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Política Económica: Objetivos a Corto y Largo Plazo

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Introducción.
A medida que un gobierno va estableciendo una determinada política económica, se encarga del
control de diferentes factores económicos importantes en la vida del país, como los presupuestos del
estado o el mercado laboral. Por así decirlo, el Estado conduce la economía de su territorio con las
herramientas de la política económica.
¿Cuáles son los objetivos a corto Plazo? ¿Cuáles son los objetivos a largo plazo? ¿Cuáles son los
Instrumentos de la Política Económica que existen?
Mediante el control de las variables económicas un gobierno puede estimular la economía.
Según las herramientas que utilizan las autoridades.
Las políticas económicas deben contar con un alto nivel de coherencia, coordinación e integración
de las medidas fiscales y monetarias con las que se conforma, de cara a la consecución de los
objetivos marcados y la búsqueda del bienestar. Gracias a un buen empleo de la política
económica un país puede lidiar con importantes problemas sociales y coyunturales como
la inflación, la pobreza, además de intentar contribuir al crecimiento económico del país.
La política económica es específica de cada país o región, ya que ésta se elabora atendiendo a
las características de cada territorio en el que se aplica y generalmente no es posible obtener
idénticos resultados probándola por igual en dos países distintos. Esto sucede porque existen
factores sociales, geográficos o ideológicos que convierten a cada país en único.
No obstante, dependiendo de las ideologías y de los planteamientos económicos que existen en
el mundo, pueden encontrarse distintas posiciones respecto al nivel de intervención que tiene que
adoptar un gobierno en la vida económica de su país.
Objetivos a corto Plazo de la Política Económica
Pleno empleo:
El pleno empleo es una situación en donde todos los individuos de un país, que están en
condiciones de trabajar y que quieren hacerlo, se encuentran efectivamente trabajando ya sea
como empleados de una empresa u organización o creando la suya propia.
Cuando ocurre el pleno empleo, la demanda de trabajo se iguala a la oferta de modo que
el mercado laboral se encuentra en perfecto equilibrio. Esto quiere decir que en un país con pleno
empleo, todos los trabajadores que pertenecen a la población activa y buscan trabajo, lo
encuentran. Sin embargo, como veremos más abajo, cuando existe pleno empleo sí que existen
ciertas personas en desempleo, es lo que se conoce como desempleo friccional.
Características del pleno empleo
El concepto de pleno empleo es más bien teórico ya que es prácticamente imposible encontrar
un caso en real en donde el desempleo sea exactamente cero. Lo anterior ocurre porque en la
práctica el mercado laboral presenta muchas imperfecciones (asimetrías de información,
regulaciones que afectan los incentivos de trabajadores y de las empresas, etc.).
A lo anterior se agrega el hecho de que el mercado laboral es dinámico y es normal que exista
un cierto nivel de desempleo friccional ya que los trabajadores necesitan tiempo para encontrar
el puesto de trabajo adecuado (buscar ofertas en sitios webs o periódicos, enviar sus datos,
participar de entrevistas, etc). Esto es, existe la oferta y la demanda pero se demoran un poco
en encontrar el equilibrio.
Por otra parte, constantemente existen cambios en la población activa con personas que entran
o salen del mercado laboral por distintas razones tales como: enfermedad, otros intereses, irse
a vivir a otro país, comenzar nuevos estudios, etc.)
También pueden existir cambios en los factores que determinan la demanda de trabajo de las
empresas (cambios tecnológicos, cambios en las preferencias de los consumidores, etc.). Estos
cambios pueden llevar a desempleo del tipo estructural en donde si bien existe demanda de
trabajo, la oferta no cuenta con las habilidades deseadas.
Considerando lo anterior, muchas veces se considera que existe pleno empleo en un país
cuando su tasa de desempleo se explica principalmente por desempleo de tipo friccional.
La meta del pleno empleo
Para un país alcanzar el pleno empleo es un objetivo deseable tanto por sus consecuencias
económicas como sociales e incluso morales. No obstante existen visiones divergentes de
cómo acercase a esta meta.
Por una parte, el Keynesianismo asegura que el Estado debe intervenir en épocas de crisis
haciendo inversiones públicas que generen empleo y que ayuden a retomar la senda de
crecimiento. El Keynesianismo no cree en el ajuste automático de la oferta y demanda de
trabajo.
Por el contrario, la corriente del liberalismo señala que la mejor forma de alcanzar el pleno
empleo es a través de la libre competencia. La intervención del Estado se limitaría a asegurar
un marco jurídico confiable y estable para el desenvolvimiento de la iniciativa empresarial.
Cabe mencionar también que muchos países consideran que el trabajo es un derecho (más
bien desde el punto de vista moral) y que el Estado debe incluir el pleno empleo como un
objetivo prioritario.
Estabilidad de precios.
Respecto al objetivo de la estabilidad monetaria hay que señalar, sin embargo, que su
consideración como primordial, no implica que deba ser el único fin último de la política
monetaria, con el fin de contribuir al logro de los objetivos macroeconómicos, estos incluyen el
pleno empleo o el crecimiento económico equilibrado. La existencia de otros fines junto a la
estabilidad de precios permite a la autoridad monetaria actuar discrecionalmente contribuyendo
a la consecución a corto plazo de otros objetivos y a largo plazo con la estabilidad de precios.
Mejora de la balanza de pagos.
Balanza de pagos es un indicador macroeconómico que proporciona información sobre la
situación económica del país de una manera general. Es decir, permite conocer todos los
ingresos que recibe un país procedentes del resto del mundo y los pagos que realiza tal país al
resto del mundo debido a las importaciones y exportaciones de bienes, servicios, capital o
transferencias en un período de tiempo.
Estructura de la balanza de pagos
Dentro de la balanza de pagos existen cuatro cuentas principales:
Balanza por cuenta corriente: Esta balanza es la más importante ya es las que más se utiliza
para conocer el estado de la economía de un país. Aquí se incluyen las importaciones y
exportaciones de bienes y servicios, además de las rentas y transferencias. A su vez, se
subdivide en cuatro sub-cuentas: balanza comercial, balanza de servicios, balanza de rentas y
balanza de transferencias.
Balanza de cuenta de capital: Se registran el movimiento de capitales, por ejemplo las ayudas
que llegan del extranjero o la compra y venta de bienes que no son financieros.
Balanza de cuenta financiera: Se recogen los préstamos que pide un país al extranjero, las
inversiones o depósitos que los países extranjeros efectúan a un país.
Cuenta de errores y omisiones: esta cuenta se incluye dada la dificultad de calcular con
extrema precisión el total de exportaciones e importaciones de un país.
Cada una de estas balanzas dan un saldo independiente que puede ser positivo o negativo:
Superávit: en el caso de que el saldo de un tipo de balanza sea positivo estaremos hablando
de que la balanza está en superávit.
Déficit: en el caso de que sea negativo.
Sin embargo, no se busca el equilibro de cada una de estas balanzas por sí solas, sino el
equilibrio global de la balanza de pagos. Por consiguiente, la balanza de pagos siempre estará
en equilibro, por ejemplo un déficit en la balanza por cuenta corriente será compensado con un
superávit en la balanza por cuenta de capital. Ya que si un país tiene más compras que de
ventas, el dinero lo debe obtener por algún lado, bien por medio de inversiones o préstamos
extranjeros.
Objetivos a largo plazo de la Política Económica
Expansión de la producción.
La producción, producto o PIB potencial (también llamado Producto Interior Bruto natural) se
refiere al nivel más alto de PIB o producción real que podría ser alcanzado y sostenido a largo
plazo por un país o cualquier corporación al utilizar de manera eficiente todos los factores de
producción con los que cuenta.
La existencia de un límite potencial se debe a las características naturales e institucionales del
ámbito productivo. Si el PIB real aumenta y se mantiene por encima del potencial (en ausencia
de controles salariales y de precios) la inflación tiende a aumentar en tanto que
la demanda de factores de producción supera la oferta. Esto se debe a que existe una oferta
limitada de trabajadores y de su tiempo, de bienes de equipo y de recursos naturales, además
de los límites de la tecnología y de nuestras habilidades de administración. Gráficamente, la
expansión de la producción más allá del límite natural puede ser vista como cambio de volumen
de producción por encima de la cantidad óptima en la curva de coste medio. Así mismo, si el
PIB real está por debajo del PIB natural, la inflación se reducirá, dado que los proveedores
bajarán los precios para liquidar su producción remanente.
La producción potencial en macroeconomía corresponde al punto o curva en la frontera de
posibilidades de producción para una sociedad dada, reflejando en conjunto los límites
naturales, tecnológicos e institucionales.
En general, los bancos centrales y otras agencias de planificación económica intentan mantener
el PIB en o alrededor del nivel del PIB natural. Esto puede lograrse de distintas formas. Las dos
estrategias más comunes son expandir o contraer el presupuesto del gobierno (política fiscal) y
alterar la oferta de dinero para cambiar los niveles de consumo e inversión (política monetaria).
La diferencia entre la producción potencial y la producción real se denomina brecha de
producción o brecha del PIB, la cual puede servir como indicador del uso de la capacidad
instalada. La producción potencial también se utiliza, entre otros, para el cálculo de la ley de
Okun, como una relación con la producción real, la tasa natural de desempleo y el paro real a
lo largo del tiempo.
Mejora de la distribución de la renta y la riqueza.
Entre los países del mundo existe una correlación clara entre la desigualdad de la renta, el nivel
de impuestos existente y el tipo de política fiscal de los gobiernos. En los países más desiguales
tienden a existir pocos impuestos y estos frecuentemente son poco progresivos.
Tradicionalmente las tesis socialdemócratas y socialistas, sostienen que un sistema capitalista
liberal puro el reparto desnivelado tendría base en la prevalencia del lucro sobre los medios de
producción privados por lo que surge una situación de antagonismo y conflictividad social. Por
otra parte las tesis tradicionales del neoliberalismo el Estado debe dejar de intervenir en todos o
algunos asuntos económicos de sus ciudadanos y eliminar políticas de gasto público para que
la desregulación y la flexibilidad del mercado permita el progreso libre de los ciudadanos. Sin
embargo otras escuelas de económica insisten que la frecuencia con la que se presentan fallos
de mercado hace muy conveniente un papel activo del Estado en la vigilancia, e incluso el
desarrollo de ciertos sectores estratégicos.
En la mayoría de los países existen impuestos progresivos sobre el nivel de ingreso de los agentes
económicos individuales que son el medio más común usado por los gobiernos para reducir la
desigualdad en la distribución renta.
Mejora en el tamaño o en la estructura de la población.
Teniendo en cuenta que la renta (ingreso) per cápita (𝑟𝑝) resulta de dividir el PBI entre el total
de la población (N), esto es: 𝑟𝑝 = 𝑃𝐵𝐼 𝑁 Entonces, el fomento de la inversión pública y privada
para aumentar los niveles del Producto Bruto Interno (PBI) y, por consiguiente, la renta per
cápita, nos parece muy bien.
Como se sabe, la renta per cápita es un indicador comúnmente usado para estimar la riqueza
económica de un país. Numerosas evidencias muestran que la renta per cápita está
positivamente correlacionada con la calidad de vida de los habitantes de un país. Esto es
especialmente cierto en países pobres como el nuestro: un incremento del PIB en general
supone un aumento del bienestar general de la población, especialmente si la distribución de la
renta no es muy desigual. Con frecuencia observamos que, cuando se trata de aumentar la
renta per cápita, recurrimos a medidas de política económica que aumenten el numerador de la
ecuación, es decir, del Producto Bruto Interno y muy escasamente a medidas que permitan un
menor aumento de la tasa de crecimiento de la población (N), es decir, del denominador de la
ecuación, con lo cual también se lograría un aumento de la renta per cápita. Y es que propiciar
un menor crecimiento de la tasa de crecimiento de la población implica abordar variables tales
como la natalidad, la mortalidad y las migraciones. Es evidente que en ningún país del mundo,
si se quiere disminuir la tasa de crecimiento de la población (r), se propiciaría aumentar la tasa
de mortalidad.
Algunos países podrían promulgar leyes que limiten los flujos migratorios poblacionales si se
desea frenar el crecimiento poblacional. Entonces queda la única variable sobre la cual los
gobiernos sí pueden actuar: políticas de población que permitan un menor crecimiento de la
tasa de natalidad (control de la natalidad). En general, la tasa de crecimiento vegetativo de la
población está relacionada con dos indicadores: la tasa de crecimiento de la natalidad y la tasa
de crecimiento de la mortalidad.
Es política de los gobiernos propiciar una menor tasa de crecimiento de la mortalidad,
especialmente de la mortalidad infantil y de la tasa de mortalidad materna, con el consecuente
aumento de la esperanza de vida al nacer. Una menor tasa de crecimiento de la mortalidad
sigue considerándose como un buen indicador del nivel socioeconómico de una comunidad
(país, región, localidad) así como de su infraestructura en los servicios básicos de salud, de sus
programas de vacunación, de su grado de nutrición, entre otros.
Por tanto, para reducir el tamaño de la población (N) no sería ético propiciar el aumento de la
tasa de crecimiento de la mortalidad, al contrario, todos los gobiernos propician su reducción.
Queda, entonces, actuar sólo con el otro componente poblacional: la tasa de crecimiento de la
natalidad. Es con esta variable demográfica –La fecundidad- la única sobre la cual se podría
actuar si se desea obtener una tasa de crecimiento de la población decreciente.
El saldo migratorio –emigrantes menos inmigrantes- es importante cuando se trata de
migraciones internacionales pero si se trata de movimientos espaciales de la población dentro
de nuestro país, la incidencia del saldo migratorio es insignificante más aún cuando es muy
difícil calcular estos movimientos migratorios. Conocer y estudiar, entonces, las variables que
originan aumentos o disminuciones del tamaño de la población, tales como la fecundidad, la
mortalidad, la densidad demográfica, el tamaño de la población en el futuro mediano, la
densidad poblacional, es muy importante para tomar medidas de política económica, educativa,
de salud, de provisión de servicios básicos, etc.
Instrumentos de la Política Económica
La política monetaria
Es la disciplina de la política económica que controla los factores monetarios para garantizar la
estabilidad de precios y el crecimiento económico.
Aglutina todas las acciones que disponen las autoridades monetarias (los bancos centrales)
para ajustar el mercado de dinero. Mediante la política monetaria los bancos centrales dirigen
la economía para alcanzar unos objetivos macroeconómicos concretos. Para ello utilizan una
serie de factores, como la masa monetaria o el coste del dinero (tipos de interés). Los bancos
centrales utilizan la cantidad de dinero como variable para regular la economía.
Los objetivos de la política monetaria difícilmente podrán lograrse con el uso de la política
monetaria en solitario. Para conseguirlos será necesario la puesta en marcha de políticas
fiscales que se coordinen con la política monetaria. De hecho, las políticas monetarias
tienen múltiples limitaciones, y por ello, muchos economistas están en contra de la utilización
de estas políticas, asegurando que pronuncian los ciclos económicos. Además, muchas veces
los mecanismos de la política monetaria no consiguen los objetivos deseados, sino que alteran
otros factores. Por ejemplo, si aumentamos la masa monetaria de una economía para conseguir
crecimiento económico, puede que lo único que consigamos es un aumento de los precios.
Tipos de política monetaria
Política monetaria expansiva: Consiste en aumentar la cantidad de dinero en el país para estimular
la inversión y con ello, reducir el desempleo y conseguir crecimiento económico. Su uso
suele provocar inflación.
Política monetaria restrictiva: Trata de reducir la cantidad de dinero del país con el fin de reducir la
inflación. Cuando sea aplican políticas restrictivas se corre el riesgo de ralentizar el crecimiento
económico, aumentar el desempleo y reducir la inversión.
Política Fiscal
La Política fiscal es una disciplina de la política económica centrada en la gestión de los
recursos de un Estado y su Administración. Está en manos del Gobierno del país, quién
controla los niveles de gasto e ingresos mediante variables como los impuestos y el gasto
público para mantener un nivel de estabilidad en los países.
A través de la política fiscal, los gobiernos tratan de influir en la economía del país. Controlando
el gasto y los ingresos en los diferentes sectores y mercados con el fin de lograr los objetivos
de la política macroeconómica.
Mediante estas variaciones, el Gobierno debería ejercer un gran impacto sobre la demanda
agregada y, por consiguiente, influye en la producción y el empleo, dado un nivel de precios.
Por otra parte, su objetivo principal es estimular el crecimiento de la economía doméstica y
protegerla de cara a los cambios propios de los ciclos económicos.
Además, un punto importante es que la política fiscal debe ser clave para garantizar y proteger
los servicios sociales básicos y los recursos con los que cuenta el territorio en cuestión. Se trata
de una gran responsabilidad, ya que las decisiones tomadas en este ámbito afectan
considerablemente a la vida cotidiana, al empleo, los precios…, es decir, la política fiscal
constituye la vía más importante para mantener o mejorar el llamado Estado de Bienestar. De
hecho, en los presupuestos públicos europeos más de la mitad del gasto suele corresponder a
servicios sociales y sólo alrededor del 20 por ciento se destina a servicios generales y
económicos.
Es también destacable la responsabilidad que se adquiere a la hora de controlar y redistribuir
la riqueza de un estado por medio de los servicios públicos y la gestión tributaria.
Su complementariedad con la política monetaria y su convivencia será clave para la marcha del
país y el bienestar de sus ciudadanos. La política fiscal tiene un papel destacado por su efecto
estabilizador de las fluctuaciones de la economía, a través de su impacto expansivo o
contractivo sobre la demanda agregada vía manejo de los ingresos y gastos públicos (y por
tanto, de la cuantía de los déficit o superávit del sector público).
Tipos de política fiscal
Dependiendo de las diferentes decisiones tomadas a la hora de dirigir la política fiscal, puede
clasificarse a esta como expansiva, contractiva o neutral. Esta diferenciación tiene mucho que
ver en ocasiones con una cuestión ideológica o de pensamiento económico, debido a que
atendiendo al perfil ideológico del gobierno del momento se tomará una clase de medidas u
otra. No obstante, realmente lo que define la aplicación de una política fiscal expansiva o
contractiva es la situación del ciclo económico en que se encuentre.
Política Fiscal Expansiva: se lleva a cabo en situaciones de decrecimiento económico y cuando
hay altos niveles de paro, el Gobierno tendrá que aplicar una política fiscal expansiva para
aumentar el gasto agregado (Consumo + Inversión + Gasto + Exportaciones – Importaciones),
aumentando la renta efectiva y para disminuir la tasa de paro. La política fiscal expansiva puede
ser de cuatro tipos o vías de aplicación:
Una reducción de los impuestos, consiguiendo un impacto positivo sobre el consumo.
Un aumento de los gastos del Gobierno, desplazando al alza el gasto agregado.
Estímulos a la inversión privada a través de bonificaciones o exenciones fiscales. La finalidad
es provocar aumentos en la demanda agregada.
Incentivos fiscales para estimular la demanda de los no residentes (mayores exportaciones
netas)
Política Fiscal Contractiva: cuando existe una situación inflacionista provocada por un exceso
de demanda agregada. En este caso sería necesaria una aplicación de política fiscal restrictiva,
procediendo de forma contraria para reducir el gasto agregado.
Se aumentarían los impuestos. Se reduciría el gasto público. Se actuaría para desalentar las
inversiones privadas y las exportaciones netas (menores exportaciones netas).
Política exterior.
Se refiere a la intervención que realizan los gobiernos para regular las transacciones con otros
países. Algunos ejemplos de política económica son la fijación del tipo de cambio de la moneda
respecto a las monedas de otros países, el fomento de las exportaciones o las limitaciones a
las importaciones. Los países que pertenecen a la Unión Europea han visto reducida sus
competencias en esta materia ya que la mayoría de las decisiones sobre política exterior son
adoptadas por Bruselas.
Política de rentas.
Su fin es lograr la estabilidad de los precios controlando la inflación. De esta forma, se trata de
evitar que los precios se disparen. En este sentido, los Estados también pueden regular los
salarios de los funcionarios y de las empresas privadas si consideran que así pueden mantener
estables los precios del conjunto de la economía.
A su vez se podría realizar una segunda clasificación de las políticas económicas desde el punto
de vista sectorial. En este caso estaríamos hablando de política agraria, industrial, energética,
de transportes, comercial, turística o de viviendas. En cualquier caso, los objetivos de las
mismas siguen siendo idénticos, aunque a una escala menor: pleno empleo, desarrollo
económico, equilibrio económico exterior o estabilidad cíclica y de precios.
SISTEMA PROBLEMÁTICO E HIPOTÉTICO
Objetivos e instrumentos de la política Económica
Preguntas
Respuestas
Objetivos
Contenidos
¿Cuáles son
los objetivos
a corto
Plazo?
Entre los objetivos de la política económica
podemos distinguir objetivos a corto plazo
(coyunturales)
Definir y explicar los objetivos a
corto plazo de la PE
Conceptos
de
los
objetivos a corto plazo
Objetivos a más largo plazo (estructurales).
Definir y explicar los objetivos a
largo plazo de la PE
Conceptos
de
los
objetivos a largo plazo
Describir cada una
políticas económicas.
Conceptos
de
los
instrumentos de la PE
¿Cuáles son
los objetivos
a largo
plazo?
¿Cuáles son
los
Instrumentos
de la Política
Económica
que existen?

Política monetaria: medidas monetarias para lograr la
estabilidad de precios a través de la cantidad de dinero
en circulación.

Política Fiscal: son las medidas que utiliza el estado
para recaudar los ingresos necesarios para el buen
funcionamiento del sector público.

Política exterior: la intervención que realizan los
gobiernos para regular las transacciones económicas
con otros países.

Política de rentas: lograr la estabilidad de los precios
para tener control sobre la inflación en conjunto con la
economía.
de
las
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