Uploaded by OLIVER ANDRE ALVAREZ CHAMBILLA

Ética Médica: Confidencialidad, Autonomía y Consentimiento Informado

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UNIVERSIDAD PRIVADA DE TACNA
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
ESCUELA PROFESIONAL DE MEDICINA HUMANA
CURSO:
ÉTICA
DOCENTE:
MTR. LUIS MIGUEL DELGADO KUONG
TRABAJO:
PRESENTADO POR:
CHOQUECOTA MAMANI, Sebastian Anghelo
CHOQUEJAHUA ROQUE, Jaime Salvador
CHUQUIMIA MARIACA, Erick Gabriel
CUARESMA BALTAZAR, Alessandro Antonio
CUTIPA CALATAYUD, Gustavo Josue
LOPEZ CUNURANA, Rodrigo Fabian
CICLO III, TEORÍA A
TACNA - 2023
RESUMEN
En el presente trabajo se realizó un análisis primeramente de la confidencialidad y
privacidad y las razones por la que es importante, así mismo el consentimiento
informado, la autonomía del paciente, relación de confianza, los conflictos que esta
conlleva y terminando con el fin de la vida.
INTRODUCCIÓN
La relación médico-paciente es un vínculo fundamental en la atención médica,
basado en la confianza, el respeto y la comunicación efectiva. Se establece entre un
médico y su paciente con el objetivo de brindar cuidado de calidad y promover la
salud y el bienestar. Esta relación se basa en principios éticos, como la
confidencialidad, la privacidad y el respeto a la autonomía del paciente.
CONFIDENCIALIDAD Y PRIVACIDAD
La confidencialidad y la privacidad son aspectos fundamentales en la relación
médico-paciente.
La confidencialidad se refiere a la obligación ética y legal de los profesionales de la
salud de mantener la información personal de los pacientes en secreto y no
revelarla a terceros sin el consentimiento del paciente. Esto incluye cualquier tipo de
información que el paciente comparta con su médico, como síntomas, historial
médico, resultados de pruebas, diagnósticos, tratamientos y cualquier otra
información relevante para su atención médica. La confidencialidad está respaldada
por leyes y regulaciones específicas, como las leyes de protección de datos
personales y las leyes de confidencialidad médica.
La privacidad, por otro lado, se refiere al derecho del paciente a mantener el control
sobre su propia información personal y decidir quién puede acceder a ella. Esto
implica que los pacientes deben recibir información clara sobre cómo se recopila,
utiliza y comparte su información médica, así como la oportunidad de otorgar o
revocar su consentimiento para su uso y divulgación.
La confidencialidad y la privacidad son fundamentales por varias razones:
-
Confianza: La confidencialidad y la privacidad de los pacientes promueven la
confianza entre médicos y los pacientes, deben sentirse seguros al compartir
información personal y confidencial con sus médicos, sabiendo que no será
divulgada sin su consentimiento.
-
Autonomía: La confidencialidad y la privacidad respaldan el derecho del
paciente a tomar decisiones informadas sobre su atención médica. Los
pacientes tienen derecho a controlar la divulgación de su información ya
mantener su autonomía en la toma de decisiones relacionadas con su salud.
-
Seguridad: La información médica contiene detalles sensibles y personales
que podrían ser utilizados de manera inapropiada si se divulgan sin
autorización. La confidencialidad y la ayuda a proteger a los pacientes de
posibles daños o discriminación debido a la divulgación de su información.
-
Cumplimiento legal y ético: Los profesionales de la salud están legal y
éticamente obligados a mantener la confidencialidad de la información del
paciente. El incumplimiento de esta obligación puede tener consecuencias
legales y éticas, así como dañar la reputación y la relación médico-paciente.
Es importante destacar que existen circunstancias limitadas en las que se puede
romper la confidencialidad, como cuando hay riesgo inminente para la vida del
paciente o de otras personas, o cuando la ley lo exige, como en casos de abuso
infantil. Sin embargo, incluso en estas situaciones, se espera que los médicos
respeten la privacidad del paciente tanto como sea posible.
En resumen, la confidencialidad y la privacidad son principios fundamentales en la
relación médico-paciente. Estos aspectos garantizan la confianza, el respeto de la
autonomía y la protección de la información personal y confidencial de los pacientes.
CONSENTIMIENTO INFORMADO
El consentimiento informado (CI) implica explicar a un paciente atento y
mentalmente competente la naturaleza de su enfermedad, así como el equilibrio
entre los efectos de la enfermedad, los riesgos y beneficios de los procedimientos
terapéuticos recomendados, y luego solicitar la aprobación del paciente para
someterse a dichos procedimientos. La información presentada al paciente debe ser
inteligible y objetiva; el médico no debe abusar de su potencial influencia psicológica
sobre el paciente.
Desde un punto de vista ético, clínico y legal, los objetivos del CI son: reconocer y
respetar el derecho a la autonomía del paciente, que no es sólo un requisito legal
sino, lo que es más importante, un requisito ético; promover la participación del
paciente en el proceso de atención sanitaria, lo que significa compartir
responsabilidades y asumir riesgos; y optimizar la relación médico-paciente:
independientemente
del
resultado,
los
pacientes
que
tienen
una
buena
comunicación de la información están más satisfechos con su atención. Por último,
el CI intenta mejorar la seguridad del tratamiento del paciente.
El CI es un derecho del paciente, pero no es un derecho ilimitado. Y esto no implica
que los pacientes puedan decir a sus médicos lo que quieran. La profesión médica y
la sociedad en su conjunto pueden imponer limitaciones a la capacidad de elección
de los pacientes. Los médicos no están obligados a realizar intervenciones dañinas
a los pacientes ni a recetar medicamentos ineficaces, ni tampoco a notificarlo a los
pacientes. Las normas de buena práctica médica también imponen restricciones. La
selección de las técnicas es responsabilidad exclusiva del médico. Y después de
que el paciente haya recibido una intervención, la ley prescribe cómo debe llevarse
a cabo. La sociedad puede establecer límites a la capacidad de los pacientes para
elegir a sus propios médicos por razones de justicia distributiva.
AUTONOMÍA DEL PACIENTE
El principio de autonomía es fundamental para comprender los significativos
cambios que han ocurrido en la relación médico-paciente, o más precisamente, en
la relación clínica, en las últimas décadas, en su origen, la autonomía derivada del
griego auto=uno mismo, y nomos=norma, es un concepto introducido por Kant en el
siglo XVIII. Kant concebía al ser humano como un individuo moral capaz de tomar
decisiones basadas en su razón y libertad, siendo responsable de sus acciones y
mereciendo ser respetado como tal. La autonomía se refiere al ser humano en
general, más que a una persona específica tomando decisiones en circunstancias
particulares. En el ámbito de la Bioética, la autonomía implica la capacidad o
competencia para tomar decisiones de manera racional, basada en información y
comprensión, y con la libertad de aceptar tratamientos o participar en
investigaciones.
En las últimas décadas, la autonomía del paciente ha adquirido una importancia
cada vez mayor en el campo de la atención médica. Ha pasado a ser reconocida
como un principio ético central, junto con los principios de justicia, no maleficencia y
beneficencia. A medida que la relación médico-paciente ha evolucionado, la
autonomía se ha convertido en un elemento esencial en dicha interacción.
El respeto a la autonomía del paciente implica reconocer que cada individuo tiene el
derecho de tomar decisiones que afecten su propia salud y bienestar. Esto incluye el
derecho a consentir o rechazar tratamientos médicos, procedimientos invasivos o
participar en investigaciones clínicas. El consentimiento informado se ha establecido
como una forma de garantizar el respeto a la autonomía del paciente, asegurando
que se proporcione información suficiente y comprensible para que el paciente tome
decisiones informadas. Sin embargo, la capacidad de cada persona para ejercer su
autonomía se puede ver afectada por diversos factores. Aspectos culturales,
educativos y emocionales pueden influir en la capacidad de un individuo para tomar
decisiones de manera autónoma. Es en este contexto, en que médicos y
profesionales de la salud deben mejorar sus habilidades de comunicación, de tal
forma que se privilegie el derecho del paciente de elegir lo mejor para él o ella,
basado en sus principios, filosofía, religión, creencias y características personales.
RELACIÓN DE CONFIANZA
La relación de confianza médico-paciente es un aspecto fundamental en el ámbito
de la atención sanitaria. ya que sienta las bases para una atención de calidad y
efectividad. Esta relación se construye sobre la base de la comunicación abierta, el
respeto mutuo y la confidencialidad. Esto permite al médico obtener información
precisa y detallada sobre la historia clínica y los síntomas del paciente, lo que a su
vez facilita un diagnóstico más preciso y la selección del tratamiento más adecuado.
Además, una relación de confianza médico-paciente fortalece la colaboración y la
toma de decisiones compartidas. Cuando los pacientes confían en sus médicos, se
sienten más seguros al expresar sus preocupaciones y preferencias en cuanto a su
atención médica. Esto promueve una relación más equitativa en la que se
consideran las necesidades individuales y se toman decisiones de manera conjunta,
aumentando la probabilidad de que los tratamientos sean exitosos y bien aceptados
por el paciente.
La relación de confianza médico-paciente también tiene beneficios psicológicos y
emocionales para ambos actores. Para el paciente, la confianza en el médico
reduce el estrés y la ansiedad asociados con la enfermedad, brindando un sentido
de seguridad y apoyo. Además, al sentirse escuchados y comprendidos, los
pacientes experimentan una disminución en el sufrimiento emocional, lo que
contribuye a una mejor calidad de vida. Por otro lado, los médicos también se
benefician de una relación de confianza sólida. Al contar con la confianza de sus
pacientes, los médicos experimentan una mayor satisfacción en su práctica médica.
Además, una relación de confianza fomenta un ambiente de trabajo positivo y
colaborativo, lo que puede ayudar a reducir el agotamiento y aumentar la motivación
profesional.
CONFLICTOS DE INTERÉS
Aquellos conflictos de intereses en medicina representan situaciones en la que el
juicio y la integridad de una decisión o acción médica se ve comprometida por un
interés secundario, generalmente de naturaleza financiera. Un conflicto de interés
ocurre cuando un médico, empresa o establecimiento de salud no cumple con sus
funciones de acuerdo con la ética profesional o institucional o las obligaciones
regulatorias y legales, sino que toma decisiones o actúa en beneficio propio o de
otros. tercero. Estos conflictos pueden surgir en muchas decisiones tomadas por los
profesionales de la salud.
Los conflictos de intereses pueden surgir tanto a nivel individual como colectivo. En
salud, los intereses comerciales influyen en las estrategias de marketing financiero,
el uso alterado de medicamentos y las prácticas institucionales en la comunidad
científica. Esto se refleja en campañas publicitarias en los medios de comunicación,
sobreprescripción de medicamentos innecesarios y automedicación generalizada
entre la población. Ambas actividades pueden tener consecuencias negativas para
la salud del paciente y colectiva, como interacciones medicamentosas o efectos
secundarios que conducen a condiciones iatrogénicas.
EQUIDAD Y JUSTICIA
Los médicos deben tratar a todos los pacientes de manera justa y sin discriminación
y adherirse a los principios de igualdad y justicia en el cuidado de la salud. Puede
discutir cuestiones éticas relacionadas con la asignación de recursos limitados, la
toma de decisiones de emergencia y la igualdad de acceso a la atención médica.
Por ello, la equidad y la justicia en el ámbito médico son principios éticos
fundamentales que se centran en garantizar que todas las personas tengan igual
acceso a la atención médica y sean tratadas de manera justa y sin discriminación,
entre los aspectos más resaltantes están:
-
Acceso igualitario
-
Distribución justa de recursos
-
Ética en la investigación médica
FINAL DE LA VIDA
El final de la vida es un tema delicado y complejo que involucra aspectos éticos
significativos en la relación médico-paciente, dentro de ello tenemos los siguientes
puntos a tomar en cuenta:
-
Autonomía y toma de decisiones: En las últimas etapas de la vida, es muy
importante respetar la autonomía de los pacientes y permitirles participar en
la toma de decisiones relacionadas con su atención médica. Esto incluye
proporcionar información clara y comprensible sobre las opciones
disponibles.
-
Cuidados paliativos: Se centran en brindar confort y calidad de vida a los
pacientes que enfrentan enfermedades graves y terminales.
-
Comunicación efectiva: Al final de la vida, la comunicación abierta y honesta
es esencial. Los médicos deben poder abordar cuestiones complejas como el
pronóstico, las opciones de tratamiento y los cuidados paliativos de una
manera comprensible y empática.
-
Apoyo emocional: La relación médico-paciente al final de la vida también
incluye brindar un apoyo emocional adecuado a los pacientes y sus seres
queridos. Los médicos deben estar dispuestos a escuchar, empatizar y ser
sensibles a los aspectos emocionales y espirituales de la experiencia de
morir.
CONCLUSIONES
● La comunicación entre el médico y el paciente es un aspecto fundamental de
la relación médico-paciente. La forma en que el médico se comunica con el
paciente y su familia puede influir en la percepción de la relación. Es
importante establecer una comunicación efectiva y empática para mejorar la
calidad de la atención médica.
● La ética en la relación médico-paciente exige el respeto por la autonomía y la
dignidad del paciente, permitiéndole tomar decisiones informadas sobre su
atención médica. Además, implica la confidencialidad de la información
médica, garantizando la privacidad del paciente.
● Los médicos deben evitar cualquier conflicto de interés que pueda influir en
su juicio imparcial y comprometer la atención al paciente. Asimismo, se les
insta a garantizar la equidad en la atención médica, brindando a todos los
pacientes acceso igualitario a servicios y tratamientos sin discriminación.
RECOMENDACIONES
● Los médicos deben promover una comunicación abierta y efectiva con los
pacientes, brindándoles información clara y comprensible sobre su condición
médica, opciones de tratamiento, posibles riesgos y beneficios. Además, es
esencial obtener el consentimiento informado del paciente antes de cualquier
intervención médica.
● Tanto el médico como el paciente deben trabajar juntos para establecer una
relación basada en la confianza mutua. Los médicos deben demostrar
empatía,
escuchar
atentamente
y
responder
a
las necesidades y
preocupaciones del paciente. Por otra parte, los pacientes deben ser
honestos y transparentes sobre su historial médico, síntomas y expectativas
de tratamiento.
● Es importante que tanto el médico como el paciente se esfuercen por
educarse y comprenderse condicionalmente. Los médicos deben explicar de
manera comprensible la información médica y los planes de tratamiento,
alentando la participación del paciente en el proceso de toma de decisiones.
Por su parte, los pacientes deben buscar información confiable, seguir las
instrucciones médicas y comunicar sus necesidades y experiencias de
manera clara.
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