Perfecto Caos ✔ zeliri 1 Copyright Information This ebook was automatically created by FicLab v1.0.94 on January 2nd, 2023, based on content retrieved from www.wattpad.com/story/288806631. The content in this book is copyrighted by zeliri or their authorised agent(s). All rights are reserved unless explicitly stated otherwise. Please do not share or republish this work without the express permission of the copyright holder. If you are the author or copyright holder, and would like further information about this ebook, please read the author FAQ at www.ficlab.com/author-faq. This story was first published on May 22nd, 2022, and was last updated on December 25th, 2022. FicLab ID: -6BAfgqS/lcersqxq/50400E5Eg 2 Table of Contents Cover Title Page Copyright Information Table of Contents Summary 1. PERFECTO CAOS. 2. IMPORTANTE 4. Prólogo 5. Capítulo uno 6. Capítulo dos 7. Capítulo tres 8. Capítulo cuatro 9. Capítulo cinco 10. Capítulo seis 11. Capítulo siete 13. Capítulo nueve 14. Capítulo diez 16. Capítulo doce 17. Capítulo trece 18. Capítulo catorce 20. Capítulo dieciséis 29. Capítulo veinticuatro pt.2 32. Capítulo veintisiete 33. Capítulo veintiocho 36. Capítulo treinta y uno 41. Capítulo treinta y seis 43. Capítulo treinta y ocho. 44. Capítulo treinta y nueve. 46. Capítulo cuarenta y uno 3 47. ... 48. Capítulo cuarenta y dos 49. Capítulo cuarenta y tres 50. Capítulo cuarenta y cuatro 51. Capítulo cuarenta y cinco 52. Capítulo cuarenta y seis 54. Capítulo cuarenta y ocho 55. Capítulo cuarenta y nueve 56. Capítulo cuarenta y nueve pt.2 57. Capítulo cincuenta 58. Carta. 59. Epílogo I 60. Extra Uno: Aiden. 61. Epílogo II 62. Nota y libro Paiden. 63. Extra dos: Levi. 64. Extra tres: Mason. 65. Extra cuatro: POV Mason. 66. Extra cinco: Emergencia. 67. Extra seis: Familia. 68. Extra siete. 69. Extra ocho: Sophia 4 Summary title Perfecto Caos ✔ author zeliri source https://www.wattpad.com/story/288806631 published May 22nd, 2022 updated December 25th, 2022 words 240,652 chapters 69 status Complete rating Unknown Adultojoven, Amor, Amorimposible, Banda, Cantante, Caos, Chicklit, Complete, Contrato, Drama, Erótica, Fakedate, Godbooy, Guitarrista, Mejoramigo, tags Newadult, Novelajuvenil, Onedirection, Perfecto, Perfectocaos, Relacionfalsa, Romance, Romancesano, Superaciónpersonal, Tatuajes Description: No sé completamente nada de él, a pesar de que es el mejor amigo de mi novio. A pesar de que mi mejor amiga tenga una ligera obsesión con su existencia. A pesar de que es el vocalista de una de las bandas más importantes del momento. No sé nada de él… Así que lo más coherente que pude hacer cuando me pidió fingir ser su novia por una noche, era negarme. 5 De ese modo no estaría en televisión una foto mía entre sus brazos, no estaría rogándole a mi novio real para que me escuche, no tendría a su representante presionándome con firmar un contrato para fingir ser su novia por más tiempo. Pero todo eso está pasando, y aun ni siquiera es medio día. Conocer a Mason fue un completo caos. ** PRIMER LIBRO DE LA TRILOGIA AMORES CAOTICOS. ESTE LIBRO ES TOTALMENTE INDEPENDIENTE, QUIERE DECIR: NO ES NECESARIO LEER ESTO PARA LEER EL RESTO, TAMPOCO ES NECESARIO LEER LOS DEMAS LIBROS. Obra registrada en Safe Creative. En el Instituto de derechos de autor (INDAUTOR)/INDERLIN. Código de registro: 2206281476291 — La ilustración de portada esta protegida bajo derechos de autor. 6 1. PERFECTO CAOS. Para ti, que a pesar de estar rota en mil pedazos sigues sobreviviendo. Te prometo que un día bailaras bajo la suave lluvia de lo que pensabas que era una tormenta eléctrica. No sé completamente nada de él, a pesar de que es el mejor amigo de mi novio. A pesar de que mi mejor amiga tenga una ligera obsesión con su existencia.⠀ A pesar de que es el vocalista de una de las bandas más importantes del momento. No sé nada de él… Así que lo más coherente que pude hacer cuando me pidió fingir ser su novia por una noche, era negarme. De ese modo no estaría en televisión una foto mía entre sus brazos, no estaría rogándole a mi novio 7 real para que me escuche, no tendría a su representante presionándome con firmar un contrato para fingir ser su novia por más tiempo. Pero todo eso está pasando, y aun ni siquiera es medio día.⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ Conocer a Mason fue un completo caos. FECHA DE INICIO: 22/05/2022 (Disculpen por los errores que se encontraran en el proceso. Este es un borrador aun sin editar) Todos los derechos reservados. Obra registrada en Safe Creative y en el Instituto de derechos de autor (INDAUTOR) Código de registro: 2206281476291 (El código sirve para quien quiera verificar en la pagina oficial de SAFECREATIVE la autenticación de la licencia de derechos) Este libro o cualquier parte del mismo no se puede copiar, transcribir, almacenar, alterar o reproducir por cualquier medio ni utilizar de ninguna manera, excepto para el uso de citas breves como reseñas. 8 2. IMPORTANTE Este es un libro independiente, forma parte de la trilogía amores caóticos, pero los tres libros cuentan historias de diferentes personajes no es necesario leer el resto. POR FAVOR LEER: Quiero y debo aclarar que el tema de la historia principal no se centra en los siguientes puntos de advertencia, es una historia de romance juvenil con toques eróticos como cualquier otra, SIN EMBARGO los siguientes temas si se llegan a tocar (No de manera romantizada) Algunos pueden tratarse de una simple mención o aparecer en un solo capitulo, pero se que a pesar de ser ficción estas cosas pasan en la vida real y para algunas personas suele ser algo difícil su simple mención o simplemente no ser de su agrado leerlo. Estamos aquí para pasar un buen rato, y no quiero atentar con la sensibilidad de alguna persona, así que ADVERTENCIA DE CONTENIDO. MANIPULACION 9 CHANTAJE ACOSO AGRESION EMOCIONAL AGRESION FISICA Y VERBAL ABUSO SEXUAL NO EXPLICITO, SIN EMBARGO SE ENTIENDE QUE SE TRATA DE ESO USO DE DROGAS SIN CONSENTIMIENTO CONDUCTAS QUE ATENTAN CONTRA LA INTIMIDAD SEXUAL: TALES COMO GRABACION Y DIFUSION DE CONTENIDO SEXUAL SIN CONSENTIMIENTO. ENFERMEDADES MENTALES COMO LA DEPRESION. TALES CONDUCTA SUICIDA. —LA PROTAGONISTA EN ALGUNAS OCASIONES PERMITIRA CONDUCTAS DE AGRESION HACIA ELLA POR IGNORANCIA, SIN EMBARGO AUNQUE NO SE TRATEN AL MOMENTO SE TRATARAN EVENTUALMENTE. 10 LOS TEMAS NO SON ROMANTIZADOS, SON CRUCIALES PARA LA TRAMA, NO SON PUESTOS SIMPLEMENTE POR MORBO, SON EVENTOS RELEVANTES. Como extra: También cuenta con escenas de sexo explicito, este sin embargo, es consensuado. 11 (Petición especial para que no mencionen spoilers, ya que este apartado lo pondré al inicio del libro) <3 ACLARACION QUE AHORA CREO QUE ES NECESARIA, YA QUE LAS PERSONAS SE SUELEN CONFUNDIR: EL PROTAGONISTA SE LLAMA MASON ALEXANDER MACOVEI, PERO PUBLICAMENTE SOLO ES CONOCIDO COMO ALEXANDER MACOVEI, SOLO SUS AMIGOS CERCANOS SABEN QUE SE LLAMA MASON. Por eso en la sinopsis dice “conocer a MASON fue un completo caos” y en el tráiler dice “Hasta que conoce a ALEXANDER Macovei” NOS ESTAMOS REFIRIENDO A LA MISMA PERSONA. https://youtu.be/4tR_JOPpWqU —También acabo de crear una playlist con todas las canciones que salen a lo largo del libro, esto por las personas que en mensajes llegaron a preguntarme. En el link de mi perfil pueden encontrar el enlace a spotify. 12 4. Prólogo Era inevitable, el invierno me transportaba siempre a su recuerdo, cuando la fría brisa golpeaba mi rostro y por inercia cerraba los ojos, podía verlo, podía sentirlo… Sus manos tentando mi piel, el sonido de su voz cuando decía mi nombre, sus suaves labios sobre los míos, casi podía imaginar el sonido de su risa. Era una dulce tortura, una pesadilla disfrazada de sueño. Porque no solo venía lo bueno, volvía lo malo… volvía a la última vez que lo vi, a la vez que mi corazón y alma se rompió en mil pedazos. Las lágrimas, la decepción, la tristeza, podía sentir todo tan palpable en el aire, como si estuviera allí, reviviéndolo. Su voz quebrada, mi llanto, las mentiras. La pregunta que cambiaría todo. El silencio que dio las respuestas… 13 Me obligué a poner mi mente en blanco como siempre. Dejar de pensar me ayuda a dejar de sufrir, a dejar de sentir… Al final solo una pregunta rondaba en mi cabeza ¿A dónde se supone que vaya, cuando no quiero estar en ninguna parte? 14 5. Capítulo uno 01 | MADE IN THE A.M. ♪ Something bad is ‘bout to happen to me, I don’t know it, but I feel it comin’ ♪ (Algo malo me va a pasar, no lo sé, pero lo siento venir) -Dark Red. Steve Lacy. —No puedo creer que me abandones, y dices ser mi mejor amiga —Termina de hablar Vanesa tirándose de manera teatral a mi cama. Suelto una risa dándole un ligero empujón. —No pienso gastar parte de mis ahorros en una banda que ni siquiera conozco. —Lo hacías antes, cuando me amabas —Se queja con un puchero infantil surcando su rostro, no puedo evitar reírme. El problema de Vanesa es que ella no es solo una fan más, es “la fan”. Su fanatismo bien podría denominarse como acoso. 15 Y lo peor es que no ama a un grupo o artista, ama a media industria musical. Por lo general, cuando hay conciertos y tengo oportunidad la acompaño, aunque no me guste o no conozca al artista, ese tipo de eventos se me hacen divertidos. Digo, siendo realista ¿Quién no disfruta música en vivo, ambiente increíble, y alcohol? Al menos yo si lo hago. Pero este caso es diferente, los chicos de “Made in the A.M” ya llevaban unos años siendo famosos, incluso antes de su debut como una banda real. Al menos lo fueron en internet, haciendo covers, así que cuando lanzaron su primer disco ya tenían un público, y ese público los llevo a romper récords convirtiendo su disco debut en uno de los más escuchados. En cuestión de nada se volvieron un fenómeno musical, y la nueva obsesión de Vanesa. Así que, en el segundo que se enteró de que tendrían un concierto, comenzó a ahorrar como la fanática intensa que es. Y sé lo importante que es para ella, la acompañaría de verdad, pero por el éxito que tienen su boleto cuesta un riñón, al menos en el área que debo comprar si quiero estar con ella. 16 —Prometo acompañarte cuando su carrera esté algo deteriorada y vendan los boletos a precios razonables —Le lanzo un beso viéndola a través del espejo. Suelta una risa y se pone de pie deslizando las manos por su vestido en un intento por cubrir un poco más sus piernas, su gesto es de molestia. —Luces incómoda. —Luzco candente, como la próxima madre de sus hijos, de su hijo, más bien, no pienso arruinar mi cuerpo con más. Suelto una risa—, ¿Iras a la fiesta de Edith? Asiento mientras busco mi bolsa de maquillaje. Lo divertido de los conciertos que tenemos en mi ciudad, es que cuando el resto de amigos de Vanesa tampoco pueden ir, hacen una fiesta al mismo tiempo llamada “suicidio colectivo”. Las fiestas empezaron como un juego, con menos de diez invitados, hasta que comenzaron a hacerse cada vez más populares y cada vez más grandes, siempre igual de divertidas. Aunque en algún punto de la noche sin falta, siempre está el grupo de personas que les gana el 17 sentimiento y comienzan a llorar por no poder conocer a su o sus ídolos. Fuera de eso, es increíble. —Me iré en taxi para no tener que buscar estacionamiento, ¿Tomas mi auto y pasas por mí a la salida del concierto? —De nuevo hace sus pucheros ridículos que me provocan risa. Asiento tomando mi teléfono. —Está bien, igual no quiero llegar tan temprano. Se acerca corriendo a mí para dejar un beso en mi cabeza, observa su reflejo en el espejo y asiente para sí misma. Me arrebata mi teléfono y en cuestión de segundos lo conecta al altavoz. —Si los escucharas con atención te encantarían, conozco tus gustos —Teclea en mi celular con rapidez—, mi meta para su próximo concierto es que seas una groupie más y vayas conmigo. La observo con diversión. —Cuidado que te los quito —Bromeo al tiempo que mi voz se deja de escuchar, la habitación se inunda con el sonido de una batería y un bajo. Vanesa me saca la lengua regresándome mi teléfono. 18 —Te veo más tarde —Vocaliza y asiento. En cuanto se va, disminuyo un poco el volumen, pero no lo quito, por increíble que me parezca, Vanesa tenía razón. Me gusta como suenan. Noto que es algo imposible clasificar su género, son una combinación de muchos. Descargo el álbum completo y lo reproduciendo mientras me comienzo a vestir. dejo “A q hora llegas?” Leo el mensaje de Edith y levanto la vista, casi como si el destino se burlara de mí lo primero que enfoco es el inmenso nombre de la banda. Made in the A.M. Se supone que el concierto iniciaba a las ocho, pero según el mensaje de Vanesa, que leí hasta que estuve a dos minutos de llegar aquí, el concierto había iniciado dos horas tarde. Así que llevo como idiota esperando una hora. 19 Aun desde afuera se pueden escuchar con fuerza, el ambiente es una completa locura, incluso las fans que no han logrado entrar estaban afuera gritando emocionadas. Ver tanta euforia solo me convence de que fue una buena decisión dejar el carro algo alejado. Ignoro el mensaje de Edith y comienzo a tomar distancia de la entrada principal dándome cuenta de que están tocando su última canción, sé que Vanesa tardara mil años más en salir, así que para evitar un poco la aglomeración tomo más distancia, terminando por recargarme en un muro. Entro al chat de Vanesa y veo las dos fotos que manda. La primera es de un chico con el rostro elevado hacia el cielo, parece estar completamente sudado o mojado y contra todo pronóstico eso lo hace lucir bastante atractivo, su camisa blanca doblada hasta los codos se pega a su cuerpo, y por lo mojada que está se transparenta dejando ver su definido cuerpo, y gran parte de todos los tatuajes en sus brazos y parte de su pecho. Ahora entiendo la cantidad absurda de dinero que pago Vanesa, prácticamente pareciera que si 20 extiende la mano podría tocarlo, y algo me dice que claro que lo hizo. La segunda foto me hace soltar una carcajada. La cara de Vanesa está en toda la pantalla, parece tomada desde abajo haciéndola lucir más graciosa, en ella está gritando y llorando o ambas. “Ya empezaron a salir” Mientras leo el mensaje una fuerte sensación de vértigo me invade haciéndome perder la fuerza de mis piernas, cuando tengo el culo en el piso me doy cuenta que no fue un mareo, la pared se movió, y no era una pared más bien parece una puerta corrediza. —Mierda —murmura un chico colocándose enfrente—, ¿Estás bien? —Sus ojos verdes me observan con preocupación. —Auch —Es lo único que atino a responder, contengo las ganas de sobarme el trasero mientras tomo la mano que tiene extendida hacia mí y con su ayuda me coloco de pie observando mi pobre teléfono en el piso con la pantalla rota—. Estoy bien. —Lo siento —dice agachándose y tomando mi celular—, te lo pagaré —Lo tomo de su mano y niego restándole importancia. 21 —Yo no debí estar recargada en una puerta como si nada, pero en mi defensa parece una pared cualquiera. Se gira con una sonrisa sarcástica plasmada por todo su rostro. —¿El letrero no te dio una pista? —pregunta mientras apunta hacia atrás. En cuanto veo lo que señala, siento el calor subir por mi cuerpo, un letrero a casi medio metro se encuentra extendido en advertencia de no estacionarse junto a un “puerta en servicio” —No traigo mis lentes —Miento descaradamente en un intento de parecer menos idiota. El tipo parece notar mis nervios, pero educadamente no dice nada, simplemente asiente mientras suelta una risa—. Bueno, un gusto, adiós. —Giro sobre mis talones dispuesta a salir huyendo abochornada. Él me alcanza colocándose frente a mí de nuevo —Permíteme pagarte, por favor. Niego repetidas veces, guardo mi teléfono en mi bolsillo y hablo: —No es necesario, de verdad. —Si no aceptas dinero, entonces, déjame pagarte de otra manera —No respondo nada, espero que continúe y lo hace— Te invito a una fiesta —sonríe 22 con suavidad mientras el radio que tiene en su cintura suena, pero lo apaga al instante. —Gracias —Sonrió cruzándome de brazos—, pero ya iré a una fiesta, solo espero a una amiga — Apunto hacia el concierto, nos sumamos en un incómodo silencio mientras él parece más que nada, confundido. Por un interminable segundo barre su vista por todo mi rostro, casi como si esperara encontrar algo más. Mi teléfono vibra y lo saco de mi bolsillo, el mensaje de Vane me aparece de inmediato. “Ya saldré” —Debo irme —repito pasando por su lado, esta vez no me detiene, me giro viendo que continúa en donde mismo. Por dos segundos medito la opción de invitarlo, una parte de mí cree que es una mala idea, pero, soy la reina de las malas ideas así que me acerco nuevamente poniéndome ahora yo enfrente de él. —¿Quieres ir? —¿Qué? —murmura y frunce el ceño. 23 —A la fiesta —explico despacio— conmigo. Cuando no responde definitivamente fue mala… confirmo que —Claro —responde saliendo de su confusión—, ¿Quieres que invite a alguien? — pregunta mientras parece medir mi reacción. Suelto una risa y me encojo de hombros —Si tú quieres. —No quiero —contesta casi de inmediato. Lo observo alucinando. No sé si soy yo, o esta conversación se ha tornado algo extraña. ¿Con qué fin lo pregunta entonces? —Solo que salga mi amiga y nos vamos de aquí, si quieres podemos irnos todos juntos y acabando la fiesta te regresamos, o tú nos sigues. El tipo solo sonríe y asiente —Iré a dejar unas cosas y te veo aquí. —Te veo aquí —repito mientras lo veo alejarse con rapidez, se detiene a unos pasos y regresa trotando haciéndome reír, debemos parecer idiotas. —Elliot —Extiende su mano hacia mí. La tomo y sonrió. 24 —Judith. Vuelve a irse y por un segundo medito si debería irme y dejarlo botado, podría perfectamente decirle a Vanesa por donde estoy estacionada, y pedirle que ella se acerque al auto. Pero no lo hago. Solo me quedo plantada en mi lugar viendo a las personas que salen. Después de lo que sentí como una eternidad vi a amiga medio ebria, llorando y demasiado feliz. Muy extraño, muy Vanesa. —Fue el mejor concierto de mi vida —murmura hipando. Rio dándole un suave masaje en su espalda —, yo toqué a Alex, dios, ¡es tan guapo! –Levanta su mano como si fuera un objeto sagrado. —Seguro que se enamoró de ti, pero por respeto a sus fans no mostró mucho interés —Bromee haciéndola llorar más. En cualquier otra circunstancia me preocuparía de su llanto, pero no es la primera vez, de hecho, siempre que salimos de un concierto, llora. Ella lo llama depresión post concierto, que trata de la nostalgia que le provoca cuando acaba. 25 —¿Todo bien? —La voz preocupada de Elliot suena detrás de mí. Asiento observando a mi amiga. —Ella es Vanesa —digo hacia él. Giro a la mencionada, pero esta ensimismada viendo las fotos de su celular. Rasco mi ceja sintiéndome apenada—. Vanesa, él es Elliot, e ira con nosotros a la fiesta. Ni siquiera me responde, continúa con su vista fija en su celular mientras de manera sutil se tambalea. —¿Segura que está bien? —Tranquilo, con más alcohol se le pasa —Me encojo de hombros mientras tomo el brazo de mi amiga y la sostengo por todo el camino por miedo a que se caiga en cualquier momento. Elliot en silencio nos sigue detrás—. No tengo idea de cómo este el ambiente, pero casi siempre es bueno — menciono refiriéndome a la fiesta. —Tranquila, igual traje las entradas de la fiesta a la que te invité en caso de que… Vanesa pasó de ebria a sobria en un segundo, su pequeño y tambaleante cuerpo se abalanza hacia el frente empujándome con fuerza, por unos segundos pierdo el equilibrio. 26 —¿Dónde conseguiste eso? —inquiere arrebatándole los tickets a Elliot quien dio un paso atrás ante el entusiasmo de Vanesa. —Un amigo —musita algo incómodo. Ella lo observa en silencio para después echarse a llorar de nuevo. Genial, ahora creerá que somos unas locas. “Lo siento” vocalizo con los labios hacia el chico. Él sonríe tranquilizándome de manera instantánea. —Es que el —lloriquea refiriéndose a Elliot—, el me recordó a…, no sé, quizás el nombre —La observo confundida sin entender nada de sus balbuceos, la poca atención que tenía en Elliot paso a segundo plano nuevamente, sus ojos brillan mientras observa los tickets con completa devoción —. ¡Vamos, vamos, vamos, vamos! —grita llamando la atención de varias personas. La tomo con fuerza del brazo obligándola a continuar caminando. —¿Qué demonios te pasa? —Es una fiesta post concierto Jude, quizás… dios, ¿sabes lo que cuesta conseguir estas cosas? Ni siquiera están a la venta, por favor vamos. Casi siempre los chicos se encuentran allí, siempre que 27 acaban se van a directo a… —Toma aire hondo al quedarse sin respiración por lo rápido que habla—, podría no solo tenerlos cerca, podría incluso hablarles, por favor Jude, hago lo que quieras. —¿Y Edith? —farfullo mientras quito la seguridad del auto. A mí en realidad me da igual. Pero es una de las mejores amigas de Vanesa, y siempre espera que ella este allí. —Que se joda Edith, son Made in the A.M, lo entenderá —Abro la puerta del auto obligando a mi amiga a entrar al asiento del copiloto. Espero que Elliot no se arrepienta de habernos invitado por la actitud tan fuera de control de Vanesa, con ese último pensamiento subo al auto colocándome tras el volante y siguiendo sus instrucciones manejo a la dichosa fiesta. Estábamos a años luz del tipo de fiesta que nosotras frecuentábamos. Las nuestras eran en el patio de alguna amiga con una bocina y una mesa plegable. Aquí tan solo al entrar está lleno de luces, el piso y las paredes. Al recoger nuestras entradas nos colocaron una pulsera fosforescente para poder pasar, nos dieron 28 una caja con el nombre de la banda impreso en ella. Vanesa abrió la suya casi de inmediato. Dentro traía ropa que supuse era parte de su mercancía, un disco, al parecer fotografías, pins, y no logre ver más. Todos adentro traen una camisa con el logo de la banda impreso en ella. Giro a ver a Vanesa que ya se encuentra colocándose la suya también. Dentro del lugar todo es más impresionante, hay mesas llenas de bebidas, varias cabinas fotográficas, esta alucinante. —Vuelvo en un momento —habla Elliot por encima de la música, asiento viendo cómo se aleja. Vanesa no tarda el jalarme con ella. —Te juro que si mañana despierto y esto es un sueño, me suicido —Rio viendo el montón de vasos acomodados alineados sobre una barra. Vanesa agarra uno de ellos tomándoselo de fondo. La observo alucinada. —Mejor pídele al bartender que te prepare algo nuevo, eso no sabes lo que trae… Pasa por mi lado ignorándome olímpicamente, camina hacia un chico y lo toma del brazo haciendo 29 que se gire hacia ella, pero con el rostro decepcionado vuelve conmigo. —Necesito encontrar al menos a uno. —Suerte —declaro alejándome, su mano toma mi brazo obligándome a caminar a su lado. —Tú me vas a ayudar, cuatro ojos son mejor que dos —Con fastidio tiro mi cabeza hacia atrás dramáticamente. No creo que contaran mis ojos, si no conozco los rostros que buscábamos, aun así, la seguí. Caminamos en círculos por más de media hora sin ningún tipo de éxito. —Necesito un shot —anuncia deteniéndose al fin. —Yo necesito ir al baño —murmuro soltándome de su agarre. Para mi suerte no opone resistencia, camino por los pasillos girando de vez en cuando solo para asegurarme de que Vanesa no me siga. Por supuesto que no planeo irme sin ella, pero necesito un respiro de dar vueltas en círculos como maniáticas por todo el lugar. No pude ver a Elliot en todo el rato, igual y ya se había ido. 30 Lástima, era algo lindo. Llego a un pasillo vacío, la música aquí casi no llega, el pasillo termina en unas escaleras que bajan hacia un sótano, giro descartando por completo ir más lejos. Detengo mis pasos al escuchar una guitarra eléctrica, reconozco la canción que suena “Sweater Weather” de The Neighbourhood. Por unos segundos me quedo parada disfrutando de lo increíble que suena. ¿Así que habrá una segunda fiesta abajo? A la mierda, solo me asomaría un solo segundo. 31 6. Capítulo dos 02 | ESCONDITE. ♪ You said: Hey, and I said: Hello, What’s your name? I’d really like to know about you. Too bad I stopped at hello ♪ (Dijiste: Hey!, y yo dije: Hola ¿Cuál es tu nombre? Realmente me gustaría saber de ti. Lástima que me detuve en “hola”) -Cliche. Mxmtoon. Camino en silencio por las escaleras evitando hacer el menor ruido posible. En cuanto llego al último escalón me percato de que es un sótano muy grande, pero no hay nadie. El sonido también ha parado de manera abrupta. ¿Sería una bocina? Hay instrumentos por todo el lugar, y está ligeramente desordenado. No logro ver mucho, ya que la luz está apagada y solo se encuentran luces tenues encendidas. Me doy vuelta para subir. —¿Qué haces aquí? Doy un salto en mi sitio llevando la mano a mi pecho, giro asustada sin lograr ver a nadie. 32 —Lo siento —murmuro barriendo mi vista por todo el lugar. —No me respondiste. —¿Qué? —balbuceo. —¿Qué haces aquí? —repite con lentitud y algo de humor en su voz. —Me escondía —admito enfocando la vista hacia una de las esquinas del sitio, al fondo, de donde sale la voz. Suelta una risa ronca mientras enciende una pequeña luz dejándome ver su silueta. —¿De quién? —Mi mejor amiga —respondo—, ella es algo intensa, me ha arrastrado por toda la fiesta para buscar a un grupo de idiotas que… —Me freno en seco. Debo callarme si no terminaría hablando y hablando sin parar—. De una amiga —digo de nuevo, como si de esa manera se hubiese borrado todo lo que dije antes. El chico se para mientras deja de lado su guitarra, es alto, no sé si era la oscuridad, su voz, su postura, su estatura, pero impone muchísimo, incluso entre sombras. 33 Se acerca a donde estoy colocándose de esa manera bajo una luz permitiéndome poder verlo. —¿Grupo de idiotas? —inquiere con una sonrisa. Se recarga en la pared girando su cabeza con curiosidad haciendo que varios mechones de su cabello ondulado caigan en su frente. Lleva un suéter negro que combina a la perfección con su el color de su cabello. Sus ojos que parecen ser grises me observan con ligera suspicacia, parece estarme analizando, como si desconfiara o como si quisiera ver a través de mí. —El grupo chicos, el de esta fiesta —aclaro algo avergonzada. —Ahhh, ese grupo de idiotas —sonríe de lado con un brillo en sus ojos—, bueno adelante — continúa extendiendo su mano hacia el frente—, este lugar es el mejor para esconderse, tenía referencias perfectas —Toca algo en la pared que hace que unas luces alumbren un poco más—. Hasta hoy —Gira levemente hacia mi antes de volver su vista al frente y caminar hacia un sofá dejándose caer sobre él. Camino por el lugar observando las cosas con más interés del que en realidad siento, no sé si es por 34 lo guapo que es o lo fijamente que me ve, pero me estoy poniendo nerviosa. Lo veo de manera discreta, notando como gira con una facilidad impresionante una baqueta entre sus dedos. —¿Así que también tocas la batería? —cuestiono sorprendida. Él detiene el movimiento de sus dedos y suelta una casi imperceptible risa. –En realidad nada. —¿Solo la guitarra? —pregunto observando el instrumento en el rincón. —Estoy aprendiendo un poco, sí. —¿Un poco? —Suelto una risa irónica ante sus palabras—, ¿Modestia real o quieres hacerte el interesante? —La diversión en mi voz es evidente, la verdad es que lo escuche casi nada, pero con ese poco es claro que sabe lo que hace. No lo veo como un simple aprendiz. —Un poco de ambas —Recarga su espalda por completo en el sofá y extiende sus brazos por el respaldo. No sé porque, pero tengo la sensación de que todo lo que digo le causa gracia. 35 Muerdo mi labio para dejar de sonreír, camino hacia el bonito piano que se encuentra al fondo, luce algo empolvado, a diferencia de todos los demás instrumentos, este se nota que no lo usan en mucho tiempo, levanto con cuidado el panel para observar el teclado. —¿Tuyo? —Quise saber. Por el sonido de sus pisadas puedo notar que se acerca, me giro al tiempo que él se pone detrás de mí. Tengo que levantar el rostro para poder verlo a los ojos. —Este si —dice apartando la vista, observo una etiqueta dorada con el nombre “Mason” escrita en ella. —¿Es tu nombre? —pregunto mientras me hago a un lado dejando que saque el largo banquillo. Por unos segundos veo la sombra de una duda cruzar su mirada, es tan sutil y momentánea que por un segundo dudo que haya sido real. Con una sonrisa suave asiente. —Ahora tú sabes mi nombre, y yo no sé el tuyo, estoy claramente en desventaja —replica mientras se acomoda en el banquillo. —Judith —respondo— Jude. 36 —Jude —repite después de mí. ¿Por qué mi nombre suena tan jodidamente bien? Fijo mi vista en las teclas del piano, ignorando el rumbo de mis pensamientos —Así que, ¿tocas? —Algo así, mi mamá me obligo a tomar clases por dos años —continúa presionando teclas al azar —. Al principio lo odié, después encontré una motivación. —¿Cuál? —pregunto limpiando superficialmente el polvo. —Impresionar a las chicas —responde con una sonrisa divertida. Ruedo los ojos conteniendo la sonrisa — Impresióname con tus dotes musicales. —No sé si deba —expresa pensativo–, escucharme tocar puede ser altamente adictivo. Recargo mis codos sobre la orilla de la caja colocando mi rostro entre las palmas de mi mano. —Creo que puedo manejarlo. Pasa su lengua entre sus labios riendo, me siento una acosadora al fijar mi vista en su boca húmeda. 37 Parpadeo obligándome a apartar la mirada, sus manos se posan débilmente sobre las teclas. Toda mi atención se va directo a esa zona de su cuerpo. Tiene tatuajes hasta la punta de sus dedos. Por su suéter no puedo ver por encima de sus muñecas, pero podría jurar que los dibujos se extienden más arriba. Finalmente comienza a tocar. Me bastan dos segundos para reconocer la canción. — ¿Es ense…? —Shhh —Me hace callar mientras continúa tocando el tema de Harry Potter. Después de un minuto se detiene y se gira a mí—. ¿Y bien? —Decepcionante. Suelta una risa mientras coloca una mano sobre su pecho como si le estuviese doliendo. —Retráctate, ¿Qué clase de persona humilla a quien le comparte su escondite? Mordisqueo mi labio inferior mientras me aclaro la garganta conteniendo mis ganas de reír. —Estoy anonadada, creo que me he enamorado —concluyo con toda la seriedad que me es posible. 38 —Naturalmente —Se encoge de hombros con la diversión bailando en su sonrisa., se mueve hacia un extremo del banquillo palmeando el lado vacío, me acerco para sentarme a su lado poniendo toda mi atención en las teclas, ¿Por qué demonios estoy así de nerviosa? —Así que… ¿Eso aprendiste en tus dos años? — Asiente luciendo orgulloso. Suelto una risa negando —. Tu mamá debe estar desilusionada. Y así de rápido su sonrisa se apaga. —Eso no podría saberlo, está muerta. Y el premio a la más idiota del año es mío, definitivamente. Borre todo amago de sonrisa, sintiéndome apenada. —Lo siento —dije con rapidez. —Tranquila, no pasa nada. —Lo lamento de verdad, no debí… Se gira hacia mí viéndome con gracia. —Está bien, de verdad —Toca un par de teclas sin orden— ¿Estás distrayéndome? 39 —¿Qué? —titubeo confundida. —Hace un segundo declaraste tu enamoramiento por mí, y ahora cambias el tema. Francamente parece que estás distrayéndome —Sonríe y yo hago lo mismo, mi vista se dirige hacia los hoyuelos que se marcan en sus mejillas, y siguiéndole el juego asiento. —Trate de no ser muy obvia —murmuro acariciando las teclas. Sin saber que más decir, toco un par de notas deleitándome con la melodía. —¿Así que ahora tú intentas enamorarme a mí? Suelto una risa tocando las mismas notas, comienzo a tomar el ritmo un poco más rápido, justo como recordaba. Llevo años sin tocar el piano, pero al parecer no lo he olvidado, confiando en mi memoria comienzo a tocar “I love you” de Riopy. Dejo por completo el ritmo lento, dejándome llevar, permitiendo que mis dedos se muevan con fluidez por el teclado, cierro los ojos unos segundos disfrutando la hermosa melodía. Mis dedos se mueven sin problema como si tuvieran memoria propia. 40 Había olvidado lo que me encanta esta canción, había olvidado lo estimulante que era para mí tocarla. Y había olvidado… que tenía a alguien a mi lado. Detengo mis dedos de manera abrupta sintiendo el calor subir por mi rostro. Intento ignorar la vergüenza que me invade y giro hacia él y entrelazo mis manos. —¿Enamorado? —Pregunto siguiéndole el juego —Completamente —responde con una bonita sonrisa. Así de cerca y gracias a la luz bajo la que estamos, puedo percatarme de algo que me asombro. Sus ojos. Sin pensármelo, elevo mi mano hacia los mechones de su cabello que caen de manera desordenada en su frente, los hago hacia atrás incorporándolo al resto de su cabello solo para asegurarme de que no es un efecto de la luz, pero no, allí están, con claridad. Sus ojos son un espectáculo impresionante, un ojo tiene el color mucho más claro que el otro. —Tienes heterocromía —murmuro observando fascinada los distintos colores de sus orbes. 41 Parpadea luciendo desorientado —¿Cómo…? — Suelta un suspiro interrumpiéndose así mismo, pasa su mano por su cabello despeinándolo a su paso—. Olvide que no traía… —De nuevo se queda en un silencio incómodo. —Me gustan tus ojos —digo sin pensar sintiéndome avergonzada casi al instante. Él sonríe abiertamente observándome fijo, no sé si es por lo que dije, o el hecho de que está disfrutando viéndome muerta de la vergüenza, pero todo paso de incómodo a divertido en una brevedad de segundos. La luz se encendió cegándome momentáneamente, coloco una mano en mis ojos cubriéndolos de la luz. Parpadeo al escuchar la voz y me pongo de pie de un salto enfocando mi vista nublada en el chico parado al inicio de las escaleras. —Elliot, hola —digo algo descolocada—, creí que te habías ido —Pensé lo mismo —señala viendo al chico a mi lado entonces habla hacia el—. Así que aquí estabas. 42 ¿Se conocían? —Finge que no me has visto —pide. Si, se conocen. —Vanesa está buscándote, parece preocupada. —Mierda, lo siento —Me giro hacia Mason quien se coloca de pie viéndome a los ojos—, gracias por dejarme estar un rato —Sonrió genuinamente, él no dice nada, solo asiente. Me giro sintiendo nuestros nudillos rozar, comienzo a caminar hacia el Elliot que me observa con curiosidad. —Judith —habla Mason detrás de mí. Giro hacia el mientras siento a Elliot tomar mi brazo, a pesar de su agarre no me muevo. Niega ligeramente y sonríe —, creo que mi canción fue mejor que la tuya — suelta de pronto, sonrío al escucharlo y asiento de acuerdo con él. —Perfectamente podrías ser el próximo exponente de la música —Bromee provocando que sonriera. Elliot vuelve a dar un paso atrás, esta vez sí me muevo y me obligo a caminar dejándome guiar por él. 43 Deje mi café humeante sobre la mesita frente a mí, tome mi teléfono algo sorprendida. Confirme que sí, Elliot me ha enviado un mensaje. Después de la fatídica noche en la que lo único que hicimos después de que me encontrara fue arrastrar a Vanesa ebria al departamento, creí que lo último que haría sería volver a hablarme. En su lugar, y siendo totalmente honesta, yo no lo haría. Pero aquí estaba él, mandando un mensaje de buenos días. —¿Quién es ese? —pregunta Vanesa tirándose a mi lado con una manta envuelta en su cuerpo. —Elliot —murmuro abriendo el mensaje para responderle. —¿Quién? —insiste mientras se estira para agarrar mi café. —El chico de ayer —respondo con obviedad. —¿Es lindo? —pregunta mientras le quito mi café. Suelto una risa viéndola incrédula. —¿No lo recuerdas?, prácticamente le lloraste cuando lo viste. 44 —Estaba demasiado ebria —se queja haciendo un mohín—. Nunca más, tengo una resaca de muerte. —Siempre dices eso —digo con sorna mientras respondo de regreso un simple buenos días. —Como sea, tengo hambre —Se queja poniéndose de pie tirando el teléfono a un lado mientras camina al sofá. Elliot responde en ese momento. “Me quede con ganas de saber que es una fiesta suicidio colectivo” Rio ligeramente mordiendo mi labio. “No es la gran cosa, quizás un día te lo muestre, te advierto que no es el tipo de ambiente tuyo” “Mi tipo de ambiente no es el de ayer, si eso crees” responde casi de inmediato. El teléfono de Vanesa comienza a vibrar a mi lado. —Tu teléfono —grito mientras respondo a Elliot. “Entonces, ¿Cuál es tu tipo de ambiente?” —¿Me están llamando? —pregunta asomando su cabeza por la cocina. Giro la pantalla viendo el aviso de una llamada entrante. 45 —Sí, tu madre —aviso mientras leo la respuesta entrante del rubio. “Quizás un día te lo muestre” Suelto una risa bloqueando mi teléfono. —Ah, da igual, me habla para regañarme seguro, solo cuelga —responde sin más volviendo a la cocina. Rio con incredulidad. Yo quizás no tengo unos padres a los cuales rendirles cuentas, pero si tengo un hermano sobre protector que si me atreviera a ignorar no viviría para contarlo. Tomo su teléfono y justo como me dijo cuelgo la llamada congelándome por un momento viendo su fondo de pantalla. Parpadeo repetidamente como si eso me ayudara a aclarar mi vista, mente, lo que sea. Pero no, el rostro del chico sigue pareciéndome muy familiar. Quizás por la oscuridad no logre apreciar por completo cada rasgo de su rostro, pero podría jurar que era él. —¿Qué pasa? —murmura Vanesa con preocupación sentándose a mi lado, toma su teléfono de mi mano para poder ver la pantalla. 46 —Creo que ayer, hable con él —afirmo apuntando la pantalla. —¿Qué? —grita soltando su sándwich colocándose de rodillas sobre el sofá—, ¿Cómo, en qué momento? —Ayer, escon… buscando el baño —Carraspeo ligeramente—, me encontré a un chico y se parecía mucho a el —Vanesa me observa con la boca abierta sin moverse ni un ápice. —¿Conociste a Alex? —Sus palabras apenas son audibles. ¿Alex? Meneo la cabeza. —Se llamaba diferente —digo mientras observo su rostro en el teléfono—, sus ojos también eran diferentes, de colores distintos… Ella más aliviada vuelve a sonreír tomando su comida y sentándose a mi lado. —No era él —responde convencida—, aunque pudo inventarte otro nombre, lo de sus ojos me lo confirma, él no los tiene diferentes —Teclea con rapidez en su teléfono volteando su pantalla a mí mostrándome una foto del mismo chico, pero 47 enfocada en sus ojos. Eran grises claros, ambos exactamente iguales. Negué y sonreí. —Sí, me confundí —confirmo viendo la foto por unos segundos más de los necesarios. Quizás tenían rasgos similares, quizás después de todo si estaba medio ebria. Mi vista voló a sus manos tatuadas, la duda volvió a instalarse en mí, pero preferí ignorarla completamente. Después de todo, ¿Qué probabilidad había de que hubiese sido él? Y si lo fuera, ¿Qué importancia tendría? Es posible que no vuelva a verlo nunca en mi vida. No volví a tocar ese tema, y eventualmente, solo lo enterré en mis recuerdos. 48 7. Capítulo tres Advertencia: Este capitulo contiene una escena de agresión sexual . Este capitulo tiene dos saltos en el tiempo, debido a que es el contexto de la relacion que lleva Jude con Elliot, pero es el único capitulo que tendrá estos saltos. 03 | CONFIANZA. ♪ I really thought we had it, but at the time it was more than I could manage.♪ (Realmente pensé que lo teníamos, pero en ese momento era más de lo que podía manejar.) -You got me so high. The Neighbourhood. Un año después. Vanesa permanece parada frente a mí con su teléfono extendido hacia mi cara con una videollamada en curso. —Antes de colgar, por favor escúchame —habla Elliot del otro lado de la pantalla. Su cabello esta fuera de lugar, algo raro en él, parece cansado. 49 Vanesa alza el pulgar de acuerdo con él. Le arrebato el teléfono de su mano y camino con rapidez a mi habitación. —¿Cómo conseguiste que te desbloqueara? —No lo ha hecho —responde encogiéndose de hombros, frunzo el ceño tocando la pantalla del teléfono para ver desde donde marca. El nombre de “Alex” con mil emoticones de corazón adorna la pantalla. —¿Le has dado el número de Alexander? — pregunto alucinada. Él asiente y suelta un suspiro. —Ventajas de que tu mejor amigo sea tu jefe — murmura en voz baja. —No sabes en qué lo metiste. —No es su número personal, exactamente, es de trabajo —parece un poco avergonzado al decir eso. —Se te da lo de ocultar cosas… Después de esa incómoda fiesta a la que fuimos con Elliot pensé que perderíamos comunicación por completo, pero no lo hizo, me busco un mes completo. La desconfianza y confusión que sentí por el cuándo lo conocí desapareció eventualmente. El 50 también lucia más relajado y con el paso de los días más cómodo. Terminamos besándonos en medio de una fiesta. Esa y muchas otras noches que continuamos viéndonos. Después de que mi último ex, Douglas, se encargara de joderme la vida había prometido no volver a salir con otro chico. Pero Elliot era guapo. Y no pensaba llevarlo más lejos. Pero Elliot era muy lindo… Con el paso del tiempo me di cuenta de que de hecho coincidíamos en muchas cosas, teníamos gustos, intereses, incluso pensamientos completamente similares. Así que congeniar fue algo bastante sencillo. No tuve ni que explicarle mi miedo al compromiso, me dio mi tiempo, no le molestaba que no le hablara, no le molestaba que no respondiera de inmediato, y como extra: me encantaba que gracias a su trabajo se la pasaba constantemente fuera de la ciudad, u ocupado así que tenía muchísimo espacio. Llego el punto de que éramos como novios sin oficializarlo por completo. 51 Me gustaba su compañía, y él parecía disfrutar la mía. Aunque cada vez se volvía más formal nuestra relación en realidad no conocía mucho de su vida, cada vez que sacaba el tema él lo desviaba por completo, no divague más porque si él respetaba lo que no me gustaba, yo respetaría lo que a él tampoco le parecía. Y notaba que el tema de su vida era algo que no se podía tocar. Mantuve nuestra relación-no relación en secreto, ni siquiera Vanesa lo supo, mucho menos Jace -mi hermano-, quería que, si me fallaba como Douglas lo había hecho, al menos esta vez podría sufrir en silencio, sin las miradas de pena siguiéndome a todos lados. A pesar del cuidado que siempre tuve, Vanesa era mi compañera de piso, una vez fue inevitable que no se topara con ella, aunque ya lo había conocido antes, esta vez fue completamente diferente, porque Vanesa estaba sobria. En cuanto lo vio se puso a gritar como loca asustándome por completo, abría y cerraba la boca como pez fuera del agua. Elliot sin embargo, lucia sereno, como si ese comportamiento fuera normal. 52 Y así lo supe, de pronto entendía todo. Sus conversaciones extrañas al inicio, lo privado que mantenía su vida personal, el por qué a veces tenía que salir por meses, por qué no tenía ninguna red social. Era el mejor amigo y escolta de Alexander. El vocalista de Made in the A.M. Esa noche me acepto que pensaba que como todas las chicas que se le ponían en frente, yo también lo buscaba por interés, con tal de que él me acercara a ellos. No me molesto que lo creyera al inicio, me enojo que, a pesar de que con los meses pudo darse cuenta de que no era ese tipo de persona él mantuvo ese pensamiento, por eso no hablaba de su vida. No confiaba en mí, ni siquiera con el tiempo lo hizo. No le di oportunidad de hablar le pedí que se fuera y corte la comunicación con él por casi tres meses, era fácil porque como siempre tenía que salir de la ciudad. Primero Vanesa fue un gran apoyo, ahora parece que me vendió por un jodido número. —Lo siento —habla Elliot sacándome de mis pensamientos— no es que no confiara en ti, desde 53 que te conocí me gustaste, por eso te invite a la fiesta, no me importaba si eras como cualquier otra que me quisieras usar, estaba bien, quería ser usado por ti, después, todo cambio, me di cuenta de lo increíble que eres, estaba fascinado, pero me aterraba bajar la guardia, la costumbre de caer una tras otras me hizo mantenerme en el mismo modo. >>No sabes lo frustrante que es estar constantemente siendo ilusionado por alguien que parece interesada en mí, y que al poco tiempo tan solo distrayéndome un segundo la vea salir de la habitación de alguno de la banda y finja que ni siquiera me conoce. Sé perfectamente que tú no eres así, lo sé joder, pero también sé que ellos son increíbles, son famosos, ricos, las chicas los encuentran irresistibles y yo a su lado soy nada. —No digas eso —murmuro con el ceño fruncido. —Confiaba en ti… lo hago, pero mis miedos me estaban jugando una mala pasada. No quería perder a la chica de la que estoy enamorado. Me quedo inmóvil viendo fijamente la pantalla. ¿Qué acaba de decir? Parpadeo aturdida. Enamorado. ¿Yo estoy enamorada? 54 Me gustaba su compañía, me sentía cómoda y en confianza con él. ¿Pero lo amaba? Mierda, mierda, mierda ¿Cómo se supone que alguien sabe que está enamorado? ¿Y si lo estaba y no lo sabía? ¿Estaba dispuesta a iniciar una relación real? ¿Estaba lista? Su cara ligeramente decepcionada lanzo una punzada a mi corazón. Elliot no merecía esto, fui una tonta al no escucharlo desde el principio, su comportamiento no fue más que trauma de sus relaciones pasadas, yo más que nadie debía entenderlo. —Entonces, ¿Pedirte entradas VIP será imprudente de mi parte? —Bromeo pero su cara me deja en claro que no lo ha captado. Suelto una risa y niego—, es una broma, Elliot, lo siento. Sonríe ligeramente luciendo aliviado y asiente. —Te perdono si me dejas pasar. 55 —¿Qué? —farfullo. Su cámara enfoca la puerta principal de mi departamento. —Abre, por favor. Bloqueo el teléfono caminando hacia la entrada. Vanesa no está por ningún lado, lo cual agradezco, así no tengo que explicarle nada. —Te he extrañado tanto —dice en cuanto abro la puerta, sonríe inmensamente contagiándome su alegría, se acerca a mi envolviendo sus brazos en mi cuerpo, de pronto soy consciente de que de verdad lo había extrañado. Elliot me hace bien, y para mí, eso es amor. —Yo a ti —murmuro tomando un poco de distancia. La fuerte risa de Vanesa se escucha por todo el pasillo. —¿Podemos entrar a tu habitación? —pregunta observando por donde viene el escándalo de mi amiga. Tomo su mano y lo guio, no sin antes dejar el celular de Vane en la mesa. En cuanto cruzamos la puerta me toma por el brazo, me gira y me apega a su cuerpo, lleva su mano a mi nuca y une nuestras bocas. 56 Mi corazón bombea con fuerza. —No quiero perderte —murmura separándose solo un poco, manteniendo nuestros cuerpos unidos. Quiero decirle algo, algo como “no lo harás”, pero mis nervios están a tope. En todo el tiempo que llevamos viéndonos nunca hemos ido más allá, y aunque a veces nuestros besos aumentaban de intensidad, jamás paso a más. Y en este momento no siento ese control que siempre he tenido. Su proximidad, su lenguaje corporal, sus caricias se sienten intencionadas. No es que sea virgen, para nada es eso. Pero después de ciertas situaciones lo había evitado. Una de sus manos acuna mi trasero apegándome a su dureza. —Eres tan hermosa. Sonrío tomando esta vez la iniciativa uniendo nuestras bocas. Elliot lleva tanto tiempo cerca de mí, procurándome, creo que me ha demostrado que no piensa hacerme algún daño. Así que con eso en 57 mente me dejo llevar. Sus manos en mi cuerpo se sienten ásperas. Eleva una de sus manos hacia mi camisa y la saca por mi cabeza. Su boca viaja a mi escote dejando besos húmedos sobre mis pechos. El calor y humedad aumentan en mí. Se siente bien. Se separa un poco para sacar su camisa. Paso mis dedos por su cuerpo trabajado. Me gusta. Desabrocha su pantalón y sonríe. Su sonrisa es diferente a la habitual. Su mirada, la atmosfera, todo, y no estoy segura de que eso me guste. No tengo que ser un genio para darme cuenta de que es mi miedo haciendo eco. Me permito disfrutar sus caricias. Cierro los ojos dejando que me desnude. Sus movimientos se vuelven más bruscos y su respiración más pesada. Sus dedos acarician mi sexo por encima de las bragas. Lamo mis labios sintiendo su respiración caliente golpeando contra mi piel. Entonces se separa, abro los ojos para verlo desabrochando su pantalón. Con cada movimiento los nervios van aumentando. Mi cuerpo tiembla y no estoy segura de que sea por excitación. 58 Mi estómago duele, y mi temperatura comienza a bajar. Tengo la sensación de tener las manos heladas. Saca su miembro sonriendo de lado y el pánico se dispara. Me intento despegar de la pared, pero entre risas me detiene por la cintura. —¿A dónde vas, cariño? Lucho contra el miedo que crece en mí, “es solo sexo, es solo sexo”. Me repito en un intento por tranquilizarme. Elliot no se parece para nada a ninguno de los chicos con los que he estado antes. Es tierno, es amable, es atento, es por mucho el tipo de chico por el que muchas se morirían. Cierro los ojos al sentir su dureza contra mi entrada. Lo empujo ligeramente logrando esta vez salir de entre sus brazos. —Espera —pido recargando mi cuerpo contra mi cama. —¿Qué pasa? —pregunta entre jadeos. No me siento capaz de hablar, así que solo niego. Elliot se coloca en mi espalda pasando su mano por mi cuerpo. Si me entendió no lo parece, su ronca 59 risa resuena en la habitación. No es burla, es una risa simple, pero una ligera ola de irritación me invade. —Tranquila. —Creo que no estoy lista. —¿Eres virgen? —pregunta haciendo que lo vea a la cara. Yo sonrío débilmente y niego. Con un ligero empujón me tumba sobre la cama y se coloca sobre mí. Su mano va directo a mis bragas, esta vez hace la tela a un lado para tocarme de manera más directa. Cierro los ojos sintiendo sus dedos sobre mí —. Estás tan mojada —susurra sobre mis labios— estás lista para mí. Vuelve a colocar su miembro en mi entrada y esta vez va entrando en mí de manera lenta, sin prisa y con cuidado. Trato de contar el tiempo en mi cabeza, pero me pierdo después de un par de minutos. Espero que acabe pronto, pero no lo hace; sin embargo, cuando acaba me envuelve en su cuerpo, me abraza, me besa, me acaricia, me acurruca contra él. Y eso se siente bien. 60 Dos meses después… La parte más complicada de iniciar una relación con Elliot, fue Vanesa, tuve casi que venderle mi alma con tal de que no lo molestara, no me importo que me llorara, que me rogara, no me importo nada. No quería que Elliot sintiera que la gente se le acercara para usarlo, como sí lo más valioso de él fuese para quien trabaja. Estoy nerviosa, lo vería al fin después de tanto tiempo. La gira de la banda finalizaba donde había iniciado, justo en esta ciudad. Así que tendría a Elliot para rato conmigo. Y casi como si lo hubiese invocado, su coche se paró frente a mí. —¿Y tus lentes? —pregunta con sarcasmo. —¿No piensas olvidarlo nunca? —cuestiono subiendo a su auto. Él niega riendo mientras se abalanza hacia mí, envolviéndome entre sus brazos, se separa un poco para darme un pequeño beso y una sonrisa deslumbrante. —Te extrañé. Sonrío enternecida y beso sus labios nuevamente. —Yo a ti. Se aleja rápidamente encendiendo el auto. 61 Debo moverme rápido —explica–. Tenemos que hacer algo. —¿Ah sí?, ¿Qué cosa? —pregunto confundida. El continuo con la vista fija al frente, tamboreando los dedos en el volante. —Quiero que conozcas mi departamento —dijo sin más. Lo vi fijamente con algo de ilusión. De verdad está confiando en mí. Entre los temas que eran imposibles tocar, en donde vive, es uno de ellos. —Entonces… ¿Puedo preguntarte cosas de tu trabajo? —giro hacia la ventana con algo de miedo de incomodarlo. Sin embargo, continua tranquilo. —Claro. —¿Corres peligro constante? —No me ha tocado tener que lidiar con personas peligrosas, solo con fotógrafos insistentes, chicas con alma de velocistas, cosas de ese tipo. En realidad, ellos tienen todo un equipo de seguridad a su cuidado, sin embargo, Isaac, su manager, quiso contratar un escolta personal para cada uno, y 62 aunque todos estamos capacitados para defender y proteger la integridad física de los chicos en realidad somos más sus niñeros. —¿Sus niñeros? —Rio divertida —Sí, nuestro trabajo es evitar que se metan en escándalos. —¿Cuántos son? —¿Quiénes? —Los de la banda —respondo con obviedad, gira a verme un segundo con la confusión plasmada en el rostro. De inmediato vuelve su vista al frente. —¿De verdad no los conoces? —Si lo hago, su música, y algunas canciones incluso me gustan —Casi todas, pero prefiero omitir eso—, pero honestamente jamás he puesto atención —En eso sí que no mentía. A excepción de su vocalista, que lo vi por las fotos de Vanesa, no los conocía nada. Mi fuerte no son los grupos, podía conocer los nombres de las bandas, pero nunca les presto mayor atención, ni a cuantos son ni a los nombres de cada integrante, absolutamente nada. 63 A excepción de one direction. Yo soy más de solistas, y la verdad es que mi fanatismo se inclinaba un poco más a los actores. —Son cuatro —responde mientras baja la ventana y extiende su mano hacia un escáner, después de unos segundos el portón eléctrico comienza a abrirse. Me sorprende lo grande que es el lugar, lo bonito y elegante que luce. El complejo de departamentos en donde vivo parece un basurero comparado con este. Elliot se estaciona y bajamos del auto, no sé porque, pero estoy nerviosa. Luce familiar el lugar, pero estoy segura de que nunca antes lo he visto. Tomo su mano caminado a su lado. Cruzamos la puerta de cristal yendo directo al ascensor. —Tomaremos una breve parada antes, toma — dice entregándome su suéter—, póntelo —pide. Lo observo extrañada —No tengo frio. —Abajo hace frío —explica sin verme. Asiento y me lo coloco, me queda algo grande, casi cubre mi vestido por completo. Elliot gira a verme y sonríe, 64 toma el cierre de su suéter y lo abrocha subiéndolo hasta el cuello. Las puertas se abren y lo primero que nos da la bienvenida es una voz lejana, algo descoordinada. Giro hacia Elliot confundida, pero él ni siquiera me ve, camina recto por el pasillo. Cuando llegamos al fondo de este se detiene por un segundo y gira a verme un poco, una sonrisa tranquilizadora se extiende por sus labios. La persona cantando me hace querer reír, pero por educación, me aguanto. —Ya habíamos estado aquí antes. —¿Cómo? —pregunto más confundida aún. Pero lo comprendí en cuanto giramos por el pasillo, entrando a una habitación grande, llena de luces. Ay no. Era el lugar de la fiesta, no lo he reconocido porque ese día habíamos entrado por otro estacionamiento, y también cuando yo bajé a este sótano lo hice por unas escaleras. Esta remodelado, o ahora que lo veo con luz parece mil veces mejor, por inercia mis ojos viajan directo al piano que continua en el mismo lugar. 65 —Sex money feelings die, baby don’t you cry — La voz descoordinada proviene de un chico que se encuentra acostado sobre una mesa de billar. —Definitivamente deberían cambiar de vocalista, tú eres mejor —habla Elliot a mi lado llamando su atención. Tengo el impulso de detenerme al ver cuatro cabezas girando hacia nosotros con coordinación. El chico acostado en la mesa de billar se pone de pie con rapidez sonriendo ampliamente al verme. Su cabello castaño está en un completo desorden, pero no se ve mal para nada. Lo que más llama mi atención es la cicatriz de su rostro. Es delgada y adorna la parte derecha de su cara, inicia por encima de su ceja, no estoy segura en qué punto, ya que, su cabello desordenado cubre su frente. La cicatriz no toca su parpado, pero continua el camino debajo de su ojo y acaba a la mitad de su pómulo. Todo él me resulta inquietante, su porte grita una advertencia silenciosa que no soy capaz de leer. Sin embargo, su sonrisa y su mirada parecen sinceras. Su brazo derecho está a simple vista cubierto de tatuajes colocados de manera esporádica. 66 —Me alegro de que no interrumpa nada, quería presentarles a Jude… —Mucho gusto, mi nombre es Paxton —Toma mi mano y besa el dorso de esta—, guitarrista de día, lo que quieras de noche. —… Mi novia —Termina de decir Elliot haciendo que uno de los chicos de atrás suelte una carcajada. Él tal Paxton bufa y le saca el dedo medio al que se ríe sin girar a verlo. —Guitarrista de día, un hombre ocupado de noche. ¿Cómo era tu nombre? ¿Te molesta si te llamo Merlina? Me recuerdas a ella, si, así te diré. Mantengo la boca abierta intentando decir algo, pero habla tan rápido que no puedo interrumpirlo. Mi autoestima nunca ha sido un problema, no suelo avergonzarme con facilidad, pero la presencia de estos cuatro impone bastante, me hacen sentir pequeñita sin siquiera tenerlos cerca. El chico que había reído se acerca a nosotros palmeando el hombro de Paxton. Creo que es el que más llama la atención, no solo por sus rasgos asiáticos, sino por su forma de vestir, una 67 combinación de clásico y moderno, parece sacado de una elegante revista de modelaje. —¿Merlina? —pregunta hacia Paxton. El guitarrista asiente convencido volviendo su vista hacia mí, sin descaro me inspecciona de pies a cabeza. —Mírala y dime que su cara de seriedad y miedo no te recuerdan a Merlina Addams. Intento como puedo no reírme. Pero es imposible no esbozar una sonrisa. Bueno, no conozco a los demás, pero al menos sé que él es divertido. —¿Quién? La cara de indignación de Paxton es un poema. —No puedo creer que seamos amigos. —Él es Levi —habla Elliot interrumpiéndolos. El chico asiático, con una sonrisa amable inclina ligeramente su cabeza hacia mí a modo de saludo, mantiene sus manos agarradas detrás de su espalda. No sé qué tiene, pero me transmite tanta tranquilidad y buenas vibras. Juzgando simplemente por apariencia, él es el más alejado de los estereotipos de integrantes de una banda. 68 —Mucho gusto, Jude, te presento a Aiden, hermano de Paxton —Levi levanta la mano hacia atrás apuntando hacia un sofá en donde está sentado el mencionado. El rubio nos observa en silencio con el desinterés plasmado en todo su rostro, no hace el amago de levantarse, sin embargo, levanta la mano y mueve los dedos en -supongo— un intento de saludo. Oficialmente, he encontrado las personificaciones del Ying y el Yang. No se parece en absoluto a Paxton, ni físicamente y aparentemente tampoco de personalidad. A diferencia de su hermano que irradia energía y confianza, Aiden parece bastante serio, tiene las palabras “no te me acerques” escrita en su mirada. Sus rasgos son definidos, su cabello lacio y rubio está acomodado hacia atrás, permitiendo ver a la perfección sus ojos que son de un increíble azul, incluso desde donde estoy soy capaz de ver las tenues pecas que adornan sus mejillas. Sus labios parecen más rojizos que los del resto, no sé si sea algo natural, o tenga algo que ver el piercing que adorna su labio inferior. ¿Por qué todos son ridículamente atractivos? 69 Un movimiento a su lado llama mi atención, un chico pelinegro se coloca de pie con rapidez acercándose a nosotros. Externamente me mantengo en la misma posición, internamente es otra historia. Había pasado tiempo, pero sabía que era él. No me lo había imaginado, no estaba ebria, no fue una ilusión por la oscuridad, era él, el chico de esa noche, Mason, había sido él. Ahora que de nuevo lo tengo de frente, puedo confirmarlo. Su cabello ondulado continua del mismo largo cayendo por su frente, trae una camisa que me permite ver sus brazos cubiertos por tatuajes, lo único diferente son sus ojos, grises, del mismo color. Me obligo a no bajar la vista a pesar de su escrutinio, evitando parecer tampoco demasiado interesada. No es que lo estuviera, sin embargo, honestamente si estoy alucinando un poco. Había pasado un año y casi como si fuera ayer mi mente decidió recordarme el momento exacto en el que le dije que eran un grupo de idiotas, y le había tocado el piano, a un músico profesional y 70 mundialmente famoso, por dentro debió estar muerto de la risa. Estoy alucinando por eso, y por qué, si tuviera que resumirlos a los cuatro en cinco palabras, serian: demasiado sexis para ser reales. —Creí que nunca seriamos dignos de conocerla —habla hacia Elliot tan pronto como estuvo enfrente para un segundo después centrarse en mí. Gira su cabeza levemente escaneándome de pies a cabeza. Su actitud impasible es reemplazada por una sonrisa de diversión que no tengo idea de cómo tomar. >>Alexander Macovei. Extiende su mano hacia mí, elevo la mía para tomarla, un escalofrío me invade al sentir el frío de sus anillos chocando contra mi piel. Al parecer no se acuerda de mí, y eso es bueno, no podría con la vergüenza. Antes de poder decir cualquier otra cosa, un hombre algo mayor entra por detrás de nosotros, soltando un par de aplausos, dándome un susto de muerte. —Tus baquetas —habla el hombre colocándose frente a Levi que sonríe agradecido. El hombre se gira ofuscado apuntando hacia Aiden. 71 —Si vas a estar rompiendo inventario necesito que me digan para reemplazarlos. —Lo siento, Isaac —increpa Paxton por él—, Lo he intentado convencer de que rompa huesos, y no instrumentos. Por primera vez en todo este tiempo, Aiden esboza una ligera sonrisa viendo a Paxton fijamente. El señor en cambio rueda los ojos. —Bueno, ¿Qué esperan? —espeta el que supongo, es Isaac—. Comiencen. —¿Quieren quedarse? —pregunta Alexander hacia nosotros. Isaac se gira viéndonos por primera vez, sonríe con amabilidad antes de volver por donde vino y salir con rapidez. Elliot no dice nada, se mantiene en silencio, pero su mirada está fija en mí esperando que yo sea la que responda. Llevo mi mano a la suya entrelazando sus dedos. —Ha sido un gusto poder conocerlos, y gracias por la invitación, pero tenemos planes. Paxton que se encuentra detrás de Alex golpeando las baquetas de Levi entre si se detiene abruptamente girando a verme ofendido. 72 —Creí que habíamos tenido un momento y ahora ¿Nos rechazas? —Suelto una ligera risa mientras siento los brazos de Elliot envolverse en mi cintura por detrás de mi cuerpo mientras planta sus labios en la sien de mi cabeza. —Sera en otra ocasión —dice Levi pasando su brazo por el cuello de Paxton jalándolo consigo hacia atrás alejándolo de nosotros. —Más tarde vengo —dice Elliot hacia Alex. Él asiente y se gira yéndose con los demás. Nosotros regresamos por donde entramos, en el camino me fue imposible no volver la vista, específicamente hacia el vocalista. Él ya me observa, así que nuestras miradas conectan de inmediato, me dedica una sonrisa ladina antes de que giremos por el pasillo y lo pierda de vista. Llegando al ascensor me giro hacia Elliot colocándome de puntas para alcanzar su rostro. Llevo mis manos a sus mejillas acariciando suavemente su piel. Uno en un fugaz beso nuestros labios a modo de agradecimiento, porque por fin y por primera vez esta confiando en mí. 73 Y sé que, aunque no era intencional, eso le cuesta. En silencio, mientras subíamos a su departamento, me prometí no fallarle, porque él no se lo merecía y porque él jamás me haría nada malo… No tenía ni idea. (Ustedes pueden imaginarse a los personajes como gusten, este es simplemente un poster de referencia) 74 8. Capítulo cuatro 04 | EL VIAJE. ♪ I see us dancing by ourselves, we do it better with no one around, yeah, just you in my imagination♪ (Nos veo bailando solos, lo hacemos mejor sin nadie alrededor, sí, solo tú en mi imaginación— Imagination. Foster The People. Observo mi maleta abierta sobre la cama con algo de recelo. ¿Y si necesito más ropa? —No me digas que estás dudando en ir perra desconsiderada. Giro ofendida hacia Vanesa que me observa desde la puerta de mi habitación con un batido en la mano. Tomo un vestido de la montaña de ropa que ya tengo descartado y se lo tiro a la cara. —Solo dudé una vez, supéralo. —Pensabas rechazar la oferta de ir a un viaje con una de las mejores bandas del momento, ¿te explico por qué eres idiota o solita lo entiendes? 75 —Voy con Elliot —aclaro cerrando mi maleta—, no con ellos. Mi relación con Elliot iba genial, me sentía cómoda, y feliz. Sobre Mason, Alex, como se llame, no le mencione nada a Vanesa. Decidí fingir que ya ni siquiera recordaba esa noche. Al final de cuentas él no lo hacía, y yo podía pretender perfectamente. Mentiría si dijera que después de que llegue no entre a buscarlos en internet, que no vi videos de algunas de sus presentaciones en vivo. Cada uno era increíble en lo que hacía y en conjunto sonaban de otro mundo. Soy algo así como su fan de closet. Y creí que me costaría acostumbrarme a topármelos cada que visitara a Elliot, pero, en realidad, fue más fácil de lo que imagine. Especialmente porque, aunque durante estas dos semanas estuve yendo a diario a su residencia, no me los topaba. Excepto a Paxton que siempre estaba entrando o saliendo con alguien distinto. Parecía que a diferencia de los demás, su vida privada no le importaba en lo absoluto. 76 Me cae bien, ignorando el hecho de que me siguiera diciendo Merlina. —Necesito que me hagas un favor. Negué rodando los ojos. —Ya te dije que no pienso robarles sus calzoncillos. —Aún me duele, pero no es eso, es otra cosa. —Con que no sea denunciable —pido mientras ella se acerca a mí y me jala consigo obligándome a sentarme. —Necesito que seas social, mujer. ¿Qué te cuesta hacerte su amiga? —Se queja, intento interrumpirla, pero pone una mala cara que me hace callar—, tengo un plan de cuatro partes, el primero eres tú, vuélvete cercana, que te tengan confianza, parte dos, yo, continuar comiendo batidos extraños que me ayuden a mantener mi peso ideal, parte tres, tu cumpleaños, te hare una fiesta sorpresa y como son tus amigos los debo invitar, claro, parte cuatro embarazarme de alguno. Suelto una carcajada viendo la determinación en su rostro. —Bueno… de Levi o Alexander, el que caiga primero. Probablemente Alexander, será difícil 77 embarazarme de Levi especialmente porque sé que no le gusta que lo toquen. Continúo riendo y limpio una pequeña lagrima que se me escapa. —Creí que estabas completamente enamorada de todos. —Lo estoy, pero Paxton y Aiden son novios tontita, no pienso entrometerme en su perfecta relación —murmura soñadora, la observo como si le hubiesen salido dos cabezas extras. —Ellos no son novios —No puedo asegurar nada de ellos, pero eso específicamente, sí—, son hermanos. —No acabas de decir eso, perra —Toma con furia su teléfono y teclea con rapidez—, si tan solo las fans de Paiden te escucharan. —¿Paiden? —murmuro confundida. —Fans que amamos, apoyamos, entendemos, alentamos, lloramos, adoramos, creemos, sabemos de la existencia del amor entre Aiden y Paxton — dice mientras extiende su teléfono hacia mí—, y no son hermanos biológicos —aclara y de hecho esto 78 último, aunque no lo sabía, no me sorprende, era de esperarse, son muy diferentes. Se comienza a reproducir un video con recopilaciones de conciertos, entrevistas en donde comparten miradas, sonrisas, abrazos, las partes de conciertos eran las más intrigantes. En uno Paxton le quitaba el bajo a Aiden para colocarle su guitarra y abrazarlo desde atrás para seguir tocando. Ok, sus sospechas tenían fundamentos visuales. Al parecer tienen una tremenda química, y no sé si era la música de los edits que me mostro, pero sentí una indiscutible tensión sexual. Aun así, no creo que tengan algo, Aiden parece odiar a todos, pero con Paxton era más notorio, huía de él como si tuviese alguna enfermedad contagiosa. Y Paxton metía chicas a su departamento como si quisiera romper algún récord. Sin embargo, prefiero guardármelo para mí, estoy algo estresada con el viaje. Cuando Elliot me contó que viajarían por un video musical que “Made in the A.M” tenía inconcluso y debían terminar, me desanime un poco, me estaba acostumbrando a verlo todos los días. Y 79 cuando propuso que lo acompañara me negué, mi desánimo no era para tanto. Y la verdad es que no me sentía nada cómoda interfiriendo en su trabajo. Pero después de que me aclaro que iríamos en carros separados y prometió dejarme quedar en la habitación todo el tiempo, acepte. Mientras no tuviera que estar en donde grababan, y no tuviera que topármelos, para mí está perfecto. —Volviendo a mi plan —habla arrebatándome su teléfono—, sé-su-amiga —repite dando énfasis a cada palabra. —Lo intentare —digo sabiendo que estoy mintiendo descaradamente. Mi teléfono suena anunciando un mensaje entrante. —Está aquí —avisa Vanesa asomándose por mi ventana. No me molesto en abrir el mensaje, tomo mi maleta y viéndome una última vez en el espejo, salí por la puerta con Vanesa detrás. Elliot me espera en la entrada de nuestro departamento recargado en su coche. Sonrío al verlo acercarse para tomar la maleta que sostengo. 80 —Hola Vanesa —saluda a mi amiga que no suelta mi brazo—, ¿Lista? —pregunta hacia mí para después plantar un beso en mis labios. Asiento y abro la puerta del copiloto mientras él mete mi maleta en la cajuela, me giro hacia Vanesa que me ve haciendo uno de sus tan comunes mohines. —Piensa por favor lo que te dije… —Intentaré ser su amiga, ¿Bien? Ella sonríe y sostiene la puerta del copiloto para que entre al auto. —Me refería a lo de los calzoncillos —susurra para que solo yo pueda escuchar. Ni me molesto en responder, solo la miro con diversión mientras ella se despide con la mano por última vez antes de que nos pusiéramos en movimiento y la perdiera de vista. Jamás en mi vida había tardado tanto en cruzar un estacionamiento. 81 Cuando veníamos en camino, estaba impaciente por llegar, ya que viajar en carretera es algo que odio. Pero justo ahora, creo que prefiero la carretera a este caos. La postura de Elliot es completamente rígida mientras caminamos entre un grupo de hombres. El lugar esta atestado de fotógrafos, prensa, gente en completo descontrol y policías. Es una completa locura. La ironía de la situación me daba risa, Elliot, que forma parte de la seguridad de Made in the A.M necesita seguridad para poder entrar a la recepción. Parece que, por el simple hecho de ser escolta de Alex en ocasiones le tocaba un poco de ese acoso que según lo que dijo sabia manejar a la perfección, pero no quería correr riesgos viniendo conmigo. El hotel parece sacado de un sueño, tengo la sensación de estar totalmente fuera de lugar. Un hombre en traje se acerca a nosotros tomando la mano de Elliot en un efusivo saludo para después pasarle una caja pequeña y palmear su hombro. 82 —Isaac necesita hablar contigo, y tú… —dice girándose hacia mí, coloca su maletín frente a su cuerpo buscando con rapidez algo en él, saca una carpeta y me la extiende—. Necesito esto firmado más tardar a primera hora. Lo tomo frunciendo el ceño y asiento, aunque no entienda nada. —Es un contrato de confidencialidad —explica Elliot a mi lado—, yo me encargo temprano de que esté en tus manos —habla ahora hacia el hombre que parece estar a punto de tener una crisis nerviosa, sonríe agradecido y sin más se aleja como rayo detrás de otra persona. —¿Contrato de confidencialidad? —A todos nos hacen firmar uno, es para evitar que se filtre información —Explica mientras se acerca a mí sacando de la caja dos credenciales, se cuelga una sobre su pecho y pasa la restante por mi cabeza. Toma mi mano y me lleva con él hacia el ascensor. El lugar es bastante intimidante en tamaño, pero es hermoso, me pregunto cuánto costaría dormir una sola noche aquí. 83 Varias personas suben con nosotros, uno de ellos pasa su credencial por un escáner, y entonces el ascensor se cierra y empieza a moverse. —¿Día difícil? —pregunta Elliot hacia el chico que se encuentra recargado contra el cristal del elevador masajeando sus sienes. El chico asiente soltando el aire. —Cuidar a Paxton estos días ha sido especialmente desgastante —Levanta la vista percatándose de mi presencia, su mirada va de Elliot a mí con una sonrisa extendiéndose por su rostro. —Más tarde te palmeando su hombro ayudo —promete Elliot —Así que la novia no era de fantasía, he perdido diez dólares hoy —habla extendiendo su mano hacia mí—, soy Nate —Jude —respondo a su saludo al tiempo que el elevador se abre. Nos despedimos cortamente saliendo y yendo directo a la habitación. El lugar es bastante amplio, y está lujosamente decorada con tonos beige y dorados, unos cuadros adornan la pared y aunque lucen bastante sencillos podría jurar que uno de esos vale más que mi apartamento. Elliot se ha ido al closet para guardar 84 sus cosas. Yo me tiré directamente en el sofá que no me sorprende para nada que fuese mucho más cómodo que mi propia cama. —Hoy me tienes solo para ti —habla volviendo de la habitación, me incorporo mientras él se coloca frente a mí extendiendo su mano pareciendo algo cansado—, podemos bajar al bar, tenemos acceso ilimitado —tomo su mano sin intención de pararme y lo jalo ligeramente haciendo que se siente a mi lado. Recarga su cabeza sobre el respaldo cerrando sus ojos. —No quiero salir —susurro acariciando con sutileza su mejilla. Se inclina hacia mí, tomando mi mentón y une nuestras bocas en un suave beso. Me gustaba estar con Elliot, extremadamente cómoda y segura. me sentía En la cuestión sexual, pues, después de las primeras semanas deje de tener ese miedo. Me alejé sonriendo al ver su ceno fruncirse. Me incorporo un poco para poder colocarme a horcajadas sobre él. 85 Sus manos no tardaron en adentrarse bajo mi camisa, acariciando mi piel desnuda. Comencé a mover mi cadera tentativamente sobre él sintiendo su bulto haciendo cada vez más presión. Sus ojos verdes brillaron en anticipación. Se acerca para besarme, pero ladeo la cabeza evitando que pueda hacerlo. Estaba decidida a encontrar su límite, probablemente no lo haría hoy, pero lo buscaría, necesitaba tentarlo, probarlo, hacer que perdiera la cabeza. Su mano sube a mi nuca y esta vez sin previo aviso uno nuestros labios, su lengua juega con la mía aumentando la intensidad del beso. Me separo un poco para sacar mi blusa por mi cabeza, sus ojos se van directo a mis pechos, nuestras respiraciones erráticas no hacen más que mezclarse. Sus manos bajan por mi espalda hasta llegar a mi trasero. Cuando me percato que de hecho ya esperaba que lo hiciera, supe que me estaba aprendiendo de memoria cada movimiento que hacía. No terminaba de comprender de sí eso me gustaba, o me quería convencer de ello. 86 Cubro mi rostro con el edredón cuando soy consciente del sol dándome directo, me quejo escuchando la risa de Elliot. —Buenos días, bella durmiente —Tomo una almohada y la aviento a donde sé que está de pie—. Amanecimos de buen humor hoy. Cuando escucho que cierra las cortinas, asomo mi cabeza de entre las cobijas viéndolo parado frente a la cama sonriendo. Ya está vestido y supongo, listo para salir. —¿Te desperté? —pregunta. —No, tranquilo, sigo dormida —respondo con sarcasmo haciéndolo reír. —Hoy tardaré un poco en llegar, puedes hablarme cualquier cosa, tu credencial te da acceso ilimitado a cualquier área de hotel. Puedes pedir lo que quieras a servicio de habitación. Asiento sintiendo el sueño volver nuevamente a mí. Para mí, las ocho de la mañana seguía siendo madrugada. 87 —¿No te despedirás? —pregunta con una sonrisa traviesa. Quizás cree que me avergüenza estar desnuda, pero me da igual. Si no me paro, en realidad es que mi flojera me puede más. Lo miro como si lo estuviera meditando y finalmente niego haciéndolo reír. Se acerca a mí tomando mi rostro entre sus manos y deja un beso suave en mis labios. Se incorpora yendo hacia la puerta. Antes de salir gira de nuevo hacia mí. —¿Te pido de desayunar? Niego acurrucándome nuevamente contra las almohadas. Su sutil risa es lo último que escucho antes de caer nuevamente dormida. Tres horas después me encuentro al fin despierta. Escucho a Vanesa hablar sin parar mientras cepillo mis dientes frente al bonito lavabo. —¿Me estas escuchando? —Chilla haciéndome reír. Enjuago mi boca con rapidez y tomo el teléfono saliendo del baño. 88 —Que sí, que si —Camino al closet dándole una ojeada rápida para ver que ponerme. —Entonces como te decía, si me mandas un video de un segundo del video que están grabando y… —Ya te dije que no iré a las grabaciones —La interrumpo tirando el teléfono a la cama colocándome un sujetador y unas bonitas bragas. —No sabes apreciar las oportunidades que te da la vida —Lloriquea. —No podría igual, me hicieron firmar como quinientas hojas en donde dice que… Los fuertes golpes de la puerta me hacen callar abruptamente. —¿Qué fue eso? —pregunta Vanesa. —La puerta —respondo como si no fuese obvio —. Debo cambiarme más tarde te marco —En cuanto cuelgo nuevamente vuelven a aporrear con la misma fuerza. Tomo la camisa de Elliot y me la coloco por encima de la cabeza acercándome con rapidez. Abro la puerta solo un poco asomando mi cabeza. 89 —Ay mierda, eres tú —susurra Alex más para el que para mí cambiando su expresión a una más distante. Abro la boca indignada pero antes de si quiera poder decir algo vuelve a hablar—. Necesito hablar con Elliot, es urgente. Niego y lo observo confundida. —Elliot se fue hace horas. Por su expresión supe que mis palabras le cayeron como un balde de agua frio, abre sus labios respirando hondo como si estuviera haciendo acopio de su paciencia, parece abatido, un deje de desesperación pasa por su mirada perdida. No se qué hacer si ya cerrar la puerta o darle una palmadita en el hombro. Unas pisadas rápidas se escucharon llegar. —No hay tiempo, está aquí —habla un chico detrás de él. Lo que me faltaba, otra persona más y yo aquí semidesnuda detrás de la puerta—. Estas jodido. —Lo séee —responde irritado. ¿Se han olvidado de que estoy justo aquí? —¿En qué momento se te ocurrió la buena idea de meterte con una casada? 90 Si, definitivamente se habían olvidado. —Eso fue en el pasado y yo no tenía ni idea. Moví la puerta lentamente para poder cerrarla haciendo que los dos giraran su cabeza hacia mí. —Ya se —habla el chico sonriendo abiertamente al verme—, ella tiene registros de ayer. —¿Cómo? —pregunto sintiéndome perdida. El chico me ignora y sigue viendo fijamente a Alex. —Sabes que Brandon no confía del todo en ustedes, va a investigar un nombre, al menos que tú le des uno. Y qué mejor que el que le des tenga entradas y salidas registradas —Termina de decir apuntándome. Sigo sin entender, pero algo me dice que cierre la puerta antes de que sea tarde. Alex en cambio parece entender a la perfección. Gira levemente hacia mi observándome fijamente con su mirada impenetrable y expresión seria. —Dile que estoy aquí —habla sin dejar de verme —, que venga aquí, que parezca que no lo sé. El tipo de atrás salió corriendo mientras Alex por primera vez parece nervioso. Respira 91 temblorosamente y coloca sus manos frente a su cuerpo, una tomando la otra. —¿Puedo pasar? —pregunta luciendo más tranquilo. Antes de que pudiese responder el empuja la puerta y entra como si nada. frunzo el ceño corriendo al sofá tomando una almohada para colocarla en mis piernas sintiendo el calor subir por mi cara. —¿Se puede saber que necesitas? —Me enderezó contra el asiento en un intento de parecer más intimidante. El coloca su mano en su barbilla y pasa su dedo índice por sus labios esbozando una sonrisa casi imperceptible. No sé si esta serio o intentando no reírse. —Dos cosas —dice volviendo a su postura seria del inicio. Frunce los labios y me observa fugazmente de arriba abajo—, necesito que por unos minutos finjas ser mi novia. Respiro hondo un par de veces esperando que diga que es una jodida broma, pero no lo hace, ni su postura cambia ni añade nada más. —¿Disculpa? —Me pongo de pie de un salto—, Soy la novia de tu mejor amigo —Increpo 92 acercándome a él empujándolo hacia la puerta, sin embargo, ni se inmuta ni se mueve. —No te estoy pidiendo que seas mi novia, te estoy pidiendo que lo finjas. Mira, cometí un error, ayer dejé entrar al hotel a alguien que no debía y algunas personas lo supieron, personas que no debían saberlo. No hice nada, pero no me van a creer, mi única salida es demostrar que es un rumor falso, o bueno, pretender… si no lo hago me van a joder, y no solo a mí, a los chicos, a Elliot. —¿Elliot?, pero si él ha hecho su trabajo impecablemente. —Sé que no lo entiendes, pero Isaac los contrato para que no la cagaramos, y yo la cague — Fugazmente la plática de que tuve con Elliot cuando dijo que era como su niñero vino a mi cabeza—. No tenía idea de que se habían enterado si no hubiese planeado algo, pero ya es muy tarde. Mierda. ¿Y si lo despiden? ¿Y sí el hecho de que yo no lo hubiese dejado salir de la habitación ayer tiene algo que ver? Va a odiarme si pierde su trabajo por mi culpa. —Creo que debería hablarlo con Elliot — murmuro rascando con nervios mi ceja 93 —Me encantaría darte el tiempo que quisieras para que lo pensaras y hablaras con quien necesites, pero en cualquier momento tocaran esa puerta. —No sé si sea buena idea. —Jude… —Su lengua acaricia mi nombre poniéndome los nervios de punta. Su voz es jodidamente exquisita. Lo supe en cuanto escuché su primera canción, toda su música parecía sensual, no importaba que estuviera cantando, la melodía de su voz siempre parecía prometer… tanto. Pensé, que quizás solo era al cantar. Pues no, definitivamente no, su tono es ligeramente ronco y lento. Fugazmente me pregunto cómo sonara su voz mientras esta… Detengo abruptamente mis pensamientos al ver el camino que están tomando. —Míralo como negocios —insiste—. Actúa para mí y te pagare. No creo que… —Por favor —Añade pareciendo derrotado, nervioso y algo desesperado. 94 Mordisqueo mi labio sabiendo perfectamente que es una mala idea, algo en mi me lo dice. No lo hagas, no lo hagas, no lo hagas. —Bien —digo contra todo sintiéndome arrepentida al instante. pronóstico Parece aliviado, sin embargo, no lo demuestra por mucho, asiente y vuelve a su postura inicial. Gira hacia la ventana viendo la tenue lluvia caer. —Yo hablare por ti. Así que no te preocupes, sin embargo, necesito otra cosa —agrega, lo observo fijamente esperando que continúe—. Traes la camisa, del uniforme de seguridad, necesito que te lo quites. La vergüenza me invade casi tan rápido como sus palabras salen de su boca al recordar el cómo estoy frente a él. —Bien —mascullo tomando el control de televisión, es una tontería, pero estoy nerviosa, necesito algo más que simplemente tomar respiraciones hondas. Alex achica los ojos observándome con curiosidad. Ignorándolo pongo en silencio el programa del Chef Rogers. 95 —¿Qué haces? —Me relaja —explico. La confusión se apropia de sus expresiones. —¿Te relaja ver a un hombre gritando que parece estar a un segundo de un colapso nervioso? Ambos observamos la pantalla en silencio, Rogers esta frente a un platillo que parece todo menos comestible. Por supuesto él no lo hizo, lo hicieron sus ayudantes. —No siempre está gritando —Me quejo. En la pantalla enfocan a Rogers que está aventando el plato al suelo completamente rojo de la ira—, es muy apasionado —farfullo—. El cocina increíble, es exacto, es organizado, me encanta como es capaz de convertir cualquier tipo de alimento en arte, como tiene siempre el control aunque no lo parezca, por eso me relaja —murmuro dando un paso atrás. La historia en realidad es más compleja, cuando era niña y mis papás peleaban a gritos y yo me ponía nerviosa, mi hermano me ponía a ver el programa del chef, tenía un disco de la primera temporada, era el único disco que teníamos así que lo repetía una y otra vez, por eso me acostumbre, sin embargo, no pienso decirle algo tan personal. 96 Dándome cuenta que solo estoy perdiendo el tiempo me giro para ir a cambiarme, cuando estoy por llegar al closet llaman a la puerta. Abro los ojos asustada girándome para ir a meterme al baño. Alex me alcanza con rapidez tomándome por el brazo. Se coloca frente a mi evitando que me mueva de mi lugar. —No hay tiempo —susurra sacándose su camisa. Madre mía. Su cuerpo… intento disimularlo lo más que puedo, pero su cuerpo es una obra de arte, es imponente, duro, marcado. Sus brazos fuertes están llenos de tatuajes. Su abdomen plano y marcado tiene un par de ellos, mis ojos bajan y se pierden en el inicio de la “V” que para mí mala suerte se esconde bajo sus jeans. Elevo la vista a sus ojos obligándome a no bajar la mirada. Me coloca la camisa sobre mis manos y se gira caminando hacia la puerta. Voltea a verme sobre su hombro y frunce el ceño al notarme en la misma posición. —Póntela —pide viendo su camisa. 97 Con el corazón acelerado comienzo a subir la camisa de Elliot para sacarla, levanto la vista y veo que no deja de verme y entonces me detengo. —Voltéate pervertido. Suelta una risa al tiempo que otro golpe se escucha en la puerta. En cuanto se gira con rapidez saco la camisa de Elliot y coloco la de Alex en su lugar, que, aunque quisiera no admitirlo huele demasiado bien. Lo observo abrir la puerta al tiempo que yo me siento tirando la camisa de Elliot detrás del sofá. Bien, solo debo fingir ser su novia unos minutos y ya. ¿Qué es lo peor que podría pasar? 98 9. Capítulo cinco 05 │FINGIENDO ♪ Now I’ve got you in my space, i won’t let go of you, got you shackled in my embrace♪ (Ahora que te tengo en mi espacio, no te dejaré ir, te tengo encadenada en mi abrazo)— Latch. Sam Smith+Disclosure El hombre moreno frente a nosotros nos observa fijo, con algo de desconcierto plasmado en su rostro. Estoy igual, señor, estoy igual. Alex se sienta a mi lado pasando su brazo por mis hombros pegándome a su cálido cuerpo. La cercanía y contacto me resultan extraños, sin embargo, no de una manera incómoda. —Disculpa, no haber podido recibirte en mi habitación, no tenía idea de que vendrías. La naturalidad y tranquilidad de su voz me sorprende. ¿Un buen mentiroso o un cantante con dotes de actor? 99 Tenerlo así de cerca me tiene los nervios de punta. El hombre vestido con un traje perfectamente impecable parece serio, un poco molesto. Aun así, sonríe con educación. —Ya veo, pero tranquilos, discúlpenme a mí por venir sin previo aviso, necesitaba aclarar contigo algunas… Alex se irguió en su lugar interrumpiéndolo. — Brandon, primero que nada, te presentó a Judith Bennett Jones, mi novia. En este momento no sé quién está más desconcertado, si yo porque sabe mi nombre completo o el tal Brandon que por primera vez muestra más que su rostro severo. Me coloco de pie ignorando el hecho de que estoy simplemente con la camisa de Alex y las piernas totalmente descubiertas y camino hacia él extendiendo mi mano frente a su rostro. —Un gusto, puede llamarme Jude. —Encantado de conocerte —dice sonriendo por primera vez. Regreso a sentarme de nuevo junto a Alex que me dedica una mirada divertida—. Bueno, me han tomado por sorpresa. Pensé que… —Parece meditar lo que va a decir y vuelve su vista a Alex— 100 Creí que estabas firme con tu decisión de no tener algo serio o formalizar. —Así era, hasta que la conocí, entonces la idea de formalizar no me sonó tan descabellada si era con ella —La mano de Alex baja por mi pierna hasta juntarse con mi mano que está descansando sobre mi muslo. El calor de su cuerpo me invade de manera instantánea causándome escalofríos. El hombre se acomoda un poco en su lugar. — ¿Está es tu habitación? —pregunta mirándome directamente. Asiento casi por inercia— ¿Por qué duermen separados? —Vuelve a cuestionar incapaz de ocultar su sospecha. Ay mierda. —Privacidad —respondo con rapidez—, me gusta tener mi propio espacio —El hombre asiente, pero no lo veo por completo convencido. —¿Por qué han ocultado su relación? —Queremos privacidad —contesta Alex, y casi quiero reír, ¿Cómo se supone que eliminaremos las sospechas si está respondiendo lo mismo?, la peor mentira contada. 101 —Existe una diferencia abismal entre lo privado y lo secreto —habla el hombre viéndonos de manera alterna—, podrían perfectamente llevar su relación en privado, sin ser algo escondido. —Podemos, pero no queremos —responde Alex sin más, suelto una ligera risa por su poca sutileza. —¿Hace cuánto se conocen? Alex simplemente se encoge de hombros. Contengo como puedo el impulso de golpear mi frente. Nerviosa empiezo a jugar con mis dedos sobre la mano de Alex. ¿Esto se sentirá ser entrevistado? Porque definitivamente lo odio. Llevo mi vista a la pantalla para distraerme, el chef Rogers se mueve con gracia por su cocina, pero en este momento ni él me logra tranquilizar, mucho menos cuando ni siquiera hemos respondido y Brandon lanza otra pregunta —Vi tu llegada —habla hacia Alex, y después me ve a mí— ¿Llegaste sola? Giro hacia Alex que tiene su vista fija en nuestras manos. De pronto me vuelvo consciente del movimiento que hice. En un intento por ocultar mis 102 nervios, puse mis manos entre mis muslos, pero, en ningún momento solté la suya. No tengo idea de cómo es que logro tragarme el impulso de jadear y arrojar su mano al otro extremo. Así que tratando de no parecer alterada suelto su mano de manera abrupta y él lentamente la retira y la coloca en su regazo. Trago saliva esperando que él continúe hablando, pero no lo hace, ni siquiera parece saber qué es lo que Brandon pregunto. Mierda, estamos atrapados. Giro hacia el hombre que nos observa con una sonrisa casi de suficiencia. De alguna manera es como si supiera que todo esto es una gran mentira. Sacando la actriz que llevo dentro sonrío tenuemente y tomo aire decidida a salvarnos el trasero. —Nos conocimos hace un tiempo —respondo al hombre, Alex me observa con un deje de diversión, como siempre—, no fue instantáneo, ni fue amor a primera vista, parecía casi platónico, él estaba en su gira, yo en mi vida normal, nos hablábamos todos los días, y así supimos que podía llegar a ser. >>Sin vernos, sin tocarnos, estábamos funcionando. De alguna manera, a pesar de la 103 distancia, lo sentía aquí conmigo. Claro que cuando él llegó decidimos hacerlo real. —Pero, ¿En dónde fue el punto de inicio? —Fue en una fiesta —habla Alex esta vez—, acababa de terminar un concierto, estaba escondiéndome de la gente, estaba cansado, ella también se escondía de una amiga, no me conocía me pareció divertido que dijera que éramos un grupo de idiotas —me congele por completo, sentí mis mejillas encenderse. Ay mierda, lo recordaba—. Así que la deje esconderse conmigo, me gusto que por primera vez en mucho tiempo me trataban normal, y no con una excesiva y fingida emoción. Brandon por primera vez luce interesado, incluso sin palabras. Yo carraspeo y hablo nuevamente: —Lo hemos mantenido tan secreto, por mí, más que nada, porque yo quiero aplicar para una beca en una escuela de arte. Pero quiero tenerla por mí, por quien soy y por lo que soy capaz de hacer, no por con quien estoy —Sentía el calor subir por mi cuerpo, me sentía desnuda, ni siquiera Elliot sabía de mi interés al arte. 104 Pero, si quieres decir una mentira creíble debes agregar datos reales. Y eso es lo más real de mi vida. Brandon asiente comprendiendo y habla; —No hay nada de malo con que tengas un poco de ventaja. —Tampoco hay nada de malo con que no quiera tenerla —contraataco. Él se recarga sobre el asiento y niega con una sonrisa. —Bueno, tienes razón —Se coloca de pie—. Es un honor conocerte Judith, lamento haberlos interrumpido, solo venía de pasada, así que lo mejor será que me retire. Alex se pone de pie de un salto. —Salúdame a Ana —pide Alex acompañándolo a la puerta. —Sabes que si —habla Brandon, se gira hacia él antes de llegar a la puerta y palmea su brazo—. Me parece maravillosa, me alegro de que al fin sentaras cabeza y con la que parece ser una buena chica. Yo estoy simplemente de pie a la distancia esperando que salga, Brandon me sonríe nuevamente. 105 —Me encantaría un día conocer algo de lo que haces. Y también espero verte esta noche. —En realidad… —Será un placer— Respondo al mismo tiempo que Alex. Brandon solo suelta una ligera risa y dándonos un último asentimiento de cabeza sale por fin del lugar. Alex se gira hacia mí y suelta un suspiro —Gracias— habla aliviado. Saca su teléfono del bolsillo tecleando con rapidez—. Más tarde te mando tu dinero —No digo nada mientras lo veo irse, antes de salir se gira a verme—. Tenías razón, lo tenía bajo control —Sonríe un poco a apuntando hacia la televisión en donde se está mostrando el platillo finalizado del chef, le devuelvo la sonrisa y antes de cerrar la puerta asoma su cabeza. >>Ah, por cierto, Elliot está subiendo —dice como si nada para ahora si salir. Mierda. En cuanto la puerta se cierra me saco la camisa de Alex tirándola al piso. No puedo creer que se haya ido semi-desnudo. Corro a tomar la camisa de Elliot que tire detrás del sofá y me la coloco. 106 A toda prisa tomo la camisa de Alex y la aviento al closet escondiéndola entre mis cosas para después lanzarme al sofá subiéndole el volumen a la televisión. ¿Pero qué mierda estoy haciendo? Debería contárselo, no estar escondiendo las cosas como si hubiese matado a alguien. Me sobresalto cuando escucho la puerta abriéndose, Elliot entra por ella hablando por su teléfono. En cuanto me ve sonríe y se acerca tumbándose a mi lado. Después de compartir unas últimas palabras, cuelga el teléfono y me acerca a él. —Hola hermosa —Me coloca a horcajadas sobre su cuerpo hundiendo su nariz en mi cuello dejando un par de besos sobre mi piel. —Hola, pensé que trabajarías todo el día. —Yo pensé lo mismo, pero nos dieron el resto de la tarde —responde bajando su voz. Detiene sus besos alejándose sutilmente para verme a los ojos. Lame ligeramente sus labios como si estuviese probando algo desconocido, frunce casi imperceptiblemente su ceño mientras toma un mechón de mi cabello acercándolo a su nariz y 107 respira hondo subiendo de nuevo su vista a mis ojos —. ¿Tú que has estado haciendo? Debo decirle. No se supone que haya hecho algo malo. En cierto modo, una de las cosas por las que lo hice fue él, cuidar su trabajo ¿Por qué demonios lo siento como un error? —Desperté hace poco, platiqué con Vanesa y vinieron a buscarte —Debo decirle. Me mira alzando una ceja. —¿Quién? —Alexander y otro chico… pero se fueron en cuanto supieron que ya te habías ido. El asiente. Tonta, tonta, tonta. —Elliot —hablo. —Dime. Lo observo a los ojos buscando las palabras correctas, pero nunca llegan. —Quiero comer. 108 Sonríe ligeramente dando pequeños golpes en mi pierna para que me mueva y así lo hago permitiendo que se ponga de pie. —Mandaré a pedir algo. Asiento viendo cómo se va a su teléfono, observo su espalda sin entender por qué intentar decirle se me hace tan difícil. Mi día con Elliot duro menos de lo que imagine, cuando un chico alterado entro balbuceando palabras sin sentido, Elliot pareció entender y dándome un beso de despedida salió detrás de él. Observo el catálogo de películas mientras distraídamente tomo mi teléfono que suena con una alerta de llamada. Respondo algo dudosa al no reconocer el número. —Jude… —La voz al otro lado me pone inmediatamente en alerta. —¿Alex? —pregunto confundida y ligeramente sorprendida. ¿Cómo tiene mi número? 109 —En unos minutos te irán a entregar unas cosas, tu dinero, un vestido, todo lo necesario para que te arregles y en una hora paso por ti para… —¿Cómo? —Interrumpo mientras un ataque de tos me invade. ¿En una hora pasa por mí? Pero que le pico, como se le ocurre yo ni loca pienso… —Hace rato, con Brandon, menciono el baile que realiza su esposa, te dijo que esperaba verte esta noche, claramente fue una invitación, yo pensaba decir una buena excusa, pero tú me interrumpiste antes de que pudiese decir nada y dijiste, cito tus palabras: “será un placer”. Lo escucho alucinada sin dar a crédito a lo que decía. ¿En qué momento había ocurrido eso? —Espera —hablo recordando lo que dijo— ¿Un vestido?, ¿Cómo conseguiste mi talla para empezar? —Soy un buen observador. Estoy ofuscada, rápidamente tomo aire y respondo —No puedo —digo con firmeza—. Lo siento, inventa algo, no podré ir —Corto la llamada al momento que golpean la puerta. Con duda me 110 acerco y abro viendo al chico con el que Alex estaba esta tarde. Me sonríe con amabilidad mientras me extiende un par de bolsas y una caja—. Regrésalo — Le pido sin abrir por completo la puerta. Su amabilidad se esfuma en menos de un segundo, me observa ofendido y empuja las cosas contra mi cuerpo obligándome a agarrarlas. —No subí como mil escaleras para que te niegues a recibirlas —Se gira sin permitirme decir nada más y se va. Me adentro a la habitación dejando las cosas sobre el sofá. Ni loca pienso ir a ningún lado. La puerta vuelve a sonar, me acerco rápidamente con la esperanza de que sea el mismo chico, sin embargo, lo primero que aparece en mi campo de visión es un teléfono. —Ten, mon amour, quieren hablar contigo. ¿Mon amour? Quise darle mi mejor mirada matadora, pero en cuanto lo vi me quedé en blanco. Alex es indiscutiblemente atractivo, pero justo ahora estoy frente a probablemente una versión más… 111 Aunque mi subconsciente grita apetecible, mi yo sensata y fiel se niega a decir eso, así que digamos que es muy, muy, muy agradable a la vista. —¿Judith? —La voz de Brandon suena del otro lado de la línea, pero mi atención está totalmente puesta en la fastidiosa personificación de dios griego que tengo enfrente. Es que, madre mía. Alex desprende elegancia por cada poro, impone muchísimo y luce atractivo de una manera abrumadora. Está completamente pulcro vestido en su totalidad de negro. Desde su traje, la camisa de cuello medio que lleva debajo. Hasta los zapatos. Sí, me había tomado el descaro de ojearlo de pies a cabeza. Incluso su jodida mano frente a mi sosteniendo el teléfono se ve bien, no sé si son los tres anillos que cubren su dedo índice, medio y anular o los tatuajes que se extienden por sus largos dedos. ¿Cómo es posible que pueda verse así de bien? Fugazmente me pregunto si usa lentes de contacto, la primera vez creí ver sus ojos distintos, 112 después su mirada era gris claro, ahora parece más oscura. Una sonrisa ladina se extiende por sus labios al tiempo que saca la otra mano desocupada de su bolsillo para elevarla a mi rostro, contengo el aire mientras su pulgar roza mi labio inferior. Es tan fugaz y sutil que casi creo habérmelo imaginado. —¿De dónde se supone que te activas para hablar? ¿Se está burlando de mí?, se está burlando de mí. Soy plenamente consciente del calor subiendo por mi rostro, sé que es muy probable que mi cara ya este roja por completo. —Idiota —farfullo quitándole el teléfono yendo directo al baño a encerrarme—. Hola —hablo tan pronto como cierro la puerta detrás de mí. —Hola linda, me menciono Alex que te morías por decirme algo. Ese maldito. —Emm, no, bueno si —Me corrijo avergonzada sabiendo que sueno como idiota—, solo que una amiga llego de improviso y creo que no voy a poder 113 asistir a la fiesta que había mencionado, quería disculparme por… —Ay, no te preocupes, tráela, Ana se está muriendo por conocer a la señorita que robo el corazón de su chico favorito —observo mi reflejo en el espejo. No, no, no. —En realidad no creo que… —Y… olvide mencionarlo, pero, ya que me comentaste que amas el arte, ¿Conoces a Henry Clerk? Levanto nuevamente la observando mi reflejo atónito. vista al espejo —¿Alguien en este mundo no lo conoce? Henry Clerk era probablemente uno de los mejores pintores de nuestra era. Un genio total. —Esta casa a la que vendrán fue un regalo que le hice a mi esposa, y sé que ama el trabajo del señor Clerk así que lo contrate para que se encargara de decorar algunos espacios —Me quede perpleja y congelada en el lugar—, así que estará aquí. Te lo puedo presentar. 114 No, me, jodas. —¿Qué? —grito alucinada. Su risa inunda la línea. —Los veo aquí, ¿Bien? —responde para cortar la llamada. Salgo del baño vislumbrando a Alex apoyado contra la puerta. Su mirada grisácea se encuentra con la mía. —Tienes una hora —habla sacándome de mis casillas. Como es que sabe que he aceptado, su seguridad y superioridad me molestan. —No podre estar mucho tiempo —digo tan digna como puedo tomando las bolsas que había dejado botadas—. Elliot volverá… —Cuando yo lo diga —Termina de decir por mí. Me giro a verlo sin entender—. Levi me debía un favor, en este momento y hasta que yo lo diga está jugando con Elliot y otros chicos al gato y al ratón. El juego se acaba cuando yo lo diga. —¿Por qué se lo escondes? —murmuro rascando mi ceja. —¿Por qué lo escondes tú? —pregunta de regreso—. Yo simplemente respeté tu decisión. 115 —¿Cómo puedes asegurar que no lo dije nada? —Porque lo habría sabido en ese momento — responde sin más. Se endereza apartándose de la puerta y comienza a acercarse lentamente a mí. El golpeteo de sus zapatos contra el piso hace eco en mi cabeza. Toma su teléfono de mi mano y se vuelve a alejar sentándose en el sofá. —El equipo de maquillaje que se encarga de las modelos de nuestro video se encuentra hospedado aquí. Voy a hablarles y… —No —Niego con rapidez—, prefiero que no se sepa para nada, así que entre menos gente se entere, mejor. Yo sé maquillarme —Lo veo asimilar mis palabras y antes de que pueda responder algo me encierro en el baño. Escucho sus pisadas acercándose, rápidamente coloco el pestillo, aunque su intención no parece ser el querer entrar, prefiero no dejarlo a mi suerte. —No es que desconfié para nada de tus habilidades de maquillaje, pero es importante. —Déjame tranquila Macovei —Me quejo mientras busco en la galería de mi teléfono el video que siempre uso de tutorial—. Se lo que hago — 116 Claro que no tengo ni idea, pero mi orgullo puede más, mucho más. No responde y por las pisadas sé que se ha alejado de la puerta. Antes de cualquier otra cosa decido comenzar a sacar las cajas de sus bolsas. Debo decir que sin abrir nada ya estoy alucinando, los simples paquetes son preciosos. Cuando las comienzo a abrir casi me voy de culo con todo. Por unos segundos medito si este tipo ha salido de alguna mafia, pero entonces recuerdo que es un jodido cantante, y no uno cualquiera. Así que todo cobra sentido. Son pocas cosas, sin embargo, cada una parecen a simple vista ser demasiado costosas. Seguro que mi riñón cuesta al menos la mitad que lo que vale el vestido. Dejo de perder el tiempo y comienzo a arreglarme deseando internamente no cagarla tanto. Mirándome al espejo me doy cuenta de que a pesar de que no me esforcé demasiado, y no porque 117 no quisiera, sino porque en realidad no sé mucho lo que hago. Luzco bastante bien. Me había decidido por un maquillaje sutil, a excepción de mis labios, que los había pintado de rojo. Mi cabello lacio estaba sostenido en una coleta baja, permitiendo así que los preciosos pendientes que hacían juego con la gargantilla plateada lucieran más. Tenía solo un problema, el vestido, era precioso, eso sí, pero me sentía un poco expuesta, honestamente no era algo que me pondría, tenía confianza, pero no a este nivel. Ambas mangas caían por mis hombros dándole un toque elegante. Alex tenía razón, al parecer si es un buen observador, el vestido me queda perfecto, o bueno, casi perfecto, porque evidentemente había un par de cosas que no observo bien. El escote es algo atrevido, y realza mis pechos, no luce exagerado, o descarado, más bien luce sensual. A pesar de todo, sigue intimidándome un poco esta versión mía que al parecer no conozco. A punto de salir me giro nuevamente a verme en el espejo. 118 ¿Qué demonios estoy haciendo? Cuando el golpeteo en la puerta se hace presente los nervios se asientan salvajemente en la boca de mi estómago. Respiro hondo y suelto un suspiro tratando de tranquilizarme. Eso es lo único que puedo permitirme hacer, ya estoy con el agua hasta el cuello, es algo tarde para arrepentirme —¿Lista? —pregunta Alex del otro lado. Decidida abro la puerta topándome inmediatamente con su rostro neutral. Su lengua viaja a lo largo de su labio inferior, dándole un efecto húmedo a sus labios carnosos. Sus ojos dejan los míos viajando sin disimulo por mi cuerpo. Algo cambia en su expresión, demasiado sutil como para poder descifrarlo. —Lista —confirma a sí mismo enderezándose y apartándose de la puerta. Extiende una mano hacia la salida esperando que camine frente a él. Justo así soy más consciente de lo alto que es, cuando aún en tacones debo levantar la cabeza para verlo a los ojos. 119 Rezando para no tropezarme camino hacia la puerta con Alex detrás. Su mirada es demasiado pesada como para no sentirla provocándome más nervios de los que ya de por sí siento. Me obligo a parecer completamente indiferente, a alejar toda clase de pensamientos, y a ignorar el pesado cosquilleo que su mirada provoca en mi cuello. Salimos al elevador y a diferencia de lo que imaginé lo vi presionar pisos más altos. Quise, pero no pregunte nada y solo me deje guiar. El rico olor varonil de Alex inmediatamente inundo el ascensor. ¿Es que siempre olía así de bien? Por un segundo me pregunto qué tan satisfactorio sería poder inhalar su olor rozando mi nariz contra su cuello. Cuando caigo en cuenta de la tontería que había pensado me quise golpear. Me obligo a mantener mi vista fija en la nada y a dejar pensar estupideces. Necesito que esta noche acabe para alejarme definitivamente del amigo de mi novio. 120 10. Capítulo seis 06 | La fiesta. ♪ You might think I’m crazy, the way I’ve been cravin’, if I put it quite plainly, just gimme them babies♪ (Podrías pensar que estoy loca, la manera en que he estado anhelando, si lo digo claramente, solo dame tus bebés— 34+35. Ariana Grande. Supe casi de inmediato porque habíamos subido cuando las puertas del elevador se abrieron, a diferencia de los pisos de abajo que al abrirse el ascensor da hacia un pasillo lleno de habitaciones, este se abrió directamente en una habitación inmensa. Swim de Chase Atlantic suena con fuerza por los altavoces. Al primero que observo es a Aiden. Al igual que Alex va vestido de traje y para nada raro, se ve increíble. Es que, seguro que uno de los requisitos para estar en su banda es ser jodidamente atractivo. En cuanto él nos ve a nosotros levanta su mano a modo de saludo. No le sorprende nada el verme, me 121 pregunto que les habrá dicho Alex. Me detengo arrepintiéndome al instante, la música no me permitía escuchar, así que no me di cuenta de lo cerca que Alex caminaba detrás de mí. En cuanto pare su cuerpo choco contra el mío lanzándome hacia adelante. Cierro los ojos con fuerza esperando el golpe, pero mi cuerpo nunca toca el piso. En un ágil, y rápido movimiento, Alex había envuelto su brazo sobre mi abdomen apegándome a él, evitando así que cayera. Mi espalda choca contra su duro cuerpo, permitiéndome sentir perfectamente la calidez que desprende. Estoy demasiado pasmada como para hacer algo, él, en cambio, me suelta dando un paso atrás. El volumen de la música baja abruptamente y la reconocible voz de Paxton inunda el lugar. —¡Merlina! Luces ardiente —habla caminando hacia mí envolviéndome sin vergüenza entre sus brazos. Me estaba acostumbrando a su manera peculiar de ser. —¿Qué llevas puesto? —pregunta Aiden detrás colocándose de pie mientras acomoda el reloj en su 122 muñeca. —Ropa —responde Paxton con simpleza. Él no viste formal, usa un pantalón de mezclilla oscuro, una chaqueta de cuero, y debajo trae una simple camisa lisa, aun así, se ve muy guapo. Son muy talentosos, estoy segura de eso, pero también estoy segura de que, si no lo fueran, y no supieran tocar ni el triángulo, aun así, hubiese gente que pagaría por verlos. —Es un evento de etiqueta, ¿Siquiera lo intentaste? —La mirada dura de Aiden junto a la manera fría con la que dice las cosas me parece bastante intimidante, Paxton en cambio, ni se inmuta. —¿Nos vamos? —pregunta hacia Alex por encima de mi cabeza. Supongo que la respuesta es afirmativa porque pasa por nuestro lado caminado hacia el ascensor. Aiden se acerca a nosotros mientras Alex coloca una mano en mi espalda— Adelántate con Paxton, por favor —murmura. Me separo de él con rapidez, casi como si su tacto quemara y le obedezco, lo que sea con tal de tener algo de distancia. Me giro y camino por el pasillo para llegar al ascensor. 123 —Deja de ser un idiota —Escucho la voz de Alex. Continúo caminado con la misma rapidez para no parecer una entrometida. Lo siguiente que dice, no lo logro entender, ya que ha comenzado a hablar en susurros. —Que cínico eres —Las palabras burlonas de Aiden se escucha claramente, él a diferencia de Alex ni siquiera se molesta en bajar la voz, tampoco es que este gritando, pero por el eco puedo escucharlo bien—, tú te follas con la mirada a la novia de tu amigo —Casi trastabillo cuando lo escucho—, eso sin contar que la usas de tapadera porque te acostabas con la esposa de nuestro jefe. ¿Y me hablas a mi sobre ser un idiota? Creí que lo siguiente que escucharía serian insultos, el inicio de alguna pelea, un quejido, algo, pero, en cambio, lo único que escuche antes de entrar al elevador fue la risa de Alex llena de diversión. Aiden y Paxton bajaron de la camioneta en la entrada del evento. Al ser algo exclusivo, los fotógrafos permitidos eran muy pocos, aun así, no quería correr ningún riesgo, así que le pedí, casi 124 rogué a Alex que me dejara entrar sola, se negó, pero entramos por una puerta lateral por la cual no había casi personas. Es extraño sentir a tanta gente girar a vernos. Me tranquiliza saber que todas las miradas están puestas en el chico a mi lado. Alex no parece afectado en absoluto, luce tranquilo, incluso algo aburrido. —Cuídamelo —digo hacia Alex haciendo que sostenga mi bolso. Suelta una ligera risa haciéndole un gesto a un chico que se acerca de inmediato. —Llévalo al auto —Pide entregándole mi bolso. El chico asiente y se gira saliendo del lugar—. Toma —habla Alex detrás de mí ofreciéndome una copa. – Lo necesitarás. Pruebo un poco sintiendo mi paladar bendecido. Es probablemente el mejor vino que he probado en mi vida. Supe de lo que hablaba a los minutos. Comenzaron a acercarse grupos de personas, unos tras otros, nunca se aglomeraban, sin embargo, cuando unos se iban tardaban segundos en llegar otros. Una mujer rubia, alta, algo mayor, pero indudablemente hermosa se acercó a nosotros 125 importándole poco la plática que interrumpía. Desprendía elegancia, seguridad y arrogancia por cada poro de su cuerpo. —Alexander —habla hacia él luciendo falsamente sorprendida. Las personas que estaban a nuestro al rededor se alejaron sin decir más—. Creí que no vendrías —dice mientras desliza su mano por su brazo deliberadamente. Alex por primera vez en toda la noche parece algo más que aburrido, como siempre no sé leer el sentimiento que cruza por sus ojos. Sus cambios de humor no son sutiles, pero si su demostración. —¿Y Egan? —Por allí —responde la rubia restándole importancia. Gira levemente hacia mí y la sorpresa invade su mirada como si recién se hubiese dado cuenta de mi presencia. Una sonrisa se extiende por sus labios y estira su mano hacia mí—. Olivia Copper. ¿Invitada de Paxton? Giro hacia Alex esperando una respuesta. Mirándolo me doy cuenta de su cuerpo tenso y como juega sin parar dándole vueltas a uno de sus anillos. Brandon llega por atrás con una castaña de su brazo. Es linda, más joven que la rubia frente a mí. 126 Y tiene en sus ojos algo que no había visto en toda la noche, amabilidad. La rubia se aleja un poco tomando un sorbo de su bebida. —¡Judith! —Brandon saluda con efusividad cortando la tensión que había, tomándome por los hombros me acerca a la castaña. —Ella es mi esposa, Ana —Me explica mientras gira hacia ella. —Cariño, ella es… —La novia de mi niño —Acaba Ana por él viéndome con la curiosidad plasmada en todo su rostro. Detrás de ella la rubia parece ahogarse con lo que está bebiendo. Ana se gira hacia ella palmeando su espalda—. Olivia, ¿Todo bien? La tal Olivia asiente extendiendo su copa hacia un pobre mesero que va pasando. Su mirada se clava en mí y rápidamente me barre de pies a cabeza con un deje de repugnancia en su rostro. Si las miradas mataran, estaría tres metros bajo tierra, seguro. Eso despertó mi curiosidad. Sin embargo, no pude investigar que estaba pasando, ya que Ana tomándome por el brazo me hizo colocarme junto a ella. 127 —Te la robo un segundo —avisa hacia Alex comenzando a caminar—. Eres preciosa —dice emocionada arrastrándome con ella a no sé dónde mientras se gira de vez en cuando para observarme. Su escrutinio me pone nerviosa, pero trato de evitar que sea tan notorio—. Perdón. Estoy emocionada, a mi Alex al fin le robaron el corazón. Al ver a Ana, casi quise reír, parecía querer llorar. Si supiera. Ana continuo: —Yo en unos días me iré, pero cuando los chicos acaben con el video y también regresen, vayan a comer a mi casa, quiero todos los detalles de cómo se conocieron. De todo. Suelto una ligera risa en respuesta. Su agarre se vuelve mucho más suave al tiempo que nos detenemos frente a un hombre de espaldas. Ana toca su hombro haciendo que se gire. Necesito que su agarre se vuelva fuerte de nuevo o me caería de culo. Henry Clerk esta frente a mí. Una sonrisa tira de sus labios al ver a Ana. Ella se le acercó y le hablo al oído. Yo permanezco congelada en mi lugar. Mientras Ana habla, Henry llevo sus ojos a mí con curiosidad. 128 Se separan el tiempo que Ana se gira con su sonrisa amable. —Vuelvo en un momento, te dejo en buenas manos. En cuanto se aleja Henry se acerca y toma mi mano. Juro que estoy haciendo acopio de toda mi decencia para no ponerme a gritar o llorar. O ambas. Eleva su mano que sostiene la mía plantando un beso en el dorso de esta. —Henry Clerk. —Lo sé —hablo más rápido de lo que espero. Mierda. Él suelta una risa mientras vacía su copa con rapidez—. Soy gran fan de tu trabajo. —Interesante —sonríe al tiempo que gira su cabeza— ¿Conocedora de arte? —Quiero pensar que sí. Estoy estudiando eso. Henry me ve con una ceja levantada. —Futura colega entonces. ¿Ya estás practicando? Niego sin dar más información. Estaría. Pero mi jodido ex me arruino básicamente la vida. Así que no puedo hacer mucho. —En ese caso, cuando quieras puedes ir a mi estudio —Casi se me sale el corazón al escucharlo 129 parpadeo aturdida ¿Estaba soñando?—, Te mandaré mi información de contacto con Ana. Ve algo detrás de mí que hace que cambie su postura, un brillo desconocido aparece en sus ojos seguido de una sonrisa divertida, sin embargo, la cubre de inmediato con su rostro serio. —Tienes unos rasgos preciosos —me dice de la nada con coquetería. El cambio me descoloca un poco, antes de que pueda decir algo un brazo se envuelve desde atrás en mi cuerpo. Freno mis manos que estaban a punto de alejarlo cuando su perfume me golpea con la misma rapidez. Alex se coloca a mi lado mientras su mano descansa bajo mi pecho. Alza ligeramente el pulgar rozándolo con suavidad. Giro a verlo con rapidez, no sé si es consciente de lo que está haciendo, pero mi cuerpo si, cada parte de mí está concentrada únicamente en ese simple roce. —Macovei— Saluda Henry con una sonrisa. —Clerk. —Se lleva a su novia —murmura Ana de explicación, en cuanto ella acaba la frase la expresión de Henry vuelve a verse divertida. 130 ¿Qué está pasando? —¿Es necesario? ¿Para qué aburrirla con sus tediosas conversaciones tan formales?, yo puedo hacerle compañía. Miro a Alex que ya tenía sus ojos clavados en mí. —No, gracias —responde sin quitarme la vista encima. Quiero concentrarme, de verdad, pero su pulgar sigue haciendo movimientos entre mi piel y la parte baja de mi pecho. Estoy sorprendida de lo que un roce tan ligero puede hacerme. Porque mi cuerpo está expectante a algo tan ridículamente simple. —¿Al menos podrías dejar que ella decidiera, no? —escucho decir a Henry. Alex suelta mi cuerpo esperando que hable. Mi sonrisa se tensa. ¿De qué hablamos? Observo a Alex visiblemente confundida. Una sonrisa divertida adorna su rostro. Niega y toma mi mano entrelazando nuestros dedos. —Adiós Clerk —Ni siquiera puedo despedirme, me dejo guiar por el fornido cuerpo de Alex entre la gente, él parece conocer a la perfección el lugar. 131 —Lo siento si te moleste —habla hacia mí— necesito que estés cerca de mí, no quiero que Olivia se me acerque —no respondo, solo continúo caminando. Algunos hombres que supongo son de seguridad están parados al inicio de las escaleras evitando que la gente suba. Cuando Alex se acerca simplemente se hacen a un lado y nos dejan pasar. Caminos por la oscuridad de los pasillos, aun con las manos entrelazadas, no pienso soltarlo, hasta ver algo de luz o saber exactamente en donde estoy pisando. La música y el bullicio de las personas cada vez se vuelven más lejano, el sonido de nuestras pisadas sincronizadas resuena en las paredes, subimos de nuevo unas escaleras llegando a unas puertas deslizantes por las que salimos llegando a la azotea. No hay música, pero hay gente reunida en las mesitas lounge. Al parecer aquí tienen más descontrol. Todos parecen más jóvenes, más alegres, menos sofisticados. Suelto la mano de Alex sintiendo el frío viento golpeando mi cara lanzando un escalofrío por todo mi cuerpo. 132 Él camina hacia una pequeña sala lounge que decora una de las esquinas del lugar. Saca del bolsillo de su pantalón una cajetilla de cigarros tumbándose sobre uno de los sillones junto a Paxton, quien parece estar ebrio, drogado o demasiado feliz. Alex saca un cigarro deslizándolo entre sus labios. Dubitativa me acerco sentándome en el asiento vacío junto a él. Enciende el cigarro para después tirar su cabeza hacia atrás y lanzar el humo. —¿Quieres volver? —pregunta sin molestarse en verme. —Estoy bien —murmuro girando mi rostro hacia él—, ¿Siempre son así de aburridas las fiestas a la que vas? Pensé que los ricos eran más divertidos — Alex ladea su cabeza aun recargado sobre el asiento y sonríe negando. —No siempre son así, pero algunos bailes que son bienvenidas, como es este caso, sí que lo son. —Pues lo siento mucho —digo viendo como sus ojos se entrecierran analizándome antes de echarse a reír. Es extraño darme cuenta de que es la primera vez que lo escucho haciéndolo. 133 Desde que supe que él recordaba la noche que nos conocimos quise hacer una pregunta. Y ahora parecía el momento adecuado. —Así que… —Inicié tratando de sonar casual— ¿cuándo te conocí estabas fingiendo ser alguien que no eres? Mason. Sonrió y negó. —Es mi primer nombre, de hecho. —¿Que? –pregunte confundida. Cuando los busque en internet, en la información de Alexander no salía nada de que se llamaba Mason. —Solo mis amigos cercanos, gente de mi pasado, familia y personas especiales en mi vida lo saben, me gusta mantener ciertas cosas privadas. —¿Puedo llamarte así? —¿Por qué mi novia no podría? –bromea haciéndome sonreír –Puedes hacerlo, Jude. —Así que… Mason, ¿Quién llego? Me observa sin entender. Ruedo los ojos sonriendo —Es una bienvenida a algo o a alguien. 134 —Alguien —responde inhalando nuevamente de su cigarro—, Egan, nuestro director. —¿El cuernudo? —pregunto dándome cuenta demasiado tarde de lo que he dicho en voz alta. Ay mierda. Mason se limita a exhalar el humo de su boca mientras nos miramos cara a cara. Lentamente se acerca a mí… demasiado. Giro mi cabeza viendo hacia el frente para evitar que nuestros rostros se unan. Él continúa acercándose hasta estar a centímetros de mi oído. Su cálido aliento choca contra causándome olas cálidas de escalofríos. mi piel —No se supone que sepas eso, Jude —Murmura con su voz ronca, intento con todas mis fuerzas no parecer afectada, ni prestar atención a sus labios a centímetros de mi piel, ni a su respiración acariciando el lóbulo de mi oreja y mi cuello—. Tampoco se supone que escuches conversaciones privadas. Giro levemente solo para ver como inhala de su cigarro al tiempo que una sonrisa de suficiencia se extiende por sus labios. Odio la seguridad que desprende, que no importa que hiciera, con todo me 135 mantenía de los nervios. Y estoy segura de que él lo sabe. Tomando fuerza de quien sabe dónde giro mi rostro nuevamente importándome poco lo cerca que esta. Inhalo por la nariz tratando de tranquilizar mi respiración. Mi mente me ruega porque me calle, pero mi boca parece tener vida propia, porque antes de poner considerar el peso de mis pablaras simplemente hablo: —Tú no se supone que te folles con la vista a la novia de tu amigo. Ya está, lo dije, repetí las mismas palabras que Aiden. Mi corazón y respiración se aceleraron al mismo tiempo. Quería pararme y salir corriendo, a cada segundo que pasaba sentía mi falsa valentía caerse a pedazos. A diferencia de mí, Mason ni siquiera luce afectado, en ningún momento borra su sonrisa o su semblante tambalea. Sus labios se abren ligeramente dejando escapar entre ellos el humo dándome directo a mis labios. La tensión se podría cortar con un cuchillo. Debería alejarme, pero no lo hice, fue nuevamente el 136 quien tomo la iniciativa y se enderezó dejándome allí hiperventilando. 137 11. Capítulo siete 07| MI SECRETO. ♪ Take off your clothes, give me your trust, look me in the eyes and confess your lust♪ (Quítate la ropa, dame tu confianza, mírame a los ojos y confiesa tu lujuria) -Do it for me. Rosenfeld —Me debes un secreto —dice al tiempo que tira su cigarro. Frunzo el ceño sin entender. Al ver mi confusión sigue hablando—. Tú tienes un secreto mío, lo justo es que yo sepa uno tuyo. Suelto una risa. Es una completa estupidez, pero de verdad pienso en que decirle, pero mi mente está totalmente en blanco, o bueno, enfocado en otra cosa, en otra persona… Aiden llega haciéndoles una señal a Mason y Paxton que parece estar a punto de desmayarse. Mason se para girando a verme. —Debemos irnos. Me pongo de pie siguiéndolos. Aiden sostiene con fuerza a Paxton evitando que se caiga. Su 138 fachada arrogante está desaparecida por completo, ahora luce, más bien preocupado. Bajamos las escaleras y al llegar a la fiesta cruzamos a la gente adentrándonos a un despacho. Aiden obligo a Paxton a sentarse al tiempo que el otro balbucea tonterías. —Iré por Egan, lo saludamos y nos vamos. Mason asiente pasando las manos por su cabello mientras se acerca a Paxton y lo acomoda mejor para evitar que se durmiera en el sillón en una posición extraña. Camino por el lugar llegando al escritorio. El nombre de Brandon adorna una pequeña placa metálica junto a una foto de él y Ana. Lo que más llama la atención es un cuadro al centro de la habitación. Es un retrato muy realista de Ana. Reconozco el trabajo de Henry, llevo muchos años admirando y siguiéndolo que casi podría asegurar que esto fue hecho por él. Lo único que me hace dudar es que, Clerk es conocido por ser perfeccionista. Cada detalle en sus obras está perfectamente cuidado, sin embargo, en este cuadro parece que hizo el retrato en un lienzo en el que alguien había esparcido pintura sin cuidado alguno. 139 No luce nada mal, sigue siendo un cuadro precioso. Pero no es su estilo. Me pregunto si está experimentando. Giro un poco para encontrarme con la pared llena de reconocimientos enmarcados. Uno en especial llama mi atención, más bien, lo que puedo ver a través del reflejo de su cristal. La mujer rubia, Olivia, observa a Mason que se encuentra de espaldas a ella, con descaro. La puerta no está del todo abierta, así que estoy segura de que no puede verme. Olivia mete las manos en sus pechos haciendo que sobresalten exageradamente. De pronto toda la elegancia que parecía tener allí afuera la está perdiendo en esta puerta. Me acerco a Mason lamiendo mis labios, como últimamente me esta pasando, con cada paso que doy me encuentro luchando conmigo misma. Silencio a mi conciencia recordando que Mason me quería cerca para alejarla, y con la mirada despectiva de la rubia en mente me decidí por terminar de unir el espacio que nos separa. Cuando estoy cerca no es necesario hacer nada, el mismo se gira hacia mí. 140 Es una completa estupidez, él en cualquier momento puede alejarme, decir o hacer algo que terminara por descubrir todo. Tentando a la suerte termino por unir nuestros cuerpos apegándome por completo a él, mi rostro está a centímetros del suyo, tengo que hacer el cuello hacia atrás para mirarlo a los ojos. No se mueve lo cual lo tomo como buena señal, así que sigo. Trago saliva, mordiendo mi labio inferior, bajo la vista por su camisa sintiéndome incapaz de mantenerle la mirada. —Ya recordé un secreto… — murmuro mientras subo mis manos por su abdomen hasta llegar a sus brazos. Noto su cuerpo tenso, duro y tonificado bajo mi tacto. Siento sus manos en mi espalda, su corto movimiento logra que nuestros cuerpos se aprieten haciendo que mi estómago de un vuelco, y no de felicidad, de nervios, de miedo, y no un miedo habitual, miedo por el hormigueo que lanza por todo mi cuerpo, porque está siendo horriblemente consiente de la sensación que me provoca, de las olas de anticipación que manda por mis piernas y sin hacer nada. —Mi secreto es que bese al amigo de mi novio, porque una rubia que él quiere evitar nos observa 141 desde la puerta—. Las palabras se deslizan en un susurro que estoy segura, solo él pudo escuchar. Suelta un ligero suspiro mientras baja su rostro a mi altura acercando su boca a mi oído. —Que secreto tan aburrido —susurra inhalando mi perfume. Se aleja un poco únicamente para alinear nuestros rostros, estamos tan cerca que nuestras respiraciones se mezclan, no entiendo por qué razón simplemente no me besa y listo, en su lugar parece estar aplazándolo. ¿Y si no quería hacerlo? Me alejo instintivamente, pero su mano no me lo permite, vuelve a pegarme a su cuerpo. Sus labios rozan los míos deliberadamente, frustrándome. Llevo mi mano a su nuca obligándolo a terminar de unir nuestras bocas. Y así lo hace. Sus labios son suaves, y no tarda ni medio segundo en volverse demandantes. Un subidón de adrenalina se instala en mi estómago cuando siento como, con autoridad, empuja mi cuerpo obligándome a caminar hacia atrás. ¿Qué está haciendo? 142 Pierdo por completo el hilo de mis pensamientos cuando siento como envuelve su mano alrededor de mi garganta, pegando mi cuerpo por completo a la pared fría. Mis piernas tiemblan, pero no me puede importar menos. Me sostiene allí, besándome, mientras mi corazón se acelera y mi respiración se vuelve errática. Mi cabeza está en shock, pero mi boca y mi cuerpo parecen estar perfectamente porque sin titubear se mueven a su compás. Su boca es cálida y sus besos firmes. Mason besa jodidamente increíble, lo hace de una manera tan abrumadora, tan caótica, tan sensual. Su mano permanece en mi cuello mientras su cuerpo se presiona contra el mío y nuestras lenguas se entrelazan. Sabe a menta y tenuemente a tabaco y cerveza. Si la lujuria tuviera nombre propio, probablemente se llamaría Mason Macovei. El sonido de la puerta cerrándose llena el lugar, el pensamiento de alejarme se instala en mi cabeza, pero mis manos deciden otra cosa; agarran su cadera, empujándolo contra mi, sintiendo cada parte de su anatomía. 143 Jadeo al sentir como muerde mi labio con fuerza, suelta una ligera risa y luego me besa de nuevo justo donde me había mordido. De repente se separa de golpe, con un rápido movimiento acomoda mi vestido y me da la espalda. Mi cuerpo entero sigue expectante y temblando, no tengo idea de cómo puedo mantenerme de pie. La puerta se abre y un risueño Brandon entra por ella con una copa en la mano. —¿Y Paxton? —pregunta Aiden en cuanto entra. Mis ojos vuelan al sofá vacío. Entonces me percato de que ya no está en donde lo habían dejado. La puerta cerrándose había sido él. Eso solo significa una cosa, nos vio. Mierda, mierda, mierda. El ambiente en la camioneta de regreso es incómodo. No gire a ver a Mason ni un segundo, y planeaba continuar así por el resto de mis días, aunque Aiden me daba algo de miedo, preferí sentarme a su lado. 144 ¿En qué demonios había estado pensando? Me besé con Mason, y no fue un beso sutil para nada, y la peor parte es que me gusto, disfrute cada maldito segundo. Cierro los ojos con fuerza recargando mi cabeza en el respaldo. Paxton venía sentado con unos lentes de sol puestos, ¿Era más de media noche? Si, ¿Los lentes eran innecesarios? Sí, pero parecía no interesarle. Sobre lo que vio, no mostró señales de nada, ni siquiera nos volteó a ver, o hizo algún comentario, solo… nada. No lo conocía mucho como para saber si eso era buena o mala señal. Me sentía terriblemente avergonzaba. El arrepentimiento llegó un poco tarde, pero llego. Me había encantado sí, pero Elliot no se merecía lo que le hice, terminé siendo igual de perra que todas las demás con las que salió. Llegamos al hotel y fui la primera en bajar. Necesitaba subir, cambiarme y ver cómo decirle que prefería volver a nuestra rutina de verlo únicamente en mi departamento sin parecer sospechosa. Entre al ascensor y antes de que las puertas se cerraran alcance a ver a Levi entrando al hotel, tenía el tiempo contado. 145 Me asusté al ver mi reflejo en las puertas. Me acerqué esperando que fuera una alucinación, pero no, mi labio estaba hinchado y con una marca roja. Maldito Mason. Con rapidez bajo del ascensor yendo casi corriendo a la habitación. Me saco el vestido tan pronto cierro la puerta y camino directo al baño quitándome las joyas y guardando absolutamente todo. Me suelto el cabello y tomo un labial rojo pintándome la boca con tal de tapar la mordida del idiota. En silencio pienso en alguna excusa, ¿Por qué podría estar maquillada en la habitación? si generalmente a esta hora siempre estoy completamente dormida. Observo mi reflejo y sonrío al tener la idea, salgo en ropa interior sentándome sobre el sofá para esperar a mi novio. Ok, estoy siendo una perra, pero es la excusa perfecta decir que me arregle para darle una sorpresa y como plus apagaba el jodido fuego que Mason había encendido en mí. 146 Tome mi teléfono buscando algún playlist adecuado. Seleccione el primero que salía y coloque la música en los altavoces, me asegure de que fuera una lista larga por si se tardaba. Para mi suerte la puerta sonó después de tres canciones… Elliot entro lentamente. Me encontró de inmediato frente a él con mis piernas desnudas estiradas hacia la puerta. —Te extrañe —murmure viendo como sus ojos viajaban por todo mi cuerpo. Me gustaba lo fácil que era leerlo. No como… Espera, no. No por allí. No debo pensar en él. Elliot me observa de pies a cabeza sin disimulo. —Que linda sorpresa— habla a través de la música empujando la puerta hacia atrás sin preocuparle nada más que yo. Se acerca sacándose la chaqueta tirándola hacia el piso. Veo su intención de cernirse sobre mi cuerpo, así que rápidamente coloco un pie sobre su abdomen evitando que avance más. 147 —Quítate la camisa —ordeno con una sonrisa. Como siempre, no opuso resistencia. A veces que Elliot me dejara siempre el control no era tan molesto. Se quitó la camisa dejándome ver su abdomen plano, volvió a intentar colocarse encima de mí, pero niego. Me enderezo un poco solo para poder estirar mis brazos y colocar mis manos en sus hombros haciendo que baje. Y así lo hace, en un segundo lo tengo arrodillado frente a mí. Me vuelvo a recargar sobre el sofá mientras él lleva sus manos a mis piernas separándolas lentamente. Lamo mis labios sintiéndolos secos. Él besa mis piernas comenzando un recorrido lento desde mis rodillas hasta mis muslos. Suelto un suspiro cuando llego a mi centro, me gusta la manera en que sus dedos se mueven por encima de mis bragas. Pero necesito más. Más que excitarme me estoy frustrando un poco. Cierro los ojos obligándome a no pensar más. Elliot toma uno de los bordes de mis bragas y tira de él para hacerlo a un lado. Un escalofrío me recorre al sentir su aliento. 148 Trago saliva al sentir su lengua saboreándome. Suelto un suave gemido al sentir uno de sus dedos deslizándose en mi interior. Me gusta. De verdad. Pero, necesito algo más. Necesito el fuego abrasador abriéndose paso en mí. Necesito a… Lo intente, de verdad que lo intente, pero cuando cerraba los ojos en mi cabeza se reproducía la imagen de unos malditos ojos grises. De su mano alrededor de mi cuello, de su dureza contra mí, sus manos en mi cuerpo. Del sonido de su respiración agitada contra mi piel. Con eso en mente, mis gemidos cada vez se hicieron más fuertes, tiro mi cabeza hacia atrás moviendo mi cadera contra su mano y su boca, quizás por la razón equivocada, pero estoy perdiendo la cabeza. Y ya estoy demasiado excitada como para sentir culpa en este momento. Abro los ojos arrepintiéndome al instante. Los ojos grises en los que estaba pensando se habían 149 materializado frente a mí, como un vivido sueño erótico. O quizás una pesadilla. Está parado en la puerta con mi bolso en su mano. Nuestras miradas conectan, instintivamente mi cuerpo se pone rígido. Su rostro esta plagado de sorpresa, luego su mirada se apodera de algo más. Debo detener a Elliot, debo pararme, debo cubrirme. Debo, debo, debo, pero no hago nada. Ninguno de los dos aparta la mirada y eso solo aumento la adrenalina que me inunda, una desconocida sensación se apodera de cada parte de mis nervios, una extraña euforia, envuelta en placer, nerviosismo e intriga. El incipiente calor que había estado sintiendo se propaga en fracción de segundos escalando como fuego por mis poros. Mis piernas tiemblan mientras cedo a la adrenalina y el placer que me provoca una mirada. Tiro la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos con fuerza, me siento en algún tipo de cima desconocida, lleno de endorfinas, euforia y éxtasis. Me dejo elevar tan alto sin importarme la caída que inevitablemente llega más rápido de lo que me 150 hubiese gustado. Cuando levanto la mirada ya no está allí. Quiero aferrarme a la idea de que fue solo una fantasía, pero mi bolsa está en la entrada dejada como un recordatorio tangible de lo que hice. —Wow —murmura Elliot—, creí que habías dicho que tú nunca podías tener llegar de esta manera —Se sienta a mi lado pareciendo orgulloso. Me hundo sobre el asiento sin decir nada—. Te dije que solo debíamos intentar. La culpa y vergüenza me golpean tan fuerte que siento imposible moverme, el peso de lo que he hecho está cayendo sin reservas sobre mí. Intento reprimir todas las emociones que me están embargando, y me enfoco en la idea más razonable que ronda en mi cabeza. Salir de aquí de inmediato. 151 08 │CONTRATO ♪ Welcome to the panic room, where all your darkest fears are gonna come for you. ♪ (Bienvenido a la habitación del pánico, donde todos tus miedos más oscuros van a venir por ti)— Panic Room. Au/Ra En cuanto escuche que Elliot había salido de la habitación me pare, necesitaba aprovechar que no estaba para hacer mis maletas, esconder las cajas, y pensar en alguna buena excusa por la cual debía irme tan abruptamente. Ninguna excusa me sonó convincente, aun así, mi decisión por más precipitada que fuera ya estaba tomada. ¿Estaba siendo una cobarde? Probablemente, ¿Me importaba? Por supuesto que no. Camino por el inmenso pasillo hacia el restaurante del hotel, en donde según el mensaje de Elliot, me espera. El manojo de nervios que siento con cada paso que doy se aligera casi instantáneamente cuando lo veo sentado con su teléfono en la mano completamente solo. 152 Sonrío más tranquila y camino hacia él. Cuando me vislumbra me dedica una de sus bonitas sonrisas que me ayudan a tranquilizarme. Me siento a su lado mientras él pone un menú frente a mí. —¿Descansaste? —pregunta mientras come un poco de su fruta picada. Asiento fingiendo que leo el menú. —Quería hablar contigo —digo sin poder esperar más, dejo el menú sobre la mesa, no quiero alargar esto, y entre más rápido me movilicé será mejor. —¿Todo bien? —pregunta viéndose ligeramente preocupado. Rasco mi ceja tratando de sacar mis dotes casi nulos de actuación para lucir convincente. —Todo bien, tranquilo, me ha encantado estos días estar contigo, pero, debo regresar, sé que es algo precipitado y que solo faltan unos días, pero debo hacerlo hoy, surgió un problema en el departamento, unos pagos que hicimos Vanesa y yo no se han reflejado y debo entregar los comprobantes. —¿No lo puede hacer Vanesa? —No —respondo más abrupta de lo que quiero —digo si puede, pero yo los tengo guardados y ella no sabrá encontrarlos… 153 —Entiendo —dice asintiendo haciendo que el alivio me invada instantáneamente—. Yo te puedo llevar. —¿Llevar? —La voz de Paxton me hace tensar de manera inmediata. Sin querer girar mantengo la vista fija en Elliot. No puedo ignorarlo mucho tiempo porque rodea toda la mesa y se sienta frente a mí con un plato lleno de comida, usando unas gafas de sol y luciendo algo cansado. —Llevaré a Jude de regreso —explica Elliot continuando comiendo. Paxton inclina un poco su cabeza viéndome por encima de sus lentes. —Pero mi Merlina, ¿Por qué te vas? Yo creí que te la estabas pasando más que bien —Toma un vaso de agua sorbiendo un poco escondiendo su sonrisa burlona detrás. —Debo hacerlo —murmuro con ganas de salir corriendo. —¿Quieres pedir algo? completamente ajeno de todo. —pregunta Elliot —No tengo hambre —explico en un susurro—, solo bajé a hablar contigo… 154 —Mierda —vuelve a hablar Paxton recargándose sobre su asiento, volviendo a acomodar sus lentes correctamente—. Es una pena que te tengas que ir, te extrañaré Merlina, más bien, te extrañaremos, ¿Cierto Mason? Con la sola mención de su nombre siento mi cuerpo entero agitarse. No estoy segura de que siga respirando. El karma vestido del amigo de mi novio se sienta a mi lado. Necesito calmar mis nervios o terminaré delatándome sola. —Claro —responde el cínico. Ni loca me giro a verlo, pero por su voz suena tranquilo, relajado, como si nada, como siempre. Yo estoy completamente rígida, como si de alguna manera no moverme me ayudara a desaparecer. Me pongo de pie sin ánimos de estar ni un segundo más aquí. —Voy a… Elliot se para tomando mi mano. —Acompáñame antes. No digo nada, únicamente me dejo guiar, podría aceptar cualquier cosa con tal de alejarme. Caminamos hacia uno de los balcones y salimos 155 observando el paisaje, Elliot cierra las puertas de vidrio detrás dándonos más privacidad. De aquí tenemos una vista a la calle de la entrada principal en la que se pueden ver camarógrafos y gente. Wow, hacía días que estábamos aquí, ¿Planeaban estar aquí afuera hasta que ellos se fueran? —Pensaba decírtelo esta tarde, pero debido a que debes irte… bueno, hoy es mi último día aquí, Isaac mandara a parte del staff a representar a los chicos en algunos eventos. Yo iré como seguridad. >>Sé que viajar es cansado, pero, ¿Quería saber si tú quisieras ir conmigo? Y de verdad te prometo que no me molestaré si tu respuesta es no, entenderé si tú… Suelto una risa al ver sus nervios y me acerco envolviendo mis brazos en su cadera. En ocasiones, como esta, la indecisión de Elliot me parece adorable. Debo volver y buscar empleo, pero ahora con todo el dinero que Mason me ha mandado no tengo necesidad de hacerlo de inmediato. Porque ha sido demasiado generoso, la cantidad que me pago era 156 ridícula, pensé en regresarle una parte, pero ni siquiera me hizo caso. —¿Esto es un sí, o una despedida? —pregunta tomando mi rostro entre sus manos. Elevo mis manos a las suyas y sonrío genuinamente. —Iré contigo. Una sonrisa de alivio se extiende por sus labios mientras deja un dulce beso en mi frente. Coloco mi cara en su pecho permitiendo que me envuelva entre sus brazos. Mi mirada traicionera viaja a la mesa en la que estábamos minutos atrás. Una sensación de pesadez se planta en mí cuando me percato de la mirada de Mason encima de nosotros. Giro mi rostro para evitar verlo por completo, necesito ignorar, erradicar y reprimir cualquier cosa referente a él. En cualquier otra circunstancia sería algo casi imposible evitar toparte a uno de los amigos de tu novio, era inevitable. Pero este caso es diferente, porque aquí no lo encontraré en fiestas, en la calle, en lugares comunes, porque Mason no tenía nada de común. A donde diera un paso tenía mil miradas puestas en él. Para mi suerte, esto sería mucho más fácil. 157 Tome mi teléfono saliendo de la habitación. Pensé en mandarle un mensaje a mi hermano, pero finalmente decidí hacerlo hasta más tarde o quizás mañana. Después del desayuno, del que claro que acabando de hablar con Elliot salí huyendo, había regresado a la habitación para poner al tanto a Vanesa. Solo de la mentira y no del porqué. Sentía un poco de pena por tener que obligar a Elliot a manejar para regresar a entregarle a Vanesa unos comprobantes inexistentes. Pero viéndole el lado positivo podría rehacer mi maleta. Dejar las bolsas de las cosas de anoche, y así quedar limpia. Elliot me había pedido que dejara todo en la entrada de la habitación, y cuando el regresara de acompañar a Made in the A.M a su importante entrevista se encargaría de subir todo al auto. Pero me decidí adelantar, porque yo podía hacerlo sola. Sabía que su miedo era la gente eufórica de afuera, pero tal como lo supuse cuando salí ni siquiera me notaron. 158 —Chica Bennett —Me alcanza trotando un chico que reconozco rápidamente, es quien cuida a Paxton. —Nate —digo su nombre a modo de saludo. Me quita la maleta ayudándome con ella, le sonrío agradecida. —¿Te vas? —pregunta siguiéndome al auto. —En cuanto llegue Elliot, ese es el plan — respondo sintiendo mi teléfono vibrar. —Vaya, que mal, espero verlos aquí nuevamente —Yo esperaba todo lo contrario, pero simplemente sonreí—. ¿Ya comiste? —pregunta mientras abre el auto metiendo mis cosas—, Si quieres puedes acompañarnos con los chicos, la entrevista tardara un poco más en acabar. Iba a negarme, pero ya me había saltado el desayuno y no tardaba en estar muriéndome de hambre. —Claro —digo siguiéndolo ahora yo de regreso. Me detengo en cuanto siento de nuevo la vibración de mi teléfono, lo saco viendo la llamada entrante de Vanesa. La rechazo, pero de inmediato entra otra, frunzo él ceño deteniéndome, ella jamás insistía, quizás es una emergencia. 159 —Vanesa, ¿Todo bien? —Respondo pegándome el teléfono al oído. Las personas en el estacionamiento pasaron de estar en completa calma y dispersados a comenzar a moverse y aglomerarse cada vez más hablando todos al mismo tiempo, evitando que escuchara su respuesta. Observo el teléfono sin saber qué hacer—. Mándame mensaje —hablo fuerte por encima de las voces colgando la llamada. —¿Qué pasa? —pregunta Nate tomando la radio de su cintura— Ni siquiera han salido de la entrevista, ¿Cuál es el alboroto? El ambiente es tenso y algo estresante, mi teléfono vibra con un mensaje entrante, Nate trota apresurado hacia la entrada mientras presta atención a alguien del otro lado del radio, yo me quedo plantada en mi lugar colocando una mano sobre la pantalla en un intento de hacer sombra, el sol está muy fuerte así que puedo ver las letras a duras penas. Tan pronto entiendo el mensaje siento como el miedo se me dispara al cielo. “Alex está hablando de ti. Estas en televisión” 160 Nate y yo nos volteamos ver al mismo tiempo, lo veo correr hacia mí al tiempo que siento como alguien me jala del brazo. El caos se desata en un segundo. —Aquí esta —grita un hombre mientras dispara un flash a mi rostro. No sé cómo, pero termino rodeada de muchas personas, cámaras, micrófonos, la desesperación me invade por completo al sentirme totalmente inútil, no puedo ni siquiera mantener los ojos abiertos, los flashes me ciegan, siento los cuerpos de las personas empujándome y aplastándome, los gritos son ensordecedores. Intento inhalar hondo, pero el aire no me llega, me siento ahogando. Un fuerte impulso de llorar por desesperación me invade. Todos me gritan al mismo tiempo. Abrazo mi cuerpo sintiendo mis brazos ardiendo. Un fuerte cuerpo me envuelve en sus brazos jalándome con fuerza consigo. —Muévete Jude, tenemos que sacarte de aquí — Jamás pensé que escuchar la voz de Nate me fuese a llenar de tanto alivio. Levanto la mirada viendo como varios hombres uniformados empujan a las 161 personas intentando mantenerlas alejadas. Los flases no ceden. Camino con rapidez y con ayuda de Nate entro al hotel de nuevo. No nos detenemos hasta que llegamos a una oficina. —Yo no… —murmuro, pero Nate sale tan rápido como entramos dejándome aturdida en la silenciosa habitación. En la esquina del lugar hay una televisión sin volumen encendida, me dejo caer sobre la silla más cercana sintiendo mis piernas temblando. Una foto de Mason conmigo de anoche adorna la pantalla. En ella Mason pasaba su brazo por mi cuerpo con demasiada familiaridad, parecíamos una pareja real. Ay mierda. Mi teléfono suena, y respondo casi de inmediato. —Contexto, por favor —La voz de Vanesa suena del otro lado. —¿Qué dijo? —pregunto mordiendo con algo de desesperación la uña de mi pulgar— Mas… Alex — Me corrijo—, ¿Qué dijo sobre esa foto? —Dijo tu nombre, que estaban en un evento y… Mierda Jude, ¿Y Elliot? —La mención de mi novio 162 me hace cerrar los ojos con fuerza. —Estaba haciéndole un favor a Alex —Explico rápidamente sintiéndome avergonzada—, no tengo nada con él, simplemente le ayudé a fingir, yo… él, dijimos que nadie sabría y quedaría en… —Dijo que eras su novia. —¿Qué? —Suelto un grito incorporándome. La llamada se corta por otra llamada entrante. Observo el número confusa y corto la llamada, otra llamada entra casi en el mismo segundo en el que cuelgo, la rechazo igualmente, pero el proceso se repite. Jadeo con desesperación. No puedo ni siquiera ponerlo en modo avión, las llamadas no me permiten hacer nada. ¿De dónde me están llamando tantas personas? ¿El mundo se volvió loco? Necesito hablar con Elliot, pero parece imposible poder usar mi teléfono. Lo tiro sobre el escritorio viendo a Nate entrando con una mujer detrás. —Voy a limpiar tus heridas, ¿Sí? —pregunta sentándose frente a mí con un botiquín en las piernas. Me observo a misma sin entender, dándome cuenta de la poca sangre emanando por lo que parecían ser rasguños. 163 Asiento dejándome hacer. Me siento en un sueño, más bien una pesadilla, todo parece tan irreal, mi teléfono sigue vibrando sobre el escritorio. Necesito hablar con Elliot. Debí decirle, soy tan idiota. Después de quien sabe cuánto tiempo viendo a la nada, la puerta se abre dejando ver a un Isaac completamente desarreglado entrar por ella. Detrás de él, Mason entra luciendo un pómulo morado y su labio inferior roto, rojo e hinchado. Me coloco de pie de inmediato, yendo directo hacia él lo empujo con fuerza. —¿Te has vuelto loco? —¿Estás bien? —pregunta tomando mis brazos, ignorando por completo mi enojo. Elliot entra un segundo después, me dedica una mirada que se convierte en molestia cuando nota las manos de Mason sobre mí. No dice nada, solo me ignora y se va a sentar lo más lejano posible. Me alejo de Mason con fuerza caminando hacia Elliot. —¿Podemos hablar? —murmuro en cuanto llego a él. No me voltea a ver continua con su vista fija en su teléfono—. Por favor… 164 —Elliot, sal un minuto, debo hablar con Judith. —No tengo nada que hablar con nadie —digo firme, sin embargo, Elliot continuando ignorándome se pone de pie saliendo de la habitación empujándome un poco en el proceso, Nate sale detrás de él. —No tenía idea de que tenían esa foto —explica Mason detrás de mí—. Al parecer había un paparazzi infiltrado, y ni siquiera nos avisaron, simplemente la pusieron. Isaac ignora lo que Mason dice y se coloca enfrente. —Mason tú también, sal. El mencionado duda por unos segundos, se mantiene en donde mismo viéndome fijo. —Alexander, ya la has jodido bastante, sal ahora mismo. Suelta un suspiro y se gira haciendo caso. La puerta se abre casi de inmediato y por ella entra Paxton. —Hablaré contigo más tarde —avisa Isaac notablemente fastidiado, pero no logra nada. Suelta un suspiro de cansancio cuando lo nota—. Anoche te sacaron fotos completamente ebrio, sabes que no tienen permitido beber, fumar o cualquier cosa de ese tipo. 165 —Solo dame mi sentencia para ir a dormir. —Esto no es un juego Paxton, no todo se trata de talento, tienes que tener disciplina —Isaac niega masajeando sus sienes. —Vendemos música, no nuestro cuerpo. Isaac suelta una carcajada y se acerca a él con diversión. —Desde el primer día que volvamos aumentarán tus rutinas por un mes si te portas decente quizás te reduzco el tiempo, ah y olvídate de tus días de descanso. —Pero… —No vas a elegir una actividad por día, vas a hacerlas todas diariamente. Calistenia, gimnasia, levantamiento de pesas, todo lo que te pidan. No importa cuántas horas tengas que estar encerrado con tal de que acabes. Los observo en silencio anonadada. ¿Tanto ejercicio todos los días si quiera es sano? —Estas… —Acéptalo y vete, y no quiero que se repita, y si no te vas en este momento no solo tu tendrás esas 166 rutinas, se las daré a ellos. —Ellos no… Isaac levanta su mano observando su reloj. —Cinco, cuatro, tres… —Comienza a contar, Paxton aprieta con fuerza sus puños, cuando Isaac está en el último número se gira y sale del lugar azotando la puerta. Isaac se acerca a la puerta colocando el pestillo, lo observo precavida, jamás se había portado mal conmigo, creí que era un hombre amable, pero si a Paxton lo trata así… Además de eso, su postura, todo, irradia molestia. —Necesito que de ahora en adelante cuides tus pasos —Camina hacia el escritorio tomando mi teléfono, con un fuerte movimiento lo hace añicos. Lo observo con los ojos abiertos de par en par. —¿Por qué hiciste esto? —murmuro aturdida. —Tienes que darme las contraseñas de todas tus cuentas, las daré de baja hasta que estemos seguros de que no tienes nada que podría ocasionar problemas. No puedes salir con más personas, en este momento no pueden verte públicamente con amigos específicamente hombres, ya que cualquier 167 cosa podría generar un rumor, no hables de temas controversiales, si alguien te pide tu opinión en algo no la des. Tres meses, solo necesito que por tres meses tu único trabajo sea sonreír y lucir linda, no hablar ni hacer absolutamente nada. —Isaac… —murmuro confundida—, no sé si Alex te lo aclaro, pero yo no salgo con él, yo salgo con Elliot. —Lo sé, pero hicieron un trato, ¿no? —De dos ocasiones. —Pues ahora se alargó a tres meses, tranquila, continuaras recibiendo tu paga y beneficios. Niego dando un paso atrás. —No puedo. Isaac se recarga sobre el escritorio tomando el radio de su cintura. —Tráiganme mi maletín por favor —Deja el radio a un lado y me observa—. ¿Sabes por qué manejo la imagen de gente tan importante? —Niego sin entender muy bien a dónde quiere llegar con esto — Soy un hombre muy astuto, en cinco minutos puedo arreglar cualquier tipo de problema, puedo investigar toda una vida —Un golpe en la puerta lo 168 hace callar, se acerca y abre un poco, solo lo suficiente para que le entreguen lo que necesita. Cierra la puerta y vuelve al escritorio recargándose sobre este. Comienza a sacar carpetas y papeles, hasta que finalmente parece encontrar lo que busca, con la otra mano apunta a la silla frente a él. Con algo de duda y honestamente miedo me acerco sentándome en silencio. —Judith, yo no soy el malo de la historia —dice mientras saca los papeles de la carpeta—. Esta clase de cartas, yo no suelo jugarlas, pero siempre las tengo conmigo —Su voz es lenta y determinada. A pesar de que no entiendo de que habla estoy segura de que no es para nada algo bueno—, mira mis chicos no son malos, al contrario, quizás Paxton es el menos rescatable, pero Alexander, él es un buen chico, él es uno de los que le veo más futuro, y no me parecería que su carrera cayera en picada por un error, error que tú puedes cubrir, tú tienes ese poder en las manos y… —Ya dije que no puedo —susurro con menos confianza de la que sentí al principio. Isaac lame sus labios y agacha su mirada en un falso gesto de pesar. —Como te decía —Continúa ignorando mis palabras—, he visto tu trabajo, yo de 169 verdad estoy impresionado, eres muy buena en lo que haces, tienes un gran futuro, ¿Por qué no te has postulado para una escuela de arte? Con tu talento cualquiera te aceptaría. Me quedo completamente rígida recargada sobre el asiento, por la manera en la que lo dice con un deje de burla, es casi como si supiera… —Quiero irme —murmuro poniéndome de pie, no espero a que responda y camino hacia la puerta. —¿Elliot lo sabe? —pregunta haciendo que me detenga con la mano sobre el picaporte. Giro con miedo, el continua en la misma posición, de manera que, desde donde estoy puedo ver perfectamente lo que está viendo. A mí. Mi pasado, mi tormento, mi pesadilla personal estaba en sus manos. Siento mis piernas temblar, Isaac se gira observándome por encima de su hombro. — Tranquila cariño, parece que viste un muerto —se acerca a mí tomándome de la mano como si estuviese buscando evitar que caiga, me vuelve a llevar a sentarme en el mismo lugar—. No todo tiene que ser malo, ¿Sabes?, te puedo ayudar, ¿Quieres que esto desaparezca? —pregunta agitando las hojas 170 en el aire—. Yo lo hago por ti, solo dame tres meses. Únicamente eso te pido y no solo te ayudaré a borrar tu tan peculiar pasado, si no que cualquier beca que quieras yo la consigo. Isaac se acerca a la puerta y la abre haciendo una seña girando nuevamente hacia mí. —Si me lo preguntas es el trato más beneficioso que tendrás en tu vida. Dejarás de ser una desempleada sin futuro, deberías agradecerme —Lo observo con odio. ¿De verdad quiere que le agradezca mientras está amenazándome? El hombre que me dio un contrato de confidencialidad cuando llegue aquí entro al lugar con unos papeles en la mano. —Entenderás que por tu turbio pasado no puedo confiar en una persona como tú —Me muerdo la lengua para evitar hablar. Solamente quiero salir de aquí y ya. El abogado me acerca los papeles y una pluma y se tomó el tiempo de leerme y explicarme cada regla y norma que tendré de ahora en adelante. Con pesar, firmo, y cuando lo hago siento como si estuviera vendiéndole mi alma al diablo, pero me recuerdo que solo serán tres meses y después de eso haré lo 171 que debí hacer desde el inicio, alejarme por completo. Me pongo de pie en cuanto acaban de confirmar que todas las contraseñas que les he dado son correctas y camino con mi teléfono destrozado a la salida. —Otra cosa —habla Isaac deteniéndome frente a la puerta—. Nadie puede enterarse de nuestra plática —dice con una ceja alzada, asiento dispuesta a salir, pero me detiene nuevamente colocando su mano en mi hombro—. Una última hoja. La última norma, casi la olvido —Coloca una hoja con menos texto que todas las anteriores sobre la puerta para que firme justo allí. >>Cuando el tiempo se acabe no te puedes quedar ni un segundo más, no puedes acercarte, comunicarte, hacer absolutamente nada, si continuas con Elliot debes verlo fuera, en donde mis chicos no te vean. No quiero excusas Judith, no te quiero cerca. O destruiré tu vida por completo. Mas. Con las manos temblorosas y un pesar amargo asentándose en mi pecho firmo la última hoja saliendo casi corriendo de allí. 172 13. Capítulo nueve 09 │DISTANCIA ♪ Where there is desire there is gonna be a flame, where there is a flame someone’s bound to get burned.♪ (Donde hay deseo, va a haber una llama, donde hay una llama alguien esta destinado a quemarse)— Try. Pink Con mala cara, entro a la habitación. Para mi suerte, Elliot está allí parado viendo la vista a través de la ventana. Me siento como una idiota, no sé qué decirle, como disculparme. —Elliot… —murmuro dando un par de pasos hacia él, dejándole su espacio. —El segundo día cuando llegue olías por completo a él. Quise pensar que era mi imaginación, que estaba siendo un imbécil imaginando cosas. —Yo… De verdad, lo siento. —¿Por qué lo hiciste? 173 —No quería que te despidieran y… Elliot se gira luciendo furibundo. Se acerca a mí con rapidez deteniéndose a un par de pasos apretando sus puños con fuerza provocando que sus nudillos se pongan blancos, se gira y tomo la mesa que tiene al lado lanzándola con fuerza contra la pared. Mi cuerpo entero se agita de miedo. —No me uses de excusa —habla entre dientes mientras masajea su frente, observo su puño dándome cuenta de lo rojo que esta. —¿Qué te paso? —murmuro sin quitar la vista de sus nudillos. No responde, pero entonces recuerdo el rostro golpeado de Mason y todo cobra sentido. —¿Por qué no me lo dijiste? —Pensé que podrías molestarte —respondo con honestidad. —Y aun sabiendo que era una posibilidad, lo hiciste. Suelto el aire sintiendo un nudo en el estómago. —Jude, yo, estoy molesto como la mierda, pero lo olvidaré, ¿Bien?, solo, quiero que nos larguemos de aquí, y acabando la situación que Isaac me encargo volvamos a casa y a nuestra rutina. 174 Cierro los ojos temblorosamente. con fuerza exhalando —No puedo —murmuro sin atreverme a verlo, aprieto con fuerza las copias de lo que firme contra mi pecho. Lo siento acercarse así que abro los ojos dando un par de pasos hacia atrás pegándome por completo a la puerta, arranca los papeles de mi pecho alejándose nuevamente. —¿Qué es esto? —pregunta mientras lee con rapidez, no soy capaz de moverme. Veo su enojo ir creciendo mientras ojea las hojas. Ríe con sarcasmo tirando los papeles al piso, me pasa por un lado y abre la puerta con fuerza empujando mi cuerpo hacia el frente. Lo tomo del brazo intentando detenerlo. —Elliot por favor. —¿Qué vas a decir?, ¿Vas a volver a usarme de excusa? Aceptaste continuar con esto por más tiempo Jude, ni siquiera me preguntaste a mí que opinaba sobre que fingieras ser la novia de mi amigo, de mi puto jefe. Yo me voy —Se suelta del agarre de mi brazo saliendo rápidamente de la habitación cerrando con fuerza la puerta. Me quedo allí, sintiéndome una tonta por completo. 175 Camino al baño y me quito la ropa metiéndome a la ducha. Me permito llorar, por Elliot, por las amenazas de Isaac, por todo, había metido la pata hasta el fondo. Nate me observa y ladea ligeramente la cabeza mientras yo continúo sollozando con su teléfono pegado a mi oído. —Ok, pero míralo por el lado positivo —habla Vanesa al otro lado de la línea—. Con lo que tiene de información pudo obligarte a hacerlo sin ningún beneficio, pero te continuaran pagando, te ayudaran a borrar tu pasado… Jude es temporal, Elliot tarde o temprano deberá entender. No te estás follando a su amigo, solo finges que lo haces —Me mantengo en silencio limpiando mis lágrimas. —¿Quieres que vaya contigo? —¿Podrías? —murmuro antes de escucharla pegar un grito—, Necesito ropa, pero Vanesa, debes comportarte o… —Lo haré, lo prometo. —Está bien, ¿Entonces…? —Y corta la llamada, observo alucinada el teléfono. Nate se incorpora de 176 la pared y se acerca a mí. —Tu comida llegara en cualquier momento, la pedí mientras hablabas. —Gracias, lamento que ahora tengas que cuidarme —digo entregándole su teléfono. Isaac había mandado a Nate a mi habitación casi tres horas después de que Elliot se fuera. Ahora dio la orden, de que a donde fuera, debía tener a Nate detrás de mí, y sé que más que cuidarme es una manera de cuidarse él. Cuidar que no la cague. —Créeme, cualquier cosa es mejor que cuidar a Paxton —Sonríe metiendo el teléfono a su bolsillo. —No es necesario que estés conmigo todo el tiempo. —Ni siquiera lo notarás —dice para tranquilizarme, pero la idea no me gusta para nada. Observo la televisión anclada en la pared al ver nuevamente un programa de noticias de espectáculos mostrando mi imagen con Mason, tomo el control rápidamente apagando el aparato. —No siempre será así, tranquila —habla Nate—, lo de afuera fue simplemente que querían ser la primera nota, pero su atención siempre está enfocada 177 en ellos… si te tomaran fotos, si, algunos fans pueden llegar a reconocerte, pero no te acosaran — No me sentía motivada, pero finjo una sonrisa como si eso me tranquilizara. Un par de golpes ligeros suenan en la puerta. Nate se incorpora y camina hacia ella. —¿Puedes salir un segundo? —La voz del otro lado me pone en alerta, observo la espalda de Nate casi taladrándolo con la mirada, el traidor ni siquiera se gira, solo sale como si nada. Mason entra y cierra la puerta detrás de sí recargándose en ella. Aún tenía su piel algo rojiza. —Lamento haberte metido en todo eso. Mi molestia es más grande que mi vergüenza, así que a diferencia de la mañana fui capaz de verlo a los ojos, lucia sincero y ligeramente apenado. — Supe que firmaste para continuar la farsa por unos meses, yo… no es necesario Jude —Bufo con molestia y desvió la mirada, quizás no era necesario, pero no tenía de otra. —Ya firme —respondo cortante. —Jude yo puedo hacer que disuelvan ese contrato hoy, quiero ayudar, no quiero que… 178 —Ya no importa, lo único que me importaba era que Elliot no se enterara y eso no puedes disolverlo, ¿no?, Así que no me interesa tu ayuda. —¿Por qué estás tan molesta? Suelto un gruñido indignada. —Porque mandaste a la mierda mi privacidad, mi relación, todo. —Lo lamento, cometí un error, no lo pensé mucho, pero ahora estamos a tiempo de no hacerlo más grande, esta situación podrá ser olvidada, pero entre más pronto nos vean separados, será mejor. —No puedo irme Alexander, solo olvídalo. —¿Alexander?, creí que te gustaba más Mason —sonríe débilmente, continúo viéndolo fijamente. —Ese nombre es para tus amigos, y yo no soy tu amiga. Por un segundo parece dolido, pero no dice nada más, simplemente vuelve a su faceta inicial. —¿Por qué no puedes irte, si eso es lo que quieres? 179 Abro la boca para responder, pero ni una palabra sale. Lo observo molesta, es difícil poder hablar con él sin poder decir todo lo que estaba pasando. —Necesito el dinero —digo desviando la mirada. —Puedes llevártelo si quieres, me da igual, solo no quiero tenerte molesta y en contra de tu voluntad… —Alex —Lo interrumpo—, lo que quiero es que me dejes en paz, no me hables si no es necesario, no te me acerques, no quiero ser tu amiga, te quiero lejos de mí —En cuanto acabo de hablar su rostro cambia por completo. Me observa sorprendido con su ceño ligeramente hundido y su mirada desolada. Me siento mal al instante, tratar mal a las personas no era algo que me gustaba. Asiente sin decir nada más colocando las manos en su bolsillo. —Isaac quiere que me acompañes hoy a las grabaciones, les pediré que le den toda la información a Nate —Abro la boca para responder, pero sale de inmediato. Me dejo caer sobre el sofá nuevamente golpeando mi frente con mi palma. Estoy siendo una perra, él no tenía la culpa, yo había decidido aceptar sola en un inicio, yo decidí 180 ocultárselo a Elliot. Isaac fue el que amenazo, y lo estaba pagando Mason, pero no podía hablar con él, no podía decirle que sí, quería irme, pero no podía hacerlo. Incomoda no podría describir por completo el cómo me siento. El lugar está lleno de cámaras, luces, hay una producción entera aquí y, sin embargo, todas las miradas parecían estar encima de mí. Odio no tener mi teléfono para poder fingir ver mi pantalla de inicio. Hay mucha gente, yo estoy sentada junto a Isaac que gracias al cielo ni un segundo se ha girado a verme, únicamente está enfocado en su teléfono y grita órdenes. Nate no ha venido, solo me trajo y se fue. Al parecer no era necesario que estuviera aquí, ya que había bastante seguridad. La canción ha terminado nuevamente y a diferencia de las otras veces que empezaban de cero, esta vez el director grita para que detengan el rodaje y darles un descanso. Las luces se encienden y el sonido de las voces se elevan. Los chicos parecen agotados. 181 —Aiden, necesito más energía. —habla Isaac colocándose de pie. —Me importa una mierda lo que necesites —dice mientras pasa de largo con Paxton detrás. Una chica se coloca a mi lado con una botella de agua en su mano. —¿Aburrida? Niego observando interesante. al frente. —Es algo Suelta una ligera risa observándome fijamente, la observo por unos segundos, pero nuevamente llevo mi vista al frente sintiéndome incomoda con su escrutinio. —Así que la novia de Alex… Sonrío falsamente y asiento sin decir nada, de reojo puedo ver como gira su rostro como si estuviera confundida, pero rápidamente cambia su gesto. Con toda confianza toma un mechón de mi cabello barriendo su vista de pies a cabeza. —Eres muy linda —dice finalmente soltando mi cabello—. No pareces su tipo, pareces más de las que están al otro lado de la valla. Interesante elección de ropa — 182 murmura alejándose antes de que pueda decir cualquier cosa. Observo un segundo mi ropa. Bien, es verdad que no traía la mejor elección, pero no es tampoco que tuviera demasiadas opciones, Elliot se fue con mis maletas, tengo suerte que tengan servicio de lavandería en el hotel. Traía unos jeans y un suéter gris holgado. Isaac me toma por el brazo girándome hacia él. —Mira niña, necesito que parezcas interesada en Alexander, parece que estás obligada. ¿Parece? —Lo siento, soy mala actriz —susurro encogiéndome de hombros solo para irritarlo. —Yo soy malo para guardar secretos y heme aquí, guardando el tuyo —mueve la palma de su mano sobre mi cabeza despeinándome. Aplano los labios en una fina línea, idiota—. Ve y acércate con él. Suelto el aire y me giro hacia Mason caminando a donde está mientras paso mis dedos entre mi cabello, él continúa en donde mismo platicando animadamente con la chica de la botella. Me acerco por detrás algo incómoda colocándome a su lado. 183 Ambos guardan silencio volviendo mucho más incómodo el lugar. —Permíteme —habla hacia la chica tomando mi mano. Nos alejamos unos pasos y entonces me suelta. —Isaac me pidió que me acercara contigo — explico. Asiente y camina hacia Isaac, lo sigo de cerca apresurándome para alcanzarlo. No logro escuchar lo que le dice, pero Isaac niega. —No parecen ni de cerca un noviazgo, los rumores corren rápido, no tardaran en empezar a especular. —Ya habrá oportunidad para aparentar en público, aquí y ahora es innecesario estar cerca, si salen rumores no es algo que un simple “ella respeta su trabajo y prefiere no distraerlo en las locaciones de grabación” no puedan solucionar. Isaac sonríe pareciendo complacido. —Me parece bien —dice para después alejarse tomando alguna llamada. Mason gira a verme un segundo y asiente hacia mí. —Ya no es necesario que te acerques a mí. Auch. Me lo merecía. 184 Lo veo alejarse y volver retomando su plática con la chica del agua. Me quedo en mi lugar sin saber exactamente qué hacer. Mason no parece molesto, no está siendo grosero, ¿Entonces porque este malestar se instala en mi estómago? Decido ignorarlo y observo toda la instalación como si realmente estuviese interesada. Cualquier cosa suena más tentadora que solo estar allí como tonta viendo a la nada. De verdad entendí el alivio que todos parecían mostrar después de que el director avisara que habían terminado por hoy. Mason se acerca a mí después de lo que pareció ser media hora ya cambiado y con unas llaves en su mano. —Vamos —Apunta con su cabeza hacia la puerta trasera. Lo sigo confundida. Creí que Nate volvería a pasar por mí. Sin embargo, no digo nada. Caminamos por el estacionamiento hasta llegar a un carro, lo primero que noto, es que jamás había visto un carro tan limpio en la calle, parece de esos 185 que tienen en exhibición en las agencias, ni siquiera tiene polvo, nada, nunca suelo reconocer marcas, pero esta, es imposible no saber cuál es, es Mercedes Benz. El auto enciende mientras Mason abre la puerta del copiloto y gira hacia mí esperando a que suba. —Gracias —murmuro entrando. No quiero parecer muy impresionada, pero lo estoy. Fijo mi vista en el camino de luz led que tiene el tablero. Mason entra al auto y arranca. Presiona la pantalla central y una ligera música comienza a reproducirse, lo agradezco porque eso es lo único que nos libra del incómodo silencio. Aunque no conozco para nada esta ciudad, puedo darme cuenta de que en realidad estamos yendo en sentido contrario al hotel. —¿A dónde vamos? —pregunto viendo las calles. Él mantiene su mano sobre el volante despreocupadamente. —Te llevaré a que compres ropa. No puedo traerte conmigo a todas partes vistiendo así. Su tono ligeramente despectivo me baja por completo la guardia. En qué momento Mason había pasado de ser un chico agradable a un idiota total. 186 Respira, Jude, Respira. Respiro hondo y muevo la cabeza en señal de negación. Aunque su vista está en la calle, parece haber captado mi movimiento. —No es algo a discutir. Me trago mis palabras y sonrío con tranquilidad. —Mi mejor amiga me recomendó un lugar muy bueno de por aquí. Solo necesito tu teléfono para activar el gps. No dice nada, de su bolsillo saca un teléfono y me lo paso desbloqueado. El aparato parece nuevo y no solo por lo lindo y pulcro que esta, sino porque no tiene ninguna aplicación. Voy directo al gps para buscar lo que quiero y en cuanto arroja los resultados se lo paso. El de alguna manera enlaza su teléfono a su coche mostrando el mapa en la pantalla central y se dirige allí en completo silencio. —¿Estás segura que es por aquí? —pregunta después de casi diez minutos observando los edificios. —Es justo aquí —digo apuntando hacia la esquina. Bajo del auto tan pronto como aminora la velocidad. Camino con rapidez hacia el pequeño edificio rosa. Escucho que él también baja de 187 inmediato, me detengo y giro antes de que entre conmigo—. Alex, no. Quiero paz y contigo a mi lado no la tendré. —¿Y en dónde se supone que venden ropa aquí, dentro de las rosquillas? —¿No te mencione que veníamos a una pastelería? Vaya, pues que torpe he sido. —No puedo perder el tiempo, Judith. —Pues te puedes ir. Sé perfectamente como tomar un taxi. —Estás siendo una infantil. Estamos peleando a mitad de la calle, pero gracias al cielo nadie lo ha reconocido aun, pero sé que es cuestión de tiempo. —Lamento decirte que dentro de las mil cláusulas que tuve que firmar no venía absolutamente nada sobre qué tipo de actitud podía tomar cerca de ti. Si querías una modelo con ropa perfecta para no dañar tu perfecta imagen lo hubieses pensado ante —Palmeo ligeramente su hombro y me giro nuevamente. Suelta un suspiro lleno de impaciencia. —Piensas pedir un taxi y ni siquiera traes dinero. 188 Me detengo porque tiene razón, que idiota, siento mis mejillas arder, pero no me giro, después de unos segundos me sobresalto cuando siento como toma mi mano y coloca algo de metal sobre esta, levanto mi palma para ver que es una tarjeta negra. —Le pediré a Nate que venga por ti. No puede añadir más ni yo responder porque un fuerte grito a nuestro lado nos interrumpe. Una chica completamente eufórica se acerca a Mason envolviéndolo en un abrazo mientras comienza a llorar y jadear abiertamente. Casi quiero reír por la imagen, la chica se ve demasiado pequeña en sus brazos, Alex continua serio, pero se mantiene al margen mientras toma los hombros de la chica separándola de él con delicadeza. Entro al lugar y me siento en una pequeña mesa de la esquina, desde aquí podía verlo perfectamente se había tomado una foto con la chica quien ya se estaba yendo llorando de la emoción. Mason comienza a hablar por teléfono mientras se dirige a su auto. Termina de acercarse a su carro abriendo la puerta del piloto. Gira sobre su hombro y en menos de un segundo me encuentra, odio que tenga la 189 capacidad de ponerme nerviosa con una simple mirada. Me cuesta mucho, pero le mantengo la mirada sin bajar la barbilla. Finalmente, él es quien aparto la vista para subir a su auto y después de lo que parece ser un minuto se va. Algo me decía que estos tres meses iban a ser una total pesadilla. 190 14. Capítulo diez 10 | TREGUA. ♪ They say i did something bad, then why’s it feel so good? ♪ (Dicen que he hecho algo malo, ¿Entonces por que se siente tan bien?) — I did something bad. Taylor Swift. Observo el atardecer mientras espero con impaciencia que Elliot responda. Pero como en las primeras cinco veces que he marcado, no lo hace. Suelto un suspiro girándome devolviéndole su teléfono. hacia Nate —Ya se le pasará, necesita tiempo. Asiento de acuerdo con él, me giro nuevamente hacia la ventana observando la vista. La verdad es que cuando llegue el primer día todo se me hacía hermoso hasta la elección de colores de las paredes, pero ahora estar aquí se siente asfixiante, solo quiero irme. 191 No me di cuenta en qué momento empecé a llorar hasta que escuché mi propio sollozo. Llevo mis manos a mi rostro intentando cubrirme. —Hey tranquila —habla Nate detrás de mí—, ya verás cómo te perdona, quizás solo está ocupado con todo esto. Niego intentando controlar mi respiración. —No es solamente eso, me siento atrapada, quiero ir a mi casa, quiero mi teléfono, quiero poder salir tranquila de aquí para tomar un taxi y largarme —Sorbo por mi nariz girándome. Nate estaba visiblemente incómodo. Estoy siendo una pesada, lo entiendo. Carraspea ligeramente y frota su barbilla. —Bien, ve el lado positivo, te están pagando, es tiempo limitado en cuanto acabe, te podrás ir, probablemente Elliot te perdone, y estarás con él. Pero en lugar de encerrados en tu departamento podrán estar en algún viaje lujoso que te podrás costear —Suelto una ligera risa—. Y simplemente por haber sido la novia de Alex tendrás beneficios como marcas que busquen contratar tu imagen o cosas de ese estilo. Y honestamente en estos momentos, en lugar de estar llorando, puedes estar disfrutando de tu acceso libre a todas las áreas del 192 hotel más lujoso de la ciudad. Te falta imaginación de verdad. Sonrío escuchando su indignación y limpio mis lágrimas respirando hondo. —Tienes razón. No voy a estar histérica todos estos días. —¿Bar? Niego y observo mis fachas. —No hasta que Vanesa me traiga ropa. —Sabes que tienes una tarjeta disponible para ti, ¿Cierto? Si tú quieres mañana podemos ir a comprar la ropa que quieras. —No tenía idea. Nate entrecierra los ojos observándome de manera juzgadora. —Lee las hojas que firmaste, imprudente, no todo es pena y castigos. Río ligeramente al tiempo que él se incorpora. — Vamos, si quieres algo más privado, puedes ir a la alberca, y tranquila, a esta hora ya está cerrada, y por eso son las horas favoritas de los chicos de usarla, ya sabes, clientes VIP —Hago una mueca, pero antes de poder decir algo, me interrumpe—. Pero sé que ellos no están allí en este momento. 193 —Está bien, pero, ¿Podrías hacerme un favor? — En cuanto asiente camino hacia mi bolsa y saco la tarjeta negra—. ¿Después, puedes entregársela a Alex? —Sí, claro. Sintiéndome más relajada lo sigo fuera de la habitación, en el ascensor subimos varios pisos sin problemas, el lugar está desierto. La alberca está dentro de una habitación gigante, no es sorpresa para nada lo bonito que luce, aunque no tiene muchas cosas, más que la alberca y algunas tumbonas, el lugar es bastante elegante, llena de colores azules tenues. Es un lugar cerrado y bastante privado, lo cual me alegra al instante. La pared que da hacia la calle es de vidrio dando una preciosa vista de la ciudad. —No había pensado en que no podrás mojarte — Parece meditarlo por un momento—. Bien, te iré a buscar algo para que duermas cómoda y mañana te llevo a que elijas tu ropa. —No es necesario, no quiero ser una molestia. —Jude, no es una molestia, es mi trabajo —dice extendiéndome una tarjeta—, aquí está por si quieres 194 subir antes de que llegue, esta te permitirá usar el ascensor. —Gracias Nate —digo mientras lo observo sonreír para terminar de irse. En realidad, no pensaba meterme, pero qué más da. Camino hacia la tumbona más cercana dejando la tarjeta allí, me quito mis zapatos y mi ropa quedando únicamente en ropa interior, en cualquier otra circunstancia no estaría con tanta confianza, pero Nate decía la verdad, había un letrero gigante en la entrada del horario y había cerrado hace dos horas. Regreso a la alberca dejándome caer en el agua sin pensarlo demasiado. Es para mi sorpresa, muy relajante. El agua cálida, el silencio, las tenues luces. Salgo del agua retirando mi cabello empapado de mi cara haciéndolo hacia atrás. Me acerco a la orilla quedando frente al inmenso vidrio. La oscuridad de la noche y las luces de los edificios mejora por completo la vista, parece sacado de una película. Tomo aire antes de hundirme en el agua unos segundos sintiendo como mi cuerpo vuelve a flotar. Dejo de mover mis brazos y mis piernas 195 permitiéndome relajarme. Abro los ojos dentro del agua observando los dibujos algo distorsionados del fondo. Las tenues luces vuelven a cambiar, exhalo lentamente el aire, sintiendo las burbujas golpear suavemente mi rostro. De un segundo a otro el agua se agita con fuerza moviéndome violentamente. Me incorporo asustada, sintiendo unas manos intentando sostenerme. Respiro hondo en cuanto saco mi cabeza del agua tosiendo por la poca agua que trague. Suelto un grito para después percatarme que es Mason, está frente a mi completamente empapado, y visiblemente asustado e histérico. —¿Qué demonios te pasa? —grito agitada. Suelta el aire luciendo mucho más relajado. —Estaba intentando salvarte. —¿Salvarme?, Estaba flotando, relajándome. —¿Quién va a una alberca a flotar boca abajo como un cadáver? Siento mi rostro calentarse. —Solo sería un minuto —Me quejo mientras nado un poco hacia 196 atrás para tomar mi distancia, esta peligrosamente cerca. —Lo siento. Nate me fue a buscar para entregarme mi tarjeta y le pregunté si todo estaba en orden y dijo que te dejo aquí, pero lucias algo decaída —Explica. Nate traicionero—. Quise venir a ver como estabas y llego y te veo flotando boca abajo, parecías muerta. Ruedo los ojos y niego— Estaba algo mal, pero tampoco pensaba suicidarme. Ambos nos quedamos en silencio. Lo veo ir a la orilla y respiro aliviada. —Quería hablar contigo —dice mientras continúa dándome la espalda. Comienza a sacarse los anillos y una cadena que traía puesta. No digo nada, pero no es necesario, ya que continúa hablando—, quería pedirte disculpas por involucrarte en mis problemas y causártelos a ti, y por la manera en la que me comporte, aún estás a tiempo de irte si quieres, si lo haces lo entenderé, y respetaré. Sobre lo que firmaste aún no tiene validez hasta que yo lo firme y aún no lo he hecho, quería hablar contigo para saber qué es lo que realmente quieres —Se quita la camisa dejándome ver su espalda desnuda, mentalmente agradezco que esté 197 volteado porque estoy segura de que mis ojos se abrieron más de lo normal. Es que este tipo está bueno desde el ángulo que se viera. —¿Qué haces? —titubeo viendo como avienta la camisa y baja sus manos hacia su cadera. —Quitándome la ropa. La boca se me seca. Malditas hormonas, contrólense. —No, ¿Qué? —La ropa esta pesada, supongo que lo sabes, por algo te quitaste la tuya —Mi cara no hace más que arder, no es necesario verme para saber que estoy roja hasta el cuello. —¿Te quedarás aquí? —pregunto con un hilo de voz, aun así, me escucha. —No puedo salir así, los chicos de seguridad saben que estoy aquí en cuanto noten que me tardo vendrán a buscarme, mientras tanto si, me quedare aquí. Mordisqueo mi labio inferior con nervios, bien, solo debo mantener la distancia, concentrarme y evitar verlo lo más que pueda. Giro hacia mi ropa 198 sintiéndola más alejada de lo que la sentí en un principio. Tendré que esperar. De reojo veo como Mason arroja su pantalón hacia el piso haciendo que cayera justo donde quedo su camisa empapada. Ay dios, estaba desnudo. Estábamos desnudos. Casi. Lo observo notando como toca su parpado o algo en el ojo. —¿Qué haces? —pregunto completamente confundida. Yo mantuve los ojos abiertos en el agua y no sentí ni un poco de ardor y él parece que quiere sacarse los ojos. —Mmm —continúa de espaldas—, quitándome una lentilla. Frunzo el ceño, pero entonces lo recuerdo. La primera vez que lo vi, sus ojos eran diferentes. —No lo había imaginado, tienes heterocromía —murmuro recordándolos, eran muy lindos—. ¿Por qué los escondes? —cuestiono confundida. —De pequeño me molestaban por eso, y cuando tuve el valor de dejar de ocultarlos, Isaac me recomendó que lo siguiera haciendo, y honestamente creo que es lo mejor. —Pero, ¿Qué tienen de malo? —Mi confusión es muy real, no termino de entender. Estoy segura de 199 que a sus fans o lo que sea no les disgustaría para nada, al contrario. —El color, ¿Estás ciega, Jude? Sonrió y niego. El ciego era él, de verdad, pero mis palabras se atoraron en mi garganta al verlo girarse. No era la primera vez que lo veía sin camisa, pero, casi me ahogo, y no necesariamente por el agua de la alberca. Las gotas resbalan por su cuerpo perdiéndose en el agua, cada músculo se le marca perfectamente, pasa su mano tatuada por su cabello peinándolo hacia atrás. Mason a la vista es como un poema erótico. Desvío la mirada sintiendo mi respiración temblorosa, ok, no pasa nada, solo debo esperar un poco. Esto no es tan malo, simplemente mantener nuestra distancia perfectamente y… me sobresalto al sentir su mano sobre mi hombro. ¿Cómo mierda? —¿Y bien? —pregunta. Me giro enfocando mi vista en la suya. Sus ojos bajo esta luz y por el reflejo del agua se ven más brillantes. Él se avergüenza y yo podría 200 jurar que es probablemente la mirada más bonita que he visto. —¿Qué? —murmuro mientras continúo apreciando los colores de sus ojos. Es que dios, ¿Cómo podía esconderlos? Suelta una risa y lame sus labios. —Sobre lo que te dije, Jude, quiero saber lo que tú quieres. Quedarte o irte. Muerdo ligeramente mi labio como si estuviera pensándolo, era un asco actuando, pero Mason no podía saber todo lo que había detrás. Todo lo que Isaac sabía… —Me quedaré —digo finalmente. Él sonríe y asiente. —Bien —Se mantiene viéndome fijamente poniéndome nerviosa, como siempre—. Sé que quizás no puedo obligarte a que te caiga bien, pero ¿Podemos tener una tregua? Llevarnos bien sería mucho más sencillo, y menos desgastante. Suelto el aire contenido y me obligo a no desviar la mirada y verlo fijamente tal como él siempre podía hacerlo. 201 Ni siquiera tenía que pensarlo, pasaríamos juntos noventa días, todo será más simple si estamos bien. Me he comportado como una idiota al querer culparlo por todo, y también como extra en un intento de tratar de mantenerlo alejado solo por lo ligeramente encandilada que me tiene su presencia. Supongo que es un efecto que la gente famosa tiene en las personas, solo es cuestión de días, me acostumbraré, y será todo completamente normal. No más nervios, no más nada, más que el amigo y jefe de mi novio. —¿Entonces amigos, Jude? Asiento elevando mi mano hacia el para que la tome, cosa que hace casi de inmediato, estrecha su fuerte mano contra la mía. —Amigos, Alex. —Mason —Me corrige suavemente— Mis amigos me llaman Mason. —De acuerdo… Mason —No puedo evitar ocultar mi sonrisa. Él también sonríe más que antes y asiente complacido. Giro nuevamente hacia la ciudad. Puedo sentir su mirada clavada encima de mí todo el momento. No 202 sé cómo es posible que sin hacer ni un movimiento me hace sentir tan vulnerable. —Veinte dólares por tus pensamientos. Suelto una risa y giro a verlo. —¿Qué? —Lo que oíste. Te doy veinte dólares y me dices lo que piensas. —Dámelos ahora —Bromeo sabiendo que no trae nada encima, sin embargo, se mueve rápidamente a la orilla estirándose hacia su pantalón. Lo veo regresar con un maldito billete en su mano. Lo veo con diversión mientras tomo el dinero. — Pensaba en que la vista es muy bella. Se estira y me arrebata el billete. —Mentirosa. Sonrío y ruedo los ojos arrebatándoselo de nuevo. —Pensaba en ideas para soportar a mi novio falso. Se avienta tan rápido a mí que no pude hacer nada para evitarlo, me toma por la cintura haciéndome cosquillas. —¿Cómo que “soportar”? —refunfuña. Me retuerzo entre sus brazos haciendo que el agua se agite con violencia. Río incontrolablemente mientras coloco mis manos en su pecho intentando alejarlo. 203 Entre más lo intento, el más me acerca hasta que nuestros pechos terminaron completamente unidos. Detiene sus movimientos manteniendo aun sus manos en mi cintura. Mi respiración está agitada por la risa que me había provocado, elevo mi vista hacia la suya para verlo directamente a los ojos. Su mirada baja por mi rostro a mis labios por unos segundos antes de volver a subirla, una sonrisa ladina se extiende por sus carnosos labios. ¿Tengo calor en una alberca? ¿Qué clase de brujería es esta? Ruego internamente por no estarme sonrojando, pero es que su cercanía, su mirada, el sutil agarre en mi cintura, todo, está siendo un caos en mi sistema. Agradezco que estemos en el agua porque de pie ya me estarían temblando las piernas. Pienso en algo por hacer, pero mi cabeza en estos momentos está muy abrumada, y no ayuda mucho. Así que aleatoriamente tomo mis dos primeras opciones, la primera idea es decir algo para romper la tensión, tensión que para nada es de incomodidad debo aclarar. La segunda, fingir que me estoy 204 ahogando y esperar a que me dé respiración de boca a boca. —Veinte dólares por tus pensamientos —digo extendiendo su billete hacia él. Una sonrisa divertida se extiende por sus labios. Pasa una mano nuevamente por su cabello, toda mi atención se dirige allí, mis manos pican por querer pasar mis dedos por el mismo lugar, pero me mantengo a raya. —Bien —Lame su boca sutilmente subiendo una mano por mi brazo, congelándome en mi lugar. ¿Qué? >>Pensaba en la primera vez que vi esto… el tirante de tu sujetador cayendo por tu brazo. Estabas recostada sobre el sofá con tu rostro sonrojado, tu respiración acelerada, estabas gimiendo con tu vista clavada en la mía y allí fue en donde tu tirante cayó por tu hombro. No acaba de decir eso. Si, si lo hizo. Toma el billete de mi mano mientras yo permanezco completamente inmóvil. Un chico entra corriendo al lugar haciendo que Mason se gire dándome la espalda. 205 —Aquí estás —habla aliviado al encontrarlo. agitado, pareciendo —Justo en donde dije que estaría —responde como si nada. Él parece tan tranquilo, tan imperturbable, mientras yo estoy aquí hiperventilando sintiendo mis piernas temblar incluso debajo del agua. El chico toma de una gaveta oculta un par de toallas acercándose a nosotros. —Isaac está esperándote, eres el único que falta, incluso Paxton ya está allí. —Isaac puede esperar, me da igual. —También Sophia ha estado llamando. —Mierda —En un rápido y ágil movimiento sale del agua tomando una de las toallas de la mano del chico. Se gira brevemente y me observa por unos segundos. —Judith —pronuncia mi nombre a modo de despedida antes de salir del lugar. Dos dudas se instalan completamente en mí, la primera ¿Quién es Sophia? Sea quien sea debe ser importante, Mason paso de “no puedo salir de aquí, así” a prácticamente salir corriendo a atender su llamada. 206 Y la segunda, ¿Qué demonios ha pasado hace unos minutos? 207 11 | ATARDECER. ♪ In this world, i’ts just us ♪ (En este mundo, solo somos nosotros) — As It Was. Harry Styles. Vanesa cruza la puerta como un tornado, en cuanto me tiene en frente se abalanza hacia mí gritando con fuerza, envuelve sus brazos en mi cuerpo dejándome aturdida por unos segundos. Siento como Nate mantiene una mano en mi espalda evitando así que caigamos hacia atrás. Suelto una risa nerviosa preguntándome si de verdad será capaz de mantener el bajo perfil. —¿En dónde habías estado perra?, llevo horas esperándote en el estacionamiento —Hace su típico mohín tirando una maleta hacia un lado. Nate al ver que hemos tomado distancia se aleja como siempre, dándonos nuestro espacio—. No me dejaron ni siquiera estar en la recepción. Y yo estaba como, ¿Sabes que el novio de mi casi hermana? Podría hacer que te despidan en un segundo —Abro los ojos asustada, pero antes de que pueda decir algo ella niega. —Tranquila, solo lo pensé. Pero se lo debí decir, lo merecía— Tomo su mano y la arrastro 208 hacia la habitación, alejándonos así por completo de Nate. —Tuve que salir a comprar unas cosas —Le explico— olvide avisarte, pero me alegro de que estés aquí, aun así, debemos hablar, no puedes llamar la atención, tengo un contrato y si tú haces algo, me perjudicas directamente a mí, otra cosa, no puedes hablar con nadie de esto Vanesa, de verdad, debes fingir que, como todos, no tienes idea de nada. Sus ojos brillan de emoción. —Sé lo mal que estás tomando esto, pero mierda, estás viviendo el sueño de muchas. —No es tan emocionante cuando se trata de fingir con el amigo de tu novio. —Ex, si tienes suerte. —Vanesa —La riño. —Es broma, es de hecho alentador saber que mi mejor amiga en realidad no tiene nada con mi crush, pero tienen la suficiente confianza como para pedirle una cita con su casi hermana. Suelto una risa y niego. —No empieces. Nate se asoma mientras reímos y me hace una seña silenciosa para que me acerque a él. Y eso 209 hago. —¿Qué pasa? —pregunto en cuanto salgo de la habitación detrás de él. —Me surgió un inconveniente, debo salir, necesito pedirte que te mantengas aquí, solo será un par de horas —murmura, asiento mientras lo veo entregarme un pequeño papel—. Este es mi número, puedes hablarme desde el hotel si surge algún inconveniente. —Tranquilo, estaré bien. Asiente viéndome por última vez antes de irse. —Es caliente, pero no pienso coquetearle a nadie, no puedo arruinar mi reputación con Made in the A.M por un revolcón con uno de sus trabajadores — habla Vanesa detrás de mí. Ruedo los ojos y me giro hacia ella. —¿Estabas espiando? —Mierda, si, ¿Y si era Alex el que venía a verte? Rio y niego. —Vanesa, me vas a meter en problemas. —Que no —se queja tirándose sobre el sofá—. Lloraré en silencio, quizás me da un ataque de 210 pánico, probablemente me desmaye, pero todo será en silencio. Por cierto, necesito que me consigas una firma, eso si no te perdono si no lo haces. —Espera —hablo yendo a la habitación sacando del closet la camisa que estaba escondida. La que Alex dejo aquí el primer día que vino. Tan pronto como la tengo en mis manos, siento su rico olor emanando de ella. Cierro los ojos inhalando suavemente el perfume. ¿Cómo es que ha mantenido su olor? Un cosquilleo viaja a través de todo mi cuerpo interrumpiéndose abruptamente por la voz de mi amiga atrás de mí. —¿Qué haces? Me giro algo desorientada extendiendo tan pronto como puedo la camisa hacia ella. —Es de Alex. Se queda inmóvil con la camisa entre sus manos, por primera vez desde que la conozco no dice ni una sola palabra, solo se queda congelada observando con devoción la tela entre sus manos. Después de lo que parece ser un eterno minuto levanta la vista de nuevo hacia mí mostrándose sus ojos llorosos. No puede ser. Sale de su shock inicial para pegarla a su rostro. Casi quiero reír. —Dios, huele tan bien. 211 Lo sé. —Yo sabía que adoptar a la introvertida sería buena decisión. —¡Oye! —Me quejo empujándola ligeramente. Deja caer su cuerpo hacia atrás tirándose sobre la cama. —¡Universo! —habla elevando sus manos al cielo— Cuando te pedí tener a Alex en mi vida, me refería a tenerlo para mí, no tenerlo como pseudo cuñado —Comienza a llorar, literalmente llorar—. Claro, tienes a Elliot, lo olvidaba —murmura incorporándose mientras, como si nada, se coloca de pie con el rostro lleno de felicidad limpiando sus lágrimas—. Lo enamorare. Aprovecharé el tiempo que tú debes tenerlo cerca, tú serás nuestro intermedio— suelta como una promesa suspirando aliviada—. Tomaré una ducha. Asiento viéndola yendo hacia el baño. Me siento sobre la cama procesando sus palabras, sintiendo el amargo sabor de bilis subir por mi garganta sin entender exactamente la razón. 212 Observo el teléfono de Vanesa entre mis manos mientras nerviosa presiono el botón de llamar. A diferencia de mis intentos fallidos de días anteriores, esta vez al tercer pitido la llamada es recibida, tomo aire sintiéndome sin aliento. Honestamente no esperaba que respondiera, así que ni siquiera había pensado en que decirle. Del otro lado, Elliot habla con un escueto “hola”, quiero y debo decir algo, pero me quedo congelada, unos golpes en la puerta suenan, llevo mi mano a la bocina del teléfono para evitar que escuche. —Abre por favor —susurro hacia Vanesa yendo directo a la habitación. —¿Hola? —vuelve a hablar Elliot, suelto un suspiro tembloroso y carraspeo ligeramente en busca de mi voz. —Elliot… —suelto el aire contenido escuchando no más que silencio del otro lado de la línea—. Por favor escúchame… —Judith… tengo que irme —habla rápidamente cortando así la llamada. Frustrada me dejo caer en la cama tirando el teléfono a un lado. Vanesa entra corriendo sosteniendo una gran carpeta consigo. 213 —La mala noticia, nos regresamos en dos días, la buena, ¡vas a ir a una gala! —grita tirándome un sobre abierto mientras ella hojea lo que hay en la carpeta. Saco la hoja del sobre leyendo su contenido. Me encantaría presentarme contigo en persona, pero debido a todo el trabajo que tengo acumulado y el hecho de que al parecer no cuentas con un teléfono en este momento me veo en la necesidad de comunicarme por aquí. Mi nombre es Cristina Torres, soy la diseñadora de cabecera de los chicos, y ahora, también la tuya. Isaac me había mandado el diseño de vestido que quería que usaras para la gala, pero me interesa tu opinión, al final de cuentas eres tú la que lo usara, quiero que luzcas algo que te guste, con lo que te sientas cómoda y en confianza, para que transmitas eso. Después de todo es una alfombra roja y será algo imposible evitar las cámaras, especialmente al ser la primera vez que serás vista oficialmente junto a Alexander. Más tarde mandaré a mi asistente para saber tu elección. Nos vemos en dos días. -C.R El aire se atasca en mi pecho mientras vuelvo a cerrar la hoja con las manos temblorosas, mi 214 corazón palpita con fuerza descomunal. ¿Alfombra roja? Mi estómago se contrae y las náuseas me golpean. Muerdo mi uña comenzando a caminar algo ansiosa de un lado a otro. —No voy poder, ¿Cómo siquiera caminare con un montón de flashes dando directo a mi rostro? Vanesa suelta una carcajada girando la carpeta hacia mí mostrándome un vestido negro muy bonito, pero demasiado atrevido para mí—. Jude, te odio tanto, tendrás un vestido exclusivo de una diseñadora increíble, tu cara estará en millones de lugares y no solo eso, sino que estarás junto a un bombón tomando su mano, no entiendo nada, más que el hecho de que eras una completa idiota por no estarlo disfrutando. Masajeo mis sienes imaginando distintos escenarios donde me caigo, donde no puedo siquiera abrir los ojos con los flashes, donde termino haciendo el ridículo. Generalmente cuando me toman una foto con flash suelo salir con los ojos cerrados, o un maldito ojo más pequeño que el otro, ¿Cómo haré con miles de flashes? 215 Intento ignorar todos esos pensamientos negativos que me invaden y observo todos los vestidos de las fotos. Son preciosos. —No estoy segura de cuál sea el adecuado. —Son diseños de Cristina Torres, Jude, incluso si eliges usar una bolsa de papas ella lo hará adecuado —dice con indignación. Asiento de acuerdo, buen punto—. Deja de preocuparte, tienes suerte porque me tienes a mí, yo te ayudaré —habla mientras observa su teléfono. —¿Cómo sabes que nos regresamos en dos días? —pregunto releyendo nuevamente la carta para ver si me he perdido de algo. —Sé a qué gala se refiere, son unos premios, y es en tres días, la presencia de Made in the A.M está confirmada, así que seguro que es esa. Me consuela saber que regresaré a mi ciudad, pero, ¿Una gala? ¿Qué probabilidad había de intentar pasar desapercibida? —¿Cómo sabes todo eso? —Ya sabes que estoy en muchos grupos que… 216 Giro hacia ella, colocándome frente a su cuerpo. —¿Qué dicen sobre mí? —La interrumpo. Parpadea repetidamente y niega. No sé cómo no le pensé antes, si quería saber algo, Vanesa era la adecuada para eso, podría fácilmente ser la presidente del club de fans de la banda, está en mil grupos de ellos en distintas plataformas, conoce cada paso que dan. Sea lo que sea que estén diciendo con respecto a mí, ella lo sabe. —No mucho —murmura bloqueando su teléfono —. En realidad, casi no he visto lo que… —Enséñame —Pido cruzándome de brazos. Me observa sin parpadear para después soltar un suspiro. —Bien —masculla entrando nuevamente a su teléfono, entra a una aplicación en donde simplemente al poner mi nombre en el buscador arroja los resultados de todas las personas que lo han escrito. Tomo su teléfono y leo. “Jude, la novia de Alexander cerro sus redes en cuanto se supo de ella, algo esconde.” 217 “Dicen que Jude Bennett pago a un paparazzi para obligar a Alex a hablar de su relación, claramente no busca más que su fama” “Me pregunto de verdad como estará Jude con todo el hate que está recibiendo, esperando que la respuesta sea mal, se lo merece” “No deberíamos darle tanta importancia probablemente mañana la deje, digo, ni siquiera es tan bonita” “Alguien por favor puede alejar a mis niños de esa tal Jude” “Creí que tener algo con alguien como Alex era algo imposible, hasta que vi a Jude, dios, es que, si le pudo gustar esa, cualquiera tiene oportunidad, de verdad” Vanesa me quita su teléfono y lo vuelve a bloquear dejándolo a un lado. —¿Por qué me odian? —Les robaste a su chico. Nos. —Pero… —No lo entenderías —Me interrumpe—, está mal, sí, pero es mucho más complejo de lo que 218 parece, algunas son por celos, otras simplemente están preocupadas, no te conocen y no quieren que lastimes a Alex, también tiene mucho que ver que seas una chica común y corriente, el hecho de que no seas una modelo o una actriz a algunas les hace pensar que perfectamente pudieron ser ellas, aunque ni siquiera existiera la posibilidad de conocerlo, pero ahora no será posible porque tu estas de por medio —Abro la boca pero levanta una mano para evitar que hable—. Se les pasara. Si no te comportas como una perra eventualmente te tomaran cariño, algunas… —Que motivador. Vanesa se abalanza a abrazarme obligándome a acostarme a su lado. —¿No te basta con mi amor? —Sonrío rodando los ojos—. Haz que Alex me haga parte de su club oficial de fans y prometo promover el amor hacia ti —Suelto una risa soltándome de su agarre. —Perra interesada. —No me escondo— grita mientras yo me voy al baño. No importa que tan loca es, tener a Vanesa conmigo es de las mejores cosas de mi vida. 219 Los siguientes dos días pasaron sin pena ni gloria, para ser honesta pude disfrutar del spa junto a Vanesa y ni Isaac ni nadie se acercó a molestar, quizás estaban ocupados con los asuntos de la gala, quizás el que mi mejor amiga estuviera cerca les incomodaba, lo que sea, pero incluso me dejaron faltar a las últimas grabaciones. Todo iba bien, hasta que llegamos a mi ciudad, porque Nate no nos dejó en nuestro apartamento, nos llevó a los departamentos del edificio de los chicos, y para añadir incomodidad el lugar que nos dieron fue el de Elliot. Se supone que seguía siendo mi novio, sí, pero no estaba segura de en qué términos nos encontrábamos justo ahora. Hablar con Isaac para que me dejaran quedarme en mi apartamento había sido una misión imposible, así que aquí estaba con Vanesa invadiendo la privacidad de mi novio. —Pediré algo de comer —grita Vanesa desde la habitación. —Esto no es un hotel, tienes que hacértelo tú. 220 —Ya no tengo hambre —grita de regreso haciéndome reír. El timbre de la puerta suena asustándome un poco. —¿Por qué no le pides a Nate que traiga de comer? —Vuelve a hablar mientras me pongo de pie. Ni siquiera respondo. Abro la puerta borrando mi sonrisa de manera instantánea. —Bueno, no esperaba esa… —Salto a poner mi mano sobre su boca y lo empujo para poder cerrar la puerta detrás de mí, en cuanto me percato de que Vanesa no lo escucho lo suelto—, bienvenida… —Lo siento —susurro—, la he podido contener estos dos días, pero no creo que me funcione más, en cualquier momento golpeara cada puerta del edificio hasta encontrarlos. —¿Qué? —pregunta luciendo perdido. —Mi mejor amiga —respondo—, los ama. —Me agrada, tiene buen gusto —sonríe y yo también lo hago rodando los ojos—. ¿Estas ocupada? 221 Niego y antes de poder decir algo más toma mi mano comenzando a caminar hacia el ascensor. —¿Qué haces? —pregunto mientras lo sigo. Giro hacia la habitación con algo de pena— Vanesa, mi amiga se puede preocupar porque… —Hablare con Levi, tranquila. —¿Cómo? —murmuro sin entender. Lo observo sin entender. —Es nuestro mensajero —suelta una risa explicando—. Alguien tiene que representarnos a todos y él tiene más tacto que cualquiera. Niego y lo detengo. —No puedes. Vanesa los ama a todos, si lo mandas a él… —Entiendo, entonces mandare a Nate a que le avise. Asiento siguiéndolo. —¿A dónde vamos? —Aún no lo decido —responde, las puertas del elevador se cierran, hago lo que puedo por evitar caer a la maldita tensión que siempre termina creándose cuando lo tengo cerca. 222 Es difícil ignorarlo o pretender que no está, cuando su presencia es imposible pasarla desapercibida. Mas, tomando en cuenta que la última vez que lo vi me dejo con las piernas temblando e hiperventilando. Cierro los ojos con fuerza obligándome a pensar en otra cosa. Piensa cabeza, piensa. Ositos de goma, sí, eso no tiene sentido, pero funciona, cualquier cosa que no sea Mason, ricos ositos de goma, mi preferido es el rojo. Rojo como sus labios, sus carnosos labios, automáticamente mi mente vuela al recuerdo de su respiración sobre mi boca. Su lengua acariciando la mía, su mano en mi garganta, su cuerpo contra el… —¿Estas bien? Giro a verlo algo asustada. Malditas hormonas. —Todo bien —Miento. —Parece que estas a punto de tener un ataque respiratorio o algo así. —No soy muy fan de los elevadores —digo en un hilo de voz sin girar a verlo. A este punto puedo imaginar la risa burlona de mi conciencia. 223 —Para tu suerte, ya llegamos —Tan pronto como deja de hablar las puertas se abren. Camino detrás de él viendo cómo se acerca a un hombre de traje. Por la credencial que tiene colgada sé que es de su staff. Comparten un par de palabras y entonces Mason gira hacia mi haciendo una seña para que me acerque. —Iremos en la camioneta de Aiden, ya está lista para salir. —¿Salir? Mason sonríe abiertamente pasando su lengua por su labio inferior. —¿Pensabas que solo bajaríamos? —pregunta divertido. Pensé que solo hablaríamos, pero no digo nada, suelta una ligera risa extendiendo su mano a la mía. Sus largos dedos se envuelven en mi muñeca atrayéndome hacia él, me quedo perpleja un segundo por su acercamiento—. Se supone que somos novios, debemos tener una coartada convincente, y para este momento estoy seguro que las fans saben más de ti, que yo. Esta vez sí sonrió. —Bien, ¿A dónde iremos? —No tengo idea —responde para después girarse y llevarme consigo. 224 La camioneta está a un par de pasos de la salida, por la parte delantera reconozco que es una Hyundai. Ahora entiendo por qué es tan fácil para sus fans reconocerlos si andan en estos autos. En cuanto subimos arranca. —Entonces… ¿Cuál es el plan? —pregunto viendo como avanzamos por las calles. —No tengo uno. —Pero… —No me presiones. Suelto una risa mientras me giro en mi lugar volviendo mi vista al frente esperando saber en dónde terminaremos. —Casi me hiciste manejar a otra ciudad para esto. —Las papas son deliciosas —Me quejo tomando un puñado de ellas metiéndolas a mi boca. Observo los carros pasar a lo lejos, terminamos en un lugar algo alejado, sí, mi culpa. 225 Le dije mi restaurante de comida rápida favorito, pero no me di cuenta de que el gps marco el más alejado de todos, así que terminamos llegando a las orillas de la ciudad. No, no me di cuenta durante el camino, estaba distraída con otra… cosa. —¿Por qué no comemos adentro? —No hay nadie —digo. —Exacto, no corremos riesgo de que nos vean. —Pero si de que nos escuchen, no hay nadie, así que solo estarán nuestras voces. —Es un buen punto —dice para darme su comida. Lo observo frunciendo el ceño sin entender lo que hace. —Saquemos provecho a la carretera desolada — Coloca su pie sobre la llanta y sosteniéndose de un extremo sube por su camioneta sentándose sobre el techo de esta. —¿Qué haces? —pregunto entre risas. —Pásame la comida —hago lo que pide—. Ahora dame tu mano y sube. 226 —Estás loco. —Estamos en medio de la nada porque querías una hamburguesa, creo que la demente es otra. —Que me equivoque —farfullo tomando su mano. En un ágil movimiento me ayuda a subir colocándome a su lado. Ok, definitivamente esto es algo que algún día podre contarles a mis nietos, que un día comí hamburguesas con un cantante famoso en el techo de una camioneta, en medio de la nada. Bastante creíble. El lugar está desolado, pero la vista es hermosa, tenemos la suerte de estar justo en el momento en el que el atardecer ha iniciado. El cielo se comienza a tornar de colores amarillentos y naranjas, junto a las nubes, está siendo todo un espectáculo. Giro a ver a Mason y él ya me observa, sonríe levemente antes de volver la vista al frente. Quizás esto debería sentirse raro, pero siendo honesta, estaba lejos de sentirlo así. 227 16. Capítulo doce 12 | ARTE. ♪ Can’t I just stay here?, Spend the rest of my days here? ♪ (¿Puedo simplemente quedarme aquí?, ¿Pasar el resto de mis días aquí?) -Locked out of Heaven. Bruno Mars. —¿Cuándo fue la última vez que tuviste sexo? — pregunto sin rodeos entrelazando mis dedos. Mason me observa como si me hubiesen salido dos cabezas. Ruedo los ojos comiendo de mis papas—. La coartada —explico. —¿Qué tiene que ver la coartada con eso? —Para calcular el tiempo que llevamos juntos debemos saber cuándo no estuviste con alguien, ya sabes para evitar escándalos de infidelidades, y no pienso ser la cuernuda. —¿Qué?, pero si tú me engañas con mi mejor amigo —Suelta indignado. —Pero es distinto —Me quejo entre risas—. Dime, ¿fue hace poco? 228 —No hay problema, fue hace mucho —Parece meditar y empieza a contar mentalmente—. Hace dos… —¿Meses? —Asiento terminando por él, gira a verme con la burla plasmada en todo su rostro. —Semanas. —Dos semanas llevamos —Giro a verlo—, estamos jodidos, nadie nos creerá que va en serio. —Igual podemos evitarnos los detalles. —¿Crees que podamos? —Sí, déjamelo a mí. —Bien —Llevo mi vista al cielo que ahora está oscuro—, ¿Cómo nos conocimos? —Justo como lo hicimos —responde con simpleza— ¿Cómo aprendiste a tocar el piano? —¿Eso que tiene que ver con nuestra supuesta relación? —cuestiono confundida —Tiene que ver contigo, así que dime. Suelto una risa y niego —Bien, yo, de pequeña acompañaba a mi hermano a su trabajo para no quedarme sola en casa, y un día él estaba muy 229 ocupado y yo muy aburrida —Suelto una risa al recordar el ataque que casi le daba al pobre por mi culpa—, en resumen, termine escabulléndome en un teatro, se estaba presentando una orquesta, los empleados me notaron cinco minutos después de que entre y me sacaron, jamás volví a entrar a una, pero esos cinco minutos para mí, fueron suficiente tiempo como para enamorarme, en casa teníamos un pequeño piano que fue de mi abuelo y toque y toque hasta que se escuchara bien. —No puedo creer que te escabulleras. —Tenía ocho años —explico riendo. —Era solamente una niña, no sabía lo que hacía. —Eras una delincuente infantil en potencia —Se burla—. ¿Algún otro delito del que deba saber? —Allanamiento de morada, sí, creo que ese más y ya. Mason suelta una risa y niega. —No puedo delincuente. creer que tengo una novia Lo empujo ligeramente cuando empieza a reír. —Cállate, seguro que tú también has hecho algo, cuéntamelo. 230 Continúa riendo y niega —Lamento decepcionarte, tuve una vida bastante tranquila y aburrida, sin delitos. —Vamos, seguro que hay algo, ¿De adolescente con tus amigos? —pregunto, pero continúa negando —¿Robar cervezas? ¿Entrar a una casa abandonada? —Sin delitos —repite manteniéndose firme. Lo observo fijamente dándome cuenta de que habla en serio, justo ahora me siento una mala influencia, pero ¿Quién no ha hecho algo malo en su vida? Todos debemos tener una inocente experiencia delictiva. Es ley de vida. —Dame las llaves —Pido extendiendo mi mano hacia él. —¿Qué? No. Me tiro del techo de la camioneta hacia el asfalto cayendo para mi suerte, de pie. —No me moveré de aquí hasta que me des las llaves, yo manejo. Mason eleva las llaves en el aire quitando el seguro del auto. 231 —Como quieras —dice subiendo a la camioneta encendiéndola. Me cruzo de brazos manteniéndome fija en mi lugar. —Jude —habla de manera lenta y pausada—, podemos esperar todo lo que quieras, pero ni loco te dejo manejar para lo que sea que esa cabecita tuya esté maquinando, es mi última palabra. Conduzco por las largas calles de la ciudad. Mason se mantiene en silencio a mi lado con rostro de preocupación. Estoy tomando el camino largo con tal de evitar los autos. Las luces de las casas y los panorámicos dan una vista única y más con las calles vacías. —¿Vas a decirme a dónde vamos? —Ignorando sus quejas, continúo manejando hasta que finalmente estamos frente al edificio. Bajo del auto dando un vistazo al lugar, está desierto. Mason no tarda en colocarse a mi lado. 232 Odio este sitio, todos mis recuerdos con Douglas, mi ex, están encerrados principalmente aquí, pero, es el único lugar que sé cómo allanar a la perfección. Tomo la mano de Mason y lo obligo a caminar a mi lado, rodeamos en silencio el inmenso edificio llegando a la parte trasera. Me acerco a una de las ventanas, la única que es fácil de abrir, la empujo y levanto justo como recordaba, un click es mi confirmación de que ese truco aún funciona. —Jude —susurra Manson en advertencia. En un rápido movimiento empujo el vidrio y me deslizo por el marco de la ventana entrando al lugar. —No pienso entrar allí, si me meto en un problema yo… —No hay cámaras, no hay nada, lo prometo, es seguro. —¿Desde cuándo cometer un delito es seguro? —farfulla, parece pensarlo por un minuto y justo cuando creí que de verdad no se acercaría, lo hace, y entra justo como yo lo había hecho. Suelto una ligera risa tomando su mano nuevamente guiándolo en la oscuridad. Conozco 233 este sitio como la palma de mi mano, así que sin incidentes llegamos justo a donde quería. —¿Cómo sabes que no hay nadie? —Antes vivía aquí —hablo mientras continuamos caminando—, no literalmente, pero pasaba horas encerrada entre estas paredes, sé cuándo no hay nadie, como ahora. Presiono el interruptor haciendo que las luces de la habitación se enciendan. El piso está cubierto con un plástico. En medio de la habitación hay un lienzo grande, muchos botes de pintura están perfectamente colocados alrededor. Aquí trabaja Douglas, siempre ha sido excesivamente demandante en la limpieza en su área de trabajo. Le encanta que todo sea blanco, las paredes, el piso, la decoración. Una pena. —¿Quieres pintar? —pregunto a Mason girando hacia él. Él sonríe tenuemente y niega mientras observa alrededor confirmando que no haya cámaras. —Creo que no deberíamos mover nada, y tampoco sé cómo hac… 234 Sus palabras terminan ahogándose con el sonido del bote de plástico golpeando con fuerza contra el lienzo. Cierro los ojos sintiendo como la pintura salpica en mí, giro hacia Mason que permanece inmóvil a mi lado, la pintura también lo ha alcanzado. —¿Estás loca? —pregunta alarmado. No pude evitar reír al ver su cara y tomando otro bote lo lanzo nuevamente al lienzo, la pintura sale volando a todas partes manchando todo a su paso. Antes de poder tomar otro bote, Mason detiene mi mano tomándola por la muñeca. —Está bien, nos vamos —No sonaba para nada como una pregunta, pero niego manteniéndome firme en mi lugar—. Jude, no puedes simplemente hacer esto, si tienes tantas ganas de hacerlo mandaré a que adapten una habitación igual a esta para mañana y la destrozas de la manera que gustes, pero esta no, no sabemos si afectamos a el dueño con esto. —Tranquilo, al dueño no le importan los materiales, no le afectaremos económicamente, nada, simplemente es un exagerado con el orden y la 235 limpieza y… se lo merece, te lo prometo, no causaremos nada más que molestia y ya. No mentía, Douglas en dos minutos podría reemplazar todo el estudio entero si quisiera, pero es el enojo que le provoca el ver algo fuera de lugar es lo que me motiva. Hacer esto fue algo que quise desde hace mucho, pero con todas sus amenazas de por medio no me había atrevido ni a pensarlo, Douglas tenía poder, él lo sabía, podía arruinar la vida de muchas personas, y ya lo hacía. Aun así, Mason tenía más poder en su dedo menique, que el idiota de mi ex y por eso estaba tan tranquila, acabando la farsa de relación que llevamos será otra historia, pero mientras tanto, en este momento él no se me acercaría, es listo, no lo haría. A pesar de todo lo malo, después de que supe que Isaac podía desaparecer esos malditos videos, he podido respirar un poco más tranquila. Sé que es una completa inmadurez, pero que se metan con su estudio es lo único que de verdad lo irrita. —No lo afectaremos —digo, por último—, no al menos como él lo hace con muchas personas. — Lo último casi lo digo en susurro. 236 Observa mi rostro detenidamente y tras soltar un suspiro afianza el agarre de su mano en mi muñeca llevándome con él. Resignada lo sigo saliendo tras él para después parar en la puerta al verlo regresar. Giro a observarlo confundida notando como se agacha y comienza a retirar el plástico que cubre el piso. —No puedo creer que seas tan egoísta como para robarme protagonismo en mi primer acto ilegal — Suelto una ligera risa viéndolo retirar el resto de los plásticos de la decoración. Se acerca a las pinturas y toma un bote, gira hacia mi mientras lanza el envase en el aire jugando con él entre sus manos. Lanza el bote hacia atrás dando directo al lienzo haciendo que este salga disparado hacia el piso. La pintura vuela por todo el lugar, y a diferencia de mí, debido a que el plástico ya no estaba, ha manchado el piso y unas estatuas blancas paradas a los laterales. —Ok, honestamente considero que está quedando bien —Nos vemos por un segundo para después volver la vista hacia lienzo tirado, casi como si 237 estuviéramos sincronizados comenzamos a reírnos del desastre—. Eres una mala influencia. Extiende su mano hacia mí, y me acerco para tomarla, coloca un bote en mi palma para después tomar el otro. Se acerca al lienzo y vierte la pintura sobre este. Observo la pintura roja entre mis manos y tomando una pequeña brocha me acerco a la estatua de un hombre y estirándome para alcanzar su rostro, pinto unas enormes cruces en sus ojos. Mason continúa esparciendo la pintura sin cuidado sobre el lienzo. —Creo que lo mío es esto —murmura mientras acomoda el lienzo nuevamente de pie. Me coloco frente al cuadro lleno de color escurriendo de pintura y sonrío. —Si le colocas una firma podría incluso venderlo por Ebay. Se gira hacia mí viéndome de frente, lentamente acerca su mano a mi rostro luciendo concentrado. — Tienes una mancha —pasa sus dedos por el pómulo de mi rostro con delicadeza. Sé, sin necesidad de verme, que ha esparcido pintura por mi rostro, siento la tenue humedad que 238 deja el camino de sus dedos. Sonrío y antes de que siquiera piense en alejarse arrojo el resto de la pintura roja que mantengo en mi mano. Intento fallidamente de solo tirar un poco, pero calculé mal, demasiado mal, su camisa ahora está cubierta por completo con toda la pintura de mi envase. Abro la boca de par en par con sorpresa. —Mierda, perdón, no… —Cierro la boca de golpe al ver a Mason meter su mano al bote de pintura más cercano y jalándome por el brazo, me inmoviliza entre sus brazos y así embarra toda la pintura en mi cara. Nos quedamos en silencio por unos segundos observándonos cara a cara. Suelta una risa pasando su vista por todo mi rostro. Indignada, intento correr hacia los botes de pintura llenos, pero su mano sobre mi ante brazo me detiene, me gira hacia él haciendo que nuestros cuerpos choquen por la fuerza y rapidez. —¿A dónde vas? —murmura haciéndome reír. En mis intentos por soltarme de su agarre hago que caminemos hacia atrás tropezando con los botes de pintura vacíos. Caemos sobre el lienzo lleno de 239 pintura embarrándonos por completo en el proceso sin importarnos ni un poco. Mi cabello está empapado, nuestra ropa está completamente inservible, aun así continuamos riendo como un par de tontos. Mi cuerpo está sobre el suyo, coloco mis manos sobre su pecho con la intención de pararme y separarnos, pero sus manos sobre mi cintura me impiden moverme. Llevo mi vista a su rostro observando sus pestañas con pintura, él eleva una de sus manos hacia mi cara trazando líneas invisibles sobre mi mejilla. Cualquier tipo de diversión anterior se ha disipado, yo estoy seria, expectante y él luce concentrado. Recorre con sus dedos parte de mi cuello hasta que tomo mi cabello tirándolo hacia mi espalda, retoma el movimiento de sus dedos guiando su mano hacia mi nuca, su rostro está a centímetros del mío. Escucho un sonido lejano de un auto, casi imperceptible, en cualquier otra situación pensaría 240 que quizás es nada, pero lo reconocía de tantas veces que lo escuche antes. Alguien había entrado al estacionamiento del edificio. Me suelto del agarre de Mason tirándome hacia un lado. Me coloco de pie tan rápido como puedo resbalándome un poco con toda la pintura. Mason se pone de pie y coloca una mano en mi espalda baja, evitando que caiga. —Debemos salir de aquí —susurro tomando su mano caminando con rapidez hacia la habitación por donde entramos. No dice nada, solo asiente y me sigue. Suspiro aliviada en cuanto llegamos, mi alivio dura dos segundos porque entonces escucho la entrada principal ser abierta, por debajo de la puerta me doy cuenta de que se encendió la luz principal. —Pero, ¿Qué mierda? —La fuerte voz de Douglas me congela en mi lugar. Dejamos un rastro de pintura, en un segundo lo tendré frente a mí después de tanto, el miedo me crispa todo el cuerpo. No puedo moverme ni un ápice. Mason me empuja por los hombros haciéndome caminar, me toma por la cintura y en un rápido 241 movimiento me eleva para que alcance la ventana sacándome del sitio. Él me sigue comenzando a salir, la puerta de la habitación se abre de golpe, sin embargo, ya ambos estamos afuera. Me toma por la mano corriendo hacia el auto. Los gritos de Douglas cada vez se hacen más lejanos, y aunque lo conozco y sé que no pensaba salir por la ventana, probablemente lo toparíamos por la puerta principal. Llegamos al auto y entramos de un salto. Mason enciende la camioneta arrancando al mismo tiempo que la puerta principal se abre. Acelera haciendo casi imposible que nos viera. Por unos segundos no se escucha nada más que nuestras respiraciones aceleradas y el rugir del motor. Giro a verlo sintiendo mi corazón a tope. Él me ve antes de sonreír y negar. —¿Qué clase de delincuente se congela justo en la huida?, Eres la peor cómplice. Suelto una risa sacando mi cabeza por la ventana, sintiendo el viento darme en la cara. Es refrescante. —Lo siento —digo girándome un poco para verlo—, por eso, y por lo del auto de Aiden — 242 murmuro viendo las manchas de pintura que hemos dejado prácticamente en todos lados. Solo ríe sin tomarle importancia y sube el volumen de la música mientras continúa manejando por la ciudad. Llegamos sorprendentemente rápido. Y agradezco que sea madrugada porque en realidad no hay nada de gente afuera o al acecho. Seguro lucimos ridículos ambos, llenos de pintura. Entramos al edificio en silencio, el guardia de la entrada ni siquiera nos voltea a ver, o al menos finge no hacerlo. Cuando subimos al elevador, tomo mis manos frente a mi cuerpo, sintiendo que los pisos pasan demasiado lentos, ¿Por qué demonios me pone nerviosa todo el tiempo con absolutamente nada? Suelto un suspiro tembloroso al ver mi piso, bueno el de Elliot. Doy un par de pasos para salir de este abriendo la puerta del departamento. Me giro para ver a Mason con su mano sobre la puerta del elevador, evitando así, que se cierre. En cuanto se percata de que ya entraré, quita la mano permitiendo el movimiento de las puertas. 243 —Buenas noches, Jude. —Buenas noches, Mason —respondo antes de que las puertas de metal se cierren. 244 17. Capítulo trece 13 | GALA. ♪ Throw on your dress and put on your doll faces, everyone thinks that we’re perfect, please, don’t let them look through the curtains♪ (Ponte tu vestido, y pongan sus caras de muñecas, todos piensan que somos perfectos, por favor no dejes que vean a través de las cortinas) -Dollhouse. Melanie Martinez. Podía perfectamente describir lo que veía con una palabra: caos. Cristina Torres había entrado al departamento con todo un equipo detrás de ella. Todo estaba fuera de control, había personas corriendo de un lado a otro. Desde que Cristina cruzo la puerta había puesto a todo un equipo a trabajar en mí, desde los pies hasta la cabeza. Incluso para Vanesa, la autodenominada amante de todo esto, fue abrumador y termino yéndose a nuestro departamento por unas “cosas”, excusándose para escapar. Me encantaría haber 245 huido con ella. Pero hasta este momento no he podido moverme de mi silla. —¿Lista? —pregunta Cristina, a diferencia de todos los demás que parecen estar a punto de tener un colapso nervioso, incluso Isaac, ella no muestra más que su elegancia, y si tiene nervios, no lo parecía. Yo, estaba cansada, de no hacer nada, sí. Suelto un suspiro tembloroso viendo a la mujer frente a mí que me escanea por completo, esta mujer llego hace un par de horas, me dijeron que era una coreógrafa de poses, al principio me reí creyendo que estaban bromeando, pero nadie se rio conmigo. ¿Desde cuándo necesitas a alguien que te diga cómo posar? La mujer achica los ojos antes de sonreír satisfecha y asentir. —Ya está lista. Suelto un suspiro visiblemente aliviada. Estoy parada sobre un pequeño podio frente a un espejo gigante, ya estaba lista desde hace casi una hora y seguía sin acostumbrarme a ver mi irreconocible reflejo. 246 Aunque Cristina había respetado por completo mis gustos y paso de venir con ideas que ella denominaba dramáticas, termino haciendo algo más simple. —Me encanta —dice cristina mientras toma mi mano para ver mis uñas. —¿Y el vestido rojo que había elegido? — pregunta Isaac al fondo de la habitación. —Te lo puedo hacer para ti si quieres, ella eligió este, y es perfecto. Aprieto los labios ligeramente para evitar reírme. —Se me hace demasiado simple. —Es elegante, clásico, y realza su belleza — Cristina sonríe orgullosa acomodando mejor la tela rosa palo—. Este tono le queda perfecto por su tono de piel y cabello —explica haciendo que Isaac solo asiente sin parecer convencido ni interesado del todo. Las personas comenzaron a empacar sus cosas para salir del lugar. Observo en el espejo el vestido. Es hermoso, los pliegues de la tela caen acoplándose perfectamente a mi cuerpo, agradezco que en la pierna izquierda tiene una abertura 247 facilitándome caminar, si fuese cerrado seguro me caigo con un paso. No parezco yo. —Aquí está tu bolso —habla ayudándome a bajar del podio—, puedes meter lo que quieras, incluso nada. Suelto una risa acercándome a mi bolso tomando pocas cosas de él para meter al otro, las que considero más dispensables. —Iré con lo demás —avisa mientras sale del lugar. En la puerta suenan un par de golpes, giro para ver a Levi en traje gris oscuro, con una camisa blanca, ligeramente abierta. Sonrió tenuemente. —¿Puedo? —pregunta apuntando hacia dentro de la habitación. Asiento para después verlo entrar— Tengo dos cosas por decir, la primera, por parte mía, luces genial, Jude. —Gracias, tu igual —Y no mentía ni un poco. —También tengo un mensaje por parte de los chicos. 248 Suelto una ligera risa y niego. Honestamente pensé que eso de que usaban a Levi como su mensajero era broma, pero al parecer no. —Que honor, dímelo. El carraspea y gira ligeramente la cabeza. —Ya debes bajar. Sonrío divertida al ver que es lo único que dirá. —Vamos entonces. —¿Nerviosa? —pregunta pasándome una copa con un líquido amarillento. Lo tomo sin protestar, sea lo que sea, necesito alcohol para tomar agallas. —Demasiado, me estoy muriendo por dentro, ¿Se me nota mucho? —Giro a verlo de frente. Levi pasa una mano por su barbilla estudiando mis facciones, la diversión predomina en su rostro. —Estás visiblemente temblando, tienes cara de afligida, y estoy seguro de que estás a punto de vomitar o desmayarte, fuera de eso, todo bien. Suelto un suspiro hastiada. >>Tranquila, en verdad no es tan horrible como parece, solo tienes que sonreír y ya, aunque te pidan que hables, no tienes que hacerlo, solo intenta divertirte. 249 Asiento, aunque no esté muy convencida de que divertirme sea posible con todo el malestar que siento por los nervios. Respiro hondo tratando de calmarme, la situación en sí me intimida como la mierda, la atención, las expectativas, me siento y estoy completamente fuera de lugar. Con cada paso que doy junto a Levi más se encoge mi estómago. Bajando del ascensor, no sé cómo, pero, encuentro a Mason casi inmediatamente. Sonrío inconscientemente al ver su cara de fastidio, Isaac junto a otra mujer hablan frenéticamente con él, con Paxton y con Aiden, todos lucen increíbles, pero mi vista está fija exclusivamente en una persona. Luce tan atractivo como siempre. Siempre que creo que no podría verse mejor, la realidad me abofetea en la cara con una nueva imagen de Mason luciendo más impresionante. No está haciendo nada, solo juega distraídamente con el anillo de su dedo medio. ¿Cómo es posible que alguien luzca bien haciendo simplemente eso? Eleva su mirada, y casi como si sintiera la mía me encuentra rápidamente, cambia su postura y gira 250 su rostro observándome detalladamente. Como siempre, el calor no tarda en subir por mi cuerpo, me obligo a intentar parecer tranquila, sonríe haciendo que sus ojuelos aparezcan, lame ligeramente sus labios para después modular unas palabras. Niego frunciendo el ceño para hacerle entender que no soy capaz de comprender lo que dice. Suelta una ligera risa y niega sacando de su bolsillo su teléfono comenzando a teclear. —Luces hermosa, eso dije —habla Levi a mi lado. Lo observo sin entender para después ver como gira el teléfono en su mano mostrándome el mensaje de Mason. Si es que había sido capaz de ocultar mi sonrojo inicial, ahora se había ido a la mierda esa posibilidad. Una mujer joven con una carpeta abrazada a su pecho se coloca frente a nosotros obligándome a prestarle atención. —Debemos ir ya —Se da la vuelta caminando hacia la salida. La sigo obligándome a no girar por nada. La chica abre la puerta de una camioneta dejándome pasar, entro sentándome en medio con Levi a un lado. Ella se mantiene parada en la puerta 251 abriendo su carpeta —Entraran primero ustedes — habla viendo a Levi—, tomaran unas pocas entrevistas, ya sabes, no se separen, si les hacen preguntas controversiales, simplemente ríanse y no respondan nada. —Lo se. La chica esta vez se gira hacia mí. —No puedes pedir ningún autógrafo ni foto a ninguna persona, no importa que tanto la desees, debes pretender que son personas ordinarias, como tú. La puerta de mi lado se abre de golpe sobresaltándome por un segundo. Mason sonríe y de un salto se sube colocándose a mi lado. —Alexander, por favor habla más de dos palabras y sonríe más, eso va para ti también Aiden — murmura al susodicho que sube por el lado de Levi colocándose al frente. —Lo intentaremos —responde Mason haciendo que la chica suelte un suspiro lleno de cansancio. —Necesitan más que simplemente intentar — murmura entre dientes, cuando Paxton se sube la chica se gira y hace una seña para llamar a alguien. En ese momento Isaac llega asomándose por una de las ventanas. 252 —Necesito recordarles que Paxton y Aiden no tienen permitido estar uno junto al otro en ningún momento —habla viéndolos a ambos—, Si por alguna razón ajena a ustedes terminan juntos eviten tocarse, verse fijamente, de reojo, lo que sea, simplemente ignórense mutuamente —Paxton abre la boca, pero Isaac se gira y se va tan pronto como llego. Frunzo el ceño, sintiéndome incómoda, ¿Qué tanto problema tiene con ellos? Después de unos segundos en silencio, la chica sale de la camioneta. Suelto un suspiro nerviosa al sentir como finalmente nos movemos. Mi cuerpo entero vibra al sentir a Mason acariciar la tela del vestido que cae abierta dejando ver mi pierna, no había pensado que al sentarme se abriría completamente, el roce suave de sus dedos deja un cosquilleo incipiente abriéndose paso por mi piel. —Entonces Alexander… —Mason se detiene por completo cuando mencionan su nombre por algún altavoz de la camioneta, se recarga por completo sobre el asiento poniendo atención— Después de que ya hayan cumplido tienes que volver y entrar con ella. Probablemente te empiecen a bombardear 253 con preguntas, no respondas nada, simplemente dejen que les tomen un par de fotos y listo. Él asiente viéndome por unos segundos regalándome una de esas sonrisas que me tenían volada la mente. Me giro viendo hacia el frente, tratando de ignorar el cómo su piel roza contra la mía tentándome. —¿Nerviosa? —pregunta Mason en un susurro. —Ni te imaginas —respondo con honestidad. Y no está ayudando mucho lo distraída que me pone. Bajo la mirada al sentir como tomo mi mano colocando algo pequeño en mi palma. Un auricular. Giro a verlo confundida y él simplemente modula “póntelo” mientras saca su teléfono. Coloco el auricular en mi oído tal como dijo, cuando se asegura de que lo haya hecho presiona la pantalla de su teléfono y me lo pasa. Lo tomo observando lo que hay en él, solo tiene una carpeta de archivos que ha descargado, entro a ella y mi corazón da un pequeño salto, sonrío con un millón de sentimientos desbordando. En la pantalla hay videos del programa del Chef Rogers, no pude evitar soltar una ligera risa mientras giro a verlo. 254 —No sabía cuál te gustaba, así que compre todas las temporadas. Sonreí de la manera más honesta que pude, seleccioné uno de los videos, y se comenzó a reproducir. Estaba sin palabras, Mason se había tomado el tiempo de pensar en mí, de pensar en cómo me sentiría y como solucionarlo, los nervios disminuyeron drásticamente, no había cabida para ellos, pero no era por el chef que hablaba en mi oído. Era exclusivamente mérito del chico que estaba sentado a mi lado. Estoy alucinada con el desorden que existe detrás de todo. Antes había visto por televisión alfombras rojas y jamás pensé que sería tan… descontrolado. Desde donde estoy podía ver perfectamente a los chicos, en cuanto aparecieron en la alfombra cientos de flashes se dispararon en su dirección. Las voces de la prensa se elevaron haciendo imposible escuchar algo más. No tenía idea de que había 255 público hasta que no incontrolables de emoción. escuche sus gritos Los chicos lucen increíbles, entiendo la euforia que causan, estoy segura de que incluso chicas que no los conocen están gritando en este momento por ellos. Paxton más que todos parece amar las cámaras o quizás al revés, puede que sea la confianza que desborda, se ve en su zona de confort, incluso parece disfrutarlo, es el contraste completo de Aiden, quien se nota más incómodo, o al menos era el que más lo demostraba. Este último mantenía sus manos detrás de su cuerpo completamente estático. Levi sonríe de manera educada, no parece emocionado de estar allí, pero tampoco se nota disgustado. Él, era el que estaba hablando con los diferentes entrevistadores, así frente a todos los medios parece otra persona mucho más extrovertida de lo que en realidad es. Mason es la personificación de la indiferencia, de vez en cuando daba alguna sonrisa y saludos cortos hacia el público, haciendo que los gritos se descontrolaran por completo. 256 No tenía idea de cómo, pero ellos cuatro, con simples miradas parecían estar comunicándose. Era una locura de ver. Sonreí prestando atención a Mason, parece tan serio, tan diferente a lo que es. ¿Quién podría imaginarse que el chico que no era capaz de regalar una sonrisa a los fotógrafos ayer estaba riendo como loco lleno de pintura de pies a cabeza? Los gritos aumentan sacándome de mis ensoñaciones, giro a ver hacia la prensa, pero algunos ya me observan a mí, abro los ojos algo asustada, dando unos pasos hacia atrás para evitar que me vean, volteo a ver a Mason, pero eso no ayuda para nada, el camina hacia mí con una sonrisa llena de diversión plasmada en sus labios. Extiende su mano hacia mí esperando que la tome. Suelto un suspiro tembloroso y cierro los ojos por unos segundos para después extender mi mano a la suya. Entrelaza sus dedos con los míos dándoles un ligero apretón. Camino junto a Manson soltando suavemente la respiración. Mentalmente comienzo a contar hasta diez, pero no me funciona. Ni siquiera hemos 257 llegado a la marca en donde la chica pelinegra nos espera, y ya siento los flashes de la cámara sobre nosotros. Esto está mal, está muy mal. Esto es surreal, ¿Cómo mierda acabe aquí? El miedo y nervios se asientan agresivamente en mí. Siento todo en cámara lenta, incluso el sonido lo he bloqueado, solo escucho el ruido de mi fuerte respiración, sin la mano de Mason guiándome ya me habría tenido que detener al no saber por dónde voy. Nos colocamos en la marca y finalmente levanto la vista. La chica pelinegra se acerca inmediatamente a mí arreglándome el vestido. En cuanto se aleja unos pasos, el ajetreo que ya había iniciado se acentúa mucho más. Los camarógrafos comienzan a gritar todos al mismo tiempo, gritan nuestros nombres, silban, hacen de todo para llamar la atención, no logro entender absolutamente nada. ¿Hacia dónde me habían dicho que debía ver? No lograba ver nada ni a nadie, más que las cegadoras luces blancas. Mason se separa por un segundo de mí para pasar su brazo por detrás de mi cuerpo, colocando su 258 mano despreocupadamente en mi cintura, apegándome por completo a su cuerpo. Su otra mano la eleva a mi rostro, tomando mi barbilla, girándola sutilmente hacia él. Sus labios se acercan a los míos rozándolos tentativamente, sin llegar a besarnos, sin llegar a nada. —Solo mírame a mí —pide en un susurro, sonríe un poco haciendo que con ese simple gesto los gritos se eleven. Acerca su boca a mi frente dejando un sutil beso sobre mi piel. Mis nervios no disminuyen, para nada, únicamente cambian de dirección. Las cámaras, gritos, todo pasa a segundo plano—. ¿Te llego mi mensaje? —pregunta, de pronto la idea de ver directo a los camarógrafos ya no suena tan mal. Suelto una risa nerviosa y asiento. —Deja de hacer eso —Me quejo en un susurro. Se supone que debería ayudarme con los nervios, pero me está provocando más. —¿Hacer qué? —pregunta de la manera más inocentemente falsa que he visto. Nos separamos cuando nos piden que nos movamos al segundo punto. Mason toma mis manos haciendo que las eleve abrazándolo por su cuello y baja sus manos por mi cintura. 259 —Jamás en la vida tanta gente había gritado mi nombre, es extraño —murmuro sin perder la sonrisa. Una sonrisa pícara se extiende por los labios de Mason ampliamente y se acerca a mi oído. —A mí me gusta que lo griten en completamente otro contexto. Abro la boca sintiendo el aire de mis pulmones irse de golpe. El cínico, descarado, ríe con su falsa postura de inocencia. Suelto una risa sin poder evitarlo. >>¿Y si nos saltamos todo eso? —pregunta de pronto. Lo observo sin entender. —¿De qué habl… —Ni siquiera puedo terminar de hablar cuando siento el agarre que tenía en mi cintura afianzarse con mucha más fuerza, me apega por completo a su cuerpo y me eleva ligeramente en el aire. Los vítores inundan el lugar en un segundo. —¡Alexander! —Escucho a la pelinegra gritar, sin embargo, Mason ya ha comenzado a correr conmigo a cuestas por el lugar. Había famosos posando, la gente de las entrevistas gritaba, pero no se detuvo por nada ni por nadie. Cuando llegamos al final de la alfombra me coloca sobre mis pies. 260 —Estás loco —digo entre risas, pero de verdad me había quitado un peso de encima. Me aterraba la idea de las entrevistas por más cortas que fueran. —Yo creo que de aquí iremos directo al hospital a ver si Isaac no murió de algún ataque al corazón —habla Paxton detrás de nosotros sosteniendo una copa. Mason suelta una risa sin tomarle mayor importancia, se acerca a Paxton y le quito la copa extendiéndola hacia mí. Paxton ni siquiera se queja, solo rueda los ojos y comienza a caminar. Mason y yo lo seguimos. —Debes venir conmigo, Brandon te está buscando —exclama Aiden hacia Mason llegando por detrás de nosotros. Él suelta un suspiro y asiente. Paxton se coloca a mi lado pasando un brazo por mis hombros. —Yo la cuido —interviene, por encima del ruido. Mason me observa por unos segundos antes de girar e irse detrás de Aiden. —¿Te está gustando todo esto? —pregunta Paxton para girarse y comenzar a caminar, obligándome a seguirle el paso. 261 —Mucha atención, no es lo mío —musito arrugando la nariz. —La primera vez que vine a una de estas no podía con mi felicidad. —¿Por qué no das tú las entrevistas? —pregunto con curiosidad— honestamente parece ser que eres el que mejor sabe llevar todo esto. —No puedo simplemente pararme allí y comenzar a hablar. ¿Cómo crees que todos aquí tienen tanta confianza frente a las cámaras?, aunque claro que con el tiempo se trata de costumbre, se necesita un entrenamiento previo. Abro la boca con sorpresa. No tenía ni idea. —¿Nunca has notado que algunos artistas siempre hacen los mismos ademanes al hablar? Los entrenamientos son corporales, expresivos y de locución. Te ayudan a mostrarte con confianza incluso cuando no la tienes, te explican el tipo de tono que debes usar dependiendo la situación, incluso los movimientos de las manos, todo eso es parte de un entrenamiento personal. Paxton suelta una carcajada al ver mi cara. 262 —Pensé que era natural —Parpadeo perpleja. Paxton sigue riendo y finge limpiar una lágrima—, pero bueno, entonces ¿Porque no tomas tu ese entrenamiento? —Isaac piensa que soy demasiado inmaduro como para ser la voz de todos. —Yo opino que lo harías genial. —Por eso eres mi cuñada falsa favorita —Ambos reímos antes de que un grupo de personas se paren frente a nosotros deteniéndonos, Paxton al verlos sonríe ampliamente y entre risas y abrazos comienzan a platicar. Por respeto me hago a un lado sin alejarme demasiado, termino de vaciar el contenido de la copa comenzando a observar el lugar. Estoy genuinamente sorprendida, reconocí a algunas personas inmediatamente, actrices, actores, cantantes, gente importante y famosa. Mis futuros nietos podrán decir que tienen a la abuela con mejores anécdotas de la vida. —¿Necesitas más de eso? —Un chico se coloca a mi lado viendo hacia donde yo veo, no estoy segura de sí me habla a mí, cuando estoy a punto de girar a ver si tengo a más personas a mi alrededor el fija su 263 vista por completo en mí. Sonríe abiertamente apuntando hacia mi copa. Abro la boca para responder, sin embargo, él ya la ha tomado de mi mano, alza su brazo e inmediatamente un chico en traje se acerca y tomo la copa vacía de su mano y se aleja con ella. —Siempre es bueno ver nuevas caras por aquí — dice extendiendo su mano hacia la mía—. Michael —Se presenta. Extiendo mi mano hacia la suya devolviéndole el saludo. —Judith —murmuro viendo como el chico que se había ido ahora regreso con un par de copas llenas. —¿De qué sector vienes? —pregunta pasándome una de las copas. Parpadeo confundida y niego. El asiente comprendiendo y toma un poco de su copa— Acompañante entonces. Asiento mientras juego con la copa en mi mano. La verdad es que la acepte por simple educación, pero no acepto bebidas de nadie. En este tipo de eventos o lo que sea no creo que corra riesgos, pero prefiero reducir las posibilidades de que algo me pase a cero. 264 —Yo soy actor, probablemente me conozcas — Sugiere mientras toma del bolsillo de su saco una tarjeta y me la entrega. Sonrió intentando ocultar la incomodidad, guardo la tarjeta en mi bolsa en un intento por tener más tiempo para pensar que decirle. No tengo idea de quien es, pero no quiero ser grosera, para mi suerte, Paxton llega a mi lado, me sorprende lo serio que luce, siempre suele ser el amable y divertido con todos. La incomodidad es palpable. —Paxton Godfrey, pero que gusto verte —dice Michael lanzándose a darle un abrazo que Paxton no se molesta en regresar—. No te había visto tan sobrio desde… —Michael, ¿Aun te invitan a estos eventos?, creí que tu carrera estaba acabada. —Pausada. —Como le quieras llamar —bufa Paxton con sorna. ¿De qué me estoy perdiendo? —Aquí están —La voz de Mason llega detrás de nosotros—. Vamos a… 265 —Alexander, ¿Qué tal? —El rubio frente a mi lo saluda con una sonrisa irónica. Mason se gira hacia el notando su presencia, suelta un suspiro notablemente cansado. —¿Nos vamos? —pregunta viéndome de frente. Al igual que Paxton no parece quererlo cerca. Yo asiento y con una sonrisa me despido de manera silenciosa de Michael. —¿Tan pronto? —habla el susodicho. Mason continúa ignorándolo y solo toma mi mano entrelazando nuestros dedos. —Adiós —Se limita a responder comenzando a caminar conmigo a su lado. —Me saludas a Sophia —dice levantando la copa hacia nosotros. Michael Mason se gira con fuerza soltando mi mano, por la rapidez con la que se movió yo no fui capaz de procesar lo que pasaba, no lo solté así que mis uñas rasguñaron su mano. Él no le tomo importancia y dio un par de pasos a Michael que ahora lucia mucho menos valiente de lo que parecía hace un segundo. 266 Paxton se coloca frente a Mason deteniéndolo inmediatamente colocando una mano sobre su pecho. Yo estaba estática en mi lugar sin tener ni la menor idea de que hacer, o de qué demonios estaba pasando. Ambos intercambian algunas palabras, Mason finalmente se da la vuelta y retoma el camino tomándome esta vez del brazo caminando hacia lo que parece ser una salida. Se frena en seco y suelta un hondo suspiro girándose hacia mí. —¿Estás de acuerdo en que ya nos vayamos? Si quieres que pasemos más tiempo podemos… —No, está bien, pero, ¿No te ocasionara algún problema? —Probablemente, pero haber escapado de los fotógrafos ya me tiene en uno, así que da igual. El regaño de dos horas ya lo tendré. Suelto una risa llevando mi vista a su mano, pequeñas gotas brotaban de ella por el rasguño que le hice. —Lo lamento —murmuro tomando su mano viendo de cerca el rasguño. 267 —Fue mi culpa, no pasa nada —dice, sin embargo, yo continúo viendo el rasguño, él sonríe y toma mi mano— Jude, tranquila, es literalmente nada. —Espera —murmuro tomando mi bolso, entre mis cosas siempre llevaba banditas, antes tenía una horrible manía de lastimar y morder la piel de mis uñas hasta irritarla. Aunque llevaba tiempo sin hacerlo, por costumbre continuaba llevándolas siempre conmigo—. Aquí están —digo con emoción sacando el pequeño papel, quito el plástico protector y coloco la tela sobre el rasguño cubriéndolo así. Mason levanta la mano a la altura de su rostro y sonríe abiertamente. —De monstruos, muy adecuado. Ruedo los ojos ignorando el tono de burla, golpeo suavemente su pecho y continuo mi camino ignorándolo a él y a su risa detrás de mí. Después de quinientas llamadas ignoradas de Isaac, llegamos al edificio. Me alegraba que hayamos huido de allí porque solo quería dos cosas. Quitarme todo y dormir. 268 Mason baja del ascensor conmigo y me abre la puerta del departamento para dejarme entrar. El no entra, sin embargo, se mantiene con la vista perdida parado en la entrada. Después de unos segundos carraspea y saca su teléfono. —Había olvidado algo —murmura mientras teclea en su teléfono—. No tardan —avisa, quizás debería preguntar, pero simplemente asiento. Camino hacia el sofá y me tiro sobre el sin mucho cuidado. —No fue tan horrible, ¿No? —pregunta dando un par de pasos adentrándose al departamento. —Me lo imaginaba peor —respondo con honestidad haciéndolo reír. Su teléfono empieza a sonar, lo levanta y después de leer el nombre contesta. —Todo bien —responde casi de inmediato. Guarda silencio escuchando lo que la persona del otro lado dice—. Ya casi lo estoy escuchando… — Rueda los ojos con un deje de diversión. Después de unos segundos toda la diversión se drena de su rostro y se pone completamente serio—, ¿Llegaste hacia ellos? ¿Dónde se supone que estabas? ¿La dejaste sola? 269 Mason se gira a verme por un momento para después desviar la mirada, solo me basta ese segundo para darme cuenta que sea lo que sea que está escuchando no le está agradando para nada. Se pasa la mano por el cabello mientras cuelga sin responder a nada más. Quizás Mason era el rey de la máscara y era muy difícil poder leerlo cuando siempre luce imperturbable, pero hay pequeñas cosas que lo delatan, como cuando estaba nervioso, aburrido o incomodo juega con su anillo moviéndolo sin parar. Justo como hacia ahora. —¿Qué hacías con Michael? confundida procesando sus palabras. —parpadee —Nada —digo sin entender—, él se acercó a mí, no tenía ni tengo idea de quien es. —¿Qué te dijo? —Insiste, niego haciendo una mueca. —Nad… —¿Vas a responder nada a todo? —Me interrumpe. Abro la boca ligeramente, sorprendida. ¿Qué demonios le pasaba? 270 —¿Pues que esperas que te responda señor dramático?, simplemente se acercó, no paso más de un minuto antes de que Paxton se acercara. No dijo mucho, prácticamente nada. Mason suelta una risa sarcástica y rueda los ojos. —No importa, así sea una palabra, quiero saber que dijo. Frunzo el ceño completamente alucinada. —¿Qué les hizo como para que actúes como un completo lunático? Mason niega pasando su mano por su cabello pareciendo frustrado. —Ese no es tu problema. Me cruzo de brazos y lo observo con severidad un par de segundos antes de girarme con rabia y cruzar el salón para ir hacia la habitación dispuesta a salir de allí. —¿A dónde vas? —pregunta detrás de mí. —Lejos de ti. —Espera, estamos hablando. —Ya acabé contigo —Mientras camino a la habitación tomo el bolso que cuelga de mi hombro y 271 busco entre mis cosas la pequeña tarjeta de Michael. En cuanto la encuentro, levanto el papel en el aire para que Mason la vea—. Estoy segura que él será mucho más educado que tú. Antes de si quiera poder tomar el picaporte Mason me toma por la mano jalándome hacia él. La tarjeta desaparece de entre mis dedos de inmediato. Mi jadeo de sorpresa se ahoga por completo por que une sus labios con los míos. Entonces el mundo se detiene para mí, Mason está besándome. El corazón me late a mil por hora. El agarre de sus manos en mi cintura es lo único que me mantiene de pie. Por unos segundos me quedo inmóvil sin entender que está pasando, sin hacer nada, ni siquiera respirar, solo disfrutar del suave roce de sus labios. Mason se aleja un poco permitiéndome verlo a sus ojos grisáceos. Afloja ligeramente el agarre de sus dedos, la distancia que nos separa es casi nula, estamos tan cerca que si me muevo hacia el frente unos centímetros podría unir nuestros labios, y entonces… solo lo hago. 272 Mi parte racional parece desconectar por completo con mi cerebro. La boca de Mason esta sobre la mía, suave, duro, el contraste más delicioso de la vida. Su duro cuerpo se pega por completo al mío mientras sus manos suben por mi espalda dejando un inquietante cosquilleo a su paso. Mi cabeza da mil vueltas y entonces… la burbuja estalla. El sonido de la puerta abriéndose detiene mi corazón. Me alejo de Mason tan rápido como puedo hacerlo, sabiendo perfectamente que no importa lo rápida que haya sido, es imposible que no se hubiesen dado cuenta de lo que estaba pasando. Estoy muerta. 273 18. Capítulo catorce 14 | MOMENTANEO. ♪ We keep all the party in the room all nigth, we don’t wanna put it on the brake, hold tight ♪ (Mantengamos toda la fiesta en esta habitación toda la noche, no queremos frenarla, sostente fuerte) — All Nigth. BTS+Juice WRLD. Vanesa me observa con sospecha, en un segundo su vista viaja por todo mi rostro hasta detenerse en mi boca. Una sonrisa traviesa se extiende por sus labios para después fijar su vista detrás de mí. Entonces, su expresión se congela, su boca se abre con sorpresa, un sonido estrangulado sale de su garganta seguida de un ataque de tos. —Oh, por dios —Antes de siquiera terminar de hablar, Vanesa se lanza hacia el frente esquivándome, llegando así a los brazos de Mason estrechándolo contra ella con devoción. Doy un paso hacia atrás intentando tomar distancia considerable, en cualquier otra circunstancia lo ayudaría, la intentaría calmar y alejársela, pero en este momento solo quiero que me trague la tierra. 274 —No pensaba abrir la puerta, por más que sonara y yo… Dios, eres mucho más guapo en persona — Chilla emocionada. ¿Qué? ¿Estaba sonando la puerta? Mason sonríe y toma las manos de Vanesa que están envueltas en su cuerpo entre las suyas. Parece un acto inocente, pero lo vi haciéndolo antes con la chica que se encontró en la calle. Es la manera en la que aleja discretamente a las personas sin romper el contacto del todo, supongo que, para que no lo sientan como desprecio. —Debo abrir, me están esperando. Ella, con los ojos llorosos, brillosos y visiblemente consternada y emocionada, solo asiente sin perderlo de vista ni un segundo. Yo ni siquiera me muevo un ápice, me quedo allí recargada en la pared viéndola directamente. —Espera —dijo después del minuto más dolorosamente largo de mi vida. Observa mi boca y giro a ver por donde Mason se ha ido—. ¿Tú?, ¿Ustedes? —balbucea consternada iniciando preguntas sin poder ser capaz de terminar ninguna— ¿Qué?, ¿Cómo?, ¿Qué estaban haciendo? —Achica sus ojos haciendo un mohín viéndome fijamente. 275 Mason entra en ese momento haciéndome casi suspirar de alivio, tan pronto como se acerca a nosotras Vanesa vuelve a olvidarse completamente de mi existencia. —Esto es para ti, y yo debo irme —murmura entregándome una pequeña caja, Nate que está detrás de él, me dedica una tenue sonrisa—. Pero Jude, gracias por acompañarme, y Vanesa, fue un placer… —El gritillo de mi mejor amiga lo interrumpe— ¿Estás bien? —pregunta Mason visiblemente confundido. Lo ridículo de la situación me hace querer reír, pero me contengo. —Si, perdón —murmura dando un paso atrás recargándose por completo en la pared. Mason con una sonrisa se despide saliendo del lugar con Nate. Observo la pequeña caja entre mis manos mientras Vanesa se deja caer dramáticamente al piso, comenzando a llorar y reír al mismo tiempo. Me siento a su lado pasando mi brazo por su espalda apegándola a mí. —Dijo mi nombre —Sorbe por la nariz recargando su cabeza en mi hombro. 276 —Qué suerte tiene —digo haciéndola reír. No estoy segura, pero parece que escuchar a Mason hablándole por su nombre la ha distraído lo suficiente como para que, por el momento, haya olvidado lo que vio, o quizás la emoción le ha podido más, lo cual agradezco. —Espera, voy por mi teléfono —Se coloca de pie de un salto— No te muevas, debemos aprovechar y sacarte fotos —grita mientras se aleja. Suelto una risa y niego mientras abro la caja. Una pequeña nota cae en mis piernas. Dejo la caja a un lado tomando el pequeño papel. “Me comento Cristina que no tenían como comunicarse contigo, ni siquiera pienses en devolvérmelo porque es algo necesario.” Tomo la caja para encontrarme un teléfono nuevo. Dios, esto es demasiado. Me fijo en el aparato dándome cuenta de que está encendido, suelto una risa al ver el fondo de pantalla. La primera foto que nos habían tomado estaba allí, dándome la bienvenida. La que había iniciado todo en el baile de Ana. Lo desbloqueo viendo que ya tiene una aplicación abierta, la de contactos. No tiene añadido 277 a nadie, más que a él. Muerdo mi labio seleccionando la opción de mensajes. Observo las letras en la pantalla sin saber qué escribir. Pero, se acaba de ir, ¿No será muy intenso? Ok, me acaba de regalar un teléfono, no es demasiado intenso dar las gracias. El recuerdo de su boca sobre la mía me asalta haciéndome cerrar los ojos. Elevo mis dedos a mis labios sintiendo mi corazón martillear con fuerza. Dios, ¿Qué se supone que estoy haciendo?, me estoy volviendo loca. Cierro la aplicación y bloqueo el teléfono. Con cada día que pasa la línea que no debo cruzar se vuelve más borrosa, menos perceptible, y eso no está bien. —Desapareciste de la faz de la tierra Judith —La voz de Jace suena molesta a través del teléfono—. Tienes tanta suerte de que Vanesa haya sido tan convincente con que estabas bien y que solo debía esperar unos pocos días para hablar contigo porque 278 estaba a punto de tomar el primer vuelo e ir a buscarte. —Perdóname, de verdad estoy bien —Sonrío inocentemente a la cámara con la clara intención de convencerlo, conozco a mi hermano, jamás ha sido capaz de enojarse más de dos minutos conmigo. —Lo sé, Judith —musita frunciendo el ceño deteniéndose a la mitad de su cocina. —Lo sabemos yo y cualquiera con televisión o internet. Ok, quizás será un poco más de un par de minutos. —Iba a decírtelo. —Casi tengo un accidente cuando iba conduciendo y gire a ver un aparador lleno de televisiones y en ellas observe la cara de mi hermanita pequeña. ¿Desde cuando tienes novio? ¿Desde cuándo…? Es que tengo tantas dudas. Suelto una risa nerviosa y niego maquinando rápidamente una mentira. No podía decirle la verdad a Jace, ni siquiera tuve la intención de presentarle a Elliot, cuando se entere que en realidad Mason, mi supuesto novio es de hecho el amigo del que, si es mi novio, no tengo idea de cómo lo tomara. 279 No es que se meta mucho en mi vida, siempre me ha apoyado y respetado en todo, sin embargo, después de lo que paso con Douglas se volvió un tanto… sobreprotector en esas cuestiones. —No tengo idea de que está pasando en tu vida, estoy preocupado, vi uno de esos programas y no confió en ese chico. Sea quien sea, me da igual, ¿Sabes cuantas novias ha tenido? —Se recarga sobre la barra de la cocina sosteniendo su teléfono en alto — Jude, su estilo de vida es muy acelerada comparada con la tuya —Suelta un suspiro notablemente preocupado—. Y no me gusta que algunos idiotas se crean con el derecho de hablar mierda de ti simplemente porque estas con él, es como si para la gente hayas dejado de ser una persona y te convirtieras en algún tipo de jodido accesorio desechable. Desde que tuve el teléfono no había abierto ninguna de mis aplicaciones, aun cuando ya tenía permiso de usarlas, me da algo de miedo, sabía que Jace se estaba conteniendo, siempre lo hacía, hacia todo por protegerme, y aunque sé que lo de Mason es todo menos real, el odio masivo que me está llegando, sí que lo es. Una parte de mi quisiera encarar eso, solo para demostrarme lo poco que me 280 importa opiniones sin rostro, pero, ¿y si no es así?, ¿y si me afecta?, quizás no quiero descubrirlo. —Estoy bien —Interrumpo a mi hermano—, de verdad, toda esta euforia es momentánea —Repito parte de los pequeños discursos que Nate me había dado—. Tengo más seguridad cerca de mí de la que tendré jamás. Y Ma… Alexander, él es genial, es buen chico. Deja de ver noticias, no son más que mentiras. Mi hermano suspira frustrado, pero asiente. — Tengo que ir a trabajar —murmura observando su reloj—. Por favor no te desaparezcas así. Y aun no te salvas, tenemos mucho de qué hablar, señorita — sentencia. —Está bien. Cuídate, gana mucho dinero para que vengas a visitarme —Bromeo, casi. Si quisiera verlo, odio la distancia. Me despido con un beso al aire y dejo caer mi cabeza contra la mesa cuando se corta la llamada. Mi relación con mi hermano no es muy habitual, más que un hermano es como un padre para mí. Cuando yo nací, él tenía nueve años, era un niño y desde entonces se encargó de cuidarme, mis padres eran alcohólicos, si no fuera por Jace no sé qué habría sido de mí. Cuando tenía quince años y 281 yo siete nos fuimos lejos de los maltratadores que decían ser nuestros padres, Jace comenzó a trabajar, lo hacía todo por y para mí. A los diecisiete me mude para estudiar, pero más que nada lo hice por él, irme lejos me dolía, pero fue un acto de amor, quería que dejara de enfocarse en mí, ya lo había hecho toda su vida. La puerta del departamento se abre y Nate entra por ella. —Deberías bajar, si no quieres que se vaya, Aiden no suele ser demasiado paciente. Suelto un suspiro y me coloco de pie haciéndole caso. —¿No puedes llevarme tu? —Intento nuevamente, aunque ya me sabia la respuesta casi de memoria. Nate vuelve a sonreír y abre la puerta apuntándome con su mano hacia la salida. Arrastro mis pies caminando al ascensor. Mason me mandó un mensaje en la mañana avisándome que más tarde me irían a buscar para acercarme con él, espere que mandara a todos, menos a Aiden. Cuando las puertas del elevador se vuelven a abrir lo primero que veo es al susodicho caminando 282 hacia la salida. Entonces, me doy cuenta de que Nate no exageraba, creo que sí que había pensado dejarme. Troto por donde se ha ido, intentando alcanzarlo, cruzo la puerta con rapidez golpeándome con fuerza contra su espalda, él no se mueve ni un ápice, yo en cambio casi beso el suelo. La mano de Aiden en mi brazo detiene mi vergonzosa caída directa al piso. Me incorporo rápidamente intentando ignorar el calor que sube por mi rostro. —Lo siento —murmuro, el solo asiente y se gira dándome la espalda retomando su camino. Si creía que Mason era una pared insensible es porque en realidad no había estado más de un minuto cerca de Aiden, el sí que parece un bloque de hielo. Camino en silencio detrás de él llegando a su camioneta. No me sorprende ver que no hay ni huella de pintura y eso que habíamos llenado hasta los tapetes, pero esta como nueva. Sube al auto y me observa por un segundo, lo tomo como señal y subo al lado del copiloto, no me habla, no voltea nuevamente a verme, no hace nada 283 más que conducir en silencio. Maneja rápido, más de lo permitido, eso seguro. Trato de evitar decir o hacer algo, simplemente respiro y sostengo mis manos sobre mi regazo. Me cuesta creer que Aiden y Paxton eran algo así como hermanos, Pax es atento, amable, divertido mientras Aiden a simple vista parece ser serio e intratable. ¿Siempre será así de grosero? —No estoy siendo grosero —habla por primera vez haciéndome girar asustada. Pero que idiota, ¿Quién habla en voz alta? —, soy serio, no es lo mismo. Tampoco es que me importe ser grosero, pero en este momento no lo estoy siendo —aclara. ¿Y si él no es así en realidad, y no es callado con todos y solo conmigo, y si me odia? ¿Qué estaré haciendo para que sea tan poco tolerable? No preguntes, no preguntes, no preguntes. —¿Por qué te caigo mal? —pregunto sin poder evitarlo. —No me caes mal, simplemente me das igual — habla de manera lenta—, no es nada personal, me dan igual todos —Añade como si eso les restara 284 peso a sus palabras—, no me gusta ser social, así que simplemente lo soy lo menos que pueda, y contigo por ejemplo no veo necesario serlo. —¿Por qué no? —No lo sé, una niña de quince años que se desaparecerá completamente de nuestras vidas en un par de meses, a mí me suena a innecesario. Lo observo frunciendo el ceño. —Tengo casi veinte años —murmuro— no soy una niña. —¿De verdad? —respóndeme viéndome por primera vez por encima de sus gafas de sol— Vaya, pareces una. Estoy ofendida. Me giro viendo hacia el frente nuevamente cruzándome de brazos. —¿Tu qué edad tienes? —pregunto— ¿Cuarenta y siete o más? No parece ofendido, una sonrisa se extiende por sus labios y gira a verme luciendo complacido. — ¿Me veo así de maduro? Estaciona y apaga el auto. —Algo decrepito, sí. 285 —No podía esperar menos de una mocosa. —Hijo de… —Me interrumpe abriendo la puerta y saliendo del auto sin si quiera molestarse en esperar. Salgo del coche y troto para alcanzarlo. Debería preguntar a donde vamos, pero ya me acostumbré a solo dejarme guiar. Las puertas se abren permitiéndonos escuchar risas y voces, voces que reconozco inmediatamente. —¿Han acabado? — pregunta Aiden a mi lado llamando la atención de Mason y Paxton. —Algo así— murmura Mason. Observo a Paxton con atención, como si la manera en que casi taladra con la mirada a Aiden fuese interesante. No he hablado ni visto a Mason desde ese beso, tengo un plan: Ignorarlo y poner mi atención exclusivamente en Paxton, Aiden o quien sea, que no sea él. —¿Y Levi? —pregunta Aiden. —Se canso de ser virgen, iba a salir con la primera chica que se le cruzara —bromea Paxton. —¿Tendrá esa supuesta cita? —pregunta Mason con asombro. 286 —Eso creo —responde Paxton— así que, debemos adelantar nuestros planes de sacrificio antes de que le quiten la virginidad —continua con el mismo tono de diversión poniéndose de pie de un salto mientras lee algo de su teléfono—. Debo irme, me avisas que tal quedo— dice viendo a Mason. Camina hacia mí y me envuelve en sus brazos levantándome en el aire haciéndome reír—. Siempre es un placer verte, pequeña Merlina Pasa por mi lado saliendo del lugar. Aiden se gira y sin dar explicaciones sale detrás de él. Y así de rápido se fue a la mierda mi plan ideado en una hora. —Creí que tenían ensayos —hablo por primera vez intentando parecer todo, menos nerviosa. —No —responde Mason—, vinimos aquí porque Paxton últimamente ha estado muy… inspirado. Así que estamos componiendo algo— Lo observo con verdadera sorpresa. Pensé que las canciones las compraban o algo así. —Wow, Paxton ¿Componiendo?, ni siquiera lo imaginaba. —Apuesto a que te sorprendo más —dice entre risas—, nuestra canción más romántica, la escribió 287 Aiden. Mi boca se abre de par en par. Vaya, quien lo diría. —No lo veía venir —Admito. —Nadie lo hacía. Lo observo a los ojos arrepintiéndome, vuelvo a mi posición inicial de ignorar todo y me giro. Observo el lugar con atención, pronto me doy cuenta de que a parte de los sofás no hay nada más, ¿Qué se supone que debo ver? Escucho la tenue risa de Mason a lo lejos. Giro a verlo dándome cuenta de que me observa directamente. Tiene una sonrisa plasmada en su rostro que provoca que sus hoyuelos se marquen, desde donde estoy puedo ver perfectamente sus ojos, distintos, no trae lentes de contacto, no estoy preparada para esto, lo observo embelesada. El esta recostado sobre un sofá de manera totalmente despreocupada, pasa su mano por las cuerdas de la guitarra eléctrica que tiene sobre su regazo. —¿Por qué incorporándose. estas 288 nerviosa? —pregunta —No estoy nerviosa, ¿De dónde sacas eso? —Lo digo de manera firme, casi hasta me convenzo a mí misma. No te acerques, no te acerques. Deja la guitarra a un lado y se comienza a acercar, suelto un suspiro desviando nuevamente la mirada bajándola a mi ropa, paso mi mano por mi falda fingiendo remover polvo inexistente. — Cuando estas nerviosa no eres capaz de mantener el contacto visual más de un minuto —menciona, e inmediatamente elevo mi mirada a la suya. —Hago eso con todos —Me defiendo. Esta vez ríe abiertamente, me obligo a no desviar la mirada, y creo que tiene razón, porque me muero de ganas de ver a donde sea, así sea al piso, pero no lo hago. Mi casi nula dignidad está de por medio. —¿Recuerdas que soy muy observador? —gira su cabeza ligeramente terminando por acercarse. ¿Eso que significa? —Olvidaba darte las gracias, por el teléfono — decido cambiar el tema. —Sobre lo que paso ayer… —habla directo, ay no, ay no. 289 —¿Te regañaron? —Interrumpo haciéndome la idiota. —¿Qué? —pregunta entre risas. —Ya sabes… porque huimos de la gala y… —Jude, me refiero a… —¿Michael? —No me importa tomar algún tema delicado, necesito cambiarlo. A diferencia de lo que creí, no se molesta, no se queja, más bien parece divertido. —Jude —Su voz ligeramente ronca me mata internamente. No sé si yo soy demasiado demostrativa o si en realidad si es capaz de leerme a la perfección, pero espero, ruego, rezo que no lo pueda hacer en este momento. —Si estas molesto, lo entiendo, pero debes darme crédito, ni siquiera sabía quién era, tampoco puedo ser grosera con cualquiera que se acerque solo porque si, tampoco soy adivina, y tampoco… —Sabes perfectamente de lo que hablo —dice tranquilamente mientras extiende su mano hacia mí y toma entre sus dedos la tela de mi blusa jalándola hacia él. 290 Todas mis alertas se encienden cuando de manera despiadadamente lenta me acerca. Es una tortura, no lo hace rápido y arrebatado como antes. Lo odio, porque así no puedo culparlo, no puedo fingir que fue un asalto de su parte por la que no supe cómo actuar. Y lo sabe, en su mirada hay fuego, está tentándome, está preguntando en silencio, esta… esta… ¡Volviéndome loca! Su mano sube hacia mi barbilla. Mi cuerpo se enciende en cuestión de segundos. Mason se inclina tan cerca que nuestros labios se tocan, pero no hace nada más. Mi respiración es agitada, ansiosa, desesperada, quiero esto, lo necesito. Se aleja un poco sonriendo lentamente, parece estarlo disfrutando. —¿Estas bien? —pregunta sonriendo de esa manera tan falsamente inocente y descarada —Luces un poco… —Estoy bien —Interrumpo apretando los dientes. Necesito auto control. Pero no lo tengo, y lo sé, principalmente, siendo honesta no lo quiero. 291 Aceptarlo para mí misma me está costando horrores. Pero quiero besarlo, tocarlo, sentirlo. —Veinte dólares por tus pensamientos. Esta vez sí que sonrío, no digo nada simplemente niego. Tomando valor de quien sabe dónde lo veo a los ojos directamente. —Eres un hijo de perra. Mason suelta una risa mientras me empuja, jadeo de sorpresa al sentir mi cuerpo chocando contra la pared. Presiona su cuerpo contra el mío y dejándome sin aire, une nuestras bocas. ¡Al fin! ¿Cómo que al fin? Grita mi cabeza. ¡Detente, tonta! Pero mis sentidos están en completa atención en él, en sus manos rozando mi piel, en la dureza de su cuerpo contra el mío. Sin reservas provocándome. su lengua tantea la mía, —Mason —Susurro contra sus labios intentando encontrar mi voz para detenerlo. Pero más que queja suena suplica. Puedo sentirlo completamente contra mí. 292 Mi corazón palpita con fuerza es imposible que no lo sienta. Todas mis alertas se encienden cuando siento sus dedos rozar contra mi pierna. Mason es una combinación exquisita, es rudo, fuerte, y al mismo tiempo cuidadoso ¿Cómo es tan siquiera posible eso? —Vous me rend fou (tú me vuelves loco) — Susurra contra mi boca dejándome sin aliento. Aun sin entender lo que dice, su voz ronca y masculina manda vibraciones por todo mi cuerpo. Mi parte cuerda quiere negarse, pedir que se aleje, pero otra parte de mí, una muy grande desea tanto esto. Se aleja solo un poco para verme a los ojos, pero para mi suerte vuelve a acercarse tomando mi boca con la suya, su beso es demandante, su toque posesivo. Me estoy derritiendo por completo en sus manos. Tomándome por la cintura me levanta en el aire haciendo que mis piernas se enreden en su cadera y que mi falda se enrosque subiéndose casi por completo, pero no podría importarme menos. Su cuerpo se pega por completo al mío permitiéndome ser capaz de sentirlo, su erección 293 choca contra mi haciéndome temblar. Se mueve sin despegar su boca de la mía camina un poco sin parecer tener ningún problema con llevarme entre sus brazos, suavemente se inclina y me tumba sobre el sofá. El continua de pie viéndome acostada. Mi corazón late con fuerza irreal. El calor se esparce por todo mi cuerpo, nuestras miradas se encuentran. Su mirada está envuelta en fuego, hambre, deseo. Tengo la intención de cerrar las piernas intentando apagar un poco de la abrumadora sensación que me recorre, pero antes de poder hacerlo su pierna interfiere en el camino. —No —Su voz firme me hace temblar de excitación. Abro la boca, pero mis palabras se convierten en un gemido cuando siento su rodilla rozar sobre mi intimidad. Está tocándome de manera indirecta demasiado sutil, y solo con eso está bastando para llevarme al abismo provocando estragos en mí. Me incorporo un poco para tomarlo por el cuello de su camisa y jalarlo hacia mí. A la mierda la sutileza. 294 Mi boca toma la suya con necesidad, necesidad que rápidamente es correspondida. Ahogo un gemido en su boca mientras mis caderas se mueven por inercia buscándolo. Sus caderas se mueven ligeramente contra las mías. Su erección se aprieta a un lado de mi muslo y con ello, aparecen tres voces en mi cabeza. Una me dice ok, es suficiente, retirada. La otra está gritando por lo grande que se siente contra mi piel, y la tercera solo me pide que me lance a él. Esta mal, pero se siente tan bien. ¿Debería detenerlo? Por un segundo creo haberlo dicho en voz alta, porque con su respiración pesada separa nuestras bocas. Me observa por una fracción de segundos antes de bajar su rostro a mi cuello, un escalofrió me recorre todo el cuerpo cuando comienza a dejar un rastro de besos húmedos sobre este, sube para morder despacio el lóbulo de mi oreja. La sensación que dejan sus labios es tan alucinante, que solo puedo ser capaz de cerrar los ojos y girar mi cabeza levemente dándole más acceso. 295 Vuelve a besarme en los labios y se aleja solo un poco para murmurar —Con decir no, será suficiente. Lentamente desliza su mano por debajo de mi falda. La pequeña parte de sensatez que queda en mi me hace preguntarme si ya tuve suficiente. Abro la boca, pero lo único que sale de esta es un gemido al sentir sus dedos moviéndose suavemente a través de mis bragas. Sus movimientos lanzan corrientes de placer de mis pies a mi cabeza. Al parecer a mi cuerpo no le interesa para nada mi debate interno porque inconscientemente muevo mis caderas en busca de más. Nuevamente siento la dureza de su pantalón chocar contra mi pierna, por instinto bajo mi mano intentando llegar, quiero tocarlo, sentirlo, pero su mano me detiene, la envuelve en mi muñeca elevando mi brazo sobre mi cabeza. Sus labios bajan por mi cuello besando el inicio de mis pechos. —No, hoy solo importas tu. Me quedo congelada por unos segundos, mientras escucho como el suspira pesadamente. Todo esto es tan irrealmente sexy. 296 Nuevamente me encuentro perdida en mis pensamientos, pero cuando introduce la mano en mis bragas y roza mi sexo directamente todo en mi cabeza pierde sentido. No me importa nada, excepto el perderme en la ola de sensaciones que me produce con los simples roces de su mano. Su toque es suave, delicado, completamente contrastado a su beso demandante y brutal. Parece tomarse su tiempo, tanteando, acariciando. Sutilmente mueve sus dedos en mi intimidad sin quitarme la mirada de encima. Roza cada pequeña zona bebiendo mi reacción, estudiándome. Después de un par de minutos sonríe complacido como si hubiese logrado saber lo que quería. Sus dedos trazan líneas imaginarias en mi humedad, los desliza lentamente y entonces toda su postura cambia. Se incorpora un poco colocando una mano en mi vientre, eleva su otra mano a su boca pasando su lengua por sus dedos. —Ma nouvelle saveur préférée (Mi nuevo sabor favorito). El calor golpea mis mejillas. Antes de poder preguntarle sobre lo que dijo desliza su mano 297 nuevamente a mi sexo arrancándome un gemido de lo profundo de mi garganta. Su respiración es agitada y tiene la mirada oscura cargada de excitación, su belleza es hipnotizante. Dejando por completo la sutileza del inicio frota sus dedos en círculos sobre mi clítoris. Las olas de sensaciones me invaden, no tengo ni idea de cómo, pero ha encontrado el punto que me hace perder la cabeza. La manera que nadie más que yo sé que me vuelve loca. Antes parecía simplemente estar tanteando, ahora parece que sabe perfectamente que hacer y donde tocar, Sus dedos se mueven como si fuesen expertos, tiro mi cabeza hacia atrás cerrando los ojos con fuerza. Mis músculos se aprietan cuando introduce un par de dedos en mí. Con la yema de su pulgar continúa masajeando justo mi punto más sensible. Muerdo mi labio para evitar gemir, el detiene sus movimientos y lleva su mano libre a mi barbilla. —No hagas eso, quiero escucharte —habla de manera autoritaria liberando mi labio de entre mis dientes. Su mano libre sube a mis pechos acariciándolos por encima de la ropa. Estoy al límite. De mi boca 298 únicamente salen gemidos acompañados de su nombre. >>Esa es mi chica —susurra lanzando escalofríos por todo mi cuerpo. En ningún momento deja de observarme, entonces solo me toma con fuerza de la cadera apegando mi cuerpo al suyo, se incorpora con una rapidez impresionante llevándome consigo. Él ahora está sentado sobre el sofá y yo encima de el a horcajadas. Apenas puedo procesar lo que paso cuando siento sus manos nuevamente adentrarse a mi ropa interior. Coloco mis manos sobre sus hombros sintiendo mis piernas temblar. Suelto un jadeo cuando siento como sus dedos se deslizan entre mis pliegues, entran y salen. No retira su mirada de mi cara ni por un segundo. La forma en que me mira me deja sin aliento. Olas de excitación crecen en mis entrañas cruzando como fuego. Desconociéndome por completo muevo mis caderas contra su mano. —Justo así —susurra contra mi boca mordiendo mi labio—. Monta mi mano —Vuelve a llevar su mano libre a mi cadera y me baja incitándome a moverme contra su mano. Y lo hago. 299 Me estremezco siendo incapaz de contenerme ni un segundo más. Mueve su mano a la velocidad que muevo mis caderas. Provocando el delicioso choque de nuestros cuerpos. El escalofrió más delicioso que he sentido jamás ha escalado por mi piel en cuestión de segundos. Cada musculo de mi cuerpo se tensa. Disfruto cada segundo, hasta que ya no puedo más y mi cuerpo se libera haciéndome estremecer, me desarma por completo. Nunca ningún hombre había logrado hacer que me corriera simplemente con su mano. Mason con cuidado me ayuda a sentarme a su lado. Cierro los ojos y escucho como se mueve. No sé qué hace, pero lo deja rápidamente, se vuelve a sentar a mi lado, y no dice nada, solo acaricia mi mano, es como si supiera que necesito un minuto para procesar todo. Me siento en una nube, sin embargo, para mi sorpresa su pierna vibra y no de una manera natural. Pronto me doy cuenta que es su teléfono, el parece querer ignorarlo, pero yo me incorporo, y él hace lo mismo sentándose de manera correcta, en silencio 300 acomodo mi ropa, me mantengo sentada, mis piernas continúan temblorosas y mi respiración entre cortada. Mason suspira, su cabello esta alborotado, su camisa arrugada, ¿Fui yo? Qué vergüenza, claro que fui yo. Acomodo mi falda mientras saca su teléfono del bolsillo y solo observa el nombre, yo también lo hago. Elliot. Cualquier rastro de felicidad post orgasmo desaparece. Nuevamente cierro los ojos queriendo golpearme. El enojo hacia mí misma y mi falta de control y respeto ebulle en mi en un segundo. Rápido me alejo mucho más tomando mi distancia como si así pudiese borrar lo que hicimos… lo que he hecho. Respiro tan hondo como puedo, buscando arrepentimiento, y lo encuentro, allí esta, me arrepiento de dañar a Elliot. No lo merece. Nadie merece algo así. Mason ignora la llamada sin embargo respeta mi espacio sin dejar de observarme. 301 —Yo, debo irme —murmuro con lentitud— debo hablar con Jace. Mason me sigue observando, sin embargo, parece igual de perdido en sus pensamientos, su ceño esta fruncido y parece incomodo, molesto y un tanto desorientado. Después de unos segundos parpadea repetidamente y asiente carraspeando un poco. —Si claro, tu hermano… El silencio que sigue de eso, es mortal, mi boca cae lentamente, la sorpresa y la confusión me embarga por completo, el parece perdido, sin entender mi reacción. —¿Cómo sabes? Parpadea confuso, pero después segundos parece caer en cuenta. de unos —Elliot me… —No mientas —Elevo la voz—. Elliot no sabe que tengo un hermano, nunca le hablé de él, mucho menos le dije su nombre. —Jude. —Dime, ¿Cómo lo sabes? 302 Después de unos minutos suelta un suspiro y habla. —Yo… te tuve que mandar a investigar. —¿Tuviste que?, ¿Por qué mierda hiciste eso? — Me siento más que molesta, ¿Por qué todos aquí se creen con el derecho de indagar en la vida de los demás? —Fue algo completamente express, para saber si tenías problemas legales o asuntos personales que podían pasar a afectarme directamente. —Invadiste mi privacidad. —Debía hacerlo. —Podías preguntarme —Ataco. —Jude, la única referencia que tengo para conocerte es que eres la novia de mi amigo, y sabemos que no eres muy honesta en ese aspecto. Una cachetada hubiese dolido menos. Quizás tenía razón, quizás era razonable su motivo, pero en este momento me importaba una mierda. —Quiero irme —sentencio girándome caminando hacia la salida. No me detengo tampoco 303 me sigue, en un minuto está detrás de mi uno de los chicos de su seguridad. Todo el camino al departamento me fui en silencio, completamente ahogada en mis pensamientos. Un mensaje entrante aparece en mi pantalla, lo primero que viene a mi mente es Mason, pero es un numero desconocido. “Me he enterado que tienes nuevo número, este tipo de cosas me las debes avisar, por cierto, necesitamos hablar, te espero en mi oficina, pídele a Nate que te traiga, de inmediato. -Isaac” Genial, al parecer esto no podría ponerse peor. Gracias por tomarse el tiempo de leer, comentar y/o votar. Lxs tqm, y lo aprecio muchísimo <3 304 15 | QUIEBRE. ♪ What the hell am i doing’ here? I don’t belong here ♪ (¿Qué demonios estoy haciendo aquí? No pertenezco aquí) -Creep. Radiohead. Mantenerme invisible, pero activa. Esa fue la instrucción de Isaac. En cuanto llegue al edificio, Nate me esperaba para llevarme con él, fue corto, no fue tan horrible como imagine, autoritario como siempre, pero esta vez sin amenazas, solo instrucciones. Al parecer que no use mis redes sociales, es sospechoso para los fans de Made in the A.M, así que debo hacerlo. Únicamente puedo interactuar públicamente con una lista predeterminada de personas autorizadas por Isaac. Y sí, incluía cosas a las que podía dar un simple “me gusta”. Me dijo que a primera hora se estaría comunicando conmigo, y así fue. —Tienes una tarea —habla Isaac a través del teléfono—. Necesito que te tomes una foto, algo casual, muy casual, que no parezca para nada 305 forzada, pero que de fondo se vea algo del set — Explica. Tenía la esperanza de que no tuviera que ir a eso, pero me jodí. Al parecer el rodaje de su videoclip no acabo como había creído, el día de hoy sí que sería el último día de rodaje. >>Así sea un foco, créeme las fans lo conectaran de inmediato con los chicos, son peor que el FBI, ¡Son peor que una mafia! —habla alterado, después carraspea y vuelve a retomar la compostura— Tu sube la foto, déjales a ellas el resto. Bloqueo el teléfono después de que la llamada se corta y observo a Vanesa que está sentada frente a la mesa mientras come una pizza. —Isaac exagera. No somos tan acosadoras, por cierto, en estos días estuve investigando y ya sé los departamentos de todos. —¡Vanesa! —La riño, pero ella eleva sus manos en un intento por tranquilizarme. —No me vieron, no sospechan que los espió. —Acabas de decir que no son acosadoras y que los espiaste en menos de un minuto. —Tampoco les hable, respete su espacio —se queja—, solo llore un poco en sus puertas y volví. Por cierto, ¡Vi a Aiden y Paxton juntos, ayer! — 306 suelta un grito arrojando la pizza a miedo comer a un lado. >>Son hermosos, todos. Parece que traen un Photoshop incluido. ¡¿Verdad que sí?! Quiero gritar, pero me abstengo, y continuo en mi pose indiferente. —Paxton y Aiden son tan lindos, tan románticos, me muero —Continúa hablando. —¿Románticos? —pregunto entre risas llena de incredibilidad—, ¿Qué hacían? —Pelear, pero… —No pude evitar soltar una carcajada interrumpiéndola. —Debió ser un momento bastante tierno. —No lo entenderías, aunque no hablen, se nota, sus ojos hablan por ellos —Suspira soñadora, yo solo ruedo los ojos burlona. —También, pensé que no había nada mejor que escuchar a Alexander cantar —murmuro casi como si fuese un secreto entre las dos—, pero, dios, ¿Lo has escuchado hablar en francés? Es un puto sueño. Mi cabeza, que ahora parece no tener control, me hace recordar a un Mason agitado y sonrojado 307 parado frente a mí elevando sus dedos a su boca. Podía perfectamente recordar su voz ronca pronunciando esas palabras en francés <<Ma nouvelle saveur préférée>> —No lo he escuchado —digo en un hilo de voz mientras carraspeo sintiendo mi garganta seca. Trato de no ser obvia y sonrío ampliamente, probablemente de la manera más antinatural que existe. Pero Vanesa no parece notarlo. Nate entre al departamento después de golpear un par de veces. —¿Listas? —pregunta acomodando su uniforme. Yo asiento mientras Vanesa grita y corre a la habitación. Suelto un suspiro y masajeo mi cien. —Esto pinta que terminara muy bien —habla Nate detrás de mí. Suelto una risa y asiento. —¿Iras con nosotras o solo nos dejarás? —Estaré con ustedes —explica—, en caso de que tu amiga se deba ir antes de tiempo —murmura apenado, pero lo entiendo. Ayer convencí extrañamente a Isaac de que me dejara llevar a Vanesa conmigo, después de obligarla a firmar un contrato de confidencialidad y obligarla 308 a suprimir su emoción encandilante, me lo permitió con tal de tomar las dichosas fotos, eso y que quería que no estuviera seria y parada como una estatua, ya que al parecer será en un lugar público la grabación, así que puede haber fotógrafos. Después de esperar un par de minutos, los tres salimos del departamento hacia el sitio. Invisible, inexistente. Eso estoy siendo para Mason, y no me importa. No me importa una mierda, yo haría lo mismo si no fuera por Isaac que se ha encargado de mandarme por lo menos diez mensajes en este último minuto exigiéndome que me acerque al susodicho porque están descansando. Lo ignoro porque sé que no puede regañarme ni siquiera acercarse por la ola de fans que están a unos metros. “Mínimo sube la foto, ya.” Manda como último mensaje y obedezco. Vanesa me tomo una foto muy casual, estoy sentada sobre una de las sillas plegables de los chicos. No se alcanza a leer ningún nombre y en sí no se logra ver mucho, solo el staff de trabajo al fondo, pero Vanesa 309 dice que será suficiente. Al parecer Isaac no exageraba cuando decía que eran como una mafia. Mi cuenta de Instagram no era ni la sombra de cuando la vi por última vez. Mi usuario, mi nombre, mis fotos, todo está cambiado… Entre a mi perfil y comencé a toser escandalosamente cuando la vi, Vanesa golpeo suavemente mi espalda y asintió repetidamente de manera comprensiva. —¿De dónde salieron doscientas mil personas? —Alexander —responde con obviedad. —Es una tontería —murmuro observando la cifra y la pequeña marca azul al lado de mi nombre que verifica mi identidad—. Son demasiados. —En realidad —murmura Vanesa —¿Te has tomado el tiempo de ver la cuenta de Alexander? — pregunta y niego—. Tienes solo un por ciento de sus seguidores, así que no, no son demasiados para los que deberías tener, pero te odian— termina por decir para después tomar mi teléfono y comenzar a subir la foto que me tomo. —¿Por qué me siguen? No entiendo. 310 —Alex no nos da mucho material, rara vez sube cosas, esperan que tú lo hagas. Ambas miramos hacia él frente al escuchar el escándalo, un grupo de personas ha logrado cruzar las vallas de seguridad, sin embargo, en cuestión de segundos los chicos de Isaac controlan la situación. Mientras todos tienen su atención puesta en ellos, yo aprovecho y giro mi rostro en busca de la única persona de todo el lugar que debería estar ignorando completamente. Porque es lo que él está haciendo, pero no me importa. No. Me. Importa. Frunzo los labios al encontrarlo, está con una modelo, con la que ha grabado todo el día. Hablan animadamente, Mason sonríe haciendo que se ruborice. —¿Me vas a contar? —pregunta Vanesa tomando foto de su credencial de invitada como si fuese algo preciado. Volteo hacia otro lado viendo ahora a Paxton que juega con las baquetas de Levi. —¿Qué cosa? 311 Me voltea a ver achicando sus ojos. —¿Qué está pasando con Alexander? Me pongo alerta cuando lo menciona, sin embargo, mantengo lo más que puedo mi cara de poker. —¿Debería pasar algo? Vanesa ríe observándome fijamente. —Aja, entonces, ¿Nada? —Nada —digo lo más firme que puedo. —¿Sigues con Elliot? —pregunta. Suelto un suspiro y medito en que responder. ¿Sigo con él? No terminamos, pero no me ha dirigido ni una palabra. —Creo que ya no —respondo finalmente encogiéndome de hombros. La risa de la modelo vuelve a resonar por el lugar. Varias personas giramos hacia ella, está riendo escandalosamente tirando su cabeza hacia atrás, apretujando el brazo de Mason entre sus manos. ¿En qué momento se acercó tanto? Sus mejillas están carmesís, sus ojos brillantes, Mason continua con su sonrisa coqueta. Su horrible sonrisa. 312 Si, horrible. Varias personas del staff murmuran cerca de mí, son discretos, pero no lo suficiente. Trato de ignóralos, pero sus cuchicheos me taladran la cabeza, más cuando sé que son sobre mí. Volteo a verlos un segundo para notar que me observan con pena. Así ha sido toda la tarde. Mi supuesto novio ha pasado de mi completamente y ha estado coqueteando con su modelo frente a todos. No me importa. Mierda si, si me importa, pero por mi imagen únicamente, no quiero ser la cuernuda que observan con pena. —Te han mencionado algo sobre el concierto? — pregunta Vanesa observándome con ilusión. Para su mala suerte, no tengo ni idea. Y por la cara que pongo lo adivina— En tres días —continúa hablando— tendrán un concierto, el último de la temporada, los boletos están agotados completamente y tenía fe en que mi mejor amiga… Sabiendo a donde va dirigido el rumbo de la conversación, elevo una mano deteniendo lo que 313 dice. —No me han dicho nada —digo con honestidad —, así que no me necesitan allí, por lo tanto, no iré. Vanesa actúa como si mis palabras le sacasen el aire del pecho. Su rostro cambia volviéndose uno de completa felicidad. —Es un caramelito —murmura viendo fijamente a Levi— por eso es el protegido del fandom, es un bebé, míralo, tan tierno. Observo a Levi que está parado sobre una caja que supongo es de instrumentos saludando a las personas que están allí. Le lanzan cosas y él las recoge y las firma devolviéndolas lanzándolas igual. Isaac está a sus pies riñéndolo, pero él continúa saludando efusivamente. Sonrío junto a mi amiga observando la imagen, Isaac percatándose de que lo estamos observando comienza a acercarse. Ay mierda. —Están a punto de rodar la última toma. Si pudieras… no —Se interrumpe a sí mismo—, vas a 314 ir a acercarte, dale un abrazo o un beso, lo que quieras, y vuelve —observa su teléfono como siempre y vuelve su vista nuevamente a mí—. No te puedes ir de aquí hasta que tengas una interacción de por lo menos un minuto con él —Observa detrás de mí a Vanesa, y añade— Lleva a tu amiga si eso te hace sentir más segura, solo por hoy, pero haz algo. Se gira y se va con Mason haciendo que la modelo se aleje, suelto un suspiro lleno de fastidio y observo a Vanesa que tiene la sonrisa más radiante que ha tenido jamás. —¿Puedo pedirle algo? Niego masajeando mis sienes. —Hoy no — sentencio sabiendo como están las cosas. —Bu, zorra —Suelta entrelazando nuestros brazos—. Está bien, con tenerlo cerca me doy por servida —Comienza a caminar llevándome consigo, no sé si yo estoy caminando demasiado despacio o ella está caminando demasiado rápido, pero siento como jalonea mi brazo para avanzar. Isaac se aleja y antes de que Mason se pueda mover, Vanesa llama su atención saludando a su dirección. 315 Él le devuelve el saludo junto a una sonrisa amable. —Isaac —Es literalmente lo primero y único que digo, es mi breve explicación del porqué me he acercado. —Entiendo —responde. Vanesa me suelta mientras acomoda su cabello hacia atrás. —Debes abrazarlo —dice ella dando un paso atrás esperando—, o besarlo, y es un minuto, recuerda. ¿Por qué la traje? Giro a ver a Mason que continúa serio viéndome sin aparente intención de hacérmelo más fácil. Dejo de pensarlo y simplemente lo hago, termino por acercarme y envuelvo mi brazo en su cuerpo, obligándolo a pasar el suyo por mi espalda. Su rico olor me invade las fosas nasales. No inhales hondo, no inhales hondo. Carraspeo sintiendo el bombeo de su corazón. —Ow —habla Vanesa detrás de mí—, en fin, Alex, ¿Puedo llamarte Alex? —pregunta. 316 El pecho de Mason tiembla por la ligera risa que suelta y asiente. Obligo a mi rostro a no elevarse, no buscar su mirada, su aliento, su nada. Veo fijamente a mi mejor amiga esperando que el minuto acabe pronto. Su cuerpo es cálido y puedo sentir a la perfección sus músculos contra mis palmas. Mi mente traicionera quiere llevarme al ayer, a cuando estaba entre sus brazos, casi puedo escuchar sus jadeos y mis gemidos. Parpadeo obligándome a no ir por ese camino. —Bien, estuve investigando sobre su concierto —Ay dios no, le lanzo una mirada de advertencia mientras me muero de ganas de poder abofetearla telepáticamente—, pues intenté comprar una entrada y están jodidamente agotadas y pensé, quizás si les pregunto podrían apiadarse de esta pobre alma que ha sido parte elemental de su fortuna, ya que no es por presumir, pero he comprado absolutamente cualquier tipo de mercancía que han… —Yo te consigo un par, no te preocupes —dice Mason haciendo que Vanesa lo vea con los ojos aguosos. “No llores” Módulo con los labios observándola alarmada, si hace cualquier tipo de escándalo Isaac no me dejara más tenerla cerca. 317 Aiden llega hacia nosotros con una botella de agua, cuando nos ve abrazados sonríe de lado y toma un sorbo a su botella. Paxton llega detrás. —Saben… cuando yo tengo que ser respetuoso y fingir que la gente me agrada, aun cuando no lo hacen, incluso cuando Levi tiene que fingir que no está incómodo a mitad de un abrazo aun detestando el contacto físico, incluso con todo eso, creo que nosotros podemos fingir mejor que… —Paxton lo interrumpe mientras coloca una mano en su pecho haciéndolo retroceder. —Está bien, vámonos —dice para después caminar llevándoselo con él. Vanesa los ve fascinada, yo suelto a Mason decidiendo que ya paso tiempo suficiente. Yo me alejo, él sigue como tronco parado exactamente en el mismo punto desde que nos acercamos. Él me observa por unos segundos, suspira y está a punto de decir algo, sin embargo, le gano hablando primero. —¿Pudiste hablar con Elliot? 318 Cierra la boca, observándome fijamente. — ¿Qué? —Ayer te hablo —explico—, quiero saber si hablaron. —Si —responde únicamente. Me quedo callada esperando que continúe, pero no lo hace. —¿Qué hablaron? —pregunto con ganas de zarandearlo. —Cela ne peut pas être vrai (Esto no puede ser verdad) —habla con sarcasmo. —¿Qué? —pregunto confusa. —No es algo que te importe —dice girando, comenzando a alejarse. Abro la boca sorprendida y antes de siquiera pensarlo mejor, avanzo rápidamente detrás de él, alcanzándolo colocándome frente a su cuerpo haciendo que se detenga. —Me importa —susurro para evitar que otros escuchen —, es mi novio —Alego molesta. Mason ríe sin gracia y coloca una mano en su barbilla como si estuviera pensándolo. —Ni siquiera lo recuerdo, así que pregúntale a él. Es tu novio al 319 final de cuentas —Me vuelve a esquivar. Algo me dice que él sabe perfectamente que no hablamos. Lo detengo por el brazo. Sé que innegablemente él tiene mucha más fuerza que yo y si quisiera se podría soltar con completa facilidad, sin embargo, se mantiene en su lugar. —¿Puedes dejar de comportarte como un cretino? —Laisse moi tranquille. (déjame tranquilo) —No hablo francés —musito cruzándome de brazos—, así que habla en español. —No tengo por qué decirte nada, hablamos cosas de trabajo, te recuerdo que es mi empleado, igual que tú —Su tono borde me saca de mis casillas. —Imbécil —digo esta vez en alto sin importarme que los demás escuchen, si lo hacen lo esconden perfectamente pues ninguno voltea hacia nosotros. —¿Puedo saber que te pasa? —Tu me pasas, en ningún segundo has dejado de actuar como un idiota —Acuso empujando mi dedo en su pecho. —¿Yo un idiota? Tú desde ayer hiciste un tornado en un vaso de agua por indagar en tu vida. ¿Cuál es el problema? ¿Te da miedo que encuentre 320 algo privado? Literalmente no tienes nada en ella, dejaste tus estudios a punto de acabar, no trabajas en absolutamente nada, no has tenido un trabajo formal o fijo jamás, vives en un departamento compartido, no tienes familia más que un hermano. Acabo de reducir toda tu vida en una oración, no hay nada más que ver, así que ¿Cuál es tu molestia en todo esto? ¿Qué no confié en ti? —Continúa hablando en un tono hiriente, mientras yo doy un paso atrás sintiendo mi pecho contraído >>No te conozco Judith, no te conozco una mierda, y a diferencia de ti, yo si tengo mucho que perder si dejo a cualquiera entrar a mi vida. Y si, tal vez fue exactamente lo que hice contigo, pero únicamente porque mis opciones del momento eran limitadas a cero, si hubiese tenido por lo menos media hora más, hubiese conseguido a cualquier otra y jamás te hubiese pedido a ti nada, créeme. Tengo el impulso y las ganas de darle una bofetada, pero me contengo, mucho más cuando veo a Isaac venir por detrás de Mason. Antes de que llegue me giro alejándome molesta, ni siquiera le dedico otra mirada, nada, solo camino derecho, sin siquiera esperar a Vanesa, a nadie. 321 Casi de inmediato siento a alguien alcanzarme, sé que es Nate. —¿Nos vamos? —pregunta y yo asiento únicamente, no levanto la vista, no quiero ver sus miradas de pena—. Hablaré para que busquen a tu amiga —murmura con la radio en su mano—, igual volveré a buscarla yo. Vuelvo a asentir, no quiero hablar, no puedo hablar, el horrible nudo de mi garganta me lo impide. Mis labios tiemblan involuntariamente, mis ojos escuecen, intento parpadear muchas veces para aligerar las terribles ganas de llorar, pero fallo miserablemente, una lagrima caliente resbala por mi mejilla. Molesta conmigo misma la limpio con furia y agradezco en silencio que caminemos de prisa adentrándonos al estacionamiento. Entro a la camioneta rápidamente mientras veo a Nate girar sobre sus talones para regresar por Vanesa. Cierro los ojos y comienzo a contar mientras tomo respiraciones profundas. Uno. Cuento en mi cabeza, sin embargo, la voz de Mason suena más fuerte. 322 “¿Te da miedo que encuentre algo privado? Literalmente no tienes nada en ella” Dos. “A diferencia de ti yo si tengo que perder.” Tres. La voz de Mason cambia por completo, mi recuerdo se distorsiona, ya no es Mason… ya no es él. “Tu vida no es nada sin mí” Cuatro. “Tú no eres nadie, incluso mi sombra es más importante que alguien como tú” Cinco. No vales mucho, prácticamente nada… Seis. Detengo abruptamente mi conteo y rápidamente bajo del auto tropezando en el proceso cayendo contra el asfalto. Las náuseas me invaden, siento la bilis subir por mi garganta y sin poder evitarlo vomito. Mi cuerpo se llena de escalofríos, mis manos tiemblan y mi garganta arde. —¿Jude? —La voz de Vanesa suena a los lejos. No levanto la vista, simplemente me hago hacia 323 atrás para evitar ensuciarme. La escucho correr hacia mí y tomarme rápidamente por los brazos—, ¿Qué paso?, ¿Te sientes mal? Niego intentando controlar el temblor. >>¿Podrías traer agua? —pregunta hacia Nate que me observa con preocupación. —Estoy bien —digo para tranquilizarlo. Nate no muy convencido, regresa rápidamente sobre sus pasos y Vanesa se queda conmigo. —¿Qué paso? —Nada. Me coloco de pie con su ayuda y limpio mis manos llenas de tierra sobre mis pantalones. Vanesa me observa, parece pensar, meditar algo. —¿Qué hablaste con Alex? —pregunta sin soltar mis brazos. —Nada —vuelvo a repetir—, solo recordé cosas, cosas con… Ni siquiera soy capaz de decir su nombre. De igual modo ella entiende, siempre lo hace, suspira y me jala hacia ella envolviéndome en sus brazos. 324 >>Acabo de vomitar —Le recuerdo intentando separarme de ella. Pero afianza más su agarre y no me permite alejarme—. Estoy bien —digo recargando mi cabeza en su hombro—, estoy bien —Repito temblorosamente. El agarre de Vanesa es fuerte, y por más que intento no puedo alejarme. —Estás bien —repite después de mí, acaricia mi cabello y la maldita sensación de querer llorar me embarga de nuevo, más fuerte, más abrasadora. Y lo hago, lloro entre sus brazos justo como lo hacía muchas noches atrás. 325 20. Capítulo dieciséis 16 | PAIDEN. ♪ I found love where it wasn’t supposed to be, right in front of me ♪ (Encontré el amor donde no se supone que estaría, justo delante de mí.) -I Found. Amber Run. Judith Bennett Jones, ese es el nombre de la chica que en tan solo unas semanas ha logrado que millones de personas volteemos a verla. Después de que salieran a la luz unas fotos en las que se podía ver a ella entre los brazos del vocalista de la banda Made in the A.M, Alexander Macovei, se comenzaron millones de especulaciones a su alrededor. Sin embargo, ese mismo día, el cantante Alex confirmo que estaba en una relación con dicha chica. Aunque mucha gente aposto porque no era muy serio por la reputación del vocalista, Macovei demostró que era una relación más que formal al llevarla consigo a los premios G, (cosa que ninguno de los cuatro chicos había hecho 326 antes), se les veía muy románticos y divertidos. Se desconoce el tiempo que llevan juntos, ambos son muy discretos y no suelen dar detalles de su relación. Justo cuando parecía que finalmente nuestro eterno soltero codiciado había decidido formalizar públicamente con alguien, eso parece volver a desmoronarse tras salir a la luz imágenes en las que se puede apreciar a Alexander muy cariñoso con la modelo Ivvy, del actual video musical de Made in the A.M que se encuentra en proceso, y eso no fue lo que más sorprendió a sus fanáticos, fue la foto de Judith alejándose del set llorando. De acuerdo con testigos, ambos se veían distantes, y el único momento en el que tuvieron acercamiento parecían extremadamente incómodos, después de una acalorada discusión se vio a Judith salir de allí llorando. También puedes ver: —Expertos de lenguaje corporal revelan la verdad de lo sucedido con Alexander y su novia. —¿Qué miembro de Made in the A.M es tu alma gemela? Test de personalidad. 327 — “Paiden” Una relación confirmada que solo falta por confirmar. (Recopilación momentos en donde estaban por arriesgarlo todo) —Salgo horrible —Me quejo por teléfono leyendo la absurda nota—, pero no tienes nada de qué preocuparte, Jace —murmuro— Mason, digo Alex, me está tratando genial, la incomodidad era por la gente alrededor, y la modelo a la que le estaba coqueteando pues, así nos llevamos, a veces yo me follo a su guardaespaldas también… —Deslizo mi dedo por la pantalla para eliminar la nota de voz. Mala idea. Tomo aire y vuelvo a empezar la nota. —Cómo te decía, no paso nada en realidad, había mucha gente y me empecé a sentir mal, me dio dolor de cabeza, y ya sabes como soy de sensible con eso —Convencida, envío la nota esta vez y vuelvo a iniciar otra. —Sobre la modelo, es que era hermosa, ¿Viste a la hija de perra?, Yo también pensé en coquetearle, pero Mason, digo Alex, me gano —La vuelvo a eliminar. Vuelvo a abrir una nota de voz viendo a Vanesa entrar a la habitación. —Después hablamos de todo, pero tranquilo, son demasiado amarillistas —digo 328 rascando mi cabeza—, aunque ni siquiera me has preguntado nada, quería hablarlo contigo antes de que lo sepas, estoy bien. Te quiero, háblame cuando escuches esto. Envío la última nota de voz a Jace, el mensaje ni siquiera aparece como recibido. En cuanto desperté y vi la nota lo llame, sabiendo que probablemente lo sabría tarde o temprano, pero no he recibido mensaje, ni absolutamente nada de su parte. No me sorprende algunos días suele desaparecer. Odio esas ocasiones porque estoy acostumbrada a recibir sus mensajes constantes, por más cortos que sean, pero estoy aceptando que mi hermano odia su teléfono y por mas que lo extrañe no puedo obligarlo a que esté pegado a él diariamente. —Mira —Vanesa emocionada, acerca su teléfono a mí y me muestra una foto tomada desde otro ángulo donde salgo limpiando mi rostro por la lágrima traicionera. Rueda los ojos al ver mi cara confundida y acerca su mano para hacer un acercamiento. —No entiendo —murmuro mientras intento descifrar que es lo que quiere que vea. Ella bufa y apunta a un brazo borroso que se ve a lo lejos. 329 —¡Soy yo! —Lloriquea dando pequeños saltos. No puedo mantener la seriedad ni un segundo, comienzo a reír mientras ella celebra. Nate entra al departamento estudiando mi postura. —¿Te encuentras bien? —pregunta pareciendo precavido. Sonrío y asiento devolviendo a Vanesa su teléfono. Lo estoy, de verdad, decaí por unos minutos, pero Nate no me cree que me siento mejor. —Nate, te juro que estoy perfectamente. —Estaba en sus días, por eso andaba sensible — habla Vanesa detrás de mí luciendo seria. Quiero reír, pero asiento de acuerdo, prefiero que crea eso. No parece convencido, sin embargo, no insiste más sobre el tema. —Isaac ha pedido que subas —anuncia observando su teléfono—. Sola —añade viendo hacia Vanesa que no hace más que bufar. Me pongo de pie esperando lo peor, me joderá por llorar. Camino detrás de Nate mientras pienso en una excusa, un por qué. 330 Subimos al ascensor y a diferencia de las otras veces lo veo sacar una tarjeta personalizada que pasa por un escáner, presiona uno de los últimos pisos y entonces el elevador empieza a subir. Cuando finalmente llegamos me doy cuenta del cambio radical tan solo al abrirse las puertas, esto no es como los departamentos de abajo que al abrir el elevador te da directo a un pasillo con distintas puertas, este desde que el elevador se abre estas en la habitación. Es un piso entero. El blanco predomina en las paredes, y el negro y gris en la casi nula decoración, es elegante, aquí adentro parece una casa gigante. No tengo tiempo de observar detalladamente, ya que Nate no se detiene ningún segundo, rápidamente llegamos al recibidor, mi vista va directo al techo del cual cuelga un pequeño candelabro, el sitio está rodeado por sofás color blanco y decorado con una alfombra color gris. Las ventanas y cortinas son muy grande, todo el lugar me hace sentir demasiado pequeña. —Aquí estás —habla Isaac entrando al lugar junto a un chico que trae una cámara colgada al cuello— Nathaniel… —Asiente hacia él haciendo que con ese simple gesto Nate se gire y se vaya. 331 Entrelazo mis manos frente a mi cuerpo nerviosa. Isaac se gira al chico de la cámara >>Ve por Alexander, por favor, dile que ya estamos listos. El chico asiente y da vuelta yendo por uno de los pasillos. En cuanto desaparece, Isaac se gira y se acerca a mí rápidamente. —Isaac yo… —No quiero que se vuelva a repetir, no me importa que tan enojada, sentimental o lo que sea te encuentres, vas a pretender que estás feliz y enamorada, no me interesa tu inestabilidad. Por suerte no fue tan grave esta vez, si jodes esto, yo te jodo a ti —Sentencia lanzando dagas por los ojos. La voz de Mason suena a lo lejos, provocando que Isaac se aleje y pretenda observar algo en su teléfono. Nuestras miradas conectan casi de inmediato, trae puesto un chándal gris y una camisa simple blanca de algodón, ¿Quién luce bien desarreglado? Mason, claro que sí. Desvío rápidamente mi vista hacia Isaac. 332 —Como saben, debemos acallar ciertos rumores —habla Isaac haciéndole una seña a Mason para que se acerque a él. —¿Debo arreglarme? —murmuro. El chico de la cámara niega mientras Isaac le da instrucciones a Mason. —Si suben fotos juntos, será obvio que su intención es desmentir eso. —¿Y eso es malo? —pregunto confundida. —No, pero algunos creerán que algo ocultan. Mason se gira saliendo del lugar y regresa con una guitarra en la mano. El fotógrafo se acerca a la gran ventana observando la vista. —Me gusta aquí —Avisa girando hacia Mason. Él se acerca y se sienta sobre el borde colocando la guitarra en su regazo. ¿Cómo se supone que esto va a silenciar rumores? >>Bien, observa la vista y toca la guitarra distraídamente —Pide. Mason suelta un suspiro, 333 pero obedece. Comienza a mover los dedos entre las cuerdas. Y el flash inicia a dispararse. Fijo mi vista en la alfombra, se ve suave, contengo las ganas de pasar mi mano por ella al sentir la mirada de Isaac encima de mí. Después de unos minutos las fotos se detienen. —Bien —habla Isaac poniéndose de pie—, en cuatro o cinco horas vas a subir una foto —pide viéndome directamente— acostada, sentada, comiendo, caminando, viendo la tele, haciendo lo que quieras —Camina hacia Mason colocándose frente a el—. Necesito tu cadena —Estira su mano hacia él. Mason sin rechistar, lleva la mano a su nuca desabrochando la pequeña cadena que cuelga de su cuello. Isaac la toma y se dirige hacia mí entregándomela. —Necesito que se vea en la foto que la traes puesta. —¿Eso silenciará los rumores? —pregunto sin entender. 334 —De que terminaron, si —responde el fotógrafo observando satisfecho las fotos de su cámara—, como siempre las fans se encargaran del resto. Sigo sin entender, sin embargo, solo asiento. —Vamos, para elegir la foto —dice Isaac hacia el camarógrafo, comenzando a caminar a la salida. El chico trota hacia él para alcanzarlo. Yo me coloco de pie para salir de inmediato. —¿Podemos hablar? —pregunta Mason detrás de mí. Lo pienso por un segundo, pero no quiero, así que simplemente volteo observándolo sobre mi hombro. —En cuanto pueda te devolveré tu cadena — Prometo y vuelvo a girar retomando mi camino hacia la salida. —Esta, me gusta —grita Nate viéndose aliviado. Suelto un suspiro dejándome caer sobre el sofá dramáticamente. Al fin. 335 —Si, la tenemos —secunda Vanesa viendo el teléfono. —La teníamos desde el principio —Me quejo—, pero ustedes están ebrios —Acuso viéndolos. Cuando llegue estaban bebiendo, al parecer pensaban que como siempre me iría por más tiempo. —Y ya sabes lo que dicen, los niños y los borrachos siempre dicen la verdad —asegura Nate —. Así que no mentimos cuando dijimos que las otras fotos se veían forzadas. Vanesa asiente de acuerdo con él. Me estiro para quitarles mi teléfono, selecciono la foto y se la mando a Isaac para saber si la aprueba. Reviso entre mis mensajes encontrándome con dos nuevos. Ninguno de los dos los tengo guardados, pero puedo reconocerlos de inmediato por su foto de perfil. El primero es de Paxton. “Pequeña Merlina, ¿todo bien?, tengo montada una orgía en mi habitación, pero si te sientes mal puedo ir contigo a darte apoyo. O siempre puedes venir a ver.” 336 Suelto una risa y niego, aunque es probable que esté bromeando tratándose de Paxton no lo descartaría como algo posible. “Estoy perfectamente, solo me dolía la cabeza, exageran muchísimo.” Respondo sabiendo que se refiere a la noticia de mí llorando. El segundo chat es de Mason, ni siquiera lo abro. Nate y Vanesa se acuestan sobre el piso con una película infantil reproduciéndose en la televisión. Río al ver que se están peleando por una almohada y vuelvo mi atención a mi teléfono. Entro a mis contactos localizando inmediatamente el nombre de Elliot. Entro a su chat vacío dándome cuenta de que está en línea. —¿Te puedo preguntar algo? —murmura Vanesa hacia Nate con su atención puesta en la pantalla. Lo pienso por unos segundos y decido escribirle un simple “Hola”. —Claro. —¿Paxton y Aiden son novios? 337 —Son hermanos —responde con simpleza haciendo soltar un quejido a Vanesa. —Vamos, tú sabes, tú cuidabas a Paxton, son más que hermanos —Se queja empujándolo—. Ok, eso sonó muy mal. En el chat aparece el visto de Elliot, sin embargo, no aparece escribiendo. Bloqueo mi teléfono con frustración, ¿Por qué sigue ignorándome? Nate la observa presionando sus labios, parece estar pensando a mil por hora y después de un bufido habla. —Si dices algo… —Te juro que no —Casi grita Vanesa esperando que por fin hable, incluso se sienta para poder verlo de frente. —Nunca han sido pareja —La cara de decepción de mi amiga me hace querer soltar una carcajada—, pero, es algo complicado, a decir verdad. Cuando yo recién llegue, ni siquiera imagine que eran mínimo conocidos, parecían llevarse algo mal, o siempre estar incómodos uno con la presencia del otro. Después de un tiempo se hicieron más unidos, no fui el único que lo noto, todos, los fans, la prensa, eso molesto a Isaac. 338 —Ese hijo de perra —Se queja Vanesa. —Nos pidió que le avisáramos siempre que estuvieran juntos, al principio muchos dudaron en hacer caso, pero bastaron dos despidos de unos compañeros que no avisaron y todos comenzamos a cumplir, no teníamos de otra. Uno de esos despedidos eran el mejor amigo de Paxton, y aun así tuvo que irse. Nosotros que no éramos nada de ellos, no teníamos oportunidad. Aiden después de todo eso decidió tomar la iniciativa y se alejó completamente de Paxton, no quería ocasionar problemas. También algunos dicen que en realidad lo hizo porque Isaac había hablado de matrimonio lavanda. —¿Matrimonio lavanda? De que hablas —Son matrimonios por conveniencia para ocultar la homosexualidad —¿Eso existe? —Chillo Vanesa conmocionada. —Desde el inicio del siglo veinte —responde Nate. —¿Es legal esa mierda? —cuestiona alterada. Nate asiente. —Yo he trabajado para artistas por años, es tan real como los embarazos falsos. La gente lo que sabe 339 de los artistas y de los contratos es solo la punta del iceberg. —Pero, por dios, ¿Por qué aceptan eso? —Todos los grupos y bandas tienen contratos, algunos más flexibles que otros, pero al menos en este caso es de los contratos más habituales, en el que, al firmarlo, renuncian al control de su imagen, también renuncian a su derecho de recursos legales, por eso es legal, la ley protege a los contratos, no a las personas que lo firman. —Pero, espera, no entiendo, ¿Qué tiene de malo que fuesen pareja? No tiene sentido Es estúpido, incluso sus ventas subirían —¿Por qué crees que subirían? —pregunta Nate notablemente divertido. —Llamarían más la atención —En realidad, perderían contratos, patrocinios, no podrían entrar a varios países. Muchas agencias les darían la espalda porque se niegan a estar vinculados a un “producto gay”. Así que bajaría su producción y sus ventas. Al aceptar su sexualidad no solo se afectan a sí mismos, afectan a toda la banda, no solo acaba su carrera, acabarían con la de sus amigos. También afectarían la reputación de sus 340 managers, afectarían a su discografía. Por eso, para Isaac y su empresa es un peligro que uno de ellos no sea heterosexual. —¿Por qué aceptaron firmar con Isaac si tenía todos esos contratos? —pregunta Vanesa pareciendo frustrada —hubiesen firmado con otro. —¿Has visto la entrevista de Lance Bass? — pregunta y ella niega—, él dijo que el lugar más duro para ser gay es una banda de chicos, que porque vas a tener que callarte y ni pensar en salir del closet porque no te dejaran. A lo que voy es que, tiene razón y no es Isaac, es la industria. Así que no importa con quien hubiesen firmado, estarían en esta misma posición. >>Isaac es cuestionable en muchos aspectos, incluso algunos compañeros dicen que les propuso a los chicos contratarles prostitutas, con tal de tenerlos complacidos y felices, con tal de tenerlos lejos de relaciones sentimentales. Pero, así como es un hijo de perra, es muy flexible. Les pasa por alto muchas clausulas restrictivas que tienen, les permite hacer muchas cosas que en realidad no podrían. >>Como por ejemplo, los contratos les hacen renunciar a su imagen de manera completa, incluso su estilo, les dan uno que consideren adecuado y 341 ellos se deben adaptar a la imagen que se les da, les guste o no. Ese es otro aspecto en el que Isaac ha sido un poco más flexible, aunque no tienen permitido elegir nada para su guardarropa, se les permitió acordar un estilo y en base lo que eligieron les dan su ropa. >>Tampoco es tan exigente con sus dietas alimenticias, pero si con el ejercicio, les ha sugerido relaciones falsas, pero no los ha orillado a llevarlas a cabo, y es algo que está en su contrato y podría obligarlos a hacerlo, pero no lo hace. Jude corrió con suerte, no se si no lo sepan, pero casi todos los contratos de relaciones falsas en celebridades son de dos o tres años. —No tenía ni idea —murmura Vanesa perpleja y yo estoy igual. Antes de siquiera estar cerca de ellos tenía una imagen tan diferente de lo que era el mundo de los artistas—. Entonces Isaac es entre lo peor, lo mejor. —Podría ser, honestamente creo que la principal razón por la que firmaron con Isaac, fue Paxton. —¿Cómo? —Vanesa por primera vez parece no entender. 342 —Dicen que él estaba involucrado en muchas cosas algo turbias —Comienza a bajar la voz volviéndola completamente susurros—. Paxton era un problemático, algunos del staff dicen que está lleno de cicatrices, no estoy seguro de que todo sea cierto, se rumorea que incluso tuvo que ver con la repentina muerte de la madre de Aiden. >>Dicen también que la cicatriz que tiene Paxton en su rostro se la hizo Aiden. Vanesa abre y cierra la boca pareciendo desconcertada, y no es para menos, yo estoy igual. —No puede ser —susurra, Vanesa—. Bueno, en realidad sobre Paxton no se conoce mucho de su pasado, casi nada, solo lo que ellos mismos han dicho en entrevistas. —Y si no se sabe nada, es porque Isaac tiene todos los cabos atados a la perfección para evitar cualquier fuga de información —Termina por decir Nate. Siendo honesta, me cuesta creer todo eso porque a Paxton no lo imagino siendo problemático u otra cosa que no sea el chico divertido y feliz, y Aiden aunque sea más seriedad que persona, no lo imagino 343 agresivo como para haberle hecho esa cicatriz a Paxton en el rostro. —Bueno, y solo imaginemos que un día se cansan y deciden no se… besarse en público o lo que sea. ¿Qué pasaría?, ¿Serían demandados? —Perderían todo. No solamente hablo de cuestión económica, tendrían que renunciar a su carrera. No podrían volver a tocar en su vida, con nadie, ni siquiera en un bar. Legalmente ya no son dueños de sí mismos. Al menos hasta que su contrato acabe. Escuchar eso es horrible. ¿Por qué aceptar tu sexualidad tendría que costarte todo lo que es tu vida? Eso ni siquiera es una opción razonable. Mi teléfono vibra mostrándome un mensaje entrante que me deja sorprendida. No es el qué, sino el quién. Elliot… Él me respondió. Solo quiero decir que para este capitulo tuve que investigar muchísimo de contratos y vi entrevistas de artistas, managers, doctores de famosos etc., y 344 absolutamente todo lo que Nate dice es sacado de información verídica, este es uno de los casos en los que la realidad supera la ficción yyyyy sigo abrumada de lo que la homofobia puede hacer. Pd. Gracias por leer <3. 345 17 | PERDON. ♪ I’m on my Knees while i’m beggin’, ’cause i don’t want to lose you ♪ (Estoy de rodillas mientras te lo ruego, porque no quiero perderte. ) -Beggin. Maneskin. Veo a través del espejo a Vanesa que está cantando y bailando alrededor de la habitación, emocionada por el concierto. Se siente como un déjà vu. Solo que en esta ocasión todo es distinto. Esta vez sí sé de qué banda habla, esta vez reconozco la música que suena, esta vez puedo diferenciar cada instrumento y puedo reconocer quien toca detrás de este. Y la voz… ahora puedo responder la pregunta silenciosa que me hice cuando lo escuché por primera vez. Y en definitiva la respuesta es no, la voz no es lo único sensual en él. —¿No crees que el vestido es muy simple? — pregunta Vanesa, colocándose frente a mí, inspeccionándome de pies a cabeza. En realidad, opino que voy bien, pero no me sorprende que sienta que me falta algo, especialmente viniendo de ella que siempre tiene puesto algo con excesivo brillo. 346 —No me cambiaré —Me quejo sabiendo perfectamente que si le doy oportunidad me hará pasar otra hora aquí cambiándome de ropa. Me coloque un vestido liso negro que se ajusta a mi figura, las mangas acaban por encima de los codos, quizás si es demasiado simple, pero me da igual, yo tenía planeado ver un maratón de Breaking bad, pero ella y sus lágrimas me sacaron de la cama porque no tiene con quien ir y yo al parecer hace un año había prometido acompañarla después. —Bien, pero añade esto —farfulla mientras camina hacia el armario. —No pienso usar nada con brillos —advierto mientras ella remueve la ropa—. No quiero llamar la atención, con el amor que me tienen sus fans seguro que si me ven me golpean. —No te verán —Promete regresando colocando en mi mano unas medias de red, se coloca detrás de mí mientras acomoda mi cabello—, toda su concentración estará en el escenario, póntelas. Ruedo los ojos, pero hago caso y me las coloco para después ponerme mis botas negras largas. Vanesa me observa a través del espejo y sonríe satisfecha. 347 —Me gusta —dice mientras se cuelga una bolsa plateada —casual, pero sexy. Mientras salimos de la habitación observo las notificaciones de mi celular. Jace no me ha respondido el mensaje, lo cual es extraño, frunzo los labios y lo bloqueo nuevamente. No quiero preocuparme, sé que mi hermano odia los teléfonos, y lo usa lo menos posible. Acostumbrarme a estar lejos de él, es de las cosas más difíciles que he hecho, por exagerada que suene. Mi teléfono suena anunciando una llamada entrante. Respondo de inmediato al ver que es Nate. —¿Listas, señoritas? —giro hacia Vane que al haber escuchado asiente efusivamente mientras muestra sus dedos pulgares en alto. —Si, ya vamos. —Las espero en la entrada. Vanesa grita y tomándome de la mano, sale casi corriendo de la habitación, arrastrándome con ella. Decir que el lugar está completamente lleno es quedarme corta. 348 Gracias a Nate, que se contactó con el staff, pudimos usar un acceso alterno y evitar la aglomeración. Las entradas que Mason le mando a Vanesa eran VIP, así que la zona en la que estábamos es la más próxima al escenario. Unas vallas de seguridad nos separan del resto de las personas, detrás de nosotros se encuentran unos chicos de seguridad vistiendo de amarillo viendo directamente al público. También hay otros pegados al escenario. La energía del sitio es otro nivel, es imposible no contagiarse. En los extremos y en el centro de todo el lugar hay pantallas circulares gigantes en donde se ve a la perfección el escenario. Llegamos justo a tiempo, Levi ya se encuentra tocando con habilidad su batería. Con luces blancas neón se puede apreciar su logo. Después de unos segundos empieza a salir mucho humo haciendo que la gente se descontrole más. Cuando Levi se detiene, las luces se apagan por completo y tras unos segundos vuelve a retomar, esta vez distinto, iniciando con una de sus canciones 349 más populares. En cuanto comienza, con cada golpe que da a la batería sale disparada pirotecnia hacia el cielo, como si su batería estuviese conectada a los disparadores. Uniéndose a él, Paxton aparece, como siempre, trae sus lentes de noche, si, en la noche. Dio una última calada a su cigarro antes de tirarlo y pisarlo, comenzando a tocar los primeros acordes de su guitarra. Los gritos, aunque parecen que ya no es posible, aumentan. La gente salta fuera de sí detrás de nosotros, casi parece que están a punto de saltar las vallas de seguridad, pero los chicos que se encargan de eso están tranquilos, como si fuese de lo más normal. Aiden aparece del otro extremo del escenario, él ni siquiera se molesta en ver hacia el público, su atención está puesta en su bajo, y en acomodar mejor unos cables cruzándolos hacia su espalda. Sin perder tiempo se une a Paxton haciendo que la gente comience a llorar. Lo sé porque las cámaras están enfocando al público. Si creía que el espectáculo de luces y pirotecnias ya era una locura, no tenía idea de nada, En cuanto la voz de Mason comienza a sonar por los altavoces, 350 de extremo a extremo se elevan unas llamaradas de fuego, los gritos que provoca son ensordecedores. Honestamente me sorprende que sean más altos que la misma música. Giro un poco para observar el descontrol. Gritan,lloran, tienen sus manos alzadas, miles de flashes apuntan al escenario. Es una auténtica locura. En las pantallas se comienza a mostrar a Mason sonriendo contoda confianza. Es la primera vez que los veo tocar en vivo y es impresionante.Verlos en internet, o videos no les hace para nada justicia. Después de un par de canciones comprendo que la emoción y euforia no bajaran, para nada, o eso parece. Con cada nueva canción me doy cuenta de que en realidad parecen tener más energía. Me dolía la garganta de solo escuchar a la gente. A mi lado, Vanesa, literalmente de tanto llanto. estaba moqueando, Y lo entendía, ahora lo entendía, verlos en vivo es toda una experiencia, no solo por lo increíble que es escuchar su música y ser testigos del gran talento que tienen, sino por todo en general, es un espectáculo completamente, todas las luces del lugar le dan al escenario un toque alucinante, la manera en 351 la que el fuego se eleva hacia el cielo al ritmo de su música, y la pirotecnia sale disparada dando un efecto impresionante. Paxton se acerca hacia el extremo del escenario, provocando que miles de aplausos se generen en su dirección. Rápidamente da conmigo, al instante sonríe abiertamente. Puedo leer en sus labios “Merlina” lo que me provoca reírme, niego haciendo una seña para que se aleje con la esperanza de no llamar la atención. Por encima de mi cabeza sale volando un pedazo de tela que cae a los pies de Paxton. Un sujetador. Él ríe abiertamente y le lanza un beso a la chica que lo lanzo. Los gritos se elevan nuevamente, pero esta vez no es por Paxton. El mismo gira hacia la derecha para ver quien provoca el escándalo. Aiden camina con decisión hacia él. Mason que está cantando, suelta una ligera risa, pero rápidamente se recompone y retoma la canción. Cuando llega al sujetador lo patea como si fuese basura sacándolo del escenario. A diferencia de lo que imagine, la gente no se molesta, no se indigna o algo parecido. De hecho, ese simple acto provoca más emoción. El piso parece temblar. 352 Paxton jala a Aiden del cuello de su camisa y comienza a decirle algo en el oído que provoca que sonría divertido, de esa clase de sonrisas que no había visto nunca en él. Las luces se apagan, provocando quejas y gritos de la gente que están emocionadas por verlos, casi de inmediato se vuelven a encender, pero Aiden ya está caminando de regreso a su extremo del escenario. Paxton se ha girado y comenzó a caminar hacia Manson quien al tenerlo cerca alejo el micrófono de su boca, la gente comienza a corear en su lugar. Le dice algo corto, y con su guitarra apunta hacia donde estoy. Ni siquiera intento esconderme porque su vista me encuentra de inmediato. Maldito Paxton, chismoso. Mason le dice algo al oído y Paxton asiente mientras vuelve a acercarse a la orilla y me observa fijamente, me hundo en mi asiento intentando ignorarlo. El gira su cabeza y me vuelve a ver, frunzo el ceño sin entender, “hazlo” modula con sus labios, sonríe y toma su barbilla y gira su cabeza. Giro mi cabeza copiando lo que él hizo, achica los ojos y asiente, espero que diga o haga algo más, pero 353 se pone de pie y camina nuevamente hacia Mason y simplemente niega. ¿Qué se supone que fue eso? Mason continúa cantando y cuando acaba la canción hace una seña hacia su staff, un chico de seguridad se acerca a él, Mason le dice algo al oído y el chico sale corriendo del escenario. En cuestión de minutos veo al mismo chico llegar hacia mí, con una pequeña caja en la mano. —Alexander me pidió que te diera esto —explica el chico por encima de la música—, son tapones especiales para los oídos, debes usarlos para proteger tu audición de la sobreexposición al ruido. Observo la pequeña caja entre mis manos. Me los coloco mientras mordisqueo con fuerza mi labio tratando de evitar sonreír. ¿Por qué tiene que pretender que se preocupa? Me hace más difícil el seguir molesta. Las horas se sienten minutos, la música es honestamente impresionante, aunque Mason tiene el micrófono todo el tiempo y por ende más de la 354 atención está puesta en él, se encarga en todo momento de que todos tengan su protagonismo. Pude darme cuenta de que Levi y Aiden también cantaban. Se notaba que les gustaba lo que hacían. Parecían tan divertidos, por momentos incluso sentía que se olvidaban que estaban frente a miles de personas. La interacción con sus fans es muy real y cercana, el ambiente es una completa pasada, tanto los chicos, como sus fans parecen estar disfrutando cada segundo, incluso Aiden y eso es decir mucho. Los ánimos subieron a tope cuando tocaron su última canción, había pasado más de un minuto y los aplausos y ovaciones no se detuvieron hasta que Mason con el micrófono en mano comenzó a hacer un ademán de hablar para intentar calmar el escándalo. Mi teléfono vibra con una llamada entrante de Nate, me quito los tapones guardándolos en su caja nuevamente y respondo a pesar de que por el ruido no puedo escuchar mucho. —Necesito que salgas —dice lo suficientemente alto como para que logre entender. Frunzo el ceño con preocupación. 355 —¿Esta todo bien? —pregunto colocándome de pie. Responde algo que no soy capaz de entender— No te escucho —vocifero tomando la mano de Vanesa para hacer un gesto hacia la salida. —Bueno, en honor de nuestros inicios tocaremos una canción extra —habla Mason a través del micrófono. —Isaac necesita hablar contigo de manera urgente, muy urgente. —Voy —aviso mientras doy unos pasos a la salida. —Jude, ¿A dónde vas? —pregunta Mason, a través del micrófono. A través del maldito micrófono Como si estuviesen sincronizadas, miles de cabezas giran hacia mi dirección. Intento con una mirada decirle todo. Pero él simplemente sonríe de lado y comienza a acercarse a la orilla del escenario, hacia donde yo estoy congelada. Lo que creí imposible, sucede, el silencio inunda el lugar, a excepción de uno que otro grito. 356 “No” módulo con los labios, pero sigue acercándose hasta estar literalmente al borde. —Para quien no conozca a esta señorita que se esconde debajo de esa gorra y tiene la intención de salir de aquí… —Cámaras, por favor —Pide Paxton, que ahora está sentado detrás de la batería de Levi hablando por el micrófono que está colocado en ella. Ay dios, los voy a matar. En las pantallas se refleja mi rostro, estoy roja y muerta de la vergüenza. Las personas a mi alrededor comienzan a gritar hacia mi lugar, los chicos de seguridad me empujan ligeramente para evitar que me alcancen. —Sé que han existido muchos rumores a nuestro alrededor y no he hecho más que evitarlos, y eso solo ha creado más. Ustedes me conocen y saben que podría perfectamente no hablar nunca del tema, pero lo veo necesario, especialmente ahora que quiero… —Se detiene provocando que más gritos suenen en el lugar, levanta el brazo haciendo un movimiento con su mano, un chico de staff entra corriendo hacia él y le entrega lo que parece ser un 357 teléfono. Él se coloca de cuclillas y comienza a usarlo. Mi teléfono vibra, bajo la vista para ver la llamada entrante. Mason. Respondo rápido. —Te voy a matar —susurro. Mason suelta una risa provocando el estallido de aplausos. Su simple risa emociona a las personas, es impresionante. —Judith, quiero disculparme por ser un idiota — habla y a pesar del ruido puedo escucharlo—, no creo lo que dije, eres más de lo que puedes imaginar, eres increíble —Eleva una mano a su boca para evitar que vean sus labios. >>Te investigué para que Isaac no lo hiciera, lo he visto involucrarse antes y siempre termina bastante mal para la persona con la que se mete, no quería ponerte en esa posición, así que le dije que yo lo haría, debí decírtelo, pero no pude. Cerré los ojos y solté un suspiro. Podía entender lo que decía, podía imaginarlo tratando de evitar que pasara por lo que de hecho ya estoy pasando, supongo que no contaba con que Isaac hiciese lo que quisiera, y terminara aquí, así, entre amenazas. —Mason… interrumpe. —Intento 358 hablar, pero me —Sobre lo de ayer, lamento desquitarme contigo, estaba enojado conmigo mismo por no poder controlarme a tu alrededor, por no saber cómo hacerlo, me está costando tanto tenerte de frente y morirme de ganas de besarte y no poder hacerlo. >>Pero sea lo que sea por lo que esté pasando, nada de esto es tu culpa, y mucho menos una excusa válida para permitirme ser un idiota, así que me disculpo. No puedo ni moverme, estoy anonadada por sus palabras, lo observo fijamente. Esto no está pasando. Sonríe quitando su teléfono del oído y eleva nuevamente el micrófono. —No estaba escondiéndola, ni mucho menos avergonzado o alguna de esas miles de tonterías que se han llegado a inventar, sé que el futuro es demasiado incierto, pero hoy puedo asegurarles que estoy total y completamente fascinado con esta mujer, desde el primer día en el que me insulto porque no tenía ni idea de quien era, quizás fue la manera en la que la vi perderse entre las teclas del piano. 359 Tomo aire hondo sintiéndome desconcertada, de una manera encantadora. Los gritos de las personas resuenan en el lugar, pero no presto atención, ni al ruido ni a nada, solo a él. Se incorpora un poco y asiente hacia Paxton, quien se coloca de pie dándole el lugar a Levi en la batería, se cuelga su guitarra y toma otra que tiene a un costado caminando hacia Mason. —Ahora esto es para recordar viejos tiempos, tiempos de covers —habla Mason colocándose de cuclillas —Se quita el micrófono de la boca y me apunta con él. “Y para ti” modula con sus labios. Las cámaras están enfocándolo, así que, aunque no haya hecho más que modular con la boca, la gente lo ha visto y entendido perfectamente, así que los gritos eufóricos no hacen más que elevarse. Vanesa me jala del brazo haciendo que vuelva nuevamente a mi asiento, lo cual agradezco porque me encontraba estática completamente, ni siquiera soy capaz de girar a verla. Aiden arranca seguido de Levi y Paxton. Mason se coloca la guitarra y se une con ellos. 360 Reconozco la canción de inmediato: Do I Wanna Know? de Artic Monkeys. Todo estalla en aplausos, la gente celebra y corea junto a ellos. Mason después del primer verso camina nuevamente al borde, frente a donde estoy, continuando cantando. How many secrets can you keep? (¿Cuántos secretos puedes guardar?) Because there’s this tune I found (Porque hay una canción que encontré) That makes me think of you somehow (Que me hace pensar en ti de alguna forma) And I play it on repeat (Y la pongo en modo de repetición) Until I fall asleep (Hasta que caigo dormido) Esta vez se sienta dejando sus piernas colgadas en la tarima. Las personas siguen la canción, aunque él se detenga, con su mano me pide que me acerque, abro los ojos asustada y niego. Él sonríe divertido con mi reacción, pero no insiste y continúa cantando. Do I wanna know (¿Será que quiero saber?) If this feeling flows both ways? (Si este sentimiento fluye en ambos sentidos) 361 Sad to see you go (Triste de verte ir) Was sorta hoping that you’d stay (Estaba esperando que te quedaras) Levi continúa cantando de fondo mientras Mason se detiene viendo hacia abajo. Se saca la guitarra dejándola a un lado. ¿Qué hace? No creo que se… No puedo terminar ni de formular mi pensamiento cuando veo a Mason saltando de la tarima, los fans gritan fuera de sí. Pero, ¡¿Qué está haciendo?! Estamos demasiado cerca, sin embargo, continúa cantando viéndome fijamente mientras avanza tortuosamente lento. Crawling back to you (Arrastrándome de vuelta a ti) Ever thought of calling when you’ve had a few? (¿Alguna vez pensaste en llamarme cuando bebiste?) ’Cause I always do (Porque siempre lo hago) Maybe I’m too busy being yours to fall for somebody new (Quizás estoy muy ocupado siendo tuyo como para enamorarme de alguien más) 362 En cuanto llega a mí me toma de la mano para que me ponga de pie, le pasa a Vanesa su micrófono, ella ni siquiera se mueve, se encuentra con la boca abierta completamente paralizada. Me quita la gorra de Nate tirándola hacia atrás. Toma mi rostro entre sus manos y une nuestras frentes. —Perdón —murmura sobre mis labios. ¿Perdón? Ah sí, sí, estaba molesta. ¿Lo estaba? Sí, sí, debo concentrarme. Suelta una risa, posiblemente viendo mi debate interno. Sin despegar nuestras frentes comienza a susurrar la canción contra mis labios. I’m sorry to interrupt, it’s just I’m constantly on the cusp (Siento interrumpir, es que estoy constantemente a punto) Of trying to kiss you (De intentar besarte) I don’t know if you feel the same as I do (No sé si te sientes como yo) Siento el calor subir por mi cuerpo e instalarse en mis mejillas, sus pulgares rozan justo esa zona, de pronto el sonido se detiene para mí. 363 La música, las voces, los gritos, nada más existe. Solo nosotros. Nuestras respiraciones se mezclan provocando que me estremezca. Sus labios atrapan los míos. Es un beso corto, dulce, casi fugaz. Pero es suficiente para lanzar ondas de expectación, emoción, y un sinfín de sentimientos en mí. Esto es un caos. 364 18 | NOVIA. ♪ I was standing, you were there, two worlds collided, and they could never tear us apart ♪ (Yo estaba de pie, tu estabas allí, dos mundos colisionaron, y ellos nunca podrían separarnos. ) Never Tear Us Apart. INXS. Elevo mi vista al cielo observando las estrellas, mi cabello vuela hacia atrás agitándose de manera escandalosa. Nate acelera un poco más mejorando la sensación. Las luces del edificio, la música, nuestras risas, todo se siente tan estimulante. Mason saca su cuerpo por la ventana del copiloto sentándose en el extremo viendo hacia atrás. —Me van a matar —grita Nate detrás del volante. Abro mis brazos permitiéndome sentir la corriente de viento golpearme. —Estamos libres —grita Mason volviendo a sentarse correctamente dentro de la camioneta. Después de la última canción las luces se apagaron y Mason aprovecho para tomarme de la mano y salir corriendo del lugar, se supone que tiene que ir a una fiesta post concierto, pero prácticamente 365 huimos. Localizamos a Nate de inmediato, ya que me esperaba afuera listo para arrancar. Aunque fuimos bastante rápidos, mucha gente lo reconoció y nos siguió primero corriendo, después en sus carros. Pero finalmente los perdimos. Algo me decía que pronto estaríamos en problemas, Nate dijo que Isaac quería que me sacara del concierto para evitar la última canción. Visualice el edificio a unos metros. Estábamos regresando a los departamentos. En cuanto llegamos a la entrada, Mason giro un pequeño cuadro que estaba colocado bajo el retrovisor, el mismo que al subir había desconectado y volvió a conectarlo. Este encendió casi de inmediato. Era una cámara. Wow, tenían cámaras en sus camionetas. Que incomodo. Baje junto a Mason. Nate ni siquiera se bajó, regresaría por Vanesa e irían a la fiesta post concierto. No me imaginaba que tan buena idea sería eso, sin embargo, preferí no intervenir. El teléfono de Mason empieza a sonar. Responde al tiempo que toma mi mano y con la cabeza me apunta al ascensor. Lo sigo en silencio. En cuanto responde la persona del otro lado de la línea 366 comienza a hablar efusivamente, Mason suelta una risa. —Ana, respira —Pide mientras pasa su tarjeta por el escáner—. Le pasaré tu número, lo prometo —murmura rascando su cabeza pareciendo incómodo, coloca una mano sobre su pecho rodando los ojos—. Que sí, que si lo haré —Suelta un suspiro pesadamente y sonríe girando hacia mí. >>¿Recuerdas a Ana? —pregunta viéndome fijamente— La esposa de Brandon. —Claro —contesto. —Te manda saludos y pide que cuando vayas a tu departamento revises tu correo —murmura, pareciendo irritado, suelto una risa divertida con su reacción— ¿Escuchaste? Ya le dije. Las puertas del ascensor se abren. Ahora, estamos de nuevo en el gran piso al que Isaac me había hecho subir hace unos días. —Ana, prometo marcarte más tarde —murmura al teléfono para después colgar—. Mis verdaderas disculpas están aquí —dice comenzando a avanzar —. Te hice sentir mal, así que ahora quiero contrarrestarlo. 367 Suelto una ligera risa caminando detrás de él. —Está bien Mason, no es para tanto. Se detuvo abruptamente y giro hacia mí. —Hacerte sentir mínimamente mal, es para mucho, Jude. Estaba a punto de sonreír, sin embargo, así, bajo la luz de la habitación puedo observarlo con más cuidado— ¿Te sientes bien? —murmuro preocupada. Se ve pálido, su respiración no suena errática, sin embargo, por el movimiento agitado de su caja torácica parece que le está costando respirar, eso sin contar que ahora puedo notar que la mano que había colocado sobre su pecho era para tenerla colocada justo encima de su corazón, parecía estar a punto de desmayarse. La preocupación se me dispara, pero él con un asentimiento se gira y continúa caminando. —Solo cansado. No estoy convencida, pero Mason no parece tener planeado detenerse. Solo sigue caminando y yo lo sigo. Nos acercamos a una de las habitaciones, Mason golpea la puerta un par de veces, sin embargo, yo, al 368 escuchar esa voz casi me caigo, me abalanzo contra la puerta sin importarme esperar a que abran. Como si fuese una alucinación lo veo parado a punto de acercarse, suelto un grito de emoción y corro hacia él, obligándolo a que me cargue en un abrazo. Cierro los ojos disfrutando de sentirme entre sus brazos nuevamente, esto es real, él está aquí, conmigo, después de tanto tiempo. No me había percatado de lo mucho que lo extrañaba y necesitaba hasta ahora, que no quiero soltarlo. —Mi niña —Jace, mi hermano acaricia mi cabello y besa mi frente. Se separa un poco de mi tomándome por los hombros, su sonrisa es enorme, seguro la mía igual. —Te extrañé tanto —digo sintiendo un nudo en la garganta. La puerta del baño se abre dándome un susto. De allí sale Carlos, el mejor amigo de mi hermano. Suelto una risa llena de sorpresa al verlo. Me alejo de Jace un poco para poder acércame a él y darle un abrazo, esta vez mucho menos efusivo. Giro hacia Mason, pero ya no se encuentra allí. 369 —Pero mírate, estas gigante, estaría sorprendido… —menciona mientras se acerca a mí envolviéndome entre sus cálidos brazos— pero últimamente te he visto muchísimo en la tele. —Cállate —Se queja mi hermano golpeando su cabeza. —Alex, me cae bien. —Te compro —Se burla Carlos tirándose sobre la cama inmensa— Me trajo porque planeábamos golpearlo —menciona levantando su puño en el aire. Mi hermano nuevamente se acerca a él volviendo a golpear su cabeza. —Me intereso que se preocupara por ti y tu felicidad, si fuese un idiota igual no podría hacer mucho más que aconsejarte, odiarlo en secreto y estar aquí para ti en todo momento. Sonrío abiertamente escuchándolo. Dios, como lo extrañaba. —¿Pero en qué momento te hablo?, ¿Por qué no me dijiste nada? —Se supone que era una sorpresa, así que ¿Sorpresa? 370 —No puedo creer que estoy en la casa de un famoso, ¿Puedo subirlo a Twitter? — Pregunta Carlos. —No —decimos Jace y yo al mismo tiempo haciéndolo cruzar los brazos y tirar su teléfono a un lado. —Solo estaremos un par de días, así que mañana me gustaría hablar contigo… a solas —añade para después ver a Carlos sobre su hombro —Yo quiero hablar del contexto —habla colocándose de pie para acercarse nuevamente a mí —, ¿Cómo se conocieron? Yo vi que tiene mucha seguridad, así que, ¿Cómo te acercaste? —susurra. Mi hermano vuelve a golpear su cabeza. —Déjame hablar con mi hermana —Se queja, Carlos bufa, pero vuelve a alejarse y tirarse sobre la cama. —¿Estás viviendo con él? Ay dios. —Mmm, pues, algo así —digo casi en un susurro. No puedo decirle que estoy en el departamento de mi supuesto novio real. 371 Me observa en silencio con el ceño ligeramente fruncido, sé que le está costando, pero no dice nada, suelta un suspiro y asiente. —¿Él sabe sobre…? —No —Lo interrumpo alejándome un poco. Suspira pesadamente apretando los labios. En su rostro puedo ver cruzar la ola de emociones, todas negativas. —Judith… —Hablamos mañana, ¿Sí?, es muy tarde y estoy algo cansada —Lo interrumpo dando otro paso atrás. Me mira directamente a los ojos, aprieta la mandíbula y solo asiente. —Está bien —murmura acercándose a mí dejando nuevamente un beso en mi frente. —Espera —habla Carlos incorporándose nuevamente— ¿Es verdad que Paxton y Aiden tienen una relación secreta? —pregunta con intriga. Jace cierra los ojos pareciendo estar buscando paciencia. Suelto una risa y camino hacia la puerta. 372 —Buenas noches —giro sobre mis talones saliendo de la habitación. Camino por el pasillo siguiendo el sonido, las luces son tenues, permitiéndome ver por dónde voy. Llegue a la sala de estar en completo silencio disfrutando de la vista. Las luces están apagadas, sin embargo, no está oscuro del todo, las cortinas están abiertas de par en par, a Mason lo encuentro de pie frente a una de las grandes ventanas, la luz de la noche y la ciudad dibujan su silueta perfectamente. Es el cuadro perfecto, llevo demasiado tiempo sin pintar ni una letra, sin embargo, en este momento deseo tanto poder hacerlo. Detengo mis pasos al percatarme del chico que se encuentra al otro extremo sacando cosas de un maletín. —No vuelvas desconocido. a hacer eso —habla el —Estoy bien —Se queja Mason con la voz ronca. —Paxton colapso acabando el concierto, Mason, ¿Qué haríamos si te pasara lo mismo y no tuviéramos idea de en dónde estás? 373 —¿Está bien? —pregunta con preocupación. El chico levanta una mano y asiente— Todo fue controlado. Al parecer ha estado forzándose físicamente más de lo debido. —Debo hablar con él —murmura dando un paso, pero el chico camina rápidamente hacia él colocándose frente a su cuerpo, lo obliga a sentarse en el asiento que está incorporado frente a la gran ventana y le coloca una mascarilla que está conectada a un cuadro. —Ponte el respirador —ordena, Mason aunque no parece de acuerdo, toma la mascarilla y se la coloca— habla con el mañana, Paxton ahora está durmiendo, Levi está con él, ellos también volvieron aquí, supe que se había registrado tu entrada hace poco y por eso vine a ver como estabas. Mientras el chico habla, le desabotona a Mason su camisa y comienza a sacarle algunos cables que están por dentro, tienen similitudes con los audífonos, pero no son unos. Supongo que es algo que traía desde el concierto. Me mantengo a la distancia sin hacer el menor ruido o movimiento para no llamar la atención, tampoco me alejo, espero con paciencia a que el chico acabe. 374 Después de lo que parece ser un poco más de media hora, el chico se despide prometiendo volver temprano. Me relaja notar que Mason ya no parece tan pálido, ahora luce tranquilo y no a inicio de un desmayo. Me acerco con decisión a él y con cuidado echo mis brazos alrededor de su cuerpo, envolviéndolo así en un abrazo. —Gracias —murmuro. Él presiona mi mejilla contra su pecho permitiéndome disfrutar de su acercamiento, es tan cómodo, tan cálido… su rico olor inunda mis fosas nasales. Sus manos envuelven mi cuerpo, correspondiéndome el abrazo con la misma intensidad. Allí, en la oscuridad, entre sus brazos, con la vista de las luces de la ciudad a nuestras espaldas, una duda comenzó a resonar en mi cabeza, ¿Qué tanto de lo que había dicho en el concierto había sido real? Y principalmente, ¿Por qué estaba dando tantas vuelvas en mi cabeza? —No debiste estar tanto tiempo parada allí. 375 Levanto la mirada con sorpresa. —¿Cómo supiste? —balbuceo. Estoy segura de que en ningún momento me vieron. —Te sentí desde que llegaste. Suelto un suspiro sintiendo mi respiración detenerse por una fracción de segundo. Bajo la mirada nuevamente permitiéndome disfrutar de su abrazo. —Lamento decirte que te tendrás que quedar aquí? —dice haciendo que nuevamente eleve la vista hacia él—. Tu hermano —explica—. Note que no le dijiste que esto era, es, bueno, ya sabes. Asentí comprendiendo dando un paso atrás. —Si, yo… lo hare después. —No tengo problema, Jude. Sonrío ligeramente. —¿Te quedaras? —pregunto. El gira su rostro pareciendo confundido y divertido. —Aquí vivo. Suelto una risa y niego. —Me refiero a la fiesta de la que hablaba Aiden, pensé que quizás querrías 376 regresar y divertirte, de verdad no te debes preocupar por… Me toma de la mano y comienza a caminar hacia el pasillo. —Estoy bien aquí —dice mientras abre una puerta. Su habitación. Las luces están apagadas, aun así, el cuarto no se encuentra en penumbras, había luces ambientales acomodadas estratégicamente, en la pared, como parte de la decoración, en el techo. Y claro que tenía un increíble ventanal. Ya tenía algo claro, Mason amaba las vistas. A diferencia del resto de la casa, el color que predomina es el negro. Sigue luciendo elegante, pero parece algo frío. —¿Qué tienes en contra de la decoración? — pregunto adentrándome, la cama es gigante. Es probable que fuese tres veces más grande que la mía. Mason sonríe comenzando a sacarse su camisa. Ay dios, hormonas contrólense por una jodida vez. 377 —Si por mí fuera no tendría ni una pequeña cosa, lo poco que ves en realidad lo puso una amiga. Mi cuerpo se enfría pensando en un nombre en específico, uno que ya ha mencionado varias veces, pero me obligo a no ir por ese camino. Trato de convencerme de que la molestia que siento es cansancio, no otra cosa. No es algo que me interese ni mucho menos me concierne. —Veo que te gusta el negro —murmuro en un intento por cambiar el tema. —El negro, el blanco, el gris. ¿Quieres ver a un verdadero amante del negro? Deberías conocer el piso de Paxton. Sonrío imaginándolo, de todos Pax siempre usa ropa y accesorios negros, tiene sentido. —Tomaré una ducha, pero antes… —Se acerca a unas puertas y las abre dejándome ver su armario, que prácticamente es otra habitación, no me sorprende. Entra y después de unos segundos sale con ropa doblada en su mano—. Sabía que estaba por algún lado —menciona extendiendo hacia mí la ropa—, para que duermas cómoda, seguro te queda. 378 —¿Dormiré aquí? —pregunto tomando la ropa. Él sonríe y camina hacia el baño. —Dormiremos —Me desaparecer de mi vista. corrige para así La tela en mi mano es extremadamente suave, demasiado, casi escurridiza, es una pequeña pijama de satín. La extiendo para ver que está compuesta por dos piezas. ¿Tendrá ropa de mujer de repuesto para cuando trae a chicas? Con asco arrojo la ropa a la cama. No, no pienso usar eso. Después de unos segundos en silencio viendo a la nada, la levanto nuevamente. No puedo ser inmadura, ni demostrar que me molesta. Aun escuchando el agua correr, me quito la ropa doblándola perfectamente, me encamino al pijama y me la coloco con pesar. Rápidamente algo llama mi atención, la blusa tiene en la parte superior una pequeña letra blanca perfectamente bordada sobre esta. Una S. Levanto las cobijas y me meto en la cama asegurándome de estar completamente en la orilla 379 Mason no tarda mucho en salir, escucho sus pisadas casi silenciosas por toda la habitación. Cierro los ojos fingiendo dormir, él está del otro extremo de la cama a mi espalda, pero puedo verlo por el espejo, está únicamente en bóxer, aunque parece estar seco, su cabello húmedo provoca que pequeñas gotas caigan por su espalda tonificada. Me aturde lo guapo que es. Parece un sueño, mis manos pican por tocarlo, cierro los ojos nuevamente intentando dormir o al menos fingirlo. Esperar a que se durmiera, en realidad no fue difícil ni tardado, supongo que dar conciertos de casi tres horas deja agotado a cualquiera. Así que justo como imagine Mason quedo dormido casi tocando su almohada. Parpadeo girando despacio, observo su rostro tranquilo, un mechón cae en su frente. El descarado ni siquiera se molestó en colocarse una camisa. El edredón lo tapaba hasta la cintura. Mason es peligrosamente tentador. Quería… me moría de ganas de plasmarlo en un lienzo. Observo su pecho lleno de tatuajes, acerco la punta de mis dedos rozando casi de manera imperceptible, me tiro nuevamente sobre la 380 almohada cuando se mueve. Cierro los ojos y al percatarme de que no se volvió a mover los abro nuevamente. Una luz se enciende alumbrando la habitación. Giro para ver mi teléfono encima de mi ropa doblada. Me pongo de pie de manera lenta para alcanzarlo. Verifico nuevamente que Mason siga dormido. La notificación de mi pantalla era un mensaje de Elliot. “Isaac hablo conmigo.” Parpadeo confundida al leerlo, después de que me respondiera un simple hola y dejara en visto mi para nada original ¿Cómo estás?, pensé que ya no respondería. Abro mi teléfono sintiendo mis manos frías. ¿Qué debería escribir? Antes de siquiera pensarlo, Elliot comienza a escribir nuevamente. “Se siente extraño ver fotos de mi novia en todos lados.” <<Novia>>, así que seguimos juntos. 381 Continuo sin responder, no porque no quiera, sino que honestamente estoy en blanco. “Y más si es besando a uno de mis amigos.” El concierto. Cierro los ojos soltando un suspiro. Debería disculparme, aunque no lo sienta de verdad, lo único que siento cuando recuerdo eso es a mi estómago dando un vuelco. “Lo siento.” Escribo. Creo que debí mandarle un emoji, pareciera que me da igual. Es que si te da igual. Grita mi subconsciente. Pero lo ignoro. Claro que me importa, que me pasa. Observo mi reflejo en el espejo, mi vista cae automáticamente a la S bordada. Cierro el chat de Elliot para abrir Google. Escribo Sophia en el buscador recordando que no tengo su apellido. Giro hacia Mason quien continúa plácidamente dormido. 382 Junto a su nombre pongo el de Mason “Alexander”, y pongo en buscar esperando que sus nombres de pila sean suficiente. El resultado es casi inmediato. Un sabor amargo se extiende en mi paladar al ver las fotos, son incontables. Todas diferentes. Al parecer si son muy unidos. Hay fotos de ellos subiendo al carro de Mason, en restaurantes, en ropa de ejercicio, simplemente caminando, Mason cubriéndola de los paparazzi, ellos riendo, tomados de la mano. Gracias a las fotos sé que se apellida Howard, así que borro el nombre de Mason y coloco su nombre completo. Los primeros resultados que salen son noticias acerca de ella junto a Mason. Me enfoco en la primera foto. Es ella sonriendo hacia la cámara. Es de hecho muy linda, hermosa, más bien. Su cabello es rubio cenizo, largo y lacio, su piel parece un sueño, se ve lisa, sin ninguna imperfección, tiene unas cejas gruesas que le dan bastante vista a sus ojos azules o quizás son sus largas y onduladas pestañas. Al igual que Mason se le forman un par de hoyuelos en sus mejillas, parece una modelo. 383 Levanto la vista hacia Mason. ¿Y si ella…? Recuerdo la vez que salió corriendo de la piscina por su llamada, o cuando vio al chico de la alfombra roja, estuvo a punto de golpearlo cuando la menciono. Mi corazón palpita con rapidez. Aun, así como la masoquista que soy entro al primer link. Su biografía. Dios, que bajo he caído. Sophia Maree Howard, 23 años, es hija de Thomas Howard, un multimillonario abogado texano, quien maneja uno de los más importantes bufetes del país. Sophia aunque recién graduada de abogacía, ya se prevé que en poco tiempo la veremos como directora del bufete de su padre. Cierro el buscador sin ánimos de leer más. En la parte de arriba se abre el aviso de una notificación, otro mensaje. “No te disculpes, como te digo Isaac, hablo conmigo, me contó como estuvo todo, me dijo que te amenazo y por eso firmaste.” Me quedo en blanco con mi teléfono en la mano. ¿Pero, qué demonios? 384 “Me dijo que se vio orillado, que no sabía qué hacer y acudió a ti, me contó que te dará una increíble beca y oportunidades casi inexistentes. Debí escucharte, y quiero que sepas que te entiendo… Entiendo que hayas aceptado. También entiendo que el hecho de que no me hayas dicho, que todo fuera un secreto, los coqueteos, el beso del concierto, todo fuera planeado por Isaac, supongo que eso toma otro tipo de sentido. Así que, te perdono.” Continuo perpleja observando mi teléfono. Releo el mensaje, ¿El beso del concierto? Niego sin creerlo, Isaac no le pediría a Mason que se disculpara. ¿Entonces por qué a Elliot le dice eso? ¿Cuál es el punto de ayudarme? Mason se mueve sobre sí mismo, bloqueo mi teléfono dejándolo nuevamente sobre mi ropa y me meto entre las cobijas. 385 Casi al instante siento a Mason apegado a mi cuerpo. Suelto un suspiro e intento contener el aire al sentir su brazo rodeando mi cintura. Su cuerpo caliente se apega al mío, por su respiración pausada sé que sigue dormido. Intento tomar su brazo para alejarlo de su cuerpo, pero se afianza más, ahora jalándome acurrucando mi cuerpo contra el suyo. Ay dios, esto es demasiado… cómodo. Cierro los ojos por un momento disfrutando la sensación. “Te perdono” recuerdo el mensaje de Elliot. ¿Estamos bien, entonces? Espere esto desde el primer día que se fue. Pero no lo siento como imagine… 386 19 | SOPHIA. ♪ She’s beautiful, she looks kind, she probably gives you butterflies ♪ (Ella es hermosa, se ve amable, ella probablemente te haga sentir mariposas. ) -Happier. Olivia Rodrigo. Estoy poniéndome demasiado cómoda con Mason. Ese fue mi primer pensamiento al despertar entre sus brazos. Me puse de pie tan pronto como pude, Elliot me había perdonado. Tenía que respetarlo, respetarme… Así que desde las seis de la mañana desperté, fui al departamento de Elliot para ducharme, por ropa y aquí estoy, en la cocina viendo un video en ruso que no entiendo para nada de cómo preparar café en esta cafetera. Levanto la vista al escuchar unas pisadas, suspiro de alivio al ver a Carlos adormilado, aparecer por el pasillo. —Wow, esto es mucho más impresionante de día —murmura dando una vuelta sobre su propio eje. 387 Eso pensé también. Pero no digo nada, solo sonrío. —Entonces me vas a contar? —¿Qué cosa? —pregunto. —¿Cómo lo conociste si tiene más seguridad que un presidente? Finjo que presto extrema atención al video mientras pienso rápido algo. —Pues… en realidad, en una fiesta, quiero decir conozco a uno de sus amigos, fue de pura suerte — Termino de decir volviendo mi vista a la cafetera. Lo siento acercarse, se coloca a mi lado sonriendo —No te creo nada —murmura quitándome mi teléfono. Giro a verlo con los ojos entrecerrados —Está bien… Le mande foto de mis tetas todos los días por un año entero y no pare hasta que lo viera, y cuando lo vio se enamoró y voilà. —Eso es más creíble para mí —Me observa sonriendo con la diversión bailando en sus labios. Inhala exageradamente el aire y suspira—. Huele delicioso. 388 —Aun ni siquiera soy capaz de prender esta cosa, mentiroso —Me quejo apretando varios botones de la cafetera al azar sin éxito. —No me refería al café —dice sonriendo con su coquetería usual. Ruedo los ojos y suelto una risa quitándole mi teléfono empujándolo suavemente. Así era Carlos desde siempre. Nunca hablaba en serio y coqueteaba con lo que se moviera, pero en juego. Cuando lo conocí llegue a creer que salía con mi hermano, porque le coqueteaba descaradamente, después me di cuenta que eso era parte de su personalidad. Carlos se aclara la garganta y se aleja un poco dando un paso a un lado viendo hacia el frente. Giro para encontrarme a Mason recargado sobre el marco de la puerta observándonos. Vuelvo mi atención a la cafetera. —Buenos días —habla Carlos a mi lado. Escucho las pisadas de Mason acercándose a nosotros. No tengo siquiera que preguntarme en donde está porque siento el calor de su cuerpo en mi espalda. Mason coloca sus manos a los laterales de mi cuerpo, atrapándome entre su cuerpo y la encimera. 389 Suelta una risa ronca mientras una de sus manos se posa en mi cintura y la otra bloquea mi teléfono. Se inclina un poco más para alcanzar la cafetera, presionando su duro cuerpo contra el mío. Presiona dos botones y entonces la traicionera cafetera comienza a funcionar. —Buenos días —habla hacia Carlos—, ¿Descansaron bien? —pregunta mientras mueve la mano que tiene en mi cintura hacia él sin soltarme haciendo que gire despacio sobre mi propio eje. Carlos, quien solo se ha mantenido en silencio asiente. —Bien, gracias. —Me alegro —responde casi de inmediato, viéndome ahora de frente. Parezco una muñeca entre sus brazos moviéndome a su voluntad. Se inclina peligrosamente y me planta un beso corto, para después separarse nuevamente. —¿No hay buenos días de tu parte? —Buenos días —respondo con ironía. —No me refería a eso —susurra pareciendo que intenta decirlo en privado, pero por el eco, el silencio es obvio que su voz se escucha. Mis mejillas 390 arden al tiempo que Carlos se incorpora y camina a la salida. —Veré si Jace ya está despierto —habla deprisa saliendo de la cocina. Cuando las pisadas de Carlos son casi inaudibles, lo empujo saliendo de entre sus brazos. —¿Qué? —Se queja soltando una risa. —No creo que sea necesario fingir en estos momentos. Achica los ojos, viéndome directamente lame sus labios y sonríe de lado. —No estaba fingiendo —responde con seriedad, pero después de unos segundos se ríe al ver mi cara. —Dios, eres increíble —digo negando, la cocina rápidamente se llena de olor a café y vainilla. —Gracias. —Por cierto, nos conocimos en una fiesta —Le digo recordando lo que le dije a Carlos, nuestras versiones deben coincidir—, tenemos un amigo en común, así nos conocimos. —Me gusta más la idea de las fotos. 391 Siento el calor subir desde mi cuello a mi rostro. Claro, tenía que escuchar eso. Su sonrisa me descoloca un poco. Mason debería venir con un aviso de advertencia, no puede ir por allí sonriéndole a la gente y dejándola sin aire. —¿Crees que tenga problemas con Isaac si desaparezco hoy? Saldré con Jace—explico. Mason toma una manzana y le da una mordida luciendo extrañado. Mastica con lentitud como si estuviese pensando. —Sabes que puedes hacer lo que quieras, ¿No? Rasco mi ceja tratando de lucir seria. Olvidaba que Mason no tiene mucha idea de lo imbécil que es su representante. Asiento forzando una sonrisa. En silencio me observa como si estuviese dudando, pero no dice nada. Al final decidimos no salir, el piso de Mason era bastante grande, así que podíamos hablar perfectamente en privado. Eso y que nos dimos cuenta de que había una sala de cine. Tenía un 392 maldito cine en su departamento con poco menos de diez asientos, pero era un cine. Así es como terminamos aquí, viendo una película en compañía de Vanesa y Carlos quienes estaban a unos asientos de distancia en su intento de darnos privacidad. —Estoy preocupado por ti —Se queja Jace entre susurros mientras una película de horror se reproduce en la pantalla gigante. —Jace, estoy perfectamente. —Eres una niña —habla cruzando sus brazos. Antes de que pueda decir algo, levanta las manos al aire—, me refiero a que estás corriendo. Entiendo que tú y él no puedan llevar del todo una relación que alguien de tu edad debería llevar. —¿Cómo se supone que alguien de mi edad lleva una relación? —Citas, idas al cine, hacer tonterías, Jude, tienes diecinueve años y ya te mudaste con él. —Creí que te había caído bien. —Si, lo hizo, debo darle créditos, alguien con su edad, con su éxito, con la atención que tiene, creí 393 que sería un imbécil engreído, pero su amabilidad me dio una gran bofetada, aun así, he investigado. —Jace, no todo lo que dice internet es real. —¿Y puedes asegurar lo que ellos dicen hacia ti no lo es? Entra a tus fotos Jude, tardarás más en tomar tu teléfono que en encontrar una amenaza. —Tú viste la seguridad que tienen. —Si Jude, eso solo me confirma que existe un peligro detrás. —Te prometo que estaré bien. Él suelta un suspiro masajeando sus sienes. —Eso ya lo había escuchado… —Suelta el aire contenido, no digo nada porque tiene razón cierro los ojos sintiendo como pasa su brazo por mis hombros— solo prométeme que si tienes algún problema por más mínimo que sea esta vez me lo dirás de inmediato. —Lo haré —murmuro. —Bien —dice finalmente, pero lo conozco, no está convencido para nada. El grito de Vanesa resuena por el lugar provocando que de un salto. 394 Jace ríe tomando mi mano. —Vamos con ellos— apunta con su cabeza hacia nuestros amigos. —Lo bueno de estar aquí es que no debemos comer algo sin forma que haya hecho Van… —El golpe que Carlos recibe por parte de Vanesa lo hace callarse. Jace suelta un suspiro pareciendo cansado tira su cabeza hacia atrás haciéndome reír. —Nunca cocina, siéntete privilegiado —Le digo a apuntándolo. Tomo mi bolso cuando escucho mi teléfono sonar. Frunzo el ceño al leer el mensaje de Elliot. “¿La foto que subiste a tus historias es actual?” Respondo de inmediato. “Si, Isaac me pidió subir algo hoy.” Tomo una captura del último mensaje de Isaac pidiéndome exactamente eso y se lo envió. Responde de inmediato. “Luces linda. ¿Con quién estás?” Vanesa suelta una carcajada al ver a mi hermano quejándose. 395 “Con mi hermano” escribo, sin embargo, lo borro rápidamente recordando que Elliot no tiene ni idea. “Con Vanesa comiendo.” y unos amigos, estamos —Lo bueno es que siempre podemos mandar a pedir una pizza. Vanesa lo apunta con su dedo con una ceja alzada. —Soy muy ingeniosa, y tengo laxantes, así que no te conviene molestarme. Sonrío al ver su pelea tonta, mi teléfono vuelve a vibrar en mi mano y fijo mi atención en el mensaje. “He pensado mucho en como decirte esto, pero creo que no existe una manera adecuada de hacerlo, así que solo lo diré. Amo cada parte de ti, siempre me ha encantado tu forma de verte, de vestirte, de todo, lo sabes nena. Pero pienso que deberías modificarlo solo por un tiempo. Quiero decir, es un poco extraño ver fotos de mi novia en diminutos vestidos por la calle” Parpadeo como si eso pudiese hacerme ver con claridad, como si de alguna manera leí o entendí mal, pero no, el mensaje es claro. 396 “¿Me estás juzgando por mi manera de vestir, Elliot?, ¿De verdad? No crees que en realidad lo extraño es que me tomen fotos sin mi consentimiento” “No quiero que te ofendas, solo creo que te estás poniendo en un peligro innecesario. Me preocupa tu seguridad, es todo, me muero si te pasa algo. Jude, eres mi mundo.” Ni siquiera respondo. Estoy asqueada, este tipo de juicio, me trae un déjà vu que no hace más que hervirme la sangre. Responde de manera automática. “Lo siento, solo no estoy acostumbrado a que otros hombres vean lo que es mío.” Casi aviento mi teléfono en cuanto termino de leer, tuve que hacer un amago de toda mi voluntad para continuar imperturbable. No soy una cosa. Escribo, pero antes de mandarlo Elliot responde otra cosa. “Perdón Jude, no es mi intención ofenderte, me da miedo perderte, eso es todo. Me encanta como te vistes. Me muero por volver a estar contigo. 397 Hablando de eso, ya en unos días estaré de regreso.” Bloqueo el teléfono dejándolo a un lado, no sé si fue su la cuestión de la ropa, pero por más que intento no puedo concentrarme en la película, solo puedo sentir un sabor amargo expandirse por mi boca. Mierda. Me hubiese gustado que Jace y Carlos se quedaran en un hotel, o se fueran con Vanesa a nuestro departamento, pero lo máximo que hicieron fue ir con ella para que no regresara sola, y después volver aquí, Mason al parecer les insistió para que se quedaran en su piso el fin de semana que estarían de visita. Eso solo significaba que tenía que dormir nuevamente con él, lo cual me tenía nerviosa, más que ayer. Ayer sabía que por su cansancio se dormiría de inmediato, hoy no estoy segura. Nate quien había tenido la tarde libre ya estaba nuevamente a mi lado aburriéndose conmigo. 398 —Siempre es así —dice Rosie, la señora que había llegado hace un rato para limpiar y ya la teníamos platicando con nosotros, ya que estaba esperando que Mason saliera para arreglar su habitación—, cuando tienen conciertos ya sabemos que el día siguiente es seguro que no se mueven de sus habitaciones. El sonido que reconocí del elevador hizo eco por todo el salón. Nate se puso de pie de un salto. —Nadie tiene acceso —susurra caminando hacia el pasillo de la entrada. Me puse de pie sin avanzar, simplemente prestando atención a la voz firme de Nate. No escuche una respuesta, pero si unos tacones golpear contra el piso acercándose. —Toma —habla hacia Nate—, tómale foto y memorízate mi cara y mi nombre para que no vuelvas a… Gira por el pasillo entrando al salón, se para en seco al reparar en mí. 399 En segundos ya me había recorrido de pies a cabeza. —Señorita, no puede… —Está bien —Interrumpe Rosie a mi lado —, ella siempre ha tenido permitido el acceso. Al escuchar a Rosie, ella gira hacia Nate y sonríe con suficiencia. —Ve por mis cosas —palmea su mejilla y continúo caminando hacia mí. —Judith, ¿cierto? Asiento observando cómo se quita su gabardina. No necesitaba que me dijera su nombre, lo conocía. Lo había investigado hace menos de veinticuatro horas. —Sophia Howard —dice mientras tira sobre el sofá su abrigo y su bolso—, ¿Y Mason? Tenía demasiada confianza, se notaba en cada movimiento, cada palabra, cada gesto que hacía. —En su habitación —responde Rosie por mí. —Claro —responde dándose un golpecito en la frente como si hubiese sido obvio—, sabes que no saldrá de allí hasta la noche Rosie —murmura 400 tomando sus manos— ve a descansar, le diré que yo te pedí que ya te fueras. Rosie sonríe agradecida y haciendo una pequeña reverencia con su cabeza sale del lugar, no sin antes sonreírme también. Yo estaba parada allí, sin encontrar mi voz. Carraspee ligeramente —¿Quieres que vaya a buscarlo? —pregunto en un intento por ser amable. Sonrío abiertamente girando su rostro un poco, como si tuviese curiosidad y estuviera aguantando la risa. —Que divertida eres —habla entre risas arrugando su nariz como si le diera ternura la situación—, yo puedo hacerlo —dice para después girar e irse hacia la habitación sin esperar respuesta. Me siento en el sofá moviendo mi pierna de arriba hacia abajo con la vista fija por donde se había ido. Nate entra al lugar con un par de maletas. —Creo que trae piedras —dice al percatarse que Sophia no está— Tu hermano va subiendo. —Gracias —respondo, Nate me observo fijamente, podía sentirlo aun sin estarlo viendo. 401 —¿Estás bien? —pregunta, detengo el movimiento de mi pierna y me aliso mi falda acomodándome mejor en el sofá. —Todo bien —digo deseando que mi hermano ya entre para irme con él a su habitación. —¡No! —escucho el grito divertido de Sophia — ¡No empieces! Fijo mi vista hacia el pasillo de la entrada. Escucho unas pisadas rápidas provenientes de las habitaciones. Sophia entra al salón con el cabello desarreglado y descalza. Aun así, no pierde su porte, la elegancia parece ya ser completamente parte de ella. —Prometo no hacer ruido —susurra tomando su maleta—, ya sabes, por lo de tu hermano —Sonríe y continúa caminando. Aprieto los dientes y no digo nada—. Por cierto —Se gira a verme por encima de su hombro—, me saludas a Elliot —Al terminar de decir eso retoma el camino y sale corriendo nuevamente fuera del lugar. Suelto un suspiro tembloroso al escuchar su nombre. Entonces, ella estaba al tanto de todo, de la falsa relación, de mi real relación. No debería, pero me preguntaba qué tipo de relación tenía con Mason. 402 No sé qué cara tengo, pero Nate no hace ningún comentario. En cuanto Carlos y Jace entraron nos fuimos a su habitación, no sospecharon nada, no era para nada raro, antes de mudarme yo pasaba más tiempo en donde mi hermano estuviera que en mi propia habitación. Estaba sentada en el piso junto a Carlos mientras veíamos una película y comíamos diferentes dulces. Al parecer, Carlos prefería guardar en su maleta comida antes que ropa. Mi hermano está sentado frente al escritorio tecleando con rapidez en su laptop. La puerta suena un par de veces, Jace se pone de pie quitándose sus gafas caminando hacia esta. Mason está del otro lado sonriente, me quede sin aliento al verlo. No conocía de marcas de ropa, pero estaba segura de que todo lo que traía era de alguna muy importante. Se nota, o quizás era la manera increíble en que le queda. Su mirada pesada cae inmediatamente en mí, y va de mí a Carlos un par de veces. Cuando parece recordar que tiene a mi hermano al frente, carraspea y vuelve a su sonrisa inicial. 403 —¿Aún no directamente. estás lista? —Me pregunta Parpadeo confundida. Mason frunce el ceño y gira hacia un lado. —Pensé que no querría perder el tiempo con nosotros, está con su hermano, déjala tranquila —La voz del otro lado es de Sophia. ¿De qué demonios hablan? —¿Están ocupados? —pregunta ignorando el comentario de la rubia. Mason —Yo si —responde Jace haciéndose a un lado—, ellos no. —¿Quieren salir? —pregunta viéndonos directamente a Carlos y a mí. Estoy a punto de negar, pero Mason continua: —Carlos, ¿quisieras conocer uno de los mejores clubes de la ciudad?, es imposible entrar, pero tengo mis contactos. A Carlos le brillan los ojos, lo veo sin poder creerlo. —Claro. Mason sonríe satisfecho. —Nosotros nos adelantaremos porque nuestros amigos ya nos esperan, pero Levi vendrá por ustedes en una hora —Se gira hacia mi hermano —Si te desocupas o 404 cambias de opinión, házmelo saber y mando a alguien por ti sin problemas. Jace asiente y en cuanto cierra se coloca nuevamente las gafas y vuelve a su laptop. —Pensé que veríamos películas. —Pueden esperar —responde sin poniéndose de pie corriendo a su maleta. más, Espero unos minutos para asegurarme de salir cuando ya no están. Bajo en el ascensor al departamento de Elliot por mi ropa. Ni siquiera me iba a permitir pensarlo demasiado. Tenía un plan que incluía medias de red. 405 20 | CELOS. ♪ You picked a dance with the devil and you lucked out ♪ (Escogiste un baile con el diablo y tuviste suerte) Swim. Chase Atlantic. La fila para entrar al lugar era ridícula, Levi ni siquiera tuvo que decir algo, en cuanto lo vieron abrieron la cadena y nos dejaron pasar. El lugar es increíble, se nota que si estamos en uno de los mejores de la ciudad. Es elegante, hay luces, espejos, y mucho cristal, no tengo idea de que tan buena idea sea esto último con tanta gente ebria alrededor. La música suena fuerte y encontrar a Mason es tarea demasiado sencilla. Incluso con la poca luz. Está en una de las zonas altas, recargado en el barandal con un vaso en su mano. Mucha gente lo observa, y esa es la razón por la que lo encontré tan rápido. Tiene muchas personas alrededor, pero su atención está puesta en la rubia que ríe abiertamente frente a él. —¿Quieren ir a la parte de arriba? —pregunta Levi elevando su voz para que podamos escucharlo 406 a través de la música. Antes de que Carlos pueda aceptarlo, pellizco su espalda haciendo que gire haciendo una mueca. —¿Tú subirás? —pregunto viendo que su intención no parece ser esa. —Las amigas de Sophia son algo… —se calla y ve hacia la barra—, prefiero estar aquí. —Te acompañamos —digo jalando a Carlos conmigo. Levi sonríe y asiente retomando su camino. Algunas personas se giran a vernos. Poco a poco me siento menos cohibida, incluso con las miradas lascivas de algunos hombres. Me había maquillado poco, y solo alacié mi cabello, pero todo el crédito se lo llevaba mi vestido. Era un regalo que Vanesa me había hecho, pero nunca lo había usado, lo sentía demasiado para mí. El vestido abrazaba mis curvas de una manera favorecedora. Era liso, las copas del vestido resaltaban mi pecho. Los laterales de las piernas eran abiertos y únicamente se sostenían por lazos. Creí que con algo así, no podría dejar de sentirme 407 incómoda, pero me sentía bien, no tenía idea que un vestido podía levantar el ánimo así. Me siento sexy. —¿Qué quieren tomar? girándose hacia nosotros. —pregunta Levi —¿Qué nos recomiendas? —responde Carlos. Levi observa hacia la zona en donde Mason esta y levanta la mano en forma de saludo. Llevo mi vista hacia él sintiendo una punzada de nervios al ver su mirada fija en mí. En cuanto hacemos contacto visual sonríe brevemente haciendo un casi imperceptible movimiento con su cabeza hacia su lado. Una mano se posa en su barbilla haciendo que gire su rostro. Sophia vuelve inmediatamente a estar sobre él, casi. Él se agacha un poco para poder decirle algo al oído haciendo que ella se ría mientras golpea su antebrazo suavemente haciendo que él sonría. ¿Alguna vez he dicho que odio su sonrisa? Porque lo hago. —En realidad —habla Levi a nuestro lado— no suelo tomar demasiado, de hecho, casi nada, así que no tendría idea de que recomendar. 408 —¿Qué? —grita Carlos hacia Levi provocando que este último suelte una risa divertida. Eso envidiaba de Carlos, tenía ese don, le bastaban dos minutos para tomar confianza con alguien, podía hacer amigos a donde fuera —Ya dime, ¿de qué convento te sacaron? Sonrío divertida por su reacción, aunque también me sorprende. Para nadie es un misterio que Levi es el tranquilo, aun así, me asombra. Siempre he creído que nadie es tan bueno, pero él parece que lo es. O quizás demasiado correcto. —Solo no encuentro la fascinación de perder el control. —Hermano, te estás perdiendo de un mundo de posibilidades —Carlos hace un gesto al barman para llamar su atención. —¿Cirrosis, cáncer? —pregunta Levi luciendo divertido. —¿Puedo pedirte algo? —pregunta Carlos. Levi asiente. —Hoy es de esos días en los que pienso ir en contra de mi propia integridad, así que adelante. 409 Carlos parece encantado, y se gira nuevamente al chico detrás de la barra. Cuando veo que colocan tres vasos de shot jalo a Carlos del brazo. —Yo no pienso tomar —Me quejo en su oído. Carlos se gira ignorándome. —Mason dice que subamos. —¿Qué se supone que hay arriba? —pregunta mi amigo. —Privacidad, el acceso es limitado. Carlos coloca un vaso frente a mí y otro frente a Levi. Levanta ambas manos a sus laterales como si estuviese pesando algo. —Privacidad —murmura elevando su mano derecha—, bebidas inmediatas —Ahora eleva más su mano izquierda. Sonrío divertida. —Levi si quieres ir con ellos… Nosotros estaremos bien aquí un rato. Levi niega prestándole atención al chico que rellena los tres shots frente a nosotros. —Estoy bien aquí —Guarda su teléfono sin responder más. Mi mirada traicionera busca a Mason nuevamente. Sophia sigue pegada como lapa a él, 410 sin embargo, esta vez él no está riendo, ni siquiera parece estarle prestando atención, su vista está fija en mí. Sophia hace que gire a verla y le da comer lo que parece ser una fresa. Desvió la mirada volviendo a prestarle atención a Carlos. —Se toma rápido —Explica entregándonos una pajilla a cada uno. el chico —¿No es mejor tomarlo sin esto? —pregunta Levi moviendo la pajilla. —Este es caliente —El barman toma un mechero y lo enciende apuntando directo al shot de Carlos. Abro los ojos al ver su shot en llamas, literalmente. ¿Eso se puede tomar? Levi parece estar igual que yo. —Claro, iniciar con una bebida con fuego parece prudente —dice Levi. —Tiene que ser rápido —explica Carlos. Y para darnos el ejemplo introduce el plástico en el shot y en menos de cinco segundos vacía el pequeño vaso. Levi niega y suelta un suspiro pesado, parece pensárselo por un momento, pero tras su bebida ser encendida, repite las acciones de Carlos tomándose de una la bebida. 411 Cierra los ojos haciendo una mueca mientras recarga sus manos sobre la barra. —¿Tan mal sabe? —pregunto alarmada. El barman enciende mi bebida. Ni siquiera me detengo a pensarlo, introduzco la pajilla y lo tomo completo. Contengo las intensas ganas de escupirlo y me lo paso. El sabor es fuerte, algo amargo, el líquido caliente, soy capaz de sentir cada gota bajando por mi garganta dejando un camino de fuego a su paso. No creo ser capaz de tomar otro. Pero lo hago, lo hacemos, bebemos varios shots seguidos. Y para la hora ya estamos algo… felices. —Están peor de lo que creí —grita Carlos por encima de la música. Él pareciera que simplemente ha tomado agua, yo tengo calor y me siento ligera. Levi, él es otra historia, no para de reír y de hablar en coreano. Tuvimos que movernos a una sala lounge porque estuvo a punto de caerse de las sillas largas que estaban en la barra. En este tiempo borracho, he podido conocerlo más que en todo el tiempo anterior. Estaba honestamente sorprendida, era un genio total, solo 412 con saber que dominaba cinco idiomas supe que estaba probablemente ante la persona más inteligente que he conocido. En la última hora, mi bolsa no había dejado de vibrar, sabía que era Mason, pero no pienso subir, no por el momento. Me estoy divirtiendo y estar aquí es mejor que tener que estar en primera fila de su manoseo con Sophia. Algunos chicos se han intentado acercar a mí, pero Carlos los espanta, tiene ese hábito aprendido de mi hermano. Levi toma la botella de la mesa y la empina sobre su boca. Abro los ojos sorprendida buscando a Carlos, pero él ya se encuentra bailando en la pista con una morena. —Levi —Le hablo, pero no escucha. Me coloco sobre mis rodillas en el asiento, estirándome hacia él alcanzando la botella, arrebatándosela. —Creo que ya has tomado suficiente. —Tú también —Se queja cuando me ve tomar un poco. Ambos nos observamos en silencio antes de soltarnos a reír. 413 Tiro mi cabeza hacia atrás, riendo sintiendo como mi cuerpo también se lanza hacia atrás. Levi toma mi mano jalándome hacia él para evitar que caiga. Coloco mi mano en su pecho tratando de evitar que nuestros cuerpos se unan por completo. En ese momento empieza a sonar en todo el lugar una canción que levanta los ánimos completamente. La gente corea la canción mientras baila y salta en la pista. —Vamos —grito colocándome de pie jalando a Levi de la mano. No pone resistencia, así que pasando entre la gente logramos llegar al centro. Me giro a verlo de frente mientras tomo sus brazos haciendo que se mueva. Suelto una risa al ver su cara. —¿Vives de la música y no saber bailar? — pregunto en su oído colocándome de puntas sobre mis pies. Él ríe, sus ojos se achican haciéndolo lucir tierno— Solo déjalo fluir. Tomo sus manos haciendo que mueva sus brazos. En pocos minutos Levi toma el ritmo, supongo que, si lo tienes, lo tienes. 414 Muevo mi cadera al ritmo de la música, elevo mis manos pasándolas por mi cuerpo hasta elevarlas al cielo. Me giro moviendo mi cabello hacia mi espalda, una chica pasa frente mi empujándome en el proceso. Mi espalda choca con fuerza contra el pecho de Levi. —¿Estás bien? —pregunta sonando preocupado. —Estoy bien —digo recargándome en su hombro para continuar bailando. Me detengo al percatarme de la mano de Levi bajando hacia el extremo de mi vestido. Contengo la respiración sin saber exactamente que hace, pero rápidamente me doy cuenta de su intención. Con cuidado jala un poco la tela hacia abajo. Con todo el movimiento no me había dado cuenta lo mucho que se había subido. Sonrío enternecida. Suelto un pequeño grito al sentir como tiran de mí hacia un lado. Mason me apega a él. La tensión de su cuerpo es evidente. Toma mi mano y jala a Levi del cuello de su camisa, llevándonos con él hacia el extremo de la pista. Llegamos a nuestra sala lounge y tira a Levi sobre el sofá sin cuidado. 415 —¿Qué mierda pasa contigo? —pregunta completamente irritado hacia Levi que parece no haber escuchado, estira su mano para alcanzar la botella, pero Mason la aleja antes de que lo logre. —Deja de ser un amargado, solo se está divirtiendo. Mason ignorándome, toma uno de los shots casi vacíos de la mesa y lo huele. Lo extiende hacia mí achicando los ojos—, ¿Tequila y ron, de verdad? Lo observo confundida. Ni siquiera yo que los probé pude saber lo que tenían y él con oler poco lo supo. Carlos llega hacia nosotros cantando completamente ajeno de todo. —¿Qué pasa? —pregunta al ver nuestras caras. —Levi no toma, no puede ponerse a mezclar. Carlos abre la boca pareciendo en shock. —¿No tomas?, debiste mencionarlo —Riñe al casi desmayado Levi poniendo las manos en su cadera. Suelto una carcajada sin poder evitarlo. —Iremos arriba. —Yo estaré por aquí —habla Carlos girando y huyendo como el cobarde que es. Yo intento seguirlo 416 pero Mason se interpone antes de poder dar un paso. —Tú vas conmigo —Me dice para después tomar a Levi del brazo y obligarlo a caminar. Frunzo los labios, pero lo sigo. Subimos las escaleras y llegamos a la zona más privada. Sophia al verme hace una mueca, o eso parece, está muy lejos como para poder asegurarlo. —¿Qué pasa? —pregunta en cuanto llegamos a ella. Mason no dice nada, obliga a Levi a sentarse junto a ella. Yo me siento al frente. —Voy a pedir agua —murmura girando sobre sus talones. Sophia ríe —Pero mira, el niñito probo el alcohol —Levi nuevamente intenta alcanzar una de las bebidas de la mesa, pero Sophia lo toma antes que él y lo aleja de su alcance—. Ya das suficiente pena — dice negando—, déjale eso a los mayores. —Dios, cállate —Se queja Levi pasando las manos por su cara. De mis labios brota una risa sin ser capaz de detenerlo. Sophia levanta su vista callándome al instante. —A veces eres tan… insoportable —Continúa farfullando Levi, finjo que mi atención está puesta totalmente en la pista. 417 Sophia se intenta poner de pie, pero parece pensárselo mejor porque se vuelve a sentar. Desde donde estoy veo a Mason caminando entre la gente como Moisés en el agua. No necesita esquivar personas, ellos se mueven para dejarlo pasar. —Iré a buscar a Mason —anuncia Sophia. —Ya está subiendo —digo y tan pronto como abro la boca parece querer matarme. Se acomoda mejor en su asiento, extendiendo su mano a la bebida frente a ella, tomando un trago de esta. Levi no dice nada, solo tamborilea con lentitud sus dedos sobre la mesa. Sophia coloca sus codos sobre la mesa enterrando su rostro entre sus manos. —¿Estás bien? —pregunta Mason detrás de mí colocando la botella de agua frente a Levi. —Si —responde pasando la mano por su cara—. Un poco cansada —murmura lamiendo sus labios—, mi cabeza esta a punto de estallar. Mason le lanza unas llaves haciendo que las atrape en el aire. 418 —Vete con Levi, llévate mi carro, yo me llevaré su auto —Sophia parece vacilar un momento, pero no dice nada—, no tardaré mucho —añade— esperaremos a su amigo —dice apuntándome. —Si… yo, en un minuto —murmura Sophia masajeando sus sienes. —¿Puedes venir conmigo? —pregunta Mason extendiendo su mano hacia mí. Lo observo por un momento sin estar segura de aceptar. Su rostro es inexpresivo. Finalmente, me pongo de pie y camino junto a él hacia el fondo del lugar, aquí es mucho más oscuro y privado, a lo lejos veo a Sophia y Levi pararse e irse—, Tenemos unos minutos antes de que dejen subir a la gente nuevamente. Parpadeo perpleja ¿Hizo que bajaran a todos? Me doy cuenta de que el lugar está vacío. Cuando subimos estaba casi lleno, ¿En qué momento lo había hecho? Mason me toma por el brazo y me acerca a él apegándome a su cuerpo. Su boca está a la altura de mi oído, así que puedo sentir su cálido aliento golpear mi piel. La música sigue sonando fuerte, el piso parece vibrar. 419 —¿A qué estás jugando? —habla rozando sus labios deliberadamente en mi oído lanzando escalofríos por mi cuerpo. Sus manos tatuadas pasan por su cabello despeinándolo, aun así y como siempre, no se ve mal, todo lo contrario. Trago saliva sintiendo la garganta seca. —¿De qué hablas? —Me has estado evitando. Sacudo la cabeza negando, aunque no sea una pregunta. —No. —No subiste —habla alejándose un poco. —Tú pudiste bajar —Contraataco terminando por separarnos. —No podía, le había prometido a Sophia que estaría con ella —habla siguiéndome. Mi mandíbula se tensa, aprieto los dientes, por suerte voy frente a él, así que no es capaz de verme. —Entonces ese no es mi problema, yo no me debo adaptar a tus promesas —digo mucho más mordaz de lo que pretendía. Cuando llegamos a la 420 sala lounge más alejada me siento en un sofá individual, esperaba que se sentara en otro, pero se pone de cuclillas frente a mí para verme al rostro. —¿Estás molesta? —pregunta confundido. —¿Qué? Para nada. Simplemente te estoy diciendo un hecho. Si tú no puedes acercarte porque tienes que estar con tu amiga, no es mi problema, si yo tampoco lo hago no significa que te esté evitando —contesto enfadada. —A ver, recapitulemos, ayer al llegar del concierto estabas relativamente bien conmigo, hoy no nos vimos por qué estabas con tu hermano y cuando fui a buscarte ya estabas molesta. —No lo estaba —farfullo. —Lo estabas, siempre que te molestas haces un pequeño gesto con tus labios —Acerca su mano a mi boca—: justo como este de aquí. Parpadeo percatándome de que sí, estaba haciendo uno, nunca lo había notado. Se incorpora sacando su teléfono del bolsillo. El nombre de Sophia aparece en la pantalla. Contengo el impulso de soltar un bufido. Mason responde y se aleja unos pasos. 421 Después de unos segundos regresa volviendo a guardar su teléfono en el bolsillo. Esta vez se sienta a mi lado, estira su brazo sobre el respaldo sin llegar a tocarme solo descansándolo allí. —¿Algún problema? —pregunto, aunque no me interesa mucho. Mason niega. —Sophie dejo su ropa en mi habitación, quería saber en cuanto tiempo regresaríamos. —Buscaré a Carlos —Me pongo de pie e intento pasar por su lado, pero me detiene tomándome por la muñeca suavemente. —¿Cuál es la prisa? —Bromea, pero no estoy de humor. —Pues esa, no quiero causarte problemas. Mason se ríe. El hijo de perra suelta una risa aparentemente, muy divertido. A continuación, exhala lentamente, parece estar pensando y entonces vuelve a sonreír abiertamente. —¿Estás celosa? —pregunta mientras me acerca nuevamente a él. —No estoy celosa —Contesto inmediatamente sintiendo mi voz cortarse. 422 Intento no despegar mi vista de la suya, aun cuando siento mi rostro entero calentarse de la vergüenza. ¿Por qué me estoy sintiendo así? ¿Por qué no nací con el don de la indiferencia? Tendré que pedirle clases a Aiden. —No tendrías que estarlo en todo caso. Con mi dignidad tambaleándose me obligo a mantener una posición firme. Pero con cada interminable segundo me siento peor. Tiene razón, no debería, no me debe explicaciones, ni respeto, ni absolutamente nada, y yo se lo debo a una persona, y no es a él. —No lo estoy —Repito mucho menos segura que antes, estando esta vez completamente frente a él, entre sus piernas. Mason se ríe. Si, se ríe con la diversión bailando en todo su semblante. —No me refiero a lo que piensas, pero dejaré que lo entiendas sola. Suelto un suspiro tembloroso, odio sentirme así, odio que me moleste, odio no poder controlar mis 423 emociones, me aterra el tiempo que pasa en mi cabeza. ¿Qué demonios pasa conmigo? Me siento frustrada y molesta por todo lo que he hecho, todo lo que he permitido. >>¿Qué pasa en esa preciosa cabecita tuya? Con sus dedos roza los ligeros lazos de mis piernas. Es un toque distraído, su atención parece estar completamente en mi rostro. El contraste de nuestras temperaturas es demasiado notorio. La calidez de su toque se siente como llamas contra mi piel fría. Las palabras se disipan en mi mente, no tengo cabeza para nada excepto para su toque. La imagen es ridícula, él parece todo, menos afectado, y yo estoy aquí nadando en mi propia saliva, tentándome sola con mi imaginación. —Solo estoy cansada —Miento descaradamente. El recarga su cabeza sobre el asiento sonriendo. Ambos sabemos que miento, pero para mi suerte no dice nada. Tratando de no parecer afectada lo observo fijamente a la cara. Mala idea. 424 La caótica tentación se arremolina con fuerza en mi vientre. ¿Cómo es posible que fuese tan guapo sin intentarlo ni un poco? —Esto es como un déjà vu —dice rompiendo el silencio. Frunzo el ceño sin entender. Antes de poder preguntar siento como su mano se envuelve en mi cintura y con un simple movimiento tira de mí hacia él. Mi cuerpo aterriza sobre el suyo, su boca está a la altura de mi rostro, su respiración caliente choca contra mi oído robándome el aliento —Te conocí en la oscuridad. Justo como esto. Lentamente suelto el aire contenido. No sé si es la cercanía, los roces, el alcohol, su ronca voz murmurándome al oído, pero la atmosfera se siente pesada, eléctrica, muy jodidamente tensa. No soy capaz de moverme… creo que más bien no quiero hacerlo. En un acto de inercia lamo mis labios. Su vista baja siguiendo el corto recorrido de mi lengua. Necesito salir de aquí para calmarme, pensar y si se puede darme alguna bofetada, pero sigo congelada, soy incapaz de concentrarme en algo que no sea el regazo de Mason. 425 —Creo que deberíamos irnos —Soy capaz de modular. Pero él no parece escuchar, está perdido… perdido en mí. Un gruñido bajo sale de su boca, y antes de que pudiese procesar lo que está pasando, siento sus labios estamparse sobre los míos. Su boca húmeda se mueve con avidez sobre la mía. Casi como si lo hubiese estado esperando en todo el rato, sigo su ritmo sin problema. Como siempre, sus besos son firmes, hambrientos, llenos de deseo y pasión. Mason es fuego, y yo me siento como gasolina. Somos un incendio sin control de caricias, besos y ligeros jadeos. Me gira con facilidad, coloco mis piernas a los lados de su cuerpo, terminando a horcajadas sobre él. Sus manos viajan a mi espalda baja, apretándome más contra él provocando que mi cuerpo roce sobre el suyo. Un gemido sale de mi garganta ahogándose en su boca. Mason muerde mi labio lanzando una deliciosa punzada de dolor. Por la posición en la que estamos puedo sentir perfectamente su erección chocando contra mi sexo. 426 Mi cuerpo cada vez se siente más ansioso. Me lanzo nuevamente contra su boca, pero su mano sube con rapidez por mi cuerpo hasta mi nuca, enredándose en mi cabello, evitando así que me pueda acercar. Me mantiene en mi lugar a centímetros de su rostro, esta vez repite el movimiento rozando su cuerpo contra el mío arrancándome otro gemido. —Ese es mi sonido favorito —Su voz ronca lanza escalofríos por todo mi cuerpo, sus caderas vuelven a levantarse causando la deliciosa fricción, casi tormentosa. Tira hacia atrás de su mano en mi cabello haciendo que levante mi rostro. Lamo mis labios sintiéndolos secos mientras cierro los ojos al sentir su respiración en mi cuello. Deliberadamente siento sus dientes, rozan mi piel sensible. Está invadiendo por completo mis sentidos y sensaciones de forma lenta, dura y abrumadora. El deseo es casi incontrolable. Y entonces una luz roja se enciende en mi cabeza. Eso es lo que causa Mason en mí, eso y nada más: deseo. Él probablemente es de las personas más guapas que he conocido, mi cuerpo reacciona a su cercanía, 427 sus tatuajes, su voz, su cabello despeinado cayendo en pequeños rizos por su frente, la forma en que sus venas resaltan en sus brazos y sus manos, su boca, su tacto. La manera en que su mirada cuenta mil historias eróticas cuando lo toco. El sonido de su respiración agitada. Los celos que siento, el hecho de que siempre esté en mi cabeza debe venir de eso y nada más. Respiro más relajada. Sus labios se deslizan por mi cuello, besando, lamiendo, rozando sus dientes. Detiene sus movimientos un segundo y lo siento sonreír sobre mi piel. Libera mi cabello y se aleja un poco tomando mi barbilla —Tu corazón está como loco. No solo mi corazón quiero gritar, pero la vergüenza es mucha. Me gusta cerrar los ojos y perderme entre sus besos, caricias, en sensaciones, pero con Mason es imposible, el hecho de que me esté constantemente hablando me mantiene consiente en el aquí y ahora. —No te burles —murmuro intentando esconder mi rostro. Mason suelta una ligera risa y niega. 428 —No lo hago —Toma mi mano y la extiende haciendo que la coloque sobre su pecho. Con mis dedos extendidos sobre el puedo sentir sus latidos frenéticos—. No podría. En un rápido movimiento me toma por la cintura y me sienta sobra el sofá a su lado. De reojo veo que algunas personas ya han subido. Ni siquiera lo había notado. Mi rostro se calienta, si estuviesen las luces encendidas estoy segura de que sería un espectáculo a la vista, mi rostro quemando, mi cabello enredado, mi vestido desacomodado. Y Mason, bueno el cómo siempre parece mantener la compostura a la perfección. El rey de lo imperturbable. A punta con su cabeza hacia las escaleras. — Vamos, quiero enseñarte algo— dice ofreciéndome su mano. Mientras bajamos mi teléfono suena, lo tomo para silenciarlo sin siquiera ver la pantalla. No es necesario, sé perfectamente quien es, el mismo había modificado el sonido de la notificación de sus llamadas entrantes. La culpa escala como arena por mi espina dorsal. Especialmente porque no estaba segura de sentirme 429 ni un poco arrepentida. 430 21 | MONET. ♪ You were drivin’the getaway car, we were flyin, but we’d never get far, don’t pretend it’s such a mistery, think about the place where you first met me ♪(Estabas conduciendo el auto de huida, volábamos, pero nunca llegaríamos lejos, no pretendas que es un misterio, piensa en el lugar donde me conociste por primera vez) -Getaway Car. Taylor Swift. Mi corazón y mi mente estaban teniendo una pelea campal en mi cabeza. Mason maneja con rapidez el auto de Levi. Carlos probablemente se desmaye cuando se entere de que estuvo dentro de uno de sus coches deportivos favoritos y no estuvo consciente como para recordarlo. Él dormía plácidamente en el asiento trasero completamente extendido. En el tiempo que no estuve cerca su aparente e intachable tolerancia al alcohol desapareció por completo. Mason y yo vamos en silencio, cada uno sumido en sus pensamientos. Mi teléfono comienza a vibrar nuevamente, Elliot no ha dejado de hacer llamada 431 tras llamada. Pero hoy, solo por hoy, he decidido ignorarlo. Después de unos minutos Mason detiene el coche en un estacionamiento vacío, observo los alrededores, no hay nada más que un imponente edificio a oscuras. Lo reconocí porque era uno de los más altos de toda la ciudad. Si no es que el más alto. —¿Quieres responder? —pregunto apuntando hacia mi bolsa. Niego sin decir nada más, manteniendo mi vista en la ventana. —¿Estás bien? —Si —hablo casi de inmediato, aunque no esté muy segura de que mi respuesta sea cierta. Mason presiona un botón y las puertas se elevan abriéndose de manera automática. Él rodea rápidamente el auto y extiende la palma de su mano hacia mí esperando que la tome —Ven conmigo. Observo por el retrovisor a Carlos solo para verificar que continúa dormido. Tomo rápidamente mi bolso solo para sacar la cadena que había olvidado entregarle a Mason y tomo su mano saliendo del auto. Caminamos hacia la puerta en donde ya se encontraba un guardia o eso parecía por su uniforme. 432 —Deténganse —El tipo enciende una linterna hacia nosotros alumbrándonos por completo. Coloco una mano en mi rostro cubriéndome de la luz. —Idiota —murmura continuando caminando. Mason a mi lado —Ah… eres tú, Alexander —Apaga la luz y la giro extendiéndola hacia él. Me sonríe por un segundo a modo de saludo—, ¿Ahora traes compañía? —pregunta mientras Mason toma la linterna, ni siquiera se molesta en responder a lo obvio, el guardia toma su celular observando la hora —, bien, en una hora es cambio de turno, así que necesito que antes de eso estés fuera. —Tranquilo —habla Mason continuando el camino—, seremos rápidos —Se detiene y gira antes de adentrarnos al edificio oscuro—, hay un chico en el auto, si sale dile que no tardamos —El guardia asiente girándose nuevamente viendo hacia la calle. Esta vez sí nos adentramos al lugar, está completamente a oscuras, a excepción de una esquina en la que se encuentra otro hombro frente a unas computadoras, dormido. —¿Qué estamos haciendo? —susurro mientras lo sigo guiándonos por la luz de la linterna. 433 —Vamos a subir —explica llegando al ascensor. Cuando presiona el botón, las puertas se abren y entremos. Mason apaga la luz dejando la linterna en una de las esquinas—, solo el primer piso está apagado por completo. Esto no lo necesitaremos. El elevador parece que ni siquiera se mueve, sube y sube y tengo la sensación de que no llegaremos nunca. Por las luces que avisan en que piso nos encontramos, sé que estamos llegando al último. Las puertas finalmente se abren en la terraza del edificio. Intento mantener mi rostro impasible, pero no puedo, la vista es un sueño. Las luces de los edificios se elevan con gracia en la oscuridad. No tengo palabras para describir lo hermoso que se ve. Mason camina hacia la orilla y de un salto sube al extremo provocando que suelte un grito asustada. Él gira sobresaltado. —¿Qué haces? —pregunto alterada viendo como le da la espalda a la orilla —Idiota, bájate ahora — ordeno alterada provocando que se ría. —Tranquila, he hecho esto por años. 434 —¿Y eso te da una especie de inmunidad a la muerte? —cuestiono aterrada mientras me giro para evitar seguir viendo su descuido. —Ven —Pide, pero niego viendo el ascensor sopesando la posibilidad de salir corriendo de allí antes de traumarme con la caída de este idiota—, solo ven, no te obligaré a subir, nunca te haría eso. Muerdo mi labio frunciendo el ceño. Cuando me giro me doy cuenta de que soy la prueba viviente de que la idiotez se contagia. Me acerco a él con los nervios de punta. Cuando llego a la orilla me doy cuenta de que no está parado en el borde, en realidad al frente hay más piso, solo unos centímetros más, pero lo suficiente como para estar parado allí sin caerse, pero desde donde estaba no se veía. También en toda la orilla está una vaya de metal. —Sigue luciendo peligroso para mí —murmuro igual de desconfiada. La altura es una locura. Mason sonríe y extiende su mano hacia mí. — Solo pensaba sentarme —Y lo hace, se coloca sobre el piso con sus brazos recargados en sus rodillas—. Vamos, ven. 435 Aun con la duda plasmada en cada parte de mí, camino hacia él. Subo con cuidado al borde. Mason toma mi mano y me guía parándome frente a él. Me siento colocándome justo entre sus piernas. Jamás la noche se había visto tan hermosa. Hasta el día de hoy esta es la vista más preciosa que he tenido frente a mí. Parece surreal. —Olvidaba darte esto —Extiendo la cadena sobre su mano entregándosela. Unos segundos después sus manos se sienten en mi cabello tomándolo todo para hacerlo hacia un lado, el ligero frío de su cadena golpea mi clavícula, sus dedos se mueven en mi nuca cerrando la cadena —Me gusta más así, en ti. Quédatela. Sonrió levemente sintiendo una sensación extendiéndose por mi pecho. agradable —Cela devrait finir (Esto debería terminar), mais en ce moment, je me sens égoïste (pero ahora mismo me siento egoísta) —Odio cuando haces eso —murmuro sintiendo su mano acariciando mi brazo—, especialmente porque sé que no me dirás que dijiste. 436 —Diciéndote perdería la gracia —Él sonríe mientras pasa su mano hacia mi estómago, me apega hacia él desapareciendo por completo el poco espacio que había entre nosotros. Mi espalda está recargada por completo en su pecho. Esto es demasiado íntimo, quizás debería ser incómodo, pero como siempre sucede con Mason, no lo es. Levanto la mirada hacia las estrellas observando lo bonito de la noche. —¿Desde cuándo sabes francés? —pregunto con curiosidad. —Desde siempre. Mi madre era francesa y cuando nací ella no dominaba perfectamente el español, así que en casa por unos años el idioma principal era el francés, hasta que aprendió español perfectamente y nosotros con ella. —¿Nosotros? —Mi hermana y yo. Lo observo achicando los ojos. —Mientes, no tienes hermanos —sentencio, recordando que de las pocas veces que lo he buscado en internet decía eso. 437 —Si tengo —Lo dice de manera tan convincente que ya estoy dudando en mi increíble investigación de cinco minutos—, se llama Monet —Al pronunciar su nombre su voz se suaviza increíblemente, giro levemente mi rostro para verlo, tiene una bonita sonrisa plasmada. “Monet” repito el nombre mentalmente, me gusta, es lindo. —¿Y cómo se supone que has logrado mantenerla oculta? —pregunto aún sin poder creerlo —Tú siempre tienes una cámara apuntando hacia donde vayas. Su cuerpo se pone rígido contra mí. Su sonrisa se borra y su mirada se apaga. —Yo… bueno, es sencillo, en realidad, nunca la han visto porque no tenemos contacto. —¿Estás jodiéndome? —pregunto siendo incapaz ya de saber si habla en serio o está mintiendo. Mason sonríe sin gracia y niega. —Monet me odia, perdimos el contacto desde hace más de seis años. Cuando mis padres murieron, ella tenía doce años, se fue con un tío, yo estaba en 438 universidad y me fui a vivir con Levi ese tiempo. Yo me hubiese ido tras ella, pero no me quería cerca. Vuelvo mi vista al frente, siendo incapaz de ver como he apagado su emoción de un segundo a otro. —¿Has intentado contactarla? —Me atrevo a preguntar. Él niega—, Mason, tú mismo lo has dicho, tenía solo doce años ¿Y si ha cambiado de opinión? Cualquier cosa que la haya hecho odiarte ya no debe tener el mismo peso o importancia, quizás ella te extraña tanto como tú a ella. —Ese tipo de cosas no se perdonan, Jude, no importa cuánto tiempo pasé. —Mason, no creo que exista nada que… —Nuestros papás murieron por mi culpa —Su voz salió casi en un susurro, pero fui capaz de escucharlo y entenderlo perfectamente—. Yo siempre fui un desastre, era un adolescente sin control, pasaba más tiempo borracho, en fiestas y con mis amigos que con mi familia. Justificaba mi comportamiento con que a ellos no les importaba que hiciera con nada, los tenía satisfechos, a sus ojos siempre fui una decepción. Siempre estábamos teniendo problemas y peleas, así que decidí irme. 439 >>Era muy noche, estaba lloviendo y salieron a buscarme, solo Monet sobrevivió al choque que tuvieron. Lo último que me dijo fue que deseaba que yo fuera el muerto y no ellos, y la entendía, yo también deseaba eso. Durante años intenté contactarla, pero no me quiere cerca. Mi corazón se estruja al escucharlo. Quería decirle que no creía que fuera su culpa, que no debía castigarse así. Pero nada parecía adecuado. Cuando abrí la boca para decir algo me interrumpió. —No quiero hablar más de esto, ¿sí? Un inquietante silencio se apoderó del lugar. Me coloque de rodillas y me gire envolviendo mis brazos en su cuerpo apegándolo a mí. Por unos segundos no reacciono. De manera lenta movió sus brazos alrededor de mi cuerpo, hundió su rostro en mi cuello respirando de manera pausada. No había tensión, no había miedo, y lentamente también se disipaba el dolor. No tengo idea de cuanto duramos así, envueltos en ese abrazo que nos arrebató el miedo. 440 22 | EXCUSA. ♪ Let me into you, let me into your heart ♪ (déjame entrar en ti, déjame entrar en tu corazón) Me and your Mama. Childish Gambino. No quiero abrir los ojos, pero el ruido es insoportable. Parpadeo confusa escuchando la música retumbar en las paredes. Me incorporo de golpe asustada, tomo mi teléfono viendo la hora. Sí que había dormido mucho, ya eran las dos de la tarde. Tenía unos mensajes de mi hermano avisándome que saldría por unas horas y más de veinte llamadas perdidas de Elliot. Entro a su chat e ignorando los cientos de mensajes que me había mandado, le envió uno nuevo. “Hola Elliot, estoy bien, disculpa si te preocupe, avísame cuando tengas tiempo, me gustaría hablar contigo. Ayer había tomado una decisión: Debo terminar con Elliot. Lo quiero, de eso no me queda duda, pero no de la manera en la que creí, él no merece que yo lo 441 engañe, y yo no merezco estar en una relación que nunca quise. El volumen de la música baja drásticamente permitiéndome escuchar ahora unas voces. Me vuelvo a acostar y me cubro por completo fingiendo estar dormida, la puerta de la habitación se abre dejando escuchar como entra Mason riendo. Aunque estoy dándole la espalda por el reflejo del cristal, puedo verlo. Está totalmente mojado, su cabello en completo desorden, lleva unos pantalones de chándal grises que caen espectacularmente por su cadera. La camisa blanca de algodón se le pega un poco pecho. Trae cargando una maleta de deporte que deja caer en cuanto cruza la puerta. Escucho la puerta cerrarse y veo como Mason se gira quitándose la camisa tirándola contra el piso. —Tardaste mucho. Hace casi una hora dijiste que tu entrenamiento había acabado —Se queja Sophia. —Acabando fui a las duchas, ¿Qué querías, que llegara completamente sudado? La reacción que ambas tenemos es completamente distinta, mientras yo casi jadeo al 442 imaginarlo empapado y sonrojado, ella hace un sonido como si estuviese teniendo arcadas. —Tienes razón —escucho la voz de Sophia acercándose a la cama— ella es como un Koala — murmura. Mason suelta una risa dejándose caer al otro extremo de la cama. Cierro los ojos cuando la veo acercarse al armario y sacar una maleta. Escucho ruido, pero no puedo abrir los ojos. —¿No crees que estás exagerando? —pregunta Mason mientras comienza a mover sus dedos entre mi cabello. —¿Con qué me veo más sexy? —Cuestiona Sophia ignorando su pregunta. Siento los celos invadir cada poro de mi cuerpo. Pero me obligo a permanecer quieta e ignorar ese incesante malestar que no debería siquiera existir. Mason parece dudar. —Son iguales —responde con indiferencia. —No son iguales —refunfuña ofendida. —Demasiadas atribuciones por un simple “no”, ¿No te parece? 443 —No me parece para nada —dice antes de salir de la habitación cerrando la puerta de golpe. El silencio inunda el lugar. —¿Ya dejarás de fingir que duermes? Abro los ojos, pero me mantengo en la misma posición. —¿Cómo te diste cuenta? —Me quejo contra la almohada. —Tu respiración es mucho más pausada cuando duermes. ¿Por qué tiene que ser tan observador? —¿Por qué un Koala? —cuestiono recordando lo que dijo Sophia. —Los koalas duermen veintidós horas —explica Mason encogiéndose de hombros—. Tú eres como uno. —Infantil. —Koala. Suelto una risa rodando los ojos. —De todos los apodos que me pudiste poner, has elegido el de un animal. 444 —¿Qué tipo de apodo te gustaría entonces? Mi teléfono suena anunciando la entrada de un mensaje. “Ya puedo hablar, te marco en un minuto.” Me pongo de pie de un salto. —Tengo que ir al departamento de Elliot — murmuro apegando mi teléfono a mi pecho. Me coloco mis zapatos y acomodo mi cabello como puedo. Mason ni siquiera me ve, su vista está perdida en la ventana. —Si claro. Salgo tan pronto como puedo subiendo al elevador. El teléfono comienza a sonar mientras las puertas se abren. Corro al departamento entrando rápidamente para tener privacidad. Respondo justo antes de que se cortara. Tomo aire hondo para calmar mis nervios y mi respiración. —Hola… Después responde. de unos interminables 445 segundos —Hola cariño —Su voz es tranquila, suave, escucharlo me hace darme cuenta de que lo extrañaba, después de lo que paso se alejó tan de golpe de mí que creo que, si me afecto, antes que un novio es un amigo y claro que lo quiero. —Elliot, ¿Cómo has caminando hacia el sofá. estado? —murmuro —Mejor ahora que puedo hablar contigo. Suelto un suspiro al escuchar el ligero reproche en su voz. Es casi imperceptible, pero lo conocía, lo sabía. —Ayer… —Saliste con Alexander, lo sé. Parpadeo confundida. ¿Él se lo diría? —Elliot, sobre todo esto… —Jude, creo que nunca pude agradecerte — presto atención confundida—, ahora entiendo que esto lo hicieras por mí, por mi trabajo, yo debí escucharte y no actuar tan arrebatadamente. —No —niego, aunque no este viéndome—, estabas bien al molestarte, yo debí decírtelo. No supe cómo actuar, y eso no se justifica, lo siento. 446 —Está bien Jude, tampoco es para tanto. Cierro los ojos sin saber exactamente que decirle, lo único de lo que estoy segura es de que ya debo acabar esto. —¿Qué estuviste haciendo ayer? Como para que no pudieses responder —pregunta, por su voz sé que está intentando contenerse. —Invite a unos amigos con nosotros —explico rascando mi ceja nerviosa—, fuimos a un bar, no pude escuchar mi teléfono, y hasta que desperté vi tus mensajes. Responde con un leve sonido de garganta. —Deberías estar más al pendiente de ese tipo de cosas, ¿Qué pasa si es una emergencia? —Lo siento. —¿Qué amigos eran? —La sensación de extrañarlo se está disipando como humo, había olvidado lo controlador que podía llegar a ser. Al principio se me hacía tierno, después demasiado asfixiante. Alguna vez me explico que por su trabajo está acostumbrado a estar siempre alerta, se gana la vida 447 cuidando a la gente, tenía sentido para mí, lo entendía, pero no dejaba de ser sofocante. —Unos amigos con los que me reencontré. En realidad, no los conoces. —¿Cuáles eran sus nombres? Cierro los ojos haciendo acopio de toda mi paciencia. —Elliot, quería hablar contigo, ¿Recuerdas? — murmuro masajeando mis sienes. Es una completa bajeza que lo haga por teléfono, pero no tengo otra alternativa. Se mantiene en silencio por unos segundos, verifico si la llamada continua y si lo hace, percatándome de su respiración pausada del otro lado de la línea, continúo hablando. —No creo que exista una manera suave de decir esto, así que solo lo diré. —Puedes decirme lo que quieras, Jude. ¿Alguna vez te hice sentir que no? —¿Qué? —pregunto confundida— No, para nada, yo solo… —Siempre me ha importado lo que sientes, siempre me he preocupado por tu bien, por tu 448 comodidad, por todo, ¿Nada de eso es suficiente, eh? Mi corazón se estruja al escucharlo. —Elliot, lo es, de verdad, pero he pensado mucho en estos días, yo, te quiero, pero… —Jude —Me interrumpe nuevamente haciéndome cerrar los ojos frustrada—, no me alejes de ti, por favor. El nudo de mi garganta crece. —Por favor escúchame —susurro con la voz temblorosa—. No puedo mentirme, ni mentirte a ti. No te mereces que… —Jude tú eres todo lo que merezco, eres eso y más —Su voz es baja, se me encoge el corazón al escucharlo—. Te amo Judith, como jamás he logrado amar a nadie, espere tanto por ti y lo volvería a hacer porque tú eres mi vida, sin ti no soy nada, sin ti prefiero morir, tú sabes amor, no soy paciente y contigo lo fui, porque valemos la pena juntos. Mis ojos arden, mi cabeza duele, toda la valentía que sentí se está desvaneciendo por completo, no puedo hacerlo. 449 No puedo hacerlo… —Elliot… —Intento hablar nuevamente, pero como suele ser su costumbre me interrumpe. —Eres lo único bueno de mi vida, si tú te vas, ya no sabré que hacer, no podría continuar —susurra tristemente. Las lágrimas calientes caen por mi rostro, mis manos tiemblan, presiono con fuerza el teléfono contra mi oído. Escuchar su ligero sollozo del otro lado de la línea hace que mi remordimiento crezca de golpe—. Perdóname por no saber ser suficiente. Y con eso me termina de quebrar. —Eres suficiente —Las palabras salen arrebatadas de mi boca—. Lo siento, lo siento — Repito sintiendo la culpa escalar con fuerza por cada pequeño espacio de mi cuerpo. —Estaré allí en unos días ¿Sí? —habla. No digo nada, no puedo hacerlo, dice algo más, pero ya no lo escucho. A veces el querer y el poder iban en sentidos completamente contrarios. 450 Este día desperté con la idea de hacer lo correcto conforme a lo que sentía, pero ahora mientras subo al elevador lo correcto toma otra forma, otro rostro, otro todo. Había aprovechado estar en el piso de Elliot para tomar una ducha y cambiarme. Deje que el agua se llevara mis lágrimas y medite lo que debía hacer. No pude terminar a Elliot y eso solo significaba una cosa: Debía alejarme de Mason de manera definitiva. No podía estar jugando con fuego, tarde o temprano me iba a quemar. No podía hacerlo esto a la persona que me amaba. Salí del ascensor con los audífonos colocados y la música a tope, de esa manera podía silenciar mis pensamientos rebeldes que querían que mandara a la mierda lo que “debía hacer”. Pero yo no soy así. Cuando entro al salón me encuentro con Sophia, está sentada en el sofá con una laptop en sus piernas, su cara se vuelve una de disgusto total cuando me ve. Genial. 451 Me quito los audífonos dando un par de pasos. —Tu hermano no ha llegado, si quieres cuando lo haga le digo a alguno de los chicos que vaya por ti. —No es necesario —hablo con agradecimiento—, vine a hablar con Mason. falso —Claro que si —Me da la sonrisa más falsa que he visto—, está en su habitación, supongo que conoces el camino. Avanzo sin decir nada más, cuando estoy a punto de salir del salón su voz me detiene. >>Deberías tener más cuidado, si a ti no te interesa tu imagen lo entiendo, pero lo que haces perjudica a Mason directamente —Me giro molesta sin saber de qué se supone que habla. Gira su laptop y me muestra la nota que estaba leyendo— Ya hay imágenes tuyas con Levi con las manos en tus piernas, ¿Qué piensas que creerán si el chico que es conocido por ser al que no le gusta el contacto físico es visto tocando a alguien de esa manera? Sus mismas fans respetan eso y luego sale esto, entiendo que a la gente como tú… Antes de que pueda continuar levanto la palma de mi mano interrumpiéndola. La foto esta borrosa, 452 pero se nota claramente que somos nosotros, fue justo cuando estábamos bailando. —Sophia… con el que debes hablar es con Levi, porque si te das cuenta yo no lo estoy tocando a él, él me está tocando a mí —Oficialmente, soy una perra, si lo toque. No recordé las veces que mencionaron que eso no le gustaba, supongo que el alcohol me nublo la mente, como quiera no lo hice de la manera en la que ella está suponiendo, podría explicarle que la foto está sacada de contexto y Levi no hizo más que ayudarme a no pasar una vergüenza porque mi vestido estaba a punto de subirse completamente. Incluso puedo apostar que la foto fue tomada cuando creyeron que estaban a punto de ver mis bragas. Pero estoy agotada mentalmente, no necesito un discurso despectivo que me baje más la autoestima. —Eres una… —Levi tiene razón, eres insoportable —Me giro sin esperar respuesta y continuo mi camino a la habitación de Mason. Antes de siquiera llegar lo puedo escuchar, toca la guitarra. 453 Abro la puerta lentamente permitiéndome verlo. Está recargado en la ventana viendo hacia los edificios. Mueve los dedos lentamente entre las cuerdas de la guitarra en su regazo. Mason es la clase de persona que parece que nació para la fama, es llamativo a la vista, sin siquiera intentarlo, es hermoso así, sin hacer nada con la mirada perdida y el cabello desordenado. Se ve aún más guapo con la luz dándole directamente, es como si los rayos del sol fuesen su propio reflector. Trato de no hacer ningún ruido, aun así, parece sentirme porque gira hacia donde estoy. Cuando nuestros ojos se encuentran sonríe. Trato de devolver la sonrisa con las mismas ganas y me acerco, solo un poco para asegurarme de mantener una distancia prudente. —¿Puedo pedirte un favor? —pregunto sin rodeos, eso parece llamar por completo su atención, deja su guitarra a un lado y se gira hacia mí. —Sabes que sí. —¿Podrías hablar con Isaac? Me gustaría volver a mi departamento. 454 Frunce el ceño ligeramente pero después asiente. —Claro, ¿Estás de acuerdo en que Nate vaya contigo? Es simplemente por seguridad. —Me gustaría que no, pero acepto cualquier cosa, solo me gustaría retomar mi rutina. Mason deja escapar un suspiro largo. Lamo mis labios obligándome internamente a decirlo, tengo que hablarlo. ¿Cómo se inicia eso? “Oye, lo que sea que teníamos, ya no puede ser.” “Mason, no teníamos nada, pero se acabó, si, él nada.” Recordé entonces la primera vez que fui al set de grabación, las palabras llenas de veneno de la chica morena. “Pareces más de las que están al otro lado de la valla.” Ahora lo entiendo, y tiene razón, estoy jugando a ser algo que no soy. —Veinte dólares por tus pensamientos —Suelto una ligera risa al escucharlo—, dime, que te atormenta. Esta vez yo frunzo el ceño. —Deja de hacer eso, adivinar lo que pasa por mi mente. 455 Mason ríe sin parecer ofendido en lo absoluto. —No es mi culpa que seas tan transparente — Siento el calor de mi cuerpo subir a mis mejillas. —No, tú eres muy observador —Mason se encoge de hombros sin ápice de sentirse avergonzado—. Lo que quería decirte, bueno, creo que también deberíamos hablarlo con Isaac, pero creo que si tú estás de acuerdo… ya no deberíamos frecuentarnos demasiado, no lo veo necesario. Lo que digo parece confundirlo y llamar su atención, Mason se acomoda mejor incorporándose. Parece estar repitiéndose mentalmente mis palabras. Su camisa de algodón se apega por completo a su pecho, puedo observar el fantasma de su tinta traspasando, casi puedo imaginar sus músculos flexionándose bajo esta. —No entiendo —murmura esta vez mucho menos animado. —Creo que no es necesario mostrarnos tanto en público, el punto de todo esto era que la gente pensara que tenías pareja, ahora lo saben, no es un rumor, no es un quizás, para ellos es un hecho, no tienen que vernos cada dos días en algún lugar público para que crean que salimos porque ellos ya 456 piensan eso —Presiono las manos sobre mi regazo, sintiéndome cada vez más nerviosa. >>Sobre las demostraciones de afecto, muchas parejas son vistas diariamente en la calle sin estar uno encima del otro. Pienso que podríamos perfectamente no hacer… nada, de eso —Las palabras me habían salido entre cortadas, con menos confianza de la que pretendía mostrar—. Ya no tenemos que besarnos para fingir. El silencio de Mason se prolonga a segundos que parecen interminables. Levanta los ojos para mirarme, el atisbo de una sonrisa surca por todo su rostro. ¿Una sonrisa?, ¿De qué me perdí? —Nunca te bese con la intención de fingir. —¿Q-qué? —tartamudeo. —Todas las veces que te he besado es porque he querido, supuse que lo sabías. Abro la boca, pero ni una palabra sale de ella, mi respiración es un caos y mi garganta se seca. Niego cerrando los ojos con fuerza. —Mason, no digas eso, está mal, todo lo que paso está mal. 457 —Bien, lo haré a tu modo —Repentinamente cambia su actitud y se coloca de pie. Cruza sus brazos y tomando una postura mucho más seria me observa fijamente—. Tienes razón, ambos sabemos que fuimos víctimas de las circunstancias Camina hacia mí con calma, mi corazón late con fuerza—, nunca quise besarte. Termina por acercarse a mí casi por completo, se mantiene a un paso de distancia, no levanto la vista, aun así, sé que me está observando fijamente. >>No me provocas nada, no sabes lo que quieres, eres indecisa, terca, molesta, la única razón por la que te tengo cerca es por ese contrato. Esta vez sí, levanto mi rostro molesta y lo observo indignada. —Vete a la mierda —Lo interrumpo empujando su pecho. Me giro, pero me toma del brazo evitando mi huida. —Estoy haciéndolo a tu modo, ¿No es lo que quieres? Suelto una risa amarga llena de incredulidad — ¿Por qué querría que te comportes como un idiota? 458 Intento jalar mi brazo, pero su agarre continúa firme. Me envuelve con su otro brazo colocando la palma de su mano en mi espalda. —Te estoy dando lo que quieres —Sube su mano por mi columna hasta llegar a mi nuca envolviéndola en mi cabello provocando un cálido cosquilleo, tira ligeramente de él haciendo que eleve mi rostro hacia el suyo—, quieres una excusa del por qué tu corazón se acelera cuando estas cerca de mí, por que tu cuerpo tiembla, por que tus ojos brillan y tu boca se seca, porque tus manos me buscan, quieres tener una razón que no sea que lo quieres, intentas engañarte a ti misma porque desearlo te hace sentir culpable — Mi respiración esta atascada, no puedo ni moverme —, ¿Estas molesta? —pregunta bajando su rostro hacia el mido. Asiento un par de veces, sin sentirme capaz de pronunciar ni una palabra. —Las personas enojadas no tienen un buen manejo de sus emociones, y a veces ni siquiera de sus actos —Se acerca tanto a mí que solo pude cerrar los ojos, su caliente respiración choca contra mi rostro, pero no termina por unir el espacio que nos separa—. Allí tienes tu excusa —Envuelve su dedo en la cadena que cuelga en mi cuello, en su 459 cadena y la jala hacia el provocando que me acerque casi por completo, lamo mis labios sintiendo mi respiración cortarse— Me gusta ver como intentas controlarte —susurra un segundo antes de chocar su boca contra la mía. El fuego interno de mi cuerpo se enciende en cuestión de segundo. Me tardé lo mismo que un suspiro escapando de mis labios darme cuenta de mi realidad, Mason tiene razón. Todo el tiempo estoy tan jodidamente asustada por todo lo que siento, lo que me provoca que siempre trato de buscarle un sentido diferente para evadir la realidad. La realidad de que me encanta Mason con todo lo que me provoca, con simples miradas, con sus caricias, sus besos. Se siente tan bien. Inhalo su delicioso aroma llena de éxtasis. Sus besos siempre los había disfrutado, pero esta vez era liberador, sin reservas, lo quería, principalmente lo aceptaba. Mason tiene una manera de besarme tan suya, que me vuelve loca, sus manos, sus caricias se sentían suaves, delicadas, pero al mismo tiempo arrebatadoras, firmes, demandantes. 460 Su pecho sube y baja con la misma velocidad que el mío. Somos un provocaciones. caos de besos, caricias y Un simple roce me provoca estragos. Mi cuerpo se mantiene alerta, vivo, expectante, necesitado de él, solo de él. Mason me observa, veo el deseo bailando en sus ojos. Su sola mirada me acelera el pulso. Mason me gusta, demasiado. Envuelvo mis brazos en su cuello, enredo mis dedos en su suave cabello, no puedo disfrutarlo porque lleva sus manos hacia las mías y me separa un poco de él. —¿Qué quieres, Jude? —murmura sobre mi boca. Lamo mis labios intentando acercarme nuevamente a besarlo, pero vuelve a detenerme. Frunzo el ceño viendo como niega con una sonrisa plasmada en sus labios. Se acerca a mi rostro dejando castos besos por mi mejilla hasta llegar a mi oído. Mientras pasea su boca por mi oreja, susurra: —Necesito que lo digas mon amour. Ay madre mía. 461 Su voz ronca cargada de erotismo lanza ondas de calor intenso por mis piernas. La tensión es palpable. Lamo mis labios viéndolo a los ojos. —Te quiero a ti —Respiro con profundidad. Mason sonríe acercándome nuevamente a su cuerpo. —Eso ya lo tienes. Me tienes, aquí, ahora, soy tuyo. Me quedo inmóvil al escucharlo, respiro agitadamente, nunca había sentido este calor, esta emoción embriagante. No hay más pensamientos intrusivos, dudas, miedo. Solo deseo real, puro y carnal. Coloco mis manos en su torso y lo empujo obligando a que caminara hacia atrás hasta que topa contra la cómoda del espejo, entonces con un último impulso rodeo mis brazos en su cuello acercándolo a mí. Su cuerpo se sentía rígido y duro bajo mi toque, rozo nuestras bocas, tomándome el tiempo de disfrutar la suavidad de sus labios. —Te quiero a ti, dentro de mí, justo así te quiero. 462 Su mirada gris se vuelve más oscura, soy capaz de ver su autocontrol disipándose como humo. Nadie tuvo que empujarme a ese abismo, yo sola me lance. 463 Hola, quería avisar que ahora al final de cada capitulo pondré tres asteriscos (***) ya que al parecer, a veces por -supongo— error de la plataforma no los muestra completos. Este capitulo es de contenido sexual explicito. Si a alguien no le gusta puede saltarse directamente al capitulo que sigue, ya que este únicamente es de detalles. 23 | MÍA. ♪ you got your legs up in the sky, with de devil in your eyes, let me hear you say you want it all ♪ (Tienes las piernas en el cielo, con el demonio en los ojos, déjame oírte decir que lo quieres todo) Gorilla. Bruno Mars. —Me gustan tus ojos —murmuro al ver el brillo de su mirada grisácea. Mason sonríe al escucharme provocando un estallido en mi estómago. Puedo sentir perfectamente la manera en la que se endurece bajo sus jeans. Contengo mi respiración temblorosa en un inútil intento por controlarme. Estoy en un punto completamente sin retorno, quiero esto, lo quiero tanto que me asusta. 464 —Qu’est ce que tu es entrain de me faire? (¿Qué me estás haciendo?) —Bajo de sus labios besando su mandíbula. —Te odio —murmuro con mi boca aun sobre su piel haciéndolo reír. —¿Puedo tocarte? —Su voz suena como un poema erótico. Trago saliva al tiempo que asiento. Mis nervios están de punta, me siento como una adolescente hormonal, quiero sentirlo ya, ya, ya. Pero Mason no hace más que negar sin moverse ni un ápice, eleva su mano a mi barbilla manteniendo mi rostro viéndolo directamente— Dilo —ordena de manera autoritaria lanzando fogonazos por todo mi cuerpo—. Necesito oírte decirlo. —Si —jadeo con la garganta seca y la desesperación filtrándose en mi tono de voz—, tócame. Coloca su mano en mi espalda baja. No está haciendo prácticamente nada, y yo ya estoy casi jadeando al sentir su contacto, el calor de sus manos traspasa mi blusa. Dios, nunca había anhelado tanto algo. —Tan hermosa —musita contra mi boca. Se incorpora rodeándome, cuando estoy a punto de 465 girarme coloca sus manos en mi cintura manteniéndome en mi lugar. Giro mi rostro para verlo sobre mi hombro —Mírate —susurra en mi nuca apuntando hacia el frente con un movimiento de cabeza, seguí el camino de su mirada viendo hacia el espejo. Nuestras miradas se encontraron y sonrío mientras bajaba dejando un beso en mi cuello —, eres un sueño —susurro con sus labios pegados a mi piel. La imagen frente a mí era algo intrigante, sexy, desconocido, a pesar de tener el rostro sonrojado, los labios hinchados y la mirada brillosa. Por el espejo observo como Mason sube las manos por mis brazos acariciando suavemente mi piel. Cuando llega a los hombros toma los tirantes de mi blusa moviéndolos hacia los lados dejándolos caer por mis brazos. Mi blusa cae dejando mis pechos expuestos, buen día para no traer sujetador. Dejo salir el aire contenido cuando cubre mis pechos con sus manos. La imagen frente a mí es tan morbosa. Recargo mi cabeza en su hombro mientras mueve sus pulgares por mis pezones. Gimo en voz baja perdiéndome en la sensación de sus manos y del calor acumulándose en mi zona baja. 466 —Podría correrme solo con verte. Mi garganta se seca. <Yo con solo oírte>, pero no digo nada, ni siquiera puedo articular una respuesta. Desliza una de sus manos por mi vientre llegando al borde de mis jeans. Suspiro cuando siento como abre con facilidad el botón, su mano juega con el elástico de mis bragas, tanteando sin avanzar más —Dime si puedo seguir, Jude —Asiento con un deje de desesperación. Su energía sexual es salvaje, incluso en los besos me lo ha demostrado, pero en este momento actúa sorprendentemente tranquilo y pausado haciéndome perder la cabeza. Finalmente, su mano se adentra a mis bragas haciendo contacto con mi piel caliente. Cierro los ojos ahogándome en la ola de sensaciones. Mi humedad crece, estoy tan ansiosa que con su simple roce me tambaleo. —No Jude —habla a mi oído— mírame, abre los ojos —Mis músculos se contraen, sintiendo el sonrojo salvaje subir por mi cuello aun así obedezco viéndolo a través del espejo. Sonríe complacido cuando nuestras miradas se encuentran—. Buena chica. 467 Sus ojos arden mientras sus dedos se deslizan con facilidad por mis pliegues y su otra mano aprieta mi pecho. Suelto un gemido sintiéndome temblorosa, Su toque, la imagen frente a nosotros. Nunca había visto ni sentido algo tan erótico. Su duro miembro choca por detrás de mí aun dentro de sus jeans, mis paredes se contraen con solo sentirlo. Sus dedos resbalan con habilidad por mi sexo palpitante. De pronto solo detiene sus roces y habla. —Te enseñare a decir algo en francés —murmura en mi oído. —¿Qué?, ¿Ahora? Sus labios pegados a mi piel me provocan cosquillas en cuanto lo siento reírse. —Toute à toi, dilo. Hago justo lo que dice, repito la palabra: —Toute à toi. Él sonríe ampliamente al escucharme y de un movimiento introduce su dedo en mi interior. No puedo ser capaz de mantener la mirada tiro mi cabeza hacia atrás topándome con su hombro. Abro la boca dejando escapar mis jadeos y gemidos 468 mientras Mason continua y mete otro dedo volviéndome loca. Su mano libre abandona mi pecho y baja por mi vientre acariciando mi cuerpo, mi cintura, mi cadera. Cada pequeña parte de mí se siente tan sensible, tan receptora. Mi piel vibra bajo sus caricias. Soy un descontrol total, su pulgar presiona mi clítoris mientras sus dedos se mueven dentro de mí. El toque de Mason no se parece al de ningún otro. Es casi irreal. ¿El sexo siempre ha sido así de bueno? Mi cuerpo tiembla. El calor se arremolina en mi vientre, mis músculos se contraen sintiendo sus movimientos firmes, precisos, certeros. Entra y sale de mi cuerpo mientras su pulgar se frota contra mi clítoris. —Repítelo —susurra en mi oído. —Toute à toi (toda tuya) —Exacto… tout à moi (toda mía) Casi puedo escuchar el coro de ángeles de fondo, normalmente su voz es demasiado sensual. Pero, su voz, excitado. Es algo divino. 469 Su tono ronco y jadeante en mi oído me empuja al límite. Me dejo llevar gimiendo su nombre, mis piernas tiemblan, me siento incapaz de mantenerme de pie. Mason afianza su agarre en mí impidiendo que caiga. Después de unos segundos o minutos en donde me mantengo en silencio intentando controlar mi respiración me giro sobre mi cuerpo y me fundo en sus labios sin previo aviso, besándolo, saboreándolo. Su lengua se abre paso en mi boca, me toma entre sus brazos y me lleva a su cama. —Quiero follarte, Jude. La respiración se atasca en mi garganta. Mi sangre vuelve a calentarse. —Hazlo —pido, casi ruego. Mason sonríe y sin esperar más se saca la camisa. Contemplo extasiada su pecho, los tatuajes se extienden por su piel como un imponente lienzo. Me descoloca lo irresistible que es. Su cuerpo es hermoso, duro, trabajado, al inicio de sus jeans se marcan unas venas que bajan entre la perfecta “v” marcada en su ingle, mi boca se seca de inmediato. 470 Para mi sorpresa se agacha colocándose sobre su rodilla frente a mí. Toma el borde de mis jeans y mis bragas y comienza a deslizarlo por mis piernas con suma lentitud. Su boca se acerca a mi monte venus y deja allí un beso haciéndome suspirar. Continúa bajando sus manos acariciando mis muslos, rozando sus dientes en mi piel sensible. Recorre suavemente mis piernas, trazando líneas sensuales por mi piel. Dos segundos le basto tenerme expectante nuevamente. ¿Qué clase de droga es esta? Se coloca de pie bajando con rapidez su propio pantalón cuando veo su intención de envolverme en sus brazos me incorporo sentándome y coloco una mano sobre su pecho deteniéndolo. —Espera —Lo detengo—, yo también quiero que tú disfrutes. Se le escapa una risa de incredulidad. —¿Crees que no lo estoy disfrutando? —Parece divertido— Ver cómo te corres es una de las cosas más estimulantes que he presenciado, ver cómo te estremeces bajo mi toque, te priorizo porque tu placer es el mío —Baja la última prenda que quedaba en su cuerpo quedando completamente desnudo frente a mí. 471 Me congelo completamente, o me estremezco, no estoy segura, mi cabeza desconecta por completo al ver su pene escandalosamente erecto. Mason es un espectáculo visual, tan magistral, grande, firme, duro, si las personas se pudiesen considerar “obras de arte” sin duda Mason sería una. >>Mira lo duro que me tienes. Sus palabras alimentan algo dentro de mí, algo que no sé qué es, pero sé que lleva su nombre y apellido. —Ahora déjame adorarte —murmura haciéndome sonreír. Se estira y abre el cajón. Cuando veo el cuadro plateado en su mano mi corazón bombea emocionado, impaciente, atento. Disfruto literalmente cada segundo viéndolo. Incluso la imagen de él colocándose el preservativo es sensual. Gracias a que está circuncidado puedo ver perfectamente su glande. La punta le brilla de la ligera humedad por su excitación. Me sorprendo yo misma al sentir la necesidad de pasar mi lengua por él, pero mi cuerpo está tendido bajo Mason así que no puedo moverme. 472 Mason coge mi pierna y la flexiona un poco. Cierro los ojos al notar su pesada mirada en mí. —Ma précieuse lumière (mi preciosa luz). Roza su boca con la mía, abro los labios esperando que me bese, pero no lo hace baja su boca por mi mejilla hasta llegar a mi mandíbula dejando besos húmedos, recorre con sus labios, mi cuello y el inicio de mis pechos. —Mason —susurro entre respiraciones pesadas. Me mira a los ojos justo cuando lo siento deslizándose dentro de mí, solo la punta es suficiente para hacerme jadear. Vuelve a salir de mi cuerpo y repite la acción, esta vez no se detiene, me penetra por completo, lento y profundo. Sale con suavidad de mí provocando espasmos deliciosos. Gimo bajo y desesperado. Entrelaza nuestros dedos mientras eleva nuestras manos por encima de mi cabeza. Me besa el cuello y sin esperarlo entra nuevamente en mí, jadeo sorprendida al sentir el cambio, es duro, rápido. Sus caderas retroceden y vuelve a entrar con la misma fuerza empujando todo mi cuerpo. El dolor agudo y repentino lanzo oleadas 473 placenteras por mi cuerpo. Arqueo mi espalda sintiéndolo más fuerte y profundo aun, provocando que mis piernas tiemblen. —¿Te gusta eso? —pregunta mientras con una sola mano sostiene mis dos muñecas, el gemido que escapa de mis labios es una clara respuesta de aprobación, baja su mano libre por mi cuerpo deteniéndose en mi cuello apretando alrededor de mi garganta manteniéndome fija contra el colchón mientras arremate con dureza contra mi cuerpo. El hormigueo que me provoca me hace gemir con fuerza—. Me encantan tus gemidos. Sus palabras son como fuego, provocan que mis músculos se tensen, y la humedad aumente de manera descomunal, siento mis propios fluidos resbalando entre mis pliegues. Su mano baja a mi pecho acariciando mis pezones duros, ya no hay rastro del Mason suave, sus duras caricias encienden todos mis nervios y mandan descargas por mi cuerpo. Mis mejillas arden por sus palabras y mirada descaradas. Mason me tiene mal, sus gruñidos y gemidos, su respiración jadeante, el sonido de nuestros cuerpos chocando todo es tan abrumador, me eleva a un plano completamente desconocido, 474 mareándome, muevo mis caderas contra su cuerpo, mi mirada se nubla cuando mi cuerpo entero se sacude. Mason sube la mano a mi boca cubriéndola con ella, sofocando mi grito sin detenerse, sale y entra en movimientos circulares rozando en cada penetración con mi clítoris haciéndome temblar arrastrándome con fuerza al inminente orgasmo, como nunca, estallo en mil pedazos. Este es más devastador, se siente en cada poro de mi piel de manera electrificante. Mi cuerpo se sacude en pequeños espasmos incontrolables. Estoy sin aliento, acababa de tener un segundo orgasmo. Sabía que era posible, pero no era algo que había experimentado ni siquiera por mí misma. Abro los ojos para ver a Mason, una sonrisa provocativa surca sus labios mientras suelta mis manos. Cierro los ojos cuando vuelve a moverse, mi piel vibra con un cosquilleo. Sale de mí, pero antes de que pueda quejarme clava los dedos en mi cintura girándome sobre mi estómago y elevando mis caderas. Ahora estoy sobre mis rodillas, mi pecho tocando la cama, mi corazón a punto de salirse de mi caja torácica. 475 Lo siento detrás de mí de nuevo, su punta roza mi entrada provocándome, jadeo cuando lo siento entrar en mí lentamente. Estoy tan sensible, todo lo siento más intenso. Es una sensación nueva, embriagadora y enloquecedora. Vuelve a deslizarse por mis pliegues húmedos, en esta posición se siente mucho más profundo. Mis paredes se contraen, mi vientre duele un poco, por unos segundos no se mueve, espera a que me acostumbre. El hormigueo crece extasiándome cada segundo más. Siento su mano acariciar la curva de mi espalda, entonces sale y entra esta vez más profundo, más rudo, más él. Una de sus manos se afianza a mi cadera mientras con movimientos duros vuelve a adentrarse gruñe chocando contra mi cuerpo. Mis manos se cierran en puños entre las sábanas mientras me embiste ferozmente. Su mano sube hacia mi cabello enredándolo entre sus dedos, tira de él haciéndome gemir. Dentro, afuera, rápido, duro, bestial. El placer irradia a través de mí, tan intenso. Me suelta tomando mi cuerpo poniéndome recta pegando mi espalda a su pecho. 476 —Jodidamente adictiva —susurra mordiendo ligeramente el lóbulo de mi oreja, mi cuerpo se estremece contra él. Sin dejar de embestirme baja una de sus manos por mi vientre hasta llegar a mi sexo, comienza a frotar con premura mi clítoris, me está deshaciendo en sus brazos. —Jude —Gime mi nombre de la manera más sensual que he escuchado jamás. Me dejo consumir por todos mis sentidos perdiendo el control. El orgasmo es arrasador, completamente fulminante. El éxtasis me ahoga en placenteras oleadas interminables. Mi sexo palpita alrededor del miembro de Mason, sus músculos se tensan contra mí y tras unas últimas estocadas frenéticas gruñe con su rostro enterrado en mi cuello. Es imposible intentar controlar la respiración, mi pecho sube y baja, en cuanto Mason afloja su agarre para retirarse de mí con cuidado caigo contra la cama inerte siendo incapaz de mantenerme sobre mis rodillas, entierro mi rostro en las mantas sintiéndome completamente extasiada, cansada, sorprendida. —¿Estás bien? —pregunta Mason con un deje de preocupación que me enternece por completo. Me dio tres orgasmos y pregunta eso. 477 —Perfectamente —murmuro algo agitada, con los parpados cerrados. Su tenue risa se escucha de fondo. Lo escucho moverse al rededor, caminar, pero estoy tan casada que lo único que hago es cerrar los ojos. No puedo huir, pero de una u otra manera termino haciéndolo durmiéndome para evitarlo. Mi cuerpo se eleva con violencia provocando un grito de mi parte. —Por dios, creí que estabas fingiendo —habla Mason de manera risueña mientras camina conmigo a cuestas. —¿Qué haces? —pregunto asustada. —No quieres una infección, irresponsable, no puedes dormirte inmediatamente, tienes que ir al baño. Me coloca sobre mis pies frente a la puerta del baño. Me empuja suavemente adentrándome a la habitación, entonces giro a verlo. Él se acerca plantando un beso a mis labios, sonríe provocando que su bonito hoyuelo aparezca en su mejilla, se gira y cierra la puerta, por los pasos sé que se ha alejado. 478 Mi corazón bombea con fuerza. Me siento idiota, es una tontería, pero jamás ningún chico se había preocupado por mí después del sexo. Siempre su atención es antes o durante el coqueteo. Nunca después. Mason me tiene tan mal. Me observo al espejo quitando la cobija con la que mi cuerpo estaba envuelto. Sonrío ante mi reflejo, estoy sonrojada, mi cabello es un caos en mil direcciones, mi cuerpo está cubierto por una ligera capa de sudor. Mis ojos brillan. Algunas marcas rojas adornaban mi silueta en distintos lugares. Las marcas de sus manos. Por primera vez, cerca de Mason no me estaba permitiendo sentir cosas negativas. No sentía culpa, no sentía arrepentimiento. Solo lo sentía a él. 479 24 | MIEDO. | PARTE 1 ♪ Just gonna stand there and hear me cry? ♪ (¿Solo te quedaras ahí parado y me escucharas llorar? ) -Love The Way You Lie. Eminem+Rihanna. Salgo del auto arrastrando mi maleta conmigo. Nate llega de inmediato y me la quita sin preguntar. —Gracias —hablo caminando detrás de él—, lamento mucho que te obliguen a quedarte aquí. —Tranquila —hace un gesto con su mano restándole importancia—, es refrescante, no tengo a Isaac y su equipo encima, no tengo que cambiar turnos por favores, y Vanesa y tú son increíble compañía, se siente como pequeñas vacaciones pagadas. Suelto una risa subiendo las escaleras. Después de que mi hermano llegara pase el resto de la tarde con él, fue lindo, no llore solo porque la mirada de Mason es demasiado pesada, y lo notaba viéndome en todo momento. Cuando giraba a verlo el descarado ni siquiera se molestaba en fingir, solo sonreía de esa manera tan provocadora que tenía. 480 Sophia también estaba allí, cuando estuve con Mason la había olvidado por completo. Ni siquiera tuve espacio para dudas, sabía que ella nos había escuchado, su mirada, sus gestos, la cara de asco que le hizo a Mason en cuanto nos vio. No tenía idea de la clase de relación que tenían y al parecer que ahora me haya aceptado que Mason me gusta tuvo una clase de repercusión interna para mí. Los silencios que reprimí muchas veces, ahora estaban gritando de manera ensordecedora. Uno de ellos era que estaba celosa, celosa como la mierda. Era una sensación extraña. Se veían tan cercanos. Compartían miradas que a simple vista parecían nada, pero sus ligeras risas después, decía todo, los casi imperceptibles golpes que Sophia le daba por debajo de la mesa. La manera en la que después de unas palabras sin sentido de parte de él, ella reía entendiendo su broma personal, como Mason la jalaba hacia él y besaba su cabeza. La comodidad, confianza y familiaridad con la que lo hacían. Me sentí una intensa, que vergüenza. Pero era nuevo, no sabía cómo controlarlo, tampoco sabía de 481 dónde venía. Bueno… si sabía. Entre por curiosidad a leer los comentarios de mi última publicación. Me encantaría decir que no dolió. Antes tenía un filtro anti estrés, así lo veía yo, cuando un tema me causaba mucho conflicto o me hacía sentir contrariada, molesta, que se me saldría de las manos, simplemente no lo pensaba, lo evitaba, a mí me funcionaba. Pero ahora parecía estar apagado, las verdades, mis verdades ocultas fluían en mi cabeza una tras otra, sin parar. Como que, de hecho, nunca me había gustado alguien, no bien, no de la manera en la que Mason lo hacía. Los celos para mí era un sentimiento desconocido. Antes, cuando no los sentía me gustaba creer que era un síntoma de madurez. Ya saben, yo confío, yo sé lo que valgo, etc. ¿Pero ahora?, Todo eso se tambaleaba, ¿Qué valgo? ¿Qué valgo al lado de alguien como Mason? ¿Qué soy al lado de Sophia? 482 Una perra con suerte que no tarda en expirar. Ese fue uno de los miles comentarios. Estaba shockeada por la cantidad de “me gustas” que tenía. Intente ignorarlos, y según yo había funcionado, ya no me duele, no me molesta, pero al parecer se quedaron conmigo, más arraigados de lo que pensé, como una semilla que su luz y agua era mi miedo. —¿Estás bien? —pregunta Nate detrás de mí. Giro sobre mi hombro y asiento. —Es aquí —Abro la puerta haciéndome a un lado para que pase. Vanesa chilla y se lanza a Nate envolviéndolo en un abrazo amistoso para después pasar conmigo. —Maldita tonta, ¿Por qué no me dijiste que Alex vendría para arreglarme? Tenía puesta una mascarilla y… —¿Qué? —pregunto confundida—. No sabía que había venido —giro hacia Nate sin entender, pero él no parece sorprendido. —Él se encargó de trasladar tus cosas —explica. Tomo mi teléfono y camino hacia mi habitación. 483 —Ten —habla Vanesa extendiendo hacia mí un sobre—, dijo la casera que te llego hace unas semanas —¿La casera? —pregunta Nate con confusión— ¿Les revisan el correo? Vanesa y yo reímos. —No, es que ella nos hace el favor de recogerlo, a nosotras nos lo roban. Nate observa alrededor con desconfianza. —¿No habían dicho que esta zona era segura? —Sí, no nos han robado nada, solo el correo — Antes de que Nate pueda decir algo más Vanesa vuelve a hablar—. ¡Comamos algo! —grita mientras corre a la cocina. —Coman ustedes, yo estaré desempacando — digo saliendo sin esperar respuesta. Extrañaba mi departamento. Aun así, se siente algo ajeno. Abro la puerta y enciendo la luz. “Gracias por traer mis cosas, no debiste molestarte” Envió el mensaje adentrándome a mi habitación. Todo está en su lugar. Incluso mi maquillaje desordenado, suelto una ligera risa nostálgica al 484 recordar que no me importo mucho arreglarlo porque solo me iría un par de días. Wow. Salí siendo completamente otra. una, entre siendo Tiro el teléfono sobre la cama tomando la carta. Querida Judith: Me tomo el atrevimiento de escribirte por aquí, ya que parece ser imposible encontrarte o poder comunicarse contigo por otro medio. Después de nuestra charla me tomé el tiempo de buscar tu trabajo y me ha encantado, te falta práctica, pero tienes potencial. Si estás interesada en pulir tus habilidades comunícate conmigo. Aún tengo espacios disponibles en mi estudio. Cuando gustes puedes ir al edificio, solo tienes que dar tu nombre, no necesitas cita. Por cierto, Ana me paso tu dirección, espero no te moleste. Tu futuro colega, Henry Clerk. Miro extrañada la carta, para emocionarme de un segundo a otro. después ¿Qué clase de fantasía es esta? Creí que conocerlo el día de la fiesta de Ana seria a lo 485 máximo que llegaría, pero aquí está ofreciéndome de su espacio. Su edificio es uno de los mejores recintos de arte, y por eso es uno de los más difíciles de conseguir entrada, para empezar el precio es caro, porque no solo te dan un lugar, material, etc., tiene los mejores tutores y también te dan oportunidades que ningún otro recinto tiene, simplemente por ser Henry el dueño. Aun así, tener el dinero no lo es todo, debes tener talento, si a Henry no le gusta tu trabajo no puedes entrar, aunque puedas pagarle el doble. La inquietante duda cae sobre mí, ¿Debería ir? Mi teléfono vibra anunciando un mensaje mientras me siento en mi cama inhalando profundo. Cierro los ojos disfrutando el aroma. Mason estuvo aquí, en mi habitación. Su perfume está por todos lados. Me dejo caer en la cama con el teléfono en alto leyendo su respuesta. “Nada de ti es una molestia.” Sonrío como tonta pegándome el teléfono al pecho. Mis ojos se quedan clavados en mi techo, mi estómago da un vuelco de emoción y sin poder evitarlo suelto una risa tonta incorporándome un poco. 486 —Eres un idiota —susurro viendo un póster de nosotros pegado en lo alto. Es en la alfombra roja, Mason me tiene envuelta en sus brazos, con una mano en mi espalda y la otra en mi barbilla, yo estoy sonriendo ligeramente sonrojada mientras él está plantando un beso en mi frente. Tomo mi teléfono nuevamente tomándole una foto adjuntándola en su chat: “Déjame descansar de ti.” Suelto una risa dándome cuenta de lo cómoda que me siento con él, me gusta no tener que aclarar que es una broma, sé que él lo sabe. “Una pena, lamento informarte que soy tu nueva maldición, ma précieuse lumière” Sonrío ampliamente palabras para traducirlas. copiando sus últimas “Mi preciosa luz.” Cierro los ojos dejando mi teléfono a un lado. Mi corazón no deja de latir con fuerza, pongo una mano sobre mi pecho observando la foto. Lo sé, corazón, lo sé. Esto se está saliendo de control. 487 Nate suspira observando su reloj, luce cansado, me siento algo mal por él, cuando apenas iba a descansar Isaac le hablo para pedirle que regresáramos al edificio, si de nuevo, porque debía hablar conmigo. Al parecer no era tan urgente como había mencionado, porque llevamos una hora esperando y no nos ha atendido. Su teléfono vibra y se pone de pie de inmediato. —Vamos. Lo sigo al ascensor. Subimos en silencio, cuando las puertas se abren escucho los gritos de Mason. Giro a ver a Nate, pero él parece igual de confundido que yo. Las puertas de la oficina de Isaac se abren dejándonos ver a un Mason furibundo saliendo por ella. Levanta su vista y cuando se encuentra contigo su mirada se suaviza. Me da una sonrisa tensa y se detiene unos segundos frente a mí. —Judith, entra —pide Isaac detrás de él. Mason abre la boca parece querer decir algo, pero después de unos segundos solo se hace a un lado y entra al elevador desapareciendo de mi vista—, Nate, tú puedes irte, yo me encargo de que llegue a casa — 488 Nate me observa unos segundos, pero no se mueve —. Nathaniel, vete —La voz estruendosa de Isaac nos saca un susto a ambos. Camino hacia su oficina para que cierre la puerta y no siga viendo al pobre de Nate que parecía haber olvidado lo que era caminar. La puerta se cierra de golpe detrás de mí asustándome un poco. Isaac rodea el escritorio colocando unos papeles frente a mí. —Es solo para avisarte que el tiempo del contrato se pondrá en pausa, los chicos tendrán un mes libre, para diciembre volverá a reanudarse, ¿tienes algún problema con eso? —pregunta tomando su maletín colocándolo en sus piernas. Niego y entonces lo suelta, sonrió irónica viéndolo con una ceja alzada. —¿Más amenazas por si me oponía? —Siempre tengo un plan B —responde como si nada encogiéndose de hombros. —¿Puedo irme? —pregunto haciendo el amago por levantarme, pero me vuelvo a sentar en cuanto niega. 489 —Mira niña, aunque al principio casi la jodes en grande… —Me observa con fastidio como si recordara algo, carraspea continuando—, has hecho últimamente un gran trabajo, y no has sido un estorbo como creí, has manejado bien tus cuentas y tu presencia pública así que, te tengo un agradecimiento. La última palabra la dice como si fuese ácido, lo observo con curiosidad. No confió en él, pero no digo nada solo me mantengo callada esperando que continúe hablando. La puerta detrás de nosotros se abre, él sonríe viéndose aliviado elevando la mano hacia la persona que entro— Aquí estás —menciona emocionado. Giro un poco viendo sobre mi hombro a la persona, agradezco estar sentada porque siento perfectamente como mis piernas flaquean. —¿Cómo estás, Isaac? —pregunta Elliot recargado en la puerta sonriéndome ampliamente. Mi respiración se atasca, estoy inmóvil. Él se acerca y toma asiento en la silla junto a la mía. —¿Sorprendida? —Yo… —Busco las palabras correctas, estoy solo boqueando sin saber que decir o que hacer—, 490 mucho, quiero decir, wow, es genial que al fin estés aquí. Él sonríe plantándome un casto beso en los labios. Isaac se coloca de pie y se acerca a Elliot palmeando su espalda. —Hijo, los dejo solos —Se gira a verme por unos segundos y asiente hacia mí— Judith —Y con eso se va. Yo me quedo observando por donde se fue, pasmada. —¿Aún no sales de tu sorpresa o simplemente no te importa? —pregunta Elliot en colocándose de pie. Apresurada me pongo de pie envolviéndolo en mi cuerpo. Mis extremidades duelen, mis hombros se sienten tensos, ¿Siempre me he sentido así alrededor de él? —Te extrañé, lo siento sigo en shock yo… Sus labios se apegan a los míos callándome con un beso. Retrocedo con fuerza hacia atrás siendo empujada por su cuerpo hasta que llegamos al sofá. Coloco mis manos sobre su pecho intentando detenerlo, pero su boca, su cuerpo, sus manos se mueven ansiosas sobre mí. 491 —Elliot —hablo cuando su boca está bajando por mi cuello—, espera. —Siento que ha pasado una eternidad —Sostiene mi mano y no se detiene, su boca sigue moviéndose con desenfreno por mi cuerpo, me tumba sobre el sofá colocándose encima de mí. —Nena, te necesito —habla mientras sube mi camisa. Intento como antes solo dejarme llevar, no es que no disfrutara con él, a veces si lo hacía, pero otras veces, cuando no quería, él insistía tanto que simplemente me dejaba, mientras pensaba que entre más rápido aceptara, más rápido acabaría. Pero no queda más que en intento, porque no puedo, mi cuerpo, mi mente, todo lo rechaza por completo. Sus manos están en todas partes, es algo incómodo y molesto. —Elliot ¿Qué mierda haces? Estamos en la oficina de Isaac, alguien puede entrar. —No vendrá, y nadie entrará, tranquila —De pronto se detiene incorporándose un poco, el alivio me invade por unos segundos, pero se va tan rápido como llega cuando vuelve a colocarse encima de mí 492 —. Mierda, no traigo condones, pero te doy una pastilla. —No me gustan las pastillas, lo sabes —farfullo, pero parece que ni siquiera me escucha. Se mueve con fuerza lastimándome. Intento de nuevo relajarme, busco placer en sus caricias, pero no lo encuentro y principalmente me doy cuenta de que esta vez no quiero encontrarlo. No quiero tener que buscar. Lo empujo con fuerza obligándolo a separarse de mí y me incorporo antes de que vuelva acercarse. —Ya para, no quiero —digo tan firme y alto como puedo para dejárselo en claro. Su cuerpo se pone rígido, pero se detiene, por fin. —¿De qué hablas? Observo sus ojos verdes viéndome con confusión, se acomoda la ropa nuevamente en su lugar luciendo frustrado. Su cabello un poco más largo cae por su frente de manera desordenada pegándose a su piel por su sudor. Las mariposas que siempre sentía cuando Elliot está cerca de mí hacen presencia revoloteando con fuerza en mi estómago. Haciéndome jadear. 493 Entonces me doy cuenta de algo. Siempre creí que “las mariposas”, eran una buena señal, que significaban amor, pero es nervios, es ansiedad. Acomodo mi ropa caminando hacia atrás chocando contra el escritorio. —Tenemos que hablar —murmuro rodeando el escritorio en un intento de tener algo más que nos separe—. No puedo seguir contigo —Suelto sin pensarlo, sin meditarlo, solo la verdad, tal cual es. Sus orbes verdes se oscurecen un poco, mientras pasa su mano por su frente haciendo para atrás su cabello. —¿Otra vez esta conversación? —Si —respondo rápidamente—, es necesario. —Nos vemos por primera vez después de tanto, ¿Y lo primero que piensas hacer es dejarme? ¿Qué debo hacer para ser suficiente para ti? —pregunta entre dientes luciendo dolido. Niego sintiendo como me derrumbo un poco. Pero me mantengo firme. —Elliot no es que tú no lo seas, entiende, no es que este algo mal contigo, soy yo la que… 494 Suelta una risa que me detiene. —¿Buscaste en internet la manera más ridícula de terminar con tu pareja? —Con cada paso que da para acercarse yo doy uno atrás—, ¿No eres tú, soy yo?, ¿De verdad Jude? Lo absurdo de la situación me golpea como una bola demoledora. ¿Qué mierda estoy haciendo? No debo estar huyendo de él, no debo estar asustada retrocediendo como si mi vida dependiera de ello, y si lo estoy haciendo es una clara señal de que simplemente no debo estar con él o cerca de él. No debo darle explicaciones, no debo esperar a que él me quiera entender, terminar es una decisión en la que no tenemos que estar de acuerdo para que pase. Me detengo por completo viendo cómo se acerca, no permito que vea miedo, duda o cualquier cosa, simplemente me mantengo seria, imperturbable. Cuando está a unos pasos me obligo a no retroceder y elevar la vista manteniéndole la mirada. Su seguridad parece decaer un poco, jamás le había plantado cara, lo sé y él también. —¿Qué estás haciendo? —pregunta suavemente — ¿Quién eres tú?, Tú no eres mi Judith. 495 Niego cerrando los ojos, no puedo dejar que me afecte como siempre y vuelva al punto de inicio. —Estoy terminando contigo —Puedo ser capaz de ver la furia creciendo en su mirada. Mi corazón bombea con fuerza, pero me mantengo firme. —No puedes hacerme esto, no puedes hacernos esto —Niega. —Lo que no puedo es seguir mintiéndote —Bajo un poco la guardia, me duele y no esperaba menos, estimo a Elliot. Pensé que quizás con el tiempo encontraría en nosotros, el amor que él veía en mí, pero no lo hice, y no puedo seguir buscando algo que no estoy segura de que esté allí. “Te quiero, pero no puedo atarte a mí. —¿Desde cuándo? —pregunta de pronto. Lo veo sin entender—, ¿Desde cuándo dejaste de amarme? Un nudo se forma en mi garganta. —Elliot, yo… siempre te quise, pero. —Jamás me amaste —Termina de decir por mí. No digo nada y él asiente comprendiendo. 496 —Puedo esperar. —¿Qué? —pregunto desconcertada. —Lo que escuchas. Esperaré a que me ames. Niego soltando un suspiro. —No puedo hacer eso. —Escúchame. —Elliot —Lo interrumpo colocando una mano en su pecho en cuanto está prácticamente encima de mí. —No pienso dejarte ir. —No puedes obligarme a quedarme. Me vuelvo a alejar de él tomando algo de distancia. Él parece estar pensando, no habla solo observa al piso, frunce el ceño cerrando los ojos con fuerza. Finalmente, eleva su mirada hacia mí, pero parpadea repetidamente observando mi pecho, acomodo mejor la blusa al percatarme de que con todo el movimiento y la manera en la que Elliot la había dejado se había abierto. Se acerca rápidamente haciéndome chocar contra la pared. 497 —¿Qué? —Intento alejarlo, pero su mano se envuelve en mi muñeca pegándola a la pared mientras abre con fuerza mi blusa. No me toca, solo observa y entonces se aleja con furia. Lo observo confundida y algo asustada mientras cierro rápidamente mi blusa sintiéndome expuesta. Su respiración es temblorosa, su mano sube hacia su cabello despeinándolo por completo. —Voy a matarlo —susurra tan bajo que casi creo imaginarlo—, ¿Fue con Mason? —grita lanzando un puño a la pared justo a centímetros de mi rostro que me hace saltar en mi lugar. No respondo nada, lo veo alarmada sin entender. Se acerca a mi tan rápido que no soy capaz de procesar nada, su mano se envuelve en mi brazo y me obliga a ir con él sentándome sobre la silla frente al escritorio. —¿A quién te follaste? —En cuanto sus palabras salieron de su boca mi cabeza conecta todo como si fuese una película. Las marcas, las había visto. Niego sintiendo como arrebata mi bolso, no me atrevo a quitárselo devuelta no cuando todo su 498 cuerpo está en una pose violenta. —Lo conocí la noche que salí —miento. —Dime su puto nombre. —No te importa —grito viendo cómo se coloca de pie haciéndome sentir pequeña—, lo lamento, debí decírtelo, y entiendo que estés molesto, entiendo que me odies, entiendo todo, pero ya basta. — “Ya basta” —Se ríe masajeando sus sienes— ¿Es la culpa? —¿Qué? —farfullo aún pegada al asiento. —¿La culpa es la que te obliga a alejarme? —Ni siquiera respondo cuando vuelve a hablar— Te perdono. Lo veo perpleja, ¿Qué le pasa? —Elliot, basta, esto es absurdo, no está bien. —¿Ahora tú dirás lo que está bien? —Su sonrisa sarcástica me pone los nervios de punta. Cierro los ojos sintiéndose cansada— Esto pasó por no haberte llevado conmigo, lo mejor será que de ahora en adelante vengas conmigo. Lo veo incrédula sin poder creerme lo que dice. 499 —¿Te estás escuchando? —pregunto incorporándome un poco, con la mano temblorosa le quito mi bolso colocándome de pie—, Elliot lo siento, esto no es sano para ninguno de los dos — Me giro dispuesta a salir. —Jude —Su voz baja me detiene cuando tomo el picaporte, me giro para verlo, pero cuando lo hago siento mi rostro girarse violentamente haciendo que casi caiga al suelo. Su brazo se envuelve en mi cintura apegándome a su pecho evitando mi caída. Parpadeo confusa y completamente inmóvil llevando la mano a mi cara sintiendo mi mejilla caliente y ardiendo. Mis ojos se llenan de lágrimas por el creciente dolor. —Eres una zorra —murmura contra mi cabeza acariciando mi cabello, casi como si me estuviese consolando. Me gira sobre mi propio eje observando mi rostro. Quita mi mano de mi mejilla para ver mi rostro—. Pero quita esa cara, pensé que te gustaban las marcas —Su tono burlón me provoca miedo, pero no me muevo ni un poco— Te lo mereces, lo sabes. —Elliot, me quiero ir —susurro con mi cuerpo entero temblando. 500 —Espera, espera, espera, acabo de caer en cuenta, ¿Te cogiste a un desconocido y a mí me detienes? Hipócrita de mierda. Niego sintiendo la bilis subir por mi garganta, su agarre se suelta un poco y aprovecho eso para separarme de él rápidamente. Sus ojos están inyectados de sangre, su pecho sube y baja y me observa con el dolor reflejado en sus facciones. —Perdóname —susurra intentando tomar mi mano, pero me alejo, saldría corriendo si no fuera porque su cuerpo está entre la puerta y yo. —Está opciones. bien —digo mientras sopeso mis Antes ya había lidiado con gente violenta, lo mejor que podía hacer era darle la razón hasta encontrar una forma de salir de esta. Mi pecho duele, mucho más que mi rostro, no sé cómo sentirme, no estoy segura de que sentirme mal sea lo correcto, al final de cuentas yo lo engañe, siendo totalmente honesta no esperaba que reaccionara así, pero supongo que lo entiendo. 501 Se acerca nuevamente a mí y yo retrocedo. El dolor en su mirada aumenta como si con ese simple acto lo hubiese golpeado. —¿Me tienes miedo? —No respondo, mi silencio responde por mí. Observo la puerta del baño y vuelvo mi vista a Elliot—. No quería lastimarte — La lágrima bajando por su mejilla hace toda mi defensa tambalearse, pero no puedo hacerme esto. No de nuevo. Con cuidado y de manera lenta empiezo a retroceder—, me siento tan perdido sin ti —murmura llorando, mis lágrimas me nublan la vista. En cuanto eleva su vista me detengo, pero su ceño se frunce— Jude… —susurra, no respondo ni espero que haga o diga más, me giro con rapidez y con el cuerpo tembloroso abro la puerta entrando en un segundo. En cuanto cierro la puerta él la golpea por fuerza haciéndome soltar un grito. La puerta tiembla por la fuerza de sus golpes. —Vete —Ruego casi sin voz. —Maldita zorra —grita del otro lado, abro mi bolsa con las manos temblorosas en busca de mi teléfono— ¿Por qué nos hiciste esto? —pregunta pareciendo misteriosamente más tranquilo—, ¿Qué 502 hice para merecer esto, Jude? —cuestiona con voz totalmente quebrada. Aprieto mi teléfono en mi mano mientras abrazo mis piernas. La culpa golpea mi pecho con fuerza al escuchar su voz. Las lágrimas calientes resbalan por mis mejillas. Limpio mi rostro y desbloqueo mi teléfono buscando en mis contactos. Ignoro el nombre de Mason y de Nate, no puedo involucrarlos en esto y así como esta Elliot terminaran peleando. Necesito alguien con el que Elliot no tenga confianza como para correrlo. Observo los pocos contactos que tengo y sin pensarlo abro el que me aparece activo. “Hola, perdón por molestar, ¿Podrías por favor, por favor, por favor hacerme un favor? Juro que jamás te pediré nada más.” Mis manos tiemblan mientras espero que responda. Para mi suerte el mensaje es abierto rápido. “Dime” responde con simpleza. “¿Puedes por favor venir a la oficina de Isaac?, Necesito salir de aquí.” Escribo sin dar detalles. 503 “¿Estás segura de que no te equivocaste de número?” Pregunta casi de inmediato. El golpe en la puerta me pone en alerta, este es mucho más ligero que el resto, casi sutil, por la sombra sé que tiene todo su cuerpo pegado a la puerta, es como si tuviese su frente pegada a ella. “Aiden, estoy segura” Respondo rápidamente. No responde nada más, quiero pensar que ya está viniendo. Sé que Elliot no es idiota, al ver a unos de los chicos que se supone que son sus jefes se controlará. Y más si es uno con el que no tiene confianza. —Jude —murmura Elliot del otro lado girando el picaporte sin tener éxito—. Está bien, me iré —dice alejándose un poco de la puerta—, pero quiero que sepas cariño, que mientras tu estés cerca yo estaré detrás de ti para asegurarme de que sufras tanto como yo sufro por ti, me encargaré de joderte la vida como jamás nadie ha podido. Cierro los ojos ignorando sus palabras. “No estaré feliz hasta verte llorando, sufriendo… hasta verte pagando esto, no es una amenaza, es una promesa. 504 505 29. Capítulo veinticuatro pt.2 Si la trama estuviese dividido en tres partes, este fuese el final de la primer parte. Con esto me refiero a que, probablemente odien las decisiones de Jude en este capitulo. Peeero, quiero decirles que esta es la ultima vez que ella actué de esta manera (Referente al tema de Elliot) no pienso llevar para nada la dinamica de estira y afloja, y te tengo miedo pero te perdono, no se preocupeeen. Aunque Jude no sabe como actuar ante un abuso, no regresaria con Elliot por nada. Lo digo ya que se que es muy molesto a veces leer este tipo de temas mal desarrollados. Pero yo no lo pienso llevar por ese camino. Los tqm<3 24 | DISTANCIA. | PARTE 2. ♪ In silence, no one answers, but i still hear your voice, if you’d only come hold me… ♪ (En el silencio, nadie responde, pero aun puedo escuchar tu voz, si tan solo vinieras a abrazarme…) -In Silence. Janett Suhh. 506 Un golpe en la puerta principal lo hace callar. El silencio inunda el lugar, solo se escuchan las pisadas de Elliot alejándose, me pongo de pie observándome al espejo, mi rostro está sonrojado, tomo un poco de agua entre mis manos limpiando mi rostro. Un par de golpes suena en la puerta del baño. —¿Judith? La voz de Aiden me relaja casi al instante. —Voy —Aviso tomando un poco de papel para limpiar el agua. Me veo un poco mejor, ignorando que una de mis mejillas continúa luciendo roja, intento pellizcar un poco la otra para que pareciera que estaba muy sonrojada, aunque no funciono de nada. Suelto un suspiro abriendo la puerta. Aiden está recargado en la pared viendo algo en su teléfono. No hay rastro de Elliot. —Perdón por molestarte —murmuro, él levanta la vista, su mirada viaja de mis ojos a mi mejilla. Lleva la vista hacia la puerta de la entrada y frunce el ceño. —¿Está todo bien? —pregunta guardando su teléfono. —Si, solo que necesitaba urgentemente salir y bueno… Elliot, él, llevábamos tanto tiempo sin 507 vernos y no quería que me fuera. No pareció convencido, pero no dijo nada, simplemente a punto hacia el elevador. Camino frente a él, entrando al ascensor. Entra en silencio y cuando se coloca a mi lado levanta su brazo hacia mí, cierro los ojos encogiéndome en mi lugar esperando un golpe que no llega. En su lugar llego el sonido de la selección de piso. —Ahora entiendo, pensé que sabias que no estaba en el edificio, pero en realidad por el no le hablaste a Mason, ¿No? —Eras el único conectado —explico lentamente. —Claro —responde sarcásticamente —¿Qué es lo que harás? —pregunta de pronto. —Ir a casa. —Eso creí —resopla volviendo su vista al frente —, no, de hecho, no te creí tan tonta. —¿Disculpa? —pregunto frunciendo el ceño. —Traes un golpe en tu mejilla, tuviste que hablarle a alguien para que te sacara de la misma habitación que él y lo que harás es irte a casa. 508 —¿Y según tú que se supone que debería hacer? —Ir a poner una puta denuncia. Niego soltando una risa seca. —No entenderías. —¿Qué? No, yo si entiendo las cosas, la idiota aquí eres tú. Lo veo molesta sin decir nada. Aiden nunca ha sido él más cortes ni educado, pero tampoco se había lanzado contra mí de manera tan directa. —La situación con Elliot es complicada, el nunca me había hecho daño, yo se lo hice a él y reaccio… —Por dios, detente —Su risa sarcástica me crispo —, ¿Lo estás justificando? —En todo el tiempo que salimos jamás se ha mostrado violento o… —Pues generalmente eso crece —Me interrumpe —, muchas veces no es así al inicio, muchas veces inicia con palabras, con manipulación, estiran y estiran el hilo hasta que eso revienta —Las puertas del ascensor se abren, me obligo a caminar sintiendo a Aiden detrás de mí—. Adivino, nunca te toco ni un pelo, pero golpeaba las paredes a tus lados. 509 Me giro molesta haciéndole frente. —Una puta pared no soy yo. —¿Has escuchado hablar del abuso emocional, genio?, Sé que tu misma te debes decir “no es para tanto” pero lo es, primero rompen objetos, después rompen tu cara —Cuando termina de hablar presiona su dedo en mi mejilla provocando un quejido de mi parte. —Tengo que irme, gracias por venir. —Vamos —dice pasando por mi lado saliendo hacia el estacionamiento cuando ve que no avanzo se gira a esperarme—. Te llevaré a tu casa. —No tienes que llevarme. —Lo sé—responde cortante. Indecisa, camino nuevamente detrás de él. —Aiden… —Suspiro pensando en cómo decirlo — ¿Podrías, por favor no…? —Me quedo callada pensando las palabras adecuadas. —¿No decir nada? —Acaba por mí. Trago saliva y asiento. Se encoge de hombros colocándose sus lentes de sol. 510 —Tranquila, mi complejo de superhéroe murió hace mucho tiempo —Lo observo sin entender—, Judith, he aprendido que es demasiado desgaste emocional y mucha pérdida de tiempo intentar ayudar a alguien que no quiere ser ayudado, así que simplemente ya no lo hago. Se gira nuevamente sin esperar respuesta y sale directo a su camioneta. Lo sigo intentando ignorar mis ganas de llorar. Quería olvidar lo que había pasado. Quería ignorar sus palabras, pero pesaban, pesaban en mi conciencia y hacían eco por más tiempo del que me gustaría aceptar. Soy una masoquista, lo tenía claro. La canción “Possibility” de Lykke Li se reproduce en mis auriculares mientras las lágrimas resbalan por mis mejillas perdiéndose en la cama sobre la que estaba hecha un ovillo, la puerta después de lo que pareció ser una hora se abrió nuevamente. Vanesa con rostro preocupado se hinca frente a mi cama acariciando mi mejilla visiblemente preocupada. 511 —Ya se fue —dijo lentamente— Le entregué tu nota. Suelto un suspiro y elevo el volumen de la música para no escuchar ni siquiera mi voz recriminatoria. Cierro los ojos sintiendo un fuerte dolor asentándose en mi pecho. Presiono el teléfono contra mi pecho ignorando los impulsos que siento de hablarle, de querer correr detrás de él, de explicarle. Vanesa niega visiblemente tomando su teléfono y escribe rápidamente. “Se veía destrozado, igual que tú.” Niego bloqueando mi teléfono. No quiero saber. Vanesa después de unos minutos sale nuevamente dejándome sola. Me coloco boca arriba en mi cama, viendo hacia el techo, viendo el póster de nuestra foto. Casi pude imaginarme nuevamente en ese momento, no por las cámaras, no por la atención, ni siquiera por todas las celebridades que había alrededor, solo por él. Por Mason y su sonrisa causándome estragos, por sus suaves y sutiles caricias, por su risa haciendo eco en mi memoria. Por sus ojos brillando hacia mí. 512 Había tomado una decisión, necesitaba alejarme, de Elliot, de Isaac, de todos… Eso incluía a Mason. No podía verlo de frente porque sabía que me terminaría derrumbando. También porque le tomaría un segundo darse cuenta de lo que había pasado, y comenzaría a indagar, y yo no quería ser el origen de problemas para él. No tenía que buscar una excusa, tenía la puerta frente a mí, Isaac me dio la oportunidad de desaparecer y la tome. La tomé de manera precipitada especialmente porque mientras escribía la nota para él, me di cuenta de algo. Mason se podía volver mi punto débil, debía remediarlo. Aún sentía que estaba a tiempo. El mes que Isaac nos dio sería mi respiro, mi punto y aparte. Lo necesito. Sabía que Mason llegaría a mi departamento, Nate me lo había dicho, alguien al parecer le dijo que cuando me vio irme del edificio parecía estar “mal” No podía verlo. Solo dejaría que Vanesa le mandara mi nota. 513 Medite unos minutos sobre qué cosa escribirle, nuevamente volvía al círculo vicioso de pensar en cómo terminar algo que no había empezado. Una idea tras otra comenzó a llegar: Él casi algo que teníamos, ahora es un casi nada, no mejor dicho un nada. Actuamos tan bien, que hasta nosotros nos lo creímos, lol, pero no. Fue lindo mientras duro. Mi ex novio, es tu amigo y tú eres su jefe. Pero ninguna idea sonaba correcta, ¿Qué fuimos?, ¿Qué fuimos para ti, Mason? Escribí con rapidez cuando escuche los golpes en la puerta, le entregue a Vanesa la nota y me encerré con los auriculares puestos a todo volumen. No quería escuchar, no quería sentir, no quería pensar. Me quede dormida con mis palabras escritas haciendo eco en mis sueños. “Fuimos un error irrepetible” 514 “Cada mentira dicha te deja en deuda con la verdad, y tarde o temprano hay que pagarla” -Valeri Legásov. 515 25 | RETORNO. ♪ Please, tell me I’m your one and only, or lie, and say at least tonight♪ (Por favor dime que soy la única, o miente y dilo al menos esta noche) -Give you what you like. Avril Lavinge. Lo malo de trabajar con música es que me dejo influenciar por las notas. Como ahora, mi boceto termino completamente de lado y me deje llevar por la música que se está reproduciendo en mis oídos y una pintura que debía detonar luz, pureza, claridad, termino en el otro extremo. En uno muy oscuro. De igual modo me gusta, estoy orgullosa de lo mucho que he avanzado, retomar lo que por las circunstancias había dejado de lado hace mucho tiempo estaba siendo difícil, fue un poco frustrante darme cuenta cuando tuve el lienzo frente a mí que mi técnica ya no era buena como recordaba, un “falta de practica” detonaba en cada pincelazo. Tuve suerte que mis manos parecían tener memoria, y como si recordara años atrás se movían justo como me habían enseñado, también Henry era un tutor increíble, se notaba a leguas lo profesional y 516 dedicado que era a su trabajo. Practicar con él era un sueño. Gracias a él casi puedo sentir que vuelvo a ver el talento que las personas veían en mí. Casi. La puerta se abre y por las fuertes pisadas sé de inmediato que es Henry, ya puedo decir que reconozco su caminar en donde sea. —Buenos días —Saluda detrás de mí. —Hola —Sonrío limpiando mi rostro con el dorso de mis manos. Camino hacia la caja sobre el escritorio tomando de ella una bolsa negra. Henry que está parado frente a mi cuadro sonríe inspeccionándolo, gira hacia mí con una rosa en su mano—. Hoy cumples un mes con nosotros. Suelto una risa tomando la rosa. —¿Cómo lo recordaste? —pregunto sabiendo que Henry es la persona más olvidadiza que existe. Se encoge de hombros tomando uno de mis pinceles volviéndose al cuadro. —Te aprecio —dice. Alzo una ceja viéndolo mientras sus ojos van por todo el cuadro, al principio su exagerada inspección me mataba de nervios, 517 ahora, ya me acostumbré—. Bien, bien, me lo recordó Mary —Acepta por fin haciéndome reír. Coloco la rosa sobre una pequeña mesa que tengo al lado con pinturas desparramadas sobre ella. —De todos modos, gracias Henry. Una sonrisa baila en sus labios antes de tomar un poco de pintura blanca. —Necesitas trabajar en las sombras —Señala pasando la pintura blanca por encima del cuadro destrozándolo por completo con ese simple pincelazo. —Lo sé. —¿Qué había de diferente entre estos días y los primeros que llegaste? —Niego sin entender—, tienes talento, un talento nato, pero yo no trabajo simplemente con talento, trabajo con pasión, tú lo tienes me lo demostraste, pero no lo veo ahora. Al terminar de hablar, toma el cuadro sin importarle ni un poco llenarse de pintura y lo parte a la mitad haciéndolo añicos. Extiendo la bolsa hacia él dejando que tire el ahora inservible lienzo. La primera vez que rompió uno de mis cuadros me sentí dolida, las siguientes veces me sentí inútil, 518 exasperada, un poco humillada, pero después me di cuenta de que no era algo personal. A Henry no le gustaba el término medio, para él algo estaba bien o estaba mal. Y cuando consideraba que estaba, aunque sea un poco mal pasaba a ser basura. Henry tenía una técnica impecable, era un genio en lo que hacía y le gustaba que sus pupilos fuesen igual. Claramente nadie podía alcanzar su nivel, eso todos lo sabíamos, excepto él. Parecía tener doble personalidad, por una parte, cuando llegabas te saludaba, sonreía, incluso coqueteaba, era risueño, alegre, divertido, pero en cuanto sus ojos se posaban en la pieza frente a él todo cambiaba, su gesticulación, su pose, la seriedad lo inundaba, era un detector de detalles, sus ojos inspeccionaban milímetro por milímetro. La perfección no existe, pero a Henry eso no le importaba, la buscaba, la quería y con sus obras la creaba. —No tengo idea. —Estabas triste. 519 Lo observo ofendida. Pensé que no había sido tan obvia, cuando me aleje de… ellos, exactamente hace un mes y una semana y tres días, soñé con la maldita nota durante varias noches, intente ignorar ese malestar creciente como pude, pero todo fue imposible. Allí estaba creciendo y creciendo: Arrepentimiento. Pero no podía hacer nada, Mason se alejó, literalmente. No me enorgullezco, pero si, lo busque, como una jodida acosadora, solo me basto teclear su nombre para saber que a tan solo unas horas de que había estado en mi puerta, se encontraba esquiando, con Sophia por supuesto, ambos, solos… juntos. Pero, claro que no me importa, nada. Claro que no fue por eso por lo que casi salí corriendo de mi casa en busca del edificio de Henry con tal de tener algo que hacer para no pensar en él. No necesite mucho papeleo, conocer a Henry por parte de Ana me dio esa ventaja. Prácticamente el mismo día que llegue pude comenzar. Ese día me coloqué mis audífonos y puse una playlist en aleatorio, no estaba segura de que hacer, Henry me dijo que hiciera lo que me naciera. 520 Mi técnica era pobre, estaba oxidada, no había tomado un pincel en meses, y como si fuese una mala broma del destino su voz llego a mí como una bofetada. Maldita playlist, debí verificar que canciones tenía. Con mi corazón palpitando con fuerza, me desahogué sobre el lienzo. Mi cabeza era un caos y la pintura fue un poco de lo mismo. Pero a Henry le encanto. Si, le encanto ese jodido cuadro sin sentido, pero no le terminaba de gustar los trabajos en los que si me esfuerzo. Vaya mierda. —Entonces debo estar mal para poder… Su estruendosa risa me detiene en seco. —Tus sentimientos estaban desbordándose, ese es el secreto, debes dejar fluir tus emociones, no tienen que ser malas, puede ser felicidad, nervios, intriga, lo que quieras, lo que sientas. Si trabajas basándote en pura técnica, no tendrás más que un molde vacío, si trabajas de la mano con tus emociones terminaras transmitiendo eso, tendrá vida, tendrá pasión. —¿Y si no siento nada? 521 —En ese caso no deberías estar aquí, deberías estar tratando tu posible psicopatía. Suelto una risa al escucharlo. Mary, la asistente de Henry entra tocando un par de veces la puerta. —Lamento interrumpir, pero tienes una cita. Henry asiente y se gira hacia mí. —No te reprimas, no tengas miedo de profundizar en tus sentimientos, déjalos salir, permítete sentir. Suelto un suspiro asintiendo. —Felicidades por durar un mes con nosotros — habla Mary sonriendo desde la puerta—, poca gente aguanta a este. Ambas reímos ignorando indignación de Henry. la mirada de Lidiar con paparazzis y ese tipo de cosas ya no era un trabajo. Nate había tenido razón, la gente bajo su acoso e intensidad tan pronto como Mason dejo de aparecer en público conmigo. Me alivio muchísimo darme cuenta de que podía volver a las calles como si nada, no había fotógrafos molestos 522 detrás de mí, es verdad que había unas personas que me reconocían, pero no me molestaban. Así que cuando salí a mi pequeña terraza para pintar al aire libre y vi desde arriba a camarógrafos a fuera de mi piso me extraño demasiado. —¿Has pensado en la maldición que tendrá tu futuro novio? —murmura Vanesa tirada sobre el sofá. Giro hacia ella negando, mientras arrastro conmigo mi material. Con ellos allí afuera viéndome fijamente no puedo concentrarme. Tomo el control de televisión colocando a mi fuente de relajación en la pantalla. El chef Rogers regañaba molesto a uno de sus ayudantes mientras probaba algo que se veía delicioso. >>Mira, no sabemos quién será obviamente, pero si podemos asegurar algo, no importa que tan guapo sea, nunca será tan guapo como Alex —Achico los ojos sin entender, ella ríe deslizando su dedo por la pantalla de su teléfono—, siempre lo compararan al pobre con gente como Alex, como Henry, espero que tenga una autoestima de acero porque… —¿Qué tiene que ver Henry? Extiende su celular hacia mí dejándome ver la foto en su pantalla. La comprensión me golpeo con 523 fuerza. Venían por un maldito chisme. —Ay mierda —Tomo su teléfono observando de cerca la imagen—. ¡Como los odio! —grito al aire viendo la foto mal tomada. Estamos en el estudio sonriendo, yo tengo la flor que me dio en mi mano, la tomaron de lejos, de muy lejos porque para entrar se necesita pasar un gran jardín, y el edificio se encuentra rejado así que nadie puede entrar sin autorización, aun así, a pesar de la poca nitidez de la imagen se puede apreciar con claridad que somos nosotros. Siempre me aseguro de cerrar las cortinas, pero estos días estuve trabajando con las cortinas levantadas, quería luz natural, y alguien aprovecho eso, las fotos a través de la ventana venían con un título en grande. “El nuevo reemplazo de Alexander Macovei” En la nota adjuntan varios comentarios bastante intensos de fans de Mason molestas conmigo. Llamándome de mil maneras distintas, ninguna agradable. —¿Qué? —pregunta observando mi cara de disgusto. —Hijas de… 524 Vanesa me arrebata el teléfono leyendo ahora ella la nota. —Que idiotas, Alex ha estado todo el mes de fiesta en fiesta y apareciendo con Sophia Howard todos los días en un lugar diferente, pero tú eres una zorra por después de un mes ser fotografiada con una maldita rosa. Masajeo el puente de mi nariz. Respira, respira, respira. El timbre de nuestro departamento suena callándonos al instante. Ambas giramos hacia la puerta asustada. —¿Esperabas a alguien? —pregunta en un susurro. Yo niego tomando la misma postura que ella—. Yo tampoco —Vanesa se acerca a la puerta observando por la mirilla—. Escóndete —susurra. —Voy —Le hago caso colocándome pegada a la pared. La escucho intercambiar un par de palabras y después cerrar la puerta. Me asomo viéndola cargar un arreglo de rosas, extiende una pequeña tarjeta hacia mí mientras se acomoda el cabello comenzando a tomarse fotos emocionada. —¿De quién es? —pregunta viendo directo hacia su teléfono. 525 Abro el pequeño sobre sacando la tarjeta. “Este tiempo lejos no he podido dejar de pensar en ti… Te extraño” -Elliot. Arrojo la tarjeta hacia la basura tomando mi teléfono. —Tíralas, me da igual. —Pero… —No dejo que termine de hablar y me giro yendo directo hacia mi habitación. Cuando cierro la puerta me recargo en ella con el corazón latiendo a toda prisa, no por las flores, mucho menos por Elliot, pero si por lo que significaba que estuviera mandándome eso. Elliot era el jefe de seguridad de Mason, así que había regresado. Mason había regresado. Mi teléfono vibra en mi mano sacándome de mis pensamientos, observo el mensaje de Isaac en la pantalla. “Primero Henry Clerk, después un ramo de rosas a tu nombre, ¿De qué me estoy perdiendo? No sé, yo, en cambio, si te puedo decir lo que tú vas a perder si continúas levantando rumores, te 526 recuerdo que el contrato termina en las próximas semanas, después de que finalice puedes hacer lo que quieras. Mañana necesito verte, vas a dar una pequeña declaración, te mandaré la información con Nate.” Ni siquiera me quise preguntar cómo demonios sabía de las flores que habían llegado hace literalmente minutos. Por primera vez no me jodía el mensaje de Isaac. Tenía un motivo para querer ir. Un motivo de ojos grises. 527 26 | VICTIMARIA. ♪ If I have to be, I’ma be that bitch, dare you, stop me ♪ (Si tengo que serlo, seré esa perra, te reto, detenme) -That bitch. Bea Miller. —De verdad discúlpame —insiste Nate con remordimiento a través del teléfono. Sonrío rodando los ojos. —Ya supéralo, de verdad no hay problema. Continúa quejándose y pidiendo disculpas mientras yo espero que me den autorización de entrar al imponente edificio frente a mí. Antes no había tenido ningún tipo de problema para entrar, pero ahora que intentaba hacerlo completamente sola me habían detenido por lo menos veinte minutos enteros. No pude esperar a que Nate pasara por mí, porque se había confundido, él había entendido que Isaac quería verme después de medio día y por uno de sus compañeros se enteró de que en realidad era antes. Así que tuve que salir corriendo de mi departamento si no quería meternos en un problema. 528 —Déjenla pasar —habla una voz bastante conocida por la radio. Los hombres de la entrada me devuelven mi identificación y abren la reja para mí dejándome pasar sin más oposición. Camino hacia la puerta principal, logrando vislumbrar a Elliot, casi suelto un suspiro de cansancio al verlo con sus manos sostenidas frente a su cuerpo, se ve tímido, nervioso, justo así luce como a él Elliot que conocí. Paso por su lado sin detenerme, aun con su evidente intención de hablarme. —Jude —Me habla siguiéndome—, ¿Podemos hablar? —Isaac me espera, así que… Entro al elevador seguida por él. Antes de poder presionar el piso de Isaac, Elliot se interpone presionando el botón para cerrar las puertas. —En realidad Isaac aún no llega, yo pedí que te hablaran un poco antes para poder hablar. Abro la boca sintiéndome una idiota girándome hacia él. ¿Había corrido como tonta solo porque “él quería hablarme”? 529 —Tú mandaste ese mensaje a Nate —acuso apuntándolo con mi dedo, sintiéndome disgustada. Por la manera en la que aprieta ligeramente su boca como si estuviera apenado, puedo confirmarlo. —Gran intento Elliot, pero no pienso hablar contigo, lo que teníamos que hablar ya lo hablamos. —Quiero disculparme —Su voz entrecortada llama mi atención. Cierro la boca rascando mi ceja —. Por todo, por irme, por no saber… Suelto una risa interrumpiéndolo. Por un momento creí que su disculpa seria por la bofetada o por sus amenazas, pero claro que no. Su postura melancólica parece querer desmoronarse. —Acepto tus disculpas, ya no tenemos nada que hablar —Niego cruzándome de brazos. El elevador se mueve comenzando a subir. —Jude. —No me interesa que más tengas que decir —L o observo seria. La desesperación parece filtrarse por cada poro de su cuerpo, a pesar de que no ha hecho ningún movimiento, puedo notarlo, su postura, su mirada. —Mierda ¿Puedes mínimo dejarme hablar? 530 —No. Estoy jugando con fuego, lo sé, pero me importa una mierda. Nuestra relación está en un punto irreparable completamente, hasta un ciego puede verlo. —Eres jodidamente exasperante —habla entre dientes. Me encojo de hombros sin responder nada más. Me sobresalto cuando se mueve con rapidez hacia mí, cierro los ojos esperando un golpe, pero solo siento su cuerpo inmovilizando contra la pared del elevador. Sus labios fríos están sobre los míos. Y con ese simple acto solo confirmo lo que ya sabía. No siento absolutamente nada por él. Las puertas se abren y para mi alivio Elliot se separa de mí. —Mi Merlina —grita Paxton emocionado entrando de inmediato al elevador envolviéndome en sus brazos, ignorando por completo a Elliot. Ni siquiera me siento capaz de corresponder el abrazo. Unos lindos ojos grises me tienen inmovilizada en mi lugar. Su mirada no tiene la calidez que recordaba, es fría y no me la mantiene por mucho, 531 entra al elevador sin decir ni una palabra recargándose en el otro extremo, toma su teléfono ignorándonos por completo. No puedo ni siquiera evitar que mis ojos estén sobre él. En mi defensa llevaba más de un mes sin verlo. Su rostro está un poco más pálido. Su cabello despeinado cae con la misma gracia de siempre. No sé si es por la rigidez de su cuerpo, pero las venas se marcan notoriamente en sus brazos y sus manos. Sostiene su teléfono con más fuerza de la necesaria, lo sé por la manera en la que sus nudillos están tornados ligeramente blancos. Con su otra mano juega distraídamente con su anillo, casi sonrió al ver eso. Pero entonces recuerdo la situación y mis ganas de sonreír mueren abruptamente. De todas las personas que pudieron entrar, de todos los momentos en los que se pudo abrir esas malditas puertas, tuvo que ser específicamente Mason, cuando Elliot me estaba besando. Al idiota que escribió mi vida le encanta verme sufrir. La tensión es casi palpable y lo único que impide que sea un momento extremadamente incómodo es Paxton. 532 —Di que me extrañaste o te cancelo por Twitter —Mi atención vuelve hacia el cuándo lo escucho hablar con seriedad. Suelto una risa y ruedo los ojos. —Te extrañé, Pax. —Lo sé —Se encoge de hombros—, es un tipo de efecto que provoco en las personas que me conocen. Las puertas se abren nuevamente y Mason sin decir nada sale del lugar rápidamente. Paxton sonríe un poco a modo de despedida y sale corriendo detrás de él intentando alcanzarlo. Elliot no dice nada, y me alegro porque no le prestaría atención, mi mente está en otro lado, en otra persona. El elevador vuelve a detenerse levanto la mirada para soltar un suspiro con fastidio. — Elliot… —Dejaste unas cosas en mi departamento — explica—, las junté para ti, para que puedas llevarlas. Cierro la boca y asiento siguiéndolo. Saca su tarjeta y abre la puerta, entrando va directo a su habitación mientras yo me quedo en la entrada esperando. 533 Me da un poco de pena la situación, a pesar de lo idiota que puede ser. Me hubiese gustado que todo acabara de una manera más… sana. Porque sí, acabaría, tarde o temprano, este tiempo lejos me di cuenta, su ausencia no me dolía para nada, y nunca lo hizo, de hecho, esas fueron las cosas que más me gustaban de tener un algo con él, que no tenía que verlo tanto. Yo ni siquiera quería ni buscaba una relación, pero cometí el error de meterme a una solo para no lastimarlo, al final, terminé haciéndolo. Entendí que a veces es necesario ser egoístas por nuestra propia salud mental. Elliot aparece con una pequeña bolsa en sus manos. —Aquí está —avisa entregándomela. Sonrió levemente sin saber que más decir—, ¿Entonces es todo? —Abro la boca para responder, pero no me sale ni una palabra. ¿Qué se supone que deba decir, cuando ya dije todo? —Yo… —Espera, otra cosa —Avisa mientras sale corriendo nuevamente. Cuando regresa quiero salir huyendo por la puerta, pero me obligo a sonreír. 534 —Elliot… —La incomodidad de mi voz es notoria hasta para quien no me conoce. Él se termina de acercar entregándome un bonito ramo de rosas. Ni siquiera puedo negarme, solo me lo coloco en los brazos. —Perdón por mi actitud, Jude, me salí de control porque me atormenta pensar que ya no te tendré en mi vida. —Elliot, quizás, algún día podemos volver a ser amigos —murmuro siendo incapaz de sostenerle la mirada. —¿Amigos? —pregunta con un tono de completa incredulidad— Entonces está decidido, me sacas de tu vida, pero me das como premio de consolación tu amistad. —Simplemente estoy intentando llevar las cosas de manera madura, uno de los dos tiene que hacerlo y está claro que tú no lo harás. —La puta infiel fuiste tú y el inmaduro soy yo. —Esta puta infiel ya te hizo el favor de salirse de tu vida, así que deja de joder —Me giro para alejarme, pero su voz me detiene. 535 —¿Crees que me haces un favor? ¡¿Crees que es así de fácil irte y ya?! ¡¿Te crees mejor que yo, zorra? —Cierro los ojos girando a verlo, el silencio inunda el lugar, parpadeo ligeramente comenzando a negar con sorpresa. Sus cambios realmente son algo de miedo, pasa de la furia a nuevamente la tranquilidad o eso parece. —¿Te estás escuchando? —Susurra lentamente. —Elliot, lamento haberte hecho perder el tiempo, de verdad, actúe mal, sé que te lastime, sé que hice cosas que no debí hacer, no sé si tu idea es escucharme, darte promesas vacías, pero no lo haré, no podemos estar juntos. No debemos. Me giro para salir, pero tan pronto como lo hago lo siento detrás de mí sosteniéndome el brazo. Por la fuerza con la que me jala, las flores se caen directo al piso. Lo único que evita que yo también haya terminado allí es su agarre. —Y una mierda, ¡Ahora me escuchas! Lo bueno de traer un bolso pequeño es que puedo encontrar lo que busco de inmediato, así que en cuanto siento sus dedos apretarse con fuerza alrededor de mi piel meto la mano en mi bolso sacando en el mismo segundo el taser que Nate me 536 regalo, con un instructivo bastante amplio de cómo usarlo y cómo funcionaba cada nivel. Elliot grita cayendo directo al suelo después de que lo encendiera y lo pegara a su pierna. Me observa desde el suelo con el dolor y la sorpresa impregnada en cada centímetro de su rostro. Su pecho sube y baja con fuerza, el color rojo sube desde su cuello hasta toda su cara, pude identificar en donde le había electrificado por las pequeñas gotas de sangre humedeciendo su pantalón. Con la adrenalina corriendo por todo mi cuerpo me acerco a él, Elliot que se está sentado se aleja recostándose un poco recargándose sobre sus codos. Apunto el taser a su rostro —Sabes que es solo el primer nivel y si quiero puedo paralizarte, así que no me vuelvas a poner ni un maldito dedo encima. Me observo en un completo silencio que dura poco. —¿Te volviste loca? —grita agitado—, Eres una jodida exagerada. Me alejo porque sé que el primer nivel no es suficiente para alguien como él y se puede recomponer en cuestión de segundos. 537 —Te tengo miedo Elliot, eso no es una exageración, es una alerta —murmuro tomando el picaporte para salir de allí—, toda mi vida he sido la víctima y estoy harta de eso, aún no pruebo ser la victimaría, así que no tientes tu suerte —Enciendo nuevamente el taser cuando lo veo incorporarse, sin embargo, solo toma las flores del piso y las extiende hacia mí. Lo absurdo de la situación me hace achicar los ojos hacia él. —Solo llévatelo, no quiero nada que me recuerde a ti —murmura sin mirarme a la cara. Se gira e inmediatamente aprovecho y salgo del departamento casi corriendo hacia el ascensor. No guardo el taser en mi bolsa hasta que las puertas se cierran. Observo mi reflejo en las puertas, estoy sonrojada y algo agitada. Mi cuerpo entero tiembla, a pesar de eso suelto una risa sin poder creer lo que he hecho. Subo a la oficina de Isaac, para mi suerte cuando llego me doy cuenta de que ya está allí. En cuanto me ve rueda los ojos. —¿Otras flores? —Ya no habrá más —Prometo sentándome frente a su escritorio. 538 —Dame tu teléfono —pide extendiendo su mano. Obedezco pasándole el aparato. Nuevamente rueda los ojos al ver la foto de fondo de pantalla, esa que puso Mason y nunca quite. —¿Qué relación tienes con Henry Clerk? — pregunta distraídamente con su atención puesta en mi teléfono. —Me dio un espacio en su estudio. Es algo así como un tutor. Asiente viéndome fijamente un segundo antes de volver su vista al teléfono, comienza a teclear con rapidez y después de verificar por lo menos tres veces asiente satisfecho y me lo regresa. En la pantalla puedo ver una de mis aplicaciones abiertas con una publicación reciente. “Judith Bennett: No suelo hablar de mi vida privada, pero hoy haré una excepción, para quien no me conozca, soy una artista novel, no tengo mucha experiencia, así que estoy trabajando de la mano de alguien que, si la tiene y puede compartirme un poco de la suya, es uno de los mejores artistas que existe y un gran amigo. Para todas las personas que estaban preocupadas por mi 539 vida sentimental, está perfectamente. Mi relación es más fuerte que un corto tiempo separados.” —Poético —Me burlo, pero no sonríe para nada. —Mantente fuera de rumores, no más flores ni avistamientos sospechosos, si puedes toma una foto cuando estés en el estudio y súbela para darle más peso a la publicación —asiento, pero sigue hablando — Estas semanas en realidad no hay mucho que hacer, así que solo mantente a raya —dice y se coloca de pie. —¿Ya me puedo ir? —pregunto, pero no responde, busca en su maletín y saca unas hojas extendiéndolas hacia mí. —Es una copia del contrato —explica— para que recuerdes lo que firmaste, lo que debes hacer y lo que te pasara si te niegas a cumplir alguna cláusula, ya te puedes ir —Se incorpora alejándose. Me paro doblando las hojas metiéndola a mi bolso. —Las rosas —apunta con su bolígrafo hacia la silla de mi lado, en donde había dejado el ramo. Frunzo los labios volviendo por él. 540 Camino fuera de su despacho. Frente al elevador está un chico de seguridad, reconozco su uniforme, en cuanto me ve se pone mucho más recto y abre el ascensor. —Señorita, tiene que ir conmigo. —Claro —murmuro siguiéndolo. La oficina de Elliot ya está en uno de los pisos altos, de igual modo cuando presiona el botón del piso al que vamos, el elevador comienza a subir. Cuando las puertas se vuelven a abrir no puedo evitar sorprenderme, el piso en estructura es similar al de Mason, básicamente el mismo, pero parece completamente diferente, las paredes están de negro completo, solo el techo permanece blanco, el lugar no se ve para nada a oscuras, contradictoriamente está llena de luz. Literalmente, hay pequeños focos alumbrando de una manera muy bonita y elegante todo el pasillo. Las paredes están llenas de cuadros, el dueño del piso es notablemente amante de la fotografía y del arte de ilustración, lo psicodélico y lo sensual. Todo este lugar grita un nombre: Paxton. 541 Continúo caminando llegando al salón, y allí está, me detengo abruptamente para no interrumpir. Tocan el solo de guitarra de la canción, Redbone de Childish Gambino. Aiden está sentado sobre el sofá, ligeramente recargado con la guitarra en sus piernas, moviendo la pequeña púa en su mano entre las cuerdas. Paxton está sentado a su lado, viéndolo fijamente mientras, en la misma guitarra, presiona en el mástil las cuerdas contra sus dedos. No tengo ni idea de cómo, pero están sincronizados a la perfección, ni siquiera parecían estar prestando atención del todo, Paxton está enfocado en el rostro de Aiden, y Aiden estaba enfocado en ignorar la intensa mirada de Paxton, aun así, tocan en la misma guitarra en perfecta sintonía. No están haciendo nada íntimo, pero lo parece, no puedo evitar sentir que estoy interrumpiendo algo privado. —Ya está la… —Levi se interrumpe así mismo al verme—, Ah, hola Jude, no te había escuchado llegar. Paxton y Aiden giran a verme al mismo tiempo. 542 A diferencia de los demás, Levi mantenía su estilo pulcro. Trae puesto un pantalón de tela negro y una camisa de vestir blanca con los primeros botones sueltos arremangada hasta los codos. En su mano sostiene una copa con un líquido amarillento. —¿Cuánto tiempo llevas allí? —pregunta Aiden quitando la guitarra de su regazo, incorporándose. —Llegue hace menos de un minuto. Paxton sonríe ampliamente —Hubieses llegado hace dos y tremendo espectáculo que… —Deja de joder —Lo interrumpe Aiden. —¿Quieres comer? ignorándolos a ambos. —Me pregunta Levi —Ya he comido, gracias. Levi asiente observando el reloj de su muñeca. —En ese caso, Mason no debe tardar en llegar. La alerta del ascensor abriéndose inunda el lugar. —Wow, huelen eso, ¡Levi cocino! Dios sí — Reconocí la voz emocionada de Cristina Torres, la diseñadora de los chicos. 543 El mencionado suelta una risa, en cuanto Cristina aparece, se va directo hacia Levi envolviéndolo entre sus brazos, Levi se mantiene en la misma posición viendo hacia el frente como si no supiera que hacer, palmea ligeramente su espalda en supongo— un intento de responder a ese gesto. Esta es la primera vez que puedo notar la incomodidad de Levi al estar siendo abrazado tan efusivamente. Sophia aparece detrás, luciendo molesta, como siempre, al menos ahora sé que no solo yo le causó disgusto. —Que lindas rosas —menciona Cristina envolviendo su brazo con el brazo de Levi quitándole la copa de su mano. Sonrió un poco incómoda con todas las miradas encima de mí. Mason entra al final hablando con alguien a través del teléfono. Contengo un poco mi respiración, el fuerte salto de mi corazón me avergüenza un poco, pero en mi defensa, nunca podre acostumbrarme a su belleza abrumadora, eso y sin contar que tiene una indiscutible confianza en sí mismo, por donde se mueva, hacia donde vaya, lo hace con tanta seguridad, me intriga pensar en el 544 Mason antes de la fama, ¿sería igual de seguro? O sería algo que adapto. Su cabello negro está despeinado, me lo imagino pasando sus dedos varias veces por él, como de costumbre. Lleva una camisa de vestir negra y pantalón del mismo color, la ropa se abraza perfectamente a su cuerpo, parece estar hecha especialmente para él, probablemente lo sea. —Paxton usare tu estudio —habla sin saludar a nadie viéndome directo a los ojos haciendo un leve gesto con la cabeza para que lo siga, pasa por mi lado y me permito solo por un segundo inhalar hondo, disfruto el aroma que desprende, ¿Cómo logra siempre oler tan bien? —Espera —Interrumpe Sophia—, dijiste que solo veníamos a acompañar a Cristina y nos iríamos. —Únicamente será un minuto. —¿Cuál es la prisa? —pregunta Pax divertido. Aiden lo toma del brazo y lo arrastra con él hacia la cocina. A veces me da la sensación de que Paxton y Aiden conocen los secretos de todos, y entre ellos mismos se contienen para no decirlos. 545 De pronto el fugaz recuerdo de que son “hermanos” llega a mí. Wow, ¿Se supone que lo son? Las teorías de Vanesa sobre ellos cada vez suenan menos locas. —Bien, aquí te espero —dijo sentándose en uno de los sofás. —Sophia, tú vendrás a comer con nosotros — habla Levi aun con Cristina de su brazo. —Agh, detesto tu asquerosa manía por querer hacerme comer todo el puto tiempo, déjame tranquila, ¿Es una clase de fetiche alimentar a las personas? —Ese no, pero te puedo enseñar los que si tengo. Cristina, que estaba tomando de la copa de Levi comenzó a toser atragantándose con su bebida. Agradezco no estar tomando nada porque estoy segura de que estaría tosiendo igual. Es que Levi es el chico más tierno, caballeroso y educado que he podido conocer. Es como un bebé, así que cuando suelta comentarios de ese tipo es muy, muy, muy extraño. —Estoy jugando —murmura Levi palmeando suavemente la espalda de Cristina —Lo siento, no 546 debí decir eso, ¿Te encuentras bien? —Sostiene la mano de ella que lo observa llena de adoración. Si, la entiendo, Levi es adorable. Sophia solo acomoda su cabello rubio lanzándolo hacia su espalda. —Que exagerado —farfulla entre dientes. —Vamos con los chicos, ella no quiere —habla Cristina intentando caminar con Levi hacia la cocina. Pero él no se mueve ni un centímetro. —Howard, lamento si mi tono te hizo entender otra cosa, pero no te estoy haciendo una pregunta — Levi se deshace del agarre de Cristina y camina hacia Sophia quien de manera retadora le mantiene la mirada. Levi no le baja la mirada, a diferencia de Sophia su mirada es suave, algo dulce, pero igual de firme, parecen estar en una competencia de miradas —, ven conmigo —Sonríe de la manera dulce en la que siempre lo hace. —Vamos —dice Mason detrás de mí. Asiento girándome con él. Mason abre una puerta y se hace a un lado esperando que entre, así que lo hago. Ignoro su fría mirada e intento no parecer nerviosa, pero no sé si sea posible, llevo semanas enteras sin saber nada de él. 547 548 32. Capítulo veintisiete 27 | ROSAS. ♪ And I hit it, like it’s all mine, should’ve paid that, woman, more mind, tell me, did you get the news? She ain’t fuckin’ with you no more ♪ (Y le di, como si fuera toda mía, debería haber pagado por eso , chica, en mi opinion, dime, ¿Recibiste las noticias? Ella ya no follara contigo nunca mas) -All mine. Plaza. —No sé si Isaac hablo contigo, pero necesito que te controles —habla Mason detrás de mi recargado en la puerta. Me giro frunciendo el ceño. —¿Qué me controle? —Si, Judith, esas cosas, no van —Escupe apuntando con desprecio las rosas en mis brazos—, no puedes ir por allí levantando rumores, especialmente si esos rumores son verdad. No tiene nada de malo lo que me está diciendo, de hecho, tiene sentido, pero la manera en la que lo dice me enerva la sangre. 549 —Los rumores no son ciertos —siseo entre dientes. Él sonríe con ironía, pero no dice nada más —, bueno, ¿es todo? Me voy. Camino hacia él, intentando que se haga a un lado, pero no se mueve. —No puedes irte así —Advierte. —¿Así cómo? Se coloca frente a mí. Dios, había olvidado lo pequeña que era a su lado, los nervios que encendía con solo una mirada. Creo que Mason no es consciente de la revolución entera que provoca en mi interior, está más centrado en las flores entre mis brazos. Se inclina un poco para tomar el ramo quitándomelo con delicadeza. —Así, con esto —espeta caminando hacia el escritorio, lanzándolo allí sin cuidado alguno. Las rosas que solo estaban sostenidas con un lazo al momento de caer al escritorio se esparcen por toda la madera. Lo observo molesta, las rosas no me importan ni un poco, pero su actitud si lo hace. 550 —Infantil —Me cruzo de brazos. —Ya te puedes ir —Declara dándome la espalda. Pero este de que va. Con el enojo corriendo por mis venas me acerco tomándolo del codo, obligándolo a verme a la cara. —El único que ha levantado rumor tras rumor eres tú, no seas hipócrita. Mason suelta una risa sarcástica. —¿Hipócrita? Todo mundo sabe que yo no tengo nada con Sophia. ¿Tú puedes decir lo mismo con Elliot? —Los rumores ni siquiera son de Elliot, idiota, son de Henry y sí, puedo decir perfectamente que no tengo nada con él. —Claro, y por eso tan pronto como tuviste la oportunidad comenzaste a ir con él, todos los días. —¿Me volviste a investigar? apuntándolo acusadoramente. —Chillo —Lo hizo Elliot, yo solo me enteré porque… Suelto un grito molesta y me giro caminando a la puerta. 551 —Están locos, malditos enfermos, entérate de que me dio uno de sus estudios, por eso voy, mínimo investiguen bien —Jadeo llena de indignación. Casi como si mi conciencia se burlara de mí me recuerda como secuencia todos los días que investigue en internet el nombre de Mason para saber que estaba haciendo. Sh, conciencia, eso él no debe saberlo. >>Me alegro haberme alejado de ustedes — Continúo hablando histérica. —Espera —Me detiene antes de abrir la puerta. Me giro sobre mi hombro para verlo—, ¿ “Ustedes”? Frunzo el ceño sin entender. —Pues sí, tú y Elliot. —Nunca te alejaste de Elliot —responde de manera incriminatoria. Y aunque no fue pregunta, niego, ahora si estoy mucho más confundida —¿Por qué lo afirmas? Claro que lo hice. —Él me dijo… —se interrumpe a si mismo y ve a la nada—, ¿Pero si nunca se alejaron porque las flores y esta mañana cuando…? 552 Lo interrumpo levantando la mano. —Está intentando que volvamos —aclaro—, estaba — Corrijo recordando que hace menos de una hora lo había electrocutado. No dice nada, esta vez sí, aprovecho y salgo del lugar caminando hacia el salón. Puedo escuchar las voces y risas viniendo de la cocina, paso directo intentando no hacer ruido. —La nota que me dejaste —habla Mason detrás de mí haciendo que me detenga abruptamente—, ¿Por qué no me lo dijiste en persona? Parpadeo sintiendo mi pecho acelerarse, no pensé que hiciera un comentario de eso, pero aquí estaba, lo escucho acercarse, pero yo sigo inmóvil. >>Aunque me consideres un error, creo que merecía que mínimo me lo dijeras a la cara. Aunque sea un audio de voz, una llamada, pero ¿Una nota? El sentimiento de culpa cosquillea en mi estómago, aterrada, me giro empujándolo hacia la habitación de la que salimos, no baja la voz y estaba segura de que podrían escucharnos. Cierro la puerta detrás de mí girando para verlo —¿Puedes olvidarlo? —susurro entre dientes. 553 Esa nota estuvo en mis pesadillas por muchos días, no necesitaba que me lo recordara. —Si —responde encogiéndose de hombros. Ok, pensé que sería más difícil—, pero dímelo —ordena. Me quedo estática en mi lugar, sin entender—. Dime lo que sientes, dime que soy un error irrepetible y no te volveré a molestar más. —Mason no… —Dímelo Jude —Me ruega acercándose un poco a mí—, necesito escucharlo de tu boca, necesito esto, porque quizás al ver tu desprecio, quizás al ver tu decisión, quizás, solo quizás, pueda así sacarte de mi cabeza de una maldita vez. Siento mis piernas temblorosas, mi corazón amenaza con salirse de mi pecho. —Deja de jugar. Mason termina por unir el espacio que nos separa. —Yo nunca he jugado contigo —Su voz es apenas un susurro—, dilo —La distancia entre nosotros es un chiste, su respiración caliente golpea mi rostro lanzando un cálido escalofrío por todo mi cuerpo. 554 ¿Cómo se supone que le voy a decir eso? Solo quería que no viera el golpe en mi rostro y necesitaba el espacio. Lamo mis labios levantando mi mirada a la suya. —Puedo hacerlo —Subo mis manos al cuello de su camisa jugando con la tela, su respiración temblorosa me hace sentir poderosa, yo puedo provoco esto en él, yo—. Pero sería mentira. Las chispas que lanzan sus ojos son casi visibles, entonces y sin esperar ni un segundo, me besa. Su boca me consume en segundos, su lengua acaricia la mía. No espera, no juega como siempre, no acaba con mi paciencia, se lanza a mí tan pronto como mis palabras fueron dichas, con urgencia, necesidad. Y lo agradecía porque estoy igual de ansiosa. Lo había extrañado tanto, quizás era una exageración, pero lo había hecho. Su boca se mueve con deseo y anhelo sobre la mía. Suelto un suspiro sobre sus labios, parece un sueño, un sueño que pensé no podría volver a probar, sus manos viajan a mi cintura apegándome a él. 555 Un calor crece en mi vientre sin piedad, no, no son esas jodidas mariposas, es algo más, algo más fuerte, más vibrante, no son nervios, es emoción, deseo, felicidad, y crece a la velocidad de los latidos de mi corazón. Sostiene mis piernas elevándome con facilidad, haciendo que las envuelva en su cadera, camina hacia atrás conmigo a cuestas, y me sienta sobre el escritorio lleno de rosas. Toma mi labio inferior entre sus dientes, succionando ligeramente provocando un jadeo de mi parte. Se separa un poco sonriendo, vuelve a dejar un casto beso en mis labios y entonces empuja mi cuerpo contra el escritorio. No sé si las rosas no tengan ninguna espina o si solo estaba demasiado sobrecogida con todo como para sentirlo, porque no percibo ninguna pizca de dolor y prácticamente estoy acostada sobre ellas. Mi pecho sube y baja, mi respiración es incontrolable. Mason es fuego para mí, tenía el poder de volverme cenizas en cuestión de segundos. Su mano baja por mi cuerpo rozándolo débilmente, y tan solo con eso me tiene temblando y retorciéndome sobre las rosas. 556 Toma el borde de mi vestido subiéndolo por mis piernas hasta mi cintura. —Me encantan tus gemidos, pero esta vez tendrás que ser silenciosa —susurra, me muerdo el labio para evitar gemir, mis músculos están tensos por la anticipación. El placer se esparce por todo mi cuerpo lanzando ondas electrizantes en cada poro de mi piel, y aun ni siquiera ha hecho nada. Estoy perdida por él. Lo siento detenerse de nuevo por completo, se irguió colocándose encima de mí, coloca su mano debajo de mi barbilla y me levanta la cara viéndome fijamente. —¿Jude, puedo seguir? —Puedes hacer lo que quieras conmigo, Mason. Muerde mi labio inferior y sonríe bajando de mi boca a mi cuello, lame y mordisquea mi piel haciéndome jadear, una de sus manos baja por mi vientre hasta mi sexo húmedo, sus dedos se mueven por encima de mis bragas y mis medias causándome escalofríos. Cierro los ojos con fuerza sintiendo como mi cuerpo empieza a temblar ligeramente, estoy desesperada. —¿Puedo tocarte aquí? —Su boca baja hacia mis pechos y también por encima de la ropa pasa su boca 557 dibujando su contorno. —Mason… Él sonríe tomando la tela de mi vestido y mi sujetador, bajándolo, exponiéndome ante él. —Je pourrais t’écouter pendant des heures (podría escucharte por horas) Su acento es una fantasía, mierda, lo había extrañado tanto. Podría estar recitando un versículo de la biblia con ese acento y aun así lo encontraría sensual. Ya no me molesta no entender lo que dice, porque sus caricias son mi traductor. >>Dilo de nuevo, mi nombre, me encanta como suena en tu boca —El calor me envuelve, especialmente porque al terminar de hablar su lengua se desliza por mi pecho, su boca se cierra en mi pezón haciéndome gemir. Mueve su lengua en la punta lanzando ondas de calor que van directo a mi sexo. —Mason —gimo subiendo mi mano a mi boca para evitar hacer algún ruido. Cierra su boca alrededor de mi pecho chupando la punta mientras amasaba el otro, después de unos 558 segundos intercambia moviéndose al otro pecho manteniendo las sensaciones placenteras de su boca, repartidas correctamente. —Hermosa como un ángel, cruel como el diablo —Abro la boca para quejarme, pero su lengua volviendo a atacar mi pecho solo permite gemidos salir de mi garganta—. Tu as perdu ton droit de protester quand tu m’as laissé avec un mot (Perdiste tu derecho a protestar cuando me dejaste con una nota) Con una fuerza y velocidad impresionante toma mis medias, y en un simple movimiento las rompe completamente dejando caer la tela por mis piernas, las reduce a un pedazo de tela inservible. Mis bragas no tienen mejor destino, acaban de igual modo rotas en el piso. Me encanta el contraste de Mason, me vuelve loca, tan suave, tan duro, tan sutil, tan salvaje. Baja por mi cuerpo colocándose entre mis piernas, mi respiración se atasca cuando siento la suya golpear mis muslos, sus labios húmedos acarician mi piel logrando que se erice instantáneamente. 559 Me pongo rígida contra el escritorio, la vergüenza no tarda en golpearme al estar en esta posición tan íntima. Cierro los ojos evitando pensar eso. Sus dedos acarician mi sexo, deslizándose con facilidad entre la humedad de mis pliegues, muerdo mi labio obligándome a mantenerme callada, su aliento golpea mi sexo provocándome escalofríos. Lo siento allí, a tan solo centímetros, pero no se mueve. Abro los ojos para verlo, su mirada intensa ya está sobre mí, en cuanto nuestros ojos se encuentran sonríe de lado como si estuviese esperando eso, que lo viera. —Juste comme ça, ma précieuse lumière. (Justo así, mi preciosa luz) Y entonces, comienza. Su lengua se desliza por mis pliegues arrancándome un jadeo, solo una vez, entonces solo uso la punta, la desliza por mi clítoris mientras usa sus dedos para separar mis pliegues. —Si humide, juste pour moi (tan mojada, solo para mi). Mueve su lengua de un lado a otro provocando que me sacudiera siendo incapaz de mantenerme quieta. 560 Su mirada no pierde detalle de mis gestos mientras él juega en mi sexo, lamiendo mi hinchado clítoris, jugando con mis pliegues, se mueve sin reservas, explorando, probando, sus manos se cierran en torno a mi cadera obligándome a mantenerme en ese lugar contra su boca. Mason parece un experto: un experto en mí, lo hizo antes y lo volvía a hacer ahora, encuentra el punto exacto donde mi cuerpo se vuelve un manojo de nervios. Gimo llevando mis manos a su cabeza, enredado mis dedos en su cabello. Su boca caliente, húmeda, determinante, se mueve con habilidad justo como me gusta, justo donde me gusta. Todo mi cuerpo se siente sensible, cada caricia, cada roce me hace gemir. Envuelve una de sus manos detrás de mi rodilla y la empuja hacia arriba provocando que flexione mi pierna. Su boca se cierra sobre mi clítoris mientras siento dos de sus dedos deslizarse dentro de mí con facilidad, arrancándome un gemido, sin cuidado, sin piedad, Mason está acabando conmigo mientras succiona mi clítoris enviando descargas a través de mis piernas temblorosas. 561 Un nudo de sensaciones se acumula como fuego en mi vientre. Mis músculos se tensan, en cada empuje de sus dedos acarician mis paredes internas mientras su boca no deja de jugar con mi clítoris. Tengo la sensación de que el aire me falta, tiro mi cabeza hacia atrás provocando que algunos pétalos de flores se enredaran en mi cabello, mis ojos se ponen en blanco perdiéndose en la bruma de sensaciones y simplemente me dejo llevar perdiéndome en la nube electrizante, siento el orgasmo formándose con fuerza, uso todo mi autocontrol para no gritar. Pero entonces, Mason se detiene unos segundos, mi respiración es completamente trabajosa, cualquier persona al otro lado de la puerta sería capaz de escucharla. Lo observo frustrada, agitada y confundida. —Je ñ’en ai pas encore fini avec toi. (Aún no he terminado contigo) Me toma por los brazos haciendo que me incorpore, él se sienta en una de las esquinas y se tumba sobre el escritorio quedando tumbado sobre las flores destrozadas boca arriba. Justo como yo estaba. 562 No me da tiempo ni de procesar lo que está pasando cuando sin ningún problema me eleva de la cintura colocándome de rodillas sobre su cara. Sobre, su, cara. La conmoción me hace saltar. —Allons-y mon amour (vamos mi amor), móntame la cara. Ay dios. Mis ojos están abiertos de par en par. Nunca había hecho esto, me siento algo cohibida, así, con él debajo de mí, me siento más vulnerable. La situación es, entre todo, excitante e intrigante. Un gemido involuntario se escapa de mi boca al sentir su lengua volver a pasar por mi sexo. La sensibilidad que siento es impresionante, y contrario a lo que creía, si se siente distinto. La posición, todo, mi pulso y mi corazón está a una velocidad preocupante. Su aliento templado choca contra mi piel sensible, toma mis caderas bajando mi cuerpo pegándome a su boca. Me siento ligera flotando en una nube de placer, Mason vuelve a usar su mano para separar mis pliegues, me mantiene abierta y entonces su boca me 563 ataca, sus labios, sus dientes, su lengua devoran mi hipersensible clítoris. Esta vez es mucho más crudo, más carnal, el placer es tan fuerte que duele. Duele de una manera que nunca antes sentí, un tipo de dolor adictivo. Su lengua se desliza en largos y suaves lametazos que me hacen perder el poco control que tengo. Su mano libre sube por mi cuerpo hasta llegar a mi pecho y tira suavemente del pezón, juega con él entre sus dedos con movimientos rítmicos y pronto cambia al otro dándole igual atención. Mis pechos jamás se habían sentido tan sensibles, sus caricias en ellos mandan ondas de calor y energía a mi sexo. ¿Cómo es eso posible? Los pétalos que habían quedado enredados en mi cabello caen lentamente por mi cuerpo. Gimo desesperadamente sintiéndome en un ciclo interminable de excitación y placer. Mis pies se curvan mientras yo misma muevo mi cadera en busca de su boca, me agarro al borde del escritorio continuando moviéndome, no puedo evitar no hacerlo, la sensación es tan magníficamente nueva y desconocida. 564 Siempre creí que Mason tenía una voz mágica, pero al parecer va más allá, viene con el combo completo, su boca, labios, lengua, todo él podría denominarlo como sobrenatural. Mason excede cualquier tipo de fantasía que pudiese tener. Mi cerebro se desconecta dejando de reproducir pensamientos coherentes, todo desaparece excepto nosotros y los pétalos que vuelan a nuestro alrededor. Sin pudor, sin vergüenza me muevo sobre su boca, el orgasmo llega de manera estrepitosa, muerdo mi labio sin cuidado alguno, evitando gemir con fuerza, mi cuerpo tiembla, de manera literal, Mason lleva las manos a mi cintura deteniéndome sobre su boca, su hábil lengua pasea por mi sensibilidad, rodeándola, tentándome, los gemidos que salen de mi boca son interminables, siento como mi sexo se contrae y palpita. —l’avantage d’être un bon observateur (Ventajas de ser un buen observador) —Antes de que pueda moverme Mason acerca su rostro rozando con sus dientes en mi un punto que… un grito se escapa de mis labios, el placer que había sentido hace unos minutos y creía yo, estaba comenzando a disiparse, vuelve, más fuerte, más abrumador, aun ni siquiera 565 acaba mi orgasmo y ya puedo sentir como se desarrolla el segundo. No hay pausas, no hay advertencias, no hay nada más que placer en su estado más irreal, caótico y puro. La vibración de mis piernas es casi incontrolable, no tengo idea de cómo, pero Mason me mueve rápidamente tomándome de la cadera como si no pesara nada y como si hubiese perdido control total de mis extremidades, caigo directo a su pecho. Mi cuerpo se sacude con ligeros espasmos y mis piernas aún siguen temblando sin control. —No me preguntes si estoy bien —murmuro contra su piel, su pecho vibra por su ligera risa. No tengo idea de cuál palabra es la adecuada para describir lo que siento ante lo que acaba de pasar. ¿Sorpresa? ¿Asombro? Podría hacer una lista de cosas que “jamás he podido”, junto a la palabra orgasmo sin problema. Así que para hacerlo más sencillo diré lo que si he podido. He podido llegar al orgasmo con alguien solo de una manera: cuando yo estoy arriba, moviéndome en busca de mi propio placer, básicamente usándolo 566 para frotarme contra su cuerpo y así lograr llegar. Es la única manera en la que logro llegar. Así que decir que estoy anonadada con lo que paso con Mason es… poco. Se incorpora rápidamente subiendo mi vestido y colocándose frente a mí, cubriéndome. Lo observo confundida hasta que escucho la puerta abriéndose, me acomodo la ropa, sin embargo, noto que, no está lo suficientemente abierta como para que pudiesen ver, simplemente la abrieron unos centímetros. —Mmm… —Dime, Paxton —Gruñe Mason. —Aiden se llevó a todos a tu departamento — Siento el calor de la vergüenza subir por mi cuerpo. —Mañana te veo, entonces —responde Mason como si nada. —Si… —Contesta Pax volviendo a cerrar la puerta, Mason se gira hacia mí con una sonrisa, pero la puerta vuelve a abrirse, un cuadro plateado entra volando cayendo al piso. Un maldito condón. —Tengo más por si… —Lárgate Paxton —Se queja Mason entre risas. 567 —Está bien, ya me voy, pueden quedarse en mi habitación, pero no saldrán de este piso hasta que cambien mis sabanas y espero que cualquier clase de fluido que saliera de sus cuerpos haya sido educadamente tragado, porque… Mason camina rápidamente hacia la puerta cerrándola de golpe colocándole seguro. Cubro mi rostro con mis manos riendo ligeramente, me incorporo levantándome del escritorio, Mason camina agachándose para tomar en sus manos una de las flores. —Así, si me gustan las rosas. Sonreí con ironía. —¿Destrozadas? —No, contigo encima de ellas teniendo un orgasmo en mi boca. Siento mi rostro ruborizándose salvajemente, ¿Cómo puedo soltarme cosas así? Podía fácilmente morir de un paro cardiaco. Antes de poder hacer o decir algo, Mason se acerca a mí apegándome a su pecho, paso uno de sus brazos bajo mis piernas, llevándome consigo entre sus brazos. 568 No le importaron mis quejas, no me suelta, y entre risas llegamos a la que supongo es la habitación de Paxton. Allí me di cuenta de algo, creí que estaba a tiempo de alejarme de Mason, pero no lo estaba, nunca lo estuve. Esa nota, esa necesidad de alejarme, era mi intento de huida, fue mi estúpida manera de hacerme creer que no lo quería. Pero, la verdad era que estaba completa, total e indudablemente enamorada de Mason Macovei. Holaaaa, nunca se como iniciar, así que iré al punto; Infinitas gracias por regalarme de su tiempo leyendo este libro y por darle la oportunidad. Y a pesar de que no puedo responder los comentarios porque elegí publicar el libro en la temporada del año en la que mi escuela decide succionarme el alma, créanme que los leo y me encanta lo apasionadas que son, especialmente cuando se enojan, gracias a ustedes tengo un nueve repertorio de insultos. Los tqm<3 569 33. Capítulo veintiocho Bienvenidos a uno de mis capítulos favoritos; 28 | DESTINO. ♪ Let’s star a revolution, how beautiful it is, city’s on fire but it’s beautiful♪ (Vamos a empezar una revolución, que hermoso es eso, la ciudad esta en llamas pero es hermoso) Revolution. Elias. Cuando abro los ojos todavía no ha amanecido, nunca había caído en el sueño de esta manera de forma natural, perdiendo la noción del tiempo y de la realidad, sin saber exactamente en qué punto de la noche me quede dormida. Todos los recuerdos de lo que paso en cuanto entramos a la habitación llegaron como ráfaga a mí, uno tras otro. Me siento agotada, drenada, ¿Qué sigue de satisfecha? Pues lo que sea que sigue, así me siento yo. Mason al parecer estaba conociendo mi cuerpo y mis gustos más rápido de lo que cualquier persona ha sido capaz, sí, estoy incluida en eso. 570 Mason me hacía sentir drogada, de una buena manera. Y yo encantada me estaba volviendo adicta a esto, a él. La habitación de Paxton está a oscuras completamente, no hay ventanas con grandes vistas como en la habitación de Mason, aquí la ligera luz provenía de focos de ambientación, en cuanto noto que estoy sola me incorporo un poco soltando un quejido al sentir el dolor de mi vientre. Me coloco de pie buscando mi ropa, al no encontrarla por ningún sitio tomo la camisa negra de Mason y me la pongo. Abro la puerta de la habitación para buscarlo, no hay ninguna luz encendida, ningún ruido. Estoy a punto de girarme y volver a la habitación, pero el viento golpeando mi costado llama mi atención, hay unas puertas grandes abiertas dando hacia un balcón. Allí de pie esta Nate viendo hacia la noche. El cielo se ilumina con un relámpago provocándome un pequeño jadeo por la sorpresa. Eso llama su atención, se gira y sonríe educadamente al verme. En cualquier otra situación estaría corriendo a ocultarme, la camisa de Mason es lo suficientemente 571 larga como para cubrirme, pero estoy de igual modo expuesta, pero Nate ni siquiera baja la mirada. —Judith. Lo siento, ¿Te desperté? Niego sin entender que hace el aquí. Sin importarme ni un poco la manera en la que voy vestida me acerco. —No tranquilo, yo… mmm, ¿Viste a Mason? — Su expresión cambia a una con un poco de pena y nervios, masajea su nuca y asiente. Mete la mano a su saco sacando un pequeño papel doblado. Mi corazón late desbocado, lo reconozco sin siquiera haberlo tocado aún. Mi nota. Aun así, extiendo mi mano para tomarla comprobando lo que ya sabía. Mi letra está allí “Fuimos un error irrepetible” ¿Por qué la guardo tanto tiempo?, ¿Por qué me la daba ahora? —Entonces… estas aquí para llevarme a mi departamento —Deduzco esperando equivocarme, pero Nate asiente apretando sus labios. Suelto un suspiro ¿Es una clase de venganza? Porque lo merecía. 572 —Él solo quería hacértelo más sencillo — murmura cerrando las puertas del balcón al ver como las primeras gotas de lluvia comienzan a caer. Levanto el rostro para verlo. —¿Más sencillo? —Yo no… —Niega moviendo sus manos frente a su cuerpo—. No me corresponde a mí… —Dime —Pido de manera firme. Nate sabe más de lo que quería decirme. Suelta un suspiro tronando los dedos de sus manos en una clara señal de nerviosismo. —Siempre huyes de él, Jude. Sus palabras me golpean, casi tan fuerte como el sonido del trueno inundando la habitación. Me detengo a pensarlo por un segundo, sintiendo el amargo sabor de bilis subir por mi garganta al darme cuenta de que, tiene razón, todas las veces que ha pasado algo entre nosotros, siempre he salido corriendo asustada. Intentando protegerme en vano. >>Supuso que al despertar lo primero que querrías hacer era salir corriendo. Esta vez simplemente te está dejando el camino libre. 573 —Y por eso te ha pedido que vinieras —Acabo por él. Nate asiente acercándose un poco más, doy un paso atrás negando. —¿En dónde está? Nate frunce los labios como si desconfiara. —Jude, lo mejor será que… —Nate, dime en donde está o yo recorreré cada piso si es necesario —digo decidida. Nate suspira metiendo la mano en su bolsillo sacando de él una tarjeta. —Cuídala con tu vida — murmura extendiéndola hacia mí—, con esta tarjeta tienes acceso a todos los pisos autorizados. Él está en la azotea. Asiento y tomo la tarjeta corriendo hacia la entrada para ir al elevador, entonces me detengo abruptamente recordando algo. Me giro hacia Nate volviendo a donde está parado y lo envuelvo en un abrazo. —Gracias por el taser, me fue de mucha ayuda. —Wow —responde Nate risueño palmeando mi espalda—, ok, honestamente pensé que no lo llegarías a usar. 574 —Yo también esperaba eso, pero tuve que —Me encojo de hombros sin dar más detalles. —Me encantaría llevarme el crédito, pero yo no te lo regale —murmura apenado. Lo observo sin entender. —Pero, tú… —Te lo mandaron conmigo, pensé que en la nota venía su nombre. Niego frunciendo el ceño. —En la nota solo venían instrucciones de cómo utilizarlo. —Oh —murmura, pensativo—, bueno, en ese caso, las gracias son para Aiden. Por unos segundos no logro salir de mi desconcierto, pero si él me odia. —Mmm, ya le daré las gracias entonces —Me separo de Nate volviendo a mi camino hacia el elevador—, igual, gracias Nate, por todo. Esboza una media sonrisa. Corro como tonta por el pasillo llegando al ascensor, meto la tarjeta y muevo mi dedo por la pantalla táctil para presionar el último piso. 575 —Jude —habla Nate del otro lado del pasillo. Levanto el rostro hacia él esperando que continúe antes de presionar el botón—. He trabajado con ellos lo suficiente como para darme cuenta que la gente los endiosa tanto, que llegan a deshumanizarlos, pero son personas, sienten tanto como tú y como yo, aman, disfrutan, ríen y también sufren —Hay sinceridad y algo de pesar en su tono. —Nate… —Aquí estoy Jude, dispuesto a llevarte a donde sea necesario, tienes el camino libre, sin preguntas y sin peros, sin reclamos ni reproches, te recomiendo que si no sabes lo que quieres… —Agrega. Asiento comprendiendo su preocupación. —Ve a descansar Nate, no necesito ir a ningún lado —Aseguro presionando el botón para que las puertas se cierren. A la mierda el miedo, mis prejuicios, todo, por primera vez estoy haciendo lo que quiero, sin meditarlo, sin pensarlo simplemente porque quiero. Y se siente tan bien. Me alegro de que fuese madrugada y en realidad no haya gente subiendo o bajando, porque parezco loca, me observo en el reflejo de las puertas, estoy 576 descalza, solo traigo puesta la camisa de Mason, y mi cabello es un completo desorden, intento arreglarlo un poco con mis dedos. El elevador se abre dejándome ver el lugar. El sitio es muy lindo, lleno de plantas alrededor, de sillas tejidas, la mitad del lugar estaba techado, hay una gran chimenea, la otra mitad está al aire libre, el piso es laminado dándole un aspecto bastante rústico. Todo el sitio está iluminado con cientos de bombillas, a pesar de eso no es una luz escandalosa, es tenue y le da un toque elegante. Encuentro a Mason de inmediato, recargado con la vista perdida en los edificios bajo la ligera lluvia. Por el humo que comienza a aparecer a su alrededor supongo está fumando. Está únicamente con su pantalón puesto así que tengo una vista perfecta de su espalda desnuda, sus hombros son anchos y con cada movimiento sus músculos se tensan, la lluvia es muy ligera, aun así, su espalda resplandece por la humedad dando una imagen casi celestial. Él ni siquiera se percata de mi presencia, ni del ruido que hace el elevador al irse, me acerco lentamente sintiendo las pequeñas gotas caer sobre mi rostro, me paro a su lado, desde aquí puedo darme cuenta de que trae puesto unos audífonos, 577 acerco mi mano a su oído quitándole uno de estos. Mi toque lo hace dar un ligero salto. Su expresión taciturna se ve sacudida por su sorpresa al verme. —Creí que los cantantes se debían cuidar de cosas como el cigarro. Sonríe ligeramente exhalando el humo de su boca tirando la colilla al aire. Su vista me recorre, una casi imperceptible sonrisa aparece en su boca al notar su camisa. —Los tengo prohibidos, guárdame el secreto — Esta vez sí que sonríe, pero su expresión es algo contradictoria. —La gente que fuma sabe a cenicero, tu aun estas a tiempo de salvarte de esa maldición. —Interesante elección de advertencia, pudiste decirme que podía darme cáncer o todas esas consecuencias. —Eso no funciona, en los adictos, es mejor darles en el ego. —No soy un adicto, Jude, no al menos de tabaco, mis adicciones más bien van ligadas a la mujer más compleja que he tenido el privilegio de conocer. 578 Tiemblo un poco, no sé si por las gotas humedeciendo mi rostro, por su cercanía o sus palabras. Aprieto mi mano en un puño. —¿Tienes fuego? —murmuro. Él frunce el ceño, pero de su bolsillo trasero saca un mechero extendiéndolo hacia mí—, enciéndelo —Pido, él levanta la mano cubriendo el pequeño cuadro de las gotas de lluvia. El fuego aparece inmediatamente. Abro la mano que tenía en puño dejando ver el pequeño pedazo de papel amarillo. Bajo su atenta mirada lo acerco al fuego, este enciende casi de inmediato, comenzando a consumirse en segundos. El viento se lleva las cenizas de la nota y cuando está a punto de alcanzar la punta de mis dedos lo suelto dejando que se vaya por completo. Abre ligeramente su boca dejando escapar el aire. Sus ojos grisáceos brillan. Me gusta que no tenga puesto sus lentes de contacto. —Mason, no sé cómo manejas las cosas con las personas con las que has estado involucrado sexualmente, pero… —Niego viendo como sus bonitos orbes grises me observan con mucha atención—, yo si te mandare el recibo de mis bragas nuevas. 579 Se le forma una sonrisa en la cara, una sonrisa lenta y divertida, completamente genuina. Doy otro paso hacia él terminando de acercarme por completo, elevo mi mano hacia su cabello peinando los rizos rebeldes que caen mojados por su frente. Mason acerca su rostro al mío y planta un suave y tierno beso en mi frente. No hay nada de sexual en esto, pero se siente tan, tan íntimo. Algo cálido se expande en mi pecho. Me coloco el audífono que le había quitado y para mi sorpresa nada suena del otro lado, suelta una risa al ver mi cara y de su bolsillo delantero saca su teléfono. —La pause para escucharte bien. —Pon una canción. Él asiente moviendo su mano por su teléfono, al parecer no le importa ni un poco que se moje. En cuanto parece encontrar la canción que busca, bloquea su teléfono y la guarda en su bolsillo. Después de unos segundos la comienza a sonar. Me bastan tres segundos saber de cual se trata y la sorpresa me invade momentáneamente, no parece para nada su tipo de música. 580 No importa cuánto tiempo pase cerca de él, no para de sorprenderme. —Wise men say, only fools rush in (los hombres sabios dicen, que solo los tontos se apresuran) -A pesar del sonido de la lluvia y de que su canto es un susurro apenas perceptible puedo escucharlo perfectamente, mi corazon se agita con el suave sonido de su voz -But i can’t help falling in love with you (pero no puedo evitar enamorarme de ti) Mason extiende su mano hacia mí. —¿Que haces? —pregunto soltando una ligera risa al ver como hace una leve inclinación ante mi. —Señorita, ¿Me permite este baile? Un sentimiento cálido florece en mi pecho expandiéndose por mi cuerpo, no puedo evitar sonreír ampliamente mientras copio su gesto haciendo una ligera reverencia divertida, tomo su mano dejando que me acerque por completo a su cuerpo. La canción “Can’t help falling in love” de Elvis Presley se reproduce en sus audífonos para nosotros. El cielo se ilumina con un gran relámpago mientras Manson eleva nuestras manos a la altura de mi cabeza y me hace girar sobre mi eje bajo su brazo. 581 Suelto una risa divertida al sentir como me carga abrazándome por las piernas y gira dándome vueltas, tiro mi cabeza hacia atrás sintiendo el frio viento golpear mi cuerpo, a pesar de eso no es molesto o quizás estoy demasiado sobrecogida como para que pueda importarme. Mason me coloca sobre mis pies y me apega nuevamente a su cuerpo, colocando sus manos en mi cintura, yo elevo mis manos abrazándolo por su cuello, nos movemos suavemente al compás de la canción. Recargo mi cara sobre su pecho cerrando los ojos por unos segundos, en esta posición puedo escuchar perfectamente los incontrolables latidos de su corazón. —¿Crees en el destino? —pregunta de pronto, sin dejar de moverse conmigo entre sus brazos, elevo mi vista a la suya, observándolo fijamente. —No —respondo con sinceridad. Él sonríe levemente. —Yo tampoco, pero hace un tiempo lo dude — Una de sus manos se dirige a mi mejilla acariciando suavemente mi piel—, mi vida cambio tanto después de que nos hiciéramos una banda real, antes 582 tocábamos covers, así que ya éramos conocidos pensé que sería lo mismo, pero estaba equivocado, cambio tanto… cambio todo. Me sentía un poco desagradecido por no sentirme feliz del todo, así que empecé a ocultar eso, tampoco era algo que pudiese hablarlo, ¿Te imaginas a una persona que tiene el mundo en su mano decir que le falta algo?, Ni siquiera yo podía tomarme en serio de solo pensarlo… >>Así que fingí, lo hice tanto hasta que me lo creí, y casi funciono, por el día estaba bien, pero siempre era igual, cuando llegaba la noche y estaba completamente solo, con nadie acompañándome más que el silencio me hundía en ese pozo desconocido, era un círculo que se repetía sin fin. >>Dar conciertos siempre me ha encantado, me llenan de energía, es estimulante, pero un día mientras estaba en el escenario se sintió diferente, ese día mientras la gente gritaba mi nombre, mientras intentaban de todo por simplemente tener un roce con nuestras manos, en medio de todo el ajetreo y todo el ruido me di cuenta de que todo lo que ganamos, tuvo un precio, ya no había nada real, nada era orgánico como antes, la gente no me quería cerca por quien era, querían la imagen que vendía, incluso ahora mi círculo social se reducía a los 583 chicos a los que Isaac les pagaba por estar todo el día a mi lado, allí en medio de todo me pregunte cuantas personas de las que gritaban me quisieran cerca si me hubiesen conocido de manera real. ¿Cuántos de mis amigos seguirían conmigo si no fuera nadie? ¿Alguna vez podría encontrar a alguien que me quisiera cerca por lo que soy y no por la cámara que tenía en frente? Estaba harto de sentirme como un producto. —Mason… —susurro su nombre apenas de manera audible. Quizás yo nunca podría experimentar algo así, pero lo podía entender, debe ser difícil tener a tanta gente alrededor y no saber exactamente cuál tiene intenciones reales. —Me sentía muy cansado, física y mentalmente, quería encerrarme, y estar solo, así que lo hice, no le avise a nadie solo me desaparecí, y esa noche entre toda mi oscuridad alguien irrumpió, se sintió como una chispa de luz, por primera vez en mucho tiempo volví a sentirme normal, volví a sentir eso que anhelaba, volví a tener una plática normal, no había adulación. No estaba allí por Alexander, por la fama, por el dinero, o buscando una exclusiva, estaba allí con Mason, estaba conmigo, sin ninguna intención oculta, solo ella y yo. Solo tú y yo, Jude. 584 Mi corazón se contrae mientras suelto un suspiro tembloroso. >>A veces me pregunte como me hubieses tratado si supieras quien era, pero no le di muchas vueltas, al final de cuentas no volvería a verte, comme une étoile filante (como una estrella fugaz), pero apareciste, nerviosa, distraída, amable, ni siquiera intentabas hacer algo por llamar nuestra atención, parecía todo lo contrario, como si quisieras esconderte. >>Entonces quise creer en el destino. Quise creer que tú fueras parte del mío. Quería tenerte en mi vida, como un amigo, como un novio falso, como el amigo de tu novio, pero quería tenerte cerca, cada vez con más fuerza, era una tontería, porque no te conocía del todo, pero me atraías y estaba mal, jodidamente mal, entre en pánico y comencé a portarme como un idiota, intentaba hacerme creer que tenía todo bajo control, que cuando quisiera podría simplemente dar la vuelta e irme. Incluso lo intenté, una sola vez, pero no pude, mucho menos cuando tus sonrisas, tus miradas, tu cuerpo, tu cercanía me hacían creer que quizás tú también te sentías del mismo modo. 585 Mi cuerpo entero tiembla, nos habíamos detenido, pero seguíamos abrazados ¿Realmente había dicho todo eso? Un escalofrío viaja por toda mi columna. Estoy sin palabras. Mason lo había tenido claro, pasamos casi por lo mismo, pero él a diferencia de mí, no se cerraba en banda para evitarlo, no intentaba alejarme, no me veía como un error. Yo fui tan tonta todo el tiempo. Incluso hoy, él creía que lo primero que haría sería huir, porque así era su experiencia conmigo, no lo merecía ni un poco. —Lamento haberte dejado esa nota, necesitaba tiempo y quizás solo debí decirte eso, todas las veces que te aleje, solo tenía miedo por todo lo que me hacías sentir —Mi voz sale temblorosa sin poder evitarlo. —Lo entiendo, jamás te juzgué por hacerlo, Jude. Y si jamás hice nada al respecto de intentar detenerte es que supuse que podrías estar confundida, y no quería aprovecharme de eso. Mis parpados se cierran, algo se tambalea dentro de mí. —No deberías entenderlo —Intente tragarme el nudo que se había formado en mi garganta. 586 —No me interesa mucho lo que debería o no hacer, prefiero simplemente hacer lo que quiero — Coloca su dedo bajo mi barbilla levantando mi rostro hacia él—Y No sé lo que tú quieras, pero yo te quiero a ti. Mason me mira intensamente con algo brillando en sus ojos, algo que me provoca una sensación que nunca había experimentado antes. Sigo petrificada en mi lugar, aprieto mis manos en puños con fuerza, con miedo. Mi aliento se entrecorta, sin poder evitarlo siento mis labios temblar. Pero que sensible soy, que asco. —Mason, yo solo soy un caos, ¿Cómo no te das cuenta? La lluvia comienza a caer con más fuerza, pero nada de eso importa. Sus labios se curvan en una bonita sonrisa, sus manos acunan mi rostro con ternura mientras el agua cae sobre nosotros mojándonos por completo, sin premura se inclina uniendo nuestros labios en un beso que me deja sin aliento, un beso lleno de emoción y sentimiento. Se aleja un poco y deja un suave beso en la punta de mi nariz, une su frente con la mía y así susurra contra mis labios: 587 —Oh Jude, lo sé, eres mi caos favorito, mi perfecto caos. 588 29 | PINTURA. ♪ I’ve heard of a love that comes once in a lifetime, and i’m pretty sure that you are that love of mine ♪ (He oído hablar de un amor que llega una vez en la vida, y estoy bastante segura de que tú eres ese amor mío) -Dandelions. Ruth B. Hace mucho tiempo que no tengo este tipo de inspiración. Ni siquiera me había molestado en sacar las pinturas, el lienzo seguía en blanco contra la pared, movía mi lápiz sobre mi cuaderno, mientras tarareaba una canción. —Deberías intentar con hiperrealismo —Doy un ligero salto cuando escucho su voz. Me giro hacia Henry que está recargado detrás de mí observando mi dibujo, ni siquiera lo sentí llegar. —Pensé que no vendrías hoy —Tomo mi teléfono y bajo la música. Se encoge de hombros tomando mi cuaderno. — No pensaba hacerlo, pero recordé que le había prometido al departamento de escultura una visita hoy. Iba a cancelarlo, pero Mary me dijo que estaban muy ilusionados. 589 —No puedo creer que la gente se emocione por verte —Bromeo porque si puedo creerlo, yo fui una de esas. Aún me cuesta creer que lo tenga como amigo. Abre la boca indignado mientras su teléfono suena. —Lo dice la que casi llora cuando me vio por primera vez —murmura sacando su celular. Suelto una risa lanzándole el lápiz, él lo toma en el aire y aprovecho para quitarle mi cuaderno. Esta vez no pienso dejar que rompa lo que hice. Aunque no este perfecto, lo quiero para mí. —Vaya —responde Henry a su teléfono—, ¿A qué debo el honor de escuchar tu voz? —Se endereza con el ceño fruncido— Justamente estoy con ella —Alzo la mirada al escucharlo—, bien, les pediré que te traigan aquí. —¿Todo bien? —pregunto confundida. —Si, solo una visita —responde como si nada, entonces se acerca nuevamente a mí quitándome mi cuaderno, lo abre dejando ver mi dibujo—, debes añadir color, el iris de un ojo es diferente al otro, ¿Lo notas? —dice mientras aleja un poco el cuaderno. 590 Sonrió y niego. —Lo sé —murmuro extendiendo mi mano para que me lo entregue—, así me gusta, con el color distinto. La puerta del estudio se abre dejando entrar a una mujer que a simple vista parece un torbellino de entusiasmo. Ana, la esposa de Brandon. —Hola, ¿Puedo pasar? Claro que puedo, ya estoy dentro. Henry gira y sonrió al verla, los ojos de Ana se van directo al cuaderno en las manos de él. Sus ojos brillaron y abre la boca emocionada. Ay, no, que vergüenza. Le arrebató a Henry mi libreta y la cierro sintiendo mis mejillas ardiendo. Quizás Henry ni siquiera lo noto, pero Ana solo le basto un segundo para saber quién era mi inspiración. Henry ni siquiera la deja hablar cuando la envuelve en un abrazo. —Ana, ¿Cómo estás? —pregunto detrás mientras guardo mi cuaderno en mi bolsa. Henry la suelta volviendo a sentarse en el escritorio. 591 —Ofendida, porque tú y Alex no tomaron nunca mi invitación de la comida. —Yo lo habría hecho —responde Henry coqueto, subiendo y bajando sus cejas de manera sugerente. —Necesitas una novia urgente, cariño —farfulla Ana mientras le pone el anillo de su dedo anular en la cara, después se acerca a mí tomando mis manos. —Lo siento Ana, estuvimos algo ocupados y… —Si, si, lo sé, Mason no dejaba de recordármelo, pero, si la montaña no va a Mahoma, Mahoma irá a la montaña. —¿Quién? —pregunta Henry rascando su cabeza con un pincel. Ana solo frunce los labios y rueda los ojos. —Vine por Jude —Explica girándose a él para después volver su vista a mí—. Iremos a un taller de pintura, es el mejor de la ciudad y… —¿Disculpa? —Se queja Henry parándose de un salto. —Es solo un taller, Henry, t-a-l-l-e-r —Deletrea la última palabra haciendo énfasis en cada letra—. Tú no haces talleres, ni siquiera aceptas a gente 592 amateur —Sonríe viéndome ¿Quieres ir, puedes ir? directamente—, Su energía es apabullante, su sonrisa es contagiosa, es casi imposible no estar sonriendo como ella teniéndola en frente. —Claro —Acepto— ¿Cuándo seri…? —Perfecto —dice mientras entrelaza nuestros brazos—, vamos. —¿Ya? —preguntamos Henry y yo al mismo tiempo. Ella asiente llevándome con ella. —Mi horario aún no… Nuevamente me interrumpe haciendo un gesto con su mano, restándole importancia. —Ese tal Clerk entenderá, tiene cara de que es un gran sujeto. Henry suelta una risa detrás de nosotras. — Adiós, traidoras. Nunca había conocido a una persona tan parlanchina como Ana. En todo el camino me cuenta que había decido comenzar a probar distintas 593 actividades todos los meses para encontrar algo que la atrapara por completo. El taller al que habíamos llegado era uno de lujo, lo reconocí de inmediato, para los mortales como yo era imposible un lugar en este sitio por dos cosas: estaba muy caro, y siempre los sitios estaban ocupados. Era conocido como el taller para las celebridades. Con solo entrar al estacionamiento se podía notar eso, los pocos carros que estaban en el estacionamiento eran de lujo. Seguí a Ana dentro del edificio. El lugar parece museo, hay esculturas terminadas y sin terminar, cuadros, materiales… Ana entregó un par de tickets en recepción y nos entregaron una caja a cada una. Avanzamos por un pasillo largo hasta que entramos a un cuarto bastante iluminado lleno de caballetes con lienzos blancos en ellos, una silla larga y un organizador lleno de pinturas junto a cada lugar. Ana se sienta frente a uno y a punta a su lado para que me siente también. Haciendo caso a su seña lo hago, ya están al menos ocho personas más, nadie habla, todos preparan en silencio sus cosas. Abro la caja 594 encontrándome con un mandil de cuero, y un paquete de pinceles profesionales. —Lamento la tardanza —Mason entra trotando sosteniendo una caja. Lo observo confundida mientras él se acerca a Ana dejando un beso en su mejilla. —Tranquilo, nosotras recién llegamos. Mason me observa divertido al notar mi confusión. No puedo evitar no verlo en cada paso que da, nunca lo había visto tan casual, tan normal, luce tan guapo así, su cabello está algo húmedo, así que supongo que se duchó antes de venir, no trae sus lentes de contacto lo note casi de inmediato por toda la luz del lugar, los bonitos colores de sus iris brillaban detrás de sus gafas. Tampoco lo había visto con gafas. Mi corazón comienza a bombear como loco. ¿Este hombre no se cansa de verse tan atractivo siempre? Todos lo observábamos, él ni siquiera parece notarlo o simplemente no le importa. Llega hacia mí poniendo una bonita sonrisa en su boca mientras deja su caja a un lado. —¿Qué haces aquí? —Si, ese es mi saludo. 595 —Lo mismo que tú —responde encogiéndose de hombros mientras toma el mandil de mi caja poniéndolo frente a mi cuerpo—. Sostén tu cabello —Pide en mi nuca provocando una onda ligera de escalofríos. Hago lo que pide, lo siento amarrándolo tras mi cabeza y en mi espalda. —Ni siquiera te gusta la pintura —Achico los ojos hacia él, me sorprendería menos ver a Paxton que tiene su piso llena de cuadros. —Soy un profesional —Su tono es bastante sarcástico. —Estoy segura de que ni siquiera sabrías diferenciar entre un pincel Rieger y un Retráctil. Sonríe abiertamente mientras extiende su brazo hacia mi caja, tomando de ella dos pinceles, exactamente los que nombre. —Rieger —murmura con burla dando golpecitos en mi frente con el pincel, que sí, es el correcto—, y Retráctil —La sorpresa es evidente en mi cara, honestamente no me lo esperaba. Coloca su dedo índice en mi barbilla cerrando mi boca. Salgo de mi sorpresa lamiendo mis labios. — Estaba segura de que no te gustaba pintar — balbuceo. 596 Él sonríe incorporándose tomando nuevamente su caja cuando la recepcionista entra a la habitación pidiendo que estemos ya preparados en nuestro lugar. —No me gusta en realidad, hace doce horas no sabía ni que era un lienzo, pero tuve tiempo de estudiarlo, después de todo es uno de los intereses de la chica que me gusta. Mi corazón que ya está vuelto un lío se acelera aún más cuando se inclina hacia mi dejando un corto beso en la punta de mi nariz para después girarse e irse a sentar a su lugar dejándome allí plasmada sonriendo como tonta. Cuando se sienta me observa dedicándome una sonrisa abierta, luce tan tierno, me obligo a apartar la mirada enfocándola en mi lienzo blanco. Durante todo el taller mis intentos por concentrarme son inútiles, puedo sentir la mirada de Mason sobre mí en todo momento. Debería estar emocionada por el pedazo de artista que tengo frente a mí, uno de los mejores pintores de óleo de nuestra ciudad, pero no, mi emoción solo tiene espacio para uno. 597 Mason observa a través de sus lentes con atención el recorrido de su pincel, su ceño está ligeramente fruncido, su mandil está limpio, el cambio está lleno de pintura, en las manos, en las mangas de su camisa y en su rostro. Se supone que estábamos pintando algo que nos gustara. Mi mente se quedó en blanco, mi primera opción fue un bowl de espagueti, pero obviamente la descarte, termine pintando un paisaje lleno de nieve y de flores “peonías”, mis favoritas. Simple pero funcional. —Wow —susurra Ana detrás de mí—, yo dibujé un sol, y ni siquiera me gusta, pero es lo más fácil que se me ocurrió —Ambas soltamos una risa. Alguien carraspea detrás de nosotras haciéndonos girar. Ana vuelve a su lugar sonriendo de manera inocente. —¿Sabes que es un taller de amateurs, cierto? — pregunta el pintor divertido observando mi lienzo. Asiento limpiando el pincel—. Tiene un gran talento Mademoiselle (señorita). —Gracias —Sonrío. —Tu técnica se puede pulir, pero eres muy buena, tienes futuro, ¿Estás practicando? 598 —Si, con Henry Clerk. Él asiente tomando una pintura blanca. —Je vois déjà… (ya veo), estás en buenas manos entonces — Toma el pincel de mi mano llenándolo de más pintura—, ¿Así que te gustan las nevadas? —En realidad nunca he visto una en persona, de niña siempre soñé con ver nevar, pero aún no me toca. —No es tan emocionante como parece. —¿De verdad? —pregunto—, Que decepción — Hago una mueca que lo hace reír. —Necesita solo un poco más de luces —Me toma la mano poniéndome el pincel en ella. Pega su cuerpo a mi espalda mientras se inclina al lienzo. —Montrez-lui comment c’est fait et laissez-la faire elle-même (muéstrale como se hace y deja que lo haga ella misma) —habla Mason acomodando sus lentes sin quitar la vista de su lienzo—, et n’envahissez pas son espace, à moins qu’elle ne le permette (Y no invadas su espacio, al menos que ella te lo permita) ¿Ahora habla solo? Vuelvo mi vista al lienzo, pero el pintor quita su mano cambiando su postura y 599 dando un par de pasos atrás. Toma nuevamente el pincel y me explica como debo hacerlo, después extiende el pincel hacia mí y se va con otra persona. Limpio y guardo las cosas cuando todo ha acabado. Ana se coloca frente a mí con su cuadro y con una sonrisa de oreja a oreja. Frunzo los labios para evitar reírme, asiento repetidas veces intentando parecer sorprendida. —Es lindo. Mason llega detrás de mí partiéndose de risa. — ¿Qué demonios es eso, Ana? Ella estira la mano jalando la oreja de Mason, provocando un quejido de dolor de su parte. —Malcriado —farfulla Ana. —¿Qué pintaste tú? —pregunto a Mason tomando su cuadro. El lienzo está de color verde, y en medio hay una cosa gris. Entrecierro los ojos en un amago por darle forma. —¿Qué es? —pregunta Ana girando un poco su cabeza. —El espíritu animal de Jude, es un Koala. 600 Ana suelta una carcajada y yo le lanzo un codazo en el estómago. Mason observa mi cuadro y sonríe. —Es una lástima que no pueda llevarte a la nieve. Sonrío y sin poder evitarlo elevo mi mano a su mejilla acariciando su suave piel. Quiero besarlo, y cuando estoy a punto de hacerlo, uno de los chicos de la seguridad de Mason entra corriendo hacia nosotros. —Tengo que llevarte, alguien aviso a la prensa que estabas aquí. Toda la diversión se borra del rostro de Mason. —Vamos —Pide viéndome. Yo asiento dejando todas las cosas tomando únicamente mi bolsa. —Yo los veo después —habla Ana un poco desanimada. Mason se va a lavar las manos mientras el chico de seguridad se asegura de tomar sus cosas con rapidez, poniéndome algo nerviosa por lo preocupado que luce. Por suerte salimos de inmediato y logramos llegar al auto sin ningún imprevisto. —Espera —dice Mason abriendo la puerta. El chico de seguridad sostiene su brazo intentando 601 detenerlo. —Alexander, no hay tiempo. Mason no dice nada, simplemente observa justo donde el chico lo sostiene. Y al parecer eso es suficiente porque con un suspiro lo suelta. —Quédate con ella —ordena y baja corriendo. El pobre chico suelta el aire contenido observando a través del retrovisor. ¿Por qué luce tan preocupado? No es como si… El fuerte ruido de un auto frenando de golpe me hace saltar en mi lugar. Casi a los segundos un par de camionetas llegan detrás de ellos, y en cuestión de literalmente segundos el lugar se comienza a llenar con fotógrafos. ¿Qué demonios? —Mierda —susurra el chico desabrochando su cinturón y colocándose su gorra—. No te bajes ni te asomes por nada —Pide bajando del auto cerrando la puerta despacio, veo como a empujones logra pasar entre la gente. Entre más pasa el tiempo más aumenta mi preocupación, ¿Cómo va a pasar entre tanta gente? 602 ¿Esta mierda no es ilegal? Después de unos largos y preocupantes minutos en los que no logro ver nada, hay movimiento, los fotógrafos comienzan a correr hacia el lateral del edificio. Mierda, mierda, ¿Qué está pasando? Mi corazón late con fuerza, tomo mi bolso buscando mi teléfono y entonces la puerta del piloto se abre, suelto un grito que asusta a Mason. Llevo la mano a mi corazón. —Me quieres matar de un susto —murmuro, pero el enojo me dura un segundo, el alivio me invade al verlo bien. Él sonríe quitándose la gorra y chaqueta del chico de seguridad. —Debemos irnos, probablemente ya se dieron cuenta de que están siguiendo a la persona equivocada. Enciende el auto y arranca saliendo del estacionamiento. Saca el teléfono de su bolsillo y marca un número colocándolo en altavoz. La voz de Isaac suena del otro lado, Mason de manera breve le explica lo que paso y le pide que mande a alguien por el chico de seguridad, entonces cuelga. En silencio maneja y como si no hubiera pasado nada, enciende la radio y comienza a tararear la 603 canción que sale. Yo sigo recuperándome de mi casi paro cardiaco y él ya está como si nada. —¿Es así de intenso siempre? —Si. Hago una mueca. —¿Cómo te acostumbraste? — pregunto, confusa. —No lo hice, solo que hay días buenos, días malos. Casi siempre es horrible, estresante, molesto, cansado y otros días me da igual. Hoy es de esos días en los que no me importa. —Es horrible —murmuro con honestidad. Me incorporo un poco para quedar entre los asientos del frente, algo en el asiento del copiloto me llama la atención, algo muy familiar. —Mason —mascullo masajeando mis sienes. Él me observa a través del espejo retrovisor—. Dime por favor que no te arriesgaste para volver por mi cuadro. —No me arriesgue para volver por tu cuadro — dice mientras se detiene frente a un semáforo rojo. —Bien, porque sería demasiado imprudente de tu par… 604 —Es mi cuadro ahora. Tú lo dejaste allí —Me interrumpe. Abro la boca observándolo anonadada. —Eres un idiota —espeto enfadada—, ¿Viste cuánta gente llego? Ese cuadro no vale nada y tú te pones en riesgo por algo tan estúpido como… —Él sonríe y se gira alzándose un poco sobre el asiento, lleva su mano a mi nuca y me jala hacia él callándome en cuanto une nuestros labios. La calidez de sus labios me arranca un suspiro que lo hace sonreír. —Déjame tranquilo Bennett, estoy pensando en mi decoración —El claxon de un auto lo hace alejarse y vuelve a seguir manejando. Me recargo nuevamente sobre el asiento y giro mi rostro hacia la ventana sin poder borrar la sonrisa de mis labios. Mason me tiene muy,muy mal. 605 30 | VERNISSAGE. ♪ Someone told me long ago, there’s a calm before the storm ♪ (Alguien me dijo hace mucho tiempo, que hay una calma antes de la tormenta) -Have you ever seen the rain?— Creedence Clearwater Revival. —Esta semana me iré —anuncia Vanesa sentándose frente a mí con un café humeante en su mano. Abro los ojos sorprendida, había olvidado que Vanesa siempre entre la última semana de noviembre y la primera de diciembre tiene que regresar a su ciudad natal, con su familia. En mi defensa mi cabeza ha estado en las nubes. Dejo mi teléfono a un lado para prestarle atención. —¿Cuándo será nuestra cena? —pregunto ladeando el rostro. Como ella regresa hasta la segunda semana de enero, nosotras solemos hacer una cena de despedida unos días antes de que se vaya, es nuestra navidad y año nuevo adelantado. —En dos días —dice enseguida—, por cierto, ya tengo tu regalo. 606 Abro la boca indignada, le suelto una pequeña patada por debajo de la mesa. —Estás faltando a nuestro acuerdo de nada de regalos. —Cállate perra, es algo de cinco dólares, y por cierto —levanta su dedo apuntándome acusadoramente con él—. Cínica, “estás faltando a nuestro acuerdo” —Repite mis palabras de manera chillona—, estoy segura de que tienes algo con Alex y no me has dicho nada y ya me cansé ¿Bien?, No soy buena fingiendo que no sospecho nada y que no me muero por el chisme, necesito que me lo digas ya para fingir sorpresa. Abro y cierro la boca sin saber qué decir. — ¿Cómo…? —¿Lo sé? —termina por mí—, Desde la situación de la nota lo confirmé, pero ya lo sabía, lo hubiese sabido desde el principio, pero la belleza de Alex me tenía aturdida. Aún me tiene honestamente, todos ellos, cuando estoy frente a alguno olvido mi nombre. Suelto una risa por su cara de enamorada. —Perdón por no decirte nada, ni siquiera yo sé que está pasando —respondo con sinceridad. —Entonces, ¿Si te gusta? 607 Recargo mi rostro sobre la palma de mi mano e intento cubrir la tonta sonrisa que me delata de inmediato. Pero Vanesa la ve y suelta una risa aplaudiendo emocionada. —Ni en mil años me hubiese imaginado que mi cantante favorito comenzara a salir con mi mejor amiga. —No estamos saliendo. —¿Ya se besaron? —Me mira un momento estudiando mi rostro. Si supiera. Cierro la boca sintiendo mi sonrojo subir salvajemente por mi cara, y eso hace que su sonrisa se ensanche. —Hija de perra, te perdono todo menos que me tengas sin detalles, yo nunca te haría esto, traidora, dime como besa, ¿Rápido, lento, mucha baba, mucha lengua? Por dios, ven aquí —Me jala del brazo tomando mi rostro y me planta un pico en los labios. Suelto un grito intentando alejarla de mí empujándola. Por el movimiento, ambas caemos al suelo, nos observamos un segundo antes de partirnos de la risa. 608 —Estás loca —Me quejo entre risas observando el techo, ella acomoda su cabello girándose de lado para verme—, me alegro de que no lo tomaras mal —murmuro viéndola. —¿Pensaste que lo tomaría mal? —pregunta ofendida colocando una mano sobre su pecho. —Sé lo mucho que te gusta y yo… —Jude, no seas idiota, es un amor platónico, lo amo como a todos los demás, pero ninguno me pertenece, su vida personal no me concierne para nada —dice firmemente—, y te entiendo, es como si yo conociera a Dylan O’brien, sé cuánto te gusta, y si él me declara su amor, cariño, ¿Piensas que me detendría por ti? Suelto una risa sintiéndome más aliviada. >>Pero, ni creas que bajaré mi fanatismo por ti, aún seguiré llenando nuestro departamento con posters de sus fotos y seguiré babeando por ellos. —No esperaba menos —Sonrío tomando su mano. Ella parecía querer decir algo, pero aprieta sus labios, conozco ese gesto perfectamente—. Dilo. —No es nada, yo… —Vanesa… 609 —Bien —Se queja pareciendo algo apenada— ¿Y Elliot? Giro nuevamente mi vista al techo. —Es algo difícil de explicar. Vanesa se incorpora sentados sobre el piso tomando su teléfono. —Aún tienes una hora antes de irte. Sonrío sentándome yo igual y comienzo a contarle todo, desde que nos fuimos al viaje, la situación con Isaac que ella ya conocía, mi infantil molestia con Mason, el cómo se me salió de las manos irremediablemente, todo… —Bien —Asiente repetidamente como si estuviese procesando lo que acaba de saber—, te voy a preguntar algo —murmura y yo presto atención—, si alguien llega y te dice que el mayor deseo de su vida es saltar en paracaídas y está a punto de hacerlo, pero tú sabes que su mochila está vacía y no abrirá nada en el cielo, tienes dos opciones: decírselo, romperás su corazón al evitar que suba, pero le evitaras la caída, ahora también puedes no decir nada, porque tú sabes que es su sueño, sabes cuanto lo quiere y cuanta ilusión le da subirse ya. 610 Frunzo el ceño rascando mi ceja. —Obviamente le diría antes de que suba. —Pues eso debiste hacer, tonta —responde pellizcando mi mejilla. —¿Qué? —balbuceo sobando mi mejilla. —Es una representación, Jude, Elliot es el que quería saltar, su relación es el avión y la mochila vacía es tu falta de amor, tu relación con Elliot estaba destinada al fracaso, porque no lo querías, y no está mal no quererlo, está mal no decírselo, sé que quizás te sentías egoísta por no quererlo como él te quería y por eso decidiste aceptar salir con él, pero fue todo lo contrario, fuiste egoísta al no ser honesta ni contigo, ni con él, le hiciste creer que allí habían sentimientos que nunca existieron y te obligaste a ti misma a imaginarlo. >>Sé que no lo hiciste con mala intención, quizás buscabas no herirlo, pero terminaste haciéndolo, y aunque no conocieras a Mason era algo que pasaría tarde o temprano y no me refiero a engañarlo, me refiero a lastimarlo. No sé qué cara tendré puesta, pero cuando Vanesa me observa suelta una carcajada lanzándose a mis brazos envolviéndome en un abrazo. 611 >>No te lo digo para que te sientas mal y comiences a autocastigarte, es simplemente para que tomes conciencia de tu error, no está mal equivocarse, todos lo hacemos, nadie nace sabiendo, y nunca es tarde para cuestionarte tus actos y hacer algo al respecto. —Gracias Vane —digo envolviéndola en mis brazos. Vanesa rara vez toma en serio algún tema, pero cuando lo es, sabe exactamente que decir. Ella deja palmaditas en mi espalda. —¿Qué harías sin mí? —murmura con falsa modestia— Igual sigo ofendida, ni siquiera me presentaste a Levi o a cualquier amigo guapo de Alex ¿Qué clase de mejor amiga eres? Eso no es muy Wattpad de tu parte. —¿Muy qué? —pregunto entre risas. —Nada, nada —balbucea, le doy una palmada en la frente poniéndome de pie. Extiendo mi mano hacia ella para ayudarla a pararse. —Me iré a cambiar —digo observando la hora saliendo corriendo a mi habitación. Mi teléfono comienza a sonar, así que lo saco de mi bolsillo, observo el nombre de Levi en la 612 pantalla, confundida respondo y de inmediato el sonido de mucha gente suena del otro lado. —¿Levi? —Hola, Jude, lamento molestarte —habla de manera educada como siempre—, Mason me pidió que hablara contigo, está en un evento con Isaac así que no puede hacerlo el mismo, pero necesitaba avisarte sobre una cena. —¿Una cena? —Si, hoy en la noche, Nate pasara por ti. —¿Debo usar algo en especial? —murmuro recordando lo sensible que se pone Isaac con los temas de “la imagen”. Se escucha como Levi dice algo a los lejos y después la voz de Cristina inunda la línea. —Yo me encargo linda, tengo algo adecuado, lo mandaré a tu departamento. Entonces cuelga. Observo el teléfono con la llamada cortada. Pensé que me darían más detalles, como la hora, el tipo de evento que era, algo en específico, pero no. Supongo que lo sabré más tarde. 613 Ver trabajar a Henry es una locura, es impresionante como se vuelve completamente otra persona cuando está concentrado. Una de las cosas que noté cuando comencé a conocerlo fue que siempre mantenía una apariencia pulcra y elegante, todo el tiempo, creí que era imposible verlo desarreglado, pero cuando estaba trabajando también dejaba eso de lado. Se quitaba su reloj, su corbata, su saco, se desabrochaba los primeros botones y subía los brazos de su camisa hasta los codos. Todo él desconectaba del mundo real y se volvía uno mismo con su pintura. Entendía que a Henry le gustara que la gente trabajara con sus sentimientos justo como me había dicho, porque él es exactamente lo que hacía, sabía transmitir a la perfección, plasmaba perfectamente la emoción que quería. En la pintura frente a él, aunque aún no estaba terminada del todo, se podía ver una pareja entre sombras, el chico estaba inclinado hacia ella como si estuviera a punto de besarla, pero la chica era otra historia, una historia que no entendía del todo, 614 estaba con una mano envuelta en el brazo de él, parecía estar manteniendo la distancia entre sus cuerpos, pero al mismo tiempo con su otra lo sostenía de su espalda apegándolo a ella. El beso no era posible porque la chica tenía una tela blanquecina transparente que la cubría. La única mano del chico que se veía estaba hecha puño envuelto en esa tela. Por la manera en la que los detalles del puño resaltan los nudillos y las venas, parecía que el chico estaba haciendo fuerza, o quizás molesto. —Mierda, Bennett —La mano de Henry fue directo a su pecho dejando las cosas de lado—, ¿Estás intentando matarme mujer? —Mary me dijo que querías verme —Me excuso aún parada frente a la puerta cerrada. —Si, pero pudiste tocar —Limpia sus manos. —Lo hice —murmuro—, y te hablé en cuanto entre, pero estabas perdido. Parpadea confuso, pero caminando hacia el escritorio. —Está bien, espera aquí. 615 niega rápidamente Asiento con la vista aún fija en la pintura, me acerco al cuadro poniendo atención a los detalles, me doy cuenta de que la tela blanca parece ser un velo, pero no podría asegurarlo, mucho menos si está incompleta. Por sus fuertes pisadas supe que Henry había regresado. Me giro hacia él observando como trae colgado en su espalda un tubo porta planos. Se lo quita y extiende las correas hacia mí. —Feliz cumpleaños adelantado, ya que mañana quizás no vendré —Me entrega las cosas y antes de poder procesar lo que pasa me tiene envuelta en un abrazo asfixiante. —¿Cómo sabías? —Coloco el tubo en mi espalda como puedo con mi cara sofocada por su pecho. Él me toma por los brazos separándome de su cuerpo. —Quizás porque al inscribirte nos diste tus datos —Responde con una ceja arqueada como si fuese obvio. —Claro —Suelto una risa nerviosa. —Ahora ábrelo —dice separándose por completo de mí—, es tu regalo —Sonríe como niño, no es ni por asomo el hombre serio que estaba hace unos minutos inmerso en su pintura. 616 —Henry no es… —Necesario, lo sé —Rueda los ojos—, ahora ábrelo. Sonrió colocando el tubo frente a mi cuerpo, quito la tapa y saco el papel enrollado que viene adentro mientras dejo el tubo a un lado. Extiendo el papel sobre el escritorio dándome cuenta de que es un póster. Achico los ojos intentando encontrarle algún sentido, hay palabras de correcciones escritas en todas partes, hay una paleta de colores a un lado, instrucciones de cambios en el diseño, etc. Giro a ver a Henry confundida. —¿Qué es esto? —Sabes que tendré una exposición en los próximos meses —Asiento y el continua—. Este es el borrador de mi póster digital. Suelto una risa divertida—. Es precioso —digo entre risas, él sonríe pasando la lengua por sus dientes. Toma mi cabeza y la mueve hacia el lado derecho. Con el pincel en su mano rodea una de las instrucciones. 617 —Mi regalo para ti, es la vernissage —Parpadeo sintiendo como el aire se escapa de mis pulmones—, si quieres, por supuesto —La palabra Vernissage está colocada en rojo junto a mi nombre y el de otras tres personas, entre paréntesis está escrito “esperando confirmación” Niego confundida sin poder ser capaz de pronunciar ninguna palabra. “Vernissage” es una celebración de coctel previo a la exposición, suele hacerse un día antes, la diferencia de este evento es que no está abierto al público, es privado, en ella se dan los últimos toques a las obras, o sea los barnizan, de allí sale su nombre. La gente que va, son amigos, familiares, celebridades, compradores, patrocinadores y críticos. Henry es conocido por haber cambiado y llevado esas celebraciones a un nivel más alto, pues permite pequeñas exposiciones de artistas desconocidos. Antes de finalizar el evento se hace una subasta con los cuadros en exposición. Su vernissage se hizo demasiado popular después de que tuvieran un patrón: Todos sus invitados terminaban volviéndose grandes artistas importantes en el medio. Sin excepciones. 618 Así que el evento de Henry se volvió la mira de artistas desconocidos y de compradores. Pero nadie puede entrar sin invitación. Lo cual, por ilógico que parezca, le añadió más estatus. —No puedo —murmuro negando—, Henry, todos esperan siempre cosas de calidad, yo lo dejé mucho tiempo, aún no creo que esté lista, esto está a niveles que aún no me puedo permitir. —Todos esperan cosas de calidad, porque es lo que siempre presento, no sé qué es lo que pase por tu cabeza, pero no lo estoy haciendo como un favor ni lo hago solo porque eres amiga de Ana o porque eres mi amiga, mi reputación es impecable y no la arruinaría por una amistad de años, mucho menos una amistad de un mes —Toma el cartel comenzando a envolverlo—, tengo buen ojo, nunca me he equivocado con las personas que elijo, no sé por qué crees que tú serás la excepción —Me golpea ligeramente en la cabeza con rollo y me lo entrega —. Igual tienes tiempo para pensarlo. Sonrió y ahora yo me lanzo a él envolviéndolo en un abrazo. —Gracias por confiar en mí —murmuro. Él acaricia mi cabeza. —Ahora es tu turno de confiar en ti. 619 Quise decir que lo haría, pero no lo sabía, sé que las personas a mi alrededor son honestas, pero había algo que no me permitía creer que todo lo bueno que estaba pasando era real, o que lo merecía y no entendía que. —Lo haré —digo sin verlo, me separo de él observando el reloj, tendré que salir corriendo de aquí, sí quiero llegar a tiempo para arreglarme—. Debo irme —aviso, Henry asiente volviendo a su cuadro. —Claro, te veo mañana o quizás en dos días. Suelto una risa y camino a la puerta. —¿Puedo pedirte un favor? —pregunto deteniéndome mientras tomo el picaporte. —Por supuesto. —No digas nada —Me observa confundido mientras toma uno de sus pinceles—, sobre que es mi cumpleaños, ni siquiera a Ana, a nadie. Henry pasa de la confusión a la diversión en cuestión de segundos. —Ni siquiera pienso preguntar —murmura entre risas. 620 36. Capítulo treinta y uno 31 | CITA. ♪ Have I told you lately, i’m grateful you’re mine ♪ (¿Te he dicho últimamente, que estoy agradecido de que seas mía?) -Nothing. Bruno Major. Siempre imaginé que no había algo peor que tener a Isaac detrás de mí, con un listado de instrucciones de lo que puedo, no debo y necesito hacer cuando aparezco públicamente con Mason. Pero me equivoqué, sí que había algo peor: no tener absolutamente nada de información. Levi es un pésimo mensajero. Me pone nerviosa pensar que quizás no estoy a la altura de las circunstancias, o que también podía estar exagerando e iba demasiado arreglada. —Estás pálida, respira Jude —Pide Nate a mi lado mientras pasa su credencial por el escáner del ascensor. —Odio esto temblorosos. —murmuro 621 con los labios —Solo estás muy alterada —Nate sonríe y niega. Tomo aire hondo intentando calmar mis náuseas. Las puertas del ascensor se cierran y comienza a subir. Observo mi reflejo en las puertas, el vestido es precioso, ya entiendo por qué Vanesa admira tanto a Cristina como diseñadora. Es liso, la tela satén color bronce se ajusta perfectamente a mi cuerpo, los finos tirantes se cruzan en la espalda dándole una mejor vista al escote. La caída del vestido es en diagonal, en la pierna derecha la tela está sostenida con un lazo, así que llega a la mitad de mi muslo, en el lado izquierdo la caída es normal, así que termina por encima de mi rodilla. Mi maquillaje es natural, igual en mi cabello decidí irme por lo tradicional. Me preocupa un poco que antes, si me hubiese visto justo como estoy, me habría sentido imparable, espectacular, con la autoestima por los cielos, pero ahora estoy lejos de sentirme siquiera decente y no es que me sienta fea, solo que no me siento suficiente. ¿Qué me está pasando? Cierro los ojos obligándome a no ir por ese camino. Casi podía escuchar la voz de Vanesa regañándome “No debes leer comentarios, la gente no es muy consciente del daño que las palabras 622 pueden causar”. Al parecer yo tampoco lo era, porque en ese momento me reí, podía escucharme perfectamente respondiéndole ¿Crees que me importa? El sonido de las puertas abriéndose me devuelven al presente. Nate sonríe dándome un pequeño apretón en el hombro. —¿No vendrás? —pregunto al ver que no parece que tenga intención de bajar. —Yo no cubro eventos Jude, ese es otro equipo. Asiento avanzando con pesar. No había voces, no había ruido como otras veces que la gente corría de un lado a otro, observe la hora de mi teléfono ¿Llegue tarde y ya se fueron? —Te escuche desde… wow —Mason se detiene a mitad del pasillo para observarme. Su mirada es lo primero que llama mi atención, jamás me acostumbraré a los bonitos colores reales de sus ojos. Su mirada ardiente me recorre por completo. La calidez de su sonrisa desvanece lentamente la inquietud que comenzaba a carcomerme. 623 Mis ojos pasan de su rostro a su esmoquin. El material se amolda a su cuerpo de la mejor manera, luce tan guapo como siempre, de manera majestuosa, con su ropa hecha perfectamente a su medida. Aunque su camisa blanca está un poco fuera de lugar, los primeros botones están abiertos dejando ver un poco de su pecho tatuado, el moño de su esmoquin está abierto colgando en su cuello. —Tu ressembles à un rêve. Camino hacia él haciendo un mohín. —Odio cuando… —Te ves como un sueño —Me interrumpe sonriendo justo cuando estoy frente a él, mi respiración se atasca al escucharlo—, eso fue lo que dije —Mis mejillas se encienden mientras mi pecho comienza a palpitar con fuerza. Él suelta una suave risa provocando que sus hoyuelos aparezcan en todo su esplendor. Su risa no hace más que empeorar mi sonrojo, sin verme puedo sentir el calor subiendo por mi cuello. >>Disculpa por no haberte hablado yo, Isaac ha estado especialmente insoportable y justo como pensé llegamos hace muy poco tiempo. 624 —Está bien, tranquilo —murmuro, caminando a su lado hacia su gran salón—, solo, ¿La próxima vez podrías darme más detalles? Ya sabes, para no morir de histeria con temor a equivocarme. —¿Equivocarte? —Inclina ligeramente la cabeza, pareciendo confundido. Mete las manos a sus bolsillos poniéndome atención. Ruedo los ojos. —No todos lucimos bien con cualquier cosa que nos pongamos, ¿Y cómo sabría que estoy usando algo adecuado? Quiero decir, si no fuera por Cristina no tendría ni idea de que ponerme, tampoco como debo verme, si es algo casual o algo formal, o si debo… —Me encanta como luces Jude, con cualquier cosa, pero entiendo tu punto, sin embargo, hoy no necesitabas detalles porque no me estas acompañando a ningún tipo de evento de Made in the A.M, no tengo idea de que te dijeron Levi y Cristina, pero te estoy invitando a una cita, una cita real. Mis labios se separan dejando escapar el aire. Mason tiene esa habilidad de desorientarme a cada segundo. —Oh. 625 —Si oh, ¿Más tranquila, ma précieuse lumière? —Su voz me causa un escalofrío agradable, asiento con la esperanza de que no note la manera en la que su simple voz me acelera la respiración. Una cita real, mis nervios no mejoraron, pero esta vez no se sentían asfixiantes. Saca sus manos de sus bolsillos y se acerca a mí lentamente, mi corazón da un salto cuando está prácticamente parado frente a mí, su calor cubre mi cuerpo, aclaro mi garganta al sentirla seca. Acorta la distancia con un movimiento suave, su mano sube a mi clavícula tomando su cadena, la que había vuelto a usar nuevamente, su toque ligero hormiguea en mi piel, una sonrisa se extiende por sus labios y entonces solo se aleja. Contengo en mi garganta el quejido de queja que lucha por salir, todo el calor que sentí en mi cuerpo sube a mi cara. Agradezco mentalmente que se haya girado, así no es testigo de mis piernas temblorosas. Se quita el moño del esmoquin arrojándolo contra el sofá y continúa caminando a la cocina, yo lo sigo. —Levi me intento enseñar a cocinar en tiempo récord —Sonríe ligeramente girando a verme—. 626 Quedo completamente en intento. coincidimos en que soy un asco para esto. Ambos Suelto una ligera risa sentándome frente a la barra. —Estoy segura de que estás exagerando. Él niega con una sonrisa mientras se mueve por su cocina. Yo lo observo recargando mi barbilla sobre mi mano, no puedo describir completamente como me siento, él había intentado cocinar para mí. Mi pobre corazón me debe estar odiando porque cada dos minutos lo tengo bombeando con fuerza por el chico frente a mí. —Créeme que no, así que contrate a alguien para que nos cocinara, tenemos que ir allí. —No te hubieras tomado tantas molestias, estoy segura de que tu comida… —Levanta la mano colocando un plato frente a mí. Una sonrisa divertida se extiende por toda su cara. —Sabía que dirías algo así —Coloca un cubierto en la barra y lo empuja hacia mí—, prueba. Ni siquiera dudo, tomo el cubierto y lo clavo en el plato tomando una porción de la comida, no se ve ni huele mal, lo introduzco en mi boca y tan pronto 627 como hace contacto con mi lengua quise escupirlo, cierro los ojos mientras escucho su risa de fondo. No sabe mal, pero está demasiado salado, sentía que me había metido una cucharada de sal. Negándome completamente a escupirlo, me lo paso como puedo arrebatándole el vaso de agua que sostiene mientras se parte de la risa. —Sí, mejor sigue enfocado en la música. —¿Lista para ir o prefieres dar otra probada? — pregunta extendiendo su brazo hacia mí. Me pongo de pie envolviendo mi mano en su brazo, dejándome guiar. Podía sentir perfectamente los músculos de sus brazos tensándose bajo la tela de su camisa. Se aleja solo un poco para tomar el saco que está sobre el perchero de la entrada y lo extiende, justo cuando creí que se lo colocaría, se acomoda detrás de mí para ponerlo sobre mis hombros. Reprimo la tonta sonrisa que quiere salir, y tomo su mano dejándome guiar hacia el ascensor. Llegamos a Sunway Resort, uno de los lugares más importantes de la ciudad. Pasar desapercibidos 628 no había sido algo difícil, especialmente porque pudimos entrar por el estacionamiento subterráneo sin ningún problema. —Pensé que era imposible conseguir una reservación —murmuro mientras llegábamos al restaurante del lugar. Mason suelta una risa pareciendo genuinamente divertido mientras teclea en su teléfono. —No conseguí una, conseguí todas. Lo observo sin entender, pero entonces las puertas del sitio se abren para nosotros, suelto un ligero jadeo ante la vista, es precioso. El piso de mármol brilla por toda la luz amarilla, el lugar está lleno de dorado y café dando una vista elegante y cálida, en el centro del lugar cuelga de manera preciosa un gran candelabro y bajo este hay una mesa, la única mesa. La comprensión llega a mí de inmediato, el resort era conocido por ser uno de los más solicitados y concurridos, pero en este momento está vacío totalmente. Las únicas personas del lugar eran empleados. —Reservaste todo el restaurante —balbuceo aturdida. 629 Una chica con un uniforme café se colocó frente a nosotros, nos pidió que la acompañáramos hacia la mesa y entonces me pidió el saco de Mason que aún seguía en mis hombros, cuando se lo entregue pude notar que, aunque estaba seria, firme y en control su cuerpo entero estaba temblando y todo el tiempo se estaba dirigiendo a mí, parecía que no podía siquiera mantenerle la mirada a él. Quise sonreír porque la entendía, llevaba tiempo cerca de Mason y aún no me acostumbraba a su presencia, aún me ponía terriblemente nerviosa con una simple mirada. —Esto es hermoso —murmuro perdida en todos los detalles. Frente a nosotros hay una barra que separa lo que parece ser un escenario, que a diferencia del resto del restaurante tiene luz mucho más clara levantando la atención allí. También, en cada esquina tienen colocadas antorchas con fuego. —Me alegro de que te guste, quería que fuera especial, quizás no podre tener tu primera cita, pero… —La tienes —Lo interrumpo riendo—. Si he tenido parejas antes, pero nunca una cita, cita. Creí que ya nadie hacia eso. 630 Cuando era niña soñaba con estas pequeñas cosas, pero conforme fui creciendo me di cuenta de que ya no existían, lo más cercano que podía estar de alguna cita era un “¿Y si vamos a comer?” Nada formal, nada de esta manera. Creo que no estoy preparada para un coqueteo tipo Mason. Honestamente creo que nadie lo está. —Bien, pues no me alegro de que tus novios hayan sido unos idiotas, pero me alegro de que me permitas que tu primera cita sea conmigo. Una ola de calidez se extiende por mi pecho. Una puerta se abre al fondo y de ella salen unas personas vestidas perfectamente de blanco, todos entraron al espacio frente a nosotros detrás de la barra. Por su atuendo supe de inmediato que se trataba de los cocineros. Uno de ellos provoco que un fuego se elevara en una gran llamarada que pudo controlar casi en la misma velocidad. Impresionada era decir poco. La misma chica temblorosa se acercó a nosotros nuevamente. —¿Gustan pedir algo? Volteo a ver a Mason y luego a ella, ¿Debo adivinar qué es lo que sirven? 631 —Puedes pedir lo que quieras, no se limitaran a su menú, lo que tú quieres, es tuyo. Mis manos caen a mi regazo. Soy la persona más indecisa de la vida, aun con un menú frente a mí me cuesta elegir qué es lo que quiero, ahora sin menú, estoy perdida. —También podría pedir que todo sea a recomendación del chef —Avisa la chica llenándome de alivio. —Sí, amm, la recomendación del chef —farfullo, ella asiente y se va mientras Mason me observa con una sonrisa divertida. Otro chico se acerca a nosotros extendiendo una copa larga de un líquido espumoso. Mientras nos explica que es un vino, y nos da su nombre y su información, yo asiento como si entendiera, aunque no tengo ni puta idea. Tomo un sorbo conteniendo mis intensas ganas de gemir, el vino no es de mis bebidas favoritas, pero este es probablemente de lo mejor que probaré nunca. —Et le voici, mon harceleur préféré. (Y aquí está, mi acosador favorito) —Una voz interrumpe el silencio del lugar, es fuerte, jovial y completamente 632 reconocible, la he escuchado desde que soy una niña a través de televisión. El chef Rogers. El vino se atasca en mi garganta, me obligo a pasarlo antes de terminar escupiéndolo o ahogándome. Mason suelta una risa mientras yo toso. —¿Estas bien? —pregunta extendiendo hacia mí su servilleta de tela. Ni siquiera puedo responder cuando el hombre llega hacia nosotros, no es una alucinación, está aquí, aquí frente a mí. Mason se coloca de pie y lo saluda dándole un abrazo. Yo sigo pegada a mi sitio completamente inmóvil, sorprendida, incrédula, entonces ambos giran a verme. Ay dios, ay dios, ay dios. —Elle va bien? (¿Ella está bien?) —Parfait, c’est ton fan, il fait probablement une dépression nerveuse. (Perfecto, es tu fan, probablemente esté teniendo un ataque de nervios.) —Est avec l’un des chanteurs les plus importants de sa génération mais devient émotif avec un vieux chef? comme c’est particulier (Está con uno de los cantantes más importantes de su generación pero se 633 emociona con un viejo chef? Que particular) — habla mientras extiende una mano hacia mí— Judith, soy Bruno Rogers, es un gusto por fin conocer a la razón por la que un jovencito me hizo viajar de un día a otro más de tres mil kilómetros — habla con un acento muy marcado entre risas. Mi mano tiembla ligeramente contra la suya. Estoy tocándolo, ahhhh. Mason hizo esto por y para mí, ahhhh. —Yo… mucho gusto, por dios, amo todo lo que hace —balbuceo completamente ida. —Me alegro porque hoy seré su chef, espero disfruten la comida —Asiente hacia nosotros dando una pequeña inclinación y se gira con una última sonrisa yendo directamente detrás de la barra. Me vista se queda fija por donde se ha ido. Todo es tan irreal. Casi no puedo respirar. ¿Estoy soñando? No me sorprendería si lo estoy haciendo. Giro a ver a Mason y antes de que se pueda sentar me abalanzo hacia él envolviéndolo en mis brazos. Todo esto es demasiado, y aunque estoy a un paso de volverme loca, no solo me refiero a Rogers, 634 me refiero a todo. Este chico que me hace sentir todo el tiempo en una cúspide me ha hecho más feliz de lo que cualquier persona me ha hecho jamás, no estoy segura de que lo merezca, pero no me importa ser egoísta, porque lo quiero, lo quiero tanto que me asusta. Esa calidez que Mason ha estado encendiendo fuertemente en mi pecho desde que nos conocimos se volvía cada vez más difícil de ignorar. —¿En qué punto de la noche planeas decirme que cumplirás años? —Interroga con su boca contra mi cabeza y sus brazos envueltos en mi cuerpo. Levanto el rostro para verlo directamente a la cara. —En ninguno —respondo con honestidad bajando mi rostro hundiéndolo en su pecho—, no me gusta festejarlo. —¿Por qué? —No me gusta ser el centro de atención, me da vergüenza. El pecho de Mason tiembla por su risa. Me separo un poco de él colocando las palmas de sus 635 manos en mis mejillas, levanta mi rostro hacia él. —Et pourtant tu continues de me surprendre. (Y, sin embargo, me sigues sorprendiendo) No pude decir más, Mason termino por cubrir la pequeña distancia que nos separaba y me besa, es un beso diferente a cualquier otro. Es más dulce, más lento, más lleno de sensaciones, la oleada de calor seguía allí esparciéndose por mi cuerpo, por cada poro, pero también era distinto, de una manera que hacia mi corazón temblar. Volvimos a sentarnos y la chica que nos atendía coloco un plato humeante frente a nosotros. Amaba, amaba, amaba la cocina de Rogers, pero a veces no entendía sus platillos, no sabía lo que eran, justo como en este momento. —¿Nunca lo has probado? —pregunta Mason tomando un cubierto. Niego viendo cómo pasa el cubierto por el platillo tomando varias porciones— Abre la boca —Pide acercándome el tenedor. Suelto una risa y hago lo que pide, abro la boca tomando la comida. Mastico lentamente sintiendo los sabores, esparciéndose por mi lengua. Mi ceño se frunce y abro los ojos con sorpresa—, lo sé, lo sé, prueba esto ahora —Toma ahora del otro extremo lo que a 636 simple vista parece ser algún tipo de queso y lo junta con otras dos cosas que no sé qué son. Como un poco de lo que ha tomado y sonrío involuntariamente. Santa mierda. —Es lo mejor que he probado en mi vida — susurro escandalosamente. Toda la comida que he comido antes parece un insulto para esta. Junto a Mason pruebo de todo, disfruto de la comida, de nuestras risas, de nuestras pláticas, incluso de nuestros silencios, todo junto a él es agradable de una manera que no puedo explicar. El Chef Rogers nos pide que nos unamos a el mientras prepara nuestra comida, es infinitamente más agradable de lo que lo muestran en televisión, nos deja probar de todo durante el proceso y así de cerca toda la preparación es más fascinante, termina siendo más divertido de lo que pude imaginar. “Increíble” está lejos de ser una descripción válida para esta noche. 637 Todo en esta cita está siendo inimaginable. De inicio a fin. Pero, definitivamente la mejor parte de todo era tener al chico más hermoso que he conocido, aquí conmigo, sonriéndome, mirándome, dándome toda su atención, haciendo posible todo esto para mí, simplemente para mí. Mason es un sueño, de pies a cabeza, y eso me da miedo. Caí en cuenta de que si se va… más bien, de que cuando se vaya dejará un hueco en mí que nadie más podrá llenar. Me condené solita. Yo soy la descripción perfecta de jugar con fuego, pero yo no simplemente jugué, yo me envicie y me enamore de sus llamas, y eso solo terminará incinerándome tarde o temprano. —Veinte dólares por tus pensamientos — murmura Mason frente a mí guiándome por el pasillo. Al terminar de comer me pidió que lo acompañara así que salimos del restaurante entrando al aérea de hotel del resort, aquí si había gente y parecían reconocer a Mason porque a nuestro paso no dejaban de murmurar y sus miradas eran todo menos discretas, pero hasta el momento nadie se acercaba. 638 —Pienso en a donde se supone que me estás llevando. Llegamos a un pasillo, al fondo había dos chicos en traje parados ante dos puertas deslizantes. En cuanto vieron a Mason uno de ellos coloco una tarjeta por el escáner y las puertas se abrieron. Un jardín inmenso y hermoso se abría frente a nosotros, el lugar es bastante amplio. Los pequeños árboles están perfectamente podados, incluso hay una fila de pinos todos del mismo tamaño. El lugar brillaba por la luna que resplandece sobre nosotros. Hay luces acomodas de manera estratégica por todo el lugar, logrando que, aunque estuviese oscuro, pudiésemos ver perfectamente todo. De la misma manera que en el restaurante el lugar está vacío, pero la diferencia es que, aunque nadie podía acercarse, aquí estábamos al aire libre y cualquiera podía vernos. Los nervios se adueñaron de mi cuerpo con cada paso que damos. Caminamos por un camino de piedra hasta que Mason se detiene y giro tomando mis manos acariciando el dorso de mis palmas, su mirada tranquilizadora como siempre termina por consumir todo eso malo que intenta salir a flote. 639 Su proximidad aturde mis sentidos, y dar un paso atrás no es opción, mucho menos cuando su brazo se envuelve en mi cintura apegándome a su cuerpo. Levanta su mano libre hacia su rostro para ver el reloj de su muñeca, entonces lleva esa mano hacia mi mejilla, pasea sus dedos por mi piel llevándolos hasta mi barbilla, la sensación me recorre el cuerpo entero. —Veinte dólares por tus pensamientos —susurro a centímetros de su boca. El esboza una sonrisa que me completo. derrite por — “Quiero estar contigo, tan simple y tan complicado como eso” —Esboza una sonrisa que me derrite por completo—, pensaba en esa frase, tu me haces pensar en esa frase. —Mason —susurro, pero él levanta su mano interrumpiendo mis palabras. —Espera un segundo —dice provocando que me ría. —¿Qué haces? —murmuro perdida en sus facciones. Él se acerca por completo a mí y me envuelve en su cuerpo elevándome y colocándome en su hombro. 640 Suelto un grito por la impresión y comienzo a reír cuando lo siento caminar hacia el pasto alejándose del camino de piedra. —¿Qué estás haciendo? — susurro alterada, levanto el rostro solo para ver como algunas personas detrás de la barda ya nos observan. Cierro los ojos y me dejo caer contra su espalda intentando no pensar en ellos. Mason finalmente se detiene y me bajo de su hombro, colocándome de pie frente a él. El aire se escapa de mis pulmones, y siento como las piernas me tiemblan. Observo a mi alrededor con un millón de emociones explotando en mi interior. Este resort era conocido entre todas sus maravillas por su jardín de rosas, pero aquí no había ninguna rosa. Estábamos en un gran círculo lleno de peonias. Mis flores favoritas. —Las reconocí del cuadro que dibujaste. Ni siquiera me siento capaz de mantener la boca cerrada. Mi corazón late a toda prisa. A pesar de ser mi flor favorita, nunca las había visto en persona, es un tipo de flor muy cara que solo se consigue a través de importación. Las palabras están atascadas en mi garganta y mis ojos se mueven de un lado a otro obligándome a registrar a fuego cada pequeño espacio. 641 El reloj de Mason hace un sonido y él sonríe tomando mi mano. Él solo eleva su mano y truena sus dedos provocando que una ventisca de frío se cuele entre nosotros. —¿Ahora controlas el clima? —bromeo. —Je voulais apporter les choses préférées, de ma personne préférée (Quería traer las cosas favoritas, de mi persona favorita) Cuando estoy a punto de preguntar de qué habla una pequeña cosa blanca pasa volando frente a mis ojos. Parpadeo creyendo que lo imagine, pero entonces se repite. Levanto la vista y dejo de respirar al ver como un millón de puntos blancos comienzan a caer sobre nosotros. —Es una lástima que no pueda llevarte a la nieve —Repite las palabras que me dijo cuando vio mi cuadro—, pero siempre puedo traer la nieve a ti. >>Feliz cumpleaños, ma précieuse lumière. Mi corazón da un vuelco violento, mi respiración se vuelve errática y mis ojos comienzan a picar. Trago saliva intentando ahogar mi emoción y mis ganas de llorar. Todo es demasiado surrealista. 642 Las pequeñas motitas blancas comienzan a llenar las flores y nuestro alrededor, a pesar de que se deshacen de manera casi instantánea contra nuestra piel. —Estás loco Macovei —Las palabras salen apenas en un susurro ahogado. La incredulidad, sorpresa y emoción se filtran en cada letra de mis palabras —Por ti, por ti estoy perdidamente loco. Mason me rodea en un abrazo mientras los pequeños copos de nieve caen sobre nosotros. —Gracias —susurro hundiendo el rostro contra su pecho, mis ojos y mi garganta arden. Es la primera vez que alguien me hace llorar de felicidad. —¿Estás llorando? —pregunta Mason. Sonrió al escuchar su preocupación. —Es lo más hermoso que han hecho por mí jamás —digo con sinceridad, aun sintiendo mi corazón a punto de estallar. Me limpio las lágrimas y me coloco sobre la punta de mis pies mientras elevo mis manos hacia sus mejillas. Inspiro hondo llenándome de su varonil aroma. 643 Nuestros labios rozan mientras Manson afianza su agarre en mi cintura. Esbozo una pequeña sonrisa antes de unir nuestros labios en un beso que me toca hasta el alma. El punto en el que estaba con Mason era uno completamente sin retorno. Todo era perfecto, pero… Podía ver el final desde el inicio, y eso me aterraba. *** Disfruten el tiempo de paz<3, cuando se acabe ya no habrá retorno. Ah mentira, quizás, los tqm. 644 32 | LEVI. ♪ Baby, angels like you, can’t fly down hell with me♪ (Bebé, ángeles como tú, no pueden volar al infierno conmigo)— Angels like you. Miley Cyrus. Me preguntaba en cuanto tiempo la gente se acostumbraba a verse en televisión. Porque definitivamente yo no estoy ni cerca de hacerlo. Pero, por primera vez, no me siento incómoda o molesta, sí, era un tanto extraño ver como la privacidad no parecía existir, pero desconocidos habían inmortalizado con fotos y videos uno de los momentos más especiales y bonitos de mi vida. —Es aquí —habla Nate sobre su hombro apuntando hacia dos grandes puertas. Asiento y me adentro al lugar. En la noche había regresado con Mason a su piso. No pienso entrar en detalles, solo diré que estoy bastante sorprendida de que pueda caminar correctamente. En la mañana Jace me despertó con una llamada, y aunque Mason intento esperarme, se tuvo que 645 adelantar porque los chicos lo estaban esperando y mi hermano y Carlos no planeaban colgar. Gracias a las noticias de espectáculos me había enterado de que Paxton también cumplía años hoy. Así que pensaba irme a despedir de Mason antes de ir con Henry a su estudio y de pasada felicitaba a Pax. Con ayuda de Nate llegué a donde los chicos entrenaban. Cuando entre me di cuenta de la idea equivocada que tenía. Pensé que llegaríamos a un gimnasio, pero esto está a otro nivel. Al primero que vi fue a Levi. Ha dejado su elegancia habitual de lado. Me detengo por completo sintiendo que estoy violando su privacidad. Su cabello está empapado por completo. Trae puesto un short negro y nada más. El sudor corre por su rostro, cuello, brazos y pecho, al igual que un rubor rojo que se extiende por toda su piel. Levi con ropa luce delgado, pero ahora podía confirmar que está demasiado en forma. Nuevamente se agacha recogiendo una llanta gigante que es casi tan alta como él, le está dando vueltas haciendo que los músculos de sus brazos se tensen. 646 Los cuadros de su abdomen también están perfectamente marcados. Aiden y Mason están platicando al fondo, suelto una tenue risa al verlos sentados en la alfombra de goma detrás de unas pesas sin hacer nada. Aunque se nota que, si habían hecho, porque al igual que Levi están completamente empapados de sudor. Y su cuerpo y rostro esta con un color rojizo. Paxton es el único de ellos que trae una camiseta, él se encuentra suspendido en el aire sosteniéndose de una barra del techo. Levanta su cuerpo elevando su cabeza por encima de la barra y luego se suelta cayendo al piso de pie. Camina hacia Aiden quien extiende una botella de agua hacia él. Paxton le da un trago y después la eleva y voltea vertiendo el líquido sobre su cuerpo. Si alguna de sus fans entraba a este cuarto, probablemente saldría en ambulancia. —Mi Merlina —vocifera Pax una vez se percata de mi presencia, tira el plástico a un bote y corre hacia mí. Levi levanta el rostro y cuando se da cuenta de que estoy allí se gira luciendo apenado y se va hacia su mochila colocándose una playera. 647 Antes de que Pax pueda envolverme entre sus brazos, se detiene abruptamente al ser detenido por Mason quien lo sostiene del cuello de su playera. — Estas empapado, ella va a salir. Pax rueda los ojos y sonríe alcanzándome, toma mi rostro entre sus manos y me lleno de besos la cara. —Feliz cumpleaños. —Feliz cumpleaños a ti también, Pax. —Hay que hacernos pruebas de ADN, puede que seamos gemelos —Suelto una risa al escucharlo y lo veo girarse con rapidez—. Espera —dice mientras corre hacia su mochila, dejándome con Mason. Lucho con todo mi ser para no desviar la mirada de su cara. Mason es un sueño, una fantasía, una locura. ¿Cómo podía parecerme tan locamente sexy lleno de sudor? Se acerca a mí casi por completo, pero sin llegar a tocarme tampoco. Su cuerpo desnudo crea una fricción contra mi pecho. —Iré con Henry. 648 Mason sonríe y asiente mientras eleva su mano por todo mi brazo, rozando su pulgar por mi piel poniéndola de gallina. Carraspeo ligeramente para poder encontrar mi voz, sin embargo, Pax llega detrás de Mason provocando que nos separemos. Pax me da una pequeña caja de regalo y sonríe abiertamente. —Ábrelo. —Yo no te… —Ábrelo —Repite insistente. Le hago caso destapando la caja. Mason suelta una carcajada golpeando la cabeza de Pax. Intento no soltarme a reír mientras tomo la pequeña almohada en forma de un pequeño Paxton. —Es un honor. —Lo sé —Sonríe divertido— ¿Entonces me perdonas por robarte a Mason hasta mañana? Asiento con una sonrisa. Mason temprano me dijo que se irían a una casa del campo, es una costumbre que tienen desde hace 649 años para festejar el cumpleaños de Paxton. Solo los cuatro. —Después puedes ir con nosotros, es increíble te gustara, puedes irte conmigo y Aiden en helicóptero, o con Levi y Mason por tierra, como más te guste. Parpadeo un par de veces mientras asiento. Problemas del primer mundo, no saber cómo irse si en camionetas de ultimo año o en helicópteros. Mis decisiones suelen ser más del tipo, ¿En qué me voy taxi, metro o caminando? Nate abre la puerta detrás de nosotros y saluda a los chicos rápidamente para después poner su atención en mí. —Debemos ir ya si quieres llegar a tiempo. Asiento girando nuevamente. —De acuerdo, debo irme, diviértanse. Mason vuelve a tomar a Pax de la playera al verlo intentando abrazarme de nuevo. —Antes de que te vayas te quería preguntar si mañana quieres acompañarme a una fiesta, es en un bosque, probablemente estaré aquí para las cinco, Nate puede traerte cuando acabes con Henry y me esperas en mi piso. 650 —Dejen de holgazanear —Isaac entra al lugar abriendo las puertas de golpe a su paso. Elliot entra detrás de él, nos observa de reojo lanzando una casi imperceptible mueca de asco. Doy un paso atrás y asiento hacia Mason y Pax a modo de despedida —Claro —respondo a Mason—, suena bien, tengo que irme —Me giro dispuesta a salir corriendo. La mano de Mason se envuelve en mi muñeca deteniendo mi huida. Toma mi barbilla con suavidad guiándome hacia él y sus labios se encuentran con los míos. En cuestión de segundos su lengua está dentro de mi boca arrancándome suspiros. La suavidad de su tacto está haciendo contraste con la intensidad de su boca. Mason tiene una capacidad impresionante de hacerme pasar de frío a caliente en cuestión de nada, un simple beso de él me puede derretir en sus brazos. —Entendimos tu punto —habla Aiden, casi salto en mi lugar al escuchar su voz. Ni siquiera note cuando se acercó. El calor sube de mi cuerpo a mi rostro cohibiéndome, Aiden simplemente sonríe ligeramente— Feliz cumpleaños Judith. 651 —A ti —murmuro provocando que Paxton y Mason se rían—. Quiero decir, gracias —Corrijo avergonzaba para después girarme yéndome detrás de Nate. —Te veo después —Escucho decir a Mason mientras me alejo. —Tu trabajo es increíble, Jude, tienes un gran talento —Alaga Mary. Sonrío hacia ella mientras continúo recogiendo mis materiales. —Muchas gracias Mary. —Estoy segura de que tendrás un gran futuro, si alguna vez necesitas una asistente, solo háblame, con tal de salir de aquí yo… —Te estoy escuchando —Se queja Henry quitándose sus lentes limpiando la montura que se había manchado de pintura—. No te muevas, linda —habla hacia la chica postrada frente a él. Henry al final si tuvo que venir, porque su modelo no tenía libre otro día. Mary sonríe acercándose a Henry pellizcando ligeramente su mejilla y tomando los lentes de sus manos. 652 —Iré a limpiarlos —dice mientras sale del lugar. —Estas distraída. —No —miento. La verdad es que en el camino me aburrí y entre a mis cuentas, y aunque debo decir que el odio ha disminuido o al menos las fans de Mason se han encargado de cubrirlo, hubo una publicación entre mil que me llamo la atención. Un simple “¿Se imaginan en navidad?” adjuntado a una foto de Mason y yo entre las flores y la nieve. Yo no regalo cosas en navidad, nunca, odio recibir y dar regalos, pero Mason ha sido muy atento conmigo, quizás debería… Es diez de diciembre, así que tengo dos semanas exactas. Pero, ¿Qué le regalas a alguien que tiene el mundo entero a su disposición? Había tenido una idea un poco tonta, pero para conseguirla necesitaba ayuda de alguien que tuviera contactos. —No era pregunta. Levanto la mirada al escucharlo hablar de nuevo. Marie vuelve a entrar nuevamente dejando la puerta un poco abierta, haciendo que la luz exterior entre 653 como un rayo posándose sobre Henry. Casi podía escuchar el coro de los ángeles. —Necesito un favor, tú tienes contactos y todas esas cosas, quisiera ver si pudieras ayudarme a conseguir un número —hablo rápidamente. Henry asiente, pero antes de que pudiese decir algo más la puerta se abre abruptamente provocando sobresaltos por parte de todos. —No había nadie en la recepción y… —Ana quien había entrado con toda confianza, se detiene congelándose en su lugar, su rostro pasa de pálido a rojo en un segundo y entonces se gira soltando un grito—, Pero, ¡¿Qué es esto?! —No es “que”, es “quien”, que grosera eres Lewis, por dios. —¿Esto es legal? —¿Tener a una chica desnuda? Pues mientras sea consensuado. Mary suelta una risa mientras se coloca de puntillas para ponerle a Henry sus lentes nuevamente y se acerca a la chica desnuda que simplemente parece divertida y acostumbrada a esas impresiones. 654 —Vamos, tomarás un descanso —murmura Mary hacia la chica pasándole una bata. Y ambas salen del lugar. —Pero mira eso, es la quinta vez en la vida que te dejo sin palabras —Henry se gira hacia mí y apunta hacia Ana—. Disfruta su silencio, no dura mucho. —Idiota —susurra Ana entre dientes acercándose a mí en cuanto me ve. Sus mejillas continúan sonrojadas—, deja de contarlas, es extraño. —No podría, es divertido. Ana rueda los ojos y entonces sonríe abiertamente cuando me tiene al frente— Feliz cumpleaños Jude —Me envuelve en su pequeño cuerpo apretándome contra ella—. Tengo tu regalo en mi camioneta, no sabía que comprarte así que te compre de esas cosas que usan para pintar ya sabes… —Abre la boca para decir algo y niega—, sí, eso, no sé, pinceles y esas cosas. Conseguíun idiota que sabía del tema. —Auch, ese “idiota” suena con despecho. —Por cierto, Brandon manda a felicitarte, espera verlos pronto a ti y a Alex. —Tan bueno tu esposo. 655 —El mejor de todos —murmura Ana lanzando su codo hacia atrás intentando golpear el estómago de Henry fallidamente. Toma su bolso buscando entre sus cosas y saca una invitación—. Por cierto, aprovecho para entregarte la invitación para un baile que hago todos los años —dice mientras me pasa la tarjeta. La invitación es hermosa, es sencilla a simple vista pero elegante, es una hoja más gruesa de lo normal doblada en tres partes. Las letras cafés y los detalles dorados le dan un efecto clásico. —¿Y mi indignado. invitación? —pregunta Henry —Tu dejaste de ir hace mucho. —Iba por tu madre —Henry se encoge de hombros—, son aburridas como la mierda. Pero por educación deberías darme una. —¿Cuánto falta para que salgas? —pregunta Ana ignorando a Henry. —Estaba por irme. —Bien, entonces yo te llevo —anuncia girándose caminado a la salida. Tomo rápidamente mis cosas y le sonrió a Henry. 656 —Nos vemos después. —Hasta luego —Se despide volviendo su atención a su cuadro—, y envíame por mensaje los datos del número que necesitas. Sonrío agradecida y asiento— Gracias Henry. —Antes de que te vayas pídele a Mary que mande a mi modelo. Yo asiento saliendo detrás de Ana. Ana es una grata compañía, cuando está cerca no es necesario hablar, ella hace que la conversación fluya sí o sí. Sin embargo, en el camino a mi departamento no dice más de dos frases, parece distraída. A pesar de eso, en ningún momento pierde su sonrisa y su amabilidad. Llegamos a mi departamento en cuestión de nada. Después de agradecerle mil veces por todo lo que me habían comprado y avisarle a Nate por mensaje que no era necesario que fuera por mí entre a mi departamento, encontrándome directamente un gran arreglo de rosas moradas, las favoritas de Vanesa. 657 Observo la pequeña nota en la cima de todas las rosas y la tomo entre mis dedos. “Cuando un peón llega al borde opuesto del tablero. El peón se convierte en la pieza que quiera… puedes ser la pieza que quieras.” Frunzo el ceño, esperaba leer algo romántico, pero esto no tiene mucho sentido para mí. La puerta de la habitación de Vanesa se abre y cuando me ve sus ojos se abren de par en par, se quita los audífonos mientras levanta las manos, su vista va de mi rostro a la pequeña nota en mi mano. —Puedo explicarlo. Sonrío divertida. —¿Así que estás saliendo con alguien y tienen algún fetiche extraño con el ajedrez y por eso no me lo has querido presentar? —Subo y bajo las cejas de manera sugerente. Ella camina hacia mí y toma la tarjeta leyendo, sonríe y tira el pequeño cuadro hacia la mesa. Se arroja hacia mí envolviéndome en sus brazos. —Creí que sería una nota agradeciendo lo que le hice anoche, créeme no quieres saberlo. Hago una mueca de asco escuchando su risa. 658 >>Pensé que no te iba a poder felicitar hoy, maldita perra, no tienes consideración de mi frágil corazón —Rio entre sus brazos palmeando su espalda—, ya ni siquiera me das la exclusiva, me siento ofendida y… —Yo tampoco sabía —Chillo cuando comienza a jalonear mis mejillas—, fue una sorpresa. Vanesa sonríe enternecida haciendo un puchero. —¿Fue tan hermoso como lucia? —Fue más que eso —murmuro recargando mi cabeza en su hombro—. Fue mágico… Mason tiene… —¿Mason? —Me interrumpe. Cierro los ojos y llevo mi mano a mi frente. —Me refería a Alex. Yo… —Tomo aire. Tenía que cagarla. —¿Mason? —Repite la pregunta —¿Podrías no decir nada? —Yo nunca diría nada Jude, creí que eso ya lo sabías. 659 —Sí, lo siento, confió completamente en ti solo que… —¿No se llama Alex? —Sí, sí, solo que es su segundo nombre y… —Y no me lo dijiste porque pensabas que lo diría. —No fue con esa intención, perdón, ¿Si?, no es que no confíe en ti, eres la única persona a la que le confiaría mi vida entera, pero no puedo confiarte la vida de los demás, porque eso ya no me pertenece. Vanesa niega, pero después vuelve a su emoción inicial. —Mason —Repite el nombre como si lo estuviera probando—, me gusta. Suelto un suspiro y tomo su brazo. —Perdón. —Está bien, olvídalo. Hoy debo ir a trabajar, doblaré turno, pero mañana Edith hará una fiesta genial, podemos aprovechar y hacer nuestra habitual noche de alcohol de cumpleaños y shots hasta vomitar —dice golpeando su hombro con el mío subiendo y bajando las cejas con una sonrisa divertida en sus labios. 660 Estoy a punto de responder cuando tocan la puerta, Vanesa camina hacia ella y abre sonriendo ampliamente al ver a Nate parado allí. —Hola —grita arrojándose a sus brazos. Sonrío y saludo moviendo mi mano. —Leí tu mensaje cuando ya venía en camino, así que me desvíe para acá, hoy me quedaré contigo para temprano llevarte al edificio, aunque Alex llegara hasta la noche, pero en la tarde estaré algo ocupado. —¿Saldrás mañana? viéndome sobre su hombro. —pregunta Vanesa —No. —Si. Respondemos Nate y yo al mismo tiempo. —Prefiero ir contigo —Añado rápidamente. —¿Qué?, No, a ti ni siquiera te cae del todo bien Edith, y no te gusta tomar, es una tontería que canceles, ve con él, no te preocupes. —¿No tienes problema con eso? —pregunto con cautela. 661 —Estás loca —responde Vanesa entre risas que parecen algo incómodas—, en tu lugar lo haría lo juro —Ella continúa riendo mientras Nate que parece ajeno a cualquier tipo de incomodidad que ha empezado a surgir, se ríe mientras asiente pensativo de acuerdo con Vanesa—. Soy tu mejor amiga Jude, te entiendo, entiendo lo que haces porque yo también lo haría, así como sé que cualquier cosa que yo hiciera tú lo entenderías. Toma mis hombros con una sonrisa y me gira hacia el pasillo de mi habitación obligándome a caminar hacia ella. —Vuelvo en un momento —dice Vanesa hacia Nate mientras caminamos. Cuando cruzamos la puerta la cierra recargando su cuerpo en ella viéndome frunciendo el ceño. —Jude, debes tener cuidado. La observo sin entender, esperando que continúe. —¿Cuidado? —Estás adentrándote de manera muy personal con ellos y… tienes un contrato que está a prácticamente nada de expirar, necesitas mantener tu distancia o vas a salir lastimada. 662 La mención del contrato me lanza un escalofrío por la espalda, casi había olvidado esas malditas hojas que me habían obligado a firmar. —Lo haré —dije sin más, Vanesa me observo con sorpresa—, tendré más cuidado —prometo para tranquilizarla, pero de algo estaba convencida. Y era que no podía mantener mi distancia, y tampoco quería. Observo la foto que Paxton me mando, él está tomando un selfie mientras abraza a Levi del cuello, detrás salen Mason y Aiden cubiertos por completo de lodo. Mi idea de una casa del campo estaba muy, pero muy por debajo de la casa que salía en la foto. Por el ángulo de la foto no podía verla toda; sin embargo, lo poco que se veía era de verdad impresionante. Incluso el pasto parecía más verde de lo que nunca había visto en ningún lugar. La casa era grande, pero parecía acogedora, quizás los colores, quizás toda la naturaleza que tenía a los alrededores, quizás el cómo las plantas verdes se envolvían alrededor de la fachada… 663 Nate entra a la cocina con unas bolsas en sus manos. Vanesa se fue a su trabajo prácticamente un minuto después de hablar conmigo, y Nate bajo a la camioneta por unas cosas que traía. —Te lo mando Levi —dice colocando las bolsas sobre la mesa. —¿Qué es? —Comida —dice mientras acomoda unos platos frente a mí—, Paxton ama la comida de Levi, en su cumpleaños no come nada que no sea de él, dijo que no había tenido la oportunidad de felicitarte y te mando esto. —Miyeokguk —Leo la letra escrita con caligrafía perfecta. —Es un platillo tradicional de corea, lo comen en los cumpleaños. Se ve extraño, pero huele demasiado bien. Tomo una cuchara y la sumerjo en la sopa frente a mi tomo un poco sintiendo mi boca quemando. Mierda, está muy caliente. Mi queja se convierte en un gemido reprimido. —Oh por dios —susurro viendo el plato. Mi paladar está siendo bendecido. 664 —Eso mismo dice Paxton cada vez que come algo de Levi —Se mofa Nate. —¿De verdad Levi hizo esto? —balbuceo mientras como un poco más. Nate asiente. >>Estoy creyendo en la teoría de las fans de Made in the A.M de que Levi es perfecto. A ver, es poliglota —murmuro recordando que el día que se emborrachó se puso a hablar varios idiomas—, sabe tocar la batería, sabe cantar y además cocina. Nate suelta una risa y niega. —Sabe tocar más instrumentos, lo he visto. —Wow —murmuro anonadada—. Sus papás hicieron un trabajo increíble. —Su padre —responde Nate—, y bueno, en realidad no creo que increíble sea la palabra correcta, él es… peculiar, digamos tiene muy arraigadas sus costumbres, solo lo he visto una vez y ese hombre da miedo, la única vez que lo visito dijo que Levi era una decepción, y no volvimos a verlo más. —Eso es horrible. —Sí, pero Levi tiene a Pax, él es su mejor amigoy el tiempo que cuidé a Paxton pude notar que 665 lo cuida mucho. >>Levi parece una persona callada, pero su silencio no es natural, créeme, lo he visto con Paxton desenvolviéndose de manera genuina, pero por alguna razón siempre se encierra en sí mismo, parece siempre estar a un paso del borde de algún abismo desconocido, pero algo lo detiene. Al menos yo que lo he cuidado, así lo percibo. Bajo la mirada hacia mi teléfono viendo la foto que Pax había mandado, observo a Levi en ella siendo abrazado por Pax, luce genuinamente feliz, parece estar riéndose abiertamente. Pronto me doy cuenta de que Nate tiene razón. ¿Qué esconderá Levi detrás de tanta perfección y silencio? Esa noche Nate y yo nos quedamos despiertos hasta la madrugada viendo películas, aprendí que es extremadamente sensible, lloro con el final de “cómo entrenar a tu dragón tres”. También hable con Mason por video llamada un rato, creí que estaría ebrio, me equivoque, creí que se habían ido a esa casa en el campo para hacer alguna fiesta descontrolada, también me equivoque. Estaban literalmente jugando, sí, eso. 666 Estaban con carpetas por todo el piso, fotografías, pistas, notas y muchas tonterías intentando descubrir a un asesino. Los cuatro. No pude dejar de reírme viéndolos tan concentrados, allí me di cuenta de que en realidad me faltaba mucho por conocerlos. Me sentí algo nostálgica después de colgar, porque no estaba segura de que hacerlo fuera posible, especialmente porque no tenía idea de cuánto tiempo más estaría a su lado. 667 33 | DOLOR. ♪ Ain’t it funny, how you said you were friends? Now it sure as hell don’t look like it♪ (¿Y no es gracioso, como dijiste que eran amigos? Ahora es evidente que no lo son) -Traitor. Olivia Rodrigo. —Tenías razón —habla Jace por teléfono—, creo que finalmente se han calmado, al menos ya no leo amenazas tan seguido. Ahora el acoso va más por el lado de querer saber cuándo se casarán. Me atraganto al escucharlo, Nate palmea mi espalda con suavidad. —No lo haremos —digo en un quejido. —Por supuesto que no lo harán, eres una niña — Ruedo los ojos y sonrío—, ¿Por que sonríes?, De verdad Jude, te apoyo en todo, pero creo que sería demasiado apresurado e inmaduro… —Jace —Lo interrumpo saliendo del elevador en cuanto este abre—, te prometo que no pensamos casarnos ni nada de eso. Mi hermano suelta un suspiro de alivio. —Bien… ¿Y Vane? 668 —Estoy justo llegando con ella —murmuro, frunzo el ceño al darme cuenta de que la puerta está cerrada con seguro. Por primera vez en mucho tiempo Vanesa no se encontraba en el departamento. En la mañana antes de salir al estudio de Henry tampoco la vi, creo que va en serio con ese chico—. Y… no está —Termino de decir tomando la llave del departamento y abriendo, justo como creí el silencio inunda el lugar, no está ella, pero si hay un bonito juego de ajedrez de cristal plegado sobre la mesa. Nate entra detrás de mí cerrando la puerta. —Bueno, me la saludas. —Claro, debo ir a cambiarme. —Está bien, cuídate Jude, cualquier cosa háblame y Carlos te manda saludos —dice esto último con fastidio haciéndome reír. —Dile que igualmente —Me despido y cuelgo volteando a ver a Nate que observa el tablero con curiosidad. —No sabía que le gustaba el ajedrez —murmura tomando una pieza. 669 —Ni yo —Sonrío dejando mis cosas sobre la barra de la cocina—. Estoy segura de que no le gusta, pero creo que sale con un chico que, si le gusta, conociendo a Vanesa quizás… —Fingió que le gusta —Termina él por mí, suelta una risa y asiento. Nate niega con una sonrisa divertida y entonces su teléfono comienza a sonar. Lo revisa haciendo una mueca—, ¿Te puedo esperar abajo? Debo tomar esta llamada. —Claro —dije de inmediato—. No te preocupes, yo no tardaré. Con una última sonrisa, Nate sale del lugar dejándome sola. Camine hacia mi habitación llenando una bolsa con ropa que podría ponerme para la fiesta, justo como predije fue poco el tiempo que tarde en juntar lo que necesitaba. Salgo con mi bolsa tomando una nota adhesiva y escribo un “te quiero” colocándolo sobre el tablero de Vanesa. Abro la puerta quedándome quieta cuando veo una pequeña caja frente a la puerta. Frunzo el ceño agachándome para tomarla. Observo a los lados en busca de quien la dejo, pero los pasillos están 670 vacíos. Vuelvo a entrar al departamento colocando la caja sobre la mesa. Está envuelta con un lazo negro. Lo tomo por los extremos abriéndolo, cuando el lazo se suelta la caja se abre y dentro está un pequeño arreglo de flores. Una corona fúnebre. El lazo blanco que cruza el arreglo está en completo blanco. Un escalofrío me recorre por la espina dorsal hasta instalarse en mi nuca. Busco alguna nota, algo, pero no hay nada. Vuelvo a cerrar la caja poniéndole el lazo y salgo de mi departamento tocando la puerta frente a la nuestra, la de los vecinos. No sé si soy muy asocial, pero soy la clase de persona que jamás ha hablado con sus vecinos Así que con nervios espero que abran. Un chico con el cabello blanco abre viéndome con curiosidad. —Hola, soy tu vecina… —Lo sé —responde con una sonrisa divertida—, una de las que han denunciado nuestras fiestas — Abro y cierra la boca sintiendo el calor subir por mi cara. Había olvidado ese detalle. Sintiéndome como una tonta, pongo la caja frente a él para ir al grano. 671 —Estoy por salir, pero me llego por error este paquete, no sé si sea para ustedes. El chico se cruza de brazos observando la caja con desconfianza. —¿Cómo sé que no es una trampa? Frunzo el ceño y niego. —¿Por qué…? —Es una broma —dice tomando la caja de mis manos—, no esperamos un paquete, pero igual le preguntaré a Eva, mi roomie, si no es para ella les preguntaré a los vecinos. Sonrío ampliamente por su amabilidad. — Gracias y perdón por las denuncias. —De nada, Judith —responde encogiéndose de hombros. Me sorprende que sepa mi nombre—. Por cierto, soy Leo, ah y perdón por robar su correo en venganza. Lo observo con sorpresa. Antes de poder decir algo, él cierra la puerta en mi cara dejando que me trague mis palabras. Observo el reloj, son pasadas las nueve de la noche y no sé si deba volver a cambiarme. Nate 672 prácticamente me dejo en el edificio diciendo que Mason llegaría en cualquier momento y él debía salir… Eso fue hace seis horas. Mason tampoco responde, así que estoy por mi cuenta. Estuve toda la tarde dibujando bocetos y aunque intente hacer otra cosa, mis dedos traicioneros se movían dibujando la silueta del hombre que no sale de mi cabeza. Perder la noción del tiempo mientras dibujaba era prácticamente un hecho, así que en realidad ni siquiera había notado que se había hecho tan tarde. Mi teléfono comenzó a vibrar anunciando una llamada de entrante de Nate. En cuanto contesto, habla apresuradamente. —El señor Thomas Howard acaba de llegar al edificio, él tiene autorización para subir al piso de Mason, y es justo lo que está haciendo. —¿Y qué se supone que hago? ¿Me salgo? —¿Qué? —pregunta Nate divertido como si estuviese bromeando— Jude, los permisos de Mason no han sido renovados en mucho tiempo, pero si lo hiciera, tu serías la prioridad de acceso, así que… — 673 En cuanto termina de hablar el elevador se escucha en todo el piso poniéndome en alerta— Solo te avise para que no te tomara desprevenida. —Gracias —susurro. Sin tener idea de que hacer, decido salir. En cuanto pongo un pie en el salón, quien supongo es Thomas Howard me observa de inmediato. El nombre me sonaba, pero no recordaba de que, hasta que lo vi, sus ojos extremadamente azules me recordaban a una persona, a Sophia, su hija. Me regala una sonrisa cortes que no llega ni por asomo a sus ojos. —¿Judith, cierto? —Asiento y él sonríe haciendo que se marcaran unas arrugas en sus ojos— La señorita del momento —habla recargándose nuevamente sobre el sofá con sus brazos extendidos en el borde—. Soy Thomas Howard, el padre de Maree, creo que la conoces. —Es un gusto, señor Howard —murmuro entrelazando mis manos—, Mason no está por el momento, pero… El señor suelta una risa divertida y tal como su hija gira su rostro inspeccionándome. Respiro hondo 674 sintiendo la incomodidad creciendo en mí. —Lo se, cariño, Sophia me comento que estaban en esa fiesta —Se masajeó las sienes y negó pareciendo frustrado —, los jóvenes de ahora, ¿Quién hace una fiesta en medio de un bosque? El aire escapa de mis pulmones. Mason se había ido con Sophia, y ni siquiera se había tomado la molestia de avisarme o cancelar conmigo antes. Doy todo de mí para evitar hacer alguna gesticulación que mostrara lo mucho que me había afectado saber eso. “No sabía que vivías aquí, pensé que Mason solo te había contratado para que fueras su excusa pública. Lo siento si me equivoco, al menos eso fue lo que le explico a Sophia. Trague saliva sintiendo la bilis subir por mi garganta. ¿Es mi sensación o esto cada segundo se pone peor? Niego soltando un suspiro. —No se equivoca— digo tan tranquila como puedo—. No vivo aquí y únicamente debemos fingir en público, solo vine por un par de cosas, pero estaba a punto de irme. 675 —Oh, lo siento si te interrumpí. —No se preocupe, pero lamento tener que dejarlo solo. —Tranquila, estoy sacando su teléfono. perfectamente —sonríe Me giro tragando mis ganas de llorar y tomo mis cosas tan pronto como puedo. Ni siquiera me despido del señor Howard, igual escuché que estaba en una llamada, así que solo entre al elevador con la dignidad por los suelos. No tenía idea de que estaba pasando, tampoco sabía si quería saberlo. Solo quería irme. Las puertas se abrieron en el lobby dejándome ver a Paxton peleando con uno de los chicos de seguridad. Pax se pellizca el puente de su nariz y frunce los labios, cuando sus ojos conectan conmigo frunce el ceño e ignora el chico a su lado acercándose a mí. —Mi Merlina, ¿Estas bien? —Si, todo bien, estaba a punto de volver a mi departamento. —Godfrey —habla entre dientes el chico de seguridad—. Me pidieron que verificara que no 676 estuviera cerca de ninguna gota de alcohol, debo percatarme de que… —No saldré, tranquilo —farfulla Paxton a mi lado—, la decisión de rehabilitarme fue mía, así que créeme, no soy imbécil. —Disculpa que no le crea, pero… —Antes de que pueda decir cualquier otra cosa, Pax presiona un botón del elevador y las puertas se cierran. —¿Y Mason? —pregunta Pax. —Está ocupado —digo intentando sonar despreocupada, pero mi voz más bien suena más bien, débil. Incapaz de fingir una sonrisa, simplemente observo al frente. Paxton teclea rápidamente en su teléfono. — ¿Pensabas irte sola? —Pienso —corrijo. —Pensabas —Vuelve a repetir con una sonrisa—, es tarde, no pienso dejarte ir sola. Me ofrecería a llevarte, pero no puedo tener auto aún. —¿No puedes? —pregunto con sorpresa. —A inicios del año tuve un accidente y desde entonces Isaac no me ha dejado usar un auto —hace 677 una mueca cuando habla. Las puertas del elevador se abren. —¿A dónde vamos? —pregunto mientras Pax tira de mí hacia el piso que se abrió ante nosotros. —Nos quedaremos en el departamento de Aiden, en el mío hay un problema y… —Pax, Aiden me odia -susurro alarma deteniéndome abruptamente—. Creo que lo mejor sea que me vaya. El lugar luce acogedor. Su piso es una combinación de estilo industrial, vintage y moderno. Paxton me observa con una sonrisa sin soltar mi muñeca. —Tranquila, él estos días está con su padre. Probablemente volverá hasta mañana en la noche. Me relajo tan descaradamente que provoco una carcajada en él. Cuando vuelve a tirar de mi mano, esta vez sí me dejo llevar. Observo por última vez mi teléfono dándome cuenta de que son las once y media y que aún no tengo ningún mensaje de Mason. Con eso en mente, simplemente lo apago. 678 Me acurruco sobre el comodo sofá de Aiden observando su calefacción, parece una chimenea real, es una simple pantalla, pero juro que parece más real que yo misma. Paxton entra al salón nuevamente, esta vez está bañado y cambiado, se tira al piso sobre una manta y coloca el teléfono frente a él. —¿Por qué no tienes nada en tu refrigerador? ¿Acaso te alimentas de pura agua? —¿Estás en mi departamento? —La voz seria de Aiden suena del otro lado del teléfono. —Si —responde Paxton como si nada—. Aunque si te molesta puedo irme… —Quédate —Lo interrumpe. —Bien, gracias por invitarnos, Judith y yo te lo agradecemos —Y sin esperar respuesta cuelga. Suelto una risa viendo como lanza el teléfono a un lado y recarga su cabeza sobre el sofá, viéndome desde abajo. —Te acostumbrarás a su odio sin sentido. No es nada personal, él odia a todo mundo, cuando yo lo conocí me cerró la puerta en la cara, y al siguiente día me dejo votado, tuve que irme caminando al instituto, si no fuera por Mason ese día jamás 679 hubiera llegado —habla con una sonrisa en sus labios. Nunca había sabido nada de su pasado, el día que decidí investigarlos la información que había era meramente laboral. La curiosidad me pica. —No me imagino a ustedes en el instituto —digo con sinceridad. —Aiden era igual de serio, tengo la teoría de que tenía amigos solo porque Mason era su mejor amigo, si fuera por el mismo probablemente no hubiese hablado con nadie. Mason era otra historia, hablaba con todos, era el chico más amigable de toda la escuela. Incluso hablaba con los que me golpearon el primer día. Levi llevaba varios años estudiando con ellos, pero en realidad jamás hablaron hasta que yo llegue, él al ser el más sobresaliente de todo nuestro curso fue mi tutor. —¿Cómo se hicieron una banda? Paxton soltó una risa, parecía feliz, recordando y algo triste. —Es una muy, muy larga historia, que te contaré otro día, debes descansar, ve a la habitación de Aiden. —Estoy bien aquí —murmuro extendiendo mis piernas sobre el sofá. 680 —Aquí dormiré yo, así que quítate —dice mientras empuja mis piernas haciendo que me deslice por el sofá cayendo al piso junto a él. Suelto una risa en cuanto mi trasero toca el duro piso—. Hay un tocador junto a la cama, el segundo cajón tiene ropa deportiva, puedes usar algo de eso para dormir, es mío, así que tranquila. >>Por cierto, mañana me iré temprano con Isaac, tengo que acompañarlo a firmar unos patrocinios o algo así, pero Aiden no vuelve hasta mañana, puedes quedarte hasta que quieras. —Gracias Pax —Sonrío, poniéndome de pie mientras él se acomoda en donde yo estaba acostada. Camino hacia la habitación de Aiden yendo directo hacia la gran ventana viendo las luces de los edificios. Observo mi teléfono apagado entre mis manos. ¿Mason siquiera se habrá acordado? Había estado evitando el pensamiento lo más posible, pero el silencio, la noche y la soledad no eran una buena combinación. La posibilidad de que Sophia y Mason tuvieran algo era una idea cada vez menos descabellada, al principio creí que podían ser simplemente mejores amigos, pero cada vez que Sophia me voltea a ver 681 reconocía la molestia con la que lo hacía, aunque no era especialmente amable con el resto, su mirada era de celos, y lo sabía porque yo también lo sentía. ¿Y si Mason siente algo también por ella? No sería una sorpresa para nadie. Es hermosa y prácticamente perfecta para él, es la clase de chica que encajaría perfecto en su vida. Una amarga sensación se instala en mi pecho. Me paro de inmediato obligándome a ir a la cama. Un cuadro en grande llama mi atención. El único, es una foto. Por las personas en el fondo sé que están en una graduación, en el centro de la foto está una mujer muy linda sonriendo abiertamente con sus ojos rojizos, parece que lloro o que estaba a punto de hacerlo, a sus lados tiene envueltos en sus pequeños brazos a Paxton y Aiden, Pax está riendo notablemente divertido mientras Aiden sonríe más débilmente pareciendo avergonzado. El padre de Aiden está también en un lateral viéndolos a los tres con una sonrisa divertida. En una pequeña placa dorada está escrito “Familia Cromwell” Era la primera vez que veía una prueba tangible de que Aiden y Paxton en realidad si eran como hermanos. Es una foto preciosa. Lucen tan unidos, tan felices. 682 Continuo mi camino, si no estuviera usando un vestido tan incómodo me dormiría con la ropa que traigo puesta, pero, no es el caso, así que observo la hilera de cajones. ¿Qué había dicho Paxton? Primer cajón, ropa deportiva. ¿O era el segundo? No, si era el primero. Abrí la gaveta congelándome al ver el pequeño cuadro frente a mí. Definitivamente abrí el cajón equivocado, era una foto instantánea, en ella estaba Aiden parece estar sonriendo, tiene puesta una chaqueta de cuero negra y sostiene con su mano un bajo contra su cuerpo, frente a él esta Paxton con sus brazos envolviendo el cuello a Aiden. Con la misma rapidez con la que lo abrí lo volví a cerrar. Después de ver su foto familiar no esperaba encontrarme una foto de Paxton y Aiden besándose. 683 34 │EN PICADA ♪ I hope you feel what i felt when you shattered my soul ♪ (Espero que sientas lo que yo sentí cuando destrozaste mi alma.)— I love you so. The Walters. En cuanto el taxi estaciona afuera de mi edificio bajo casi corriendo. Apagar mi teléfono definitivamente había sido mala idea. Sin alarmas que sonaran podía quedarme dormida todo el día, especialmente si era en una cama tan cómoda. Ni siquiera el ruido de Paxton antes de irse me había despertado. Sobre Mason no supe nada, no había encendido mi teléfono y en cuanto lo hice simplemente al ver la hora salí corriendo. Hoy era la comida con Vanesa, fui corriendo al supermercado a comprar cosas que nos hacían falta e hice una parada rápida para comprarle algo a ella. Cuando llego a mi puerta lo primero que llama mi atención es un bulto de sobres. Me agacho y suelto una risa al ver que es todo nuestro correo perdido. Encima de todo este hay una nota con un dibujo de una bandera blanca. Entro al departamento 684 dejando las bolsas que cargo conmigo y de los sobres quito el dibujo de la banderita. —¿Jude? —grita Vanesa desde la cocina. —Voy —digo mientras saco un cupcake de su caja, rápidamente salgo del departamento y lo dejo frente a la puerta de Leo, junto a su dibujo de la bandera. Entro nuevamente a nuestro departamento encontrándome a Vanesa observándome con las manos llenas de algo marrón. —¿Acabas de dejar un pastelillo en la puerta de los vecinos? —Larga historia —Sonrío sintiendo el delicioso aroma. Me uní a ella en la cocina y juntas comenzamos a preparar nuestra comida. Esta cena siempre había sido agridulce, era lindo adelantar por unos días nuestra navidad, pero al final de cuentas era una despedida, aunque sonara dramático porque no era para siempre, a mí me costaba. Vanesa ha sido mi ancla por todo este tiempo y yo la suya. Desde que nos conocimos no nos separamos para nada. 685 Preparar la comida siempre había sido mi parte favorita, escuchábamos música y bebíamos tanto vino como pudiéramos. Usábamos las cucharas de madera como micrófonos y la cocina termina tan sucia como nosotras. Nos convertíamos en nuestra versión más ridícula y reíamos hasta que literalmente el estómago dolía. Antes intentábamos cocinar algún postre del chef Rogers, pero en el segundo año nos dimos cuenta de que era inútil. Así que pasamos a la opción dos, tutoriales de YouTube. Aunque igualmente terminaba siendo un épico desastre porque nuestra nula experiencia en la cocina combinada con nuestra embriaguez no era buena combinación. Igual nos divertíamos, y eso era lo que importaba. La mesa esta decorada con el ridículo mantel que el primer año habíamos hecho por puro aburrimiento. Patee despacio a Vanesa por debajo de la mesa. Su rostro estaba lleno de polvo rosado que utilizamos para decorar unos pastelillos —¿Estás bien? —pregunto cuando veo su mirada perdida en su copa de vino. Parpadea saliendo de la bruma de sus pensamientos y asiente mientras sirve más pasta. 686 —Te voy a extrañar —Se queja pareciendo estar a punto de llorar. La observo con detenimiento mientras una sonrisa se extiende por mis labios. —Yo a ti, pero ya sabes que estos días se pasan como rayo —Asiente, pero no parece convencida—. Dime —pido tomando un sorbo de mi copa—, te conozco más que nadie, sé que algo te pasa —Hace un mohín, pero no dice nada—, ¿Tiene que ver con el chico del ajedrez? —pregunto levantando y bajando mis cejas. Sus mejillas se enrojecen notablemente. —Creo que va en serio conmigo, pero al mismo tiempo tengo miedo de equivocarme. “Siempre soy yo la que se enamora, la que se ilusiona, la que espera, la que siente todo hacia una persona que no siente nada. Siempre ha sido así, ¿Por qué esta vez sería diferente? —Has salido con mucho idiota, y su comportamiento no es tu culpa, el cómo ellos son contigo habla de la clase de persona que son ellos, no tú. —Supongo… —No debemos tener miedo a equivocarnos, hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas. 687 Vanesa suelta una ligera risa recargando su cabeza sobre mi hombro. —¿Quién dijo eso? —Yo, justo ahora —digo con una sonrisa divertida, ella me observa entornando los ojos haciéndome reír—. Bien, fue Charles Chaplin Ambas reímos ligeramente. —Eso no tiene sentido, los planetas son muy pequeños a comparación de las estrellas y… — Suelto una carcajada interrumpiéndola. —Intentar siempre será mejor opción. —¿Aunque me equivoque? —murmura viendo hacia el frente. Me encojo de hombros y asiento. —Aunque te equivoques. —Hoy me dará un regalo. —¿Habrá condones de por medio? —Bromeo. —Ojalá no, te imaginas si me embarazo, lo amarro de por vida. Abro la boca de par en par y niego. —No se te ocurra embarazarte. —No creo tener tanta suerte. 688 La observo anonadada al ver que no parece estar bromeando. —Estás loca —chillo consternada—, no has terminado siquiera tu universidad, usa condón. —Bieeeen —Por unos segundos ambas nos mantenemos en silencio—. Iré por tu regalo —grita levantándose de un salto. Me paro para ir por la bolsa en donde yo tengo el suyo, mi teléfono está en silencio, pero cuando me acerco veo que la pantalla está encendida. Observo la barra de notificaciones, tengo un par de llamadas de Mason y unos mensajes. Decido ignorarlo y vuelvo a la mesa. Vanesa entra corriendo con una bolsa en su mano. —Ábrelo —pide emocionada. Tomo la bolsa y la abro viendo a simple vista que se trata de una sudadera negra, la saco y la extiendo dándome cuenta de que tenía un estampado blanco. Tan pronto como lo leo es imposible no soltar una risa. —Póntelo. —Dios, eres una tonta —murmuro entre risas colocándome la sudadera. Se leía perfectamente “Macovei’s wife” (Esposa de Macovei) en el centro de esta. 689 Claro que Vanesa me regalaría algo así. Ella toma la bolsa de su regalo y saca las dos cajas que vienen dentro. Abre primero la más pequeña, su boca se abre de par en par cuando saca el pequeño collar con una bonita margarita en el centro. Era algo sencillo, pero yo más que nadie sabía cuánto amaba estos detalles. —Pero —murmura viendo el collar—, te dije que te había comprado una tontería de cinco dólares. —Yo también te traje una tontería —Me quejo apuntando la caja más pequeña—, pero cuando fui por las cosas que faltaban lo vi y pensé en ti. Inmediatamente un puchero adorna su rostro y se lanza a mí envolviéndome en un abrazo. —Como te amo. —Me amaras más —digo alejándola para que abra la otra caja, eso me había costado cero dólares, pero sabía que le gustaría. Cuando la abre el collar ha pasado a completo segundo plano, suelta un grito que estoy segura, hubiese asustado a cualquiera. Le pedí a Paxton algo pequeño suyo, y me regalo la púa con la que tocaba la guitarra, me sorprende un poco que Vanesa la reconozca sin tener que decirle de quien es. 690 —Voy a enmarcarlo, te lo juro —exclama mientras se pone de pie para colocarse el collar y toma su teléfono, lo pone frente a nosotras y se giró hacia mi obligándome a ponerme de pie. Nos tomamos mil fotos como siempre, en todas lucíamos ridículas, llenas de harina, glitter comestible y partiéndonos de la risa. Solo bastaron cinco minutos para que se volviera viral una de nuestras fotos, ni siquiera importo que ella fue la que lo subió, de alguna manera la encontraron. Pero por primera vez no importaba, estaba feliz de tener a mi mejor amiga a mi lado. Según mis cuentas Vanesa ya debió llegar, su vuelo duraba aproximadamente tres horas y ella salió en la mañana. Vuelvo a marcar su número, pero no responde. No me preocupo demasiado, porque sé que quizás llego directo a descansar, ayer cuando yo me fui a dormir ella continúo bebiendo, y después se fue con su novio o lo que sea por su regalo sexual. Y en la madrugada paso por sus cosas para irse al aeropuerto. 691 Yo misma que no tome demasiado seguiría dormida, si no fuera por Henry que me hablo hace veinte minutos para pedirme que me acercara al estudio por un asunto urgente. En cuanto bajo del auto mi teléfono vibra en mi mano anunciando un mensaje entrante de Vanesa. “He llegado bien, pero estoy muy cansada, después te hablo” Frunzo el ceño porque no es propio de ella no responder las llamadas, creo que el regalo no salió tan bien, con la idea de dejarla descansar y preguntarle después, le respondí simplemente con un emoji y me adentré al edificio de Henry. Mi teléfono vuelve a vibrar, abro el mensaje de inmediato pensando que era Vanesa, pero es Manson. “¿Me estás evitando?” Mi corazón bombea con fuerza, no puedo fingir que no he visto el mensaje cuando ya lo he abierto, así que me veo obligada a responder. “No, solo estoy algo ocupada.” Él responde de inmediato. “Me preocupo no saber de ti. No hice nada por acercarme porque 692 sabía por Nate que tendrías una tarde con tu amiga, no quería molestar.” Suelto un suspiro masajeando mis sienes. “Estoy bien.” Respondo con simpleza guardando mi teléfono al ver a Mary. —Está en su estudio —dice en cuanto me ve y me regala una de sus sonrisas amables. Asiento yendo directo. Como siempre Henry esta absorto en un cuadro frente a él, el cambio de luz llama su atención hacia mí de inmediato. Sonríe abiertamente dejando de lado su pincel. —Estás aquí —exclama con alegría mientras va a su maletín y comienza a buscar algo en él. Me siento en la silla frente a su escritorio — ¿Cómo estás, Henry? —Harto, odio estas fechas, todos se ponen excesivamente fastidiosos —Suelta con disgusto mientras coloca una hoja sobre el escritorio y la empuja hacia mí. Observo con curiosidad tomando el papel entre mis dedos, está prácticamente vacía, solo tiene un nombre y unos números en ella—. 693 Tengo un vuelo en unas horas, así que debo irme ya, y como no te veré hasta dentro de semanas, quería darte esto. Boqueo como pez fuera del agua y elevo mis ojos hacia Henry con admiración. —Lo conseguiste —Expulso el aire de mis pulmones contemplando los dígitos de la hoja. —Por supuesto y es el correcto, ya lo confirmé por mí mismo. —Dios, gracias. Henry sonríe y se pone de pie. —Y también, te hablé por otro asunto —Apunta con su cabeza hacia la puerta. Me paro y lo sigo mientras doblo y guardo la hoja en mi bolsillo trasero—. Alguien está muy interesado en conocerte, y generalmente no hago este tipo de favores, pero su tutor es muy amigo mío y me pidió este favor con mucha insistencia. —¿Quiere conocerme? —pregunto con la sensación de nervios instalándose en mi estómago. Henry se detiene en una puerta. —Solo si tú estás de acuerdo. Aunque si pides mi opinión, considero que es bueno para tu carrera, comenzar a familiarizarte con la gente del medio. 694 —Está bien. —En ese caso… —Abre las puertas y ambos entramos, pero no hay nadie, suelto una risa y él rasca su cabeza—. Le había pedido que esperara por ti en esta habitación, quizás se aburrió y fue a dar una vuelta por el lugar. —Lamento si me tarde —murmuro apenada. —En realidad él llegó muy temprano —dice con diversión. Observa el reloj de su muñeca y aprieta sus labios—. Mierda, se me hace tarde, le diré a Mary que ella se encargue ¿Sí? —Claro, no hay problema —Sonrío cuando me envuelve en sus brazos y me da palmaditas en la espalda—. Felices fiestas Jude, te veré en unas semanas. —Tu igual Henry, gracias de nuevo y diviértete. —Eso planeo —responde saliendo del lugar. Tomo nuevamente mi teléfono y saco la hoja de mi bolsillo. Mientras espero por Mary anoto el número en mis contactos y abro los mensajes escribiendo una explicación breve y concisa de quien soy y lo que quiero. No puedo creer que Henry de verdad lo ha conseguido. Solo rezo porque 695 no terminara con una denuncia por acoso o algo parecido. La puerta se abre de par en par, envié rápidamente el mensaje guardando mi teléfono, me giro con una sonrisa que queda congelada al ver a la persona frente a mí. —Douglas —su nombre sale como un susurro tembloroso. El aire se escapa de mis pulmones provocando que mi pecho duela, doy un paso atrás, las náuseas me invaden violentamente provocando un temblor por todo el cuerpo, mi pecho comienza a subir y bajar por mis fallidos intentos por encontrar aire. Intento pasar saliva, pero el nudo en mi garganta es demasiado grande. Un fuerte mareo me invade cuando lo veo dar un paso a mí. —Creí que no tendría el honor de verte de nuevo —Sonríe de lado mientras se gira para cerrar las puertas —Me gusto tu regalo, el de la pintura, al principio me moleste, pero me hizo recordar lo apasionada que puedes llegar a ser, ¿Me has extrañado Jude? 696 Niego sin poder hablar, observo a la puerta con la esperanza de que esta se abra y entre quien sea, pero no entra nadie, no pasa nada y los segundos se alargan tortuosamente o al menos eso siento yo. —¿Qué quieres? —gruño entre dientes intentando ocultar mi nerviosismo, aunque es más que inútil, estoy visiblemente desmoronándome frente a él. —Tengo un par de ideas, y todas te incluyen. —Lárgate —vocifero tan firme como puedo. Douglas sonríe, simplemente hace eso sin parecer preocupado, más bien divertido. Niega chasqueando la lengua con desaprobación. —¿Desde cuándo te volviste tan malcriada? Habrá un par de cosas que tendremos que corregir. La puerta se abre y Marie entra por ella con una botella de agua en su mano. —Aquí está —habla hacia Douglas, su sonrisa decae cuando me observa, ni siquiera dejo que hable simplemente camino con rapidez hacia la puerta y salgo sin mirar atrás. No me importa para nada parecer una demente. 697 A pesar de mis piernas temblorosas, corro a través de los pasillos ignorando las miradas curiosas. Cuando llego a las puertas principales las abro de golpe sintiendo el viento dándome directo a la cara, tomo profundas bocanadas de aire, mientras llevo mi mano hacia mi pecho sintiendo los fuertes latidos. Las puertas se vuelven abrir y tan rápido como las escucho siento una fuerte mano sobre mi antebrazo. Me alejo como si su toque me quemara, porque así lo siento. —No quiero nada más que arreglar las cosas contigo, podemos ser amigos si quieres —Su tono es tan despreocupado que suena como un jodido insulto. —Tú y yo jamás seremos amigos Douglas, jamás tendría a alguien tan vil en mi vida, yo jamás… — Antes de poder terminar lo siento envolviéndome en sus brazos, sus labios están sobre los míos, tan fríos, tan secos. Un jadeo se escapa de mi boca y sacando todas las fuerzas que puedo lo empujo logrando liberarme de sus brazos, mi mano se eleva en el aire y antes de siquiera procesarlo estoy estampándola contra su cara. La palma me arde, intento no mostrar cuanto me duele, aunque él no hace ninguna mueca, veo como 698 su mejilla comienza a tornarse roja. —Nunca más vuelvas a acercarte a mí —vocifero girándome sobre mis talones corriendo hacia el lateral del edificio, aquí hay cámaras de seguridad así que sé que no se acercara, para mi suerte confirmo que no me sigue, simplemente saca su teléfono y comienza a hacer una llamada mientras se sienta en uno de los escalones de la entrada. Me recargo en la pared con la mano en mi pecho y giro para ver a Douglas, el continua como si nada, su mirada conecta con la mía y entonces sonríe, mostrándome sus dientes, de esa manera tan maquiavélica, tan suya y levanta su teléfono apuntándome con el cómo saludo. En ese momento mi teléfono comienza a sonar provocándome un escalofrió, con algo de miedo lo saco del bolsillo. El aire vuelve a mis pulmones cuando veo que se trata de Vanesa, respondo su video llamada sin quitar mi vista de la entrada del edificio. —Lo siento por no llamar antes, acabo de terminar de desempacar y estoy tan jodida, de verdad, esta vez no miento, no volveré a tomar así… —habla abruptamente, pero entonces se calla al verme—, ¿Jude? ¿Qué pasa? —Su tono cambia completamente a preocupación. 699 —Acabo de ver a Douglas —Explico con la voz temblorosa, mi mano arde, me masajeo la palma mientras vuelvo mi vista hacia atrás solo para ver como desaparece entrando al edificio—. Vino a buscarme con Henry, y él, él me beso yo no… —¿Qué? —grita Vanesa al otro lado de la línea. Ni siquiera puedo responder, mi agitada respiración es lo único que sale de mí—. Ok, Jude, necesito que respires. —Estoy intentando —digo molesta colocando nuevamente mi mano en mi pecho. —Respira, tranquila, tomate tu tiempo —pide calmada y lo hago. Pasan por lo menos diez minutos cuando puedo sentir mi respiración más pausada. —¿Jude? —habla bajito, levanto la mirada hacia la video llamada en curso—, ¿Le dirás a Alex? Niego completamente. —No quiero involucrarlo, para nada —Cometí el error de involucrarlo cuando fuimos a destruir el estudio de Douglas, pero no la haría esta vez. —Creo que Alex debe saberlo —habla con la voz temblorosa—, creo que debe saber de ese beso. 700 Niego masajeando mis sienes. —Él no va a saber nada —digo decidida, guardo silencio respirando hondo un par de veces más, con la seguridad de la cámara observándome me recargo en la pared dejándome caer al piso—, no puedo involucrarlo, puedo afectarlo, yo… yo lo quiero — Vanesa suelta un suspiro tembloroso—, creo que voy a contarle todo —murmuro limpiando la lágrima rebelde que escapa de mi ojo. —No puedes hacer eso —dice Vanesa alarmada. —Él lo entenderá, lo conozco, el no… —No lo hará, Jude. —Escúchame —pido—. Se como suena pero… —Pero, nada —Me interrumpe— ¿Sabes que tan grave es eso? Escondiste todo de tu propio hermano que te ama y sabes que daría todo por ti por miedo a lo que pensará, Alex podrá ser muy lindo, pero eso es otro nivel, no lo entenderá —La confianza con la que habla desmorona por completo mi seguridad— Tu contrato con Isaac está a punto de expirar, él te ayudará a borrar todo eso, solo debes esperar. —No estoy se… 701 —Confía en mí esta vez, ¿Sí?, no quiero que te lastimen otra vez. Tomo otra bocanada de aire y asiento. Bien, entonces solo queda esperar. 702 35 │ETERNO ♪ There’s certain things that I adore, and there’s certain things that I ignore, but I’m certain that I’m yours ♪ (Hay ciertas cosas que adoro, y hay ciertas cosas que ignoro, pero estoy seguro de que soy tuyo)— Certain Things. James Arthur. No me sorprendió que Henry no se enterara de nada, y que Mary no sospechara que algo andaba mal cuando había sido obvio, de hecho, lo esperaba, probablemente Douglas invento alguna tontería convincente, de primera mano sabia lo manipulador que podía ser. Después de la desgastante situación con él había decidido encerrarme en mi departamento, pero en cuanto llegue a mi edificio, Nate estaba esperándome. —Isaac necesita hablar conmigo. Me moví en modo automático y subí al despacho de Isaac esperando todo excepto que estuviera tan feliz. Ni siquiera me observo del todo, simplemente me arrojo unas hojas y una pluma y me pidió que firmara. 703 —¿Qué es? —pregunto mientras leo el contrato. —Por accidente se hicieron unos cargos extras a tu cuenta, simplemente es que autorizas la devolución de eso. —¿Por qué se hicieron? —pregunto mientras firmo al ver que si trata de eso. Isaac se encoge de hombros, observando a través de su ventana —Un imbécil haciendo mal su trabajo. —¿Entonces es todo? —Sí, puedes irte —dice tomando mis hojas. Me giro y salgo del lugar tan pronto como me lo permiten mis pies. Mi teléfono vibra en mi bolsillo anunciando un mensaje entrante. Cuando lo abro me quedo congelada. Solo eran dos palabras, dos palabras que me emocionaron más de lo que hubiese querido. Henry había tenido razón, era el número correcto, y había respondido. Al llegar al lobby únicamente di dos pasos antes de que sintiera como tomaban la capucha de mi sudadera y me regresaban hacia atrás. Por la rapidez con la que iba mi cuerpo salió disparado hacia atrás, golpeando contra un duro pecho. 704 No tuve que verlo, su aroma llego a mí casi de manera instantánea. Como siempre olía celestial, aguanto mis impulsos de querer inhalar hondo. Camina hacia atrás conmigo adentrándonos al elevador. —Me estás evitando —Siento su voz vibrar en mi nuca mientras lo veo pulsar un botón, el elevador comienza a moverse y entonces me gira sobre mi propio eje, trago saliva obligándome a verlo a los ojos. Coloca sus brazos a mis lados, atrapándome entre ellos. —Yo no… —No fue pregunta —Me interrumpe con voz tranquila. Hago todo lo posible para parecer normal, pero Mason tiene un efecto en mí que es imposible controlar. No sé cómo evadir el tema, y al parecer Mason no me dejaría hacerlo, así que simplemente dejo salir la pregunta que me está matando de manera abrupta. —¿Tú tienes algo con Sophia? —Tan pronto como las palabras son dichas, su ceño se frunce, parece confundido después divertido. 705 —No —responde como si fuese obvio—, es mi mejor amiga, pero nada más. —¿Te gusta? —¿Qué? —Esta vez sí que se aleja soltando una risa divertida—. Jude ¿A qué viene todo esto? —Responde, por favor —Pido, sintiéndome una tonta. —Por supuesto que no, solo una persona me tiene fascinado, y esa eres tú. —Yo solo… —Las puertas del elevador se abren, el pequeño cubículo se inunda de inmediato de muchas voces y tenue música. Reconozco el lugar rápidamente, la primera fiesta post concierto a la que habíamos ido Elliot, Vanesa y yo había sido aquí, en este lugar. Donde justo todo inicio. Mason envuelve su mano en la mía y tira de mí sacándome del elevador, cruzamos el salón llegando hasta un extremo en donde no hay gente y me coloca frente a su cuerpo. —Es una despedida, la mayoría de nuestros empleados se irán de vacaciones, así que acostumbramos a tener un tipo de fiesta pequeña — explica para mí. 706 Mason se sienta y me jala sentándome en sus piernas, recargando mi espalda en su pecho. >>Dime —murmura en mi oído mientras abraza mi cintura—, ¿De dónde salió esa idea? —Recuerdo cuando ese actor en los premios menciono a Sophia, tú actuaste como un loco, estuviste a punto de golpearlo, desde allí pensé que quizás tenían algo. No había pensado nuevamente eso hasta antier, que te fuiste con ella y ni siquiera me mandaste un mensaje para cancelar conmigo, me dejaste esperándote y… —¿Qué? —pregunto pareciendo confundido — Antier me quede sin batería, por eso no te hable yo directamente, pero me asegure de mandarte a alguien para decirte que surgió un inconveniente, no fui a esa fiesta con Sophia, fui por ella porque estaba metida en un problema. —Su padre dijo que… Mason suelta un bufido y niega —Desde que su padre nos presentó cuando yo tenía diez años tiene la loca ilusión de que nos casemos —El niega molesto mientras yo me sentía pasmada, la imagen solo hizo que la bilis subiera por mi garganta—, y a pesar de que sabe que ninguno de los dos aceptaría 707 algo así, continua con sus esperanzas. Desde que supo de tu existencia te considera una amenaza para sus planes, pero tú no cambiaste nada, el no querer estar con Sophia es algo que tengo seguro desde siempre. >>Y no tengo idea de porque no te avisaron que no podría venir por ti, pero lo investigaré, porque incluso me aseguraron que ya estabas enterada — Acaricia mi cabello de manera lenta y dulce arrancándome un suspiro—. Lamento que hayas creído que simplemente me importo una mierda, pero nunca seria así. Cierro los ojos sintiendo el cosquilleo que dejan sus dedos a su paso. No tenía idea de quien había dicho eso, pero algo me decía que todo fue completamente intencionado. Entonces lo había estado ignorando, por nada. —Perdón por… —Sus dedos toman mi barbilla y su boca silencia la mía con un beso. Cierro los ojos disfrutando el momento. De verdad me preguntaba si alguna vez me acostumbraría a Mason, a sus besos, sus caricias, sus miradas. Pero nunca tenía una respuesta, cada que lo 708 tenía cerca mi corazón bombeaba con fuerza sobre humana. Era como una droga, como mi droga personal. —Sobre Michael, el chico de los premios, lo odio, pero no es por celos, él es un ex novio de Sophia, nunca lo trate mucho, pero era imposible no verlo, Sophia es mi mejor amiga y él prácticamente vivía con ella, era demasiado público, antes de ser actor hacia videos de su vida, y aunque no comporta ideas de no tener ni un segundo de privacidad, las respetaba, pero siempre me molesto que usara a Sophia, desde que salió con ella su popularidad salto, así que constantemente se encargaba de sacarla en sus videos, y no me importaba, pero yo sabía cuan incómoda ella estaba con eso, pero no hice nada, porque ella tampoco lo hacía, y en ese tiempo dejamos de hablar, nos comunicábamos muy poco porque si nos veíamos venía el idiota con una cámara detrás. >>Un día yo estaba con Levi entrenando y me comenzó a llamar un vecino de Sophia ya que yo era de sus contactos de emergencia, me dijo que la había escuchado gritar, escuchaba golpes y gritos y nadie abría, intente comunicarme con ella, estaba alterada, llorando no podía entender nada, cuando llegamos a 709 su edificio los policías ya estaban allí, estaban molestos porque fue una falsa alarma, porque todo lo que estaba pasando era una jodida broma, Michael creyó que sería muy divertido fingir que alguien entraba a su departamento, que le disparaban a él y después encañonarla. Cuando Levi y yo llegamos, ella estaba en medio de un ataque de pánico. —Eso es horrible —murmuro encontrando a Sophia a distancia, esta hablado con Paxton, ambos se reían de algo que él dice. —La quiero Jude, pero solo como una amiga y ella a mí también me quiere del mismo modo, no podía ser diferente. Los ojos de Sophia se encuentran con los míos, y allí está de nuevo esa mirada de celos y repulsión. Giro hacia Mason y sonrío sin molestarme en continuar viéndola, no me importa si él está equivocado y su desinterés no es mutuo, no me importa si ella si quería algo con él, Mason me quería a mí, y eso era todo lo que me interesa. Su teléfono comienza a sonar, me toma de la cintura sentándome a un lado mientras responde la llamada. 710 —Voy —responde rápidamente girando a verme —, ¿Podrías esperarme unos minutos?, iré a verificar algo. Asiento viendo cómo se pone de pie y sale del lugar. Rápidamente tomo mi teléfono recordando que debo responder el mensaje pendiente, mando mis datos y le pido algunos suyos para lograr cumplir mi cometido. Esperaba que respondiera de nuevo y no se arrepintiera. No tengo tiempo ni siquiera de guardar mi teléfono cuando Levi llega casi de inmediato sentándose a mi lado. —Hola —digo, pero él tiene su vista al frente, parece estar pensando algo, después de unos segundos carraspea ligeramente y habla. —¿Puedo darte un consejo? —pregunta y yo asiento prestándole atención. >>Si quieres una relación sana no puedes hacer eso —habla bajo, casi de manera imperceptible. Lo veo confusa, sin entender de lo que habla—. Si algo te incomoda o no te gusta deben hablarlo para buscar solucionarlo, o simplemente si no quieres hablar también debes hacer saber que necesitas un tiempo a solas, el punto es la comunicación. 711 —Yo… —No vine aquí a juzgarte Jude, vine a hacerte saber algo de lo que creo que no eres consciente, pero, cuando alguien está molesto y decide castigar a la otra persona no respondiendo, ignorar o dejando de hablarle, eso es maltrato psicológico —Me miro a los ojos fijamente mientras sus palabras se quedaban suspendidas en el aire. —Yo… no tenía idea —murmuro sintiéndome mal—, nunca quise… —Está bien, no pasa nada —La sonrisa de Levi es tranquilizadora—, todos hablan de las relaciones tóxicas, pero nadie habla de lo difícil que es entrar a una relación sana cuando estás acostumbrado a comportamientos tóxicos. Son cosas que aprendes con el tiempo —Gracias Levi —murmure volviendo mi vista al frente, es entonces cuando noto nuevamente la mirada de Sophia en mí, sus ojos arden, incluso volteando hacia otro lado puedo sentirla. Entonces es cuando caigo en cuenta volteando a ver a Levi, creo que nunca ha sido por Mason su mirada de odio. 712 Mason llego en ese momento tomando mi mano, intercambio un saludo con Levi y con un gesto me apunta hacia un pasillo que reconocí de inmediato. Se sentía como un déjà vu, recorrí de la mano de Mason el mismo pasillo, las mismas escaleras, el mismo camino que tomé cuando lo conocí por primera vez. Podía recordarme a punto de girar para volver a la fiesta, podía recordar cómo me detenía por el sonido de su guitarra, podía recordar la primera vez que vi su mirada, podía casi escuchar su voz <<¿Qué haces aquí?>> Entramos al lugar y mi vista va directo al único chico parado en el centro. Frente a él hay una caja grande de la que salen varios cables e instrumentos que no sé reconocer. El chico trae colocado un cubrebocas y unos guantes, la caja frente a él tiene puesto un plástico trasparente. Encima de esto tiene cosas acomodadas. —Necesito que te quites tu chaqueta —habla directamente viéndome. Frunzo el ceño girando a ver a Mason. —Es un regalo para mí —explica como si nada mientras se quita la suya. 713 —¿Qué clase de regalo? —murmuro haciendo caso de igual modo y quitándomela. El chico se acerca y extiende unos guantes frente a mí, me los pongo aún con la duda bailando dentro de mí. Me pide que me acerque a su caja y cuando veo la máquina giro hacia Mason. —¿Te vas a tatuar? —Me vas a tatuar —dice como si nada recargado en el sofá. —¿Qué? —grito, quedándome estática— Estás idiota, yo no sé hacer eso. —Yo te enseñare —dice el chico frente a mí—, vamos a practicar un poco, ven. —No Mason, estás demente, deja que un profesional lo haga, yo la voy a cagar. —Es solo una palabra —Me interrumpe el chico frente a mí como si no fuera nada. —No puedo —digo firme—, y no lo haré. —Jude, es solo una palabra —repite Mason, los observo a los dos sin dar a crédito. Me cruzo de brazos y doy un par de pasos hacia atrás. 714 —Dije que no, y no me harás cambiar de opinión en esto —Me muerdo el labio tratando de contenerme, Mason abre la boca dispuesto a decir algo más, así que lo interrumpo antes de que diga cualquier cosa—. Dije que no y punto. Estoy conteniendo con todas mis fuerzas el impulso de temblar. Había practicado por una hora con una piel sintética, pero los nervios no han disminuido para nada. El zumbido que hace la pistola me tiene en completa alerta, Mason se encuentra recargado en el sofá completamente tranquilo, el chico de los tatuajes vuelve a esterilizar las cosas y limpia con un jabón especial su piel, también ya ha transferido el pequeño boceto con las ocho letras extendidas por su cuello por debajo de su oreja. La palabra esta en vertical. El chico está parado a mi lado, viéndome fijamente, limpia la tinta, y supervisa. Presiono la punta de la pistola contra su piel soltando un ligero suspiro. Sigo el trazo de las letras que yo misma dibuje con seguridad. Aunque de segura no este nada, pero no puedo estar dudando. 715 —Podría escribir mi nombre en este momento y tú no podrías hacer nada —bromeo mientras me giro para tomar más tinta. Mason sonríe mientras envuelve su mano en mi cintura. —No me molestaría —dice mientras me vuelvo a girar volviendo a retomar las letras. Dejo de hablar porque vuelvo a concentrarme. No puedo creer que esté haciendo esto. Yo estoy completamente tensa contra su cuerpo en contraste él está tan relajado, me hincha el pecho saber que confía en mí así. Su toque contra mi cintura es suave, y más que distraerme me reconforta. Esto sería un total desastre si no supiera dibujar. —¿Tus tatuajes tienen algún significado? — pregunto distraída mientras estoy a punto de terminar. —Tengo uno compartido con los chicos, solo ese tiene significado, y ahora el tuyo. Cuando termino me giro hacia el chico que sonríe y asiente. —Viste, no fue tan horrible —dice mientras toma la pistola, me pongo de pie y dejo que 716 ahora él sea quien se acerca a Mason y haga lo que tenga que hacer. Toma un pequeño parche trasparente y lo pega en la piel de Mason por encima de su tatuaje. —¿Qué significa? —pregunto detrás de Mason mientras él lo observa por un espejo. El chico toma sus cosas y sale del lugar dejándonos solos. —Mi papá solía decir que existen cosas que aunque son temporales, son eternas en esencia… momentos, canciones, personas. Nunca lo entendí, hasta ahora. “Aeternum, significa para toda la eternidad. —Mason… —murmuro llena de una emoción embriagadora. —Jude, me encantas, y he notado que, entre todo, no sé qué es lo que más me gusta de ti, y no lo sé, porque no puedo verlo, no puedo tocarlo, puedo sentirlo, todos los días. Sus palabras no hacen más que empeorar los frenéticos latidos de mi corazón. —No entiendo cómo es que tú… 717 El aire escapa de mis pulmones en cuanto lo siento envolver su mano en mi nuca, jalándome consigo. El contacto de su cuerpo contra el mío es tan cálido, tan cómodo, no quiero nada más que eso. Lo quería, lo sabía, era abrumador, abrasador, paseando por cada poro de mi piel. Su aliento cálido choca contra el mío uniéndose, sus labios caen sobre los míos silenciándome, el beso es dulce, corto, suave y después de unos segundos se vuelve más explosivo, más él, justo como lo necesitaba. —Jude, te quiero y no necesito que lo entiendas, solo quiero que lo sientas. 718 41. Capítulo treinta y seis 36 │PREMONICIÓN ♪ I hope one of you come back to remind me of who i was, when i go desappear, into that good nigth, i’m taking it all for us, doint it all for love ♪ (Espero que alguno de ustedes vuelva para recordarme quien era, cuando desaparezca, en esa buena noche, estoy soportándolo todo por nosotros dos, haciéndolo todo por amor)— All for us. Labrinth+Zendaya. Conseguir un vuelo de un día a otro había sido extremadamente caro, pero valía la pena. Cuando anoche me mando sus datos conseguí todo para que hoy estuviera aquí. —¿No quieres que te acompañe? —Mason enarca una ceja mientras se recarga en el marco de la puerta, observándome mientras yo mando un mensaje. Niego sin verlo. —Mi hermano cree que estamos pensando en casarnos, necesito demostrarle que no somos tan unidos —explico y el hace una mueca. 719 —¿Entonces el anillo que compre lo devuelvo? —Giro viéndolo con el ceño fruncido, al ver mi rostro él suelta una carcajada— Estoy jugando. —No tardaré —prometo acercándome a él plantando un beso en su boca. —Aquí te veré entonces. Salgo de su piso dirigiéndome al estacionamiento, a diferencia de lo que Mason piensa, no me iré con Nate. No me preocupa que se dé cuenta, probablemente para cuando lo note ya no podrá hacer nada. En su lugar me encamino rápidamente a la camioneta de Aiden, cuando entro observo a Paxton tras el volante con una sonrisa traviesa. —Me estás usando y no de una manera sexual, estoy ligeramente decepcionado —bromea encendiendo la camioneta. Estoy nerviosa como la mierda, en este momento no sé qué tan buena idea ha sido, pero ya no hay marcha atrás. El camino fue rápido, especialmente con Pax manejando como loco mientras canta canciones a todo pulmón. 720 Cuando llegamos al estacionamiento baja conmigo. Se coloca unos lentes de sol, una gorra de beisbol y camina detrás de mí por todo el sitio. Me divierte que Paxton ni siquiera pregunta, podría estarlo arrastrando conmigo a una escena del crimen y él, ni por enterado, solo me sigue. Observo mi teléfono viendo el mensaje de que ya ha llegado. —Creo que debí traer un cartel con su nombre porque no tengo idea de cómo voy a reconocerl… —Paxton da un paso al frente quitándose las gafas. Sus ojos brillan con curiosidad—, ¿Pax? — murmuro, pero parece no haberme escuchado, primero da un paso y antes de siquiera poder tomarlo del brazo ya está caminado rápidamente por el pasillo. Intento alcanzarlo, pero un paso de él son tres míos. —Paxton —grito llamando la atención de la gente arrepintiéndome instantáneamente. Varios voltean a vernos, entre ellos una chica que está directamente en frente de nosotros bajando las escaleras eléctricas. Él se detiene frente a ella, tomándola por el brazo con brusquedad. La chica jadea ligeramente consternada, después de verlo parpadea sorprendida, 721 yo estoy igual. Llego a él y jalo su brazo esperando que la suelte. —Paxton —murmura tan suavemente que apenas pude escuchar su voz. Doy un paso atrás cuando la comprensión llega a mí. Había contemplado la posibilidad de que se arrepintiera, pero aquí está frente a nosotros, Monet. La hermana de Mason. Su cabello completamente negro cae debajo de sus hombros, trae puesta una boina roja que contrasta completamente con su cabello y su abrigo blanco y negro. Sus ojos grises llaman mucho la atención, quizás por sus cejas gruesas perfectamente arregladas. Es más pequeña de estatura que yo, y es hermosa. Ella y Paxton han entrado en una burbuja silenciosa, en la que no hay nadie más que ellos, pero entonces levanta su mirada y me mira. —Tú debes ser Judith —dice finalmente extendiendo su mano hacia mí. Le devuelvo el saludo mientras con la otra mano aprieto el brazo de Paxton esperando que salga del trance al que ha entrado y para mi suerte así lo hace. —¿Por qué mierda…? 722 —Paxton —interrumpo sorprendida al escucharlo. Lo tomo del brazo y lo empujo hacia atrás para que la deje pasar—. Lo siento —digo viéndola—, solo está… —¿Sabes cuánto ha sufrido Mason por tu culpa? —habla Pax serio mirándola con molestia— Lamento que hayas perdido a tus papás, entiendo que duele como la mierda, pero Mason también los perdió, no solo tú, y lo has castigado haciéndolo cargar con el peso de unas muertes que no le corresponden. Me coloco frente a él, empujándolo suavemente —cállate—pido entre dientes girándome hacia la pelinegra que ve hacia el piso con un deje de tristeza. Paxton no dice nada más, se gira y sale del lugar. Observo boquiabierta por donde ha salido hecho una furia. En todo el tiempo que llevo cerca de él jamás lo había visto tan enojado. —Lo siento —vuelvo a repetir. —Está bien —dice tranquila—, entendía que esto podía pasar, actúe de manera inmadura y… —Eras una niña, y Mason no te juzga, no lo hizo y no lo hará. 723 Asiente con lentitud, suspira y levanta el rostro, asintiendo nuevamente esta vez ya más segura. — Estoy nerviosa —murmura soltando un suspiro. Sonrío intentando darle ánimos. —Todo saldrá bien —digo, aunque ahora no esté tan segura. Camino junto a ella, no trae consigo maletas, lo cual me sorprende, pero quizás no piensa quedarse. Desconozco completamente al Paxton molesto, así que no puedo estar segura de que nos haya esperado, después de todo, salió completamente enojado. Sin embargo, lo hizo, la camioneta sigue exactamente en el mismo lado, Paxton está sentado en el asiento del piloto con su vista perdida al frente. Cuando me acerco abro la puerta esperando que diga algo, pero no lo hace. Monet sube detrás sin decir nada. El silencio inunda el lugar de inmediato. Él ni siquiera se mueva, ni enciende la camioneta, ni hace nada, solo continua con su vista perdida. Levanto la mano para tomar su brazo, pero antes de poder siquiera tocarlo abre la puerta saliendo disparado. —¿Qué…? —Antes de poder decir cualquier otra palabra, Paxton rodea el auto abriendo con fuerza la 724 puerta trasera, saca a Monet tomándola por la cintura—. Paxton —Jadeo preocupada abriendo la puerta, pero entonces veo que la tenía envuelta en un abrazo. Me mantengo en mi lugar viendo como le dice algo que la relaja visiblemente, ella de manera cuidadosa rodea el cuerpo de Pax con sus brazos. —Lo siento —Lo escucho decir. Cierro la puerta para darles privacidad y espero que ellos hablen, eso hicieron por unos minutos y después subieron a la camioneta. En cuanto Paxton estaciona la camioneta, gira ligeramente intentando vernos a ambas. Ya no hay rastro del Paxton enojado, ahora ha vuelto a su habitual y peculiar personalidad. —Bien, probablemente ya nos estén esperando, ella se fue con mentiras, yo robe la camioneta de Aiden. —¿Qué? —decimos Monet y yo al mismo tiempo. —Dijiste que le habías pedido permiso a Aiden —acuso. 725 —Si bueno, dije muchas cosas, no recuerdo — baja de la camioneta y espera a que nosotras también lo hagamos—, por eso entre por el estacionamiento de empleados, hay cámaras en todos lados, pero por aquí no nos verán entrar. Vamos. Justo como Paxton dice, entramos por una zona que nunca antes había visto, más desordenada y algo descuidada. Algunos empleados nos observan con curiosidad, pero no dicen nada a nuestro paso. Pax saca su tarjeta activando el escáner del elevador y presiona el piso de Mason. —Debimos meterla en una caja —murmura Paxton viendo a Monet. Intento no reír, pero no puedo evitarlo, Monet igual sonríe divertida. Cuando estamos a punto de llegar se recarga en la pared deteniendo el elevador abruptamente. —Ya me arrepentí —murmura abrazando su brazo contra su pecho. —Tranquila —digo mientras Pax simplemente vuelve a presionar el botón para que el elevador continúe avanzando. —Muy tarde para eso. 726 —Déjala que tome un respiro —me quejo, pero no me hace caso, incluso se coloca frente a los botones para que no los toquemos. —Tuvo un respiro de años, yo creo que ha sido suficiente. Monet se pega a una esquina viendo a la nada, de por sí su piel ya es pálida, ahora parece estar a punto de desmayarse. Se pega tanto a la pared como si quisiera volverse una misma con ella. Parece nerviosa, incluso puede que algo más, puedo perfectamente ver como el dolor cruza sus facciones y sus ojos grisáceos. No la conozco, no puedo decir nada al respecto de ella, pero en este momento viéndola así podría asegurar que ella sufrió tanto como Mason. Cuando las puertas se abren yo soy la primera en salir, Paxton se coloca entre las puertas para evitar que estas se cierren, Monet, en cambio, continúa pegada a la pared. Escucho a lo lejos las pisadas de Mason. Paxton estira su mano para tomar la de Monet le da un ligero apretón y le susurro algo que no soy capaz de escuchar porque yo ya estoy caminando hacia el chico que me espera con las manos en sus caderas. 727 Antes de que Mason pueda hablar, Aiden sale detrás de él recargándose en la pared. —¿Cómo fue su paseo? —pregunta cruzándose de brazos. —Choque un par de veces, pero logramos huir. —Es mentira —aclaro de inmediato al ver sus caras. —Acompañe a Jude por el regalo de Mason — dice Pax aun recargado entre las puertas. Gira hacia el interior del elevador—. No es que te considere una cosa, a pesar de que tengas el tamaño de un llavero, sabes a lo que me refiero. La risa de Monet es completamente tenue, dura prácticamente un segundo, estoy segura de que mis pisadas sonaron más fuertes, aun así, la sonrisa de Mason se borra por completo de su rostro. Durante un momento, Mason parece haber dejado de respirar. No se mueve ni un poco, pero su vista va de Paxton a mí. —Ok, me perdí —dice Aiden viendo las miradas compartidas, pareciendo genuinamente confundido. Con zancadas grandes, Mason cruza el pasillo yendo directo hacia el elevador y entonces se queda 728 inmóvil, su ceño se frunce, su respiración se vuelve irregular, puedo ver perfectamente como su pecho sube y baja como si le faltara el aire. —¿Monet? —pregunta con una voz tan baja. En ese segundo el pequeño cuerpo de su hermana sale del elevador saltando a sus brazos, haciendo que Mason se tambalee ligeramente hacia atrás por la fuerza de su impulso. Monet solloza contra su cuerpo mientras Mason pareciendo haber salido de su impresión inicial, la funde entre sus brazos, entierra su rostro en su cuello y ya no puedo ver más, porque Pax se quita de las puertas y camina hacia nosotros, en cuanto llega a Aiden le entrega las llaves y enreda sus brazos, se acerca a mi pasando su otro brazo por mis hombros jalándonos consigo. —Vayamos a ver una película, creo que necesitaran tiempo. —Paso —dice Aiden intentando liberarse de su agarre. —No—responde Paxton sin dejar de caminar, arrastrándonos consigo, llegando rápidamente a la habitación, aquí la voz de Mason y Monet no se escucha. 729 Aiden se detiene y vuelve a soltarse del agarre de Paxton. —¿Cuál es el plan? —pregunta viéndolo fijamente— Sentarnos a ver una película y fingir que somos amigos? —¿No lo somos? —cuestiona Paxton. —No. Yo tomo asiento en silencio, observándolos sin entender. —Aiden, eres un puto inmaduro. —¿Vas a decirme que paso la noche de los patrocinios? —Ya te dije que nada, ¿Puedes dejar de joder con eso? —¿Así que quieres que crea que Isaac me pidió que terminara con la visita con mi papá para que fuera por ti a un hotel, yo solo, por nada? —No lo sé, quizás ya se dio cuenta de que no hay peligro en que estemos juntos, después de todo tú y yo nunca podríamos tener ni una mierda. 730 Aiden toma a Paxton de la camisa del cuello y lo jalo hacia él. Yo me hundo cada vez más en el asiento. Ay dios, ¿Qué está pasando? —Yo pienso que él quería que viera algo que tú no quieres que sepa. Paxton lo empuja separándolo de él. A este punto no sé si van a besarse o golpearse. —¿Por qué me importaría lo que tú vieras si me importas una mierda? Ok, creo que van a golpearse. —Claro que te importo —sonríe Aiden con diversión—, al igual que tú me importas a mí, después de todo eres como mi hermano. La cara que hace Paxton al escucharlo me da mucha ternura, parece herido. —¿Esa de afuera es Monet? —habla Levi emocionado entrando a la habitación—, ¿Está todo bien? —pregunta en cuanto Ve la postura de Paxton y Aiden. —Ya deja de jugar y dilo, ¿Qué paso esa noche? 731 —¿Hablan del hotel? Aiden gira molesto y sorprendido hacia Levi. — ¿Tú sabes? —Tuvo una recaída, es lo que no quiere que sepas, no pudo controlarse. Aiden suelta un suspiro y sale con rapidez. Paxton da un par de pasos con la intención de seguirlo, pero Levi lo detiene tomándolo por el brazo. —Siéntate —Le ordena con voz autoritaria. —Necesito… —Pensar —termina Levi por él—, vas a pensar como decirle que despertaste con alguien. —Yo no… —Lo se Paxton… pero sea lo que sea que haya pasado, Isaac lo sabe, y es cuestión de tiempo para que Aiden también, y lo más conveniente es que se entere por ti… Paxton se deja caer en los asientos a mi lado. —Pero… ¿Desde cuándo estás aquí? —balbucea Levi viéndome fijamente pareciendo contrariado. 732 Suelto una risa y carraspeo enderezándome en mi lugar. —Acabo de entrar —miento provocando la risa desganada de Pax. —Estoy jodidísimo —Se queja Pax elevando sus brazos al aire. Palmeo suavemente su mano intentando darle ánimos. Apenas había confirmado que Pax y Aiden tenían algo, y ya parecía estar a punto de acabar. El sutil movimiento de mi cuerpo elevándose en el aire me despierta de inmediato. —Lo siento —susurra Mason mientras me acurruca contra su cuerpo. Él camina por los pasillos oscuros sin problema alguno, como si no pesara nada—, no quería despertarte. En cualquier otra circunstancia ya le habría pedido que me baje, pero estoy cómoda, así, entre sus brazos. Con un ligero empujón abre la puerta de su habitación y nos adentra en ella. 733 —¿Estás bien? —pregunto al ver sus ojos, están inyectados de sangre, nunca lo he visto llorar ni de cerca, pero parece que lo había hecho, incluso su nariz luce un poco sonrojada, eso y tomando en cuenta que cuando habíamos llegado aún estaba el sol y juzgando por la tranquilidad de la noche pareciera que había pasado mucho tiempo. —Estoy perfectamente —murmura colocándome sobre la cama acostándose a mi lado. Pasa su brazo por debajo de mi cabeza y me envuelve hacia su cuerpo—. Gracias —dice con su boca pegada a mi coronilla. —No hice nada —digo con honestidad—, no tuve que convencerla, no tuve que hacer nada, ella estaba ansiosa por saber algo de ti. —Y no lo habría hecho si no fuera por ti, porque yo no quería molestarla más, me dolía solo imaginar que podría rechazarme de nuevo, pero aquí está, conmigo nuevamente. Acaricio con mis nudillos su suave rostro. No hay parte de Mason que no me guste, en este momento tengo tanta suerte, no solo es hermoso por fuera sino por dentro, es tan noble y él parece no notarlo. 734 Antes había cometido el error de juzgarlo sin conocerlo, pero la realidad me había abofeteado en el rostro sin cuidado alguno. Y aquí estaba, completamente enamorada del chico frente a mí. —Jude… —habla en voz baja, la manera en la que lo dice mi nombre, me pone en alerta, parece ser algo importante. —¿Si? —Creo que me tomaré un descanso de todo —Lo observo esperando que diga algo más—, ahora que gracias a ti recupere a mi hermana no pienso perderla, y sé cuan intensas puedes ser las personas en este medio, creo que ahora tú también lo sabes. Asiento comprendiendo, quizás no tenía ni por asomo la clase de atención que tenía Mason, pero por semanas había sido blanco de burlas, acoso y odio. No era algo fácil de digerir. Aun ni siquiera estoy segura de que pueda hacerlo del todo. Sigo con miedo de entrar a los comentarios de cosas mías. —Que sepan de ella es algo inminente, y más ahora que está a mi lado, pero quiero atrasarlo lo más que mis posibilidades me lo permitan. —¿Cuál es tu idea? —pregunto elevando mi mano de su rostro a su cabello, acomodando los 735 mechones rebeldes que caen en su frente. —Tenemos algunas propiedades privadas, al igual que la casa del campo, son propiedades que están apartadas del ojo público, yo, sé que no puedo huir para siempre, pero pensaba hacerlo algunos meses —suelta un suspiro y mi corazón se estruja, meses, él se iría por meses. —Creo que es una buena idea —digo en voz baja, porque, aunque dolía, esa era la verdad. Aquí en la ciudad, incluso aunque no salieran del edificio, sería cuestión de días para que la gente se enterara de la existencia de Monet y comenzaran a acosarlos. Me observa a los ojos por unos segundos, quizás minutos, no tengo idea, perderme en la mirada de Mason era algo particularmente sencillo. Vuelvo a acurrucarme contra su cuerpo cuando creo que no hablara más, deseando poder congelar este momento en el que lo tenía entre mis brazos. —Ven conmigo —pide de pronto con su boca pegada a mi frente. Me alejo nuevamente para verlo a los ojos sorprendida. Mi corazón palpita con fuerza. “Quizás es precipitado, pero, tengo un mal presentimiento —murmura lamiendo ligeramente 736 sus labios. Mantengo mi vista fija en él prestando atención a sus palabras—. Me siento tan bien en este momento, tan en paz, pero es extraño, parece una calma electrizante, el tipo de calma que viene antes de una tormenta —Suelta un suspiro—, sé que es una tontería… —No lo es —digo rápidamente—, te entiendo — respiro hondo. Lo hacía de verdad, lo entendía, entendía perfectamente de lo que hablaba, porque yo también lo sentía. Yo, a diferencia de él, sabía que no solo se trataba de una idea sin sentido, o una tontería tal como él había dicho. Era una premonición, mi premonición. —Iría contigo al fin del mundo —murmuro contra sus labios con la intención de distraerlo y funciona. Me toma por la nuca y me besa con ímpetu. Nos perdemos entre besos, caricias y gemidos. Cuando finalmente se duerme me coloco de pie y tomo mi teléfono. En la pantalla se podía leer el mensaje de Isaac. 737 “Esto está a punto de terminar, así que necesitamos vernos” Ni siquiera me moleste en responder, simplemente lo borre y volví a la cama con Mason. Esa noche no dormí. Solo lo observé intentando grabarme a fuego sus facciones, es casi, como si hubiera sabido que esa sería la última noche que estaría allí. Como siempre, quiero agradecerles por permitirme tener parte de su tiempo al leer esto. Los tqm <3 738 37 │El inicio del fin. ♪ This could be the end of eveything, so why don’t we go somewhere only we know ♪ (Esto podría ser el final de todo, entonces, ¿Por que no vamos a algún lugar que solo nosotros conozcamos?— Somewhere only we know?. Keane. En cuanto amaneció había regresado a mi departamento. Quería darle a Mason y Monet privacidad, llevaban literalmente años sin saber uno del otro, necesitaban mucho tiempo a solas. Para la tranquilidad de todos, la existencia de Monet seguía siendo algo privado, me preocupaba un poco que ayer alguien hubiese reconocido a Paxton en el aeropuerto, no habíamos sido lo suficientemente discretos, pero hasta el momento no habíamos tenido problema. Isaac y su mensaje se habían encargado de joder mi ánimo, Vanesa no me había respondido más, así que estaba sola. El día estaba especialmente frío, así que tomé una manta y me envolví en ella mientras veía televisión. Ese era mi plan. Isaac no había mandado otro mensaje, y no me importaba si lo hacía, hoy simplemente no me 739 interesaba verlo. Había decidido volverme una misma con mi tristeza o con mi sofá, lo que pasara primero, y creí que lo lograría, pero a mitad de la segunda película sonó la puerta. Observé con desconfianza y no hice ningún ruido, esperando así que se fueran, pero no lo hicieron. Cuando abrí la puerta quise cerrarla de inmediato al ver a Mason frente a ella, tan guapo como siempre dejándome sin aire. Perfectamente vestido con esa ropa que se amolda a su cuerpo haciéndolo ver como un sueño, yo era otra historia, la razón por la que quería cerrar la puerta, ni siquiera me peine el cabello, tenía puesta un pijama de felpa que odiaba, pero era la más calientita que tenía. Mason sonríe ampliamente al verme. —¿Qué haces aquí? —pregunto con los brazos en jarra—, deberías estar con tu hermana. —Créeme que no me he apartado de ella ni un segundo, estoy dándole un respiro —dice mientras toma el gorro de mi pijama y lo coloca en mi cabeza, siento el calor de la vergüenza subir por mi cuerpo, 740 se perfectamente que de la parte superior colgaban unas orejas que me estarían haciendo ver ridícula. Mason a punto con su cabeza hacia afuera — Necesito que me acompañes. —¿A dónde? —Ya lo verás —dice mientras toma mi mano, pero yo niego. —No veré nada, no iré a ningún lado de este modo, y no me cambiaré porque estoy muriéndome de frío. Mason suelta una risa y me toma de la cintura elevándome en el aire colocándome sobre su hombro. —Asegúrate que esté cerrado —dice confundiéndome, entonces me doy cuenta de que no habla conmigo, habla con Nate que esta parado a unos metros de distancia. Pasa por nuestro lado yendo a mi departamento, asegurándose de cerrar mientras Mason me mete con el al elevador. —Esto es secuestro —Me quejo sintiéndome mareada por estar boca abajo. —Definitivamente —responde Mason divertido. Salimos del edificio y a lo lejos veo como hay unos 741 camarógrafos. Genial, porque no había algo mejor que saber que habría fotos de mí en una pijama ridícula sobre el hombro de Mason. Me estremecí ligeramente al sentir el viento frío, pero no duro mucho, en cuanto entramos a su auto la calefacción ya estaba encendida. —¿Confías fijamente. en mí? —pregunta viéndome Asiento de inmediato, entonces Mason abre la guantera y saca un antifaz con la visión obstruida. —Póntelo. —¿Qué estás planeando? —murmuro achicando los ojos. —Tú me diste mi regalo, ahora yo te daré el tuyo. —¿Más? Es ridículo, ya me has dado suficiente. —Te daría el mundo si me lo pidieras, porque es lo mínimo que mereces —murmura acercando su boca a la mía, planta un beso corto, casi imperceptible, entonces toma el antifaz de entre mis dedos y lo coloca. Me recargo contra el asiento y espero mientras siento como nos movemos por la ciudad. 742 La risa de Mason me pone en alerta. —Pero que capacidad tienes de quedarte dormida de la nada. Aun con el antifaz sobre mis ojos me estiro sobre el asiento. —No sé qué esperabas si tengo la visión bloqueada. No escucho su respuesta, pero si escucho como sale del auto. Llevo mis dedos al antifaz e intento apartarlo un poco, pero mi puerta se abre sobresaltándome, Mason toma mis manos y me jala consigo bajándome del auto pegándome un susto de muerte. —Aún no puedes ver —susurra mientras lo siento moviéndose frente a mí, después siento como me coloca algo encima, por el largo y la calidez, lo reconozco de inmediato, me había puesto su gabardina. Lo cual agradecía, porque el frío me calaba incluso con toda la felpa que tenía encima. Entramos a un lugar, lo supe por el sonido de las puertas cerrándose detrás de nosotros, y el evidente cambio de temperatura. 743 Nos detuvimos un segundo y después un fuerte crujido de madera sonó por todo el sitio, parecía que otras puertas se habían abierto frente a nosotros. Nuestras pisadas se escuchaban más fuerte de lo normal. A juzgar por el eco parecía que estábamos en un sitio amplio. De pronto se detuvo, se colocó detrás de mí, pasando una mano por mi vientre, apegando mi espalda a su pecho. —Esto no es tanto para ti —susurra en mi oído lanzando escalofríos por mi cuerpo—. Al menos no para tú yo actual. —¿Qué? —susurre sin entender. De fondo se podían escuchar ligeros crujidos y movimientos, pero seguía sin tener idea de lo que pasa a mi alrededor. —Esto es para la pequeña delictiva de tu interior. Entonces me quito el antifaz, mi vista es borrosa tardo unos segundos en lograr enfocar, pero cuando lo hago el aire se estanca en mi garganta. Estamos en un anfiteatro, uno precioso, inmenso, y completamente vacío, al menos en el área del 744 público, porque sobre el escenario había muchas personas. Una orquesta completa. El hombre frente a nosotros levanto su mano y cuando la bajo la música inicio. Mason había recordado mi historia, mi tonta historia de mí escabulléndome a los ocho años a un teatro durante cinco minutos, lo mencioné solo una vez, y esa noche habían pasado tantas cosas que no esperaba que recordara ni una palabra de lo que dije. Pero lo hacía. —¿Cómo no lo olvidaste? —murmure casi de manera inaudible. Mason se sienta sobre una de las butacas y como si no tuviéramos un teatro completamente vacío, me sienta sobre sus piernas apegándome nuevamente a su cuerpo. —Siempre te he prestado atención Jude. Cada nota a nuestro alrededor se siente como una caricia. La nostalgia sube por todo mi cuerpo, escucharlos me hace recordar la primera vez que lo hice, la primera vez que me enamoré del arte en todo su esplendor. Podía perfectamente ver a la niña de ocho frente a mí observando impresionada, y algo asustada por 745 miedo a que la vieran. Todo era tan hermoso como esa primera vez, excepto que esta vez nadie me sacaría, porque esto estaba hecho para mí. Tuvimos un concierto completo, solo para nosotros, era un espectáculo precioso, mi atención estaba completamente divida entre el escenario y el chico que me tenía en su regazo. En este momento soy la persona más afortunada del puto mundo. Los instrumentos sonaban con sincronía, había algo en la música que me generaba una sensación inexplicable, era lo más hermoso que había escuchado en mi vida. Entonces caí en cuenta de algo. Gire a verlo molesta frunciendo el ceño. —No puedo creer que me trajeras aquí vistiendo así —susurro alarmada cubriéndome más con su gabardina, el calor corre por todo mi cuerpo en cuestión de milisegundos—. Me veo ridícula. —Te ves hermosa —Ladea la cabeza ligeramente, viéndome directo a la cara, su mirada es brillante, se vuelve a reclinar dejando un suave beso en mi cuello—, eres absolutamente hermosa. 746 La calidez de sus palabras me recorre por completo, por primera vez en mucho tiempo creí los cumplidos. No sonaban vacíos, sonaban sinceros en sus labios. Nunca he creído en las almas gemelas, nunca he creído en el destino, no es que no creyera en el amor, pero creía que nos vendían una imagen inalcanzable, pero ahora todo eso se tambaleaba, porque, aunque no tenía seguras muchas cosas, podía asegurar que mi amor por Mason es la sensación más real y plena que he experimentado jamás. Me acerco a su rostro y beso uno de los lindos hoyuelos que se marcan en su mejilla. Desde que lo conocí, las mejores cosas que me han pasado siempre van de su mano. No estaba lista para perderlo, no estaba segura de que alguna vez lo estuviera. Estaba tan distraída, que no me di cuenta de que él me veía de la manera en la que siempre había soñado que alguien lo hiciera. Pasar toda la tarde con Mason sonaba tentador, pero sabía por Paxton que Monet lo estaba 747 esperando, así que lo obligue a dejarme en mi departamento, me negaba a ir con ellos mientras yo estaba en esta ridícula pijama. Tuve que bajar con Nate, y aunque Mason no estaba de acuerdo en no acompañarme a la puerta, tuvo que dejarnos, al parecer se había corrido el chisme de que Mason andaba por mi departamento y los medios estaban haciendo de todo por intentar acercarse a él. No puede arriesgarse a llamar la atención, mucho menos ahora que tiene a su hermana cerca. Con cada paso que daba hacia mi departamento me sentía en una nube, aún podía sentir mi cuerpo entero vibrando por la sinfonía. Podía sentir sus dedos sobre mi cintura, su aliento cálido golpeando mi piel. Sus labios sobre los míos. Mientras veníamos en su auto caí en cuenta de algo. Jamás había sido más feliz. Pero Mason tenía razón, esto solo era la calma antes de la tormenta, y mi tormenta estaba parada a mitad de mi sala mientras sostenía la pieza del rey del tablero de ajedrez de Vanesa. 748 —¿Divirtiéndote? Contemple la idea de quedarme en la puerta parada, como si eso de alguna manera pudiera protegerme de cualquier cosa que pudiese decir. —¿Cómo entraste? Él sonríe divertido. —Tengo acceso a la información de cualquier persona, ¿Cuán difícil crees que es conseguir una simple llave? —¿Qué quieres? —pregunto viéndolo caminar por el departamento con toda confianza. Isaac señala hacia una esquina, allí había un perchero nuevo, de el cuelga una funda protectora negra. —Es para ti, un regalo —menciona tranquilamente. Intento mantenerme imperturbable, no quiero que vea cuanto me afecta su presencia, pero mi máscara se cae inevitablemente cuando termina de hablar. ¿Un regalo? ¿El para qué me daría algo? >>Vamos, ábrelo, no seas grosera —Trago saliva y me obligo a entrar al departamento, cerrar la puerta y caminar hacia el perchero. En cuanto estoy frente a el tomo el cierre y comienzo a bajarlo. 749 Dentro de la funda hay un vestido largo de gala, ni siquiera le presto mayor atención me giro hacia Isaac confundida. —Esto… —Es para mañana, para la fiesta de Ana Ford — Se acomoda mejor sobre el sillón recargando sus codos sobre sus rodillas—, este es de los mejores trabajos de Cristina, es una pieza única. >>Es una muestra de agradecimiento Judith, por tus espléndidos servicios, servicios que ya no necesitaremos porque el tiempo se acabó. Mis labios se abren en un intento fallido por tomar aire. Había estado temiendo esta conversación, y aquí estaba. Ya ha acabado. Isaac saca del bolso interno de su saco unas hojas y las arroja encima de la mesa frente a él. Ni siquiera tenía que verlas. Sabía lo que era, me había memorizado todo, especialmente recordaba lo que me dijo de la última hoja. “Cuando el tiempo se acabe no te puedes quedar ni un segundo más, no puedes acercarte, comunicarte, hacer absolutamente nada. No te quiero cerca. O destruiré tu vida por completo.” 750 Isaac me observa esperando alguna reacción de mi parte, pero yo estoy pasmada. >>Dilo —pide con voz lenta. —¿Qué? —murmuro sin entender. —Vamos, dime lo que estás pensando, dime que no lo harás —Isaac niega con una sonrisa maquiavélica—. Se perfectamente lo que me dirás, ya casi puedo escuchar tu patético discurso sobre cómo no te piensas alejar de Alexander, pero niña solo te lo diré una vez, si tu no cumples tu parte del contrato no solo puedo demandarte y quitarte absolutamente todo lo que tengas, si no que, yo sí que cumpliré la mía. No respondo nada, no puedo, continuo en silencio en la misma postura. >>Se las estupideces que han estado haciendo Judith, y lo que sea que tengas con Alexander tienes que dejarlo y lo harás mañana durante el baile, necesito fotos de ustedes distantes, peleando lo que sea que provoque los rumores de su separación y quiero que sea algo orgánico. ¿Entendiste? La boca la tengo seca, mi garganta duele y mis ojos arden. El miedo, enojo y odio están emanando en mí de manera aparatosa. El golpe que da Isaac 751 contra la mesa me provoca un jadeo. —Mierda, ¿Entendiste sí o no? —Vete —pido entre dientes, pero eso simplemente provoca su risa seca. Se arroja nuevamente contra el sofá lanzando sus brazos al aire. —Sabía que esto pasaría, lo sabía —dice como si fuese de lo más divertido. Su vista vuelve a mí, me ve duro y con odio—, por más que intentes adiestrar un perro callejero, si le pones un plato de carne en frente se lanzará sobre él —Chasquea su lengua viéndome con un deje de asco. >>No soy tan malo, sabes, estoy dejando que te despidas, podría simplemente en este mismo momento romperle el corazón diciéndole lo que sé de ti, diciéndole quién eres en realidad, la basura que eres y todo lo que escondes detrás de esa fachada — Una sonrisa se extiende por sus labios—, estoy dejando que seas tú la que lo dejes, por lo que quieras, y así mantengas tu falsa imagen de inocencia. Se pone de pie moviendo entre sus dedos la pieza del rey con la que aún juega, la lanza y la atrapa en el aire. 752 >>Hoy no quiero que te acerques a Alex, y si él se entera así sea de una palabra de nuestra conversación, arrasaré contigo y con todo lo que conoces. Mi corazón late con una fuerza desenfrenada, sus palabras calan hasta mis huesos, pero no tengo miedo, esta vez no. Mason debe saberlo, y me importa una mierda si se entera de mi pasado, prefiero mil veces ser honesta con él a fingir solo por protegerme. Incluso si al enterarse me odia, debe saberlo, todo, esto no puede seguir así. Giro a ver a Isaac cuando escucho su risa. —Dios, casi puedo escuchar lo que piensas — murmura sonriendo con diversión—, creo que tendré que asegurarme que no vayas a verlo hoy —Toma el radio de su cintura y lo enciende—, pasa —pide. En ese momento la puerta se abre y entra la última persona a la que quisiera ver aquí. Elliot. —Ya está hecho —dice hacia Isaac. —¿Estuviste con Alex? —pregunta Isaac, Elliot asiente sacando de su bolsillo un teléfono, el teléfono de Mason. 753 Isaac lo toma ladeándolo de un lado a otro con una sonrisa y lo mete a su bolsillo. —Perfecto. Quédate en su puerta, no dejes que salga —dice hacia Elliot mientras camina hacia el tablero de Vanesa—. Ah, otra cosa —Se gira viéndome directamente—, si involucras a Nate, Levi, Paxton, Aiden o a quien sea los jodere peor que a ti, lo que planeo hacer contigo si no cumples es un chiste comparado con lo que les hare a ellos si les mandas así sea un mensaje, y créeme lo sabré — Con una sonrisa vuelve a girarse y con la pieza que tenía en sus manos empuja la otra pieza del rey al otro extremo del tablero provocando que cayera al piso y se hiciera pedazos. Con eso sale del lugar y yo me quedo completamente estática en donde mismo. Mi respiración es trabajosa y apenas puedo contener las ganas de llorar. —Jude —La voz de Elliot me pone en alerta. No sé en qué momento dejo el marco de la puerta y se acercó tanto, lo único que me tranquiliza un poco es que la puerta está abierta de par en par y sé que las paredes no son tan gruesas como para evitar que si grito los vecinos me escucharán, de igual modo no bajo la guardia. Acerca su mano lentamente a mi 754 rostro tomando mi barbilla elevándola para que lo vea a los ojos—, solo para que conste, no me están pagando extra, ni me están amenazando, lo hago porque quiero, porque te lo mereces. Escupe cada palabra de odio mientras con su pulgar roza mi labio inferior, me atrae a su cuerpo con fuerza, intento liberarme, pero con la misma velocidad me empuja separándose de mí y con eso se gira como si nada, lo observo agitada y completamente confundida, pero entonces veo lo que trae en su mano, mi teléfono. Antes de cerrar su puerta me da una última sonrisa y con eso sale del lugar dejándome perturbada en el silencio de mi departamento. 755 43. Capítulo treinta y ocho. 38 | Fin del Juego. ♪ it feels like murder to put your heart through this, i know I always said that I could never hurt you, but this is the very very last time I’m ever going to ♪ (Se siente como un homicidio poner tu corazón en esto, se que siempre dije que nunca te lastimará, pero es la ultima vez que lo haré) -Eventually. Tame Impala. Me asomé por la ventana viendo hacia abajo. Estábamos en el séptimo piso, no había espacio para equivocaciones, cualquier pisada incorrecta podría acabar muy, muy mal. El edificio continuo al nuestro tenía unas escaleras a los laterales por las que podría bajar perfectamente, pero esas escaleras estaban aproximadamente a un metro de distancia. Podía esperar, pero sabía que Isaac planeaba algo, él no deja cabos sueltos, Nate una vez me lo dijo, y confiar en que mañana yo haría exactamente lo que 756 él dice es un cabo demasiado suelto, es algo que yo no haría, él lo sabe. Necesito hablar con Mason ya. Tengo la horrible sensación de que si espero para mañana será muy tarde. Estoy segura de que entraron desde antes a mi departamento, no tengo idea de como lo hicieron, pero no encontré mi laptop, tampoco encontré nada en la habitación de Vanesa. Sacaron cualquier cosa con la que me podría comunicar. Las cosas ya estaban bastante mal, todo apuntaba a que se pondría peor. Tomo aire hondo y cruzo el marco de mi ventana, coloco los pies en el borde que no sirve más que para dar textura a la pared, mi pecho sube y baja y por inercia bajo la vista sintiendo como mis piernas tiemblan, levanto la vista rápidamente golpeando mi espalda contra la pared, por mi movimiento brusco uno de mis pies resbala, pero rápidamente vuelvo a tener el equilibrio. “Solo hazlo” grita mi voz interna. No puedo creer que estoy haciendo esto. Doy un paso alejándome del marco. Repito como mantra “es solo un metro, es solo un metro, es solo 757 un metro”. Doy otro paso largo y sin detenerme recorro el pequeño espacio. Estoy a punto de caer, pero me sostengo de los barrotes de la escalera evitando cualquier accidente. Cierro los ojos sintiendo el ardor en mis manos por la fuerza con la que caigo hacia el frente. Impulso mi cuerpo hacia arriba cruzando la escalera, estando así al fin en el lado seguro. Suelto un jadeo masajeando mis manos y pegando mi espalda al frío de las escaleras. Me coloco de pie rápidamente y comienzo a bajar las escaleras corriendo. No me detengo en ningún segundo. Giro hacia el edificio solo para asegurarme que todo esté tranquilo, y así es, incluso alcanzo a ver la camioneta de Elliot estacionada, a él no puedo verlo, pero sé que está allí. Me coloco la capucha de mi suéter y giro hacia el lado contrario de la calle en busca de algún taxi. No hay posibilidades de que pueda entrar por la entrada principal, pero gracias a Paxton conocía la 758 entrada trasera, la de los empleados. Quizás Isaac puso en alerta a todos sus empleados, pero sé que lo más importante para él, son las apariencias, así que los trabajadores del hotel no tendrían ni idea de que estaba pasando. Así que enfundada con una falsa seguridad entre al lugar con la frente en alto y una máscara de indiferencia, justo como había hecho Paxton. Algunas personas giraron a verme, pero para mi suerte no hicieron nada. Las escapadas de Pax los debe tener acostumbrados. No podía subir por el elevador, no tenía ninguna tarjeta, así que no tenía acceso a los últimos pisos. Giré en busca de opciones y vi la puerta de las escaleras, solo de pensarlo me dolían las piernas, pero no tenía otra elección. Rápidamente comencé a subir las escaleras, ni siquiera levanté la vista sabía que eran muchísimas y honestamente no me preocupaba, aunque si quería llegar ya con Mason necesitaba unos minutos a solas. Tenía miedo de cómo lo tomaría, ni siquiera sabía cómo le iba a decir todo, no me había preocupado en pensarlo, solo actuaria. Todo esto me perjudicaría a mí directamente, pero no me importaba. 759 Prefería eso, prefería ser yo la que terminara con el corazón roto. Los nervios, el miedo, la adrenalina hicieron que el tiempo se hiciera más corto, en un segundo estaba empezando a subir las escaleras y al otro estaba ya frente a su puerta. Levante el puño, pero no fui capaz de tocar. Esto es lo mejor, así deben ser las cosas. Debo hacerlo. Cerré los ojos y levante el puño, pero nunca toco la puerta, está ya se había abierto y frente a mí estaba Aiden observándome serio. —Yo… Él se hizo a un lado y a punto con su cabeza al interior. Entre viendo como cerraba la puerta detrás de él, estaba a punto de preguntar si pensaba salir, pero entonces vi la tableta frente a él. En ella estaban abiertas las cámaras principales del piso. Así que él ya me había visto desde que llegue. —¿Y Mason? —pregunto con la voz temblorosa. —No está —dice sutilmente mientras se sirve más whisky o al menos eso parecía. 760 —¿En dónde está? —En el sótano, Monet quería saber en dónde ensayábamos —murmura mientras extiende hacia mí el pequeño vaso, pero niego. Aiden ladea ligeramente la cabeza y coloca el vaso frente a mí de igual modo—, pareciera que acabas de correr un maratón. —No quiero tomar. —Bien —Se encoge de hombros—. Necesito que te vayas—, habla con firmeza. Lo observo frunciendo el ceño —¿Qué? —No te queremos aquí, Jude, ¿Sabes lo que Mason planea hacer? —No necesito preguntar, solo lame sus labios y continúa hablando—, irse. Él quiere una vida tranquila para recuperar el tiempo perdido con una hermana que no debiste traer aquí, y por ti. Por ti está pasando todo eso. “Todos nosotros te queremos lejos, solo viniste a joder las cosas. Ninguno es capaz de decírtelo, pero yo sí. Lárgate. Sus palabras taladran mi cabeza, siento todo mi cuerpo tambalearse, pero no me muevo, incluso si es Mason quien me lo dijera lo pondría en duda, todo 761 lo que llegue a mí en este momento lo será, porque sé quién es capaz de estar moviendo los hilos detrás. —¿Incluso Levi? —murmuro hacia Aiden, él asiente y yo sonrío—, ¿El mismo Levi que me aconsejo hablar las cosas de frente para no caer en algo tóxico? Aiden se gira y comenzó a caminar hacia el salón. Se sienta sobre este y recarga su cabeza sobre el respaldo pareciendo cansado. “Estás mintiendo —afirmo manteniéndome de pie—, ¿Es Isaac? —pregunto, pero Aiden continua en silencio con sus ojos cerrados. La frustración escala por mi cuerpo al verlo tan pasivo—, Claro que es él, por eso estabas viendo las cámaras, sabías que yo vendría porque él te lo dijo. —Judith —Suelta un exasperación—, solo vete. suspiro lleno de —No Aiden, no nos puede tener amenazados de por vida, no puede estar controlando todo a su alrededor, tenemos que decirle a Mason, por favor —murmure con la voz temblorosa—, sé que yo no soy tu amiga, pero el sí es tu amigo y merece saber la verdad. 762 Aiden me ve fijamente, ni siquiera parece haber escuchado una palabra de todo lo que dije, continúa sentado en el sofá simplemente saca unos audífonos de su bolsillo y se coloca uno. Lo veo tomar su teléfono y entonces una canción comienza a reproducirse a través de los audífonos. Observo con incredulidad como extiende el otro hacia mí. —La música me relaja —dice con simpleza. Unas inmensas ganas de agitarlo me invadieron, quería que reaccionara, se pusiera de pie y fuera corriendo conmigo a buscar a Mason. Solo estábamos perdiendo tiempo. Pero ahora que él estaba involucrado se convertía en una pieza importante, porque en este caso no solo sería mi palabra contra la de Isaac, seria nuestra palabra y eso me ayudaría más, no es que no crea que Mason no me creería, pero siendo completamente honesta toda esta situación me da algo de miedo, no sé cómo reaccione después de todo lo que le escondí. Así que haciendo acopio de toda mi paciencia me siento a su lado tomando su auricular colocándomelo. Una canción que no reconozco suena de fondo. La melodía no hace más que empeorar el manojo de nervios que siento dentro de 763 mí. Después de los segundos más largos de mi vida me giro a verlo. —Aiden —digo desesperada incorporándome un poco para poder verlo a los ojos—, ¿Qué estamos haciendo? —murmuro con los nervios de punta. —Levi en mi lugar hubiese hablado con Mason desde incluso antes de que tu llegaras —Asentí de acuerdo sin entender exactamente a donde quería llegar—, Paxton bueno el, después de escucharte hubiese tardado menos de un minuto en estar de acuerdo y estar subiendo en el elevador dispuesto a decirlo todo —Inhala hondo y deja salir el aire de sus pulmones—, pero Judith yo no soy ellos. Lo observo con atención. Él sigue con su mirada perdida. “Yo no soy el héroe dispuesto a arriesgar todo porque eso es lo correcto, yo soy el que mataría por quien ama. Pasaría por encima de todo y de todos, solo por él, sin detenerme a pensarlo. Sus palabras son duras, entonces lo comprendí todo, cerré los ojos dejándome caer por completo a su lado. Mi corazón late con fuerza, casi podía escucharlo. 764 —Está amenazando a Paxton —murmuro, su silencio es la confirmación y así de rápido muere mis pocas posibilidades. —Lo lamento —dice Aiden viéndome al fin—, no hay nada que pueda hacer por ti, porque tuve que elegir, y lo elijo a él, por encima de cualquiera. La crudeza de su honestidad me deja sin aire. —Entiendo —murmuro sacándome el audífono y entregándoselo —yo también tengo que elegir, y rendirme significa elegirme, así que no lo hare, no me puedo rendir —susurro colocándome de pie. Aiden saca de su bolsillo una tarjeta, la tarjeta del ascensor. Se encoge de hombros y me la entrega mientras se vuelve a recargar sobre el respaldo y se colocaba ambos audífonos. Camino hacia el ascensor y escaneo la tarjeta de Aiden esperando que este se abra. Nuevamente vuelvo a estar sola, y por más miedo que eso me dé, debo hacerlo. Mason no se merece nada malo. Las puertas se abren y me sobresalté al ver a alguien parado dentro del elevador. Un chico de seguridad. Me regala una sonrisa cortes y asiente hacia mí. —Isaac dijo que necesitarías quien te 765 llevara a tu departamento. Nathaniel te está esperando en la entrada. Ese hijo de perra. Subo al ascensor sin responderle, simplemente selecciono el último piso. El sótano. Mis piernas se sienten como gelatina y mi cuerpo esta notablemente temblando, tengo un nudo en la garganta y el estómago solo me provoca náuseas y entonces el radio del chico suena en su cintura. —Pásame a Judith —La voz de Isaac suena tranquila del otro lado. El chico obedece, y justo como Isaac ha pedido me pasa su radio. Lo tomo, sin embargo, simplemente lo dejo en mi mano sin atender. La risa divertida de Isaac suena del otro lado—, ¿Qué piensas hacer, cariño? No respondo. Sé que su idea es intimidarme, pero ya no puede hacerme nada con sus amenazas, no me importa si tengo que destruirme a mí misma en el proceso, voy a hablar. —Te di la oportunidad de decidir cómo dejarlo, pero que estés buscándolo cuando te dije claramente que no lo hicieras para mí es que me estés retando, ¿Y qué crees? —Con cada segundo que pasaba su 766 fingido tono amable perdía fuerza— No me gusta que lo hagan. Un escalofrío me recorre la espalda, pero sigo inmóvil viendo como pasa cada piso y ya estamos a punto de llegar. —Ahora te diré exactamente que le dirás, cada puta palabra que uses para irte será algo que yo diga algo que yo quiera —Su voz jadeante no hace más que causarme repulsión—. Y entiendo, eres tan predecible, tan jodidamente divertida que sé que ahora dirás que no te importa que destruya tu reputación. “Así que, ¿Dime que piensas de qué destruya la suya? Porque eso haré, no solo destruiré su carrera, destruiré su puta vida, me encargaré de ensuciar tanto su imagen que sus opciones se limiten a volver a nacer, y si no tienes suficiente con eso, arruinaste la sorpresa, esperaba que pudieras contenerte hasta mañana, pero, mmm, ¿Cómo se llama la niña esa? Monet, si claro, ella. Preciosa, ¿no? Muy bonita para su propio bien así que le conseguí seguridad, ¿El nombre de Sergio te suena? Tu amigo, Douglas me paso su contacto. Mi mano subió con rapidez y golpeo el botón para frenar el elevador que estaba a un solo piso de 767 llegar al sótano, mi respiración agitada es lo único que se escucha, de pronto el espacio se siente más reducido de lo que es, el aire me falta y el calor comienza a subir por mi cuerpo a pesar del frío del ambiente. La nauseas se elevan violentamente por mi cuerpo. Presiono el botón del lobby y el ascensor se mueve nuevamente. Isaac ya no dice nada más, le entrego al chico su radio y en cuanto las puertas se abren salgo corriendo sin importar quién me vea. Corro fuera del edificio y voy directo al primer bote de basura que aparece frente a mí y sin poder controlar más las náuseas, vomito. Mi estómago arde. Ni siquiera había comido nada, así que estoy vomitando bilis. Nate me alcanza corriendo casi de inmediato, sostiene mi cabello mientras masajea ligeramente mi espalda. Cuando acabo me observa con pena. —¿Qué paso? —murmura, pero no digo nada, no quiero que termine sin empleo por mi culpa—. Vamos — murmura sosteniendo mi brazo—, te llevaré a casa. Me muevo en automático, mi cabeza a desconectado en el momento en el que baje del 768 elevador, me siento como en una pesadilla sin fin. Cuando llegamos a mi edificio ni siquiera me molesto en ver a Elliot que está parado en la entrada, evidentemente molesto y con los brazos cruzados sobre su pecho. Había terminado todo y Isaac había ganado. Hooooy, hace dos semanas exactamente decidí publicar este libro, y aunque al principio quise borrarlo -casi de inmediato-, me alegro haber tomado la decisión de dejarlo. Gracias a todas las personas que están leyendo en este momento, por sus interacciones, por llegar hasta acá, y principalmente por permitirme formar parte de unos minutos de su día, gracias por acompañarme en este viaje de la mano de Judith y Mason. <3 Odio repetir palabras pero, si de nuevo: gracias. Los tqm. 769 44. Capítulo treinta y nueve. 39 | EL BAILE. ♪ Como no pude darme cuenta, que hay ascensores prohibidos, que hay pecados compartidos, que tu estabas tan cerca ♪ -Con las ganas. Zahara. —Mason no está de acuerdo en que lleguen separados, pero dijo que respeta tu decisión. También te mando a decir que había perdido su teléfono, por eso no te ha hablado. —Gracias, Nate. —¿Estás bien?, ¿Jude? —Necesito que cambies esa jodida cara, una maquillista vendrá a arreglarte, y ten, léelo, memorízate cada palabra. Y recuerda que esto tú te lo buscaste. —¿Linda, estás bien? Pareces algo distraída… 770 Observo mi reflejo mientras paso los dedos por mi cabello, inhalo y exhalo repetidas veces. El maquillaje en mi rostro luce impecable, se ha mantenido en perfecto estado a pesar de que no he podido parar de llorar. Mi respiración es trabajosa, no puedo dejar de tomar bocanadas de aire sin tener éxito, aún me siento ahogada. Tengo la sensación de que el oxígeno no llega a mis pulmones. Me obligo a tranquilizarme y repito los ejercicios de respiración, inhalo, exhalo y vuelvo a repetir el proceso. La ventana que funciona de separación entre el piloto y los asientos traseros comienza a bajar, dejándome ver a un Elliot completamente irritado. —¿Ya tuviste suficiente? Lo observo con molestia e ignorando su comentario cierro el espejo dejándolo a un lado. >>Por dios, haces un jodido drama por todo. —Vete a la mierda, Elliot. —Necesitamos movernos, Judith —farfulla mientras toma algo del asiento del copiloto y lo 771 arroja hacia mí—. Tranquilízate de una puta vez y ponte esto. Tomo el pequeño frasco entre mis dedos y leo el instructivo. Es para los ojos. El maldito Isaac piensa en todo, son gotas descongestionantes para reducir la inflamación, para hacer que desaparezcan los ojos rojos. Tomando un suspiro me coloco las gotas y parpadeo permitiendo que cubran toda la zona. El auto comienza a moverse y sé que en minutos estaremos allí. Hemos estado estacionados por casi treinta minutos cerca del evento, yo no podía tranquilizarme y Elliot no podía dejar que me bajara así. Incluso antes de que Elliot me avise que estamos por llegar, lo sé, la estructura es muy similar al de la casa del primer baile al que fui con Mason, a diferencia de la primera vez en esta ocasión si permitieron medios, así que el lugar está atestado de fotógrafos. El lugar luce hermoso y eso tiene que ver con la decoración, parece sacada de un cuento de hadas, tal como la invitación, todo el lugar está en un estilo victoriano, incluso los guardias y la gente del staff están vestidos en ese modo. Respiro hondo viendo mi reflejo en la ventana, me obligo a sonreír ampliamente justo como había 772 practicado, una lágrima cae por mi mejilla, pero la limpio de inmediato, respiro hondo una vez más enfocándome en la pequeña cadena de Mason que brilla sobre mi pecho. La escondo dentro de mi vestido mientras veo como un chico de traje se acerca a la puerta y la abre. Me arrastro por el asiento y salgo con su ayuda, en el momento en él en el que pongo un pie sobre el piso los flashes comienzan a cegarme. —Ah, y Jude —habla Elliot, giro el rostro para verlo—, recuerda que de ti depende que camino tomara el futuro de Mason y Monet, sin presiones, preciosa. Hago de todo por no parecer asqueada y molesta, simplemente sonrío de la manera más falsa que puedo y me alejo ahogando mis ganas de querer golpearlo. La entrada son unas escaleras inmensas forradas con una alfombra roja. Por todo el camino hay antorchas con fuego. Tomo aire hondo esperando no tropezarme, el vestido que traigo no ayuda mucho, es largo y liso, se amolda perfectamente a mi cuerpo, pero no de una manera asfixiante, puedo moverme sin problema. 773 En cualquier otra situación me hubiese enamorado de él, como siempre Cristina había hecho un trabajo hermoso, había respetado el código de vestimenta a la perfección sin hacerlo tan dramático, el vestido en esencia es sencillo, la tela color crema cae de manera lisa en mi cuerpo, sin embargo, toda la atención se centra en la parte del busto dándole más vista al escote en forma de corazón con destellos dorados. Tuve que usar unos guantes color crema que me quedaban por encima de los codos. También Cristina había mandado una segunda pieza, la cual es una capa igual de suave, igual de lisa, solo tiene decoración en los hombros. El mismo tipo de piedra que tiene el escote. Es precioso y me hacía sentir en un disfraz, lo cual por la situación lo siento adecuado. Con cuidado camino por las escaleras, ignorando los gritos con mi nombre, ignoro absolutamente todo. Debería detenerme, pero no lo hago, solo camino y para mi suerte llego intacta, sin ningún tropiezo. Ana llevó el código de vestimenta a otro nivel porque todos los trabajadores están uniformados hasta con pelucas blancas. 774 Una de las chicas del staff se acerca a mí y me quita de los hombros la capa, me sonríe y me pide que siga adelante. El lugar es una locura. Es alucinante, está decorado con cuadros gigantescos por todas las paredes, reconozco perfectamente el trabajo de Henry todo esto tiene su firma no impresa. Toda la luz viene de incontables candelabros colocados a los laterales de manera estratégica, el más grande e impresionante está justo en el centro. Todo el lugar parece sacado de una película y los invitados con su ropa igual. Incluso hay un escenario en donde están tocando música clásica. Solo dando unos pasos siento una mano envolviéndose en mi brazo, me relajo instantáneamente al ver a Ana sonriendo. —Luces hermosa Jude. —Tu igual Ana —respondo y no miento, su vestido es precioso, mucho más producido que el de cualquier persona en el lugar, combina con toda la decoración—, todo luce increíble. —Me alegro de que te guste —Sonríe de manera honesta. 775 —¡Ana! —Un señor algo mayor llega directo a saludar, sonrío por educación y llevo mi vista al frente mientras ellos platican animadamente. El lugar está lleno, sin embargo, mi vista va directo al segundo piso. Allí no hay más que tres personas, y toda mi atención se va directo a Mason, como si fuese un imán. Nuestras miradas conectan y entonces me sonríe, solo necesito ese ligero gesto para que mi corazón se acelere. Luce increíblemente guapo como siempre. Mason es un sueño, un sueño del cual debía despertar. Le veo decir algo a las personas con las que está y comenzar a alejarse de ellos bajando las escaleras. No es una sorpresa que Mason llame la atención. Las personas a mi alrededor se giran solo para poder observarlo fijamente sin discreción alguna, no los culpo, yo también estoy hipnotizada. Aun así no parece incómodo, ni siquiera parece notarlos, solo tiene ojos para mí, solo me observa a mí. Puedo reconocer la canción que comienzan a sonar de fondo “Forever young” de Alphaville, y tan 776 pronto las primeras notas de la canción son tocadas, todo desaparece a nuestro alrededor. No puedo ver ya a nadie, no escucho a nadie, solo a él, solo a Mason. Tan pronto como llega frente a mí, sonríe y se inclina hasta que su boca queda a la altura de mi oído. —Belle comme toujours —Su acento es precioso, aunque intento no puedo evitar no soltar un suspiro. Mason se incorpora un poco, pero se vuelve a inclinar ahora a mi otro oído, cierro los ojos cuando siento sus labios dejando un beso cálido debajo de mi lóbulo—. Hermosa, como siempre. Toma mi mano y sin previo aviso se gira y comienza a caminar hacia el centro del lugar. —¿Qué haces? —murmuro viendo como llama la atención de las personas. Me hace girar en mi propio eje y me suelta colocando una mano en su espalda y otra extendiéndola frente a mi cuerpo. —Bailar contigo —hace una ligera inclinación—, si tú quieres, por supuesto —Suelto una risa mientras tomo su mano. Se incorpora apegándome a su cuerpo. No tengo idea de como bailar, pero Mason si, y seguirle el paso es fácil. Mi cuerpo encaja 777 perfectamente en el suyo. Recargo mi cabeza sobre su pecho, escuchando los latidos de su corazón mientras nos balanceamos al compás de la música. Mason me separa ligeramente de su cuerpo y toma mi mano haciéndome girar, dando una vuelta por debajo de su brazo, haciéndome reír. Me vuelve a alejar de su cuerpo sin soltar mi mano, eleva nuestras manos hasta la altura de su rostro y besa mis nudillos. Es fugaz, tierno y me derrite completamente. Entonces sin esperarlo me vuelve a apegar elevándome en el aire tomándome por las piernas, su risa es contagiosa y rápidamente me tiene riendo de igual modo. En mi pecho se aglomeran los sentimientos de anhelo, necesidad y tristeza, porque no quiero alejarlo, porque no quiero alejarme, porque lo quiero como a nadie. Cuando me coloca sobre mis pies, dirijo mis brazos hacia su espalda y lo envuelvo en un abrazo mientras cierro los ojos, me grabo a fuego la sensación de su cuerpo contra el mío, de la sensación de mis manos contra su espalda, el sonido de sus latidos. Mi respiración se entrecorta, pero me obligo a permanecer tranquila. 778 Abro los ojos solo para ver de reojo a Isaac observándonos. Él levanta la copa de su mano y la eleva hacia mí con una maldita sonrisa. Me alejo de Mason solo para verlo dedicándome una sonrisa preciosa, sus ojos brillan tanto que me dejan sin aire. Mis piernas ni siquiera me responden, solo me detengo y él hace lo mismo, su expresión es remplazada por una mueca de preocupación. —¿Qué pasa? Tomo su rostro sin importarme quien nos esté viendo y lo beso perdiéndome en la suavidad de sus labios. Me dedico a disfrutar y memorizar cada segundo, desde el roce de su lengua hasta la calidez de su respiración. Lo beso como probablemente nunca he besado a nadie, en medio de todo, en medio de todos. Quiero decirle sin palabras lo que es para mí, quiero que sepa que es lo mejor que me ha pasado, la mejor persona que he conocido, mi precioso y perfecto caos. Mason se detiene, pero no se aleja y pega su frente a la mía. —Jude, te amo. Sus palabras me dejan sin aire, mi pecho duele, mis ojos arden y por más que intento controlarme, 779 no puedo hacerlo, el sollozo que escapa de mis labios lo pone en alerta, toma mis hombros y me aleja para poder verme a la cara. Antes de que pueda decir algo, lo hago yo. —¿Podemos hablar? —giro a ver a las personas que nos observan con curiosidad—, A solas. Mason ni siquiera lo duda, entrelaza nuestros dedos y me lleva consigo escaleras arriba. Esto es como un déjà vu. Entramos al despacho de Brandon, parece casi como el mismo en donde nos besamos por primera vez. La puerta se abre y un chico de seguridad entra. El mismo chico que me esperaba en el elevador para llevarme con Nate ayer, lo reconozco. —Disculpa, ¿puedes retirarte? —Pide Mason con seriedad, pero el chico no se mueve. —Isaac me mando a cuidarlos, con toda la prensa haya afuera es una posibilidad que alguno se filtre —habla él enlazando sus manos frente a su cuerpo, la sangre me hierve, pero no hago nada por moverme. —Te he dicho que te vayas —El chico me observa fijamente con la mirada fría. 780 —Es por seguridad —dice sin quitarme la vista de encima—, señorita, ¿Le molesta? —pregunta directamente hacia mí. Me muerdo el labio de manera interna y me obligo a mantenerme imperturbable. —No —respondo con molestia. Tomo la mano de Mason llamando su atención. Cuando se gira a verme lo suelto. Trago saliva dando un paso atrás, el dolor de mi pecho no hace más que incrementar, mis manos se sienten en extremo frío, entrelazo mis dedos en un intento para evitar que Mason pueda ver mi temblor. Respiro hondo jadeando ligeramente, no sé qué me está pasando, pero por más que tomo aire no puedo calmarme del todo. —Yo… yo. —Estás pálida, ¿Te sientes mal? —murmura extendiendo su mano hacia mí, intentando tomar mi mejilla. —¿Puedes alejarte? —pido antes de que pueda tocarme dando otro paso atrás. El dolor y la confusión pasan por su mirada de manera tan 781 expresiva que es imposible no notarlo. Aun así, me hace caso y da un paso atrás viéndome fijamente. —¿Qué pasa? —pregunta con la vacilación bailando en su voz. Comienza a jugar con su anillo pasándolo entre sus dedos. Todo esto es tan difícil, pero debo hacerlo. No haré que su futuro se arruine solo por mí. Una relación nunca valdrá la pena por encima de toda su vida, de toda su carrera. Y Monet… nunca podría vivir con la culpa si le pasa algo. —Prometí que esperaría hasta que la fiesta acabara, pero no puedo hacerlo más… —Mi voz es débil, apenas y yo misma puedo escucharme, pero él lo hace perfectamente. Alguien golpea la puerta, pero Mason lo ignora, su vista esta fija en mí. Toco mi pecho en busca de aire, mis dedos rozan su collar. Llevo mis manos a mi nuca soltando el pequeño broche. Lo extiendo hacia él, pero no lo tomo, simplemente lo ve y después a mí me ve a los ojos. —Habla, Jude. —Creo que te hice confundir las cosas, y realmente lo siento. Durante un momento no dice ni hace nada, permanece simplemente inmóvil en su lugar. Baja su 782 mirada por un segundo y vuelve a verme con fijeza. —¿De qué estás hablando? —Me quiero ir —susurre sin ser capaz de verlo —, esta vez en serio, quiero acabar esto. Ya no hay nada que me ate a ti, el contrato termino. —¿De qué estás hablando, Jude? —repitió la pregunta. —De que yo no te quiero —Mi corazón duele tan pronto como las palabras son dichas. Él sonríe sin gracia y niega pasándose la mano por su cabello. —¿Se supone que te crea, que dejaste de quererme solo así? —Se detuvo y me observo con seriedad—. No sé a qué estás jugando o que pretendes, pero no soy idiota, el amor no puede desaparecer de un día a otro. —Ese es el punto Mason —digo las palabras sintiendo la garganta ardiendo— yo nunca te he amado. Su gesto de dolor me parte por completo, debo salir ya de aquí o me derrumbare por completo. El chico detrás de Mason me hizo una seña para que continuara. No puedo seguir conteniendo mis 783 lágrimas, así que sintiendo como resbalaban por mi cara me obligo a verlo. Esto es por él, esto es por él, esto es por él. >>¿Sabes a lo que debo renunciar todos los días por estar contigo?, No lo vales. Mason no dice nada, continua allí, inmóvil y aparentemente perdido en sus pensamientos. Mi pecho duele cuando lo veo cerrar los ojos y bajar la cabeza, cuando vuelve a levantar la mirada pude ver las lágrimas surcando su rostro. Siento mis propias lágrimas calientes cayendo por mis mejillas. Esto duele tanto, duele peor de lo que imagine. No puedo soportarlo. Quiero mandar todo a la mierda, quiero lanzarme a él y pedirle perdón mil veces de rodillas, pero no puedo, no me permitiría arruinar sus vidas. No me muevo, no me acerco por más que quiero, porque sé que si lo hago estaría perdida. —Entiendo que no me quieras, porque nunca tuviste que hacerlo, pero no entiendo por qué pretendías que lo hacías —dice con voz dolorosamente baja—, ¿Por qué? Yo confié en ti, Jude, ¿Qué estabas haciendo?, ¿Qué fue todo eso?, ¿Esas sonrisas, esas miradas, esas demostraciones 784 silenciosas? No vas a decirme que nada de eso fue real, porque lo fue, yo lo sé y tú también lo sabes. Mi garganta se agitó mientras contengo todo el llanto que se arremolina dentro de mí. No puedo hablar, solo niego. Él también lo hace. “Te amo —No lo haces —Suelto con voz jadeante—, no lo haces… y no lo sabes por qué nunca… —¿Por qué no fuiste clara desde el inicio? — pregunta con la voz temblorosa. Él pareció estar pensando y pensando, su pecho se agitó y levanto la vista para verme nuevamente —¿Me equivoqué?, ¿Querías mantenerme cerca por quien soy, no? —Su voz es apenas audible—, ¿Eso fue todo esto? ¿Dinero, fama? Lo mismo que todos ¿Eso fui para ti? Me quede callada sin responder absolutamente nada, el dolor cruzo mi cuerpo como agujas calientes, el aire está atascado en mi garganta, no puedo formular ninguna palabra y mi silencio es suficiente para deducir su respuesta. Su mirada de dolor y desconcierto me lo confirma. 785 La puerta se abre y por ella entro Ana luciendo enfadada. Me ve fugazmente, pero su atención se centra en Mason. —¿Podrías darnos un minuto? —pregunta él limpiando su rostro, pero Ana no responde, simplemente se acerca a donde está, con su teléfono en la mano. —¿Qué…? —pero sus palabras se quedan en el aire al ver lo que sea que Ana le esté enseñando. Ana murmura algo que no logro escuchar. —Supongo que tenías razón al decirme que no te conozco —murmura Mason con voz áspera, casi desconocida. Ana frunce el ceño colocando sus manos en su cintura. —Estuviste… —Comienza a reprochar dando un par de pisadas hacia mí, Mason la toma del brazo y la gira hacia él. —Judith y yo hemos tenido una relación falsa todo el tiempo —Aclara limpiando su rostro—. Pero hoy se acabó. 786 No sé qué responde Mason, pero Ana simplemente gira a verme por última vez y sale del lugar. Mason deja el teléfono sobre la mesa, se cruza de brazos y abre la boca para decir algo, pero la vuelve a cerrar, niega y se gira caminando hacia la puerta, con cada paso que da alejándose puedo sentir mi corazón haciéndose añicos. Lo hago por ti, quise gritar. Pero no lo hice. —No tenías que amarme también, solo debiste ser sincera —Toma el picaporte y se gira a verme por última vez—. Al parecer, los ojos también mienten. “Supongo que fue lindo, mientras me lo creí. Y sin decir nada más sale del lugar dejándome sin aire. Sollozo sin poder evitarlo, lloro y lloro y por más que intento controlarme nada parece funcionar. El chico de seguridad de Isaac toma su radio y habla. —Ya está hecho —dice sin más. Se acerca al escritorio y gira el teléfono hacia su dirección, suelta una risa y me ve de reojo—. Interesante —murmura antes de salir del lugar 787 Me acerco al escritorio y con las manos temblorosas tomo el celular, la bilis sube por mi garganta cuando veo la nota abierta en él. Éramos Douglas y yo en el estacionamiento del edificio de Henry, él estaba besándome. Había sido un segundo, solo eso y después le di una bofetada; sin embargo, en la nota solo se podía ver el beso. Mi respiración se agita y un mareo me invade, ¿Cómo había sido esto posible? Ese beso había durado solo un segundo y la persona que tomo la fotografía pudo ver claramente lo que estaba pasando. Salí corriendo del despacho, no pensaba permitir que Mason creyera que eso era real, ignorando las miradas lascivas que me mandaba la gente, comencé a bajar las escaleras buscándolo, lo busque entre la gente, no me detuve sin importar cuanto escuchaba mi nombre, entonces pude verlo, caminaba a la salida trasera con Levi. Corrí entre las personas, pero antes de cruzar la puerta me detuve abruptamente. Con el pecho agitado, los ojos llorosos y el alma rota di un paso atrás. ¿Qué se supone que iba a decirle? Si ya le había dicho que no lo quería. 788 Alguien me tomo por el brazo y me empujó hacia la puerta abriéndola para nosotros. Me giro y veo a Brandon. Cuando salimos ya no está Mason, únicamente alcanzo a ver el polvo que deja el auto de Levi a su camino, y como dos camionetas de fotógrafos lo siguen igual de rápido. Brandon camina conmigo hasta una camioneta negra, abre la puerta del copiloto y con la cabeza me pide que suba, hago caso mientras él rodeaba y sube al lado del piloto. No enciende la camioneta, tamborilea los dedos sobre el volante mientras suelta un suspiro, se pasa las manos por el cabello e inhala y exhala hondo, aun con la vista al frente habla: —Te debo sacar de aquí Judith, la seguridad de los chicos no te podrá llevar y no serás capaz de dar un paso sin que los medios se vayan encima de ti. —Gracias —murmuro como puedo. Después de unos minutos enciende la camioneta y comienza a conducir a la dirección que le di. El silencio es peor que incómodo, casi mortal. —Brandon… 789 —Judith, por favor no digas nada —Pide con voz baja pero firme. Me trago mis palabras mientras veo hacia el frente. El celular de Brandon comienza a sonar, en la pantalla se lee el nombre de Ana, sin embargo, no responde, corto la llamada y casi en el mismo momento comienza a entrar una nueva. Con un suspiro, Brandon toma la llamada. —¿Qué pasa? —Espera en silencio unos segundos y suelta un suspiro de cansancio— La vine a traer a su departamento, sé que estás molesta, pero no puedo solo dejarla tirada allí, tu viste como se pusieron los medios a fuera, es peligroso y… — Frena abruptamente, suelto un grito por la impresión, mi cuerpo se lanza hacia el frente, el cinturón detiene mi casi inminente golpe, un carro de los que va detrás pita su claxon mientras que por pura suerte nos logra esquivar. Giro a verlo asustada, pero él sigue escuchando —Respira Ana —Pide—, necesito que te calmes — Se mantiene en silencio unos segundos, pero entonces toma el volante y lo gira haciendo que demos una vuelta en “U”. 790 Cuelga la llamada y comienza a buscar un contacto en su teléfono, El nombre de Isaac ilumina la pantalla. La llamada fue respondida al instante, sin embargo, Isaac no la atiende, continúa gritando órdenes. —Necesito un equipo de inmediato —Vocifero del otro lado. Se escucha mucho movimiento y después de unos segundos responde—. Brandon… —Necesito que seas exacto. —No puedo serlo, no tengo idea nada, solo sé que provocaron que Levi perdiera el control del auto. Mi mundo entero se detiene tan pronto como sus palabras son dichas. Giro a ver a Brandon asustada, esperando que mi imaginación solo me esté jugando una mala pasada. Pero la seriedad de su rostro solo me confirma que todo es real. Un frío me recorre toda la columna, mis manos comienza a sudar y temblar. —Aún no tengo información segura, pero algunas personas iban siguiéndolos, ellos provocaron el accidente, otra camioneta iba detrás 791 de ellos grabando todo y…—La voz de Isaac es agitada parece estarse moviendo con prisa—. El video es corto, pero fue malo, muy malo. El lugar era un baño de sangre. Dejo de respirar sintiendo como el pánico se dispara por todo mi cuerpo. —¿Cómo están ellos? —pregunta Brandon con la preocupación grabada por toda su cara. La respiración de Isaac es pesada. —Es crítico… —Carraspea ligeramente buscando las palabras— como te dije, en realidad no tengo información exacta, ni siquiera sé si estén bien o que mínimo alguno siga con vida, no sé absolutamente nada. El corazón se me contrae dolorosamente en el pecho. Mi cuerpo está entumido por completo y el sabor salado de mis lágrimas me inunda la boca. Cada latido se siente dolorosamente. Y con la posibilidad de la muerte, mi mundo se rompe en pedazos. Como amante del drama debo decir que este es de mis capítulos favoritos ahsja<3 792 40| TRAICION. ♪ We were too close to the stars, i never knew somebody like you ♪ (Estábamos demasiado cerca de las estrellas, nunca conocí a alguien como tu) -Reflections. The Neighbourhood. —No me pienso mover de aquí. —Señorita Bennet, las instrucciones fueron precisas —habla el chico de seguridad que me tiene atrapada entre la pared del estacionamiento y la camioneta a la que se supone que debo subir. En cuanto llegamos al hospital el equipo de seguridad ya lo había hecho, uno de ellos estaba esperando en la entrada, Brandon pidió que me llevara a casa e ignorando mis gritos se adentró rápidamente al hospital. El lugar esta acordonado, la policía había tenido que llegar para controlar a la gente y mantenerla fuera de la zona, no sé cómo se había corrido tan rápido la noticia, pero el lugar ya está rodeado de medios, fans, y más gente alrededor. Por eso no podía irme, no habría manera de entrar. Debía aprovechar que ya estaba dentro. —¿Al menos tú sabes sí…? 793 —No estoy autorizado a dar información. —Hijo de… —A lo lejos reconocí a Nate con un grupo de chicos entrando al hospital—. Bien — murmuré entrando a la camioneta. El chico suspiro con alivio y rodeo la camioneta. Cuando abre la puerta del piloto me bajo de un salto y corro hacia la entrada. El chico con un bufido corre detrás de mí alcanzándome casi de inmediato. —Estás haciendo un espectáculo. —Nate —grito sin importarme—, Nathaniel. Suelto un suspiro cuando lo veo girar hacia mí y trotar hacia donde estoy. —Cálmense, la prensa está allí —Nos regaña en cuanto llega a mí sosteniéndome de los brazos. —Ella no quiere subir al auto, Brandon pidió que la llevara, pero no coopera. —Suéltala. Yo me encargo. —Pero… —Nate levanta una ceja y el chico me suelta levantando las manos al aire—. Bien, pero si tiene que haber un despedido serás tú. El chico con fastidio se gira y se va. 794 —Por favor Nate, necesito saber cómo están… Nate se quita el saco y me lo pasa para que me lo coloque. —Mira nos acercaremos y preguntaremos de manera discreta, en cuanto nos den la información permitirás que te lleve sin lucha ni trucos. Asiento varias veces con la desesperación corriendo por mis venas. Sigo a Nate hasta el quinto piso, bajando del ascensor, las náuseas golpearon mi estómago al leer las letras “UCI”. Estábamos en la unidad de cuidados intensivos. Antes de girar por el pasillo Nate se detuvo y volteo a verme —Es mejor que esperes aquí, voy a preguntar a los compañeros que están con ellos. —Bien. Lo veo caminar y desaparecer al dar vuelta, la presión en mi pecho solo se hace más grande conforme pasa cada segundo. Las ganas y necesidad de ir corriendo por donde se fue Nate es casi incontrolable, sin embargo, sé que el afectado será 795 él, así que como puedo me quedo parada justo en donde estoy. —¿Judith? —doy un salto en mi lugar al escuchar la fuerza de la voz—, ¿Qué mierda haces aquí? —El frío sube por mi espalda al notar su mirada molesta. Su postura irradia furia, y es notable por la forma en la que aprieta sus puños que se está conteniendo. Paxton jamás se había mostrado así de enojado conmigo y es honestamente atemorizante, toda su camisa está deshecha y llena de sangre, el escalofrío sube por mi espalda al verlo. —Quiero saber cómo están, eso es todo, por favor, solo quiero saberlo. Paxton toma aire hondo y asiente. —Mason está bien, tuvo una contusión, y heridas de las que ya se encargaron, así que está bajo control, él está siendo atendido en otro piso, ahora que lo sabes, vete —La seriedad de su voz me deja sin aire. Es doloroso escucharlo así. Mi cuerpo se relaja un poco al escucharlo, él está bien. Pero la preocupación no se evapora. Solo es cuestión de unir cabos para saber lo que significan sus palabras, y saber de quién es toda la sangre que Paxton tiene en su ropa. 796 Levi. —¿Cómo…? Unas fuertes y rápidas pisadas suenan por todo el pasillo alertándonos a ambos, no soy capaz siquiera de terminar de girar del todo cuando siento mi rostro siendo golpeado con fuerza lanzándome hacia un lado. El ardor de la bofetada arde en mi mejilla, incluso siento el sabor metálico de la sangre emanando de mi boca. La fuerza del golpe pudo hacerme caer de manera estrepitosa, lo único que evito mi caída fueron los brazos de Paxton. —Lárgate de aquí —El grito de Sophia resuena en todo el lugar—. Lárgate ahora mismo, hija de puta, no puedes ser más cínica —Paxton me gira colocándose en medio de ambas funcionando como barrera. Me suelta dándose la vuelta quedando de frente a ella. —Sophia… Los ojos de ella están inyectados de sangre, su mirada aguosa viaja por toda la camisa ensangrentada de Paxton, suelta un sollozo silencioso y su cuerpo tiembla visiblemente. 797 —Dime que está bien, por favor —El miedo se filtra por su voz. El cuerpo de Paxton se pone rígido. —Están haciendo lo que pueden —susurra casi sin voz. —¿Lo que pueden?, ¡Eso no es suficiente! Necesitamos trasladarlo de inmediato, ¿Qué mierda está haciendo el inútil de Isaac? Pidan ayuda aérea, lo que sea necesario. Quiero a los mejores doctores del puto país. Pax niega bajando la mirada. —No podemos sacarlo de aquí, está en cirugía de emergencia. Sophia se tambalea hacia atrás pareciendo derrotada. —¿Qué? —Mason dice que Levi giro el auto para que todo el impacto lo recibiera él… Y así fue. —¿Emergencia? —Una de sus piernas quedo prensada, sus huesos quedaron hechos pedazos, ya no había nada que hacer… En este momento están amputando para poder salvarlo. Las palabras me golpean dejándome sin aire. Paxton se lanza hacia el frente tomando a Sophia entre sus brazos evitando que caiga al suelo, su piel 798 blanca se vuelve preocupantemente pálida. Comienza a caer, pero Paxton no la suelta y termina en el piso abrazándola con fuerza contra él. Unos dedos se envuelven en mi brazo obligándome a caminar, llegamos al ascensor y lo último que puedo ver es a Sophia sollozando contra el pecho de Paxton. —¿Estás bien? —pregunta viendo directo a mi boca una vez salimos del hospital. Yo asiento mientras veo como saca un pañuelo de su saco y me lo entrega. Lo tomo sintiendo como la tela arde al tocar mi rostro. Nate suspira y masajea su cabeza. —El pronóstico de Levi es muy malo —dice mientras subimos a su camioneta. Cierro los ojos dejando que una lágrima resbale por mi mejilla—, Paxton fue el primero en llegar y no pudo sacarlo del auto, no podía respirar por sí mismo, así que sospechan que se rompió algunas costillas, está en cirugía así que no podemos saber aún mucho, Alexander está dormido, lo tuvieron que sedar porque no se dejaba revisar, no quería separarse de Levi. Sin embargo, sé que esta fuera de peligro. 799 Observo a través de la ventana las luces de la ciudad. Lo último que quiero es irme, pero sé que es lo mejor. Cuando llegamos a mi edificio no soy capaz ni de ver a Nate. Elevo la vista a mi departamento notando todas las luces encendidas. La rabia sube por mi cuerpo al saber que Elliot o Isaac estuvieron allí, ya que yo siempre apago todo antes de salir. —Gracias —murmuro tomando mi bolso. Él al parecer tampoco sabe que decir, ya que se queda callado. Salgo de su camioneta y entro a mi edificio, sintiéndome peor que muerta. Mientras espero que el elevador se abra, observo mi reflejo en las puertas y me doy cuenta de que no solo me siento, me veo fatal… El maquillaje por fin cedió y tengo manchas negras bajo los ojos. El efecto de las gotas ha desaparecido, mis pupilas lucen más rojo de lo normal. Una sombra aparece detrás de mí, giro asustada viendo al vecino, Leo, quitándose los audífonos, no debo decirle que no estoy de humor porque parece saberlo, se queda en silencio tomando sus manos frente a su cuerpo. 800 —Intente buscarte estos días… —murmura detrás de mí. —¿Para qué? —El paquete que me entregaste no era de ningún vecino y llego otro igual, este si traía tu nombre — dice con suavidad. Frunzo el ceño sin entender, giro a verlo y espero que continúe—, es una urna, traía una nota dentro, decía que si desentierras el pasado quedaría un hoyo que necesitaría ser rellenado. Cierro los ojos sintiendo mi cuerpo cansado, ya estoy harta de absolutamente todo. —Suena a amenaza. —Es amenaza —Me giro nuevamente hacia el elevador. Ahora tiene sentido, ahora todo tiene sentido. Douglas lo había mandado, justo como la primera vez. Carraspea ligeramente, pero yo sigo ignorándolo. —Si vas a denunciar puedo… —Está bien Leo, gracias por tu preocupación, pero no es necesario. —Yo… Lamento todo lo que está pasando — murmura pareciendo extrañamente apenado—, sea, 801 o no sea verdad, todo lo que están diciendo nadie debería… Me giro enfadada, deteniendo sus palabras. —Me importa una mierda lo que están diciendo, no es verdad, ese maldito beso no es… —¿Beso? —Su voz suena honestamente confusa. Frunzo el ceño. —Hablo del video, Jude. Una dosis de algo desconocido se instala en mi nuca cruzándome como rayo por la columna vertebral. El miedo, nervios y angustia se disparan por todo mi cuerpo. —¿Qué video? —pregunto temblorosa… No, no, no, no. Por favor que no sea lo que estoy pensando. Mete la mano a su bolsillo sacando su teléfono, en un par de segundos lo gira hacia mí con una entrevista reproduciéndose. Mis piernas flaquean cuando veo la miniatura, está a simple vista borrosa, pero conozco ese video a la perfección. Y mi alma se termina de romper cuando veo quien está dando la entrevista… No 802 pienso esperar ni un segundo más el elevador, así que ignorando el grito de Leo y corro hacia las escaleras. “Antes ella salía con un chico, se acercó a el porqué era el hijo del director de su universidad” Ni siquiera los tacones me podían detener, corrí y corrí escaleras arriba dispuesta a llegar a mi departamento. Las luces encendidas ahora tenían sentido, no era Elliot, ni Isaac… Era ella. Era Vanesa. “Comenzaron a tener una relación, el de verdad era adorable, todo el tiempo estaba mandando rosas a nuestro departamento, pero Judith… Siempre quiere más.” En cuanto llego noto de inmediato que la cerradura ya no es la misma, jadeo sintiendo mis pulmones arder, no sé en qué punto comencé a llorar, pero limpio con rabia mis lágrimas, suelto un grito golpeando mis puños contra la puerta sintiendo mis nudillos ardiendo. “El estilo de vida que él llevaba era algo desconocido para ella, se perdió casi tan rápido como lo tuvo enfrente, dejo de llegar al departamento, cambio… se la pasaba ebria todo el 803 tiempo, incitando al chico a hacer fiestas en todo momento.” —Dios, eres una maldita —grito fuera de mí. Por la sombra bajo la puerta sé que esta parada del otro lado, ella nunca se fue, por eso no respondía los mensajes, por eso no me hablaba. Nuestras platicas anteriores ahora cobraban sentido, me lo advirtió y ni siquiera lo note. <<Soy tu mejor amiga Jude, te entiendo,entiendo lo que haces porque yo también lo haría, asícomo sé que cualquier cosa que yo hiciera tú lo entenderías.>> Por eso en nuestra cena había estado tan distraída, tan pensativa, diciéndome que me extrañaría, ¿Cómo pude ser tan tonta? >>Eres tan cobarde, abre la maldita puerta, ¿Cómo mierda pudiste hacerme esto? La gente comienza a salir de los departamentos, los jadeos y las voces murmurando suenan cada vez más fuerte, pero me da igual. Me da completamente igual. —¡Abre la puta puerta, sal ahora mismo! “Con el tiempo solo empeoro, ella perdió el control, comenzó a consumir drogas, de todo tipo, 804 no pude ayudarla, lo intenté, nadie podía, incluso su ex, tiro todo tipo de alcohol y sustancia para intentar ayudarla, ambos intentamos hacer algo, pero es obstinada… el chico tenía algo de poder así que con favores logro hacer que nadie más le vendiera nada para cuidarla…” La madera blanca comienza a tornarse roja, de sangre, mi sangre. Me detuve viendo mis manos temblorosas. Coloque mi frente contra la puerta sollozando con fuerza. —Yo en la puta vida te hubiese hecho algo así — Jadeo golpeando nuevamente la madera—, ¿Por qué me hiciste esto? “Como nadie le vendía comenzó a meterse con cualquiera que le diera un poco de droga, por esa razón antes de estar con Alex había dejado de pintar, en su escuela la expulsaron. Estar con él fue su salvavidas, tenía todo lo que ella quería, dinero y una reputación capaz de salvar la suya” Mi cuerpo es jalado hacia atrás, mis brazos son inmovilizados y soy elevada en el aire con fuerza y rapidez. —Se acabó el puto espectáculo —grita Leo hacia los vecinos llevándome con él hacia atrás. Abre con 805 una patada la puerta de su departamento y nos adentra a él. En cuanto me suelta mi cuerpo cae al piso. Me siento incapaz de mantenerme de pie. —Judith… estás ardiendo —murmura Leo colocándose de cuclillas frente a mí tocando mi frente. “Hay muchos videos y fotos, y no me sorprende que no se hayan hecho públicos, tiene mucha facilidad para convencer a las personas… Lo sé porque era su mejor amiga. Y honestamente no se Alex con qué clase de persona creía que se estaba metiendo, digo, ¿Qué puedes esperar de la chica que no le importo meterse con el mejor amigo de su novio?, porque ¿Recuerdan a Elliot? El guardaespaldas que siempre era visto con Alex, bueno él era el verdadero novio de Judith, y gracias a él, ella pudo llegar a Alexander, así fue como se conocieron” Todos mis miedos se habían materializado. El video que conocía a la perfección comenzaba a reproducirse en el teléfono, en cualquier otra circunstancia estaría gritando o llorando, pero ahora en este momento me siento drenada, ya no quiero más esto. Ya no puedo. 806 Solo quiero silencio un segundo, que todo y todos se callen, que el mundo entero se detenga. Quiero desaparecer. Leo se agacha y lo apaga. Toma mi rostro entre sus manos mientras dice algo, pero solo soy consciente de mi propia respiración, su voz y la de otra persona se escuchan distorsionadas. Los segundos se vuelven minutos o quizás los minutos segundos, solo desconecto mi cabeza… Deje que me movieran, que hicieran conmigo lo que quisieran. De pronto estaba en ropa interior frente a una chica que no conocía de nada. Me jalo hacia la bañera haciendo que entrara a la tina llena de agua caliente. —Judith, vamos, siéntate —pide empujando mi cuerpo hacia abajo—, te dejaré unos minutos sola para que puedas bañarte tranquila. Observo la puerta por la que se ha ido y después llevo la vista a el agua cristalina frente a mí, se ha comenzado a tornar roja por la sangre de mis manos. Ese video… Puedo escuchar el eco de mi risa, la música de fondo, sentir el tacto de la mano de 807 Douglas sobre la mía, sus besos en mi piel… Puedo recordar mi confusión cuando desperté al otro día, puedo recordar mi miedo al ver el agua de la ducha llenándose de la sangre que escurría por mis piernas, recuerdo la punzada y ardor que sentí en mi vientre. Mi llanto desconsolado después de eso. Dejo que mi espalda resbale hundiéndome por completo en la tina. Mis pulmones arden casi de inmediato, pero me obligo a permanecer bajo el agua. Ya no quiero ser fuerte, ya no quiero arreglar lo que otros rompen, solo quiero dejar de sentir ¿Qué tan difícil es eso? No quiero vivir esto ya, estoy cansada… Toda mi existencia se reducía a ser un problema. Sabía que esto pasaría en algún momento, pero nada me había preparado para el dolor abrasador que estaba sintiendo. Y allí supe que es verdad lo que dicen… el final siempre sorprende, aunque este escrito desde el principio. 808 46. Capítulo cuarenta y uno 41| SUPERACION. ♪ If i could see your face once more, i could die as happy man, i’m sure ♪ (Si pudiera ver tu cara una vez mas, podría morir como un hombre feliz, estoy seguro) -All i want. Kodaline. MASON. “No me dejes, por favor, no te vayas, quédate conmigo, solo un poco más, arreglaré todo lo que no te guste de mí, cambiaré por ti, ¿Era por dinero? Tómalo, es tuyo, yo soy todo tuyo, todo lo que me pertenece, te permanece, acaba conmigo, destrúyeme, quédate con todo lo que tengo, quédate conmigo…” —Perdón papá —murmuré viendo a la nada—, no lo dije, pero estuve a punto de hacerlo. <<—Nunca le ruegues a una chica si se quiere alejar, por más que te duela —dijo mi padre mientras yo estaba sentado frente al piano. 809 —¿Y si no quiero que se vaya? ¿Por qué la dejaría ir, así como así? Creerá que me da igual. —No, porque yo estoy criando a un hombre con responsabilidad afectiva, que le hará saber que la quiere constantemente, todos los días que la tengas cerca se lo vas a demostrar, no necesitaras palabras para lo que tus acciones griten y por eso, si una chica se quiere alejar aun sabiendo que la quieres tienes que dejarla ir, porque si esa es su decisión tienes que respetarla a ella y a su palabra, no cuestionarla ni hacerla dudar. >> —Me enseñaste que hacer para no romperle el corazón a nadie, pero no me enseñaste que hacer cuando me lo rompieran a mí… >>Solo ya no quiero sentirla… ¿Puedes ayudarme? —hable levantando el rostro hacia el techo— por favor, ya no quiero que duela, es asfixiante. Jude había sido como una enfermedad, una asesina silenciosa, no sabes que está allí haciéndote daño hasta que es demasiado tarde. ¿Esto de verdad está pasando? Un día está todo bien y al siguiente está todo destruido. 810 Giro mi rostro hacia las escaleras que suben al sótano, puedo ver el fantasma de su recuerdo de la primera vez que la conocí, bajando por allí, inspeccionando la oscuridad. Recuerdo la ansiedad escalando como fuego cuando la observe. Esta zona estaba prohibida, ¿Cuándo respetarían la maldita privacidad? Quería tranquilidad. Quería que me dejaran cinco malditos minutos en paz. —¿Qué haces aquí? —Pregunte mientras sacaba el teléfono de mi bolsillo con discreción. —Lo siento —escuche su tenue voz. Me mantuve sin moverme ¿Qué mierda voy a hacer si se lanza corriendo a mí? Apenas puedo mantenerme yo solo en pie, estoy demasiado débil como para poder detenerla. ¿Y si grita y llama la atención de más personas? Estaba demasiado cansado, habíamos viajado por horas, no había dormido nada, el concierto había durado más de lo planeado y estuve a nada de desmayarme cuando acabamos. Creo que lo hice por unos segundos, no estoy seguro. No encontraba mis gafas y los lentes de contacto me habían irritado los ojos. Así que estaba viendo completamente borroso, 811 parpadee intentando verla mejor, pero solo veía sombras por la oscuridad. Forcé mi vista para ver la pantalla de mi teléfono y después de verificar que no podía verme, escribe un mensaje con rapidez. “Una chica violo la seguridad, necesito que la saquen DE INMEDIATO” —No me respondiste —dije mientras sentía mi teléfono vibrar. Su balbuceo me provoco gracia, ¿Por qué no estaba gritando? ¿Por qué no había hecho un escándalo? —¿Qué haces aquí? —repetí con lentitud intentando aguantar las ganas de reír. El mensaje en mi teléfono era un simple, “¿Ubicación? Lo solucionaré en menos de un minuto” “El sótano” escribí y cuando estaba a punto de mandarlo volvió a hablar llamando mi atención. —Me escondía —Su respuesta me dio curiosidad, ¿Así que no estaba aquí por mí? Una sensación extraña se alojó en mi estómago 812 provocando que riera, ¿Hace cuánto tiempo había tenido cerca a una persona que no buscara estar encima de mí? Me estiré para encender un pequeño foco. —¿De quién? —Mi mejor amiga —respondió, en su voz se filtraban los nerviosos—, ella es algo intensa, me ha arrastrado por toda la fiesta para buscar a un grupo de idiotas que… —detuvo su parloteo y volvió a hablar nuevamente con voz más tranquila—. De una amiga. “Grupo de idiotas” Creo que era la primera vez que sonreía con un insulto. Deje la guitarra a un lado y camine hacia ella. Ni acercándome podía verla bien, había llegado a una luz y, sin embargo, mi vista seguía nublaba. No haber dormido nada me estaba pasando factura. —¿Grupo de idiotas? Poniéndome bajo la luz había confirmado que al parecer no tenía ni idea de quien era. —El grupo de chicos, el de esta fiesta. —Ahhh, ese emocionado. grupo 813 de idiotas —Sonreí Si, tenía razón. —Bueno, adelante, este lugar es el mejor para esconderse, tenía referencias perfectas —Quería verla, mi curiosidad estaba pudiendo más. Encendí las luces de ambientación con una sola intención, yo no podía verla en ese momento, pero las cámaras si —. Hasta hoy —Gire nuevamente hacia ella, me aleje y me volví a sentar. Parpadee intentando aclarar mi vista, se aclaró solo un poco. Tome las baquetas de Levi moviéndola entre mis dedos. La vi caminando por el lugar, de verdad, no estaba actuando, estaba deliberadamente ignorándome. —¿Así que también tocas la batería? Detuve el movimiento y sonreí –En realidad nada. —¿Solo la guitarra? —pregunto observando el instrumento en el rincón. Ay dios, esto era divertido. Estaba nerviosa, podía notarlo en el temblor de su voz. Estaba nerviosa por mi presencia, no por lo que representaba. Era yo, solo yo y no la fama, ni el dinero, ni lo que podría obtener a través de mí. 814 —Estoy aprendiendo un poco, sí. —¿Un poco?, ¿Modestia real o quieres hacerte el interesante? Sonreí abiertamente. No podría, aunque quisiera, había olvidado como pretender hacerme el interesante para intentar agradarle a alguien, ya no sabía cómo hacerlo, ahora simplemente me paraba, y ya tenía su atención. Me sentía en el instituto. Conociendo a alguien contándole mis cosas, ahora nada de eso existía, todos sabían mi vida, tenían en ese poder con simplemente teclear mi nombre. —Un poco de ambas —seguí el juego. Mi teléfono comenzó a vibrar nuevamente. “¿Estás bien?, responde, ya me preocupé, ¿Se salió de control? Estoy a punto de encender la alarma.” Levante la vista para verla caminando hacia el piano que me regalo mi madre. Un piano empolvado le intereso más que seguir hablando conmigo, eso no debería gustarme ni un poco, pero lo hacía, creo que ya estoy atrofiado. Por el rabillo del ojo, vi como alguien bajaba las escaleras, no necesitaba ver correctamente para 815 saber quién era, Paxton, se detuvo abruptamente al vernos, le hice una seña para que se fuera, abrió la boca por completo y detrás de él llegaron Aiden y Levi, genial, lo que necesitaba. Paxton se lanzó a taparles la boca, y comenzaron a manotear y pelear en silencio, gire a ver a la chica, pero no se estaba dando cuenta del circo que se estaba formando detrás de ella, golpee mi frente con la palma de la mano y apunte hacia la salida viéndolos a los tres fijamente. Paxton camino hacia atrás jalando consigo a los otros dos desapareciendo finalmente. Tome mi teléfono también para responder el mensaje, “Ya está bajo control” No, no lo estaba, nada lo estaba. —Creo que es romántico —menciono Sophia al siguiente día observando el video de seguridad conmigo—, te gusto alguien por quien es, sin importar su físico, o su apariencia, te gusto pasar tiempo con ella. —No me gusto —dije empujando sus piernas que las tenía extendidas sobre mi regazo. —Y, sin embargo, aquí estás viendo un video de una random tocando el piano. 816 La puerta se abrió y Elliot entro por ella. — ¿Necesitabas algo? —Si. Gire a ver a Sophia quien volvió a subir sus piernas y mordió una mini zanahoria ocultando la sonrisa burlona de su boca. —Quería preguntarte por alguien… Elliot asintió sentándose al frente. —Es sobre la chica de ayer… —Me detuve aguantando la risa, ¿Qué mierda estoy haciendo? —¿Quién es? —Termino Sophia por mí. —¿Por? —Ay dios, Elliot, solo dile, te follabas a todas las chicas que se te acercaban prometiéndoles que conocerían a Mason, lo usabas para el beneficio de tu vida sexual, por una que sueltes no pasa nada. Masajee mis sienes aniquilando a Sophia con la mirada, no debí decirle, pero esa vez estaba tan molesto cuando me entere, que me desahogue con ella. 817 —Ya… ¿Te gusto? —pregunto Elliot viéndome directamente. —Solo me causa curiosidad. —Pues ni idea —responde encogiéndose de hombros—, ni siquiera le pedí su número, ella a mí sí, así que, si está interesada en verme de nuevo me hablará y entonces te aviso. Negué y tomé una de las zanahorias de Sophia. —Está bien, no hay problema, si te habla es porque le gustas, así que, déjalo así. —¿Entonces puedo irme? Asentí y él se paró y se fue. —No le creo nada —murmuro Sophia—. Deberíamos mandar a alguien a que lo sigan. Solté una carcajada y negué. >>Vamos, te gusta alguien, esto no pasa desde que me conociste. —Ya quisieras rubia tonta. Sophia río y me lanzo una de sus zanahorias. —Pero en serio, nunca te ha gustado nadie, ya sé que no te pudiste enamorar solo así, pero te llamo la 818 atención y no por algo tan banal como su apariencia, porque ni siquiera la viste bien, fue química espontánea y eso pasa muy pocas veces en la vida. —Sí… —observe el video por última vez—. Ya olvidémoslo. De verdad, me da igual. Sonreí al ver en la pantalla como ella sonreía. Quizás era la manera en la que su sonrisa parecía alumbrar su rostro, como sus mejillas se teñían de rosado, como su mirada se desviaba nerviosa, y parpadeaba viéndome por encima de sus pestañas, con gestos tan inocentes, tan sutiles, no parecían forzados y estaba seguro de que ni siquiera lo notaba, la manera en la que atrapaba su labio entre sus dientes, como pasaba su mano por su cabello apartándolo de su rostro. Su piel parecía suave, me preguntaba que tanto lo sería. Observe en el video mi momento favorito: como se perdía en las teclas del piano. Tenía la fascinación plasmada en todos sus gestos. Parecía perderse tan fácil, ese momento me atrapo, la explosión de sentimientos en su rostro, quería verlo de nuevo, pero no en una pantalla, quería verlo en persona… Y quería provocarlo, fascinación, en su estado más puro. —MonDieu (Dios mío) —murmuro Sophia negando—, estás sonriendo. 819 Cuando nos vimos después de más de un año recuerdo como su corazón latía con fuerza cada que estaba cerca, como me veía con sutileza, casi como si no quisiera que lo notara, sus sonrisas, sus sonrojos, el ligero temblor que tenía cuando la tocaba, estaba seguro de que no pude imaginarme todo eso. No tenía sentido, ¿En qué punto me había equivocado? ¿Yo había causado todo esto? Quizás si le gustaba, pero después, ella después… <<¿Sabes a lo que debo renunciar todos los días por estar contigo?, no lo vales>> Cierro los ojos con fuerza intentando borrarme sus palabras. Aprieto mis puños y suelto un suspiro tembloroso sintiendo mi pecho ardiendo en cada respiración. No quiero sentirme así. Ya no quiero hacerlo. <<Nunca te he amado>> Mi pecho dolía, dolía como jamás antes lo había hecho, mis manos tiemblan y mi cuerpo se siente frío. Me dejo caer al piso recargando mi espalda contra la pared. 820 —Mason —La voz de Sophia llega a mí. —Lárgate. Sophia camina y se tira frente a mí, en cuanto me toma por el rostro yo quito sus manos empujándolas lejos de mí con fuerza. >>Dije que te vayas. Sophia se endereza y me suelta una bofetada que me deja ardiendo el rostro, la observo con molestia. —¿Qué mierda te pasa? —Antes de poder decir cualquier otra cosa me envuelve con fuerza entre sus brazos. —Necesitaba distraerte para que me dejaras abrazarte, porque no, no me iré. Trague saliva viendo hacia el frente. —Por favor, solo déjame. —No —murmura pasando sus dedos entre mi cabello—, eres de los mejores hombres que he podido conocer —La siento temblar contra mi cuerpo—, no mereces estar así, no mereces esta mierda, y ella no te merece. Y hasta aquí había llegado mi fuerza, cierro los ojos al tiempo que siento las lágrimas calientes bajar por mi rostro. Qué asco, soy tan ridículo. 821 —Solo quiero olvidarla. —No merece tu dolor, Mason. —Pero lo tiene, tiene todo de mí, yo… ¿Qué hice mal? —Nada, tú no hiciste nada mal. Ella es idiota, y ciega y perdió la oportunidad de su vida. Unas pisadas fuertes suenan por el pasillo del ascensor. Sophia se endereza cubriéndome con su cuerpo. —Alexander, por favor, párate, déjate de tonterías, vamos a mi despacho —La voz de Isaac llena toda la habitación. —¿Disculpa? —Jadea Sophia intentando ponerse de pie, la tomo por la mano para que no lo haga—. Te me vas ubicando —Le truena los dedos intentando soltarse de mi agarre—. El empleado aquí eres tú, lárgate y tráeme un latte. Limpio mi rostro observando a Isaac que ve con molestia a Sophia. —Niña más te vale que me hables con respeto, ¿Quieres una puta denuncia o una orden de restricción? 822 —La audacia de esta perra —Vi como hacía el amago de quitarse el tacón y esta vez sí me pare quitándoselo de la mano —Cálmate —ordene limpiando mi mejilla—. No puedes agredir físicamente a todos, Sophia, por favor. Isaac habla con fuerza detrás de nosotros. —No te había dicho nada porque sabía que estabas lidiando con lo de Levi, pero hace dos días filtraron videos sexuales de Judith, ahora la prensa está como loca, en el video salen dos hombres y piensan que uno eres tú, debemos aclarar esto. Me quede completamente inmóvil procesando lo que estaba escuchando, cierro los ojos sintiendo como todo mi mundo se hace pedazos bajo mis pies. —¿De qué hablas? Sophia esta vez se hace a un lado sin mirarme. —Pude contactar a uno de los chicos del video, vamos arriba, está esperando. Niego dando un paso atrás. Todo esto está siendo tan jodido. —¿Qué mierda tengo que hablar yo con él? 823 —Él también aclarará que no eres tú. Paso mi mano por mi cara sintiendo como todo mi cuerpo duele. El temblor de mis manos no hace más que intensificarse mientras lo sigo. Todo es tan extraño, no sé qué hacer, no sé cómo reaccionar a nada, es como si estuviera en una pesadilla, me siento ajeno a lo que pasa a mí al rededor. Una parte de mí es como si albergara la esperanza de que en cualquier momento despertaré de esto. Me sobresalto en el momento en el que siento como una mano aprieta con fuerza mi hombro. Jadeo empujándolo lejos de mí. Observo mi camisa solo para verificar que no haya rastros de sangre porque presiono justo en donde están los puntos de la herida de mi brazo. —Responde —habla Isaac entre dientes. Asiento colocándome más derecho. Observo a la chica frente a mí quien teclea con rapidez en su laptop. —Lo siento, ¿Podrías repetir la pregunta? —pido. 824 —¿Eres tú el segundo chico? Simplemente niego. —¿De cuándo es esa cinta? —pregunta ahora hacia el chico sentado en el otro extremo —¿Existen más videos? —Fue en… —¿Qué estamos haciendo? —Interrumpo viendo a las personas frente a mí. —Una entrevista —responde la chica con una tenue risa—, ¿Te encuentras bien Alex? Pareces distraído. —No, no me encuentro bien, uno de mis mejores amigos está en un coma inducido, porque estuvo a punto de morir, la chica de la que estoy enamorado me rompió el corazón, y ahora estoy frente a un grupo de imbéciles que están tratando un delito como un chisme. —No anotes eso —ordena Isaac aniquilándome con la mirada. —¿Quién filtro ese video? —digo viendo directamente al chico. 825 —¿Qué? —murmura divertido. Me pongo de pie y lo tomo por el cuello pegándolo a la pared. La entrevistadora suelta un jadeo saltando de su lugar. Siento los brazos de Isaac intentando separarme, pero no lo logra ni un poco. Ni siquiera me importa que está nuevamente presionando mi herida, no lo pienso soltar. —¿Te parece que estoy jugando? —Vanesa, fue ella. Doy un paso atrás liberando. Niego sin entender, ¿Su mejor amiga? Con cada segundo que pasa, esto cada vez me parece más bizarro. >>Siempre la ha encubierto en todo, pero te ama lo suficiente como para no querer que salgas lastimado. Simplemente no quiere que se repita la historia. La puerta se abre y por ella entra Richard, mi abogado. Camino hacia él viéndolo de frente. —Necesito que desaparezcan ese video. Isaac se acerca a nosotros y rueda los ojos. — Alex, por favor, ha sido suficiente. Te pisoteo y aun así la ayudas. 826 —Nada justifica esta mierda, haz que lo borren —pido a Richard quien aprieta los labios y ve hacia Isaac. —Hijo, no es tan sencillo, ese video está en todos lados, sería un proceso tardado que… —Pues inicien ya, denuncien a quien tengan que denunciar y no pienso aclarar ni una mierda. Sus preguntas deberían ser por qué una persona vio sensato compartir videos sexuales que no le pertenecían, no el quién es el otro puto hombre o cuando paso, o si existen más videos. —¿Qué te pasa? —pregunta Isaac luciendo bastante confundido—. Alexander, ¿Eres idiota acaso? Deberías estar molesto, esto debía… — guarda silencio y niega—, esta lamentable situación debería causarte enojo hacia Judith, porque te oculto quien era, no hacia nosotros que intentamos cuidar tu imagen. —¿Por quién era? Mi problema con Judith son las mentiras que me hizo creer, no esos putos videos. —¿Cómo puedes estar tan tranquilo con eso? — murmura la entrevistadora con la mano en su pecho. —¿Yo?, Ustedes como demonios pueden estar tranquilos, están acosando a mujer por tener una 827 vida sexual activa, ¿O es por el hecho de que sea un trío? Porque en ese caso tendrían razón, vaya noticia, algo jamás visto antes, ¿Quién hubiese imaginado que algo así podría existir? Deberíamos todos unirnos y rezar por su pobre alma, estamos frente al quiebre de los paradigmas, probablemente la cúspide de lo vulgar y lo… —¡Ha sido suficiente de tu maldito sarcasmo! — grita Isaac golpeando su puño contra la mesa, sobresaltando a todos, excepto a mí. —Si un trío los asusta es mejor que no sepan cómo nos desaburrimos en las giras, porque créanme a veces Paxton, Aiden, Levi y yo… —Cállate de una puta vez —grita Isaac girándose hacia la entrevistadora—, es absolutamente mentira. Sonrío al ver el pánico en su mirada, por supuesto que es mentira, pero la entrevistadora está viéndome abriendo y cerrando la boca. Me giro ofuscado caminando hacia la puerta. —Alexander, si sales de esta habitación —No me amenaces Isaac —digo tomando el picaporte de la puerta—, si piensas hacer algo, 828 simplemente limítate actuar, a estas alturas deberías saber que me importa una mierda. Salgo del lugar caminando hacia el elevador. La puerta se vuelve a abrir detrás de mí y el sonido de unas pisadas inunda la estancia. —Sé cómo te sientes —Escucho una voz detrás de mí—, porque me hizo lo mismo, acabo conmigo sin que lo notara, solo un día se fue. Cierro los ojos parado frente al ascensor. Suelto un suspiro e inhalo hondo. —Lo mejor que te pudo pasar fue que se alejara a tiempo, créeme, pudo ser peor. Presione el botón sin molestarme en responder. >>Tu carrera pudo destruirse, pero estás a salvo de esa… —Cuida tus palabras. El tipo niega, lo veo por el reflejo del elevador. —Ojalá pronto te des cuenta de que no vale lo que duele, que no vale lo que la defiendes… Tienes suerte de que se alejara, nada bueno saldría si estabas vinculado a una chica con historial de abuso de drogas, de prostitución y… 829 Me giro al escucharlo haciendo que deje de hablar. —¿Qué dijiste? Mi corazón comienza a bombear frenético. —¿Por qué crees que esos videos existían para empezar?, ¿Creíste que los videos eran acostones casuales? Me usaba para acercarse a mis amigos, sabía que tenían dinero, me dejaba muerto en una habitación completamente drogado y ella se iba a otra con ellos. >>Se drogaba hasta caer casi muerta, y lo sé porque yo también lo hacía con ella al principio, la adicción nos llevó a ambos, pero ella se sobrepasó, ella no pudo controlarse, solo necesitas ver el video un segundo para notarlo, sus pupilas, su respiración, estaba fuera de sí, como siempre… Las puertas del elevador se abren, entro y selecciono mi piso sin ganas de escuchar más. Ella no es así. Nunca fue así, Ella… << Amas la idea que tienes de mí, pero yo no soy eso>> Ella no… 830 <<Yo nunca te deje conocerme>> El dolor no debería ser físico, pero allí está como si una bola demoledora me hubiese golpeado. Mientras el elevador se mueve observo mi reflejo. Esta irreconocible, y solo habían pasado dos días, ¿Qué tan ridículo seria sí…? Saco el teléfono de mi bolsillo y sin pensarlo escribo el mensaje con rapidez. “Lamento la situación del video, Judith, si necesitas ayuda legal puedo pedirle a Richard que te asesore” Ridículo, eso es lo que soy. Sin embargo, lo mando. Las puertas se vuelven a abrir y entro a mi piso. Mi teléfono vibra en mi mano, detengo mis pasos y mi pecho se agita con demasiada fuerza, mis manos tiemblan y mi respiración se atasca en mi garganta, ese es el poder de Judith sobre mí, total y completo. “Deja de humillarte buscando excusas para hablarme, me das vergüenza, no necesito ayuda de nada, me gusta que me vean, disfrútalo tu también y deja de joder” 831 Y con ese mensaje me adjunta ese maldito video que me he negado a ver. Cierro los ojos apretando el teléfono en mi mano. Así que aquí está la verdadera, a la que no me dejo conocer. —¿Mason? —Escucho la voz de mi hermana, bloqueo mi teléfono y lo lanzo contra el sofá yendo directo a mi habitación, tomo el cuadro que está colgado sobre la pared y lo quito arrojándolo a la cama. —¿Qué haces? —murmura parada en la puerta. —Quiero estar solo. <<Yo no te quiero>> Abro el closet y saco la ropa que había dejado. Necesitaba arrancar su recuerdo. Tomo todo lo que esté vinculado con ella. Absolutamente todo, arranco las sabanas y las arrastro por el piso con todo lo que había colocado encima. <<Yo nunca te he amado>> ¿Qué había sido todo eso del baile? Su mirada, su toque, su beso… ¿Todo fue porque nos estaban viendo? Ojalá pudiera arrancarme el corazón porque está siendo insoportable, cada maldito segundo es peor 832 que el anterior. —Para —murmura Monet—. Por favor detente. La observo a los ojos soltando las cosas. —¿Qué quieres? —A mi hermano, y siento que lo estoy perdiendo justo cuando lo recupere. —Monet… —He visto a gente que le rompen el corazón y terminan volviéndose personas horribles y tú… —¿Hablas de despecho? —La interrumpo y ella asiente, suelto una risa sin gracia y niego—. Monet quizás todo este tiempo separados te haya hecho olvidar quien soy, pero yo no soy un imbécil, yo no iré por allí usando a las mujeres como excusa de castigo porque una me lastimo. >>Así que quédate tranquila que esto me puede hacer perder todo excepto mis valores. —Perdón, solo tengo miedo, nunca te había visto así —murmura y yo ni siquiera respondo—. No te encierres por favor. Habla conmigo. 833 —¿Qué debo hablar? ¿Qué se supone que debo decirte? Que me estoy volviendo completamente loco, que una parte de mí está muriéndose por todo lo que está pasando y la otra parte mucho más fuerte, mucho más insensata, se aferra a un recuerdo que no existe, que esa maldita parte se niega a creer lo que ella misma me dijo. >>Yo hubiese renunciado a todo, a absolutamente todo porque se quedará un minuto más, es tan humillante. Con cada palabra que sale de mi boca el nudo de mi garganta va creciendo más y más dejándome sin aire, solo quiero odiarla, ¿Por qué no puedo hacerlo? ¿Por qué me duele tanto esta mierda? >>Ella… ella jamás me dijo que me quería, ¿Sabes? Ni una sola vez lo hizo, jamás le dije nada, pero si lo notaba… yo creí, yo pensé que solo no sabía cómo hacerlo, pero que lo sentía y jamás lo hizo, pensé que estaba funcionando, al final solo estaba fingiendo, estaba viéndose con otro mientras yo estaba aquí, esperándola siempre, pensando en su sonrisa, pensando en que tan loco seria si simplemente mandaba a la mierda todo y… Mi propio sollozo me hizo detenerme. 834 —Mason… —Dios, me odio, me odio tanto porque no puedo dejar de amarla —Suelto un jadeo pasando mis manos por mi cabello con molestia—. Esta puta mierda no es justa. ¿Por qué no puedo solo odiarla? Antes me han lastimado, pero jamás como esta vez. Nada como esta vez… —No losé, Mason… Pero pasará, lo prometo, la olvidaras y principalmente no volverá a tu vida a lastimarte jamás, todos nos encargaremos de eso. Quise creerle, de verdad lo quise con todas mis fuerzas. La luz me cala hasta los huesos, aprieto mi rostro contra la almohada intentando desaparecer la molestia del sol. —Párate —Escucho la voz de Sophia mientras arranca las sabanas de mi cuerpo. —¿Qué quieres? —gruño con molestia. —Párate —repite—, ya me harté de ver cómo te revuelcas en tu propia miseria, han pasado meses, 835 ya, supéralo, das asco. —Jodete. Siento su cuerpo subiéndose a horcajadas sobre el mío. Me toma por el cuello y comienza a literalmente ahorcarme. Con un simple movimiento me la saco de encima empujándola hacia un lado. —¿Por qué me detienes? ¿No es lo que quieres? Morirte, Pues yo lo hago por ti. Pero ya, basta de esta mierda. Es suficiente con toda la depresión agresiva de Levi como para tener que cargar también con tu puto mal genio, me están matando entre los dos y ya no puedo ver la puta luz. —Sophia, lárgate. —No, te vas a cambiar y vamos a salir —Se gira hacia la puerta—, ¿Verdad Giselle? —Si… —Una voz suave suena poniéndome en alerta. Me incorporo jalando la cobija que Sophia me había quitado y me cubro. —Necesito un respiro y mucho alcohol. —Yo seré su niñera —dice la chica que vagamente creo reconocer, si no me equivoco, creo que es una cantante de una compañía infantil o algo así. 836 Sophia entra a mi armario y yo me quedo incomodo allí. —¿Puedes esperar en el salón? —pregunto intentando no sonar tan grosero. —Wow —murmura dando un par de pasos hacia mí— Pareces un libro para colorear —balbucea, yo frunzo ligeramente el ceño—, vaya, tus ojos son diferentes. Mi perro también tiene los ojos diferentes. Allí sí que solté una risa. —¿Me acabas de comparar con tu perro? —Si —cuando vio mi cara abrió los ojos de par de par—, pero no de mala manera, yo amo a mi perrito, no es que te amé a ti, pero me refiero a que, él es hermoso, no podría ser un insulto, es incluso un alago. Por primera vez en todo este tiempo, sonreí. —Ya veo. Sophia sale del armario haciendo que Giselle de unos pasos apresurados hacia atrás pegándose nuevamente a la pared. —Ponte esto —dice, cuando levanta la mirada y ve a Giselle y frunce el ceño—. ¿Por qué sigues aun aquí? 837 —Yo… los espero afuera —Se gira y sale del lugar. —No tienes que ser grosera. —Me irrita, hoy la he visto tomar tres tipos de personalidades diferentes, simplemente para caer bien, no me gusta esas clases de persona, pero mi padre quiere que sea su amiga, se mudó a la ciudad recientemente y no conoce a nadie, fingiré un par de semanas y la mandare a la mierda. Sophia me lanza la ropa a la cara y sale del lugar sin decir nada más. No me apetece para nada salir, pero lo hago, y después de esa noche lo vuelvo a repetir, una y otra vez, hacía mucho que no me reía tanto, sabía que todo tenia que ver con el alcohol pero era mejor que estar simplemente encerrado en mi habitación pensando en… Giselle se volvió mi amiga, y salía conmigo a todas partes, a diferencia de Sophia ella no me juzgaba, me escuchaba una y otra vez y me hacía reír, todo el tiempo. Y lo más importante de todo, Giselle no me podía usar, no lo necesitaba. 838 —Otra vez estas triste —murmura entregándome un vaso con alcohol. —Tu postura, y estas perdido pensamientos, has dejado de sonreír. en tus —Lo siento, hoy no soy una buena compañía. —Siempre lo eres —Asegura tomando de su vaso. Mi pierna no puede dejar de moverse. —Isaac me conto —dice sin más. Me giro hacia ella frunciendo el ceño—, todo lo que te hizo, todo lo que te dijo y me advirtió que esto pasaría, porque hoy, exactamente hace un año que todo eso paso. Cierro los ojos por un segundo y vacío el contenido de mi vaso. —Ya no me importa, me perdí por un tiempo, pero eso ya paso. Así que, ¿Podemos, no hablar más de eso ya? —Por mi perfecto, quería preguntarte si… Pero entonces la dejo de escuchar y todo el sonido a mi alrededor desaparece, los latidos de mi corazón se intensifican y mi cuerpo entra en 839 completa tensión. Solo una vez había sentido esto… y fue cuando ocurrió el accidente de mis padres. Coloco una mano en mi pecho sintiendo mi corazón palpitar como loco. —¿Estas bien? —La escucho preguntar, pero me pongo de pie. Necesito salir. Tomo mi teléfono y busco entre los contactos el número de Monet. Comienzo a marcar y responde casi de inmediato en cuanto descuelga el teléfono, hablo. —¿Está todo bien? —pregunto de inmediato. —Mmm, ¿Si? —Su voz se escucha ronca como si hubiese estado dormida, un silencio se escucha del otro lado después de un quejido—, son las dos de la mañana Mason, ¿Otra vez estas bebiendo? —Sí, pero, ¿Estas segura que está todo bien? —Que sí, estaba dormida, ¿Por qué? —No sé —murmuro—, solo un mal presentimiento —respondo sintiendo como una sensación de vacío se instala en mi estómago. La lluvia cae sobre mí y comienza a mojar mi ropa casi de inmediato, el viento congelante entume 840 mis dedos, pero continúo clavado sobre el asfalto de la entrada principal. Cuelgo su llamada y con las manos temblorosas comienzo a marcarle a Paxton. —Hola —responde casi al instante. —¿Estas bien? —pregunto sintiendo mi corazón martillar contra mi pecho. —Si… ¿Qué está pasando? Ya me preocupé. —No lo sé, primero Aiden sale corriendo a mitad de la noche y ahora tu… Cuelgo su llamada y marco a Aiden. —¿Qué? —responde de manera brusca. —¿Qué pasa? —¿De qué hablas? —por el sonido sé que va en su camioneta. —Paxton me dijo que saliste corriendo. El silencio inunda la línea. —Mason, es…, hay algo que debes… 841 —¿Alex? —La voz de Giselle suena detrás de mí. —¿Con quién estas? —Giselle. —¿Estas tomando de nuevo? —pregunta irritado. —Solo salimos un rato y… —Olvídalo, Mason. —¿Qué te pasa? —Ya viví esto con Paxton, esta mierda ridícula de no querer sentir, así que prefieres estar ahogado en alcohol y mierdas. Yo paso. Y cuelga. Joder. —Estas ebrio —dice Giselle colocándose al frente tomando mi rostro entre sus manos—, no hay ningún mal presentimiento, simplemente estábamos hablando de ella y tu saltaste así, ¿No te da una idea de lo que detona tu malestar? Dejo salir el aire de mi cuerpo cerrando los ojos. Patético, eso es lo que soy. 842 De pronto siento sus fríos labios chocando contra los míos. Me separo de ella frunciendo el ceño, levanta su mano con una sonrisa enseñándome mis llaves. Me las ha sacado del bolsillo. Antes de que se las pueda quitar mete su mano entre sus pechos y las guarda allí. —¿Qué haces? —Si quieres irte, sácalas. —No hare eso —digo extendiendo mi mano para que me las entregue. —Decepcionante, Macovei. Tienes el mundo en tus manos y le lloras a una don nadie. —Giselle… —A una idiota que mientras te veía a ti, veía a otro. —Cállate. —Que no pudo estar satisfecha contigo, así que se follaba a otros. Me giro y comienzo a caminar alejándome de ella. —Vete a la mierda. 843 —No, porque no me quiero topar con ella —grita caminando detrás de mí, trota hasta ponerse nuevamente frente a micuerpo— ¿No estás cansado de esto? ¿De verdad? Llevas un año alejando a todosde ti. Ya es suficiente. Toma mi mano y entrelaza nuestros dedos. >>Vamos a divertirnos, que se joda ella y todos sus recuerdos, vamos a ahogarlos en alcohol hasta que no puedan respirar. Sus palabras por alguna razón lanzan un escalofrió por todo mi cuerpo, pero dejo que me guie. Ya ha sido suficiente. Una vez leí que el amor podía con todo, hoy sé que no solo se refería a capacidad, también hablaban de destrucción. Judith me había destruido, y yo estaba permitiendo que lo continuara haciendo, aunque no estuviera cerca. No se quedó conmigo, pero tampoco se fue del todo. Y ya no podía permitirme estar mal ni un segundo más. Pude superar la muerte de mis padres. 844 Pude superar la distancia de mi hermana. Claro que puedo superar a alguien que no merecía nada de mí, a alguien falso. Y fue exactamente lo que hice. Convertí mi dolor en fuerza, y un día sin darme cuenta no la pensé en absoluto, una noche mi insomnio se fue, el eco de su risa sonaba más lejano, el fantasma de su recuerdo dejo de pasear por mi departamento, sus besos, su tacto, su voz, todo comenzó a disiparse… Esa tarde me pare frente al espejo y observe ese tatuaje de mi cuello al que por mucho tiempo no podía mantenerle la mirada, pero por alguna razón me negaba a borrar. Pasé la yema de mis dedos por la tinta de mi piel y sonreí. —Finalmente los días dejaron de tratar de ti, Jude. La puerta sonó un par de veces antes de abrirse dejándome ver a una de las chicas del staff. Los gritos eufóricos retumbaron en las paredes. —Alexander, ¿Estas listo?, Estamos a punto de iniciar. 845 Asiento colocándome de pie acomodando mejor el auricular de mi oído. >>¿Estás bien? —pregunta viéndome fijamente mientras me entrega el micrófono. —Si —respondo y sonrío ampliamente porque por primera vez en todo este tiempo, lo estaba diciendo de verdad. —Estoy bien. Tarde mucho tiempo en entender, que lo perfecto no existe. Judith para mí era una luz, y esa luz me dejo cegado. Mi perfecto caos resulto ser solo eso: caos. Hola <3 Para quien no entendió, Jude se obligó a no salir de esa tina y Mason la superó. Fin. Obviamente no, eeeestoy jugando, a ver, ya en serio, hay muchísimas preguntas abiertas y situaciones sin resolver y por supuesto, merecen una explicación. Así que si, habrá segunda parte, PERO, no es un segundo libro. Los capítulos que quedan son pocos como para considerarse un libro. 846 Sin embargo, este, está marcado como el final (al menos de la primera parte), porque siento necesario poner un punto y aparte, por así decirlo, porque tendrá un cambio de formato, desde el primer capítulo (el que sigue) tocará temas sensibles, así que se aleja completamente del “romance erótico juvenil”. Y también, porque tendrá un salto en el tiempo de años. Bienvenidos al cierre definitivo. Los leo más tarde. 847 47. ... PARTE II “HAY TANTAS FORMAS DE SUICIDARSE, PERO NINGUNA DE ELLAS ES TAN CRUEL COMO CUANDO TE VES A TI MISMO MORIR TODAS LAS NOCHES” —Gerson Da Rodrigues. >>SI TU ESTAS PASANDO POR UN PUNTO DIFICIL EN TU VIDA, LO MAS RECOMENDABLE ES QUE NO LEAS EL CAPITULO 42. >>SI EL TEMA DE ABUSO SEXUAL TE INCOMODA, DUELE, O SIMPLEMENTE NO ES DE TU AGRADO LEER, TE RECOMIENDO QUE NO LEAS EL CAPITULO 44. Este es un recordatorio de las ADVERTENCIA DE CONTENIDO, específicamente las que están a punto de leer: 848 Depresión y suicidio. Agresión física, verbal y emocional. Abuso sexual. Uso de drogas sin consentimiento. Conductas que atentan contra la intimidad sexual. Actos de agresión cuestionables. Comportamiento irracional e irresponsable. LOS TEMAS NO SON ROMANTIZADOS, SON CRUCIALES PARA LA TRAMA, NO SON PUESTOS SIMPLEMENTE POR MORBO, SON EVENTOS RELEVANTES. 849 48. Capítulo cuarenta y dos Este capitulo esta situado exactamente cuando Mason esta en esa fiesta con Giselle. (Cuando comienza a marcarle a Monet, Pax y Aiden) 42 | TRANQUILIDAD. ♪ Hey Lord, you know i’m tired of tears, hey lord, just cut met loose♪ (Señor, tu sabes que estoy cansada de llorar, Señor, solo déjame ir ) -I’m Tired. Labrinth+Zendaya. La mano moviéndose frente a mi cara me hace parpadear enfocándome nuevamente. Saco el dinero de mi bolsillo y lo empujó hacia la cajera, ella me observa con un mohín mientras mastica una paleta en forma de corazón. —Disculpa, pero, ¿No eres la chica que salía con un cantante o algo así? ¿La del escándalo sexu…? —No —respondo tajante tomando la botella frente a ella—. Quédate con el cambio —giro sobre mis talones, perdiendo un poco el equilibrio, pero me recompongo rápidamente, me coloco el gorro de 850 mi chaqueta viendo como las gotas de la lluvia comienzan a caer. Tomando un largo suspiro salgo del lugar, no me preocupo en caminar de prisa o intentar cubrirme a pesar de la lluvia o el frío, de cualquier forma, terminaré empapada. El frío cala en mi piel y la lluvia solo lo empeora todo, elevo mi rostro al cielo permitiendo que las gotas frías caigan sobre mi cara. Había hecho un buen trabajo hoy ignorando mis pensamientos, mis sentimientos, todo. Trabaje incluso un turno extra, todo con tal de no volver al inquietante silencio de mi habitación, pero nada de eso funciono. Hoy se cumple un año desde que había iniciado toda esa horrible pesadilla, así que hoy especialmente mi cabeza estaba muy ruidosa, encontré entre las cosas de Leo una botella a medias, y la bebí por completo, pero aun así no fue suficiente y caminé algunas cuadras hasta llegar a la licorería. El viento sopla con fuerza, provocándome escalofríos, no importa que tanto tome, no puedo 851 silenciar mis pensamientos, sé que es imposible, y como extra: el clima no me ayudaba. Era inevitable, el invierno me transportaba siempre a su recuerdo, cuando la fría brisa golpeaba mi rostro y por inercia cerraba los ojos, podía verlo, podía sentirlo… Sus manos tentando mi piel, su voz diciendo mi nombre, sus suaves labios sobre los míos, casi podía imaginar el sonido de su risa. Era una dulce tortura, una pesadilla disfrazada de sueño. Porque no solo venía lo bueno, volvía lo malo… volvía a la última vez que lo vi, a la vez que mi corazón y alma se rompió en mil pedazos. Las lágrimas, la decepción, la tristeza, podía sentir todo tan palpable en el aire, como si estuviera allí, reviviéndolo. Su voz quebrada, mi llanto, las mentiras. La pregunta que cambiaría todo. El silencio que dio las respuestas… Me obligué a poner mi mente en blanco como siempre. Dejar de pensar me ayuda a dejar de sufrir, 852 a dejar de sentir… Mi cuerpo tiembla y mis dientes castañean sin control. Luego de unas cuadras, logro visualizar el edificio. Después de casi once meses me estoy acostumbrando a él. Leo y Eva, quienes eran mis vecinos, se habían mudado conmigo. Ellos ya habían planeado cambiarse a un condominio más cercano a su universidad. Y yo no pensaba quedarme viviendo frente a Vanesa, así que buscamos juntos un nuevo lugar. Nate, nunca perdió la comunicación conmigo a pesar de que su trabajo corría demasiado peligro así, de hecho, al final fue con él con quien nos mudamos, su departamento era de cuatro plazas y él era solo uno, eso y que casi nunca estaba por su trabajo. Sobre Vanesa, nunca la vi, ni una sola vez. Supe por Nate que estaba saliendo con Isaac. Y todo cobro sentido, por eso nunca me dijo quién era el tipo de las flores y el ajedrez, por eso Isaac a veces se enteraba de las cosas tan rápido, por eso tenía llaves del departamento… 853 Aún mantenía el contacto con Aiden, solo con él, era extraño, a veces un poco incómodo. Ambos sabíamos que me hablaba por lástima, me sorprende que aún no hayamos perdido comunicación. En mi defensa es que él es muy bueno escuchando. Paxton tenía razón, al final si me acostumbre a como es. Ya no tomo su actitud como ofensa, él es así. Y con el tiempo le he tomado cariño. Sí, es extraño para mí también. Empujo la reja de la entrada lateral del edificio, y con paso tambaleante me dirijo a la alberca. Está con una cubierta de plástico azul. Camino hacia la plataforma de clavados más alta y subo despacio, sintiendo como el fuerte viento me jala hacia un lado, dificultándome cada movimiento que hago, eso sin contar la botella que sostengo contra mi cuerpo, quizás ya había tomado demasiado. Llego a la punta y camino por la resbaladiza superficie que está cubierta por una ligera capa de hielo, estoy a punto de tropezar, pero justo en el borde me detengo. El viento sopla cada vez con más fuerza, me siento en el borde observando el cielo. 854 Abro la botella soltando un suspiro, el vapor de mi aliento es visible por el frío, tomo un trago sintiendo el caliente líquido bajando por mi garganta contrarrestando el frío del ambiente. Desde niña fui muy asustadiza, mi hermano se burlaba de que le tenía miedo hasta mi sombra, la primera vez que le tuve verdadero miedo a algo fue cuando nos hablaron del ciclo de la vida en la escuela, lloré como nunca por noches, abrazada a él, meaterraba la idea de morir, la idea de que el muriera y quedarme completamentesola. Ese miedo me siguió por años, el miedo a la muerte… Nunca pensaba en eso, hasta ahora y para mi sorpresa no encontré mi habitual miedo. Se sentía más como una opción. Mi vida está arruinada. Desde hace mucho tiempo lo estuvo, y antes tenía opciones, pero con el tiempo poco a poco se fueron desvaneciendo. Me siento como en un juego con la partida perdida. ¿Qué estoy haciendo, que estoy esperando que ocurra? Los días los siento oscuros, es como si una bruma negra se hubiese instalado en mi vida y ahora todo 855 se ve así, no puedo dormir, por más que intento, me paso las noches en vela esperando que el sueño me venza, y no es que no esté cansada, porque lo estoy, mucho, pero simplemente mi mente y mi cuerpo parecen desconectados. Dicen que el tiempo lo mejora todo, pero no es verdad. Levanto la botella en el aire observando el contenido, tomo otro trago largo y la giro dejando que el líquido caiga de ella. La botella queda vacía entre mis manos, insignificante, inservible. Entonces solo la suelto. No me sorprendo cuando escucho el cristal hacerse pedazos, quizás de más cerca no se hubiese roto, después de todo es solo un plástico el que cubre la alberca, pero la altura es considerable y a veces por el frío lo cubría una ligera capa de hielo. Muevo mis piernas en el aire observando hacia abajo. ¿Qué debo hacer si no tengo motivos para vivir, y no estoy segura de querer encontrarlos? La peor parte es que fingir que no duele, duele más. Y ya me cansé. 856 Me pongo de pie pasando el dorso de mi mano por mi nariz. Me giro para bajar, pero algo me detiene, algo dentro de mí. Elevo mi cabeza viendo nuevamente hacia el cielo, las lágrimas silenciosas caen por mis mejillas. Al final solo una pregunta rondaba en mi cabeza: ¿A dónde se supone que vaya, cuando no quiero estar en ninguna parte? Suelto un suspiro tembloroso cerrando los ojos, ¿Qué estoy haciendo? Me pregunto a misma, y como siempre no tengo respuesta. Estoy sola, ya ni siquiera me tengo a mi. Ni siquiera lo pienso demasiado, solo me dejo caer. Ojalá fuera cristal para romperme, pero no lo soy, mi cuerpo se hunde con fuerza contra el agua congelada. El dolor me atraviesa de manera instantánea como mil agujas cruzando mi piel. Ni siquiera me puedo mover, mi cuerpo se siente entumecido, y no ayuda para nada mi ropa que se ha vuelto muy pesada, mis botas, mi abrigo y la mezclilla de mi pantalón me jalan hacia abajo haciéndome imposible intentar flotar. A pesar de la 857 tensión de mi cuerpo me quito el abrigo, sintiéndome más ligera, hago uso de toda mi fuerza para intentar sacar mi cuerpo del agua, mis pulmones arden, necesito aire. Supe que estaba perdida cuando logre sacar la cabeza del agua, inhale hondo, sin embargo, no pude tomar aire, el dolor de mi pecho y el entumecimiento de mi cuerpo no me permitía respirar, incluso fuera del agua. En cuestión de segundos el agua volvió a cubrirme, deje de intentar luchar y solo me deje hundir. Jamás en mi vida he sido tan consiente de los segundos que pasan, es como una tortura, el pánico crece en mi pecho de manera descomunal, creo que después de todo no soy tan indiferente a la muerte como creí. Dura menos de un minuto, mi capacidad de aguantar la respiración, más rápido de lo que imagine, mi garganta arde y pierdo el control, tomo un respiro involuntario inhalando agua, y después de eso, todo está perdido, toso, balbuceo e inhalo más agua. El pánico me invade agresivamente mientras mi cuerpo lucha involuntariamente por tratar de moverme. 858 Una sensación horrible de quemazón me llena toda la garganta y el pecho, el dolor, miedo y pánico que siento son indescriptibles, nunca había sentido nada similar, pero entonces… entonces todo se detiene, tan rápido como llega, se va, sigo viva, lo sé, el ardor aun no desaparece del todo, pero ya no tengo miedo, me siento como una pluma, es como estar cayendo, mi cuerpo toca el piso y no hay nada, más que tranquilidad, una tranquilidad que jamás había sentido. Sé que no es normal lo que estoy sintiendo. Debe ser la muerte dándome un último abrazo. Dicen que cuando mueres la vida pasa ante ti, pues no es mi caso, no hay recuerdos, no hay imágenes, no hay nada… Solo me acompaña el casi imperceptible susurro de una canción entre todo mi dolor. —Wise men say, only fools rush in… —Mi corazón da sus últimos bombeos con su suave voz de fondo, y solo así, me dejo llevar por la oscura y mortal tranquilidad—, but i can’t help falling in love with you… He aquí el mal presentimiento de Mason. 859 Si alguna vez te sientes identificado con algo de este capitulo quiero decirte que tu vida importa, por favor pide ayuda. Y si no tienes a quien te escuche, yo puedo hacerlo. <3 Aquí tienes un espacio para ti. 860 49. Capítulo cuarenta y tres 43 | MUERTE. ♪ You can’t force the stars to align, when they’ve alredy died ♪ (No puedes forzar a las estrellas para que se alineen, cuando ellas ya han muerto) -Astronomy. Conan Grey. NATHANIEL. La frase de “obtienes lo que mereces” es una de las mentiras más grandes dichas jamás. Nunca ha sido así, y probablemente nunca será. La realidad es que hay gente mala a la que le va increíble ellos están por allí completamente tranquilos, completamente felices. Y existe gente buena que lo único que recibe de la vida es golpe tras golpe. A veces es tan constante que un día simplemente se cansan… Ya no pueden más, y allí, en ese momento es cuando reciben el último golpe, el golpe más certero, irónicamente, es dado por ellos mismos. 861 —Está bien… —Escucho susurrar a Sara, la madre de Leo mientras acurruca el cuerpo inerte de Judith contra el suyo. La señora Vega siempre ha sido unida con su hijo, siempre trae comida al departamento siempre está al pendiente de ellos, así que cuando Judith se volvió cercana a él, ella casi la adoptó como una hija propia. Judith no tiene madre, la señora Vega siempre quiso tener una hija. Y ahora más que nunca parecen eso. Frente a nosotros se exhibe el cuadro de una madre en negación con su hija muerta entre sus brazos—. Estarás bien — murmura quitando el cabello mojado de su cara—, traigan algo para abrigarla ¡ya!, debe tener frío, sus labios están muy azul y ella, ella odia el frío, nunca… nunca lo soporta, por favor… no quiero que despierte y lo primero que sienta es frío, por favor —El aire se le entrecorta y la vuelve a dejar en el piso mientras se quita su abrigo y la cubre con él. Empujo el maldito plástico que no ha hecho más que dificultar todo el proceso y ayudándome por el borde, salgo de la alberca de un salto, me quito el saco con rapidez, y tomo a Sara por los hombros quitándolo de encima. —Déjala, ella está bien —grita haciendo el amago de volver a abrazarla, para mi suerte Eva llega por detrás y a pesar de que se encuentra en una 862 llamada logra detenerla colocando una mano en su pecho evitando así que se acerque. —¡Está muerta! —Le grita Eva entre sollozos, presionando el teléfono con fuerza contra su oído. —Señora Vega, míreme, está haciendo esto mucho más difícil. Ignorando totalmente el temblor de mi propio cuerpo comienzo las compresiones en el pecho de Jude. Es imposible no sentir una ola de escalofríos al verla así de pálida, su piel tiene un tono azul, especialmente sus labios, completamente rígida y fría. Coloco una mano en su frente mientras la otra la llevo a su barbilla, inclinando con cuidado su cuello hacia atrás. Con ayuda de la mano que tengo en su frente uso un par de dedos para pellizcar su nariz, rápidamente me inclino y coloco mi boca sobre la suya dándole respiraciones lentas. Giro levemente mi cabeza hacia su pecho para asegurarme de que este se levante, así puedo saber que el aire está entrando. La suelto y repito, las comprensiones sintiendo la desesperación corriéndome por todo el cuerpo. Vuelvo a darle respiración de boca a boca, pero nada parece surtir efecto. O no sé si simplemente el tiempo me está pasando demasiado lento. 863 —Vamos Jude, no puedes hacernos esto —gimo repitiendo las compresiones—. No te voy a perdonar si nos dejas así, te lo juro —Intento controlar el temblor de mi boca antes de volver a unirla a la suya. El temblor de su pecho es casi inexistente, pero lo sentí, lo sentí perfectamente. El alivio me golpea con fuerza cuando veo su boca, comenzar a escupir agua, la jalo haciendo que se coloque de costado. Dejo que vomite mientras comienzo a sacar sus botas. Jude ni siquiera pone resistencia, pero estaba viva… Volvía a estar con vida. El temblor de su cuerpo y su palidez son excesivamente alarmantes. Antes de poder moverla siquiera un poco, unas pisadas rápidas suenan por todo el lugar llamando la atención de todos. —La ambulancia ya viene en… —Comienza a decir Eva, pero Aiden ni siquiera le presta atención, se agacha sobre el cuerpo de Jude y tomando su playera del cuello la estira y la arranca por completo haciendo la tela pedazos, repite el mismo proceso con su pantalón y cuando está en ropa interior se saca su gabardina cubriéndola con ella, con facilidad la eleva en sus brazos y se gira llevándosela consigo. 864 —Espera —grita Eva, pero Aiden desaparece por la puerta en ese mismo segundo. Sara también corre detrás de él. —Tú también debes quitarte la ropa, Nate — murmura Eva—, iré tras ellos —Avisa completamente aterrada, la entiendo, estoy igual, ni siquiera me deja responder, simplemente sale corriendo. Yo me quedo allí unos minutos procesando lo que acaba de pasar. Como un muerto viviente camino al departamento y me saco la ropa tomando una ducha rápida. Gracias a Sara supe, que Judith ya estaba fuera de peligro. Tan pronto estuve listo, salí del departamento, nuestra vecina me detiene el paso en el lobby, en cuanto bajo del ascensor. —No lo mencione antes, pero gracias —digo en cuanto la tengo frente a mí —Supuse que irías al hospital, te llevaré. —Tengo auto —murmuro sintiendo la voz ronca. —Pero estás alterado, no estás en condiciones de manejar —dice la mujer. Giro un poco hacia la 865 puerta de cristal del fondo, desde donde estamos puedo ver la alberca, ya no está la ropa de Judith tirada, el plástico está colocado nuevamente en su lugar, es como si no hubiese pasado nada—. Vamos —dice la mujer tomándome del brazo—, no me hagas insistir. Quiero decirle que estoy capacitado para esto, estar bajo estrés y mantenerme al margen es básicamente mi trabajo diario, pero simplemente me dejo llevar. —Gracias —Vuelvo a repetir—, ¿Cómo paso? — pregunte directamente, ella fue testigo, después de todo fue quien nos avisó que Jude había caído al agua. Estaba desesperada por no poder ayudar, es anciana a penas y puede caminar bien con ayuda de su bastón y no sabe nadar, hubiese sido un suicidio que se arrojara por ella. —La vi desde el balcón, estaba en las plataformas —murmura caminando a mi lado—, estaba bebiendo, iba a decirle que bajara de inmediato, era un riesgo innecesario que estuviera allí. Parecía perdida, ni siquiera me escuchaba, yo estuve gritándole intentando llamar su atención, así que mejor baje, cuando llegue a las puertas la vi… —Se detiene soltando un suspiro y niega. 866 —¿Sabe si se resbaló o…? —Niego entrando al auto—. Olvídelo. —No fue un accidente —La mujer niega apretando los labios— Ella se tiró a la piscina… Simplemente, se giró y se dejó caer al agua. Aprieto los puños contra mis piernas sintiendo la rabia subir por mi cuerpo. Debí hablarle a Jace, pero no quería preocuparlo, quería que ella fuese quien hablara con él. Porque esta vez sí que la obligaría. No me importaba si el salto había sido premeditado o no, si quizás la vecina no vio bien y simplemente fue un accidente. Lo único que tenía por seguro es que Judith no estaba bien. Le hablé a una de las dos personas que siempre estuvieron para ella, para ayudarla incluso cuando todo el problema se le vino encima. Henry, ese chico pintor que no ha hecho más que demostrar su cariño. Él incluso le permitió seguir trabajando con él, pero Jude no acepto, su imagen 867 estaba tan dañada que sabía que si la veían en su estudio podría afectarlo. Henry dijo que no le importaba, pero Jude no volvió nunca más con él. Aiden, es el otro que ha estado para ella cada segundo, no me sorprendió que llegara tan rápido aun cuando su edificio se encuentra a casi media hora del nuestro. A pesar de que todo el tiempo se mantiene más a la distancia con ella, siempre la cuida. Jude dice que solo le habla por lástima y al principio yo también pensé lo mismo, sin embargo, con el tiempo me di cuenta de que él le tomo aprecio, a su manera, lo hacía. No sé qué problema tenía con aceptar cuando quiere a las personas, pero lo demostraba, al menos conmigo lo hizo. Se aseguró de ayudar a Jude a través de mí, me hizo cambiarme de departamento, yo vivía en un edificio casi a dos cuadras de el de los chicos, era un pequeño cuarto, pero terminé mudándome a ese de cuatro plazas que Aiden consiguió solo para que Jude no tuviese que buscar a donde irse. También le ayudo económicamente, él dijo que era porque ella no lo aceptaría, yo creo que simplemente no le gusta verse vulnerable. De todas formas, hice que una amiga la contratara y le pagara más de lo que en realidad era. 868 Eso fue bueno, aunque parte de mi sabía que quería contrarrestar algo de lo que Alex estaba haciendo, desde que paso todo el problema se encargó de congelarle todas las cuentas a Jude, incluso esas cuentas en las que no había nada que ellos le habían dado, solo había ahorros de Jude. Se encargó de dejarla en la calle, literalmente. Unos dicen que fue Isaac, pero ya no sé. Una vez intente hablar con el de esto, con Alex, y tan pronto mencione el nombre de Judith me pidió que me fuera, se encargó de hacer que me cambiaran de área, ahora trabajo con el equipo de eventos, así que jamás lo he vuelto a ver a solas, mucho menos de cerca. Henry llegó prácticamente cuando se enteró, pero no permitían visitas, así que tuvo que irse y volvió tan pronto como amaneció, había estado allí una hora. Yo aún no me atrevía a entrar, incluso cuando Eva me había dicho que ella había preguntado por mí. No quiero verla, estoy enojado y en este momento Jude no necesita a alguien que la juzgue. Y yo no puedo controlar mi temperamento, así que prefiero no moverme de la sala de espera. 869 Creo que jamás me he sentido tan contrariado en mi vida, me siento aliviado, preocupado, molesto, pero especialmente cansado. Tener un amigo con problemas mentales requiere de mucho amor y mucha paciencia. Especialmente cuando ese amigo no acepta que tiene un problema. Al principio entendí que estuviera mal, triste, apartada, pensé que con el tiempo mejoraría, no fue así. Leo y Eva intentaron convencerme de que ella estaba mejorando, pero yo sabía ver más haya, notaba lo que le costaba hacer cosas tan simples como tomar una ducha, pararse para salir a comprar algo, incluso comer, notaba sus silencios prolongados y aunque a veces se veía completamente bien y feliz y divertida, sé que un buen día no significa que el problema desapareció. Ella estaba rota. Primero, creí que todo lo había causado la situación con Alexander, pero después entendí, que ella, antes de él, ya estaba mal. La situación con Alex y Vanesa fueron un simple detonante. Saque mi teléfono para continuar leyendo el artículo que había buscado… 870 “Se debe preguntar sobre los pensamientos suicidas, aunque sea un poco incómodo, esto no induce a nadie a tomar una acción autodestructiva, al contrario, le ofrece la oportunidad de hablar acerca de sus sentimientos y eso puede reducir el riesgo de que haga realidad sus pensamientos” “El solo hecho de hablar con alguien que muestre interés suele hacer una gran diferencia” “Puedes ayudar haciendo que esa persona se conecte con los recursos adecuados. Es importante que entiendas que lo que en verdad necesitan es ayuda profesional, y no es que tu ayuda no sea menos importante para esa persona, no significa que no te toma en cuenta o que tus palabras no tengan peso o relevancia en ellos, Sin embargo, NO es tu labor sustituir a un proveedor para la salud mental” “Así como cuando alguien tiene una herida física grave lo primero que se hace es buscar a un profesional, en la salud mental es exactamente lo mismo y es igual de importante. Siento una presencia junto a mí, así que bloqueo mi teléfono. Sin levantar la vista, solo con ver el 871 pantalón sé quién es. Probablemente trae la ropa más cara de todo el hospital. —¿Estás bien? —pregunta para mi sorpresa, generalmente nunca me dirige la palabra, a pesar de que llevo años trabajando para él, nunca hablábamos. Ahora que las circunstancias nos habían inevitablementehecho más frecuente, nada había cambiado en sí, las veces que visitaba Jude solo me daba pequeños asentimientos con la cabeza y era todo. Levante la mirada y lo vi con una sonrisa sarcástica. El acomodo mejor su gorra, me había sorprendido que a pesar de que ya había amanecido continuara aquí, sé lo peligroso que es que esté en un lugar tan publico sabiendo que cualquiera podría verlo. —Yo no fui el que murió ahogado, estoy bien. Aiden acomodo mejor su abrigo y chasqueo la lengua. —Estos procesos son duros, no solo para quien los pasan, por eso a veces la gente solo prefiere ver hacia otro lado. Me mantengo en silencio mientras muevo, mi pierna frenéticamente de arriba hacia abajo. 872 —Yo no soy el que está pasando por la peor parte, es ella, yo solo soy un espectador de su sufrimiento. —Que su dolor sea más grande no significa que el tuyo sea menos válido… Detengo el movimiento de mi pierna y suelto un largo suspiro. —Iré con ella —murmuro poniéndome de pie. Aiden también se para observando el reloj de su muñeca. —Debo irme, no te preocupes por ir hoy, yo te cubro —Asiento y lo veo irse. No se despide, pero no me sorprende. Hoy me hablo más de lo que lo había hecho jamás. Camino entre los pasillos llegando a su habitación. Golpeo un par de veces la puerta y después de unos segundos la abro entrando directamente. La cama está vacía, observo el número en la puerta solo para confirmar que sea el cuarto correcto y lo es. —¿Jude? —digo el nombre con algo de miedo. Camino directamente a la puerta del baño escuchando el grifo del agua, correr, tomo el picaporte, pero este no cede, está cerrado con llave. 873 Mi cuerpo se agita y una imagen vivida de ella sin vida completamente pálida me golpea sin previo aviso. —Judith, abre la puerta —Trato nuevamente de abrirla, pero no funciona. Golpeo la madera con mi palma mientras empujo nuevamente pero no cede—. Abre la puerta en este momento o juro que la voy a… —Mis palabras se estancan en mi garganta cuando la puerta se abre. Judith aún continúa pálida, sus labios se ven blancos y ligeramente agrietados, está conectada a una intravenosa y se sostiene del atril porta sueros. El alivio me invade de inmediato. —¿Nate? —Su voz es ronca y apenas audible. Cierro los ojos sintiendo mi pecho subir y bajar — ¿Estás bien? —pregunta suavemente. Asiento mientras me hago a un lado para dejarla pasar. —En realidad no —Me giro viendo como me sienta sobre la camilla—. Tengo tantas cosas que decirte Judith, para empezar, es que lo lamento mucho, ¿Si?, no merecías nada de lo que te paso… —Nate… Levanto la mano haciendo que calle al instante. 874 —Sé que no quieres hablarlo, nunca quieres hacerlo, pero estás mal Jude, no sé cómo decirte esto y perdón si estoy siendo muy rudo, pero necesitas ayuda. —Estás exagerando. —Judith, literalmente moriste. Quizás fueron minutos, pero te perdimos. Mi corazón se estruja cuando veo su ceño fruncirse y su pecho comenzar a subir y bajar con fuerza. Creo que no lo estoy llevando de la manera correcta, pero estoy desesperado. Ella baja su cabeza, pero aún tiene sus ojos sobre mí. —Fue un accidente… —Tienes que soltarlo —Niego con frustración—, sé que lo has intentado, sé que si fuera por ti ya no estarías mal, pero lo estás, estás mal y tienes que aceptarlo, esto que paso no fue un accidente. —Estaba ebria —murmura entre dientes. Sé que se está conteniendo, lo noto en su mirada inyectada de sangre, su rostro ha tomado algo de color, ya no luce tan pálida, luce roja. —Es la excusa más basura que pudiste decir — Me quejo pasando las manos por mi cabello—. El 875 alcohol no te lleva a comportarte de ninguna forma, solo facilita que salgan actitudes que normalmente reprimes. —Estás exagerando —Repite y mi pulso se dispara, el calor sube como fuego por mi cuerpo, el enojo corre por cada poro de mi piel y junto a él sale a flote mi miedo. Me siento a su lado tomándola con fuerza de los brazos. Jadea poniéndose completamente rígida. Intento, pero no puedo contenerme y lloro. —Por favor Judith, solo inténtalo, por favor… Estoy asustado como la mierda, todos los días llego al departamento conteniendo el aire cuando no escucho ruido, te he visto morir un poco cada día — El llanto sale vergonzosamente sin poder contenerlo. Siempre he sido demasiado sensible, lloro hasta con las películas infantiles, aunque al principio me avergonzaba, lo he aceptado. Y esto me tiene jodidamente asustado, quizás a Jude no la conozco de mucho, pero ahora es mi amiga y no quiero que muera, no quiero que su vida acabe. “Necesitas ayuda, ayuda profesional, lo único que provocas negándolo es daño, a ti misma, y a 876 cualquiera que te rodea porque te queremos y nos preocupas, Jude. No me condenes a todos los días tener que esperar la llamada que me diga que finalmente has hecho lo que has estado posponiendo… Justo como hoy. —Lo siento —murmura entre sollozos, levanto la vista para ver su rostro lleno de dolor—, lo siento, lo siento —Repite una y otra vez. Con cuidado a no lastimarla me incorporo un poco para envolverla en mis brazos. >>Es solo que, en este momento, mi muerte tiene más sentido que mi vida. Niego con desesperación tomando su rostro entre mis manos. —Te prometo que mejorara, Jude y mientras lo hace yo estaré cada segundo para ti, en tus caídas, en tus días malos, no estas ni estarás nunca sola. Ella llora, llora como nunca lo había hecho. No tengo idea de cuánto tiempo pasa, pero la abrazo y no me alejo ni por un segundo. Después de un rato la puerta se abre y por ella entran Leo y Sara con un globo de helio de un elfo 877 navideño sexi. Y una nota pegada de “No había de recupérate pronto” —Mi bebé —grita Sara corriendo a Jude a abrazarla. Leo frunce el ceño colocando las manos en su cadera. —Yo soy tu bebé. —Tú no te comes mi comida, ella si —Jude sonríe pareciendo más tranquila. Allí frente a todos hablo, y me di cuenta de que en todo el tiempo cerca de ella, no me había percatado de cuanto necesitaba escucharla decir dos palabras, dos simples palabras. “—Necesito ayuda.” El suspiro que solté después de escucharla abandono mi cuerpo junto a un peso invisible que no me di cuenta de que estaba cargando. Justo como prometí estuve para ella cada día, al menos a distancia… Ir a terapia no era suficiente, en las palabras del doctor, Judith tenía trastorno de depresión mayor, sus pensamientos suicidas eran más persistentes de lo que habíamos imaginado, tuvo que internarse en un hospital psiquiátrico por un tiempo. Al principio 878 fue difícil, pero mejoro, mejoro mucho, esta vez sus sonrisas no eran vacías, aunque no las tenía todo el tiempo, al menos ya no las fingía. Se veía tranquila, cada día se parecía más a la chica que conocí en ese elevador, con la que vi películas en su cumpleaños mientras comía una sopa extraña, y no a la chica desolada con el labio ensangrentado que saqué de ese hospital aquella fatídica noche. O la que se quedaba en el sofá durante horas viendo a la nada. Está mejor… realmente está mejor. Henry, Leo, Eva y yo la visitábamos todo el tiempo, su hermano, Jace venía cada dos semanas, era lo máximo que su trabajo le permitía, sin embargo, estaba muy pendiente de ella, costeo absolutamente todo para mantenerla en el mejor hospital. Aiden no podía visitarla, pero le hablaba de vez en cuando. Sara, probablemente la única persona que no le tenía ni miedo ni respeto a Aiden y lo trataba como una persona cualquiera lo obligo a sobornar a los enfermeros del hospital para poder estar metiendo su comida para Jude. 879 Esta vez ni Henry ni Eva pudieron venir, pero yo, como siempre lo hice, tenía una promesa con ella y planeaba cumplirla, sin embargo, no pude verla, hoy no era un día bueno. A pesar de eso estaba tranquilo, ahora no lo escondía, ahora no pretendía que estaba todo bien, ahora si pedía y aceptaba la ayuda. Salí del lugar después de que la recepcionista me agendara otra visita y metí mi mano al bolsillo tocando con las yemas de mis dedos un papel. Mierda, había olvidado mandarle la nota. Desde el primer día que estuvo aquí le escribía pequeñas notas y las traía siempre que podía. Era una tontería, pero parecía gustarle. Voltee hacia el edificio, pero ya era tarde, no podía verla, gire el pequeño papel entre mis dedos pensando que hacer con él. Levante el rostro y me fije en una chica a unos metros de distancia, estaba muy distraída con su teléfono en la mano. Me acerqué y ni siquiera lo noto, de manera completamente aleatoria, me pregunté, ¿Qué otras cosas no notaria? Sonrío a su teléfono y por inercia yo también sonreí, fue imposible no notar lo linda que era. Llegue a ella y ni siquiera me noto. Pude darme cuenta de que estaba leyendo un libro, ladeé el rostro y extendí la nota frente a su campo de visión. Parpadeo 880 repetidamente como si estuviese saliendo de un trance. No dije nada, simplemente mantuve la hoja frente a ella esperando que la tomara y así lo hizo. Me giré y camine a mi auto, cuando estaba a punto de irme la busque con la mirada, ella estaba con la vista fija en la nota y una sonrisa nostálgica en sus labios. “Quizás nadie te lo ha dicho, pero estoy orgulloso por todas las batallas silenciosas que has superado.” Al parecer el capítulo de lo que estuviera leyendo había terminado porque bloqueo su teléfono y se puso de pie. La observé irse y solo pensé en lo hermosa que era, de verdad esperaba que ella lo supiera. Querida lectora; por si no se entiende, Nate te está entregando la nota a ti. <3 tqm. 881 50. Capítulo cuarenta y cuatro Advertencia: este capítulo contiene escenas que podrían resultar incómodas para algunos lectores, se aborda el tema de abuso sexual. No se detalla el abuso de manera explícita, sin embargo, si tiene muchos detalles y descripciones que dejan claro lo que esta pasando. 44 | VIDEO . ♪ Till it happens to you, you don’t know how im feel, ♪ (Hasta que no te suceda a ti, no sabrás como me siento.) —’Til it Happens to you. Lady Gaga. JUDITH Un año después… Cuando escucho las pisadas en el corredor cierro los ojos y me cubro la cabeza esperando que se traguen el cuento de que estoy dormida. La puerta se abre y así puedo escuchar la risa de fondo de Jace y Eva. 882 Jadeo cuando siento como me arrancan la cobija de encima. —Literalmente tienes una ventana allí —dice Leo divertido apuntando hacia el cristal—, pude verte despierta treinta segundos antes de siquiera entrar. Suelto una risa lanzándole una patada que esquiva con rapidez. —Estaba desempacando —digo recargándome sobre mis codos. Él se gira hacia mi maleta aun hecha en una esquina. Casi quiero golpearme. Que asco de mentirosa soy. —¿Abstinencia de antidepresivos o no te ha hecho gracia la sorpresa de Eva? Me dejo caer por completo sobre la cama sintiendo como se tumba a mi lado. —No le digas nada, no quiero hacerla sentir mal. —Lo sabía —dice girando su cabeza hacia mí—. Lo noté desde que bajamos del auto. —Odio las cabañas —Me quejo recargando mi cabeza en su hombro—, pero puede que este viaje me haga cambiar de opinión. 883 Él empuja su hombro alejándome de el. —Sería un insulto que no lo hiciera —bromea poniéndose de pie, toma mi mano y me jala consigo haciendo que me ponga de pie pasando un brazo por mis hombros—, empecemos por dar un recorrido, el lugar es hermoso, si no te gusta puedes volver a tu fingido descanso. Su sonrisa es contagiosa, asiento caminando a su lado dejándome guiar por él. El lugar podía dar miedo, estaba en medio del bosque. Pero todo en la cabaña era bastante acogedora, las luces, la decoración. Hoy Eva había invitado a un grupo de amigos que montaron una fiesta casi de inmediato. Ellos mañana se irán, nosotros cuatro, en cambio, nos quedaríamos aquí una semana más . Generalmente nunca pasamos tanto tiempo juntos, esta es la primera vez que lo haremos, pero Eva organizo todo esto para mí, hace seis meses que me habían dado de alta del hospital y hace uno que me habían quitado la medicación. Observo con diversión a Jace, él duerme sobre un sofá completamente ebrio, nunca lo había visto así, sabía que Eva había tenido que ver, estaba segura, 884 nadie podía decirle que no. Me acerque a él y empuje su cuerpo haciendo que se acomodara sobre el sofá. Peine con cuidado su cabello hacia atrás antes de colocarle una frazada encima. —No aguanta nada —grita Eva por encima de la música. —Viene de familia, lo mala copa. —Venga, toma —pide mientras sirve un shot. Hago una mueca al ver que es tequila. Llevo más de un año sin probar ni una gota de alcohol. Y quiero seguir así, sin embargo, le he mentido a Leo, no me había tranquilizado ni con ver lo bonito y agradable que es el lugar. Estar en la cabaña me tiene de los nervios. No tengo idea de como aguantare una semana. —Si no quieres… —Le quito el shot de su mano y me lo tomo de inmediato provocando que suelte un grito emocionada. La música suena con fuerza, quizás es mi percepción, pero ahora la escucho más fuerte. La idea de tomar había funcionado, ahora no estaba preocupada, estaba divertida y pasándola increíble, como hace mucho no lo hacía. 885 No tengo idea de cuanto tiempo ha pasado, pero ya ni siquiera siento el frío, mi cabello se pega a mi cuerpo y la visión ya se me estaba nublando, busco con la vista a Leo, pero no lo encuentro, en cambio, logro ver a Eva. —¡Eva! —grito su nombre, pero no me escucha. Paso entre las personas llegando a ella. Tomo el shot que sostiene en su mano y lo tomo de golpe. —¡Judith! —grita viéndome con alarma. Abre y cierra la boca quitándome el pequeño vaso vacío. — Joder, joder… La observo divertida por su reacción, ella toma mi brazo y me obliga a caminar arrastrándome por el lugar. Se detiene frente a un chico y lo jala de su camiseta. —Busca a Leo, dile que venga a la habitación de Jude, de inmediato. Entrando a la habitación me siento relajada al instante. Eva me obliga a sentarme y comienza a caminar de un lado a otro. —¿Estás bien? —pregunto entre risas. 886 —Si, solo que tú estás muy ebria, eso es todo — murmura mordisqueando su labio—, ¿Dónde estás, donde estás? —susurra viendo a través de la ventana. Se gira a verme y se acerca obligándome a acostarme—. Iré a buscar a Leo, ¿Si? Necesito que te quedes aquí. Asiento cerrando los ojos, creo que se mueve o se sale, no lo sé, en cuestión de nada me quedo dormida. Un fuerte ruido me despierta de un sobresalto. Mi corazón bombea con demasiada fuerza, mi vista está completamente nublada y todo el cuarto se mueve a mí al redor. Me giro un poco y caigo al piso estrepitosamente golpeándome en la cabeza. Mi respiración es trabajosa, y no sé si es por el golpe que me he dado, pero todo a mí al rededor se mueve. Incluso las líneas del techo parecen estar en movimiento. Me levanto como puedo y entre tropiezos voy a la puerta saliendo de la habitación. En el pasillo todo está peor, la habitación gira en círculos literalmente-, a veces estoy caminando por la alfombra, a veces por el techo. 887 Suelto un jadeo cuando la fuerte música inunda mis oídos. Las luces colocadas por todo el lugar que encienden y apagan no hacen más que empeorar todo. Cierro los ojos con fuerza, en un inútil intento por controlarme. Ninguna de las veces en la que he estado ebria, me he sentido así. Cuando creo que ya me siento algo mejor, abro los ojos quedándome anonadada. Un jadeo escapa de mis labios al ver el espectáculo frente a mí. Las luces han intensificado sus colores, puedo percibir cada pequeño foco a mi alrededor apagando y prendiendo de manera lenta. Las luces ya no están fijas como antes, ahora se mueven envolviéndose a mi alrededor. Estiro la mano para tocarlas, pero se desvanecen entre mis dedos. Suelto un jadeo al escuchar la música, un escalofrío me recorre todo el cuerpo mientras las notas acarician mi piel. Cierro los ojos sintiendo la música, literalmente sintiéndola en mi cuerpo. Estoy aun sudando, pero ya no tengo calor, al contrario, tengo frío, mis dientes castañean mientras me giro y observo a toda la gente. Ellos se mueven a mi alrededor de manera lenta, es como si todos estuviesen en pausa, excepto yo. 888 Al fondo de la habitación, entre todas las personas, observo una puerta blanca que contrasta absolutamente con todo el lugar. Conozco esa puerta, pero no sé de donde. Con la curiosidad bailando por cada poro de mi cuerpo camino hacia ella. —Jude… —Escucho que me hablan, pero la voz suena lejana. Observo el picaporte y lo tomo abriendo la puerta con cuidado. Doy un paso viendo que es otra cabaña, aquí no hay luces, no hay música y todo es diferente—. Judith —Me giro al escuchar la voz detrás de mí. Detrás ya no está la puerta, ni la fiesta, no está nadie, solo un chico. —Douglas —Me escucho susurrar. Quiero alejarme, pero no me muevo, solo me giro y lo espero. No controlo mis movimientos, mi voz, nada, únicamente observo. Mi corazón martillea con fuerza porque sé lo que está pasando… Estoy recordando. Cierro los ojos con fuerza, pero nada desaparece. —¿Te estás divirtiendo? —Si —Me escucho decir. Cierro los ojos intentando despertar. Me pellizco los brazos con 889 fuerza, pero sigo en el mismo lugar—, nunca había estado en una cabaña. —Ahora podrás hacerlo cada que quieras. Nunca vi las señales, ni siquiera estaba segura de que alguna vez hubo alguna. Salir con Douglas era como un cuento de hadas. Lo conocí en la escuela de arte, desde el primer momento que nos conocimos mostró interés en mí. Todos los días encontraba flores en mi casillero. Todos los días me daba tanto amor, de una manera abrumadora. Me hizo creer que no podía vivir sin mí y me hizo sentir que yo no podía vivir sin él. Abrí los ojos cuando no escuche ninguna voz, estaba sola. Había funcionado, volví a pellizcarme esperando poder despertar, pero nada servía. Ese fin de semana no sospeche nada, porque él había sido muy cuidadoso. El primer día se encargo de hacerme sentir feliz, en confianza, como nunca… —Ya no puedo —balbucee mientras entraba al cuarto—, me duele la cabeza. Él me sentó sobre la cama y me puso una bebida negra al frente, recuerdo que olía a uva. 890 —Toma esto —pidió extendiendo una pastilla hacia mí—, es para tu dolor. —Gracias —murmure tomándola rápidamente. Jamás había olvidado lo que pasaba el día anterior. Esa vez, si lo hice, lo olvide, porque nunca estuve consciente. Era como si estuviera en modo automático. Perdí la noción del tiempo y de absolutamente todo. —Quiero vendar tus ojos —Lo escuché susurrar. Ni siquiera respondí una palabra comprensible. No podía. Lo sentí poner algo en mi rostro, no podía ver, no me gustaba la sensación, pero mis manos eran inútiles. Mi cuerpo y mi cabeza estaban desconectados. Basto un minuto para que me quedara dormida por la oscuridad, no me dormía del todo, despertaba por ratos, pero cada que cerraba los ojos perdía la conciencia y solo se repetía el proceso. El último recuerdo que tuve antes de caer en la completa inconsciencia fue de unas voces. Y ninguna de ellas era de Douglas. Antes había tenido resacas, pero nunca como ese día. Mi cuerpo dolía, mi cabeza me estaba matando 891 como nunca y lo que más me preocupo es que estaba desnuda. Sentí la bilis subir por mi garganta y como pude me pare y corrí al baño. Me sentía extraña, ¿Por qué no recordaba nada? ¿Por qué había tomado tanto? ¿En qué estaba pensando? Me senté sobre el piso sin importarme en lo más mínimo lo poco higiénico que era, y entonces me percaté de algo. Sangre, tenía sangre entre mis muslos. Solté un jadeo asustada y me pare con las piernas temblorosas a abrir el agua de la regadera. Esto no estaba bien. El agua caliente lleno inmediatamente el pequeño cuarto de vapor, me coloqué bajo la ducha sintiendo el agua recorrer mi cuerpo, no se sintió tan aliviador como pensé. El simple roce del agua hizo que mis pechos ardieran. Me alejé con rapidez provocando que me diera un tirón en el vientre. Solté un gemido de dolor asustada inclinándome hacia el frente. La música aún seguía sonando porque la fiesta que hizo Douglas duro tres días, ese era mi segundo día allí. El tercero fue el peor. 892 Abrí los ojos cuando escuché un fuerte golpe. De un salto me incorporé aliviándome por completo al darme cuenta de que estaba en la habitación de la cabaña de Eva. Ya no era de noche, es de día, el sol resplandece completamente. —Ya despertó —grita Eva colocando una mano en su pecho. —¿Qué paso? —pregunto sintiendo la boca pastosa. —Siiii, bueno, larga historia. —Jude —mi hermano entra corriendo a la habitación—, Joder, estás bien. —Te lo dije. La dosis no es mortal, por dios. Leo entra al último y sonríe mientras me entrega un vaso con agua. —Pero mira quien bajo de las nubes, estuvimos toda la noche cuidándote, tomaste lsd líquido, estabas incontrolable. Despertaste a Jace para que acariciara la música contigo. 893 —Mi bebida —susurra Eva desde el fondo de la habitación sonriendo luciendo apenada—. Lo siento, no tuve tiempo de advertirte… En un segundo desapareciste mis cincuenta dólares líquidos. Cerré los ojos dejándome caer contra la almohada. Había alucinado, fue tan real. Por tanto, tiempo ni siquiera me permitía pensar en eso, lo fui reduciendo de mis pensamientos hasta convertirlo en nada. Creí que quizás lo había superado, pero no lo hice… No lo hice. Jace suelta un suspiro y frota su sien—. Eva, linda, ¿Traes más drogas contigo? Sé que no debo meterme, pero me gustaría que las mantuvieras alejadas de… —Jamás he sido adicta —Lo interrumpo viendo hacia el techo. Eso fue lo que le había dicho cuando tuve los problemas con Douglas. Me daba miedo como reaccionaria, preferí culparme a mi misma. Había sido un error. Jace gira a verme y entrecierra los ojos—. ¿Estás segura de que ya se le pasó el efecto? —Le pregunta a Eva. 894 —Te mentí —Acepto viéndolo directamente—. Nunca existió un problema de drogas, ni de alcohol, ni de absolutamente nada. Te he mentido desde entonces, y estoy cansada, así que… —Me detengo al sentir el nudo de mi garganta crecer. Suelto un suspiro y continuo—, Debemos hablar del video. Todos parecieron detener sus respiraciones, el silencio inundo el lugar a tal punto que podía escucharse perfectamente el goteo del grifo del baño. —Yo… —Leo se incorpora palmeando los bolsillos de su chaqueta— Saldré a fumar un rato. —Y una mierda ¿Vista la hora? No vas a fumar tan temprano, Leo, no te lo voy a… —Eva interrumpe su regaño y abre y cierra la boca, viéndome de mí a Jace. Asiente repetidas veces y camina a la salida de la habitación— Yo llevo el fuego —murmura saliendo, dejándonos solos. —Jude… Extiendo la mano hacia Jace para qué se acerque y se siente frente a mi, solo me basto el suave roce de su pulgar contra el dorso de mi mano para ponerme a llorar. 895 Con el jamás aclaré nada, simplemente le dije que la situación no había sido como Vanesa la dijo, y fue todo, nunca me obligo a hablar, pero ya era momento. Lo había callado por tanto tiempo, por vergüenza, por miedo, porque no quería que nadie cargara con esto, ya era suficiente tener que hacerlo yo, pero hacer que la persona que más me ama en el mundo también lo hiciera, me rompía el corazón, no me sentía lista, pero ahora entiendo que estoy esperando algo que no pasara, porque creo que jamás lo estaré. No me importaba el cansancio que sentía por la droga, las ganas de querer ir a ducharme, o quedarme dormida más tiempo, estaba siendo demasiado abrupta, pero, si me permitía pensarlo por un segundo más podría volver a callarme otro año, porque lamentablemente la manera en como actuó alrededor de ese trauma no lo puedo controlar. Debí hablarlo con mi psiquiatra… Pero no había podido decirlo de nuevo, hasta ahora. Y lo hice. Nunca había visto a mi hermano llorar, ni cuando mamá lo insultaba y se burlaba de él, ni cuando papá lo golpeaba, no lloraba cuando ellos peleaban, o cuando los encontrábamos desmayados por tanto 896 alcohol, no lloro cuando tuvo que renunciar a su infancia para cuidarme, ni cuando a los trece años comenzó a planear como irse de casa, no lloro cuando a los quince lo cumplió y me llevo consigo a un pequeño departamento que era de un tío lejano, no lloro cuando tuvo que dejar de estudiar para comenzar a trabajar. Mi hermano no lloraba, ni una sola vez lo hizo. Hasta ahora. Resumí mi pesadilla en cinco palabras: me drogaron y me violaron. Me había prometido ser honesta, y lo estaba siendo, simplemente estaba omitiendo los detalles. Mi hermano ya tenía suficiente. Y yo no creía poder decir todo lo demás en voz alta. No podría decirle que con nuestros amigos nos fuimos a un viaje de un fin de semana a una cabaña por el cumpleaños de Douglas, que el primer día fue la persona más dulce existente, que estuvo conmigo cada segundo. No podría decirle que me dio dos brownies, que yo no sabía que tenían cannabis, pero lo sentí después de casi una hora, Douglas se comportó como el novio más atento que podría existir, el viaje y la fiesta era para el, aun así, se fue 897 a encerrar conmigo, puso una película de comedia y me trajo toda la comida que pudo, porque dijo que con el efecto todo sabría mejor. Nunca había probado drogas antes, pero no tenia miedo porque lo tenia a el a mi lado. No podría decirle que al siguiente día quedamos en que beberíamos hasta el cansancio, porque el día anterior por culpa de los brownies no habíamos estado con nuestros amigos, no podría decirle que para antes de media noche apenas podía estar de pie, que Douglas me llevo a la habitación, me dio una pastilla diciendo que era para el dolor pero fue la que termino por acabar conmigo, estuve despierta todo el tiempo, pero no era consciente de lo que pasaba, era como una sonámbula, no podría decirle que esa noche el invito a otros dos amigos e hicieron conmigo lo que quisieron y que no les bastó hacerlo si no que también lo grabaron. No podría decirle que al siguiente día no recordaba nada, que Douglas dijo que quizás había sido más rudo de lo habitual y que por eso estaba así, no podría decirle que le creí… ¿Cómo verlo a los ojos y decirle que no me fui? Que pensé que quizás estaba siendo muy exagerada. 898 Que baje con él a saludar a unos amigos y después bajamos al sótano a ver una película. Que esa noche volvió el Douglas dulce que solo me hizo bajar la guardia. ¿Cómo podría decirle que a la mañana siguiente todos nuestros amigos se habían ido por una tormenta pronosticada, que solo se quedó uno de ellos, Sergio, que tan pronto como apareció en la cocina supe que algo andaba mal, su mirada era… repulsiva, me dio miedo e intente irme, que él no me dejo dar ni un paso y me acorralo contra la encimera, como le explico el miedo que me invadió cuando sentí su cuerpo contra el mío, cuando lo sentí respirarme en la nuca y preguntarme si no quería divertirme de nuevo con él. La palabra “de nuevo” hizo eco en mi cabeza, como si yo no recordara, pero mi cuerpo sí. Estaba tan confundida y su respuesta fue tomarme de la barbilla y obligarme a ver hacia el frente, que coloco la pantalla frente a mi cara y allí por primera vez vi ese video, no suelo tener buena memoria, pero esa vez sí que la tuve porque me grabé como fuego cada segundo. No me pude mover siquiera un poco, estaba congelada en mi lugar completamente asustada entre sus brazos. 899 “Estabas tan ida que no lo disfrute del todo, pero hoy… Hoy estás sobria, ¿no?” ¿Cómo le explico que jamás me he sentido tan desesperada en mi vida como en ese momento mientras intentaba alejarme de él pero no podía? Que con una simple mano pudo retenerme contra la encimera mientras se restregaba contra mi cuerpo. “Siente como me pusiste” Como le explico que yo estaba dejando toda mi vida y toda mi fuerza allí, por intentar liberarme y que solo un segundo fui capaz de hacerlo, pero a él solo le basto un simple golpe para tenerme en el piso. Él ni siquiera tuvo que luchar, me movió entre sus manos como si fuese un pequeño e insignificante juguete. Me giro boca abajo porque dijo que no le gustaba verme llorar. Como decirle que mi propio llanto me dio asco cuando me dijo que había algo en la manera en la que le suplicaba que lo había atrapado. ¿Cómo decirle que en cuanto todo acabo salí corriendo en medio de la tormenta, que ni siquiera toda el agua que caía sobre mí me hacía sentir 900 limpia, que mis piernas no me permitieron correr y caí a la tierra? Que mire al cielo buscando al dios al que tanto le rece porque todo se detuviera y nunca me escucho. Jamás había tenido tantos sentimientos negativos golpeándome al mismo tiempo, el dolor, miedo, asco e impotencia se abrieron paso en mí de manera arrolladora y no lo soporte, grité y grite intentando sacarlos, intentando que dejaran de sentirse, pero no funciono y nadie me escucho. Físicamente estaba con vida, pero me habían matado internamente. Había desaparecido una parte de mí que jamás regresaría. Allí fue cuando lo supe… La violación es el homicidio del alma. ¿Cómo podría decirle que Sergio volvió por mí? Que me tomo por el cabello y me arrastro hasta esa cabaña de nuevo, que me tiro contra el piso una vez cruzamos la puerta. Que mis gritos desgarradores despertaron a Douglas y cuando vio a su amigo encima de mí se enojó tanto porque le gustaba tener todo limpio y en orden y yo estaba ensuciando su piso de lodo… 901 ¿Cómo decirle que esa tarde todo se repitió una y otra vez? ¿Cómo decirle que esa noche ellos se fueron de la cabaña y que yo no corrí de inmediato como debí hacerlo? Me quede horas allí, tirada en el mismo lugar en el que me habían dejado, simplemente viendo a esa puerta blanca, como si mi vida dependiera de ello. No tengo idea de en qué momento me pare, no tengo idea de cuanto camine, no tengo idea de cómo llegue al hospital. Por meses tuve la misma pesadilla, en que la razón del porqué no tenía idea de nada, era porque nada de eso había pasado… que en realidad nunca salí de esa cabaña y todo era una fantasía de mi cabeza y yo continuo allí, tirada en el mismo lugar. Pero era tan real, tan real como fue mi denuncia. Le creí a la doctora cuando dijo que había suficientes pruebas como para meterlos a prisión, le creí cuando dijo que no debía temer… Supe que nada saldría como pensaba cuando el testimonio de Douglas tuvo más peso para la ley, simplemente porque yo estaba ebria… 902 <<La detective tomó unas hojas y las leyó un par de veces, negó apretando los labios y volvió a verme. —¿Esto no tiene que ver con despecho cariño? —¿Qué? —susurre sintiendo mi sangre hervir. —Douglas Wilson ha dicho que el sábado, te engaño, y que tú te enteraste, por eso quieres vengarte. —¿Y se supone que mi venganza es auto violarme? Vio mis pruebas médicas, estaba desangrándome. Puede verme aquí mismo, sin ninguna prueba tengo moretones en cada parte de mi cuerpo. —También vi tus pruebas de toxicología. Y eras más alcohol que persona. Fruncí el ceño llena de confusión, ¿Qué mierda estaba pasando? ¿Por qué eso importaría —Incluso si eso fuera verdad, ¿Qué tendría que ver?, ¿si estoy ebria mi violación no cuenta? La detective no dijo nada, continúo apretando sus labios como cada que me diría una hiriente tontería. —La gente ebria hace muchas tonterías, en ocasiones suele olvidar de lo que hace o 903 arrepentirse al siguiente día, quizás con la furia de saber que te había engañado, planeaste algo… ¿Provocarlo? ¿O por qué otra razón un día después de tu ataque usarías un vestido tan sugerente? —¿Es una broma? —Escucha Judith, yo te entiendo, fui joven alguna vez —Por primera vez me sonrío con complicidad como si estuviéramos teniendo una simple charla de amigas—, también me han engañado, me molesté tanto que rompí toda su ropa, quería vengarme por hacerme ver como una tonta, pero una denuncia falsa es un delito. —No es falso, no es una venganza, no tengo idea de lo que está hablando, él me violo, él y sus amigos me violaron —grite sintiendo la rabia correr por todo mi cuerpo—, ¿Por qué solo lo que él dice es tomado en cuenta? ¿Por qué su palabra tiene más peso que la mía? Yo tengo pruebas médicas reales, él ¿Qué tiene? —Para este momento los sollozos salían de manera incontrolable —Una prueba de toxicología limpia, para empezar —Cerré los ojos y solté un suspiro, sabía que era mentira, habían alterado sus resultados, así como los míos, lo supe desde que dijeron que no salió ninguna droga en mí, más que el cannabis de 904 los brownies. El sábado, la pastilla que me dio era droga, el mismo me lo dijo, antes de irse de la cabaña y dejarme allí se burlaron porque dijeron que ojalá hubiesen sabido lo fácil que seria, que la droga era completamente innecesaria. La impotencia escaló por mi cuerpo como fuego. Apreté mis puños con tanta fuerza en un amago por controlarme. —¿Por qué no me creen? —La voz apenas me salió audible. —Linda, me estás pidiendo que te crea a algo que ni siquiera tú recuerdas, así que no sabes si es real, dices que no consumes drogas, pero saliste positiva en THC, casualmente dices que él también es el culpable de eso, te drogo desde el primer día y tú continuaste allí, tan tranquila, me hablas de un video que nadie tiene, y una tarde después de la primera noche que dices que te violaron te vieron bajando al sótano con él para ver una película, y que no conforme con eso, después volviste a dormir con él. También dices que el tercer día, o sea el domingo, te violaron nuevamente, pero esta vez sí fuiste consiente, y Douglas Wilson tiene pruebas de que estuvo en el estudio de su padre, toda la noche del domingo. ¿Entonces porque llegaste hasta el 905 lunes en la noche al hospital si dices que estabas consiente? Negué, pero la detective no me dejo hablar. >>Judith, te voy a ser completamente honesta, cariño, tienes suerte de que no te pusiera una contrademanda… agradece eso y vete. >>Y quédate tranquila, El señor Wilson promete mandar a terapia a su hijo. >> El director de mi universidad, quien era el padre de Douglas me expulsó, pidió que que no me aceptaran en ningún otro lado, y públicamente me convertí en una zorra. Porque era obvio que no estaba consiente en ese video, que jamás di mi consentimiento, pero para la gente deje de ser una víctima porque, ¿si no me estaba gustando porque no hacia algo por moverme, porque simplemente me quejaba sin quitarlos de mí?, porque si, quizás me habían drogado pero para ellos deje de ser una víctima en el momento en el que yo accedí a tomar alcohol, si quizás había rastros de violencia y mi sangre en esa cabaña, pero para ellos deje de ser una víctima porque para empezar ¿Qué hacía en una fiesta todo un fin de semana? 906 Quizás ellos me habían arruinado la vida, pero yo decidí usar ese vestido tan corto. Sales de un infierno para entrar a otro. Las personas se preguntan el porqué las víctimas tienen tanto miedo de alzar la voz. Pero cuando lo hacen, las respuestas que reciben, son preguntas. Deberías denunciarlo, ¿Pero por qué después de tanto tiempo? Deberías denunciarlo, pero ¿Para empezar porque mandaste esas fotos? Deberías denunciarlo, pero, ¿Qué ropa estabas utilizando? Deberías denunciarlo, pero ¿Qué hacías en una fiesta? Deberías denunciarlo, pero ¿Ya le habías dicho que sí? Deberías denunciarlo, pero a la familia no se le hace eso. Deberías denunciarlo, pero, no hubo penetración ¿Eso cuenta? 907 Siempre hay una pregunta estúpida después de una historia de violencia. Siempre poniendo una lupa sobre la víctima y no sobre el victimario. Porque, en su discurso dicen que estarán a tu lado, que te creerán, que te ayudaran, hasta que realmente tienen que hacerlo. Es allí cuando se dan la vuelta. A veces incluso nosotros mismos formamos parte de nuestros abusadores, minimizando lo que nos pasa, calificándolo como normal, como amor, como exageración, como un arrebato, con un “es que es así”. Por miedo, por incredulidad, por vergüenza. Tal como yo he hecho por mucho tiempo. Para mí, al final nada salió como imagine, no tuve mi justicia, y al principio me arrepentí terriblemente, por muchos tiempo lo hice, siempre me recriminé el haber hecho esa denuncia, al final de cuentas lo único que logre fue terminar envuelta en mentiras. Pero hoy, puedo decir que a pesar de todo siempre elegiría hablar, aunque parezca que a nadie le importa, mil veces lo haría. Por que quizás mi historia pudo ser escuchada por su futura víctima, quizás por mi historia logro 908 alejarse a tiempo, quizás logre salvar a alguien de ese tormento. Ellos me convirtieron en su víctima, pero no les di el gusto de convertirme en su cómplice. Y estoy aprendiendo que siempre habrá alguien dispuesto a escucharte, aunque tu voz sea un susurro. Aunque mil personas antes no lo hayan hecho, porque entre todos esos abusadores disfrazados de personas con dudas morales, siempre hay una esperanza, después de todo: para que existan sombras tiene que haber una luz. —Voy a matarlo. —Jace —Lo tomo del brazo cuando lo veo incorporarse. —Por favor… —¿Por favor? ¿Por favor que? —Su padre acabara contigo. —Eres lo más importante que existe en mi vida, ¿Lo entiendes?, siento mucho que hayas tenido que pasar por eso, ni tú ni nadie lo merece, y nunca has estado sola, Jude, daría mi vida por ti, moriría y mataría por tu bienestar. —Jace. 909 —Pero, la única terapia que sirve para un violador es una bala entre las cejas. >>Así que, me importa una mierda, si su papá es el mismo presidente, voy a asesinarlo, a él y a todos los que estuvieron involucrados, así me maten Judith, pero se irán conmigo al puto infierno. Jace sale de la habitación como un rayo, corro detrás de él alcanzándolo en la entrada principal. —Detente. Pero no lo hace, abre la puerta y jadeo al ver quien estaba parado allí con el puño a punto de tocar. —¿Qué haces directamente. aquí? —pregunto viéndolo —En todo este tiempo, jamás te ofrecí unas disculpas reales, por todo. Y no soy bueno con las palabras, así que te traje mi perdón. Jace da un paso para salir, pero es detenido abruptamente y de un empujón es regresado adentro de la cabaña. —No le sirves de nada muerto. 910 —¿Cómo…? —pregunto confundida, pero él solo se encoge de hombros. —La puerta es muy delgada, y tu hermano grita mucho. Jace jala su brazo soltándose de su agarre—. No me toques, ¿Quién mierda eres tú? El rubio extiende la mano hacia mi hermano—. Aiden Cromwell. —No es un buen momento, Aiden —susurro al verlo allí en la puerta atravesado. —Solo un minuto necesito —pide. Mordisqueo mi labio y asiento. Aiden voltea a ver a mi hermano —, escucha lo que tenemos que decir, y si no te convence yo mismo te consigo la dirección de quien quieras. Jace suelta un bufido, sin embargo, se cruza de brazos y se mantiene a un lado. Aiden se mueve permitiendo que las personas pasen, Nate entra dándome una sonrisa tensa, se hace un lado dejándome ver a la persona que viene detrás de él. >>Todos aquí —habla Aiden—, mantengan la mente abierta porque estamos a punto de iniciar una 911 locura. Estoy segura de que mi cara es un poema completo. De todas las personas en el mundo que esperaría ver entrar por esa puerta a esa persona en específico es a la última que hubiese imaginado. —Quiero aclarar que esto es un secuestro —Fue lo primero que dijo— pero, ya que no me dejan irme, me he enterado en el camino que existen varias versiones de esta historia, y yo solo me sé una, así que ¿Por qué no inicias a contarme la tuya? No es Mason la persona, para que no se emocionen jsdhaja. Oficialmente estamos en contexto del video y de lo qué fue de ellos, así que ya vamos directo al presente de su historia, el que pasará con ellos. ¿Quién piensan que puede ser la persona que llevo Aiden? Ennnn el capitulo que sigue ya sabrán del reencuentro de Jude y Mason y para aclarar, ellos el tiempo que perdieron el contacto es exactamente dos años y medio. Los tqm<3 912 51. Capítulo cuarenta y cinco Oficialmente ya pasaron los dos años y seis meses. 45 | VEINTE DOLARES. ♪ That kinda lovin’ turns a man to a slave, that kinda lovin’ sends a man right to his grave ♪ (Esa clase de amor convierte a un hombre en esclavo, esa clase de amor envía a un hombre directo a su tumba ) -Crazy. Aerosmith. MASON Seis meses después. Mantenerme imperturbable me lo tomaba como un ejercicio. Mis emociones a veces desbordaban, pero me encargaba de no hacerlo notar. Nunca había sido difícil, hasta hoy. Observo a Giselle entre los brazos del bailarín del video musical. Sabía, por la canción, que el video probablemente seria con temática sexual. Sé que su 913 intención es desvincularse de la empresa infantil en la que trabajaba, pero no esperaba para nada esto. Ambos están en medio de un salón lleno de humo. El chico esta detrás de ella, manteniéndola pegada contra con su pecho. Me cruzo de brazos y tomo aire hondo. Cuando el bailarín la tumba contra una mesa y baja por su cuerpo mientras al mismo tiempo eleva una mano pasándola entre sus pechos, me giro para tomar la botella de agua como excusa para no continuar viendo. Observo el reloj de mi muñeca y para mi mala suerte apenas ha pasado un minuto. Con pesar me vuelvo hacia el frente y continuo con la tortura visual. Los demás bailarines se han acoplado y comenzaron su rutina detrás de ellos. La voz de Gi suena bien, no era para nada el tipo de música que a mí me gusta, sin embargo, no me desagrada. Tomo con lentitud de mi botella observando a Gi y a el modelo uno frente al frente. El chico la toma por las piernas y la eleva colocándola contra la pared, en esa posición se mece contra su cuerpo, con su coreografía simulan que están follando y eso termina por quebrarme. 914 Me giro abruptamente sintiendo como el agua escapa de mi boca. —Mierda —susurra ella pausando el video. Comienzo a toser escandalosamente mientras intento parar de reír. Giselle se lanza contra mí con tanta fuerza, haciéndome caer hacia atrás sobre el sofá, se coloca a horcajadas sobre mi cuerpo y su mano se cierra en un puño contra mi cabello. —Suéltame —Me quejo entre risas mientras tomo su mano intentando liberarme. —Prometiste no burlarte esta vez hijo de perra. —Es imposible, lo intenté tanto como pude, pero desde el primer segundo me estoy muriendo de risa por dentro. Giselle finalmente me libera recargando su barbilla sobre mi pecho. Hace un puchero observándome y pestañea forzadamente un par de veces. —¿Pero significa que aceptas ser el modelo de mi video? Es lo más razonable si tú también formas parte de la canción. —Solo firme para voz Gi, no pienso hacer eso — digo apuntando hacia su video pausado—, no es mi 915 estilo y lo sabes. —Te odio tanto. Eres tan difícil. Isaac dijo que te encantaría. —Para nada, prefiero morir —Sonrío con diversión viendo su mueca de decepción, la tomo por los brazos para alejarla de mí. —Bien, al menos lo intenté —Chasquea la lengua y gira a verme—, ¿Quieres salir? Vamos a beber. Me muero de ganas de decir que si, sin embargo, había prometido ya no hacerlo, al menos no con ella, así que niego. —¿Vas a seguir castigándome? —No es un castigo. —¿No? Antes salías conmigo casi todos los días, follábamos, nos divertíamos y hace unos días solo te dije que me gustabas y dejaste de hacerlo. Rodé los ojos colocando la palma de mi mano sobre su cara, empujándola suavemente. —Estoy haciéndote un favor Giselle, tú a mí no me gustas, y no lo harás, y no me pienso aprovechar de que te gusto para usarte sexualmente. 916 —Pero no me estás utilizando, yo quiero esto. Tomo su barbilla elevándola haciendo que me vea fijamente. —Mírame a los ojos y dime que no esperas que me enamore con el tiempo. Giselle lame sus labios y traga saliva casi imperceptiblemente, eso solo me confirma lo que ya sabia, sin embargo, dejo que hable. —Yo… no espero… La suelto y rio poniéndome de pie. —Mentirosa. Giselle se cruza de brazos. —Bien, no debí decirte nada —Se mantiene en silencio dándome la espalda—, te dedicaré mi próximo álbum. Sonrío y camino hacia las llaves de mi auto. —Vamos, te llevaré a tu casa —digo caminando hacia el ascensor. —Espera —Pide, me detengo sintiendo como se acerca por detrás de mí, se coloca en frente de mi cuerpo y de un salto envuelve sus piernas en mi cadera—, solo quiero un beso. —Giselle… —Alex, por favor. 917 —Eres una molestia. —Viniendo de usted señor Macovei, me sabe ha cumplido —Susurra sobre mi boca pasando la lengua por mi labio inferior. Planto un casto beso en sus labios, eso es suficiente para que sus mejillas se sonrojen. Ella toma la iniciativa y choca sus labios con los míos. Su beso es desesperado. Dejo que me bese y yo solo le sigo el ritmo, intenta profundizarlo, pero no se lo permito y eso solo la hace soltar un jadeo de frustración. —Alexander, no… Me detengo y la suelto alejándola de mí. —¿Qué haces? —pregunta alarmada haciéndome reír. —Dijiste que no. Frunce el ceño y me toma por el cuello volviendo a acercarme. —Imbécil, me refiero a que deja de cuidarme, solo fóllame, solo hazlo. Baja las manos al cierre de mi pantalón intentando abrirlo, tomo sus manos y la jalo 918 tomándola por la cintura, la elevo en el aire, colocándola sobre mi hombro. >>No —gime cuando ve que nos dirigíamos al elevador. Se retuerce sobre mi hombro haciéndome reír. Una habilidad que desarrollé gracias a mi madre fue el estar pendiente a mi entorno, ella aparecía de manera tan silenciosa e inoportuna que aprendí a estar atento en todo momento. Así que a pesar de los gemidos frustrados de Giselle pude saber perfectamente que el elevador estaba a punto de abrirse. Antes de que pudiese advertirle para que guarde silencio, dos cosas pasan al mismo tiempo, ella grita mientras las puertas se abren. —Hace una semana me arrancaste la ropa en ese elevador y me follaste toda la maldita noche y hoy te haces el jodido santo. —Bueno, hola —Sophia nos observa con asco parada del otro lado. Giselle deja de luchar, de hablar y de moverse—, ¿Así que llegaste hace una semana? —pregunta cruzándose de brazos. Bajo de mi hombro a Giselle quien comienza a acomodarse el cabello rápidamente. 919 —Hola —habla Gi extendiendo una mano hacia mi mejor amiga, sin embargo, Sophia no gira a verla, está ocupada asesinándome con la mirada—. Hace mucho no te veía Soph, ¿Cómo has…? —Tú no me hables perra. —Sophia —Advierto entre dientes. —¿Perdón? afectada. —murmura Giselle pareciendo —No hablo con interesadas que me usan para acercarse a este pedazo de imbécil que dice ser mi mejor amigo. —Yo no te utilice —frunce el ceño pareciendo ofendida. —Tu padre dice otra cosa, ridícula —Giselle jadea y Sophia vuelve a verme a mi —¿Por qué no me has hablado, Mason? —Suelta un jadeo dramático que en cualquier otra circunstancia me hubiese hecho reír, golpea su cabeza pareciendo avergonzada—. Joder, la he cagado, vamos a fingir que no pasaron los últimos segundos ¿Si? ¿Por qué no me has hablado, Alexander? —Una sonrisa dulce se extiende por sus labios—. Ese nombre es solo para sus amigos —susurra colocando la palma de su mano sobre su boca. 920 Giselle no dice nada, sin embargo, suelta mi brazo dando un paso atrás. >>Ni siquiera fuiste capaz de mandarme un mensaje —Continúa hablando cuando ve que no respondo—, sabes todos los problemas que he tenido en estos meses y no te molestaste en hablarme para saber siquiera como estoy, no lo sé, fingir por educación que aun te importa lo que me pasa, como quizás hacerte el interesado y preguntarme como me encuentro después de que mi padre me mandara a la mierda, después de que Levi decidiera alejarme completamente de su vida, después de que mi madre reapareciera como si nada. Me lleno de culpa casi de inmediato, había olvidado por completo todo. —Lo siento —hablo viéndola directamente a los ojos—, lo siento, tengo la cabeza perdida. —No solo la cabeza, toda tu vida —Se acerca saliendo del elevador haciendo que las puertas se cierren tras ella, me empuja o al menos hace el intento—, estuviste tanto tiempo con miedo de la gente falsa, de todo lo superficial que te podía traer tu estilo de vida y, sin embargo, es ahora exactamente en donde estás, siendo parte de ellos, siendo esa basura superficial. 921 Sus palabras no hicieron más que provocar que la rabia creciera en mi pecho. >>Me enteré por los medios que llegaste, a ella le hablaste para follártela, pero a mí no fuiste capaz de mandarme un maldito mensaje. —Sophia tú y yo no somos nada, yo no te debo explicaciones. —Somos mejores amigos desde hace más de doce años, ¿Eso no basta? —No —respondo sintiendo la palabra más pesada de lo que quisiera admitir. No me gusta ser un imbécil, pero me siento atacado, estoy actuando de manera irracional, pero no puedo detenerme. —Estoy harta, harta de verte, así, un día decidiste agarrar una maldita botella de alcohol y no soltarla nunca más, cada maldito día, has estado más tiempo ebrio que sobrio, consumido en toda esa mierda. No eres ni de cerca la sombra de lo que antes eras — Cada palabra la dice de manera firme, sus ojos están rojos, pero en ningún momento duda, tiembla o baja la barbilla. Mantiene su tan conocida pose despectiva con fijeza. —Sophia deja de actuar como una perra —habla Giselle por primera vez detrás de mí— estás celosa 922 porque no tienes su atención y estás tan jodidamente acostumbrada a ser el centro del universo, Alex merece disfrutar todo lo que tiene, déjalo en paz. En la mirada de Sophia hay llamas de fuego, me pongo completamente alerta por si se lanza a Giselle, la conozco perfectamente para saber que es algo que haría, pero no lo hace, aprieta con fuerza su bolsa. Está por primera vez y para mi sorpresa, conteniéndose. Su mirada abrasadora se dirige a mí —¿No harás nada por lo que esta imbécil está diciendo? Paso la mano por mis ojos masajeándolos, que estrés, mierda, si tan solo hubiéramos salido un minuto antes. Amo a Sophia tanto como a los chicos, ellos son mi familia, pero yo siempre he estado para ella, cada segundo cada que me ha necesitado, la he cuidado siempre. No entiendo por qué justo ahora se pone así. —Haré algo al respecto —murmuro asintiendo —, pero no creo que quieras ver el espectáculo — Por supuesto que estoy bromeando, no haré nada, pero estoy cansado, solo quiero que se largue. Sophia me observa con decepción. Desvío la mirada hacia Giselle sin poder mantenérsela. 923 —Dile que se vaya —Pide Sophia en voz firme —, quiero hablar contigo sin ella aquí —habla con molestia hacia Gi—, así que dile, Mason y te haré el favor de quedarme, o si no te juro que en este momento me iré, y no sabrás más de mí y mi silencio te dolerá cada segundo. Sonrío y niego. Sophia está tan acostumbrada todo el tiempo a hablarle a la gente con desprecio. Todo lo que dice tiene sentido, pero en esto se equivoca. No podría dolerme, esto no. Mi dolor me consumió y se consumió hace unos meses. —Me importa una mierda lo que tengas por decir. Tú y literalmente cualquiera, ya no hay nada que me duela Sophia, por mí vete y no vuelvas si no quieres, no me importa. Veo como Sophia se traga toda su molestia, toma su bolso, lo abre sacando una carpeta. Llama al ascensor y este se abre de inmediato, ella gira esta vez con una sonrisa amplia, sé lo que hace, está jugando, y esa sonrisa es cuando cree que va ganando. Empuja la carpeta contra mi pecho con más fuerza de la necesaria y da un paso atrás adentrándose al elevador. —Ojalá me hubieses escuchado Mason. 924 La observo sin entender. Inmediatamente toma otra postura mucho más seria, mucho más recta. Una que solo la he visto tomar cerca de su padre. >> Señor Macovei, soy la bogada Sophia Maree Howard, y esta es una notificación, debe ir a una audiencia del congreso por incumplimiento de un contrato de prestaciones de servicio. Y no, no puede evadirlo. Porque estás siendo legalmente notificado —esta vez si sonríe—, por mí. Me lanza un beso y deja que las puertas se cierren. Sin embargo, antes de que lo hagan las detengo. —¿De qué mierda hablas? —Abro las hojas rápidamente solo para ver que si es una notificación de demanda a mi nombre. —¿Este es el caso en el que has estado trabajando por el que tu papá no te habla?, ¿Contra mí? ¿Qué puta broma es esta? —¿Ahora si quieres escucharme? Jódete Macovei —Escupe tomando su bolígrafo, lo empuña y yo retiro mi mano de inmediato al ver que planea encajarlo en mis dedos con tal de que suelte las puertas del elevador. 925 —¿Por quién se supone que estoy siendo demandado? Sophia selecciona el piso con una sonrisa. —Mi cliente, por supuesto, ¿Quizás te suene Judith Bennett Jones? Las puertas se cierran y yo me quede allí como imbécil observando mi reflejo anonadado contra las puertas. Odie cada segundo la reacción de mi cuerpo al escuchar su nombre. Se supone que ya no duele, ¿Entonces que es esta mierda de sensación recorriéndome por completo? En cuanto llego al lugar acordado, encuentro a Isaac de inmediato, está concentrado vaciando el cargador de una Glock contra una diana de tiro. El arma resuena en el lugar de manera estruendosa. —Isaac —hablo llamando su atención. El mencionado, me observa sobre su hombro yentonces gira lentamente aun con el arma extendida hacia el frente, apuntándome directamente—, ¿Qué mierda está pasando? —él toma aire hondo y parpadea unos 926 segundos bajando el arma y quitándose las gafas de protección. —Esa maldita está pasando —Gruñe tirando el arma hacia el frente junto a sus lentes. Ignorando por completo su furia continúo hablando —¿Qué harás? —No puedo hacer nada. —Dale el dinero —pido irritado—. Me importa una mierda, dale lo que pida, dale el doble, el triple, solo no quiera verla. Isaac niega pareciendo frustrado. —Estamos en eso. Niego frunciendo el ceño observo mi teléfono, pero Sophia sigue sin responder mis mensajes. —La demanda es por puto dinero, ¿Por qué me quiere joder si ya se lo estoy dando? —Está solucionado —habla detrás de mí, Richard, nuestro abogado. Isaac suelta una risa triunfal y aplaude emocionado. —Sabía que podíamos comprarla, a esa maldita interesada. 927 El hombre asiente sacando unos papeles. —Vi al equipo de la señorita Bennett hoy — Explica Richard viéndome—, le entregue una cantidad descomunal de dinero para que no proceda, el dinero entregada es una cantidad muy, muy fuerte, Alex. Y únicamente falta su firma, lo mejor es que te vayas, porque vendrán en un par de horas. —Está bien —murmuro caminando hacia la silla más lejana, necesito un respiro. Estoy bien, por fin estoy bien y ella vuelve como si nada solo para quitarme dinero sin importarle ni un poco los estragos que pueda causarme por su inoportuno regreso. Las punzadas de mi corazón me tienen ligeramente asustado, no quiero volver al inicio, no quiero que duela de nuevo. —Te dije Alex, esa chica nunca me gusto —habla Isaac tomando las hojas—, por dinero son capaces de todo, esa clase de zo… Las puertas se abren sobresaltándonos a todos. de par en par Mi respiración se entrecorta, mi corazón se agita de manera casi dolorosa. Todo mi cuerpo entra en 928 tensión. No me siento capaz de moverme, no me siento capaz de nada. No, no estaba listo para verla de nuevo. Judith había entrado al lugar con dos maletines en sus manos. Absolutamente hermosa, como siempre. <<Hermosa como un ángel, cruel como el diablo>> No, no debo ir por allí, mal momento para recordar cuando le dije esa frase. Quisiera decir que mi vista no la inspecciono por completo, que mis manos no comenzaron a sudar, que mi corazón no comenzó a bombear con fuerza, que no tuve ganas de ponerme de pie y alcanzarla. Me obligo a mantenerme estático, aunque este causándome una revolución interna. Incluso Isaac estaba congelado en su lugar. Trae unos lentes negros que no hacen más que irritarme. “Quítate los lentes -quisiera pedir permíteme por un segundo volver a ver tus ojos” Enojado conmigo mismo es decir poco. ¿Qué clase de respeto me tengo? Mi dolor, mis lágrimas, mi tiempo perdido, todo se me olvidaba tan rápido. Literalmente estaba frente a la mujer que había 929 jugado, pisoteado y quemado mi corazón y la reacción de mi cuerpo es de emoción. Estoy frente a la mujer que me está denunciando porque quiere quitarme dinero. ¿Qué hago permitiéndome ponerme nervioso? Creí que había dejado de ser tan patético, pero aquí estoy, demostrándome que siempre puedo ir poco más haya de lo posible. A mitad de mi regaño personal, mi vista baja a sus labios carnosos, están pintados perfectamente de un rojo intenso, su cabello luce más corto, su vestido negro se abraza perfectamente a sus curvas de una manera que me deja sin aire, está siendo casi doloroso verla. Comienzo a jugar de manera inquieta con el anillo de mi mano. Solo firma y se va, solo firma y se va. —Señorita Bennet, pensé que vendría con su abogada, pero es un gusto tenerla aquí, ¿esta lista para firmar? El dinero no me importa, nunca lo ha hecho sin embargo es doloroso saber que… 930 Mis pensamientos se interrumpen cuando veo como Judith se detiene a mitad del camino y abre los dos broches de los maletines, eleva sus brazos con fuerza provocando que todos los billetes salgan volando por todo el lugar. El silencio inunda la habitación mientras los papeles vuelan a nuestro al rededor. —Espero que mi respuesta haya sido clara —dice arrojando los maletines al piso. Ella se gira y tan solo da dos pasos antes de que Isaac la alcance. —¿Qué mierda quieres? —Le grita tomándola por el brazo, obligándola a retroceder contra su cuerpo. Me pongo de pie de un salto al tiempo que un fuerte golpe resuena por todo el lugar. Isaac suelta un gemido mientras lleva las manos a su cara intentando detener el sangrado de su nariz. —Principalmente que no me vuelvas a tocar. ¿Acaba de golpear a Isaac? Richard gira a verme con la boca abierta. Yo probablemente estoy igual de descolocado que él. Giro hacia la puerta para ver al chico que entra. Jace, el hermano de Judith. Lo recuerdo. Richard se 931 endereza al verlo. —Disculpa, pero no puedes… —Pídele perdón por tocarla —habla fuerte mientras camina hacia Judith. —¿Qué mier..? Jace llega directo a Isaac y le da un puñetazo en el estómago haciendo que se doble de dolor. Judith aprovecha y estira la mano a la cabeza de Isaac y le da palmaditas como si estuviese acariciando a un perro. Richard por fin sale de su trance y camina con rapidez hacia ellos. —Vamos a proceder legalmente contra ustedes, esto es una aberración. —Ustedes fueron a buscarme para sobornarme, Richard ¿No notaste las cámaras? Bueno, pues una pena, pero te lo hago saber, tengo pruebas, y aquí ¿Cuántas cámaras hay? —pregunta girando sobre su propio eje viendo hacia las esquinas. Richard no responde nada—, si, eso pensé… ninguna, has perdido práctica Isaac, que decepcionante — murmura girándose saliendo con su hermano detrás de ella. 932 En ningún momento me ve, en ningún momento se detiene. Nuevamente, justo como cuando se fue, no se como reaccionar, me siento perdido. Isaac toma aire hondo y se coloca derecho empujando la mano de Richard que intenta ayudarlo. —¿Qué acaba de pasar? —pregunto sin poder salir de mi sorpresa, viendo fijamente por donde se han ido. Fue tan rápido, tan extraño que lo siento como si solo hubiese sido una ilusión mía. Isaac arroja algo contra la pared haciéndolo pedazos, pero mi atención va hacia Richard. —No entiendo, ¿Qué quiere? —Que el juicio proceda, está claro —murmura moviendo con el pie los billetes del piso. —Lo que me faltaba —grita Isaac metiéndose un pañuelo en la nariz. —Voy a ir a… —No puedes hacer nada, ella tiene el video de mi entregándoles dinero, si lo muestra nos jode el caso —habla Richard masajeando el puente de su nariz —. Honestamente creo que algo trama, más grande de lo que creemos. —¿Por qué? 933 —Pienso que quiere acabar con tu reputación o algo así. —Quiere dinero —afirmo recordando las hojas de Sophia, es una demanda exclusivamente por dinero. Es lo único que pedía, dinero y nada más eso —. Quizás simplemente no le dimos la cantidad que quiere. —¿Siquiera leíste la demanda completa? — pregunta Richard buscando entre sus papeles algo. Niego sin molestarme en mentir. >>Mason, ella te demando por veinte dólares. —¿Qué? —murmuro confundido—. Debe ser un error. Richard niega. —Ya lo confirmé, solo quiere veinte dólares. —¿Qué mierda significa eso? —grita Isaac fuera de sí. << “Veinte dólares por tus pensamientos” >> —Me dirá lo que piensa —susurro sin ánimos, pero ninguno de los dos me escucha. ¿A qué estás jugando Judith? 934 Solo sé, que sea lo que sea que está intentando, no lo lograra, yo me encargaré de eso. Únicamente caí una vez en sus juegos, nunca más volvería a caer por ella. Bueno, ahora lo saben, era Sophia la secuestrada. Graaaaaacias por leer y por todos sus comentarios, me inyectan motivación, los tqm<3 935 52. Capítulo cuarenta y seis 46 | SEGURA. ♪ I’m wonderin’ what you’re dreamin’, wonderin’ if it’s me you’re seein’♪ (Y me pregunto qué estarás soñando, me pregunto si es a mí a quien estás viendo) -I don’t want to miss a thing. Aerosmith. Sophia es la persona más insensible existente en el mundo. Es abrupta, grosera, muy violenta y creo que tiene un alarmante problema de ira e inestabilidad. Pero, ha sido de las personas más reales que he tenido cerca de mí. Iniciar con la demanda había sido un proceso horrible, tener que revivir absolutamente todo lo pasado fue desgastante, especialmente para alguien que su mecanismo de defensa era evadir los temas. Tener que contar todo una y otra vez fue al inicio liberador, después fue asfixiante. 936 Comencé con las pesadillas probablemente una semana después de contarle todo a mi hermano. Todas las noches eran iguales. Despertaba gritando y llorando. Una de esas noches Sophia toco mi puerta. —No me dejas dormir, estoy a segundos de abrirte la boca y meterte un puñado de somníferos o antidepresivos a la garganta. —Lo siento. Me vio con cara de asco, se giró y se fue. Después de cinco minutos volvió a tocar la puerta. Ni siquiera me dejo hablar. —Primero que nada, quiero pedirte que dejes de decir “lo siento” por todo, me estresa que hagas eso, usa tus disculpas solo cuando sea necesario, así estés equivocada, necesitas decirte a ti misma ‘pues sí, la cague, ¿Y qué?, Que se jodan todos’. No ir por allí con cara de perrito regañado repartiendo disculpas como si fueran volantes de descuento, lo que debiste responder fue “Si tanto te molesta, métete tú ese somnífero” no un “lo siento” —Lo sie… —Atrévete a terminar esa frase, y te golpearé una teta —Solté una risa cruzándome de brazos, 937 sabiendo que sí, era capaz de hacerlo. —Y otra cosa, lamento haberte dicho eso —dijo cruzándose de brazos—, recordé que fuiste algo sui… Bueno mi punto es que no quiero ser un detonante a que eso regrese y cargar con tu muerte, también sería cansado tener que mudarme porque si mueres aquí tendría que hacerlo porque probablemente me quieras espantar, ¿Y qué pasaría si incluso mudándome me sigues? Y todo porque antes de morir tú últimas palabras fueran una promesa de que cobrarías venganza por ser una perra insensible y tendría que ir a que me exorcicen o algo parecido, pero antes de que el sacerdote llegue tendrá un misterioso accidente y tendré que lidiar sola contigo, por el resto de mis días y no podre dormir bien y tendré unas inmensas bolsas bajo los ojos que me harán aparentar más edad de la que tengo y daré asco, a nadie le gustaré y nadie me querrá y tendré que vivir en soledad, bueno contigo, pero eso significa cero sexo, digo no sé si los fantasmas puedan hacerlo, pero no soy lesbiana, y si lo fuera no serías mi tipo, sin ofender. —Esa fue la conclusión más razonable que he escuchado en mi vida. 938 —Mi IQ es mayor a la del promedio —dijo encogiéndose de hombros. Me observo de pies a cabeza y frunció los labios—. Te ves del carajo. Solté una risa y asentí. —Gracias por decirme lo obvio. —Mira, podría darte un abrazo para reconfortarte, pero, odio los abrazos, así que haré otra cosa por ti. Desde esa noche Sophia me enseño defensa personal. Después de todo, estábamos quedándonos en otro departamento más grande, Sophia no podía quedarse en el suyo porque Mason la buscaría, yo no podía quedarme en el nuestro porque todos creían que Isaac podía buscarme. Así que, ella y Nate se encargaron de enseñarme todo lo que sabían, me gustaba más practicar con Nate, él era cuidadoso, Sophia, en cambio, era brutal, ella no aparentaba los golpes, ni se contenía para no lastimarme, pero a pesar de lo doloroso que fue creo que jamás me he sentido tan segura en mi vida. Mis pesadillas desaparecieron, o al menos ahora a veces tenían otro final, un final en el que podía escapar. 939 —Lamento la tardanza —Entra Henry corriendo, yendo directo el sofá. Sophia se pone de pie colocándose en el centro de la habitación. —Gracias a todos por venir —dice ella tomando su teléfono. Jace, Henry, Leo, Nate y Aiden están sentados en los sillones frente a ella. Eva no asistió por trabajo. Y yo estaba en una esquina completamente aislada, Sophia no me dejo participar en su junta. Así que me encuentro en el otro extremo comiendo cereal. —Solicite esta reunión de emergencia, porque estoy a punto de cometer homicidio. Y podría perfectamente hacerlo pasar por defensa personal, pero todos aquí sabemos que en una pelea entre Jude y yo, yo ganaría. —¿Disculpa? —Jadeo ofendida. Ella ni siquiera se gira a verme, continúa viéndolos a ellos. —La gente que no está sentada en estos sofás, no puede hablar. —Hija de… —Judith vio a Mason dos minutos… y lloro por eso por lo menos cinco horas —Toma una pequeña pluma con láser y me apunta directo a la cara—. 940 Aquí podemos ver la evidencia A, su cara rojiza, evidencia B… —Saca su teléfono y comienza a reproducir un audio de mi llorando. —Sophia, por favor dime que esta introducción es una broma y que en realidad si tienes… —Henry saco su teléfono y busco algo en él y continúa hablando—, “un aviso muy importante, de vida o muerte, SOS, emergencia, urgente” porque eso es exactamente lo que dice tú mensaje, dime que no me sacaste de un evento importante para escuchar a Judith llorando. Sophia no dice nada y apunta a mi hermano con el láser —Pues no sé qué hacer, había planeado golpearla, pero Jace no me dejo hacerlo. Así que el culpable es él. Aiden se deja caer en el sofá viendo hacia el techo, Nate le da unas palmadas en la espalda intentando reconfortarlo, el único que parece divertido con todo, es Leo. —Bueno, tiene un punto —dice Nate viéndome fijamente—, no puedes llorar en el juicio, se supone que tienes que hacerle creer a Isaac que tu único interés es económico o en contra de Mason. 941 —Lo siento —digo viendo como Sophia camina hacia mí y en cuanto llega me lanza un puñetazo al pecho. Suelto un quejido mientras me inclino masajeando la zona que golpeo. Leo se endereza viéndonos fijamente. —¿Acaba de…? Nate niega. —Mejor ni preguntes. —Necesito opciones —responde Sophia—, yo pienso que debemos exprimir su corazón y disecarlo —murmura girando a verme frunce los labios y asiente varias veces volviendo a caminar hacia mí — ¿Conoces a Gis…? —No —La interrumpe Aiden de manera abrupta —, ese camino no lo tomes. —Es el plan perfecto, eso me funcionaría a mí, me molestaría y querría arrancarle la… —Sophia, tu misma lo has dicho, te funcionaría a ti, no sé si lo has notado, pero tú y Jude son polos opuestos. La puerta suena interrumpiéndolos a todos. —¿No dijiste que Eva estaba trabajando? — pregunta Sophia hacia Leo. 942 La puerta vuelve a sonar y Nate se pone de pie caminando hacia ella. —Quizás salió antes de tiempo. Aiden se coloca de pie de un salto con el teléfono en su mano y le grito a Nate. —¡No abras! Pero Nate ya tiene la puerta abierta. Me coloco el tazón de cereal en la cara viendo a Paxton entrar. Ay mierda. —¿Qué mierda está pasando aquí? —¿Cómo llegaste? —pregunta Aiden. —Tienes literalmente un gps en tu camioneta, y Mason me trajo. Sophia corre hacia la puerta cerrándola de golpe. —¿Por qué coño lo trajiste aquí? —¿Disculpa?, llevo meses viendo a Aiden largándose de la nada, paso de no salir ni un segundo a estar todo el tiempo en la calle y después note que Nate casualmente tampoco aparecía y hoy los vi irse juntos y vine aquí a decirle que se vaya a la… —Entonces la mirada de Paxton conecta con la mía. 943 Paxton frunce el ceño y observa a Nate, después a Sophia y después al resto de personas a las que al parecer ni siquiera había notado. —No puede ser… ¿Estás ayudándolas con esta mierda? —Se gira para salir. Sophia niega aún contra la puerta.— Sabe mucho hay que matarlo. Aiden niega y se pone al lado de Sophia. — Tienes que escucharnos, mientras tanto de aquí no sales. —No pienso escuchar ni una mierda. Paxton nos observaba con molestia —Bien, ya lo sabes, ¿No piensas decir nada? —pregunta Sophia. Él achica los ojos aniquilándola con la mirada—. Mierda, cierto —Se acerca a él y le quita la mordaza de la boca. —Ya suéltenme —gruñe agitándose en la silla de la que está amarrado. Leo se acerca a él y comienza a desatarlo, en cuanto lo está, Paxton masajea sus brazos justo en donde unas marcas rojas son visibles. 944 —¿Ya me puedes dar mi teléfono? Sophia saca de su bolsillo el teléfono y se lo entrega. —Le dije a Mason que se fuera. Paxton asiente una vez leyendo lo que sea que Sophia le haya escrito y vuelve a levantar la vista hacia ella. —¿Por qué le escribiste eso? —Necesitaba que se fuera de aquí —Sophia se encoge de hombros. —¿Y no pudiste decirle, “gracias por traerme aquí, ya puedes irte, me regreso con Aiden”? —Eso no suena a ti. —Y un “los encontré follando y me les voy a unir”, ¿Si suena a mi? Nate asiente de acuerdo con Sophia, pero deja de moverse cuando Paxton lo gira a ver. Comienza a negar y se pone de pie, todos comienzan a salir mientras Paxton se acerca hacia mí, pero él se detiene al ver a Aiden parado a mi lado. —No puedo creerlo —susurra viéndolo fijamente —, ¿Piensas que voy a hacerle algo? 945 Aiden niega. —Nunca pensaría eso de ti. Sé que no lo harías por más enojado que estuvieses. —¿Entonces tu postura protectora ahora es natural a su lado? —murmura Paxton —No estoy… —Creo que te conozco más que a nadie. —Incómodo… —susurra Sophia con burla. Jace la toma por los hombros y la llevo con todos los demás a la cocina. —No, espera, quiero oír —Se queja, pero ambos desaparecen por la puerta. —¿Me permites hablar con ella?, Aiden —Puedes hacer lo que quieras —dice para desaparecer por donde Jace y Sophia lo han hecho antes. Paxton se coloca frente a mí soltando un suspiro, trago saliva al tiempo que él toma mi mano y me jala a su cuerpo envolviéndome entre sus brazos. — Perdón por haber caído en todas esas tonterías, por haberlas creído, por tratarte mal y… —¿Podemos evitar hoy hablar de todo eso? Sé que tienes muchas dudas, pero, estoy cansada. 946 Paxton asiente pasando su mano por mi cabello. —Lo que tú quieras, mi Merlina. Suelto una risa recargando mi mejilla en su pecho. —No pensaba ir a ese juicio, pero iré solo a ver como los haces mierda —Sonrío sintiendo su pecho temblar—. Me alegro de que estés haciendo esto, sé lo difícil que debe ser para ti, eres muy valiente por… Suelto una risa interrumpiéndolo. —No estoy siendo valiente, la mayoría del tiempo solo me gustaría dejar absolutamente todo y seguir con mi vida. Estoy jodida de estar constantemente sintiéndome como una víctima y… —Y eso no te debe avergonzar, ellos son lo que deben estarlo. —Solo quiero ser valiente de verdad y dejar de tener miedo. Quiero valer algo por mí misma. —Una pena que te tenga que romper tu ilusión, pero, el miedo nunca desaparece. >>El mundo es una mierda Jude, y a todos nos golpea, a unos más fuertes que a otros, pero al final del día casi todos terminamos frente a un abismo, y 947 es entonces cuando demostramos lo que valemos, tenemos dos opciones, dejarnos arrastrar por la oscuridad y convertirnos en un número más de gente imbécil que no hace más que justificar su comportamiento con cosas del pasado dejando que los horrores determinen su futuro, y e ir culpando a todos a nuestro alrededor mientras vamos por allí esparciendo más oscuridad. >>O, nos ponemos de pie y vemos al miedo directo a la cara y caminamos hacia él. Porque ser valiente se trata de eso, no de no tener miedo, es de resistirlo y enfrentarlo. >>Así es como funciona, dejas que la vida te convierta en su perra, o tú la conviertes en tu perra y tomas tu propio curso. >>Así que deja de buscar valer algo, porque ya lo haces, y es de tus mayores cualidades, aunque tienes mucho comportamiento ligado al trauma y eso hace que constantemente estés cayendo, al final nunca dejas de ponerte de pie ni de avanzar. —Estuve a punto de dejar de hacerlo… —Pero aquí estás ahora y eso es lo que importa. Sonrió dejando que tome mi mano. 948 >>Bueno, y al fin lo lograste, entraste al corazón de mi bloque de hielo —Pasa la mano por mi cabello despeinándome—. No estoy listo para compartir. Unas risas resuenan por el lugar. Ambos giramos hacia la ventana viéndolos a todos. —¿Sophia y Nate se están tomando de la mano? Observo a los mencionados, quienes estaban junto a Jace con sus manos entrelazadas. Suelto una risa y asiento. —Están castigados —digo entre risas —. Cuando alguien se pone a pelear, Jace los obliga a estar tomados de la mano. Paxton suelta una risa y se endereza poniéndome de pie con él. —Vamos, quiero ver esto de cerca, necesito una foto. Sostengo el cabello de Sophia mientras vomita en el inodoro. —Soy tan grotesca —Se pone a llorar mientras la obligo a enderezarse para ver que no se haya ensuciado. —No, no lo eres, pero te prefiero sobria. 949 —Dame mi teléfono —balbucea estirando su mano—, necesito hacer algo urgente. Me estiro para tomar su celular y se lo entrego. Ella comienza a presionar botones y entonces comienza a marcar a alguien. Observo la pantalla para saber a quién habla, pero el contacto se llama “No respondas inmediatamente” —¿Quién…? —pregunto, pero me quedo callada en cuanto la llamada es respondida. —¿Necesitas algo? —La voz cortante de Levi suena de otro lado, abro los ojos de par en par y comienzo a negar intentando quitarle el teléfono, pero me empuja con un pie manteniéndome alejada de ella. —Sí, necesito algo —Responde acomodando su cabello como si él la pudiese ver. —¿En qué posición crees que me veo más sexi, es que quiero impresionar a…? —Y la llamada se corta. Sophia lanza su teléfono comenzando a llorar—, me colgó, es tan insensible, me quiere matar. Suelto una risa viéndola incrédula. —¿Acabas de preguntarle…? —Ni siquiera termino mi pregunta y niego—. Sophia, si te gusta, no creo que lo adecuado sea que le hagas creer que te follaras a alguien. 950 —No me gusta, lo odio, es tan serio y aburrido, y cuando pienso en él imagino el color blanco, así de aburrido es para mí, y ¿Ya dije que es serio? Y es educado con todos, menos conmigo, conmigo es grosero y no me dejo tocarlo por mucho tiempo, ni siquiera la mano y una vez, una vez yo le dije “wow, creo que me pareces sexi ¿Y si follamos?” Y ¿Sabes que me dijo?, me dijo que no, y no es por presumir, pero estaba usando un vestido que hacía que mi trasero se viera genial, y yo le pregunte si era gay porque por dios, ¿Quién me diría que no? y el hijo de puta dijo, “Soy completamente heterosexual, simplemente no quiero tener sexo contigo” >>Y, y, después supe que decía la verdad, no era gay, ¿Recuerdas la vez del bar? El primer día que te conocí —Asiento y ella continúa hablando—, ¿Te digo lo que me estaba haciendo debajo de la mesa? Tu estabas allí frente a nosotros toda distraída y el… —Ay dios, creo que no quiero saber —murmuro recordando el comportamiento extraño que tenían. ¿De verdad fui tan ciega? —También cuando logré que me hiciera algo de caso me di cuenta que todo el tiempo es muy amable con todos, digo, ¿Qué necesidad? Sonríeme bonito solo a mí, pero no, él va por allí como un puto fácil, 951 sonriéndole bonito a todo el mundo, y deja que los demás lo toquen porque le da vergüenza decir que no le gusta, porque no sabe decir que no, digo ¿Quién no sabe hacerlo? Son solo dos letras, imbécil, ¿Sabes hablar mil idiomas, pero no sabes decir una palabra? Sophia no deja de llorar y jadear mientras yo la arrastro por el piso. La obligo a ponerse de pie mientras enlista todos los supuestos defectos de Levi. Como puedo la cargo obligándola a acostarse en su cama y la acuesto boca abajo quitándole sus zapatos. Levanto la vista hacia su pared llena de fotos. Después de percatarme de que se encuentre bien, me acerco para observar todos los cuadros con una sonrisa. Reconocí a Mason en unas de ellas, en la primera ambos estaban muy pequeños, estaban vestidos con ridículos trajes de superhéroes. Observo con una sonrisa todas las fotos, y entonces me percato de algo. —¿En qué momento creciste tanto? — pregunto sorprendida. En unas fotos parece ser de baja estatura y en otras luce mucho más alta. —Fue culpa de Mason— balbucea pareciendo estar a punto de dormir. —¿Por qué su culpa? 952 —Porque nuestros papás querían que nos casáramos y por unos años nosotros fingimos que salíamos frente a ellos, pero entonces Mason comenzó a tener una novia real y preferimos decir la verdad… —¿Y eso te hizo crecer? Tiene sentido para mí. Ambas reímos, pero Sophia niega. —En realidad mi mamá no lo tomo bien, ella creyó que Mason me había cambiado por su nueva novia, y dijo que yo era mucho más bonita y lo único que teníamos diferente es que ella era alta. Y me regalo un alargamiento óseo. —Una cirugía, te cortan los huesos de tus piernas, los parten en tres partes y colocan unas agujas externas para… —Ay dios —murmuro con una interrumpiéndola—. Suena como tortura. mueca —Lo fue… —Sophia deja de hablar y luego comienza a reír. —Lo peor es que mi recuperación duro ocho meses, Mason duro un mes con esa chica, después comenzó a salir con otra que era mucho más baja de lo que era yo antes. Allí fue cuando mi 953 mamá supo que no era mi estatura, era simplemente yo. Ella continúa riéndose como si estuviese contando la anécdota más divertida jamás, yo la observo perpleja sin poder moverme ni un poco. ¿De verdad dijo que su mamá le pago eso solo para gustarle a Mason? El desconcierto no deja que la información se filtre correctamente, esta solo allí en mi cabeza flotando sin querer creer que a alguien le rompieron las piernas a su hija solo para gustarle a un hombre. Ni siquiera porque ella así lo quería, no me parecería raro si hubiese dicho que era una inseguridad de ella que quería cambiar, pero fue para otra persona. Por la respiración pausada de Sophia, se que ya se ha quedado dormida. Salgo de la habitación yendo a la cocina por un vaso de agua. En cuanto llego observo a alguien allí parado en la oscuridad. —Dios, Aiden me espantas —él me observa sobre su hombro y continúa tirando unas latas de cerveza que tiene en su mano. —Me causa estrés ver que dejen desordenado un lugar —Explica. 954 Sonrió acercándome a él. —¿Así que te quedaste para ordenarlo? —Si, literalmente no podría dormir sabiendo que se quedó así —Termina de tirar todo y se gira a verme—. Jude, mañana, los primeros testigos serán de Mason, así que, sabes que es muy probable que escuches… —Si, lo sé… estaré bien —Mordisqueo mi labio y vuelvo a verlo—, ¿Puedo preguntarte algo que no tiene nada que ver con el tema? —murmuro. Él asiente así que continuo—, ¿Cómo está Levi? —Vivo —responde encogiéndose de hombros — Fue una pesadilla, estuvo a nada de morir, le amputaron una de sus piernas, se rompió costillas, las costillas rotas perforaron sus pulmones y tuvieron que inducirlo a coma con medicación, cuando le retiraron la medicación debió despertar a los días, pero no lo hizo, el doctor dijo que posiblemente ya no lo hiciera, creímos que lo habíamos perdido… >>Pero una semana después, lo hizo, despertó, pero diferente… Una parte de él no sobrevivió a ese accidente. Entro en una depresión autodestructiva, se aisló totalmente y si alguien no respeta su distancia se vuelve violento, el único que se puede acercar es 955 su fisioterapeuta, pero al menos ya camina, ya todo eso lo está superando. >>Ahora le falta la sanación más difícil, la emocional y mental. Pero confió en que estará bien, ningún proceso es rápido y lineal, todo lleva su tiempo. Él está avanzando conforme al suyo. Y lo único que podemos hacer por él es apoyarlo. >>Lo que me recuerda… lamento una vez haberte dicho idiota por no saber alejarte de tu relación de mierda. Estaba hablando desde mi privilegio, y como simple espectador es más fácil ignorar la realidad de las demás personas. Sonreí abiertamente al escucharlo. —Eres un bebe detrás de un disfraz de gruñón. El rueda los ojos y me pasa por un lado yendo directo a la puerta. —Si le dices a alguien, voy a negarlo todo —grita antes de irse. Saber que para el juicio solo faltaban unas horas, me hacía sentir entre todo, nostálgica, porque eso significaba una sola cosa, sea cual sea el resultado, después de eso, finalmente todo acabara. 956 Hace meses mi vida toco fondo, y yo creí que ya no habría nada para mí, pero aquí estoy hoy, rodeada de personas que me aman, que se preocupan por mí y que están haciendo todo por ayudarme. Se sentía como si estuviese a punto de cerrar un ciclo. Toque un par de veces la puerta y entre viendo a mi hermano sentado en su cama. —¿No deberías estar dormida? —Tú también, pero aquí estás, muy despierto. Jace suelta una risa mientras palmea a su lado para que me siente. —Te iba a buscar, quería enseñarte algo —dice abriendo su cajón, saca una pequeña caja y la coloca en sus piernas, la abre y saca de entre todas sus cosas una hoja doblada. —¿Qué es eso? —Un contrato —dice abriéndolo, dejando caer muchos brillos al piso. —Ay dios —murmuro avergonzaba al ver mi propia letra. 957 — “Yo, Jace Bennet, prometo que cuando mi hermana sea una mujer adulta independiente de doce años, permitiré sin quejas que se vaya a vivir un tiempo lejos para conocer distintos lugares, también se lo pagare y si regresa con alguna mascota no me podré enojar porque la quiero mucho” Suelto una risa observando la hoja, es rosa, y completamente llena de brillo y tiene stickers pegados en todo alrededor. Lo veo sacar de la caja el mapa que hice, siento las mejillas ardiendo. Tomo el mapa que había hecho notando mi para nada confiable ruta de viaje. En cada punto hay dibujos de los distintos animales que podría conocer. —Dios, que tonta era… —¿Recuerdas lo que te dije cuando firme? —Dijiste que te daba pena que una hermana tuya usara tanto brillo y rosado. Jace suelta una risa y niega. —Eso no, me refiero a que solo lo cumpliría cuando aprendieras a tocar mi canción favorita en el piano, porque solo así me harías sentir orgulloso. —Y nunca lo hice… 958 —Nunca lo hiciste. —En mi defensa, tu canción favorita me aburre. Jace me suelta empujándome hacia un lado. —No acabas de decir eso, te malcrié, de verdad que lo hice, te has quedado fuera de mi herencia, olvídate de tus quince dólares. —Ridículo —Me burlo de él tirándome sobre la cama. Él se acuesta a mi lado levantando su brazo colocando frente a mí un papel. Lo observo sin entender. —Casi diez años tarde, pero aquí está. Observo el boleto de avión entre sus dedos. —Jace… —Aunque no aprendieras a tocar a Billy Joel, estoy totalmente orgulloso de ti. Hago un puchero ridículo sintiendo ganas de llorar, no por el boleto, ni mucho menos, porque uno de mis mayores miedos era decepcionarlo, soy un desastre totalmente, pero en ningún momento él me ha dejado de querer. 959 >>Pero quiero aclararte que no es que te considere una adulta, siempre vas a ser mi bebé, aunque tengas cincuenta años. Sin embargo, creo que mereces un descanso después de toda esta mierda, y no sé qué pase al final, pero si lo quieres, lo tienes en tus manos. Sonrío ampliamente envolviendo mi brazo en su cadera, siento como pasa su brazo bajo mi cabeza envolviéndome en un abrazo. —Te amo. —Yo te amo infinitamente más —murmura contra mi cabeza. Cierro los ojos disfrutando del sonido pausado de su respiración, puedo sentirme como una niña de cinco años de nuevo. “No sé qué pase al final” Yo tampoco podría saberlo. De lo único que tengo certeza, es que estamos a punto de averiguarlo. —La leyenda cuenta que si vuelves a leer el cap. Veinte, justamente en la parte cuando Jude 960 esta frente a Levi y Sophia toma un sentido completamente diferente. —Toda la situación del juicio lo llevaré con leyes y métodos reales, sin embargo, recordemos que en cada país las leyes son distintas. Hay cosas que pasaré por alto totalmente, como que en un caso real, Sophia no podría ser la abogada por conflicto de intereses. También la cuestión del tiempo es otra cosa que no respetaré, ya que es algo muy tardado. El juicio ya es el siguiente capitulo. —Ush que nostálgica me siento sabiendo que ya estamos a prácticamente nada de acabar, los tqm, gracias por formar parte de este recorrido, siempre. <3 961 47 | JUICIO. ♪ Just stop your crying, it’s a sign of the times, welcome to the final show ♪ (Solo detén tu llanto, es una señal de los tiempos, bienvenido al espectáculo final.) -Sign of times. Harry Styles. La jueza Grace por primera vez en toda su carrera se sentía perdida, se quitó la toga tirándola sobre su silla y sin importarle los procedimientos se alejó de su puesto bajando los escalones para ver mejor toda la sala de juicio. La palabra “Orden” picaba en su garganta, pero por primera vez sabía que era inútil. Giro hacia la puerta de salida de emergencia solo para confirmar lo que ya sabía, no podría salir, nadie en ese lugar podría hacerlo. Dio un rápido paso hacia atrás cuando vio a un policía correr por donde ella estaba. Ni siquiera giro a ver al hombre tirado a unos metros de distancia. Llevo toda su concentración hacia el responsable de toda esa violencia. Estaba parado al centro del lugar, su pecho subía y bajaba con fuerza, toda su ropa estaba salpicada 962 de sangre, reconocía esa mirada, antes la había visto en los tribunales. La mirada de un asesino, o en este caso, alguien que estaba a punto de arruinarse la vida convirtiéndose en uno. TREINTA Y DOS HORAS ANTES… JUDITH. Si alguien me preguntara el significado de femme fatale le daría una foto de Sophia de referencia. No conocía a nadie que tuviese una energía femenina oscura, tan marcada. Su estilo era increíble, dramático, extravagante, formal y sexi al mismo tiempo. Pero, lucia bien en ella… en mí, es otra historia, sin embargo, decirle “no” fue imposible. Y aquí estoy ahora con un blazer tipo vestido sentada en los baños del ministerio con Sophia detrás de mí. Entrar al edificio había sido probablemente de las cosas más estresantes. El lugar estaba atestado de gente, y en cuanto me vieron comenzaron a gritar de una manera aterradora, justo hoy al parecer estoy en el top tres de enemigos públicos. 963 —Esto es ridículo —murmuro pasando la mano por la falda del vestido. —¿Disculpa? —Sophia jadea mientras jala mi cabello con fuerza— Retráctate, eso cuesta más que tu vida —gruñe deteniéndose, tomando aire hondo, y como siempre que intenta controlarse acomoda su cabello lanzándolo hacia su espalda—, lo siento, la costumbre —murmura mientras se vuelve a concentrar en mi cabello. Deberíamos estar concentradas en el juicio que iniciara en un rato, pero Sophia me arrastro al baño y dijo que debía sostener parte de mi cabello porque no lucían los accesorios, si, esa era su preocupación. —No puedo hacer esto… —Claro que puedes, tienes a la mejor abogada a tu lado, tengo cero casos perdidos. —Creí que era tu primer caso —murmuro frunciendo el ceño. —Son detalles… en fin, ese vestido es perfecto, confía en mí, principalmente combinas conmigo y tiene un significado, vamos de negro porque vamos al funeral de esas perras —Suelto una risa mientras ella suelta mi cabello—. Ahora si luces como la nueva pesadilla de sus vidas. 964 La puerta se abre sobresaltando a Sophia. —¿Van a funeral? —Pregunta Eva parada frente a la puerta. Sophia da palmadas y me apunta directamente. —Te lo dije. Soy un genio. —Ya deben ir —Avisa acercándose para plantarme un beso en la mejilla—, tu tranquila, incluso si pierdes vas a ganar. —Pues gracias —dice Sophia cruzándose de brazos. Eva suelta una risa poniéndose de pie. —Las veré adentro —dice saliendo del lugar. Sophia observa por donde Eva se fue. —¿Por qué me odia? —Porque la ves con cara de asco. —¿Y? —Bueno Sophia, la gente se puede ofender si observas todo el tiempo con esa mirada un tanto despectiva. —¿Y qué quieren? ¿Qué les regalé mis sonrisas? Gánenselas —Suelto una risa mientras ella acomoda 965 su cabello frente al espejo—, por eso no tengo amigas. —Me tienes a mí. —Tú y yo no hablaríamos en cualquier otra circunstancia. Cuando nos conocimos nos odiábamos. —Las amistades que inician odiándose son las mejores amistades, es cultura general ignorante. Por los labios de Sophia se extiende una sonrisa que borra de inmediato. —Dios, eres tan cursi, me das asco —dice girándose para salir del lugar. Suelto una risa y me pongo de pie. —Hablando de cuando nos conocimos, lamento haberte llamado insoportable —menciono recordando de las primeras veces que nos vimos. —Yo lamento haber intentado tirar tu ropa hace unos meses, entendí que debo respetar tus gustos, aunque parezcan donación de vagabundos. —Que te disculpes es un avance. 966 NARRADOR persona). OMNISCIENTE (Tercera Giselle acomodaba la corbata de Alexander, en su cuello. Ella sabía perfectamente que si él estuviera con los pies sobre la tierra ya le habría quitado sus manos, pero no lo hizo, tal como los últimos días parecía estar perdido en sus pensamientos. Su mánager le había rogado que no se involucrara ni siquiera como público, pero a ella no le podía importar menos. Pensaba apoyar al chico del que estaba perdidamente enamorada, quería demostrarle que ella estaba allí para él, en cualquier circunstancia. Sabía que, aunque Alex era difícil, nada era imposible. Como cuando creyó que nunca podría llegar a meterse a su cama, pero lo logro. Y planeaba que en lo romántico fuese igual. Valía la pena cualquier tipo de sacrificio, lo observo devotamente, sus labios, sus ojos, su rostro, tenía la tentación de inclinarse solo un poco para besarlo, un calor vigoroso se extendió por su cuerpo de tan solo imaginarlo. Podrían estar en este momento en su departamento, pero no, tenía que estar aquí rindiendo cuentas que no le correspondían. Solo 967 deseaba que eso acabara, le hervía la sangre de solo pensar en cómo una persona ambiciosa podría ser capaz de intentar arruinar la vida de alguien por un par de dólares. Conocía por Isaac la historia, no entendía como una cualquiera pudo entrar así en la vida de Alex y lograr que él se enamorara de ella. Isaac respiro aliviado al recibir el mensaje de llegada de su testigo estrella. Douglas Wilson. Sonrió viendo hacia su abogado y asintió en confirmación. Ningún jurado creería en la palabra de una chica que ya antes había hecho una denuncia falsa que siquiera había procedido. Y el saber cómo se pondría Judith cuando lo viera solo era un plus. Recordaba como la escucho llorar alterada cuando lo vio la ocasión que le sacaron la foto besándolo, el mismo había estado frente a Vanesa quien tenía la llamada en altavoz para que él escuchara. Isaac vio la llamada de la representante de Giselle y ni siquiera la pensó en responder. Sabía que la mujer quería que le pidiera a Giselle que se fuera antes de que fuese vista ante las cámaras, pero le importaba una mierda, la necesitaba allí. No quería errores, y sabía que ella bastaba para evitar que Alexander se distrajera hacia Judith. 968 El abogado Richard vio caminando a Sophia Howard con su equipo de defensa. La observo en el silencio intentando analizar su lenguaje corporal, sus miradas, algo, necesitaba una pista, ¿Por qué Howard había aceptado ese caso si era un caso perdido? Incluso un estudiante novato podría notarlo. Todo su equipo estaba tranquilo, pero él no, llevaba años ejerciendo, sabía leer entre líneas y aquí faltaba una pieza. Era frustrante ser el único que lo notaba. Richard camino hacia Alexander le dio un apretón en el hombro y le dedico una sonrisa cortes a Giselle. —Debemos entrar —menciono y con un gesto en la cabeza hizo que todo el equipo lo siguiera. El juicio era privado, el público general era totalmente limitado, no había medios de comunicación, ni siquiera había jurado, la persona que decidiría sería exclusivamente la jueza, a pesar de toda esa privacidad, en la entrada había mucha prensa. La entrada del tribunal jamás había estado tan lleno. Giselle se separó para dejarlo ir, y camino hacia una esquina en donde sabia podrían verla, en cuanto los camarógrafos notaron su presencia comenzaron a 969 fotografiarla, ella amaba la atención, pero ahora estaba siendo más gratificante que nunca, sabía que los rumores de que ella y Alex estaban saliendo no harían más que dispararse después de ser vista allí. Sabía que tarde o temprano Isaac propondría que dijeran que estaban en una relación. No le molestaba la idea de pasar fingiendo junto a él por dos o tres años. Alexander respiro hondo al cruzar las puertas hacia la sala del juicio, se paró cruzado de brazos al centro fingiendo que prestaba atención a su equipo. Se obligó así mismo a estar tranquilo. Escondió tan bien como pudo la molestia que sentía. Y lo estaba logrando, para cualquiera su postura tranquila era muy real. Para todos, excepto para Ana Ford quien observaba preocupada desde el área del público a Mason. Sabía cuanto le tenía que estar doliendo, tener que volver al punto de partida. Le entrego su amor y su confianza a alguien que no lo merecía, ella fue quien estuvo para él, Ana a pesar de ser muy unida con Mason jamás lo había visto llorar y cuando ella se fue él lo hizo. Lo vio y lo escucho llorar, su pecho dolía solo de recordarlo. 970 No entendía como es que el mundo se había vuelto loco, ¿Cómo es que la mejor amiga de toda la vida de Mason había aceptado y apoyado este asqueroso circo mediático? Y lo que más le decepcionaba era Henry quien había dicho que no podía acompañarla al juicio porque de hecho él estaría allí, como maldito testigo de Judith. Ana desvió la mirada hacia la chica que se sentaba a su lado y la saludaba con emoción, ella le devolvió el saludo mucho menos efusivo, definitivamente si, el mundo se volvió loco, ¿Por qué razón Giselle estaba tan feliz en un momento como ese? Ambas guardaron silencio y fijaron su vista sobre Mason, mientras Ana lo veía con tristeza, Gisella lo veía con admiración. Esperaba que Bennett se sintiera como una mierda cuando viera que a pesar de sus intentos por querer joder a Alex, él estaba tan tranquilo e imperturbable como siempre. Las puertas se abrieron y por ellas entro el equipo de defensa de Judith, todas las miradas se dirigieron hacia ellos, sin embargo, no la encontraron a ella en el grupo. Todos observaban con atención, pero a la única mujer que vieron entre el equipo era Sophia 971 quien camina como si el mundo fuese suyo llevándose la atención por completo. Giselle llevó su vista hacia atrás para ver si reconocía al resto de personas, sin embargo, lo que vio provoco que todo su cuerpo tuviera escalofríos. Judith, era ella. La había visto en fotos. Suspiro al observarla bien, no era como Isaac la había descrito, era más linda de lo que lucía en sus fotos. Caminaba en silencio, pasando desapercibida. Sonrió por inercia al darse cuenta de que era muy simple. Giro hacia Alex y su cuerpo entero se agitó al notar que el de hecho ya la estaba viendo. ¿Cómo demonios se había dado cuenta de su presencia si había entrado por la puerta que tenía a sus espaldas? El miedo se disparó en Giselle al notar como el pecho de él subía y bajaba con fuerza. Estaba contemplando lo que en todos estos meses no había visto jamás: A Alexander perdiendo la compostura por alguien. Todas las miradas se giraron a Judith, quien caminaba en línea recta, ni siquiera parecía que le importaba que todo el equipo de Alexander estaba parado en medio de la sala. No se detuvo ningún 972 segundo y los abogados simplemente se hicieron a un lado permitiendo que pasara. Todos se movieron, excepto Alexander quien se mantuvo en su lugar con los brazos cruzados, Judith se colocó frente a él y levanto la mirada manteniéndosela sin titubear. Todos en la sala se mantuvieron en silencio observándolos. Giselle estaba conteniéndose para no pararse, ¿Pero ella quien se creía? ¿Creía que todo simplemente se haría a su voluntad? La que debía rodearlo es ella, no esperar allí a que obedeciera una orden silenciosa como si fuese su perro. Estaba idiota si pensaba que Alex… pero sus pensamientos se interrumpieron cuando lo vio haciéndolo, moviéndose, cediéndole el paso para que continuara con su camino recto. Sophia la recibe con una sonrisa haciendo que se siente junto a ella. —¿Lista? —No. —¿Pero…? —pregunto la rubia alentándola a que continuara con el discurso que la había obligado a aprenderse estos meses en los que la había tenido 973 que estar reviviendo momentos y acercándose a personas del pasado para que fuesen sus testigos. —Pero nadie lo notara porque fingiré que estoy en la cima del mundo justo como mi increíble abogada o me clavara un bolígrafo en el ojo. Sophia asintió viendo como Mason y todo su equipo se sentaban en sus lugares correspondientes. Tomo su bolígrafo y lo bajo a las piernas de Judith, específicamente a las medias negras que había obligado que usara para, en sus palabras, darle una sexi apariencia de botas largas. Pero era mucho más que eso, era su venganza de cinco segundos hacia su mejor amigo por haberla humillado y tratado mal. —¿Qué haces? —cuestiono Judith cuando sintió el bolígrafo introduciéndose en su media rozando su piel. —No te muevas —pidió Sophia mientras bajaba el bolígrafo haciendo que la media resbalara por su pierna. Cuando Judith estaba a punto de volverla a subir, Sophia golpeo su mano con el bolígrafo para que se detuviera. Sophia giro hacia atrás y encontró a Leo de inmediato a unos pasos de ella. Le sonrió y le pidió que se acercara. 974 Giselle no podía quitarle la vista de encima a Alexander quien había tomado un bolígrafo y lo movía sin parar entre sus dedos, de pronto detuvo el movimiento manteniendo el bolígrafo en su palma. Lo vio fruncir el ceño y ella giró para ver lo que veía. Un chico alto estaba hincado sobre su rodilla frente a Judith, Giselle no podía ver lo que estaba haciendo, pero lo que sea que pasaba sabía que no le hacia gracia. Un ligero estruendo llamó su atención. El bolígrafo entre las manos de Alex había desaparecido y ahora estaba hecho pedazos. Contuvo el impulso de soltar un gemido de frustración. Algo pesado se acentuó en su pecho, Alexander odiaba a Judith, sin embargo, jamás lo había visto observar de una manera tan intensa a nadie. En cuanto la jueza entro, todos tomaron sus lugares y guardaron silencio enfocándose en ella. La jueza murmuró un bueno día y acomodo su micrófono observando a los presentes —Bien, se presenta el caso de Judith Bennet Jones en contra de Alexander Macovei. ¿Las partes están listas? Al no tener respuestas negativas, la jueza asintió hacia Sophia quien se puso de pie y camino a un 975 pequeño estrado frente a la juez. —Buenos días, mi nombre es Sophia Maree Howard, formo parte de la defensa de la demandante, Judith Bennet Jones. Quien el día de hoy está aquí, ya que exactamente hace dos años y ocho meses fue contratada por el equipo de Alexander Macovei. >>En las pantallas frente a ustedes podrán ver específicamente la cláusula que el señor Macovei y su equipo violaron al retirar los fondos monetarios que le correspondían a la señorita Bennett. El día de hoy van a conocer a través de la evidencia que ese acto no fue accidente, la evidencia otorgada por el mismo banco con el que el señor Alexander y su equipo están asociados nos revela que un día antes de que el contrato finalice cortaron los fondos de dichas cuentas. Richard, el abogado de Mason escuchaba con atención, le había surgido una idea de hacia dónde se estaba dirigiendo todo y no le convenía para nada, había recapitulado todo el caso, reviso el expediente de Judith Jones y todas las manchas que había en él. El caso estaba para que ella lo perdiera, incluso si tenía pruebas relevantes o contundentes, no ganaría, ¿Entonces que buscaba? Y allí lo supo. Aunque no 976 estaba confirmado, su sospecha surgió cuando vio la lista de testigos de Judith. Y ahora tenía que tomar una decisión, decírselo a Isaac y a su equipo o permitir que las cosas tomaran su curso. Hacer lo debido o hacer lo correcto. Por supuesto que lo debido, su presente y su futuro dependían de eso. Se puso de pie al ver que era su turno. —Es un honor para mí defender a quien injustamente está siendo acusado de un delito que no cometió, ya que ese contrato fue anulado en su totalidad por incumplimiento por parte de la señorita Bennett. Richard mientras hablaba giro hacia Judith quien mantenía la vista fija en el piso, tenía las manos en su regazo y parecía estar inquieta arrancando la piel de sus uñas. >>El señor Macovei tuvo incluso consideración de no proceder legamente, puesto que si quería podía hacerlo. No solo traemos cláusulas escritas, tenemos mucha evidencia y muchos testigos. Esta vez giro hacia Alexander quien mantenía exactamente la misma postura que Judith. Excepto que él no lastimaba sus manos, él solo giraba sin 977 parar el anillo de su dedo. Alex levanto la vista y observo a su abogado a los ojos. Richard recordó cuando lo conoció, era solo un niño, él era el abogado de su familia. Lo vio crecer, y convertirse en un hombre, la imagen y semejanza de su padre. Allí, frente a todos, Richard había tomado una decisión que lo cambiaria todo. Cuando estuvo sentado junto a él se inclinó ligeramente a su asiento. —¿Recuerdas cuando tus padres fallecieron? Eso capto toda la atención de Alexander quien giro a verlo a los ojos y asintió. —Esos días tú creíste que ya no habría más, que tu vida estaba acabada totalmente, y yo te pedí que hicieras una sola cosa, ¿La recuerdas? Mason volvió a asentir. —Que confiara en ti, porque todo estaría bien. —Alex… vas a ver muchas mentiras aquí, atrocidades y sé que te dolerá, sé que te desconcertaran y querrás volverte loco, pero necesito que me vuelvas a hacer ese favor, solo una vez más, confía en mí. No importa lo que escuches, no importa lo que veas, no te pares de tu asiento, 978 porque te demostraré antes de salir de aquí, que todo lo que ellos están diciendo es mentira. —Richard, ¿Qué…? —Confía en mí, hijo, todo estará bien —repitió las mismas palabras que le había dicho hace años. Esta vez de manera monótona, porque no estaba seguro de que fuera verdad. Alexander le dedico una leve sonrisa y asintió. Richard sabía que usar su recuerdo más vulnerable era algo bajo, pero no se arrepintió. Entrelazo sus manos y tomo un profundo suspiro. Ya no había marcha atrás. El espectáculo había comenzado. Solo esperaba que supieran lo que estaban haciendo porque había apostado por ellas. 979 54. Capítulo cuarenta y ocho 48 | TESTIGOS DE ALEXANDER. ♪ Don’t forget about me, even when i doubt you, i’m no good without you ♪ (No te olvides de mi, incluso cuando dudo de ti, no soy bueno sin ti)-Doubt. Twenty one pilots. Alexander podía perfectamente estar frente a público sin titubear. Lo habían llamado al estrado y no tenía problema, sin embargo, tener a quien consideraba como una segunda hermana frente a él con una postura seria y ahora como si fuesen total desconocidos, lo descolocaba un poco, especialmente por la persona a la que ella defendía y se obligaba a si mismo a no girar a ver ni un segundo. Cuando Judith se fue de su vida, se llevó parte de su espíritu con ella. Y ahora volvía a aparecer como si nada, como si no lo hubiese hecho sufrir, como si no lo hubiese engañado, como si no se hubiese burlado en su cara, y lo hacía para volver a llevarse algo. Dinero. Todo por dinero. 980 No podría decir que volver a verla le había removido el corazón, porque no era así. Decir eso era poco, le removió el alma entera. Necesitaba hacerse entender que el recuerdo que le pesa no existe. La Judith que él conoció, la Judith de la que se enamoró, no era más que espejismos. Esa era su ancla, recordarse eso. —En algunos testimonios se declaró que el dinero se había retirado a demanda suya —hablo Sophia observando a su ex mejor amigo. —Si, así fue, por incumplimiento de contrato — respondió Mason con seriedad a través del micrófono. Cuando Judith se fue, el corazón y la mente de Mason se desconectaron. Su mente quería odiarla, pero su corazón no se lo permitía. A pesar de todo jamás hubiese hecho nada en contra de ella, solo la quería lejos de su vida, no volver a verla jamás. Isaac había sugerido lo del dinero, y aunque al principio se negó, termino cediendo. O eso dijo Isaac, no lo recuerda, posiblemente estaba ebrio, Sophia tenía razón en eso, estos últimos meses estaban llenos de lagunas mentales para el. —¿Podría especificarnos que parte incumplió? 981 —No podía ser vista públicamente con ningún otro hombre, no podía involucrarse de manera pública con nadie hasta que el contrato estuviera finalizado, al incumplirlo acabo con el contrato y con sus beneficios. Sophia asintió mientras pasaba su bolígrafo por sus hojas. —¿Y si se daba ese avistamiento en público, pero era sin consentimiento igual procedía? Ante la pregunta, Mason giro a ver a Isaac quien se mantenía cruzado de brazos con la mano en su barbilla, observando todo con atención. A todo, excepto a él. La pregunta le inquieto, pero no podía ser, Mason sabia que Isaac había investigado si la foto y los sucesos eran reales, eso si lo recuerda perfectamente. —No, en ese caso no procedería. —Evidencia de defensa B —Pidió Sophia. Después de unos segundos, las pantallas frente a los equipos de defensas, a la jueza y al público se encendieron y en ellas aparecieron la foto del beso de Judith y Douglas. Ni Mason ni Judith observaron la pantalla. 982 —¿El incumplimiento tiene que ver con este suceso? —pregunto Sophia. Mason asintió viéndola fijamente, sin embargo, Sophia negó—. Señor Macovei podría ver a la pantalla y decirme si la razón detrás del incumplimiento tiene que ver con esa foto. Observe bien la fotografía, por favor. Mason observo a los ojos a Sophia quien se mantenía seria, pero conocía a la perfección esa mirada, podía asegurar que por dentro estaba sonriendo ampliamente. Se obligó a bajar la vista a la pantalla y después de unos segundos la volvió a elevar—. Como ya había dicho, si fue por esto. —¿Su equipo hablo con mi cliente sobre este suceso para el aviso de su incumplimiento o simplemente actúo sin aviso previo? —Actué —respondió Mason sin más. Sophia continúo anotando frente a sus hojas y asintió. —Gracias, no tengo más preguntas. Isaac observa el interrogatorio en silencio, algo no anda bien, pero no sabía que era, es especialista en detectar señales. Sabe cuándo avanzar, cuando no 983 hacerlo, cada paso que da está pensado. Esa habilidad lo llevo justo a donde está. Él no nació con poder, nunca lo tuvo, pero sabía en donde estar, que decir y que hacer, supo mover perfectamente sus piezas y así es como término rodeado de contactos. Una persona honrada iniciaba a construir su vida de cero, una persona inteligente buscaba cimientos ya trabajados y los usaba a sus necesidades. Así que no importaba que tantas “As” bajo la manga tuvieran Sophia y Judith, él siempre tenía una extra. Isaac observó con una sonrisa de satisfacción a Judith cuando llamaron al estrado a la primer testigo. A esa chica que tan fácil pudo llevar a su lado. En cualquier otra situación ni siquiera se le acercaría, pero, en esa en especial, sabía que debía hacer algo, ¿Cuánto tiempo tardaría Judith en recapacitar y volver corriendo a Alexander después del baile? Necesitaba desestabilizarla, romperla, destruir todo su alrededor de manera que Alexander pasara a segundo plano. Hacerlo fue sencillo, su jugada estaba hecha, el rey estaba en jaque y solo había una pieza interponiéndose en su camino hacia la reina, un inútil peón. 984 Vanesa fue sencilla de envolver, cada que aparecía junto a Judith la observaba a distancia. Notaba sus pequeñas miradas, sus gestos hacia quien se supone que es su amiga, fue tan sencillo de leer. Y eso le ayudo, no debía plantar sentimientos negativos, porque esos ya estaban allí, siendo reprimidos por sus años de amistad. Pero, todos tienen un precio y el precio de Vanesa, Isaac lo tenía en su poder. Él sabía perfectamente que en ese medio había personas que su fanatismo rozaba lo ridículo, de alguna manera creían que sus enamoramientos podían ser correspondidos por sus celebridades favoritas. Todo en Vanesa gritaba que ella era de esas, y si no lo era solo requería un empujón para hacerlo. Solo necesitaba una idea, y la tuvo cuando una tarde les mando a hablar a los chicos a su despacho, el estrés estaba pudiendo con él, así que se sirvió un vaso con whisky y la dejo en su escritorio. Ellos llegaron y mientras Isaac masajeaba su cabeza, vio una mano aparecer en su campo de visión. —¿Puedo? —Le había preguntado Aiden y él simplemente asintió. Y aunque fingió que no prestaba atención, lo observo en silencio, Aiden no tomaba, lo sabía perfectamente, y tal como imagino, 985 él jamás bebió el whisky, cuando se fueron y vio el vaso intacto, exactamente con la misma cantidad que había servido, y lo supo. La intención de Aiden nunca fue tomarlo, simplemente quería esconderlo… ¿Y a quién le cuidaba los pasos todo el tiempo?, Y así de rápido tuvo su plan, ¿Cuánto tarda una persona en rehabilitación de alcohol en ceder a sus necesidades? Todo parecía alinearse a su favor, Aiden no sería un estorbo como siempre, ya que estaba visitando a su padre, así que dejar a Paxton encerrado en una habitación con un minibar completo a su disposición y hacerlo esperar y esperar deliberadamente fue relativamente sencillo. Sabía que solo era cuestión de tiempo para que hiciera justo lo que Isaac quería y por si necesitaba un empujón mando bebidas como supuesta cortesía. Un poco después de las dos de la mañana, Paxton estaba ahogado en alcohol. Isaac llego con Vanesa y para terminar de cerrar su acuerdo le dijo que le tenía un regalo y le cumplió una de las fantasías de cualquier fanática promedio, la llave de la habitación donde se encontraba uno de sus ídolos completamente fuera de sí… 986 Y deteriorar un poco más la enfermiza relación que Paxton intentaba mantener con Aiden fue solo un preciado plus. Vanesa caminó hacia el estrado con confianza, a simple vista podía notarse que ya no era ni la sombra de lo que Judith solía recordar, Vanesa dijo el juramento debido mientras Jude se encogía en su lugar. Sophia bajo la mano con discreción, llevándola hacia la pierna de Judith, con suavidad encajo sus uñas, provocando que la castaña diera un pequeño salto en su lugar. Se inclinó ligeramente hacia su oído y hablo en susurros cubriendo su boca para que no pudiesen leer sus labios. —Deja de demostrarles que te hirieron, en una lucha de poder no puedes simplemente cederlo, levanta la mirada y mírala como lo que es, una burla. Judith soltó una risa llamando la atención de Vanesa quien parpadeo confundida. Esperaba verla mal, victimizándose como siempre, pero aquí estaba frente a ella luciendo increíble. Los celos se dispararon por su cuerpo molestándola momentáneamente, pero se tranquilizó de inmediato, la sonrisa de Judith era algo temporal, ella más que nadie lo sabía. 987 La mayor cualidad de Vanesa es que podía mantener su estima por sí misma bastante alto. No le avergonzaban las cosas, y se consideraba con una seguridad inquebrantable. Sin embargo, tener a alguien como Sophia Howard frente a ella observándola como si fuese una gran nada le provocaba más nervios de los que le gustaría aceptar. Por años la había admirado por fotos, su estilo, su presencia, pero aquí, así, no le tenía ni un poco de admiración, más bien le provocaba algo de miedo, se sentía como un ciervo bebé frente a un león. La mirada de Vanesa se desvió varias veces hacia Judith, quien parecía simplemente aburrida, cuando finalmente se vieron a los ojos, Judith levanto la mano a su rostro y fingió un bostezo sin quitarle la mirada de encima y después de eso sonrió abiertamente. La sangre le hirvió, ¿Se estaba burlando de ella? Siempre había detestado eso, que se creyera mejor que nadie, nunca lo había dicho, pero lo sabía, el hecho de que Judith se negara a aceptar lo que cualquiera mataría por tener, como si fuese mejor que cualquiera, como si nadie la mereciera. Solo pudo pensar, en una palabra: asqueroso. 988 Judith no había cambiado mucho, había adquirido más confianza, se sentía más segura, pero su personalidad seguía igual, sin embargo, por Sophia había aprendido que no podía estar siendo un libro abierto para cualquiera, no podía ir por allí dejando que todos vieran sus debilidades porque le pasaría justo lo que ya le paso, se aprovecharían de ellas. “Alter ego” eso había dicho Sophia, una personalidad falsa creada para estar frente al estrés, la ‘Sasha Fierce’ de Beyonce, el “Robbie Williams” de Robert Williams. <<—Simplemente engañas a tu propia mente, quizás naturalmente no eres valiente, pero tu alter ego si, y ella no pide permiso, ella toma la confianza que quiere y la usa sin preguntar>> Primero le pareció una locura, pero ahora, le parecía divertido ver como confundía y molestaba a las personas actuando como jamás lo haría. La voz de Sophia inundo el lugar. —¿Conoce a Judith Bennett Jones desde hace cinco años? —Sí, vivíamos juntas. —¿Qué tan unidas eran? 989 —Éramos muy unidas, yo era probablemente la persona a la que más unida era. —En su declaración usted testifica que se enteró de la supuesta relación de Douglas Wilson y Judith Jones desde antes de que saliera a la luz. —No es una supuesta, era una relación totalmente y yo lo supe todo el tiempo, incluso cuando ellos se vieron ella me llamo para contármelo, eso fue lo que me hizo alejarme de ella, no quería tener a alguien así en mi vida. Sophia asintió fingiendo que escribía algo en sus hojas, allí frente a todos solo podía pensar en como odiaba su carrera, sus instintos por ir a golpearla estaban completamente activados, pero debía mantener la compostura. —Voy a relatar la secuencia de eventos que testifico, por favor diga fuerte y claro si es correcto o no. —Está bien —Vanesa asintió sin entender, Isaac le había advertido que las preguntas de Howard serian para poner en duda su testimonio, a ella misma y en general todo, sin embargo, Sophia estaba haciendo todo lo contrario, no ponía en duda nada simplemente la hacía relatar la historia. Prácticamente estaba empeorando el caso para 990 Judith. Sin embargo, no tuvo tiempo de pensar más porque Sophia continúo hablando. —Específicamente sobre el día de la foto, usted testifico que la señorita Bennett le hablo a usted después del beso para decirle que estaba emocionada. —Correcto. —Dice que Judith, no cabía de su felicidad después de eso. —Si, así fue. —¿Algo más exactamente así? que quiera añadir o fue Vanesa dudó, su vista viajo hacia Isaac, pero él no la veía a ella, así que finalmente asintió. —Nada más que añadir. —Tengo entendido que existe evidencia de esa llamada —Sophia giro hacia la jueza quien la veía por encima de sus gafas—. Su señoría moción para la admisión del audio 235 como evidencia por parte del demandado. La jueza no aceptó de inmediato, estaba sorprendida, creía que tener a la hija de la eminencia que es Thomas Howard seria entretenido de ver, el 991 debut de una nueva estrella en el mundo legal, pero Sophia Howard lo único que estaba haciendo era colocar una soga en su cuello, ¿Por qué usaba su tiempo para mostrar la evidencia del equipo de Macovei? Sin embargo, ella simplemente asintió permitiendo la reproducción de la evidencia. Después de un minuto la voz de Vanesa suena por los parantes. “—Creo que Alex debe saberlo, creo que debe saber de ese beso. La voz de Judith sonó después de ella, fuerte y decidida. —Él no va a saber nada.” En cuanto el audio acaba, Sophia gira hacia Vanesa. —¿Podría decirme la hora exacta de la llamada? —No lo recuerdo. —Debe saberlo si su llamada fue aceptada por el ministerio es porque se confirmó que es real, entonces ellos tienen toda la información de fecha y hora. Así que revise el registro de prueba que sé que tiene frente a usted. Vanesa observó las hojas frente a ella, la sabia de memoria, las estudio perfectamente, pero no 992 entendía el punto de que fuese exacta. Eso la ponía nerviosa —A las dieciséis treinta y nueve de la tarde —Gracias por su tiempo, sin embargo, señoría, pido que no se tome como prueba el audio, ya que no se tiene contexto de absolutamente nada al ser tan corto, para empezar ni siquiera se debió aceptar al no cumplir con todos los parámetros requeridos, confío en que fue un error y que no están permitiendo evidencias claramente manipulada. Vanesa giró hacia Isaac, les habían dicho que no tendrían problemas, habían pagado la admisión de esas pruebas, pero allí estaban escuchando el “a favor” que la descartaba por completo del caso. Habían pasado cuatro horas de interrogatorios, entre descansos y testigos que su único destino era desacreditar la imagen de Judith, como la seguridad de Levi que confirmaron que ellos tuvieron mucho acercamiento en un bar y mostraron la foto que la gente parecía que jamás iba a superar, probablemente ellos morirían en algún punto de sus vidas y esa foto seguiría creando polémica. El fin de esa testificación fue demostrar que Judith nunca había respetado el contrato. 993 Otro testigo fue un chico de la seguridad de Paxton, que informo que una noche ella y Paxton durmieron juntos. Este testimonio no se pudo desacreditar, porque mostraron un video de seguridad en donde se puede ver a Judith y Paxton entrando al piso de Aiden. Sin embargo, no tuvo relevancia al no ser público, pero era una simple estrategia para que la jueza “entendiera” la clase de persona que era la demandante. Judith sabía que probablemente toda la gente de la sala estaría pensando de ella lo peor, pero no podía importarle menos, no es como si su reputación fuese a caer más si ya estaba en el suelo. Mason dejo de escuchar después de la segunda hora, nunca había deseado tanto que algo se acabara como eso, quería pararse y preguntarle directamente a Judith que era lo que quería para simplemente dárselo y acabar con todo. Cerro los ojos y respiro hondo e intento relajarse, no podía ceder a sus impulsos por más que quisiera. En cualquier otra situación, el siguiente testigo sería Elliot, la persona intermedia, el jefe de seguridad de Alex, el entonces novio de Judith, la razón por la cual estuvieron cerca para empezar. 994 Isaac hubiese deseado que Elliot acabara con Judith, sabía que podría hacerlo, si tan solo no hubiese renunciado hace más de un año y medio. Habría sido un testigo primordial. Elliot era, entre todo, muy inteligente, calculado y un manipulador de primera, hubiese sabido perfectamente que decir para hundir Judith en un segundo. Había sido una lástima para Isaac perder a alguien tan leal, sin embargo, Elliot la había cagado en grande, había cometido el peor error que puede cometer alguien jamas, lo peor aberración existente: tener un bebé. Tuvo que renunciar porque el tiempo libre que tenía era casi nulo y por extraño que pareciera si quería formar parte del proceso. Se habían intentado comunicar con él sin éxito. Pero no todo era malo para Isaac, porque el hecho de que Elliot no estuviera ponía al segundo intermedio de la relación de Judith y Alexander como testigo, o sea: el mismo, había subido al estrado, dicho el juramento y dado su información, todo con suma tranquilidad, se movía seguro y en silencio como una serpiente a punto de atacar. —En su testimonio indica que usted sabía sobre la relación de Douglas y Judith. 995 Isaac sonrió y asintió. —Si claro, sé todo acerca de los empleados que firman con nosotros. —Un tanto acosador. —Estoy cuidando la imagen de cuatro celebridades señorita Howard, todos los empleados son puestos bajo investigación, ellos al firmar el contrato lo aceptan, sería completamente injusto que la reputación de personas que todos los días se esfuerzan en ser ciudadanos respetables se manchara por actos inmorales y cuestionables de personas que los rodean y no por ellos mismos. —¿Por qué no dijo nada acerca de esa relación? —Para empezar esa relación se mantuvo en secreto y no tenía que hacerlo, la vida sentimental de Judith Bennett no era algo que me interesara, y ella no tenía prohibido tener una pareja, podía hacerlo, simplemente debía cuidar su imagen pública. —¿Podría explicarnos como se enteró? Si usted mismo ha dicho que era un secreto. Isaac sonrió abiertamente, había estado esperando esa pregunta, viendo directamente a la cara a Judith respondió. —Me pidió hacer unas transferencias, la cuenta a la que se le estaba pagando era una cuenta otorgada por nosotros, ella nos pidió hacer las 996 transferencias a su cuenta personal. Me pareció curioso que no estuviese su nombre e indagando un poco surgió por primera vez el nombre de Douglas Wilson. Allí fue cuando lo supe, digo siendo honesto, por más amigos que fueran ¿Quién comparte cuentas bancarias? Otro de los abogados del equipo de Judith se incorporó con rapidez tomando su micrófono. — Objeción, rumores sin fundamentos. —Mantengo la objeción. Un abogado del equipo de Alexander también interrumpió. —Su señoría, existe evidencia otorgada que avala la veracidad del testimonio. Judith observaba completamente inmóvil y en silencio, aunque por dentro estuviese gritando, ¿Ahora de que estaba hablando Isaac? Ella jamás había pedido nada, eso era obvio. ¿Cómo pueden existir pruebas de algo que no ocurrió? >>Petición para la admisión de documentos pieza trescientos cincuenta y seis. —Aceptada —hablo la jueza y en las pantallas se mostró un convenio de transferencia firmado por Judith. 997 —El perito en grafoscopía ya analizo previamente la firma del documento, y como puede ver en el sello de certificación fue confirmado que la firma es auténtica. Judith observaba las hojas frente a ella, si recordaba haberlos firmado. Pero no era una transferencia, era una maldita devolución. <<—Por accidente se hicieron unos cargos extras a tu cuenta, simplemente es que autorizas la devolución de eso. —¿Por qué se hicieron? —Un imbécil haciendo mal su trabajo.>> No era raro saber que Isaac estaba manipulando información, era algo que ya esperaban completamente, pero, si estaba ligeramente sorprendida que de verdad Isaac había trabajado en cubrir sus pisadas incluso antes de que Judith siquiera se alejara. A pesar del ajetreo, Sophia volvió a hablar viendo directo a Isaac, —¿Es verdad que Judith Bennett firmo el contrato baja amenazas? —No, no es verdad. 998 —Objeción —Interrumpió Alexander. —Especulación. el equipo —A favor —cedió la pregunta, señorita Howard. jueza—. de Siguiente —¿Es verdad que en el contrato tenía una última cláusula que no mostraron en su evidencia? —Objeción. Pero Isaac igualmente respondió, porque dejarse amedrentar por una niña era el último de sus planes. —No es verdad. —A favor —Interrumpió la jueza—. Siguiente pregunta. —¿Es verdad que amenazo con terminar la carrera de Alexander si Judith no se alejaba por completo? —Objeción, su señoría, este interrogatorio no está haciendo más que dando pie a especulaciones totalmente falsas alrededor de nuestro testigo. —¿Qué mierda significa eso? —Una voz interrumpió la pelea entre el equipo de Alexander y Judith. 999 La jueza llevó la vista hacia el dueño de la voz. —Señor Macovei, le voy a pedir que mantenga la compostura y no interrumpa, es su primer aviso. Richard jalo el brazo de Alexander. —Deja que el proceso lleve su orden, te dije que tenemos pruebas de que todo su testimonio es falso. En los quince minutos de descanso Mason se alejó de todos e ignorando el llamado de su equipo camino hasta que se encontró completamente solo, allí en medio del pasillo saco su teléfono y marco inmediatamente el contacto que buscaba. —Wow, este debe ser mi día de suerte. —Olivia… —murmuro el nombre de la mujer por la que había iniciado todo. La mujer con la que había coqueteado descaradamente sin saber que era la esposa de Egan, el hermano de Brandon, su director. La mujer que no acepto un no por respuesta y lo busco por meses buscando repetir, la mujer que una mañana lo visito sin aviso previo levantando rumores entre los empleados, la mujer por la que Brandon al enterarse fue a buscar a Mason y el había tenido que salir corriendo minutos antes buscando una chica que fuese su salvavidas. Por la que se había visto 1000 orillado a fingir que estaba felizmente en una relación falsa. >> ¿Recuerdas la primera vez que tuvimos sexo? Ella soltó una risa coqueta completamente conmocionada. —Wow, yo… no podría olvidarlo cariño, aunque quisie… —Me alegro, entonces no debo entrar en detalles, voy directo al punto, legalmente me faltaban unos meses para ser mayor de edad, entonces si esto se llega a saber quien corre mas riesgo ¿Yo por meterme con una mujer casada o tu por meterte con un menor de edad? —Alexander… —Escúchame, no tengo tiempo, así que ponme atención. Para solicitar cualquier cosa, debo hacerlo primero con Isaac, tengo las manos atadas, pero tú eres la esposa del director, tu no necesitas hacerlo, así que solicita el circuito cerrado de vigilancia de mi edificio desde hace tres años hasta hoy. —Me meterás en un problema Macovei, pero bien, para mañana te lo tengo, pero debo decirte que no puedo creer que de verdad me estés amenazando, ¿Está mal si eso me excita? 1001 Mason rodó los ojos y corto la llamada. —Levante la mano derecha, por favor. ¿Jura solemnemente decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, por la gracia de Dios? —Si, lo juro. —Diga su nombre para constar y tome asiento. —Douglas Wilson. La tensión en la sala era palpable. Mason noto de inmediato que el público que venía por parte de Judith, ni siquiera habían entrado esta vez. Un abogado del equipo de Alexander se paró frente a su testigo. —Señor Wilson, ¿Usted conoce a Judith Bennett Jones? —Si, nos conocemos —Douglas intento todo el tiempo que sus miradas conectaran, pero Judith estaba distraída dibujando algo en unas hojas que Sophia le había dado. No le molestaba que estuviese ignorándolo, al contrario, le entretenía verla tan distraída, le recordaba las primeras veces que la vio, demasiado inocente, eso fue lo que le atrajo en un principio. 1002 —¿Cómo la conoció? —Estudiábamos juntos hace unos años, tuvimos una relación un poco tormentosa, ambos cometimos errores y nos separamos, años después nos reencontramos y decidimos intentarlo nuevamente. —¿Cuándo la retomaron? —Una semana después de esa foto que fue pública, fui a buscarla, hablamos y decidimos intentarlo a pesar de nuestros errores cometidos años atrás. —¿Cuánto tiempo duro su relación? —Muy poco, a decir verdad, me dejo porque había dicho que me hizo confundir las cosas, que nunca la conocí en realidad, cosas así… Mason cerro los ojos y tomo aire hondo. <<— Creo que te hice confundir las cosas, y realmente lo siento.>> Giro hacia Sophia y Judith, esperaba que en algún punto objetara o detuviera lo dicho por simples rumores, pero no lo hacía, se mantenían en silencio simplemente escuchando. Se sintió asqueado con la situación. Si Sophia no interrumpía, solo significaba que ese testimonio era verdad. 1003 Le dolía el hecho de que su mejor amiga sabia todo eso y aun así la estaba ayudando. Le hirvió la sangre, notando que todavía tenía el descaro de estarle tomando la mano con demasiada fuerza bajo su escritorio, dándole algún tipo de apoyo que no merecía. Sophia observo sobre su hombro a Isaac, quien estaba conteniendo las ganas de reír, ella esperó que estuviese disfrutando su diversión momentánea, porque estaba segura de que cualquier tipo de risa se borraría completamente con los testigos que habían conseguido, ya deseaba ver su cara cuando vieran a su testigo principal. Porque sabía que, entre todo, eso en especial, no se lo esperaban para nada. Este capítulo es muy meh, porque son los testigos de Isaac, así que todo se reduce a mentiras, quiero aclarar que el silencio de Sophia tiene una razón, recuerden que todoestá siendo llevado a cabo por el plan de Aiden, y con los que se desatara el caos será con los testigos de Judith en el capítulo que sigue. Bueno, ya saben cuál era el tan esperado regalo del que Vanesa hablo en la cena con Judith. 1004 Los tqm <3 1005 55. Capítulo cuarenta y nueve 49 | TESTIGOS DE JUDITH. | PARTE 1. ♪ Somebody cut of your eyes, you refuse to see, somebody cut out your heart, you refuse to feel♪ (Alguien corto tus ojos, y te niegas a ver, alguien corto tu corazon y te niegas a sentir)-Drink before the war. Sinead O’Connor. —Está bien, tú ganas —La voz de Sophia suena a mis espaldas, ni siquiera hago el amago por girar a verla, sigo acostada de lado viendo hacia la pared —, puedes llorar, prometo no quejarme, pero de verdad, prefiero eso a verte allí viendo a la nada. —Solo se me fue el sueño. —Llevas varias horas en la misma posición — farfulla. Siento el colchón hundirse a mis espaldas, Sophia se mete bajo mi cobija, se pega a mi cuerpo y pasa su brazo por mi cadera—. No te estoy abrazando, estoy usándote de reposabrazos. Suelto una risa sintiendo como recarga su barbilla en mi hombro. 1006 >>Entiendo que debe ser difícil ver a ese idiota diciendo toda esa basura, y sé que odias que te digan que eres muy valiente, pero lo eres. —No —La interrumpo—, tú no. Sophia suelta una risa. —Lo sé, lo sé, estoy asqueada conmigo misma —Sonrío al escucharla—. Te contaré algo, algo que solo una persona sabe. >>Sé que conociste a mi exnovio, Michael. El imbécil que me hizo una broma de que se metieron a robar a nuestro piso, y yo recuerdo que me asusté tanto cuando vi como le disparo y cayó al suelo, lo único en lo que podía enfocarme era en la sangre que salía de su cuerpo sin parar. Su idea era que yo gritara y corriera, pero no lo hice, me quede allí congelada en mi lugar, completamente aterrada, no pude moverme ni hacer nada más que ver al tipo del arma. Traía una máscara de diablo horrible y él se acercó a mí, yo pensé que iba a morir, estaba totalmente asustada, jamás había sentido un miedo tan real como ese. >>Él se acercó a mí, me empujo a la cama y se subió a mi cuerpo. No me toco, no me hizo absolutamente nada, simplemente me mantuvo contra la cama llorando con un arma en la cabeza. Con todo el movimiento mi vestido se subió casi por 1007 completo, yo pensé que él me iba a violar, de verdad creí que pasaría, y allí deje de tener miedo a morir, lo deseaba, como nada en ese momento, esperaba que cuando acabara me disparara en la cabeza, porque si él no me mataba, me iba a matar yo. >>Después de ese día por un tiempo tuve constantemente ataques de pánico, de la nada, por literalmente algo que solo paso en mi cabeza. Así que, no digas que no eres valiente, porque lo eres, porque yo en tu lugar jamás hubiese salido de allí con vida, yo jamás habría ido a denunciar, jamás podría estar frente a él, y tienes puntos extras por llevar a Mason a destruir de pintura su estudio. —Sophia… —Eso está en mi pasado Jude, no tengas pena por mí, ten pena por el que se atreva a tocarme un pelo, porque se queda sin puta mano. >>Y como extra, claro que me vengue, así que tranquila, que los que necesitan terapia hoy, son ellos. —No podría esperar menos de ti —Sonrío girando un poco para verla. 1008 NARRADOR persona). OMNISCIENTE (Tercera —Ya está listo, pero hay un gran espacio en blanco. —¿A qué te refieres? —pregunta sosteniendo su teléfono contra su oído. Mason —Me refiero a que borraron los registros de cuatro meses —responde Olivia—, intentaran recuperarlos, pero eso puede ser muy tardado y honestamente no estoy segura de que se puedan recuperar del todo. No necesitaba preguntar específicamente a cuáles cuatro meses se refería, porque lo sabía. —¿Quién los borro? —Está bajo orden de Elliot Park. Él fue el que se encargó de borrar cualquier evidencia. Mason bloqueo su teléfono y lo dejo caer contra el escritorio, tomo su botella de agua fría y la coloco sobre su frente esperando que el dolor de cabeza que tenía no aumentara demasiado. Nuevamente se encontraba contra las cuerdas. Y ni siquiera podría preguntar algo al respecto porque Elliot ya ni siquiera trabajaba con ellos. 1009 —Buenos días, solecito —Paxton entro a la habitación dejándose caer en la silla frente a Mason —. Debo ser honesto, pensé que si alguna vez nos encontrábamos en algún juzgado seria por mí, me has ganado —dijo y saco el teléfono de su pantalón y abrió la cámara girándose para tomarse una foto con Mason. —¿Qué haces, Paxton? No estoy de humor. —Dando contenido para twitter —Giro el teléfono y mostró la secuencia de cuatro fotos que ha subido, la primera era una selfie donde se veía al fondo a Aiden manejando y estirando el brazo intentando quitarle el teléfono. La segunda era una foto de él con el policía de la entrada, la tercera era otra selfie de él con una foto impresa de Levi porque había decidido llevarlo en foto para que estuviera presente y la cuarta era la selfie de él con Mason viéndolo molesto al fondo. —¿Qué haces aquí para empezar?, ayer dejaste muy en claro que no te interesaba venir a escuchar a los testigos. —Aiden y yo cambiamos de opinión y decidimos acompañarte. —¿Aiden? 1010 —Si me siguieras en Twitter lo sabrías. —¿En dónde está Aiden? Paxton se encogió de hombros sin verlo ni un segundo. Giselle se detuvo abruptamente al ver a Aiden parado al final del pasillo. Apretó los labios acomodando su cabello, aunque la actitud seria y grosera del rubio le molestaba, quería intentar acercarse a él, después de todo si pensaba llegar a tener una relación con Alexander, debía caerles bien a sus amigos. Había intentado con comida, postres, incluso investigo cosas que le gustaban para fingir que a ella también le agradaban, pero nada funciono, seguía ignorándola como si simplemente no existiera, la trataba como trababa al resto y eso no le gustaba en lo más mínimo, a pesar de que Alex le había dicho que Aiden era muy selectivo y nunca había sido de tener amigos, era imposible que ella se rindiera primero. Dio un par de pasos decididos hacia él, pero se detuvo abruptamente al ver como unos brazos se envolvían por detrás del cuerpo de Aiden abrazándolo por el abdomen. 1011 —¿Estás nerviosa? —pregunto Aiden sin siquiera girarse a ver quien era, porque nadie más que ella se atrevería a abrazarlo así sin más. A excepción de Paxton, por supuesto. —Solo he podido imaginarme vomitando en cuanto suba al estrado. —Eres asquerosa. Giselle abrió la puerta de la sala de Mason y lo vio directamente. —Aiden es un traicionero, está con Judith en el pasillo y se estaban abrazando. —¿Desayunaste alucinógenos? —Le pregunto Paxton directamente. Giselle saltó en su lugar al escuchar su voz. —Es verdad, ella llegó y lo abrazo. —Giselle… —Mason negó aún con la botella en su frente—, estás hablando de Aiden, nuestro Aiden, él preferiría morir antes que… —Te lo juro Alexander, solo párate un segundo. —¿Estás segura de que viste bien? —pregunto Paxton— quizás estaba aplicándole una llave en el cuello y… 1012 La puerta se abrió y por ella entro Richard. — Alex necesito que me acompañes. Mason se puso de pie y siguió al abogado. Giselle se quedó allí parada, completamente molesta, llevo la vista hacia Paxton que la observaba con una sonrisa poco discreta. —Tú sabes que no miento. —Yo no creo que seas una mala persona, creo que eres un poco chiflada e intensa, pero fuera de eso creo que en cualquier otra circunstancia me podrías caer algo bien, así que te haré un favor. >>Si quieres continuar en la vida de Alex, simplemente acepta que te quiere como una amiga, deja de intentar forzar las cosas, debes entender que incluso si él olvida por completo a Jude, eso no hará que te quiera a ti. Ni tú ni nadie debería rebajarse a ser un premio de consolación, mereces más que eso. —Wow, Paxton, estas aquí intentando quitarme del medio para ayudarla, ¿No?, no puedo creerlo, dicen ser sus amigos, pero quieren verlo junto a la persona que mas lo ha hecho sufrir. —Las cosas no son como parecen y probablemente en unas horas ese abrazo que viste 1013 por parte de Aiden se este repitiendo, pero parte de Alex, así que… —Después de todo lo que le hizo, piensas que él se humillara de esa manera. No se si lo notas, pero el esta harto, de esto, de ella… Paxton guardo su teléfono y paso por su lado. — Supongo que tu lo conoces mas que yo. El juicio había iniciado correctamente, los testigos de Alexander estaban al fondo de la sala, al ya haber dado su testimonio podían formar parte del público si así lo deseaban. La jueza observó por encima de sus gafas a Sophia Howard quien estaba de pie frente al estrado. —Su señoría, nosotros llamamos a testificar al señor Henry Clerk. —Muy bien —respondió la jueza mientras las puertas se abrían y por ellas entraba el conocido pintor. —¿El que se supone que hace aquí? —pregunto Mason directamente a Richard quien simplemente se encogió de hombros. 1014 —Supongo que lo sabremos. Después de que dijera su nombre e hiciera él juramente, Clerk subió al estrado y observo a Sophia intentando aguantar sus ganas de reír al verla tan seria. —Señor Clerk, ¿Podría decirnos de donde conoce a Judith Bennet? —La conocí en una fiesta, después de esa fiesta yo la busqué me gusto su trabajo y le ofrecí practicar en mi estudio y ella aceptó y lo hizo por unos meses. —¿Podríamos ver la evidencia de defensa B, nuevamente? —pregunto Sophia y la jueza asintió, así que en las pantallas apareció por segunda vez la foto de Douglas besando a Judith. —Señor Clerk, ¿Podría describirme lo que ve en esta foto? —A Douglas Wilson y Judith Bennet, están ambos en la entrada principal de mi edificio. —¿Ese edificio es suyo únicamente? —Si —respondió Henry—, soy el único titular. —¿Cualquier persona tiene acceso a él? —No, el acceso es muy limitado, solo se permite entrar a mis estudiantes y trabajadores en su horario 1015 correspondiente, solo pueden entrar con su identificación, así lleven años en las instalaciones, todos los días tienen que entregarla en la entrada. También pueden entrar si tienen cita, o solicitando el acceso, y este sea concedido por mí. —Objeción —hablo un abogado de Mason—, irrelevante. —Estoy sentando las bases —Aclaro Sophia y la jueza asintió hacia ella. —No ha lugar, puede proceder señorita Howard. Isaac contuvo el impulso de golpear a su abogado, tiene un equipo completo y no pueden hacer algo tan simple como detener un interrogatorio. Sophia sonrió y giro nuevamente a Henry. — Judith Bennet al tener acceso, ¿Podría permitir la entrada de otras personas? —Únicamente yo puedo permitir la entrada. Cualquier otra persona tiene que registrarse. Así que, si el señor Wilson me solicito a mi el acceso. Dijo que quería conocer a Judith, y generalmente no hago esos favores, pero su padre es un buen colega. Yo le pedí a Judith que se acerca al edificio, no le dije para que, hasta que estuvimos frente a frente. 1016 —¿Usted los presento? —No, no fue así, yo acompañé a Judith a la sala en la que Douglas nos esperaría, pero no se encontraba allí, pensé que ya se había ido, yo tenía que irme y me fui, lo último que tenía entendida es que Judith se iría después de mí. —Entonces el señor Wilson nunca se refirió a Judith como su pareja o viceversa. —No, por mensajes claramente se refirieron a ella como una desconocida. —Objeción —hablo nuevamente el mismo abogado—. La respuesta es especulativa. —Existe evidencia que… —Todos aquí sabemos que las capturas de pantalla no proceden como prueba y aquí estoy viendo capturas de los mensajes del padre de nuestro testigo Douglas Wilson y el mismo, los mensajes claramente pueden ser manipulados. —Le mostraría mi teléfono, pero fue apagado y entregado a un perito de la fiscalía —Interrumpió Henry—, así que las pruebas son certificadas por un dictamen pericial, ¿No debería saber eso ya? Ese es 1017 su trabajo, así que puede meterse su objeción por él… —Señor Clerk, será removido de la corte, es su única advertencia. Henry no fue removido, ahora estaba sentado junto al público observando a la siguiente testigo, su asistente. —Después de que el señor Clerk se fue, ¿usted continuo en el edificio? —Si, mi horario finalizo horas después. —¿Vio irse al señor Clerk? —No lo vi irse porque estaba atendiendo a Douglas Wilson. —¿Cómo se encontraba atendiéndolo? —Me pidió darle un breve recorrido, al principio no me pareció buena idea, ya que Henry y Judith estaban próximos a llegar, pero se veía muy ilusionado, así que le hice un muy breve recorrido, cuando volvimos a la sala me pidió permiso de 1018 utilizar el baño y me pidió una botella de agua, tuve que bajar a la cafetería y conseguir una. —Así que usted presenció supuestamente se conocieron. cuando ellos —No exactamente, yo llegué a buscarlo al baño nuevamente, pero un chico del departamento de escultura me dijo que no había nadie dentro, así que supuse que había regresado a la sala, y cuando me acerque escuche su voz y entre para entregarle su agua y allí estaban ellos, Judith y Douglas. —¿Recuerda lo que vio cuando entro a la sala? —Estaban platicando, no escuche nada de lo que dijeron, más bien no puse atención, y me detuve porque pensé que algo andaba mal con Judith, se veía agitada, parecía asustada, preocupada, no tuve oportunidad de preguntar nada, en cuanto abrí la puerta ella salio corriendo. En ese momento entro el mismo chico de escultura para pedirme que fuera con el porqué al no estar Henry, digo el señor Clerk, yo debía tomar nota de unas cosas pendientes que tenían. Iba a seguir a Judith, pero el señor Wilson dijo que simplemente le había entrado una llamada que le había preocupado y que él iría a ver como estaba y que yo fuera al departamento de escultura. 1019 —¿Eso fue todo? —Después de unos minutos regreso y dijo que todo estaba bien. Que se había emocionado porque vería a su hermano. Supuse que era real, pensé en ese momento que ¿Cómo habría inventado algo así si ni siquiera la conoce?, él no podía saber que tenía un hermano. —Muchas gracias. Cuando Isaac vio entrar al tercer testigo frunció el ceño, no lo reconocía para nada, había pronosticado todos los pasos que Judith daría en ese juicio, había sabido incluso antes de que subieran que Henry y la asistente de este subirían al estrado, pero al señor que se encontraba haciendo el juramento no le sonaba de ningún lado. Douglas que se encontraba sentado a su lado, le dio un ligero empujón con la pierna. —¿Y ese anciano que? —Ni puta idea. Sophia se colocó frente al señor y hablo. —Usted dice en su testimonio que presencio ese beso. El hombre asintió. —Si, así fue. —¿Podría narrarnos lo que vio? 1020 —Vi a la señorita Bennett salir corriendo del edificio, estaba llorando, parecía estar en medio de un ataque de pánico, después vi al otro tipo que no tengo idea de su nombre, pero salió detrás de ella, la tomo por el brazo, ella se alejó, empezaron a discutir y entonces el se acercó y la beso, ella se alejó inmediatamente y le dio una bofetada, después de eso ella salió corriendo y el señor Wilson se quedó un par de minutos allí en la entrada y después volvió a entrar al edificio. —Objeción —Nuevamente un abogado de Alexander se puso de pie interrumpiendo—, su señoría, este testimonio parece un diálogo aprendido, fue demasiado específico recordando cosas como el tiempo que estuvo el señor Wilson parado allí. Carece completamente de credibilidad. —Indudablemente es aprendido —hablo el hombre encogiéndose de hombros—. Lo vi muchas veces. Isaac masajeó su frente al entender perfectamente frente a quien estaban. ¿Cómo mierda lo habían conseguido? Sophia podía tener algo de poder por su padre, pero sabia que no lo suficiente en el mundo de el espectáculo, alguien les ayudo, sin duda. 1021 Henry observó al hombre que había sido una pesadilla encontrar, él tenía cámaras externas en su edificio, así que conseguir su cara había sido fácil, pero dar con él había sido todo un dilema, dilema que Aiden había tenido que resolver con mucho dinero. —Por favor sea más específico —pidió la jueza. —Bien, yo vi muchas veces ese beso porque yo fui quien vendió la foto. El abogado de Alexander se volvió a sentar y giro hacia Isaac. Pero él estaba matando con la mirada al paparazzi. —Entonces, ¿Usted tomó esta foto? —Sí, fuimos contratados cuatro camarógrafos. En el edificio hay cuatro salidas, así que teníamos que estar cubriendo todas y la indicación era esperar a la señorita Bennett y fotografiarla todo el tiempo. —¿Quién los contrato? —Fue totalmente anónimo. —Entonces, ¿Fue la única foto que tomo? —No, nunca tomo una sola foto, siempre tomo miles de fotos, así sea de algo de segundos. Después, 1022 selecciono las de valor y termino borrando la mayoría. —¿Cuántas específico? seleccionó en este caso en —Diez, pero solo usaron una. —¿Las diez eran del beso? —Ese beso duro menos de un segundo. Con suerte pude tomar esa foto. —¿Podría fotografías? describirnos —Objeción Alexander. —Interrumpió las otras el nueve equipo de —No la mantengo —dijo la jueza viendo al testigo—. Continúe… —Bien, esas fotos son la secuencia de lo que ya conté, el cómo sale del edificio, él llega, el beso, la bofetada, como sale corriendo, ella llorando. —Disculpe señoría, nuevamente tengo que objetar, esas son especulaciones, incluso si las fotos existen pueden ser manipuladas en beneficio al testimonio. 1023 La jueza asintió un par de veces y cuando estaba a punto de hablar, Sophia interrumpió. —Para la tranquilidad del equipo del señor Macovei, contamos con videos —El abogado de Alexander se sentó dejando el micrófono a un lado —. Su señoría, moción para la admisión de la pieza setecientos veinte siete del demandante, como video de evidencia. La jueza habló nuevamente. —Bien, corre video siete, dos, siete en evidencia En las pantallas se comenzó a reproducir el video tomado por el mismo paparazzi en donde se pudo ver segundo a segundo que era verdad todo lo que decía. —Escúchame —Pidió Isaac escondido detrás del chico de seguridad. —Alexander, cálmate —hablo observando todo desde una esquina. Richard —Dijiste que esas fotos habían sido reales. —Estoy igual de consternado que tú —respondió Isaac—, claramente me manipularon, alguien va a 1024 ser despedido hoy. —Necesitas mantener la calma —Volvió a hablar Richard—, aunque ese beso fue sin consentimiento, ella al no contarlo sigue siendo una falta al contrato que… —Me importa una puta mierda el contrato, y la demanda y todo lo demás… —Eso no cambia lo que paso, aunque el beso y la relación con Wilson no fueran como nos habían contado, todo lo demás siguió exactamente igual, simplemente la cagamos en quitarle el dinero y se lo repondremos y que se largue de una vez por todas. Mason se fue a sentar nuevamente aflojando por completo su corbata y quitándola de su cuello. En cuanto se distrajo, Isaac salió corriendo y Richard detrás de él. —¿Puedo pasar? —pregunto Aiden desde la puerta. Mason asintió sin girar a verlo. —¿Cuántos testigos quedan? —Uno —respondió sentándose frente a él. 1025 —¿Estás bien? —pregunto Mason viendo a su mejor amigo. —Si… en aproximadamente una hora me vas a odiar, pero todo bien. —¿De qué hablas? —Te mentí en muchas cosas, y me arrepiento, pero lo peor de todo es que no lo cambiaria, porque la seguridad de Paxton estaba de por medio, si hubiese sido la mía no me habría importado, pero no era así. —¿Paxton de nuevo está en problemas con esa clase de gente? —No, no, no es nada de eso. Richard entro al lugar tomando su maletín. — Vamos, acabo el descanso. Aiden se puso de pie caminando hacia la salida. —Aiden… -hablo Mason, él se detuvo en la puerta y giro a verlo sobre su hombro. —Ya lo sabrás, tranquilo. 1026 Todos estaban nuevamente en su lugar. Isaac tomó dos pastillas para dolor de cabeza y observo la nuca de Judith aniquilándola con la mirada. Un cabo suelto, es lo que es ella. Con tantas armas alrededor le gustaría mandar todo a la mierda y alcanzar una y simplemente apretar el gatillo justo en su frente y desaparecerla por completo. Es lo que debió hacer desde un principio. Douglas se volvió a sentar a su lado. —¿Qué demonios haces aquí?, pensé que te irías. Douglas lo observo con el ceño fruncido. —Es lo que estaba a punto de hacer, pero uno de tus idiotas de seguridad fue a decirme que tú pedias que me quedara para dar un último puto testimonio. —¿De qué estás hablando? —pregunto Isaac viendo como las puertas del juzgado se volvían a cerrar. Sophia comenzó a hablar para dar la introducción del último testigo—. Yo estaba ocupado evitando que Alexander reventara mi puta cabeza, no te mande a decir nada con nadie. Douglas giro viendo al público y apunto a un chico al fondo. —Me lo mandaste a él. 1027 Isaac giró a ver hacia el chico que decía. — ¿Nathaniel?, ni siquiera sabia que estaba aquí — Isaac se dejó caer sobre su asiento esperando que el maldito testigo se presentara. Judith escuchó como las puertas se abrían y giro a ver sobre su hombro a su testigo, el también la vio inmediatamente, y al su mirada encontrarse el levanto su mano a la altura de su cara, elevo su dedo indice y medio simulando una pistola y se colocó la mano en la frente haciendo el ademán de estarse disparando así mismo. Judith soltó una risa llamando la atención del resto de las personas, todos giraron al mismo tiempo para ver al hombre parado en la entrada, el camino hacia el estrado sin inmutarse ni un poco con todas las miradas. La jueza usó su mazo al escuchar el ajetreo por parte del equipo de Alexander. —Orden en la sala. Un policía se colocó frente al testigo con una biblia en la mano. —Levante la mano derecha, por favor. ¿Jura solemnemente decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, por la gracia de Dios? —Lo juro. 1028 El abogado de Alexander, específicamente el más leal a Isaac giro a ver a su jefe, pero Isaac estaba completamente tenso en su lugar, ni siquiera parecía respirar. —Diga su nombre, para que conste en el acta. El testigo observó a Judith por unos segundos y le sonrió ligeramente antes de hablar. —Elliot… Elliot Park. El lugar se inundó de un silencio inquietante, lo único que se pudo escuchar de fondo fue la risa de Paxton. Los tqm, graaaaacias por leer y por sus comentariossss, me hacen feliz. <3 1029 56. Capítulo cuarenta y nueve pt.2 49 | TESTIGOS DE JUDITH. | PARTE 2. ♪ This is the end, hold your breath and count to ten ♪ (Este es el final, aguanta la respiración y cuenta hasta diez )-Skyfall. Adele. —Creo que en toda mi vida jamás tuve miedo, sé que suena poco realista, pero es la verdad, y me refiero a un miedo real —Observo la roca en mi mano y la lanzo viendo como se hunde de inmediato —. Pero ahora es lo único que siento, cada minuto de cada día, tengo miedo… —murmura, lo observo en silencio mientras él lanza la roca al lago, su roca da un par de saltos antes de hundirse. Una pequeña bebé de mejillas rosadas se para frente a nosotros y nos entrega una roca a cada uno—, miedo a que le pase algo, a que le hagan algo, a que termine con un idiota como yo, como Isaac como literalmente cualquier hombre, la quiero tener encerrada para siempre, que nadie pueda nunca lastimarla. 1030 —Estás haciendo un gran trabajo, Elliot. Se nota, de verdad. Y tu cambio es bastante notorio. Él sonríe sin quitarle la vista ni un segundo a la niña que corre frente a nosotros. Observo sobre mi hombro a Nate quien se mantiene a una distancia considerable, pero no me quita la vista de encima. —No puedo creer que me hayan encontrado. —Sí… bueno Aiden es muy persistente. Y reviso todos tus pasos antes de que desaparecieras — Lanzo la roca viendo cómo se hunde nuevamente. Elliot la lanza después de mí haciendo que rebote ahora tres veces. —¿Así que terminaste casándote con una psiquiatra? ¿Estás seguro de que si te quiere bien y no estás siendo su experimento? —Bromeo. Elliot suelta una risa. —Al inicio lo fui, me siguió como una loca para decirme que tenía un trastorno explosivo intermitente porque le grité en un semáforo, me harte de ella a los cinco minutos le grite y la tome por el brazo y la intenté llevar a la fuerza lejos de mí y me rompió la nariz. —Vaya, pues una historia muy romántica La bebé apareció nuevamente frente a nosotros, entregándonos una roca y ahora dándole una flor a 1031 Elliot. Él se agacha a su altura y le deja un beso en su mejilla haciéndola reír. Se vuelve a poner de pie en cuanto se va. Suelto una risa al ver a Nate con su mano extendida hacia el cielo y lo que parece ser un colibrí está dando vueltas a su alrededor. —Se tomó algo en serio su trabajo de cuidarte — dice Elliot a mi espalda. —Es de las mejores personas que he conocido — Giro nuevamente hacia el frente lanzando la ronca, viendo como se hunde de inmediato. Elliot suelta una risa apuntando hacia mi mano —. Eres pésima, ¿Puedo? —asiento y me entrega la roca colocándose detrás de mí, toma mi mano y la lleva hacia atrás tomando impulso, suelto la roca en cuanto empuja mi brazo hacia el frente, abro la boca sorprendida al ver cómo salta tres veces—. Y así de fácil —dice soltándome. —¿Listo? —habla Aiden llegando detrás de nosotros. Elliot asiente mientras Sophia llega acomodando mejor sus gafas de sol. Siento un brazo pasando por mis hombros y observo a Nate sonriéndome. 1032 —Elliot, gracias… —murmuro. Sophia se acerca y me lanza un puñetazo, pero Nate me envuelve en sus brazos recibiéndolo por mí. —Pero… —Un hombre no merece felicitaciones ni aplausos por empezar a tratar a una mujer como mínimamente se merece. >>¿Ahora respetas a la gente?, pues felicidades, es lo básico de los valores humanos, ¿Ahora eres una persona medio decente? Bien por ti y tus nudillos que no golpean paredes como un puto… — La bebé de Elliot la interrumpe colocándose a sus pies extendiendo sus brazos hacia ella. Sophia la observa con los brazos cruzados y labios fruncidos —. Vete feto, camina con esas piernitas diminutas lejos de mí… dios, es adorable, quiero pellizcar sus mejillas hasta hacerla llorar. —Vamos en mi auto para no levantar sospechas, acompáñenme primero a dejarla con Heather —dice Elliot entre risas alejando a su bebé completamente de Sophia. —Es como una versión de Elliot que si me pudiera caer bien —murmura Sophia siguiéndolo con Aiden detrás de ella. 1033 Nate y yo nos quedamos parados frente al lago. —Esto es una locura, ¿No crees? —Completamente —murmura él— pero Elliot si tiene acceso a todos los registros de circuitos de seguridad, y si Isaac ve que todo fue borrado bajo su nombre creerá que esta seguro, no sospechara nada, necesitamos tenerlo con la guardia baja y la verdad llámame idiota, pero creo que las personas si pueden cambiar. —Idiota —bromeo haciéndolo reír—, ¿Pudiste tocar al colibrí? —él asiente y yo niego—. No es cierto, ¿No es imposible? —No, solo debes estar muy quieto, cuando era niño mi mamá tenía un santuario de colibrís en nuestro jardín. Aprendí a estar cerca de ellos. —Debió ser muy lindo. —Si, lo fue. El pequeño colibrí pasa volando frente a nuestras narices, extiendo la mano emocionada, haciendo justamente lo mismo que había hecho Nate, pero pasan los minutos y nunca se acerca a mi. Empujo a Nate lejos de mí cuando suelta una carcajada al ver mi cara de indignación. 1034 NARRADOR persona). OMNISCIENTE (Tercera —Orden —Exigió la jueza mientras Sophia estaba frente a Elliot. —Señor Park, ¿Conoce a Judith Bennett Jones? —Si, así es. —¿Cómo la conoció? —Hice que cayera al piso por accidente al intentar abrir una puerta corrediza, después de eso comenzamos a salir de vez en cuando y comenzamos a tener una relación sentimental un año después. —¿Conoce a Alexander Macovei? —Sí, trabajaba para él. —¿Qué trabajo desempeñaba. —Era el jefe de su seguridad interna. También era parte de la seguridad Elite de Isaac, que, básicamente, son su seguridad más cercana. —¿Volviendo a su relación con Judith, cuánto tiempo duró? 1035 —No tengo idea, nunca conté los meses. —Señor Park, ¿Usted estuvo presente cuando la señorita Bennett firmó el contrato? —No, no estuve, y después de que firmo ese contrato me fui de la ciudad, y volví hasta que me lo pidieron, ya que les preocupaba que Judith parecía estar teniendo un acercamiento con Alexander. Mi misión era tener sexo con ella en la oficina de Isaac, para ellos después mostrárselo a Alexander, había una cámara grabándonos. —Objeción Alexander. —Interrumpió el abogado de Elliot ni siquiera giro a verlo y continúo hablando. —Pero lo único que grabo fue cuando Judith me decía que no y yo la golpee por eso. El silencio fue completamente mortal. —Señor Park… —La jueza inicio a hablar, sin embargo, se incorporó de un salto cuando vio a Mason poniéndose de pie. Antes de poder siquiera decir una palabra, Mason ya había cruzado hacia el estrado y tenía a Elliot tomado por el cuello—. Señor Macovei vuelva a su lugar de inmediato. 1036 —¿Qué mierda acabas de decir? —grito Mason mientras un policía ya corría a alejarlo de Elliot. —Lo siento, digo la verdad —El puño de Mason golpeo directamente al rostro de Elliot haciendo que su cuerpo entero fuera lanzado hacia atrás, cayendo directo al suelo de manera aparatosa. —Siiii —grito Paxton poniéndose de pie aplaudiendo—, pícale los ojos a ese hijo de… — Aiden jalo a Paxton con fuerza, obligándolo a sentarse nuevamente. —¡Orden! —vocifero la jueza—. Señor Macovei vuelva a su lugar ahora mismo, ya no le daré más advertencias, esta fue su ultima, siéntese o será sacado de esta corte y no se le permitirá la entrada ni un segundo más, y por supuesto que por esto va a pagar una multa. —Vuelve a tu puto lugar, idiota —susurro Sophia detrás de Mason, después carraspeo al ver como la jueza la veía—. Señor Macovei por favor siéntese y no nos haga perder más tiempo. Mason respiro pesadamente y se dejó llevar por el policía a su lugar mientras otro ayudaba a Elliot y le entregaba un pañuelo para limpiarse el labio roto. Paxton levanto ambos pulgares hacia Mason en 1037 señal de apoyo y Aiden a su lado golpeo sus brazos para que dejara de alentarlo. —Como decía, Judith se alejó de Alexander después de eso, y por un mes no hablaron, yo estuve ese mes cerca de Alexander y le hice creer que seguíamos juntos y yo era la razón por la cual Judith lo consideraba un error. Isaac creyó que ya estaba solucionado, así que no hizo más. Sin embargo, ellos… —Objeción su señoría… —… Continuaron viéndose, así que Isaac y yo, con ayuda de Vanesa contactamos con Douglas Wilson. —Señor Park —Interrumpió la jueza—, voy a tener que pedirle que deje de hablar y se limite a responder. Voy a ceder la objeción en este caso. Siguiente pregunta, señorita Howard. Sophia asintió y giro hacia Elliot. —¿Usted supo del beso de…? —Si, Vanesa lo planeo con Isaac y Douglas, la idea era que de alguna manera él debía ir a la calle con Judith y besarla, yo fui el encargado de pagarle a los camarógrafos. Eran cuatro, estaban esperando en cada salida. 1038 —Objeción. —Esos días estaba más que claro para cualquiera, lo enamorado que Alexander estaba de Judith, estaba en el ojo público una y otra vez por consecuencia de lo que hacía por ella. Así que Isaac un día antes del baile que dio Ana Lewis fue a buscar a Judith, entramos a su departamento gracias a Vanesa, no sé que paso al inicio porque yo estaba cumpliendo mi tarea que era robar el teléfono de Alex para que Judith no se pudiera comunicar con él. —Objeción por falta de bases. —Ha lugar, siguiente pregunta. Sophia tomo aire hondo y vio a Elliot directamente. —¿Usted, presencio cuando… —También robé el teléfono de Judith esa misma tarde, y mi trabajo fue dejarla encerrada en su departamento, Vanesa se había encargado de limpiarlo esa tarde, así que no habría nada que pudiese usar. No contábamos con que escapara saltando del edificio y fuera corriendo a contarle todo a Mason. —Señor Park su testimonio será totalmente removido y usted será sacado de esta corte, esta es su única… 1039 —Tu cara me suena —Interrumpió Elliot viendo directo a la jueza—, déjame pienso… —¿Disculpe? —¿Gloria? —Elliot observo el lenguaje corporal de la jueza y negó—, no, entonces ¿Gema?, ¿Greta? ¿Grecia? —El ceño de la jueza se hundió un poco—, ah, ya veo es cercano a Grecia entonces, ¿Grace? —Señor Park no permitiré… —Grace entonces, lo sabía, estás en la nómina de Isaac. Yo estuve allí por varios años, recuerdo los nombres… —Está bien —Interrumpió la jueza—, no permitiré estas… Elliot giro a ver a Aiden por un segundo pensando en si continuar o no, sin embargo, Aiden asintió. —Como decía antes de que Gracie me interrumpiera… Judith llegó al edificio y no encontró a Mason, encontró a Aiden, el lo estaba esperando porque también fue amenazado, debía hacer que Judith se fuera de ese edificio, pero no lo logro. —Señor Park, le voy a pedir que salga de la corte —La jueza asintió hacia un policía y él comenzó a 1040 acercarse a Elliot. —El video sexual que salió a la luz, fue una de las amenazas para que Judith firmara para empezar, al final salió a la luz, pero no por parte de Isaac, por parte de Vanesa, en él se puede ver a Judith completamente drogada siendo abusada sexualmente por Douglas y sus amigos. Ah y eso no era un secreto para Isaac, el sabia que se trataba de un abuso, tuvo en sus manos los registros médicos que lo confirmaban, y la denuncia que el padre de Douglas compro así que quedo sin proceder. —Señor Park, salga en este mismo momento. —Rohypnol, así se llama la droga que le dieron Judith para grabarla, es un hipnótico, puede caer completamente dormida o estar despierta sin sentir absolutamente nada, esta droga produce amnesia anterógrada, o sea que no importa que tanto luchara por mantenerse despierta, aun así ella jamás recordaría lo que paso. >>Uno de los hombres de ese video se llama Sergio y fue con quien Isaac hizo que Judith terminara cediendo, porque amenazo con contratarlo como seguridad de Monet. 1041 —Señor, por favor, póngase de pie —pidió el policía y así lo hizo. Isaac se paró completamente enfurecido viendo a Elliot. —Hijo de perra, no sé que planeas inventando estas atrocidades, pero… Elliot tomo su teléfono. —Todos los vehículos tienen seguridad, cámaras, y sistema de sonido, así que, Isaac, ¿En donde estabas tú cuando hiciste la amenaza a Judith? —pregunto Elliot viéndolo directamente. —Sácalo —ordeno la jueza al policía. Elliot sonrió viendo la cara de Isaac. —Ya recordaste, lo veo en tu cara, y si, estabas sobre mi camioneta —Y con eso presiono un botón en su teléfono comenzando a reproducir un audio. “No solo destruiré su carrera, destruiré su puta vida, me encargaré de ensuciar tanto su imagen que sus opciones se limiten a volver a nacer, y si no tienes suficiente, arruinaste la sorpresa, esperaba que pudieras contenerte hasta mañana, pero mmm…” Elliot detuvo el audio y cambio la imagen en su pantalla. —Cambiemos de ángulo —murmuro ahora mostrando la cámara de seguridad del elevador. La 1042 voz de Elliot volvió a sonar, aunque esta vez no tan clara se entendía igual. “¿Cómo se llama la niña esa? Monet, si claro, ella, Preciosa, ¿no? Muy bonita para su propio bien, así que le conseguí seguridad, ¿El nombre de Sergio te suena? Tu amigo Douglas me paso su contacto” Elliot comenzó a mover la mano en su pantalla mostrando todos los videos, de seguridad, desde el inicio. Y se detuvo en un audio donde su propia voz salió del parlante “Ah, y Jude, recuerda que de ti depende que camino tomara el futuro de Mason y Monet, sin presiones, preciosa” —Suficiente —La voz de la juez sonó por toda la sala—. Señor Park, queda detenido por… El policía giró a Elliot con fuerza, quitándole el teléfono de la mano y tomando sus brazos llevándolos a su espalda. Sin embargo, Elliot siguió hablando. —Creo que te hice confundir las cosas, y realmente lo siento, me quiero ir y esta vez en serio, no hay nada que me ate a ti, el contrato termino, no te quiero para nada, nunca lo he hecho, nunca te he amado, nunca te deje conocerme, nunca, nunca, nunca mil cosas mas, ¿Sabes a lo que debo renunciar todos los días para estar contigo? No lo vales. —¿Qué? —murmuro la jueza sin entender. 1043 Sophia no baja del estrado continua parada allí observando como detenían a Elliot y lo llevaban arrastrando. La jueza giro hacia Sophia. —Señorita Howard, por favor. —Quiero solicitar una última cosa… —hablo Sophia—. En el testimonio de la señorita aquí presente, Vanesa, dijo que a las cuatro y treinta y nueve de la tarde, Judith la había llamado completamente feliz y emocionada por reencontrarse con quien ella asegura tenia una relación emocional, y en la prueba otorgada por nuestro testigo Henry Clerk podemos ver en las cámaras de seguridad del lateral de su edificio a Judith a las cuatro treinta y nueve de la tarde y se encuentra en una llamada y durante aproximadamente quince minutos no habla, simplemente respira hondo y evidentemente se puede ver como llora, y no de felicidad. >>También, en el testimonio del señor Isaac, aseguro de unas transferencias y negó completamente la existencia de una última cláusula, así como también negó las amenazas y también tenemos pruebas que demuestran todo lo contrario. Pasando al testimonio del señor Wilson, dijo que ese beso fue completamente consensuado, ahora sabemos que también fue mentira. 1044 —Vaya al punto, señorita Howard —hablo Isaac aun de pie observándola fijamente. —¿Jura solemnemente decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, por la gracia de Dios? No sé si lo sepan, pero es un juramento real, y en caso de que no se cumpla, se considera delito por falso testimonio y se paga con cárcel. —Existe el derecho de defensa —hablo Douglas poniéndose de pie a su lado. —Si, por supuesto, y ese es otorgado únicamente al acusado, así que la única persona aquí que tiene, por así decirlo, derecho a mentir, es Alexander por ser el demandado —Ambos hombres observan a Sophia sin decir absolutamente nada y ella continúa —. El código penal de delito por falso testimonio no consiste simplemente en no decir la verdad, no puede faltarla sustancialmente, no puede alterarla de ninguna manera, ni dar inexactitudes, o silenciar hechos y datos relevantes que se conozcan. Por cierto, Richard… Richard asintió levantando la mano hacia Sophia, sabía lo que diría por qué no se había equivocado cuando sospecho que esta era la idea detrás de todo. —Sé cómo funciona señorita Howard, el abogado también incurre en delito si presenta testigos falsos. 1045 —Si tan solo alguien hubiese objetado para detener sus mentiras, ay, ese alguien era yo, pero que distraída soy —hablo Sophia bajando del estresado. Richard giro a ver a Alexander quien se mantenía en una postura totalmente rígida. —Bueno hijo, por esta razón no podía permitir que te pusieras de pie, habrías interrumpido y detenido todo el proceso. Necesitábamos llegar a este… —Richard se detuvo al verlo. Reconoció lo que le estaba pasando a Alexander en ese momento, estaba con los ojos cerrados y con una mano masajeando su sien de manera distraída, “inmovilidad tónica” lo había visto muchas veces antes con otros clientes, a veces procesar demasiada información negativa podía causar esa reacción en el cerebro, paralizarlos o hacerlos disociar. Tomo su hombro con suavidad mientras Sophia continuaba hablando. —¿Disculpe su señoría, pero podría hacer lo que hizo con nuestro testigo? O sea, pedir la detención inmediata, entiendo que primero la sala debe deducir el testimonio de los particulares, pero en este caso en específico, no. La jueza Grace asintió. —Si, yo… —El chirrido de una silla provoco el jadeo de varias personas—. 1046 Señor Alexander por favor vuelva a tomar asiento. Mason se giro y comenzó a caminar hacia Isaac. —Alex, escúchame, esto está manipulado y… —Señor Macovei —El grito de la jueza lo detuvo por completo—, le pedí que volviera a su lugar o voy a solicitar su detención de inmediata, ya fue suficiente de todo esto. Mason sonrió sin quitarle la vista a Isaac. — ¿Escuchaste? Ojalá compartamos celda —El puño de Mason conecto directamente al rostro de su manager, la sangre de Isaac salpico su cara casi de inmediato. Los jadeos sonaron por toda la sala. Aiden corrió hacia Mason, pero un policía se interpuso llegando primero a él. —No me toques —Rugió Mason hacia el oficial. —Deténganlo, ya. Mason se lanzó hacia Isaac haciendo que ambos cayeran al piso y comenzó a golpearlo una vez tras otra. El policía se lanzó hacia Mason jalándolo por los brazos, pero no pudo hacer mucho. Otro policía llegó y entro los dos lograron separarlo. 1047 —Nadie más se acerque —Ordeno la jueza al ver a Paxton y Aiden a los laterales intentando llegar a Mason. La jueza observó con algo de nervios como parecía estar todo a punto de salirse de control, necesitaba sacar de inmediato a Alexander de esa sala o podría salirse todo de sus manos. Se había arrepentido de pedir que la seguridad de ese juicio fuese casi nula, al estar tratando con contratos secretos y privados creyó que era lo más conveniente. Eso y que Elliot Park tenía razón y tenía un pacto silencio con el equipo de Macovei. Pero ahora su carrera estaba en peligro, así que debía hacer algo de inmediato, sin embargo, la voz de Mason sonó en ese momento por encima de la del resto. —Voy a hacer que cualquier tipo de cargo que se presente en su contra desaparezca, cualquier mancha en su expediente. Los contrataré en mi equipo de seguridad y ganarán el triple de lo que ganan aquí, pero suéltenme de inmediato y no permitan que nadie salga de esta sala. Eso va para todos los policías de aquí. La jueza jadeó indignada. —Señor Macovei, usted está en severos problemas legales, no puede 1048 sobornar a la ley. Despídase por muchos años de su libertad. —Bien —dijo uno de los policías que lo tenía tomado por el brazo—, yo si acepto. —El soborno no le molesto cuando fue con Isaac acobrar el dinero que me aseguraba la victoria de este caso, ¿O sí? —pregunto Mason. El segundo policía soltó su brazo y Mason volvió a lanzarse contra Isaac quien estaba siendo ayudado por uno de los abogados. Con un gruñido brutal lo tiro al piso y se colocó encima de él golpeándolo consecutivamente. Con cada golpe que da se llenaba de más sangre. Violento, enojado y completamente fuera de control, no escuchaba los gritos de Ana, o Giselle, ni los intentos de Aiden por separarlo, no le importaba el grotesco sonido que sus puños provocaba al golpear sobre la carne de Isaac. Los policías se colocaron en las entradas negándole a la salida a cualquier persona. Todo el lugar había entrado en completo estado de violencia. Sophia llego corriendo hacia Judith gritándole por encima del ruido. —Rápido Jude, dame la carpeta negra. 1049 Judith observaba completamente consternada, tomo el folder pesado y se lo entrego a Sophia quien salió corriendo de inmediato. —¿Qué mierda hacemos? —grito Leo viendo a su alrededor. —¡Vamos a morir! —grito Eva asustada. Desde donde estaban ya ni siquiera podían ver a Mason, a Aiden o a Paxton todos corrían de un lado a otro y la mayoría estaba rodeando a Isaac y Mason. —Vamos con Sophia —grito Jude corriendo detrás de la rubia, pero se detuvo abruptamente al verla corriendo directo a los testigos de Isaac, en cuanto llego a ellos lanzo el folder directamente a Vanesa. —¿Qué mierda haces Sophia? Tú eres la abogada —grito Judith intentando llamar su atención. Pero nada funciono. Giro asustada hacia Leo—. Haz algo. —Yo lo hago —grito Eva corriendo hacia Sophia y Vanesa al llegar a ellas tomo a Vanesa del cabello y la separo de Sophia empujándola al piso. Judith soltó un grito. —¡No, idiota, que las separes, no que te unas! 1050 —Yo lo hago —dijo Leo parado a su lado cruzado de brazos—, un minuto más, y ayudo. —Ve —grito Jude. Leo soltando un suspiro obedeció acercándose a las tres mujeres que peleaban en el piso. JUDITH. Descontrol, expresión. posiblemente en su máxima Eso es justo lo que tengo al frente, todos mis nervios están activados, no sé qué hacer. Doy un paso hacia atrás, completamente asustada. Giro a ver a los policías que simplemente están funcionando como barreras. Un escalofrío me recorre por completo al ver entre todo el descontrol al único hombre de pie sin hacer ni un solo movimiento, solo viéndome fijamente, cuando nuestras miradas conectan sonríe abiertamente. Douglas parece un demonio completamente imperturbable, ajeno al resto de personas. 1051 El asco escala como fuego por mi garganta, pero de pronto me doy cuenta de que, a demás de eso, nada, no hay nada más, ni miedo, ni llanto, ni pánico… Solo asco. Una risa sin gracia brota de mis labios y eso hace que su sonrisa se borre ligeramente, la sorpresa e incredulidad cruzan por sus ojos. Camino en silencio hacia él haciendo que su sonrisa vuelva a aparecer. Los gritos, el ruido, los golpes, todo desaparece a mi alrededor, lo único que puedo escuchar es mi respiración, justo como en la cabaña. Solo yo y el sonido de mi propia respiración agitada. No me detengo hasta tenerlo frente a mí. —¿Me extrañaste, gatita? Un chico que reconozco del equipo de abogados de Sophia se interpone, pero Douglas lo empuja de manera violenta separándolo de él. Tan pronto como lo aleja se lanza hacia mí tomándome del cuello, cortándome la respiración. Mi garganta arde y mi piel duele, pero no puedo pensar en otra cosa que no sea ¿Eso es todo?, el monstruo de mis pesadillas, la bestia que me siguió noche tras noche era él, lo tenía frente a mí intentando ahogarme y no me provoco nada, más 1052 que pena. Elevo mi pierna con fuerza dándole justo en su entrepierna provocando que me suelte y su cuerpo se lance hacia el frente del dolor cayendo frente a mí. Tomo su cabello envolviéndolo entre mis dedos y golpeo su cara contra mi rodilla observando con sorpresa como deja de intentar. Me coloco de cuclillas frente a él envolviendo mi mano en su cabello, haciendo que levante el rostro para vernos nuevamente a los ojos, ladeo la cabeza viendo su mueca de dolor, observo la sangre emanando de su boca, él sonríe abiertamente dejándome ver sus dientes llenos de sangre y saliva. —Por dios, eres tan débil, eres un chiste —Su sonrisa se borra lentamente viéndome con enojo—, tan poca cosa, no puedo creer que por años lograras hacerme creer que yo también lo era, pero mírate, das pena —Su respiración se agita parece un animal enfurecido, pero no hace más que causarme risa—. Ya no tienes ningún poder sobre mi, ya no te tengo miedo —Palmeo su mejilla soltando su cabeza. Me pongo de pie viendo como se incorpora un poco escupiendo la sangre al piso frente a mis pies. —Eres solo una puta que… Suelto un jadeo cuando siento como me jalan por la cintura, con demasiada fuerza llevándome hacia 1053 atrás. En ese momento todos se callan. El silencio finalmente inunda la sala en su totalidad. Mason respira agitado, no me ve a los ojos, solo me aleja de Douglas y se gira volviendo su cuerpo hacia él. Su imagen es completamente aterradora. Su camisa blanca está totalmente roja, sus manos gotean sangre y justo allí entiendo el porqué todos guardaron silencio. No era la sangre, no era lo violento que luce, era el arma que sostiene en su mano, el arma que inmediatamente coloca contra la cabeza de Douglas. —Su muerte cuesta tu libertad —habla la jueza detrás de mí—, nadie podrá hacer nada por ti, ni siquiera yo y lo sabes, si jalas ese gatillo no solo marcas su destino, marcarás el tuyo. Intento acercarme pero Nate me toma por el brazo y niega. —Tiene el dedo en el gatillo, y esta temblando de enojo, no puedes ponerte frente a un arma de esa manera, es cuestión de un suspiro que se dispare. Mi cuerpo entero tiembla cuando observo nuevamente a Mason y lo único que veo en su mirada es decisión. 1054 Voy a ser completamente honesta, estoy con muchísimas dudas sobre el final, tengo dos escritos, uno es mucho mas serio que el otro, para que se entienda es como si Paxton (no tan idiota) escribió uno y Aiden en su mood serio escribió el otro. Por eso estoy tardando. Aunque creo que ambos tienen el mismo respeto al cierre final, los sucesos son totalmente distintos en ambas versiones. Peeeeeero en fin, gracias infinitamente por leerme, comentar, votar, permitirme formar parte de sus emociones y de algunos de los minutos de su día, los tqqqqqqm. <3 1055 57. Capítulo cincuenta 50 | FINAL. ♪ Since I met you, all the gloomy days just seem to shine a little more ♪ (Desde que te conocí, todos los días oscuros parecen brillar un poco más)-Like you Do. Joji. —Encontré ese mapa ridículo que hiciste y lo arregle —escucho la voz de Nate detrás de mí. Me giro observándolo ofendida. En sus manos sostiene el mapa que mi hermano me dejo antes de tener que irse por su trabajo. —No era taaan ridículo. —Era inservible. —En mi defensa lo hice cuando era niña. —Pues te lo arregle —habla emocionado girando el mapa, ya no tiene mis líneas trazadas con lápiz, ahora tiene líneas rojas que parecen algún tipo de hilo pegado. Y mis dibujos de animales 1056 también desaparecieron, ahora hay stickers de comida. —¿Comida? —murmuro— ¿Y mis animales? — pregunto con las manos en la cintura. —¿Por qué querrías viajar para ver animales?, aquí en la sala tienes a Leo. —Literalmente estoy a unos metros de ustedes — Se escucha la voz de Leo—, aunque no estemos en la misma habitación, los estoy escuchando —Ambos soltamos una risa. Nate se acerca a mí dejándome ver el mapa. —A ti ni siquiera te gustan los animales — continua. —Pues no tanto, pero quería respetar los gustos de mi niña interior. —Tu niña interior puede ir a un zoológico. Mira —dice apuntando al lugar que tiene una estrella mal recortada en grande—. Aquí venden el mejor café que probaras en toda tu entera vida, te lo juro, hace unos años cuando Made in the A.M estaban de gira, en mi día libre salí a dar una vuelta y conocí este lugar, de verdad tienes que ir. —Bien, lo haré —prometo viendo por la ventana. 1057 —Acepta que mi mapa es mejor que el tuyo. —Jamás —bromeo viendo hacia el sol, ya está saliendo, casi debemos partir para el primer día de juicio. No puedo creer que de verdad estamos a punto de intentar esto—. ¿Crees que saldrá bien? —pregunto. Nate asiente mientras dobla el mapa. —Aiden tiene razón, Isaac estará más concentrado en intentar joderte a través de Mason, intentará que gane porque piensa que tú no tienes nada. Así que hará lo único que sabe hacer… Manipular y mentir. Cuando se dicte sentencia estará jodido, y sus contactos ya no existirán, nadie del medio se quiere ver involucrado en escándalos que incluyan prisión. >>Lo único que me preocupa es Mason, cuando se entere de todo… Ambos soltamos un suspiro observando el amanecer. —Esperemos que nada se salga de control — murmuro mordisqueando mi labio—, y me da un poco de miedo ver de nuevo a Douglas. —No tienes nada que temerle a ese idiota, y principalmente estaré allí para ti, yo te cuidaré 1058 Jude. A este punto deberías saber que siempre lo hare. Intento dar un paso hacia Mason, pero Nate coloca su brazo alrededor de mi cintura con fuerza evitando que me pueda mover. —Alexander, esto lo podemos arreglar, el sistema legal se puede encargar de él. —Justo como lo hicieron antes, ¿No? La justicia no funciona cuando tienen un par de dólares en frente. —Eso no es así… —Literalmente estoy en una sala de juicio sosteniendo un arma, con la jueza a la que le pago cada que tengo un problema legal, con solo cuatro policías en la sala porque se pagó para que fuese algo más privado de lo que la ley permite. “Su señoría” creo que no está en posición de intentar convencerme de lo contrario. La jueza no dice nada, simplemente da un paso atrás permitiendo que Mason continúe. ¡Si, que continúe! ¿Pero qué mierda? 1059 Clavo los dedos en la piel de Nate intentando apartarlo, pero no puedo hacerlo ni un poco, creo que me dice algo, pero no lo escucho, ni a él ni a nadie, solo tengo ojos y oídos para el chico frente a mí a punto de cometer la tontería de su vida. Aiden aparece por el lateral colocándose frente a Mason. —¿Exactamente que planeas hacer?, ¿Matarlo? —Quítate de enfrente —gruñe Nate hacia Aiden, pero no lo hace, no se mueve, está justo frente al cañón del arma. —Eso es justo lo que haré, Aiden, así que muévete o encontraré una manera de hacer que te quites de mi camino. —Eres mucho más listo que esto, Mason —La voz de Paxton suena del otro lado, pero no puedo verlo —¿Crees que merezca solo morir? ¿Así de fácil? Le estás haciendo un favor. Uno de sus abogados se acerca por la espalda y toca ligeramente su hombro. —Por favor, dame esa arma. Nate me eleva en el aire y me arrastra hacia atrás. Suelto un grito intentando soltarme de su agarre. — 1060 Nathaniel —gimo moviendo frenéticamente mi cuerpo, pero nada funciona. Me baja y entonces siento otros brazos a mi alrededor. —Cuídala, debo ayudarlos. —Ve —escucho la voz de Henry. —¿Qué demonios les pasa? Suéltenme ya. —Judith, están intentando que no joda su vida, lo mejor que puedes hacer es… Un jadeo colectivo suena por todo el lugar asustándome por completo. Giro para ver a Aiden trastabillando hacia atrás. Mason camina hacia él y en cuanto lo tiene enfrente lo vuelve a empujar, ya ha soltado el arma, el abogado la sostiene ahora contra su pecho. El único policía que no está en las puertas está sometiendo a Douglas poniéndole unas esposas. —¿Tú lo sabías? —habla con la voz entre cortada. —Mason… —Pregunte que sobresaltándome. si tú 1061 lo sabías —grita Aiden toma aire y su mirada por unos segundos se encuentra con la mía, niego rogando porque diga que no, pero me ignora volviendo la vista hacia Mason. —Si, lo supe siempre. —¿Cómo pudiste verme a la cara todo este tiempo? Me viste sufriendo por toda esta mierda, me dejaste por estos años vivir engañado y tú… —No podía decirte nada. —No me vengas con esas mierdas, Aiden, eras mi puto mejor amigo. Eras la persona en la que más confiaba. Llore frente a ti y tú preferiste ser su puto cómplice. —Mason no era tan sencillo. Si te decía perderías el control, justo como ahora, justo como hace un segundo que planeabas matar a alguien, necesitaba quitarle a Isaac todo su maldito poder y control antes de poder decir algo. Mason lanzo su puño hacia la cara de Aiden, pero no pudo hacer mucho, ya que Paxton se interpuso de inmediato, tomo el puño de Mason y lanzo su cuerpo hacia atrás sin cuidado. —Dile lo que quieras, pero no te permito que le pongas ni un dedo encima. 1062 —¿Tú también sabias esta mierda, no? —No tenía ni idea, Mason, pero ¿Siquiera escuchaste algo de lo que dijo? Mason hizo el amago por intentar rodear a Paxton, pero nuevamente no se lo permitió. No le dijo nada, simplemente le dio una mirada de advertencia y negó volviéndolo a empujar hacia atrás. —Está bien, Paxton, déjalo —habla Aiden. —Tú cállate —gritan Paxton y Mason al mismo tiempo. Nate camina hacia nosotros y rueda los ojos al escucharlos. Giro para ver a la jueza cuando escucho su jadeo. —¡No! —Escucho un grito seguido de un fuerte estruendo. El sonido desaparece y es reemplazado por un fuerte zumbido que me marea momentáneamente. Mi cuerpo es lanzado con fuerza hacia atrás, choco con fuerza contra Henry. Un ardor incipiente crece en mi lateral, siento como un líquido caliente resbala por mí, mi vista se nubla momentáneamente empeorando el mareo. Llevo mi mano hacia mi 1063 brazo sintiendo como se humedece de inmediato, levanto los dedos y aunque casi no puedo ver, reconozco lo que veo en ellos. Sangre. Levanto mi mirada para encontrarme directamente con Isaac. Sangre, sangre, sangre, es lo único que veo. Sus lágrimas se han tornado rojas. Su nariz parece rota, y tiene una herida en su mejilla que parece bastante profunda. El abogado que le quito el arma a Mason está parado detrás de él. Nuestras miradas se encuentran y sonríe. Un jadeo escapa de mis labios cuando siento a alguien jalándome. Su mano aprieta mi brazo justo de donde la sangre emana causándome un fuerte dolor, Nate me hace soltar un grito cuando me envuelve en su cuerpo sin cuidado alguno. Toma mi cabeza y me obliga a colocarla contra su pecho. Puedo sentir a la perfección el frenético bombeo de sus latidos. Todo pasa demasiado rápido, otros tres estruendos resuenan por todo el lugar. Mis ojos se cierran con fuerza por inercia por los estruendos. El ardor en mi cuerpo no hace más que crecer. Caemos de manera aparatosa y mi cabeza rebota contra el piso volviendo todo negro por unos segundos. 1064 Un último disparo suena por todo el lugar. Y entonces solo hay silencio. Mi pecho sube y baja con demasiada fuerza, mi boca tiene un sabor metálico y la respiración se me entrecorta. Nate no me permite hacer nada, ni moverme, ni ver, ni respirar. Veo pasar un grupo de policías yendo directo hacia el frente. Nate se hace a un lado y entonces puedo ver a Isaac nuevamente tirado contra el piso con una perforación de bala en la cabeza. Observo completamente paralizada la grotesca imagen frente a mí. Giro hacia mi derecha y entonces todo el mundo parece detenerse. —No, no, no… —Mi cuerpo entero se sacude mientras me lanzo hacia un lado colocándome de rodillas contra el piso, mi vista se nubla al llenarse de lágrimas, coloco mi mano en la nuca de Nate, evitando que esta toque el piso. Su camisa esta llena de sangre, y su rostro está demasiado pálido—. Nate —Mi cuerpo tiembla escandalosamente mientras observo como parpadea repetidamente y sonríe perezosamente al verme. 1065 —Bennett, siempre tan llorona —Susurra con la voz rasposa. Mi respiración es trabajosa, muevo mi mano sin saber exactamente donde ponerla. —Dios, que hago… Nate, lo siento, no debiste venir corriendo, no debiste… lo siento, lo siento tanto. —Jude, cállate, no pidas perdón por algo que tú no hiciste. Jadeo asustada al ver toda la sangre extendiéndose por el blanco de su camisa. —Es mucha sangre Nate, ¿Qué mierda hago? —Balbuceo aterrada. —Respira, eso quiero que hagas. —Nate, ya debe… ya debe venir la ambulancia, ya…—Suelto un sollozo sin poder controlarme, el, quita la mano que tenía en suclavícula y veo de allí comenzar a emanar mucha sangre, toca mi mejilla limpiando la lagrima que resbala por ella. Siento el camino de sangre que deja en su lugar. Lleva su mano al borde de su camisa y la estira con fuerza rompiéndola—. ¿Qué haces? —balbuceo, pero él continúa haciendo jirones de su camisa. Toma el pedazo de tela y la envuelve en mi brazo del que apenas me percato, está sangrando sin parar. Suelto 1066 un jadeo cuando siento como aprieta con fuerza el nudo para detener el sangrado. —Te dije que siempre te cuidaría Jude, estoy cumpliendo mi palabra. Suelto un sollozo mientras llevo mi mano a su herida intentando contener su sangre. Rompo a llorar cuando vuelve a cerrar los ojos pareciendo inconsciente. —Nate, por favor, por favor, despierta, por favor, tenías razón ¿Bien? Tu mapa es mejor que el mío. Su pecho tiembla ligeramente, pero no abre los ojos. —Lo sabía —Sus labios están blancos y parece que tiene frío. Lo acuno en mis brazos sintiendo la sangre, empapando mi ropa. Aiden cae de rodillas frente a mi, me hace alejarlo de mi cuerpo, no suelto su cabeza, pero permito hacer a Aiden lo que tenga que hacer, el termina por romper la camisa de Nate limpiando la sangre de su pecho inspeccionándolo con la mirada, solo tiene una herida en la clavícula, pero entonces ladea su cuerpo un poco para poder ver su espalda provocando un quejido por parte de Nate. Aiden respira temblorosamente, lo veo cerrar los ojos con fuerza y bajar la mirada. —Resiste Nate, la ayuda está a punto de llegar. 1067 Alguien me intenta tomar por el brazo, pero lo empujo con fuerza. —Ayúdenlo a él —grito sin pensar en soltar la cabeza de Nate ni por un segundo —. No me toquen a mí, no me moveré hasta que lo ayuden a él. —Jude, ve a que curen tu herida. —A la mierda con mi herida, no me iré de aquí —declaro firme. Él vuelve a cerrar sus ojos, pareciendo nuevamente dormido—. Nate —jadeo temblorosamente—. Te quiero… yo, por favor, no te vayas. Por favor, resiste, solo un poco más. —Duele como la mierda, pero fingiré que estoy de puta madre porque eres muy sensible. Me has quitado la corona. —Nate, solo… —Jude… ¿Te das cuenta? —me interrumpe entre balbuceos, su vista llorosa esta fija en el techo—. Finalmente, todo ha terminado, ya puedes ser feliz. Por favor hazlo, por favor se feliz. —Voy a ser feliz contigo molestando, contigo a nuestro lado, contigo tomándote mi café, contigo y tu asquerosa manía de no lavar tus cubiertos. Tú estarás aquí, no me puedes dejar. Prometiste… prometiste estar aquí, estar conmigo. 1068 —Dile a Leo que, si no te cuida bien, vendré a espantarlo. —¿De qué mierda hablas, idiota? —Sollozo con más fuerza —Lo siento, mal chiste —Suelta una casi imperceptible risa y entonces comienza a toser y toser y de su boca comienza a salir sangre—. En otra vida te tocará cuidarme a mí, considero que es lo justo. —Nate deja de hablar así—jadeo sintiendo el aire escapar de mis pulmones. El dolor de mi pecho es abrasador, como nunca—, estarás bien. Resiste, aún te necesito aquí, conmigo… —Te quiero mucho, llorona. Ha sido un placer coincidir contigo en esta vida. —Nate, por favor… —Las palabras se atoran en mi garganta, mientras lo acuno nuevamente contra mí. —Por favor… No sé si de verdad nadie se mueve, pero vivo los segundos más eternos de mi vida mientras abrazo con fuerza a Nate. No tengo idea de cuando se abrieron las puertas, de cuando se vacío el lugar casi por completo, no 1069 tengo idea de nada más que del alivio que siento al ver a los paramédicos entrar a la sala corriendo. —Jude…—La suave y temblorosa voz de Mason llega a mis oídos. Abro los ojos girando a verlo sobre mi hombro. Sus labios parecen temblar, veo como hace el amago por tocarme, pero me alejo sin soltar a Nate. —Diles que vengan ya, ¿Qué mierda hacen ayudando a otros que casi no lo necesitan? Nate lo necesita más que nadie aquí —grito llamando la atención de todos. —Jude, cariño, mírame —Pide Mason tomando mi rostro entre sus manos, sus pulgares acarician mis mejillas, la preocupación se filtra por su voz y me obliga a verlo directamente a los ojos—, él ya no está con nosotros… Niego varias veces girando a ver a Nate, está entre mis brazos con sus ojos cerrados. Elevo mi mano a su rostro dando ligeras palmaditas mientras siento los sollozos descontrolados escapando de mi garganta. Continúo palmeando su mejilla sin demasiada fuerza, solo como un intento porque despierte, porque abra sus ojos y me vea una vez más, pero no lo hace… nunca más lo hace. 1070 El llanto me sobrepasa de tal manera que lo único que puedo hacer es soltar jadeos y gemidos. Aprieto su cuerpo contra el mío mientras grito intentando sacar el dolor. Lloro y lloro como jamás lo he hecho en mi vida, un dolor latente se instala en mi pecho, mi garganta arde. Mi alma duele… Nate se ha ido, de verdad lo hizo. Una semana y media después… Isaac murió instantáneamente. Los policías al escuchar los balazos entraron de inmediato y al ver que no bajaba el arma le dispararon en la cabeza. Antes de morir, me disparo cuatro veces, solo recibí una bala en el brazo… Las otras tres las recibió Nate por mí. Nathaniel Maxwell, mi Nate, murió en mis brazos el diecisiete de junio. Cumplió su promesa. Me cuido hasta el final. Vanesa fue condenada a tres años de prisión por falso testimonio, Douglas igual, sin embargo, en los años probablemente aumenten, ya que mi caso se 1071 reabrió, no fue un milagro divino, fue un hombre con suficiente dinero como para hacer que mis derechos volvieran a tener importancia ante la justicia. El abogado, que fue cómplice de Isaac y le dio el arma, ni siquiera fue condenado, se suicidó al ver su vida acabada. Quizás debería sentirme mal, pero no lo hice ni un poco. Mason perdono a Aiden. Paxton dice que Levi fue quien los obligo a hablar, al parecer el hecho de que Levi saliera de su confinamiento solo porque su amistad le preocupaba, les movió lo suficiente como para obedecer al pie de la letra. Sophia saco a Elliot de prisión, aunque lo hizo tres días después porque se le había olvidado. La bala que me dio en el brazo también lastimo a Henry, él se encuentra bien. Fue algo superficial, como mi herida, Ana casi se muere pensando que a Henry le pasaría algo, su preocupación fue tan extrema que no le importo que Brandon, su esposo, y literalmente cualquiera nos diéramos cuenta de que ellos tenían algo. Sí, paso mucho en tan solo unos días. 1072 Por supuesto, Brandon le pidió el divorcio a Ana, y ahora todo cobraba sentido, el cuadro que Henry pintaba sobre el hombre intentando besar a la mujer con un velo de novia, la manera en la que él siempre intentaba llamar su atención molestándola, la reacción de Ana al ver a la modelo desnuda en el estudio, la razón por la que en un edificio tan privado Ana fuera la única persona que podía entrar y salir cuando quisiera. No sé en donde están, pero Henry desapareció unos días después del juicio… Ana también. Por supuesto, a pesar de su escapada, Henry no deja de mandarme mensajes cada segundo, de una manera asfixiante. Oficialmente le ha ganado a mi hermano. Observo a través de la ventana el cielo despejado. Sara, la madre de Leo entra a la cocina y se sienta frente a la mesa, viéndome fijamente. —¿Cómo estás? —pregunta a apuntando hacia mi brazo. —Ayer me quitaron los puntos —murmuro. Siendo completamente honesta los primeros cuatro días no salía de la habitación, no comí, no me intereso ver a nadie, no me intereso hacer nada. 1073 Dolía mucho, dolía respirar, dolía ver la mesa y no encontrarlo allí sentado adorando la comida, dolió no escucharlo pelear con Leo, dolió no verlo sonriéndome, dolió no verlo detrás de Aiden planeando algo, dolió no encontrarlo por los pasillos, dolió no escuchar su risa… Dolía ver mi taza de café y no ver en ningún momento su mano apareciendo descaradamente para robársela sin vergüenza. La taza seguía aquí, frente a mí, inmóvil… completamente llena. Levanto la mirada buscando la de Sara. Todos los días ha venido al departamento, ella se encarga de que todos coman, de que todos estén bien, incluso de alguna manera ha logrado que Sophia la vea al igual que todos como una figura materna, es probablemente la única persona que no recibe su agresión, solo su cariño. Sara me dedica una risa mientras se acerca a mí envolviéndome en sus brazos. —Hice la comida favorita de Sophia, no me la pudo negar porque incluso me quemé el brazo por distraída. Suelto una ligera risa. —Gracias por estar siempre aqui, Sara. Leo es muy afortunado de tenerte. 1074 —Todos ustedes me tienen, Leo es compartido y yo tengo mucho amor por dar —murmura mientras deja un beso en mi frente. —Gracias por todo lo que has hecho por nosotros. —Lo haría mil veces más —murmura separándose de mí—, cariño, tienes una visita en el salón, por eso vine a ver como estabas, no sabía si… —Está bien —murmuro dando un paso atrás soltándome por completo de su abrazo—. Estoy bien. Tomo un respiro hondo y después de dedicarle una última sonrisa a Sara camino hacia la sala. Parpadeo sorprendida al ver al único chico que no me esperaba ver sentado allí. —Levi… Él levanta la mirada y en cuanto me ve se pone de pie, es imposible para mí no llevar la mirada hacia su pierna, pero no parece para nada que tenga una prótesis, luce justo como lo conocí. —Judith, lamento, no haber venido antes… —Está bien —digo acercándome a él. Me mantengo parada a unos metros sin saber que hacer, 1075 sin embargo, él es quien termina por acabar con la distancia y me envuelve entre sus brazos. —Lamento todo por lo que has tenido que pasar —No respondo nada, simplemente me dedico a disfrutar de la calidez de sus brazos. —Levi, llevo estos años queriendo decirte algo… —hablo separándome un poco—, yo, lo siento tanto, te juro que lamento con todo mi corazón todo lo que paso, si no hubiese sido por mi tu no habrías tenido que irte de esa fiesta con Mason y no hubieran tenido ese accidente que casi te mata, yo… —Judith —Levi niega con una sonrisa—, yo estaba saliendo cuando Mason me alcanzo, ni siquiera me detuve un segundo a verlo, solo seguí caminando mientras él iba detrás de mi y me preguntaba a donde iba, le dije que debía irme y se fue conmigo. No hiciste nada, era algo que pasaría. Y nadie tuvo la culpa, ni tú, ni yo, ni Mason, el único que tuvo la culpa fue ese camarógrafo que en sus propias palabras solo intentaba golpear un poco el carro para que bajáramos y tomarnos una foto. Aprieto los labios sintiendo el enojo recorrerme. Una foto, eso es por lo que casi acaban con la vida de alguien, una maldita foto. 1076 —Te traje algo —dice extendiendo una pequeña caja hacia mí. Sonrió levemente tomándola entre mis manos y con cuidado quito la tapa. —Existen dos clases de personas, las que te dirán que tú nunca has estado rota, porque tú eres más fuerte que todo lo que te pasa, que todos tus problemas, tus miedos, tus tragedias, y luego estamos los que sabemos que si podemos rompernos y no nos da miedo aceptar ese hecho… quiero decir, por dios, ¿Qué tiene de malo? Somos por naturaleza frágiles y estar roto no es el fin, a veces eso significa una nueva oportunidad para empezar de cero. Sonrío aún con la vista en la hermosa taza de cerámica dentro de la caja. >>En Japón, hay una práctica que se llama Kintsugi, que trata de cuando algo se rompe, ellos unen las piezas nuevamente rellenándolas con oro, no ocultan lo dañado, lo resaltan transformándolo en algo más valioso, porque eso significa que tiene una historia detrás. El arte de recuperar y embellecer algo después de su quiebre. Mis labios tiemblan y un suspiro escapa de mis labios. —Te extrañé Levi… siempre sabes qué decir. 1077 Observe el volante fijamente. Después de hablar con Levi salí en el auto de Sophia a dejar a Sara a su casa, se supone que debía volver al departamento, pero estaba a mitad de la calle por una batalla interna de “si o no”. Anoche me había surgido una idea. Después de meditarlo me di cuenta que cada capítulo en mi vida se estaba cerrando, estaba dejando muchas cosas atrás finalmente, pero había algo, una pequeña cosa… Encendí al auto y solté un suspiro, “no, definitivamente no, no puedo…” Las palabras que Paxton me dijo hace unos días resonaron en mi cabeza. << “Ser valiente se trata de eso, no de no tener miedo, es de resistirlo y enfrentarlo”>> Me observé a mi misma por el retrovisor, en mi mente la palabra “no” me taladraba, pero puse el auto en marcha y conduje hasta el lugar de mis pesadillas. Dejé el auto estacionado en la carretera, tuve que caminar unos minutos, pero finalmente estaba aquí. 1078 El olor a tierra húmeda me provoca náuseas, levanto la mirada viendo la cabaña frente a mí. Parece abandonada, luce menos grande de lo que recordaba. Mi piel arde y mi pulso se dispara al dar un paso más, mis extremidades pican, mis piernas se sienten temblorosas. Todos mis impulsos están disparados gritando en mi cabeza que de la vuelta y salga de allí de inmediato, pero no lo haré, había corrido muchas veces, esta vez no. Necesitaba enfrentarlo. Mi pecho se aprieta con fuerza, y me cuesta respirar cuando comienzo a caminar a la entrada. Tomo un suspiro hondo mientras aprieto y relajo los puños, extiendo la mano, y tomo el picaporte. Esto probablemente sea una mala idea, pero nunca voy a ser libre del todo si sigo encerrada en mi cabeza. —No estás allí —murmuro a mi misma—, te paraste, caminaste y saliste, estás aquí, esto es real, las pesadillas no lo son, nunca lo fueron. Antes de poder tomar el picaporte puedo ver como gira, sé que todo lo estoy imaginando, pero el miedo igual se propaga en segundos por todo mi 1079 cuerpo, me hago a un lado asustada cuando me veo saliendo corriendo, la puerta queda abierta de par en par y observo a Sergio acomodándose la ropa con una sonrisa. Me quedo congelada en el lugar y comienzo a caminar hacia atrás asustada cuando lo veo caminar hacia la salida detrás de mí, parpadeo aterrada y todo desaparece, la puerta continúa cerrada. Es tu imaginación, es tu imaginación. Pero el miedo, como siempre, está tomando el control de mi, no puedo detenerme camino hacia atrás intentando alejarme lo más posible. Mi espalda choca contra un pecho haciéndome gritar. —Mi merlina —La suave voz de Paxton me tranquiliza drásticamente—, ¿Qué pasa? Respiro agitada y coloco la palma de mi mano en mi pecho. —Por dios, Paxton, me vas a matar de un infarto. —A mi parecer ya estabas a mitad de uno. Respiro hondo inclinando mi cuerpo tomando mis rodillas para sostenerme. —¿Cómo llegaste aquí? 1080 —Aiden me trajo —dice apuntando hacia atrás. Aiden está a unos pasos de distancia observando el lugar cruzado de brazos. Frunzo el ceño y vuelvo mi vista a Paxton —Me refiero… específicamente aquí. —Fuimos a verte y Sophia nos contó que saliste y debiste regresar hace una hora. Y Aiden sugirió marcarte por teléfono, pero yo dije “no, vamos a seguirla” —Termina de decir sonriendo abiertamente—, el auto de Sophia también tiene gps. Lo observo con la boca abierta de par en par. >>En esta familia no existe la privacidad Jude, ya eres parte de ella, empieza a acostumbrarte. —¿Qué hacías aquí? —pregunta Aiden acercándose a nosotros. Giro a ver la cabaña mordiendo mi labio. —Quería entrar, pero será mejor… Aiden me toma por el brazo y comienza a caminar hacia la puerta. —Espera —pido, pero no se detiene—, ya no quiero entrar, solo quiero ver por fuera. 1081 —Terapia de choque, Jude, tienes que entrar allí, nada malo te pasara, estamos contigo. Aiden se hace a un lado cuando llegamos a la puerta jalándome con él tomándome por los hombros, hace un gesto hacia Paxton que entiende de inmediato porque se acerca y con literalmente una patada abre la puerta rompiendo la madera. Paxton entra primero. Cuando doy un paso adentro el lugar hace un feo crujido que me hace querer detenerme, pero Aiden continúa tomándome por los hombros empujándome dentro. El lugar se ve descuidado, hay polvo por todas partes, pero a demás de eso, nada. El sol entra por las ventanas alumbrando completamente. —Lo recordaba peor… Aiden suelta mis hombros dejándome a mitad del salón. Observo cada pequeño espacio, las escaleras, el pasillo hacia la cocina, el exacto lugar en el que me quede por horas. La puerta blanca en la que tuve mi vista fija, era como estar en mis propias pesadillas, podía verme justo en donde me vi por muchas noches, podía imaginarme tirada allí, pero algo cambia… 1082 Porque recordé… me recordé cerrando los parpados con fuerza, me recordé incorporándome un poco para ver a mi al rededor, me recordé poniéndome de pie, me recordé caminado hacia esa puerta, abriendo el picaporte y viendo hacia afuera. Contuve el aire ligeramente al recordarme de pie en la salida, y cuando me recordé saliendo, cuando me vi, a mi yo del pasado, a ella siendo libre… yo por fin me liberé. Sali del lugar sintiendo mi pecho agitado, mis ojos pican y mis manos tiemblan, y aunque visiblemente parezco un desastre, me siento tranquila… Sin importarme ni un poco el lodo me siento en las pequeñas escaleras frente a la cabaña y saco mi teléfono buscando mi canción favorita, la pongo mientras escucho como Aiden se para detrás de mí. —¿Qué haces? —Remplazando… Necesito un recuerdo bueno de esta cabaña, si mi mente me arrastra aquí me obligaré a recordar especialmente este momento, el momento en el que escuche la mejor canción que existe —respondo y suelto una risa—, ¿Es una locura, no? 1083 Aiden no responde, sin embargo, veo su mano apareciendo en mi campo de visión, la tiene extendida hacia mí para que la tome. —Ven— pide, tomo su mano y me jala a su cuerpo provocándome un grito y una risa, se coloca frente a mí tomando mis dos manos y me hizo girar al ritmo de la canción. Y así es como termino bailando mi canción favorita con Aiden… a diferencia de la ocasión que baile con Mason, él se notaba que no tenía ni idea de lo que estaba haciendo, así que por más que intentaba no podía contener la risa, él también reía conmigo mientras me hacía girar sobre mi propio eje. Lo observo a los ojos con una sonrisa y entonces lo abrazo a mitad de probablemente el baile más descoordinado que ha existido. —Recuerdo remplazado —murmura mientras sube la mano a mi cabeza y la acaricia con suavidad. —Vámonos —dice Paxton bajando corriendo las escaleras sin girar a vernos. —¿Pax…? —Vámonos —repite. —¿Qué te pasa? —pregunta Aiden, el sonido de algo reventándose adentro me hace sobresaltarme, 1084 Aiden suelta un suspiro y toma aire hondo —Paxton, no de nuevo… —Se queja empujándome escaleras abajo. Toma su teléfono y comienza a marcar con rapidez. Paxton me toma por la mano y me hace caminar con él, pasa el brazo por mis hombros y me sonríe. La voz de Aiden suena a nuestras espaldas. Empieza a dar nuestra localización y solicita un equipo de incendios. Me detengo abruptamente y giro a ver a Aiden al tiempo que unas ventanas se revientan y las llamas salen aparatosamente de la cabaña. Giro a ver a Paxton con la boca abierta. —¿Qué hiciste? —¿No veníamos a destruirlo? Creí que estábamos en la misma sintonía, necesitan darme contexto, porque si no yo actuó y… Aiden nos alcanza corriendo y nos empuja a ambos alejándonos de la cabaña. Lo bueno de todo es que los árboles están a una distancia considerable, así que no se propagara. —Paxton eres un puto imprudente, no puedes simplemente hacer eso, no puedes volver a esos malditos impulsos de violencia… 1085 Paxton me suelta y se lanza hacia Aiden tomándole la cara entre las manos y sin más lo jala hacia él y detiene sus quejas besándolo. Allí con la cabaña ardiendo detrás de ellos. Una imagen caótica y hermosa. —¿Alguna vez te he dicho que me encanta como luces enojado? Aiden lo empuja, pero sonríe ligeramente. — Vámonos —dice haciéndonos caminar, giro sobre mi hombro viendo las llamas elevándose, suelto un suspiro y me alejo final y completamente de ese lugar. —¿Todo bien, Merlina? —pregunta Paxton. Asiento con una sonrisa. —Todo bien, Pax. Jamás creí que se sentiría enfrentarme a mis miedos… tan liberador Esa fue la última vez que vi esa cabaña, tanto en la vida, como en mis sueños… El papel en mi mano se siente pesado. Le doy vueltas sin parar entre mis dedos, viéndome fijamente a mi misma en el espejo. Suelto un suspiro sintiendo como se escapa de entre mis dedos. Me inclino para recogerlo y cuando me vuelvo a 1086 levantar me sobresalto un poco al ver el reflejo en el espejo. Unos bonitos ojos grises me observan con cautela, en completo silencio. Cuando nuestras miradas se encuentran toma un suspiro hondo y da un paso alejándose del marco de la puerta, giro sobre mi propio eje para poder verlo a la cara. Los últimos días, aunque, a través de Sophia había insistido en hablar conmigo, con toda la situación de Nate me sentí algo perdida y necesite un espacio a solas, y él lo respeto, hasta hoy… y se siente abrumador. Lo tengo tan cerca frente a mí, no lo había tenido así de cerca desde la última vez que lo vi, después de todas las mentiras que tuve que decirle, después de romperle el corazón y verlo derrumbarse sin poder siquiera tocarlo… Suspiro de manera temblorosa mientras lo veo acercarse por completo a mí, yo estoy plantada justo en donde mismo sintiéndome incapaz de moverme. —Mason, yo… —Necesito todo de mí para obligarme a concentrarme y ordenar mis pensamientos, pero ¿Por dónde empezar? 1087 Él no dice nada, solo sigue caminado y cuando está a un paso de llegar a mí se detiene, su mirada atormentada se encuentra con la mía y entonces cae sobre sus rodillas frente a mí. Un jadeo escapa de mis labios, mi ceño se frunce en completa confusión. —¿Qué haces? —murmuro viéndolo arrodillado delante de mí. —Perdón —pide suavemente—, perdóname por todo, por no ver las señales, por no darme cuenta de nada, por permitir que él estuviera cerca de ti, perdón por ser tan egoísta como para envolverte en esta mierda de mundo solo por querer tenerte cerca, perdón por ponerte en manos de ese imbécil, perdón por robarte tu privacidad, perdón por robarte tu paz y tu vida, perdón por creerle, perdón por ser tan ciego. Por favor perdóname. Las lágrimas surcan por su rostro y esa imagen me destroza por completo. Me dejo caer frente a él sosteniendo su cara entre mis manos. —Nada de esto es tu culpa y aunque por mucho tiempo creí que era la mía, tampoco lo es. No tengo que perdonarte nada. Mason tu, tu no hiciste nada más que hacerme inmensamente feliz, como no 1088 había podido serlo nunca, a pesar de toda la mierda que me rodeaba me aferré a ti tanto como pude. Por mucho tiempo caminé por una cuerda floja y tú apareciste para ser mi red de seguridad. No tienes idea de todo lo que hiciste por mi, Mason, simplemente por esta allí. Lleva su mano hacia mi espalda y me apega a su cuerpo, envolviéndome entre sus brazos, dejándome sin aire. Me esta abrazando, lo estoy abrazando… Después de casi mil días -literalmente-, estoy aquí, de nuevo, justo en el lugar que creí que jamás podría volver. Mis ojos arden y estando finalmente entre sus brazos, el peso de los últimos meses puede conmigo, siento mi pecho temblar, y después de un segundo me rompo a llorar. Por las amenazas, por los recuerdos de mis palabras, y de las lágrimas que provocaron en el, por el dolor que sentí por tanto tiempo, por la traición de quien creí que era mi mejor amiga, por la manera en la que me violentaron exponiendo esos videos, porque revivieron esas pesadillas y se volvieron parte de ellas, por Nate, porque no merecía morir tan joven, porque merecía encontrar el amor, tener familia, cumplir todos sus sueños, merecía vivir con 1089 la misma devoción con la que nos alentaba a vivir la nuestra. Porque yo no lo pude salvar, como él lo hizo conmigo. Llore por todo y Mason no me soltó ni un solo segundo. Recuerdo que cuando conocí a Mason y estaba en negación sobre que me empezaba a gustar, quise pensar que en algún momento dejaría de atraerme, o que la atracción que sentía por el era meramente platónica. Como la atracción que se siente por una celebridad cualquiera. Que equivocada estaba. Mason era sin duda alguna el hombre más hermoso que había conocido en mi vida, tanto física como mentalmente. Nunca podría cansarme de verlo, de escucharlo, nunca he tenido una adicción, pero quizás esto era lo más cercano que he estado de experimentar alguna. —Deja de verme así, me pones nervioso — murmura moviéndose por la cocina. —Tu cabello está más largo. 1090 —El tuyo más corto. —Si, bueno… mala idea estar cerca de unas tijeras cuando estás inestable. Él suelta una suave risa y el sonido me hace suspirar. Se acerca y coloca un plato frente a mí y yo sonrío. Tomo el cubierto que me entrega y comienzo a moverlo por la comida humeante—, ¿Cuándo aprendiste a cocinar? —pregunto mientras meto una porción a mi boca. —Nunca lo hice —responde al mismo tiempo que yo me pongo de pie y corro a escupirlo al lavadero de la cocina. Su risa suena con más fuerza mientras yo tomo agua intentando quitar el horrible sabor salado de mi boca. —¿Pero entonces porque me ofreciste comida? —Me quejo dejando el agua a un lado. —Pues pensé que me dirías que no, pero dijiste que si, y no podía retractarme, ¿Eso como me haría quedar? —Como el amable hombre que no quiere que coma una cucharada de sal. ¿Por qué le pones tanta para empezar? 1091 —Me hace sentir como profesional poner grandes cantidades alrededor. —Eso no tiene sentido alguno. —¿Qué se supone que están haciendo? —La voz de Aiden suena detrás de nosotros sobresaltándonos. —¿Qué haces tan temprano aquí? —pregunto con el ceño fruncido. —Dijiste que vendrías en ocho horas —habla Mason detrás de mí. Aiden nos observa a los dos completamente confundido. —Literalmente se los dije hace ocho horas. Abro y cierro la boca sacando mi teléfono confirmando que dice la verdad. ¿En que momento se había pasado todo el tiempo? —Mierda —Salgo corriendo hacia mi habitación tomando todas mis cosas. Unas pisadas suenan detrás de mí y casi de inmediato todo el peso en mis manos desaparece. —Déjame llevarlas por ti. —Gracias —murmuro viendo a Mason desaparecer con mis maletas en sus manos. Observo 1092 la que fue mi habitación por los últimos seis meses completamente vacía. Con un suspiro tembloroso cierro la puerta y giro hacia la habitación del fondo. Tomo aire hondo y camino hacia ella. En cuanto la abro, el perfume de Nate invade mis fosas nasales. Su pared está llena de fotografías con todos. Los recuerdos me llegan uno tras otro, sentados en su cama, platicando, viendo películas, caminando por la habitación, puedo escuchar el eco lejano de nuestras risas. —Solo quiero decirte, que no tenías razón… Sigues teniendo la corona al más sensible —bromeo limpiando la lágrima que cae por mi mejilla. Camino hacia su cajón y tomo el mapa que me había hecho. —Nunca me caíste bien —habla Sophia desde el marco de la puerta, su cabello está sostenido por un moño desordenado, trae unos lentes negros, está envuelta en una cobija de felpa y su nariz luce completamente roja—, desde que te conocí supe que eras una perra. ¿Quién saca a alguien de su comodidad en la soledad y después de obligarla a acostumbrarse a su irritante presencia y se va como si nada? 1093 Sonrío ligeramente caminando hacia ella, la acerco a mí a pesar de la rigidez de su cuerpo y la envuelvo en un fuerte abrazo. —Nada habría sido posible sin ti, nada… y yo también te voy a extrañar, Sophia. Ella hace un puchero, pero se gira dándome la espalda y sale de la habitación. La sigo y juntas bajamos las escaleras. —¿Te irás con Leo y Eva? —pregunto. —No, decidimos que su piso es demasiado chico, así que se vendrán ellos aquí, lloraremos juntos en la sala y después nos embriagaremos. —Suena a un plan genial —Ella sonríe y suelta un suspiro. —Te voy a odiar si me mandas mensajes todos los días —Advierte—, pero si no lo haces te iré a buscar y te daré un golpe en la teta. Y sabes que no miento. Suelto una carcajada tomando su cabeza, obligándola a acercarse, plantándole un beso en la mejilla. —Si… para mí también fue raro al inicio — escucho la voz de Aiden detrás de nosotras. Mason 1094 está a su lado recargado en su auto. —¿Lista? — pregunta viéndome. —Si —respondo observando a Sophia y Aiden —. Mmm, ¿Podrían…? —Ah, si —farfulla Sophia detrás de nosotros—, Judith, cuídate, te veré después, vamos Aiden, vamos a la sala unos minutos. Sonrío agradecida viendo como desaparecen por la puerta. Giro hacia Mason quien me dedica una bonita sonrisa. —Se siente como si estuviese perdiéndote de nuevo… —Nunca podrías hacerlo, Mason, puedo no estar segura de muchas cosas en la vida, pero estoy segura de que tú eres mi persona… pero, justo ahora, no es el momento. —Lo entiendo… —Yo, necesito esto… enfrentarme a lo que más miedo le tengo… la soledad. Muchas veces me traicioné a mi misma para no tener que experimentarla, acepte muchas cosas que no quería aceptar, di mucho tiempo que no debí dar, dije muchos “si” cuando quería decir “no”, me callé en 1095 muchas ocasiones en las que lo único que quería era gritar. Me perdí tanto entre todos esos miedos que creo que ya no me conozco, y es justo lo que iré a hacer. >> Todo lo que te dije temprano es verdad, fuiste mi red de seguridad por mucho tiempo, y no puedo hacerte eso de nuevo, no puedo cargarte con la responsabilidad de mi estabilidad, no puedo hacértelo ni a ti, ni a mi. El único amor que debo permitir que me salve, es el amor propio. Mi felicidad no puede depender de ti, ni de nadie, debe depender de mí, y nunca lo hará si nunca me eligió a mí, exclusivamente a mí. —Jude, yo te prometo que té… —Mason —Niego tomando aire—, No hagamos promesas, ¿Si? Solo dejemos que el tiempo hable por nosotros. Lo veo apretar los labios y verme ligeramente abatido. Me apresuro hacia él y lo envuelvo en mis brazos. —En cualquier otra circunstancia estaría completamente encantada de volver a perderme contigo, Macovei, pero necesito tomarme un tiempo, quiero renacer de mis cenizas. 1096 Mason suelta una ligera risa y niega. —Tú no eres un fénix renaciendo de sus cenizas, Jude, porque jamás fuiste cenizas, eres el fuego que arde. El fuego que nunca se apaga. Cierro los ojos disfrutando del fuerte agarre de sus brazos en mi cuerpo. Escucho los frenéticos latidos de su corazón. Me permito disfrutar de cada segundo. Nuestra burbuja se revienta con la voz de Aiden. —Tenemos que irnos, Jude. Doy un paso atrás observando a Mason a los ojos. Parece estar conteniéndose, pero no hace ni dice nada, da un paso atrás y camina hacia la puerta de copiloto de la camioneta de Aiden abriéndola para mí. Giro sobre mi hombro moviendo la mano en forma de despedida para Sophia quien hace lo mismo. Entro al auto observando la sonrisa triste de Mason, sus ojos brillan, y lo veo tragar, saliva visiblemente. Lamo mis labios mordiendo mi mejilla internamente, ya lloré demasiado, ya no puedo hacerlo, me obligo a ser fuerte y no verlo, la puerta 1097 se cierra detrás de mí y Aiden enciende su camioneta. Mi respiración es demasiado trabajosa, mi garganta arde mientras algo pesado crece en mí con cada latido de mi corazón. Sostengo con fuerza el mapa de Nate contra mi pecho como si eso de alguna manera aliviara el malestar. —Jude… —habla Aiden a mi lado—, aunque Nate no este físicamente aquí, aún puedes hacer algo por él… y es darte la oportunidad de vivir, y me refiero a vivir de verdad. De la manera en la que él siempre supo que tú merecías. Sé que tienes miedo, pero estás haciendo lo correcto… El pecho se me estremece y el familiar nudo de mi garganta crece salvajemente. Cierro los ojos, pero los abro al instante. —Espera —susurro cuando lo siento avanzar, pero no se detiene—, para el auto —grito haciéndolo sobresaltarse. Suelto una risa al ver su cara—, perdón, necesito solo un segundo, debo decirle algo, debo… —Aiden quita el seguro de la camioneta y bajo de un salto. Mason me observa desde la puerta y antes de que pueda hacer algo llego a él corriendo y tomo su rostro entre mis manos uniendo mi boca a la suya, Mason vacila solo por un segundo y entonces él 1098 también me besa y solo así todo se detiene. Las chispas saltan a nuestro alrededor, el mundo entero desaparece bajo nuestros pies. Me siento flotando en una nube entre sus brazos. Lo extrañaba, lo extrañaba tanto, su cuerpo se amolda al mío a la perfección, mis manos se aferran a su camisa. La familiaridad de su tacto me hace trizas arrancándome un profundo suspiro. Me separo un poco para poder verlo a los ojos. — Una vez me preguntaste si creía en el destino y te dije que no, pues lo hago, ahora lo hago. Porque te veo a los ojos y sé que debía suceder… esto, nosotros. Conocerte, encontrarnos, colisionar, estábamos destinados, Macovei —planto un último beso en sus labios y me separo por completo esta vez. Le sonrió abiertamente pasando mis dedos por su cabello. Él sigue allí plantado en su lugar. Suelto una risa girándome para volver a la camioneta de Aiden. —Jude… Yo sí me conozco. —¿Me estás presumiendo? —bromeo haciéndolo reír. —Me refiero a que yo sé exactamente lo que siento, sé lo que busco, lo que espero, lo que quiero, 1099 así que créeme cuando te digo que siempre te querré a ti, siempre serás parte de mí, estás adherida a mi alma. >> Siempre que quieras, puedes volver, volver a mí… porque ten por seguro que siempre te esperaré, así sea toda la vida, lo haré. Eres más que el amor de mi vida, Jude. Eres la dueña completa de mi existencia. —Mason promesas… —Niego ligeramente—, sin —¿Por qué te da tanto miedo? —No puedo obligarte a esperarme, no puedo ser así de egoísta, ¿Y si te cansas? No puedo… —Puedo cansarme de todo Jude, de todo menos de ti. Entiende, esperaría mil vidas para caminar una sola a tu lado. >>Así que vete, pero no pienses que te has librado de mi Judith Bennett, en todas las vidas y en todos los universos pienso encontrarte y perderme a tu lado. Solo buscaré tu brillo, ma précieuse lumière. Lo observo con los ojos llorosos. Ay dios, no debería doler tanto irme… 1100 —Nunca te lo dije, pero te amo Mason, te he amado cada segundo. Me giro para irme, porque si no lo hago ya, no lo haré nunca. >>Adiós… —Me despido con una sonrisa al verlo plasmado en su lugar. —No, esto no es un adiós, es un hasta pronto. Compartimos una última mirada antes de que por fin me vaya, observo como su imagen desaparece conforme avanzamos. Aiden toma mi mano dándome un apretón. —¿Estás bien? —Lo estaré —Murmuro viendo por la ventana la puesta de sol. Por primera vez en mucho tiempo estaría sola, sola de verdad, pero a pesar de eso, jamás me sentí tan acompañada. Era extraño… Se sentía como un final, pero indudablemente era un comienzo. 1101 Querida lectora, no tengo palabras para agradecerte que me permitieras formar parte de tu vida, de tu tiempo, de tus sentimientos, de todo. Gracias por emocionarte conmigo, por tus comentarios, por tus votos, por tus motivaciones, por leer a pesar de que no estuviese terminada, por convertir en realidad palabras que solo creí leería en mis sueños, como que de hecho a alguien le gusto este libro. Si les soy honesta, aun no me lo termino de creer. Tengo que decirles varias cosas, como para empezar, lo que se que les interesa: si, tendrá epilogo. Así que no se preocupen, que aunque este sea el final, no acaba aquí la historia y no solo será uno, son dos. Y no, ya no las hare sufrir. Así que quédense tranquilas. Para las personas que aun les interesa el mundo y la vida de Made in the A.M, quiero que sepan que planeo subir el primer libro que escribí, que no, no fue este. Fue de hecho el libro de Paxton y Aiden. Las tqqqqm <3 Especialmente a ustedes, las que llegaron hasta el final. 1102 58. Carta. Querida Jude… Iniciaré esto de la peor manera, con una terrible noticia, no, aún no se a que saben las nubes, y probablemente te decepciones de mí, pero no como algodón de azúcar todos los días, como lo planeaste por años. De hecho, creo que lo odio. Ahora una buena noticia, encontré un motivo para vivir: yo. Sé que para ti debe sonar poco, pero créeme, algún día te darás cuenta de lo equivocada que estás, por qué en realidad valgo muchísimo, valgo todo y tanto. Tú también, pero eres muy muy ciega como para notarlo. Quiero pedirte perdón, perdón por hacerte creer que eras débil, que no merecías las cosas buenas, perdón por anteponer la felicidad de otros sobre la tuya, por hacerte cargar el peso de culpas que no te correspondían. No tienes idea de lo que me gustaría protegerte, pero hoy puedo decirte que no necesitas que nadie lo haga, tú puedes sola, porque eres (spoiler: viene la 1103 palabra que más odias) valiente, sí. Y fuerte, extremadamente fuerte. Sin embargo, a pesar de ese hecho, es importante que sepas que, aunque si puedes sola, no lo estás, siempre existirá alguien dispuesto a escuchar, a ayudar, a ser compañía. Es válido sentirse vulnerable, cansado, sentir que ya no puedes… Pedir ayuda es otra de las maneras en las que la valentía se hace presente. Pedir ayuda es otro acto de coraje y de amor propio. Eres buena ignorando las cosas, intenta iniciar mejor por ignorar los pensamientos intrusivos, esos que te hacen creer que no estás lo suficientemente mal como para pedir o recibir ayuda. No hay problema pequeño y está bien, no estar bien. No tengas miedo de tu silencio, de la soledad, ellos no son tus enemigos, yo lo descubrí enfrentándolos y me di cuenta de que cuando llegas a ellos, no están solos, allí estaba esperándome alguien muy importante: yo misma, para tomarme de la mano y enseñarme que no es tan oscuro como parece. 1104 Allí en el silencio no hubo a nadie a quien escuchar, a nadie excepto a mí, y aprendí muchas cosas, también entendí muchas otras, entendí que había dado mi amor a muchas personas que jamás se lo merecieron, pero nunca se lo di a una persona que en específico lo merecía más que cualquiera. Tranquila, si lo hice, esa noche cuando la tuve frente a mí le dije dos palabras que debí decirle hace mucho… “Te quiero” y el reflejo en el espejo me sonrió. ¿De verdad en toda mi vida jamás me había tomado un segundo para hacerlo? En ese momento me reí, “Te quiero” me repetí y mi corazón se hinchó cuando me di cuenta de que las palabras no estaban vacías, de verdad lo hacía. No dure ni un segundo en romperme a llorar, “está bien, me repetí internamente, llora todo lo que necesites” y así lo hice. Y después de desahogarme, entre todo mi llanto, sonreí nuevamente, y allí estaba yo, siendo una contrariedad: riendo y llorando. Un desastre en todo su esplendor, yo no era el arcoíris después de la tormenta, yo era la tormenta y eso me encanta. No puedo hacer nada por mi pasado, pero me hice un pacto por el futuro: no volveré a 1105 abandonarme nunca. Por cierto, ¿Recuerdas esa sensación cálida que se siente en el pecho cuando estás con tus personas favoritas? Pues un día me di cuenta, de que la estaba sintiendo, ¿Y sabes que fue lo más bonito? Que no había nadie, así que si, yo soy la causante de mi propia plenitud, yo y nadie más que yo. Por si te lo preguntas, no, mis demonios no se han ido del todo, mis inseguridades no he logrado desaparecerlas por completo, los fantasmas de mis miedos a veces salen a la luz, pero he aprendido a convivir con ellos, porque entendí que incluso todo eso negativo sigue siendo parte de mí. E ignorándolos a ellos es otra manera de ignorarme a mí. Esta vez cada que uno sale a flote no me cierro, no pretendo que no existen, no intento callarlos, les doy voz para poder escucharlos y trabajarlos. No me volví mejor, de hecho, sigo siendo un desastre monumental, un caos, pero, no podría estar más feliz por eso. Ah, una última cosa, ¿Recuerdas esa increíble escuela de arte a la que siempre soñaste que fuera, pero sabías que era imposible? Pues después de que 1106 mi historia se diera a conocer recibí muchas becas y ofertas para terminar mis estudios con ellos y si, entre esas ofertas estaba la de esa escuela, ¿Estás lista para el paro cardiaco que posiblemente te provocaré? No acepte ninguna, quizás no tenía las técnicas correctas, quizás mis pinturas estaban lejos de convertirse en una obra de arte, posiblemente perdí una oportunidad única en la vida, pero, seguí el consejo de un amigo. “No necesitas que nadie te enseñe lo que es el arte; el arte es pasión y eso nace por dentro”. Pero, tranquila, todo está saliendo bien. Estoy convirtiéndome en una artista autodidacta. Y en realidad no es menos respetable. Y si algo sale mal, no tengo miedo, aprendí que nunca es tarde para empezar de cero. Esta es mi despedida, lo siento por no saber qué más decir, sigo siendo terrible con las palabras, esto en específico creo que no cambiará. Hoy te suelto, eres libre para ir a descubrir que existe al final del arcoíris. Para: La niña de los mil miedos. De: La mujer que está aprendiendo a superarlos. Con amor, Judith Bennett. 1107 *** Esto no es un epílogo, es Jude despidiéndose de la niña de su pasado. Si, lo sentía necesario antes de los epílogos. Por cierto, esos los subiré hasta la noche. <3 1108 59. Epílogo I 1 de 2 JUDITH. Mi viaje debió terminar hace tres meses, pero me distraje con mi vida, me distraje disfrutando, me distraje riendo, me distraje conociendo gente, lugares, incluso comida… Todo a mi alrededor me llenaba de inspiración y después de meses tome un pincel y me deje llevar, no pensé demasiado, no hice bocetos, simplemente la música, los lienzos y yo nos hicimos compañía durante las noches y antes de que pudiera darme cuenta había hecho lo que nunca había podido antes… Henry que me había ido a visitar, cuando entro al departamento que rentaba, sonrío viendo a su alrededor. Tenía un desastre completamente, todos los cuadros estaban esparcidos por todo mi salón. Henry soltó una risa girando sobre su propio eje. “— Y aquí está, la pasión que vi en ti el primer día que pisaste mi edificio.” 1109 Henry se llevó mis cuadros y los expuso bajo un seudónimo. No sé si a la gente de verdad le gusto lo que hice, o si era más la curiosidad por no saber quién estaba detrás, pero como sea, todo se vendió. Era una completa locura. No había cobrado nada, hasta ahora, y la primera compra que decidí hacer, fue un café, si, la estrella mal recortada de Nate en el mapa que hice de niña. La cafetería a la que le prometí que iría, el punto principal de todo. Decidí dejar lo mejor para el final. Aunque aún no decido del todo si es un final, pero llevo una semana entera cuestionándome si debería volver… Quiero hacerlo, pero no quería equivocarme, así que me di estos días para meditarlo, no es que crea que volver pueda ser un error, pero si vuelvo seria para estabilizarme tanto de manera personal, como de manera profesional. Y quizás después de eso ya no pueda repetir esta locura de simplemente viajar y viajar. Tomo un sorbo de mi café y levanto la cabeza observando al techo “Universo, aquí es cuando me das una señal” ¿Debería continuar aquí un poco más? 1110 Detengo abruptamente mis pensamientos al sentir el líquido amargo bajando por mi garganta, sin poder evitarlo escupo un poco en la mesa. Me alegro de que no haya nadie en el establecimiento, porque qué vergüenza. Mierda… Arrastro mi silla y me pongo de pie de un salto sin importarme ni un poco el escándalo que estoy provocando. Corro como desquiciada al baño y solamente cruzar la puerta y llegar al inodoro vomito y vomito. Siento las lágrimas aglomerándose en mis ojos y las arcadas no paran. Dios, ¿qué es esto? Saco el mapa de mi bolso solo para ver si no me he confundido de dirección o establecimiento, arranco la estampa de estrella que estorba y entonces lo veo… debajo de la estampa. Un pequeño recorte de una foto de Nate sacando el dedo medio. <<Aquí venden el mejor café que probaras en toda tu entera vida, te lo juro, hace unos años cuando Made in the A.M estaban de gira, en mi día libre salí a dar una vuelta y conocí este lugar, de verdad tienes que ir>> 1111 —Hijo de… —Me detengo cuando vuelvo a sentir la bilis subir por mi garganta. Y sin poder evitarlo vuelvo a vomitar. ¿Cómo rayos habían logrado hacer un café tan feo? Ni siquiera quiero saber que tiene. Después de los peores minutos de mi día, enjuago mi boca y observo mi reflejo pálido en el espejo. ¿Acabo de hacer toda una ceremonia de gastar mi primer pago de manera especial en un sitio que se supone sería especial, porque alguien especial me lo recomendó, pero me hizo vomitar hasta el alma? Si. Tomo una menta que tengo en mi bolso y la como mientras salgo del baño. La mujer que estaba en el mostrador se queja con vehemencia mientras limpia la mesa en la que escupí todo. Casi puedo imaginarme la burlona risa de Nate taladrándome los oídos. —Disculpe —murmuro viéndola con pena. —Lárgate niña —farfulla la mujer. Salgo del lugar con la vergüenza golpeándome completamente. El frío me da directamente a la cara cuando abro la puerta. Abrazo mi cuerpo sintiendo las gotas de agua comenzar a caer. Genial. 1112 Camino deprisa hasta la parada del autobús, tiro mi cabeza hacia atrás soltando un quejido al notar que la parada ni siquiera tiene techo. ¿Estaba hospedada en un hotel precioso que tenía todas las comodidades? Si, ¿Me había salido de mi confort para venir a meterme a un barrio desconocido y aparentemente descuidado solo por un café posiblemente tóxico que probablemente me cause malestar estomacal por meses? Si. Maldije internamente cuando sentí el agua aumentar, este, definitivamente no está siendo mi día, estaré enferma del estómago, enferma de gripa y… abrí los ojos cuando el agua se detuvo por completo. Encima de mí se extendía un paraguas negro. Gire hacia el chico desconocido que me sonreía mientras me cubría del agua. —Está demasiado frío, tu nariz está muy roja, luces pálida y creo que no es muy sano que estés bajo el agua —explica. Abro y cierro la boca sin saber exactamente qué hacer. Él está parado allí con un traje de vestir mojándose, pero cubriéndome a mí. —No es necesario, gracias. 1113 —Tranquila. A veces me gusta hacer caridad a turistas. Suelto una risa viendo hacia el frente. —¿Cómo sabes que…? —Estás aquí en una parada que dejo de funcionar hace años, bajo el agua en tiempos que todos sabemos que llueve, entraste a esa cafetería que no debería existir y nadie sabe cómo sigue en servicio y me observas con confianza, como si no tuvieras idea que estás parada sobre uno de los barrios más peligrosos y que no deberías confiar en la gente de aquí. —Amm, sí, creo que me voy —murmuro, poniéndome de pie. El chico suelta una ligera risa y niega. — Claramente no pienso hacerte nada, mira, la parada correcta es a unas cuadras, ¿Quieres que te acompañe? —No, estoy bien. —¿Segura? En realidad no tengo mucho que hacer, estoy aburrido y mi auto es ese… Niego restándole importancia. —De verdad gracias, pero estoy bien —respondo segura. Y no 1114 soy taaaan tonta. No me subiría a un auto de un desconocido. —Al menos quédatelo —dice dándome su paraguas comienzo a negar, pero él toma mi mano y me hace tomarlo. —Insisto. Sonrío tenuemente y lo tomo. —Gracias. —De nada. ¿Qué se supone que digo ahora? “Ya te puedes ir.” Que incómodo. Me encojo un poco en mi lugar al escuchar el fuerte trueno. > >¿Estás…? —Segura, sí. Gracias de nuevo —digo. El chico asiente y finalmente se va cruzando la calle. Doy un par de pasos comenzando a alejarme de la parada sin servicio y observo sobre mi hombro por donde el chico se ha ido. Entonces me doy cuenta de que él también se ha detenido y me observa fijamente, cuando nuestras miradas se encuentran se giró, pretendiendo que no me veía. Frunzo el ceño escuchando el trueno 1115 resonando por todos lados, el agua no hace más que aumentar, giro completamente cambiando de dirección. —No es por allí —grita. —Deja de verme —Me quejo y comienzo a caminar de prisa. Escucho unas pisadas detrás y no tengo que girarme para saber quién es. Suelto su paraguas y corro intentando perderlo, pero es muy rápido —Espera, ¿Qué haces? —Tú qué haces —grito de vuelta continuando corriendo, mi cabeza comienza a pensar a toda prisa. —Te ves asustada y desorientada, no puedo dejarte así, no podría dejar así a nadie, no me lo perdonaría. —Estoy asustada y desorientada porque un desconocido me está acosando —gritó de regreso, obligando a mis piernas a continuar. Horrible día para olvidar mi teléfono en el hotel, una idea fugaz pasa por mi mente y entonces solo me detengo abruptamente, el cuerpo del chico choca contra el mío, me lanza hacia el frente y mi cuerpo 1116 sale disparado al piso, pero el golpe jamás llega. Me tiene sostenida por la cintura evitando mi caída. El enojo corre por mi cuerpo, me giro lanzándole una bofetada, pero logra detenerme por la muñeca evitando que logre tocarlo. Le lanzó un puñetazo a la cara con la otra mano, pero detiene mi golpe observándome con sorpresa. —¿Acabas de…? Le lanzó una patada a la entrepierna, pero también la esquiva con su mirada perpleja. Frunzo el ceño e iniciamos una pelea ridícula a mitad de la calle, yo intento golpearlo y él me esquiva sin problema. Después de unos minutos con la respiración agitada y el cuerpo cansado me detengo caminando hacia la esquina para sentarme en el piso. —Me rindo, secuéstrame. —No pensaba secuestrarte… Lo observo por unos segundos y entonces estornudo. Él suelta una risa y camina hacia mí sentándose también en el piso. —Soy Travis. Y no debiste dejar caer mi paraguas, ahora te enfermarás. —Soy Judith y no debiste seguirme como un psicópata, ahora me enfermaré. 1117 Él sonríe y ambos nos quedamos en silencio observando hacia la calle desierta. > >¿Vives aquí? —pregunto viéndolo de reojo. —No, pero mi padrastro si y vine a visitarlo, me estoy hospedando en un hotel. —¿Así que también eres turista? —Algo así, viví aquí por muchos años, pero me mude por trabajo y volví por trabajo —Asiento poniéndome de pie. Él también lo hace—, ¿Quieres que…? —¿Me podrías hacer un favor? —pregunto y el asiente de inmediato—, ¿Podrías prestarme tu teléfono? Él se me quedo viendo unos segundos sin decir nada. —¿Para q…? —Voy a llamar a la policía. —¿Desde mi teléfono? —pregunta con una sonrisa. —Si, exactamente —digo con sarcasmo. Él saca su teléfono y me lo entrega. Marco el número que sé de memoria y cuando responde a la primera, cuelgo. 1118 Travis frunce el ceño viendo como le regreso el teléfono. —¿Qué…? —¿Dijiste que estabas aburrido? ¿Quieres hacer algo conmigo? —¿Debo preocuparme por tu comportamiento medio extraño? —Acabas de seguir a una completa desconocida corriendo y dices que debes preocuparte —Ruedo los ojos—, bueno, ¿Si o no? El chico lleva la mano a su cabello quitándolo de su cara, observa hacia la calle y luego hacia mí de nuevo. —Si, ¿Por qué no? Ambos, completamente empapados, regresamos por donde vinimos corriendo. Sonrío sintiendo la emoción cruzando mi cuerpo. Lo observo de reojo, él va en silencio con el agua deslizándose por su rostro, tengo tantas ganas de hacerlo hablar y hablar, pero me contengo. Quizás, si todo sale bien, tendría mucho tiempo para hacerlo. Quiero pensar que Travis es mi señal. Mi respuesta de sí irme o quedarme, porque sí, he tomado la decisión. 1119 MASON. El sonido de la batería suena por todo el lugar de manera aparatosa, Levi toca Heathens de Twenty One Pilots con una habilidad impresionante. No importa cuantos años estemos juntos, siempre estaré admirado del talento de mis amigos, se supone que estamos descansando del ensayo, pero Levi como siempre tiene mucha energía. Aiden está parado en un extremo con los audífonos puestos completamente concentrando en cambiar las cuerdas de la guitarra de Pax. Paxton está acostado en el piso con su celular elevado hacia el techo, por los lamentos y jadeos que suenan al otro lado supongo que ha decidido hablar a alguna chica, ocasionalmente suele marcarles sin aviso, solo entra a su bandeja y selecciona un mensaje random y les hace videollamadas. Uno de los chicos de seguridad entra corriendo y en cuanto me encuentra se me acerca. —Jennifer está esperando por ti. Me pongo de pie y lo sigo, le doy una ligera patada en la cabeza a Paxton cuando paso a su lado, suelto una risa cuando lo veo incorporarse de un salto, antes de que pueda seguirme, entro al elevador 1120 y presiono el piso haciendo que las puertas se cierren en su cara. —¿Sabes que quiere? —pregunto al chico parado a mi lado. Él simplemente se limita a negar. Suelto un suspiro y espero. Cuando las puertas se abren voy directo al despacho de Jennifer y entro deteniéndome por unos segundos al ver todas las hojas que tiene extendidas en su escritorio. —Oh, Alex entra —balbucea mientras se acomoda su ropa. —¿Todo bien? La televisión a sus espaldas esta encendida mostrando una foto de la exjuez Grace —<<… Aunque al principio simplemente se le había condenado por dieciocho años de inhabilitación en el congreso, estos días el tribunal ha aumentado la pena al abrir investigación en su nombre y encontrarse más pruebas de acuerdos corruptos de los que formo parte, también por falsificación de documentos oficiales, dictámenes de resoluciones injustas y…>>Tomo el control remoto y la apago. Ya había tenido suficiente de todos ellos en los últimos meses, no necesita escuchar o ver más sus rostros. 1121 —Si… —habla Jennifer detrás de mí con unas hojas en sus manos—, aún no termina de proceder su caso, tiene muchas cosas detrás, creo su juicio durará un par de meses más, especialmente por ser una juez. —¿Eso es para mí? —pregunto a apuntando hacia las hojas. Ella asiente y me apunta hacia la silla frente a su escritorio. —Hay varias cosas de las que quería hablarte — dice mientras tomo asiento, ella se sienta sobre el escritorio y me pasa las primeras hojas—. El ultimo detective de delitos sexuales que estuvo involucrado en la manipulación del caso de Bennett ha sido condenado y sé que te molesto que durara tantos meses pero al ser un caso de hace años tuvimos suerte de que siquiera procediera, pero finalmente el caso se cerró —explica dándome las hojas, ni siquiera las leo porque lo sé, yo mismo me asegure de que cualquier persona que estuviera involucrada pagara, incluso la empresa que publico la entrevista y el video que Vanesa les otorgo. > >Como sabes, el caso fue público, así que… — Jennifer comienza a sacar muchas hojas de una carpeta y me las entrega—, en cuanto se narraron los hechos de Douglas Wilson y Sergio Ortiz, se hizo un 1122 motín en las instalaciones del edificio de Wilson, lo destruyeron, lo incendiaron parcialmente y bueno la policía antidisturbios llego y detuvieron a muchas personas… —Lo sé, Jenn. —Es que necesitaba explicarte por qué fue mucho dinero el que se usó para pagar todas las fianzas. —Tranquila, no importa, ¿Te aseguraste de pagarlas todas? —Si —responde sacando una última hoja—, también me asegure de pagar la multa de Paxton y logre silenciar a los medios y… —Espera, ¿Multa? Jennifer como siempre me observa asustada y vuelve a acomodar su ropa. —Yo… cuando supe sobre el motín corrí a hablar contigo porque las personas que lo lideraban eran sus fans y bueno, al primero que me encontré fue a Paxton… —Jenn… —murmuro masajeando mi cien—, ¿Llevaste a Paxton al motín? —Es que le pedí ayuda para ir al lugar, no veía conveniente que las fotos de personas destruyendo 1123 un edificio estuvieran utilizando ropa con los logos de Made in the A.M, y pensé que si llevaba a uno de ustedes a hablar con ellas lograría pacificar algo. —Jennifer, ¿Qué hizo Paxton? —Dijo que no le había dado contexto y que pensó que íbamos a ayudar, mmm, ¿Recuerdas que dije que el edificio fue parcialmente incendiado? Cierro los ojos tirando mi cabeza hacia atrás. — Pero no hay fotos, de hecho, lo ayudaron y ellas cuidaron que nadie lo fotografiara, pero los antidisturbios llegaron y bueno, el resto es historia… Soy una pésima Manager, lo sé. —No eres mala, solo que no estamos exagerando cuando te explicamos lo que era trabajar con Paxton, ese es tu único error, que lo subestimas, pero en todo lo demás eres muy buena, asustadiza, pero vas bien. —Gracias —dice con una sonrisa sosteniendo su teléfono entre sus manos—, hay una cosa más… que creo que debo decirte. —¿Qué pasa? —Es sobre… —murmura y asiento para que continúe—, bueno, ahora con todo esto de la finalización del cierre del caso de Bennett, los 1124 medios han estado sobre los involucrados y… —Mi teléfono vibra, así que lo saco del bolsillo, es un mensaje. “¿No deberías estar ensayando? Vine a buscarte al sótano, pero no estas” Frunzo el ceño mientras asiento hacia los balbuceos de Jennifer. “¿Qué demonios haces aquí?” “Larga historia, ven” —Así que ayer la fotografiaron a ella y estaba con… Me pongo de pie haciendo que se calle. — Gracias Jennifer, me parece muy bien, la mejor manager del mundo, me tengo que ir, más tarde te veo —Ella frunce el ceño, viéndome, abre y cierra la boca, pero no añade nada más. Las puertas del elevador se abren y de inmediato veo a Hill parado frente a ellas, completamente despreocupado, observándome con aburrimiento. —Eres posiblemente el peor empleado que he tenido en la vida, así que antes de que te despida 1125 dime, ¿Por qué no me has respondido ninguna llamada y que mierda haces aq…? —Me detengo abruptamente al escuchar las teclas del piano. Reconozco la melodía que suena “I loveyou” de Riopy. La reconozco porque fue la que ella toco la primera vez que la conocí. Todo mi cuerpo entra en corto circuito, el incipiente hormigueo en mi nuca crece con el suave sonido de las teclas. Ni siquiera me importa una mierda Hill, lo ignoro y paso de largo dejándolo atrás. Hipnotizado por el sonido, me adentro al sótano y la veo allí. Jude, mi Jude. Sentada en el banquillo moviendo sus manos sobre el teclado con gracia y facilidad. Es exactamente como la primera vez que la conocí, pero esta vez puedo verla, esta vez es de día, esta vez si alguien bajara y la interrumpiera, no lo dejaría llevársela… Habían pasado meses de la última vez que la vi, no corría hacia ella por simple miedo a que se desvaneciera. Camine con lentitud maravillado con su presencia. Recorro con la mirada, su silueta dibujada por la luz frente a ella. Y allí está de nuevo en su expresión esa fascinación de la que me había enamorado, sus mejillas sonrosadas, su cabello cayendo por su espalda. 1126 Antes de siquiera poder darme cuenta, mi boca ya esta diciendo su nombre. Ella se detiene al escuchar mi voz y gira a verme sobre su hombro. Y entonces, me sonríe, y solo eso me basta para que mi cuerpo entero entre en un estado de frenesí y caos. —No tengo ni puta idea de cómo lo descubrió, fui discreto, incluso, prepárate porque no lo vendrás venir… amable, fui amable y no sé, todo se fue a la mierda —habla Hill detrás de mí—. Prácticamente fui secuestrado y me obligo a traerla aquí, por eso no respondía. —Vete —ordeno volviendo mi vista a Jude. Travis hace caso y sale de inmediato. —Alexander Macovei, ¿Pensabas que no notaria que cada que tenía un problema, alguien desconocido se acercara de inmediato a solucionármelo? Su voz, joder, ni siquiera me importa que me esté reclamando, podría escucharla por horas. —Yo… —Tú me mandaste a seguir. Lo sospeché desde hace semanas, pero lo descubrí cuando Travis me dijo que iba a esa ciudad por trabajo, después le quite su teléfono y te marque y respondiste, y tú no 1127 respondes números desconocidos, así que, así lo confirme. Ab