Uploaded by Ana Pérez

TEMA 1

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TEMA 1
ENSEÑANZA-APRENDIZAJE DE LAS ACTIVIDADES
ACUÁTICAS
1. INTRODUCCIÓN
La enseñanza de las actividades acuáticas ha evolucionado mucho desde
mediados del siglo XVI hasta la actualidad; desde la aparición de las primeras técnicas
natatorias,hasta los estilos más depurados de hoy en día pasando por las diversas
corrientes pedagógicas de cada momento.
En los últimos años se ha producido una importante evolución de la natación y
las actividades acuáticas:
▪
Se han introducido nuevas formas de realizar actividad física en el agua
que el clásico nado de estilos de natación. De hecho actualmente se
maneja el concepto “actividades acuáticas” y no el tradicional de
“natación”, entendiendo que natación supone una parte dentro de las
“Actividades acuáticas”
▪
Las actividades acuáticas se dirigen a una gran franja de edades, desde
bebés hasta la tercera edad.
▪
Se han incorporado al campo de las actividades acuáticas poblaciones
muy diversas: embarazadas, personas con discapacidad y población con
distintas dolencias que acuden a las actividades acuáticas terapéuticas.
▪
Gran variedad de programas acuáticos que persiguen distintos objetivos:
Programas utilitarios, de competición, de acondicionamiento físico, de
recuperación/ rehabilitación, recreativos y educativos.
▪
Gran evolución en cuanto a las instalaciones acuáticas y en cuanto a los
materiales que se pueden usar para las clases de actividades acuáticas.
Todos estos condicionantes determinarán que en el variado abanico de
actividades acuáticas se aborden éstas siguiendo distintas metodologías en nuestras
sesiones.
2. ASPECTOS GENERALES METODOLÓGICOS EN LAS ACTIVIDADES
ACUÁTICAS
J.A. Moreno Murcia y Melchor Gutiérrez proponen como sugerencias orientativas
en la enseñanza de actividades acuáticas los siguientes aspectos:
•
No se debe olvidar que el individuo funciona como un todo: ámbito psicosocial, cognitivo y motor van unidos. Por ello no tenemos que centrarnos
exclusivamente en el ámbito motor y dejar de lado los otros.
1
•
Hay que tener en cuenta las peculiaridades de cada grupo y de cada alumno
en concreto, adaptando los métodos y recursos a cada uno de ellos.
•
Tenemos que tener claros los objetivos de nuestros programas de
actividades acuáticas –enseñanza, acondicionamiento físico, entrenamiento,
etc.- y en función de esto adaptar los métodos de enseñanza y las
actividades que se propondrán.
•
La edad de los alumnos condiciona claramente la metodología. No es lo
mismo trabajar con niños pequeños, con niños de más edad o con adultos.
•
Hay que utilizar estilos y recursos de enseñanza variados que potencien la
creación y el uso de estrategias propias de búsqueda y resolución de
problemas (esto es especialmente importante en edades infantiles).
•
Debemos potenciar un clima de aceptación mutua y cooperación entre los
alumnos, promoviendo la organización de equipos, distribución de tareas,
responsabilidades
•
No debemos perseguir una respuesta motriz única y válida para todos, sino
mejorar la competencia motriz de cada alumno con relación al punto de
partida.
•
Debemos proponer actividades de aprendizaje que todos los alumnos de la
clase sean capaces de realizar, en mayor o menor grado.
•
El profesor debe siempre animar y alentar a los alumnos. Hacerles saber de
sus avances de forma positiva, transformar ciertos errores en éxitos y
proponer las correcciones de forma constructiva.
•
Tenemos que estructurar la progresión de la dificultad en los ejercicios en
función de los avances que se van consiguiendo. Las tareas propuestas
tienen que suponer un reto y un esfuerzo que sea posible perseguir, no algo
inalcanzable, ya que esto desmotivará al alumno.
•
El profesor debe orientar, estimular, sugerir, controlar el riesgo, proponer
ayudas para que los alumnos solucionen las tareas propuestas.
•
Cuando se proponen actividades acuáticas que suponen un esfuerzo relativo
es preferible usar un mayor número de éstas por unidad de clase y de menor
duración que pocas actividades de mucha duración.
•
La posición del profesor en la instalación acuática es importante. Tenemos
que tener a todos los alumnos en el campo visual. CONTROL.
•
El profesor debe establecer normas generales y muy claras sobre el uso de
la instalación y los materiales para evitar accidentes. Debemos hacer ver al
alumno los posibles factores de riesgo que existen en el medio acuático. LA
SEGURIDAD EN EL MEDIO ACUÁTICO ES LO MÁS IMPORTANTE.
3. ESTILOS DE ENSEÑANZA EN LAS ACTIVIDADES ACUÁTICAS
Los estilos de enseñanza habitualmente aplicados para el aprendizaje motriz en
general se aplican igualmente en el medio acuático.
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Las tendencias actuales buscan –especialmente en el trabajo con niños y
jóvenes- estilos de enseñanza que promuevan un “aprendizaje significativo”, dando
lugar a que el alumno descubra su capacidad intelectual, que él mismo tome decisiones,
lleve a cabo iniciativas, descubra posibilidades y en definitiva, busque respuestas.
Repaso de los estilos de enseñanza (recogidos por Moreno Murcia y Melchor
Gutiérrez en su libro “Actividades acuáticas educativas”)
-
Enseñanza basada en el comando o mando directo: El profesor propone la tarea
a realizar de forma concreta. Normalmente demuestra o explicita claramente lo
que hay que hacer.
Tenemos que desplazarnos durante un largo completo haciendo batida de pies
de espalda. Llevamos una tabla sujeta con las manos encima de las rodillas y
nos aseguramos que éstas no tocan la tabla.
-
Enseñanza basada en la tarea o Asignación de tareas: Explicada y demostrada
la tarea, los alumnos realizan el ejercicio o actividad un determinado nº de veces
o durante un tiempo concreto. Puede plantearse una misma tarea con gradación
en la dificultad o intensidad para que los alumnos diversifiquen su trabajo.
Tres opciones para trabajo de crol: 50 metros pies de crol con tabla, 50 metros
pies de crol con tabla y coordinación con el trabajo de brazos, 50 metros pies de
crol y coordinación con el trabajo de brazos pero sin tabla.
-
Enseñanza recíproca: Uso del compañero. Un alumno ejecuta y el otro observa
y proporciona al ejecutante información sobre su realización y errores cometidos.
Por parejas, uno hace brazos de crol y el compañero le observa. Después de un
largo le corrige los defectos atendiendo a la consigna concreta de que el codo
vaya flexionado y alto, apuntando al techo durante el recobro.
-
Constitución de pequeños grupos o grupos reducidos: Variante del anterior.
Constituir grupos de al menos tres componentes, con las funciones de ejecución,
observación y toma de datos.
Grupos de 3. Proponer un circuito a realizar en la piscina. Uno realiza el circuito
señalado, otro observa la ejecución y corrige y el tercero toma tiempo.
-
Programa individual: Cada alumno lleva a cabo un programa detallado en función
de su nivel de aprendizaje en ese momento y de forma independiente.
Realizar una sesión de aprendizaje de la técnica de crol descrito en la pizarra.
-
Descubrimiento guiado: El profesor plantea un problema a resolver y da pautas
para que el alumno vaya descubriendo la/las soluciones.
¿Quién puede desplazarse en la piscina pequeña sin que se vea la cabeza?
Ahora lo hacemos tocando el suelo con las manos y lo más cerca del suelo.
-
Enseñanza mediante búsqueda ó resolución de problemas: Se espera que el
alumno busque por si solo la/las respuestas de acuerdo con su total arbitrio.
¿De cuantas formas pueden entrar en el agua desde el bordillo?
La calidad en la enseñanza implica que el profesor domine todos los estilos y
sepa usarlos con eficacia. Siempre es enriquecedor para el alumno que se apliquen
estilos de enseñanza variados.
En la actualidad la mayor parte de los autores insisten en que los estilos de
enseñanza más acordes para el aprendizaje de las actividades acuáticas con niños
serán aquellos que promuevan un “aprendizaje significativo”, es decir el niño tiene que
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participar activamente en la búsqueda de soluciones, esto es trabajar prioritariamente
con estilos de enseñanza de resolución de problemas y búsqueda.
4. ESTRATEGIAS DE ENSEÑANZA
Las estrategias de enseñanza son las diferentes formas de plantear al alumno la
actividad motriz que estamos enseñando.
ESTRATEGIA GLOBAL
Tratamiento conjunto de toda la información de la tarea motriz
Global pura.- Ejecución de la tarea en su totalidad
Nado a crol estilo completo.
Global con polarización de la atención.- Ejecución de la tarea en su totalidad pero
haciendo que el alumno preste atención en algún aspecto concreto de la
ejecución
Nado a crol estilo completo centrándonos en la fase de agarre, es decir cuando
entra el brazo en el agua este se desliza hacia adelante y hacia abajo.
Global modificando la situación real.- Ejecución en su totalidad de la tarea motriz
pero modificando alguna condición de realización. Se busca que esta
modificación facilite la ejecución global.
Nado a crol estilo completo pero en cada recobro es obligatorio tocar con el
pulgar la axila correspondiente.
ESTRATEGIA ANALÍTICA
La tarea se descompone en partes y se enseñan por separado.
Decomponemos el nado de braza en: patada, brazada y respiración
Analítica progresiva.- Se enseña un solo elemento. Una vez dominado se añade
otro y así sucesivamente.
A
A+B
A+B+C
Analítica secuencial.- Se enseña el elemento que temporalmente va el primero.
Luego se practica de forma aislada el segundo. Así todos hasta que al final se
unen en una práctica total
A
B
C
A+B+C
Analítica pura.- Se practica aisladamente el elemento que el profesor considere
más importante y así sucesivamente hasta que se integra todo al final.
C
B
A
A+B+C
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ESTRATEGIA MIXTA
Se trata de combinar ambas estrategias: global – analítica – global
1º: nado a crol estilo completo. 2ª con pull- boy brazos de crol tocando con el
pulgar la axila. 3º Nado a crol estilo completo.
5. INTERVENCIONES DIDÁCTICAS POR TRAMOS DE EDAD
Recogido por Moreno Murcia y Melchor Gutiérrez.
Periodo de 0 a 2 años:
En estas edades los niños realizan la clase acompañados de un adulto. La
estrategia en la práctica será global –ejecutar la tarea en su totalidad- y cuando el
profesor se dirija a los padres, tutores o responsables lo hará polarizando la atención en
algo concreto –solicitando al padre que centre especialmente su atención en algún
aspecto de la ejecución-.
Dada la corta edad de los niños, no se usarán técnicas de enseñanza concretas,
más bien se tratará de que éstos exploren el entorno y aprendan a través de ensayoerror. No obstante sí se proporcionará a los padres información sobre la resolución al
problema, concretando como debe realizarse el ejercicio.
Periodo de 2 a 4 años:
Estrategia en la práctica global y global polarizando la atención sobre las
habilidades motrices acuáticas.
Se utilizarán en su mayor parte estilos de enseñanza basados en la búsqueda
(descubrimiento guiado y resolución de problemas)
Se trabajaran las habilidades motrices acuáticas básicas, no técnicas propias
de los estilos de natación u otras técnicas deportivas.
Periodo de 5 a 7 años:
Se continúa con una estrategia global y global polarizando la atención.
Estilos variados: Sigue siendo muy importante los estilos de búsqueda pero se
combinarán éstos con otros estilos (mando directo, asignación de tareas, enseñanza
recíproca...)
Período de 8 a 12 años
Se darán prioridad a estrategias globales, pero también se usará la analítica y
en esta etapa es muy interesante la mixta (global-analítico-global).
Estilos de enseñanza variados, usándose mucho la asignación de tareas.
6. TRATAMIENTOS METODOLÓGCIOS ANTE SITUACIONES ESPECIALES
(Moreno Murcia y Melchor Gutiérrez)
Cuando lo niños se acercan al nuevo medio acuático, pueden adoptar actitudes muy
diferentes ante el agua:
Niño que se muestra tranquilo y feliz en el agua
Sencillamente se adaptarán los juegos y actividades a sus posibilidades.
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Niño que da pruebas de audacia en el agua
Estos niños no tienen conciencia de los peligros, riesgos y dificultades que conlleva el
medio acuático. Debemos doblar la vigilancia con ellos. También tendremos que
encontrar los medios para sosegarles (la entrada en el agua será tranquila, etc....)
Niño pasivo e indolente
Niños con comportamiento menos creativo, que no tienen miedo al agua, pero tenemos
que incitarlos a tomar iniciativas y a participar activamente. Suele ser bueno ofrecerles
situaciones ricas en material.
Niño que manifiesta ciertas reticencias
Niños que denotan dificultades de adaptación al medio, tanto sensitivas como emotivas.
Hay que mostrar mucha ternura y tranquilidad con ellos, pero también firmeza,
intentando que el juego sea lo más cautivador posible. Con ellos habrá que evitar la
precipitación y la excitación.
El miedo ante el medio acuático
No debemos dar por bueno que el estado emocional del miedo debe acompañar
inexorablemente el acercamiento al agua en las primeras edades como se decía en la
natación tradicional.
El miedo se da en algunos niños y sería complicado analizar aquí las causas
habituales. (Vivencias o experiencias negativas previas, sencillamente no quieren
separarse de sus padres, otros motivos: tipo de piscina, temperatura del agua,
iluminación, etc.). También los adultos que se acercan al medio acuático pueden
manifestar miedo.
Según la edad de que se trate, cuando los alumnos manifiestan miedo al agua,
suele deberse a unas causas u otras. En todos los casos: paciencia y cariño del profesor,
intentar entender los motivos de su miedo y no tener prisa en avanzar sino que nos
acoplamos a su ritmo de aprendizaje. Las formas jugadas y utilización de material
variado suelen dar excelentes resultados para trabajar con alumnos que se bloquean a
causa del miedo al agua.
▪
Lo más normal es que algunos niños de entre 3 y 5 años se produzca
miedo ante la aparición de grandes espacios. En estos casos puede ser
bueno comenzar la enseñanza preferentemente en espacios reducidos o
vasos pequeños, y a través de la intervención destacada del juego,
Niños de 6 a 12 aparece miedo a la profundidad en detrimento del miedo
a los grandes espacios. Lógicamente hay que adecuar los programas a
las características que presenten este tipo de alumnos. Habrá que
ralentizar con ellos el proceso de aprendizaje, acomodarnos a su peculiar
ritmo y no tener prisa en querer conseguir objetivos rápidamente.
▪
De los 20 a los 40 años, el miedo se centra más en la falta de confianza
en las posibilidades de aprendizaje. Después de los 40 años aumenta
considerablemente el miedo a las profundidades y a las propias
posibilidades mecánicas y fisiológicas.
Los problemas relacionados con la respiración en el medio acuático
Problemas con la respiración se producen el todos los periodos de edad. En las
primeras edades y luego en edades avanzadas, cuando los alumnos se acercan por
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primera vez al medio acuático, se suelen manifestar grandes reticencias y angustias por
tener que sumergir la cabeza dentro del agua. De nuevo el sentido común en estos
casos, y no tener prisa en avanzar es la clave.
Los niños suelen tender a elevar la cabeza cuando son introducidos en el agua
y muestran inhibición para meter la cara en el agua. Los adultos suelen manifestar un
deseo de aprender a respirar y adecuar la respiración a una técnica concreta para evitar
la fatiga. Muchos adultos sobre todo a partir de los 40 y en edades más avanzadas que
no dominan pueden tener graves dificultades para adquirir esta habilidad.
Para que estos problemas intervengan lo menos posible el juego vuelve a ser muy
útil, trabajaremos a través del juego las fases de la respiración (inspiración y espiración)
y apneas –tanto inspiratorias como espiratorias-.
Para la espiración acuática hay que conseguir que la abertura de la boca dentro del
agua no vaya acompañada de penetración de la misma.
7. RECURSOS DE ENSEÑANZA EN LAS ACTIVIDADES ACUÁTICAS
Material:
Respecto al uso de material auxiliar siempre se han indicado pros y contras
acerca de su utilización.
La mayor parte de los profesores actualmente utilizan material auxiliar, de ayuda y
recreativo. No cabe duda de que los materiales auxiliares tienen un efecto enriquecedor
en el proceso de aprendizaje del alumno: favorece su desarrollo físico y perceptivo motor
motivando al alumno en las actividades acuáticas. Ahora bien, no deben limitarse a
utilizar los materiales de ayuda si el niño necesita otros estímulos porque el aprendizaje
podría verse obstaculizado y no progresará convenientemente. En su lugar se
desarrollarán habilidades que dependen totalmente de dichas ayudas y que cuando
éstas faltan el niño se sentirá inútil.
En relación con el material, debemos reflexionar sobre los siguientes
aspectos relacionados muy directamente con la SEGURIDAD que en todo momento el
profesor debe mostrar en sus clases: el hecho de que un niño tenga un material de
flotación (tablas, churros, manguitos, burbujas...) no significa que ya el niño no tenga
ningún peligro en el agua. Nunca podemos confiarnos, SIEMPRE TENDREMOS A
TODOS LOS NIÑOS EN NUESTRO CAMPO DE VISIÓN. Un niño pequeño con burbuja
flotará en el agua, pero podría desequilibrarse en su posición y “volcarse” quedando su
cabeza sumergida.
ATENCIÓN cuando se usa material abundante y/o de grandes dimensiones. En
estos casos mantendremos todo el tiempo la clase con mucho control, evitando que los
alumnos hagan movimientos peligrosos. TODOS LOS ALUMNOS EN NUESTRO
CAMPO DE VISIÓN. En estos casos puede ocurrir con cierta facilidad que los niños se
golpeen, que se amontonen en zonas concretas, y que realicen movimientos
potencialmente peligrosos. Ejemplo: una colchoneta tapiz, puede significar un problema
potencial si un niño está debajo y no tiene aún mucho dominio acuático.
CLASIFICACIÓN DE LOS MATERIALES ACUÁTICOS:
Material tradicional.
Es el que habitualmente se encuentra en una piscina, indicado expresamente para las
actividades acuáticas.
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A) Material de ayuda total:
Aquel que posibilita el mantenimiento del alumno en la superficie de forma
totalmente libre, permitiendo la propulsión de brazos y piernas.
Burbujas, Cinturones de flotación, manguitos, etc.
B) Material de ayuda parcial:
El que proporciona una cierta seguridad al individuo para mantenerse en la
superficie pero que no le permite un movimiento totalmente libre.
o
Material de ayuda fija:
El que suele hallarse instalado en las piscinas y no presenta la posibilidad
de que el alumno pueda desplazarse libremente en el medio valiéndose
de él.
Propias paredes de la piscina, escalerillas, corcheras, agarradores….
o
Material de ayuda móvil
Aquél que presenta la posibilidad de ser usado de forma individual o en
grupo en situaciones fundamentalmente dinámicas. Es susceptible de
desplazamiento fácil en el medio acuático.
Tablas, pull-boys, pelotas, churros, aletas, gafas y tubo de buceo,
tapices….
C) Material recreativo:
Material específico para actividades acuáticas que poco a poco se va
incorporando en centros acuáticos. Su fin es esencialmente recreativo y
contribuye a presentar otros estímulos a los alumnos.
Algunos de estos materiales son de alto coste, lo que provoca su poca
implantación.
Animales hinchables, piraguas, colchonetas hinchables, canastas, redes de
voleibol, toboganes, tablas de body board, anillas de flotación, anillas
sumergibles, pasarelas flotantes, pelotas de playa, etc.
Muchos de estos materiales son de gran volumen y se deben usar siempre de
forma segura, por ejemplo ubicándolos alejados de los márgenes de la piscina y
controlando que los alumnos los utilicen de forma adecuada (ejemplo: que en los
toboganes se tiren controladamente, que el nº de alumnos no sea excesivo en
cada gran material para controlar a todos y que no se produzcan accidentes).
Material no convencional
Todo aquel material que suele ser usado en otro tipo de actividades físicas, recreativas
o de aprendizaje en general. No es frecuente encontrarlo en piscinas debido a la falta
de tradición. No obstante es un material muy interesante y muy variado que debemos ir
incorporando a las piscinas.
Picas, cuerdas, aros, balsas flotables, cubos, globos, vasos de plástico, botellas,
regaderas, pivotes de señalización, neumáticos, discos voladores, etc.
La instalación
En relación con la profundidad de la pileta, nos podemos encontrar con:
- Piscina profunda (PP)
- Piscina poco profunda (PPP)
- Piscina mixta (PM)
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Lo ideal sería disponer de dos vasos de agua: uno profundo y otro poco profundo.
O en caso de contar solo con un vaso, que fuese una piscina mixta (con parte profunda
y parte poco profunda)
La profundidad determina las actividades que se van a plantear. Así en las poco
profundas los niños tendrán menos miedo al agua, se pueden programar gran cantidad
de juegos y se incrementa el factor seguridad. Por el contrario los patrones motores que
se adquieren habrán de adecuarse con el paso a piscina profunda.
En las piscinas profundas se necesita material auxiliar de ayuda –total o parcial-, el
factor miedo se ve incrementado y en niveles iniciales se reduce la variedad de juegos
a realizar.
La temperatura también determina la realización o no de determinadas
actividades. Es necesario que el agua esté especialmente templada para trabajar con
niños pequeños y también en sesiones con mayores destinadas a trabajo de
recuperación o terapéutico.
Debemos plantear las sesiones con un nivel de intensidad y de trabajo por parte
de los alumnos de forma que no se enfríen, no olvidemos que la pérdida de calor
corporal puede ser muy elevada en la piscina si existen excesivas paradas.
La distribución y disponibilidad del espacio condicionará la metodología a emplear.
El espacio se puede estructurar de diversas formas:
- sin limitación de ningún tipo
- por calles
- por espacios multiformes limitados por cuerdas o corcheras
Normalmente el espacio disponible en las piscinas para las clases es reducido
debido a la coincidencia de varios grupos. La distribución que con más frecuencia nos
vamos a encontrar en los centros deportivos es el vaso grande con corcheras que
delimitan calles.
8. EL EDUCADOR EN LOS PROGRAMAS ACUÁTICOS
El riesgo potencial que implican las actividades acuáticas nos debe hacer reflexionar
sobre el aspecto más importante que debe tener claro cualquier monitor: LA
SEGURIDAD DE LOS USUARIOS intrínsecamente unida a cualquier propuesta de
enseñanza que se realice dentro y fuera del vaso.
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•
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En todo momento el monitor tendrá a los alumnos dentro de su campo visual.
Cuando un grupo termina la clase, el profesor debe asegurarse que todos
acuden a los vestuarios y ninguno puede volver a la zona de piletas de forma
accidental o intencionada.
La ratio de niños por profesor debe ser adecuada para un total control. El nº de
alumnos por grupo dependerá de su nivel, edad y espacio disponible. Cuanto
mayor sea el nivel podría aumentar algo el nº de componentes del grupo.
Se extremarán las medidas de seguridad en piscinas profundas y no nos
confiaremos aunque los niños lleven material auxiliar –tanto de ayuda parcial
como total- porque se pueden producir accidentes (pérdida momentánea de un
churro o tabla, e incluso pérdida de equilibrio con material de ayuda total como
burbujas)
Mención especial al uso de material recreativo (por ejemplo los tapices son muy
motivantes pero cuidado con las aglomeraciones o si algún niño queda debajo
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•
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•
•
de él) También los grandes materiales hinchables deben tener una vigilancia
especial y han de situarse en lugares donde no haya riesgo de golpearse con el
bordillo.
El profesor ha de marcar unas normas de riguroso cumplimiento por parte de
todos para que la clase se desarrolle con la seguridad máxima para los usuarios
(no correr fuera del vaso, no entrar al agua sin permiso, aguardar siempre las
instrucciones del monitor, etc.) Se ha de ser muy estricto para que todos los
alumnos respeten las normas.
Cuidado con las entradas al agua mediante zambullidas, tanto para el que entra
como para los posibles alumnos que ya están en el agua.
Los exteriores de la pileta pueden ocasionar también muchos accidentes por
resbalones, de forma que cuidado con los juegos alrededor de la piscina.
En cada una de las actividades que planteemos tenemos que valorar los posibles
riesgos de las mismas.
En cuando a las cualidades que debe demostrar el profesor podemos indicar: ser
afable, simpático, transmitir seguridad y tranquilidad a sus alumnos. Debe crear una
atmósfera positiva en sus clases.
Debe comunicarse lo más eficazmente posible. Su lenguaje debe ser claro y lo más
cercano posible a las características de las personas a su cargo. Tiene que hacerse oír
claramente para que los alumnos entiendan sus instrucciones. No olvidemos las
condiciones específicas en una piscina: el elevado sonido ambiente, poca visibilidad
provocada por el contacto del agua en la cara, las veces que los alumnos tienen la
cabeza en inmersión, etc. por todo ello la información que se suministre debe ser clara
y concisa. Los movimientos corporales y los gestos del profesor son de mucha utilidad
por lo que éstos tienen que ser claros.
9. LA EVALUACIÓN EN LOS PROGRAMAS DE ACTIVIDADES ACUÁTICAS
La enseñanza es un proceso continuo que exige para ser eficaz un reajuste
constante para adaptar las propuestas didácticas con las posibilidades y avances de los
alumnos.
Mediante la evaluación el profesor ajusta continuamente su actuación en el
proceso de enseñanza y aprendizaje.
Se han de establecer, de acuerdo con los programas de la piscina los criterios
de evaluación para los diferentes niveles.
La evaluación es parte del proceso formativo. Debe cumplir varias funciones:
-
-
Que el alumno reconozca sus capacidades y habilidades con respecto a si
mismo y a su grupo
Ha de servir para que el alumno analice posibles dificultades o posibles
capacidades potenciales
A partir de la evaluación obtendrá pistas que le ayuden a corregir, compensar y
mejorar en su aprendizaje
También debe reforzar y motivar al alumno en su proceso de aprendizaje,
incidiendo más en los logros obtenidos y teniendo un tratamiento positivo con las
deficiencias constatadas.
El profesor debe saber si sus planteamientos se ajustan a los objetivos que se
persigue para cada grupo. Y debe replantearse las actividades programadas así
como sus métodos de enseñanza.
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