Uploaded by Yesica Torres

Perfecto Caos

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Perfecto Caos ✔
zeliri
1
Copyright Information
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This story was first published on May 22nd, 2022, and
was last updated on December 25th, 2022.
FicLab ID: -6BAfgqS/lcersqxq/50400E5Eg
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Table of Contents
Cover
Title Page
Copyright Information
Table of Contents
Summary
1. PERFECTO CAOS.
2. IMPORTANTE
4. Prólogo
5. Capítulo uno
6. Capítulo dos
7. Capítulo tres
8. Capítulo cuatro
9. Capítulo cinco
10. Capítulo seis
11. Capítulo siete
13. Capítulo nueve
14. Capítulo diez
16. Capítulo doce
17. Capítulo trece
18. Capítulo catorce
20. Capítulo dieciséis
29. Capítulo veinticuatro pt.2
32. Capítulo veintisiete
33. Capítulo veintiocho
36. Capítulo treinta y uno
41. Capítulo treinta y seis
43. Capítulo treinta y ocho.
44. Capítulo treinta y nueve.
46. Capítulo cuarenta y uno
3
47. ...
48. Capítulo cuarenta y dos
49. Capítulo cuarenta y tres
50. Capítulo cuarenta y cuatro
51. Capítulo cuarenta y cinco
52. Capítulo cuarenta y seis
54. Capítulo cuarenta y ocho
55. Capítulo cuarenta y nueve
56. Capítulo cuarenta y nueve pt.2
57. Capítulo cincuenta
58. Carta.
59. Epílogo I
60. Extra Uno: Aiden.
61. Epílogo II
62. Nota y libro Paiden.
63. Extra dos: Levi.
64. Extra tres: Mason.
65. Extra cuatro: POV Mason.
66. Extra cinco: Emergencia.
67. Extra seis: Familia.
68. Extra siete.
69. Extra ocho: Sophia
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Summary
title Perfecto Caos ✔
author zeliri
source https://www.wattpad.com/story/288806631
published May 22nd, 2022
updated December 25th, 2022
words 240,652
chapters 69
status Complete
rating Unknown
Adultojoven, Amor, Amorimposible, Banda,
Cantante, Caos, Chicklit, Complete, Contrato, Drama,
Erótica, Fakedate, Godbooy, Guitarrista, Mejoramigo,
tags
Newadult, Novelajuvenil, Onedirection, Perfecto,
Perfectocaos, Relacionfalsa, Romance, Romancesano,
Superaciónpersonal, Tatuajes
Description:
No sé completamente nada de él, a pesar de que es el mejor
amigo de mi novio.
A pesar de que mi mejor amiga tenga una ligera obsesión con su
existencia.
A pesar de que es el vocalista de una de las bandas más
importantes del momento.
No sé nada de él… Así que lo más coherente que pude hacer
cuando me pidió fingir ser su novia por una noche, era negarme.
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De ese modo no estaría en televisión una foto mía entre sus
brazos, no estaría rogándole a mi novio real para que me escuche,
no tendría a su representante presionándome con firmar un
contrato para fingir ser su novia por más tiempo.
Pero todo eso está pasando, y aun ni siquiera es medio día.
Conocer a Mason fue un completo caos.
** PRIMER LIBRO DE LA TRILOGIA AMORES CAOTICOS.
ESTE LIBRO ES TOTALMENTE INDEPENDIENTE, QUIERE
DECIR: NO ES NECESARIO LEER ESTO PARA LEER EL
RESTO, TAMPOCO ES NECESARIO LEER LOS DEMAS
LIBROS.
Obra registrada en Safe Creative. En el Instituto de derechos de
autor (INDAUTOR)/INDERLIN. Código de registro:
2206281476291 — La ilustración de portada esta protegida bajo
derechos de autor.
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1. PERFECTO CAOS.
Para ti, que a pesar de estar rota en mil pedazos
sigues sobreviviendo.
Te prometo que un día bailaras bajo la suave
lluvia de lo que pensabas que era una tormenta
eléctrica.
No sé completamente nada de él, a pesar de que
es el mejor amigo de mi novio.
A pesar de que mi mejor amiga tenga una ligera
obsesión con su existencia.⠀
A pesar de que es el vocalista de una de las
bandas más importantes del momento.
No sé nada de él… Así que lo más coherente que
pude hacer cuando me pidió fingir ser su novia por
una noche, era negarme.
De ese modo no estaría en televisión una foto mía
entre sus brazos, no estaría rogándole a mi novio
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real para que me escuche, no tendría a su
representante presionándome con firmar un contrato
para fingir ser su novia por más tiempo.
Pero todo eso está pasando, y aun ni siquiera es
medio día.⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
Conocer a Mason fue un completo caos.
FECHA DE INICIO: 22/05/2022
(Disculpen por los errores que se encontraran en
el proceso. Este es un borrador aun sin editar)
Todos los derechos reservados. Obra registrada
en Safe Creative y en el Instituto de derechos de
autor (INDAUTOR)
Código de registro: 2206281476291 (El
código sirve para quien quiera verificar en la pagina
oficial de SAFECREATIVE la autenticación de la
licencia de derechos)
Este libro o cualquier parte del mismo no se
puede copiar, transcribir, almacenar, alterar o
reproducir por cualquier medio ni utilizar de
ninguna manera, excepto para el uso de citas breves
como reseñas.
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2. IMPORTANTE
Este es un libro independiente, forma parte de la
trilogía amores caóticos, pero los tres libros cuentan
historias de diferentes personajes no es necesario
leer el resto.
POR FAVOR LEER:
Quiero y debo aclarar que el tema de la historia
principal no se centra en los siguientes puntos de
advertencia, es una historia de romance juvenil
con toques eróticos como cualquier otra, SIN
EMBARGO los siguientes temas si se llegan a tocar
(No de manera romantizada)
Algunos pueden tratarse de una simple mención o
aparecer en un solo capitulo, pero se que a pesar de
ser ficción estas cosas pasan en la vida real y para
algunas personas suele ser algo difícil su simple
mención o simplemente no ser de su agrado leerlo.
Estamos aquí para pasar un buen rato, y no quiero
atentar con la sensibilidad de alguna persona, así que
ADVERTENCIA DE CONTENIDO.
MANIPULACION
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CHANTAJE
ACOSO
AGRESION EMOCIONAL
AGRESION FISICA Y VERBAL
ABUSO SEXUAL NO EXPLICITO, SIN
EMBARGO SE ENTIENDE QUE SE TRATA DE
ESO
USO DE DROGAS SIN CONSENTIMIENTO
CONDUCTAS QUE ATENTAN CONTRA LA
INTIMIDAD
SEXUAL:
TALES
COMO
GRABACION Y DIFUSION DE CONTENIDO
SEXUAL SIN CONSENTIMIENTO.
ENFERMEDADES
MENTALES
COMO LA DEPRESION.
TALES
CONDUCTA SUICIDA.
—LA PROTAGONISTA EN ALGUNAS
OCASIONES PERMITIRA CONDUCTAS DE
AGRESION HACIA ELLA POR IGNORANCIA,
SIN EMBARGO AUNQUE NO SE TRATEN AL
MOMENTO
SE
TRATARAN
EVENTUALMENTE.
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LOS TEMAS NO SON ROMANTIZADOS,
SON CRUCIALES PARA LA TRAMA, NO SON
PUESTOS SIMPLEMENTE POR MORBO,
SON EVENTOS RELEVANTES.
Como extra: También cuenta con escenas de sexo
explicito, este sin embargo, es consensuado.
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(Petición especial para que no mencionen
spoilers, ya que este apartado lo pondré al inicio del
libro) <3
ACLARACION QUE AHORA CREO QUE ES
NECESARIA, YA QUE LAS PERSONAS SE
SUELEN CONFUNDIR:
EL PROTAGONISTA SE LLAMA MASON
ALEXANDER MACOVEI, PERO
PUBLICAMENTE SOLO ES CONOCIDO COMO
ALEXANDER MACOVEI, SOLO SUS AMIGOS
CERCANOS SABEN QUE SE LLAMA MASON.
Por eso en la sinopsis dice “conocer a MASON fue
un completo caos” y en el tráiler dice “Hasta que
conoce a ALEXANDER Macovei” NOS
ESTAMOS REFIRIENDO A LA MISMA
PERSONA.
https://youtu.be/4tR_JOPpWqU
—También acabo de crear una playlist con todas
las canciones que salen a lo largo del libro, esto por
las personas que en mensajes llegaron a
preguntarme. En el link de mi perfil pueden
encontrar el enlace a spotify.
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4. Prólogo
Era inevitable, el invierno me transportaba
siempre a su recuerdo, cuando la fría brisa golpeaba
mi rostro y por inercia cerraba los ojos, podía verlo,
podía sentirlo…
Sus manos tentando mi piel, el sonido de su voz
cuando decía mi nombre, sus suaves labios sobre los
míos, casi podía imaginar el sonido de su risa.
Era una dulce tortura, una pesadilla disfrazada de
sueño.
Porque no solo venía lo bueno, volvía lo malo…
volvía a la última vez que lo vi, a la vez que mi
corazón y alma se rompió en mil pedazos.
Las lágrimas, la decepción, la tristeza, podía
sentir todo tan palpable en el aire, como si estuviera
allí, reviviéndolo.
Su voz quebrada, mi llanto, las mentiras.
La pregunta que cambiaría todo.
El silencio que dio las respuestas…
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Me obligué a poner mi mente en blanco como
siempre. Dejar de pensar me ayuda a dejar de sufrir,
a dejar de sentir…
Al final solo una pregunta rondaba en mi cabeza
¿A dónde se supone que vaya, cuando no quiero
estar en ninguna parte?
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5. Capítulo uno
01 | MADE IN THE A.M.
♪ Something bad is ‘bout to happen to me, I don’t
know it, but I feel it comin’ ♪
(Algo malo me va a pasar, no lo sé, pero lo siento
venir) -Dark Red. Steve Lacy.
—No puedo creer que me abandones, y dices ser
mi mejor amiga —Termina de hablar Vanesa
tirándose de manera teatral a mi cama.
Suelto una risa dándole un ligero empujón.
—No pienso gastar parte de mis ahorros en una
banda que ni siquiera conozco.
—Lo hacías antes, cuando me amabas —Se queja
con un puchero infantil surcando su rostro, no puedo
evitar reírme.
El problema de Vanesa es que ella no es solo una
fan más, es “la fan”.
Su fanatismo bien podría denominarse como
acoso.
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Y lo peor es que no ama a un grupo o artista, ama
a media industria musical. Por lo general, cuando
hay conciertos y tengo oportunidad la acompaño,
aunque no me guste o no conozca al artista, ese tipo
de eventos se me hacen divertidos. Digo, siendo
realista ¿Quién no disfruta música en vivo, ambiente
increíble, y alcohol? Al menos yo si lo hago.
Pero este caso es diferente, los chicos de “Made
in the A.M” ya llevaban unos años siendo famosos,
incluso antes de su debut como una banda real.
Al menos lo fueron en internet, haciendo covers,
así que cuando lanzaron su primer disco ya tenían un
público, y ese público los llevo a romper récords
convirtiendo su disco debut en uno de los más
escuchados.
En cuestión de nada se volvieron un fenómeno
musical, y la nueva obsesión de Vanesa.
Así que, en el segundo que se enteró de que
tendrían un concierto, comenzó a ahorrar como la
fanática intensa que es. Y sé lo importante que es
para ella, la acompañaría de verdad, pero por el
éxito que tienen su boleto cuesta un riñón, al menos
en el área que debo comprar si quiero estar con ella.
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—Prometo acompañarte cuando su carrera esté
algo deteriorada y vendan los boletos a precios
razonables —Le lanzo un beso viéndola a través del
espejo.
Suelta una risa y se pone de pie deslizando las
manos por su vestido en un intento por cubrir un
poco más sus piernas, su gesto es de molestia.
—Luces incómoda.
—Luzco candente, como la próxima madre de
sus hijos, de su hijo, más bien, no pienso arruinar mi
cuerpo con más. Suelto una risa—, ¿Iras a la fiesta
de Edith?
Asiento mientras busco mi bolsa de maquillaje.
Lo divertido de los conciertos que tenemos en mi
ciudad, es que cuando el resto de amigos de Vanesa
tampoco pueden ir, hacen una fiesta al mismo
tiempo llamada “suicidio colectivo”.
Las fiestas empezaron como un juego, con menos
de diez invitados, hasta que comenzaron a hacerse
cada vez más populares y cada vez más grandes,
siempre igual de divertidas.
Aunque en algún punto de la noche sin falta,
siempre está el grupo de personas que les gana el
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sentimiento y comienzan a llorar por no poder
conocer a su o sus ídolos.
Fuera de eso, es increíble.
—Me iré en taxi para no tener que buscar
estacionamiento, ¿Tomas mi auto y pasas por mí a la
salida del concierto? —De nuevo hace sus pucheros
ridículos que me provocan risa. Asiento tomando mi
teléfono.
—Está bien, igual no quiero llegar tan temprano.
Se acerca corriendo a mí para dejar un beso en mi
cabeza, observa su reflejo en el espejo y asiente para
sí misma. Me arrebata mi teléfono y en cuestión de
segundos lo conecta al altavoz.
—Si los escucharas con atención te encantarían,
conozco tus gustos —Teclea en mi celular con
rapidez—, mi meta para su próximo concierto es que
seas una groupie más y vayas conmigo.
La observo con diversión. —Cuidado que te los
quito —Bromeo al tiempo que mi voz se deja de
escuchar, la habitación se inunda con el sonido de
una batería y un bajo.
Vanesa me saca la lengua regresándome mi
teléfono.
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—Te veo más tarde —Vocaliza y asiento.
En cuanto se va, disminuyo un poco el volumen,
pero no lo quito, por increíble que me parezca,
Vanesa tenía razón.
Me gusta como suenan.
Noto que es algo imposible clasificar su género,
son una combinación de muchos.
Descargo el álbum completo y lo
reproduciendo mientras me comienzo a vestir.
dejo
“A q hora llegas?”
Leo el mensaje de Edith y levanto la vista, casi
como si el destino se burlara de mí lo primero que
enfoco es el inmenso nombre de la banda. Made in
the A.M.
Se supone que el concierto iniciaba a las ocho,
pero según el mensaje de Vanesa, que leí hasta que
estuve a dos minutos de llegar aquí, el concierto
había iniciado dos horas tarde. Así que llevo como
idiota esperando una hora.
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Aun desde afuera se pueden escuchar con fuerza,
el ambiente es una completa locura, incluso las fans
que no han logrado entrar estaban afuera gritando
emocionadas.
Ver tanta euforia solo me convence de que fue
una buena decisión dejar el carro algo alejado.
Ignoro el mensaje de Edith y comienzo a tomar
distancia de la entrada principal dándome cuenta de
que están tocando su última canción, sé que Vanesa
tardara mil años más en salir, así que para evitar un
poco la aglomeración tomo más distancia,
terminando por recargarme en un muro.
Entro al chat de Vanesa y veo las dos fotos que
manda.
La primera es de un chico con el rostro elevado
hacia el cielo, parece estar completamente sudado o
mojado y contra todo pronóstico eso lo hace lucir
bastante atractivo, su camisa blanca doblada hasta
los codos se pega a su cuerpo, y por lo mojada que
está se transparenta dejando ver su definido cuerpo,
y gran parte de todos los tatuajes en sus brazos y
parte de su pecho.
Ahora entiendo la cantidad absurda de dinero que
pago Vanesa, prácticamente pareciera que si
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extiende la mano podría tocarlo, y algo me dice que
claro que lo hizo.
La segunda foto me hace soltar una carcajada. La
cara de Vanesa está en toda la pantalla, parece
tomada desde abajo haciéndola lucir más graciosa,
en ella está gritando y llorando o ambas.
“Ya empezaron a salir”
Mientras leo el mensaje una fuerte sensación de
vértigo me invade haciéndome perder la fuerza de
mis piernas, cuando tengo el culo en el piso me doy
cuenta que no fue un mareo, la pared se movió, y no
era una pared más bien parece una puerta corrediza.
—Mierda —murmura un chico colocándose
enfrente—, ¿Estás bien? —Sus ojos verdes me
observan con preocupación.
—Auch —Es lo único que atino a responder,
contengo las ganas de sobarme el trasero mientras
tomo la mano que tiene extendida hacia mí y con su
ayuda me coloco de pie observando mi pobre
teléfono en el piso con la pantalla rota—. Estoy
bien.
—Lo siento —dice agachándose y tomando mi
celular—, te lo pagaré —Lo tomo de su mano y
niego restándole importancia.
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—Yo no debí estar recargada en una puerta como
si nada, pero en mi defensa parece una pared
cualquiera.
Se gira con una sonrisa sarcástica plasmada por
todo su rostro.
—¿El letrero no te dio una pista? —pregunta
mientras apunta hacia atrás. En cuanto veo lo que
señala, siento el calor subir por mi cuerpo, un letrero
a casi medio metro se encuentra extendido en
advertencia de no estacionarse junto a un “puerta en
servicio”
—No traigo mis lentes —Miento descaradamente
en un intento de parecer menos idiota. El tipo parece
notar mis nervios, pero educadamente no dice nada,
simplemente asiente mientras suelta una risa—.
Bueno, un gusto, adiós. —Giro sobre mis talones
dispuesta a salir huyendo abochornada.
Él me alcanza colocándose frente a mí de nuevo
—Permíteme pagarte, por favor.
Niego repetidas veces, guardo mi teléfono en mi
bolsillo y hablo: —No es necesario, de verdad.
—Si no aceptas dinero, entonces, déjame pagarte
de otra manera —No respondo nada, espero que
continúe y lo hace— Te invito a una fiesta —sonríe
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con suavidad mientras el radio que tiene en su
cintura suena, pero lo apaga al instante.
—Gracias —Sonrió cruzándome de brazos—,
pero ya iré a una fiesta, solo espero a una amiga —
Apunto hacia el concierto, nos sumamos en un
incómodo silencio mientras él parece más que nada,
confundido.
Por un interminable segundo barre su vista por
todo mi rostro, casi como si esperara encontrar algo
más.
Mi teléfono vibra y lo saco de mi bolsillo, el
mensaje de Vane me aparece de inmediato.
“Ya saldré”
—Debo irme —repito pasando por su lado, esta
vez no me detiene, me giro viendo que continúa en
donde mismo.
Por dos segundos medito la opción de invitarlo,
una parte de mí cree que es una mala idea, pero, soy
la reina de las malas ideas así que me acerco
nuevamente poniéndome ahora yo enfrente de él.
—¿Quieres ir?
—¿Qué? —murmura y frunce el ceño.
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—A la fiesta —explico despacio— conmigo.
Cuando
no
responde
definitivamente fue mala…
confirmo
que
—Claro —responde saliendo de su confusión—,
¿Quieres que invite a alguien? — pregunta mientras
parece medir mi reacción.
Suelto una risa y me encojo de hombros —Si tú
quieres.
—No quiero —contesta casi de inmediato.
Lo observo alucinando. No sé si soy yo, o esta
conversación se ha tornado algo extraña. ¿Con qué
fin lo pregunta entonces?
—Solo que salga mi amiga y nos vamos de aquí,
si quieres podemos irnos todos juntos y acabando la
fiesta te regresamos, o tú nos sigues.
El tipo solo sonríe y asiente —Iré a dejar unas
cosas y te veo aquí.
—Te veo aquí —repito mientras lo veo alejarse
con rapidez, se detiene a unos pasos y regresa
trotando haciéndome reír, debemos parecer idiotas.
—Elliot —Extiende su mano hacia mí. La tomo y
sonrió.
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—Judith.
Vuelve a irse y por un segundo medito si debería
irme y dejarlo botado, podría perfectamente decirle a
Vanesa por donde estoy estacionada, y pedirle que
ella se acerque al auto.
Pero no lo hago.
Solo me quedo plantada en mi lugar viendo a las
personas que salen.
Después de lo que sentí como una eternidad vi a
amiga medio ebria, llorando y demasiado feliz.
Muy extraño, muy Vanesa.
—Fue el mejor concierto de mi vida —murmura
hipando. Rio dándole un suave masaje en su espalda
—, yo toqué a Alex, dios, ¡es tan guapo! –Levanta
su mano como si fuera un objeto sagrado.
—Seguro que se enamoró de ti, pero por respeto
a sus fans no mostró mucho interés —Bromee
haciéndola llorar más. En cualquier otra
circunstancia me preocuparía de su llanto, pero no es
la primera vez, de hecho, siempre que salimos de un
concierto, llora.
Ella lo llama depresión post concierto, que trata
de la nostalgia que le provoca cuando acaba.
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—¿Todo bien? —La voz preocupada de Elliot
suena detrás de mí. Asiento observando a mi amiga.
—Ella es Vanesa —digo hacia él. Giro a la
mencionada, pero esta ensimismada viendo las fotos
de su celular. Rasco mi ceja sintiéndome apenada—.
Vanesa, él es Elliot, e ira con nosotros a la fiesta.
Ni siquiera me responde, continúa con su vista
fija en su celular mientras de manera sutil se
tambalea.
—¿Segura que está bien?
—Tranquilo, con más alcohol se le pasa —Me
encojo de hombros mientras tomo el brazo de mi
amiga y la sostengo por todo el camino por miedo a
que se caiga en cualquier momento. Elliot en
silencio nos sigue detrás—. No tengo idea de cómo
este el ambiente, pero casi siempre es bueno —
menciono refiriéndome a la fiesta.
—Tranquila, igual traje las entradas de la fiesta a
la que te invité en caso de que…
Vanesa pasó de ebria a sobria en un segundo, su
pequeño y tambaleante cuerpo se abalanza hacia el
frente empujándome con fuerza, por unos segundos
pierdo el equilibrio.
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—¿Dónde
conseguiste
eso?
—inquiere
arrebatándole los tickets a Elliot quien dio un paso
atrás ante el entusiasmo de Vanesa.
—Un amigo —musita algo incómodo. Ella lo
observa en silencio para después echarse a llorar de
nuevo. Genial, ahora creerá que somos unas locas.
“Lo siento” vocalizo con los labios hacia el
chico. Él sonríe tranquilizándome de manera
instantánea.
—Es que el —lloriquea refiriéndose a Elliot—, el
me recordó a…, no sé, quizás el nombre —La
observo confundida sin entender nada de sus
balbuceos, la poca atención que tenía en Elliot paso
a segundo plano nuevamente, sus ojos brillan
mientras observa los tickets con completa devoción
—. ¡Vamos, vamos, vamos, vamos! —grita
llamando la atención de varias personas. La tomo
con fuerza del brazo obligándola a continuar
caminando.
—¿Qué demonios te pasa?
—Es una fiesta post concierto Jude, quizás…
dios, ¿sabes lo que cuesta conseguir estas cosas? Ni
siquiera están a la venta, por favor vamos. Casi
siempre los chicos se encuentran allí, siempre que
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acaban se van a directo a… —Toma aire hondo al
quedarse sin respiración por lo rápido que habla—,
podría no solo tenerlos cerca, podría incluso
hablarles, por favor Jude, hago lo que quieras.
—¿Y Edith? —farfullo mientras quito la
seguridad del auto. A mí en realidad me da igual.
Pero es una de las mejores amigas de Vanesa, y
siempre espera que ella este allí.
—Que se joda Edith, son Made in the A.M, lo
entenderá —Abro la puerta del auto obligando a mi
amiga a entrar al asiento del copiloto. Espero que
Elliot no se arrepienta de habernos invitado por la
actitud tan fuera de control de Vanesa, con ese
último pensamiento subo al auto colocándome tras
el volante y siguiendo sus instrucciones manejo a la
dichosa fiesta.
Estábamos a años luz del tipo de fiesta que
nosotras frecuentábamos. Las nuestras eran en el
patio de alguna amiga con una bocina y una mesa
plegable. Aquí tan solo al entrar está lleno de luces,
el piso y las paredes.
Al recoger nuestras entradas nos colocaron una
pulsera fosforescente para poder pasar, nos dieron
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una caja con el nombre de la banda impreso en ella.
Vanesa abrió la suya casi de inmediato. Dentro traía
ropa que supuse era parte de su mercancía, un disco,
al parecer fotografías, pins, y no logre ver más.
Todos adentro traen una camisa con el logo de la
banda impreso en ella. Giro a ver a Vanesa que ya se
encuentra colocándose la suya también.
Dentro del lugar todo es más impresionante, hay
mesas llenas de bebidas, varias cabinas fotográficas,
esta alucinante.
—Vuelvo en un momento —habla Elliot por
encima de la música, asiento viendo cómo se aleja.
Vanesa no tarda el jalarme con ella.
—Te juro que si mañana despierto y esto es un
sueño, me suicido —Rio viendo el montón de vasos
acomodados alineados sobre una barra. Vanesa
agarra uno de ellos tomándoselo de fondo. La
observo alucinada.
—Mejor pídele al bartender que te prepare algo
nuevo, eso no sabes lo que trae…
Pasa por mi lado ignorándome olímpicamente,
camina hacia un chico y lo toma del brazo haciendo
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que se gire hacia ella, pero con el rostro
decepcionado vuelve conmigo.
—Necesito encontrar al menos a uno.
—Suerte —declaro alejándome, su mano toma
mi brazo obligándome a caminar a su lado.
—Tú me vas a ayudar, cuatro ojos son mejor que
dos —Con fastidio tiro mi cabeza hacia atrás
dramáticamente.
No creo que contaran mis ojos, si no conozco los
rostros que buscábamos, aun así, la seguí.
Caminamos en círculos por más de media hora sin
ningún tipo de éxito.
—Necesito un shot —anuncia deteniéndose al
fin.
—Yo necesito ir al baño —murmuro soltándome
de su agarre. Para mi suerte no opone resistencia,
camino por los pasillos girando de vez en cuando
solo para asegurarme de que Vanesa no me siga. Por
supuesto que no planeo irme sin ella, pero necesito
un respiro de dar vueltas en círculos como
maniáticas por todo el lugar.
No pude ver a Elliot en todo el rato, igual y ya se
había ido.
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Lástima, era algo lindo.
Llego a un pasillo vacío, la música aquí casi no
llega, el pasillo termina en unas escaleras que bajan
hacia un sótano, giro descartando por completo ir
más lejos.
Detengo mis pasos al escuchar una guitarra
eléctrica, reconozco la canción que suena “Sweater
Weather” de The Neighbourhood. Por unos
segundos me quedo parada disfrutando de lo
increíble que suena.
¿Así que habrá una segunda fiesta abajo?
A la mierda, solo me asomaría un solo segundo.
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6. Capítulo dos
02 | ESCONDITE.
♪ You said: Hey, and I said: Hello, What’s your
name? I’d really like to know about you. Too bad I
stopped at hello ♪
(Dijiste: Hey!, y yo dije: Hola ¿Cuál es tu nombre?
Realmente me gustaría saber de ti. Lástima que me
detuve en “hola”) -Cliche. Mxmtoon.
Camino en silencio por las escaleras evitando
hacer el menor ruido posible. En cuanto llego al
último escalón me percato de que es un sótano muy
grande, pero no hay nadie. El sonido también ha
parado de manera abrupta. ¿Sería una bocina?
Hay instrumentos por todo el lugar, y está
ligeramente desordenado. No logro ver mucho, ya
que la luz está apagada y solo se encuentran luces
tenues encendidas. Me doy vuelta para subir.
—¿Qué haces aquí?
Doy un salto en mi sitio llevando la mano a mi
pecho, giro asustada sin lograr ver a nadie.
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—Lo siento —murmuro barriendo mi vista por
todo el lugar.
—No me respondiste.
—¿Qué? —balbuceo.
—¿Qué haces aquí? —repite con lentitud y algo
de humor en su voz.
—Me escondía —admito enfocando la vista hacia
una de las esquinas del sitio, al fondo, de donde sale
la voz. Suelta una risa ronca mientras enciende una
pequeña luz dejándome ver su silueta.
—¿De quién?
—Mi mejor amiga —respondo—, ella es algo
intensa, me ha arrastrado por toda la fiesta para
buscar a un grupo de idiotas que… —Me freno en
seco. Debo callarme si no terminaría hablando y
hablando sin parar—. De una amiga —digo de
nuevo, como si de esa manera se hubiese borrado
todo lo que dije antes.
El chico se para mientras deja de lado su guitarra,
es alto, no sé si era la oscuridad, su voz, su postura,
su estatura, pero impone muchísimo, incluso entre
sombras.
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Se acerca a donde estoy colocándose de esa
manera bajo una luz permitiéndome poder verlo.
—¿Grupo de idiotas? —inquiere con una sonrisa.
Se recarga en la pared girando su cabeza con
curiosidad haciendo que varios mechones de su
cabello ondulado caigan en su frente. Lleva un
suéter negro que combina a la perfección con su el
color de su cabello. Sus ojos que parecen ser grises
me observan con ligera suspicacia, parece estarme
analizando, como si desconfiara o como si quisiera
ver a través de mí.
—El grupo chicos, el de esta fiesta —aclaro algo
avergonzada.
—Ahhh, ese grupo de idiotas —sonríe de lado
con un brillo en sus ojos—, bueno adelante —
continúa extendiendo su mano hacia el frente—, este
lugar es el mejor para esconderse, tenía referencias
perfectas —Toca algo en la pared que hace que unas
luces alumbren un poco más—. Hasta hoy —Gira
levemente hacia mi antes de volver su vista al frente
y caminar hacia un sofá dejándose caer sobre él.
Camino por el lugar observando las cosas con
más interés del que en realidad siento, no sé si es por
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lo guapo que es o lo fijamente que me ve, pero me
estoy poniendo nerviosa.
Lo veo de manera discreta, notando como gira
con una facilidad impresionante una baqueta entre
sus dedos.
—¿Así que también tocas la batería? —cuestiono
sorprendida.
Él detiene el movimiento de sus dedos y suelta
una casi imperceptible risa. –En realidad nada.
—¿Solo la guitarra? —pregunto observando el
instrumento en el rincón.
—Estoy aprendiendo un poco, sí.
—¿Un poco? —Suelto una risa irónica ante sus
palabras—, ¿Modestia real o quieres hacerte el
interesante? —La diversión en mi voz es evidente, la
verdad es que lo escuche casi nada, pero con ese
poco es claro que sabe lo que hace. No lo veo como
un simple aprendiz.
—Un poco de ambas —Recarga su espalda por
completo en el sofá y extiende sus brazos por el
respaldo. No sé porque, pero tengo la sensación de
que todo lo que digo le causa gracia.
35
Muerdo mi labio para dejar de sonreír, camino
hacia el bonito piano que se encuentra al fondo, luce
algo empolvado, a diferencia de todos los demás
instrumentos, este se nota que no lo usan en mucho
tiempo, levanto con cuidado el panel para observar
el teclado.
—¿Tuyo? —Quise saber. Por el sonido de sus
pisadas puedo notar que se acerca, me giro al tiempo
que él se pone detrás de mí. Tengo que levantar el
rostro para poder verlo a los ojos.
—Este si —dice apartando la vista, observo una
etiqueta dorada con el nombre “Mason” escrita en
ella.
—¿Es tu nombre? —pregunto mientras me hago
a un lado dejando que saque el largo banquillo. Por
unos segundos veo la sombra de una duda cruzar su
mirada, es tan sutil y momentánea que por un
segundo dudo que haya sido real. Con una sonrisa
suave asiente.
—Ahora tú sabes mi nombre, y yo no sé el tuyo,
estoy claramente en desventaja —replica mientras se
acomoda en el banquillo.
—Judith —respondo— Jude.
36
—Jude —repite después de mí. ¿Por qué mi
nombre suena tan jodidamente bien? Fijo mi vista en
las teclas del piano, ignorando el rumbo de mis
pensamientos
—Así que, ¿tocas?
—Algo así, mi mamá me obligo a tomar clases
por dos años —continúa presionando teclas al azar
—. Al principio lo odié, después encontré una
motivación.
—¿Cuál? —pregunto limpiando superficialmente
el polvo.
—Impresionar a las chicas —responde con una
sonrisa divertida.
Ruedo los ojos conteniendo la sonrisa —
Impresióname con tus dotes musicales.
—No sé si deba —expresa pensativo–,
escucharme tocar puede ser altamente adictivo.
Recargo mis codos sobre la orilla de la caja
colocando mi rostro entre las palmas de mi mano.
—Creo que puedo manejarlo.
Pasa su lengua entre sus labios riendo, me siento
una acosadora al fijar mi vista en su boca húmeda.
37
Parpadeo obligándome a apartar la mirada, sus
manos se posan débilmente sobre las teclas.
Toda mi atención se va directo a esa zona de su
cuerpo. Tiene tatuajes hasta la punta de sus dedos.
Por su suéter no puedo ver por encima de sus
muñecas, pero podría jurar que los dibujos se
extienden más arriba.
Finalmente comienza a tocar. Me bastan dos
segundos para reconocer la canción.
— ¿Es ense…?
—Shhh —Me hace callar mientras continúa
tocando el tema de Harry Potter. Después de un
minuto se detiene y se gira a mí—. ¿Y bien?
—Decepcionante.
Suelta una risa mientras coloca una mano sobre
su pecho como si le estuviese doliendo.
—Retráctate, ¿Qué clase de persona humilla a
quien le comparte su escondite?
Mordisqueo mi labio inferior mientras me aclaro
la garganta conteniendo mis ganas de reír.
—Estoy anonadada, creo que me he enamorado
—concluyo con toda la seriedad que me es posible.
38
—Naturalmente —Se encoge de hombros con la
diversión bailando en su sonrisa., se mueve hacia un
extremo del banquillo palmeando el lado vacío, me
acerco para sentarme a su lado poniendo toda mi
atención en las teclas, ¿Por qué demonios estoy así
de nerviosa?
—Así que… ¿Eso aprendiste en tus dos años? —
Asiente luciendo orgulloso. Suelto una risa negando
—. Tu mamá debe estar desilusionada.
Y así de rápido su sonrisa se apaga.
—Eso no podría saberlo, está muerta.
Y el premio a la más idiota del año es mío,
definitivamente.
Borre todo amago de sonrisa, sintiéndome
apenada.
—Lo siento —dije con rapidez.
—Tranquila, no pasa nada.
—Lo lamento de verdad, no debí…
Se gira hacia mí viéndome con gracia. —Está
bien, de verdad —Toca un par de teclas sin orden—
¿Estás distrayéndome?
39
—¿Qué? —titubeo confundida.
—Hace un segundo declaraste tu enamoramiento
por mí, y ahora cambias el tema. Francamente
parece que estás distrayéndome —Sonríe y yo hago
lo mismo, mi vista se dirige hacia los hoyuelos que
se marcan en sus mejillas, y siguiéndole el juego
asiento.
—Trate de no ser muy obvia —murmuro
acariciando las teclas. Sin saber que más decir, toco
un par de notas deleitándome con la melodía.
—¿Así que ahora tú intentas enamorarme a mí?
Suelto una risa tocando las mismas notas,
comienzo a tomar el ritmo un poco más rápido, justo
como recordaba.
Llevo años sin tocar el piano, pero al parecer no
lo he olvidado, confiando en mi memoria comienzo
a tocar “I love you” de Riopy.
Dejo por completo el ritmo lento, dejándome
llevar, permitiendo que mis dedos se muevan con
fluidez por el teclado, cierro los ojos unos segundos
disfrutando la hermosa melodía. Mis dedos se
mueven sin problema como si tuvieran memoria
propia.
40
Había olvidado lo que me encanta esta canción,
había olvidado lo estimulante que era para mí
tocarla. Y había olvidado… que tenía a alguien a mi
lado.
Detengo mis dedos de manera abrupta sintiendo
el calor subir por mi rostro. Intento ignorar la
vergüenza que me invade y giro hacia él y entrelazo
mis manos.
—¿Enamorado? —Pregunto siguiéndole el juego
—Completamente —responde con una bonita
sonrisa. Así de cerca y gracias a la luz bajo la que
estamos, puedo percatarme de algo que me asombro.
Sus ojos.
Sin pensármelo, elevo mi mano hacia los
mechones de su cabello que caen de manera
desordenada en su frente, los hago hacia atrás
incorporándolo al resto de su cabello solo para
asegurarme de que no es un efecto de la luz, pero no,
allí están, con claridad. Sus ojos son un espectáculo
impresionante, un ojo tiene el color mucho más
claro que el otro.
—Tienes heterocromía —murmuro observando
fascinada los distintos colores de sus orbes.
41
Parpadea luciendo desorientado —¿Cómo…? —
Suelta un suspiro interrumpiéndose así mismo, pasa
su mano por su cabello despeinándolo a su paso—.
Olvide que no traía… —De nuevo se queda en un
silencio incómodo.
—Me gustan tus ojos —digo sin pensar
sintiéndome avergonzada casi al instante.
Él sonríe abiertamente observándome fijo, no sé
si es por lo que dije, o el hecho de que está
disfrutando viéndome muerta de la vergüenza, pero
todo paso de incómodo a divertido en una brevedad
de segundos.
La
luz
se
encendió
cegándome
momentáneamente, coloco una mano en mis ojos
cubriéndolos de la luz.
Parpadeo al escuchar la voz y me pongo de pie de
un salto enfocando mi vista nublada en el chico
parado al inicio de las escaleras.
—Elliot, hola —digo algo descolocada—, creí
que te habías ido
—Pensé lo mismo —señala viendo al chico a mi
lado entonces habla hacia el—. Así que aquí estabas.
42
¿Se conocían?
—Finge que no me has visto —pide. Si, se
conocen.
—Vanesa está buscándote, parece preocupada.
—Mierda, lo siento —Me giro hacia Mason
quien se coloca de pie viéndome a los ojos—,
gracias por dejarme estar un rato —Sonrió
genuinamente, él no dice nada, solo asiente.
Me giro sintiendo nuestros nudillos rozar,
comienzo a caminar hacia el Elliot que me observa
con curiosidad.
—Judith —habla Mason detrás de mí. Giro hacia
el mientras siento a Elliot tomar mi brazo, a pesar de
su agarre no me muevo. Niega ligeramente y sonríe
—, creo que mi canción fue mejor que la tuya —
suelta de pronto, sonrío al escucharlo y asiento de
acuerdo con él.
—Perfectamente podrías ser el próximo
exponente de la música —Bromee provocando que
sonriera.
Elliot vuelve a dar un paso atrás, esta vez sí me
muevo y me obligo a caminar dejándome guiar por
él.
43
Deje mi café humeante sobre la mesita frente a
mí, tome mi teléfono algo sorprendida. Confirme
que sí, Elliot me ha enviado un mensaje.
Después de la fatídica noche en la que lo único
que hicimos después de que me encontrara fue
arrastrar a Vanesa ebria al departamento, creí que lo
último que haría sería volver a hablarme. En su
lugar, y siendo totalmente honesta, yo no lo haría.
Pero aquí estaba él, mandando un mensaje de
buenos días.
—¿Quién es ese? —pregunta Vanesa tirándose a
mi lado con una manta envuelta en su cuerpo.
—Elliot —murmuro abriendo el mensaje para
responderle.
—¿Quién? —insiste mientras se estira para
agarrar mi café.
—El chico de ayer —respondo con obviedad.
—¿Es lindo? —pregunta mientras le quito mi
café.
Suelto una risa viéndola incrédula. —¿No lo
recuerdas?, prácticamente le lloraste cuando lo viste.
44
—Estaba demasiado ebria —se queja haciendo
un mohín—. Nunca más, tengo una resaca de
muerte.
—Siempre dices eso —digo con sorna mientras
respondo de regreso un simple buenos días.
—Como sea, tengo hambre —Se queja
poniéndose de pie tirando el teléfono a un lado
mientras camina al sofá.
Elliot responde en ese momento. “Me quede con
ganas de saber que es una fiesta suicidio colectivo”
Rio ligeramente mordiendo mi labio. “No es la
gran cosa, quizás un día te lo muestre, te advierto
que no es el tipo de ambiente tuyo”
“Mi tipo de ambiente no es el de ayer, si eso
crees” responde casi de inmediato.
El teléfono de Vanesa comienza a vibrar a mi
lado.
—Tu teléfono —grito mientras respondo a Elliot.
“Entonces, ¿Cuál es tu tipo de ambiente?”
—¿Me están llamando? —pregunta asomando su
cabeza por la cocina. Giro la pantalla viendo el aviso
de una llamada entrante.
45
—Sí, tu madre —aviso mientras leo la respuesta
entrante del rubio.
“Quizás un día te lo muestre”
Suelto una risa bloqueando mi teléfono.
—Ah, da igual, me habla para regañarme seguro,
solo cuelga —responde sin más volviendo a la
cocina.
Rio con incredulidad. Yo quizás no tengo unos
padres a los cuales rendirles cuentas, pero si tengo
un hermano sobre protector que si me atreviera a
ignorar no viviría para contarlo.
Tomo su teléfono y justo como me dijo cuelgo la
llamada congelándome por un momento viendo su
fondo de pantalla.
Parpadeo repetidamente como si eso me ayudara
a aclarar mi vista, mente, lo que sea. Pero no, el
rostro del chico sigue pareciéndome muy familiar.
Quizás por la oscuridad no logre apreciar por
completo cada rasgo de su rostro, pero podría jurar
que era él.
—¿Qué pasa? —murmura Vanesa con
preocupación sentándose a mi lado, toma su teléfono
de mi mano para poder ver la pantalla.
46
—Creo que ayer, hable con él —afirmo
apuntando la pantalla.
—¿Qué? —grita soltando su sándwich
colocándose de rodillas sobre el sofá—, ¿Cómo, en
qué momento?
—Ayer, escon… buscando el baño —Carraspeo
ligeramente—, me encontré a un chico y se parecía
mucho a el —Vanesa me observa con la boca abierta
sin moverse ni un ápice.
—¿Conociste a Alex? —Sus palabras apenas son
audibles.
¿Alex? Meneo la cabeza.
—Se llamaba diferente —digo mientras observo
su rostro en el teléfono—, sus ojos también eran
diferentes, de colores distintos…
Ella más aliviada vuelve a sonreír tomando su
comida y sentándose a mi lado.
—No era él —responde convencida—, aunque
pudo inventarte otro nombre, lo de sus ojos me lo
confirma, él no los tiene diferentes —Teclea con
rapidez en su teléfono volteando su pantalla a mí
mostrándome una foto del mismo chico, pero
47
enfocada en sus ojos. Eran grises claros, ambos
exactamente iguales. Negué y sonreí.
—Sí, me confundí —confirmo viendo la foto por
unos segundos más de los necesarios.
Quizás tenían rasgos similares, quizás después de
todo si estaba medio ebria. Mi vista voló a sus
manos tatuadas, la duda volvió a instalarse en mí,
pero preferí ignorarla completamente.
Después de todo, ¿Qué probabilidad había de que
hubiese sido él? Y si lo fuera, ¿Qué importancia
tendría? Es posible que no vuelva a verlo nunca en
mi vida.
No volví a tocar ese tema, y eventualmente, solo
lo enterré en mis recuerdos.
48
7. Capítulo tres
Advertencia: Este capitulo contiene una escena
de agresión sexual .
Este capitulo tiene dos saltos en el tiempo,
debido a que es el contexto de la relacion que lleva
Jude con Elliot, pero es el único capitulo que
tendrá estos saltos.
03 | CONFIANZA.
♪ I really thought we had it, but at the time it was
more than I could manage.♪
(Realmente pensé que lo teníamos, pero en ese
momento era más de lo que podía manejar.) -You
got me so high. The Neighbourhood.
Un año después.
Vanesa permanece parada frente a mí con su
teléfono extendido hacia mi cara con una
videollamada en curso.
—Antes de colgar, por favor escúchame —habla
Elliot del otro lado de la pantalla. Su cabello esta
fuera de lugar, algo raro en él, parece cansado.
49
Vanesa alza el pulgar de acuerdo con él. Le
arrebato el teléfono de su mano y camino con
rapidez a mi habitación.
—¿Cómo conseguiste que te desbloqueara?
—No lo ha hecho —responde encogiéndose de
hombros, frunzo el ceño tocando la pantalla del
teléfono para ver desde donde marca.
El nombre de “Alex” con mil emoticones de
corazón adorna la pantalla.
—¿Le has dado el número de Alexander? —
pregunto alucinada. Él asiente y suelta un suspiro.
—Ventajas de que tu mejor amigo sea tu jefe —
murmura en voz baja.
—No sabes en qué lo metiste.
—No es su número personal, exactamente, es de
trabajo —parece un poco avergonzado al decir eso.
—Se te da lo de ocultar cosas…
Después de esa incómoda fiesta a la que fuimos
con Elliot pensé que perderíamos comunicación por
completo, pero no lo hizo, me busco un mes
completo. La desconfianza y confusión que sentí por
el cuándo lo conocí desapareció eventualmente. El
50
también lucia más relajado y con el paso de los días
más cómodo.
Terminamos besándonos en medio de una fiesta.
Esa y muchas otras noches que continuamos
viéndonos.
Después de que mi último ex, Douglas, se
encargara de joderme la vida había prometido no
volver a salir con otro chico. Pero Elliot era guapo.
Y no pensaba llevarlo más lejos. Pero Elliot era
muy lindo…
Con el paso del tiempo me di cuenta de que de
hecho coincidíamos en muchas cosas, teníamos
gustos,
intereses,
incluso
pensamientos
completamente similares. Así que congeniar fue
algo bastante sencillo.
No tuve ni que explicarle mi miedo al
compromiso, me dio mi tiempo, no le molestaba que
no le hablara, no le molestaba que no respondiera de
inmediato, y como extra: me encantaba que gracias a
su trabajo se la pasaba constantemente fuera de la
ciudad, u ocupado así que tenía muchísimo espacio.
Llego el punto de que éramos como novios sin
oficializarlo por completo.
51
Me gustaba su compañía, y él parecía disfrutar la
mía.
Aunque cada vez se volvía más formal nuestra
relación en realidad no conocía mucho de su vida,
cada vez que sacaba el tema él lo desviaba por
completo, no divague más porque si él respetaba lo
que no me gustaba, yo respetaría lo que a él tampoco
le parecía. Y notaba que el tema de su vida era algo
que no se podía tocar.
Mantuve nuestra relación-no relación en secreto,
ni siquiera Vanesa lo supo, mucho menos Jace -mi
hermano-, quería que, si me fallaba como Douglas lo
había hecho, al menos esta vez podría sufrir en
silencio, sin las miradas de pena siguiéndome a
todos lados.
A pesar del cuidado que siempre tuve, Vanesa era
mi compañera de piso, una vez fue inevitable que no
se topara con ella, aunque ya lo había conocido
antes, esta vez fue completamente diferente, porque
Vanesa estaba sobria.
En cuanto lo vio se puso a gritar como loca
asustándome por completo, abría y cerraba la boca
como pez fuera del agua. Elliot sin embargo, lucia
sereno, como si ese comportamiento fuera normal.
52
Y así lo supe, de pronto entendía todo. Sus
conversaciones extrañas al inicio, lo privado que
mantenía su vida personal, el por qué a veces tenía
que salir por meses, por qué no tenía ninguna red
social.
Era el mejor amigo y escolta de Alexander. El
vocalista de Made in the A.M.
Esa noche me acepto que pensaba que como
todas las chicas que se le ponían en frente, yo
también lo buscaba por interés, con tal de que él me
acercara a ellos.
No me molesto que lo creyera al inicio, me enojo
que, a pesar de que con los meses pudo darse cuenta
de que no era ese tipo de persona él mantuvo ese
pensamiento, por eso no hablaba de su vida. No
confiaba en mí, ni siquiera con el tiempo lo hizo.
No le di oportunidad de hablar le pedí que se
fuera y corte la comunicación con él por casi tres
meses, era fácil porque como siempre tenía que salir
de la ciudad.
Primero Vanesa fue un gran apoyo, ahora parece
que me vendió por un jodido número.
—Lo siento —habla Elliot sacándome de mis
pensamientos— no es que no confiara en ti, desde
53
que te conocí me gustaste, por eso te invite a la
fiesta, no me importaba si eras como cualquier otra
que me quisieras usar, estaba bien, quería ser usado
por ti, después, todo cambio, me di cuenta de lo
increíble que eres, estaba fascinado, pero me
aterraba bajar la guardia, la costumbre de caer una
tras otras me hizo mantenerme en el mismo modo.
>>No sabes lo frustrante que es estar
constantemente siendo ilusionado por alguien que
parece interesada en mí, y que al poco tiempo tan
solo distrayéndome un segundo la vea salir de la
habitación de alguno de la banda y finja que ni
siquiera me conoce. Sé perfectamente que tú no eres
así, lo sé joder, pero también sé que ellos son
increíbles, son famosos, ricos, las chicas los
encuentran irresistibles y yo a su lado soy nada.
—No digas eso —murmuro con el ceño fruncido.
—Confiaba en ti… lo hago, pero mis miedos me
estaban jugando una mala pasada. No quería perder
a la chica de la que estoy enamorado.
Me quedo inmóvil viendo fijamente la pantalla.
¿Qué acaba de decir? Parpadeo aturdida.
Enamorado. ¿Yo estoy enamorada?
54
Me gustaba su compañía, me sentía cómoda y en
confianza con él. ¿Pero lo amaba? Mierda, mierda,
mierda
¿Cómo se supone que alguien sabe que está
enamorado?
¿Y si lo estaba y no lo sabía?
¿Estaba dispuesta a iniciar una relación real?
¿Estaba lista?
Su cara ligeramente decepcionada lanzo una
punzada a mi corazón.
Elliot no merecía esto, fui una tonta al no
escucharlo desde el principio, su comportamiento no
fue más que trauma de sus relaciones pasadas, yo
más que nadie debía entenderlo.
—Entonces, ¿Pedirte entradas VIP será
imprudente de mi parte? —Bromeo pero su cara me
deja en claro que no lo ha captado. Suelto una risa y
niego—, es una broma, Elliot, lo siento.
Sonríe ligeramente luciendo aliviado y asiente.
—Te perdono si me dejas pasar.
55
—¿Qué? —farfullo. Su cámara enfoca la puerta
principal de mi departamento.
—Abre, por favor.
Bloqueo el teléfono caminando hacia la entrada.
Vanesa no está por ningún lado, lo cual agradezco,
así no tengo que explicarle nada.
—Te he extrañado tanto —dice en cuanto abro la
puerta, sonríe inmensamente contagiándome su
alegría, se acerca a mi envolviendo sus brazos en mi
cuerpo, de pronto soy consciente de que de verdad lo
había extrañado.
Elliot me hace bien, y para mí, eso es amor.
—Yo a ti —murmuro tomando un poco de
distancia.
La fuerte risa de Vanesa se escucha por todo el
pasillo.
—¿Podemos entrar a tu habitación? —pregunta
observando por donde viene el escándalo de mi
amiga. Tomo su mano y lo guio, no sin antes dejar el
celular de Vane en la mesa.
En cuanto cruzamos la puerta me toma por el
brazo, me gira y me apega a su cuerpo, lleva su
mano a mi nuca y une nuestras bocas.
56
Mi corazón bombea con fuerza.
—No quiero perderte —murmura separándose
solo un poco, manteniendo nuestros cuerpos unidos.
Quiero decirle algo, algo como “no lo harás”,
pero mis nervios están a tope.
En todo el tiempo que llevamos viéndonos nunca
hemos ido más allá, y aunque a veces nuestros besos
aumentaban de intensidad, jamás paso a más.
Y en este momento no siento ese control que
siempre he tenido. Su proximidad, su lenguaje
corporal, sus caricias se sienten intencionadas.
No es que sea virgen, para nada es eso. Pero
después de ciertas situaciones lo había evitado.
Una de sus manos acuna mi trasero apegándome
a su dureza.
—Eres tan hermosa.
Sonrío tomando esta vez la iniciativa uniendo
nuestras bocas.
Elliot lleva tanto tiempo cerca de mí,
procurándome, creo que me ha demostrado que no
piensa hacerme algún daño. Así que con eso en
57
mente me dejo llevar. Sus manos en mi cuerpo se
sienten ásperas.
Eleva una de sus manos hacia mi camisa y la saca
por mi cabeza. Su boca viaja a mi escote dejando
besos húmedos sobre mis pechos. El calor y
humedad aumentan en mí. Se siente bien.
Se separa un poco para sacar su camisa. Paso mis
dedos por su cuerpo trabajado. Me gusta.
Desabrocha su pantalón y sonríe. Su sonrisa es
diferente a la habitual. Su mirada, la atmosfera, todo,
y no estoy segura de que eso me guste.
No tengo que ser un genio para darme cuenta de
que es mi miedo haciendo eco.
Me permito disfrutar sus caricias. Cierro los ojos
dejando que me desnude. Sus movimientos se
vuelven más bruscos y su respiración más pesada.
Sus dedos acarician mi sexo por encima de las
bragas. Lamo mis labios sintiendo su respiración
caliente golpeando contra mi piel.
Entonces se separa, abro los ojos para verlo
desabrochando su pantalón. Con cada movimiento
los nervios van aumentando. Mi cuerpo tiembla y no
estoy segura de que sea por excitación.
58
Mi estómago duele, y mi temperatura comienza a
bajar. Tengo la sensación de tener las manos heladas.
Saca su miembro sonriendo de lado y el pánico se
dispara. Me intento despegar de la pared, pero entre
risas me detiene por la cintura.
—¿A dónde vas, cariño?
Lucho contra el miedo que crece en mí, “es solo
sexo, es solo sexo”. Me repito en un intento por
tranquilizarme.
Elliot no se parece para nada a ninguno de los
chicos con los que he estado antes. Es tierno, es
amable, es atento, es por mucho el tipo de chico por
el que muchas se morirían.
Cierro los ojos al sentir su dureza contra mi
entrada. Lo empujo ligeramente logrando esta vez
salir de entre sus brazos.
—Espera —pido recargando mi cuerpo contra mi
cama.
—¿Qué pasa? —pregunta entre jadeos.
No me siento capaz de hablar, así que solo niego.
Elliot se coloca en mi espalda pasando su mano
por mi cuerpo. Si me entendió no lo parece, su ronca
59
risa resuena en la habitación. No es burla, es una risa
simple, pero una ligera ola de irritación me invade.
—Tranquila.
—Creo que no estoy lista.
—¿Eres virgen? —pregunta haciendo que lo vea
a la cara. Yo sonrío débilmente y niego. Con un
ligero empujón me tumba sobre la cama y se coloca
sobre mí. Su mano va directo a mis bragas, esta vez
hace la tela a un lado para tocarme de manera más
directa. Cierro los ojos sintiendo sus dedos sobre mí
—. Estás tan mojada —susurra sobre mis labios—
estás lista para mí.
Vuelve a colocar su miembro en mi entrada y esta
vez va entrando en mí de manera lenta, sin prisa y
con cuidado.
Trato de contar el tiempo en mi cabeza, pero me
pierdo después de un par de minutos. Espero que
acabe pronto, pero no lo hace; sin embargo, cuando
acaba me envuelve en su cuerpo, me abraza, me
besa, me acaricia, me acurruca contra él.
Y eso se siente bien.
60
Dos meses después…
La parte más complicada de iniciar una relación
con Elliot, fue Vanesa, tuve casi que venderle mi
alma con tal de que no lo molestara, no me importo
que me llorara, que me rogara, no me importo nada.
No quería que Elliot sintiera que la gente se le
acercara para usarlo, como sí lo más valioso de él
fuese para quien trabaja.
Estoy nerviosa, lo vería al fin después de tanto
tiempo. La gira de la banda finalizaba donde había
iniciado, justo en esta ciudad. Así que tendría a
Elliot para rato conmigo. Y casi como si lo hubiese
invocado, su coche se paró frente a mí.
—¿Y tus lentes? —pregunta con sarcasmo.
—¿No piensas olvidarlo nunca? —cuestiono
subiendo a su auto. Él niega riendo mientras se
abalanza hacia mí, envolviéndome entre sus brazos,
se separa un poco para darme un pequeño beso y una
sonrisa deslumbrante.
—Te extrañé.
Sonrío enternecida y beso sus labios nuevamente.
—Yo a ti.
Se aleja rápidamente encendiendo el auto.
61
Debo moverme rápido —explica–. Tenemos que
hacer algo.
—¿Ah sí?, ¿Qué cosa? —pregunto confundida.
El continuo con la vista fija al frente,
tamboreando los dedos en el volante.
—Quiero que conozcas mi departamento —dijo
sin más.
Lo vi fijamente con algo de ilusión. De verdad
está confiando en mí.
Entre los temas que eran imposibles tocar, en
donde vive, es uno de ellos.
—Entonces… ¿Puedo preguntarte cosas de tu
trabajo? —giro hacia la ventana con algo de miedo
de incomodarlo.
Sin embargo, continua tranquilo. —Claro.
—¿Corres peligro constante?
—No me ha tocado tener que lidiar con personas
peligrosas, solo con fotógrafos insistentes, chicas
con alma de velocistas, cosas de ese tipo. En
realidad, ellos tienen todo un equipo de seguridad a
su cuidado, sin embargo, Isaac, su manager, quiso
contratar un escolta personal para cada uno, y
62
aunque todos estamos capacitados para defender y
proteger la integridad física de los chicos en realidad
somos más sus niñeros.
—¿Sus niñeros? —Rio divertida
—Sí, nuestro trabajo es evitar que se metan en
escándalos.
—¿Cuántos son?
—¿Quiénes?
—Los de la banda —respondo con obviedad, gira
a verme un segundo con la confusión plasmada en el
rostro. De inmediato vuelve su vista al frente.
—¿De verdad no los conoces?
—Si lo hago, su música, y algunas canciones
incluso me gustan —Casi todas, pero prefiero omitir
eso—, pero honestamente jamás he puesto atención
—En eso sí que no mentía. A excepción de su
vocalista, que lo vi por las fotos de Vanesa, no los
conocía nada.
Mi fuerte no son los grupos, podía conocer los
nombres de las bandas, pero nunca les presto mayor
atención, ni a cuantos son ni a los nombres de cada
integrante, absolutamente nada.
63
A excepción de one direction.
Yo soy más de solistas, y la verdad es que mi
fanatismo se inclinaba un poco más a los actores.
—Son cuatro —responde mientras baja la
ventana y extiende su mano hacia un escáner,
después de unos segundos el portón eléctrico
comienza a abrirse. Me sorprende lo grande que es
el lugar, lo bonito y elegante que luce.
El complejo de departamentos en donde vivo
parece un basurero comparado con este.
Elliot se estaciona y bajamos del auto, no sé
porque, pero estoy nerviosa. Luce familiar el lugar,
pero estoy segura de que nunca antes lo he visto.
Tomo su mano caminado a su lado. Cruzamos la
puerta de cristal yendo directo al ascensor.
—Tomaremos una breve parada antes, toma —
dice entregándome su suéter—, póntelo —pide.
Lo observo extrañada
—No tengo frio.
—Abajo hace frío —explica sin verme. Asiento y
me lo coloco, me queda algo grande, casi cubre mi
vestido por completo. Elliot gira a verme y sonríe,
64
toma el cierre de su suéter y lo abrocha subiéndolo
hasta el cuello.
Las puertas se abren y lo primero que nos da la
bienvenida es una voz lejana, algo descoordinada.
Giro hacia Elliot confundida, pero él ni siquiera
me ve, camina recto por el pasillo. Cuando llegamos
al fondo de este se detiene por un segundo y gira a
verme un poco, una sonrisa tranquilizadora se
extiende por sus labios.
La persona cantando me hace querer reír, pero
por educación, me aguanto.
—Ya habíamos estado aquí antes.
—¿Cómo? —pregunto más confundida aún. Pero
lo comprendí en cuanto giramos por el pasillo,
entrando a una habitación grande, llena de luces.
Ay no. Era el lugar de la fiesta, no lo he
reconocido porque ese día habíamos entrado por
otro estacionamiento, y también cuando yo bajé a
este sótano lo hice por unas escaleras.
Esta remodelado, o ahora que lo veo con luz
parece mil veces mejor, por inercia mis ojos viajan
directo al piano que continua en el mismo lugar.
65
—Sex money feelings die, baby don’t you cry —
La voz descoordinada proviene de un chico que se
encuentra acostado sobre una mesa de billar.
—Definitivamente deberían cambiar de vocalista,
tú eres mejor —habla Elliot a mi lado llamando su
atención. Tengo el impulso de detenerme al ver
cuatro cabezas girando hacia nosotros con
coordinación.
El chico acostado en la mesa de billar se pone de
pie con rapidez sonriendo ampliamente al verme.
Su cabello castaño está en un completo desorden,
pero no se ve mal para nada. Lo que más llama mi
atención es la cicatriz de su rostro. Es delgada y
adorna la parte derecha de su cara, inicia por encima
de su ceja, no estoy segura en qué punto, ya que, su
cabello desordenado cubre su frente. La cicatriz no
toca su parpado, pero continua el camino debajo de
su ojo y acaba a la mitad de su pómulo.
Todo él me resulta inquietante, su porte grita una
advertencia silenciosa que no soy capaz de leer. Sin
embargo, su sonrisa y su mirada parecen sinceras.
Su brazo derecho está a simple vista cubierto de
tatuajes colocados de manera esporádica.
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—Me alegro de que no interrumpa nada, quería
presentarles a Jude…
—Mucho gusto, mi nombre es Paxton —Toma
mi mano y besa el dorso de esta—, guitarrista de día,
lo que quieras de noche.
—… Mi novia —Termina de decir Elliot
haciendo que uno de los chicos de atrás suelte una
carcajada.
Él tal Paxton bufa y le saca el dedo medio al que
se ríe sin girar a verlo. —Guitarrista de día, un
hombre ocupado de noche. ¿Cómo era tu nombre?
¿Te molesta si te llamo Merlina? Me recuerdas a
ella, si, así te diré.
Mantengo la boca abierta intentando decir algo,
pero habla tan rápido que no puedo interrumpirlo.
Mi autoestima nunca ha sido un problema, no
suelo avergonzarme con facilidad, pero la presencia
de estos cuatro impone bastante, me hacen sentir
pequeñita sin siquiera tenerlos cerca.
El chico que había reído se acerca a nosotros
palmeando el hombro de Paxton. Creo que es el que
más llama la atención, no solo por sus rasgos
asiáticos, sino por su forma de vestir, una
67
combinación de clásico y moderno, parece sacado de
una elegante revista de modelaje.
—¿Merlina? —pregunta hacia Paxton.
El guitarrista asiente convencido volviendo su
vista hacia mí, sin descaro me inspecciona de pies a
cabeza. —Mírala y dime que su cara de seriedad y
miedo no te recuerdan a Merlina Addams.
Intento como puedo no reírme. Pero es imposible
no esbozar una sonrisa.
Bueno, no conozco a los demás, pero al menos sé
que él es divertido.
—¿Quién?
La cara de indignación de Paxton es un poema.
—No puedo creer que seamos amigos.
—Él es Levi —habla Elliot interrumpiéndolos. El
chico asiático, con una sonrisa amable inclina
ligeramente su cabeza hacia mí a modo de saludo,
mantiene sus manos agarradas detrás de su espalda.
No sé qué tiene, pero me transmite tanta tranquilidad
y buenas vibras. Juzgando simplemente por
apariencia, él es el más alejado de los estereotipos de
integrantes de una banda.
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—Mucho gusto, Jude, te presento a Aiden,
hermano de Paxton —Levi levanta la mano hacia
atrás apuntando hacia un sofá en donde está sentado
el mencionado.
El rubio nos observa en silencio con el desinterés
plasmado en todo su rostro, no hace el amago de
levantarse, sin embargo, levanta la mano y mueve
los dedos en -supongo— un intento de saludo.
Oficialmente, he encontrado las personificaciones
del Ying y el Yang.
No se parece en absoluto a Paxton, ni físicamente
y aparentemente tampoco de personalidad. A
diferencia de su hermano que irradia energía y
confianza, Aiden parece bastante serio, tiene las
palabras “no te me acerques” escrita en su mirada.
Sus rasgos son definidos, su cabello lacio y rubio
está acomodado hacia atrás, permitiendo ver a la
perfección sus ojos que son de un increíble azul,
incluso desde donde estoy soy capaz de ver las
tenues pecas que adornan sus mejillas. Sus labios
parecen más rojizos que los del resto, no sé si sea
algo natural, o tenga algo que ver el piercing que
adorna su labio inferior.
¿Por qué todos son ridículamente atractivos?
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Un movimiento a su lado llama mi atención, un
chico pelinegro se coloca de pie con rapidez
acercándose a nosotros.
Externamente me mantengo en la misma
posición, internamente es otra historia.
Había pasado tiempo, pero sabía que era él.
No me lo había imaginado, no estaba ebria, no
fue una ilusión por la oscuridad, era él, el chico de
esa noche, Mason, había sido él. Ahora que de
nuevo lo tengo de frente, puedo confirmarlo.
Su cabello ondulado continua del mismo largo
cayendo por su frente, trae una camisa que me
permite ver sus brazos cubiertos por tatuajes, lo
único diferente son sus ojos, grises, del mismo color.
Me obligo a no bajar la vista a pesar de su
escrutinio, evitando parecer tampoco demasiado
interesada.
No es que lo estuviera, sin embargo,
honestamente si estoy alucinando un poco.
Había pasado un año y casi como si fuera ayer mi
mente decidió recordarme el momento exacto en el
que le dije que eran un grupo de idiotas, y le había
tocado el piano, a un músico profesional y
70
mundialmente famoso, por dentro debió estar
muerto de la risa.
Estoy alucinando por eso, y por qué, si tuviera
que resumirlos a los cuatro en cinco palabras, serian:
demasiado sexis para ser reales.
—Creí que nunca seriamos dignos de conocerla
—habla hacia Elliot tan pronto como estuvo enfrente
para un segundo después centrarse en mí. Gira su
cabeza levemente escaneándome de pies a cabeza.
Su actitud impasible es reemplazada por una sonrisa
de diversión que no tengo idea de cómo tomar.
>>Alexander Macovei.
Extiende su mano hacia mí, elevo la mía para
tomarla, un escalofrío me invade al sentir el frío de
sus anillos chocando contra mi piel.
Al parecer no se acuerda de mí, y eso es bueno,
no podría con la vergüenza. Antes de poder decir
cualquier otra cosa, un hombre algo mayor entra por
detrás de nosotros, soltando un par de aplausos,
dándome un susto de muerte.
—Tus baquetas —habla el hombre colocándose
frente a Levi que sonríe agradecido. El hombre se
gira ofuscado apuntando hacia Aiden.
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—Si vas a estar rompiendo inventario necesito
que me digan para reemplazarlos.
—Lo siento, Isaac —increpa Paxton por él—, Lo
he intentado convencer de que rompa huesos, y no
instrumentos.
Por primera vez en todo este tiempo, Aiden
esboza una ligera sonrisa viendo a Paxton fijamente.
El señor en cambio rueda los ojos.
—Bueno, ¿Qué esperan? —espeta el que
supongo, es Isaac—. Comiencen.
—¿Quieren quedarse? —pregunta Alexander
hacia nosotros. Isaac se gira viéndonos por primera
vez, sonríe con amabilidad antes de volver por
donde vino y salir con rapidez.
Elliot no dice nada, se mantiene en silencio, pero
su mirada está fija en mí esperando que yo sea la
que responda. Llevo mi mano a la suya entrelazando
sus dedos.
—Ha sido un gusto poder conocerlos, y gracias
por la invitación, pero tenemos planes.
Paxton que se encuentra detrás de Alex
golpeando las baquetas de Levi entre si se detiene
abruptamente girando a verme ofendido.
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—Creí que habíamos tenido un momento y ahora
¿Nos rechazas? —Suelto una ligera risa mientras
siento los brazos de Elliot envolverse en mi cintura
por detrás de mi cuerpo mientras planta sus labios en
la sien de mi cabeza.
—Sera en otra ocasión —dice Levi pasando su
brazo por el cuello de Paxton jalándolo consigo
hacia atrás alejándolo de nosotros.
—Más tarde vengo —dice Elliot hacia Alex. Él
asiente y se gira yéndose con los demás. Nosotros
regresamos por donde entramos, en el camino me
fue imposible no volver la vista, específicamente
hacia el vocalista.
Él ya me observa, así que nuestras miradas
conectan de inmediato, me dedica una sonrisa ladina
antes de que giremos por el pasillo y lo pierda de
vista.
Llegando al ascensor me giro hacia Elliot
colocándome de puntas para alcanzar su rostro.
Llevo mis manos a sus mejillas acariciando
suavemente su piel. Uno en un fugaz beso nuestros
labios a modo de agradecimiento, porque por fin y
por primera vez esta confiando en mí.
73
Y sé que, aunque no era intencional, eso le
cuesta.
En silencio, mientras subíamos a su
departamento, me prometí no fallarle, porque él no
se lo merecía y porque él jamás me haría nada
malo…
No tenía ni idea.
(Ustedes pueden imaginarse a los personajes
como gusten, este es simplemente un poster de
referencia)
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8. Capítulo cuatro
04 | EL VIAJE.
♪ I see us dancing by ourselves, we do it better
with no one around, yeah, just you in my
imagination♪
(Nos veo bailando solos, lo hacemos mejor sin nadie
alrededor, sí, solo tú en mi imaginación—
Imagination. Foster The People.
Observo mi maleta abierta sobre la cama con algo
de recelo. ¿Y si necesito más ropa?
—No me digas que estás dudando en ir perra
desconsiderada.
Giro ofendida hacia Vanesa que me observa
desde la puerta de mi habitación con un batido en la
mano. Tomo un vestido de la montaña de ropa que
ya tengo descartado y se lo tiro a la cara.
—Solo dudé una vez, supéralo.
—Pensabas rechazar la oferta de ir a un viaje con
una de las mejores bandas del momento, ¿te explico
por qué eres idiota o solita lo entiendes?
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—Voy con Elliot —aclaro cerrando mi maleta—,
no con ellos.
Mi relación con Elliot iba genial, me sentía
cómoda, y feliz.
Sobre Mason, Alex, como se llame, no le
mencione nada a Vanesa. Decidí fingir que ya ni
siquiera recordaba esa noche. Al final de cuentas él
no lo hacía, y yo podía pretender perfectamente.
Mentiría si dijera que después de que llegue no
entre a buscarlos en internet, que no vi videos de
algunas de sus presentaciones en vivo.
Cada uno era increíble en lo que hacía y en
conjunto sonaban de otro mundo.
Soy algo así como su fan de closet.
Y creí que me costaría acostumbrarme a
topármelos cada que visitara a Elliot, pero, en
realidad, fue más fácil de lo que imagine.
Especialmente porque, aunque durante estas dos
semanas estuve yendo a diario a su residencia, no
me los topaba. Excepto a Paxton que siempre estaba
entrando o saliendo con alguien distinto. Parecía que
a diferencia de los demás, su vida privada no le
importaba en lo absoluto.
76
Me cae bien, ignorando el hecho de que me
siguiera diciendo Merlina.
—Necesito que me hagas un favor.
Negué rodando los ojos. —Ya te dije que no
pienso robarles sus calzoncillos.
—Aún me duele, pero no es eso, es otra cosa.
—Con que no sea denunciable —pido mientras
ella se acerca a mí y me jala consigo obligándome a
sentarme.
—Necesito que seas social, mujer. ¿Qué te cuesta
hacerte su amiga? —Se queja, intento interrumpirla,
pero pone una mala cara que me hace callar—, tengo
un plan de cuatro partes, el primero eres tú, vuélvete
cercana, que te tengan confianza, parte dos, yo,
continuar comiendo batidos extraños que me ayuden
a mantener mi peso ideal, parte tres, tu cumpleaños,
te hare una fiesta sorpresa y como son tus amigos los
debo invitar, claro, parte cuatro embarazarme de
alguno.
Suelto una carcajada viendo la determinación en
su rostro.
—Bueno… de Levi o Alexander, el que caiga
primero. Probablemente Alexander, será difícil
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embarazarme de Levi especialmente porque sé que
no le gusta que lo toquen.
Continúo riendo y limpio una pequeña lagrima
que se me escapa.
—Creí que estabas completamente enamorada de
todos.
—Lo estoy, pero Paxton y Aiden son novios
tontita, no pienso entrometerme en su perfecta
relación —murmura soñadora, la observo como si le
hubiesen salido dos cabezas extras.
—Ellos no son novios —No puedo asegurar nada
de ellos, pero eso específicamente, sí—, son
hermanos.
—No acabas de decir eso, perra —Toma con
furia su teléfono y teclea con rapidez—, si tan solo
las fans de Paiden te escucharan.
—¿Paiden? —murmuro confundida.
—Fans que amamos, apoyamos, entendemos,
alentamos, lloramos, adoramos, creemos, sabemos
de la existencia del amor entre Aiden y Paxton —
dice mientras extiende su teléfono hacia mí—, y no
son hermanos biológicos —aclara y de hecho esto
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último, aunque no lo sabía, no me sorprende, era de
esperarse, son muy diferentes.
Se comienza a reproducir un video con
recopilaciones de conciertos, entrevistas en donde
comparten miradas, sonrisas, abrazos, las partes de
conciertos eran las más intrigantes. En uno Paxton le
quitaba el bajo a Aiden para colocarle su guitarra y
abrazarlo desde atrás para seguir tocando.
Ok, sus sospechas tenían fundamentos visuales.
Al parecer tienen una tremenda química, y no sé
si era la música de los edits que me mostro, pero
sentí una indiscutible tensión sexual.
Aun así, no creo que tengan algo, Aiden parece
odiar a todos, pero con Paxton era más notorio, huía
de él como si tuviese alguna enfermedad contagiosa.
Y Paxton metía chicas a su departamento como si
quisiera romper algún récord. Sin embargo, prefiero
guardármelo para mí, estoy algo estresada con el
viaje.
Cuando Elliot me contó que viajarían por un
video musical que “Made in the A.M” tenía
inconcluso y debían terminar, me desanime un poco,
me estaba acostumbrando a verlo todos los días. Y
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cuando propuso que lo acompañara me negué, mi
desánimo no era para tanto.
Y la verdad es que no me sentía nada cómoda
interfiriendo en su trabajo. Pero después de que me
aclaro que iríamos en carros separados y prometió
dejarme quedar en la habitación todo el tiempo,
acepte.
Mientras no tuviera que estar en donde grababan,
y no tuviera que topármelos, para mí está perfecto.
—Volviendo a mi plan —habla arrebatándome su
teléfono—, sé-su-amiga —repite dando énfasis a
cada palabra.
—Lo intentare —digo sabiendo que estoy
mintiendo descaradamente. Mi teléfono suena
anunciando un mensaje entrante.
—Está aquí —avisa Vanesa asomándose por mi
ventana. No me molesto en abrir el mensaje, tomo
mi maleta y viéndome una última vez en el espejo,
salí por la puerta con Vanesa detrás.
Elliot me espera en la entrada de nuestro
departamento recargado en su coche. Sonrío al verlo
acercarse para tomar la maleta que sostengo.
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—Hola Vanesa —saluda a mi amiga que no
suelta mi brazo—, ¿Lista? —pregunta hacia mí para
después plantar un beso en mis labios.
Asiento y abro la puerta del copiloto mientras él
mete mi maleta en la cajuela, me giro hacia Vanesa
que me ve haciendo uno de sus tan comunes
mohines.
—Piensa por favor lo que te dije…
—Intentaré ser su amiga, ¿Bien?
Ella sonríe y sostiene la puerta del copiloto para
que entre al auto.
—Me refería a lo de los calzoncillos —susurra
para que solo yo pueda escuchar.
Ni me molesto en responder, solo la miro con
diversión mientras ella se despide con la mano por
última vez antes de que nos pusiéramos en
movimiento y la perdiera de vista.
Jamás en mi vida había tardado tanto en cruzar
un estacionamiento.
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Cuando veníamos en camino, estaba impaciente
por llegar, ya que viajar en carretera es algo que
odio. Pero justo ahora, creo que prefiero la carretera
a este caos.
La postura de Elliot es completamente rígida
mientras caminamos entre un grupo de hombres.
El lugar esta atestado de fotógrafos, prensa, gente
en completo descontrol y policías.
Es una completa locura.
La ironía de la situación me daba risa, Elliot, que
forma parte de la seguridad de Made in the
A.M necesita seguridad para poder entrar a la
recepción.
Parece que, por el simple hecho de ser escolta de
Alex en ocasiones le tocaba un poco de ese acoso
que según lo que dijo sabia manejar a la perfección,
pero no quería correr riesgos viniendo conmigo.
El hotel parece sacado de un sueño, tengo la
sensación de estar totalmente fuera de lugar.
Un hombre en traje se acerca a nosotros tomando
la mano de Elliot en un efusivo saludo para después
pasarle una caja pequeña y palmear su hombro.
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—Isaac necesita hablar contigo, y tú… —dice
girándose hacia mí, coloca su maletín frente a su
cuerpo buscando con rapidez algo en él, saca una
carpeta y me la extiende—. Necesito esto firmado
más tardar a primera hora.
Lo tomo frunciendo el ceño y asiento, aunque no
entienda nada.
—Es un contrato de confidencialidad —explica
Elliot a mi lado—, yo me encargo temprano de que
esté en tus manos —habla ahora hacia el hombre
que parece estar a punto de tener una crisis nerviosa,
sonríe agradecido y sin más se aleja como rayo
detrás de otra persona.
—¿Contrato de confidencialidad?
—A todos nos hacen firmar uno, es para evitar
que se filtre información —Explica mientras se
acerca a mí sacando de la caja dos credenciales, se
cuelga una sobre su pecho y pasa la restante por mi
cabeza. Toma mi mano y me lleva con él hacia el
ascensor.
El lugar es bastante intimidante en tamaño, pero
es hermoso, me pregunto cuánto costaría dormir una
sola noche aquí.
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Varias personas suben con nosotros, uno de ellos
pasa su credencial por un escáner, y entonces el
ascensor se cierra y empieza a moverse.
—¿Día difícil? —pregunta Elliot hacia el chico
que se encuentra recargado contra el cristal del
elevador masajeando sus sienes. El chico asiente
soltando el aire.
—Cuidar a Paxton estos días ha sido
especialmente desgastante —Levanta la vista
percatándose de mi presencia, su mirada va de Elliot
a mí con una sonrisa extendiéndose por su rostro.
—Más tarde te
palmeando su hombro
ayudo
—promete
Elliot
—Así que la novia no era de fantasía, he perdido
diez dólares hoy —habla extendiendo su mano hacia
mí—, soy Nate
—Jude —respondo a su saludo al tiempo que el
elevador se abre. Nos despedimos cortamente
saliendo y yendo directo a la habitación.
El lugar es bastante amplio, y está lujosamente
decorada con tonos beige y dorados, unos cuadros
adornan la pared y aunque lucen bastante sencillos
podría jurar que uno de esos vale más que mi
apartamento. Elliot se ha ido al closet para guardar
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sus cosas. Yo me tiré directamente en el sofá que no
me sorprende para nada que fuese mucho más
cómodo que mi propia cama.
—Hoy me tienes solo para ti —habla volviendo
de la habitación, me incorporo mientras él se coloca
frente a mí extendiendo su mano pareciendo algo
cansado—, podemos bajar al bar, tenemos acceso
ilimitado —tomo su mano sin intención de pararme
y lo jalo ligeramente haciendo que se siente a mi
lado.
Recarga su cabeza sobre el respaldo cerrando sus
ojos.
—No quiero salir —susurro acariciando con
sutileza su mejilla. Se inclina hacia mí, tomando mi
mentón y une nuestras bocas en un suave beso.
Me gustaba estar con Elliot,
extremadamente cómoda y segura.
me
sentía
En la cuestión sexual, pues, después de las
primeras semanas deje de tener ese miedo.
Me alejé sonriendo al ver su ceno fruncirse. Me
incorporo un poco para poder colocarme a
horcajadas sobre él.
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Sus manos no tardaron en adentrarse bajo mi
camisa, acariciando mi piel desnuda. Comencé a
mover mi cadera tentativamente sobre él sintiendo
su bulto haciendo cada vez más presión. Sus ojos
verdes brillaron en anticipación.
Se acerca para besarme, pero ladeo la cabeza
evitando que pueda hacerlo. Estaba decidida a
encontrar su límite, probablemente no lo haría hoy,
pero lo buscaría, necesitaba tentarlo, probarlo, hacer
que perdiera la cabeza.
Su mano sube a mi nuca y esta vez sin previo
aviso uno nuestros labios, su lengua juega con la mía
aumentando la intensidad del beso.
Me separo un poco para sacar mi blusa por mi
cabeza, sus ojos se van directo a mis pechos,
nuestras respiraciones erráticas no hacen más que
mezclarse.
Sus manos bajan por mi espalda hasta llegar a mi
trasero. Cuando me percato que de hecho ya
esperaba que lo hiciera, supe que me estaba
aprendiendo de memoria cada movimiento que
hacía.
No terminaba de comprender de sí eso me
gustaba, o me quería convencer de ello.
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Cubro mi rostro con el edredón cuando soy
consciente del sol dándome directo, me quejo
escuchando la risa de Elliot.
—Buenos días, bella durmiente —Tomo una
almohada y la aviento a donde sé que está de pie—.
Amanecimos de buen humor hoy.
Cuando escucho que cierra las cortinas, asomo mi
cabeza de entre las cobijas viéndolo parado frente a
la cama sonriendo. Ya está vestido y supongo, listo
para salir.
—¿Te desperté? —pregunta.
—No, tranquilo, sigo dormida —respondo con
sarcasmo haciéndolo reír.
—Hoy tardaré un poco en llegar, puedes
hablarme cualquier cosa, tu credencial te da acceso
ilimitado a cualquier área de hotel. Puedes pedir lo
que quieras a servicio de habitación.
Asiento sintiendo el sueño volver nuevamente a
mí.
Para mí, las ocho de la mañana seguía siendo
madrugada.
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—¿No te despedirás? —pregunta con una sonrisa
traviesa. Quizás cree que me avergüenza estar
desnuda, pero me da igual. Si no me paro, en
realidad es que mi flojera me puede más.
Lo miro como si lo estuviera meditando y
finalmente niego haciéndolo reír. Se acerca a mí
tomando mi rostro entre sus manos y deja un beso
suave en mis labios.
Se incorpora yendo hacia la puerta. Antes de salir
gira de nuevo hacia mí.
—¿Te pido de desayunar?
Niego acurrucándome nuevamente contra las
almohadas. Su sutil risa es lo último que escucho
antes de caer nuevamente dormida.
Tres horas después me encuentro al fin despierta.
Escucho a Vanesa hablar sin parar mientras cepillo
mis dientes frente al bonito lavabo.
—¿Me estas escuchando? —Chilla haciéndome
reír. Enjuago mi boca con rapidez y tomo el teléfono
saliendo del baño.
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—Que sí, que si —Camino al closet dándole una
ojeada rápida para ver que ponerme.
—Entonces como te decía, si me mandas un
video de un segundo del video que están grabando
y…
—Ya te dije que no iré a las grabaciones —La
interrumpo tirando el teléfono a la cama
colocándome un sujetador y unas bonitas bragas.
—No sabes apreciar las oportunidades que te da
la vida —Lloriquea.
—No podría igual, me hicieron firmar como
quinientas hojas en donde dice que…
Los fuertes golpes de la puerta me hacen callar
abruptamente.
—¿Qué fue eso? —pregunta Vanesa.
—La puerta —respondo como si no fuese obvio
—. Debo cambiarme más tarde te marco —En
cuanto cuelgo nuevamente vuelven a aporrear con la
misma fuerza.
Tomo la camisa de Elliot y me la coloco por
encima de la cabeza acercándome con rapidez. Abro
la puerta solo un poco asomando mi cabeza.
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—Ay mierda, eres tú —susurra Alex más para el
que para mí cambiando su expresión a una más
distante. Abro la boca indignada pero antes de si
quiera poder decir algo vuelve a hablar—. Necesito
hablar con Elliot, es urgente.
Niego y lo observo confundida. —Elliot se fue
hace horas.
Por su expresión supe que mis palabras le
cayeron como un balde de agua frio, abre sus labios
respirando hondo como si estuviera haciendo acopio
de su paciencia, parece abatido, un deje de
desesperación pasa por su mirada perdida.
No se qué hacer si ya cerrar la puerta o darle una
palmadita en el hombro.
Unas pisadas rápidas se escucharon llegar.
—No hay tiempo, está aquí —habla un chico
detrás de él. Lo que me faltaba, otra persona más y
yo aquí semidesnuda detrás de la puerta—. Estas
jodido.
—Lo séee —responde irritado. ¿Se han olvidado
de que estoy justo aquí?
—¿En qué momento se te ocurrió la buena idea
de meterte con una casada?
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Si, definitivamente se habían olvidado.
—Eso fue en el pasado y yo no tenía ni idea.
Moví la puerta lentamente para poder cerrarla
haciendo que los dos giraran su cabeza hacia mí.
—Ya se —habla el chico sonriendo abiertamente
al verme—, ella tiene registros de ayer.
—¿Cómo? —pregunto sintiéndome perdida. El
chico me ignora y sigue viendo fijamente a Alex.
—Sabes que Brandon no confía del todo en
ustedes, va a investigar un nombre, al menos que tú
le des uno. Y qué mejor que el que le des tenga
entradas y salidas registradas —Termina de decir
apuntándome.
Sigo sin entender, pero algo me dice que cierre la
puerta antes de que sea tarde.
Alex en cambio parece entender a la perfección.
Gira levemente hacia mi observándome fijamente
con su mirada impenetrable y expresión seria.
—Dile que estoy aquí —habla sin dejar de verme
—, que venga aquí, que parezca que no lo sé.
El tipo de atrás salió corriendo mientras Alex por
primera
vez
parece
nervioso.
Respira
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temblorosamente y coloca sus manos frente a su
cuerpo, una tomando la otra.
—¿Puedo pasar? —pregunta luciendo más
tranquilo.
Antes de que pudiese responder el empuja la
puerta y entra como si nada. frunzo el ceño
corriendo al sofá tomando una almohada para
colocarla en mis piernas sintiendo el calor subir por
mi cara.
—¿Se puede saber que necesitas? —Me enderezó
contra el asiento en un intento de parecer más
intimidante. El coloca su mano en su barbilla y pasa
su dedo índice por sus labios esbozando una sonrisa
casi imperceptible. No sé si esta serio o intentando
no reírse.
—Dos cosas —dice volviendo a su postura seria
del inicio. Frunce los labios y me observa
fugazmente de arriba abajo—, necesito que por unos
minutos finjas ser mi novia.
Respiro hondo un par de veces esperando que
diga que es una jodida broma, pero no lo hace, ni su
postura cambia ni añade nada más.
—¿Disculpa? —Me pongo de pie de un salto—,
Soy la novia de tu mejor amigo —Increpo
92
acercándome a él empujándolo hacia la puerta, sin
embargo, ni se inmuta ni se mueve.
—No te estoy pidiendo que seas mi novia, te
estoy pidiendo que lo finjas. Mira, cometí un error,
ayer dejé entrar al hotel a alguien que no debía y
algunas personas lo supieron, personas que no
debían saberlo. No hice nada, pero no me van a
creer, mi única salida es demostrar que es un rumor
falso, o bueno, pretender… si no lo hago me van a
joder, y no solo a mí, a los chicos, a Elliot.
—¿Elliot?, pero si él ha hecho su trabajo
impecablemente.
—Sé que no lo entiendes, pero Isaac los contrato
para que no la cagaramos, y yo la cague —
Fugazmente la plática de que tuve con Elliot cuando
dijo que era como su niñero vino a mi cabeza—. No
tenía idea de que se habían enterado si no hubiese
planeado algo, pero ya es muy tarde.
Mierda. ¿Y si lo despiden? ¿Y sí el hecho de que
yo no lo hubiese dejado salir de la habitación ayer
tiene algo que ver? Va a odiarme si pierde su trabajo
por mi culpa.
—Creo que debería hablarlo con Elliot —
murmuro rascando con nervios mi ceja
93
—Me encantaría darte el tiempo que quisieras
para que lo pensaras y hablaras con quien necesites,
pero en cualquier momento tocaran esa puerta.
—No sé si sea buena idea.
—Jude… —Su lengua acaricia mi nombre
poniéndome los nervios de punta.
Su voz es jodidamente exquisita. Lo supe en
cuanto escuché su primera canción, toda su música
parecía sensual, no importaba que estuviera
cantando, la melodía de su voz siempre parecía
prometer… tanto.
Pensé, que quizás solo era al cantar. Pues no,
definitivamente no, su tono es ligeramente ronco y
lento. Fugazmente me pregunto cómo sonara su voz
mientras esta…
Detengo abruptamente mis pensamientos al ver el
camino que están tomando.
—Míralo como negocios —insiste—. Actúa para
mí y te pagare.
No creo que…
—Por favor —Añade pareciendo derrotado,
nervioso y algo desesperado.
94
Mordisqueo mi labio sabiendo perfectamente que
es una mala idea, algo en mi me lo dice.
No lo hagas, no lo hagas, no lo hagas.
—Bien —digo contra todo
sintiéndome arrepentida al instante.
pronóstico
Parece aliviado, sin embargo, no lo demuestra por
mucho, asiente y vuelve a su postura inicial. Gira
hacia la ventana viendo la tenue lluvia caer.
—Yo hablare por ti. Así que no te preocupes, sin
embargo, necesito otra cosa —agrega, lo observo
fijamente esperando que continúe—. Traes la
camisa, del uniforme de seguridad, necesito que te lo
quites.
La vergüenza me invade casi tan rápido como sus
palabras salen de su boca al recordar el cómo estoy
frente a él.
—Bien —mascullo tomando el control de
televisión, es una tontería, pero estoy nerviosa,
necesito algo más que simplemente tomar
respiraciones hondas.
Alex achica los ojos observándome con
curiosidad. Ignorándolo pongo en silencio el
programa del Chef Rogers.
95
—¿Qué haces?
—Me relaja —explico. La confusión se apropia
de sus expresiones.
—¿Te relaja ver a un hombre gritando que parece
estar a un segundo de un colapso nervioso?
Ambos observamos la pantalla en silencio,
Rogers esta frente a un platillo que parece todo
menos comestible. Por supuesto él no lo hizo, lo
hicieron sus ayudantes.
—No siempre está gritando —Me quejo. En la
pantalla enfocan a Rogers que está aventando el
plato al suelo completamente rojo de la ira—, es
muy apasionado —farfullo—. El cocina increíble, es
exacto, es organizado, me encanta como es capaz de
convertir cualquier tipo de alimento en arte, como
tiene siempre el control aunque no lo parezca, por
eso me relaja —murmuro dando un paso atrás.
La historia en realidad es más compleja, cuando
era niña y mis papás peleaban a gritos y yo me ponía
nerviosa, mi hermano me ponía a ver el programa
del chef, tenía un disco de la primera temporada, era
el único disco que teníamos así que lo repetía una y
otra vez, por eso me acostumbre, sin embargo, no
pienso decirle algo tan personal.
96
Dándome cuenta que solo estoy perdiendo el
tiempo me giro para ir a cambiarme, cuando estoy
por llegar al closet llaman a la puerta.
Abro los ojos asustada girándome para ir a
meterme al baño. Alex me alcanza con rapidez
tomándome por el brazo. Se coloca frente a mi
evitando que me mueva de mi lugar.
—No hay tiempo —susurra sacándose su camisa.
Madre mía.
Su cuerpo… intento disimularlo lo más que
puedo, pero su cuerpo es una obra de arte, es
imponente, duro, marcado.
Sus brazos fuertes están llenos de tatuajes.
Su abdomen plano y marcado tiene un par de
ellos, mis ojos bajan y se pierden en el inicio de la
“V” que para mí mala suerte se esconde bajo sus
jeans.
Elevo la vista a sus ojos obligándome a no bajar
la mirada. Me coloca la camisa sobre mis manos y
se gira caminando hacia la puerta. Voltea a verme
sobre su hombro y frunce el ceño al notarme en la
misma posición.
—Póntela —pide viendo su camisa.
97
Con el corazón acelerado comienzo a subir la
camisa de Elliot para sacarla, levanto la vista y veo
que no deja de verme y entonces me detengo.
—Voltéate pervertido.
Suelta una risa al tiempo que otro golpe se
escucha en la puerta. En cuanto se gira con rapidez
saco la camisa de Elliot y coloco la de Alex en su
lugar, que, aunque quisiera no admitirlo huele
demasiado bien.
Lo observo abrir la puerta al tiempo que yo me
siento tirando la camisa de Elliot detrás del sofá.
Bien, solo debo fingir ser su novia unos minutos
y ya.
¿Qué es lo peor que podría pasar?
98
9. Capítulo cinco
05 │FINGIENDO
♪ Now I’ve got you in my space, i won’t let go of
you, got you shackled in my embrace♪
(Ahora que te tengo en mi espacio, no te dejaré ir, te
tengo encadenada en mi abrazo)— Latch. Sam
Smith+Disclosure
El hombre moreno frente a nosotros nos observa
fijo, con algo de desconcierto plasmado en su rostro.
Estoy igual, señor, estoy igual.
Alex se sienta a mi lado pasando su brazo por mis
hombros pegándome a su cálido cuerpo. La cercanía
y contacto me resultan extraños, sin embargo, no de
una manera incómoda.
—Disculpa, no haber podido recibirte en mi
habitación, no tenía idea de que vendrías.
La naturalidad y tranquilidad de su voz me
sorprende. ¿Un buen mentiroso o un cantante con
dotes de actor?
99
Tenerlo así de cerca me tiene los nervios de
punta. El hombre vestido con un traje perfectamente
impecable parece serio, un poco molesto. Aun así,
sonríe con educación.
—Ya veo, pero tranquilos, discúlpenme a mí por
venir sin previo aviso, necesitaba aclarar contigo
algunas…
Alex se irguió en su lugar interrumpiéndolo. —
Brandon, primero que nada, te presentó a Judith
Bennett Jones, mi novia.
En este momento no sé quién está más
desconcertado, si yo porque sabe mi nombre
completo o el tal Brandon que por primera vez
muestra más que su rostro severo. Me coloco de pie
ignorando el hecho de que estoy simplemente con la
camisa de Alex y las piernas totalmente descubiertas
y camino hacia él extendiendo mi mano frente a su
rostro.
—Un gusto, puede llamarme Jude.
—Encantado de conocerte —dice sonriendo por
primera vez. Regreso a sentarme de nuevo junto a
Alex que me dedica una mirada divertida—. Bueno,
me han tomado por sorpresa. Pensé que… —Parece
meditar lo que va a decir y vuelve su vista a Alex—
100
Creí que estabas firme con tu decisión de no tener
algo serio o formalizar.
—Así era, hasta que la conocí, entonces la idea
de formalizar no me sonó tan descabellada si era con
ella —La mano de Alex baja por mi pierna hasta
juntarse con mi mano que está descansando sobre mi
muslo. El calor de su cuerpo me invade de manera
instantánea causándome escalofríos.
El hombre se acomoda un poco en su lugar. —
¿Está es tu habitación? —pregunta mirándome
directamente. Asiento casi por inercia— ¿Por qué
duermen separados? —Vuelve a cuestionar incapaz
de ocultar su sospecha.
Ay mierda.
—Privacidad —respondo con rapidez—, me
gusta tener mi propio espacio —El hombre asiente,
pero no lo veo por completo convencido.
—¿Por qué han ocultado su relación?
—Queremos privacidad —contesta Alex, y casi
quiero reír, ¿Cómo se supone que eliminaremos las
sospechas si está respondiendo lo mismo?, la peor
mentira contada.
101
—Existe una diferencia abismal entre lo privado
y lo secreto —habla el hombre viéndonos de manera
alterna—, podrían perfectamente llevar su relación
en privado, sin ser algo escondido.
—Podemos, pero no queremos —responde Alex
sin más, suelto una ligera risa por su poca sutileza.
—¿Hace cuánto se conocen?
Alex simplemente se encoge de hombros.
Contengo como puedo el impulso de golpear mi
frente.
Nerviosa empiezo a jugar con mis dedos sobre la
mano de Alex. ¿Esto se sentirá ser entrevistado?
Porque definitivamente lo odio.
Llevo mi vista a la pantalla para distraerme, el
chef Rogers se mueve con gracia por su cocina, pero
en este momento ni él me logra tranquilizar, mucho
menos cuando ni siquiera hemos respondido y
Brandon lanza otra pregunta
—Vi tu llegada —habla hacia Alex, y después me
ve a mí— ¿Llegaste sola?
Giro hacia Alex que tiene su vista fija en nuestras
manos. De pronto me vuelvo consciente del
movimiento que hice. En un intento por ocultar mis
102
nervios, puse mis manos entre mis muslos, pero, en
ningún momento solté la suya.
No tengo idea de cómo es que logro tragarme el
impulso de jadear y arrojar su mano al otro extremo.
Así que tratando de no parecer alterada suelto su
mano de manera abrupta y él lentamente la retira y
la coloca en su regazo. Trago saliva esperando que
él continúe hablando, pero no lo hace, ni siquiera
parece saber qué es lo que Brandon pregunto.
Mierda, estamos atrapados. Giro hacia el hombre
que nos observa con una sonrisa casi de suficiencia.
De alguna manera es como si supiera que todo esto
es una gran mentira.
Sacando la actriz que llevo dentro sonrío
tenuemente y tomo aire decidida a salvarnos el
trasero.
—Nos conocimos hace un tiempo —respondo al
hombre, Alex me observa con un deje de diversión,
como siempre—, no fue instantáneo, ni fue amor a
primera vista, parecía casi platónico, él estaba en su
gira, yo en mi vida normal, nos hablábamos todos
los días, y así supimos que podía llegar a ser.
>>Sin vernos, sin tocarnos, estábamos
funcionando. De alguna manera, a pesar de la
103
distancia, lo sentía aquí conmigo. Claro que cuando
él llegó decidimos hacerlo real.
—Pero, ¿En dónde fue el punto de inicio?
—Fue en una fiesta —habla Alex esta vez—,
acababa de terminar un concierto, estaba
escondiéndome de la gente, estaba cansado, ella
también se escondía de una amiga, no me conocía
me pareció divertido que dijera que éramos un grupo
de idiotas —me congele por completo, sentí mis
mejillas encenderse. Ay mierda, lo recordaba—. Así
que la deje esconderse conmigo, me gusto que por
primera vez en mucho tiempo me trataban normal, y
no con una excesiva y fingida emoción.
Brandon por primera vez luce interesado, incluso
sin palabras.
Yo carraspeo y hablo nuevamente:
—Lo hemos mantenido tan secreto, por mí, más
que nada, porque yo quiero aplicar para una beca en
una escuela de arte. Pero quiero tenerla por mí, por
quien soy y por lo que soy capaz de hacer, no por
con quien estoy —Sentía el calor subir por mi
cuerpo, me sentía desnuda, ni siquiera Elliot sabía de
mi interés al arte.
104
Pero, si quieres decir una mentira creíble debes
agregar datos reales.
Y eso es lo más real de mi vida.
Brandon asiente comprendiendo y habla; —No
hay nada de malo con que tengas un poco de
ventaja.
—Tampoco hay nada de malo con que no quiera
tenerla —contraataco. Él se recarga sobre el asiento
y niega con una sonrisa.
—Bueno, tienes razón —Se coloca de pie—. Es
un honor conocerte Judith, lamento haberlos
interrumpido, solo venía de pasada, así que lo mejor
será que me retire.
Alex se pone de pie de un salto.
—Salúdame a Ana —pide Alex acompañándolo a
la puerta.
—Sabes que si —habla Brandon, se gira hacia él
antes de llegar a la puerta y palmea su brazo—. Me
parece maravillosa, me alegro de que al fin sentaras
cabeza y con la que parece ser una buena chica.
Yo estoy simplemente de pie a la distancia
esperando que salga, Brandon me sonríe
nuevamente.
105
—Me encantaría un día conocer algo de lo que
haces. Y también espero verte esta noche.
—En realidad…
—Será un placer— Respondo al mismo tiempo
que Alex. Brandon solo suelta una ligera risa y
dándonos un último asentimiento de cabeza sale por
fin del lugar.
Alex se gira hacia mí y suelta un suspiro
—Gracias— habla aliviado. Saca su teléfono del
bolsillo tecleando con rapidez—. Más tarde te
mando tu dinero —No digo nada mientras lo veo
irse, antes de salir se gira a verme—. Tenías razón,
lo tenía bajo control —Sonríe un poco a apuntando
hacia la televisión en donde se está mostrando el
platillo finalizado del chef, le devuelvo la sonrisa y
antes de cerrar la puerta asoma su cabeza.
>>Ah, por cierto, Elliot está subiendo —dice
como si nada para ahora si salir.
Mierda.
En cuanto la puerta se cierra me saco la camisa
de Alex tirándola al piso. No puedo creer que se
haya ido semi-desnudo. Corro a tomar la camisa de
Elliot que tire detrás del sofá y me la coloco.
106
A toda prisa tomo la camisa de Alex y la aviento
al closet escondiéndola entre mis cosas para después
lanzarme al sofá subiéndole el volumen a la
televisión.
¿Pero qué mierda estoy haciendo? Debería
contárselo, no estar escondiendo las cosas como si
hubiese matado a alguien.
Me sobresalto cuando escucho la puerta
abriéndose, Elliot entra por ella hablando por su
teléfono. En cuanto me ve sonríe y se acerca
tumbándose a mi lado. Después de compartir unas
últimas palabras, cuelga el teléfono y me acerca a él.
—Hola hermosa —Me coloca a horcajadas sobre
su cuerpo hundiendo su nariz en mi cuello dejando
un par de besos sobre mi piel.
—Hola, pensé que trabajarías todo el día.
—Yo pensé lo mismo, pero nos dieron el resto de
la tarde —responde bajando su voz. Detiene sus
besos alejándose sutilmente para verme a los ojos.
Lame ligeramente sus labios como si estuviese
probando
algo
desconocido,
frunce
casi
imperceptiblemente su ceño mientras toma un
mechón de mi cabello acercándolo a su nariz y
107
respira hondo subiendo de nuevo su vista a mis ojos
—. ¿Tú que has estado haciendo?
Debo decirle.
No se supone que haya hecho algo malo. En
cierto modo, una de las cosas por las que lo hice fue
él, cuidar su trabajo ¿Por qué demonios lo siento
como un error?
—Desperté hace poco, platiqué con Vanesa y
vinieron a buscarte —Debo decirle.
Me mira alzando una ceja. —¿Quién?
—Alexander y otro chico… pero se fueron en
cuanto supieron que ya te habías ido.
El asiente.
Tonta, tonta, tonta.
—Elliot —hablo.
—Dime.
Lo observo a los ojos buscando las palabras
correctas, pero nunca llegan.
—Quiero comer.
108
Sonríe ligeramente dando pequeños golpes en mi
pierna para que me mueva y así lo hago permitiendo
que se ponga de pie.
—Mandaré a pedir algo.
Asiento viendo cómo se va a su teléfono, observo
su espalda sin entender por qué intentar decirle se
me hace tan difícil.
Mi día con Elliot duro menos de lo que imagine,
cuando un chico alterado entro balbuceando palabras
sin sentido, Elliot pareció entender y dándome un
beso de despedida salió detrás de él.
Observo el catálogo de películas mientras
distraídamente tomo mi teléfono que suena con una
alerta de llamada.
Respondo algo dudosa al no reconocer el número.
—Jude… —La voz al otro lado me pone
inmediatamente en alerta.
—¿Alex? —pregunto confundida y ligeramente
sorprendida. ¿Cómo tiene mi número?
109
—En unos minutos te irán a entregar unas cosas,
tu dinero, un vestido, todo lo necesario para que te
arregles y en una hora paso por ti para…
—¿Cómo? —Interrumpo mientras un ataque de
tos me invade.
¿En una hora pasa por mí? Pero que le pico,
como se le ocurre yo ni loca pienso…
—Hace rato, con Brandon, menciono el baile que
realiza su esposa, te dijo que esperaba verte esta
noche, claramente fue una invitación, yo pensaba
decir una buena excusa, pero tú me interrumpiste
antes de que pudiese decir nada y dijiste, cito tus
palabras: “será un placer”.
Lo escucho alucinada sin dar a crédito a lo que
decía. ¿En qué momento había ocurrido eso?
—Espera —hablo recordando lo que dijo— ¿Un
vestido?, ¿Cómo conseguiste mi talla para empezar?
—Soy un buen observador.
Estoy ofuscada,
rápidamente
tomo
aire
y
respondo
—No puedo —digo con firmeza—. Lo siento,
inventa algo, no podré ir —Corto la llamada al
momento que golpean la puerta. Con duda me
110
acerco y abro viendo al chico con el que Alex estaba
esta tarde. Me sonríe con amabilidad mientras me
extiende un par de bolsas y una caja—. Regrésalo —
Le pido sin abrir por completo la puerta.
Su amabilidad se esfuma en menos de un
segundo, me observa ofendido y empuja las cosas
contra mi cuerpo obligándome a agarrarlas.
—No subí como mil escaleras para que te niegues
a recibirlas —Se gira sin permitirme decir nada más
y se va. Me adentro a la habitación dejando las cosas
sobre el sofá.
Ni loca pienso ir a ningún lado.
La puerta vuelve a sonar, me acerco rápidamente
con la esperanza de que sea el mismo chico, sin
embargo, lo primero que aparece en mi campo de
visión es un teléfono.
—Ten, mon amour, quieren hablar contigo.
¿Mon amour? Quise darle mi mejor mirada
matadora, pero en cuanto lo vi me quedé en blanco.
Alex es indiscutiblemente atractivo, pero justo
ahora estoy frente a probablemente una versión
más…
111
Aunque mi subconsciente grita apetecible, mi yo
sensata y fiel se niega a decir eso, así que digamos
que es muy, muy, muy agradable a la vista.
—¿Judith? —La voz de Brandon suena del otro
lado de la línea, pero mi atención está totalmente
puesta en la fastidiosa personificación de dios griego
que tengo enfrente.
Es que, madre mía. Alex desprende elegancia por
cada poro, impone muchísimo y luce atractivo de
una manera abrumadora.
Está completamente pulcro vestido en su
totalidad de negro. Desde su traje, la camisa de
cuello medio que lleva debajo. Hasta los zapatos.
Sí, me había tomado el descaro de ojearlo de pies
a cabeza.
Incluso su jodida mano frente a mi sosteniendo el
teléfono se ve bien, no sé si son los tres anillos que
cubren su dedo índice, medio y anular o los tatuajes
que se extienden por sus largos dedos.
¿Cómo es posible que pueda verse así de bien?
Fugazmente me pregunto si usa lentes de
contacto, la primera vez creí ver sus ojos distintos,
112
después su mirada era gris claro, ahora parece más
oscura.
Una sonrisa ladina se extiende por sus labios al
tiempo que saca la otra mano desocupada de su
bolsillo para elevarla a mi rostro, contengo el aire
mientras su pulgar roza mi labio inferior. Es tan
fugaz y sutil que casi creo habérmelo imaginado.
—¿De dónde se supone que te activas para
hablar?
¿Se está burlando de mí?, se está burlando de mí.
Soy plenamente consciente del calor subiendo
por mi rostro, sé que es muy probable que mi cara ya
este roja por completo.
—Idiota —farfullo quitándole el teléfono yendo
directo al baño a encerrarme—. Hola —hablo tan
pronto como cierro la puerta detrás de mí.
—Hola linda, me menciono Alex que te morías
por decirme algo.
Ese maldito.
—Emm, no, bueno si —Me corrijo avergonzada
sabiendo que sueno como idiota—, solo que una
amiga llego de improviso y creo que no voy a poder
113
asistir a la fiesta que había mencionado, quería
disculparme por…
—Ay, no te preocupes, tráela, Ana se está
muriendo por conocer a la señorita que robo el
corazón de su chico favorito —observo mi reflejo en
el espejo.
No, no, no.
—En realidad no creo que…
—Y… olvide mencionarlo, pero, ya que me
comentaste que amas el arte, ¿Conoces a Henry
Clerk?
Levanto nuevamente la
observando mi reflejo atónito.
vista
al
espejo
—¿Alguien en este mundo no lo conoce?
Henry Clerk era probablemente uno de los
mejores pintores de nuestra era. Un genio total.
—Esta casa a la que vendrán fue un regalo que le
hice a mi esposa, y sé que ama el trabajo del señor
Clerk así que lo contrate para que se encargara de
decorar algunos espacios —Me quede perpleja y
congelada en el lugar—, así que estará aquí. Te lo
puedo presentar.
114
No, me, jodas.
—¿Qué? —grito alucinada. Su risa inunda la
línea.
—Los veo aquí, ¿Bien? —responde para cortar la
llamada.
Salgo del baño vislumbrando a Alex apoyado
contra la puerta. Su mirada grisácea se encuentra
con la mía.
—Tienes una hora —habla sacándome de mis
casillas. Como es que sabe que he aceptado, su
seguridad y superioridad me molestan.
—No podre estar mucho tiempo —digo tan digna
como puedo tomando las bolsas que había dejado
botadas—. Elliot volverá…
—Cuando yo lo diga —Termina de decir por mí.
Me giro a verlo sin entender—. Levi me debía un
favor, en este momento y hasta que yo lo diga está
jugando con Elliot y otros chicos al gato y al ratón.
El juego se acaba cuando yo lo diga.
—¿Por qué se lo escondes? —murmuro rascando
mi ceja.
—¿Por qué lo escondes tú? —pregunta de
regreso—. Yo simplemente respeté tu decisión.
115
—¿Cómo puedes asegurar que no lo dije nada?
—Porque lo habría sabido en ese momento —
responde sin más. Se endereza apartándose de la
puerta y comienza a acercarse lentamente a mí. El
golpeteo de sus zapatos contra el piso hace eco en
mi cabeza. Toma su teléfono de mi mano y se vuelve
a alejar sentándose en el sofá.
—El equipo de maquillaje que se encarga de las
modelos de nuestro video se encuentra hospedado
aquí. Voy a hablarles y…
—No —Niego con rapidez—, prefiero que no se
sepa para nada, así que entre menos gente se entere,
mejor. Yo sé maquillarme —Lo veo asimilar mis
palabras y antes de que pueda responder algo me
encierro en el baño.
Escucho sus pisadas acercándose, rápidamente
coloco el pestillo, aunque su intención no parece ser
el querer entrar, prefiero no dejarlo a mi suerte.
—No es que desconfié para nada de tus
habilidades de maquillaje, pero es importante.
—Déjame tranquila Macovei —Me quejo
mientras busco en la galería de mi teléfono el video
que siempre uso de tutorial—. Se lo que hago —
116
Claro que no tengo ni idea, pero mi orgullo puede
más, mucho más.
No responde y por las pisadas sé que se ha
alejado de la puerta.
Antes de cualquier otra cosa decido comenzar a
sacar las cajas de sus bolsas. Debo decir que sin
abrir nada ya estoy alucinando, los simples paquetes
son preciosos.
Cuando las comienzo a abrir casi me voy de culo
con todo.
Por unos segundos medito si este tipo ha salido
de alguna mafia, pero entonces recuerdo que es un
jodido cantante, y no uno cualquiera. Así que todo
cobra sentido. Son pocas cosas, sin embargo, cada
una parecen a simple vista ser demasiado costosas.
Seguro que mi riñón cuesta al menos la mitad que
lo que vale el vestido.
Dejo de perder el tiempo y comienzo a
arreglarme deseando internamente no cagarla tanto.
Mirándome al espejo me doy cuenta de que a
pesar de que no me esforcé demasiado, y no porque
117
no quisiera, sino porque en realidad no sé mucho lo
que hago. Luzco bastante bien.
Me había decidido por un maquillaje sutil, a
excepción de mis labios, que los había pintado de
rojo.
Mi cabello lacio estaba sostenido en una coleta
baja, permitiendo así que los preciosos pendientes
que hacían juego con la gargantilla plateada lucieran
más. Tenía solo un problema, el vestido, era
precioso, eso sí, pero me sentía un poco expuesta,
honestamente no era algo que me pondría, tenía
confianza, pero no a este nivel. Ambas mangas caían
por mis hombros dándole un toque elegante.
Alex tenía razón, al parecer si es un buen
observador, el vestido me queda perfecto, o bueno,
casi perfecto, porque evidentemente había un par de
cosas que no observo bien.
El escote es algo atrevido, y realza mis pechos,
no luce exagerado, o descarado, más bien luce
sensual.
A pesar de todo, sigue intimidándome un poco
esta versión mía que al parecer no conozco.
A punto de salir me giro nuevamente a verme en
el espejo.
118
¿Qué demonios estoy haciendo?
Cuando el golpeteo en la puerta se hace presente
los nervios se asientan salvajemente en la boca de
mi estómago.
Respiro hondo y suelto un suspiro tratando de
tranquilizarme. Eso es lo único que puedo
permitirme hacer, ya estoy con el agua hasta el
cuello, es algo tarde para arrepentirme
—¿Lista? —pregunta Alex del otro lado.
Decidida abro la puerta topándome inmediatamente
con su rostro neutral.
Su lengua viaja a lo largo de su labio inferior,
dándole un efecto húmedo a sus labios carnosos.
Sus ojos dejan los míos viajando sin disimulo por
mi cuerpo. Algo cambia en su expresión, demasiado
sutil como para poder descifrarlo.
—Lista —confirma a sí mismo enderezándose y
apartándose de la puerta. Extiende una mano hacia
la salida esperando que camine frente a él.
Justo así soy más consciente de lo alto que es,
cuando aún en tacones debo levantar la cabeza para
verlo a los ojos.
119
Rezando para no tropezarme camino hacia la
puerta con Alex detrás. Su mirada es demasiado
pesada como para no sentirla provocándome más
nervios de los que ya de por sí siento.
Me obligo a parecer completamente indiferente, a
alejar toda clase de pensamientos, y a ignorar el
pesado cosquilleo que su mirada provoca en mi
cuello.
Salimos al elevador y a diferencia de lo que
imaginé lo vi presionar pisos más altos.
Quise, pero no pregunte nada y solo me deje
guiar. El rico olor varonil de Alex inmediatamente
inundo el ascensor. ¿Es que siempre olía así de bien?
Por un segundo me pregunto qué tan satisfactorio
sería poder inhalar su olor rozando mi nariz contra
su cuello.
Cuando caigo en cuenta de la tontería que había
pensado me quise golpear. Me obligo a mantener mi
vista fija en la nada y a dejar pensar estupideces.
Necesito que esta noche acabe para alejarme
definitivamente del amigo de mi novio.
120
10. Capítulo seis
06 | La fiesta.
♪ You might think I’m crazy, the way I’ve been
cravin’, if I put it quite plainly, just gimme them
babies♪
(Podrías pensar que estoy loca, la manera en que he
estado anhelando, si lo digo claramente, solo dame
tus bebés— 34+35. Ariana Grande.
Supe casi de inmediato porque habíamos subido
cuando las puertas del elevador se abrieron, a
diferencia de los pisos de abajo que al abrirse el
ascensor da hacia un pasillo lleno de habitaciones,
este se abrió directamente en una habitación
inmensa.
Swim de Chase Atlantic suena con fuerza por los
altavoces. Al primero que observo es a Aiden. Al
igual que Alex va vestido de traje y para nada raro,
se ve increíble.
Es que, seguro que uno de los requisitos para
estar en su banda es ser jodidamente atractivo.
En cuanto él nos ve a nosotros levanta su mano a
modo de saludo. No le sorprende nada el verme, me
121
pregunto que les habrá dicho Alex.
Me detengo arrepintiéndome al instante, la
música no me permitía escuchar, así que no me di
cuenta de lo cerca que Alex caminaba detrás de mí.
En cuanto pare su cuerpo choco contra el mío
lanzándome hacia adelante.
Cierro los ojos con fuerza esperando el golpe,
pero mi cuerpo nunca toca el piso.
En un ágil, y rápido movimiento, Alex había
envuelto su brazo sobre mi abdomen apegándome a
él, evitando así que cayera. Mi espalda choca contra
su duro cuerpo, permitiéndome sentir perfectamente
la calidez que desprende.
Estoy demasiado pasmada como para hacer algo,
él, en cambio, me suelta dando un paso atrás.
El volumen de la música baja abruptamente y la
reconocible voz de Paxton inunda el lugar.
—¡Merlina! Luces ardiente —habla caminando
hacia mí envolviéndome sin vergüenza entre sus
brazos. Me estaba acostumbrando a su manera
peculiar de ser.
—¿Qué llevas puesto? —pregunta Aiden detrás
colocándose de pie mientras acomoda el reloj en su
122
muñeca.
—Ropa —responde Paxton con simpleza. Él no
viste formal, usa un pantalón de mezclilla oscuro,
una chaqueta de cuero, y debajo trae una simple
camisa lisa, aun así, se ve muy guapo.
Son muy talentosos, estoy segura de eso, pero
también estoy segura de que, si no lo fueran, y no
supieran tocar ni el triángulo, aun así, hubiese gente
que pagaría por verlos.
—Es un evento de etiqueta, ¿Siquiera lo
intentaste? —La mirada dura de Aiden junto a la
manera fría con la que dice las cosas me parece
bastante intimidante, Paxton en cambio, ni se
inmuta.
—¿Nos vamos? —pregunta hacia Alex por
encima de mi cabeza.
Supongo que la respuesta es afirmativa porque
pasa por nuestro lado caminado hacia el ascensor.
Aiden se acerca a nosotros mientras Alex coloca
una mano en mi espalda— Adelántate con Paxton,
por favor —murmura. Me separo de él con rapidez,
casi como si su tacto quemara y le obedezco, lo que
sea con tal de tener algo de distancia. Me giro y
camino por el pasillo para llegar al ascensor.
123
—Deja de ser un idiota —Escucho la voz de
Alex. Continúo caminado con la misma rapidez para
no parecer una entrometida. Lo siguiente que dice,
no lo logro entender, ya que ha comenzado a hablar
en susurros.
—Que cínico eres —Las palabras burlonas de
Aiden se escucha claramente, él a diferencia de Alex
ni siquiera se molesta en bajar la voz, tampoco es
que este gritando, pero por el eco puedo escucharlo
bien—, tú te follas con la mirada a la novia de tu
amigo —Casi trastabillo cuando lo escucho—, eso
sin contar que la usas de tapadera porque te
acostabas con la esposa de nuestro jefe. ¿Y me
hablas a mi sobre ser un idiota?
Creí que lo siguiente que escucharía serian
insultos, el inicio de alguna pelea, un quejido, algo,
pero, en cambio, lo único que escuche antes de
entrar al elevador fue la risa de Alex llena de
diversión.
Aiden y Paxton bajaron de la camioneta en la
entrada del evento. Al ser algo exclusivo, los
fotógrafos permitidos eran muy pocos, aun así, no
quería correr ningún riesgo, así que le pedí, casi
124
rogué a Alex que me dejara entrar sola, se negó,
pero entramos por una puerta lateral por la cual no
había casi personas.
Es extraño sentir a tanta gente girar a vernos. Me
tranquiliza saber que todas las miradas están puestas
en el chico a mi lado. Alex no parece afectado en
absoluto, luce tranquilo, incluso algo aburrido.
—Cuídamelo —digo hacia Alex haciendo que
sostenga mi bolso. Suelta una ligera risa haciéndole
un gesto a un chico que se acerca de inmediato.
—Llévalo al auto —Pide entregándole mi bolso.
El chico asiente y se gira saliendo del lugar—. Toma
—habla Alex detrás de mí ofreciéndome una copa. –
Lo necesitarás.
Pruebo un poco sintiendo mi paladar bendecido.
Es probablemente el mejor vino que he probado en
mi vida.
Supe de lo que hablaba a los minutos.
Comenzaron a acercarse grupos de personas, unos
tras otros, nunca se aglomeraban, sin embargo,
cuando unos se iban tardaban segundos en llegar
otros.
Una mujer rubia, alta, algo mayor, pero
indudablemente hermosa se acercó a nosotros
125
importándole poco la plática que interrumpía.
Desprendía elegancia, seguridad y arrogancia por
cada poro de su cuerpo.
—Alexander —habla hacia él luciendo
falsamente sorprendida. Las personas que estaban a
nuestro al rededor se alejaron sin decir más—. Creí
que no vendrías —dice mientras desliza su mano por
su brazo deliberadamente.
Alex por primera vez en toda la noche parece
algo más que aburrido, como siempre no sé leer el
sentimiento que cruza por sus ojos. Sus cambios de
humor no son sutiles, pero si su demostración.
—¿Y Egan?
—Por allí —responde la rubia restándole
importancia. Gira levemente hacia mí y la sorpresa
invade su mirada como si recién se hubiese dado
cuenta de mi presencia. Una sonrisa se extiende por
sus labios y estira su mano hacia mí—. Olivia
Copper. ¿Invitada de Paxton?
Giro hacia Alex esperando una respuesta.
Mirándolo me doy cuenta de su cuerpo tenso y como
juega sin parar dándole vueltas a uno de sus anillos.
Brandon llega por atrás con una castaña de su
brazo. Es linda, más joven que la rubia frente a mí.
126
Y tiene en sus ojos algo que no había visto en toda la
noche, amabilidad.
La rubia se aleja un poco tomando un sorbo de su
bebida.
—¡Judith! —Brandon saluda con efusividad
cortando la tensión que había, tomándome por los
hombros me acerca a la castaña. —Ella es mi
esposa, Ana —Me explica mientras gira hacia ella.
—Cariño, ella es…
—La novia de mi niño —Acaba Ana por él
viéndome con la curiosidad plasmada en todo su
rostro. Detrás de ella la rubia parece ahogarse con lo
que está bebiendo. Ana se gira hacia ella palmeando
su espalda—. Olivia, ¿Todo bien?
La tal Olivia asiente extendiendo su copa hacia
un pobre mesero que va pasando. Su mirada se clava
en mí y rápidamente me barre de pies a cabeza con
un deje de repugnancia en su rostro.
Si las miradas mataran, estaría tres metros bajo
tierra, seguro.
Eso despertó mi curiosidad. Sin embargo, no
pude investigar que estaba pasando, ya que Ana
tomándome por el brazo me hizo colocarme junto a
ella.
127
—Te la robo un segundo —avisa hacia Alex
comenzando a caminar—. Eres preciosa —dice
emocionada arrastrándome con ella a no sé dónde
mientras se gira de vez en cuando para observarme.
Su escrutinio me pone nerviosa, pero trato de evitar
que sea tan notorio—. Perdón. Estoy emocionada, a
mi Alex al fin le robaron el corazón.
Al ver a Ana, casi quise reír, parecía querer llorar.
Si supiera.
Ana continuo: —Yo en unos días me iré, pero
cuando los chicos acaben con el video y también
regresen, vayan a comer a mi casa, quiero todos los
detalles de cómo se conocieron. De todo.
Suelto una ligera risa en respuesta. Su agarre se
vuelve mucho más suave al tiempo que nos
detenemos frente a un hombre de espaldas. Ana toca
su hombro haciendo que se gire.
Necesito que su agarre se vuelva fuerte de nuevo
o me caería de culo. Henry Clerk esta frente a mí.
Una sonrisa tira de sus labios al ver a Ana. Ella se
le acercó y le hablo al oído. Yo permanezco
congelada en mi lugar.
Mientras Ana habla, Henry llevo sus ojos a mí
con curiosidad.
128
Se separan el tiempo que Ana se gira con su
sonrisa amable. —Vuelvo en un momento, te dejo en
buenas manos.
En cuanto se aleja Henry se acerca y toma mi
mano. Juro que estoy haciendo acopio de toda mi
decencia para no ponerme a gritar o llorar. O ambas.
Eleva su mano que sostiene la mía plantando un
beso en el dorso de esta.
—Henry Clerk.
—Lo sé —hablo más rápido de lo que espero.
Mierda. Él suelta una risa mientras vacía su copa
con rapidez—. Soy gran fan de tu trabajo.
—Interesante —sonríe al tiempo que gira su
cabeza— ¿Conocedora de arte?
—Quiero pensar que sí. Estoy estudiando eso.
Henry me ve con una ceja levantada. —Futura
colega entonces. ¿Ya estás practicando?
Niego sin dar más información. Estaría. Pero mi
jodido ex me arruino básicamente la vida. Así que
no puedo hacer mucho.
—En ese caso, cuando quieras puedes ir a mi
estudio —Casi se me sale el corazón al escucharlo
129
parpadeo aturdida ¿Estaba soñando?—, Te mandaré
mi información de contacto con Ana.
Ve algo detrás de mí que hace que cambie su
postura, un brillo desconocido aparece en sus ojos
seguido de una sonrisa divertida, sin embargo, la
cubre de inmediato con su rostro serio.
—Tienes unos rasgos preciosos —me dice de la
nada con coquetería. El cambio me descoloca un
poco, antes de que pueda decir algo un brazo se
envuelve desde atrás en mi cuerpo. Freno mis manos
que estaban a punto de alejarlo cuando su perfume
me golpea con la misma rapidez.
Alex se coloca a mi lado mientras su mano
descansa bajo mi pecho. Alza ligeramente el pulgar
rozándolo con suavidad. Giro a verlo con rapidez, no
sé si es consciente de lo que está haciendo, pero mi
cuerpo si, cada parte de mí está concentrada
únicamente en ese simple roce.
—Macovei— Saluda Henry con una sonrisa.
—Clerk.
—Se lleva a su novia —murmura Ana de
explicación, en cuanto ella acaba la frase la
expresión de Henry vuelve a verse divertida.
130
¿Qué está pasando?
—¿Es necesario? ¿Para qué aburrirla con sus
tediosas conversaciones tan formales?, yo puedo
hacerle compañía.
Miro a Alex que ya tenía sus ojos clavados en mí.
—No, gracias —responde sin quitarme la vista
encima. Quiero concentrarme, de verdad, pero su
pulgar sigue haciendo movimientos entre mi piel y
la parte baja de mi pecho. Estoy sorprendida de lo
que un roce tan ligero puede hacerme. Porque mi
cuerpo está expectante a algo tan ridículamente
simple.
—¿Al menos podrías dejar que ella decidiera, no?
—escucho decir a Henry. Alex suelta mi cuerpo
esperando que hable. Mi sonrisa se tensa. ¿De qué
hablamos?
Observo a Alex visiblemente confundida. Una
sonrisa divertida adorna su rostro. Niega y toma mi
mano entrelazando nuestros dedos.
—Adiós Clerk —Ni siquiera puedo despedirme,
me dejo guiar por el fornido cuerpo de Alex entre la
gente, él parece conocer a la perfección el lugar.
131
—Lo siento si te moleste —habla hacia mí—
necesito que estés cerca de mí, no quiero que Olivia
se me acerque —no respondo, solo continúo
caminando.
Algunos hombres que supongo son de seguridad
están parados al inicio de las escaleras evitando que
la gente suba. Cuando Alex se acerca simplemente
se hacen a un lado y nos dejan pasar.
Caminos por la oscuridad de los pasillos, aun con
las manos entrelazadas, no pienso soltarlo, hasta ver
algo de luz o saber exactamente en donde estoy
pisando. La música y el bullicio de las personas cada
vez se vuelven más lejano, el sonido de nuestras
pisadas sincronizadas resuena en las paredes,
subimos de nuevo unas escaleras llegando a unas
puertas deslizantes por las que salimos llegando a la
azotea.
No hay música, pero hay gente reunida en las
mesitas lounge. Al parecer aquí tienen más
descontrol. Todos parecen más jóvenes, más alegres,
menos sofisticados.
Suelto la mano de Alex sintiendo el frío viento
golpeando mi cara lanzando un escalofrío por todo
mi cuerpo.
132
Él camina hacia una pequeña sala lounge que
decora una de las esquinas del lugar. Saca del
bolsillo de su pantalón una cajetilla de cigarros
tumbándose sobre uno de los sillones junto a Paxton,
quien parece estar ebrio, drogado o demasiado feliz.
Alex saca un cigarro deslizándolo entre sus
labios. Dubitativa me acerco sentándome en el
asiento vacío junto a él. Enciende el cigarro para
después tirar su cabeza hacia atrás y lanzar el humo.
—¿Quieres volver? —pregunta sin molestarse en
verme.
—Estoy bien —murmuro girando mi rostro hacia
él—, ¿Siempre son así de aburridas las fiestas a la
que vas? Pensé que los ricos eran más divertidos —
Alex ladea su cabeza aun recargado sobre el asiento
y sonríe negando.
—No siempre son así, pero algunos bailes que
son bienvenidas, como es este caso, sí que lo son.
—Pues lo siento mucho —digo viendo como sus
ojos se entrecierran analizándome antes de echarse a
reír.
Es extraño darme cuenta de que es la primera vez
que lo escucho haciéndolo.
133
Desde que supe que él recordaba la noche que
nos conocimos quise hacer una pregunta. Y ahora
parecía el momento adecuado.
—Así que… —Inicié tratando de sonar casual—
¿cuándo te conocí estabas fingiendo ser alguien que
no eres? Mason.
Sonrió y negó. —Es mi primer nombre, de hecho.
—¿Que? –pregunte confundida.
Cuando los busque en internet, en la información
de Alexander no salía nada de que se llamaba
Mason.
—Solo mis amigos cercanos, gente de mi pasado,
familia y personas especiales en mi vida lo saben,
me gusta mantener ciertas cosas privadas.
—¿Puedo llamarte así?
—¿Por qué mi novia no podría? –bromea
haciéndome sonreír –Puedes hacerlo, Jude.
—Así que… Mason, ¿Quién llego?
Me observa sin entender. Ruedo los ojos
sonriendo —Es una bienvenida a algo o a alguien.
134
—Alguien —responde inhalando nuevamente de
su cigarro—, Egan, nuestro director.
—¿El cuernudo? —pregunto dándome cuenta
demasiado tarde de lo que he dicho en voz alta. Ay
mierda. Mason se limita a exhalar el humo de su
boca mientras nos miramos cara a cara.
Lentamente se acerca a mí… demasiado. Giro mi
cabeza viendo hacia el frente para evitar que
nuestros rostros se unan. Él continúa acercándose
hasta estar a centímetros de mi oído.
Su cálido aliento choca contra
causándome olas cálidas de escalofríos.
mi
piel
—No se supone que sepas eso, Jude —Murmura
con su voz ronca, intento con todas mis fuerzas no
parecer afectada, ni prestar atención a sus labios a
centímetros de mi piel, ni a su respiración
acariciando el lóbulo de mi oreja y mi cuello—.
Tampoco se supone que escuches conversaciones
privadas.
Giro levemente solo para ver como inhala de su
cigarro al tiempo que una sonrisa de suficiencia se
extiende por sus labios. Odio la seguridad que
desprende, que no importa que hiciera, con todo me
135
mantenía de los nervios. Y estoy segura de que él lo
sabe.
Tomando fuerza de quien sabe dónde giro mi
rostro nuevamente importándome poco lo cerca que
esta. Inhalo por la nariz tratando de tranquilizar mi
respiración. Mi mente me ruega porque me calle,
pero mi boca parece tener vida propia, porque antes
de poner considerar el peso de mis pablaras
simplemente hablo:
—Tú no se supone que te folles con la vista a la
novia de tu amigo.
Ya está, lo dije, repetí las mismas palabras que
Aiden. Mi corazón y respiración se aceleraron al
mismo tiempo. Quería pararme y salir corriendo, a
cada segundo que pasaba sentía mi falsa valentía
caerse a pedazos.
A diferencia de mí, Mason ni siquiera luce
afectado, en ningún momento borra su sonrisa o su
semblante tambalea. Sus labios se abren ligeramente
dejando escapar entre ellos el humo dándome
directo a mis labios.
La tensión se podría cortar con un cuchillo.
Debería alejarme, pero no lo hice, fue nuevamente el
136
quien tomo la iniciativa y se enderezó dejándome
allí hiperventilando.
137
11. Capítulo siete
07| MI SECRETO.
♪ Take off your clothes, give me your trust, look
me in the eyes and confess your lust♪
(Quítate la ropa, dame tu confianza, mírame a los
ojos y confiesa tu lujuria) -Do it for me. Rosenfeld
—Me debes un secreto —dice al tiempo que tira
su cigarro. Frunzo el ceño sin entender. Al ver mi
confusión sigue hablando—. Tú tienes un secreto
mío, lo justo es que yo sepa uno tuyo.
Suelto una risa. Es una completa estupidez, pero
de verdad pienso en que decirle, pero mi mente está
totalmente en blanco, o bueno, enfocado en otra
cosa, en otra persona…
Aiden llega haciéndoles una señal a Mason y
Paxton que parece estar a punto de desmayarse.
Mason se para girando a verme. —Debemos
irnos.
Me pongo de pie siguiéndolos. Aiden sostiene
con fuerza a Paxton evitando que se caiga. Su
138
fachada arrogante está desaparecida por completo,
ahora luce, más bien preocupado.
Bajamos las escaleras y al llegar a la fiesta
cruzamos a la gente adentrándonos a un despacho.
Aiden obligo a Paxton a sentarse al tiempo que el
otro balbucea tonterías.
—Iré por Egan, lo saludamos y nos vamos.
Mason asiente pasando las manos por su cabello
mientras se acerca a Paxton y lo acomoda mejor
para evitar que se durmiera en el sillón en una
posición extraña. Camino por el lugar llegando al
escritorio. El nombre de Brandon adorna una
pequeña placa metálica junto a una foto de él y Ana.
Lo que más llama la atención es un cuadro al
centro de la habitación. Es un retrato muy realista de
Ana. Reconozco el trabajo de Henry, llevo muchos
años admirando y siguiéndolo que casi podría
asegurar que esto fue hecho por él. Lo único que me
hace dudar es que, Clerk es conocido por ser
perfeccionista. Cada detalle en sus obras está
perfectamente cuidado, sin embargo, en este cuadro
parece que hizo el retrato en un lienzo en el que
alguien había esparcido pintura sin cuidado alguno.
139
No luce nada mal, sigue siendo un cuadro
precioso. Pero no es su estilo. Me pregunto si está
experimentando.
Giro un poco para encontrarme con la pared llena
de reconocimientos enmarcados.
Uno en especial llama mi atención, más bien, lo
que puedo ver a través del reflejo de su cristal. La
mujer rubia, Olivia, observa a Mason que se
encuentra de espaldas a ella, con descaro. La puerta
no está del todo abierta, así que estoy segura de que
no puede verme.
Olivia mete las manos en sus pechos haciendo
que sobresalten exageradamente. De pronto toda la
elegancia que parecía tener allí afuera la está
perdiendo en esta puerta.
Me acerco a Mason lamiendo mis labios, como
últimamente me esta pasando, con cada paso que
doy me encuentro luchando conmigo misma.
Silencio a mi conciencia recordando que Mason
me quería cerca para alejarla, y con la mirada
despectiva de la rubia en mente me decidí por
terminar de unir el espacio que nos separa. Cuando
estoy cerca no es necesario hacer nada, el mismo se
gira hacia mí.
140
Es una completa estupidez, él en cualquier
momento puede alejarme, decir o hacer algo que
terminara por descubrir todo. Tentando a la suerte
termino por unir nuestros cuerpos apegándome por
completo a él, mi rostro está a centímetros del suyo,
tengo que hacer el cuello hacia atrás para mirarlo a
los ojos. No se mueve lo cual lo tomo como buena
señal, así que sigo.
Trago saliva, mordiendo mi labio inferior, bajo la
vista por su camisa sintiéndome incapaz de
mantenerle la mirada. —Ya recordé un secreto… —
murmuro mientras subo mis manos por su abdomen
hasta llegar a sus brazos. Noto su cuerpo tenso, duro
y tonificado bajo mi tacto.
Siento sus manos en mi espalda, su corto
movimiento logra que nuestros cuerpos se aprieten
haciendo que mi estómago de un vuelco, y no de
felicidad, de nervios, de miedo, y no un miedo
habitual, miedo por el hormigueo que lanza por todo
mi cuerpo, porque está siendo horriblemente
consiente de la sensación que me provoca, de las
olas de anticipación que manda por mis piernas y sin
hacer nada.
—Mi secreto es que bese al amigo de mi novio,
porque una rubia que él quiere evitar nos observa
141
desde la puerta—. Las palabras se deslizan en un
susurro que estoy segura, solo él pudo escuchar.
Suelta un ligero suspiro mientras baja su rostro a
mi altura acercando su boca a mi oído.
—Que secreto tan aburrido —susurra inhalando
mi perfume.
Se aleja un poco únicamente para alinear nuestros
rostros, estamos tan cerca que nuestras respiraciones
se mezclan, no entiendo por qué razón simplemente
no me besa y listo, en su lugar parece estar
aplazándolo.
¿Y si no quería hacerlo? Me alejo
instintivamente, pero su mano no me lo permite,
vuelve a pegarme a su cuerpo. Sus labios rozan los
míos deliberadamente, frustrándome.
Llevo mi mano a su nuca obligándolo a terminar
de unir nuestras bocas. Y así lo hace. Sus labios son
suaves, y no tarda ni medio segundo en volverse
demandantes. Un subidón de adrenalina se instala en
mi estómago cuando siento como, con autoridad,
empuja mi cuerpo obligándome a caminar hacia
atrás.
¿Qué está haciendo?
142
Pierdo por completo el hilo de mis pensamientos
cuando siento como envuelve su mano alrededor de
mi garganta, pegando mi cuerpo por completo a la
pared fría. Mis piernas tiemblan, pero no me puede
importar menos. Me sostiene allí, besándome,
mientras mi corazón se acelera y mi respiración se
vuelve errática.
Mi cabeza está en shock, pero mi boca y mi
cuerpo parecen estar perfectamente porque sin
titubear se mueven a su compás. Su boca es cálida y
sus besos firmes.
Mason besa jodidamente increíble, lo hace de una
manera tan abrumadora, tan caótica, tan sensual.
Su mano permanece en mi cuello mientras su
cuerpo se presiona contra el mío y nuestras lenguas
se entrelazan. Sabe a menta y tenuemente a tabaco y
cerveza.
Si la lujuria tuviera nombre propio,
probablemente se llamaría Mason Macovei.
El sonido de la puerta cerrándose llena el lugar, el
pensamiento de alejarme se instala en mi cabeza,
pero mis manos deciden otra cosa; agarran su
cadera, empujándolo contra mi, sintiendo cada parte
de su anatomía.
143
Jadeo al sentir como muerde mi labio con fuerza,
suelta una ligera risa y luego me besa de nuevo justo
donde me había mordido.
De repente se separa de golpe, con un rápido
movimiento acomoda mi vestido y me da la espalda.
Mi cuerpo entero sigue expectante y temblando, no
tengo idea de cómo puedo mantenerme de pie.
La puerta se abre y un risueño Brandon entra por
ella con una copa en la mano.
—¿Y Paxton? —pregunta Aiden en cuanto entra.
Mis ojos vuelan al sofá vacío. Entonces me percato
de que ya no está en donde lo habían dejado.
La puerta cerrándose había sido él. Eso solo
significa una cosa, nos vio.
Mierda, mierda, mierda.
El ambiente en la camioneta de regreso es
incómodo. No gire a ver a Mason ni un segundo, y
planeaba continuar así por el resto de mis días,
aunque Aiden me daba algo de miedo, preferí
sentarme a su lado.
144
¿En qué demonios había estado pensando? Me
besé con Mason, y no fue un beso sutil para nada, y
la peor parte es que me gusto, disfrute cada maldito
segundo. Cierro los ojos con fuerza recargando mi
cabeza en el respaldo.
Paxton venía sentado con unos lentes de sol
puestos, ¿Era más de media noche? Si, ¿Los lentes
eran innecesarios? Sí, pero parecía no interesarle.
Sobre lo que vio, no mostró señales de nada, ni
siquiera nos volteó a ver, o hizo algún comentario,
solo… nada. No lo conocía mucho como para saber
si eso era buena o mala señal.
Me sentía terriblemente avergonzaba.
El arrepentimiento llegó un poco tarde, pero
llego. Me había encantado sí, pero Elliot no se
merecía lo que le hice, terminé siendo igual de perra
que todas las demás con las que salió.
Llegamos al hotel y fui la primera en bajar.
Necesitaba subir, cambiarme y ver cómo decirle que
prefería volver a nuestra rutina de verlo únicamente
en mi departamento sin parecer sospechosa.
Entre al ascensor y antes de que las puertas se
cerraran alcance a ver a Levi entrando al hotel, tenía
el tiempo contado.
145
Me asusté al ver mi reflejo en las puertas. Me
acerqué esperando que fuera una alucinación, pero
no, mi labio estaba hinchado y con una marca roja.
Maldito Mason.
Con rapidez bajo del ascensor yendo casi
corriendo a la habitación. Me saco el vestido tan
pronto cierro la puerta y camino directo al baño
quitándome las joyas y guardando absolutamente
todo.
Me suelto el cabello y tomo un labial rojo
pintándome la boca con tal de tapar la mordida del
idiota.
En silencio pienso en alguna excusa, ¿Por qué
podría estar maquillada en la habitación? si
generalmente a esta hora siempre estoy
completamente dormida.
Observo mi reflejo y sonrío al tener la idea, salgo
en ropa interior sentándome sobre el sofá para
esperar a mi novio.
Ok, estoy siendo una perra, pero es la excusa
perfecta decir que me arregle para darle una sorpresa
y como plus apagaba el jodido fuego que Mason
había encendido en mí.
146
Tome mi teléfono buscando algún playlist
adecuado. Seleccione el primero que salía y coloque
la música en los altavoces, me asegure de que fuera
una lista larga por si se tardaba.
Para mi suerte la puerta sonó después de tres
canciones…
Elliot entro lentamente. Me encontró de
inmediato frente a él con mis piernas desnudas
estiradas hacia la puerta.
—Te extrañe —murmure viendo como sus ojos
viajaban por todo mi cuerpo.
Me gustaba lo fácil que era leerlo. No como…
Espera, no.
No por allí. No debo pensar en él.
Elliot me observa de pies a cabeza sin disimulo.
—Que linda sorpresa— habla a través de la
música empujando la puerta hacia atrás sin
preocuparle nada más que yo. Se acerca sacándose
la chaqueta tirándola hacia el piso.
Veo su intención de cernirse sobre mi cuerpo, así
que rápidamente coloco un pie sobre su abdomen
evitando que avance más.
147
—Quítate la camisa —ordeno con una sonrisa.
Como siempre, no opuso resistencia. A veces que
Elliot me dejara siempre el control no era tan
molesto. Se quitó la camisa dejándome ver su
abdomen plano, volvió a intentar colocarse encima
de mí, pero niego.
Me enderezo un poco solo para poder estirar mis
brazos y colocar mis manos en sus hombros
haciendo que baje. Y así lo hace, en un segundo lo
tengo arrodillado frente a mí. Me vuelvo a recargar
sobre el sofá mientras él lleva sus manos a mis
piernas separándolas lentamente.
Lamo mis labios sintiéndolos secos. Él besa mis
piernas comenzando un recorrido lento desde mis
rodillas hasta mis muslos.
Suelto un suspiro cuando llego a mi centro, me
gusta la manera en que sus dedos se mueven por
encima de mis bragas. Pero necesito más.
Más que excitarme me estoy frustrando un poco.
Cierro los ojos obligándome a no pensar más.
Elliot toma uno de los bordes de mis bragas y tira de
él para hacerlo a un lado. Un escalofrío me recorre
al sentir su aliento.
148
Trago saliva al sentir su lengua saboreándome.
Suelto un suave gemido al sentir uno de sus dedos
deslizándose en mi interior.
Me gusta. De verdad. Pero, necesito algo más.
Necesito el fuego abrasador abriéndose paso en
mí.
Necesito a…
Lo intente, de verdad que lo intente, pero cuando
cerraba los ojos en mi cabeza se reproducía la
imagen de unos malditos ojos grises. De su mano
alrededor de mi cuello, de su dureza contra mí, sus
manos en mi cuerpo. Del sonido de su respiración
agitada contra mi piel.
Con eso en mente, mis gemidos cada vez se
hicieron más fuertes, tiro mi cabeza hacia atrás
moviendo mi cadera contra su mano y su boca,
quizás por la razón equivocada, pero estoy
perdiendo la cabeza.
Y ya estoy demasiado excitada como para sentir
culpa en este momento.
Abro los ojos arrepintiéndome al instante. Los
ojos grises en los que estaba pensando se habían
149
materializado frente a mí, como un vivido sueño
erótico. O quizás una pesadilla.
Está parado en la puerta con mi bolso en su
mano. Nuestras miradas conectan, instintivamente
mi cuerpo se pone rígido. Su rostro esta plagado de
sorpresa, luego su mirada se apodera de algo más.
Debo detener a Elliot, debo pararme, debo
cubrirme. Debo, debo, debo, pero no hago nada.
Ninguno de los dos aparta la mirada y eso solo
aumento la adrenalina que me inunda, una
desconocida sensación se apodera de cada parte de
mis nervios, una extraña euforia, envuelta en placer,
nerviosismo e intriga.
El incipiente calor que había estado sintiendo se
propaga en fracción de segundos escalando como
fuego por mis poros. Mis piernas tiemblan mientras
cedo a la adrenalina y el placer que me provoca una
mirada.
Tiro la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos con
fuerza, me siento en algún tipo de cima desconocida,
lleno de endorfinas, euforia y éxtasis.
Me dejo elevar tan alto sin importarme la caída
que inevitablemente llega más rápido de lo que me
150
hubiese gustado. Cuando levanto la mirada ya no
está allí.
Quiero aferrarme a la idea de que fue solo una
fantasía, pero mi bolsa está en la entrada dejada
como un recordatorio tangible de lo que hice.
—Wow —murmura Elliot—, creí que habías
dicho que tú nunca podías tener llegar de esta
manera —Se sienta a mi lado pareciendo orgulloso.
Me hundo sobre el asiento sin decir nada—. Te dije
que solo debíamos intentar.
La culpa y vergüenza me golpean tan fuerte que
siento imposible moverme, el peso de lo que he
hecho está cayendo sin reservas sobre mí.
Intento reprimir todas las emociones que me
están embargando, y me enfoco en la idea más
razonable que ronda en mi cabeza.
Salir de aquí de inmediato.
151
08 │CONTRATO
♪ Welcome to the panic room, where all your
darkest fears are gonna come for you. ♪
(Bienvenido a la habitación del pánico, donde todos
tus miedos más oscuros van a venir por ti)— Panic
Room. Au/Ra
En cuanto escuche que Elliot había salido de la
habitación me pare, necesitaba aprovechar que no
estaba para hacer mis maletas, esconder las cajas, y
pensar en alguna buena excusa por la cual debía
irme tan abruptamente.
Ninguna excusa me sonó convincente, aun así, mi
decisión por más precipitada que fuera ya estaba
tomada.
¿Estaba siendo una cobarde? Probablemente,
¿Me importaba? Por supuesto que no.
Camino por el inmenso pasillo hacia el
restaurante del hotel, en donde según el mensaje de
Elliot, me espera. El manojo de nervios que siento
con cada paso que doy se aligera casi
instantáneamente cuando lo veo sentado con su
teléfono en la mano completamente solo.
152
Sonrío más tranquila y camino hacia él. Cuando
me vislumbra me dedica una de sus bonitas sonrisas
que me ayudan a tranquilizarme. Me siento a su lado
mientras él pone un menú frente a mí.
—¿Descansaste? —pregunta mientras come un
poco de su fruta picada. Asiento fingiendo que leo el
menú.
—Quería hablar contigo —digo sin poder esperar
más, dejo el menú sobre la mesa, no quiero alargar
esto, y entre más rápido me movilicé será mejor.
—¿Todo bien? —pregunta viéndose ligeramente
preocupado.
Rasco mi ceja tratando de sacar mis dotes casi
nulos de actuación para lucir convincente. —Todo
bien, tranquilo, me ha encantado estos días estar
contigo, pero, debo regresar, sé que es algo
precipitado y que solo faltan unos días, pero debo
hacerlo hoy, surgió un problema en el departamento,
unos pagos que hicimos Vanesa y yo no se han
reflejado y debo entregar los comprobantes.
—¿No lo puede hacer Vanesa?
—No —respondo más abrupta de lo que quiero
—digo si puede, pero yo los tengo guardados y ella
no sabrá encontrarlos…
153
—Entiendo —dice asintiendo haciendo que el
alivio me invada instantáneamente—. Yo te puedo
llevar.
—¿Llevar? —La voz de Paxton me hace tensar
de manera inmediata. Sin querer girar mantengo la
vista fija en Elliot. No puedo ignorarlo mucho
tiempo porque rodea toda la mesa y se sienta frente a
mí con un plato lleno de comida, usando unas gafas
de sol y luciendo algo cansado.
—Llevaré a Jude de regreso —explica Elliot
continuando comiendo. Paxton inclina un poco su
cabeza viéndome por encima de sus lentes.
—Pero mi Merlina, ¿Por qué te vas? Yo creí que
te la estabas pasando más que bien —Toma un vaso
de agua sorbiendo un poco escondiendo su sonrisa
burlona detrás.
—Debo hacerlo —murmuro con ganas de salir
corriendo.
—¿Quieres pedir algo?
completamente ajeno de todo.
—pregunta
Elliot
—No tengo hambre —explico en un susurro—,
solo bajé a hablar contigo…
154
—Mierda —vuelve a hablar Paxton recargándose
sobre su asiento, volviendo a acomodar sus lentes
correctamente—. Es una pena que te tengas que ir, te
extrañaré Merlina, más bien, te extrañaremos,
¿Cierto Mason?
Con la sola mención de su nombre siento mi
cuerpo entero agitarse. No estoy segura de que siga
respirando.
El karma vestido del amigo de mi novio se sienta
a mi lado. Necesito calmar mis nervios o terminaré
delatándome sola.
—Claro —responde el cínico. Ni loca me giro a
verlo, pero por su voz suena tranquilo, relajado,
como si nada, como siempre. Yo estoy
completamente rígida, como si de alguna manera no
moverme me ayudara a desaparecer.
Me pongo de pie sin ánimos de estar ni un
segundo más aquí. —Voy a…
Elliot se para tomando mi mano. —Acompáñame
antes.
No digo nada, únicamente me dejo guiar, podría
aceptar cualquier cosa con tal de alejarme.
Caminamos hacia uno de los balcones y salimos
155
observando el paisaje, Elliot cierra las puertas de
vidrio detrás dándonos más privacidad.
De aquí tenemos una vista a la calle de la entrada
principal en la que se pueden ver camarógrafos y
gente. Wow, hacía días que estábamos aquí,
¿Planeaban estar aquí afuera hasta que ellos se
fueran?
—Pensaba decírtelo esta tarde, pero debido a que
debes irte… bueno, hoy es mi último día aquí, Isaac
mandara a parte del staff a representar a los chicos
en algunos eventos. Yo iré como seguridad.
>>Sé que viajar es cansado, pero, ¿Quería saber
si tú quisieras ir conmigo? Y de verdad te prometo
que no me molestaré si tu respuesta es no, entenderé
si tú…
Suelto una risa al ver sus nervios y me acerco
envolviendo mis brazos en su cadera.
En ocasiones, como esta, la indecisión de Elliot
me parece adorable.
Debo volver y buscar empleo, pero ahora con
todo el dinero que Mason me ha mandado no tengo
necesidad de hacerlo de inmediato. Porque ha sido
demasiado generoso, la cantidad que me pago era
156
ridícula, pensé en regresarle una parte, pero ni
siquiera me hizo caso.
—¿Esto es un sí, o una despedida? —pregunta
tomando mi rostro entre sus manos. Elevo mis
manos a las suyas y sonrío genuinamente.
—Iré contigo.
Una sonrisa de alivio se extiende por sus labios
mientras deja un dulce beso en mi frente. Coloco mi
cara en su pecho permitiendo que me envuelva entre
sus brazos.
Mi mirada traicionera viaja a la mesa en la que
estábamos minutos atrás. Una sensación de pesadez
se planta en mí cuando me percato de la mirada de
Mason encima de nosotros. Giro mi rostro para
evitar verlo por completo, necesito ignorar, erradicar
y reprimir cualquier cosa referente a él.
En cualquier otra circunstancia sería algo casi
imposible evitar toparte a uno de los amigos de tu
novio, era inevitable. Pero este caso es diferente,
porque aquí no lo encontraré en fiestas, en la calle,
en lugares comunes, porque Mason no tenía nada de
común. A donde diera un paso tenía mil miradas
puestas en él.
Para mi suerte, esto sería mucho más fácil.
157
Tome mi teléfono saliendo de la habitación.
Pensé en mandarle un mensaje a mi
hermano, pero finalmente decidí hacerlo hasta
más tarde o quizás mañana.
Después del desayuno, del que claro que
acabando de hablar con Elliot salí huyendo, había
regresado a la habitación para poner al tanto a
Vanesa. Solo de la mentira y no del porqué.
Sentía un poco de pena por tener que obligar a
Elliot a manejar para regresar a entregarle a Vanesa
unos comprobantes inexistentes. Pero viéndole el
lado positivo podría rehacer mi maleta. Dejar las
bolsas de las cosas de anoche, y así quedar limpia.
Elliot me había pedido que dejara todo en la
entrada de la habitación, y cuando el regresara de
acompañar a Made in the A.M a su importante
entrevista se encargaría de subir todo al auto.
Pero me decidí adelantar, porque yo podía
hacerlo sola. Sabía que su miedo era la gente
eufórica de afuera, pero tal como lo supuse cuando
salí ni siquiera me notaron.
158
—Chica Bennett —Me alcanza trotando un chico
que reconozco rápidamente, es quien cuida a Paxton.
—Nate —digo su nombre a modo de saludo. Me
quita la maleta ayudándome con ella, le sonrío
agradecida.
—¿Te vas? —pregunta siguiéndome al auto.
—En cuanto llegue Elliot, ese es el plan —
respondo sintiendo mi teléfono vibrar.
—Vaya, que mal, espero verlos aquí nuevamente
—Yo esperaba todo lo contrario, pero simplemente
sonreí—. ¿Ya comiste? —pregunta mientras abre el
auto metiendo mis cosas—, Si quieres puedes
acompañarnos con los chicos, la entrevista tardara
un poco más en acabar.
Iba a negarme, pero ya me había saltado el
desayuno y no tardaba en estar muriéndome de
hambre.
—Claro —digo siguiéndolo ahora yo de regreso.
Me detengo en cuanto siento de nuevo la
vibración de mi teléfono, lo saco viendo la llamada
entrante de Vanesa. La rechazo, pero de inmediato
entra otra, frunzo él ceño deteniéndome, ella jamás
insistía, quizás es una emergencia.
159
—Vanesa, ¿Todo bien? —Respondo pegándome
el teléfono al oído. Las personas en el
estacionamiento pasaron de estar en completa calma
y dispersados a comenzar a moverse y aglomerarse
cada vez más hablando todos al mismo tiempo,
evitando que escuchara su respuesta. Observo el
teléfono sin saber qué hacer—. Mándame mensaje
—hablo fuerte por encima de las voces colgando la
llamada.
—¿Qué pasa? —pregunta Nate tomando la radio
de su cintura— Ni siquiera han salido de la
entrevista, ¿Cuál es el alboroto?
El ambiente es tenso y algo estresante, mi
teléfono vibra con un mensaje entrante, Nate trota
apresurado hacia la entrada mientras presta atención
a alguien del otro lado del radio, yo me quedo
plantada en mi lugar colocando una mano sobre la
pantalla en un intento de hacer sombra, el sol está
muy fuerte así que puedo ver las letras a duras
penas.
Tan pronto entiendo el mensaje siento como el
miedo se me dispara al cielo.
“Alex está hablando de ti. Estas en televisión”
160
Nate y yo nos volteamos ver al mismo tiempo, lo
veo correr hacia mí al tiempo que siento como
alguien me jala del brazo.
El caos se desata en un segundo.
—Aquí esta —grita un hombre mientras dispara
un flash a mi rostro.
No sé cómo, pero termino rodeada de muchas
personas, cámaras, micrófonos, la desesperación me
invade por completo al sentirme totalmente inútil, no
puedo ni siquiera mantener los ojos abiertos, los
flashes me ciegan, siento los cuerpos de las personas
empujándome y aplastándome, los gritos son
ensordecedores.
Intento inhalar hondo, pero el aire no me llega,
me siento ahogando. Un fuerte impulso de llorar por
desesperación me invade. Todos me gritan al mismo
tiempo. Abrazo mi cuerpo sintiendo mis brazos
ardiendo.
Un fuerte cuerpo me envuelve en sus brazos
jalándome con fuerza consigo.
—Muévete Jude, tenemos que sacarte de aquí —
Jamás pensé que escuchar la voz de Nate me fuese a
llenar de tanto alivio. Levanto la mirada viendo
como varios hombres uniformados empujan a las
161
personas intentando mantenerlas alejadas. Los flases
no ceden. Camino con rapidez y con ayuda de Nate
entro al hotel de nuevo. No nos detenemos hasta que
llegamos a una oficina.
—Yo no… —murmuro, pero Nate sale tan rápido
como entramos dejándome aturdida en la silenciosa
habitación.
En la esquina del lugar hay una televisión sin
volumen encendida, me dejo caer sobre la silla más
cercana sintiendo mis piernas temblando.
Una foto de Mason conmigo de anoche adorna la
pantalla. En ella Mason pasaba su brazo por mi
cuerpo con demasiada familiaridad, parecíamos una
pareja real.
Ay mierda.
Mi teléfono suena, y respondo casi de inmediato.
—Contexto, por favor —La voz de Vanesa suena
del otro lado.
—¿Qué dijo? —pregunto mordiendo con algo de
desesperación la uña de mi pulgar— Mas… Alex —
Me corrijo—, ¿Qué dijo sobre esa foto?
—Dijo tu nombre, que estaban en un evento y…
Mierda Jude, ¿Y Elliot? —La mención de mi novio
162
me hace cerrar los ojos con fuerza.
—Estaba haciéndole un favor a Alex —Explico
rápidamente sintiéndome avergonzada—, no tengo
nada con él, simplemente le ayudé a fingir, yo… él,
dijimos que nadie sabría y quedaría en…
—Dijo que eras su novia.
—¿Qué? —Suelto un grito incorporándome. La
llamada se corta por otra llamada entrante. Observo
el número confusa y corto la llamada, otra llamada
entra casi en el mismo segundo en el que cuelgo, la
rechazo igualmente, pero el proceso se repite. Jadeo
con desesperación. No puedo ni siquiera ponerlo en
modo avión, las llamadas no me permiten hacer
nada.
¿De dónde me están llamando tantas personas?
¿El mundo se volvió loco?
Necesito hablar con Elliot, pero parece imposible
poder usar mi teléfono. Lo tiro sobre el escritorio
viendo a Nate entrando con una mujer detrás.
—Voy a limpiar tus heridas, ¿Sí? —pregunta
sentándose frente a mí con un botiquín en las
piernas. Me observo a misma sin entender, dándome
cuenta de la poca sangre emanando por lo que
parecían ser rasguños.
163
Asiento dejándome hacer.
Me siento en un sueño, más bien una pesadilla,
todo parece tan irreal, mi teléfono sigue vibrando
sobre el escritorio. Necesito hablar con Elliot.
Debí decirle, soy tan idiota.
Después de quien sabe cuánto tiempo viendo a la
nada, la puerta se abre dejando ver a un Isaac
completamente desarreglado entrar por ella.
Detrás de él, Mason entra luciendo un pómulo
morado y su labio inferior roto, rojo e hinchado.
Me coloco de pie de inmediato, yendo directo
hacia él lo empujo con fuerza. —¿Te has vuelto
loco?
—¿Estás bien? —pregunta tomando mis brazos,
ignorando por completo mi enojo.
Elliot entra un segundo después, me dedica una
mirada que se convierte en molestia cuando nota las
manos de Mason sobre mí. No dice nada, solo me
ignora y se va a sentar lo más lejano posible.
Me alejo de Mason con fuerza caminando hacia
Elliot. —¿Podemos hablar? —murmuro en cuanto
llego a él. No me voltea a ver continua con su vista
fija en su teléfono—. Por favor…
164
—Elliot, sal un minuto, debo hablar con Judith.
—No tengo nada que hablar con nadie —digo
firme, sin embargo, Elliot continuando ignorándome
se pone de pie saliendo de la habitación
empujándome un poco en el proceso, Nate sale
detrás de él.
—No tenía idea de que tenían esa foto —explica
Mason detrás de mí—. Al parecer había un
paparazzi infiltrado, y ni siquiera nos avisaron,
simplemente la pusieron.
Isaac ignora lo que Mason dice y se coloca
enfrente. —Mason tú también, sal. El mencionado
duda por unos segundos, se mantiene en donde
mismo viéndome fijo. —Alexander, ya la has jodido
bastante, sal ahora mismo.
Suelta un suspiro y se gira haciendo caso.
La puerta se abre casi de inmediato y por ella
entra Paxton.
—Hablaré contigo más tarde —avisa Isaac
notablemente fastidiado, pero no logra nada. Suelta
un suspiro de cansancio cuando lo nota—. Anoche
te sacaron fotos completamente ebrio, sabes que no
tienen permitido beber, fumar o cualquier cosa de
ese tipo.
165
—Solo dame mi sentencia para ir a dormir.
—Esto no es un juego Paxton, no todo se trata de
talento, tienes que tener disciplina —Isaac niega
masajeando sus sienes.
—Vendemos música, no nuestro cuerpo.
Isaac suelta una carcajada y se acerca a él con
diversión.
—Desde el primer día que volvamos aumentarán
tus rutinas por un mes si te portas decente quizás te
reduzco el tiempo, ah y olvídate de tus días de
descanso.
—Pero…
—No vas a elegir una actividad por día, vas a
hacerlas todas diariamente. Calistenia, gimnasia,
levantamiento de pesas, todo lo que te pidan. No
importa cuántas horas tengas que estar encerrado
con tal de que acabes.
Los observo en silencio anonadada. ¿Tanto
ejercicio todos los días si quiera es sano?
—Estas…
—Acéptalo y vete, y no quiero que se repita, y si
no te vas en este momento no solo tu tendrás esas
166
rutinas, se las daré a ellos.
—Ellos no…
Isaac levanta su mano observando su reloj.
—Cinco, cuatro, tres… —Comienza a contar,
Paxton aprieta con fuerza sus puños, cuando Isaac
está en el último número se gira y sale del lugar
azotando la puerta.
Isaac se acerca a la puerta colocando el pestillo,
lo observo precavida, jamás se había portado mal
conmigo, creí que era un hombre amable, pero si a
Paxton lo trata así…
Además de eso, su postura, todo, irradia molestia.
—Necesito que de ahora en adelante cuides tus
pasos —Camina hacia el escritorio tomando mi
teléfono, con un fuerte movimiento lo hace añicos.
Lo observo con los ojos abiertos de par en par.
—¿Por qué hiciste esto? —murmuro aturdida.
—Tienes que darme las contraseñas de todas tus
cuentas, las daré de baja hasta que estemos seguros
de que no tienes nada que podría ocasionar
problemas. No puedes salir con más personas, en
este momento no pueden verte públicamente con
amigos específicamente hombres, ya que cualquier
167
cosa podría generar un rumor, no hables de temas
controversiales, si alguien te pide tu opinión en algo
no la des. Tres meses, solo necesito que por tres
meses tu único trabajo sea sonreír y lucir linda, no
hablar ni hacer absolutamente nada.
—Isaac… —murmuro confundida—, no sé si
Alex te lo aclaro, pero yo no salgo con él, yo salgo
con Elliot.
—Lo sé, pero hicieron un trato, ¿no?
—De dos ocasiones.
—Pues ahora se alargó a tres meses, tranquila,
continuaras recibiendo tu paga y beneficios.
Niego dando un paso atrás.
—No puedo.
Isaac se recarga sobre el escritorio tomando el
radio de su cintura.
—Tráiganme mi maletín por favor —Deja el
radio a un lado y me observa—. ¿Sabes por qué
manejo la imagen de gente tan importante? —Niego
sin entender muy bien a dónde quiere llegar con esto
— Soy un hombre muy astuto, en cinco minutos
puedo arreglar cualquier tipo de problema, puedo
investigar toda una vida —Un golpe en la puerta lo
168
hace callar, se acerca y abre un poco, solo lo
suficiente para que le entreguen lo que necesita.
Cierra la puerta y vuelve al escritorio
recargándose sobre este. Comienza a sacar carpetas
y papeles, hasta que finalmente parece encontrar lo
que busca, con la otra mano apunta a la silla frente a
él. Con algo de duda y honestamente miedo me
acerco sentándome en silencio.
—Judith, yo no soy el malo de la historia —dice
mientras saca los papeles de la carpeta—. Esta clase
de cartas, yo no suelo jugarlas, pero siempre las
tengo conmigo —Su voz es lenta y determinada. A
pesar de que no entiendo de que habla estoy segura
de que no es para nada algo bueno—, mira mis
chicos no son malos, al contrario, quizás Paxton es
el menos rescatable, pero Alexander, él es un buen
chico, él es uno de los que le veo más futuro, y no
me parecería que su carrera cayera en picada por un
error, error que tú puedes cubrir, tú tienes ese poder
en las manos y…
—Ya dije que no puedo —susurro con menos
confianza de la que sentí al principio.
Isaac lame sus labios y agacha su mirada en un
falso gesto de pesar. —Como te decía —Continúa
ignorando mis palabras—, he visto tu trabajo, yo de
169
verdad estoy impresionado, eres muy buena en lo
que haces, tienes un gran futuro, ¿Por qué no te has
postulado para una escuela de arte? Con tu talento
cualquiera te aceptaría.
Me quedo completamente rígida recargada sobre
el asiento, por la manera en la que lo dice con un
deje de burla, es casi como si supiera…
—Quiero irme —murmuro poniéndome de pie,
no espero a que responda y camino hacia la puerta.
—¿Elliot lo sabe? —pregunta haciendo que me
detenga con la mano sobre el picaporte. Giro con
miedo, el continua en la misma posición, de manera
que, desde donde estoy puedo ver perfectamente lo
que está viendo.
A mí. Mi pasado, mi tormento, mi pesadilla
personal estaba en sus manos.
Siento mis piernas temblar, Isaac se gira
observándome por encima de su hombro. —
Tranquila cariño, parece que viste un muerto —se
acerca a mí tomándome de la mano como si
estuviese buscando evitar que caiga, me vuelve a
llevar a sentarme en el mismo lugar—. No todo tiene
que ser malo, ¿Sabes?, te puedo ayudar, ¿Quieres
que esto desaparezca? —pregunta agitando las hojas
170
en el aire—. Yo lo hago por ti, solo dame tres meses.
Únicamente eso te pido y no solo te ayudaré a borrar
tu tan peculiar pasado, si no que cualquier beca que
quieras yo la consigo.
Isaac se acerca a la puerta y la abre haciendo una
seña girando nuevamente hacia mí. —Si me lo
preguntas es el trato más beneficioso que tendrás en
tu vida. Dejarás de ser una desempleada sin futuro,
deberías agradecerme —Lo observo con odio. ¿De
verdad quiere que le agradezca mientras está
amenazándome?
El hombre que me dio un contrato de
confidencialidad cuando llegue aquí entro al lugar
con unos papeles en la mano.
—Entenderás que por tu turbio pasado no puedo
confiar en una persona como tú —Me muerdo la
lengua para evitar hablar. Solamente quiero salir de
aquí y ya.
El abogado me acerca los papeles y una pluma y
se tomó el tiempo de leerme y explicarme cada regla
y norma que tendré de ahora en adelante. Con pesar,
firmo, y cuando lo hago siento como si estuviera
vendiéndole mi alma al diablo, pero me recuerdo
que solo serán tres meses y después de eso haré lo
171
que debí hacer desde el inicio, alejarme por
completo.
Me pongo de pie en cuanto acaban de confirmar
que todas las contraseñas que les he dado son
correctas y camino con mi teléfono destrozado a la
salida.
—Otra cosa —habla Isaac deteniéndome frente a
la puerta—. Nadie puede enterarse de nuestra plática
—dice con una ceja alzada, asiento dispuesta a salir,
pero me detiene nuevamente colocando su mano en
mi hombro—. Una última hoja. La última norma,
casi la olvido —Coloca una hoja con menos texto
que todas las anteriores sobre la puerta para que
firme justo allí.
>>Cuando el tiempo se acabe no te puedes
quedar ni un segundo más, no puedes acercarte,
comunicarte, hacer absolutamente nada, si continuas
con Elliot debes verlo fuera, en donde mis chicos no
te vean. No quiero excusas Judith, no te quiero
cerca. O destruiré tu vida por completo. Mas.
Con las manos temblorosas y un pesar amargo
asentándose en mi pecho firmo la última hoja
saliendo casi corriendo de allí.
172
13. Capítulo nueve
09 │DISTANCIA
♪ Where there is desire there is gonna be a flame,
where there is a flame someone’s bound to get
burned.♪
(Donde hay deseo, va a haber una llama, donde hay
una llama alguien esta destinado a quemarse)—
Try. Pink
Con mala cara, entro a la habitación. Para mi
suerte, Elliot está allí parado viendo la vista a través
de la ventana.
Me siento como una idiota, no sé qué decirle,
como disculparme.
—Elliot… —murmuro dando un par de pasos
hacia él, dejándole su espacio.
—El segundo día cuando llegue olías por
completo a él. Quise pensar que era mi imaginación,
que estaba siendo un imbécil imaginando cosas.
—Yo… De verdad, lo siento.
—¿Por qué lo hiciste?
173
—No quería que te despidieran y…
Elliot se gira luciendo furibundo. Se acerca a mí
con rapidez deteniéndose a un par de pasos
apretando sus puños con fuerza provocando que sus
nudillos se pongan blancos, se gira y tomo la mesa
que tiene al lado lanzándola con fuerza contra la
pared. Mi cuerpo entero se agita de miedo.
—No me uses de excusa —habla entre dientes
mientras masajea su frente, observo su puño
dándome cuenta de lo rojo que esta.
—¿Qué te paso? —murmuro sin quitar la vista de
sus nudillos. No responde, pero entonces recuerdo el
rostro golpeado de Mason y todo cobra sentido.
—¿Por qué no me lo dijiste?
—Pensé que podrías molestarte —respondo con
honestidad.
—Y aun sabiendo que era una posibilidad, lo
hiciste.
Suelto el aire sintiendo un nudo en el estómago.
—Jude, yo, estoy molesto como la mierda, pero
lo olvidaré, ¿Bien?, solo, quiero que nos larguemos
de aquí, y acabando la situación que Isaac me
encargo volvamos a casa y a nuestra rutina.
174
Cierro los ojos
temblorosamente.
con
fuerza
exhalando
—No puedo —murmuro sin atreverme a verlo,
aprieto con fuerza las copias de lo que firme contra
mi pecho.
Lo siento acercarse así que abro los ojos dando
un par de pasos hacia atrás pegándome por completo
a la puerta, arranca los papeles de mi pecho
alejándose nuevamente. —¿Qué es esto? —pregunta
mientras lee con rapidez, no soy capaz de moverme.
Veo su enojo ir creciendo mientras ojea las hojas.
Ríe con sarcasmo tirando los papeles al piso, me
pasa por un lado y abre la puerta con fuerza
empujando mi cuerpo hacia el frente. Lo tomo del
brazo intentando detenerlo. —Elliot por favor.
—¿Qué vas a decir?, ¿Vas a volver a usarme de
excusa? Aceptaste continuar con esto por más
tiempo Jude, ni siquiera me preguntaste a mí que
opinaba sobre que fingieras ser la novia de mi
amigo, de mi puto jefe. Yo me voy —Se suelta del
agarre de mi brazo saliendo rápidamente de la
habitación cerrando con fuerza la puerta.
Me quedo allí, sintiéndome una tonta por
completo.
175
Camino al baño y me quito la ropa metiéndome a
la ducha. Me permito llorar, por Elliot, por las
amenazas de Isaac, por todo, había metido la pata
hasta el fondo.
Nate me observa y ladea ligeramente la cabeza
mientras yo continúo sollozando con su teléfono
pegado a mi oído.
—Ok, pero míralo por el lado positivo —habla
Vanesa al otro lado de la línea—. Con lo que tiene
de información pudo obligarte a hacerlo sin ningún
beneficio, pero te continuaran pagando, te ayudaran
a borrar tu pasado… Jude es temporal, Elliot tarde o
temprano deberá entender. No te estás follando a su
amigo, solo finges que lo haces —Me mantengo en
silencio limpiando mis lágrimas. —¿Quieres que
vaya contigo?
—¿Podrías? —murmuro antes de escucharla
pegar un grito—, Necesito ropa, pero Vanesa, debes
comportarte o…
—Lo haré, lo prometo.
—Está bien, ¿Entonces…? —Y corta la llamada,
observo alucinada el teléfono. Nate se incorpora de
176
la pared y se acerca a mí.
—Tu comida llegara en cualquier momento, la
pedí mientras hablabas.
—Gracias, lamento que ahora tengas que
cuidarme —digo entregándole su teléfono.
Isaac había mandado a Nate a mi habitación casi
tres horas después de que Elliot se fuera. Ahora dio
la orden, de que a donde fuera, debía tener a Nate
detrás de mí, y sé que más que cuidarme es una
manera de cuidarse él. Cuidar que no la cague.
—Créeme, cualquier cosa es mejor que cuidar a
Paxton —Sonríe metiendo el teléfono a su bolsillo.
—No es necesario que estés conmigo todo el
tiempo.
—Ni siquiera lo notarás —dice para
tranquilizarme, pero la idea no me gusta para nada.
Observo la televisión anclada en la pared al ver
nuevamente un programa de noticias de espectáculos
mostrando mi imagen con Mason, tomo el control
rápidamente apagando el aparato.
—No siempre será así, tranquila —habla Nate—,
lo de afuera fue simplemente que querían ser la
primera nota, pero su atención siempre está enfocada
177
en ellos… si te tomaran fotos, si, algunos fans
pueden llegar a reconocerte, pero no te acosaran —
No me sentía motivada, pero finjo una sonrisa como
si eso me tranquilizara.
Un par de golpes ligeros suenan en la puerta.
Nate se incorpora y camina hacia ella.
—¿Puedes salir un segundo? —La voz del otro
lado me pone en alerta, observo la espalda de Nate
casi taladrándolo con la mirada, el traidor ni siquiera
se gira, solo sale como si nada.
Mason entra y cierra la puerta detrás de sí
recargándose en ella. Aún tenía su piel algo rojiza.
—Lamento haberte metido en todo eso.
Mi molestia es más grande que mi vergüenza, así
que a diferencia de la mañana fui capaz de verlo a
los ojos, lucia sincero y ligeramente apenado. —
Supe que firmaste para continuar la farsa por unos
meses, yo… no es necesario Jude —Bufo con
molestia y desvió la mirada, quizás no era necesario,
pero no tenía de otra.
—Ya firme —respondo cortante.
—Jude yo puedo hacer que disuelvan ese
contrato hoy, quiero ayudar, no quiero que…
178
—Ya no importa, lo único que me importaba era
que Elliot no se enterara y eso no puedes disolverlo,
¿no?, Así que no me interesa tu ayuda.
—¿Por qué estás tan molesta?
Suelto un gruñido indignada.
—Porque mandaste a la mierda mi privacidad, mi
relación, todo.
—Lo lamento, cometí un error, no lo pensé
mucho, pero ahora estamos a tiempo de no hacerlo
más grande, esta situación podrá ser olvidada, pero
entre más pronto nos vean separados, será mejor.
—No puedo irme Alexander, solo olvídalo.
—¿Alexander?, creí que te gustaba más Mason
—sonríe débilmente, continúo viéndolo fijamente.
—Ese nombre es para tus amigos, y yo no soy tu
amiga.
Por un segundo parece dolido, pero no dice nada
más, simplemente vuelve a su faceta inicial.
—¿Por qué no puedes irte, si eso es lo que
quieres?
179
Abro la boca para responder, pero ni una palabra
sale. Lo observo molesta, es difícil poder hablar con
él sin poder decir todo lo que estaba pasando.
—Necesito el dinero —digo desviando la mirada.
—Puedes llevártelo si quieres, me da igual, solo
no quiero tenerte molesta y en contra de tu
voluntad…
—Alex —Lo interrumpo—, lo que quiero es que
me dejes en paz, no me hables si no es necesario, no
te me acerques, no quiero ser tu amiga, te quiero
lejos de mí —En cuanto acabo de hablar su rostro
cambia por completo. Me observa sorprendido con
su ceño ligeramente hundido y su mirada desolada.
Me siento mal al instante, tratar mal a las personas
no era algo que me gustaba.
Asiente sin decir nada más colocando las manos
en su bolsillo. —Isaac quiere que me acompañes
hoy a las grabaciones, les pediré que le den toda la
información a Nate —Abro la boca para responder,
pero sale de inmediato.
Me dejo caer sobre el sofá nuevamente
golpeando mi frente con mi palma.
Estoy siendo una perra, él no tenía la culpa, yo
había decidido aceptar sola en un inicio, yo decidí
180
ocultárselo a Elliot. Isaac fue el que amenazo, y lo
estaba pagando Mason, pero no podía hablar con él,
no podía decirle que sí, quería irme, pero no podía
hacerlo.
Incomoda no podría describir por completo el
cómo me siento. El lugar está lleno de cámaras,
luces, hay una producción entera aquí y, sin
embargo, todas las miradas parecían estar encima de
mí.
Odio no tener mi teléfono para poder fingir ver
mi pantalla de inicio. Hay mucha gente, yo estoy
sentada junto a Isaac que gracias al cielo ni un
segundo se ha girado a verme, únicamente está
enfocado en su teléfono y grita órdenes. Nate no ha
venido, solo me trajo y se fue. Al parecer no era
necesario que estuviera aquí, ya que había bastante
seguridad.
La canción ha terminado nuevamente y a
diferencia de las otras veces que empezaban de cero,
esta vez el director grita para que detengan el rodaje
y darles un descanso.
Las luces se encienden y el sonido de las voces se
elevan. Los chicos parecen agotados.
181
—Aiden, necesito más energía. —habla Isaac
colocándose de pie.
—Me importa una mierda lo que necesites —dice
mientras pasa de largo con Paxton detrás.
Una chica se coloca a mi lado con una botella de
agua en su mano. —¿Aburrida?
Niego observando
interesante.
al
frente.
—Es
algo
Suelta una ligera risa observándome fijamente, la
observo por unos segundos, pero nuevamente llevo
mi vista al frente sintiéndome incomoda con su
escrutinio.
—Así que la novia de Alex…
Sonrío falsamente y asiento sin decir nada, de
reojo puedo ver como gira su rostro como si
estuviera confundida, pero rápidamente cambia su
gesto.
Con toda confianza toma un mechón de mi
cabello barriendo su vista de pies a cabeza. —Eres
muy linda —dice finalmente soltando mi cabello—.
No pareces su tipo, pareces más de las que están al
otro lado de la valla. Interesante elección de ropa —
182
murmura alejándose antes de que pueda decir
cualquier cosa.
Observo un segundo mi ropa. Bien, es verdad que
no traía la mejor elección, pero no es tampoco que
tuviera demasiadas opciones, Elliot se fue con mis
maletas, tengo suerte que tengan servicio de
lavandería en el hotel. Traía unos jeans y un suéter
gris holgado.
Isaac me toma por el brazo girándome hacia él.
—Mira niña, necesito que parezcas interesada en
Alexander, parece que estás obligada.
¿Parece?
—Lo siento, soy mala actriz —susurro
encogiéndome de hombros solo para irritarlo.
—Yo soy malo para guardar secretos y heme
aquí, guardando el tuyo —mueve la palma de su
mano sobre mi cabeza despeinándome. Aplano los
labios en una fina línea, idiota—. Ve y acércate con
él.
Suelto el aire y me giro hacia Mason caminando
a donde está mientras paso mis dedos entre mi
cabello, él continúa en donde mismo platicando
animadamente con la chica de la botella. Me acerco
por detrás algo incómoda colocándome a su lado.
183
Ambos guardan silencio volviendo mucho más
incómodo el lugar. —Permíteme —habla hacia la
chica tomando mi mano. Nos alejamos unos pasos y
entonces me suelta.
—Isaac me pidió que me acercara contigo —
explico.
Asiente y camina hacia Isaac, lo sigo de cerca
apresurándome para alcanzarlo. No logro escuchar
lo que le dice, pero Isaac niega.
—No parecen ni de cerca un noviazgo, los
rumores corren rápido, no tardaran en empezar a
especular.
—Ya habrá oportunidad para aparentar en
público, aquí y ahora es innecesario estar cerca, si
salen rumores no es algo que un simple “ella respeta
su trabajo y prefiere no distraerlo en las locaciones
de grabación” no puedan solucionar.
Isaac sonríe pareciendo complacido.
—Me parece bien —dice para después alejarse
tomando alguna llamada.
Mason gira a verme un segundo y asiente hacia
mí. —Ya no es necesario que te acerques a mí.
Auch. Me lo merecía.
184
Lo veo alejarse y volver retomando su plática con
la chica del agua. Me quedo en mi lugar sin saber
exactamente qué hacer.
Mason no parece molesto, no está siendo grosero,
¿Entonces porque este malestar se instala en mi
estómago?
Decido ignorarlo y observo toda la instalación
como si realmente estuviese interesada. Cualquier
cosa suena más tentadora que solo estar allí como
tonta viendo a la nada.
De verdad entendí el alivio que todos parecían
mostrar después de que el director avisara que
habían terminado por hoy.
Mason se acerca a mí después de lo que pareció
ser media hora ya cambiado y con unas llaves en su
mano.
—Vamos —Apunta con su cabeza hacia la puerta
trasera. Lo sigo confundida. Creí que Nate volvería a
pasar por mí. Sin embargo, no digo nada.
Caminamos por el estacionamiento hasta llegar a
un carro, lo primero que noto, es que jamás había
visto un carro tan limpio en la calle, parece de esos
185
que tienen en exhibición en las agencias, ni siquiera
tiene polvo, nada, nunca suelo reconocer marcas,
pero esta, es imposible no saber cuál es, es Mercedes
Benz.
El auto enciende mientras Mason abre la puerta
del copiloto y gira hacia mí esperando a que suba.
—Gracias —murmuro entrando. No quiero
parecer muy impresionada, pero lo estoy. Fijo mi
vista en el camino de luz led que tiene el tablero.
Mason entra al auto y arranca. Presiona la pantalla
central y una ligera música comienza a reproducirse,
lo agradezco porque eso es lo único que nos libra del
incómodo silencio.
Aunque no conozco para nada esta ciudad, puedo
darme cuenta de que en realidad estamos yendo en
sentido contrario al hotel.
—¿A dónde vamos? —pregunto viendo las
calles. Él mantiene su mano sobre el volante
despreocupadamente.
—Te llevaré a que compres ropa. No puedo
traerte conmigo a todas partes vistiendo así.
Su tono ligeramente despectivo me baja por
completo la guardia. En qué momento Mason había
pasado de ser un chico agradable a un idiota total.
186
Respira, Jude, Respira.
Respiro hondo y muevo la cabeza en señal de
negación. Aunque su vista está en la calle, parece
haber captado mi movimiento. —No es algo a
discutir.
Me trago mis palabras y sonrío con tranquilidad.
—Mi mejor amiga me recomendó un lugar muy
bueno de por aquí. Solo necesito tu teléfono para
activar el gps.
No dice nada, de su bolsillo saca un teléfono y
me lo paso desbloqueado. El aparato parece nuevo y
no solo por lo lindo y pulcro que esta, sino porque
no tiene ninguna aplicación. Voy directo al gps para
buscar lo que quiero y en cuanto arroja los
resultados se lo paso. El de alguna manera enlaza su
teléfono a su coche mostrando el mapa en la pantalla
central y se dirige allí en completo silencio.
—¿Estás segura que es por aquí? —pregunta
después de casi diez minutos observando los
edificios.
—Es justo aquí —digo apuntando hacia la
esquina. Bajo del auto tan pronto como aminora la
velocidad. Camino con rapidez hacia el pequeño
edificio rosa. Escucho que él también baja de
187
inmediato, me detengo y giro antes de que entre
conmigo—. Alex, no. Quiero paz y contigo a mi
lado no la tendré.
—¿Y en dónde se supone que venden ropa aquí,
dentro de las rosquillas?
—¿No te mencione que veníamos a una
pastelería? Vaya, pues que torpe he sido.
—No puedo perder el tiempo, Judith.
—Pues te puedes ir. Sé perfectamente como
tomar un taxi.
—Estás siendo una infantil.
Estamos peleando a mitad de la calle, pero
gracias al cielo nadie lo ha reconocido aun, pero sé
que es cuestión de tiempo.
—Lamento decirte que dentro de las mil
cláusulas que tuve que firmar no venía
absolutamente nada sobre qué tipo de actitud podía
tomar cerca de ti. Si querías una modelo con ropa
perfecta para no dañar tu perfecta imagen lo
hubieses pensado ante —Palmeo ligeramente su
hombro y me giro nuevamente.
Suelta un suspiro lleno de impaciencia. —Piensas
pedir un taxi y ni siquiera traes dinero.
188
Me detengo porque tiene razón, que idiota, siento
mis mejillas arder, pero no me giro, después de unos
segundos me sobresalto cuando siento como toma
mi mano y coloca algo de metal sobre esta, levanto
mi palma para ver que es una tarjeta negra.
—Le pediré a Nate que venga por ti.
No puede añadir más ni yo responder porque un
fuerte grito a nuestro lado nos interrumpe. Una chica
completamente eufórica se acerca a Mason
envolviéndolo en un abrazo mientras comienza a
llorar y jadear abiertamente. Casi quiero reír por la
imagen, la chica se ve demasiado pequeña en sus
brazos, Alex continua serio, pero se mantiene al
margen mientras toma los hombros de la chica
separándola de él con delicadeza.
Entro al lugar y me siento en una pequeña mesa
de la esquina, desde aquí podía verlo perfectamente
se había tomado una foto con la chica quien ya se
estaba yendo llorando de la emoción. Mason
comienza a hablar por teléfono mientras se dirige a
su auto.
Termina de acercarse a su carro abriendo la
puerta del piloto. Gira sobre su hombro y en menos
de un segundo me encuentra, odio que tenga la
189
capacidad de ponerme nerviosa con una simple
mirada.
Me cuesta mucho, pero le mantengo la mirada sin
bajar la barbilla.
Finalmente, él es quien aparto la vista para subir
a su auto y después de lo que parece ser un minuto
se va.
Algo me decía que estos tres meses iban a ser una
total pesadilla.
190
14. Capítulo diez
10 | TREGUA.
♪ They say i did something bad, then why’s it feel
so good? ♪
(Dicen que he hecho algo malo, ¿Entonces por que
se siente tan bien?) — I did something bad. Taylor
Swift.
Observo el atardecer mientras espero con
impaciencia que Elliot responda. Pero como en las
primeras cinco veces que he marcado, no lo hace.
Suelto un suspiro girándome
devolviéndole su teléfono.
hacia
Nate
—Ya se le pasará, necesita tiempo.
Asiento de acuerdo con él, me giro nuevamente
hacia la ventana observando la vista.
La verdad es que cuando llegue el primer día
todo se me hacía hermoso hasta la elección de
colores de las paredes, pero ahora estar aquí se
siente asfixiante, solo quiero irme.
191
No me di cuenta en qué momento empecé a llorar
hasta que escuché mi propio sollozo. Llevo mis
manos a mi rostro intentando cubrirme.
—Hey tranquila —habla Nate detrás de mí—, ya
verás cómo te perdona, quizás solo está ocupado con
todo esto.
Niego intentando controlar mi respiración. —No
es solamente eso, me siento atrapada, quiero ir a mi
casa, quiero mi teléfono, quiero poder salir tranquila
de aquí para tomar un taxi y largarme —Sorbo por
mi nariz girándome. Nate estaba visiblemente
incómodo. Estoy siendo una pesada, lo entiendo.
Carraspea ligeramente y frota su barbilla. —Bien,
ve el lado positivo, te están pagando, es tiempo
limitado en cuanto acabe, te podrás ir,
probablemente Elliot te perdone, y estarás con él.
Pero en lugar de encerrados en tu departamento
podrán estar en algún viaje lujoso que te podrás
costear —Suelto una ligera risa—. Y simplemente
por haber sido la novia de Alex tendrás beneficios
como marcas que busquen contratar tu imagen o
cosas de ese estilo. Y honestamente en estos
momentos, en lugar de estar llorando, puedes estar
disfrutando de tu acceso libre a todas las áreas del
192
hotel más lujoso de la ciudad. Te falta imaginación
de verdad.
Sonrío escuchando su indignación y limpio mis
lágrimas respirando hondo. —Tienes razón. No voy
a estar histérica todos estos días.
—¿Bar?
Niego y observo mis fachas. —No hasta que
Vanesa me traiga ropa.
—Sabes que tienes una tarjeta disponible para ti,
¿Cierto? Si tú quieres mañana podemos ir a comprar
la ropa que quieras.
—No tenía idea.
Nate entrecierra los ojos observándome de
manera juzgadora. —Lee las hojas que firmaste,
imprudente, no todo es pena y castigos.
Río ligeramente al tiempo que él se incorpora. —
Vamos, si quieres algo más privado, puedes ir a la
alberca, y tranquila, a esta hora ya está cerrada, y
por eso son las horas favoritas de los chicos de
usarla, ya sabes, clientes VIP —Hago una mueca,
pero antes de poder decir algo, me interrumpe—.
Pero sé que ellos no están allí en este momento.
193
—Está bien, pero, ¿Podrías hacerme un favor? —
En cuanto asiente camino hacia mi bolsa y saco la
tarjeta negra—. ¿Después, puedes entregársela a
Alex?
—Sí, claro.
Sintiéndome más relajada lo sigo fuera de la
habitación, en el ascensor subimos varios pisos sin
problemas, el lugar está desierto.
La alberca está dentro de una habitación gigante,
no es sorpresa para nada lo bonito que luce, aunque
no tiene muchas cosas, más que la alberca y algunas
tumbonas, el lugar es bastante elegante, llena de
colores azules tenues.
Es un lugar cerrado y bastante privado, lo cual
me alegra al instante. La pared que da hacia la calle
es de vidrio dando una preciosa vista de la ciudad.
—No había pensado en que no podrás mojarte —
Parece meditarlo por un momento—. Bien, te iré a
buscar algo para que duermas cómoda y mañana te
llevo a que elijas tu ropa.
—No es necesario, no quiero ser una molestia.
—Jude, no es una molestia, es mi trabajo —dice
extendiéndome una tarjeta—, aquí está por si quieres
194
subir antes de que llegue, esta te permitirá usar el
ascensor.
—Gracias Nate —digo mientras lo observo
sonreír para terminar de irse.
En realidad, no pensaba meterme, pero qué más
da.
Camino hacia la tumbona más cercana dejando la
tarjeta allí, me quito mis zapatos y mi ropa quedando
únicamente en ropa interior, en cualquier otra
circunstancia no estaría con tanta confianza, pero
Nate decía la verdad, había un letrero gigante en la
entrada del horario y había cerrado hace dos horas.
Regreso a la alberca dejándome caer en el agua
sin pensarlo demasiado. Es para mi sorpresa, muy
relajante. El agua cálida, el silencio, las tenues luces.
Salgo del agua retirando mi cabello empapado de mi
cara haciéndolo hacia atrás.
Me acerco a la orilla quedando frente al inmenso
vidrio. La oscuridad de la noche y las luces de los
edificios mejora por completo la vista, parece sacado
de una película.
Tomo aire antes de hundirme en el agua unos
segundos sintiendo como mi cuerpo vuelve a flotar.
Dejo de mover mis brazos y mis piernas
195
permitiéndome relajarme. Abro los ojos dentro del
agua observando los dibujos algo distorsionados del
fondo. Las tenues luces vuelven a cambiar, exhalo
lentamente el aire, sintiendo las burbujas golpear
suavemente mi rostro.
De un segundo a otro el agua se agita con fuerza
moviéndome violentamente.
Me incorporo asustada, sintiendo unas manos
intentando sostenerme. Respiro hondo en cuanto
saco mi cabeza del agua tosiendo por la poca agua
que trague.
Suelto un grito para después percatarme que es
Mason, está frente a mi completamente empapado, y
visiblemente asustado e histérico.
—¿Qué demonios te pasa? —grito agitada.
Suelta el aire luciendo mucho más relajado.
—Estaba intentando salvarte.
—¿Salvarme?, Estaba flotando, relajándome.
—¿Quién va a una alberca a flotar boca abajo
como un cadáver?
Siento mi rostro calentarse. —Solo sería un
minuto —Me quejo mientras nado un poco hacia
196
atrás para tomar mi distancia, esta peligrosamente
cerca.
—Lo siento. Nate me fue a buscar para
entregarme mi tarjeta y le pregunté si todo estaba en
orden y dijo que te dejo aquí, pero lucias algo
decaída —Explica. Nate traicionero—. Quise venir
a ver como estabas y llego y te veo flotando boca
abajo, parecías muerta.
Ruedo los ojos y niego— Estaba algo mal, pero
tampoco pensaba suicidarme.
Ambos nos quedamos en silencio. Lo veo ir a la
orilla y respiro aliviada.
—Quería hablar contigo —dice mientras
continúa dándome la espalda. Comienza a sacarse
los anillos y una cadena que traía puesta. No digo
nada, pero no es necesario, ya que continúa
hablando—, quería pedirte disculpas por
involucrarte en mis problemas y causártelos a ti, y
por la manera en la que me comporte, aún estás a
tiempo de irte si quieres, si lo haces lo entenderé, y
respetaré. Sobre lo que firmaste aún no tiene validez
hasta que yo lo firme y aún no lo he hecho, quería
hablar contigo para saber qué es lo que realmente
quieres —Se quita la camisa dejándome ver su
espalda desnuda, mentalmente agradezco que esté
197
volteado porque estoy segura de que mis ojos se
abrieron más de lo normal.
Es que este tipo está bueno desde el ángulo que
se viera. —¿Qué haces? —titubeo viendo como
avienta la camisa y baja sus manos hacia su cadera.
—Quitándome la ropa.
La boca se me seca. Malditas hormonas,
contrólense.
—No, ¿Qué?
—La ropa esta pesada, supongo que lo sabes, por
algo te quitaste la tuya —Mi cara no hace más que
arder, no es necesario verme para saber que estoy
roja hasta el cuello.
—¿Te quedarás aquí? —pregunto con un hilo de
voz, aun así, me escucha.
—No puedo salir así, los chicos de seguridad
saben que estoy aquí en cuanto noten que me tardo
vendrán a buscarme, mientras tanto si, me quedare
aquí.
Mordisqueo mi labio inferior con nervios, bien,
solo debo mantener la distancia, concentrarme y
evitar verlo lo más que pueda. Giro hacia mi ropa
198
sintiéndola más alejada de lo que la sentí en un
principio.
Tendré que esperar. De reojo veo como Mason
arroja su pantalón hacia el piso haciendo que cayera
justo donde quedo su camisa empapada. Ay dios,
estaba desnudo. Estábamos desnudos. Casi.
Lo observo notando como toca su parpado o algo
en el ojo. —¿Qué haces? —pregunto completamente
confundida. Yo mantuve los ojos abiertos en el agua
y no sentí ni un poco de ardor y él parece que quiere
sacarse los ojos.
—Mmm —continúa de espaldas—, quitándome
una lentilla.
Frunzo el ceño, pero entonces lo recuerdo. La
primera vez que lo vi, sus ojos eran diferentes. —No
lo había imaginado, tienes heterocromía —murmuro
recordándolos, eran muy lindos—. ¿Por qué los
escondes? —cuestiono confundida.
—De pequeño me molestaban por eso, y cuando
tuve el valor de dejar de ocultarlos, Isaac me
recomendó que lo siguiera haciendo, y honestamente
creo que es lo mejor.
—Pero, ¿Qué tienen de malo? —Mi confusión es
muy real, no termino de entender. Estoy segura de
199
que a sus fans o lo que sea no les disgustaría para
nada, al contrario.
—El color, ¿Estás ciega, Jude?
Sonrió y niego. El ciego era él, de verdad, pero
mis palabras se atoraron en mi garganta al verlo
girarse. No era la primera vez que lo veía sin camisa,
pero, casi me ahogo, y no necesariamente por el
agua de la alberca.
Las gotas resbalan por su cuerpo perdiéndose en
el agua, cada músculo se le marca perfectamente,
pasa su mano tatuada por su cabello peinándolo
hacia atrás.
Mason a la vista es como un poema erótico.
Desvío la mirada sintiendo mi respiración
temblorosa, ok, no pasa nada, solo debo esperar un
poco. Esto no es tan malo, simplemente mantener
nuestra distancia perfectamente y… me sobresalto al
sentir su mano sobre mi hombro. ¿Cómo mierda?
—¿Y bien? —pregunta. Me giro enfocando mi
vista en la suya.
Sus ojos bajo esta luz y por el reflejo del agua se
ven más brillantes. Él se avergüenza y yo podría
200
jurar que es probablemente la mirada más bonita que
he visto.
—¿Qué?
—murmuro
mientras
continúo
apreciando los colores de sus ojos. Es que dios,
¿Cómo podía esconderlos?
Suelta una risa y lame sus labios. —Sobre lo que
te dije, Jude, quiero saber lo que tú quieres.
Quedarte o irte.
Muerdo ligeramente mi labio como si estuviera
pensándolo, era un asco actuando, pero Mason no
podía saber todo lo que había detrás. Todo lo que
Isaac sabía…
—Me quedaré —digo finalmente. Él sonríe y
asiente.
—Bien —Se mantiene viéndome fijamente
poniéndome nerviosa, como siempre—. Sé que
quizás no puedo obligarte a que te caiga bien, pero
¿Podemos tener una tregua? Llevarnos bien sería
mucho más sencillo, y menos desgastante.
Suelto el aire contenido y me obligo a no desviar
la mirada y verlo fijamente tal como él siempre
podía hacerlo.
201
Ni siquiera tenía que pensarlo, pasaríamos juntos
noventa días, todo será más simple si estamos bien.
Me he comportado como una idiota al querer
culparlo por todo, y también como extra en un
intento de tratar de mantenerlo alejado solo por lo
ligeramente encandilada que me tiene su presencia.
Supongo que es un efecto que la gente famosa
tiene en las personas, solo es cuestión de días, me
acostumbraré, y será todo completamente normal.
No más nervios, no más nada, más que el amigo y
jefe de mi novio.
—¿Entonces amigos, Jude?
Asiento elevando mi mano hacia el para que la
tome, cosa que hace casi de inmediato, estrecha su
fuerte mano contra la mía.
—Amigos, Alex.
—Mason —Me corrige suavemente— Mis
amigos me llaman Mason.
—De acuerdo… Mason —No puedo evitar
ocultar mi sonrisa. Él también sonríe más que antes
y asiente complacido.
Giro nuevamente hacia la ciudad. Puedo sentir su
mirada clavada encima de mí todo el momento. No
202
sé cómo es posible que sin hacer ni un movimiento
me hace sentir tan vulnerable.
—Veinte dólares por tus pensamientos.
Suelto una risa y giro a verlo. —¿Qué?
—Lo que oíste. Te doy veinte dólares y me dices
lo que piensas.
—Dámelos ahora —Bromeo sabiendo que no trae
nada encima, sin embargo, se mueve rápidamente a
la orilla estirándose hacia su pantalón. Lo veo
regresar con un maldito billete en su mano.
Lo veo con diversión mientras tomo el dinero. —
Pensaba en que la vista es muy bella.
Se estira y me arrebata el billete. —Mentirosa.
Sonrío y ruedo los ojos arrebatándoselo de nuevo.
—Pensaba en ideas para soportar a mi novio falso.
Se avienta tan rápido a mí que no pude hacer
nada para evitarlo, me toma por la cintura
haciéndome cosquillas.
—¿Cómo que “soportar”? —refunfuña. Me
retuerzo entre sus brazos haciendo que el agua se
agite con violencia. Río incontrolablemente mientras
coloco mis manos en su pecho intentando alejarlo.
203
Entre más lo intento, el más me acerca hasta que
nuestros pechos terminaron completamente unidos.
Detiene sus movimientos manteniendo aun sus
manos en mi cintura. Mi respiración está agitada por
la risa que me había provocado, elevo mi vista hacia
la suya para verlo directamente a los ojos.
Su mirada baja por mi rostro a mis labios por
unos segundos antes de volver a subirla, una sonrisa
ladina se extiende por sus carnosos labios.
¿Tengo calor en una alberca? ¿Qué clase de
brujería es esta?
Ruego internamente por no estarme sonrojando,
pero es que su cercanía, su mirada, el sutil agarre en
mi cintura, todo, está siendo un caos en mi sistema.
Agradezco que estemos en el agua porque de pie
ya me estarían temblando las piernas.
Pienso en algo por hacer, pero mi cabeza en estos
momentos está muy abrumada, y no ayuda mucho.
Así que aleatoriamente tomo mis dos primeras
opciones, la primera idea es decir algo para romper
la tensión, tensión que para nada es de incomodidad
debo aclarar. La segunda, fingir que me estoy
204
ahogando y esperar a que me dé respiración de boca
a boca.
—Veinte dólares por tus pensamientos —digo
extendiendo su billete hacia él.
Una sonrisa divertida se extiende por sus labios.
Pasa una mano nuevamente por su cabello, toda mi
atención se dirige allí, mis manos pican por querer
pasar mis dedos por el mismo lugar, pero me
mantengo a raya.
—Bien —Lame su boca sutilmente subiendo una
mano por mi brazo, congelándome en mi lugar.
¿Qué?
>>Pensaba en la primera vez que vi esto… el
tirante de tu sujetador cayendo por tu brazo. Estabas
recostada sobre el sofá con tu rostro sonrojado, tu
respiración acelerada, estabas gimiendo con tu vista
clavada en la mía y allí fue en donde tu tirante cayó
por tu hombro.
No acaba de decir eso. Si, si lo hizo.
Toma el billete de mi mano mientras yo
permanezco completamente inmóvil. Un chico entra
corriendo al lugar haciendo que Mason se gire
dándome la espalda.
205
—Aquí estás —habla
aliviado al encontrarlo.
agitado,
pareciendo
—Justo en donde dije que estaría —responde
como si nada. Él parece tan tranquilo, tan
imperturbable,
mientras
yo
estoy
aquí
hiperventilando sintiendo mis piernas temblar
incluso debajo del agua.
El chico toma de una gaveta oculta un par de
toallas acercándose a nosotros. —Isaac está
esperándote, eres el único que falta, incluso Paxton
ya está allí.
—Isaac puede esperar, me da igual.
—También Sophia ha estado llamando.
—Mierda —En un rápido y ágil movimiento sale
del agua tomando una de las toallas de la mano del
chico. Se gira brevemente y me observa por unos
segundos. —Judith —pronuncia mi nombre a modo
de despedida antes de salir del lugar.
Dos dudas se instalan completamente en mí, la
primera ¿Quién es Sophia? Sea quien sea debe ser
importante, Mason paso de “no puedo salir de aquí,
así” a prácticamente salir corriendo a atender su
llamada.
206
Y la segunda, ¿Qué demonios ha pasado hace
unos minutos?
207
11 | ATARDECER.
♪ In this world, i’ts just us ♪
(En este mundo, solo somos nosotros) — As It Was.
Harry Styles.
Vanesa cruza la puerta como un tornado, en
cuanto me tiene en frente se abalanza hacia mí
gritando con fuerza, envuelve sus brazos en mi
cuerpo dejándome aturdida por unos segundos.
Siento como Nate mantiene una mano en mi espalda
evitando así que caigamos hacia atrás.
Suelto una risa nerviosa preguntándome si de
verdad será capaz de mantener el bajo perfil.
—¿En dónde habías estado perra?, llevo horas
esperándote en el estacionamiento —Hace su típico
mohín tirando una maleta hacia un lado. Nate al ver
que hemos tomado distancia se aleja como siempre,
dándonos nuestro espacio—. No me dejaron ni
siquiera estar en la recepción. Y yo estaba como,
¿Sabes que el novio de mi casi hermana? Podría
hacer que te despidan en un segundo —Abro los
ojos asustada, pero antes de que pueda decir algo
ella niega. —Tranquila, solo lo pensé. Pero se lo
debí decir, lo merecía— Tomo su mano y la arrastro
208
hacia la habitación, alejándonos así por completo de
Nate.
—Tuve que salir a comprar unas cosas —Le
explico— olvide avisarte, pero me alegro de que
estés aquí, aun así, debemos hablar, no puedes
llamar la atención, tengo un contrato y si tú haces
algo, me perjudicas directamente a mí, otra cosa, no
puedes hablar con nadie de esto Vanesa, de verdad,
debes fingir que, como todos, no tienes idea de nada.
Sus ojos brillan de emoción. —Sé lo mal que
estás tomando esto, pero mierda, estás viviendo el
sueño de muchas.
—No es tan emocionante cuando se trata de
fingir con el amigo de tu novio.
—Ex, si tienes suerte.
—Vanesa —La riño.
—Es broma, es de hecho alentador saber que mi
mejor amiga en realidad no tiene nada con mi crush,
pero tienen la suficiente confianza como para pedirle
una cita con su casi hermana.
Suelto una risa y niego. —No empieces.
Nate se asoma mientras reímos y me hace una
seña silenciosa para que me acerque a él. Y eso
209
hago.
—¿Qué pasa? —pregunto en cuanto salgo de la
habitación detrás de él.
—Me surgió un inconveniente, debo salir,
necesito pedirte que te mantengas aquí, solo será un
par de horas —murmura, asiento mientras lo veo
entregarme un pequeño papel—. Este es mi número,
puedes hablarme desde el hotel si surge algún
inconveniente.
—Tranquilo, estaré bien.
Asiente viéndome por última vez antes de irse.
—Es caliente, pero no pienso coquetearle a nadie,
no puedo arruinar mi reputación con Made in the
A.M por un revolcón con uno de sus trabajadores —
habla Vanesa detrás de mí. Ruedo los ojos y me giro
hacia ella.
—¿Estabas espiando?
—Mierda, si, ¿Y si era Alex el que venía a verte?
Rio y niego. —Vanesa, me vas a meter en
problemas.
—Que no —se queja tirándose sobre el sofá—.
Lloraré en silencio, quizás me da un ataque de
210
pánico, probablemente me desmaye, pero todo será
en silencio. Por cierto, necesito que me consigas una
firma, eso si no te perdono si no lo haces.
—Espera —hablo yendo a la habitación sacando
del closet la camisa que estaba escondida. La que
Alex dejo aquí el primer día que vino. Tan pronto
como la tengo en mis manos, siento su rico olor
emanando de ella.
Cierro los ojos inhalando suavemente el perfume.
¿Cómo es que ha mantenido su olor? Un cosquilleo
viaja a través de todo mi cuerpo interrumpiéndose
abruptamente por la voz de mi amiga atrás de mí.
—¿Qué haces?
Me giro algo desorientada extendiendo tan pronto
como puedo la camisa hacia ella. —Es de Alex.
Se queda inmóvil con la camisa entre sus manos,
por primera vez desde que la conozco no dice ni una
sola palabra, solo se queda congelada observando
con devoción la tela entre sus manos. Después de lo
que parece ser un eterno minuto levanta la vista de
nuevo hacia mí mostrándose sus ojos llorosos. No
puede ser. Sale de su shock inicial para pegarla a su
rostro. Casi quiero reír.
—Dios, huele tan bien.
211
Lo sé.
—Yo sabía que adoptar a la introvertida sería
buena decisión.
—¡Oye! —Me quejo empujándola ligeramente.
Deja caer su cuerpo hacia atrás tirándose sobre la
cama.
—¡Universo! —habla elevando sus manos al
cielo— Cuando te pedí tener a Alex en mi vida, me
refería a tenerlo para mí, no tenerlo como pseudo
cuñado —Comienza a llorar, literalmente llorar—.
Claro, tienes a Elliot, lo olvidaba —murmura
incorporándose mientras, como si nada, se coloca de
pie con el rostro lleno de felicidad limpiando sus
lágrimas—. Lo enamorare. Aprovecharé el tiempo
que tú debes tenerlo cerca, tú serás nuestro
intermedio— suelta como una promesa suspirando
aliviada—. Tomaré una ducha.
Asiento viéndola yendo hacia el baño. Me siento
sobre la cama procesando sus palabras, sintiendo el
amargo sabor de bilis subir por mi garganta sin
entender exactamente la razón.
212
Observo el teléfono de Vanesa entre mis manos
mientras nerviosa presiono el botón de llamar.
A diferencia de mis intentos fallidos de días
anteriores, esta vez al tercer pitido la llamada es
recibida, tomo aire sintiéndome sin aliento.
Honestamente no esperaba que respondiera, así que
ni siquiera había pensado en que decirle.
Del otro lado, Elliot habla con un escueto “hola”,
quiero y debo decir algo, pero me quedo congelada,
unos golpes en la puerta suenan, llevo mi mano a la
bocina del teléfono para evitar que escuche.
—Abre por favor —susurro hacia Vanesa yendo
directo a la habitación.
—¿Hola? —vuelve a hablar Elliot, suelto un
suspiro tembloroso y carraspeo ligeramente en busca
de mi voz.
—Elliot… —suelto el aire contenido escuchando
no más que silencio del otro lado de la línea—. Por
favor escúchame…
—Judith… tengo que irme —habla rápidamente
cortando así la llamada. Frustrada me dejo caer en la
cama tirando el teléfono a un lado. Vanesa entra
corriendo sosteniendo una gran carpeta consigo.
213
—La mala noticia, nos regresamos en dos días, la
buena, ¡vas a ir a una gala! —grita tirándome un
sobre abierto mientras ella hojea lo que hay en la
carpeta. Saco la hoja del sobre leyendo su contenido.
Me encantaría presentarme contigo en persona,
pero debido a todo el trabajo que tengo acumulado
y el hecho de que al parecer no cuentas con un
teléfono en este momento me veo en la necesidad de
comunicarme por aquí.
Mi nombre es Cristina Torres, soy la diseñadora de
cabecera de los chicos, y ahora, también la tuya.
Isaac me había mandado el diseño de vestido que
quería que usaras para la gala, pero me interesa tu
opinión, al final de cuentas eres tú la que lo usara,
quiero que luzcas algo que te guste, con lo que te
sientas cómoda y en confianza, para que transmitas
eso.
Después de todo es una alfombra roja y será algo
imposible evitar las cámaras, especialmente al ser
la primera vez que serás vista oficialmente junto a
Alexander.
Más tarde mandaré a mi asistente para saber tu
elección. Nos vemos en dos días.
-C.R
El aire se atasca en mi pecho mientras vuelvo a
cerrar la hoja con las manos temblorosas, mi
214
corazón palpita con fuerza descomunal. ¿Alfombra
roja?
Mi estómago se contrae y las náuseas me
golpean. Muerdo mi uña comenzando a caminar
algo ansiosa de un lado a otro.
—No voy poder, ¿Cómo siquiera caminare con
un montón de flashes dando directo a mi rostro?
Vanesa suelta una carcajada girando la carpeta
hacia mí mostrándome un vestido negro muy bonito,
pero demasiado atrevido para mí—. Jude, te odio
tanto, tendrás un vestido exclusivo de una
diseñadora increíble, tu cara estará en millones de
lugares y no solo eso, sino que estarás junto a un
bombón tomando su mano, no entiendo nada, más
que el hecho de que eras una completa idiota por no
estarlo disfrutando.
Masajeo mis sienes imaginando distintos
escenarios donde me caigo, donde no puedo siquiera
abrir los ojos con los flashes, donde termino
haciendo el ridículo.
Generalmente cuando me toman una foto con
flash suelo salir con los ojos cerrados, o un maldito
ojo más pequeño que el otro, ¿Cómo haré con miles
de flashes?
215
Intento ignorar todos esos pensamientos
negativos que me invaden y observo todos los
vestidos de las fotos. Son preciosos. —No estoy
segura de cuál sea el adecuado.
—Son diseños de Cristina Torres, Jude, incluso si
eliges usar una bolsa de papas ella lo hará adecuado
—dice con indignación. Asiento de acuerdo, buen
punto—. Deja de preocuparte, tienes suerte porque
me tienes a mí, yo te ayudaré —habla mientras
observa su teléfono.
—¿Cómo sabes que nos regresamos en dos días?
—pregunto releyendo nuevamente la carta para ver
si me he perdido de algo.
—Sé a qué gala se refiere, son unos premios, y es
en tres días, la presencia de Made in the A.M está
confirmada, así que seguro que es esa.
Me consuela saber que regresaré a mi ciudad,
pero, ¿Una gala?
¿Qué probabilidad había de intentar pasar
desapercibida?
—¿Cómo sabes todo eso?
—Ya sabes que estoy en muchos grupos que…
216
Giro hacia ella, colocándome frente a su cuerpo.
—¿Qué dicen sobre mí? —La interrumpo.
Parpadea repetidamente y niega. No sé cómo no
le pensé antes, si quería saber algo, Vanesa era la
adecuada para eso, podría fácilmente ser la
presidente del club de fans de la banda, está en mil
grupos de ellos en distintas plataformas, conoce cada
paso que dan.
Sea lo que sea que estén diciendo con respecto a
mí, ella lo sabe.
—No mucho —murmura bloqueando su teléfono
—. En realidad, casi no he visto lo que…
—Enséñame —Pido cruzándome de brazos. Me
observa sin parpadear para después soltar un suspiro.
—Bien —masculla entrando nuevamente a su
teléfono, entra a una aplicación en donde
simplemente al poner mi nombre en el buscador
arroja los resultados de todas las personas que lo han
escrito.
Tomo su teléfono y leo.
“Jude, la novia de Alexander cerro sus redes en
cuanto se supo de ella, algo esconde.”
217
“Dicen que Jude Bennett pago a un paparazzi
para obligar a Alex a hablar de su relación,
claramente no busca más que su fama”
“Me pregunto de verdad como estará Jude con
todo el hate que está recibiendo, esperando que la
respuesta sea mal, se lo merece”
“No deberíamos darle tanta importancia
probablemente mañana la deje, digo, ni siquiera es
tan bonita”
“Alguien por favor puede alejar a mis niños de
esa tal Jude”
“Creí que tener algo con alguien como Alex era
algo imposible, hasta que vi a Jude, dios, es que, si
le pudo gustar esa, cualquiera tiene oportunidad, de
verdad”
Vanesa me quita su teléfono y lo vuelve a
bloquear dejándolo a un lado.
—¿Por qué me odian?
—Les robaste a su chico. Nos.
—Pero…
—No lo entenderías —Me interrumpe—, está
mal, sí, pero es mucho más complejo de lo que
218
parece, algunas son por celos, otras simplemente
están preocupadas, no te conocen y no quieren que
lastimes a Alex, también tiene mucho que ver que
seas una chica común y corriente, el hecho de que
no seas una modelo o una actriz a algunas les hace
pensar que perfectamente pudieron ser ellas, aunque
ni siquiera existiera la posibilidad de conocerlo, pero
ahora no será posible porque tu estas de por medio
—Abro la boca pero levanta una mano para evitar
que hable—. Se les pasara. Si no te comportas como
una perra eventualmente te tomaran cariño,
algunas…
—Que motivador.
Vanesa se abalanza a abrazarme obligándome a
acostarme a su lado. —¿No te basta con mi amor?
—Sonrío rodando los ojos—. Haz que Alex me haga
parte de su club oficial de fans y prometo promover
el amor hacia ti —Suelto una risa soltándome de su
agarre.
—Perra interesada.
—No me escondo— grita mientras yo me voy al
baño.
No importa que tan loca es, tener a Vanesa
conmigo es de las mejores cosas de mi vida.
219
Los siguientes dos días pasaron sin pena ni
gloria, para ser honesta pude disfrutar del spa junto a
Vanesa y ni Isaac ni nadie se acercó a molestar,
quizás estaban ocupados con los asuntos de la gala,
quizás el que mi mejor amiga estuviera cerca les
incomodaba, lo que sea, pero incluso me dejaron
faltar a las últimas grabaciones.
Todo iba bien, hasta que llegamos a mi ciudad,
porque Nate no nos dejó en nuestro apartamento,
nos llevó a los departamentos del edificio de los
chicos, y para añadir incomodidad el lugar que nos
dieron fue el de Elliot.
Se supone que seguía siendo mi novio, sí, pero no
estaba segura de en qué términos nos encontrábamos
justo ahora.
Hablar con Isaac para que me dejaran quedarme
en mi apartamento había sido una misión imposible,
así que aquí estaba con Vanesa invadiendo la
privacidad de mi novio.
—Pediré algo de comer —grita Vanesa desde la
habitación.
—Esto no es un hotel, tienes que hacértelo tú.
220
—Ya no tengo hambre —grita de regreso
haciéndome reír.
El timbre de la puerta suena asustándome un
poco.
—¿Por qué no le pides a Nate que traiga de
comer? —Vuelve a hablar mientras me pongo de
pie.
Ni siquiera respondo. Abro la puerta borrando mi
sonrisa de manera instantánea.
—Bueno, no esperaba esa… —Salto a poner mi
mano sobre su boca y lo empujo para poder cerrar la
puerta detrás de mí, en cuanto me percato de que
Vanesa no lo escucho lo suelto—, bienvenida…
—Lo siento —susurro—, la he podido contener
estos dos días, pero no creo que me funcione más, en
cualquier momento golpeara cada puerta del edificio
hasta encontrarlos.
—¿Qué? —pregunta luciendo perdido.
—Mi mejor amiga —respondo—, los ama.
—Me agrada, tiene buen gusto —sonríe y yo
también lo hago rodando los ojos—. ¿Estas
ocupada?
221
Niego y antes de poder decir algo más toma mi
mano comenzando a caminar hacia el ascensor.
—¿Qué haces? —pregunto mientras lo sigo. Giro
hacia la habitación con algo de pena— Vanesa, mi
amiga se puede preocupar porque…
—Hablare con Levi, tranquila.
—¿Cómo? —murmuro sin entender.
Lo observo sin entender.
—Es nuestro mensajero —suelta una risa
explicando—. Alguien tiene que representarnos a
todos y él tiene más tacto que cualquiera.
Niego y lo detengo. —No puedes. Vanesa los
ama a todos, si lo mandas a él…
—Entiendo, entonces mandare a Nate a que le
avise.
Asiento siguiéndolo.
—¿A dónde vamos?
—Aún no lo decido —responde, las puertas del
elevador se cierran, hago lo que puedo por evitar
caer a la maldita tensión que siempre termina
creándose cuando lo tengo cerca.
222
Es difícil ignorarlo o pretender que no está,
cuando su presencia es imposible pasarla
desapercibida. Mas, tomando en cuenta que la
última vez que lo vi me dejo con las piernas
temblando e hiperventilando.
Cierro los ojos con fuerza obligándome a pensar
en otra cosa.
Piensa cabeza, piensa.
Ositos de goma, sí, eso no tiene sentido, pero
funciona, cualquier cosa que no sea Mason, ricos
ositos de goma, mi preferido es el rojo. Rojo como
sus labios, sus carnosos labios, automáticamente mi
mente vuela al recuerdo de su respiración sobre mi
boca. Su lengua acariciando la mía, su mano en mi
garganta, su cuerpo contra el…
—¿Estas bien?
Giro a verlo algo asustada. Malditas hormonas.
—Todo bien —Miento.
—Parece que estas a punto de tener un ataque
respiratorio o algo así.
—No soy muy fan de los elevadores —digo en
un hilo de voz sin girar a verlo. A este punto puedo
imaginar la risa burlona de mi conciencia.
223
—Para tu suerte, ya llegamos —Tan pronto como
deja de hablar las puertas se abren. Camino detrás de
él viendo cómo se acerca a un hombre de traje. Por
la credencial que tiene colgada sé que es de su staff.
Comparten un par de palabras y entonces Mason
gira hacia mi haciendo una seña para que me
acerque.
—Iremos en la camioneta de Aiden, ya está lista
para salir.
—¿Salir?
Mason sonríe abiertamente pasando su lengua por
su labio inferior. —¿Pensabas que solo bajaríamos?
—pregunta divertido. Pensé que solo hablaríamos,
pero no digo nada, suelta una ligera risa extendiendo
su mano a la mía. Sus largos dedos se envuelven en
mi muñeca atrayéndome hacia él, me quedo perpleja
un segundo por su acercamiento—. Se supone que
somos novios, debemos tener una coartada
convincente, y para este momento estoy seguro que
las fans saben más de ti, que yo.
Esta vez sí sonrió. —Bien, ¿A dónde iremos?
—No tengo idea —responde para después girarse
y llevarme consigo.
224
La camioneta está a un par de pasos de la salida,
por la parte delantera reconozco que es una
Hyundai. Ahora entiendo por qué es tan fácil para
sus fans reconocerlos si andan en estos autos. En
cuanto subimos arranca.
—Entonces… ¿Cuál es el plan? —pregunto
viendo como avanzamos por las calles.
—No tengo uno.
—Pero…
—No me presiones.
Suelto una risa mientras me giro en mi lugar
volviendo mi vista al frente esperando saber en
dónde terminaremos.
—Casi me hiciste manejar a otra ciudad para
esto.
—Las papas son deliciosas —Me quejo tomando
un puñado de ellas metiéndolas a mi boca.
Observo los carros pasar a lo lejos, terminamos
en un lugar algo alejado, sí, mi culpa.
225
Le dije mi restaurante de comida rápida favorito,
pero no me di cuenta de que el gps marco el más
alejado de todos, así que terminamos llegando a las
orillas de la ciudad.
No, no me di cuenta durante el camino, estaba
distraída con otra… cosa.
—¿Por qué no comemos adentro?
—No hay nadie —digo.
—Exacto, no corremos riesgo de que nos vean.
—Pero si de que nos escuchen, no hay nadie, así
que solo estarán nuestras voces.
—Es un buen punto —dice para darme su
comida. Lo observo frunciendo el ceño sin entender
lo que hace.
—Saquemos provecho a la carretera desolada —
Coloca su pie sobre la llanta y sosteniéndose de un
extremo sube por su camioneta sentándose sobre el
techo de esta.
—¿Qué haces? —pregunto entre risas.
—Pásame la comida —hago lo que pide—.
Ahora dame tu mano y sube.
226
—Estás loco.
—Estamos en medio de la nada porque querías
una hamburguesa, creo que la demente es otra.
—Que me equivoque —farfullo tomando su
mano. En un ágil movimiento me ayuda a subir
colocándome a su lado.
Ok, definitivamente esto es algo que algún día
podre contarles a mis nietos, que un día comí
hamburguesas con un cantante famoso en el techo de
una camioneta, en medio de la nada. Bastante
creíble.
El lugar está desolado, pero la vista es hermosa,
tenemos la suerte de estar justo en el momento en el
que el atardecer ha iniciado.
El cielo se comienza a tornar de colores
amarillentos y naranjas, junto a las nubes, está
siendo todo un espectáculo.
Giro a ver a Mason y él ya me observa, sonríe
levemente antes de volver la vista al frente.
Quizás esto debería sentirse raro, pero siendo
honesta, estaba lejos de sentirlo así.
227
16. Capítulo doce
12 | ARTE.
♪ Can’t I just stay here?, Spend the rest of my
days here? ♪
(¿Puedo simplemente quedarme aquí?, ¿Pasar el
resto de mis días aquí?) -Locked out of Heaven.
Bruno Mars.
—¿Cuándo fue la última vez que tuviste sexo? —
pregunto sin rodeos entrelazando mis dedos. Mason
me observa como si me hubiesen salido dos cabezas.
Ruedo los ojos comiendo de mis papas—. La
coartada —explico.
—¿Qué tiene que ver la coartada con eso?
—Para calcular el tiempo que llevamos juntos
debemos saber cuándo no estuviste con alguien, ya
sabes para evitar escándalos de infidelidades, y no
pienso ser la cuernuda.
—¿Qué?, pero si tú me engañas con mi mejor
amigo —Suelta indignado.
—Pero es distinto —Me quejo entre risas—.
Dime, ¿fue hace poco?
228
—No hay problema, fue hace mucho —Parece
meditar y empieza a contar mentalmente—. Hace
dos…
—¿Meses? —Asiento terminando por él, gira a
verme con la burla plasmada en todo su rostro.
—Semanas.
—Dos semanas llevamos —Giro a verlo—,
estamos jodidos, nadie nos creerá que va en serio.
—Igual podemos evitarnos los detalles.
—¿Crees que podamos?
—Sí, déjamelo a mí.
—Bien —Llevo mi vista al cielo que ahora está
oscuro—, ¿Cómo nos conocimos?
—Justo como lo hicimos —responde con
simpleza— ¿Cómo aprendiste a tocar el piano?
—¿Eso que tiene que ver con nuestra supuesta
relación? —cuestiono confundida
—Tiene que ver contigo, así que dime.
Suelto una risa y niego —Bien, yo, de pequeña
acompañaba a mi hermano a su trabajo para no
quedarme sola en casa, y un día él estaba muy
229
ocupado y yo muy aburrida —Suelto una risa al
recordar el ataque que casi le daba al pobre por mi
culpa—, en resumen, termine escabulléndome en un
teatro, se estaba presentando una orquesta, los
empleados me notaron cinco minutos después de
que entre y me sacaron, jamás volví a entrar a una,
pero esos cinco minutos para mí, fueron suficiente
tiempo como para enamorarme, en casa teníamos un
pequeño piano que fue de mi abuelo y toque y toque
hasta que se escuchara bien.
—No puedo creer que te escabulleras.
—Tenía ocho años —explico riendo. —Era
solamente una niña, no sabía lo que hacía.
—Eras una delincuente infantil en potencia —Se
burla—. ¿Algún otro delito del que deba saber?
—Allanamiento de morada, sí, creo que ese más
y ya.
Mason suelta una risa y niega.
—No puedo
delincuente.
creer
que
tengo
una
novia
Lo empujo ligeramente cuando empieza a reír.
—Cállate, seguro que tú también has hecho algo,
cuéntamelo.
230
Continúa
riendo
y
niega
—Lamento
decepcionarte, tuve una vida bastante tranquila y
aburrida, sin delitos.
—Vamos, seguro que hay algo, ¿De adolescente
con tus amigos? —pregunto, pero continúa negando
—¿Robar cervezas? ¿Entrar a una casa abandonada?
—Sin delitos —repite manteniéndose firme.
Lo observo fijamente dándome cuenta de que
habla en serio, justo ahora me siento una mala
influencia, pero ¿Quién no ha hecho algo malo en su
vida?
Todos debemos tener una inocente experiencia
delictiva. Es ley de vida.
—Dame las llaves —Pido extendiendo mi mano
hacia él.
—¿Qué? No.
Me tiro del techo de la camioneta hacia el asfalto
cayendo para mi suerte, de pie.
—No me moveré de aquí hasta que me des las
llaves, yo manejo.
Mason eleva las llaves en el aire quitando el
seguro del auto.
231
—Como quieras —dice subiendo a la camioneta
encendiéndola.
Me cruzo de brazos manteniéndome fija en mi
lugar.
—Jude —habla de manera lenta y pausada—,
podemos esperar todo lo que quieras, pero ni loco te
dejo manejar para lo que sea que esa cabecita tuya
esté maquinando, es mi última palabra.
Conduzco por las largas calles de la ciudad.
Mason se mantiene en silencio a mi lado con rostro
de preocupación.
Estoy tomando el camino largo con tal de evitar
los autos.
Las luces de las casas y los panorámicos dan una
vista única y más con las calles vacías.
—¿Vas a decirme a dónde vamos? —Ignorando
sus quejas, continúo manejando hasta que
finalmente estamos frente al edificio.
Bajo del auto dando un vistazo al lugar, está
desierto. Mason no tarda en colocarse a mi lado.
232
Odio este sitio, todos mis recuerdos con Douglas,
mi ex, están encerrados principalmente aquí, pero, es
el único lugar que sé cómo allanar a la perfección.
Tomo la mano de Mason y lo obligo a caminar a
mi lado, rodeamos en silencio el inmenso edificio
llegando a la parte trasera.
Me acerco a una de las ventanas, la única que es
fácil de abrir, la empujo y levanto justo como
recordaba, un click es mi confirmación de que ese
truco aún funciona.
—Jude —susurra Manson en advertencia.
En un rápido movimiento empujo el vidrio y me
deslizo por el marco de la ventana entrando al lugar.
—No pienso entrar allí, si me meto en un
problema yo…
—No hay cámaras, no hay nada, lo prometo, es
seguro.
—¿Desde cuándo cometer un delito es seguro?
—farfulla, parece pensarlo por un minuto y justo
cuando creí que de verdad no se acercaría, lo hace, y
entra justo como yo lo había hecho.
Suelto una ligera risa tomando su mano
nuevamente guiándolo en la oscuridad. Conozco
233
este sitio como la palma de mi mano, así que sin
incidentes llegamos justo a donde quería.
—¿Cómo sabes que no hay nadie?
—Antes
vivía
aquí
—hablo
mientras
continuamos caminando—, no literalmente, pero
pasaba horas encerrada entre estas paredes, sé
cuándo no hay nadie, como ahora.
Presiono el interruptor haciendo que las luces de
la habitación se enciendan.
El piso está cubierto con un plástico. En medio de
la habitación hay un lienzo grande, muchos botes de
pintura están perfectamente colocados alrededor.
Aquí trabaja Douglas, siempre ha sido
excesivamente demandante en la limpieza en su área
de trabajo. Le encanta que todo sea blanco, las
paredes, el piso, la decoración.
Una pena.
—¿Quieres pintar? —pregunto a Mason girando
hacia él. Él sonríe tenuemente y niega mientras
observa alrededor confirmando que no haya
cámaras.
—Creo que no deberíamos mover nada, y
tampoco sé cómo hac…
234
Sus palabras terminan ahogándose con el sonido
del bote de plástico golpeando con fuerza contra el
lienzo.
Cierro los ojos sintiendo como la pintura salpica
en mí, giro hacia Mason que permanece inmóvil a
mi lado, la pintura también lo ha alcanzado.
—¿Estás loca? —pregunta alarmado.
No pude evitar reír al ver su cara y tomando otro
bote lo lanzo nuevamente al lienzo, la pintura sale
volando a todas partes manchando todo a su paso.
Antes de poder tomar otro bote, Mason detiene
mi mano tomándola por la muñeca.
—Está bien, nos vamos —No sonaba para nada
como una pregunta, pero niego manteniéndome
firme en mi lugar—. Jude, no puedes simplemente
hacer esto, si tienes tantas ganas de hacerlo mandaré
a que adapten una habitación igual a esta para
mañana y la destrozas de la manera que gustes, pero
esta no, no sabemos si afectamos a el dueño con
esto.
—Tranquilo, al dueño no le importan los
materiales, no le afectaremos económicamente,
nada, simplemente es un exagerado con el orden y la
235
limpieza y… se lo merece, te lo prometo, no
causaremos nada más que molestia y ya.
No mentía, Douglas en dos minutos podría
reemplazar todo el estudio entero si quisiera, pero es
el enojo que le provoca el ver algo fuera de lugar es
lo que me motiva. Hacer esto fue algo que quise
desde hace mucho, pero con todas sus amenazas de
por medio no me había atrevido ni a pensarlo,
Douglas tenía poder, él lo sabía, podía arruinar la
vida de muchas personas, y ya lo hacía.
Aun así, Mason tenía más poder en su dedo
menique, que el idiota de mi ex y por eso estaba tan
tranquila, acabando la farsa de relación que llevamos
será otra historia, pero mientras tanto, en este
momento él no se me acercaría, es listo, no lo haría.
A pesar de todo lo malo, después de que supe que
Isaac podía desaparecer esos malditos videos, he
podido respirar un poco más tranquila.
Sé que es una completa inmadurez, pero que se
metan con su estudio es lo único que de verdad lo
irrita.
—No lo afectaremos —digo, por último—, no al
menos como él lo hace con muchas personas. — Lo
último casi lo digo en susurro.
236
Observa mi rostro detenidamente y tras soltar un
suspiro afianza el agarre de su mano en mi muñeca
llevándome con él.
Resignada lo sigo saliendo tras él para después
parar en la puerta al verlo regresar. Giro a observarlo
confundida notando como se agacha y comienza a
retirar el plástico que cubre el piso.
—No puedo creer que seas tan egoísta como para
robarme protagonismo en mi primer acto ilegal —
Suelto una ligera risa viéndolo retirar el resto de los
plásticos de la decoración.
Se acerca a las pinturas y toma un bote, gira hacia
mi mientras lanza el envase en el aire jugando con él
entre sus manos. Lanza el bote hacia atrás dando
directo al lienzo haciendo que este salga disparado
hacia el piso.
La pintura vuela por todo el lugar, y a diferencia
de mí, debido a que el plástico ya no estaba, ha
manchado el piso y unas estatuas blancas paradas a
los laterales.
—Ok, honestamente considero que está quedando
bien —Nos vemos por un segundo para después
volver la vista hacia lienzo tirado, casi como si
237
estuviéramos sincronizados comenzamos a reírnos
del desastre—. Eres una mala influencia.
Extiende su mano hacia mí, y me acerco para
tomarla, coloca un bote en mi palma para después
tomar el otro. Se acerca al lienzo y vierte la pintura
sobre este.
Observo la pintura roja entre mis manos y
tomando una pequeña brocha me acerco a la estatua
de un hombre y estirándome para alcanzar su rostro,
pinto unas enormes cruces en sus ojos.
Mason continúa esparciendo la pintura sin
cuidado sobre el lienzo.
—Creo que lo mío es esto —murmura mientras
acomoda el lienzo nuevamente de pie.
Me coloco frente al cuadro lleno de color
escurriendo de pintura y sonrío. —Si le colocas una
firma podría incluso venderlo por Ebay.
Se gira hacia mí viéndome de frente, lentamente
acerca su mano a mi rostro luciendo concentrado. —
Tienes una mancha —pasa sus dedos por el pómulo
de mi rostro con delicadeza.
Sé, sin necesidad de verme, que ha esparcido
pintura por mi rostro, siento la tenue humedad que
238
deja el camino de sus dedos. Sonrío y antes de que
siquiera piense en alejarse arrojo el resto de la
pintura roja que mantengo en mi mano. Intento
fallidamente de solo tirar un poco, pero calculé mal,
demasiado mal, su camisa ahora está cubierta por
completo con toda la pintura de mi envase.
Abro la boca de par en par con sorpresa.
—Mierda, perdón, no… —Cierro la boca de
golpe al ver a Mason meter su mano al bote de
pintura más cercano y jalándome por el brazo, me
inmoviliza entre sus brazos y así embarra toda la
pintura en mi cara.
Nos quedamos en silencio por unos segundos
observándonos cara a cara.
Suelta una risa pasando su vista por todo mi
rostro. Indignada, intento correr hacia los botes de
pintura llenos, pero su mano sobre mi ante brazo me
detiene, me gira hacia él haciendo que nuestros
cuerpos choquen por la fuerza y rapidez.
—¿A dónde vas? —murmura haciéndome reír.
En mis intentos por soltarme de su agarre hago que
caminemos hacia atrás tropezando con los botes de
pintura vacíos. Caemos sobre el lienzo lleno de
239
pintura embarrándonos por completo en el proceso
sin importarnos ni un poco.
Mi cabello está empapado, nuestra ropa está
completamente inservible, aun así continuamos
riendo como un par de tontos.
Mi cuerpo está sobre el suyo, coloco mis manos
sobre su pecho con la intención de pararme y
separarnos, pero sus manos sobre mi cintura me
impiden moverme.
Llevo mi vista a su rostro observando sus
pestañas con pintura, él eleva una de sus manos
hacia mi cara trazando líneas invisibles sobre mi
mejilla.
Cualquier tipo de diversión anterior se ha
disipado, yo estoy seria, expectante y él luce
concentrado.
Recorre con sus dedos parte de mi cuello hasta
que tomo mi cabello tirándolo hacia mi espalda,
retoma el movimiento de sus dedos guiando su
mano hacia mi nuca, su rostro está a centímetros del
mío.
Escucho un sonido lejano de un auto, casi
imperceptible, en cualquier otra situación pensaría
240
que quizás es nada, pero lo reconocía de tantas veces
que lo escuche antes.
Alguien había entrado al estacionamiento del
edificio. Me suelto del agarre de Mason tirándome
hacia un lado.
Me coloco de pie tan rápido como puedo
resbalándome un poco con toda la pintura. Mason se
pone de pie y coloca una mano en mi espalda baja,
evitando que caiga.
—Debemos salir de aquí —susurro tomando su
mano caminando con rapidez hacia la habitación por
donde entramos. No dice nada, solo asiente y me
sigue.
Suspiro aliviada en cuanto llegamos, mi alivio
dura dos segundos porque entonces escucho la
entrada principal ser abierta, por debajo de la puerta
me doy cuenta de que se encendió la luz principal.
—Pero, ¿Qué mierda? —La fuerte voz de
Douglas me congela en mi lugar. Dejamos un rastro
de pintura, en un segundo lo tendré frente a mí
después de tanto, el miedo me crispa todo el cuerpo.
No puedo moverme ni un ápice.
Mason me empuja por los hombros haciéndome
caminar, me toma por la cintura y en un rápido
241
movimiento me eleva para que alcance la ventana
sacándome del sitio. Él me sigue comenzando a
salir, la puerta de la habitación se abre de golpe, sin
embargo, ya ambos estamos afuera.
Me toma por la mano corriendo hacia el auto. Los
gritos de Douglas cada vez se hacen más lejanos, y
aunque lo conozco y sé que no pensaba salir por la
ventana, probablemente lo toparíamos por la puerta
principal.
Llegamos al auto y entramos de un salto.
Mason enciende la camioneta arrancando al
mismo tiempo que la puerta principal se abre.
Acelera haciendo casi imposible que nos viera.
Por unos segundos no se escucha nada más que
nuestras respiraciones aceleradas y el rugir del
motor. Giro a verlo sintiendo mi corazón a tope. Él
me ve antes de sonreír y negar.
—¿Qué clase de delincuente se congela justo en
la huida?, Eres la peor cómplice.
Suelto una risa sacando mi cabeza por la ventana,
sintiendo el viento darme en la cara. Es refrescante.
—Lo siento —digo girándome un poco para
verlo—, por eso, y por lo del auto de Aiden —
242
murmuro viendo las manchas de pintura que hemos
dejado prácticamente en todos lados.
Solo ríe sin tomarle importancia y sube el
volumen de la música mientras continúa manejando
por la ciudad.
Llegamos
sorprendentemente
rápido.
Y
agradezco que sea madrugada porque en realidad no
hay nada de gente afuera o al acecho.
Seguro lucimos ridículos ambos, llenos de
pintura.
Entramos al edificio en silencio, el guardia de la
entrada ni siquiera nos voltea a ver, o al menos finge
no hacerlo.
Cuando subimos al elevador, tomo mis manos
frente a mi cuerpo, sintiendo que los pisos pasan
demasiado lentos, ¿Por qué demonios me pone
nerviosa todo el tiempo con absolutamente nada?
Suelto un suspiro tembloroso al ver mi piso,
bueno el de Elliot. Doy un par de pasos para salir de
este abriendo la puerta del departamento. Me giro
para ver a Mason con su mano sobre la puerta del
elevador, evitando así, que se cierre. En cuanto se
percata de que ya entraré, quita la mano permitiendo
el movimiento de las puertas.
243
—Buenas noches, Jude.
—Buenas noches, Mason —respondo antes de
que las puertas de metal se cierren.
244
17. Capítulo trece
13 | GALA.
♪ Throw on your dress and put on your doll faces,
everyone thinks that we’re perfect, please, don’t let
them look through the curtains♪
(Ponte tu vestido, y pongan sus caras de muñecas,
todos piensan que somos perfectos, por favor no
dejes que vean a través de las cortinas) -Dollhouse.
Melanie Martinez.
Podía perfectamente describir lo que veía con una
palabra: caos.
Cristina Torres había entrado al departamento con
todo un equipo detrás de ella.
Todo estaba fuera de control, había personas
corriendo de un lado a otro.
Desde que Cristina cruzo la puerta había puesto a
todo un equipo a trabajar en mí, desde los pies hasta
la cabeza. Incluso para Vanesa, la autodenominada
amante de todo esto, fue abrumador y termino
yéndose a nuestro departamento por unas “cosas”,
excusándose para escapar. Me encantaría haber
245
huido con ella. Pero hasta este momento no he
podido moverme de mi silla.
—¿Lista? —pregunta Cristina, a diferencia de
todos los demás que parecen estar a punto de tener
un colapso nervioso, incluso Isaac, ella no muestra
más que su elegancia, y si tiene nervios, no lo
parecía.
Yo, estaba cansada, de no hacer nada, sí.
Suelto un suspiro tembloroso viendo a la mujer
frente a mí que me escanea por completo, esta mujer
llego hace un par de horas, me dijeron que era una
coreógrafa de poses, al principio me reí creyendo
que estaban bromeando, pero nadie se rio conmigo.
¿Desde cuándo necesitas a alguien que te diga
cómo posar?
La mujer achica los ojos antes de sonreír
satisfecha y asentir.
—Ya está lista.
Suelto un suspiro visiblemente aliviada. Estoy
parada sobre un pequeño podio frente a un espejo
gigante, ya estaba lista desde hace casi una hora y
seguía sin acostumbrarme a ver mi irreconocible
reflejo.
246
Aunque Cristina había respetado por completo
mis gustos y paso de venir con ideas que ella
denominaba dramáticas, termino haciendo algo más
simple.
—Me encanta —dice cristina mientras toma mi
mano para ver mis uñas.
—¿Y el vestido rojo que había elegido? —
pregunta Isaac al fondo de la habitación.
—Te lo puedo hacer para ti si quieres, ella eligió
este, y es perfecto.
Aprieto los labios ligeramente para evitar reírme.
—Se me hace demasiado simple.
—Es elegante, clásico, y realza su belleza —
Cristina sonríe orgullosa acomodando mejor la tela
rosa palo—. Este tono le queda perfecto por su tono
de piel y cabello —explica haciendo que Isaac solo
asiente sin parecer convencido ni interesado del
todo. Las personas comenzaron a empacar sus cosas
para salir del lugar. Observo en el espejo el vestido.
Es hermoso, los pliegues de la tela caen
acoplándose perfectamente a mi cuerpo, agradezco
que en la pierna izquierda tiene una abertura
247
facilitándome caminar, si fuese cerrado seguro me
caigo con un paso.
No parezco yo.
—Aquí está tu bolso —habla ayudándome a bajar
del podio—, puedes meter lo que quieras, incluso
nada.
Suelto una risa acercándome a mi bolso tomando
pocas cosas de él para meter al otro, las que
considero más dispensables.
—Iré con lo demás —avisa mientras sale del
lugar.
En la puerta suenan un par de golpes, giro para
ver a Levi en traje gris oscuro, con una camisa
blanca, ligeramente abierta. Sonrió tenuemente.
—¿Puedo? —pregunta apuntando hacia dentro de
la habitación. Asiento para después verlo entrar—
Tengo dos cosas por decir, la primera, por parte mía,
luces genial, Jude.
—Gracias, tu igual —Y no mentía ni un poco.
—También tengo un mensaje por parte de los
chicos.
248
Suelto una ligera risa y niego. Honestamente
pensé que eso de que usaban a Levi como su
mensajero era broma, pero al parecer no. —Que
honor, dímelo.
El carraspea y gira ligeramente la cabeza. —Ya
debes bajar.
Sonrío divertida al ver que es lo único que dirá.
—Vamos entonces.
—¿Nerviosa? —pregunta pasándome una copa
con un líquido amarillento. Lo tomo sin protestar,
sea lo que sea, necesito alcohol para tomar agallas.
—Demasiado, me estoy muriendo por dentro, ¿Se
me nota mucho? —Giro a verlo de frente.
Levi pasa una mano por su barbilla estudiando
mis facciones, la diversión predomina en su rostro.
—Estás visiblemente temblando, tienes cara de
afligida, y estoy seguro de que estás a punto de
vomitar o desmayarte, fuera de eso, todo bien.
Suelto un suspiro hastiada.
>>Tranquila, en verdad no es tan horrible como
parece, solo tienes que sonreír y ya, aunque te pidan
que hables, no tienes que hacerlo, solo intenta
divertirte.
249
Asiento, aunque no esté muy convencida de que
divertirme sea posible con todo el malestar que
siento por los nervios.
Respiro hondo tratando de calmarme, la situación
en sí me intimida como la mierda, la atención, las
expectativas, me siento y estoy completamente fuera
de lugar.
Con cada paso que doy junto a Levi más se
encoge mi estómago.
Bajando del ascensor, no sé cómo, pero,
encuentro a Mason casi inmediatamente. Sonrío
inconscientemente al ver su cara de fastidio, Isaac
junto a otra mujer hablan frenéticamente con él, con
Paxton y con Aiden, todos lucen increíbles, pero mi
vista está fija exclusivamente en una persona.
Luce tan atractivo como siempre. Siempre que
creo que no podría verse mejor, la realidad me
abofetea en la cara con una nueva imagen de Mason
luciendo más impresionante.
No está haciendo nada, solo juega distraídamente
con el anillo de su dedo medio. ¿Cómo es posible
que alguien luzca bien haciendo simplemente eso?
Eleva su mirada, y casi como si sintiera la mía
me encuentra rápidamente, cambia su postura y gira
250
su rostro observándome detalladamente.
Como siempre, el calor no tarda en subir por mi
cuerpo, me obligo a intentar parecer tranquila, sonríe
haciendo que sus ojuelos aparezcan, lame
ligeramente sus labios para después modular unas
palabras. Niego frunciendo el ceño para hacerle
entender que no soy capaz de comprender lo que
dice. Suelta una ligera risa y niega sacando de su
bolsillo su teléfono comenzando a teclear.
—Luces hermosa, eso dije —habla Levi a mi
lado. Lo observo sin entender para después ver
como gira el teléfono en su mano mostrándome el
mensaje de Mason. Si es que había sido capaz de
ocultar mi sonrojo inicial, ahora se había ido a la
mierda esa posibilidad.
Una mujer joven con una carpeta abrazada a su
pecho se coloca frente a nosotros obligándome a
prestarle atención.
—Debemos ir ya —Se da la vuelta caminando
hacia la salida. La sigo obligándome a no girar por
nada.
La chica abre la puerta de una camioneta
dejándome pasar, entro sentándome en medio con
Levi a un lado. Ella se mantiene parada en la puerta
251
abriendo su carpeta —Entraran primero ustedes —
habla viendo a Levi—, tomaran unas pocas
entrevistas, ya sabes, no se separen, si les hacen
preguntas controversiales, simplemente ríanse y no
respondan nada.
—Lo se.
La chica esta vez se gira hacia mí. —No puedes
pedir ningún autógrafo ni foto a ninguna persona, no
importa que tanto la desees, debes pretender que son
personas ordinarias, como tú.
La puerta de mi lado se abre de golpe
sobresaltándome por un segundo. Mason sonríe y de
un salto se sube colocándose a mi lado.
—Alexander, por favor habla más de dos palabras
y sonríe más, eso va para ti también Aiden —
murmura al susodicho que sube por el lado de Levi
colocándose al frente.
—Lo intentaremos —responde Mason haciendo
que la chica suelte un suspiro lleno de cansancio.
—Necesitan más que simplemente intentar —
murmura entre dientes, cuando Paxton se sube la
chica se gira y hace una seña para llamar a alguien.
En ese momento Isaac llega asomándose por una de
las ventanas.
252
—Necesito recordarles que Paxton y Aiden no
tienen permitido estar uno junto al otro en ningún
momento —habla viéndolos a ambos—, Si por
alguna razón ajena a ustedes terminan juntos eviten
tocarse, verse fijamente, de reojo, lo que sea,
simplemente ignórense mutuamente —Paxton abre
la boca, pero Isaac se gira y se va tan pronto como
llego.
Frunzo el ceño, sintiéndome incómoda, ¿Qué
tanto problema tiene con ellos? Después de unos
segundos en silencio, la chica sale de la camioneta.
Suelto un suspiro nerviosa al sentir como
finalmente nos movemos.
Mi cuerpo entero vibra al sentir a Mason acariciar
la tela del vestido que cae abierta dejando ver mi
pierna, no había pensado que al sentarme se abriría
completamente, el roce suave de sus dedos deja un
cosquilleo incipiente abriéndose paso por mi piel.
—Entonces Alexander… —Mason se detiene por
completo cuando mencionan su nombre por algún
altavoz de la camioneta, se recarga por completo
sobre el asiento poniendo atención— Después de
que ya hayan cumplido tienes que volver y entrar
con ella. Probablemente te empiecen a bombardear
253
con preguntas, no respondas nada, simplemente
dejen que les tomen un par de fotos y listo.
Él asiente viéndome por unos segundos
regalándome una de esas sonrisas que me tenían
volada la mente. Me giro viendo hacia el frente,
tratando de ignorar el cómo su piel roza contra la
mía tentándome.
—¿Nerviosa? —pregunta Mason en un susurro.
—Ni te imaginas —respondo con honestidad. Y
no está ayudando mucho lo distraída que me pone.
Bajo la mirada al sentir como tomo mi mano
colocando algo pequeño en mi palma. Un auricular.
Giro a verlo confundida y él simplemente modula
“póntelo” mientras saca su teléfono.
Coloco el auricular en mi oído tal como dijo,
cuando se asegura de que lo haya hecho presiona la
pantalla de su teléfono y me lo pasa. Lo tomo
observando lo que hay en él, solo tiene una carpeta
de archivos que ha descargado, entro a ella y mi
corazón da un pequeño salto, sonrío con un millón
de sentimientos desbordando.
En la pantalla hay videos del programa del Chef
Rogers, no pude evitar soltar una ligera risa mientras
giro a verlo.
254
—No sabía cuál te gustaba, así que compre todas
las temporadas.
Sonreí de la manera más honesta que pude,
seleccioné uno de los videos, y se comenzó a
reproducir.
Estaba sin palabras, Mason se había tomado el
tiempo de pensar en mí, de pensar en cómo me
sentiría y como solucionarlo, los nervios
disminuyeron drásticamente, no había cabida para
ellos, pero no era por el chef que hablaba en mi
oído.
Era exclusivamente mérito del chico que estaba
sentado a mi lado.
Estoy alucinada con el desorden que existe detrás
de todo. Antes había visto por televisión alfombras
rojas y jamás pensé que sería tan… descontrolado.
Desde donde estoy podía ver perfectamente a los
chicos, en cuanto aparecieron en la alfombra cientos
de flashes se dispararon en su dirección. Las voces
de la prensa se elevaron haciendo imposible
escuchar algo más. No tenía idea de que había
255
público hasta que no
incontrolables de emoción.
escuche
sus
gritos
Los chicos lucen increíbles, entiendo la euforia
que causan, estoy segura de que incluso chicas que
no los conocen están gritando en este momento por
ellos.
Paxton más que todos parece amar las cámaras o
quizás al revés, puede que sea la confianza que
desborda, se ve en su zona de confort, incluso parece
disfrutarlo, es el contraste completo de Aiden, quien
se nota más incómodo, o al menos era el que más lo
demostraba. Este último mantenía sus manos detrás
de su cuerpo completamente estático.
Levi sonríe de manera educada, no parece
emocionado de estar allí, pero tampoco se nota
disgustado. Él, era el que estaba hablando con los
diferentes entrevistadores, así frente a todos los
medios parece otra persona mucho más extrovertida
de lo que en realidad es.
Mason es la personificación de la indiferencia, de
vez en cuando daba alguna sonrisa y saludos cortos
hacia el público, haciendo que los gritos se
descontrolaran por completo.
256
No tenía idea de cómo, pero ellos cuatro, con
simples miradas parecían estar comunicándose. Era
una locura de ver.
Sonreí prestando atención a Mason, parece tan
serio, tan diferente a lo que es.
¿Quién podría imaginarse que el chico que no era
capaz de regalar una sonrisa a los fotógrafos ayer
estaba riendo como loco lleno de pintura de pies a
cabeza?
Los gritos aumentan sacándome de mis
ensoñaciones, giro a ver hacia la prensa, pero
algunos ya me observan a mí, abro los ojos algo
asustada, dando unos pasos hacia atrás para evitar
que me vean, volteo a ver a Mason, pero eso no
ayuda para nada, el camina hacia mí con una sonrisa
llena de diversión plasmada en sus labios.
Extiende su mano hacia mí esperando que la
tome. Suelto un suspiro tembloroso y cierro los ojos
por unos segundos para después extender mi mano a
la suya. Entrelaza sus dedos con los míos dándoles
un ligero apretón.
Camino junto a Manson soltando suavemente la
respiración. Mentalmente comienzo a contar hasta
diez, pero no me funciona. Ni siquiera hemos
257
llegado a la marca en donde la chica pelinegra nos
espera, y ya siento los flashes de la cámara sobre
nosotros.
Esto está mal, está muy mal.
Esto es surreal, ¿Cómo mierda acabe aquí?
El miedo y nervios se asientan agresivamente en
mí.
Siento todo en cámara lenta, incluso el sonido lo
he bloqueado, solo escucho el ruido de mi fuerte
respiración, sin la mano de Mason guiándome ya me
habría tenido que detener al no saber por dónde voy.
Nos colocamos en la marca y finalmente levanto la
vista.
La chica pelinegra se acerca inmediatamente a mí
arreglándome el vestido. En cuanto se aleja unos
pasos, el ajetreo que ya había iniciado se acentúa
mucho más. Los camarógrafos comienzan a gritar
todos al mismo tiempo, gritan nuestros nombres,
silban, hacen de todo para llamar la atención, no
logro entender absolutamente nada. ¿Hacia dónde
me habían dicho que debía ver? No lograba ver nada
ni a nadie, más que las cegadoras luces blancas.
Mason se separa por un segundo de mí para pasar
su brazo por detrás de mi cuerpo, colocando su
258
mano despreocupadamente en mi cintura,
apegándome por completo a su cuerpo. Su otra
mano la eleva a mi rostro, tomando mi barbilla,
girándola sutilmente hacia él. Sus labios se acercan a
los míos rozándolos tentativamente, sin llegar a
besarnos, sin llegar a nada.
—Solo mírame a mí —pide en un susurro, sonríe
un poco haciendo que con ese simple gesto los gritos
se eleven. Acerca su boca a mi frente dejando un
sutil beso sobre mi piel. Mis nervios no disminuyen,
para nada, únicamente cambian de dirección. Las
cámaras, gritos, todo pasa a segundo plano—. ¿Te
llego mi mensaje? —pregunta, de pronto la idea de
ver directo a los camarógrafos ya no suena tan mal.
Suelto una risa nerviosa y asiento. —Deja de
hacer eso —Me quejo en un susurro. Se supone que
debería ayudarme con los nervios, pero me está
provocando más.
—¿Hacer qué? —pregunta de la manera más
inocentemente falsa que he visto.
Nos separamos cuando nos piden que nos
movamos al segundo punto. Mason toma mis manos
haciendo que las eleve abrazándolo por su cuello y
baja sus manos por mi cintura.
259
—Jamás en la vida tanta gente había gritado mi
nombre, es extraño —murmuro sin perder la sonrisa.
Una sonrisa pícara se extiende por los labios de
Mason ampliamente y se acerca a mi oído. —A mí
me gusta que lo griten en completamente otro
contexto.
Abro la boca sintiendo el aire de mis pulmones
irse de golpe. El cínico, descarado, ríe con su falsa
postura de inocencia. Suelto una risa sin poder
evitarlo.
>>¿Y si nos saltamos todo eso? —pregunta de
pronto. Lo observo sin entender.
—¿De qué habl… —Ni siquiera puedo terminar
de hablar cuando siento el agarre que tenía en mi
cintura afianzarse con mucha más fuerza, me apega
por completo a su cuerpo y me eleva ligeramente en
el aire. Los vítores inundan el lugar en un segundo.
—¡Alexander! —Escucho a la pelinegra gritar,
sin embargo, Mason ya ha comenzado a correr
conmigo a cuestas por el lugar. Había famosos
posando, la gente de las entrevistas gritaba, pero no
se detuvo por nada ni por nadie. Cuando llegamos al
final de la alfombra me coloca sobre mis pies.
260
—Estás loco —digo entre risas, pero de verdad
me había quitado un peso de encima. Me aterraba la
idea de las entrevistas por más cortas que fueran.
—Yo creo que de aquí iremos directo al hospital
a ver si Isaac no murió de algún ataque al corazón
—habla Paxton detrás de nosotros sosteniendo una
copa.
Mason suelta una risa sin tomarle mayor
importancia, se acerca a Paxton y le quito la copa
extendiéndola hacia mí. Paxton ni siquiera se queja,
solo rueda los ojos y comienza a caminar. Mason y
yo lo seguimos.
—Debes venir conmigo, Brandon te está
buscando —exclama Aiden hacia Mason llegando
por detrás de nosotros. Él suelta un suspiro y asiente.
Paxton se coloca a mi lado pasando un brazo por mis
hombros.
—Yo la cuido —interviene, por encima del ruido.
Mason me observa por unos segundos antes de girar
e irse detrás de Aiden.
—¿Te está gustando todo esto? —pregunta
Paxton para girarse y comenzar a caminar,
obligándome a seguirle el paso.
261
—Mucha atención, no es lo mío —musito
arrugando la nariz.
—La primera vez que vine a una de estas no
podía con mi felicidad.
—¿Por qué no das tú las entrevistas? —pregunto
con curiosidad— honestamente parece ser que eres
el que mejor sabe llevar todo esto.
—No puedo simplemente pararme allí y
comenzar a hablar. ¿Cómo crees que todos aquí
tienen tanta confianza frente a las cámaras?, aunque
claro que con el tiempo se trata de costumbre, se
necesita un entrenamiento previo.
Abro la boca con sorpresa. No tenía ni idea.
—¿Nunca has notado que algunos artistas
siempre hacen los mismos ademanes al hablar? Los
entrenamientos son corporales, expresivos y de
locución. Te ayudan a mostrarte con confianza
incluso cuando no la tienes, te explican el tipo de
tono que debes usar dependiendo la situación,
incluso los movimientos de las manos, todo eso es
parte de un entrenamiento personal.
Paxton suelta una carcajada al ver mi cara.
262
—Pensé que era natural —Parpadeo perpleja.
Paxton sigue riendo y finge limpiar una lágrima—,
pero bueno, entonces ¿Porque no tomas tu ese
entrenamiento?
—Isaac piensa que soy demasiado inmaduro
como para ser la voz de todos.
—Yo opino que lo harías genial.
—Por eso eres mi cuñada falsa favorita —Ambos
reímos antes de que un grupo de personas se paren
frente a nosotros deteniéndonos, Paxton al verlos
sonríe ampliamente y entre risas y abrazos
comienzan a platicar. Por respeto me hago a un lado
sin alejarme demasiado, termino de vaciar el
contenido de la copa comenzando a observar el
lugar.
Estoy genuinamente sorprendida, reconocí a
algunas personas inmediatamente, actrices, actores,
cantantes, gente importante y famosa.
Mis futuros nietos podrán decir que tienen a la
abuela con mejores anécdotas de la vida.
—¿Necesitas más de eso? —Un chico se coloca a
mi lado viendo hacia donde yo veo, no estoy segura
de sí me habla a mí, cuando estoy a punto de girar a
ver si tengo a más personas a mi alrededor el fija su
263
vista por completo en mí. Sonríe abiertamente
apuntando hacia mi copa.
Abro la boca para responder, sin embargo, él ya
la ha tomado de mi mano, alza su brazo e
inmediatamente un chico en traje se acerca y tomo la
copa vacía de su mano y se aleja con ella.
—Siempre es bueno ver nuevas caras por aquí —
dice extendiendo su mano hacia la mía—. Michael
—Se presenta. Extiendo mi mano hacia la suya
devolviéndole el saludo.
—Judith —murmuro viendo como el chico que
se había ido ahora regreso con un par de copas
llenas.
—¿De qué sector vienes? —pregunta pasándome
una de las copas. Parpadeo confundida y niego. El
asiente comprendiendo y toma un poco de su copa—
Acompañante entonces.
Asiento mientras juego con la copa en mi mano.
La verdad es que la acepte por simple educación,
pero no acepto bebidas de nadie. En este tipo de
eventos o lo que sea no creo que corra riesgos, pero
prefiero reducir las posibilidades de que algo me
pase a cero.
264
—Yo soy actor, probablemente me conozcas —
Sugiere mientras toma del bolsillo de su saco una
tarjeta y me la entrega. Sonrió intentando ocultar la
incomodidad, guardo la tarjeta en mi bolsa en un
intento por tener más tiempo para pensar que
decirle. No tengo idea de quien es, pero no quiero
ser grosera, para mi suerte, Paxton llega a mi lado,
me sorprende lo serio que luce, siempre suele ser el
amable y divertido con todos. La incomodidad es
palpable.
—Paxton Godfrey, pero que gusto verte —dice
Michael lanzándose a darle un abrazo que Paxton no
se molesta en regresar—. No te había visto tan
sobrio desde…
—Michael, ¿Aun te invitan a estos eventos?, creí
que tu carrera estaba acabada.
—Pausada.
—Como le quieras llamar —bufa Paxton con
sorna.
¿De qué me estoy perdiendo?
—Aquí están —La voz de Mason llega detrás de
nosotros—. Vamos a…
265
—Alexander, ¿Qué tal? —El rubio frente a mi lo
saluda con una sonrisa irónica.
Mason se gira hacia el notando su presencia,
suelta un suspiro notablemente cansado.
—¿Nos vamos? —pregunta viéndome de frente.
Al igual que Paxton no parece quererlo cerca. Yo
asiento y con una sonrisa me despido de manera
silenciosa de Michael.
—¿Tan pronto? —habla el susodicho. Mason
continúa ignorándolo y solo toma mi mano
entrelazando nuestros dedos.
—Adiós —Se limita a responder comenzando a
caminar conmigo a su lado.
—Me saludas a Sophia —dice
levantando la copa hacia nosotros.
Michael
Mason se gira con fuerza soltando mi mano, por
la rapidez con la que se movió yo no fui capaz de
procesar lo que pasaba, no lo solté así que mis uñas
rasguñaron su mano. Él no le tomo importancia y
dio un par de pasos a Michael que ahora lucia
mucho menos valiente de lo que parecía hace un
segundo.
266
Paxton se coloca frente a Mason deteniéndolo
inmediatamente colocando una mano sobre su
pecho. Yo estaba estática en mi lugar sin tener ni la
menor idea de que hacer, o de qué demonios estaba
pasando.
Ambos intercambian algunas palabras, Mason
finalmente se da la vuelta y retoma el camino
tomándome esta vez del brazo caminando hacia lo
que parece ser una salida.
Se frena en seco y suelta un hondo suspiro
girándose hacia mí. —¿Estás de acuerdo en que ya
nos vayamos? Si quieres que pasemos más tiempo
podemos…
—No, está bien, pero, ¿No te ocasionara algún
problema?
—Probablemente, pero haber escapado de los
fotógrafos ya me tiene en uno, así que da igual. El
regaño de dos horas ya lo tendré.
Suelto una risa llevando mi vista a su mano,
pequeñas gotas brotaban de ella por el rasguño que
le hice.
—Lo lamento —murmuro tomando su mano
viendo de cerca el rasguño.
267
—Fue mi culpa, no pasa nada —dice, sin
embargo, yo continúo viendo el rasguño, él sonríe y
toma mi mano— Jude, tranquila, es literalmente
nada.
—Espera —murmuro tomando mi bolso, entre
mis cosas siempre llevaba banditas, antes tenía una
horrible manía de lastimar y morder la piel de mis
uñas hasta irritarla. Aunque llevaba tiempo sin
hacerlo, por costumbre continuaba llevándolas
siempre conmigo—. Aquí están —digo con emoción
sacando el pequeño papel, quito el plástico protector
y coloco la tela sobre el rasguño cubriéndolo así.
Mason levanta la mano a la altura de su rostro y
sonríe abiertamente.
—De monstruos, muy adecuado.
Ruedo los ojos ignorando el tono de burla, golpeo
suavemente su pecho y continuo mi camino
ignorándolo a él y a su risa detrás de mí.
Después de quinientas llamadas ignoradas de
Isaac, llegamos al edificio. Me alegraba que
hayamos huido de allí porque solo quería dos cosas.
Quitarme todo y dormir.
268
Mason baja del ascensor conmigo y me abre la
puerta del departamento para dejarme entrar. El no
entra, sin embargo, se mantiene con la vista perdida
parado en la entrada. Después de unos segundos
carraspea y saca su teléfono.
—Había olvidado algo —murmura mientras
teclea en su teléfono—. No tardan —avisa, quizás
debería preguntar, pero simplemente asiento.
Camino hacia el sofá y me tiro sobre el sin mucho
cuidado.
—No fue tan horrible, ¿No? —pregunta dando un
par de pasos adentrándose al departamento.
—Me lo imaginaba peor —respondo con
honestidad haciéndolo reír. Su teléfono empieza a
sonar, lo levanta y después de leer el nombre
contesta.
—Todo bien —responde casi de inmediato.
Guarda silencio escuchando lo que la persona del
otro lado dice—. Ya casi lo estoy escuchando… —
Rueda los ojos con un deje de diversión. Después de
unos segundos toda la diversión se drena de su
rostro y se pone completamente serio—, ¿Llegaste
hacia ellos? ¿Dónde se supone que estabas? ¿La
dejaste sola?
269
Mason se gira a verme por un momento para
después desviar la mirada, solo me basta ese
segundo para darme cuenta que sea lo que sea que
está escuchando no le está agradando para nada. Se
pasa la mano por el cabello mientras cuelga sin
responder a nada más.
Quizás Mason era el rey de la máscara y era muy
difícil poder leerlo cuando siempre luce
imperturbable, pero hay pequeñas cosas que lo
delatan, como cuando estaba nervioso, aburrido o
incomodo juega con su anillo moviéndolo sin parar.
Justo como hacia ahora.
—¿Qué hacías con Michael?
confundida procesando sus palabras.
—parpadee
—Nada —digo sin entender—, él se acercó a mí,
no tenía ni tengo idea de quien es.
—¿Qué te dijo? —Insiste, niego haciendo una
mueca.
—Nad…
—¿Vas a responder nada a todo? —Me
interrumpe. Abro la boca ligeramente, sorprendida.
¿Qué demonios le pasaba?
270
—¿Pues que esperas que te responda señor
dramático?, simplemente se acercó, no paso más de
un minuto antes de que Paxton se acercara. No dijo
mucho, prácticamente nada.
Mason suelta una risa sarcástica y rueda los ojos.
—No importa, así sea una palabra, quiero saber que
dijo.
Frunzo el ceño completamente alucinada. —¿Qué
les hizo como para que actúes como un completo
lunático?
Mason niega pasando su mano por su cabello
pareciendo frustrado.
—Ese no es tu problema.
Me cruzo de brazos y lo observo con severidad
un par de segundos antes de girarme con rabia y
cruzar el salón para ir hacia la habitación dispuesta a
salir de allí.
—¿A dónde vas? —pregunta detrás de mí.
—Lejos de ti.
—Espera, estamos hablando.
—Ya acabé contigo —Mientras camino a la
habitación tomo el bolso que cuelga de mi hombro y
271
busco entre mis cosas la pequeña tarjeta de Michael.
En cuanto la encuentro, levanto el papel en el aire
para que Mason la vea—. Estoy segura que él será
mucho más educado que tú.
Antes de si quiera poder tomar el picaporte
Mason me toma por la mano jalándome hacia él. La
tarjeta desaparece de entre mis dedos de inmediato.
Mi jadeo de sorpresa se ahoga por completo por que
une sus labios con los míos.
Entonces el mundo se detiene para mí, Mason
está besándome.
El corazón me late a mil por hora. El agarre de
sus manos en mi cintura es lo único que me
mantiene de pie. Por unos segundos me quedo
inmóvil sin entender que está pasando, sin hacer
nada, ni siquiera respirar, solo disfrutar del suave
roce de sus labios.
Mason se aleja un poco permitiéndome verlo a
sus ojos grisáceos. Afloja ligeramente el agarre de
sus dedos, la distancia que nos separa es casi nula,
estamos tan cerca que si me muevo hacia el frente
unos centímetros podría unir nuestros labios, y
entonces… solo lo hago.
272
Mi parte racional parece desconectar por
completo con mi cerebro. La boca de Mason esta
sobre la mía, suave, duro, el contraste más delicioso
de la vida.
Su duro cuerpo se pega por completo al mío
mientras sus manos suben por mi espalda dejando
un inquietante cosquilleo a su paso.
Mi cabeza da mil vueltas y entonces… la burbuja
estalla. El sonido de la puerta abriéndose detiene mi
corazón.
Me alejo de Mason tan rápido como puedo
hacerlo, sabiendo perfectamente que no importa lo
rápida que haya sido, es imposible que no se
hubiesen dado cuenta de lo que estaba pasando.
Estoy muerta.
273
18. Capítulo catorce
14 | MOMENTANEO.
♪ We keep all the party in the room all nigth, we
don’t wanna put it on the brake, hold tight ♪
(Mantengamos toda la fiesta en esta habitación toda
la noche, no queremos frenarla, sostente fuerte) —
All Nigth. BTS+Juice WRLD.
Vanesa me observa con sospecha, en un segundo
su vista viaja por todo mi rostro hasta detenerse en
mi boca. Una sonrisa traviesa se extiende por sus
labios para después fijar su vista detrás de mí.
Entonces, su expresión se congela, su boca se
abre con sorpresa, un sonido estrangulado sale de su
garganta seguida de un ataque de tos.
—Oh, por dios —Antes de siquiera terminar de
hablar, Vanesa se lanza hacia el frente
esquivándome, llegando así a los brazos de Mason
estrechándolo contra ella con devoción. Doy un paso
hacia atrás intentando tomar distancia considerable,
en cualquier otra circunstancia lo ayudaría, la
intentaría calmar y alejársela, pero en este momento
solo quiero que me trague la tierra.
274
—No pensaba abrir la puerta, por más que sonara
y yo… Dios, eres mucho más guapo en persona —
Chilla emocionada. ¿Qué? ¿Estaba sonando la
puerta?
Mason sonríe y toma las manos de Vanesa que
están envueltas en su cuerpo entre las suyas. Parece
un acto inocente, pero lo vi haciéndolo antes con la
chica que se encontró en la calle. Es la manera en la
que aleja discretamente a las personas sin romper el
contacto del todo, supongo que, para que no lo
sientan como desprecio.
—Debo abrir, me están esperando.
Ella, con los ojos llorosos, brillosos y
visiblemente consternada y emocionada, solo asiente
sin perderlo de vista ni un segundo. Yo ni siquiera
me muevo un ápice, me quedo allí recargada en la
pared viéndola directamente.
—Espera —dijo después del minuto más
dolorosamente largo de mi vida. Observa mi boca y
giro a ver por donde Mason se ha ido—. ¿Tú?,
¿Ustedes? —balbucea consternada iniciando
preguntas sin poder ser capaz de terminar ninguna—
¿Qué?, ¿Cómo?, ¿Qué estaban haciendo? —Achica
sus ojos haciendo un mohín viéndome fijamente.
275
Mason entra en ese momento haciéndome casi
suspirar de alivio, tan pronto como se acerca a
nosotras Vanesa vuelve a olvidarse completamente
de mi existencia.
—Esto es para ti, y yo debo irme —murmura
entregándome una pequeña caja, Nate que está
detrás de él, me dedica una tenue sonrisa—. Pero
Jude, gracias por acompañarme, y Vanesa, fue un
placer… —El gritillo de mi mejor amiga lo
interrumpe— ¿Estás bien? —pregunta Mason
visiblemente confundido.
Lo ridículo de la situación me hace querer reír,
pero me contengo.
—Si, perdón —murmura dando un paso atrás
recargándose por completo en la pared. Mason con
una sonrisa se despide saliendo del lugar con Nate.
Observo la pequeña caja entre mis manos
mientras Vanesa se deja caer dramáticamente al piso,
comenzando a llorar y reír al mismo tiempo.
Me siento a su lado pasando mi brazo por su
espalda apegándola a mí.
—Dijo mi nombre —Sorbe por la nariz
recargando su cabeza en mi hombro.
276
—Qué suerte tiene —digo haciéndola reír. No
estoy segura, pero parece que escuchar a Mason
hablándole por su nombre la ha distraído lo
suficiente como para que, por el momento, haya
olvidado lo que vio, o quizás la emoción le ha
podido más, lo cual agradezco.
—Espera, voy por mi teléfono —Se coloca de pie
de un salto— No te muevas, debemos aprovechar y
sacarte fotos —grita mientras se aleja.
Suelto una risa y niego mientras abro la caja. Una
pequeña nota cae en mis piernas. Dejo la caja a un
lado tomando el pequeño papel.
“Me comento Cristina que no tenían como
comunicarse contigo, ni siquiera pienses en
devolvérmelo porque es algo necesario.”
Tomo la caja para encontrarme un teléfono
nuevo. Dios, esto es demasiado.
Me fijo en el aparato dándome cuenta de que está
encendido, suelto una risa al ver el fondo de
pantalla. La primera foto que nos habían tomado
estaba allí, dándome la bienvenida. La que había
iniciado todo en el baile de Ana.
Lo desbloqueo viendo que ya tiene una
aplicación abierta, la de contactos. No tiene añadido
277
a nadie, más que a él.
Muerdo mi labio seleccionando la opción de
mensajes. Observo las letras en la pantalla sin saber
qué escribir. Pero, se acaba de ir, ¿No será muy
intenso?
Ok, me acaba de regalar un teléfono, no es
demasiado intenso dar las gracias.
El recuerdo de su boca sobre la mía me asalta
haciéndome cerrar los ojos. Elevo mis dedos a mis
labios sintiendo mi corazón martillear con fuerza.
Dios, ¿Qué se supone que estoy haciendo?, me
estoy volviendo loca.
Cierro la aplicación y bloqueo el teléfono.
Con cada día que pasa la línea que no debo cruzar
se vuelve más borrosa, menos perceptible, y eso no
está bien.
—Desapareciste de la faz de la tierra Judith —La
voz de Jace suena molesta a través del teléfono—.
Tienes tanta suerte de que Vanesa haya sido tan
convincente con que estabas bien y que solo debía
esperar unos pocos días para hablar contigo porque
278
estaba a punto de tomar el primer vuelo e ir a
buscarte.
—Perdóname, de verdad estoy bien —Sonrío
inocentemente a la cámara con la clara intención de
convencerlo, conozco a mi hermano, jamás ha sido
capaz de enojarse más de dos minutos conmigo.
—Lo sé, Judith —musita frunciendo el ceño
deteniéndose a la mitad de su cocina. —Lo sabemos
yo y cualquiera con televisión o internet.
Ok, quizás será un poco más de un par de
minutos.
—Iba a decírtelo.
—Casi tengo un accidente cuando iba
conduciendo y gire a ver un aparador lleno de
televisiones y en ellas observe la cara de mi
hermanita pequeña. ¿Desde cuando tienes novio?
¿Desde cuándo…? Es que tengo tantas dudas.
Suelto una risa nerviosa y niego maquinando
rápidamente una mentira. No podía decirle la verdad
a Jace, ni siquiera tuve la intención de presentarle a
Elliot, cuando se entere que en realidad Mason, mi
supuesto novio es de hecho el amigo del que, si es
mi novio, no tengo idea de cómo lo tomara.
279
No es que se meta mucho en mi vida, siempre me
ha apoyado y respetado en todo, sin embargo,
después de lo que paso con Douglas se volvió un
tanto… sobreprotector en esas cuestiones.
—No tengo idea de que está pasando en tu vida,
estoy preocupado, vi uno de esos programas y no
confió en ese chico. Sea quien sea, me da igual,
¿Sabes cuantas novias ha tenido? —Se recarga sobre
la barra de la cocina sosteniendo su teléfono en alto
— Jude, su estilo de vida es muy acelerada
comparada con la tuya —Suelta un suspiro
notablemente preocupado—. Y no me gusta que
algunos idiotas se crean con el derecho de hablar
mierda de ti simplemente porque estas con él, es
como si para la gente hayas dejado de ser una
persona y te convirtieras en algún tipo de jodido
accesorio desechable.
Desde que tuve el teléfono no había abierto
ninguna de mis aplicaciones, aun cuando ya tenía
permiso de usarlas, me da algo de miedo, sabía que
Jace se estaba conteniendo, siempre lo hacía, hacia
todo por protegerme, y aunque sé que lo de Mason
es todo menos real, el odio masivo que me está
llegando, sí que lo es. Una parte de mi quisiera
encarar eso, solo para demostrarme lo poco que me
280
importa opiniones sin rostro, pero, ¿y si no es así?,
¿y si me afecta?, quizás no quiero descubrirlo.
—Estoy bien —Interrumpo a mi hermano—, de
verdad, toda esta euforia es momentánea —Repito
parte de los pequeños discursos que Nate me había
dado—. Tengo más seguridad cerca de mí de la que
tendré jamás. Y Ma… Alexander, él es genial, es
buen chico. Deja de ver noticias, no son más que
mentiras.
Mi hermano suspira frustrado, pero asiente. —
Tengo que ir a trabajar —murmura observando su
reloj—. Por favor no te desaparezcas así. Y aun no
te salvas, tenemos mucho de qué hablar, señorita —
sentencia.
—Está bien. Cuídate, gana mucho dinero para
que vengas a visitarme —Bromeo, casi. Si quisiera
verlo, odio la distancia. Me despido con un beso al
aire y dejo caer mi cabeza contra la mesa cuando se
corta la llamada. Mi relación con mi hermano no es
muy habitual, más que un hermano es como un
padre para mí.
Cuando yo nací, él tenía nueve años, era un niño
y desde entonces se encargó de cuidarme, mis
padres eran alcohólicos, si no fuera por Jace no sé
qué habría sido de mí. Cuando tenía quince años y
281
yo siete nos fuimos lejos de los maltratadores que
decían ser nuestros padres, Jace comenzó a trabajar,
lo hacía todo por y para mí. A los diecisiete me
mude para estudiar, pero más que nada lo hice por
él, irme lejos me dolía, pero fue un acto de amor,
quería que dejara de enfocarse en mí, ya lo había
hecho toda su vida.
La puerta del departamento se abre y Nate entra
por ella.
—Deberías bajar, si no quieres que se vaya,
Aiden no suele ser demasiado paciente.
Suelto un suspiro y me coloco de pie haciéndole
caso.
—¿No puedes llevarme tu? —Intento
nuevamente, aunque ya me sabia la respuesta casi de
memoria. Nate vuelve a sonreír y abre la puerta
apuntándome con su mano hacia la salida. Arrastro
mis pies caminando al ascensor.
Mason me mandó un mensaje en la mañana
avisándome que más tarde me irían a buscar para
acercarme con él, espere que mandara a todos,
menos a Aiden.
Cuando las puertas del elevador se vuelven a
abrir lo primero que veo es al susodicho caminando
282
hacia la salida. Entonces, me doy cuenta de que Nate
no exageraba, creo que sí que había pensado
dejarme.
Troto por donde se ha ido, intentando alcanzarlo,
cruzo la puerta con rapidez golpeándome con fuerza
contra su espalda, él no se mueve ni un ápice, yo en
cambio casi beso el suelo.
La mano de Aiden en mi brazo detiene mi
vergonzosa caída directa al piso. Me incorporo
rápidamente intentando ignorar el calor que sube por
mi rostro.
—Lo siento —murmuro, el solo asiente y se gira
dándome la espalda retomando su camino.
Si creía que Mason era una pared insensible es
porque en realidad no había estado más de un
minuto cerca de Aiden, el sí que parece un bloque de
hielo.
Camino en silencio detrás de él llegando a su
camioneta. No me sorprende ver que no hay ni
huella de pintura y eso que habíamos llenado hasta
los tapetes, pero esta como nueva.
Sube al auto y me observa por un segundo, lo
tomo como señal y subo al lado del copiloto, no me
habla, no voltea nuevamente a verme, no hace nada
283
más que conducir en silencio. Maneja rápido, más de
lo permitido, eso seguro. Trato de evitar decir o
hacer algo, simplemente respiro y sostengo mis
manos sobre mi regazo.
Me cuesta creer que Aiden y Paxton eran algo así
como hermanos, Pax es atento, amable, divertido
mientras Aiden a simple vista parece ser serio e
intratable.
¿Siempre será así de grosero?
—No estoy siendo grosero —habla por primera
vez haciéndome girar asustada. Pero que idiota,
¿Quién habla en voz alta? —, soy serio, no es lo
mismo. Tampoco es que me importe ser grosero,
pero en este momento no lo estoy siendo —aclara.
¿Y si él no es así en realidad, y no es callado con
todos y solo conmigo, y si me odia? ¿Qué estaré
haciendo para que sea tan poco tolerable?
No preguntes, no preguntes, no preguntes.
—¿Por qué te caigo mal? —pregunto sin poder
evitarlo.
—No me caes mal, simplemente me das igual —
habla de manera lenta—, no es nada personal, me
dan igual todos —Añade como si eso les restara
284
peso a sus palabras—, no me gusta ser social, así
que simplemente lo soy lo menos que pueda, y
contigo por ejemplo no veo necesario serlo.
—¿Por qué no?
—No lo sé, una niña de quince años que se
desaparecerá completamente de nuestras vidas en un
par de meses, a mí me suena a innecesario.
Lo observo frunciendo el ceño. —Tengo casi
veinte años —murmuro— no soy una niña.
—¿De verdad? —respóndeme viéndome por
primera vez por encima de sus gafas de sol— Vaya,
pareces una.
Estoy ofendida. Me giro viendo hacia el frente
nuevamente cruzándome de brazos.
—¿Tu qué edad tienes? —pregunto— ¿Cuarenta
y siete o más?
No parece ofendido, una sonrisa se extiende por
sus labios y gira a verme luciendo complacido. —
¿Me veo así de maduro?
Estaciona y apaga el auto.
—Algo decrepito, sí.
285
—No podía esperar menos de una mocosa.
—Hijo de… —Me interrumpe abriendo la puerta
y saliendo del auto sin si quiera molestarse en
esperar. Salgo del coche y troto para alcanzarlo.
Debería preguntar a donde vamos, pero ya me
acostumbré a solo dejarme guiar.
Las puertas se abren permitiéndonos escuchar
risas y voces, voces que reconozco inmediatamente.
—¿Han acabado? — pregunta Aiden a mi lado
llamando la atención de Mason y Paxton.
—Algo así— murmura Mason. Observo a Paxton
con atención, como si la manera en que casi taladra
con la mirada a Aiden fuese interesante.
No he hablado ni visto a Mason desde ese beso,
tengo un plan: Ignorarlo y poner mi atención
exclusivamente en Paxton, Aiden o quien sea, que
no sea él.
—¿Y Levi? —pregunta Aiden.
—Se canso de ser virgen, iba a salir con la
primera chica que se le cruzara —bromea Paxton.
—¿Tendrá esa supuesta cita? —pregunta Mason
con asombro.
286
—Eso creo —responde Paxton— así que,
debemos adelantar nuestros planes de sacrificio
antes de que le quiten la virginidad —continua con
el mismo tono de diversión poniéndose de pie de un
salto mientras lee algo de su teléfono—. Debo irme,
me avisas que tal quedo— dice viendo a Mason.
Camina hacia mí y me envuelve en sus brazos
levantándome en el aire haciéndome reír—. Siempre
es un placer verte, pequeña Merlina
Pasa por mi lado saliendo del lugar. Aiden se gira
y sin dar explicaciones sale detrás de él.
Y así de rápido se fue a la mierda mi plan ideado
en una hora.
—Creí que tenían ensayos —hablo por primera
vez intentando parecer todo, menos nerviosa.
—No —responde Mason—, vinimos aquí porque
Paxton últimamente ha estado muy… inspirado. Así
que estamos componiendo algo— Lo observo con
verdadera sorpresa. Pensé que las canciones las
compraban o algo así.
—Wow, Paxton ¿Componiendo?, ni siquiera lo
imaginaba.
—Apuesto a que te sorprendo más —dice entre
risas—, nuestra canción más romántica, la escribió
287
Aiden.
Mi boca se abre de par en par. Vaya, quien lo
diría.
—No lo veía venir —Admito.
—Nadie lo hacía.
Lo observo a los ojos arrepintiéndome, vuelvo a
mi posición inicial de ignorar todo y me giro.
Observo el lugar con atención, pronto me doy cuenta
de que a parte de los sofás no hay nada más, ¿Qué se
supone que debo ver? Escucho la tenue risa de
Mason a lo lejos.
Giro a verlo dándome cuenta de que me observa
directamente.
Tiene una sonrisa plasmada en su rostro que
provoca que sus hoyuelos se marquen, desde donde
estoy puedo ver perfectamente sus ojos, distintos, no
trae lentes de contacto, no estoy preparada para esto,
lo observo embelesada. El esta recostado sobre un
sofá de manera totalmente despreocupada, pasa su
mano por las cuerdas de la guitarra eléctrica que
tiene sobre su regazo.
—¿Por qué
incorporándose.
estas
288
nerviosa?
—pregunta
—No estoy nerviosa, ¿De dónde sacas eso? —Lo
digo de manera firme, casi hasta me convenzo a mí
misma.
No te acerques, no te acerques.
Deja la guitarra a un lado y se comienza a
acercar, suelto un suspiro desviando nuevamente la
mirada bajándola a mi ropa, paso mi mano por mi
falda fingiendo remover polvo inexistente. —
Cuando estas nerviosa no eres capaz de mantener el
contacto visual más de un minuto —menciona, e
inmediatamente elevo mi mirada a la suya.
—Hago eso con todos —Me defiendo. Esta vez
ríe abiertamente, me obligo a no desviar la mirada, y
creo que tiene razón, porque me muero de ganas de
ver a donde sea, así sea al piso, pero no lo hago.
Mi casi nula dignidad está de por medio.
—¿Recuerdas que soy muy observador? —gira
su cabeza ligeramente terminando por acercarse.
¿Eso que significa?
—Olvidaba darte las gracias, por el teléfono —
decido cambiar el tema.
—Sobre lo que paso ayer… —habla directo, ay
no, ay no.
289
—¿Te regañaron? —Interrumpo haciéndome la
idiota.
—¿Qué? —pregunta entre risas.
—Ya sabes… porque huimos de la gala y…
—Jude, me refiero a…
—¿Michael? —No me importa tomar algún tema
delicado, necesito cambiarlo.
A diferencia de lo que creí, no se molesta, no se
queja, más bien parece divertido.
—Jude —Su voz ligeramente ronca me mata
internamente. No sé si yo soy demasiado
demostrativa o si en realidad si es capaz de leerme a
la perfección, pero espero, ruego, rezo que no lo
pueda hacer en este momento.
—Si estas molesto, lo entiendo, pero debes darme
crédito, ni siquiera sabía quién era, tampoco puedo
ser grosera con cualquiera que se acerque solo
porque si, tampoco soy adivina, y tampoco…
—Sabes perfectamente de lo que hablo —dice
tranquilamente mientras extiende su mano hacia mí
y toma entre sus dedos la tela de mi blusa jalándola
hacia él.
290
Todas mis alertas se encienden cuando de manera
despiadadamente lenta me acerca. Es una tortura, no
lo hace rápido y arrebatado como antes. Lo odio,
porque así no puedo culparlo, no puedo fingir que
fue un asalto de su parte por la que no supe cómo
actuar.
Y lo sabe, en su mirada hay fuego, está
tentándome, está preguntando en silencio, esta…
esta… ¡Volviéndome loca!
Su mano sube hacia mi barbilla. Mi cuerpo se
enciende en cuestión de segundos. Mason se inclina
tan cerca que nuestros labios se tocan, pero no hace
nada más. Mi respiración es agitada, ansiosa,
desesperada, quiero esto, lo necesito.
Se aleja un poco sonriendo lentamente, parece
estarlo disfrutando.
—¿Estas bien? —pregunta sonriendo de esa
manera tan falsamente inocente y descarada —Luces
un poco…
—Estoy bien —Interrumpo apretando los dientes.
Necesito auto control.
Pero no lo tengo, y lo sé, principalmente, siendo
honesta no lo quiero.
291
Aceptarlo para mí misma me está costando
horrores. Pero quiero besarlo, tocarlo, sentirlo.
—Veinte dólares por tus pensamientos.
Esta vez sí que sonrío, no digo nada simplemente
niego. Tomando valor de quien sabe dónde lo veo a
los ojos directamente.
—Eres un hijo de perra.
Mason suelta una risa mientras me empuja, jadeo
de sorpresa al sentir mi cuerpo chocando contra la
pared. Presiona su cuerpo contra el mío y dejándome
sin aire, une nuestras bocas.
¡Al fin! ¿Cómo que al fin? Grita mi cabeza.
¡Detente, tonta!
Pero mis sentidos están en completa atención en
él, en sus manos rozando mi piel, en la dureza de su
cuerpo contra el mío.
Sin reservas
provocándome.
su
lengua
tantea
la
mía,
—Mason —Susurro contra sus labios intentando
encontrar mi voz para detenerlo. Pero más que queja
suena suplica. Puedo sentirlo completamente contra
mí.
292
Mi corazón palpita con fuerza es imposible que
no lo sienta. Todas mis alertas se encienden cuando
siento sus dedos rozar contra mi pierna.
Mason es una combinación exquisita, es rudo,
fuerte, y al mismo tiempo cuidadoso ¿Cómo es tan
siquiera posible eso?
—Vous me rend fou (tú me vuelves loco) —
Susurra contra mi boca dejándome sin aliento. Aun
sin entender lo que dice, su voz ronca y masculina
manda vibraciones por todo mi cuerpo.
Mi parte cuerda quiere negarse, pedir que se
aleje, pero otra parte de mí, una muy grande desea
tanto esto.
Se aleja solo un poco para verme a los ojos, pero
para mi suerte vuelve a acercarse tomando mi boca
con la suya, su beso es demandante, su toque
posesivo. Me estoy derritiendo por completo en sus
manos.
Tomándome por la cintura me levanta en el aire
haciendo que mis piernas se enreden en su cadera y
que mi falda se enrosque subiéndose casi por
completo, pero no podría importarme menos.
Su cuerpo se pega por completo al mío
permitiéndome ser capaz de sentirlo, su erección
293
choca contra mi haciéndome temblar.
Se mueve sin despegar su boca de la mía camina
un poco sin parecer tener ningún problema con
llevarme entre sus brazos, suavemente se inclina y
me tumba sobre el sofá. El continua de pie viéndome
acostada.
Mi corazón late con fuerza irreal. El calor se
esparce por todo mi cuerpo, nuestras miradas se
encuentran. Su mirada está envuelta en fuego,
hambre, deseo.
Tengo la intención de cerrar las piernas
intentando apagar un poco de la abrumadora
sensación que me recorre, pero antes de poder
hacerlo su pierna interfiere en el camino.
—No —Su voz firme me hace temblar de
excitación. Abro la boca, pero mis palabras se
convierten en un gemido cuando siento su rodilla
rozar sobre mi intimidad.
Está tocándome de manera indirecta demasiado
sutil, y solo con eso está bastando para llevarme al
abismo provocando estragos en mí. Me incorporo un
poco para tomarlo por el cuello de su camisa y
jalarlo hacia mí.
A la mierda la sutileza.
294
Mi boca toma la suya con necesidad, necesidad
que rápidamente es correspondida. Ahogo un
gemido en su boca mientras mis caderas se mueven
por inercia buscándolo.
Sus caderas se mueven ligeramente contra las
mías. Su erección se aprieta a un lado de mi muslo y
con ello, aparecen tres voces en mi cabeza. Una me
dice ok, es suficiente, retirada. La otra está gritando
por lo grande que se siente contra mi piel, y la
tercera solo me pide que me lance a él.
Esta mal, pero se siente tan bien.
¿Debería detenerlo? Por un segundo creo haberlo
dicho en voz alta, porque con su respiración pesada
separa nuestras bocas.
Me observa por una fracción de segundos antes
de bajar su rostro a mi cuello, un escalofrió me
recorre todo el cuerpo cuando comienza a dejar un
rastro de besos húmedos sobre este, sube para
morder despacio el lóbulo de mi oreja.
La sensación que dejan sus labios es tan
alucinante, que solo puedo ser capaz de cerrar los
ojos y girar mi cabeza levemente dándole más
acceso.
295
Vuelve a besarme en los labios y se aleja solo un
poco para murmurar —Con decir no, será suficiente.
Lentamente desliza su mano por debajo de mi
falda. La pequeña parte de sensatez que queda en mi
me hace preguntarme si ya tuve suficiente.
Abro la boca, pero lo único que sale de esta es un
gemido al sentir sus dedos moviéndose suavemente
a través de mis bragas. Sus movimientos lanzan
corrientes de placer de mis pies a mi cabeza.
Al parecer a mi cuerpo no le interesa para nada
mi debate interno porque inconscientemente muevo
mis caderas en busca de más.
Nuevamente siento la dureza de su pantalón
chocar contra mi pierna, por instinto bajo mi mano
intentando llegar, quiero tocarlo, sentirlo, pero su
mano me detiene, la envuelve en mi muñeca
elevando mi brazo sobre mi cabeza. Sus labios bajan
por mi cuello besando el inicio de mis pechos.
—No, hoy solo importas tu.
Me quedo congelada por unos segundos, mientras
escucho como el suspira pesadamente.
Todo esto es tan irrealmente sexy.
296
Nuevamente me encuentro perdida en mis
pensamientos, pero cuando introduce la mano en mis
bragas y roza mi sexo directamente todo en mi
cabeza pierde sentido.
No me importa nada, excepto el perderme en la
ola de sensaciones que me produce con los simples
roces de su mano.
Su toque es suave, delicado, completamente
contrastado a su beso demandante y brutal.
Parece tomarse su tiempo, tanteando, acariciando.
Sutilmente mueve sus dedos en mi intimidad sin
quitarme la mirada de encima. Roza cada pequeña
zona bebiendo mi reacción, estudiándome. Después
de un par de minutos sonríe complacido como si
hubiese logrado saber lo que quería. Sus dedos
trazan líneas imaginarias en mi humedad, los desliza
lentamente y entonces toda su postura cambia.
Se incorpora un poco colocando una mano en mi
vientre, eleva su otra mano a su boca pasando su
lengua por sus dedos. —Ma nouvelle saveur
préférée (Mi nuevo sabor favorito).
El calor golpea mis mejillas. Antes de poder
preguntarle sobre lo que dijo desliza su mano
297
nuevamente a mi sexo arrancándome un gemido de
lo profundo de mi garganta.
Su respiración es agitada y tiene la mirada oscura
cargada de excitación, su belleza es hipnotizante.
Dejando por completo la sutileza del inicio frota
sus dedos en círculos sobre mi clítoris. Las olas de
sensaciones me invaden, no tengo ni idea de cómo,
pero ha encontrado el punto que me hace perder la
cabeza. La manera que nadie más que yo sé que me
vuelve loca.
Antes parecía simplemente estar tanteando, ahora
parece que sabe perfectamente que hacer y donde
tocar, Sus dedos se mueven como si fuesen expertos,
tiro mi cabeza hacia atrás cerrando los ojos con
fuerza. Mis músculos se aprietan cuando introduce
un par de dedos en mí. Con la yema de su pulgar
continúa masajeando justo mi punto más sensible.
Muerdo mi labio para evitar gemir, el detiene sus
movimientos y lleva su mano libre a mi barbilla.
—No hagas eso, quiero escucharte —habla de
manera autoritaria liberando mi labio de entre mis
dientes.
Su mano libre sube a mis pechos acariciándolos
por encima de la ropa. Estoy al límite. De mi boca
298
únicamente salen gemidos acompañados de su
nombre.
>>Esa es mi chica —susurra lanzando escalofríos
por todo mi cuerpo. En ningún momento deja de
observarme, entonces solo me toma con fuerza de la
cadera apegando mi cuerpo al suyo, se incorpora con
una rapidez impresionante llevándome consigo. Él
ahora está sentado sobre el sofá y yo encima de el a
horcajadas.
Apenas puedo procesar lo que paso cuando siento
sus manos nuevamente adentrarse a mi ropa interior.
Coloco mis manos sobre sus hombros sintiendo mis
piernas temblar.
Suelto un jadeo cuando siento como sus dedos se
deslizan entre mis pliegues, entran y salen. No retira
su mirada de mi cara ni por un segundo. La forma en
que me mira me deja sin aliento.
Olas de excitación crecen en mis entrañas
cruzando como fuego. Desconociéndome por
completo muevo mis caderas contra su mano.
—Justo así —susurra contra mi boca mordiendo
mi labio—. Monta mi mano —Vuelve a llevar su
mano libre a mi cadera y me baja incitándome a
moverme contra su mano. Y lo hago.
299
Me estremezco siendo incapaz de contenerme ni
un segundo más.
Mueve su mano a la velocidad que muevo mis
caderas. Provocando el delicioso choque de nuestros
cuerpos.
El escalofrió más delicioso que he sentido jamás
ha escalado por mi piel en cuestión de segundos.
Cada musculo de mi cuerpo se tensa. Disfruto cada
segundo, hasta que ya no puedo más y mi cuerpo se
libera haciéndome estremecer, me desarma por
completo.
Nunca ningún hombre había logrado hacer que
me corriera simplemente con su mano.
Mason con cuidado me ayuda a sentarme a su
lado. Cierro los ojos y escucho como se mueve. No
sé qué hace, pero lo deja rápidamente, se vuelve a
sentar a mi lado, y no dice nada, solo acaricia mi
mano, es como si supiera que necesito un minuto
para procesar todo.
Me siento en una nube, sin embargo, para mi
sorpresa su pierna vibra y no de una manera natural.
Pronto me doy cuenta que es su teléfono, el parece
querer ignorarlo, pero yo me incorporo, y él hace lo
mismo sentándose de manera correcta, en silencio
300
acomodo mi ropa, me mantengo sentada, mis
piernas continúan temblorosas y mi respiración entre
cortada.
Mason suspira, su cabello esta alborotado, su
camisa arrugada, ¿Fui yo? Qué vergüenza, claro que
fui yo. Acomodo mi falda mientras saca su teléfono
del bolsillo y solo observa el nombre, yo también lo
hago.
Elliot.
Cualquier rastro de felicidad post orgasmo
desaparece.
Nuevamente cierro los ojos queriendo golpearme.
El enojo hacia mí misma y mi falta de control y
respeto ebulle en mi en un segundo.
Rápido me alejo mucho más tomando mi
distancia como si así pudiese borrar lo que
hicimos… lo que he hecho.
Respiro tan hondo como puedo, buscando
arrepentimiento, y lo encuentro, allí esta, me
arrepiento de dañar a Elliot. No lo merece. Nadie
merece algo así.
Mason ignora la llamada sin embargo respeta mi
espacio sin dejar de observarme.
301
—Yo, debo irme —murmuro con lentitud— debo
hablar con Jace.
Mason me sigue observando, sin embargo, parece
igual de perdido en sus pensamientos, su ceño esta
fruncido y parece incomodo, molesto y un tanto
desorientado. Después de unos segundos parpadea
repetidamente y asiente carraspeando un poco.
—Si claro, tu hermano…
El silencio que sigue de eso, es mortal, mi boca
cae lentamente, la sorpresa y la confusión me
embarga por completo, el parece perdido, sin
entender mi reacción.
—¿Cómo sabes?
Parpadea confuso, pero después
segundos parece caer en cuenta.
de
unos
—Elliot me…
—No mientas —Elevo la voz—. Elliot no sabe
que tengo un hermano, nunca le hablé de él, mucho
menos le dije su nombre.
—Jude.
—Dime, ¿Cómo lo sabes?
302
Después de unos minutos suelta un suspiro y
habla.
—Yo… te tuve que mandar a investigar.
—¿Tuviste que?, ¿Por qué mierda hiciste eso? —
Me siento más que molesta, ¿Por qué todos aquí se
creen con el derecho de indagar en la vida de los
demás?
—Fue algo completamente express, para saber si
tenías problemas legales o asuntos personales que
podían pasar a afectarme directamente.
—Invadiste mi privacidad.
—Debía hacerlo.
—Podías preguntarme —Ataco.
—Jude, la única referencia que tengo para
conocerte es que eres la novia de mi amigo, y
sabemos que no eres muy honesta en ese aspecto.
Una cachetada hubiese dolido menos. Quizás
tenía razón, quizás era razonable su motivo, pero en
este momento me importaba una mierda.
—Quiero
irme
—sentencio
girándome
caminando hacia la salida. No me detengo tampoco
303
me sigue, en un minuto está detrás de mi uno de los
chicos de su seguridad.
Todo el camino al departamento me fui en
silencio, completamente ahogada en mis
pensamientos.
Un mensaje entrante aparece en mi pantalla, lo
primero que viene a mi mente es Mason, pero es un
numero desconocido.
“Me he enterado que tienes nuevo número, este
tipo de cosas me las debes avisar, por cierto,
necesitamos hablar, te espero en mi oficina, pídele
a Nate que te traiga, de inmediato. -Isaac”
Genial, al parecer esto no podría ponerse peor.
Gracias por tomarse el tiempo de leer, comentar
y/o votar. Lxs tqm, y lo aprecio muchísimo <3
304
15 | QUIEBRE.
♪ What the hell am i doing’ here? I don’t belong
here ♪
(¿Qué demonios estoy haciendo aquí? No
pertenezco aquí) -Creep. Radiohead.
Mantenerme invisible, pero activa. Esa fue la
instrucción de Isaac.
En cuanto llegue al edificio, Nate me esperaba
para llevarme con él, fue corto, no fue tan horrible
como imagine, autoritario como siempre, pero esta
vez sin amenazas, solo instrucciones. Al parecer que
no use mis redes sociales, es sospechoso para los
fans de Made in the A.M, así que debo hacerlo.
Únicamente puedo interactuar públicamente con
una lista predeterminada de personas autorizadas por
Isaac. Y sí, incluía cosas a las que podía dar un
simple “me gusta”.
Me dijo que a primera hora se estaría
comunicando conmigo, y así fue.
—Tienes una tarea —habla Isaac a través del
teléfono—. Necesito que te tomes una foto, algo
casual, muy casual, que no parezca para nada
305
forzada, pero que de fondo se vea algo del set —
Explica. Tenía la esperanza de que no tuviera que ir
a eso, pero me jodí. Al parecer el rodaje de su
videoclip no acabo como había creído, el día de hoy
sí que sería el último día de rodaje.
>>Así sea un foco, créeme las fans lo conectaran
de inmediato con los chicos, son peor que el FBI,
¡Son peor que una mafia! —habla alterado, después
carraspea y vuelve a retomar la compostura— Tu
sube la foto, déjales a ellas el resto.
Bloqueo el teléfono después de que la llamada se
corta y observo a Vanesa que está sentada frente a la
mesa mientras come una pizza. —Isaac exagera. No
somos tan acosadoras, por cierto, en estos días
estuve investigando y ya sé los departamentos de
todos.
—¡Vanesa! —La riño, pero ella eleva sus manos
en un intento por tranquilizarme.
—No me vieron, no sospechan que los espió.
—Acabas de decir que no son acosadoras y que
los espiaste en menos de un minuto.
—Tampoco les hable, respete su espacio —se
queja—, solo llore un poco en sus puertas y volví.
Por cierto, ¡Vi a Aiden y Paxton juntos, ayer! —
306
suelta un grito arrojando la pizza a miedo comer a
un lado.
>>Son hermosos, todos. Parece que traen un
Photoshop incluido.
¡¿Verdad que sí?! Quiero gritar, pero me
abstengo, y continuo en mi pose indiferente.
—Paxton y Aiden son tan lindos, tan románticos,
me muero —Continúa hablando.
—¿Románticos? —pregunto entre risas llena de
incredibilidad—, ¿Qué hacían?
—Pelear, pero… —No pude evitar soltar una
carcajada interrumpiéndola.
—Debió ser un momento bastante tierno.
—No lo entenderías, aunque no hablen, se nota,
sus ojos hablan por ellos —Suspira soñadora, yo
solo ruedo los ojos burlona.
—También, pensé que no había nada mejor que
escuchar a Alexander cantar —murmuro casi como
si fuese un secreto entre las dos—, pero, dios, ¿Lo
has escuchado hablar en francés? Es un puto sueño.
Mi cabeza, que ahora parece no tener control, me
hace recordar a un Mason agitado y sonrojado
307
parado frente a mí elevando sus dedos a su boca.
Podía perfectamente recordar su voz ronca
pronunciando esas palabras en francés <<Ma
nouvelle saveur préférée>>
—No lo he escuchado —digo en un hilo de voz
mientras carraspeo sintiendo mi garganta seca.
Trato de no ser obvia y sonrío ampliamente,
probablemente de la manera más antinatural que
existe. Pero Vanesa no parece notarlo.
Nate entre al departamento después de golpear un
par de veces.
—¿Listas? —pregunta acomodando su uniforme.
Yo asiento mientras Vanesa grita y corre a la
habitación. Suelto un suspiro y masajeo mi cien.
—Esto pinta que terminara muy bien —habla
Nate detrás de mí. Suelto una risa y asiento.
—¿Iras con nosotras o solo nos dejarás?
—Estaré con ustedes —explica—, en caso de que
tu amiga se deba ir antes de tiempo —murmura
apenado, pero lo entiendo.
Ayer convencí extrañamente a Isaac de que me
dejara llevar a Vanesa conmigo, después de obligarla
a firmar un contrato de confidencialidad y obligarla
308
a suprimir su emoción encandilante, me lo permitió
con tal de tomar las dichosas fotos, eso y que quería
que no estuviera seria y parada como una estatua, ya
que al parecer será en un lugar público la grabación,
así que puede haber fotógrafos.
Después de esperar un par de minutos, los tres
salimos del departamento hacia el sitio.
Invisible, inexistente.
Eso estoy siendo para Mason, y no me importa.
No me importa una mierda, yo haría lo mismo si
no fuera por Isaac que se ha encargado de mandarme
por lo menos diez mensajes en este último minuto
exigiéndome que me acerque al susodicho porque
están descansando. Lo ignoro porque sé que no
puede regañarme ni siquiera acercarse por la ola de
fans que están a unos metros.
“Mínimo sube la foto, ya.”
Manda como último mensaje y obedezco. Vanesa
me tomo una foto muy casual, estoy sentada sobre
una de las sillas plegables de los chicos. No se
alcanza a leer ningún nombre y en sí no se logra ver
mucho, solo el staff de trabajo al fondo, pero Vanesa
309
dice que será suficiente. Al parecer Isaac no
exageraba cuando decía que eran como una mafia.
Mi cuenta de Instagram no era ni la sombra de
cuando la vi por última vez. Mi usuario, mi nombre,
mis fotos, todo está cambiado…
Entre a mi perfil y comencé a toser
escandalosamente cuando la vi, Vanesa golpeo
suavemente mi espalda y asintió repetidamente de
manera comprensiva.
—¿De dónde salieron doscientas mil personas?
—Alexander —responde con obviedad.
—Es una tontería —murmuro observando la cifra
y la pequeña marca azul al lado de mi nombre que
verifica mi identidad—. Son demasiados.
—En realidad —murmura Vanesa —¿Te has
tomado el tiempo de ver la cuenta de Alexander? —
pregunta y niego—. Tienes solo un por ciento de sus
seguidores, así que no, no son demasiados para los
que deberías tener, pero te odian— termina por decir
para después tomar mi teléfono y comenzar a subir
la foto que me tomo.
—¿Por qué me siguen? No entiendo.
310
—Alex no nos da mucho material, rara vez sube
cosas, esperan que tú lo hagas.
Ambas miramos hacia él frente al escuchar el
escándalo, un grupo de personas ha logrado cruzar
las vallas de seguridad, sin embargo, en cuestión de
segundos los chicos de Isaac controlan la situación.
Mientras todos tienen su atención puesta en ellos,
yo aprovecho y giro mi rostro en busca de la única
persona de todo el lugar que debería estar ignorando
completamente.
Porque es lo que él está haciendo, pero no me
importa.
No. Me. Importa.
Frunzo los labios al encontrarlo, está con una
modelo, con la que ha grabado todo el día.
Hablan animadamente, Mason sonríe haciendo
que se ruborice.
—¿Me vas a contar? —pregunta Vanesa tomando
foto de su credencial de invitada como si fuese algo
preciado. Volteo hacia otro lado viendo ahora a
Paxton que juega con las baquetas de Levi.
—¿Qué cosa?
311
Me voltea a ver achicando sus ojos. —¿Qué está
pasando con Alexander?
Me pongo alerta cuando lo menciona, sin
embargo, mantengo lo más que puedo mi cara de
poker.
—¿Debería pasar algo?
Vanesa ríe observándome fijamente.
—Aja, entonces, ¿Nada?
—Nada —digo lo más firme que puedo.
—¿Sigues con Elliot? —pregunta. Suelto un
suspiro y medito en que responder. ¿Sigo con él? No
terminamos, pero no me ha dirigido ni una palabra.
—Creo que ya no —respondo finalmente
encogiéndome de hombros.
La risa de la modelo vuelve a resonar por el
lugar. Varias personas giramos hacia ella, está riendo
escandalosamente tirando su cabeza hacia atrás,
apretujando el brazo de Mason entre sus manos. ¿En
qué momento se acercó tanto? Sus mejillas están
carmesís, sus ojos brillantes, Mason continua con su
sonrisa coqueta.
Su horrible sonrisa.
312
Si, horrible.
Varias personas del staff murmuran cerca de mí,
son discretos, pero no lo suficiente. Trato de
ignóralos, pero sus cuchicheos me taladran la
cabeza, más cuando sé que son sobre mí.
Volteo a verlos un segundo para notar que me
observan con pena.
Así ha sido toda la tarde. Mi supuesto novio ha
pasado de mi completamente y ha estado
coqueteando con su modelo frente a todos.
No me importa.
Mierda si, si me importa, pero por mi imagen
únicamente, no quiero ser la cuernuda que observan
con pena.
—Te han mencionado algo sobre el concierto? —
pregunta Vanesa observándome con ilusión. Para su
mala suerte, no tengo ni idea. Y por la cara que
pongo lo adivina— En tres días —continúa
hablando— tendrán un concierto, el último de la
temporada,
los
boletos
están
agotados
completamente y tenía fe en que mi mejor amiga…
Sabiendo a donde va dirigido el rumbo de la
conversación, elevo una mano deteniendo lo que
313
dice.
—No me han dicho nada —digo con honestidad
—, así que no me necesitan allí, por lo tanto, no iré.
Vanesa actúa como si mis palabras le sacasen el
aire del pecho.
Su rostro cambia volviéndose uno de completa
felicidad.
—Es un caramelito —murmura viendo fijamente
a Levi— por eso es el protegido del fandom, es un
bebé, míralo, tan tierno.
Observo a Levi que está parado sobre una caja
que supongo es de instrumentos saludando a las
personas que están allí. Le lanzan cosas y él las
recoge y las firma devolviéndolas lanzándolas igual.
Isaac está a sus pies riñéndolo, pero él continúa
saludando efusivamente.
Sonrío junto a mi amiga observando la imagen,
Isaac percatándose de que lo estamos observando
comienza a acercarse.
Ay mierda.
—Están a punto de rodar la última toma. Si
pudieras… no —Se interrumpe a sí mismo—, vas a
314
ir a acercarte, dale un abrazo o un beso, lo que
quieras, y vuelve —observa su teléfono como
siempre y vuelve su vista nuevamente a mí—. No te
puedes ir de aquí hasta que tengas una interacción de
por lo menos un minuto con él —Observa detrás de
mí a Vanesa, y añade— Lleva a tu amiga si eso te
hace sentir más segura, solo por hoy, pero haz algo.
Se gira y se va con Mason haciendo que la
modelo se aleje, suelto un suspiro lleno de fastidio y
observo a Vanesa que tiene la sonrisa más radiante
que ha tenido jamás.
—¿Puedo pedirle algo?
Niego masajeando mis sienes. —Hoy no —
sentencio sabiendo como están las cosas.
—Bu, zorra —Suelta entrelazando nuestros
brazos—. Está bien, con tenerlo cerca me doy por
servida —Comienza a caminar llevándome consigo,
no sé si yo estoy caminando demasiado despacio o
ella está caminando demasiado rápido, pero siento
como jalonea mi brazo para avanzar.
Isaac se aleja y antes de que Mason se pueda
mover, Vanesa llama su atención saludando a su
dirección.
315
Él le devuelve el saludo junto a una sonrisa
amable.
—Isaac —Es literalmente lo primero y único que
digo, es mi breve explicación del porqué me he
acercado.
—Entiendo —responde.
Vanesa me suelta mientras acomoda su cabello
hacia atrás.
—Debes abrazarlo —dice ella dando un paso
atrás esperando—, o besarlo, y es un minuto,
recuerda.
¿Por qué la traje? Giro a ver a Mason que
continúa serio viéndome sin aparente intención de
hacérmelo más fácil.
Dejo de pensarlo y simplemente lo hago, termino
por acercarme y envuelvo mi brazo en su cuerpo,
obligándolo a pasar el suyo por mi espalda. Su rico
olor me invade las fosas nasales.
No inhales hondo, no inhales hondo.
Carraspeo sintiendo el bombeo de su corazón.
—Ow —habla Vanesa detrás de mí—, en fin,
Alex, ¿Puedo llamarte Alex? —pregunta.
316
El pecho de Mason tiembla por la ligera risa que
suelta y asiente. Obligo a mi rostro a no elevarse, no
buscar su mirada, su aliento, su nada. Veo fijamente
a mi mejor amiga esperando que el minuto acabe
pronto. Su cuerpo es cálido y puedo sentir a la
perfección sus músculos contra mis palmas.
Mi mente traicionera quiere llevarme al ayer, a
cuando estaba entre sus brazos, casi puedo escuchar
sus jadeos y mis gemidos. Parpadeo obligándome a
no ir por ese camino.
—Bien, estuve investigando sobre su concierto
—Ay dios no, le lanzo una mirada de advertencia
mientras me muero de ganas de poder abofetearla
telepáticamente—, pues intenté comprar una entrada
y están jodidamente agotadas y pensé, quizás si les
pregunto podrían apiadarse de esta pobre alma que
ha sido parte elemental de su fortuna, ya que no es
por presumir, pero he comprado absolutamente
cualquier tipo de mercancía que han…
—Yo te consigo un par, no te preocupes —dice
Mason haciendo que Vanesa lo vea con los ojos
aguosos.
“No llores” Módulo con los labios observándola
alarmada, si hace cualquier tipo de escándalo Isaac
no me dejara más tenerla cerca.
317
Aiden llega hacia nosotros con una botella de
agua, cuando nos ve abrazados sonríe de lado y toma
un sorbo a su botella. Paxton llega detrás.
—Saben… cuando yo tengo que ser respetuoso y
fingir que la gente me agrada, aun cuando no lo
hacen, incluso cuando Levi tiene que fingir que no
está incómodo a mitad de un abrazo aun detestando
el contacto físico, incluso con todo eso, creo que
nosotros podemos fingir mejor que… —Paxton lo
interrumpe mientras coloca una mano en su pecho
haciéndolo retroceder.
—Está bien, vámonos —dice para después
caminar llevándoselo con él.
Vanesa los ve fascinada, yo suelto a Mason
decidiendo que ya paso tiempo suficiente.
Yo me alejo, él sigue como tronco parado
exactamente en el mismo punto desde que nos
acercamos.
Él me observa por unos segundos, suspira y está a
punto de decir algo, sin embargo, le gano hablando
primero.
—¿Pudiste hablar con Elliot?
318
Cierra la boca, observándome fijamente. —
¿Qué?
—Ayer te hablo —explico—, quiero saber si
hablaron.
—Si —responde únicamente.
Me quedo callada esperando que continúe, pero
no lo hace.
—¿Qué hablaron? —pregunto con ganas de
zarandearlo.
—Cela ne peut pas être vrai (Esto no puede ser
verdad) —habla con sarcasmo.
—¿Qué? —pregunto confusa.
—No es algo que te importe —dice girando,
comenzando a alejarse. Abro la boca sorprendida y
antes de siquiera pensarlo mejor, avanzo
rápidamente detrás de él, alcanzándolo colocándome
frente a su cuerpo haciendo que se detenga.
—Me importa —susurro para evitar que otros
escuchen —, es mi novio —Alego molesta.
Mason ríe sin gracia y coloca una mano en su
barbilla como si estuviera pensándolo. —Ni siquiera
lo recuerdo, así que pregúntale a él. Es tu novio al
319
final de cuentas —Me vuelve a esquivar. Algo me
dice que él sabe perfectamente que no hablamos. Lo
detengo por el brazo. Sé que innegablemente él tiene
mucha más fuerza que yo y si quisiera se podría
soltar con completa facilidad, sin embargo, se
mantiene en su lugar.
—¿Puedes dejar de comportarte como un cretino?
—Laisse moi tranquille. (déjame tranquilo)
—No hablo francés —musito cruzándome de
brazos—, así que habla en español.
—No tengo por qué decirte nada, hablamos cosas
de trabajo, te recuerdo que es mi empleado, igual
que tú —Su tono borde me saca de mis casillas.
—Imbécil —digo esta vez en alto sin importarme
que los demás escuchen, si lo hacen lo esconden
perfectamente pues ninguno voltea hacia nosotros.
—¿Puedo saber que te pasa?
—Tu me pasas, en ningún segundo has dejado de
actuar como un idiota —Acuso empujando mi dedo
en su pecho.
—¿Yo un idiota? Tú desde ayer hiciste un
tornado en un vaso de agua por indagar en tu vida.
¿Cuál es el problema? ¿Te da miedo que encuentre
320
algo privado? Literalmente no tienes nada en ella,
dejaste tus estudios a punto de acabar, no trabajas en
absolutamente nada, no has tenido un trabajo formal
o fijo jamás, vives en un departamento compartido,
no tienes familia más que un hermano. Acabo de
reducir toda tu vida en una oración, no hay nada más
que ver, así que ¿Cuál es tu molestia en todo esto?
¿Qué no confié en ti? —Continúa hablando en un
tono hiriente, mientras yo doy un paso atrás
sintiendo mi pecho contraído
>>No te conozco Judith, no te conozco una
mierda, y a diferencia de ti, yo si tengo mucho que
perder si dejo a cualquiera entrar a mi vida. Y si, tal
vez fue exactamente lo que hice contigo, pero
únicamente porque mis opciones del momento eran
limitadas a cero, si hubiese tenido por lo menos
media hora más, hubiese conseguido a cualquier otra
y jamás te hubiese pedido a ti nada, créeme.
Tengo el impulso y las ganas de darle una
bofetada, pero me contengo, mucho más cuando veo
a Isaac venir por detrás de Mason. Antes de que
llegue me giro alejándome molesta, ni siquiera le
dedico otra mirada, nada, solo camino derecho, sin
siquiera esperar a Vanesa, a nadie.
321
Casi de inmediato siento a alguien alcanzarme, sé
que es Nate.
—¿Nos vamos? —pregunta y yo asiento
únicamente, no levanto la vista, no quiero ver sus
miradas de pena—. Hablaré para que busquen a tu
amiga —murmura con la radio en su mano—, igual
volveré a buscarla yo.
Vuelvo a asentir, no quiero hablar, no puedo
hablar, el horrible nudo de mi garganta me lo
impide.
Mis labios tiemblan involuntariamente, mis ojos
escuecen, intento parpadear muchas veces para
aligerar las terribles ganas de llorar, pero fallo
miserablemente, una lagrima caliente resbala por mi
mejilla. Molesta conmigo misma la limpio con furia
y agradezco en silencio que caminemos de prisa
adentrándonos al estacionamiento.
Entro a la camioneta rápidamente mientras veo a
Nate girar sobre sus talones para regresar por
Vanesa.
Cierro los ojos y comienzo a contar mientras
tomo respiraciones profundas.
Uno. Cuento en mi cabeza, sin embargo, la voz
de Mason suena más fuerte.
322
“¿Te da miedo que encuentre algo privado?
Literalmente no tienes nada en ella”
Dos. “A diferencia de ti yo si tengo que perder.”
Tres.
La voz de Mason cambia por completo, mi
recuerdo se distorsiona, ya no es Mason… ya no es
él.
“Tu vida no es nada sin mí”
Cuatro. “Tú no eres nadie, incluso mi sombra es
más importante que alguien como tú”
Cinco. No vales mucho, prácticamente nada…
Seis.
Detengo abruptamente mi conteo y rápidamente
bajo del auto tropezando en el proceso cayendo
contra el asfalto. Las náuseas me invaden, siento la
bilis subir por mi garganta y sin poder evitarlo
vomito.
Mi cuerpo se llena de escalofríos, mis manos
tiemblan y mi garganta arde.
—¿Jude? —La voz de Vanesa suena a los lejos.
No levanto la vista, simplemente me hago hacia
323
atrás para evitar ensuciarme. La escucho correr hacia
mí y tomarme rápidamente por los brazos—, ¿Qué
paso?, ¿Te sientes mal?
Niego intentando controlar el temblor.
>>¿Podrías traer agua? —pregunta hacia Nate
que me observa con preocupación.
—Estoy bien —digo para tranquilizarlo. Nate no
muy convencido, regresa rápidamente sobre sus
pasos y Vanesa se queda conmigo.
—¿Qué paso?
—Nada.
Me coloco de pie con su ayuda y limpio mis
manos llenas de tierra sobre mis pantalones.
Vanesa me observa, parece pensar, meditar algo.
—¿Qué hablaste con Alex? —pregunta sin soltar
mis brazos.
—Nada —vuelvo a repetir—, solo recordé cosas,
cosas con…
Ni siquiera soy capaz de decir su nombre. De
igual modo ella entiende, siempre lo hace, suspira y
me jala hacia ella envolviéndome en sus brazos.
324
>>Acabo de vomitar —Le recuerdo intentando
separarme de ella. Pero afianza más su agarre y no
me permite alejarme—. Estoy bien —digo
recargando mi cabeza en su hombro—, estoy bien
—Repito temblorosamente. El agarre de Vanesa es
fuerte, y por más que intento no puedo alejarme.
—Estás bien —repite después de mí, acaricia mi
cabello y la maldita sensación de querer llorar me
embarga de nuevo, más fuerte, más abrasadora.
Y lo hago, lloro entre sus brazos justo como lo
hacía muchas noches atrás.
325
20. Capítulo dieciséis
16 | PAIDEN.
♪ I found love where it wasn’t supposed to be,
right in front of me ♪
(Encontré el amor donde no se supone que estaría,
justo delante de mí.) -I Found. Amber Run.
Judith Bennett Jones, ese es el nombre de la
chica que en tan solo unas semanas ha logrado
que millones de personas volteemos a verla.
Después de que salieran a la luz unas fotos en
las que se podía ver a ella entre los brazos del
vocalista de la banda Made in the A.M, Alexander
Macovei, se comenzaron millones de
especulaciones a su alrededor. Sin embargo, ese
mismo día, el cantante Alex confirmo que estaba
en una relación con dicha chica.
Aunque mucha gente aposto porque no era
muy serio por la reputación del vocalista,
Macovei demostró que era una relación más que
formal al llevarla consigo a los premios G, (cosa
que ninguno de los cuatro chicos había hecho
326
antes), se les veía muy románticos y divertidos. Se
desconoce el tiempo que llevan juntos, ambos son
muy discretos y no suelen dar detalles de su
relación.
Justo cuando parecía que finalmente nuestro
eterno soltero codiciado había decidido
formalizar públicamente con alguien, eso parece
volver a desmoronarse tras salir a la luz imágenes
en las que se puede apreciar a Alexander muy
cariñoso con la modelo Ivvy, del actual video
musical de Made in the A.M que se encuentra en
proceso, y eso no fue lo que más sorprendió a sus
fanáticos, fue la foto de Judith alejándose del set
llorando.
De acuerdo con testigos, ambos se veían
distantes, y el único momento en el que tuvieron
acercamiento parecían extremadamente
incómodos, después de una acalorada discusión
se vio a Judith salir de allí llorando.
También puedes ver:
—Expertos de lenguaje corporal revelan la
verdad de lo sucedido con Alexander y su novia.
—¿Qué miembro de Made in the A.M es tu
alma gemela? Test de personalidad.
327
— “Paiden” Una relación confirmada que solo
falta por confirmar. (Recopilación momentos en
donde estaban por arriesgarlo todo)
—Salgo horrible —Me quejo por teléfono
leyendo la absurda nota—, pero no tienes nada de
qué preocuparte, Jace —murmuro— Mason, digo
Alex, me está tratando genial, la incomodidad era
por la gente alrededor, y la modelo a la que le estaba
coqueteando pues, así nos llevamos, a veces yo me
follo a su guardaespaldas también… —Deslizo mi
dedo por la pantalla para eliminar la nota de voz.
Mala idea. Tomo aire y vuelvo a empezar la nota.
—Cómo te decía, no paso nada en realidad, había
mucha gente y me empecé a sentir mal, me dio dolor
de cabeza, y ya sabes como soy de sensible con eso
—Convencida, envío la nota esta vez y vuelvo a
iniciar otra.
—Sobre la modelo, es que era hermosa, ¿Viste a
la hija de perra?, Yo también pensé en coquetearle,
pero Mason, digo Alex, me gano —La vuelvo a
eliminar.
Vuelvo a abrir una nota de voz viendo a Vanesa
entrar a la habitación. —Después hablamos de todo,
pero tranquilo, son demasiado amarillistas —digo
328
rascando mi cabeza—, aunque ni siquiera me has
preguntado nada, quería hablarlo contigo antes de
que lo sepas, estoy bien. Te quiero, háblame cuando
escuches esto.
Envío la última nota de voz a Jace, el mensaje ni
siquiera aparece como recibido. En cuanto desperté
y vi la nota lo llame, sabiendo que probablemente lo
sabría tarde o temprano, pero no he recibido
mensaje, ni absolutamente nada de su parte.
No me sorprende algunos días suele desaparecer.
Odio esas ocasiones porque estoy acostumbrada a
recibir sus mensajes constantes, por más cortos que
sean, pero estoy aceptando que mi hermano odia su
teléfono y por mas que lo extrañe no puedo obligarlo
a que esté pegado a él diariamente.
—Mira —Vanesa emocionada, acerca su teléfono
a mí y me muestra una foto tomada desde otro
ángulo donde salgo limpiando mi rostro por la
lágrima traicionera. Rueda los ojos al ver mi cara
confundida y acerca su mano para hacer un
acercamiento.
—No entiendo —murmuro mientras intento
descifrar que es lo que quiere que vea. Ella bufa y
apunta a un brazo borroso que se ve a lo lejos.
329
—¡Soy yo! —Lloriquea dando pequeños saltos.
No puedo mantener la seriedad ni un segundo,
comienzo a reír mientras ella celebra.
Nate entra al departamento estudiando mi
postura.
—¿Te encuentras bien? —pregunta pareciendo
precavido.
Sonrío y asiento devolviendo a Vanesa su
teléfono. Lo estoy, de verdad, decaí por unos
minutos, pero Nate no me cree que me siento mejor.
—Nate, te juro que estoy perfectamente.
—Estaba en sus días, por eso andaba sensible —
habla Vanesa detrás de mí luciendo seria. Quiero
reír, pero asiento de acuerdo, prefiero que crea eso.
No parece convencido, sin embargo, no insiste
más sobre el tema.
—Isaac ha pedido que subas —anuncia
observando su teléfono—. Sola —añade viendo
hacia Vanesa que no hace más que bufar.
Me pongo de pie esperando lo peor, me joderá
por llorar. Camino detrás de Nate mientras pienso en
una excusa, un por qué.
330
Subimos al ascensor y a diferencia de las otras
veces lo veo sacar una tarjeta personalizada que pasa
por un escáner, presiona uno de los últimos pisos y
entonces el elevador empieza a subir.
Cuando finalmente llegamos me doy cuenta del
cambio radical tan solo al abrirse las puertas, esto no
es como los departamentos de abajo que al abrir el
elevador te da directo a un pasillo con distintas
puertas, este desde que el elevador se abre estas en
la habitación. Es un piso entero.
El blanco predomina en las paredes, y el negro y
gris en la casi nula decoración, es elegante, aquí
adentro parece una casa gigante.
No tengo tiempo de observar detalladamente, ya
que Nate no se detiene ningún segundo, rápidamente
llegamos al recibidor, mi vista va directo al techo del
cual cuelga un pequeño candelabro, el sitio está
rodeado por sofás color blanco y decorado con una
alfombra color gris. Las ventanas y cortinas son muy
grande, todo el lugar me hace sentir demasiado
pequeña.
—Aquí estás —habla Isaac entrando al lugar
junto a un chico que trae una cámara colgada al
cuello— Nathaniel… —Asiente hacia él haciendo
que con ese simple gesto Nate se gire y se vaya.
331
Entrelazo mis manos frente a mi cuerpo nerviosa.
Isaac se gira al chico de la cámara
>>Ve por Alexander, por favor, dile que ya
estamos listos.
El chico asiente y da vuelta yendo por uno de los
pasillos. En cuanto desaparece, Isaac se gira y se
acerca a mí rápidamente.
—Isaac yo…
—No quiero que se vuelva a repetir, no me
importa que tan enojada, sentimental o lo que sea te
encuentres, vas a pretender que estás feliz y
enamorada, no me interesa tu inestabilidad. Por
suerte no fue tan grave esta vez, si jodes esto, yo te
jodo a ti —Sentencia lanzando dagas por los ojos.
La voz de Mason suena a lo lejos, provocando
que Isaac se aleje y pretenda observar algo en su
teléfono.
Nuestras miradas conectan casi de inmediato, trae
puesto un chándal gris y una camisa simple blanca
de algodón, ¿Quién luce bien desarreglado? Mason,
claro que sí.
Desvío rápidamente mi vista hacia Isaac.
332
—Como saben, debemos acallar ciertos rumores
—habla Isaac haciéndole una seña a Mason para que
se acerque a él.
—¿Debo arreglarme? —murmuro.
El chico de la cámara niega mientras Isaac le da
instrucciones a Mason.
—Si suben fotos juntos, será obvio que su
intención es desmentir eso.
—¿Y eso es malo? —pregunto confundida.
—No, pero algunos creerán que algo ocultan.
Mason se gira saliendo del lugar y regresa con
una guitarra en la mano.
El fotógrafo se acerca a la gran ventana
observando la vista.
—Me gusta aquí —Avisa girando hacia Mason.
Él se acerca y se sienta sobre el borde colocando la
guitarra en su regazo.
¿Cómo se supone que esto va a silenciar
rumores?
>>Bien, observa la vista y toca la guitarra
distraídamente —Pide. Mason suelta un suspiro,
333
pero obedece.
Comienza a mover los dedos entre las cuerdas. Y
el flash inicia a dispararse. Fijo mi vista en la
alfombra, se ve suave, contengo las ganas de pasar
mi mano por ella al sentir la mirada de Isaac encima
de mí.
Después de unos minutos las fotos se detienen.
—Bien —habla Isaac poniéndose de pie—, en
cuatro o cinco horas vas a subir una foto —pide
viéndome directamente— acostada, sentada,
comiendo, caminando, viendo la tele, haciendo lo
que quieras —Camina hacia Mason colocándose
frente a el—. Necesito tu cadena —Estira su mano
hacia él.
Mason sin rechistar, lleva la mano a su nuca
desabrochando la pequeña cadena que cuelga de su
cuello. Isaac la toma y se dirige hacia mí
entregándomela.
—Necesito que se vea en la foto que la traes
puesta.
—¿Eso silenciará los rumores? —pregunto sin
entender.
334
—De que terminaron, si —responde el fotógrafo
observando satisfecho las fotos de su cámara—,
como siempre las fans se encargaran del resto.
Sigo sin entender, sin embargo, solo asiento.
—Vamos, para elegir la foto —dice Isaac hacia el
camarógrafo, comenzando a caminar a la salida.
El chico trota hacia él para alcanzarlo. Yo me
coloco de pie para salir de inmediato.
—¿Podemos hablar? —pregunta Mason detrás de
mí.
Lo pienso por un segundo, pero no quiero, así
que simplemente volteo observándolo sobre mi
hombro.
—En cuanto pueda te devolveré tu cadena —
Prometo y vuelvo a girar retomando mi camino
hacia la salida.
—Esta, me gusta —grita Nate viéndose aliviado.
Suelto un suspiro dejándome caer sobre el sofá
dramáticamente. Al fin.
335
—Si, la tenemos —secunda Vanesa viendo el
teléfono.
—La teníamos desde el principio —Me quejo—,
pero ustedes están ebrios —Acuso viéndolos.
Cuando llegue estaban bebiendo, al parecer
pensaban que como siempre me iría por más tiempo.
—Y ya sabes lo que dicen, los niños y los
borrachos siempre dicen la verdad —asegura Nate
—. Así que no mentimos cuando dijimos que las
otras fotos se veían forzadas.
Vanesa asiente de acuerdo con él.
Me estiro para quitarles mi teléfono, selecciono la
foto y se la mando a Isaac para saber si la aprueba.
Reviso entre mis mensajes encontrándome con
dos nuevos.
Ninguno de los dos los tengo guardados, pero
puedo reconocerlos de inmediato por su foto de
perfil.
El primero es de Paxton.
“Pequeña Merlina, ¿todo bien?, tengo montada
una orgía en mi habitación, pero si te sientes mal
puedo ir contigo a darte apoyo.
O siempre puedes venir a ver.”
336
Suelto una risa y niego, aunque es probable que
esté bromeando tratándose de Paxton no lo
descartaría como algo posible.
“Estoy perfectamente, solo me dolía la cabeza,
exageran muchísimo.”
Respondo sabiendo que se refiere a la noticia de
mí llorando.
El segundo chat es de Mason, ni siquiera lo abro.
Nate y Vanesa se acuestan sobre el piso con una
película infantil reproduciéndose en la televisión.
Río al ver que se están peleando por una almohada y
vuelvo mi atención a mi teléfono.
Entro
a
mis
contactos
localizando
inmediatamente el nombre de Elliot. Entro a su chat
vacío dándome cuenta de que está en línea.
—¿Te puedo preguntar algo? —murmura Vanesa
hacia Nate con su atención puesta en la pantalla.
Lo pienso por unos segundos y decido escribirle
un simple “Hola”.
—Claro.
—¿Paxton y Aiden son novios?
337
—Son hermanos —responde con simpleza
haciendo soltar un quejido a Vanesa.
—Vamos, tú sabes, tú cuidabas a Paxton, son más
que hermanos —Se queja empujándolo—. Ok, eso
sonó muy mal.
En el chat aparece el visto de Elliot, sin embargo,
no aparece escribiendo. Bloqueo mi teléfono con
frustración, ¿Por qué sigue ignorándome?
Nate la observa presionando sus labios, parece
estar pensando a mil por hora y después de un
bufido habla.
—Si dices algo…
—Te juro que no —Casi grita Vanesa esperando
que por fin hable, incluso se sienta para poder verlo
de frente.
—Nunca han sido pareja —La cara de decepción
de mi amiga me hace querer soltar una carcajada—,
pero, es algo complicado, a decir verdad. Cuando yo
recién llegue, ni siquiera imagine que eran mínimo
conocidos, parecían llevarse algo mal, o siempre
estar incómodos uno con la presencia del otro.
Después de un tiempo se hicieron más unidos, no fui
el único que lo noto, todos, los fans, la prensa, eso
molesto a Isaac.
338
—Ese hijo de perra —Se queja Vanesa.
—Nos pidió que le avisáramos siempre que
estuvieran juntos, al principio muchos dudaron en
hacer caso, pero bastaron dos despidos de unos
compañeros que no avisaron y todos comenzamos a
cumplir, no teníamos de otra. Uno de esos
despedidos eran el mejor amigo de Paxton, y aun así
tuvo que irse. Nosotros que no éramos nada de ellos,
no teníamos oportunidad. Aiden después de todo eso
decidió tomar la iniciativa y se alejó completamente
de Paxton, no quería ocasionar problemas. También
algunos dicen que en realidad lo hizo porque Isaac
había hablado de matrimonio lavanda.
—¿Matrimonio lavanda? De que hablas
—Son matrimonios por conveniencia para ocultar
la homosexualidad
—¿Eso existe? —Chillo Vanesa conmocionada.
—Desde el inicio del siglo veinte —responde
Nate.
—¿Es legal esa mierda? —cuestiona alterada.
Nate asiente.
—Yo he trabajado para artistas por años, es tan
real como los embarazos falsos. La gente lo que sabe
339
de los artistas y de los contratos es solo la punta del
iceberg.
—Pero, por dios, ¿Por qué aceptan eso?
—Todos los grupos y bandas tienen contratos,
algunos más flexibles que otros, pero al menos en
este caso es de los contratos más habituales, en el
que, al firmarlo, renuncian al control de su imagen,
también renuncian a su derecho de recursos legales,
por eso es legal, la ley protege a los contratos, no a
las personas que lo firman.
—Pero, espera, no entiendo, ¿Qué tiene de malo
que fuesen pareja? No tiene sentido Es estúpido,
incluso sus ventas subirían
—¿Por qué crees que subirían? —pregunta Nate
notablemente divertido.
—Llamarían más la atención
—En realidad, perderían contratos, patrocinios,
no podrían entrar a varios países. Muchas agencias
les darían la espalda porque se niegan a estar
vinculados a un “producto gay”. Así que bajaría su
producción y sus ventas. Al aceptar su sexualidad no
solo se afectan a sí mismos, afectan a toda la banda,
no solo acaba su carrera, acabarían con la de sus
amigos. También afectarían la reputación de sus
340
managers, afectarían a su discografía. Por eso, para
Isaac y su empresa es un peligro que uno de ellos no
sea heterosexual.
—¿Por qué aceptaron firmar con Isaac si tenía
todos esos contratos? —pregunta Vanesa pareciendo
frustrada —hubiesen firmado con otro.
—¿Has visto la entrevista de Lance Bass? —
pregunta y ella niega—, él dijo que el lugar más
duro para ser gay es una banda de chicos, que
porque vas a tener que callarte y ni pensar en salir
del closet porque no te dejaran. A lo que voy es que,
tiene razón y no es Isaac, es la industria. Así que no
importa con quien hubiesen firmado, estarían en esta
misma posición.
>>Isaac es cuestionable en muchos aspectos,
incluso algunos compañeros dicen que les propuso a
los chicos contratarles prostitutas, con tal de tenerlos
complacidos y felices, con tal de tenerlos lejos de
relaciones sentimentales. Pero, así como es un hijo
de perra, es muy flexible. Les pasa por alto muchas
clausulas restrictivas que tienen, les permite hacer
muchas cosas que en realidad no podrían.
>>Como por ejemplo, los contratos les hacen
renunciar a su imagen de manera completa, incluso
su estilo, les dan uno que consideren adecuado y
341
ellos se deben adaptar a la imagen que se les da, les
guste o no. Ese es otro aspecto en el que Isaac ha
sido un poco más flexible, aunque no tienen
permitido elegir nada para su guardarropa, se les
permitió acordar un estilo y en base lo que eligieron
les dan su ropa.
>>Tampoco es tan exigente con sus dietas
alimenticias, pero si con el ejercicio, les ha sugerido
relaciones falsas, pero no los ha orillado a llevarlas a
cabo, y es algo que está en su contrato y podría
obligarlos a hacerlo, pero no lo hace. Jude corrió con
suerte, no se si no lo sepan, pero casi todos los
contratos de relaciones falsas en celebridades son de
dos o tres años.
—No tenía ni idea —murmura Vanesa perpleja y
yo estoy igual. Antes de siquiera estar cerca de ellos
tenía una imagen tan diferente de lo que era el
mundo de los artistas—. Entonces Isaac es entre lo
peor, lo mejor.
—Podría ser, honestamente creo que la principal
razón por la que firmaron con Isaac, fue Paxton.
—¿Cómo? —Vanesa por primera vez parece no
entender.
342
—Dicen que él estaba involucrado en muchas
cosas algo turbias —Comienza a bajar la voz
volviéndola completamente susurros—. Paxton era
un problemático, algunos del staff dicen que está
lleno de cicatrices, no estoy seguro de que todo sea
cierto, se rumorea que incluso tuvo que ver con la
repentina muerte de la madre de Aiden.
>>Dicen también que la cicatriz que tiene Paxton
en su rostro se la hizo Aiden.
Vanesa abre y cierra la boca pareciendo
desconcertada, y no es para menos, yo estoy igual.
—No puede ser —susurra, Vanesa—. Bueno, en
realidad sobre Paxton no se conoce mucho de su
pasado, casi nada, solo lo que ellos mismos han
dicho en entrevistas.
—Y si no se sabe nada, es porque Isaac tiene
todos los cabos atados a la perfección para evitar
cualquier fuga de información —Termina por decir
Nate.
Siendo honesta, me cuesta creer todo eso porque
a Paxton no lo imagino siendo problemático u otra
cosa que no sea el chico divertido y feliz, y Aiden
aunque sea más seriedad que persona, no lo imagino
343
agresivo como para haberle hecho esa cicatriz a
Paxton en el rostro.
—Bueno, y solo imaginemos que un día se
cansan y deciden no se… besarse en público o lo
que sea. ¿Qué pasaría?, ¿Serían demandados?
—Perderían todo. No solamente hablo de
cuestión económica, tendrían que renunciar a su
carrera. No podrían volver a tocar en su vida, con
nadie, ni siquiera en un bar. Legalmente ya no son
dueños de sí mismos. Al menos hasta que su
contrato acabe.
Escuchar eso es horrible. ¿Por qué aceptar tu
sexualidad tendría que costarte todo lo que es tu
vida? Eso ni siquiera es una opción razonable.
Mi teléfono vibra mostrándome un mensaje
entrante que me deja sorprendida.
No es el qué, sino el quién.
Elliot… Él me respondió.
Solo quiero decir que para este capitulo tuve que
investigar muchísimo de contratos y vi entrevistas
de artistas, managers, doctores de famosos etc., y
344
absolutamente todo lo que Nate dice es sacado de
información verídica, este es uno de los casos en los
que la realidad supera la ficción yyyyy sigo
abrumada de lo que la homofobia puede hacer.
Pd. Gracias por leer <3.
345
17 | PERDON.
♪ I’m on my Knees while i’m beggin’, ’cause i
don’t want to lose you ♪
(Estoy de rodillas mientras te lo ruego, porque no
quiero perderte. ) -Beggin. Maneskin.
Veo a través del espejo a Vanesa que está
cantando y bailando alrededor de la habitación,
emocionada por el concierto.
Se siente como un déjà vu.
Solo que en esta ocasión todo es distinto. Esta
vez sí sé de qué banda habla, esta vez reconozco la
música que suena, esta vez puedo diferenciar cada
instrumento y puedo reconocer quien toca detrás de
este. Y la voz… ahora puedo responder la pregunta
silenciosa que me hice cuando lo escuché por
primera vez.
Y en definitiva la respuesta es no, la voz no es lo
único sensual en él.
—¿No crees que el vestido es muy simple? —
pregunta Vanesa, colocándose frente a mí,
inspeccionándome de pies a cabeza. En realidad,
opino que voy bien, pero no me sorprende que sienta
que me falta algo, especialmente viniendo de ella
que siempre tiene puesto algo con excesivo brillo.
346
—No me cambiaré —Me quejo sabiendo
perfectamente que si le doy oportunidad me hará
pasar otra hora aquí cambiándome de ropa.
Me coloque un vestido liso negro que se ajusta a
mi figura, las mangas acaban por encima de los
codos, quizás si es demasiado simple, pero me da
igual, yo tenía planeado ver un maratón de Breaking
bad, pero ella y sus lágrimas me sacaron de la cama
porque no tiene con quien ir y yo al parecer hace un
año había prometido acompañarla después.
—Bien, pero añade esto —farfulla mientras
camina hacia el armario.
—No pienso usar nada con brillos —advierto
mientras ella remueve la ropa—. No quiero llamar la
atención, con el amor que me tienen sus fans seguro
que si me ven me golpean.
—No te verán —Promete regresando colocando
en mi mano unas medias de red, se coloca detrás de
mí mientras acomoda mi cabello—, toda su
concentración estará en el escenario, póntelas.
Ruedo los ojos, pero hago caso y me las coloco
para después ponerme mis botas negras largas.
Vanesa me observa a través del espejo y sonríe
satisfecha.
347
—Me gusta —dice mientras se cuelga una bolsa
plateada —casual, pero sexy.
Mientras salimos de la habitación observo las
notificaciones de mi celular. Jace no me ha
respondido el mensaje, lo cual es extraño, frunzo los
labios y lo bloqueo nuevamente. No quiero
preocuparme, sé que mi hermano odia los teléfonos,
y lo usa lo menos posible. Acostumbrarme a estar
lejos de él, es de las cosas más difíciles que he
hecho, por exagerada que suene.
Mi teléfono suena anunciando una llamada
entrante. Respondo de inmediato al ver que es Nate.
—¿Listas, señoritas? —giro hacia Vane que al
haber escuchado asiente efusivamente mientras
muestra sus dedos pulgares en alto.
—Si, ya vamos.
—Las espero en la entrada.
Vanesa grita y tomándome de la mano, sale casi
corriendo de la habitación, arrastrándome con ella.
Decir que el lugar está completamente lleno es
quedarme corta.
348
Gracias a Nate, que se contactó con el staff,
pudimos usar un acceso alterno y evitar la
aglomeración.
Las entradas que Mason le mando a Vanesa eran
VIP, así que la zona en la que estábamos es la más
próxima al escenario.
Unas vallas de seguridad nos separan del resto de
las personas, detrás de nosotros se encuentran unos
chicos de seguridad vistiendo de amarillo viendo
directamente al público. También hay otros pegados
al escenario.
La energía del sitio es otro nivel, es imposible no
contagiarse. En los extremos y en el centro de todo
el lugar hay pantallas circulares gigantes en donde se
ve a la perfección el escenario.
Llegamos justo a tiempo, Levi ya se encuentra
tocando con habilidad su batería.
Con luces blancas neón se puede apreciar su
logo. Después de unos segundos empieza a salir
mucho humo haciendo que la gente se descontrole
más.
Cuando Levi se detiene, las luces se apagan por
completo y tras unos segundos vuelve a retomar,
esta vez distinto, iniciando con una de sus canciones
349
más populares. En cuanto comienza, con cada golpe
que da a la batería sale disparada pirotecnia hacia el
cielo, como si su batería estuviese conectada a los
disparadores.
Uniéndose a él, Paxton aparece, como siempre,
trae sus lentes de noche, si, en la noche. Dio una
última calada a su cigarro antes de tirarlo y pisarlo,
comenzando a tocar los primeros acordes de su
guitarra.
Los gritos, aunque parecen que ya no es posible,
aumentan. La gente salta fuera de sí detrás de
nosotros, casi parece que están a punto de saltar las
vallas de seguridad, pero los chicos que se encargan
de eso están tranquilos, como si fuese de lo más
normal.
Aiden aparece del otro extremo del escenario, él
ni siquiera se molesta en ver hacia el público, su
atención está puesta en su bajo, y en acomodar
mejor unos cables cruzándolos hacia su espalda. Sin
perder tiempo se une a Paxton haciendo que la gente
comience a llorar. Lo sé porque las cámaras están
enfocando al público.
Si creía que el espectáculo de luces y pirotecnias
ya era una locura, no tenía idea de nada, En cuanto
la voz de Mason comienza a sonar por los altavoces,
350
de extremo a extremo se elevan unas llamaradas de
fuego, los gritos que provoca son ensordecedores.
Honestamente me sorprende que sean más altos que
la misma música. Giro un poco para observar el
descontrol.
Gritan,lloran, tienen sus manos alzadas, miles de
flashes apuntan al escenario. Es una auténtica
locura. En las pantallas se comienza a mostrar a
Mason sonriendo contoda confianza. Es la primera
vez que los veo tocar en vivo y es
impresionante.Verlos en internet, o videos no les
hace para nada justicia.
Después de un par de canciones comprendo que
la emoción y euforia no bajaran, para nada, o eso
parece. Con cada nueva canción me doy cuenta de
que en realidad parecen tener más energía. Me dolía
la garganta de solo escuchar a la gente.
A mi lado, Vanesa,
literalmente de tanto llanto.
estaba
moqueando,
Y lo entendía, ahora lo entendía, verlos en vivo
es toda una experiencia, no solo por lo increíble que
es escuchar su música y ser testigos del gran talento
que tienen, sino por todo en general, es un
espectáculo completamente, todas las luces del lugar
le dan al escenario un toque alucinante, la manera en
351
la que el fuego se eleva hacia el cielo al ritmo de su
música, y la pirotecnia sale disparada dando un
efecto impresionante.
Paxton se acerca hacia el extremo del escenario,
provocando que miles de aplausos se generen en su
dirección. Rápidamente da conmigo, al instante
sonríe abiertamente. Puedo leer en sus labios
“Merlina” lo que me provoca reírme, niego haciendo
una seña para que se aleje con la esperanza de no
llamar la atención.
Por encima de mi cabeza sale volando un pedazo
de tela que cae a los pies de Paxton. Un sujetador.
Él ríe abiertamente y le lanza un beso a la chica
que lo lanzo. Los gritos se elevan nuevamente, pero
esta vez no es por Paxton. El mismo gira hacia la
derecha para ver quien provoca el escándalo.
Aiden camina con decisión hacia él. Mason que
está cantando, suelta una ligera risa, pero
rápidamente se recompone y retoma la canción.
Cuando llega al sujetador lo patea como si fuese
basura sacándolo del escenario. A diferencia de lo
que imagine, la gente no se molesta, no se indigna o
algo parecido. De hecho, ese simple acto provoca
más emoción. El piso parece temblar.
352
Paxton jala a Aiden del cuello de su camisa y
comienza a decirle algo en el oído que provoca que
sonría divertido, de esa clase de sonrisas que no
había visto nunca en él.
Las luces se apagan, provocando quejas y gritos
de la gente que están emocionadas por verlos, casi
de inmediato se vuelven a encender, pero Aiden ya
está caminando de regreso a su extremo del
escenario.
Paxton se ha girado y comenzó a caminar hacia
Manson quien al tenerlo cerca alejo el micrófono de
su boca, la gente comienza a corear en su lugar. Le
dice algo corto, y con su guitarra apunta hacia donde
estoy. Ni siquiera intento esconderme porque su
vista me encuentra de inmediato.
Maldito Paxton, chismoso.
Mason le dice algo al oído y Paxton asiente
mientras vuelve a acercarse a la orilla y me observa
fijamente, me hundo en mi asiento intentando
ignorarlo. El gira su cabeza y me vuelve a ver,
frunzo el ceño sin entender, “hazlo” modula con sus
labios, sonríe y toma su barbilla y gira su cabeza.
Giro mi cabeza copiando lo que él hizo, achica los
ojos y asiente, espero que diga o haga algo más, pero
353
se pone de pie y camina nuevamente hacia Mason y
simplemente niega.
¿Qué se supone que fue eso?
Mason continúa cantando y cuando acaba la
canción hace una seña hacia su staff, un chico de
seguridad se acerca a él, Mason le dice algo al oído
y el chico sale corriendo del escenario. En cuestión
de minutos veo al mismo chico llegar hacia mí, con
una pequeña caja en la mano.
—Alexander me pidió que te diera esto —explica
el chico por encima de la música—, son tapones
especiales para los oídos, debes usarlos para
proteger tu audición de la sobreexposición al ruido.
Observo la pequeña caja entre mis manos. Me los
coloco mientras mordisqueo con fuerza mi labio
tratando de evitar sonreír.
¿Por qué tiene que pretender que se preocupa?
Me hace más difícil el seguir molesta.
Las horas se sienten minutos, la música es
honestamente impresionante, aunque Mason tiene el
micrófono todo el tiempo y por ende más de la
354
atención está puesta en él, se encarga en todo
momento de que todos tengan su protagonismo.
Pude darme cuenta de que Levi y Aiden también
cantaban. Se notaba que les gustaba lo que hacían.
Parecían tan divertidos, por momentos incluso sentía
que se olvidaban que estaban frente a miles de
personas. La interacción con sus fans es muy real y
cercana, el ambiente es una completa pasada, tanto
los chicos, como sus fans parecen estar disfrutando
cada segundo, incluso Aiden y eso es decir mucho.
Los ánimos subieron a tope cuando tocaron su
última canción, había pasado más de un minuto y los
aplausos y ovaciones no se detuvieron hasta que
Mason con el micrófono en mano comenzó a hacer
un ademán de hablar para intentar calmar el
escándalo.
Mi teléfono vibra con una llamada entrante de
Nate, me quito los tapones guardándolos en su caja
nuevamente y respondo a pesar de que por el ruido
no puedo escuchar mucho.
—Necesito que salgas —dice lo suficientemente
alto como para que logre entender.
Frunzo el ceño con preocupación.
355
—¿Esta todo bien? —pregunto colocándome de
pie. Responde algo que no soy capaz de entender—
No te escucho —vocifero tomando la mano de
Vanesa para hacer un gesto hacia la salida.
—Bueno, en honor de nuestros inicios tocaremos
una canción extra —habla Mason a través del
micrófono.
—Isaac necesita hablar contigo de manera
urgente, muy urgente.
—Voy —aviso mientras doy unos pasos a la
salida.
—Jude, ¿A dónde vas? —pregunta Mason, a
través del micrófono.
A través del maldito micrófono
Como si estuviesen sincronizadas, miles de
cabezas giran hacia mi dirección.
Intento con una mirada decirle todo. Pero él
simplemente sonríe de lado y comienza a acercarse a
la orilla del escenario, hacia donde yo estoy
congelada.
Lo que creí imposible, sucede, el silencio inunda
el lugar, a excepción de uno que otro grito.
356
“No” módulo con los labios, pero sigue
acercándose hasta estar literalmente al borde.
—Para quien no conozca a esta señorita que se
esconde debajo de esa gorra y tiene la intención de
salir de aquí…
—Cámaras, por favor —Pide Paxton, que ahora
está sentado detrás de la batería de Levi hablando
por el micrófono que está colocado en ella.
Ay dios, los voy a matar.
En las pantallas se refleja mi rostro, estoy roja y
muerta de la vergüenza.
Las personas a mi alrededor comienzan a gritar
hacia mi lugar, los chicos de seguridad me empujan
ligeramente para evitar que me alcancen.
—Sé que han existido muchos rumores a nuestro
alrededor y no he hecho más que evitarlos, y eso
solo ha creado más. Ustedes me conocen y saben
que podría perfectamente no hablar nunca del tema,
pero lo veo necesario, especialmente ahora que
quiero… —Se detiene provocando que más gritos
suenen en el lugar, levanta el brazo haciendo un
movimiento con su mano, un chico de staff entra
corriendo hacia él y le entrega lo que parece ser un
357
teléfono. Él se coloca de cuclillas y comienza a
usarlo.
Mi teléfono vibra, bajo la vista para ver la
llamada entrante. Mason. Respondo rápido.
—Te voy a matar —susurro. Mason suelta una
risa provocando el estallido de aplausos. Su simple
risa emociona a las personas, es impresionante.
—Judith, quiero disculparme por ser un idiota —
habla y a pesar del ruido puedo escucharlo—, no
creo lo que dije, eres más de lo que puedes imaginar,
eres increíble —Eleva una mano a su boca para
evitar que vean sus labios.
>>Te investigué para que Isaac no lo hiciera, lo
he visto involucrarse antes y siempre termina
bastante mal para la persona con la que se mete, no
quería ponerte en esa posición, así que le dije que yo
lo haría, debí decírtelo, pero no pude.
Cerré los ojos y solté un suspiro. Podía entender
lo que decía, podía imaginarlo tratando de evitar que
pasara por lo que de hecho ya estoy pasando,
supongo que no contaba con que Isaac hiciese lo que
quisiera, y terminara aquí, así, entre amenazas.
—Mason…
interrumpe.
—Intento
358
hablar,
pero
me
—Sobre lo de ayer, lamento desquitarme contigo,
estaba enojado conmigo mismo por no poder
controlarme a tu alrededor, por no saber cómo
hacerlo, me está costando tanto tenerte de frente y
morirme de ganas de besarte y no poder hacerlo.
>>Pero sea lo que sea por lo que esté pasando,
nada de esto es tu culpa, y mucho menos una excusa
válida para permitirme ser un idiota, así que me
disculpo.
No puedo ni moverme, estoy anonadada por sus
palabras, lo observo fijamente.
Esto no está pasando.
Sonríe quitando su teléfono del oído y eleva
nuevamente el micrófono.
—No estaba escondiéndola, ni mucho menos
avergonzado o alguna de esas miles de tonterías que
se han llegado a inventar, sé que el futuro es
demasiado incierto, pero hoy puedo asegurarles que
estoy total y completamente fascinado con esta
mujer, desde el primer día en el que me insulto
porque no tenía ni idea de quien era, quizás fue la
manera en la que la vi perderse entre las teclas del
piano.
359
Tomo aire hondo sintiéndome desconcertada, de
una manera encantadora.
Los gritos de las personas resuenan en el lugar,
pero no presto atención, ni al ruido ni a nada, solo a
él.
Se incorpora un poco y asiente hacia Paxton,
quien se coloca de pie dándole el lugar a Levi en la
batería, se cuelga su guitarra y toma otra que tiene a
un costado caminando hacia Mason.
—Ahora esto es para recordar viejos tiempos,
tiempos de covers —habla Mason colocándose de
cuclillas —Se quita el micrófono de la boca y me
apunta con él. “Y para ti” modula con sus labios.
Las cámaras están enfocándolo, así que, aunque no
haya hecho más que modular con la boca, la gente lo
ha visto y entendido perfectamente, así que los
gritos eufóricos no hacen más que elevarse.
Vanesa me jala del brazo haciendo que vuelva
nuevamente a mi asiento, lo cual agradezco porque
me encontraba estática completamente, ni siquiera
soy capaz de girar a verla.
Aiden arranca seguido de Levi y Paxton. Mason
se coloca la guitarra y se une con ellos.
360
Reconozco la canción de inmediato: Do I Wanna
Know? de Artic Monkeys.
Todo estalla en aplausos, la gente celebra y corea
junto a ellos. Mason después del primer verso
camina nuevamente al borde, frente a donde estoy,
continuando cantando.
How many secrets can you keep? (¿Cuántos
secretos puedes guardar?)
Because there’s this tune I found (Porque hay una
canción que encontré)
That makes me think of you somehow (Que me hace
pensar en ti de alguna forma)
And I play it on repeat (Y la pongo en modo de
repetición)
Until I fall asleep (Hasta que caigo dormido)
Esta vez se sienta dejando sus piernas colgadas
en la tarima.
Las personas siguen la canción, aunque él se
detenga, con su mano me pide que me acerque, abro
los ojos asustada y niego. Él sonríe divertido con mi
reacción, pero no insiste y continúa cantando.
Do I wanna know (¿Será que quiero saber?)
If this feeling flows both ways? (Si este sentimiento
fluye en ambos sentidos)
361
Sad to see you go (Triste de verte ir)
Was sorta hoping that you’d stay (Estaba esperando
que te quedaras)
Levi continúa cantando de fondo mientras Mason
se detiene viendo hacia abajo. Se saca la guitarra
dejándola a un lado.
¿Qué hace? No creo que se…
No puedo terminar ni de formular mi
pensamiento cuando veo a Mason saltando de la
tarima, los fans gritan fuera de sí.
Pero, ¡¿Qué está haciendo?!
Estamos demasiado cerca, sin embargo, continúa
cantando viéndome fijamente mientras avanza
tortuosamente lento.
Crawling back to you (Arrastrándome de vuelta a
ti)
Ever thought of calling when you’ve had a few?
(¿Alguna vez pensaste en llamarme cuando
bebiste?)
’Cause I always do (Porque siempre lo hago)
Maybe I’m too busy being yours to fall for somebody
new (Quizás estoy muy ocupado siendo tuyo como
para enamorarme de alguien más)
362
En cuanto llega a mí me toma de la mano para
que me ponga de pie, le pasa a Vanesa su micrófono,
ella ni siquiera se mueve, se encuentra con la boca
abierta completamente paralizada.
Me quita la gorra de Nate tirándola hacia atrás.
Toma mi rostro entre sus manos y une nuestras
frentes.
—Perdón —murmura sobre mis labios.
¿Perdón? Ah sí, sí, estaba molesta.
¿Lo estaba? Sí, sí, debo concentrarme.
Suelta una risa, posiblemente viendo mi debate
interno. Sin despegar nuestras frentes comienza a
susurrar la canción contra mis labios.
I’m sorry to interrupt, it’s just I’m constantly on
the cusp (Siento interrumpir, es que estoy
constantemente a punto)
Of trying to kiss you (De intentar besarte)
I don’t know if you feel the same as I do (No sé si te
sientes como yo)
Siento el calor subir por mi cuerpo e instalarse en
mis mejillas, sus pulgares rozan justo esa zona, de
pronto el sonido se detiene para mí.
363
La música, las voces, los gritos, nada más existe.
Solo nosotros.
Nuestras respiraciones se mezclan provocando
que me estremezca. Sus labios atrapan los míos. Es
un beso corto, dulce, casi fugaz. Pero es suficiente
para lanzar ondas de expectación, emoción, y un
sinfín de sentimientos en mí.
Esto es un caos.
364
18 | NOVIA.
♪ I was standing, you were there, two worlds
collided, and they could never tear us apart ♪
(Yo estaba de pie, tu estabas allí, dos mundos
colisionaron, y ellos nunca podrían separarnos. ) Never Tear Us Apart. INXS.
Elevo mi vista al cielo observando las estrellas,
mi cabello vuela hacia atrás agitándose de manera
escandalosa. Nate acelera un poco más mejorando la
sensación. Las luces del edificio, la música, nuestras
risas, todo se siente tan estimulante.
Mason saca su cuerpo por la ventana del copiloto
sentándose en el extremo viendo hacia atrás.
—Me van a matar —grita Nate detrás del
volante.
Abro mis brazos permitiéndome sentir la
corriente de viento golpearme.
—Estamos libres —grita Mason volviendo a
sentarse correctamente dentro de la camioneta.
Después de la última canción las luces se
apagaron y Mason aprovecho para tomarme de la
mano y salir corriendo del lugar, se supone que tiene
que ir a una fiesta post concierto, pero prácticamente
365
huimos. Localizamos a Nate de inmediato, ya que
me esperaba afuera listo para arrancar.
Aunque fuimos bastante rápidos, mucha gente lo
reconoció y nos siguió primero corriendo, después
en sus carros. Pero finalmente los perdimos.
Algo me decía que pronto estaríamos en
problemas, Nate dijo que Isaac quería que me sacara
del concierto para evitar la última canción.
Visualice el edificio a unos metros. Estábamos
regresando a los departamentos. En cuanto llegamos
a la entrada, Mason giro un pequeño cuadro que
estaba colocado bajo el retrovisor, el mismo que al
subir había desconectado y volvió a conectarlo. Este
encendió casi de inmediato. Era una cámara. Wow,
tenían cámaras en sus camionetas. Que incomodo.
Baje junto a Mason. Nate ni siquiera se bajó,
regresaría por Vanesa e irían a la fiesta post
concierto. No me imaginaba que tan buena idea sería
eso, sin embargo, preferí no intervenir.
El teléfono de Mason empieza a sonar. Responde
al tiempo que toma mi mano y con la cabeza me
apunta al ascensor. Lo sigo en silencio. En cuanto
responde la persona del otro lado de la línea
366
comienza a hablar efusivamente, Mason suelta una
risa.
—Ana, respira —Pide mientras pasa su tarjeta
por el escáner—. Le pasaré tu número, lo prometo
—murmura rascando su cabeza pareciendo
incómodo, coloca una mano sobre su pecho rodando
los ojos—. Que sí, que si lo haré —Suelta un suspiro
pesadamente y sonríe girando hacia mí.
>>¿Recuerdas a Ana? —pregunta viéndome
fijamente— La esposa de Brandon.
—Claro —contesto.
—Te manda saludos y pide que cuando vayas a tu
departamento revises tu correo —murmura,
pareciendo irritado, suelto una risa divertida con su
reacción— ¿Escuchaste? Ya le dije.
Las puertas del ascensor se abren. Ahora,
estamos de nuevo en el gran piso al que Isaac me
había hecho subir hace unos días.
—Ana, prometo marcarte más tarde —murmura
al teléfono para después colgar—. Mis verdaderas
disculpas están aquí —dice comenzando a avanzar
—. Te hice sentir mal, así que ahora quiero
contrarrestarlo.
367
Suelto una ligera risa caminando detrás de él.
—Está bien Mason, no es para tanto.
Se detuvo abruptamente y giro hacia mí.
—Hacerte sentir mínimamente mal, es para
mucho, Jude.
Estaba a punto de sonreír, sin embargo, así, bajo
la luz de la habitación puedo observarlo con más
cuidado— ¿Te sientes bien? —murmuro
preocupada. Se ve pálido, su respiración no suena
errática, sin embargo, por el movimiento agitado de
su caja torácica parece que le está costando respirar,
eso sin contar que ahora puedo notar que la mano
que había colocado sobre su pecho era para tenerla
colocada justo encima de su corazón, parecía estar a
punto de desmayarse. La preocupación se me
dispara, pero él con un asentimiento se gira y
continúa caminando.
—Solo cansado.
No estoy convencida, pero Mason no parece tener
planeado detenerse. Solo sigue caminando y yo lo
sigo.
Nos acercamos a una de las habitaciones, Mason
golpea la puerta un par de veces, sin embargo, yo, al
368
escuchar esa voz casi me caigo, me abalanzo contra
la puerta sin importarme esperar a que abran.
Como si fuese una alucinación lo veo parado a
punto de acercarse, suelto un grito de emoción y
corro hacia él, obligándolo a que me cargue en un
abrazo. Cierro los ojos disfrutando de sentirme entre
sus brazos nuevamente, esto es real, él está aquí,
conmigo, después de tanto tiempo.
No me había percatado de lo mucho que lo
extrañaba y necesitaba hasta ahora, que no quiero
soltarlo.
—Mi niña —Jace, mi hermano acaricia mi
cabello y besa mi frente. Se separa un poco de mi
tomándome por los hombros, su sonrisa es enorme,
seguro la mía igual.
—Te extrañé tanto —digo sintiendo un nudo en
la garganta. La puerta del baño se abre dándome un
susto. De allí sale Carlos, el mejor amigo de mi
hermano.
Suelto una risa llena de sorpresa al verlo. Me
alejo de Jace un poco para poder acércame a él y
darle un abrazo, esta vez mucho menos efusivo.
Giro hacia Mason, pero ya no se encuentra allí.
369
—Pero
mírate,
estas
gigante,
estaría
sorprendido… —menciona mientras se acerca a mí
envolviéndome entre sus cálidos brazos— pero
últimamente te he visto muchísimo en la tele.
—Cállate —Se queja mi hermano golpeando su
cabeza.
—Alex, me cae bien.
—Te compro —Se burla Carlos tirándose sobre la
cama inmensa— Me trajo porque planeábamos
golpearlo —menciona levantando su puño en el aire.
Mi hermano nuevamente se acerca a él volviendo
a golpear su cabeza.
—Me intereso que se preocupara por ti y tu
felicidad, si fuese un idiota igual no podría hacer
mucho más que aconsejarte, odiarlo en secreto y
estar aquí para ti en todo momento.
Sonrío abiertamente escuchándolo. Dios, como lo
extrañaba.
—¿Pero en qué momento te hablo?, ¿Por qué no
me dijiste nada?
—Se supone que era una sorpresa, así que
¿Sorpresa?
370
—No puedo creer que estoy en la casa de un
famoso, ¿Puedo subirlo a Twitter? — Pregunta
Carlos.
—No —decimos Jace y yo al mismo tiempo
haciéndolo cruzar los brazos y tirar su teléfono a un
lado.
—Solo estaremos un par de días, así que mañana
me gustaría hablar contigo… a solas —añade para
después ver a Carlos sobre su hombro
—Yo quiero hablar del contexto —habla
colocándose de pie para acercarse nuevamente a mí
—, ¿Cómo se conocieron? Yo vi que tiene mucha
seguridad, así que, ¿Cómo te acercaste? —susurra.
Mi hermano vuelve a golpear su cabeza.
—Déjame hablar con mi hermana —Se queja,
Carlos bufa, pero vuelve a alejarse y tirarse sobre la
cama.
—¿Estás viviendo con él?
Ay dios.
—Mmm, pues, algo así —digo casi en un
susurro. No puedo decirle que estoy en el
departamento de mi supuesto novio real.
371
Me observa en silencio con el ceño ligeramente
fruncido, sé que le está costando, pero no dice nada,
suelta un suspiro y asiente.
—¿Él sabe sobre…?
—No —Lo interrumpo alejándome un poco.
Suspira pesadamente apretando los labios. En su
rostro puedo ver cruzar la ola de emociones, todas
negativas.
—Judith…
—Hablamos mañana, ¿Sí?, es muy tarde y estoy
algo cansada —Lo interrumpo dando otro paso atrás.
Me mira directamente a los ojos, aprieta la
mandíbula y solo asiente.
—Está bien —murmura acercándose a mí
dejando nuevamente un beso en mi frente.
—Espera —habla Carlos incorporándose
nuevamente— ¿Es verdad que Paxton y Aiden
tienen una relación secreta? —pregunta con intriga.
Jace cierra los ojos pareciendo estar buscando
paciencia. Suelto una risa y camino hacia la puerta.
372
—Buenas noches —giro sobre mis talones
saliendo de la habitación.
Camino por el pasillo siguiendo el sonido, las
luces son tenues, permitiéndome ver por dónde voy.
Llegue a la sala de estar en completo silencio
disfrutando de la vista. Las luces están apagadas, sin
embargo, no está oscuro del todo, las cortinas están
abiertas de par en par, a Mason lo encuentro de pie
frente a una de las grandes ventanas, la luz de la
noche y la ciudad dibujan su silueta perfectamente.
Es el cuadro perfecto, llevo demasiado tiempo sin
pintar ni una letra, sin embargo, en este momento
deseo tanto poder hacerlo.
Detengo mis pasos al percatarme del chico que se
encuentra al otro extremo sacando cosas de un
maletín.
—No vuelvas
desconocido.
a
hacer
eso
—habla
el
—Estoy bien —Se queja Mason con la voz ronca.
—Paxton colapso acabando el concierto, Mason,
¿Qué haríamos si te pasara lo mismo y no
tuviéramos idea de en dónde estás?
373
—¿Está bien? —pregunta con preocupación. El
chico levanta una mano y asiente— Todo fue
controlado. Al parecer ha estado forzándose
físicamente más de lo debido.
—Debo hablar con él —murmura dando un paso,
pero el chico camina rápidamente hacia él
colocándose frente a su cuerpo, lo obliga a sentarse
en el asiento que está incorporado frente a la gran
ventana y le coloca una mascarilla que está
conectada a un cuadro.
—Ponte el respirador —ordena, Mason aunque
no parece de acuerdo, toma la mascarilla y se la
coloca— habla con el mañana, Paxton ahora está
durmiendo, Levi está con él, ellos también volvieron
aquí, supe que se había registrado tu entrada hace
poco y por eso vine a ver como estabas.
Mientras el chico habla, le desabotona a Mason
su camisa y comienza a sacarle algunos cables que
están por dentro, tienen similitudes con los
audífonos, pero no son unos. Supongo que es algo
que traía desde el concierto.
Me mantengo a la distancia sin hacer el menor
ruido o movimiento para no llamar la atención,
tampoco me alejo, espero con paciencia a que el
chico acabe.
374
Después de lo que parece ser un poco más de
media hora, el chico se despide prometiendo volver
temprano.
Me relaja notar que Mason ya no parece tan
pálido, ahora luce tranquilo y no a inicio de un
desmayo.
Me acerco con decisión a él y con cuidado echo
mis brazos alrededor de su cuerpo, envolviéndolo así
en un abrazo.
—Gracias —murmuro. Él presiona mi mejilla
contra su pecho permitiéndome disfrutar de su
acercamiento, es tan cómodo, tan cálido… su rico
olor inunda mis fosas nasales.
Sus
manos
envuelven
mi
cuerpo,
correspondiéndome el abrazo con la misma
intensidad. Allí, en la oscuridad, entre sus brazos,
con la vista de las luces de la ciudad a nuestras
espaldas, una duda comenzó a resonar en mi cabeza,
¿Qué tanto de lo que había dicho en el concierto
había sido real?
Y principalmente, ¿Por qué estaba dando tantas
vuelvas en mi cabeza?
—No debiste estar tanto tiempo parada allí.
375
Levanto la mirada con sorpresa. —¿Cómo
supiste? —balbuceo. Estoy segura de que en ningún
momento me vieron.
—Te sentí desde que llegaste.
Suelto un suspiro sintiendo mi respiración
detenerse por una fracción de segundo. Bajo la
mirada nuevamente permitiéndome disfrutar de su
abrazo.
—Lamento decirte que te tendrás que quedar
aquí? —dice haciendo que nuevamente eleve la vista
hacia él—. Tu hermano —explica—. Note que no le
dijiste que esto era, es, bueno, ya sabes.
Asentí comprendiendo dando un paso atrás.
—Si, yo… lo hare después.
—No tengo problema, Jude.
Sonrío ligeramente. —¿Te quedaras? —pregunto.
El gira su rostro pareciendo confundido y
divertido.
—Aquí vivo.
Suelto una risa y niego. —Me refiero a la fiesta
de la que hablaba Aiden, pensé que quizás querrías
376
regresar y divertirte, de verdad no te debes
preocupar por…
Me toma de la mano y comienza a caminar hacia
el pasillo.
—Estoy bien aquí —dice mientras abre una
puerta.
Su habitación.
Las luces están apagadas, aun así, el cuarto no se
encuentra en penumbras, había luces ambientales
acomodadas estratégicamente, en la pared, como
parte de la decoración, en el techo. Y claro que tenía
un increíble ventanal.
Ya tenía algo claro, Mason amaba las vistas.
A diferencia del resto de la casa, el color que
predomina es el negro. Sigue luciendo elegante, pero
parece algo frío.
—¿Qué tienes en contra de la decoración? —
pregunto adentrándome, la cama es gigante. Es
probable que fuese tres veces más grande que la mía.
Mason sonríe comenzando a sacarse su camisa.
Ay dios, hormonas contrólense por una jodida
vez.
377
—Si por mí fuera no tendría ni una pequeña cosa,
lo poco que ves en realidad lo puso una amiga.
Mi cuerpo se enfría pensando en un nombre en
específico, uno que ya ha mencionado varias veces,
pero me obligo a no ir por ese camino. Trato de
convencerme de que la molestia que siento es
cansancio, no otra cosa.
No es algo que me interese ni mucho menos me
concierne.
—Veo que te gusta el negro —murmuro en un
intento por cambiar el tema.
—El negro, el blanco, el gris. ¿Quieres ver a un
verdadero amante del negro? Deberías conocer el
piso de Paxton.
Sonrío imaginándolo, de todos Pax siempre usa
ropa y accesorios negros, tiene sentido.
—Tomaré una ducha, pero antes… —Se acerca a
unas puertas y las abre dejándome ver su armario,
que prácticamente es otra habitación, no me
sorprende. Entra y después de unos segundos sale
con ropa doblada en su mano—. Sabía que estaba
por algún lado —menciona extendiendo hacia mí la
ropa—, para que duermas cómoda, seguro te queda.
378
—¿Dormiré aquí? —pregunto tomando la ropa.
Él sonríe y camina hacia el baño.
—Dormiremos —Me
desaparecer de mi vista.
corrige
para
así
La tela en mi mano es extremadamente suave,
demasiado, casi escurridiza, es una pequeña pijama
de satín. La extiendo para ver que está compuesta
por dos piezas.
¿Tendrá ropa de mujer de repuesto para cuando
trae a chicas? Con asco arrojo la ropa a la cama. No,
no pienso usar eso.
Después de unos segundos en silencio viendo a la
nada, la levanto nuevamente. No puedo ser
inmadura, ni demostrar que me molesta. Aun
escuchando el agua correr, me quito la ropa
doblándola perfectamente, me encamino al pijama y
me la coloco con pesar.
Rápidamente algo llama mi atención, la blusa
tiene en la parte superior una pequeña letra blanca
perfectamente bordada sobre esta.
Una S.
Levanto las cobijas y me meto en la cama
asegurándome de estar completamente en la orilla
379
Mason no tarda mucho en salir, escucho sus
pisadas casi silenciosas por toda la habitación.
Cierro los ojos fingiendo dormir, él está del otro
extremo de la cama a mi espalda, pero puedo verlo
por el espejo, está únicamente en bóxer, aunque
parece estar seco, su cabello húmedo provoca que
pequeñas gotas caigan por su espalda tonificada.
Me aturde lo guapo que es. Parece un sueño, mis
manos pican por tocarlo, cierro los ojos nuevamente
intentando dormir o al menos fingirlo.
Esperar a que se durmiera, en realidad no fue
difícil ni tardado, supongo que dar conciertos de casi
tres horas deja agotado a cualquiera. Así que justo
como imagine Mason quedo dormido casi tocando
su almohada.
Parpadeo girando despacio, observo su rostro
tranquilo, un mechón cae en su frente. El descarado
ni siquiera se molestó en colocarse una camisa. El
edredón lo tapaba hasta la cintura.
Mason es peligrosamente tentador. Quería… me
moría de ganas de plasmarlo en un lienzo.
Observo su pecho lleno de tatuajes, acerco la
punta de mis dedos rozando casi de manera
imperceptible, me tiro nuevamente sobre la
380
almohada cuando se mueve. Cierro los ojos y al
percatarme de que no se volvió a mover los abro
nuevamente.
Una luz se enciende alumbrando la habitación.
Giro para ver mi teléfono encima de mi ropa
doblada. Me pongo de pie de manera lenta para
alcanzarlo. Verifico nuevamente que Mason siga
dormido.
La notificación de mi pantalla era un mensaje de
Elliot.
“Isaac hablo conmigo.”
Parpadeo confundida al leerlo, después de que me
respondiera un simple hola y dejara en visto mi para
nada original ¿Cómo estás?, pensé que ya no
respondería.
Abro mi teléfono sintiendo mis manos frías. ¿Qué
debería escribir?
Antes de siquiera pensarlo, Elliot comienza a
escribir nuevamente.
“Se siente extraño ver fotos de mi novia en
todos lados.”
<<Novia>>, así que seguimos juntos.
381
Continuo sin responder, no porque no quiera, sino
que honestamente estoy en blanco.
“Y más si es besando a uno de mis amigos.”
El concierto.
Cierro los ojos soltando un suspiro. Debería
disculparme, aunque no lo sienta de verdad, lo único
que siento cuando recuerdo eso es a mi estómago
dando un vuelco.
“Lo siento.”
Escribo. Creo que debí mandarle un emoji,
pareciera que me da igual.
Es que si te da igual. Grita mi subconsciente.
Pero lo ignoro.
Claro que me importa, que me pasa.
Observo mi reflejo en el espejo, mi vista cae
automáticamente a la S bordada. Cierro el chat de
Elliot para abrir Google. Escribo Sophia en el
buscador recordando que no tengo su apellido.
Giro hacia Mason quien continúa plácidamente
dormido.
382
Junto a su nombre pongo el de Mason
“Alexander”, y pongo en buscar esperando que sus
nombres de pila sean suficiente. El resultado es casi
inmediato.
Un sabor amargo se extiende en mi paladar al ver
las fotos, son incontables. Todas diferentes. Al
parecer si son muy unidos.
Hay fotos de ellos subiendo al carro de Mason, en
restaurantes, en ropa de ejercicio, simplemente
caminando, Mason cubriéndola de los paparazzi,
ellos riendo, tomados de la mano.
Gracias a las fotos sé que se apellida Howard, así
que borro el nombre de Mason y coloco su nombre
completo. Los primeros resultados que salen son
noticias acerca de ella junto a Mason. Me enfoco en
la primera foto.
Es ella sonriendo hacia la cámara. Es de hecho
muy linda, hermosa, más bien. Su cabello es rubio
cenizo, largo y lacio, su piel parece un sueño, se ve
lisa, sin ninguna imperfección, tiene unas cejas
gruesas que le dan bastante vista a sus ojos azules o
quizás son sus largas y onduladas pestañas. Al igual
que Mason se le forman un par de hoyuelos en sus
mejillas, parece una modelo.
383
Levanto la vista hacia Mason. ¿Y si ella…?
Recuerdo la vez que salió corriendo de la piscina
por su llamada, o cuando vio al chico de la alfombra
roja, estuvo a punto de golpearlo cuando la
menciono.
Mi corazón palpita con rapidez. Aun, así como la
masoquista que soy entro al primer link. Su
biografía. Dios, que bajo he caído.
Sophia Maree Howard, 23 años, es hija de
Thomas Howard, un multimillonario abogado
texano, quien maneja uno de los más importantes
bufetes del país. Sophia aunque recién graduada de
abogacía, ya se prevé que en poco tiempo la
veremos como directora del bufete de su padre.
Cierro el buscador sin ánimos de leer más.
En la parte de arriba se abre el aviso de una
notificación, otro mensaje.
“No te disculpes, como te digo Isaac, hablo
conmigo, me contó como estuvo todo, me dijo que
te amenazo y por eso firmaste.”
Me quedo en blanco con mi teléfono en la mano.
¿Pero, qué demonios?
384
“Me dijo que se vio orillado, que no sabía qué
hacer y acudió a ti, me contó que te dará una
increíble beca y oportunidades casi inexistentes.
Debí escucharte, y quiero que sepas que te
entiendo…
Entiendo que hayas aceptado.
También entiendo que el hecho de que no me
hayas dicho, que todo fuera un secreto, los
coqueteos, el beso del concierto, todo fuera
planeado por Isaac, supongo que eso toma otro
tipo de sentido.
Así que, te perdono.”
Continuo perpleja observando mi teléfono.
Releo el mensaje, ¿El beso del concierto? Niego
sin creerlo, Isaac no le pediría a Mason que se
disculpara.
¿Entonces por qué a Elliot le dice eso? ¿Cuál es
el punto de ayudarme?
Mason se mueve sobre sí mismo, bloqueo mi
teléfono dejándolo nuevamente sobre mi ropa y me
meto entre las cobijas.
385
Casi al instante siento a Mason apegado a mi
cuerpo. Suelto un suspiro e intento contener el aire
al sentir su brazo rodeando mi cintura. Su cuerpo
caliente se apega al mío, por su respiración pausada
sé que sigue dormido. Intento tomar su brazo para
alejarlo de su cuerpo, pero se afianza más, ahora
jalándome acurrucando mi cuerpo contra el suyo.
Ay dios, esto es demasiado… cómodo.
Cierro los ojos por un momento disfrutando la
sensación.
“Te perdono” recuerdo el mensaje de Elliot.
¿Estamos bien, entonces?
Espere esto desde el primer día que se fue. Pero
no lo siento como imagine…
386
19 | SOPHIA.
♪ She’s beautiful, she looks kind, she probably
gives you butterflies ♪
(Ella es hermosa, se ve amable, ella probablemente
te haga sentir mariposas. ) -Happier. Olivia
Rodrigo.
Estoy poniéndome demasiado cómoda con
Mason.
Ese fue mi primer pensamiento al despertar entre
sus brazos.
Me puse de pie tan pronto como pude, Elliot me
había perdonado. Tenía que respetarlo, respetarme…
Así que desde las seis de la mañana desperté, fui
al departamento de Elliot para ducharme, por ropa y
aquí estoy, en la cocina viendo un video en ruso que
no entiendo para nada de cómo preparar café en esta
cafetera.
Levanto la vista al escuchar unas pisadas, suspiro
de alivio al ver a Carlos adormilado, aparecer por el
pasillo.
—Wow, esto es mucho más impresionante de día
—murmura dando una vuelta sobre su propio eje.
387
Eso pensé también. Pero no digo nada, solo
sonrío.
—Entonces me vas a contar?
—¿Qué cosa? —pregunto.
—¿Cómo lo conociste si tiene más seguridad que
un presidente?
Finjo que presto extrema atención al video
mientras pienso rápido algo.
—Pues… en realidad, en una fiesta, quiero decir
conozco a uno de sus amigos, fue de pura suerte —
Termino de decir volviendo mi vista a la cafetera.
Lo siento acercarse, se coloca a mi lado
sonriendo —No te creo nada —murmura
quitándome mi teléfono.
Giro a verlo con los ojos entrecerrados
—Está bien… Le mande foto de mis tetas todos
los días por un año entero y no pare hasta que lo
viera, y cuando lo vio se enamoró y voilà.
—Eso es más creíble para mí —Me observa
sonriendo con la diversión bailando en sus labios.
Inhala exageradamente el aire y suspira—. Huele
delicioso.
388
—Aun ni siquiera soy capaz de prender esta cosa,
mentiroso —Me quejo apretando varios botones de
la cafetera al azar sin éxito.
—No me refería al café —dice sonriendo con su
coquetería usual. Ruedo los ojos y suelto una risa
quitándole mi teléfono empujándolo suavemente.
Así era Carlos desde siempre. Nunca hablaba en
serio y coqueteaba con lo que se moviera, pero en
juego. Cuando lo conocí llegue a creer que salía con
mi hermano, porque le coqueteaba descaradamente,
después me di cuenta que eso era parte de su
personalidad.
Carlos se aclara la garganta y se aleja un poco
dando un paso a un lado viendo hacia el frente. Giro
para encontrarme a Mason recargado sobre el marco
de la puerta observándonos.
Vuelvo mi atención a la cafetera.
—Buenos días —habla Carlos a mi lado.
Escucho las pisadas de Mason acercándose a
nosotros. No tengo siquiera que preguntarme en
donde está porque siento el calor de su cuerpo en mi
espalda.
Mason coloca sus manos a los laterales de mi
cuerpo, atrapándome entre su cuerpo y la encimera.
389
Suelta una risa ronca mientras una de sus manos
se posa en mi cintura y la otra bloquea mi teléfono.
Se inclina un poco más para alcanzar la cafetera,
presionando su duro cuerpo contra el mío.
Presiona dos botones y entonces la traicionera
cafetera comienza a funcionar.
—Buenos días —habla hacia Carlos—,
¿Descansaron bien? —pregunta mientras mueve la
mano que tiene en mi cintura hacia él sin soltarme
haciendo que gire despacio sobre mi propio eje.
Carlos, quien solo se ha mantenido en silencio
asiente. —Bien, gracias.
—Me alegro —responde casi de inmediato,
viéndome ahora de frente. Parezco una muñeca entre
sus brazos moviéndome a su voluntad. Se inclina
peligrosamente y me planta un beso corto, para
después separarse nuevamente.
—¿No hay buenos días de tu parte?
—Buenos días —respondo con ironía.
—No me refería a eso —susurra pareciendo que
intenta decirlo en privado, pero por el eco, el
silencio es obvio que su voz se escucha. Mis mejillas
390
arden al tiempo que Carlos se incorpora y camina a
la salida.
—Veré si Jace ya está despierto —habla deprisa
saliendo de la cocina.
Cuando las pisadas de Carlos son casi inaudibles,
lo empujo saliendo de entre sus brazos.
—¿Qué? —Se queja soltando una risa.
—No creo que sea necesario fingir en estos
momentos.
Achica los ojos, viéndome directamente lame sus
labios y sonríe de lado.
—No estaba fingiendo —responde con seriedad,
pero después de unos segundos se ríe al ver mi cara.
—Dios, eres increíble —digo negando, la cocina
rápidamente se llena de olor a café y vainilla.
—Gracias.
—Por cierto, nos conocimos en una fiesta —Le
digo recordando lo que le dije a Carlos, nuestras
versiones deben coincidir—, tenemos un amigo en
común, así nos conocimos.
—Me gusta más la idea de las fotos.
391
Siento el calor subir desde mi cuello a mi rostro.
Claro, tenía que escuchar eso. Su sonrisa me
descoloca un poco.
Mason debería venir con un aviso de advertencia,
no puede ir por allí sonriéndole a la gente y
dejándola sin aire.
—¿Crees que tenga problemas con Isaac si
desaparezco hoy? Saldré con Jace—explico.
Mason toma una manzana y le da una mordida
luciendo extrañado. Mastica con lentitud como si
estuviese pensando. —Sabes que puedes hacer lo
que quieras, ¿No?
Rasco mi ceja tratando de lucir seria. Olvidaba
que Mason no tiene mucha idea de lo imbécil que es
su representante.
Asiento forzando una sonrisa. En silencio me
observa como si estuviese dudando, pero no dice
nada.
Al final decidimos no salir, el piso de Mason era
bastante grande, así que podíamos hablar
perfectamente en privado. Eso y que nos dimos
cuenta de que había una sala de cine. Tenía un
392
maldito cine en su departamento con poco menos de
diez asientos, pero era un cine.
Así es como terminamos aquí, viendo una
película en compañía de Vanesa y Carlos quienes
estaban a unos asientos de distancia en su intento de
darnos privacidad.
—Estoy preocupado por ti —Se queja Jace entre
susurros mientras una película de horror se
reproduce en la pantalla gigante.
—Jace, estoy perfectamente.
—Eres una niña —habla cruzando sus brazos.
Antes de que pueda decir algo, levanta las manos al
aire—, me refiero a que estás corriendo. Entiendo
que tú y él no puedan llevar del todo una relación
que alguien de tu edad debería llevar.
—¿Cómo se supone que alguien de mi edad lleva
una relación?
—Citas, idas al cine, hacer tonterías, Jude, tienes
diecinueve años y ya te mudaste con él.
—Creí que te había caído bien.
—Si, lo hizo, debo darle créditos, alguien con su
edad, con su éxito, con la atención que tiene, creí
393
que sería un imbécil engreído, pero su amabilidad
me dio una gran bofetada, aun así, he investigado.
—Jace, no todo lo que dice internet es real.
—¿Y puedes asegurar lo que ellos dicen hacia ti
no lo es? Entra a tus fotos Jude, tardarás más en
tomar tu teléfono que en encontrar una amenaza.
—Tú viste la seguridad que tienen.
—Si Jude, eso solo me confirma que existe un
peligro detrás.
—Te prometo que estaré bien.
Él suelta un suspiro masajeando sus sienes.
—Eso ya lo había escuchado… —Suelta el aire
contenido, no digo nada porque tiene razón cierro
los ojos sintiendo como pasa su brazo por mis
hombros— solo prométeme que si tienes algún
problema por más mínimo que sea esta vez me lo
dirás de inmediato.
—Lo haré —murmuro.
—Bien —dice finalmente, pero lo conozco, no
está convencido para nada. El grito de Vanesa
resuena por el lugar provocando que de un salto.
394
Jace ríe tomando mi mano. —Vamos con ellos—
apunta con su cabeza hacia nuestros amigos.
—Lo bueno de estar aquí es que no debemos
comer algo sin forma que haya hecho Van… —El
golpe que Carlos recibe por parte de Vanesa lo hace
callarse.
Jace suelta un suspiro pareciendo cansado tira su
cabeza hacia atrás haciéndome reír.
—Nunca cocina, siéntete privilegiado —Le digo
a apuntándolo.
Tomo mi bolso cuando escucho mi teléfono
sonar. Frunzo el ceño al leer el mensaje de Elliot.
“¿La foto que subiste a tus historias es actual?”
Respondo de inmediato.
“Si, Isaac me pidió subir algo hoy.”
Tomo una captura del último mensaje de Isaac
pidiéndome exactamente eso y se lo envió.
Responde de inmediato.
“Luces linda. ¿Con quién estás?”
Vanesa suelta una carcajada al ver a mi hermano
quejándose.
395
“Con mi hermano” escribo, sin embargo, lo
borro rápidamente recordando que Elliot no tiene ni
idea.
“Con Vanesa
comiendo.”
y
unos
amigos,
estamos
—Lo bueno es que siempre podemos mandar a
pedir una pizza.
Vanesa lo apunta con su dedo con una ceja
alzada. —Soy muy ingeniosa, y tengo laxantes, así
que no te conviene molestarme.
Sonrío al ver su pelea tonta, mi teléfono vuelve a
vibrar en mi mano y fijo mi atención en el mensaje.
“He pensado mucho en como decirte esto, pero
creo que no existe una manera adecuada de
hacerlo, así que solo lo diré. Amo cada parte de ti,
siempre me ha encantado tu forma de verte, de
vestirte, de todo, lo sabes nena. Pero pienso que
deberías modificarlo solo por un tiempo. Quiero
decir, es un poco extraño ver fotos de mi novia en
diminutos vestidos por la calle”
Parpadeo como si eso pudiese hacerme ver con
claridad, como si de alguna manera leí o entendí
mal, pero no, el mensaje es claro.
396
“¿Me estás juzgando por mi manera de vestir,
Elliot?, ¿De verdad? No crees que en realidad lo
extraño es que me tomen fotos sin mi
consentimiento”
“No quiero que te ofendas, solo creo que te estás
poniendo en un peligro innecesario. Me preocupa
tu seguridad, es todo, me muero si te pasa algo.
Jude, eres mi mundo.”
Ni siquiera respondo. Estoy asqueada, este tipo
de juicio, me trae un déjà vu que no hace más que
hervirme la sangre.
Responde de manera automática.
“Lo siento, solo no estoy acostumbrado a que
otros hombres vean lo que es mío.”
Casi aviento mi teléfono en cuanto termino de
leer, tuve que hacer un amago de toda mi voluntad
para continuar imperturbable.
No soy una cosa. Escribo, pero antes de mandarlo
Elliot responde otra cosa.
“Perdón Jude, no es mi intención ofenderte, me
da miedo perderte, eso es todo. Me encanta como te
vistes. Me muero por volver a estar contigo.
397
Hablando de eso, ya en unos días estaré de
regreso.”
Bloqueo el teléfono dejándolo a un lado, no sé si
fue su la cuestión de la ropa, pero por más que
intento no puedo concentrarme en la película, solo
puedo sentir un sabor amargo expandirse por mi
boca.
Mierda.
Me hubiese gustado que Jace y Carlos se
quedaran en un hotel, o se fueran con Vanesa a
nuestro departamento, pero lo máximo que hicieron
fue ir con ella para que no regresara sola, y después
volver aquí, Mason al parecer les insistió para que se
quedaran en su piso el fin de semana que estarían de
visita.
Eso solo significaba que tenía que dormir
nuevamente con él, lo cual me tenía nerviosa, más
que ayer. Ayer sabía que por su cansancio se
dormiría de inmediato, hoy no estoy segura.
Nate quien había tenido la tarde libre ya estaba
nuevamente a mi lado aburriéndose conmigo.
398
—Siempre es así —dice Rosie, la señora que
había llegado hace un rato para limpiar y ya la
teníamos platicando con nosotros, ya que estaba
esperando que Mason saliera para arreglar su
habitación—, cuando tienen conciertos ya sabemos
que el día siguiente es seguro que no se mueven de
sus habitaciones.
El sonido que reconocí del elevador hizo eco por
todo el salón.
Nate se puso de pie de un salto.
—Nadie tiene acceso —susurra caminando hacia
el pasillo de la entrada.
Me puse de pie sin avanzar, simplemente
prestando atención a la voz firme de Nate. No
escuche una respuesta, pero si unos tacones golpear
contra el piso acercándose.
—Toma —habla hacia Nate—, tómale foto y
memorízate mi cara y mi nombre para que no
vuelvas a…
Gira por el pasillo entrando al salón, se para en
seco al reparar en mí.
399
En segundos ya me había recorrido de pies a
cabeza.
—Señorita, no puede…
—Está bien —Interrumpe Rosie a mi lado —,
ella siempre ha tenido permitido el acceso.
Al escuchar a Rosie, ella gira hacia Nate y sonríe
con suficiencia. —Ve por mis cosas —palmea su
mejilla y continúo caminando hacia mí.
—Judith, ¿cierto?
Asiento observando cómo se quita su gabardina.
No necesitaba que me dijera su nombre, lo
conocía. Lo había investigado hace menos de
veinticuatro horas.
—Sophia Howard —dice mientras tira sobre el
sofá su abrigo y su bolso—, ¿Y Mason?
Tenía demasiada confianza, se notaba en cada
movimiento, cada palabra, cada gesto que hacía.
—En su habitación —responde Rosie por mí.
—Claro —responde dándose un golpecito en la
frente como si hubiese sido obvio—, sabes que no
saldrá de allí hasta la noche Rosie —murmura
400
tomando sus manos— ve a descansar, le diré que yo
te pedí que ya te fueras.
Rosie sonríe agradecida y haciendo una pequeña
reverencia con su cabeza sale del lugar, no sin antes
sonreírme también. Yo estaba parada allí, sin
encontrar mi voz. Carraspee ligeramente
—¿Quieres que vaya a buscarlo? —pregunto en
un intento por ser amable.
Sonrío abiertamente girando su rostro un poco,
como si tuviese curiosidad y estuviera aguantando la
risa.
—Que divertida eres —habla entre risas
arrugando su nariz como si le diera ternura la
situación—, yo puedo hacerlo —dice para después
girar e irse hacia la habitación sin esperar respuesta.
Me siento en el sofá moviendo mi pierna de
arriba hacia abajo con la vista fija por donde se
había ido. Nate entra al lugar con un par de maletas.
—Creo que trae piedras —dice al percatarse que
Sophia no está— Tu hermano va subiendo.
—Gracias —respondo, Nate me observo
fijamente, podía sentirlo aun sin estarlo viendo.
401
—¿Estás bien? —pregunta, detengo el
movimiento de mi pierna y me aliso mi falda
acomodándome mejor en el sofá.
—Todo bien —digo deseando que mi hermano ya
entre para irme con él a su habitación.
—¡No! —escucho el grito divertido de Sophia —
¡No empieces!
Fijo mi vista hacia el pasillo de la entrada.
Escucho unas pisadas rápidas provenientes de las
habitaciones. Sophia entra al salón con el cabello
desarreglado y descalza. Aun así, no pierde su porte,
la elegancia parece ya ser completamente parte de
ella.
—Prometo no hacer ruido —susurra tomando su
maleta—, ya sabes, por lo de tu hermano —Sonríe y
continúa caminando. Aprieto los dientes y no digo
nada—. Por cierto —Se gira a verme por encima de
su hombro—, me saludas a Elliot —Al terminar de
decir eso retoma el camino y sale corriendo
nuevamente fuera del lugar.
Suelto un suspiro tembloroso al escuchar su
nombre. Entonces, ella estaba al tanto de todo, de la
falsa relación, de mi real relación. No debería, pero
me preguntaba qué tipo de relación tenía con Mason.
402
No sé qué cara tengo, pero Nate no hace ningún
comentario.
En cuanto Carlos y Jace entraron nos fuimos a su
habitación, no sospecharon nada, no era para nada
raro, antes de mudarme yo pasaba más tiempo en
donde mi hermano estuviera que en mi propia
habitación.
Estaba sentada en el piso junto a Carlos mientras
veíamos una película y comíamos diferentes dulces.
Al parecer, Carlos prefería guardar en su maleta
comida antes que ropa.
Mi hermano está sentado frente al escritorio
tecleando con rapidez en su laptop.
La puerta suena un par de veces, Jace se pone de
pie quitándose sus gafas caminando hacia esta.
Mason está del otro lado sonriente, me quede sin
aliento al verlo. No conocía de marcas de ropa, pero
estaba segura de que todo lo que traía era de alguna
muy importante. Se nota, o quizás era la manera
increíble en que le queda.
Su mirada pesada cae inmediatamente en mí, y va
de mí a Carlos un par de veces. Cuando parece
recordar que tiene a mi hermano al frente, carraspea
y vuelve a su sonrisa inicial.
403
—¿Aún no
directamente.
estás
lista?
—Me
pregunta
Parpadeo confundida. Mason frunce el ceño y
gira hacia un lado.
—Pensé que no querría perder el tiempo con
nosotros, está con su hermano, déjala tranquila —La
voz del otro lado es de Sophia.
¿De qué demonios hablan?
—¿Están
ocupados?
—pregunta
ignorando el comentario de la rubia.
Mason
—Yo si —responde Jace haciéndose a un lado—,
ellos no.
—¿Quieren
salir?
—pregunta
viéndonos
directamente a Carlos y a mí. Estoy a punto de
negar, pero Mason continua: —Carlos, ¿quisieras
conocer uno de los mejores clubes de la ciudad?, es
imposible entrar, pero tengo mis contactos.
A Carlos le brillan los ojos, lo veo sin poder
creerlo. —Claro.
Mason sonríe satisfecho. —Nosotros nos
adelantaremos porque nuestros amigos ya nos
esperan, pero Levi vendrá por ustedes en una hora
—Se gira hacia mi hermano —Si te desocupas o
404
cambias de opinión, házmelo saber y mando a
alguien por ti sin problemas.
Jace asiente y en cuanto cierra se coloca
nuevamente las gafas y vuelve a su laptop.
—Pensé que veríamos películas.
—Pueden esperar —responde sin
poniéndose de pie corriendo a su maleta.
más,
Espero unos minutos para asegurarme de salir
cuando ya no están. Bajo en el ascensor al
departamento de Elliot por mi ropa.
Ni siquiera me iba a permitir pensarlo demasiado.
Tenía un plan que incluía medias de red.
405
20 | CELOS.
♪ You picked a dance with the devil and you
lucked out ♪
(Escogiste un baile con el diablo y tuviste suerte) Swim. Chase Atlantic.
La fila para entrar al lugar era ridícula, Levi ni
siquiera tuvo que decir algo, en cuanto lo vieron
abrieron la cadena y nos dejaron pasar.
El lugar es increíble, se nota que si estamos en
uno de los mejores de la ciudad. Es elegante, hay
luces, espejos, y mucho cristal, no tengo idea de que
tan buena idea sea esto último con tanta gente ebria
alrededor.
La música suena fuerte y encontrar a Mason es
tarea demasiado sencilla. Incluso con la poca luz.
Está en una de las zonas altas, recargado en el
barandal con un vaso en su mano. Mucha gente lo
observa, y esa es la razón por la que lo encontré tan
rápido.
Tiene muchas personas alrededor, pero su
atención está puesta en la rubia que ríe abiertamente
frente a él.
—¿Quieren ir a la parte de arriba? —pregunta
Levi elevando su voz para que podamos escucharlo
406
a través de la música.
Antes de que Carlos pueda aceptarlo, pellizco su
espalda haciendo que gire haciendo una mueca.
—¿Tú subirás? —pregunto viendo que su
intención no parece ser esa.
—Las amigas de Sophia son algo… —se calla y
ve hacia la barra—, prefiero estar aquí.
—Te acompañamos —digo jalando a Carlos
conmigo. Levi sonríe y asiente retomando su
camino.
Algunas personas se giran a vernos. Poco a poco
me siento menos cohibida, incluso con las miradas
lascivas de algunos hombres.
Me había maquillado poco, y solo alacié mi
cabello, pero todo el crédito se lo llevaba mi vestido.
Era un regalo que Vanesa me había hecho, pero
nunca lo había usado, lo sentía demasiado para mí.
El vestido abrazaba mis curvas de una manera
favorecedora. Era liso, las copas del vestido
resaltaban mi pecho. Los laterales de las piernas
eran abiertos y únicamente se sostenían por lazos.
Creí que con algo así, no podría dejar de sentirme
407
incómoda, pero me sentía bien, no tenía idea que un
vestido podía levantar el ánimo así. Me siento sexy.
—¿Qué quieren tomar?
girándose hacia nosotros.
—pregunta
Levi
—¿Qué nos recomiendas? —responde Carlos.
Levi observa hacia la zona en donde Mason esta
y levanta la mano en forma de saludo. Llevo mi
vista hacia él sintiendo una punzada de nervios al
ver su mirada fija en mí. En cuanto hacemos
contacto visual sonríe brevemente haciendo un casi
imperceptible movimiento con su cabeza hacia su
lado.
Una mano se posa en su barbilla haciendo que
gire su rostro. Sophia vuelve inmediatamente a estar
sobre él, casi. Él se agacha un poco para poder
decirle algo al oído haciendo que ella se ría mientras
golpea su antebrazo suavemente haciendo que él
sonría.
¿Alguna vez he dicho que odio su sonrisa?
Porque lo hago.
—En realidad —habla Levi a nuestro lado— no
suelo tomar demasiado, de hecho, casi nada, así que
no tendría idea de que recomendar.
408
—¿Qué? —grita Carlos hacia Levi provocando
que este último suelte una risa divertida. Eso
envidiaba de Carlos, tenía ese don, le bastaban dos
minutos para tomar confianza con alguien, podía
hacer amigos a donde fuera —Ya dime, ¿de qué
convento te sacaron?
Sonrío divertida por su reacción, aunque también
me sorprende. Para nadie es un misterio que Levi es
el tranquilo, aun así, me asombra. Siempre he creído
que nadie es tan bueno, pero él parece que lo es. O
quizás demasiado correcto.
—Solo no encuentro la fascinación de perder el
control.
—Hermano, te estás perdiendo de un mundo de
posibilidades —Carlos hace un gesto al barman para
llamar su atención.
—¿Cirrosis, cáncer? —pregunta Levi luciendo
divertido.
—¿Puedo pedirte algo? —pregunta Carlos.
Levi asiente. —Hoy es de esos días en los que
pienso ir en contra de mi propia integridad, así que
adelante.
409
Carlos parece encantado, y se gira nuevamente al
chico detrás de la barra. Cuando veo que colocan
tres vasos de shot jalo a Carlos del brazo.
—Yo no pienso tomar —Me quejo en su oído.
Carlos se gira ignorándome.
—Mason dice que subamos.
—¿Qué se supone que hay arriba? —pregunta mi
amigo.
—Privacidad, el acceso es limitado.
Carlos coloca un vaso frente a mí y otro frente a
Levi. Levanta ambas manos a sus laterales como si
estuviese pesando algo.
—Privacidad —murmura elevando su mano
derecha—, bebidas inmediatas —Ahora eleva más
su mano izquierda.
Sonrío divertida. —Levi si quieres ir con ellos…
Nosotros estaremos bien aquí un rato.
Levi niega prestándole atención al chico que
rellena los tres shots frente a nosotros. —Estoy bien
aquí —Guarda su teléfono sin responder más.
Mi mirada traicionera busca a Mason
nuevamente. Sophia sigue pegada como lapa a él,
410
sin embargo, esta vez él no está riendo, ni siquiera
parece estarle prestando atención, su vista está fija
en mí. Sophia hace que gire a verla y le da comer lo
que parece ser una fresa. Desvió la mirada volviendo
a prestarle atención a Carlos.
—Se toma rápido —Explica
entregándonos una pajilla a cada uno.
el
chico
—¿No es mejor tomarlo sin esto? —pregunta
Levi moviendo la pajilla.
—Este es caliente —El barman toma un mechero
y lo enciende apuntando directo al shot de Carlos.
Abro los ojos al ver su shot en llamas,
literalmente. ¿Eso se puede tomar? Levi parece estar
igual que yo.
—Claro, iniciar con una bebida con fuego parece
prudente —dice Levi.
—Tiene que ser rápido —explica Carlos. Y para
darnos el ejemplo introduce el plástico en el shot y
en menos de cinco segundos vacía el pequeño vaso.
Levi niega y suelta un suspiro pesado, parece
pensárselo por un momento, pero tras su bebida ser
encendida, repite las acciones de Carlos tomándose
de una la bebida.
411
Cierra los ojos haciendo una mueca mientras
recarga sus manos sobre la barra.
—¿Tan mal sabe? —pregunto alarmada.
El barman enciende mi bebida. Ni siquiera me
detengo a pensarlo, introduzco la pajilla y lo tomo
completo.
Contengo las intensas ganas de escupirlo y me lo
paso. El sabor es fuerte, algo amargo, el líquido
caliente, soy capaz de sentir cada gota bajando por
mi garganta dejando un camino de fuego a su paso.
No creo ser capaz de tomar otro.
Pero lo hago, lo hacemos, bebemos varios shots
seguidos. Y para la hora ya estamos algo… felices.
—Están peor de lo que creí —grita Carlos por
encima de la música. Él pareciera que simplemente
ha tomado agua, yo tengo calor y me siento ligera.
Levi, él es otra historia, no para de reír y de
hablar en coreano. Tuvimos que movernos a una sala
lounge porque estuvo a punto de caerse de las sillas
largas que estaban en la barra.
En este tiempo borracho, he podido conocerlo
más que en todo el tiempo anterior. Estaba
honestamente sorprendida, era un genio total, solo
412
con saber que dominaba cinco idiomas supe que
estaba probablemente ante la persona más
inteligente que he conocido.
En la última hora, mi bolsa no había dejado de
vibrar, sabía que era Mason, pero no pienso subir, no
por el momento. Me estoy divirtiendo y estar aquí es
mejor que tener que estar en primera fila de su
manoseo con Sophia.
Algunos chicos se han intentado acercar a mí,
pero Carlos los espanta, tiene ese hábito aprendido
de mi hermano.
Levi toma la botella de la mesa y la empina sobre
su boca. Abro los ojos sorprendida buscando a
Carlos, pero él ya se encuentra bailando en la pista
con una morena.
—Levi —Le hablo, pero no escucha. Me coloco
sobre mis rodillas en el asiento, estirándome hacia él
alcanzando la botella, arrebatándosela.
—Creo que ya has tomado suficiente.
—Tú también —Se queja cuando me ve tomar un
poco.
Ambos nos observamos en silencio antes de
soltarnos a reír.
413
Tiro mi cabeza hacia atrás, riendo sintiendo como
mi cuerpo también se lanza hacia atrás.
Levi toma mi mano jalándome hacia él para
evitar que caiga. Coloco mi mano en su pecho
tratando de evitar que nuestros cuerpos se unan por
completo.
En ese momento empieza a sonar en todo el lugar
una canción que levanta los ánimos completamente.
La gente corea la canción mientras baila y salta en la
pista.
—Vamos —grito colocándome de pie jalando a
Levi de la mano. No pone resistencia, así que
pasando entre la gente logramos llegar al centro.
Me giro a verlo de frente mientras tomo sus
brazos haciendo que se mueva. Suelto una risa al ver
su cara.
—¿Vives de la música y no saber bailar? —
pregunto en su oído colocándome de puntas sobre
mis pies. Él ríe, sus ojos se achican haciéndolo lucir
tierno— Solo déjalo fluir.
Tomo sus manos haciendo que mueva sus brazos.
En pocos minutos Levi toma el ritmo, supongo que,
si lo tienes, lo tienes.
414
Muevo mi cadera al ritmo de la música, elevo mis
manos pasándolas por mi cuerpo hasta elevarlas al
cielo. Me giro moviendo mi cabello hacia mi
espalda, una chica pasa frente mi empujándome en
el proceso. Mi espalda choca con fuerza contra el
pecho de Levi.
—¿Estás bien? —pregunta sonando preocupado.
—Estoy bien —digo recargándome en su hombro
para continuar bailando.
Me detengo al percatarme de la mano de Levi
bajando hacia el extremo de mi vestido. Contengo la
respiración sin saber exactamente que hace, pero
rápidamente me doy cuenta de su intención. Con
cuidado jala un poco la tela hacia abajo. Con todo el
movimiento no me había dado cuenta lo mucho que
se había subido. Sonrío enternecida. Suelto un
pequeño grito al sentir como tiran de mí hacia un
lado. Mason me apega a él. La tensión de su cuerpo
es evidente.
Toma mi mano y jala a Levi del cuello de su
camisa, llevándonos con él hacia el extremo de la
pista. Llegamos a nuestra sala lounge y tira a Levi
sobre el sofá sin cuidado.
415
—¿Qué mierda pasa contigo? —pregunta
completamente irritado hacia Levi que parece no
haber escuchado, estira su mano para alcanzar la
botella, pero Mason la aleja antes de que lo logre.
—Deja de ser un amargado, solo se está
divirtiendo.
Mason ignorándome, toma uno de los shots casi
vacíos de la mesa y lo huele. Lo extiende hacia mí
achicando los ojos—, ¿Tequila y ron, de verdad?
Lo observo confundida. Ni siquiera yo que los
probé pude saber lo que tenían y él con oler poco lo
supo. Carlos llega hacia nosotros cantando
completamente ajeno de todo.
—¿Qué pasa? —pregunta al ver nuestras caras.
—Levi no toma, no puede ponerse a mezclar.
Carlos abre la boca pareciendo en shock.
—¿No tomas?, debiste mencionarlo —Riñe al
casi desmayado Levi poniendo las manos en su
cadera. Suelto una carcajada sin poder evitarlo.
—Iremos arriba.
—Yo estaré por aquí —habla Carlos girando y
huyendo como el cobarde que es. Yo intento seguirlo
416
pero Mason se interpone antes de poder dar un paso.
—Tú vas conmigo —Me dice para después tomar
a Levi del brazo y obligarlo a caminar.
Frunzo los labios, pero lo sigo. Subimos las
escaleras y llegamos a la zona más privada.
Sophia al verme hace una mueca, o eso parece,
está muy lejos como para poder asegurarlo.
—¿Qué pasa? —pregunta en cuanto llegamos a
ella. Mason no dice nada, obliga a Levi a sentarse
junto a ella. Yo me siento al frente.
—Voy a pedir agua —murmura girando sobre sus
talones.
Sophia ríe —Pero mira, el niñito probo el alcohol
—Levi nuevamente intenta alcanzar una de las
bebidas de la mesa, pero Sophia lo toma antes que él
y lo aleja de su alcance—. Ya das suficiente pena —
dice negando—, déjale eso a los mayores.
—Dios, cállate —Se queja Levi pasando las
manos por su cara. De mis labios brota una risa sin
ser capaz de detenerlo. Sophia levanta su vista
callándome al instante. —A veces eres tan…
insoportable —Continúa farfullando Levi, finjo que
mi atención está puesta totalmente en la pista.
417
Sophia se intenta poner de pie, pero parece
pensárselo mejor porque se vuelve a sentar.
Desde donde estoy veo a Mason caminando entre
la gente como Moisés en el agua. No necesita
esquivar personas, ellos se mueven para dejarlo
pasar.
—Iré a buscar a Mason —anuncia Sophia.
—Ya está subiendo —digo y tan pronto como
abro la boca parece querer matarme. Se acomoda
mejor en su asiento, extendiendo su mano a la
bebida frente a ella, tomando un trago de esta.
Levi no dice nada, solo tamborilea con lentitud
sus dedos sobre la mesa.
Sophia coloca sus codos sobre la mesa enterrando
su rostro entre sus manos.
—¿Estás bien? —pregunta Mason detrás de mí
colocando la botella de agua frente a Levi.
—Si —responde pasando la mano por su cara—.
Un poco cansada —murmura lamiendo sus labios—,
mi cabeza esta a punto de estallar.
Mason le lanza unas llaves haciendo que las
atrape en el aire.
418
—Vete con Levi, llévate mi carro, yo me llevaré
su auto —Sophia parece vacilar un momento, pero
no dice nada—, no tardaré mucho —añade—
esperaremos a su amigo —dice apuntándome.
—Si… yo, en un minuto —murmura Sophia
masajeando sus sienes.
—¿Puedes venir conmigo? —pregunta Mason
extendiendo su mano hacia mí. Lo observo por un
momento sin estar segura de aceptar. Su rostro es
inexpresivo. Finalmente, me pongo de pie y camino
junto a él hacia el fondo del lugar, aquí es mucho
más oscuro y privado, a lo lejos veo a Sophia y Levi
pararse e irse—, Tenemos unos minutos antes de que
dejen subir a la gente nuevamente.
Parpadeo perpleja ¿Hizo que bajaran a todos? Me
doy cuenta de que el lugar está vacío. Cuando
subimos estaba casi lleno, ¿En qué momento lo
había hecho?
Mason me toma por el brazo y me acerca a él
apegándome a su cuerpo. Su boca está a la altura de
mi oído, así que puedo sentir su cálido aliento
golpear mi piel. La música sigue sonando fuerte, el
piso parece vibrar.
419
—¿A qué estás jugando? —habla rozando sus
labios deliberadamente en mi oído lanzando
escalofríos por mi cuerpo. Sus manos tatuadas
pasan por su cabello despeinándolo, aun así y como
siempre, no se ve mal, todo lo contrario.
Trago saliva sintiendo la garganta seca.
—¿De qué hablas?
—Me has estado evitando.
Sacudo la cabeza negando, aunque no sea una
pregunta.
—No.
—No subiste —habla alejándose un poco.
—Tú pudiste bajar —Contraataco terminando por
separarnos.
—No podía, le había prometido a Sophia que
estaría con ella —habla siguiéndome.
Mi mandíbula se tensa, aprieto los dientes, por
suerte voy frente a él, así que no es capaz de verme.
—Entonces ese no es mi problema, yo no me
debo adaptar a tus promesas —digo mucho más
mordaz de lo que pretendía. Cuando llegamos a la
420
sala lounge más alejada me siento en un sofá
individual, esperaba que se sentara en otro, pero se
pone de cuclillas frente a mí para verme al rostro.
—¿Estás molesta? —pregunta confundido.
—¿Qué? Para nada. Simplemente te estoy
diciendo un hecho. Si tú no puedes acercarte porque
tienes que estar con tu amiga, no es mi problema, si
yo tampoco lo hago no significa que te esté evitando
—contesto enfadada.
—A ver, recapitulemos, ayer al llegar del
concierto estabas relativamente bien conmigo, hoy
no nos vimos por qué estabas con tu hermano y
cuando fui a buscarte ya estabas molesta.
—No lo estaba —farfullo.
—Lo estabas, siempre que te molestas haces un
pequeño gesto con tus labios —Acerca su mano a mi
boca—: justo como este de aquí.
Parpadeo percatándome de que sí, estaba
haciendo uno, nunca lo había notado. Se incorpora
sacando su teléfono del bolsillo. El nombre de
Sophia aparece en la pantalla. Contengo el impulso
de soltar un bufido. Mason responde y se aleja unos
pasos.
421
Después de unos segundos regresa volviendo a
guardar su teléfono en el bolsillo. Esta vez se sienta
a mi lado, estira su brazo sobre el respaldo sin llegar
a tocarme solo descansándolo allí.
—¿Algún problema? —pregunto, aunque no me
interesa mucho. Mason niega.
—Sophie dejo su ropa en mi habitación, quería
saber en cuanto tiempo regresaríamos.
—Buscaré a Carlos —Me pongo de pie e intento
pasar por su lado, pero me detiene tomándome por la
muñeca suavemente.
—¿Cuál es la prisa? —Bromea, pero no estoy de
humor.
—Pues esa, no quiero causarte problemas.
Mason se ríe. El hijo de perra suelta una risa
aparentemente, muy divertido.
A continuación, exhala lentamente, parece estar
pensando y entonces vuelve a sonreír abiertamente.
—¿Estás celosa? —pregunta mientras me acerca
nuevamente a él.
—No estoy celosa —Contesto inmediatamente
sintiendo mi voz cortarse.
422
Intento no despegar mi vista de la suya, aun
cuando siento mi rostro entero calentarse de la
vergüenza.
¿Por qué me estoy sintiendo así? ¿Por qué no
nací con el don de la indiferencia? Tendré que
pedirle clases a Aiden.
—No tendrías que estarlo en todo caso.
Con mi dignidad tambaleándose me obligo a
mantener una posición firme. Pero con cada
interminable segundo me siento peor. Tiene razón,
no debería, no me debe explicaciones, ni respeto, ni
absolutamente nada, y yo se lo debo a una persona, y
no es a él.
—No lo estoy —Repito mucho menos segura que
antes, estando esta vez completamente frente a él,
entre sus piernas.
Mason se ríe. Si, se ríe con la diversión bailando
en todo su semblante.
—No me refiero a lo que piensas, pero dejaré que
lo entiendas sola.
Suelto un suspiro tembloroso, odio sentirme así,
odio que me moleste, odio no poder controlar mis
423
emociones, me aterra el tiempo que pasa en mi
cabeza.
¿Qué demonios pasa conmigo? Me siento
frustrada y molesta por todo lo que he hecho, todo lo
que he permitido.
>>¿Qué pasa en esa preciosa cabecita tuya?
Con sus dedos roza los ligeros lazos de mis
piernas. Es un toque distraído, su atención parece
estar completamente en mi rostro. El contraste de
nuestras temperaturas es demasiado notorio. La
calidez de su toque se siente como llamas contra mi
piel fría.
Las palabras se disipan en mi mente, no tengo
cabeza para nada excepto para su toque. La imagen
es ridícula, él parece todo, menos afectado, y yo
estoy aquí nadando en mi propia saliva, tentándome
sola con mi imaginación.
—Solo estoy cansada —Miento descaradamente.
El recarga su cabeza sobre el asiento sonriendo.
Ambos sabemos que miento, pero para mi suerte no
dice nada.
Tratando de no parecer afectada lo observo
fijamente a la cara. Mala idea.
424
La caótica tentación se arremolina con fuerza en
mi vientre. ¿Cómo es posible que fuese tan guapo
sin intentarlo ni un poco?
—Esto es como un déjà vu —dice rompiendo el
silencio. Frunzo el ceño sin entender. Antes de poder
preguntar siento como su mano se envuelve en mi
cintura y con un simple movimiento tira de mí hacia
él. Mi cuerpo aterriza sobre el suyo, su boca está a la
altura de mi rostro, su respiración caliente choca
contra mi oído robándome el aliento —Te conocí en
la oscuridad. Justo como esto.
Lentamente suelto el aire contenido. No sé si es
la cercanía, los roces, el alcohol, su ronca voz
murmurándome al oído, pero la atmosfera se siente
pesada, eléctrica, muy jodidamente tensa.
No soy capaz de moverme… creo que más bien
no quiero hacerlo.
En un acto de inercia lamo mis labios. Su vista
baja siguiendo el corto recorrido de mi lengua.
Necesito salir de aquí para calmarme, pensar y si se
puede darme alguna bofetada, pero sigo congelada,
soy incapaz de concentrarme en algo que no sea el
regazo de Mason.
425
—Creo que deberíamos irnos —Soy capaz de
modular. Pero él no parece escuchar, está perdido…
perdido en mí.
Un gruñido bajo sale de su boca, y antes de que
pudiese procesar lo que está pasando, siento sus
labios estamparse sobre los míos.
Su boca húmeda se mueve con avidez sobre la
mía. Casi como si lo hubiese estado esperando en
todo el rato, sigo su ritmo sin problema.
Como siempre, sus besos son firmes,
hambrientos, llenos de deseo y pasión. Mason es
fuego, y yo me siento como gasolina. Somos un
incendio sin control de caricias, besos y ligeros
jadeos.
Me gira con facilidad, coloco mis piernas a los
lados de su cuerpo, terminando a horcajadas sobre
él.
Sus manos viajan a mi espalda baja, apretándome
más contra él provocando que mi cuerpo roce sobre
el suyo. Un gemido sale de mi garganta ahogándose
en su boca. Mason muerde mi labio lanzando una
deliciosa punzada de dolor.
Por la posición en la que estamos puedo sentir
perfectamente su erección chocando contra mi sexo.
426
Mi cuerpo cada vez se siente más ansioso.
Me lanzo nuevamente contra su boca, pero su
mano sube con rapidez por mi cuerpo hasta mi nuca,
enredándose en mi cabello, evitando así que me
pueda acercar. Me mantiene en mi lugar a
centímetros de su rostro, esta vez repite el
movimiento rozando su cuerpo contra el mío
arrancándome otro gemido.
—Ese es mi sonido favorito —Su voz ronca lanza
escalofríos por todo mi cuerpo, sus caderas vuelven
a levantarse causando la deliciosa fricción, casi
tormentosa.
Tira hacia atrás de su mano en mi cabello
haciendo que levante mi rostro. Lamo mis labios
sintiéndolos secos mientras cierro los ojos al sentir
su respiración en mi cuello. Deliberadamente siento
sus dientes, rozan mi piel sensible.
Está invadiendo por completo mis sentidos y
sensaciones de forma lenta, dura y abrumadora.
El deseo es casi incontrolable. Y entonces una luz
roja se enciende en mi cabeza. Eso es lo que causa
Mason en mí, eso y nada más: deseo.
Él probablemente es de las personas más guapas
que he conocido, mi cuerpo reacciona a su cercanía,
427
sus tatuajes, su voz, su cabello despeinado cayendo
en pequeños rizos por su frente, la forma en que sus
venas resaltan en sus brazos y sus manos, su boca,
su tacto. La manera en que su mirada cuenta mil
historias eróticas cuando lo toco. El sonido de su
respiración agitada.
Los celos que siento, el hecho de que siempre
esté en mi cabeza debe venir de eso y nada más.
Respiro más relajada.
Sus labios se deslizan por mi cuello, besando,
lamiendo, rozando sus dientes. Detiene sus
movimientos un segundo y lo siento sonreír sobre
mi piel. Libera mi cabello y se aleja un poco
tomando mi barbilla
—Tu corazón está como loco.
No solo mi corazón quiero gritar, pero la
vergüenza es mucha. Me gusta cerrar los ojos y
perderme entre sus besos, caricias, en sensaciones,
pero con Mason es imposible, el hecho de que me
esté constantemente hablando me mantiene
consiente en el aquí y ahora.
—No te burles —murmuro intentando esconder
mi rostro. Mason suelta una ligera risa y niega.
428
—No lo hago —Toma mi mano y la extiende
haciendo que la coloque sobre su pecho. Con mis
dedos extendidos sobre el puedo sentir sus latidos
frenéticos—. No podría.
En un rápido movimiento me toma por la cintura
y me sienta sobra el sofá a su lado. De reojo veo que
algunas personas ya han subido. Ni siquiera lo había
notado. Mi rostro se calienta, si estuviesen las luces
encendidas estoy segura de que sería un espectáculo
a la vista, mi rostro quemando, mi cabello enredado,
mi vestido desacomodado.
Y Mason, bueno el cómo siempre parece
mantener la compostura a la perfección. El rey de lo
imperturbable.
A punta con su cabeza hacia las escaleras. —
Vamos, quiero enseñarte algo— dice ofreciéndome
su mano.
Mientras bajamos mi teléfono suena, lo tomo
para silenciarlo sin siquiera ver la pantalla. No es
necesario, sé perfectamente quien es, el mismo había
modificado el sonido de la notificación de sus
llamadas entrantes.
La culpa escala como arena por mi espina dorsal.
Especialmente porque no estaba segura de sentirme
429
ni un poco arrepentida.
430
21 | MONET.
♪ You were drivin’the getaway car, we were flyin,
but we’d never get far, don’t pretend it’s such a
mistery, think about the place where you first met me
♪(Estabas conduciendo el auto de huida, volábamos,
pero nunca llegaríamos lejos, no pretendas que es
un misterio, piensa en el lugar donde me conociste
por primera vez) -Getaway Car. Taylor Swift.
Mi corazón y mi mente estaban teniendo una
pelea campal en mi cabeza.
Mason maneja con rapidez el auto de Levi.
Carlos probablemente se desmaye cuando se entere
de que estuvo dentro de uno de sus coches
deportivos favoritos y no estuvo consciente como
para recordarlo.
Él dormía plácidamente en el asiento trasero
completamente extendido. En el tiempo que no
estuve cerca su aparente e intachable tolerancia al
alcohol desapareció por completo.
Mason y yo vamos en silencio, cada uno sumido
en sus pensamientos. Mi teléfono comienza a vibrar
nuevamente, Elliot no ha dejado de hacer llamada
431
tras llamada. Pero hoy, solo por hoy, he decidido
ignorarlo.
Después de unos minutos Mason detiene el coche
en un estacionamiento vacío, observo los
alrededores, no hay nada más que un imponente
edificio a oscuras. Lo reconocí porque era uno de los
más altos de toda la ciudad. Si no es que el más alto.
—¿Quieres responder? —pregunto apuntando
hacia mi bolsa. Niego sin decir nada más,
manteniendo mi vista en la ventana. —¿Estás bien?
—Si —hablo casi de inmediato, aunque no esté
muy segura de que mi respuesta sea cierta.
Mason presiona un botón y las puertas se elevan
abriéndose de manera automática. Él rodea
rápidamente el auto y extiende la palma de su mano
hacia mí esperando que la tome —Ven conmigo.
Observo por el retrovisor a Carlos solo para
verificar que continúa dormido. Tomo rápidamente
mi bolso solo para sacar la cadena que había
olvidado entregarle a Mason y tomo su mano
saliendo del auto.
Caminamos hacia la puerta en donde ya se
encontraba un guardia o eso parecía por su
uniforme.
432
—Deténganse —El tipo enciende una linterna
hacia nosotros alumbrándonos por completo. Coloco
una mano en mi rostro cubriéndome de la luz.
—Idiota —murmura
continuando caminando.
Mason
a
mi
lado
—Ah… eres tú, Alexander —Apaga la luz y la
giro extendiéndola hacia él. Me sonríe por un
segundo a modo de saludo—, ¿Ahora traes
compañía? —pregunta mientras Mason toma la
linterna, ni siquiera se molesta en responder a lo
obvio, el guardia toma su celular observando la hora
—, bien, en una hora es cambio de turno, así que
necesito que antes de eso estés fuera.
—Tranquilo —habla Mason continuando el
camino—, seremos rápidos —Se detiene y gira antes
de adentrarnos al edificio oscuro—, hay un chico en
el auto, si sale dile que no tardamos —El guardia
asiente girándose nuevamente viendo hacia la calle.
Esta vez sí nos adentramos al lugar, está
completamente a oscuras, a excepción de una
esquina en la que se encuentra otro hombro frente a
unas computadoras, dormido.
—¿Qué estamos haciendo? —susurro mientras lo
sigo guiándonos por la luz de la linterna.
433
—Vamos a subir —explica llegando al ascensor.
Cuando presiona el botón, las puertas se abren y
entremos. Mason apaga la luz dejando la linterna en
una de las esquinas—, solo el primer piso está
apagado por completo. Esto no lo necesitaremos.
El elevador parece que ni siquiera se mueve, sube
y sube y tengo la sensación de que no llegaremos
nunca. Por las luces que avisan en que piso nos
encontramos, sé que estamos llegando al último.
Las puertas finalmente se abren en la terraza del
edificio. Intento mantener mi rostro impasible, pero
no puedo, la vista es un sueño.
Las luces de los edificios se elevan con gracia en
la oscuridad. No tengo palabras para describir lo
hermoso que se ve.
Mason camina hacia la orilla y de un salto sube al
extremo provocando que suelte un grito asustada. Él
gira sobresaltado.
—¿Qué haces? —pregunto alterada viendo como
le da la espalda a la orilla —Idiota, bájate ahora —
ordeno alterada provocando que se ría.
—Tranquila, he hecho esto por años.
434
—¿Y eso te da una especie de inmunidad a la
muerte? —cuestiono aterrada mientras me giro para
evitar seguir viendo su descuido.
—Ven —Pide, pero niego viendo el ascensor
sopesando la posibilidad de salir corriendo de allí
antes de traumarme con la caída de este idiota—,
solo ven, no te obligaré a subir, nunca te haría eso.
Muerdo mi labio frunciendo el ceño. Cuando me
giro me doy cuenta de que soy la prueba viviente de
que la idiotez se contagia.
Me acerco a él con los nervios de punta. Cuando
llego a la orilla me doy cuenta de que no está parado
en el borde, en realidad al frente hay más piso, solo
unos centímetros más, pero lo suficiente como para
estar parado allí sin caerse, pero desde donde estaba
no se veía. También en toda la orilla está una vaya
de metal.
—Sigue luciendo peligroso para mí —murmuro
igual de desconfiada. La altura es una locura.
Mason sonríe y extiende su mano hacia mí. —
Solo pensaba sentarme —Y lo hace, se coloca sobre
el piso con sus brazos recargados en sus rodillas—.
Vamos, ven.
435
Aun con la duda plasmada en cada parte de mí,
camino hacia él. Subo con cuidado al borde. Mason
toma mi mano y me guía parándome frente a él.
Me siento colocándome justo entre sus piernas.
Jamás la noche se había visto tan hermosa. Hasta el
día de hoy esta es la vista más preciosa que he
tenido frente a mí. Parece surreal.
—Olvidaba darte esto —Extiendo la cadena
sobre su mano entregándosela. Unos segundos
después sus manos se sienten en mi cabello
tomándolo todo para hacerlo hacia un lado, el ligero
frío de su cadena golpea mi clavícula, sus dedos se
mueven en mi nuca cerrando la cadena
—Me gusta más así, en ti. Quédatela.
Sonrió levemente sintiendo una
sensación extendiéndose por mi pecho.
agradable
—Cela devrait finir (Esto debería terminar),
mais en ce moment, je me sens égoïste (pero ahora
mismo me siento egoísta)
—Odio cuando haces eso —murmuro sintiendo
su mano acariciando mi brazo—, especialmente
porque sé que no me dirás que dijiste.
436
—Diciéndote perdería la gracia —Él sonríe
mientras pasa su mano hacia mi estómago, me apega
hacia él desapareciendo por completo el poco
espacio que había entre nosotros.
Mi espalda está recargada por completo en su
pecho.
Esto es demasiado íntimo, quizás debería ser
incómodo, pero como siempre sucede con Mason,
no lo es.
Levanto la mirada hacia las estrellas observando
lo bonito de la noche. —¿Desde cuándo sabes
francés? —pregunto con curiosidad.
—Desde siempre. Mi madre era francesa y
cuando nací ella no dominaba perfectamente el
español, así que en casa por unos años el idioma
principal era el francés, hasta que aprendió español
perfectamente y nosotros con ella.
—¿Nosotros?
—Mi hermana y yo.
Lo observo achicando los ojos. —Mientes, no
tienes hermanos —sentencio, recordando que de las
pocas veces que lo he buscado en internet decía eso.
437
—Si tengo —Lo dice de manera tan convincente
que ya estoy dudando en mi increíble investigación
de cinco minutos—, se llama Monet —Al
pronunciar su nombre su voz se suaviza
increíblemente, giro levemente mi rostro para verlo,
tiene una bonita sonrisa plasmada.
“Monet” repito el nombre mentalmente, me
gusta, es lindo.
—¿Y cómo se supone que has logrado
mantenerla oculta? —pregunto aún sin poder creerlo
—Tú siempre tienes una cámara apuntando hacia
donde vayas.
Su cuerpo se pone rígido contra mí. Su sonrisa se
borra y su mirada se apaga.
—Yo… bueno, es sencillo, en realidad, nunca la
han visto porque no tenemos contacto.
—¿Estás jodiéndome? —pregunto siendo incapaz
ya de saber si habla en serio o está mintiendo.
Mason sonríe sin gracia y niega.
—Monet me odia, perdimos el contacto desde
hace más de seis años. Cuando mis padres murieron,
ella tenía doce años, se fue con un tío, yo estaba en
438
universidad y me fui a vivir con Levi ese tiempo. Yo
me hubiese ido tras ella, pero no me quería cerca.
Vuelvo mi vista al frente, siendo incapaz de ver
como he apagado su emoción de un segundo a otro.
—¿Has intentado contactarla? —Me atrevo a
preguntar. Él niega—, Mason, tú mismo lo has
dicho, tenía solo doce años ¿Y si ha cambiado de
opinión? Cualquier cosa que la haya hecho odiarte
ya no debe tener el mismo peso o importancia,
quizás ella te extraña tanto como tú a ella.
—Ese tipo de cosas no se perdonan, Jude, no
importa cuánto tiempo pasé.
—Mason, no creo que exista nada que…
—Nuestros papás murieron por mi culpa —Su
voz salió casi en un susurro, pero fui capaz de
escucharlo y entenderlo perfectamente—. Yo
siempre fui un desastre, era un adolescente sin
control, pasaba más tiempo borracho, en fiestas y
con mis amigos que con mi familia. Justificaba mi
comportamiento con que a ellos no les importaba
que hiciera con nada, los tenía satisfechos, a sus ojos
siempre fui una decepción. Siempre estábamos
teniendo problemas y peleas, así que decidí irme.
439
>>Era muy noche, estaba lloviendo y salieron a
buscarme, solo Monet sobrevivió al choque que
tuvieron. Lo último que me dijo fue que deseaba que
yo fuera el muerto y no ellos, y la entendía, yo
también deseaba eso. Durante años intenté
contactarla, pero no me quiere cerca.
Mi corazón se estruja al escucharlo. Quería
decirle que no creía que fuera su culpa, que no debía
castigarse así. Pero nada parecía adecuado.
Cuando abrí la boca para decir algo me
interrumpió.
—No quiero hablar más de esto, ¿sí?
Un inquietante silencio se apoderó del lugar. Me
coloque de rodillas y me gire envolviendo mis
brazos en su cuerpo apegándolo a mí.
Por unos segundos no reacciono. De manera lenta
movió sus brazos alrededor de mi cuerpo, hundió su
rostro en mi cuello respirando de manera pausada.
No había tensión, no había miedo, y lentamente
también se disipaba el dolor.
No tengo idea de cuanto duramos así, envueltos
en ese abrazo que nos arrebató el miedo.
440
22 | EXCUSA.
♪ Let me into you, let me into your heart ♪
(déjame entrar en ti, déjame entrar en tu corazón) Me and your Mama. Childish Gambino.
No quiero abrir los ojos, pero el ruido es
insoportable. Parpadeo confusa escuchando la
música retumbar en las paredes. Me incorporo de
golpe asustada, tomo mi teléfono viendo la hora.
Sí que había dormido mucho, ya eran las dos de
la tarde. Tenía unos mensajes de mi hermano
avisándome que saldría por unas horas y más de
veinte llamadas perdidas de Elliot.
Entro a su chat e ignorando los cientos de
mensajes que me había mandado, le envió uno
nuevo.
“Hola Elliot, estoy bien, disculpa si te preocupe,
avísame cuando tengas tiempo, me gustaría hablar
contigo.
Ayer había tomado una decisión: Debo terminar
con Elliot.
Lo quiero, de eso no me queda duda, pero no de
la manera en la que creí, él no merece que yo lo
441
engañe, y yo no merezco estar en una relación que
nunca quise.
El volumen de la música baja drásticamente
permitiéndome escuchar ahora unas voces. Me
vuelvo a acostar y me cubro por completo fingiendo
estar dormida, la puerta de la habitación se abre
dejando escuchar como entra Mason riendo. Aunque
estoy dándole la espalda por el reflejo del cristal,
puedo verlo.
Está totalmente mojado, su cabello en completo
desorden, lleva unos pantalones de chándal grises
que caen espectacularmente por su cadera. La
camisa blanca de algodón se le pega un poco pecho.
Trae cargando una maleta de deporte que deja caer
en cuanto cruza la puerta.
Escucho la puerta cerrarse y veo como Mason se
gira quitándose la camisa tirándola contra el piso.
—Tardaste mucho. Hace casi una hora dijiste que
tu entrenamiento había acabado —Se queja Sophia.
—Acabando fui a las duchas, ¿Qué querías, que
llegara completamente sudado?
La reacción que ambas tenemos es
completamente distinta, mientras yo casi jadeo al
442
imaginarlo empapado y sonrojado, ella hace un
sonido como si estuviese teniendo arcadas.
—Tienes razón —escucho la voz de Sophia
acercándose a la cama— ella es como un Koala —
murmura.
Mason suelta una risa dejándose caer al otro
extremo de la cama.
Cierro los ojos cuando la veo acercarse al armario
y sacar una maleta. Escucho ruido, pero no puedo
abrir los ojos.
—¿No crees que estás exagerando? —pregunta
Mason mientras comienza a mover sus dedos entre
mi cabello.
—¿Con qué me veo más sexy? —Cuestiona
Sophia ignorando su pregunta. Siento los celos
invadir cada poro de mi cuerpo. Pero me obligo a
permanecer quieta e ignorar ese incesante malestar
que no debería siquiera existir.
Mason parece dudar. —Son iguales —responde
con indiferencia.
—No son iguales —refunfuña ofendida.
—Demasiadas atribuciones por un simple “no”,
¿No te parece?
443
—No me parece para nada —dice antes de salir
de la habitación cerrando la puerta de golpe.
El silencio inunda el lugar. —¿Ya dejarás de
fingir que duermes?
Abro los ojos, pero me mantengo en la misma
posición.
—¿Cómo te diste cuenta? —Me quejo contra la
almohada.
—Tu respiración es mucho más pausada cuando
duermes.
¿Por qué tiene que ser tan observador?
—¿Por qué un Koala? —cuestiono recordando lo
que dijo Sophia.
—Los koalas duermen veintidós horas —explica
Mason encogiéndose de hombros—. Tú eres como
uno.
—Infantil.
—Koala.
Suelto una risa rodando los ojos.
—De todos los apodos que me pudiste poner, has
elegido el de un animal.
444
—¿Qué tipo de apodo te gustaría entonces?
Mi teléfono suena anunciando la entrada de un
mensaje.
“Ya puedo hablar, te marco en un minuto.”
Me pongo de pie de un salto.
—Tengo que ir al departamento de Elliot —
murmuro apegando mi teléfono a mi pecho. Me
coloco mis zapatos y acomodo mi cabello como
puedo.
Mason ni siquiera me ve, su vista está perdida en
la ventana.
—Si claro.
Salgo tan pronto como puedo subiendo al
elevador. El teléfono comienza a sonar mientras las
puertas se abren. Corro al departamento entrando
rápidamente para tener privacidad.
Respondo justo antes de que se cortara. Tomo
aire hondo para calmar mis nervios y mi respiración.
—Hola…
Después
responde.
de
unos
interminables
445
segundos
—Hola cariño —Su voz es tranquila, suave,
escucharlo me hace darme cuenta de que lo
extrañaba, después de lo que paso se alejó tan de
golpe de mí que creo que, si me afecto, antes que un
novio es un amigo y claro que lo quiero.
—Elliot, ¿Cómo has
caminando hacia el sofá.
estado?
—murmuro
—Mejor ahora que puedo hablar contigo.
Suelto un suspiro al escuchar el ligero reproche
en su voz. Es casi imperceptible, pero lo conocía, lo
sabía.
—Ayer…
—Saliste con Alexander, lo sé.
Parpadeo confundida. ¿Él se lo diría?
—Elliot, sobre todo esto…
—Jude, creo que nunca pude agradecerte —
presto atención confundida—, ahora entiendo que
esto lo hicieras por mí, por mi trabajo, yo debí
escucharte y no actuar tan arrebatadamente.
—No —niego, aunque no este viéndome—,
estabas bien al molestarte, yo debí decírtelo. No
supe cómo actuar, y eso no se justifica, lo siento.
446
—Está bien Jude, tampoco es para tanto.
Cierro los ojos sin saber exactamente que decirle,
lo único de lo que estoy segura es de que ya debo
acabar esto.
—¿Qué estuviste haciendo ayer? Como para que
no pudieses responder —pregunta, por su voz sé que
está intentando contenerse.
—Invite a unos amigos con nosotros —explico
rascando mi ceja nerviosa—, fuimos a un bar, no
pude escuchar mi teléfono, y hasta que desperté vi
tus mensajes.
Responde con un leve sonido de garganta.
—Deberías estar más al pendiente de ese tipo de
cosas, ¿Qué pasa si es una emergencia?
—Lo siento.
—¿Qué amigos eran? —La sensación de
extrañarlo se está disipando como humo, había
olvidado lo controlador que podía llegar a ser. Al
principio se me hacía tierno, después demasiado
asfixiante.
Alguna vez me explico que por su trabajo está
acostumbrado a estar siempre alerta, se gana la vida
447
cuidando a la gente, tenía sentido para mí, lo
entendía, pero no dejaba de ser sofocante.
—Unos amigos con los que me reencontré. En
realidad, no los conoces.
—¿Cuáles eran sus nombres?
Cierro los ojos haciendo acopio de toda mi
paciencia.
—Elliot, quería hablar contigo, ¿Recuerdas? —
murmuro masajeando mis sienes. Es una completa
bajeza que lo haga por teléfono, pero no tengo otra
alternativa.
Se mantiene en silencio por unos segundos,
verifico si la llamada continua y si lo hace,
percatándome de su respiración pausada del otro
lado de la línea, continúo hablando. —No creo que
exista una manera suave de decir esto, así que solo
lo diré.
—Puedes decirme lo que quieras, Jude. ¿Alguna
vez te hice sentir que no?
—¿Qué? —pregunto confundida— No, para
nada, yo solo…
—Siempre me ha importado lo que sientes,
siempre me he preocupado por tu bien, por tu
448
comodidad, por todo, ¿Nada de eso es suficiente,
eh?
Mi corazón se estruja al escucharlo.
—Elliot, lo es, de verdad, pero he pensado mucho
en estos días, yo, te quiero, pero…
—Jude
—Me
interrumpe
nuevamente
haciéndome cerrar los ojos frustrada—, no me alejes
de ti, por favor.
El nudo de mi garganta crece.
—Por favor escúchame —susurro con la voz
temblorosa—. No puedo mentirme, ni mentirte a ti.
No te mereces que…
—Jude tú eres todo lo que merezco, eres eso y
más —Su voz es baja, se me encoge el corazón al
escucharlo—. Te amo Judith, como jamás he
logrado amar a nadie, espere tanto por ti y lo
volvería a hacer porque tú eres mi vida, sin ti no soy
nada, sin ti prefiero morir, tú sabes amor, no soy
paciente y contigo lo fui, porque valemos la pena
juntos.
Mis ojos arden, mi cabeza duele, toda la valentía
que sentí se está desvaneciendo por completo, no
puedo hacerlo.
449
No puedo hacerlo…
—Elliot… —Intento hablar nuevamente, pero
como suele ser su costumbre me interrumpe.
—Eres lo único bueno de mi vida, si tú te vas, ya
no sabré que hacer, no podría continuar —susurra
tristemente. Las lágrimas calientes caen por mi
rostro, mis manos tiemblan, presiono con fuerza el
teléfono contra mi oído. Escuchar su ligero sollozo
del otro lado de la línea hace que mi remordimiento
crezca de golpe—. Perdóname por no saber ser
suficiente.
Y con eso me termina de quebrar.
—Eres suficiente —Las palabras salen
arrebatadas de mi boca—. Lo siento, lo siento —
Repito sintiendo la culpa escalar con fuerza por cada
pequeño espacio de mi cuerpo.
—Estaré allí en unos días ¿Sí? —habla. No digo
nada, no puedo hacerlo, dice algo más, pero ya no lo
escucho.
A veces el querer y el poder iban en sentidos
completamente contrarios.
450
Este día desperté con la idea de hacer lo correcto
conforme a lo que sentía, pero ahora mientras subo
al elevador lo correcto toma otra forma, otro rostro,
otro todo.
Había aprovechado estar en el piso de Elliot para
tomar una ducha y cambiarme. Deje que el agua se
llevara mis lágrimas y medite lo que debía hacer.
No pude terminar a Elliot y eso solo significaba
una cosa: Debía alejarme de Mason de manera
definitiva.
No podía estar jugando con fuego, tarde o
temprano me iba a quemar.
No podía hacerlo esto a la persona que me
amaba.
Salí del ascensor con los audífonos colocados y la
música a tope, de esa manera podía silenciar mis
pensamientos rebeldes que querían que mandara a la
mierda lo que “debía hacer”. Pero yo no soy así.
Cuando entro al salón me encuentro con Sophia,
está sentada en el sofá con una laptop en sus piernas,
su cara se vuelve una de disgusto total cuando me
ve.
Genial.
451
Me quito los audífonos dando un par de pasos.
—Tu hermano no ha llegado, si quieres cuando lo
haga le digo a alguno de los chicos que vaya por ti.
—No es necesario —hablo con
agradecimiento—, vine a hablar con Mason.
falso
—Claro que si —Me da la sonrisa más falsa que
he visto—, está en su habitación, supongo que
conoces el camino.
Avanzo sin decir nada más, cuando estoy a punto
de salir del salón su voz me detiene.
>>Deberías tener más cuidado, si a ti no te
interesa tu imagen lo entiendo, pero lo que haces
perjudica a Mason directamente —Me giro molesta
sin saber de qué se supone que habla. Gira su laptop
y me muestra la nota que estaba leyendo— Ya hay
imágenes tuyas con Levi con las manos en tus
piernas, ¿Qué piensas que creerán si el chico que es
conocido por ser al que no le gusta el contacto físico
es visto tocando a alguien de esa manera? Sus
mismas fans respetan eso y luego sale esto, entiendo
que a la gente como tú…
Antes de que pueda continuar levanto la palma de
mi mano interrumpiéndola. La foto esta borrosa,
452
pero se nota claramente que somos nosotros, fue
justo cuando estábamos bailando.
—Sophia… con el que debes hablar es con Levi,
porque si te das cuenta yo no lo estoy tocando a él,
él me está tocando a mí —Oficialmente, soy una
perra, si lo toque. No recordé las veces que
mencionaron que eso no le gustaba, supongo que el
alcohol me nublo la mente, como quiera no lo hice
de la manera en la que ella está suponiendo, podría
explicarle que la foto está sacada de contexto y Levi
no hizo más que ayudarme a no pasar una vergüenza
porque mi vestido estaba a punto de subirse
completamente. Incluso puedo apostar que la foto
fue tomada cuando creyeron que estaban a punto de
ver mis bragas.
Pero estoy agotada mentalmente, no necesito un
discurso despectivo que me baje más la autoestima.
—Eres una…
—Levi tiene razón, eres insoportable —Me giro
sin esperar respuesta y continuo mi camino a la
habitación de Mason.
Antes de siquiera llegar lo puedo escuchar, toca
la guitarra.
453
Abro la puerta lentamente permitiéndome verlo.
Está recargado en la ventana viendo hacia los
edificios. Mueve los dedos lentamente entre las
cuerdas de la guitarra en su regazo.
Mason es la clase de persona que parece que
nació para la fama, es llamativo a la vista, sin
siquiera intentarlo, es hermoso así, sin hacer nada
con la mirada perdida y el cabello desordenado.
Se ve aún más guapo con la luz dándole
directamente, es como si los rayos del sol fuesen su
propio reflector.
Trato de no hacer ningún ruido, aun así, parece
sentirme porque gira hacia donde estoy. Cuando
nuestros ojos se encuentran sonríe.
Trato de devolver la sonrisa con las mismas ganas
y me acerco, solo un poco para asegurarme de
mantener una distancia prudente.
—¿Puedo pedirte un favor? —pregunto sin
rodeos, eso parece llamar por completo su atención,
deja su guitarra a un lado y se gira hacia mí.
—Sabes que sí.
—¿Podrías hablar con Isaac? Me gustaría volver
a mi departamento.
454
Frunce el ceño ligeramente pero después asiente.
—Claro, ¿Estás de acuerdo en que Nate vaya
contigo? Es simplemente por seguridad.
—Me gustaría que no, pero acepto cualquier
cosa, solo me gustaría retomar mi rutina.
Mason deja escapar un suspiro largo. Lamo mis
labios obligándome internamente a decirlo, tengo
que hablarlo. ¿Cómo se inicia eso?
“Oye, lo que sea que teníamos, ya no puede ser.”
“Mason, no teníamos nada, pero se acabó, si, él
nada.”
Recordé entonces la primera vez que fui al set de
grabación, las palabras llenas de veneno de la chica
morena. “Pareces más de las que están al otro lado
de la valla.” Ahora lo entiendo, y tiene razón, estoy
jugando a ser algo que no soy.
—Veinte dólares por tus pensamientos —Suelto
una ligera risa al escucharlo—, dime, que te
atormenta.
Esta vez yo frunzo el ceño.
—Deja de hacer eso, adivinar lo que pasa por mi
mente.
455
Mason ríe sin parecer ofendido en lo absoluto.
—No es mi culpa que seas tan transparente —
Siento el calor de mi cuerpo subir a mis mejillas.
—No, tú eres muy observador —Mason se
encoge de hombros sin ápice de sentirse
avergonzado—. Lo que quería decirte, bueno, creo
que también deberíamos hablarlo con Isaac, pero
creo que si tú estás de acuerdo… ya no deberíamos
frecuentarnos demasiado, no lo veo necesario.
Lo que digo parece confundirlo y llamar su
atención, Mason se acomoda mejor incorporándose.
Parece estar repitiéndose mentalmente mis palabras.
Su camisa de algodón se apega por completo a su
pecho, puedo observar el fantasma de su tinta
traspasando, casi puedo imaginar sus músculos
flexionándose bajo esta.
—No entiendo —murmura esta vez mucho
menos animado.
—Creo que no es necesario mostrarnos tanto en
público, el punto de todo esto era que la gente
pensara que tenías pareja, ahora lo saben, no es un
rumor, no es un quizás, para ellos es un hecho, no
tienen que vernos cada dos días en algún lugar
público para que crean que salimos porque ellos ya
456
piensan eso —Presiono las manos sobre mi regazo,
sintiéndome cada vez más nerviosa.
>>Sobre las demostraciones de afecto, muchas
parejas son vistas diariamente en la calle sin estar
uno encima del otro. Pienso que podríamos
perfectamente no hacer… nada, de eso —Las
palabras me habían salido entre cortadas, con menos
confianza de la que pretendía mostrar—. Ya no
tenemos que besarnos para fingir.
El silencio de Mason se prolonga a segundos que
parecen interminables. Levanta los ojos para
mirarme, el atisbo de una sonrisa surca por todo su
rostro.
¿Una sonrisa?, ¿De qué me perdí?
—Nunca te bese con la intención de fingir.
—¿Q-qué? —tartamudeo.
—Todas las veces que te he besado es porque he
querido, supuse que lo sabías.
Abro la boca, pero ni una palabra sale de ella, mi
respiración es un caos y mi garganta se seca. Niego
cerrando los ojos con fuerza.
—Mason, no digas eso, está mal, todo lo que
paso está mal.
457
—Bien, lo haré a tu modo —Repentinamente
cambia su actitud y se coloca de pie. Cruza sus
brazos y tomando una postura mucho más seria me
observa fijamente—. Tienes razón, ambos sabemos
que fuimos víctimas de las circunstancias Camina
hacia mí con calma, mi corazón late con fuerza—,
nunca quise besarte.
Termina por acercarse a mí casi por completo, se
mantiene a un paso de distancia, no levanto la vista,
aun así, sé que me está observando fijamente.
>>No me provocas nada, no sabes lo que quieres,
eres indecisa, terca, molesta, la única razón por la
que te tengo cerca es por ese contrato.
Esta vez sí, levanto mi rostro molesta y lo
observo indignada.
—Vete a la mierda —Lo interrumpo empujando
su pecho. Me giro, pero me toma del brazo evitando
mi huida.
—Estoy haciéndolo a tu modo, ¿No es lo que
quieres?
Suelto una risa amarga llena de incredulidad —
¿Por qué querría que te comportes como un idiota?
458
Intento jalar mi brazo, pero su agarre continúa
firme. Me envuelve con su otro brazo colocando la
palma de su mano en mi espalda.
—Te estoy dando lo que quieres —Sube su mano
por mi columna hasta llegar a mi nuca envolviéndola
en mi cabello provocando un cálido cosquilleo, tira
ligeramente de él haciendo que eleve mi rostro hacia
el suyo—, quieres una excusa del por qué tu corazón
se acelera cuando estas cerca de mí, por que tu
cuerpo tiembla, por que tus ojos brillan y tu boca se
seca, porque tus manos me buscan, quieres tener una
razón que no sea que lo quieres, intentas engañarte a
ti misma porque desearlo te hace sentir culpable —
Mi respiración esta atascada, no puedo ni moverme
—, ¿Estas molesta? —pregunta bajando su rostro
hacia el mido.
Asiento un par de veces, sin sentirme capaz de
pronunciar ni una palabra.
—Las personas enojadas no tienen un buen
manejo de sus emociones, y a veces ni siquiera de
sus actos —Se acerca tanto a mí que solo pude
cerrar los ojos, su caliente respiración choca contra
mi rostro, pero no termina por unir el espacio que
nos separa—. Allí tienes tu excusa —Envuelve su
dedo en la cadena que cuelga en mi cuello, en su
459
cadena y la jala hacia el provocando que me acerque
casi por completo, lamo mis labios sintiendo mi
respiración cortarse— Me gusta ver como intentas
controlarte —susurra un segundo antes de chocar su
boca contra la mía. El fuego interno de mi cuerpo se
enciende en cuestión de segundo. Me tardé lo mismo
que un suspiro escapando de mis labios darme
cuenta de mi realidad, Mason tiene razón.
Todo el tiempo estoy tan jodidamente asustada
por todo lo que siento, lo que me provoca que
siempre trato de buscarle un sentido diferente para
evadir la realidad. La realidad de que me encanta
Mason con todo lo que me provoca, con simples
miradas, con sus caricias, sus besos.
Se siente tan bien.
Inhalo su delicioso aroma llena de éxtasis. Sus
besos siempre los había disfrutado, pero esta vez era
liberador, sin reservas, lo quería, principalmente lo
aceptaba.
Mason tiene una manera de besarme tan suya,
que me vuelve loca, sus manos, sus caricias se
sentían suaves, delicadas, pero al mismo tiempo
arrebatadoras, firmes, demandantes.
460
Su pecho sube y baja con la misma velocidad que
el mío.
Somos un
provocaciones.
caos
de
besos,
caricias
y
Un simple roce me provoca estragos. Mi cuerpo
se mantiene alerta, vivo, expectante, necesitado de
él, solo de él. Mason me observa, veo el deseo
bailando en sus ojos.
Su sola mirada me acelera el pulso. Mason me
gusta, demasiado.
Envuelvo mis brazos en su cuello, enredo mis
dedos en su suave cabello, no puedo disfrutarlo
porque lleva sus manos hacia las mías y me separa
un poco de él.
—¿Qué quieres, Jude? —murmura sobre mi
boca. Lamo mis labios intentando acercarme
nuevamente a besarlo, pero vuelve a detenerme.
Frunzo el ceño viendo como niega con una
sonrisa plasmada en sus labios. Se acerca a mi rostro
dejando castos besos por mi mejilla hasta llegar a mi
oído. Mientras pasea su boca por mi oreja, susurra:
—Necesito que lo digas mon amour.
Ay madre mía.
461
Su voz ronca cargada de erotismo lanza ondas de
calor intenso por mis piernas. La tensión es palpable.
Lamo mis labios viéndolo a los ojos.
—Te quiero a ti —Respiro con profundidad.
Mason sonríe acercándome nuevamente a su
cuerpo.
—Eso ya lo tienes. Me tienes, aquí, ahora, soy
tuyo.
Me quedo inmóvil al escucharlo, respiro
agitadamente, nunca había sentido este calor, esta
emoción embriagante.
No hay más pensamientos intrusivos, dudas,
miedo. Solo deseo real, puro y carnal.
Coloco mis manos en su torso y lo empujo
obligando a que caminara hacia atrás hasta que topa
contra la cómoda del espejo, entonces con un último
impulso rodeo mis brazos en su cuello acercándolo a
mí.
Su cuerpo se sentía rígido y duro bajo mi toque,
rozo nuestras bocas, tomándome el tiempo de
disfrutar la suavidad de sus labios.
—Te quiero a ti, dentro de mí, justo así te quiero.
462
Su mirada gris se vuelve más oscura, soy capaz
de ver su autocontrol disipándose como humo.
Nadie tuvo que empujarme a ese abismo, yo sola
me lance.
463
Hola, quería avisar que ahora al final de cada
capitulo pondré tres asteriscos (***) ya que al
parecer, a veces por -supongo— error de la
plataforma no los muestra completos.
Este capitulo es de contenido sexual explicito. Si
a alguien no le gusta puede saltarse directamente al
capitulo que sigue, ya que este únicamente es de
detalles.
23 | MÍA.
♪ you got your legs up in the sky, with de devil in
your eyes, let me hear you say you want it all ♪
(Tienes las piernas en el cielo, con el demonio en los
ojos, déjame oírte decir que lo quieres todo) Gorilla. Bruno Mars.
—Me gustan tus ojos —murmuro al ver el brillo
de su mirada grisácea. Mason sonríe al escucharme
provocando un estallido en mi estómago.
Puedo sentir perfectamente la manera en la que se
endurece bajo sus jeans.
Contengo mi respiración temblorosa en un inútil
intento por controlarme.
Estoy en un punto completamente sin retorno,
quiero esto, lo quiero tanto que me asusta.
464
—Qu’est ce que tu es entrain de me faire? (¿Qué
me estás haciendo?) —Bajo de sus labios besando
su mandíbula.
—Te odio —murmuro con mi boca aun sobre su
piel haciéndolo reír.
—¿Puedo tocarte? —Su voz suena como un
poema erótico. Trago saliva al tiempo que asiento.
Mis nervios están de punta, me siento como una
adolescente hormonal, quiero sentirlo ya, ya, ya.
Pero Mason no hace más que negar sin moverse ni
un ápice, eleva su mano a mi barbilla manteniendo
mi rostro viéndolo directamente— Dilo —ordena de
manera autoritaria lanzando fogonazos por todo mi
cuerpo—. Necesito oírte decirlo.
—Si —jadeo con la garganta seca y la
desesperación filtrándose en mi tono de voz—,
tócame.
Coloca su mano en mi espalda baja. No está
haciendo prácticamente nada, y yo ya estoy casi
jadeando al sentir su contacto, el calor de sus manos
traspasa mi blusa. Dios, nunca había anhelado tanto
algo.
—Tan hermosa —musita contra mi boca. Se
incorpora rodeándome, cuando estoy a punto de
465
girarme coloca sus manos en mi cintura
manteniéndome en mi lugar. Giro mi rostro para
verlo sobre mi hombro —Mírate —susurra en mi
nuca apuntando hacia el frente con un movimiento
de cabeza, seguí el camino de su mirada viendo
hacia el espejo. Nuestras miradas se encontraron y
sonrío mientras bajaba dejando un beso en mi cuello
—, eres un sueño —susurro con sus labios pegados
a mi piel.
La imagen frente a mí era algo intrigante, sexy,
desconocido, a pesar de tener el rostro sonrojado, los
labios hinchados y la mirada brillosa.
Por el espejo observo como Mason sube las
manos por mis brazos acariciando suavemente mi
piel. Cuando llega a los hombros toma los tirantes
de mi blusa moviéndolos hacia los lados dejándolos
caer por mis brazos.
Mi blusa cae dejando mis pechos expuestos, buen
día para no traer sujetador.
Dejo salir el aire contenido cuando cubre mis
pechos con sus manos. La imagen frente a mí es tan
morbosa. Recargo mi cabeza en su hombro mientras
mueve sus pulgares por mis pezones. Gimo en voz
baja perdiéndome en la sensación de sus manos y
del calor acumulándose en mi zona baja.
466
—Podría correrme solo con verte.
Mi garganta se seca. <Yo con solo oírte>, pero no
digo nada, ni siquiera puedo articular una respuesta.
Desliza una de sus manos por mi vientre llegando
al borde de mis jeans. Suspiro cuando siento como
abre con facilidad el botón, su mano juega con el
elástico de mis bragas, tanteando sin avanzar más
—Dime si puedo seguir, Jude —Asiento con un
deje de desesperación.
Su energía sexual es salvaje, incluso en los besos
me lo ha demostrado, pero en este momento actúa
sorprendentemente tranquilo y pausado haciéndome
perder la cabeza.
Finalmente, su mano se adentra a mis bragas
haciendo contacto con mi piel caliente. Cierro los
ojos ahogándome en la ola de sensaciones. Mi
humedad crece, estoy tan ansiosa que con su simple
roce me tambaleo.
—No Jude —habla a mi oído— mírame, abre los
ojos —Mis músculos se contraen, sintiendo el
sonrojo salvaje subir por mi cuello aun así obedezco
viéndolo a través del espejo. Sonríe complacido
cuando nuestras miradas se encuentran—. Buena
chica.
467
Sus ojos arden mientras sus dedos se deslizan con
facilidad por mis pliegues y su otra mano aprieta mi
pecho. Suelto un gemido sintiéndome temblorosa,
Su toque, la imagen frente a nosotros. Nunca
había visto ni sentido algo tan erótico.
Su duro miembro choca por detrás de mí aun
dentro de sus jeans, mis paredes se contraen con solo
sentirlo. Sus dedos resbalan con habilidad por mi
sexo palpitante. De pronto solo detiene sus roces y
habla.
—Te enseñare a decir algo en francés —murmura
en mi oído.
—¿Qué?, ¿Ahora?
Sus labios pegados a mi piel me provocan
cosquillas en cuanto lo siento reírse.
—Toute à toi, dilo.
Hago justo lo que dice, repito la palabra: —Toute
à toi.
Él sonríe ampliamente al escucharme y de un
movimiento introduce su dedo en mi interior. No
puedo ser capaz de mantener la mirada tiro mi
cabeza hacia atrás topándome con su hombro. Abro
la boca dejando escapar mis jadeos y gemidos
468
mientras Mason continua y mete otro dedo
volviéndome loca.
Su mano libre abandona mi pecho y baja por mi
vientre acariciando mi cuerpo, mi cintura, mi cadera.
Cada pequeña parte de mí se siente tan sensible, tan
receptora. Mi piel vibra bajo sus caricias. Soy un
descontrol total, su pulgar presiona mi clítoris
mientras sus dedos se mueven dentro de mí.
El toque de Mason no se parece al de ningún
otro. Es casi irreal. ¿El sexo siempre ha sido así de
bueno?
Mi cuerpo tiembla. El calor se arremolina en mi
vientre, mis músculos se contraen sintiendo sus
movimientos firmes, precisos, certeros. Entra y sale
de mi cuerpo mientras su pulgar se frota contra mi
clítoris.
—Repítelo —susurra en mi oído.
—Toute à toi (toda tuya)
—Exacto… tout à moi (toda mía)
Casi puedo escuchar el coro de ángeles de fondo,
normalmente su voz es demasiado sensual. Pero, su
voz, excitado. Es algo divino.
469
Su tono ronco y jadeante en mi oído me empuja
al límite. Me dejo llevar gimiendo su nombre, mis
piernas tiemblan, me siento incapaz de mantenerme
de pie. Mason afianza su agarre en mí impidiendo
que caiga.
Después de unos segundos o minutos en donde
me mantengo en silencio intentando controlar mi
respiración me giro sobre mi cuerpo y me fundo en
sus labios sin previo aviso, besándolo, saboreándolo.
Su lengua se abre paso en mi boca, me toma entre
sus brazos y me lleva a su cama.
—Quiero follarte, Jude.
La respiración se atasca en mi garganta. Mi
sangre vuelve a calentarse.
—Hazlo —pido, casi ruego.
Mason sonríe y sin esperar más se saca la camisa.
Contemplo extasiada su pecho, los tatuajes se
extienden por su piel como un imponente lienzo. Me
descoloca lo irresistible que es.
Su cuerpo es hermoso, duro, trabajado, al inicio
de sus jeans se marcan unas venas que bajan entre la
perfecta “v” marcada en su ingle, mi boca se seca de
inmediato.
470
Para mi sorpresa se agacha colocándose sobre su
rodilla frente a mí. Toma el borde de mis jeans y mis
bragas y comienza a deslizarlo por mis piernas con
suma lentitud. Su boca se acerca a mi monte venus y
deja allí un beso haciéndome suspirar. Continúa
bajando sus manos acariciando mis muslos, rozando
sus dientes en mi piel sensible. Recorre suavemente
mis piernas, trazando líneas sensuales por mi piel.
Dos segundos le basto tenerme expectante
nuevamente. ¿Qué clase de droga es esta?
Se coloca de pie bajando con rapidez su propio
pantalón cuando veo su intención de envolverme en
sus brazos me incorporo sentándome y coloco una
mano sobre su pecho deteniéndolo.
—Espera —Lo detengo—, yo también quiero que
tú disfrutes.
Se le escapa una risa de incredulidad. —¿Crees
que no lo estoy disfrutando? —Parece divertido—
Ver cómo te corres es una de las cosas más
estimulantes que he presenciado, ver cómo te
estremeces bajo mi toque, te priorizo porque tu
placer es el mío —Baja la última prenda que
quedaba en su cuerpo quedando completamente
desnudo frente a mí.
471
Me congelo completamente, o me estremezco, no
estoy segura, mi cabeza desconecta por completo al
ver su pene escandalosamente erecto.
Mason es un espectáculo visual, tan magistral,
grande, firme, duro, si las personas se pudiesen
considerar “obras de arte” sin duda Mason sería
una.
>>Mira lo duro que me tienes.
Sus palabras alimentan algo dentro de mí, algo
que no sé qué es, pero sé que lleva su nombre y
apellido.
—Ahora
déjame
adorarte
—murmura
haciéndome sonreír. Se estira y abre el cajón.
Cuando veo el cuadro plateado en su mano mi
corazón bombea emocionado, impaciente, atento.
Disfruto literalmente cada segundo viéndolo.
Incluso la imagen de él colocándose el preservativo
es sensual. Gracias a que está circuncidado puedo
ver perfectamente su glande. La punta le brilla de la
ligera humedad por su excitación. Me sorprendo yo
misma al sentir la necesidad de pasar mi lengua por
él, pero mi cuerpo está tendido bajo Mason así que
no puedo moverme.
472
Mason coge mi pierna y la flexiona un poco.
Cierro los ojos al notar su pesada mirada en mí.
—Ma précieuse lumière (mi preciosa luz).
Roza su boca con la mía, abro los labios
esperando que me bese, pero no lo hace baja su boca
por mi mejilla hasta llegar a mi mandíbula dejando
besos húmedos, recorre con sus labios, mi cuello y
el inicio de mis pechos.
—Mason —susurro entre respiraciones pesadas.
Me mira a los ojos justo cuando lo siento
deslizándose dentro de mí, solo la punta es
suficiente para hacerme jadear.
Vuelve a salir de mi cuerpo y repite la acción,
esta vez no se detiene, me penetra por completo,
lento y profundo. Sale con suavidad de mí
provocando espasmos deliciosos. Gimo bajo y
desesperado.
Entrelaza nuestros dedos mientras eleva nuestras
manos por encima de mi cabeza.
Me besa el cuello y sin esperarlo entra
nuevamente en mí, jadeo sorprendida al sentir el
cambio, es duro, rápido. Sus caderas retroceden y
vuelve a entrar con la misma fuerza empujando todo
mi cuerpo. El dolor agudo y repentino lanzo oleadas
473
placenteras por mi cuerpo. Arqueo mi espalda
sintiéndolo más fuerte y profundo aun, provocando
que mis piernas tiemblen.
—¿Te gusta eso? —pregunta mientras con una
sola mano sostiene mis dos muñecas, el gemido que
escapa de mis labios es una clara respuesta de
aprobación, baja su mano libre por mi cuerpo
deteniéndose en mi cuello apretando alrededor de mi
garganta manteniéndome fija contra el colchón
mientras arremate con dureza contra mi cuerpo. El
hormigueo que me provoca me hace gemir con
fuerza—. Me encantan tus gemidos.
Sus palabras son como fuego, provocan que mis
músculos se tensen, y la humedad aumente de
manera descomunal, siento mis propios fluidos
resbalando entre mis pliegues.
Su mano baja a mi pecho acariciando mis
pezones duros, ya no hay rastro del Mason suave,
sus duras caricias encienden todos mis nervios y
mandan descargas por mi cuerpo.
Mis mejillas arden por sus palabras y mirada
descaradas. Mason me tiene mal, sus gruñidos y
gemidos, su respiración jadeante, el sonido de
nuestros cuerpos chocando todo es tan abrumador,
me eleva a un plano completamente desconocido,
474
mareándome, muevo mis caderas contra su cuerpo,
mi mirada se nubla cuando mi cuerpo entero se
sacude.
Mason sube la mano a mi boca cubriéndola con
ella, sofocando mi grito sin detenerse, sale y entra en
movimientos circulares rozando en cada penetración
con mi clítoris haciéndome temblar arrastrándome
con fuerza al inminente orgasmo, como nunca,
estallo en mil pedazos.
Este es más devastador, se siente en cada poro de
mi piel de manera electrificante. Mi cuerpo se
sacude en pequeños espasmos incontrolables.
Estoy sin aliento, acababa de tener un segundo
orgasmo. Sabía que era posible, pero no era algo que
había experimentado ni siquiera por mí misma.
Abro los ojos para ver a Mason, una sonrisa
provocativa surca sus labios mientras suelta mis
manos. Cierro los ojos cuando vuelve a moverse, mi
piel vibra con un cosquilleo.
Sale de mí, pero antes de que pueda quejarme
clava los dedos en mi cintura girándome sobre mi
estómago y elevando mis caderas. Ahora estoy sobre
mis rodillas, mi pecho tocando la cama, mi corazón
a punto de salirse de mi caja torácica.
475
Lo siento detrás de mí de nuevo, su punta roza mi
entrada provocándome, jadeo cuando lo siento entrar
en mí lentamente. Estoy tan sensible, todo lo siento
más intenso. Es una sensación nueva, embriagadora
y enloquecedora.
Vuelve a deslizarse por mis pliegues húmedos, en
esta posición se siente mucho más profundo. Mis
paredes se contraen, mi vientre duele un poco, por
unos segundos no se mueve, espera a que me
acostumbre. El hormigueo crece extasiándome cada
segundo más.
Siento su mano acariciar la curva de mi espalda,
entonces sale y entra esta vez más profundo, más
rudo, más él. Una de sus manos se afianza a mi
cadera mientras con movimientos duros vuelve a
adentrarse gruñe chocando contra mi cuerpo. Mis
manos se cierran en puños entre las sábanas mientras
me embiste ferozmente.
Su mano sube hacia mi cabello enredándolo entre
sus dedos, tira de él haciéndome gemir. Dentro,
afuera, rápido, duro, bestial. El placer irradia a
través de mí, tan intenso.
Me suelta tomando mi cuerpo poniéndome recta
pegando mi espalda a su pecho.
476
—Jodidamente adictiva —susurra mordiendo
ligeramente el lóbulo de mi oreja, mi cuerpo se
estremece contra él. Sin dejar de embestirme baja
una de sus manos por mi vientre hasta llegar a mi
sexo, comienza a frotar con premura mi clítoris, me
está deshaciendo en sus brazos.
—Jude —Gime mi nombre de la manera más
sensual que he escuchado jamás. Me dejo consumir
por todos mis sentidos perdiendo el control. El
orgasmo es arrasador, completamente fulminante. El
éxtasis me ahoga en placenteras oleadas
interminables. Mi sexo palpita alrededor del
miembro de Mason, sus músculos se tensan contra
mí y tras unas últimas estocadas frenéticas gruñe con
su rostro enterrado en mi cuello.
Es imposible intentar controlar la respiración, mi
pecho sube y baja, en cuanto Mason afloja su agarre
para retirarse de mí con cuidado caigo contra la
cama inerte siendo incapaz de mantenerme sobre
mis rodillas, entierro mi rostro en las mantas
sintiéndome completamente extasiada, cansada,
sorprendida.
—¿Estás bien? —pregunta Mason con un deje de
preocupación que me enternece por completo.
Me dio tres orgasmos y pregunta eso.
477
—Perfectamente —murmuro algo agitada, con
los parpados cerrados. Su tenue risa se escucha de
fondo.
Lo escucho moverse al rededor, caminar, pero
estoy tan casada que lo único que hago es cerrar los
ojos.
No puedo huir, pero de una u otra manera termino
haciéndolo durmiéndome para evitarlo.
Mi cuerpo se eleva con violencia provocando un
grito de mi parte. —Por dios, creí que estabas
fingiendo —habla Mason de manera risueña
mientras camina conmigo a cuestas.
—¿Qué haces? —pregunto asustada.
—No quieres una infección, irresponsable, no
puedes dormirte inmediatamente, tienes que ir al
baño.
Me coloca sobre mis pies frente a la puerta del
baño. Me empuja suavemente adentrándome a la
habitación, entonces giro a verlo. Él se acerca
plantando un beso a mis labios, sonríe provocando
que su bonito hoyuelo aparezca en su mejilla, se gira
y cierra la puerta, por los pasos sé que se ha alejado.
478
Mi corazón bombea con fuerza. Me siento idiota,
es una tontería, pero jamás ningún chico se había
preocupado por mí después del sexo. Siempre su
atención es antes o durante el coqueteo. Nunca
después.
Mason me tiene tan mal.
Me observo al espejo quitando la cobija con la
que mi cuerpo estaba envuelto.
Sonrío ante mi reflejo, estoy sonrojada, mi
cabello es un caos en mil direcciones, mi cuerpo está
cubierto por una ligera capa de sudor. Mis ojos
brillan.
Algunas marcas rojas adornaban mi silueta en
distintos lugares. Las marcas de sus manos.
Por primera vez, cerca de Mason no me estaba
permitiendo sentir cosas negativas.
No sentía culpa, no sentía arrepentimiento.
Solo lo sentía a él.
479
24 | MIEDO. | PARTE 1
♪ Just gonna stand there and hear me cry? ♪
(¿Solo te quedaras ahí parado y me escucharas
llorar? ) -Love The Way You Lie.
Eminem+Rihanna.
Salgo del auto arrastrando mi maleta conmigo.
Nate llega de inmediato y me la quita sin preguntar.
—Gracias —hablo caminando detrás de él—,
lamento mucho que te obliguen a quedarte aquí.
—Tranquila —hace un gesto con su mano
restándole importancia—, es refrescante, no tengo a
Isaac y su equipo encima, no tengo que cambiar
turnos por favores, y Vanesa y tú son increíble
compañía, se siente como pequeñas vacaciones
pagadas.
Suelto una risa subiendo las escaleras.
Después de que mi hermano llegara pase el resto
de la tarde con él, fue lindo, no llore solo porque la
mirada de Mason es demasiado pesada, y lo notaba
viéndome en todo momento. Cuando giraba a verlo
el descarado ni siquiera se molestaba en fingir, solo
sonreía de esa manera tan provocadora que tenía.
480
Sophia también estaba allí, cuando estuve con
Mason la había olvidado por completo. Ni siquiera
tuve espacio para dudas, sabía que ella nos había
escuchado, su mirada, sus gestos, la cara de asco que
le hizo a Mason en cuanto nos vio.
No tenía idea de la clase de relación que tenían y
al parecer que ahora me haya aceptado que Mason
me gusta tuvo una clase de repercusión interna para
mí.
Los silencios que reprimí muchas veces, ahora
estaban gritando de manera ensordecedora.
Uno de ellos era que estaba celosa, celosa como
la mierda.
Era una sensación extraña. Se veían tan cercanos.
Compartían miradas que a simple vista parecían
nada, pero sus ligeras risas después, decía todo, los
casi imperceptibles golpes que Sophia le daba por
debajo de la mesa. La manera en la que después de
unas palabras sin sentido de parte de él, ella reía
entendiendo su broma personal, como Mason la
jalaba hacia él y besaba su cabeza. La comodidad,
confianza y familiaridad con la que lo hacían.
Me sentí una intensa, que vergüenza. Pero era
nuevo, no sabía cómo controlarlo, tampoco sabía de
481
dónde venía.
Bueno… si sabía. Entre por curiosidad a leer los
comentarios de mi última publicación. Me
encantaría decir que no dolió.
Antes tenía un filtro anti estrés, así lo veía yo,
cuando un tema me causaba mucho conflicto o me
hacía sentir contrariada, molesta, que se me saldría
de las manos, simplemente no lo pensaba, lo evitaba,
a mí me funcionaba.
Pero ahora parecía estar apagado, las verdades,
mis verdades ocultas fluían en mi cabeza una tras
otra, sin parar.
Como que, de hecho, nunca me había gustado
alguien, no bien, no de la manera en la que Mason lo
hacía.
Los celos para mí era un sentimiento
desconocido. Antes, cuando no los sentía me
gustaba creer que era un síntoma de madurez. Ya
saben, yo confío, yo sé lo que valgo, etc.
¿Pero ahora?, Todo eso se tambaleaba, ¿Qué
valgo? ¿Qué valgo al lado de alguien como Mason?
¿Qué soy al lado de Sophia?
482
Una perra con suerte que no tarda en expirar.
Ese fue uno de los miles comentarios.
Estaba shockeada por la cantidad de “me gustas”
que tenía.
Intente ignorarlos, y según yo había funcionado,
ya no me duele, no me molesta, pero al parecer se
quedaron conmigo, más arraigados de lo que pensé,
como una semilla que su luz y agua era mi miedo.
—¿Estás bien? —pregunta Nate detrás de mí.
Giro sobre mi hombro y asiento.
—Es aquí —Abro la puerta haciéndome a un lado
para que pase.
Vanesa chilla y se lanza a Nate envolviéndolo en
un abrazo amistoso para después pasar conmigo.
—Maldita tonta, ¿Por qué no me dijiste que Alex
vendría para arreglarme? Tenía puesta una
mascarilla y…
—¿Qué? —pregunto confundida—. No sabía que
había venido —giro hacia Nate sin entender, pero él
no parece sorprendido.
—Él se encargó de trasladar tus cosas —explica.
Tomo mi teléfono y camino hacia mi habitación.
483
—Ten —habla Vanesa extendiendo hacia mí un
sobre—, dijo la casera que te llego hace unas
semanas
—¿La casera? —pregunta Nate con confusión—
¿Les revisan el correo?
Vanesa y yo reímos. —No, es que ella nos hace el
favor de recogerlo, a nosotras nos lo roban.
Nate observa alrededor con desconfianza. —¿No
habían dicho que esta zona era segura?
—Sí, no nos han robado nada, solo el correo —
Antes de que Nate pueda decir algo más Vanesa
vuelve a hablar—. ¡Comamos algo! —grita mientras
corre a la cocina.
—Coman ustedes, yo estaré desempacando —
digo saliendo sin esperar respuesta.
Extrañaba mi departamento. Aun así, se siente
algo ajeno. Abro la puerta y enciendo la luz.
“Gracias por traer mis cosas, no debiste
molestarte” Envió el mensaje adentrándome a mi
habitación.
Todo está en su lugar. Incluso mi maquillaje
desordenado, suelto una ligera risa nostálgica al
484
recordar que no me importo mucho arreglarlo
porque solo me iría un par de días.
Wow. Salí siendo
completamente otra.
una,
entre
siendo
Tiro el teléfono sobre la cama tomando la carta.
Querida Judith:
Me tomo el atrevimiento de escribirte por aquí, ya
que parece ser imposible encontrarte o poder
comunicarse contigo por otro medio. Después de
nuestra charla me tomé el tiempo de buscar tu
trabajo y me ha encantado, te falta práctica, pero
tienes potencial.
Si estás interesada en pulir tus habilidades
comunícate conmigo.
Aún tengo espacios disponibles en mi estudio.
Cuando gustes puedes ir al edificio, solo tienes que
dar tu nombre, no necesitas cita.
Por cierto, Ana me paso tu dirección, espero no te
moleste.
Tu futuro colega, Henry Clerk.
Miro extrañada la carta, para
emocionarme de un segundo a otro.
después
¿Qué clase de fantasía es esta? Creí que
conocerlo el día de la fiesta de Ana seria a lo
485
máximo que llegaría, pero aquí está ofreciéndome de
su espacio.
Su edificio es uno de los mejores recintos de arte,
y por eso es uno de los más difíciles de conseguir
entrada, para empezar el precio es caro, porque no
solo te dan un lugar, material, etc., tiene los mejores
tutores y también te dan oportunidades que ningún
otro recinto tiene, simplemente por ser Henry el
dueño. Aun así, tener el dinero no lo es todo, debes
tener talento, si a Henry no le gusta tu trabajo no
puedes entrar, aunque puedas pagarle el doble.
La inquietante duda cae sobre mí, ¿Debería ir?
Mi teléfono vibra anunciando un mensaje
mientras me siento en mi cama inhalando profundo.
Cierro los ojos disfrutando el aroma. Mason estuvo
aquí, en mi habitación. Su perfume está por todos
lados. Me dejo caer en la cama con el teléfono en
alto leyendo su respuesta.
“Nada de ti es una molestia.”
Sonrío como tonta pegándome el teléfono al
pecho. Mis ojos se quedan clavados en mi techo, mi
estómago da un vuelco de emoción y sin poder
evitarlo suelto una risa tonta incorporándome un
poco.
486
—Eres un idiota —susurro viendo un póster de
nosotros pegado en lo alto. Es en la alfombra roja,
Mason me tiene envuelta en sus brazos, con una
mano en mi espalda y la otra en mi barbilla, yo estoy
sonriendo ligeramente sonrojada mientras él está
plantando un beso en mi frente.
Tomo mi teléfono nuevamente tomándole una
foto adjuntándola en su chat: “Déjame descansar de
ti.”
Suelto una risa dándome cuenta de lo cómoda
que me siento con él, me gusta no tener que aclarar
que es una broma, sé que él lo sabe.
“Una pena, lamento informarte que soy tu
nueva maldición, ma précieuse lumière”
Sonrío ampliamente
palabras para traducirlas.
copiando
sus
últimas
“Mi preciosa luz.” Cierro los ojos dejando mi
teléfono a un lado.
Mi corazón no deja de latir con fuerza, pongo una
mano sobre mi pecho observando la foto.
Lo sé, corazón, lo sé. Esto se está saliendo de
control.
487
Nate suspira observando su reloj, luce cansado,
me siento algo mal por él, cuando apenas iba a
descansar Isaac le hablo para pedirle que
regresáramos al edificio, si de nuevo, porque debía
hablar conmigo.
Al parecer no era tan urgente como había
mencionado, porque llevamos una hora esperando y
no nos ha atendido.
Su teléfono vibra y se pone de pie de inmediato.
—Vamos.
Lo sigo al ascensor. Subimos en silencio, cuando
las puertas se abren escucho los gritos de Mason.
Giro a ver a Nate, pero él parece igual de
confundido que yo.
Las puertas de la oficina de Isaac se abren
dejándonos ver a un Mason furibundo saliendo por
ella. Levanta su vista y cuando se encuentra contigo
su mirada se suaviza. Me da una sonrisa tensa y se
detiene unos segundos frente a mí.
—Judith, entra —pide Isaac detrás de él. Mason
abre la boca parece querer decir algo, pero después
de unos segundos solo se hace a un lado y entra al
elevador desapareciendo de mi vista—, Nate, tú
puedes irte, yo me encargo de que llegue a casa —
488
Nate me observa unos segundos, pero no se mueve
—. Nathaniel, vete —La voz estruendosa de Isaac
nos saca un susto a ambos.
Camino hacia su oficina para que cierre la puerta
y no siga viendo al pobre de Nate que parecía haber
olvidado lo que era caminar. La puerta se cierra de
golpe detrás de mí asustándome un poco.
Isaac rodea el escritorio colocando unos papeles
frente a mí.
—Es solo para avisarte que el tiempo del contrato
se pondrá en pausa, los chicos tendrán un mes libre,
para diciembre volverá a reanudarse, ¿tienes algún
problema con eso? —pregunta tomando su maletín
colocándolo en sus piernas.
Niego y entonces lo suelta, sonrió irónica
viéndolo con una ceja alzada.
—¿Más amenazas por si me oponía?
—Siempre tengo un plan B —responde como si
nada encogiéndose de hombros.
—¿Puedo irme? —pregunto haciendo el amago
por levantarme, pero me vuelvo a sentar en cuanto
niega.
489
—Mira niña, aunque al principio casi la jodes en
grande… —Me observa con fastidio como si
recordara algo, carraspea continuando—, has hecho
últimamente un gran trabajo, y no has sido un
estorbo como creí, has manejado bien tus cuentas y
tu presencia pública así que, te tengo un
agradecimiento.
La última palabra la dice como si fuese ácido, lo
observo con curiosidad. No confió en él, pero no
digo nada solo me mantengo callada esperando que
continúe hablando. La puerta detrás de nosotros se
abre, él sonríe viéndose aliviado elevando la mano
hacia la persona que entro— Aquí estás —menciona
emocionado.
Giro un poco viendo sobre mi hombro a la
persona, agradezco estar sentada porque siento
perfectamente como mis piernas flaquean.
—¿Cómo estás, Isaac? —pregunta Elliot
recargado en la puerta sonriéndome ampliamente.
Mi respiración se atasca, estoy inmóvil.
Él se acerca y toma asiento en la silla junto a la
mía. —¿Sorprendida?
—Yo… —Busco las palabras correctas, estoy
solo boqueando sin saber que decir o que hacer—,
490
mucho, quiero decir, wow, es genial que al fin estés
aquí.
Él sonríe plantándome un casto beso en los
labios.
Isaac se coloca de pie y se acerca a Elliot
palmeando su espalda. —Hijo, los dejo solos —Se
gira a verme por unos segundos y asiente hacia mí—
Judith —Y con eso se va. Yo me quedo observando
por donde se fue, pasmada.
—¿Aún no sales de tu sorpresa o simplemente no
te importa? —pregunta Elliot en colocándose de pie.
Apresurada me pongo de pie envolviéndolo en mi
cuerpo.
Mis extremidades duelen, mis hombros se sienten
tensos, ¿Siempre me he sentido así alrededor de él?
—Te extrañé, lo siento sigo en shock yo…
Sus labios se apegan a los míos callándome con
un beso. Retrocedo con fuerza hacia atrás siendo
empujada por su cuerpo hasta que llegamos al sofá.
Coloco mis manos sobre su pecho intentando
detenerlo, pero su boca, su cuerpo, sus manos se
mueven ansiosas sobre mí.
491
—Elliot —hablo cuando su boca está bajando por
mi cuello—, espera.
—Siento que ha pasado una eternidad —Sostiene
mi mano y no se detiene, su boca sigue moviéndose
con desenfreno por mi cuerpo, me tumba sobre el
sofá colocándose encima de mí.
—Nena, te necesito —habla mientras sube mi
camisa.
Intento como antes solo dejarme llevar, no es que
no disfrutara con él, a veces si lo hacía, pero otras
veces, cuando no quería, él insistía tanto que
simplemente me dejaba, mientras pensaba que entre
más rápido aceptara, más rápido acabaría.
Pero no queda más que en intento, porque no
puedo, mi cuerpo, mi mente, todo lo rechaza por
completo. Sus manos están en todas partes, es algo
incómodo y molesto.
—Elliot ¿Qué mierda haces? Estamos en la
oficina de Isaac, alguien puede entrar.
—No vendrá, y nadie entrará, tranquila —De
pronto se detiene incorporándose un poco, el alivio
me invade por unos segundos, pero se va tan rápido
como llega cuando vuelve a colocarse encima de mí
492
—. Mierda, no traigo condones, pero te doy una
pastilla.
—No me gustan las pastillas, lo sabes —farfullo,
pero parece que ni siquiera me escucha.
Se mueve con fuerza lastimándome. Intento de
nuevo relajarme, busco placer en sus caricias, pero
no lo encuentro y principalmente me doy cuenta de
que esta vez no quiero encontrarlo. No quiero tener
que buscar.
Lo empujo con fuerza obligándolo a separarse de
mí y me incorporo antes de que vuelva acercarse.
—Ya para, no quiero —digo tan firme y alto
como puedo para dejárselo en claro. Su cuerpo se
pone rígido, pero se detiene, por fin.
—¿De qué hablas?
Observo sus ojos verdes viéndome con
confusión, se acomoda la ropa nuevamente en su
lugar luciendo frustrado. Su cabello un poco más
largo cae por su frente de manera desordenada
pegándose a su piel por su sudor.
Las mariposas que siempre sentía cuando Elliot
está cerca de mí hacen presencia revoloteando con
fuerza en mi estómago. Haciéndome jadear.
493
Entonces me doy cuenta de algo. Siempre creí
que “las mariposas”, eran una buena señal, que
significaban amor, pero es nervios, es ansiedad.
Acomodo mi ropa caminando hacia atrás
chocando contra el escritorio.
—Tenemos que hablar —murmuro rodeando el
escritorio en un intento de tener algo más que nos
separe—. No puedo seguir contigo —Suelto sin
pensarlo, sin meditarlo, solo la verdad, tal cual es.
Sus orbes verdes se oscurecen un poco, mientras
pasa su mano por su frente haciendo para atrás su
cabello.
—¿Otra vez esta conversación?
—Si —respondo rápidamente—, es necesario.
—Nos vemos por primera vez después de tanto,
¿Y lo primero que piensas hacer es dejarme? ¿Qué
debo hacer para ser suficiente para ti? —pregunta
entre dientes luciendo dolido.
Niego sintiendo como me derrumbo un poco.
Pero me mantengo firme.
—Elliot no es que tú no lo seas, entiende, no es
que este algo mal contigo, soy yo la que…
494
Suelta una risa que me detiene.
—¿Buscaste en internet la manera más ridícula
de terminar con tu pareja? —Con cada paso que da
para acercarse yo doy uno atrás—, ¿No eres tú, soy
yo?, ¿De verdad Jude?
Lo absurdo de la situación me golpea como una
bola demoledora. ¿Qué mierda estoy haciendo? No
debo estar huyendo de él, no debo estar asustada
retrocediendo como si mi vida dependiera de ello, y
si lo estoy haciendo es una clara señal de que
simplemente no debo estar con él o cerca de él.
No debo darle explicaciones, no debo esperar a
que él me quiera entender, terminar es una decisión
en la que no tenemos que estar de acuerdo para que
pase.
Me detengo por completo viendo cómo se acerca,
no permito que vea miedo, duda o cualquier cosa,
simplemente me mantengo seria, imperturbable.
Cuando está a unos pasos me obligo a no retroceder
y elevar la vista manteniéndole la mirada.
Su seguridad parece decaer un poco, jamás le
había plantado cara, lo sé y él también.
—¿Qué estás haciendo? —pregunta suavemente
— ¿Quién eres tú?, Tú no eres mi Judith.
495
Niego cerrando los ojos, no puedo dejar que me
afecte como siempre y vuelva al punto de inicio.
—Estoy terminando contigo —Puedo ser capaz
de ver la furia creciendo en su mirada. Mi corazón
bombea con fuerza, pero me mantengo firme.
—No puedes hacerme esto, no puedes hacernos
esto —Niega.
—Lo que no puedo es seguir mintiéndote —Bajo
un poco la guardia, me duele y no esperaba menos,
estimo a Elliot.
Pensé que quizás con el tiempo encontraría en
nosotros, el amor que él veía en mí, pero no lo hice,
y no puedo seguir buscando algo que no estoy
segura de que esté allí.
“Te quiero, pero no puedo atarte a mí.
—¿Desde cuándo? —pregunta de pronto. Lo veo
sin entender—, ¿Desde cuándo dejaste de amarme?
Un nudo se forma en mi garganta.
—Elliot, yo… siempre te quise, pero.
—Jamás me amaste —Termina de decir por mí.
No digo nada y él asiente comprendiendo.
496
—Puedo esperar.
—¿Qué? —pregunto desconcertada.
—Lo que escuchas. Esperaré a que me ames.
Niego soltando un suspiro. —No puedo hacer
eso.
—Escúchame.
—Elliot —Lo interrumpo colocando una mano en
su pecho en cuanto está prácticamente encima de mí.
—No pienso dejarte ir.
—No puedes obligarme a quedarme.
Me vuelvo a alejar de él tomando algo de
distancia. Él parece estar pensando, no habla solo
observa al piso, frunce el ceño cerrando los ojos con
fuerza. Finalmente, eleva su mirada hacia mí, pero
parpadea repetidamente observando mi pecho,
acomodo mejor la blusa al percatarme de que con
todo el movimiento y la manera en la que Elliot la
había dejado se había abierto.
Se acerca rápidamente haciéndome chocar contra
la pared.
497
—¿Qué? —Intento alejarlo, pero su mano se
envuelve en mi muñeca pegándola a la pared
mientras abre con fuerza mi blusa. No me toca, solo
observa y entonces se aleja con furia.
Lo observo confundida y algo asustada mientras
cierro rápidamente mi blusa sintiéndome expuesta.
Su respiración es temblorosa, su mano sube hacia su
cabello despeinándolo por completo.
—Voy a matarlo —susurra tan bajo que casi creo
imaginarlo—, ¿Fue con Mason? —grita lanzando un
puño a la pared justo a centímetros de mi rostro que
me hace saltar en mi lugar.
No respondo nada, lo veo alarmada sin entender.
Se acerca a mi tan rápido que no soy capaz de
procesar nada, su mano se envuelve en mi brazo y
me obliga a ir con él sentándome sobre la silla frente
al escritorio.
—¿A quién te follaste? —En cuanto sus palabras
salieron de su boca mi cabeza conecta todo como si
fuese una película.
Las marcas, las había visto.
Niego sintiendo como arrebata mi bolso, no me
atrevo a quitárselo devuelta no cuando todo su
498
cuerpo está en una pose violenta. —Lo conocí la
noche que salí —miento.
—Dime su puto nombre.
—No te importa —grito viendo cómo se coloca
de pie haciéndome sentir pequeña—, lo lamento,
debí decírtelo, y entiendo que estés molesto,
entiendo que me odies, entiendo todo, pero ya basta.
— “Ya basta” —Se ríe masajeando sus sienes—
¿Es la culpa?
—¿Qué? —farfullo aún pegada al asiento.
—¿La culpa es la que te obliga a alejarme? —Ni
siquiera respondo cuando vuelve a hablar— Te
perdono.
Lo veo perpleja, ¿Qué le pasa?
—Elliot, basta, esto es absurdo, no está bien.
—¿Ahora tú dirás lo que está bien? —Su sonrisa
sarcástica me pone los nervios de punta. Cierro los
ojos sintiéndose cansada— Esto pasó por no haberte
llevado conmigo, lo mejor será que de ahora en
adelante vengas conmigo.
Lo veo incrédula sin poder creerme lo que dice.
499
—¿Te
estás
escuchando?
—pregunto
incorporándome un poco, con la mano temblorosa le
quito mi bolso colocándome de pie—, Elliot lo
siento, esto no es sano para ninguno de los dos —
Me giro dispuesta a salir.
—Jude —Su voz baja me detiene cuando tomo el
picaporte, me giro para verlo, pero cuando lo hago
siento mi rostro girarse violentamente haciendo que
casi caiga al suelo. Su brazo se envuelve en mi
cintura apegándome a su pecho evitando mi caída.
Parpadeo confusa y completamente inmóvil
llevando la mano a mi cara sintiendo mi mejilla
caliente y ardiendo. Mis ojos se llenan de lágrimas
por el creciente dolor.
—Eres una zorra —murmura contra mi cabeza
acariciando mi cabello, casi como si me estuviese
consolando. Me gira sobre mi propio eje observando
mi rostro. Quita mi mano de mi mejilla para ver mi
rostro—. Pero quita esa cara, pensé que te gustaban
las marcas —Su tono burlón me provoca miedo,
pero no me muevo ni un poco— Te lo mereces, lo
sabes.
—Elliot, me quiero ir —susurro con mi cuerpo
entero temblando.
500
—Espera, espera, espera, acabo de caer en
cuenta, ¿Te cogiste a un desconocido y a mí me
detienes? Hipócrita de mierda.
Niego sintiendo la bilis subir por mi garganta, su
agarre se suelta un poco y aprovecho eso para
separarme de él rápidamente.
Sus ojos están inyectados de sangre, su pecho
sube y baja y me observa con el dolor reflejado en
sus facciones.
—Perdóname —susurra intentando tomar mi
mano, pero me alejo, saldría corriendo si no fuera
porque su cuerpo está entre la puerta y yo.
—Está
opciones.
bien
—digo
mientras
sopeso
mis
Antes ya había lidiado con gente violenta, lo
mejor que podía hacer era darle la razón hasta
encontrar una forma de salir de esta.
Mi pecho duele, mucho más que mi rostro, no sé
cómo sentirme, no estoy segura de que sentirme mal
sea lo correcto, al final de cuentas yo lo engañe,
siendo totalmente honesta no esperaba que
reaccionara así, pero supongo que lo entiendo.
501
Se acerca nuevamente a mí y yo retrocedo. El
dolor en su mirada aumenta como si con ese simple
acto lo hubiese golpeado.
—¿Me tienes miedo? —No respondo, mi silencio
responde por mí. Observo la puerta del baño y
vuelvo mi vista a Elliot—. No quería lastimarte —
La lágrima bajando por su mejilla hace toda mi
defensa tambalearse, pero no puedo hacerme esto.
No de nuevo. Con cuidado y de manera lenta
empiezo a retroceder—, me siento tan perdido sin ti
—murmura llorando, mis lágrimas me nublan la
vista.
En cuanto eleva su vista me detengo, pero su
ceño se frunce— Jude… —susurra, no respondo ni
espero que haga o diga más, me giro con rapidez y
con el cuerpo tembloroso abro la puerta entrando en
un segundo. En cuanto cierro la puerta él la golpea
por fuerza haciéndome soltar un grito. La puerta
tiembla por la fuerza de sus golpes.
—Vete —Ruego casi sin voz.
—Maldita zorra —grita del otro lado, abro mi
bolsa con las manos temblorosas en busca de mi
teléfono— ¿Por qué nos hiciste esto? —pregunta
pareciendo misteriosamente más tranquilo—, ¿Qué
502
hice para merecer esto, Jude? —cuestiona con voz
totalmente quebrada.
Aprieto mi teléfono en mi mano mientras abrazo
mis piernas. La culpa golpea mi pecho con fuerza al
escuchar su voz. Las lágrimas calientes resbalan por
mis mejillas.
Limpio mi rostro y desbloqueo mi teléfono
buscando en mis contactos. Ignoro el nombre de
Mason y de Nate, no puedo involucrarlos en esto y
así como esta Elliot terminaran peleando. Necesito
alguien con el que Elliot no tenga confianza como
para correrlo. Observo los pocos contactos que tengo
y sin pensarlo abro el que me aparece activo.
“Hola, perdón por molestar, ¿Podrías por favor,
por favor, por favor hacerme un favor? Juro que
jamás te pediré nada más.”
Mis manos tiemblan mientras espero que
responda. Para mi suerte el mensaje es abierto
rápido.
“Dime” responde con simpleza.
“¿Puedes por favor venir a la oficina de Isaac?,
Necesito salir de aquí.”
Escribo sin dar detalles.
503
“¿Estás segura de que no te equivocaste de
número?”
Pregunta casi de inmediato. El golpe en la puerta
me pone en alerta, este es mucho más ligero que el
resto, casi sutil, por la sombra sé que tiene todo su
cuerpo pegado a la puerta, es como si tuviese su
frente pegada a ella.
“Aiden, estoy segura”
Respondo rápidamente. No responde nada más,
quiero pensar que ya está viniendo. Sé que Elliot no
es idiota, al ver a unos de los chicos que se supone
que son sus jefes se controlará. Y más si es uno con
el que no tiene confianza.
—Jude —murmura Elliot del otro lado girando el
picaporte sin tener éxito—. Está bien, me iré —dice
alejándose un poco de la puerta—, pero quiero que
sepas cariño, que mientras tu estés cerca yo estaré
detrás de ti para asegurarme de que sufras tanto
como yo sufro por ti, me encargaré de joderte la vida
como jamás nadie ha podido.
Cierro los ojos ignorando sus palabras.
“No estaré feliz hasta verte llorando, sufriendo…
hasta verte pagando esto, no es una amenaza, es una
promesa.
504
505
29. Capítulo veinticuatro pt.2
Si la trama estuviese dividido en tres partes, este
fuese el final de la primer parte. Con esto me refiero
a que, probablemente odien las decisiones de Jude
en este capitulo.
Peeero, quiero decirles que esta es la ultima vez
que ella actué de esta manera (Referente al tema de
Elliot) no pienso llevar para nada la dinamica de
estira y afloja, y te tengo miedo pero te perdono, no
se preocupeeen. Aunque Jude no sabe como actuar
ante un abuso, no regresaria con Elliot por nada.
Lo digo ya que se que es muy molesto a veces
leer este tipo de temas mal desarrollados. Pero yo
no lo pienso llevar por ese camino.
Los tqm<3
24 | DISTANCIA. | PARTE 2.
♪ In silence, no one answers, but i still hear your
voice, if you’d only come hold me… ♪
(En el silencio, nadie responde, pero aun puedo
escuchar tu voz, si tan solo vinieras a abrazarme…)
-In Silence. Janett Suhh.
506
Un golpe en la puerta principal lo hace callar. El
silencio inunda el lugar, solo se escuchan las pisadas
de Elliot alejándose, me pongo de pie observándome
al espejo, mi rostro está sonrojado, tomo un poco de
agua entre mis manos limpiando mi rostro. Un par
de golpes suena en la puerta del baño.
—¿Judith?
La voz de Aiden me relaja casi al instante.
—Voy —Aviso tomando un poco de papel para
limpiar el agua. Me veo un poco mejor, ignorando
que una de mis mejillas continúa luciendo roja,
intento pellizcar un poco la otra para que pareciera
que estaba muy sonrojada, aunque no funciono de
nada. Suelto un suspiro abriendo la puerta. Aiden
está recargado en la pared viendo algo en su
teléfono. No hay rastro de Elliot.
—Perdón por molestarte —murmuro, él levanta
la vista, su mirada viaja de mis ojos a mi mejilla.
Lleva la vista hacia la puerta de la entrada y frunce
el ceño.
—¿Está todo bien? —pregunta guardando su
teléfono.
—Si, solo que necesitaba urgentemente salir y
bueno… Elliot, él, llevábamos tanto tiempo sin
507
vernos y no quería que me fuera.
No pareció convencido, pero no dijo nada,
simplemente a punto hacia el elevador.
Camino frente a él, entrando al ascensor. Entra en
silencio y cuando se coloca a mi lado levanta su
brazo hacia mí, cierro los ojos encogiéndome en mi
lugar esperando un golpe que no llega. En su lugar
llego el sonido de la selección de piso.
—Ahora entiendo, pensé que sabias que no
estaba en el edificio, pero en realidad por el no le
hablaste a Mason, ¿No?
—Eras el único conectado —explico lentamente.
—Claro —responde sarcásticamente —¿Qué es
lo que harás? —pregunta de pronto.
—Ir a casa.
—Eso creí —resopla volviendo su vista al frente
—, no, de hecho, no te creí tan tonta.
—¿Disculpa? —pregunto frunciendo el ceño.
—Traes un golpe en tu mejilla, tuviste que
hablarle a alguien para que te sacara de la misma
habitación que él y lo que harás es irte a casa.
508
—¿Y según tú que se supone que debería hacer?
—Ir a poner una puta denuncia.
Niego soltando una risa seca.
—No entenderías.
—¿Qué? No, yo si entiendo las cosas, la idiota
aquí eres tú.
Lo veo molesta sin decir nada. Aiden nunca ha
sido él más cortes ni educado, pero tampoco se había
lanzado contra mí de manera tan directa.
—La situación con Elliot es complicada, el nunca
me había hecho daño, yo se lo hice a él y reaccio…
—Por dios, detente —Su risa sarcástica me crispo
—, ¿Lo estás justificando?
—En todo el tiempo que salimos jamás se ha
mostrado violento o…
—Pues generalmente eso crece —Me interrumpe
—, muchas veces no es así al inicio, muchas veces
inicia con palabras, con manipulación, estiran y
estiran el hilo hasta que eso revienta —Las puertas
del ascensor se abren, me obligo a caminar sintiendo
a Aiden detrás de mí—. Adivino, nunca te toco ni un
pelo, pero golpeaba las paredes a tus lados.
509
Me giro molesta haciéndole frente. —Una puta
pared no soy yo.
—¿Has escuchado hablar del abuso emocional,
genio?, Sé que tu misma te debes decir “no es para
tanto” pero lo es, primero rompen objetos, después
rompen tu cara —Cuando termina de hablar
presiona su dedo en mi mejilla provocando un
quejido de mi parte.
—Tengo que irme, gracias por venir.
—Vamos —dice pasando por mi lado saliendo
hacia el estacionamiento cuando ve que no avanzo
se gira a esperarme—. Te llevaré a tu casa.
—No tienes que llevarme.
—Lo sé—responde cortante.
Indecisa, camino nuevamente detrás de él.
—Aiden… —Suspiro pensando en cómo decirlo
— ¿Podrías, por favor no…? —Me quedo callada
pensando las palabras adecuadas.
—¿No decir nada? —Acaba por mí.
Trago saliva y asiento. Se encoge de hombros
colocándose sus lentes de sol.
510
—Tranquila, mi complejo de superhéroe murió
hace mucho tiempo —Lo observo sin entender—,
Judith, he aprendido que es demasiado desgaste
emocional y mucha pérdida de tiempo intentar
ayudar a alguien que no quiere ser ayudado, así que
simplemente ya no lo hago.
Se gira nuevamente sin esperar respuesta y sale
directo a su camioneta. Lo sigo intentando ignorar
mis ganas de llorar.
Quería olvidar lo que había pasado. Quería
ignorar sus palabras, pero pesaban, pesaban en mi
conciencia y hacían eco por más tiempo del que me
gustaría aceptar.
Soy una masoquista, lo tenía claro.
La canción “Possibility” de Lykke Li se reproduce
en mis auriculares mientras las lágrimas resbalan por
mis mejillas perdiéndose en la cama sobre la que
estaba hecha un ovillo, la puerta después de lo que
pareció ser una hora se abrió nuevamente.
Vanesa con rostro preocupado se hinca frente a
mi cama acariciando mi mejilla visiblemente
preocupada.
511
—Ya se fue —dijo lentamente— Le entregué tu
nota.
Suelto un suspiro y elevo el volumen de la
música para no escuchar ni siquiera mi voz
recriminatoria. Cierro los ojos sintiendo un fuerte
dolor asentándose en mi pecho. Presiono el teléfono
contra mi pecho ignorando los impulsos que siento
de hablarle, de querer correr detrás de él, de
explicarle.
Vanesa niega visiblemente tomando su teléfono y
escribe rápidamente.
“Se veía destrozado, igual que tú.”
Niego bloqueando mi teléfono. No quiero saber.
Vanesa después de unos minutos sale nuevamente
dejándome sola.
Me coloco boca arriba en mi cama, viendo hacia
el techo, viendo el póster de nuestra foto. Casi pude
imaginarme nuevamente en ese momento, no por las
cámaras, no por la atención, ni siquiera por todas las
celebridades que había alrededor, solo por él.
Por Mason y su sonrisa causándome estragos, por
sus suaves y sutiles caricias, por su risa haciendo eco
en mi memoria. Por sus ojos brillando hacia mí.
512
Había tomado una decisión, necesitaba alejarme,
de Elliot, de Isaac, de todos…
Eso incluía a Mason.
No podía verlo de frente porque sabía que me
terminaría derrumbando. También porque le tomaría
un segundo darse cuenta de lo que había pasado, y
comenzaría a indagar, y yo no quería ser el origen de
problemas para él.
No tenía que buscar una excusa, tenía la puerta
frente a mí, Isaac me dio la oportunidad de
desaparecer y la tome. La tomé de manera
precipitada especialmente porque mientras escribía
la nota para él, me di cuenta de algo.
Mason se podía volver mi punto débil, debía
remediarlo. Aún sentía que estaba a tiempo.
El mes que Isaac nos dio sería mi respiro, mi
punto y aparte. Lo necesito.
Sabía que Mason llegaría a mi departamento,
Nate me lo había dicho, alguien al parecer le dijo
que cuando me vio irme del edificio parecía estar
“mal”
No podía verlo. Solo dejaría que Vanesa le
mandara mi nota.
513
Medite unos minutos sobre qué cosa escribirle,
nuevamente volvía al círculo vicioso de pensar en
cómo terminar algo que no había empezado. Una
idea tras otra comenzó a llegar:
Él casi algo que teníamos, ahora es un casi nada,
no mejor dicho un nada.
Actuamos tan bien, que hasta nosotros nos lo
creímos, lol, pero no.
Fue lindo mientras duro.
Mi ex novio, es tu amigo y tú eres su jefe.
Pero ninguna idea sonaba correcta, ¿Qué
fuimos?, ¿Qué fuimos para ti, Mason?
Escribí con rapidez cuando escuche los golpes en
la puerta, le entregue a Vanesa la nota y me encerré
con los auriculares puestos a todo volumen.
No quería escuchar, no quería sentir, no quería
pensar.
Me quede dormida con mis palabras escritas
haciendo eco en mis sueños.
“Fuimos un error irrepetible”
514
“Cada mentira dicha te deja en deuda con la
verdad, y tarde o temprano hay que pagarla” -Valeri
Legásov.
515
25 | RETORNO.
♪ Please, tell me I’m your one and only, or lie,
and say at least tonight♪
(Por favor dime que soy la única, o miente y dilo al
menos esta noche) -Give you what you like. Avril
Lavinge.
Lo malo de trabajar con música es que me dejo
influenciar por las notas.
Como ahora, mi boceto termino completamente
de lado y me deje llevar por la música que se está
reproduciendo en mis oídos y una pintura que debía
detonar luz, pureza, claridad, termino en el otro
extremo. En uno muy oscuro.
De igual modo me gusta, estoy orgullosa de lo
mucho que he avanzado, retomar lo que por las
circunstancias había dejado de lado hace mucho
tiempo estaba siendo difícil, fue un poco frustrante
darme cuenta cuando tuve el lienzo frente a mí que
mi técnica ya no era buena como recordaba, un
“falta de practica” detonaba en cada pincelazo.
Tuve suerte que mis manos parecían tener
memoria, y como si recordara años atrás se movían
justo como me habían enseñado, también Henry era
un tutor increíble, se notaba a leguas lo profesional y
516
dedicado que era a su trabajo. Practicar con él era un
sueño.
Gracias a él casi puedo sentir que vuelvo a ver el
talento que las personas veían en mí. Casi.
La puerta se abre y por las fuertes pisadas sé de
inmediato que es Henry, ya puedo decir que
reconozco su caminar en donde sea.
—Buenos días —Saluda detrás de mí.
—Hola —Sonrío limpiando mi rostro con el
dorso de mis manos. Camino hacia la caja sobre el
escritorio tomando de ella una bolsa negra. Henry
que está parado frente a mi cuadro sonríe
inspeccionándolo, gira hacia mí con una rosa en su
mano—. Hoy cumples un mes con nosotros.
Suelto una risa tomando la rosa. —¿Cómo lo
recordaste? —pregunto sabiendo que Henry es la
persona más olvidadiza que existe.
Se encoge de hombros tomando uno de mis
pinceles volviéndose al cuadro.
—Te aprecio —dice. Alzo una ceja viéndolo
mientras sus ojos van por todo el cuadro, al principio
su exagerada inspección me mataba de nervios,
517
ahora, ya me acostumbré—. Bien, bien, me lo
recordó Mary —Acepta por fin haciéndome reír.
Coloco la rosa sobre una pequeña mesa que tengo
al lado con pinturas desparramadas sobre ella.
—De todos modos, gracias Henry.
Una sonrisa baila en sus labios antes de tomar un
poco de pintura blanca.
—Necesitas trabajar en las sombras —Señala
pasando la pintura blanca por encima del cuadro
destrozándolo por completo con ese simple
pincelazo.
—Lo sé.
—¿Qué había de diferente entre estos días y los
primeros que llegaste? —Niego sin entender—,
tienes talento, un talento nato, pero yo no trabajo
simplemente con talento, trabajo con pasión, tú lo
tienes me lo demostraste, pero no lo veo ahora.
Al terminar de hablar, toma el cuadro sin
importarle ni un poco llenarse de pintura y lo parte a
la mitad haciéndolo añicos. Extiendo la bolsa hacia
él dejando que tire el ahora inservible lienzo.
La primera vez que rompió uno de mis cuadros
me sentí dolida, las siguientes veces me sentí inútil,
518
exasperada, un poco humillada, pero después me di
cuenta de que no era algo personal. A Henry no le
gustaba el término medio, para él algo estaba bien o
estaba mal. Y cuando consideraba que estaba,
aunque sea un poco mal pasaba a ser basura.
Henry tenía una técnica impecable, era un genio
en lo que hacía y le gustaba que sus pupilos fuesen
igual.
Claramente nadie podía alcanzar su nivel, eso
todos lo sabíamos, excepto él.
Parecía tener doble personalidad, por una parte,
cuando llegabas te saludaba, sonreía, incluso
coqueteaba, era risueño, alegre, divertido, pero en
cuanto sus ojos se posaban en la pieza frente a él
todo cambiaba, su gesticulación, su pose, la seriedad
lo inundaba, era un detector de detalles, sus ojos
inspeccionaban milímetro por milímetro.
La perfección no existe, pero a Henry eso no le
importaba, la buscaba, la quería y con sus obras la
creaba.
—No tengo idea.
—Estabas triste.
519
Lo observo ofendida. Pensé que no había sido tan
obvia, cuando me aleje de… ellos, exactamente hace
un mes y una semana y tres días, soñé con la maldita
nota durante varias noches, intente ignorar ese
malestar creciente como pude, pero todo fue
imposible. Allí estaba creciendo y creciendo:
Arrepentimiento.
Pero no podía hacer nada, Mason se alejó,
literalmente. No me enorgullezco, pero si, lo busque,
como una jodida acosadora, solo me basto teclear su
nombre para saber que a tan solo unas horas de que
había estado en mi puerta, se encontraba esquiando,
con Sophia por supuesto, ambos, solos… juntos.
Pero, claro que no me importa, nada.
Claro que no fue por eso por lo que casi salí
corriendo de mi casa en busca del edificio de Henry
con tal de tener algo que hacer para no pensar en él.
No necesite mucho papeleo, conocer a Henry por
parte de Ana me dio esa ventaja. Prácticamente el
mismo día que llegue pude comenzar.
Ese día me coloqué mis audífonos y puse una
playlist en aleatorio, no estaba segura de que hacer,
Henry me dijo que hiciera lo que me naciera.
520
Mi técnica era pobre, estaba oxidada, no había
tomado un pincel en meses, y como si fuese una
mala broma del destino su voz llego a mí como una
bofetada. Maldita playlist, debí verificar que
canciones tenía.
Con mi corazón palpitando con fuerza, me
desahogué sobre el lienzo. Mi cabeza era un caos y
la pintura fue un poco de lo mismo.
Pero a Henry le encanto. Si, le encanto ese jodido
cuadro sin sentido, pero no le terminaba de gustar
los trabajos en los que si me esfuerzo. Vaya mierda.
—Entonces debo estar mal para poder…
Su estruendosa risa me detiene en seco.
—Tus sentimientos estaban desbordándose, ese
es el secreto, debes dejar fluir tus emociones, no
tienen que ser malas, puede ser felicidad, nervios,
intriga, lo que quieras, lo que sientas. Si trabajas
basándote en pura técnica, no tendrás más que un
molde vacío, si trabajas de la mano con tus
emociones terminaras transmitiendo eso, tendrá
vida, tendrá pasión.
—¿Y si no siento nada?
521
—En ese caso no deberías estar aquí, deberías
estar tratando tu posible psicopatía.
Suelto una risa al escucharlo. Mary, la asistente
de Henry entra tocando un par de veces la puerta.
—Lamento interrumpir, pero tienes una cita.
Henry asiente y se gira hacia mí. —No te
reprimas, no tengas miedo de profundizar en tus
sentimientos, déjalos salir, permítete sentir.
Suelto un suspiro asintiendo.
—Felicidades por durar un mes con nosotros —
habla Mary sonriendo desde la puerta—, poca gente
aguanta a este.
Ambas reímos ignorando
indignación de Henry.
la
mirada
de
Lidiar con paparazzis y ese tipo de cosas ya no
era un trabajo. Nate había tenido razón, la gente bajo
su acoso e intensidad tan pronto como Mason dejo
de aparecer en público conmigo. Me alivio
muchísimo darme cuenta de que podía volver a las
calles como si nada, no había fotógrafos molestos
522
detrás de mí, es verdad que había unas personas que
me reconocían, pero no me molestaban.
Así que cuando salí a mi pequeña terraza para
pintar al aire libre y vi desde arriba a camarógrafos a
fuera de mi piso me extraño demasiado.
—¿Has pensado en la maldición que tendrá tu
futuro novio? —murmura Vanesa tirada sobre el
sofá. Giro hacia ella negando, mientras arrastro
conmigo mi material. Con ellos allí afuera viéndome
fijamente no puedo concentrarme. Tomo el control
de televisión colocando a mi fuente de relajación en
la pantalla. El chef Rogers regañaba molesto a uno
de sus ayudantes mientras probaba algo que se veía
delicioso.
>>Mira, no sabemos quién será obviamente, pero
si podemos asegurar algo, no importa que tan guapo
sea, nunca será tan guapo como Alex —Achico los
ojos sin entender, ella ríe deslizando su dedo por la
pantalla de su teléfono—, siempre lo compararan al
pobre con gente como Alex, como Henry, espero
que tenga una autoestima de acero porque…
—¿Qué tiene que ver Henry?
Extiende su celular hacia mí dejándome ver la
foto en su pantalla. La comprensión me golpeo con
523
fuerza. Venían por un maldito chisme.
—Ay mierda —Tomo su teléfono observando de
cerca la imagen—. ¡Como los odio! —grito al aire
viendo la foto mal tomada. Estamos en el estudio
sonriendo, yo tengo la flor que me dio en mi mano,
la tomaron de lejos, de muy lejos porque para entrar
se necesita pasar un gran jardín, y el edificio se
encuentra rejado así que nadie puede entrar sin
autorización, aun así, a pesar de la poca nitidez de la
imagen se puede apreciar con claridad que somos
nosotros.
Siempre me aseguro de cerrar las cortinas, pero
estos días estuve trabajando con las cortinas
levantadas, quería luz natural, y alguien aprovecho
eso, las fotos a través de la ventana venían con un
título en grande. “El nuevo reemplazo de Alexander
Macovei”
En la nota adjuntan varios comentarios bastante
intensos de fans de Mason molestas conmigo.
Llamándome de mil maneras distintas, ninguna
agradable.
—¿Qué? —pregunta observando mi cara de
disgusto.
—Hijas de…
524
Vanesa me arrebata el teléfono leyendo ahora ella
la nota. —Que idiotas, Alex ha estado todo el mes
de fiesta en fiesta y apareciendo con Sophia Howard
todos los días en un lugar diferente, pero tú eres una
zorra por después de un mes ser fotografiada con
una maldita rosa.
Masajeo el puente de mi nariz.
Respira, respira, respira.
El timbre de nuestro departamento suena
callándonos al instante. Ambas giramos hacia la
puerta asustada.
—¿Esperabas a alguien? —pregunta en un
susurro. Yo niego tomando la misma postura que
ella—. Yo tampoco —Vanesa se acerca a la puerta
observando por la mirilla—. Escóndete —susurra.
—Voy —Le hago caso colocándome pegada a la
pared. La escucho intercambiar un par de palabras y
después cerrar la puerta. Me asomo viéndola cargar
un arreglo de rosas, extiende una pequeña tarjeta
hacia mí mientras se acomoda el cabello
comenzando a tomarse fotos emocionada.
—¿De quién es? —pregunta viendo directo hacia
su teléfono.
525
Abro el pequeño sobre sacando la tarjeta.
“Este tiempo lejos no he podido dejar de pensar
en ti… Te extraño” -Elliot.
Arrojo la tarjeta hacia la basura tomando mi
teléfono.
—Tíralas, me da igual.
—Pero… —No dejo que termine de hablar y me
giro yendo directo hacia mi habitación.
Cuando cierro la puerta me recargo en ella con el
corazón latiendo a toda prisa, no por las flores,
mucho menos por Elliot, pero si por lo que
significaba que estuviera mandándome eso.
Elliot era el jefe de seguridad de Mason, así que
había regresado.
Mason había regresado.
Mi teléfono vibra en mi mano sacándome de mis
pensamientos, observo el mensaje de Isaac en la
pantalla.
“Primero Henry Clerk, después un ramo de
rosas a tu nombre, ¿De qué me estoy perdiendo?
No sé, yo, en cambio, si te puedo decir lo que tú vas
a perder si continúas levantando rumores, te
526
recuerdo que el contrato termina en las próximas
semanas, después de que finalice puedes hacer lo
que quieras. Mañana necesito verte, vas a dar una
pequeña declaración, te mandaré la información
con Nate.”
Ni siquiera me quise preguntar cómo demonios
sabía de las flores que habían llegado hace
literalmente minutos. Por primera vez no me jodía el
mensaje de Isaac.
Tenía un motivo para querer ir. Un motivo de
ojos grises.
527
26 | VICTIMARIA.
♪ If I have to be, I’ma be that bitch, dare you,
stop me ♪
(Si tengo que serlo, seré esa perra, te reto, detenme)
-That bitch. Bea Miller.
—De verdad discúlpame —insiste Nate con
remordimiento a través del teléfono.
Sonrío rodando los ojos. —Ya supéralo, de
verdad no hay problema.
Continúa quejándose y pidiendo disculpas
mientras yo espero que me den autorización de
entrar al imponente edificio frente a mí.
Antes no había tenido ningún tipo de problema
para entrar, pero ahora que intentaba hacerlo
completamente sola me habían detenido por lo
menos veinte minutos enteros.
No pude esperar a que Nate pasara por mí,
porque se había confundido, él había entendido que
Isaac quería verme después de medio día y por uno
de sus compañeros se enteró de que en realidad era
antes.
Así que tuve que salir corriendo de mi
departamento si no quería meternos en un problema.
528
—Déjenla pasar —habla una voz bastante
conocida por la radio. Los hombres de la entrada me
devuelven mi identificación y abren la reja para mí
dejándome pasar sin más oposición.
Camino hacia la puerta principal, logrando
vislumbrar a Elliot, casi suelto un suspiro de
cansancio al verlo con sus manos sostenidas frente a
su cuerpo, se ve tímido, nervioso, justo así luce
como a él Elliot que conocí.
Paso por su lado sin detenerme, aun con su
evidente intención de hablarme.
—Jude —Me habla siguiéndome—, ¿Podemos
hablar?
—Isaac me espera, así que…
Entro al elevador seguida por él. Antes de poder
presionar el piso de Isaac, Elliot se interpone
presionando el botón para cerrar las puertas.
—En realidad Isaac aún no llega, yo pedí que te
hablaran un poco antes para poder hablar.
Abro la boca sintiéndome una idiota girándome
hacia él. ¿Había corrido como tonta solo porque “él
quería hablarme”?
529
—Tú mandaste ese mensaje a Nate —acuso
apuntándolo con mi dedo, sintiéndome disgustada.
Por la manera en la que aprieta ligeramente su boca
como si estuviera apenado, puedo confirmarlo.
—Gran intento Elliot, pero no pienso hablar
contigo, lo que teníamos que hablar ya lo hablamos.
—Quiero disculparme —Su voz entrecortada
llama mi atención. Cierro la boca rascando mi ceja
—. Por todo, por irme, por no saber…
Suelto una risa interrumpiéndolo. Por un
momento creí que su disculpa seria por la bofetada o
por sus amenazas, pero claro que no. Su postura
melancólica parece querer desmoronarse.
—Acepto tus disculpas, ya no tenemos nada que
hablar —Niego cruzándome de brazos. El elevador
se mueve comenzando a subir.
—Jude.
—No me interesa que más tengas que decir —L o
observo seria. La desesperación parece filtrarse por
cada poro de su cuerpo, a pesar de que no ha hecho
ningún movimiento, puedo notarlo, su postura, su
mirada.
—Mierda ¿Puedes mínimo dejarme hablar?
530
—No.
Estoy jugando con fuego, lo sé, pero me importa
una mierda. Nuestra relación está en un punto
irreparable completamente, hasta un ciego puede
verlo.
—Eres jodidamente exasperante —habla entre
dientes. Me encojo de hombros sin responder nada
más.
Me sobresalto cuando se mueve con rapidez
hacia mí, cierro los ojos esperando un golpe, pero
solo siento su cuerpo inmovilizando contra la pared
del elevador. Sus labios fríos están sobre los míos. Y
con ese simple acto solo confirmo lo que ya sabía.
No siento absolutamente nada por él.
Las puertas se abren y para mi alivio Elliot se
separa de mí.
—Mi Merlina —grita Paxton emocionado
entrando de inmediato al elevador envolviéndome en
sus brazos, ignorando por completo a Elliot. Ni
siquiera me siento capaz de corresponder el abrazo.
Unos lindos ojos grises me tienen inmovilizada
en mi lugar. Su mirada no tiene la calidez que
recordaba, es fría y no me la mantiene por mucho,
531
entra al elevador sin decir ni una palabra
recargándose en el otro extremo, toma su teléfono
ignorándonos por completo.
No puedo ni siquiera evitar que mis ojos estén
sobre él. En mi defensa llevaba más de un mes sin
verlo. Su rostro está un poco más pálido. Su cabello
despeinado cae con la misma gracia de siempre. No
sé si es por la rigidez de su cuerpo, pero las venas se
marcan notoriamente en sus brazos y sus manos.
Sostiene su teléfono con más fuerza de la necesaria,
lo sé por la manera en la que sus nudillos están
tornados ligeramente blancos. Con su otra mano
juega distraídamente con su anillo, casi sonrió al ver
eso.
Pero entonces recuerdo la situación y mis ganas
de sonreír mueren abruptamente. De todas las
personas que pudieron entrar, de todos los
momentos en los que se pudo abrir esas malditas
puertas, tuvo que ser específicamente Mason,
cuando Elliot me estaba besando.
Al idiota que escribió mi vida le encanta verme
sufrir.
La tensión es casi palpable y lo único que impide
que sea un momento extremadamente incómodo es
Paxton.
532
—Di que me extrañaste o te cancelo por Twitter
—Mi atención vuelve hacia el cuándo lo escucho
hablar con seriedad. Suelto una risa y ruedo los ojos.
—Te extrañé, Pax.
—Lo sé —Se encoge de hombros—, es un tipo
de efecto que provoco en las personas que me
conocen.
Las puertas se abren nuevamente y Mason sin
decir nada sale del lugar rápidamente. Paxton sonríe
un poco a modo de despedida y sale corriendo detrás
de él intentando alcanzarlo.
Elliot no dice nada, y me alegro porque no le
prestaría atención, mi mente está en otro lado, en
otra persona. El elevador vuelve a detenerse levanto
la mirada para soltar un suspiro con fastidio. —
Elliot…
—Dejaste unas cosas en mi departamento —
explica—, las junté para ti, para que puedas
llevarlas.
Cierro la boca y asiento siguiéndolo. Saca su
tarjeta y abre la puerta, entrando va directo a su
habitación mientras yo me quedo en la entrada
esperando.
533
Me da un poco de pena la situación, a pesar de lo
idiota que puede ser. Me hubiese gustado que todo
acabara de una manera más… sana.
Porque sí, acabaría, tarde o temprano, este tiempo
lejos me di cuenta, su ausencia no me dolía para
nada, y nunca lo hizo, de hecho, esas fueron las
cosas que más me gustaban de tener un algo con él,
que no tenía que verlo tanto. Yo ni siquiera quería ni
buscaba una relación, pero cometí el error de
meterme a una solo para no lastimarlo, al final,
terminé haciéndolo.
Entendí que a veces es necesario ser egoístas por
nuestra propia salud mental.
Elliot aparece con una pequeña bolsa en sus
manos. —Aquí está —avisa entregándomela. Sonrió
levemente sin saber que más decir—, ¿Entonces es
todo? —Abro la boca para responder, pero no me
sale ni una palabra.
¿Qué se supone que deba decir, cuando ya dije
todo?
—Yo…
—Espera, otra cosa —Avisa mientras sale
corriendo nuevamente. Cuando regresa quiero salir
huyendo por la puerta, pero me obligo a sonreír.
534
—Elliot… —La incomodidad de mi voz es
notoria hasta para quien no me conoce. Él se termina
de acercar entregándome un bonito ramo de rosas.
Ni siquiera puedo negarme, solo me lo coloco en los
brazos.
—Perdón por mi actitud, Jude, me salí de control
porque me atormenta pensar que ya no te tendré en
mi vida.
—Elliot, quizás, algún día podemos volver a ser
amigos —murmuro siendo incapaz de sostenerle la
mirada.
—¿Amigos? —pregunta con un tono de completa
incredulidad— Entonces está decidido, me sacas de
tu vida, pero me das como premio de consolación tu
amistad.
—Simplemente estoy intentando llevar las cosas
de manera madura, uno de los dos tiene que hacerlo
y está claro que tú no lo harás.
—La puta infiel fuiste tú y el inmaduro soy yo.
—Esta puta infiel ya te hizo el favor de salirse de
tu vida, así que deja de joder —Me giro para
alejarme, pero su voz me detiene.
535
—¿Crees que me haces un favor? ¡¿Crees que es
así de fácil irte y ya?! ¡¿Te crees mejor que yo,
zorra? —Cierro los ojos girando a verlo, el silencio
inunda el lugar, parpadeo ligeramente comenzando a
negar con sorpresa. Sus cambios realmente son algo
de miedo, pasa de la furia a nuevamente la
tranquilidad o eso parece. —¿Te estás escuchando?
—Susurra lentamente.
—Elliot, lamento haberte hecho perder el tiempo,
de verdad, actúe mal, sé que te lastime, sé que hice
cosas que no debí hacer, no sé si tu idea es
escucharme, darte promesas vacías, pero no lo haré,
no podemos estar juntos. No debemos.
Me giro para salir, pero tan pronto como lo hago
lo siento detrás de mí sosteniéndome el brazo. Por la
fuerza con la que me jala, las flores se caen directo
al piso. Lo único que evita que yo también haya
terminado allí es su agarre.
—Y una mierda, ¡Ahora me escuchas!
Lo bueno de traer un bolso pequeño es que puedo
encontrar lo que busco de inmediato, así que en
cuanto siento sus dedos apretarse con fuerza
alrededor de mi piel meto la mano en mi bolso
sacando en el mismo segundo el taser que Nate me
536
regalo, con un instructivo bastante amplio de cómo
usarlo y cómo funcionaba cada nivel.
Elliot grita cayendo directo al suelo después de
que lo encendiera y lo pegara a su pierna. Me
observa desde el suelo con el dolor y la sorpresa
impregnada en cada centímetro de su rostro.
Su pecho sube y baja con fuerza, el color rojo
sube desde su cuello hasta toda su cara, pude
identificar en donde le había electrificado por las
pequeñas gotas de sangre humedeciendo su
pantalón.
Con la adrenalina corriendo por todo mi cuerpo
me acerco a él, Elliot que se está sentado se aleja
recostándose un poco recargándose sobre sus codos.
Apunto el taser a su rostro —Sabes que es solo el
primer nivel y si quiero puedo paralizarte, así que no
me vuelvas a poner ni un maldito dedo encima.
Me observo en un completo silencio que dura
poco.
—¿Te volviste loca? —grita agitado—, Eres una
jodida exagerada.
Me alejo porque sé que el primer nivel no es
suficiente para alguien como él y se puede
recomponer en cuestión de segundos.
537
—Te tengo miedo Elliot, eso no es una
exageración, es una alerta —murmuro tomando el
picaporte para salir de allí—, toda mi vida he sido la
víctima y estoy harta de eso, aún no pruebo ser la
victimaría, así que no tientes tu suerte —Enciendo
nuevamente el taser cuando lo veo incorporarse, sin
embargo, solo toma las flores del piso y las extiende
hacia mí.
Lo absurdo de la situación me hace achicar los
ojos hacia él.
—Solo llévatelo, no quiero nada que me recuerde
a ti —murmura sin mirarme a la cara. Se gira e
inmediatamente aprovecho y salgo del departamento
casi corriendo hacia el ascensor. No guardo el taser
en mi bolsa hasta que las puertas se cierran.
Observo mi reflejo en las puertas, estoy sonrojada
y algo agitada. Mi cuerpo entero tiembla, a pesar de
eso suelto una risa sin poder creer lo que he hecho.
Subo a la oficina de Isaac, para mi suerte cuando
llego me doy cuenta de que ya está allí. En cuanto
me ve rueda los ojos.
—¿Otras flores?
—Ya no habrá más —Prometo sentándome frente
a su escritorio.
538
—Dame tu teléfono —pide extendiendo su mano.
Obedezco pasándole el aparato.
Nuevamente rueda los ojos al ver la foto de fondo
de pantalla, esa que puso Mason y nunca quite.
—¿Qué relación tienes con Henry Clerk? —
pregunta distraídamente con su atención puesta en
mi teléfono.
—Me dio un espacio en su estudio. Es algo así
como un tutor.
Asiente viéndome fijamente un segundo antes de
volver su vista al teléfono, comienza a teclear con
rapidez y después de verificar por lo menos tres
veces asiente satisfecho y me lo regresa. En la
pantalla puedo ver una de mis aplicaciones abiertas
con una publicación reciente.
“Judith Bennett: No suelo hablar de mi vida
privada, pero hoy haré una excepción, para quien
no me conozca, soy una artista novel, no tengo
mucha experiencia, así que estoy trabajando de la
mano de alguien que, si la tiene y puede
compartirme un poco de la suya, es uno de los
mejores artistas que existe y un gran amigo. Para
todas las personas que estaban preocupadas por mi
539
vida sentimental, está perfectamente. Mi relación es
más fuerte que un corto tiempo separados.”
—Poético —Me burlo, pero no sonríe para nada.
—Mantente fuera de rumores, no más flores ni
avistamientos sospechosos, si puedes toma una foto
cuando estés en el estudio y súbela para darle más
peso a la publicación —asiento, pero sigue hablando
— Estas semanas en realidad no hay mucho que
hacer, así que solo mantente a raya —dice y se
coloca de pie.
—¿Ya me puedo ir? —pregunto, pero no
responde, busca en su maletín y saca unas hojas
extendiéndolas hacia mí.
—Es una copia del contrato —explica— para que
recuerdes lo que firmaste, lo que debes hacer y lo
que te pasara si te niegas a cumplir alguna cláusula,
ya te puedes ir —Se incorpora alejándose.
Me paro doblando las hojas metiéndola a mi
bolso.
—Las rosas —apunta con su bolígrafo hacia la
silla de mi lado, en donde había dejado el ramo.
Frunzo los labios volviendo por él.
540
Camino fuera de su despacho. Frente al elevador
está un chico de seguridad, reconozco su uniforme,
en cuanto me ve se pone mucho más recto y abre el
ascensor.
—Señorita, tiene que ir conmigo.
—Claro —murmuro siguiéndolo.
La oficina de Elliot ya está en uno de los pisos
altos, de igual modo cuando presiona el botón del
piso al que vamos, el elevador comienza a subir.
Cuando las puertas se vuelven a abrir no puedo
evitar sorprenderme, el piso en estructura es similar
al de Mason, básicamente el mismo, pero parece
completamente diferente, las paredes están de negro
completo, solo el techo permanece blanco, el lugar
no se ve para nada a oscuras, contradictoriamente
está llena de luz.
Literalmente, hay pequeños focos alumbrando de
una manera muy bonita y elegante todo el pasillo.
Las paredes están llenas de cuadros, el dueño del
piso es notablemente amante de la fotografía y del
arte de ilustración, lo psicodélico y lo sensual.
Todo este lugar grita un nombre: Paxton.
541
Continúo caminando llegando al salón, y allí está,
me detengo abruptamente para no interrumpir.
Tocan el solo de guitarra de la canción, Redbone
de Childish Gambino.
Aiden está sentado sobre el sofá, ligeramente
recargado con la guitarra en sus piernas, moviendo
la pequeña púa en su mano entre las cuerdas. Paxton
está sentado a su lado, viéndolo fijamente mientras,
en la misma guitarra, presiona en el mástil las
cuerdas contra sus dedos.
No tengo ni idea de cómo, pero están
sincronizados a la perfección, ni siquiera parecían
estar prestando atención del todo, Paxton está
enfocado en el rostro de Aiden, y Aiden estaba
enfocado en ignorar la intensa mirada de Paxton,
aun así, tocan en la misma guitarra en perfecta
sintonía.
No están haciendo nada íntimo, pero lo parece,
no puedo evitar sentir que estoy interrumpiendo algo
privado.
—Ya está la… —Levi se interrumpe así mismo al
verme—, Ah, hola Jude, no te había escuchado
llegar.
Paxton y Aiden giran a verme al mismo tiempo.
542
A diferencia de los demás, Levi mantenía su
estilo pulcro. Trae puesto un pantalón de tela negro
y una camisa de vestir blanca con los primeros
botones sueltos arremangada hasta los codos. En su
mano sostiene una copa con un líquido amarillento.
—¿Cuánto tiempo llevas allí? —pregunta Aiden
quitando la guitarra de su regazo, incorporándose.
—Llegue hace menos de un minuto.
Paxton sonríe ampliamente —Hubieses llegado
hace dos y tremendo espectáculo que…
—Deja de joder —Lo interrumpe Aiden.
—¿Quieres comer?
ignorándolos a ambos.
—Me
pregunta
Levi
—Ya he comido, gracias.
Levi asiente observando el reloj de su muñeca.
—En ese caso, Mason no debe tardar en llegar.
La alerta del ascensor abriéndose inunda el lugar.
—Wow, huelen eso, ¡Levi cocino! Dios sí —
Reconocí la voz emocionada de Cristina Torres, la
diseñadora de los chicos.
543
El mencionado suelta una risa, en cuanto Cristina
aparece, se va directo hacia Levi envolviéndolo
entre sus brazos, Levi se mantiene en la misma
posición viendo hacia el frente como si no supiera
que hacer, palmea ligeramente su espalda en supongo— un intento de responder a ese gesto. Esta
es la primera vez que puedo notar la incomodidad de
Levi al estar siendo abrazado tan efusivamente.
Sophia aparece detrás, luciendo molesta, como
siempre, al menos ahora sé que no solo yo le causó
disgusto.
—Que lindas rosas —menciona Cristina
envolviendo su brazo con el brazo de Levi
quitándole la copa de su mano.
Sonrió un poco incómoda con todas las miradas
encima de mí.
Mason entra al final hablando con alguien a
través del teléfono. Contengo un poco mi
respiración, el fuerte salto de mi corazón me
avergüenza un poco, pero en mi defensa, nunca
podre acostumbrarme a su belleza abrumadora, eso y
sin contar que tiene una indiscutible confianza en sí
mismo, por donde se mueva, hacia donde vaya, lo
hace con tanta seguridad, me intriga pensar en el
544
Mason antes de la fama, ¿sería igual de seguro? O
sería algo que adapto.
Su cabello negro está despeinado, me lo imagino
pasando sus dedos varias veces por él, como de
costumbre. Lleva una camisa de vestir negra y
pantalón del mismo color, la ropa se abraza
perfectamente a su cuerpo, parece estar hecha
especialmente para él, probablemente lo sea.
—Paxton usare tu estudio —habla sin saludar a
nadie viéndome directo a los ojos haciendo un leve
gesto con la cabeza para que lo siga, pasa por mi
lado y me permito solo por un segundo inhalar
hondo, disfruto el aroma que desprende, ¿Cómo
logra siempre oler tan bien?
—Espera —Interrumpe Sophia—, dijiste que solo
veníamos a acompañar a Cristina y nos iríamos.
—Únicamente será un minuto.
—¿Cuál es la prisa? —pregunta Pax divertido.
Aiden lo toma del brazo y lo arrastra con él hacia la
cocina.
A veces me da la sensación de que Paxton y
Aiden conocen los secretos de todos, y entre ellos
mismos se contienen para no decirlos.
545
De pronto el fugaz recuerdo de que son
“hermanos” llega a mí. Wow, ¿Se supone que lo
son? Las teorías de Vanesa sobre ellos cada vez
suenan menos locas.
—Bien, aquí te espero —dijo sentándose en uno
de los sofás.
—Sophia, tú vendrás a comer con nosotros —
habla Levi aun con Cristina de su brazo.
—Agh, detesto tu asquerosa manía por querer
hacerme comer todo el puto tiempo, déjame
tranquila, ¿Es una clase de fetiche alimentar a las
personas?
—Ese no, pero te puedo enseñar los que si tengo.
Cristina, que estaba tomando de la copa de Levi
comenzó a toser atragantándose con su bebida.
Agradezco no estar tomando nada porque estoy
segura de que estaría tosiendo igual.
Es que Levi es el chico más tierno, caballeroso y
educado que he podido conocer. Es como un bebé,
así que cuando suelta comentarios de ese tipo es
muy, muy, muy extraño.
—Estoy jugando —murmura Levi palmeando
suavemente la espalda de Cristina —Lo siento, no
546
debí decir eso, ¿Te encuentras bien? —Sostiene la
mano de ella que lo observa llena de adoración. Si,
la entiendo, Levi es adorable. Sophia solo acomoda
su cabello rubio lanzándolo hacia su espalda.
—Que exagerado —farfulla entre dientes.
—Vamos con los chicos, ella no quiere —habla
Cristina intentando caminar con Levi hacia la
cocina. Pero él no se mueve ni un centímetro.
—Howard, lamento si mi tono te hizo entender
otra cosa, pero no te estoy haciendo una pregunta —
Levi se deshace del agarre de Cristina y camina
hacia Sophia quien de manera retadora le mantiene
la mirada. Levi no le baja la mirada, a diferencia de
Sophia su mirada es suave, algo dulce, pero igual de
firme, parecen estar en una competencia de miradas
—, ven conmigo —Sonríe de la manera dulce en la
que siempre lo hace.
—Vamos —dice Mason detrás de mí. Asiento
girándome con él.
Mason abre una puerta y se hace a un lado
esperando que entre, así que lo hago. Ignoro su fría
mirada e intento no parecer nerviosa, pero no sé si
sea posible, llevo semanas enteras sin saber nada de
él.
547
548
32. Capítulo veintisiete
27 | ROSAS.
♪ And I hit it, like it’s all mine, should’ve paid
that, woman, more mind, tell me, did you get the
news? She ain’t fuckin’ with you no more ♪
(Y le di, como si fuera toda mía, debería haber
pagado por eso , chica, en mi opinion, dime,
¿Recibiste las noticias? Ella ya no follara contigo
nunca mas) -All mine. Plaza.
—No sé si Isaac hablo contigo, pero necesito que
te controles —habla Mason detrás de mi recargado
en la puerta.
Me giro frunciendo el ceño. —¿Qué me controle?
—Si, Judith, esas cosas, no van —Escupe
apuntando con desprecio las rosas en mis brazos—,
no puedes ir por allí levantando rumores,
especialmente si esos rumores son verdad.
No tiene nada de malo lo que me está diciendo,
de hecho, tiene sentido, pero la manera en la que lo
dice me enerva la sangre.
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—Los rumores no son ciertos —siseo entre
dientes. Él sonríe con ironía, pero no dice nada más
—, bueno, ¿es todo? Me voy.
Camino hacia él, intentando que se haga a un
lado, pero no se mueve.
—No puedes irte así —Advierte.
—¿Así cómo?
Se coloca frente a mí. Dios, había olvidado lo
pequeña que era a su lado, los nervios que encendía
con solo una mirada.
Creo que Mason no es consciente de la
revolución entera que provoca en mi interior, está
más centrado en las flores entre mis brazos.
Se inclina un poco para tomar el ramo
quitándomelo con delicadeza.
—Así, con esto —espeta caminando hacia el
escritorio, lanzándolo allí sin cuidado alguno. Las
rosas que solo estaban sostenidas con un lazo al
momento de caer al escritorio se esparcen por toda
la madera.
Lo observo molesta, las rosas no me importan ni
un poco, pero su actitud si lo hace.
550
—Infantil —Me cruzo de brazos.
—Ya te puedes ir —Declara dándome la espalda.
Pero este de que va. Con el enojo corriendo por
mis venas me acerco tomándolo del codo,
obligándolo a verme a la cara.
—El único que ha levantado rumor tras rumor
eres tú, no seas hipócrita.
Mason suelta una risa sarcástica.
—¿Hipócrita? Todo mundo sabe que yo no tengo
nada con Sophia. ¿Tú puedes decir lo mismo con
Elliot?
—Los rumores ni siquiera son de Elliot, idiota,
son de Henry y sí, puedo decir perfectamente que no
tengo nada con él.
—Claro, y por eso tan pronto como tuviste la
oportunidad comenzaste a ir con él, todos los días.
—¿Me volviste a investigar?
apuntándolo acusadoramente.
—Chillo
—Lo hizo Elliot, yo solo me enteré porque…
Suelto un grito molesta y me giro caminando a la
puerta.
551
—Están locos, malditos enfermos, entérate de
que me dio uno de sus estudios, por eso voy, mínimo
investiguen bien —Jadeo llena de indignación.
Casi como si mi conciencia se burlara de mí me
recuerda como secuencia todos los días que
investigue en internet el nombre de Mason para
saber que estaba haciendo. Sh, conciencia, eso él no
debe saberlo.
>>Me alegro haberme alejado de ustedes —
Continúo hablando histérica.
—Espera —Me detiene antes de abrir la puerta.
Me giro sobre mi hombro para verlo—, ¿
“Ustedes”?
Frunzo el ceño sin entender. —Pues sí, tú y
Elliot.
—Nunca te alejaste de Elliot —responde de
manera incriminatoria. Y aunque no fue pregunta,
niego, ahora si estoy mucho más confundida
—¿Por qué lo afirmas? Claro que lo hice.
—Él me dijo… —se interrumpe a si mismo y ve
a la nada—, ¿Pero si nunca se alejaron porque las
flores y esta mañana cuando…?
552
Lo interrumpo levantando la mano. —Está
intentando que volvamos —aclaro—, estaba —
Corrijo recordando que hace menos de una hora lo
había electrocutado.
No dice nada, esta vez sí, aprovecho y salgo del
lugar caminando hacia el salón. Puedo escuchar las
voces y risas viniendo de la cocina, paso directo
intentando no hacer ruido.
—La nota que me dejaste —habla Mason detrás
de mí haciendo que me detenga abruptamente—,
¿Por qué no me lo dijiste en persona?
Parpadeo sintiendo mi pecho acelerarse, no pensé
que hiciera un comentario de eso, pero aquí estaba,
lo escucho acercarse, pero yo sigo inmóvil.
>>Aunque me consideres un error, creo que
merecía que mínimo me lo dijeras a la cara. Aunque
sea un audio de voz, una llamada, pero ¿Una nota?
El sentimiento de culpa cosquillea en mi
estómago, aterrada, me giro empujándolo hacia la
habitación de la que salimos, no baja la voz y estaba
segura de que podrían escucharnos. Cierro la puerta
detrás de mí girando para verlo
—¿Puedes olvidarlo? —susurro entre dientes.
553
Esa nota estuvo en mis pesadillas por muchos
días, no necesitaba que me lo recordara.
—Si —responde encogiéndose de hombros. Ok,
pensé que sería más difícil—, pero dímelo —ordena.
Me quedo estática en mi lugar, sin entender—. Dime
lo que sientes, dime que soy un error irrepetible y no
te volveré a molestar más.
—Mason no…
—Dímelo Jude —Me ruega acercándose un poco
a mí—, necesito escucharlo de tu boca, necesito
esto, porque quizás al ver tu desprecio, quizás al ver
tu decisión, quizás, solo quizás, pueda así sacarte de
mi cabeza de una maldita vez.
Siento mis piernas temblorosas, mi corazón
amenaza con salirse de mi pecho.
—Deja de jugar.
Mason termina por unir el espacio que nos
separa.
—Yo nunca he jugado contigo —Su voz es
apenas un susurro—, dilo —La distancia entre
nosotros es un chiste, su respiración caliente golpea
mi rostro lanzando un cálido escalofrío por todo mi
cuerpo.
554
¿Cómo se supone que le voy a decir eso? Solo
quería que no viera el golpe en mi rostro y
necesitaba el espacio.
Lamo mis labios levantando mi mirada a la suya.
—Puedo hacerlo —Subo mis manos al cuello de su
camisa jugando con la tela, su respiración
temblorosa me hace sentir poderosa, yo puedo
provoco esto en él, yo—. Pero sería mentira.
Las chispas que lanzan sus ojos son casi visibles,
entonces y sin esperar ni un segundo, me besa. Su
boca me consume en segundos, su lengua acaricia la
mía.
No espera, no juega como siempre, no acaba con
mi paciencia, se lanza a mí tan pronto como mis
palabras fueron dichas, con urgencia, necesidad. Y
lo agradecía porque estoy igual de ansiosa. Lo había
extrañado tanto, quizás era una exageración, pero lo
había hecho.
Su boca se mueve con deseo y anhelo sobre la
mía. Suelto un suspiro sobre sus labios, parece un
sueño, un sueño que pensé no podría volver a
probar, sus manos viajan a mi cintura apegándome a
él.
555
Un calor crece en mi vientre sin piedad, no, no
son esas jodidas mariposas, es algo más, algo más
fuerte, más vibrante, no son nervios, es emoción,
deseo, felicidad, y crece a la velocidad de los latidos
de mi corazón.
Sostiene mis piernas elevándome con facilidad,
haciendo que las envuelva en su cadera, camina
hacia atrás conmigo a cuestas, y me sienta sobre el
escritorio lleno de rosas.
Toma mi labio inferior entre sus dientes,
succionando ligeramente provocando un jadeo de mi
parte. Se separa un poco sonriendo, vuelve a dejar
un casto beso en mis labios y entonces empuja mi
cuerpo contra el escritorio. No sé si las rosas no
tengan ninguna espina o si solo estaba demasiado
sobrecogida con todo como para sentirlo, porque no
percibo ninguna pizca de dolor y prácticamente
estoy acostada sobre ellas. Mi pecho sube y baja, mi
respiración es incontrolable.
Mason es fuego para mí, tenía el poder de
volverme cenizas en cuestión de segundos.
Su mano baja por mi cuerpo rozándolo
débilmente, y tan solo con eso me tiene temblando y
retorciéndome sobre las rosas.
556
Toma el borde de mi vestido subiéndolo por mis
piernas hasta mi cintura.
—Me encantan tus gemidos, pero esta vez
tendrás que ser silenciosa —susurra, me muerdo el
labio para evitar gemir, mis músculos están tensos
por la anticipación. El placer se esparce por todo mi
cuerpo lanzando ondas electrizantes en cada poro de
mi piel, y aun ni siquiera ha hecho nada.
Estoy perdida por él.
Lo siento detenerse de nuevo por completo, se
irguió colocándose encima de mí, coloca su mano
debajo de mi barbilla y me levanta la cara viéndome
fijamente. —¿Jude, puedo seguir?
—Puedes hacer lo que quieras conmigo, Mason.
Muerde mi labio inferior y sonríe bajando de mi
boca a mi cuello, lame y mordisquea mi piel
haciéndome jadear, una de sus manos baja por mi
vientre hasta mi sexo húmedo, sus dedos se mueven
por encima de mis bragas y mis medias causándome
escalofríos. Cierro los ojos con fuerza sintiendo
como mi cuerpo empieza a temblar ligeramente,
estoy desesperada.
—¿Puedo tocarte aquí? —Su boca baja hacia mis
pechos y también por encima de la ropa pasa su boca
557
dibujando su contorno.
—Mason…
Él sonríe tomando la tela de mi vestido y mi
sujetador, bajándolo, exponiéndome ante él.
—Je pourrais t’écouter pendant des heures
(podría escucharte por horas)
Su acento es una fantasía, mierda, lo había
extrañado tanto.
Podría estar recitando un versículo de la biblia
con ese acento y aun así lo encontraría sensual. Ya
no me molesta no entender lo que dice, porque sus
caricias son mi traductor.
>>Dilo de nuevo, mi nombre, me encanta como
suena en tu boca —El calor me envuelve,
especialmente porque al terminar de hablar su
lengua se desliza por mi pecho, su boca se cierra en
mi pezón haciéndome gemir. Mueve su lengua en la
punta lanzando ondas de calor que van directo a mi
sexo.
—Mason —gimo subiendo mi mano a mi boca
para evitar hacer algún ruido.
Cierra su boca alrededor de mi pecho chupando
la punta mientras amasaba el otro, después de unos
558
segundos intercambia moviéndose al otro pecho
manteniendo las sensaciones placenteras de su boca,
repartidas correctamente.
—Hermosa como un ángel, cruel como el diablo
—Abro la boca para quejarme, pero su lengua
volviendo a atacar mi pecho solo permite gemidos
salir de mi garganta—. Tu as perdu ton droit de
protester quand tu m’as laissé avec un mot (Perdiste
tu derecho a protestar cuando me dejaste con una
nota)
Con una fuerza y velocidad impresionante toma
mis medias, y en un simple movimiento las rompe
completamente dejando caer la tela por mis piernas,
las reduce a un pedazo de tela inservible. Mis bragas
no tienen mejor destino, acaban de igual modo rotas
en el piso.
Me encanta el contraste de Mason, me vuelve
loca, tan suave, tan duro, tan sutil, tan salvaje.
Baja por mi cuerpo colocándose entre mis
piernas, mi respiración se atasca cuando siento la
suya golpear mis muslos, sus labios húmedos
acarician mi piel logrando que se erice
instantáneamente.
559
Me pongo rígida contra el escritorio, la vergüenza
no tarda en golpearme al estar en esta posición tan
íntima. Cierro los ojos evitando pensar eso.
Sus dedos acarician mi sexo, deslizándose con
facilidad entre la humedad de mis pliegues, muerdo
mi labio obligándome a mantenerme callada, su
aliento golpea mi sexo provocándome escalofríos.
Lo siento allí, a tan solo centímetros, pero no se
mueve.
Abro los ojos para verlo, su mirada intensa ya
está sobre mí, en cuanto nuestros ojos se encuentran
sonríe de lado como si estuviese esperando eso, que
lo viera. —Juste comme ça, ma précieuse lumière.
(Justo así, mi preciosa luz)
Y entonces, comienza. Su lengua se desliza por
mis pliegues arrancándome un jadeo, solo una vez,
entonces solo uso la punta, la desliza por mi clítoris
mientras usa sus dedos para separar mis pliegues.
—Si humide, juste pour moi (tan mojada, solo
para mi).
Mueve su lengua de un lado a otro provocando
que me sacudiera siendo incapaz de mantenerme
quieta.
560
Su mirada no pierde detalle de mis gestos
mientras él juega en mi sexo, lamiendo mi hinchado
clítoris, jugando con mis pliegues, se mueve sin
reservas, explorando, probando, sus manos se
cierran en torno a mi cadera obligándome a
mantenerme en ese lugar contra su boca.
Mason parece un experto: un experto en mí, lo
hizo antes y lo volvía a hacer ahora, encuentra el
punto exacto donde mi cuerpo se vuelve un manojo
de nervios.
Gimo llevando mis manos a su cabeza, enredado
mis dedos en su cabello.
Su boca caliente, húmeda, determinante, se
mueve con habilidad justo como me gusta, justo
donde me gusta. Todo mi cuerpo se siente sensible,
cada caricia, cada roce me hace gemir. Envuelve una
de sus manos detrás de mi rodilla y la empuja hacia
arriba provocando que flexione mi pierna.
Su boca se cierra sobre mi clítoris mientras siento
dos de sus dedos deslizarse dentro de mí con
facilidad, arrancándome un gemido, sin cuidado, sin
piedad, Mason está acabando conmigo mientras
succiona mi clítoris enviando descargas a través de
mis piernas temblorosas.
561
Un nudo de sensaciones se acumula como fuego
en mi vientre. Mis músculos se tensan, en cada
empuje de sus dedos acarician mis paredes internas
mientras su boca no deja de jugar con mi clítoris.
Tengo la sensación de que el aire me falta, tiro mi
cabeza hacia atrás provocando que algunos pétalos
de flores se enredaran en mi cabello, mis ojos se
ponen en blanco perdiéndose en la bruma de
sensaciones y simplemente me dejo llevar
perdiéndome en la nube electrizante, siento el
orgasmo formándose con fuerza, uso todo mi
autocontrol para no gritar.
Pero entonces, Mason se detiene unos segundos,
mi respiración es completamente trabajosa,
cualquier persona al otro lado de la puerta sería
capaz de escucharla.
Lo observo frustrada, agitada y confundida.
—Je ñ’en ai pas encore fini avec toi. (Aún no he
terminado contigo)
Me toma por los brazos haciendo que me
incorpore, él se sienta en una de las esquinas y se
tumba sobre el escritorio quedando tumbado sobre
las flores destrozadas boca arriba. Justo como yo
estaba.
562
No me da tiempo ni de procesar lo que está
pasando cuando sin ningún problema me eleva de la
cintura colocándome de rodillas sobre su cara.
Sobre, su, cara.
La conmoción me hace saltar.
—Allons-y mon amour (vamos mi amor),
móntame la cara.
Ay dios. Mis ojos están abiertos de par en par.
Nunca había hecho esto, me siento algo cohibida,
así, con él debajo de mí, me siento más vulnerable.
La situación es, entre todo, excitante e intrigante.
Un gemido involuntario se escapa de mi boca al
sentir su lengua volver a pasar por mi sexo.
La sensibilidad que siento es impresionante, y
contrario a lo que creía, si se siente distinto. La
posición, todo, mi pulso y mi corazón está a una
velocidad preocupante. Su aliento templado choca
contra mi piel sensible, toma mis caderas bajando mi
cuerpo pegándome a su boca.
Me siento ligera flotando en una nube de placer,
Mason vuelve a usar su mano para separar mis
pliegues, me mantiene abierta y entonces su boca me
563
ataca, sus labios, sus dientes, su lengua devoran mi
hipersensible clítoris.
Esta vez es mucho más crudo, más carnal, el
placer es tan fuerte que duele. Duele de una manera
que nunca antes sentí, un tipo de dolor adictivo.
Su lengua se desliza en largos y suaves lametazos
que me hacen perder el poco control que tengo.
Su mano libre sube por mi cuerpo hasta llegar a
mi pecho y tira suavemente del pezón, juega con él
entre sus dedos con movimientos rítmicos y pronto
cambia al otro dándole igual atención. Mis pechos
jamás se habían sentido tan sensibles, sus caricias en
ellos mandan ondas de calor y energía a mi sexo.
¿Cómo es eso posible?
Los pétalos que habían quedado enredados en mi
cabello caen lentamente por mi cuerpo.
Gimo desesperadamente sintiéndome en un ciclo
interminable de excitación y placer. Mis pies se
curvan mientras yo misma muevo mi cadera en
busca de su boca, me agarro al borde del escritorio
continuando moviéndome, no puedo evitar no
hacerlo, la sensación es tan magníficamente nueva y
desconocida.
564
Siempre creí que Mason tenía una voz mágica,
pero al parecer va más allá, viene con el combo
completo, su boca, labios, lengua, todo él podría
denominarlo como sobrenatural. Mason excede
cualquier tipo de fantasía que pudiese tener.
Mi cerebro se desconecta dejando de reproducir
pensamientos coherentes, todo desaparece excepto
nosotros y los pétalos que vuelan a nuestro
alrededor.
Sin pudor, sin vergüenza me muevo sobre su
boca, el orgasmo llega de manera estrepitosa,
muerdo mi labio sin cuidado alguno, evitando gemir
con fuerza, mi cuerpo tiembla, de manera literal,
Mason lleva las manos a mi cintura deteniéndome
sobre su boca, su hábil lengua pasea por mi
sensibilidad, rodeándola, tentándome, los gemidos
que salen de mi boca son interminables, siento como
mi sexo se contrae y palpita.
—l’avantage d’être un bon observateur (Ventajas
de ser un buen observador) —Antes de que pueda
moverme Mason acerca su rostro rozando con sus
dientes en mi un punto que… un grito se escapa de
mis labios, el placer que había sentido hace unos
minutos y creía yo, estaba comenzando a disiparse,
vuelve, más fuerte, más abrumador, aun ni siquiera
565
acaba mi orgasmo y ya puedo sentir como se
desarrolla el segundo.
No hay pausas, no hay advertencias, no hay nada
más que placer en su estado más irreal, caótico y
puro.
La vibración de mis piernas es casi incontrolable,
no tengo idea de cómo, pero Mason me mueve
rápidamente tomándome de la cadera como si no
pesara nada y como si hubiese perdido control total
de mis extremidades, caigo directo a su pecho. Mi
cuerpo se sacude con ligeros espasmos y mis piernas
aún siguen temblando sin control.
—No me preguntes si estoy bien —murmuro
contra su piel, su pecho vibra por su ligera risa. No
tengo idea de cuál palabra es la adecuada para
describir lo que siento ante lo que acaba de pasar.
¿Sorpresa? ¿Asombro?
Podría hacer una lista de cosas que “jamás he
podido”, junto a la palabra orgasmo sin problema.
Así que para hacerlo más sencillo diré lo que si he
podido.
He podido llegar al orgasmo con alguien solo de
una manera: cuando yo estoy arriba, moviéndome en
busca de mi propio placer, básicamente usándolo
566
para frotarme contra su cuerpo y así lograr llegar. Es
la única manera en la que logro llegar.
Así que decir que estoy anonadada con lo que
paso con Mason es… poco.
Se incorpora rápidamente subiendo mi vestido y
colocándose frente a mí, cubriéndome. Lo observo
confundida hasta que escucho la puerta abriéndose,
me acomodo la ropa, sin embargo, noto que, no está
lo suficientemente abierta como para que pudiesen
ver, simplemente la abrieron unos centímetros.
—Mmm…
—Dime, Paxton —Gruñe Mason.
—Aiden se llevó a todos a tu departamento —
Siento el calor de la vergüenza subir por mi cuerpo.
—Mañana te veo, entonces —responde Mason
como si nada.
—Si… —Contesta Pax volviendo a cerrar la
puerta, Mason se gira hacia mí con una sonrisa, pero
la puerta vuelve a abrirse, un cuadro plateado entra
volando cayendo al piso. Un maldito condón.
—Tengo más por si…
—Lárgate Paxton —Se queja Mason entre risas.
567
—Está bien, ya me voy, pueden quedarse en mi
habitación, pero no saldrán de este piso hasta que
cambien mis sabanas y espero que cualquier clase de
fluido que saliera de sus cuerpos haya sido
educadamente tragado, porque…
Mason camina rápidamente hacia la puerta
cerrándola de golpe colocándole seguro.
Cubro mi rostro con mis manos riendo
ligeramente, me incorporo levantándome del
escritorio, Mason camina agachándose para tomar
en sus manos una de las flores.
—Así, si me gustan las rosas.
Sonreí con ironía. —¿Destrozadas?
—No, contigo encima de ellas teniendo un
orgasmo en mi boca.
Siento mi rostro ruborizándose salvajemente,
¿Cómo puedo soltarme cosas así? Podía fácilmente
morir de un paro cardiaco.
Antes de poder hacer o decir algo, Mason se
acerca a mí apegándome a su pecho, paso uno de sus
brazos bajo mis piernas, llevándome consigo entre
sus brazos.
568
No le importaron mis quejas, no me suelta, y
entre risas llegamos a la que supongo es la
habitación de Paxton.
Allí me di cuenta de algo, creí que estaba a
tiempo de alejarme de Mason, pero no lo estaba,
nunca lo estuve. Esa nota, esa necesidad de
alejarme, era mi intento de huida, fue mi estúpida
manera de hacerme creer que no lo quería.
Pero, la verdad era que estaba completa, total e
indudablemente enamorada de Mason Macovei.
Holaaaa, nunca se como iniciar, así que iré al
punto; Infinitas gracias por regalarme de su tiempo
leyendo este libro y por darle la oportunidad.
Y a pesar de que no puedo responder los
comentarios porque elegí publicar el libro en la
temporada del año en la que mi escuela decide
succionarme el alma, créanme que los leo y me
encanta lo apasionadas que son, especialmente
cuando se enojan, gracias a ustedes tengo un nueve
repertorio de insultos.
Los tqm<3
569
33. Capítulo veintiocho
Bienvenidos a uno de mis capítulos favoritos;
28 | DESTINO.
♪ Let’s star a revolution, how beautiful it is, city’s
on fire but it’s beautiful♪
(Vamos a empezar una revolución, que hermoso es
eso, la ciudad esta en llamas pero es hermoso) Revolution. Elias.
Cuando abro los ojos todavía no ha amanecido,
nunca había caído en el sueño de esta manera de
forma natural, perdiendo la noción del tiempo y de
la realidad, sin saber exactamente en qué punto de la
noche me quede dormida.
Todos los recuerdos de lo que paso en cuanto
entramos a la habitación llegaron como ráfaga a mí,
uno tras otro.
Me siento agotada, drenada, ¿Qué sigue de
satisfecha? Pues lo que sea que sigue, así me siento
yo. Mason al parecer estaba conociendo mi cuerpo y
mis gustos más rápido de lo que cualquier persona
ha sido capaz, sí, estoy incluida en eso.
570
Mason me hacía sentir drogada, de una buena
manera. Y yo encantada me estaba volviendo adicta
a esto, a él.
La habitación de Paxton está a oscuras
completamente, no hay ventanas con grandes vistas
como en la habitación de Mason, aquí la ligera luz
provenía de focos de ambientación, en cuanto noto
que estoy sola me incorporo un poco soltando un
quejido al sentir el dolor de mi vientre.
Me coloco de pie buscando mi ropa, al no
encontrarla por ningún sitio tomo la camisa negra de
Mason y me la pongo. Abro la puerta de la
habitación para buscarlo, no hay ninguna luz
encendida, ningún ruido.
Estoy a punto de girarme y volver a la habitación,
pero el viento golpeando mi costado llama mi
atención, hay unas puertas grandes abiertas dando
hacia un balcón. Allí de pie esta Nate viendo hacia
la noche. El cielo se ilumina con un relámpago
provocándome un pequeño jadeo por la sorpresa.
Eso llama su atención, se gira y sonríe
educadamente al verme.
En cualquier otra situación estaría corriendo a
ocultarme, la camisa de Mason es lo suficientemente
571
larga como para cubrirme, pero estoy de igual modo
expuesta, pero Nate ni siquiera baja la mirada.
—Judith. Lo siento, ¿Te desperté?
Niego sin entender que hace el aquí. Sin
importarme ni un poco la manera en la que voy
vestida me acerco.
—No tranquilo, yo… mmm, ¿Viste a Mason? —
Su expresión cambia a una con un poco de pena y
nervios, masajea su nuca y asiente. Mete la mano a
su saco sacando un pequeño papel doblado. Mi
corazón late desbocado, lo reconozco sin siquiera
haberlo tocado aún. Mi nota.
Aun así, extiendo mi mano para tomarla
comprobando lo que ya sabía. Mi letra está allí
“Fuimos un error irrepetible”
¿Por qué la guardo tanto tiempo?, ¿Por qué me la
daba ahora?
—Entonces… estas aquí para llevarme a mi
departamento —Deduzco esperando equivocarme,
pero Nate asiente apretando sus labios.
Suelto un suspiro ¿Es una clase de venganza?
Porque lo merecía.
572
—Él solo quería hacértelo más sencillo —
murmura cerrando las puertas del balcón al ver
como las primeras gotas de lluvia comienzan a caer.
Levanto el rostro para verlo.
—¿Más sencillo?
—Yo no… —Niega moviendo sus manos frente a
su cuerpo—. No me corresponde a mí…
—Dime —Pido de manera firme. Nate sabe más
de lo que quería decirme.
Suelta un suspiro tronando los dedos de sus
manos en una clara señal de nerviosismo. —Siempre
huyes de él, Jude.
Sus palabras me golpean, casi tan fuerte como el
sonido del trueno inundando la habitación. Me
detengo a pensarlo por un segundo, sintiendo el
amargo sabor de bilis subir por mi garganta al darme
cuenta de que, tiene razón, todas las veces que ha
pasado algo entre nosotros, siempre he salido
corriendo asustada. Intentando protegerme en vano.
>>Supuso que al despertar lo primero que
querrías hacer era salir corriendo. Esta vez
simplemente te está dejando el camino libre.
573
—Y por eso te ha pedido que vinieras —Acabo
por él. Nate asiente acercándose un poco más, doy
un paso atrás negando.
—¿En dónde está?
Nate frunce los labios como si desconfiara.
—Jude, lo mejor será que…
—Nate, dime en donde está o yo recorreré cada
piso si es necesario —digo decidida.
Nate suspira metiendo la mano en su bolsillo
sacando de él una tarjeta. —Cuídala con tu vida —
murmura extendiéndola hacia mí—, con esta tarjeta
tienes acceso a todos los pisos autorizados. Él está
en la azotea.
Asiento y tomo la tarjeta corriendo hacia la
entrada para ir al elevador, entonces me detengo
abruptamente recordando algo. Me giro hacia Nate
volviendo a donde está parado y lo envuelvo en un
abrazo.
—Gracias por el taser, me fue de mucha ayuda.
—Wow —responde Nate risueño palmeando mi
espalda—, ok, honestamente pensé que no lo
llegarías a usar.
574
—Yo también esperaba eso, pero tuve que —Me
encojo de hombros sin dar más detalles.
—Me encantaría llevarme el crédito, pero yo no
te lo regale —murmura apenado. Lo observo sin
entender.
—Pero, tú…
—Te lo mandaron conmigo, pensé que en la nota
venía su nombre.
Niego frunciendo el ceño. —En la nota solo
venían instrucciones de cómo utilizarlo.
—Oh —murmura, pensativo—, bueno, en ese
caso, las gracias son para Aiden.
Por unos segundos no logro salir de mi
desconcierto, pero si él me odia.
—Mmm, ya le daré las gracias entonces —Me
separo de Nate volviendo a mi camino hacia el
elevador—, igual, gracias Nate, por todo.
Esboza una media sonrisa. Corro como tonta por
el pasillo llegando al ascensor, meto la tarjeta y
muevo mi dedo por la pantalla táctil para presionar
el último piso.
575
—Jude —habla Nate del otro lado del pasillo.
Levanto el rostro hacia él esperando que continúe
antes de presionar el botón—. He trabajado con ellos
lo suficiente como para darme cuenta que la gente
los endiosa tanto, que llegan a deshumanizarlos,
pero son personas, sienten tanto como tú y como yo,
aman, disfrutan, ríen y también sufren —Hay
sinceridad y algo de pesar en su tono.
—Nate…
—Aquí estoy Jude, dispuesto a llevarte a donde
sea necesario, tienes el camino libre, sin preguntas y
sin peros, sin reclamos ni reproches, te recomiendo
que si no sabes lo que quieres… —Agrega. Asiento
comprendiendo su preocupación.
—Ve a descansar Nate, no necesito ir a ningún
lado —Aseguro presionando el botón para que las
puertas se cierren.
A la mierda el miedo, mis prejuicios, todo, por
primera vez estoy haciendo lo que quiero, sin
meditarlo, sin pensarlo simplemente porque quiero.
Y se siente tan bien.
Me alegro de que fuese madrugada y en realidad
no haya gente subiendo o bajando, porque parezco
loca, me observo en el reflejo de las puertas, estoy
576
descalza, solo traigo puesta la camisa de Mason, y
mi cabello es un completo desorden, intento
arreglarlo un poco con mis dedos.
El elevador se abre dejándome ver el lugar. El
sitio es muy lindo, lleno de plantas alrededor, de
sillas tejidas, la mitad del lugar estaba techado, hay
una gran chimenea, la otra mitad está al aire libre, el
piso es laminado dándole un aspecto bastante
rústico. Todo el sitio está iluminado con cientos de
bombillas, a pesar de eso no es una luz escandalosa,
es tenue y le da un toque elegante.
Encuentro a Mason de inmediato, recargado con
la vista perdida en los edificios bajo la ligera lluvia.
Por el humo que comienza a aparecer a su alrededor
supongo está fumando. Está únicamente con su
pantalón puesto así que tengo una vista perfecta de
su espalda desnuda, sus hombros son anchos y con
cada movimiento sus músculos se tensan, la lluvia es
muy ligera, aun así, su espalda resplandece por la
humedad dando una imagen casi celestial.
Él ni siquiera se percata de mi presencia, ni del
ruido que hace el elevador al irse, me acerco
lentamente sintiendo las pequeñas gotas caer sobre
mi rostro, me paro a su lado, desde aquí puedo
darme cuenta de que trae puesto unos audífonos,
577
acerco mi mano a su oído quitándole uno de estos.
Mi toque lo hace dar un ligero salto.
Su expresión taciturna se ve sacudida por su
sorpresa al verme.
—Creí que los cantantes se debían cuidar de
cosas como el cigarro.
Sonríe ligeramente exhalando el humo de su boca
tirando la colilla al aire. Su vista me recorre, una
casi imperceptible sonrisa aparece en su boca al
notar su camisa.
—Los tengo prohibidos, guárdame el secreto —
Esta vez sí que sonríe, pero su expresión es algo
contradictoria.
—La gente que fuma sabe a cenicero, tu aun estas
a tiempo de salvarte de esa maldición.
—Interesante elección de advertencia, pudiste
decirme que podía darme cáncer o todas esas
consecuencias.
—Eso no funciona, en los adictos, es mejor darles
en el ego.
—No soy un adicto, Jude, no al menos de tabaco,
mis adicciones más bien van ligadas a la mujer más
compleja que he tenido el privilegio de conocer.
578
Tiemblo un poco, no sé si por las gotas
humedeciendo mi rostro, por su cercanía o sus
palabras. Aprieto mi mano en un puño.
—¿Tienes fuego? —murmuro. Él frunce el ceño,
pero de su bolsillo trasero saca un mechero
extendiéndolo hacia mí—, enciéndelo —Pido, él
levanta la mano cubriendo el pequeño cuadro de las
gotas de lluvia. El fuego aparece inmediatamente.
Abro la mano que tenía en puño dejando ver el
pequeño pedazo de papel amarillo. Bajo su atenta
mirada lo acerco al fuego, este enciende casi de
inmediato, comenzando a consumirse en segundos.
El viento se lleva las cenizas de la nota y cuando
está a punto de alcanzar la punta de mis dedos lo
suelto dejando que se vaya por completo.
Abre ligeramente su boca dejando escapar el aire.
Sus ojos grisáceos brillan. Me gusta que no tenga
puesto sus lentes de contacto.
—Mason, no sé cómo manejas las cosas con las
personas con las que has estado involucrado
sexualmente, pero… —Niego viendo como sus
bonitos orbes grises me observan con mucha
atención—, yo si te mandare el recibo de mis bragas
nuevas.
579
Se le forma una sonrisa en la cara, una sonrisa
lenta y divertida, completamente genuina.
Doy otro paso hacia él terminando de acercarme
por completo, elevo mi mano hacia su cabello
peinando los rizos rebeldes que caen mojados por su
frente. Mason acerca su rostro al mío y planta un
suave y tierno beso en mi frente.
No hay nada de sexual en esto, pero se siente tan,
tan íntimo. Algo cálido se expande en mi pecho.
Me coloco el audífono que le había quitado y
para mi sorpresa nada suena del otro lado, suelta una
risa al ver mi cara y de su bolsillo delantero saca su
teléfono.
—La pause para escucharte bien.
—Pon una canción.
Él asiente moviendo su mano por su teléfono, al
parecer no le importa ni un poco que se moje. En
cuanto parece encontrar la canción que busca,
bloquea su teléfono y la guarda en su bolsillo.
Después de unos segundos la comienza a sonar. Me
bastan tres segundos saber de cual se trata y la
sorpresa me invade momentáneamente, no parece
para nada su tipo de música.
580
No importa cuánto tiempo pase cerca de él, no
para de sorprenderme.
—Wise men say, only fools rush in (los hombres
sabios dicen, que solo los tontos se apresuran) -A
pesar del sonido de la lluvia y de que su canto es un
susurro
apenas perceptible puedo escucharlo
perfectamente, mi corazon se agita con el suave
sonido de su voz -But i can’t help falling in love with
you (pero no puedo evitar enamorarme de ti)
Mason extiende su mano hacia mí.
—¿Que haces? —pregunto soltando una ligera
risa al ver como hace una leve inclinación ante mi.
—Señorita, ¿Me permite este baile?
Un sentimiento cálido florece en mi pecho
expandiéndose por mi cuerpo, no puedo evitar
sonreír ampliamente mientras copio su gesto
haciendo una ligera reverencia divertida, tomo su
mano dejando que me acerque por completo a su
cuerpo.
La canción “Can’t help falling in love” de Elvis
Presley se reproduce en sus audífonos para nosotros.
El cielo se ilumina con un gran relámpago mientras
Manson eleva nuestras manos a la altura de mi
cabeza y me hace girar sobre mi eje bajo su brazo.
581
Suelto una risa divertida al sentir como me carga
abrazándome por las piernas y gira dándome vueltas,
tiro mi cabeza hacia atrás sintiendo el frio viento
golpear mi cuerpo, a pesar de eso no es molesto o
quizás estoy demasiado sobrecogida como para que
pueda importarme.
Mason me coloca sobre mis pies y me apega
nuevamente a su cuerpo, colocando sus manos en mi
cintura, yo elevo mis manos abrazándolo por su
cuello, nos movemos suavemente al compás de la
canción.
Recargo mi cara sobre su pecho cerrando los ojos
por unos segundos, en esta posición puedo escuchar
perfectamente los incontrolables latidos de su
corazón.
—¿Crees en el destino? —pregunta de pronto, sin
dejar de moverse conmigo entre sus brazos, elevo mi
vista a la suya, observándolo fijamente.
—No —respondo con sinceridad.
Él sonríe levemente.
—Yo tampoco, pero hace un tiempo lo dude —
Una de sus manos se dirige a mi mejilla acariciando
suavemente mi piel—, mi vida cambio tanto después
de que nos hiciéramos una banda real, antes
582
tocábamos covers, así que ya éramos conocidos
pensé que sería lo mismo, pero estaba equivocado,
cambio tanto… cambio todo. Me sentía un poco
desagradecido por no sentirme feliz del todo, así que
empecé a ocultar eso, tampoco era algo que pudiese
hablarlo, ¿Te imaginas a una persona que tiene el
mundo en su mano decir que le falta algo?, Ni
siquiera yo podía tomarme en serio de solo
pensarlo…
>>Así que fingí, lo hice tanto hasta que me lo
creí, y casi funciono, por el día estaba bien, pero
siempre era igual, cuando llegaba la noche y estaba
completamente solo, con nadie acompañándome
más que el silencio me hundía en ese pozo
desconocido, era un círculo que se repetía sin fin.
>>Dar conciertos siempre me ha encantado, me
llenan de energía, es estimulante, pero un día
mientras estaba en el escenario se sintió diferente,
ese día mientras la gente gritaba mi nombre,
mientras intentaban de todo por simplemente tener
un roce con nuestras manos, en medio de todo el
ajetreo y todo el ruido me di cuenta de que todo lo
que ganamos, tuvo un precio, ya no había nada real,
nada era orgánico como antes, la gente no me quería
cerca por quien era, querían la imagen que vendía,
incluso ahora mi círculo social se reducía a los
583
chicos a los que Isaac les pagaba por estar todo el
día a mi lado, allí en medio de todo me pregunte
cuantas personas de las que gritaban me quisieran
cerca si me hubiesen conocido de manera real.
¿Cuántos de mis amigos seguirían conmigo si no
fuera nadie? ¿Alguna vez podría encontrar a alguien
que me quisiera cerca por lo que soy y no por la
cámara que tenía en frente? Estaba harto de sentirme
como un producto.
—Mason… —susurro su nombre apenas de
manera audible. Quizás yo nunca podría
experimentar algo así, pero lo podía entender, debe
ser difícil tener a tanta gente alrededor y no saber
exactamente cuál tiene intenciones reales.
—Me sentía muy cansado, física y mentalmente,
quería encerrarme, y estar solo, así que lo hice, no le
avise a nadie solo me desaparecí, y esa noche entre
toda mi oscuridad alguien irrumpió, se sintió como
una chispa de luz, por primera vez en mucho tiempo
volví a sentirme normal, volví a sentir eso que
anhelaba, volví a tener una plática normal, no había
adulación. No estaba allí por Alexander, por la fama,
por el dinero, o buscando una exclusiva, estaba allí
con Mason, estaba conmigo, sin ninguna intención
oculta, solo ella y yo. Solo tú y yo, Jude.
584
Mi corazón se contrae mientras suelto un suspiro
tembloroso.
>>A veces me pregunte como me hubieses
tratado si supieras quien era, pero no le di muchas
vueltas, al final de cuentas no volvería a verte,
comme une étoile filante (como una estrella fugaz),
pero apareciste, nerviosa, distraída, amable, ni
siquiera intentabas hacer algo por llamar nuestra
atención, parecía todo lo contrario, como si quisieras
esconderte.
>>Entonces quise creer en el destino. Quise creer
que tú fueras parte del mío. Quería tenerte en mi
vida, como un amigo, como un novio falso, como el
amigo de tu novio, pero quería tenerte cerca, cada
vez con más fuerza, era una tontería, porque no te
conocía del todo, pero me atraías y estaba mal,
jodidamente mal, entre en pánico y comencé a
portarme como un idiota, intentaba hacerme creer
que tenía todo bajo control, que cuando quisiera
podría simplemente dar la vuelta e irme. Incluso lo
intenté, una sola vez, pero no pude, mucho menos
cuando tus sonrisas, tus miradas, tu cuerpo, tu
cercanía me hacían creer que quizás tú también te
sentías del mismo modo.
585
Mi cuerpo entero tiembla, nos habíamos
detenido, pero seguíamos abrazados ¿Realmente
había dicho todo eso? Un escalofrío viaja por toda
mi columna. Estoy sin palabras.
Mason lo había tenido claro, pasamos casi por lo
mismo, pero él a diferencia de mí, no se cerraba en
banda para evitarlo, no intentaba alejarme, no me
veía como un error. Yo fui tan tonta todo el tiempo.
Incluso hoy, él creía que lo primero que haría sería
huir, porque así era su experiencia conmigo, no lo
merecía ni un poco.
—Lamento haberte dejado esa nota, necesitaba
tiempo y quizás solo debí decirte eso, todas las veces
que te aleje, solo tenía miedo por todo lo que me
hacías sentir —Mi voz sale temblorosa sin poder
evitarlo.
—Lo entiendo, jamás te juzgué por hacerlo, Jude.
Y si jamás hice nada al respecto de intentar
detenerte es que supuse que podrías estar
confundida, y no quería aprovecharme de eso.
Mis parpados se cierran, algo se tambalea dentro
de mí.
—No deberías entenderlo —Intente tragarme el
nudo que se había formado en mi garganta.
586
—No me interesa mucho lo que debería o no
hacer, prefiero simplemente hacer lo que quiero —
Coloca su dedo bajo mi barbilla levantando mi
rostro hacia él—Y No sé lo que tú quieras, pero yo
te quiero a ti.
Mason me mira intensamente con algo brillando
en sus ojos, algo que me provoca una sensación que
nunca había experimentado antes. Sigo petrificada
en mi lugar, aprieto mis manos en puños con fuerza,
con miedo. Mi aliento se entrecorta, sin poder
evitarlo siento mis labios temblar.
Pero que sensible soy, que asco.
—Mason, yo solo soy un caos, ¿Cómo no te das
cuenta?
La lluvia comienza a caer con más fuerza, pero
nada de eso importa. Sus labios se curvan en una
bonita sonrisa, sus manos acunan mi rostro con
ternura mientras el agua cae sobre nosotros
mojándonos por completo, sin premura se inclina
uniendo nuestros labios en un beso que me deja sin
aliento, un beso lleno de emoción y sentimiento.
Se aleja un poco y deja un suave beso en la punta
de mi nariz, une su frente con la mía y así susurra
contra mis labios:
587
—Oh Jude, lo sé, eres mi caos favorito, mi
perfecto caos.
588
29 | PINTURA.
♪ I’ve heard of a love that comes once in a
lifetime, and i’m pretty sure that you are that love of
mine ♪
(He oído hablar de un amor que llega una vez en la
vida, y estoy bastante segura de que tú eres ese
amor mío) -Dandelions. Ruth B.
Hace mucho tiempo que no tengo este tipo de
inspiración. Ni siquiera me había molestado en sacar
las pinturas, el lienzo seguía en blanco contra la
pared, movía mi lápiz sobre mi cuaderno, mientras
tarareaba una canción.
—Deberías intentar con hiperrealismo —Doy un
ligero salto cuando escucho su voz. Me giro hacia
Henry que está recargado detrás de mí observando
mi dibujo, ni siquiera lo sentí llegar.
—Pensé que no vendrías hoy —Tomo mi
teléfono y bajo la música.
Se encoge de hombros tomando mi cuaderno. —
No pensaba hacerlo, pero recordé que le había
prometido al departamento de escultura una visita
hoy. Iba a cancelarlo, pero Mary me dijo que estaban
muy ilusionados.
589
—No puedo creer que la gente se emocione por
verte —Bromeo porque si puedo creerlo, yo fui una
de esas. Aún me cuesta creer que lo tenga como
amigo.
Abre la boca indignado mientras su teléfono
suena. —Lo dice la que casi llora cuando me vio por
primera vez —murmura sacando su celular.
Suelto una risa lanzándole el lápiz, él lo toma en
el aire y aprovecho para quitarle mi cuaderno. Esta
vez no pienso dejar que rompa lo que hice. Aunque
no este perfecto, lo quiero para mí.
—Vaya —responde Henry a su teléfono—, ¿A
qué debo el honor de escuchar tu voz? —Se
endereza con el ceño fruncido— Justamente estoy
con ella —Alzo la mirada al escucharlo—, bien, les
pediré que te traigan aquí.
—¿Todo bien? —pregunto confundida.
—Si, solo una visita —responde como si nada,
entonces se acerca nuevamente a mí quitándome mi
cuaderno, lo abre dejando ver mi dibujo—, debes
añadir color, el iris de un ojo es diferente al otro,
¿Lo notas? —dice mientras aleja un poco el
cuaderno.
590
Sonrió y niego. —Lo sé —murmuro extendiendo
mi mano para que me lo entregue—, así me gusta,
con el color distinto.
La puerta del estudio se abre dejando entrar a una
mujer que a simple vista parece un torbellino de
entusiasmo. Ana, la esposa de Brandon.
—Hola, ¿Puedo pasar? Claro que puedo, ya estoy
dentro.
Henry gira y sonrió al verla, los ojos de Ana se
van directo al cuaderno en las manos de él. Sus ojos
brillaron y abre la boca emocionada.
Ay, no, que vergüenza.
Le arrebató a Henry mi libreta y la cierro
sintiendo mis mejillas ardiendo. Quizás Henry ni
siquiera lo noto, pero Ana solo le basto un segundo
para saber quién era mi inspiración.
Henry ni siquiera la deja hablar cuando la
envuelve en un abrazo.
—Ana, ¿Cómo estás? —pregunto detrás mientras
guardo mi cuaderno en mi bolsa.
Henry la suelta volviendo a sentarse en el
escritorio.
591
—Ofendida, porque tú y Alex no tomaron nunca
mi invitación de la comida.
—Yo lo habría hecho —responde Henry coqueto,
subiendo y bajando sus cejas de manera sugerente.
—Necesitas una novia urgente, cariño —farfulla
Ana mientras le pone el anillo de su dedo anular en
la cara, después se acerca a mí tomando mis manos.
—Lo siento Ana, estuvimos algo ocupados y…
—Si, si, lo sé, Mason no dejaba de recordármelo,
pero, si la montaña no va a Mahoma, Mahoma irá a
la montaña.
—¿Quién? —pregunta Henry rascando su cabeza
con un pincel. Ana solo frunce los labios y rueda los
ojos.
—Vine por Jude —Explica girándose a él para
después volver su vista a mí—. Iremos a un taller de
pintura, es el mejor de la ciudad y…
—¿Disculpa? —Se queja Henry parándose de un
salto.
—Es solo un taller, Henry, t-a-l-l-e-r —Deletrea
la última palabra haciendo énfasis en cada letra—.
Tú no haces talleres, ni siquiera aceptas a gente
592
amateur —Sonríe viéndome
¿Quieres ir, puedes ir?
directamente—,
Su energía es apabullante, su sonrisa es
contagiosa, es casi imposible no estar sonriendo
como ella teniéndola en frente.
—Claro —Acepto— ¿Cuándo seri…?
—Perfecto —dice mientras entrelaza nuestros
brazos—, vamos.
—¿Ya? —preguntamos Henry y yo al mismo
tiempo. Ella asiente llevándome con ella.
—Mi horario aún no…
Nuevamente me interrumpe haciendo un gesto
con su mano, restándole importancia. —Ese tal
Clerk entenderá, tiene cara de que es un gran sujeto.
Henry suelta una risa detrás de nosotras. —
Adiós, traidoras.
Nunca había conocido a una persona tan
parlanchina como Ana. En todo el camino me cuenta
que había decido comenzar a probar distintas
593
actividades todos los meses para encontrar algo que
la atrapara por completo.
El taller al que habíamos llegado era uno de lujo,
lo reconocí de inmediato, para los mortales como yo
era imposible un lugar en este sitio por dos cosas:
estaba muy caro, y siempre los sitios estaban
ocupados. Era conocido como el taller para las
celebridades.
Con solo entrar al estacionamiento se podía notar
eso, los pocos carros que estaban en el
estacionamiento eran de lujo.
Seguí a Ana dentro del edificio. El lugar parece
museo, hay esculturas terminadas y sin terminar,
cuadros, materiales…
Ana entregó un par de tickets en recepción y nos
entregaron una caja a cada una. Avanzamos por un
pasillo largo hasta que entramos a un cuarto bastante
iluminado lleno de caballetes con lienzos blancos en
ellos, una silla larga y un organizador lleno de
pinturas junto a cada lugar. Ana se sienta frente a
uno y a punta a su lado para que me siente también.
Haciendo caso a su seña lo hago, ya están al
menos ocho personas más, nadie habla, todos
preparan en silencio sus cosas. Abro la caja
594
encontrándome con un mandil de cuero, y un
paquete de pinceles profesionales.
—Lamento la tardanza —Mason entra trotando
sosteniendo una caja.
Lo observo confundida mientras él se acerca a
Ana dejando un beso en su mejilla.
—Tranquilo, nosotras recién llegamos.
Mason me observa divertido al notar mi
confusión. No puedo evitar no verlo en cada paso
que da, nunca lo había visto tan casual, tan normal,
luce tan guapo así, su cabello está algo húmedo, así
que supongo que se duchó antes de venir, no trae sus
lentes de contacto lo note casi de inmediato por toda
la luz del lugar, los bonitos colores de sus iris
brillaban detrás de sus gafas.
Tampoco lo había visto con gafas. Mi corazón
comienza a bombear como loco. ¿Este hombre no se
cansa de verse tan atractivo siempre?
Todos lo observábamos, él ni siquiera parece
notarlo o simplemente no le importa. Llega hacia mí
poniendo una bonita sonrisa en su boca mientras
deja su caja a un lado.
—¿Qué haces aquí? —Si, ese es mi saludo.
595
—Lo mismo que tú —responde encogiéndose de
hombros mientras toma el mandil de mi caja
poniéndolo frente a mi cuerpo—. Sostén tu cabello
—Pide en mi nuca provocando una onda ligera de
escalofríos. Hago lo que pide, lo siento amarrándolo
tras mi cabeza y en mi espalda.
—Ni siquiera te gusta la pintura —Achico los
ojos hacia él, me sorprendería menos ver a Paxton
que tiene su piso llena de cuadros.
—Soy un profesional —Su tono es bastante
sarcástico.
—Estoy segura de que ni siquiera sabrías
diferenciar entre un pincel Rieger y un Retráctil.
Sonríe abiertamente mientras extiende su brazo
hacia mi caja, tomando de ella dos pinceles,
exactamente los que nombre.
—Rieger —murmura con burla dando golpecitos
en mi frente con el pincel, que sí, es el correcto—, y
Retráctil —La sorpresa es evidente en mi cara,
honestamente no me lo esperaba.
Coloca su dedo índice en mi barbilla cerrando mi
boca. Salgo de mi sorpresa lamiendo mis labios. —
Estaba segura de que no te gustaba pintar —
balbuceo.
596
Él sonríe incorporándose tomando nuevamente su
caja cuando la recepcionista entra a la habitación
pidiendo que estemos ya preparados en nuestro
lugar.
—No me gusta en realidad, hace doce horas no
sabía ni que era un lienzo, pero tuve tiempo de
estudiarlo, después de todo es uno de los intereses de
la chica que me gusta.
Mi corazón que ya está vuelto un lío se acelera
aún más cuando se inclina hacia mi dejando un corto
beso en la punta de mi nariz para después girarse e
irse a sentar a su lugar dejándome allí plasmada
sonriendo como tonta.
Cuando se sienta me observa dedicándome una
sonrisa abierta, luce tan tierno, me obligo a apartar
la mirada enfocándola en mi lienzo blanco.
Durante todo el taller mis intentos por
concentrarme son inútiles, puedo sentir la mirada de
Mason sobre mí en todo momento. Debería estar
emocionada por el pedazo de artista que tengo frente
a mí, uno de los mejores pintores de óleo de nuestra
ciudad, pero no, mi emoción solo tiene espacio para
uno.
597
Mason observa a través de sus lentes con
atención el recorrido de su pincel, su ceño está
ligeramente fruncido, su mandil está limpio, el
cambio está lleno de pintura, en las manos, en las
mangas de su camisa y en su rostro.
Se supone que estábamos pintando algo que nos
gustara. Mi mente se quedó en blanco, mi primera
opción fue un bowl de espagueti, pero obviamente la
descarte, termine pintando un paisaje lleno de nieve
y de flores “peonías”, mis favoritas. Simple pero
funcional.
—Wow —susurra Ana detrás de mí—, yo dibujé
un sol, y ni siquiera me gusta, pero es lo más fácil
que se me ocurrió —Ambas soltamos una risa.
Alguien carraspea detrás de nosotras haciéndonos
girar. Ana vuelve a su lugar sonriendo de manera
inocente.
—¿Sabes que es un taller de amateurs, cierto? —
pregunta el pintor divertido observando mi lienzo.
Asiento limpiando el pincel—. Tiene un gran talento
Mademoiselle (señorita).
—Gracias —Sonrío.
—Tu técnica se puede pulir, pero eres muy
buena, tienes futuro, ¿Estás practicando?
598
—Si, con Henry Clerk.
Él asiente tomando una pintura blanca. —Je vois
déjà… (ya veo), estás en buenas manos entonces —
Toma el pincel de mi mano llenándolo de más
pintura—, ¿Así que te gustan las nevadas?
—En realidad nunca he visto una en persona, de
niña siempre soñé con ver nevar, pero aún no me
toca.
—No es tan emocionante como parece.
—¿De verdad? —pregunto—, Que decepción —
Hago una mueca que lo hace reír.
—Necesita solo un poco más de luces —Me toma
la mano poniéndome el pincel en ella. Pega su
cuerpo a mi espalda mientras se inclina al lienzo.
—Montrez-lui comment c’est fait et laissez-la
faire elle-même (muéstrale como se hace y deja que
lo haga ella misma) —habla Mason acomodando
sus lentes sin quitar la vista de su lienzo—, et
n’envahissez pas son espace, à moins qu’elle ne le
permette (Y no invadas su espacio, al menos que
ella te lo permita)
¿Ahora habla solo? Vuelvo mi vista al lienzo,
pero el pintor quita su mano cambiando su postura y
599
dando un par de pasos atrás. Toma nuevamente el
pincel y me explica como debo hacerlo, después
extiende el pincel hacia mí y se va con otra persona.
Limpio y guardo las cosas cuando todo ha
acabado. Ana se coloca frente a mí con su cuadro y
con una sonrisa de oreja a oreja. Frunzo los labios
para evitar reírme, asiento repetidas veces
intentando parecer sorprendida.
—Es lindo.
Mason llega detrás de mí partiéndose de risa. —
¿Qué demonios es eso, Ana?
Ella estira la mano jalando la oreja de Mason,
provocando un quejido de dolor de su parte.
—Malcriado —farfulla Ana.
—¿Qué pintaste tú? —pregunto a Mason
tomando su cuadro. El lienzo está de color verde, y
en medio hay una cosa gris. Entrecierro los ojos en
un amago por darle forma.
—¿Qué es? —pregunta Ana girando un poco su
cabeza.
—El espíritu animal de Jude, es un Koala.
600
Ana suelta una carcajada y yo le lanzo un codazo
en el estómago. Mason observa mi cuadro y sonríe.
—Es una lástima que no pueda llevarte a la nieve.
Sonrío y sin poder evitarlo elevo mi mano a su
mejilla acariciando su suave piel. Quiero besarlo, y
cuando estoy a punto de hacerlo, uno de los chicos
de la seguridad de Mason entra corriendo hacia
nosotros.
—Tengo que llevarte, alguien aviso a la prensa
que estabas aquí.
Toda la diversión se borra del rostro de Mason.
—Vamos —Pide viéndome. Yo asiento dejando
todas las cosas tomando únicamente mi bolsa.
—Yo los veo después —habla Ana un poco
desanimada.
Mason se va a lavar las manos mientras el chico
de seguridad se asegura de tomar sus cosas con
rapidez, poniéndome algo nerviosa por lo
preocupado que luce.
Por suerte salimos de inmediato y logramos
llegar al auto sin ningún imprevisto.
—Espera —dice Mason abriendo la puerta. El
chico de seguridad sostiene su brazo intentando
601
detenerlo.
—Alexander, no hay tiempo.
Mason no dice nada, simplemente observa justo
donde el chico lo sostiene. Y al parecer eso es
suficiente porque con un suspiro lo suelta.
—Quédate con ella —ordena y baja corriendo.
El pobre chico suelta el aire contenido
observando a través del retrovisor. ¿Por qué luce tan
preocupado? No es como si…
El fuerte ruido de un auto frenando de golpe me
hace saltar en mi lugar. Casi a los segundos un par
de camionetas llegan detrás de ellos, y en cuestión
de literalmente segundos el lugar se comienza a
llenar con fotógrafos.
¿Qué demonios?
—Mierda —susurra el chico desabrochando su
cinturón y colocándose su gorra—. No te bajes ni te
asomes por nada —Pide bajando del auto cerrando
la puerta despacio, veo como a empujones logra
pasar entre la gente.
Entre más pasa el tiempo más aumenta mi
preocupación, ¿Cómo va a pasar entre tanta gente?
602
¿Esta mierda no es ilegal?
Después de unos largos y preocupantes minutos
en los que no logro ver nada, hay movimiento, los
fotógrafos comienzan a correr hacia el lateral del
edificio. Mierda, mierda, ¿Qué está pasando?
Mi corazón late con fuerza, tomo mi bolso
buscando mi teléfono y entonces la puerta del piloto
se abre, suelto un grito que asusta a Mason. Llevo la
mano a mi corazón.
—Me quieres matar de un susto —murmuro, pero
el enojo me dura un segundo, el alivio me invade al
verlo bien.
Él sonríe quitándose la gorra y chaqueta del chico
de seguridad. —Debemos irnos, probablemente ya
se dieron cuenta de que están siguiendo a la persona
equivocada.
Enciende el auto y arranca saliendo del
estacionamiento. Saca el teléfono de su bolsillo y
marca un número colocándolo en altavoz. La voz de
Isaac suena del otro lado, Mason de manera breve le
explica lo que paso y le pide que mande a alguien
por el chico de seguridad, entonces cuelga.
En silencio maneja y como si no hubiera pasado
nada, enciende la radio y comienza a tararear la
603
canción que sale. Yo sigo recuperándome de mi casi
paro cardiaco y él ya está como si nada.
—¿Es así de intenso siempre?
—Si.
Hago una mueca. —¿Cómo te acostumbraste? —
pregunto, confusa.
—No lo hice, solo que hay días buenos, días
malos. Casi siempre es horrible, estresante, molesto,
cansado y otros días me da igual. Hoy es de esos
días en los que no me importa.
—Es horrible —murmuro con honestidad. Me
incorporo un poco para quedar entre los asientos del
frente, algo en el asiento del copiloto me llama la
atención, algo muy familiar.
—Mason —mascullo masajeando mis sienes. Él
me observa a través del espejo retrovisor—. Dime
por favor que no te arriesgaste para volver por mi
cuadro.
—No me arriesgue para volver por tu cuadro —
dice mientras se detiene frente a un semáforo rojo.
—Bien, porque sería demasiado imprudente de tu
par…
604
—Es mi cuadro ahora. Tú lo dejaste allí —Me
interrumpe.
Abro la boca observándolo anonadada. —Eres un
idiota —espeto enfadada—, ¿Viste cuánta gente
llego? Ese cuadro no vale nada y tú te pones en
riesgo por algo tan estúpido como… —Él sonríe y
se gira alzándose un poco sobre el asiento, lleva su
mano a mi nuca y me jala hacia él callándome en
cuanto une nuestros labios. La calidez de sus labios
me arranca un suspiro que lo hace sonreír.
—Déjame tranquilo Bennett, estoy pensando en
mi decoración —El claxon de un auto lo hace
alejarse y vuelve a seguir manejando.
Me recargo nuevamente sobre el asiento y giro
mi rostro hacia la ventana sin poder borrar la sonrisa
de mis labios.
Mason me tiene muy,muy mal.
605
30 | VERNISSAGE.
♪ Someone told me long ago, there’s a calm
before the storm ♪
(Alguien me dijo hace mucho tiempo, que hay una
calma antes de la tormenta) -Have you ever seen the
rain?— Creedence Clearwater Revival.
—Esta semana me iré —anuncia Vanesa
sentándose frente a mí con un café humeante en su
mano.
Abro los ojos sorprendida, había olvidado que
Vanesa siempre entre la última semana de
noviembre y la primera de diciembre tiene que
regresar a su ciudad natal, con su familia. En mi
defensa mi cabeza ha estado en las nubes.
Dejo mi teléfono a un lado para prestarle
atención. —¿Cuándo será nuestra cena? —pregunto
ladeando el rostro.
Como ella regresa hasta la segunda semana de
enero, nosotras solemos hacer una cena de despedida
unos días antes de que se vaya, es nuestra navidad y
año nuevo adelantado.
—En dos días —dice enseguida—, por cierto, ya
tengo tu regalo.
606
Abro la boca indignada, le suelto una pequeña
patada por debajo de la mesa. —Estás faltando a
nuestro acuerdo de nada de regalos.
—Cállate perra, es algo de cinco dólares, y por
cierto
—levanta
su
dedo
apuntándome
acusadoramente con él—. Cínica, “estás faltando a
nuestro acuerdo” —Repite mis palabras de manera
chillona—, estoy segura de que tienes algo con Alex
y no me has dicho nada y ya me cansé ¿Bien?, No
soy buena fingiendo que no sospecho nada y que no
me muero por el chisme, necesito que me lo digas ya
para fingir sorpresa.
Abro y cierro la boca sin saber qué decir. —
¿Cómo…?
—¿Lo sé? —termina por mí—, Desde la
situación de la nota lo confirmé, pero ya lo sabía, lo
hubiese sabido desde el principio, pero la belleza de
Alex me tenía aturdida. Aún me tiene honestamente,
todos ellos, cuando estoy frente a alguno olvido mi
nombre.
Suelto una risa por su cara de enamorada.
—Perdón por no decirte nada, ni siquiera yo sé
que está pasando —respondo con sinceridad.
—Entonces, ¿Si te gusta?
607
Recargo mi rostro sobre la palma de mi mano e
intento cubrir la tonta sonrisa que me delata de
inmediato. Pero Vanesa la ve y suelta una risa
aplaudiendo emocionada.
—Ni en mil años me hubiese imaginado que mi
cantante favorito comenzara a salir con mi mejor
amiga.
—No estamos saliendo.
—¿Ya se besaron? —Me mira un momento
estudiando mi rostro.
Si supiera. Cierro la boca sintiendo mi sonrojo
subir salvajemente por mi cara, y eso hace que su
sonrisa se ensanche.
—Hija de perra, te perdono todo menos que me
tengas sin detalles, yo nunca te haría esto, traidora,
dime como besa, ¿Rápido, lento, mucha baba,
mucha lengua? Por dios, ven aquí —Me jala del
brazo tomando mi rostro y me planta un pico en los
labios. Suelto un grito intentando alejarla de mí
empujándola.
Por el movimiento, ambas caemos al suelo, nos
observamos un segundo antes de partirnos de la risa.
608
—Estás loca —Me quejo entre risas observando
el techo, ella acomoda su cabello girándose de lado
para verme—, me alegro de que no lo tomaras mal
—murmuro viéndola.
—¿Pensaste que lo tomaría mal? —pregunta
ofendida colocando una mano sobre su pecho.
—Sé lo mucho que te gusta y yo…
—Jude, no seas idiota, es un amor platónico, lo
amo como a todos los demás, pero ninguno me
pertenece, su vida personal no me concierne para
nada —dice firmemente—, y te entiendo, es como si
yo conociera a Dylan O’brien, sé cuánto te gusta, y
si él me declara su amor, cariño, ¿Piensas que me
detendría por ti?
Suelto una risa sintiéndome más aliviada.
>>Pero, ni creas que bajaré mi fanatismo por ti,
aún seguiré llenando nuestro departamento con
posters de sus fotos y seguiré babeando por ellos.
—No esperaba menos —Sonrío tomando su
mano. Ella parecía querer decir algo, pero aprieta
sus labios, conozco ese gesto perfectamente—. Dilo.
—No es nada, yo…
—Vanesa…
609
—Bien —Se queja pareciendo algo apenada—
¿Y Elliot?
Giro nuevamente mi vista al techo. —Es algo
difícil de explicar.
Vanesa se incorpora sentados sobre el piso
tomando su teléfono. —Aún tienes una hora antes de
irte.
Sonrío sentándome yo igual y comienzo a
contarle todo, desde que nos fuimos al viaje, la
situación con Isaac que ella ya conocía, mi infantil
molestia con Mason, el cómo se me salió de las
manos irremediablemente, todo…
—Bien —Asiente repetidamente como si
estuviese procesando lo que acaba de saber—, te
voy a preguntar algo —murmura y yo presto
atención—, si alguien llega y te dice que el mayor
deseo de su vida es saltar en paracaídas y está a
punto de hacerlo, pero tú sabes que su mochila está
vacía y no abrirá nada en el cielo, tienes dos
opciones: decírselo, romperás su corazón al evitar
que suba, pero le evitaras la caída, ahora también
puedes no decir nada, porque tú sabes que es su
sueño, sabes cuanto lo quiere y cuanta ilusión le da
subirse ya.
610
Frunzo el ceño rascando mi ceja. —Obviamente
le diría antes de que suba.
—Pues eso debiste hacer, tonta —responde
pellizcando mi mejilla.
—¿Qué? —balbuceo sobando mi mejilla.
—Es una representación, Jude, Elliot es el que
quería saltar, su relación es el avión y la mochila
vacía es tu falta de amor, tu relación con Elliot
estaba destinada al fracaso, porque no lo querías, y
no está mal no quererlo, está mal no decírselo, sé
que quizás te sentías egoísta por no quererlo como él
te quería y por eso decidiste aceptar salir con él,
pero fue todo lo contrario, fuiste egoísta al no ser
honesta ni contigo, ni con él, le hiciste creer que allí
habían sentimientos que nunca existieron y te
obligaste a ti misma a imaginarlo.
>>Sé que no lo hiciste con mala intención, quizás
buscabas no herirlo, pero terminaste haciéndolo, y
aunque no conocieras a Mason era algo que pasaría
tarde o temprano y no me refiero a engañarlo, me
refiero a lastimarlo.
No sé qué cara tendré puesta, pero cuando Vanesa
me observa suelta una carcajada lanzándose a mis
brazos envolviéndome en un abrazo.
611
>>No te lo digo para que te sientas mal y
comiences a autocastigarte, es simplemente para que
tomes conciencia de tu error, no está mal
equivocarse, todos lo hacemos, nadie nace sabiendo,
y nunca es tarde para cuestionarte tus actos y hacer
algo al respecto.
—Gracias Vane —digo envolviéndola en mis
brazos. Vanesa rara vez toma en serio algún tema,
pero cuando lo es, sabe exactamente que decir.
Ella deja palmaditas en mi espalda. —¿Qué
harías sin mí? —murmura con falsa modestia—
Igual sigo ofendida, ni siquiera me presentaste a
Levi o a cualquier amigo guapo de Alex ¿Qué clase
de mejor amiga eres? Eso no es muy Wattpad de tu
parte.
—¿Muy qué? —pregunto entre risas.
—Nada, nada —balbucea, le doy una palmada en
la frente poniéndome de pie. Extiendo mi mano
hacia ella para ayudarla a pararse.
—Me iré a cambiar —digo observando la hora
saliendo corriendo a mi habitación.
Mi teléfono comienza a sonar, así que lo saco de
mi bolsillo, observo el nombre de Levi en la
612
pantalla, confundida respondo y de inmediato el
sonido de mucha gente suena del otro lado.
—¿Levi?
—Hola, Jude, lamento molestarte —habla de
manera educada como siempre—, Mason me pidió
que hablara contigo, está en un evento con Isaac así
que no puede hacerlo el mismo, pero necesitaba
avisarte sobre una cena.
—¿Una cena?
—Si, hoy en la noche, Nate pasara por ti.
—¿Debo usar algo en especial? —murmuro
recordando lo sensible que se pone Isaac con los
temas de “la imagen”.
Se escucha como Levi dice algo a los lejos y
después la voz de Cristina inunda la línea. —Yo me
encargo linda, tengo algo adecuado, lo mandaré a tu
departamento.
Entonces cuelga. Observo el teléfono con la
llamada cortada. Pensé que me darían más detalles,
como la hora, el tipo de evento que era, algo en
específico, pero no.
Supongo que lo sabré más tarde.
613
Ver trabajar a Henry es una locura, es
impresionante como se vuelve completamente otra
persona cuando está concentrado.
Una de las cosas que noté cuando comencé a
conocerlo fue que siempre mantenía una apariencia
pulcra y elegante, todo el tiempo, creí que era
imposible verlo desarreglado, pero cuando estaba
trabajando también dejaba eso de lado. Se quitaba su
reloj, su corbata, su saco, se desabrochaba los
primeros botones y subía los brazos de su camisa
hasta los codos.
Todo él desconectaba del mundo real y se volvía
uno mismo con su pintura.
Entendía que a Henry le gustara que la gente
trabajara con sus sentimientos justo como me había
dicho, porque él es exactamente lo que hacía, sabía
transmitir a la perfección, plasmaba perfectamente la
emoción que quería.
En la pintura frente a él, aunque aún no estaba
terminada del todo, se podía ver una pareja entre
sombras, el chico estaba inclinado hacia ella como si
estuviera a punto de besarla, pero la chica era otra
historia, una historia que no entendía del todo,
614
estaba con una mano envuelta en el brazo de él,
parecía estar manteniendo la distancia entre sus
cuerpos, pero al mismo tiempo con su otra lo
sostenía de su espalda apegándolo a ella. El beso no
era posible porque la chica tenía una tela
blanquecina transparente que la cubría. La única
mano del chico que se veía estaba hecha puño
envuelto en esa tela. Por la manera en la que los
detalles del puño resaltan los nudillos y las venas,
parecía que el chico estaba haciendo fuerza, o quizás
molesto.
—Mierda, Bennett —La mano de Henry fue
directo a su pecho dejando las cosas de lado—,
¿Estás intentando matarme mujer?
—Mary me dijo que querías verme —Me excuso
aún parada frente a la puerta cerrada.
—Si, pero pudiste tocar —Limpia sus manos.
—Lo hice —murmuro—, y te hablé en cuanto
entre, pero estabas perdido.
Parpadea confuso, pero
caminando hacia el escritorio.
—Está bien, espera aquí.
615
niega
rápidamente
Asiento con la vista aún fija en la pintura, me
acerco al cuadro poniendo atención a los detalles,
me doy cuenta de que la tela blanca parece ser un
velo, pero no podría asegurarlo, mucho menos si
está incompleta.
Por sus fuertes pisadas supe que Henry había
regresado. Me giro hacia él observando como trae
colgado en su espalda un tubo porta planos. Se lo
quita y extiende las correas hacia mí.
—Feliz cumpleaños adelantado, ya que mañana
quizás no vendré —Me entrega las cosas y antes de
poder procesar lo que pasa me tiene envuelta en un
abrazo asfixiante.
—¿Cómo sabías? —Coloco el tubo en mi espalda
como puedo con mi cara sofocada por su pecho. Él
me toma por los brazos separándome de su cuerpo.
—Quizás porque al inscribirte nos diste tus datos
—Responde con una ceja arqueada como si fuese
obvio.
—Claro —Suelto una risa nerviosa.
—Ahora ábrelo —dice separándose por completo
de mí—, es tu regalo —Sonríe como niño, no es ni
por asomo el hombre serio que estaba hace unos
minutos inmerso en su pintura.
616
—Henry no es…
—Necesario, lo sé —Rueda los ojos—, ahora
ábrelo.
Sonrió colocando el tubo frente a mi cuerpo,
quito la tapa y saco el papel enrollado que viene
adentro mientras dejo el tubo a un lado.
Extiendo el papel sobre el escritorio dándome
cuenta de que es un póster. Achico los ojos
intentando encontrarle algún sentido, hay palabras
de correcciones escritas en todas partes, hay una
paleta de colores a un lado, instrucciones de cambios
en el diseño, etc. Giro a ver a Henry confundida.
—¿Qué es esto?
—Sabes que tendré una exposición en los
próximos meses —Asiento y el continua—. Este es
el borrador de mi póster digital.
Suelto una risa divertida—. Es precioso —digo
entre risas, él sonríe pasando la lengua por sus
dientes.
Toma mi cabeza y la mueve hacia el lado
derecho. Con el pincel en su mano rodea una de las
instrucciones.
617
—Mi regalo para ti, es la vernissage —Parpadeo
sintiendo como el aire se escapa de mis pulmones—,
si quieres, por supuesto —La palabra Vernissage
está colocada en rojo junto a mi nombre y el de otras
tres personas, entre paréntesis está escrito
“esperando confirmación”
Niego confundida sin poder ser capaz de
pronunciar ninguna palabra. “Vernissage” es una
celebración de coctel previo a la exposición, suele
hacerse un día antes, la diferencia de este evento es
que no está abierto al público, es privado, en ella se
dan los últimos toques a las obras, o sea los
barnizan, de allí sale su nombre.
La gente que va, son amigos, familiares,
celebridades, compradores, patrocinadores y
críticos. Henry es conocido por haber cambiado y
llevado esas celebraciones a un nivel más alto, pues
permite pequeñas exposiciones de artistas
desconocidos. Antes de finalizar el evento se hace
una subasta con los cuadros en exposición. Su
vernissage se hizo demasiado popular después de
que tuvieran un patrón: Todos sus invitados
terminaban volviéndose grandes artistas importantes
en el medio. Sin excepciones.
618
Así que el evento de Henry se volvió la mira de
artistas desconocidos y de compradores. Pero nadie
puede entrar sin invitación. Lo cual, por ilógico que
parezca, le añadió más estatus.
—No puedo —murmuro negando—, Henry,
todos esperan siempre cosas de calidad, yo lo dejé
mucho tiempo, aún no creo que esté lista, esto está a
niveles que aún no me puedo permitir.
—Todos esperan cosas de calidad, porque es lo
que siempre presento, no sé qué es lo que pase por tu
cabeza, pero no lo estoy haciendo como un favor ni
lo hago solo porque eres amiga de Ana o porque eres
mi amiga, mi reputación es impecable y no la
arruinaría por una amistad de años, mucho menos
una amistad de un mes —Toma el cartel
comenzando a envolverlo—, tengo buen ojo, nunca
me he equivocado con las personas que elijo, no sé
por qué crees que tú serás la excepción —Me golpea
ligeramente en la cabeza con rollo y me lo entrega
—. Igual tienes tiempo para pensarlo. Sonrió y ahora
yo me lanzo a él envolviéndolo en un abrazo.
—Gracias por confiar en mí —murmuro.
Él acaricia mi cabeza. —Ahora es tu turno de
confiar en ti.
619
Quise decir que lo haría, pero no lo sabía, sé que
las personas a mi alrededor son honestas, pero había
algo que no me permitía creer que todo lo bueno que
estaba pasando era real, o que lo merecía y no
entendía que.
—Lo haré —digo sin verlo, me separo de él
observando el reloj, tendré que salir corriendo de
aquí, sí quiero llegar a tiempo para arreglarme—.
Debo irme —aviso, Henry asiente volviendo a su
cuadro.
—Claro, te veo mañana o quizás en dos días.
Suelto una risa y camino a la puerta.
—¿Puedo pedirte un favor? —pregunto
deteniéndome mientras tomo el picaporte.
—Por supuesto.
—No digas nada —Me observa confundido
mientras toma uno de sus pinceles—, sobre que es
mi cumpleaños, ni siquiera a Ana, a nadie.
Henry pasa de la confusión a la diversión en
cuestión de segundos. —Ni siquiera pienso
preguntar —murmura entre risas.
620
36. Capítulo treinta y uno
31 | CITA.
♪ Have I told you lately, i’m grateful you’re mine
♪
(¿Te he dicho últimamente, que estoy agradecido de
que seas mía?) -Nothing. Bruno Major.
Siempre imaginé que no había algo peor que
tener a Isaac detrás de mí, con un listado de
instrucciones de lo que puedo, no debo y necesito
hacer cuando aparezco públicamente con Mason.
Pero me equivoqué, sí que había algo peor: no tener
absolutamente nada de información.
Levi es un pésimo mensajero.
Me pone nerviosa pensar que quizás no estoy a la
altura de las circunstancias, o que también podía
estar exagerando e iba demasiado arreglada.
—Estás pálida, respira Jude —Pide Nate a mi
lado mientras pasa su credencial por el escáner del
ascensor.
—Odio esto
temblorosos.
—murmuro
621
con
los
labios
—Solo estás muy alterada —Nate sonríe y niega.
Tomo aire hondo intentando calmar mis náuseas.
Las puertas del ascensor se cierran y comienza a
subir. Observo mi reflejo en las puertas, el vestido es
precioso, ya entiendo por qué Vanesa admira tanto a
Cristina como diseñadora. Es liso, la tela satén color
bronce se ajusta perfectamente a mi cuerpo, los finos
tirantes se cruzan en la espalda dándole una mejor
vista al escote. La caída del vestido es en diagonal,
en la pierna derecha la tela está sostenida con un
lazo, así que llega a la mitad de mi muslo, en el lado
izquierdo la caída es normal, así que termina por
encima de mi rodilla.
Mi maquillaje es natural, igual en mi cabello
decidí irme por lo tradicional.
Me preocupa un poco que antes, si me hubiese
visto justo como estoy, me habría sentido imparable,
espectacular, con la autoestima por los cielos, pero
ahora estoy lejos de sentirme siquiera decente y no
es que me sienta fea, solo que no me siento
suficiente. ¿Qué me está pasando?
Cierro los ojos obligándome a no ir por ese
camino. Casi podía escuchar la voz de Vanesa
regañándome “No debes leer comentarios, la gente
no es muy consciente del daño que las palabras
622
pueden causar”. Al parecer yo tampoco lo era,
porque en ese momento me reí, podía escucharme
perfectamente respondiéndole ¿Crees que me
importa?
El sonido de las puertas abriéndose me devuelven
al presente.
Nate sonríe dándome un pequeño apretón en el
hombro.
—¿No vendrás? —pregunto al ver que no parece
que tenga intención de bajar.
—Yo no cubro eventos Jude, ese es otro equipo.
Asiento avanzando con pesar. No había voces, no
había ruido como otras veces que la gente corría de
un lado a otro, observe la hora de mi teléfono
¿Llegue tarde y ya se fueron?
—Te escuche desde… wow —Mason se detiene a
mitad del pasillo para observarme. Su mirada es lo
primero que llama mi atención, jamás me
acostumbraré a los bonitos colores reales de sus
ojos. Su mirada ardiente me recorre por completo.
La calidez de su sonrisa desvanece lentamente la
inquietud que comenzaba a carcomerme.
623
Mis ojos pasan de su rostro a su esmoquin. El
material se amolda a su cuerpo de la mejor manera,
luce tan guapo como siempre, de manera
majestuosa, con su ropa hecha perfectamente a su
medida. Aunque su camisa blanca está un poco fuera
de lugar, los primeros botones están abiertos dejando
ver un poco de su pecho tatuado, el moño de su
esmoquin está abierto colgando en su cuello.
—Tu ressembles à un rêve.
Camino hacia él haciendo un mohín. —Odio
cuando…
—Te ves como un sueño —Me interrumpe
sonriendo justo cuando estoy frente a él, mi
respiración se atasca al escucharlo—, eso fue lo que
dije —Mis mejillas se encienden mientras mi pecho
comienza a palpitar con fuerza. Él suelta una suave
risa provocando que sus hoyuelos aparezcan en todo
su esplendor. Su risa no hace más que empeorar mi
sonrojo, sin verme puedo sentir el calor subiendo
por mi cuello.
>>Disculpa por no haberte hablado yo, Isaac ha
estado especialmente insoportable y justo como
pensé llegamos hace muy poco tiempo.
624
—Está bien, tranquilo —murmuro, caminando a
su lado hacia su gran salón—, solo, ¿La próxima vez
podrías darme más detalles? Ya sabes, para no morir
de histeria con temor a equivocarme.
—¿Equivocarte? —Inclina ligeramente la cabeza,
pareciendo confundido. Mete las manos a sus
bolsillos poniéndome atención.
Ruedo los ojos. —No todos lucimos bien con
cualquier cosa que nos pongamos, ¿Y cómo sabría
que estoy usando algo adecuado? Quiero decir, si no
fuera por Cristina no tendría ni idea de que ponerme,
tampoco como debo verme, si es algo casual o algo
formal, o si debo…
—Me encanta como luces Jude, con cualquier
cosa, pero entiendo tu punto, sin embargo, hoy no
necesitabas detalles porque no me estas
acompañando a ningún tipo de evento de Made in
the A.M, no tengo idea de que te dijeron Levi y
Cristina, pero te estoy invitando a una cita, una cita
real.
Mis labios se separan dejando escapar el aire.
Mason tiene esa habilidad de desorientarme a cada
segundo.
—Oh.
625
—Si oh, ¿Más tranquila, ma précieuse lumière?
—Su voz me causa un escalofrío agradable, asiento
con la esperanza de que no note la manera en la que
su simple voz me acelera la respiración.
Una cita real, mis nervios no mejoraron, pero esta
vez no se sentían asfixiantes.
Saca sus manos de sus bolsillos y se acerca a mí
lentamente, mi corazón da un salto cuando está
prácticamente parado frente a mí, su calor cubre mi
cuerpo, aclaro mi garganta al sentirla seca. Acorta la
distancia con un movimiento suave, su mano sube a
mi clavícula tomando su cadena, la que había vuelto
a usar nuevamente, su toque ligero hormiguea en mi
piel, una sonrisa se extiende por sus labios y
entonces solo se aleja.
Contengo en mi garganta el quejido de queja que
lucha por salir, todo el calor que sentí en mi cuerpo
sube a mi cara. Agradezco mentalmente que se haya
girado, así no es testigo de mis piernas temblorosas.
Se quita el moño del esmoquin arrojándolo contra
el sofá y continúa caminando a la cocina, yo lo sigo.
—Levi me intento enseñar a cocinar en tiempo
récord —Sonríe ligeramente girando a verme—.
626
Quedo completamente en intento.
coincidimos en que soy un asco para esto.
Ambos
Suelto una ligera risa sentándome frente a la
barra. —Estoy segura de que estás exagerando.
Él niega con una sonrisa mientras se mueve por
su cocina. Yo lo observo recargando mi barbilla
sobre mi mano, no puedo describir completamente
como me siento, él había intentado cocinar para mí.
Mi pobre corazón me debe estar odiando porque
cada dos minutos lo tengo bombeando con fuerza
por el chico frente a mí.
—Créeme que no, así que contrate a alguien para
que nos cocinara, tenemos que ir allí.
—No te hubieras tomado tantas molestias, estoy
segura de que tu comida… —Levanta la mano
colocando un plato frente a mí.
Una sonrisa divertida se extiende por toda su
cara.
—Sabía que dirías algo así —Coloca un cubierto
en la barra y lo empuja hacia mí—, prueba.
Ni siquiera dudo, tomo el cubierto y lo clavo en
el plato tomando una porción de la comida, no se ve
ni huele mal, lo introduzco en mi boca y tan pronto
627
como hace contacto con mi lengua quise escupirlo,
cierro los ojos mientras escucho su risa de fondo.
No sabe mal, pero está demasiado salado, sentía
que me había metido una cucharada de sal.
Negándome completamente a escupirlo, me lo paso
como puedo arrebatándole el vaso de agua que
sostiene mientras se parte de la risa.
—Sí, mejor sigue enfocado en la música.
—¿Lista para ir o prefieres dar otra probada? —
pregunta extendiendo su brazo hacia mí.
Me pongo de pie envolviendo mi mano en su
brazo, dejándome guiar. Podía sentir perfectamente
los músculos de sus brazos tensándose bajo la tela
de su camisa.
Se aleja solo un poco para tomar el saco que está
sobre el perchero de la entrada y lo extiende, justo
cuando creí que se lo colocaría, se acomoda detrás
de mí para ponerlo sobre mis hombros. Reprimo la
tonta sonrisa que quiere salir, y tomo su mano
dejándome guiar hacia el ascensor.
Llegamos a Sunway Resort, uno de los lugares
más importantes de la ciudad. Pasar desapercibidos
628
no había sido algo difícil, especialmente porque
pudimos entrar por el estacionamiento subterráneo
sin ningún problema.
—Pensé que era imposible conseguir una
reservación —murmuro mientras llegábamos al
restaurante del lugar.
Mason suelta una risa pareciendo genuinamente
divertido mientras teclea en su teléfono. —No
conseguí una, conseguí todas.
Lo observo sin entender, pero entonces las
puertas del sitio se abren para nosotros, suelto un
ligero jadeo ante la vista, es precioso. El piso de
mármol brilla por toda la luz amarilla, el lugar está
lleno de dorado y café dando una vista elegante y
cálida, en el centro del lugar cuelga de manera
preciosa un gran candelabro y bajo este hay una
mesa, la única mesa.
La comprensión llega a mí de inmediato, el resort
era conocido por ser uno de los más solicitados y
concurridos, pero en este momento está vacío
totalmente.
Las únicas personas del lugar eran empleados.
—Reservaste todo el restaurante —balbuceo
aturdida.
629
Una chica con un uniforme café se colocó frente
a nosotros, nos pidió que la acompañáramos hacia la
mesa y entonces me pidió el saco de Mason que aún
seguía en mis hombros, cuando se lo entregue pude
notar que, aunque estaba seria, firme y en control su
cuerpo entero estaba temblando y todo el tiempo se
estaba dirigiendo a mí, parecía que no podía siquiera
mantenerle la mirada a él.
Quise sonreír porque la entendía, llevaba tiempo
cerca de Mason y aún no me acostumbraba a su
presencia, aún me ponía terriblemente nerviosa con
una simple mirada.
—Esto es hermoso —murmuro perdida en todos
los detalles. Frente a nosotros hay una barra que
separa lo que parece ser un escenario, que a
diferencia del resto del restaurante tiene luz mucho
más clara levantando la atención allí. También, en
cada esquina tienen colocadas antorchas con fuego.
—Me alegro de que te guste, quería que fuera
especial, quizás no podre tener tu primera cita,
pero…
—La tienes —Lo interrumpo riendo—. Si he
tenido parejas antes, pero nunca una cita, cita. Creí
que ya nadie hacia eso.
630
Cuando era niña soñaba con estas pequeñas
cosas, pero conforme fui creciendo me di cuenta de
que ya no existían, lo más cercano que podía estar
de alguna cita era un “¿Y si vamos a comer?” Nada
formal, nada de esta manera.
Creo que no estoy preparada para un coqueteo
tipo Mason. Honestamente creo que nadie lo está.
—Bien, pues no me alegro de que tus novios
hayan sido unos idiotas, pero me alegro de que me
permitas que tu primera cita sea conmigo.
Una ola de calidez se extiende por mi pecho.
Una puerta se abre al fondo y de ella salen unas
personas vestidas perfectamente de blanco, todos
entraron al espacio frente a nosotros detrás de la
barra. Por su atuendo supe de inmediato que se
trataba de los cocineros.
Uno de ellos provoco que un fuego se elevara en
una gran llamarada que pudo controlar casi en la
misma velocidad. Impresionada era decir poco.
La misma chica temblorosa se acercó a nosotros
nuevamente. —¿Gustan pedir algo?
Volteo a ver a Mason y luego a ella, ¿Debo
adivinar qué es lo que sirven?
631
—Puedes pedir lo que quieras, no se limitaran a
su menú, lo que tú quieres, es tuyo.
Mis manos caen a mi regazo. Soy la persona más
indecisa de la vida, aun con un menú frente a mí me
cuesta elegir qué es lo que quiero, ahora sin menú,
estoy perdida.
—También podría pedir que todo sea a
recomendación del chef —Avisa la chica
llenándome de alivio.
—Sí, amm, la recomendación del chef —farfullo,
ella asiente y se va mientras Mason me observa con
una sonrisa divertida.
Otro chico se acerca a nosotros extendiendo una
copa larga de un líquido espumoso. Mientras nos
explica que es un vino, y nos da su nombre y su
información, yo asiento como si entendiera, aunque
no tengo ni puta idea.
Tomo un sorbo conteniendo mis intensas ganas
de gemir, el vino no es de mis bebidas favoritas,
pero este es probablemente de lo mejor que probaré
nunca.
—Et le voici, mon harceleur préféré. (Y aquí
está, mi acosador favorito) —Una voz interrumpe el
silencio del lugar, es fuerte, jovial y completamente
632
reconocible, la he escuchado desde que soy una niña
a través de televisión. El chef Rogers.
El vino se atasca en mi garganta, me obligo a
pasarlo antes de terminar escupiéndolo o
ahogándome. Mason suelta una risa mientras yo
toso.
—¿Estas bien? —pregunta extendiendo hacia mí
su servilleta de tela. Ni siquiera puedo responder
cuando el hombre llega hacia nosotros, no es una
alucinación, está aquí, aquí frente a mí.
Mason se coloca de pie y lo saluda dándole un
abrazo. Yo sigo pegada a mi sitio completamente
inmóvil, sorprendida, incrédula, entonces ambos
giran a verme.
Ay dios, ay dios, ay dios.
—Elle va bien? (¿Ella está bien?)
—Parfait, c’est ton fan, il fait probablement une
dépression nerveuse. (Perfecto, es tu fan,
probablemente esté teniendo un ataque de nervios.)
—Est avec l’un des chanteurs les plus importants
de sa génération mais devient émotif avec un vieux
chef? comme c’est particulier (Está con uno de los
cantantes más importantes de su generación pero se
633
emociona con un viejo chef? Que particular) —
habla mientras extiende una mano hacia mí—
Judith, soy Bruno Rogers, es un gusto por fin
conocer a la razón por la que un jovencito me hizo
viajar de un día a otro más de tres mil kilómetros —
habla con un acento muy marcado entre risas.
Mi mano tiembla ligeramente contra la suya.
Estoy tocándolo, ahhhh.
Mason hizo esto por y para mí, ahhhh.
—Yo… mucho gusto, por dios, amo todo lo que
hace —balbuceo completamente ida.
—Me alegro porque hoy seré su chef, espero
disfruten la comida —Asiente hacia nosotros dando
una pequeña inclinación y se gira con una última
sonrisa yendo directamente detrás de la barra.
Me vista se queda fija por donde se ha ido. Todo
es tan irreal. Casi no puedo respirar. ¿Estoy
soñando? No me sorprendería si lo estoy haciendo.
Giro a ver a Mason y antes de que se pueda
sentar me abalanzo hacia él envolviéndolo en mis
brazos.
Todo esto es demasiado, y aunque estoy a un
paso de volverme loca, no solo me refiero a Rogers,
634
me refiero a todo.
Este chico que me hace sentir todo el tiempo en
una cúspide me ha hecho más feliz de lo que
cualquier persona me ha hecho jamás, no estoy
segura de que lo merezca, pero no me importa ser
egoísta, porque lo quiero, lo quiero tanto que me
asusta.
Esa calidez que Mason ha estado encendiendo
fuertemente en mi pecho desde que nos conocimos
se volvía cada vez más difícil de ignorar.
—¿En qué punto de la noche planeas decirme que
cumplirás años? —Interroga con su boca contra mi
cabeza y sus brazos envueltos en mi cuerpo.
Levanto el rostro para verlo directamente a la
cara.
—En ninguno —respondo con honestidad
bajando mi rostro hundiéndolo en su pecho—, no
me gusta festejarlo.
—¿Por qué?
—No me gusta ser el centro de atención, me da
vergüenza.
El pecho de Mason tiembla por su risa. Me
separo un poco de él colocando las palmas de sus
635
manos en mis mejillas, levanta mi rostro hacia él.
—Et pourtant tu continues de me surprendre. (Y,
sin embargo, me sigues sorprendiendo)
No pude decir más, Mason termino por cubrir la
pequeña distancia que nos separaba y me besa, es un
beso diferente a cualquier otro. Es más dulce, más
lento, más lleno de sensaciones, la oleada de calor
seguía allí esparciéndose por mi cuerpo, por cada
poro, pero también era distinto, de una manera que
hacia mi corazón temblar.
Volvimos a sentarnos y la chica que nos atendía
coloco un plato humeante frente a nosotros. Amaba,
amaba, amaba la cocina de Rogers, pero a veces no
entendía sus platillos, no sabía lo que eran, justo
como en este momento.
—¿Nunca lo has probado? —pregunta Mason
tomando un cubierto. Niego viendo cómo pasa el
cubierto por el platillo tomando varias porciones—
Abre la boca —Pide acercándome el tenedor. Suelto
una risa y hago lo que pide, abro la boca tomando la
comida. Mastico lentamente sintiendo los sabores,
esparciéndose por mi lengua. Mi ceño se frunce y
abro los ojos con sorpresa—, lo sé, lo sé, prueba esto
ahora —Toma ahora del otro extremo lo que a
636
simple vista parece ser algún tipo de queso y lo junta
con otras dos cosas que no sé qué son.
Como un poco de lo que ha tomado y sonrío
involuntariamente. Santa mierda.
—Es lo mejor que he probado en mi vida —
susurro escandalosamente.
Toda la comida que he comido antes parece un
insulto para esta.
Junto a Mason pruebo de todo, disfruto de la
comida, de nuestras risas, de nuestras pláticas,
incluso de nuestros silencios, todo junto a él es
agradable de una manera que no puedo explicar.
El Chef Rogers nos pide que nos unamos a el
mientras prepara nuestra comida, es infinitamente
más agradable de lo que lo muestran en televisión,
nos deja probar de todo durante el proceso y así de
cerca toda la preparación es más fascinante, termina
siendo más divertido de lo que pude imaginar.
“Increíble” está lejos de ser una descripción
válida para esta noche.
637
Todo en esta cita está siendo inimaginable. De
inicio a fin. Pero, definitivamente la mejor parte de
todo era tener al chico más hermoso que he
conocido, aquí conmigo, sonriéndome, mirándome,
dándome toda su atención, haciendo posible todo
esto para mí, simplemente para mí.
Mason es un sueño, de pies a cabeza, y eso me da
miedo. Caí en cuenta de que si se va… más bien, de
que cuando se vaya dejará un hueco en mí que nadie
más podrá llenar. Me condené solita.
Yo soy la descripción perfecta de jugar con
fuego, pero yo no simplemente jugué, yo me envicie
y me enamore de sus llamas, y eso solo terminará
incinerándome tarde o temprano.
—Veinte dólares por tus pensamientos —
murmura Mason frente a mí guiándome por el
pasillo.
Al terminar de comer me pidió que lo
acompañara así que salimos del restaurante entrando
al aérea de hotel del resort, aquí si había gente y
parecían reconocer a Mason porque a nuestro paso
no dejaban de murmurar y sus miradas eran todo
menos discretas, pero hasta el momento nadie se
acercaba.
638
—Pienso en a donde se supone que me estás
llevando.
Llegamos a un pasillo, al fondo había dos chicos
en traje parados ante dos puertas deslizantes. En
cuanto vieron a Mason uno de ellos coloco una
tarjeta por el escáner y las puertas se abrieron.
Un jardín inmenso y hermoso se abría frente a
nosotros, el lugar es bastante amplio. Los pequeños
árboles están perfectamente podados, incluso hay
una fila de pinos todos del mismo tamaño. El lugar
brillaba por la luna que resplandece sobre nosotros.
Hay luces acomodas de manera estratégica por
todo el lugar, logrando que, aunque estuviese
oscuro, pudiésemos ver perfectamente todo.
De la misma manera que en el restaurante el
lugar está vacío, pero la diferencia es que, aunque
nadie podía acercarse, aquí estábamos al aire libre y
cualquiera podía vernos. Los nervios se adueñaron
de mi cuerpo con cada paso que damos.
Caminamos por un camino de piedra hasta que
Mason se detiene y giro tomando mis manos
acariciando el dorso de mis palmas, su mirada
tranquilizadora como siempre termina por consumir
todo eso malo que intenta salir a flote.
639
Su proximidad aturde mis sentidos, y dar un paso
atrás no es opción, mucho menos cuando su brazo se
envuelve en mi cintura apegándome a su cuerpo.
Levanta su mano libre hacia su rostro para ver el
reloj de su muñeca, entonces lleva esa mano hacia
mi mejilla, pasea sus dedos por mi piel llevándolos
hasta mi barbilla, la sensación me recorre el cuerpo
entero.
—Veinte dólares por tus pensamientos —susurro
a centímetros de su boca.
El esboza una sonrisa que me
completo.
derrite por
— “Quiero estar contigo, tan simple y tan
complicado como eso” —Esboza una sonrisa que
me derrite por completo—, pensaba en esa frase, tu
me haces pensar en esa frase.
—Mason —susurro, pero él levanta su mano
interrumpiendo mis palabras.
—Espera un segundo —dice provocando que me
ría.
—¿Qué haces? —murmuro perdida en sus
facciones. Él se acerca por completo a mí y me
envuelve en su cuerpo elevándome y colocándome
en su hombro.
640
Suelto un grito por la impresión y comienzo a reír
cuando lo siento caminar hacia el pasto alejándose
del camino de piedra. —¿Qué estás haciendo? —
susurro alterada, levanto el rostro solo para ver
como algunas personas detrás de la barda ya nos
observan. Cierro los ojos y me dejo caer contra su
espalda intentando no pensar en ellos.
Mason finalmente se detiene y me bajo de su
hombro, colocándome de pie frente a él. El aire se
escapa de mis pulmones, y siento como las piernas
me tiemblan. Observo a mi alrededor con un millón
de emociones explotando en mi interior. Este resort
era conocido entre todas sus maravillas por su jardín
de rosas, pero aquí no había ninguna rosa.
Estábamos en un gran círculo lleno de peonias. Mis
flores favoritas.
—Las reconocí del cuadro que dibujaste.
Ni siquiera me siento capaz de mantener la boca
cerrada. Mi corazón late a toda prisa. A pesar de ser
mi flor favorita, nunca las había visto en persona, es
un tipo de flor muy cara que solo se consigue a
través de importación.
Las palabras están atascadas en mi garganta y mis
ojos se mueven de un lado a otro obligándome a
registrar a fuego cada pequeño espacio.
641
El reloj de Mason hace un sonido y él sonríe
tomando mi mano. Él solo eleva su mano y truena
sus dedos provocando que una ventisca de frío se
cuele entre nosotros.
—¿Ahora controlas el clima? —bromeo.
—Je voulais apporter les choses préférées, de ma
personne préférée (Quería traer las cosas favoritas,
de mi persona favorita)
Cuando estoy a punto de preguntar de qué habla
una pequeña cosa blanca pasa volando frente a mis
ojos. Parpadeo creyendo que lo imagine, pero
entonces se repite. Levanto la vista y dejo de respirar
al ver como un millón de puntos blancos comienzan
a caer sobre nosotros.
—Es una lástima que no pueda llevarte a la nieve
—Repite las palabras que me dijo cuando vio mi
cuadro—, pero siempre puedo traer la nieve a ti.
>>Feliz cumpleaños, ma précieuse lumière.
Mi corazón da un vuelco violento, mi respiración
se vuelve errática y mis ojos comienzan a picar.
Trago saliva intentando ahogar mi emoción y mis
ganas de llorar. Todo es demasiado surrealista.
642
Las pequeñas motitas blancas comienzan a llenar
las flores y nuestro alrededor, a pesar de que se
deshacen de manera casi instantánea contra nuestra
piel.
—Estás loco Macovei —Las palabras salen
apenas en un susurro ahogado. La incredulidad,
sorpresa y emoción se filtran en cada letra de mis
palabras
—Por ti, por ti estoy perdidamente loco.
Mason me rodea en un abrazo mientras los
pequeños copos de nieve caen sobre nosotros.
—Gracias —susurro hundiendo el rostro contra
su pecho, mis ojos y mi garganta arden. Es la
primera vez que alguien me hace llorar de felicidad.
—¿Estás llorando? —pregunta Mason. Sonrió al
escuchar su preocupación.
—Es lo más hermoso que han hecho por mí
jamás —digo con sinceridad, aun sintiendo mi
corazón a punto de estallar. Me limpio las lágrimas y
me coloco sobre la punta de mis pies mientras elevo
mis manos hacia sus mejillas. Inspiro hondo
llenándome de su varonil aroma.
643
Nuestros labios rozan mientras Manson afianza
su agarre en mi cintura. Esbozo una pequeña sonrisa
antes de unir nuestros labios en un beso que me toca
hasta el alma.
El punto en el que estaba con Mason era uno
completamente sin retorno.
Todo era perfecto, pero… Podía ver el final
desde el inicio, y eso me aterraba.
***
Disfruten el tiempo de paz<3, cuando se acabe ya no
habrá retorno. Ah mentira, quizás, los tqm.
644
32 | LEVI.
♪ Baby, angels like you, can’t fly down hell with
me♪
(Bebé, ángeles como tú, no pueden volar al infierno
conmigo)— Angels like you. Miley Cyrus.
Me preguntaba en cuanto tiempo la gente se
acostumbraba a verse en televisión.
Porque definitivamente yo no estoy ni cerca de
hacerlo. Pero, por primera vez, no me siento
incómoda o molesta, sí, era un tanto extraño ver
como la privacidad no parecía existir, pero
desconocidos habían inmortalizado con fotos y
videos uno de los momentos más especiales y
bonitos de mi vida.
—Es aquí —habla Nate sobre su hombro
apuntando hacia dos grandes puertas. Asiento y me
adentro al lugar.
En la noche había regresado con Mason a su piso.
No pienso entrar en detalles, solo diré que estoy
bastante sorprendida de que pueda caminar
correctamente.
En la mañana Jace me despertó con una llamada,
y aunque Mason intento esperarme, se tuvo que
645
adelantar porque los chicos lo estaban esperando y
mi hermano y Carlos no planeaban colgar.
Gracias a las noticias de espectáculos me había
enterado de que Paxton también cumplía años hoy.
Así que pensaba irme a despedir de Mason antes de
ir con Henry a su estudio y de pasada felicitaba a
Pax.
Con ayuda de Nate llegué a donde los chicos
entrenaban. Cuando entre me di cuenta de la idea
equivocada que tenía. Pensé que llegaríamos a un
gimnasio, pero esto está a otro nivel.
Al primero que vi fue a Levi. Ha dejado su
elegancia habitual de lado. Me detengo por completo
sintiendo que estoy violando su privacidad.
Su cabello está empapado por completo. Trae
puesto un short negro y nada más. El sudor corre por
su rostro, cuello, brazos y pecho, al igual que un
rubor rojo que se extiende por toda su piel.
Levi con ropa luce delgado, pero ahora podía
confirmar que está demasiado en forma.
Nuevamente se agacha recogiendo una llanta gigante
que es casi tan alta como él, le está dando vueltas
haciendo que los músculos de sus brazos se tensen.
646
Los cuadros de su abdomen también están
perfectamente marcados.
Aiden y Mason están platicando al fondo, suelto
una tenue risa al verlos sentados en la alfombra de
goma detrás de unas pesas sin hacer nada. Aunque
se nota que, si habían hecho, porque al igual que
Levi están completamente empapados de sudor. Y su
cuerpo y rostro esta con un color rojizo.
Paxton es el único de ellos que trae una camiseta,
él se encuentra suspendido en el aire sosteniéndose
de una barra del techo. Levanta su cuerpo elevando
su cabeza por encima de la barra y luego se suelta
cayendo al piso de pie. Camina hacia Aiden quien
extiende una botella de agua hacia él. Paxton le da
un trago y después la eleva y voltea vertiendo el
líquido sobre su cuerpo.
Si alguna de sus fans entraba a este cuarto,
probablemente saldría en ambulancia.
—Mi Merlina —vocifera Pax una vez se percata
de mi presencia, tira el plástico a un bote y corre
hacia mí. Levi levanta el rostro y cuando se da
cuenta de que estoy allí se gira luciendo apenado y
se va hacia su mochila colocándose una playera.
647
Antes de que Pax pueda envolverme entre sus
brazos, se detiene abruptamente al ser detenido por
Mason quien lo sostiene del cuello de su playera. —
Estas empapado, ella va a salir.
Pax rueda los ojos y sonríe alcanzándome, toma
mi rostro entre sus manos y me lleno de besos la
cara.
—Feliz cumpleaños.
—Feliz cumpleaños a ti también, Pax.
—Hay que hacernos pruebas de ADN, puede que
seamos gemelos —Suelto una risa al escucharlo y lo
veo girarse con rapidez—. Espera —dice mientras
corre hacia su mochila, dejándome con Mason.
Lucho con todo mi ser para no desviar la mirada
de su cara. Mason es un sueño, una fantasía, una
locura.
¿Cómo podía parecerme tan locamente sexy lleno
de sudor?
Se acerca a mí casi por completo, pero sin llegar
a tocarme tampoco. Su cuerpo desnudo crea una
fricción contra mi pecho.
—Iré con Henry.
648
Mason sonríe y asiente mientras eleva su mano
por todo mi brazo, rozando su pulgar por mi piel
poniéndola de gallina.
Carraspeo ligeramente para poder encontrar mi
voz, sin embargo, Pax llega detrás de Mason
provocando que nos separemos.
Pax me da una pequeña caja de regalo y sonríe
abiertamente.
—Ábrelo.
—Yo no te…
—Ábrelo —Repite insistente.
Le hago caso destapando la caja. Mason suelta
una carcajada golpeando la cabeza de Pax. Intento
no soltarme a reír mientras tomo la pequeña
almohada en forma de un pequeño Paxton.
—Es un honor.
—Lo sé —Sonríe divertido— ¿Entonces me
perdonas por robarte a Mason hasta mañana?
Asiento con una sonrisa.
Mason temprano me dijo que se irían a una casa
del campo, es una costumbre que tienen desde hace
649
años para festejar el cumpleaños de Paxton. Solo los
cuatro.
—Después puedes ir con nosotros, es increíble te
gustara, puedes irte conmigo y Aiden en helicóptero,
o con Levi y Mason por tierra, como más te guste.
Parpadeo un par de veces mientras asiento.
Problemas del primer mundo, no saber cómo irse si
en camionetas de ultimo año o en helicópteros.
Mis decisiones suelen ser más del tipo, ¿En qué
me voy taxi, metro o caminando?
Nate abre la puerta detrás de nosotros y saluda a
los chicos rápidamente para después poner su
atención en mí. —Debemos ir ya si quieres llegar a
tiempo.
Asiento girando nuevamente.
—De acuerdo, debo irme, diviértanse.
Mason vuelve a tomar a Pax de la playera al verlo
intentando abrazarme de nuevo.
—Antes de que te vayas te quería preguntar si
mañana quieres acompañarme a una fiesta, es en un
bosque, probablemente estaré aquí para las cinco,
Nate puede traerte cuando acabes con Henry y me
esperas en mi piso.
650
—Dejen de holgazanear —Isaac entra al lugar
abriendo las puertas de golpe a su paso. Elliot entra
detrás de él, nos observa de reojo lanzando una casi
imperceptible mueca de asco. Doy un paso atrás y
asiento hacia Mason y Pax a modo de despedida
—Claro —respondo a Mason—, suena bien,
tengo que irme —Me giro dispuesta a salir
corriendo.
La mano de Mason se envuelve en mi muñeca
deteniendo mi huida.
Toma mi barbilla con suavidad guiándome hacia
él y sus labios se encuentran con los míos. En
cuestión de segundos su lengua está dentro de mi
boca arrancándome suspiros. La suavidad de su tacto
está haciendo contraste con la intensidad de su boca.
Mason tiene una capacidad impresionante de
hacerme pasar de frío a caliente en cuestión de nada,
un simple beso de él me puede derretir en sus
brazos.
—Entendimos tu punto —habla Aiden, casi salto
en mi lugar al escuchar su voz. Ni siquiera note
cuando se acercó. El calor sube de mi cuerpo a mi
rostro cohibiéndome, Aiden simplemente sonríe
ligeramente— Feliz cumpleaños Judith.
651
—A ti —murmuro provocando que Paxton y
Mason se rían—. Quiero decir, gracias —Corrijo
avergonzaba para después girarme yéndome detrás
de Nate.
—Te veo después —Escucho decir a Mason
mientras me alejo.
—Tu trabajo es increíble, Jude, tienes un gran
talento —Alaga Mary. Sonrío hacia ella mientras
continúo recogiendo mis materiales.
—Muchas gracias Mary.
—Estoy segura de que tendrás un gran futuro, si
alguna vez necesitas una asistente, solo háblame,
con tal de salir de aquí yo…
—Te estoy escuchando —Se queja Henry
quitándose sus lentes limpiando la montura que se
había manchado de pintura—. No te muevas, linda
—habla hacia la chica postrada frente a él. Henry al
final si tuvo que venir, porque su modelo no tenía
libre otro día.
Mary sonríe acercándose a Henry pellizcando
ligeramente su mejilla y tomando los lentes de sus
manos.
652
—Iré a limpiarlos —dice mientras sale del lugar.
—Estas distraída.
—No —miento. La verdad es que en el camino
me aburrí y entre a mis cuentas, y aunque debo decir
que el odio ha disminuido o al menos las fans de
Mason se han encargado de cubrirlo, hubo una
publicación entre mil que me llamo la atención. Un
simple “¿Se imaginan en navidad?” adjuntado a una
foto de Mason y yo entre las flores y la nieve.
Yo no regalo cosas en navidad, nunca, odio
recibir y dar regalos, pero Mason ha sido muy atento
conmigo, quizás debería…
Es diez de diciembre, así que tengo dos semanas
exactas. Pero, ¿Qué le regalas a alguien que tiene el
mundo entero a su disposición?
Había tenido una idea un poco tonta, pero para
conseguirla necesitaba ayuda de alguien que tuviera
contactos.
—No era pregunta.
Levanto la mirada al escucharlo hablar de nuevo.
Marie vuelve a entrar nuevamente dejando la puerta
un poco abierta, haciendo que la luz exterior entre
653
como un rayo posándose sobre Henry. Casi podía
escuchar el coro de los ángeles.
—Necesito un favor, tú tienes contactos y todas
esas cosas, quisiera ver si pudieras ayudarme a
conseguir un número —hablo rápidamente. Henry
asiente, pero antes de que pudiese decir algo más la
puerta se abre abruptamente provocando sobresaltos
por parte de todos.
—No había nadie en la recepción y… —Ana
quien había entrado con toda confianza, se detiene
congelándose en su lugar, su rostro pasa de pálido a
rojo en un segundo y entonces se gira soltando un
grito—, Pero, ¡¿Qué es esto?!
—No es “que”, es “quien”, que grosera eres
Lewis, por dios.
—¿Esto es legal?
—¿Tener a una chica desnuda? Pues mientras sea
consensuado.
Mary suelta una risa mientras se coloca de
puntillas para ponerle a Henry sus lentes
nuevamente y se acerca a la chica desnuda que
simplemente parece divertida y acostumbrada a esas
impresiones.
654
—Vamos, tomarás un descanso —murmura Mary
hacia la chica pasándole una bata. Y ambas salen del
lugar.
—Pero mira eso, es la quinta vez en la vida que te
dejo sin palabras —Henry se gira hacia mí y apunta
hacia Ana—. Disfruta su silencio, no dura mucho.
—Idiota —susurra Ana entre dientes acercándose
a mí en cuanto me ve. Sus mejillas continúan
sonrojadas—, deja de contarlas, es extraño.
—No podría, es divertido.
Ana rueda los ojos y entonces sonríe
abiertamente cuando me tiene al frente— Feliz
cumpleaños Jude —Me envuelve en su pequeño
cuerpo apretándome contra ella—. Tengo tu regalo
en mi camioneta, no sabía que comprarte así que te
compre de esas cosas que usan para pintar ya
sabes… —Abre la boca para decir algo y niega—,
sí, eso, no sé, pinceles y esas cosas. Conseguíun
idiota que sabía del tema.
—Auch, ese “idiota” suena con despecho.
—Por cierto, Brandon manda a felicitarte, espera
verlos pronto a ti y a Alex.
—Tan bueno tu esposo.
655
—El mejor de todos —murmura Ana lanzando su
codo hacia atrás intentando golpear el estómago de
Henry fallidamente. Toma su bolso buscando entre
sus cosas y saca una invitación—. Por cierto,
aprovecho para entregarte la invitación para un baile
que hago todos los años —dice mientras me pasa la
tarjeta.
La invitación es hermosa, es sencilla a simple
vista pero elegante, es una hoja más gruesa de lo
normal doblada en tres partes. Las letras cafés y los
detalles dorados le dan un efecto clásico.
—¿Y mi
indignado.
invitación?
—pregunta
Henry
—Tu dejaste de ir hace mucho.
—Iba por tu madre —Henry se encoge de
hombros—, son aburridas como la mierda. Pero por
educación deberías darme una.
—¿Cuánto falta para que salgas? —pregunta Ana
ignorando a Henry.
—Estaba por irme.
—Bien, entonces yo te llevo —anuncia girándose
caminado a la salida. Tomo rápidamente mis cosas y
le sonrió a Henry.
656
—Nos vemos después.
—Hasta luego —Se despide volviendo su
atención a su cuadro—, y envíame por mensaje los
datos del número que necesitas.
Sonrío agradecida y asiento— Gracias Henry.
—Antes de que te vayas pídele a Mary que
mande a mi modelo.
Yo asiento saliendo detrás de Ana.
Ana es una grata compañía, cuando está cerca no
es necesario hablar, ella hace que la conversación
fluya sí o sí. Sin embargo, en el camino a mi
departamento no dice más de dos frases, parece
distraída. A pesar de eso, en ningún momento pierde
su sonrisa y su amabilidad. Llegamos a mi
departamento en cuestión de nada.
Después de agradecerle mil veces por todo lo que
me habían comprado y avisarle a Nate por mensaje
que no era necesario que fuera por mí entre a mi
departamento, encontrándome directamente un gran
arreglo de rosas moradas, las favoritas de Vanesa.
657
Observo la pequeña nota en la cima de todas las
rosas y la tomo entre mis dedos.
“Cuando un peón llega al borde opuesto del
tablero. El peón se convierte en la pieza que
quiera… puedes ser la pieza que quieras.”
Frunzo el ceño, esperaba leer algo romántico,
pero esto no tiene mucho sentido para mí.
La puerta de la habitación de Vanesa se abre y
cuando me ve sus ojos se abren de par en par, se
quita los audífonos mientras levanta las manos, su
vista va de mi rostro a la pequeña nota en mi mano.
—Puedo explicarlo.
Sonrío divertida. —¿Así que estás saliendo con
alguien y tienen algún fetiche extraño con el ajedrez
y por eso no me lo has querido presentar? —Subo y
bajo las cejas de manera sugerente.
Ella camina hacia mí y toma la tarjeta leyendo,
sonríe y tira el pequeño cuadro hacia la mesa. Se
arroja hacia mí envolviéndome en sus brazos.
—Creí que sería una nota agradeciendo lo que le
hice anoche, créeme no quieres saberlo.
Hago una mueca de asco escuchando su risa.
658
>>Pensé que no te iba a poder felicitar hoy,
maldita perra, no tienes consideración de mi frágil
corazón —Rio entre sus brazos palmeando su
espalda—, ya ni siquiera me das la exclusiva, me
siento ofendida y…
—Yo tampoco sabía —Chillo cuando comienza a
jalonear mis mejillas—, fue una sorpresa.
Vanesa sonríe enternecida haciendo un puchero.
—¿Fue tan hermoso como lucia?
—Fue más que eso —murmuro recargando mi
cabeza en su hombro—. Fue mágico… Mason
tiene…
—¿Mason? —Me interrumpe. Cierro los ojos y
llevo mi mano a mi frente.
—Me refería a Alex. Yo… —Tomo aire. Tenía
que cagarla.
—¿Mason? —Repite la pregunta
—¿Podrías no decir nada?
—Yo nunca diría nada Jude, creí que eso ya lo
sabías.
659
—Sí, lo siento, confió completamente en ti solo
que…
—¿No se llama Alex?
—Sí, sí, solo que es su segundo nombre y…
—Y no me lo dijiste porque pensabas que lo
diría.
—No fue con esa intención, perdón, ¿Si?, no es
que no confíe en ti, eres la única persona a la que le
confiaría mi vida entera, pero no puedo confiarte la
vida de los demás, porque eso ya no me pertenece.
Vanesa niega, pero después vuelve a su emoción
inicial.
—Mason —Repite el nombre como si lo
estuviera probando—, me gusta.
Suelto un suspiro y tomo su brazo. —Perdón.
—Está bien, olvídalo. Hoy debo ir a trabajar,
doblaré turno, pero mañana Edith hará una fiesta
genial, podemos aprovechar y hacer nuestra habitual
noche de alcohol de cumpleaños y shots hasta
vomitar —dice golpeando su hombro con el mío
subiendo y bajando las cejas con una sonrisa
divertida en sus labios.
660
Estoy a punto de responder cuando tocan la
puerta, Vanesa camina hacia ella y abre sonriendo
ampliamente al ver a Nate parado allí.
—Hola —grita arrojándose a sus brazos. Sonrío y
saludo moviendo mi mano.
—Leí tu mensaje cuando ya venía en camino, así
que me desvíe para acá, hoy me quedaré contigo
para temprano llevarte al edificio, aunque Alex
llegara hasta la noche, pero en la tarde estaré algo
ocupado.
—¿Saldrás
mañana?
viéndome sobre su hombro.
—pregunta
Vanesa
—No.
—Si.
Respondemos Nate y yo al mismo tiempo.
—Prefiero ir contigo —Añado rápidamente.
—¿Qué?, No, a ti ni siquiera te cae del todo bien
Edith, y no te gusta tomar, es una tontería que
canceles, ve con él, no te preocupes.
—¿No tienes problema con eso? —pregunto con
cautela.
661
—Estás loca —responde Vanesa entre risas que
parecen algo incómodas—, en tu lugar lo haría lo
juro —Ella continúa riendo mientras Nate que
parece ajeno a cualquier tipo de incomodidad que ha
empezado a surgir, se ríe mientras asiente pensativo
de acuerdo con Vanesa—. Soy tu mejor amiga Jude,
te entiendo, entiendo lo que haces porque yo
también lo haría, así como sé que cualquier cosa que
yo hiciera tú lo entenderías.
Toma mis hombros con una sonrisa y me gira
hacia el pasillo de mi habitación obligándome a
caminar hacia ella.
—Vuelvo en un momento —dice Vanesa hacia
Nate mientras caminamos.
Cuando cruzamos la puerta la cierra recargando
su cuerpo en ella viéndome frunciendo el ceño.
—Jude, debes tener cuidado.
La observo sin entender, esperando que continúe.
—¿Cuidado?
—Estás adentrándote de manera muy personal
con ellos y… tienes un contrato que está a
prácticamente nada de expirar, necesitas mantener tu
distancia o vas a salir lastimada.
662
La mención del contrato me lanza un escalofrío
por la espalda, casi había olvidado esas malditas
hojas que me habían obligado a firmar.
—Lo haré —dije sin más, Vanesa me observo
con sorpresa—, tendré más cuidado —prometo para
tranquilizarla, pero de algo estaba convencida.
Y era que no podía mantener mi distancia, y
tampoco quería.
Observo la foto que Paxton me mando, él está
tomando un selfie mientras abraza a Levi del cuello,
detrás salen Mason y Aiden cubiertos por completo
de lodo.
Mi idea de una casa del campo estaba muy, pero
muy por debajo de la casa que salía en la foto. Por el
ángulo de la foto no podía verla toda; sin embargo,
lo poco que se veía era de verdad impresionante.
Incluso el pasto parecía más verde de lo que
nunca había visto en ningún lugar. La casa era
grande, pero parecía acogedora, quizás los colores,
quizás toda la naturaleza que tenía a los alrededores,
quizás el cómo las plantas verdes se envolvían
alrededor de la fachada…
663
Nate entra a la cocina con unas bolsas en sus
manos. Vanesa se fue a su trabajo prácticamente un
minuto después de hablar conmigo, y Nate bajo a la
camioneta por unas cosas que traía.
—Te lo mando Levi —dice colocando las bolsas
sobre la mesa.
—¿Qué es?
—Comida —dice mientras acomoda unos platos
frente a mí—, Paxton ama la comida de Levi, en su
cumpleaños no come nada que no sea de él, dijo que
no había tenido la oportunidad de felicitarte y te
mando esto.
—Miyeokguk —Leo la letra escrita con caligrafía
perfecta.
—Es un platillo tradicional de corea, lo comen en
los cumpleaños.
Se ve extraño, pero huele demasiado bien. Tomo
una cuchara y la sumerjo en la sopa frente a mi tomo
un poco sintiendo mi boca quemando. Mierda, está
muy caliente.
Mi queja se convierte en un gemido reprimido.
—Oh por dios —susurro viendo el plato. Mi
paladar está siendo bendecido.
664
—Eso mismo dice Paxton cada vez que come
algo de Levi —Se mofa Nate.
—¿De verdad Levi hizo esto? —balbuceo
mientras como un poco más. Nate asiente.
>>Estoy creyendo en la teoría de las fans de
Made in the A.M de que Levi es perfecto. A ver, es
poliglota —murmuro recordando que el día que se
emborrachó se puso a hablar varios idiomas—, sabe
tocar la batería, sabe cantar y además cocina.
Nate suelta una risa y niega. —Sabe tocar más
instrumentos, lo he visto.
—Wow —murmuro anonadada—. Sus papás
hicieron un trabajo increíble.
—Su padre —responde Nate—, y bueno, en
realidad no creo que increíble sea la palabra
correcta, él es… peculiar, digamos tiene muy
arraigadas sus costumbres, solo lo he visto una vez y
ese hombre da miedo, la única vez que lo visito dijo
que Levi era una decepción, y no volvimos a verlo
más.
—Eso es horrible.
—Sí, pero Levi tiene a Pax, él es su mejor
amigoy el tiempo que cuidé a Paxton pude notar que
665
lo cuida mucho.
>>Levi parece una persona callada, pero su
silencio no es natural, créeme, lo he visto con
Paxton desenvolviéndose de manera genuina, pero
por alguna razón siempre se encierra en sí mismo,
parece siempre estar a un paso del borde de algún
abismo desconocido, pero algo lo detiene. Al menos
yo que lo he cuidado, así lo percibo.
Bajo la mirada hacia mi teléfono viendo la foto
que Pax había mandado, observo a Levi en ella
siendo abrazado por Pax, luce genuinamente feliz,
parece estar riéndose abiertamente.
Pronto me doy cuenta de que Nate tiene razón.
¿Qué esconderá Levi detrás de tanta perfección y
silencio?
Esa noche Nate y yo nos quedamos despiertos
hasta la madrugada viendo películas, aprendí que es
extremadamente sensible, lloro con el final de
“cómo entrenar a tu dragón tres”.
También hable con Mason por video llamada un
rato, creí que estaría ebrio, me equivoque, creí que
se habían ido a esa casa en el campo para hacer
alguna fiesta descontrolada, también me equivoque.
Estaban literalmente jugando, sí, eso.
666
Estaban con carpetas por todo el piso, fotografías,
pistas, notas y muchas tonterías intentando descubrir
a un asesino. Los cuatro.
No pude dejar de reírme viéndolos tan
concentrados, allí me di cuenta de que en realidad
me faltaba mucho por conocerlos.
Me sentí algo nostálgica después de colgar,
porque no estaba segura de que hacerlo fuera
posible, especialmente porque no tenía idea de
cuánto tiempo más estaría a su lado.
667
33 | DOLOR.
♪ Ain’t it funny, how you said you were friends?
Now it sure as hell don’t look like it♪
(¿Y no es gracioso, como dijiste que eran amigos?
Ahora es evidente que no lo son) -Traitor. Olivia
Rodrigo.
—Tenías razón —habla Jace por teléfono—, creo
que finalmente se han calmado, al menos ya no leo
amenazas tan seguido. Ahora el acoso va más por el
lado de querer saber cuándo se casarán.
Me atraganto al escucharlo, Nate palmea mi
espalda con suavidad.
—No lo haremos —digo en un quejido.
—Por supuesto que no lo harán, eres una niña —
Ruedo los ojos y sonrío—, ¿Por que sonríes?, De
verdad Jude, te apoyo en todo, pero creo que sería
demasiado apresurado e inmaduro…
—Jace —Lo interrumpo saliendo del elevador en
cuanto este abre—, te prometo que no pensamos
casarnos ni nada de eso.
Mi hermano suelta un suspiro de alivio. —Bien…
¿Y Vane?
668
—Estoy justo llegando con ella —murmuro,
frunzo el ceño al darme cuenta de que la puerta está
cerrada con seguro. Por primera vez en mucho
tiempo Vanesa no se encontraba en el departamento.
En la mañana antes de salir al estudio de Henry
tampoco la vi, creo que va en serio con ese chico—.
Y… no está —Termino de decir tomando la llave
del departamento y abriendo, justo como creí el
silencio inunda el lugar, no está ella, pero si hay un
bonito juego de ajedrez de cristal plegado sobre la
mesa.
Nate entra detrás de mí cerrando la puerta.
—Bueno, me la saludas.
—Claro, debo ir a cambiarme.
—Está bien, cuídate Jude, cualquier cosa
háblame y Carlos te manda saludos —dice esto
último con fastidio haciéndome reír.
—Dile que igualmente —Me despido y cuelgo
volteando a ver a Nate que observa el tablero con
curiosidad.
—No sabía que le gustaba el ajedrez —murmura
tomando una pieza.
669
—Ni yo —Sonrío dejando mis cosas sobre la
barra de la cocina—. Estoy segura de que no le
gusta, pero creo que sale con un chico que, si le
gusta, conociendo a Vanesa quizás…
—Fingió que le gusta —Termina él por mí, suelta
una risa y asiento. Nate niega con una sonrisa
divertida y entonces su teléfono comienza a sonar.
Lo revisa haciendo una mueca—, ¿Te puedo esperar
abajo? Debo tomar esta llamada.
—Claro —dije de inmediato—. No te preocupes,
yo no tardaré. Con una última sonrisa, Nate sale del
lugar dejándome sola.
Camine hacia mi habitación llenando una bolsa
con ropa que podría ponerme para la fiesta, justo
como predije fue poco el tiempo que tarde en juntar
lo que necesitaba.
Salgo con mi bolsa tomando una nota adhesiva y
escribo un “te quiero” colocándolo sobre el tablero
de Vanesa.
Abro la puerta quedándome quieta cuando veo
una pequeña caja frente a la puerta. Frunzo el ceño
agachándome para tomarla. Observo a los lados en
busca de quien la dejo, pero los pasillos están
670
vacíos. Vuelvo a entrar al departamento colocando la
caja sobre la mesa.
Está envuelta con un lazo negro. Lo tomo por los
extremos abriéndolo, cuando el lazo se suelta la caja
se abre y dentro está un pequeño arreglo de flores.
Una corona fúnebre.
El lazo blanco que cruza el arreglo está en
completo blanco. Un escalofrío me recorre por la
espina dorsal hasta instalarse en mi nuca.
Busco alguna nota, algo, pero no hay nada.
Vuelvo a cerrar la caja poniéndole el lazo y salgo de
mi departamento tocando la puerta frente a la
nuestra, la de los vecinos.
No sé si soy muy asocial, pero soy la clase de
persona que jamás ha hablado con sus vecinos
Así que con nervios espero que abran. Un chico
con el cabello blanco abre viéndome con curiosidad.
—Hola, soy tu vecina…
—Lo sé —responde con una sonrisa divertida—,
una de las que han denunciado nuestras fiestas —
Abro y cierra la boca sintiendo el calor subir por mi
cara. Había olvidado ese detalle. Sintiéndome como
una tonta, pongo la caja frente a él para ir al grano.
671
—Estoy por salir, pero me llego por error este
paquete, no sé si sea para ustedes.
El chico se cruza de brazos observando la caja
con desconfianza. —¿Cómo sé que no es una
trampa?
Frunzo el ceño y niego. —¿Por qué…?
—Es una broma —dice tomando la caja de mis
manos—, no esperamos un paquete, pero igual le
preguntaré a Eva, mi roomie, si no es para ella les
preguntaré a los vecinos.
Sonrío ampliamente por su amabilidad. —
Gracias y perdón por las denuncias.
—De nada, Judith —responde encogiéndose de
hombros. Me sorprende que sepa mi nombre—. Por
cierto, soy Leo, ah y perdón por robar su correo en
venganza.
Lo observo con sorpresa. Antes de poder decir
algo, él cierra la puerta en mi cara dejando que me
trague mis palabras.
Observo el reloj, son pasadas las nueve de la
noche y no sé si deba volver a cambiarme. Nate
672
prácticamente me dejo en el edificio diciendo que
Mason llegaría en cualquier momento y él debía
salir… Eso fue hace seis horas.
Mason tampoco responde, así que estoy por mi
cuenta.
Estuve toda la tarde dibujando bocetos y aunque
intente hacer otra cosa, mis dedos traicioneros se
movían dibujando la silueta del hombre que no sale
de mi cabeza.
Perder la noción del tiempo mientras dibujaba era
prácticamente un hecho, así que en realidad ni
siquiera había notado que se había hecho tan tarde.
Mi teléfono comenzó a vibrar anunciando una
llamada de entrante de Nate.
En cuanto contesto, habla apresuradamente.
—El señor Thomas Howard acaba de llegar al
edificio, él tiene autorización para subir al piso de
Mason, y es justo lo que está haciendo.
—¿Y qué se supone que hago? ¿Me salgo?
—¿Qué? —pregunta Nate divertido como si
estuviese bromeando— Jude, los permisos de Mason
no han sido renovados en mucho tiempo, pero si lo
hiciera, tu serías la prioridad de acceso, así que… —
673
En cuanto termina de hablar el elevador se escucha
en todo el piso poniéndome en alerta— Solo te avise
para que no te tomara desprevenida.
—Gracias —susurro.
Sin tener idea de que hacer, decido salir. En
cuanto pongo un pie en el salón, quien supongo es
Thomas Howard me observa de inmediato.
El nombre me sonaba, pero no recordaba de que,
hasta que lo vi, sus ojos extremadamente azules me
recordaban a una persona, a Sophia, su hija.
Me regala una sonrisa cortes que no llega ni por
asomo a sus ojos.
—¿Judith, cierto? —Asiento y él sonríe haciendo
que se marcaran unas arrugas en sus ojos— La
señorita del momento —habla recargándose
nuevamente sobre el sofá con sus brazos extendidos
en el borde—. Soy Thomas Howard, el padre de
Maree, creo que la conoces.
—Es un gusto, señor Howard —murmuro
entrelazando mis manos—, Mason no está por el
momento, pero…
El señor suelta una risa divertida y tal como su
hija gira su rostro inspeccionándome. Respiro hondo
674
sintiendo la incomodidad creciendo en mí. —Lo se,
cariño, Sophia me comento que estaban en esa fiesta
—Se masajeó las sienes y negó pareciendo frustrado
—, los jóvenes de ahora, ¿Quién hace una fiesta en
medio de un bosque?
El aire escapa de mis pulmones. Mason se había
ido con Sophia, y ni siquiera se había tomado la
molestia de avisarme o cancelar conmigo antes.
Doy todo de mí para evitar hacer alguna
gesticulación que mostrara lo mucho que me había
afectado saber eso.
“No sabía que vivías aquí, pensé que Mason solo
te había contratado para que fueras su excusa
pública. Lo siento si me equivoco, al menos eso fue
lo que le explico a Sophia.
Trague saliva sintiendo la bilis subir por mi
garganta.
¿Es mi sensación o esto cada segundo se pone
peor?
Niego soltando un suspiro. —No se equivoca—
digo tan tranquila como puedo—. No vivo aquí y
únicamente debemos fingir en público, solo vine por
un par de cosas, pero estaba a punto de irme.
675
—Oh, lo siento si te interrumpí.
—No se preocupe, pero lamento tener que dejarlo
solo.
—Tranquila, estoy
sacando su teléfono.
perfectamente
—sonríe
Me giro tragando mis ganas de llorar y tomo mis
cosas tan pronto como puedo. Ni siquiera me
despido del señor Howard, igual escuché que estaba
en una llamada, así que solo entre al elevador con la
dignidad por los suelos.
No tenía idea de que estaba pasando, tampoco
sabía si quería saberlo. Solo quería irme. Las puertas
se abrieron en el lobby dejándome ver a Paxton
peleando con uno de los chicos de seguridad. Pax se
pellizca el puente de su nariz y frunce los labios,
cuando sus ojos conectan conmigo frunce el ceño e
ignora el chico a su lado acercándose a mí.
—Mi Merlina, ¿Estas bien?
—Si, todo bien, estaba a punto de volver a mi
departamento.
—Godfrey —habla entre dientes el chico de
seguridad—. Me pidieron que verificara que no
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estuviera cerca de ninguna gota de alcohol, debo
percatarme de que…
—No saldré, tranquilo —farfulla Paxton a mi
lado—, la decisión de rehabilitarme fue mía, así que
créeme, no soy imbécil.
—Disculpa que no le crea, pero… —Antes de
que pueda decir cualquier otra cosa, Pax presiona un
botón del elevador y las puertas se cierran.
—¿Y Mason? —pregunta Pax.
—Está ocupado —digo intentando sonar
despreocupada, pero mi voz más bien suena más
bien, débil. Incapaz de fingir una sonrisa,
simplemente observo al frente.
Paxton teclea rápidamente en su teléfono. —
¿Pensabas irte sola?
—Pienso —corrijo.
—Pensabas —Vuelve a repetir con una sonrisa—,
es tarde, no pienso dejarte ir sola. Me ofrecería a
llevarte, pero no puedo tener auto aún.
—¿No puedes? —pregunto con sorpresa.
—A inicios del año tuve un accidente y desde
entonces Isaac no me ha dejado usar un auto —hace
677
una mueca cuando habla. Las puertas del elevador se
abren.
—¿A dónde vamos? —pregunto mientras Pax tira
de mí hacia el piso que se abrió ante nosotros.
—Nos quedaremos en el departamento de Aiden,
en el mío hay un problema y…
—Pax, Aiden me odia -susurro alarma
deteniéndome abruptamente—. Creo que lo mejor
sea que me vaya.
El lugar luce acogedor. Su piso es una
combinación de estilo industrial, vintage y moderno.
Paxton me observa con una sonrisa sin soltar mi
muñeca. —Tranquila, él estos días está con su padre.
Probablemente volverá hasta mañana en la noche.
Me relajo tan descaradamente que provoco una
carcajada en él. Cuando vuelve a tirar de mi mano,
esta vez sí me dejo llevar. Observo por última vez
mi teléfono dándome cuenta de que son las once y
media y que aún no tengo ningún mensaje de
Mason. Con eso en mente, simplemente lo apago.
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Me acurruco sobre el comodo sofá de Aiden
observando su calefacción, parece una chimenea
real, es una simple pantalla, pero juro que parece
más real que yo misma. Paxton entra al salón
nuevamente, esta vez está bañado y cambiado, se
tira al piso sobre una manta y coloca el teléfono
frente a él.
—¿Por qué no tienes nada en tu refrigerador?
¿Acaso te alimentas de pura agua?
—¿Estás en mi departamento? —La voz seria de
Aiden suena del otro lado del teléfono.
—Si —responde Paxton como si nada—. Aunque
si te molesta puedo irme…
—Quédate —Lo interrumpe.
—Bien, gracias por invitarnos, Judith y yo te lo
agradecemos —Y sin esperar respuesta cuelga.
Suelto una risa viendo como lanza el teléfono a un
lado y recarga su cabeza sobre el sofá, viéndome
desde abajo.
—Te acostumbrarás a su odio sin sentido. No es
nada personal, él odia a todo mundo, cuando yo lo
conocí me cerró la puerta en la cara, y al siguiente
día me dejo votado, tuve que irme caminando al
instituto, si no fuera por Mason ese día jamás
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hubiera llegado —habla con una sonrisa en sus
labios.
Nunca había sabido nada de su pasado, el día que
decidí investigarlos la información que había era
meramente laboral. La curiosidad me pica.
—No me imagino a ustedes en el instituto —digo
con sinceridad.
—Aiden era igual de serio, tengo la teoría de que
tenía amigos solo porque Mason era su mejor amigo,
si fuera por el mismo probablemente no hubiese
hablado con nadie. Mason era otra historia, hablaba
con todos, era el chico más amigable de toda la
escuela. Incluso hablaba con los que me golpearon
el primer día. Levi llevaba varios años estudiando
con ellos, pero en realidad jamás hablaron hasta que
yo llegue, él al ser el más sobresaliente de todo
nuestro curso fue mi tutor.
—¿Cómo se hicieron una banda?
Paxton soltó una risa, parecía feliz, recordando y
algo triste. —Es una muy, muy larga historia, que te
contaré otro día, debes descansar, ve a la habitación
de Aiden.
—Estoy bien aquí —murmuro extendiendo mis
piernas sobre el sofá.
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—Aquí dormiré yo, así que quítate —dice
mientras empuja mis piernas haciendo que me
deslice por el sofá cayendo al piso junto a él. Suelto
una risa en cuanto mi trasero toca el duro piso—.
Hay un tocador junto a la cama, el segundo cajón
tiene ropa deportiva, puedes usar algo de eso para
dormir, es mío, así que tranquila.
>>Por cierto, mañana me iré temprano con Isaac,
tengo que acompañarlo a firmar unos patrocinios o
algo así, pero Aiden no vuelve hasta mañana, puedes
quedarte hasta que quieras.
—Gracias Pax —Sonrío, poniéndome de pie
mientras él se acomoda en donde yo estaba acostada.
Camino hacia la habitación de Aiden yendo
directo hacia la gran ventana viendo las luces de los
edificios. Observo mi teléfono apagado entre mis
manos. ¿Mason siquiera se habrá acordado?
Había estado evitando el pensamiento lo más
posible, pero el silencio, la noche y la soledad no
eran una buena combinación.
La posibilidad de que Sophia y Mason tuvieran
algo era una idea cada vez menos descabellada, al
principio creí que podían ser simplemente mejores
amigos, pero cada vez que Sophia me voltea a ver
681
reconocía la molestia con la que lo hacía, aunque no
era especialmente amable con el resto, su mirada era
de celos, y lo sabía porque yo también lo sentía.
¿Y si Mason siente algo también por ella? No
sería una sorpresa para nadie. Es hermosa y
prácticamente perfecta para él, es la clase de chica
que encajaría perfecto en su vida. Una amarga
sensación se instala en mi pecho.
Me paro de inmediato obligándome a ir a la
cama. Un cuadro en grande llama mi atención. El
único, es una foto. Por las personas en el fondo sé
que están en una graduación, en el centro de la foto
está una mujer muy linda sonriendo abiertamente
con sus ojos rojizos, parece que lloro o que estaba a
punto de hacerlo, a sus lados tiene envueltos en sus
pequeños brazos a Paxton y Aiden, Pax está riendo
notablemente divertido mientras Aiden sonríe más
débilmente pareciendo avergonzado. El padre de
Aiden está también en un lateral viéndolos a los tres
con una sonrisa divertida. En una pequeña placa
dorada está escrito “Familia Cromwell”
Era la primera vez que veía una prueba tangible
de que Aiden y Paxton en realidad si eran como
hermanos. Es una foto preciosa. Lucen tan unidos,
tan felices.
682
Continuo mi camino, si no estuviera usando un
vestido tan incómodo me dormiría con la ropa que
traigo puesta, pero, no es el caso, así que observo la
hilera de cajones.
¿Qué había dicho Paxton? Primer cajón, ropa
deportiva. ¿O era el segundo? No, si era el primero.
Abrí la gaveta congelándome al ver el pequeño
cuadro frente a mí. Definitivamente abrí el cajón
equivocado, era una foto instantánea, en ella estaba
Aiden parece estar sonriendo, tiene puesta una
chaqueta de cuero negra y sostiene con su mano un
bajo contra su cuerpo, frente a él esta Paxton con sus
brazos envolviendo el cuello a Aiden. Con la misma
rapidez con la que lo abrí lo volví a cerrar.
Después de ver su foto familiar no esperaba
encontrarme una foto de Paxton y Aiden besándose.
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34 │EN PICADA
♪ I hope you feel what i felt when you shattered
my soul ♪
(Espero que sientas lo que yo sentí cuando
destrozaste mi alma.)— I love you so. The Walters.
En cuanto el taxi estaciona afuera de mi edificio
bajo casi corriendo. Apagar mi teléfono
definitivamente había sido mala idea. Sin alarmas
que sonaran podía quedarme dormida todo el día,
especialmente si era en una cama tan cómoda. Ni
siquiera el ruido de Paxton antes de irse me había
despertado.
Sobre Mason no supe nada, no había encendido
mi teléfono y en cuanto lo hice simplemente al ver la
hora salí corriendo.
Hoy era la comida con Vanesa, fui corriendo al
supermercado a comprar cosas que nos hacían falta e
hice una parada rápida para comprarle algo a ella.
Cuando llego a mi puerta lo primero que llama
mi atención es un bulto de sobres. Me agacho y
suelto una risa al ver que es todo nuestro correo
perdido. Encima de todo este hay una nota con un
dibujo de una bandera blanca. Entro al departamento
684
dejando las bolsas que cargo conmigo y de los
sobres quito el dibujo de la banderita.
—¿Jude? —grita Vanesa desde la cocina.
—Voy —digo mientras saco un cupcake de su
caja, rápidamente salgo del departamento y lo dejo
frente a la puerta de Leo, junto a su dibujo de la
bandera.
Entro nuevamente a nuestro departamento
encontrándome a Vanesa observándome con las
manos llenas de algo marrón.
—¿Acabas de dejar un pastelillo en la puerta de
los vecinos?
—Larga historia —Sonrío sintiendo el delicioso
aroma. Me uní a ella en la cocina y juntas
comenzamos a preparar nuestra comida.
Esta cena siempre había sido agridulce, era lindo
adelantar por unos días nuestra navidad, pero al final
de cuentas era una despedida, aunque sonara
dramático porque no era para siempre, a mí me
costaba.
Vanesa ha sido mi ancla por todo este tiempo y
yo la suya. Desde que nos conocimos no nos
separamos para nada.
685
Preparar la comida siempre había sido mi parte
favorita, escuchábamos música y bebíamos tanto
vino como pudiéramos. Usábamos las cucharas de
madera como micrófonos y la cocina termina tan
sucia como nosotras. Nos convertíamos en nuestra
versión más ridícula y reíamos hasta que
literalmente el estómago dolía.
Antes intentábamos cocinar algún postre del chef
Rogers, pero en el segundo año nos dimos cuenta de
que era inútil. Así que pasamos a la opción dos,
tutoriales de YouTube. Aunque igualmente
terminaba siendo un épico desastre porque nuestra
nula experiencia en la cocina combinada con nuestra
embriaguez no era buena combinación. Igual nos
divertíamos, y eso era lo que importaba.
La mesa esta decorada con el ridículo mantel que
el primer año habíamos hecho por puro
aburrimiento. Patee despacio a Vanesa por debajo de
la mesa. Su rostro estaba lleno de polvo rosado que
utilizamos para decorar unos pastelillos
—¿Estás bien? —pregunto cuando veo su mirada
perdida en su copa de vino. Parpadea saliendo de la
bruma de sus pensamientos y asiente mientras sirve
más pasta.
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—Te voy a extrañar —Se queja pareciendo estar
a punto de llorar. La observo con detenimiento
mientras una sonrisa se extiende por mis labios.
—Yo a ti, pero ya sabes que estos días se pasan
como rayo —Asiente, pero no parece convencida—.
Dime —pido tomando un sorbo de mi copa—, te
conozco más que nadie, sé que algo te pasa —Hace
un mohín, pero no dice nada—, ¿Tiene que ver con
el chico del ajedrez? —pregunto levantando y
bajando mis cejas.
Sus mejillas se enrojecen notablemente. —Creo
que va en serio conmigo, pero al mismo tiempo
tengo miedo de equivocarme.
“Siempre soy yo la que se enamora, la que se
ilusiona, la que espera, la que siente todo hacia una
persona que no siente nada. Siempre ha sido así,
¿Por qué esta vez sería diferente?
—Has salido con mucho idiota, y su
comportamiento no es tu culpa, el cómo ellos son
contigo habla de la clase de persona que son ellos,
no tú.
—Supongo…
—No debemos tener miedo a equivocarnos, hasta
los planetas chocan y del caos nacen las estrellas.
687
Vanesa suelta una ligera risa recargando su
cabeza sobre mi hombro. —¿Quién dijo eso?
—Yo, justo ahora —digo con una sonrisa
divertida, ella me observa entornando los ojos
haciéndome reír—. Bien, fue Charles Chaplin
Ambas reímos ligeramente.
—Eso no tiene sentido, los planetas son muy
pequeños a comparación de las estrellas y… —
Suelto una carcajada interrumpiéndola.
—Intentar siempre será mejor opción.
—¿Aunque me equivoque? —murmura viendo
hacia el frente.
Me encojo de hombros y asiento. —Aunque te
equivoques.
—Hoy me dará un regalo.
—¿Habrá condones de por medio? —Bromeo.
—Ojalá no, te imaginas si me embarazo, lo
amarro de por vida.
Abro la boca de par en par y niego. —No se te
ocurra embarazarte.
—No creo tener tanta suerte.
688
La observo anonadada al ver que no parece estar
bromeando.
—Estás loca —chillo consternada—, no has
terminado siquiera tu universidad, usa condón.
—Bieeeen —Por unos segundos ambas nos
mantenemos en silencio—. Iré por tu regalo —grita
levantándose de un salto. Me paro para ir por la
bolsa en donde yo tengo el suyo, mi teléfono está en
silencio, pero cuando me acerco veo que la pantalla
está encendida. Observo la barra de notificaciones,
tengo un par de llamadas de Mason y unos mensajes.
Decido ignorarlo y vuelvo a la mesa.
Vanesa entra corriendo con una bolsa en su mano.
—Ábrelo —pide emocionada. Tomo la bolsa y la
abro viendo a simple vista que se trata de una
sudadera negra, la saco y la extiendo dándome
cuenta de que tenía un estampado blanco. Tan
pronto como lo leo es imposible no soltar una risa.
—Póntelo.
—Dios, eres una tonta —murmuro entre risas
colocándome la sudadera. Se leía perfectamente
“Macovei’s wife” (Esposa de Macovei) en el centro
de esta.
689
Claro que Vanesa me regalaría algo así.
Ella toma la bolsa de su regalo y saca las dos
cajas que vienen dentro. Abre primero la más
pequeña, su boca se abre de par en par cuando saca
el pequeño collar con una bonita margarita en el
centro. Era algo sencillo, pero yo más que nadie
sabía cuánto amaba estos detalles.
—Pero —murmura viendo el collar—, te dije que
te había comprado una tontería de cinco dólares.
—Yo también te traje una tontería —Me quejo
apuntando la caja más pequeña—, pero cuando fui
por las cosas que faltaban lo vi y pensé en ti.
Inmediatamente un puchero adorna su rostro y se
lanza a mí envolviéndome en un abrazo. —Como te
amo.
—Me amaras más —digo alejándola para que
abra la otra caja, eso me había costado cero dólares,
pero sabía que le gustaría.
Cuando la abre el collar ha pasado a completo
segundo plano, suelta un grito que estoy segura,
hubiese asustado a cualquiera. Le pedí a Paxton algo
pequeño suyo, y me regalo la púa con la que tocaba
la guitarra, me sorprende un poco que Vanesa la
reconozca sin tener que decirle de quien es.
690
—Voy a enmarcarlo, te lo juro —exclama
mientras se pone de pie para colocarse el collar y
toma su teléfono, lo pone frente a nosotras y se giró
hacia mi obligándome a ponerme de pie. Nos
tomamos mil fotos como siempre, en todas lucíamos
ridículas, llenas de harina, glitter comestible y
partiéndonos de la risa.
Solo bastaron cinco minutos para que se volviera
viral una de nuestras fotos, ni siquiera importo que
ella fue la que lo subió, de alguna manera la
encontraron.
Pero por primera vez no importaba, estaba feliz
de tener a mi mejor amiga a mi lado.
Según mis cuentas Vanesa ya debió llegar, su
vuelo duraba aproximadamente tres horas y ella
salió en la mañana.
Vuelvo a marcar su número, pero no responde.
No me preocupo demasiado, porque sé que quizás
llego directo a descansar, ayer cuando yo me fui a
dormir ella continúo bebiendo, y después se fue con
su novio o lo que sea por su regalo sexual. Y en la
madrugada paso por sus cosas para irse al
aeropuerto.
691
Yo misma que no tome demasiado seguiría
dormida, si no fuera por Henry que me hablo hace
veinte minutos para pedirme que me acercara al
estudio por un asunto urgente.
En cuanto bajo del auto mi teléfono vibra en mi
mano anunciando un mensaje entrante de Vanesa.
“He llegado bien, pero estoy muy cansada, después
te hablo”
Frunzo el ceño porque no es propio de ella no
responder las llamadas, creo que el regalo no salió
tan bien, con la idea de dejarla descansar y
preguntarle después, le respondí simplemente con un
emoji y me adentré al edificio de Henry.
Mi teléfono vuelve a vibrar, abro el mensaje de
inmediato pensando que era Vanesa, pero es
Manson.
“¿Me estás evitando?”
Mi corazón bombea con fuerza, no puedo fingir
que no he visto el mensaje cuando ya lo he abierto,
así que me veo obligada a responder.
“No, solo estoy algo ocupada.”
Él responde de inmediato. “Me preocupo no
saber de ti. No hice nada por acercarme porque
692
sabía por Nate que tendrías una tarde con tu
amiga, no quería molestar.”
Suelto un suspiro masajeando mis sienes. “Estoy
bien.”
Respondo con simpleza guardando mi teléfono al
ver a Mary.
—Está en su estudio —dice en cuanto me ve y
me regala una de sus sonrisas amables. Asiento
yendo directo.
Como siempre Henry esta absorto en un cuadro
frente a él, el cambio de luz llama su atención hacia
mí de inmediato. Sonríe abiertamente dejando de
lado su pincel.
—Estás aquí —exclama con alegría mientras va a
su maletín y comienza a buscar algo en él.
Me siento en la silla frente a su escritorio —
¿Cómo estás, Henry?
—Harto, odio estas fechas, todos se ponen
excesivamente fastidiosos —Suelta con disgusto
mientras coloca una hoja sobre el escritorio y la
empuja hacia mí. Observo con curiosidad tomando
el papel entre mis dedos, está prácticamente vacía,
solo tiene un nombre y unos números en ella—.
693
Tengo un vuelo en unas horas, así que debo irme ya,
y como no te veré hasta dentro de semanas, quería
darte esto.
Boqueo como pez fuera del agua y elevo mis ojos
hacia Henry con admiración.
—Lo conseguiste —Expulso el aire de mis
pulmones contemplando los dígitos de la hoja.
—Por supuesto y es el correcto, ya lo confirmé
por mí mismo.
—Dios, gracias.
Henry sonríe y se pone de pie. —Y también, te
hablé por otro asunto —Apunta con su cabeza hacia
la puerta. Me paro y lo sigo mientras doblo y guardo
la hoja en mi bolsillo trasero—. Alguien está muy
interesado en conocerte, y generalmente no hago
este tipo de favores, pero su tutor es muy amigo mío
y me pidió este favor con mucha insistencia.
—¿Quiere conocerme? —pregunto con la
sensación de nervios instalándose en mi estómago.
Henry se detiene en una puerta. —Solo si tú estás
de acuerdo. Aunque si pides mi opinión, considero
que es bueno para tu carrera, comenzar a
familiarizarte con la gente del medio.
694
—Está bien.
—En ese caso… —Abre las puertas y ambos
entramos, pero no hay nadie, suelto una risa y él
rasca su cabeza—. Le había pedido que esperara por
ti en esta habitación, quizás se aburrió y fue a dar
una vuelta por el lugar.
—Lamento si me tarde —murmuro apenada.
—En realidad él llegó muy temprano —dice con
diversión. Observa el reloj de su muñeca y aprieta
sus labios—. Mierda, se me hace tarde, le diré a
Mary que ella se encargue ¿Sí?
—Claro, no hay problema —Sonrío cuando me
envuelve en sus brazos y me da palmaditas en la
espalda—. Felices fiestas Jude, te veré en unas
semanas.
—Tu igual Henry, gracias de nuevo y diviértete.
—Eso planeo —responde saliendo del lugar.
Tomo nuevamente mi teléfono y saco la hoja de
mi bolsillo. Mientras espero por Mary anoto el
número en mis contactos y abro los mensajes
escribiendo una explicación breve y concisa de
quien soy y lo que quiero. No puedo creer que
Henry de verdad lo ha conseguido. Solo rezo porque
695
no terminara con una denuncia por acoso o algo
parecido.
La puerta se abre de par en par, envié
rápidamente el mensaje guardando mi teléfono, me
giro con una sonrisa que queda congelada al ver a la
persona frente a mí.
—Douglas —su nombre sale como un susurro
tembloroso.
El aire se escapa de mis pulmones provocando
que mi pecho duela, doy un paso atrás, las náuseas
me invaden violentamente provocando un temblor
por todo el cuerpo, mi pecho comienza a subir y
bajar por mis fallidos intentos por encontrar aire.
Intento pasar saliva, pero el nudo en mi garganta es
demasiado grande.
Un fuerte mareo me invade cuando lo veo dar un
paso a mí.
—Creí que no tendría el honor de verte de nuevo
—Sonríe de lado mientras se gira para cerrar las
puertas —Me gusto tu regalo, el de la pintura, al
principio me moleste, pero me hizo recordar lo
apasionada que puedes llegar a ser, ¿Me has
extrañado Jude?
696
Niego sin poder hablar, observo a la puerta con la
esperanza de que esta se abra y entre quien sea, pero
no entra nadie, no pasa nada y los segundos se
alargan tortuosamente o al menos eso siento yo.
—¿Qué quieres? —gruño entre dientes
intentando ocultar mi nerviosismo, aunque es más
que inútil, estoy visiblemente desmoronándome
frente a él.
—Tengo un par de ideas, y todas te incluyen.
—Lárgate —vocifero tan firme como puedo.
Douglas sonríe, simplemente hace eso sin parecer
preocupado, más bien divertido. Niega chasqueando
la lengua con desaprobación. —¿Desde cuándo te
volviste tan malcriada? Habrá un par de cosas que
tendremos que corregir.
La puerta se abre y Marie entra por ella con una
botella de agua en su mano.
—Aquí está —habla hacia Douglas, su sonrisa
decae cuando me observa, ni siquiera dejo que hable
simplemente camino con rapidez hacia la puerta y
salgo sin mirar atrás. No me importa para nada
parecer una demente.
697
A pesar de mis piernas temblorosas, corro a
través de los pasillos ignorando las miradas curiosas.
Cuando llego a las puertas principales las abro de
golpe sintiendo el viento dándome directo a la cara,
tomo profundas bocanadas de aire, mientras llevo mi
mano hacia mi pecho sintiendo los fuertes latidos.
Las puertas se vuelven abrir y tan rápido como
las escucho siento una fuerte mano sobre mi
antebrazo. Me alejo como si su toque me quemara,
porque así lo siento.
—No quiero nada más que arreglar las cosas
contigo, podemos ser amigos si quieres —Su tono es
tan despreocupado que suena como un jodido
insulto.
—Tú y yo jamás seremos amigos Douglas, jamás
tendría a alguien tan vil en mi vida, yo jamás… —
Antes de poder terminar lo siento envolviéndome en
sus brazos, sus labios están sobre los míos, tan fríos,
tan secos. Un jadeo se escapa de mi boca y sacando
todas las fuerzas que puedo lo empujo logrando
liberarme de sus brazos, mi mano se eleva en el aire
y antes de siquiera procesarlo estoy estampándola
contra su cara.
La palma me arde, intento no mostrar cuanto me
duele, aunque él no hace ninguna mueca, veo como
698
su mejilla comienza a tornarse roja.
—Nunca más vuelvas a acercarte a mí —vocifero
girándome sobre mis talones corriendo hacia el
lateral del edificio, aquí hay cámaras de seguridad
así que sé que no se acercara, para mi suerte
confirmo que no me sigue, simplemente saca su
teléfono y comienza a hacer una llamada mientras se
sienta en uno de los escalones de la entrada.
Me recargo en la pared con la mano en mi pecho
y giro para ver a Douglas, el continua como si nada,
su mirada conecta con la mía y entonces sonríe,
mostrándome sus dientes, de esa manera tan
maquiavélica, tan suya y levanta su teléfono
apuntándome con el cómo saludo. En ese momento
mi teléfono comienza a sonar provocándome un
escalofrió, con algo de miedo lo saco del bolsillo.
El aire vuelve a mis pulmones cuando veo que se
trata de Vanesa, respondo su video llamada sin
quitar mi vista de la entrada del edificio.
—Lo siento por no llamar antes, acabo de
terminar de desempacar y estoy tan jodida, de
verdad, esta vez no miento, no volveré a tomar así…
—habla abruptamente, pero entonces se calla al
verme—, ¿Jude? ¿Qué pasa? —Su tono cambia
completamente a preocupación.
699
—Acabo de ver a Douglas —Explico con la voz
temblorosa, mi mano arde, me masajeo la palma
mientras vuelvo mi vista hacia atrás solo para ver
como desaparece entrando al edificio—. Vino a
buscarme con Henry, y él, él me beso yo no…
—¿Qué? —grita Vanesa al otro lado de la línea.
Ni siquiera puedo responder, mi agitada respiración
es lo único que sale de mí—. Ok, Jude, necesito que
respires.
—Estoy intentando —digo molesta colocando
nuevamente mi mano en mi pecho.
—Respira, tranquila, tomate tu tiempo —pide
calmada y lo hago.
Pasan por lo menos diez minutos cuando puedo
sentir mi respiración más pausada.
—¿Jude? —habla bajito, levanto la mirada hacia
la video llamada en curso—, ¿Le dirás a Alex?
Niego completamente.
—No quiero involucrarlo, para nada —Cometí el
error de involucrarlo cuando fuimos a destruir el
estudio de Douglas, pero no la haría esta vez.
—Creo que Alex debe saberlo —habla con la voz
temblorosa—, creo que debe saber de ese beso.
700
Niego masajeando mis sienes.
—Él no va a saber nada —digo decidida, guardo
silencio respirando hondo un par de veces más, con
la seguridad de la cámara observándome me recargo
en la pared dejándome caer al piso—, no puedo
involucrarlo, puedo afectarlo, yo… yo lo quiero —
Vanesa suelta un suspiro tembloroso—, creo que voy
a contarle todo —murmuro limpiando la lágrima
rebelde que escapa de mi ojo.
—No puedes hacer eso —dice Vanesa alarmada.
—Él lo entenderá, lo conozco, el no…
—No lo hará, Jude.
—Escúchame —pido—. Se como suena pero…
—Pero, nada —Me interrumpe— ¿Sabes que tan
grave es eso? Escondiste todo de tu propio hermano
que te ama y sabes que daría todo por ti por miedo a
lo que pensará, Alex podrá ser muy lindo, pero eso
es otro nivel, no lo entenderá —La confianza con la
que habla desmorona por completo mi seguridad—
Tu contrato con Isaac está a punto de expirar, él te
ayudará a borrar todo eso, solo debes esperar.
—No estoy se…
701
—Confía en mí esta vez, ¿Sí?, no quiero que te
lastimen otra vez.
Tomo otra bocanada de aire y asiento.
Bien, entonces solo queda esperar.
702
35 │ETERNO
♪ There’s certain things that I adore, and there’s
certain things that I ignore, but I’m certain that I’m
yours ♪
(Hay ciertas cosas que adoro, y hay ciertas cosas
que ignoro, pero estoy seguro de que soy tuyo)—
Certain Things. James Arthur.
No me sorprendió que Henry no se enterara de
nada, y que Mary no sospechara que algo andaba
mal cuando había sido obvio, de hecho, lo esperaba,
probablemente Douglas invento alguna tontería
convincente, de primera mano sabia lo manipulador
que podía ser.
Después de la desgastante situación con él había
decidido encerrarme en mi departamento, pero en
cuanto llegue a mi edificio, Nate estaba
esperándome.
—Isaac necesita hablar conmigo.
Me moví en modo automático y subí al despacho
de Isaac esperando todo excepto que estuviera tan
feliz.
Ni siquiera me observo del todo, simplemente me
arrojo unas hojas y una pluma y me pidió que
firmara.
703
—¿Qué es? —pregunto mientras leo el contrato.
—Por accidente se hicieron unos cargos extras a
tu cuenta, simplemente es que autorizas la
devolución de eso.
—¿Por qué se hicieron? —pregunto mientras
firmo al ver que si trata de eso. Isaac se encoge de
hombros, observando a través de su ventana
—Un imbécil haciendo mal su trabajo.
—¿Entonces es todo?
—Sí, puedes irte —dice tomando mis hojas.
Me giro y salgo del lugar tan pronto como me lo
permiten mis pies. Mi teléfono vibra en mi bolsillo
anunciando un mensaje entrante. Cuando lo abro me
quedo congelada. Solo eran dos palabras, dos
palabras que me emocionaron más de lo que hubiese
querido.
Henry había tenido razón, era el número correcto,
y había respondido.
Al llegar al lobby únicamente di dos pasos antes
de que sintiera como tomaban la capucha de mi
sudadera y me regresaban hacia atrás. Por la rapidez
con la que iba mi cuerpo salió disparado hacia atrás,
golpeando contra un duro pecho.
704
No tuve que verlo, su aroma llego a mí casi de
manera instantánea. Como siempre olía celestial,
aguanto mis impulsos de querer inhalar hondo.
Camina hacia atrás conmigo adentrándonos al
elevador.
—Me estás evitando —Siento su voz vibrar en mi
nuca mientras lo veo pulsar un botón, el elevador
comienza a moverse y entonces me gira sobre mi
propio eje, trago saliva obligándome a verlo a los
ojos. Coloca sus brazos a mis lados, atrapándome
entre ellos.
—Yo no…
—No fue pregunta —Me interrumpe con voz
tranquila. Hago todo lo posible para parecer normal,
pero Mason tiene un efecto en mí que es imposible
controlar.
No sé cómo evadir el tema, y al parecer Mason
no me dejaría hacerlo, así que simplemente dejo
salir la pregunta que me está matando de manera
abrupta.
—¿Tú tienes algo con Sophia? —Tan pronto
como las palabras son dichas, su ceño se frunce,
parece confundido después divertido.
705
—No —responde como si fuese obvio—, es mi
mejor amiga, pero nada más.
—¿Te gusta?
—¿Qué? —Esta vez sí que se aleja soltando una
risa divertida—. Jude ¿A qué viene todo esto?
—Responde, por favor —Pido, sintiéndome una
tonta.
—Por supuesto que no, solo una persona me tiene
fascinado, y esa eres tú.
—Yo solo… —Las puertas del elevador se abren,
el pequeño cubículo se inunda de inmediato de
muchas voces y tenue música. Reconozco el lugar
rápidamente, la primera fiesta post concierto a la que
habíamos ido Elliot, Vanesa y yo había sido aquí, en
este lugar. Donde justo todo inicio.
Mason envuelve su mano en la mía y tira de mí
sacándome del elevador, cruzamos el salón llegando
hasta un extremo en donde no hay gente y me coloca
frente a su cuerpo.
—Es una despedida, la mayoría de nuestros
empleados se irán de vacaciones, así que
acostumbramos a tener un tipo de fiesta pequeña —
explica para mí.
706
Mason se sienta y me jala sentándome en sus
piernas, recargando mi espalda en su pecho.
>>Dime —murmura en mi oído mientras abraza
mi cintura—, ¿De dónde salió esa idea?
—Recuerdo cuando ese actor en los premios
menciono a Sophia, tú actuaste como un loco,
estuviste a punto de golpearlo, desde allí pensé que
quizás tenían algo. No había pensado nuevamente
eso hasta antier, que te fuiste con ella y ni siquiera
me mandaste un mensaje para cancelar conmigo, me
dejaste esperándote y…
—¿Qué? —pregunto pareciendo confundido —
Antier me quede sin batería, por eso no te hable yo
directamente, pero me asegure de mandarte a
alguien para decirte que surgió un inconveniente, no
fui a esa fiesta con Sophia, fui por ella porque estaba
metida en un problema.
—Su padre dijo que…
Mason suelta un bufido y niega —Desde que su
padre nos presentó cuando yo tenía diez años tiene
la loca ilusión de que nos casemos —El niega
molesto mientras yo me sentía pasmada, la imagen
solo hizo que la bilis subiera por mi garganta—, y a
pesar de que sabe que ninguno de los dos aceptaría
707
algo así, continua con sus esperanzas. Desde que
supo de tu existencia te considera una amenaza para
sus planes, pero tú no cambiaste nada, el no querer
estar con Sophia es algo que tengo seguro desde
siempre.
>>Y no tengo idea de porque no te avisaron que
no podría venir por ti, pero lo investigaré, porque
incluso me aseguraron que ya estabas enterada —
Acaricia mi cabello de manera lenta y dulce
arrancándome un suspiro—. Lamento que hayas
creído que simplemente me importo una mierda,
pero nunca seria así.
Cierro los ojos sintiendo el cosquilleo que dejan
sus dedos a su paso. No tenía idea de quien había
dicho eso, pero algo me decía que todo fue
completamente intencionado.
Entonces lo había estado ignorando, por nada.
—Perdón por… —Sus dedos toman mi barbilla y
su boca silencia la mía con un beso. Cierro los ojos
disfrutando el momento.
De verdad me preguntaba si alguna vez me
acostumbraría a Mason, a sus besos, sus caricias, sus
miradas. Pero nunca tenía una respuesta, cada que lo
708
tenía cerca mi corazón bombeaba con fuerza sobre
humana.
Era como una droga, como mi droga personal.
—Sobre Michael, el chico de los premios, lo
odio, pero no es por celos, él es un ex novio de
Sophia, nunca lo trate mucho, pero era imposible no
verlo, Sophia es mi mejor amiga y él prácticamente
vivía con ella, era demasiado público, antes de ser
actor hacia videos de su vida, y aunque no comporta
ideas de no tener ni un segundo de privacidad, las
respetaba, pero siempre me molesto que usara a
Sophia, desde que salió con ella su popularidad
salto, así que constantemente se encargaba de
sacarla en sus videos, y no me importaba, pero yo
sabía cuan incómoda ella estaba con eso, pero no
hice nada, porque ella tampoco lo hacía, y en ese
tiempo dejamos de hablar, nos comunicábamos muy
poco porque si nos veíamos venía el idiota con una
cámara detrás.
>>Un día yo estaba con Levi entrenando y me
comenzó a llamar un vecino de Sophia ya que yo era
de sus contactos de emergencia, me dijo que la había
escuchado gritar, escuchaba golpes y gritos y nadie
abría, intente comunicarme con ella, estaba alterada,
llorando no podía entender nada, cuando llegamos a
709
su edificio los policías ya estaban allí, estaban
molestos porque fue una falsa alarma, porque todo
lo que estaba pasando era una jodida broma,
Michael creyó que sería muy divertido fingir que
alguien entraba a su departamento, que le disparaban
a él y después encañonarla. Cuando Levi y yo
llegamos, ella estaba en medio de un ataque de
pánico.
—Eso es horrible —murmuro encontrando a
Sophia a distancia, esta hablado con Paxton, ambos
se reían de algo que él dice.
—La quiero Jude, pero solo como una amiga y
ella a mí también me quiere del mismo modo, no
podía ser diferente.
Los ojos de Sophia se encuentran con los míos, y
allí está de nuevo esa mirada de celos y repulsión.
Giro hacia Mason y sonrío sin molestarme en
continuar viéndola, no me importa si él está
equivocado y su desinterés no es mutuo, no me
importa si ella si quería algo con él, Mason me
quería a mí, y eso era todo lo que me interesa.
Su teléfono comienza a sonar, me toma de la
cintura sentándome a un lado mientras responde la
llamada.
710
—Voy —responde rápidamente girando a verme
—, ¿Podrías esperarme unos minutos?, iré a
verificar algo. Asiento viendo cómo se pone de pie y
sale del lugar.
Rápidamente tomo mi teléfono recordando que
debo responder el mensaje pendiente, mando mis
datos y le pido algunos suyos para lograr cumplir mi
cometido. Esperaba que respondiera de nuevo y no
se arrepintiera.
No tengo tiempo ni siquiera de guardar mi
teléfono cuando Levi llega casi de inmediato
sentándose a mi lado.
—Hola —digo, pero él tiene su vista al frente,
parece estar pensando algo, después de unos
segundos carraspea ligeramente y habla.
—¿Puedo darte un consejo? —pregunta y yo
asiento prestándole atención.
>>Si quieres una relación sana no puedes hacer
eso —habla bajo, casi de manera imperceptible. Lo
veo confusa, sin entender de lo que habla—. Si algo
te incomoda o no te gusta deben hablarlo para
buscar solucionarlo, o simplemente si no quieres
hablar también debes hacer saber que necesitas un
tiempo a solas, el punto es la comunicación.
711
—Yo…
—No vine aquí a juzgarte Jude, vine a hacerte
saber algo de lo que creo que no eres consciente,
pero, cuando alguien está molesto y decide castigar
a la otra persona no respondiendo, ignorar o dejando
de hablarle, eso es maltrato psicológico —Me miro a
los ojos fijamente mientras sus palabras se quedaban
suspendidas en el aire.
—Yo… no tenía idea —murmuro sintiéndome
mal—, nunca quise…
—Está bien, no pasa nada —La sonrisa de Levi
es tranquilizadora—, todos hablan de las relaciones
tóxicas, pero nadie habla de lo difícil que es entrar a
una relación sana cuando estás acostumbrado a
comportamientos tóxicos. Son cosas que aprendes
con el tiempo
—Gracias Levi —murmure volviendo mi vista al
frente, es entonces cuando noto nuevamente la
mirada de Sophia en mí, sus ojos arden, incluso
volteando hacia otro lado puedo sentirla.
Entonces es cuando caigo en cuenta volteando a
ver a Levi, creo que nunca ha sido por Mason su
mirada de odio.
712
Mason llego en ese momento tomando mi mano,
intercambio un saludo con Levi y con un gesto me
apunta hacia un pasillo que reconocí de inmediato.
Se sentía como un déjà vu, recorrí de la mano de
Mason el mismo pasillo, las mismas escaleras, el
mismo camino que tomé cuando lo conocí por
primera vez.
Podía recordarme a punto de girar para volver a
la fiesta, podía recordar cómo me detenía por el
sonido de su guitarra, podía recordar la primera vez
que vi su mirada, podía casi escuchar su voz
<<¿Qué haces aquí?>>
Entramos al lugar y mi vista va directo al único
chico parado en el centro. Frente a él hay una caja
grande de la que salen varios cables e instrumentos
que no sé reconocer.
El chico trae colocado un cubrebocas y unos
guantes, la caja frente a él tiene puesto un plástico
trasparente. Encima de esto tiene cosas acomodadas.
—Necesito que te quites tu chaqueta —habla
directamente viéndome. Frunzo el ceño girando a
ver a Mason.
—Es un regalo para mí —explica como si nada
mientras se quita la suya.
713
—¿Qué clase de regalo? —murmuro haciendo
caso de igual modo y quitándomela. El chico se
acerca y extiende unos guantes frente a mí, me los
pongo aún con la duda bailando dentro de mí. Me
pide que me acerque a su caja y cuando veo la
máquina giro hacia Mason.
—¿Te vas a tatuar?
—Me vas a tatuar —dice como si nada recargado
en el sofá.
—¿Qué? —grito, quedándome estática— Estás
idiota, yo no sé hacer eso.
—Yo te enseñare —dice el chico frente a mí—,
vamos a practicar un poco, ven.
—No Mason, estás demente, deja que un
profesional lo haga, yo la voy a cagar.
—Es solo una palabra —Me interrumpe el chico
frente a mí como si no fuera nada.
—No puedo —digo firme—, y no lo haré.
—Jude, es solo una palabra —repite Mason, los
observo a los dos sin dar a crédito.
Me cruzo de brazos y doy un par de pasos hacia
atrás.
714
—Dije que no, y no me harás cambiar de opinión
en esto —Me muerdo el labio tratando de
contenerme, Mason abre la boca dispuesto a decir
algo más, así que lo interrumpo antes de que diga
cualquier cosa—. Dije que no y punto.
Estoy conteniendo con todas mis fuerzas el
impulso de temblar. Había practicado por una hora
con una piel sintética, pero los nervios no han
disminuido para nada.
El zumbido que hace la pistola me tiene en
completa alerta, Mason se encuentra recargado en el
sofá completamente tranquilo, el chico de los
tatuajes vuelve a esterilizar las cosas y limpia con un
jabón especial su piel, también ya ha transferido el
pequeño boceto con las ocho letras extendidas por su
cuello por debajo de su oreja. La palabra esta en
vertical.
El chico está parado a mi lado, viéndome
fijamente, limpia la tinta, y supervisa. Presiono la
punta de la pistola contra su piel soltando un ligero
suspiro. Sigo el trazo de las letras que yo misma
dibuje con seguridad. Aunque de segura no este
nada, pero no puedo estar dudando.
715
—Podría escribir mi nombre en este momento y
tú no podrías hacer nada —bromeo mientras me giro
para tomar más tinta. Mason sonríe mientras
envuelve su mano en mi cintura.
—No me molestaría —dice mientras me vuelvo a
girar volviendo a retomar las letras. Dejo de hablar
porque vuelvo a concentrarme.
No puedo creer que esté haciendo esto.
Yo estoy completamente tensa contra su cuerpo
en contraste él está tan relajado, me hincha el pecho
saber que confía en mí así. Su toque contra mi
cintura es suave, y más que distraerme me
reconforta.
Esto sería un total desastre si no supiera dibujar.
—¿Tus tatuajes tienen algún significado? —
pregunto distraída mientras estoy a punto de
terminar.
—Tengo uno compartido con los chicos, solo ese
tiene significado, y ahora el tuyo.
Cuando termino me giro hacia el chico que sonríe
y asiente. —Viste, no fue tan horrible —dice
mientras toma la pistola, me pongo de pie y dejo que
716
ahora él sea quien se acerca a Mason y haga lo que
tenga que hacer.
Toma un pequeño parche trasparente y lo pega en
la piel de Mason por encima de su tatuaje.
—¿Qué significa? —pregunto detrás de Mason
mientras él lo observa por un espejo.
El chico toma sus cosas y sale del lugar
dejándonos solos.
—Mi papá solía decir que existen cosas que
aunque son temporales, son eternas en esencia…
momentos, canciones, personas. Nunca lo entendí,
hasta ahora.
“Aeternum, significa para toda la eternidad.
—Mason… —murmuro llena de una emoción
embriagadora.
—Jude, me encantas, y he notado que, entre todo,
no sé qué es lo que más me gusta de ti, y no lo sé,
porque no puedo verlo, no puedo tocarlo, puedo
sentirlo, todos los días.
Sus palabras no hacen más que empeorar los
frenéticos latidos de mi corazón.
—No entiendo cómo es que tú…
717
El aire escapa de mis pulmones en cuanto lo
siento envolver su mano en mi nuca, jalándome
consigo. El contacto de su cuerpo contra el mío es
tan cálido, tan cómodo, no quiero nada más que eso.
Lo quería, lo sabía, era abrumador, abrasador,
paseando por cada poro de mi piel. Su aliento cálido
choca contra el mío uniéndose, sus labios caen sobre
los míos silenciándome, el beso es dulce, corto,
suave y después de unos segundos se vuelve más
explosivo, más él, justo como lo necesitaba.
—Jude, te quiero y no necesito que lo entiendas,
solo quiero que lo sientas.
718
41. Capítulo treinta y seis
36 │PREMONICIÓN
♪ I hope one of you come back to remind me of
who i was, when i go desappear, into that good
nigth, i’m taking it all for us, doint it all for love ♪
(Espero que alguno de ustedes vuelva para
recordarme quien era, cuando desaparezca, en esa
buena noche, estoy soportándolo todo por nosotros
dos, haciéndolo todo por amor)— All for us.
Labrinth+Zendaya.
Conseguir un vuelo de un día a otro había sido
extremadamente caro, pero valía la pena. Cuando
anoche me mando sus datos conseguí todo para que
hoy estuviera aquí.
—¿No quieres que te acompañe? —Mason
enarca una ceja mientras se recarga en el marco de la
puerta, observándome mientras yo mando un
mensaje. Niego sin verlo.
—Mi hermano cree que estamos pensando en
casarnos, necesito demostrarle que no somos tan
unidos —explico y el hace una mueca.
719
—¿Entonces el anillo que compre lo devuelvo?
—Giro viéndolo con el ceño fruncido, al ver mi
rostro él suelta una carcajada— Estoy jugando.
—No tardaré —prometo acercándome a él
plantando un beso en su boca.
—Aquí te veré entonces.
Salgo
de
su
piso
dirigiéndome
al
estacionamiento, a diferencia de lo que Mason
piensa, no me iré con Nate. No me preocupa que se
dé cuenta, probablemente para cuando lo note ya no
podrá hacer nada.
En su lugar me encamino rápidamente a la
camioneta de Aiden, cuando entro observo a Paxton
tras el volante con una sonrisa traviesa.
—Me estás usando y no de una manera sexual,
estoy
ligeramente
decepcionado
—bromea
encendiendo la camioneta.
Estoy nerviosa como la mierda, en este momento
no sé qué tan buena idea ha sido, pero ya no hay
marcha atrás. El camino fue rápido, especialmente
con Pax manejando como loco mientras canta
canciones a todo pulmón.
720
Cuando llegamos al estacionamiento baja
conmigo. Se coloca unos lentes de sol, una gorra de
beisbol y camina detrás de mí por todo el sitio. Me
divierte que Paxton ni siquiera pregunta, podría
estarlo arrastrando conmigo a una escena del crimen
y él, ni por enterado, solo me sigue.
Observo mi teléfono viendo el mensaje de que ya
ha llegado.
—Creo que debí traer un cartel con su nombre
porque no tengo idea de cómo voy a reconocerl…
—Paxton da un paso al frente quitándose las gafas.
Sus ojos brillan con curiosidad—, ¿Pax? —
murmuro, pero parece no haberme escuchado,
primero da un paso y antes de siquiera poder
tomarlo del brazo ya está caminado rápidamente por
el pasillo. Intento alcanzarlo, pero un paso de él son
tres míos.
—Paxton —grito llamando la atención de la
gente arrepintiéndome instantáneamente. Varios
voltean a vernos, entre ellos una chica que está
directamente en frente de nosotros bajando las
escaleras eléctricas.
Él se detiene frente a ella, tomándola por el brazo
con brusquedad. La chica jadea ligeramente
consternada, después de verlo parpadea sorprendida,
721
yo estoy igual. Llego a él y jalo su brazo esperando
que la suelte.
—Paxton —murmura tan suavemente que apenas
pude escuchar su voz. Doy un paso atrás cuando la
comprensión llega a mí.
Había contemplado la posibilidad de que se
arrepintiera, pero aquí está frente a nosotros, Monet.
La hermana de Mason.
Su cabello completamente negro cae debajo de
sus hombros, trae puesta una boina roja que
contrasta completamente con su cabello y su abrigo
blanco y negro. Sus ojos grises llaman mucho la
atención, quizás por sus cejas gruesas perfectamente
arregladas. Es más pequeña de estatura que yo, y es
hermosa.
Ella y Paxton han entrado en una burbuja
silenciosa, en la que no hay nadie más que ellos,
pero entonces levanta su mirada y me mira.
—Tú debes ser Judith —dice finalmente
extendiendo su mano hacia mí. Le devuelvo el
saludo mientras con la otra mano aprieto el brazo de
Paxton esperando que salga del trance al que ha
entrado y para mi suerte así lo hace.
—¿Por qué mierda…?
722
—Paxton
—interrumpo
sorprendida
al
escucharlo. Lo tomo del brazo y lo empujo hacia
atrás para que la deje pasar—. Lo siento —digo
viéndola—, solo está…
—¿Sabes cuánto ha sufrido Mason por tu culpa?
—habla Pax serio mirándola con molestia—
Lamento que hayas perdido a tus papás, entiendo
que duele como la mierda, pero Mason también los
perdió, no solo tú, y lo has castigado haciéndolo
cargar con el peso de unas muertes que no le
corresponden.
Me coloco frente a él, empujándolo suavemente
—cállate—pido entre dientes girándome hacia la
pelinegra que ve hacia el piso con un deje de
tristeza.
Paxton no dice nada más, se gira y sale del lugar.
Observo boquiabierta por donde ha salido hecho una
furia. En todo el tiempo que llevo cerca de él jamás
lo había visto tan enojado.
—Lo siento —vuelvo a repetir.
—Está bien —dice tranquila—, entendía que esto
podía pasar, actúe de manera inmadura y…
—Eras una niña, y Mason no te juzga, no lo hizo
y no lo hará.
723
Asiente con lentitud, suspira y levanta el rostro,
asintiendo nuevamente esta vez ya más segura. —
Estoy nerviosa —murmura soltando un suspiro.
Sonrío intentando darle ánimos.
—Todo saldrá bien —digo, aunque ahora no esté
tan segura.
Camino junto a ella, no trae consigo maletas, lo
cual me sorprende, pero quizás no piensa quedarse.
Desconozco completamente al Paxton molesto,
así que no puedo estar segura de que nos haya
esperado, después de todo, salió completamente
enojado. Sin embargo, lo hizo, la camioneta sigue
exactamente en el mismo lado, Paxton está sentado
en el asiento del piloto con su vista perdida al frente.
Cuando me acerco abro la puerta esperando que
diga algo, pero no lo hace. Monet sube detrás sin
decir nada. El silencio inunda el lugar de inmediato.
Él ni siquiera se mueva, ni enciende la camioneta, ni
hace nada, solo continua con su vista perdida.
Levanto la mano para tomar su brazo, pero antes de
poder siquiera tocarlo abre la puerta saliendo
disparado.
—¿Qué…? —Antes de poder decir cualquier otra
palabra, Paxton rodea el auto abriendo con fuerza la
724
puerta trasera, saca a Monet tomándola por la
cintura—. Paxton —Jadeo preocupada abriendo la
puerta, pero entonces veo que la tenía envuelta en un
abrazo. Me mantengo en mi lugar viendo como le
dice algo que la relaja visiblemente, ella de manera
cuidadosa rodea el cuerpo de Pax con sus brazos.
—Lo siento —Lo escucho decir. Cierro la puerta
para darles privacidad y espero que ellos hablen, eso
hicieron por unos minutos y después subieron a la
camioneta.
En cuanto Paxton estaciona la camioneta, gira
ligeramente intentando vernos a ambas. Ya no hay
rastro del Paxton enojado, ahora ha vuelto a su
habitual y peculiar personalidad.
—Bien, probablemente ya nos estén esperando,
ella se fue con mentiras, yo robe la camioneta de
Aiden.
—¿Qué? —decimos Monet y yo al mismo
tiempo.
—Dijiste que le habías pedido permiso a Aiden
—acuso.
725
—Si bueno, dije muchas cosas, no recuerdo —
baja de la camioneta y espera a que nosotras también
lo hagamos—, por eso entre por el estacionamiento
de empleados, hay cámaras en todos lados, pero por
aquí no nos verán entrar. Vamos.
Justo como Paxton dice, entramos por una zona
que nunca antes había visto, más desordenada y algo
descuidada. Algunos empleados nos observan con
curiosidad, pero no dicen nada a nuestro paso. Pax
saca su tarjeta activando el escáner del elevador y
presiona el piso de Mason.
—Debimos meterla en una caja —murmura
Paxton viendo a Monet.
Intento no reír, pero no puedo evitarlo, Monet
igual sonríe divertida. Cuando estamos a punto de
llegar se recarga en la pared deteniendo el elevador
abruptamente.
—Ya me arrepentí —murmura abrazando su
brazo contra su pecho.
—Tranquila —digo mientras Pax simplemente
vuelve a presionar el botón para que el elevador
continúe avanzando.
—Muy tarde para eso.
726
—Déjala que tome un respiro —me quejo, pero
no me hace caso, incluso se coloca frente a los
botones para que no los toquemos.
—Tuvo un respiro de años, yo creo que ha sido
suficiente.
Monet se pega a una esquina viendo a la nada, de
por sí su piel ya es pálida, ahora parece estar a punto
de desmayarse. Se pega tanto a la pared como si
quisiera volverse una misma con ella. Parece
nerviosa, incluso puede que algo más, puedo
perfectamente ver como el dolor cruza sus facciones
y sus ojos grisáceos. No la conozco, no puedo decir
nada al respecto de ella, pero en este momento
viéndola así podría asegurar que ella sufrió tanto
como Mason.
Cuando las puertas se abren yo soy la primera en
salir, Paxton se coloca entre las puertas para evitar
que estas se cierren, Monet, en cambio, continúa
pegada a la pared. Escucho a lo lejos las pisadas de
Mason.
Paxton estira su mano para tomar la de Monet le
da un ligero apretón y le susurro algo que no soy
capaz de escuchar porque yo ya estoy caminando
hacia el chico que me espera con las manos en sus
caderas.
727
Antes de que Mason pueda hablar, Aiden sale
detrás de él recargándose en la pared.
—¿Cómo fue su paseo? —pregunta cruzándose
de brazos.
—Choque un par de veces, pero logramos huir.
—Es mentira —aclaro de inmediato al ver sus
caras.
—Acompañe a Jude por el regalo de Mason —
dice Pax aun recargado entre las puertas. Gira hacia
el interior del elevador—. No es que te considere
una cosa, a pesar de que tengas el tamaño de un
llavero, sabes a lo que me refiero.
La risa de Monet es completamente tenue, dura
prácticamente un segundo, estoy segura de que mis
pisadas sonaron más fuertes, aun así, la sonrisa de
Mason se borra por completo de su rostro. Durante
un momento, Mason parece haber dejado de respirar.
No se mueve ni un poco, pero su vista va de Paxton
a mí.
—Ok, me perdí —dice Aiden viendo las miradas
compartidas, pareciendo genuinamente confundido.
Con zancadas grandes, Mason cruza el pasillo
yendo directo hacia el elevador y entonces se queda
728
inmóvil, su ceño se frunce, su respiración se vuelve
irregular, puedo ver perfectamente como su pecho
sube y baja como si le faltara el aire.
—¿Monet? —pregunta con una voz tan baja. En
ese segundo el pequeño cuerpo de su hermana sale
del elevador saltando a sus brazos, haciendo que
Mason se tambalee ligeramente hacia atrás por la
fuerza de su impulso.
Monet solloza contra su cuerpo mientras Mason
pareciendo haber salido de su impresión inicial, la
funde entre sus brazos, entierra su rostro en su cuello
y ya no puedo ver más, porque Pax se quita de las
puertas y camina hacia nosotros, en cuanto llega a
Aiden le entrega las llaves y enreda sus brazos, se
acerca a mi pasando su otro brazo por mis hombros
jalándonos consigo.
—Vayamos a ver una película, creo que
necesitaran tiempo.
—Paso —dice Aiden intentando liberarse de su
agarre.
—No—responde Paxton sin dejar de caminar,
arrastrándonos consigo, llegando rápidamente a la
habitación, aquí la voz de Mason y Monet no se
escucha.
729
Aiden se detiene y vuelve a soltarse del agarre de
Paxton.
—¿Cuál es el plan? —pregunta viéndolo
fijamente— Sentarnos a ver una película y fingir que
somos amigos?
—¿No lo somos? —cuestiona Paxton.
—No.
Yo tomo asiento en silencio, observándolos sin
entender.
—Aiden, eres un puto inmaduro.
—¿Vas a decirme que paso la noche de los
patrocinios?
—Ya te dije que nada, ¿Puedes dejar de joder con
eso?
—¿Así que quieres que crea que Isaac me pidió
que terminara con la visita con mi papá para que
fuera por ti a un hotel, yo solo, por nada?
—No lo sé, quizás ya se dio cuenta de que no hay
peligro en que estemos juntos, después de todo tú y
yo nunca podríamos tener ni una mierda.
730
Aiden toma a Paxton de la camisa del cuello y lo
jalo hacia él. Yo me hundo cada vez más en el
asiento.
Ay dios, ¿Qué está pasando?
—Yo pienso que él quería que viera algo que tú
no quieres que sepa.
Paxton lo empuja separándolo de él. A este punto
no sé si van a besarse o golpearse.
—¿Por qué me importaría lo que tú vieras si me
importas una mierda?
Ok, creo que van a golpearse.
—Claro que te importo —sonríe Aiden con
diversión—, al igual que tú me importas a mí,
después de todo eres como mi hermano.
La cara que hace Paxton al escucharlo me da
mucha ternura, parece herido.
—¿Esa de afuera es Monet? —habla Levi
emocionado entrando a la habitación—, ¿Está todo
bien? —pregunta en cuanto Ve la postura de Paxton
y Aiden.
—Ya deja de jugar y dilo, ¿Qué paso esa noche?
731
—¿Hablan del hotel?
Aiden gira molesto y sorprendido hacia Levi. —
¿Tú sabes?
—Tuvo una recaída, es lo que no quiere que
sepas, no pudo controlarse.
Aiden suelta un suspiro y sale con rapidez.
Paxton da un par de pasos con la intención de
seguirlo, pero Levi lo detiene tomándolo por el
brazo.
—Siéntate —Le ordena con voz autoritaria.
—Necesito…
—Pensar —termina Levi por él—, vas a pensar
como decirle que despertaste con alguien.
—Yo no…
—Lo se Paxton… pero sea lo que sea que haya
pasado, Isaac lo sabe, y es cuestión de tiempo para
que Aiden también, y lo más conveniente es que se
entere por ti…
Paxton se deja caer en los asientos a mi lado.
—Pero… ¿Desde cuándo estás aquí? —balbucea
Levi viéndome fijamente pareciendo contrariado.
732
Suelto una risa y carraspeo enderezándome en mi
lugar.
—Acabo de entrar —miento provocando la risa
desganada de Pax.
—Estoy jodidísimo —Se queja Pax elevando sus
brazos al aire.
Palmeo suavemente su mano intentando darle
ánimos.
Apenas había confirmado que Pax y Aiden tenían
algo, y ya parecía estar a punto de acabar.
El sutil movimiento de mi cuerpo elevándose en
el aire me despierta de inmediato.
—Lo siento —susurra Mason mientras me
acurruca contra su cuerpo. Él camina por los pasillos
oscuros sin problema alguno, como si no pesara
nada—, no quería despertarte.
En cualquier otra circunstancia ya le habría
pedido que me baje, pero estoy cómoda, así, entre
sus brazos. Con un ligero empujón abre la puerta de
su habitación y nos adentra en ella.
733
—¿Estás bien? —pregunto al ver sus ojos, están
inyectados de sangre, nunca lo he visto llorar ni de
cerca, pero parece que lo había hecho, incluso su
nariz luce un poco sonrojada, eso y tomando en
cuenta que cuando habíamos llegado aún estaba el
sol y juzgando por la tranquilidad de la noche
pareciera que había pasado mucho tiempo.
—Estoy perfectamente —murmura colocándome
sobre la cama acostándose a mi lado. Pasa su brazo
por debajo de mi cabeza y me envuelve hacia su
cuerpo—. Gracias —dice con su boca pegada a mi
coronilla.
—No hice nada —digo con honestidad—, no
tuve que convencerla, no tuve que hacer nada, ella
estaba ansiosa por saber algo de ti.
—Y no lo habría hecho si no fuera por ti, porque
yo no quería molestarla más, me dolía solo imaginar
que podría rechazarme de nuevo, pero aquí está,
conmigo nuevamente.
Acaricio con mis nudillos su suave rostro. No hay
parte de Mason que no me guste, en este momento
tengo tanta suerte, no solo es hermoso por fuera sino
por dentro, es tan noble y él parece no notarlo.
734
Antes había cometido el error de juzgarlo sin
conocerlo, pero la realidad me había abofeteado en
el rostro sin cuidado alguno. Y aquí estaba,
completamente enamorada del chico frente a mí.
—Jude… —habla en voz baja, la manera en la
que lo dice mi nombre, me pone en alerta, parece ser
algo importante.
—¿Si?
—Creo que me tomaré un descanso de todo —Lo
observo esperando que diga algo más—, ahora que
gracias a ti recupere a mi hermana no pienso
perderla, y sé cuan intensas puedes ser las personas
en este medio, creo que ahora tú también lo sabes.
Asiento comprendiendo, quizás no tenía ni por
asomo la clase de atención que tenía Mason, pero
por semanas había sido blanco de burlas, acoso y
odio. No era algo fácil de digerir. Aun ni siquiera
estoy segura de que pueda hacerlo del todo. Sigo con
miedo de entrar a los comentarios de cosas mías.
—Que sepan de ella es algo inminente, y más
ahora que está a mi lado, pero quiero atrasarlo lo
más que mis posibilidades me lo permitan.
—¿Cuál es tu idea? —pregunto elevando mi
mano de su rostro a su cabello, acomodando los
735
mechones rebeldes que caen en su frente.
—Tenemos algunas propiedades privadas, al
igual que la casa del campo, son propiedades que
están apartadas del ojo público, yo, sé que no puedo
huir para siempre, pero pensaba hacerlo algunos
meses —suelta un suspiro y mi corazón se estruja,
meses, él se iría por meses.
—Creo que es una buena idea —digo en voz
baja, porque, aunque dolía, esa era la verdad. Aquí
en la ciudad, incluso aunque no salieran del edificio,
sería cuestión de días para que la gente se enterara
de la existencia de Monet y comenzaran a acosarlos.
Me observa a los ojos por unos segundos, quizás
minutos, no tengo idea, perderme en la mirada de
Mason era algo particularmente sencillo. Vuelvo a
acurrucarme contra su cuerpo cuando creo que no
hablara más, deseando poder congelar este momento
en el que lo tenía entre mis brazos.
—Ven conmigo —pide de pronto con su boca
pegada a mi frente. Me alejo nuevamente para verlo
a los ojos sorprendida. Mi corazón palpita con
fuerza.
“Quizás es precipitado, pero, tengo un mal
presentimiento —murmura lamiendo ligeramente
736
sus labios. Mantengo mi vista fija en él prestando
atención a sus palabras—. Me siento tan bien en este
momento, tan en paz, pero es extraño, parece una
calma electrizante, el tipo de calma que viene antes
de una tormenta —Suelta un suspiro—, sé que es
una tontería…
—No lo es —digo rápidamente—, te entiendo —
respiro hondo.
Lo hacía de verdad, lo entendía, entendía
perfectamente de lo que hablaba, porque yo también
lo sentía. Yo, a diferencia de él, sabía que no solo se
trataba de una idea sin sentido, o una tontería tal
como él había dicho.
Era una premonición, mi premonición.
—Iría contigo al fin del mundo —murmuro
contra sus labios con la intención de distraerlo y
funciona. Me toma por la nuca y me besa con
ímpetu. Nos perdemos entre besos, caricias y
gemidos.
Cuando finalmente se duerme me coloco de pie y
tomo mi teléfono.
En la pantalla se podía leer el mensaje de Isaac.
737
“Esto está a punto de terminar, así que
necesitamos vernos”
Ni siquiera me moleste en responder,
simplemente lo borre y volví a la cama con Mason.
Esa noche no dormí. Solo lo observé intentando
grabarme a fuego sus facciones, es casi, como si
hubiera sabido que esa sería la última noche que
estaría allí.
Como siempre, quiero agradecerles por
permitirme tener parte de su tiempo al leer esto. Los
tqm <3
738
37 │El inicio del fin.
♪ This could be the end of eveything, so why
don’t we go somewhere only we know ♪
(Esto podría ser el final de todo, entonces, ¿Por que
no vamos a algún lugar que solo nosotros
conozcamos?— Somewhere only we know?. Keane.
En cuanto amaneció había regresado a mi
departamento. Quería darle a Mason y Monet
privacidad, llevaban literalmente años sin saber uno
del otro, necesitaban mucho tiempo a solas.
Para la tranquilidad de todos, la existencia de
Monet seguía siendo algo privado, me preocupaba
un poco que ayer alguien hubiese reconocido a
Paxton en el aeropuerto, no habíamos sido lo
suficientemente discretos, pero hasta el momento no
habíamos tenido problema.
Isaac y su mensaje se habían encargado de joder
mi ánimo, Vanesa no me había respondido más, así
que estaba sola.
El día estaba especialmente frío, así que tomé una
manta y me envolví en ella mientras veía televisión.
Ese era mi plan.
Isaac no había mandado otro mensaje, y no me
importaba si lo hacía, hoy simplemente no me
739
interesaba verlo.
Había decidido volverme una misma con mi
tristeza o con mi sofá, lo que pasara primero, y creí
que lo lograría, pero a mitad de la segunda película
sonó la puerta.
Observé con desconfianza y no hice ningún
ruido, esperando así que se fueran, pero no lo
hicieron. Cuando abrí la puerta quise cerrarla de
inmediato al ver a Mason frente a ella, tan guapo
como siempre dejándome sin aire.
Perfectamente vestido con esa ropa que se
amolda a su cuerpo haciéndolo ver como un sueño,
yo era otra historia, la razón por la que quería cerrar
la puerta, ni siquiera me peine el cabello, tenía
puesta un pijama de felpa que odiaba, pero era la
más calientita que tenía.
Mason sonríe ampliamente al verme.
—¿Qué haces aquí? —pregunto con los brazos en
jarra—, deberías estar con tu hermana.
—Créeme que no me he apartado de ella ni un
segundo, estoy dándole un respiro —dice mientras
toma el gorro de mi pijama y lo coloca en mi cabeza,
siento el calor de la vergüenza subir por mi cuerpo,
740
se perfectamente que de la parte superior colgaban
unas orejas que me estarían haciendo ver ridícula.
Mason a punto con su cabeza hacia afuera —
Necesito que me acompañes.
—¿A dónde?
—Ya lo verás —dice mientras toma mi mano,
pero yo niego.
—No veré nada, no iré a ningún lado de este
modo, y no me cambiaré porque estoy muriéndome
de frío.
Mason suelta una risa y me toma de la cintura
elevándome en el aire colocándome sobre su
hombro.
—Asegúrate
que
esté
cerrado
—dice
confundiéndome, entonces me doy cuenta de que no
habla conmigo, habla con Nate que esta parado a
unos metros de distancia. Pasa por nuestro lado
yendo a mi departamento, asegurándose de cerrar
mientras Mason me mete con el al elevador.
—Esto es secuestro —Me quejo sintiéndome
mareada por estar boca abajo.
—Definitivamente —responde Mason divertido.
Salimos del edificio y a lo lejos veo como hay unos
741
camarógrafos.
Genial, porque no había algo mejor que saber que
habría fotos de mí en una pijama ridícula sobre el
hombro de Mason. Me estremecí ligeramente al
sentir el viento frío, pero no duro mucho, en cuanto
entramos a su auto la calefacción ya estaba
encendida.
—¿Confías
fijamente.
en
mí?
—pregunta
viéndome
Asiento de inmediato, entonces Mason abre la
guantera y saca un antifaz con la visión obstruida.
—Póntelo.
—¿Qué estás planeando? —murmuro achicando
los ojos.
—Tú me diste mi regalo, ahora yo te daré el tuyo.
—¿Más? Es ridículo, ya me has dado suficiente.
—Te daría el mundo si me lo pidieras, porque es
lo mínimo que mereces —murmura acercando su
boca a la mía, planta un beso corto, casi
imperceptible, entonces toma el antifaz de entre mis
dedos y lo coloca. Me recargo contra el asiento y
espero mientras siento como nos movemos por la
ciudad.
742
La risa de Mason me pone en alerta.
—Pero que capacidad tienes de quedarte dormida
de la nada.
Aun con el antifaz sobre mis ojos me estiro sobre
el asiento. —No sé qué esperabas si tengo la visión
bloqueada.
No escucho su respuesta, pero si escucho como
sale del auto. Llevo mis dedos al antifaz e intento
apartarlo un poco, pero mi puerta se abre
sobresaltándome, Mason toma mis manos y me jala
consigo bajándome del auto pegándome un susto de
muerte.
—Aún no puedes ver —susurra mientras lo
siento moviéndose frente a mí, después siento como
me coloca algo encima, por el largo y la calidez, lo
reconozco de inmediato, me había puesto su
gabardina.
Lo cual agradecía, porque el frío me calaba
incluso con toda la felpa que tenía encima.
Entramos a un lugar, lo supe por el sonido de las
puertas cerrándose detrás de nosotros, y el evidente
cambio de temperatura.
743
Nos detuvimos un segundo y después un fuerte
crujido de madera sonó por todo el sitio, parecía que
otras puertas se habían abierto frente a nosotros.
Nuestras pisadas se escuchaban más fuerte de lo
normal. A juzgar por el eco parecía que estábamos
en un sitio amplio.
De pronto se detuvo, se colocó detrás de mí,
pasando una mano por mi vientre, apegando mi
espalda a su pecho.
—Esto no es tanto para ti —susurra en mi oído
lanzando escalofríos por mi cuerpo—. Al menos no
para tú yo actual.
—¿Qué? —susurre sin entender.
De fondo se podían escuchar ligeros crujidos y
movimientos, pero seguía sin tener idea de lo que
pasa a mi alrededor.
—Esto es para la pequeña delictiva de tu interior.
Entonces me quito el antifaz, mi vista es borrosa
tardo unos segundos en lograr enfocar, pero cuando
lo hago el aire se estanca en mi garganta. Estamos
en un anfiteatro, uno precioso, inmenso, y
completamente vacío, al menos en el área del
744
público, porque sobre el escenario había muchas
personas.
Una orquesta completa.
El hombre frente a nosotros levanto su mano y
cuando la bajo la música inicio. Mason había
recordado mi historia, mi tonta historia de mí
escabulléndome a los ocho años a un teatro durante
cinco minutos, lo mencioné solo una vez, y esa
noche habían pasado tantas cosas que no esperaba
que recordara ni una palabra de lo que dije. Pero lo
hacía.
—¿Cómo no lo olvidaste? —murmure casi de
manera inaudible. Mason se sienta sobre una de las
butacas y como si no tuviéramos un teatro
completamente vacío, me sienta sobre sus piernas
apegándome nuevamente a su cuerpo.
—Siempre te he prestado atención Jude.
Cada nota a nuestro alrededor se siente como una
caricia. La nostalgia sube por todo mi cuerpo,
escucharlos me hace recordar la primera vez que lo
hice, la primera vez que me enamoré del arte en todo
su esplendor.
Podía perfectamente ver a la niña de ocho frente a
mí observando impresionada, y algo asustada por
745
miedo a que la vieran. Todo era tan hermoso como
esa primera vez, excepto que esta vez nadie me
sacaría, porque esto estaba hecho para mí.
Tuvimos un concierto completo, solo para
nosotros, era un espectáculo precioso, mi atención
estaba completamente divida entre el escenario y el
chico que me tenía en su regazo.
En este momento soy la persona más afortunada
del puto mundo.
Los instrumentos sonaban con sincronía, había
algo en la música que me generaba una sensación
inexplicable, era lo más hermoso que había
escuchado en mi vida.
Entonces caí en cuenta de algo. Gire a verlo
molesta frunciendo el ceño. —No puedo creer que
me trajeras aquí vistiendo así —susurro alarmada
cubriéndome más con su gabardina, el calor corre
por todo mi cuerpo en cuestión de milisegundos—.
Me veo ridícula.
—Te ves hermosa —Ladea la cabeza
ligeramente, viéndome directo a la cara, su mirada
es brillante, se vuelve a reclinar dejando un suave
beso en mi cuello—, eres absolutamente hermosa.
746
La calidez de sus palabras me recorre por
completo, por primera vez en mucho tiempo creí los
cumplidos. No sonaban vacíos, sonaban sinceros en
sus labios.
Nunca he creído en las almas gemelas, nunca he
creído en el destino, no es que no creyera en el amor,
pero creía que nos vendían una imagen inalcanzable,
pero ahora todo eso se tambaleaba, porque, aunque
no tenía seguras muchas cosas, podía asegurar que
mi amor por Mason es la sensación más real y plena
que he experimentado jamás.
Me acerco a su rostro y beso uno de los lindos
hoyuelos que se marcan en su mejilla.
Desde que lo conocí, las mejores cosas que me
han pasado siempre van de su mano.
No estaba lista para perderlo, no estaba segura de
que alguna vez lo estuviera.
Estaba tan distraída, que no me di cuenta de que
él me veía de la manera en la que siempre había
soñado que alguien lo hiciera.
Pasar toda la tarde con Mason sonaba tentador,
pero sabía por Paxton que Monet lo estaba
747
esperando, así que lo obligue a dejarme en mi
departamento, me negaba a ir con ellos mientras yo
estaba en esta ridícula pijama.
Tuve que bajar con Nate, y aunque Mason no
estaba de acuerdo en no acompañarme a la puerta,
tuvo que dejarnos, al parecer se había corrido el
chisme de que Mason andaba por mi departamento y
los medios estaban haciendo de todo por intentar
acercarse a él.
No puede arriesgarse a llamar la atención, mucho
menos ahora que tiene a su hermana cerca.
Con cada paso que daba hacia mi departamento
me sentía en una nube, aún podía sentir mi cuerpo
entero vibrando por la sinfonía. Podía sentir sus
dedos sobre mi cintura, su aliento cálido golpeando
mi piel. Sus labios sobre los míos.
Mientras veníamos en su auto caí en cuenta de
algo.
Jamás había sido más feliz.
Pero Mason tenía razón, esto solo era la calma
antes de la tormenta, y mi tormenta estaba parada a
mitad de mi sala mientras sostenía la pieza del rey
del tablero de ajedrez de Vanesa.
748
—¿Divirtiéndote?
Contemple la idea de quedarme en la puerta
parada, como si eso de alguna manera pudiera
protegerme de cualquier cosa que pudiese decir.
—¿Cómo entraste?
Él sonríe divertido. —Tengo acceso a la
información de cualquier persona, ¿Cuán difícil
crees que es conseguir una simple llave?
—¿Qué quieres? —pregunto viéndolo caminar
por el departamento con toda confianza. Isaac señala
hacia una esquina, allí había un perchero nuevo, de
el cuelga una funda protectora negra.
—Es para ti, un regalo —menciona
tranquilamente. Intento mantenerme imperturbable,
no quiero que vea cuanto me afecta su presencia,
pero mi máscara se cae inevitablemente cuando
termina de hablar. ¿Un regalo? ¿El para qué me
daría algo?
>>Vamos, ábrelo, no seas grosera —Trago saliva
y me obligo a entrar al departamento, cerrar la
puerta y caminar hacia el perchero. En cuanto estoy
frente a el tomo el cierre y comienzo a bajarlo.
749
Dentro de la funda hay un vestido largo de gala,
ni siquiera le presto mayor atención me giro hacia
Isaac confundida.
—Esto…
—Es para mañana, para la fiesta de Ana Ford —
Se acomoda mejor sobre el sillón recargando sus
codos sobre sus rodillas—, este es de los mejores
trabajos de Cristina, es una pieza única.
>>Es una muestra de agradecimiento Judith, por
tus espléndidos servicios, servicios que ya no
necesitaremos porque el tiempo se acabó.
Mis labios se abren en un intento fallido por
tomar aire. Había estado temiendo esta
conversación, y aquí estaba. Ya ha acabado. Isaac
saca del bolso interno de su saco unas hojas y las
arroja encima de la mesa frente a él.
Ni siquiera tenía que verlas. Sabía lo que era, me
había memorizado todo, especialmente recordaba lo
que me dijo de la última hoja.
“Cuando el tiempo se acabe no te puedes quedar
ni un segundo más, no puedes acercarte,
comunicarte, hacer absolutamente nada. No te
quiero cerca. O destruiré tu vida por completo.”
750
Isaac me observa esperando alguna reacción de
mi parte, pero yo estoy pasmada.
>>Dilo —pide con voz lenta.
—¿Qué? —murmuro sin entender.
—Vamos, dime lo que estás pensando, dime que
no lo harás —Isaac niega con una sonrisa
maquiavélica—. Se perfectamente lo que me dirás,
ya casi puedo escuchar tu patético discurso sobre
cómo no te piensas alejar de Alexander, pero niña
solo te lo diré una vez, si tu no cumples tu parte del
contrato no solo puedo demandarte y quitarte
absolutamente todo lo que tengas, si no que, yo sí
que cumpliré la mía.
No respondo nada, no puedo, continuo en
silencio en la misma postura.
>>Se las estupideces que han estado haciendo
Judith, y lo que sea que tengas con Alexander tienes
que dejarlo y lo harás mañana durante el baile,
necesito fotos de ustedes distantes, peleando lo que
sea que provoque los rumores de su separación y
quiero que sea algo orgánico. ¿Entendiste?
La boca la tengo seca, mi garganta duele y mis
ojos arden. El miedo, enojo y odio están emanando
en mí de manera aparatosa. El golpe que da Isaac
751
contra la mesa me provoca un jadeo. —Mierda,
¿Entendiste sí o no?
—Vete —pido entre dientes, pero eso
simplemente provoca su risa seca. Se arroja
nuevamente contra el sofá lanzando sus brazos al
aire.
—Sabía que esto pasaría, lo sabía —dice como si
fuese de lo más divertido. Su vista vuelve a mí, me
ve duro y con odio—, por más que intentes adiestrar
un perro callejero, si le pones un plato de carne en
frente se lanzará sobre él —Chasquea su lengua
viéndome con un deje de asco.
>>No soy tan malo, sabes, estoy dejando que te
despidas, podría simplemente en este mismo
momento romperle el corazón diciéndole lo que sé
de ti, diciéndole quién eres en realidad, la basura que
eres y todo lo que escondes detrás de esa fachada —
Una sonrisa se extiende por sus labios—, estoy
dejando que seas tú la que lo dejes, por lo que
quieras, y así mantengas tu falsa imagen de
inocencia.
Se pone de pie moviendo entre sus dedos la pieza
del rey con la que aún juega, la lanza y la atrapa en
el aire.
752
>>Hoy no quiero que te acerques a Alex, y si él
se entera así sea de una palabra de nuestra
conversación, arrasaré contigo y con todo lo que
conoces.
Mi corazón late con una fuerza desenfrenada, sus
palabras calan hasta mis huesos, pero no tengo
miedo, esta vez no. Mason debe saberlo, y me
importa una mierda si se entera de mi pasado,
prefiero mil veces ser honesta con él a fingir solo
por protegerme. Incluso si al enterarse me odia, debe
saberlo, todo, esto no puede seguir así.
Giro a ver a Isaac cuando escucho su risa.
—Dios, casi puedo escuchar lo que piensas —
murmura sonriendo con diversión—, creo que tendré
que asegurarme que no vayas a verlo hoy —Toma el
radio de su cintura y lo enciende—, pasa —pide. En
ese momento la puerta se abre y entra la última
persona a la que quisiera ver aquí.
Elliot.
—Ya está hecho —dice hacia Isaac.
—¿Estuviste con Alex? —pregunta Isaac, Elliot
asiente sacando de su bolsillo un teléfono, el
teléfono de Mason.
753
Isaac lo toma ladeándolo de un lado a otro con
una sonrisa y lo mete a su bolsillo.
—Perfecto. Quédate en su puerta, no dejes que
salga —dice hacia Elliot mientras camina hacia el
tablero de Vanesa—. Ah, otra cosa —Se gira
viéndome directamente—, si involucras a Nate,
Levi, Paxton, Aiden o a quien sea los jodere peor
que a ti, lo que planeo hacer contigo si no cumples
es un chiste comparado con lo que les hare a ellos si
les mandas así sea un mensaje, y créeme lo sabré —
Con una sonrisa vuelve a girarse y con la pieza que
tenía en sus manos empuja la otra pieza del rey al
otro extremo del tablero provocando que cayera al
piso y se hiciera pedazos.
Con eso sale del lugar y yo me quedo
completamente estática en donde mismo. Mi
respiración es trabajosa y apenas puedo contener las
ganas de llorar.
—Jude —La voz de Elliot me pone en alerta. No
sé en qué momento dejo el marco de la puerta y se
acercó tanto, lo único que me tranquiliza un poco es
que la puerta está abierta de par en par y sé que las
paredes no son tan gruesas como para evitar que si
grito los vecinos me escucharán, de igual modo no
bajo la guardia. Acerca su mano lentamente a mi
754
rostro tomando mi barbilla elevándola para que lo
vea a los ojos—, solo para que conste, no me están
pagando extra, ni me están amenazando, lo hago
porque quiero, porque te lo mereces.
Escupe cada palabra de odio mientras con su
pulgar roza mi labio inferior, me atrae a su cuerpo
con fuerza, intento liberarme, pero con la misma
velocidad me empuja separándose de mí y con eso
se gira como si nada, lo observo agitada y
completamente confundida, pero entonces veo lo
que trae en su mano, mi teléfono.
Antes de cerrar su puerta me da una última
sonrisa y con eso sale del lugar dejándome
perturbada en el silencio de mi departamento.
755
43. Capítulo treinta y ocho.
38 | Fin del Juego.
♪ it feels like murder to put your heart through
this, i know I always said that I could never hurt
you, but this is the very very last time I’m ever going
to ♪
(Se siente como un homicidio poner tu corazón en
esto, se que siempre dije que nunca te lastimará,
pero es la ultima vez que lo haré) -Eventually. Tame
Impala.
Me asomé por la ventana viendo hacia abajo.
Estábamos en el séptimo piso, no había espacio para
equivocaciones, cualquier pisada incorrecta podría
acabar muy, muy mal.
El edificio continuo al nuestro tenía unas
escaleras a los laterales por las que podría bajar
perfectamente, pero esas escaleras estaban
aproximadamente a un metro de distancia.
Podía esperar, pero sabía que Isaac planeaba algo,
él no deja cabos sueltos, Nate una vez me lo dijo, y
confiar en que mañana yo haría exactamente lo que
756
él dice es un cabo demasiado suelto, es algo que yo
no haría, él lo sabe.
Necesito hablar con Mason ya. Tengo la horrible
sensación de que si espero para mañana será muy
tarde.
Estoy segura de que entraron desde antes a mi
departamento, no tengo idea de como lo hicieron,
pero no encontré mi laptop, tampoco encontré nada
en la habitación de Vanesa. Sacaron cualquier cosa
con la que me podría comunicar.
Las cosas ya estaban bastante mal, todo apuntaba
a que se pondría peor.
Tomo aire hondo y cruzo el marco de mi ventana,
coloco los pies en el borde que no sirve más que
para dar textura a la pared, mi pecho sube y baja y
por inercia bajo la vista sintiendo como mis piernas
tiemblan, levanto la vista rápidamente golpeando mi
espalda contra la pared, por mi movimiento brusco
uno de mis pies resbala, pero rápidamente vuelvo a
tener el equilibrio.
“Solo hazlo” grita mi voz interna. No puedo
creer que estoy haciendo esto.
Doy un paso alejándome del marco. Repito como
mantra “es solo un metro, es solo un metro, es solo
757
un metro”.
Doy otro paso largo y sin detenerme recorro el
pequeño espacio. Estoy a punto de caer, pero me
sostengo de los barrotes de la escalera evitando
cualquier accidente. Cierro los ojos sintiendo el
ardor en mis manos por la fuerza con la que caigo
hacia el frente.
Impulso mi cuerpo hacia arriba cruzando la
escalera, estando así al fin en el lado seguro. Suelto
un jadeo masajeando mis manos y pegando mi
espalda al frío de las escaleras.
Me coloco de pie rápidamente y comienzo a bajar
las escaleras corriendo. No me detengo en ningún
segundo.
Giro hacia el edificio solo para asegurarme que
todo esté tranquilo, y así es, incluso alcanzo a ver la
camioneta de Elliot estacionada, a él no puedo verlo,
pero sé que está allí.
Me coloco la capucha de mi suéter y giro hacia el
lado contrario de la calle en busca de algún taxi.
No hay posibilidades de que pueda entrar por la
entrada principal, pero gracias a Paxton conocía la
758
entrada trasera, la de los empleados. Quizás Isaac
puso en alerta a todos sus empleados, pero sé que lo
más importante para él, son las apariencias, así que
los trabajadores del hotel no tendrían ni idea de que
estaba pasando.
Así que enfundada con una falsa seguridad entre
al lugar con la frente en alto y una máscara de
indiferencia, justo como había hecho Paxton.
Algunas personas giraron a verme, pero para mi
suerte no hicieron nada. Las escapadas de Pax los
debe tener acostumbrados.
No podía subir por el elevador, no tenía ninguna
tarjeta, así que no tenía acceso a los últimos pisos.
Giré en busca de opciones y vi la puerta de las
escaleras, solo de pensarlo me dolían las piernas,
pero no tenía otra elección.
Rápidamente comencé a subir las escaleras, ni
siquiera levanté la vista sabía que eran muchísimas y
honestamente no me preocupaba, aunque si quería
llegar ya con Mason necesitaba unos minutos a
solas.
Tenía miedo de cómo lo tomaría, ni siquiera sabía
cómo le iba a decir todo, no me había preocupado en
pensarlo, solo actuaria. Todo esto me perjudicaría a
mí directamente, pero no me importaba.
759
Prefería eso, prefería ser yo la que terminara con
el corazón roto.
Los nervios, el miedo, la adrenalina hicieron que
el tiempo se hiciera más corto, en un segundo estaba
empezando a subir las escaleras y al otro estaba ya
frente a su puerta. Levante el puño, pero no fui
capaz de tocar.
Esto es lo mejor, así deben ser las cosas. Debo
hacerlo.
Cerré los ojos y levante el puño, pero nunca toco
la puerta, está ya se había abierto y frente a mí
estaba Aiden observándome serio.
—Yo…
Él se hizo a un lado y a punto con su cabeza al
interior. Entre viendo como cerraba la puerta detrás
de él, estaba a punto de preguntar si pensaba salir,
pero entonces vi la tableta frente a él. En ella
estaban abiertas las cámaras principales del piso.
Así que él ya me había visto desde que llegue.
—¿Y Mason? —pregunto con la voz temblorosa.
—No está —dice sutilmente mientras se sirve
más whisky o al menos eso parecía.
760
—¿En dónde está?
—En el sótano, Monet quería saber en dónde
ensayábamos —murmura mientras extiende hacia
mí el pequeño vaso, pero niego. Aiden ladea
ligeramente la cabeza y coloca el vaso frente a mí de
igual modo—, pareciera que acabas de correr un
maratón.
—No quiero tomar.
—Bien —Se encoge de hombros—. Necesito que
te vayas—, habla con firmeza.
Lo observo frunciendo el ceño —¿Qué?
—No te queremos aquí, Jude, ¿Sabes lo que
Mason planea hacer? —No necesito preguntar, solo
lame sus labios y continúa hablando—, irse. Él
quiere una vida tranquila para recuperar el tiempo
perdido con una hermana que no debiste traer aquí, y
por ti. Por ti está pasando todo eso.
“Todos nosotros te queremos lejos, solo viniste a
joder las cosas. Ninguno es capaz de decírtelo, pero
yo sí. Lárgate.
Sus palabras taladran mi cabeza, siento todo mi
cuerpo tambalearse, pero no me muevo, incluso si es
Mason quien me lo dijera lo pondría en duda, todo
761
lo que llegue a mí en este momento lo será, porque
sé quién es capaz de estar moviendo los hilos detrás.
—¿Incluso Levi? —murmuro hacia Aiden, él
asiente y yo sonrío—, ¿El mismo Levi que me
aconsejo hablar las cosas de frente para no caer en
algo tóxico?
Aiden se gira y comenzó a caminar hacia el
salón. Se sienta sobre este y recarga su cabeza sobre
el respaldo pareciendo cansado.
“Estás mintiendo —afirmo manteniéndome de
pie—, ¿Es Isaac? —pregunto, pero Aiden continua
en silencio con sus ojos cerrados. La frustración
escala por mi cuerpo al verlo tan pasivo—, Claro
que es él, por eso estabas viendo las cámaras, sabías
que yo vendría porque él te lo dijo.
—Judith —Suelta un
exasperación—, solo vete.
suspiro
lleno
de
—No Aiden, no nos puede tener amenazados de
por vida, no puede estar controlando todo a su
alrededor, tenemos que decirle a Mason, por favor
—murmure con la voz temblorosa—, sé que yo no
soy tu amiga, pero el sí es tu amigo y merece saber
la verdad.
762
Aiden me ve fijamente, ni siquiera parece haber
escuchado una palabra de todo lo que dije, continúa
sentado en el sofá simplemente saca unos audífonos
de su bolsillo y se coloca uno. Lo veo tomar su
teléfono y entonces una canción comienza a
reproducirse a través de los audífonos.
Observo con incredulidad como extiende el otro
hacia mí. —La música me relaja —dice con
simpleza. Unas inmensas ganas de agitarlo me
invadieron, quería que reaccionara, se pusiera de pie
y fuera corriendo conmigo a buscar a Mason. Solo
estábamos perdiendo tiempo.
Pero ahora que él estaba involucrado se convertía
en una pieza importante, porque en este caso no solo
sería mi palabra contra la de Isaac, seria nuestra
palabra y eso me ayudaría más, no es que no crea
que Mason no me creería, pero siendo
completamente honesta toda esta situación me da
algo de miedo, no sé cómo reaccione después de
todo lo que le escondí.
Así que haciendo acopio de toda mi paciencia me
siento a su lado tomando su auricular
colocándomelo. Una canción que no reconozco
suena de fondo. La melodía no hace más que
empeorar el manojo de nervios que siento dentro de
763
mí. Después de los segundos más largos de mi vida
me giro a verlo.
—Aiden —digo desesperada incorporándome un
poco para poder verlo a los ojos—, ¿Qué estamos
haciendo? —murmuro con los nervios de punta.
—Levi en mi lugar hubiese hablado con Mason
desde incluso antes de que tu llegaras —Asentí de
acuerdo sin entender exactamente a donde quería
llegar—, Paxton bueno el, después de escucharte
hubiese tardado menos de un minuto en estar de
acuerdo y estar subiendo en el elevador dispuesto a
decirlo todo —Inhala hondo y deja salir el aire de
sus pulmones—, pero Judith yo no soy ellos.
Lo observo con atención. Él sigue con su mirada
perdida.
“Yo no soy el héroe dispuesto a arriesgar todo
porque eso es lo correcto, yo soy el que mataría por
quien ama. Pasaría por encima de todo y de todos,
solo por él, sin detenerme a pensarlo.
Sus palabras son duras, entonces lo comprendí
todo, cerré los ojos dejándome caer por completo a
su lado. Mi corazón late con fuerza, casi podía
escucharlo.
764
—Está amenazando a Paxton —murmuro, su
silencio es la confirmación y así de rápido muere
mis pocas posibilidades.
—Lo lamento —dice Aiden viéndome al fin—,
no hay nada que pueda hacer por ti, porque tuve que
elegir, y lo elijo a él, por encima de cualquiera.
La crudeza de su honestidad me deja sin aire.
—Entiendo —murmuro sacándome el audífono y
entregándoselo —yo también tengo que elegir, y
rendirme significa elegirme, así que no lo hare, no
me puedo rendir —susurro colocándome de pie.
Aiden saca de su bolsillo una tarjeta, la tarjeta del
ascensor. Se encoge de hombros y me la entrega
mientras se vuelve a recargar sobre el respaldo y se
colocaba ambos audífonos.
Camino hacia el ascensor y escaneo la tarjeta de
Aiden esperando que este se abra. Nuevamente
vuelvo a estar sola, y por más miedo que eso me dé,
debo hacerlo. Mason no se merece nada malo.
Las puertas se abren y me sobresalté al ver a
alguien parado dentro del elevador. Un chico de
seguridad. Me regala una sonrisa cortes y asiente
hacia mí. —Isaac dijo que necesitarías quien te
765
llevara a tu departamento. Nathaniel te está
esperando en la entrada.
Ese hijo de perra.
Subo al ascensor sin responderle, simplemente
selecciono el último piso. El sótano.
Mis piernas se sienten como gelatina y mi cuerpo
esta notablemente temblando, tengo un nudo en la
garganta y el estómago solo me provoca náuseas y
entonces el radio del chico suena en su cintura.
—Pásame a Judith —La voz de Isaac suena
tranquila del otro lado. El chico obedece, y justo
como Isaac ha pedido me pasa su radio. Lo tomo, sin
embargo, simplemente lo dejo en mi mano sin
atender. La risa divertida de Isaac suena del otro
lado—, ¿Qué piensas hacer, cariño?
No respondo. Sé que su idea es intimidarme, pero
ya no puede hacerme nada con sus amenazas, no me
importa si tengo que destruirme a mí misma en el
proceso, voy a hablar.
—Te di la oportunidad de decidir cómo dejarlo,
pero que estés buscándolo cuando te dije claramente
que no lo hicieras para mí es que me estés retando,
¿Y qué crees? —Con cada segundo que pasaba su
766
fingido tono amable perdía fuerza— No me gusta
que lo hagan.
Un escalofrío me recorre la espalda, pero sigo
inmóvil viendo como pasa cada piso y ya estamos a
punto de llegar.
—Ahora te diré exactamente que le dirás, cada
puta palabra que uses para irte será algo que yo diga
algo que yo quiera —Su voz jadeante no hace más
que causarme repulsión—. Y entiendo, eres tan
predecible, tan jodidamente divertida que sé que
ahora dirás que no te importa que destruya tu
reputación.
“Así que, ¿Dime que piensas de qué destruya la
suya? Porque eso haré, no solo destruiré su carrera,
destruiré su puta vida, me encargaré de ensuciar
tanto su imagen que sus opciones se limiten a volver
a nacer, y si no tienes suficiente con eso, arruinaste
la sorpresa, esperaba que pudieras contenerte hasta
mañana, pero, mmm, ¿Cómo se llama la niña esa?
Monet, si claro, ella. Preciosa, ¿no? Muy bonita para
su propio bien así que le conseguí seguridad, ¿El
nombre de Sergio te suena? Tu amigo, Douglas me
paso su contacto.
Mi mano subió con rapidez y golpeo el botón
para frenar el elevador que estaba a un solo piso de
767
llegar al sótano, mi respiración agitada es lo único
que se escucha, de pronto el espacio se siente más
reducido de lo que es, el aire me falta y el calor
comienza a subir por mi cuerpo a pesar del frío del
ambiente.
La nauseas se elevan violentamente por mi
cuerpo. Presiono el botón del lobby y el ascensor se
mueve nuevamente. Isaac ya no dice nada más, le
entrego al chico su radio y en cuanto las puertas se
abren salgo corriendo sin importar quién me vea.
Corro fuera del edificio y voy directo al primer
bote de basura que aparece frente a mí y sin poder
controlar más las náuseas, vomito. Mi estómago
arde. Ni siquiera había comido nada, así que estoy
vomitando bilis.
Nate me alcanza corriendo casi de inmediato,
sostiene mi cabello mientras masajea ligeramente mi
espalda.
Cuando acabo me observa con pena. —¿Qué
paso? —murmura, pero no digo nada, no quiero que
termine sin empleo por mi culpa—. Vamos —
murmura sosteniendo mi brazo—, te llevaré a casa.
Me muevo en automático, mi cabeza a
desconectado en el momento en el que baje del
768
elevador, me siento como en una pesadilla sin fin.
Cuando llegamos a mi edificio ni siquiera me
molesto en ver a Elliot que está parado en la entrada,
evidentemente molesto y con los brazos cruzados
sobre su pecho.
Había terminado todo y Isaac había ganado.
Hooooy, hace dos semanas exactamente
decidí publicar este libro, y aunque al principio
quise borrarlo -casi de inmediato-, me alegro
haber tomado la decisión de dejarlo. Gracias a
todas las personas que están leyendo en este
momento, por sus interacciones, por llegar hasta
acá, y principalmente por permitirme formar
parte de unos minutos de su día, gracias por
acompañarme en este viaje de la mano de Judith
y Mason. <3 Odio repetir palabras pero, si de
nuevo: gracias. Los tqm.
769
44. Capítulo treinta y nueve.
39 | EL BAILE.
♪ Como no pude darme cuenta, que hay
ascensores prohibidos, que hay pecados
compartidos, que tu estabas tan cerca ♪ -Con las
ganas. Zahara.
—Mason no está de acuerdo en que lleguen
separados, pero dijo que respeta tu decisión.
También te mando a decir que había perdido su
teléfono, por eso no te ha hablado.
—Gracias, Nate.
—¿Estás bien?, ¿Jude?
—Necesito que cambies esa jodida cara, una
maquillista vendrá a arreglarte, y ten, léelo,
memorízate cada palabra. Y recuerda que esto tú te
lo buscaste.
—¿Linda, estás bien? Pareces algo distraída…
770
Observo mi reflejo mientras paso los dedos por
mi cabello, inhalo y exhalo repetidas veces.
El maquillaje en mi rostro luce impecable, se ha
mantenido en perfecto estado a pesar de que no he
podido parar de llorar.
Mi respiración es trabajosa, no puedo dejar de
tomar bocanadas de aire sin tener éxito, aún me
siento ahogada. Tengo la sensación de que el
oxígeno no llega a mis pulmones. Me obligo a
tranquilizarme y repito los ejercicios de respiración,
inhalo, exhalo y vuelvo a repetir el proceso.
La ventana que funciona de separación entre el
piloto y los asientos traseros comienza a bajar,
dejándome ver a un Elliot completamente irritado.
—¿Ya tuviste suficiente?
Lo observo con molestia e ignorando su
comentario cierro el espejo dejándolo a un lado.
>>Por dios, haces un jodido drama por todo.
—Vete a la mierda, Elliot.
—Necesitamos movernos, Judith —farfulla
mientras toma algo del asiento del copiloto y lo
771
arroja hacia mí—. Tranquilízate de una puta vez y
ponte esto.
Tomo el pequeño frasco entre mis dedos y leo el
instructivo. Es para los ojos. El maldito Isaac piensa
en todo, son gotas descongestionantes para reducir la
inflamación, para hacer que desaparezcan los ojos
rojos. Tomando un suspiro me coloco las gotas y
parpadeo permitiendo que cubran toda la zona.
El auto comienza a moverse y sé que en minutos
estaremos allí. Hemos estado estacionados por casi
treinta minutos cerca del evento, yo no podía
tranquilizarme y Elliot no podía dejar que me bajara
así.
Incluso antes de que Elliot me avise que estamos
por llegar, lo sé, la estructura es muy similar al de la
casa del primer baile al que fui con Mason, a
diferencia de la primera vez en esta ocasión si
permitieron medios, así que el lugar está atestado de
fotógrafos. El lugar luce hermoso y eso tiene que ver
con la decoración, parece sacada de un cuento de
hadas, tal como la invitación, todo el lugar está en
un estilo victoriano, incluso los guardias y la gente
del staff están vestidos en ese modo.
Respiro hondo viendo mi reflejo en la ventana,
me obligo a sonreír ampliamente justo como había
772
practicado, una lágrima cae por mi mejilla, pero la
limpio de inmediato, respiro hondo una vez más
enfocándome en la pequeña cadena de Mason que
brilla sobre mi pecho. La escondo dentro de mi
vestido mientras veo como un chico de traje se
acerca a la puerta y la abre.
Me arrastro por el asiento y salgo con su ayuda,
en el momento en él en el que pongo un pie sobre el
piso los flashes comienzan a cegarme.
—Ah, y Jude —habla Elliot, giro el rostro para
verlo—, recuerda que de ti depende que camino
tomara el futuro de Mason y Monet, sin presiones,
preciosa.
Hago de todo por no parecer asqueada y molesta,
simplemente sonrío de la manera más falsa que
puedo y me alejo ahogando mis ganas de querer
golpearlo.
La entrada son unas escaleras inmensas forradas
con una alfombra roja. Por todo el camino hay
antorchas con fuego. Tomo aire hondo esperando no
tropezarme, el vestido que traigo no ayuda mucho,
es largo y liso, se amolda perfectamente a mi
cuerpo, pero no de una manera asfixiante, puedo
moverme sin problema.
773
En cualquier otra situación me hubiese
enamorado de él, como siempre Cristina había hecho
un trabajo hermoso, había respetado el código de
vestimenta a la perfección sin hacerlo tan dramático,
el vestido en esencia es sencillo, la tela color crema
cae de manera lisa en mi cuerpo, sin embargo, toda
la atención se centra en la parte del busto dándole
más vista al escote en forma de corazón con
destellos dorados. Tuve que usar unos guantes color
crema que me quedaban por encima de los codos.
También Cristina había mandado una segunda pieza,
la cual es una capa igual de suave, igual de lisa, solo
tiene decoración en los hombros. El mismo tipo de
piedra que tiene el escote.
Es precioso y me hacía sentir en un disfraz, lo
cual por la situación lo siento adecuado.
Con cuidado camino por las escaleras, ignorando
los gritos con mi nombre, ignoro absolutamente
todo. Debería detenerme, pero no lo hago, solo
camino y para mi suerte llego intacta, sin ningún
tropiezo.
Ana llevó el código de vestimenta a otro nivel
porque todos los trabajadores están uniformados
hasta con pelucas blancas.
774
Una de las chicas del staff se acerca a mí y me
quita de los hombros la capa, me sonríe y me pide
que siga adelante. El lugar es una locura. Es
alucinante, está decorado con cuadros gigantescos
por todas las paredes, reconozco perfectamente el
trabajo de Henry todo esto tiene su firma no
impresa. Toda la luz viene de incontables
candelabros colocados a los laterales de manera
estratégica, el más grande e impresionante está justo
en el centro. Todo el lugar parece sacado de una
película y los invitados con su ropa igual. Incluso
hay un escenario en donde están tocando música
clásica.
Solo dando unos pasos siento una mano
envolviéndose en mi brazo, me relajo
instantáneamente al ver a Ana sonriendo.
—Luces hermosa Jude.
—Tu igual Ana —respondo y no miento, su
vestido es precioso, mucho más producido que el de
cualquier persona en el lugar, combina con toda la
decoración—, todo luce increíble.
—Me alegro de que te guste —Sonríe de manera
honesta.
775
—¡Ana! —Un señor algo mayor llega directo a
saludar, sonrío por educación y llevo mi vista al
frente mientras ellos platican animadamente.
El lugar está lleno, sin embargo, mi vista va
directo al segundo piso. Allí no hay más que tres
personas, y toda mi atención se va directo a Mason,
como si fuese un imán.
Nuestras miradas conectan y entonces me sonríe,
solo necesito ese ligero gesto para que mi corazón se
acelere. Luce increíblemente guapo como siempre.
Mason es un sueño, un sueño del cual debía
despertar.
Le veo decir algo a las personas con las que está
y comenzar a alejarse de ellos bajando las escaleras.
No es una sorpresa que Mason llame la atención.
Las personas a mi alrededor se giran solo para poder
observarlo fijamente sin discreción alguna, no los
culpo, yo también estoy hipnotizada.
Aun así no parece incómodo, ni siquiera parece
notarlos, solo tiene ojos para mí, solo me observa a
mí.
Puedo reconocer la canción que comienzan a
sonar de fondo “Forever young” de Alphaville, y tan
776
pronto las primeras notas de la canción son tocadas,
todo desaparece a nuestro alrededor.
No puedo ver ya a nadie, no escucho a nadie, solo
a él, solo a Mason.
Tan pronto como llega frente a mí, sonríe y se
inclina hasta que su boca queda a la altura de mi
oído. —Belle comme toujours —Su acento es
precioso, aunque intento no puedo evitar no soltar
un suspiro. Mason se incorpora un poco, pero se
vuelve a inclinar ahora a mi otro oído, cierro los ojos
cuando siento sus labios dejando un beso cálido
debajo de mi lóbulo—. Hermosa, como siempre.
Toma mi mano y sin previo aviso se gira y
comienza a caminar hacia el centro del lugar.
—¿Qué haces? —murmuro viendo como llama la
atención de las personas. Me hace girar en mi propio
eje y me suelta colocando una mano en su espalda y
otra extendiéndola frente a mi cuerpo.
—Bailar contigo —hace una ligera inclinación—,
si tú quieres, por supuesto —Suelto una risa
mientras tomo su mano. Se incorpora apegándome a
su cuerpo.
No tengo idea de como bailar, pero Mason si, y
seguirle el paso es fácil. Mi cuerpo encaja
777
perfectamente en el suyo. Recargo mi cabeza sobre
su pecho, escuchando los latidos de su corazón
mientras nos balanceamos al compás de la música.
Mason me separa ligeramente de su cuerpo y
toma mi mano haciéndome girar, dando una vuelta
por debajo de su brazo, haciéndome reír. Me vuelve
a alejar de su cuerpo sin soltar mi mano, eleva
nuestras manos hasta la altura de su rostro y besa
mis nudillos. Es fugaz, tierno y me derrite
completamente.
Entonces sin esperarlo me vuelve a apegar
elevándome en el aire tomándome por las piernas, su
risa es contagiosa y rápidamente me tiene riendo de
igual modo. En mi pecho se aglomeran los
sentimientos de anhelo, necesidad y tristeza, porque
no quiero alejarlo, porque no quiero alejarme,
porque lo quiero como a nadie.
Cuando me coloca sobre mis pies, dirijo mis
brazos hacia su espalda y lo envuelvo en un abrazo
mientras cierro los ojos, me grabo a fuego la
sensación de su cuerpo contra el mío, de la
sensación de mis manos contra su espalda, el sonido
de sus latidos.
Mi respiración se entrecorta, pero me obligo a
permanecer tranquila.
778
Abro los ojos solo para ver de reojo a Isaac
observándonos. Él levanta la copa de su mano y la
eleva hacia mí con una maldita sonrisa.
Me alejo de Mason solo para verlo dedicándome
una sonrisa preciosa, sus ojos brillan tanto que me
dejan sin aire. Mis piernas ni siquiera me responden,
solo me detengo y él hace lo mismo, su expresión es
remplazada por una mueca de preocupación.
—¿Qué pasa?
Tomo su rostro sin importarme quien nos esté
viendo y lo beso perdiéndome en la suavidad de sus
labios. Me dedico a disfrutar y memorizar cada
segundo, desde el roce de su lengua hasta la calidez
de su respiración. Lo beso como probablemente
nunca he besado a nadie, en medio de todo, en
medio de todos. Quiero decirle sin palabras lo que es
para mí, quiero que sepa que es lo mejor que me ha
pasado, la mejor persona que he conocido, mi
precioso y perfecto caos.
Mason se detiene, pero no se aleja y pega su
frente a la mía.
—Jude, te amo.
Sus palabras me dejan sin aire, mi pecho duele,
mis ojos arden y por más que intento controlarme,
779
no puedo hacerlo, el sollozo que escapa de mis
labios lo pone en alerta, toma mis hombros y me
aleja para poder verme a la cara. Antes de que pueda
decir algo, lo hago yo.
—¿Podemos hablar? —giro a ver a las personas
que nos observan con curiosidad—, A solas.
Mason ni siquiera lo duda, entrelaza nuestros
dedos y me lleva consigo escaleras arriba.
Esto es como un déjà vu.
Entramos al despacho de Brandon, parece casi
como el mismo en donde nos besamos por primera
vez. La puerta se abre y un chico de seguridad entra.
El mismo chico que me esperaba en el elevador para
llevarme con Nate ayer, lo reconozco.
—Disculpa, ¿puedes retirarte? —Pide Mason con
seriedad, pero el chico no se mueve.
—Isaac me mando a cuidarlos, con toda la prensa
haya afuera es una posibilidad que alguno se filtre
—habla él enlazando sus manos frente a su cuerpo,
la sangre me hierve, pero no hago nada por
moverme.
—Te he dicho que te vayas —El chico me
observa fijamente con la mirada fría.
780
—Es por seguridad —dice sin quitarme la vista
de encima—, señorita, ¿Le molesta? —pregunta
directamente hacia mí.
Me muerdo el labio de manera interna y me
obligo a mantenerme imperturbable.
—No —respondo con molestia. Tomo la mano de
Mason llamando su atención. Cuando se gira a
verme lo suelto.
Trago saliva dando un paso atrás, el dolor de mi
pecho no hace más que incrementar, mis manos se
sienten en extremo frío, entrelazo mis dedos en un
intento para evitar que Mason pueda ver mi temblor.
Respiro hondo jadeando ligeramente, no sé qué
me está pasando, pero por más que tomo aire no
puedo calmarme del todo.
—Yo… yo.
—Estás pálida, ¿Te sientes mal? —murmura
extendiendo su mano hacia mí, intentando tomar mi
mejilla.
—¿Puedes alejarte? —pido antes de que pueda
tocarme dando otro paso atrás. El dolor y la
confusión pasan por su mirada de manera tan
781
expresiva que es imposible no notarlo. Aun así, me
hace caso y da un paso atrás viéndome fijamente.
—¿Qué pasa? —pregunta con la vacilación
bailando en su voz. Comienza a jugar con su anillo
pasándolo entre sus dedos.
Todo esto es tan difícil, pero debo hacerlo. No
haré que su futuro se arruine solo por mí. Una
relación nunca valdrá la pena por encima de toda su
vida, de toda su carrera. Y Monet… nunca podría
vivir con la culpa si le pasa algo.
—Prometí que esperaría hasta que la fiesta
acabara, pero no puedo hacerlo más… —Mi voz es
débil, apenas y yo misma puedo escucharme, pero él
lo hace perfectamente. Alguien golpea la puerta,
pero Mason lo ignora, su vista esta fija en mí. Toco
mi pecho en busca de aire, mis dedos rozan su collar.
Llevo mis manos a mi nuca soltando el pequeño
broche. Lo extiendo hacia él, pero no lo tomo,
simplemente lo ve y después a mí me ve a los ojos.
—Habla, Jude.
—Creo que te hice confundir las cosas, y
realmente lo siento.
Durante un momento no dice ni hace nada,
permanece simplemente inmóvil en su lugar. Baja su
782
mirada por un segundo y vuelve a verme con fijeza.
—¿De qué estás hablando?
—Me quiero ir —susurre sin ser capaz de verlo
—, esta vez en serio, quiero acabar esto. Ya no hay
nada que me ate a ti, el contrato termino.
—¿De qué estás hablando, Jude? —repitió la
pregunta.
—De que yo no te quiero —Mi corazón duele tan
pronto como las palabras son dichas. Él sonríe sin
gracia y niega pasándose la mano por su cabello.
—¿Se supone que te crea, que dejaste de
quererme solo así? —Se detuvo y me observo con
seriedad—. No sé a qué estás jugando o que
pretendes, pero no soy idiota, el amor no puede
desaparecer de un día a otro.
—Ese es el punto Mason —digo las palabras
sintiendo la garganta ardiendo— yo nunca te he
amado.
Su gesto de dolor me parte por completo, debo
salir ya de aquí o me derrumbare por completo.
El chico detrás de Mason me hizo una seña para
que continuara. No puedo seguir conteniendo mis
783
lágrimas, así que sintiendo como resbalaban por mi
cara me obligo a verlo.
Esto es por él, esto es por él, esto es por él.
>>¿Sabes a lo que debo renunciar todos los días
por estar contigo?, No lo vales.
Mason no dice nada, continua allí, inmóvil y
aparentemente perdido en sus pensamientos. Mi
pecho duele cuando lo veo cerrar los ojos y bajar la
cabeza, cuando vuelve a levantar la mirada pude ver
las lágrimas surcando su rostro.
Siento mis propias lágrimas calientes cayendo
por mis mejillas. Esto duele tanto, duele peor de lo
que imagine. No puedo soportarlo.
Quiero mandar todo a la mierda, quiero lanzarme
a él y pedirle perdón mil veces de rodillas, pero no
puedo, no me permitiría arruinar sus vidas. No me
muevo, no me acerco por más que quiero, porque sé
que si lo hago estaría perdida.
—Entiendo que no me quieras, porque nunca
tuviste que hacerlo, pero no entiendo por qué
pretendías que lo hacías —dice con voz
dolorosamente baja—, ¿Por qué? Yo confié en ti,
Jude, ¿Qué estabas haciendo?, ¿Qué fue todo eso?,
¿Esas sonrisas, esas miradas, esas demostraciones
784
silenciosas? No vas a decirme que nada de eso fue
real, porque lo fue, yo lo sé y tú también lo sabes.
Mi garganta se agitó mientras contengo todo el
llanto que se arremolina dentro de mí. No puedo
hablar, solo niego. Él también lo hace.
“Te amo
—No lo haces —Suelto con voz jadeante—, no
lo haces… y no lo sabes por qué nunca…
—¿Por qué no fuiste clara desde el inicio? —
pregunta con la voz temblorosa. Él pareció estar
pensando y pensando, su pecho se agitó y levanto la
vista para verme nuevamente —¿Me equivoqué?,
¿Querías mantenerme cerca por quien soy, no? —Su
voz es apenas audible—, ¿Eso fue todo esto?
¿Dinero, fama? Lo mismo que todos ¿Eso fui para
ti?
Me quede callada sin responder absolutamente
nada, el dolor cruzo mi cuerpo como agujas
calientes, el aire está atascado en mi garganta, no
puedo formular ninguna palabra y mi silencio es
suficiente para deducir su respuesta.
Su mirada de dolor y desconcierto me lo
confirma.
785
La puerta se abre y por ella entro Ana luciendo
enfadada. Me ve fugazmente, pero su atención se
centra en Mason.
—¿Podrías darnos un minuto? —pregunta él
limpiando su rostro, pero Ana no responde,
simplemente se acerca a donde está, con su teléfono
en la mano.
—¿Qué…? —pero sus palabras se quedan en el
aire al ver lo que sea que Ana le esté enseñando.
Ana murmura algo que no logro escuchar.
—Supongo que tenías razón al decirme que no te
conozco —murmura Mason con voz áspera, casi
desconocida.
Ana frunce el ceño colocando sus manos en su
cintura. —Estuviste… —Comienza a reprochar
dando un par de pisadas hacia mí, Mason la toma del
brazo y la gira hacia él.
—Judith y yo hemos tenido una relación falsa
todo el tiempo —Aclara limpiando su rostro—. Pero
hoy se acabó.
786
No sé qué responde Mason, pero Ana
simplemente gira a verme por última vez y sale del
lugar. Mason deja el teléfono sobre la mesa, se cruza
de brazos y abre la boca para decir algo, pero la
vuelve a cerrar, niega y se gira caminando hacia la
puerta, con cada paso que da alejándose puedo sentir
mi corazón haciéndose añicos.
Lo hago por ti, quise gritar. Pero no lo hice.
—No tenías que amarme también, solo debiste
ser sincera —Toma el picaporte y se gira a verme
por última vez—. Al parecer, los ojos también
mienten.
“Supongo que fue lindo, mientras me lo creí.
Y sin decir nada más sale del lugar dejándome
sin aire. Sollozo sin poder evitarlo, lloro y lloro y
por más que intento controlarme nada parece
funcionar.
El chico de seguridad de Isaac toma su radio y
habla.
—Ya está hecho —dice sin más. Se acerca al
escritorio y gira el teléfono hacia su dirección, suelta
una risa y me ve de reojo—. Interesante —murmura
antes de salir del lugar
787
Me acerco al escritorio y con las manos
temblorosas tomo el celular, la bilis sube por mi
garganta cuando veo la nota abierta en él. Éramos
Douglas y yo en el estacionamiento del edificio de
Henry, él estaba besándome. Había sido un segundo,
solo eso y después le di una bofetada; sin embargo,
en la nota solo se podía ver el beso.
Mi respiración se agita y un mareo me invade,
¿Cómo había sido esto posible? Ese beso había
durado solo un segundo y la persona que tomo la
fotografía pudo ver claramente lo que estaba
pasando.
Salí corriendo del despacho, no pensaba permitir
que Mason creyera que eso era real, ignorando las
miradas lascivas que me mandaba la gente, comencé
a bajar las escaleras buscándolo, lo busque entre la
gente, no me detuve sin importar cuanto escuchaba
mi nombre, entonces pude verlo, caminaba a la
salida trasera con Levi. Corrí entre las personas,
pero antes de cruzar la puerta me detuve
abruptamente.
Con el pecho agitado, los ojos llorosos y el alma
rota di un paso atrás. ¿Qué se supone que iba a
decirle? Si ya le había dicho que no lo quería.
788
Alguien me tomo por el brazo y me empujó hacia
la puerta abriéndola para nosotros. Me giro y veo a
Brandon.
Cuando salimos ya no está Mason, únicamente
alcanzo a ver el polvo que deja el auto de Levi a su
camino, y como dos camionetas de fotógrafos lo
siguen igual de rápido.
Brandon camina conmigo hasta una camioneta
negra, abre la puerta del copiloto y con la cabeza me
pide que suba, hago caso mientras él rodeaba y sube
al lado del piloto.
No enciende la camioneta, tamborilea los dedos
sobre el volante mientras suelta un suspiro, se pasa
las manos por el cabello e inhala y exhala hondo,
aun con la vista al frente habla:
—Te debo sacar de aquí Judith, la seguridad de
los chicos no te podrá llevar y no serás capaz de dar
un paso sin que los medios se vayan encima de ti.
—Gracias —murmuro como puedo. Después de
unos minutos enciende la camioneta y comienza a
conducir a la dirección que le di.
El silencio es peor que incómodo, casi mortal.
—Brandon…
789
—Judith, por favor no digas nada —Pide con voz
baja pero firme.
Me trago mis palabras mientras veo hacia el
frente.
El celular de Brandon comienza a sonar, en la
pantalla se lee el nombre de Ana, sin embargo, no
responde, corto la llamada y casi en el mismo
momento comienza a entrar una nueva.
Con un suspiro, Brandon toma la llamada.
—¿Qué pasa? —Espera en silencio unos
segundos y suelta un suspiro de cansancio— La vine
a traer a su departamento, sé que estás molesta, pero
no puedo solo dejarla tirada allí, tu viste como se
pusieron los medios a fuera, es peligroso y… —
Frena abruptamente, suelto un grito por la
impresión, mi cuerpo se lanza hacia el frente, el
cinturón detiene mi casi inminente golpe, un carro
de los que va detrás pita su claxon mientras que por
pura suerte nos logra esquivar.
Giro a verlo asustada, pero él sigue escuchando
—Respira Ana —Pide—, necesito que te calmes —
Se mantiene en silencio unos segundos, pero
entonces toma el volante y lo gira haciendo que
demos una vuelta en “U”.
790
Cuelga la llamada y comienza a buscar un
contacto en su teléfono, El nombre de Isaac ilumina
la pantalla.
La llamada fue respondida al instante, sin
embargo, Isaac no la atiende, continúa gritando
órdenes.
—Necesito un equipo de inmediato —Vocifero
del otro lado. Se escucha mucho movimiento y
después de unos segundos responde—. Brandon…
—Necesito que seas exacto.
—No puedo serlo, no tengo idea nada, solo sé
que provocaron que Levi perdiera el control del
auto.
Mi mundo entero se detiene tan pronto como sus
palabras son dichas. Giro a ver a Brandon asustada,
esperando que mi imaginación solo me esté jugando
una mala pasada. Pero la seriedad de su rostro solo
me confirma que todo es real.
Un frío me recorre toda la columna, mis manos
comienza a sudar y temblar.
—Aún no tengo información segura, pero
algunas personas iban siguiéndolos, ellos
provocaron el accidente, otra camioneta iba detrás
791
de ellos grabando todo y…—La voz de Isaac es
agitada parece estarse moviendo con prisa—. El
video es corto, pero fue malo, muy malo. El lugar
era un baño de sangre.
Dejo de respirar sintiendo como el pánico se
dispara por todo mi cuerpo.
—¿Cómo están ellos? —pregunta Brandon con la
preocupación grabada por toda su cara.
La respiración de Isaac es pesada. —Es crítico…
—Carraspea ligeramente buscando las palabras—
como te dije, en realidad no tengo información
exacta, ni siquiera sé si estén bien o que mínimo
alguno siga con vida, no sé absolutamente nada.
El corazón se me contrae dolorosamente en el
pecho. Mi cuerpo está entumido por completo y el
sabor salado de mis lágrimas me inunda la boca.
Cada latido se siente dolorosamente.
Y con la posibilidad de la muerte, mi mundo se
rompe en pedazos.
Como amante del drama debo decir que este
es de mis capítulos favoritos ahsja<3
792
40| TRAICION.
♪ We were too close to the stars, i never knew
somebody like you ♪
(Estábamos demasiado cerca de las estrellas, nunca
conocí a alguien como tu) -Reflections. The
Neighbourhood.
—No me pienso mover de aquí.
—Señorita Bennet, las instrucciones fueron
precisas —habla el chico de seguridad que me tiene
atrapada entre la pared del estacionamiento y la
camioneta a la que se supone que debo subir.
En cuanto llegamos al hospital el equipo de
seguridad ya lo había hecho, uno de ellos estaba
esperando en la entrada, Brandon pidió que me
llevara a casa e ignorando mis gritos se adentró
rápidamente al hospital.
El lugar esta acordonado, la policía había tenido
que llegar para controlar a la gente y mantenerla
fuera de la zona, no sé cómo se había corrido tan
rápido la noticia, pero el lugar ya está rodeado de
medios, fans, y más gente alrededor. Por eso no
podía irme, no habría manera de entrar. Debía
aprovechar que ya estaba dentro.
—¿Al menos tú sabes sí…?
793
—No estoy autorizado a dar información.
—Hijo de… —A lo lejos reconocí a Nate con un
grupo de chicos entrando al hospital—. Bien —
murmuré entrando a la camioneta. El chico suspiro
con alivio y rodeo la camioneta. Cuando abre la
puerta del piloto me bajo de un salto y corro hacia la
entrada.
El chico con un bufido corre detrás de mí
alcanzándome casi de inmediato. —Estás haciendo
un espectáculo.
—Nate —grito sin importarme—, Nathaniel.
Suelto un suspiro cuando lo veo girar hacia mí y
trotar hacia donde estoy. —Cálmense, la prensa está
allí —Nos regaña en cuanto llega a mí
sosteniéndome de los brazos.
—Ella no quiere subir al auto, Brandon pidió que
la llevara, pero no coopera.
—Suéltala. Yo me encargo.
—Pero… —Nate levanta una ceja y el chico me
suelta levantando las manos al aire—. Bien, pero si
tiene que haber un despedido serás tú.
El chico con fastidio se gira y se va.
794
—Por favor Nate, necesito saber cómo están…
Nate se quita el saco y me lo pasa para que me lo
coloque.
—Mira nos acercaremos y preguntaremos de
manera discreta, en cuanto nos den la información
permitirás que te lleve sin lucha ni trucos. Asiento
varias veces con la desesperación corriendo por mis
venas.
Sigo a Nate hasta el quinto piso, bajando del
ascensor, las náuseas golpearon mi estómago al leer
las letras “UCI”. Estábamos en la unidad de
cuidados intensivos.
Antes de girar por el pasillo Nate se detuvo y
volteo a verme
—Es mejor que esperes aquí, voy a preguntar a
los compañeros que están con ellos.
—Bien.
Lo veo caminar y desaparecer al dar vuelta, la
presión en mi pecho solo se hace más grande
conforme pasa cada segundo. Las ganas y necesidad
de ir corriendo por donde se fue Nate es casi
incontrolable, sin embargo, sé que el afectado será
795
él, así que como puedo me quedo parada justo en
donde estoy.
—¿Judith? —doy un salto en mi lugar al escuchar
la fuerza de la voz—, ¿Qué mierda haces aquí? —El
frío sube por mi espalda al notar su mirada molesta.
Su postura irradia furia, y es notable por la forma en
la que aprieta sus puños que se está conteniendo.
Paxton jamás se había mostrado así de enojado
conmigo y es honestamente atemorizante, toda su
camisa está deshecha y llena de sangre, el escalofrío
sube por mi espalda al verlo.
—Quiero saber cómo están, eso es todo, por
favor, solo quiero saberlo.
Paxton toma aire hondo y asiente. —Mason está
bien, tuvo una contusión, y heridas de las que ya se
encargaron, así que está bajo control, él está siendo
atendido en otro piso, ahora que lo sabes, vete —La
seriedad de su voz me deja sin aire. Es doloroso
escucharlo así.
Mi cuerpo se relaja un poco al escucharlo, él está
bien. Pero la preocupación no se evapora. Solo es
cuestión de unir cabos para saber lo que significan
sus palabras, y saber de quién es toda la sangre que
Paxton tiene en su ropa.
796
Levi.
—¿Cómo…?
Unas fuertes y rápidas pisadas suenan por todo el
pasillo alertándonos a ambos, no soy capaz siquiera
de terminar de girar del todo cuando siento mi rostro
siendo golpeado con fuerza lanzándome hacia un
lado. El ardor de la bofetada arde en mi mejilla,
incluso siento el sabor metálico de la sangre
emanando de mi boca.
La fuerza del golpe pudo hacerme caer de manera
estrepitosa, lo único que evito mi caída fueron los
brazos de Paxton.
—Lárgate de aquí —El grito de Sophia resuena
en todo el lugar—. Lárgate ahora mismo, hija de
puta, no puedes ser más cínica —Paxton me gira
colocándose en medio de ambas funcionando como
barrera. Me suelta dándose la vuelta quedando de
frente a ella.
—Sophia…
Los ojos de ella están inyectados de sangre, su
mirada aguosa viaja por toda la camisa
ensangrentada de Paxton, suelta un sollozo
silencioso y su cuerpo tiembla visiblemente.
797
—Dime que está bien, por favor —El miedo se
filtra por su voz. El cuerpo de Paxton se pone rígido.
—Están haciendo lo que pueden —susurra casi
sin voz.
—¿Lo que pueden?, ¡Eso no es suficiente!
Necesitamos trasladarlo de inmediato, ¿Qué mierda
está haciendo el inútil de Isaac? Pidan ayuda aérea,
lo que sea necesario. Quiero a los mejores doctores
del puto país.
Pax niega bajando la mirada. —No podemos
sacarlo de aquí, está en cirugía de emergencia.
Sophia se tambalea hacia atrás pareciendo
derrotada. —¿Qué?
—Mason dice que Levi giro el auto para que todo
el impacto lo recibiera él… Y así fue.
—¿Emergencia?
—Una de sus piernas quedo prensada, sus huesos
quedaron hechos pedazos, ya no había nada que
hacer… En este momento están amputando para
poder salvarlo.
Las palabras me golpean dejándome sin aire.
Paxton se lanza hacia el frente tomando a Sophia
entre sus brazos evitando que caiga al suelo, su piel
798
blanca se vuelve preocupantemente pálida.
Comienza a caer, pero Paxton no la suelta y termina
en el piso abrazándola con fuerza contra él.
Unos dedos se envuelven en mi brazo
obligándome a caminar, llegamos al ascensor y lo
último que puedo ver es a Sophia sollozando contra
el pecho de Paxton.
—¿Estás bien? —pregunta viendo directo a mi
boca una vez salimos del hospital. Yo asiento
mientras veo como saca un pañuelo de su saco y me
lo entrega. Lo tomo sintiendo como la tela arde al
tocar mi rostro.
Nate suspira y masajea su cabeza.
—El pronóstico de Levi es muy malo —dice
mientras subimos a su camioneta. Cierro los ojos
dejando que una lágrima resbale por mi mejilla—,
Paxton fue el primero en llegar y no pudo sacarlo del
auto, no podía respirar por sí mismo, así que
sospechan que se rompió algunas costillas, está en
cirugía así que no podemos saber aún mucho,
Alexander está dormido, lo tuvieron que sedar
porque no se dejaba revisar, no quería separarse de
Levi. Sin embargo, sé que esta fuera de peligro.
799
Observo a través de la ventana las luces de la
ciudad. Lo último que quiero es irme, pero sé que es
lo mejor.
Cuando llegamos a mi edificio no soy capaz ni de
ver a Nate. Elevo la vista a mi departamento notando
todas las luces encendidas. La rabia sube por mi
cuerpo al saber que Elliot o Isaac estuvieron allí, ya
que yo siempre apago todo antes de salir.
—Gracias —murmuro tomando mi bolso. Él al
parecer tampoco sabe que decir, ya que se queda
callado.
Salgo de su camioneta y entro a mi edificio,
sintiéndome peor que muerta. Mientras espero que el
elevador se abra, observo mi reflejo en las puertas y
me doy cuenta de que no solo me siento, me veo
fatal… El maquillaje por fin cedió y tengo manchas
negras bajo los ojos. El efecto de las gotas ha
desaparecido, mis pupilas lucen más rojo de lo
normal.
Una sombra aparece detrás de mí, giro asustada
viendo al vecino, Leo, quitándose los audífonos, no
debo decirle que no estoy de humor porque parece
saberlo, se queda en silencio tomando sus manos
frente a su cuerpo.
800
—Intente buscarte estos días… —murmura
detrás de mí.
—¿Para qué?
—El paquete que me entregaste no era de ningún
vecino y llego otro igual, este si traía tu nombre —
dice con suavidad. Frunzo el ceño sin entender, giro
a verlo y espero que continúe—, es una urna, traía
una nota dentro, decía que si desentierras el pasado
quedaría un hoyo que necesitaría ser rellenado.
Cierro los ojos sintiendo mi cuerpo cansado, ya
estoy harta de absolutamente todo.
—Suena a amenaza.
—Es amenaza —Me giro nuevamente hacia el
elevador. Ahora tiene sentido, ahora todo tiene
sentido. Douglas lo había mandado, justo como la
primera vez.
Carraspea ligeramente, pero yo sigo ignorándolo.
—Si vas a denunciar puedo…
—Está bien Leo, gracias por tu preocupación,
pero no es necesario.
—Yo… Lamento todo lo que está pasando —
murmura pareciendo extrañamente apenado—, sea,
801
o no sea verdad, todo lo que están diciendo nadie
debería…
Me giro enfadada, deteniendo sus palabras.
—Me importa una mierda lo que están diciendo,
no es verdad, ese maldito beso no es…
—¿Beso? —Su voz suena honestamente confusa.
Frunzo el ceño.
—Hablo del video, Jude.
Una dosis de algo desconocido se instala en mi
nuca cruzándome como rayo por la columna
vertebral. El miedo, nervios y angustia se disparan
por todo mi cuerpo.
—¿Qué video? —pregunto temblorosa…
No, no, no, no. Por favor que no sea lo que estoy
pensando.
Mete la mano a su bolsillo sacando su teléfono,
en un par de segundos lo gira hacia mí con una
entrevista reproduciéndose.
Mis piernas flaquean cuando veo la miniatura,
está a simple vista borrosa, pero conozco ese video a
la perfección. Y mi alma se termina de romper
cuando veo quien está dando la entrevista… No
802
pienso esperar ni un segundo más el elevador, así
que ignorando el grito de Leo y corro hacia las
escaleras.
“Antes ella salía con un chico, se acercó a el
porqué era el hijo del director de su universidad”
Ni siquiera los tacones me podían detener, corrí y
corrí escaleras arriba dispuesta a llegar a mi
departamento. Las luces encendidas ahora tenían
sentido, no era Elliot, ni Isaac…
Era ella. Era Vanesa.
“Comenzaron a tener una relación, el de verdad
era adorable, todo el tiempo estaba mandando rosas
a nuestro departamento, pero Judith… Siempre
quiere más.”
En cuanto llego noto de inmediato que la
cerradura ya no es la misma, jadeo sintiendo mis
pulmones arder, no sé en qué punto comencé a
llorar, pero limpio con rabia mis lágrimas, suelto un
grito golpeando mis puños contra la puerta sintiendo
mis nudillos ardiendo.
“El estilo de vida que él llevaba era algo
desconocido para ella, se perdió casi tan rápido
como lo tuvo enfrente, dejo de llegar al
departamento, cambio… se la pasaba ebria todo el
803
tiempo, incitando al chico a hacer fiestas en todo
momento.”
—Dios, eres una maldita —grito fuera de mí. Por
la sombra bajo la puerta sé que esta parada del otro
lado, ella nunca se fue, por eso no respondía los
mensajes, por eso no me hablaba.
Nuestras platicas anteriores ahora cobraban
sentido, me lo advirtió y ni siquiera lo note. <<Soy
tu mejor amiga Jude, te entiendo,entiendo lo que
haces porque yo también lo haría, asícomo sé que
cualquier cosa que yo hiciera tú lo entenderías.>>
Por eso en nuestra cena había estado tan
distraída, tan pensativa, diciéndome que me
extrañaría, ¿Cómo pude ser tan tonta?
>>Eres tan cobarde, abre la maldita puerta,
¿Cómo mierda pudiste hacerme esto?
La gente comienza a salir de los departamentos,
los jadeos y las voces murmurando suenan cada vez
más fuerte, pero me da igual. Me da completamente
igual.
—¡Abre la puta puerta, sal ahora mismo!
“Con el tiempo solo empeoro, ella perdió el
control, comenzó a consumir drogas, de todo tipo,
804
no pude ayudarla, lo intenté, nadie podía, incluso su
ex, tiro todo tipo de alcohol y sustancia para
intentar ayudarla, ambos intentamos hacer algo,
pero es obstinada… el chico tenía algo de poder así
que con favores logro hacer que nadie más le
vendiera nada para cuidarla…”
La madera blanca comienza a tornarse roja, de
sangre, mi sangre. Me detuve viendo mis manos
temblorosas. Coloque mi frente contra la puerta
sollozando con fuerza.
—Yo en la puta vida te hubiese hecho algo así —
Jadeo golpeando nuevamente la madera—, ¿Por qué
me hiciste esto?
“Como nadie le vendía comenzó a meterse con
cualquiera que le diera un poco de droga, por esa
razón antes de estar con Alex había dejado de
pintar, en su escuela la expulsaron. Estar con él fue
su salvavidas, tenía todo lo que ella quería, dinero y
una reputación capaz de salvar la suya”
Mi cuerpo es jalado hacia atrás, mis brazos son
inmovilizados y soy elevada en el aire con fuerza y
rapidez.
—Se acabó el puto espectáculo —grita Leo hacia
los vecinos llevándome con él hacia atrás. Abre con
805
una patada la puerta de su departamento y nos
adentra a él. En cuanto me suelta mi cuerpo cae al
piso. Me siento incapaz de mantenerme de pie.
—Judith… estás ardiendo —murmura Leo
colocándose de cuclillas frente a mí tocando mi
frente.
“Hay muchos videos y fotos, y no me sorprende
que no se hayan hecho públicos, tiene mucha
facilidad para convencer a las personas… Lo sé
porque era su mejor amiga. Y honestamente no se
Alex con qué clase de persona creía que se estaba
metiendo, digo, ¿Qué puedes esperar de la chica
que no le importo meterse con el mejor amigo de su
novio?, porque ¿Recuerdan a Elliot? El
guardaespaldas que siempre era visto con Alex,
bueno él era el verdadero novio de Judith, y gracias
a él, ella pudo llegar a Alexander, así fue como se
conocieron”
Todos mis miedos se habían materializado. El
video que conocía a la perfección comenzaba a
reproducirse en el teléfono, en cualquier otra
circunstancia estaría gritando o llorando, pero ahora
en este momento me siento drenada, ya no quiero
más esto.
Ya no puedo.
806
Solo quiero silencio un segundo, que todo y todos
se callen, que el mundo entero se detenga. Quiero
desaparecer.
Leo se agacha y lo apaga. Toma mi rostro entre
sus manos mientras dice algo, pero solo soy
consciente de mi propia respiración, su voz y la de
otra persona se escuchan distorsionadas.
Los segundos se vuelven minutos o quizás los
minutos segundos, solo desconecto mi cabeza…
Deje que me movieran, que hicieran conmigo lo
que quisieran.
De pronto estaba en ropa interior frente a una
chica que no conocía de nada. Me jalo hacia la
bañera haciendo que entrara a la tina llena de agua
caliente.
—Judith, vamos, siéntate —pide empujando mi
cuerpo hacia abajo—, te dejaré unos minutos sola
para que puedas bañarte tranquila.
Observo la puerta por la que se ha ido y después
llevo la vista a el agua cristalina frente a mí, se ha
comenzado a tornar roja por la sangre de mis manos.
Ese video… Puedo escuchar el eco de mi risa, la
música de fondo, sentir el tacto de la mano de
807
Douglas sobre la mía, sus besos en mi piel…
Puedo recordar mi confusión cuando desperté al
otro día, puedo recordar mi miedo al ver el agua de
la ducha llenándose de la sangre que escurría por
mis piernas, recuerdo la punzada y ardor que sentí
en mi vientre. Mi llanto desconsolado después de
eso.
Dejo que mi espalda resbale hundiéndome por
completo en la tina. Mis pulmones arden casi de
inmediato, pero me obligo a permanecer bajo el
agua.
Ya no quiero ser fuerte, ya no quiero arreglar lo
que otros rompen, solo quiero dejar de sentir ¿Qué
tan difícil es eso?
No quiero vivir esto ya, estoy cansada…
Toda mi existencia se reducía a ser un problema.
Sabía que esto pasaría en algún momento, pero
nada me había preparado para el dolor abrasador que
estaba sintiendo.
Y allí supe que es verdad lo que dicen… el final
siempre sorprende, aunque este escrito desde el
principio.
808
46. Capítulo cuarenta y uno
41| SUPERACION.
♪ If i could see your face once more, i could die
as happy man, i’m sure ♪
(Si pudiera ver tu cara una vez mas, podría morir
como un hombre feliz, estoy seguro) -All i want.
Kodaline.
MASON.
“No me dejes, por favor, no te vayas, quédate
conmigo, solo un poco más, arreglaré todo lo que no
te guste de mí, cambiaré por ti, ¿Era por dinero?
Tómalo, es tuyo, yo soy todo tuyo, todo lo que me
pertenece, te permanece, acaba conmigo,
destrúyeme, quédate con todo lo que tengo, quédate
conmigo…”
—Perdón papá —murmuré viendo a la nada—,
no lo dije, pero estuve a punto de hacerlo.
<<—Nunca le ruegues a una chica si se quiere
alejar, por más que te duela —dijo mi padre
mientras yo estaba sentado frente al piano.
809
—¿Y si no quiero que se vaya? ¿Por qué la
dejaría ir, así como así? Creerá que me da igual.
—No, porque yo estoy criando a un hombre con
responsabilidad afectiva, que le hará saber que la
quiere constantemente, todos los días que la tengas
cerca se lo vas a demostrar, no necesitaras palabras
para lo que tus acciones griten y por eso, si una
chica se quiere alejar aun sabiendo que la quieres
tienes que dejarla ir, porque si esa es su decisión
tienes que respetarla a ella y a su palabra, no
cuestionarla ni hacerla dudar. >>
—Me enseñaste que hacer para no romperle el
corazón a nadie, pero no me enseñaste que hacer
cuando me lo rompieran a mí…
>>Solo ya no quiero sentirla… ¿Puedes
ayudarme? —hable levantando el rostro hacia el
techo— por favor, ya no quiero que duela, es
asfixiante.
Jude había sido como una enfermedad, una
asesina silenciosa, no sabes que está allí haciéndote
daño hasta que es demasiado tarde.
¿Esto de verdad está pasando?
Un día está todo bien y al siguiente está todo
destruido.
810
Giro mi rostro hacia las escaleras que suben al
sótano, puedo ver el fantasma de su recuerdo de la
primera vez que la conocí, bajando por allí,
inspeccionando la oscuridad.
Recuerdo la ansiedad escalando como fuego
cuando la observe. Esta zona estaba prohibida,
¿Cuándo respetarían la maldita privacidad? Quería
tranquilidad. Quería que me dejaran cinco malditos
minutos en paz.
—¿Qué haces aquí? —Pregunte mientras sacaba
el teléfono de mi bolsillo con discreción.
—Lo siento —escuche su tenue voz.
Me mantuve sin moverme ¿Qué mierda voy a
hacer si se lanza corriendo a mí? Apenas puedo
mantenerme yo solo en pie, estoy demasiado débil
como para poder detenerla. ¿Y si grita y llama la
atención de más personas?
Estaba demasiado cansado, habíamos viajado por
horas, no había dormido nada, el concierto había
durado más de lo planeado y estuve a nada de
desmayarme cuando acabamos. Creo que lo hice por
unos segundos, no estoy seguro. No encontraba mis
gafas y los lentes de contacto me habían irritado los
ojos. Así que estaba viendo completamente borroso,
811
parpadee intentando verla mejor, pero solo veía
sombras por la oscuridad.
Forcé mi vista para ver la pantalla de mi teléfono
y después de verificar que no podía verme, escribe
un mensaje con rapidez.
“Una chica violo la seguridad, necesito que la
saquen DE INMEDIATO”
—No me respondiste —dije mientras sentía mi
teléfono vibrar.
Su balbuceo me provoco gracia, ¿Por qué no
estaba gritando? ¿Por qué no había hecho un
escándalo? —¿Qué haces aquí? —repetí con lentitud
intentando aguantar las ganas de reír.
El mensaje en mi teléfono era un simple,
“¿Ubicación? Lo solucionaré en menos de un
minuto”
“El sótano” escribí y cuando estaba a punto de
mandarlo volvió a hablar llamando mi atención.
—Me escondía —Su respuesta me dio
curiosidad, ¿Así que no estaba aquí por mí? Una
sensación extraña se alojó en mi estómago
812
provocando que riera, ¿Hace cuánto tiempo había
tenido cerca a una persona que no buscara estar
encima de mí?
Me estiré para encender un pequeño foco.
—¿De quién?
—Mi mejor amiga —respondió, en su voz se
filtraban los nerviosos—, ella es algo intensa, me ha
arrastrado por toda la fiesta para buscar a un grupo
de idiotas que… —detuvo su parloteo y volvió a
hablar nuevamente con voz más tranquila—. De una
amiga.
“Grupo de idiotas” Creo que era la primera vez
que sonreía con un insulto. Deje la guitarra a un lado
y camine hacia ella. Ni acercándome podía verla
bien, había llegado a una luz y, sin embargo, mi vista
seguía nublaba. No haber dormido nada me estaba
pasando factura.
—¿Grupo de idiotas?
Poniéndome bajo la luz había confirmado que al
parecer no tenía ni idea de quien era.
—El grupo de chicos, el de esta fiesta.
—Ahhh, ese
emocionado.
grupo
813
de
idiotas
—Sonreí
Si, tenía razón.
—Bueno, adelante, este lugar es el mejor para
esconderse, tenía referencias perfectas —Quería
verla, mi curiosidad estaba pudiendo más. Encendí
las luces de ambientación con una sola intención, yo
no podía verla en ese momento, pero las cámaras si
—. Hasta hoy —Gire nuevamente hacia ella, me
aleje y me volví a sentar. Parpadee intentando
aclarar mi vista, se aclaró solo un poco. Tome las
baquetas de Levi moviéndola entre mis dedos.
La vi caminando por el lugar, de verdad, no
estaba
actuando,
estaba
deliberadamente
ignorándome.
—¿Así que también tocas la batería?
Detuve el movimiento y sonreí –En realidad
nada.
—¿Solo la guitarra? —pregunto observando el
instrumento en el rincón.
Ay dios, esto era divertido. Estaba nerviosa, podía
notarlo en el temblor de su voz. Estaba nerviosa por
mi presencia, no por lo que representaba.
Era yo, solo yo y no la fama, ni el dinero, ni lo
que podría obtener a través de mí.
814
—Estoy aprendiendo un poco, sí.
—¿Un poco?, ¿Modestia real o quieres hacerte el
interesante?
Sonreí abiertamente. No podría, aunque quisiera,
había olvidado como pretender hacerme el
interesante para intentar agradarle a alguien, ya no
sabía cómo hacerlo, ahora simplemente me paraba, y
ya tenía su atención.
Me sentía en el instituto. Conociendo a alguien
contándole mis cosas, ahora nada de eso existía,
todos sabían mi vida, tenían en ese poder con
simplemente teclear mi nombre.
—Un poco de ambas —seguí el juego.
Mi teléfono comenzó a vibrar nuevamente.
“¿Estás bien?, responde, ya me preocupé, ¿Se salió
de control? Estoy a punto de encender la alarma.”
Levante la vista para verla caminando hacia el
piano que me regalo mi madre.
Un piano empolvado le intereso más que seguir
hablando conmigo, eso no debería gustarme ni un
poco, pero lo hacía, creo que ya estoy atrofiado.
Por el rabillo del ojo, vi como alguien bajaba las
escaleras, no necesitaba ver correctamente para
815
saber quién era, Paxton, se detuvo abruptamente al
vernos, le hice una seña para que se fuera, abrió la
boca por completo y detrás de él llegaron Aiden y
Levi, genial, lo que necesitaba. Paxton se lanzó a
taparles la boca, y comenzaron a manotear y pelear
en silencio, gire a ver a la chica, pero no se estaba
dando cuenta del circo que se estaba formando
detrás de ella, golpee mi frente con la palma de la
mano y apunte hacia la salida viéndolos a los tres
fijamente. Paxton camino hacia atrás jalando
consigo a los otros dos desapareciendo finalmente.
Tome mi teléfono también para responder el
mensaje, “Ya está bajo control”
No, no lo estaba, nada lo estaba.
—Creo que es romántico —menciono Sophia al
siguiente día observando el video de seguridad
conmigo—, te gusto alguien por quien es, sin
importar su físico, o su apariencia, te gusto pasar
tiempo con ella.
—No me gusto —dije empujando sus piernas que
las tenía extendidas sobre mi regazo.
—Y, sin embargo, aquí estás viendo un video de
una random tocando el piano.
816
La puerta se abrió y Elliot entro por ella. —
¿Necesitabas algo?
—Si.
Gire a ver a Sophia quien volvió a subir sus
piernas y mordió una mini zanahoria ocultando la
sonrisa burlona de su boca.
—Quería preguntarte por alguien…
Elliot asintió sentándose al frente.
—Es sobre la chica de ayer… —Me detuve
aguantando la risa, ¿Qué mierda estoy haciendo?
—¿Quién es? —Termino Sophia por mí.
—¿Por?
—Ay dios, Elliot, solo dile, te follabas a todas las
chicas que se te acercaban prometiéndoles que
conocerían a Mason, lo usabas para el beneficio de
tu vida sexual, por una que sueltes no pasa nada.
Masajee mis sienes aniquilando a Sophia con la
mirada, no debí decirle, pero esa vez estaba tan
molesto cuando me entere, que me desahogue con
ella.
817
—Ya… ¿Te gusto? —pregunto Elliot viéndome
directamente.
—Solo me causa curiosidad.
—Pues ni idea —responde encogiéndose de
hombros—, ni siquiera le pedí su número, ella a mí
sí, así que, si está interesada en verme de nuevo me
hablará y entonces te aviso.
Negué y tomé una de las zanahorias de Sophia.
—Está bien, no hay problema, si te habla es porque
le gustas, así que, déjalo así.
—¿Entonces puedo irme?
Asentí y él se paró y se fue.
—No le creo nada —murmuro Sophia—.
Deberíamos mandar a alguien a que lo sigan.
Solté una carcajada y negué.
>>Vamos, te gusta alguien, esto no pasa desde
que me conociste.
—Ya quisieras rubia tonta.
Sophia río y me lanzo una de sus zanahorias.
—Pero en serio, nunca te ha gustado nadie, ya sé
que no te pudiste enamorar solo así, pero te llamo la
818
atención y no por algo tan banal como su apariencia,
porque ni siquiera la viste bien, fue química
espontánea y eso pasa muy pocas veces en la vida.
—Sí… —observe el video por última vez—. Ya
olvidémoslo. De verdad, me da igual.
Sonreí al ver en la pantalla como ella sonreía.
Quizás era la manera en la que su sonrisa parecía
alumbrar su rostro, como sus mejillas se teñían de
rosado, como su mirada se desviaba nerviosa, y
parpadeaba viéndome por encima de sus pestañas,
con gestos tan inocentes, tan sutiles, no parecían
forzados y estaba seguro de que ni siquiera lo
notaba, la manera en la que atrapaba su labio entre
sus dientes, como pasaba su mano por su cabello
apartándolo de su rostro. Su piel parecía suave, me
preguntaba que tanto lo sería. Observe en el video
mi momento favorito: como se perdía en las teclas
del piano. Tenía la fascinación plasmada en todos
sus gestos. Parecía perderse tan fácil, ese momento
me atrapo, la explosión de sentimientos en su rostro,
quería verlo de nuevo, pero no en una pantalla,
quería verlo en persona… Y quería provocarlo,
fascinación, en su estado más puro.
—MonDieu (Dios mío) —murmuro Sophia
negando—, estás sonriendo.
819
Cuando nos vimos después de más de un año
recuerdo como su corazón latía con fuerza cada que
estaba cerca, como me veía con sutileza, casi como
si no quisiera que lo notara, sus sonrisas, sus
sonrojos, el ligero temblor que tenía cuando la
tocaba, estaba seguro de que no pude imaginarme
todo eso. No tenía sentido, ¿En qué punto me había
equivocado?
¿Yo había causado todo esto?
Quizás si le gustaba, pero después, ella
después…
<<¿Sabes a lo que debo renunciar todos los días
por estar contigo?, no lo vales>>
Cierro los ojos con fuerza intentando borrarme
sus palabras. Aprieto mis puños y suelto un suspiro
tembloroso sintiendo mi pecho ardiendo en cada
respiración.
No quiero sentirme así. Ya no quiero hacerlo.
<<Nunca te he amado>>
Mi pecho dolía, dolía como jamás antes lo había
hecho, mis manos tiemblan y mi cuerpo se siente
frío. Me dejo caer al piso recargando mi espalda
contra la pared.
820
—Mason —La voz de Sophia llega a mí.
—Lárgate.
Sophia camina y se tira frente a mí, en cuanto me
toma por el rostro yo quito sus manos empujándolas
lejos de mí con fuerza.
>>Dije que te vayas.
Sophia se endereza y me suelta una bofetada que
me deja ardiendo el rostro, la observo con molestia.
—¿Qué mierda te pasa? —Antes de poder decir
cualquier otra cosa me envuelve con fuerza entre sus
brazos.
—Necesitaba distraerte para que me dejaras
abrazarte, porque no, no me iré.
Trague saliva viendo hacia el frente. —Por favor,
solo déjame.
—No —murmura pasando sus dedos entre mi
cabello—, eres de los mejores hombres que he
podido conocer —La siento temblar contra mi
cuerpo—, no mereces estar así, no mereces esta
mierda, y ella no te merece.
Y hasta aquí había llegado mi fuerza, cierro los
ojos al tiempo que siento las lágrimas calientes bajar
por mi rostro. Qué asco, soy tan ridículo.
821
—Solo quiero olvidarla.
—No merece tu dolor, Mason.
—Pero lo tiene, tiene todo de mí, yo… ¿Qué hice
mal?
—Nada, tú no hiciste nada mal. Ella es idiota, y
ciega y perdió la oportunidad de su vida.
Unas pisadas fuertes suenan por el pasillo del
ascensor. Sophia se endereza cubriéndome con su
cuerpo.
—Alexander, por favor, párate, déjate de
tonterías, vamos a mi despacho —La voz de Isaac
llena toda la habitación.
—¿Disculpa? —Jadea Sophia intentando ponerse
de pie, la tomo por la mano para que no lo haga—.
Te me vas ubicando —Le truena los dedos
intentando soltarse de mi agarre—. El empleado
aquí eres tú, lárgate y tráeme un latte.
Limpio mi rostro observando a Isaac que ve con
molestia a Sophia.
—Niña más te vale que me hables con respeto,
¿Quieres una puta denuncia o una orden de
restricción?
822
—La audacia de esta perra —Vi como hacía el
amago de quitarse el tacón y esta vez sí me pare
quitándoselo de la mano
—Cálmate —ordene limpiando mi mejilla—. No
puedes agredir físicamente a todos, Sophia, por
favor.
Isaac habla con fuerza detrás de nosotros. —No
te había dicho nada porque sabía que estabas
lidiando con lo de Levi, pero hace dos días filtraron
videos sexuales de Judith, ahora la prensa está como
loca, en el video salen dos hombres y piensan que
uno eres tú, debemos aclarar esto.
Me quede completamente inmóvil procesando lo
que estaba escuchando, cierro los ojos sintiendo
como todo mi mundo se hace pedazos bajo mis pies.
—¿De qué hablas?
Sophia esta vez se hace a un lado sin mirarme.
—Pude contactar a uno de los chicos del video,
vamos arriba, está esperando.
Niego dando un paso atrás. Todo esto está siendo
tan jodido.
—¿Qué mierda tengo que hablar yo con él?
823
—Él también aclarará que no eres tú.
Paso mi mano por mi cara sintiendo como todo
mi cuerpo duele. El temblor de mis manos no hace
más que intensificarse mientras lo sigo.
Todo es tan extraño, no sé qué hacer, no sé cómo
reaccionar a nada, es como si estuviera en una
pesadilla, me siento ajeno a lo que pasa a mí al
rededor.
Una parte de mí es como si albergara la esperanza
de que en cualquier momento despertaré de esto.
Me sobresalto en el momento en el que siento
como una mano aprieta con fuerza mi hombro.
Jadeo empujándolo lejos de mí. Observo mi camisa
solo para verificar que no haya rastros de sangre
porque presiono justo en donde están los puntos de
la herida de mi brazo.
—Responde —habla Isaac entre dientes.
Asiento colocándome más derecho. Observo a la
chica frente a mí quien teclea con rapidez en su
laptop.
—Lo siento, ¿Podrías repetir la pregunta? —pido.
824
—¿Eres tú el segundo chico?
Simplemente niego.
—¿De cuándo es esa cinta? —pregunta ahora
hacia el chico sentado en el otro extremo —¿Existen
más videos?
—Fue en…
—¿Qué estamos haciendo? —Interrumpo viendo
a las personas frente a mí.
—Una entrevista —responde la chica con una
tenue risa—, ¿Te encuentras bien Alex? Pareces
distraído.
—No, no me encuentro bien, uno de mis mejores
amigos está en un coma inducido, porque estuvo a
punto de morir, la chica de la que estoy enamorado
me rompió el corazón, y ahora estoy frente a un
grupo de imbéciles que están tratando un delito
como un chisme.
—No anotes eso —ordena Isaac aniquilándome
con la mirada.
—¿Quién filtro ese video? —digo viendo
directamente al chico.
825
—¿Qué? —murmura divertido. Me pongo de pie
y lo tomo por el cuello pegándolo a la pared. La
entrevistadora suelta un jadeo saltando de su lugar.
Siento los brazos de Isaac intentando separarme,
pero no lo logra ni un poco. Ni siquiera me importa
que está nuevamente presionando mi herida, no lo
pienso soltar.
—¿Te parece que estoy jugando?
—Vanesa, fue ella.
Doy un paso atrás liberando. Niego sin entender,
¿Su mejor amiga? Con cada segundo que pasa, esto
cada vez me parece más bizarro.
>>Siempre la ha encubierto en todo, pero te ama
lo suficiente como para no querer que salgas
lastimado. Simplemente no quiere que se repita la
historia.
La puerta se abre y por ella entra Richard, mi
abogado.
Camino hacia él viéndolo de frente. —Necesito
que desaparezcan ese video.
Isaac se acerca a nosotros y rueda los ojos. —
Alex, por favor, ha sido suficiente. Te pisoteo y aun
así la ayudas.
826
—Nada justifica esta mierda, haz que lo borren
—pido a Richard quien aprieta los labios y ve hacia
Isaac.
—Hijo, no es tan sencillo, ese video está en todos
lados, sería un proceso tardado que…
—Pues inicien ya, denuncien a quien tengan que
denunciar y no pienso aclarar ni una mierda. Sus
preguntas deberían ser por qué una persona vio
sensato compartir videos sexuales que no le
pertenecían, no el quién es el otro puto hombre o
cuando paso, o si existen más videos.
—¿Qué te pasa? —pregunta Isaac luciendo
bastante confundido—. Alexander, ¿Eres idiota
acaso? Deberías estar molesto, esto debía… —
guarda silencio y niega—, esta lamentable situación
debería causarte enojo hacia Judith, porque te oculto
quien era, no hacia nosotros que intentamos cuidar
tu imagen.
—¿Por quién era? Mi problema con Judith son
las mentiras que me hizo creer, no esos putos videos.
—¿Cómo puedes estar tan tranquilo con eso? —
murmura la entrevistadora con la mano en su pecho.
—¿Yo?, Ustedes como demonios pueden estar
tranquilos, están acosando a mujer por tener una
827
vida sexual activa, ¿O es por el hecho de que sea un
trío? Porque en ese caso tendrían razón, vaya
noticia, algo jamás visto antes, ¿Quién hubiese
imaginado que algo así podría existir? Deberíamos
todos unirnos y rezar por su pobre alma, estamos
frente al quiebre de los paradigmas, probablemente
la cúspide de lo vulgar y lo…
—¡Ha sido suficiente de tu maldito sarcasmo! —
grita Isaac golpeando su puño contra la mesa,
sobresaltando a todos, excepto a mí.
—Si un trío los asusta es mejor que no sepan
cómo nos desaburrimos en las giras, porque créanme
a veces Paxton, Aiden, Levi y yo…
—Cállate de una puta vez —grita Isaac girándose
hacia la entrevistadora—, es absolutamente mentira.
Sonrío al ver el pánico en su mirada, por supuesto
que es mentira, pero la entrevistadora está viéndome
abriendo y cerrando la boca.
Me giro ofuscado caminando hacia la puerta.
—Alexander, si sales de esta habitación
—No me amenaces Isaac —digo tomando el
picaporte de la puerta—, si piensas hacer algo,
828
simplemente limítate actuar, a estas alturas deberías
saber que me importa una mierda.
Salgo del lugar caminando hacia el elevador. La
puerta se vuelve a abrir detrás de mí y el sonido de
unas pisadas inunda la estancia.
—Sé cómo te sientes —Escucho una voz detrás
de mí—, porque me hizo lo mismo, acabo conmigo
sin que lo notara, solo un día se fue.
Cierro los ojos parado frente al ascensor. Suelto
un suspiro e inhalo hondo.
—Lo mejor que te pudo pasar fue que se alejara a
tiempo, créeme, pudo ser peor.
Presione el botón sin molestarme en responder.
>>Tu carrera pudo destruirse, pero estás a salvo
de esa…
—Cuida tus palabras.
El tipo niega, lo veo por el reflejo del elevador.
—Ojalá pronto te des cuenta de que no vale lo que
duele, que no vale lo que la defiendes… Tienes
suerte de que se alejara, nada bueno saldría si
estabas vinculado a una chica con historial de abuso
de drogas, de prostitución y…
829
Me giro al escucharlo haciendo que deje de
hablar.
—¿Qué dijiste?
Mi corazón comienza a bombear frenético.
—¿Por qué crees que esos videos existían para
empezar?, ¿Creíste que los videos eran acostones
casuales? Me usaba para acercarse a mis amigos,
sabía que tenían dinero, me dejaba muerto en una
habitación completamente drogado y ella se iba a
otra con ellos.
>>Se drogaba hasta caer casi muerta, y lo sé
porque yo también lo hacía con ella al principio, la
adicción nos llevó a ambos, pero ella se sobrepasó,
ella no pudo controlarse, solo necesitas ver el video
un segundo para notarlo, sus pupilas, su respiración,
estaba fuera de sí, como siempre…
Las puertas del elevador se abren, entro y
selecciono mi piso sin ganas de escuchar más.
Ella no es así. Nunca fue así, Ella…
<< Amas la idea que tienes de mí, pero yo no soy
eso>>
Ella no…
830
<<Yo nunca te deje conocerme>>
El dolor no debería ser físico, pero allí está como
si una bola demoledora me hubiese golpeado.
Mientras el elevador se mueve observo mi
reflejo. Esta irreconocible, y solo habían pasado dos
días, ¿Qué tan ridículo seria sí…?
Saco el teléfono de mi bolsillo y sin pensarlo
escribo el mensaje con rapidez. “Lamento la
situación del video, Judith, si necesitas ayuda legal
puedo pedirle a Richard que te asesore”
Ridículo, eso es lo que soy. Sin embargo, lo
mando.
Las puertas se vuelven a abrir y entro a mi piso.
Mi teléfono vibra en mi mano, detengo mis pasos
y mi pecho se agita con demasiada fuerza, mis
manos tiemblan y mi respiración se atasca en mi
garganta, ese es el poder de Judith sobre mí, total y
completo.
“Deja de humillarte buscando excusas para
hablarme, me das vergüenza, no necesito ayuda de
nada, me gusta que me vean, disfrútalo tu también
y deja de joder”
831
Y con ese mensaje me adjunta ese maldito video
que me he negado a ver. Cierro los ojos apretando el
teléfono en mi mano. Así que aquí está la verdadera,
a la que no me dejo conocer.
—¿Mason? —Escucho la voz de mi hermana,
bloqueo mi teléfono y lo lanzo contra el sofá yendo
directo a mi habitación, tomo el cuadro que está
colgado sobre la pared y lo quito arrojándolo a la
cama. —¿Qué haces? —murmura parada en la
puerta.
—Quiero estar solo.
<<Yo no te quiero>>
Abro el closet y saco la ropa que había dejado.
Necesitaba arrancar su recuerdo. Tomo todo lo que
esté vinculado con ella. Absolutamente todo, arranco
las sabanas y las arrastro por el piso con todo lo que
había colocado encima.
<<Yo nunca te he amado>>
¿Qué había sido todo eso del baile? Su mirada, su
toque, su beso… ¿Todo fue porque nos estaban
viendo?
Ojalá pudiera arrancarme el corazón porque está
siendo insoportable, cada maldito segundo es peor
832
que el anterior.
—Para —murmura Monet—. Por favor detente.
La observo a los ojos soltando las cosas.
—¿Qué quieres?
—A mi hermano, y siento que lo estoy perdiendo
justo cuando lo recupere.
—Monet…
—He visto a gente que le rompen el corazón y
terminan volviéndose personas horribles y tú…
—¿Hablas de despecho? —La interrumpo y ella
asiente, suelto una risa sin gracia y niego—. Monet
quizás todo este tiempo separados te haya hecho
olvidar quien soy, pero yo no soy un imbécil, yo no
iré por allí usando a las mujeres como excusa de
castigo porque una me lastimo.
>>Así que quédate tranquila que esto me puede
hacer perder todo excepto mis valores.
—Perdón, solo tengo miedo, nunca te había visto
así —murmura y yo ni siquiera respondo—. No te
encierres por favor. Habla conmigo.
833
—¿Qué debo hablar? ¿Qué se supone que debo
decirte? Que me estoy volviendo completamente
loco, que una parte de mí está muriéndose por todo
lo que está pasando y la otra parte mucho más
fuerte, mucho más insensata, se aferra a un recuerdo
que no existe, que esa maldita parte se niega a creer
lo que ella misma me dijo.
>>Yo hubiese renunciado a todo, a absolutamente
todo porque se quedará un minuto más, es tan
humillante.
Con cada palabra que sale de mi boca el nudo de
mi garganta va creciendo más y más dejándome sin
aire, solo quiero odiarla, ¿Por qué no puedo hacerlo?
¿Por qué me duele tanto esta mierda?
>>Ella… ella jamás me dijo que me quería,
¿Sabes? Ni una sola vez lo hizo, jamás le dije nada,
pero si lo notaba… yo creí, yo pensé que solo no
sabía cómo hacerlo, pero que lo sentía y jamás lo
hizo, pensé que estaba funcionando, al final solo
estaba fingiendo, estaba viéndose con otro mientras
yo estaba aquí, esperándola siempre, pensando en su
sonrisa, pensando en que tan loco seria si
simplemente mandaba a la mierda todo y…
Mi propio sollozo me hizo detenerme.
834
—Mason…
—Dios, me odio, me odio tanto porque no puedo
dejar de amarla —Suelto un jadeo pasando mis
manos por mi cabello con molestia—. Esta puta
mierda no es justa. ¿Por qué no puedo solo odiarla?
Antes me han lastimado, pero jamás como esta
vez. Nada como esta vez…
—No losé, Mason… Pero pasará, lo prometo, la
olvidaras y principalmente no volverá a tu vida a
lastimarte jamás, todos nos encargaremos de eso.
Quise creerle, de verdad lo quise con todas mis
fuerzas.
La luz me cala hasta los huesos, aprieto mi rostro
contra la almohada intentando desaparecer la
molestia del sol.
—Párate —Escucho la voz de Sophia mientras
arranca las sabanas de mi cuerpo.
—¿Qué quieres? —gruño con molestia.
—Párate —repite—, ya me harté de ver cómo te
revuelcas en tu propia miseria, han pasado meses,
835
ya, supéralo, das asco.
—Jodete.
Siento su cuerpo subiéndose a horcajadas sobre el
mío. Me toma por el cuello y comienza a
literalmente ahorcarme. Con un simple movimiento
me la saco de encima empujándola hacia un lado.
—¿Por qué me detienes? ¿No es lo que quieres?
Morirte, Pues yo lo hago por ti. Pero ya, basta de
esta mierda. Es suficiente con toda la depresión
agresiva de Levi como para tener que cargar también
con tu puto mal genio, me están matando entre los
dos y ya no puedo ver la puta luz.
—Sophia, lárgate.
—No, te vas a cambiar y vamos a salir —Se gira
hacia la puerta—, ¿Verdad Giselle?
—Si… —Una voz suave suena poniéndome en
alerta. Me incorporo jalando la cobija que Sophia
me había quitado y me cubro.
—Necesito un respiro y mucho alcohol.
—Yo seré su niñera —dice la chica que
vagamente creo reconocer, si no me equivoco, creo
que es una cantante de una compañía infantil o algo
así.
836
Sophia entra a mi armario y yo me quedo
incomodo allí.
—¿Puedes esperar en el salón? —pregunto
intentando no sonar tan grosero.
—Wow —murmura dando un par de pasos hacia
mí— Pareces un libro para colorear —balbucea, yo
frunzo ligeramente el ceño—, vaya, tus ojos son
diferentes. Mi perro también tiene los ojos
diferentes.
Allí sí que solté una risa. —¿Me acabas de
comparar con tu perro?
—Si —cuando vio mi cara abrió los ojos de par
de par—, pero no de mala manera, yo amo a mi
perrito, no es que te amé a ti, pero me refiero a que,
él es hermoso, no podría ser un insulto, es incluso un
alago.
Por primera vez en todo este tiempo, sonreí. —Ya
veo.
Sophia sale del armario haciendo que Giselle de
unos pasos apresurados hacia atrás pegándose
nuevamente a la pared. —Ponte esto —dice, cuando
levanta la mirada y ve a Giselle y frunce el ceño—.
¿Por qué sigues aun aquí?
837
—Yo… los espero afuera —Se gira y sale del
lugar.
—No tienes que ser grosera.
—Me irrita, hoy la he visto tomar tres tipos de
personalidades diferentes, simplemente para caer
bien, no me gusta esas clases de persona, pero mi
padre quiere que sea su amiga, se mudó a la ciudad
recientemente y no conoce a nadie, fingiré un par de
semanas y la mandare a la mierda.
Sophia me lanza la ropa a la cara y sale del lugar
sin decir nada más.
No me apetece para nada salir, pero lo hago, y
después de esa noche lo vuelvo a repetir, una y otra
vez, hacía mucho que no me reía tanto, sabía que
todo tenia que ver con el alcohol pero era mejor que
estar simplemente encerrado en mi habitación
pensando en…
Giselle se volvió mi amiga, y salía conmigo a
todas partes, a diferencia de Sophia ella no me
juzgaba, me escuchaba una y otra vez y me hacía
reír, todo el tiempo.
Y lo más importante de todo, Giselle no me podía
usar, no lo necesitaba.
838
—Otra vez estas triste —murmura entregándome
un vaso con alcohol.
—Tu postura, y estas perdido
pensamientos, has dejado de sonreír.
en
tus
—Lo siento, hoy no soy una buena compañía.
—Siempre lo eres —Asegura tomando de su
vaso.
Mi pierna no puede dejar de moverse.
—Isaac me conto —dice sin más. Me giro hacia
ella frunciendo el ceño—, todo lo que te hizo, todo
lo que te dijo y me advirtió que esto pasaría, porque
hoy, exactamente hace un año que todo eso paso.
Cierro los ojos por un segundo y vacío el
contenido de mi vaso. —Ya no me importa, me perdí
por un tiempo, pero eso ya paso. Así que, ¿Podemos,
no hablar más de eso ya?
—Por mi perfecto, quería preguntarte si…
Pero entonces la dejo de escuchar y todo el
sonido a mi alrededor desaparece, los latidos de mi
corazón se intensifican y mi cuerpo entra en
839
completa tensión. Solo una vez había sentido esto…
y fue cuando ocurrió el accidente de mis padres.
Coloco una mano en mi pecho sintiendo mi corazón
palpitar como loco.
—¿Estas bien? —La escucho preguntar, pero me
pongo de pie. Necesito salir.
Tomo mi teléfono y busco entre los contactos el
número de Monet. Comienzo a marcar y responde
casi de inmediato en cuanto descuelga el teléfono,
hablo.
—¿Está todo bien? —pregunto de inmediato.
—Mmm, ¿Si? —Su voz se escucha ronca como
si hubiese estado dormida, un silencio se escucha del
otro lado después de un quejido—, son las dos de la
mañana Mason, ¿Otra vez estas bebiendo?
—Sí, pero, ¿Estas segura que está todo bien?
—Que sí, estaba dormida, ¿Por qué?
—No sé —murmuro—, solo un mal
presentimiento —respondo sintiendo como una
sensación de vacío se instala en mi estómago.
La lluvia cae sobre mí y comienza a mojar mi
ropa casi de inmediato, el viento congelante entume
840
mis dedos, pero continúo clavado sobre el asfalto de
la entrada principal.
Cuelgo su llamada y con las manos temblorosas
comienzo a marcarle a Paxton.
—Hola —responde casi al instante.
—¿Estas bien? —pregunto sintiendo mi corazón
martillar contra mi pecho.
—Si… ¿Qué está pasando? Ya me preocupé.
—No lo sé, primero Aiden sale corriendo a mitad
de la noche y ahora tu…
Cuelgo su llamada y marco a Aiden.
—¿Qué? —responde de manera brusca.
—¿Qué pasa?
—¿De qué hablas? —por el sonido sé que va en
su camioneta.
—Paxton me dijo que saliste corriendo.
El silencio inunda la línea.
—Mason, es…, hay algo que debes…
841
—¿Alex? —La voz de Giselle suena detrás de
mí.
—¿Con quién estas?
—Giselle.
—¿Estas tomando de nuevo? —pregunta irritado.
—Solo salimos un rato y…
—Olvídalo, Mason.
—¿Qué te pasa?
—Ya viví esto con Paxton, esta mierda ridícula
de no querer sentir, así que prefieres estar ahogado
en alcohol y mierdas. Yo paso.
Y cuelga. Joder.
—Estas ebrio —dice Giselle colocándose al
frente tomando mi rostro entre sus manos—, no hay
ningún mal presentimiento, simplemente estábamos
hablando de ella y tu saltaste así, ¿No te da una idea
de lo que detona tu malestar?
Dejo salir el aire de mi cuerpo cerrando los ojos.
Patético, eso es lo que soy.
842
De pronto siento sus fríos labios chocando contra
los míos. Me separo de ella frunciendo el ceño,
levanta su mano con una sonrisa enseñándome mis
llaves. Me las ha sacado del bolsillo. Antes de que se
las pueda quitar mete su mano entre sus pechos y las
guarda allí.
—¿Qué haces?
—Si quieres irte, sácalas.
—No hare eso —digo extendiendo mi mano para
que me las entregue.
—Decepcionante, Macovei. Tienes el mundo en
tus manos y le lloras a una don nadie.
—Giselle…
—A una idiota que mientras te veía a ti, veía a
otro.
—Cállate.
—Que no pudo estar satisfecha contigo, así que
se follaba a otros.
Me giro y comienzo a caminar alejándome de
ella.
—Vete a la mierda.
843
—No, porque no me quiero topar con ella —grita
caminando detrás de mí, trota hasta ponerse
nuevamente frente a micuerpo— ¿No estás cansado
de esto? ¿De verdad? Llevas un año alejando a
todosde ti. Ya es suficiente.
Toma mi mano y entrelaza nuestros dedos.
>>Vamos a divertirnos, que se joda ella y todos
sus recuerdos, vamos a ahogarlos en alcohol hasta
que no puedan respirar.
Sus palabras por alguna razón lanzan un
escalofrió por todo mi cuerpo, pero dejo que me
guie.
Ya ha sido suficiente.
Una vez leí que el amor podía con todo, hoy sé
que no solo se refería a capacidad, también hablaban
de destrucción.
Judith me había destruido, y yo estaba
permitiendo que lo continuara haciendo, aunque no
estuviera cerca.
No se quedó conmigo, pero tampoco se fue del
todo.
Y ya no podía permitirme estar mal ni un
segundo más. Pude superar la muerte de mis padres.
844
Pude superar la distancia de mi hermana.
Claro que puedo superar a alguien que no
merecía nada de mí, a alguien falso.
Y fue exactamente lo que hice.
Convertí mi dolor en fuerza, y un día sin darme
cuenta no la pensé en absoluto, una noche mi
insomnio se fue, el eco de su risa sonaba más lejano,
el fantasma de su recuerdo dejo de pasear por mi
departamento, sus besos, su tacto, su voz, todo
comenzó a disiparse…
Esa tarde me pare frente al espejo y observe ese
tatuaje de mi cuello al que por mucho tiempo no
podía mantenerle la mirada, pero por alguna razón
me negaba a borrar.
Pasé la yema de mis dedos por la tinta de mi piel
y sonreí.
—Finalmente los días dejaron de tratar de ti,
Jude.
La puerta sonó un par de veces antes de abrirse
dejándome ver a una de las chicas del staff. Los
gritos eufóricos retumbaron en las paredes.
—Alexander, ¿Estas listo?, Estamos a punto de
iniciar.
845
Asiento colocándome de pie acomodando mejor
el auricular de mi oído.
>>¿Estás bien? —pregunta viéndome fijamente
mientras me entrega el micrófono.
—Si —respondo y sonrío ampliamente porque
por primera vez en todo este tiempo, lo estaba
diciendo de verdad. —Estoy bien.
Tarde mucho tiempo en entender, que lo perfecto
no existe. Judith para mí era una luz, y esa luz me
dejo cegado.
Mi perfecto caos resulto ser solo eso: caos.
Hola <3
Para quien no entendió, Jude se obligó a no salir de
esa tina y Mason la superó. Fin.
Obviamente no, eeeestoy jugando, a ver, ya en
serio, hay muchísimas preguntas abiertas y
situaciones sin resolver y por supuesto, merecen una
explicación.
Así que si, habrá segunda parte, PERO, no es un
segundo libro. Los capítulos que quedan son pocos
como para considerarse un libro.
846
Sin embargo, este, está marcado como el final (al
menos de la primera parte), porque siento
necesario poner un punto y aparte, por así decirlo,
porque tendrá un cambio de formato, desde el
primer capítulo (el que sigue) tocará temas sensibles,
así que se aleja completamente del “romance erótico
juvenil”.
Y también, porque tendrá un salto en el tiempo de
años.
Bienvenidos al cierre definitivo.
Los leo más tarde.
847
47. ...
PARTE II
“HAY TANTAS FORMAS DE SUICIDARSE,
PERO NINGUNA DE ELLAS ES TAN CRUEL
COMO CUANDO TE VES A TI MISMO MORIR
TODAS LAS NOCHES”
—Gerson Da Rodrigues.
>>SI TU ESTAS PASANDO POR UN PUNTO
DIFICIL
EN
TU
VIDA,
LO
MAS
RECOMENDABLE ES QUE NO LEAS EL
CAPITULO 42.
>>SI EL TEMA DE ABUSO SEXUAL TE
INCOMODA, DUELE, O SIMPLEMENTE NO ES
DE TU AGRADO LEER, TE RECOMIENDO QUE
NO LEAS EL CAPITULO 44.
Este es un recordatorio de las ADVERTENCIA
DE CONTENIDO, específicamente las que están a
punto de leer:
848
Depresión y suicidio.
Agresión física, verbal y emocional.
Abuso sexual.
Uso de drogas sin consentimiento.
Conductas que atentan contra la intimidad sexual.
Actos de agresión cuestionables.
Comportamiento irracional e irresponsable.
LOS TEMAS NO SON ROMANTIZADOS,
SON CRUCIALES PARA LA TRAMA, NO SON
PUESTOS SIMPLEMENTE POR MORBO,
SON EVENTOS RELEVANTES.
849
48. Capítulo cuarenta y dos
Este capitulo esta situado exactamente cuando
Mason esta en esa fiesta con Giselle. (Cuando
comienza a marcarle a Monet, Pax y Aiden)
42 | TRANQUILIDAD.
♪ Hey Lord, you know i’m tired of tears, hey lord,
just cut met loose♪
(Señor, tu sabes que estoy cansada de llorar, Señor,
solo déjame ir ) -I’m Tired. Labrinth+Zendaya.
La mano moviéndose frente a mi cara me hace
parpadear enfocándome nuevamente.
Saco el dinero de mi bolsillo y lo empujó hacia la
cajera, ella me observa con un mohín mientras
mastica una paleta en forma de corazón.
—Disculpa, pero, ¿No eres la chica que salía con
un cantante o algo así? ¿La del escándalo sexu…?
—No —respondo tajante tomando la botella
frente a ella—. Quédate con el cambio —giro sobre
mis talones, perdiendo un poco el equilibrio, pero
me recompongo rápidamente, me coloco el gorro de
850
mi chaqueta viendo como las gotas de la lluvia
comienzan a caer.
Tomando un largo suspiro salgo del lugar, no me
preocupo en caminar de prisa o intentar cubrirme a
pesar de la lluvia o el frío, de cualquier forma,
terminaré empapada.
El frío cala en mi piel y la lluvia solo lo empeora
todo, elevo mi rostro al cielo permitiendo que las
gotas frías caigan sobre mi cara.
Había hecho un buen trabajo hoy ignorando mis
pensamientos, mis sentimientos, todo. Trabaje
incluso un turno extra, todo con tal de no volver al
inquietante silencio de mi habitación, pero nada de
eso funciono.
Hoy se cumple un año desde que había iniciado
toda esa horrible pesadilla, así que hoy
especialmente mi cabeza estaba muy ruidosa,
encontré entre las cosas de Leo una botella a medias,
y la bebí por completo, pero aun así no fue
suficiente y caminé algunas cuadras hasta llegar a la
licorería.
El viento sopla con fuerza, provocándome
escalofríos, no importa que tanto tome, no puedo
851
silenciar mis pensamientos, sé que es imposible, y
como extra: el clima no me ayudaba.
Era inevitable, el invierno me transportaba
siempre a su recuerdo, cuando la fría brisa golpeaba
mi rostro y por inercia cerraba los ojos, podía verlo,
podía sentirlo…
Sus manos tentando mi piel, su voz diciendo mi
nombre, sus suaves labios sobre los míos, casi podía
imaginar el sonido de su risa.
Era una dulce tortura, una pesadilla disfrazada de
sueño.
Porque no solo venía lo bueno, volvía lo malo…
volvía a la última vez que lo vi, a la vez que mi
corazón y alma se rompió en mil pedazos.
Las lágrimas, la decepción, la tristeza, podía
sentir todo tan palpable en el aire, como si estuviera
allí, reviviéndolo.
Su voz quebrada, mi llanto, las mentiras.
La pregunta que cambiaría todo.
El silencio que dio las respuestas…
Me obligué a poner mi mente en blanco como
siempre. Dejar de pensar me ayuda a dejar de sufrir,
852
a dejar de sentir…
Mi cuerpo tiembla y mis dientes castañean sin
control.
Luego de unas cuadras, logro visualizar el
edificio. Después de casi once meses me estoy
acostumbrando a él. Leo y Eva, quienes eran mis
vecinos, se habían mudado conmigo. Ellos ya habían
planeado cambiarse a un condominio más cercano a
su universidad. Y yo no pensaba quedarme viviendo
frente a Vanesa, así que buscamos juntos un nuevo
lugar.
Nate, nunca perdió la comunicación conmigo a
pesar de que su trabajo corría demasiado peligro así,
de hecho, al final fue con él con quien nos
mudamos, su departamento era de cuatro plazas y él
era solo uno, eso y que casi nunca estaba por su
trabajo.
Sobre Vanesa, nunca la vi, ni una sola vez. Supe
por Nate que estaba saliendo con Isaac. Y todo
cobro sentido, por eso nunca me dijo quién era el
tipo de las flores y el ajedrez, por eso Isaac a veces
se enteraba de las cosas tan rápido, por eso tenía
llaves del departamento…
853
Aún mantenía el contacto con Aiden, solo con él,
era extraño, a veces un poco incómodo. Ambos
sabíamos que me hablaba por lástima, me sorprende
que aún no hayamos perdido comunicación. En mi
defensa es que él es muy bueno escuchando. Paxton
tenía razón, al final si me acostumbre a como es. Ya
no tomo su actitud como ofensa, él es así. Y con el
tiempo le he tomado cariño.
Sí, es extraño para mí también.
Empujo la reja de la entrada lateral del edificio, y
con paso tambaleante me dirijo a la alberca. Está con
una cubierta de plástico azul.
Camino hacia la plataforma de clavados más alta
y subo despacio, sintiendo como el fuerte viento me
jala hacia un lado, dificultándome cada movimiento
que hago, eso sin contar la botella que sostengo
contra mi cuerpo, quizás ya había tomado
demasiado.
Llego a la punta y camino por la resbaladiza
superficie que está cubierta por una ligera capa de
hielo, estoy a punto de tropezar, pero justo en el
borde me detengo. El viento sopla cada vez con más
fuerza, me siento en el borde observando el cielo.
854
Abro la botella soltando un suspiro, el vapor de
mi aliento es visible por el frío, tomo un trago
sintiendo el caliente líquido bajando por mi garganta
contrarrestando el frío del ambiente.
Desde niña fui muy asustadiza, mi hermano se
burlaba de que le tenía miedo hasta mi sombra, la
primera vez que le tuve verdadero miedo a algo fue
cuando nos hablaron del ciclo de la vida en la
escuela, lloré como nunca por noches, abrazada a él,
meaterraba la idea de morir, la idea de que el
muriera y quedarme completamentesola.
Ese miedo me siguió por años, el miedo a la
muerte…
Nunca pensaba en eso, hasta ahora y para mi
sorpresa no encontré mi habitual miedo. Se sentía
más como una opción.
Mi vida está arruinada. Desde hace mucho
tiempo lo estuvo, y antes tenía opciones, pero con el
tiempo poco a poco se fueron desvaneciendo. Me
siento como en un juego con la partida perdida.
¿Qué estoy haciendo, que estoy esperando que
ocurra?
Los días los siento oscuros, es como si una bruma
negra se hubiese instalado en mi vida y ahora todo
855
se ve así, no puedo dormir, por más que intento, me
paso las noches en vela esperando que el sueño me
venza, y no es que no esté cansada, porque lo estoy,
mucho, pero simplemente mi mente y mi cuerpo
parecen desconectados.
Dicen que el tiempo lo mejora todo, pero no es
verdad.
Levanto la botella en el aire observando el
contenido, tomo otro trago largo y la giro dejando
que el líquido caiga de ella. La botella queda vacía
entre mis manos, insignificante, inservible.
Entonces solo la suelto. No me sorprendo cuando
escucho el cristal hacerse pedazos, quizás de más
cerca no se hubiese roto, después de todo es solo un
plástico el que cubre la alberca, pero la altura es
considerable y a veces por el frío lo cubría una ligera
capa de hielo. Muevo mis piernas en el aire
observando hacia abajo.
¿Qué debo hacer si no tengo motivos para vivir, y
no estoy segura de querer encontrarlos?
La peor parte es que fingir que no duele, duele
más.
Y ya me cansé.
856
Me pongo de pie pasando el dorso de mi mano
por mi nariz. Me giro para bajar, pero algo me
detiene, algo dentro de mí.
Elevo mi cabeza viendo nuevamente hacia el
cielo, las lágrimas silenciosas caen por mis mejillas.
Al final solo una pregunta rondaba en mi cabeza:
¿A dónde se supone que vaya, cuando no quiero
estar en ninguna parte?
Suelto un suspiro tembloroso cerrando los ojos,
¿Qué estoy haciendo? Me pregunto a misma, y
como siempre no tengo respuesta.
Estoy sola, ya ni siquiera me tengo a mi.
Ni siquiera lo pienso demasiado, solo me dejo
caer.
Ojalá fuera cristal para romperme, pero no lo soy,
mi cuerpo se hunde con fuerza contra el agua
congelada. El dolor me atraviesa de manera
instantánea como mil agujas cruzando mi piel.
Ni siquiera me puedo mover, mi cuerpo se siente
entumecido, y no ayuda para nada mi ropa que se ha
vuelto muy pesada, mis botas, mi abrigo y la
mezclilla de mi pantalón me jalan hacia abajo
haciéndome imposible intentar flotar. A pesar de la
857
tensión de mi cuerpo me quito el abrigo,
sintiéndome más ligera, hago uso de toda mi fuerza
para intentar sacar mi cuerpo del agua, mis
pulmones arden, necesito aire.
Supe que estaba perdida cuando logre sacar la
cabeza del agua, inhale hondo, sin embargo, no pude
tomar aire, el dolor de mi pecho y el entumecimiento
de mi cuerpo no me permitía respirar, incluso fuera
del agua.
En cuestión de segundos el agua volvió a
cubrirme, deje de intentar luchar y solo me deje
hundir.
Jamás en mi vida he sido tan consiente de los
segundos que pasan, es como una tortura, el pánico
crece en mi pecho de manera descomunal, creo que
después de todo no soy tan indiferente a la muerte
como creí.
Dura menos de un minuto, mi capacidad de
aguantar la respiración, más rápido de lo que
imagine, mi garganta arde y pierdo el control, tomo
un respiro involuntario inhalando agua, y después de
eso, todo está perdido, toso, balbuceo e inhalo más
agua. El pánico me invade agresivamente mientras
mi cuerpo lucha involuntariamente por tratar de
moverme.
858
Una sensación horrible de quemazón me llena
toda la garganta y el pecho, el dolor, miedo y pánico
que siento son indescriptibles, nunca había sentido
nada similar, pero entonces… entonces todo se
detiene, tan rápido como llega, se va, sigo viva, lo
sé, el ardor aun no desaparece del todo, pero ya no
tengo miedo, me siento como una pluma, es como
estar cayendo, mi cuerpo toca el piso y no hay nada,
más que tranquilidad, una tranquilidad que jamás
había sentido. Sé que no es normal lo que estoy
sintiendo.
Debe ser la muerte dándome un último abrazo.
Dicen que cuando mueres la vida pasa ante ti,
pues no es mi caso, no hay recuerdos, no hay
imágenes, no hay nada… Solo me acompaña el casi
imperceptible susurro de una canción entre todo mi
dolor.
—Wise men say, only fools rush in… —Mi
corazón da sus últimos bombeos con su suave voz
de fondo, y solo así, me dejo llevar por la oscura y
mortal tranquilidad—, but i can’t help falling in love
with you…
He aquí el mal presentimiento de Mason.
859
Si alguna vez te sientes identificado con algo
de este capitulo quiero decirte que tu vida
importa, por favor pide ayuda. Y si no tienes a
quien te escuche, yo puedo hacerlo. <3 Aquí
tienes un espacio para ti.
860
49. Capítulo cuarenta y tres
43 | MUERTE.
♪ You can’t force the stars to align, when they’ve
alredy died ♪
(No puedes forzar a las estrellas para que se
alineen, cuando ellas ya han muerto) -Astronomy.
Conan Grey.
NATHANIEL.
La frase de “obtienes lo que mereces” es una de
las mentiras más grandes dichas jamás. Nunca ha
sido así, y probablemente nunca será.
La realidad es que hay gente mala a la que le va
increíble ellos están por allí completamente
tranquilos, completamente felices.
Y existe gente buena que lo único que recibe de
la vida es golpe tras golpe. A veces es tan constante
que un día simplemente se cansan… Ya no pueden
más, y allí, en ese momento es cuando reciben el
último golpe, el golpe más certero, irónicamente, es
dado por ellos mismos.
861
—Está bien… —Escucho susurrar a Sara, la
madre de Leo mientras acurruca el cuerpo inerte de
Judith contra el suyo. La señora Vega siempre ha
sido unida con su hijo, siempre trae comida al
departamento siempre está al pendiente de ellos, así
que cuando Judith se volvió cercana a él, ella casi la
adoptó como una hija propia. Judith no tiene madre,
la señora Vega siempre quiso tener una hija. Y ahora
más que nunca parecen eso. Frente a nosotros se
exhibe el cuadro de una madre en negación con su
hija muerta entre sus brazos—. Estarás bien —
murmura quitando el cabello mojado de su cara—,
traigan algo para abrigarla ¡ya!, debe tener frío, sus
labios están muy azul y ella, ella odia el frío,
nunca… nunca lo soporta, por favor… no quiero que
despierte y lo primero que sienta es frío, por favor
—El aire se le entrecorta y la vuelve a dejar en el
piso mientras se quita su abrigo y la cubre con él.
Empujo el maldito plástico que no ha hecho más
que dificultar todo el proceso y ayudándome por el
borde, salgo de la alberca de un salto, me quito el
saco con rapidez, y tomo a Sara por los hombros
quitándolo de encima.
—Déjala, ella está bien —grita haciendo el
amago de volver a abrazarla, para mi suerte Eva
llega por detrás y a pesar de que se encuentra en una
862
llamada logra detenerla colocando una mano en su
pecho evitando así que se acerque.
—¡Está muerta! —Le grita Eva entre sollozos,
presionando el teléfono con fuerza contra su oído.
—Señora Vega, míreme, está haciendo esto mucho
más difícil.
Ignorando totalmente el temblor de mi propio
cuerpo comienzo las compresiones en el pecho de
Jude. Es imposible no sentir una ola de escalofríos al
verla así de pálida, su piel tiene un tono azul,
especialmente sus labios, completamente rígida y
fría. Coloco una mano en su frente mientras la otra
la llevo a su barbilla, inclinando con cuidado su
cuello hacia atrás. Con ayuda de la mano que tengo
en su frente uso un par de dedos para pellizcar su
nariz, rápidamente me inclino y coloco mi boca
sobre la suya dándole respiraciones lentas.
Giro levemente mi cabeza hacia su pecho para
asegurarme de que este se levante, así puedo saber
que el aire está entrando. La suelto y repito, las
comprensiones
sintiendo
la
desesperación
corriéndome por todo el cuerpo. Vuelvo a darle
respiración de boca a boca, pero nada parece surtir
efecto. O no sé si simplemente el tiempo me está
pasando demasiado lento.
863
—Vamos Jude, no puedes hacernos esto —gimo
repitiendo las compresiones—. No te voy a perdonar
si nos dejas así, te lo juro —Intento controlar el
temblor de mi boca antes de volver a unirla a la
suya.
El temblor de su pecho es casi inexistente, pero lo
sentí, lo sentí perfectamente. El alivio me golpea con
fuerza cuando veo su boca, comenzar a escupir agua,
la jalo haciendo que se coloque de costado. Dejo que
vomite mientras comienzo a sacar sus botas. Jude ni
siquiera pone resistencia, pero estaba viva…
Volvía a estar con vida.
El temblor de su cuerpo y su palidez son
excesivamente alarmantes. Antes de poder moverla
siquiera un poco, unas pisadas rápidas suenan por
todo el lugar llamando la atención de todos.
—La ambulancia ya viene en… —Comienza a
decir Eva, pero Aiden ni siquiera le presta atención,
se agacha sobre el cuerpo de Jude y tomando su
playera del cuello la estira y la arranca por completo
haciendo la tela pedazos, repite el mismo proceso
con su pantalón y cuando está en ropa interior se
saca su gabardina cubriéndola con ella, con facilidad
la eleva en sus brazos y se gira llevándosela consigo.
864
—Espera —grita Eva, pero Aiden desaparece por
la puerta en ese mismo segundo. Sara también corre
detrás de él.
—Tú también debes quitarte la ropa, Nate —
murmura Eva—, iré tras ellos —Avisa
completamente aterrada, la entiendo, estoy igual, ni
siquiera me deja responder, simplemente sale
corriendo.
Yo me quedo allí unos minutos procesando lo que
acaba de pasar.
Como un muerto viviente camino al
departamento y me saco la ropa tomando una ducha
rápida.
Gracias a Sara supe, que Judith ya estaba fuera de
peligro. Tan pronto estuve listo, salí del
departamento, nuestra vecina me detiene el paso en
el lobby, en cuanto bajo del ascensor.
—No lo mencione antes, pero gracias —digo en
cuanto la tengo frente a mí
—Supuse que irías al hospital, te llevaré.
—Tengo auto —murmuro sintiendo la voz ronca.
—Pero estás alterado, no estás en condiciones de
manejar —dice la mujer. Giro un poco hacia la
865
puerta de cristal del fondo, desde donde estamos
puedo ver la alberca, ya no está la ropa de Judith
tirada, el plástico está colocado nuevamente en su
lugar, es como si no hubiese pasado nada—. Vamos
—dice la mujer tomándome del brazo—, no me
hagas insistir.
Quiero decirle que estoy capacitado para esto,
estar bajo estrés y mantenerme al margen es
básicamente mi trabajo diario, pero simplemente me
dejo llevar.
—Gracias —Vuelvo a repetir—, ¿Cómo paso? —
pregunte directamente, ella fue testigo, después de
todo fue quien nos avisó que Jude había caído al
agua. Estaba desesperada por no poder ayudar, es
anciana a penas y puede caminar bien con ayuda de
su bastón y no sabe nadar, hubiese sido un suicidio
que se arrojara por ella.
—La vi desde el balcón, estaba en las
plataformas —murmura caminando a mi lado—,
estaba bebiendo, iba a decirle que bajara de
inmediato, era un riesgo innecesario que estuviera
allí. Parecía perdida, ni siquiera me escuchaba, yo
estuve gritándole intentando llamar su atención, así
que mejor baje, cuando llegue a las puertas la vi…
—Se detiene soltando un suspiro y niega.
866
—¿Sabe si se resbaló o…? —Niego entrando al
auto—. Olvídelo.
—No fue un accidente —La mujer niega
apretando los labios— Ella se tiró a la piscina…
Simplemente, se giró y se dejó caer al agua.
Aprieto los puños contra mis piernas sintiendo la
rabia subir por mi cuerpo.
Debí hablarle a Jace, pero no quería preocuparlo,
quería que ella fuese quien hablara con él. Porque
esta vez sí que la obligaría.
No me importaba si el salto había sido
premeditado o no, si quizás la vecina no vio bien y
simplemente fue un accidente.
Lo único que tenía por seguro es que Judith no
estaba bien.
Le hablé a una de las dos personas que siempre
estuvieron para ella, para ayudarla incluso cuando
todo el problema se le vino encima.
Henry, ese chico pintor que no ha hecho más que
demostrar su cariño. Él incluso le permitió seguir
trabajando con él, pero Jude no acepto, su imagen
867
estaba tan dañada que sabía que si la veían en su
estudio podría afectarlo. Henry dijo que no le
importaba, pero Jude no volvió nunca más con él.
Aiden, es el otro que ha estado para ella cada
segundo, no me sorprendió que llegara tan rápido
aun cuando su edificio se encuentra a casi media
hora del nuestro. A pesar de que todo el tiempo se
mantiene más a la distancia con ella, siempre la
cuida. Jude dice que solo le habla por lástima y al
principio yo también pensé lo mismo, sin embargo,
con el tiempo me di cuenta de que él le tomo
aprecio, a su manera, lo hacía. No sé qué problema
tenía con aceptar cuando quiere a las personas, pero
lo demostraba, al menos conmigo lo hizo.
Se aseguró de ayudar a Jude a través de mí, me
hizo cambiarme de departamento, yo vivía en un
edificio casi a dos cuadras de el de los chicos, era un
pequeño cuarto, pero terminé mudándome a ese de
cuatro plazas que Aiden consiguió solo para que
Jude no tuviese que buscar a donde irse. También le
ayudo económicamente, él dijo que era porque ella
no lo aceptaría, yo creo que simplemente no le gusta
verse vulnerable. De todas formas, hice que una
amiga la contratara y le pagara más de lo que en
realidad era.
868
Eso fue bueno, aunque parte de mi sabía que
quería contrarrestar algo de lo que Alex estaba
haciendo, desde que paso todo el problema se
encargó de congelarle todas las cuentas a Jude,
incluso esas cuentas en las que no había nada que
ellos le habían dado, solo había ahorros de Jude. Se
encargó de dejarla en la calle, literalmente. Unos
dicen que fue Isaac, pero ya no sé.
Una vez intente hablar con el de esto, con Alex, y
tan pronto mencione el nombre de Judith me pidió
que me fuera, se encargó de hacer que me cambiaran
de área, ahora trabajo con el equipo de eventos, así
que jamás lo he vuelto a ver a solas, mucho menos
de cerca.
Henry llegó prácticamente cuando se enteró, pero
no permitían visitas, así que tuvo que irse y volvió
tan pronto como amaneció, había estado allí una
hora.
Yo aún no me atrevía a entrar, incluso cuando
Eva me había dicho que ella había preguntado por
mí.
No quiero verla, estoy enojado y en este
momento Jude no necesita a alguien que la juzgue.
Y yo no puedo controlar mi temperamento, así que
prefiero no moverme de la sala de espera.
869
Creo que jamás me he sentido tan contrariado en
mi vida, me siento aliviado, preocupado, molesto,
pero especialmente cansado.
Tener un amigo con problemas mentales requiere
de mucho amor y mucha paciencia. Especialmente
cuando ese amigo no acepta que tiene un problema.
Al principio entendí que estuviera mal, triste,
apartada, pensé que con el tiempo mejoraría, no fue
así.
Leo y Eva intentaron convencerme de que ella
estaba mejorando, pero yo sabía ver más haya,
notaba lo que le costaba hacer cosas tan simples
como tomar una ducha, pararse para salir a comprar
algo, incluso comer, notaba sus silencios
prolongados y aunque a veces se veía
completamente bien y feliz y divertida, sé que un
buen día no significa que el problema desapareció.
Ella estaba rota.
Primero, creí que todo lo había causado la
situación con Alexander, pero después entendí, que
ella, antes de él, ya estaba mal. La situación con
Alex y Vanesa fueron un simple detonante.
Saque mi teléfono para continuar leyendo el
artículo que había buscado…
870
“Se debe preguntar sobre los pensamientos
suicidas, aunque sea un poco incómodo, esto no
induce a nadie a tomar una acción autodestructiva,
al contrario, le ofrece la oportunidad de hablar
acerca de sus sentimientos y eso puede reducir el
riesgo de que haga realidad sus pensamientos”
“El solo hecho de hablar con alguien que
muestre interés suele hacer una gran diferencia”
“Puedes ayudar haciendo que esa persona se
conecte con los recursos adecuados. Es importante
que entiendas que lo que en verdad necesitan es
ayuda profesional, y no es que tu ayuda no sea
menos importante para esa persona, no significa
que no te toma en cuenta o que tus palabras no
tengan peso o relevancia en ellos,
Sin embargo, NO es tu labor sustituir a un
proveedor para la salud mental”
“Así como cuando alguien tiene una herida física
grave lo primero que se hace es buscar a un
profesional, en la salud mental es exactamente lo
mismo y es igual de importante.
Siento una presencia junto a mí, así que bloqueo
mi teléfono. Sin levantar la vista, solo con ver el
871
pantalón sé quién es. Probablemente trae la ropa más
cara de todo el hospital.
—¿Estás bien? —pregunta para mi sorpresa,
generalmente nunca me dirige la palabra, a pesar de
que llevo años trabajando para él, nunca
hablábamos. Ahora que las circunstancias nos
habían inevitablementehecho más frecuente, nada
había cambiado en sí, las veces que visitaba Jude
solo me daba pequeños asentimientos con la cabeza
y era todo.
Levante la mirada y lo vi con una sonrisa
sarcástica. El acomodo mejor su gorra, me había
sorprendido que a pesar de que ya había amanecido
continuara aquí, sé lo peligroso que es que esté en
un lugar tan publico sabiendo que cualquiera podría
verlo.
—Yo no fui el que murió ahogado, estoy bien.
Aiden acomodo mejor su abrigo y chasqueo la
lengua. —Estos procesos son duros, no solo para
quien los pasan, por eso a veces la gente solo
prefiere ver hacia otro lado.
Me mantengo en silencio mientras muevo, mi
pierna frenéticamente de arriba hacia abajo.
872
—Yo no soy el que está pasando por la peor
parte, es ella, yo solo soy un espectador de su
sufrimiento.
—Que su dolor sea más grande no significa que
el tuyo sea menos válido…
Detengo el movimiento de mi pierna y suelto un
largo suspiro. —Iré con ella —murmuro
poniéndome de pie. Aiden también se para
observando el reloj de su muñeca.
—Debo irme, no te preocupes por ir hoy, yo te
cubro —Asiento y lo veo irse. No se despide, pero
no me sorprende. Hoy me hablo más de lo que lo
había hecho jamás.
Camino entre los pasillos llegando a su
habitación.
Golpeo un par de veces la puerta y después de
unos segundos la abro entrando directamente. La
cama está vacía, observo el número en la puerta solo
para confirmar que sea el cuarto correcto y lo es.
—¿Jude? —digo el nombre con algo de miedo.
Camino directamente a la puerta del baño
escuchando el grifo del agua, correr, tomo el
picaporte, pero este no cede, está cerrado con llave.
873
Mi cuerpo se agita y una imagen vivida de ella
sin vida completamente pálida me golpea sin previo
aviso.
—Judith, abre la puerta —Trato nuevamente de
abrirla, pero no funciona. Golpeo la madera con mi
palma mientras empujo nuevamente pero no cede—.
Abre la puerta en este momento o juro que la voy
a… —Mis palabras se estancan en mi garganta
cuando la puerta se abre.
Judith aún continúa pálida, sus labios se ven
blancos y ligeramente agrietados, está conectada a
una intravenosa y se sostiene del atril porta sueros.
El alivio me invade de inmediato.
—¿Nate? —Su voz es ronca y apenas audible.
Cierro los ojos sintiendo mi pecho subir y bajar —
¿Estás bien? —pregunta suavemente. Asiento
mientras me hago a un lado para dejarla pasar.
—En realidad no —Me giro viendo como me
sienta sobre la camilla—. Tengo tantas cosas que
decirte Judith, para empezar, es que lo lamento
mucho, ¿Si?, no merecías nada de lo que te paso…
—Nate…
Levanto la mano haciendo que calle al instante.
874
—Sé que no quieres hablarlo, nunca quieres
hacerlo, pero estás mal Jude, no sé cómo decirte esto
y perdón si estoy siendo muy rudo, pero necesitas
ayuda.
—Estás exagerando.
—Judith, literalmente moriste. Quizás fueron
minutos, pero te perdimos.
Mi corazón se estruja cuando veo su ceño
fruncirse y su pecho comenzar a subir y bajar con
fuerza. Creo que no lo estoy llevando de la manera
correcta, pero estoy desesperado.
Ella baja su cabeza, pero aún tiene sus ojos sobre
mí. —Fue un accidente…
—Tienes que soltarlo —Niego con frustración—,
sé que lo has intentado, sé que si fuera por ti ya no
estarías mal, pero lo estás, estás mal y tienes que
aceptarlo, esto que paso no fue un accidente.
—Estaba ebria —murmura entre dientes. Sé que
se está conteniendo, lo noto en su mirada inyectada
de sangre, su rostro ha tomado algo de color, ya no
luce tan pálida, luce roja.
—Es la excusa más basura que pudiste decir —
Me quejo pasando las manos por mi cabello—. El
875
alcohol no te lleva a comportarte de ninguna forma,
solo facilita que salgan actitudes que normalmente
reprimes.
—Estás exagerando —Repite y mi pulso se
dispara, el calor sube como fuego por mi cuerpo, el
enojo corre por cada poro de mi piel y junto a él sale
a flote mi miedo. Me siento a su lado tomándola con
fuerza de los brazos.
Jadea poniéndose completamente rígida. Intento,
pero no puedo contenerme y lloro.
—Por favor Judith, solo inténtalo, por favor…
Estoy asustado como la mierda, todos los días llego
al departamento conteniendo el aire cuando no
escucho ruido, te he visto morir un poco cada día —
El llanto sale vergonzosamente sin poder contenerlo.
Siempre he sido demasiado sensible, lloro hasta
con las películas infantiles, aunque al principio me
avergonzaba, lo he aceptado.
Y esto me tiene jodidamente asustado, quizás a
Jude no la conozco de mucho, pero ahora es mi
amiga y no quiero que muera, no quiero que su vida
acabe.
“Necesitas ayuda, ayuda profesional, lo único que
provocas negándolo es daño, a ti misma, y a
876
cualquiera que te rodea porque te queremos y nos
preocupas, Jude. No me condenes a todos los días
tener que esperar la llamada que me diga que
finalmente has hecho lo que has estado
posponiendo… Justo como hoy.
—Lo siento —murmura entre sollozos, levanto la
vista para ver su rostro lleno de dolor—, lo siento, lo
siento —Repite una y otra vez.
Con cuidado a no lastimarla me incorporo un
poco para envolverla en mis brazos.
>>Es solo que, en este momento, mi muerte tiene
más sentido que mi vida.
Niego con desesperación tomando su rostro entre
mis manos.
—Te prometo que mejorara, Jude y mientras lo
hace yo estaré cada segundo para ti, en tus caídas, en
tus días malos, no estas ni estarás nunca sola.
Ella llora, llora como nunca lo había hecho. No
tengo idea de cuánto tiempo pasa, pero la abrazo y
no me alejo ni por un segundo.
Después de un rato la puerta se abre y por ella
entran Leo y Sara con un globo de helio de un elfo
877
navideño sexi. Y una nota pegada de “No había de
recupérate pronto”
—Mi bebé —grita Sara corriendo a Jude a
abrazarla. Leo frunce el ceño colocando las manos
en su cadera.
—Yo soy tu bebé.
—Tú no te comes mi comida, ella si —Jude
sonríe pareciendo más tranquila.
Allí frente a todos hablo, y me di cuenta de que
en todo el tiempo cerca de ella, no me había
percatado de cuanto necesitaba escucharla decir dos
palabras, dos simples palabras.
“—Necesito ayuda.”
El suspiro que solté después de escucharla
abandono mi cuerpo junto a un peso invisible que no
me di cuenta de que estaba cargando.
Justo como prometí estuve para ella cada día, al
menos a distancia…
Ir a terapia no era suficiente, en las palabras del
doctor, Judith tenía trastorno de depresión mayor,
sus pensamientos suicidas eran más persistentes de
lo que habíamos imaginado, tuvo que internarse en
un hospital psiquiátrico por un tiempo. Al principio
878
fue difícil, pero mejoro, mejoro mucho, esta vez sus
sonrisas no eran vacías, aunque no las tenía todo el
tiempo, al menos ya no las fingía. Se veía tranquila,
cada día se parecía más a la chica que conocí en ese
elevador, con la que vi películas en su cumpleaños
mientras comía una sopa extraña, y no a la chica
desolada con el labio ensangrentado que saqué de
ese hospital aquella fatídica noche. O la que se
quedaba en el sofá durante horas viendo a la nada.
Está mejor… realmente está mejor.
Henry, Leo, Eva y yo la visitábamos todo el
tiempo, su hermano, Jace venía cada dos semanas,
era lo máximo que su trabajo le permitía, sin
embargo, estaba muy pendiente de ella, costeo
absolutamente todo para mantenerla en el mejor
hospital.
Aiden no podía visitarla, pero le hablaba de vez
en cuando.
Sara, probablemente la única persona que no le
tenía ni miedo ni respeto a Aiden y lo trataba como
una persona cualquiera lo obligo a sobornar a los
enfermeros del hospital para poder estar metiendo su
comida para Jude.
879
Esta vez ni Henry ni Eva pudieron venir, pero yo,
como siempre lo hice, tenía una promesa con ella y
planeaba cumplirla, sin embargo, no pude verla, hoy
no era un día bueno. A pesar de eso estaba tranquilo,
ahora no lo escondía, ahora no pretendía que estaba
todo bien, ahora si pedía y aceptaba la ayuda.
Salí del lugar después de que la recepcionista me
agendara otra visita y metí mi mano al bolsillo
tocando con las yemas de mis dedos un papel.
Mierda, había olvidado mandarle la nota. Desde
el primer día que estuvo aquí le escribía pequeñas
notas y las traía siempre que podía. Era una tontería,
pero parecía gustarle. Voltee hacia el edificio, pero
ya era tarde, no podía verla, gire el pequeño papel
entre mis dedos pensando que hacer con él.
Levante el rostro y me fije en una chica a unos
metros de distancia, estaba muy distraída con su
teléfono en la mano. Me acerqué y ni siquiera lo
noto, de manera completamente aleatoria, me
pregunté, ¿Qué otras cosas no notaria? Sonrío a su
teléfono y por inercia yo también sonreí, fue
imposible no notar lo linda que era. Llegue a ella y
ni siquiera me noto. Pude darme cuenta de que
estaba leyendo un libro, ladeé el rostro y extendí la
nota frente a su campo de visión. Parpadeo
880
repetidamente como si estuviese saliendo de un
trance. No dije nada, simplemente mantuve la hoja
frente a ella esperando que la tomara y así lo hizo.
Me giré y camine a mi auto, cuando estaba a
punto de irme la busque con la mirada, ella estaba
con la vista fija en la nota y una sonrisa nostálgica
en sus labios.
“Quizás nadie te lo ha dicho, pero estoy
orgulloso por todas las batallas silenciosas que has
superado.”
Al parecer el capítulo de lo que estuviera leyendo
había terminado porque bloqueo su teléfono y se
puso de pie. La observé irse y solo pensé en lo
hermosa que era, de verdad esperaba que ella lo
supiera.
Querida lectora; por si no se entiende, Nate te
está entregando la nota a ti. <3 tqm.
881
50. Capítulo cuarenta y cuatro
Advertencia: este capítulo contiene escenas
que podrían resultar incómodas para algunos
lectores, se aborda el tema de abuso sexual. No se
detalla el abuso de manera explícita, sin
embargo, si tiene muchos detalles y descripciones
que dejan claro lo que esta pasando.
44 | VIDEO .
♪ Till it happens to you, you don’t know how im
feel, ♪
(Hasta que no te suceda a ti, no sabrás como me
siento.) —’Til it Happens to you. Lady Gaga.
JUDITH
Un año después…
Cuando escucho las pisadas en el corredor cierro
los ojos y me cubro la cabeza esperando que se
traguen el cuento de que estoy dormida.
La puerta se abre y así puedo escuchar la risa de
fondo de Jace y Eva.
882
Jadeo cuando siento como me arrancan la cobija
de encima.
—Literalmente tienes una ventana allí —dice Leo
divertido apuntando hacia el cristal—, pude verte
despierta treinta segundos antes de siquiera entrar.
Suelto una risa lanzándole una patada que
esquiva con rapidez.
—Estaba desempacando —digo recargándome
sobre mis codos. Él se gira hacia mi maleta aun
hecha en una esquina. Casi quiero golpearme.
Que asco de mentirosa soy.
—¿Abstinencia de antidepresivos o no te ha
hecho gracia la sorpresa de Eva?
Me dejo caer por completo sobre la cama
sintiendo como se tumba a mi lado.
—No le digas nada, no quiero hacerla sentir mal.
—Lo sabía —dice girando su cabeza hacia mí—.
Lo noté desde que bajamos del auto.
—Odio las cabañas —Me quejo recargando mi
cabeza en su hombro—, pero puede que este viaje
me haga cambiar de opinión.
883
Él empuja su hombro alejándome de el.
—Sería un insulto que no lo hiciera —bromea
poniéndose de pie, toma mi mano y me jala consigo
haciendo que me ponga de pie pasando un brazo por
mis hombros—, empecemos por dar un recorrido, el
lugar es hermoso, si no te gusta puedes volver a tu
fingido descanso.
Su sonrisa es contagiosa, asiento caminando a su
lado dejándome guiar por él.
El lugar podía dar miedo, estaba en medio del
bosque. Pero todo en la cabaña era bastante
acogedora, las luces, la decoración. Hoy Eva había
invitado a un grupo de amigos que montaron una
fiesta casi de inmediato. Ellos mañana se irán,
nosotros cuatro, en cambio, nos quedaríamos aquí
una semana más .
Generalmente nunca pasamos tanto tiempo
juntos, esta es la primera vez que lo haremos, pero
Eva organizo todo esto para mí, hace seis meses que
me habían dado de alta del hospital y hace uno que
me habían quitado la medicación.
Observo con diversión a Jace, él duerme sobre un
sofá completamente ebrio, nunca lo había visto así,
sabía que Eva había tenido que ver, estaba segura,
884
nadie podía decirle que no. Me acerque a él y
empuje su cuerpo haciendo que se acomodara sobre
el sofá. Peine con cuidado su cabello hacia atrás
antes de colocarle una frazada encima.
—No aguanta nada —grita Eva por encima de la
música.
—Viene de familia, lo mala copa.
—Venga, toma —pide mientras sirve un shot.
Hago una mueca al ver que es tequila.
Llevo más de un año sin probar ni una gota de
alcohol. Y quiero seguir así, sin embargo, le he
mentido a Leo, no me había tranquilizado ni con ver
lo bonito y agradable que es el lugar. Estar en la
cabaña me tiene de los nervios. No tengo idea de
como aguantare una semana.
—Si no quieres… —Le quito el shot de su mano
y me lo tomo de inmediato provocando que suelte
un grito emocionada.
La música suena con fuerza, quizás es mi
percepción, pero ahora la escucho más fuerte. La
idea de tomar había funcionado, ahora no estaba
preocupada, estaba divertida y pasándola increíble,
como hace mucho no lo hacía.
885
No tengo idea de cuanto tiempo ha pasado, pero
ya ni siquiera siento el frío, mi cabello se pega a mi
cuerpo y la visión ya se me estaba nublando, busco
con la vista a Leo, pero no lo encuentro, en cambio,
logro ver a Eva.
—¡Eva! —grito su nombre, pero no me escucha.
Paso entre las personas llegando a ella. Tomo el shot
que sostiene en su mano y lo tomo de golpe.
—¡Judith! —grita viéndome con alarma. Abre y
cierra la boca quitándome el pequeño vaso vacío. —
Joder, joder…
La observo divertida por su reacción, ella toma
mi brazo y me obliga a caminar arrastrándome por el
lugar.
Se detiene frente a un chico y lo jala de su
camiseta.
—Busca a Leo, dile que venga a la habitación de
Jude, de inmediato.
Entrando a la habitación me siento relajada al
instante. Eva me obliga a sentarme y comienza a
caminar de un lado a otro.
—¿Estás bien? —pregunto entre risas.
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—Si, solo que tú estás muy ebria, eso es todo —
murmura mordisqueando su labio—, ¿Dónde estás,
donde estás? —susurra viendo a través de la
ventana. Se gira a verme y se acerca obligándome a
acostarme—. Iré a buscar a Leo, ¿Si? Necesito que
te quedes aquí.
Asiento cerrando los ojos, creo que se mueve o se
sale, no lo sé, en cuestión de nada me quedo
dormida.
Un fuerte ruido me despierta de un sobresalto. Mi
corazón bombea con demasiada fuerza, mi vista está
completamente nublada y todo el cuarto se mueve a
mí al redor. Me giro un poco y caigo al piso
estrepitosamente golpeándome en la cabeza.
Mi respiración es trabajosa, y no sé si es por el
golpe que me he dado, pero todo a mí al rededor se
mueve. Incluso las líneas del techo parecen estar en
movimiento.
Me levanto como puedo y entre tropiezos voy a
la puerta saliendo de la habitación. En el pasillo todo
está peor, la habitación gira en círculos literalmente-, a veces estoy caminando por la
alfombra, a veces por el techo.
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Suelto un jadeo cuando la fuerte música inunda
mis oídos. Las luces colocadas por todo el lugar que
encienden y apagan no hacen más que empeorar
todo.
Cierro los ojos con fuerza, en un inútil intento por
controlarme. Ninguna de las veces en la que he
estado ebria, me he sentido así.
Cuando creo que ya me siento algo mejor, abro
los ojos quedándome anonadada. Un jadeo escapa de
mis labios al ver el espectáculo frente a mí.
Las luces han intensificado sus colores, puedo
percibir cada pequeño foco a mi alrededor apagando
y prendiendo de manera lenta. Las luces ya no están
fijas como antes, ahora se mueven envolviéndose a
mi alrededor. Estiro la mano para tocarlas, pero se
desvanecen entre mis dedos. Suelto un jadeo al
escuchar la música, un escalofrío me recorre todo el
cuerpo mientras las notas acarician mi piel. Cierro
los ojos sintiendo la música, literalmente sintiéndola
en mi cuerpo.
Estoy aun sudando, pero ya no tengo calor, al
contrario, tengo frío, mis dientes castañean mientras
me giro y observo a toda la gente. Ellos se mueven a
mi alrededor de manera lenta, es como si todos
estuviesen en pausa, excepto yo.
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Al fondo de la habitación, entre todas las
personas, observo una puerta blanca que contrasta
absolutamente con todo el lugar. Conozco esa
puerta, pero no sé de donde. Con la curiosidad
bailando por cada poro de mi cuerpo camino hacia
ella.
—Jude… —Escucho que me hablan, pero la voz
suena lejana. Observo el picaporte y lo tomo
abriendo la puerta con cuidado. Doy un paso viendo
que es otra cabaña, aquí no hay luces, no hay música
y todo es diferente—. Judith —Me giro al escuchar
la voz detrás de mí. Detrás ya no está la puerta, ni la
fiesta, no está nadie, solo un chico.
—Douglas —Me escucho susurrar.
Quiero alejarme, pero no me muevo, solo me giro
y lo espero. No controlo mis movimientos, mi voz,
nada, únicamente observo.
Mi corazón martillea con fuerza porque sé lo que
está pasando… Estoy recordando.
Cierro los ojos con fuerza, pero nada desaparece.
—¿Te estás divirtiendo?
—Si —Me escucho decir. Cierro los ojos
intentando despertar. Me pellizco los brazos con
889
fuerza, pero sigo en el mismo lugar—, nunca había
estado en una cabaña.
—Ahora podrás hacerlo cada que quieras.
Nunca vi las señales, ni siquiera estaba segura de
que alguna vez hubo alguna. Salir con Douglas era
como un cuento de hadas. Lo conocí en la escuela de
arte, desde el primer momento que nos conocimos
mostró interés en mí. Todos los días encontraba
flores en mi casillero.
Todos los días me daba tanto amor, de una
manera abrumadora. Me hizo creer que no podía
vivir sin mí y me hizo sentir que yo no podía vivir
sin él.
Abrí los ojos cuando no escuche ninguna voz,
estaba sola. Había funcionado, volví a pellizcarme
esperando poder despertar, pero nada servía.
Ese fin de semana no sospeche nada, porque él
había sido muy cuidadoso. El primer día se encargo
de hacerme sentir feliz, en confianza, como nunca…
—Ya no puedo —balbucee mientras entraba al
cuarto—, me duele la cabeza.
Él me sentó sobre la cama y me puso una bebida
negra al frente, recuerdo que olía a uva.
890
—Toma esto —pidió extendiendo una pastilla
hacia mí—, es para tu dolor.
—Gracias —murmure tomándola rápidamente.
Jamás había olvidado lo que pasaba el día anterior.
Esa vez, si lo hice, lo olvide, porque nunca estuve
consciente. Era como si estuviera en modo
automático.
Perdí la noción del tiempo y de absolutamente
todo.
—Quiero vendar tus ojos —Lo escuché susurrar.
Ni siquiera respondí una palabra comprensible. No
podía.
Lo sentí poner algo en mi rostro, no podía ver, no
me gustaba la sensación, pero mis manos eran
inútiles. Mi cuerpo y mi cabeza estaban
desconectados. Basto un minuto para que me
quedara dormida por la oscuridad, no me dormía del
todo, despertaba por ratos, pero cada que cerraba los
ojos perdía la conciencia y solo se repetía el proceso.
El último recuerdo que tuve antes de caer en la
completa inconsciencia fue de unas voces. Y
ninguna de ellas era de Douglas.
Antes había tenido resacas, pero nunca como ese
día. Mi cuerpo dolía, mi cabeza me estaba matando
891
como nunca y lo que más me preocupo es que estaba
desnuda.
Sentí la bilis subir por mi garganta y como pude
me pare y corrí al baño.
Me sentía extraña, ¿Por qué no recordaba nada?
¿Por qué había tomado tanto? ¿En qué estaba
pensando?
Me senté sobre el piso sin importarme en lo más
mínimo lo poco higiénico que era, y entonces me
percaté de algo. Sangre, tenía sangre entre mis
muslos. Solté un jadeo asustada y me pare con las
piernas temblorosas a abrir el agua de la regadera.
Esto no estaba bien.
El agua caliente lleno inmediatamente el pequeño
cuarto de vapor, me coloqué bajo la ducha sintiendo
el agua recorrer mi cuerpo, no se sintió tan aliviador
como pensé. El simple roce del agua hizo que mis
pechos ardieran. Me alejé con rapidez provocando
que me diera un tirón en el vientre. Solté un gemido
de dolor asustada inclinándome hacia el frente.
La música aún seguía sonando porque la fiesta
que hizo Douglas duro tres días, ese era mi segundo
día allí. El tercero fue el peor.
892
Abrí los ojos cuando escuché un fuerte golpe. De
un salto me incorporé aliviándome por completo al
darme cuenta de que estaba en la habitación de la
cabaña de Eva. Ya no era de noche, es de día, el sol
resplandece completamente.
—Ya despertó —grita Eva colocando una mano
en su pecho.
—¿Qué paso? —pregunto sintiendo la boca
pastosa.
—Siiii, bueno, larga historia.
—Jude —mi hermano entra corriendo a la
habitación—, Joder, estás bien.
—Te lo dije. La dosis no es mortal, por dios.
Leo entra al último y sonríe mientras me entrega
un vaso con agua.
—Pero mira quien bajo de las nubes, estuvimos
toda la noche cuidándote, tomaste lsd líquido,
estabas incontrolable. Despertaste a Jace para que
acariciara la música contigo.
893
—Mi bebida —susurra Eva desde el fondo de la
habitación sonriendo luciendo apenada—. Lo siento,
no tuve tiempo de advertirte… En un segundo
desapareciste mis cincuenta dólares líquidos.
Cerré los ojos dejándome caer contra la
almohada.
Había alucinado, fue tan real. Por tanto, tiempo ni
siquiera me permitía pensar en eso, lo fui reduciendo
de mis pensamientos hasta convertirlo en nada. Creí
que quizás lo había superado, pero no lo hice… No
lo hice.
Jace suelta un suspiro y frota su sien—. Eva,
linda, ¿Traes más drogas contigo? Sé que no debo
meterme, pero me gustaría que las mantuvieras
alejadas de…
—Jamás he sido adicta —Lo interrumpo viendo
hacia el techo. Eso fue lo que le había dicho cuando
tuve los problemas con Douglas. Me daba miedo
como reaccionaria, preferí culparme a mi misma.
Había sido un error.
Jace gira a verme y entrecierra los ojos—. ¿Estás
segura de que ya se le pasó el efecto? —Le pregunta
a Eva.
894
—Te mentí —Acepto viéndolo directamente—.
Nunca existió un problema de drogas, ni de alcohol,
ni de absolutamente nada. Te he mentido desde
entonces, y estoy cansada, así que… —Me detengo
al sentir el nudo de mi garganta crecer. Suelto un
suspiro y continuo—, Debemos hablar del video.
Todos parecieron detener sus respiraciones, el
silencio inundo el lugar a tal punto que podía
escucharse perfectamente el goteo del grifo del
baño.
—Yo… —Leo se incorpora palmeando los
bolsillos de su chaqueta— Saldré a fumar un rato.
—Y una mierda ¿Vista la hora? No vas a fumar
tan temprano, Leo, no te lo voy a… —Eva
interrumpe su regaño y abre y cierra la boca,
viéndome de mí a Jace. Asiente repetidas veces y
camina a la salida de la habitación— Yo llevo el
fuego —murmura saliendo, dejándonos solos.
—Jude…
Extiendo la mano hacia Jace para qué se acerque
y se siente frente a mi, solo me basto el suave roce
de su pulgar contra el dorso de mi mano para
ponerme a llorar.
895
Con el jamás aclaré nada, simplemente le dije
que la situación no había sido como Vanesa la dijo, y
fue todo, nunca me obligo a hablar, pero ya era
momento.
Lo había callado por tanto tiempo, por vergüenza,
por miedo, porque no quería que nadie cargara con
esto, ya era suficiente tener que hacerlo yo, pero
hacer que la persona que más me ama en el mundo
también lo hiciera, me rompía el corazón, no me
sentía lista, pero ahora entiendo que estoy esperando
algo que no pasara, porque creo que jamás lo estaré.
No me importaba el cansancio que sentía por la
droga, las ganas de querer ir a ducharme, o
quedarme dormida más tiempo, estaba siendo
demasiado abrupta, pero, si me permitía pensarlo
por un segundo más podría volver a callarme otro
año, porque lamentablemente la manera en como
actuó alrededor de ese trauma no lo puedo controlar.
Debí hablarlo con mi psiquiatra… Pero no había
podido decirlo de nuevo, hasta ahora.
Y lo hice.
Nunca había visto a mi hermano llorar, ni cuando
mamá lo insultaba y se burlaba de él, ni cuando papá
lo golpeaba, no lloraba cuando ellos peleaban, o
cuando los encontrábamos desmayados por tanto
896
alcohol, no lloro cuando tuvo que renunciar a su
infancia para cuidarme, ni cuando a los trece años
comenzó a planear como irse de casa, no lloro
cuando a los quince lo cumplió y me llevo consigo a
un pequeño departamento que era de un tío lejano,
no lloro cuando tuvo que dejar de estudiar para
comenzar a trabajar.
Mi hermano no lloraba, ni una sola vez lo hizo.
Hasta ahora.
Resumí mi pesadilla en cinco palabras: me
drogaron y me violaron.
Me había prometido ser honesta, y lo estaba
siendo, simplemente estaba omitiendo los detalles.
Mi hermano ya tenía suficiente. Y yo no creía
poder decir todo lo demás en voz alta.
No podría decirle que con nuestros amigos nos
fuimos a un viaje de un fin de semana a una cabaña
por el cumpleaños de Douglas, que el primer día fue
la persona más dulce existente, que estuvo conmigo
cada segundo. No podría decirle que me dio dos
brownies, que yo no sabía que tenían cannabis, pero
lo sentí después de casi una hora, Douglas se
comportó como el novio más atento que podría
existir, el viaje y la fiesta era para el, aun así, se fue
897
a encerrar conmigo, puso una película de comedia y
me trajo toda la comida que pudo, porque dijo que
con el efecto todo sabría mejor. Nunca había
probado drogas antes, pero no tenia miedo porque lo
tenia a el a mi lado.
No podría decirle que al siguiente día quedamos
en que beberíamos hasta el cansancio, porque el día
anterior por culpa de los brownies no habíamos
estado con nuestros amigos, no podría decirle que
para antes de media noche apenas podía estar de pie,
que Douglas me llevo a la habitación, me dio una
pastilla diciendo que era para el dolor pero fue la
que termino por acabar conmigo, estuve despierta
todo el tiempo, pero no era consciente de lo que
pasaba, era como una sonámbula, no podría decirle
que esa noche el invito a otros dos amigos e hicieron
conmigo lo que quisieron y que no les bastó hacerlo
si no que también lo grabaron.
No podría decirle que al siguiente día no
recordaba nada, que Douglas dijo que quizás había
sido más rudo de lo habitual y que por eso estaba
así, no podría decirle que le creí…
¿Cómo verlo a los ojos y decirle que no me fui?
Que pensé que quizás estaba siendo muy exagerada.
898
Que baje con él a saludar a unos amigos y
después bajamos al sótano a ver una película.
Que esa noche volvió el Douglas dulce que solo
me hizo bajar la guardia.
¿Cómo podría decirle que a la mañana siguiente
todos nuestros amigos se habían ido por una
tormenta pronosticada, que solo se quedó uno de
ellos, Sergio, que tan pronto como apareció en la
cocina supe que algo andaba mal, su mirada era…
repulsiva, me dio miedo e intente irme, que él no me
dejo dar ni un paso y me acorralo contra la
encimera, como le explico el miedo que me invadió
cuando sentí su cuerpo contra el mío, cuando lo sentí
respirarme en la nuca y preguntarme si no quería
divertirme de nuevo con él.
La palabra “de nuevo” hizo eco en mi cabeza,
como si yo no recordara, pero mi cuerpo sí. Estaba
tan confundida y su respuesta fue tomarme de la
barbilla y obligarme a ver hacia el frente, que coloco
la pantalla frente a mi cara y allí por primera vez vi
ese video, no suelo tener buena memoria, pero esa
vez sí que la tuve porque me grabé como fuego cada
segundo. No me pude mover siquiera un poco,
estaba congelada en mi lugar completamente
asustada entre sus brazos.
899
“Estabas tan ida que no lo disfrute del todo, pero
hoy… Hoy estás sobria, ¿no?”
¿Cómo le explico que jamás me he sentido tan
desesperada en mi vida como en ese momento
mientras intentaba alejarme de él pero no podía?
Que con una simple mano pudo retenerme contra la
encimera mientras se restregaba contra mi cuerpo.
“Siente como me pusiste”
Como le explico que yo estaba dejando toda mi
vida y toda mi fuerza allí, por intentar liberarme y
que solo un segundo fui capaz de hacerlo, pero a él
solo le basto un simple golpe para tenerme en el
piso.
Él ni siquiera tuvo que luchar, me movió entre
sus manos como si fuese un pequeño e insignificante
juguete. Me giro boca abajo porque dijo que no le
gustaba verme llorar.
Como decirle que mi propio llanto me dio asco
cuando me dijo que había algo en la manera en la
que le suplicaba que lo había atrapado.
¿Cómo decirle que en cuanto todo acabo salí
corriendo en medio de la tormenta, que ni siquiera
toda el agua que caía sobre mí me hacía sentir
900
limpia, que mis piernas no me permitieron correr y
caí a la tierra?
Que mire al cielo buscando al dios al que tanto le
rece porque todo se detuviera y nunca me escucho.
Jamás había tenido tantos sentimientos negativos
golpeándome al mismo tiempo, el dolor, miedo, asco
e impotencia se abrieron paso en mí de manera
arrolladora y no lo soporte, grité y grite intentando
sacarlos, intentando que dejaran de sentirse, pero no
funciono y nadie me escucho.
Físicamente estaba con vida, pero me habían
matado internamente. Había desaparecido una parte
de mí que jamás regresaría.
Allí fue cuando lo supe… La violación es el
homicidio del alma.
¿Cómo podría decirle que Sergio volvió por mí?
Que me tomo por el cabello y me arrastro hasta esa
cabaña de nuevo, que me tiro contra el piso una vez
cruzamos la puerta.
Que mis gritos desgarradores despertaron a
Douglas y cuando vio a su amigo encima de mí se
enojó tanto porque le gustaba tener todo limpio y en
orden y yo estaba ensuciando su piso de lodo…
901
¿Cómo decirle que esa tarde todo se repitió una y
otra vez?
¿Cómo decirle que esa noche ellos se fueron de la
cabaña y que yo no corrí de inmediato como debí
hacerlo? Me quede horas allí, tirada en el mismo
lugar en el que me habían dejado, simplemente
viendo a esa puerta blanca, como si mi vida
dependiera de ello.
No tengo idea de en qué momento me pare, no
tengo idea de cuanto camine, no tengo idea de cómo
llegue al hospital. Por meses tuve la misma
pesadilla, en que la razón del porqué no tenía idea de
nada, era porque nada de eso había pasado… que en
realidad nunca salí de esa cabaña y todo era una
fantasía de mi cabeza y yo continuo allí, tirada en el
mismo lugar.
Pero era tan real, tan real como fue mi denuncia.
Le creí a la doctora cuando dijo que había
suficientes pruebas como para meterlos a prisión, le
creí cuando dijo que no debía temer…
Supe que nada saldría como pensaba cuando el
testimonio de Douglas tuvo más peso para la ley,
simplemente porque yo estaba ebria…
902
<<La detective tomó unas hojas y las leyó un par
de veces, negó apretando los labios y volvió a
verme.
—¿Esto no tiene que ver con despecho cariño?
—¿Qué? —susurre sintiendo mi sangre hervir.
—Douglas Wilson ha dicho que el sábado, te
engaño, y que tú te enteraste, por eso quieres
vengarte.
—¿Y se supone que mi venganza es auto
violarme? Vio mis pruebas médicas, estaba
desangrándome. Puede verme aquí mismo, sin
ninguna prueba tengo moretones en cada parte de
mi cuerpo.
—También vi tus pruebas de toxicología. Y eras
más alcohol que persona.
Fruncí el ceño llena de confusión, ¿Qué mierda
estaba pasando? ¿Por qué eso importaría —Incluso
si eso fuera verdad, ¿Qué tendría que ver?, ¿si estoy
ebria mi violación no cuenta?
La detective no dijo nada, continúo apretando sus
labios como cada que me diría una hiriente tontería.
—La gente ebria hace muchas tonterías, en
ocasiones suele olvidar de lo que hace o
903
arrepentirse al siguiente día, quizás con la furia de
saber que te había engañado, planeaste algo…
¿Provocarlo? ¿O por qué otra razón un día después
de tu ataque usarías un vestido tan sugerente?
—¿Es una broma?
—Escucha Judith, yo te entiendo, fui joven
alguna vez —Por primera vez me sonrío con
complicidad como si estuviéramos teniendo una
simple charla de amigas—, también me han
engañado, me molesté tanto que rompí toda su ropa,
quería vengarme por hacerme ver como una tonta,
pero una denuncia falsa es un delito.
—No es falso, no es una venganza, no tengo idea
de lo que está hablando, él me violo, él y sus amigos
me violaron —grite sintiendo la rabia correr por
todo mi cuerpo—, ¿Por qué solo lo que él dice es
tomado en cuenta? ¿Por qué su palabra tiene más
peso que la mía? Yo tengo pruebas médicas reales,
él ¿Qué tiene? —Para este momento los sollozos
salían de manera incontrolable
—Una prueba de toxicología limpia, para
empezar —Cerré los ojos y solté un suspiro, sabía
que era mentira, habían alterado sus resultados, así
como los míos, lo supe desde que dijeron que no
salió ninguna droga en mí, más que el cannabis de
904
los brownies. El sábado, la pastilla que me dio era
droga, el mismo me lo dijo, antes de irse de la
cabaña y dejarme allí se burlaron porque dijeron
que ojalá hubiesen sabido lo fácil que seria, que la
droga era completamente innecesaria.
La impotencia escaló por mi cuerpo como fuego.
Apreté mis puños con tanta fuerza en un amago por
controlarme.
—¿Por qué no me creen? —La voz apenas me
salió audible.
—Linda, me estás pidiendo que te crea a algo que
ni siquiera tú recuerdas, así que no sabes si es real,
dices que no consumes drogas, pero saliste positiva
en THC, casualmente dices que él también es el
culpable de eso, te drogo desde el primer día y tú
continuaste allí, tan tranquila, me hablas de un
video que nadie tiene, y una tarde después de la
primera noche que dices que te violaron te vieron
bajando al sótano con él para ver una película, y
que no conforme con eso, después volviste a dormir
con él. También dices que el tercer día, o sea el
domingo, te violaron nuevamente, pero esta vez sí
fuiste consiente, y Douglas Wilson tiene pruebas de
que estuvo en el estudio de su padre, toda la noche
del domingo. ¿Entonces porque llegaste hasta el
905
lunes en la noche al hospital si dices que estabas
consiente?
Negué, pero la detective no me dejo hablar.
>>Judith, te voy a ser completamente honesta,
cariño, tienes suerte de que no te pusiera una
contrademanda… agradece eso y vete.
>>Y quédate tranquila, El señor Wilson promete
mandar a terapia a su hijo. >>
El director de mi universidad, quien era el padre
de Douglas me expulsó, pidió que que no me
aceptaran en ningún otro lado, y públicamente me
convertí en una zorra.
Porque era obvio que no estaba consiente en ese
video, que jamás di mi consentimiento, pero para la
gente deje de ser una víctima porque, ¿si no me
estaba gustando porque no hacia algo por moverme,
porque simplemente me quejaba sin quitarlos de
mí?, porque si, quizás me habían drogado pero para
ellos deje de ser una víctima en el momento en el
que yo accedí a tomar alcohol, si quizás había
rastros de violencia y mi sangre en esa cabaña, pero
para ellos deje de ser una víctima porque para
empezar ¿Qué hacía en una fiesta todo un fin de
semana?
906
Quizás ellos me habían arruinado la vida, pero yo
decidí usar ese vestido tan corto.
Sales de un infierno para entrar a otro.
Las personas se preguntan el porqué las víctimas
tienen tanto miedo de alzar la voz. Pero cuando lo
hacen, las respuestas que reciben, son preguntas.
Deberías denunciarlo, ¿Pero por qué después de
tanto tiempo?
Deberías denunciarlo, pero ¿Para empezar porque
mandaste esas fotos?
Deberías denunciarlo, pero, ¿Qué ropa estabas
utilizando?
Deberías denunciarlo, pero ¿Qué hacías en una
fiesta?
Deberías denunciarlo, pero ¿Ya le habías dicho
que sí?
Deberías denunciarlo, pero a la familia no se le
hace eso.
Deberías denunciarlo, pero, no hubo penetración
¿Eso cuenta?
907
Siempre hay una pregunta estúpida después de
una historia de violencia. Siempre poniendo una
lupa sobre la víctima y no sobre el victimario.
Porque, en su discurso dicen que estarán a tu
lado, que te creerán, que te ayudaran, hasta que
realmente tienen que hacerlo. Es allí cuando se dan
la vuelta.
A veces incluso nosotros mismos formamos parte
de nuestros abusadores, minimizando lo que nos
pasa, calificándolo como normal, como amor, como
exageración, como un arrebato, con un “es que es
así”. Por miedo, por incredulidad, por vergüenza.
Tal como yo he hecho por mucho tiempo.
Para mí, al final nada salió como imagine, no
tuve mi justicia, y al principio me arrepentí
terriblemente, por muchos tiempo lo hice, siempre
me recriminé el haber hecho esa denuncia, al final
de cuentas lo único que logre fue terminar envuelta
en mentiras.
Pero hoy, puedo decir que a pesar de todo
siempre elegiría hablar, aunque parezca que a nadie
le importa, mil veces lo haría.
Por que quizás mi historia pudo ser escuchada
por su futura víctima, quizás por mi historia logro
908
alejarse a tiempo, quizás logre salvar a alguien de
ese tormento.
Ellos me convirtieron en su víctima, pero no les
di el gusto de convertirme en su cómplice.
Y estoy aprendiendo que siempre habrá alguien
dispuesto a escucharte, aunque tu voz sea un
susurro. Aunque mil personas antes no lo hayan
hecho, porque entre todos esos abusadores
disfrazados de personas con dudas morales, siempre
hay una esperanza, después de todo: para que
existan sombras tiene que haber una luz.
—Voy a matarlo.
—Jace —Lo tomo del brazo cuando lo veo
incorporarse. —Por favor…
—¿Por favor? ¿Por favor que?
—Su padre acabara contigo.
—Eres lo más importante que existe en mi vida,
¿Lo entiendes?, siento mucho que hayas tenido que
pasar por eso, ni tú ni nadie lo merece, y nunca has
estado sola, Jude, daría mi vida por ti, moriría y
mataría por tu bienestar.
—Jace.
909
—Pero, la única terapia que sirve para un
violador es una bala entre las cejas.
>>Así que, me importa una mierda, si su papá es
el mismo presidente, voy a asesinarlo, a él y a todos
los que estuvieron involucrados, así me maten
Judith, pero se irán conmigo al puto infierno.
Jace sale de la habitación como un rayo, corro
detrás de él alcanzándolo en la entrada principal.
—Detente.
Pero no lo hace, abre la puerta y jadeo al ver
quien estaba parado allí con el puño a punto de
tocar.
—¿Qué haces
directamente.
aquí?
—pregunto
viéndolo
—En todo este tiempo, jamás te ofrecí unas
disculpas reales, por todo. Y no soy bueno con las
palabras, así que te traje mi perdón.
Jace da un paso para salir, pero es detenido
abruptamente y de un empujón es regresado adentro
de la cabaña.
—No le sirves de nada muerto.
910
—¿Cómo…? —pregunto confundida, pero él
solo se encoge de hombros.
—La puerta es muy delgada, y tu hermano grita
mucho.
Jace jala su brazo soltándose de su agarre—. No
me toques, ¿Quién mierda eres tú?
El rubio extiende la mano hacia mi hermano—.
Aiden Cromwell.
—No es un buen momento, Aiden —susurro al
verlo allí en la puerta atravesado.
—Solo un minuto necesito —pide. Mordisqueo
mi labio y asiento. Aiden voltea a ver a mi hermano
—, escucha lo que tenemos que decir, y si no te
convence yo mismo te consigo la dirección de quien
quieras.
Jace suelta un bufido, sin embargo, se cruza de
brazos y se mantiene a un lado.
Aiden se mueve permitiendo que las personas
pasen, Nate entra dándome una sonrisa tensa, se
hace un lado dejándome ver a la persona que viene
detrás de él.
>>Todos aquí —habla Aiden—, mantengan la
mente abierta porque estamos a punto de iniciar una
911
locura.
Estoy segura de que mi cara es un poema
completo. De todas las personas en el mundo que
esperaría ver entrar por esa puerta a esa persona en
específico es a la última que hubiese imaginado.
—Quiero aclarar que esto es un secuestro —Fue
lo primero que dijo— pero, ya que no me dejan
irme, me he enterado en el camino que existen varias
versiones de esta historia, y yo solo me sé una, así
que ¿Por qué no inicias a contarme la tuya?
No es Mason la persona, para que no se
emocionen jsdhaja.
Oficialmente estamos en contexto del video y de
lo qué fue de ellos, así que ya vamos directo al
presente de su historia, el que pasará con ellos.
¿Quién piensan que puede ser la persona que
llevo Aiden?
Ennnn el capitulo que sigue ya sabrán del
reencuentro de Jude y Mason y para aclarar, ellos el
tiempo que perdieron el contacto es exactamente dos
años y medio. Los tqm<3
912
51. Capítulo cuarenta y cinco
Oficialmente ya pasaron los dos años y seis
meses.
45 | VEINTE DOLARES.
♪ That kinda lovin’ turns a man to a slave, that
kinda lovin’ sends a man right to his grave ♪
(Esa clase de amor convierte a un hombre en
esclavo, esa clase de amor envía a un hombre
directo a su tumba ) -Crazy. Aerosmith.
MASON
Seis meses después.
Mantenerme imperturbable me lo tomaba como
un ejercicio. Mis emociones a veces desbordaban,
pero me encargaba de no hacerlo notar.
Nunca había sido difícil, hasta hoy.
Observo a Giselle entre los brazos del bailarín del
video musical. Sabía, por la canción, que el video
probablemente seria con temática sexual. Sé que su
913
intención es desvincularse de la empresa infantil en
la que trabajaba, pero no esperaba para nada esto.
Ambos están en medio de un salón lleno de
humo. El chico esta detrás de ella, manteniéndola
pegada contra con su pecho. Me cruzo de brazos y
tomo aire hondo. Cuando el bailarín la tumba contra
una mesa y baja por su cuerpo mientras al mismo
tiempo eleva una mano pasándola entre sus pechos,
me giro para tomar la botella de agua como excusa
para no continuar viendo.
Observo el reloj de mi muñeca y para mi mala
suerte apenas ha pasado un minuto.
Con pesar me vuelvo hacia el frente y continuo
con la tortura visual. Los demás bailarines se han
acoplado y comenzaron su rutina detrás de ellos. La
voz de Gi suena bien, no era para nada el tipo de
música que a mí me gusta, sin embargo, no me
desagrada.
Tomo con lentitud de mi botella observando a Gi
y a el modelo uno frente al frente. El chico la toma
por las piernas y la eleva colocándola contra la
pared, en esa posición se mece contra su cuerpo, con
su coreografía simulan que están follando y eso
termina por quebrarme.
914
Me giro abruptamente sintiendo como el agua
escapa de mi boca.
—Mierda —susurra ella pausando el video.
Comienzo a toser escandalosamente mientras
intento parar de reír. Giselle se lanza contra mí con
tanta fuerza, haciéndome caer hacia atrás sobre el
sofá, se coloca a horcajadas sobre mi cuerpo y su
mano se cierra en un puño contra mi cabello.
—Suéltame —Me quejo entre risas mientras
tomo su mano intentando liberarme.
—Prometiste no burlarte esta vez hijo de perra.
—Es imposible, lo intenté tanto como pude, pero
desde el primer segundo me estoy muriendo de risa
por dentro.
Giselle finalmente me libera recargando su
barbilla sobre mi pecho. Hace un puchero
observándome y pestañea forzadamente un par de
veces.
—¿Pero significa que aceptas ser el modelo de mi
video? Es lo más razonable si tú también formas
parte de la canción.
—Solo firme para voz Gi, no pienso hacer eso —
digo apuntando hacia su video pausado—, no es mi
915
estilo y lo sabes.
—Te odio tanto. Eres tan difícil. Isaac dijo que te
encantaría.
—Para nada, prefiero morir —Sonrío con
diversión viendo su mueca de decepción, la tomo
por los brazos para alejarla de mí.
—Bien, al menos lo intenté —Chasquea la lengua
y gira a verme—, ¿Quieres salir? Vamos a beber.
Me muero de ganas de decir que si, sin embargo,
había prometido ya no hacerlo, al menos no con ella,
así que niego.
—¿Vas a seguir castigándome?
—No es un castigo.
—¿No? Antes salías conmigo casi todos los días,
follábamos, nos divertíamos y hace unos días solo te
dije que me gustabas y dejaste de hacerlo.
Rodé los ojos colocando la palma de mi mano
sobre su cara, empujándola suavemente.
—Estoy haciéndote un favor Giselle, tú a mí no
me gustas, y no lo harás, y no me pienso aprovechar
de que te gusto para usarte sexualmente.
916
—Pero no me estás utilizando, yo quiero esto.
Tomo su barbilla elevándola haciendo que me vea
fijamente. —Mírame a los ojos y dime que no
esperas que me enamore con el tiempo.
Giselle lame sus labios y traga saliva casi
imperceptiblemente, eso solo me confirma lo que ya
sabia, sin embargo, dejo que hable. —Yo… no
espero…
La suelto y rio poniéndome de pie. —Mentirosa.
Giselle se cruza de brazos. —Bien, no debí
decirte nada —Se mantiene en silencio dándome la
espalda—, te dedicaré mi próximo álbum.
Sonrío y camino hacia las llaves de mi auto.
—Vamos, te llevaré a tu casa —digo caminando
hacia el ascensor.
—Espera —Pide, me detengo sintiendo como se
acerca por detrás de mí, se coloca en frente de mi
cuerpo y de un salto envuelve sus piernas en mi
cadera—, solo quiero un beso.
—Giselle…
—Alex, por favor.
917
—Eres una molestia.
—Viniendo de usted señor Macovei, me sabe ha
cumplido —Susurra sobre mi boca pasando la
lengua por mi labio inferior.
Planto un casto beso en sus labios, eso es
suficiente para que sus mejillas se sonrojen.
Ella toma la iniciativa y choca sus labios con los
míos. Su beso es desesperado. Dejo que me bese y
yo solo le sigo el ritmo, intenta profundizarlo, pero
no se lo permito y eso solo la hace soltar un jadeo de
frustración.
—Alexander, no…
Me detengo y la suelto alejándola de mí.
—¿Qué haces? —pregunta alarmada haciéndome
reír.
—Dijiste que no.
Frunce el ceño y me toma por el cuello volviendo
a acercarme. —Imbécil, me refiero a que deja de
cuidarme, solo fóllame, solo hazlo.
Baja las manos al cierre de mi pantalón
intentando abrirlo, tomo sus manos y la jalo
918
tomándola por la cintura, la elevo en el aire,
colocándola sobre mi hombro.
>>No —gime cuando ve que nos dirigíamos al
elevador. Se retuerce sobre mi hombro haciéndome
reír.
Una habilidad que desarrollé gracias a mi madre
fue el estar pendiente a mi entorno, ella aparecía de
manera tan silenciosa e inoportuna que aprendí a
estar atento en todo momento. Así que a pesar de los
gemidos frustrados de Giselle pude saber
perfectamente que el elevador estaba a punto de
abrirse.
Antes de que pudiese advertirle para que guarde
silencio, dos cosas pasan al mismo tiempo, ella grita
mientras las puertas se abren.
—Hace una semana me arrancaste la ropa en ese
elevador y me follaste toda la maldita noche y hoy te
haces el jodido santo.
—Bueno, hola —Sophia nos observa con asco
parada del otro lado. Giselle deja de luchar, de
hablar y de moverse—, ¿Así que llegaste hace una
semana? —pregunta cruzándose de brazos.
Bajo de mi hombro a Giselle quien comienza a
acomodarse el cabello rápidamente.
919
—Hola —habla Gi extendiendo una mano hacia
mi mejor amiga, sin embargo, Sophia no gira a
verla, está ocupada asesinándome con la mirada—.
Hace mucho no te veía Soph, ¿Cómo has…?
—Tú no me hables perra.
—Sophia —Advierto entre dientes.
—¿Perdón?
afectada.
—murmura
Giselle
pareciendo
—No hablo con interesadas que me usan para
acercarse a este pedazo de imbécil que dice ser mi
mejor amigo.
—Yo no te utilice —frunce el ceño pareciendo
ofendida.
—Tu padre dice otra cosa, ridícula —Giselle
jadea y Sophia vuelve a verme a mi —¿Por qué no
me has hablado, Mason? —Suelta un jadeo
dramático que en cualquier otra circunstancia me
hubiese hecho reír, golpea su cabeza pareciendo
avergonzada—. Joder, la he cagado, vamos a fingir
que no pasaron los últimos segundos ¿Si? ¿Por qué
no me has hablado, Alexander? —Una sonrisa dulce
se extiende por sus labios—. Ese nombre es solo
para sus amigos —susurra colocando la palma de su
mano sobre su boca.
920
Giselle no dice nada, sin embargo, suelta mi
brazo dando un paso atrás.
>>Ni siquiera fuiste capaz de mandarme un
mensaje —Continúa hablando cuando ve que no
respondo—, sabes todos los problemas que he
tenido en estos meses y no te molestaste en
hablarme para saber siquiera como estoy, no lo sé,
fingir por educación que aun te importa lo que me
pasa, como quizás hacerte el interesado y
preguntarme como me encuentro después de que mi
padre me mandara a la mierda, después de que Levi
decidiera alejarme completamente de su vida,
después de que mi madre reapareciera como si nada.
Me lleno de culpa casi de inmediato, había
olvidado por completo todo.
—Lo siento —hablo viéndola directamente a los
ojos—, lo siento, tengo la cabeza perdida.
—No solo la cabeza, toda tu vida —Se acerca
saliendo del elevador haciendo que las puertas se
cierren tras ella, me empuja o al menos hace el
intento—, estuviste tanto tiempo con miedo de la
gente falsa, de todo lo superficial que te podía traer
tu estilo de vida y, sin embargo, es ahora
exactamente en donde estás, siendo parte de ellos,
siendo esa basura superficial.
921
Sus palabras no hicieron más que provocar que la
rabia creciera en mi pecho.
>>Me enteré por los medios que llegaste, a ella le
hablaste para follártela, pero a mí no fuiste capaz de
mandarme un maldito mensaje.
—Sophia tú y yo no somos nada, yo no te debo
explicaciones.
—Somos mejores amigos desde hace más de
doce años, ¿Eso no basta?
—No —respondo sintiendo la palabra más
pesada de lo que quisiera admitir. No me gusta ser
un imbécil, pero me siento atacado, estoy actuando
de manera irracional, pero no puedo detenerme.
—Estoy harta, harta de verte, así, un día decidiste
agarrar una maldita botella de alcohol y no soltarla
nunca más, cada maldito día, has estado más tiempo
ebrio que sobrio, consumido en toda esa mierda. No
eres ni de cerca la sombra de lo que antes eras —
Cada palabra la dice de manera firme, sus ojos están
rojos, pero en ningún momento duda, tiembla o baja
la barbilla. Mantiene su tan conocida pose
despectiva con fijeza.
—Sophia deja de actuar como una perra —habla
Giselle por primera vez detrás de mí— estás celosa
922
porque no tienes su atención y estás tan jodidamente
acostumbrada a ser el centro del universo, Alex
merece disfrutar todo lo que tiene, déjalo en paz.
En la mirada de Sophia hay llamas de fuego, me
pongo completamente alerta por si se lanza a
Giselle, la conozco perfectamente para saber que es
algo que haría, pero no lo hace, aprieta con fuerza su
bolsa. Está por primera vez y para mi sorpresa,
conteniéndose. Su mirada abrasadora se dirige a mí
—¿No harás nada por lo que esta imbécil está
diciendo?
Paso la mano por mis ojos masajeándolos, que
estrés, mierda, si tan solo hubiéramos salido un
minuto antes. Amo a Sophia tanto como a los
chicos, ellos son mi familia, pero yo siempre he
estado para ella, cada segundo cada que me ha
necesitado, la he cuidado siempre. No entiendo por
qué justo ahora se pone así.
—Haré algo al respecto —murmuro asintiendo
—, pero no creo que quieras ver el espectáculo —
Por supuesto que estoy bromeando, no haré nada,
pero estoy cansado, solo quiero que se largue.
Sophia me observa con decepción. Desvío la
mirada hacia Giselle sin poder mantenérsela.
923
—Dile que se vaya —Pide Sophia en voz firme
—, quiero hablar contigo sin ella aquí —habla con
molestia hacia Gi—, así que dile, Mason y te haré el
favor de quedarme, o si no te juro que en este
momento me iré, y no sabrás más de mí y mi
silencio te dolerá cada segundo.
Sonrío y niego. Sophia está tan acostumbrada
todo el tiempo a hablarle a la gente con desprecio.
Todo lo que dice tiene sentido, pero en esto se
equivoca. No podría dolerme, esto no. Mi dolor me
consumió y se consumió hace unos meses.
—Me importa una mierda lo que tengas por decir.
Tú y literalmente cualquiera, ya no hay nada que me
duela Sophia, por mí vete y no vuelvas si no quieres,
no me importa.
Veo como Sophia se traga toda su molestia, toma
su bolso, lo abre sacando una carpeta. Llama al
ascensor y este se abre de inmediato, ella gira esta
vez con una sonrisa amplia, sé lo que hace, está
jugando, y esa sonrisa es cuando cree que va
ganando. Empuja la carpeta contra mi pecho con
más fuerza de la necesaria y da un paso atrás
adentrándose al elevador.
—Ojalá me hubieses escuchado Mason.
924
La observo sin entender. Inmediatamente toma
otra postura mucho más seria, mucho más recta. Una
que solo la he visto tomar cerca de su padre.
>> Señor Macovei, soy la bogada Sophia Maree
Howard, y esta es una notificación, debe ir a una
audiencia del congreso por incumplimiento de un
contrato de prestaciones de servicio. Y no, no puede
evadirlo. Porque estás siendo legalmente notificado
—esta vez si sonríe—, por mí.
Me lanza un beso y deja que las puertas se
cierren. Sin embargo, antes de que lo hagan las
detengo.
—¿De qué mierda hablas? —Abro las hojas
rápidamente solo para ver que si es una notificación
de demanda a mi nombre.
—¿Este es el caso en el que has estado trabajando
por el que tu papá no te habla?, ¿Contra mí? ¿Qué
puta broma es esta?
—¿Ahora si quieres escucharme? Jódete Macovei
—Escupe tomando su bolígrafo, lo empuña y yo
retiro mi mano de inmediato al ver que planea
encajarlo en mis dedos con tal de que suelte las
puertas del elevador.
925
—¿Por quién se supone que estoy siendo
demandado?
Sophia selecciona el piso con una sonrisa. —Mi
cliente, por supuesto, ¿Quizás te suene Judith
Bennett Jones?
Las puertas se cierran y yo me quede allí como
imbécil observando mi reflejo anonadado contra las
puertas.
Odie cada segundo la reacción de mi cuerpo al
escuchar su nombre.
Se supone que ya no duele, ¿Entonces que es esta
mierda de sensación recorriéndome por completo?
En cuanto llego al lugar acordado, encuentro a
Isaac de inmediato, está concentrado vaciando el
cargador de una Glock contra una diana de tiro. El
arma resuena en el lugar de manera estruendosa.
—Isaac —hablo llamando su atención. El
mencionado, me observa sobre su hombro yentonces
gira lentamente aun con el arma extendida hacia el
frente, apuntándome directamente—, ¿Qué mierda
está pasando? —él toma aire hondo y parpadea unos
926
segundos bajando el arma y quitándose las gafas de
protección.
—Esa maldita está pasando —Gruñe tirando el
arma hacia el frente junto a sus lentes.
Ignorando por completo su furia continúo
hablando —¿Qué harás?
—No puedo hacer nada.
—Dale el dinero —pido irritado—. Me importa
una mierda, dale lo que pida, dale el doble, el triple,
solo no quiera verla.
Isaac niega pareciendo frustrado. —Estamos en
eso.
Niego frunciendo el ceño observo mi teléfono,
pero Sophia sigue sin responder mis mensajes.
—La demanda es por puto dinero, ¿Por qué me
quiere joder si ya se lo estoy dando?
—Está solucionado —habla detrás de mí,
Richard, nuestro abogado.
Isaac suelta una risa triunfal y aplaude
emocionado. —Sabía que podíamos comprarla, a esa
maldita interesada.
927
El hombre asiente sacando unos papeles.
—Vi al equipo de la señorita Bennett hoy —
Explica Richard viéndome—, le entregue una
cantidad descomunal de dinero para que no proceda,
el dinero entregada es una cantidad muy, muy fuerte,
Alex. Y únicamente falta su firma, lo mejor es que te
vayas, porque vendrán en un par de horas.
—Está bien —murmuro caminando hacia la silla
más lejana, necesito un respiro. Estoy bien, por fin
estoy bien y ella vuelve como si nada solo para
quitarme dinero sin importarle ni un poco los
estragos que pueda causarme por su inoportuno
regreso. Las punzadas de mi corazón me tienen
ligeramente asustado, no quiero volver al inicio, no
quiero que duela de nuevo.
—Te dije Alex, esa chica nunca me gusto —habla
Isaac tomando las hojas—, por dinero son capaces
de todo, esa clase de zo…
Las puertas se abren
sobresaltándonos a todos.
de
par
en
par
Mi respiración se entrecorta, mi corazón se agita
de manera casi dolorosa. Todo mi cuerpo entra en
928
tensión. No me siento capaz de moverme, no me
siento capaz de nada. No, no estaba listo para verla
de nuevo.
Judith había entrado al lugar con dos maletines en
sus manos.
Absolutamente
hermosa,
como
siempre.
<<Hermosa como un ángel, cruel como el diablo>>
No, no debo ir por allí, mal momento para
recordar cuando le dije esa frase.
Quisiera decir que mi vista no la inspecciono por
completo, que mis manos no comenzaron a sudar,
que mi corazón no comenzó a bombear con fuerza,
que no tuve ganas de ponerme de pie y alcanzarla.
Me obligo a mantenerme estático, aunque este
causándome una revolución interna.
Incluso Isaac estaba congelado en su lugar.
Trae unos lentes negros que no hacen más que
irritarme. “Quítate los lentes -quisiera pedir permíteme por un segundo volver a ver tus ojos”
Enojado conmigo mismo es decir poco. ¿Qué
clase de respeto me tengo? Mi dolor, mis lágrimas,
mi tiempo perdido, todo se me olvidaba tan rápido.
Literalmente estaba frente a la mujer que había
929
jugado, pisoteado y quemado mi corazón y la
reacción de mi cuerpo es de emoción.
Estoy frente a la mujer que me está denunciando
porque quiere quitarme dinero.
¿Qué hago permitiéndome ponerme nervioso?
Creí que había dejado de ser tan patético, pero aquí
estoy, demostrándome que siempre puedo ir poco
más haya de lo posible.
A mitad de mi regaño personal, mi vista baja a
sus labios carnosos, están pintados perfectamente de
un rojo intenso, su cabello luce más corto, su vestido
negro se abraza perfectamente a sus curvas de una
manera que me deja sin aire, está siendo casi
doloroso verla.
Comienzo a jugar de manera inquieta con el
anillo de mi mano.
Solo firma y se va, solo firma y se va.
—Señorita Bennet, pensé que vendría con su
abogada, pero es un gusto tenerla aquí, ¿esta lista
para firmar?
El dinero no me importa, nunca lo ha hecho sin
embargo es doloroso saber que…
930
Mis pensamientos se interrumpen cuando veo
como Judith se detiene a mitad del camino y abre los
dos broches de los maletines, eleva sus brazos con
fuerza provocando que todos los billetes salgan
volando por todo el lugar.
El silencio inunda la habitación mientras los
papeles vuelan a nuestro al rededor.
—Espero que mi respuesta haya sido clara —dice
arrojando los maletines al piso.
Ella se gira y tan solo da dos pasos antes de que
Isaac la alcance. —¿Qué mierda quieres? —Le grita
tomándola por el brazo, obligándola a retroceder
contra su cuerpo.
Me pongo de pie de un salto al tiempo que un
fuerte golpe resuena por todo el lugar.
Isaac suelta un gemido mientras lleva las manos a
su cara intentando detener el sangrado de su nariz.
—Principalmente que no me vuelvas a tocar.
¿Acaba de golpear a Isaac? Richard gira a verme
con la boca abierta. Yo probablemente estoy igual de
descolocado que él.
Giro hacia la puerta para ver al chico que entra.
Jace, el hermano de Judith. Lo recuerdo. Richard se
931
endereza al verlo.
—Disculpa, pero no puedes…
—Pídele perdón por tocarla —habla fuerte
mientras camina hacia Judith.
—¿Qué mier..?
Jace llega directo a Isaac y le da un puñetazo en
el estómago haciendo que se doble de dolor. Judith
aprovecha y estira la mano a la cabeza de Isaac y le
da palmaditas como si estuviese acariciando a un
perro.
Richard por fin sale de su trance y camina con
rapidez hacia ellos. —Vamos a proceder legalmente
contra ustedes, esto es una aberración.
—Ustedes fueron a buscarme para sobornarme,
Richard ¿No notaste las cámaras? Bueno, pues una
pena, pero te lo hago saber, tengo pruebas, y aquí
¿Cuántas cámaras hay? —pregunta girando sobre su
propio eje viendo hacia las esquinas. Richard no
responde nada—, si, eso pensé… ninguna, has
perdido práctica Isaac, que decepcionante —
murmura girándose saliendo con su hermano detrás
de ella.
932
En ningún momento me ve, en ningún momento
se detiene. Nuevamente, justo como cuando se fue,
no se como reaccionar, me siento perdido.
Isaac toma aire hondo y se coloca derecho
empujando la mano de Richard que intenta ayudarlo.
—¿Qué acaba de pasar? —pregunto sin poder
salir de mi sorpresa, viendo fijamente por donde se
han ido.
Fue tan rápido, tan extraño que lo siento como si
solo hubiese sido una ilusión mía.
Isaac arroja algo contra la pared haciéndolo
pedazos, pero mi atención va hacia Richard. —No
entiendo, ¿Qué quiere?
—Que el juicio proceda, está claro —murmura
moviendo con el pie los billetes del piso.
—Lo que me faltaba —grita Isaac metiéndose un
pañuelo en la nariz. —Voy a ir a…
—No puedes hacer nada, ella tiene el video de mi
entregándoles dinero, si lo muestra nos jode el caso
—habla Richard masajeando el puente de su nariz
—. Honestamente creo que algo trama, más grande
de lo que creemos.
—¿Por qué?
933
—Pienso que quiere acabar con tu reputación o
algo así.
—Quiere dinero —afirmo recordando las hojas
de Sophia, es una demanda exclusivamente por
dinero. Es lo único que pedía, dinero y nada más eso
—. Quizás simplemente no le dimos la cantidad que
quiere.
—¿Siquiera leíste la demanda completa? —
pregunta Richard buscando entre sus papeles algo.
Niego sin molestarme en mentir.
>>Mason, ella te demando por veinte dólares.
—¿Qué? —murmuro confundido—. Debe ser un
error.
Richard niega. —Ya lo confirmé, solo quiere
veinte dólares.
—¿Qué mierda significa eso? —grita Isaac fuera
de sí.
<< “Veinte dólares por tus pensamientos” >>
—Me dirá lo que piensa —susurro sin ánimos,
pero ninguno de los dos me escucha.
¿A qué estás jugando Judith?
934
Solo sé, que sea lo que sea que está intentando,
no lo lograra, yo me encargaré de eso.
Únicamente caí una vez en sus juegos, nunca más
volvería a caer por ella.
Bueno, ahora lo saben, era Sophia la secuestrada.
Graaaaaacias por leer y por todos sus
comentarios, me inyectan motivación, los tqm<3
935
52. Capítulo cuarenta y seis
46 | SEGURA.
♪ I’m wonderin’ what you’re dreamin’,
wonderin’ if it’s me you’re seein’♪
(Y me pregunto qué estarás soñando, me
pregunto si es a mí a quien estás viendo) -I don’t
want to miss a thing. Aerosmith.
Sophia es la persona más insensible existente en
el mundo.
Es abrupta, grosera, muy violenta y creo que
tiene un alarmante problema de ira e inestabilidad.
Pero, ha sido de las personas más reales que he
tenido cerca de mí.
Iniciar con la demanda había sido un proceso
horrible, tener que revivir absolutamente todo lo
pasado fue desgastante, especialmente para alguien
que su mecanismo de defensa era evadir los temas.
Tener que contar todo una y otra vez fue al inicio
liberador, después fue asfixiante.
936
Comencé con las pesadillas probablemente una
semana después de contarle todo a mi hermano.
Todas las noches eran iguales. Despertaba gritando y
llorando.
Una de esas noches Sophia toco mi puerta. —No
me dejas dormir, estoy a segundos de abrirte la boca
y meterte un puñado de somníferos o antidepresivos
a la garganta.
—Lo siento.
Me vio con cara de asco, se giró y se fue.
Después de cinco minutos volvió a tocar la puerta.
Ni siquiera me dejo hablar.
—Primero que nada, quiero pedirte que dejes de
decir “lo siento” por todo, me estresa que hagas eso,
usa tus disculpas solo cuando sea necesario, así estés
equivocada, necesitas decirte a ti misma ‘pues sí, la
cague, ¿Y qué?, Que se jodan todos’. No ir por allí
con cara de perrito regañado repartiendo disculpas
como si fueran volantes de descuento, lo que debiste
responder fue “Si tanto te molesta, métete tú ese
somnífero” no un “lo siento”
—Lo sie…
—Atrévete a terminar esa frase, y te golpearé una
teta —Solté una risa cruzándome de brazos,
937
sabiendo que sí, era capaz de hacerlo.
—Y otra cosa, lamento haberte dicho eso —dijo
cruzándose de brazos—, recordé que fuiste algo
sui… Bueno mi punto es que no quiero ser un
detonante a que eso regrese y cargar con tu muerte,
también sería cansado tener que mudarme porque si
mueres aquí tendría que hacerlo porque
probablemente me quieras espantar, ¿Y qué pasaría
si incluso mudándome me sigues? Y todo porque
antes de morir tú últimas palabras fueran una
promesa de que cobrarías venganza por ser una perra
insensible y tendría que ir a que me exorcicen o algo
parecido, pero antes de que el sacerdote llegue
tendrá un misterioso accidente y tendré que lidiar
sola contigo, por el resto de mis días y no podre
dormir bien y tendré unas inmensas bolsas bajo los
ojos que me harán aparentar más edad de la que
tengo y daré asco, a nadie le gustaré y nadie me
querrá y tendré que vivir en soledad, bueno contigo,
pero eso significa cero sexo, digo no sé si los
fantasmas puedan hacerlo, pero no soy lesbiana, y si
lo fuera no serías mi tipo, sin ofender.
—Esa fue la conclusión más razonable que he
escuchado en mi vida.
938
—Mi IQ es mayor a la del promedio —dijo
encogiéndose de hombros. Me observo de pies a
cabeza y frunció los labios—. Te ves del carajo.
Solté una risa y asentí. —Gracias por decirme lo
obvio.
—Mira, podría darte un abrazo para
reconfortarte, pero, odio los abrazos, así que haré
otra cosa por ti.
Desde esa noche Sophia me enseño defensa
personal. Después de todo, estábamos quedándonos
en otro departamento más grande, Sophia no podía
quedarse en el suyo porque Mason la buscaría, yo no
podía quedarme en el nuestro porque todos creían
que Isaac podía buscarme.
Así que, ella y Nate se encargaron de enseñarme
todo lo que sabían, me gustaba más practicar con
Nate, él era cuidadoso, Sophia, en cambio, era
brutal, ella no aparentaba los golpes, ni se contenía
para no lastimarme, pero a pesar de lo doloroso que
fue creo que jamás me he sentido tan segura en mi
vida.
Mis pesadillas desaparecieron, o al menos ahora a
veces tenían otro final, un final en el que podía
escapar.
939
—Lamento la tardanza —Entra Henry corriendo,
yendo directo el sofá. Sophia se pone de pie
colocándose en el centro de la habitación.
—Gracias a todos por venir —dice ella tomando
su teléfono.
Jace, Henry, Leo, Nate y Aiden están sentados en
los sillones frente a ella. Eva no asistió por trabajo.
Y yo estaba en una esquina completamente aislada,
Sophia no me dejo participar en su junta. Así que me
encuentro en el otro extremo comiendo cereal.
—Solicite esta reunión de emergencia, porque
estoy a punto de cometer homicidio. Y podría
perfectamente hacerlo pasar por defensa personal,
pero todos aquí sabemos que en una pelea entre Jude
y yo, yo ganaría.
—¿Disculpa? —Jadeo ofendida.
Ella ni siquiera se gira a verme, continúa
viéndolos a ellos. —La gente que no está sentada en
estos sofás, no puede hablar.
—Hija de…
—Judith vio a Mason dos minutos… y lloro por
eso por lo menos cinco horas —Toma una pequeña
pluma con láser y me apunta directo a la cara—.
940
Aquí podemos ver la evidencia A, su cara rojiza,
evidencia B… —Saca su teléfono y comienza a
reproducir un audio de mi llorando.
—Sophia, por favor dime que esta introducción
es una broma y que en realidad si tienes… —Henry
saco su teléfono y busco algo en él y continúa
hablando—, “un aviso muy importante, de vida o
muerte, SOS, emergencia, urgente” porque eso es
exactamente lo que dice tú mensaje, dime que no me
sacaste de un evento importante para escuchar a
Judith llorando.
Sophia no dice nada y apunta a mi hermano con
el láser —Pues no sé qué hacer, había planeado
golpearla, pero Jace no me dejo hacerlo. Así que el
culpable es él.
Aiden se deja caer en el sofá viendo hacia el
techo, Nate le da unas palmadas en la espalda
intentando reconfortarlo, el único que parece
divertido con todo, es Leo.
—Bueno, tiene un punto —dice Nate viéndome
fijamente—, no puedes llorar en el juicio, se supone
que tienes que hacerle creer a Isaac que tu único
interés es económico o en contra de Mason.
941
—Lo siento —digo viendo como Sophia camina
hacia mí y en cuanto llega me lanza un puñetazo al
pecho. Suelto un quejido mientras me inclino
masajeando la zona que golpeo.
Leo se endereza viéndonos fijamente. —¿Acaba
de…?
Nate niega. —Mejor ni preguntes.
—Necesito opciones —responde Sophia—, yo
pienso que debemos exprimir su corazón y disecarlo
—murmura girando a verme frunce los labios y
asiente varias veces volviendo a caminar hacia mí —
¿Conoces a Gis…?
—No —La interrumpe Aiden de manera abrupta
—, ese camino no lo tomes.
—Es el plan perfecto, eso me funcionaría a mí,
me molestaría y querría arrancarle la…
—Sophia, tu misma lo has dicho, te funcionaría a
ti, no sé si lo has notado, pero tú y Jude son polos
opuestos.
La puerta suena interrumpiéndolos a todos.
—¿No dijiste que Eva estaba trabajando? —
pregunta Sophia hacia Leo.
942
La puerta vuelve a sonar y Nate se pone de pie
caminando hacia ella.
—Quizás salió antes de tiempo.
Aiden se coloca de pie de un salto con el teléfono
en su mano y le grito a Nate. —¡No abras!
Pero Nate ya tiene la puerta abierta. Me coloco el
tazón de cereal en la cara viendo a Paxton entrar. Ay
mierda.
—¿Qué mierda está pasando aquí?
—¿Cómo llegaste? —pregunta Aiden.
—Tienes literalmente un gps en tu camioneta, y
Mason me trajo.
Sophia corre hacia la puerta cerrándola de golpe.
—¿Por qué coño lo trajiste aquí?
—¿Disculpa?, llevo meses viendo a Aiden
largándose de la nada, paso de no salir ni un
segundo a estar todo el tiempo en la calle y después
note que Nate casualmente tampoco aparecía y hoy
los vi irse juntos y vine aquí a decirle que se vaya a
la… —Entonces la mirada de Paxton conecta con la
mía.
943
Paxton frunce el ceño y observa a Nate, después a
Sophia y después al resto de personas a las que al
parecer ni siquiera había notado.
—No puede ser… ¿Estás ayudándolas con esta
mierda? —Se gira para salir.
Sophia niega aún contra la puerta.— Sabe mucho
hay que matarlo.
Aiden niega y se pone al lado de Sophia. —
Tienes que escucharnos, mientras tanto de aquí no
sales.
—No pienso escuchar ni una mierda.
Paxton nos observaba con molestia —Bien, ya lo
sabes, ¿No piensas decir nada? —pregunta Sophia.
Él achica los ojos aniquilándola con la mirada—.
Mierda, cierto —Se acerca a él y le quita la mordaza
de la boca.
—Ya suéltenme —gruñe agitándose en la silla de
la que está amarrado.
Leo se acerca a él y comienza a desatarlo, en
cuanto lo está, Paxton masajea sus brazos justo en
donde unas marcas rojas son visibles.
944
—¿Ya me puedes dar mi teléfono?
Sophia saca de su bolsillo el teléfono y se lo
entrega. —Le dije a Mason que se fuera.
Paxton asiente una vez leyendo lo que sea que
Sophia le haya escrito y vuelve a levantar la vista
hacia ella. —¿Por qué le escribiste eso?
—Necesitaba que se fuera de aquí —Sophia se
encoge de hombros.
—¿Y no pudiste decirle, “gracias por traerme
aquí, ya puedes irte, me regreso con Aiden”?
—Eso no suena a ti.
—Y un “los encontré follando y me les voy a
unir”, ¿Si suena a mi?
Nate asiente de acuerdo con Sophia, pero deja de
moverse cuando Paxton lo gira a ver.
Comienza a negar y se pone de pie, todos
comienzan a salir mientras Paxton se acerca hacia
mí, pero él se detiene al ver a Aiden parado a mi
lado.
—No puedo creerlo —susurra viéndolo fijamente
—, ¿Piensas que voy a hacerle algo?
945
Aiden niega. —Nunca pensaría eso de ti. Sé que
no lo harías por más enojado que estuvieses.
—¿Entonces tu postura protectora ahora es
natural a su lado? —murmura Paxton
—No estoy…
—Creo que te conozco más que a nadie.
—Incómodo… —susurra Sophia con burla. Jace
la toma por los hombros y la llevo con todos los
demás a la cocina. —No, espera, quiero oír —Se
queja, pero ambos desaparecen por la puerta.
—¿Me permites hablar con ella?, Aiden
—Puedes hacer lo que quieras —dice para
desaparecer por donde Jace y Sophia lo han hecho
antes.
Paxton se coloca frente a mí soltando un suspiro,
trago saliva al tiempo que él toma mi mano y me
jala a su cuerpo envolviéndome entre sus brazos. —
Perdón por haber caído en todas esas tonterías, por
haberlas creído, por tratarte mal y…
—¿Podemos evitar hoy hablar de todo eso? Sé
que tienes muchas dudas, pero, estoy cansada.
946
Paxton asiente pasando su mano por mi cabello.
—Lo que tú quieras, mi Merlina.
Suelto una risa recargando mi mejilla en su
pecho.
—No pensaba ir a ese juicio, pero iré solo a ver
como los haces mierda —Sonrío sintiendo su pecho
temblar—. Me alegro de que estés haciendo esto, sé
lo difícil que debe ser para ti, eres muy valiente
por…
Suelto una risa interrumpiéndolo. —No estoy
siendo valiente, la mayoría del tiempo solo me
gustaría dejar absolutamente todo y seguir con mi
vida. Estoy jodida de estar constantemente
sintiéndome como una víctima y…
—Y eso no te debe avergonzar, ellos son lo que
deben estarlo.
—Solo quiero ser valiente de verdad y dejar de
tener miedo. Quiero valer algo por mí misma.
—Una pena que te tenga que romper tu ilusión,
pero, el miedo nunca desaparece.
>>El mundo es una mierda Jude, y a todos nos
golpea, a unos más fuertes que a otros, pero al final
del día casi todos terminamos frente a un abismo, y
947
es entonces cuando demostramos lo que valemos,
tenemos dos opciones, dejarnos arrastrar por la
oscuridad y convertirnos en un número más de gente
imbécil que no hace más que justificar su
comportamiento con cosas del pasado dejando que
los horrores determinen su futuro, y e ir culpando a
todos a nuestro alrededor mientras vamos por allí
esparciendo más oscuridad.
>>O, nos ponemos de pie y vemos al miedo
directo a la cara y caminamos hacia él. Porque ser
valiente se trata de eso, no de no tener miedo, es de
resistirlo y enfrentarlo.
>>Así es como funciona, dejas que la vida te
convierta en su perra, o tú la conviertes en tu perra y
tomas tu propio curso.
>>Así que deja de buscar valer algo, porque ya lo
haces, y es de tus mayores cualidades, aunque tienes
mucho comportamiento ligado al trauma y eso hace
que constantemente estés cayendo, al final nunca
dejas de ponerte de pie ni de avanzar.
—Estuve a punto de dejar de hacerlo…
—Pero aquí estás ahora y eso es lo que importa.
Sonrió dejando que tome mi mano.
948
>>Bueno, y al fin lo lograste, entraste al corazón
de mi bloque de hielo —Pasa la mano por mi cabello
despeinándome—. No estoy listo para compartir.
Unas risas resuenan por el lugar. Ambos giramos
hacia la ventana viéndolos a todos.
—¿Sophia y Nate se están tomando de la mano?
Observo a los mencionados, quienes estaban
junto a Jace con sus manos entrelazadas. Suelto una
risa y asiento. —Están castigados —digo entre risas
—. Cuando alguien se pone a pelear, Jace los obliga
a estar tomados de la mano.
Paxton suelta una risa y se endereza poniéndome
de pie con él. —Vamos, quiero ver esto de cerca,
necesito una foto.
Sostengo el cabello de Sophia mientras vomita en
el inodoro.
—Soy tan grotesca —Se pone a llorar mientras la
obligo a enderezarse para ver que no se haya
ensuciado.
—No, no lo eres, pero te prefiero sobria.
949
—Dame mi teléfono —balbucea estirando su
mano—, necesito hacer algo urgente.
Me estiro para tomar su celular y se lo entrego.
Ella comienza a presionar botones y entonces
comienza a marcar a alguien. Observo la pantalla
para saber a quién habla, pero el contacto se llama
“No respondas inmediatamente”
—¿Quién…? —pregunto, pero me quedo callada
en cuanto la llamada es respondida.
—¿Necesitas algo? —La voz cortante de Levi
suena de otro lado, abro los ojos de par en par y
comienzo a negar intentando quitarle el teléfono,
pero me empuja con un pie manteniéndome alejada
de ella.
—Sí, necesito algo —Responde acomodando su
cabello como si él la pudiese ver. —¿En qué
posición crees que me veo más sexi, es que quiero
impresionar a…? —Y la llamada se corta. Sophia
lanza su teléfono comenzando a llorar—, me colgó,
es tan insensible, me quiere matar.
Suelto una risa viéndola incrédula. —¿Acabas de
preguntarle…? —Ni siquiera termino mi pregunta y
niego—. Sophia, si te gusta, no creo que lo adecuado
sea que le hagas creer que te follaras a alguien.
950
—No me gusta, lo odio, es tan serio y aburrido, y
cuando pienso en él imagino el color blanco, así de
aburrido es para mí, y ¿Ya dije que es serio? Y es
educado con todos, menos conmigo, conmigo es
grosero y no me dejo tocarlo por mucho tiempo, ni
siquiera la mano y una vez, una vez yo le dije “wow,
creo que me pareces sexi ¿Y si follamos?” Y ¿Sabes
que me dijo?, me dijo que no, y no es por presumir,
pero estaba usando un vestido que hacía que mi
trasero se viera genial, y yo le pregunte si era gay
porque por dios, ¿Quién me diría que no? y el hijo
de puta dijo, “Soy completamente heterosexual,
simplemente no quiero tener sexo contigo”
>>Y, y, después supe que decía la verdad, no era
gay, ¿Recuerdas la vez del bar? El primer día que te
conocí —Asiento y ella continúa hablando—, ¿Te
digo lo que me estaba haciendo debajo de la mesa?
Tu estabas allí frente a nosotros toda distraída y el…
—Ay dios, creo que no quiero saber —murmuro
recordando el comportamiento extraño que tenían.
¿De verdad fui tan ciega?
—También cuando logré que me hiciera algo de
caso me di cuenta que todo el tiempo es muy amable
con todos, digo, ¿Qué necesidad? Sonríeme bonito
solo a mí, pero no, él va por allí como un puto fácil,
951
sonriéndole bonito a todo el mundo, y deja que los
demás lo toquen porque le da vergüenza decir que
no le gusta, porque no sabe decir que no, digo
¿Quién no sabe hacerlo? Son solo dos letras,
imbécil, ¿Sabes hablar mil idiomas, pero no sabes
decir una palabra?
Sophia no deja de llorar y jadear mientras yo la
arrastro por el piso. La obligo a ponerse de pie
mientras enlista todos los supuestos defectos de
Levi. Como puedo la cargo obligándola a acostarse
en su cama y la acuesto boca abajo quitándole sus
zapatos. Levanto la vista hacia su pared llena de
fotos. Después de percatarme de que se encuentre
bien, me acerco para observar todos los cuadros con
una sonrisa.
Reconocí a Mason en unas de ellas, en la primera
ambos estaban muy pequeños, estaban vestidos con
ridículos trajes de superhéroes. Observo con una
sonrisa todas las fotos, y entonces me percato de
algo. —¿En qué momento creciste tanto? —
pregunto sorprendida. En unas fotos parece ser de
baja estatura y en otras luce mucho más alta.
—Fue culpa de Mason— balbucea pareciendo
estar a punto de dormir.
—¿Por qué su culpa?
952
—Porque nuestros papás querían que nos
casáramos y por unos años nosotros fingimos que
salíamos frente a ellos, pero entonces Mason
comenzó a tener una novia real y preferimos decir la
verdad…
—¿Y eso te hizo crecer? Tiene sentido para mí.
Ambas reímos, pero Sophia niega. —En realidad
mi mamá no lo tomo bien, ella creyó que Mason me
había cambiado por su nueva novia, y dijo que yo
era mucho más bonita y lo único que teníamos
diferente es que ella era alta. Y me regalo un
alargamiento óseo.
—Una cirugía, te cortan los huesos de tus
piernas, los parten en tres partes y colocan unas
agujas externas para…
—Ay dios —murmuro con una
interrumpiéndola—. Suena como tortura.
mueca
—Lo fue… —Sophia deja de hablar y luego
comienza a reír. —Lo peor es que mi recuperación
duro ocho meses, Mason duro un mes con esa chica,
después comenzó a salir con otra que era mucho más
baja de lo que era yo antes. Allí fue cuando mi
953
mamá supo que no era mi estatura, era simplemente
yo.
Ella continúa riéndose como si estuviese
contando la anécdota más divertida jamás, yo la
observo perpleja sin poder moverme ni un poco. ¿De
verdad dijo que su mamá le pago eso solo para
gustarle a Mason? El desconcierto no deja que la
información se filtre correctamente, esta solo allí en
mi cabeza flotando sin querer creer que a alguien le
rompieron las piernas a su hija solo para gustarle a
un hombre. Ni siquiera porque ella así lo quería, no
me parecería raro si hubiese dicho que era una
inseguridad de ella que quería cambiar, pero fue para
otra persona.
Por la respiración pausada de Sophia, se que ya
se ha quedado dormida.
Salgo de la habitación yendo a la cocina por un
vaso de agua. En cuanto llego observo a alguien allí
parado en la oscuridad.
—Dios, Aiden me espantas —él me observa
sobre su hombro y continúa tirando unas latas de
cerveza que tiene en su mano.
—Me causa estrés ver que dejen desordenado un
lugar —Explica.
954
Sonrió acercándome a él. —¿Así que te quedaste
para ordenarlo?
—Si, literalmente no podría dormir sabiendo que
se quedó así —Termina de tirar todo y se gira a
verme—. Jude, mañana, los primeros testigos serán
de Mason, así que, sabes que es muy probable que
escuches…
—Si, lo sé… estaré bien —Mordisqueo mi labio
y vuelvo a verlo—, ¿Puedo preguntarte algo que no
tiene nada que ver con el tema? —murmuro. Él
asiente así que continuo—, ¿Cómo está Levi?
—Vivo —responde encogiéndose de hombros —
Fue una pesadilla, estuvo a nada de morir, le
amputaron una de sus piernas, se rompió costillas,
las costillas rotas perforaron sus pulmones y
tuvieron que inducirlo a coma con medicación,
cuando le retiraron la medicación debió despertar a
los días, pero no lo hizo, el doctor dijo que
posiblemente ya no lo hiciera, creímos que lo
habíamos perdido…
>>Pero una semana después, lo hizo, despertó,
pero diferente… Una parte de él no sobrevivió a ese
accidente. Entro en una depresión autodestructiva, se
aisló totalmente y si alguien no respeta su distancia
se vuelve violento, el único que se puede acercar es
955
su fisioterapeuta, pero al menos ya camina, ya todo
eso lo está superando.
>>Ahora le falta la sanación más difícil, la
emocional y mental. Pero confió en que estará bien,
ningún proceso es rápido y lineal, todo lleva su
tiempo. Él está avanzando conforme al suyo. Y lo
único que podemos hacer por él es apoyarlo.
>>Lo que me recuerda… lamento una vez
haberte dicho idiota por no saber alejarte de tu
relación de mierda. Estaba hablando desde mi
privilegio, y como simple espectador es más fácil
ignorar la realidad de las demás personas.
Sonreí abiertamente al escucharlo. —Eres un
bebe detrás de un disfraz de gruñón.
El rueda los ojos y me pasa por un lado yendo
directo a la puerta. —Si le dices a alguien, voy a
negarlo todo —grita antes de irse.
Saber que para el juicio solo faltaban unas horas,
me hacía sentir entre todo, nostálgica, porque eso
significaba una sola cosa, sea cual sea el resultado,
después de eso, finalmente todo acabara.
956
Hace meses mi vida toco fondo, y yo creí que ya
no habría nada para mí, pero aquí estoy hoy, rodeada
de personas que me aman, que se preocupan por mí
y que están haciendo todo por ayudarme.
Se sentía como si estuviese a punto de cerrar un
ciclo.
Toque un par de veces la puerta y entre viendo a
mi hermano sentado en su cama. —¿No deberías
estar dormida?
—Tú también, pero aquí estás, muy despierto.
Jace suelta una risa mientras palmea a su lado
para que me siente.
—Te iba a buscar, quería enseñarte algo —dice
abriendo su cajón, saca una pequeña caja y la coloca
en sus piernas, la abre y saca de entre todas sus
cosas una hoja doblada.
—¿Qué es eso?
—Un contrato —dice abriéndolo, dejando caer
muchos brillos al piso.
—Ay dios —murmuro avergonzaba al ver mi
propia letra.
957
— “Yo, Jace Bennet, prometo que cuando mi
hermana sea una mujer adulta independiente de
doce años, permitiré sin quejas que se vaya a vivir
un tiempo lejos para conocer distintos lugares,
también se lo pagare y si regresa con alguna
mascota no me podré enojar porque la quiero
mucho”
Suelto una risa observando la hoja, es rosa, y
completamente llena de brillo y tiene stickers
pegados en todo alrededor. Lo veo sacar de la caja el
mapa que hice, siento las mejillas ardiendo. Tomo el
mapa que había hecho notando mi para nada
confiable ruta de viaje. En cada punto hay dibujos de
los distintos animales que podría conocer.
—Dios, que tonta era…
—¿Recuerdas lo que te dije cuando firme?
—Dijiste que te daba pena que una hermana tuya
usara tanto brillo y rosado.
Jace suelta una risa y niega. —Eso no, me refiero
a que solo lo cumpliría cuando aprendieras a tocar
mi canción favorita en el piano, porque solo así me
harías sentir orgulloso.
—Y nunca lo hice…
958
—Nunca lo hiciste.
—En mi defensa, tu canción favorita me aburre.
Jace me suelta empujándome hacia un lado.
—No acabas de decir eso, te malcrié, de verdad
que lo hice, te has quedado fuera de mi herencia,
olvídate de tus quince dólares.
—Ridículo —Me burlo de él tirándome sobre la
cama. Él se acuesta a mi lado levantando su brazo
colocando frente a mí un papel. Lo observo sin
entender.
—Casi diez años tarde, pero aquí está.
Observo el boleto de avión entre sus dedos.
—Jace…
—Aunque no aprendieras a tocar a Billy Joel,
estoy totalmente orgulloso de ti.
Hago un puchero ridículo sintiendo ganas de
llorar, no por el boleto, ni mucho menos, porque uno
de mis mayores miedos era decepcionarlo, soy un
desastre totalmente, pero en ningún momento él me
ha dejado de querer.
959
>>Pero quiero aclararte que no es que te
considere una adulta, siempre vas a ser mi bebé,
aunque tengas cincuenta años. Sin embargo, creo
que mereces un descanso después de toda esta
mierda, y no sé qué pase al final, pero si lo quieres,
lo tienes en tus manos.
Sonrío ampliamente envolviendo mi brazo en su
cadera, siento como pasa su brazo bajo mi cabeza
envolviéndome en un abrazo.
—Te amo.
—Yo te amo infinitamente más —murmura
contra mi cabeza.
Cierro los ojos disfrutando del sonido pausado de
su respiración, puedo sentirme como una niña de
cinco años de nuevo.
“No sé qué pase al final” Yo tampoco podría
saberlo.
De lo único que tengo certeza, es que estamos a
punto de averiguarlo.
—La leyenda cuenta que si vuelves a leer el
cap. Veinte, justamente en la parte cuando Jude
960
esta frente a Levi y Sophia toma un sentido
completamente diferente.
—Toda la situación del juicio lo llevaré con leyes
y métodos reales, sin embargo, recordemos que en
cada país las leyes son distintas. Hay cosas que
pasaré por alto totalmente, como que en un caso
real, Sophia no podría ser la abogada por conflicto
de intereses. También la cuestión del tiempo es otra
cosa que no respetaré, ya que es algo muy tardado.
El juicio ya es el siguiente capitulo.
—Ush que nostálgica me siento sabiendo que ya
estamos a prácticamente nada de acabar, los tqm,
gracias por formar parte de este recorrido, siempre.
<3
961
47 | JUICIO.
♪ Just stop your crying, it’s a sign of the times,
welcome to the final show ♪
(Solo detén tu llanto, es una señal de los tiempos,
bienvenido al espectáculo final.) -Sign of times. Harry Styles.
La jueza Grace por primera vez en toda su
carrera se sentía perdida, se quitó la toga tirándola
sobre su silla y sin importarle los procedimientos se
alejó de su puesto bajando los escalones para ver
mejor toda la sala de juicio.
La palabra “Orden” picaba en su garganta, pero
por primera vez sabía que era inútil.
Giro hacia la puerta de salida de emergencia
solo para confirmar lo que ya sabía, no podría salir,
nadie en ese lugar podría hacerlo. Dio un rápido
paso hacia atrás cuando vio a un policía correr por
donde ella estaba.
Ni siquiera giro a ver al hombre tirado a unos
metros de distancia. Llevo toda su concentración
hacia el responsable de toda esa violencia.
Estaba parado al centro del lugar, su pecho subía
y bajaba con fuerza, toda su ropa estaba salpicada
962
de sangre, reconocía esa mirada, antes la había
visto en los tribunales.
La mirada de un asesino, o en este caso, alguien
que estaba a punto de arruinarse la vida
convirtiéndose en uno.
TREINTA Y DOS HORAS ANTES…
JUDITH.
Si alguien me preguntara el significado de femme
fatale le daría una foto de Sophia de referencia. No
conocía a nadie que tuviese una energía femenina
oscura, tan marcada.
Su estilo era increíble, dramático, extravagante,
formal y sexi al mismo tiempo. Pero, lucia bien en
ella… en mí, es otra historia, sin embargo, decirle
“no” fue imposible. Y aquí estoy ahora con un
blazer tipo vestido sentada en los baños del
ministerio con Sophia detrás de mí.
Entrar al edificio había sido probablemente de las
cosas más estresantes. El lugar estaba atestado de
gente, y en cuanto me vieron comenzaron a gritar de
una manera aterradora, justo hoy al parecer estoy en
el top tres de enemigos públicos.
963
—Esto es ridículo —murmuro pasando la mano
por la falda del vestido.
—¿Disculpa? —Sophia jadea mientras jala mi
cabello con fuerza— Retráctate, eso cuesta más que
tu vida —gruñe deteniéndose, tomando aire hondo,
y como siempre que intenta controlarse acomoda su
cabello lanzándolo hacia su espalda—, lo siento, la
costumbre —murmura mientras se vuelve a
concentrar en mi cabello.
Deberíamos estar concentradas en el juicio que
iniciara en un rato, pero Sophia me arrastro al baño
y dijo que debía sostener parte de mi cabello porque
no lucían los accesorios, si, esa era su preocupación.
—No puedo hacer esto…
—Claro que puedes, tienes a la mejor abogada a
tu lado, tengo cero casos perdidos.
—Creí que era tu primer caso —murmuro
frunciendo el ceño.
—Son detalles… en fin, ese vestido es perfecto,
confía en mí, principalmente combinas conmigo y
tiene un significado, vamos de negro porque vamos
al funeral de esas perras —Suelto una risa mientras
ella suelta mi cabello—. Ahora si luces como la
nueva pesadilla de sus vidas.
964
La puerta se abre sobresaltando a Sophia.
—¿Van a funeral? —Pregunta Eva parada frente a
la puerta.
Sophia da palmadas y me apunta directamente.
—Te lo dije. Soy un genio.
—Ya deben ir —Avisa acercándose para
plantarme un beso en la mejilla—, tu tranquila,
incluso si pierdes vas a ganar.
—Pues gracias —dice Sophia cruzándose de
brazos.
Eva suelta una risa poniéndose de pie. —Las veré
adentro —dice saliendo del lugar.
Sophia observa por donde Eva se fue. —¿Por qué
me odia?
—Porque la ves con cara de asco.
—¿Y?
—Bueno Sophia, la gente se puede ofender si
observas todo el tiempo con esa mirada un tanto
despectiva.
—¿Y qué quieren? ¿Qué les regalé mis sonrisas?
Gánenselas —Suelto una risa mientras ella acomoda
965
su cabello frente al espejo—, por eso no tengo
amigas.
—Me tienes a mí.
—Tú y yo no hablaríamos en cualquier otra
circunstancia. Cuando nos conocimos nos
odiábamos.
—Las amistades que inician odiándose son las
mejores amistades, es cultura general ignorante.
Por los labios de Sophia se extiende una sonrisa
que borra de inmediato. —Dios, eres tan cursi, me
das asco —dice girándose para salir del lugar.
Suelto una risa y me pongo de pie. —Hablando
de cuando nos conocimos, lamento haberte llamado
insoportable —menciono recordando de las primeras
veces que nos vimos.
—Yo lamento haber intentado tirar tu ropa hace
unos meses, entendí que debo respetar tus gustos,
aunque parezcan donación de vagabundos.
—Que te disculpes es un avance.
966
NARRADOR
persona).
OMNISCIENTE
(Tercera
Giselle acomodaba la corbata de Alexander, en su
cuello. Ella sabía perfectamente que si él estuviera
con los pies sobre la tierra ya le habría quitado sus
manos, pero no lo hizo, tal como los últimos días
parecía estar perdido en sus pensamientos.
Su mánager le había rogado que no se involucrara
ni siquiera como público, pero a ella no le podía
importar menos. Pensaba apoyar al chico del que
estaba perdidamente enamorada, quería demostrarle
que ella estaba allí para él, en cualquier
circunstancia.
Sabía que, aunque Alex era difícil, nada era
imposible. Como cuando creyó que nunca podría
llegar a meterse a su cama, pero lo logro. Y planeaba
que en lo romántico fuese igual. Valía la pena
cualquier tipo de sacrificio, lo observo devotamente,
sus labios, sus ojos, su rostro, tenía la tentación de
inclinarse solo un poco para besarlo, un calor
vigoroso se extendió por su cuerpo de tan solo
imaginarlo.
Podrían estar en este momento en su
departamento, pero no, tenía que estar aquí
rindiendo cuentas que no le correspondían. Solo
967
deseaba que eso acabara, le hervía la sangre de solo
pensar en cómo una persona ambiciosa podría ser
capaz de intentar arruinar la vida de alguien por un
par de dólares. Conocía por Isaac la historia, no
entendía como una cualquiera pudo entrar así en la
vida de Alex y lograr que él se enamorara de ella.
Isaac respiro aliviado al recibir el mensaje de
llegada de su testigo estrella. Douglas Wilson.
Sonrió viendo hacia su abogado y asintió en
confirmación. Ningún jurado creería en la palabra de
una chica que ya antes había hecho una denuncia
falsa que siquiera había procedido. Y el saber cómo
se pondría Judith cuando lo viera solo era un plus.
Recordaba como la escucho llorar alterada cuando lo
vio la ocasión que le sacaron la foto besándolo, el
mismo había estado frente a Vanesa quien tenía la
llamada en altavoz para que él escuchara.
Isaac vio la llamada de la representante de Giselle
y ni siquiera la pensó en responder. Sabía que la
mujer quería que le pidiera a Giselle que se fuera
antes de que fuese vista ante las cámaras, pero le
importaba una mierda, la necesitaba allí. No quería
errores, y sabía que ella bastaba para evitar que
Alexander se distrajera hacia Judith.
968
El abogado Richard vio caminando a Sophia
Howard con su equipo de defensa. La observo en el
silencio intentando analizar su lenguaje corporal, sus
miradas, algo, necesitaba una pista, ¿Por qué
Howard había aceptado ese caso si era un caso
perdido? Incluso un estudiante novato podría
notarlo. Todo su equipo estaba tranquilo, pero él no,
llevaba años ejerciendo, sabía leer entre líneas y
aquí faltaba una pieza. Era frustrante ser el único
que lo notaba.
Richard camino hacia Alexander le dio un
apretón en el hombro y le dedico una sonrisa cortes
a Giselle.
—Debemos entrar —menciono y con un gesto en
la cabeza hizo que todo el equipo lo siguiera.
El juicio era privado, el público general era
totalmente limitado, no había medios de
comunicación, ni siquiera había jurado, la persona
que decidiría sería exclusivamente la jueza, a pesar
de toda esa privacidad, en la entrada había mucha
prensa. La entrada del tribunal jamás había estado
tan lleno.
Giselle se separó para dejarlo ir, y camino hacia
una esquina en donde sabia podrían verla, en cuanto
los camarógrafos notaron su presencia comenzaron a
969
fotografiarla, ella amaba la atención, pero ahora
estaba siendo más gratificante que nunca, sabía que
los rumores de que ella y Alex estaban saliendo no
harían más que dispararse después de ser vista allí.
Sabía que tarde o temprano Isaac propondría que
dijeran que estaban en una relación. No le molestaba
la idea de pasar fingiendo junto a él por dos o tres
años.
Alexander respiro hondo al cruzar las puertas
hacia la sala del juicio, se paró cruzado de brazos al
centro fingiendo que prestaba atención a su equipo.
Se obligó así mismo a estar tranquilo. Escondió tan
bien como pudo la molestia que sentía. Y lo estaba
logrando, para cualquiera su postura tranquila era
muy real.
Para todos, excepto para Ana Ford quien
observaba preocupada desde el área del público a
Mason. Sabía cuanto le tenía que estar doliendo,
tener que volver al punto de partida. Le entrego su
amor y su confianza a alguien que no lo merecía,
ella fue quien estuvo para él, Ana a pesar de ser muy
unida con Mason jamás lo había visto llorar y
cuando ella se fue él lo hizo. Lo vio y lo escucho
llorar, su pecho dolía solo de recordarlo.
970
No entendía como es que el mundo se había
vuelto loco, ¿Cómo es que la mejor amiga de toda la
vida de Mason había aceptado y apoyado este
asqueroso circo mediático? Y lo que más le
decepcionaba era Henry quien había dicho que no
podía acompañarla al juicio porque de hecho él
estaría allí, como maldito testigo de Judith.
Ana desvió la mirada hacia la chica que se
sentaba a su lado y la saludaba con emoción, ella le
devolvió el saludo mucho menos efusivo,
definitivamente si, el mundo se volvió loco, ¿Por
qué razón Giselle estaba tan feliz en un momento
como ese?
Ambas guardaron silencio y fijaron su vista sobre
Mason, mientras Ana lo veía con tristeza, Gisella lo
veía con admiración. Esperaba que Bennett se
sintiera como una mierda cuando viera que a pesar
de sus intentos por querer joder a Alex, él estaba tan
tranquilo e imperturbable como siempre.
Las puertas se abrieron y por ellas entro el equipo
de defensa de Judith, todas las miradas se dirigieron
hacia ellos, sin embargo, no la encontraron a ella en
el grupo. Todos observaban con atención, pero a la
única mujer que vieron entre el equipo era Sophia
971
quien camina como si el mundo fuese suyo
llevándose la atención por completo.
Giselle llevó su vista hacia atrás para ver si
reconocía al resto de personas, sin embargo, lo que
vio provoco que todo su cuerpo tuviera escalofríos.
Judith, era ella. La había visto en fotos.
Suspiro al observarla bien, no era como Isaac la
había descrito, era más linda de lo que lucía en sus
fotos. Caminaba en silencio, pasando desapercibida.
Sonrió por inercia al darse cuenta de que era muy
simple.
Giro hacia Alex y su cuerpo entero se agitó al
notar que el de hecho ya la estaba viendo. ¿Cómo
demonios se había dado cuenta de su presencia si
había entrado por la puerta que tenía a sus espaldas?
El miedo se disparó en Giselle al notar como el
pecho de él subía y bajaba con fuerza. Estaba
contemplando lo que en todos estos meses no había
visto jamás: A Alexander perdiendo la compostura
por alguien.
Todas las miradas se giraron a Judith, quien
caminaba en línea recta, ni siquiera parecía que le
importaba que todo el equipo de Alexander estaba
parado en medio de la sala. No se detuvo ningún
972
segundo y los abogados simplemente se hicieron a
un lado permitiendo que pasara.
Todos se movieron, excepto Alexander quien se
mantuvo en su lugar con los brazos cruzados, Judith
se colocó frente a él y levanto la mirada
manteniéndosela sin titubear. Todos en la sala se
mantuvieron en silencio observándolos.
Giselle estaba conteniéndose para no pararse,
¿Pero ella quien se creía? ¿Creía que todo
simplemente se haría a su voluntad? La que debía
rodearlo es ella, no esperar allí a que obedeciera una
orden silenciosa como si fuese su perro. Estaba
idiota si pensaba que Alex… pero sus pensamientos
se interrumpieron cuando lo vio haciéndolo,
moviéndose, cediéndole el paso para que continuara
con su camino recto.
Sophia la recibe con una sonrisa haciendo que se
siente junto a ella.
—¿Lista?
—No.
—¿Pero…? —pregunto la rubia alentándola a
que continuara con el discurso que la había obligado
a aprenderse estos meses en los que la había tenido
973
que estar reviviendo momentos y acercándose a
personas del pasado para que fuesen sus testigos.
—Pero nadie lo notara porque fingiré que estoy
en la cima del mundo justo como mi increíble
abogada o me clavara un bolígrafo en el ojo.
Sophia asintió viendo como Mason y todo su
equipo se sentaban en sus lugares correspondientes.
Tomo su bolígrafo y lo bajo a las piernas de Judith,
específicamente a las medias negras que había
obligado que usara para, en sus palabras, darle una
sexi apariencia de botas largas. Pero era mucho más
que eso, era su venganza de cinco segundos hacia su
mejor amigo por haberla humillado y tratado mal.
—¿Qué haces? —cuestiono Judith cuando sintió
el bolígrafo introduciéndose en su media rozando su
piel.
—No te muevas —pidió Sophia mientras bajaba
el bolígrafo haciendo que la media resbalara por su
pierna. Cuando Judith estaba a punto de volverla a
subir, Sophia golpeo su mano con el bolígrafo para
que se detuviera. Sophia giro hacia atrás y encontró
a Leo de inmediato a unos pasos de ella. Le sonrió y
le pidió que se acercara.
974
Giselle no podía quitarle la vista de encima a
Alexander quien había tomado un bolígrafo y lo
movía sin parar entre sus dedos, de pronto detuvo el
movimiento manteniendo el bolígrafo en su palma.
Lo vio fruncir el ceño y ella giró para ver lo que
veía. Un chico alto estaba hincado sobre su rodilla
frente a Judith, Giselle no podía ver lo que estaba
haciendo, pero lo que sea que pasaba sabía que no le
hacia gracia. Un ligero estruendo llamó su atención.
El bolígrafo entre las manos de Alex había
desaparecido y ahora estaba hecho pedazos.
Contuvo el impulso de soltar un gemido de
frustración. Algo pesado se acentuó en su pecho,
Alexander odiaba a Judith, sin embargo, jamás lo
había visto observar de una manera tan intensa a
nadie.
En cuanto la jueza entro, todos tomaron sus
lugares y guardaron silencio enfocándose en ella.
La jueza murmuró un bueno día y acomodo su
micrófono observando a los presentes —Bien, se
presenta el caso de Judith Bennet Jones en contra de
Alexander Macovei. ¿Las partes están listas?
Al no tener respuestas negativas, la jueza asintió
hacia Sophia quien se puso de pie y camino a un
975
pequeño estrado frente a la juez.
—Buenos días, mi nombre es Sophia Maree
Howard, formo parte de la defensa de la
demandante, Judith Bennet Jones. Quien el día de
hoy está aquí, ya que exactamente hace dos años y
ocho meses fue contratada por el equipo de
Alexander Macovei.
>>En las pantallas frente a ustedes podrán ver
específicamente la cláusula que el señor Macovei y
su equipo violaron al retirar los fondos monetarios
que le correspondían a la señorita Bennett. El día de
hoy van a conocer a través de la evidencia que ese
acto no fue accidente, la evidencia otorgada por el
mismo banco con el que el señor Alexander y su
equipo están asociados nos revela que un día antes
de que el contrato finalice cortaron los fondos de
dichas cuentas.
Richard, el abogado de Mason escuchaba con
atención, le había surgido una idea de hacia dónde se
estaba dirigiendo todo y no le convenía para nada,
había recapitulado todo el caso, reviso el expediente
de Judith Jones y todas las manchas que había en él.
El caso estaba para que ella lo perdiera, incluso si
tenía pruebas relevantes o contundentes, no ganaría,
¿Entonces que buscaba? Y allí lo supo. Aunque no
976
estaba confirmado, su sospecha surgió cuando vio la
lista de testigos de Judith. Y ahora tenía que tomar
una decisión, decírselo a Isaac y a su equipo o
permitir que las cosas tomaran su curso.
Hacer lo debido o hacer lo correcto.
Por supuesto que lo debido, su presente y su
futuro dependían de eso. Se puso de pie al ver que
era su turno.
—Es un honor para mí defender a quien
injustamente está siendo acusado de un delito que no
cometió, ya que ese contrato fue anulado en su
totalidad por incumplimiento por parte de la señorita
Bennett.
Richard mientras hablaba giro hacia Judith quien
mantenía la vista fija en el piso, tenía las manos en
su regazo y parecía estar inquieta arrancando la piel
de sus uñas.
>>El señor Macovei tuvo incluso consideración
de no proceder legamente, puesto que si quería
podía hacerlo. No solo traemos cláusulas escritas,
tenemos mucha evidencia y muchos testigos.
Esta vez giro hacia Alexander quien mantenía
exactamente la misma postura que Judith. Excepto
que él no lastimaba sus manos, él solo giraba sin
977
parar el anillo de su dedo. Alex levanto la vista y
observo a su abogado a los ojos. Richard recordó
cuando lo conoció, era solo un niño, él era el
abogado de su familia. Lo vio crecer, y convertirse
en un hombre, la imagen y semejanza de su padre.
Allí, frente a todos, Richard había tomado una
decisión que lo cambiaria todo.
Cuando estuvo sentado junto a él se inclinó
ligeramente a su asiento. —¿Recuerdas cuando tus
padres fallecieron?
Eso capto toda la atención de Alexander quien
giro a verlo a los ojos y asintió. —Esos días tú
creíste que ya no habría más, que tu vida estaba
acabada totalmente, y yo te pedí que hicieras una
sola cosa, ¿La recuerdas?
Mason volvió a asentir. —Que confiara en ti,
porque todo estaría bien.
—Alex… vas a ver muchas mentiras aquí,
atrocidades y sé que te dolerá, sé que te
desconcertaran y querrás volverte loco, pero
necesito que me vuelvas a hacer ese favor, solo una
vez más, confía en mí. No importa lo que escuches,
no importa lo que veas, no te pares de tu asiento,
978
porque te demostraré antes de salir de aquí, que todo
lo que ellos están diciendo es mentira.
—Richard, ¿Qué…?
—Confía en mí, hijo, todo estará bien —repitió
las mismas palabras que le había dicho hace años.
Esta vez de manera monótona, porque no estaba
seguro de que fuera verdad.
Alexander le dedico una leve sonrisa y asintió.
Richard sabía que usar su recuerdo más
vulnerable era algo bajo, pero no se arrepintió.
Entrelazo sus manos y tomo un profundo suspiro.
Ya no había marcha atrás. El espectáculo había
comenzado.
Solo esperaba que supieran lo que estaban
haciendo porque había apostado por ellas.
979
54. Capítulo cuarenta y ocho
48 | TESTIGOS DE ALEXANDER.
♪ Don’t forget about me, even when i doubt you,
i’m no good without you ♪
(No te olvides de mi, incluso cuando dudo de ti, no
soy bueno sin ti)-Doubt. Twenty one pilots.
Alexander podía perfectamente estar frente a
público sin titubear. Lo habían llamado al estrado y
no tenía problema, sin embargo, tener a quien
consideraba como una segunda hermana frente a él
con una postura seria y ahora como si fuesen total
desconocidos,
lo
descolocaba
un
poco,
especialmente por la persona a la que ella defendía y
se obligaba a si mismo a no girar a ver ni un
segundo.
Cuando Judith se fue de su vida, se llevó parte de
su espíritu con ella. Y ahora volvía a aparecer como
si nada, como si no lo hubiese hecho sufrir, como si
no lo hubiese engañado, como si no se hubiese
burlado en su cara, y lo hacía para volver a llevarse
algo. Dinero. Todo por dinero.
980
No podría decir que volver a verla le había
removido el corazón, porque no era así. Decir eso
era poco, le removió el alma entera.
Necesitaba hacerse entender que el recuerdo que
le pesa no existe. La Judith que él conoció, la Judith
de la que se enamoró, no era más que espejismos.
Esa era su ancla, recordarse eso.
—En algunos testimonios se declaró que el
dinero se había retirado a demanda suya —hablo
Sophia observando a su ex mejor amigo.
—Si, así fue, por incumplimiento de contrato —
respondió Mason con seriedad a través del
micrófono.
Cuando Judith se fue, el corazón y la mente de
Mason se desconectaron. Su mente quería odiarla,
pero su corazón no se lo permitía. A pesar de todo
jamás hubiese hecho nada en contra de ella, solo la
quería lejos de su vida, no volver a verla jamás.
Isaac había sugerido lo del dinero, y aunque al
principio se negó, termino cediendo. O eso dijo
Isaac, no lo recuerda, posiblemente estaba ebrio,
Sophia tenía razón en eso, estos últimos meses
estaban llenos de lagunas mentales para el.
—¿Podría especificarnos que parte incumplió?
981
—No podía ser vista públicamente con ningún
otro hombre, no podía involucrarse de manera
pública con nadie hasta que el contrato estuviera
finalizado, al incumplirlo acabo con el contrato y
con sus beneficios.
Sophia asintió mientras pasaba su bolígrafo por
sus hojas. —¿Y si se daba ese avistamiento en
público, pero era sin consentimiento igual procedía?
Ante la pregunta, Mason giro a ver a Isaac quien
se mantenía cruzado de brazos con la mano en su
barbilla, observando todo con atención. A todo,
excepto a él.
La pregunta le inquieto, pero no podía ser, Mason
sabia que Isaac había investigado si la foto y los
sucesos eran reales, eso si lo recuerda
perfectamente.
—No, en ese caso no procedería.
—Evidencia de defensa B —Pidió Sophia.
Después de unos segundos, las pantallas frente a
los equipos de defensas, a la jueza y al público se
encendieron y en ellas aparecieron la foto del beso
de Judith y Douglas. Ni Mason ni Judith observaron
la pantalla.
982
—¿El incumplimiento tiene que ver con este
suceso? —pregunto Sophia. Mason asintió viéndola
fijamente, sin embargo, Sophia negó—. Señor
Macovei podría ver a la pantalla y decirme si la
razón detrás del incumplimiento tiene que ver con
esa foto. Observe bien la fotografía, por favor.
Mason observo a los ojos a Sophia quien se
mantenía seria, pero conocía a la perfección esa
mirada, podía asegurar que por dentro estaba
sonriendo ampliamente. Se obligó a bajar la vista a
la pantalla y después de unos segundos la volvió a
elevar—. Como ya había dicho, si fue por esto.
—¿Su equipo hablo con mi cliente sobre este
suceso para el aviso de su incumplimiento o
simplemente actúo sin aviso previo?
—Actué —respondió Mason sin más.
Sophia continúo anotando frente a sus hojas y
asintió. —Gracias, no tengo más preguntas.
Isaac observa el interrogatorio en silencio, algo
no anda bien, pero no sabía que era, es especialista
en detectar señales. Sabe cuándo avanzar, cuando no
983
hacerlo, cada paso que da está pensado. Esa
habilidad lo llevo justo a donde está.
Él no nació con poder, nunca lo tuvo, pero sabía
en donde estar, que decir y que hacer, supo mover
perfectamente sus piezas y así es como término
rodeado de contactos.
Una persona honrada iniciaba a construir su vida
de cero, una persona inteligente buscaba cimientos
ya trabajados y los usaba a sus necesidades. Así que
no importaba que tantas “As” bajo la manga
tuvieran Sophia y Judith, él siempre tenía una extra.
Isaac observó con una sonrisa de satisfacción a
Judith cuando llamaron al estrado a la primer
testigo. A esa chica que tan fácil pudo llevar a su
lado. En cualquier otra situación ni siquiera se le
acercaría, pero, en esa en especial, sabía que debía
hacer algo, ¿Cuánto tiempo tardaría Judith en
recapacitar y volver corriendo a Alexander después
del baile? Necesitaba desestabilizarla, romperla,
destruir todo su alrededor de manera que Alexander
pasara a segundo plano.
Hacerlo fue sencillo, su jugada estaba hecha, el
rey estaba en jaque y solo había una pieza
interponiéndose en su camino hacia la reina, un
inútil peón.
984
Vanesa fue sencilla de envolver, cada que
aparecía junto a Judith la observaba a distancia.
Notaba sus pequeñas miradas, sus gestos hacia quien
se supone que es su amiga, fue tan sencillo de leer.
Y eso le ayudo, no debía plantar sentimientos
negativos, porque esos ya estaban allí, siendo
reprimidos por sus años de amistad.
Pero, todos tienen un precio y el precio de
Vanesa, Isaac lo tenía en su poder. Él sabía
perfectamente que en ese medio había personas que
su fanatismo rozaba lo ridículo, de alguna manera
creían que sus enamoramientos podían ser
correspondidos por sus celebridades favoritas.
Todo en Vanesa gritaba que ella era de esas, y si
no lo era solo requería un empujón para hacerlo.
Solo necesitaba una idea, y la tuvo cuando una tarde
les mando a hablar a los chicos a su despacho, el
estrés estaba pudiendo con él, así que se sirvió un
vaso con whisky y la dejo en su escritorio. Ellos
llegaron y mientras Isaac masajeaba su cabeza, vio
una mano aparecer en su campo de visión.
—¿Puedo? —Le había preguntado Aiden y él
simplemente asintió. Y aunque fingió que no
prestaba atención, lo observo en silencio, Aiden no
tomaba, lo sabía perfectamente, y tal como imagino,
985
él jamás bebió el whisky, cuando se fueron y vio el
vaso intacto, exactamente con la misma cantidad que
había servido, y lo supo.
La intención de Aiden nunca fue tomarlo,
simplemente quería esconderlo… ¿Y a quién le
cuidaba los pasos todo el tiempo?, Y así de rápido
tuvo su plan, ¿Cuánto tarda una persona en
rehabilitación de alcohol en ceder a sus necesidades?
Todo parecía alinearse a su favor, Aiden no sería
un estorbo como siempre, ya que estaba visitando a
su padre, así que dejar a Paxton encerrado en una
habitación con un minibar completo a su disposición
y hacerlo esperar y esperar deliberadamente fue
relativamente sencillo. Sabía que solo era cuestión
de tiempo para que hiciera justo lo que Isaac quería
y por si necesitaba un empujón mando bebidas como
supuesta cortesía.
Un poco después de las dos de la mañana, Paxton
estaba ahogado en alcohol. Isaac llego con Vanesa y
para terminar de cerrar su acuerdo le dijo que le
tenía un regalo y le cumplió una de las fantasías de
cualquier fanática promedio, la llave de la habitación
donde se encontraba uno de sus ídolos
completamente fuera de sí…
986
Y deteriorar un poco más la enfermiza relación
que Paxton intentaba mantener con Aiden fue solo
un preciado plus.
Vanesa caminó hacia el estrado con confianza, a
simple vista podía notarse que ya no era ni la sombra
de lo que Judith solía recordar, Vanesa dijo el
juramento debido mientras Jude se encogía en su
lugar.
Sophia bajo la mano con discreción, llevándola
hacia la pierna de Judith, con suavidad encajo sus
uñas, provocando que la castaña diera un pequeño
salto en su lugar. Se inclinó ligeramente hacia su
oído y hablo en susurros cubriendo su boca para que
no pudiesen leer sus labios. —Deja de demostrarles
que te hirieron, en una lucha de poder no puedes
simplemente cederlo, levanta la mirada y mírala
como lo que es, una burla.
Judith soltó una risa llamando la atención de
Vanesa quien parpadeo confundida. Esperaba verla
mal, victimizándose como siempre, pero aquí estaba
frente a ella luciendo increíble. Los celos se
dispararon
por
su
cuerpo
molestándola
momentáneamente, pero se tranquilizó de inmediato,
la sonrisa de Judith era algo temporal, ella más que
nadie lo sabía.
987
La mayor cualidad de Vanesa es que podía
mantener su estima por sí misma bastante alto. No le
avergonzaban las cosas, y se consideraba con una
seguridad inquebrantable. Sin embargo, tener a
alguien como Sophia Howard frente a ella
observándola como si fuese una gran nada le
provocaba más nervios de los que le gustaría
aceptar.
Por años la había admirado por fotos, su estilo, su
presencia, pero aquí, así, no le tenía ni un poco de
admiración, más bien le provocaba algo de miedo, se
sentía como un ciervo bebé frente a un león.
La mirada de Vanesa se desvió varias veces hacia
Judith, quien parecía simplemente aburrida, cuando
finalmente se vieron a los ojos, Judith levanto la
mano a su rostro y fingió un bostezo sin quitarle la
mirada de encima y después de eso sonrió
abiertamente. La sangre le hirvió, ¿Se estaba
burlando de ella? Siempre había detestado eso, que
se creyera mejor que nadie, nunca lo había dicho,
pero lo sabía, el hecho de que Judith se negara a
aceptar lo que cualquiera mataría por tener, como si
fuese mejor que cualquiera, como si nadie la
mereciera. Solo pudo pensar, en una palabra:
asqueroso.
988
Judith no había cambiado mucho, había adquirido
más confianza, se sentía más segura, pero su
personalidad seguía igual, sin embargo, por Sophia
había aprendido que no podía estar siendo un libro
abierto para cualquiera, no podía ir por allí dejando
que todos vieran sus debilidades porque le pasaría
justo lo que ya le paso, se aprovecharían de ellas.
“Alter ego” eso había dicho Sophia, una
personalidad falsa creada para estar frente al estrés,
la ‘Sasha Fierce’ de Beyonce, el “Robbie Williams”
de Robert Williams.
<<—Simplemente engañas a tu propia mente,
quizás naturalmente no eres valiente, pero tu alter
ego si, y ella no pide permiso, ella toma la confianza
que quiere y la usa sin preguntar>>
Primero le pareció una locura, pero ahora, le
parecía divertido ver como confundía y molestaba a
las personas actuando como jamás lo haría.
La voz de Sophia inundo el lugar. —¿Conoce a
Judith Bennett Jones desde hace cinco años?
—Sí, vivíamos juntas.
—¿Qué tan unidas eran?
989
—Éramos muy unidas, yo era probablemente la
persona a la que más unida era.
—En su declaración usted testifica que se enteró
de la supuesta relación de Douglas Wilson y Judith
Jones desde antes de que saliera a la luz.
—No es una supuesta, era una relación
totalmente y yo lo supe todo el tiempo, incluso
cuando ellos se vieron ella me llamo para
contármelo, eso fue lo que me hizo alejarme de ella,
no quería tener a alguien así en mi vida.
Sophia asintió fingiendo que escribía algo en sus
hojas, allí frente a todos solo podía pensar en como
odiaba su carrera, sus instintos por ir a golpearla
estaban completamente activados, pero debía
mantener la compostura. —Voy a relatar la
secuencia de eventos que testifico, por favor diga
fuerte y claro si es correcto o no.
—Está bien —Vanesa asintió sin entender, Isaac
le había advertido que las preguntas de Howard
serian para poner en duda su testimonio, a ella
misma y en general todo, sin embargo, Sophia
estaba haciendo todo lo contrario, no ponía en duda
nada simplemente la hacía relatar la historia.
Prácticamente estaba empeorando el caso para
990
Judith. Sin embargo, no tuvo tiempo de pensar más
porque Sophia continúo hablando.
—Específicamente sobre el día de la foto, usted
testifico que la señorita Bennett le hablo a usted
después del beso para decirle que estaba
emocionada.
—Correcto.
—Dice que Judith, no cabía de su felicidad
después de eso.
—Si, así fue.
—¿Algo más
exactamente así?
que
quiera
añadir
o
fue
Vanesa dudó, su vista viajo hacia Isaac, pero él
no la veía a ella, así que finalmente asintió. —Nada
más que añadir.
—Tengo entendido que existe evidencia de esa
llamada —Sophia giro hacia la jueza quien la veía
por encima de sus gafas—. Su señoría moción para
la admisión del audio 235 como evidencia por parte
del demandado.
La jueza no aceptó de inmediato, estaba
sorprendida, creía que tener a la hija de la eminencia
que es Thomas Howard seria entretenido de ver, el
991
debut de una nueva estrella en el mundo legal, pero
Sophia Howard lo único que estaba haciendo era
colocar una soga en su cuello, ¿Por qué usaba su
tiempo para mostrar la evidencia del equipo de
Macovei? Sin embargo, ella simplemente asintió
permitiendo la reproducción de la evidencia.
Después de un minuto la voz de Vanesa suena por
los parantes.
“—Creo que Alex debe saberlo, creo que debe
saber de ese beso.
La voz de Judith sonó después de ella, fuerte y
decidida. —Él no va a saber nada.”
En cuanto el audio acaba, Sophia gira hacia
Vanesa. —¿Podría decirme la hora exacta de la
llamada?
—No lo recuerdo.
—Debe saberlo si su llamada fue aceptada por el
ministerio es porque se confirmó que es real,
entonces ellos tienen toda la información de fecha y
hora. Así que revise el registro de prueba que sé que
tiene frente a usted.
Vanesa observó las hojas frente a ella, la sabia de
memoria, las estudio perfectamente, pero no
992
entendía el punto de que fuese exacta. Eso la ponía
nerviosa —A las dieciséis treinta y nueve de la tarde
—Gracias por su tiempo, sin embargo, señoría,
pido que no se tome como prueba el audio, ya que
no se tiene contexto de absolutamente nada al ser tan
corto, para empezar ni siquiera se debió aceptar al
no cumplir con todos los parámetros requeridos,
confío en que fue un error y que no están
permitiendo evidencias claramente manipulada.
Vanesa giró hacia Isaac, les habían dicho que no
tendrían problemas, habían pagado la admisión de
esas pruebas, pero allí estaban escuchando el “a
favor” que la descartaba por completo del caso.
Habían pasado cuatro horas de interrogatorios,
entre descansos y testigos que su único destino era
desacreditar la imagen de Judith, como la seguridad
de Levi que confirmaron que ellos tuvieron mucho
acercamiento en un bar y mostraron la foto que la
gente parecía que jamás iba a superar,
probablemente ellos morirían en algún punto de sus
vidas y esa foto seguiría creando polémica. El fin de
esa testificación fue demostrar que Judith nunca
había respetado el contrato.
993
Otro testigo fue un chico de la seguridad de
Paxton, que informo que una noche ella y Paxton
durmieron juntos. Este testimonio no se pudo
desacreditar, porque mostraron un video de
seguridad en donde se puede ver a Judith y Paxton
entrando al piso de Aiden. Sin embargo, no tuvo
relevancia al no ser público, pero era una simple
estrategia para que la jueza “entendiera” la clase de
persona que era la demandante.
Judith sabía que probablemente toda la gente de
la sala estaría pensando de ella lo peor, pero no
podía importarle menos, no es como si su reputación
fuese a caer más si ya estaba en el suelo.
Mason dejo de escuchar después de la segunda
hora, nunca había deseado tanto que algo se acabara
como eso, quería pararse y preguntarle directamente
a Judith que era lo que quería para simplemente
dárselo y acabar con todo. Cerro los ojos y respiro
hondo e intento relajarse, no podía ceder a sus
impulsos por más que quisiera.
En cualquier otra situación, el siguiente testigo
sería Elliot, la persona intermedia, el jefe de
seguridad de Alex, el entonces novio de Judith, la
razón por la cual estuvieron cerca para empezar.
994
Isaac hubiese deseado que Elliot acabara con
Judith, sabía que podría hacerlo, si tan solo no
hubiese renunciado hace más de un año y medio.
Habría sido un testigo primordial. Elliot era, entre
todo, muy inteligente, calculado y un manipulador
de primera, hubiese sabido perfectamente que decir
para hundir Judith en un segundo.
Había sido una lástima para Isaac perder a
alguien tan leal, sin embargo, Elliot la había cagado
en grande, había cometido el peor error que puede
cometer alguien jamas, lo peor aberración existente:
tener un bebé. Tuvo que renunciar porque el tiempo
libre que tenía era casi nulo y por extraño que
pareciera si quería formar parte del proceso. Se
habían intentado comunicar con él sin éxito.
Pero no todo era malo para Isaac, porque el hecho
de que Elliot no estuviera ponía al segundo
intermedio de la relación de Judith y Alexander
como testigo, o sea: el mismo, había subido al
estrado, dicho el juramento y dado su información,
todo con suma tranquilidad, se movía seguro y en
silencio como una serpiente a punto de atacar.
—En su testimonio indica que usted sabía sobre
la relación de Douglas y Judith.
995
Isaac sonrió y asintió. —Si claro, sé todo acerca
de los empleados que firman con nosotros.
—Un tanto acosador.
—Estoy cuidando la imagen de cuatro
celebridades señorita Howard, todos los empleados
son puestos bajo investigación, ellos al firmar el
contrato lo aceptan, sería completamente injusto que
la reputación de personas que todos los días se
esfuerzan en ser ciudadanos respetables se manchara
por actos inmorales y cuestionables de personas que
los rodean y no por ellos mismos.
—¿Por qué no dijo nada acerca de esa relación?
—Para empezar esa relación se mantuvo en
secreto y no tenía que hacerlo, la vida sentimental de
Judith Bennett no era algo que me interesara, y ella
no tenía prohibido tener una pareja, podía hacerlo,
simplemente debía cuidar su imagen pública.
—¿Podría explicarnos como se enteró? Si usted
mismo ha dicho que era un secreto.
Isaac sonrió abiertamente, había estado esperando
esa pregunta, viendo directamente a la cara a Judith
respondió. —Me pidió hacer unas transferencias, la
cuenta a la que se le estaba pagando era una cuenta
otorgada por nosotros, ella nos pidió hacer las
996
transferencias a su cuenta personal. Me pareció
curioso que no estuviese su nombre e indagando un
poco surgió por primera vez el nombre de Douglas
Wilson. Allí fue cuando lo supe, digo siendo
honesto, por más amigos que fueran ¿Quién
comparte cuentas bancarias?
Otro de los abogados del equipo de Judith se
incorporó con rapidez tomando su micrófono. —
Objeción, rumores sin fundamentos.
—Mantengo la objeción.
Un abogado del equipo de Alexander también
interrumpió. —Su señoría, existe evidencia otorgada
que avala la veracidad del testimonio.
Judith observaba completamente inmóvil y en
silencio, aunque por dentro estuviese gritando,
¿Ahora de que estaba hablando Isaac? Ella jamás
había pedido nada, eso era obvio. ¿Cómo pueden
existir pruebas de algo que no ocurrió?
>>Petición para la admisión de documentos pieza
trescientos cincuenta y seis.
—Aceptada —hablo la jueza y en las pantallas se
mostró un convenio de transferencia firmado por
Judith.
997
—El perito en grafoscopía ya analizo
previamente la firma del documento, y como puede
ver en el sello de certificación fue confirmado que la
firma es auténtica.
Judith observaba las hojas frente a ella, si
recordaba haberlos firmado. Pero no era una
transferencia, era una maldita devolución.
<<—Por accidente se hicieron unos cargos
extras a tu cuenta, simplemente es que autorizas la
devolución de eso.
—¿Por qué se hicieron?
—Un imbécil haciendo mal su trabajo.>>
No era raro saber que Isaac estaba manipulando
información, era algo que ya esperaban
completamente, pero, si estaba ligeramente
sorprendida que de verdad Isaac había trabajado en
cubrir sus pisadas incluso antes de que Judith
siquiera se alejara.
A pesar del ajetreo, Sophia volvió a hablar
viendo directo a Isaac, —¿Es verdad que Judith
Bennett firmo el contrato baja amenazas?
—No, no es verdad.
998
—Objeción —Interrumpió
Alexander. —Especulación.
el
equipo
—A favor —cedió la
pregunta, señorita Howard.
jueza—.
de
Siguiente
—¿Es verdad que en el contrato tenía una última
cláusula que no mostraron en su evidencia?
—Objeción.
Pero Isaac igualmente respondió, porque dejarse
amedrentar por una niña era el último de sus planes.
—No es verdad.
—A favor —Interrumpió la jueza—. Siguiente
pregunta.
—¿Es verdad que amenazo con terminar la
carrera de Alexander si Judith no se alejaba por
completo?
—Objeción, su señoría, este interrogatorio no
está haciendo más que dando pie a especulaciones
totalmente falsas alrededor de nuestro testigo.
—¿Qué mierda significa eso? —Una voz
interrumpió la pelea entre el equipo de Alexander y
Judith.
999
La jueza llevó la vista hacia el dueño de la voz.
—Señor Macovei, le voy a pedir que mantenga la
compostura y no interrumpa, es su primer aviso.
Richard jalo el brazo de Alexander. —Deja que el
proceso lleve su orden, te dije que tenemos pruebas
de que todo su testimonio es falso.
En los quince minutos de descanso Mason se
alejó de todos e ignorando el llamado de su equipo
camino hasta que se encontró completamente solo,
allí en medio del pasillo saco su teléfono y marco
inmediatamente el contacto que buscaba.
—Wow, este debe ser mi día de suerte.
—Olivia… —murmuro el nombre de la mujer
por la que había iniciado todo.
La mujer con la que había coqueteado
descaradamente sin saber que era la esposa de Egan,
el hermano de Brandon, su director. La mujer que no
acepto un no por respuesta y lo busco por meses
buscando repetir, la mujer que una mañana lo visito
sin aviso previo levantando rumores entre los
empleados, la mujer por la que Brandon al enterarse
fue a buscar a Mason y el había tenido que salir
corriendo minutos antes buscando una chica que
fuese su salvavidas. Por la que se había visto
1000
orillado a fingir que estaba felizmente en una
relación falsa.
>> ¿Recuerdas la primera vez que tuvimos sexo?
Ella soltó una risa coqueta completamente
conmocionada. —Wow, yo… no podría olvidarlo
cariño, aunque quisie…
—Me alegro, entonces no debo entrar en detalles,
voy directo al punto, legalmente me faltaban unos
meses para ser mayor de edad, entonces si esto se
llega a saber quien corre mas riesgo ¿Yo por
meterme con una mujer casada o tu por meterte con
un menor de edad?
—Alexander…
—Escúchame, no tengo tiempo, así que ponme
atención. Para solicitar cualquier cosa, debo hacerlo
primero con Isaac, tengo las manos atadas, pero tú
eres la esposa del director, tu no necesitas hacerlo,
así que solicita el circuito cerrado de vigilancia de
mi edificio desde hace tres años hasta hoy.
—Me meterás en un problema Macovei, pero
bien, para mañana te lo tengo, pero debo decirte que
no puedo creer que de verdad me estés amenazando,
¿Está mal si eso me excita?
1001
Mason rodó los ojos y corto la llamada.
—Levante la mano derecha, por favor. ¿Jura
solemnemente decir la verdad, toda la verdad y nada
más que la verdad, por la gracia de Dios?
—Si, lo juro.
—Diga su nombre para constar y tome asiento.
—Douglas Wilson.
La tensión en la sala era palpable. Mason noto de
inmediato que el público que venía por parte de
Judith, ni siquiera habían entrado esta vez.
Un abogado del equipo de Alexander se paró
frente a su testigo. —Señor Wilson, ¿Usted conoce a
Judith Bennett Jones?
—Si, nos conocemos —Douglas intento todo el
tiempo que sus miradas conectaran, pero Judith
estaba distraída dibujando algo en unas hojas que
Sophia le había dado. No le molestaba que estuviese
ignorándolo, al contrario, le entretenía verla tan
distraída, le recordaba las primeras veces que la vio,
demasiado inocente, eso fue lo que le atrajo en un
principio.
1002
—¿Cómo la conoció?
—Estudiábamos juntos hace unos años, tuvimos
una relación un poco tormentosa, ambos cometimos
errores y nos separamos, años después nos
reencontramos y decidimos intentarlo nuevamente.
—¿Cuándo la retomaron?
—Una semana después de esa foto que fue
pública, fui a buscarla, hablamos y decidimos
intentarlo a pesar de nuestros errores cometidos años
atrás.
—¿Cuánto tiempo duro su relación?
—Muy poco, a decir verdad, me dejo porque
había dicho que me hizo confundir las cosas, que
nunca la conocí en realidad, cosas así…
Mason cerro los ojos y tomo aire hondo. <<—
Creo que te hice confundir las cosas, y realmente lo
siento.>>
Giro hacia Sophia y Judith, esperaba que en
algún punto objetara o detuviera lo dicho por
simples rumores, pero no lo hacía, se mantenían en
silencio simplemente escuchando. Se sintió
asqueado con la situación. Si Sophia no interrumpía,
solo significaba que ese testimonio era verdad.
1003
Le dolía el hecho de que su mejor amiga sabia
todo eso y aun así la estaba ayudando. Le hirvió la
sangre, notando que todavía tenía el descaro de
estarle tomando la mano con demasiada fuerza bajo
su escritorio, dándole algún tipo de apoyo que no
merecía.
Sophia observo sobre su hombro a Isaac, quien
estaba conteniendo las ganas de reír, ella esperó que
estuviese disfrutando su diversión momentánea,
porque estaba segura de que cualquier tipo de risa se
borraría completamente con los testigos que habían
conseguido, ya deseaba ver su cara cuando vieran a
su testigo principal.
Porque sabía que, entre todo, eso en especial, no
se lo esperaban para nada.
Este capítulo es muy meh, porque son los testigos
de Isaac, así que todo se reduce a mentiras, quiero
aclarar que el silencio de Sophia tiene una razón,
recuerden que todoestá siendo llevado a cabo por el
plan de Aiden, y con los que se desatara el caos será
con los testigos de Judith en el capítulo que sigue.
Bueno, ya saben cuál era el tan esperado regalo
del que Vanesa hablo en la cena con Judith.
1004
Los tqm <3
1005
55. Capítulo cuarenta y nueve
49 | TESTIGOS DE JUDITH. | PARTE 1.
♪ Somebody cut of your eyes, you refuse to see,
somebody cut out your heart, you refuse to feel♪
(Alguien corto tus ojos, y te niegas a ver, alguien
corto tu corazon y te niegas a sentir)-Drink before
the war. Sinead O’Connor.
—Está bien, tú ganas —La voz de Sophia suena a
mis espaldas, ni siquiera hago el amago por girar a
verla, sigo acostada de lado viendo hacia la pared
—, puedes llorar, prometo no quejarme, pero de
verdad, prefiero eso a verte allí viendo a la nada.
—Solo se me fue el sueño.
—Llevas varias horas en la misma posición —
farfulla. Siento el colchón hundirse a mis espaldas,
Sophia se mete bajo mi cobija, se pega a mi cuerpo
y pasa su brazo por mi cadera—. No te estoy
abrazando, estoy usándote de reposabrazos.
Suelto una risa sintiendo como recarga su
barbilla en mi hombro.
1006
>>Entiendo que debe ser difícil ver a ese idiota
diciendo toda esa basura, y sé que odias que te
digan que eres muy valiente, pero lo eres.
—No —La interrumpo—, tú no.
Sophia suelta una risa. —Lo sé, lo sé, estoy
asqueada conmigo misma —Sonrío al escucharla—.
Te contaré algo, algo que solo una persona sabe.
>>Sé que conociste a mi exnovio, Michael. El
imbécil que me hizo una broma de que se metieron a
robar a nuestro piso, y yo recuerdo que me asusté
tanto cuando vi como le disparo y cayó al suelo, lo
único en lo que podía enfocarme era en la sangre
que salía de su cuerpo sin parar. Su idea era que yo
gritara y corriera, pero no lo hice, me quede allí
congelada en mi lugar, completamente aterrada, no
pude moverme ni hacer nada más que ver al tipo del
arma. Traía una máscara de diablo horrible y él se
acercó a mí, yo pensé que iba a morir, estaba
totalmente asustada, jamás había sentido un miedo
tan real como ese.
>>Él se acercó a mí, me empujo a la cama y se
subió a mi cuerpo. No me toco, no me hizo
absolutamente nada, simplemente me mantuvo
contra la cama llorando con un arma en la cabeza.
Con todo el movimiento mi vestido se subió casi por
1007
completo, yo pensé que él me iba a violar, de verdad
creí que pasaría, y allí deje de tener miedo a morir,
lo deseaba, como nada en ese momento, esperaba
que cuando acabara me disparara en la cabeza,
porque si él no me mataba, me iba a matar yo.
>>Después de ese día por un tiempo tuve
constantemente ataques de pánico, de la nada, por
literalmente algo que solo paso en mi cabeza. Así
que, no digas que no eres valiente, porque lo eres,
porque yo en tu lugar jamás hubiese salido de allí
con vida, yo jamás habría ido a denunciar, jamás
podría estar frente a él, y tienes puntos extras por
llevar a Mason a destruir de pintura su estudio.
—Sophia…
—Eso está en mi pasado Jude, no tengas pena
por mí, ten pena por el que se atreva a tocarme un
pelo, porque se queda sin puta mano.
>>Y como extra, claro que me vengue, así que
tranquila, que los que necesitan terapia hoy, son
ellos.
—No podría esperar menos de ti —Sonrío
girando un poco para verla.
1008
NARRADOR
persona).
OMNISCIENTE
(Tercera
—Ya está listo, pero hay un gran espacio en
blanco.
—¿A qué te refieres? —pregunta
sosteniendo su teléfono contra su oído.
Mason
—Me refiero a que borraron los registros de
cuatro meses —responde Olivia—, intentaran
recuperarlos, pero eso puede ser muy tardado y
honestamente no estoy segura de que se puedan
recuperar del todo.
No necesitaba preguntar específicamente a cuáles
cuatro meses se refería, porque lo sabía. —¿Quién
los borro?
—Está bajo orden de Elliot Park. Él fue el que se
encargó de borrar cualquier evidencia.
Mason bloqueo su teléfono y lo dejo caer contra
el escritorio, tomo su botella de agua fría y la coloco
sobre su frente esperando que el dolor de cabeza que
tenía no aumentara demasiado. Nuevamente se
encontraba contra las cuerdas. Y ni siquiera podría
preguntar algo al respecto porque Elliot ya ni
siquiera trabajaba con ellos.
1009
—Buenos días, solecito —Paxton entro a la
habitación dejándose caer en la silla frente a Mason
—. Debo ser honesto, pensé que si alguna vez nos
encontrábamos en algún juzgado seria por mí, me
has ganado —dijo y saco el teléfono de su pantalón
y abrió la cámara girándose para tomarse una foto
con Mason.
—¿Qué haces, Paxton? No estoy de humor.
—Dando contenido para twitter —Giro el
teléfono y mostró la secuencia de cuatro fotos que
ha subido, la primera era una selfie donde se veía al
fondo a Aiden manejando y estirando el brazo
intentando quitarle el teléfono. La segunda era una
foto de él con el policía de la entrada, la tercera era
otra selfie de él con una foto impresa de Levi porque
había decidido llevarlo en foto para que estuviera
presente y la cuarta era la selfie de él con Mason
viéndolo molesto al fondo.
—¿Qué haces aquí para empezar?, ayer dejaste
muy en claro que no te interesaba venir a escuchar a
los testigos.
—Aiden y yo cambiamos de opinión y decidimos
acompañarte.
—¿Aiden?
1010
—Si me siguieras en Twitter lo sabrías.
—¿En dónde está Aiden?
Paxton se encogió de hombros sin verlo ni un
segundo.
Giselle se detuvo abruptamente al ver a Aiden
parado al final del pasillo. Apretó los labios
acomodando su cabello, aunque la actitud seria y
grosera del rubio le molestaba, quería intentar
acercarse a él, después de todo si pensaba llegar a
tener una relación con Alexander, debía caerles bien
a sus amigos.
Había intentado con comida, postres, incluso
investigo cosas que le gustaban para fingir que a ella
también le agradaban, pero nada funciono, seguía
ignorándola como si simplemente no existiera, la
trataba como trababa al resto y eso no le gustaba en
lo más mínimo, a pesar de que Alex le había dicho
que Aiden era muy selectivo y nunca había sido de
tener amigos, era imposible que ella se rindiera
primero.
Dio un par de pasos decididos hacia él, pero se
detuvo abruptamente al ver como unos brazos se
envolvían por detrás del cuerpo de Aiden
abrazándolo por el abdomen.
1011
—¿Estás nerviosa? —pregunto Aiden sin siquiera
girarse a ver quien era, porque nadie más que ella se
atrevería a abrazarlo así sin más. A excepción de
Paxton, por supuesto.
—Solo he podido imaginarme vomitando en
cuanto suba al estrado.
—Eres asquerosa.
Giselle abrió la puerta de la sala de Mason y lo
vio directamente.
—Aiden es un traicionero, está con Judith en el
pasillo y se estaban abrazando.
—¿Desayunaste alucinógenos? —Le pregunto
Paxton directamente. Giselle saltó en su lugar al
escuchar su voz.
—Es verdad, ella llegó y lo abrazo.
—Giselle… —Mason negó aún con la botella en
su frente—, estás hablando de Aiden, nuestro Aiden,
él preferiría morir antes que…
—Te lo juro Alexander, solo párate un segundo.
—¿Estás segura de que viste bien? —pregunto
Paxton— quizás estaba aplicándole una llave en el
cuello y…
1012
La puerta se abrió y por ella entro Richard. —
Alex necesito que me acompañes.
Mason se puso de pie y siguió al abogado. Giselle
se quedó allí parada, completamente molesta, llevo
la vista hacia Paxton que la observaba con una
sonrisa poco discreta.
—Tú sabes que no miento.
—Yo no creo que seas una mala persona, creo
que eres un poco chiflada e intensa, pero fuera de
eso creo que en cualquier otra circunstancia me
podrías caer algo bien, así que te haré un favor.
>>Si quieres continuar en la vida de Alex,
simplemente acepta que te quiere como una amiga,
deja de intentar forzar las cosas, debes entender que
incluso si él olvida por completo a Jude, eso no hará
que te quiera a ti. Ni tú ni nadie debería rebajarse a
ser un premio de consolación, mereces más que eso.
—Wow, Paxton, estas aquí intentando quitarme
del medio para ayudarla, ¿No?, no puedo creerlo,
dicen ser sus amigos, pero quieren verlo junto a la
persona que mas lo ha hecho sufrir.
—Las cosas no son como parecen y
probablemente en unas horas ese abrazo que viste
1013
por parte de Aiden se este repitiendo, pero parte de
Alex, así que…
—Después de todo lo que le hizo, piensas que él
se humillara de esa manera. No se si lo notas, pero el
esta harto, de esto, de ella…
Paxton guardo su teléfono y paso por su lado. —
Supongo que tu lo conoces mas que yo.
El juicio había iniciado correctamente, los
testigos de Alexander estaban al fondo de la sala, al
ya haber dado su testimonio podían formar parte del
público si así lo deseaban. La jueza observó por
encima de sus gafas a Sophia Howard quien estaba
de pie frente al estrado.
—Su señoría, nosotros llamamos a testificar al
señor Henry Clerk.
—Muy bien —respondió la jueza mientras las
puertas se abrían y por ellas entraba el conocido
pintor.
—¿El que se supone que hace aquí? —pregunto
Mason directamente a Richard quien simplemente se
encogió de hombros.
1014
—Supongo que lo sabremos.
Después de que dijera su nombre e hiciera él
juramente, Clerk subió al estrado y observo a Sophia
intentando aguantar sus ganas de reír al verla tan
seria.
—Señor Clerk, ¿Podría decirnos de donde conoce
a Judith Bennet?
—La conocí en una fiesta, después de esa fiesta
yo la busqué me gusto su trabajo y le ofrecí practicar
en mi estudio y ella aceptó y lo hizo por unos meses.
—¿Podríamos ver la evidencia de defensa B,
nuevamente? —pregunto Sophia y la jueza asintió,
así que en las pantallas apareció por segunda vez la
foto de Douglas besando a Judith. —Señor Clerk,
¿Podría describirme lo que ve en esta foto?
—A Douglas Wilson y Judith Bennet, están
ambos en la entrada principal de mi edificio.
—¿Ese edificio es suyo únicamente?
—Si —respondió Henry—, soy el único titular.
—¿Cualquier persona tiene acceso a él?
—No, el acceso es muy limitado, solo se permite
entrar a mis estudiantes y trabajadores en su horario
1015
correspondiente, solo pueden entrar con su
identificación, así lleven años en las instalaciones,
todos los días tienen que entregarla en la entrada.
También pueden entrar si tienen cita, o solicitando el
acceso, y este sea concedido por mí.
—Objeción —hablo un abogado de Mason—,
irrelevante.
—Estoy sentando las bases —Aclaro Sophia y la
jueza asintió hacia ella.
—No ha lugar, puede proceder señorita Howard.
Isaac contuvo el impulso de golpear a su
abogado, tiene un equipo completo y no pueden
hacer algo tan simple como detener un
interrogatorio.
Sophia sonrió y giro nuevamente a Henry. —
Judith Bennet al tener acceso, ¿Podría permitir la
entrada de otras personas?
—Únicamente yo puedo permitir la entrada.
Cualquier otra persona tiene que registrarse. Así
que, si el señor Wilson me solicito a mi el acceso.
Dijo que quería conocer a Judith, y generalmente no
hago esos favores, pero su padre es un buen colega.
Yo le pedí a Judith que se acerca al edificio, no le
dije para que, hasta que estuvimos frente a frente.
1016
—¿Usted los presento?
—No, no fue así, yo acompañé a Judith a la sala
en la que Douglas nos esperaría, pero no se
encontraba allí, pensé que ya se había ido, yo tenía
que irme y me fui, lo último que tenía entendida es
que Judith se iría después de mí.
—Entonces el señor Wilson nunca se refirió a
Judith como su pareja o viceversa.
—No, por mensajes claramente se refirieron a
ella como una desconocida.
—Objeción —hablo nuevamente el mismo
abogado—. La respuesta es especulativa.
—Existe evidencia que…
—Todos aquí sabemos que las capturas de
pantalla no proceden como prueba y aquí estoy
viendo capturas de los mensajes del padre de nuestro
testigo Douglas Wilson y el mismo, los mensajes
claramente pueden ser manipulados.
—Le mostraría mi teléfono, pero fue apagado y
entregado a un perito de la fiscalía —Interrumpió
Henry—, así que las pruebas son certificadas por un
dictamen pericial, ¿No debería saber eso ya? Ese es
1017
su trabajo, así que puede meterse su objeción por
él…
—Señor Clerk, será removido de la corte, es su
única advertencia.
Henry no fue removido, ahora estaba sentado
junto al público observando a la siguiente testigo, su
asistente.
—Después de que el señor Clerk se fue, ¿usted
continuo en el edificio?
—Si, mi horario finalizo horas después.
—¿Vio irse al señor Clerk?
—No lo vi irse porque estaba atendiendo a
Douglas Wilson.
—¿Cómo se encontraba atendiéndolo?
—Me pidió darle un breve recorrido, al principio
no me pareció buena idea, ya que Henry y Judith
estaban próximos a llegar, pero se veía muy
ilusionado, así que le hice un muy breve recorrido,
cuando volvimos a la sala me pidió permiso de
1018
utilizar el baño y me pidió una botella de agua, tuve
que bajar a la cafetería y conseguir una.
—Así que usted presenció
supuestamente se conocieron.
cuando
ellos
—No exactamente, yo llegué a buscarlo al baño
nuevamente, pero un chico del departamento de
escultura me dijo que no había nadie dentro, así que
supuse que había regresado a la sala, y cuando me
acerque escuche su voz y entre para entregarle su
agua y allí estaban ellos, Judith y Douglas.
—¿Recuerda lo que vio cuando entro a la sala?
—Estaban platicando, no escuche nada de lo que
dijeron, más bien no puse atención, y me detuve
porque pensé que algo andaba mal con Judith, se
veía agitada, parecía asustada, preocupada, no tuve
oportunidad de preguntar nada, en cuanto abrí la
puerta ella salio corriendo. En ese momento entro el
mismo chico de escultura para pedirme que fuera
con el porqué al no estar Henry, digo el señor Clerk,
yo debía tomar nota de unas cosas pendientes que
tenían. Iba a seguir a Judith, pero el señor Wilson
dijo que simplemente le había entrado una llamada
que le había preocupado y que él iría a ver como
estaba y que yo fuera al departamento de escultura.
1019
—¿Eso fue todo?
—Después de unos minutos regreso y dijo que
todo estaba bien. Que se había emocionado porque
vería a su hermano. Supuse que era real, pensé en
ese momento que ¿Cómo habría inventado algo así
si ni siquiera la conoce?, él no podía saber que tenía
un hermano.
—Muchas gracias.
Cuando Isaac vio entrar al tercer testigo frunció
el ceño, no lo reconocía para nada, había
pronosticado todos los pasos que Judith daría en ese
juicio, había sabido incluso antes de que subieran
que Henry y la asistente de este subirían al estrado,
pero al señor que se encontraba haciendo el
juramento no le sonaba de ningún lado.
Douglas que se encontraba sentado a su lado, le
dio un ligero empujón con la pierna. —¿Y ese
anciano que?
—Ni puta idea.
Sophia se colocó frente al señor y hablo. —Usted
dice en su testimonio que presencio ese beso.
El hombre asintió. —Si, así fue.
—¿Podría narrarnos lo que vio?
1020
—Vi a la señorita Bennett salir corriendo del
edificio, estaba llorando, parecía estar en medio de
un ataque de pánico, después vi al otro tipo que no
tengo idea de su nombre, pero salió detrás de ella, la
tomo por el brazo, ella se alejó, empezaron a discutir
y entonces el se acercó y la beso, ella se alejó
inmediatamente y le dio una bofetada, después de
eso ella salió corriendo y el señor Wilson se quedó
un par de minutos allí en la entrada y después volvió
a entrar al edificio.
—Objeción —Nuevamente un abogado de
Alexander se puso de pie interrumpiendo—, su
señoría, este testimonio parece un diálogo
aprendido, fue demasiado específico recordando
cosas como el tiempo que estuvo el señor Wilson
parado allí. Carece completamente de credibilidad.
—Indudablemente es aprendido —hablo el
hombre encogiéndose de hombros—. Lo vi muchas
veces.
Isaac masajeó su frente al entender perfectamente
frente a quien estaban. ¿Cómo mierda lo habían
conseguido? Sophia podía tener algo de poder por su
padre, pero sabia que no lo suficiente en el mundo
de el espectáculo, alguien les ayudo, sin duda.
1021
Henry observó al hombre que había sido una
pesadilla encontrar, él tenía cámaras externas en su
edificio, así que conseguir su cara había sido fácil,
pero dar con él había sido todo un dilema, dilema
que Aiden había tenido que resolver con mucho
dinero.
—Por favor sea más específico —pidió la jueza.
—Bien, yo vi muchas veces ese beso porque yo
fui quien vendió la foto.
El abogado de Alexander se volvió a sentar y giro
hacia Isaac. Pero él estaba matando con la mirada al
paparazzi.
—Entonces, ¿Usted tomó esta foto?
—Sí, fuimos contratados cuatro camarógrafos.
En el edificio hay cuatro salidas, así que teníamos
que estar cubriendo todas y la indicación era esperar
a la señorita Bennett y fotografiarla todo el tiempo.
—¿Quién los contrato?
—Fue totalmente anónimo.
—Entonces, ¿Fue la única foto que tomo?
—No, nunca tomo una sola foto, siempre tomo
miles de fotos, así sea de algo de segundos. Después,
1022
selecciono las de valor y termino borrando la
mayoría.
—¿Cuántas
específico?
seleccionó
en
este
caso
en
—Diez, pero solo usaron una.
—¿Las diez eran del beso?
—Ese beso duro menos de un segundo. Con
suerte pude tomar esa foto.
—¿Podría
fotografías?
describirnos
—Objeción
Alexander.
—Interrumpió
las
otras
el
nueve
equipo
de
—No la mantengo —dijo la jueza viendo al
testigo—. Continúe…
—Bien, esas fotos son la secuencia de lo que ya
conté, el cómo sale del edificio, él llega, el beso, la
bofetada, como sale corriendo, ella llorando.
—Disculpe señoría, nuevamente tengo que
objetar, esas son especulaciones, incluso si las fotos
existen pueden ser manipuladas en beneficio al
testimonio.
1023
La jueza asintió un par de veces y cuando estaba
a punto de hablar, Sophia interrumpió.
—Para la tranquilidad del equipo del señor
Macovei, contamos con videos —El abogado de
Alexander se sentó dejando el micrófono a un lado
—. Su señoría, moción para la admisión de la pieza
setecientos veinte siete del demandante, como video
de evidencia.
La jueza habló nuevamente. —Bien, corre video
siete, dos, siete en evidencia
En las pantallas se comenzó a reproducir el video
tomado por el mismo paparazzi en donde se pudo
ver segundo a segundo que era verdad todo lo que
decía.
—Escúchame —Pidió Isaac escondido detrás del
chico de seguridad.
—Alexander,
cálmate
—hablo
observando todo desde una esquina.
Richard
—Dijiste que esas fotos habían sido reales.
—Estoy igual de consternado que tú —respondió
Isaac—, claramente me manipularon, alguien va a
1024
ser despedido hoy.
—Necesitas mantener la calma —Volvió a hablar
Richard—, aunque ese beso fue sin consentimiento,
ella al no contarlo sigue siendo una falta al contrato
que…
—Me importa una puta mierda el contrato, y la
demanda y todo lo demás…
—Eso no cambia lo que paso, aunque el beso y la
relación con Wilson no fueran como nos habían
contado, todo lo demás siguió exactamente igual,
simplemente la cagamos en quitarle el dinero y se lo
repondremos y que se largue de una vez por todas.
Mason se fue a sentar nuevamente aflojando por
completo su corbata y quitándola de su cuello.
En cuanto se distrajo, Isaac salió corriendo y
Richard detrás de él.
—¿Puedo pasar? —pregunto Aiden desde la
puerta.
Mason asintió sin girar a verlo. —¿Cuántos
testigos quedan?
—Uno —respondió sentándose frente a él.
1025
—¿Estás bien? —pregunto Mason viendo a su
mejor amigo.
—Si… en aproximadamente una hora me vas a
odiar, pero todo bien.
—¿De qué hablas?
—Te mentí en muchas cosas, y me arrepiento,
pero lo peor de todo es que no lo cambiaria, porque
la seguridad de Paxton estaba de por medio, si
hubiese sido la mía no me habría importado, pero no
era así.
—¿Paxton de nuevo está en problemas con esa
clase de gente?
—No, no, no es nada de eso.
Richard entro al lugar tomando su maletín. —
Vamos, acabo el descanso.
Aiden se puso de pie caminando hacia la salida.
—Aiden… -hablo Mason, él se detuvo en la
puerta y giro a verlo sobre su hombro.
—Ya lo sabrás, tranquilo.
1026
Todos estaban nuevamente en su lugar.
Isaac tomó dos pastillas para dolor de cabeza y
observo la nuca de Judith aniquilándola con la
mirada. Un cabo suelto, es lo que es ella. Con tantas
armas alrededor le gustaría mandar todo a la mierda
y alcanzar una y simplemente apretar el gatillo justo
en su frente y desaparecerla por completo. Es lo que
debió hacer desde un principio.
Douglas se volvió a sentar a su lado.
—¿Qué demonios haces aquí?, pensé que te irías.
Douglas lo observo con el ceño fruncido. —Es lo
que estaba a punto de hacer, pero uno de tus idiotas
de seguridad fue a decirme que tú pedias que me
quedara para dar un último puto testimonio.
—¿De qué estás hablando? —pregunto Isaac
viendo como las puertas del juzgado se volvían a
cerrar. Sophia comenzó a hablar para dar la
introducción del último testigo—. Yo estaba
ocupado evitando que Alexander reventara mi puta
cabeza, no te mande a decir nada con nadie.
Douglas giro viendo al público y apunto a un
chico al fondo. —Me lo mandaste a él.
1027
Isaac giró a ver hacia el chico que decía. —
¿Nathaniel?, ni siquiera sabia que estaba aquí —
Isaac se dejó caer sobre su asiento esperando que el
maldito testigo se presentara.
Judith escuchó como las puertas se abrían y giro
a ver sobre su hombro a su testigo, el también la vio
inmediatamente, y al su mirada encontrarse el
levanto su mano a la altura de su cara, elevo su dedo
indice y medio simulando una pistola y se colocó la
mano en la frente haciendo el ademán de estarse
disparando así mismo.
Judith soltó una risa llamando la atención del
resto de las personas, todos giraron al mismo tiempo
para ver al hombre parado en la entrada, el camino
hacia el estrado sin inmutarse ni un poco con todas
las miradas. La jueza usó su mazo al escuchar el
ajetreo por parte del equipo de Alexander. —Orden
en la sala.
Un policía se colocó frente al testigo con una
biblia en la mano. —Levante la mano derecha, por
favor. ¿Jura solemnemente decir la verdad, toda la
verdad y nada más que la verdad, por la gracia de
Dios?
—Lo juro.
1028
El abogado de Alexander, específicamente el más
leal a Isaac giro a ver a su jefe, pero Isaac estaba
completamente tenso en su lugar, ni siquiera parecía
respirar.
—Diga su nombre, para que conste en el acta.
El testigo observó a Judith por unos segundos y
le sonrió ligeramente antes de hablar. —Elliot…
Elliot Park.
El lugar se inundó de un silencio inquietante, lo
único que se pudo escuchar de fondo fue la risa de
Paxton.
Los tqm, graaaaacias por leer y por sus
comentariossss, me hacen feliz. <3
1029
56. Capítulo cuarenta y nueve
pt.2
49 | TESTIGOS DE JUDITH. | PARTE 2.
♪ This is the end, hold your breath and count to
ten ♪
(Este es el final, aguanta la respiración y cuenta
hasta diez )-Skyfall. Adele.
—Creo que en toda mi vida jamás tuve miedo, sé
que suena poco realista, pero es la verdad, y me
refiero a un miedo real —Observo la roca en mi
mano y la lanzo viendo como se hunde de inmediato
—. Pero ahora es lo único que siento, cada minuto
de cada día, tengo miedo… —murmura, lo observo
en silencio mientras él lanza la roca al lago, su roca
da un par de saltos antes de hundirse. Una pequeña
bebé de mejillas rosadas se para frente a nosotros y
nos entrega una roca a cada uno—, miedo a que le
pase algo, a que le hagan algo, a que termine con
un idiota como yo, como Isaac como literalmente
cualquier hombre, la quiero tener encerrada para
siempre, que nadie pueda nunca lastimarla.
1030
—Estás haciendo un gran trabajo, Elliot. Se nota,
de verdad. Y tu cambio es bastante notorio.
Él sonríe sin quitarle la vista ni un segundo a la
niña que corre frente a nosotros. Observo sobre mi
hombro a Nate quien se mantiene a una distancia
considerable, pero no me quita la vista de encima.
—No puedo creer que me hayan encontrado.
—Sí… bueno Aiden es muy persistente. Y reviso
todos tus pasos antes de que desaparecieras —
Lanzo la roca viendo cómo se hunde nuevamente.
Elliot la lanza después de mí haciendo que rebote
ahora tres veces.
—¿Así que terminaste casándote con una
psiquiatra? ¿Estás seguro de que si te quiere bien y
no estás siendo su experimento? —Bromeo.
Elliot suelta una risa. —Al inicio lo fui, me siguió
como una loca para decirme que tenía un trastorno
explosivo intermitente porque le grité en un
semáforo, me harte de ella a los cinco minutos le
grite y la tome por el brazo y la intenté llevar a la
fuerza lejos de mí y me rompió la nariz.
—Vaya, pues una historia muy romántica
La bebé apareció nuevamente frente a nosotros,
entregándonos una roca y ahora dándole una flor a
1031
Elliot. Él se agacha a su altura y le deja un beso en
su mejilla haciéndola reír. Se vuelve a poner de pie
en cuanto se va.
Suelto una risa al ver a Nate con su mano
extendida hacia el cielo y lo que parece ser un
colibrí está dando vueltas a su alrededor.
—Se tomó algo en serio su trabajo de cuidarte —
dice Elliot a mi espalda.
—Es de las mejores personas que he conocido —
Giro nuevamente hacia el frente lanzando la ronca,
viendo como se hunde de inmediato.
Elliot suelta una risa apuntando hacia mi mano
—. Eres pésima, ¿Puedo? —asiento y me entrega la
roca colocándose detrás de mí, toma mi mano y la
lleva hacia atrás tomando impulso, suelto la roca en
cuanto empuja mi brazo hacia el frente, abro la
boca sorprendida al ver cómo salta tres veces—. Y
así de fácil —dice soltándome.
—¿Listo? —habla Aiden llegando detrás de
nosotros. Elliot asiente mientras Sophia llega
acomodando mejor sus gafas de sol. Siento un brazo
pasando por mis hombros y observo a Nate
sonriéndome.
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—Elliot, gracias… —murmuro. Sophia se acerca
y me lanza un puñetazo, pero Nate me envuelve en
sus brazos recibiéndolo por mí.
—Pero…
—Un hombre no merece felicitaciones ni
aplausos por empezar a tratar a una mujer como
mínimamente se merece.
>>¿Ahora respetas a la gente?, pues felicidades,
es lo básico de los valores humanos, ¿Ahora eres
una persona medio decente? Bien por ti y tus
nudillos que no golpean paredes como un puto… —
La bebé de Elliot la interrumpe colocándose a sus
pies extendiendo sus brazos hacia ella. Sophia la
observa con los brazos cruzados y labios fruncidos
—. Vete feto, camina con esas piernitas diminutas
lejos de mí… dios, es adorable, quiero pellizcar sus
mejillas hasta hacerla llorar.
—Vamos en mi auto para no levantar sospechas,
acompáñenme primero a dejarla con Heather —dice
Elliot entre risas alejando a su bebé completamente
de Sophia.
—Es como una versión de Elliot que si me
pudiera caer bien —murmura Sophia siguiéndolo
con Aiden detrás de ella.
1033
Nate y yo nos quedamos parados frente al lago.
—Esto es una locura, ¿No crees?
—Completamente —murmura él— pero Elliot si
tiene acceso a todos los registros de circuitos de
seguridad, y si Isaac ve que todo fue borrado bajo
su nombre creerá que esta seguro, no sospechara
nada, necesitamos tenerlo con la guardia baja y la
verdad llámame idiota, pero creo que las personas si
pueden cambiar.
—Idiota —bromeo haciéndolo reír—, ¿Pudiste
tocar al colibrí? —él asiente y yo niego—. No es
cierto, ¿No es imposible?
—No, solo debes estar muy quieto, cuando era
niño mi mamá tenía un santuario de colibrís en
nuestro jardín. Aprendí a estar cerca de ellos.
—Debió ser muy lindo.
—Si, lo fue.
El pequeño colibrí pasa volando frente a nuestras
narices, extiendo la mano emocionada, haciendo
justamente lo mismo que había hecho Nate, pero
pasan los minutos y nunca se acerca a mi. Empujo a
Nate lejos de mí cuando suelta una carcajada al ver
mi cara de indignación.
1034
NARRADOR
persona).
OMNISCIENTE
(Tercera
—Orden —Exigió la jueza mientras Sophia
estaba frente a Elliot.
—Señor Park, ¿Conoce a Judith Bennett Jones?
—Si, así es.
—¿Cómo la conoció?
—Hice que cayera al piso por accidente al
intentar abrir una puerta corrediza, después de eso
comenzamos a salir de vez en cuando y
comenzamos a tener una relación sentimental un año
después.
—¿Conoce a Alexander Macovei?
—Sí, trabajaba para él.
—¿Qué trabajo desempeñaba.
—Era el jefe de su seguridad interna. También
era parte de la seguridad Elite de Isaac, que,
básicamente, son su seguridad más cercana.
—¿Volviendo a su relación con Judith, cuánto
tiempo duró?
1035
—No tengo idea, nunca conté los meses.
—Señor Park, ¿Usted estuvo presente cuando la
señorita Bennett firmó el contrato?
—No, no estuve, y después de que firmo ese
contrato me fui de la ciudad, y volví hasta que me lo
pidieron, ya que les preocupaba que Judith parecía
estar teniendo un acercamiento con Alexander. Mi
misión era tener sexo con ella en la oficina de Isaac,
para ellos después mostrárselo a Alexander, había
una cámara grabándonos.
—Objeción
Alexander.
—Interrumpió
el
abogado
de
Elliot ni siquiera giro a verlo y continúo
hablando. —Pero lo único que grabo fue cuando
Judith me decía que no y yo la golpee por eso.
El silencio fue completamente mortal.
—Señor Park… —La jueza inicio a hablar, sin
embargo, se incorporó de un salto cuando vio a
Mason poniéndose de pie. Antes de poder siquiera
decir una palabra, Mason ya había cruzado hacia el
estrado y tenía a Elliot tomado por el cuello—.
Señor Macovei vuelva a su lugar de inmediato.
1036
—¿Qué mierda acabas de decir? —grito Mason
mientras un policía ya corría a alejarlo de Elliot.
—Lo siento, digo la verdad —El puño de Mason
golpeo directamente al rostro de Elliot haciendo que
su cuerpo entero fuera lanzado hacia atrás, cayendo
directo al suelo de manera aparatosa.
—Siiii —grito Paxton poniéndose de pie
aplaudiendo—, pícale los ojos a ese hijo de… —
Aiden jalo a Paxton con fuerza, obligándolo a
sentarse nuevamente.
—¡Orden! —vocifero la jueza—. Señor Macovei
vuelva a su lugar ahora mismo, ya no le daré más
advertencias, esta fue su ultima, siéntese o será
sacado de esta corte y no se le permitirá la entrada ni
un segundo más, y por supuesto que por esto va a
pagar una multa.
—Vuelve a tu puto lugar, idiota —susurro Sophia
detrás de Mason, después carraspeo al ver como la
jueza la veía—. Señor Macovei por favor siéntese y
no nos haga perder más tiempo.
Mason respiro pesadamente y se dejó llevar por
el policía a su lugar mientras otro ayudaba a Elliot y
le entregaba un pañuelo para limpiarse el labio roto.
Paxton levanto ambos pulgares hacia Mason en
1037
señal de apoyo y Aiden a su lado golpeo sus brazos
para que dejara de alentarlo.
—Como decía, Judith se alejó de Alexander
después de eso, y por un mes no hablaron, yo estuve
ese mes cerca de Alexander y le hice creer que
seguíamos juntos y yo era la razón por la cual Judith
lo consideraba un error. Isaac creyó que ya estaba
solucionado, así que no hizo más. Sin embargo,
ellos…
—Objeción su señoría…
—… Continuaron viéndose, así que Isaac y yo,
con ayuda de Vanesa contactamos con Douglas
Wilson.
—Señor Park —Interrumpió la jueza—, voy a
tener que pedirle que deje de hablar y se limite a
responder. Voy a ceder la objeción en este caso.
Siguiente pregunta, señorita Howard.
Sophia asintió y giro hacia Elliot. —¿Usted supo
del beso de…?
—Si, Vanesa lo planeo con Isaac y Douglas, la
idea era que de alguna manera él debía ir a la calle
con Judith y besarla, yo fui el encargado de pagarle
a los camarógrafos. Eran cuatro, estaban esperando
en cada salida.
1038
—Objeción.
—Esos días estaba más que claro para cualquiera,
lo enamorado que Alexander estaba de Judith, estaba
en el ojo público una y otra vez por consecuencia de
lo que hacía por ella. Así que Isaac un día antes del
baile que dio Ana Lewis fue a buscar a Judith,
entramos a su departamento gracias a Vanesa, no sé
que paso al inicio porque yo estaba cumpliendo mi
tarea que era robar el teléfono de Alex para que
Judith no se pudiera comunicar con él.
—Objeción por falta de bases.
—Ha lugar, siguiente pregunta.
Sophia tomo aire hondo y vio a Elliot
directamente. —¿Usted, presencio cuando…
—También robé el teléfono de Judith esa misma
tarde, y mi trabajo fue dejarla encerrada en su
departamento, Vanesa se había encargado de
limpiarlo esa tarde, así que no habría nada que
pudiese usar. No contábamos con que escapara
saltando del edificio y fuera corriendo a contarle
todo a Mason.
—Señor Park su testimonio será totalmente
removido y usted será sacado de esta corte, esta es
su única…
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—Tu cara me suena —Interrumpió Elliot viendo
directo a la jueza—, déjame pienso…
—¿Disculpe?
—¿Gloria? —Elliot observo el lenguaje corporal
de la jueza y negó—, no, entonces ¿Gema?, ¿Greta?
¿Grecia? —El ceño de la jueza se hundió un poco—,
ah, ya veo es cercano a Grecia entonces, ¿Grace?
—Señor Park no permitiré…
—Grace entonces, lo sabía, estás en la nómina de
Isaac. Yo estuve allí por varios años, recuerdo los
nombres…
—Está bien —Interrumpió la jueza—, no
permitiré estas…
Elliot giro a ver a Aiden por un segundo
pensando en si continuar o no, sin embargo, Aiden
asintió. —Como decía antes de que Gracie me
interrumpiera… Judith llegó al edificio y no
encontró a Mason, encontró a Aiden, el lo estaba
esperando porque también fue amenazado, debía
hacer que Judith se fuera de ese edificio, pero no lo
logro.
—Señor Park, le voy a pedir que salga de la corte
—La jueza asintió hacia un policía y él comenzó a
1040
acercarse a Elliot.
—El video sexual que salió a la luz, fue una de
las amenazas para que Judith firmara para empezar,
al final salió a la luz, pero no por parte de Isaac, por
parte de Vanesa, en él se puede ver a Judith
completamente drogada siendo abusada sexualmente
por Douglas y sus amigos. Ah y eso no era un
secreto para Isaac, el sabia que se trataba de un
abuso, tuvo en sus manos los registros médicos que
lo confirmaban, y la denuncia que el padre de
Douglas compro así que quedo sin proceder.
—Señor Park, salga en este mismo momento.
—Rohypnol, así se llama la droga que le dieron
Judith para grabarla, es un hipnótico, puede caer
completamente dormida o estar despierta sin sentir
absolutamente nada, esta droga produce amnesia
anterógrada, o sea que no importa que tanto luchara
por mantenerse despierta, aun así ella jamás
recordaría lo que paso.
>>Uno de los hombres de ese video se llama
Sergio y fue con quien Isaac hizo que Judith
terminara cediendo, porque amenazo con contratarlo
como seguridad de Monet.
1041
—Señor, por favor, póngase de pie —pidió el
policía y así lo hizo.
Isaac se paró completamente enfurecido viendo a
Elliot. —Hijo de perra, no sé que planeas inventando
estas atrocidades, pero…
Elliot tomo su teléfono. —Todos los vehículos
tienen seguridad, cámaras, y sistema de sonido, así
que, Isaac, ¿En donde estabas tú cuando hiciste la
amenaza a Judith? —pregunto Elliot viéndolo
directamente.
—Sácalo —ordeno la jueza al policía.
Elliot sonrió viendo la cara de Isaac. —Ya
recordaste, lo veo en tu cara, y si, estabas sobre mi
camioneta —Y con eso presiono un botón en su
teléfono comenzando a reproducir un audio.
“No solo destruiré su carrera, destruiré su puta
vida, me encargaré de ensuciar tanto su imagen que
sus opciones se limiten a volver a nacer, y si no
tienes suficiente, arruinaste la sorpresa, esperaba
que pudieras contenerte hasta mañana, pero
mmm…” Elliot detuvo el audio y cambio la imagen
en su pantalla.
—Cambiemos de ángulo —murmuro ahora
mostrando la cámara de seguridad del elevador. La
1042
voz de Elliot volvió a sonar, aunque esta vez no tan
clara se entendía igual. “¿Cómo se llama la niña
esa? Monet, si claro, ella, Preciosa, ¿no? Muy
bonita para su propio bien, así que le conseguí
seguridad, ¿El nombre de Sergio te suena? Tu
amigo Douglas me paso su contacto”
Elliot comenzó a mover la mano en su pantalla
mostrando todos los videos, de seguridad, desde el
inicio. Y se detuvo en un audio donde su propia voz
salió del parlante “Ah, y Jude, recuerda que de ti
depende que camino tomara el futuro de Mason y
Monet, sin presiones, preciosa”
—Suficiente —La voz de la juez sonó por toda la
sala—. Señor Park, queda detenido por…
El policía giró a Elliot con fuerza, quitándole el
teléfono de la mano y tomando sus brazos
llevándolos a su espalda. Sin embargo, Elliot siguió
hablando. —Creo que te hice confundir las cosas, y
realmente lo siento, me quiero ir y esta vez en serio,
no hay nada que me ate a ti, el contrato termino, no
te quiero para nada, nunca lo he hecho, nunca te he
amado, nunca te deje conocerme, nunca, nunca,
nunca mil cosas mas, ¿Sabes a lo que debo renunciar
todos los días para estar contigo? No lo vales.
—¿Qué? —murmuro la jueza sin entender.
1043
Sophia no baja del estrado continua parada allí
observando como detenían a Elliot y lo llevaban
arrastrando. La jueza giro hacia Sophia. —Señorita
Howard, por favor.
—Quiero solicitar una última cosa… —hablo
Sophia—. En el testimonio de la señorita aquí
presente, Vanesa, dijo que a las cuatro y treinta y
nueve de la tarde, Judith la había llamado
completamente feliz y emocionada por reencontrarse
con quien ella asegura tenia una relación emocional,
y en la prueba otorgada por nuestro testigo Henry
Clerk podemos ver en las cámaras de seguridad del
lateral de su edificio a Judith a las cuatro treinta y
nueve de la tarde y se encuentra en una llamada y
durante aproximadamente quince minutos no habla,
simplemente respira hondo y evidentemente se
puede ver como llora, y no de felicidad.
>>También, en el testimonio del señor Isaac,
aseguro de unas transferencias y negó
completamente la existencia de una última cláusula,
así como también negó las amenazas y también
tenemos pruebas que demuestran todo lo contrario.
Pasando al testimonio del señor Wilson, dijo que ese
beso fue completamente consensuado, ahora
sabemos que también fue mentira.
1044
—Vaya al punto, señorita Howard —hablo Isaac
aun de pie observándola fijamente.
—¿Jura solemnemente decir la verdad, toda la
verdad y nada más que la verdad, por la gracia de
Dios? No sé si lo sepan, pero es un juramento real, y
en caso de que no se cumpla, se considera delito por
falso testimonio y se paga con cárcel.
—Existe el derecho de defensa —hablo Douglas
poniéndose de pie a su lado.
—Si, por supuesto, y ese es otorgado únicamente
al acusado, así que la única persona aquí que tiene,
por así decirlo, derecho a mentir, es Alexander por
ser el demandado —Ambos hombres observan a
Sophia sin decir absolutamente nada y ella continúa
—. El código penal de delito por falso testimonio no
consiste simplemente en no decir la verdad, no
puede faltarla sustancialmente, no puede alterarla de
ninguna manera, ni dar inexactitudes, o silenciar
hechos y datos relevantes que se conozcan. Por
cierto, Richard…
Richard asintió levantando la mano hacia Sophia,
sabía lo que diría por qué no se había equivocado
cuando sospecho que esta era la idea detrás de todo.
—Sé cómo funciona señorita Howard, el abogado
también incurre en delito si presenta testigos falsos.
1045
—Si tan solo alguien hubiese objetado para
detener sus mentiras, ay, ese alguien era yo, pero que
distraída soy —hablo Sophia bajando del estresado.
Richard giro a ver a Alexander quien se mantenía
en una postura totalmente rígida. —Bueno hijo, por
esta razón no podía permitir que te pusieras de pie,
habrías interrumpido y detenido todo el proceso.
Necesitábamos llegar a este… —Richard se detuvo
al verlo.
Reconoció lo que le estaba pasando a Alexander
en ese momento, estaba con los ojos cerrados y con
una mano masajeando su sien de manera distraída,
“inmovilidad tónica” lo había visto muchas veces
antes con otros clientes, a veces procesar demasiada
información negativa podía causar esa reacción en el
cerebro, paralizarlos o hacerlos disociar. Tomo su
hombro con suavidad mientras Sophia continuaba
hablando.
—¿Disculpe su señoría, pero podría hacer lo que
hizo con nuestro testigo? O sea, pedir la detención
inmediata, entiendo que primero la sala debe deducir
el testimonio de los particulares, pero en este caso en
específico, no.
La jueza Grace asintió. —Si, yo… —El chirrido
de una silla provoco el jadeo de varias personas—.
1046
Señor Alexander por favor vuelva a tomar asiento.
Mason se giro y comenzó a caminar hacia Isaac.
—Alex, escúchame, esto está manipulado y…
—Señor Macovei —El grito de la jueza lo detuvo
por completo—, le pedí que volviera a su lugar o
voy a solicitar su detención de inmediata, ya fue
suficiente de todo esto.
Mason sonrió sin quitarle la vista a Isaac. —
¿Escuchaste? Ojalá compartamos celda —El puño
de Mason conecto directamente al rostro de su
manager, la sangre de Isaac salpico su cara casi de
inmediato.
Los jadeos sonaron por toda la sala. Aiden corrió
hacia Mason, pero un policía se interpuso llegando
primero a él.
—No me toques —Rugió Mason hacia el oficial.
—Deténganlo, ya.
Mason se lanzó hacia Isaac haciendo que ambos
cayeran al piso y comenzó a golpearlo una vez tras
otra. El policía se lanzó hacia Mason jalándolo por
los brazos, pero no pudo hacer mucho. Otro policía
llegó y entro los dos lograron separarlo.
1047
—Nadie más se acerque —Ordeno la jueza al ver
a Paxton y Aiden a los laterales intentando llegar a
Mason.
La jueza observó con algo de nervios como
parecía estar todo a punto de salirse de control,
necesitaba sacar de inmediato a Alexander de esa
sala o podría salirse todo de sus manos. Se había
arrepentido de pedir que la seguridad de ese juicio
fuese casi nula, al estar tratando con contratos
secretos y privados creyó que era lo más
conveniente. Eso y que Elliot Park tenía razón y
tenía un pacto silencio con el equipo de Macovei.
Pero ahora su carrera estaba en peligro, así que debía
hacer algo de inmediato, sin embargo, la voz de
Mason sonó en ese momento por encima de la del
resto.
—Voy a hacer que cualquier tipo de cargo que se
presente en su contra desaparezca, cualquier mancha
en su expediente. Los contrataré en mi equipo de
seguridad y ganarán el triple de lo que ganan aquí,
pero suéltenme de inmediato y no permitan que
nadie salga de esta sala. Eso va para todos los
policías de aquí.
La jueza jadeó indignada. —Señor Macovei,
usted está en severos problemas legales, no puede
1048
sobornar a la ley. Despídase por muchos años de su
libertad.
—Bien —dijo uno de los policías que lo tenía
tomado por el brazo—, yo si acepto.
—El soborno no le molesto cuando fue con Isaac
acobrar el dinero que me aseguraba la victoria de
este caso, ¿O sí? —pregunto Mason.
El segundo policía soltó su brazo y Mason volvió
a lanzarse contra Isaac quien estaba siendo ayudado
por uno de los abogados. Con un gruñido brutal lo
tiro al piso y se colocó encima de él golpeándolo
consecutivamente. Con cada golpe que da se llenaba
de más sangre. Violento, enojado y completamente
fuera de control, no escuchaba los gritos de Ana, o
Giselle, ni los intentos de Aiden por separarlo, no le
importaba el grotesco sonido que sus puños
provocaba al golpear sobre la carne de Isaac.
Los policías se colocaron en las entradas
negándole a la salida a cualquier persona. Todo el
lugar había entrado en completo estado de violencia.
Sophia llego corriendo hacia Judith gritándole
por encima del ruido. —Rápido Jude, dame la
carpeta negra.
1049
Judith observaba completamente consternada,
tomo el folder pesado y se lo entrego a Sophia quien
salió corriendo de inmediato.
—¿Qué mierda hacemos? —grito Leo viendo a
su alrededor.
—¡Vamos a morir! —grito Eva asustada. Desde
donde estaban ya ni siquiera podían ver a Mason, a
Aiden o a Paxton todos corrían de un lado a otro y la
mayoría estaba rodeando a Isaac y Mason.
—Vamos con Sophia —grito Jude corriendo
detrás de la rubia, pero se detuvo abruptamente al
verla corriendo directo a los testigos de Isaac, en
cuanto llego a ellos lanzo el folder directamente a
Vanesa.
—¿Qué mierda haces Sophia? Tú eres la abogada
—grito Judith intentando llamar su atención. Pero
nada funciono. Giro asustada hacia Leo—. Haz algo.
—Yo lo hago —grito Eva corriendo hacia Sophia
y Vanesa al llegar a ellas tomo a Vanesa del cabello
y la separo de Sophia empujándola al piso.
Judith soltó un grito. —¡No, idiota, que las
separes, no que te unas!
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—Yo lo hago —dijo Leo parado a su lado
cruzado de brazos—, un minuto más, y ayudo.
—Ve —grito Jude. Leo soltando un suspiro
obedeció acercándose a las tres mujeres que
peleaban en el piso.
JUDITH.
Descontrol,
expresión.
posiblemente
en
su
máxima
Eso es justo lo que tengo al frente, todos mis
nervios están activados, no sé qué hacer. Doy un
paso hacia atrás, completamente asustada. Giro a ver
a los policías que simplemente están funcionando
como barreras.
Un escalofrío me recorre por completo al ver
entre todo el descontrol al único hombre de pie sin
hacer ni un solo movimiento, solo viéndome
fijamente, cuando nuestras miradas conectan sonríe
abiertamente.
Douglas parece un demonio completamente
imperturbable, ajeno al resto de personas.
1051
El asco escala como fuego por mi garganta, pero
de pronto me doy cuenta de que, a demás de eso,
nada, no hay nada más, ni miedo, ni llanto, ni
pánico… Solo asco.
Una risa sin gracia brota de mis labios y eso hace
que su sonrisa se borre ligeramente, la sorpresa e
incredulidad cruzan por sus ojos.
Camino en silencio hacia él haciendo que su
sonrisa vuelva a aparecer. Los gritos, el ruido, los
golpes, todo desaparece a mi alrededor, lo único que
puedo escuchar es mi respiración, justo como en la
cabaña. Solo yo y el sonido de mi propia respiración
agitada. No me detengo hasta tenerlo frente a mí.
—¿Me extrañaste, gatita?
Un chico que reconozco del equipo de abogados
de Sophia se interpone, pero Douglas lo empuja de
manera violenta separándolo de él. Tan pronto como
lo aleja se lanza hacia mí tomándome del cuello,
cortándome la respiración.
Mi garganta arde y mi piel duele, pero no puedo
pensar en otra cosa que no sea ¿Eso es todo?, el
monstruo de mis pesadillas, la bestia que me siguió
noche tras noche era él, lo tenía frente a mí
intentando ahogarme y no me provoco nada, más
1052
que pena. Elevo mi pierna con fuerza dándole justo
en su entrepierna provocando que me suelte y su
cuerpo se lance hacia el frente del dolor cayendo
frente a mí. Tomo su cabello envolviéndolo entre
mis dedos y golpeo su cara contra mi rodilla
observando con sorpresa como deja de intentar.
Me coloco de cuclillas frente a él envolviendo mi
mano en su cabello, haciendo que levante el rostro
para vernos nuevamente a los ojos, ladeo la cabeza
viendo su mueca de dolor, observo la sangre
emanando de su boca, él sonríe abiertamente
dejándome ver sus dientes llenos de sangre y saliva.
—Por dios, eres tan débil, eres un chiste —Su
sonrisa se borra lentamente viéndome con enojo—,
tan poca cosa, no puedo creer que por años lograras
hacerme creer que yo también lo era, pero mírate,
das pena —Su respiración se agita parece un animal
enfurecido, pero no hace más que causarme risa—.
Ya no tienes ningún poder sobre mi, ya no te tengo
miedo —Palmeo su mejilla soltando su cabeza.
Me pongo de pie viendo como se incorpora un
poco escupiendo la sangre al piso frente a mis pies.
—Eres solo una puta que…
Suelto un jadeo cuando siento como me jalan por
la cintura, con demasiada fuerza llevándome hacia
1053
atrás. En ese momento todos se callan. El silencio
finalmente inunda la sala en su totalidad.
Mason respira agitado, no me ve a los ojos, solo
me aleja de Douglas y se gira volviendo su cuerpo
hacia él. Su imagen es completamente aterradora. Su
camisa blanca está totalmente roja, sus manos
gotean sangre y justo allí entiendo el porqué todos
guardaron silencio.
No era la sangre, no era lo violento que luce, era
el arma que sostiene en su mano, el arma que
inmediatamente coloca contra la cabeza de Douglas.
—Su muerte cuesta tu libertad —habla la jueza
detrás de mí—, nadie podrá hacer nada por ti, ni
siquiera yo y lo sabes, si jalas ese gatillo no solo
marcas su destino, marcarás el tuyo.
Intento acercarme pero Nate me toma por el
brazo y niega. —Tiene el dedo en el gatillo, y esta
temblando de enojo, no puedes ponerte frente a un
arma de esa manera, es cuestión de un suspiro que se
dispare.
Mi cuerpo entero tiembla cuando observo
nuevamente a Mason y lo único que veo en su
mirada es decisión.
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Voy a ser completamente honesta, estoy con
muchísimas dudas sobre el final, tengo dos escritos,
uno es mucho mas serio que el otro, para que se
entienda es como si Paxton (no tan idiota) escribió
uno y Aiden en su mood serio escribió el otro. Por
eso estoy tardando. Aunque creo que ambos tienen
el mismo respeto al cierre final, los sucesos son
totalmente distintos en ambas versiones.
Peeeeeero en fin, gracias infinitamente por
leerme, comentar, votar, permitirme formar parte de
sus emociones y de algunos de los minutos de su
día, los tqqqqqqm. <3
1055
57. Capítulo cincuenta
50 | FINAL.
♪ Since I met you, all the gloomy days just seem
to shine a little more ♪
(Desde que te conocí, todos los días oscuros parecen
brillar un poco más)-Like you Do. Joji.
—Encontré ese mapa ridículo que hiciste y lo
arregle —escucho la voz de Nate detrás de mí.
Me giro observándolo ofendida. En sus manos
sostiene el mapa que mi hermano me dejo antes de
tener que irse por su trabajo. —No era taaan
ridículo.
—Era inservible.
—En mi defensa lo hice cuando era niña.
—Pues te lo arregle —habla emocionado
girando el mapa, ya no tiene mis líneas trazadas con
lápiz, ahora tiene líneas rojas que parecen algún
tipo de hilo pegado. Y mis dibujos de animales
1056
también desaparecieron, ahora hay stickers de
comida.
—¿Comida? —murmuro— ¿Y mis animales? —
pregunto con las manos en la cintura.
—¿Por qué querrías viajar para ver animales?,
aquí en la sala tienes a Leo.
—Literalmente estoy a unos metros de ustedes —
Se escucha la voz de Leo—, aunque no estemos en
la misma habitación, los estoy escuchando —Ambos
soltamos una risa. Nate se acerca a mí dejándome
ver el mapa.
—A ti ni siquiera te gustan los animales —
continua.
—Pues no tanto, pero quería respetar los gustos
de mi niña interior.
—Tu niña interior puede ir a un zoológico. Mira
—dice apuntando al lugar que tiene una estrella
mal recortada en grande—. Aquí venden el mejor
café que probaras en toda tu entera vida, te lo juro,
hace unos años cuando Made in the A.M estaban de
gira, en mi día libre salí a dar una vuelta y conocí
este lugar, de verdad tienes que ir.
—Bien, lo haré —prometo viendo por la ventana.
1057
—Acepta que mi mapa es mejor que el tuyo.
—Jamás —bromeo viendo hacia el sol, ya está
saliendo, casi debemos partir para el primer día de
juicio. No puedo creer que de verdad estamos a
punto de intentar esto—. ¿Crees que saldrá bien?
—pregunto.
Nate asiente mientras dobla el mapa. —Aiden
tiene razón, Isaac estará más concentrado en
intentar joderte a través de Mason, intentará que
gane porque piensa que tú no tienes nada. Así que
hará lo único que sabe hacer… Manipular y mentir.
Cuando se dicte sentencia estará jodido, y sus
contactos ya no existirán, nadie del medio se quiere
ver involucrado en escándalos que incluyan prisión.
>>Lo único que me preocupa es Mason, cuando
se entere de todo…
Ambos soltamos un suspiro observando el
amanecer.
—Esperemos que nada se salga de control —
murmuro mordisqueando mi labio—, y me da un
poco de miedo ver de nuevo a Douglas.
—No tienes nada que temerle a ese idiota, y
principalmente estaré allí para ti, yo te cuidaré
1058
Jude. A este punto deberías saber que siempre lo
hare.
Intento dar un paso hacia Mason, pero Nate
coloca su brazo alrededor de mi cintura con fuerza
evitando que me pueda mover.
—Alexander, esto lo podemos arreglar, el sistema
legal se puede encargar de él.
—Justo como lo hicieron antes, ¿No? La justicia
no funciona cuando tienen un par de dólares en
frente.
—Eso no es así…
—Literalmente estoy en una sala de juicio
sosteniendo un arma, con la jueza a la que le pago
cada que tengo un problema legal, con solo cuatro
policías en la sala porque se pagó para que fuese
algo más privado de lo que la ley permite. “Su
señoría” creo que no está en posición de intentar
convencerme de lo contrario.
La jueza no dice nada, simplemente da un paso
atrás permitiendo que Mason continúe.
¡Si, que continúe! ¿Pero qué mierda?
1059
Clavo los dedos en la piel de Nate intentando
apartarlo, pero no puedo hacerlo ni un poco, creo
que me dice algo, pero no lo escucho, ni a él ni a
nadie, solo tengo ojos y oídos para el chico frente a
mí a punto de cometer la tontería de su vida.
Aiden aparece por el lateral colocándose frente a
Mason. —¿Exactamente que planeas hacer?,
¿Matarlo?
—Quítate de enfrente —gruñe Nate hacia Aiden,
pero no lo hace, no se mueve, está justo frente al
cañón del arma.
—Eso es justo lo que haré, Aiden, así que
muévete o encontraré una manera de hacer que te
quites de mi camino.
—Eres mucho más listo que esto, Mason —La
voz de Paxton suena del otro lado, pero no puedo
verlo —¿Crees que merezca solo morir? ¿Así de
fácil? Le estás haciendo un favor.
Uno de sus abogados se acerca por la espalda y
toca ligeramente su hombro. —Por favor, dame esa
arma.
Nate me eleva en el aire y me arrastra hacia atrás.
Suelto un grito intentando soltarme de su agarre. —
1060
Nathaniel —gimo moviendo frenéticamente mi
cuerpo, pero nada funciona.
Me baja y entonces siento otros brazos a mi
alrededor. —Cuídala, debo ayudarlos.
—Ve —escucho la voz de Henry.
—¿Qué demonios les pasa? Suéltenme ya.
—Judith, están intentando que no joda su vida, lo
mejor que puedes hacer es…
Un jadeo colectivo suena por todo el lugar
asustándome por completo.
Giro para ver a Aiden trastabillando hacia atrás.
Mason camina hacia él y en cuanto lo tiene enfrente
lo vuelve a empujar, ya ha soltado el arma, el
abogado la sostiene ahora contra su pecho. El único
policía que no está en las puertas está sometiendo a
Douglas poniéndole unas esposas.
—¿Tú lo sabías? —habla con la voz entre
cortada.
—Mason…
—Pregunte que
sobresaltándome.
si
tú
1061
lo
sabías
—grita
Aiden toma aire y su mirada por unos segundos
se encuentra con la mía, niego rogando porque diga
que no, pero me ignora volviendo la vista hacia
Mason. —Si, lo supe siempre.
—¿Cómo pudiste verme a la cara todo este
tiempo? Me viste sufriendo por toda esta mierda, me
dejaste por estos años vivir engañado y tú…
—No podía decirte nada.
—No me vengas con esas mierdas, Aiden, eras
mi puto mejor amigo. Eras la persona en la que más
confiaba. Llore frente a ti y tú preferiste ser su puto
cómplice.
—Mason no era tan sencillo. Si te decía perderías
el control, justo como ahora, justo como hace un
segundo que planeabas matar a alguien, necesitaba
quitarle a Isaac todo su maldito poder y control antes
de poder decir algo.
Mason lanzo su puño hacia la cara de Aiden, pero
no pudo hacer mucho, ya que Paxton se interpuso de
inmediato, tomo el puño de Mason y lanzo su cuerpo
hacia atrás sin cuidado.
—Dile lo que quieras, pero no te permito que le
pongas ni un dedo encima.
1062
—¿Tú también sabias esta mierda, no?
—No tenía ni idea, Mason, pero ¿Siquiera
escuchaste algo de lo que dijo?
Mason hizo el amago por intentar rodear a
Paxton, pero nuevamente no se lo permitió. No le
dijo nada, simplemente le dio una mirada de
advertencia y negó volviéndolo a empujar hacia
atrás.
—Está bien, Paxton, déjalo —habla Aiden.
—Tú cállate —gritan Paxton y Mason al mismo
tiempo.
Nate camina hacia nosotros y rueda los ojos al
escucharlos. Giro para ver a la jueza cuando escucho
su jadeo.
—¡No! —Escucho un grito seguido de un fuerte
estruendo. El sonido desaparece y es reemplazado
por un fuerte zumbido que me marea
momentáneamente.
Mi cuerpo es lanzado con fuerza hacia atrás,
choco con fuerza contra Henry. Un ardor incipiente
crece en mi lateral, siento como un líquido caliente
resbala por mí, mi vista se nubla momentáneamente
empeorando el mareo. Llevo mi mano hacia mi
1063
brazo sintiendo como se humedece de inmediato,
levanto los dedos y aunque casi no puedo ver,
reconozco lo que veo en ellos. Sangre.
Levanto
mi
mirada
para
encontrarme
directamente con Isaac. Sangre, sangre, sangre, es lo
único que veo. Sus lágrimas se han tornado rojas. Su
nariz parece rota, y tiene una herida en su mejilla
que parece bastante profunda. El abogado que le
quito el arma a Mason está parado detrás de él.
Nuestras miradas se encuentran y sonríe.
Un jadeo escapa de mis labios cuando siento a
alguien jalándome. Su mano aprieta mi brazo justo
de donde la sangre emana causándome un fuerte
dolor, Nate me hace soltar un grito cuando me
envuelve en su cuerpo sin cuidado alguno. Toma mi
cabeza y me obliga a colocarla contra su pecho.
Puedo sentir a la perfección el frenético bombeo de
sus latidos.
Todo pasa demasiado rápido, otros tres
estruendos resuenan por todo el lugar. Mis ojos se
cierran con fuerza por inercia por los estruendos. El
ardor en mi cuerpo no hace más que crecer. Caemos
de manera aparatosa y mi cabeza rebota contra el
piso volviendo todo negro por unos segundos.
1064
Un último disparo suena por todo el lugar. Y
entonces solo hay silencio.
Mi pecho sube y baja con demasiada fuerza, mi
boca tiene un sabor metálico y la respiración se me
entrecorta. Nate no me permite hacer nada, ni
moverme, ni ver, ni respirar.
Veo pasar un grupo de policías yendo directo
hacia el frente. Nate se hace a un lado y entonces
puedo ver a Isaac nuevamente tirado contra el piso
con una perforación de bala en la cabeza. Observo
completamente paralizada la grotesca imagen frente
a mí.
Giro hacia mi derecha y entonces todo el mundo
parece detenerse.
—No, no, no… —Mi cuerpo entero se sacude
mientras me lanzo hacia un lado colocándome de
rodillas contra el piso, mi vista se nubla al llenarse
de lágrimas, coloco mi mano en la nuca de Nate,
evitando que esta toque el piso. Su camisa esta llena
de sangre, y su rostro está demasiado pálido—. Nate
—Mi cuerpo tiembla escandalosamente mientras
observo como parpadea repetidamente y sonríe
perezosamente al verme.
1065
—Bennett, siempre tan llorona —Susurra con la
voz rasposa.
Mi respiración es trabajosa, muevo mi mano sin
saber exactamente donde ponerla. —Dios, que
hago… Nate, lo siento, no debiste venir corriendo,
no debiste… lo siento, lo siento tanto.
—Jude, cállate, no pidas perdón por algo que tú
no hiciste.
Jadeo asustada al ver toda la sangre
extendiéndose por el blanco de su camisa. —Es
mucha sangre Nate, ¿Qué mierda hago? —Balbuceo
aterrada.
—Respira, eso quiero que hagas.
—Nate, ya debe… ya debe venir la ambulancia,
ya…—Suelto un sollozo sin poder controlarme, el,
quita la mano que tenía en suclavícula y veo de allí
comenzar a emanar mucha sangre, toca mi mejilla
limpiando la lagrima que resbala por ella. Siento el
camino de sangre que deja en su lugar. Lleva su
mano al borde de su camisa y la estira con fuerza
rompiéndola—. ¿Qué haces? —balbuceo, pero él
continúa haciendo jirones de su camisa. Toma el
pedazo de tela y la envuelve en mi brazo del que
apenas me percato, está sangrando sin parar. Suelto
1066
un jadeo cuando siento como aprieta con fuerza el
nudo para detener el sangrado.
—Te dije que siempre te cuidaría Jude, estoy
cumpliendo mi palabra.
Suelto un sollozo mientras llevo mi mano a su
herida intentando contener su sangre. Rompo a llorar
cuando vuelve a cerrar los ojos pareciendo
inconsciente. —Nate, por favor, por favor, despierta,
por favor, tenías razón ¿Bien? Tu mapa es mejor que
el mío.
Su pecho tiembla ligeramente, pero no abre los
ojos. —Lo sabía —Sus labios están blancos y parece
que tiene frío. Lo acuno en mis brazos sintiendo la
sangre, empapando mi ropa.
Aiden cae de rodillas frente a mi, me hace
alejarlo de mi cuerpo, no suelto su cabeza, pero
permito hacer a Aiden lo que tenga que hacer, el
termina por romper la camisa de Nate limpiando la
sangre de su pecho inspeccionándolo con la mirada,
solo tiene una herida en la clavícula, pero entonces
ladea su cuerpo un poco para poder ver su espalda
provocando un quejido por parte de Nate. Aiden
respira temblorosamente, lo veo cerrar los ojos con
fuerza y bajar la mirada. —Resiste Nate, la ayuda
está a punto de llegar.
1067
Alguien me intenta tomar por el brazo, pero lo
empujo con fuerza. —Ayúdenlo a él —grito sin
pensar en soltar la cabeza de Nate ni por un segundo
—. No me toquen a mí, no me moveré hasta que lo
ayuden a él.
—Jude, ve a que curen tu herida.
—A la mierda con mi herida, no me iré de aquí
—declaro firme. Él vuelve a cerrar sus ojos,
pareciendo nuevamente dormido—. Nate —jadeo
temblorosamente—. Te quiero… yo, por favor, no te
vayas. Por favor, resiste, solo un poco más.
—Duele como la mierda, pero fingiré que estoy
de puta madre porque eres muy sensible. Me has
quitado la corona.
—Nate, solo…
—Jude… ¿Te das cuenta? —me interrumpe entre
balbuceos, su vista llorosa esta fija en el techo—.
Finalmente, todo ha terminado, ya puedes ser feliz.
Por favor hazlo, por favor se feliz.
—Voy a ser feliz contigo molestando, contigo a
nuestro lado, contigo tomándote mi café, contigo y
tu asquerosa manía de no lavar tus cubiertos. Tú
estarás aquí, no me puedes dejar. Prometiste…
prometiste estar aquí, estar conmigo.
1068
—Dile a Leo que, si no te cuida bien, vendré a
espantarlo.
—¿De qué mierda hablas, idiota? —Sollozo con
más fuerza
—Lo siento, mal chiste —Suelta una casi
imperceptible risa y entonces comienza a toser y
toser y de su boca comienza a salir sangre—. En otra
vida te tocará cuidarme a mí, considero que es lo
justo.
—Nate deja de hablar así—jadeo sintiendo el aire
escapar de mis pulmones. El dolor de mi pecho es
abrasador, como nunca—, estarás bien. Resiste, aún
te necesito aquí, conmigo…
—Te quiero mucho, llorona. Ha sido un placer
coincidir contigo en esta vida.
—Nate, por favor… —Las palabras se atoran en
mi garganta, mientras lo acuno nuevamente contra
mí. —Por favor…
No sé si de verdad nadie se mueve, pero vivo los
segundos más eternos de mi vida mientras abrazo
con fuerza a Nate.
No tengo idea de cuando se abrieron las puertas,
de cuando se vacío el lugar casi por completo, no
1069
tengo idea de nada más que del alivio que siento al
ver a los paramédicos entrar a la sala corriendo.
—Jude…—La suave y temblorosa voz de Mason
llega a mis oídos. Abro los ojos girando a verlo
sobre mi hombro.
Sus labios parecen temblar, veo como hace el
amago por tocarme, pero me alejo sin soltar a Nate.
—Diles que vengan ya, ¿Qué mierda hacen
ayudando a otros que casi no lo necesitan? Nate lo
necesita más que nadie aquí —grito llamando la
atención de todos.
—Jude, cariño, mírame —Pide Mason tomando
mi rostro entre sus manos, sus pulgares acarician
mis mejillas, la preocupación se filtra por su voz y
me obliga a verlo directamente a los ojos—, él ya no
está con nosotros…
Niego varias veces girando a ver a Nate, está
entre mis brazos con sus ojos cerrados. Elevo mi
mano a su rostro dando ligeras palmaditas mientras
siento los sollozos descontrolados escapando de mi
garganta. Continúo palmeando su mejilla sin
demasiada fuerza, solo como un intento porque
despierte, porque abra sus ojos y me vea una vez
más, pero no lo hace… nunca más lo hace.
1070
El llanto me sobrepasa de tal manera que lo único
que puedo hacer es soltar jadeos y gemidos. Aprieto
su cuerpo contra el mío mientras grito intentando
sacar el dolor. Lloro y lloro como jamás lo he hecho
en mi vida, un dolor latente se instala en mi pecho,
mi garganta arde.
Mi alma duele… Nate se ha ido, de verdad lo
hizo.
Una semana y media después…
Isaac murió instantáneamente. Los policías al
escuchar los balazos entraron de inmediato y al ver
que no bajaba el arma le dispararon en la cabeza.
Antes de morir, me disparo cuatro veces, solo
recibí una bala en el brazo… Las otras tres las
recibió Nate por mí.
Nathaniel Maxwell, mi Nate, murió en mis
brazos el diecisiete de junio.
Cumplió su promesa. Me cuido hasta el final.
Vanesa fue condenada a tres años de prisión por
falso testimonio, Douglas igual, sin embargo, en los
años probablemente aumenten, ya que mi caso se
1071
reabrió, no fue un milagro divino, fue un hombre
con suficiente dinero como para hacer que mis
derechos volvieran a tener importancia ante la
justicia.
El abogado, que fue cómplice de Isaac y le dio el
arma, ni siquiera fue condenado, se suicidó al ver su
vida acabada. Quizás debería sentirme mal, pero no
lo hice ni un poco.
Mason perdono a Aiden. Paxton dice que Levi
fue quien los obligo a hablar, al parecer el hecho de
que Levi saliera de su confinamiento solo porque su
amistad le preocupaba, les movió lo suficiente como
para obedecer al pie de la letra.
Sophia saco a Elliot de prisión, aunque lo hizo
tres días después porque se le había olvidado.
La bala que me dio en el brazo también lastimo a
Henry, él se encuentra bien. Fue algo superficial,
como mi herida, Ana casi se muere pensando que a
Henry le pasaría algo, su preocupación fue tan
extrema que no le importo que Brandon, su esposo,
y literalmente cualquiera nos diéramos cuenta de
que ellos tenían algo. Sí, paso mucho en tan solo
unos días.
1072
Por supuesto, Brandon le pidió el divorcio a Ana,
y ahora todo cobraba sentido, el cuadro que Henry
pintaba sobre el hombre intentando besar a la mujer
con un velo de novia, la manera en la que él siempre
intentaba llamar su atención molestándola, la
reacción de Ana al ver a la modelo desnuda en el
estudio, la razón por la que en un edificio tan
privado Ana fuera la única persona que podía entrar
y salir cuando quisiera. No sé en donde están, pero
Henry desapareció unos días después del juicio…
Ana también.
Por supuesto, a pesar de su escapada, Henry no
deja de mandarme mensajes cada segundo, de una
manera asfixiante. Oficialmente le ha ganado a mi
hermano.
Observo a través de la ventana el cielo despejado.
Sara, la madre de Leo entra a la cocina y se sienta
frente a la mesa, viéndome fijamente. —¿Cómo
estás? —pregunta a apuntando hacia mi brazo.
—Ayer me quitaron los puntos —murmuro.
Siendo completamente honesta los primeros
cuatro días no salía de la habitación, no comí, no me
intereso ver a nadie, no me intereso hacer nada.
1073
Dolía mucho, dolía respirar, dolía ver la mesa y
no encontrarlo allí sentado adorando la comida,
dolió no escucharlo pelear con Leo, dolió no verlo
sonriéndome, dolió no verlo detrás de Aiden
planeando algo, dolió no encontrarlo por los
pasillos, dolió no escuchar su risa…
Dolía ver mi taza de café y no ver en ningún
momento su mano apareciendo descaradamente para
robársela sin vergüenza. La taza seguía aquí, frente a
mí, inmóvil… completamente llena.
Levanto la mirada buscando la de Sara. Todos los
días ha venido al departamento, ella se encarga de
que todos coman, de que todos estén bien, incluso de
alguna manera ha logrado que Sophia la vea al igual
que todos como una figura materna, es
probablemente la única persona que no recibe su
agresión, solo su cariño. Sara me dedica una risa
mientras se acerca a mí envolviéndome en sus
brazos.
—Hice la comida favorita de Sophia, no me la
pudo negar porque incluso me quemé el brazo por
distraída.
Suelto una ligera risa. —Gracias por estar
siempre aqui, Sara. Leo es muy afortunado de
tenerte.
1074
—Todos ustedes me tienen, Leo es compartido y
yo tengo mucho amor por dar —murmura mientras
deja un beso en mi frente.
—Gracias por todo lo que has hecho por
nosotros.
—Lo haría mil veces más —murmura
separándose de mí—, cariño, tienes una visita en el
salón, por eso vine a ver como estabas, no sabía si…
—Está bien —murmuro dando un paso atrás
soltándome por completo de su abrazo—. Estoy
bien.
Tomo un respiro hondo y después de dedicarle
una última sonrisa a Sara camino hacia la sala.
Parpadeo sorprendida al ver al único chico que no
me esperaba ver sentado allí. —Levi…
Él levanta la mirada y en cuanto me ve se pone
de pie, es imposible para mí no llevar la mirada
hacia su pierna, pero no parece para nada que tenga
una prótesis, luce justo como lo conocí.
—Judith, lamento, no haber venido antes…
—Está bien —digo acercándome a él. Me
mantengo parada a unos metros sin saber que hacer,
1075
sin embargo, él es quien termina por acabar con la
distancia y me envuelve entre sus brazos.
—Lamento todo por lo que has tenido que pasar
—No respondo nada, simplemente me dedico a
disfrutar de la calidez de sus brazos.
—Levi, llevo estos años queriendo decirte algo…
—hablo separándome un poco—, yo, lo siento tanto,
te juro que lamento con todo mi corazón todo lo que
paso, si no hubiese sido por mi tu no habrías tenido
que irte de esa fiesta con Mason y no hubieran
tenido ese accidente que casi te mata, yo…
—Judith —Levi niega con una sonrisa—, yo
estaba saliendo cuando Mason me alcanzo, ni
siquiera me detuve un segundo a verlo, solo seguí
caminando mientras él iba detrás de mi y me
preguntaba a donde iba, le dije que debía irme y se
fue conmigo. No hiciste nada, era algo que pasaría.
Y nadie tuvo la culpa, ni tú, ni yo, ni Mason, el
único que tuvo la culpa fue ese camarógrafo que en
sus propias palabras solo intentaba golpear un poco
el carro para que bajáramos y tomarnos una foto.
Aprieto los labios sintiendo el enojo recorrerme.
Una foto, eso es por lo que casi acaban con la vida
de alguien, una maldita foto.
1076
—Te traje algo —dice extendiendo una pequeña
caja hacia mí. Sonrió levemente tomándola entre mis
manos y con cuidado quito la tapa.
—Existen dos clases de personas, las que te dirán
que tú nunca has estado rota, porque tú eres más
fuerte que todo lo que te pasa, que todos tus
problemas, tus miedos, tus tragedias, y luego
estamos los que sabemos que si podemos rompernos
y no nos da miedo aceptar ese hecho… quiero decir,
por dios, ¿Qué tiene de malo? Somos por naturaleza
frágiles y estar roto no es el fin, a veces eso significa
una nueva oportunidad para empezar de cero.
Sonrío aún con la vista en la hermosa taza de
cerámica dentro de la caja.
>>En Japón, hay una práctica que se llama
Kintsugi, que trata de cuando algo se rompe, ellos
unen las piezas nuevamente rellenándolas con oro,
no ocultan lo dañado, lo resaltan transformándolo en
algo más valioso, porque eso significa que tiene una
historia detrás. El arte de recuperar y embellecer
algo después de su quiebre.
Mis labios tiemblan y un suspiro escapa de mis
labios. —Te extrañé Levi… siempre sabes qué decir.
1077
Observe el volante fijamente. Después de hablar
con Levi salí en el auto de Sophia a dejar a Sara a su
casa, se supone que debía volver al departamento,
pero estaba a mitad de la calle por una batalla
interna de “si o no”.
Anoche me había surgido una idea. Después de
meditarlo me di cuenta que cada capítulo en mi vida
se estaba cerrando, estaba dejando muchas cosas
atrás finalmente, pero había algo, una pequeña
cosa…
Encendí al auto y solté un suspiro, “no,
definitivamente no, no puedo…”
Las palabras que Paxton me dijo hace unos días
resonaron en mi cabeza. << “Ser valiente se trata
de eso, no de no tener miedo, es de resistirlo y
enfrentarlo”>>
Me observé a mi misma por el retrovisor, en mi
mente la palabra “no” me taladraba, pero puse el
auto en marcha y conduje hasta el lugar de mis
pesadillas.
Dejé el auto estacionado en la carretera, tuve que
caminar unos minutos, pero finalmente estaba aquí.
1078
El olor a tierra húmeda me provoca náuseas,
levanto la mirada viendo la cabaña frente a mí.
Parece abandonada, luce menos grande de lo que
recordaba. Mi piel arde y mi pulso se dispara al dar
un paso más, mis extremidades pican, mis piernas se
sienten temblorosas.
Todos mis impulsos están disparados gritando en
mi cabeza que de la vuelta y salga de allí de
inmediato, pero no lo haré, había corrido muchas
veces, esta vez no.
Necesitaba enfrentarlo.
Mi pecho se aprieta con fuerza, y me cuesta
respirar cuando comienzo a caminar a la entrada.
Tomo un suspiro hondo mientras aprieto y relajo
los puños, extiendo la mano, y tomo el picaporte.
Esto probablemente sea una mala idea, pero nunca
voy a ser libre del todo si sigo encerrada en mi
cabeza.
—No estás allí —murmuro a mi misma—, te
paraste, caminaste y saliste, estás aquí, esto es real,
las pesadillas no lo son, nunca lo fueron.
Antes de poder tomar el picaporte puedo ver
como gira, sé que todo lo estoy imaginando, pero el
miedo igual se propaga en segundos por todo mi
1079
cuerpo, me hago a un lado asustada cuando me veo
saliendo corriendo, la puerta queda abierta de par en
par y observo a Sergio acomodándose la ropa con
una sonrisa. Me quedo congelada en el lugar y
comienzo a caminar hacia atrás asustada cuando lo
veo caminar hacia la salida detrás de mí, parpadeo
aterrada y todo desaparece, la puerta continúa
cerrada.
Es tu imaginación, es tu imaginación.
Pero el miedo, como siempre, está tomando el
control de mi, no puedo detenerme camino hacia
atrás intentando alejarme lo más posible.
Mi espalda choca contra un pecho haciéndome
gritar.
—Mi merlina —La suave voz de Paxton me
tranquiliza drásticamente—, ¿Qué pasa?
Respiro agitada y coloco la palma de mi mano en
mi pecho. —Por dios, Paxton, me vas a matar de un
infarto.
—A mi parecer ya estabas a mitad de uno.
Respiro hondo inclinando mi cuerpo tomando
mis rodillas para sostenerme. —¿Cómo llegaste
aquí?
1080
—Aiden me trajo —dice apuntando hacia atrás.
Aiden está a unos pasos de distancia observando el
lugar cruzado de brazos.
Frunzo el ceño y vuelvo mi vista a Paxton —Me
refiero… específicamente aquí.
—Fuimos a verte y Sophia nos contó que saliste
y debiste regresar hace una hora. Y Aiden sugirió
marcarte por teléfono, pero yo dije “no, vamos a
seguirla”
—Termina
de
decir
sonriendo
abiertamente—, el auto de Sophia también tiene gps.
Lo observo con la boca abierta de par en par.
>>En esta familia no existe la privacidad Jude, ya
eres parte de ella, empieza a acostumbrarte.
—¿Qué hacías aquí? —pregunta Aiden
acercándose a nosotros. Giro a ver la cabaña
mordiendo mi labio.
—Quería entrar, pero será mejor…
Aiden me toma por el brazo y comienza a
caminar hacia la puerta.
—Espera —pido, pero no se detiene—, ya no
quiero entrar, solo quiero ver por fuera.
1081
—Terapia de choque, Jude, tienes que entrar allí,
nada malo te pasara, estamos contigo.
Aiden se hace a un lado cuando llegamos a la
puerta jalándome con él tomándome por los
hombros, hace un gesto hacia Paxton que entiende
de inmediato porque se acerca y con literalmente
una patada abre la puerta rompiendo la madera.
Paxton entra primero. Cuando doy un paso
adentro el lugar hace un feo crujido que me hace
querer detenerme, pero Aiden continúa tomándome
por los hombros empujándome dentro.
El lugar se ve descuidado, hay polvo por todas
partes, pero a demás de eso, nada. El sol entra por
las ventanas alumbrando completamente.
—Lo recordaba peor…
Aiden suelta mis hombros dejándome a mitad del
salón. Observo cada pequeño espacio, las escaleras,
el pasillo hacia la cocina, el exacto lugar en el que
me quede por horas. La puerta blanca en la que tuve
mi vista fija, era como estar en mis propias
pesadillas, podía verme justo en donde me vi por
muchas noches, podía imaginarme tirada allí, pero
algo cambia…
1082
Porque recordé… me recordé cerrando los
parpados con fuerza, me recordé incorporándome un
poco para ver a mi al rededor, me recordé
poniéndome de pie, me recordé caminado hacia esa
puerta, abriendo el picaporte y viendo hacia afuera.
Contuve el aire ligeramente al recordarme de pie en
la salida, y cuando me recordé saliendo, cuando me
vi, a mi yo del pasado, a ella siendo libre… yo por
fin me liberé.
Sali del lugar sintiendo mi pecho agitado, mis
ojos pican y mis manos tiemblan, y aunque
visiblemente parezco un desastre, me siento
tranquila…
Sin importarme ni un poco el lodo me siento en
las pequeñas escaleras frente a la cabaña y saco mi
teléfono buscando mi canción favorita, la pongo
mientras escucho como Aiden se para detrás de mí.
—¿Qué haces?
—Remplazando… Necesito un recuerdo bueno
de esta cabaña, si mi mente me arrastra aquí me
obligaré a recordar especialmente este momento, el
momento en el que escuche la mejor canción que
existe —respondo y suelto una risa—, ¿Es una
locura, no?
1083
Aiden no responde, sin embargo, veo su mano
apareciendo en mi campo de visión, la tiene
extendida hacia mí para que la tome. —Ven— pide,
tomo su mano y me jala a su cuerpo provocándome
un grito y una risa, se coloca frente a mí tomando
mis dos manos y me hizo girar al ritmo de la
canción.
Y así es como termino bailando mi canción
favorita con Aiden… a diferencia de la ocasión que
baile con Mason, él se notaba que no tenía ni idea de
lo que estaba haciendo, así que por más que
intentaba no podía contener la risa, él también reía
conmigo mientras me hacía girar sobre mi propio
eje. Lo observo a los ojos con una sonrisa y entonces
lo abrazo a mitad de probablemente el baile más
descoordinado que ha existido.
—Recuerdo remplazado —murmura mientras
sube la mano a mi cabeza y la acaricia con suavidad.
—Vámonos —dice Paxton bajando corriendo las
escaleras sin girar a vernos.
—¿Pax…?
—Vámonos —repite.
—¿Qué te pasa? —pregunta Aiden, el sonido de
algo reventándose adentro me hace sobresaltarme,
1084
Aiden suelta un suspiro y toma aire hondo —Paxton,
no de nuevo… —Se queja empujándome escaleras
abajo. Toma su teléfono y comienza a marcar con
rapidez.
Paxton me toma por la mano y me hace caminar
con él, pasa el brazo por mis hombros y me sonríe.
La voz de Aiden suena a nuestras espaldas. Empieza
a dar nuestra localización y solicita un equipo de
incendios.
Me detengo abruptamente y giro a ver a Aiden al
tiempo que unas ventanas se revientan y las llamas
salen aparatosamente de la cabaña. Giro a ver a
Paxton con la boca abierta.
—¿Qué hiciste?
—¿No veníamos a destruirlo? Creí que
estábamos en la misma sintonía, necesitan darme
contexto, porque si no yo actuó y…
Aiden nos alcanza corriendo y nos empuja a
ambos alejándonos de la cabaña. Lo bueno de todo
es que los árboles están a una distancia considerable,
así que no se propagara.
—Paxton eres un puto imprudente, no puedes
simplemente hacer eso, no puedes volver a esos
malditos impulsos de violencia…
1085
Paxton me suelta y se lanza hacia Aiden
tomándole la cara entre las manos y sin más lo jala
hacia él y detiene sus quejas besándolo. Allí con la
cabaña ardiendo detrás de ellos. Una imagen caótica
y hermosa. —¿Alguna vez te he dicho que me
encanta como luces enojado?
Aiden lo empuja, pero sonríe ligeramente. —
Vámonos —dice haciéndonos caminar, giro sobre
mi hombro viendo las llamas elevándose, suelto un
suspiro y me alejo final y completamente de ese
lugar.
—¿Todo bien, Merlina? —pregunta Paxton.
Asiento con una sonrisa. —Todo bien, Pax.
Jamás creí que se sentiría
enfrentarme a mis miedos…
tan
liberador
Esa fue la última vez que vi esa cabaña, tanto en
la vida, como en mis sueños…
El papel en mi mano se siente pesado. Le doy
vueltas sin parar entre mis dedos, viéndome
fijamente a mi misma en el espejo. Suelto un suspiro
sintiendo como se escapa de entre mis dedos. Me
inclino para recogerlo y cuando me vuelvo a
1086
levantar me sobresalto un poco al ver el reflejo en el
espejo.
Unos bonitos ojos grises me observan con
cautela, en completo silencio.
Cuando nuestras miradas se encuentran toma un
suspiro hondo y da un paso alejándose del marco de
la puerta, giro sobre mi propio eje para poder verlo a
la cara.
Los últimos días, aunque, a través de Sophia
había insistido en hablar conmigo, con toda la
situación de Nate me sentí algo perdida y necesite
un espacio a solas, y él lo respeto, hasta hoy… y se
siente abrumador.
Lo tengo tan cerca frente a mí, no lo había tenido
así de cerca desde la última vez que lo vi, después de
todas las mentiras que tuve que decirle, después de
romperle el corazón y verlo derrumbarse sin poder
siquiera tocarlo…
Suspiro de manera temblorosa mientras lo veo
acercarse por completo a mí, yo estoy plantada justo
en donde mismo sintiéndome incapaz de moverme.
—Mason, yo… —Necesito todo de mí para
obligarme a concentrarme y ordenar mis
pensamientos, pero ¿Por dónde empezar?
1087
Él no dice nada, solo sigue caminado y cuando
está a un paso de llegar a mí se detiene, su mirada
atormentada se encuentra con la mía y entonces cae
sobre sus rodillas frente a mí.
Un jadeo escapa de mis labios, mi ceño se frunce
en completa confusión.
—¿Qué haces? —murmuro viéndolo arrodillado
delante de mí.
—Perdón —pide suavemente—, perdóname por
todo, por no ver las señales, por no darme cuenta de
nada, por permitir que él estuviera cerca de ti,
perdón por ser tan egoísta como para envolverte en
esta mierda de mundo solo por querer tenerte cerca,
perdón por ponerte en manos de ese imbécil, perdón
por robarte tu privacidad, perdón por robarte tu paz
y tu vida, perdón por creerle, perdón por ser tan
ciego. Por favor perdóname.
Las lágrimas surcan por su rostro y esa imagen
me destroza por completo.
Me dejo caer frente a él sosteniendo su cara entre
mis manos. —Nada de esto es tu culpa y aunque por
mucho tiempo creí que era la mía, tampoco lo es. No
tengo que perdonarte nada. Mason tu, tu no hiciste
nada más que hacerme inmensamente feliz, como no
1088
había podido serlo nunca, a pesar de toda la mierda
que me rodeaba me aferré a ti tanto como pude. Por
mucho tiempo caminé por una cuerda floja y tú
apareciste para ser mi red de seguridad. No tienes
idea de todo lo que hiciste por mi, Mason,
simplemente por esta allí.
Lleva su mano hacia mi espalda y me apega a su
cuerpo, envolviéndome entre sus brazos, dejándome
sin aire. Me esta abrazando, lo estoy abrazando…
Después de casi mil días -literalmente-, estoy aquí,
de nuevo, justo en el lugar que creí que jamás podría
volver.
Mis ojos arden y estando finalmente entre sus
brazos, el peso de los últimos meses puede conmigo,
siento mi pecho temblar, y después de un segundo
me rompo a llorar.
Por las amenazas, por los recuerdos de mis
palabras, y de las lágrimas que provocaron en el, por
el dolor que sentí por tanto tiempo, por la traición de
quien creí que era mi mejor amiga, por la manera en
la que me violentaron exponiendo esos videos,
porque revivieron esas pesadillas y se volvieron
parte de ellas, por Nate, porque no merecía morir tan
joven, porque merecía encontrar el amor, tener
familia, cumplir todos sus sueños, merecía vivir con
1089
la misma devoción con la que nos alentaba a vivir la
nuestra. Porque yo no lo pude salvar, como él lo
hizo conmigo.
Llore por todo y Mason no me soltó ni un solo
segundo.
Recuerdo que cuando conocí a Mason y estaba en
negación sobre que me empezaba a gustar, quise
pensar que en algún momento dejaría de atraerme, o
que la atracción que sentía por el era meramente
platónica. Como la atracción que se siente por una
celebridad cualquiera.
Que equivocada estaba.
Mason era sin duda alguna el hombre más
hermoso que había conocido en mi vida, tanto física
como mentalmente. Nunca podría cansarme de
verlo, de escucharlo, nunca he tenido una adicción,
pero quizás esto era lo más cercano que he estado de
experimentar alguna.
—Deja de verme así, me pones nervioso —
murmura moviéndose por la cocina.
—Tu cabello está más largo.
1090
—El tuyo más corto.
—Si, bueno… mala idea estar cerca de unas
tijeras cuando estás inestable.
Él suelta una suave risa y el sonido me hace
suspirar. Se acerca y coloca un plato frente a mí y yo
sonrío. Tomo el cubierto que me entrega y comienzo
a moverlo por la comida humeante—, ¿Cuándo
aprendiste a cocinar? —pregunto mientras meto una
porción a mi boca.
—Nunca lo hice —responde al mismo tiempo
que yo me pongo de pie y corro a escupirlo al
lavadero de la cocina. Su risa suena con más fuerza
mientras yo tomo agua intentando quitar el horrible
sabor salado de mi boca.
—¿Pero entonces porque me ofreciste comida?
—Me quejo dejando el agua a un lado.
—Pues pensé que me dirías que no, pero dijiste
que si, y no podía retractarme, ¿Eso como me haría
quedar?
—Como el amable hombre que no quiere que
coma una cucharada de sal. ¿Por qué le pones tanta
para empezar?
1091
—Me hace sentir como profesional poner grandes
cantidades alrededor.
—Eso no tiene sentido alguno.
—¿Qué se supone que están haciendo? —La voz
de Aiden suena detrás de nosotros sobresaltándonos.
—¿Qué haces tan temprano aquí? —pregunto con
el ceño fruncido.
—Dijiste que vendrías en ocho horas —habla
Mason detrás de mí.
Aiden nos observa a los dos completamente
confundido. —Literalmente se los dije hace ocho
horas.
Abro y cierro la boca sacando mi teléfono
confirmando que dice la verdad. ¿En que momento
se había pasado todo el tiempo?
—Mierda —Salgo corriendo hacia mi habitación
tomando todas mis cosas. Unas pisadas suenan
detrás de mí y casi de inmediato todo el peso en mis
manos desaparece.
—Déjame llevarlas por ti.
—Gracias —murmuro viendo a Mason
desaparecer con mis maletas en sus manos. Observo
1092
la que fue mi habitación por los últimos seis meses
completamente vacía. Con un suspiro tembloroso
cierro la puerta y giro hacia la habitación del fondo.
Tomo aire hondo y camino hacia ella. En cuanto
la abro, el perfume de Nate invade mis fosas nasales.
Su pared está llena de fotografías con todos. Los
recuerdos me llegan uno tras otro, sentados en su
cama, platicando, viendo películas, caminando por
la habitación, puedo escuchar el eco lejano de
nuestras risas.
—Solo quiero decirte, que no tenías razón…
Sigues teniendo la corona al más sensible —bromeo
limpiando la lágrima que cae por mi mejilla.
Camino hacia su cajón y tomo el mapa que me
había hecho.
—Nunca me caíste bien —habla Sophia desde el
marco de la puerta, su cabello está sostenido por un
moño desordenado, trae unos lentes negros, está
envuelta en una cobija de felpa y su nariz luce
completamente roja—, desde que te conocí supe que
eras una perra. ¿Quién saca a alguien de su
comodidad en la soledad y después de obligarla a
acostumbrarse a su irritante presencia y se va como
si nada?
1093
Sonrío ligeramente caminando hacia ella, la
acerco a mí a pesar de la rigidez de su cuerpo y la
envuelvo en un fuerte abrazo. —Nada habría sido
posible sin ti, nada… y yo también te voy a extrañar,
Sophia.
Ella hace un puchero, pero se gira dándome la
espalda y sale de la habitación. La sigo y juntas
bajamos las escaleras.
—¿Te irás con Leo y Eva? —pregunto.
—No, decidimos que su piso es demasiado chico,
así que se vendrán ellos aquí, lloraremos juntos en la
sala y después nos embriagaremos.
—Suena a un plan genial —Ella sonríe y suelta
un suspiro.
—Te voy a odiar si me mandas mensajes todos
los días —Advierte—, pero si no lo haces te iré a
buscar y te daré un golpe en la teta. Y sabes que no
miento.
Suelto una carcajada tomando su cabeza,
obligándola a acercarse, plantándole un beso en la
mejilla.
—Si… para mí también fue raro al inicio —
escucho la voz de Aiden detrás de nosotras. Mason
1094
está a su lado recargado en su auto. —¿Lista? —
pregunta viéndome.
—Si —respondo observando a Sophia y Aiden
—. Mmm, ¿Podrían…?
—Ah, si —farfulla Sophia detrás de nosotros—,
Judith, cuídate, te veré después, vamos Aiden,
vamos a la sala unos minutos.
Sonrío agradecida viendo como desaparecen por
la puerta. Giro hacia Mason quien me dedica una
bonita sonrisa.
—Se siente como si estuviese perdiéndote de
nuevo…
—Nunca podrías hacerlo, Mason, puedo no estar
segura de muchas cosas en la vida, pero estoy segura
de que tú eres mi persona… pero, justo ahora, no es
el momento.
—Lo entiendo…
—Yo, necesito esto… enfrentarme a lo que más
miedo le tengo… la soledad. Muchas veces me
traicioné a mi misma para no tener que
experimentarla, acepte muchas cosas que no quería
aceptar, di mucho tiempo que no debí dar, dije
muchos “si” cuando quería decir “no”, me callé en
1095
muchas ocasiones en las que lo único que quería era
gritar. Me perdí tanto entre todos esos miedos que
creo que ya no me conozco, y es justo lo que iré a
hacer.
>> Todo lo que te dije temprano es verdad, fuiste
mi red de seguridad por mucho tiempo, y no puedo
hacerte eso de nuevo, no puedo cargarte con la
responsabilidad de mi estabilidad, no puedo
hacértelo ni a ti, ni a mi. El único amor que debo
permitir que me salve, es el amor propio. Mi
felicidad no puede depender de ti, ni de nadie, debe
depender de mí, y nunca lo hará si nunca me eligió a
mí, exclusivamente a mí.
—Jude, yo te prometo que té…
—Mason —Niego tomando aire—, No hagamos
promesas, ¿Si? Solo dejemos que el tiempo hable
por nosotros.
Lo veo apretar los labios y verme ligeramente
abatido.
Me apresuro hacia él y lo envuelvo en mis
brazos. —En cualquier otra circunstancia estaría
completamente encantada de volver a perderme
contigo, Macovei, pero necesito tomarme un tiempo,
quiero renacer de mis cenizas.
1096
Mason suelta una ligera risa y niega. —Tú no
eres un fénix renaciendo de sus cenizas, Jude,
porque jamás fuiste cenizas, eres el fuego que arde.
El fuego que nunca se apaga.
Cierro los ojos disfrutando del fuerte agarre de
sus brazos en mi cuerpo. Escucho los frenéticos
latidos de su corazón. Me permito disfrutar de cada
segundo. Nuestra burbuja se revienta con la voz de
Aiden.
—Tenemos que irnos, Jude.
Doy un paso atrás observando a Mason a los ojos.
Parece estar conteniéndose, pero no hace ni dice
nada, da un paso atrás y camina hacia la puerta de
copiloto de la camioneta de Aiden abriéndola para
mí.
Giro sobre mi hombro moviendo la mano en
forma de despedida para Sophia quien hace lo
mismo. Entro al auto observando la sonrisa triste de
Mason, sus ojos brillan, y lo veo tragar, saliva
visiblemente.
Lamo mis labios mordiendo mi mejilla
internamente, ya lloré demasiado, ya no puedo
hacerlo, me obligo a ser fuerte y no verlo, la puerta
1097
se cierra detrás de mí y Aiden enciende su
camioneta.
Mi respiración es demasiado trabajosa, mi
garganta arde mientras algo pesado crece en mí con
cada latido de mi corazón. Sostengo con fuerza el
mapa de Nate contra mi pecho como si eso de
alguna manera aliviara el malestar.
—Jude… —habla Aiden a mi lado—, aunque
Nate no este físicamente aquí, aún puedes hacer algo
por él… y es darte la oportunidad de vivir, y me
refiero a vivir de verdad. De la manera en la que él
siempre supo que tú merecías. Sé que tienes miedo,
pero estás haciendo lo correcto…
El pecho se me estremece y el familiar nudo de
mi garganta crece salvajemente. Cierro los ojos,
pero los abro al instante. —Espera —susurro cuando
lo siento avanzar, pero no se detiene—, para el auto
—grito haciéndolo sobresaltarse. Suelto una risa al
ver su cara—, perdón, necesito solo un segundo,
debo decirle algo, debo… —Aiden quita el seguro
de la camioneta y bajo de un salto.
Mason me observa desde la puerta y antes de que
pueda hacer algo llego a él corriendo y tomo su
rostro entre mis manos uniendo mi boca a la suya,
Mason vacila solo por un segundo y entonces él
1098
también me besa y solo así todo se detiene. Las
chispas saltan a nuestro alrededor, el mundo entero
desaparece bajo nuestros pies. Me siento flotando en
una nube entre sus brazos. Lo extrañaba, lo
extrañaba tanto, su cuerpo se amolda al mío a la
perfección, mis manos se aferran a su camisa. La
familiaridad de su tacto me hace trizas
arrancándome un profundo suspiro.
Me separo un poco para poder verlo a los ojos. —
Una vez me preguntaste si creía en el destino y te
dije que no, pues lo hago, ahora lo hago. Porque te
veo a los ojos y sé que debía suceder… esto,
nosotros. Conocerte, encontrarnos, colisionar,
estábamos destinados, Macovei —planto un último
beso en sus labios y me separo por completo esta
vez.
Le sonrió abiertamente pasando mis dedos por su
cabello. Él sigue allí plantado en su lugar. Suelto una
risa girándome para volver a la camioneta de Aiden.
—Jude… Yo sí me conozco.
—¿Me estás presumiendo? —bromeo haciéndolo
reír.
—Me refiero a que yo sé exactamente lo que
siento, sé lo que busco, lo que espero, lo que quiero,
1099
así que créeme cuando te digo que siempre te querré
a ti, siempre serás parte de mí, estás adherida a mi
alma.
>> Siempre que quieras, puedes volver, volver a
mí… porque ten por seguro que siempre te esperaré,
así sea toda la vida, lo haré. Eres más que el amor de
mi vida, Jude. Eres la dueña completa de mi
existencia.
—Mason
promesas…
—Niego
ligeramente—,
sin
—¿Por qué te da tanto miedo?
—No puedo obligarte a esperarme, no puedo ser
así de egoísta, ¿Y si te cansas? No puedo…
—Puedo cansarme de todo Jude, de todo menos
de ti. Entiende, esperaría mil vidas para caminar una
sola a tu lado.
>>Así que vete, pero no pienses que te has
librado de mi Judith Bennett, en todas las vidas y en
todos los universos pienso encontrarte y perderme a
tu lado. Solo buscaré tu brillo, ma précieuse lumière.
Lo observo con los ojos llorosos. Ay dios, no
debería doler tanto irme…
1100
—Nunca te lo dije, pero te amo Mason, te he
amado cada segundo.
Me giro para irme, porque si no lo hago ya, no lo
haré nunca.
>>Adiós… —Me despido con una sonrisa al
verlo plasmado en su lugar.
—No, esto no es un adiós, es un hasta pronto.
Compartimos una última mirada antes de que por
fin me vaya, observo como su imagen desaparece
conforme avanzamos. Aiden toma mi mano
dándome un apretón.
—¿Estás bien?
—Lo estaré —Murmuro viendo por la ventana la
puesta de sol.
Por primera vez en mucho tiempo estaría sola,
sola de verdad, pero a pesar de eso, jamás me sentí
tan acompañada.
Era extraño… Se sentía como un final, pero
indudablemente era un comienzo.
1101
Querida lectora, no tengo palabras para
agradecerte que me permitieras formar parte de tu
vida, de tu tiempo, de tus sentimientos, de todo.
Gracias por emocionarte conmigo, por tus
comentarios, por tus votos, por tus motivaciones,
por leer a pesar de que no estuviese terminada, por
convertir en realidad palabras que solo creí leería en
mis sueños, como que de hecho a alguien le gusto
este libro. Si les soy honesta, aun no me lo termino
de creer.
Tengo que decirles varias cosas, como para
empezar, lo que se que les interesa: si, tendrá
epilogo. Así que no se preocupen, que aunque este
sea el final, no acaba aquí la historia y no solo será
uno, son dos. Y no, ya no las hare sufrir. Así que
quédense tranquilas.
Para las personas que aun les interesa el mundo y
la vida de Made in the A.M, quiero que sepan que
planeo subir el primer libro que escribí, que no, no
fue este. Fue de hecho el libro de Paxton y Aiden.
Las tqqqqm <3 Especialmente a ustedes, las que
llegaron hasta el final.
1102
58. Carta.
Querida Jude…
Iniciaré esto de la peor manera, con una terrible
noticia, no, aún no se a que saben las nubes, y
probablemente te decepciones de mí, pero no como
algodón de azúcar todos los días, como lo planeaste
por años. De hecho, creo que lo odio.
Ahora una buena noticia, encontré un motivo
para vivir: yo.
Sé que para ti debe sonar poco, pero créeme,
algún día te darás cuenta de lo equivocada que estás,
por qué en realidad valgo muchísimo, valgo todo y
tanto. Tú también, pero eres muy muy ciega como
para notarlo.
Quiero pedirte perdón, perdón por hacerte creer
que eras débil, que no merecías las cosas buenas,
perdón por anteponer la felicidad de otros sobre la
tuya, por hacerte cargar el peso de culpas que no te
correspondían.
No tienes idea de lo que me gustaría protegerte,
pero hoy puedo decirte que no necesitas que nadie lo
haga, tú puedes sola, porque eres (spoiler: viene la
1103
palabra que más odias) valiente, sí. Y fuerte,
extremadamente fuerte.
Sin embargo, a pesar de ese hecho, es importante
que sepas que, aunque si puedes sola, no lo estás,
siempre existirá alguien dispuesto a escuchar, a
ayudar, a ser compañía.
Es válido sentirse vulnerable, cansado, sentir que
ya no puedes…
Pedir ayuda es otra de las maneras en las que la
valentía se hace presente.
Pedir ayuda es otro acto de coraje y de amor propio.
Eres buena ignorando las cosas, intenta iniciar
mejor por ignorar los pensamientos intrusivos, esos
que te hacen creer que no estás lo suficientemente
mal como para pedir o recibir ayuda. No hay
problema pequeño y está bien, no estar bien.
No tengas miedo de tu silencio, de la soledad,
ellos no son tus enemigos, yo lo descubrí
enfrentándolos y me di cuenta de que cuando llegas
a ellos, no están solos, allí estaba esperándome
alguien muy importante: yo misma, para tomarme de
la mano y enseñarme que no es tan oscuro como
parece.
1104
Allí en el silencio no hubo a nadie a quien
escuchar, a nadie excepto a mí, y aprendí muchas
cosas, también entendí muchas otras, entendí que
había dado mi amor a muchas personas que jamás se
lo merecieron, pero nunca se lo di a una persona que
en específico lo merecía más que cualquiera.
Tranquila, si lo hice, esa noche cuando la tuve
frente a mí le dije dos palabras que debí decirle hace
mucho… “Te quiero” y el reflejo en el espejo me
sonrió.
¿De verdad en toda mi vida jamás me había
tomado un segundo para hacerlo? En ese momento
me reí, “Te quiero” me repetí y mi corazón se hinchó
cuando me di cuenta de que las palabras no estaban
vacías, de verdad lo hacía. No dure ni un segundo en
romperme a llorar, “está bien, me repetí
internamente, llora todo lo que necesites” y así lo
hice.
Y después de desahogarme, entre todo mi llanto,
sonreí nuevamente, y allí estaba yo, siendo una
contrariedad: riendo y llorando. Un desastre en todo
su esplendor, yo no era el arcoíris después de la
tormenta, yo era la tormenta y eso me encanta.
No puedo hacer nada por mi pasado, pero me
hice un pacto por el futuro: no volveré a
1105
abandonarme nunca.
Por cierto, ¿Recuerdas esa sensación cálida que
se siente en el pecho cuando estás con tus personas
favoritas? Pues un día me di cuenta, de que la estaba
sintiendo, ¿Y sabes que fue lo más bonito? Que no
había nadie, así que si, yo soy la causante de mi
propia plenitud, yo y nadie más que yo.
Por si te lo preguntas, no, mis demonios no se
han ido del todo, mis inseguridades no he logrado
desaparecerlas por completo, los fantasmas de mis
miedos a veces salen a la luz, pero he aprendido a
convivir con ellos, porque entendí que incluso todo
eso negativo sigue siendo parte de mí. E
ignorándolos a ellos es otra manera de ignorarme a
mí.
Esta vez cada que uno sale a flote no me cierro,
no pretendo que no existen, no intento callarlos, les
doy voz para poder escucharlos y trabajarlos.
No me volví mejor, de hecho, sigo siendo un
desastre monumental, un caos, pero, no podría estar
más feliz por eso.
Ah, una última cosa, ¿Recuerdas esa increíble
escuela de arte a la que siempre soñaste que fuera,
pero sabías que era imposible? Pues después de que
1106
mi historia se diera a conocer recibí muchas becas y
ofertas para terminar mis estudios con ellos y si,
entre esas ofertas estaba la de esa escuela, ¿Estás
lista para el paro cardiaco que posiblemente te
provocaré? No acepte ninguna, quizás no tenía las
técnicas correctas, quizás mis pinturas estaban lejos
de convertirse en una obra de arte, posiblemente
perdí una oportunidad única en la vida, pero, seguí
el consejo de un amigo.
“No necesitas que nadie te enseñe lo que es el
arte; el arte es pasión y eso nace por dentro”.
Pero, tranquila, todo está saliendo bien. Estoy
convirtiéndome en una artista autodidacta. Y en
realidad no es menos respetable. Y si algo sale mal,
no tengo miedo, aprendí que nunca es tarde para
empezar de cero.
Esta es mi despedida, lo siento por no saber qué
más decir, sigo siendo terrible con las palabras, esto
en específico creo que no cambiará.
Hoy te suelto, eres libre para ir a descubrir que
existe al final del arcoíris.
Para: La niña de los mil miedos.
De: La mujer que está aprendiendo a superarlos.
Con amor, Judith Bennett.
1107
***
Esto no es un epílogo, es Jude despidiéndose de la
niña de su pasado. Si, lo sentía necesario antes de los
epílogos. Por cierto, esos los subiré hasta la noche.
<3
1108
59. Epílogo I
1 de 2
JUDITH.
Mi viaje debió terminar hace tres meses, pero me
distraje con mi vida, me distraje disfrutando, me
distraje riendo, me distraje conociendo gente,
lugares, incluso comida…
Todo a mi alrededor me llenaba de inspiración y
después de meses tome un pincel y me deje llevar,
no pensé demasiado, no hice bocetos, simplemente
la música, los lienzos y yo nos hicimos compañía
durante las noches y antes de que pudiera darme
cuenta había hecho lo que nunca había podido
antes…
Henry que me había ido a visitar, cuando entro al
departamento que rentaba, sonrío viendo a su
alrededor. Tenía un desastre completamente, todos
los cuadros estaban esparcidos por todo mi salón.
Henry soltó una risa girando sobre su propio eje. “—
Y aquí está, la pasión que vi en ti el primer día que
pisaste mi edificio.”
1109
Henry se llevó mis cuadros y los expuso bajo un
seudónimo. No sé si a la gente de verdad le gusto lo
que hice, o si era más la curiosidad por no saber
quién estaba detrás, pero como sea, todo se vendió.
Era una completa locura.
No había cobrado nada, hasta ahora, y la primera
compra que decidí hacer, fue un café, si, la estrella
mal recortada de Nate en el mapa que hice de niña.
La cafetería a la que le prometí que iría, el punto
principal de todo. Decidí dejar lo mejor para el final.
Aunque aún no decido del todo si es un final, pero
llevo una semana entera cuestionándome si debería
volver…
Quiero hacerlo, pero no quería equivocarme, así
que me di estos días para meditarlo, no es que crea
que volver pueda ser un error, pero si vuelvo seria
para estabilizarme tanto de manera personal, como
de manera profesional. Y quizás después de eso ya
no pueda repetir esta locura de simplemente viajar y
viajar.
Tomo un sorbo de mi café y levanto la cabeza
observando al techo “Universo, aquí es cuando me
das una señal” ¿Debería continuar aquí un poco
más?
1110
Detengo abruptamente mis pensamientos al sentir
el líquido amargo bajando por mi garganta, sin poder
evitarlo escupo un poco en la mesa. Me alegro de
que no haya nadie en el establecimiento, porque qué
vergüenza.
Mierda…
Arrastro mi silla y me pongo de pie de un salto
sin importarme ni un poco el escándalo que estoy
provocando. Corro como desquiciada al baño y
solamente cruzar la puerta y llegar al inodoro vomito
y vomito.
Siento las lágrimas aglomerándose en mis ojos y
las arcadas no paran. Dios, ¿qué es esto? Saco el
mapa de mi bolso solo para ver si no me he
confundido de dirección o establecimiento, arranco
la estampa de estrella que estorba y entonces lo
veo… debajo de la estampa.
Un pequeño recorte de una foto de Nate sacando
el dedo medio. <<Aquí venden el mejor café que
probaras en toda tu entera vida, te lo juro, hace
unos años cuando Made in the A.M estaban de gira,
en mi día libre salí a dar una vuelta y conocí este
lugar, de verdad tienes que ir>>
1111
—Hijo de… —Me detengo cuando vuelvo a
sentir la bilis subir por mi garganta. Y sin poder
evitarlo vuelvo a vomitar. ¿Cómo rayos habían
logrado hacer un café tan feo? Ni siquiera quiero
saber que tiene.
Después de los peores minutos de mi día, enjuago
mi boca y observo mi reflejo pálido en el espejo.
¿Acabo de hacer toda una ceremonia de gastar mi
primer pago de manera especial en un sitio que se
supone sería especial, porque alguien especial me lo
recomendó, pero me hizo vomitar hasta el alma? Si.
Tomo una menta que tengo en mi bolso y la como
mientras salgo del baño. La mujer que estaba en el
mostrador se queja con vehemencia mientras limpia
la mesa en la que escupí todo.
Casi puedo imaginarme la burlona risa de Nate
taladrándome los oídos.
—Disculpe —murmuro viéndola con pena.
—Lárgate niña —farfulla la mujer. Salgo del
lugar
con
la
vergüenza
golpeándome
completamente.
El frío me da directamente a la cara cuando abro
la puerta. Abrazo mi cuerpo sintiendo las gotas de
agua comenzar a caer. Genial.
1112
Camino deprisa hasta la parada del autobús, tiro
mi cabeza hacia atrás soltando un quejido al notar
que la parada ni siquiera tiene techo.
¿Estaba hospedada en un hotel precioso que tenía
todas las comodidades? Si, ¿Me había salido de mi
confort para venir a meterme a un barrio
desconocido y aparentemente descuidado solo por
un café posiblemente tóxico que probablemente me
cause malestar estomacal por meses? Si.
Maldije internamente cuando sentí el agua
aumentar, este, definitivamente no está siendo mi
día, estaré enferma del estómago, enferma de gripa
y… abrí los ojos cuando el agua se detuvo por
completo. Encima de mí se extendía un paraguas
negro.
Gire hacia el chico desconocido que me sonreía
mientras me cubría del agua. —Está demasiado frío,
tu nariz está muy roja, luces pálida y creo que no es
muy sano que estés bajo el agua —explica.
Abro y cierro la boca sin saber exactamente qué
hacer. Él está parado allí con un traje de vestir
mojándose, pero cubriéndome a mí.
—No es necesario, gracias.
1113
—Tranquila. A veces me gusta hacer caridad a
turistas.
Suelto una risa viendo hacia el frente. —¿Cómo
sabes que…?
—Estás aquí en una parada que dejo de funcionar
hace años, bajo el agua en tiempos que todos
sabemos que llueve, entraste a esa cafetería que no
debería existir y nadie sabe cómo sigue en servicio y
me observas con confianza, como si no tuvieras idea
que estás parada sobre uno de los barrios más
peligrosos y que no deberías confiar en la gente de
aquí.
—Amm, sí, creo que me voy —murmuro,
poniéndome de pie.
El chico suelta una ligera risa y niega. —
Claramente no pienso hacerte nada, mira, la parada
correcta es a unas cuadras, ¿Quieres que te
acompañe?
—No, estoy bien.
—¿Segura? En realidad no tengo mucho que
hacer, estoy aburrido y mi auto es ese…
Niego restándole importancia. —De verdad
gracias, pero estoy bien —respondo segura. Y no
1114
soy taaaan tonta. No me subiría a un auto de un
desconocido.
—Al menos quédatelo —dice dándome su
paraguas comienzo a negar, pero él toma mi mano y
me hace tomarlo.
—Insisto.
Sonrío tenuemente y lo tomo. —Gracias.
—De nada.
¿Qué se supone que digo ahora? “Ya te puedes
ir.” Que incómodo.
Me encojo un poco en mi lugar al escuchar el
fuerte trueno.
> >¿Estás…?
—Segura, sí. Gracias de nuevo —digo. El chico
asiente y finalmente se va cruzando la calle. Doy un
par de pasos comenzando a alejarme de la parada sin
servicio y observo sobre mi hombro por donde el
chico se ha ido.
Entonces me doy cuenta de que él también se ha
detenido y me observa fijamente, cuando nuestras
miradas se encuentran se giró, pretendiendo que no
me veía. Frunzo el ceño escuchando el trueno
1115
resonando por todos lados, el agua no hace más que
aumentar, giro completamente cambiando de
dirección.
—No es por allí —grita.
—Deja de verme —Me quejo y comienzo a
caminar de prisa. Escucho unas pisadas detrás y no
tengo que girarme para saber quién es. Suelto su
paraguas y corro intentando perderlo, pero es muy
rápido
—Espera, ¿Qué haces?
—Tú qué haces —grito de vuelta continuando
corriendo, mi cabeza comienza a pensar a toda prisa.
—Te ves asustada y desorientada, no puedo
dejarte así, no podría dejar así a nadie, no me lo
perdonaría.
—Estoy asustada y desorientada porque un
desconocido me está acosando —gritó de regreso,
obligando a mis piernas a continuar.
Horrible día para olvidar mi teléfono en el hotel,
una idea fugaz pasa por mi mente y entonces solo
me detengo abruptamente, el cuerpo del chico choca
contra el mío, me lanza hacia el frente y mi cuerpo
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sale disparado al piso, pero el golpe jamás llega. Me
tiene sostenida por la cintura evitando mi caída.
El enojo corre por mi cuerpo, me giro lanzándole
una bofetada, pero logra detenerme por la muñeca
evitando que logre tocarlo. Le lanzó un puñetazo a la
cara con la otra mano, pero detiene mi golpe
observándome con sorpresa. —¿Acabas de…?
Le lanzó una patada a la entrepierna, pero
también la esquiva con su mirada perpleja. Frunzo el
ceño e iniciamos una pelea ridícula a mitad de la
calle, yo intento golpearlo y él me esquiva sin
problema.
Después de unos minutos con la respiración
agitada y el cuerpo cansado me detengo caminando
hacia la esquina para sentarme en el piso. —Me
rindo, secuéstrame.
—No pensaba secuestrarte…
Lo observo por unos segundos y entonces
estornudo. Él suelta una risa y camina hacia mí
sentándose también en el piso. —Soy Travis. Y no
debiste dejar caer mi paraguas, ahora te enfermarás.
—Soy Judith y no debiste seguirme como un
psicópata, ahora me enfermaré.
1117
Él sonríe y ambos nos quedamos en silencio
observando hacia la calle desierta.
> >¿Vives aquí? —pregunto viéndolo de reojo.
—No, pero mi padrastro si y vine a visitarlo, me
estoy hospedando en un hotel.
—¿Así que también eres turista?
—Algo así, viví aquí por muchos años, pero me
mude por trabajo y volví por trabajo —Asiento
poniéndome de pie. Él también lo hace—, ¿Quieres
que…?
—¿Me podrías hacer un favor? —pregunto y el
asiente de inmediato—, ¿Podrías prestarme tu
teléfono?
Él se me quedo viendo unos segundos sin decir
nada. —¿Para q…?
—Voy a llamar a la policía.
—¿Desde mi teléfono? —pregunta con una
sonrisa.
—Si, exactamente —digo con sarcasmo. Él saca
su teléfono y me lo entrega. Marco el número que sé
de memoria y cuando responde a la primera, cuelgo.
1118
Travis frunce el ceño viendo como le regreso el
teléfono. —¿Qué…?
—¿Dijiste que estabas aburrido? ¿Quieres hacer
algo conmigo?
—¿Debo preocuparme por tu comportamiento
medio extraño?
—Acabas de seguir a una completa desconocida
corriendo y dices que debes preocuparte —Ruedo
los ojos—, bueno, ¿Si o no?
El chico lleva la mano a su cabello quitándolo de
su cara, observa hacia la calle y luego hacia mí de
nuevo. —Si, ¿Por qué no?
Ambos, completamente empapados, regresamos
por donde vinimos corriendo.
Sonrío sintiendo la emoción cruzando mi cuerpo.
Lo observo de reojo, él va en silencio con el agua
deslizándose por su rostro, tengo tantas ganas de
hacerlo hablar y hablar, pero me contengo. Quizás,
si todo sale bien, tendría mucho tiempo para hacerlo.
Quiero pensar que Travis es mi señal. Mi
respuesta de sí irme o quedarme, porque sí, he
tomado la decisión.
1119
MASON.
El sonido de la batería suena por todo el lugar de
manera aparatosa, Levi toca Heathens de Twenty
One Pilots con una habilidad impresionante. No
importa cuantos años estemos juntos, siempre estaré
admirado del talento de mis amigos, se supone que
estamos descansando del ensayo, pero Levi como
siempre tiene mucha energía.
Aiden está parado en un extremo con los
audífonos puestos completamente concentrando en
cambiar las cuerdas de la guitarra de Pax.
Paxton está acostado en el piso con su celular
elevado hacia el techo, por los lamentos y jadeos que
suenan al otro lado supongo que ha decidido hablar
a alguna chica, ocasionalmente suele marcarles sin
aviso, solo entra a su bandeja y selecciona un
mensaje random y les hace videollamadas.
Uno de los chicos de seguridad entra corriendo y
en cuanto me encuentra se me acerca. —Jennifer
está esperando por ti.
Me pongo de pie y lo sigo, le doy una ligera
patada en la cabeza a Paxton cuando paso a su lado,
suelto una risa cuando lo veo incorporarse de un
salto, antes de que pueda seguirme, entro al elevador
1120
y presiono el piso haciendo que las puertas se
cierren en su cara.
—¿Sabes que quiere? —pregunto al chico parado
a mi lado. Él simplemente se limita a negar. Suelto
un suspiro y espero. Cuando las puertas se abren voy
directo al despacho de Jennifer y entro
deteniéndome por unos segundos al ver todas las
hojas que tiene extendidas en su escritorio.
—Oh, Alex entra —balbucea mientras se
acomoda su ropa.
—¿Todo bien?
La televisión a sus espaldas esta encendida
mostrando una foto de la exjuez Grace —<<…
Aunque al principio simplemente se le había
condenado por dieciocho años de inhabilitación en
el congreso, estos días el tribunal ha aumentado la
pena al abrir investigación en su nombre y
encontrarse más pruebas de acuerdos corruptos de
los que formo parte, también por falsificación de
documentos oficiales, dictámenes de resoluciones
injustas y…>>Tomo el control remoto y la apago.
Ya había tenido suficiente de todos ellos en los
últimos meses, no necesita escuchar o ver más sus
rostros.
1121
—Si… —habla Jennifer detrás de mí con unas
hojas en sus manos—, aún no termina de proceder
su caso, tiene muchas cosas detrás, creo su juicio
durará un par de meses más, especialmente por ser
una juez.
—¿Eso es para mí? —pregunto a apuntando
hacia las hojas. Ella asiente y me apunta hacia la
silla frente a su escritorio.
—Hay varias cosas de las que quería hablarte —
dice mientras tomo asiento, ella se sienta sobre el
escritorio y me pasa las primeras hojas—. El ultimo
detective de delitos sexuales que estuvo involucrado
en la manipulación del caso de Bennett ha sido
condenado y sé que te molesto que durara tantos
meses pero al ser un caso de hace años tuvimos
suerte de que siquiera procediera, pero finalmente el
caso se cerró —explica dándome las hojas, ni
siquiera las leo porque lo sé, yo mismo me asegure
de que cualquier persona que estuviera involucrada
pagara, incluso la empresa que publico la entrevista
y el video que Vanesa les otorgo.
> >Como sabes, el caso fue público, así que… —
Jennifer comienza a sacar muchas hojas de una
carpeta y me las entrega—, en cuanto se narraron los
hechos de Douglas Wilson y Sergio Ortiz, se hizo un
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motín en las instalaciones del edificio de Wilson, lo
destruyeron, lo incendiaron parcialmente y bueno la
policía antidisturbios llego y detuvieron a muchas
personas…
—Lo sé, Jenn.
—Es que necesitaba explicarte por qué fue
mucho dinero el que se usó para pagar todas las
fianzas.
—Tranquila, no importa, ¿Te aseguraste de
pagarlas todas?
—Si —responde sacando una última hoja—,
también me asegure de pagar la multa de Paxton y
logre silenciar a los medios y…
—Espera, ¿Multa?
Jennifer como siempre me observa asustada y
vuelve a acomodar su ropa. —Yo… cuando supe
sobre el motín corrí a hablar contigo porque las
personas que lo lideraban eran sus fans y bueno, al
primero que me encontré fue a Paxton…
—Jenn… —murmuro masajeando mi cien—,
¿Llevaste a Paxton al motín?
—Es que le pedí ayuda para ir al lugar, no veía
conveniente que las fotos de personas destruyendo
1123
un edificio estuvieran utilizando ropa con los logos
de Made in the A.M, y pensé que si llevaba a uno de
ustedes a hablar con ellas lograría pacificar algo.
—Jennifer, ¿Qué hizo Paxton?
—Dijo que no le había dado contexto y que
pensó que íbamos a ayudar, mmm, ¿Recuerdas que
dije que el edificio fue parcialmente incendiado?
Cierro los ojos tirando mi cabeza hacia atrás. —
Pero no hay fotos, de hecho, lo ayudaron y ellas
cuidaron que nadie lo fotografiara, pero los
antidisturbios llegaron y bueno, el resto es historia…
Soy una pésima Manager, lo sé.
—No eres mala, solo que no estamos exagerando
cuando te explicamos lo que era trabajar con Paxton,
ese es tu único error, que lo subestimas, pero en todo
lo demás eres muy buena, asustadiza, pero vas bien.
—Gracias —dice con una sonrisa sosteniendo su
teléfono entre sus manos—, hay una cosa más… que
creo que debo decirte.
—¿Qué pasa?
—Es sobre… —murmura y asiento para que
continúe—, bueno, ahora con todo esto de la
finalización del cierre del caso de Bennett, los
1124
medios han estado sobre los involucrados y… —Mi
teléfono vibra, así que lo saco del bolsillo, es un
mensaje.
“¿No deberías estar ensayando? Vine a buscarte
al sótano, pero no estas”
Frunzo el ceño mientras asiento hacia los
balbuceos de Jennifer. “¿Qué demonios haces
aquí?”
“Larga historia, ven”
—Así que ayer la fotografiaron a ella y estaba
con…
Me pongo de pie haciendo que se calle. —
Gracias Jennifer, me parece muy bien, la mejor
manager del mundo, me tengo que ir, más tarde te
veo —Ella frunce el ceño, viéndome, abre y cierra la
boca, pero no añade nada más.
Las puertas del elevador se abren y de inmediato
veo a Hill parado frente a ellas, completamente
despreocupado, observándome con aburrimiento.
—Eres posiblemente el peor empleado que he
tenido en la vida, así que antes de que te despida
1125
dime, ¿Por qué no me has respondido ninguna
llamada y que mierda haces aq…? —Me detengo
abruptamente al escuchar las teclas del piano.
Reconozco la melodía que suena “I loveyou” de
Riopy. La reconozco porque fue la que ella toco la
primera vez que la conocí. Todo mi cuerpo entra en
corto circuito, el incipiente hormigueo en mi nuca
crece con el suave sonido de las teclas. Ni siquiera
me importa una mierda Hill, lo ignoro y paso de
largo dejándolo atrás.
Hipnotizado por el sonido, me adentro al sótano y
la veo allí. Jude, mi Jude. Sentada en el banquillo
moviendo sus manos sobre el teclado con gracia y
facilidad. Es exactamente como la primera vez que
la conocí, pero esta vez puedo verla, esta vez es de
día, esta vez si alguien bajara y la interrumpiera, no
lo dejaría llevársela…
Habían pasado meses de la última vez que la vi,
no corría hacia ella por simple miedo a que se
desvaneciera. Camine con lentitud maravillado con
su presencia. Recorro con la mirada, su silueta
dibujada por la luz frente a ella. Y allí está de nuevo
en su expresión esa fascinación de la que me había
enamorado, sus mejillas sonrosadas, su cabello
cayendo por su espalda.
1126
Antes de siquiera poder darme cuenta, mi boca ya
esta diciendo su nombre. Ella se detiene al escuchar
mi voz y gira a verme sobre su hombro. Y entonces,
me sonríe, y solo eso me basta para que mi cuerpo
entero entre en un estado de frenesí y caos.
—No tengo ni puta idea de cómo lo descubrió,
fui discreto, incluso, prepárate porque no lo vendrás
venir… amable, fui amable y no sé, todo se fue a la
mierda —habla Hill detrás de mí—. Prácticamente
fui secuestrado y me obligo a traerla aquí, por eso no
respondía.
—Vete —ordeno volviendo mi vista a Jude.
Travis hace caso y sale de inmediato.
—Alexander Macovei, ¿Pensabas que no notaria
que cada que tenía un problema, alguien
desconocido se acercara de inmediato a
solucionármelo?
Su voz, joder, ni siquiera me importa que me esté
reclamando, podría escucharla por horas.
—Yo…
—Tú me mandaste a seguir. Lo sospeché desde
hace semanas, pero lo descubrí cuando Travis me
dijo que iba a esa ciudad por trabajo, después le
quite su teléfono y te marque y respondiste, y tú no
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respondes números desconocidos, así que, así lo
confirme.
Ab
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