Uploaded by Manuel Bolivar

como Dejar de Roncar como dejar

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ómo intenté
de
Buscaba una solución rápida, aunque eso
implicara ata.r una bomba de bicicleta
glorificada a mi rostro.
]tJf,dan Foisy
THJWALRUS
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SELECCIONES
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onsidero que no tengo_problemas para
dormir. Si me dan un hbro extenso y una
posición horizontal, puedo conciliar el sueño
atado a un tren bala. El descanso ha sido
-~ un aliado permanente en ~ i vida, un amigo.
Durante la adolescencia, era un refugio. Rogaba dormir·
el olvido temporal que ofrecía era un bienvenido respir;
de la ansiedad y los pensamientos obsesivos. Era una
pausa, no una muerte, pero algo bastante cercano. Cada
vez que me quedaba dormido, se daba la posibilidad
de una resurrección, de despertar renovado.
Mi novia Allison no piensa
lo mismo. Ella sabe la verdad.
Durante la noche doy vueltas y
grito. A veces hasta parece que
dejo de respirar. Lo peor de todo
es que ronco mucho. Muchísimo.
Me mostró un video y la escena
es aterradora: mis inhalaciones
débiles y sibilantes se ven interrumpidas por un sonido desgarrador, como si alguien estuviera
arrancando una alfombra dentro
de una cueva.
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SELEC CIONE S
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A veces, cua ndo me despierto,
peleamos un poco. Ella no durmió bien y tien e razón en estar
molesta. Sin embargo, no puede
per man ece r tant o tiempo eno,
jada, por que iCOn quién esta
molesta? Es mi cuerpo, no yo,
quie n ronc a; son 1nis pulmones
mov iend o el aire, 1nis tejidos
blan dos . Ellos son los culpa~
bles. Cuando Allison sacude ~1
cuerpo dor mid o y tapa su nariz,
o cada tanto cub re n1i rostr o con
una almohada, ¿a quién se lo está
haciendo en realidad? Qué poco
importan te se vuelve el propio
ser al dormir (algo que todos hacemos un tercio de nuestra vida),
al punto de que puede estar ausente en su totalidad .
INTENTÉ CONTROLA R mi problem a
de ronquido s con todos los productos antirronq uido que existen: tiras para nariz, protector es
bucales, aerosoles nasales, cualquier cosa q u e pro metiera la
desaparic ión de este ru ido. Nada
funcionó. Con cada intento surgía una pizca de esperanz a que
nos empujab a a convence rnos a
nosotros mismos de que mis ronquidos no eran tan graves. Pero
durante estos esfuerzo s, muy
pronto se volvía evidente que la
única diferenci a era que mi boca
ahora estaba muy lastimad a por
el plástico barato de un supuesto
dispositivo antirronq uido.
Mi pareja quería que consultara a un médico, pero es difícil
tomar con seriedad el ronquido
como un problem a de salud.
Parece más bien una broma,
como un contratie mpo que po~ría aquejar a un padre de familia en un programa humorístico
después de haberse electrocu tado con las luces del árbol de
Navidad. Se parece mucho más
ª un defecto de la personali dad
que a una cuestión de salud.
Según Nick van den Berg,
estudian te de doctorad o en
psicolog ía experime ntal en la
Universid ad de Ottawa y miembro de la Sociedad Canadien se
del Sueño, "el ronquido se produce cuando los músculos de las
vías aéreas superiore s se relajan
tanto que estrechan los conductos por donde pasa el aire': Es
por este motivo que el roncar
empeora conforme nos hacemos
mayores, ya que los músculos internos del cuello, alguna vez tensos y viriles, se vuelven flácidos
y débiles con el paso del tiempo.
El verdader o riesgo de roncar
en exceso es que puede ser señal
de apnea obstructiv a del sueño,
un problem a que se presenta
cuando la persona se despierta
de manera constante a causa de
un bloqueo en las vías aéreas. La
falta de un buen descanso , para
ti o para tu pareja, puede ser un
riesgo grave para la salud, ya que
se asocia con afeccione s cardiacas, diabetes tipo 2 y enfermed ad
de Alzheimer.
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n1acena recuerdos. .' potenagrega, sino que tainbien
to
cia dichos recuerdos. El exper
señala que se han realizad~ esde la salud consistía en \isitas e
tudios en los que se ensena a
pontáneas a una clínica y cier:·
los participantes determinada
arrogancia juvenil, con fe de qua
habilidad antes de aco st arse, Y
cuando despiertan no solo re- las cosas saldrían bien y la con~
cuerdan lo aprendido, sino que vicción de que los problernasno
existen hasta que se les aborda.
han mejorado dicha tarea.
Al dormir, entonces , es Pero 1ni resistencia ocultaba un
cuando se forjan las personas; nliedo: que acudir a un 1nédico
todas las noches se colocan en por n1is ronquidos n1e obligara
el horno del sueño las experien- a replantear nli 111anera de ,i,ir
cias, recuerdos y lecciones dia- y sus repercusiones, y a admitir
rias, se dejan cocinar durante que mi cuerpo tenía lín1ites.
unas ocho horas (idealmente)
Había sido un aiio difícil. Un
y luego, por la mañana, emerge amigo falle ció de 1nanera reuna versión mejorada, más pentina y trágica. Luego llegó el
fuerte y completa de cada ser.
turno de rni abuela. l\li problema
,.
'
cronico de rodilla se transformo
Así QUE MI NOVIA TENÍA RAZÓN
en un desgarro avanzado de me·
en insistir que encarara el pronisco que frustró cualquier espe·
.o
bl~ma, pero yo me resistía. Tengo
ranza de convcrtinnc en un up
mas de 30 años y no había tenid "
, • " en
sorpresiva1n
ente
atleuco
un médico de cabecera desdo
_E~que era niño. Para mí, el cuidad~ una. etapa tardía de la lvida.
penmenté proble1nas ( e 1ª \'!Sl1l
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y una visita al oftalmólogo re-
veló que tenía líquido debajo de
la retina, una afección llamada
coriorretinopatía serosa central,
causada por estrés. Además, empecé a ir a terapia de nuevo y, a
los pocos minutos de la sesión
por Zoom, mi terapeuta me dijo
que me veía deprimido.
Era el año en que la cápsula espacial de mi fantasía de juventud
comenzó a romperse al entrar en
una atmósfera de realidad y consecuencias, acompañada por la
ba~da sonora de los peores ronquidos jamás oídos.
Sin embargo, hay otras cosas a
las cuales temer además de envejecer y, entonces, por miedo a
una ruptura o a una desaparición
inexplicable (la mía), intenté lo
que Allison había estado pidiéndome. Fui a consulta.
El médico me preguntó cuánto
alcohol consumía por semana.
Le respondí una cantidad suficientemente elevada para que
pudiera contemplarla como
parte de su diagnóstico, pero, al
mismo tiempo, suficientemente
baja para poder decirlo sin sentirme avergonzado. Supuso que
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experime ntaba apnea del sueño
y me recomend ó beber menos y
baJ· ar de peso. Indicó que me rea- p ara
lizara un estudio del sueno
confirma r el diagnósti co y poder
conseguir un dispositivo de P:esión positiva continua en las _VIas
respiratorias (CPAP, por sus siglas
en inglés) para la apnea.
.
Estos aparatos envían un fluJ 0
constant e de aire presuriza do a
la nariz y la boca. Se compone n
de una manguer a, una máscara
que cubre la nariz, la boca o ambas, y un arnés para la cabeza, lo
que hace que parezcas un piloto
de combate estilo Maverick en
Top Gun, si el país enemigo secreto fuera el mundo onírico.
Entré a la clínica del sueño
nervioso, entusiasm ado y sobrio.
Había cumplido con éxito las indicacion es de la clínica: no haber consumi do alcohol durante
las últimas 12 horas, ni café durante las últimas 2, y no haber
dormido siestas. Mi mente, libre
de su habitual nube de resaca,
café de último momento y delirio postsiesta, estaba limpia y
deseosa de respuestas.
Luego, un técnico se acercó y
m~ hizo un par de preguntas; la
mas provocativa fue: "¿En qué
. ?" E
. . ,n
. n ge,
pos1c10 suele dormir.
.,
neral, una combina c1on
. entre de
costado y boca abaJO, co_n una
.
a i·nclinad a como s1 estu,
p1ern
viera saltando una valla. Aunque,
en realidad , una descripc ión
LA CÁPSU½A DE
MI FANTASIA DE ,
JUVENTUD COMENZO A
ROMPERSEAL~NTRAR
EN UNA ATMOSFERA
DE REALIDAD Y
CONSECUENCIAS.
más acertada de mi posición de
descans o sería "desagra dable
en extremo ': Mis extremid ades
extendid as al máximo posible,
siempre aplastan do algo y girando de un lado a otro con movimiento s erráticos e irregulare s.
En pocas palabras , duermo como
baila David Byrne.
Me senté en la cama asignada
Y esperé a que el laborato rio del
sueño comenz ara con su trabajo.
"Laborat orio" no era un nombre
apropiad o. Ahí no había vasos de
precipita dos ni científic os locos,
ni tanques de acero inoxidab le
con criaturas anónima s flotando
en líqu ido verd e. Tan solo era
una sala gené rica de hosp ital:
inco ntab les pare des blan cas;
una cam a delg ada y rígid a que
me hací a sent ir que esta ba recostado sobr e un esta nte de una
tienda de H&M , y una almo hada
que ofre cía la com odid ad y soporte de una bols a de servilletas.
Lo peor de todo es que gote aba
algo del equi po de aire acon dicion ado y prod ucía un inte nso
golpeteo arrít mico y metálico.
A las 10:45 p.m ., el técnico empezó a pega r elec trod os en mi
cuerpo para realizar el electroencefalograma o EEG. Este estudio,
desa rroll ado en 1924 , mid e las
onda s cere bral es sin tene r que
abri r cabe zas. Sigu e sien do la
principal referencia utilizada para
los estu dios del sueñ o. Colo có
también sens ores en mis brazos y
piernas para med ir cual quie r movimiento, otro deba jo de la nariz
y un arné s alred edor de mi pech o
para med ir mi respiración.
No sé qué indi cará esto respect o a mi auto estim a, pero me
resultó emo cion ante ser un espé cime n de estu dio. No obst ante ,
el entu siasm o se esfu mó pron to,
conforme expe rime ntab a el peor
descanso de mi vida.
EXIS TEN DOS TIPO S DE SUEÑ O: REM
(siglas en inglés para "movimientos ocul ares rápidos") y no REM.
Amb os son nece sario s para la
cons olid ació n de la mem oria .
En el sueñ o no REM , o de ausenc ia de mov imie ntos ocul ares
rápidos, existen tres fases. La primer a suce de cuan do la pers ona
com ienz a a dormirse: esos 5 a 1O
minu tos de som nole ncia dura nte
los cual es es difícil disti ngui r si
se está dorm ido o no. Una vez
que se aban dona al sueñ o inici a
la segu nda etap a, que se cara cteriz a por onda s cere bral es más
lent as y esta llido s de activ idad
cere bral breves y rápi dos llam ados huso s. La terc era fase es el
sueñ o de onda s lentas. Las onda s
cere bral es ahor a son curv as extens as y profundas, similares por
mom ento s a las que mue stra n
las pers onas que se encu entr an
bajo los efectos de la anes tesia .
Es dura nte esta s últim as dos fases cuan do tiene luga r la may or
part e de la restauración, proc eso
a part ir del cual el orga nism o se
repa ra a nive l celu lar del desgaste del día.
De pron to, tien e luga r el segun do acto del desc anso : el
sueñ o REM. El cerebro explota en
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actividad, como si estuviera despierto. Aquí se produce la mayor
parte de los sueños, en especial
aquellos que son intensos y emocionales, del estilo "estoy en medio de una cita con un resum en
de un libro escol ar que no terminé'~ Debajo de los párpa dos,
los ojos se mueven con locura y
el corazón late con fuerza.
No está del todo claro por qué
sucede esto. Según la teorí a favorita de Van den Berg, tiene un
fin preparatorio. "Si el sueñ o no
REM representa la recuperación
del día anterior, el sueñ o REM
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parec e ser la prepa ración para el
nuev o día que comienza'~
Cuan do pasas una buen a noche de desc anso , estas etapas
son un ciclo armo nioso . Por
supu esto, much os factores pueden alterar esta armo nía: la luz
eléct rica, la cafeí na, una salida
noct urna o, tal como descubri
en esta ocasi ón, estar cubierto
de cables. Much os pensamientos
pued en mant enern os despiertos
por la noch e, y en el laboratorio
desc ubrí uno nuev o: Espero que
al move rme no haya arruinado
este experimen to.
o tro punto de presión en la
delicada danza de las fases del
sueño se encuentra si existe un
incesante goteo arrítmico en un
equipo de aire acondicionado
durante toda la noche.
ME DESPERTARON A LAS 5:30 a. m.
tras aproximadamente dos horas de siestas entrecortadas. Me
quitaron los cables y volví caminando a casa bajo la luz del
amanecer. Sentía que mi ciclo
de sueñ o y vigilia y mis ritmos
circadianos habían sido total y
completamente arruinados.
A los dos m eses recibí los resultados. No había señales de
apnea del sueño. Experimentaba algo que el informe llamaba
"ronquido primario leve'~ Según
lo especificado, no hay motivos
particulares que puedan producirlo. El envejecimiento, el exceso
de alcohol y un rápido deterioro
de los músculos del cuello es
suficiente para que suceda. Era
solo el tiempo alcanzándome.
Esto no era lo que esperaba.
Había deseado una afección, un
trastorno, algo a lo que pudiera
culpar cada vez que me entregara a la autocompasión. Quería una solución rápida, aunque
eso im ¡·
. . p icara atar una bomba de
b1c1cleta glorificada a mi rostro.
En ca m b'to, 10 que obtuve fueron
consecuencias, que se fusionaban Yse combinaban y reverberaban, como un ronquido que
brotaba de las paredes internas
de la garganta. No hay garantías
de que las cosas funcionarán: las
lesiones empeoran, las tragedias
ocurren y tu novia se harta de tus
ronquidos. Cuando no duermes,
toma días recuperarse.
Mis ronquidos han empeorado
desde el estudio. Son más ruidosos, más frecuentes. Por fortuna,
Allison y yo hemos diseñado un
cronograma de descanso escalonado que parece funcionar.
Además, practico más actividad
física, como mejor y bebo menos,
porque a partir de mi experiencia
entendí que somos una acumulación de todo lo que hicimos
antes. Las cosas no mejoran solas. Debemos cuidarnos y cuidar
a otros. Cu ándo comiste, qué
aprendiste, cómo dormiste, todo
esto importa. La persona que
eres hoy se construye a partir de
la persona que fuiste ayer. .',
TOMADO D E HOW J TRIED TO STOP SNORJNG,
FIX MY SL EEP HABITS, ANO CONFRONT MY
MORTALITY, POR JORDAN FOISY, THE WALRUS
(15· 111 · 2023), TH EWALRUS .CA. © 2023 POR
THEWALRUS.
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