitarias y administrativas. • Tercero. Debe conocer los derechos de su paciente y respetarlos, favoreciendo una relación de mayor cordialidad y confianza, proporcionando al enfermo una sensación de seguridad, pues con su conducta le hace sentir que es muy importante para él, que comparte y entiende la angustia y temor por su padecimiento, y que está a su lado para auxiliarle y acompañarle inclusive en el momento de su muerte. • Cuarto: Debe mejorar mediante estrategias de comunicación su relación médico-paciente en forma permanente. 0(',&,1$$6(57,9$ El doctor Hugo Rodríguez Almada9 hace ver que no es casual que para la denominación de medicina asertiva se haya apela- do a un término que guarda estrecho vínculo con la comunicación humana; de hecho, la asertividad es una forma de comunicación, y ésta es una de las claves para la prevención primaria, secundaria y terciaria de los conflictos interpersonales, incluidos los de la relación médico-paciente. Si la medicina defensiva proviene del mundo desarrollado, la medicina asertiva es una respuesta latinoamericana. Los doctores Carlos Tena Tamayo y Jorge M. Sánchez González,4,5,17 también autores mexicanos, establecieron este constructo teórico y definieron cuatro cualidades del acto médico que darían como resultado una medicina asertiva: buena comunicación, sujeción del acto médico a la Lex Artis ad hoc, respeto de los derechos del paciente y respeto de los derechos del médico. La evolución de las tradicionales formas de comunicación en la relación clínica hacia modalidades asertivas configura la orientación terapéutica central –de carácter etiológico y fisiopatológico– en el nuevo paradigma propuesto. Este paradigma presupone poder reconocer los derechos de todos los involucrados, así como las asimetrías diversas entre los actores. Exige también prestar la debida atención (desde la formación en las universidades hasta el ejercicio profesional diario del médico general y del especialista) a los aspectos verbales y no verbales, conscientes e inconscientes, explícitos e implícitos, que conforman el proceso bilateral de la comunicación entre los seres humanos. Con una práctica médica guiada por principios científicos y éticos (como el artículo 9 del Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica) se reducen los márgenes de error médico. Imposible olvidar que la medicina es una ciencia rigurosa pero no exacta, por lo que estos riesgos inherentes y errores involuntarios seguirán siendo un componente de ésta y de cualquier otra actividad humana (en todo caso, la actuación dentro de los parámetros de la Lex Artis ad hoc excluye la responsabilidad profesional). Esta práctica profesional es incompatible con la medicina por complacencia y con toda forma de medicina defensiva. En el estado actual de avance y transformación de la práctica médica, supone de manera forzosa un desarrollo profesional continuo. Asimismo, el reconocimiento y respeto de los derechos de los pacientes es un componente obligado de una medicina asertiva. Sólo en este marco –de respeto y ejercicio de los derechos– se podrá realizar el principio de autonomía, bajo el cual el paciente asume la toma de decisiones de acuerdo con sus propios intereses y valores. No existe posibilidad de una medicina asertiva al margen del reconocimiento y respeto de los derechos del médico por parte de usuarios, instituciones y autoridades sanitarias. El modelo asertivo excluye por igual tanto la relación clínica de tipo autoritario como la de tipo demagógico. No sólo habrá que educar a médicos y pacientes en este sentido, sino que se hace necesario reflexionar acerca de una nueva manera de ejercer la medicina en el marco de las actuales condiciones de avance científico-tecnológico, organización de los servicios asistenciales y modalidades del trabajo médico. Es por ello que la medicina asertiva propuesta por el doctor Carlos Tena et al., se opone a la práctica de la medicina defensiva y a la insatisfacción del médico en su práctica profesional, proponiendo cuatro acciones concretas relacionadas con los puntos antes expuestos:1,4,5,17 ERRNVPHGLFRVRUJ 80 • Tratado de cirugía general (Capítulo 10) Aunque en el terreno profesional la conducta asertiva suele ser más eficaz para conseguir objetivos que la agresiva o pasiva, no está planeada para que el individuo consiga siempre lo que quiera, ni tampoco elimina la posibilidad de conflicto; sin embargo, el médico asertivo es aquel que tiene confianza en sí mismo porque está seguro de sus opiniones, es expresivo, espontáneo y seguro, se comunica de modo efectivo, respeta y comprende a sus pacientes, conoce y respeta sus derechos, exige que cumplan con sus obligaciones de cuidado y hace que respeten sus derechos como médico, por lo que no tiene temor a ser demandado ni se ve obligado a asumir una conducta cautelosa y defensiva. Al ser asertivo, el médico actúa con base en la mejor evidencia disponible; fortalece la relación médico-paciente mediante estrategias de comunicación efectivas; respeta la autonomía del enfermo, informándole de la naturaleza de su enfermedad, la evolución natural de la misma, los riesgos de dejarla evolucionar sin intervenir, las alternativas terapéuticas disponibles de acuerdo a las circunstancias de tiempo, modo y lugar, los riesgos y beneficios esperados de cada una, le informa como experto que es cuál, en su opinión, es la mejor alternativa en el caso en concreto y por qué; acredita su actuar en un expediente clínico donde fundamenta sus decisiones en ciencia y experiencia; hace al enfermo y a sus familiares corresponsables del proceso de atención; prevé lo previsible teniendo a su disposición los medios (instrumentos, materiales y recursos) que requiere para atender el caso concreto; planea, y actúa tomando todas las medidas indicadas para obtener el éxito; dedica el tiempo necesario para desempeñar el servicio convenido y deja constancia escrita.1,4,5,17 &21&/86,21(6 La medicina defensiva es una alternativa que el médico utiliza creyendo que estará a salvo de quejas y demandas por parte de sus pacientes; sin embargo, sólo deteriora más la relación médico-paciente y eleva los costos. Son muchos los factores que provocan esta práctica, y están relacionados con una mayor exigencia por parte del usuario (pacientes y familiares), las instituciones, las compañías aseguradoras, la industria del litigio, etc. Ante ello, la alternativa más viable es la práctica de la medicina asertiva basada en una preparación médica sólida, con actualización constante, así como utilizar estrategias de comunicación que fortalezcan la relación médico-paciente, y conocer y hacer respetar los derechos tanto de los médicos como de los pacientes. &203(7(1&,$6$'48,5,'$6 1. La medicina defensiva se define como la práctica médica enfocada en la solicitud de más análisis de laboratorio, estudios de imagen e interconsultas, mayor estancia hospitalaria, diferimiento de procedimientos quirúrgicos, referencia a terceros niveles de atención o de alta especialidad, e incluso negación del servicio a pacientes considerados de alto riesgo. El médico incurre en esta práctica con el propósito de evitar una demanda o para justificar ante el juez que se cumplieron y se rebasaron las obligaciones de medios ordinarios de atención. 2. Tancredi fue, en 1978, el primero en describir el término de medicina defensiva, refiriéndose a la aplicación de todos los medios diagnósticos y terapéuticos necesarios para evitar demandas por mala práctica. 3. Al ampararse en la medicina defensiva en su práctica profesional, el médico pretende estar protegido contra una eventual demanda legal o reclamación por parte del paciente o sus familiares, justificando así ante el juez que se cumplieron y se rebasaron las obligaciones de medios, de diagnóstico y de seguimiento en el proceso de atención médica del paciente. 4. Los administradores de los servicios de salud, las compañías aseguradoras y los mismos pacientes son los primeros en protestar por los excesivos costos de la medicina defensiva. 5. Los factores que han favorecido la práctica de la medicina defensiva son cuatro: el ambiente litigante de la sociedad, relacionado con un mayor acceso a los medios de comunicación; el ejercicio de sus derechos por parte del paciente; el interés de los abogados en una nueva área de oportunidad para obtener ganancias; la publicidad que hacen la Conamed y las comisiones estatales para incrementar la queja médica. 6. Las repercusiones de la medicina defensiva son: 1) deterioro de la relación médico-paciente; 2) mayor costo de los servicios de salud; 3) miedo del médico a ejercer su profesión; 4) desaparición de especialidades consideradas de alto riesgo por miedo a las demandas; 5) incremento en las primas de los seguros de daños a terceros por ejercicio profesional; y 6) retiro prematuro de médicos. 7. La primera causa de queja registrada y reportada ante la Comisión Nacional de Arbitraje Médico es una información inadecuada derivada de una mala comunicación médico-paciente. 8. El concepto de medicina asertiva fue introducido por los doctores Carlos Tena Tamayo y Jorge M. Sánchez González, como una propuesta alternativa opuesta al ejercicio de la medicina defensiva. 9. Los elementos básicos que constituyen la medicina asertiva como modalidad de ejercicio profesional son: 1) buena comunicación médico-paciente; 2) sujeción del acto médico a la Lex Artis adecuada; 3) respeto de los derechos del paciente; y 4) respeto de los derechos del médico. 10. Las repercusiones positivas de la medicina asertiva son que el médico asertivo actúa con base en la mejor evidencia médica disponible; fortalece la relación médico-paciente mediante estrategias de comunicación efectivas; ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 1. Mantener una educación médica continua que permita tener los conocimientos suficientes para actuar con seguridad y sin temor a un resultado inesperado. 2. Exigir el respeto de los derechos como médico. 3. Respetar y proteger los derechos de sus pacientes. 4. Mantener una comunicación verbal y no verbal adecuada con su paciente, para lograr el fin que los mantiene en ese momento unidos: la salud física, emocional y social (familiar, laboral, etc.) del enfermo, generando confianza y empatía. Medicina defensiva y medicina asertiva • 81 respeta la autonomía del enfermo, informándole de la naturaleza de su enfermedad, la evolución natural de la misma, los riesgos de dejarla evolucionar sin intervenir en ella, las alternativas terapéuticas disponibles, y los riesgos y beneficios esperados de cada una de ellas; acredita su actuar en un expediente clínico fundamentando sus decisiones en ciencia y experiencia; hace al enfermo y a sus familiares corresponsables del proceso de atención; prevé lo previsible teniendo a su disposición los medios (instrumentos, materiales y recursos) que requiere para atender el caso concreto; planea y actúa tomando todas las medidas indicadas para obtener el éxito; dedica el tiempo necesario para desempeñar su labor. 5(680(1 La medicina defensiva consiste en la práctica médica enfocada en solicitar gran cantidad de análisis de laboratorio, estudios de imagen e interconsultas, así como en prolongar la estancia hospitalaria, diferir procedimientos quirúrgicos, enviar a terceros niveles de atención o de alta especialidad, o negar atención médica a pacientes considerados de alto riesgo. El médico la realiza con el propósito de evitar una demanda o justificar ante el juez que se cumplieron y se rebasaron las obligaciones de medios ordinarios de atención.1-25 De su lado, la medicina asertiva es la práctica médica orientada a: a) Mantener una educación continua, con conocimientos suficientes para actuar con seguridad y sin temor a un resultado inesperado; b) Exigir el respeto de los derechos del médico; c) Respetar y proteger los derechos de los pacientes; d) Mantener una comunicación verbal y no verbal adecuada; e) Es contraria a la medicina defensiva y reduce la insatisfacción del médico en su práctica profesional.1-25,26 5()(5(1&,$6 1. 2. 3. 4. 5. 6. © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. Guzmán JI et al.: Medicina defensiva o medicina asertiva. Cirujano General. 2011;33(2):S151-156. Bello J: Responsabilidad civil del médico y responsabilidad patrimonial de la Administración sanitaria. Reus, 2009. 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Recuperado de http://www.citizen.org ERRNVPHGLFRVRUJ Capítulo 11 Medicina basada en evidencias y Lex Artis Abilene Cirenia Escamilla Ortiz, Luis Alfonso Hernández Higareda Preguntas clave ¿Qué es Lex Artis? ¿Cómo definir la medicina basada en evidencias? ¿Cuáles son los pasos que se acostumbra seguir para resolver un problema en un paciente? ¿Cuáles son los distintos tipos de preguntas que se plantean en la medicina basada en evidencias? ¿Cómo ayuda la medicina basada en evidencias a la buena práctica de la cirugía? ¿Cómo se puede asociar la medicina basada en evidencias con Lex Artis? ¿Cómo puede el cirujano general ejercer la medicina basada en evidencias? ¿Cuáles son las formas de aplicar la medicina basada en evidencias en la buena práctica de la cirugía? ¿Qué utilidad tienen las guías de práctica clínica, las revisiones sistematizadas y los metaanálisis? mayor es la capacidad que se adquiere para poder contestarle a un alumno con lo siguiente: “ no lo sé, pero si sé como buscarlo”. 3 En 2013 la Colaboración Cochrane cumplió 20 años; hoy comprende más de 100 países que llevan una metodología establecida, con registros clínicos controlados relevantes.3,4 INTRODUCCIÓN La cirugía ha recibido varias connotaciones; de manera tradicional se le ha considerado un arte en el que los aprendices adoptan técnicas didácticas de sus maestros y llevan a cabo cada cirugía en una forma particular porque “así es como se les enseñó”. La práctica quirúrgica a través de la historia obedece a lo que cada uno aprende, a sus propios errores o a los de otros. La prueba de eficacia médica se encuentra con Avicena en el siglo XI. Más adelante, Felipe Teofrasto von Hohenheim (1493-1541), mejor conocido como Paracelso, defendió la idea de fundamentar el arte de curar en la naturaleza y observación de los enfermos, antes que en lo escrito en los libros y en lo que dijeran los personajes ilustres, pero no fue sino hasta finales del siglo XX que fructificó la práctica de la medicina basada en evidencias.1,2 Archibald Leman Cochrane, epidemiólogo escocés, trató de que el médico incorporara a sus actividades el método científico, ideó generar un registro internacional de ensayos clínicos y adoptar criterios explícitos para la evaluación de la calidad. Al día de hoy la colaboración que lleva su nombre, cuenta con más de 800 000 títulos en su registro y alrededor de 35 000 miembros voluntarios. Durante un coloquio en 2014 en Hyderabad, India se habló del Homo medicus basado en Homo síntesis al Homo Cochrane basado en la evidencia, siendo una visión que resulta interesante por permitir entender cómo, a medida que se va evolucionando en la escala, QUE ES EVIDENCIA Se dice que es información o signos que indican si una creencia o proposición es verdadera o válida. Los cirujanos aplican esto en su práctica diaria, como lo hacía Hipócrates. El uso de la palabra evidencia en el contexto de evidencia base tiene una designación especializada. La cirugía basada en la evidencia involucra el uso sistemático, científico y explícito de la mejor evidencia actual en la toma de decisiones clínicas.1 El término de medicina basada en evidencias fue acuñado en la Universidad McMaster en el decenio de 1980-89, en Canadá, y con éste se etiquetó por más de una década la estrategia de aprendizaje clínico desarrollada. La integración de la experiencia clínica con la definición de la práctica basada en la evidencia fue hecha por el doctor David Sackett. Uno de los instrumentos fundamentales para el desarrollo de la ciencia es la evidencia, porque cuando se trata de buscar la mejor solución a un problema clínico hay que enfrentar una gran 82 ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. Medicina basada en evidencias y Lex Artis • 83 cantidad de artículos en las bases de datos, lo que hace más difícil la decisión e incluso puede generar confusiones.5 QUÉ ES LEX ARTIS LEX ARTIS AD HOC En latín “ley del arte” o “estado del arte” es un conjunto de reglas técnicas o estándares de cumplimiento necesario para el personal de la salud. En la Universidad de Navarra se entiende por Lex Artis el conjunto de prácticas médicas aceptadas, en general, como adecuadas para tratar a los enfermos en el momento presente y, por definición, es cambiante porque va con el progreso técnico de la medicina. La Lex Artis médica en México se integra con los siguientes elementos: La Lex Artis ad hoc es un elemento importante para la comprensión general de la atención médica brindada por los profesionales en la materia. En la doctrina del Derecho Sanitario, la Lex Artis ad hoc es entendida como el criterio valorativo sobre la corrección de un acto médico concreto que será ejecutado por el profesional de la medicina, para el cual se tomaron en cuenta las características especiales de su autor, de la profesión, de la complejidad y trascendencia vital del acto, así como de factores endógenos como el estado e intervención del enfermo, de sus familiares o de la misma organización sanitaria para calificar dicho acto conforme o no a la técnica normal requerida. Para el orden jurídico mexicano este concepto se encuentra comprendido en el artículo 9 del Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica, el cual establece que la atención médica se llevará a cabo conforme a los principios científicos y éticos que orientan la práctica médica. En el artículo 2 del Reglamento de Procedimientos para la Atención de Quejas Médicas y Gestión Pericial de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, se explica que la Lex Artis médica se compone por el conjunto de reglas para el ejercicio médico contenidas en la literatura aceptada de manera universal, en las cuales se establecen los medios ordinarios para la atención médica y los criterios para su empleo.7 • La literatura magistral que es empleada en las instituciones de educación superior para la formación del personal de salud. • La bibliohemerografía indexada contenida en publicaciones autorizadas por comités nacionales especializados en indexación y homologación bibliográfica o instituciones afines. • Las publicaciones emitidas por institutos nacionales de salud e instituciones ad hoc, en las cuales se refieran resultados de consenso. • Las publicaciones que demuestren mérito y validez científicos. • Los criterios de la Secretaría de Salud. • Los criterios interpretativos de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico. • La farmacopea de los Estados Unidos Mexicanos. • Los diccionarios de especialidades farmacéuticas autorizados por la Secretaría de Salud. • Los criterios de comisiones y comités relacionados con el tema. © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. 3. Mala praxis médica. 4. Lex Artis ad hoc. Es necesario hacer una interpretación analógica e integración, lo que es parte del quehacer profesional durante la correcta ejecución del acto médico ad hoc; todo esto requiere de trabajo de análisis. a) Certeza en las hipótesis que fueron empleadas para instaurar los baremos. b) Identificar la certeza y contabilidad de las fuentes utilizadas para la construcción de los baremos. c) Tener por ciertos los alcances de la libertad prescriptiva en el acto médico ad hoc. Esta libertad prescriptiva permite al médico optar por los medios a su alcance en términos de lo aceptable, de la necesidad del paciente; no debemos exigir las técnicas, métodos o procedimientos de mayor sofisticación, sino el cuidado que se requiera, en términos del entrenamiento del personal.6 Hay cuatro conceptos que son elementales para el estudio de casos legales que surgen entre los quirófanos y los pacientes, y éstos son: 1. El acto médico. 2. Derechos y obligaciones de los pacientes. NIVELES DE EVIDENCIA La evidencia que se utiliza en la cirugía basada en evidencias se deriva de investigación científica publicada. Para poder hacer una evaluación comparativa de esta investigación se han desarrollado niveles de evidencia de acuerdo a su validez; la clasificación más utilizada es la del Centro de Medicina Basado en la Evidencia de Oxford.1,8 En los cuadros 11-1 a 11-4 está la clasificación de los niveles de evidencia y los grados de recomendación. DEFINICIONES Y VALORES A grandes rasgos, la cirugía basada en evidencias se ha definido como una integración de la mejor evidencia de la investigación (relevante en ciencias básicas relacionadas con diagnóstico, tratamiento y pronóstico), con la experiencia clínica (habilidades y experiencia adaptadas a un paciente en particular) y los valores del paciente (preferencias y actitudes respecto a una entidad clínica del paciente y su manejo en general). Esta definición se puede dividir en dos subcategorías:1 ERRNVPHGLFRVRUJ 84 • Tratado de cirugía general (Capítulo 11) Cuadro 11–1. Estudios sobre tratamiento, prevención, etiología y complicaciones Grado de recomendación Nivel de evidencia Fuente A 1a Revisión sistemática de ECA, con homogeneidad, o sea, que incluya estudios con resultados comparables y en la misma dirección. 1b ECA individual (con intervalos de con¿anza estrechos). 1b E¿cacia demostrada por la práctica clínica y no por la experimentación. 2a Revisión sistemática de estudios de cohortes, con homogeneidad, o sea, que incluya estudios con resultados comparables y en la misma dirección. 2b Estudio de cohortes individual y ensayos clínicos aleatorios de baja calidad (< 80% de seguimiento). B C 2c Investigación de resultados en salud. 3a Revisión sistemática de estudios de casos y controles, con homogeneidad, o sea, que incluya estudios con resultados comparables y en la misma dirección. 3b Estudios de casos y controles individuales. 4 Serie de casos y estudios de cohortes y casos, así como controles de baja calidad. * Si se tiene un único estudio con IC amplios amplios o una revisión sistemática con heterogeneidad signi¿cativa en términos estadísticos, se indica añadiendo el signo (-) al nivel de evidencia que corresponda. La recomendación que se deriva es una D. 1. Decisiones basadas en la evidencia quirúrgica, donde la mejor es aplicada a un individuo o a un grupo finito de pacientes quirúrgicos. 2. Guías basadas en la evidencia quirúrgica, donde la mejor se aplica a una institución o a un grupo de pacientes quirúrgicos nacional o internacional. Para poder aplicar esta evidencia, los datos crudos deben de ser procesados por diferentes tipos de conocimiento, entre los que se incluyen (figura 11-1): • El conocimiento para la investigación. • El conocimiento de medición. Cuadro 11–2. Estudios de diagnóstico Nivel de evidencia A 1a Revisión sistemática de estudios diagnósticos de nivel 1 (alta calidad), con homogeneidad, o sea, que incluya estudios con resultados comparables y en la misma dirección, así como GPC validadas. 1b Estudios de cohortes que validen la calidad de una prueba especí¿ca, con unos buenos estándares de referencia (independientes de la prueba) o a partir de algoritmos de estimación del pronóstico o de categorización del diagnóstico. 1c Pruebas diagnósticas con especi¿cidad tan alta que un resultado positivo con¿rma el diagnóstico, y con sensibilidad tan alta que un resultado negativo descarta el diagnóstico. 2a Revisión sistemática de estudios diagnósticos de nivel 2 (mediana calidad), con homogeneidad, o sea, que incluya estudios con resultados comparables y en la misma dirección. 2b Estudios exploratorios que a través de, p. ej., una regresión logística, determinan qué factores son signi¿cativos, y que sean validados con unos buenos estándares de referencia (independientes de la prueba) o a partir de algoritmos de estimación del pronóstico, de categorización del diagnóstico o de validación de muestras separadas. 3b Comparación cegada u objetiva de un espectro de una cohorte de pacientes que podrían, de forma normal, ser examinados para un determinado trastorno, pero el estándar de referencia no se aplica a todos los pacientes del estudio. C 4 • Los estándares de referencia no son objetivables, cegados o independientes. • Las pruebas positivas y negativas son veri¿cadas usando estándares de referencia diferentes. • El estudio compara pacientes con un trastorno determinado conocido, con pacientes diagnosticados con otra condición. D 5 Opinión de expertos sin valoración crítica especí¿ca, ni basada en ¿siología ni en investigación juiciosa ni en los principios fundamentales. B Fuente ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Grado de recomendación Medicina basada en evidencias y Lex Artis • 85 Cuadro 11–3. Estudios de historia natural y pronóstico Grado de recomendación Nivel de evidencia A 1a Revisión sistemática de estudios de cohortes, con homogeneidad, o sea, que incluya estudios con resultados comparables y en la misma dirección, así como GPC validadas. 1b Estudios de cohortes individuales con >80% de seguimiento. 1c Resultados a partir de la efectividad y no de la e¿cacia demostrada a través de un estudio de cohortes. 2a Revisión sistemática de estudios de cohorte retrospectiva o de grupos de controles no tratados en un ECA, con homogeneidad, o sea, que incluya estudios con resultados comparables y en la misma dirección. 2b Estudio de cohorte retrospectiva, seguimiento de controles no tratados en un ECA o GPC no validadas. 2c Investigación de resultados en salud. 4 Serie de casos y estudios de cohortes de pronóstico de baja calidad. B C Fuente * Si se tiene un único estudio con IC amplios amplios o una revisión sistemática con heterogeneidad signi¿cativa en términos estadísticos, se indica añadiendo el signo (–) al nivel de evidencia que corresponda. La recomendación que se deriva es una D. • El conocimiento de la práctica. • El conocimiento de la experiencia. BENEFICIOS DE LA CIRUGÍA BASADA EN LA EVIDENCIA Para poder llevar a cabo una acción basada en la evidencia se necesita procesar los datos crudos mediante todos los tipos de conocimiento.1 Se ha dicho que si se aplica lo que se sabe habrá un gran impacto en la salud y en la enfermedad, más que cualquier fármaco o la tecnología que será introducida en la siguiente década. La correcta aplicación del conocimiento es crítica para el desarrollo de estrategias de tratamiento y cuidado de la salud en el futuro. Esto mismo ha promovido la idea de que “el conocimiento es el enemigo de la enfermedad”. Siguiendo esta línea, el Colegio Americano de Cirujanos ha introducido el Comité de Calidad y Mejora, que en sus inicios se conocía como Oficina de Cirugía Basada en Evidencia, para promover el más alto estándar de calidad en la atención quirúrgica a través de la evaluación de resultados de la práctica clínica en cirugía. No obstante, en cirugía sigue habiendo discrepancia al final del camino, y lo que se denomina estándar en cirugía o costumbre está basado en poca o nada de evidencia. Algunos © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Cuadro 11–4. Análisis económico y análisis de decisiones Grado de recomendación Nivel de evidencia A 1a Revisión sistemática de estudios económicos de nivel 1 (alta calidad), con homogeneidad, o sea, que incluya estudios con resultados comparables y en la misma dirección. 1b Análisis basados en los costos clínicos o en sus alternativas; revisiones sistemáticas de la evidencia e inclusión de análisis de sensibilidad. 1c Análisis de riesgos y bene¿cios clínicos en términos absolutos: claramente tan buenas o mejores, pero más baratas; claramente tan malas o peores, pero más caras. 2a Revisión sistemática de estudios económicos de nivel 2 (mediana calidad), con homogeneidad, o sea, que incluya estudios con resultados comparables y en la misma dirección. 2b Análisis basados en los costos clínicos o en sus alternativas; revisiones sistemáticas con evidencia limitada; estudios individuales e inclusión de análisis de sensibilidad. B Fuente 2c Investigación de resultados en salud. 3b Análisis sin medidas de costo precisas, pero que incluyen un análisis de sensibilidad que incorpora variaciones clínicamente sensibles entre las variables importantes. C 4 Análisis que no incluye los de sensibilidad. D 5 Opinión de expertos sin valoración clínica explícita, ni basada en teorías económicas. ERRNVPHGLFRVRUJ 86 • Tratado de cirugía general Datos crudos (Capítulo 11) Evidencias Análisis estadístico Juicio y toma de decisiones Gestión y liderazgo Acciones basadas en la evidencia Figura 11–1. Aplicación del conocimiento en el proceso de transformación de los datos crudos. CIRUGÍA BASADA EN EVIDENCIAS: OBSTÁCULOS, BARRERAS Y SOLUCIONES Para el Dr. David Sackett la tríada de la medicina basada en evidencias es la experiencia clínica del cirujano, la mejor prueba de las revisiones sistemáticas y los valores, preferencias y expectativas de cada paciente. En la práctica quirúrgica se acepta ahora que el nivel más alto de evidencia (nivel I) para la investigación quirúrgica son los ensayos controlados aleatorizados y las revisiones sistemáticas con metaanálisis, de preferencia. Los cuatro principios clave de la cirugía basada en evidencias son los siguientes: identificación del problema quirúrgico, diseñando la pregunta adecuada para la investigación; detección de la mejor evidencia disponible buscando revisiones sistemáticas o ensayos clínicos controlados o aleatorizados; valoración critica y evaluación de la evidencia reunida; usar la evidencia en combinación con la experiencia clínica para ayudar en el tratamiento del paciente.9 Los investigadores necesitan reconocer que los estudios de alta calidad deben poseer estos componentes principales: idoneidad clara y definida (criterios de inclusión y exclusión); un buen número de sujetos para detectar cualquier diferencia sutil que pueda ocurrir durante el estudio; suficiente tiempo para hacer el seguimiento hasta que los efectos aparezcan; Cuadro 11–5. Cirugía basada en evidencia Institución Mayor seguridad Investigación de mayor calidad Aumento de la e¿ciencia en la atención Aumento de la transparencia de los resultados Cuidado de la salud Normas de funcionamiento nacionales coherentes Mejora de las directrices nacionales Identi¿cación de los puntos fuertes de salud local Paciente Atención personalizada Mejora de la atención Mayor satisfacción Responsabilidad Mayor conciencia del paciente Cirujano Mejora del trabajo en equipo y mayor colaboración Responsabilidad compartida Mejor educación y formación Mayor satisfacción Mejorar la investigación quirúrgica una fuerte generalización o validación, con un mínimo o ningún dato faltante, como lo concerniente a costo-beneficio o calidad de vida. Las búsquedas en los decenios de 1970 y 1980 se hacían a través del index medicus; eran abrumadoras, consumían mucho tiempo y la labor resultaba frustrante en algunos casos. En la actualidad, con la digitalización de las bibliotecas, mejores motores de búsqueda, aparición de revistas gratuitas y el acceso abierto, esta tarea se ha vuelto más sencilla y ha permitido a los investigadores consultar la información con el toque de un botón desde su teléfono, con lo que se ha facilitado la diseminación de la cirugía basada en evidencias entre los cirujanos jóvenes.9 PROBLEMAS Y OBSTÁCULOS PARA LA CIRUGÍA BASADA EN EVIDENCIAS La comunidad quirúrgica ha fallado en adoptar la medicina basada en evidencias. Desde el decenio de 1990 los artículos publicados con ensayos clínicos aleatorizados en cirugía sólo alcanzan 7% y la mayor parte son series de casos o estudios retrospectivos; en 2003 se reporta que sólo llegan a 3.4%. En las mejores revistas y publicaciones sobre cirugía ha disminuido la presencia de los ensayos controlados aleatorizados, que van en contra de las nociones que el cirujano aplica en su práctica, pues en cirugía es difícil seleccionar la intervención quirúrgica apropiada para un paciente apropiado; a esto se le llama “indicación” y no “sesgo”.9,10 Con el fin de vencer estos obstáculos, el Instituto Nacional de Excelencia Clínica (NICE) en Reino Unido, en colaboración con otros países, ha llevado a cabo la evaluación de varias terapias (médicas y quirúrgicas) y ha elaborado recomendaciones basadas en la mejor evidencia. Aun así, los estudios en que se deba tener pacientes doble ciego en cirugía son difíciles. LIMITANTES CON LOS ESTUDIOS CONTROLADOS ALEATORIZADOS EN CIRUGÍA El cirujano puede presentar un sesgo hacia sus pacientes, su opinión y la elección del tratamiento quirúrgico a menudo se ven influenciadas por su propia experiencia, y también por la falta de comunicación cirujano-paciente, por lo común referida como equilibrio. La técnica quirúrgica es difícil de estandarizar, pues una misma técnica se puede ejecutar de diferentes maneras, un ejemplo es la disección de la vesícula, que se puede hacer anterógrada o retrógrada, dependiendo de los hallazgos; además, los resultados en cirugía dependen de varias interaccio- ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. ejemplos de hábitos y costumbres son la colocación de drenaje o de sonda nasogástrica en la cirugía (cuadro 11-5).1 Medicina basada en evidencias y Lex Artis • 87 nes complejas y un número de factores más allá del cirujano. Estos factores incluyen: la experiencia del cirujano del equipo quirúrgico, la enfermera quirúrgica, el número de casos, las facilidades y dispositivos disponibles, como pueden ser retractores avanzados, equipo de cauterización que incluya sellado de vasos, entre otros. Muchas técnicas quirúrgicas tienen curva de aprendizaje y toma tiempo aprender, lo cual provoca que el cirujano continúe con lo que le es familiar y opte por no entrar en dicha curva de aprendizaje. A menudo varía la habilidad de los cirujanos para formular preguntas de investigación e identificar las áreas de controversia, por lo que los estudios llegan a presentar pobreza estructural y el cirujano obvia, sin advertirlo, variables que pueden influir en los resultados, como por ejemplo la obesidad. Los ensayos controlados aleatorizados toman mucho tiempo en recopilar la información y en que se publique, de tal suerte que para cuando sea leído es posible que ya no tenga el interés o el fin que se buscó en un inicio. Es costoso llevar a cabo este tipo de ensayos y no es fácil conseguir fondos, y si se es rígido en los criterios de exclusión esto puede afectar la validación externa. Un porcentaje de los pacientes rechaza participar en este tipo de estudios y prefiere sólo una modalidad de tratamiento. Deben ser tomadas en cuenta las cuestiones éticas respecto del registro del protocolo y el hecho de que se trabajará con pacientes. También ocurre que hay sesgo en las publicaciones, ya que algunas no publican resultados negativos; esto sucede más si el estudio está auspiciado por la industria. Asimismo, hay revistas que publican ensayos controlados aleatorizados sólo si cuentan con número de registro.9 © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. SOLUCIONES9 1. Educar al cirujano en todos los aspectos de la enfermedad, métodos estadísticos, metodología de la investigación y cómo conducir ensayos controlados aleatorizados, con especial énfasis en cómo se hace la aleatorización y el doble ciego. Introducir en el pregrado y posgrado cursos de medicina o cirugía basados en evidencias. 2. Los proyectos de investigación deben estar diseñados de acuerdo a las necesidades del paciente; la legislación no debe separarse de éstos, sobre todo si tiene fondos de la industria, y no debe olvidarse el declarar conflicto de intereses. 3. Identificar las áreas en que se necesita investigación en cirugía; los tópicos donde hay controversia deben llevarse en estudios de alta calidad, con estándares basados en evidencias. 4. Para evitar sesgo hay que hacer estudios multicéntricos y doble ciego; si se quiere hacer estudio multicéntrico antes debe estandarizarse la técnica quirúrgica. 5. Motivar a los pacientes a participar en estudios a través de alguna recompensa o incentivo, tener tiempo para resolver cualquier duda o pregunta que haga el paciente, explicar complicaciones posibles, riesgos y, sobre todo, cuestiones éticas. Si no se alcanza el número de pacientes requerido, replantear o reevaluar los criterios de inclusión y exclusión. 6. El investigador debe apegarse a la Declaración de Helsinki. En el caso de México debe inclinarse por el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Investigación para la Salud.11 7. Los ensayos controlados aleatorizados no son viables en algunas áreas de la cirugía, por lo tanto, deben desarrollarse alternativas para el diseño de estudios de investigación. 8. Las técnicas quirúrgicas que van surgiendo deben someterse a un periodo de evaluación antes de adoptarse. La colecistectomía por laparoscopía fue acogida por los cirujanos antes de que fuese conducido algún estudio controlado para evaluar su eficacia y seguridad en el manejo de la litiasis vesicular. Se tuvo que adoptar por presión de la industria, la prensa, los pacientes y los pares. De 40 a 50% de los pacientes en cirugía recibe tratamiento no basado en evidencias. La introducción de bibliotecas digitales, revistas gratuitas y acceso abierto facilitará la búsqueda para estudios de alta calidad; todo ello, junto con las soluciones propuestas, sin duda ayudará a promover la cirugía basada en evidencias. BARRERAS PARA METAANÁLISIS EN CIRUGÍA El meta análisis es un acercamiento paso a paso a la evidencia, usando estadística inferencial; es muy útil en cirugía, donde los estudios de investigación individuales tienen una muestra y efecto pequeños, o cuando hay discordancia entre diferentes estudios de un mismo tópico. El mayor número de desafíos al conducir un metaanálisis se encuentra en la falta de datos homogéneos disponibles en un resultado en particular, y en el no familiarizarse con el proceso ni con la base del meta análisis por sí mismo. Lo anterior puede conducir a una falla: seleccionar estudios de alta calidad y excluir los de baja. La falta de habilidad para seguir bien los métodos estadísticos e ignorar las fuentes de sesgo que pueden conducir a una incorrecta interpretación de los resultados, también juega un papel en el metaanálisis. Para fines de clasificación, las barreras en meta análisis y revisiones sistemáticas en cirugía se pueden catalogar en las siguientes:10 1. Relacionada con la intervención. 2. Relacionada con el investigador. 3. Relacionada con la metodología. 4. Relacionada con la investigación primaria. SOLUCIONES Los ensayos controlados aleatorizados deben ser seleccionados con cuidado para asegurar que los estudios son comparables con diseño y metodología estandarizada; de esta manera, una diferencia en los resultados se puede atribuir a la propia intervención más que a cualquier factor que pueda confundir, ERRNVPHGLFRVRUJ 88 • Tratado de cirugía general (Capítulo 11) PRINCIPIOS PARA IDENTIFICAR LA EVIDENCIA1,13 Para llevar a cabo la cirugía basada en evidencias se requieren los llamados “cuatro pasos para la cirugía basada en evidencias”: 1. Formular la pregunta en función de la situación clínica encontrada en la práctica diaria. 2. Realizar una búsqueda enfocada en lo relevante de la literatura. 3. Hacer una evaluación crítica de la literatura obtenida para encontrar la mejor evidencia. 4. Integrar la información y actuar de acuerdo con la mejor evidencia disponible. Un buen método para llevar a cabo una búsqueda es la técnica de “PICO”: P: Paciente o problema de interés–grupo para el cual se necesita la evidencia (incluye variables sociodemográficas). I: Intervención o exposición–alternativa sobre diagnóstico o tratamiento. C: Comparación–menciona cuál es la evidencia de que la intervención sugerida produce mejores o peores resultados que ninguna intervención o un tipo de intervención diferente. O: Resultado–menciona cuáles son los efectos y puntos finales de la intervención (sintomatología, efectos adversos, mortalidad, supervivencia). • La pregunta debe ser específica. • Se deben priorizar las preguntas. • Hacer preguntas que se puedan responder. El siguiente paso es trabajar a través de una secuencia para encontrar la evidencia (figura 11–2). Formular una pregunta PICO Ya existen guías de práctica clínica: del propio hospital, locales,nacionales o internacionales FUENTES DE LA EVIDENCIA Se catalogan en fuentes primarias, que son los artículos de revistas, y secundarias, que existen en una gran variedad, desde las revisiones sistemáticas y los tópicos evaluados de manera crítica, hasta artículos también evaluados y libros de texto. Las fuentes primarias proveen una evidencia directa, mientras que las secundarias ofrecen un resumen o añaden un comentario a las primarias. Por mucho, la base de datos más usada por los cirujanos es PubMed, una herramienta de búsqueda gratuita para acceder a las citaciones de Medline y a los resúmenes de artículos de investigación biomédica; la mayoría de las citaciones se encuentra desde 1966 a la fecha, y en algunos casos incluso desde 1951. Algunos cirujanos no empiezan con PubMed sino con Google o Google Académico; otros se van directo al sitio de guías de práctica clínica que en México está en www. centec.salud.gob.mx; algunos consultan bases de datos con revisiones sistemáticas, como la Librería Cochrane. Al leer la evidencia es importante no perder de vista la racionalidad científica, con el fin de adquirir la mejor evidencia para obtener buenos resultados en los pacientes.1,13 UpToDate y Dynamed son recursos que producen la revisión clínica que sintetiza la evidencia de una manera enfocada a la toma de decisiones en la práctica clínica. Aunque son bases de datos con costo, se encuentran en la mayor parte de las universidades a disposición de los alumnos. El UpToDate, además, incluye preguntas.14 MeSH Es el encabezado de términos médicos, el tesauro de Medline con vocabulario controlado que contiene los descriptores más utilizados en las bases de datos. Estos descriptores definen de manera exacta el tema a analizar. De aquí se deben obtener las palabras clave. Para acceder a él basta revisar la pantalla principal de PubMed: en el apartado “Otros recursos” aparece el vínculo al MeSH, o en el espacio superior para búsquedas se pone en la pestaña y se desplaza hasta el que dice “MeSH”.15,16 DECISIÓN QUIRÚRGICA Y ANÁLISIS DE JUICIO CLÍNICO La principal razón para llevar a cabo una cirugía basada en evidencias es mejorar la calidad y resultados en los pacientes, modificando los juicios y decisiones en lo que respecta a la ¿Existen revisiones sistemáticas en bases de datos relevantes? Librería Cochrane, PubMed Revisiones de tecnología en salud Figura 11–2. Secuencia para encontrar la evidencia ERRNVPHGLFRVRUJ Existen estudios que respondan a las preguntas PICO © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. como la calidad del equipo o variaciones en el cuidado postoperatorio. Se debe entrenar al cirujano en la metodología de revisiones sistemáticas o estudios controlados, y para ello se han desarrollado varias herramientas, entre ellas la escala de Jadad, escalas derivadas de riesgo y sesgo, escalas compuestas de calidad, entre otros.10 Es adecuado seguir las recomendaciones para el reporte de estudios con diferente diseño CONSORT (del inglés Consolidated Standards of Reporting Trials), para ensayos clínicos, y STARD (del inglés Standards for Reporting of Diagnostic Accuracy) para estudios de diagnóstico; ambas se han utilizado como puntuaciones de evaluación de calidad metodológica, aunque no fueron diseñadas para tal fin.12 Medicina basada en evidencias y Lex Artis • 89 cirugía. Para llevar a cabo esto se requiere de tres componentes: experiencia, evidencia e interferencia. Los factores que influyen los juicios en la toma de decisiones son: • Darle importancia o peso a una prueba de laboratorio o a un hallazgo clínico. • Factores del medio ambiente, como el tiempo, los recursos, el riesgo personal y no sentirse bien en términos físicos. • Factores cognitivos, dentro de los cuales están la fatiga, el enojo, la competitividad y la culpa. No hay que olvidar que “Un buen cirujano sabe cómo operar, un mejor cirujano sabe cuándo operar, el mejor cirujano sabe cuándo no operar”.1 © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. MEDICINA BASADA EN LA EVIDENCIA EN UN PROBLEMA MÉDICO17 • Elaborar la interrogante y trabajar en los términos que el usuario requiere, utilizando las preguntas PICO. • Identificar el problema a convertir en pregunta: - Hallazgos clínicos. Cómo enfrentar e interpretar de modo apropiado los hallazgos de la historia y la exploración física. - Etiología. Cómo identificar las causas de la enfermedad (incluyendo sus formas iatrogénicas, también conocidas como de daño). - Manifestaciones clínicas de la enfermedad. Conocer la frecuencia, cuándo una enfermedad ocasiona dichas manifestaciones clínicas y cómo usar este conocimiento para clasificar las enfermedades de los pacientes. - Diagnóstico diferencial. Al considerar las posibles causas de los problemas clínicos de los pacientes, cómo seleccionar a aquellos que son probables, graves o responden al tratamiento. - Pruebas diagnósticas. Cómo seleccionar e interpretar las pruebas diagnósticas para confirmar o excluir un diagnóstico, basados en considerar su precisión, certeza, aceptabilidad, costo, seguridad, entre otras - Pronóstico. Cómo estimar el curso clínico probable de los pacientes sobre el tiempo, y anticipar las probables complicaciones de su enfermedad. - Terapéutica. Cómo seleccionar tratamientos que ocasionarán más bien que daño a los pacientes, y que valdrán los esfuerzos y costos de su uso. - Prevención. Cómo reducir la posibilidad de la enfermedad al identificar y modificar los factores de riesgo así como el diagnóstico de la enfermedad de manera temprana por estudios. • Buscar en línea los términos que provienen del análisis con el método PICO y combinarlos utilizando los operadores booleanos o los disponibles en las bases de datos. • Ver cuáles son los estudios útiles y relevantes que tengan un grado razonable de diseño de investigación. • Checar de manera minuciosa los métodos de diseño de investigación utilizados en los estudios. • Ampliar los métodos de evaluación apropiados. • Elaborar conclusiones y llevarlas a la práctica. GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA Y MEDICINA BASADA EN LA EVIDENCIA En el Plan de Desarrollo Nacional 2007-2012 se planteó el objetivo de brindar servicios de salud eficientes, con calidad, calidez y seguridad para el paciente, mediante la implementación de un sistema de calidad, y se determinó la necesidad de impulsar el uso de las guías de práctica clínica y protocolos de atención médica. Las guías fueron definidas por la Secretaría de Salud como “un conjunto de recomendaciones desarrolladas de forma sistemática para ayudar a los profesionales y a los pacientes en la toma de decisiones sobre la atención sanitaria más apropiada, seleccionando las opciones diagnósticas y/o terapéuticas más adecuadas en el abordaje de un problema de salud o una condición clínica especifica”. La idea al crear las guías de práctica clínica es evitar que el profesional de la salud elija, frente a un mismo problema, diferentes abordajes. Su fin es estandarizar los procesos de atención, con lo cual el criterio médico deja de ser la base central en la toma de decisiones; así se logra un mínimo riesgo para los usuarios, se impacta, en la evolución de un padecimiento, la calidad de vida del paciente de manera efectiva, y se ejerce el derecho a la salud previsto en el artículo 4 constitucional. Desde 2008 a la fecha se han publicado en línea 710 guías de práctica clínica. La Secretaría de Salud, a través de la Dirección Adjunta de Calidad en Salud, emitió la instrucción 283/2011, mediante la cual se informa a todas las instituciones en la materia el acuerdo celebrado por el Consejo Nacional de Salud el 9 de diciembre de 2010, en el que se determinó que las instituciones del sector salud y servicios implementaran las guías de práctica clínica en todas sus unidades; asimismo, se decidió incorporar las guías como referente en los procedimientos de resolución de quejas sobre la atención médica por el comité (o comités) correspondiente. Además, el uso de estas guías es un elemento que se toma en cuenta para acreditar a todas las instituciones de salud del primer nivel de atención. Las guías deben ser utilizadas como referente básico por todos los servidores del sector salud, la Comisión de Arbitraje Médico y, en su caso, comisiones estatales, así como por aquellas autoridades que conozcan de una controversia de responsabilidad médica, con la finalidad de que la prestación del derecho a la salud sea segura tanto en hospital público como en privado. Cabe aclarar que no utilizar las guías es susceptible de generar actos y resoluciones contrarias al derecho fundamental a la salud. La Suprema Corte no cuenta con un desarrollo jurisprudencial amplio; la Primera Sala ha sostenido que las guías o protocolos médicos expedidos por la Secretaría de Salud o por la autoridad competente responden a la necesidad de materializar los criterios de prudencia que permiten definir lo que se considera, en ese estado de la ciencia práctica médica, ERRNVPHGLFRVRUJ (Capítulo 11) adecuado y prudente ante una situación concreta, poniendo por escrito la conducta diagnóstica y terapéutica aconsejada ante determinadas eventualidades clínicas, lo que equivale a codificar la Lex Artis. La sala ha considerado que, desde el punto de vista jurídico, las guías y los protocolos otorgan al médico cierto amparo a la hora de justificar su actuación, sobre todo ante las reclamaciones de que puede ser objeto.7 ÉTICA Y MEDICINA BASADA EN EVIDENCIAS Pareciera ser, desde una perspectiva ética, que utilizar la mejor evidencia es literalmente la estrategia óptima a ejecutar en los pacientes, aunque luego de un análisis a fondo surgen preguntas éticas sobre el proceso involucrado en la cirugía basada en evidencias. Dos grandes conceptos necesitan ser dirigidos: 1. ¿Qué técnicas o procedimientos quirúrgicos cumplen los requisitos para tener suficiente evidencia para su uso? 2. ¿En qué momento, al introducir un nuevo procedimiento o técnica, se está protegiendo al paciente o, por el contrario, se le expone a un riesgo no conocido? Para contestar estas preguntas hay que considerar los principios fundamentales de la ética médica, lo cual incluye beneficencia, no maleficencia, autonomía, justicia, dignidad y honradez. Es inevitable que surjan problemas de cobertura en la cirugía basada en evidencia, en lo que respecta al consentimiento informado, donde el paciente debe estar consciente de si la intervención es para investigación, basada en evidencia o sustentada sólo en la tradición. Sin importar si la operación es experimental, nueva o bien practicada, el riesgobeneficio para el paciente debe ser especificado. En caso de que el procedimiento obedezca a medicina basada en evidencias, el nivel de éstas debe ser explicado al paciente de una manera que él pueda entender. El cirujano debe especificar el estudio de investigación de las pruebas y discutir su pertinencia. Hoy en día los pacientes se encuentran más y mejor informados, por tanto, no es casualidad que ahora existan y se implementen instancias y programas para informar a los profesionales de la salud sobre los aspectos jurídico-legales que deben observar, respetar y cumplir para no verse involucrados en algún problema de esta índole.1 COMPETENCIAS ADQUIRIDAS 1. La Lex Artis es un conjunto de reglas técnicas o estándares de cumplimiento necesario para el personal de la salud. 2. La medicina basada en evidencias es “El uso consciente, explícito y juicioso de la mejor evidencia disponible para tomar decisiones clínicas y aplicarlas a los enfermos” (David Sackett). 3. Los pasos que se suelen seguir para resolver un problema en un paciente son: a) Plantear una duda (al identificar el problema, se convierte en una pregunta estructurada). b) Buscar posibles soluciones (se encuentra la mejor evidencia). c) Comparar los resultados hallados (se valida dicha evidencia). d) Seleccionar el que se considera el mejor (ver los resultados). e) Prescribir al paciente (se aprecia cómo aplicar los resultados al cuidado del paciente). 4. Los tipos de preguntas que se plantean en el marco de la medicina basada en evidencias son los siguientes: • Hallazgos clínicos, etiología, manifestaciones clínicas de la enfermedad, diagnóstico diferencial, pruebas diagnósticas, pronóstico, terapéutica y prevención. 5. La medicina basada en evidencias puede ayudar a la buena práctica de la cirugía. En el ejercicio rutinario de la cirugía es común seguir los principios básicos de la investigación científica: se plantea una duda al identificar un problema; se convierte en una pregunta estructurada; se buscan posibles soluciones entre las mejores evidencias; se comparan los resultados encontrados, validando dicha evidencia; se selecciona el considerado el mejor y se le aplica al paciente. 6. Lex Artis se le llama a este conjunto de prácticas médicas aceptadas, en general, como adecuadas para tratar a los enfermos en el momento, por el progreso técnico de la medicina. 7. Para aplicar la medicina basada en evidencias el cirujano debe llevar un orden en los pasos a seguir en la atención del paciente quirúrgico de manera rutinaria, para poder tener una buena práctica quirúrgica. 8. La mejor forma de practicar la medicina basada en evidencias es a través del uso consciente, explícito y juicioso de la mejor evidencia disponible para tomar decisiones clínicas y aplicarlas a los enfermos; de este modo es posible mantener el orden que debe seguir el cirujano en su práctica diaria. 9. Las guías fueron definidas por la Secretaría de Salud como “un conjunto de recomendaciones desarrolladas de forma sistemática para ayudar a los profesionales y a los pacientes en la toma de decisiones sobre la atención sanitaria más apropiada, seleccionando las opciones diagnósticas y/o terapéuticas más adecuadas en el abordaje de un problema de salud o una condición clínica especifica”. El metaanálisis es un acercamiento paso a paso a la evidencia usando estadística inferencial; es muy útil en cirugía, donde los estudios de investigación individuales tienen una muestra y efecto pequeños, o cuando hay discordancia entre diferentes estudios sobre un mismo tópico. Las revisiones sistemáticas son de las fuentes de información confiable para la toma de decisiones, sobre todo en casos especiales o poco frecuentes. ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. 90 • Tratado de cirugía general Medicina basada en evidencias y Lex Artis • 91 RESUMEN En el ejercicio de la cirugía rutinaria se suelen seguir los principios básicos de la investigación científica, es decir, se formula una duda al identificar un problema, se convierte en una pregunta estructurada, se buscan posibles soluciones entre las mejores evidencias, se comparan los resultados hasta validar dicha evidencia, se selecciona el que parece mejor y se aplica al paciente. El cirujano debe, por lo tanto, llevar un orden en los pasos a seguir de manera rutinaria, para lograr una buena práctica quirúrgica. Lex Artis se le llama a este conjunto de prácticas médicas aceptadas, en general, como adecuadas para tratar a los enfermos en el momento, por el progreso técnico de la med icina. A través de la medicina basada en evidencias, es decir, con el uso consciente, explícito y juicioso de la mejor evidencia disponible para tomar decisiones clínicas y aplicarlas a los enfermos, es factible mantener dicho orden. REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. Garas G, Ibrahim A, Ashrafian H et al.: Evidence-based surgery: Barriers, solutions, and the role of evidence synthesis. World J Surg. 2012;36(8):1723-1731. Agenda de Salud. Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Investigación para la Salud. Ed. ISEF . 2015. Losada MH, Manterola DC, Pineda NV, Vial GM, Sanhueza RA: Diseño de una escala para la evaluación de calidad metodológica de estudios de pronóstico. Rev Chil cirugía. 2009;61(1):59-72. 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ERRNVPHGLFRVRUJ &DStWXOR 0HGLRVDOWHUQRVSDUDODUHVROXFLyQGH FRQWURYHUVLDVPpGLFROHJDOHV Arturo Rafael Vázquez Guerrero, Éctor Jaime Ramírez Barba, Jorge Arturo Vázquez Reta 3UHJXQWDVFODYH ,1752'8&&,Ï1 (3,'(0,2/2*Ë$ El rol de los cirujanos en la sociedad está determinado por sus valores personales y por la educación médica. Su imagen actual es reflejo de su pericia y de su actuación humanista, ética y responsable. La cirugía segura impone el imperativo de trabajar por la seguridad del paciente; asimismo, es necesario desplegar y ampliar todos los conocimientos con que se cuente, a fin de conservar la seguridad como profesionistas, previniendo errores y buscando las vías más rápidas y eficientes para su solución. Por lo anterior, el objetivo del presente capítulo es introducir al lector en el estudio del error médico como primer paso para prevenir conflictos derivados de la prestación del servicio de salud, disecar el error médico siguiendo un método nosológico (casi quirúrgico) para conocer sus factores de riesgo y su complejo desarrollo. En segundo lugar, se expondrán los diferentes Métodos Alternos de Solución de Controversias (MASC) médicas a fin de conocerlos y, en caso de queja o reclamación, ser capaces de actuar de manera informada en estos procedimientos especializados. La epidemiología es útil para el estudio de los estados de salud y enfermedad. En el caso del error médico, su empleo es invaluable y muy esclarecedor;1 sin embargo, es preciso distinguir la epidemiología del error médico en relación a si éste culmina o no en una queja o reclamo ante una autoridad competente, para adquirir conocimiento sobre estos asuntos y vincularlo al objetivo del presente capítulo. De este modo, hay dos tipos de error médico: el que no culmina en una queja y el que motiva una queja o reclamo ante una autoridad pública. En el primer caso (error médico sin queja), su conocimiento preciso es más difícil debido a las siguientes causas: 1. No figura en un registro o publicación oficial. 2. La existencia de errores imperceptibles que no producen discapacidad o efectos tangibles. 3. El acto médico es ubicuo, se realiza en un sinnúmero de escenarios (sector público, privado, en ambulatorio o internamiento, etc.), con la natural dificultad de vigilancia epidemiológica. 92 ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 1. ¿Cuál es la diferencia entre las visiones personalista y ambientalista del error médico? 2. ¿Cuáles son los factores de riesgo para el error médico? 3. ¿Qué tipos de error médico se consideran más frecuentes? 4. ¿Qué es un método alterno de solución de controversias médicas? 5. ¿En qué otros ámbitos de la sociedad se aplican los métodos alternos de solución de controversias? 6. ¿Cuál es la ventaja comparativa entre el empleo de los MASC y la vía judicial? 7. ¿Qué es la conciliación? 8. ¿Qué es el arbitraje? 9. ¿En qué casos son improcedentes las quejas? 10. ¿Cuáles son las vías judiciales para resolución de conflictos médico-legales? Medios alternos para la resolución de controversias . . . • 93 4. La falta de inconformidad del paciente-usuario hace imposible su conocimiento. 5. Para su conocimiento se requieren estudios de investigación muy precisos. © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR En cuanto al segundo (error médico con queja), su epidemiología puede subdividirse en aquellos que se interponen ante autoridades judiciales (civiles o penales) o administrativas (órganos internos de control), y aquellos que culminan en una queja ante instituciones de solución de controversias médicas. El enfoque de este capítulo lleva a profundizar el comentario de estas últimas, no sin antes mencionar la epidemiología general del error médico. La evidencia disponible ubica al estudio de Harvard de práctica médica intrahospitalaria2 y al estudio australiano sobre servicios médicos4 como los análisis clásicos de base poblacional (muestras de 30 121 y 14 179 pacientes, de manera respectiva) para estimar la extensión del error médico intrahospitalario.1 Brennan reportó que 3.7% de los internamientos generaron eventos adversos (EA), que prolongan los días de internamiento o generan discapacidad.2 Un análisis ulterior del mismo estudio determinó que 69% de los daños fue causado por errores.3 A su vez, el estudio australiano reporta eventos adversos en 16.6% de los internamientos, que causaron 13.7% de discapacidad permanente y 4.9% de mortalidad; 51% de los EA fueron considerados prevenibles.4 En México, la autoridad con mayor competencia y especialización técnico-jurídica para conocer de problemas derivados de la relación prestador-usuario y resolverlos mediante el empleo de los MASC, es la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) y los organismos estatales;5 por esta razón resulta muy valioso conocer la epidemiología de las quejas tramitadas ante ella. Para esto se consultó el perfil epidemiológico de las quejas del periodo 1996-2007 (18 443 quejas), con base en lo cual se establecen las siguientes definiciones operacionales y se obtienen estos resultados:6 • Motivo de la queja. Es el tipo de atención con que se relaciona la queja, que puede ser de diagnóstico, tratamiento médico o quirúrgico, atención de parto y puerperio, así como auxiliares de diagnóstico y tratamiento. • Evidencia de mala práctica médica. Es un juicio del personal que revisa la queja médica, acerca de la existencia o no de errores en la atención del paciente, con base en la evidencia científica y la Lex Artis o buena práctica médica. • Daño. Es la consecuencia física para el paciente que, cuando existe, puede significar discapacidad temporal, permanente o muerte. Los resultados de mayor valor para la práctica del cirujano son los siguientes: la tasa de quejas es de 2/100 000 habitantes y 58% de los quejosos son mujeres. La frecuencia de quejas por institución es mayor en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con 50%; le siguen la medicina privada, con 26%; el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), 16%; y población sin seguridad social (Secretaría de Salud, SSA), 5%. La distribución de quejas con EMP total fue de 27%, de las cuales 73% corresponde a seguridad social, 22.6% a servicios privados, 2.6% a pacientes sin seguridad social y 0.9% a asistencia pri- vada y social. Asimismo, el porcentaje de quejas con EMP en cada institución fue: de seguridad social 26.2%, servicios privados 31.2%, sin seguridad social 22.3%, asistencia privada 12.5% y asistencia social 43.5%, de lo que se deduce una asociación significativa en términos estadísticos (X2=42.65, p<0.0001) al análisis interinstitucional. Las especialidades que más quejas reciben son: ginecología-obstetricia, 15%; traumatología-ortopedia, 12.5%; urgencias, 10%; cirugía general, 7.3%. Por gravedad del daño (según el criterio de la Organización Mundial de la Salud, OMS), las cinco especialidades con mayor porcentaje de daño físico relacionado con la atención médica fueron: ginecología-obstetricia, 69%; pediatría, 64%; oftalmología, 56%; cirugía general, 55%. Para finalizar, el motivo de las quejas se distribuyó del siguiente modo: tratamiento quirúrgico, 37.5%; tratamiento médico, 31.1%; diagnóstico, 18.2%; atención de parto y puerperio, 5.2%; servicios auxiliares de diagnóstico y tratamiento, 2.1%; relación médico-paciente, 1.7%; otros motivos, 4.2%. Otro estudio que analiza las quejas ante Conamed halló que el tratamiento quirúrgico fue la principal causa de protesta, siendo los diagnósticos del sistema digestivo, con 36.5%, los más propensos a la mala práctica.7 La interpretación conjunta de los datos anteriores y la realidad del cirujano general permiten inferir que su exposición al error y a la queja es, con mucha probabilidad, superior a la del resto de las especialidades, por las siguientes razones: 1. La mayoría labora en una o más instituciones. 2. Su principal función es ofrecer tratamiento quirúrgico. 3. Debido a la amplitud de la especialidad y a la multiplicidad de escenarios en los que se desempeña, funge como médico tratante o interconsultante de pacientes ginecológicas (p. ej., primer contacto en urgencias abdominales o en reoperaciones), obstétricas (cesáreas), urgencias (médico-quirúrgicas) y atención del paciente politraumatizado, exponiéndose por ello a un mayor número de errores y quejas. Todos estos resultados y comentarios deben servir de base para reconocer la relevancia de la cirugía general como pivote de la atención médica, pero también para examinar con cautela cada acto médico y así demostrar responsabilidad y competencia en procurar no sólo la seguridad del paciente, sino la seguridad en el ejercicio de la profesión. (7,2/2*Ë$ Bajo esta perspectiva, en la etiología del error médico se ubicarían la negligencia, la impericia, la imprudencia y la ignorancia. 3$72*(1,$ En el caso del error médico, las circunstancias de riesgo cobran vida y se desarrollan en el nivel institucional en que se desempeña el cirujano. Estos factores desfavorables predisponentes pueden dividirse en físicos, pecuniarios, orga- ERRNVPHGLFRVRUJ 94 • Tratado de cirugía general (Capítulo 12) nizacionales y cognitivos, mismos que son definidos y ejemplificados con casos propios de la experiencia cotidiana (cuadro 12-1).8 &8$'52&/Ë1,&2 Continuando con este orden de ideas, el cuadro clínico del error médico sería la manifestación de su existencia, sea ésta perceptible o no. Todo error se gesta a través de una serie de procesos mentales que desembocan en la decisión de un hacer (acción) o de un dejar de hacer (omisión) erróneo, con sus posibles consecuencias. Es importante reconocer que no todo error causa un daño y que no todo daño procede de un error. De este modo, se representa al error por omisión y por comisión con sus posibles efectos (figura 12-1). En este apartado es importante reconocer los diferentes tipos de error médico. De entre las clasificaciones disponibles, destaca la desarrollada por Viniegra en “La Nosología del Error Médico”,8 mismas definiciones que se ajusta a la especialidad y se incluyen ejemplos originales de cirugía general y endoscópica derivados de la experiencia cotidiana de los autores (cuadro 12-2); también vale la pena consultar la de los Institutos Nacionales de Salud,9 y la de la OMS.10 La primera incluye errores de enfoque, de interpretación, de juicio y de decisión. La segunda los de diagnóstico, tratamiento, prevención y otros. Por último, la OMS establece un marco conceptual y una terminología para la comunicación, reporte e investigación en materia de error médico y seguridad del paciente. 0e72'26$/7(5126'(62/8&,Ï1'( &217529(56,$60e',&$6 0$6& Los Métodos Alternos de Solución de Controversias son, en general, aquellos mecanismos y procesos alternativos a las vías tradicionales (procedimientos penal, civil, administrativo, etc.) para resolver problemas ocurridos entre médico y paciente o prestador y usuario de servicios de salud. El fundamento de los MASC está en el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM), que a la letra establece: “Ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho. Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Su servicio será gratuito, quedando, en consecuencia, prohibidas las costas judiciales. [...] Las leyes preverán mecanismos alternativos de solución de controversias”.11 Así como el Poder Judicial está especializado por materia, existe una especialización por materia en el caso de los MASC. De este modo, existen organismos de solución alterna de controversias en materia de derechos y obligaciones del consumidor y del proveedor, con su procedimiento arbitral ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco); en cuanto a derechos del usuario de servicios financieros, el procedimiento arbitral se hace ante la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), entre otros. En México la autoridad con mayor especialización técnico-jurídica y competencia para conocer )DFWRUHVGHULHVJR\GH¿QLFLyQ (MHPSORV )tVLFRV &DUHQFLDRH[FHVRGHUHFXUVRV KXPDQRVItVLFRVRWHFQROyJLFRV TXHLPSLGHQUHDOL]DUXQDDFFLyQQHFHVDULDSDUDODDWHQFLyQ PpGLFD &DUHQFLDGHHVWXGLRVGHODERUDWRULR\JDELQHWHHQWXUQRQRFWXUQR ([FHVRGHXVR\HQWHUDFRQ¿DQ]DHQHVWXGLRVGHLPDJHQ UHOHJDQGRHOHPSOHRGHODFOtQLFD 3HFXQLDULRV %DMDUHPXQHUDFLyQHQHOWUDEDMRTXHREOLJDDGHSHQGHUGHYDULDV &LUXMDQRTXHODERUDHQWXUQRPDWXWLQRHQXQDLQVWLWXFLyQHQWXUQR IXHQWHVGHLQJUHVR QRFWXUQRHQVHUYLFLRGHDPEXODQFLDV\ORV¿QHVGHVHPDQDHQ MRUQDGDVDFXPXODGDVGHWUDEDMR 2UJDQL]DFLRQDOHV 6REUHUUHJXODFLyQGHODSUiFWLFDPpGLFD -HUDUTXL]DFLyQLQDGHFXDGDGHIXQFLRQHV 5LJLGH]\GHVHTXLOLEULRVHQODGLVWULEXFLyQGHODFDUJDODERUDO 5LJLGH]TXHHYLWDHOGHVDUUROOR\SURJUHVR 0RURVLGDGHQODWUDPLWDFLyQGHVHUYLFLRV 6XSHUYLVLyQGH¿FLHQWHGHOFXPSOLPLHQWRGHWDUHDV 5XWLQL]DFLyQGHWDUHDVSRFRHGL¿FDQWHV &DUHQFLDHVFDVH]GHHVWtPXORDOWUDEDMRGHDOWDFDOLGDG\ FRPSURPLVR &RJQLWLYRV 6LWXDFLRQHVHQODVTXHVHUHÀH[LRQDSRFRVREUHODH[SHULHQFLD FRWLGLDQD IDOWDGHFXHVWLRQDPLHQWRHQMXLFLDPLHQWR\SURSRVLFLyQ GHDOWHUQDWLYDVGHPHMRUD )DOWDGHFUtWLFD\DXWRFUtWLFDVREUHODH[SHULHQFLDFRWLGLDQD ([FHVRGHGRFXPHQWDFLyQSDUDDFFHGHUDODDWHQFLyQPpGLFD TXHUHWUDVDODUHIHUHQFLDFRQWUDUUHIHUHQFLDGHOSDFLHQWH 0pGLFRTXHODERUDHQLQVWLWXFLyQ\SRU³QHFHVLGDGHVGHOVHUYLFLR´ VHOHREOLJDDDXPHQWDUVXFDUJDGHWUDEDMRFXPSOLUFRQVX IXQFLyQ\FRQODGHOFROHJDGHYDFDFLRQHVVLQUHHPSOD]R 6XSHUYLVLyQGH¿FLHQWHGHOUHVLGHQWH +RUDULRVGHWUDEDMRDQWLQDWXUDOHV (VFDVDGLVSRQLELOLGDGGHLQIRUPDFLyQDFWXDOL]DGD 0DOXVRGHLQIRUPDFLyQGLVSRQLEOH %DMRQLYHOGHFUtWLFD\DXWRFUtWLFD 6REUHHVWLPDFLyQGHORVp[LWRV\VXEHVWLPDFLyQGHORVIUDFDVRV (VFDVDQXODJHQHUDFLyQGHFRQRFLPLHQWRVSURSLRV ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR &XDGUR±3DWRJHQLD\IDFWRUHVSUHGLVSRQHQWHVGHOHUURUPpGLFR Medios alternos para la resolución de controversias . . . • 95 Procesos a prioridad -Recolección de información -Interpretación -Discernimiento -Enjuiciamiento -Decisión Acto Error Nexo causal -Acción -Omisión Efecto Queja No Sí -Positivo/Negativo -Inmediato/Tardío -Temporal/Permanente No Sí )LJXUD±,QLFLRHYROXFLyQ\FRQVHFXHQFLDVGHOHUURUPpGLFR de problemas derivados de la relación prestador-usuario, y resolverlos mediante el empleo de los MASC, es la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed), apoyada por los organismos estatales.5 alternativas de solución o resultados que satisfagan su pretensión, interés, necesidad o aspiración. En la negociación puede no haber un conflicto. La negociación se caracteriza por buscar un beneficio mutuo en un ambiente de confianza y objetividad. Es la base de la mediación-conciliación. Sus técnicas son variables, según el sistema que se emplee.12 /2635,1&,3$/(60$6& 0(',$&,Ï1 1(*2&,$&,Ï1 Proceso en el que dos o más partes tienen una controversia u objetivo, y emplean técnicas de comunicación para obtener Proceso en el que dos partes con un conflicto son guiadas por un tercero para llegar a una solución. El guía es un experto en la materia del conflicto, por lo que lo entiende y es capaz de © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR &XDGUR±7LSRVGHHUURUPpGLFR 7LSR\GH¿QLFLyQ (MHPSORV 'HHQIRTXH $SUHFLDFLyQHTXLYRFDGDVXSHU¿FLDOR LQVX¿FLHQWHGHXQDVLWXDFLyQTXH JHQHUDXQSURFHGHUQRDSURSLDGR (OPiVFRP~Q 3ODWDIRUPDSDUDODRFXUUHQFLDGHRWURV HUURUHV &RQYXOVLRQHVRDOWHUDFLRQHVQHXUROyJLFDVSRUWUDXPDWLVPRFUDQHDOTXHVHDWULEX\HQD HVWDGRGHLQWR[LFDFLyQ(UURUVXEHVWLPDUODJUDYHGDG\QRUHDOL]DUWRPRJUDItDFRPSXWDGD 3DFLHQWHIHPHQLQRHGDGIpUWLOFRQ)80GHGtDVDWUiVFXDGURGHDEGRPHQDJXGR UH¿HUHQRWHQHUDFWLYLGDGVH[XDO(UURUGHVFDUWDURULJHQJHQLWRXULQDULRQRGHVFDUWDU HPEDUD]RHFWySLFR 'HLQWHUSUHWDFLyQ $VLJQDUXQVLJQL¿FDGRHUUyQHRDOD LQIRUPDFLyQREWHQLGDRGLVSRQLEOH DQWHVGHODDFFLyQRPLVLyQ 3DFLHQWHFRQFXDGURGHGLYHUWLFXOLWLVDJXGDFX\RVHVWXGLRVGHLPDJHQPXHVWUDQGDWRV FRPSDWLEOHVFRQQHRSODVLD(UURULQWHUSUHWDUODHVWHQRVLVFRPRSDUWHGHOFXDGURLQÀDPDWRULR \QRUHDOL]DUFRORQRVFRSLD /HVLyQXOFHUDGDJiVWULFDFRQDPSXWDFLyQV~ELWDGHERUGHVSOLHJXHVWUXQFRV\IXVLRQDGRV (UURUQRLQWHUSUHWDUORVKDOOD]JRVFRPRGDWRVGHPDOLJQLGDG WRGDOHVLyQXOFHUDGDJiVWULFD GHEHVHUREMHWRGHELRSVLD 'HMXLFLR (OGLVFHUQLPLHQWRHUUyQHRGH 3DFLHQWHFRQFROHGRFROLWLDVLVGLDJQRVWLFDGDSRU&35(VLQGUHQDMHFRPSOHWRSRUSUHVHQFLD VLWXDFLRQHVFRPSOHMDVTXHSUHFHGHQOD GHOLWRVJUDQGHVQRIUDJPHQWDEOHV(UURUQRGHMDUHQGRSUyWHVLV DFFLyQRPLVLyQ 3DFLHQWHHQTXLUyIDQRSRUFROHFLVWHFWRPtDODSDURVFySLFDFRQSUREOHPDVWpFQLFRVTXHQRVH SXHGHQUHVROYHUTXHLPSLGHQODYLVXDOL]DFLyQDGHFXDGDGHOFRQGXFWR\DUWHULDFtVWLFRV (UURULQVLVWLUHQFRQWLQXDUHOSURFHGLPLHQWRSRUYtDODSDURVFySLFD 'HGHFLVLyQ 6HOHFFLRQDUODDOWHUQDWLYDQRDSURSLDGD 5HDOL]DUVyORWLURLGHFWRPtDWRWDOVLQGLVHFFLyQUDGLFDOGHFXHOORHQHOFDVRLQGLFDGR SDUDHOFDVR 3DFLHQWHFRQDQWHFHGHQWHGH~OFHUDSpSWLFDFRQFXDGURFOtQLFRGHSHUIRUDFLyQ LPDJHQRORJtDTXHPXHVWUDDLUHOLEUHVXEGLDIUiJPiWLFR(UURUUHDOL]DUXQDHQGRVFRStDSDUD FRQ¿UPDUHOGLDJQyVWLFRGH~OFHUD ERRNVPHGLFRVRUJ 96 • Tratado de cirugía general (Capítulo 12) &21&,/,$&,Ï1 En este MASC dos partes nombran a un tercero especialista con el objetivo de ponerlas de acuerdo y evitar que acudan a un procedimiento judicial o arbitral. En la conciliación un tercero convence, persuade y propone soluciones. Se le considera una etapa previa al arbitraje. El tercero debe ser experto en la materia y buscar la satisfacción de intereses particulares y no fines públicos. Se puede apegar a reglamentos determinados, el procedimiento termina al disponerlo las partes, el resultado no es vinculante y su cumplimiento debe ser voluntario. Existe una línea muy delgada entre mediación y conciliación, misma que ha sido objeto de interesantes estudios doctrinarios, si bien la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ya unificó dichos términos. $5%,75$-( Es el mecanismo alterno de solución de controversias por excelencia en México y en diversas áreas del derecho. El arbitraje es un procedimiento en el que las partes participan de forma voluntaria, y a través de un tercero especializado se propone la solución al conflicto en un contexto extrajudicial. En las siguientes secciones serán analizados los dos tipos de arbitraje médico. Entre sus atributos destacan que es un proceso especializado, económico, breve, simple, sin formalidades excesivas y confidencial; su resultado es vinculante con una resolución final o laudo que se equipara con las sentencias. Asimismo, otorga seguridad jurídica en relación con la mediación y la conciliación. 75$16$&&,Ï1 cuanto a que es un proceso tutelado por el Estado, el derecho se aplica de manera estricta, cuenta con reglas rígidas e inflexibles, implica gastos y costos para las partes, el juez tiene el monopolio del proceso e interpreta el derecho y no las necesidades de las partes, es lento, tiene consecuencias económicas y sociales y el juez está especializado en la materia motivo del litigio. 0e72'26$/7(5126'(62/8&,Ï1 '(&217529(56,$6(1/$ /(*,6/$&,Ï10(;,&$1$ (/'(&5(72325(/48(6( &5($/$&21$0(' En términos formales, los MASC en México surgieron en 1996, al ser publicado el decreto por el que se creó la Comisión Nacional de Arbitraje Médico.5 Los motivos de su creación fueron, sobre todo: 1. La necesidad de contar con mecanismos que contribuyeran a tutelar el derecho a la protección de la salud. 2. Mejorar la calidad de los servicios médicos. 3. La necesidad de contar con un órgano al cual pudieran acudir usuarios y prestadores, en forma amigable y de buena fe, a resolver conflictos derivados de la prestación de servicios de salud. 4. Evitar la carga de trabajo para los órganos jurisdiccionales, sin sustituirlos. 5. Contar con una instancia especializada e imparcial, para analizar, dictaminar y resolver controversias.15 Al igual que existen especialidades y subespecialidades médicas, como la cirugía general, la oncológica o la cardiotorácica, en la administración de justicia hay órganos jurisdiccionales especializados en los derechos penal, civil, mercantil, etc. No existe organismo más especializado que la Conamed para conocer los conflictos derivados de la prestación de servicios de salud. &20,6,21(6'($5%,75$-(0e',&2 Es una forma autocompositiva, es decir, las partes se hacen recíprocas concesiones y arriban a un acuerdo que soluciona el conflicto de tal manera que la solución no depende del árbitro o juez. Entre sus características se encuentra que las partes se hacen concesiones para llegar a un arreglo, esto surge en el marco del proceso arbitral e inclusive dentro del judicial, y su base jurídica se encuentra fundamentada en la legislación civil.14 /2-85,6',&&,21$/ Como se indicó al inicio de esta sección, el procedimiento judicial no es un MASC y debe diferenciarse de los anteriores por ser un proceso que se basa sólo en la interpretación de las leyes de un Estado determinado. Se distingue de los anteriores en En México, 26 entidades cuentan con Comisión Estatal de Arbitraje Médico; las excepciones son Baja California Sur, Chihuahua, Durango, Zacatecas y Quintana Roo. 275$6,167$1&,$6&203(7(17(6 Responsables de los establecimientos de prestación de servicios de atención médica. La Ley General de Salud (LGS)15 y su Reglamento en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica16 definen la atención médica como el “conjunto de servicios que se proporcionan al individuo con el fin de proteger, promover y restaurar su salud” (LGS 32). La misma ley establece que las quejas que los usuarios presenten por la atención médica recibida deberán ser atendidas y resueltas en ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR proponer soluciones. No existe un procedimiento determinado y la mediación puede terminar en cualquier momento por disposición de las partes. Es un método rápido y económico. No hay ganador ni perdedor, no es vinculante o, dicho de otra manera, la resolución no es obligatoria, por lo que su cumplimiento es voluntario.13 Medios alternos para la resolución de controversias . . . • 97 © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR forma oportuna y efectiva por los prestadores de servicios de salud o por las instancias que las instituciones de salud tengan definidas para tal fin, cuando la solución corresponda a su ámbito de competencia (LGS 51 bis 3). En este orden de ideas, el reglamento establece, en sus artículos 18, 19, 29 y 39, que el responsable del establecimiento tendrá la obligación de atender en forma directa las reclamaciones que se formulen por irregularidades en la prestación de los servicios, ya sea las originadas por el personal del establecimiento o por profesionales, técnicos o auxiliares independientes que en él laboren, sin perjuicio de la responsabilidad profesional en que se incurra (19-III). Como se puede apreciar, la LGS y su reglamento imponen al responsable del establecimiento la obligación de ofrecer la atención debida a las reclamaciones derivadas de la prestación del servicio médico. El debido y proactivo cumplimiento de este deber por parte de directores, subdirectores y responsables de establecimientos resultaría en la prevención primaria de quejas, reclamaciones y demandas presentadas ante las comisiones de arbitraje o autoridades judiciales. Los cirujanos y colegios de profesionistas pueden y deben exigir el cumplimiento de este reglamento a las autoridades hospitalarias, a fin de prevenir y contener las quejas. Colegios de profesionistas. La Ley Reglamentaria del Artículo 5 Constitucional (LR5C), relativo al ejercicio de las profesiones, establece en los artículos 33 al 35 lo relativo al empleo de los MASC en la relación médico-paciente (profesionista y cliente, según la terminología de esta ley): 1. La obligación del profesionista de aplicar conocimientos científicos y recursos técnicos al servicio de su cliente (LR5C 33). 2. Si el cliente queda inconforme con el trabajo realizado, el asunto se resolverá mediante juicio de peritos, sea en el terreno judicial o en el privado, según el acuerdo de las partes. 3. Los peritos tomarán en cuenta los siguientes elementos para emitir su dictamen (LR5C 34): a) Los principios científicos y técnicas aplicables al caso, en general aceptados por la profesión. b) El cumplimiento de la obligación de medios. c) El empleo del tiempo necesario para el desempeño del servicio convenido. Una vez concluido el procedimiento, el sentido del laudo arbitral o de la resolución judicial (a favor o en contra del profesionista) determina los derechos y obligaciones entre las partes. Si el laudo o resolución resulta adverso al profesionista, éste no tendrá derecho a cobrar honorarios y deberá indemnizar al cliente por daños y perjuicios. Si se favorece al profesionista, el cliente pagará los honorarios, los gastos del juicio o procedimiento convencional y los daños que en su prestigio profesional hubiere causado al médico. Estos últimos serán valuados en la propia sentencia o laudo arbitral (LR5C 35). 352&(',0,(1726$17(/$&21$0(' Los procedimientos para la solución de controversias por actos médicos se encuentran en el Reglamento de Procedimien- tos para la Atención de Quejas Médicas y Gestión Pericial de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (R), así como en los correspondientes de las comisiones estatales. Se empleará este reglamento para ilustrar los procedimientos en este capítulo por los siguientes motivos: 1. La homogeneidad y similitud entre los reglamentos de los organismos estatales y el de la Conamed. 2. La Conamed, en su calidad de autoridad federal, conoce los asuntos del IMSS y del ISSSTE, a reserva de convenio expreso en la entidad federativa. 3. Permitir la generalidad y brevedad en la exposición del capítulo. Se recomienda consultar el reglamento de la comisión particular para el estudio o la participación en un caso específico. Los procedimientos comprendidos en el reglamento son: orientación, arbitraje y gestión pericial. 25,(17$&,Ï1 Proceso mediante el cual la comisión ofrece al usuario información sobre las características y ventajas de los servicios que presta, así como sobre su competencia exclusiva en materia de actos médicos, su incompetencia para conocer de otros asuntos (laborales, penales, civiles, de la seguridad social, etc.) e indicar las instancias competentes, sobre los requisitos para presentar una queja y los alcances jurídicos de los procedimientos para los cuales está facultada por ley. En caso de existir queja por demora, negativa de servicios médicos o cualquier otra que pueda ser resuelta por esta vía, se gestionará la atención inmediata. Fundamento: decreto 4-XII; R arts. 4-II y III, 5, 53 y 69. $5%,75$-( El arbitraje es un MASC fundado en el principio de autonomía de la voluntad de las partes, mediante el cual éstas someten de modo voluntario su conflicto al conocimiento de un tercero (árbitro). Es un procedimiento heterocompositivo y extraprocesal, es decir, un tercero especializado interviene para conocer el problema, guiar a las partes y proponer la solución (composición) fuera del marco de un proceso judicial.16 En la Conamed coexisten dos tipos de arbitraje: el arbitraje en conciencia y el arbitraje en estricto derecho, con las mismas reglas en cuanto al procedimiento, pero con profundas diferencias en cuanto al modo de decidir y resolver la controversia, como se verá enseguida. Arbitraje en conciencia (AEC). Es un procedimiento para el arreglo de una controversia entre usuario y prestador de servicio médico, en el que la querella se resuelve en equidad, sólo ponderando el cumplimiento de los principios científicos y éticos de la práctica médica. Fundamento legal: R, arts. 2-II y 73. Arbitraje en estricto derecho (AED). Procedimiento para el arreglo de una controversia entre un usuario y un prestador de servicio médico, en el que la controversia se resuelve según las reglas del derecho, atendiendo a los puntos debidamente probados por las partes. Fundamento legal: R, arts. 2-I, 73. ERRNVPHGLFRVRUJ 98 • Tratado de cirugía general (Capítulo 12) La gestión pericial (GP) es el procedimiento mediante el cual la Conamed, previa solicitud de peticionario legitimado, emite un dictamen institucional sobre actos que sólo son de atención médica. El dictamen se motiva en la información proporcionada por el peticionario y se fundamenta en los siguientes elementos: 1. Las disposiciones jurídicas vigentes. 2. La interpretación de los principios científicos y éticos que orientan la práctica médica (Lex Artis). 3. La literatura en general aceptada o mejor evidencia científica disponible. Fundamento legal: R, arts. 94-102. Las reglas que rigen los actos procesales se dividen en dos: del trámite de los asuntos y de los plazos y notificaciones. 'HOWUiPLWHGHORVDVXQWRV 5DUWV 1. En el trámite de quejas por asuntos ocurridos en instituciones nacionales de seguridad social, se deberá atender a las bases de colaboración vigentes. 2. El procedimiento arbitral podrá tramitarse por correo certificado o mensajería con acuse de recibo. En este caso, las partes determinarán la manera de cumplir las formalidades esenciales del procedimiento en el compromiso arbitral. 3. Los expedientes serán integrados por la Conamed con la colaboración de las partes, en apego a las siguientes formalidades: a) Todos los documentos deben escribirse en español. b) La Conamed asignará, gratis, un intérprete en caso necesario. c) Todos los escritos deben esta firmados por los participantes. d) No se emplearán abreviaturas ni tachaduras. e) Las actuaciones ante la Conamed serán autorizadas por el personal jurídico de la misma. f) Los documentos esenciales de la queja, en especial aquellos insustituibles, como el expediente clínico, serán confrontados y autorizados para integrar una copia simple en el expediente de la queja. Si la comisión lo decide, éstos podrán ser resguardados hasta el fin del procedimiento. 4. El proceso arbitral no tiene por objeto constituir medios preparatorios a juicio ni preconstituir prueba alguna, por lo que la comisión sólo entregará copia de algún documento del expediente, previa suscripción de las partes del compromiso arbitral. 5. En caso necesario, la comisión puede solicitar el auxilio de las autoridades judiciales y de otras dependencias y entidades de la administración pública. 6. El Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal (CPCDF) es supletorio del reglamento para lo no previsto. 7. La caducidad del proceso arbitral ocurrirá al transcurrir 120 días sin promoción de las partes para continuar con el procedimiento. Ésta podrá ser decretada de oficio o a petición de parte. La caducidad extingue la queja pero no la acción. En consecuencia, el quejoso podrá iniciar una nueva inconformidad ante la Conamed, siempre que la acción no haya prescrito. Para terminar, es preciso mencionar que el fondo de las controversias se resolverá aplicando múltiples leyes, de acuerdo con el aspecto específico que se requiera valorar: 1. El Código Civil Federal (CCF)17 en cuanto a los aspectos civiles, salvo acuerdo expreso de las partes en el sentido de sujetarse a la legislación local. 2. La Ley General de Salud18 y sus disposiciones reglamentarias, en particular aquellas en materia de prestación de servicios médicos,19 en lo que se refiere a los aspectos médicos. 3. La Ley Reglamentaria del Artículo 5 Constitucional, relativo al ejercicio de las profesiones.20 Dado que se aborda el ejercicio profesional, en su caso se aplicará también la legislación local. 4. Los principios científicos y éticos que orientan la práctica médica. Las audiencias en los procedimientos de la comisión se llevarán a cabo en apego a los siguientes principios y reglas: 1. Privacidad. 2. Plena identificación de las autoridades. 3. Se registrará y hará constar la hora de inicio y término de la audiencia. 4. Se mantendrá el orden y disciplina en las audiencias. 5. Se levantará acta de la audiencia. 6. El personal de la Conamed presidirá la audiencia y recibirá las declaraciones de manera directa y personal (principio de inmediación). 7. Las actuaciones se realizarán en días y horas hábiles. '(/263/$=26<127,),&$&,21(6 5$576 En todo procedimiento jurídico (sea judicial, administrativo o inclusive tramitado vía MASC) es de suma importancia conocer las reglas relativas a los plazos y notificaciones, toda vez que su desconocimiento genera la pérdida de derechos y oportunidades procesales que pueden resultar en responsabilidad para las partes. Asimismo, tener tal conocimiento permite prevenir y reaccionar con oportunidad y efectividad ante demandas o quejas. La reglamentación de los plazos y notificaciones es muy técnica y vasta, por lo que se recomienda obtener asesoría legal al momento de iniciar el asunto y la interpretación de estas disposiciones, no obstante lo anterior. 1. Las resoluciones de trámite deberán mandarse notificar dentro de los 15 días siguientes a aquel en que se hubiere citado para dictarse. 2. En el procedimiento arbitral se notificarán de forma personal: a) La admisión de la queja, al prestador del servicio médico. ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR *(67,Ï13(5,&,$/ Medios alternos para la resolución de controversias . . . • 99 © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR b) Los autos definitivos. c) Los pronunciamientos institucionales que emita la Conamed. d) Los laudos y las demás que acuerden las partes o determine la Conamed. 3. Las notificaciones personales sólo se entenderán con el interesado, su representante, mandatario, procurador o autorizado en el expediente. 4. La resolución correspondiente se entregará previa suscripción del acuse de recibo. 5. Las quejas por actos médicos ocurridos en las entidades de la república, fuera de la Ciudad de México, se diligenciarán mediante correo certificado o mensajería con acuse de recibo. 6. El cirujano deberá estar atento del cumplimiento de las siguientes disposiciones al momento de la notificación, para evitar caer en indefensión: a) El notificador deberá identificarse. b) El notificador deberá asentar las características del inmueble domicilio del notificado. c) El notificador deberá comprobar la información de identidad y relación con el notificado del que reciba la notificación. d) El notificador debe entregar la cédula de notificación, así como copia del escrito de queja cotejado y sellado. e) No se incluirán copias de las pruebas debido a que aún no existe cláusula compromisoria que demuestre que las partes han aceptado el procedimiento arbitral. f) El notificador deberá entregar los documentos en sobre cerrado para asegurar la confidencialidad del notificado. g) La Conamed y el notificador deberán realizar nueva notificación en dos días cuando exista oposición a la diligencia; en este caso, la nueva notificación se realizará por correo certificado con acuse de recibo o mensajería. La participación en el proceso arbitral requiere el conocimiento y la correcta interpretación de las diferentes secciones que comprenden sus disposiciones. ',6326,&,21(6&2081(6 5$576 Las disposiciones generales más importantes del procedimiento arbitral son las siguientes: 1. El principal requisito para iniciar el procedimiento arbitral es que las partes suscriban el compromiso de manera libre y autónoma. Para esto, las partes deben estar en pleno ejercicio de sus derechos civiles para comprometer con árbitros sus negocios y comparecer en arbitraje. 2. Las partes de la relación médico-paciente tienen derecho a resolver sus asuntos en arbitraje, de acuerdo con la legislación procesal civil, el decreto y el reglamento de la Conamed, que está obligada a recibir pruebas y oír alegatos. 3. Como el arbitraje es un mecanismo voluntario, existen ciertos tipos de desisitimiento, a saber: a) Desistimiento de la instancia: si es realizado con posterioridad a la suscripción del compromiso, requerirá el consentimiento de la parte contraria. b) Desistimiento de la acción: extingue ésta aun sin consentimiento de la contraparte. c) Desistimiento de la queja: provoca que las cosas vuelvan al estado que tenían antes de la presentación de la querella. Los dos primeros tipos de desistimiento obligan al quejoso al pago de daños, perjuicios y costos al demandado (salvo convenio en contrario). 4. La Conamed está facultada para intentar la avenencia de las partes en todo momento antes del laudo. 5. Cuando las partes no acuerdan someter la controversia a la resolución de la Conamed, en estricto derecho o en conciencia, ésta podrá pronunciarse mediante un escrito institucional en el que manifestará a las partes alternativas de solución y con el fin de promover el arreglo, pero sin abordar el fondo del asunto. Si no llegan a resolver la controversia por transacción, desistimiento de la acción o finiquito, y no eligieren las vías de AED o AEC, se considerará a ambas partes desistidas de la instancia y se concluirá el expediente de oficio. 6. La audiencia en etapa conciliatoria, como la de pruebas y alegatos, deberá concluir el mismo día en que se inicie (principio de concentración). '(/$648(-$6 5$576 Esta sección contiene disposiciones de máxima importancia, como la procedencia o improcedencia de la queja, los elementos de la queja y la suplencia de ésta. Procedencia o improcedencia de la queja. Las siguientes son causas de improcedencia del arbitraje: 1. Cuando la queja contenga reclamaciones de carácter no civil. 2. Cuando una controversia médica de carácter civil sea materia de juicio en un tribunal, a menos que se renuncie a dicho juicio y las partes se sometan a arbitraje. 3. Asuntos laborales. 4. Cuando el objeto de la queja sea sólo el contar con medios preparatorios a juicio o pruebas preconstituidas dirigidas a iniciar un procedimiento judicial o administrativo. 5. Cuando la queja pretenda sancionar sólo al prestador de servicios. 6. Cuando la queja sólo pretenda el cobro de los servicios prestados. 7. Cuando la queja no se enderece por prestación de servicios médicos (negativa o irregularidad). La ocurrencia o aparición de algunas de las causas anteriores durante el trámite del procedimiento provocará el sobreseimiento de la queja, sin importar la etapa en que se encuentre. ERRNVPHGLFRVRUJ 100 • Tratado de cirugía general (Capítulo 12) 1. Del quejoso y del prestador: nombre, domicilio y número telefónico. 2. Los hechos motivo de la queja. 3. Del usuario: el número de afiliación por quejas ocurridas en instituciones de salud, firma o huella digital, así como documento probatorio de representación en caso de ser presentada por un tercero. 4. Las pretensiones de la queja. Suplencia de la queja. Una ventaja para el quejoso es la suplencia de la queja imprecisa, oscura, ambigua o incompleta. En este caso, la Conamed señalará estos defectos al quejoso, quien tendrá 10 días hábiles para subsanarlos; si no los subsana, la queja se sobreseerá por falta de interés del quejoso. '(/$(7$3$&21&,/,$725,$< 75$16$&&,Ï1 5$576 Ésta es la fase sustancial del procedimiento alternativo para la solución de controversias. Da inicio con la admisión de la queja. Dentro de los 10 días hábiles siguientes se dirige una invitación al prestador, fijando día y hora para la diligencia explicativa, que se enfoca en exponer la naturaleza y alcances del procedimiento arbitral, así como la aceptación o rechazo del arbitraje. Si no es aceptado el arbitraje, la comisión deja a salvo los derechos del usuario y solicita un informe y copia del expediente clínico del asunto al prestador (sea privado, público o social). En caso de no entregarlo, la Conamed tendrá la facultad de emitir una opinión técnica (OT) si lo considera pertinente. La OT es un análisis que establece apreciaciones y recomendaciones necesarias para el mejoramiento de la calidad en la atención médica, en especial en asuntos de interés general. Las opiniones técnicas podrán estar dirigidas a las autoridades, corporaciones médicas o prestadores del servicio médico, y no serán emitidas a petición de parte ni son para resolver cuestiones litigiosas (R, art. 2-XI). El arbitraje se acepta mediante la firma de la cláusula compromisoria, y a partir de la aceptación se cuenta con nueve días hábiles para la contestación de la queja. En caso de no contestar, se pasará a la etapa decisoria y tendrán por presuntamente ciertos los hechos de la queja, salvo prueba en contrario. Una vez transcurrido el plazo de nueve días (contestada o no la queja), tendrá verificativo la audiencia conciliatoria. Si la parte quejosa incurre en falta injustificada y transcurren cinco días sin justificación, el asunto quedará concluido y archivado. En este caso, el promovente no podrá presentar otra queja por los mismos hechos. La controversia puede terminar por voluntad de las partes por alguna de las tres siguientes vías: transacción, desistimiento de la acción o finiquito. Al concluir la etapa conciliatoria quedará constancia legal de que ha terminado el procedimiento, enviándolo a archivo como asunto concluido (figura 12-2). '(/&203520,62$5%,75$/ 5$576,9 Es el acuerdo otorgado por partes capaces y en pleno ejercicio de sus derechos civiles, por el cual designan a la Conamed para someter el asunto a arbitraje; para determinar el asunto del cual deriva el conflicto; para aceptar las reglas o, en su caso, señalar reglas especiales para su tramitación. '(/352&(',0,(172$5%,75$/(1 (675,&72'(5(&+2<(1&21&,(1&,$ 5$576 El procedimiento arbitral se sujetará a una serie de reglas generales: todas las pruebas que puedan producir convicción de la comisión son admisibles (en especial la pericial y los elementos aportados por las ciencias biomédicas); el desahogo de los peritajes; el examen del paciente; las periciales y la documentación médica. Están prohibidos los interrogatorios entre las partes con fines confesionales y las pruebas contrarias a la moral y al derecho. Los criterios para ponderar y valorar el caso son los siguientes: 1. Las disposiciones en vigor. 2. Los principios científicos y éticos que orientan la práctica médica en la literatura por lo general aceptada. 3. Las disposiciones y recomendaciones médicas de las instancias especializadas. En el proceso arbitral sólo serán admitidas las siguientes pruebas: 1. La instrumental. 2. La pericial. 3. El reconocimiento médico del paciente. 4. Los medios de imagen. 5. La presuncional. 6. La Conamed establecerá las pruebas que considere pertinentes, tendrá libertad para solicitar la información necesaria e interrogar tanto a las partes como a los peritos; asimismo, determinará el desahogo de los peritajes que estime pertinentes. La audiencia de pruebas y alegatos procederá del siguiente modo: 1. En la apertura se desahogarán las pruebas admitidas. 2. Si no hay pruebas pendientes, se procederá de forma inmediata a la fase de alegatos. 3. Si la prueba pericial fue propuesta y estuviesen presentes los peritos, el peritaje podrá ser ampliado de manera verbal. En este momento podrán hacerse preguntas a los peritos o, en su caso, realizarse una junta de peritos. 4. Concluido el desahogo de pruebas, se procederá a recibir los alegatos finales de las partes. 5. Lo anterior da fin a la etapa de instrucción y con ello se procede a citar a las partes al dictado del laudo. ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR Elementos de la queja. La queja deberá presentarse de modo verbal o escrito por el quejoso, y deberá contener lo siguiente para su admisión: Medios alternos para la resolución de controversias . . . • 101 Queja Diligencia explicativa Invitación a arbitraje Admisión Aceptación del arbitraje Cosa juzgada Quedan a salvo los derechos del usuario Se solicita informe No 10 días Transacción Desistimiento de la acción Finiquito Entrega Sí No Cláusula compromisoria Soluciones Conamed emite opinión técnica Sí Entrega de informe 9 días Justificada Audiencia conciliatoria Sí Contestación No Se tienen por ciertos los hechos Inasistencia Etapa decisoria Injustificada Asunto concluido © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR )LJXUD±(WDSDFRQFLOLDWRULD\WUDQVDFFLyQ '(/$65(62/8&,21(6$5%,75$/(6 5$576 En el arbitraje existen dos tipos de resoluciones: el acuerdo y el laudo. El acuerdo es la resolución provisional o definitiva que no resuelve el fondo del asunto; el laudo, en cambio, siempre tendrá el carácter de definitivo. Cuando el laudo determine el pago de daños y perjuicios se fijará con claridad la cantidad líquida o se establecerán las bases de liquidación. Las principales características del laudo que pone fin al juicio son las siguientes: 1. Sólo resuelve cuestiones civiles. 2. Tiene presunción de legalidad. 3. El laudo firme produce acción y excepción contra las partes y contra el tercero llamado de forma legal al procedimiento, y que hubiere suscrito el compromiso arbitral. 4. El tercero que hubiere sido parte en el juicio puede excepcionarse contra el laudo firme. 5. Las transacciones otorgadas ante la Conamed y los laudos se considerarán como sentencias. /$*(67,Ï13(5,&,$/ 5$576 El procedimiento de GP se rige por las siguientes reglas: 1. Inicia previa solicitud de peticionario legitimado, calidad que sólo pueden tener los órganos internos de control (OIC) de responsabilidades de las entidades públicas competentes, el poder judicial (civil, penal), el agente del Ministerio Público (MP) en asuntos penales y las autoridades de salud reguladoras de la atención médica. 2. La solicitud de GP debe incluir la documentación completa del caso y contar con los siguientes elementos: a) La documentación médica completa y legible del asunto. b) Las declaraciones de las partes. c) Los peritajes previos. 3. Es procedente sólo por actos de atención médica. 4. La GP será improcedente en los siguientes casos: ERRNVPHGLFRVRUJ 102 • Tratado de cirugía general (Capítulo 12) &21&/86,21(6 La práctica segura de las especialidades, sean médicas o médico-quirúrgicas, como la cirugía general y sus subespecialidades, exige la actualización constante, dominar técnicas quirúrgicas y convertir las curvas de aprendizaje en olas de oportunidades para la superación y la excelencia. Esta necesidad de educación continua debe incluir aspectos legales y normativos mínimos para ser capaces de prevenir los errores, conocer la responsabilidad profesional del cirujano, dimensionar los alcances de una queja o reclamación y ser capaces de entender y transitar por los medios establecidos para su solución pacífica. Es menester considerar que tan sólo las instituciones públicas del sector salud atienden 325 millones de consultas externas y tres millones 770 mil intervenciones quirúrgicas por año, casos suficientes para exponer al cirujano al error médico o a las quejas, aun en caso de ausencia de yerros. El conocimiento de la nosología del error médico y de los medios alternos de solución de controversias debe permitir prevenir problemas y, en su caso, participar de modo informado en los mecanismos más breves y económicos para su solución. &203(7(1&,$6$'48,5,'$6 1. La diferencia entre las visiones personalista y ambientalista estriba en que la primera se limita a colocar al médico cirujano, en este caso, y a sus atributos intrínsecos en el centro del error médico, en tanto que la segunda amplía la observación y análisis hasta el entorno(s) al que pertenece el médico. 2. Los factores de riesgo de error médico se clasifican en físicos, pecuniarios, organizacionales y cognitivos. 3. Los errores médicos más frecuentes son los de enfoque, de interpretación, de juicio y de decisión (cuadro 12-2). 4. Los Medios Alternos para la Solución de Controversias son mecanismos voluntarios, no judiciales y especializados para la atención y resolución de problemas derivados de la prestación de servicios de salud. 5. Los MASC tienen aplicación en materia de derechos del consumidor, derechos de los usuarios de servicios financieros, derechos de autor y comercio exterior, entre otros. 6. Las ventajas de los MASC es que son especializados, gratuitos, rápidos, oportunos y seguros. No imponen sanciones penales. 7. La conciliación es un procedimiento en el que dos partes nombran a un tercero especialista con el objetivo de ponerlas de acuerdo y evitar que acudan a un procedimiento judicial o arbitral. 8. El arbitraje es un medio alterno para la solución de controversias en el que las partes se someten de forma voluntaria a que un tercero (árbitro) especializado intervenga para conocer el conflicto, guiarlas y proponer la solución (composición) fuera del marco de un proceso judicial (penal, civil, administrativo u otro). 9. La queja es improcedente por reclamaciones de carácter no civil; por asuntos que se encuentren en juicio en un tribunal; por asuntos laborales; cuando el objeto de la queja sea contar con medios preparatorios a juicio o pruebas preconstituidas encaminadas a iniciar un procedimiento judicial o administrativo; cuando se pretenda sólo sancionar al prestador; cuando sólo se busque el cobro de los servicios prestados; cuando la queja no se presente por prestación de servicios médicos. 10. Las vías judiciales para la resolución de conflictos médico-legales son la penal, la civil y la administrativa. &XDGUR±3URFHGLPLHQWRGHJHVWLyQSHULFLDO $FWRVPDWHULDGH*3 $WHQFLyQPpGLFD 6ROLFLWXG ,PSURFHGHQFLD 'LFWDPHQLQVWLWXFLRQDO $PSOLDFLyQGH GLFWDPHQ 3HWLFLRQDULROHJLWLPDGR &DXVDV )XQGDPHQWR 5HTXLVLWRV ÏUJDQRLQWHUQRGH FRQWURO0LQLVWHULR 3~EOLFRDXWRULGDGMXGLFLDO 0DWHULDOUHFKD]RGHO SHULWRLQVWLWXFLRQDORGH ODVUHJODVGHODFRPLVLyQ eWLFR /HJDO &LHQWt¿FR $VROLFLWXGGHOSHWLFLRQDULR 0RWLYDGD ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR a) Por falta de materia de GP. b) Porque la parte solicitante no acepta a la Conamed como perito institucional. c) Por no aceptar los procedimientos y reglas de la Conamed. 5. La emisión del dictamen institucional por parte de la comisión lleva implícita su ratificación. La Conamed sólo actuará como perito tercero en discordia. 6. El peticionario podrá solicitar ampliación del dictamen institucional. 7. En atención a la información proporcionada por el peticionario, el dictamen se fundamentará en los siguientes elementos: a) Las disposiciones jurídicas vigentes. b) La interpretación de los principios científicos y éticos que orientan la práctica médica (Lex Artis). c) La literatura aceptada en forma universal. 8. Los dictámenes son emitidos al leal saber y entender de la comisión en ejercicio de su autonomía técnica. El objetivo del dictamen es ilustrar a la autoridad peticionaria y a las partes la interpretación institucional y especializada de los hechos y evidencias sometidos a estudio por la autoridad peticionaria. El procedimiento de la GP se ilustra y resume en la cuadro 12-3. Medios alternos para la resolución de controversias . . . • 103 5(680(1 Las relaciones humanas, además de ser fuente de bienestar, interacción y protección, también lo son de conflictos. La relación médico-paciente, o prestador-usuario de servicios de salud, genera problemas debido a la complejidad del ambiente en que se desarrolla, a la comunicación humana, de sus actores, y a la trascendencia de los bienes jurídicos o valores involucrados (la salud y la vida). El objetivo es responder a las siguientes preguntas: ¿cómo se genera el error médico?, ¿qué son los Métodos Alternos de Solución de Controversias Médicas?, ¿cuál es su utilidad?, ¿cuáles son los procedimientos? Todo lo anterior se realiza de modo análogo al estudio de la nosología, analizando la epidemiología, etiología, patogenia, cuadro clínico y evolución. Después de exponer esta aproximación ambientalista, los MASC quedan situados como el medio idóneo para entender y resolver complicaciones mayores, como lo es un conflicto médico-legal judicializado. 5()(5(1&,$6 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 10. Weingart SN, Wilson RM, Gibberd RW et al.: Epidemiology of medical error. BMJ. 2000;320:774-777. Brennan TA, Leape LL, Laird NM et al.: Incidence of adverse events and negligence in hospitalized patients. N. Engl. J. Med. 1991;324:370-376. Leape LL, Lawthers AG, Brennan TA et al.: Preventing medical injury. QRB Qual. Rev. Bull. 1993;19:144-149. Wilson RM, Runciman WB, Gibberd RW et al.: The quality in australian health care study. Med. J. Aust. 1995;163:458-471. Presidencia de la República. Decreto por el que se crea la Comisión Nacional de Arbitraje Médico. Diario Oficial de la Federación. www.dof.gob.mx 03-06-1996. Fajardo-Dolci GE, Hernández-Torres F, Santacruz-Varela J et al.: Perfil epidemiológico general de las quejas médicas atendidas en la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, 1996-2007. Salud Pública Mex. 2009;51:119-125. Jiménez-Corona ME, Ponce de León RS, Rangel FS et al.: Epidemiology of medical complaints in Mexico: identifying a general profile. Int. J. Qual. 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Diario Oficial de la Federación, www.dof.gob.mx 2505-1945 [Última reforma 09-08-2010]. ERRNVPHGLFRVRUJ 0Ï'8/2 (QVHxDQ]DGHODFLUXJtD Coordinadores: Jesús Tapia Jurado, Tomás Barrientos Fortes Capítulo 13. Retos de la educación quirúrgica en el siglo XXI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105 Tomás Barrientos Fortes, Yamel Lombardo Abed Capítulo 14. Planes y programas de estudio en cirugía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114 José Luis Jiménez Corona, José Antonio Carrasco Rojas Capítulo 15. Nuevos caminos en la educación quirúrgica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117 Raúl Hernández Centeno, María Gregoria Rodríguez Varela, Carlos Agustín Rodríguez Paz Capítulo 16. Informática y cirugía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123 Francisco Javier Rodríguez Suárez Capítulo 17. Ética en la docencia quirúrgica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 134 Martha Eugenia Rodríguez Pérez, Federico Sandoval Olvera, Jesús Tapia Jurado Capítulo 18. Hacia la enseñanza de una práctica médica segura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 139 © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR Carlos Baeza Estrella 104 ERRNVPHGLFRVRUJ &DStWXOR 5HWRVGHODHGXFDFLyQ TXLU~UJLFDHQHOVLJOR;;, Tomás Barrientos Fortes, Yamel Lombardo Abed 3UHJXQWDVFODYH 1. ¿Cuáles son los avances tecnológicos más importantes aplicados a la innovación de la cirugía. 2. ¿En qué consiste la corriente monopolar? 3. ¿Qué riesgo se corre con el uso de la electrocirugía? 4. ¿Cuáles son las limitantes de las cámaras analógicas que dieron lugar a la videoendoscopia? 5. ¿Qué utilidad ha tenido el uso de fuentes de iluminación? 6. ¿Cuáles son las ventajas aparentes de la luz de tipo LED? 7. ¿Cuál es la utilidad o función de los materiales de sutura? 8. ¿Cuáles son en general los beneficios reales de los materiales protésicos para reparación de las hernias? 9. ¿Cuáles se consideran grandes avances de la cirugía para el diseño de piezas corporales? 10. ¿Qué importancia tiene la innovación en genética y cuáles serían sus aplicaciones? energía que no requieren el movimiento cinético de la mano o los dedos para su ejecución. Desde principios del siglo XX, la electrocirugía se diseñó para facilitar el manejo quirúrgico de tejidos poco sólidos, como la masa encefálica o el tejido medular.1 Sin embargo, la corriente eléctrica tiene riesgos físicos que pueden alterar la integridad de los tejidos. La electrocirugía se basa en la transmisión de electrones a través de los tejidos corporales, los cuales actúan como un excelente transmisor de energía eléctrica dado que están formados por una mezcla de agua y electrólitos, condición ideal para la propagación de los electrones generados por la diferencia eléctrica establecida entre los electrodos de un circuito que entran en contacto directo con el organismo. Esta corriente se genera entre los dos polos empleados para transmitir la electricidad al cuerpo. Los electrodos actúan como puntos de entrada y salida para la corriente eléctrica utilizada durante la intervención. En muchas ocasiones, los electrodos se encuentran muy cerca unos de otros en la forma de instrumentos conocidos como pinzas bipolares, las cuales facilitan la transmisión de energía eléctrica en una muy corta distancia, por lo regular no más de unos cuantos milímetros.2 En estos instrumentos, la posibilidad de que la corriente eléctrica se propague a puntos distantes del instrumento es muy escasa y por ello es seguro el manejo de la electricidad aplicada a los tejidos corporales. No obstante, su utilización también se ve limitada a la coagulación de vasos sanguíneos de escaso diámetro, las más de las veces localizados en el fon- © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR ,1752'8&&,Ï1 La cirugía ha tenido una revolución extraordinaria desde la superación de diversos paradigmas que han incrementado la capacidad del cirujano para intervenir en el cuerpo humano. Los principales avances tecnológicos aplicados a la innovación de la cirugía se han observado en los siguientes campos: 1. Corte de tejidos. 2. Uso de lentes para la visión. 3. Utilización de fuentes de iluminación. 4. Materiales de sutura. 5. Empleo de materiales protésicos. 6. Materiales de curación de heridas. A continuación se revisan de forma sinóptica cada una de estas innovaciones. &257('(7(-,'26 El bisturí y las tijeras han sido los instrumentos habituales para realizar el corte y la disección de los tejidos del cuerpo. De modo gradual, éstos se han mejorado con otras fuentes de 105 ERRNVPHGLFRVRUJ 106 • Tratado de cirugía general (Capítulo 13) movimiento de muy escasa longitud, pero alta frecuencia, con producción de calor y vibración local de gran intensidad. Este cambio de estado físico desnaturaliza a los tejidos al entrar en contacto con ellos e inducir una reacción de evaporación del agua tisular y desnaturalización de las proteínas, y demás elementos constitutivos de los tejidos; éstos se separan por el efecto vaporizador y los vasos capilares y sanguíneos se coagulan al instante; de este modo se produce entre ambos fenómenos un proceso de disección, hemostasia y corte tisular, muy limpio y eficiente. La ventaja de estos cambios se traduce en una disección tisular limpia y segura. Para ello, la corriente ultrasónica, conocida también como armónica, se aplica a los tejidos a través de ganchos disectores, especies de pinzas que sirven para la coagulación de vasos sanguíneos de bajo diámetro (menores de 3 mm), y la separación o disección de tejidos, los cuales al mismo tiempo que se apartan dejan un campo limpio de sangrado por la coagulación instantánea de los capilares que los unen.10 862'(/(17(63$5$/$9,6,Ï1 El avance de la cirugía producido gracias a la aplicación de tecnologías basadas en la transmisión de imágenes a distancia se ha conseguido con la colocación de cámaras remotas. Esto favoreció el desarrollo de la cirugía endoscópica, un elemento fundamental para transformar la cirugía y que tuvo lugar a finales del siglo XX y ha sido uno de los elementos fundamentales del cambio de las técnicas quirúrgicas en el siglo XXI. El uso de cámaras analógicas complicaba demasiado la transformación de las imágenes en un formato útil para la generación de videoimágenes de alta calidad y resolución, que pudieran transmitirse en tiempo real, con diferencias de milisegundos, necesarias para la apropiada y segura realización de los procesos quirúrgicos. Lo anterior representaba una variable limitante para el desarrollo de los instrumentos capaces de transmitir y permitir el control del movimiento de los instrumentos en las cavidades de acceso para efectos quirúrgicos seguros y eficientes.11 Con la solución de estas limitantes surgió lo que hoy en día se conoce como videoendoscopia, que se ha llevado a todas las oquedades corporales (en la actualidad, las cavidades pélvico-abdominal, articular y torácica son las de mayor en la cirugía percutánea). El uso de la tercera dimensión para incrementar la visión del campo quirúrgico en zonas de escaso diámetro, como la cirugía de cabeza, ha abierto nuevas opciones para el desarrollo tecnológico de las cámaras endoscópicas.12 La cirugía endoscópica por orificios naturales ha sido también muy beneficiada por la transformación de las cámaras que convierten la imagen en señales digitales que pueden manipularse por microprocesadores, con alto grado de fidelidad y velocidad. Muchas de estas cámaras se han diseñado para que los microprocesadores estén en el sitio de unión entre la lente y la cámara, de tal modo que se reduce el defecto de transmisión de la imagen a través de cables conectados a un procesador remoto y se incrementan los ángulos de visión para mayor fidelidad y campo de visión operatoria.13 La capacidad de manipular los colores y la definición de los pixeles, que constituyen la integración digital matricial de ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR do de campos quirúrgicos muy estrechos, de unos cuantos centímetros cuadrados de área operatoria, donde la sutura o la hemostasia son muy complejas por otros medios. Con frecuencia, las pinzas se conocen como bayonetas bipolares. La transmisión de la corriente eléctrica a los tejidos también puede realizarse de tal manera que los electrodos de aplicación y retorno de la energía eléctrica estén separados por largas distancias que llegan a encontrarse a muchos centímetros entre sí. Este tipo de corriente se conoce con el nombre de “corriente monopolar” y su uso es más riesgoso que el de la corriente bipolar porque expone al paciente a los efectos nocivos propios del uso de una corriente eléctrica que transita con libertad a través de los diversos tejidos ajenos al campo operatorio. La energía eléctrica se desplaza en general por todo el cuerpo, de preferencia dirigida hacia un electrodo de salida, el cual consiste casi siempre en una placa de gel conductor de energía conectada a la superficie corporal. Esta placa se suele colocar en el muslo o el brazo del paciente, según sea la zona a operar. El riesgo de electrocución es real y por ello debe tomarse en cuenta que la corriente utilizada debe ser la de menor intensidad posible y que el paciente no porte elementos metálicos que puedan actuar como falsos electrodos donde se condense la electricidad y se produzcan quemaduras.3 Otro riesgo real es la posibilidad de generar arcos de cortocircuito por fallas en la cubierta de material de aislamiento que se incorpora a las varas de los instrumentos endoscópicos y que pueden ser fuente de salida inapropiada para la corriente que se aplica al instrumento diseñado para ser el polo de entrada de la corriente eléctrica al cuerpo.4 Un problema real a considerar, aunque sólo ocasional, es la quemadura producida por un efecto físico de “capacitancia”, generado entre el trocar por el cual se inserta el instrumento utilizado como polo de ingreso de la corriente y la camisa del trocar a través de la que este último se introduce. Este tipo de quemaduras, si bien poco frecuente, puede ocasionar un efecto muy destructivo para los tejidos.5 La fuga de energía eléctrica de los instrumentos forrados por material aislante se presenta de modo eventual con el uso de ganchos de disección laparoscópica, o tijeras laparoscópicas, que se conectan al generador eléctrico y se emplean como electrodos de ingreso a la corriente monopolar en el acto quirúrgico. Este tipo de fugas de la electricidad crea lo que se conoce como “quemaduras en arco”, que suelen ser de muy alta gravedad, dado que pasan inadvertidas para el cirujano y a menudo dañan vísceras abdominales huecas, como intestino, colon, estómago o conductos biliares.6 En fecha reciente, el instrumento bipolar se ha transformado para generar dos electrodos de amplia superficie y son muy utilizados para la electrocución de tejidos de gran calibre, como vasos medianos no mayores de 5 mm. Estos instrumentos tienen la ventaja de proteger a los tejidos contiguos por la muy escasa distancia entre los electrodos a través de los cuales se propaga la corriente voltaica. Sin embargo, no se pueden usar como herramientas de corte o disección, como es frecuente para el uso de la corriente monopolar. Los instrumentos del fabricante LigaSure han revolucionado el uso de la energía bipolar como un complemento del corte y ligadura sin sutura de vasos de mediano calibre con alta seguridad.7-9 En la década de 1990 ingresó al mercado quirúrgico un instrumento que emplea corriente ultrasónica, producida por el movimiento de fragmentos piezoeléctricos que generan un Retos de la educación quirúrgica en el siglo XXI • 107 la imagen recibida a través de los lentes, han promovido grandes progresos en la obtención de la imagen, su transmisión y su manejo por el posproceso digital. Esto ha hecho posible transformar por completo la cirugía, que cada día ha encontrado mayores vías de acceso dentro del cuerpo, sin lesionar los tejidos ni infligir traumatismo quirúrgico, un efecto adverso de las operaciones quirúrgicas comunes. Estos avances han sido paralelos al desarrollo de lentes que transmiten la imagen desde el sitio original donde se efectúa la cirugía hasta la cámara endoscópica. Dichas lentes pueden ser rígidas o flexibles, de acuerdo con el instrumento endoscópico utilizado.14 Las lentes rígidas se fabrican en diversos diámetros y están diseñadas con diferencias de unos escasos milímetros entre sí. Casi siempre están contenidas en una camisa metálica y terminan en un objetivo con formato universal, listo para ser acoplado a la cámara endoscópica. Su diferencia estriba en el diámetro de la camisa, que oscila con frecuencia entre 3, 5 y 10 mm. Además, varían también en el grado de visión que proporciona la lente, que por lo regular está disponible en dos variantes para la cirugía endoscópica tradicional, 0 y 30o. Esta diversidad facilita la estandarización de los trocares a través de los cuales se introducen las lentes al organismo. Los trocares son de un tamaño estandarizado para el manejo de las lentes empleadas. Cuando una lente de menor tamaño se usa con un trocar de mayor tamaño, se necesita el empleo adicional de un reductor de diámetro que permita actuar como válvula de ajuste para el trocar empleado, sin que el gas o el líquido utilizados en el procedimiento escapen en detrimento del efecto logrado con la finalidad de generar una ampliación de la cavidad operatoria; el efecto es la formación de un espacio óptimo para el trabajo quirúrgico con el resto de los instrumentos. © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 87,/,=$&,Ï1'()8(17(6 '(,/80,1$&,Ï1 La calidad de la luz ha sido uno de los avances más trascendentes en la implementación de la cirugía actual. La luz usada en cirugía debe ser fría, brillante y con una longitud de onda que no absorban con facilidad los tejidos corporales, en especial por el color rojo de la sangre que suele escaparse de los capilares seccionados por el proceso de corte y disección tisular. En la actualidad, la calidad de la onda de luz logra suministrar incluso información molecular sobre las características del tejido iluminado y abre la puerta a la investigación de las características moleculares del tejido iluminado.15 En el siglo XX se empleaban grandes lámparas compuestas de múltiples focos en la cirugía abierta, de los cuales emanaba una luz de gran brillantez, pero que liberaba también demasiada energía calorífica al equipo quirúrgico que realizaba el procedimiento operatorio, con la consecuente necesidad de requerir mucha aireación de la sala operatoria, con un consumo mayor de energía por el aire acondicionado, y con la posterior aparición de problemas que causan los movimientos del aire dentro de la sala de cirugía, sobre todo para contener la contaminación bacteriana y la hipotermia.16 Durante el siglo XX se idearon lámparas quirúrgicas muy complejas que, al cambiar la fuente de generación de la energía luminosa, se creaban fuentes más frías y de luz más clara. El halógeno fue un elemento muy utilizado por las bombillas y con posterioridad la fuente de xenón. Estas bombillas se insertan en lámparas con lentes que dan dirección al haz luminoso y lo hacen converger en un área operatoria con gran calidad energética visual. El área iluminada puede variarse, así como también la intensidad de la luz empleada. En fecha reciente, estas lámparas han dado paso a la adopción de emisores de energía más eficientes denominados LED (light emission devises) que son grandes ahorradores de energía eléctrica y cuya calidad de energía luminosa se puede manipular mejor para dar más eficiencia a su uso, con una mínima emisión secundaria de calor. Lo anterior ha hecho posible que el tamaño de las lámparas cenitales de quirófano sea mucho menor, más ligeras y más eficientes en términos del costo. No obstante, el beneficio para el cirujano y el resto del equipo quirúrgico está aún por demostrar su seguridad.17,18 Para procedimientos de áreas más reducidas, el cirujano cuenta con la opción de emplear fuentes de iluminación personal, que son más prácticas y evitan contar con una infraestructura compleja para lograr la misma iluminación eficiente del área quirúrgica. Estas lámparas personales se colocan sobre la cabeza y con ello el cirujano puede enfocarlas en la zona operatoria donde se efectúa el trabajo quirúrgico. Las lámparas suelen ser muy ligeras y también han sido objeto de la misma evolución ya referida sobre la fuente generadora de la luz emitida. Con la cirugía endoscópica, la fuente de luz para las cámaras quirúrgicas que se conectan a la lente, o al instrumento flexible endoscópico, ha mejorado la emisión de la calidad de la luz, de acuerdo con la fuente de luz emisora utilizada. En la actualidad, la mayoría de las fuentes de luz expendidas para uso quirúrgico endoscópico se basan en fuentes de energía de xenón, de alta brillantez y luz muy blanca. Está disponible una gran variedad de productos.19 Estas fuentes de luz se colocan en lugares remotos a la cámara y la luz se conduce a la lente a través de la cual se proyecta a la cavidad operatoria. Esta conexión se realiza a través de cables de materiales conductores de la luz. Por lo regular, los cables están formados por fibras de cristales conductores ópticos, sólidos en su gran mayoría, aunque también existen en estado líquido. Los cables conductores integran a cientos o miles de estas microfibras, contenidas en un envoltorio ahulado flexible. Sin embargo, la flexibilidad de estos cables es limitada y al flexionarlas de manera excesiva se producen fracturas en las microfibras ópticas contenidas en los cables. Estas fracturas reducen el número de fibras efectivas para la conducción de la luz, por lo que los cables suelen atenuar la calidad y la intensidad de la luz transmitida a la lente operatoria con el tiempo de uso. Este fenómeno debe tomarse en cuenta para el mantenimiento adecuado de la luminosidad óptima de los equipos quirúrgicos endoscópicos. También debe de ser del conocimiento del personal de enfermería, así como del personal de apoyo al cirujano, que deben observar una extrema delicadeza en la manipulación de estos cables para no acortar su vida útil. Es posible que en el futuro los cables dejen de existir para dar paso a la endoscopia sin cables. Ésta será sin duda la siguiente gran revolución en la cirugía endoscópica con simplificación del uso de los instrumentos, aunque todavía está en fase experimental.20 ERRNVPHGLFRVRUJ (Capítulo 13) Es importante siempre contar con focos de emergencia para colocarlos en las fuentes emisoras de la luz, dado que la falta de iluminación impide continuar o finalizar un procedimiento quirúrgico. Por ello, las salas de operaciones siempre deben tener un sistema de emergencia que proporcione la suficiente energía eléctrica que asegure que nunca se perderá la capacidad de iluminar la zona operatoria, sea en cirugía abierta o en cirugía endoscópica. 0$7(5,$/(6'(68785$ El avance tecnológico de los materiales de sutura es quizá algo que diferencia a la cirugía del siglo XX de toda la historia quirúrgica previa. A pesar de que se habla del uso de hilos de metal en textos quirúrgicos históricos, los materiales de sutura se diseñaron en su origen con base en los materiales de la época utilizados para el hilado de tejidos convencionales.21 Así se inició con el algodón y la seda, que fueron el material de sutura de sustento para la cirugía del siglo XIX y la mayor parte del siglo XX, junto con las fibras musculares tratadas con cromo para producir el hilo conocido como “tripa de gato” o “cátgut”, el cual se presentaba con o sin cromo, según fuera la probabilidad de “reabsorción” del organismo. El alambre de metal, sobre todo de acero inoxidable, un metal muy flexible cuando se extrude en hilos finos, también se utilizó con frecuencia para la cirugía ósea y de otros tejidos fibrosos y musculares. Sin embargo, por un lado, dado que algodón, cátgut y seda son productos de origen vegetal y animal, su estructura molecular se convierte en un foco de material muy inmunogénico, por lo que su reacción inflamatoria es muy intensa y la destrucción secundaria del tejido reparado se presenta a menudo de manera pronta e intensa, con la subsecuente producción de hernias incisionales, fístulas o fugas anastomóticas. Lo anterior dio origen a que, a medida que progresó la producción de materiales de hilado para los tejidos, se elaboraron cada vez mejores materiales para la sutura quirúrgica. La investigación sobre los contenidos de los hilos de sutura evolucionó en el campo de los materiales absorbibles y los no absorbibles. A continuación se describen los puntos más relevantes relacionados con el avance del desarrollo de los nuevos materiales de sutura absorbibles. La utilización del material de sutura en cirugía se basa en la necesidad de “unir lo separado” por el efecto de la técnica quirúrgica aplicada en el acto operatorio. La cicatrización es la encargada de reparar el tejido cortado o separado, pero esto toma varias semanas para su desarrollo. Mientras tanto, las estructuras deben fijarse en aposición una con otra y mantenerse unidas de manera temporal por un elemento que las fije en la posición óptima para su reparación definitiva. El material de sutura desempeña esa función, la cual debe estar presente hasta que la cicatrización del tejido se complete, es decir, entre 8 y 10 semanas como mínimo.22 Por ello, la presencia inerte del material de sutura es indispensable en la fase temprana de la cicatrización. Su presencia no debe interferir con el proceso mismo de reparación tisular, sino permitir que este último se lleve a cabo por los elementos indispensables y naturales para su efecto. En la actualidad existen polímeros de ácidos biocompatibles que son susceptibles a la destrucción paulatina por los elementos celulares del paciente sometido a operación. Dentro de éstos se encuentran, entre otros, el ácido poligláctico, el ácido poliglucólico y la polidioxanona. Estos materiales se pueden solidificar y organizar en filamentos de diverso grosor, extruidos en una sola pieza (monofilamentos) o en filamentos de volumen muy delgado que se entrelazan en un filamento trenzado de mayor calibre. Su introducción a finales del siglo XX precipitó una total revolución dado que su maleabilidad, su resistencia al anudamiento, su baja fricción al ser aplicados al tejido, y su muy baja reacción inflamatoria posibilitaron una mejoría considerable en los efectos adversos de la cirugía, en relación con el rechazo de material de sutura de origen vegetal o animal de los tejidos reparados. No obstante, su reabsorción se define por sucesos celulares y bioquímicos experimentados en las heridas reconstruidas con estos materiales. En algunos pacientes existe la posibilidad de que estos factores se aceleren o modifiquen, ya sea por la naturaleza propia del organismo que lo lleva a cabo o por elementos agregados inesperados, como la presencia de bacterias infectantes.23 En tales ocasiones, la absorción de estos materiales se puede modificar y su reabsorción acelerarse con dehiscencia de los tejidos reparados con el material de sutura.24 Para evitar que el material se reabsorba antes de lo necesario se desarrollaron materiales no absorbibles, que también han sido objeto de la evolución del campo de los hilados propios de la industria textil. Hoy en día continúa la investigación sobre nuevas moléculas que suplan a las ya utilizadas con mejores propiedades biológicas.25 En relación con los materiales no absorbibles, a mediados del siglo XX se comenzaron a utilizar moléculas derivadas de los plásticos para la elaboración de materiales de sutura y tejido en la industria del vestido, que provenían de fuentes no vegetales ni animales. La industria del petróleo creó los plásticos con aplicaciones en el campo de los hilados. El nailon fue el primero de ellos y en poco tiempo encontró una aplicación en la cirugía. La ventaja de este tipo de material, además de no ser absorbible, fue su mínima reacción inflamatoria. Este hilo también se fabricaba en formatos de uno solo o múltiples filamentos. Se observó que elaborarlo con un solo filamento daba mejores resultados para uso quirúrgico, puesto que el multifilamento le restaba características físicas propias de un mejor manejo del hilo y que además, en los pacientes que presentaban reacción infecciosa en sus heridas, las bacterias colonizaban los filamentos del hilo; esto representaba un efecto bacteriano patógeno y producía un mayor daño para el paciente con rechazo final del material de sutura o aparición de granulomas piógenos en su proximidad. Después del nailon aparecieron el dacrón, el mersilene, el polipropileno y otros polímeros más. Comenzaron a emplearse los plásticos con aplicaciones quirúrgicas. De éstos, el polipropileno es el que ha resultado más útil, menos reactivo y de uso más fácil, con mínima reacción de rechazo por parte de los pacientes. Es un material sólido que se fabrica en múltiples diámetros, muy resistente y con gran tolerancia del paciente. Sin embargo, su empleo depende de la preferencia del cirujano, ya que los resultados en modelos animales muestran semejantes pero mínimas variaciones entre sí.26 ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 108 • Tratado de cirugía general © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR Retos de la educación quirúrgica en el siglo XXI • 109 En fecha reciente se ha desarrollado con la cirugía endoscópica un aditamento de sutura conocido como tacker, por su nombre en inglés o “remache” en español. Se trata de pequeñas piezas de tirabuzones construidos con metales biocompatibles o absorbibles disponibles en un empaque de 5 mm de diámetro, listos para ser “disparados” uno por uno para fijar los materiales de reparación endoscópicos a la pared muscular. Se presentan en envases de 15 o 30 por unidad y son esenciales para la reparación de defectos de pared abdominal.27 Algunas variantes se han desarrollado para usarse como grapas metálicas o absorbibles, con el mismo mecanismo de introducción directa al tejido para fijación de mallas o parches a la pared abdominal.28 El material de sutura metálico también ha evolucionado. A mediados del siglo XX se desarrolló un instrumento para engrapar grandes vísceras, como el estómago, para ahorrar tiempo en las gastrectomías. Es el caso de la engrapadora de Von Petz, que utilizaba grapas montadas a mano por el personal auxiliar al cirujano.29 Estas engrapadoras fueron objeto de investigación e innovación y ya en la década de 1970 se desarrollaron las primeras engrapadoras comerciales desechables. Éstas se diseñaron en formato lineal o circular. En 1983, en el Departamento de Cirugía de la Facultad de Medicina de la UNAM, se organizó el primer curso de engrapadoras quirúrgicas impartido en México y patrocinado por los Laboratorios Ethicon. En general, las engrapadoras quirúrgicas se basan en líneas de grapas de acero inoxidable, de muy delgado grosor, intercaladas en diversas líneas entre sí que pueden ser cerradas a diferentes alturas, según sea el grosor del tejido por engrapar. Se dividen en dos grandes categorías: engrapadoras lineales y engrapadoras circulares.30 Algunas engrapadoras incorporan además una cuchilla de corte que se dispara de manera simultánea con las grapas, de tal forma que el engrapado y el corte de la víscera o el tejido se efectúan en un solo movimiento. Por lo regular, los catálogos codifican el tipo de grapa por un color específico, de acuerdo con el tejido y las características de éste. El instrumento lleva también códigos de color con ventanas de información en la base del instrumento, con las cuales el cirujano puede conocer el grado de seguridad de sus grapas al ser “disparadas” por el eyector cuando se activa. Las engrapadoras circulares se clasifican por el diámetro del círculo a crear en la anastomosis. Son instrumentos muy complejos y cuentan además con un sistema de base donde las grapas se reciben y redirigen en su cierre por un tope situado en la porción distal de la engrapadora. Las grapas siempre residen en la porción proximal, unidas al vástago de la engrapadora. Ambas partes se unen por una unión desprendible para hacer juego y facilitar su colocación en los tejidos. La seguridad de las engrapadoras se ha incrementado junto con los diseños. Hoy en día es un recurso regular en las cirugías abdominales y torácicas que requieren amplias líneas de sutura o de control hemostático para su desarrollo. Las engrapadoras, desechables por el control de calidad y seguridad biológica, han incorporado incluso características de hibridez que las hacen más eficientes en término del costo al utilizar cartuchos desechables de grapas de acuerdo con los diversos tipos de tejido en un mismo procedimiento quirúrgico. Cada fabricante de engrapadoras quirúrgicas cuenta con catálogos propios en los que se clasifican sus grapas y las diferentes opciones de engrapadoras, algunas de ellas de alta segu- ridad al incorporar particularidades como la articulación de su porción distal para modificar el ángulo de abordaje de la engrapadora, o bien la inclusión de motores eléctricos que aseguran un corte y engrapado homogéneo en toda la línea de sección quirúrgica. Estas engrapadoras se pueden utilizar en procedimientos por abordaje abierto tradicional o por vía endoscópica. 862'(0$7(5,$/(63527e6,&26 A medida que evolucionó el desarrollo tecnológico de la cirugía se avanzó también en el conocimiento de la reacción tisular a la cicatrización y la interrelación de ésta con la resistencia final de los tejidos reparados. Lo anterior se relaciona con el tratamiento de defectos de la pared abdominal, en los que la afectación o la destrucción del tejido de la pared abdominal creaban una situación anómala para los contenidos de las cavidades donde las vísceras encuentran amplios espacios de salida, con su subsecuente herniación. La investigación ideó nuevas opciones técnicas para reforzar o sustituir el tejido parietal dañado o perdido. Con ello, los materiales protésicos de la pared abdominal comenzaron a utilizarse. Los materiales que más ventajas fueron parches desarrollados a base de hilados textiles. El dacrón y el mersilene, entretejidos, fueron de los primeros materiales por aplicarse en las plastias abdominales, por lo regular en la reparación abierta de la hernia inguinal y las hernias ventrales. Su exitoso uso como material en prótesis vasculares propició su aplicación en defectos de pared abdominal. Por desgracia, el resultado se complicaba a menudo con un alto índice de rechazo de la malla y una reincidencia de la hernia. Esto se debía a la gran reacción de rechazo del material por el tejido parietal, algo que aún prevalece de acuerdo con el tipo de material utilizado.31 De forma progresiva se avanzó en el uso de los materiales y con el advenimiento de la cirugía endoscópica a finales del siglo XX. El uso de materiales plásticos extruidos y no tejidos cambió el panorama para el manejo de materiales para el desarrollo de las nuevas prótesis abdominales. El empleo del polipropileno extruido en forma de red, en lugar de integrarse en un formato de hilado tejido, modificó de manera definitiva la seguridad en la tolerancia de las mallas en las reparaciones de pared abdominal de los pacientes tratados.32 Asimismo, el uso de materiales plásticos como el politetrafluoroetileno (PTFE) como material para el desarrollo de prótesis vasculares fue tan bien tolerado por el organismo que se intentó aplicar en forma de parche en defectos de la cavidad abdominal. Su utilización no ha sido tan exitoso como el de la malla de polipropileno, dado que aparecen seudocápsulas más reactivas y son mucho menos tolerantes a la infección, en caso de presentarse. Sin embargo, en la reparación diafragmática su empleo se ha tolerado bien.33 En fecha reciente se han desarrollado diferentes componentes mixtos para recubrir las mallas de polipropileno y hacerlas más biocompatibles y poder entrar en contacto directo con vísceras de la pared abdominal, sin activar una reacción fibrosa secundaria con la penetración del material prostético dentro de las vísceras, o bien la fijación de las vísceras a la malla misma.34 ERRNVPHGLFRVRUJ 110 • Tratado de cirugía general (Capítulo 13) 0$7(5,$/(6'(&85$&,Ï1 '(+(5,'$6 El tratamiento de las heridas complicadas por infección o pérdida de pared han dado impulso a grandes áreas de subespecialidad dentro de la cirugía general. Este tipo de heridas se presenta en estados mórbidos relacionados con diabetes (pie diabético) o lesiones de pérdida de continuidad de miembros inferiores, ya sea de origen vascular, venoso (úlceras varicosas) o arterial, así como en las fístulas crónicas secundarias a osteomielitis o fugas intestinales. En todas estas situaciones, el denominador común es la incapacidad ocasionada por una herida que impide la libre acción del paciente. Con frecuencia, el enfermo está limitado en su movimiento y en la capacidad de vestirse para incorporarse a actividades sociales de vida laboral o personal. Muchas veces, estas heridas se tratan con cataplasmas o remedios ancestrales, desde la aplicación de miel o sustancias hiperosmolares hasta remedios tradicionales herbolarios (la sábila es una de las plantas más utilizadas). Sin embargo, en la actualidad se ha logrado un gran avance con la aplicación de tratamientos que combinan sustancias activas en la disminución de la reacción inflamatoria y propiedades antibacterianas, como el polímero de maltodextrina y óxido de zinc46 hasta la colocación de bombas de aspiración negativa como el sistema VAC.47 )87852'(/$ 7(&12/2*Ë$48,5Ò5*,&$ Estos métodos de control y la cirugía reconstructiva a base de colgajos complejos de músculo, tejido celular subcutáneo y piel son áreas complementarias que han logrado salvar muchas extremidades y heridas consideradas incompatibles con la vida de una persona. Todo avance tecnológico debe perseguir un fin insoslayable. Es preciso buscar la dignidad de la persona a través de la cirugía, como instrumento de curación para enfermedades que ponen en peligro la integridad y la vida de los pacientes. Los cirujanos con gran creatividad buscan innovar las tecnologías y las formas en que sus procesos sean menos agresivos, más eficientes y más accesibles para sus pacientes. No es justo, ni forma parte de la visión ética innovadora del cirujano, promover cualquier desarrollo que implique un mayor riesgo para la seguridad de su paciente, ni tampoco que suponga un retroceso en los grandes avances logrados por la ciencia quirúrgica hasta el presente. Por fortuna, la innovación en genética, medicina biomolecular, nuevos conocimientos de los materiales, incluida la nanotecnología, y dinámica de la aplicación de la biofísica, a través de la domótica y las nuevas tecnologías de la información, abren nuevos horizontes para que la cirugía se acerque a otras ciencias afines. El diseño, la bioingeniería, la psicología, la terapia física y la rehabilitación harán posible la aparición de dispositivos inteligentes que logren encontrar conectividad con el sistema neural, el sistema ortopédico, el sistema circulatorio y los demás sistemas que forman la corporalidad humana. En consecuencia, se han ideado prototipos de páncreas,48 artificial49 y otros órganos artificiales que pronto estarán al alcance de los cirujanos para implantarse o conectarse, a través de algún procedimiento quirúrgico, al cuerpo que carece de esa función específica. La denominada realidad virtual hará posible que la instrumentación quirúrgica sea más eficiente con una ergonomía más cómoda y menos forzada para el cirujano. Así lo ha demostrado la cirugía robótica, que se halla en sus primeras etapas. No obstante, es necesario que ésta sea ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR Estos componentes son de carácter artificial o biológico, como el pericardio bovino, la dermis porcina o la submucosa intestinal porcina. Su uso es aún muy reservado y controversial. Los plásticos y metales han ocupado también un lugar importante en la producción de prótesis de reemplazo para estructuras sólidas como el hueso o de órganos como los testículos, sea por ausencia congénita de éstos o por su pérdida traumática. Las prótesis mamarias son tal vez los implantes más comunes, utilizados por los cirujanos plásticos reconstructivos. Los catálogos de estos implantes son muy variados y dependen de la casa fabricante y los distribuidores locales.35,36 De igual modo, la implantación de lentes intraoculares de diversa graduación en sustitución de cristalinos dañados por cataratas es ya hoy en día una práctica regular entre los oftalmólogos.37 La colocación de accesos venosos para la aplicación de quimioterapia desarrollados a base de silicones, o de mezclas de silicón con metales como aleaciones de titanio, son práctica habitual en la aplicación de quimioterapia para pacientes con cáncer o para la institución de tratamientos nutricionales parenterales de larga evolución.38 La elaboración de prótesis a la medida por métodos de impresión tridimensional ha dado lugar al concepto de fab-lab.39 En laboratorios experimentales se hallan bajo desarrollo piezas sustitutivas de hueso, u otras piezas corporales, como los dientes, con base en información obtenida a partir de tomografías computarizadas de alta definición. Sus aplicaciones comerciales en cirugía dental, ortopedia y neurocirugía son muy promisorias.40 Este concepto se ha llevado al área de la biotecnología, con el modelamiento de DNA a través de bio-fab lab.41 En el futuro, la cirugía génica no parece muy lejana. El uso de bancos de hueso o matriz de hueso con factores estimulantes de desarrollo de osteoblastos es ya una práctica común entre los cirujanos maxilofaciales y ortopedistas.42 La construcción de órganos artificiales que utiliza este mismo tipo de impresión en tercera dimensión se encuentra aún en etapas muy primordiales, pero parece marcar un área para el desarrollo de órganos artificiales a partir de esta tecnología. Lo anterior, aunque aún no es una realidad concreta, es al parecer una posibilidad próxima. El campo del desarrollo de órganos artificiales ha activado la economía de la salud con inversiones de capital de riesgo que han proporcionado gran apoyo a los investigadores en este campo.43 Ya se han informado trasplantes de tráquea y piel artificiales desarrollados a través de cultivos celulares. Este tipo de abordaje tiende a sustituir los autotrasplantes de piel simple en quemaduras o heridas traumáticas con grandes pérdidas de piel.44,45 Retos de la educación quirúrgica en el siglo XXI • 111 más sencilla de organizar y mucho más eficiente en términos del costo.50 La seguridad es aún la principal variable a respetar. Gracias a los avances de la tecnología de la información y los nuevos materiales, pronto se desarrollarán nuevos instrumentos con mayor resistencia al movimiento y mejor acceso a los lugares remotos; el acceso se conseguirá a través de energías luminosas, sonoras o de otro tipo, de tal forma que la referencia a la zona quirúrgica a tratar se realice por medios indirectos, como la georreferencia, ya utilizada en la navegación para cirugía estereotáctica de cabeza y cuello por otorrinolaringólogos y neurocirujanos.51 Por último, cabe mencionar el gran avance logrado por la oftalmología, gracias al uso de otras fuentes energéticas como el ultrasonido, con el cual la facoemulsificación del cristalino es hoy día una práctica regular en la vida quirúrgica de los oftalmólogos.52 La imaginación es el límite y los avances científicos, sobre todo en el campo de la biofísica, abrirán las nuevas áreas de oportunidad para que la tecnología quirúrgica evolucioné en favor de los pacientes. © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR &203(7(1&,$6$'48,5,'$6 1. Los principales avances tecnológicos aplicados a la innovación de la cirugía son: • El campo del corte de tejidos. • El uso de lentes para la visión. • La utilización de fuentes de iluminación. • Los materiales de sutura. • El uso de materiales protésicos. • Los materiales de curación de heridas. 2. La aplicación de la corriente eléctrica a los tejidos también puede realizarse de tal manera que los electrodos de aplicación y retorno de la energía eléctrica estén separados por largas distancias y que pueden encontrarse a varios centímetros entre sí. Este tipo de corriente es conocida con el nombre de “corriente monopolar” y su uso es más riesgoso que el de la corriente bipolar. 3. El riesgo de electrocución es real y por ello debe tomarse en cuenta que la corriente utilizada debe ser la de menor intensidad posible y que el paciente no porte elementos metálicos que puedan actuar como falsos electrodos y se condense la electricidad y se produzcan quemaduras.3 4. El uso de cámaras analógicas no era apto para la transformación de las imágenes en un formato útil para la generación de videoimágenes de alta calidad y resolución, que pudieran transmitirse en tiempo real, con diferencias de milisegundos, y que son necesarias para la apropiada y segura realización de procesos quirúrgicos. Con la solución de estas limitantes ha surgido la denominada videoendoscopia. 5. La calidad de la luz ha sido uno de los avances más trascendentes en la cirugía actual. La luz usada en cirugía debe ser fría, brillante y con una longitud de onda que no absorban con facilidad los tejidos corporales, en especial por el color rojo de la sangre que suele escaparse de los capilares seccionados por el proceso de corte y disección tisular. 6. En fecha reciente estas lámparas han favorecido la adopción de emisores de energía más eficientes denominados LED (del inglés light emission devises), los cuales son grandes ahorradores de energía eléctrica y cuya calidad de energía luminosa se puede manipular mejor para dar más eficiencia a su uso, con una emisión secundaria de calor mínima. 7. La utilización del material de sutura en cirugía se basa en la necesidad de “unir lo separado” por el efecto de la técnica quirúrgica empleada en el acto operatorio. La cicatrización es la encargada de reparar el tejido cortado o separado, pero esto llevará varias semanas para su desarrollo. Mientras tanto, las estructuras deben fijarse en aposición una con otra y mantenerse de forma temporal unidas por un elemento que las fije en la posición óptima para su reparación definitiva. El material de sutura desempeña esa función y debe estar presente hasta que la cicatrización del tejido se complete, esto es, en 8 a 10 semanas como mínimo. Por ello, la presencia inerte del material de sutura es indispensable en la fase temprana de la cicatrización. Su presencia no debe interferir con el proceso mismo de reparación tisular y posibilitar que este último se realice por los elementos indispensables y naturales para su efecto. 8. Se han desarrollado también diferentes componentes mixtos para proporcionar recubrimiento a las mallas de polipropileno y hacerlas más biocompatibles y poder entrar en contacto directo con vísceras de la pared abdominal, sin precipitar una reacción fibrosa secundaria con la penetración del material prostético en las vísceras, o bien la fijación de éstas a la malla misma.34 Estos componentes son de naturaleza artificial o bien biológica, como el pericardio bovino, la dermis porcina o la submucosa intestinal porcina. Su uso es aún muy reservado y controversial. 9. En los laboratorios experimentales se encuentran en desarrollo piezas sustitutivas de hueso, o de otras piezas corporales, como los dientes, a partir de información obtenida de tomografías computarizadas de alta definición. Sus aplicaciones comerciales en la cirugía dental, la ortopedia y la neurocirugía son muy prometedoras. 10. Por fortuna, la innovación en la genética, la medicina biomolecular, los nuevos conocimientos de los materiales, incluida la nanotecnología, y la dinámica de la aplicación de la biofísica, a través de la domótica y las nuevas tecnologías de la información, han abierto nuevos horizontes para que la cirugía se acerque a otras ciencias. El diseño, la bioingeniería, la psicología, la terapia física y la rehabilitación han creado dispositivos inteligentes para lograr la conectividad con el sistema neural, el sistema ortopédico, el sistema circulatorio y los demás sistemas de la corporalidad humana. 5(680(1 Esta sección describe los avances tecnológicos que han surgido en la práctica de la cirugía y que le han conferido el papel preponderante actual. Los principales avances tecnológicos ERRNVPHGLFRVRUJ 112 • Tratado de cirugía general (Capítulo 13) aplicados a la innovación de la cirugía son el campo del corte de tejidos, el uso de lentes para la visión, la utilización de fuentes de iluminación, los materiales de sutura, el uso de materiales protésicos y los materiales de curación de heridas. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. O’Connor JL, Bloom DA, William T: Bovie and electrosurgery. Surgery 1996;119(4):390-396. 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ERRNVPHGLFRVRUJ &DStWXOR 3ODQHV\SURJUDPDVGHHVWXGLRHQFLUXJtD José Luis Jiménez Corona, José Antonio Carrasco Rojas 3UHJXQWDVFODYH gunda mitad del siglo pasado se incorporó el componente práctico en la enseñanza de algunas asignaturas y se establecieron un plan de estudios con énfasis en aspectos preventivos y humanísticos, el estudio integral del enfermo por medio del contacto más cercano con él, la mejoría de la relación maestro-alumno, la reducción del número de alumnos por grupo en los ciclos clínicos (se ha logrado conformar grupos de 30 alumnos con cinco profesores, cuando antes sumaban 40 alumnos por profesor) y el impulso de la investigación.3 En los últimos años, la propia facultad de medicina ha participado de forma amplia en la tendencia mundial de la educación médica, a través de la introducción de cambios curriculares que abarcan nuevos métodos de enseñanza y aprendizaje.4 Estos nuevos métodos buscan pasar del uso de formas centradas en el profesor (o tradicionales) a las centradas en el alumno (o innovadoras). De esta manera, su programa académico se ha diseñado por objetivos y orientado por competencias para promover la enseñanza centrada en el alumno y promover diversas formas de enseñanza, entre ellas las siguientes: enseñanza en pequeños grupos (EPG), enseñanza basada en casos (EBC), revisión de artículos, maniobras médico-quirúrgicas, análisis de videos educativos y enseñanza en línea. El programa académico de la asignatura Introducción a la cirugía se fundamenta en la neurobiología del aprendizaje del adulto.5 En dicho estudio se han identificado diversos aspectos clave del aprendizaje que se utilizan para mejorar el desempeño académico de los estudiantes; a continuación se describen y se ejemplifican sus características y su aplicación en los contenidos curriculares de la asignatura. Repetición: se ha demostrado la efectividad de la revisión del mismo tema desde múltiples perspectivas;6,7 en el curso académico se destaca la enseñanza de varias habilidades como el lavado de manos y el uso de guantes. Dichos proce- (16(f$1=$'(/$ &,58*Ë$(135(*5$'2 En el plano mundial, la World Federation for Medical Education1 se ha ocupado de fijar, a partir de la última década del siglo XX, los estándares para valorar la estructura, procesos y resultados de la educación. Este documento tiene tres objetivos principales: • Alentar a las facultades de medicina para formular sus propios planes y mejorar la calidad de acuerdo con las recomendaciones internacionales. • Establecer un sistema nacional o internacional de evaluación y acreditación de las facultades para asegurar unos estándares mínimos de calidad. • Salvaguardar la práctica médica y la utilización de los profesionales, y su cada vez mayor movilidad internacional, a través de unos estándares internacionales bien definidos en educación médica. En el contexto nacional, la educación médica se encuentra en el tránsito de mejorar la calidad a través de la introducción de un proceso de acreditación iniciado en la última década del siglo XX. En la actualidad, de las poco más de 100 escuelas de medicina que existen en la República Mexicana, el Consejo Mexicano para la Acreditación de la Educación Médica (COMAEM) ha registrado a 82 escuelas sometidas al proceso de acreditación de programas de enseñanza de medicina, de las cuales 55 han recibido ya la acreditación del COMAEM.2 En lo que concierne a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la se114 ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 1. ¿Cuáles son los nuevos métodos de enseñanza y aprendizaje y qué finalidad tienen? 2. ¿Cuáles son las nuevas formas de enseñanza? 3. ¿En qué se fundamenta el programa académico de la asignatura “Introducción a la cirugía” en las facultades y escuelas de medicina? 4. ¿Cuáles son los aspectos que se han identificado en diversos estudios y que son claves en el aprendizaje? 5. ¿En qué consiste el compromiso activo? © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR Planes y programas de estudio en cirugía • 115 dimientos los practican los estudiantes en 16 ocasiones bajo la supervisión de los profesores. Recompensa y reforzamiento: se ha observado que los estudiantes de medicina tienen en alta estima las recompensas, como aprobar un examen, graduarse y recibir el respeto y reconocimiento de sus familiares, amigos y sociedad en general;8,9 los profesores del departamento reconocen y valoran a los estudiantes que destacan durante el curso académico para que cursen el “taller de ayudantes de profesor” y con posterioridad reciban el reconocimiento de los demás profesores y estudiantes. Visualización: es un proceso bien conocido por los profesionales de la salud que de manera regular desarrollan habilidades y destrezas; los futuros médicos cirujanos observan los videos10 en múltiples ocasiones durante el curso y la réplica del profesor de las mismas habilidades y destrezas, para luego supervisar y evaluar el desempeño de los estudiantes. Compromiso activo: la nueva tendencia en educación médica del trabajo en equipo es la enseñanza en pequeños grupos y la resolución de problemas que promueven la discusión interactiva.11-14 Estas medidas se han llevado a cabo en cada una de las sesiones teórico-prácticas del curso, han representado la oportunidad de que los estudiantes asuman el papel activo y han posibilitado una mayor realimentación en cada sesión. Tensión: se ha observado que un grado moderado de tensión favorece el desempeño académico de los estudiantes; saberse evaluados por los profesores, y ser parte de un proceso de selección, mantiene la motivación de los estudiantes durante el desarrollo de la asignatura. Fatiga: existe el consenso general de que el sueño se relaciona de manera estricta con la memoria y el aprendizaje en general.15 De acuerdo con Perkins,16 un error típico consiste en enseñar cosas que no importan demasiado en la vida y que los alumnos probablemente vivirán. En el diseño del curso, los profesores han seleccionado los contenidos esenciales que debe conocer un estudiante de licenciatura necesarios para la práctica médica. Tareas múltiples: diversos estudios demuestran que los estudiantes de medicina son capaces de realizar múltiples tareas; estos métodos educativos deben integrar información en diversos formatos que fomenten la participación y la atención de los estudiantes.17 Los estudiantes de la facultad revisan cada uno de los contenidos en varios formatos, como videos en internet, presentaciones en la plataforma Prezi, el manual de prácticas en versión electrónica y el libro de texto elaborado ex profeso para la asignatura. En el contexto actual de la educación médica existen diversos informes publicados que destacan la importancia de enseñar a enseñar;18 otros estudios refieren que los estudiantes de medicina no suelen recibir instrucción formal para el desarrollo de competencias docentes.19,20 Como respuesta a dicho problema, se ha diseñado el taller de Introducción a la enseñanza de la cirugía, el cual tiene la finalidad de contribuir con la aseveración de que la formación docente ayuda a que los estudiantes sean mejores comunicadores y que la enseñanza es un aspecto esencial de la relación médico-paciente.21 De manera simultánea, se ha reconocido el gusto de algunos estudiantes por aprender cirugía y, en un futuro próximo, cursar alguna especialidad quirúrgica, en especial a quienes se les ofrecen asignaturas optativas como la de “Fundamentos de la cirugía laparoscópica”. &203(7(1&,$6$'48,5,'$6 1. Las facultades y escuelas de medicina han participado de modo amplio en la tendencia mundial de la educación médica, a través de la introducción de cambios curriculares que incluyen nuevos métodos de enseñanza y aprendizaje. Estos nuevos métodos buscan pasar del uso de medidas centradas en el profesor (o tradicionales) a las centradas en el alumno (o innovadoras), de tal manera que su programa académico se ha diseñado por objetivos orientados por competencias, en el que se ha promovido la enseñanza centrada en el alumno y se han favorecido diversas formas de enseñanza. 2. Entre las nuevas medidas educativas resaltan la enseñanza en pequeños grupos (EPG), enseñanza basada en casos (EBC), integración basada en problemas (IBP), medicina basada en evidencias (MBE), laboratorios de clínica y enseñanza, revisión de artículos, maniobras médico-quirúrgicas, análisis de videos educativos y enseñanza en línea. 3. Se fundamenta en la neurobiología del aprendizaje del adulto.5 En dicho estudio se han identificado diversos aspectos claves del aprendizaje que se utilizan para mejorar el desempeño académico de los estudiantes. 4. Los aspectos claves del aprendizaje empleados para mejorar el desempeño académico de los estudiantes, en los niveles de pregrado y posgrado, son repetición, recompensa y reforzamiento, visualización, compromiso activo, tensión, fatiga y tareas múltiples. 5. El compromiso activo es una nueva tendencia en la educación médica, dentro de la cual destacan el trabajo en equipo, la enseñanza en pequeños grupos y la resolución de problemas que promueven la discusión interactiva; estas medidas se instituyen a través de sesiones teórico-prácticas que proporcionan la oportunidad de que los estudiantes asuman una función activa que posibiliten una mayor realimentación en cada sesión. 5(680(1 En este capítulo se comenta de manera breve la razón por la cual las facultades y escuelas de medicina se han integrado de forma extensa a la tendencia mundial de la educación médica, a través de la introducción de cambios curriculares que incorporan nuevos métodos de enseñanza y aprendizaje. Estos nuevos métodos buscan pasar del uso de formas centradas en el profesor, llamadas tradicionales, a las centradas en el alumno, o innovadoras, de tal manera que los programas académicos se han diseñado por objetivos orientados por competencias para favorecer la enseñanza centrada en el alumno, las diversas conductas de enseñanza y la explicación del fundamento neurobiológico del aprendizaje del adulto. En dicho estudio se han identificado diversos aspectos clave del aprendizaje utilizados para mejorar el desempeño académico de los estudiantes ERRNVPHGLFRVRUJ 116 • Tratado de cirugía general (Capítulo 14) 5()(5(1&,$6 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. World Federation for Medical Education (2003). Global standards for quality improvement in medical education. Basic medical education. Disponible en http://www3.sund.ku.dk/. Descargado el 13 de octubre de 2010. Disponible en: http://www.comaem.org.mx/Ede%20Acreditacion. html. Descargado el 12 de diciembre de 2012. 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ERRNVPHGLFRVRUJ &DStWXOR 1XHYRVFDPLQRVHQODHGXFDFLyQTXLU~UJLFD Raúl Hernández Centeno, María Gregoria Rodríguez Varela, Carlos Agustín Rodríguez Paz 3UHJXQWDVFODYH 1. ¿Cuál es el perfil del alumno de cirugía de la licenciatura médica? 2. ¿Cuál es el perfil del alumno al concluir la fase clínica? 3. ¿Qué características debe tener el alumno que aspira a una residencia quirúrgica? 4. ¿Qué características debe tener el profesor de cirugía? 5. ¿Qué debe entenderse por “comité de estandarización de la evaluación educativa”? 6. ¿Cuál es el principal objetivo de una evaluación? 7. ¿Cuáles son las tres formas o tipos de evaluación educativa? 8. ¿Cuál es el propósito del portafolio de evidencias? Puesto que la cirugía es la rama de la medicina que aborda las enfermedades más riesgosas y de resolución más inmediata, es el marco preciso para iniciar al alumno de medicina en una disciplina y ética rigurosas,2 ya que la precisión de los diagnósticos en las historias clínicas, el juicio quirúrgico, el rigor basado en la evidencia de las indicaciones y el plan quirúrgico, todos apegados a la normativa de seguridad del paciente,4 constituyen un proceso gradual que exige conocimientos, actitud y destreza del alumno de pregrado, en comparación con el resto de las disciplinas. En condiciones ideales es deseable que al alumno le guste la cirugía, sienta pasión por la medicina y sea disciplinado. Asimismo, debe tener iniciativa y desear hacer propuestas de innovación a mediano y largo plazos, al reconocer las áreas de oportunidad dentro del área quirúrgica.5,6 Las empresas denominan a esta clase de trabajador “tipo cinco”, es decir, el que busca las áreas laborales: iniciativa, dedicación, trabajo eficiente e innovación para mejorar sus procesos. Al concluir la fase clínica, el perfil del alumno incorpora la capacidad de establecer diagnósticos quirúrgicos, seleccionar por triage los casos que requieren resolución más inmediata y radical, respecto de los que pueden ser electivos, emplear los criterios metabólicos que impidan cometer errores en el manejo perioperatorio de los pacientes hipotiroideos, diabéticos, lúpicos, etc., así como formular las indicaciones preoperatorias y poder, en términos racionales, dar seguimiento en el posoperatorio.2 Por último, es preciso avanzar a la fase del internado médico, en la cual se integra a un equipo quirúrgico, ya no para aprender, sino para desarrollar la confianza clínica y las habilidades a evaluar con base en sus destrezas.2,7 El perfil del alumno quirúrgico debe incluir todas sus materias previas aprobadas (a fin de que no pierda tiempo en © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 3(5),/'(/$/8012'(&,58*Ë$ El perfil del alumno de cirugía de la licenciatura médica se conforma de modo inicial en los ciclos básicos de preparación quirúrgica que debe cursar en los primeros semestres de la licenciatura, tras adquirir antes los conocimientos de las asignaturas morfológicas (anatomía e histología), los mecanismos de la función normal del cuerpo (fisicoquímica, fisiología, etc.), el comportamiento normal de la célula y sus funciones básicas (bioquímica, biología molecular, etc.), las formas de infección y gérmenes susceptibles (microbiología), y la anamnesis y la exploración de un paciente (propedéutica y semiología). Luego de los elementos básicos, el alumno tiene la capacidad de entender diversos procesos, como la reacción metabólica al traumatismo, cicatrización, hemostasia, historia clínica quirúrgica, líquidos y electrólitos, etc.,1,2 que a su vez lo llevarán a adquirir nuevas habilidades, como suturar, deambular por un área quirúrgica (negro, gris, blanco), desempeñarse en un quirófano, ser ayudante de un cirujano, así como tratar el traumatismo de forma básica, aplicar maniobras de reanimación, usar sondas, cánulas y catéteres, entre otras actividades más.3 Todo ello lo preparará para que, en los llamados ciclos clínicos, entienda el sistema de diagnóstico y manejo básico del paciente quirúrgico, y participe en la segunda fase en las actividades clínicas en hospitales. Es imposible pretender que un alumno de primer semestre de medicina comprenda los complejos aspectos quirúrgicos que exigen conocer elementos no enseñados en el bachillerato; por esa razón se incluyen en todos los programas de la licenciatura después del tercer semestre. 117 ERRNVPHGLFRVRUJ (Capítulo 15) recursar asignaturas atrasadas o adeudadas), ser disciplinado, tener iniciativa racional, ser diestro en la elaboración de historias clínicas, y poseer habilidades para ingresar a quirófano sin riesgo de contaminar al paciente programado; debe también promover la seguridad del paciente y cooperar en las acciones emergentes, sobre todo en las decisiones de pacientes críticos, como los traumatizados o con urgencias absolutas. De esta manera se configura a un alumno con elementos suficientes para enfrentar el internado médico8 y, a mediano plazo, tener una oportunidad de ser un aspirante a residente de alguna área quirúrgica.2,9 Se ha propuesto que los alumnos más sobresalientes, con la capacidad de conceder más horas de estudio y práctica a las exigidas por el currículo de sus universidades, puedan recibir una capacitación adicional en cirugía, a fin de desarrollar destrezas quirúrgicas y de investigación, y tener la oportunidad de desarrollar a una edad más temprana competencias en procedimientos operatorios y proyectos de investigación. Esta oportunidad proporcionada en el pregrado en los laboratorios de cirugía experimental10 hizo posible que nuevas generaciones tuvieran elementos para que, al incorporarse a los estudios de especialidad, pudieran adquirir nuevas destrezas y posibilidades de publicar. De esta manera es posible incorporarse a más temprana edad al desarrollo clínico, docente y de investigación,11 y conformar una visión de innovación, indispensable en cirugía para ofrecer nuevas respuestas.5,6 El producto final es un alumno que aspira a realizar una residencia quirúrgica, con los elementos antes descritos: puntualidad, disciplina, conocimientos suficientes para enfrentar situaciones de riesgo, como traumatismos, y capacidad de respuesta diagnóstica y clínica, todos los cuales harán que el paciente sobreviva a una lesión. Se espera la conformación de una persona éticamente competente y que respete los principios de asepsia, antisepsia, seguridad del paciente y prudencia quirúrgica. Además, son también esperables los deseos de innovación, como parte del ciclo necesario para la actualización de los conocimientos quirúrgicos, y una búsqueda de la humildad para renovar sus destrezas, al menos una vez al año. 3(5),/'(/352)(625'(&,58*Ë$ Sin excepción, debe ser un licenciado en medicina, con título universitario (reconocido por una universidad competente, NOM) y aprobar o recertificar el consejo de una especialidad quirúrgica, dado que debe impartir los conocimientos reales a su práctica cotidiana.12 En condiciones ideales, debe ser un profesionista que ejerza, en una institución pública o privada, 20 horas a la semana, y tenga al menos un curso de actualización al año, ya sea por su colegio quirúrgico o por alguna universidad reconocida nacional o internacional. Asimismo, debe asistir al menos una vez al año a un congreso a fin de renovar los conocimientos y no utilizar siempre los mismos recursos diagnósticos o terapéuticos a los cinco años. Debe saber cuándo tiene el alumno la capacidad para darle más elementos, lo cual genera su práctica clínica y quirúrgica cotidiana,1 por medio de ejercicios de competencia clínicos y luego del desarrollo de habilidades quirúrgicas en modelos no humanos, biológicos o no biológicos.13,14 En virtud del tipo de implicaciones y responsabilidad social y legal que supone transmitir los conocimientos quirúrgicos, llevar a cabo una práctica quirúrgica constante y realizar una actualización, no pueden ser docentes en el área quirúrgica los médicos generales o licenciados con otra carrera en el área de la salud. Desde el punto de vista deontológico, el profesor no sólo imparte conocimientos; ante todo debe cuidar su presentación, mostrar sobriedad al vestir, ser puntual, hablar de modo apropiado al paciente, saber dirigirse a sus compañeros y demás personas de hospitales y clínicas, y constituirse en un modelo a seguir por el alumno.2,15 Éste es uno de los elementos en el que puede observarse el efecto real de la actividad docente. Si el alumno revela un cambio en su presentación, su actitud hacia los pacientes, su manera de desarrollar sus actividades, obediencia a una disciplina y un orden “quirúrgico”, entonces el alumno habrá captado el sentido conferido a los educandos.16 En la preparación del cirujano general como especialista son vitales los conocimientos previos adquiridos en la licenciatura. Si los planes de estudio de licenciatura son suficientes, el posgrado puede enfocarse de modo más específico en perfeccionar dichos conocimientos; el problema es que cada año los cambios en el conocimiento quirúrgico, los paradigmas éticos, los cambios en las leyes de cada estado del país y la responsabilidad profesional4 obligan a modificar de forma anual los temas y a renovar cada cinco año los planes de estudio, con modificación de los libros de texto; esto conforma un proceso dinámico en el material impartido16 en el cual interviene de manera activa el profesor. En las universidades, los docentes titulares de los grupos son las más de las veces personas con al menos cinco años de práctica quirúrgica y han cursado un diplomado en docencia, tienen al menos un profesor adjunto, que además de cubrir las ausencias del titular, sustituirá a mediano plazo al titular en su materia (por enfermedad, ascenso a otra categoría de su institución o por renuncia). Debe tener al menos un curso de actualización en docencia, más todos los elementos descritos, para ser profesor del área quirúrgica. Las universidades que se proponen formar nuevos cuadros seleccionan a alumnos con alto desempeño y disciplina para facilitarles las actividades prácticas en los laboratorios de simulación o cirugía experimental,17 con la finalidad de orientar a los alumnos de menor jerarquía; son alumnos de áreas clínicas que tomaron un curso de preparación de docentes y fueron seleccionados por sus características académicas señaladas; son individuos considerados como ideales para seguir el perfil quirúrgico y tienen el tiempo suficiente de apoyar los cursos.10 De estos alumnos han salido las generaciones siguientes de docentes e investigadores de las áreas quirúrgicas y son una excelente inversión en capital humano para las universidades.11 Una vez más, no es función del pregrado formar cirujanos de especialidad;2,3,9 los planes de cirugía ambulatoria para médicos familiares deben hallarse bajo la responsabilidad de un hospital de segundo nivel que cuente con cirujanos certificados para poder resolver las secuelas, efectos indeseables o complicaciones inseparables de todo acto operatorio. Debe impedirse que el médico general realice procedimientos inherentes al cirujano que ha culminado una especialidad y puede resolver los problemas y sus complicaciones;2 es necesario que el docente reitere esto a los alumnos e impida que, ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 118 • Tratado de cirugía general Nuevos caminos en la educación quirúrgica • 119 tras su titulación, los nuevos licenciados en medicina realicen operaciones que no son de su competencia profesional. Una última finalidad ideal de un docente quirúrgico es que publique; no puede entenderse a un cirujano que no transmita su experiencia en artículos. Una exigencia actual para ser profesor de tiempo completo es también publicar al menos dos artículos en revistas indexadas o de importancia. Si, como propuso Alexis Carrel, “Las mentes brillantes se forman en ambientes y círculos de profesores brillantes”, es esperable que los mejores alumnos sean aquellos que se forman con los docentes que tienen una práctica clínica ética y prudente, además de una claridad en sus enseñanza, con el deseo de innovar y trazar líneas de investigación; es deseable una sinergia cada día en un proceso de retroalimentación entre alumno y docente con las mejoras de los procesos quirúrgicos. © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR (9$/8$&,Ï1(1&,58*Ë$(/(03/(2 '(/3257$)2/,2'((9,'(1&,$6 Una vez concluidos sus estudios, un médico debe tener las bases sobre las cuales ejercer su vida profesional y es el paciente el eje central de su formación. El profesor que funciona como facilitador del conocimiento debe garantizar que este profesional sea competente en el plano profesional.18 El comité de estandarización de la evaluación educativa la define como “el enjuiciamiento sistemático de la validez o mérito de un objeto”. En consecuencia, se considera importante lo bueno y lo malo para evaluar. En este sentido, sirve como una herramienta para rendir cuentas de los aciertos y desaciertos de un programa de estudios y también para favorecer la retroalimentación en la mejora académica y profesional de los binomios maestro-alumno e institución-sistema de salud. El principal objetivo de una evaluación debe ser obtener áreas de oportunidad que generen posibilidades de innovación.19 La solución de problemas mediante diferentes alternativas apoyadas en las mejores evidencias científicas debe ser el objeto fundamental de una evaluación de las propuestas en el campo de la medicina y la cirugía.20 Es necesaria la creación de un clima educacional en el que se facilite el proceso de evaluación participativa de todos los integrantes del vínculo: médicos con alto compromiso de alumnos y profesores y entornos sometidos a retroalimentación continua.21 Dentro de las características de las evaluaciones, el comité para estandarización de la evaluación y la sociedad de la evaluación educativa han formulado algunas normas para la evaluación. La primera aconseja que “los evaluadores y los evaluados se involucren en el proceso para que cumplan las condiciones indispensables: criterios y resultados claros, programación oportuna, evidencia precisa, participación del estudiante y retroalimentación continua”.22,23 Existen tres formas de evaluación descritas desde el punto de vista de su objeto: la evaluación diagnóstica, que se aplica al principio de un curso para determinar el nivel de habilidades, actitudes y conocimientos;24 la evaluación sumativa, utilizada de forma amplia porque representa una suma de diferentes valoraciones (los cuestionarios y exámenes teó- ricos son sus representantes); y la evaluación formativa, la cual pretende evaluar en diferentes momentos el progreso del aprendizaje; es un área de oportunidad para modificar en el momento en que se realiza alguna acción equivocada y retomarla para su adecuada corrección. Esta evaluación tiene como objetivo evaluar más las competencias y es la base para la creación de lo que ahora se conoce como portafolio de evidencias de aprendizaje.25 El portafolio de evidencias apareció como herramienta de enseñanza en 1993 y es un método efectivo para la educación continua de los médicos.26 Es una forma de comprobar las acciones de los alumnos y documentar el aprendizaje mediante una retroalimentación del desempeño. Se ha convertido en una herramienta de calidad para la evaluación por competencias.27 El portafolio de evidencias puede basarse en algunas herramientas desarrolladas por el Accreditation Council for Graduate Medical Education (ACGME) de EUA; está disponible de forma gratuita en el portal: https://www.acgme.org/acgmeweb/tabid/150/ProgramandInstitutionalAccreditation/ SurgicalSpecialties/Surgery.aspx, en donde se registran los hitos considerados esenciales para determinar que un cirujano es capaz de ejercer la cirugía. Tiene importancia señalar que estos hitos corresponden no sólo a evaluaciones de conocimiento teóricas y prácticas, sino a evaluaciones de comunicación con personal de salud, conocimientos del sistema de salud, educación a compañeros, autoeducación, salud emocional y herramientas educativas.28 El portafolio de evidencias debe ser una herramienta que contenga un índice para mostrar la organización de portafolio a partir de los datos oficiales, el proceso de evaluación, los instrumentos de evaluación, y la firma de los instrumentos evaluados. De forma fundamental, debe contener evidencias del desarrollo personal y profesional basadas en pensamiento crítico e interacción social apoyados en un programa de tutorías (figuras 15-1 a 15-3). En México, varias universidades han desarrollado experiencia en la utilización de los portafolios en pregrado, un proceso relativamente nuevo para evaluar el desempeño en el posgrado de cirugía. La Universidad de Guanajuato, mediante su programa de educación continua, ha desarrollado un portafolio en conjunto con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (www.conacyt.gob.mx) en el cual se conjuntan los elementos necesarios para participar en los programas de calidad del organismo y permiten la interacción de los residentes y profesores con otros programas apoyados con subsidios para elaborar formas de aprendizaje colaborativo, aprendizaje basado en proyectos y aprendizaje centrado en el paciente que sirvan de fuente para la producción de conocimientos.29 &203(7(1&,$6$'48,5,'$6 1. El perfil del alumno de cirugía de la licenciatura médica se conforma primero en los ciclos básicos en los que debe cursar su preparación quirúrgica, en los primeros semestres de la licenciatura, luego de adquirir los conocimientos de las asignaturas morfológicas (anatomía e histología), los mecanismos de función normal del cuerpo (fisicoquímica, fisiología, etc.), comportamiento nor- ERRNVPHGLFRVRUJ 120 • Tratado de cirugía general (Capítulo 15) CONTENIDO DEL PORTAFÓLIO PROGRAMA EDUCATIVO DE ESPECIALIDAD EN CIRUGÍA GENERAL SEDE: HOSPITAL GENERAL DE LEÓN, SECRETARÍA DE SALUD PORTAFÓLIO ALÚMNO: GILDARDO RIVERA MAGAA Residente de 3er año • TÍTULO UNIVERSITARIO DE MÉDICO CIRUJANO • CONSTANCIA DE ENARM • PROCESO DE SELECCIÓN DE LA UNIDAD SEDE • PRESENTACIONES SEMINARIOS CASOS CLÍNICOS SESIÓN BIBLIOGRÁFICA • EVALUACIONES EVALUACIÓN DE LA SEDE EVALUACIÓN DE PROCEDIMIENTOS EVALUACIÓN COGNITIVAS EVALUACIÓN DE CURSO POR EL ALUMNO • GUÍAS CLINICAS • CURSOS Y CONGRESOS • PROTOCOLO DE INVESTIGACIÓN • MOVILIDAD • COLABORACIONES • FICHA INICIAL • FICHA DE SEGUMIENTO • TUTORÍA • COMENTARIOS CÍCLO Marzo 2014-Febrero 2015 mal de la célula y sus funciones básicas (bioquímica, biología molecular, etc.), infecciones y gérmenes susceptibles (microbiología), anamnesis y exploración de un paciente (propedéutica y semiología). 2. Al concluir la fase clínica, el perfil del alumno incorporará la capacidad de elaborar diagnósticos quirúrgicos, diferenciará por triage los casos que requieren resolución más inmediata y radical de los que pueden ser electivos, seleccionará los criterios metabólicos que impidan cometer errores en el manejo perioperatorio de los pacientes hipotiroideos, diabéticos, lúpicos, entre otros, así como hacer las indicaciones preoperatorias y dar seguimiento en el posoperatorio.2 3. Las características de un aspirante a residencia quirúrgica son: puntualidad, disciplina, conocimientos suficientes para enfrentar situaciones de riesgo como el traumatismo, y capacidad de respuesta diagnóstica y clínica para que el paciente sobreviva a su lesión. Asimismo, debe ser una persona éticamente competente y que respete los principios de asepsia, antisepsia, seguridad del paciente y prudencia quirúrgica; de igual modo, debe someterse a la renovación de sus conocimientos quirúrgicos. 4. Las características con las que debe contar el profesor de cirugía son ser licenciado en medicina, con título universitario, y aprobar o recertificar el consejo de una especialidad quirúrgica; lo ideal es que sea un profesionista que ejerza en una institución pública o privada, tenga al menos un curso de actualización al año y que asista al menos una vez al año a un congreso. 5. Los “comités de estandarización de la evaluación educativa” determinan qué es importante para evaluar. En este sentido, sirven como una herramienta para rendir cuentas de los aciertos y desaciertos de un programa de estudios y también para la retroalimentación con objeto de favorecer la mejora académica y profesional de los binomios maestro-alumno e institución-sistema de salud. 6. El principal objetivo de una evaluación debe ser obtener áreas de oportunidad que generen posibilidades de innovación.19 La solución de problemas mediante diferentes alternativas y encontrar las mejores evidencias científicas deben ser los objetos fundamentales de una evaluación de las propuestas en los campos de la medicina y la cirugía.20 7. Existen tres formas de evaluación descritas desde el punto de vista de su objeto: la evaluación diagnóstica, que se aplica al principio de un curso para determinar el nivel de habilidades, actitudes y conocimientos;24 la evaluación sumativa, ampliamente utilizada porque representa una suma de diferentes valoraciones y cuyos cuestionarios y exámenes teóricos son sus representantes; y la evaluación formativa, la cual pretende evaluar en diferentes momentos el progreso del aprendizaje y es un área de oportunidad de modificar el momento de realizar alguna acción equivocada y retomarla para su corrección adecuada. 8. El portafolio de evidencias debe ser una herramienta que contenga un índice que muestre la organización del portafolio a partir de los datos oficiales, el proceso de evaluación, los instrumentos de evaluación, y la firma de los instrumentos evaluados; asimismo, y de forma fundamental, debe contener evidencias del desarrollo personal y profesional basadas en pensamiento crítico e interacción social apoyados en un programa de tutorías. 5(680(1 El perfil del alumno quirúrgico debe incluir el gusto por esta área, pasión por la medicina, disciplina, iniciativa y deseo de hacer propuestas de innovación a mediano y largo plazos. Esto hará posible reconocer las áreas de oportunidad desarrolladas en el área de la cirugía.5,6 ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR )LJXUD±(MHPSORGHSRUWDIROLRGHHYLGHQFLDV Nuevos caminos en la educación quirúrgica • 121 Programa Educativo en la Especialidad de Cirugía General Clave Valor Habilidad a evaluar: Realización de Colecistectomía Nombre del estudiante evaluado: Puntaje obtenido ( ) fecha: Guía de observación 1 tipo lista de cotejo. Colecistectomía Laparascópica Heteroevaluación sumativa. Instrucciones: SOlicite al evaluado que realice una Colecistectomía Laparascópica Marque con una x la percepción que usted tiene evaluado respecto a los desempeños demostrados de acuerdo con los criterios siguientes. (Si alguno no aplica se marca como cumplido): No. Acción a evaluar Valor Observaciones SÍ NO Identifica que el procedimiento sea en el paciente correcto Explica al paciente el procedimiento Solicita la firma del consentimiento informado Respeta el pudor del paciente Verifica el funcionamiento del equipo quirúrgico Realiza asepsia del área quirúrgica Realiza lavado quirúrgico de manos Realiza el neumoperitoneo © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR Coloca adeadamente los trocares Expone las estructuras del triangulo hepatocístico Realiza ligadura de arteria y conducto cístico Realiza la disección retrógrada desde infundíbulo a el fondo Verifica la hemostasia Solicita cuenta de material y textiles Desecha el material utilizado en los recipientes correspondientes Se lava las manos después de quitarse los guantes quirúrgicos Realiza la nota posoperatorio según la norma oficial mexicana 004 Realiza las indicaciones postquirúrgicas Total 100 Firma del evaluador Firma del evaluado )LJXUD±(MHPSORGHHYDOXDFLyQGHSURFHGLPLHQWRVTXLU~UJLFRVPHGLDQWHXQDJXtDGHREVHUYDFLyQ ERRNVPHGLFRVRUJ 122 • Tratado de cirugía general (Capítulo 15) )LJXUD±(MHPSORGHHMHUFLFLRGHOSURJUDPDGHWXWRUtDV El docente quirúrgico debe ser un licenciado en medicina y especialista en cirugía, con título y cédula de ambos niveles, y consejo médico aprobado o revalidado cada cinco años. Es un clínico que se somete a actualizaciones anuales y su práctica es al menos de 20 horas a la semana; además, puede ser adjunto o titular (el primero es sustituto del segundo); de igual modo, debe prepararse por medio de diplomados o maestrías, y ascender en este sentido. Es deseable que el alumno que desea adentrarse en ciencias quirúrgicas esté compenetrado en su práctica y sienta pasión por ella. El portafolio de evidencias se considera un instrumento de evaluación que contiene elementos objetivos de un desarrollo integral del alumno, dado que incluye aspectos cognitivos como evaluaciones por cuestionarios, guías de observación de casos clínicos y rúbricas para identificación de procesos, además de desarrollo profesional, incluidos procesos de comunicación, herramientas administrativas y conocimientos de salud pública. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. Villegas-Álvarez F, Reyes-Hernández LF: Programa académico de la asignatura de cirugía II. 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ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 5()(5(1&,$6 Capítulo 16 Informática y cirugía Francisco Javier Rodríguez Suárez Preguntas clave 1. ¿Qué debe entenderse por bioinformática? 2. ¿Cuáles son seis aplicaciones quirúrgicas de la informática? 3. ¿Qué ventajas tiene un expediente clínico electrónico? 4. ¿Qué utilidad tiene la base de datos Cochrane? 5. ¿Cuáles son los usos de la base de datos Pubmed? 6. ¿Qué utilidad quirúrgica tiene la base de datos de incidentes de seguridad del paciente SIRAIS? 7. ¿Qué uso se le puede dar en cirugía a la exploración de datos? 8. ¿Qué ejemplos se pueden citar de aplicaciones quirúrgicas de la exploración de datos? 9. ¿Cuáles son los usos de la genómica en cirugía? 10. ¿Qué utilidad tiene el Visible Human Project para la cirugía? viduos hasta las poblaciones y desde los sistemas biológicos hasta los sociales, para lo cual se integran la investigación básica y clínica, la práctica y las instituciones con sus proyectos de salud. En relación con lo anterior, la AMIA definió ya la bioinformática translacional como el desarrollo de métodos para el almacenamiento, análisis e interpretación para optimizar la transformación de datos biomédicos cada vez más voluminosos, y datos genómicos, en un proceso de salud participativo, proactivo, predictivo y preventivo. Incluye la investigación y las técnicas innovadoras para la integración de datos biológicos que pueden relacionarse con las necesidades clínicas y posibilitar una mayor aplicación en problemas médicos.2 Para lograr estos avances de forma operativa se ha requerido un gran número de recursos reconocidos como las tecnologías de información y comunicación (TIC). Éstas se refieren al conjunto de recursos desarrollados para gestionar información e incluyen aquéllos para capturar y almacenar información y recuperarla después, que se envía y recibe en diferentes sitios, o procesarla para calcular resultados y elaborar informes. Entre éstas figuran al internet de banda ancha, teléfonos inteligentes con cámaras para fotografía y video, equipos de videoconferencia, computadoras, tabletas, códigos de barras, lectores digitales, dispositivos para digitalización y envío de imágenes radiológicas, etc., todas con programas computaciones que hacen posible su funcionamiento. © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. INTRODUCCIÓN En la actualidad, las ciencias relacionadas con la informática, así como su conceptualización, evolucionan de una forma cada vez más rápida; en realidad, se han acuñado diferentes términos, como informática médica, informática en salud, entre otros, cuyos límites no han quedado con frecuencia bien definidos. Sin embargo, debido a los avances en campos como la genómica, se han creado dos conceptos que predominan en la actualidad y que se ajustan mejor a los avances metodológicos y tecnológicos para tratar la información: bioinformática y bioinformática translacional. Aunque de modo inicial el uso del primer término se aplicaba a los recursos para resolver problemas biológicos mediante la información obtenida del DNA y la secuencia de aminoácidos, su concepto se ha ampliado y definido de acuerdo con la American Medical Informatics Association (AMIA ),1 que la considera “un campo interdisciplinario que estudia y busca el uso efectivo de datos biomédicos, información y conocimiento para responder a preguntas científicas, solucionar problemas y tomar decisiones en un esfuerzo para mejorar la salud de las personas”. De esta forma, sus propósitos son investigar y apoyar el razonamiento, la simulación, la experimentación y la aplicación en un espectro que incluye desde las moléculas y los indi123 ERRNVPHGLFRVRUJ 124 • Tratado de cirugía general (Capítulo 16) cursos de tipo general que a menudo se utilizan en más de un campo y otros que proporcionan apoyo directo o indirecto a la práctica clínica y quirúrgica: Las posibles situaciones biomédicas que pueden recibir apoyo de la bioinformática son múltiples, como la creación de sistemas útiles para analizar las necesidades de profesionales y técnicos de la salud, tanto desde los puntos de vista clínico y quirúrgico como desde la óptica de la investigación y la educación. Con los recursos de esta ciencia se pueden crear redes que facilitan la distribución de la información entre los sistemas de salud, así como nuevas herramientas electrónicas para lograr una comunicación interpersonal más efectiva, en busca de una mayor calidad de la atención médica y seguridad de los pacientes. Asimismo, ha facilitado la producción de la información de los pacientes mediante recursos para la elaboración de expedientes clínicos electrónicos o la toma de decisiones. Además, esta ciencia investiga y apoya el proceso de razonamiento y el modelado biomédico, al aportar tecnologías para el desarrollo de simuladores, así como modelos de experimentación aplicables a proyectos de salud. En consecuencia, se han generado aplicaciones clínicas y quirúrgicas relacionadas con todas las especialidades y subespecialidades. En los últimos años, la información para el consumidor, que también utiliza estos recursos, ha comenzado a ocupar un espacio importante en la atención a la salud. La bioinformática translacional, por otra parte, fusiona la bioinformática con la clínica con el propósito de identificar mecanismos genómicos y celulares que expliquen y predigan condiciones patológicas capaces de modificar el manejo quirúrgico de los pacientes. A corto plazo, y como resultado de los análisis realizados en el Proyecto del Genoma Humano y otras investigaciones posteriores, se ha logrado determinar la susceptibilidad de los genes e identificar las vías patogénicas que intervienen en las enfermedades. De igual modo, ha proporcionado oportunidades para el desarrollo de tratamientos particulares, entre ellos los de cánceres, y predicho en el proceso la posible eficacia y toxicidad de los fármacos administrados para su tratamiento.3 Estas investigaciones se imbrican con frecuencia con el campo de la informática en la investigación clínica, definido en fecha reciente y que utiliza la gestión y el análisis de datos e información para apoyar los estudios clínicos y poblacionales. Debido a esta complejidad tecnológica, así como a la difícil identificación de fronteras de acción, es importante que el personal desarrolle competencias relacionadas con este campo y las aplique a su práctica quirúrgica. Éstas implican el desarrollo de una perspectiva profesional para comprender y analizar la disciplina y sus relaciones con otros campos, lo cual demuestra su habilidad para leer, interpretar y criticar las publicaciones biomédicas. En ellas también se enfatiza el análisis de los problemas, se comprenden éstos, se realizan abstracciones y se modelan situaciones biomédicas específicas en términos de sus datos, información y conocimiento previo. También es necesaria la capacidad para proponer y evaluar soluciones; éstas se depuran y aplican al menor costo y con el mayor beneficio posible. En la educación, tanto los docentes como los alumnos deben desarrollar habilidades para participar en trabajos colaborativos por vía electrónica, con lo cual se puede lograr una comunicación que permita el trabajo interdisciplinario y multidisciplinario. Por lo tanto, en este campo, como en cualquier otra disciplina médica, pueden considerar de manera arbitraria re- 1. Recursos de uso general: procesadores de palabras, programas de diseño gráfico para presentaciones, hojas de cálculo, aplicaciones (apps) de diferente tipo, bases de datos, sistemas de comunicación (correo electrónico, conversación electrónica, videoconferencia). 2. Recursos que proporcionan apoyo directo o indirecto a la cirugía: bases de datos biomédicas, expediente clínico electrónico, guías clínicas, imagenología, cirugía robótica, telemedicina, herramientas para la educación quirúrgica y la investigación. RECURSOS DE USO GENERAL Aquí se incluye la mayor parte de los recursos destinados a labores cotidianas y que apoyan el proceso de captura, procesamiento de información y recuperación de ésta. Gracias a los avances tecnológicos, los programas de diseño gráfico convencionales, de modo inicial utilizados sobre todo para realizar presentaciones o dibujos, han avanzado hacia los vectoriales en tercera dimensión, lo cual constituye un recurso de gran utilidad tanto para la planeación como para la generación de insumos quirúrgicos.4 RECURSOS DIRECTOS O INDIRECTOS PARA CIRUGÍA Bases de datos biomédicas Un recurso de la mayor utilidad son las bases de datos que almacenan información relacionada con publicaciones actualizadas que concentran información biomédica a través de sitios, como Pubmed y Cochrane, así como otras para el registro de incidentes de seguridad del paciente. Otros, como el Proyecto del Genoma Humano y el Proyecto del Humano Visible, han generado conocimientos que se ha transferido a la práctica, la educación y la investigación quirúrgicas. Por otra parte, se han desarrollado también otras relacionadas con los expedientes clínicos electrónicos, como las siguientes. Pubmed (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed). Quizá uno de los avances más aplicativos de la bioinformática ha sido el desarrollo de esta base de datos científica, además de los sistemas de indexación y recuperación de las publicaciones biomédicas. Es un recurso gratuito, desarrollado y mantenido por el National Center for Biotechnology Information (NCBI) y ubicado en la National Library of Medicine (NLM). Contiene alrededor de 24 millones de citas de Medline y libros, sin contar con los cerca de 21 millones de referencias de artículos contenidos en revistas científicas con concentración en biomedicina. Un aspecto característico es que los registros se indexan en el NLM Medical Subject Headings” (MeSH). El MESH es el tesauro de vocabulario y consiste en un conjunto de términos, denominados descriptores, organizados en una ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. APLICACIONES GENERALES Informática y cirugía • 125 © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Figura 16–1. Portal de PubMed. estructura jerárquica que permite la realización de búsquedas a diferentes niveles de especificidad, dispuestos en estructuras alfabéticas y jerárquicas. En el nivel más amplio de esta última se encuentran los títulos más generales, como “cirugía” o “enfermedades gastrointestinales”. Otros más específicos se hallan en los niveles más estrechos, como “vesícula biliar” y “trastornos del colon”. En 2014 había 27 149 descriptores en el MeSH y una concentración mayor de 218 000 términos para ayudar a encontrar la vía más apropiada para su consulta. Además de estos encabezados, hay más de 219 000 títulos denominados registros conceptuales complementarios dentro de un tesauro separado. El conocimiento de estas características de la base de datos más consultada en biomedicina es de suma importancia en la práctica diaria del cirujano. PubMed también proporciona acceso a otros sitios relevantes, entre ellos los de biología molecular de la propia NCBI. También puede revisarse un gran número de citas que han contribuido a la conformación del consenso sobre distin- tos temas biomédicos, como los estudios clínicos de diferente nivel, revisiones sistemáticas, metaanálisis, medicina basada en la evidencia y guías de diferente tipo. Concentra cerca de 5 000 publicaciones científicas, que incluyen información sobre las ciencias biomédicas y del genoma humano, con acceso a resúmenes bibliográficos y, en algunos casos, a artículos de texto completo (figura 16-1). Cochrane (www.cochrane.org). Este sitio es el principal recurso para acceder a las revisiones sistemáticas de la atención sanitaria y los protocolos empleados para desarrollarlas (figura 16-2). Las revisiones son preparadas por equipos de expertos, que controlan el proceso desde el registro de un título hasta su preparación y publicación, y contienen el análisis profundo de las mejores evidencias aportadas por publicaciones científicas, lo cual implica su revisión, inclusión o eliminación, en particular estudios clínicos controlados y, desde luego, otro tipo de información como la contenida en las publicaciones grises. En ocasiones son cientos de artículos los que se utilizan en este proceso y Figura 16–2. Portal de Cochrane. ERRNVPHGLFRVRUJ 126 • Tratado de cirugía general (Capítulo 16) pero con toda seguridad se relacionará con enfoques preventivos de condiciones y enfermedades que más adelante podrían requerir tratamiento quirúrgico. Estos efectos positivos y las posibles consecuencias negativas deben valorarse y preverse por grupos multidisciplinarios e interdisciplinarios. Proyecto del Humano Visible. (https://www.nlm.nih. gov/research/visible/visible_human.html). Este proyecto, auspiciado en 1986 por la U.S. National Library of Medicine, consiste en una representación tridimensional completa del cuerpo humano, tanto del hombre como de la mujer, con imágenes de tomografías computarizadas, resonancias magnéticas e imágenes crioseccionadas, desarrollada mediante cortes en cadáveres con intervalos de un milímetro en el hombre y un tercio de milímetro en la mujer. Su propósito es la conformación de estructuras de conocimiento, que ya se han utilizado de forma amplia para el análisis morfológico y quirúrgico. Con ello es posible la integración de los planos molecular y sistémico mediante cortes, modelos, texto y visualizaciones en dos o tres dimensiones. Las imágenes y simulaciones proyectadas son muy útiles para diferentes especialidades quirúrgicas (figura 16-4). Aquí es importante mencionar que se han desarrollado modelos computarizados en tercera dimensión basados en las diferentes imágenes del Proyecto del Humano Visible, enfocados con diferentes propósitos clínicos y quirúrgicos. Algunos autores, basados también en el uso de la imagenología y modelos físicos, han logrado la impresión en tercera dimensión de implantes absorbibles, así como de dispositivos quirúrgicos que se han empleado en el tratamiento de algunas afecciones como la traqueomalacia, así como en la planeación y educación quirúrgicas.6 El software y las impresoras, los materiales plásticos y los metálicos para la impresión de modelos en tercera dimensión, que hace años estaban fuera del alcance de las instituciones médicas, hoy en día han reducido en grado notable sus costos y son más accesibles. Expediente clínico electrónico y guías clínicas Elaboración de documentación digital: expediente clínico electrónico Uno de los recursos fundamentales de la práctica clínica y quirúrgica es el expediente clínico, sea en el formato en papel o el electrónico. Para su correcta elaboración se requieren compe- Figura 16–3. Página de ingreso a SIRAIS, con categorías y campo de incidentes. ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. con frecuencia llegan a miles, si bien sólo unos cuantos se incorporan a las revisiones publicadas con diferentes grados de validez científica. Éstas se actualizan con base en la evidencia producida con el fin de proporcionar la mejor y más reciente y guiar el proceso de toma de decisiones clínicas y quirúrgicas. Los editoriales que se publican en el sitio web alientan la discusión y formulación de ideas sobre el desarrollo de síntesis de evidencias para promover buenas decisiones en materia de salud. SIRAIS (http://www.dgdi-conamed.salud.gob.mx/ sirais/?id=1). Es una base de datos para registro de incidentes de seguridad del paciente. Este sistema, basado en la clasificación internacional para la seguridad del paciente de la OMS, ha permitido el registro de incidentes hospitalarios y privilegiado de manera general el informe de las infecciones hospitalarias, los procesos clínicos y procedimientos quirúrgicos, la medicación y las caídas. 5 Estos datos hacen posible identificar, analizar sus causas y proponer medidas para eliminarlos o disminuirlos, de tal manera que se mejora con ello la calidad de la atención médica y la seguridad de los pacientes. Asimismo, sirve como insumo para trabajos de investigación y como material de enseñanza para pregrado y posgrado. El software es comprensivo y cuenta con alrededor de 700 variables usadas de modo parcial de acuerdo con la información recolectada de cada caso. Se utiliza en forma gratuita a través de internet y puede consultarse y modificar los registros desde cualquier sitio que cuente con el acceso (figura 16-3). Proyecto del Genoma Humano (http://www.genome. gov/10001772). Este proyecto se inició en 1986, se terminó en el año 2003 y lo coordinaron el Department of Energy y el National Institute of Health de EUA para buscar e identificar la ubicación y características de cada uno de los 80 000 genes del DNA humano. Sus objetivos fueron la secuenciación o posición de todos los nucleótidos del genoma y establecer la cartografía o mapeo genético para localizar los genes de cada uno de los 23 pares de cromosomas humanos. Se ha pretendido que estos conocimientos sirvan a los profesionales de la salud para tratar enfermedades y proporcionar información sobre el proceso de clonación; sin embargo, se ha observado que estos avances aplicados pueden traer consecuencias no del todo previstas desde los puntos de vista ético y social. La forma en la que afectará a la cirugía del futuro todavía no se ha analizado, Informática y cirugía • 127 © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Figura 16–4. Portal del Proyecto del Humano Visible. tencias cognitivas y de naturaleza práctica que permitan acumular datos relevantes para el diagnóstico y tratamiento de los pacientes. Además de su utilidad clínica y quirúrgica, tiene un valor innegable para la educación y la investigación, y otros efectos de naturaleza legal cuando se presenta alguna inconformidad. No obstante, es frecuente que cada paciente tenga varias historias clínicas, según sean el número de médicos e instituciones que lo hayan atendido, lo cual fragmenta la información en detrimento de la calidad y oportunidad de la atención; en consecuencia, son frecuentes la repetición de estudios de laboratorio y gabinete, y la pérdida de información. Por consiguiente, todavía es demasiado elevado el porcentaje de casos que se atienden y que no tienen una historia clínica completa, o bien sus datos son insuficientes o poco confiables. Esto tiene como resultado una lectura equivocada de la información, que se traduce en un servicio deficiente. Un aspecto que a menudo se soslaya en el expediente, o se cubre sólo en su parte administrativa, por olvido o ignorancia, es la elaboración de la carta de consentimiento bajo información o consentimiento informado. En este último caso, al omitirse la naturaleza del tratamiento a instituir, así como su justificación y sus posibles problemas, el paciente pierde la oportunidad de tomar una decisión apropiada, además de que el médico queda en desventaja ante una demanda legal. Por otra parte, la letra ilegible, la ausencia de nombres de los médicos tratantes, y la firma respectiva, también constituyen omisiones muy comunes que pueden tener repercusiones en la calidad del expediente y en situaciones médico-legales futuras. Para resolver una parte considerable de esta problemática se ha propuesto el uso del expediente clínico electrónico, con formatos preestablecidos y con campos obligatorios de información para efectos diagnósticos y terapéuticos, lo cual permite compartir la información, de tal manera que pueda ofrecerse una atención accesible y de mejor calidad.7 El objetivo original de este formato es incluir la información clínica y administrativa de cada paciente a través de su vida, incluida la prenatal y la post mortem en caso de fallecimiento. Sin embargo, enfrenta varios problemas, como el requerimiento de mayores recursos tecnológicos, capacitación de personal y observación de los es- tándares técnicos internacionales, que son múltiples y más complejos a medida que las tecnologías avanzan y se vuelven también más complicadas, sin contar con los problemas de seguridad que todavía no se han resuelto de manera satisfactoria. Por otra parte, todavía existen dificultades fundamentales para lograr una estandarización apropiada para su uso y otras barreras para su adopción, entre ellas la percepción que tiene el médico de que su uso consume más tiempo que el realizado en papel, la carencia de información y entrenamiento, así como las necesidades tecnológicas propias de cada especialidad. El cambio necesario del formato de la historia clínica en papel al electrónico representa todavía un camino difícil de recorrer, pero sus ventajas pueden resumirse de la siguiente manera: a) acceso inmediato y universal al expediente del paciente, b) consulta más sencilla a través del documento electrónico, c) menor pérdida de documentación, d) estandarización en el cuidado de los pacientes entre los médicos de una institución de salud o incluso interinstitucional, e) mayor facilidad para su revisión y análisis, f) disminución del uso de papel, errores de documentación, prescripción y archivado, g) mayor eficiencia y eficacia de la codificación, h) uso de alertas electrónicas para evitar errores de medicación, interacción farmacológica o mejorar el tamizaje de cáncer y la vacunación contra neumonía, entre otras aplicaciones,8 i) facilidad para la transmisión electrónica de información a otros proveedores de servicios médicos, y j) mayor facilidad para el acceso a datos relacionados con la calidad de la atención médica, seguridad del paciente y servicios auxiliares de diagnóstico.9 En el proceso de diseño y utilización, el formato electrónico del expediente clínico debe cumplir con las regulaciones legales e institucionales que rigen hoy día el uso del expediente clínico impreso, así como de la protección de la información relacionada con el ISO 27000. Se debe atender la integridad y la reproducibilidad de la documentación del sistema a través del tiempo, además de los cambios sucesivos de versiones y actualizaciones. Por otra parte, la seguridad no debe ser menor que la conseguida con el expediente impreso. En este sentido, este último puede sufrir violaciones frecuentes de seguridad y puede sustraerse para propósitos no autorizados. El expedien- ERRNVPHGLFRVRUJ 128 • Tratado de cirugía general (Capítulo 16) Guías clínicas electrónicas Se definen como un conjunto de recomendaciones desarrolladas de manera sistemática y cuyo objetivo es orientar el proceso de tomar decisiones. Constituyen también recursos de uso general en la clínica y de las cuales la cirugía puede hacer un amplio uso. La tendencia para incorporarlas a la práctica moderna ha sido cada vez más notoria, como una respuesta para cumplir con un mínimo de estándares que aseguren la calidad, dado que su principal objetivo es mejorar las probabilidades de proporcionar una atención médica adecuada y actualizada. Sin embargo, esta tendencia no se ha cristalizado en aceptación general ni se ha puesto en práctica; todavía son muy pocas las instituciones que las adoptan a un grado aceptable y, en consecuencia, son necesarias intervenciones específicas para incrementar su aplicación.10 Algunos problemas radican en la necesidad de contar con recursos económicos suficientes, así como de profesionales expertos y tiempo para su elaboración, difusión, capacitación, aplicación, evaluación y actualización posterior. Su elaboración implica la revisión exhaustiva y sistemática de la evidencia científica publicada en revistas impresas y en formato electrónico, con valoración de la calidad de la información; la finalidad es proponer recomendaciones específicas acordes con el diseño y la calidad de los estudios de investigación existentes. El ciclo se completa con su aplicación y la evaluación de sus efectos en la mejora de la calidad de la atención médica. Las guías clínicas tienden a sintetizar una cantidad enorme de información para apoyar al médico en la selección del manejo más adecuado para sus pacientes, de tal manera que se reducen la variación en el tratamiento, el error médico y los costos de la atención. Por ello, muchos países se han preocupado en desarrollar sitios con acceso a ellas; no obstante, su gran crecimiento ha originado diferencias entre lo que se considera importante y lo que no, discrepancias en criterios de acuerdo con el sustento técnico y científico de cada una de ellas, y diferencias importantes en su calidad.11,12 Una condición para su aplicación es la consideración del contexto en el que se pretende hacerlo, las limitantes y los factores que las puedan facilitar.13 Las guías quirúrgicas pueden elaborarse en las propias instituciones o emplear las conformadas en otros medios mediante un proceso de adecuación a las condiciones propias de cada sitio. En caso de decidirse por las guías internacionales, debe acudirse a sitios que se dedican a validarlas y que tienen la autoridad científica para hacerlo. Un proyecto interinstitucional interesante sería la creación de una base de datos electrónica con las guías publicadas y con navegadores que permitan la localización inmediata de infor- mación de acuerdo con problemas específicos. Su utilidad sería muy grande en áreas como urgencias y terapia intensiva, sobre todo para los recursos en formación, lo cual evitaría errores de criterio entre otros. IMAGENOLOGÍA DIGITAL Otro recurso relevante para la cirugía lo constituye la imagenología digital y los protocolos de comunicación (DICOM) mejorados para el manejo, almacenamiento, impresión y transmisión de la información de imágenes fijas y de video. Estos archivos pueden intercambiarse entre dos o más dispositivos capaces de recibir la imagen y los datos del paciente en ese formato, lo cual permite la integración de escáneres, servidores, estaciones de trabajo, impresoras y hardware de red de múltiples fabricantes en un sistema de archivos de imágenes y comunicación (PACS). La conectividad sincronizada, captura de imagen, distribución, documentación y gestión de múltiples modalidades de presentación son cada vez más necesarias y apoyan el diagnóstico, la vigilancia hemodinámica, la teleeducación y la telemedicina, entre muchas otras aplicaciones más. Debido a la necesidad de conjunción de estas herramientas, las “suites” operativas o conjuntos de software integrados necesitan proporcionar acceso interactivo, controlable, instantáneo y fácil a cualquier tipo de contenido, con el fin de que los cirujanos tomen decisiones informadas en tiempo real y puedan realizar otras funciones relacionadas. En consecuencia, la imagenología quirúrgica ofrece plataformas informáticas para la gestión en tiempo real de imágenes, distribución, control de múltiples fuentes e incorporación de conectividad a internet para la transmisión de video y la difusión de la imagen en un hospital completo. Un ejemplo de ello es el uso de la segmentación semiautomática para la visualización y medición hepática en 3D, como parte de la preevaluación quirúrgica de pacientes donadores para trasplante de hígado.14 Muchas de estas tecnologías de información y comunicación incluyen plataformas que permiten la conversión de formatos de video, escalamiento de imágenes, enrutamiento, así como el streaming con alta resolución (proceso en que una computadora se conecta con un servidor que es capaz de enviar gran cantidad de datos de forma simultánea y de manera continua para generar la imagen de video en la pantalla de una computadora). Por otra parte, la bioinformática ha sido muy importante para la virtualización hospitalaria, incluida la imagenología que ha incidido de manera relevante en el cuidado preoperatorio, operatorio y posoperatorio de los pacientes. Con ello se han conseguido avances relevantes en la toma de decisiones en quirófano, se ha optimizado la programación de pacientes y su vigilancia, y se han facilitado los procesos de investigación y educación quirúrgicas. También se han incorporado sistemas de apoyo para la toma oportuna de decisiones, gracias a la gestión más actualizada de la información basada en la evidencia y procesada de diferentes maneras, como es el caso de la prevención de la trombosis profunda mediante recordatorios automatizados,15 o a través de señales emitidas por dispositivos para la detección de cuerpos extraños olvidados durante cirugías realizadas en pacientes con obesidad mórbida.16 ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. te electrónico puede ser muy versátil desde los puntos de vista técnico y pedagógico; en realidad, puede incluir diferentes bases de datos, como las de prescripción farmacológica, y otras que pueden utilizarse con fines terapéuticos y educativos. Es importante señalar, además, que puede relacionarse con otras bases de datos y herramientas para obtener estadísticas sobre días de estancia hospitalaria, incidentes de seguridad del paciente, costos de la atención, etc. Desde el punto de vista educativo, puede contener enlaces a compilaciones de tutoriales electrónicos de las diferentes especialidades, casos clínicos y radiológicos, evaluaciones en línea y sitios que concentran publicaciones biomédicas. Informática y cirugía • 129 CIRUGÍA ROBÓTICA Una innovación de la mayor trascendencia es la introducción de la cirugía robótica, que se inició con el diseño del equipo DaVinci en el año 2000. Este sistema cuenta con una consola para el cirujano, un carro quirúrgico y una torre de visión, con los que se realizan maniobras con manos y pies desde el exterior del quirófano y que el sistema interpreta y convierte en movimientos instrumentales precisos. Las innovaciones más recientes de este sistema incluyen un sellador de vasos sanguíneos, un identificador vascular con fluorescencia, útil en especial para la extirpación tumoral, así como una endograpadora y un simulador electrónico para capacitación quirúrgica. Los beneficios que se han notificado para el paciente son menor tiempo de recuperación, disminución de dolor, pérdida de sangre y riesgos de infección, recuperación más rápida, mayor precisión y cicatrices más pequeñas. Sin embargo, esta tecnología presenta algunas desventajas, como un mayor tiempo quirúrgico en algunos casos y mayor costo de tratamiento.17 © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. TELEMEDICINA Aun cuando la telemedicina se utiliza desde hace varias décadas, su uso no ha tenido grandes efectos todavía en la población debido sobre todo al costo elevado de las tecnologías, escaso interés institucional, dificultades para el aprendizaje y manejo de las tecnologías, y superposición de las actividades que debe realizar de forma regular el médico en los hospitales con las posibles actividades virtuales. En la actualidad, con los costos disminuidos y recursos más accesibles, se ha podido diferenciar su aplicación en diferentes niveles. Por lo tanto, aquellos que requieren el envío de información digitalizada del paciente en tiempo real necesitan una gran cantidad de recursos tecnológicos ubicados en el lugar donde se encuentra el paciente. Sin embargo, los de menor nivel, en los cuales la información clínica y de laboratorio es básica y las imágenes radiológicas y otras como la electrocardiografía pueden digitalizarse de manera convencional a través de escáneres o fotografía digital y puedan enviarse de manera asincrónica, se benefician hoy día de tecnologías de uso gratuito. La opinión de expertos en cirugía puede beneficiar en gran medida a médicos que se encuentran alejados de centros hospitalarios de segundo o tercer nivel y que necesitan este recurso, no sólo para la solución de problemas de las diferentes especialidades, sino para efectos educativos y de investigación. luarlos y dar seguimiento a su aprendizaje y comunicarse con ellos a través de sesiones de discusión, conversaciones o mediante correo electrónico, entre otras posibilidades. PLATAFORMA MOODLE Pese a que existe un gran número de plataformas educativas, el Moodle, que es de uso gratuito, ha ganado en general la aceptación de docentes y alumnos (Moodle, modular objectoriented dynamic learning environment, entorno virtual modular de aprendizaje dinámico orientado a objetos). Una de sus principales ventajas sobre otros sistemas es que se desarrolló de acuerdo con la pedagogía social constructivista, en la cual la comunicación tiene un espacio relevante en el proceso de construcción del conocimiento. Este sistema permite la creación de cursos a los cuales puede acceder el alumno desde su casa a través de una conexión a internet, así como la generación de información de interés para el alumno, como la estructura y los requisitos de los cursos, realización y revisión de resultados de evaluaciones, retroalimentación, etc. Como aspecto interesante del Moodle, no requiere licencia, ya que su software es libre (open source), de tal forma que las instituciones educativas pueden instalarlo, así como copiar su código y modificarlo, lo cual hace posible un empleo dinámico y apropiado para las necesidades específicas de los usuarios. • Se desarrolló como una plataforma de código abierto que permite modificaciones dinámicas, con posibilidades de personalizarla. Pueden crearse diversos perfiles de usuarios (administrador, tutor, estudiantes), con la opción de aumentar el número de alumnos. • Asimismo, posibilita la importación y exportación de datos en formato SCORM, que consiste en un paquete o bloque de material que puede incluir páginas web, gráficos, programas Javascript, presentaciones Flash y cualquier otra aplicación que funcione en un navegador web. Por consiguiente, puede cargarse cualquier paquete de este tipo (Sharable Content Object Reference Model-SCORM) y utilizarlo como parte de un curso. • Todo lo anterior facilita la creación de cursos virtuales y entornos de aprendizaje virtuales. De igual modo, hace posible la aplicación de diversos métodos de evaluación y calificación y la compatibilidad con cualquier navegador web y para cualquier sistema operativo. HANGOUTS DE GOOGLE EDUCACIÓN QUIRÚRGICA Un aspecto muy importante de las tecnologías de información y comunicación es el apoyo a la educación que las instituciones pueden ofrecer por medio del uso de plataformas o sistemas de gestión del aprendizaje en internet. Éstos permiten organizar materiales y actividades educativas para uso local y remoto, gestionar la inscripción de los alumnos, eva- Con este recurso se pueden intercambiar mensajes o realizar reuniones virtuales con rapidez para capacitaciones y actividades educativas entre varias personas que requieren interacción y que pueden hallarse en diferentes países. Es muy útil también para el intercambio de información intrainstitucional e interinstitucional. Para ello se requiere una conexión de internet, una computadora, tableta o teléfono celular y pueden iniciarse las sesiones desde Chrome o Gmail, programadas o no en el calendario de Google y apoyadas en sistemas ERRNVPHGLFRVRUJ 130 • Tratado de cirugía general (Capítulo 16) • Sesiones de capacitación, análisis de proyectos, discusiones dirigidas, etc. • Interconsulta u opinión médica. • Envío asincrónico de información escrita o imágenes de casos clínicos que pueden revisarse después en grupos intrainstitucionales o interinstitucionales. • Interacción médico-paciente cara a cara. • Demostración de técnicas médicas y quirúrgicas. • Coloquios y seminarios interinstitucionales. • Sesiones permitidas en Youtube para que todos los integrantes puedan disponer del conocimiento. VENTAJAS • Es un sistema gratuito; sólo requiere dispositivos que posean videocámara, micrófono y recepción de audio. • Tiene fácil acceso, ya que la mayor parte de los profesionales y estudiantes tiene o puede tener acceso a una cuenta de Google y la unión con los hangouts es relativamente sencilla. • Está integrado a Youtube. Cualquier sesión necesaria puede quedar grabada y registrada en esa plataforma, de tal modo que se difunde y promueve el tipo de actividad realizado. • Puede utilizarse para revisión de casos clínicos y quirúrgicos, sesiones educativas, trabajos colaborativos de investigación, etc. • Cuenta con funcionalidad de conversación mediante texto, lo cual hace posible coordinar las sesiones y dar la palabra a los siguientes expositores o establecer orden para las preguntas, o contestar éstas de manera privada. SIMULADORES PARA LA EDUCACIÓN QUIRÚRGICA El aprendizaje de los procedimientos médicos y quirúrgicos realizados en hospitales procede por lo general de los pacientes mismos; no obstante, los cambios sociales, perspectivas éticas y de calidad de la atención médica y seguridad del paciente han limitado este sistema de enseñanza. Por lo tanto, se ha acentuado la tendencia de utilizar simuladores que efectúen una práctica adecuada sin exponer a los pacientes a incidentes condicionados por errores en la práctica de los procedimientos. También han suscitado interés el diseño y la creación de modelos mixtos, con tejido ex vivo complementados con evaluaciones electrónicas, que sean prácticos, efectivos, seguros, baratos y accesibles para los estudiantes de pregrado y posgrado. Este interés ha derivado en el diseño y desarrollo de sistemas virtuales de inmersión total para capacitar a los equipos quirúrgicos multidisciplinarios para el manejo de crisis vasculares; representan nuevas tecnologías para que los cirujanos se enfoquen en zonas anatómicas específi- cas, con lo cual se intenta también reducir el número de incidentes que infligen daño al paciente.18 De acuerdo con las consideraciones anteriores, para lograr el máximo rendimiento de los recursos que proporciona la bioinformática es necesario observar algunos requisitos básicos: 1. Conocimiento de los fundamentos de computación. 2. Selección adecuada de la modalidad local o remota de aprendizaje. 3. Uso de las redes electrónicas para comunicarse con otros profesionales y acceder a fuentes de información. 4. Utilización racional de bases de datos, sistemas expertos, etc. 5. Preparación para participar en trabajos colaborativos mediante recursos digitales. 6. Evaluar con métodos científicos la utilidad de los medios digitales en las diferentes actividades quirúrgicas, incluidas la educación y la investigación, para obtener evidencias confiables. 7. Uso racional de simuladores quirúrgicos electrónicos. SISTEMAS DE APOYO A LA INVESTIGACIÓN EXPLORACIÓN DE DATOS Las bases de datos, sean elaboradas por los propios hospitales para gestión estadística y toma de decisiones o proveniente de otras fuentes con fines de información o investigación, no son útiles si no se infiere de ellas el conocimiento necesario para mejorar la calidad de la atención médica y la seguridad del paciente quirúrgico. Esto se puede lograr con el análisis de la información proporcionada con herramientas específicas utilizadas en la exploración de datos automatizada, en la que se incluyen programas para captura y procesamiento de información y otros de inteligencia artificial19 que permiten descubrir patrones de comportamiento. Estos sistemas se apoyan en la recolección de datos masivos, multiprocesadores computacionales y algoritmos para extracción de información oculta que pueden predecir futuras tendencias y comportamientos; su objetivo es tomar decisiones proactivas, sustentadas en el conocimiento. Los análisis automatizados ofrecidos por la exploración de datos se ubican en un plano distinto respecto de los acontecimientos pasados proporcionados por herramientas retrospectivas típicas de los sistemas de apoyo para tomar decisiones. En consecuencia, este recurso permite en esencia la organización de la información para los siguientes efectos: • Clasificación: crear una estructura familiar y utilizarla en los nuevos datos. • Agrupamiento: encontrar grupos y estructuras en los datos que son similares. • Aprendizaje de reglas de relación: identificar relaciones entre las variables. • Regresión: encontrar una función que modele los datos con el menor error posible. ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. operativos como IOS y Android. Tiene la posibilidad adicional de compartir la pantalla mientras se lleva a cabo una videoconferencia y pueden agregarse usuarios. Los hangouts son útiles para los siguientes propósitos: Informática y cirugía • 131 PREDICCIÓN AUTOMATIZADA DE TENDENCIAS Y COMPORTAMIENTOS La exploración de datos automatiza el proceso de búsqueda de información predictiva de tal manera que, preguntas que requerían por lo regular demasiados recursos humanos y tiempo para su análisis, ahora se pueden responder con rapidez. Por consiguiente, se han desarrollo índices de gravedad de accidentes vasculares cerebrales20 y anticipado con gran exactitud las dificultades técnicas de algunas cirugías, como la colecistectomía laparoscópica; para ello se han utilizado parámetros preoperatorios convencionales que han incrementado la eficacia y seguridad del procedimiento y mejorado la relación costo-beneficio.21 Por otra parte, algunas investigaciones sobre cáncer de mama con análisis de la información, a partir de la exploración de datos, han podido clasificar sus tipos y analizar su tendencia.22 En otros estudios se ha observado que estos sistemas pueden tener mayor utilidad que los habituales para el procesamiento estadístico de la información. Esto ha sucedido cuando se utilizan para la creación de árboles de decisiones y redes neurales, que mejoran los resultados en comparación con los obtenidos con la estadística tradicional de regresión logística para el análisis de casos históricos del cáncer oral al considerar las diferencias de los síntomas de los pacientes que murieron o sobrevivieron a él.23 Asimismo, se ha reconocido su utilidad para determinar las etapas de la fibrosis hepática mediante la serología y una metodología reciente de elastografía por ultrasonido no invasiva (pero limitada para determinar las etapas de fibrosis cuando se utiliza sola). El árbol de decisiones construido para tal fin tuvo un alto rendimiento diagnóstico, además de que su aplicación proporcionó resultados de utilidad clínica promisoria.24 © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. DESCUBRIMIENTO AUTOMATIZADO DE PATRONES DESCONOCIDOS Las herramientas anteriores de datos realizan exploraciones a través de bases de datos para identificar patrones que antes estaban ocultos, lo cual se ha empleado para detectar infecciones del sitio quirúrgico en notas clínicas no estructuradas. También ha servido para analizar los datos de registros médicos electrónicos integrados, confirmar casos de infecciones ya informadas por la vigilancia hospitalaria habitual e identificar otros adicionales no reconocidos.25 En consecuencia, en la investigación quirúrgica los recursos bioinformáticos permiten las siguientes acciones: • Facilitar el diseño más sencillo y eficiente de los protocolos de investigación. • Gestionar de modo más fácil la inclusión de pacientes en investigación. • Hacer más eficiente y efectiva la recolección de datos y análisis. • Mejorar el tratamiento estadístico de los resultados. • Informar con mayor facilidad los resultados de las investigaciones quirúrgicas. • Notificar y recuperar información sobre los incidentes de seguridad del paciente. Además de los recursos bioinformáticos descritos, existen muchos más de diferente índole que pueden tener gran utilidad para el cirujano, algunos de los cuales se describen a continuación: GetCITED (http://www.getcited.org/). Es una base de datos académica que contiene índices de revistas y citas, además de capítulos de libros, ponencias, informes y presentaciones, con posibilidades de navegación interna. Se puede encontrar información sobre autores y sus obras publicadas. Cuenta con una amplia base de datos y foros de debate y contiene más de 3 000 000 de documentos. CiteSeer (http://citeseerx.ist.psu.edu). Este sitio contiene una biblioteca digital y una revista académica en línea sobre informática; archiva recursos bibliográficos a través de un sistema de indexación de citas autónomo y es útil sobre todo para los estudiantes que requieren información sobre las ciencias de la computación e información. Dispone además de una estructura y organización que facilitan el proceso de búsqueda y recuperación de información. Microsoft Academic Research (http://academic.research.microsoft.com/). Contiene un potente motor de búsqueda de recursos académicos. Tiene más de 48 millones de publicaciones escritas e indexa diversas revistas científicas de ciencias de la computación, ingeniería, ciencias sociales y biología. Asimismo, se pueden realizar búsquedas basadas en autores o dominios. Directory of Open Access Journals (http://www.doaj. org/). Es una base de datos libre para uso académico y científico. Contiene una enorme cantidad de temas provenientes de alrededor de 8 000 revistas; proporciona una plataforma de libre acceso para investigadores y todas sus publicaciones cuentan con revisión por pares. ScienceDirect (http://www.sciencedirect.com/). Es una de las mejores bases de datos con publicaciones de texto completo; ofrece artículos y capítulos de más de 2 500 revistas y casi 20 000 libros. Software gratuito para análisis estadístico (http://www. statsci.org/free.html). Contiene una gran cantidad de recursos para tratamiento estadístico y exploración de datos para sistemas Pc y Mac, en algunos casos de naturaleza interactiva. También contiene paquetes para graficado de resultados, entre muchos otros. Online Surgical Technician Courses (http://onlinesurgicaltechniciancourses.com/surgery-websites/). World Laparoscopy Surgery (http://www.laparoscopyhospital.com/Frequently_asked_questions_about_future_of_robotic_surgery.html). PrognoCIS. General Surgery EMR (electronic medical record) (http://www.emrexperts.com/specialty/surgery-emr.php). Omni medical search.com (http://www.omnimedicalsearch.com/image_databases.html). COMPETENCIAS ADQUIRIDAS 1. La bioinformática puede definirse como “un campo interdisciplinario que estudia y busca el uso efectivo de datos biomédicos, información y conocimiento para ERRNVPHGLFRVRUJ 132 • Tratado de cirugía general (Capítulo 16) la investigación quirúrgica permite facilitar el diseño más sencillo y eficiente de los protocolos de investigación, gestionar la incorporación de pacientes en la investigación, hacer más eficiente y efectiva la colección de datos y análisis, mejorar el tratamiento estadístico de los resultados, notificar con mayor facilidad los resultados de las investigaciones quirúrgicas, informar y recuperar información sobre los incidentes quirúrgicos. 8. Los ejemplos que pueden citarse de las aplicaciones quirúrgicas de la exploración de datos son desarrollo de índices de gravedad de accidentes vasculares cerebrales y con ello desarrollo de metodologías predictivas. También puede anticipar con gran exactitud las dificultades técnicas de algunas operaciones como la colecistectomía laparoscópica. Al utilizar parámetros preoperatorios convencionales se incrementa la eficacia y seguridad del procedimiento y se mejora la relación costo-beneficio. El análisis de la información sobre cáncer de mama con el empleo de la exploración de datos ha posibilitado clasificar sus tipos y analizar su tendencia y realizar inferencias. 9. La utilidad que puede tener la genómica para la cirugía se basa en la búsqueda de mecanismos genómicos y celulares que expliquen y predigan condiciones patológicas; la cirugía puede ver modificado su campo de acción, así como las conductas quirúrgicas. 10. El Visible Human Project constituye para la cirugía un magnífico recurso para el aprendizaje morfológico del ser humano. A través de los diferentes estudios imagenológicos tridimensionales del proyecto se pueden conducir estudios de impresión en tercera dimensión para la fabricación de dispositivos e implantes quirúrgicos. Las imágenes y simulaciones generadas son muy útiles para la planeación quirúrgica en distintas especialidades. RESUMEN Los conceptos y aplicaciones generales de la bioinformática han evolucionado a través del tiempo de acuerdo con los avances científicos y tecnológicos de los diferentes campos del conocimiento humano. Las ciencias computacionales se han ampliado en forma cada vez más rápida y se han creado aplicaciones generales y específicas como respuesta a la necesidad de producir grandes cantidades de información originada en diferentes proyectos, entre ellos el Proyecto del Genoma Humano y el Proyecto del Humano Visible , así como bases de datos como Pubmed, Cochrane y otras, ideadas para aportar conocimientos útiles para resolver problemas diagnósticos y terapéuticos. El espectro de aplicaciones continúa en expansión y cubre no sólo las ciencias biológicas, sino también especialidades clínicas y quirúrgicas, imagenológicas, robóticas y nanotecnológicas, sin dejar de lado su inestimable valor para la educación y la investigación. ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. responder a preguntas científicas, solucionar problemas y tomar decisiones en un esfuerzo para mejorar la salud de las personas.” 2. La seis aplicaciones quirúrgicas de la informática son: creación de sistemas útiles, apoyo de la bioinformática translacional y la bioinformática a la clínica, uso de la imagenología digital, utilización de software y hardware para cirugía robótica, sistemas de apoyo a la investigación y sistemas integrados para la educación médica y quirúrgica. 3. Las ventajas que tiene un expediente clínico electrónico son acceso inmediato al expediente del paciente; navegación más sencilla a través del documento electrónico; disminución de la pérdida de documentación; estandarización en el cuidado de los pacientes entre los médicos de una institución de salud o aun interinstitucional; mayor facilidad para su revisión y análisis; disminución del uso de papel, errores de documentación, prescripción y archivado; obtención de mayor eficiencia y eficacia de la codificación; uso de alertas electrónicas para evitar errores de medicación, interacción medicamentosa, o para mejorar el tamizaje de cáncer y la vacunación contra neumonía; facilidad para la transmisión electrónica de información a otros proveedores de servicios médicos; mayor facilidad para el acceso a datos relacionados con la calidad de la atención médica, seguridad del paciente y los servicios auxiliares de diagnóstico. 4. La utilidad de la base de datos Cochrane radica en que proporciona revisiones sistemáticas que contienen el análisis a profundidad de las mejores evidencias aportadas por publicaciones científicas, realizadas mediante la revisión, inclusión o eliminación de publicaciones, sobre todo estudios clínicos controlados y desde luego otros contenidos en las publicaciones grises. El cirujano puede hacer uso de esta información para mejorar su diagnóstico o el tratamiento. 5. La base de datos Pubmed es de enorme ayuda porque proporciona acceso gratuito a resúmenes de unas 5 000 revistas científicas, algunas de las cuales presentan texto completo, además de que proporciona acceso a bases de datos de biología molecular. 6. La base de datos de incidentes de seguridad del paciente SIRAIS posee utilidad quirúrgica porque a través del registro de los incidentes quirúrgicos y médicos es posible identificar y analizar las causas y proponer medidas para eliminarlos o atenuarlos, de tal manera que se mejoran con ello la calidad de la atención médica y la seguridad de los pacientes. Asimismo, sirve como insumo para trabajos de investigación y material para enseñanza de la cirugía. 7. El uso que puede conferírsele en cirugía a la exploración de datos se basa en la posibilidad de descubrir patrones de comportamiento en grandes conjuntos de datos, a través de la extracción de información que se encuentra oculta; de esta forma es posible predecir futuras tendencias y comportamientos para tomar decisiones proactivas sustentadas en el conocimiento. Para Informática y cirugía • 133 REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 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ERRNVPHGLFRVRUJ Capítulo 17 Ética en la docencia quirúrgica Martha Eugenia Rodríguez Pérez, Federico Sandoval Olvera, Jesús Tapia Jurado Preguntas clave Ejemplo antiguo de la ética médica es el Juramento hipocrático, elaborado en la Grecia clásica con diversos fines: mostrar la dedicación del médico a su arte, más que a la fama, y advertir su inclinación humanitaria que subrayaba la frase aún vigente primum non nocere (lo primero es no hacer daño) al actuar en beneficio del paciente. El siguiente es un fragmento del Juramento hipocrático en el que se hace referencia a la docencia: ÉTICA EN LA DOCENCIA El término ética proviene del griego y significa costumbre, por lo que la ética se ha considerado la doctrina de las costumbres. Es una rama de la filosofía que abarca el estudio de la moral, la virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir. En consecuencia, la ética, a diferencia de la moral, implica un discurso normativo pero no imperativo que resulta de la oposición entre lo bueno y lo malo. La acción ética conlleva una interiorización y una reflexión, que a su vez propicia la autenticidad.1 Por su parte, la moral, que procede del latín y significa costumbre, igual que la ética, es el conjunto de los deberes y obligaciones que el hombre se impone a sí mismo. Con el tiempo, ambos vocablos, ética y moral, evolucionaron hacia significados distintos, la ética como el estudio explicativo de las normas personales y la moral como las normas que regulan el comportamiento de la sociedad.1 Fue Aristóteles (385-322 a. C.) el primero en nombrar “ética” a los cuestionamientos sobre el bien y el mal, aunque fue su maestro Platón (427-347 a. C.), en su diálogo Critón, quien puntualizó los tres aspectos que conforman la ética, vigentes hasta el día de hoy: a) para hablar de ética es necesario deliberar mediante la razón y no los sentimientos; b) la ética supone pensar por cuenta propia sin hacer caso de lo que diga la mayoría; c) la ética exige asumir un cometido fundamental: nunca ser injustos.2 “Tributaré a mi maestro de medicina el mismo respeto que a los autores de mis días, compartiré con ellos mi fortuna y los socorreré si lo necesitaren; trataré a sus hijos como a mis hermanos y si quieren aprender la ciencia, se la enseñaré desinteresadamente y sin ningún género de recompensa. Instruiré con preceptos, lecciones orales y demás modos de enseñanza a mis hijos, a los de mi maestro y a los discípulos que se me unan bajo el convenio y juramento que determine la ley médica, y a nadie más…” La ética es necesaria para los seres humanos y se manifiesta como una disciplina irrenunciable. Por su parte, las relaciones entre ética y medicina son muy estrechas; todo acto médico, de una u otra forma, se inscribe en el perímetro de la ética y trasciende los límites de la ciencia médica en que se encuentra inmersa. Es posible asimismo mencionar que el Juramento hipocrático es también un documento deontológico, ya que señala los deberes del médico. 134 ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. 1. ¿Cuál es la definición de ética? 2. ¿Cuáles son las características del Juramento hipocrático? 3. ¿Cuál es la diferencia entre ética y moral? 4. ¿En qué consiste la ética en la docencia? 5. ¿Cuáles son los tres principios fundamentales de la ética en la educación? 6. ¿En qué consiste el profesionalismo docente? 7. ¿Cuáles son los valores del médico? 8. ¿Quién fue Van Rensselaer Potter? 9. ¿A qué se debió el Juicio de Núremberg? 10. ¿Quién fue Porfirio Parra? © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Ética en la docencia quirúrgica • 135 Polaino-Lorente afirma que la ética es la ciencia subordinante respecto de la medicina, así como la medicina es la ciencia subordinada respecto de la ética; no obstante, a pesar de esa relación, la medicina es autónoma; si no fuera así, no podría responder frente a la ética. Este autor agrega que si la medicina está subordinada es porque la ética la inspira y la ilumina con sus principios.3 La medicina está subordinada a la ética, en tanto que la práctica médica debe juzgarse desde otra instancia, la deontología médica. Por consiguiente, la ética no nace del conocimiento que se tenga de un hecho médico, sino de la ampliación de alternativas relacionadas con la libertad humana. El objeto propio de estudio de la medicina son las técnicas que hacen posible, mejoran u optimizan la salud, mientras que la ética tiene como objetos de estudio el bien, la libertad y la dignidad humana; por lo tanto, es lógico que la toma de decisiones rebasa con mucho el ámbito de la medicina. No se puede, y no se debe, decir a los estudiantes de medicina cómo deben comportarse ante un determinado caso; hay que enseñarles a manejar diferentes escenarios, analizar problemas prácticos y tomar decisiones bajo un proceso secuencial: recopilar la información del paciente, analizar la situación y tomar decisiones sobre el tratamiento más conveniente como resultado del diagnóstico que se ha decidido admitir como hipótesis.4 El estudio de la ética, que ha estado presente desde la Grecia antigua y que, lejos de perder vigencia, se hace cada vez más necesaria, hará que el estudiante y luego el profesionista sean críticos de sí mismos, de los casos médico-quirúrgicos que afrontan, y los valores que giran en torno de la situación circundante, sin dejar de respetar el contexto cultural, religioso o socioeconómico de los que le rodean.5 Todo lo anterior compete al médico cirujano, puesto que no se puede concebir al cirujano aislado de la medicina. Más aún, las especializaciones de la rama de la cirugía son, en su mayoría, especialidades médico-quirúrgicas,6 a diferencia de épocas pasadas en las que el médico veía con desdén al cirujano porque se concedía más valor al saber intelectual que al manual. En la Edad Media, por ejemplo, había cierta propensión a agrupar oficios por la semejanza de sus herramientas y materiales, no tanto por el propósito con que se usaban; por consiguiente, el cirujano se relacionó con el barbero, en tanto que el médico lo hizo con el artista y el boticario.7 Hoy en día, la enseñanza de la cirugía y la medicina comparten las múltiples fases del aprendizaje: el razonamiento clínico, la adquisición de destrezas, la resolución de problemas y la consecución de la autonomía, aunque entre ellas, como señala Graue,6 existen diferencias cuantitativas: el médico clínico requiere desarrollar más el razonamiento y las abstracciones diagnósticas y ejercitar una intuición para inferir diagnósticos en momentos complicados; por su parte, el cirujano debe desarrollar habilidades visuoespaciales y destrezas específicas con intuición y capacidad para actuar en situaciones comprometidas. Pero en todo momento, en el paso por la facultad, el consultorio o la sala de urgencias, el médico cirujano debe recurrir a los principios éticos y la reflexión sobre cómo tomar resoluciones correctas al realizar una intervención quirúrgica sencilla o compleja en términos técnicos. Un punto muy importante en la docencia quirúrgica consiste en hacer referencia a la toma de decisiones médicas. Justo cuando el cirujano indica una intervención quirúrgica toma una decisión (operar o no al paciente) y al optar por una u otra alternativa debe tener en cuenta la utilidad final, sin perder de vista las ventajas e inconvenientes que la cirugía implica para el paciente.4 Y esta toma de decisiones médicas debe apelar no sólo a los datos de la técnica, por muy avanzada que sea, sino también a los datos provenientes de la persona en la que se aplicará esa tecnología. La preparación científica del médico cirujano debe incluir no sólo las ciencias biológicas y clínicas, sino también las sociomédicas para conocer al paciente en su totalidad, ya que en el perímetro de la medicina cualquier decisión recae sobre el ser humano. Al margen de las ciencias naturales que se enfocan en la anatomía, fisiología, biología molecular y todas las ciencias biomédicas, las ciencias humanas (antropología, filosofía, historia, psicología, sociología, etc.) se ocupan de los aspectos del hombre no estudiados por las ciencias naturales. En consecuencia, la persona humana es la protagonista de la bioética, dado que los problemas relativos a su vida, integridad y dignidad constituyen el objeto fundamental de la materia.8 La palabra bioética es un neologismo acuñado en 1927 por el teólogo alemán Fritz Jahr (1895-1953) y actualizado de manera ulterior por el bioquímico y oncólogo estadounidense Van Rensselaer Potter (1911-2001) en su libro Bioethics: bridge to the future (1971) al definirla como la “disciplina que combina el conocimiento biológico con el de los valores humanos”. La bioética, que estimula el debate interdisciplinario entre la medicina, la filosofía y la ética, propició una notable renovación de la ética médica tradicional.9 El docente debe hacerle notar al estudiante de cirugía que al tomar decisiones es necesario considerar la técnica y el equipo del que se rodea, pero ante todo debe tener claro que esa tecnología se aplicará en un ser humano y que éste merece dignidad, libertad y respeto. PRINCIPIOS ÉTICOS DE DOCENCIA La educación del médico cirujano implica una serie de principios. Debe ser científica, actualizada, humanístico-social y, en particular, ética,10 puesto que su actuar se enfoca en el ser humano y éste se enfrenta a múltiples situaciones: aborto, apendicectomía incidental, cirugía bariátrica, cirugía estética, enfermos en fase terminal, eutanasia, salpingoclasia, suicidio asistido, trasplante, vasectomía, entre otras más, pero siempre con el respeto por la dignidad del enfermo. Para proporcionar una respuesta a circunstancias como éstas deben intervenir profesores, estudiantes, enfermos y, desde luego, procesos de enseñanza y aprendizaje. Para que ese proceso de enseñanza y aprendizaje se lleve a cabo de manera satisfactoria es preciso cumplir diversos puntos. En la relación profesor-alumno deben respetarse la libertad y la autonomía de ambos. Por otra parte, el profesor debe distinguirse por su humanismo, su permanente actualización respecto del conocimiento médico-quirúrgico, su respeto hacia el grupo y su disposición a facilitar el aprendizaje. Asimismo, al orientar al estudiante, es conveniente que la educación tome como plataforma los cinco principios básicos formulados por M. Bedolla:10 1. Estar centrado en la duda o pregunta que el alumno se hace. ERRNVPHGLFRVRUJ 136 • Tratado de cirugía general (Capítulo 17) 2. Que el alumno cuente con el suficiente tiempo y recursos para realizar lo aprendido. 3. Permitir un proceso individual en congruencia con las circunstancias internas del alumno. 4. Que el alumno tenga la oportunidad de explorar y definir las implicaciones y consecuencias de su respuesta y la oportunidad de verificarla en circunstancias concretas. 5. Dar la oportunidad al alumno de practicar lo aprendido para que se incorpore a su manera de pensar y surjan así nuevas preguntas. entre el profesor y los alumnos en beneficio de una mejora de la calidad docente y discente, cuyo objetivo es suprimir o aminorar la desigualdad del punto de partida. 3. Principio de justicia. Según este principio, los primeros deberes de justicia consisten en que cada uno cumpla con “su deber”, es decir, con lo que se le ha encomendado, lo que se espera que haga al confiarle el puesto o cargo de profesor en donde ejercerá la docencia. En este ámbito hay que situar las obligaciones y derechos de todas las partes que intervienen en el proceso de formación. El estudiante debe mostrar confianza en sí mismo, tener claros sus objetivos, estar dispuesto a aprender, ser perseverante, saber que la medicina requiere un estudio continuo y, entre otras cosas más, entender que su actividad consiste en diagnosticar y tratar enfermedades, pero también en comprender al paciente y saber que trata a personas. Debe aprender a comprometerse con los valores asumidos por todos, ser coherente con lo que piensa, dice y hace, y cumplir con una función ético-social innegable. Un medio importante para enriquecer la enseñanza es la investigación clínica, que debe respetar las normas internacionales dictadas a través del Código de Núremberg.11 En la primera mitad del siglo XX se tomó mayor conciencia de las implicaciones éticas de la investigación y experimentación en seres humanos, a partir del surgimiento en Alemania de la farmacología como disciplina médico-científica, y por tanto de la industria farmacéutica que incurrieron en abusos al tratar de conocer la acción de los fármacos sobre el organismo. La situación empeoró con la Alemania nazi que, bajo la excusa de realizar investigaciones médico-científicas, cometió hechos agresivos e infrahumanos. En respuesta a la situación, en 1947 se promulgó el Código de Núremberg que establece las condiciones para llevar a cabo experimentos médicos en seres humanos, anteponiendo el consentimiento voluntario del sujeto humano. Cabe mencionar que el documento fue adoptado por todos los países.12 Con posterioridad se han actualizado estos principios con la declaración de Helsinki en 1964 y revisado en cinco ocasiones más. Por lo tanto, la función del profesional de la educación consiste en enseñar a aprender, transmitir y crear conocimiento, además de orientar su quehacer hacia la formación moral y ética del alumnado, que debe comprender que la ciencia y el humanismo deben estar al servicio del enfermo. De igual manera, se han formulado tres principios fundamentales en la contribución docente al desarrollo y la depuración de la ética en la educación:13 Por consiguiente, se habla de equidad e igualdad en el sentido de que su propósito principal es eliminar toda forma de discriminación entre hombres y mujeres y lograr la igualdad en derechos, oportunidades, responsabilidad, acceso a la educación, participación social y ciudadanía. Por todo ello, no basta con enseñar bien (principio de beneficencia) y respetar a las personas (principio de autonomía), sino trabajar desde todas partes, desde todas las profesiones, y sobre todo desde las aulas, en favor de la justicia. En virtud de que la medicina es una profesión y los médicos deben ser profesionales, es pertinente señalar que las palabras profesión y profesional proceden de la raíz latina professio,14 que significa una declaración pública con la fuerza de una promesa. El Diccionario de la Real Academia Española define la palabra “profesión” como empleo, facultad u oficio que alguien ejerce y por el que percibe una retribución, en tanto que el profesional, a diferencia de un aficionado, es una persona que ejerce su profesión con relevante capacidad y aplicación. Por su parte, las profesiones son grupos que declaran de manera pública que sus miembros actúan de cierto modo, con un cuerpo especializado de conocimientos y habilidades, con responsabilidades y deberes específicos hacia los individuos que sirvan. Las profesiones tienen códigos de ética que especifican las obligaciones que se desprenden de su deber de cuidados y lealtad. Por lo tanto, el profesionalismo exige que cada individuo se esfuerce por la excelencia en su área de trabajo. El médico debe además hacerlo con altruismo (está obligado a velar por el beneficio del paciente), excelencia (está comprometido a aprender de por vida), deber (debe estar disponible y listo a responder cuando se lo requiera), honor e integridad (debe ser justo, honesto y directo en sus interacciones con los pacientes) y respeto por otros (debe mostrar respeto por los pacientes y sus familiares, sus colegas y miembros del equipo de salud, estudiantes de medicina y residentes). Todo docente sabe que su actividad implica una gran responsabilidad, ya que ser maestro o profesor no sólo significa ocuparse de la transmisión del conocimiento, sino también de estimular a los estudiantes a ser artífices de su propio aprendizaje. El profesionalismo del docente significa muchas cosas: diseñar su clase, tener claras las direcciones a tomar, dominar el contenido de las lecciones, poseer conocimientos y capacidad para clasificar problemas, razonar sobre ellos y actuar en consecuencia, interesarse por la calidad de la enseñanza, asegurar que cada estudiante sea capaz de extraer enseñanzas ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. 1. Principio de beneficencia. Decía Platón que ningún “arte” se ejerce para el bien del que lo ejerce. Un profesional ético es aquel que hace el bien en su profesión al hacer bien su profesión. No hay nada más moralizador que hacer bien cada cual lo que tiene que hacer, llevar a cabo cada actividad con la finalidad de realizar el bien al que esa actividad está orientada de manera intrínseca. La responsabilidad de la función docente consiste en enseñar, entendida la enseñanza como ayudar a aprender. Enseñar presupone saber, haber aprendido lo que se enseña y estar al día en la materia impartida de la que se es profesor. 2. Principio de autonomía. En el ámbito de la docencia, este principio se articula mediante un diálogo y colaboración PROFESIONALISMO DEL DOCENTE Ética en la docencia quirúrgica • 137 © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. del cúmulo de experiencias, promover una interacción con los estudiantes, elevar el nivel del conocimiento y capacidades de los alumnos, pensar sobre lo que quiere que aprendan los estudiantes, motivar a los alumnos y suscitar el interés por el tema, ya que el mero hecho de acudir a clase no significa que aprenderán.15 El profesor debe planificar su quehacer de tal manera que facilite el aprendizaje del estudiante: “enseñanza no es igual a aprendizaje”. Los profesores deben decidir cuáles son los recursos necesarios para ayudar a los estudiantes a aprender de la experiencia. Estos puntos, vigentes en la actualidad, han sido objeto de reflexión a lo largo de la historia, por ejemplo el caso del médico mexicano Porfirio Parra. Porfirio Parra (1854-1912), partidario de la filosofía positivista y profesor de patología externa y anatomía en la Escuela Nacional de Medicina de la Ciudad de México, hacía hincapié en el método de enseñanza. Consideraba que el estudiante tenía que aprender a pensar, observar y reflexionar; sólo así podrían egresar médicos con juicio y seguridad al momento de resolver un caso.16 Porfirio Parra aseguraba que todos los hombres de saber estaban convencidos de que una buena enseñanza era la mejor garantía del progreso en todos los sectores del conocimiento y, cualquiera que fuera la ciencia que se pretendiera comunicar, había que distinguir en ella el aspecto puramente instructivo del aspecto educativo. El primero, decía Parra, “consiste en la simple transmisión de las verdades científicas del espíritu que las posee al espíritu que no las conoce”, el aspecto educativo “consiste en modificar, preparar o desenvolver las facultades del espíritu educando de modo que sean capaces de lograr determinado fin”. Es decir, instruye el que enseña al que no lo sabe, pero no sólo instruye, sino que educa el que elige y coordina de tal suerte las verdades que ha de enseñar. Indudablemente, estos dos aspectos se podían diferenciar muy bien en la medicina; expresaba Parra: “Instruiré simplemente cuando me limite a decir los síntomas que permitan diagnosticar una neumonía u otro padecimiento cualquiera; mientras que educaré, cuando haya comunicado todos aquellos conocimientos que estimulan las facultades en cuya virtud se formula un diagnóstico. Instruiré cuando me limite a describir los detalles de un procedimiento operatorio; mientras que habré educado, cuando hubiere conseguido comunicar a alguno la habilidad que se requiere para poner en ejecución ese mismo procedimiento. En las páginas de un buen libro…encontraré tesoros de instrucción; siguiendo asiduamente a un buen maestro, poniéndome en contacto con la realidad, sufriendo sus asperezas y palpando sus dificultades, adquiriré educación o mejoraré la que acaso poseo.”17 La última de las operaciones clínicas y la más importante y decisiva es el tratamiento, con el cual el médico se transforma de hombre de especulación en hombre de acción. El diagnóstico revela con más o menos precisión la lesión sufrida y el pronóstico permite inferir con más o menos probabilidad si el organismo se dirige a la reparación o al agravamiento. Parra aconsejaba al maestro “hágasele ver a menudo, hágasele tocar, hágasele palpar, pulsar, percutir y auscultar, y aquellos sentidos adquirirán, poco a poco, la habilidad, la delicadeza y la suprema perspicacia que se requiere…”. El ejemplo presentado, pese a ser de la centuria decimonónica, advierte que la enseñanza no es una simple transmisión de información, sino que se trata de que el profesor coadyuve al estudiante a desarrollar su potencial y hacerlo partícipe en el proceso de aprendizaje. El profesionalismo del docente también consiste en que sus alumnos comprendan que las necesidades educativas de un profesional no se limitan a los años de escuela ni al aprendizaje de técnicas y métodos, sino que la educación continúa en relación con el ejercicio de su profesión. La medicina, más que otras ciencias, requiere una constante actualización, dada la aplicación de la tecnología hacia la disciplina y el progreso de la investigación médica. Por lo tanto, el médico en ejercicio, además de dedicar tiempo a su persona, la familia y la comunidad en que vive, debe proseguir el estudio. La formación de los formadores es permanente; sólo así gozará de alta consideración como el magister scholarum que ejercía en las primeras universidades de la Edad Media. En suma, el profesionalismo del docente implica dedicación, conocimiento de la materia y motivación de los estudiantes. En cuanto al primero, la dedicación significa estar consciente de que el proceso de enseñanza-aprendizaje exige prepararse, desarrollarse en los planos personal y profesional; asistir a cursos de actualización y perfeccionamiento, así como el compromiso de seguir la evolución del estudiante. En cuanto al conocimiento de la materia, el docente debe demostrar que sabe y, por otra parte, debe observar y reflexionar sobre su propia acción didáctica; es pues necesario conocer metodologías y técnicas didácticas. En relación con la motivación de los estudiantes, el docente debe suscitar en ellos el interés por la materia, el deseo de aprender y alentar la participación en clase. En suma, un buen profesor hará comprender al alumno que llevar a cabo un procedimiento quirúrgico requiere habilidades manuales e intelectuales, un razonamiento profundo que le permita tomar decisiones, y anteponer siempre los principios éticos dado que la enseñanza de la cirugía implica la experiencia en el individuo. COMPETENCIAS ADQUIRIDAS 1. El término ética proviene del griego y significa costumbre, por lo que la ética se ha considerado la doctrina de las costumbres. Una sentencia ética es una declaración que elabora afirmaciones y define lo que es bueno, malo, obligatorio o permitido, en referencia a una acción o una decisión. 2. El Juramento hipocrático es un documento elaborado por el grupo de los pitagóricos al que pertenecía Hipócrates y tiene lineamientos éticos y deontológicos para el ejercicio de la medicina. 3. Con frecuencia se observa que la ética y la moral son conceptos que se mencionan al discurrir en asuntos de valores en la medicina, como si fueran lo mismo. Sin embargo, la moral es un conjunto de costumbres aceptadas por una sociedad o un grupo, e impuestas por un ente religioso, político o por la costumbre de la sociedad en determinado tiempo y región. Moral procede de mores (es decir, costumbre) en tanto que ética deriva de una de sus más recientes acepciones de ethos (esto es, carácter). ERRNVPHGLFRVRUJ 138 • Tratado de cirugía general (Capítulo 17) 9. El Juicio de Núremberg se refiere a la realización de experimentos de médicos alemanes en seres humanos sin su autorización durante la Segunda Guerra Mundial, lo que representó cometer crímenes y abusos contra la humanidad; esto llevó a la elaboración de los principios de Núremberg. 10. Porfirio Parra fue un médico mexicano partidario de la filosofía positivista, profesor de patología externa y anatomía en la Escuela Nacional de Medicina que consideraba la enseñanza como el mejor camino de progreso para el país. Escribió la obra Algunas consideraciones sobre educación médica en la que reflexiona sobre el proceso y el método de enseñanza. RESUMEN Se analiza el tema de la docencia quirúrgica a través de tres apartados que permiten en conjunto realizar una serie de reflexiones por el profesor y el alumno. 1. Ética en la docencia: permite que el estudiante incorpore los valores que giran en torno de la situación en que está inmerso y que anteponga la ética al momento de tomar decisiones. 2. Principios éticos de la docencia: la educación del médico cirujano debe ser científica, actualizada, humanística y ética, puesto que en su ejercicio se dirige al ser humano. 3. Profesionalismo del docente: cada individuo debe luchar por la excelencia en su área de trabajo; ser docente implica responsabilidad, dedicación, conocimiento de la materia y motivación de los estudiantes. REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. Kraus A, Pérez-Tamayo R: Diccionario incompleto de bioética, con comentarios y preguntas, México: Taurus, 2007. Rivero-Weber P, Pérez-Tamayo R: Ética y bioética en la construcción de la bioética. Pérez Tamayo R, Lisker R, Tapia R, coord. México, FCE, 2008;1:13-24. Polaino-Lorente A: Manual de bioética general. Madrid: Ed. RIALP, 1994. 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Parra P: Algunas consideraciones sobre educación médica. GMM 1893;XXX:3-11. ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. 4. La ética en la docencia presupone que no se puede y no se debe decir a los estudiantes de medicina cómo deben comportarse ante un determinado caso; es preciso enseñarles a manejar situaciones, analizar problemas prácticos y tomar decisiones bajo un proceso secuencial: recopilar la información del paciente, analizar la situación y tomar decisiones sobre el tratamiento más conveniente como resultado del diagnóstico hipotético. 5. Los tres principios fundamentales de la ética en la educación son: • Principio de beneficencia: procurar el bien en las acciones. • Principio de autonomía: favorecer la independencia del alumno calificado. • Principio de justicia: cumplir con las obligaciones y derechos de pacientes y médicos. 6. El profesionalismo docente consiste en ejercer la profesión con esmero y calidad para conseguir de los alumnos lealtad con sus pacientes, conocimientos y capacidad para clasificar problemas, razonar sobre ellos, actuar en consecuencia, construir un conocimiento pedagógico y mostrar modos de enfrentar conflictos en la relación médico-paciente. 7. Entre los valores del médico destacan el trato digno al paciente y los compañeros; confidencialidad; vivir y transmitir el humanismo médico; amabilidad; explicar con claridad las preguntas del paciente; control juicioso de la incertidumbre durante el encuentro con el enfermo; saber medicina y no guiarse tan sólo por la ganancia económica al ejercer la profesión; capacitación continua; y seguir el ejemplo de los maestros de vida. 8. Van Rensselaer Potter fue un oncólogo que en 1971 actualizó el término bioético en su libro Bioethics: bridge to the future; en esta obra se refiere a la “disciplina que combina el conocimiento biológico con el de los valores humanos”. Capítulo 18 Hacia la enseñanza de una práctica médica segura Carlos Baeza Estrella Preguntas clave 1. ¿Dónde se encuentra la génesis de los episodios adversos? 2. ¿A quién se atribuye la recomendación de las normas y criterios para la formación de recursos humanos en salud? 3. ¿Cómo se definen las competencias profesionales? 4. ¿Cuáles son los aspectos formativos del residente quirúrgico que deben enfatizarse, estandarizarse y evaluarse? 5. ¿Cuáles son algunos aspectos a desarrollar en los profesores de cirugía para contribuir a la formación de recursos humanos para la salud? 6. En relación con la seguridad de los pacientes y la actuación de administradores y directivos de las instituciones, ¿qué debe alinearse en estas áreas con base en las exigencias actuales? 7. ¿Cuál es el reto educativo para la formación de profesionales en el contexto de una práctica segura? nadiense para integrar medidas de mejoramiento en sus programas de salud.6 En México no se dispone de datos estadísticos confiables sobre estos episodios adversos, pero la conciencia de que el problema está presente es innegable. A partir de estos hechos, la Academia Mexicana de Cirugía alertó a la comunidad médica con la edición en el año 2009 del libro Seguridad del paciente: una prioridad nacional;7 asimismo, la Secretaría de Salud recomendó la aplicación en hospitales públicos y privados la Guía de Práctica Clínica para la Seguridad del Paciente Quirúrgico emitida en el año 2013.8 Grupos quirúrgicos interesados en el tema iniciaron programas estandarizados de prevención como la aplicación de listas de verificación quirúrgica.9 Como parte importante del planteamiento del problema, una de los aspectos más relevante consiste en identificar el origen de estos episodios adversos. Sin duda, la respuesta es que este origen depende de múltiples factores, entre ellos la capacidad profesional de los recursos humanos para la salud, la organización y la suficiencia de los sistemas de atención médica, las percepciones económicas de los profesionales de la salud, el ejercicio de múltiples plazas de éstos, las políticas de administración y dirección de los centros hospitalarios, los recursos gubernamentales para la salud, los intereses externos como los de la industria farmacéutica y la tecnología médica, y otros más que pueden considerarse. En este contexto amplio, el tema esencial es el de la formación de los recursos humanos para la salud con énfasis en la capacidad de ellos para desarrollar una práctica profesional segura. Es atribución de las autoridades educativas y sanitarias del país, con la participación de las instituciones de educación superior, la reco- © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. INTRODUCCIÓN En la última década, la conciencia de que la práctica médica enfrenta episodios adversos indeseables se ha arraigado en el mundo y en México. En el siglo pasado, la enseñanza tradicional de las residencias médicas concedía escasa atención a estos episodios; en ese periodo, los procesos de estandarización de los procedimientos de enseñanza y su evaluación no eran práctica regular en los centros de adiestramiento. A partir de las publicaciones de Brennab y Leape sobre episodios adversos hospitalarios en Harvard en 19911 se inició en EUA y en el mundo un movimiento que planteaba la importancia de la seguridad en la atención médica. La sociedad estadounidense fue informada de que en ese país fallecían cada año entre 50 000 y 90 000 personas por errores de la práctica médica. Este informe inicial se evaluó y sustentó en estudios similares de Vicent y Neale2 efectuados en Gran Bretaña y de Wilson y Runciman3 en Australia, quienes encontraron que hasta 16% de las admisiones a los hospitales se acompañaba de episodios adversos y de los cuales la mitad podía evitarse; de manera adicional se registraron tasas de mortalidad de 4%. Un estudio español De Aranaz y su grupo publicó un 10.5% de episodios adversos en pacientes sometidos a cirugía general y del aparato digestivo.4 Asimismo, el Institute of Medicine de EUA publicó a principios de este siglo el trabajo denominado To err is human5 que precipitó en todo el mundo la necesidad imperativa de contar con una práctica médica más segura. Como ejemplo debe mencionarse la experiencia ca139 ERRNVPHGLFRVRUJ 140 • Tratado de cirugía general (Capítulo 18) COMPETENCIAS PROFESIONALES Cuando se piensa en la prevención de daños en la atención médica es inevitable reflexionar sobre la solvencia profesional del personal de salud. Es indudable que, a la luz de los cambios tecnológicos, informáticos, nuevos enfoques de la medicina molecular y procedimientos diagnósticos y terapéuticos, se requiere a profesionales de salud muy entrenados en diferentes aspectos disciplinarios y organizados en redes de trabajo para la resolución de objetivos específicos. Lo anterior obliga a analizar los procesos formativos de estos profesionales, razón por la cual es imprescindible determinar las competencias de egreso de las residencias quirúrgicas que son indispensables para concretar una práctica segura. Una competencia profesional se define como el conjunto de conocimientos, destrezas, actitudes y valores que se combinan para lograr una acción eficaz en un contexto determinado. Se acepta que las competencias son capacidades complejas que integran conocimientos, habilidades cognitivas, psicomotoras y actitudes para resolver problemas o realizar tareas dentro de un margen de estándares de calidad; de igual manera, estas capacidades están contextualizadas en escenarios reales y dinámicos. Con base en este enfoque, corresponde a las universidades, centros hospitalarios formadores de recursos humanos, y organizaciones científicas y académicas del país definir cuáles son las competencias profesionales de egreso en las residencias quirúrgicas, en particular las que se relacionan con la prevención de prácticas de resultado adverso. El objetivo es que egresen profesionales de alta capacidad, pero la variedad de recursos en las universidades y los hospitales formadores constituye un problema aún por resolver. En los profesores se deben desarrollar funciones de diseño o rediseño de planes y programas de estudio, organización de métodos, prácticas y recursos didácticos, coordinación de procesos educativos, promoción del profesionalismo, creación y aplicación de instrumentos de evaluación y participación en la producción de conocimiento científico. Para el diseño y la redacción de las competencias docentes deben considerarse las capacidades para realizar una función o tarea docente; el nivel de logros y estándares de calidad; y el aprendizaje de los alumnos y mejoramiento en la atención médica y los procesos educativos. En consecuencia, la competencia general de los profesores se concibe como la capacidad para propiciar en los residentes una formación y actualización que responda de manera efectiva a las demandas sociales de atención, educación e investigación médicas.12 Hay que considerar de manera universal que existen aspectos formativos del residente quirúrgico que deben destacarse, estandarizarse y evaluarse en los programas de entrenamiento y que incidan de forma directa en la disminución de los episodios adversos; sin duda, destacan por su importancia los siguientes: 1. Destrezas para una atención de calidad al paciente. Es importante mencionar que una conducta empática abre un adecuado canal de comunicación con el usuario de los servicios de salud; un trato amable y respetuoso en los consultorios, laboratorios, gabinetes, áreas de rehabilitación y en el hospital propicia en general un clima de confianza indispensable para una buena relación médico-paciente. El interés genuino en sus problemas, la comprensión del significado del padecimiento de cada persona, así como una atención compasiva, honesta, respetuosa y el compromiso siempre serán un buen inicio de una práctica de calidad que prevenga problemas futuros. La promoción de la salud individual y familiar, las habilidades clínicas para establecer el diagnóstico, el tratamiento adecuado y el plan de acción y seguimiento deben ser elementos insustituibles de la práctica médica. Un punto de suma importancia es la atención del paciente con enfermedades múltiples que constituye un verdadero reto; las comorbilidades representan uno de los factores principales para la generación de episodios adversos, más aún si se tiene en cuenta que estos pacientes son de edad avanzada con reserva orgánica disminuida. Este punto debe ser de particular interés para el residente quirúrgico. 2. Conocimiento médico. El conocimiento profundo de lo que ocurre en el paciente quirúrgico es siempre la mejor prevención de resultados indeseables; este conocimiento debe fundamentarse en bases científicas con dominio de los métodos epidemiológicos, clínicos, bioestadísticos, conductuales, sociales de las tecnologías de la información y la comunicación y del desarrollo humano en general. Es esencial la aplicación de las ciencias básicas a la cirugía clínica, lo cual incluye la biología molecular, la anatomía y la patología quirúrgi- ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. mendación de normas y criterios para la formación de recursos humanos en salud.10 En estos términos es conveniente establecer los requisitos de egreso o competencias profesionales que garanticen una práctica segura; en condiciones ideales, estas competencias de egreso deben tener cobertura nacional, someterse a estandarización, ser cuantificables y susceptibles de perfeccionamiento. Éste sería un instrumento de validación de calidad formativa y por tanto garante de una práctica médica segura; otros elementos formativos que deben incluirse en los currículos académicos de la especialidad son los planteamientos éticos, sus implicaciones y desviaciones, además de las consideraciones en los enfoques actuales con las nuevas tecnologías de la información y el conocimiento. Es importante tener en cuenta las expectativas de un usuario de los servicios médicos más informado y demandante. La ética aplicada a las indicaciones de uso de los avances tecnológicos, así como los intereses de los proveedores de esta industria como nuevos protagonistas en la atención médica y los de la industria farmacéutica, son un tema vigente que deben analizar de forma muy cuidadosa los residentes. No es tema menor el conocimiento de los aspectos legales de la práctica médica con enfoque prioritario en las recomendaciones formuladas en la Ley General de Salud y la práctica basada en la evidencia plasmada en las Guías de Práctica Clínica emitidas por el Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud (CENETEC).11 Por último, el análisis de la relación de competencias y subcompetencias específicas en torno de las acciones relacionadas de forma directa con la práctica médica segura que debe ser del dominio de los residentes complementa la información contenida en este capítulo. © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Hacia la enseñanza de una práctica médica segura • 141 cas, el conocimiento de las alteraciones de los líquidos y electrólitos, la fisiología y patología circulatoria, el tratamiento del estado de choque, la respuesta metabólica a la lesión, las quemaduras, la nutrición del paciente quirúrgico, los trastornos hematológicos, la inmunobiología y aspectos de trasplantes, oncología y endocrinología. La definición de las técnicas quirúrgicas, indicaciones, oportunidad de aplicación, selección de acuerdo con cada paciente y riesgos deben sustentarse de modo adecuado en el periodo formativo. La validación de los conocimientos adquiridos con la evidencia científica actualizada debe ser un patrón de calidad en el adiestramiento de los residentes. 3. Desarrollo de las destrezas. La validación del conocimiento adquirido por los residentes incrementa la calidad de una práctica segura. Por lo tanto, los cirujanos en formación deben participar en la atención de los pacientes con ánimo de investigar y valorar sus resultados y contrastarlos con la evidencia disponible; en condiciones ideales, los programas deben orientarse a la estandarización, medición de resultados y alternativas de mejoría; de esta manera, los residentes tendrán oportunidad de valorar sus fortalezas y debilidades con regularidad a fin de contar con programas de mejoramiento en áreas específicas dentro de programas curriculares flexibles que les permitan el reforzamiento de destrezas para lograr competencias. En los últimos años, los centros de simulación han cobrado gran valor para el desarrollo de estas destrezas. Por ejemplo, uno de los informes más importantes es el de Scott y Dunnintong de la Universidad de Texas;13 en un trabajo conjunto, el American College of Surgeons y los directores del programa de residencias quirúrgicas establecieron el proyecto Surgical skills curriculum task force que consiste en un programa estandarizado para el desarrollo de competencias en los laboratorios de simulación. Este programa se dividió en tres fases: 1, para los residentes de los primeros años; 2, para residentes avanzados; y 3, para el adiestramiento de todo el equipo quirúrgico. Los autores consideraron los procedimientos de simulación estandarizados como un valioso recurso para el entrenamiento en seguridad y buena práctica quirúrgica. Las técnicas de simulación se depuran con manera continua, por lo que serán sin duda alguna un campo de gran desarrollo y valor educativo en los próximos años. Es deseable que estas prácticas se apliquen a los centros formativos del país. Otro punto que debe considerarse es la validación en los residentes de las curvas de aprendizaje en las diferentes técnicas quirúrgicas; es deseable asimismo su estandarización y la obtención de un número de créditos determinado que garantice su competencia. 4. Capacidad de trabajo en redes, dominio de la comunicación y relaciones interpersonales. Entre las condiciones que entorpecen una práctica médica segura, y que son motivo de quejas por los usuarios, se mencionan a menudo la ausencia de trabajo grupal, las deficiencias en la comunicación y el deterioro de las relaciones personales. Estas condiciones son frecuentes en los hospitales donde cada especialista atiende tan sólo a un limitado panorama que corresponde a su campo de dominio. La realidad es que hay pacientes con afecciones agudas complejas, enfermedades múltiples o limitaciones físicas o mentales que requieren verdaderos equipos de trabajo multidisciplinario, muy capacitados, de respuesta rápida y entrenados para un enfoque multisistémico en la resolución de problemas. La formación de profesionales de la salud con estas características es una prioridad actual si se desea mejorar los resultados en el futuro. Desarrollar capacidades de comunicación con pacientes, familiares, público en general, otros trabajadores de la salud y equipos de trabajo organizados es una necesidad. Identificar los papeles de los grupos de trabajo, desarrollar liderazgos, garantizar la eficiencia de las funciones asignadas, documentar, evaluar, investigar y establecer criterios de mejoramiento en el trabajo realizado son acciones con alto efecto en la prevención de episodios adversos. 5. Interés por los sistemas de atención médica y compromisos. Es deseable que el residente en formación se familiarice con los diversos programas oficiales relacionados con la calidad de la atención vigentes en el país, sobre todo aquéllos con relevancia para la especialidad. De igual modo, son importantes los conocimientos acerca del marco económico y su relación con los costos de la atención hospitalaria; el ejercicio de los costos elevados de atención en los pacientes complicados refleja los daños adicionales de estos episodios adversos que pueden evitarse con frecuencia. La conciencia de daños y costos que pueden prevenirse puede revertirse con la aplicación de soluciones de calidad a bajo costo mediante compromisos del profesional de la salud, ante sí mismo, los pacientes, la profesión, el equipo de salud, la sociedad y el humanismo. En estos análisis y compromisos deben participar de forma activa los residentes. ASPECTOS ÉTICOS Existen múltiples consideraciones éticas que subyacen a la tarea de analizar y fundamentar de manera reflexiva el conjunto de principios, criterios, normas y valores que rigen el comportamiento. La deontología médica es el conjunto de principios y reglas éticas que guían la conducta del médico, es decir, los deberes impuestos que obligan a todos los médicos en el ejercicio de su profesión. Por lo general, la ética médica se ve reflejada en la práctica profesional y por tanto se denomina bioética (ética ante la vida). Los principios fundamentales de la bioética son la beneficencia inherente a todo acto médico y la autonomía que señala la capacidad del paciente para tomar decisiones sin ser influido por presiones internas o externas. Esta capacidad de decisión se ve limitada sólo en situaciones en las que el paciente no es independiente, como en casos de daño cerebral, estados vegetativos, etc. Hay que mencionar también que el consentimiento informado mediante documento es la máxima expresión de este principio y constituye un derecho del paciente y un deber del médico (la omisión de este documento ha sido causa de graves inconformidades y demandas por mala práctica médica). Asimismo, debe mencionarse el principio ético de justicia que se aplica con la fina- ERRNVPHGLFRVRUJ 142 • Tratado de cirugía general (Capítulo 18) ASPECTOS LEGALES La práctica médica en México está regulada por leyes de rango constitucional (Art. 4º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos), la Ley General de Salud, el Reglamento de la Ley General de Salud, el reglamento de la Ley General de Salud en materia de prestación de servicios de atención médica, las normas oficiales mexicanas, la normatividad institucional y otras disposiciones de menor jerarquía. Todas en su conjunto tienden a elevar la calidad de la atención en salud y a universalizar el acceso a estos servicios para todos los mexicanos. En la práctica cotidiana del médico existen situaciones inherentes a la atención médica que se encuentran reguladas por las normas oficiales mexicanas respectivas, y que se consideran guías generales de observancia en todo el país. El Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en salud (CENETEC) ha emitido 710 guías de práctica clínica. Estas guías constituyen recomendaciones para la toma de decisiones en la atención sanitaria, así como opciones para la recomendación de los diagnósticos o terapéuticas más adecuados en una alteración clínica específica. Estas guías se encuentran validadas con niveles de evidencia y se apegan a las guías internacionales vigentes. Su aplicación se enfoca en reducir la variabilidad relacionada con posibles actos de incompetencia en la práctica médica; en el año 2013, el gobierno federal emitió la guía de intervenciones preventivas para la seguridad en el paciente quirúrgico con recomendaciones basadas en la evidencia en los temas de prevención de la infección en la herida quirúrgica, el uso de la profilaxis antibiótica, la prevención de episodios cardiovasculares, la prevención del tromboembolismo venoso, la prevención de los problemas derivados de la transfusión sanguínea, el mantenimiento de la normotermia, los aspectos derivados de la anestesia y las intervenciones generales para la seguridad del paciente. Es conveniente que estos temas estén incluidos de manera relevante en los planes curriculares de las residencias, de tal manera que el residente en formación conozca las recomendaciones de la normatividad nacional y las integre en su práctica diaria. Asimismo, los cambios en los programas de adiestramiento quirúrgico deben evolucionar de los sistemas tradicionales a sistemas que garanticen una mayor competitividad y dar prioridad a conceptos validados por la evidencia científica; de esta manera se propicia, mediante las nuevas tecnologías de la información, la familiarización y el manejo solvente del mejor conocimiento aplicable a la práctica diaria. Es un hecho conocido que las demandas por atención médica deficiente están vigentes en México y por tanto el conocimiento de los aspectos legales de la práctica médica es un valioso instrumento preventivo de ellas; cabe mencionar que para prevenir una práctica deficiente, y por ende una demanda, una actuación médica protocolizada en una buena práctica clínica es un eficaz preventivo y en su caso una atenuante jurídica de valor. SEGURIDAD DEL PACIENTE El tema de la seguridad en la práctica médica es ya mandatorio. Si bien el concepto no es nuevo, ya que está presente desde el conocido aforismo latino primun non nocere, atribuido a Hipócrates, la conceptualización actual le da amplia vigencia en una sociedad de cambios acelerados; en ésta, las nuevas tecnologías, la informática, las redes sociales y los procesos multimedia han cambiado la manera de percibir la vida de millones de personas. En este contexto, el acto médico y los sistemas de atención médica tienen nuevos retos ante una sociedad mejor informada y más demandante. La actuación de administradores y directivos de las instituciones se ha revalorado para alinear los servicios a las exigencias actuales. Leach publicó en 2004 una iniciativa basada en tres principios que enfocan las condiciones actuales:14 a) lo que se mide tiende a mejorar; b) concentrarse en los resultados en lugar de los procesos permite mayor flexibilidad y capacidad de adaptación a los programas con base en sus necesidades y recursos disponibles; c) el público merece tener acceso a la información que demuestre que el especialista es competente. En consecuencia, el paciente es más consciente en la actualidad de la calidad de los servicios que recibe y de sus derechos, entre ellos una práctica médica adecuada, atención digna y respetuosa y recepción de información suficiente, clara, oportuna y veraz. Es más consciente del deber de cuidado del profesional de la salud y más demandante de resultados satisfactorios en su atención. Los centros de educación superior y las instituciones formadoras de médicos especialistas se preocupan por alinear el aporte de conocimientos a los nuevos conceptos de seguridad recomendados. Es evidente que se requieren ajustes en los contenidos de las asignaturas y en las asignaturas curriculares de la especialidad, por lo que es deseable generar un consenso nacional que englobe a los centros formadores del país y estandarizar, evaluar y enriquecer estos contenidos. De este modo, dentro de las competencias ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. lidad de evitar situaciones de desigualdad por ideología, estrato social, creencias, diversidad cultural, capacidad económica, etc. También se orienta al acceso universal en servicios de salud que debe proporcionarse a la población del país, con particular énfasis en los grupos más vulnerables. Por último, el principio de no maleficencia alude de manera más directa al tema de esta sección; se acepta que la mala praxis se genera las más de las veces en la impericia o la falta de conocimientos suficientes para establecer el diagnóstico, instituir el tratamiento o practicar un procedimiento, además de la imprudencia o conducta no reflexiva del médico que no considera ni dimensiona de forma correcta la estructuración de los procedimientos a aplicar. Dentro de este principio también se considera la negligencia o la falta de cuidado que debe aplicarse al paciente y la no observancia de las normas aplicables al momento clínico, ya sea por desconocimiento o por imprudencia. La mayor parte de las veces, estos cuatro conceptos que ocasionan graves daños en los pacientes tienen su origen en las residencias quirúrgicas en las que la actuación del residente cubre en grado mayoritario el aspecto de fuerza de trabajo institucional, con menoscabo de una formación de calidad. Es deseable que el análisis de los aspectos éticos forme parte integral de los contenidos curriculares con participación activa del personal en formación. El egreso del cirujano debe garantizar conocimientos suficientes, pensamiento crítico, reflexivo y complejo, una actitud correcta, un tratamiento correcto en el paciente correcto y en el momento correcto, y también en el lugar correcto y con el equipo humano y técnico correcto. © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Hacia la enseñanza de una práctica médica segura • 143 específicas de egreso en las especialidades quirúrgicas se considerarán como recomendables para la enseñanza de una práctica segura y se tomarán como referencia conceptos emitidos en el estupendo trabajo desarrollado. La Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina (AMFEM) publicó en 2008 las competencias profesionales del médico general mexicano,15 que son aplicables a la práctica médica segura de cualquier especialidad; es por tanto conveniente considerar el dominio de los residentes en los siguientes puntos: el desarrollo de una genuina preocupación y empatía en la relación con los pacientes, la adecuada valoración y control de los riesgos y su posible efecto en la salud y en la práctica diaria, la verificación de los tratamientos y su concordancia con los diagnósticos realizados y la toma de decisiones de acuerdo con la mejor evidencia posible. El residente debe explicar al paciente de manera sencilla y comprensible las diversas opciones de tratamiento disponibles y manejar los conflictos derivados de factores culturales o de usos y costumbres, sin omitir información acerca de efectos secundarios de tratamientos. Todos los pacientes egresados de un hospital deben recibir información sobre signos de alarma y casos en los que debe retornar al hospital. Se debe corroborar que los pacientes han comprendido las instrucciones y que pueden explicarlas con sus palabras. En los programas de entrenamiento se debe desarrollar la cultura del reconocimiento de las limitaciones, realizar con oportunidad consultas o referencias y priorizar los conceptos de seguridad; la notificación al paciente de errores y complicaciones con una actitud franca y honesta debe ser una norma de atención; la protección de la confidencialidad de las personas no debe ser desatendida; debe desarrollarse la cultura de la certificación y recertificación ante los organismos legalmente constituidos; es preciso conformar un juicio crítico sobre las propias acciones y omisiones; es conveniente identificar y combatir el mercantilismo y la influencia de la mercadotecnia en la medicina, así como los conflictos de interés que puedan derivarse. Debe insistirse en incrementar la actitud para el trabajo en equipo y valorar la colaboración y el apoyo múltiple; es de gran utilidad fomentar el informe de errores y su valoración en sesiones de reflexión; además, siempre es benéfica la identificación de dilemas éticos y el análisis de las opciones de solución tras verificar las ventajas y desventajas de cada una de ellas. La utilización adecuada de las modernas tecnologías de la información para la solución de problemas se convierte cada día en una poderosa herramienta de ayuda profesional. El reto educativo para formar profesionales en el contexto de práctica segura es sin duda una de las prioridades actuales en la atención médica; garantizar una sólida formación en los niveles de pregrado y posgrado aporta una excelente oportunidad de resolución en la base misma del problema. COMPETENCIAS ADQUIRIDAS 1. La génesis de los episodios adversos depende de múltiples factores: capacidad profesional de los recursos humanos para la salud, organización y suficiencia de los sistemas de atención médica, percepciones económicas de los profesionales de la salud, ejercicio de múltiples plazas por ellos mismos, políticas de administración y dirección de los centros hospitalarios, recursos gubernamentales para la salud, e intereses externos como los de la industria farmacéutica y la tecnología médica. 2. La recomendación de las normas y criterios para la formación de recursos humanos en salud es atribución de las autoridades educativas y sanitarias del país, sin perder de vista la participación de las instituciones de educación superior y la recomendación de normas y criterios para la formación de los recursos humanos en salud. En estos términos es conveniente establecer los requisitos de egreso o competencias profesionales que garanticen una práctica segura. En condiciones ideales, estas competencias de egreso deben tener cobertura nacional, estar estandarizadas, ser medibles y susceptibles de depuración; son desde luego un instrumento de validación de calidad formativa y por tanto garante de una práctica médica segura. Otros elementos formativos que deben ser incluidos en los planes curriculares de la especialidad son los planteamientos éticos, sus implicaciones y desviaciones, además de las consideraciones en los enfoques actuales con las nuevas tecnologías de la información y el conocimiento. 3. Las competencias profesionales se definen como el conjunto de conocimientos, destrezas, actitudes y valores que se combinan para lograr una acción eficaz en un contexto determinado. Se acepta que las competencias son capacidades complejas que integran conocimientos, habilidades cognitivas, psicomotoras y actitudes para resolver problemas o realizar tareas dentro de un margen de estándares de calidad y, asimismo, estas capacidades están contextualizadas en escenarios reales y dinámicos. 4. Se considera de manera universal que existen aspectos formativos del residente quirúrgico que deben destacarse, estandarizarse y evaluarse a lo largo de los programas de entrenamiento, y que inciden directamente en la disminución de los episodios adversos; destacan por su importancia los siguientes: • Destrezas para una atención de calidad al paciente. • Conocimiento médico. • Desarrollo de las destrezas. • Capacidad de trabajo en redes, dominio de la comunicación y relaciones interpersonales. • Interés por los sistemas de atención médica y compromisos. • Aspectos éticos y legales. 5. En los profesores se deben desarrollar funciones de diseño o rediseño de planes y programas de estudio, organización de métodos, prácticas y recursos didácticos, coordinación de procesos educativos, promoción del profesionalismo, creación y aplicación de instrumentos de evaluación y participación en la generación de conocimiento científico. 6. La seguridad de los pacientes y la actuación de administradores y directivos de las instituciones que deben alinearse con base a las exigencias actuales se sustentan en la publicación de Leach del 2004; este investigador propuso una iniciativa basada en tres principios que enfocan las condiciones actuales: a) lo que se mide tiende a mejorar; b) concentrarse en los resultados en lugar de los procesos permite mayor flexibilidad y capacidad de adaptación a los programas con base en sus ERRNVPHGLFRVRUJ 144 • Tratado de cirugía general (Capítulo 18) necesidades y recursos disponibles; c) el público merece tener acceso a la información que demuestre que el especialista es competente. 7. El reto educativo para formar profesionales en el contexto de la práctica segura es sin duda una de las prioridades actuales en la atención médica; garantizar una sólida formación en los niveles de pregrado y posgrado aporta una excelente oportunidad de resolución en la base misma del problema. RESUMEN El conocimiento de un número considerable de episodios adversos en la práctica médica ha suscitado un interés mundial. Este problema afecta a instituciones de educación superior y hospitales formadores de recursos humanos. Un adecuado entrenamiento de los médicos en formación tanto en pregrado como en posgrado se enfoca en la base misma del problema, por lo que es necesario definir las competencias de egreso, estandarizarlas, cuantificarlas y hacerlas susceptibles de mejoramiento en un modelo funcional, constructivista y social. El conocimiento validado por la evidencia, la actitud correcta en la atención de los pacientes, así como aspectos éticos y legales y el conocimiento de las recomendaciones directamente relacionadas con una práctica segura, deben ser preocupación de los profesores y directores de los cursos, lo cual exige la creación de medidas que proporcionen a los alumnos una formación y actualización capaz de responder de manera efectiva a las demandas sociales de atención, educación e investigación médicas. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. Brennab TA, Leape LL, Laird MN et al.: Incidence of adverse events and negligency in hospitalized patients. Results of the Harvard Medical Practice study I. N Engl J Med 1991;324:370-376. Vicent CH, Neale G: Adverse events in British hospitals: preliminary retrospective record review. Br Med J 2001;322:517-519. Wilson RM, Runciman WB, Gibberd RW et al.: The quality in Australian Health Care Study. Med J Aust 1995;163:458-471. 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Formulación de la pregunta de investigación, marco teórico, antecedentes y justificación de un estudio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .146 Abel Jalife Montaño, Abraham Pulido Cejudo Capítulo 20. Contraste o comprobación de una hipótesis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151 Abraham Pulido Cejudo, Mario Guzmán Gutiérrez, Abel Jalife Montaño Capítulo 21. Pruebas estadísticas, ¿cuál usar?, ¿para qué sirven?, ¿cómo interpretarlas? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .154 Felipe Rafael Zaldívar Ramírez, Vanessa Ortiz Higareda, Mario Guzmán Gutiérrez Capítulo 22. ¿Cómo hacer una discusión y escribir los resultados? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 162 Juan Francisco Molina López, David Velázquez Fernández Capítulo 23. ¿Cómo guardar la evidencia e interpretación de gráficas? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 172 © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Luis Manuel Souza Gallardo, José Luis Martínez Ordaz 145 ERRNVPHGLFRVRUJ Capítulo 19 Formulación de la pregunta de investigación, marco teórico, antecedentes y justi¿cación de un estudio Abel Jalife Montaño, Abraham Pulido Cejudo Preguntas clave En el primero, el investigador, apoyado en una ciencia o disciplina, interesado en un tópico en particular y familiarizado con él, busca baches de conocimiento, situaciones o eventos específicos, a partir de los cuales generará sus preguntas de investigación. Los interrogantes originados en tópicos generan respuestas apuntadas en el cuerpo del conocimiento teórico de una ciencia; es decir, tienden a alinearse con ciencias puras. Por otro lado, las preguntas de investigación centradas en los problemas de atención reflejan temas de interés en relación clínica: PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN Pregunta específica sobre aquello que se quiere saber debido a que existe un problema al que se busca encontrar solución. Formular una pregunta de investigación es paso indispensable en el proceso de diseño y desarrollo de un estudio. La falta de preguntas claras y bien planteadas suele llevar a ejercicios de indagación vagos, confusos, con resultados difíciles de interpretar. Sin embargo, no basta con hacer una pregunta relevante y valedera en lo científico, que pueda ser contestarse por la observación de fenómenos naturales, se necesita poner en funcionamiento dicha pregunta de forma sistemática hasta construir un proceso válido para aproximarse a su respuesta. Por lo general, la pregunta de investigación se refina hasta armar objetivos específicos. De la claridad de la enunciación de los objetivos dependerá en buena parte la capacidad de los desarrollos ulteriores del proceso de estudio.1 1. Frecuencia: incidencia y prevalencia de condiciones. Mortalidad. 2. Factores de riesgo. 3. Diagnóstico. 4. Historia natural. 5. Eficacia, efectividad y eficiencia. 6. Consecuencias económicas de la enfermedad y su manejo. 7. Funcionalidad y calidad de vida. Investigación clínica puede definirse como uso del método científico para responder cuestionamientos y generar conocimiento. Una buena pregunta de investigación lleva implícita la metodología del trabajo por realizar, forma de análisis estadístico y relevancia del resultado para la obtención del conocimiento.2 ENFOQUES PARA GENERAR UNA PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN Al menos hay dos enfoques para suscitar preguntas de investigación: centrado en el tópico y orientado en el problema. 146 ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. 1. ¿Qué es la pregunta de investigación? 2. ¿Cuáles son los enfoques para generar una pregunta de investigación? 3. ¿En qué tipos de preguntas de investigación se basa una investigación? 4. ¿Cómo se plantea la pregunta de investigación? 5. ¿Qué factores se deben considerar para generar una pregunta de investigación? 6. ¿Existe una actitud adecuada para hacer preguntas de investigación? 7. ¿Cuáles son los puntos clave para generar una buena pregunta de investigación? 8. ¿A dónde lleva la pregunta de investigación? 9. ¿Qué es y de dónde se obtiene el marco teórico de un proyecto de investigación? 10. ¿Cómo se justifica un proyecto de investigación? Formulación de la pregunta de investigación, marco teórico, antecedentes y justificación de un estudio • 147 ¿EN QUÉ TIPOS DE PREGUNTAS SE BASA UNA INVESTIGACIÓN? En investigación clínica y epidemiológica se describen dos tipos de intencionalidad, que también definirán la clase de preguntas de investigación: ACTITUD ADECUADA PARA HACER PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN a) Descriptiva. Tiene por objeto describir o caracterizar un fenómeno o situación. De aquí se derivan preguntas de investigación para enumerar, cuantificar, calificar y, en general, describir las características de un evento o fenómeno. b) Inferencial. Uso crítico y analítico para la aplicación de resultados y explicación de fenómenos, describir comportamientos y es probable que también para predecir desenlaces.3 La cualidad más importante de cualquier investigador en potencia es mantener la “actitud investigadora”, que surge de la capacidad de tener la mente abierta, al igual que cuestionar y evaluar de manera crítica la práctica clínica actual. Al mismo tiempo, es necesario mantener la recepción a nuevas ideas y experiencias de otros colegas. Al esforzarse en mantener un “escepticismo ilustrado”, el estudioso encontrará una fuente inagotable de preguntas que necesitan respuesta. ¿CÓMO SE PLANTEA LA PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN? 4 © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. 4. Interés personal o profesional del investigador. 5. Que al final generen otra pregunta de investigación. ¿Por dónde empezar? Siempre es importante identificar el inicio del problema de investigación. El primer paso —y a menudo el más importante— es hacer una pregunta, que puede ser por simple curiosidad y obliga a encontrar una respuesta o, a partir de una minuciosa observación, llegar a un estudio profundo. El científico creativo siempre está pensando tanto en soluciones a interrogantes existentes como en la siguiente pregunta de investigación importante que hará. Cuando Louis Pasteur dijo: “El azar favorece a la mente preparada”, lo que en realidad expresaba era “aprovecha todas las experiencias que puedas, tanto en la escuela como fuera de ella. Solo así estarás bien preparado para reconocer la importancia en ciertos sucesos que actuarán como estímulos para actividades de investigación”. Los cuestionamientos pueden ser tan amplios como indagar acerca de los efectos de una sustancia en el organismo o tan específicas como el efecto de una maniobra sobre un órgano; sea cual fuere su contenido y profundidad, son el primer paso en investigación científica.4,5 FACTORES QUE SE DEBEN CONSIDERAR PARA GENERAR UNA PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN Una buena pregunta de investigación toma en cuenta lo siguiente: 1. Tema que no se haya investigado antes, un “hueco en el conocimiento”. 2. Factores que contribuyan al entendimiento de la interrogante que se está planteando. 3. Temas susceptibles de investigarse. PUNTOS CLAVE PARA GENERAR UNA BUENA PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN 1. Practicar el escepticismo ilustrado. 2. Buscar en la práctica clínica, congresos y lecturas fuentes de inspiración. 3. Recordar que una revisión exhaustiva del tema es parte de la investigación. 4. Considerar el sistema PICOT (por sus siglas en inglés, population, intervention, comparison, outcome, time): población, intervención, comparación, resultado y tiempo. La planeación de un ensayo clínico depende de la pregunta que sugiere el investigador. Casi siempre el objetivo general es obvio, pero la interrogante específica para ser respondida muchas veces no es clara. Así, plantear de forma clara una pregunta ayuda al diseño del protocolo y da credibilidad a los hallazgos. A veces se quisiera la respuesta a varias preguntas, pero el estudio debe diseñarse con una pregunta principal en mente. El punto fundamental de cada ensayo clínico es tener una pregunta primaria seleccionada con sumo cuidado, y explicada y definida de forma comprensible. La pregunta primaria o principal debiera ser aquella que los investigadores están más interesados en responder y que es posible contestar de modo adecuado. Es aquella de dónde se obtiene el tamaño de muestra y se enfatiza en los resultados del estudio. Puede estar enmarcada en la forma de una hipótesis, pues casi siempre se propone una intervención o maniobra experimental con un desenlace particular que, en promedio, será diferente al de un grupo control. El resultado puede ser un efecto benéfico clínico, como mejoría en sobrevida, paliación de una enfermedad, prevenir complicaciones, reducir síntomas, mejorar calidad de vida o cambiar un marcador como en una prueba diagnóstica. El estudio también puede tener cuestionamientos secundarios o subsidiarios relacionados con la interrogante principal. El estudio podría diseñarse para responder la respuesta primaria y establecer las secundarias. Es factible que sean de dos tipos. En el primero, la variable respuesta es diferente a la ERRNVPHGLFRVRUJ 148 • Tratado de cirugía general (Capítulo 19) 1. ¿Cuál es el estado apropiado de evaluación? 2. ¿Se puede alcanzar la validez interna? 3. ¿Hasta qué punto es posible alcanzar generalización (validez externa)? 4. ¿Qué van a permitir las circunstancias? 5. ¿Es costeable? 6. ¿Cuál es el mejor balance entre “idea” y “factibilidad”? El estado apropiado de la evaluación se refiere a qué tanto se ha investigado el fenómeno, qué se ha estudiado y hasta qué punto. Lograr validez interna tiene que ver con mediciones exactas. Lord Kelvin (William Thomson, 1824-1907), en 1883, dijo: “cuando no puedes medirlo, cuando no lo puedes expresar en números, tu conocimiento es exiguo e insatisfactorio”. Validez externa es la capacidad de generalizar los resultados del estudio a otro grupo de pacientes; la validez interna se refiere sólo a los participantes del estudio para responder esa pregunta específica. La factibilidad de un estudio tiene que ver siempre con recursos materiales y humanos, y sobre todo económicos; existen proyectos muy interesantes y ambiciosos, que puedan resolver preguntas de gran valor, pero si esto conlleva un importante desarrollo y gasto en generar instrumentos de medición, recursos para un caso específico que no va a ser generalizado a la población, resulta poco factible.6-9 ¿HACIA DÓNDE LLEVA LA PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN? La pregunta de investigación conduce a desarrollar un proyecto (investigación) que logre responder la duda que la generó (figura 19-1). Por último, y como corolario al tema, está la opinión y punto de vista de Carmen de la Cuesta-Benjumea en relación con su artículo, “¿Por dónde empezar?: la pregunta de investigación cualitativa”.16 La interrogante de investigación ha de ser congruente con la metodología que se propone en un estudio y refleja el paradigma en el que está situado el investigador. Hacer una pregunta cualitativa implica un proceso en el cual se determina área, tema de estudio, pregunta y lugar del estudio. Este proceso es interactivo y cambia a medida que se avanza, por ello los principios son provisionales de manera necesaria. La pregunta cualitativa es construida, central a todo el proceso de investigación y contiene diferencias importantes con lo que por lo común se espera de una pregunta de investigación. Una vez hecha, se debe desarrollar el problema, esto es, argumentar su pertinencia. La justificación de un estudio cualitativo no consiste en hacer una revisión bibliográfica exhaustiva, es selectiva; se escoge la información que razone que el estudio es necesario, y la pregunta consecuente y pertinente. En la práctica, se puede decir que en la construcción de la pregunta de investigación intervienen dos fases: la de un razonamiento intuitivo, y la de un racionamiento práctico y teórico. Un estudio cualitativo se puede iniciar por diversos lugares. Son comunes la experiencia personal, conversación con colegas, líneas de investigación y biblioteca.4 ¿QUÉ ES Y DE DÓNDE SE OBTIENE EL MARCO TEÓRICO DE UN PROYECTO DE INVESTIGACIÓN? El marco teórico de un proyecto de investigación no es otra cosa más que el estado actual del conocimiento de la Hacer la pregunta Hacer nuevas preguntas Identificar los factores Reconsiderar la teoría Formular una hipótesis Trabajar con la hipótesis Recopilar la información pertinente Probar la hipótesis Figura 19–1. Pasos del proceso de investigación. Cada paso prepara el escenario para el siguiente. ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. pregunta primaria; por ejemplo, la primaria puede inquirir si la mortalidad general por cualquier causa se altera por maniobra experimental. La secundaria puede relacionarse con causa específica de muerte. El segundo tipo de pregunta secundaria se vincula con hipótesis de subgrupo. Por ejemplo, el investigador pretende buscar pacientes en cierta etapa de enfermedad y pueden ser comparados en específico con esa fase en un grupo control. Las hipótesis de subgrupo deben ser: a) especificadas antes de la recolección de datos; b) basadas en expectativas razonables, y c) limitadas en número. Lista de verificación para una pregunta de investigación: Formulación de la pregunta de investigación, marco teórico, antecedentes y justificación de un estudio • 149 problemática a resolver por medio de la pregunta de investigación. La búsqueda del estado del arte de cualquier tema debe seguir un orden específico. Es muy frecuente encontrar un estudio que inicie con un “nadie lo ha estudiado”, “no se sabe”, “no se ha hecho”. Antes de realizar el estudio, se debe comprobar que en efecto la pregunta de investigación sea original, que en circunstancias usuales y no “ideales” los fenómenos a investigar han sido analizados. El tema de investigación debe ser revisado de forma exhaustiva y para ello es necesario tener fuentes confiables de información y empezar de lo general a lo más específico, buscando desde libros hasta revistas más actualizadas; esto es contar con un fundamento sólido de duda y comprobar que, en efecto, existe un “hueco” en el conocimiento. De acuerdo con el tema y su desarrollo histórico, la longitud en tiempo también será importante, teniendo como base de revisión los últimos diez años, pero en casos específicos se pueden tener cambios con los criterios de manejo, tratamientos o desarrollo de intervenciones quirúrgicas.10-12 Es útil buscar al inicio artículos de revisión, inspeccionando el tema; después usar la Librería Cochrane (incluyendo Cochrane Database of Systematic Reviews) y los motores de búsqueda científica, como Excerpta Medica (EMBASE), National Library of Medicine (MEDLINE), Science Citation Index (SCISEARCH). Después se estrecha la búsqueda hacia la pregunta de investigación específica con los artículos de las revistas más recientes y hacia atrás en el tiempo. La revisión de libros también es útil como base o fundamento inicial, pero se debe recordar que por lo menos hay cinco años de “rezago” en la bibliografía. y estructurado de lo que se sabe y no. Ahí se encuentran metaanálisis hechos en cada área, así como estudios controlados aleatorizados más representativos. Los índices más representativos son los siguientes: Cochrane Library, http:// www.thecochranelibrary.org; PubMed Clinical Queries, www.ncbi.nlm.nih.gov/entrez/query/static/clinical. shtml#reviews, y la National Library for Health Specialist Libraries http://www.library.nhs.uk/specialistlibraries/. Al igual que las bases de datos clínicos mencionadas antes, como AMED, CINAHL, EMBASE, MEDLINE y PsycINFO, entre otras. ¿CÓMO SE JUSTIFICA UN PROYECTO DE INVESTIGACIÓN? La justificación es la motivación por la que se hace el estudio, que consolida los cambios para que existan beneficios y beneficiarios. Se trata de argumentar el porqué de hacer una investigación de ese tipo y con dicho tema. Debe ser importante y atractiva tanto para el que la realiza como para los interesados y la población que se beneficia. Para la correcta redacción de la justificación se deben contestar las preguntas: ¿por qué se requiere el estudio?, ¿es posible llevarlo a cabo de manera óptima con el tiempo, recursos y conocimientos disponibles? Para facilitar su redacción hay criterios que determinan tanto magnitud como factibilidad, que se explican a continuación CRITERIOS CLÍNICO-EPIDEMIOLÓGICOS © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. FUENTES EN INTERNET PARA ENCONTRAR DIFERENTES TIPOS DE PUBLICACIONES Antes de empezar es importante reconocer qué tipo de publicación es la más apropiada para la pregunta que se pretende responder, y para esto pueden ser útiles guías de manejo. Magnitud del fenómeno a estudiar Entre más grande sea la cantidad de casos que se presenta de la enfermedad bajo estudio, la necesidad de investigarlo crece y ello justifica su investigación. Por lo general, la magnitud del fenómeno se expresa a través de tasas de incidencia o prevalencia o sólo de frecuencia. Trascendencia del fenómeno a estudiar Guías Las guías son documentos serios desarrollados por profesionales del área y que representan consensos basados en la evidencia más fuerte para decidir acciones sobre algún tópico y que ayudan a otros profesionales a saber cuál es el estado del arte en la práctica. Una de estos instrumentos para obtener guías es el AGREE. www.agreecollaboration.org/instrument/ y las National Library of Guidelines http://www.library.nhs. uk/guidelinesfinder/, o en organizaciones profesionales como los colegios reales y asociaciones nacionales, entre otros. Revisiones sistemáticas Recolectan y valoran de manera crítica todos los estudios sobre un tópico particular; proveen un resumen minucioso Entre mayor percusión médica, económica y social tenga un fenómeno de salud, más se justifica estudiarlo, como ocurre con la diabetes mellitus, que además de ser de gran magnitud, las consecuencias de su manejo y complicaciones justifican su estudio, pues tiene impacto social y económico. Asimismo, una patología rara, pero de graves consecuencias también justifica estudiarla con amplitud. Vulnerabilidad del fenómeno a estudiar Se refiere a la posibilidad del fenómeno de ser controlado o resuelto. Así, entre más susceptible de ser resuelto, más se justifica estudiarlo. Una patología que en etapas iniciales es controlable antes de generar complicaciones, discapacidad o invalidez también se debe estudiar. ERRNVPHGLFRVRUJ (Capítulo 19) Es necesario que el estudio sea acorde con las políticas de investigación que dará el aval y autorización para efectuarlo, pues se destinarán recursos para su realización y esto impacta en su funcionamiento; asimismo, deben tomarse en cuenta aspectos bioéticos. Se puede contar con la economía, tecnología, recursos humanos y materiales para realizarla, pero si se violan las garantías de los sujetos de investigación y se pone en riesgo su seguridad, el estudio puede ser factible, pero inviable.13-16 d) de interés para el investigador; e) que genere otra pregunta de investigación. 6. Contar con la capacidad de tener la mente abierta, así como cuestionar y evaluar de forma crítica la práctica clínica actual. 7. Practicar el escepticismo ilustrado; buscar en la práctica clínica, congresos y lecturas por fuentes de inspiración; recordar que una revisión exhaustiva del tema es parte de la investigación; considerar utilizar el sistema PICOT (por sus siglas en inglés. population, intervention, comparison, outcome, time) población, intervención, comparación, resultado y tiempo. 8. Lleva a desarrollar un proyecto (investigación) que logre responder la duda que la generó. 9. El estado actual del conocimiento de la problemática a resolver por medio de la pregunta de investigación. 10. Motivación por la cual se lleva a cabo el estudio, que consolida los cambios para que existan beneficios y beneficiarios COMPETENCIAS ADQUIRIDAS RESUMEN 1. Pregunta específica sobre aquello que se quiere saber. 2. Hay al menos dos enfoques para generar preguntas de investigación: centrado en el tópico o centrado en el problema. 3. En la investigación clínica y epidemiológica se describen tipos de intencionalidad que definen los tipos de preguntas de investigación: a) descriptiva, que caracteriza un fenómeno o situación; b) inferencial, con uso analítico para explicar fenómenos, describir comportamientos y predecir desenlaces. 4. Siempre será importante identificar el inicio del problema y determinar qué puntos se desconocen para poder resolverlo. 5. Los siguientes: a) “hueco en el conocimiento”; b) conceptos que contribuyan al entendimiento de la pregunta planteada; c) tema susceptible de ser investigado; La formulación adecuada de una pregunta de investigación es el paso inicial y relevante en la realización de un protocolo de investigación. Debe fundamentarse en un “hueco de conocimiento”; conducir a más preguntas de investigación; proyectar un objetivo y alcanzar un equilibrio entre la validez interna del estudio y proyección hacia una población o validez externa; llevar implícito el diseño metodológico del estudio. El marco teórico del que parta la investigación puede ser más firme si se emplean referencias de revisiones o estudios de tipo metaanálisis y después basarlo en ensayos clínicos. Se sugieren búsquedas sistemáticas en PUBMED, MEDLINE y revisiones Cochrane, para obtener el más amplio y reciente marco de referencia del área. La justificación del estudio debe basarse en la factibilidad en cuanto a recursos, viabilidad e importancia del fenómeno a estudiar en relación con magnitud y trascendencia en una población determinada. CRITERIOS POLÍTICO-ADMINISTRATIVOS Factibilidad Un estudio se justifica si se cuenta con los recursos, tiempo, tecnología y conocimientos para poder llevarlo a cabo. Viabilidad REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. Sabino C: El proceso de investigación. Venezuela: Editorial Panapo, 1992. Méndez-Ramírez I, Namihira-Guerreo D, Moreno-Altamirano L et al.: El Protocolo de Investigación. Lineamientos para su elaboración y análisis. México: Trillas, 1984. León-Hernández S, Lara-Padilla E, Camarena-Olmedo J: El protocolo de investigación clínica. México: Distribuidora y Editora Mexicana, S.A. de C.V., 2003. Ruiz A, Morillo LE: Epidemiología clínica, investigación clínica aplicada. Colombia: Editorial Médica Panamericana, 2004. Fernández-Fernández S, Cordero-Sánchez JM, Córdoba-Largo A: Estadística descriptiva, 2ª ed. España: Esic Editorial, 2002. Hernández-Sampieri R, Fernández-Collado C, Baptista-Lucio MP: Metodología de la investigación, 5ª ed. México: McGraw Hill/ Interamericana Editores, S.A. de C.V., 2010. Salkind NJ.: Métodos de investigación, 3ª ed. México: Prentice Hall Hispanoamericana, S.A., 1999. Namakforoosh MN: Metodología de la investigación, 2ª ed. México: Limusa, 2005. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. Gómez MM: Introducción a la metodología de la investigación científica. Argentina: Editorial Brujas, 2006. Castillo-Sánchez M: Guía para la formulación de proyectos de investigación. Colombia: Cooperativa Editorial Magisterio, 2004. Bhandari M, Joensson A: Clinical research for surgeons. USA: Georg Thieme Verlag, 2009. Rothman KJ: Epidemiology: An introduction, 2nd ed. UK: Oxford University Press, 2012. Friedman LM, Furberg CD, DeMets DL: Fundamentals of clinical trials, 4th ed. USA: Springer, 2010. Haynes RB, Sackett DL, Guyatt GH et al.: Clinical epidemiology. How to do clinical practice research, 3rd ed. USA: Lippincott Williams and Wilkins, 2006. De Brun CP, Smith N: Searching skills toolkit: Finding the evidence. USA: John Wiley & Sons Incorporated, 2013. De la Cuesta-Benjumea C: ¿Por dónde empezar?: la pregunta en investigación cualitativa. Enfermería Clínica 2008;18(4): 205-210. ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. 150 • Tratado de cirugía general Capítulo 20 Contraste o comprobación de una hipótesis Abraham Pulido Cejudo, Mario Guzmán Gutiérrez, Abel Jalife Montaño Preguntas clave 1. ¿Qué es una hipótesis? 2. ¿Cómo se pueden clasificar las variables? 3. ¿Qué hacer para evaluar una variable dimensional? 4. ¿Qué hacer para evaluar una variable ordinal? 5. ¿Qué hacer para evaluar una variable nominal? 6. ¿Qué es valor alfa? 7. ¿Qué es un error tipo I? 8. ¿Qué es valor beta? 9. ¿Qué es un error tipo II? 10. ¿Qué es intervalo de confianza? En términos generales, las variables se pueden dividir en dimensional, nominal y ordinal; según lo anterior, variarán sus escalas y formas en que es posible medirlas para llevar a cabo los análisis estadísticos adecuados.1-3 En el caso que el estudio utilice una variable llamada dimensional: © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. INTRODUCCIÓN Por hipótesis se debe entender la forma en que se presume un desenlace de investigación. En ella se interrelacionan las variables independientes, con las dependientes y se menciona la forma en que se medirán los resultados posibles. La respuesta a cómo comprobar la hipótesis radica al inicio en la manera de plantearla; quiere decir que si se ha hecho lo correcto al determinar las variables independiente, dependiente y forma de medir los resultados dentro de la hipótesis, ésta indicará de inmediato las herramientas a utilizar, para poder comprobarla. Los resultados obtenidos podrán hacer aceptar la hipótesis, rechazarla, o bien modificarla o aumentar el tamaño de la muestra para darle más potencia; las tres son válidas, pero el enfoque de este apartado será a la selección de herramientas según sea el caso del estudio. Con ello se sabrá si utilizará herramientas métricas, paramétricas o ambas, según sea el caso. Para determinar lo anterior, se deben recordar aspectos básicos sobre cómo seleccionar y usar cada herramienta, con base en el tipo de variables a estudiar según su escala de medición, número de grupos a evaluar, tipo de mediciones y tipos de escalas, entre otras variables, que se desarrollan a continuación. Una vez que se seleccione la forma de medir, el lector deberá remitirse a los capítulos de cada herramienta en particular, en donde se establecen el intervalo de confianza y los valores de Z. • Se puede usar una prueba de t de student independiente no pareada cuando se divida la muestra en dos grupos de tratamiento con individuos diferentes. • En el momento que el estudio utiliza en su diseño tres o más grupos de tratamientos con individuos diferentes, se emplea el análisis de la varianza de una vía (ANOVA). • Al evaluar los resultados antes y después de un tratamiento individual en los mismos individuos, se aplica una prueba de t de student pareada. • En la evaluación de múltiples tratamientos en los mismos individuos, el análisis de la varianza de una vía (ANOVA) de pruebas repetidas es la opción. • Por último, cuando se desea evaluar la asociación entre dos variables, la correlación de Pearson y regresión lineal son pruebas útiles. Si la variable es ordinal: • Al establecer en el estudio a individuos diferentes con dos grupos de tratamiento, la prueba de U de MannWhitney es la opción. 151 ERRNVPHGLFRVRUJ (Capítulo 20) • La prueba de Kruskal-Wallis se usa en el caso de tres o más grupos de tratamientos en individuos diferentes. Si se quiere la evaluación de un tratamiento antes y después en los mismos individuos, la prueba debe ser de Wilcoxon. • Cuando son los mismos individuos con múltiples tratamientos, es útil la prueba de Friedman. • En al caso de querer evaluar la posible asociación entres dos variables, se usa la correlación de Spearman.4,5 En las variables de tipo nominal: La prueba de X2 aporta su utilidad en dos situaciones: a) Individuos diferentes en dos grupos de tratamiento. b) Individuos distintos en tres o más grupos de tratamiento. En el caso de que se trate del mismo grupo de sujetos y lo que se quiere evaluar son los resultados antes y después de un tratamiento, se aplica la prueba de McNemar. Por el contrario, si se desea evaluar el resultado de múltiples tratamientos en los mismos individuos, la Q de Cochrane es la más acertada. Por último, los coeficientes de contingencia son de utilidad al querer evaluar la posible asociación entre dos variables. Una vez que se ha seleccionado la prueba estadística más útil, según sea la metodología, se requiere asignar el grado de significancia estadística de la prueba, que se conoce como valor alfa (Į); la posibilidad de cometer el error tipo I, consistente en aceptar que hay diferencias cuando no las hay. Por lo habitual, el valor es de 0.05 (puede seleccionarse hasta 0.01 y 0.005, según el tamaño de la muestra y necesidad de mostrar diferencias). Este valor establece la posibilidad de que el resultado esté dado por el azar. El valor de ȕ le da “potencia” a las pruebas estadísticas y expresa la posibilidad de encontrar diferencias cuando se dice que no las hay. Se relaciona con el error tipo II, que es no aceptar diferencias cuando sí las hay. Se encuentra relacionado de forma íntima con el tamaño de la muestra. El intervalo de confianza se debe de usar en 95%, para fortalecer la metodología del estudio. Esto quiere decir que se reduce a un 5% como máximo la posibilidad de que los resultados se deban al azar.6,7 vía (ANOVA). Al evaluar los resultados antes y después de un tratamiento individual en las mismas personas, se aplica una prueba de t de student pareada. 4. Para evaluar una variable ordinal se emplea la prueba de U de Mann-Whitney cuando existan individuos diferentes con dos grupos de tratamiento y la prueba de Kruskal-Wallis en el caso de tres o más grupos de tratamientos en sujetos diferentes. Si se quiere evaluar un tratamiento antes y después en las mismas personas, se aplica la prueba de Wilcoxon. Cuando se utilizan a los mismos individuos con múltiples tratamientos, es útil la prueba de Friedman. En el caso de querer evaluar la posible asociación entres dos variables, se aplica la correlación de Spearman. 5. Para evaluar variables nominales, la prueba de X2 es útil en dos situaciones: a) individuos diferentes en dos grupos de tratamiento, y b) en sujetos distintos en tres o más grupos de tratamiento. En el caso de que se trate del mismo grupo de personas y lo que se quiera evaluar sean los resultados antes y después de un tratamiento, se usa la prueba de McNemar. Por el contrario, si se desea evaluar el resultado de múltiples tratamientos en los mismos individuos, la Q de Cochrane es la más acertada. Por último, los coeficientes de contingencia son de utilidad al querer evaluar la posible asociación entre dos variables. 6. El valor de alfa por lo general es de 0.05 y corresponde a la posibilidad de cometer el error tipo I. Se deben plantear los valores que dan certidumbre de “potencia estadística” al estudio. 7. Un error tipo I es aceptar que hay diferencias cuando no las hay. 8. El valor beta expresa la posibilidad de encontrar diferencias cuando se dice que no las hay y se relaciona con el error tipo II. 9. Un error tipo II es no aceptar diferencias cuando sí las hay. 10. Se llama intervalo de confianza a las cifras de distribución (separación) de los resultados obtenidos con respecto al promedio o media estadística; se asume de 95%. RESUMEN COMPETENCIAS ADQUIRIDAS 1. La forma en que se presume un desenlace de investigación es una hipótesis. En ella se interrelacionan las variables independientes con las dependientes y se menciona la forma en que se medirán los resultados posibles. 2. Las variables se pueden dividir en dimensional, nominal y ordinal. 3. Para evaluar una variable dimensional se puede utilizar una prueba de t de student independiente no pareada cuando la muestra se divida en dos grupos de tratamiento con individuos diferentes. Cuando el estudio utiliza en su diseño tres o más grupos de tratamientos con sujetos distintos, se emplea el análisis de la varianza de una La forma de comprobar una hipótesis es la esencia de un estudio. Se trata de poder verificar lo planteado como una posible solución a la investigación o, por el contrario, rechazarla. Sin embargo, existe una tercera posibilidad: con base en resultados, reorientar la metodología para iniciar otro estudio con cambios. Es importante destacar que la hipótesis es el planteamiento de cómo se relacionan las variables, a fin de establecer un posible desenlace a la duda de investigación, al igual que la forma en que serán medidas las variables. Las pruebas estadísticas a usar y de fuerza de la investigación se relacionan de modo directo con la forma de plantear la hipótesis, teniendo como base el tipo de variables. De aquí se desprende el hecho de que las variables determinan, junto con la hipótesis, qué pruebas deberán usarse. Es habitual que se asignen el ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. 152 • Tratado de cirugía general Contraste o comprobación de una hipótesis • 153 valor estadístico y la potencia a los estudios, dependiendo del tamaño de muestra, así como las pruebas estadísticas; todo esto, para poder evitar cometer errores posibles, inherentes a estudios clínicos. En el desarrollo de este segmento se darán los conceptos y forma en que se comprueban las hipótesis en los estudios. REFERENCIAS 1. 2. 4. 5. 6. 7. Argimon-Pallás J: Métodos de investigación clínica y epidemiológica, 3a ed. Elsevier. 2000:159-237. Betz MA, Gabriel KR: Type IV errors and analysis of simple effects. Journal of Educational Statistics 1978;3:121-144. Mitroff II, Featheringham TR: On systemic problem solving and the error of the third kind. Behavioral Science 1974;19:383-393. Christensen H: Estadística paso a paso, 3a ed. México: Trillas, 1994. © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. 3. Fernández-Fernández S: Estadística descriptiva, 2a ed. España: ESIC Editorial, 2002:13-43. Ross SM: Introducción a la estadística, 2a ed. México: Reverte, 2007:385-671. Dawson B: Bioestadística médica, 4a ed. México: El Manual Moderno, 2005:7-251. ERRNVPHGLFRVRUJ Capítulo 21 Pruebas estadísticas, ¿cuál usar?, ¿para qué sirven?, ¿cómo interpretarlas? Felipe Rafael Zaldívar Ramírez, Vanessa Ortiz Higareda, Mario Guzmán Gutiérrez Preguntas clave 1. ¿Qué son las pruebas estadísticas? 2. ¿Qué se evita al utilizar una prueba estadística? 3. ¿Cuál es el objetivo de la estadística inferencial? 4. ¿Cuál es el momento apropiado de un estudio para determinar el tipo de estadística a utilizar? 5. ¿Qué consideraciones fundamentales deben guiar en la selección de prueba estadística apropiada para la prueba de hipótesis? 6. ¿Qué son variables cuantitativas? 7. ¿Qué son variables categóricas? 8. ¿Qué significa tener la misma varianza? 9. ¿Qué son muestras dependientes (pareadas o relacionadas)? 10. ¿Para qué se utiliza el análisis de regresión? Cada prueba estadística de análisis se emplea en función del diseño de investigación que se haya seleccionado, para comprobar si los resultados son verificables a partir de la hipótesis general de investigación. INTRODUCCIÓN La crítica científica de las ideas, hipótesis y teorías permite mejorar el conocimiento científico, el cual está sujeto a revisión, estudio y modificación por otros grupos médicos. El conocimiento es dinámico y no puede ser absoluto, dogmático o autoritario. El método científico es base fundamental de la elaboración de cualquier protocolo de investigación y se deberá cumplir de manera integral con cada una de sus normas elementales; en especial, en seres humanos. Para ello es necesario seguir reglamentos nacionales e internacionales bajo la supervisión de comités de investigación y ética de diferentes instituciones del país. Las pruebas estadísticas son los medios matemáticos de comprobar o refutar una hipótesis de trabajo, y presentar los resultados de tal manera que otros investigadores puedan corroborarlos, así como evaluar si la magnitud de diferencias o fuerza de asociación en el estudio son significativas; ello permite a la comunidad científica valorar si los resultados obtenidos son útiles y trascendentes. Así, la estadística es una herramienta que evita presentar datos imprecisos, valoraciones subjetivas y términos como “tantito”, “mucho”, “poco”, “mejor” o “peor”, al evaluar una prueba diagnóstica, tratamiento o técnica quirúrgica. Los principales diseños en la investigación médica se pueden dividir en dos grandes grupos: estudios observacionales y de intervención. En la evaluación de un protocolo de estudio, el testimonio oral es la prueba más débil para lograr un conocimiento real, situación aprovechada por los publicistas para inundar los medios de comunicación de “productos milagro”, pero pueden ser la base para elaborar estudios bien diseñados para valorar una planta o fármaco que en realidad sea benéfico para la salud. El caso clínico o serie de casos son diseños simples, débiles, basados en la observación y descripción de un evento, pero con un intento de asociación capaz de generar una hipótesis clínica, terapéutica o etiológica. Investigadores y organizaciones suelen utilizar pruebas de ensayos controlados aleatorios para determinar la eficacia de un tratamiento o la intervención en condiciones ideales. Los diseños observacionales se utilizan a menudo para medir la eficiencia de una intervención en escenarios del “mundo real”, en un intento de dar una estimación objetiva sobre si un tratamiento es más eficaz o más seguro que otro para una población particular.1 154 ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. ESTUDIOS OBSERVACIONALES Pruebas estadísticas, ¿cuál usar?, ¿para qué sirven?, ¿cómo interpretarlas? • 155 Los estudios de casos y controles son de diseño observacional, retrospectivo y analítico, que puede ser longitudinal o transversal. El investigador limita su participación a ordenar la información habiendo ya ocurrido los hechos que dieron origen a un evento. Este diseño busca determinar la frecuencia de exposición a la(s) variable(s) independientes(s) entre individuos afectados “casos”; esto se comparará con un grupo de individuos libres de la presencia de enfermedad denominados “controles”.2 El estudio transversal (descriptivo transversal, de corte transversal, encuesta, estudio epidemiológico o de encuesta) es observacional y describe la relación entre variables en un momento específico. Se utiliza para conocer la prevalencia de una enfermedad, pero también para determinar la sensibilidad y especificidad de un método diagnóstico, o establecer valores de referencia en una variable biológica. El estudio de cohorte por lo general presenta un diseño observacional, longitudinal, prospectivo y analítico. El investigador no puede manipular la variable independiente y se basa en el seguimiento (tiempo) de uno o más grupos de individuos sanos que difieren entre sí por la exposición a la variable independiente y ver cuántos de estos sujetos adquieren la enfermedad.2 © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. ESTUDIOS DE INTERVENCIÓN Son estudios donde hay una intervención por parte del investigador (fármaco, cirugía, vacunas nuevas, variación de una técnica, uso de nuevos materiales, supresión de un elemento habitual, etc.) para evaluar en específico el efecto de esta intervención o maniobra; por lo general se compara contra un grupo de características similares donde se utilizarán los materiales, medios o técnicas aceptados en la práctica médica habitual para esta enfermedad. Los estudios experimentales se usan en particular para la valoración terapéutica de fármacos o intervención por parte del investigador mediante el ensayo clínico. SELECCIÓN DE UNA PRUEBA ESTADÍSTICA La mayoría de los médicos está familiarizado hasta cierto punto con medidas estadísticas descriptivas, como las de tendencia central y de dispersión (promedio, mediana, moda; desviación estándar, varianza), con el fin de reunir, organizar, resumir, analizar y presentar datos. Sin embargo, fallan en estadística inferencial, cuyo objetivo es hacer inferencias, contrastar pruebas de hipótesis, determinar relaciones y hacer predicciones. Esto no tiene por qué suceder, en especial con la amplia disponibilidad de software estadístico de fácil uso como SAS (SAS Institute Inc.), SPSS (SPSS Inc.), Stata (Stata Corporation, College Station) y Excel (Microsoft Corporation), entre otros.3 Es fundamental entender que el análisis estadístico apropiado se decide antes de comenzar el estudio, en la etapa de planificación del mismo, y con un tamaño de muestra adecua- do. Esto no se puede decidir de modo arbitrario una vez que el estudio ha terminado y concluyó la recolección de datos, buscando “a ver qué sale”, por no tener un objetivo claro desde el inicio del protocolo. En la actualidad existen más de 100 pruebas estadísticas disponibles, sin embargo, para abordar el análisis de la gran mayoría de los diseños de los protocolos médicos bastará con una tercera parte de éstas. En caso de que el lector desee profundizar sus conocimientos de variables o pruebas de mayor complejidad, se sugiere recurrir a obras dedicadas al análisis estadístico. Algunas consideraciones fundamentales pueden guiar en la selección de la prueba estadística apropiada para la prueba de hipótesis. En primer lugar, la prueba por emplear depende del tipo de pregunta de investigación. Los otros factores determinantes son tipo de variables que intervengan en el estudio, y número de grupos o conjuntos de datos involucrados en el mismo. Los siguientes esquemas, basados en seis preguntas genéricas, pueden servir de orientación: ¿EXISTE ALGUNA DIFERENCIA ENTRE MUESTRAS INDEPENDIENTES (GRUPOS NO PAREADOS)? Se requieren diferentes pruebas si lo que se busca es una diferencia entre variables cuantitativas (numéricas), cualitativas o categóricas (figura 21-1). Para las variables cuantitativas (datos numéricos) es necesario establecer si los valores obtenidos siguen los parámetros de la curva de distribución normal (curva de Gauss), en cuyo caso se aplicarán las pruebas paramétricas.4 Para saber si la distribución de la variable es normal o no, se deben aplicar pruebas de normalidad (p. ej., las pruebas de Kolmogorov-Smirnov, Shapiro-Wilk o bondad de ajuste), en lugar de hacer suposiciones. Otro requisito para el correcto uso de las pruebas paramétricas es que las muestras tengan la misma varianza, es decir, provengan de la misma población; que las observaciones dentro de un grupo sean independientes, y que las muestras se obtengan al azar de ese mismo grupo.4 Si la distribución de los datos no es normal o si no se está seguro acerca de la distribución, es mejor utilizar pruebas no paramétricas. En el caso de comparar los valores de dos grupos (medias para las pruebas paramétricas y medianas para las no paramétricas), si se obtiene un valor de p estadísticamente significativo (por lo general p < 0.05), se rechaza la hipótesis nula de no diferencia o no relación; por lo tanto, las diferencias observadas son significativas en lo estadístico. Para los datos categóricos, la prueba de X2 de Pearson (jicuadrado o chi-cuadrado) permite contrastar si existe relación entre dos variables categóricas (proporciones, frecuencias) mediante una tabla de contingencia cuando se tienen datos no pareados (figura 21-2). Con este tipo de tablas es posible calcular si las variables están relacionadas. Esto es la fuerza de asociación (tamaño del efecto) o la razón de oportunidad (odds ratio). ERRNVPHGLFRVRUJ 156 • Tratado de cirugía general (Capítulo 21) Muestras independientes Paramétricas No paramétricas Comparar Datos numéricos Datos numéricos Datos categóricos 2 grupos Prueba t (t student) U de Mann-Whitney Suma de rangos Wilcoxon Chi-cuadrado Exacta de Fisher > 2 grupos ANOVA Kruskal-Wallis Chi-cuadrado Figura 21–1. Análisis para muestras independientes. Enfermedad Prueba diagnóstica Presente Ausente + A B - C D Total A+C B+D Variable cualitativa Observados Sí No A+B Enfermos A B A+B C+D Sanos C D C+D Total A+C B+D A+B+C+D A+B+C+D Figura 21–2. Ejemplos de tablas de contingencia 2 x 2. Nivel socioeconómico Uso del cinturón de seguridad Bajo Medio Alto Sí 10 20 30 No 30 18 6 Figura 21–3. Ejemplo de tabla de 2 x 3. ¿EXISTE UNA DIFERENCIA ENTRE MUESTRAS DEPENDIENTES (PAREADAS O RELACIONADAS)? Se habla de muestras dependientes cuando los datos se obtienen de mediciones repetidas a través del tiempo en el mismo grupo de individuos (antes-después). Por ejemplo, cuando en un grupo de diabéticos se aplica un nuevo fármaco y se mide la glucosa antes y después de la puesta. Cuando el mismo sujeto no puede ser su propio control, los pacientes se emparejan de forma deliberada antes de administrar el tratamiento o maniobra, para que coincidan las características basales entre grupos, como edad, sexo, gravedad o duración de la enfermedad. En ambos casos, al igual que en el punto anterior, la elección de la prueba estadística dependerá del tipo de variable estudiada (cuantitativa o cualitativa), distribución y número de grupos estudiados (figura 21-4). ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Cuando el número de observaciones en alguna de las casillas (A, B, C, D) es menor que cinco, se prefiere el test de Fisher para calcular de manera exacta la probabilidad. Al comparar más de dos conjuntos de datos numéricos, se utiliza la prueba de análisis múltiple de la varianza (ANOVA) o su equivalente no paramétrico, que es la prueba de Kruskal-Wallis. Si se obtiene un valor de p estadísticamente significativa (por lo general significa p < 0.05), sólo entonces se aplica una prueba post hoc (“después de”, en latín) para determinar con exactitud entre qué grupos radica la diferencia. De manera básica, las pruebas post hoc son un conjunto de pruebas t individuales, comparando el grupo 1 con el grupo 2; grupo 1 con el grupo 3; grupo 2 con el grupo 3, y así de manera sucesiva; esto indica entre qué grupos existen diferencias significativas. Las pruebas post hoc más usadas son las de Bonferroni (uno de los análisis más estrictos), Duncan, Tukey, Scheffé y LSD (del inglés Least Significant Difference); esta última, ideada por Fisher.5,6 Aplicando de forma repetida la prueba de t o su equivalente no paramétrico el test de Mann-Whitney a una situación de grupo múltiple, aumenta la posibilidad de rechazar de modo incorrecto la hipótesis nula. Para analizar los datos categóricos (variables cualitativas) se utilizan tablas de contingencia de 2 x 3, 3 x 3, etcétera, para marcar las diferencias entre grupos. Los valores observados son los datos recabados del estudio agrupados en categorías excluyentes. Es decir, un individuo no puede estar en dos categorías de forma simultánea. Como norma general, se exige que 80% de las celdas en una tabla de asociación tenga valores esperados mayores de 5 (figura 21-3). Pruebas estadísticas, ¿cuál usar?, ¿para qué sirven?, ¿cómo interpretarlas? • 157 Muestras pareadas Paramétricas Ingesta de carbohidratos (g) Glucosa sérica 100 70 125 83 No paramétricas Comparar Datos numéricos Datos numéricos Datos categóricos 150 88 2 grupos t de muestras pareadas Suma de rangos Wilcoxon McNemar 175 94 > 2 grupos ANOVA medidas repetidas ANOVA de Friedman Q de Cochran 200 96 250 105 300 115 350 117 Figura 21–4. Análisis para muestras pareadas. © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. ¿HAY ALGUNA ASOCIACIÓN ENTRE VARIABLES? Cuando se quiere medir la relación entre dos o más variables, se habla de dos tipos de análisis: regresión y correlación. El análisis de regresión se emplea para establecer los cambios en Y, en función de la variable X (regresión simple o univariante). Por ejemplo, se quiere saber cómo se modifican los niveles séricos de glucosa, en función de la administración oral de carbohidratos, así, con base en un análisis de regresión, es posible inferir los niveles de glucosa sérica después de la administración creciente de carbohidratos por vía oral (figura 21-5). R2 es la fuerza de la relación entre dos variables.7 También es útil establecer la relación de la variable Y con múltiples variables X1, X2, X3, etcétera (regresión múltiple o multivariante), por ejemplo, tomando como base la figura 215, además del consumo de carbohidratos, se pueden añadir al modelo glucosa basal, horas de ayuno previo y dosis de insulina, entre otros factores. Por lo general se utilizan en un contexto de un estudio prospectivo o experimental. El modelo de explicación en ambos casos es lineal y permite hacer un pronóstico de un valor (tendencia). Por otro lado, el análisis de la correlación pretende medir la intensidad o fortaleza de dicha relación, así como la proximidad de los puntos a la línea (recta) de regresión, y acostumbra hacerse en el contexto de un estudio retrospectivo u observacional. 7 Estas son pruebas de correlación y expresan la fuerza de la asociación como un coeficiente de correlación. Todos los Regresión lineal simple Ingesta de carbohidratos Todo lo anterior tiene por objeto establecer si entre las muestras estudiadas existe una diferencia significativa en lo estadístico, lo que se reflejara en el valor de p. Se debe recordar que una prueba de una cola calcula la posibilidad de desviación de la hipótesis nula en una dirección específica, mientras que una prueba de dos colas calcula la posibilidad de desviación de la hipótesis nula en cualquier dirección. Cuando la intervención A se compara con la intervención B en un ensayo clínico, la hipótesis nula asume que no hay diferencia entre las dos intervenciones. La desviación de esta hipótesis se puede producir en favor de cualquiera de las intervenciones en una prueba de dos colas; pero en una prueba de una cola, se presume que sólo una intervención puede mostrar superioridad sobre el otro. Aunque para un determinado conjunto de datos, una prueba de una cola devolverá un valor de p menor que una prueba de dos colas, este último se prefiere por lo general, a menos que haya un caso hermético para la prueba de una cola. 400 y= 5.3035x - 302.88 R2= 0.9453 300 200 100 0 60 70 80 90 100 110 120 Glucosa sérica Figura 21–5. Análisis de regresión univariante. coeficientes de correlación varían en magnitud de 0 (ninguna correlación en absoluto) a 1 (correlación perfecta). Una perfecta correlación puede indicar, pero no significa de manera necesaria causalidad. Una correlación inversa entre dos variables se representa por un signo menos (figura 21-6). El análisis de regresión lineal puede predecir la variable dependiente con base en un valor dado de la variable independiente. La odds ratio y riesgos relativos expresan la relación entre los datos categóricos que se puede resumir como una tabla de contingencia 2 × 2. La regresión logística es en realidad un método de análisis multivariante que expresa la fuerza de la asociación entre una variable dependiente binaria, y dos o más variables independientes, como odds ratio ajustados (figura 21-7). Cuando se busca un factor de riesgo que desencadena un efecto, el análisis se realizará de acuerdo con las variables que se desean asociar. Con la regresión logística múltiple se estudia la relación de una o más variables independientes con una variable dependiente cualitativa dicótoma. Una variable dicótoma sólo admite dos categorías que definen opciones o caCorrelación perfecta Y ERRNVPHGLFRVRUJ Correlación negativa (pendiente -) Y r = - 1.00 Correlación negativa (pendiente +) r = 1.00 X Figura 21–6. Correlación perfecta. X 158 • Tratado de cirugía general (Capítulo 21) Dependiente Independiente Datos numéricos Coeficiente de correlación intraclase (método cuantitativo) Prueba ji-cuadrada (odds ratio) Regresión logística Dos grupos: prueba t > 3 grupos: ANOVA Categórica Categórica Categórica Numérica Numérica Categórica Correlación Spearman Numérica Numérica Regresión log lineal Figura 21–7. Análisis para asociar dos variables. racterísticas excluyentes de forma mutua u opuestas, como sí-no, 0-1, acierto-error, fuma-no fuma, vivo-muerto, entre otras categorías posibles (figura 21-8). ¿EXISTE CONCORDANCIA ENTRE LOS OBSERVADORES DE UN CONJUNTO DE DATOS? En cualquier estudio de investigación, una cuestión clave es la fiabilidad de los procedimientos de medida empleados. En los estudios clínicos, ni el más elegante de los diseños sería capaz de paliar el daño causado por un sistema de medida poco confiable. De forma tradicional se ha reconocido una fuente importante de error de medida, la variabilidad existente entre observadores. En la literatura clínica hay una gran tradición de usar el coeficiente de correlación lineal para evaluar la concordancia entre variables continuas; sin embargo, esto es incorrecto: dicho coeficiente mide correlación (fuerza y dirección de una relación lineal) y no concordancia (hasta qué punto los observadores coinciden en su medición).8 Como se ve en la figura 21-9, este acuerdo entre variables numéricas se puede expresar de modo cuantitativo a través del coeficiente de correlación intraclase, o de forma gráfica mediante la construcción de una gráfica de Bland y Altman. En el caso de datos categóricos, se utiliza con frecuencia la prueba de Kappa-Cohen o índice de Kappa (que varía de 0, ningún acuerdo en absoluto, a 1 para el acuerdo perfecto) (figura 21-10). Se espera una concordancia fuerte cuando el valor de K es mayor que 0.7 (figura 21-11). Buscando el factor de riesgo Dependiente Independiente Prueba Categórica Categórica Regresión log múltiple Numérica Categórica ANOVA Numérica Numérica Regresión log lineal Figura 21–8. Asociación de factor de riesgo. Datos categóricos Kappa-Cohen Gráfica Bland-Altman (método gráfico) Figura 21–9. Concordancia entre observadores. ¿SE TIENEN CAMBIOS EN EL TIEMPO EN LA SUPERVIVENCIA DE LA MUESTRA? Esta pregunta es específica para el análisis de supervivencia, donde el resultado final para este tipo de análisis podría ser la muerte o cualquier evento que pueda ocurrir después de cierto tiempo, y se caracteriza por la censura de datos. Ello significa que una proporción considerable de sujetos del estudio original puede no alcanzar el punto final en el momento en que termine la investigación (figura 21-12).9 Los conjuntos de datos para las tendencias de supervivencia siempre son considerados como no paramétricos. En el caso de dos grupos se aplicarán las pruebas de Kaplan-Meier (que puede ayudar a calcular la probabilidad de supervivencia de un individuo en la muestra), Cox-Mantel, Gehan (Wilcoxon generalizada) o log-rank.9 En el caso de más de dos grupos, las pruebas de mortalidad-prevalencia de peto o de log-rank se aplican para buscar diferencias significativas entre las tendencias de tiempo y evento hasta que termine el estudio. ¿SE QUIERE VALORAR UNA PRUEBA DIAGNÓSTICA? En pocas ocasiones se cuenta con un signo o síntoma que sea patognomónico para diagnosticar una enfermedad específica. Por lo habitual, el médico debe auxiliarse en diversos métodos de apoyo al diagnóstico, y conforme avanza la tecnología y conocimiento, van surgiendo nuevas pruebas diagnósticas. Valorar una prueba diagnóstica es uno de los diseños de investigación más utilizados en medicina para compararlo con el medio aceptado como estándar, a fin de ver si es de mayor utilidad, más económico, más fácil de aplicar e interpretar, o si permite detectar recurrencias de la enfermedad. Se llamará prueba diagnóstica al proceso tecnológico (laboratorio, gabinete, microscopia, biopsia, etc.) que pretende encontrar una condición determinada (enfermedad, recurrencia, etc.), no susceptible de ser observada de manera directa con la exploración clínica (con alguno de los cinco sentidos). En este tipo de diseños se debe aplicar un conjunto de indicadores estadísticos, que incluyen sensibilidad, especificidad, valores predictivos, razón de verosimilitud e índice de Youden.10-11 Con estos datos es posible realizar pruebas de tamiz o escrutinio, es decir, aplicar la prueba en población asintomática o a un grupo de la población en riesgo para diagnosticar un padecimiento cuya morbimortalidad pueda disminuirse si la entidad se detecta y trata de manera oportuna. También es factible establecer valores de los límites de normalidad y útiles (crítico) para el diagnóstico de un pade- ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Asociación de dos variables Pruebas estadísticas, ¿cuál usar?, ¿para qué sirven?, ¿cómo interpretarlas? • 159 Datos en un estudio de concordancia Datos hipotéticos de clasificación de 100 biopsias de tiroides Observador 2 Observador 1 1 2 … C Patólogo 2 Total 1 X.1 Patólogo1 Anormal Dudosa Normal Total 2 X.2 Anormal 18 4 3 25 … … Dudosa 1 10 5 16 C X.C Normal 2 4 53 59 n Total 21 18 61 100 Total X.1 X.2 … X.C Figura 21–10. Formato de presentación de datos en un estudio de concordancia y ejemplo. Valoración del índice Kappa Valor de k Fuerza de la concordancia < 0.20 Pobre 0.21 a 0.40 Débil 0.41 a 0.60 Moderada 0.61 a 0.80 Buena 0.81 a 1.00 Muy Buena Figura 21–11. Valoración del índice de Kappa. Quimioterapia + cirugía % sobrevida pacientes © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Ejemplo Kaplan-Meier (tumor hepático) Sólo cirugía Tiempo (meses) Figura 21–12. Kaplan-Meier. ERRNVPHGLFRVRUJ 160 • Tratado de cirugía general (Capítulo 21) EPÍLOGO No es posible referenciar todas las pruebas estadísticas en un capítulo y mucho menos desarrollar todas sus fórmulas y variantes, sin embargo, los esquemas esbozados pretenden ayudar a seleccionar la prueba correcta en la mayoría de los estudios observacionales y de intervención. Tan importante se ha vuelto la estadística en la práctica médica, que es difícil encontrar un artículo donde no se haga referencia a alguna de tales pruebas. En casi todas las universidades del país hay departamentos dedicados a esta enseñanza, donde se ofrecen cursos básicos y avanzados para difundir estas herramientas de apoyo al médico. Es tal la necesidad, que en varios hospitales e institutos tienen sus propios departamentos de investigación y estadística, donde se puede solicitar apoyo para elaborar un protocolo. Es importante recordar que no hay sustituto para la práctica en un trabajo de investigación real, donde hay una pregunta que se desea resolver. En la mayoría de los casos es preferible buscar el asesoramiento de un estadístico, a fin de aprender los matices de la prueba de hipótesis estadística y no abandonar la idea ante el cúmulo de requisitos para llevar a cabo una investigación. COMPETENCIAS ADQUIRIDAS 1. Las pruebas estadísticas son los medios matemáticos para comprobar o refutar una hipótesis de trabajo y presentar los resultados de manera tal que otros investigadores puedan corroborarlos, así como evaluar si la magnitud de las diferencias o fuerza de asociación en el estudio son significativas. 2. Al utilizar una prueba estadística como una herramienta matemática se evita presentar datos imprecisos, valoraciones subjetivas y términos como “tantito”, “mucho”, “poco”, “mejor” o “peor”, al evaluar una prueba diagnóstica, tratamiento o técnica quirúrgica. 3. El objetivo de la estadística inferencial es para contrastar pruebas de hipótesis, determinar relaciones y hacer predicciones. 4. Es fundamental entender que el análisis estadístico apropiado se decide antes de comenzar el estudio, en la etapa de planificación y con un tamaño adecuado de muestra. 5. Las consideraciones fundamentales que guían para seleccionar la prueba estadística apropiada, como es la prueba de hipótesis, depende del tipo de pregunta de investigación. Otros factores determinantes son el tipo de variables que intervengan en el estudio, y número de grupos o conjuntos de datos involucrados en la investigación. 6. Las pruebas cuantitativas se expresan como datos numéricos. 7. Las variables categóricas son las que se expresan de manera cualitativa. 8. Tener la misma varianza significa que los datos provengan de la misma población, que las observaciones dentro de un grupo sean independientes y que las muestras se obtengan al azar de esta misma población. 9. Las muestras dependientes, pareadas o relacionadas, son cuando los datos se obtienen de mediciones repetidas a través del tiempo en el mismo grupo de individuos (antes-después). 10. El análisis de regresión se utiliza para establecer los cambios en Y, en función de la variable X (regresión simple o univariante). RESUMEN Sensibilidad Curva ROC Excelente prueba diagnóstica (ABC = 1) Buena prueba diagnóstica (ABC = 0.80) De regular a mala prueba diagnóstica (ABC < 0.75) Especificidad Figura 21–13. Curva ROC. ABC: área bajo la curva. Estadística es la recopilación e interpretación de datos numéricos, con el objetivo final de llegar a conclusiones. Es una tarea compleja que se facilita en gran medida cuando se tienen las herramientas adecuadas y conocimientos necesarios. El presente capítulo es una guía básica para iniciar el análisis de datos que utilizan en su mayoría los protocolos realizados en la medicina para el cirujano que no ha tenido oportunidad durante su formación de estar en contacto con este mundo y que en varias ocasiones lo siente tan distante de su práctica quirúrgica habitual. Al tener la inquietud de exponer observaciones propias y compararlas con otros grupos quirúrgicos, se entiende la importancia de contar con bases estadísticas para llegar a conclusiones que puedan ser de utilidad en la comunidad científica. La estadística descriptiva incluye reunir, organizar, resumir, analizar y presentar datos. La estadística inferencial tiene que ver con inferir datos, probar hipótesis, determinar relaciones o hacer predicciones. ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. cimiento, a través de diversos medios, como la curva ROC (figura 21-13). Pruebas estadísticas, ¿cuál usar?, ¿para qué sirven?, ¿cómo interpretarlas? • 161 REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. 5. 7. 8. 9. 10. 11. ción: bioestadística y bioinformática en ciencias médicas y de la salud, 2ª ed. México: McGraw Hill, 2014:333-346. Núñez E, Steyerberg EW, Núñez J: Estrategias para la elaboración de modelos estadísticos de regresión. Rev. Esp. Cardiol. 2011;64:501-507. McHugh ML: Interrater reliability: the kappa statistic. Biochemia Medica 2012;22:276-282. López-Alvarenga JC, Barra-Martínez R, Moreno-López LM: Capítulo 34: Análisis de supervivencia. En: Metodología de la investigación: bioestadística y bioinformática en ciencias médicas y de la salud, 2ª ed. México: McGraw Hill, 2014;385-396. Macaskill P, Gatsonis C, Deeks JJ et al.: Chapter 10: Analysing and Presenting Results. In: Cochrane Handbook for Systematic Reviews of Diagnostic Test Accuracy Version 1.0. Deeks JJ, Bossuyt PM, Gatsonis C (eds.). The Cochrane Collaboration, 2010 <http://srdta.cochrane.org/>. 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Las tres partes son necesarias para apoyar un buen argumento.2 Con el propósito de expresar de forma escrita un buen argumento es indispensable la estructuración no sólo de la idea de la investigación sino de todos los pasos del proceso metodológico de la investigación.3 En el artículo científico, una buena argumentación por lo general va precedida de un sólido planteamiento del problema de investigación, una lectura concienzuda de la literatura existente y un eficiente diseño metodológico y análisis estadístico. &,58*Ë$&,(17Ë),&$< %$6$'$(1(9,'(1&,$6 La cirugía científica es la aplicación del método científico sobre el quehacer quirúrgico para beneficio del profesional de la salud involucrado en el área y el paciente quirúrgico. A fin de progresar en la ciencia es esencial llevar a cabo tareas de investigación o al menos revisar artículos publicados. Ambas cosas implican un trabajo intelectual que requiere de lectura y procesamiento crítico de literatura quirúrgica (científica) publicada. Los beneficios de esto no se limitan al paciente quirúrgico sino al mismo cirujano académico y profesional. Al aplicar el nuevo conocimiento adquirido con un juicio y pensamiento críticos, en definitiva se puede mejorar la práctica clínico-quirúrgica. A esta aplicación consciente, explícita y con juicio de evidencia científica y experiencia personal en relación con el abordaje, diagnóstico, tratamiento o pronóstico de un paciente quirúrgico, se le conoce como cirugía basada en evidencias (CBE).1 Dado que para practicar CBE se necesita de lectura obligada de literatura científica y/o la elaboración de un proyecto científico de investigación, es importante conocer la anatomía de un proyecto (metodología de la investigación), así como su análisis matemático (bioestadística). /$(6758&785$,05<' El artículo científico en las ciencias quirúrgicas ha evolucionado con el tiempo. Desde un escrito sólo descriptivo en forma de carta a principios del siglo XVII hasta una estructura 162 ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 1. ¿Qué es cirugía científica? 2. ¿Qué es estructura IMRYD? 3. ¿Qué son “resultados” de un estudio? 4. De acuerdo con la UNESCO, ¿cuál es la finalidad esencial de una publicación científica? 5. ¿Qué tipo de escalamiento tiene la variable “tiempo operatorio”? 6. ¿Qué tipo de medida de tendencia central se recomienda para resumir una variable con un escalamiento dimensional continuo? 7. ¿Qué tipo de representación gráfica se aconseja para demostrar la correlación lineal entre dos variables dimensionales? 8. ¿Qué tipo de representación gráfica se sugiere para contrastar/comparar distintas variables entre diferentes pacientes o técnicas quirúrgicas? 9. ¿Cuál es la función más importante de la “discusión”? 10. ¿Cuáles son los dos elementos centrales de la “discusión”? ¿Cómo hacer una discusión y escribir los resultados? • 163 estandarizada conocida como introducción, métodos, resultados y discusión (IMRYD).4,5 Desde su origen, en 1665, el artículo científico ha pasado por varios cambios. Al inicio era en forma de carta o escrito de un solo autor, gentil, que incluía varios asuntos al mismo tiempo. El reporte formal experimental era descriptivo y los eventos se presentaban en orden cronológico. Hoy en día, el artículo científico es una combinación de la formalidad metodológica con la discusión crítica de los resultados. La descripción del “método” se desarrolló durante la segunda mitad del siglo XIX bajo la estructura de “teoría-experimento-discusión”. Posterior a la Segunda Guerra Mundial, la estructura de IMRYD apareció durante conferencias científicas internacionales, pero fue adoptada y recomendada por el Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas, mejor conocido como el Grupo de Vancouver, hasta finales del decenio de 1970. Si bien la estructura inició y predominó durante este periodo, no fue sino hasta el decenio de 1980 que la mayoría de los artículos se escribieron bajo este formato.5,6 La estructura del IMRYD recuerda los cuatro elementos básicos de la oratoria aristotélica (introducción, narración, prueba y epílogo), y contiene respuestas a varias preguntas importantes (cuadro 22-1).7,8,9 No debe extrañar que la introducción sea antes que cualquier otro paso. El marco teórico antecede al diseño y análisis de los datos. Esta regla todavía se puede simplificar aún más diciendo que para poder redactar resultados o discusión hay que leer. Un buen principio para redactar resultados y discusión es haciéndolo por imitación. ¿Cómo abordaron otros autores la misma pregunta de investigación? ¿A qué parte de sus resultados le dieron mayor importancia? ¿Qué discuten los autores respecto a la pregunta de investigación e hipótesis? © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 5(68/7$'26¢48e6((1&2175Ï" Los resultados describen de forma resumida los hallazgos encontrados por un estudio de investigación, en particular durante el análisis de los datos recolectados.10,11,12 De acuerdo con la UNESCO, la finalidad esencial de un artículo científico es la &XDGUR±(VWUXFWXUDGHO,05<' , ¢&XiOHVHOSUREOHPDRODSUHJXQWDVREUHHOWHPD" ¢FyPRVHKDFRQWHVWDGRHVWDSUHJXQWDSRURWURV DXWRUHV"¢FyPRVHKDDERUGDGR" LQWURGXFFLyQ\PDUFR WHyULFR 0 ¢&XiQGR"¢GyQGH"¢FXiQWR"¢FyPRVHSXHGH FRQWHVWDUODSUHJXQWDGHLQYHVWLJDFLyQ"¢TXpGLVHxRVH KDXWLOL]DGR"¢TXpWDPDxRGHPXHVWUDKDVLGR VX¿FLHQWH" PDWHULDOHV\PpWRGRV 5 ¢4XpVHHQFRQWUy"¢FXiOHVVRQODVFRQWHVWDFLRQHVDODV SUHJXQWDVGHLQYHVWLJDFLyQ\REMHWLYRVSODQWHDGRV" UHVXOWDGRV < ' ¢4XpVLJQL¿FDQORVUHVXOWDGRVHQFRQWUDGRV"¢TXp LPSDFWRWLHQHQORVUHVXOWDGRV"¢TXpFRQRFLPLHQWRHV QRYHGRVRXRULJLQDOFRQEDVHHQORVUHVXOWDGRV"¢FyPR HQFDMDQORVUHVXOWDGRV\KDOOD]JRVHQHOFRQRFLPLHQWR XQLYHUVDO" GLVFXVLyQ\FRQFOXVLRQHV comunicación de resultados de investigaciones, ideas y debates de una manera clara, concisa y fidedigna.13 Por ello, son el corazón del estudio y de alguna manera deben responder a la(s) pregunta(s) de investigación y objetivos planteados desde un principio. Además, deben ser objetivos y sin ninguna intención de interpretación (que necesariamente es subjetiva y corresponde al apartado de discusión). Se debe evitar la comparación con otras publicaciones o utilizar adjetivos calificativos que impliquen una opinión y dejar las conclusiones para la discusión. Con frecuencia, el investigador neófito se enfrenta con el problema de la redacción de resultados. Por lo general, el cirujano es perfeccionista y quiere demostrar no sólo habilidades académicas, teóricas y estadísticas sino hasta un refinamiento del estilo al escribir. La presentación de resultados no requiere de un amplio vocabulario científico, sólo contar una historia de cómo se respondió a la pregunta de investigación con el diseño y análisis del estudio. No se trata de un lenguaje oral escrito, no es coloquial, pero tampoco sofisticado. Refinamiento y preciosismo no deben sustituir claridad y orden de ideas. Todo lo que pueda ser agregado en el apartado de resultados y que no contribuya de algún modo a dejar las ideas de forma más clara, en definitiva confunde y “diluye” o “esconde” lo más valioso del artículo. Incluso puede exponer al autor como prueba de que carece de capacidad de discernimiento sobre qué es importante y qué irrelevante en el contexto del objetivo del artículo. Por estas razones, jamás deben mostrarse datos que no estén relacionados de forma clara con el objetivo del trabajo.5 En la investigación cuantitativa, los resultados son producto del análisis matemático estadístico. Este análisis depende del tipo de escalamiento de las variables incluidas y analizadas en el estudio. Para fines aclaratorios, se definirá la clasificación de las variables de acuerdo con su relación entre categorías adyacentes o escalamiento: 1. Variables nominales. Aquellas que no tienen un ordenamiento intrínseco entre categorías, como diferentes tipos de técnica quirúrgica, diagnósticos, nombres de los pacientes, cirujano, hospital, etcétera. Se le asigna un número (p. ej., el número de un expediente), pero tal valor no tiene significado ni orden. 2. Variables dicotómicas. El escalamiento está integrado por sólo dos categorías: sí/no, hombre/mujer, vivo/ muerto, operado/no operado, laparoscópico/abierto, enfermo/sano, etcétera. Esto es de suma utilidad y a veces resume muy bien una variable. 3. Variables ordinales. Cuentan con un orden intrínseco entre sus diferentes categorías, pero la distancia entre éstas no tiene una distancia uniforme o conocida: grados de contaminación de una cirugía (limpia, limpia-contaminada, contaminada y sucia/infectada); dolor (leve, moderado y severo); TNM (I, II, III y IV), etcétera. Es factible decir qué variable es inferior o superior a otra, pero no que la distancia entre una y otra categoría es de igual magnitud de manera exacta. 4. Variables dimensionales o de intervalo. Su escalamiento tiene un orden conocido y la distancia (magnitud) entre las diferentes categorías que la integran también es uniforme y consabido: tamaño de herida (centímetros), hemorragia intraoperatoria (mililitros), tiempo quirúrgico (minutos), días de estancia hospitalaria, entre otras. Se dividen en dos tipos: ERRNVPHGLFRVRUJ 164 • Tratado de cirugía general (Capítulo 22) &XDGUR±(VWDGtVWLFDGHVFULSWLYDUHODFLRQDGDFRQHOWLSRGHHVFDODPLHQWRGHODVYDULDEOHVDQDOL]DGDV 0HGLGDVGHWHQGHQFLDFHQWUDO 0HGLGDVGHGLVSHUVLyQ 1RPLQDO )UHFXHQFLDDEVROXWDUHODWLYD WDVDSRUFHQWDMH 0RGD 'HVFULELUWRGDVODVFDWHJRUtDVGHODYDULDEOH 'LFRWyPLFD )UHFXHQFLDDEVROXWDUHODWLYD WDVDSRUFHQWDMHSHUFHQWLO 5D]yQDULWPpWLFD 0RGD 'HVFULELUODVGRVFDWHJRUtDV 'HVYLDFLyQHVWiQGDUGHXQDSURSRUFLyQ 2UGLQDO 0RGD 0HGLDQD ,QWHUYDORLQWHUFXDUWLO 9DORUHVPtQLPR\Pi[LPR 'LPHQVLRQDOFRQWLQXD 0HGLDDULWPpWLFD 0HGLDJHRPpWULFD 0RGD 0HGLDQD &XDUWLOHVRSHUFHQWLOHV 9DORUHVPtQLPR\Pi[LPR ,QWHUYDORLQWHUFXDUWLO PtQLPR\Pi[LPR 'HVYLDFLyQHVWiQGDU 9DULDQ]D 'LPHQVLRQDOGLVFUHWD 0RGD 0HGLDQD &XDUWLOHVRSHUFHQWLOHV 9DORUHVPtQLPR\Pi[LPR ,QWHUYDORLQWHUFXDUWLO PtQLPR\Pi[LPR a) Dimensionales continuas. Aceptan fracciones, como temperatura corporal, cantidad de hemorragia, peso corporal, etcétera. b) Dimensionales discretas. No aceptan fracciones, como número de pacientes operados, días de estancia hospitalaria, número de cirugías, número de comorbilidades, etcétera. La estadística se divide en descriptiva e inferencial. La descriptiva resume las variables analizadas con base en su escalamiento, como se enlista en el cuadro 22-2. Los autores recomiendan la lectura del artículo clásico de Spriestersbach et al.14 para una referencia con mayor detalle de los alcances de la estadística descriptiva y representación de datos. La estadística inferencial trata de obtener conclusiones a partir de contrastes, asociaciones, correlaciones, etcétera. La adquisición de las diferentes pruebas y medidas que emplea la estadística descriptiva e inferencial va más allá de los alcances de este capítulo, por lo que se recomienda consultar textos especializados del tema, como un artículo de revisión sobre elección de la mejor prueba estadística.15 La aplicación de las diferentes pruebas matemáticas para evaluar los contrastes entre individuos, uno o varios grupos corresponde al área de la estadística (ver cuadro 22-3).16 El análisis matemático mediante estas pruebas estadísticas tiene la intención de demostrar si la hipótesis (respuesta a la pregunta de investigación) es cierta o no. A esto se le conoce como prueba de hipótesis. Aunque hay diferentes tipos de hipótesis (de trabajo, principal nula, alterna, etc.), la expresión cuantitativa numérica de la misma (hipótesis estadística) es la que se somete a prueba mediante el análisis estadístico. El valor de la p define si un contraste es significativo o no; por lo general el límite de 5% o 0.05. Esto corresponde al error alfa o tipo 1 que se define como la probabilidad de establecer que una diferencia o contraste es significativo o importante cuando en realidad no lo es. Por este motivo, cuando un valor de p es inferior o igual a este punto de corte, se dice que los resultados tienen significancia estadística. Durante la presentación de los resultados con significancia estadística, además del valor de la p§ es conveniente agregar los valores de los parámetros estadísticos (r, t, u, X2) y los intervalos de confianza (IC) a 95%.17 Los IC proveen de un mejor panorama sobre la veracidad de los resultados que un aislado valor de p, pues representa el rango de los valores de p u otro parámetro, al repetir 100 veces el mismo experimento.18 Una parte muy importante de los resultados es la representación de los datos o resultados obtenidos. Debe ser clara utilizando cuadros o figuras, según el escalamiento de la variable y si el valor de este resultado lo amerita. Cualquier forma de representación de datos debe poder entenderse sin necesidad de leer el texto al que hace referencia. Además, los resultados necesitan ser presentados una sola vez, y no duplicar la información descrita en el cuerpo del texto y mostrada además en cuadros y figuras.18 Sin embargo, el texto puede aclarar o profundizar lo mostrado en cuadros o figuras. Dependiendo del tipo de escalamiento de la variable analizada, se puede optar por cualquiera de las siguientes opciones:** 1. Cuadros. Incluyen un mayor número de columnas y renglones. Su utilidad reside en la rápida comparación visual (y más exacta en matemática) entre los diferentes componentes. También tienen como ventaja resumir muchos datos incluso no comparables en poco espacio. Pueden definir gradientes con facilidad entre las distintas categorías. Los cuadros se utilizan asimismo para señalar o puntualizar diferentes niveles o factores en un diseño o análisis, como los resultados de diversos estratos de pacientes. Para ejemplo, ver al final de este capítulo los cuadros 22-2 y 22-3. 2. Gráficas: a) Histogramas. Ilustran la dimensión o magnitud de las diferentes categorías de una variable, permitiendo observar con rapidez el tipo de variable y su escalamiento. Además, se puede identificar la forma de la distribución (sesgado y curtosis). Esto puede ser (OYDORUGHODpVHUH¿HUHDODSUREDELOLGDGGHDFHSWDURUHFKD]DUOD SUXHED GH KLSyWHVLV PHGLDQWH HO DQiOLVLV IRUPDO PDWHPiWLFR GH ORV UHVXOWDGRVRFRPSDUDFLRQHV 'DGRTXHHOSURFHVDGRUXWLOL]DGRFRQPD\RUIUHFXHQFLDHV([FHOGH 0LFURVRIW ORV DXWRUHV GHFLGLHURQ XWLOL]DUOR GH HMHPSOR SDUD OD UHSUHVHQWDFLyQ GH WRGDV ODV JUi¿FDV 6H LQFOX\HURQ ORV JUi¿FRV HPSOHDGRVFRQPD\RUIUHFXHQFLD ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR (VFDODPLHQWRGHODYDULDEOH ¿Cómo hacer una discusión y escribir los resultados? • 165 (VFDODPLHQWR GHODYDULDEOH 7LSRGH GLVWULEXFLyQGH ODYDULDEOH 'RVJUXSRVGH WUDWDPLHQWRGH GLIHUHQWHV LQGLYLGXRV 7UHVRPiV JUXSRVGH WUDWDPLHQWR GHGLIHUHQWHV LQGLYLGXRV $QWHV\ GHVSXpVGHXQ WUDWDPLHQWRHQ ORVPLVPRV LQGLYLGXRV 0~OWLSOHV WUDWDPLHQWRVHQORV PLVPRVLQGLYLGXRV $VRFLDFLyQ HQWUHGRV YDULDEOHV 'HLQWHUYDORR GLPHQVLRQDO 1RUPDO HVWDGtVWLFD SDUDPpWULFD T-StudentQR SDUHDGDRSDUD JUXSRV LQGHSHQGLHQWHV 3UXHEDz 3UXHEDF $129$ T-Student SDUHDGD $129$FRQPHGLGDV UHSHWLGDVR0$129$ &RUUHODFLyQGH 3HDUVRQR DQiOLVLVGH %ODQG$OWPDQ 1RQRUPDO HVWDGtVWLFDQR SDUDPpWULFD 3UXHEDGH8GH 0DQQ:KLWQH\ 3UXHEDGH .UXVNDO:DOOLV 3UXHEDGHUDQJRV (VWDGtVWLFDGH GH:LOFR[RQ )ULHGPDQ &RUUHODFLyQ5KR GH6SHDUPDQ 1RPLQDOR GLFRWyPLFD 1RDSOLFD &KLFXDGUDGD 3UXHEDH[DFWDGH)LVKHU &KLFXDGUDGD 3UXHEDGH 0F1HPDU 3UXHEDGH SURSRUFLRQHV SDUHDGDV 3UXHEDGH&RFKUDQ 0DQWHO+DHQV]HO 4&RFKUDQH &KLFXDGUDGDGH 0D[ZHOO (VWDGtVWLFDGH:RROI 5LHVJRUHODWLYRR UD]yQGHPRPLRV 2UGLQDO 1RUPDO HVWDGtVWLFD SDUDPpWULFD 3UXHED7DXEGH.HQGDOO 3UXHEDJDPPD GH7DXGH .HQGDOO 3UXHED7DXFGH .HQGDOO &KLFXDGUDGDGH 0D[ZHOO &RUUHODFLyQGH 7DXGH.HQGDOO 1RQRUPDO HVWDGtVWLFDQR SDUDPpWULFD 3UXHED7DX8 5HJUHVLyQOLQHDO QRSDUDPpWULFD 3UXHEDGHUDQJRV 5HJUHVLyQOLQHDOQR GH:LOFR[RQ SDUDPpWULFD 3UXHEDGH&X]LFN 5HJUHVLyQ OLQHDOQR SDUDPpWULFD muy útil para establecer si la distribución de esa variable es normal (Gaussiana) o no. En el caso de no ser “normal” la distribución, se sugiere el uso de pruebas estadísticas no paramétricas. Aunque el análisis estadístico va más allá del enfoque de este capítulo, es importante señalar que existen pruebas matemáticas específicas para determinar si una distribución es normal o no. Se recomienda utilizar este tipo de gráfica para señalar la distribución normal de variables dimensionales continuas (figura 22-1). b) Gráficos de barras. Esta representación permite con facilidad comparar frecuencias o proporciones de variables que no son dimensionales, como dicotómicas, nominales u ordinales. Pueden resumir además otras medidas (desviación estándar) o combinarse con otro tipo de gráficas (barras con polígonos de frecuencia) (figura 22-2). c) Gráficas de barras apiladas. Integran variables complejas que puedan tener subcategorías en los diferentes niveles de su escala (p. ej., proporción de géneros entre diferentes grupos de pacientes o cirugías). Es muy útil para comparar de manera pronta variables complejas estratificadas entre diferentes grupos (figura 22-3). d) Polígonos de frecuencias. Sirven para comparar distintas variables con diferentes rangos de escalamiento, como peso con el IMC o exceso de peso porcentual. Señalan además la tendencia a través de tiempo o a lo largo de uno de los ejes (figura 22-4). e) Gráficas de pastel. Muestran las diferentes partes o dimensiones de un conjunto total. Permiten identi- &RUUHODFLyQ5KR GH6SHDUPDQ ficar la magnitud de cada una de las proporciones o partes respecto al conjunto (figura 22-5). f) Gráficas de áreas. Pasteles más complejos que sirven para comparar o contrastar la proporción o magnitud de cada parte, pero en diferentes mediciones en tiempo o lugar. Pueden incluir áreas 3D (horizontal, vertical y de profundidad), por lo que llegan a ser complejos (figura 22-6). g) Gráficos de dispersión y regresión. Es la mejor manera de representar la correlación lineal (y a veces la no Histograma Media = 50.64 Desv. est. = 9.984 N = 85 10 9 8 7 Frecuencia © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR &XDGUR±0pWRGRVHVWDGtVWLFRVSDUDSUREDUXQDKLSyWHVLVPDWHPiWLFD 6 5 4 3 2 1 0 20 ERRNVPHGLFRVRUJ 25 30 35 40 45 50 55 60 65 Edad )LJXUD±(MHPSORGHKLVWRJUDPD 70 75 80 166 • Tratado de cirugía general (Capítulo 22) Porcentaje de las cirugías de acuerdo con el grado de contaminación Distribución del histotipo de cáncer tiroideo 40 35 4% 2% 10% 30 25 20 15 84% 10 5 0 Cirugía limpia Cirugía limpia-contaminada Cirugía contaminada Cáncer papilar Cirugía sucia o infectada Cáncer folicular )LJXUD±(MHPSORGHJUi¿FDVGHEDUUDV Cáncer medular Cáncer anaplásico 100% )LJXUD±(MHPSORGHJUi¿FDVSDVWHO 90% 70% 60 64 lineal) entre dos variables dimensionales u ordinales (p. ej., entre una calificación y la edad, entre calcio y fósforo, etc.). Se dice que una correlación es positiva cuando una variable se mueve en el mismo sentido que otra (cuando sube la creatinina, aumenta el BUN). Una correlación negativa es aquella tendencia en la que una variable se mueve en sentido contrario a la otra (como calcio y fósforo) (figura 22-7). h) Gráficos de barras y bigotes. Muestra la comparación de la distribución en términos de mediana e intervalo intercuartil entre dos o más grupos (figura 22-8). i) Barras de error y desviación estándar. Revela el contraste o comparación de dos o más grupos en términos de promedio y desviación estándar†† (figura 22-9) j) Gráfica radial. Se recomienda cuando se requiere representar la comparación/contraste entre varias variables o mediciones por paciente, o diferentes técnicas quirúrgicas u operaciones. Auxiliar para identificar la mejor técnica o intervención (figura 22-10). k) Clusters o burbujas. Comparan varios valores en diferentes grupos de individuos; el tamaño de la burbuja representa el valor de una tercera variable (figura 22-11). l) Gráficos de superficie. Mapas topográficos con diferentes colores e indican diversos intervalos y combinaciones de valores. Son útiles cuando se desea determinar la mejor combinación entre las distintas variables de resultados (figura 22-12). 3. Diagramas. Establecen o ilustran la relación entre varias variables de manera cualitativa, pero no cuantitativa. Sirven para explicar un proceso, asociación continuidad o relación causal. Aunque a veces pueden representar una relación matemática, no es usual que se utilicen para este objetivo (figura 22-13). 67 60% 50% 40% 71 64 30% 20% 40 36 Cirugía GI Cirugía colorrectal 33 10% 0% Cirugía de trauma Mujeres Cirugía endócrina Cirugía vascular Varones )LJXUD±(MHPSORGHJUi¿FRVGHEDUUDVDSLODGDV 10 9 8 7 6 5 4 3 2 1 0 1 semana 2 semanas 3 semanas 4 semanas 5 semanas Fósforo Calcio $XQTXHVHOODPDQGHHUURUQRGHEHQLQFOXLUDOHUURUHVWiQGDUSXHV QRHVXQDPHGLGDGHGLVSHUVLyQVLQRGHYDOLGH]H[WHUQD )LJXUD±(MHPSORGHSROtJRQRVGHIUHFXHQFLDV ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 29 36 80% ¿Cómo hacer una discusión y escribir los resultados? • 167 Proporción de ingresos hospitalarios 100% 90% 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% Enero 2015 21 53 4 7 15 Estancia corta Admisión general UTI Consulta externa Urgencia Febrero 2015 27 48 5 9 11 Marzo 2015 25 54 3 11 7 Abril 2015 18 42 4 14 22 )LJXUD±(MHPSORGHJUi¿FDVGHiUHDV Correlación entre calificación y edad 20 11 18 19,10 10 20,9.8 9 30,8.1 Calificación obtenida 34,8 40,7.5 47,7 7 54,6 6 55,5.7 5 4 Tamaño_eje_mayor_CMS 22,8.5 8 82 16 27,9 14 12 10 8 6 3 4 2 2 © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 1 50,0 0 15 20 25 30 35 40 45 50 0 55 60 No Edad Sí Complicaciones_hernioplastia )LJXUD±(MHPSORGHJUi¿FRVGHGLVSHUVLyQ\UHJUHVLyQ )LJXUD±(MHPSORGHJUi¿FDVGHEDUUDV\ELJRWHV IMC posoperatorio 45 43 41 39 37 35 33 31 1 mes 2 meses 3 meses 4 meses 5 meses 6 meses )LJXUD±(MHPSORGHJUi¿FDVGHEDUUDVGHHUURU\GHVYLDFLyQHVWiQGDU ERRNVPHGLFRVRUJ 168 • Tratado de cirugía general (Capítulo 22) Tiempo quirúrgico Electrobisturí 100 90 Bisturí armónico Bisturí bipolar 80 Bisturí con sutura 70 60 50 40 30 20 10 Cicatrización Sangrado 0 Traumatismo tisular )LJXUD±(MHPSORGHJUi¿FDUDGLDO Control en pacientes con DM2 25 20 Glucosa (mmol/L),18 15 Insulina (UI/mL),14 A1C (%),10.3 10 A1C (%) 6.1 5 Glucosa (mmol/L),4 Insulina (UI/mL),2 0 0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 -5 DM2 con tratamiento DM2 sin tratamiento )LJXUD±(MHPSORGHclustersREXUEXMDV 3.5 tología quirúrgica por la ACS o del nódulo tiroideo por la ATA. Cuadros y figuras no sólo resumen los datos sino que aumentan de manera dramática la calidad de una publicación. La calidad y cantidad de gráficos que ofrecen los diferentes procesadores de datos disponibles en el mercado varían de uno a otro, por lo que es recomendable familiarizarse primero con el más asequible o disponible, así como representar los datos en diferentes gráficos para definir cuál es el que mejor presenta lo que se quiere o desea transmitir de los resultados. A continuación se enlistan algunas recomendaciones para la escritura de los resultados:19 1. Presentar los datos de los resultados en paralelo a la organización y planteamiento de los métodos. 2. Iniciar por describir la población: número de individuos incluidos y datos demográficos del grupo. 3. Describir el resultado de la variable primaria, seguida de lo obtenido en la variable secundaria. No interpretar los resultados, ese es el propósito de la discusión. 4. Por lo general, los investigadores preparan cuadros y figuras, y después escriben los resultados. 5. Los apoyos visuales deben explicarse por sí mismos. Evitar redundar en la información escrita, y la plasmada en figuras o cuadros. 6. Utilizar leyendas cortas, pero descriptivas y definir cada abreviatura en la figura o cuadro. 7. Proveer una columna con los valores de p para las comparaciones, y enlistar el valor real de p en lugar de sólo p = NS”. Permitir a los lectores decidir si las diferencias no son importantes o existe una “tendencia” hacia la significancia. ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 4. Algoritmos. Establecen una cadena de eventos o acciones que no están vinculados o asociados de forma necesaria. Se seleccionan para definir, por ejemplo, la reducción del tamaño de muestra en relación con los criterios de selección y seguimiento, o para demostrar de modo cualitativo la sistematización de un abordaje o tratamiento. En la literatura hay múltiples ejemplos de algoritmos de manejo, como los de abordaje de pa- ¿Cómo hacer una discusión y escribir los resultados? • 169 Perfil de calcio POP 12 10 a 12 8 a 10 10 6a8 4a6 8 2a4 6 0a2 4 2 Calcio 0 s ta l la to du ía án om gl 2 de ct 1/ y oi tir ra Pa Pa ra tir oi Pa de ra ct tir om oi ía de ct de 3 om ct de oi tir ra Pa Magnesio s la du án ía om ía de 3 de ía om ct de oi tir ra Pa gl 2 de gl 1 án gl du án la du s la Fósforo )LJXUD±(MHPSORGHJUi¿FRVGHVXSHU¿FLH 8. Estructurar los resultados para que sean entendibles a primera vista. © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR ',6&86,Ï1¢48e6,*1,),&$1 /265(68/7$'26(1&2175$'26" Se podría considerar como la sección más difícil de escribir después del resumen y con frecuencia requiere de la asimilación reflexiva de los resultados; la discusión es la oportunidad de comunicar un mensaje,20 pero no debe ser una simple repetición de resultados de una investigación. La función más No recurrencia CPT Recurrencia CPT Diámetro mayor 3 cm No invasión Mayor diferenciación Invasión Menor diferenciación )LJXUD±(MHPSORGHGLDJUDPD importante de esta parte es explicar/interpretar cómo los resultados contestan la(s) pregunta(s) de investigación a la luz de otras publicaciones o evidencia científica.21,22 En el apartado de la discusión se debe ser cuidadoso y evitar escribir conclusiones sin soporte o evidencia. Es necesario resaltar las observaciones originales, novedosas, incluso contradictorias y después comparar los resultados con los obtenidos en trabajos hechos por otros autores; si son diferentes por completo, se debe comentar cual podría ser la razón. Las ideas requieren ser neutrales, evitar exageraciones; lo principal es escribir de manera clara, precisa y ordenada.18 Cuando alguien lee un artículo, por lo general no está interesado en saber qué pasó en ese caso en particular sino en aprender cosas que deberían ser extrapolables a otros pacientes: sitios, años, genotipos, especies, sociedades, etcétera.23 Así, los dos elementos centrales de la discusión de un artículo son: 1. Describir el significado que tienen los hallazgos identificados en la sección de resultados. 2. Señalar cómo tales hallazgos se relacionan con el conocimiento actual en el área de las ciencias quirúrgicas. Por último, la sección de discusión debe terminar con un párrafo dedicado a las conclusiones del trabajo (si es que no hay una sección explícita de conclusiones). La conclusión debería estar basada en elementos de los resultados y evitar “contaminación” de la parte más especulativa de la discusión. Es recomendable que la discusión sea clara y se exprese sin ambigüedades.24 Algunas recomendaciones a tomar en cuenta durante la redacción de la discusión son: ERRNVPHGLFRVRUJ 170 • Tratado de cirugía general (Capítulo 22) &203(7(1&,$6$'48,5,'$6 1. La cirugía científica es la aplicación del método científico sobre el quehacer quirúrgico para el beneficio del profesional de la salud y el paciente quirúrgico. 2. La estructura del IMRYD es sistematizada, estandarizada y recomendada para la divulgación de la información científica. Sus siglas significan Introducción, Material y métodos, Resultados y Discusión. 3. Los resultados de un estudio son los hallazgos encontrados por el investigador y que son reportados en especial durante el análisis de los datos recolectados. 4. La finalidad esencial de cualquier publicación científica es -de acuerdo con la UNESCO- la comunicación de los resultados de la investigación, idea y debate de una manera clara, concisa y fidedigna. 5. La variable denominada tiempo operatorio es una variable con un escalamiento de tipo dimensional discreto, es decir, se expresa habitualmente en minutos y no acepta fracciones o decimales. 6. Las variables con un escalamiento dimensional continuo se recomiendan resumir de manera descriptiva como promedio o media aritmética, mediana o moda. 7. Cuando se quiere representar gráficamente una correlación lineal entre dos variables dimensionales se recomienda utilizar el gráfico de dispersión o dispersograma. 8. Cuando se quiere representar gráficamente el contraste o comparación entre diferentes variables o técnicas quirúrgicas en un sólo gráfico se recomienda utilizar una gráfica radial o burbujas. 9. La función más importante del apartado denominado discusión en un manuscrito de investigación es la de explicar cómo los resultados obtenidos del proyecto contesta la(s) pregunta(s) de investigación a la luz de otras publicaciones o evidencia científica publicada por otros autores. 10. Los dos elementos centrales del apartado denominado discusión de un manuscrito científico son: 1) Describir el significado que tienen los hallazgos identificados en la sección de resultados y 2) señalar cómo estos hallazgos se relacionan con el conocimiento actual en el área de las ciencias quirúrgicas. 5(680(1 La cirugía científica hace uso del método científico para probar nuevas opciones quirúrgicas para beneficio del paciente y mejor práctica del cirujano. La única manera de progresar en una disciplina profesional es haciendo ciencia o al menos leyéndola. La divulgación de una publicación científica permite adquirir una mejor práctica quirúrgica. La estructura IMRYD es un acrónimo, cuyas siglas significan introducción, material y métodos, resultados y discusión. Los resultados describen los hallazgos más importantes de una investigación. La finalidad de un artículo científico es la comunicación de los resultados de una manera clara, concisa y fidedigna. La representación de los datos en forma de cuadros y figuras son las formas más utilizadas. El tipo de representación depende no sólo del escalamiento y distribución de la variable analizada sino del mensaje que quiera transmitir el investigador. La discusión de los resultados es con frecuencia problemática para el investigador neófito. La función más importante de esta parte es explicar cómo los resultados contestan la pregunta de investigación a la luz de otras publicaciones. Por último, la sección de discusión debe terminar con un párrafo dedicado en exclusivo a las conclusiones o hallazgos más importantes del trabajo. ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 1. Organizar la discusión de lo específico a lo general; de los hallazgos obtenidos en el estudio hacia la literatura, teoría y práctica quirúrgica. 2. Iniciar replanteando la hipótesis que se está probando, y contestando las preguntas incluidas o descritas en la introducción. Comentar todos los resultados relacionados con las preguntas, aún y cuando los resultados carezcan de significancia estadística. 3. Brindar soporte a las respuestas (hipótesis) con base en los resultados. Explicar la relación entre resultados y expectativas de la hipótesis, así como con la literatura. 4. Describir cada uno de los principios, relaciones, asociaciones, patrones, y ponerlos en perspectiva con el conocimiento actual. Es importante jerarquizar también los resultados del más importante o el que contesta la pregunta de investigación principal, seguido por el resultado más relevante u original hasta el menos significativo. Se puede seguir una “historia” o secuencia. 5. Defender los resultados. De ser necesario, exponer los argumentos que los apoyan, así como las diferencias encontradas en otros estudios. Sólo conociendo ambos argumentos se puede apoyar una explicación de forma convincente. 6. Discutir cualquier hallazgo no esperado o resultado contradictorio respecto a otros autores o el conocimiento actual del tópico. Cuando se discute un hallazgo inesperado iniciar por mencionarlo en el párrafo y después describirlo. 7. Identificar las limitaciones y debilidades del estudio y cómo pueden afectar los resultados. También se puede hacer hincapié en las ventajas de la metodología y estadística utilizada. 8. Recapitular sobre las principales implicaciones e impacto de los resultados del estudio sobre el tópico o conocimiento actual, con independencia de la significancia estadística de éstos. Explicar cómo los resultados y conclusiones del estudio son importantes y de qué manera influyen en el conocimiento o entendimiento del tópico o área de la investigación que aborda el manuscrito. 9. Proveer recomendaciones que puedan mejorar investigaciones similares futuras. 10. Durante la escritura de la discusión, abordar todo de forma concisa, corta y específica. ¿Cómo hacer una discusión y escribir los resultados? • 171 5()(5(1&,$6 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. Spriestersbach A, Röhrig B, Du Prel J et al.: Descriptive statistics: the specification of statistical measures and their presentation in tables and graphs: part 7 of a series on evaluation of scientific publications. Dtsch. Arztebl. Int. 2009;106(36):578-583. Du Prel J, Röhrig B, Hommel G et al.: Choosing statistical tests: part 12 of a series on evaluation of scientific publications. Dtsch. Arztebl. Int. 2010;107(19):343-348. Glantz SA: Primer of biostatistics, 6th ed. USA: McGraw-Hill, 2005:1. Gardner MJ, Altman DG: Confidence intervals rather than p values: estimation rather than hypothesis testing. BMJ 1986;292: 746-750. Lilleyman JS: How to write a scientific paper - A rough guide to getting published. 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Luis Manuel Souza Gallardo, José Luis Martínez Ordaz Preguntas clave tos que permiten un análisis de los mismos mediante su apreciación en el espacio.4,5 La tabla es un recurso que emplea la estadística con el fin de presentar información resumida, organizada por filas y columnas.5 La gráfica es la representación de datos, casi siempre numéricos, aunque también pueden ser figuras o signos, a través de líneas, superficies o símbolos para determinar la relación que mantienen entre sí.5 Son un complemento de las tablas y muchas veces explican la información de mejor manera. Las tablas se representan en ejes de coordenadas cartesianas o ejes rectangulares que deben estar rotulados; el origen, en la medida de lo posible, es del punto (0,0); se usan números redondos y se evitan el exceso de divisiones en los ejes (figura 23-1).6,7 Todo gráfico estadístico está constituido por los siguientes elementos: presentación —incluye identificación de la gráfica y título—; la fuente, como la tabla de la cual provienen los datos; notas explicativas; leyenda para identificar los elementos. El tipo de grafico seleccionado dependerá del número de variables del estudio. Por ejemplo, si es una sola variable, se usan barras simples o gráfica de pastel; si son dos o más, se emplean barras compuestas y múltiples (figura 23-2).5,8 INTRODUCCIÓN Estadística es la ciencia encargada de recolectar, organizar, presentar, analizar e interpretar datos numéricos.1 El origen etimológico varía de acuerdo con la bibliografía; algunos la derivan del griego statera (balanza), otros del latín status (posición, estado, situación) y unos más del alemán staat (estado, situación).1,2 La estadística ha sido parte importante de la civilización desde sus inicios. Hay evidencia de uso de métodos gráficos de estadística en piel de animal, roca, piedra, arcilla y madera, entre otros elementos, como herramientas para cuantificación de bienes materiales y humanos.1,2,3 Hoy en día, tiene como funciones describir con precisión datos económicos, políticos, sociales, psicológicos, biológicos y físicos; además, funciona para relacionarlos e interpretarlos de forma exacta.1 Muchas veces el volumen de información obtenido en un estudio es tanto, que es necesario el empleo de herramientas o técnicas que permitan resumirla de forma adecuada, como las tablas y gráficas, englobadas como herramientas gráficas, esto es, aquellas estructuras de organización y presentación de da172 ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. 1. ¿Qué es la estadística? 2. ¿Qué es una herramienta gráfica? 3. ¿Cómo se define una gráfica? 4. ¿Cuáles son los elementos que componen una herramienta gráfica? 5. ¿Qué ventajas ofrece el uso de las gráficas dentro de la investigación? 6. ¿Qué puntos se deben considerar cuando se hace una gráfica? 7. ¿Qué tipo de variables se utilizan al diseñar gráficas de barras simples y compuestas? 8. ¿Qué tipo de variables emplean el polígono e histograma? 9. ¿Cómo se define el gráfico de pastel? 10. ¿Cómo se especifica el histograma? ¿Cómo guardar la evidencia e interpretación de gráficas? • 173 Frecuencias (absolutas o relativas) Ejemplo de representación de una gráfica 1.2 1 0.8 0.6 Eje Y 0.4 0.2 10 9 8 7 6 5 4 3 2 1 9 7 4 0 Origen Variable X 0 Variable Y Título Eje X © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Figura 23–1. Esquema de coordenadas cartesianas o rectangulares usadas en la mayoría de las grá¿cas. En la actualidad, las gráficas se generan a través de programas de computación especiales. El uso de tablas y gráficas tiene diversas ventajas, como favorecer un mejor conocimiento de los datos al hacer evidentes determinadas particularidades o, incluso, incoherencias que puedan llevar a revisar su calidad o utilizar herramientas estadísticas específicas; permiten sugerir preguntas de investigación para ser analizadas en estudios posteriores; orientan al investigador sobre el uso de métodos estadísticos específicos para determinado tipo de estudio, y transmiten la información de una manera más sencilla y clara, facilitando su presentación ante cualquier tipo de público.9,10 Uno de los requisitos de las gráficas y tablas en un estudio es ser sencillas de interpretar; por tanto, deben usarse para presentar datos de forma precisa.7 Es importante mencionar que no siempre es necesario emplear herramientas gráficas, por ejemplo, si el universo de trabajo es pequeño o si puede reemplazarse por un resumen de pocas palabras. Es de vital importancia saber que la información contenida en las gráficas o tablas debe comprenderse sin necesidad de leer la información y o aún sin leerla.1,5,7 Se describirán los diferentes tipos de gráficas adoptadas en los estudios de investigación, junto con un ejemplo de cada una de ellas. Variable Y2 Variable Y3 Figura 23–3. Ejemplo 1. Componentes de grá¿ca de barras simples. GRÁFICA DE BARRAS SIMPLES Está formado por barras separadas que representan las categorías de la variable en estudio. Se aplica cuando se debe representar una variable cualitativa o cuantitativa discreta. La información se dispone en frecuencias absolutas o relativas, o en medidas de resumen (figuras 23-3 y 23-4). La figura 23-4 (gráfica de barras simples) describe la localización más frecuente de las hernias inguinales en pacientes pediátricos; el lado derecho es el más afectado. Demuestra una variable cualitativa discreta (lado afectado) en medidas de resumen (porcentaje). GRÁFICA DE PASTEL La figura 23-4 se utiliza cuando se quiere representar una variable cualitativa o cuantitativa discreta, y la información se dispo- Localización de la hernia inguinal en pacientes pediátricos 70% 60% Título 50% 3.5 40% 3 30% 2.5 2 20% Leyenda 2 1.5 10% 1 0% Derecha 0.5 0 0.7 1.8 Bilateral Localización de la hernia inguinal en pacientes pediátricos 2.6 Fuente. Se refiere al lugar de donde provienen los datos Figura 23–2. Partes de una grá¿ca. Izquierda Figura 23–4. Ejemplo 2. Localización más frecuente de hernia inguinal en pacientes pediátricos.11 ERRNVPHGLFRVRUJ 174 • Tratado de cirugía general (Capítulo 23) ne en porcentaje. Se trata de un círculo dividido en sectores que representan las categorías de la variable (figuras 23-5 y 23-6). La figura 23-6 (gráfica pastel) muestra todas las causas de muerte por trauma en el mundo; y en lo visual se infieren las más frecuentes. En este caso se describe una variable cualitativa discreta (mortalidad global por causa) en porcentajes demostrados en un círculo que suman 100%. Porcentaje de mortalidad global por causa 5% 6% 25% 6% 6% GRÁFICO DE BARRAS MÚLTIPLES Se emplea cuando se representan dos variables, que pueden ser ambas cualitativas o cuantitativas discretas, o una cualitativa y otra cuantitativa discreta. La información se dispone en frecuencias absolutas o relativas, o en medidas de resumen. Los datos se representan mediante barras agrupadas (figuras 23-7 y 23-8). En la figura 23-8 (gráfico de barras múltiples) se describen dos variables cualitativas discretas (la primera es el tipo de cáncer, y la segunda la raza o grupo étnico afectado) y se reporta la incidencia de cáncer con medidas de resumen (incidencia por 100 000 habitantes). Esta gráfica, en comparación con la gráfica de barras simples, relaciona las dos variables antes mencionadas con una variable cuantitativa que involucra ambas. 9% 17% 10% 16% Incendios Envenenamiento Caídas Guerra Ahogamiento Violencia interpersonal Autoagresión Otros Lesión por vehículo automotor GRÁFICO DE BARRAS COMPUESTAS Se utiliza este cuadro cuando se representan dos variables: ambas cualitativas o cuantitativas discretas, o una cualitativa y otra cuantitativa discreta, y se dispone de la información en frecuencias relativas. Aquí, la información perteneciente a Figura 23–6. Ejemplo 2. Distribución del porcentaje de mortalidad global por causa.12 Porcentaje del total Título del gráfico 9 10% 8 Barras agrupadas 7 6 35% 20% 5 100% 4 3 2 1 35% 0 Variable X Variable Z Variable Y1 Variable Y2 Variable Y3 Variable 1 Variable 2 Variable 3 Variable 4 Figura 23–5. Ejemplo 1. Componentes de una grá¿ca en pastel. Figura 23–7. Ejemplo 1. Componentes de un grá¿co de barras múltiples. ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Título de la gráfica ¿Cómo guardar la evidencia e interpretación de gráficas? • 175 120 Incidencia de cáncer de acuerdo con raza y grupo étnico 100 80 Blanca Negra Asiática Indio americano Hispano 60 40 20 0 Pulmón Colorrectal Riñón Hígado Figura 23–8. Ejemplo 2. Incidencia en hombres con diversos tipos de cáncer de acuerdo con raza y grupo étnico en EUA, en el periodo 19992003 (incidencia por 100 000 habitantes).13 una variable se representa en su totalidad en una sola barra. Cada barra representa el 100% de la información del grupo representado (figuras 23-9 y 23-10). En la figura 23-10 (gráfico de barras compuestas) se representan dos variables cualitativas (grupo étnico y prevalencia de la diabetes diagnosticada y no diagnosticada). La diferencia que existe en este tipo de gráfica específico es que se demuestra el total (100%) de una de las variables, en este caso, el total de la incidencia de diabetes diagnosticada o no diagnosticada. Cuando se quiere realizar una gráfica y las variables son cuantitativas continuas, el tipo de gráfico a utilizar incluye histograma, polígono, y gráficos de caja y bigote. 100% 90% 20% 80% Total de variable 70% 30% 60% 50% 40% 30% 20% 10% GRÁFICOS DE CAJA Y BIGOTE 0% Variable % de variable2 % de variable3 Figura 23–9. Ejemplo 1. Componentes de una grá¿ca de barras compuestas. Porcentaje normalizado por edades © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. % de variable Permiten evaluar la simetría de la distribución, grado de dispersión y presencia de valores extremos. Grafica la posición de la mediana, el percentil 25 y 75, además de los valores alejados del resto. El borde inferior de la caja es el percentil 25 y el superior es el percentil 75. La línea que atraviesa la caja es la mediana (figuras 23-11 y 23-12). 30 25 20 15 10 5 0 Blancos no hispanos Negros no hispanos Méxicoestadounidenses Diabetes diagnosticada 11.6 5.4 7.7 Diabetes no diagnosticada 8.9 2.7 7.3 Deficiencia glucosa en ayunas 8.9 2.9 5.2 Figura 23–10. Ejemplo 2. Prevalencia normalizada por edades, de la diabetes diagnosticada y no diagnosticada y la glucemia basal alterada en la población > 20 años de edad en EUA, clasi¿cada por grupo étnico, basada en la tercera encuesta nacional del examen de nutrición y salud (NHANES III).14 ERRNVPHGLFRVRUJ 176 • Tratado de cirugía general (Capítulo 23) Histograma 60 Curva de distribución Valor máximo Valor más alto 50 40 Mediana 30 Frecuencia Percentil 75 Valor mínimo 20 Percentil 25 10 Valor más bajo Variable A Variable B Variable C Variable X Variable Y Variable Z Título del eje Figura 23–13. Ejemplo 1. Componentes de un histograma. 0 01/05/2002 Figura 23–11. Ejemplo 1. Componentes de un grá¿co de caja y bigote. dispone en frecuencias absolutas o relativas, o en medidas de resumen. Está formado por una o dos curvas que representan cada variable estudiada (figura 23-15). En la figura 23-12 (gráficos de caja y bigote) se indican los valores máximos y mínimos de la velocidad de flujo a tres niveles distintos con referencia al riñón. También se presentan los percentiles y distribución de los valores. HISTOGRAMA Consiste en barras adyacentes y se utiliza cuando se muestra una variable cuantitativa continua se divide en intervalos uniformes. La información en este gráfico se dispone en frecuencias absolutas o relativas, o en medidas de resumen. Permite detectar valores extremos, características de simetría de la distribución o presencia de modas (figuras 23-13 y 23-14). POLÍGONO Se emplea para representar hasta dos variables, de las que al menos una debe ser cuantitativa continua. La información se COMPETENCIAS ADQUIRIDAS 1. La estadística es la ciencia encargada de recolectar, organizar, presentar, analizar e interpretar datos numéricos. 2. La herramienta gráfica está compuesta por estructuras de organización y presentación de datos que permiten un análisis de los mismos mediante su apreciación en el espacio. 3. Una gráfica es la representación de datos, casi siempre numéricos, aunque también pueden ser figuras o signos, a través de líneas, superficies o símbolos para determinar la relación que mantienen entre sí. 4. Los elementos que componen una herramienta gráfica son la fuente de la que provienen los datos y notas explicativas. 5. Las ventajas que ofrece el uso de las gráficas dentro de una investigación es que pueden representar la información de una manera más sencilla y clara. Distribución de valores del modelo Apache a las 24 horas en UCI 140 120 Velocidad de flujo de la vena cava a distintos niveles con respecto a la silueta del Riñón 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 100 80 60 40 20 0 -10 Prerrenal Renal Posrenal Figura 23–12. Ejemplo 2. Velocidad de Àujo de la vena cava a distintos niveles con respecto a la silueta del riñón derecho.15 0 10 20 30 40 50 60 70 80 Figura 23–14. Ejemplo 2. Distribución en histograma con curva de valores del modelo Apache a las 24 horas en pacientes en unidad de Cuidados Intensivos.16 ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. 01/06/2002 ¿Cómo guardar la evidencia e interpretación de gráficas? • 177 Muertes por 1 000 nacimientos 0.15 0.1 0.05 Atresia del esófago Atresia del intestino Exónfalos 0 1980 1985 1990 1995 2000 ble. Se utiliza para representar una variable cualitativa o cuantitativa discreta, y la información se dispone en porcentaje. 10. Se define el histograma como una gráfica que utiliza variables cuantitativas continuas cuando están divididas en intervalos uniformes. La información se dispone en frecuencias absolutas o relativas o en medidas de resumen. Permite detectar valores extremos, características de simetría de la distribución o presencia de modas. RESUMEN 2005 Año Figura 23–15. Ejemplo 1. Tendencia de la tasa de mortalidad infantil especí¿ca por malformaciones graves del tubo digestivo y de pared abdominal en México, periodo 1980-2005.17 6. No siempre es necesario realizar gráficas en los estudios. No se recomienda si el universo de trabajo es pequeño o puede reemplazarse por un resumen de pocas palabras. La información contenida en gráficas o tablas debe comprenderse sin necesidad de leer la información y aún sin leerla. 7. Los tipos de variables que se utilizan al diseñar gráficas de barras simples y compuestas son las variables cuantitativas. 8. Las variables que emplean el polígono y el histograma son de tipo cuantitativas continuas. 9. Se define el gráfico de pastel como un círculo dividido en sectores que representan las categorías de la varia- Muchas veces el volumen de información obtenido en un estudio es tanto que es necesario emplear herramientas o técnicas que permitan resumirla de forma adecuada. Las herramientas gráficas son aquellas estructuras de organización y presentación de datos que admiten un análisis de los mismos mediante su apreciación en el espacio. La gráfica es la representación de datos, casi siempre numéricos, a través de líneas, superficies o símbolos, para determinar la relación que mantienen entre sí. El tipo de grafico seleccionado para un estudio dependerá del número de variables que existan. Hoy día, las gráficas en la investigación se hacen a través de programas de computación especiales, que facilitan su construcción. Entre los tipos de gráficos que pueden usarse se encuentran gráficas de pastel, barras simples, compuestas y múltiples, además del histograma, polígono, gráficos de caja y bigote, entre otros. REFERENCIAS 1. © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. Daniel W: Bioestadística. Base para el análisis de las ciencias de la salud. México: Limusa, 1997; 1-14. Quintero C, Herrera N, Sánchez R: Conceptos básicos de bioestadística. Revista de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia 1999;47:232-236. Rosner B: Fundamentals of biostatistics, 4th ed. USA: Duxbury Press, 1995:29-30. Coolican H: Métodos de investigación y estadística en psicología. México: El Manual Moderno, 1997; 239-275. Sánchez R, Cáceres H: Análisis de los datos mediante herramientas gráficas. Revista de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia 2000;48:104-110. Rencher A: Methods of multivariate analysis. 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La calidad, su adopción y adaptación a la medicina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179 Rafael Contreras Ruiz Velasco, Julio Alberto Pérez Sosa Capítulo 25. Calidad en medicina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 188 Angélica Hortensia González Muñoz, Abilene Cirenia Escamilla Ortiz, A. Jesús Vega Malagón Capítulo 26. Seguridad del paciente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 202 Rosa María Guzmán Aguilar Capítulo 27. Medidas de prevención en el paciente quirúrgico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 208 Humberto Arenas Márquez, Juan Francisco García Morales, María Fernanda López Godínez Capítulo 28. Cirugía segura salva vidas. Higiene de manos, responsabilidad quirúrgica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 218 Jorge A. Pérez Castro y Vázquez, Ana Karen Castañeda Solís Capítulo 29. Herramientas que contribuyen a la seguridad del paciente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 229 Capítulo 30. Marco ético de la medicina, su soporte jurídico y deontológico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 244 Federico Sandoval Olvera, Jorge Alfredo Zendejas Vázquez Capítulo 31. Bioética: los derechos humanos del bienestar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 254 Efraín Moreno Gutiérrez, Federico Sandoval Olvera 178 ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR Juan Carlos Arana Reyes, Guadalupe Zaldívar Lelo de Larrea, José Montes Alvarado &DStWXOR /DFDOLGDGVXDGRSFLyQ\ DGDSWDFLyQDODPHGLFLQD Rafael Contreras Ruiz Velasco, Julio Alberto Pérez Sosa 3UHJXQWDVFODYH 1. ¿Qué es calidad? 2. ¿Cómo se aplica el concepto de calidad en medicina y cirugía? 3. ¿Qué se requiere para lograr una aplicación práctica y real del concepto de calidad en salud? 4. ¿Cuáles eran los cinco estándares mínimos que el American College of Surgeons publicó en 1917 y que todavía en la actualidad no todos los hospitales cumplen? 5. ¿Cuáles son algunas de las organizaciones que se encargan de vigilar en específico la calidad de cirugía en el mundo? 6. ¿Cuál evidencia se tiene de que estos programas funcionan? 7. ¿Qué instituciones vigilan la calidad de atención a la salud en México? 8. ¿Qué es un microsistema clínico? 9. ¿Qué características comparte el proceso quirúrgico con las organizaciones muy confiables? 10. ¿Cómo pueden participar los cirujanos en la mejora de calidad de la salud de los pacientes? 1. Sistemas de salud públicos. 2. Limitaciones en infraestructura y recursos humanos en sistemas públicos, provocando sobresaturación y manejo de grandes volúmenes de pacientes con registros y controles deficientes de los resultados de salud. 3. Restricciones económicas para la implementación de programas nacionales de salud. 4. Deficiencia en los registros médicos y su control. 5. Ausencia de controles de calidad nacional en los sistemas de salud privados. 6. Replicación de modelos de salud de países desarrollados sin adecuaciones regionales. 7. Falta de cultura por parte de los trabajadores y autoridades de la salud de una práctica diaria basada en resultados. 8. Miedo cultural al error expuesto. Publicar los errores de una persona, institución o sistema se considera ominoso, por lo que se prefiere modificar los resultados publicados, antes de señalarlos y corregirlos. © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR ,1752'8&&,Ï1 Cada vez es más frecuente, dentro de la práctica médica, escuchar términos que tienen una implicación directa con calidad en salud, como “calidad de atención”, “calidad de servicio” y “cirugía de calidad”, y frases indirectas que de forma implícita conllevan el concepto de calidad, como “cirugía segura” y “tiempo fuera”, entre otras. Sin embargo, dichos locuciones se han convertido en parte de la rutina diaria, y se han perdido dentro de los trámites y burocracia hospitalaria, convirtiéndose en un mero requisito a cumplir o un simple papel por llenar. Pero cuando se investiga el fundamento de tales expresiones, se encuentra que forman parte de uno de los principios esenciales de la práctica médica: primum non nocere (“lo primero es no hacer daño”) y son necesarios para poder ofrecer a los pacientes los resultados de salud que se busca para ellos. El concepto de cuidado de la salud es el mismo en todo el mundo, sin embargo, su práctica diaria difiere entre países. Las naciones desarrolladas elaboran sistemas y procedimientos ideales para sus regiones, pero poco adecuadas para ser implementados en América Latina y México, por ejemplo, que comparten ciertas características: Estas limitaciones, que no son generalizadas, representan un importante “problema local” para un cuidado de salud de calidad, ocasionando una gran disparidad en los métodos de cuidado de salud y sus resultados; en ocasiones se observa cómo en un servicio de un hospital se maneja de forma muy diferente la misma patología para un igual grupo de pacientes. 179 ERRNVPHGLFRVRUJ 180 • Tratado de cirugía general (Capítulo 24) ¢48e(6&$/,'$''( $7(1&,Ï1$/$6$/8'" En la actualidad, existen muchas actividades que de manera errónea se han tomado como altruistas u obligación social, siendo el principal ejemplo el cuidado a la salud. Se debe considerar que enfermería, medicina, psicología, odontología, etcétera, son profesiones para atención de la salud y, como tal, el ejercicio cognitivo, práctico y ético de dicho interés se toma desde una perspectiva humana. Sin embargo, el cuidado de la salud, que involucra infraestructura, equipo, capacitación y el aspecto financiero del otorgamiento de servicios de salud es una industria y como tal se debe discurrir desde una perspectiva económica: adecuado manejo de recursos y no sólo de dinero. Desde ambas perspectivas, la calidad es un eje fundamental que involucra a todos los relacionados con el cuidado de la salud. El concepto de calidad se emplea en el mundo de la salud desde hace muchos decenios; sin embargo, no fue sino hasta hace pocos años que la industria de la salud adoptó procedimientos para medirla. La Real Academia Española define calidad, en su primera acepción, como: “propiedad o conjunto de propiedades inherentes a algo, que permiten juzgar su valor”, y en su tercera acepción: “adecuación de un producto o servicio a las características especificadas”.1 Este término, aplicado en atención a la salud se torna ambiguo y ha dado pie a diversas versiones, debido en particular a que la intención de definir calidad de atención a la salud (CAS) debe cumplir no sólo una normativa conceptual, también contener un sentido aplicable y operacional. En el artículo clásico de Avedis Donabedian de 1966 menciona que: “el cuidado del paciente, como la moral, no puede ser considerado como un concepto unitario... y parece probable, que no existirá un solo criterio integral con el cual medir la calidad del cuidado de los pacientes”.2 Ello significa que cualquier concepto presentado de cuidado de la salud tendrá vigencia y validez dentro del contexto que se tome, y aumentará o disminuirá conforme se apliquen otras perspectivas. Una de las definiciones más usadas es la del Instituto de Medicina de EUA: “Calidad en el cuidado de la salud es el grado en el que los servicios de salud, para personas y poblaciones, incrementan su probabilidad de resultados deseados y son consistentes con el conocimiento profesional actual”,3 que se usa de modo amplio y ha permitido determinar estrategias prácticas para evaluación y mejora de la calidad en salud. Una definición con un sentido muy práctico es: “Hacer las cosas correctas, para el paciente correcto, en el momento correcto, de la manera correcta, para alcanzar el mejor resultado posible”. Se puede concluir que la calidad de atención en la salud se basa en el manejo y flujo de información y que para lograr una aplicación práctica y real del concepto de calidad en salud se requiere de cuatro fuentes de información5 (figura 24-1): 1. Información del paciente y su contexto. Historia clínica, situación ambiental y situación sociocultural. 2. Información académica. Artículos, revisiones, ponencias, toda la información científica médica generada sobre un tema. 3. Resultados buscados. Producto de la conjunción de la experiencia propia y lo que el médico cree que obtendrá en realidad con base en registros locales o comparación de casos. 4. Resultados obtenidos. No basta con obtener resultados de salud inmediatos, para cubrir este punto de información son indispensables el seguimiento y retroalimentación a mediano y largo plazos. +,6725,$'(/$ &$/,'$'(10(',&,1$ El concepto de calidad en atención médica se utiliza casi desde la formalización de la profesión médica. Ya el código de Hammurabi, en el año 1200 a. C., preveía sanciones por malos resultados; así como el aforismo primum non nocere, atribuido a Hipócrates. Sin embargo, la historia de la calidad de atención a la salud se debe tomar en cuenta desde que se formalizó su término y se empezó a medir. De esta manera es posible establecer un punto en la historia en el que la medicina empezó su proceso de mejora continua desde una perspectiva medible, objetiva y analizable. Desde principios del siglo XIX, en EUA, diferentes asociaciones médicas mostraron interés en mejorar la calidad de la atención a la salud, llevando a la formación en 1847 de la Asociación Médica Americana Resultados reales Información académica Calidad en salud Resultados deseados Datos clínicos, ambientales y socioculturales )LJXUD±&RPSRQHQWHVLQIRUPDWLYRVGHODFDOLGDGHQVDOXG ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR A pesar de estas limitaciones, en los últimos años se han hecho importantes esfuerzos tanto de los gobiernos como de los trabajadores de la salud por mejorar la calidad de la atención, desarrollando programas, asociaciones, mayor número de publicaciones y presentaciones en reuniones médicas, enfocadas en ofrecer un mejor control en la calidad de atención a la salud (CAS). Éste es de hecho el principal objetivo de la calidad de atención a la salud (CAS): llevar mejores controles de los procedimientos y, en particular, de los resultados de la atención a la salud; realizar análisis, y mejorar de continuo la forma de atender a los pacientes. La calidad, su adopción y adaptación a la medicina • 181 (AMA, por sus siglas en inglés)5. Un hito en la historia de la calidad fue la publicación en 1910 del Report to the Carnegie Foundation, realizado por Abraham Flexner (1866-1959), el cual documentaba de una manera objetiva el deterioro de la calidad de las escuelas de medicina y los mayores hospitales de EUA. Después, se crearon diversos programas locales e institucionales enfocados en mejorar el proceso del cuidado de la salud, y en 1917 el American College of Surgeons estableció un programa nacional de estandarización de hospitales, el cual incluía “cinco estándares mínimos”: © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR 1. Organización de la plantilla médica de hospitales. 2. Limitar el ingreso a la plantilla de hospitales a médicos y cirujanos bien educados, competentes y certificados. 3. Establecer reglas y regulaciones para asegurar juntas regulares del personal y revisiones clínicas. 4. Mantener registros clínicos que incluyan la historia, exploración física y resultados de laboratorio. 5. Establecer centros de diagnóstico y tratamiento supervisados, como laboratorios clínicos y departamentos radiológicos.5 Los puntos anteriores pudieran parecer rudimentarios para las regulaciones actuales que existen en salud. Sin embargo, la realidad es que muchas instituciones no cumplen con alguno de ellos, lo que deriva en un persistente y anacrónico problema, tomando en cuenta que fueron escritos en 1917. A partir de la publicación de estos estándares mínimos, se iniciaron evaluaciones cada vez más complejas y completas, incluyendo cada vez a más organizaciones médicas al movimiento de evaluación. En 1952, el American College of Physician, la American Hospital Association (AMA) y la Canadian Medical Association se unieron con el American College of Surgeons para formar la Joint Commission on Accreditation of Hospitals.5 Con la formación de esta comisión se observó un importante avance en la estandarización de la medición y evaluación de la calidad de la atención a la salud. En 1966, Donabedian publicó un artículo titulado: “Evaluando la calidad del cuidado médico”, donde organizó, sistematizó y estructuró la medición de la calidad del cuidado de la salud. En su artículo comenta que la medición de la calidad del cuidado de la salud debe realizarse en tres áreas: estructura, esto es, recursos físicos, como inmuebles, personal, equipo, etcétera; proceso, el apego a la estandarización de los procedimientos y su mejora; resultados de salud, consecuencia reflejada en el paciente de todo el proceso de su cuidado e incluye morbilidad, mortalidad, complicaciones, etcétera.2 Este modelo de medición de la calidad de la salud es el más usado en todo el mundo hoy día. En 1989, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EUA creó la Agencia para la Investigación del Cuidado de la Salud y Calidad (AHRQ, por sus siglas en inglés), que se ha dedicado a impulsar la mejora de la calidad de la atención de la salud a través del fomento económico, en forma de becas y contratos, de investigación en estas áreas, con especialistas de universidades y otras instituciones. Esta agencia se ha encargado de desarrollar y fomentar el uso de indicadores de calidad para hospitales y trabajadores de la salud.6 En 2000, el Institute of Medicine de EUA publicó uno de los más importantes reportes en la historia de la calidad del cuidado de la salud: To err is human: Building a safer health system (“Errar es humano: construyendo un sistema de salud más seguro”),7 en el que reporta la magnitud del impacto que tienen los yerros médicos, los cuales son la causa de entre 44 000 y 98 000 muertes, y casi un millón de lesiones cada año en EUA.7 A partir de la publicación de este reporte, el número de colaboraciones, investigaciones y recursos aumentaron en gran medida. ,167,78&,21(6<352*5$0$6 $&78$/(6(1(/081'2 Hoy día existen diversos organismos gubernamentales y privados en todo el mundo encargados de vigilar, medir, desarrollar e implementar programas de mejora de calidad de la salud. Algunos de los más relevantes se citan a continuación. (8$ Agency for Healthcare Research and Quality Patient Safety Indicators Creada en 1989, su objetivo es impulsar la investigación en el campo de la calidad de la atención a la salud a través de convenios y becas, para desarrollar programas y sistemas de vigilancia. Además, se ha encargado de la generación de reportes de los resultados de sus programas, que facilitan la toma de decisiones en salud. Uno de sus más importantes logros es la publicación de los Indicadores de Seguridad de los Pacientes desde 2003, que proporcionan información sobre potenciales complicaciones hospitalarias y eventos adversos después de cirugías, procedimientos y nacimientos. Los indicadores fueron desarrollados después de una amplia revisión de la literatura, análisis de los códigos ICD9-CM, estudio por un panel clínico, e implementación de los ajustes de riesgo y análisis empíricos. Pueden ser usados para ayudar a los hospitales a identificar eventos adversos potenciales que requerirían estudios posteriores, y proporcionan una oportunidad para evaluar la incidencia de incidentes infortunados y complicaciones intrahospitalarias utilizando datos administrativos encontrados en cualquier hoja común de alta. Incluye indicadores para complicaciones intrahospitalarias, que pueden representar eventos de seguridad del paciente, y otros que poseen análogos en el nivel de un área, destinados para detectar eventos de seguridad en el paciente en un ámbito regional. Para más información: www.ahrq.gov , www.qualityindicators.ahrq.gov/. The Leapfrog Group Fundado en 2000, es una asociación no lucrativa formada en conjunto entre el sistema público y privado de EUA. Su misión es impulsar el avance en seguridad, calidad y asequibilidad del cuidado de la salud, apoyando las decisiones informadas al respecto, realizadas por aquellos que utilizan y pagan por el cuidado y promoción de la salud de alto valor a través de incentivos y recompensas. En la actualidad cuenta con dos grandes programas: The Leapfrog Hospital Survey, una encuesta nacional considerada el “gold estándar” para la com- ERRNVPHGLFRVRUJ 182 • Tratado de cirugía general (Capítulo 24) The Surgical Care Improvement Project Establecido en 2003 y conformado por 10 organizaciones nacionales, con el objetivo de mejorar el cuidado quirúrgico a través de la reducción de las complicaciones quirúrgicas. El proyecto se encarga de la recolección de datos tanto del proceso del cuidado como del resultado clínico. Se enfoca en recabar información sobre infecciones, tromboembolismo, eventos cardiovasculares, y medidas de mortalidad y readmisión. Este proyecto se ha vuelto uno de los principales servicios ofrecidos por el American College of Surgeons, con adaptaciones propias. De igual manera, es una de las principales medidas utilizadas por la Joint Comission para evaluar el desempeño de los servicios de Medicare y Medicaid en EUA. Para más información: http://www.jointcommission.org/ surgical_care_improvement_project/. National Surgical Quality Improvement Program Programa nacional administrado por el American College of Surgeons que realiza mediciones y estudios comparativos de los resultados de salud quirúrgicos con hospitales del programa. En la actualidad participan más de 200 hospitales de EUA. Algunas de sus principales aportaciones son la creación de una enorme base de datos con resultados quirúrgicos por procedimiento, patología y grado de enfermedad; desarrollo de índices ajustados al riesgo; generación de modelos predictivos de complicaciones, y creación de un sistema nacional de investigación clínica, que coordina diversos estudios prospectivos. Para más información: http://site.acsnsqip.org National Quality Forum Organización no lucrativa, cuyo fin es catalizar las mejoras del cuidado de la salud. Se encarga de organizar grupos de trabajo para potenciar la mejora de la calidad tanto en el sector público como privado; apoya consensos para desarrollar estándares que miden el desempeño; se asegura de que la información del desempeño de alta calidad sea accesible al público, y busca retroalimentación en tiempo real que asegure mediciones significativas y precisas. En 2002 desarrolló una lista de eventos reportables serios, también llamados “never events” (eventos nunca), esto es, una compilación de eventos clínicos serios, prevenibles y dañinos, diseñada para ayudar en el cuidado de la salud, al evaluar y reportar el desempeño cuando se proporciona un cuidado seguro. Se agrupan en siete áreas de cuidado, una de ellas el área quirúrgica o de procedimientos invasivos, que contempla procedimientos hechos en el sitio incorrecto, en el paciente incorrecto, equivocados; retención no intencio- nal de un cuerpo extraño, y muerte transoperatoria o posoperatoria inmediata en paciente clase I ASA. Para más información: https://www.qualityforum.org/ Topics/SREs/List_of_SREs.aspx#sre1. 5(,1281,'2 Care Quality Commission Se define a sí mismo como el regulador independiente de la salud y cuidado social de los adultos de Inglaterra. Su misión es asegurar que los hospitales, instituciones de cuidado, prácticas médicas y dentales, y otros servicios proporcionen a la gente una atención segura, efectiva y de alta calidad, y alienta a mejorarla. Se encarga de monitorear, inspeccionar y regular los servicios para comprobar que cumplan con los estándares fundamentales de calidad y seguridad. Publica los resultados, incluyendo calificaciones de desempeño, con el propósito de ayudar a la gente a escoger. Uno de los logros más destacados es el desarrollo y aplicación de los “Estándares fundamentales”: cuidado centrado en el paciente; dignidad y respeto; consentimiento, seguridad, protección contra abuso; comida y bebida; edificio y equipo; quejas; buen gobierno; personal suficiente; personal capacitado y apropiado deber de sinceridad; presentación de calificaciones de desempeño. Cada rubro cuenta con puntos específicos, que facilitan su medición. Para más información: http://www.cqc.org.uk/content/ fundamental-standards. The Health Foundation Organización no lucrativa independiente, enfocada en mejorar la calidad del cuidado de salud en Inglaterra. Desarrolla investigaciones y análisis a profundidad de políticas; implementa programas de mejora para el sistema nacional de salud; apoya y desarrolla líderes, y comparte la evidencia. Cada año ofrece premios, becas y apoyos financieros para proyectos de mejora de la calidad del cuidado de la salud. Es socio de BMJ Group, siendo dueño parcial del BMJ Quality and Safety Journal. Además de investigación, cuenta con programas de enseñanza académica para diversas áreas del cuidado de la salud. Uno de sus programas más importantes es Quality Watch, donde publican los resultados de más de 270 indicadores de calidad de salud, que monitorea a los hospitales pertenecientes al sistema nacional de salud. Este programa funciona como auditor independiente de calidad de salud pública. Para más información: http://www.qualitywatch.org. uk/. Y http://www.health.org.uk/. &$1$'È Canadian Foundation for Healthcare Improvement Organización no lucrativa fundada por el gobierno de Canadá, dedicada a acelerar la mejora del cuidado de la salud. Se encar- ERRNVPHGLFRVRUJ © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR paración del desempeño de hospitales en cuanto a seguridad, calidad y eficiencia (en 2014, 1 501 hospitales de EUA participaron en la encuesta); el Leapfrog´s Hospital Safety Score, índice de seguridad que clasifica a los hospitales participantes en grados asignados de la letra A a la F de acuerdo con su capacidad para prevenir errores, accidentes, lesiones e infecciones (participan más de 2 500 hospitales de EUA). Para más información: www.leapfroggroup.org, www. hospitalsafetyscore.org. La calidad, su adopción y adaptación a la medicina • 183 ga de coordinar programas de colaboración nacional para optimar el cuidado de la salud, educación y entrenamiento para directivos del cuidado de la salud; también evalúa el desempeño de hospitales canadienses. Hoy día desarrolla y coordina más de 100 programas de mejora de calidad en Canadá y publica reportes de forma constante tanto para el médico clínico como directivos administrativos. Para más información: http://www.cfhi-fcass.ca/ Your Health System Sistema de información para el público general sobre indicadores de calidad del cuidado de la salud. Desarrollado por el Instituto Nacional de Salud de Canadá, ofrece de una manera fácil y accesible datos sobre los resultados de cada hospital del país. Es el sistema de información de resultados de salud más importantes de esa nación. Para más información: http://yourhealthsystem.cihi.ca/. © Editorial El manual moderno)RWRFRSLDUVLQDXWRUL]DFLyQHVXQGHOLWR ¢)81&,21$1",03$&72'( /26352*5$0$6'( 0(-25$0,(172'(/$&$6 Como se puede observar, existe gran variedad de organizaciones enfocadas en mejorar la calidad de atención a la salud, y cada una de ellas posee más de un programa para desarrollar un área específica, obteniendo numerosos programas que involucran diversos hospitales, clínicas y profesionales de la salud trabajando para ese objetivo. Esto lleva a preguntar: ¿Funciona toda esa movilización de profesionales, recursos, dinero y tiempo? ¿Los resultados obtenidos justifican el volumen de recursos utilizados? El National Surgical Quality Improvement Program del American College of Surgeons, hoy día cuenta con más de 6 00 hospitales afiliados en 49 de 50 estados de EUA y en otros 13 países.8 Tiene millones de registros de pacientes y más de 100 modelos ajustados de modo estadístico a riesgo. Un análisis hecho en 118 hospitales del programa con datos de tres años reportó que 66% de los hospitales mejoró su mortalidad ajustada al riesgo, y 82% mejoró sus tasas de complicaciones ajustadas al riesgo. Esto se observó más en hospitales con peor desempeño; sin embargo, en aquellos con mejor desempeño, se calculó que se evitaron 9 598 complicaciones potenciales, un promedio de 52 complicaciones por hospital.9 Otro importante ejemplo es el programa de la OMS Cirugía Segura Salva Vidas, que inició en 2007 con el propósito de incrementar la seguridad del cuidado quirúrgico en todo el mundo, mediante la definición de un conjunto de estándares centrales aplicables en todas las naciones miembro de la OMS.10 En 2008, el programa lanzó su “checklist”, una lista de cotejo que implica hacer pausas para corroborar información de la cirugía. Después de su implementación, se observó 50% de descenso de mortalidad perioperatoria y cerca de un 40% de reducción en complicaciones intrahospitalarias.10 Otros estudios han reportado que el uso del checklist baja la mortalidad y morbilidad posquirúrgicas durante los primeros 30 días.10 Además, la implementación de la lista de cotejo ha demostrado tener beneficios en reducción de costos, optimación de comunicación entre los miembros del equipo quirúrgico, y en adopción de otras medidas y actitudes de seguridad ante el paciente.10 Como es posible observar, la implementación de programas para mejorar la CAS tiene un importante impacto en su calidad. La adopción de estos programas es algo nuevo de manera relativa, por lo que todavía faltan muchos estudios para determinar su impacto en específico. Sin embargo, la adopción de un programa de mejora de CAS es responsabilidad de todos los profesionales de la salud y no sólo de las instituciones. Cualquier programa que represente una oportunidad para disminuir mortalidad, morbilidad o complicaciones directas o indirectas en general, representa una oportunidad de renovar la capacidad de resolución médica y es deber del especialista adherirse a él, promocionar su adopción, mantener una vigilancia de sus resultados y optimarlo de forma continua. /$&$/,'$''(/$6$/8'(10e;,&2 En México también se han observado importantes avances en la historia del cuidado de la salud. El antecedente más remoto de la estandarización de un sistema de calidad fue en el decenio de 1950, con el programa de auditorías médicas. Después, en 1985, se implementó en el Instituto Nacional de Perinatología el programa “Círculos de Calidad”, que consistió en la primera experiencia de mejora continua en la cual participaban de manera conjunta médicos y enfermeras.11 A principios del decenio de 1990, la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina fundó el sistema de acreditación de tales establecimientos, convirtiéndose en el primer programa de acreditación entre pares de la educación superior en el país. En 1997, la Secretaría de Salud creó el Programa de Mejora Continua de la Calidad en la Atención Médica, primer intento de implementación de un programa de calidad nacional de atención a la salud y que estuvo vigente hasta el año 2000; de él derivó, en 1999, la Comisión para la Certificación de Establecimientos de Atención Médica, con lo que inició el proceso de certificación de hospitales en calidad de atención a la salud. En 2001, el programa fue reestructurado y se formó la Cruzada Nacional por la Calidad de los Servicios de Salud, vigente hasta el año 2006 y durante la cual se implementaron varios programas de vigilancia de calidad y uso indicadores institucionales más precisos.11 En 2004 se creó la Dirección General de Calidad y Educación en Salud (DGCES), como una división de la Secretaría de Salud, con la misión de conducir la política nacional en materia de calidad y seguridad en la prestación de servicios de salud.12 A partir del año 2007, el programa Cruzada Nacional por la Calidad de los Servicios de Salud fue reestructurado y se formó el Sistema Integral de Calidad en Salud (Sicalidad).13 Su principal objetivo era “Situar la calidad como una prioridad en la agenda permanente del Sistema Nacional de Salud”13 y estableció tres objetivos específicos: 1) calidad técnica y seguridad del paciente; 2) calidad percibida por los usuarios; 3) calidad en la gestión de los servicios de salud. El programa se impulsó a través de los Comités Estatales de Calidad en Salud (CECAS), Responsables Estatales de Calidad y Enlaces Institucionales de Calidad, con lo que se creó la primera red cooperativa nacional para mejorar la calidad del cuidado de la salud.13 ERRNVPHGLFRVRUJ (Capítulo 24) La DGCES cuenta con las divisiones de Calidad, Regulación y Control Sanitario, Educación y Comisiones. La división de Calidad ha desarrollado el programa nacional de Consolidación de Calidad en los Servicios de Atención Médica, que tiene por objetivo conjuntar todos los programas de mejora de calidad de atención a la salud y desarrollar una misma estrategia de implementación nacional. Tal estrategia se basa en seis componentes: 1) calidad y seguridad del paciente; 2) innovación y mejora continua; 3) gestión de riesgos en la atención médica; 4) acreditación de los establecimiento de atención médica y servicios de salud; 5) normatividad en materia de salud, y 6) educación en salud.13 Para mejorar la calidad de los productos tecnológicos utilizados en las ciencias de la salud, en 2004 se creó el Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud (Cenetec), con la misión de la gestión y evaluación de las tecnologías para la salud. Además, desde su creación, ha sido un pilar fundamental para la estandarización de procedimientos médicos en país, a través de la implementación de su programa de Guías de Prácticas Clínica.14 Estas guías son el primer antecedente de un programa nacional enfocado en estandarizar la atención clínica de la salud y sentar las bases mínimas para una atención de calidad. Hoy día se tienen más de 700 guías para todas las especialidades médicas, y están en desarrollo y actualización varias más. El sector privado también ha presentado importantes avances en calidad. Desde su creación en 1989, la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud) ʊasociación civil, autónoma, sin fines de lucroʊ tuvo la misión de contribuir al mejoramiento de la salud en México, a través del estudio de políticas en materia de salud y el impulso de investigación y formación de recursos humanos. De igual manera, proporciona apoyo económico a través de premios y becas académicas. Hoy día cuenta con varios proyectos en etapas avanzadas, como el Observatorio de la Salud, Competitividad y Salud, Tómatelo a Pecho (cáncer de mama), y Análisis del Desempeño Hospitalario, entre otros. Funsalud ha funcionado como un importante vínculo entre el sector público, privado y los tomadores de decisiones en políticas de salud. En México, la calidad del cuidado de la salud de las instituciones públicas es vigilada por el Observatorio Calidad de la Atención y Seguridad del Paciente, una división de la DGCES, a través del programa Indicas. Los indicadores utilizados son los pertenecientes al otrora programa Sicalidad y se enfocan en particular en los tiempos de atención y cumplimiento de programas. En su página, http://dgces.salud.gob.mx/INDICASII/resultados.php, se muestran reportes actualizados y muy bien organizados accesibles para el público general. El único inconveniente de tales indicadores es el hecho de sólo incluir hospitales públicos, el mal apego que tienen muchos de estos hospitales para enviar sus reportes y la exclusión de los hospitales privados; sin embargo, representa un importante avance en el desarrollo de un sistema nacional de reportes de CAS. vo, es también una de las prácticas donde más se han implementado programas de vigilancia de calidad. La medición más usada de calidad en cirugía es a través de los conceptos de Donabedian, midiendo estructura, procesos y resultados.2 Sin embargo, en los últimos años han surgido otros importantes conceptos, que complementan una visión más integral del cuidado de la salud. La información sobre estructura, procesos y resultados de salud puede ser recabada para área o servicio de un consultorio, clínica, hospital, sistema de salud, etcétera, otorgándoles características propias a cada área y conformando un microsistema. Citando la definición, publicada en 2002 por Nelson et al.: “Un microsistema clínico es un pequeño grupo de gente que trabaja junta de forma regular para proporcionar un cuidado a una pequeña subpoblación de pacientes. Contiene objetivos clínicos y empresariales, procesos ligados y un ambiente de información compartida y produce resultados del desempeño. Los microsistemas evolucionan con el tiempo y con frecuencia están incluidos en organizaciones más grandes. Son sistemas complejos y adaptativos y como tales deben realizar primero el trabajo asociado con los objetivos centrales, satisfacer las necesidades del equipo de trabajo interno y mantenerse a sí mismos como unidades clínicas con el paso del tiempo… Los microsistemas son los ladrillos esenciales del sistema de salud”.15 Cuando estos microsistemas clínicos tienen un claro sentido de su identidad como sistema, buscan cambios para mejorar