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ACERCA DEL PROCEDIMIENTO DE FILTRADO

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ACERCA DEL PROCEDIMIENTO DE FILTRADO
El procedimiento requiere como materia prima una obra musical preexistente, sobre la cual el
compositor va aplicar una especie de “filtro”. Este filtro consiste en borrar algunas notas de la obra
original, y “dejar pasar” otras. Como primer acercamiento, se podría pensar que la resultante de
este procedimiento es una versión incompleta o con faltantes de la obra original; veremos, sin
embargo, que el objetivo del procedimiento va más allá de una mera eliminación de eventos: el fin
último es crear una obra nueva a partir de los “restos” de la obra preexistente, dotándolos de un
nuevo significado y relacionándolos de forma diferente al discurso original.
Para ejemplificar, apliquemos la técnica de filtrado sobre un texto escrito.
- Tomamos un texto preexistente:
TANGO PERPETUO
- Borramos algunas de sus letras:
T
O
RPE
De este ejemplo se pueden extraer algunas conclusiones importantes que debemos tener en
cuenta al momento de componer una obra con este procedimiento:
1 - La resultante no nos recuerda semánticamente al original, sino que constituye un texto
diferente, nuevo. Sin tener en cuenta LOS ESPACIOS EN BLANCO ENTRE LAS LETRAS QUE
QUEDARON, leemos la palabra TORPE. Ni siquiera podríamos llegar a sospechar que esa
unidad semántica proviene del filtrado de TANGO PERPETUO. En cambio, si hubiésemos
filtrado de otra manera:
TANGO PERPETUO
ANGO PERPETU
el filtrado no sería efectivo, dado que no estamos construyendo un nuevo significado sino
que se trata de una variación del texto original, porque conservamos buena parte de sus
características; cantidad de palabras, cantidad de sílabas de cada palabra, y también
conservamos la mayor parte de las letras de manera que cada vocablo puede remitirnos
fuertemente al original, aun estando incompleto. Semánticamente, PERPETU nos remite
casi ineludiblemente a PERPETUO, de manera que estamos aludiendo al significado original:
ANGO tiene distintas posibles maneras de completarse, pero sigue estando muy cerca de
TANGO. Debemos evitar estas cuestiones a la hora de componer una obra por filtrado.
Traducido al plano musical: una obra compuesta por filtrado no debe recordarnos las
características de la obra original (su armonía, su tipo de compás, su melodía…).
Debemos seleccionar cuidadosamente las notas para evitar la alusión al discurso
preexistente.
2 – Los elementos mínimos que, agrupados, conforman las unidades semánticas (en este
caso, letras; en el caso de una partitura tradicional, notas) se agrupan de manera diferente
al original. Los lugares de separación, las letras que van “ligadas” entre sí, los lugares de
acento, los lugares de caída de la entonación, son muy distintos en el filtrado que en el texto
de origen.
Traducido al plano musical: las articulaciones y matices del filtrado (entre otros
parámetros) serán COMPLETAMENTE DIFERENTES a los de la obra original, y se
utilizarán en función de la nueva estructuración y sus construcciones micro, medio
y macro Formales
UN EJEMPLO MUSICAL: GERARDO GANDINI: EUSEBIUS
Para comprender los detalles del procedimiento, tomemos el caso de la obra Eusebius, de G.
Gandini, compuesta a través de la técnica de filtrado y basada en el Nro. 14 de las Danzas de la Liga
de David, de R. Schumann. Examinemos los primeros compases:
La partitura nos muestra una obra en Mi bemol Mayor, en compás de ¾, con tres planos sonoros y
con un movimiento perpetuo de corcheas en el plano intermedio. Gandini se encargará de borrar
todas esas características. Para ello seleccionará cuidadosamente las notas, logrando que no se
perciba la tonalidad de Mi bemol Mayor o la armonía original de cada compás, desdibujando
cualquier pulsación que nos recuerde al ¾, y estableciendo una cantidad de planos sonoros
diferente a la de la pieza de Schumann.
Veamos las notas que “borra” y las notas que “deja pasar”:
En el primer compás, sólo deja tres de las ocho notas originales: Sol, Lab y La. Los intervalos
melódicos que éstas forman consecutivamente son de séptima mayor y segunda menor. Son
intervalos poco tonalizantes; es decir, por sí solos NO generan auditivamente la sensación de
tonalidad o de armonía tradicional. A la hora de hacer un filtrado, éstos son los tipos de intervalos
que debemos priorizar.
Si Gandini hubiera elegido otras notas en el primer compás (por ejemplo, el Mib del bajo, el Sol del
segundo tiempo y el último Sib del compás, la situación hubiera sido muy distinta: se trata de las
tres notas que componen el arpegio del acorde de Mi bemol Mayor. Hubiera sido imposible
auditivamente abstraernos del acorde que se forma; de esta manera, estaríamos conservando
parte importante de las características de la obra original, lo que debemos evitar.
Observemos que Gandini prácticamente borra todos los bajos y deja pasar eventos que están
espaciados por longitudes temporales diferentes, evitando cualquier tipo de regularidad que nos
sitúe en el compás original.
Veamos a continuación la resultante:
En este paso vemos que han desaparecido algunas cosas. Como el filtrado ya no conserva la
tonalidad original, desaparece la armadura de clave, y todas las alteraciones propias pasan a ser
accidentales. Por otro lado, pueden cambiarse las claves usadas de acuerdo a la comodidad de
lectura. Se puede cambiar el plano al que pertenecen las notas originales, creando otros
comportamientos contrapuntísticos pero sin modificar su altura ni su posición temporal. La
indicación de compás no desaparece, por una cuestión de practicidad de lectura; sin embargo el
resultado sonoro ya no remite al ¾.
Veamos la última instancia del filtrado:
El compositor puede modificar, si lo desea, la duración de las notas (por ejemplo, prolonga el Lab y
La del primer compás mucho más de lo establecido en la obra original, para generar la disonancia
de segunda menor entre ambos sonidos). Vale aclarar que esto se hace sin modificar el lugar donde
cada nota ataca: todos los eventos conservan su lugar de inicio; el lugar de finalización puede ser
diferente (o no) al original.
Gandini establece diferentes planos sonoros de acuerdo a sus necesidades musicales, planos que ya
no se corresponden en cantidad y en características con la obra inicial. Estos planos estarán dados
por la polifonía generada por la prolongación de las notas, y por el uso de matices y articulaciones
diferentes de la obra preexistente.
Vale aclarar que no necesariamente la técnica de filtrado debe realizarse cumpliendo estos cuatro
pasos en orden; todas las cuestiones pueden ir siendo evaluadas en simultáneo. Desde el momento
inicial de comenzar a seleccionar las notas, se podría ya tener en cuenta posibles prolongaciones,
planos y articulaciones que podrían surgir, para asegurarnos de crear un discurso musical nuevo y
rico desde el comienzo.
Se recomienda el análisis completo de al menos uno de los números de Eusebius, y su comparación
con la obra original.
INSTRUCTIVO PARA LA REALIZACIÓN DEL TRABAJO PRÁCTICO
1. Seleccioná al menos 40 compases de una obra académica tonal. Una obra adecuada para el trabajo
deberá tener cierta riqueza cromática y variedad de intervalos. Una obra que conste únicamente de
arpegios de acordes no complejos, como puede ser el Preludio I de El Clave Bien Temperado de J. S.
Bach, no sería muy adecuada para el trabajo, aunque no es excluyente. Tampoco son adecuadas
obras minimalistas que tengan poca variedad de alturas. Tené en cuenta también que, como parte
del trabajo práctico, vas a tener que tocar en clase tu filtrado, por lo que deberás seleccionar una
obra para tu instrumento (puede eventualmente incluir otro/s instrumento/s, siempre que en la
cátedra haya alumnos con quien puedas interpretarlo en conjunto). Para la realización de un buen
filtrado es fundamental una buena elección de obra. Siempre consultá tu elección con los
profesores de la cátedra, llevando la partitura.
2. Del fragmento seleccionado, NUMERÁ cada uno de los compases, anotándolos sobre la partitura
original. Esta partitura deberás entregarla siempre junto con tu filtrado, sea versión final o en
proceso.
3. Seleccioná las notas que borrarás y las que dejarás pasar, siempre teniendo en cuenta el discurso
que querés construir y sus posibles planos, matices, articulaciones. Al hacer esto, recordá:
a. Priorizar intervalos no tonalizantes: séptimas, segundas, intervalos compuestos…
b. Evitar pulsaciones regulares: no conserves todas las notas de los tiempos de cada compás,
buscá evitar la regularidad, generando riqueza rítmica e inestabilidad
c. No cambiar las alturas originales. No cambiar de octava
d. No cambiar el lugar en que cada nota ataca
e. Podés filtrar apoyaturas y notas de adorno libremente.
f. No conservar melodías o armonías de manera textual: deberás lograr un discurso nuevo en
el que no suenen las melodías, armonías y ritmos originales.
g. Tené en cuenta el ejemplo de Gandini: si borrás muy pocas notas, es muy difícil que logres
construir un discurso nuevo que no nos remita a la obra original. Deberás borrar bastantes
eventos.
4. En tu filtrado, numerá todos los compases, asegurándote de que coincidan con la numeración que
hiciste en la partitura original.
5. Recordá sacar la armadura de clave y convertir todas las alteraciones que eran propias en
accidentales. Un error común es borrar la armadura de clave pero no colocar las alteraciones
accidentales, lo cual constituye un cambio de alturas, que debemos evitar. Es decir, si la obra
original está en Fa Mayor, al sacar la armadura de clave, recordá poner todos los Sib como
alteración accidental (exceptuando los que estén específicamente indicados con becuadro en el
original).
6. Si se trata de una obra de canto, es recomendable filtrar también el texto de las notas que hayas
decidido conservar, dejando pasar sólo un fonema, una vocal, una consonante…
7. El sistema de alturas de tu filtrado deberá tender a ser atonal, o al menos no remitir a la tonalidad
original.
8. Siempre que entregues tu filtrado a los profesores de la cátedra, quédate con una copia (tanto del
filtrado como de la partitura original numerada).
9. Los trabajos deberán entregarse siempre en papel.
10. Si en la partitura original aparecen las siguientes notas: Si#, Dob, Mi#, Fab, y decidís conservar
alguna de esas alturas en tu filtrado, simplificalas enarmónicamente anotándolas como Do, Si, Fa y
Mi, respectivamente. Al alejarnos del lenguaje tonal de la obra preexistente, ya no tienen sentido
escribir tales alturas de esa manera. Lo mismo ocurre con los dobles sostenidos y bemoles,
escribilos de la manera más simple que puedas.
11. Colocá matices, articulaciones y establecé planos sonoros a tu criterio, sin relación con la obra
original. Estos parámetros serán fundamentales para la construcción del nuevo discurso y construir
un significado diferente de la obra preexistente. Por lo tanto, la colocación de matices y
articulaciones no debe ser azarosa ni una cuestión menor: justamente, todo lo contrario. SON
DETERMINANTES PARA CREAR EL NUEVO CONTEXTO SONORO.
12. No olvides colocar la indicación de tempo y/o carácter al comienzo de tu filtrado. Deberás
establecer el tempo y el carácter, sin necesidad de conservar el de la obra original.
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