SERIE ICE PLANET BARBARIANS 08
RUBY DIXON
BARBARIAN’S TAMING
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Índice
Argumento ........................................................................................................................ 3
Capítulo 1 ......................................................................................................................... 4
Capítulo 2 ....................................................................................................................... 11
Capítulo 3 ....................................................................................................................... 17
Capítulo 4 ....................................................................................................................... 29
Capítulo 5 ....................................................................................................................... 42
Capítulo 6 ....................................................................................................................... 50
Capítulo 7 ....................................................................................................................... 62
Capítulo 8 ....................................................................................................................... 76
Capítulo 9 ....................................................................................................................... 87
Capítulo 10 ..................................................................................................................... 94
Capítulo 11 ................................................................................................................... 103
Capítulo 12 ................................................................................................................... 109
Capítulo 13 ................................................................................................................... 117
Capítulo 14 ................................................................................................................... 124
Capítulo 15 ................................................................................................................... 131
Capítulo 16 ................................................................................................................... 134
Capítulo 17 ................................................................................................................... 138
Capítulo 18 ................................................................................................................... 146
Epílogo.......................................................................................................................... 149
Nota de la autora .......................................................................................................... 151
LA GENTE DE ICE PLANET BARBARIANS .................................................................... 152
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Argumento
Como recién llegada a la tribu alienígena, he luchado para encontrar mi lugar. Podría ser
porque a veces soy un poco testaruda. Y sí, podría haber tirado algunas cosas a la cabeza
de la gente. Pero tenía una buena razón para montar un número, mi tímida hermana fue
robada delante de mis narices. Por supuesto, ahora ha vuelto y se ha apareado. Todos son
felices... menos yo.
Necesito....afecto.
Atención.
De acuerdo, estoy sola. Realmente sola.
Por extraño que parezca, la única persona que entiende por lo que estoy pasando es el
mismo bruto de piel azul que secuestró a mi hermana. Está fatal enrollarse con él, incluso
aunque sólo sea como una aventura sin sentido.
Excepto... que no soy muy buena con todo eso de las 'reglas'.
Y él no es muy bueno con lo de la ‘aventura’.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 1
MADDIE
Es incómodo cuando no encajas.
Pensé que una vez que llegara a la edad adulta, ya no me sentiría como una paria. Que una
vez que pasara esos horribles años de secundaria en los que me sentía como la clavija
redonda en el agujero cuadrado, todo sería un mal recuerdo. Que algún día podría mirar
atrás y reírme de lo mucho que me molestaba ser el bicho raro de las afueras.
Sentada aquí en una cueva en una fiesta para mi hermana, rodeada de extraterrestres,
siento que estoy reviviendo mis años de secundaria otra vez. Es bastante asqueroso, tengo
que admitirlo. No era popular entonces, siendo gorda y obstinada. A estos extraterrestres
no les importa si soy gordita o si tengo una boca grande, y aun así sigo en la periferia.
Es incómodo.
Alguien baila a mi lado, riéndose. Su cola golpea mi brazo y luego derrama un poco de su
bebida en el suelo de piedra frente a mí. Encantador. Distraídamente deslizo un poco de mi
túnica sobre el alcohol derramado porque no quiero que alguien se deslice frente a mí
mientras me siento y sujeto sola un cojín en el rincón del habitáculo.
No es que la gente sea antipática. Diablos, ni siquiera tendría que sentarme sola si no
quisiera. Es que realmente no estoy segura de mi lugar entre estas personas. Miro fijamente
la celebración de la tribu, sin prestar atención a la gente que baila más allá con una piel de
sah-sah, o a la mujer que se baja la blusa para amamantar no a uno sino a dos bebés
azules. Ignoro las exclamaciones sobre la fruta que han logrado saborear toda la maldita
noche, y estoy segura como una mierda que ignoro cuando empiezan a cantar de nuevo.
Todo el mundo está malditamente feliz. Todo el mundo menos yo.
¿Yo? Estoy perdida.
En el período del último mes o así, mi mundo ha quedado en suspenso. Me voy a dormir
una noche y me despierto en los brazos de un alienígena azul del espacio en un planeta
congelado. Aparentemente, he sido secuestrada por los extraterrestres malos mientras
dormía. Aparentemente, también raptaron a mi hermana. Aparentemente, también
estuvimos atrapadas en cápsulas de sueño durante un año más o menos y nos perdimos a
los chicos malos que estaban siendo derribados.
Parece que dormimos durante mucho tiempo.
Aunque me pareció demasiado extraño para creerlo al principio, no tardé mucho en darme
cuenta de que esta mierda era real. Hay dos soles, dos lunas, y un sinfín de hielo y nieve.
La gente aquí es azul, cubierta de una pelusa suave, y actúa como si una tormenta de nieve
fuera una buena tormenta de lluvia de primavera. Oh, y los parásitos. Ni siquiera quiero
pensar en los parásitos, especialmente en el que ahora vive dentro de mí, ayudándome a
'adaptarme' a este mundo alienígena.
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Mi hermana está prosperando, sin embargo.
Es extraño. Lila siempre ha sido una tímida introvertida e incluso más marginada que yo.
Nació sorda, y aunque se hizo implantes cocleares a los doce años y ya no necesitaba que
yo le hiciera de intérprete cuando la lectura de labios era demasiado complicada, siempre
he sentido la necesidad de protegerla y cuidarla. ¿Pero aquí? Hemos estado separadas y ella
ha estado prosperando. Lila acostumbraba a ser la solitaria y perdida, y yo soy la audaz y
extrovertida. Tengo que serlo porque así es como funciona toda esta mierda.
Excepto que a Lila le va bien por su cuenta y ahora estoy un poco.... perdida. Soy la humana
soltera que no tiene pareja. No conozco a las otras. Todas están embarazadas o quedándose
embarazadas o haciendo malabares con los bebés y yo estoy aquí sentada, haciendo girar
mis pulgares con mi letrero de 'vacante' sobre mi vagina.
No es que quiera un bebé. O un compañero. Pero se siente raro ser la única chica que no
está conectada a este lugar. Incluso la tórtola de mi hermana con un extraterrestre apareó.
Ella es feliz aquí a pesar de la nieve, el hielo, las criaturas come hombres y la falta de
cuartos de baño. Ella quiere quedarse (no es que tengamos otra opción).
¿Y yo?
Sólo estoy un poco aquí.
Sola.
Froto la mancha mojada en el suelo de piedra mientras una de las humanas-¿Georgie?
¿Megan? No sé cuál de ellas- saca una teta y comienza a amamantar a su hijo en medio de
una conversación con una mujer alienígena. Lila ya no asistirá a la fiesta; corrió a su cueva
con su chico alienígena para hacer bebés con él. Literalmente. Ella literalmente va a hacer
bebés con él. Es algo que todavía estoy luchando por entender. Parece que si mi pechera se
despierta y empieza a ronronear, escoge a un hombre con el que debería hacer bebés.
Me alegro de que el mío decida quedarse mudo.
Sin embargo, Lila está encantada de estar ‘resonando’. Por supuesto que lo está, ahora es
una de las mujeres humanas locas por los bebés que se han acoplado a los extraterrestres.
Ahora ella encaja aún más, aunque no lo estaba pasando mal con eso. Se ha apareado con
un tipo popular. Apareció con fruta. Ha llevado a cabo todas las tareas de la vida diaria
como si fueran una alegría para ella. ¿Tienes que hacer un fuego? Lila puede hacerlo.
¿Desollar un asesinato? Lila está justo ahí. ¿Hacer la cena? ¿Flechas? ¿Hondas o raquetas
de nieve o trampas para osos o cualquier otra cosa que se les ocurra a estos aspirantes a
Grizzly Adams 1? Lila puede hacerlo. Puede sobrevivir bien porque ha estado aprendiendo a
ser como ellos.
“Grizzly “Adams era un personaje real y legendario de los inicios de la colonización del Oeste
americano en la primera mitad del siglo XIX. Su sobrenombre le venía por su gran facilidad para
atrapar y domesticar osos salvajes que luego exhibía en ferias o circos, como un claro precursor de
los domadores de fieras, convirtiéndose en un personaje muy popular en esa época
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Y también la quieren por eso. La gente de la tribu ha estado aprendiendo el lenguaje de
señas para hablar con Lila y hacerla sentir bienvenida. Me alegro de que la hayan aceptado
tan fácilmente, pero también me dan celos... lo que me convierte en una hermana terrible.
Todos en la tribu la adoran y apenas pueden tolerarme. Soy como un pedo apestoso que se
queda en la cueva y todo el mundo trata de ignorar.
No es que pueda culparles por tratarme como a una mierda; no he sido exactamente la Srta.
Pleasant para vivir con ella mientras mi hermana no estaba. Estaba desesperada por ella
después de que me la robaron, y ¿cuándo no me dejaron ir tras ella? No fui muy amable al
respecto.
De acuerdo, fui un poco imbécil.
Bueno, más que sólo un poco.
Pero estaba preocupada por la aparentemente frágil Lila en este hostil y frío planeta. Así
que me desquité con todos los demás. Podría haberme metido en algunas peleas y dado
algunas patadas y, de acuerdo, tiré algunas cosas a la cabeza de la gente. ¿Y qué? Cualquier
otra persona habría hecho lo mismo si estuviera en mi lugar, insegura sobre el destino de
su hermanita.
No entienden lo que es estar tan solo, ni siquiera entre un mar de gente.
Todos aquí son parte de una familia. Hay mujeres felices con bebés, y hombres totalmente
dedicados a sus damas. Mientras miro, el jefe -Vektal- está lanzando a su hija al aire y
dándole besos exagerados sólo para hacer reír a Talie. Y chico, ese bebé se ríe. Sería
adorable si no me hiciera sentir tan amargada por dentro. Tiene una esposa y un bebé.
Todas las humanas aquí tienen a alguien.
Tengo a Lila. Como lo he hecho en el pasado, estoy lista para protegerla de los daños del
mundo e interpretar para ella cuando alguien no conoce el lenguaje de señas.
Excepto que mi hermana ya no me necesita.
Asustada y tímida, la pequeña Lila ha vuelto totalmente segura de sí misma y enamorada
de Rokan.
Eso me deja a mí…bueno, me deja sentada aquí sola en una alfombra, limpiando la bebida
derramada de otra persona.
Suspiro y miro fijamente a la entrada de la cueva, sintiéndome sola y sin embargo atrapada
al mismo tiempo. No encajo con esta gente, pero tampoco tengo la opción de encontrar a
otra gente. No hay más gente.
A veces me pregunto qué pasaría si me levantara y me fuera. ¿Me perseguirían como
persiguieron a Lila? ¿O estarían todos en plan "buen viaje" y no les importaría porque he
sido una perra?
Frunzo el ceño en las sombras de la entrada de la cueva. Sería tan fácil levantarse y salir
mientras todos están borrachos y de fiesta. Pero incluso mientras miro, unos ojos azules
brillantes me parpadean, y una forma grande y voluminosa emerge de las sombras de la
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entrada de la cueva, con una lanza en una mano y un animal muerto en la otra. Es un
cazador que regresa de una excursión nocturna a la nieve.
Y no cualquier cazador.
Es Hassen. El bastardo que me raptó a mi hermana. El que decidió que quería una
compañera tanto que se la había robado.
¿Él? Puede besar mi gordo trasero.
¿Aunque la mirada que me está dando ahora mismo? Eso me dice que lo disfrutaría
demasiado. Que haría algo más que besarlo si lo desnudara para su inspección.
Y por alguna razón, me encuentro agitándome de excitación al pensar en Hassen doblando
su gran cuerpo para darle un beso a mi gordinflón trasero. Lo cual es un error de todo tipo.
Está exiliado. Es un imbécil. Quería a mi hermana. Nada de esto le pone en la lista de los
Solteros Más Deseables de Ice Planet.
Mientras le miro, su boca se tuerce en una sonrisa llena de colmillos.
Vuelvo a mirar hacia el fuego, frunciendo el ceño. No voy a seguir imaginándolo con su boca
en mi trasero. Mordiendo una de mis nalgas redondeadas. Pasando sus dedos sobre mi
cuerpo y explorando el hecho de que no tengo cola....
Me doy una bofetada en la mejilla para traerme de vuelta a la tierra.
Cerca de aquí, Farli me mira con sorpresa. “¿Estás bien?”
“Sólo distraída”, le digo. Farli es una buena chica, y lo más cercano que tengo a una amiga
aquí, a pesar de que ella tiene, como, quince años. ¿Ahora mismo? Ella es mi contigo hasta
la muerte, porque, bueno, no tengo a nadie más. Hasta mi hermana Lila está en un rincón,
besándose con su nuevo marido. Ni siquiera puedo estar enojada por eso, ella es tan feliz y
es una persona tan maravillosa que se merece cada pedacito de alegría. Estoy encantada
por ella.
Estoy un poco envidiosa de su radiante felicidad, seguro, pero aun así emocionada por ella.
Sólo soy una hermana egoísta que no sabe qué hacer consigo misma cuando ya no la
necesitan y de repente se encuentra sin amigos. Es curioso cómo siempre pensé que no
necesitaba amigos. Es curioso cómo el estar atrapada en un planeta de hielo puede cambiar
totalmente tu perspectiva de cosas como esa. En una comunidad pequeña como ésta, no
seguir las reglas te deja atrás.
Hassen sabe todo sobre eso.
Vuelvo a mirar por encima del hombro a la entrada de la cueva. Por si acaso Hassen sigue
ahí. Pero no lo está, e ignoro la pequeña puñalada de decepción que siento.
Lo último que necesito es involucrarme con el chico malo del planeta de hielo.
∗∗∗∗∗∗∗
HASSEN
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Es una noche fría para mí.
Las risas que vienen de dentro de la cueva de la tribu se extienden por la nieve, y puedo
oler la carne quemada que se cocina para las humanas. Alguien está cantando, y oigo a
Warrek tocando su tambor. Todos son buenos sonidos, sonidos alegres. Mi pueblo es alegre,
despreocupado y lleno de felicidad.
Esa alegría no se extiende a mí.
Estoy solo en la nieve en una loma cercana, con una bestia de colcha recién asesinada en
la mano. Y estoy dividido, porque no sé si debo ignorar el castigo que me ha dado el jefe y
unirme a la celebración, o si debo dar la vuelta y marcharme.
Estoy exiliado. No soy nada para mi gente ahora. No pensé que me importaría, pero... sí me
importa. Su desprecio me lastima.
Si entro, seré recibido con miradas incómodas, pero no me rechazarán. Algunos se sentirán
disgustados por cómo me he comportado. Algunos se compadecerán de mí con mi castigo,
porque arriesgué todo y perdí. Todo habría valido la pena si las cosas hubieran resultado
de otra manera, pero yo estoy con las manos vacías y solo, y por lo tanto soy un hombre al
que hay que compadecer.
No soy de los que piensan en lo que podría haber sido, pero esta noche, me lo pregunto. Me
pregunto cómo sería tener a la tribu celebrando mi resonancia. Abrazar a mi pareja y
llevarla a mi cueva, y juntos nuestros pechos cantarían hasta que nuestro kit fuera creado.
Pero estoy feliz por Rokan. Es un buen amigo y un buen cazador. Él realmente se preocupa
por Li-lah, y juntos serán muy felices.
Li-lah…tengo sentimientos encontrados. Me decepciona que ella no sea mi compañera de
resonancia y sin embargo me siento increíblemente aliviado también. Al verla por primera
vez pensé que era perfecta: pequeña, frágil, de cabello oscuro y ojos grandes. Pensé que
sería la mujer perfecta para mí, y escuché a mi corazón y no a mi cabeza, y me la llevé. La
mantuve cautiva durante días en una cueva de cazadores, y con cada día que pasaba, me
preocupaba más y más.
Lloró Li-lah. Muchas, muchas lágrimas. Se acurrucó en la parte de atrás de la cueva y me
miró, aterrorizada. Y yo…me sentí como un monstruo. Sólo deseaba resonar con ella,
apreciarla y formar una familia con ella. Quiero lo que los otros de mi tribu tienen con sus
parejas humanas. Quiero sentir el calor de otro cuerpo contra el mío, tener a alguien con
quien hablar. Para ver su barriga llena con mi kit. Nunca haría daño a Li-lah, pero ella se
alejaba de mí cada vez que hablaba con ella. Y entonces ella lloraba, otra vez. Pronto llegué
al punto de que estaba buscando excusas para dejar la cueva y no tener que soportar su
llanto y sus temblores.
Y yo era tan terrible a los ojos de Li-lah que se escapó. Dejó la seguridad de la cueva y fue
capturada por Metlaks. Rokan había estado en la zona y me ayudó a buscarla, y cuando
volvió, ¿le resonó?
Sentí alivio.
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Esta hembra encogida y aterrorizada no era mía. Mi alegría me llenó de más vergüenza aún.
¿No debería estar triste porque Li-lah es de otra persona? ¿No debería estar celoso de
Rokan? Pero... no lo estoy. Me alegro por él, aunque me duela la soledad. No hay muchas
hembras no apareadas en la tribu. Si alguna vez voy a tener una pareja, tendré que esperar
a que una de las otras hembras crezca hasta la edad adulta, a menos que mi khui elija a la
última humana, Mah-dee.
Resoplé para mí mismo al pensarlo. A veces desearía que hubiera sido a ella a quien me
hubiera llevado en vez de a la cobarde Li-lah. Mah-dee no se encoge ni llora. Tira cosas
cuando está molesta, y grita a todos los que están cerca. Me atacó la última vez que me vio.
Ella es feroz.
Eso sí que es una hembra.
Me meto en la boca de la cueva para entregar la carne fresca a los que están sentados cerca
del fuego. Normalmente hay un cazador de guardia en la parte delantera de la cueva. Esta
noche es Bek, con los brazos cruzados y la expresión tan malhumorada como la mía.
Tampoco le interesa la celebración. Tampoco está interesado en llevar mi presa a los demás
por mí. Me observa con desinterés y luego vuelve a mirar hacia el cielo nocturno. Siento
una especie de parentesco extraño con Bek: él sabe lo que es tener una hembra humana y
perderla. Aunque creo que Bek aún siente algo por ella, yo pienso en la mía y sigo sintiendo
alivio porque Li-lah pertenece a Rokan. Mi pérdida es lo que ella representó para mí, pero
creo que Bek realmente amaba a su Claire a su manera. Claire, sin embargo, ha resonado
a otro e incluso ahora se sienta cerca del fuego con su pareja, contenta.
Siento que los ojos me miran y escudriño la cueva.
Ahí, a un lado. Está la humana Mah-dee. Ella está mirando en mi dirección. Yo capto su
mirada y le doy una mirada desafiante, desafiándola a seguir mirándome fijamente. ¿Cree
que su desagrado por mí me hará escabullirme como un metlak enfermo?
Para mi sorpresa, una extraña expresión cruza su rostro y rápidamente vuelve a mirar hacia
otro lado.
Curioso. Su respuesta me recuerda cuando Jo-see resonó por primera vez en Haeden.
Hablaba una y otra vez de lo mucho que lo odiaba... y sin embargo no podía dejar de mirarle
cuando pensaba que nadie le prestaba atención. Los cazadores se dieron cuenta, sin
embargo. Es nuestro trabajo observar a nuestra presa, observar el comportamiento de los
demás. Los labios de Jo-see decían una cosa, pero su cuerpo decía otra.
¿Podría ser este el caso de Mah-dee? ¿Se siente atraída por mí?
Siento una oleada de orgullo y me meto la mano por el pecho. Mi cuerpo es bueno, y soy
fuerte. Soy un cazador infatigable, y estoy seguro de que si se me diera la oportunidad de
poner a prueba mis habilidades, podría ser igualmente incansable en las pieles para
complacer a mi hembra.
Pero no importa. No puedo tomar pareja porque estoy exiliado. No tengo ninguna cueva
para llamarla mía. Hasta que llegue la temporada brutal, mi cama es la nieve afuera, y mi
tarea es traer tanta comida como sea posible. Una vez que haya trabajado lo suficiente, seré
perdonado por traicionar las reglas de la tribu.
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Hasta entonces, no tengo nada ni a nadie.
Mi estado de ánimo es sombrío, tiro la presa delante de Hemalo. “Carne para ti y tu...” Lo
dejo, porque Hemalo ha roto el vínculo con su pareja. No hablan, y ahora se acuesta con
los cazadores. Es impensable para mí, tener una pareja de resonancia y elegir dejarla. Yo
no lo entiendo. “Carne”, digo bruscamente.
“Gracias”, responde Hemalo, siempre apacible. “¿Te unes a mí junto al fuego por un rato?
¿Para descansar?”
Vacilo. Me gustaría unirme a él junto al fuego. Me gustaría compartir una taza de sah-sah
y reír y comer. Me gustaría sentarme entre mi tribu y disfrutar de la velada, aunque sea
para celebrar la unión de otro macho con la hembra que robé. Me gustaría ver si Mah-dee
vuelve a mirar hacia mí.
Pero Vektal está sentado cerca, su hija rebotando en su rodilla mientras su compañera,
Shorsie, comparte un trozo de fruta con otras humanas. Él me está observando.
Y sus reglas deben ser obedecidas si quiero ganar mi lugar de nuevo entre mi gente. “No
debo hacerlo”. Toco el hombro de Hemalo y luego me voy, salgo a la nieve y a la oscuridad.
Solo.
Todavía no me he ganado el derecho a regresar. Pero planeo hacerlo.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 2
MADDIE
Una semana después
¿Qué quieres decir con que vais a salir?" Miro a mi hermana como si le hubiera crecido una
segunda cabeza, y luego le gesticulo mi pregunta. A veces olvido que sus implantes cocleares
ya no están y ahora está sorda de nuevo.
Quiero decir que vamos a salir, me gesticula Lila pacientemente. Un viaje. Las otras quieren
ver la cueva de la fruta y cosechar parte de la fruta allí, y tomar algunas plantas para ver si
podemos cultivar algunas en esta cueva. Rokan y yo somos los únicos que sabemos dónde
está, así que vamos a escoger a algunas de las otras y mostrarles.
¿Cuándo nos vamos? Pregunto. No me apetece volver a trotar en la nieve, pero si hay que
hacerlo, hay que hacerlo. Además, quedarse en la cueva todo el día sin nadie con quien
hablar ha sido un poco aburrido. Mi amiga de las cavernas, Asha, no hace más que comer
y dormir, y mi hermana ha estado encerrada en su cueva haciendo bebés con su hombre.
Estirar las piernas con un paseo suena como una buena idea.
Lila inclina la cabeza hacia mí, curiosa, y luego comienza a hacer señas de nuevo, lenta y
deliberadamente. Va a ser un grupo muy pequeño.
¿De acuerdo? No estoy segura de qué tiene que ver eso con nada... y luego me doy cuenta.
No estoy invitada, ¿verdad?
Lila parece dolida. No es eso. Vamos a viajar rápido y va a ser un duro esfuerzo. Y cuando
volvamos, vamos a llevar mucho peso en nuestras mochilas.
Ya veo. Y no quieren que la chica gorda los ralentice. Lo único que me detiene de arremeter
contra una perra es el dolor obvio en la cara de mi hermana. Claramente está dividida entre
defenderme y ser una de las mejores chicas.
Está bien, le gesticulo y le pongo una sonrisa brillante en mi cara, aunque no lo esté
sintiendo. El otro día me torcí el tobillo, así que mejor me quedo cerca de la cueva.
La cara de Lila está tan llena de alivio que me siento como una idiota. Lo siento mucho, me
dijo. No me di cuenta de que querrías ir.
No quiero. Sólo quiero pasar tiempo con mi hermana, la única persona en el planeta con la
que me siento 100% cómoda. Pero voy a tener que acostumbrarme a la idea de que ella
tiene un hombre en su vida y que él le va a quitar una gran parte de su tiempo. ¿Tienes que
ir? le respondo con señas, porque no puedo evitar ser un poco mezquina y capulla. ¿Qué
pasa con lo de estar embarazada y todo eso?
Su cara se ilumina de rojo brillante y vacila un momento. No creo que esté embarazada
todavía, porque todavía estamos resonando…mucho.
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D.I. 2, gesticulo con movimientos lentos y fluidos y hago una mueca. Razón de más para no
ir.
Ella se ríe, y suena tan feliz que mi corazón se aprieta dolorosamente. Siento que estoy
perdiendo a mi hermana de nuevo, y esta vez no porque haya sido secuestrada, sino porque
está enamorada. No hay forma de recuperarla de esto. El estrecho vínculo que teníamos
antes de llegar aquí se ha ido para siempre, porque Rokan siempre estará unido a ella
ahora. Ya no son Maddie y Lila contra el mundo.
Ahora soy yo contra el mundo, y es la sensación más solitaria de la historia.
Le sonrío alegremente para ocultar mi dolor y decido cambiar de táctica. Así que, ¿vais a
recoger fruta? ¿Quiénes van a ir? Y hablo en serio, si estás embarazada o casi embarazada,
Rokan puede irse sin ti, ¿no?
Sus cejas oscuras se juntan y ella sacude un poco la cabeza y comienza a gesticular de
nuevo. Alguien más hace una pausa, nos observa gesticular, y nuestra conversación ya no
se siente privada. Sigo olvidando que la tribu está aprendiendo el lenguaje de señas a través
del ordenador de la Cueva de los Ancianos y nada de lo que le diga a mi hermana es secreto.
Lila dice por señas, Rokan ha estado nervioso por algo durante un tiempo. Dice que le inquieta
la idea de dejarme atrás.
Probablemente porque mi hermana es sorda. Es inteligente por estar muy atento. Lo
entiendo perfectamente. Lila no oye el peligro, y hay mucho peligro en este planeta estéril e
invernal. Es inteligente mantenerla con él todo el tiempo. No puedo culpar al tipo por eso.
En cuanto a quién va.... ella hace una pausa, pensando. Tiffany y Salukh, y Claire y Ereven.
Se suponía que Josie y Haeden iban a ir, pero Josie se siente mal.
Suena como un retiro de parejas. No me extraña que no esté invitada. Estoy gorda, fuera
de forma, y soy como una total quinta rueda. Te divertirás, le digo. ¿Cuándo te vas?
Después del almuerzo, me dice, y su expresión es entusiasta.
¿En serio? ¿Hoy? Fui y me asomé a la entrada de la cueva esta mañana y la nieve estaba
cayendo en copos grandes y gordos. Está nevando.
Siempre está nevando, dice Lila con otra risita feliz. Hace buen tiempo, lo prometo, y los
chicos conocen el camino hacia el cañón que estamos buscando.
Bueno, divertíos, le digo a mi hermana y luego la abrazo impulsivamente antes de que se
preocupe. La aprieto fuerte y le acaricio las trenzas. De verdad, es bueno que se vaya sin
mí, me digo a mí misma. Odio el trabajo físico, el sudor, las caminatas y las cosas por el
estilo. Odio la nieve, mientras que a Lila le encanta estar al aire libre aquí. Imagínate.
Aún siento que me estoy quedando atrás.
Lila me vuelve a abrazar y luego se aleja. Necesito terminar de embalar. Volveremos en unos
días. Ella sonríe y luego se concentra en algo detrás de mí.
2 Demasiada información
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Me doy la vuelta y Rokan está allí, mirando a su compañera. Porque por supuesto que lo
es. Esos dos están unidos por la cadera.
Ve, gesticulo. Diviértete.
Ella me hace un gesto de adiós con la mano y trota para unirse a su pareja. Veo que la
expresión de él se vuelve tierna y hambrienta al verla mientras tira de ella contra él, y tengo
que mirar hacia otro lado. Así debe ser como se siente una mamá pájaro cuando sus
polluelos dejan el nido. No es que Lila sea mi hija, pero siempre he cuidado y protegido a
Lila, incluso antes de que nuestros padres murieran y nos dejaran solas.
Veo a una de las mujeres junto al fuego comunal y me dirijo en esa dirección. Es Stacy, una
de las nuevas mamás y a la que le gusta cocinar. Ella tiene su hoja de metal de aspecto
ridículo que hace las veces de una sartén y la sujeta sobre el fuego, haciendo pasteles. No
panqueques, tristemente, sino una mierda de raíz que sabe como una patata apareada con
una caca de perro. Todo el mundo aquí los adora, pero supongo que sólo llevo un mes o dos
desde que comí mi última patata frita, y para mí no son lo mismo. “Hola, Stace”
“Hola, Maddie”, dice, y aunque sonríe, hay una nota de cautela en su voz. Podría haberle
tirado uno de esos pasteles a la cabeza cuando llegué a la cueva principal. Cielos, la gente
guarda rencor. “¿Hambre?”
Asiento con la cabeza pero no me siento. “Pensé en tomar un par de pasteles para llevar a
mi compañera de cuarto” Estoy bastante segura de que Asha no se ha levantado de la cama
hoy. Ni siquiera estoy segura de que la dejara ayer.
La expresión de Stacy se suaviza. “Pobre Asha. Últimamente está fatal. Aquí, le haré un
pastel y le pondré un poco de esa especia picante que a todo el mundo parece gustarle
tanto. ¿Quieres un poco en el tuyo también?”
“¿Yo? Dios no” Hago un gesto. “Me gusta tener papilas gustativas, gracias”
Ella se ríe y se pone a trabajar, palmeando un poco de mierda de raíz rallada y luego
agregando algo que parece manteca de cerdo de un pequeño tazón y luego condimentando
de otro tazón. Forma un pastel y luego lo pone suavemente en la sartén. Cuando se inclina,
veo a su bebé sobre su espalda como un niño indio, agitando los puños en el aire. Oh, que
lindo.
“¿Qué tal con Asha como compañera de cuarto?”, pregunta. “¿Os lleváis bien?”
“Oh, es genial. Los dos odiamos estar aquí, así que es una verdadera experiencia de unión”.
La mirada cautelosa vuelve a la cara de Stacy. “¿Odias estar aquí?”
“Sólo es una broma”, digo rápidamente. Claramente Stacy ha interpretado mi sarcasmo por
la verdad. Aunque lo es...pero un poco exagerado. No puedo odiar el planeta de hielo si a
mi hermana le encanta estar aquí. “Me está costando acostumbrarme, eso es todo”
Pero aún parece preocupada. “¿Debería decirle algo a la sanadora sobre Asha? Está
claramente deprimida...”
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“Estoy segura de que está bien” Genial, ahora Stacy va a estar en el culo de Asha también.
Estoy segura de que a mi amargada compañera le encantará eso. “Hablaré con ella, ¿de
acuerdo?”
Stacy le da la vuelta a los pasteles con un experto lanzamiento, y luego los desliza sobre un
pequeño plato que parece estar hecho de la vértebra de algo del tamaño de una ballena.
“Puedo...”
“Nop, no pasa nada. Estaré bien. Iré a hablar con ella ahora mismo. Gracias, Stacy” Tomo
el plato y me voy corriendo antes de que se le ocurra algo, aunque sé que probablemente la
hice enojar. Yo soy la que tiene que vivir con Asha, sin embargo, y estoy bastante segura de
que ella no apreciaría una charla de ánimo.
Me abro camino a través de la cueva ocupada a conciencia, actuando como si tuviera que
ir a un lugar importante para que nadie más me detenga. Todo el mundo es siempre tan
hablador y no hay mucha privacidad. Es como compartir la sala de estar con cuarenta
extraños, y todos llevan sus artesanías a la cueva principal para trabajar juntos o hablar
entre ellos. Dos hombres tienen sus marcos de desollar a un lado y están raspando mientras
hablan en el idioma alienígena que todo el mundo parece conocer menos yo. Alguien más
ha extendido una manta y está viendo a un bebé gatear, y algunas otras personas están
reunidas y parecen estar cosiendo o tejiendo o haciendo algo igualmente doméstico y
totalmente fuera de mi repertorio. Sé cómo mezclar bebidas y equilibrar una caja
registradora, no esta otra basura. En algún momento supongo que voy a tener que
aprender, pero el pensamiento me deprime.
Esta no es la vida a la que me apunté. Nadie me quiere aquí. No soy útil. Ni siquiera es
agradable estar conmigo. No estoy haciendo bebés. Oh, y estoy gorda, lo que significa que
como más, y se habla de escasez de comida en los meses de invierno, lo que me pone
ansiosa. ¿En qué momento empiezan a mirarme mal porque soy gordita y me gusta la
comida? Por supuesto, Lila no deja que sean malos conmigo, y entonces me deprimo aún
más porque soy yo quien debería estar protegiendo a Lila, y no al revés.
La pantalla de privacidad está sobre nuestra puerta, y vacilo, sujetando los pasteles al
vapor. La 'pantalla de privacidad' se supone que funciona como una puerta, o mejor dicho,
el calcetín en el pomo de la puerta que los compañeros de cuarto cuelgan para que el otro
compañero de cuarto sepa que no debe entrar. Se supone que nadie debe reconocer que
existes en el otro lado si la pantalla está levantada. Lo cual supongo que entiendo, pero
ahora estoy oficialmente bloqueada fuera de mi propia habitación y no oigo nada más que
silencio al otro lado.
¿Asha me dejó fuera para poder dormir una siesta? Al diablo con eso.
Escucho un momento más para asegurarme de que Asha no está teniendo sexo tranquilo o
algo así, porque me sentiría como una idiota si ese fuera el caso. Excepto que también estoy
bastante convencida de que Asha no se ha bañado ni se ha levantado de la cama en días,
así que dudo que se sienta sexy.
A la mierda. Pongo la pantalla a un lado y entro. “Oye, Asha. Tengo el desayuno para ti. O
supongo que es el almuerzo en este momento, o lo que sea”.
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El interior de nuestra pequeña cueva es oscuro y deprimente. No tengo muchas mierdas
puesto que soy nueva, así que mi lado de la habitación no es más que un montón de pieles
que me sirven de cama. Asha tiene unas cuantas canastas alineadas a lo largo de la pared,
pero nunca la he visto abrirlas. En realidad, nunca la he visto hacer mucho. Como
compañera de cuarto, apesta. O bien me siento al aire libre y tengo a la gente "agradable"
hasta la muerte, o puedo venir y sentarme en una habitación oscura con Wednesday
Addams 3 aquí.
Asha se sienta mientras entro, con el pelo desordenado y el ceño fruncido. Sus mejillas
parecen sospechosamente mojadas y ella aspira por la nariz mientras me mira fijamente.
Ella dice algo en extraterrestre que probablemente está en la línea de “¿No viste la pantalla?”
“Sí, ignoré tu pantalla”, dije en inglés, cayendo a mi cama. “Y sé que sabes inglés, y sabes
que no sé sa-khui, así que ni siquiera empieces conmigo” Tomo uno de los pasteles
crujientes y se lo ofrezco. “¿Hambre?”
“No”, dice con voz hosca. Sostiene un fajo de ropa en el pecho y se acuesta de nuevo. “Quiero
que me dejen en paz”
“Y yo quiero estar en casa y comer un Happy Meal, pero no siempre conseguimos lo que
queremos” Hombre, estos pasteles no son geniales. Quiero decir, voy a comerme a los dos,
pero definitivamente voy a estar pensando en Happy Meals todo el tiempo.
“¿No tienes otro lugar a donde ir?” me ataca Asha.
“Dios, ojalá” Niego con la cabeza y me sacudo el último trozo de pastel antes de coger el de
ella. “Aquí es donde llegamos a estar deprimidas, ¿verdad? Así que pensé en unirme a ti en
tu autocompasión”.
Ella abraza la ropa -parece la túnica de un hombre- a su pecho y me frunce el ceño. “¿Por
qué estás deprimida?”
Mi nariz gotea con cada mordisco, pero de todos modos me devoro su pastel. “Oh, por
muchas cosas. Pero si estás hablando de hoy, mi hermana se va de excursión con su nuevo
marido y yo estoy demasiado gorda y fuera de forma para ir”.
Ella resopla. “El paseo te sentará bien”.
“Gracias, Richard Simmons 4”, digo secamente. “Además, son todo parejas las que van y yo
no pinto nada ahí” La soledad me invade como una ola, y de repente me siento tan cansada
y golpeada por el mundo como Asha. Me arrastro a mi cama y me acuesto sobre mi vientre,
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Es una personalidad de televisión estadounidense, especialista de aeróbic y fitness y gurú, en
obesidad. Es famoso por sus vídeos y DVD de ejercicios físicos para hacer en casa
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sin mirar nada. “Este lugar apesta”, digo después de unos minutos de silencio. “Soy una
desgraciada”.
Y lo soy. Tengo ganas de llorar, porque estoy sola y olvidada y ni siquiera tengo un trabajo
que me distraiga.
“Pues haz algo”, me dice Asha, y parece irritada. “No te quejes en mi dirección”
“Eso es rico... apoyo emocional por tu parte”.
“Estás enfadada porque tu hermana no te necesita. Cualquiera puede ver eso” Empuja sus
mantas, las ajusta, y luego tira de ellas de nuevo para ponérselas por encima, acurrucada
debajo.
“Es increíble que puedas ver cualquier cosa considerando que nunca te levantas de la
cama”, le respondo con un gruñido, pero ella tiene razón. Me muevo sin mi hermana. ¿Quién
soy si no soy la protectora de Lila? Todo lo que yo era en la Tierra ha volado en mil pedazos,
y mientras Lila no estaba, me aferré a su presencia como un ancla. Me dije a mí misma que
cuando Lila volviera, las cosas estarían mejor. Encontraríamos el camino juntas.
Excepto que Lila regresó y ya no me necesitaba.
“¿Qué haces cuando todo es terrible?” Le pregunto a Asha.
“Me voy a acostar en la cama”, dice con voz lacónica. “Tendrás que pensar en otra cosa,
porque no quiero compañía. Encuentra otro lugar para esconderte. Este es mío”
Amigo. Ella es dura. “Pensé que se suponía que éramos compañeras de cuarto”
“Nadie me preguntó si quería una acompañante”
Bueno, en eso ella tiene razón. Me pongo de costado y la ignoro, probando todo eso de
'revolcarse'. Tengo que admitir que es bastante aburrido. Estoy acostumbrada a hacer cosas
durante todo el día, no a esconderme. Esto no va a funcionar para mí. Me pongo de espaldas
y miro al techo, y luego miro de nuevo a Asha. “Así que básicamente me estás diciendo que
necesito un pasatiempo y que ya tienes el mercado del abatimiento acaparado y que yo
necesito encontrar otra cosa”
“Algo así, sí”. Su voz es apagada, cansada. “Encuentra algo que te divierta”
“¿Como qué?”
Suspira pesadamente, como si el mero hecho de responderme fuera agotador. “El resto de
la tribu se ayuda mutuamente. Hay que cocinar, recolectar y curtir...” Su voz se recupera y
respira hondo antes de continuar. “Y hay kits que vigilar mientras los otros están cazando”
Oh. Cazando. Estoy intrigada. Me imagino con arco y flecha, como Liz. Es una chica muy
mala. A mí también me gustaría ser una tipa dura. “¿Sabes qué? Creo que podrías tener
razón, Asha”
“Bien. Ahora vete”
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 3
HASSEN
Desde mi punto de observación en un barranco nevado, veo cómo Taushen lucha para sacar
una de sus redes del agua en el valle de abajo. Agarra un puñado de la red, tira, y luego se
balancea y se escurre en las orillas embarradas. Yo reprimo mi risa. ¿Cuánto sah-sah bebió
Taushen anoche? Lo vi a él y a Hemalo separando una de las pieles mientras estaban
sentados alrededor de un fuego. Al menos está lo suficientemente alerta como para haber
recordado tirar las bayas de jabón al agua antes de tirar de sus redes, o habría peces
colmillos masticando sus botas en este momento. Se levanta del suelo y se frota la frente.
Y tira de nuevo.
Y se cae de nuevo.
Me muerdo el interior de la mejilla para mantener mi risa en silencio. Taushen es demasiado
joven para saber cuándo dejar de beber sah-sah, aunque Hemalo debería haberlo sabido
mejor. Me pregunto por qué estaban bebiendo, y luego decido que no me importa. Siento
una puñalada de celos. Debería haber estado bebiendo yo con ellos, disfrutando. Ahora no
soy nada. Una tonta amargada que debe cazar sin cesar en busca de fuegos a los que no es
bienvenida.
Trato de no dejar que me afecte al estómago, pero no puedo evitarlo. La tribu era todo lo
que tenía, y ahora no tengo nada.
Ahora estoy tan por los suelos como Taushen, me imagino. No me lo puedo permitir. Un
exilio siempre debe funcionar. Mientras ellos se lamentan y beben, yo cazo y alimento a la
tribu. Corrí por el sendero de Taushen esta mañana, y decidí seguirle después de ver el
desenfrenado patrón de sus pasos en la nieve. Le he estado vigilando para asegurarme de
que no haga nada estúpido o arriesgado, pero Taushen es listo. Se queda cerca de las cuevas
y revisa las trampas y las redes en lugar de pescar mientras le duele la cabeza y sus reflejos
son lentos.
Sospecho que Taushen no es el único que bebió demasiado anoche y se mueve lentamente
esta mañana. Me río para mí mismo mientras el joven cazador tira de su red de nuevo y
luego cae de culo como si fuera un kit, mirando el agua. Esto está resultando ser muy
entretenido.
Estoy tan concentrado en Taushen que casi echo de menos al gato de las nieves que acecha
cerca, escabulléndose de las hojas retorcidas de un arbusto hacia un saliente nevado.
Preparé uno de mis cuchillos para huesos, estudiando a la criatura. Está escuálido, con
pieles esmaltadas, y el brillo de khui en sus ojos es débil. Sus movimientos son lentos.
Enfermo, entonces, o plagado de lombrices y hasta ahora ni siquiera su khui puede
mantenerlo sano. Lo veo estudiarme y luego se escabulle. Es demasiado débil para desafiar
por territorio, y relajo el agarre de mi cuchillo. Un gato de nieve sano sería una comida
decente para los que están en la cueva, pero éste no es bueno para comer.
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Mientras miro cómo retrocede, un hueso largo y recto se tambalea en el aire y cae al suelo
a corta distancia.
Entrecerré los ojos, inclinándome hacia ello. ¿Estoy viendo cosas? ¿Está Leezh o Raahosh
cerca? ¿Era una de sus flechas? Pero les he visto cazar con el arma y entrenar con ella yo
mismo. Sé cómo apuntar y golpear a mi presa con una de las flechas delgadas, pero ese
disparo... no fue bueno. No mataría al gato de las nieves aunque la criatura permaneciera
completamente quieta.
El gato de nieve cojeando se aleja, y en la distancia puedo oír a una hembra soltando una
serie de palabras humanas extrañas. Curioso, me levanto y me pongo en cuclillas,
permaneciendo en mi escondite entre los arbustos de intisar. Sus espinas tiran de mi ropa,
pero yo empujo las hojas hacia un lado con cuidado, mirando hacia afuera.
Una figura envuelta en muchas capas de pieles se mueve a través de la nieve. La forma es
lo suficientemente pequeña como para ser humana, y lo suficientemente curvilínea como
para que pueda adivinar cuál es. ¿Qué hace Mah-dee aquí? ¿Sola?
Se aleja, coge su flecha y luego se dirige hacia un valle cercano, presumiblemente para
perseguir al gato de nieve que está cazando.
Miro hacia atrás, hacia Taushen. Está claro que no está en condiciones de cazar esta
mañana, y me preocupa que no pueda abandonarle. Al mismo tiempo, Mah-dee está sola y
en la naturaleza. Se lastimará... o peor, si acorrala al gato de nieve enfermo. Me siento
indeciso.
Vuelvo a la colina y miro de nuevo a Taushen. Para mi alivio, se ha dado por vencido con
sus redes y se dirige hacia la cueva de la tribu, un pez largo y pesado colgado de un hombro.
Bien. Eso me deja libre para ir a rescatar a Mah-dee de sí misma.
Me vuelvo hacia ella y veo que ya está en el valle, persiguiendo a su presa. Sus pasos son
lentos y torpes en las raquetas de nieve, y usa el extremo del arco como un palo para
ayudarse. Mientras miro, ella tropieza hacia adelante, plantando la cara primero en la
espesa nieve.
Suspiro y me dirijo hacia abajo por la ladera de la colina detrás de ella, sofocando mi
irritación. Los seres humanos son dolorosamente inconscientes de lo peligroso que es para
ellos estar en la nieve. Mah-dee es más inconsciente que la mayoría, pero también es más
nueva que las demás. Si esto fuera Jo-see o Claire, tendría palabras duras para ellas, pero
supongo que debo ser indulgente cuando se trata de Mah-dee.
Bajé a buscarla.
Todos los pensamientos de perdón y comprensión desaparecen cuando ella se detiene de
nuevo en la nieve y saca su arco, y oigo el grito de advertencia del Metlak, seguido por el
aullido del gato de las nieves. Me preocupan los golpes en el pecho. ¿Cómo puede una
pequeña humana encontrar tantos problemas tan rápidamente? Acelero, sacando mis
cuchillos.
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Mah-dee es valiente. Ella mueve su arco hacia el grito del Metlak, no retrocede. Su forma
se tensa, y a lo lejos, veo el pelo amarillo y sucio de un metlak contra la nieve. Se agacha y
vuelve a gritar.
Mah-dee le dispara, pero su flecha cae al suelo cerca de sus pies. Ella murmura algo en
humano otra vez.
El metlak carga.
Yo bramé una respuesta, saltando hacia adelante. Cruzo la corta distancia entre Mah-dee
y yo en cuestión de momentos. Como cazador, mi deber es proteger, y me pongo delante de
Mah-dee mientras ella busca otra flecha. Con los cuchillos desenvainados, gruño al metlak,
desafiándolo a que se acerque.
Su gruñido se convierte en un chillido de miedo. Se da la vuelta y se aleja, como sospechaba.
Son cobardes pero despiadados, y tienden a huir si se les confronta o se les acorrala. No
huyó de Mah-dee, y me estremezco al pensar en lo que le habría hecho si se hubiera
quedado en su sitio y hubiera seguido intentando disparar flechas. El pensamiento hace
que mi estómago se apriete, y la ira irrumpe en mi mente.
Estúpida humana.
Persigo al Metlak un poco más, descargando mi ira en él. La criatura sigue gritando y
chillando su miedo, y no me detengo hasta que estoy seguro de que no volverá a Mah-dee.
Reduzco la velocidad de mis pasos y luego me doy la vuelta, escudriñando en busca del gato
de las nieves u otros peligros con los que Mah-dee podría haberse tropezado. Pero no siento
nada, y me relajo lo suficiente como para envainar mis cuchillos.
Mah-dee sigue de pie donde la dejé, con la boca abierta. El arco está en sus manos, medio
levantado, una flecha descansando. “¿Qué fue todo eso?”, me pregunta. “¿Y de dónde
saliste?”
“¿No viste mis huellas?” Le gruño. “¿No viste las huellas del Metlak antes de entrar en este
valle?”
Ella me parpadea. “¿Huellas? Yo... oh. No pensé en eso” Mira hacia atrás, hacia la nieve
revuelta que queda por sus raquetas de nieve. “Supongo que eso debería haber sido algo
evidente”
Mi irritación aumenta aún más. Incluso al más joven de los kits se le enseña a observar de
cerca la nieve revuelta. “¿Quién está contigo?” Golpearé a ese cazador en la cabeza por ser
tan tonto como para dejar que Mah-dee corra sola.
“Nadie está conmigo” Levanta la barbilla desafiantemente. “Estoy sola”
“¿Qué? ¿Cómo?” ¿No hay nadie que la proteja?
Se le caen las cejas y me mira con incredulidad. “¿Puse un pie delante del otro y me fui?”
“¿Y no había nadie que te detuviera?”
“La última vez que lo comprobé, era una tribu, no una prisión. Y no sé si te diste cuenta,
pero la gente está un poco ocupada últimamente. Nadie tiene tiempo para estar con una
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humana aburrida”. Lo dice con voz casual, pero hay una tensión en su rostro humano
redondo y de aspecto gracioso.
Una flecha se desliza fuera del carcaj que tiene en su hombro -su hombro, de todos los
lugares- y yo distraídamente la levanto. “¿Por qué están todos tan ocupados?”
“Hubo una fiesta el otro día, que sé que conoces, porque te vi allí” Sus mejillas están
rosadas. “Y entonces Maylak tuvo a su bebé, así que un grupo de gente se fue a cazar a una
de esas criaturas enormes...”
“Sa-kohtsk”, digo distraídamente, moviéndome hacia adelante y desatando el carcaj de su
hombro. “Esto va a tu cadera, no a tu brazo”
“Oh. Un sa-kohtsk, cierto. De todos modos, necesitan piojos para el bebé. Tienen que
parasitarlo. Ya sabes cómo es”
No entiendo el sitio parh-shi-tarrl pero sí sé cómo funciona una caza sa-kohtsk. Los
delicados khui son retirados del corazón de la criatura y entregados al kit del recién nacido
para que pueda vivir. Los niños Sa-khui nacen sin un khui - ellos son nativos de este mundo
y nosotros no. El khui se introduce en el pecho y envuelve el corazón, iluminando los ojos
del huésped. Nos mantiene fuertes y saludables…y nos da resonancia. Las humanas aún
no se sienten cómodas con la idea de que una cosa así viva dentro de ellas, pero los que no
tienen un khui perecen en un puñado de días. “Un khui es algo bueno”
“Eso es lo que todos me dicen” Se encoge de hombros. “Y mi hermana y unas cuantas
personas también van a ir a la cueva de frutas para cosechar y explorar el área. La cueva
va a estar bastante vacía por un tiempo”
“Ya veo” Ato el carcaj a su cintura y luego lo ajusto donde cuelga. Mah-dee se queda ahí
como un kit, sin darse cuenta de lo cerca que estoy. Mi cabeza está llena de pensamientos
guerreros. Estoy enfadado porque la tribu no ha ido a una sino a dos cacerías y yo no fui
incluido. Por supuesto que no lo fui. Estoy exiliado. No soy bienvenido hasta que haya sido
castigado lo suficiente como para que Vektal esté contento. El pensamiento me quema en
el estómago.
También sigo enfadado porque Mah-dee está aquí fuera, sola. ¿Nadie pensó en proteger a
la humana? ¿Para ver que se mantenga ocupada? ¿Darle algo que hacer? “Y entonces viniste
aquí porque...” Me alejé, esperando a que ella terminara el pensamiento.
Las mejillas de Mah-dee se ponen de un rojo brillante por la emoción. Finalmente me quita
las manos de encima y me frunce el ceño. “Como dije, ¿porque no es una prisión?”
“No sé qué es esta 'pri-son'”
“No importa”. Ella suspira. “Probablemente desperdicie mi aliento tratando de explicarte
cómo me siento”
“Pero es aceptable desperdiciar mi tiempo y ponerte en peligro a ti misma intentando cazar?”
La miro con curiosidad “¿Esto es algo humano que no entiendo? ¿Disfrutas de ponerte en
peligro?”
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Ella suspiro con enojo y sus ojos se entrecerraron hacia mí. Sus manos van a sus caderas.
“Vete a la mierda”.
Me quedo muy quieto. He oído esa palabra humana antes. De vez en cuando lo escupen,
pero yo lo he descartado como balbuceo. No fue una que aprendí cuando la Cueva de los
Ancianos me enseñó sus palabras, sino una que escuché a Jo-see decirle a Haeden
recientemente, entre beso y beso. La lujuria arde a través de mí, sorprendiéndome por su
intensidad. Estudio a Mah-dee. Bajo las pieles, sé que su forma es exuberante y gruesa,
sana y sólida. No está hecha como la pequeña Jo-see, sino fuerte y regordeta de buena
salud. Su cabello es de un extraño color pálido, pero su rostro redondo es atractivo por toda
su extrañeza humana. Me sorprende…y me honra que me haya elegido como compañero
de placer. “¿Quieres que te folle? Acepto”
∗∗∗∗∗∗∗
MADDIE
¿Aparearse conmigo?
“Espera, ¿quéééééééé?” Levanto las manos mientras Hassen me tira contra él, y mis palmas
golpean su duro pecho. Oh, guau. Está.... realmente caliente. No me di cuenta del frío que
hacía aquí afuera hasta que le toqué, y ahora todo lo que puedo pensar es en su quemante
almohadilla térmica en el pecho con la pelusa azul sedosa cubriendo su cuerpo. Mis manos
están en sus pectorales y es duro en todas partes, lo que es fascinante y hace que mis
partes femeninas se sienten y presten atención.
“Haré esto bien para ti”, dice con voz ronca. “Dime cómo te gusta ser complacida y lo haré”
Sus confusas palabras me devuelven a la realidad. “Espera, no, te estaba diciendo que te
fueras a la mierda, no es que quiera hacerla”
Inclina la cabeza, y me parece claro que no entiende la distinción. Diablos, cada vez que me
toca, yo también empiezo a perder la distinción. Es musculoso y sexy y cálido y Dios,
realmente ha pasado un tiempo desde que tuve sexo.
En realidad, ha pasado un tiempo desde que alguien me tocó. He estado muy aislada y sola
aquí, y Lila está ocupada con su nuevo hombre y me he sentido.... descartada.
No me siento descartada ahora mismo, no con los ojos brillantes de Hassen ardiendo en los
míos.
Poco a poco, lamentablemente, le doy otro empujón y empujo hacia atrás, alejándome de
él. “No voy a tener sexo contigo. Era una forma de hablar”.
Frunce el ceño. “¿Forh-mm de ah-baaar? No entiendo...”
“Significa que estaba diciendo algo que malinterpretaste”.
“¿Qué quisiste decir, entonces?”
“Quiero decir que estás siendo grosero y molesto”
Se enfada por eso. “¿Entonces por qué me exigiste que te follara?”
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De acuerdo, en serio. La excitación que sentí al tocarlo está desapareciendo rápidamente
detrás de la irritación una vez más. “Yo. No. Lo. Hice.” Me detengo en cada palabra.
“Intentaba decirte que puedo hacer lo que quiera. No necesito preguntarle a nadie si tengo
ganas de cazar. No lo pillas, ¿verdad?”
Hassen me mira perplejo. “¿Por qué quieres cazar?”
“Porque estoy aburrida. Estoy muy aburrida”. Me puse el arco por encima del hombro,
irritada. “Las otras chicas de la cueva están ocupadas criando bebés o haciendo bebés.
Todos los demás están cazando o recolectando o lo que sea que hagan. Ni siquiera mi
hermana me deja acompañarla porque estoy demasiado gorda y fuera de forma”. Todavía
me escuece eso. Desde que llegué al planeta de hielo, he estado perdiendo pulgadas como
una loca debido a toda la actividad física. Pensé que en realidad me veía bastante esbelta,
así que oír que me consideran una carga duele.
No, borra eso. Me hace enojar. Nadie me está dando un trato justo en este planeta, todo
porque estaba un poco temperamental cuando descubrí que mi hermana fue raptada.
Hassen extiende la mano y endereza el arco de mi hombro, empujando un lado hacia atrás
que probablemente me habría golpeado en el ojo si me hubiera girado a la izquierda.
“Entiendo”
Eso no es lo que esperaba escuchar del gran, musculoso imbécil que se robó a mi hermana
y sólo trató de besarme. “¿En serio?”
“Entiendo el aburrimiento” Hace un gesto a las interminables colinas nevadas que nos
rodean, con la cara dura. “¿Crees que no me aburro de no tener a nadie con quien hablar?
¿Cazando día tras día sin apenas decir una palabra a otro? ¿Crees que no anhelo compañía
alrededor del fuego por la noche? Con gusto aceptaría los ronquidos de Taushen antes que
el silencio de estar solo”.
“Yo... oh” De repente no sé qué decir. Eso suena horrible, pero al mismo tiempo, no puedo
creer que tenga sentimientos de simpatía hacia el imbécil que me quitó a mi hermana.
Porque sé lo que es ser ignorado. Sé lo que es sentir que todo el mundo está en tu contra.
Sé lo que se siente al estar afuera y querer desesperadamente ser aceptado.
No creí que sentiría afinidad con Hassen. Me han dicho una y otra vez que Lila nunca estuvo
en peligro con él, que él sólo la raptó porque quería cuidarla y aparearse con ella, pero me
he guardado mucho rencor por eso, a pesar de todo. Intentó forzarla, y eso no estuvo bien.
Pero ahora también veo otra capa debajo del 'engreído saco de mierda'. Todavía lo es, pero
también está…solo y desesperado. Vio a mi hermana como una oportunidad y la aprovechó.
Debería odiarle por eso. En cambio, sigo pensando en lo cálido que era su pecho peludo y
aterciopelado.
Debo ser una idiota. “Bueno, si te aburres, enséñame a cazar”, le digo a la ligera. “Podemos
hacernos compañía”. Toco la cuerda del arco que se ajusta entre mis pechos como si fuera
un cinturón de seguridad. “Necesito aprender a ser útil. No sólo porque necesito contribuir
a la situación alimentaria, sino porque necesito tener algo que hacer”.
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No señalo el pensamiento que me preocupa en el fondo de mi mente: que necesito ser capaz
de cuidar de mí misma si es que alguna vez no puedo aguantar y quiero dejar la tribu. Sigo
diciéndome a mí misma que eso nunca sucederá, y sin embargo sigo pensando en ello.
Porque no me siento amada, o necesitada, o aceptada, y no me di cuenta de lo mucho que
necesitaba esas cosas hasta ahora.
Hassen me observa durante tanto tiempo que no sé qué está pasando en su cabeza. ¿Está
pensando en enseñarme? ¿Está pensando cosas sucias sobre mí? ¿Está.... concentrado en
el sexo? Me estremezco al pensarlo, porque es otra cosa que no se me va de la cabeza.
Estúpida cabeza, siempre aferrándote a las cosas equivocadas.
Vuelvo a tocar la cuerda del arco y su mirada se dirige hacia allí. Me congelo, porque ahora
eso significa que me está mirando las tetas. Espero que no se pregunte por qué son mucho
más grandes que las otras chicas de aquí. Ninguno de los extraterrestres es gordo, y esa
sería una conversación muy incómoda.
“Se supone que debo estar exiliado”, dice finalmente, volviendo a mirarme a los ojos.
“Eso es genial”, digo yo brillantemente. “Me enseñaré a mí misma. No es gran cosa”. Me doy
la vuelta.
Me agarra del brazo y, para mi sorpresa, gruñe como un oso. Es raro…y hace que mi cuerpo
se estremezca un poco más de lo que debería. “No me dejaste terminar, mujer”
“Pfff. Entonces adelante y termina, hombre” Me vuelvo hacia él y le hago un grandioso gesto.
“Continúa”.
Hassen se cruza de brazos sobre el pecho. Y de acuerdo, realmente no debería prestar
atención al hecho de que hace que sus brazos se flexionen hasta convertirse en los bíceps
más increíbles, o que sus pectorales son esos asombrosos cuádriceps planos de músculo
que están rogando ser acariciados de nuevo. “No podemos decirle a nadie que nos vamos a
encontrar. No deseo que el jefe prolongue mi exilio”
Oh. ¿Es su única preocupación? Sonrío, aliviada. Se siente como si hubiera accedido a ser
mi amigo, y es extraño lo feliz que eso me hace. “Genial. ¿Así que vas a ser mi tutor después
de todo?”
Él asiente con la cabeza y me estudia de nuevo. “Pero no con este arco”
“¿Por qué no?”
“Tus brazos no son lo suficientemente largos para estirarlo bien. Eres más pequeña que
Leezh”
Eso no es algo que escuche a menudo, y me pavoneo un poco. Quiero decir, claramente no
está hablando de nuestras figuras, porque Liz acaba de tener un bebé y yo sigo siendo más
grande que ella, pero me gusta oírlo de todos modos. “¿Entonces qué?”
Me agarra la mano y la estudia, frunciendo el ceño.
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“¿Qué estás mirando?” Dios, sueno sin aliento. Pero él agarrándome la mano me ha hecho
perder el control. Sus manos son tan grandes, y me siento tan delicada y femenina a su
lado.
“Tienes los dedos pequeños”, me dice, y suena como una advertencia. “Y manos pequeñas.
Demasiado pequeñas para mis cuchillos”.
“¿Hay extras en algún sitio donde pueda pedirlos prestados?” Una parte de mí quiere sacar
mi mano de su mano, y la otra parte de mí quiere que él acaricie su pulgar hacia abajo a lo
largo de la palma de mi mano levantada. O besarla. Sí, besar funcionaría.
Oh, Dios, ahora estoy teniendo extrañas fantasías sexuales sobre el tipo que secuestró a mi
hermana.
Le quito mi mano de la suya y parece sorprendido, luego parece que se encoge de hombros.
“La cueva de almacenamiento”.
Pienso en el diseño de la Cueva Tribal. Hay una o dos habitaciones en la parte de atrás del
"nuevo" ala -el área con toda la roca en bruto- donde se guardan un montón de pieles,
huesos y cosas extra. “Creo que sé dónde está. Miraré”
“Nos encontraremos allí por la mañana”, me corrige. “Escogeré las armas apropiadas para
tu tamaño de mano y nos entrenaremos en ellas”
Quiero oponerme a su actitud chovinista de 'Elegiré por la defensa dama', pero en realidad
no sé si el tamaño de mi mano va a afectar a las cosas después de todo. Tal vez sólo estoy
a la defensiva. Miro los grandes cuchillos atados a su cinturón y trato de imaginarlos en
mis manos. Vale, sí, puede que tenga algo de razón. “Podemos volver allí ahora...”
“No. Por ahora, voy a llevarte a casa”
Idiota arrogante. “¿Por qué?”
“Porque hay metlaks en esta área y no es seguro para ti” Pone una mano sobre mi hombro
y lentamente me vuelve hacia la dirección en la que vine. “Así que voy a guiarte a casa y
luego voy a ir a buscar a Taushen y a asegurarme de que vuelva a la cueva”
¿Taushen? ¿Eh? “Muy bieeeeen. ¿A qué hora nos reuniremos por la mañana, entonces?
Porque tengo que advertirte que mi agenda está bastante llena”, digo a la ligera.
“¿Agenda?” La forma en que dice la palabra es graciosa, toda alargada y extraña. “¿Qué es
eso?”
“Es una broma”, respondo secamente. “No importa”.
∗∗∗∗∗∗∗
Me tiro pedos alrededor de la Cueva Tribal durante el resto del día. En realidad, no tengo
nada que hacer y todos los demás parecen tan preocupados que me siento incómoda
preguntando si alguien necesita ayuda. Y realmente, no hay mucho que pueda hacer para
ayudar con muchas cosas. No sé nada de bebés, ni de despellejar, ni de hacer flechas, ni
de tejer, ni de nada de eso, así que termino sentada alrededor del fuego con aspecto de
aburrimiento. Normalmente hay unas cuantas personas sentadas por ahí perdiendo el
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tiempo, pero hoy la cueva se siente increíblemente vacía. Hay algunos ancianos sentados
alrededor, y puedo oír a un bebé llorando en la distancia. El fuego sigue ardiendo hasta
convertirse en cenizas, así que tengo que seguir avivándolo, lo cual no es algo en lo que sea
buena. Termino echando al fuego muchos de los grandes pedacitos de estiércol seco y
esperando lo mejor.
Lo que significa que tengo un gran incendio cuando alguien se acerca.
“Dios, ¿tienes frío?” Stacy se balancea de nuevo con su niño indio y me ofrece una mirada
curiosa. “¿Necesitas más pieles? Porque avivar el fuego tan alto no hará más que quemar
mucho combustible...”
“Fue un accidente”, digo, a la defensiva. “No quería que fuera tan grande. No paraba de
apagarse”.
“Oh. Bueno, tienes que apilar los pedacitos muy juntos para que se quemen durante mucho
tiempo. Es por eso que algunos de ellos están juntos”. Ella se acerca al fuego y usa un par
de palos para meter todo el combustible en un apilamiento apretado y ordenado. Las llamas
mueren un poco y regresan a un rugido menos que ardiente.
“Gracias”, digo, e intento sonar como si lo dijera en serio. Odio que todo el mundo me corrija
constantemente sobre cómo hacer las cosas más básicas.
“Por supuesto”, dice, y la expresión de su rostro me dice que está contemplando una
retirada estratégica del fuego. Maldición, ¿soy tan desagradable para estar cerca?
Le sonrío a Stacy, un poco desesperada por compañía. Toqué uno de los taburetes cercanos,
animándola a quedarse. “Entonces, ¿qué estás haciendo?”
La tensión disminuye en su cuerpo y ella se relaja. No se sienta en el taburete a mi lado,
sino que tira de uno de ellos al otro lado del fuego y saca su sartén de su bolsa. “Josie ha
estado vomitando toda la tarde, así que pensé en hacerle unos pasteles. Son más ligeros
para el estómago que la carne cruda. O la carne cocinada”.
“O esa cosa de carne seca con pimienta”
Stacy arruga su nariz. “Sí. Así que pensé en hacer pasteles”. Ella saca su pequeña vasija
de grasa y frota la superficie de la sartén, y yo la observo. La sartén en sí misma tiene un
aspecto bastante destartalado: es un cuadrado con bordes doblados para formar un
reborde, soldado a un mango largo de metal con un mango de hueso. De dónde sacaron la
soldadura, no tengo ni idea. Stacy es la única con una sartén, y eso la convierte en la
cocinera no oficial del grupo, igual que Tiffany es la jardinera no oficial. Ambas tienen
habilidades que están poniendo en práctica.
No tengo nada práctico que ofrecer, lo cual es un verdadero fastidio. Un camarero en un
planeta de hielo es tan útil como una modelo de pasarela.
Stacy toma un pedazo de la raíz blanca y carnosa, la corta en dados y luego agrega un poco
más de grasa y algunos otros ingredientes que no reconozco antes de aplastarlos con
golpecitos en un pastel y luego los pone en la sartén sobre el fuego. “¿Cómo está tu
compañera de cuarto?"
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“Lo mismo”
“¿Le gusta el pastel que le hice? ¿Debería hacerle más?”
Me encogí de hombros. “Puedo llevarle más si las haces tú, pero no sé si se las comerá” No
señalo que no se haya comido la última. Alguien por fin está aquí conmigo y me está
hablando, y no quiero asustarla. “¿Has visto a Farli últimamente? Normalmente sale
conmigo”. La adolescente es mi mejor amiga en la cueva, al parecer.
“Se fue con los demás a la cacería del sa-kohtsk. Pashov se fue con ellos. Georgie, también”
“¿Van a cazar?” Trato de imaginarme a la esposa del jefe y a la adolescente Farli atacando
una de esas cosas.
“Probablemente van a ayudar y a salir de la cueva por un rato antes de que llegue la
temporada brutal”
Cierto. Porque el invierno se acerca, bla, bla, bla. He estado escuchando mucho sobre esto
durante semanas, pero no veo cómo puede ponerse mucho peor de lo que ya está.
Stacy mira hacia arriba y sonríe a alguien detrás de mí. “Hola, Josie. ¿Cómo te sientes?”
Miro hacia arriba mientras Josie cae en el taburete que está a mi lado. Tiene la cara pálida
y el pelo flácido y sudoroso. “Horrible. ¿Dije que quería náuseas matutinas? Claramente
estoy loca” Sus manos van a su estómago. “Por favor, dime que esto no dura mucho”.
“No dura mucho”, dice Stacy.
“Mentirosa”.
“No pediste la verdad”, replica Stacy. “Toma, te estoy haciendo pasteles. Tal vez puedas
mantenerlos dentro”
Josie se pone un dedo bajo la nariz como para bloquear el olor. “Supongo. Desearía que
Haeden estuviera aquí” Ella parpadea con lágrimas enormes. “Odio haber estado enferma
todo el día y él está de cacería. Le necesito”
“Oh, cariño”, dice Stacy, voz suave. “Estás con las hormonas. Se fue con la partida de caza
de Maylak. Están consiguiendo un khui para ese lindo bebé suyo. Sabes que no puede
quedarse en la cueva y acariciarte el pelo todo el día”.
“¿No puede?”, dice ella con nostalgia. Me mira como si se fijara en mí por primera vez. “¿No
saliste con los otros, Maddie?”
“No tenía ganas”, miento. Obviamente Josie ha estado en su cueva lo suficiente como para
no saber que no fui invitada. No voy a desilusionarla de esa idea. “Pensé en quedarme y
esperar aquí”
“Es aburrido sin mi Haeden”, dice Josie, suspirando hondo.
Stacy sólo pone los ojos en blanco.
“¿Te cuesta trabajo mantenerte ocupada?” Pregunto. Dios, sé lo que se siente.
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“No en las formas en que quiero estar ocupada”, dice Josie con una mueca.
“Compartir en exceso”, dice Stacy, dando la vuelta a un pastel y luego deslizándolo sobre
uno de sus platos.
“Oh, vamos. Estoy embarazada. A veces te pica y realmente, realmente necesita ser rascado.
¿No estabas cachonda cuando estabas embarazada, Stace?”
Stacy le da el plato a Josie. “Estoy segura de que sí, pero también estoy segura de que
Maddie no quiere oír hablar de tu vida sexual”
Josie toma el plato de Stacy y me mira. “Lo siento”.
“Oh, está bien. Al menos una de nosotras está teniendo sexo”. Y por alguna razón, en el
momento en que las palabras salen de mi boca, pienso en Hassen.
¿Quieres que te folle? Acepto.
De repente me siento muy inquieta. Pienso en la forma en que su piel se sentía bajo mis
manos, el calor de su cuerpo, lo grande y fuerte que era. Qué bien se sintió al tocarlo. No
debería estar notando estas cosas sobre Hassen de todas las personas. Y aun así. Y aun
así.
Me siento atraída por él, y no me he sentido atraída por nadie más en este planeta. No podía
pasar de los cuernos y los colmillos y las colas, querido señor, las colas. Pero con Hassen,
no estoy pensando en eso. Estoy pensando sobre todo en pectorales. Y lo suave y
aterciopelada que era su piel.
¿Quieres que te folle? Acepto.
¿Está mal.... querer golpear el culo de un hombre que secuestró a mi hermana?
Probablemente
¿Estoy pensando en ello de todos modos?
Oh, sí.
“No pensé que sería tan malo cuando estaba embarazada”, dice Josie. “Pensé que una vez
que el bebé estuviera dentro, no querría que Haeden me tocara hasta que volviera a salir.
Pero, oh, hombre” Ella suspira dramáticamente y se abraza alrededor de su torso. “Estar
embarazada sólo significa que necesito sexo todo el maldito tiempo”.
“Lo sabemos”, dice Stacy secamente, poniendo un nuevo pastel en el fuego. “Eres ruidosa”
“No me importa”, la voz de Josie es alegre. “Es sólo que a veces tienes que rascarte la
picazón, ¿sabes? Y últimamente, tío, he estado picando”
Stacy se ríe, pero yo no digo nada. Lo que Josie está diciendo es que me da justo en la cara.
He estado inquieta y solo desde que llegué al planeta de hielo. ¿Es eso lo que yo también
necesito? ¿Alguien que me rasque la picazón? Josie se ve tan contenta y ha estado
vomitando toda la tarde.
¿Quieres que te folle? Acepto.
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Tal vez... tal vez debí haberle tomado la palabra. En el momento en que la idea cruza mi
mente, no la odio. No la odio en absoluto. No puede ser un apareamiento 'real' porque no
estamos resonando. No puedo quedarme embarazada.
Tampoco hay nadie que me juzgue. Los extraterrestres son muy abiertos con respecto al
sexo. Diablos, he visto parejas que se besan en la piscina pública, dejando poco a la
imaginación, y nadie cerca de aquí ha pestañeado. He oído a gente teniendo sexo en sus
cuevas por la noche. Eso hace que alguien se burle un poco y nada más.
¿Y para hacerlo aún más conveniente?
Todo el mundo se ha ido. Están cazando o recogiendo fruta. La cueva está prácticamente
vacía y así estará probablemente durante otra semana.
Este sería el momento perfecto para que me rascaran la “picazón”.
Además, hay una ventaja en que Hassen está exiliado. Se supone que no debería estar por
aquí. Si las cosas se ponen incómodas, no voy a tener que enfrentarme a él constantemente.
No va a estar cerca del fuego en el desayuno. No va a estar pasando el rato durante las
reuniones de la tarde. Está exiliado.
Cuanto más lo pienso, más me intriga la idea. No me opongo a una aventura de una noche.
Estoy segura de no oponerme a rascar la picazón que me ha estado molestando
últimamente. Quiero decir, ¿si me acuesto y me relajo? Eso es una victoria. Hay cero
consecuencias.
Por supuesto, necesito saber cómo se siente él realmente con respecto a mi hermana antes
de decidirme a reclamarlo por mis necesidades egoístas. Si está colgado de Lila, no le voy a
tocar.
Pero si no lo está…cruzo mis piernas con fuerza, apretando mis muslos juntos. Tal vez sea
un error centrar mi atención en él. Probablemente es el tipo equivocado.
Pero es tan apropiado de tantas otras formas que no puedo evitarlo. Me pongo a pensar en
otras ideas. Taushen no se fue con los otros. Warrek tampoco. Hemalo. Algunos de los
ancianos. Ninguno de ellos se acerca a hacerme pensar en querer sexo. En el momento en
que pienso en Hassen, sin embargo, es todo lo que tengo en mente.
Podría esperar a que las otras partidas volvieran de la caza, pero....me gusta pensar que la
cueva esté tan vacía. Me dará la libertad que normalmente no podría que tener.
Es ahora mismo o nunca. Miro a la entrada de la cueva, pero está vacía.
Vale, es mañana por la mañana o nunca.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 4
HASSEN
Estoy en la Cueva Tribal temprano a la mañana siguiente, dispuesto a comenzar las
lecciones de caza del día con Mah-dee. Reconozco que estoy deseando que llegue este
momento más de lo que esperaba. Mientras que mis días están llenos de caza como de
costumbre, son las noches interminables alrededor de un fuego solitario las que están
empezando a cansarme. No es lo mismo que estar en los senderos, sabiendo que tengo un
fuego cálido y amistades con las que volver a casa. Como exiliado, no tengo nada ni
compañía para romper los días interminables.
Pensé que no me molestaría, pero sí lo hace.
Ayudar a Mah-dee a aprender a cazar no solucionará el dolor de la soledad, pero es algo
que hacer mientras reviso mis trampas, y es feroz e interesante hablar con ella. No sé si
será fácil de enseñar, pero esa es la menor de mis preocupaciones. Sólo estoy ansioso por
tener compañía durante todo el día.
Entro en la cueva, y se siente extraño no tener carne a mano para alimentar a la tribu.
Siento que no debería estar aquí, aunque no hay nadie que me mire con ojos de juzgar. Una
de las humanas se sienta cerca del fuego principal, pero el resto de la cueva está vacía; es
demasiado temprano para que la mayoría esté despierta. Dejé mi lanza cerca de la entrada
y me dirigí hacia la cueva de almacenamiento trasera.
Para mi sorpresa, Mah-dee ya está allí. Su espalda es para mí, su melena amarilla brillando
y cayendo en cascada sobre sus hombros. Sin embargo, no está vestida para salir al
exterior, sólo lleva una ligera túnica de cuero y unos calzones. “No puedes utilizar eso”, le
digo en un saludo, pasando a su lado para entrar en la cámara de almacenamiento. “Eres
humana. No os mantenéis calientes”.
“Lo sé”, dice ella, con un poco de irritación en su voz. “¿Crees que no me he dado cuenta de
que soy humana?”
“Yo creo que sí”. Miro alrededor de la cueva. Hay cestas de pieles, huesos, cuernos, semillas
y cualquier otra cosa que la tribu pueda necesitar. No veo más flechas, sin embargo, ni
hondas. Hay unas pocas lanzas apoyadas en una pared, pero puedo decir de un vistazo que
son demasiado grandes para alguien con manos pequeñas como Mah-dee. “¿Qué has
encontrado?”
“No he estado mirando”, dice, y se me acerca. “Tengo una pregunta para ti, en su lugar”
Frunzo el ceño mientras la miro. ¿Una pregunta? “¿Qué pasa?”
La mirada en su rostro es cautelosa, sus manos entrelazadas detrás de su espalda. “Mi
hermana se ha apareado con tu amigo, Rokan. ¿Cómo te hace sentir eso?”
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Entrecerré los ojos ante ella y luego me muevo para recoger la lanza más pequeña de los
suministros. Es ligera y frágil, y aun así sospecho que será demasiado pesada para Mahdee. “¿Por qué importa?”
“Digamos que me importa, ¿de acuerdo?”
“¿Porque no podemos ser amigos si siento algo por tu hermana? ¿Es por eso que
preguntas?” No soy un tonto.
Se encoge de hombros.
Levanto la lanza, probando su peso. Ligero, pero equilibrado. Yo se lo ofrezco. “Prueba esto”
Mah-dee me lo quita y luego me vuelve a mirar fijamente. “¿Y bien?”
Suspiro, porque sé que no se dará por vencida con esto. Además, es un tema que no quiero
discutir. El solo hecho de pensar en ello me hace sentir como si tuviera que pelar una capa
de piel y exponerme. “Yo... es complicado”
“Tengo tiempo para escuchar”
Gruño y miro como ella agarra la lanza. Sus manos son pequeñas a lo largo del eje mucho
más grueso. Quizás las lanzas son una mala idea y debería hacerle más flechas. Pero no
era muy hábil con el arco. “Me alegro por Li-lah y Rokan”
“¿De verdad?”
Asiento con la cabeza. “Rokan es un buen cazador. Se merece una pareja. Está contento
con ella. Por eso, me alegro por ellos”
“Esa es una total evasión de una respuesta” Ella me empuja con la lanza, acercándose.
“¿Cómo te sientes realmente? Secuestraste a mi hermana porque querías que fuera tu
novia. No me digas que no sientes nada”.
“Oh, siento cosas” Siento muchas cosas.
“¿Y bien?” Ella me golpea de nuevo, la punta de lanza arrastrándose contra mi brazo y
dejando un rasguño.
La agarro y la miro fijamente. “¿Quieres saber cómo me siento? Estoy enfadado”
Sus ojos se abren de par en par. “Sigue”.
“Estoy enfadado porque soy un hombre fuerte y capaz y, sin embargo, mi khui está en
silencio. Me avergüenza haber roto las reglas de mi tribu y haber robado a una mujer que
me odiaba y que no hacía otra cosa que llorar cada vez que la miraba. Me entristece que ya
no sea bienvenido. Me decepciona que lo haya arriesgado todo y no haya ganado nada. Y
aún así... estoy feliz por Rokan. Y yo estoy...” Dejé que las palabras se me escaparan, porque
recuerdo que Mah-dee es la hermana de Li-lah.
“¿Qué eres qué?”, dice ella. “Escúpelo”.
“Estoy... contento de que Li-lah no sea mi hembra” Las palabras saben a arenilla en mi
boca, pero incluso cuando las digo, son curiosamente liberadoras. “Ella y yo.... no éramos
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una buena pareja. Pensé que quizás me acostumbraría a ella, que nos acercaríamos más el
uno al otro, pero…no lo hicimos, y me alegro por ello. Y luego estoy aún más enojado porque
rompí las reglas de la tribu por ella”. Alejo la punta de la lanza de mi piel. “¿Eso te satisface?”
Por alguna razón, Mah-dee sonríe brillantemente. “En realidad, sí”
Gruño. A veces las mujeres son comprensivas de verdad. “Entonces me alegro de que mi
dolor te complazca”
“No es que quiera que sufras”, dice, y deja la lanza a un lado. “Es sólo que... bueno” Ella lo
considera. “Hace las cosas más fáciles para mí”
Frunzo el ceño en su dirección y me vuelvo hacia las lanzas, buscando un arma aún más
ligera. Tal vez la que le di no se sienta bien y necesite una diferente. “¿Más fácil para qué?”
Su mano va a mi brazo. “Para que yo haga algo por mí misma”
Mah-dee no tiene sentido. La miro a los ojos. “¿Eh?”
Se estira y agarra mi chaleco, tirando de mí hacia adelante. Hay una sonrisa traviesa en su
cara y un brillo en sus ojos que hace que mi polla responda. Me pongo rígido, porque su
tacto no debe ser excitante. Estoy aquí para enseñarle, nada más. Cuando retrocedo, Mahdee hace un gesto de puchero, con todo su labio inferior saliendo de una manera que me
fascina. “¿Por qué te alejas?”
“Estoy tratando de entender lo que estás haciendo”
Se encoge un poco de hombros y se pone de puntillas, tratando de acercarse. “Tal vez quiera
besarte”
“¿Eh? ¿Por qué?” No estoy del todo seguro de haberla escuchado correctamente.
Se muerde los labios y de repente me fascina la forma en que brillan, relucientes y rosados.
“Porque pensé que podríamos hacer tonto juntos un poco”
“¿Hacer el tonto?” No entiendo estas palabras juntas.
Mah-dee suspira. “Supongo que tengo que enseñártelo” Su mano se desliza por mi frente,
acariciando mi pecho, y me congelo en su lugar. Las puntas de sus dedos bajando por las
crestas de mi pecho y luego haciendo cosquillas en mi ombligo se sienten…increíbles. Me
duele la polla, se me endurece inmediatamente. Me quedo quieto mientras su mano se
desliza aún más hacia abajo.
Entonces ella me pone la mano en la polla y me mira.
“¿Quieres hacer el tonto?” Su voz es un susurro ronco.
Tengo la boca seca. La sangre palpita en mis oídos y no puedo pensar en nada más que en
la pequeña mano que acaricia mi flecha. “Tú....tú dijiste que no querías follar”
“Cambié de opinión”, dice con esa voz sensual. “Podemos jugar entre nosotros sólo por
diversión, ¿sabes? Desahogarnos un poco. Nadie está aquí para darse cuenta” Sus dedos
se mueven arriba y abajo sobre el borde duro de mi polla en mi taparrabos.
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¿Desea convertirse en compañera de placer? Estoy conmocionado. Pensé que me odiaba.
¿Es por eso que preguntó por su hermana? Miro hacia abajo a su cara levantada,
preguntándome si me está gastando una broma. Pero hay interés y excitación brillando en
sus ojos, y su mirada se fija en mi boca. Sus labios se separan.
“¿Por qué?” Pregunto de nuevo, pero mi voz es un gruñido bajo ya que soy incapaz de ocultar
mi interés. No es que pueda esconderlo de todos modos -su mano está sobre mi polla. Ella
sabe lo interesado que estoy.
“Estoy aburrida”, dice Mah-dee, sus labios se rizan con una sonrisa mientras me acaricia
de nuevo. “Y nerviosa. Pensé que esto podría calmarme. ¿Nunca has tenido sexo sólo para,
ya sabes, rascarte una picazón?”
Sacudo la cabeza lentamente. “Nunca me he apareado con una hembra”
“Entonces, ¿con un hombre?”
Frunzo el ceño. “Con nadie”
“Oh Dios. ¿Eres virgen?” Sus ojos se abren de par en par y su sonrisa se hace más grande.
“Esto va a ser divertido, entonces. Tendremos que probar tu resistencia”. Su mano se desliza
hacia abajo, me acuna las pelotas, y ella les da un apretón a través de la piel.
Gimo, los ojos casi se me ponen en blanco. “¿Te has....apareado antes, Mah-dee?”
“Sí. ¿Eso te molesta?” Su mano me aprieta las pelotas de nuevo.
Sacudo la cabeza. “Ahora mismo lo único que me molestaría es que te detuvieras”.
Ella se ríe, y el sonido es ligero y coqueto y hace que todo mi cuerpo se llene de lujuria.
Agarro un puñado de sus mechones amarillos, con cuidado de no tirar, y me los envuelvo
alrededor de la mano. “¿Así que deseas besar?”
“Entre otras cosas”
Me inclino hacia ella. Ella voltea su cara hacia la mía, y sus manos me rodean el cuello, y
yo gruño bajo, porque quiero que esos pequeños dedos vuelvan a mi verga, acariciándola.
Estudio su boca. He visto a los otros poner sus labios en sus compañeros y actuar como si
estuvieran devorando a sus hembras. Me pregunto si hay algo más que poner una boca
encima de otra.
Me sonríe y se humedece los labios. “Déjame tomar la iniciativa” Y luego me tira del cuello
hasta que me acerco a ella. Soy tan alto que estoy encorvado sobre su forma más pequeña,
pero no importa una vez que sus labios rozan los míos. Son suaves y dulces al gusto, y me
sorprende lo bien que se sienten contra los míos. ¿Por qué mi gente nunca se había besado
antes de que llegaran las humanas? Esto parece... natural. Bien. Correcto. Sus labios se
mueven contra los míos, pellizcando suavemente la dura comisura de mi boca, y la dejo
dirigir porque es lo que ella quiere.
Mah-dee se ríe y me muerde el labio inferior. “Relájate, grandullón”.
Lo intento. Nada en mi cuerpo está “relajado” al pensar en el toque de Mah-dee. Todo es
tenso y doloroso y desesperado por más caricias.
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Entonces su lengua golpea contra la línea de mi boca. “Abre para mí. Sólo mira los colmillos”
Lo hago, y entonces su suave lengua se desliza contra la mía. Gimo incluso mientras ella
jadea y se retira hacia atrás, con sus dedos volando hacia su boca. “¿Qué pasa?” Pregunto,
preocupado. “¿Lo hice mal?”
“Tu lengua. ¡Está estriada!”
“¿Sí?” Pienso de nuevo en la sensación de la suya deslizándose en mi boca, y luego pongo
su cara en mis manos. “¿La tuya no lo está? Muéstrame”
Ella me saca la lengua, y es rosa, suave y lisa. Fascinante. Froto mi pulgar a lo largo de su
labio liso mientras se vuelve a meter la lengua en la boca, fascinada por las diferencias. He
visto a las otras hembras humanas alrededor de la cueva, pero no me detuve a pensar en
cómo se sentirían esas diferencias contra las mías. “Deseo que vuelvas a meter tu lengua
en mi boca”
Mah-dee se ríe. “Ya que lo has pedido tan amablemente... hazme saber si tienes alguna otra
sorpresa, ¿sí?”
Pienso por un momento y luego me inclino para poner mi boca en la de ella. Antes de
hacerlo, le digo: “Mi polla también tiene crestas”. Por si acaso no lo sabe.
Mah-dee da un pequeño gemido, retrocediendo antes de que nuestros labios se encuentren.
“¿De verdad?” Su respiración se ha acelerado.
Asiento con la cabeza. “¿Es bueno?”
“Oh, creo que sí", jadea, y luego vuelve a apretar su boca contra la mía.
Separo los labios y espero su lengua. Mah-dee no me decepciona; siento su lengua rozando
mis labios y luego se desliza en mi boca un momento después. La sensación es increíble, y
me da ganas de más. No estoy seguro de si debo quedarme quieto y dejar que ella deslice
su lengua contra mí, pruebo a frotar mi lengua a lo largo de la suya.
Ella hace un suave ruido de placer que hace que mi polla palpite en respuesta.
Mi propia necesidad amenaza con estallar. Deslizo mi lengua por la suya otra vez, y ella
inclina el ángulo de su cabeza. Entonces nos besamos más profundamente, nuestras
lenguas se enredan y se enredan mientras nuestras bocas se devoran la una a la otra. Una
y otra vez, nos besamos.
Es lo mejor que me ha pasado en la vida.
Quiero seguir besándola, pero Mah-dee aparta su boca de la mía y sus manos desgarran
mi chaleco. “Quítate esto”, me dice. “Quiero ver la mercancía”.
Todavía estoy aturdido por la sensación de su boca contra la mía. Quiero esto de vuelta.
Quiero que su lengua vuelva a deslizarse en mi boca y me roce con su sensación de suavidad
y resbaladiza. Quiero el sabor de ella en mis labios otra vez. Gruño mientras ella me quita
el chaleco por los brazos, atrapándolos en el cuero.
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“No seas como un niño”, murmura mientras tira de la ropa. “Voy a poner mi boca en la tuya
otra vez” Sus manos se dirigen a mi pecho desnudo un momento después y suspira con
intenso placer. “Dios, ¿estás así de duro por todo?”
“Más duro aquí”, le digo, y le cojo la mano y la pongo en mi polla otra vez. Es un movimiento
audaz, pero estoy aprendiendo que Mah-dee es una mujer audaz.
“Mmm, sí lo estás”, jadea, y me frota la polla otra vez. “No puedo sentir las crestas a través
de tus pantalones. Supongo que vas a tener que quitártelos”.
¿De verdad desea aparearse? Me encanta que esta hembra humana sea tan valiente y
audaz, a diferencia de su llorosa hermana. “Soy más grande que tú. No tienes miedo,
¿verdad?”
“Pfff. No. Toda la cosa del tamaño me importa bastante poco”, dice, y no sigo todas sus
palabras. No necesito hacerlo. Hay excitación en sus ojos y hambre mientras me mira. Eso
me dice lo suficiente. Me mira, con una expresión astuta en la cara, y sonríe. Sus dedos
van a los cordones a los lados de mi taparrabos. “Deshagámonos de este pañal tan feo,
¿eh?”
“¿Pa-ghal?”
“No importa cómo se llame, porque se está soltando”, me dice, y luego le da un fuerte tirón
al cuero. Los nudos se aprietan, y yo empujo sus dedos hacia un lado para poder mostrarle
cómo deshacer los cordones, porque quiero ver su reacción a mi cuerpo. Hasta ahora ha
estado ansiosa por tocarme. ¿Estará tan ansiosa como cuando vea mi polla y sus
pronunciadas crestas?
Mis cueros se caen al suelo, y me paro ante ella con mis botas.
Mah-dee se queda sin respiración, mirando hacia abajo a mi verga erguida y tensa. Se
arrodilla ante mí. “Guau. Sí, por favor, esto definitivamente va a estar en mi lista de deseos”
“No entiendo lo que quieres decir”, murmuro, mi voz gruesa. Su arrodillamiento ante mí le
está dando a mi mente todo tipo de ideas locas.
“Shhhh”, me dice. “No interrumpas. Necesito unos momentos a solas con este grandote”.
Su mano se enrosca alrededor de mi polla, y yo siseó ante la sensación. Nada se ha sentido
mejor que ese pequeño toque. Nada. “Maldición, amigo mío. Llevas mucho calor debajo de
ese pañal peludo tuyo”.
“Los Sa-khui son naturalmente más cálidos que los humanos”, le digo, totalmente distraído
por su tacto.
“No era lo que quería decir, pero sí, me di cuenta” Y ella se inclina y frota su cara contra mi
polla.
Gimo en voz alta de nuevo y luego me muerdo el nudillo, mirando hacia la puerta abierta.
Aunque la cueva de almacenamiento está escondida en la parte trasera de la Cueva Tribal,
no quiero que nadie venga a ver a la extraña criatura que está gimiendo y gruñendo aquí
atrás.
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No quiero que nada interrumpa el estudio de Mah-dee de mi cuerpo.
“Mmm”, jadea, frota la longitud de mi polla contra su mejilla, y luego frota mi cabeza de
polla contra sus labios suaves. “Supongo que nunca antes una chica te había tocado así,
¿verdad?”
“Nunca”, jadeo. Aprieto un puño en uno de mis costados, porque su toque me hace querer
derramarme. Ya tengo el saco apretado contra mi cuerpo, mi pene palpitando con la
necesidad de liberarse. Pero yo no quiero eso; quiero que me siga tocando para siempre
porque se siente muy bien.
“Entonces déjame ser la primera en impactarte”, dice, mirándome. Tiene una sonrisita
malvada en la cara mientras saca la lengua y me lame la cabeza de la polla.
Me tambaleo hacia atrás, casi pierdo el equilibrio. Hay un sonido primitivo que se eleva en
mi garganta y debo esforzarme por tragarlo, pero Mah-dee sólo sonríe y vuelve a lamer la
cabeza de mi polla, con su pequeña y suave lengua lamiendo unas gotas de líquido
preseminal.
Y no puedo dejar de mirar. Estoy totalmente fascinado por su boca rosada que trabaja sobre
la cabeza de mi polla, sus dedos agarrando mi longitud de crestas, la mirada de placer en
su cara mientras me saborea.
¿Pensaba que ese beso hizo que hoy fuera el mejor día de mi vida? Mi imaginación no estaba
preparada para esto. Nada puede ser mejor que esto.
Pero entonces ella gime mientras arrastra mi cabeza de verga a lo largo de su lengua,
succionándome en su boca. Su mano se desliza entre sus muslos, y huelo el olor almizclado
de su excitación.
Parece que mi imaginación es pobre después de todo.
Me quita la boca de encima y siento la pérdida de su lengua. En vez de eso, ella acaricia su
mano hacia arriba y hacia abajo a lo largo de mi longitud, bombeándome. Su mirada se
mueve sobre mi cuerpo y luego me mira. “De acuerdo, necesito preguntar sobre el elefante
en la habitación. ¿Qué es esto?” Ella hace un gesto con su otra mano hacia mi espolón.
“Tengo que admitir que eso es nuevo para mí. Y he estado tratando de ser amable al
respecto, pero... necesito saberlo”
“Es mi espolón”
“Súper. ¿Qué es lo que hace?”
Y no puedo dejar de mirar. Estoy totalmente fascinado por su boca rosada que trabaja sobre
la cabeza de mi polla, sus dedos agarrando mi longitud de crestas, la mirada de placer en
su cara mientras me saborea.
¿Pensaba que ese beso hizo que hoy fuera el mejor día de mi vida? Mi imaginación no estaba
preparada para esto. Nada puede ser mejor que esto.
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Pero entonces ella gime mientras arrastra mi cabeza de verga a lo largo de su lengua,
succionándome en su boca. Su mano se desliza entre sus muslos, y huelo el olor almizclado
de su excitación.
Parece que mi imaginación es pobre después de todo.
Me quita la boca de encima y siento la pérdida de su lengua. En vez de eso, ella acaricia su
mano hacia arriba y hacia abajo a lo largo de mi longitud, bombeándome. Su mirada se
mueve sobre mi cuerpo y luego me mira. "De acuerdo, necesito preguntar sobre el tema más
importante. ¿Qué es esto?" Ella hace un gesto con su otra mano hacia mi espolón. "Tengo
que admitir que eso es nuevo para mí. Y he estado tratando de ser amable al respecto,
pero... necesito saberlo"
“Es mi espolón”
“Súper. ¿Qué es lo que hace?”
¿Hacer? Me encogí de hombros, cubriendo su mano con la mía para que me acariciara más
fuerte. “Está ahí. No sé si hace algo”.
“Los humanos no tienen de estos”. Ella inclina la cabeza, estudiándola. “Eso no va a hacer
que el sexo sea imposible, ¿verdad?”
“Las otras humanas no se han quejado a sus compañeros”, le digo.
“Hmm. Me parece justo. ¿Puedo tocarlo?”
“Prefiero que sigas tocando mi polla, pero puedes tocarlo, sí. Soy tuyo para que me toques
donde sea”
Ella mira hacia arriba y me mueve las cejas. “No me hagas probar esa teoría”
Sus palabras hacen que la nueva lujuria surja a través de mí. Esta hembra no tiene miedo.
No me di cuenta de lo atractiva que podía ser una cosa así.
Me quedo quieto mientras su mano se mueve de mi polla y acaricia mi espolón. “Se siente
duro”, dice ella, curiosidad en su voz. “Qué extraño”.
Sus puntas de los dedos son cosquillas, y mi polla se sacude en respuesta a sus toques
ligeros de plumas. “Lo es, sí”
“Me pregunto qué clase de propósito evolutivo tiene... Hay una razón para todo, y no puedo
entender la razón de esta”
“¿Necesita una razón para existir?” No puedo concentrarme en sus palabras, no con sus
pequeños dedos acariciando mi espolón como mi polla.
“Supongo que seguirá siendo un misterio por un tiempo más”, dice, y luego se inclina para
lamerlo. “¿Puedo jugar con tu cola?”
¿Mi cola? Me estremezco al pensar eso, porque entonces realmente derramaré mi semilla.
La parte de abajo es más que sensible. “Yo... te exploraría, ahora”
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Sus ojos se iluminan. “¿Lo harías? Me encanta cuando un hombre se ofrece como
voluntario”. Se mueve un poco y se desliza su túnica sobre su cabeza, tirándola a un lado.
Lleva la extraña correa sobre sus pezones que he visto que emplean algunas de las otras
humanas, y se la quita rápidamente antes de quitarse sus calzones y tirar las pieles a un
lado.
Me acerco a ella, admiro su cuerpo. Es pequeña -todos las humanas lo son- pero su cuerpo
parece ser más robusto que los demás, sus muslos gruesos y llenos, su vientre redondeado.
Su aroma es ligero y almizclado, pero encantador, y sus pezones son grandes y gordos, con
pezones rosados que me llaman la atención.
Pase un nudillo sobre su piel pálida, y se siente suave pero diferente a la piel de sa-khui.
Por un momento, estoy abrumado. Ha pasado mucho tiempo desde que sentí el calor de la
piel de otro contra la mía. No me di cuenta hasta que toqué su suavidad. Vivir como un
cazador sin pareja es una vida solitaria, pero ¿un cazador en el exilio? Aplasta mi espíritu.
Trago con dificultad para librarme del nudo en la garganta. “Me gusta cómo te sientes”
“¿Lo haces?” Hay una nota ligeramente nerviosa en su voz. Ella da un pequeño movimiento
y pone sus manos en mis brazos, acariciándolos. “¿No soy demasiado rara para ti?”
“Tal vez me gusta lo raro”, le digo, gruñón. No tiene crestas protectoras en los brazos ni en
el vientre redondo. Ella es vulnerable y suave en todas partes. Y sin embargo.... me gusta.
Me gusta tocar su suavidad. Me gusta su piel suave y rosada y el pequeño mechón de pelo
entre los muslos. Y me gustan sus tetas grandes y saltarinas. Atraen mis manos y yo las
toco, fascinado. Las hembras de mi tribu no crecen tan generosamente aquí como las
humanas.
Mah-dee respira profundamente, sus uñas me rascan los brazos. Hay una mirada vidriosa
en sus ojos de párpados pesados cuando la toco, y estoy fascinado por su respuesta. Quiero
hacer más. Acaricio sus pesadas tetas, trazando su forma. Mi pulgar pasa por encima del
brote rosado y apretado de un pezón, y ella hace otro sonido estrangulado. Así que lo hago
de nuevo, acariciando el nudo con la yema de mi pulgar, una y otra vez mientras miro su
cara.
Sus labios se separan y ella cierra los ojos. Otro sonido suave y gutural se le escapa, y
entonces huelo el olor almizclado de su excitación en el aire. Le gusta que le toque las tetas
así. ¿Es como mi polla, entonces? Porque cuando frotó su cara contra lo mío, casi me
desmorono.
Me gustaría hacerle eso a ella.
Así que me arrodillo y pongo su cuerpo contra mí.
Hace una pequeña exclamación, pero sus manos se dirigen a mis hombros. Mah-dee me
pasa los dedos por el pelo mientras entierro mi cara entre sus pezones y empiezo a lamer
su carne. Su gemido de placer sin aliento es alentador, y acaricio su suave, suave piel hasta
que encuentro uno de esos pezones rosados y los lamo.
Sus manos se aprietan en mi pelo y ella jadea. “OhDiosmío”.
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“Dime si no te gusta lo que hago”, digo entre bocados a la piel. Incluso sus pezones son
suaves. Los míos son duros y ásperos, pero los suyos se sienten tiernos bajo mi lengua, y
yo lamo la parte inferior de uno, arrastrando mi lengua sobre él.
Ella tiembla y gime contra mí. “No sé si eso es humanamente posible”
Su excitación -y el fuerte agarre de sus manos en mi cabello- me animan a hacer más.
Deslizo una mano por su costado, acariciando su cadera y su trasero. Ella está gorda en
todas partes, y suave, y tocarla así hace que mi polla se esfuerce, desesperada por ser
enterrada dentro de su calor.
Esto es lo que es tener una pareja, me doy cuenta con asombro. Abrazar a tu hembra y
complacerla. Sabiendo que ella es tuya para siempre. Estoy lleno de anhelos tan intensos
que me quitan el aliento. Me imagino a Mah-dee en mis pieles todas las noches, y
despertando con su suavidad acurrucada contra mí. Me imagino su cuerpo redondeado con
mi kit. La imagino junto a mi fuego, dándome esas miradas agudas y burlonas de ella
mientras cuida a nuestro hijo en sus brazos.
Mis manos se tensan sobre su piel.
Yo quiero eso.
Quiero todo eso.
Aprieto un costado redondeado, y luego deslizo mi mano sobre su muslo. Quiero tocar esa
mancha de pelo entre sus muslos, y los pliegues rosados que esconde debajo. Quiero
descubrir el tercer pezón del que he oído hablar a los cazadores. Las mujeres sa-khui no
tienen uno, y sólo puedo imaginarme cómo se siente.
Si se excita por mi lengua en sus pezones, ¿cómo reaccionará si le pongo la boca encima?
Gimo ante el pensamiento, y vuelvo a presionar mi cara en el valle entre sus pezones,
tratando de mantener el control. No deberíamos estar aquí, en el almacén, desnudos y
explorándonos el uno al otro. Estoy en el exilio. Mi deber es cazar y permanecer ausente
alrededor de las cuevas.
Y sin embargo... no puedo dejar de tocar a Mah-dee.
Yo la complaceré primero. Entonces pararemos.
Empujo mi mano entre sus muslos, ahuecando su montículo. El pelo aquí no es suave como
la melena de su cabeza, sino apretado con rizos. También está húmedo, húmedo con su
excitación, y mi boca se abre en respuesta. Quiero probarla. Quiero ver a qué sabe esa
humedad en mi lengua. Pero sus muslos tiemblan contra mi mano. No quiero presionarla
demasiado. “¿Quieres que pare?”
“¿Estás bromeando?” Suena tan sin aliento como yo. “¿Ahora mismo, cuando estás llegando
a la tierra prometida?”
“¿Tierra?”
“No importa. Sólo sigue adelante”. Mah-dee se mueve contra mi mano, frotando su coño
contra mi palma. “Me quedaré callada”
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Resoplo. “No has estado callado desde que entré en esta cueva. Dudo que empieces ahora”
Ella se siente con todos los pliegues mojados bajo mi mano, suave y delicada. Arrastro la
punta de un dedo a lo largo de la línea de su coño, rastreándola. “¿Eres sensible aquí?”
“Oh, Dios mío”, respira. “No tienes idea de cuánto”
“Quiero aprender”
La mano de Mah-dee hace nudos en mi pelo, su agarre apretado. “Entonces sigue adelante”
Lo hago. La exploro con mis dedos, prestando atención a cada jadeo, a cada bocanada de
su aliento, y aprendo su cuerpo. Encuentro la entrada a su núcleo, donde ella está más
resbaladiza y caliente, y no puedo evitar empujar un dedo en la abertura, imaginando que
es mi polla. Sus suaves gemidos y la forma en que sacude mi mano me dicen que está
imaginando lo mismo. Quiero empujar más profundo, empujar dentro de ella y ver su
cuerpo temblar, pero... quiero que sea mi polla, no mi mano. Así que busco su tercer pezón.
Lo encuentro metido en la parte delantera de sus pliegues, un pequeño nudo escondido en
la resbaladiza suavidad. Ella gime fuerte cuando mis dedos patinan sobre ella. Quiero llevar
mi mano a la boca y probarla, pero también quiero seguir dándole placer. La necesidad de
complacerla se impone sobre mi propio egoísmo y le doy vueltas con la punta de los dedos
alrededor del pezón, observando su expresión. Su cara está tensa, sus cejas arrugadas
como si estuviera concentrada, sus labios separados.
Ella es tan encantadora que se me hace agua la boca otra vez.
Hay otra manera de probarla, entonces.
Miro a mi alrededor. Hay un montón de pieles extra en una esquina del almacén, detrás de
unas cuantas cestas. Agarro a Mah-dee por los muslos y la levanto en mis brazos mientras
me pongo de pie. Ella hace un pequeño ruido de protesta, pero es sordo; tampoco quiere
que nos encuentren. La llevo a las pieles y la pongo sobre su espalda, y antes de que pueda
decir algo, le separo los muslos y mi boca está sobre ella. Le doy una lamida larga y
minuciosa, asegurándome de pasar mi lengua sobre su pezón. Sabe tan dulce y almizclada
como huele, y yo estoy lleno del aroma de Mah-dee, su sabor.
Me da hambre de más.
Mah-dee gimotea. Siento que le tiemblan las piernas, y luego me pone un muslo sobre el
hombro. Sus manos agarran mis cuernos. Ella no me está alejando. Ella quiere más.
Estoy ansioso por darle más. Con un gruñido de hambre en la garganta, la lamo de nuevo.
Y otra vez. Uso mi lengua para darle placer, tratando de hacerla producir más de esos
pequeños gritos que hacen que mi cuerpo se apriete en respuesta.
“Estoy tan cerca”, me dice, tirando de mis cuernos. "Usa tus dedos también.
“Introdúcemelos”.
Su tono exigente me llena de una respuesta feroz. Si quiere más, le daré todo lo que pueda.
Duplico mi ferocidad, lamiendo y besuqueando su pezón. Deslizo mis dedos a lo largo de
los pliegues resbaladizos de su coño, buscando su abertura, y cuando la encuentro, ella
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grita de nuevo. ¿Quiere que use mis dedos? Lo haré. Me metí en ella con uno, y casi es mi
perdición.
Está tan mojada por dentro, tan caliente y tan apretada. Puedo sentir su coño apretando
alrededor de mi dedo en respuesta a mi invasión, e imagino cómo se sentiría alrededor de
mi polla.
Estoy muy, muy cerca de perder el control. Jadeando, retrocedo, abandonando mis
esfuerzos para complacerla. Si la toco ahora, me correré antes de que mi polla se acerque
a su coño.
Y quiero correrme dentro de ella.
Me pongo una mano en la frente, dispuesto a que mi cuerpo obedezca. Mi polla palpita
incesantemente, la cabeza recubierta con mi propia humedad. No me atrevo a lamerme los
labios, porque entonces saborearé a Mah-dee. Mis manos aún están mojadas con sus jugos,
y quiero probarlos aunque sé que no debo hacerlo.
Se me acerca y quiere aparearse. Debo complacerla y demostrarle que merezco su atención.
Derramarme sobre las pieles en vez de dentro de ella no es suficiente.
Mah-dee hace un pequeño ruido de protesta. “¿Qué? ¿Por qué nos detuvimos? ¿Hay alguien
por llegar? Porque sé que no soy yo, si sabes a lo que me refiero”
No sé lo que está diciendo, en realidad. Y no me importa si alguien se acerca. En este punto,
estoy muy lejos. “Dame un momento”.
“No quiero”, dice con voz provocativa, y su dedo del pie me empuja el muslo. “Estaba tan
cerca”
“Yo también”, digo yo. “Ese es mi problema”
“Oooh” Mah-dee se apoya en los codos. Me atrevo a mirarla, y es casi mi perdición. Ella es
encantadora de ver, sus muslos aún abiertos y húmedos y acogedores. Se muerde el labio
mientras me mira e inclina la cabeza. “No creo que eso sea un problema en absoluto. Porque
yo también deseo correrme. Así que si estás esperando permiso, lo tienes”.
“¿Permiso?” Si no estuviera en tanta agonía física, sus palabras me parecerían divertidas.
¿Cree que estoy esperando su aprobación? Estoy tratando de controlarme para poder hacer
algo bueno por ella. Así que me pedirá que me aparee con ella una y otra vez.
“Sí. Permiso. Es una palabra elegante que significa ‘todo tuyo’, grandullón". Y su dedo del
pie se desliza y roza mi polla.
El control por el que he estado luchando desaparece en un instante. Me adelanto, cubriendo
su cuerpo con el mío. Abre sus muslos de par en par, dándome la bienvenida, y sus brazos
me rodean el cuello. Mi boca cae sobre la de ella, y luego nos besamos de nuevo, con los
labios febriles mientras presiono mi polla contra su entrada.
Si ella no quiere que me controle, no lo haré. Si ella no quiere que tenga paciencia, seré un
animal con ella.
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“Sí”, murmura contra mis labios. Sus manos se retuercen en mi cabello dolorosamente, y
su cuerpo se eleva ansiosamente bajo el mío. “¡Sí!”
Me acerco a ella…y casi pongo los ojos en blanco. Su coño me aprisiona, más caliente y
húmedo y más apretado que cualquier cosa que haya sentido. Es... indescriptible. Siento
como si todo mi mundo hubiera cambiado en el abrazo de su cuerpo.
Debajo de mí, ella jadea. “Espolón”, respira. “Oh-dios-mío-espolón-oh-mi-dios”. Su mano
revolotea entre nuestros cuerpos.
Puedo sentir mi espolón, anidado en el valle resbaladizo de los pliegues de su coño. “¿Pasa
algo malo?”
“Joder. Es demasiado”, murmura ella. “Voy a estar por aquí, deshaciéndome” Sus ojos se
cierran, y la mirada tensa vuelve a su cara.
“¿Debería... soltarte?”
“Hazlo y te mataré”, dice, y sus manos se retuercen contra mi cabello de nuevo. “Empieza
a moverte de nuevo, porque necesito sentir más de eso”
¿Le gusta el espolón? Encantado, la acaricio de nuevo. Dejo salir siseando el aire de mis
pulmones ante lo cómoda que está, lo estrecha que es. Estar en su coño es mucho mejor
que mi propio puño. Mah-dee me ha arruinado para todo lo demás.
Mah-dee gime de nuevo, y me inclino para amortiguar sus ruidos fuertes con mi boca. La
beso profundamente, mi lengua arrastrándose contra la suya mientras la vuelvo a empujar.
Ella hace un sonido de estímulo, y sus uñas se clavan en mi cuero cabelludo.
No puedo contenerme más. La penetro, más y más rápido. Mis caderas nunca se han movido
tan rápido. Agarro sus caderas para mantenerla inmóvil, y la embisto aún más fuerte. Es
como si toda la necesidad y el anhelo que he sentido se canalizara fuera de mí y entrara en
erupción en nuestros cuerpos. Siento su coño apretando fuerte alrededor de mi polla, y
Mah-dee se retuerce debajo de mí. Los ruidos que hace son salvajes cuando tira de mis
puñados de pelo, lo que me anima a moverme más rápido, a empujar más fuerte.
Lo hago. Y mientras lo hago, siento su apretón más fuerte, su coño ordeñándome como un
puño. Mientras tanto, sus gemidos se hacen más fuertes.
Entonces, como una ola que se eleva desde el gran lago salado, mi saco se tensa y todo lo
que he estado reteniendo se suelta. Gruño el nombre de Mah-dee en su cuello mientras me
libero, embistiendo su suave cuerpo, perdiéndome en ella. Mis caderas trabajan una y otra
vez mientras me derramo en su cuerpo, sosteniendo su forma más pequeña y apretada
contra mí mientras una ola de placer me arrastra una y otra vez. Cuando se culmina, me
pongo rígido y me derrumbo sobre ella, balanceando mi peso sobre mis brazos para no
aplastarla por debajo de mí.
El tiempo pasa. No soy consciente de nada más que de mis respiraciones ásperas y
jadeantes, de la sensación resbaladiza de nuestra piel presionada....
Y el conocimiento de que esta es mi hembra, ahora y para siempre. Mah-dee se entregó a
mí hoy, y nunca la dejaré ir.
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Capítulo 5
MADDIE
Oh sí, necesitaba esto.
Mis dedos de los pies curvados, y pronuncio un suspiro de pura satisfacción. ¿La picazón?
Rascada. ¿El hormigueo? Desaparecido. ¿Preocupada por el futuro? No preocupa cuando
te deshuesan por una semana. ¿Soledad? No, estoy bien.
Por encima de mí, el gran bárbaro jadea como si le hubiera matado. Doy una pequeña
sacudida, bastante orgullosa. Acabo de conmover el mundo de este tipo, y eso ha sido
bastante impresionante. Por supuesto, también fue impresionante estar en el lado de la
recepción. Esto ha sido el mejor sexo que he tenido nunca. ¿Es como si su equipo estuviera
hecho para complacer a un chica -con ese pene estriado? Sí, por favor. ¿Ese maravilloso y
terrible espolón que frotaba mi clítoris con cada golpe que daba? Sí, por favor. ¿Ese cuerpo
musculoso cubierto de terciopelo? Sí, sí, y sí, por favor.
Definitivamente estoy contenta de haber decidido dejar de lado la cautela y conseguirme
algo de esto.
Levanto la mano y le doy una palmadita en el brazo de Hassen. Está sudoroso, su piel
aterciopelada y resbaladiza por la transpiración. “¿Estás bien, grandullón?”
“Tú…” jadea. “Eso ha sido…no hay palabras”
Me río, porque sé exactamente lo que eso significa. Por supuesto, reír significa que mi
cuerpo se mueve, y cuando mi cuerpo se mueve, puedo sentir su espolón presionar contra
mi clítoris, enviando más ondas de placer a través de mi cuerpo. “Sí, eso ha sido increíble”.
Él se levanta y apoya sobre los codos y me mira fijamente. Desde este punto, su cara se ve
escarpada, dura y totalmente alienígena, las crestas de su frente pronunciadas. Quiero
pasarles un dedo por encima, pero eso podría ser una invitación a la segunda ronda, y no
estoy segura de tener la constitución para ello. Me acaricia la mejilla con un dedo grande.
“Me honra que me hayas elegido para ser tu compañero de placer”
Es como si prácticamente pudiera oír el rasguño del disco en el aire. “Umm, ¿qué?”
“Me alegro de que seamos compañeros de placer”, dice de nuevo. “Hablaré con mi jefe sobre
la adquisición de una cueva para los dos, a solas. Puede que sea ésta, pero no me importa”.
Su boca se curva con una media sonrisa. “Muchos de estos suministros desaparecerán en
la temporada brutal” Se inclina y me muerde el hombro. “Y este lugar ahora tendrá un
significado especial para mí”
Oh Dios mío. ¿Cree que somos compañeros? Trato de sacudirme de debajo de él, pero es
imposible con sus brazos más grandes enjaulándome y su polla aún enterrada
profundamente dentro de mí. “No, no es necesaria ninguna cueva. Esto fue sólo una
aventura. El rascón de una picazón”
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Su frente dura desciende y me frunce el ceño mientras me toma una de mis tetas y comienza
a jugar con el pezón. “No, somos compañeros de placer”
“Si te refieres a que ‘follamos’, entonces sí, sí, lo hicimos. Eso es todo lo que es”
“¿Todo lo que es?” Hassen me mira, incrédulo.
Empujo su mano lejos de mi teta antes de que pueda calentarme y perturbarme de nuevo,
lo cual, realmente, no llevaría mucho tiempo. Pero esta es una conversación importante que
debemos tener, y necesitamos establecer algunos límites antes de volver a follar. “Tu gente
sólo se aparea cuando hay resonancia, ¿verdad? Estoy bastante segura de que no
resonamos en este momento”.
“No lo hicimos. Pero mi gente tiene compañeros de placer”
“Vale, y explícame cómo funciona eso. ¿Todos los que follan automáticamente se
emparejan?”
“Bueno, no...”
Levanto las manos. “Vale, ¿ves? Entonces, ¿por qué asumes que somos compañeros? ¿Por
qué no podemos ser unos jodidos amigos?”
Una mirada posesiva cruza su cara y me vuelve a acunar mi seno. “Porque eres mía, Mahdee. Te reclamo como mi hembra”
“Epa, epa, retrocede. ¡Nadie dijo nada de que nadie reclamara a nadie! Sólo vamos a ser
amigos”.
Él frunce el ceño. “¿Haces esto con todos tus amigos?”
“Sólo los que tienen espolones mágicos”.
Una mirada de alarma cruza su cara. Se sienta, y quiero llorar de desilusión cuando su
polla abandona mi cuerpo. Agarra su taparrabos de donde ha caído al suelo y comienza a
ponérselo de nuevo, una mirada indignada en su cara. “¿Te gustaría compartir con
cualquier cazador en esta cueva? ¿No soy especial para ti?”
Cielos, parece un poco herido. Si hubiera sabido que habría tanto drama, habría repensado
las cosas. La mayoría de los terrícolas están contentos de darle y abandonar, pero parece
que Hassen quiere un maldito anillo de bodas. “Si te hace sentir mejor, eres el único al que
he atacado” Y ahora que le he despedido, me decepciona que no haya más arrebatos en el
futuro, porque maldición, ese sexo fue increíble.
Pero parece que también viene con un acompañamiento de posesividad, y eso no es lo que
quiero en este momento.
Me frunce el ceño. “Pero no serás mi compañera de placer”
"No creo que sea el momento adecuado", digo yo, tratando de mantener mi voz ligera. Me
siento sobre las pieles y mis músculos están deliciosamente rígidos. Dios, necesito un buen
baño. Quizá esta noche, después de un día de clases de caza. "Lo entiendes, ¿verdad?"
Hassen me mira fijamente, y luego se da la vuelta y sale de la cueva.
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Bueno, caca. Parece que nuestra lección ha sido cancelada por la muestra de celos
masculinos de Hassen. Pongo los ojos en blanco, levanto mi cuerpo bien jodido de las pieles
y me visto de nuevo.
Tal vez me bañe y me quede en la cueva hoy después de todo. Una cosa es segura, me niego
a sentirme culpable por su reacción.
∗∗∗∗∗∗∗
LA CAVERNA PRINCIPAL está vacía de todas las nuevas mamás, así que me sumerjo
rápidamente en el jacuzzi de la comunidad en el centro de la cueva y me lavo el pelo. Todavía
no me he acostumbrado al cien por cien a la cosa de 'bañarme en público', pero es más fácil
cuando la gran mayoría de la tribu no está cerca para notar el tamaño de mis muslos.
No es que Hassen dijera nada sobre mis muslos. Parecía que le gustaban.
Vale, tal vez estoy un poco deprimida por el hecho de que resultó ser todo posesivo. ¿Por
qué no podíamos ser unos jodidos amigos? ¿Amigos con todo tipo de beneficios? No necesito
un compañero ahora mismo. Demonios, todavía estoy pensando en mí. No necesito atraer
a otra persona a mi cabeza, sobre todo porque mi cabeza es un desastre. No sé cómo se las
arreglan estas otras chicas para que se apareen de una vez. Oí que Georgie y Vektal eran
pareja desde el momento en que se conocieron. No puedo imaginarlo.
Por otra parte, pienso en el espolón y en el gran pene de Hassen entrando y saliendo, su
gran cuerpo cerniéndose sobre el mío mientras teníamos sexo, y siento otro temblor de
excitación deslizándose a través de mí.
De acuerdo, tal vez lo entienda un poco.
Pero en serio, ¿por qué tuvo que encariñarse tanto? Todo lo que quería era sacar todo el
estrés de mi sistema y sentir el contacto de otro ser humano, er, alienígena. No me di cuenta
de lo sola y aislada que estaba hasta que toqué a Hassen, y entonces me encontré
anhelándolo. Yo quería más.
Aparentemente él quiere mucho más.
Para mí está claro que estoy obsesionada, así que salgo del baño, me visto y me dirijo a mi
cueva antes de que alguien pueda detenerme e iniciar una conversación. De hecho, estoy
decepcionada de que no vayamos a cazar hoy; estaba deseando que llegara ese momento.
Tal vez Hassen se recupere de su herida mañana y podamos seguir con las clases.
Mientras tanto, supongo que estoy atrapada con Asha, la Srta. Alegre en persona. Supongo
que puedo cambiarme de ropa, ya que huelen un poco a sexo y no sé si quiero que me pillen
oliendo a excitación y cuero.
Vuelvo a la cueva. Sorpresa, sorpresa, Asha tiene la pantalla de privacidad. Lo ignoro de
nuevo y me dirijo hacia adentro, moviéndome hacia mis pieles. Tengo una muda de ropa y
escarbo en la pequeña cesta de mis posesiones, todo el tiempo tratando de ignorar a mi
compañera de cuarto. Asha está en su cama. Otra vez.
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Se sienta cuando empiezo a desvestirme, sin embargo, estudiándome. “¿Qué estás
haciendo?”
“Cambiándome”
“¿Por qué?”
“Esas pieles huelen. ¿Quién eres? ¿Mi madre?”
Ella se queda en silencio, así que me puse mi nueva túnica por la cabeza y la miré. Hay una
sonrisa sabia en su cara.
“¿Qué?” Exijo, y puedo sentir mi cara calentándose. ¿Qué es lo que cree que sabe?
“Si tienes un compañero de placer, te sugiero que aprendas a ser más silenciosa” Parece
que sacude su almohada, una que robó de mi cama. “Tú y Hassen me despertaron”
Oh, Dios. Supongo que no fuimos muy silenciosos. Es aún más vergonzoso pensar en
considerar que la cueva de almacenamiento está a una distancia considerable de mi cueva.
Ups. Supongo que se ha descubierto todo el pastel. “¿Nos escuchaste?”
“Tendría que estar sorda para no hacerlo” Ella alisa una mano a lo largo de sus mantas.
Antes de que pueda preguntarle si eso es una indirecta a mi hermana, ella continúa:
“Aunque no creo que nadie más lo haya oído. No vi a otros por aquí”
Me relajo un poco en eso. “¿Así que vas a chantajearme con esa información?”
Su cabeza se inclina. “No lo entiendo”
“A utilizarlo contra mí. Obligarme a hacer lo que quieras para que no digas nada”. Crucé
mis brazos sobre mi pecho. “Esperaba mantener las cosas en secreto sobre toda esta
situación”
Asha da un delicado resoplido. “Entonces debes aprender a ser más silenciosa. En cuanto
a manipularte, no tengo necesidad. No me importa si te apareas con todos los cazadores
solitarios”. Se encoge de hombros. “Es asunto tuyo, no mío”
¿Ella me cubre las espaldas? Eso es…bonito. Inesperado, pero agradable. “Gracias”
Asha se encoge de hombros. “Yo fui igual, una vez. Antes de resonar, elegí a los cazadores.
Todos me querían. Fue agradable” Su expresión se pone triste de nuevo. “Entonces todo
cambió”
No digo nada, porque sé que está pensando en la pareja y el bebé que perdió. Y realmente,
¿qué puedo decirle que no haya oído un millón de veces antes? ¿Ánimo, chica? ¿Todo va a
salir bien? Dudo que Asha quiera oír eso.
Ella gira sus manos en su regazo por un momento y luego me mira. “Yo elegiría con más
cuidado si fueras tú”
“¿Elegir?”
“Si vas a aparearte con los cazadores, escoge a los que te agradecerán cualquier atención.
Taushen es joven. Él te seguirá adonde tú vayas. Harrec, también. Vaza es mayor, pero será
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discreto si lo desea, me imagino, simplemente para no tener que competir con los cazadores
más jóvenes”. La mirada que me da es calculadora. “Hassen es una mala elección para un
amante”
“No sé si mis partes femeninas están de acuerdo con eso” Me aprieto los muslos juntos
porque, por misericordia. Sigo sintiéndome muy bien por dentro por el sexo. ¿Mala elección
en los amantes? No en mi libro. “Me pareció muy bueno. Quiero decir, sin entrenamiento,
claro, pero puedo trabajar en eso” En realidad, me gusta eso, porque puedo enseñarle a
lamer un coño ferozmente durante horas y no oír ninguna queja si me tomo demasiado
tiempo para correrme. Una vez salí con un tipo que no paraba de hablar de cuánto tiempo
me llevó llegar al orgasmo en comparación con sus amantes anteriores. Era un verdadero
dolor en el culo, así que le despedí. Hassen es una pizarra en blanco en la cama. Eso me
excita un poco.
No es que vayamos a tener la segunda ronda, por supuesto. No si va a ser el Sr. Pegado-amis-bragas conmigo.
Asha me pone los ojos en blanco. “Es una mala elección para un amante porque va a querer
reclamarte. Ese quiere desesperadamente una pareja y una familia. Se siente solo. No se
conformará con las sobras que le arrojes y se quedará contento. Querrá más”
Me muerdo el interior de mi mejilla mientras considero sus palabras. Ella no está
equivocada. Hay una ferocidad en Hassen, un afán casi brutal. Me sostuvo sobre las pieles
y me arrolló como si no hubiera un mañana. Y mientras me sujetaba de las caderas, había
una salvaje posesividad en sus ojos, y mucha maldita satisfacción. Como si la mitad de su
excitación se debiera enteramente al hecho de que me poseía. Y no cualquier chica. A mí.
Un pequeño escalofrío me atraviesa. Bueno, por todo eso, no es inteligente jugar con un
tipo que quiere ser pareja después de un revolcón en las pieles, aunque fuera muy divertido
jugar con él. “Hassen no me conoce muy bien”, le digo a Asha. “Si quiere más, va a tener
que dejar que yo tome las decisiones, no él”
Se encoge de hombros como para decir “lo que sea” y se acuesta en la cama, divertida.
∗∗∗∗∗∗∗
HASSEN ME EVITA el resto del día. Lo cual, vale, no es exactamente difícil dado que yo
estoy en la cueva y él está en la naturaleza, siendo un exiliado y haciendo cosas de exiliado.
No viene por aquí, y estoy bastante segura de que me está evitando.
Su ausencia significa que paso la mayor parte del día con Stacy, Josie y algunas de las
otras mujeres. Todos están amamantando y están locas por los bebés (excepto Josie, que
está embarazada y loca por los bebés), así que me siento como un extraña, aunque sé que
están haciendo todo lo que pueden para incluirme. No pertenezco a la pandilla de los bebés,
y después de unas horas de charla sobre la producción de leche y la mejor manera de
mantener limpia la cola de un bebé, estoy empezando a preguntarme si debería esconderme
en la cueva con Asha.
Me apena no haber podido ir a clases de caza con Hassen. ¿Lo arruiné todo teniendo sexo
con él?
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Al día siguiente, decido sacar una de las lanzas de la cueva de almacenamiento y salir a
buscarlo. Si las lecciones no vienen a mí, yo iré a ellas.
Me escabullo como la terrible persona que soy después del desayuno, cuando la hoguera
está vacía y las chicas están acostando a sus bebés para las siestas de media mañana.
Hemalo y uno de los ancianos están trabajando en la cueva principal en una gran piel de
cuero, pero no están mirando en mi dirección, con sus espaldas a mí. Agarro la lanza que
escondí cerca de la puerta y salgo corriendo, llevando mi capa y mis raquetas de nieve
conmigo a medida que avanzo. Me vestiré apropiadamente para los elementos una vez que
esté fuera de la vista de la cueva.
Por supuesto, una vez que estoy fuera de la vista de la cueva, me encuentro con nada más
que nieve sin fin. El área en la que se encuentra la cueva principal de la tribu es
relativamente plana, y detrás de mí no hay nada más que paredes de acantilados
escarpadas. Delante de mí, hay colinas onduladas de blanco salpicadas de algunos árboles
rosados que revolotean aquí y allá. A lo lejos, puedo ver acantilados, e incluso más lejos, el
toque de las montañas. El día es claro y frío, y los dos soles débiles están haciendo todo lo
posible para emitir un poco de luz solar decente, pero todavía no es suficiente para calentar
el lugar. Caminé sobre una colina cercana, atravesando la nieve, y cuando estoy lo
suficientemente lejos como para no pensar que nadie vaya a correr detrás de mí y
arrastrarme de vuelta a la cueva, me detuve para ponerme mis raquetas y envolverme con
una capa alrededor de mi cuerpo.
Y luego me voy caminando. La última vez que salí a cazar, Hassen se quejó de que tenía
que seguir las huellas, así que voy a hacer lo que me digan. Encuentro huellas frescas que
se alejan de las cuevas hogar y me imagino que tienen que pertenecer a uno de los
cazadores. Usando mi lanza como bastón de esquí, voy caminando en busca de Hassen.
O de otro cazador.
O de animales, supongo, ya que estoy cazando.
Por supuesto, cuanto más lejos me alejo de la cueva, más expuesta y vulnerable me siento.
La última vez que me aventuré, no fue así. La última vez que salí, no había sido atacada
por un Metlak y una de esas feas y delgadas cosas de gato. Los recuerdo a ellos y el miedo
y la ira en la cara de Hassen cuando se dio cuenta de que yo estaba fuera. Ahí fue cuando
me di cuenta de que estaba en peligro. Ahora, miro la nieve, preocupándome de que hay
peligros ocultos que no veo detrás de cada colina blanca y esponjosa.
He estado fuera durante una hora cuando una figura grande aparece en la distancia y
comienza a acecharme, con el pelo negro distintivo revoloteando sobre los hombros azules.
Tiene dos lanzas cruzadas en la espalda. Sí, conozco a ese tipo. Es Hassen, y parece enojado.
Vale, también se ve bastante malvado en este momento y me está provocando que me vuelva
loca en mis inexistentes bragas. ¿Por qué mirar a ese arrogante pavo? ¿Esa cosa de enojado
acecho que está haciendo? Me hace pensar en nuestro pequeño e intenso asalto en el
almacén, y mi cuerpo está gritando por una segunda ronda.
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Nunca me he considerado una chica particularmente hambrienta de hombres, ¿pero
Hassen? Lo está consiguiendo conmigo. Es por eso que jugueteé con él a pesar de saber
que era una mala idea y de saber que él era el imbécil que me quitó a mi hermana.
Además, fuera de toda esta feliz tribu de bienhechores y mamás, es un marginado. Y chico,
¿puedo relacionarme con eso? Él es el que no encaja, el que no pertenece cuando las parejas
se reúnen alrededor del fuego y son acogedoras. Él es el que nunca consigue lo que quiere,
y seguro que no es el héroe.
Eso lo convierte en uno de los míos, porque sé cómo se siente uno con todo eso.
Así que duele que esté enfadado conmigo después de lo que compartimos. Lo que tuvimos
ayer fue bastante impresionante. Estoy dispuesta a hablar con él, pero no si viene con la
intención de reclamarme. Dios, ¿qué diría Lila? Me miraría como si hubiera perdido la
cabeza. Y tal vez lo he hecho. Un polvo rápido y desechable es una cosa. Salir con un tipo
como reemplazo de mi hermana es otra.
Y no importa lo que Hassen me diga, sé lo que les parecerá a todos los demás.
Eso sólo me recuerda que estoy tomando la decisión correcta. Que puede ser bueno
acostarse con él en la clandestinidad, pero no puede significar nada, ni para él ni para mí.
A medida que se acerca, trato de parecer genial. Como si tuviera todo bajo control y supiera
lo que hago aquí. “Oh, hola, Hassen. ¿Cómo va todo?”
“¿Qué haces aquí, Mah-dee?” Cruza los brazos sobre su pecho casi desnudo, enfatizando
los pectorales que no tuve tiempo de lamer ayer.
Sonrío alegremente. “Voy a cazar, por supuesto”.
“¿Otra vez vas sola? ¿A qué estás jugando?” El ceño fruncido de Hassen es tan oscuro, que
juraría que la gente se acobardó tres estados. “Este mundo es peligroso”
“Nada de juegos. Quiero ayudar. Quiero aprender a cuidarme a mí misma. No hay nadie en
la cueva excepto mujeres embarazadas y ancianos. Todos los demás están ocupados. Y tuve
un profesor, pero se puso todo culo escocido y cambió de opinión sobre enseñarme a cazar,
¿recuerdas?”
Se acerca aún más a mí, y ahora prácticamente nos estamos tocando. Mi respiración se
vuelve más rápida, porque estoy pensando en ayer. En su gran cuerpo cubriendo el mío.
En su polla penetrándome, y en la forma en que me besó, y...
“Cambiaste las cosas entre nosotros, Mah-dee” Su voz es baja, ronca. Herida.
Maldita sea. “No me hagas sentir culpable. Podrías haber dicho que no”
“¿Cómo podría decir que no?” La mirada que me da es devoradora. Me hace cosquillas por
todas partes, y un pulso familiar comienza entre mis muslos. “Lo quería”
“Quieres una compañera. Sólo quiero un poco de diversión”, le corrijo. “Nunca se trató de
compromiso. Se trataba de una necesidad y un placer mutuos. Eso es todo”
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“No quiero una noche de ti en mis pieles. Te quiero en ellas todas las noches”. Extiende la
mano y me acaricia la mejilla. Sus dedos son increíblemente calientes y se sienten deliciosos
contra el frío mordaz.
“No estoy diciendo que sólo tiene que ser una noche”, me rectifico rápidamente. Sé que no
me importaría otra ronda. “Pero no me estoy comprometiendo. Ninguna chica en su sano
juicio se acuesta con un chico una vez y luego se muda con él”. Cuando sigue tocando mi
mejilla, me cuesta todo lo que tengo el no apoyarme en su caricia. “¿No has oído hablar del
sexo casual?”
“No”, dice sin rodeos.
Cielos. “¿La gente no se acuesta con otra gente sólo por diversión en tu tribu?”
“A veces lo hacen. No soy uno de ellos”
No, supongo que no, considerando que era virgen hasta ayer. Aun así, todo el asunto del
'necesito compromiso' podría haber surgido antes de que tuviera mis manos en su polla.
Podría haber dicho algo y entonces habría encontrado a alguien más con quien jugar.
Excepto... que no creo que lo hubiera hecho. Hassen es perfecto para mis necesidades
porque es solitario. No va a volver a la cueva de los cazadores para cotillear con los demás.
Y es un exiliado, así que sabe lo que es estar solo. Y con este panorama.... tenía sentido.
De acuerdo, el hecho de que sea el tipo más sexy del planeta de hielo tampoco hace daño a
las cosas. Quiero decir, en general, como raza, los sa-khui son guapos. Son altos,
musculosos, bien formados, y ¿si puedes pasar del azul, la cola y los cuernos? Oh, mamaíta.
A mis ojos, Hassen avergüenza a los demás.
Así que, vale, quizás no habría encontrado a alguien más con quien jugar. No habría jugado
en absoluto. No me he sentido atraída por nadie más como lo estoy por Hassen. “Estás
arruinando lo que podría ser bueno”, le digo, puesto que él se aferra a sus armas.
“Podríamos divertirnos juntos”.
“Sí, podríamos”. Me acaricia la mejilla, y su pulgar se desliza sobre mi labio inferior.
Tengo la sensación de que no estamos hablando de lo mismo. Maldita sea. Y desearía que
su tacto no se sintiera tan increíble o que mis pezones se endurecieran como los diamantes.
“No voy a cambiar de opinión. No me estoy apareando. Ni contigo, ni con nadie”.
La mano de Hassen cae.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 6
HASSEN
Son todas las mujeres humanas así de tercas?
Miro a mi pareja -porque no acepto otra cosa- y ella me mira con determinación en sus ojos,
con una inclinación desafiante de su pequeña barbilla. Sería adorable si no fuera tan
frustrante.
Así las cosas, estoy tentado de agarrarla y arrastrarla a la nieve y mostrarle lo bien que
puedo hacerla sentir. Nuestro apareamiento de ayer está marcado en mi mente. No puedo
olvidarlo y revivir cada momento. Anoche, en mi solitaria hoguera, me tomé en mis manos
y me acaricié pensando en ella. Una y otra vez.
Hace dos días, me habría preguntado qué me motivaba a continuar. Me sentía derrotado.
Solo.
Ahora, tengo un propósito, y mi propósito es Mah-dee.
Habla de independencia, de no querer una pareja, pero cuando la toco, se inclina hacia mi
caricia. Me mira con ansia y sé que piensa en lo que hicimos en el almacén. Es en todo lo
que puedo pensar.
Así que... debo convencerla de que soy la pareja adecuada para ella. Que una relación de
placer conmigo será tan satisfactoria como la resonancia. Que no quiero nada más que a
ella para el resto de mis días. Que me despertaría cada mañana con la cabeza amarilla de
Mah-dee apoyada en mi pecho y la apreciaría porque es mía.
Se ha metido en mi corazón como un rayo y ha dejado marcas de quemaduras dondequiera
que ha aterrizado.
Maldigo el día que vi a Li-lah, porque era pequeña y frágil y estaba asustada, y pensé que
era lo que yo quería. Pensé que necesitaba que alguien cuidara de ella y que yo podía ser
ese hombre. Cuando la vi esta mañana, pensé que vendría a verme. Para decirme que había
cambiado de opinión.
¿Verla aquí, con su expresión obstinada? Acaba de convencerme de que ella es mi pareja.
No necesito una compañera que se marchite y llore. Necesito una mujer fuerte y capaz que
me desafíe y me empuje a ser mejor.
Mah-dee necesita dejar que la ame.
Pero si ella debe ser convencida, entonces yo debo convencerla. Debo convencerla de que
se dé cuenta de que soy el hombre que ella quiere. Si otro la mira, le arrancaré la garganta
como un loco metlak. Pero no puedo pensar así. Debo encontrar una forma de volver a la
tribu, aunque sólo sea para poder proporcionar una cueva adecuada a Mah-dee. Debo hacer
que sea difícil para ella rechazarme... a partir de ahora.
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Miro la lanza en sus manos. “¿Aún quieres aprender a cazar?”
La mirada que me da es cautelosa. “¿Sí? No te vas a poner todo loco conmigo, ¿verdad?”
“¿Todo loco?”
Ella agita una mano en el aire. “Chiflado. Loco. Lo que sea. Necesito saber si estamos bien”
“¿Lo estamos?” Quiero tocar su suave mejilla de nuevo, sentir su piel contra la mía.
Mah-dee pone una mano en su pecho. “Quiero que seamos amigos. Realmente, realmente
necesito amigos aquí” Su voz se aprieta de una manera que hace que me duela el corazón.
“Y esperaba que pudiéramos ser amigos que también tuvieran sexo. Pero si no podemos,
entonces realmente necesito un amigo normal, ¿de acuerdo? Un compañero de caza y un
amigo que hable conmigo”.
“Yo puedo ser esas cosas para ti” Puedo ser mucho más, pero me conformaré con eso por
ahora. Y puedo convencerla, con el tiempo, de que puedo ser el mejor amigo posible.
Ella es mía.
Su sonrisa regresa, y sus rasgos se suavizan con alivio. “Muy bien, entonces. Olvidémonos
del sexo y de los picores y volvamos a ser amigos, ¿de acuerdo?”
“Amigosh”, estoy de acuerdo, aunque no estoy completamente seguro de lo que estoy
aceptando. Creo que se refiere a amigos, y yo seré suyo.
“¿Entonces puedes enseñarme a cazar?” Rebota un poco, abrazando su lanza de una forma
que ningún cazador lo haría. “Estoy tan aburrida. Por favor, Hassen. Ayúdame a conseguir
una habilidad útil para no ser una sanguijuela gorda”.
No puedo resistirme a ella, especialmente cuando me suplica. Asiento con la cabeza. “Será
como tú quieras” Y si voy a cortejarla para que sea mi compañera, funciona perfectamente
para mí estar con ella todos los días. “Debo seguir cazando y traer comida, pero puedes
acompañarme cuando esté haciendo mis rondas cerca de la Cueva Tribal. No puedes
acompañarme cuando me aventuro más lejos”
“¡Eso está bien!” El deleite y la impaciencia en su cara hace que me duela la polla de deseo.
“No será fácil”
“Estoy cansada de sentarme sobre mi gran culo de todos modos”
Su culo es magnífico, pero no se lo digo, ya que somos amigosh. Por ahora. “No te lo voy a
poner fácil”
“Bien”.
“Si obstaculizas mi capacidad de cazar para la tribu, debo dejarte atrás”
“¡No lo haré!”
“Y si te digo que hagas algo, debes hacerlo”.
“No hay problema”. me responde Mah-dee. “¿Podemos empezar hoy o es un mal momento?”
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“Podemos empezar hoy”, estoy de acuerdo, mirando al cielo. El tiempo está aguantando y
no hay nubes en el horizonte, lo que significa que no hay nieve entrando. Esto es algo
bueno; Mah-dee está vestida con ropa ligera y no quiero que se vea atrapada en una
tormenta. “¿Nadie te espera en la cueva?”
Ella resopla “Probablemente se alegrarán de que me haya ido. Creo que hago que las otras
mujeres se sientan incómodas”
Me sonrío a mí mismo. He oído quejas de que Mah-dee tiró cosas mientras su hermana
estaba conmigo. “Si alguien pregunta, diles que estuviste con Asha. No les gustará que
pases tiempo conmigo”.
“¿Porque eres el idiota que secuestró a mi hermana?” Sus palabras son duras, pero hay
una sonrisa burlona en su rostro.
“Porque estoy exiliado”, digo yo, negándome a morder el anzuelo. Tomo su lanza y me
aseguro de que la cabeza esté bien ajustada y envuelta. Uno de los ancianos es olvidadizo
y tiende a poner sus armas rotas con las buenas. “Parte de mi castigo es que debo estar
solo”
“No diré nada”, me dice Mah-dee. “¿Lo sientes?”
“¿Sentir?”
“¿Lo que hiciste?”
Mi respuesta habría sido muy diferente hace dos días. Hace dos días, habría dicho que sí.
Pero ahora está Mah-dee, y todo lo que se me ocurre es que si no estuviera en el exilio, no
estaría aquí con ella. Estaría cazando al sa-kohtsk para el nuevo hijo de Maylak. No me
arrepiento de mis acciones, porque ellos pusieron mis pies en este camino y me trajeron a
Mah-dee. “No”
“¿No? ¿En serio?” Su mandíbula está abierta.
“No puedo cambiar el pasado. Pero tampoco echo de menos a tu hermana”. Extiendo la
mano y le doy un golpecito en la boca, indicando que debería cerrarla. “No miro hacia atrás
porque no puedo cambiar el pasado. Tú tampoco deberías hacerlo. Esa es una de las
primeras cosas que debes aprender como cazador: no te arrepientas de lo que no tienes.
Haz uso de lo que haces”.
Sus cejas se fruncen. “No estoy del todo segura de que todo eso encaje, grandullón”
“Lo hace”, le digo con confianza. “Ahora ven. Hoy te mostraré cómo seguir los rastros
mientras reviso mis trampas”. Me doy la vuelta y empiezo a alejarme.
“¿Cuándo podré usar mi lanza?” jadeó ella, tratando de seguirme el ritmo. Después de unos
pasos, ella extiende la mano y me toca el brazo. “Baja la velocidad un poco. Es difícil
caminar rápido con raquetas de nieve”.
Sus dedos se sienten como el hielo. Me detuve, y ella casi derrapa contra mí, perdiendo el
equilibrio. La atrapé antes de que cayera a la nieve. “¿Dónde están tus guantes?”
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Mah-dee se encoge de hombros. “¿Los grandes guantes de piel que tengo? Esos son
horribles. No puedo coger nada fuerte con eso, y pensé que podría necesitar un buen agarre
con algo como una lanza para cazar”
Tomo su mano más pequeña en la mía y la presiono entre mis palmas para calentarla. No
se aleja, lo que me dice que está más fría de lo que le gustaría admitir. “No llevas guantes
todo el tiempo, pero la mayor parte del día de un cazador se pasa caminando”
“Oh. Lo recordaré para la próxima vez” Su mano se cierra en un puño, y se encoge de
hombros para bajar su túnica hasta sus manos expuestas, cubriéndolas frente a los
elementos. “Estoy segura de que estaré bien”
Gruño. “Hay una cueva de cazadores a lo largo del camino que tomaremos hoy. Nos
detendremos ahí y te conseguiremos cubiertas para las manos”
“Genial”.
“Hasta entonces, sin embargo, debes seguir el ritmo” Y me doy la vuelta y empiezo a caminar
de nuevo.
∗∗∗∗∗∗∗
MADDIE
No estaba mintiendo cuando dijo que no se lo tomaría con calma conmigo.
Respiro con dificultad unos pasos detrás de él mientras caminamos a través de los
interminables valles cubiertos de nieve y colinas que parecen conformar todo el maldito
planeta. No puedo quejarme, porque dije que quería cazar. Estoy fuera de forma y no estoy
acostumbrada a caminar sobre tanta nieve. Pero tiene razón, mis dedos están congelados.
Sigo metiéndolos en las mangas, pero eso sólo funciona por un tiempo.
Ojalá me tomara de la mano otra vez, pero supongo que es mi culpa que no lo haga. En vez
de eso, avanza, evitando cualquier cosa que parezca un camino. Ocasionalmente se pone
en cuclillas junto a un conjunto de huellas y luego me indica que debo unirme a él. Cuando
lo hago, me habla de la criatura que pasó, hace cuánto tiempo, y de cualquier otra cosa que
pueda decirme. Algunas marcas están crujientes, que según él pertenecen a los gatos de
las nieves que levantan sus patas a cada paso. Otros son más como una mancha a través
de la nieve, lo que significa que una criatura está arrastrando su vientre. Me señala a cada
uno y me lo explica con paciencia, y cuando lo he absorbido todo, se desconecta de nuevo,
caminando con energía hasta la siguiente colina.
Y no tengo otra opción que seguir.
A pesar de que es un poco demasiado atlético para mí, estoy disfrutando de la 'caza'. El día
es agradable, y aunque hace frío, hay mucho que ver y siento que estoy haciendo algo útil.
No me di cuenta de lo mucho que me molestaba mi inutilidad hasta ahora. Supongo que
me preocupa que cuando llegue el invierno, nadie va a querer a una humano gorda y sin
pareja comiéndose toda su comida. Si puedo encontrar la mía propia, puedo sobrevivir por
mi cuenta. No dependeré de nadie.
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Nos dirigimos hacia un acantilado gris, y mientras nos acercamos, Hassen señala algo.
“¿Ves eso?”
Me quito el pelo sudoroso de la frente antes de que cristalice y se congele allí, y escaneo la
nieve. “¿Qué estoy buscando?”
“La cueva. Es una cueva de cazadores. Los acantilados tienen pequeñas cuevas, y hay
muchas cuevas de cazadores instaladas. Siempre debes estar buscando una en caso de que
necesites provisiones o un lugar para descansar”.
“¿Y sabes dónde están todas ellas?”
Él asiente con la cabeza. “Las he visitado todas muchas veces. Los cazadores pasan gran
parte de su tiempo en la naturaleza”
“Esto no es tan salvaje, ¿verdad? Todavía estamos muy cerca de la Cueva casa, ¿no?” Unas
horas a pie, tal vez, pero para estos tipos, eso no es nada.
Hassen me mira. “Es una caminata fácil hoy, cuando hace buen tiempo. ¿En un día
tormentoso? Cuando la nieve vuela desde los cielos, incluso un viaje corto puede ser
peligroso”.
Él tiene razón. “Entonces, ¿vamos a entrar?”
“Lo haremos. Comprobaremos si es necesario reabastecerlo y le conseguiremos guantes”.
“Muy bien, entonces. Guíanos”. Me vendría bien un descanso y la oportunidad de descansar
los pies, aunque nunca se lo diría. Hassen no me ha tratado como a una gorda incompetente
y estaré agradecida por siempre. Pensar en mi hermana y en el hecho de que está de viaje
sin que ya me escueza.
Cuando llegamos a la cueva, veo que hay una pantalla de protección de privacidad que está
muy deteriorada por la intemperie, colocada frente a la puerta. “¿No deberíamos entrar?
¿Hay alguien aquí?”
El empuja la pantalla a un lado, respondiendo a esa pregunta. “Una pantalla no importa en
la naturaleza. Sólo está en la cueva de la tribu”.
“¿Cuando alguien puede sorprenderte tirándote a tu hombre? Lo pillo” Supongo que si
tienes un paseo fuera en la naturaleza, no puede ser realmente desagradable, porque todo
esto va de supervivencia.
Hassen gruñe al reconocer mis palabras y empuja la pantalla a un lado, y luego espera.
Asumo que me está esperando, así que me adelanto para entrar y me pone una mano sobre
el pecho, deteniéndome. Luego aparta la mano como si fuera escaldada, dándose cuenta de
lo que estaba agarrando. “No entres todavía”
“¿No? ¿Hay alguien ahí después de todo?”
Él sacude la cabeza y se agacha cerca de la entrada, así que yo hago lo mismo, agachándome
a su lado. “Debes buscar depredadores antes de entrar en una cueva oscura, Mah-dee. Usa
tus sentidos”
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Oh. Maldita sea. Odio que tenga razón, y odio que ni siquiera se me haya ocurrido
comprobarlo. De vuelta en la Tierra, no me tropezaría en una cueva oscura sin comprobar
lo que me rodea. No debería ser diferente aquí. Me recuerda lo patéticas que son mis
habilidades de supervivencia. “¿Cómo lo comprobamos? Supongo que lanzar una antorcha
encendida probablemente no sea la respuesta más práctica”.
Su boca sonríe de medio lado mientras me mira. “¿Tienes una antorcha encendida?"
“No, de lo contrario, probablemente ya estaría en la cueva”
Se ríe, y el sonido hace que se me contraigan las tripas. Siento que es raro que le escuche
reír, y cuando lo hago es.... agradable. Muy bonito. Debería reírse más a menudo. “Entonces
no podemos enviar una antorcha encendida”, me dice. “¿Entonces en ese caso qué haces?”
¿Qué puedo hacer? ¿Además de lamentarme por el hecho de que no quiere hacer el tonto
sólo por diversión? Me muerdo el labio, tratando de concentrarme. “Yo... ¿no escucho
nada?”
Asiente con la cabeza, señalando a sus ojos. “Usa tus sentidos antes que todo lo demás.
Busca huellas en la nieve”. Hace un gesto al polvo fresco a nuestros pies, luego hace un
gesto a su nariz. “Busca olores. Los Metlaks tienen un olor fétido en ellos. Una criatura que
hace su hogar aquí y que no se asusta por el olor a sa-khui, suele ser un carroñero, y deja
su comida en su casa”. Extiende la mano y me pasa un dedo por encima de la oreja fría. “Y
escuchando. Siempre a la escucha de problemas”
Asiento con la cabeza. En pocas palabras, necesito ser más observadora. Tengo que pensar
en lo que me rodea en lugar de tropezarme sin pensar y esperar lo mejor. Pienso en todos
los días que pasé en la Tierra con la cabeza doblada sobre mi teléfono celular. Me imagino
lo horrorizado que estaría Hassen por eso, y me hace sonreír. “Lo pillo”
Lo compruebo todo, y cuando no encuentro ningún problema, me dirijo a él de nuevo. Él
asiente con la cabeza, y yo me aventuro a la pequeña cueva, con la lanza en la mano. Es
una pequeña cueva, un poco más grande que un armario, y apenas lo suficientemente alta
para que Hassen pueda levantarse. Todo está tranquilo, y aunque hay luz del sol afuera,
no hay mucho en la cueva. Todavía puedo distinguir cestas bien guardadas y colocadas
contra un estante rocoso, y varios paquetes de pieles a su lado. “Lindo lugar”.
“Cada cazador busca a otro en los senderos”, dice, moviéndose hacia la cueva detrás de mí.
Su cuerpo es tan grande -y delicioso- que está tapando la mayor parte de la luz solar.
“Debemos revisar los suministros para asegurarnos de que estén bien abastecidos. No sería
justo que usáramos lo que hay aquí y no lo sustituyéramos, pero a veces hay una razón
para apresurarnos a volver a casa. Y a veces los carroñeros entran y estropean lo que se
deja atrás para los demás. Así que debemos revisar todo primero. Si hay que reponer algo,
lo añadiremos a nuestra lista de tareas. ¿Entiendes?”
Lo hago. Hay mucho más en ser un cazador que sólo vagar con una lanza y apuñalar cosas.
Se trata de preocuparse por los demás, no sólo por los demás cazadores, sino por la tribu.
Por un momento, estoy abrumada por lo desinteresada que es la tarea. Hassen y cualquiera
de los otros cazadores solteros podrían sobrevivir por su cuenta, pero eligen trabajar
incansablemente para traer a casa comida para la tribu. A su vez, la tribu los cuida cuando
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están heridos o enfermos, les da un lugar para dormir y gente con la que socializar. Es todo
muy 'círculo de la vida', y me fascina lo diferente que parece comparada con mi antigua
vida en la Tierra. Entonces, sentí que tenía que trabajar para pagar las cuentas. Soñé con
dejar de fumar regularmente. Pero no hay cheque de pago para estos tipos, y no se puede
renunciar.
Y para Hassen, especialmente, no hay recompensa. No hay nadie con quien volver a casa
después de un largo día. Siento un poco de culpa por su situación. No debería haber robado
a mi hermana, pero... estoy empezando a entender por qué lo hizo.
Le miro fijamente, sus rasgos casi ocultos en la sombra excepto por sus ojos brillantes. No
es de extrañar que quiera agarrarme y declararme su pareja. Está desesperadamente solo,
y estoy segura de que el exilio sólo empeora las cosas. Tal vez no debería haberme acostado
con él. Tal vez eso fue egoísta de mi parte.
Pero.... ambos lo disfrutamos. Y no puedo cambiar lo que ha pasado. Todo lo que puedo
hacer es concentrarme en este momento. “Bien, ¿qué debo hacer ahora? ¿Hacer una
fogata?”
“¿Necesitas fuego?”, pregunta. “¿Tienes suficiente calor? ¿Necesitas cocinar? ¿Puedes ver?”
“Estoy bien”
“Entonces no prendemos fuego”, dice. “Porque si encendemos un fuego, entonces debemos
ir y reponer los suministros de combustible para la próxima persona que se quede aquí”
“Lo pillo”. La supervivencia parece un trabajo interminable. Pero en cierto modo, eso me
motiva un poco. Coges, devuelves. Simplemente tiene sentido. “Supongo que puedo ver
bien…si te vas de la puerta”
Se mueve un poco hacia adelante, y nuestros cuerpos se rozan entre sí. Todo parece
detenerse, y soy muy consciente de su presencia y de lo solos que estamos. Y pienso en el
ayer de nuevo porque, ¿cómo no voy a hacerlo? Pero se me acerca con un movimiento de
su cola y se sienta en el otro lado de la cueva, y yo me quedo con la sensación de dolor y
tristeza de que no vamos a experimentar la segunda ronda de seducción como la de la cueva
de almacenamiento.
“Revisaremos los suministros aquí”, dice. “Ven”
Así que voy a su lado, y durante un rato, él revisa el contenido de cada cesta y cada piel
enrollada, explicando qué se guarda aquí, para qué se usa, y si algo se está acabando.
Aparentemente necesitamos más estiércol (una frase que nunca pensé que diría en mi vida)
y raciones de frutos secos, que llevaremos por la mañana. Mientras desenrollamos uno de
los paquetes de pieles, hay un suave ruido afuera.
Me pongo de pie al mismo tiempo que Hassen, y me acerco a la parte delantera de la cueva,
asomándome. Hay otro ruido sordo, y a lo lejos, veo una forma cubierta de pieles cerca de
un par de árboles rosados y doblados. Está murmurando para sí mismo y cavando en la
nieve, un par de presas de caza a sus pies.
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Un momento después, siento que la mano de Hassen se aprieta sobre mi hombro.
“Taushen”.
“Ya lo veo”, susurro. Probablemente esté a unos 30 metros de distancia, pero todavía me
siento completamente conspicuo, dado que estamos en la entrada de la cueva de cazadores
más cercana. Si viene por aquí, nos verá. “¿Estamos en problemas?”
“No”, me dice, y siento que su pulgar se mueve contra las pieles que cubren mi cuerpo,
como si quisiera acariciar mi piel. “No vendrá aquí. Está enterrando a sus presas en el
depósito cercano”
“Bastante seguro de que si nos ve, será malo”, le digo a Hassen. Está en el exilio y se supone
que no debería estar pasando el rato. ¿Y yo? Estoy bastante segura de que si se enteran de
que estoy aquí con él, me asignarán un perro guardián en la cueva que no me dejará ir a
ninguna parte sin pedir permiso. Al carajo con eso.
“Entonces calla”, murmura Hassen. Su mano se desliza hacia mi cintura, y yo tiemblo.
Puedo sentir el calor de su gran cuerpo presionando contra el mío. Estamos a unos metros
dentro de la puerta, escondidos en las sombras, y tengo una mano agarrando el borde de
hueso duro de la pantalla de privacidad. Me digo a mí misma que es para poder lanzarlo
rápidamente en caso de que Taushen mire en esta dirección, pero probablemente estoy
mintiendo. Con la cercanía de Hassen, tengo la sensación de que si suelto esta cosa, me
derretiré en un charco de sustancia viscosa. Guau, guau.
“¿Qué debemos hacer?” Susurro.
“Colocamos la pantalla y esperamos a que se vaya” Su voz es suave y baja, y estoy bastante
segura de que lo sentí cuando me quitó el pelo de un hombro. Estoy bastante convencida
de que eso también me está poniendo caliente y perturbada.
Obligo a mis dedos a soltarse de la pantalla y a levantarla. No encaja perfectamente y
todavía puedo ver la nieve, donde Taushen está cavando, completamente ajeno al hecho de
que Hassen y yo nos escondemos a corta distancia.
He oído que Hassen respira hondo.
No, espera, está olfateando.
¿Me está oliendo el pelo?
Oh, Dios, ¿por qué está tan caliente? Su mano aún está en mi cintura, y soy muy consciente
de su presencia. No me está moviendo, y realmente, realmente desearía que lo hiciera. Pero
no se mueve en absoluto. Está parado con su frente presionado contra mi espalda, como
una sombra grande y sexy.
Entonces, como si pudiera oír mis pensamientos, su mano sobre mi cadera se mueve. Lo
siento levantar mis cubiertas de pieles, y al momento siguiente, sus dedos calientes me
rozan el vientre.
Inhalo cuando su mano inmediatamente va a la cintura de mis calzones y él la empuja
hacia el frente. Y gimoteo cuando presiona su cabeza contra la mía y me muerde la oreja.
“Silencio, Mah-dee”
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Cierto. Silencio. “Me quedaré callada”
“No queremos que nos oiga”, murmura Hassen, y su lengua roza mi oreja, enviando
escalofríos a través de mi cuerpo. Su mano grande me acuna el coño y yo tengo que reprimir
mi gemido. Silencio. Cierto. Debo estar en silencio. “No querrás que él mire”
Por alguna razón, esas palabras me hacen mirar a través de la nieve, hacia donde está
Taushen. Está de pie con las manos en las caderas, la espalda hacia nosotros, la cola
moviéndose. Tal vez se está tomando un descanso de la excavación, o tal vez está a punto
de dar la vuelta y venir aquí.
Si lo hiciera, me encontraría con la mano de Hassen en los calzones.
¿Y esa mano, junto con el hecho de que podríamos ser descubiertos?
Me pone increíblemente mojada.
Me muerdo el labio inferior cuando los grandes dedos de Hassen se deslizan a través de mis
resbaladizos pliegues. “Silencio”, me dice Hassen de nuevo, aunque su voz está tensa. “¿Te
callarás cuando te toque?”
“T-totalmente callada”, consigo decir, aunque siento que estoy a punto de salir de mi propia
piel. Estoy congelada en mi sitio, mirando a Taushen, medio retándole a que se dé la vuelta,
medio horrorizada de que pueda hacerlo.
El otro brazo de Hassen pasa por debajo de mis pieles, y luego empuja mi banda-sujetador
de cuero y me acuna el pecho. Me muerdo un gemido y me caigo contra él mientras sus
dedos acarician mi coño. Dios, esto no es justo... y no quiero que lo sea. Debería estar
cabreada porque se está aprovechando de la situación, pero todo lo que puedo pensar es
que esto es exactamente lo que yo quería, añadiendo algo de voyerismo.
Nunca pensé que me excitaría tanto ver a un tipo cavando un hoyo.
“Tan mojado”, Hassen respira en mi pelo. “¿Tu coño siempre es así de resbaladizo a mi
alrededor?”
Oh, Dios, él dijo ‘coño’. Oh, Dios, eso es tan jodidamente caliente que estoy bastante segura
de que me excito con el sonido de su voz profunda. “Yo... tal vez”
“Debería quitarte los calzones y lamerte hasta que grites mi nombre”, me dice. “Pero
entonces no te callarías, ¿verdad?”
Niego con la cabeza. Sería totalmente ruidosa y me encantaría cada momento de eso. Y
entonces Taushen lo vería, y por alguna razón, eso me excita aún más. “Tú también
necesitas estar en silencio”, le digo, tartamudeando la voz cuando un dedo áspero se mueve
sobre mi clítoris. “Oh, mierda, eso se sintió bien”
“¿Quieres que te haga correr así?”, pregunta, frotando su dedo contra la cúpula de mi
clítoris como si hubiera estado haciendo este tipo de cosas durante años. “¿O me quieres
dentro de ti cuando te corras?”
“Oh dulce Jesús, ¿eso está sobre la mesa? Quiero la polla”. Alguna vez lo he hecho así.
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Él continúa acariciando mi coño resbaladizo incluso mientras me quita una capa de pieles
tirándolas al suelo. “Entonces debes estar muy callada, Mah-dee”
Taushen está cavando de nuevo. No hay posibilidad de que venga aquí…lo cual es bueno,
porque estoy empezando a respirar tan fuerte que puedo oírlo hacer eco en la cueva que me
rodea, y ni siquiera me importa. Pongo una mano en la pared de la cueva mientras Hassen
arranca otra capa de pieles de mi ropa, y luego me baja los calzones alrededor de mis
rodillas.
Un segundo después, siento que algo duro y caliente me aprieta la espalda. La polla de
Hassen. Yo gimo, yendo hacia atrás porque quiero tocarlo. Pero no me deja. Me agarra de
la mano y la sujeta a la pared, luego me inclina hacia adelante. Pongo las manos sobre la
cueva y abro las piernas lo más que puedo con el manojo de mis calzones a mis pies.
El gran cuerpo de Hassen presiona contra el mío una vez más, y entonces siento su polla
empujar a la entrada de mi núcleo. Gimo por el estímulo, arqueando la espalda y
impulsando mis caderas hacia afuera. Un momento después, él me embiste, tan grande y
tan bien que casi me estalla la cabeza.
O tal vez lo que me está volviendo loco es el espolón que me presiona el trasero. Nunca me
había metido en ese tipo de cosas antes, pero sentirlo allí me pone nerviosa y eso me excita
mucho más. Dios mío, estos hombres alienígenas tienen un equipo muy travieso. Dios
definitivamente debe ser una mujer, porque este es un regalo del cielo si es que alguna vez
hubo uno.
"Más callada", dice Hassen, su cuerpo contra el mío. Es tan grande que se siente como si
me estuviera cubriendo de pies a cabeza mientras me presiona por detrás. "Él va a oír"
Ni siquiera me di cuenta de que estaba haciendo ruido. Estoy demasiado perdida en las
sensaciones. Me retuerzo contra Hassen, una silenciosa demanda de más, y su mano se
desliza por mi frente, acariciando mi pecho antes de volver a mi clítoris y masajearlo.
Oh, Dios, está tratando de matarme, ¿no?
Gimoteo su nombre mientras me pone una mano en la cadera, embistiendo de nuevo. Se
siente como si estuviera siendo perforada dos veces -una vez por su polla y otra por su
espolón- y se siente como una sobrecarga sensorial. Estoy jadeando mientras se detiene a
frotar mi clítoris de nuevo y me muerde suavemente el hombro a través de mi túnica.
Todo en mí explota. Me corro tan rápido y tan duro que es chocante, incluso para mí. Las
ondas de placer se convierten en una avalancha, y cada músculo de mi cuerpo se bloquea
en respuesta. No puedo moverme, no puedo respirar, no puedo hablar, todo lo que puedo
hacer es sentarme aquí y vibrar silenciosamente con éxtasis.
Él sisea mi nombre y luego volvía a bombear en mi interior, y sus dedos descansando sobre
mi clítoris mientras empieza a introducirse en mí por detrás. ¿Y creí que estaba teniendo
un orgasmo antes? Claramente no conocía el significado de la palabra, porque me estoy
corriendo de nuevo, y se siente más difícil y más intenso que antes. Oleada tras oleada de
placer me atraviesa mientras Hassen me folla con golpes rápidos y duros. Estoy perdida en
el orgasmo sin fin, incapaz de formar pensamientos coherentes. Nunca he llegado tan duro
o tan lejos, y no parece que vaya a parar.
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Pero entonces Hassen está gimiendo contra mí, y mueve sus caderas -y me espolea- con un
último golpe fuerte, y mis dedos de los pies se enroscan mientras un nuevo orgasmo
atraviesa mi cuerpo. Me abraza, recobra el aliento y luego se aleja de mí.
Y prácticamente me derrumbo. Es bueno que me aferre a la roca, porque no sé si me quedan
fuerzas. Todo ha sido (felizmente) echado a perder. Me pongo de rodillas y presiono mi
mejilla contra el suelo frío de la cueva, sin importar lo ridículo que parezca. El mundo está
girando y estoy bastante segura de que me va a llevar días bajar de este nivel de endorfina.
Ha merecido la pena.
“¿Mah-dee?” La mano de Hassen toca mi trasero, que se eleva en el aire. “¿Estás bien?”
Creo que tu polla me rompió. “Estoy fabulosa”, digo con voz sin aliento. “Deshuesada pero
fabulosa”.
Me acaricia el culo con la mano. “Esto se va a enfriar. No quiero que se congele, me gusta
ver cómo se mueve cuando te tomo”.
Con cualquier otro tipo, probablemente me sentiría insultada si me dijera que mi gran
trasero se mueve cuando tenemos sexo. Pero la forma en que Hassen lo dice -como una
caricia- me dice que le gusto. “Me moveré en un minuto. Necesito recuperar fuerzas”.
Me da un golpecito en el trasero. “Descansa, y luego saldremos a los senderos de nuevo.
Taushen se ha ido”
Espera, ¿él espera que yo cace después de esto? Además, ¿espera que sea capaz de
caminar? Me pongo de espaldas y lo miro fijamente. “Creo que estás sobreestimando mi
recuperación. Voy a necesitar unos minutos más”
Se ríe entre dientes. “No entiendo muchas de tus palabras, pero te dejaré descansar si
necesitas descansar” Se ajusta los pantalones, los vuelve a atar y se ve muy contento
consigo mismo.
“Sí, así que mientras dejo que mi mitad inferior se recupere, tal vez deberíamos hablar de
lo que acabamos de hacer”
Siempre elegante a pesar de su enorme tamaño, Hassen dobla las piernas por debajo de él
y se sienta en el suelo junto a mí. Él extiende la mano y retiro un poco de mi cabello
sudoroso de la cara, y sólo esa pequeña caricia hace que todo tiemble en respuesta. “¿Qué
quieres decir?”
“Pensé que no querías hacer todo eso del 'sexo casual'”. Y mentalmente me preparo para
otra ronda de proclamaciones de un hombre golpeándose el pecho sobre cómo soy ahora
su mujer.
Pero sólo se encoge de hombros. “He pensado en lo que dijiste”
“¿Oh?”
Él asiente con la cabeza. “Si quieres utilizarme para rascar una picazón, como dices, es
justo que te utilice para rascar la mía”
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Er, vale. Así que eso no es lo que esperaba oír. En lugar de hablar sobre cómo debería ser
suya y cómo deberíamos crear una pequeña cueva feliz juntos, hemos pasado a “utilizarnos”
el uno al otro. ¿Es raro que me sienta un poco herida por eso? No debería, porque es lo que
quería... pero maldición. El tipo se mueve rápido. “¿No vas a pedirme que me case contigo
otra vez?”
Su cara está en blanco. “Como exiliado, no puedo ofrecer nada a una pareja. Ahora me doy
cuenta de eso. Hiciste bien en rechazarme”.
Oh. “Eso no fue por qué...”
“No importa. Si esto es lo que quieres, esto es lo que haremos. Significa placer para los dos.
No veo ningún problema con esto” Me acaricia la mejilla.
Sonrío y no puedo evitar sentir que esto es mucho más fácil de lo que esperaba. ¿Está
cediendo a lo que yo quiero así como así? “¿Qué te hizo cambiar de opinión?”
“Tu cercanía”, dice sin rodeos. “Podía oler tu pelo y sentir tu cuerpo contra el mío y te
deseaba. Así que te tomé”
Tiemblo. “Sí, sí, lo hiciste”
∗∗∗∗∗∗∗
HASSEN
Mah-dee me está sonriendo. Está satisfecha con mi declaración de que no deseo nada más
que aparearme con ella.
Siento como si la estuviera engañando, pero estoy de acuerdo con ello. La verdad es que no
he cambiado de opinión. En mi mente, Mah-dee es mía. Ella es mi compañera. Pero estar
cerca de ella y no poder tocarla es una tortura. No voy a elegir eso. Elegiré otro camino.
Que piense que he renunciado a mi búsqueda de reclamarla como mía. He dormido sobre
mi ira y ahora tengo un plan. No me precipitaré ciegamente hacia adelante. Disfrutaré de
estos días con Mah-dee mientras el clima es agradable y ella aprende a cazar. Y cuando
lleguen las nieves más pesadas, soportaré la temporada brutal como un exiliado, y cazaré
más duro que nunca. Cuando termine, hablaré con Vektal sobre volver a unirme a la tribu
como cazador. Entonces y sólo entonces puedo reclamar a Mah-dee como pareja. Para
entonces, Li-lah estará llevando el kit de Rokan y todos habrán olvidado que yo robé a la
hermana débil y llorona cuando debería haber robado a la feroz.
Hoy ha sido un día de riesgo. No porque Taushen nos haya visto, sino porque Mah-dee pudo
haber decidido que no quería que la tocara de nuevo. El hecho de que ella anhela mi toque
tanto como yo anhelo el suyo me debilita de alivio. Mah-dee comenzó a aparearse conmigo
ayer. No estaba seguro de que me diera la bienvenida hoy.
El hecho de que lo haya hecho significa que puedo mostrarle cuánto la necesito. Planeo
llevar a Mah-dee a muchas excursiones de "caza".
Y la reclamaré cada vez que pueda. Quiero que me necesite tanto como yo a ella.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 7
HASSEN
Cinco días después
Mah-dee arroja su lanza con una fuerza floja. Esta se balancea en el aire y se desliza hacia
la nieve a unos pasos de donde ella está ahora. El árbol que se suponía era contra el que
ella iba se balancea de un lado a otro con el viento fuerte, burlándose de su pobre habilidad
para cazar.
Cruzo los brazos y hago todo lo que puedo por parecer disgustado. “Fue un lanzamiento
terrible. Dijiste que practicabas”.
“Traté de practicar”, me dice con voz gruñona mientras trota hacia adelante para recoger
su lanza. “Es difícil levantarse e irse cuando estás exhausto todo el tiempo. Le di unos
cuantos tiros en la cueva, pero pensé en hacer mi práctica aquí contigo”
“¿Exhausta? ¿Te estoy agotando?” Alcanzo una de sus grandes tetas, acariciándola a través
de las muchas capas de pieles que lleva puestas. “¿Debo detenerme en mis atenciones?”
Se retuerce, riendo, pero el rubor de sus mejillas y el brillo de su mirada me dicen que le
gusta mi tacto. “No es el sexo, aunque, vale, es bastante asombroso y duro por sí solo. Son
las caminatas y la caza. No sé si lo has notado, pero estoy fuera de forma”.
Estudio su figura, frunciendo el ceño ante sus palabras. “Me gusta tu forma. ¿Qué tiene de
malo?”
ella vuelve a reírse. “Sólo por eso, estás consiguiendo totalmente follar de nuevo”
"¿Ahora?" Hago un gesto al ver las colinas abiertas y ondulantes que nos rodean. "¿Aquí en
la nieve?"
"¡Ahora mismo no! Ahora mismo no hay privacidad". Mah-dee me saca la lengua otra vez.
"No te gusta la privacidad", le recuerdo, y me alegro cuando un rubor brillante toca sus
mejillas rosadas. En los días desde nuestro primer apareamiento en la cueva de
almacenamiento, nos hemos apareado tan a menudo como nos ha sido posible. Unas
cuantas veces han ocurrido en las cuevas de almacenamiento, a mediodía, y Mah-dee se
calienta más cuando piensa que nos pueden atrapar.
Cuando ella se calienta, yo también.
Ella trae su lanza hacia mí y luego la sujeta. “Tengo que trabajar en mi agarre, ¿no crees?”
“Si todos tus lanzamientos son como ese? Sí”
“De acuerdo”. Ella envuelve sus dedos alrededor del largo palo de la lanza y me mira. “¿Así?”
Su agarre se mueve hacia arriba y hacia abajo. “¿O debería sujetarlo más fuerte aquí?
¿Quizás darle un pequeño golpe cuando esté lista para lanzar?” Y su mano se mueve de
una manera que no tiene nada que ver con la caza.
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Puedo sentir mi polla endurecerse en respuesta a la visión de sus dedos moviéndose arriba
y abajo del palo. La pequeña sonrisa en su cara me dice que sabe exactamente lo que hace
y cómo responderé. “Te diría que sujetaras el palo con más fuerza, pero no creo que estemos
hablando de cazar”
Parpadea rápidamente. “¿Por qué? ¿Qué quieres decir?”
“¿Te pasa algo en los ojos?”
Mah-dee resopla. “No. Hay algo mal en mi cerebro si estoy tratando de emplear técnicas
humanas para coquetear contigo”
Le sonrío, la agarro por la cintura y la tiro contra mí. "¿Coqueteas conmigo, entonces?"
“¿Ves a alguien más con quien coquetear?” Arroja su lanza a un lado en la nieve y me arroja
sus brazos alrededor de la cintura.
“¿Es porque quieres que te necesite? ¿O porque quieres que entierre mi cara entre tus
piernas y te lama el coño otra vez?” Lo hice justo antes de las clases, pero con mucho gusto
lo haré de nuevo si ella lo desea. El sabor de Mah-dee en mi lengua es mejor que nada.
Ella parece considerarlo, y luego suspira. "Creo que si lo hacemos de nuevo, no vamos a
cazar mucho".
“Mmm” No estoy seguro de que eso me importe. Mi Mah-dee está entusiasmada con muchos
aspectos de la caza…excepto la matanza de animales. Ayer, encontramos un kit de dvisti
cojo solo en las estepas. Era una presa fácil y le sugerí a Mah-dee que la derribara. No pudo
hacerlo. Ella lloró en su lugar, y se tapó los ojos cuando puse mi lanza en la garganta de la
criatura. Mi pareja tiene un corazón blando, pero todavía no entiende que a veces matar es
una misericordia.
Desearía poder protegerla de estas cosas, pero si quiere sobrevivir, debe ser fuerte tanto en
cuerpo como en espíritu.
“Supongo que será mejor que volvamos a cazar, entonces” Ella se acurruca cerca de mí,
presionando su mejilla contra mi pecho. “Necesito mejorar, y hemos pasado más tiempo
practicando otras cosas”
Acaricio su melena amarilla. Quiero decirle que no necesita aprender a cazar si yo soy su
pareja. Que puedo cuidar de ella y mantenernos si ella me acepta... y si el jefe me acepta
de vuelta. Cada noche alrededor de mi pequeño fuego parece que se hace más larga y
solitaria.
Pero por ahora, podemos cazar juntos y aparearnos en las cuevas de los cazadores. Mientras
tenga a Mah-dee a mi lado, aceptaré lo que me ofrezcan y estaré agradecido.
Nos besamos y le devuelvo la lanza que ha tirado. “Vayamos, entonces”
Caminamos, subiendo una de las suaves pendientes que rodean el valle que es el hogar de
la tribu. A Mah-dee le gusta venir aquí, porque podemos ver desde muy lejos. La dejo guiar,
porque es importante que aprenda a encontrar los conjuntos de pista ella sola. Pero cuando
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llegamos al borde de los acantilados, Mah-dee señala puntos en movimiento en la distancia.
“¿Es una manada de Dvisti?”
“Demasiado pequeña”, le dije, caminando por los acantilados unos pasos para ver más de
cerca. Cuento tres manos de manchas y veo dos largos cuadrados detrás de dos de ellas.
Trineos. Lo que significa... "Es la partida de Maylak. Deben haber matado a un sa-kohtsk".
Miro los trineos, curioso al verlos. Normalmente la carne sa-kohtsk tiene un sabor extraño
y amargo y mi gente la deja para los depredadores, tomando sólo los khuis que enroscan
en su corazón. El hecho de que traigan carne sa-kohtsk a casa me dice que hay más
preocupaciones sobre la temporada brutal y si hay suficiente comida para tantas bocas.
Debería tener la alegría en mi corazón de que mis compañeros de tribu están volviendo
sanos y sanos. Les veo caminar, y nadie cojeando o moviéndose lentamente. Uno corre hacia
adelante y luego da vueltas hacia atrás, sus movimientos son casi juguetones. Están
contentos con el resultado de la cacería. Debería estar contento.
Pero no lo estoy. Me decepciona verles, porque eso significa que son muchos los rostros que
regresan a las cuevas. La libertad que Mah-dee ha tenido para ir y venir a su antojo
desaparecerá con el regreso de los demás. No podré colarme en las cuevas de
almacenamiento con ella y aparearme. No podrá salir de las cuevas y verme. Entierro mi
ira y frustración y me vuelvo hacia ella. “Ven. Encontremos un juego de huellas”.
“¿Todo el mundo está volviendo? ¿Deberíamos....deberíamos regresar a la cueva?” Mah-dee
me mira con curiosidad.
Sus palabras son como un cuchillo en el estómago. “¿Deseas volver? Puedo llevarte”
Se muerde el rosado labio. “En realidad prefiero pasar el resto del día contigo, si te parece
bien. Puedo verlos en cualquier momento”.
El calor llena mi pecho. Asiento con la cabeza, porque no confío en mi voz. Que ella elija
quedarse conmigo este día es un regalo. Le tiendo la mano.
Mah-dee avanza y entrelaza sus pequeños y fríos dedos con los míos. “¿Qué significa esto
para ti y para mí?”, pregunta.
Odio tener que decir las palabras. “Hoy será nuestro último viaje de caza. Es como has
dicho. No hay un 'tú y yo'”.
∗∗∗∗∗∗∗
MADDIE
Hay una fiesta esa noche, pero es una fiesta tranquila. Todos están cansados de su viaje,
así que no es la reunión más enérgica, pero todos se reúnen junto al fuego y Maylak pasea
alrededor de su gordo y retorcido bebé Makash, que ahora tiene los ojos resplandecientes y
brillantes. Incluso me lo pasan a mí, y no señalo que es enorme y me parece extraño después
de ver tantos bebés medio humanos de color azul pálido. Makash es de un azul intenso y
sus botones de cuernos son el doble de grandes que los de los otros. Incluso su pequeño
pecho ya tiene el revestimiento duro.
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Maylak revolotea alrededor del grupo, tocando a todos, y parece ansiosa a pesar de su
felicidad. Supongo que le preocupa que alguien se haya lesionado mientras ella no estaba,
pero las personas que se quedaron eran un grupo monótono. Dudo que alguien haya salido
de la cueva aparte de mí o de Taushen, que se quedó a cazar carne fresca para los ancianos
y las preñadas. Josie se sienta a mi lado junto al fuego, pero puedo ser invisible por toda la
atención que me presta. Su pareja ha vuelto y ella se aferra a él como si estuviera a punto
de desaparecer de nuevo. Supongo que sería lindo verlos tan cariñosos si yo no me sintiera
tan confundida.
Hassen no está aquí. Toda la tribu ha venido para estar juntos, comer y ponerse al día.
Diablos, incluso Asha está sentada frente al fuego, a una buena distancia de su pareja, y
está sosteniendo al bebé de Maylak con una mirada de felicidad en su cara. Pero no Hassen.
No se le permite.
Miro a la entrada de la cueva, pero son copos de nieve insustanciales y densos que vuelan
y se derriten sobre las piedras. Justo después de que los otros llegaron a casa, empezó una
tormenta. Supongo que debería preocuparme por Lila, pero está con su pareja y un montón
de gente. Ellos están bien. En cambio, estoy pensando en Hassen. Está solo ahí fuera, y
aunque sabe cómo cuidar de sí mismo, no puedo evitar preocuparme. Todo lo que se
necesita es un tobillo torcido y....sacudo esos pensamientos de mi cabeza, porque no puedo
ir por ese camino. Puede cuidarse solo.
Odio que nadie cuide su espalda ahora mismo.
Es como has dicho. No hay un tú y un yo.
Él tiene razón. No esperaba que me molestara tanto oírlo. Me ha encantado la última
semana, ha sido muy divertida y no me he sentido aburrida ni sola. De hecho, me he
despertado todas las mañanas con ganas de enfrentarme al mundo y ver qué cosas nuevas
podía aprender o descubrir. ¿Es así como se sentía Lila?
Alguien se deja caer en el asiento vacío a mi lado. Es Harrec, uno de los otros jóvenes
cazadores que acaba de regresar con el grupo. Le sonrío débilmente como saludo y vuelvo
al fuego, fingiendo interés en la historia que alguien está contando, cuando todo lo que
realmente quiero hacer es ir a la entrada de la cueva y ver si Hassen nos está esperando
afuera, observándonos. Queriendo estar con nosotros.
Hombre, ese pensamiento es un verdadero fastidio.
“¿Tienes hambre, Mah-dee?” Harrec me ofrece un pincho con varios trozos de carne
demasiado cocidos. “Hice esto para ti”
“¿Gracias?” Lo tomo, aunque ya he comido. Si no, parece una grosería.
Me sonríe, pareciendo amigable. “Disfruta de la carne de buen sabor. Cuando llegue la
nieve, habrá muchas sopas”.
“Me gusta la sopa”, le dije, mordisqueando uno de los trozos.
“¿Tienes suficientes tazones? Si no lo haces, puedo hacerte un poco. No soy tan bueno
tallando como Aehako, pero me encantaría ayudarte”.
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¿Que si tengo suficientes tazones? Es la pregunta más rara que me han hecho. Por alguna
razón, miro al otro lado del fuego y veo a Asha. Ella me sonríe, sus cejas duras subiendo.
Oh, mierda. ¿Se trata de coqueteo? ¿Harrec está coqueteando conmigo? ¿Sobre los tazones?
“Tendré que hacer inventario cuando regrese a mi cueva y te haré saber la situación”
Deliberadamente elijo un montón de jerga humana para desconcertarle. Tal vez esté siendo
una perra, pero sonrío ampliamente como si dijera las cosas más normales del mundo.
Me hace un asentimiento firme, con un aspecto complacido, aunque estoy bastante segura
de que no tiene ni idea de lo que he dicho.
Una taza de té humeante aparece cerca de mi cabeza y me vuelvo hacia atrás, sorprendida.
Es uno de los mayores, Vaza creo. Me ofrece la taza con una sonrisa. “Beber, ¿sí?”
“Oh, uh, gracias” Tomo la taza y ahora mis manos están llenas de comida y bebida. De
repente todo el mundo es muy amable.
Para mi sorpresa, Vaza se coloca sobre la piedra en la que estoy sentada y se interpone
entre Josie y yo, que parece sorprendida por la intrusión. “Si te gusta el té, puedo traerte
más. Es mi mezcla especial”.
“Estoy segura de que es genial” Le echo a Josie una mirada de disculpa mientras se mueve
hacia el regazo de su pareja. Sin embargo, su pareja parece enojado, con los dientes
descubiertos para proteger a su mujer.
Vaza no es consciente, sin embargo. “Hay una cierta hoja que crece cerca del agua que hace
el mejor té”
“No me digas”, murmuro.
Harrec gesticula ante la comida. “¿Está buena? ¿Quieres más?”
“Genial”, le digo, y le doy otro mordisco. Asha sólo sonríe al otro lado del fuego, disfrutando
claramente de mi incomodidad.
No por primera vez esta noche, me siento bastante triste de que los otros hayan vuelto.
Preferiría pasar mi tiempo con Hassen.
∗∗∗∗∗∗∗
A LA MAÑANA SIGUIENTE, me visto con mis dobles capas de pieles para salir a cazar, pero
me doy cuenta diez minutos después de que eso no va a suceder. No puedo alejarme de la
tribu. Específicamente, de los hombres de la tribu. En el momento en que dejo mi cueva,
Taushen está allí, preguntando si necesito más cuero para hacer ropa de abrigo para la
temporada brutal. Cuando voy al fuego a desayunar, Vaza está allí con más té. Entonces
Harrec pasa a preguntar si quiero ayudarlo a reparar sus redes. Me las arreglo para
atragantarme con algunos bocados rápidos de un pastel de no patatas antes de murmurar
excusas y de dirigirme hacia la entrada de la cueva. Si no hay nadie cerca, podría salir y
saludar a Hassen. Estoy segura de que está esperando cerca.
Pero en la entrada, Maylak está allí, y Asha, que sostiene a la pequeña de Maylak mientras
ésta amamanta a su recién nacido. Ambas están de pie y hablando con Rukh y Harlow, y
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la sanadora tiene una expresión de preocupación en su cara. Todos parecen estar teniendo
una conversación intensa, así que tal vez pueda escabullirme.
“¡Maddie! Oh bien, otra humana. Necesito tu ayuda” Harlow me saluda con la mano y el
pequeño grupo me mira fijamente.
Mierda. No tengo más remedio que ir, poniendo una sonrisa en mi cara. “Hola. ¿Qué pasa?”
“Estoy tratando de explicarle a Maylak que es muy importante que yo vaya a la nave, la
Cueva de los Ancianos. Quiero visitarla una vez más antes de que llegue la temporada
brutal”. Ella ajusta al bebé en sus brazos y mira a su pareja, que tiene una gran mochila
en la espalda. Parece que están listos para salir por la puerta. “Se trata del ordenador”
“¿Oh?” No veo qué tengo que ver en esto.
“Sí, la última vez me di cuenta de que las cosas no cuadran cuando hago preguntas sobre
el ordenador, y cuanto más me siento y pienso en ello, más me preocupa que haya algo
malo en ello” Mira a su pareja y luego vuelve a mí. “Me preocupa que los datos estén
corruptos y trato de explicárselo a ellos, y nadie los capta”
“Yo tampoco soy un genio de la informática, pero me encontré con ese problema antes en
mi portátil. ¿Crees que tiene un virus?” ¿Cómo se ha infectado con un virus si se ha
estrellado aquí?
“No sé si es un virus, pero... las cosas no tienen sentido. Es un ordenador, así que se supone
que sólo transmite hechos, pero sigo encontrando discrepancias. Como....vale. Sabes
cuánto tiempo llevan aquí los sa-khui, ¿verdad?”
“Doscientos años, ¿verdad?” Creo recordar que alguien me habló de eso.
“Doscientos ochenta y nueve años”. Ella balancea a su bebé en su cadera. “Eso es lo que
dice cada vez que lo preguntas. Pero cuando hablo con la tribu, no tiene sentido. Maylak
dice que el mayor de la tribu es Vadren”
La sanadora inclina la cabeza. “Ha visto ciento sesenta y dos temporadas brutales”
“Guau, eso es bastante raro”
“Se vuelve más raro. Estaba pensando en eso, ¿verdad? Así que fui a hablar con Vadren, y
me dijo que su padre vivió ciento cincuenta temporadas. Y el padre de él antes que él era
más o menos el mismo”.
“No soy matemática, pero eso no cuadre”
“¡Bien! Y dice que nadie ha tenido tecnología desde que él se acuerda. Aprendió a cazar con
lanza, y su padre aprendió a cazar con lanza de su propio padre. Si su padre fuera un niño
en el momento del accidente, ¿no recordaría algo?”
Me encogí de hombros. “¿Supongo? ¿Quizás fueran del tipo ‘fuera de la red’ y decidieron
volver a la naturaleza cuando aterrizaron aquí permanentemente?”
“Me preguntaba sobre eso, pero luego seguí pensando en ello, y me perturba” Hay angustia
en su cara pecosa. Su bebé agarra un puñado de su cabello naranja y tira, y Harlow
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distraídamente tira de su mano. “Sé que he tenido algunas instancias en las que obtenía
un esquema del ordenador y faltaban partes o parecían incorrectas, y pensé que era culpa
mía. Pero ahora me pregunto si hay corrupción en el sistema en alguna parte. Y estoy
preocupada porque no sé si es seguro utilizarlo para las capacidades lingüísticas.¿Y si le
hace un rayo láser al cerebro de alguien y lo fríe cuando se supone que le está enseñando
el lenguaje de señas?”.
Cielos. “Sí, eso no suena bien”
“Así que, ¿podrías comprobarlo? ¿O crees que sólo soy yo buscando cosas que hacer?" Le
echa una mirada de preocupación a su pareja.
"No, creo que si quieres ir a ver, no puede hacer daño, ¿verdad?" Además, soy egoísta. Sólo
la mitad de la tribu tiene el lenguaje de señas hasta ahora, y quiero que mi hermana pueda
comunicarse con todos. Ha trabajado muy duro para enseñarle al ordenador sus "lenguaje
de las manos", como dicen los demás, y no quiero que se vea obstaculizada por la
incapacidad de comunicarse. Pero tampoco quiero que los cerebros de alguien se conviertan
en caca sólo porque están tratando de aprender a hablar con mi hermana.
“Me preguntaba sobre eso, pero luego seguí pensando en ello, y me perturba” Hay angustia
en su cara pecosa. Su bebé agarra un puñado de su cabello naranja y tira, y Harlow
distraídamente tira de su mano. “Sé que he tenido algunas instancias en las que obtenía
un esquema del ordenador y faltaban partes o parecían incorrectas, y pensé que era culpa
mía. Pero ahora me pregunto si hay corrupción en el sistema en alguna parte. Y estoy
preocupada porque no sé si es seguro utilizarlo para las capacidades lingüísticas. ¿Y si le
hace un rayo láser al cerebro de alguien y lo fríe cuando se supone que le está enseñando
el lenguaje de señas?”.
Cielos. “Sí, eso no suena bien”
“Así que, ¿tú lo comprobarías? ¿O crees que sólo se está tratando de que estoy buscando
cosas que hacer?” Le echa una mirada de preocupación a su pareja.
“No, creo que si quieres ir a ver, no puede hacer daño, ¿verdad?” Además, soy egoísta. Sólo
la mitad de la tribu tiene el lenguaje de señas hasta ahora, y quiero que mi hermana pueda
comunicarse con todos. Ha trabajado muy duro para enseñarle al ordenador sus ‘lenguaje
de las manos’, como dicen los demás, y no quiero que se vea obstaculizada por la
incapacidad de comunicarse. Pero tampoco quiero que los cerebros de alguien se conviertan
en caca sólo porque están tratando de aprender a hablar con mi hermana.
“Estoy preocupada”, dice Maylak en su voz baja y amable. “Siento que deberías quedarte
aquí, con la tribu”
Ante esto, Rukh frunce el ceño. “Vigilaré a mi compañera. La protejo”
“No es eso”, continúa Maylak. “Es... sólo me preocupo. Siento...” Ella suspira. “Tal vez sólo
se trate una sanadora preocupada por nada”
“Hacemos este viaje todo el tiempo. Estaremos bien”, le asegura Harlow.
Maylak asiente con la cabeza, pero no parece convencida. “Sólo ten cuidado”.
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Harlow sonríe en mi dirección y luego mira a Asha. “¿Alguna de vosotras querría venir con
nosotros?”
“Oh, estoy, umm, ocupada” Sonrío alegremente y espero que no hagan demasiadas
preguntas al respecto. “Tengo mucho en mi plato”
“¿Reuniendo a todos los machos no apareados?” Asha dice con voz burlona.
Le frunzo el ceño. “¿Esperando a que vuelva mi hermana?”
Simplemente sonríe, sin que le moleste mi irritabilidad.
Maylak, Rukh y Harlow comienzan a hablar de nuevo, y yo me vuelvo hacia atrás, tratando
de librarme de la conversación. Miro fuera de la cueva, esperando ver una figura familiar
en el horizonte, pero está vacía.
“¿Buscando a alguien?” La voz de Asha es divertida cuando viene a pararse a mi lado. En
sus brazos, la niña se chupa el pulgar y me mira con ojos grandes y brillantes. La sonrisa
de Asha regresa “¿Un cazador en particular, quizás?”
“Cállate” Escaneo el exterior de nuevo. “No le has visto hoy, ¿verdad?”
“No lo he hecho. Tal vez le molesten todos los machos que atraes, ya que no quieres llevarlo
a tus pieles para siempre”.
La frunzo el ceño. “¿Qué quieres decir?”
“¿Quieres un poco de té, Mah-dee?”, se burla. “¿Quizás un poco de cuero para más ropa?”
Oh. Eso. “¡No les estoy animando! No sé qué ha cambiado para que de repente empiecen a
prestarme atención”.
“Es porque ahora sonríes. Antes fruncías el ceño a todo el mundo y tirabas cosas. Ahora
sonríes, y ahora se fijan en ti”. Su mirada se vuelve astuta. “No se dan cuenta de la razón
por la que sonríes, me imagino”
Siento que se me calientan las mejillas. Sí, ahora sé por qué estoy sonriendo. Es porque
estoy teniendo sexo. En realidad, es más que eso. Es la compañía de Hassen. Es que he
encontrado a alguien que realmente me entiende a mí y a mi situación. No me siento tan
abandonada. Siento que ahora tengo un compinche. “Bueno, quiero que me dejen en paz.
¿Cómo hago eso?”
“Resuena”, dice con voz seca.
"¿No es que seas de gran ayuda?"
“No”
“Era sarcasmo”.
Se encoge de hombros y abraza a la niña en sus brazos. “Entonces toma un compañero de
placer”
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Argh. Esta gente es tan frustrante. Estoy a punto de quejarme de lo irritante que es
encontrar toda esta atención cuando veo una figura oscura aparecer en la nieve a lo lejos.
Mi corazón se acelera y siento un revoloteo excitado en mi vientre. Hassen. Me está
esperando.
Pero entonces aparece una segunda figura, y mi aleteo excitado muere. Oh. No es Hassen.
Deben ser Lila y su grupo regresando. Estoy emocionada de volver a ver a mi hermana, pero
al mismo tiempo, siento un poco de miedo. Mientras ella no ha estado, me he estado
acostando con el tipo que la secuestró.
Va a ser un infierno intentar explicarlo.
Me preocupa que debería sentirme culpable. Lo que Hassen hizo estuvo mal, pero ahora
que le conozco mejor, no le odio. No estoy contenta con sus acciones en el pasado, pero
también me he comportado como una idiota. Yo era una especie de imbécil cuando nos
despertamos, y he seguido siendo una imbécil hasta hace poco. Mierda, Marlene no saldrá
de su cueva cuando yo esté cerca, y Stacy todavía se encoge como si fuera a tirarle algo otra
vez. Me enfado con sus reacciones hacia mí, especialmente ahora que los chicos están
actuando como si de la noche a la mañana me hubiera convertido en una mierda caliente.
No debería ser juzgada por cómo actué cuando estaba estresada y asustada... y me pregunto
si he estado juzgando a Hassen todo el tiempo.
Después de todo, una de las razones por las que le mantengo a distancia cuando se trata
de nuestra relación es por mi hermana. Porque no quiero que Lila se decepcione conmigo.
Estoy confundida y no estoy seguro de cómo manejar las cosas.
Espero en la entrada, abrazando mi capa cerca de mi cuerpo mientras la partida se acerca.
Algunos otros salen de la cueva y se van a saludar, pero yo me quedo atrás. Odio sentir que
ya no sé cómo estar con mi propia hermana. Miro cómo se la ve, su pelo recogido en una
trenza, su cara enrojecida por el frío. Está sonriendo ampliamente y lleva una gran mochila
a la espalda, y hace gestos con las manos mientras explora a la gente que emerge, buscando
a alguien. Buscándome a mí.
Y luego me siento como una imbécil, porque es mi hermanita. Yo la amo. Me adelanto y
levanto la mano para que me vea, y la cara de Lila se ilumina con placer. Siento que mi
ansiedad disminuye y salgo a la nieve para saludarla.
Ahí estás, gesticula mientras se acerca. ¡Me preguntaba si te estabas escondiendo!
Llego al lado de Lila y la abrazo de cerca, ignorando a Rokan. La aprieto con fuerza y se ve
bien. Huele a sudor y a pieles, pero se ve muy bien. Me echo para atrás y le sonrío, luego
gesticulo, no quería agobiarte.
Se te permite. Me coge la mano y la aprieta, y luego me dice por signos: Te ves muy bien,
por cierto. ¿Cómo está todo?
Estoy bien. Te he echado de menos. Me doy cuenta de que es verdad. Me he mantenido
ocupada con la caza, y con Hassen, pero ahora que mi hermana ha vuelto, parece que una
pieza perdida ha vuelto a su sitio. Por todo lo que estamos luchando para encontrar nuestro
camino en este planeta, ella sigue siendo mi mejor amiga y mi familia. La necesito.
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Pero te ves bien, me dice ella, y coge las correas de su mochila, mirando a su pareja. Estoy
exhausta.
Oh mierda. Soy una gilipollas. Lleva días caminando y tiene una bolsa llena de fruta, que
no puede ser ligera. Me apresuro, y digo por señas: Déjame ayudar.
Tanto Rokan como yo le quitamos el paquete de la espalda a Lila, y mi hermana se estira,
luego se pone una mano en la espalda y hace una mueca. Necesito hacer más ejercicio.
Por alguna razón, esto me parece gracioso. ¿Hacer ejercicio? ¿En un planeta de hielo? Lila
ya es una varita. Tonta, le digo, y le pongo un brazo alrededor de la cintura, lista para
ayudarla a entrar en la cueva.
Rokan coge su mochila por los hombros y toca el brazo de Lila, una pregunta en sus ojos.
Ella lo tranquiliza con una rápida señal de mano y una sonrisa, y se apoya en mí.
“Llevaré los paquetes”, dice Rokan y gesticula. “¿Llevas a Li-lah junto al fuego para que
pueda descansar?”
“Lo haré”, le digo. Ni siquiera estoy resentida con él en este momento. Ambos queremos lo
mejor para mi hermana.
A estas alturas, la gente está saliendo de la cueva, y hay voces excitadas y sonoras en todas
las direcciones. Se están distribuyendo bolsas, y las humanas se están desperdigando,
bebés en brazos, porque no pueden esperar a ver qué tipo de fruta se ha traído. Atravieso
la multitud con Lila y me dirijo a la hoguera. Por primera vez en la historia, no hay nadie
sentado a su alrededor. Estoy bastante segura de que están todos amontonados en la
entrada. Estaciono a Lila frente a la hoguera, en el mejor asiento, y la ayudo a quitarse la
capa superior de sus vestiduras. Están un poco húmedas, y las esparcí en uno de los postes
instalados cerca para tal fin. No hay té burbujeando sobre el fuego, así que tomé un trípode
y colgué una bolsa sobre él, le dije a mi hermana que volvería, y lo llené en uno de los
múltiples manantiales que burbujean a través de la cueva. Hay una cesta de especias y té
cerca de la chimenea -la de Stacy, probablemente- y yo la busco antes de encontrar el té y
prepararlo. En realidad, estoy muy orgullosa de mí misma de haber sabido hacer todo eso
sólo con ver a los demás; ahora sólo espero no estar cocinando a mi hermana un té hecho
con especias de carne.
Me siento al lado de Lila y le pregunto por señas de nuevo. ¿Tienes hambre? ¿Quieres algo
de comer?
Sólo cansada, me dice. Estaba bien hasta que vimos la cueva tribal, y luego perdí toda mi
energía. Su sonrisa está cansada. Estoy contenta de estar en casa. Deberías estar contenta
de no haber ido. Fue un viaje divertido pero difícil. Estoy hecha polvo.
¿Conseguiste mucha fruta? ¿Estaba tu amigo tuerto allí?
Conseguimos mucha fruta, pero también comimos mucha y sólo cosechamos semillas y
esquejes de las plantas. No podíamos traérnoslo todo. Hay tanto, es increíble. Trajimos todo
lo que pudimos cargar, pero también enterramos a algunos en un escondite. ¡Teníamos mucho
trabajo!
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Suena como eso.
Y no, no había señales de mi amigo. Sólo estábamos nosotros allí. Se frota el estómago. Me
gustaba la fruta, pero me gustaría no comer más durante un tiempo. ¡Nunca pensé que lo
diría, pero preferiría carne cruda ahora mismo!
Me río porque no es algo que espere escuchar tampoco. ¿Te estás convirtiendo en una nativa
entonces? ¿Comiendo crudo? Sé que así es como los sa-khui prefieren su carne, y algunas
de las humanas más atrevidas la han aceptado, pero yo no. Me gusta mi filete bien hecho
y no recién sacado de las tripas de algo.
Una mirada tímida cruza la cara de mi hermana. No es que me guste el pensamiento, pero
he estado teniendo antojos durante los últimos días.... Ella se detiene y junta sus manos, y
veo que sus ojos están brillando con lágrimas.
“Dios mío”, jadeo ruidosamente, y luego me doy cuenta de lo que he hecho. Pero ella me
entiende, y se ríe y asiente con la cabeza. Lila está embarazada. Yo grito con emoción y
agarro sus manos en las mías. Ella reluce ante mí, y en ese momento, estoy muy
emocionada por la felicidad de mi hermana. Me encanta que mi tímida y asustadiza
hermana esté floreciendo aquí en esta pista de esquí de un planeta. También me hace llorar.
Mi hermana va a tener una familia y un bebé, como todas las demás. Estoy tan feliz por
ella, y sin embargo.... todavía siento el aguijón de perderla. Y me siento sola de nuevo.
Lo que me hace pensar en Hassen.
Lo que me hace pensar que debería decirle a mi hermana que estoy coqueteando con
Hassen.
Vale, durmiendo con Hassen.
No es que alguien esté durmiendo mucho.
Veo la cara feliz de Lila. Se seca las lágrimas, radiante. Sabíamos que ocurriría debido a la
resonancia, pero aun así, pensar en ello y que realmente ocurra son dos cosas diferentes.
¿Puedes sentirlo? ¿Ya? Toco mi pecho, pensando en el parásito que hay dentro de mí: el
khui. No puedo sentirlo, nunca, aunque he notado que las parejas se ronronean cuando
resuenan. ¿Es por el khui?
Ella niega con la cabeza. Es más bien.... lo que no sientes. El color de sus mejillas. La
resonancia se ralentiza. Además, Rokan lo sabe.
¿Cree que lo sabe porque es un hombre?
No, quiero decir que él lo sabe. Se da golpecitos en la sien. En su sentido de 'saber'.
Oh, cierto. Sigo olvidando que Rokan es un psíquico menor de algún tipo. El piojo de Maylak
la convierte en una sanadora, el de Rokan le da un sexto sentido, y ¿el mío? Bueno, el mío
está ahí como un bulto. Lo que probablemente sea algo bueno. No es que esté celosa de
todos los bebés, pero se siente raro y aislante tener el único khui inerte de toda la tribu.
Quiero decir, maldita sea. Seguramente tengo algo que vale la pena pasar a la próxima
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generación. A veces siento que necesito sentarme en el rincón de los niños malos con
Hassen.
Yyyyyy, sí, realmente necesito contarle a mi hermana sobre Hassen.
Me trago el nudo de la preocupación que se forma en mi garganta y le hago señas. Me alegro
de que hayas vuelto. Tenemos que hablar.
¿Está todo bien?
Lamento haber dicho nada. De inmediato. El cansancio en la cara de Lila parece
multiplicarse por diez, y ahora parece estresada. ¿La estoy estresando? Yo sofoco el destello
de irritación que siento. ¿La estoy estresando? La he cuidado desde que nuestros padres
murieron. Soy quién tuvo que coger las riendas. Fui yo quien tuvo que ahogar mis miedos
y ser la más fuerte. Ambas estamos en un nuevo territorio emocional y necesito aprender a
ser paciente, que no es uno de mis puntos fuertes. Pero como ya me he adelantado, más
vale que siga adelante. No viste a Hassen cuando volvías, ¿verdad?
No, y me alegro. Todavía no me siento cómoda con él. Su expresión se endurece un poco.
Sus palabras se sienten como un ladrillo en mis tripas. Contarle esto era un error. Es
demasiado pronto. Ella no lo entenderá. Diablos, ni siquiera estoy segura de entenderlo yo
misma.
¿Por qué? ¿Qué pasa? Lila parece preocupada. ¿Te ha estado molestando? Se supone que
debe estar exiliado como castigo.
No me está molestando, le respondo con signos. Es sólo que.... hago una pausa, y luego
continúo. Nos hemos hecho amigos.
Sus ojos se abren de par en par con alarma. Maddie, no. No seas su amiga.
Está bien, Lila. Hablamos de por qué te secuestró. Lo siente mucho, y no es que estuviera
enamorado de ti. Sólo quería una pareja.
¡Y por eso quiere ser tu amigo ahora mismo! ¡Te está utilizando porque estás disponible!
No es eso, le digo, y luego bajé las manos. No lo es, ¿verdad? Yo le busqué, no al revés.
Incluso cuando me digo a mí misma que está equivocada, me preocupo. Hassen estaba tan
desesperado por una compañera que intentó robar una. Y entonces llegué yo, lanzándome
hacia él. Tal vez no se trata de que él y yo nos unamos y seamos amigos, así como follaamigos. Tal vez se trata de él tratando de conseguir otra pareja.
Pienso en el hecho de que me propuso matrimonio después de que nos acostáramos y decidí
no compartirlo con mi hermana. En realidad, decido que no voy a compartir mucho con mi
hermana. La mirada de horror que me está dando me dice mucho. Sólo somos amigos,
gesticulo. No te asustes.
Tienes que alejarte de él, hermanita. Viví con él durante semanas. Sé cómo es él. Él es
impaciente y autoritario y....Ella mueve las manos en el aire, claramente sin palabras. ¡No
es un buen hombre! ¡No quiero que se aproveche de ti!
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Oh, eso es tan adorable. Considerando que me aproveché de Hassen en el momento en que
decidió salir conmigo, mi hermana está equivocada en el nombre del depredador. En serio,
sólo somos amigos. Sólo quería que lo supieras, ¿vale? Así no habría sorpresas.
Voy a hablar con Vektal y le diré que anda por ahí molestándote, gesticula Lila enojada. Eso
no está bien.
No te atrevas, le respondo con la misma rapidez, y sus ojos se abren de par en par ante mis
vehementes gestos. ¡No digas una palabra!
¿Qué está pasando?
Nada. ¿De acuerdo? ¡Sólo somos amigos!
No resonaste, ¿verdad?
¡Joder, no! Sólo me siento mal por el tipo, ¿de acuerdo?
¿Cómo puedes sentirte mal por él? ¡Él me secuestró! ¡Intentó obligarme a ser su esposa!
Sí, y lo perdió todo. El cielo no permita que un hombre quiera enamorarse y cuidar de una
chica. Me detengo incluso cuando lo pienso. ¿Estoy teniendo el síndrome de Estocolmo en
nombre de mi hermana? Diablos, ¿eso es posible?
Estoy muy confundida. Me pongo de pie. Creo que necesito algo de tiempo para mí.
Pero sólo acabo regresando, gesticula Lila, con dolor en los ojos.
Le doy un abrazo rápido de oso. Lo sé, y soy una hermana horrible. Lo siento mucho.
Hablaremos más tarde, ¿de acuerdo?
Ella asiente, desconcertada, y parpadea sus grandes ojos hacia mí de esa manera herida.
Me siento como una imbécil. Estoy abandonando a mi hermana justo cuando regresaba de
su viaje para poder ir a hablar con Hassen y tratar de entender por qué me siento tan
confundida. Debería quedarme con ella. No ha estado aquí durante días.
No has estado con ella en días porque no te invitaron, dice una sediciosa vocecita en mi
cabeza. Al menos Hassen quiere pasar tiempo contigo.
Eso lo decide todo. Tengo que irme, le gesticulo y le doy una palmadita en el hombro. Me
levanto de un salto y me voy, juntando mis pieles cerca de mi cuerpo. Hay una envoltura
extra en la entrada en una rejilla de secado, y yo la agarro y la envuelvo alrededor de mis
hombros. Todos en la entrada están ocupados charlando y exclamando sobre lo que hay en
las bolsas. Nadie se fijará en mí si me escabullo, espero.
Me muevo a lo largo de las paredes del acantilado, haciendo una mueca de dolor a cada
paso, esperando que alguien me grite para que regrese, para preguntarme a dónde voy. Pero
nadie lo sabe. Están demasiado preocupados con todas las cosas que Lila y su equipo han
traído de vuelta. Me escabullo, mis pasos se apresuran a pesar de la nieve en las
pantorrillas, y me agacho sobre una colina. Después de eso, estoy libre. Nadie va a
perseguirme ahora.
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Es hora de encontrar a Hassen y obtener algunas respuestas. O para desahogarme sobre
lo confundida que me siento con mi hermana. Y sobre él.
En realidad, estoy bastante confundida con todo. No sé si él es la persona a la que debería
ir a desahogarme, pero ahora mismo siento que es el único que realmente entenderá cómo
me siento.
Hay un bosquecillo de árboles en la próxima cresta donde normalmente nos encontramos.
Iré allí y veré si está cerca. No tengo un arma conmigo, pero no está lejos y puedo esperarle.
Seguro que vendrá en algún momento.
Eso espero.
Algo se siente que presiona mi cara, y me golpeo la mejilla. Es hielo. Estoy llorando, y mis
lágrimas se están congelando en mi cara. Mierda. ¿Por qué estoy llorando? ¿Es porque
siento que mi hermana está más distante que nunca? ¿Que estoy celosa de ella y de su
felicidad y del hecho de que todo el mundo la quiere mientras yo soy la leprosa del pueblo?
¿Es que de repente soy yo la que necesita que la cuiden y eso me molesta? ¿Es porque odia
a Hassen y siento que tengo que elegir entre su felicidad y la mía?
¿Cómo es que todo esto se ha vuelto tan complicado? Presiono mis dedos contra mi mejilla,
calentando las lágrimas hasta que se disuelven.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 8
MADDIE
Espero en los árboles durante lo que parece una eternidad. Probablemente sólo sea media
hora, pero se siente como un por siempre. No hay nada alrededor excepto nieve y más nieve.
No hay animales, no hay mucha vegetación, y ciertamente no hay Hassen. El viento me roza
la ropa y la piel expuesta, y me siento muy sola, pequeña y vulnerable.
Y perdida. Últimamente me he sentido muy, muy perdida, y eso lo odio. Estoy cansada de
sentirme así. Estoy cansada de sentir que todo el mundo está bien menos yo. Incluso ahora
mismo, estoy aquí en la naturaleza con un abrigo húmedo que no me mantiene muy
caliente, sin raquetas de nieve y sin armas. Si eso no es una idiotez, no sé qué lo es.
Mi frustración aumenta por minutos, y estoy a punto de saltar y volver a la cueva cuando
aparece una figura en la distancia. Veo grandes hombros, cuernos y mucha piel azul
expuesta, lo que significa que es uno de los sa-khui. Cuando empieza a correr hacia mí a
una velocidad vertiginosa, creo que es Hassen.
Y la estúpida de mí empieza a llorar de nuevo. Toda la frustración parece estar saliendo de
mí con lágrimas de niña y debilucha. Odio eso. No soy una llorona. Eso no es lo que soy.
Soy fuerte, maldita sea. Soy capaz. Yo no soy...
No como Lila. Y Lila está feliz.
Y eso me hace llorar aún más.
“¡Mah-dee!” Hassen corre a mi lado, me pasa las manos por encima de los brazos y luego
me toca la cara. “Tienes frío. ¿Por qué estás aquí afuera? ¿Quién está contigo? ¿Dónde está
tu lanza?”
“Estoy aquí sola”, digo, borrando las lágrimas que se me congelan en la cara. “Necesitaba
hablar contigo”
“¿Sin arma? ¡Mah-dee, debes pensar antes de salir de la cueva! No es seguro...”
“Lo sé”, grito, golpeando sus manos mientras trata de ahuecar mis mejillas. “¿De acuerdo?
¡Lo sé! Lo entiendo. Soy pésima para cuidar de mí misma. Eso no es exactamente un titular”.
Me quito más lágrimas que parecen no tener fin.
Me frunce el ceño y me pone un dedo bajo la barbilla, inclinando la cabeza hacia arriba.
“¿Por qué lloras? ¿Qué es lo que está mal?”
“Oh, ¿quieres decir aparte de todo? ¿Todo está mal?”
“¿Por qué está todo mal? Debes decírmelo”. Me frota un nudillo en la mandíbula. “No me
gusta verte llorar”
“Sí, bueno, a mí tampoco me gusta llorar”
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Hassen tira de mis coberturas más cerca de mi cuerpo, y luego su aliento sisea. “Mah-dee,
esto está mojado...”
“¡Sí, lo sé! Soy una mierda en cuestiones de supervivencia. ¡Lo sé! Yo sólo…tuve que escapar
antes de que los chicos me vieran de nuevo”
Me agarra y me arrastra a sus brazos, no de la manera romántica en que los héroes llevan
heroínas desmayadas, sino como una madre lleva a su hijo. “Te llevaré a la cueva de
cazadores más cercana y te traeremos algo abrigado para que te pongas, y luego
hablaremos”
“De acuerdo”, digo con voz llorosa y esnifando por la nariz. Pongo mis brazos alrededor de
su cuello y entierro mi cara allí, salvo que cuando lo hago, me golpeo la frente contra uno
de sus cuernos que se doblan hacia abajo. Típico. Incluso Hassen está tratando de
matarme.
Estamos en silencio mientras se mueve a través de la nieve, dirigiéndose infaliblemente a
una cueva en particular que tendemos a visitar mucho. La caminata parece que nos lleva
una eternidad, y para cuando llegamos a la cueva, estoy temblando de frío, las pieles en las
que estoy envuelto se sienten empapadas, y me siento toda miserable. Se mete en la cueva,
haciendo a un lado el biombo sobre la entrada, y luego me deja suavemente en el suelo. Me
frota los brazos y las piernas con sus manos grandes y calientes, quitándome las pieles
mojadas. La expresión de su cara está llena de ira, así que no le doy las gracias. No creo
que lo aprecie. Agarra una de las pieles envueltas, corta los lazos con su cuchillo y luego
me la arroja.
Sé que estoy en la caseta del perro cuando se traslada a la hoguera y empieza a hacer fuego.
Si tengo suficiente frío como para justificar un fuego y luego tenemos que reabastecer los
suministros para hacer fuego, voy a tener que recibir una bronca de él.
“Lo siento”, comienzo, pero me lanza una mirada irritada que me hace callar de nuevo. Vale,
si no está de buen humor, me sentaré aquí y me pondré a temblar. Me aferro más a las
mantas y siento pena de mí misma por toda la situación.
Pasan unos minutos antes de que el fuego se prenda, pero finalmente hay una pequeña
llama encendida y Hassen me levanta y me deja caer al lado del fuego como si fuera una
niña. Ajusta las pieles que me rodean, mete mis pies debajo de ellas, y luego descansa sobre
sus caderas, deteniéndose para mirarme fijamente. “¿Por qué estás en pieles mojadas?
Explícate”
“Te lo dije” Me muevo en el suelo, un poco incómoda ante su enfadado escrutinio. “Tuve
que escabullirme cuando nadie prestaba atención”
“¿Han vuelto los otros? Me pareció ver sus huellas”. Su expresión se oscurece. “¿Están
siendo crueles contigo?”
“Sólo si cuentas el tratar de asfixiarme con regalos y atención despiadada, supongo” Muevo
los dedos desnudos de mis pies y los clavo en la parte inferior peluda de las mantas, porque,
de acuerdo, se siente mucho mejor que mis botas mojadas por la nieve.
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“¿Regalos? ¿Atención?” Cuando le miro, su boca está fruncida. “¿Quién te está dando
regalos? ¿Bek?”
“Él no” Niego con la cabeza. “Vaza me dio un poco de té, y cada vez que me doy la vuelta,
Harrec trata de alimentarme, y Taushen trata de ser mi nuevo mejor amigo. Quiero decir...”
Gruñe.
Estoy tan sorprendida por el sonido que dejo de hablar. Realmente ha gruñido. Como un
perro rabioso... o un oso. “¿Estás bien?”
“Bien”, me gruñe. “¿Alguien más?”
“¿Alguien más qué?”
“¿Alguien más te corteja?”
“Mierda, espero que no”. Ese pensamiento me hace sentir desgraciada. “Apenas puedo
escabullirme”
“No más escabullirse”, me dice, acercando las pieles. “Está claro que no puedes cuidar de
ti misma”
Por alguna razón, eso realmente duele. Estalló en nuevas lágrimas. “Idiota. Ahora suenas
como Lila”.
Él inhala y toma una de mis manos frías y la agarra en la suya, frotándola para calentarla.
“Tu hermana ha aprendido a tender una trampa y a encender una hoguera. Eso es todo.
No dejes que sus palabras te destruyan”
En realidad, mi hermana nunca dijo esas cosas. Lila es demasiado dulce y amable. Ella
nunca me haría daño voluntariamente. Y ahora me siento peor porque estoy haciendo que
Hassen piense mal de ella. “Ella es mi hermana. Ella sólo está tratando de cuidarme porque
quiere que sea feliz”, suspiro. “Y no soy feliz porque no encajo”
Aunque no señalo que he sido feliz en la semana que ella se ha ido, porque me hace sentir
peor. No quiero pensar que no puedo ser feliz con ella. Necesito a mi hermana en mi vida.
Yo la amo. Ya no estoy segura de que estemos en la misma onda.
Cuando nos estrellamos aquí por primera vez, no me asusté mucho, porque tenía a Lila.
Tenía que ser fuerte por ella. Ahora Lila no me necesita, y el sentimiento abrumador de
perderlo todo está empezando a afectar mi mente. Ahora que ha vuelto, siento que también
estoy perdiendo a Hassen. Le miro fijamente, sufriendo. Esta podría ser la última
oportunidad que tenga por un tiempo de estar a solas con él.
No puedo perder ni un minuto.
Me lanzo hacia adelante, agarrándome a su chaleco. “Tengamos sexo”.
"¿Qué?" Me mira fijamente, incrédulo.
“Ahora mismo. Te quiero a ti” Le empujo hacia atrás, montando a horcajadas sobre sus
caderas. Le meto la mano por el pecho, la desesperación se mezcla con la lujuria. Me olvido
de tener frío, de ser desgraciada, de mi hermana. Todo lo que quiero es este momento con
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él. Lo quiero dentro de mí, penetrándome profundamente, y haciéndome pensar sólo en él
y en el placer.
Hassen duda por un breve momento, y luego me agarra por las caderas, dándonos la vuelta.
Él reclama mi boca en un beso hambriento, su lengua un tornillo abrasador cuando se mete
en mi boca. Me aferro a él, gimiendo mientras sus manos rasgan mis calzones. Yo también
le arranco los suyos, porque necesito su piel contra la mía. Necesito su cuerpo.
Le necesito a él.
Sus dedos empujan entre mis muslos, y cuando me encuentra seca, comienza a frotar un
camino resbaladizo y lento hacia arriba y hacia abajo a través de mis pliegues. Oh, Dios, sí.
Es increíble cómo sabe justo lo que necesito. Le pongo un brazo alrededor del cuello y lo
beso con más intensidad, queriendo mostrarle lo bien que me hace sentir. Paso mis manos
por sus hombros y por su columna vertebral, y cuando su cola golpea contra mi mano, la
agarro la siguiente vez que se acerca y le doy un masaje en la parte inferior.
Siseó, y es como si hubiera desenjaulado a un animal salvaje. Está feroz de deseo, y sus
dedos me presionan, empujando fuerte. Jadeo y le retuerzo las manos en el pelo, sin saber
si lo detendré o lo incitaré. Todo lo que sé es que tenemos que corrernos juntos antes de
que ambos explotemos.
Entonces su peso se está moviendo sobre mí, y está empujando para abrirme más los
muslos. Es estirar las costuras de mis calzones, pero me importa un carajo. Le necesito a
él. Ignoro el suave sonido del desgarro del cuero amontonado en mis rodillas y le doy una
patada. “Quítame esto”, le dije. “Quiero rodearte con mis piernas cuando me folles”
Hassen respira mi nombre, y su mano deja mi coño -maldita sea- para ayudarme a quitarme
el resto de mis polainas. Luego está sobre mí y siento su polla presionar contra mi centro.
“Sí”, le digo. Oh, sí.
Pero no ha terminado de torturarme. Desliza la cabeza a través de mis jugos, y luego la
mima hacia arriba y hacia abajo por mis pliegues, como lo hacían sus dedos hace un
momento. Prácticamente estoy levitando sobre el suelo, se siente tan increíble. ¿Todo esto
porque le toqué la cola? Necesito hacerlo de nuevo. Alcanzo el apéndice, y cuando logro
engancharlo, él me empuja, y su espuela se asienta contra mi clítoris. Oh, joder. No juega
limpio.
“Tu coño está muy apretado, Mah-dee”, me dice, frotando su nariz contra mi mejilla
mientras empuja lentamente más profundo. “Es donde pertenezco, ¿no es así? ¿En tu
interior?”
Hablar sucio. Querido señor. Me siento indefensa ante eso. Me aferro a su cola, mi otra
mano arañando hacia arriba y hacia abajo su costado, considerando las posibilidades.
Quiero tocarlo en todas partes y hacerle sentir tan loco como él me hace sentir a mí, pero
todo lo que puedo hacer es envolver mis piernas alrededor de sus muslos y agarrarme a su
cola como una loca.
Me embiste, y toda mi mitad inferior se ilumina. Es la combinación de la gran y estriada
verga y el espolón lo que hace siempre sea así. Para su tercer golpe, estoy apretando a su
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alrededor y las luces parpadean detrás de mis ojos. Para cuando el número seis da la vuelta,
me he pasado de la raya, perdida en el inmediato y violento orgasmo que me atraviesa. Por
supuesto, Hassen nunca empuja sólo seis o siete veces. A veces creo que es sólo para ver
si puede matarme con su verga. Al menos, así es como lo siento: la muerte por un delicioso
orgasmo. Me cubre con su cuerpo, y siento su frente desigual presionar contra la mía
mientras me acaricia, una y otra vez. Entonces se corre, y puedo sentir el calor de su semilla
bañando mis entrañas. Grita mi nombre cuando se libera, y siento un placer ridículamente
femenino al escuchar eso, incluso cuando vuelvo a tener un clímax.
Hassen rueda sobre su espalda, y en lugar de apartarse de mí, me sujeta dónde estoy, y
luego yo me quedo tumbada encima de él, con la polla todavía muy dentro de mí. Nuestros
cuerpos están resbaladizos donde están unidos, y puedo sentir su liberación en el interior
de mis muslos. Sin embargo, me abraza, jadeando, y suavemente me quita el pelo de la
frente. La mirada en su rostro es de pura satisfacción, y por un momento mi corazón se
aprieta y desearía que no fuera el imbécil que secuestró a mi hermana. Ojalá no hubiera
ningún problema entre nosotros y él fuera otro cazador anónimo en la mezcla. Entonces tal
vez no se sentiría tan reacio a ser compañero de placer.
Pero supongo que si las cosas fueran realmente así, nunca nos habríamos reunido en
primer lugar. Porque Hassen habría ido a cazar con los otros, y yo me habría sentido la
solitaria y perdida Maddie. Es curioso cómo la única vez que no me siento perdida es cuando
estoy con él.
Juega con algunos mechones de mi cabello y luego levanta sus caderas en lo que se siente
como un empuje lento y delicioso. “¿Los humanos se aparean en esta posición?”
“Sip”. Puse mis manos en su pecho y me apoyé en él. Se siente duro y listo para volver a
empezar, lo que es una locura, considerando que acaba de terminar hace un minuto más o
menos. “Si se te ocurre algo, los humanos ya lo han probado”
“Mmm” Me enrosca el pelo entre los dedos y luego lo mira, oro sobre el azul de su piel.
Entonces su mirada se centra en mí. “Cuéntame más sobre los machos que te molestan”
Le toco el pecho con la mano y jugueteo con sus pezones duros como una roca. Ese es un
rasgo sa-khui que está consiguiendo que me acostumbre a los pezones con los que se puede
rayar el vidrio. Pero es extraño, porque en él, eso parece ser cierto. “No es importante”
“¿Y tu hermana?”
No quiero pensar en Lila. Estoy demasiado confundida cuando se trata de mi hermana.
“Ella tampoco es importante”. Yo muevo mis caderas sobre él. “Ahora mismo, todo lo que
importa somos tú y yo”
Sus ojos brillan, y en eso, veo que ambos estamos de acuerdo.
∗∗∗∗∗∗∗
HASSEN
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Llevo un gran cadáver de dvisti sobre un hombro mientras me dirijo hacia las Cuevas
Tribales. La gran caza es más que un deber: es una ofrenda de paz y una muestra de fuerza
a la vez.
Este día, iré a ver a mi jefe. Le mostraré que soy un cazador fuerte y capaz. Le hablaré del
trabajo incansable que he hecho para alimentar a la tribu, de los muchos escondites que
he llenado durante el exilio. Le hablaré de las interminables trampas que he puesto y le
haré ver que soy un cazador fuerte y digno. A pesar de pasar mis días con Mah-dee, he
estado cazando por la noche para asegurarme de que no flaqueo; ahora, cuando alimento
a la tribu, no sólo alimento a los compañeros y a la familia, sino que alimento a Mah-dee.
Han pasado dos largos días desde que vi a mi pareja, y siento intensamente cada momento.
Aunque le hice jurar que no iría a los árboles y me esperaría, aún así reviso allí
regularmente, por si acaso. Mi Mah-dee es apasionada y cariñosa... pero no escucha bien
las órdenes. Pero ella se ha mantenido alejada, y debo creer que es porque la cueva está
llena una vez más. No puede salir a verme.
Lo esperaba.
No esperaba que me destrozara. Incluso ahora, el dolor de su ausencia me roe. Mi
compañera debería estar a mi lado, en mis pieles. Ella debería estar en mis brazos por la
noche, presionando su pequeña cara contra mi pecho y agarrándose fuertemente a mí.
Debería estar a su lado, dándole más lecciones sobre cómo cazar y cuidar de sí misma, y
consolándola cuando está triste. El hecho de que no pueda estar ahí para ella me vuelve
loco.
Pienso en Vaza, y en Harrec, y en el enojado y feroz Bek: ¿están reconfortando a mi Mahdee? ¿Ofreciendo secar sus lágrimas con regalos?
Enseño los dientes como lo pienso, y mis pasos se aceleran.
Hoy, voy con mi jefe y le exijo que ponga fin a mi exilio. La temporada brutal llegará en unos
días, y quiero hacer una cueva con Mah-dee. Ella es mi compañera, aunque no resuene, y
debo cuidarla como cualquier buen cazador.
No importa si Mah-dee no está convencida. No les daré tiempo a los demás para persuadirla
de lo contrario. Si aún no está segura, usaré mi verga, mi lengua y mi espolón para
convencerla de que es mía.
Y haré lo que Vektal me pida mientras me la dé.
Hay algunos compañeros de tribu en la nieve cerca de la entrada principal de las cuevas.
Levanto la mano para saludar mientras paso a Teef-nee y Salukh. Están cavando nuevas
filas de agujeros en su extraña fascinación por las cosas que crecen. Hemalo y Kashrem
tienen la piel extendida sobre la nieve, raspando mientras conversan. Sessah y Farli juegan
con su dvisti mascota a corta distancia. Cerca, veo a Bek en la entrada principal de la cueva,
haciendo la guardia matutina.
Entrecerré los ojos al verlo.
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Aunque Bek no fue nombrado por Mah-dee como uno de sus pretendientes, yo desconfío
de él. Ha mostrado interés en las humanas antes. Me dirijo hacia él, cortando la nieve. Farli
me ve y me saluda, luego corre tras su mascota mientras se escabulle. Los otros no prestan
atención. Bien.
Bek asintió con la cabeza, mirando el cadáver por encima de mis hombros. “Buena presa.
Mucha carne en ella”.
“Soy un buen cazador”
Se encoge de hombros, apoyándose en la pared de la cueva. Tiene los brazos cruzados sobre
el pecho, y explora ociosamente el terreno, vigilando todo. Cuando no me voy, se vuelve
hacia mí, frunciendo el ceño. “¿Qué?”
Le levanto la barbilla. “Un mejor cazador que tú”
Sus ojos se entrecerraron ante mi desafío, pero no se mueve. Su cola se mueve, una señal
externa de su molestia por mis palabras. “Has estado en la nieve demasiado tiempo. Ha
confundido tu mente”
“Soy el mejor cazador de los machos no apareados”, continúo. “El más digno de una pareja”
Bek bufa. “¿Es por eso que te acercas a mí? ¿Crees que voy tras la enfadada y de melena
amarilla?” Niega con la cabeza y mira a lo lejos. “He terminado con las humanas. Ella es
toda tuya”
Su amarga respuesta me agrada. Gruño reconocimiento y paso junto a él, entrando en la
cueva. Bek ha sido advertido. Ahora debo informar a los demás de mis intenciones:
Taushen, Vaza, Harrec, incluso el tranquilo Warrek, si es necesario. Los ancianos -salvando
a Vaza- no han mostrado mucho interés en las hembras humanas, pero preguntaré por ahí.
Si deben ser alejados de mi Mah-dee, entonces yo también les gruñiré.
Entro en la cueva y espero un momento a que mis ojos se adapten. La hoguera central arde
a pesar de que es por la mañana temprano. Algunas de las humanas juegan en las aguas
del manantial con sus kits, y veo a sus compañeros hablando cerca. Stay-see está junto al
fuego, y mientras miro, su compañero le besa la mejilla y luego se despide, adentrándose
más profundamente en la cueva. Vektal y su compañera, Shorshie, se sientan con Li-lah
cerca del fuego, y al otro lado de la piscina, Kemli está hablando con Claire y Jo-see,
haciendo gestos a sus estómagos y riéndose. Algunos otros entran y salen, ocupados con
tareas. Es un buen día, y la cueva está llena de gente.
Demasiada gente. No veo a Mah-dee.
Sevvah y Aehako se acercan cuando me ven entrar. “¡Cuánta carne!” Exclama Aehako,
frotándose las manos. “Nos mimas, Hassen”
Arrojo la presa al suelo antes que ellos. “Cumplo con mi deber. ¿Has visto a Taushen y a
los otros cazadores?” Es suficientemente temprano como para que pueda atraparlos antes
de que salgan a los senderos. Necesito encontrarlos para advertirles que se alejen de mi
hembra.
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“Taushen y Harrec están recibiendo puntas de flecha de mi compañero”, me dice Sevvah.
“¿Necesitas más, también?” Saca su cuchillo de carnicero y mira al animal muerto, luego
hace gestos a las piernas. “Agárralo por ese extremo, Aehako. Tendremos que ahumar
mucho de esto antes de que se estropee. Warrek trajo dos bestias de pluma al amanecer, y
tenemos demasiada carne fresca”
Gruño. Es una pequeña amonestación. Cuando el tiempo es bueno, traemos de vuelta
presas de caza más pequeñas y escondemos las más grandes para la temporada brutal.
Estoy presumiendo trayendo una caza tan grande, y la sabia y maternal Sevvah lo sabe.
Toco su hombro. “Gracias por encargarte de esto”
“Haremos buen uso de la carne” Los ojos le brillan y están llenos de diversión. “¿Debería
preocuparme por Taushen y Harrec?”
“Les aclararé las cosas”.
“Ooohhh”, dice Aehako con una sonrisa, arrodillándose junto al dvisti y poniéndoselo en
sus brazos. “Me gustaría estar allí para verlo”
“Silencio”, dice Sevvah, golpeando su brazo. “Dile a tu dulce Kira que necesitamos su ayuda
con esta carne”
Él sonríe y la arrastra hasta una de las rocosas y salientes plataformas a lo largo de la pared
de la cueva reservada para las tareas más complicadas.
Sevvah sólo me mira con curiosidad y luego le sigue. Ella no me detendrá, aunque está
claro que ha adivinado mis motivos. A mí no me importa. Deja que los demás se pregunten.
No importará. Sólo necesito un poco de tiempo para convencer a Vektal y a mi Mah-dee de
que me pertenece.
Me dirijo a la cueva de Sevvah y Oshen, pero no llego más lejos que unos pocos pasos antes
de que Rokan me asalte. Gruño una advertencia, empujándole hacia atrás. “¡Mira por donde
caminas!”
Rokan parpadea, y sus ojos parecen nublados. “¿Eh?”
“Casi me pisas la cola, amigo” Mi irritación se convierte en preocupación. “¿Qué te
preocupa?”
Mira alrededor de la caverna, y su mirada se fija en su compañera por un momento, antes
de volverse hacia mí. “Mis disculpas, Hassen. No soy…yo mismo”
“¿Qué pasa?”
“Nada... todavía” Su ceño fruncido se hace más profundo y se frota el cuello, echando una
mirada de preocupación a la entrada de la cueva. “¿Hace mal tiempo?”
Niego con la cabeza. “Muchas nubes y niebla, pero sin nieve”
“¿Niebla?”
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Me encogí de hombros. “El aire es muy pesado hoy” A veces lo es, a veces no. No vale la
pena preocuparse por ello. No soy como Rokan para hacer un mundo del tiempo. Hay que
cazar, aunque las nubes estén llenas de nieve.
Rokan se frota el cuello de nuevo, y luego baja la mano. “¿Nada te pareció inusual?”
Le frunzo el ceño. “No lo entiendo. Habla con franqueza”
Una mano me toca el hombro y Vektal, mi jefe, aparece a nuestro lado. Me saluda con la
cabeza. “Me gustaría hablar contigo, Hassen”
“Y yo, contigo” Mis gruñidos a los otros cazadores tendrán que esperar un poco.
Nos alejamos unos pasos, aún en la caverna principal. Miro hacia donde está Rokan, pero
está claramente distraído y no nos presta atención. Desearía tener una cueva privada propia
donde poder hablar con Vektal, pero esa es la razón por la que estoy aquí hoy.
Quiero a Mah-dee en mi cama. Para siempre.
La expresión de Vektal es severa mientras me mira. “Trajiste una gran pieza de caza” Sus
palabras son suaves, y sé que esto precede a sus verdaderas preguntas.
“Lo hice”, digo, sin vergüenza. “Hay muchas más bocas que alimentar ahora”
Él asiente lentamente. “Taushen dice que te mantuviste en los senderos cerca de la cueva
mientras los cazadores no estaban”
No puedo ocultar mi ceño fruncido. Taushen es más observador de lo que pensaba. “Muchos
de los escondites cerca de la cueva están llenos, gracias a mis esfuerzos”
“No dije que no lo estuvieras haciendo bien. Estoy contento con tus esfuerzos” Pero no
sonríe, y su expresión no es relajada. “Pero yo conozco tus razones para estar tan cerca de
la cueva”
“La temporada de brutalidad llegará pronto”, digo yo, lanzándome al agua. Debo llegar a mi
petición antes de que mi jefe escuche más palabras amargas de otros. “Quiero que mi exilio
termine”
“Esa no es tu elección. Es mía”
"¡No me dejarías solo durante la temporada brutal!" Me sorprende -y se me clava en el
corazón- la idea. Incluso una noche solo parece interminable. No puedo imaginarme estar
solo a través de las interminables y pesadas nieves de la estación brutal, incapaz de salir
de mi cueva. Incapaz de ver a nadie.
Incapaz de impedir que los demás cortejen a la compañera que he elegido....
“Yo no he dicho eso”, continúa Vektal. Su voz es baja, y mira hacia atrás mientras un
distraído Rokan pasa, tocando las paredes de la cueva. “Por eso quería hablar contigo. Así
puedes explicarte”.
“No hay nada que explicar. No tengo nada que ocultar. Quiero volver” Mi mano se cierra en
un puño, y lo aprieto sobre mi pecho. “Siento mucho haberme llevado a la hembra Li-lah.
Estoy feliz de que ella y Rokan hayan resonado, y ya no deseo reclamarla como mía”. Incluso
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diciéndolo en voz alta, se siente mal. El día que robé Li-lah se siente como hace mucho
tiempo, a pesar de que han sido menos de dos vueltas completas de las lunas.
Soy un cazador diferente a ese macho desesperado y aferrado. He visto lo que tengo que
perder. Y he encontrado a alguien más…alguien infinitamente más fuerte y valiente y
mucho más inteligente. Alguien que me ve y viene a mí con sus preocupaciones y sus
lágrimas. Mah-dee es mi familia ahora. Ella es mi compañera.
Así que continúo. “Deseo tomar a la hembra Mah-dee como mi compañera de placer y tomar
una cueva privada para nosotros”
La expresión de Vektal se endurece. “Deja a las humanas en paz”.
Sacudo la cabeza, mis dientes rechinan de frustración. Puedo decir que no le gusta esa
idea. Sus hombros están rígidos y azotando la cola, como las mías. “No la estoy forzando.
Mah-dee y yo nos hemos apareado. Ella quiere estar conmigo” Lo digo, y al mismo tiempo,
espero desesperadamente que sea cierto. Que Mah-dee no me rechazaría si tuviera una
cueva para compartir con ella. Que le gustaría tener la oportunidad de ser mi compañera
de placer. “Ella no me odia”
“Le robaste a su hermana e intentaste forzar la resonancia” Las fosas nasales de Vektal se
ensanchan. “Porque no querías esperar a que ocurriera. Pusiste en peligro su vida. ¿Y ahora
quieres aparearte con la otra hermana? ¿Estás loco? ¿Estar en el exilio ha hecho que tu
cerebro se convierta en agua derretida?”
“Ella quiere estar conmigo”, le digo.
“¿Le preguntaste? ¿O simplemente le exigiste como hiciste con Li-lah?” Su expresión es
incrédula. “Hassen, tu exilio es ligero porque la tribu necesita a todos sus cazadores. Pero
no necesitamos que hagas daño a las hembras. ¿Necesito exiliarte completamente?
¿Debemos rechazarte por completo?”
El enojo se enciende en mi mente. Él no va a escuchar. “No es lo mismo. Mah-dee no es lo
mismo que Li-lah...”
“¿Así que no te la llevarás?”
“Tal vez debería”, dije. “¡Si no me das una cueva para que pueda tomarla como mi
compañera, tal vez debería robármela e irme lejos para la temporada brutal!” Incluso
cuando las palabras se desvanecen, sé que son un error. La expresión de Vektal se vuelve
oscura y se enoja.
Sé que he perdido. Sé que no me escuchará ahora. Tal vez nunca jamás. Mah-dee se me
está escapando de las manos y no puedo hacer nada al respecto, todo porque fui un tonto
impaciente que se robó una hembra llorona que ni siquiera me gustaba.
“Debes irte”, gruñe Vektal, señalando a la entrada de la cueva. “No deseo ver tu cara hasta
que...”
Cerca, Rokan se tambalea hacia atrás, y casi choca contra nosotros. Es la segunda vez en
los últimos minutos, y le tomo del brazo para estabilizarlo.
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Se sacude, y sus ojos son salvajes. Su cara está blanqueada de color y me mira fijamente.
“¡Fuera de la cueva! ¡Todos fuera de la cueva!”
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 9
HASSEN
Todo el mundo se vuelve y mira fijamente a Rokan, confundido.
"¡Fuera de la cueva!" Ruge Rokan. Se adelanta, tropezando por el centro de la cueva y
dirigiéndose a su compañera. Li-lah le da la espalda y sigue hablando con Shorshie sin
darse cuenta. Mientras miro, Rokan la recoge y corre hacia la entrada.
Un segundo después, Maylak se tambalea fuera de su propia cueva, con su kit en el pecho.
Su mano está en su frente y hay dolor en sus ojos. "Mi jefe, estoy preocupada..."
Sus palabras son ahogadas por un fuerte estallido. Luego otro. Entonces es como un
torrente interminable de chispas, y se convierte en un rugido tan fuerte que me pongo las
manos sobre los oídos. Puedo oír a una de las humanas gritando, pero la presión en mi
cabeza es tan fuerte que no sé quién. Luego hay un estruendo ensordecedor, y no puedo oír
nada más que un zumbido en mis oídos. El mundo se ha quedado en silencio.
Nos miramos el uno al otro con sorpresa, sorprendidos. Algunos otros están saliendo de
sus cuevas privadas, confundidos y asustados. Veo que los labios de Vektal se mueven,
pero no puedo oír sus palabras. Me hace un gesto, habla, y luego señala la entrada. Luego
corre hacia su pareja, que se está poniendo de pie junto al fuego, quien se pone de pie
sujetando a su lloroso kit que no hace ningún sonido que yo pueda oír.
¿Desea que saque a todos de la cueva, como dijo Rokan? ¿Rokan con su extraño sentido?
¿Quién lo sabe todo? Pero, ¿qué significa un sonido fuerte?
El suelo tiembla bajo mis pies.
No, no tiembla tanto como se mueve. Toda la cueva se está moviendo. Veo a Vektal estirar
la mano para sujetar a Shorshie, Talie agarrada fuerte en sus brazos. Grita algo y luego
hace un gesto a la entrada.
Fuera de la cueva, había gritado Rokan.
Algo le pasa a la cueva. El suelo sigue moviéndose bajo mis pies y miro hacia abajo para
ver las grietas que se forman en la roca buena y sólida. Imposible. La roca se mueve bajo
mis pies de nuevo, y casi pierdo el equilibrio. No es seguro estar de pie. Cuando miro hacia
arriba, las paredes de la cueva parecen temblar a mi alrededor. Un fuerte estruendo crece
a través del zumbido de mis oídos y luego veo la abertura del techo. Un trozo de roca cae
desde arriba.
Fuera de la cueva.
Todo está sucediendo tan rápido. No hay tiempo para pensar.
Mah-dee. Ella está por aquí en alguna parte.
A través del rugido de la caverna temblorosa, puedo oír a la gente gritando. Los kits están
llorando. Las rocas están cayendo por el aire para aterrizar a mis pies. Cerca, veo una roca
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golpeando a Jo-see, tirándola al suelo. Haeden bramó con miedo y levantó a su compañera,
su expresión de ojos desviados. Vektal arroja una manta sobre el fuego, asfixiándolo,
mientras los demás corren hacia la entrada. La necesidad de escapar es abrumadora.
La cueva -nuestro hogar- se siente como una trampa.
Tengo que encontrar a Mah-dee. Me tambaleo hacia adelante y una roca que cae me golpea
en el hombro. Una fuerte puñalada de dolor me atraviesa, pero yo la ignoro, así como ignoro
la piedra bajo mis pies que se mueve y se aleja, y tropiezo hacia adelante.
¿Dónde está ella?
Me estrellé contra Farli mientras me dirigía por el túnel trasero. Está sollozando, tratando
de llevar su dvisti de mascota. Su pata está en un ángulo incómodo y la criatura la está
mordiendo. Ella me dice algo, su expresión devastada y llena de miedo, y se estremece
cuando toda la cueva tiembla aún más fuerte, lloviendo escombros desde arriba.
No hay tiempo para pensar. No puedo dejar a Farli, pero debo ir a buscar a Mah-dee. Debo
ser rápido.
Tomo el dvisti de ella, lo cojo en un brazo y luego lo lanzo sobre el otro, y corro hacia el
frente de la cueva. Esquivo rocas que no estaban allí hace unos segundos y corro sobre roca
caída, mientras el aire se llena de polvo y la caverna sigue temblando. Farli se retuerce
contra mí, pero ignoro sus movimientos. No hay tiempo para que se queje. No hay tiempo.
Llego a la entrada de la cueva principal y hay algunas personas que se reúnen en la nieve
a poca distancia, tosiendo. Dejé a Farli en el suelo y luego le entregué el dvisti. Me pregunta
algo, pero no puedo oírlo. Todavía me zumban los oídos y me duelen. "Mah-dee", le digo, y
luego vuelvo a las cuevas, porque debo encontrar a mi pareja.
Empujo a través de la gente que sale de la cueva. La melena amarilla de Mah-dee no está
entre ellos, así que debo seguir buscando. Me dirijo de nuevo hacia el interior, solo para
encontrar el pasadizo que saqué de Farli y que ahora está bloqueado por un torbellino de
piedras. “¡Mah-dee!” Grito, pero ni siquiera puedo oír mi propia voz.
Empujo la roca que bloquea el paso, pero no se mueve. No puedo llegar a la cueva de Mahdee. Gruño de frustración, lanzando mi cuerpo contra ella incluso cuando las rocas caen a
mi alrededor. No me iré de esta cueva sin mi pareja. Si ella muere aquí, moriré con ella.
Una mano toca mi brazo.
Miro, pero es Hemalo, no Mah-dee. Estoy decepcionado.
Hace un gesto a la roca e indica que me ayudará a levantarla. Bien. A pesar de ser un
curtidor de pieles y no un cazador, Hemalo es grande y fuerte, con los brazos llenos de
músculos gruesos. Él puede ayudarme a mover estas rocas. Le hago un gesto con la cabeza
y me muevo a un lado de los cantos rodados. Él toma el otro lado y nosotros logramos mover
el primero, pero otros ruedan en su lugar. Rocas lloviendo a nuestro alrededor, y Hemalo
gesticula de nuevo. Deprisa, sus movimientos están diciendo, y hay un gran miedo en su
cara.
Sé cómo se siente. Mi compañera también está ahí dentro.
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Nos movemos más rápido, agarrándonos a la siguiente roca gigante y logrando rodarla por
el túnel. Más rocas me golpean en la espalda mientras trabajo, pero las ignoro. Los
moretones no importan si mi pareja está atrapada. Encontraré a Mah-dee y la liberaré.
Debo hacerlo.
Hemalo tira de sus grandes hombros. Más rocas caen libremente, enterrando nuestros pies
y cubriéndonos de polvo. Pateo las piedras a un lado, y al hacerlo, siento que el suelo
tiembla de nuevo. La tierra entera se siente como si se estuviera desmoronando, y mi
estómago se aprieta con desasosiego.
“¡Mah-dee!” Grito de nuevo.
En medio de los temblores y la caída de las rocas, creo que oigo algo. Miro hacia arriba en
la parte superior de la pila y veo pequeños dedos humanos moviéndose a través de un
pequeño hueco en las rocas.
El alivio se apodera de mí, y yo subo hasta la cima para poder tocarle los dedos. Se aferra
a mi mano y luego, un momento después, se aleja, y puedo ver sus ojos a través de la
estrecha rendija. Tiene sangre en la cara y polvo, pero está viva. Sus dedos arrancan las
rocas, tratando de quitarlas. Luego hace un gesto.
Atrapada.
Conozco el lenguaje de las manos. Asiento con la cabeza. “Te sacaré”, grito, aunque no estoy
segura de que pueda oírme. “¡Te tengo, Mah-dee!”
Hemalo y yo doblamos nuestros esfuerzos, y unos momentos después, la brecha es lo
suficientemente grande como para que alguien se arrastre a través de ella. Puse un brazo
a través de él, buscando a Mah-dee. Para mi sorpresa, empuja hacia adelante a una herida
Asha. Su hombro está hinchado, y toma mi mano para que pueda tirar de ella a través de
la estrecha brecha. La oigo gritar de dolor cuando la tiro hacia adelante, aunque soy amable,
y el rugido de Hemalo abajo, angustiado por la angustia de su pareja. Parece tardar una
eternidad, pero entonces Asha y sus largas extremidades están libres, y ella cae en los
brazos de Hemalo.
No me detengo a ver si están bien; ella es suya ahora. Él se encargará de ella. En vez de
eso, empujo mi mano hacia atrás a través de la roca, alcanzando a Mah-dee. Su pequeña
mano agarra la mía, y luego se mueve hacia adelante, tratando de empujar su cuerpo a
través del pequeño agujero. Tiré de sus brazos, arrastrándola hacia adelante, pero su ropa
se engancha, y puedo sentir las rocas rasgando su piel. Ella grita pero me da un golpecito
en el brazo, lo que indica que debo seguir tirando.
Así que lo hago. Doy un último fuerte empujón, y sus cueros se desgarran en mis manos, y
ella se derrama en mis brazos, enviándonos a ambos al suelo.
Mah-dee. Acuno su rostro y le doy besos rápidos y febriles a su piel expuesta. No me importa
que esté ensangrentada y sucia. Está viva y completa. Sus manos se agarran a las mías, y
yo la presiono cerca de mí.
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La tierra da un poderoso temblor de nuevo, y la siento tambalearse. Nuevas rocas se lanzan
contra nosotros, y la caverna gruñe lo suficientemente fuerte como para que hasta mis oídos
que zumban puedan oír el peligro. Debo sacar a Mah-dee de aquí.
Espera, me gesticula.
Niego con la cabeza y la agarro, sacándola del pasillo. Ella puede decirme más cuando esté
a salvo. Salgo corriendo de la caverna que se derrumba, notando con alarma cuánto del
círculo perfecto de la caverna tribal se ha derrumbado sobre sí misma. El piso cerca de la
piscina es un pozo ancho, y la cueva del jefe está enterrada completamente detrás de una
enorme losa de roca caída. No veo ninguna señal de la pequeña cueva de Warrek que
comparte con su padre: ese extremo de la cueva está completamente destruido. Incluso
mientras miro la destrucción, el suelo se mueve y se eleva delante de mí, convirtiéndose en
un peñasco. Clavo los dedos en la cornisa y nos arrastro a los dos, Mah-dee aferrándose a
mi espalda, fuera de la cueva y hacia delante en la nieve.
Afuera, hay gente por todas partes. Kemli acaricia el pelo de Farli, llorando, y veo a las
humanas aferradas a sus compañeros. Ahora que estoy fuera de la cueva, puedo escuchar
kits que lloran en angustia, y más de una madre tiene su túnica abierta para amamantar
a su hijo.
Maylak está inclinada sobre Jo-see. La pequeña humana está vomitando en la nieve, su
pareja acariciando su espalda, su cara hinchada y magullada. Hemalo tiene a Asha
suavemente acostada en la nieve, acariciando sus miembros y acunándola contra su pecho.
Alguien está gritando. Una hembra. Puedo oírla, pero me duelen los oídos y no entiendo lo
que dice.
Vektal está cerca, acechando a través de los pequeños grupos de personas, tocando cada
brazo. La devastación de la caverna parece coincidir con la tensión en su cara, como si se
lo tomara todo como algo personal. Él es nuestro jefe, y nosotros somos su responsabilidad.
Sé cómo se siente. Esta es mi gente. Esta es mi casa. Verlo destruido....me destroza por
dentro.
Y aún así, Mah-dee está a salvo. Ella está a salvo, y nada más importa. La puse suavemente
en la nieve y le di otro beso en la cara. Me abraza en la cintura, me aprieta fuerte y luego
mira a su alrededor. Mi hermana, gesticula ella. ¿Dónde?
Miro a través de la nieve revuelta y sucia. Allí, en la parte trasera del grupo, sentados con
Liz y Raahosh, están Rokan y Li-lah. Yo guío a Mah-dee hacia ella, y las hermanas se
abrazan, Mah-dee cayendo en los brazos flacos de Li-lah. Rokan tiene una mirada tensa en
su cara, sus ojos huecos. Él mira más allá de mí y luego se pone de pie.
Me vuelvo.
Una de las hembras humanas está tropezando hacia adelante. Ella grita algo, y otros tiran
de sus brazos mientras ella se acerca a la cueva. Tiene una melena marrón, y puedo ver un
kit atado a su espalda, como una mochila. Una hembra humana lleva su equipo así: la que
tiene la comida y las sonrisas para todos. Stay-see.
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Mah-dee hace gestos para llamar mi atención y luego las señales, creo que alguien sigue en
la cueva. Las lágrimas caen por el barro de su cara.
Mi tribu. Mi gente. Asiento hacia ella y me dirijo hacia adelante, moviéndome hacia el lado
de Stay-see. Otros se le acercan, la tiran, intentan que se siente, que se calme. Ella grita
algo de nuevo, y me doy cuenta de que es el nombre de su pareja. Pashov. Su cara está roja
por los gritos, y se lanza hacia adelante, sólo para que Shorshie la agarre y la retenga. Staysee se agarra a ella, desesperada.
Pashov sigue en la cueva. En el túnel donde encontré a Mah-dee, quizás. Me doy la vuelta
y miro la cueva de nuevo. La entrada se está colapsando. Si Stay-see entra, ella y su
pequeño kit serán aplastados. Pienso en la cornisa rocosa que nos detuvo a mí y a Mahdee. Stay-see no tiene brazos lo suficientemente largos. Y si Pashov no ha salido...
Rokan y yo nos lanzamos al mismo tiempo. Le detuve, haciendo un gesto de que debería
volver con su pareja. Tiene una hembra y un kit en camino. La tribu le necesita. Yo sólo soy
el exiliado.
Y sé dónde puede estar Pashov.
Oigo a Mah-dee gritar mi nombre, el sonido confuso y doloroso en mis oídos. Corro hacia
adelante, vuelvo a la cueva que se derrumba y me dirijo al túnel. A mi alrededor, el suelo
tiembla y se mueve, y mi corazón se acelera. No hay señales de nadie. De cualquier cosa.
Todo lo que teníamos se ha ido. Pienso en las humanas acurrucadas en la nieve afuera,
aferradas a sus compañeros, y mi preocupación aumenta. Las humanas son frágiles y
deben mantenerse calientes. El hecho de que estén fuera de la cueva no significa que estén
a salvo.
Por ahora, debo salvar a Pashov antes de que su compañera intente entrar.
Una gran roca cae desde el acantilado, alojándose contra la entrada de la cueva. Todo el
mundo da un paso atrás, alarmado. Todos menos Stay-see. Ella empuja contra las manos
que la sujetan, llorando. Si no traemos a su pareja de vuelta, ella irá tras él, así que debo
hacerlo, y debe ser ahora.
Entro, ignorando los gritos de Mah-dee. La caverna se ve peor que cuando la dejé hace unos
momentos. No queda mucho tiempo. Salto de nuevo a la parte del piso que ha caído, y bajo
al túnel que albergaba las cuevas nuevas. Me duele el corazón al verlo. Todo lo que mi gente
tenía... se fue en un instante.
El túnel está lleno de rocas una vez más, no hay señales del hueco por el que empujé a
Mah-dee. Subo a la pila y utilizo ambos brazos para excavar entre los escombros, porque
debo hacerlo lo suficientemente grande para mi cuerpo y debo hacerlo rápidamente. Puedo
reabrir una pequeña porción de la brecha después de unos largos momentos de cavar, y
mirar a través. No hay ninguna mano esperando ser agarrada, y no puedo ver nada ni a
nadie. Está completamente oscuro.
La casa de Pashov no está en este túnel, pero hay una cueva de almacenamiento. Puedo
encontrarla en la oscuridad, siempre y cuando siga ahí. Hago el hueco más grande,
haciendo a un lado las rocas incluso cuando hay más caídas sobre la superficie. Se siente
como una batalla perdida, pero en mi mente, veo la cara devastada de Stay-see. Veo a
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Pashov, mi amigo, que siempre tiene una sonrisa y una lanza afilada cuando se me cruza
en los senderos, a pesar de que estoy exiliado. Y no puedo parar. No me iré hasta que él
venga conmigo.
Perdí a mi familia por la enfermedad del khui. Mi tribu es todo lo que tengo. Mi tribu y Mahdee. Y ahora que está a salvo, debo asegurarme de que toda mi tribu esté a salvo. Trabajo
más rápido. Cuando el agujero es lo suficientemente grande, me arrastro hacia adelante y
empujo mi cuerpo a través de él. Las rocas raspan mi pecho, rasgando las placas que cubren
mi piel. Me las arreglo para llegar al otro lado y deslizarme por la enorme pila de escombros.
El polvo es espeso, pero también hay luz, que entra por el techo de una de las cuevas, y
antes no había luz. El techo se ha derrumbado. Toda la cueva se está cayendo, y siento otra
punzada de dolor.
Es difícil caminar con tanta piedra y escombros en el túnel, y veo que la cueva de Dagesh
está completamente derrumbada. La de Haeden, también. La de Mah-dee y Asha está en
mejores condiciones, y mi corazón late con alivio al verla, sabiendo que está a salvo. Más
abajo está la cueva de almacenamiento, y mi preocupación aumenta al verla. La entrada,
siempre estrecha, es poco más que una brecha a la altura de la cadera. Me arrastro, miro
a mi alrededor y hay más luz que se filtra. Las canastas aquí han sido aplastadas, los
alimentos almacenados con tanto cuidado ahora están destruidos. Hay un manojo de pieles
bien atadas a mis pies, y yo lo agarro, volviéndolo a arrojar al túnel. Las hembras las
necesitarán para mantenerse calientes.
Pero no veo a Pashov. No hay nadie aquí. No hay nada más que roca y polvo. Tanto polvo
que me ahoga.
Me doy la vuelta para salir, para revisar las otras cuevas, cuando piso algo blando. Levanto
mi pie, pensando que son más pieles.
Es una cola.
Aspiro un poco y caigo de rodillas, arañando los escombros caídos que me rodean. Con la
luz tenue, no me di cuenta de que había suficiente roca para cubrir un cuerpo. Lo veo
ahora, indicios de la túnica de Pashov enterrada bajo el polvo y los escombros. Lo saco y
libero a mi amigo, lo pongo de espaldas. Su cabeza se tambalea, flácida, y hay sangre por
todas partes. Uno de sus cuernos está completamente aplastado, y su frente está hinchada.
Él está muerto.
El dolor me atraviesa, y agarro a mi amigo cerca de mi pecho. Es un buen cazador. Fuerte.
Siempre amable y tranquilo. Tiene una pareja y un kit. Este no debería ser su destino.
Aúllan mi enojo y mi pérdida a las cavernas, pero el sonido hiere mis oídos palpitantes. Se
merece un buen entierro, amigo mío. Uno con las canciones de luto y despedidas
adecuadas. Si lo dejo aquí, no tendrá nada.
¿Cómo puedo sacarlo de la cueva y presentarme a su pareja con su cuerpo? Parece que está
mal.
Pase mi mano por su cara para cerrar sus ojos. Sin embargo, no están abiertas, y por
curiosidad, tengo mi mano bajo sus narices. El calor roza mi piel, seguido de una burbuja
de sangre.
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Está respirando.
Pashov está vivo, pero apenas.
Debo sacarlo de aquí.
Me pongo de pie, aunque me duela el cuerpo. Su peso flojo es pesado, y me preocupa que
se lastime más. Logré arrastrarlo hasta el agujero que he hecho en los escombros, y lanzo
las pieles hacia adelante antes de intentar empujarlo a través de él. Sacarlo por los pies
primero es difícil para mí, pero no puedo sacarlo por el otro lado y hacer que caiga sobre su
cabeza herida. Los temblores en el suelo ahora son meros espasmos, y el agujero no se está
llenando, lo que significa que soy capaz de deslizar su cuerpo hacia el otro lado. Me arrastro
tras él una vez hecho esto, y las rocas se sienten mojadas de sangre. No sé si es suya o mía.
Para cuando me deslizo hacia el otro lado, mi fuerza está fallando. Me sorprendo de mí
mismo: soy un cazador fuerte, capaz de viajar todo el día y completar con facilidad cualquier
tarea difícil. No puedo estar cansado ahora. Pashov me necesita. Mah-dee me necesita.
Debo salir antes de que el suelo empiece a temblar de nuevo. Me imagino la cara de Mahdee y la imagino llorando como Stay-see si no salgo de la cueva, y eso me da la fuerza para
ponerme de pie. Tomo a Pashov en mis brazos y lo llevo por el túnel, y luego debo cargarlo
en el borde de la cornisa que solía ser el piso antes de arrastrarme tras él. Lo levanto de
nuevo, porque el suelo está temblando una vez más…o lo estoy yo. No importa, puedo ver
la luz del sol y lo que queda de la apertura de la cueva.
Me tambaleo hacia la luz del sol, mi amigo en mis brazos, y allí, mi fuerza se derrumba. Me
arrodillo, me suena la cabeza. "No está muerto", digo en voz alta, luego recuerdo que no
puedo oírme a mí mismo, y es probable que nadie más pueda oírme a mí tampoco. Levanto
la cabeza, buscando a Maylak.
Alguien se derrumba contra Pashov: es su pareja, con las manos sobre él. Sus gritos agudos
suenan como gemidos dolorosos en mis oídos, y mi cabeza se siente espesa. Toso y parece
que no puedo aspirar suficiente aire.
Pero entonces Maylak está allí, y está arrodillada junto a Pashov. Y me siento aliviado,
porque eso significa que él se salvará. Ella puede curarle. Haz que se mejore. Quiero
reconfortar a Stay-see con estas palabras, pero se siente como demasiado esfuerzo. Todas
mis fuerzas fueron utilizadas para sacarlo de la cueva. Incluso ponerme en pie me parece
una tarea monumental.
Una mano se extiende delante de mí. Miro hacia arriba y es Vektal. Mi jefe. Su rostro es
sombrío y está sucio de polvo, pero puedo ver el agradecimiento en sus ojos. Asiento con la
cabeza y le dejo que me ayude a ponerme en pie, sólo para dar unos cuantos pasos más en
la nieve.
Unos dedos suaves y fríos tocan mi mano, y me doy cuenta de que todavía estoy agarrando
el paquete de pieles. Me las quitan, y luego los dedos tocan mi cara, y miro a los ojos
preocupados de Mah-dee.
La atraigo contra mí y apoyo mi frente en su hombro. Se siente tan bien que cuando me
duermo, ni siquiera me importa.
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Capítulo 10
Acaricio la frente de Hassen mientras su cabeza descansa en mi regazo. Parece que duerme
mejor cuando le toco, así que paso mis dedos suavemente sobre su frente, una y otra vez,
trazando sus cejas y tratando de ignorar el hecho de que hace frío, que estoy dolorida y el
mundo simplemente se dio la vuelta antes del desayuno.
Todo es... bueno, es una locura. No hay otra forma de describirlo.
La Cueva Tribal ha desaparecido. El gran donut hueco de una cueva con la piscina en el
centro y las pequeñas y bonitas habitaciones para que todos duerman en ellas están
completamente destruido. Es como si todo el acantilado se hubiera derrumbado sobre sí
mismo. Alguien me dijo una vez que la cueva probablemente estaba ahuecada y agrandada
por los ancianos cuando se estrellaron aquí, y supongo que todas esas alteraciones en la
roca terminaron haciéndola quebradiza. Por otra parte, tal vez fue el poder del terremoto.
El suelo todavía tiembla de vez en cuando, recordándonos que ningún lugar es seguro.
Estoy.... sorprendentemente tranquila ante todo esto. Lo que es raro para mí. Es terrible y
horrible, pero estamos vivos. Ya se nos ocurrirá algo. Tal vez me estoy adaptando
rápidamente porque acabo de llegar aquí. Mi mundo cambió por completo cuando me
desperté de esa cápsula y me encontré con grandes extraterrestres azules sobre mí. Eso fue
un shock. Esto es un asco, pero en comparación, son patatas pequeñas.
Hassen está bien, y mi hermana está bien, y eso es todo lo que importa ahora.
Acaricio la mejilla de Hassen mientras duerme. Parece un gran moretón, el pobre tipo. Tiene
una herida en la frente y está cubierto de rasguños. Uno de los hombros tiene un corte
dentado y poco profundo, pero creo que en su mayor parte es barro. Le he estado lavando
suavemente mientras duerme, haciendo todo lo posible para no molestarle. Me preocupa
que esté durmiendo, pero espero que sea sólo el shock de la adrenalina y que su oleada de
energía le haya dejado inconsciente y no algo más serio. Si es un traumatismo craneal... La
sanadora está ocupada, y no sé cuándo o si podrá ayudarle.
Miro donde Stacy está acurrucada cerca del costado de su pareja. Pashov todavía está
donde Hassen lo puso. Ella tiene la mano de él agarrada con fuerza en la suya, con los ojos
hundidos. El bebé de espaldas llora como una tormenta, con los puños agitando de rabia.
Hay muchos bebés llorando, en realidad. Algunos padres también, pero no puedo culparles.
Maylak todavía tiene las manos apretadas contra el pecho de Pashov, sus ojos cerrados y
su expresión de intensa concentración. Ella ha estado haciendo eso por un tiempo y su cara
está empezando a verse exhausta.
Nadie interviene. Nadie puede. Sólo hay una sanadora, así que todos tenemos que ser
pacientes y esperar lo mejor. Nadie quiere ser la persona que la llama, porque ¿y si Pashov
muere? No le conozco bien, pero conozco a Stacy, y los he visto interactuar. Claramente la
adora a ella y a su bebé, y parecen felices.
Lo parecían, supongo. Le acaricio la mejilla a Hassen otra vez.
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La lesión de Pashov es severa, y el darse cuenta de que Stacy pronto podría ser viuda es
muy aleccionador. Veo a otros aferrados a sus parejas, así que supongo que está afectando
a todos. Haeden se sienta en la nieve con su compañera acunada en su regazo, abrazándola
de forma protectora. Cerca de allí, Rokan se cierne sobre Lila, tocándola constantemente
como si necesitara asegurarse de que está bien y sana. No tiene moratones, una de los
pocos que salieron de la cueva antes de que las rocas empezaran a caer. Y no siento nada
más que alivio por eso. Estoy tan contenta, porque no sé qué haría si fuera Lila la tendida
bajo las manos de Maylak, inmóvil.
O Hassen.
El pensamiento se mete en mi mente y me estremezco. Hassen entró en la cueva para
salvarme. Tanto Asha como yo habíamos estado durmiendo cuando todo empezó, y me llevó
unos segundos darme cuenta de que lo que me había despertado del sueño era el sonido
de los disparos. Lo que era raro, puesto que no hay armas aquí. Pero entonces el suelo
tembló, y me di cuenta de que algo más estaba pasando. Cuando Asha y yo nos arrastramos
hasta la entrada de nuestra cueva, ya era demasiado tarde: la sala había sido bloqueada
por la caída de rocas. Por unos momentos pensé que estábamos muertas. Nadie iba a venir
por nosotras. No somos la gente más popular de la tribu después de todo, y ninguna de
nosotras tiene amigos que nos busquen. No sabíamos qué hacer.
Pero entonces Hassen vino por mí.
No sólo eso, me desenterró, arriesgando su propia vida. Y también salvó a Asha. Quiero
decir, claro, tal vez Hemalo estaba allí, pero todo lo que pude ver fue a Hassen. Él es el que
se arriesgó para salvarme. Y la mirada en sus ojos era tan intensa y tan ferozmente
protectora que me sentí.... asustada. Sin aliento y asustada a un tiempo, porque me
preocupa que me esté enamorando del tipo y no debería. No puedo elegir entre él y mi
hermana.
Sé que lo que siento por él se está volviendo cada vez menos casual a medida que pasa el
tiempo. Tal vez fue necesario un derrumbe para darme cuenta de lo mucho que está
llegando a significar para mí, pero cuando regresó por Pashov, quise gritar y patalear.
Quería retenerle y no dejarle ir porque era peligroso.
Y estoy bastante segura de que haber dejado de respirar hasta que volvió a salir.
Acaricio su frente pensativamente, estudiándole de nuevo. Respira uniformemente y yo me
relajo un poco. Él está bien. Lo está. Un poco golpeado, pero entero. Y un poco de héroe
después de salvar a Pashov. Espero que Vektal se dé cuenta. Miro a mi alrededor la
dispersión de la gente en la nieve, y Vektal y Georgie están yendo a cada pequeña familia
agrupada, para ver cómo están. Alguien está haciendo un fuego en medio de las cosas, lo
que parece ridículo, pero de nuevo, ¿qué otra opción tenemos? No sabemos si es seguro
volver a la cueva, y muchos de nosotros no estamos vestidos para estar afuera por un largo
período de tiempo. El jefe y su compañera están haciendo lo que pueden para calmar a la
gente, pero hay mucho que hacer. Todavía oigo llorar a los bebés, y la pila de pieles que
Hassen sacó está colocada en su fardo, sin utilizar. Cerca, Farli llora y abraza al pobre
Chompy, que parece tener una pata rota.
Todo el mundo está en shock.
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Pienso en Hassen, y en cómo no dudó en arriesgar su vida para rescatar a Pashov. Yo podría
estar ayudando. Tal vez es hora de que deje de mirarme a mí misma como una víctima.
Estoy varada aquí, pero son buena gente, y soy feliz. Se siente raro decir eso mientras miro
un desastre, pero lo hago. Tengo a Hassen como amigo, y mi hermana está aquí, y me
alimentan y cuidan. Y puedo ser más de lo que he sido. Puedo hacer más que lo mínimo
para seguir viva. No tengo que arrastrarme en mi cama como Asha y esperar a que el mundo
pase de largo.
Puedo ayudar.
No estoy en estado de shock como los otros. Algunos están golpeados. Algunos tienen sangre
seca en los oídos, y me pregunto si el estallido explosivo del terremoto rompió algunos
tímpanos. Cerca, Tiffany está temblando sola. Busco a su pareja y veo a Salukh de pie cerca
de la sanadora, consolando a una llorona Kemli y a su pareja, Borran. Sus padres. He
olvidado que Pashov es uno de sus hijos…y el hermano mayor de Farli. Pobre Farli. Ha sido
una buena amiga para mí, y ella está aterrorizada. Esto debe ser horrible para un
adolescente.
Oh hombre. Puedo hacer algo más que sentarme aquí y alisar las cejas de Hassen mientras
duerme. Me quito el envoltorio de piel de los hombros y lo pongo como una almohada, luego
le apoyo suavemente en el suelo. Lila me agarra de la mano mientras me pongo de pie. Ha
estado llorando, su cara brillante con lágrimas heladas. ¿Adónde vas a ir?
Voy a ayudar, le digo. A hacer lo que pueda.
Ella asiente con la cabeza y se limpia las mejillas, luego le aprieta la rodilla a su pareja y se
pone de pie, frente a mí. ¿Qué puedo hacer?
Dios, amo a mi hermana. ¿Cómo es que nunca me he dado cuenta de lo valiente que es,
sólo en el día a día? La alcanzo y le doy un abrazo rápido e impulsivo. Todavía tengo a mi
familia. Estoy bien, pase lo que pase. Cuando la suelto, gesticulo, ¿puedes repartir esas
pieles?
Aprieta la mano de Rokan y se escabulle. Le veo a él ponerse de pie y luego detenerse, como
si fuera a ir tras ella. Hay una expresión atormentada en su rostro, como si quisiera
asfixiarla con protección y tuviera que detenerse. “¿Puedes cuidar a Hassen por mí?
Avísame si se despierta”. Le pregunto a él. Está callado, y me doy cuenta de que también
tiene sangre en los oídos. Le doy un golpecito en el brazo y gesticulo mi pregunta, y él
asiente con la cabeza.
Inmediatamente me muevo al lado de Farli, justo cuando el bebé de Stacy empieza a llorar
más fuerte. Me arrodillo junto a Farli. Es un desastre caliente, con un gran corte en la
mejilla, sucia por el derrumbe, y sus brazos están cubiertos de extrañas ronchas. “¿Estás
bien?”
Me mira con lágrimas en los ojos, aferrándose a su mascota. “Mi hermano...”
“Va a estar bien”, le aseguro, manteniendo mi voz calmada y tranquila. Es curioso cómo
mis habilidades de camarera están entrando en juego ahora. Farli no es un borracho triste,
pero sé cómo calmar y hacer que parezca que tengo el control de la situación. “Echemos un
vistazo a tu mascota, ¿de acuerdo?”
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Ella lo aprieta más fuerte, y Chompy bala y muerde el brazo de Farli, dejando otra roncha
levantada. Pobre chivito. Ella está tan asustada que ni siquiera se ha dado cuenta.
Suavemente lo saco del abrazo de ella, y él se aleja unos pasos, berreando. Ella
inmediatamente empieza a llorar de nuevo. Mierda. No soy veterinaria, pero su pierna está
claramente rota. Con tanta gente golpeada, es imposible que la pobre sanadora le eche un
vistazo a una mascota. “Necesitamos entablillar su pierna. Para que no camine sobre ella.
¿Puedes conseguirme un palo o una barra de algún tipo? ¿Un hueso?”
Farli me parpadea y luego respira profundamente. “¿H-hueso?”
“Sí. Mientras tu hermano se cura, vamos a curar a Chompy, ¿de acuerdo?”
Ella vuelve a asentir con la cabeza y luego se pone de pie lentamente. Se tambalea un poco
pero parece recuperarse cuando su mascota bala y se acerca un poco más, cautelosa. "Creo
que Hemalo y los otros estaban curtiendo... antes...” Su labio se tambalea.
“Vale, bien. Mira si hay tiras de cuero y un hueso bonito y resistente. Lo dejaremos como
nuevo, lo prometo”.
Ella se aleja, y el pequeño Dvisti cojeando tras ella. Al menos se está moviendo y saliendo
de su estupor. Voy a tener que pensar cómo sujetar la pierna de un dvisti, pero las cosas
de una en una. El bebé de Stacy llora aún más fuerte, y yo voy para allá, porque ya no
puedo escuchar más y no puedo hacer nada.
Asha parece tener la misma idea que yo, porque ambas llegamos al lado de Stacy un
momento después. Ya tiene al bebé de Maylak en sus brazos. “Me encargo de esto”, le digo,
y toco el hombro de Stacy. “Voy a cuidar de tu bebé, ¿de acuerdo? Quédate aquí al lado de
tu compañero”.
Parece que no oye ni una palabra de lo que digo. Todo su cuerpo está enfocado en Pashov,
su mirada va y viene de la sanadora a la cara hinchada y ensangrentada de su pareja. Él....
no se ve bien. Tampoco Stacy, en realidad. Está temblando, y no sé si es por miedo o por
frío. Saco al bebé de su envoltura estilo papúa en su espalda, y él mueve las manos, me
golpea en la mandíbula y me grita.
“Está bien, amiguito”, le dije, meciéndole. Soy tan buena con los bebés como con los dvisti,
pero es hora de aprender una nueva habilidad. “Vamos a calentarte, ¿de acuerdo?”
Busco a mi hermana con las mantas, y mientras lo hago, Ariana se me acerca, resfriada.
Lleva una manta de bebé extra con ella, abrazando a su hijo de cerca. “Agarré varias de las
mantas de Analay cuando nos quedamos sin mantas”, me dice. “¿Necesitas ésta?”
“Eres un salvavidas”, le digo, y ella sonríe a través de sus lágrimas. “Si ves a mi hermana,
¿puedes decirle que le traiga una manta a Stacy? Creo que tiene frío”.
Ariana se centra en Stacy, y su expresión se suaviza, y luego me mira de nuevo. “Mi Zolaya
fue a una cueva cercana a buscar provisiones. Le daré la mía hasta que él regrese”
“Bien pensado”, le dije. Se apresura hacia el lado de Stacy, quitándose la capa de piel y
poniéndola suavemente sobre los hombros de Stacy. Envolví a Pacy en la piel y le puse
contra mi cadera. Su envoltura está mojada, y yo se la quito, y luego lo envuelvo en la manta
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otra vez. Ir de jefe puede no ser lo mejor para un bebé, pero tiene que ser mejor que sentarse
en su propio pis congelado. Se calma un poco, con hipo, y lo hago rebotar en mi cadera,
haciéndole muecas. Vale, un problema menos, y ahora necesito encontrar a Farli de nuevo.
Miro la dispersión de la gente. Unos pocos se dirigen hacia el fuego, y veo a Kira y Aehako
de pie junto a un hombre arrodillado en la nieve. Se está cortando los cuernos y agarrando
puñados de nieve y frotándoselos en la cara. Raro. Su dolor es palpable, sin embargo, y mi
corazón se aprieta. Perdimos a alguien. Miro a la sanadora, pero sigue trabajando en
Pashov. Entonces, no se trata de él. Rápidamente miro a Hassen, sólo para tranquilizarme,
pero no se ha movido. Alguien más, entonces.
Farli vuelve a mi lado, con un hueso largo en la mano. "¿Funcionará esto?"
Asiento distraídamente. Pacy balbucea algo y me golpea el hombro. Yo agarro su pequeña
mano en la mía. “¿Quién es ese, Farli?”
“Warrek”. Sus labios tiemblan y sus ojos se llenan de lágrimas. “Está de duelo. Su padre,
Eklan...” Ella sacude la cabeza. “Era viejo. Tal vez no pudo salir a tiempo. Pero era amable.
Me gustaba”
Uno muerto. El dolor de Warrek me golpea. “¿De quién es buen amigo? ¿Podemos
encontrarlo y que se siente con él? Necesita todo el apoyo que pueda conseguir ahora
mismo”.
“Ha estado enseñando a Sessah a cazar y lo cuida como si fuera su propio hijo. ¿Quizás él?
¿O Hemalo? Están cerca”
“Ambos son buenos. Corre y diles que lo ayuden. Que necesita amigos ahora mismo. Dame
el hueso y trabajaré en Chompy”.
“El jefe...”
Veo dónde estuvo Vektal la última vez. Se ha trasladado a Marlene y Zennek, envolviendo
con una venda el brazo de Zennek, que parece estar roto. “Él está haciendo cosas de jefe.
Estoy segura de que sabe. Ahora mismo tenemos que trabajar juntas y hacer lo que
podamos, ¿de acuerdo?”
Me hace una seña con la cabeza y se va corriendo. Chompy se tambalea tras ella un par de
pasos y luego bala. Le chasqueé los dedos y se volvió hacia mí. “Ven aquí, amiguito. Mi
amiguita y yo vamos a hacer que tu pierna mejore. En teoría” Le hago ruidos de besos como
si fuera un perro y se tambalea a mi lado. Pobre chiquitín.
Me arrodillo en la nieve y trato de imaginarme cómo voy a vendar la pierna de un dvisti
mientras Pacy tira de puñados de mi pelo y balbucea tonterías en mi oído. Algo se mueve
en la esquina de mi visión, y miro hacia arriba. Es Lila. Deja de hacer gestos para llamar
mi atención y hace un gesto exagerado. Mira. Señala hacia la distancia.
Yo miro.
Y jadeo.
Hay una columna de humo que se eleva en la distancia. Es como un dedo apuntando hacia
el cielo, dejando una mancha de suciedad a medida que avanza. Una erupción volcánica.
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RUBY DIXON
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Pienso en las aguas termales dentro de la cueva. No es la única. Tal vez todo este planeta
es un semillero de actividad tectónica y por eso hay tantas fuentes termales.
Eso explica los ruidos. Los terremotos.
Este no parece estar cerca -parece muy, muy lejos, incluso más lejos que las lejanas
montañas- pero sé que la ceniza puede viajar lejos. He visto las noticias. Lo que no sé es lo
que significa para nosotros.
No puedo evitar preocuparme. La vida ya es dura aquí, y la temporada brutal de la que todo
el mundo habla ya casi ha llegado.
¿Qué vamos a hacer?
∗∗∗∗∗∗∗
“Apuesto a que es la isla”, dice Josie cerca del fuego. “¿Recuerdas que te dije que todo era
verde? Tal vez hacía suficiente calor para que las plantas siguieran creciendo allí debido al
calor volcánico”.
“Si ese es el caso, ya no está”, le dice Georgie con voz cansada y apagada. “No sé si algo
sobreviviría a esa explosión”
“¿Vol-kay-no?”, pregunta la pequeña Esha. Está descansando contra el vientre redondeado
de Claire, chupándose el pulgar.
“Es una gran montaña de fuego”, explica Josie. “El fuego está en su vientre y se apaga con
el humo”
“¿Y cenizas?” Esha pregunta.
“Mucha ceniza”, dice Claire, quitando una mancha del suave pelo negro de Esha.
A medida que ha ido pasando el día, la dispersión de la gente se ha ido congregando poco
a poco. La mayoría están agrupados cerca del fuego, y la multitud ha crecido a medida que
los cazadores han ido a las cuevas de cazadores más cercanas y han traído suministros.
Unos pocos se han aventurado a volver a los escombros de la vieja cueva, pero no hay
mucho que salvar que no esté bajo una tonelada de roca. Ahora todo el mundo tiene pieles,
y se han erigido unas cuantas tiendas de campaña apresuradas con lanzas y cueros para
evitar lo peor del viento…y de las cenizas.
Estamos cubiertos de cenizas.
Al principio, pensamos que sólo era tierra de la cueva, pero cuando la nieve a nuestro
alrededor se fue ensuciando progresivamente, nos dimos cuenta de que venía del volcán.
No sé cuánto tiempo durará, pero no está tan mal hasta ahora. Sólo lo suficiente para
hacerte sentir sucio y recordarte que este planeta no es seguro, no importa lo cómodo que
te sientas.
Estoy sentada cerca del fuego junto a Lila, compartiendo una manta con ella. Rokan está
metido en el otro lado de Lila, con el brazo alrededor de la cintura, y puedo sentir su calor
irradiando. Se siente raro querer acurrucarse con él, pero a medida que el sol se pone, se
pone más y más frío. Nadie está listo para quejarse todavía, así que estamos aguantando.
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Hoy sólo existimos. Mañana habrá planes de supervivencia y estrategia, pero por ahora,
sólo somos una familia herida en la que unos se apoyan en los otros.
Frente a mí, Georgie cuida a su hija, cepillándole los rizos de los cuernos una y otra vez.
Su compañero, Vektal, se sienta a su lado, su postura es fuerte y orgullosa. Sólo su rostro
muestra las líneas de inquietud y preocupación. Parece mayor y más cansado a medida que
pasa el día. Me alegro de no ser jefe, no estoy segura de querer todo esto sobre mis hombros.
Maylak y Pashov descansan ambos en un refugio cercano. Stacy no se ha ido del lado de
su pareja, aunque no se haya despertado. Maylak se desmayó de cansancio hace unas
horas y está durmiendo una siesta muy necesaria, Kashrem proporcionando su regazo
como almohada para la sanadora.
Pashov no parece peor... pero tampoco parece mejor, y Maylak se ha aniquilado a sí misma
tratando de ayudarle. Los cortes y moretones de todos -y algunos tienen las extremidades
rotas- tendrán que esperar otro día. Otros están colaborando y ayudando, y la bebé Pacy
está actualmente con Megan. Makash, el hijo de Maylak, está con Liz.
A lo lejos, hay algunas figuras encorvadas en la nieve. No quieren unirse al fuego. Uno de
ellos es Warrek, que está llevando mal la muerte de su anciano padre. Necesita espacio, y
no le culpo. A veces tienes que trabajar a través de las cosas sin que la gente te hable y te
haga preguntas. Dos cazadores están a su lado, ofreciendo compañía silenciosa para que
no tenga que estar solo en su dolor. Uno de ellos es Bek....
Y el otro es Hassen.
Mi Hassen. Se siente raro decir eso, pero ahora mismo, siento que es mío. Me sacó de la
cueva y me salvó de una muerte segura. Y me di cuenta mientras la gente se reunía,
juntándose por familias, que Hassen no tiene nada. Es uno de los muchos que no tienen
familia que sobreviviera a la enfermedad khui de hace tantos años. Está completamente
solo.
Así que le estoy reclamando. Ahora es mío.
Le cuido la espalda mientras se sienta a unos metros de Warrek. Normalmente está lleno
de energía y vida, pero hoy se mueve un poco más lento, y eso me preocupa. Sé que es por
todo lo que ha pasado y que está luchando contra una multitud de moretones y
preocupaciones, todos lo están. Pero no me gusta verlo en Hassen. Me preocupo por él.
También me está evitando. Se despertó hace unas horas, escudriñó la tribu como si
estuviera contando cabezas mentalmente, y lo sentí en el momento en que me vio. Se me
puso la piel de gallina por todo el cuerpo. Quería que viniera y me abrazara delante de
todos, pero su mirada se dirigió a su jefe y luego siguió adelante. Unos momentos después,
se levantó y se puso del lado de Warrek, y desde entonces ha estado allí. Pobre hombre.
También me duele un poco que todo lo que obtuve fue una mirada, pero ¿cómo puedo
quejarme en un momento como éste? Está consolando a un amigo.
Está bien, mentalmente me quejaré, pero no diré nada en voz alta.
Sé que es difícil ahora mismo. Sé que Hassen está en terreno más inestable que nunca, así
que tal vez por eso me está evitando deliberadamente. Él es un exiliado, y yo soy la única
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mujer soltera que queda. Y con todo lo que está pasando, el tema de las relaciones debería
ser el menor de nuestros problemas. Pero aún deseo que se abrazara a mi lado junto al
fuego, manteniéndome caliente como Rokan mantiene caliente a Lila. Y sé que él también
tiene que estar sufriendo. No sólo físicamente, sino mentalmente. Todo el mundo lo está.
Sólo puedes ser fuerte por un tiempo antes de que te derrumbes por dentro.
Yo lo sé. Cuando nuestros padres murieron, me hice cargo de ser mamá y papá de Lila para
que ella no sintiera la falta. Me esforcé mucho para serlo todo para ella, y creo que terminé
necesitándola más de lo que ella me necesitaba a mí. Tal vez por eso he luchado tanto aquí
en el planeta de hielo mientras ella prosperaba. La había convertido en mi propósito en la
vida, y ahora ya no me necesita, así que he tenido que encontrar un nuevo propósito.
Sólo que.... no lo he encontrado del todo todavía. Y me preocupa que con Hassen, me esté
aferrando a una nueva persona para convertirle en mi "proyecto", tan horrible como suena.
Pero supongo que no debería confiar en mi juicio sobre las relaciones en un día en que un
volcán explotó y dejó a todos sin hogar. Probablemente estoy enloqueciendo y reaccionando
exageradamente, como todos los demás.
Pero tampoco puedo sentarme aquí. Necesito hablar con Hassen, aunque sólo sea para
asegurarme de que se las arregla bien. Algunos de los sa-khui están completamente
perdidos, y no les culpo. Esto es todo lo que han conocido, y se ha ido.
Me pongo de pie, fingiendo que me estiro, y luego me alejo del fuego. Lila me mira con
preocupación, pero le hago un gesto de despedida. Estoy inquieta y necesito levantarme y
moverme. Todos están acurrucados junto al fuego, y aunque es dulce, también me hace
sentir sola. Observo las tres figuras en el horizonte y luego me dirijo a las pieles de comida
y agua que han sido recogidas de las cuevas de los cazadores. Es mucha mezcla de frutos
secos y cecina seca, ninguna de las cuales me gusta. Es hora de aprender a disfrutarlo.
Consigo una bolsa de cada uno y luego camino a través de las cenizas y la nieve hacia
Hassen, Bek y Warrek.
Bek se pone de pie cuando me acerco, advirtiendo con su mirada. “Ahora no es el momento.
Ve a sentarte con las humanas junto al fuego”
Miro los hombros caídos de Warrek, y mi corazón se rompe un poco más por él. “Traje
comida y agua por si teníais hambre”
Al oír mi voz, Hassen se pone alerta y se da la vuelta.
“Nadie tiene hambre”, dice Bek.
Hassen ignora a Bek. Se pone de pie y se acerca a mí, y mientras lo hace, saco la bolsa de
comida y la piel de agua semi-congelada. ¿Pensaba que Hassen me estaba ignorando? Debo
estar loca, ¿porque la mirada devoradora, hambrienta y posesiva en sus ojos mientras me
mira? Sí, eso relaja todos mis temores.
Pero no se lleva la comida. Él sólo dobla mis manos alrededor y les da un pequeño apretón.
“Deberías comer”
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Esnifo. “Estoy bastante segura de que puedo perderme una comida o dos. Lo traje para ti y
tu amigo”. Casi le pregunto si está bien, pero es una pregunta estúpida. Su casa se
derrumbó y su padre murió. Él no está bien. “¿Hay algo que pueda hacer para ayudar?”
“Puedes volver al fuego”, dice Bek, hosco. Da un paso adelante y está parado frente a
Warrek. Está siendo protector con su amigo, le entiendo. Ni siquiera estoy molesta.
Pero Hassen sí. Le enseña los dientes a Bek y me jala para protegerme de él, con su brazo
alrededor de mis hombros. “Mah-dee está tratando de ayudar”
“Está bien. De verdad” Puse una mano alrededor de su cintura, y no sé si es para consolarlo
a él o a mí. “Sólo quería ver cómo estabais. Asegurarme de que estáis bien”.
“Tienes frío”, dice Hassen, poniendo su mano sobre la mía donde la presiono contra su
costado. “Volveré al fuego y te calentaré. No hay suficientes mantas en las que envolverse...”
“No, quédate aquí con tu amigo”, digo en voz baja. “Él te necesita. No vine a alejarte. Yo
sólo…bueno, no sé lo que quería” Sólo estoy siendo dependiente y ahora no es el momento.
Me avergüenzo de mí misma por haberles distraído, y siento que la mirada de disgusto de
Bek en mi dirección es tristemente apropiada. “Me alegro de que te sientas mejor. Tómatelo
con calma si te duele la cabeza, ¿de acuerdo?”
Bek me mira con incredulidad.
Vale, sí, me siento estúpida incluso por sugerirlo. Todo el mundo está sufriendo. Todo el
mundo está herido. Nadie puede darse el lujo de tomarse las cosas con calma, y yo estoy
haciendo un desastre. Le doy un apretón al lado de Hassen. “Hablaré contigo por la mañana,
¿de acuerdo?”
“Tienes frío...”
“Estoy bien, de verdad. Me acostaré con Lila y Rokan”.
Gruñe bajo en la garganta. “Al lado de Lila”.
Me río, porque supongo que eso sonó raro. “Sí, al lado de Lila. Lo prometo” Por impulso,
tomo su mano en la mía y la llevo a mis labios, y beso sus nudillos. Sus manos están
destrozadas por las excavaciones anteriores, costras y arañazos por todas partes. Alisé mis
dedos sobre su piel, deseando poder ayudar. “Voy a volver al fuego ahora. Sólo di algo si
hay algo que podamos traer, ¿de acuerdo?”
Y me voy y vuelvo al fuego, a mi hermana y a la tribu. No estoy segura de encajar ahí, pero
sé que no me necesitan aquí en la colina. Sólo estoy molestando. Siento la mirada de Hassen
en mi espalda a medida que avanzo, y tengo emociones encontradas al respecto. Por un
lado, me avergüenza haberles molestado. Por otro lado, me alivia que Hassen me necesite y
quiera estar conmigo. Es su sentido de lealtad hacia su amigo lo que le mantiene a su lado.
No puedo culparle por eso. Sé todo sobre ese tipo de cosas, reflexiono cuando vuelvo al lado
de mi hermana.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 11
HASSEN
Me voy a Mah-dee en medio de la noche. Mi gente está amontonada en la nieve, acurrucada
bajo los toldos improvisados, haciendo todo lo posible para evitar el viento y la ceniza que
trae consigo. La melena amarilla de Mah-dee es fácil de encontrar incluso en la oscuridad,
y duerme en los bordes de una manta, su hermana en el otro lado. Ella tiembla incluso
mientras duerme, y me invade el sentimiento de protección al verla. Debería estar aquí
calentándola con mi cuerpo. Dejar que el jefe me gruña por la mañana. Ahora mismo está
ocupado manteniendo a su pareja caliente, su kit acurrucado entre sus cuerpos.
Mah-dee me necesita.
Bek permanece al lado de Warrek cuando me voy. Mi viejo amigo guarda silencio en su
dolor, pero me alegro de que tenga compañía. Fui a verle porque sé lo que es perder a la
familia. Yo perdí la mía por la enfermedad del Khui y me quedé solo. Bek perdió a sus
padres entonces, e incluso ahora, sospecho que lamenta la pérdida de Claire. Su silenciosa
compañía será una especie de consuelo, aunque Warrek no se dé cuenta durante algún
tiempo.
Me quito la capa de encima y me acuesto en el suelo junto a Mah-dee. La nieve no me
molesta. El viento es un poco fresco, pero el tiempo sigue siendo agradable. Trato de no
pensar en el hecho de que cambiará en menos de una vuelta de luna. Trato de no pensar
en todos los suministros en las cuevas de almacenamiento, aplastados. Trato de no pensar
en el hecho de que no tenemos dónde vivir. Trato de no pensar en el viejo Eklan, o en
Pashov, que aún no ha despertado. Trato de ignorar el bajo llanto de la compañera de
Pashov.
En cambio, me concentro en Mah-dee. La atraigo contra mí, y ella se vuelve inmediatamente
contra mi pecho, y se acurruca. La envuelvo en mi capa y la sostengo fuerte. Mi polla me
duele con la necesidad de estar dentro de ella, pero es sólo un reflejo y es fácil de ignorar.
Ahora mismo, todo lo que quiero hacer es sentirla presionada contra mí y saber que está a
salvo. Metí su cabeza bajo mi barbilla, la abracé con mis brazos y trato de dormir. Mañana
será un día difícil.
Incluso cuando cierro los ojos, puedo oír los sollozos de Stay-see. No duermo mucho, y
cuando lo hago, sueño con Mah-dee, atrapada detrás de la roca. Veo sus dedos atravesando
el agujero, tratando de llegar a mí. Me despierto cubierto de sudor, con las manos anudadas
en su pelo como si estuviera tratando de aferrarme a ella incluso en mi sueño.
Pero Mah-dee sigue durmiendo. Ella saliva contra mi pecho, y ronca, sin darse cuenta de
mis pesadillas.
La abrazo hasta el amanecer. Al menos, debería ser de madrugada. En cambio, la luz es
opaca y siniestra. Las nubes sobre el cielo son gruesas y oscuras, y sigue cayendo más
ceniza. Me preocupa que Mah-dee esté respirando y le cubra la cabeza mientras duerme.
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Necesitaremos hacer máscaras para todos en la tribu, creo, hasta que las cenizas dejen de
caer. Es otra cosa que hay que hacer. Me duele el corazón al pensar en cuánto.
Me levanto lentamente, asegurándome de que Mah-dee esté a salvo del frío, y busco a
Vektal. Mi jefe está de pie frente a la cueva derrumbada, con los brazos cruzados. Desde
aquí no puedo leer su expresión, pero sé lo que debe estar pensando.
Me levanto y me doy cuenta de que las cenizas se desprenden de mi cuerpo mientras lo
hago. Es una preocupación, pero entonces otra vez, ¿qué no lo es? No tenemos casa, ni
suministros, y hay tantos kits pequeños y frágiles hembras humanas que debemos trabajar
aún más duro para mantener a todos alimentados. No lo cambiaría por nada, pero me pesa
mucho en la cabeza.
Me acerco a mi jefe, pasando por Aehako, que está avivando el fuego. Raahosh está colgando
su arco, listo para salir a cazar. Otros se están levantando, y oigo el gorgoteo de más de un
kit siendo alimentado. Hoy en día, debemos tener soluciones. Y yo debo ser uno de ellos,
exiliado o no.
“¿Mi jefe?” Pregunto, viniendo a su lado. “¿Qué puedo hacer para ayudar?”
Se aparta de la cueva para mirarme, y hay un gran dolor en sus ojos. Su mandíbula está
en una línea recta y me hace una seña con la cabeza. “Hassen. ¿Estás herido?”
“Estoy lo suficientemente bien” Ahora puedo oír. Me duelen las extremidades, pero mis
moratones se están desvaneciendo. Nada está roto. “Dime qué hacer y se hará”
Rokan se acerca, y Salukh también. Taushen está cerca y se pone en pie. Incluso Hemalo,
que no es un cazador, tiene una lanza en sus manos y se acerca.
“No podemos quedarnos aquí”, dice Vektal. “La cueva está arruinada”
“¿Podemos entrar? ¿Rescatar lo que podamos excavando un poco?” pregunta Salukh.
Vektal niega con la cabeza. “He estado aquí de pie observando y veo que las rocas siguen
cayendo dentro. Una sacudida más y cualquiera de los que estén dentro podría morir. No
podemos arriesgarnos”.
“Debemos tener suministros”, dice Hemalo. “¿Qué podemos hacer?”
“Necesitamos un lugar donde vivir y que las hembras y los kits estén a salvo”, dice Vektal,
frotándose la barbilla. “Pero me preocupa que la Cueva Sur sea tan mala como ésta”
“¿Entonces la Cueva de los Ancianos?” sugiere alguien. “¿O la cueva en la que las hembras
desembarcaron?”
“¿Las cuevas junto al lago salado?” añade otro.
“Demasiadas garras del cielo”, dice Taushen. “Las hembras nunca podrían salir de la
entrada de la cueva”
Vektal asiente lentamente. “Les escucho a todos. Y tengo muchas preocupaciones, pero
ahora mismo, debemos encontrar un lugar que sea seguro para nuestra gente para la
temporada brutal. Si esa es la Cueva Sur, entonces iremos allí. Si no lo es, entonces debe
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estar en otro lugar. Debemos comprobar todos ellos para ver cuál ha resistido al movimiento
de tierra. Podemos enviar cazadores a cada uno y ver si han resistido. Si no parece seguro
entrar, no entréis”. Su expresión es sombría. “Ayer perdí a un compañero de tribu y estoy
a punto de perder a otro. No deseo perder más”.
“¿Adónde vamos primero?” Pregunto. “¿La Cueva de los Ancianos?” Har-loh y Rukh están
allí”
La boca de Vektal se estrecha. “Si viven, sí. Por ahora, llevaremos a la tribu a la Cueva de
los Ancianos. Rokan, tú y Li-lah vayan a la cueva de frutas que encontraron y vean si está
aún en pie. Raahosh, ve con Taushen a las cuevas junto al lago de sal y comprueba si hay
garras del cielo y si son seguras”.
“Me llevaré a mi Leezh”, dice Raahosh. “Puedo protegerla de las garras del cielo. Pero no la
dejaré atrás mientras no sea seguro”.
Vektal asiente con la cabeza. “Entiendo. Taushen irá contigo de todos modos. Haeden,
llévate a Jo-see contigo y ve a las Cuevas del Sur para ver si han sobrevivido. Harrec y
Ereven, vayan a la cueva original de las humanas. De donde vinieron mi Georgie y las otras.
Mira si ha sobrevivido o si ha sido enterrada completamente”
“No puedo llevarme a mi Claire”, dice Ereven, dolorido. “Ella está pesada con mi kit”
“Iré”, dice Salukh. “Tee-fah-nee y yo podemos ir con Harrec. Deja que Ereven se quede con
su pareja”.
Vektal se vuelve hacia mí. “Debo quedarme aquí con la tribu. Los cazadores con los kits
más jóvenes se quedarán con la tribu y cazarán. Necesito más cazadores que puedan ir a
las cuevas de almacenamiento más lejanas y traer de vuelta todo lo que puedan. Las cuevas
más lejanas deben ser revisadas, y si son viables, traer de vuelta todas las pieles, armas,
suministros, cualquier cosa que necesitemos. Llevad el material a la Cueva de los Ancianos.
Haremos de esa nuestro hogar por ahora. Trae de vuelta todo lo que puedas. Hassen, toma
las cuevas hacia el norte. Hemalo y Asha pueden revisar las cuevas al sur. Bek puede ir al
oeste, y Vaza al este”
Asiento con la cabeza, pero mientras lo hago, mi corazón se hunde. Es un buen plan, y sin
embargo…las cuevas más lejanas al norte están en lo profundo de las montañas. Los otros
estarán más cerca de sus familias y regresarán mucho más rápido. Mi viaje es largo. Tomará
muchas manos de días viajar tan lejos, y el regreso será mucho más lento, cargado con
trineos de suministros. Estaré separado de mi tribu y de Mah-dee por mucho tiempo.
Pero hay que hacerlo. Mi tribu necesita a todos los cazadores... y yo sólo soy el exiliado. El
que rompe las reglas. ¿Por qué no debería ir a las cuevas más lejanas? No tengo familia
esperándome aquí. “Iré”
“Quiero ir con Hassen”. La voz de Mah-dee corta el aire. Ella avanza, envuelta en pieles, y
viene a pararse en medio de los cazadores. Algunos se ríen con diversión, pero otros parecen
irritados.
La expresión en la cara de Vektal se vuelve oscura. “Mah-dee...”
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“Quiero ayudar”, dice ella. “Estás enviando a todos los solteros, ¿verdad? Envía también a
la soltera. Hassen me ha estado dando lecciones y enseñando a cazar, así que puedo
ayudar. Él puede seguir enseñándome en el campo, y yo puedo ayudarle a traer suministros
de vuelta”
“No necesitas ayudar, Mah-dee”, le digo, aunque nada me gustaría más que tenerla
conmigo. Mi corazón me golpea en el pecho al pensarlo. “Será mucho caminar. No siempre
es seguro”.
“¿Porque quedarse aquí es seguro?” Ella hace un gesto hacia la cueva cubierta de
escombros. “Ya ningún lugar es seguro. Soy capaz. Déjame ayudar”
“Puedes ir con Bek”, dice Vektal. “Su viaje es más corto”
Bek hace un gruñido que suena a irritación.
Mis puños se aprietan a mis lados, pero mi jefe tiene razón. Mi viaje será el más largo. Le
costará.
“No quiero ir con Bek”, dice ella tranquilamente. “Él no es el que me ha estado enseñando.
¿Por qué no puedo ir con Hassen? ¿Porque es el tipo que secuestró a mi hermana? ¿Crees
que no lo sé?”
“Mah-dee”, digo con voz de advertencia. “Escucha a tu jefe”
Se mueve a mi lado y me pellizca la mejilla. “Eso es lindo por tu parte. El tratar de darme
consejos sobre eso” Me guiña el ojo para que le quite el sarcasmo a sus palabras y luego se
dirige a Vektal. “Quiero ir con Hassen. Somos un buen equipo y puedo ayudar. Dos
personas que traen suministros es mejor que una”
Vektal pone una mano en el hombro de Mah-dee. “¿Realmente deseas hacer esto? ¿Deseas
ir con él?”
“¿Crees que alguien podría hacerme ir a un lugar al que no quiero ir?”
Esta vez, Rokan resopla.
“¿Puedes seguir el ritmo?” El jefe le pregunta.
“Puedo y lo haré”. La cara manchada de cenizas de Mah-dee es testaruda pero decidida.
“No tienes que preocuparte por mí”
Vektal se vuelve hacia mí. “La mantendrás a salvo”
No es una pregunta. Asiento con la cabeza. “Protegeré su vida con la mía”
Vaza se adelanta, señalándome. “¡Está exiliado!”
La expresión de Vektal se vuelve sombría. “Amigo mío, ahora todos nos encontramos en el
exilio”
MADDIE
Te prometo que estaré bien, le digo a Lila y aprieto sus manos para reconfortarla.
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Ella saca sus manos de la mía, una mirada de preocupación en su cara. Si quieres ayudar,
puedes venir con nosotros, me dice, cada movimiento de su cuerpo indica su preocupación.
No tienes que ir con él.
Quiero ir con él, le digo. Él es mi.... Hago una pausa en lenguaje por señas, tratando de
pensar en la mejor manera de decirlo. Amigo, decido. No tiene a nadie más que a mí, y quiero
estar con él.
Sus cejas se juntan, y puedo decir que Lila está tratando de entender. ¿No le odias?
Niego con la cabeza. Odio lo que hizo, pero no a él no le odio. ¿Y tú?
Ella piensa por un minuto. Supongo que siento lo mismo. Esas semanas con él fueron
horribles, pero no quiso hacerme daño. Y ahora tengo a Rokan. Pero... ¿es seguro?
No va a tratar de mantenerme cautiva para forzar la resonancia, si eso es lo que estás
preguntando. Estoy bastante segura de que la idea haría que Hassen saliera con urticaria
en este momento. Ha visto lo que ha perdido con su tribu, y le está afectando mucho.
Además, ahora le conozco, y me gusta pensar que somos mejores amigos que eso. No me
haría ese tipo de truco.
No, no me refería a eso. Rokan dice que es un largo viaje. Me preocupa que sea difícil para
cualquiera, y los humanos somos un poco más frágiles que los locales.
Puede ser, pero no puedo quedarme aquí y acumular polvo. Me sacudo el pelo cubierto de
ceniza, esperando que se entere de la broma. Y yo sólo soy una boca extra que alimentar si
voy con los demás a la Cueva de los Ancianos. De esta manera, al menos puedo ayudar.
Pero... ¿Hassen?
Hassen, estoy de acuerdo. Ha sido un buen amigo para mí, aunque no lo creas.
Confío en tu juicio. La expresión de Lila es triste. Pero aun así me voy a preocupar por ti.
Oh, yo también me preocuparé por ti, le gesticulo. ¿Cómo no voy a hacerlo? Es mi hermanita,
y no importa que pueda cuidar de sí misma y que tenga un compañero que la cuide. Siempre
me voy a preocupar y quiero controlarla y ayudar. Tal vez eso es lo que ella siente por mí,
también. La ansiedad y el resentimiento que he estado sintiendo hacia la felicidad de Lila
ha desaparecido. Es raro, pero poco a poco he ido descubriendo que si necesito algo -apoyo
emocional, amistad, incluso desayuno- tengo que coger las riendas y conseguirlo por mi
cuenta. No va a caer en mi regazo, y la gente no va a poner excusas para que yo sea una
persona de mierda. Si quiero que las cosas cambien, tengo que hacer que cambien. Odio
que un terremoto haya tenido que demoler nuestra casa para que me diera cuenta de eso.
El cambio es bueno. No siempre es fácil, pero es bueno. Y es hora de que haga algunos
cambios.
Te veré en la Cueva de los Ancianos, le digo por señas a Lila. Te amo. Que no te maten, ¿de
acuerdo?
Voy a una cueva de frutas, me contesta con señas, su sonrisa es irónica. No es peligroso.
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No a menos que toda la horda de Metlaks se haya mudado allí, pero no se lo digo. Ni siquiera
quiero sacarlo al universo. Sólo ten cuidado de todos modos.
Lo haré. Ella hace una pausa en su lenguaje con las manos y luego me mira con curiosidad.
¿Hay algo entre tú y Hassen?
¿Por qué lo preguntas?
¿Porque soy sorda, no estúpida? Su boca se convierte en una sonrisa irónica. Sólo sé que
puede ser agresivo.
¿Y yo no puedo? Bromeo con ella.
Cierto. Supongo que si alguien puede domarlo, esa puedes ser tú.
La idea de domar a alguien me deja un mal sabor de boca. Domar implica que voy a
“arreglarlo”. Quebrantarle a mi antojo. Y eso no es lo que me interesa en absoluto. Me gusta
Hassen tal como es -impetuoso y autoritario, claro, pero es porque se preocupa demasiado.
Siente las cosas con demasiada intensidad. Y no quiero romper eso. Vamos a hacer esto
juntos como amigos, le digo a mi hermana. Si terminamos siendo más que eso, serás la
primera a quien se lo diga.
Me parece justo. Ella hace una pausa en su gesticulación y luego me envuelve en un fuerte
abrazo.
Y la abrazo con la misma fuerza, porque esta no puede ser la última vez que la veo. No lo
será. Ni siquiera puedo pensar eso o voy a empezar a llorar.
Pero Lila tiene que seguir su camino, y yo el mío. No puedo dejar que Hassen salga solo. No
ahora, no cuando más necesita a alguien a su espalda.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 12
MADDIE
Hassen y yo nos pusimos en marcha poco tiempo después con un solo paquete de
suministros. No hay mucho que empacar, aparte de una o dos pieles de agua extra. Todas
las raciones quedan con la tribu. Tenemos dos lanzas y un cuchillo, pero todo lo demás
tendrá que hacerse desde cero mientras viajamos. Trineos extra, mantas extra, lo que sea,
vamos a tener que hacerlos. Y con cada cosa que no llevamos, me doy cuenta de que este
viaje va a ser una perra. Me quejaría, pero no puedo decir que nuestro viaje vaya a ser más
duro que el de los demás. Miro hacia atrás a la tribu, reunida en un grupo compacto, y
estoy bastante segura de que todavía puedo oír a los bebés llorando. Hay algunas personas
que llevan una camilla improvisada para Pashov, que todavía no se ha despertado.
Nadie lo tiene fácil ahora mismo. Sólo tenemos que aguantarnos.
Caminamos hacia el norte. Quiero dar la vuelta y abrazar a Lila por última vez, pero sé que
ya se ha ido con Rokan. Me gustaría que Hassen me tomara de la mano, pero ambos
llevamos lanzas y todavía estamos lo suficientemente cerca como para que la tribu lo
vea…pero eso no significa que no lo desee, sólo un poco. Las raquetas de nieve y la ropa y
las pieles son difíciles de conseguir, y con muchos seres humanos que las necesitan, todas
las existentes están dispersas. El abrigo que tengo es ligero y no sirve para nada más que
para mantener alejado el viento, pero conseguiremos más pieles en la cueva más cercana.
Mis raquetas de nieve son desvencijadas y se sienten frágiles, probablemente porque fueron
hechas de partes 'extras' en un par existente y robusto. Los reforzaremos cuando
encontremos más huesos y cuero. Me recuerdo a mí mismo que podría ser peor. Pienso en
Pashov, llevado por los demás, y en la pobre Stacy, que se encuentra en un estado de
zozobra como un zombi…y me siento afortunada. Hassen está a salvo. Lila está a salvo. El
compañero de Lila está a salvo. Estamos bien.
Más ceniza está cayendo, y las vendas prestadas que estoy usando no son particularmente
calientes, pero la caminata hace arder la sangre, y pronto estoy jadeando y sudorosa a pesar
del frío que hace en el aire. Son nubes nubladas, densas y tormentosas que hacen que
parezca oscuro incluso a mediodía. Hay más ceniza cayendo que nieve ahora mismo, y
mantengo la boca y la nariz cubiertas, como he visto a los demás hacer. Seguramente no
puede durar más de unos pocos días. Sólo tengo que aguantarme. Más preocupante es el
hecho de que la ceniza se está metiendo en todo - considerando que conseguir agua fresca
es tan fácil como sacar algo de nieve nueva la mayoría de las veces, estoy un poco
preocupada.
Aún más preocupante es lo silencioso que está Hassen mientras viajamos. Es cortés
conmigo si hago preguntas, y me ayuda a liberar mis raquetas de nieve si me tropiezo. Me
ofrece una mano cuando lucho bajando una colina. Pero está muy callado, y la expresión
de su cara es sombría.
Me preocupa. No hay determinación en sus pasos, ni confianza. Está haciendo lo que tiene
que hacer, pero no hay nada ahí. No sé si está molesto conmigo, o sólo molesto con el
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mundo. No sé si está en shock o si está sufriendo por Eklan como lo está Warrek... pero sé
que algo anda mal. Me duele el corazón por él. Y aunque me estoy agotando rápidamente y
esta es sólo la primera tarde en lo que promete ser semanas de viaje, todavía estoy contenta
de estar aquí, porque él necesita a alguien. No puede pasar por esto solo.
Sin embargo, hasta que se acerque y me diga qué es lo que le molesta, voy a dejar que
guarde silencio. A veces necesitas estar contigo mismo para procesar las cosas, y regañarle
no ayudará. Además, me está costando toda mi energía sólo el mantenerme al día. Doblo la
cabeza y me concentro en poner una raqueta de nieve delante de la otra, siguiendo sus
huellas.
Hacemos paradas intermitentes a lo largo del día, deteniéndonos para cruzar un arroyo o
para revisar los senderos. Vemos una manada de dvisti a lo lejos, pero no vamos tras ellos.
Supongo que vamos a tener suficiente para llevar a casa sin añadir más a nuestra carga. A
medida que pasa el día, mis pies me duelen y mis dientes castañetean de frío, pero no me
quejo. Sin embargo, sí busco en todos los acantilados que pasan con la esperanza de que
encontremos una cueva de cazadores y nos detengamos pronto. Tengo que seguir hasta que
Hassen dé la orden. Se supone que debo ayudar a recuperar para los otros, no sé qué clase
de salvadora sería si no pudiera seguir el ritmo de la caminata inicial.
Y no quiero que cambie de opinión y se dé la vuelta para que pueda llevarme con los demás.
No hay señales de sol en los cielos nublados y enfurecidos, pero noto que se oscurece
progresivamente a medida que viajamos. Nos desviamos por un camino fácil a través de un
valle para subir una colina empinada, y quiero quejarme, pero creo que hay una razón por
la que de repente estamos tomando el camino difícil. Cuando veo a lo lejos la entrada de
una cueva, con un toque de pantalla que la cubre, sollozo de alivio. Hay unas cuantas rocas
caídas alrededor de la entrada, pero por lo demás parece entera y sin perturbar.
Gracias a Dios.
No se me había ocurrido hasta ahora que tal vez no había una cueva de cazadores cerca.
Que ellos tampoco podrían haber sobrevivido al terremoto. Tío, estamos en un lío tan serio.
Nos acercamos a ella, y me estremezco en mi interior, esperando que Hassen la convierta
en un momento de enseñanza. Que voy a tener que revisar la cueva, encender un fuego,
hacer inventario, y que estoy tan agotada que me dan ganas de llorar cuando pienso en ello.
Pero hay que hacerlo, así que tengo que aguantarme.
Pero sólo me toca el hombro distraídamente. “Espera aquí. Voy a inspeccionar la cueva”
Y eso también me preocupa. Porque no es propio de Hassen mimarme. Normalmente se
burla de mí, se burla de mis malas habilidades de observación, y luego me muestra la
manera correcta de hacer algo después de dejarme intentarlo unas cuantas veces. Ni
siquiera lo está intentando. Y está bien, tal vez ahora no sea el momento perfecto para las
lecciones, y estoy agradecida, pero también me preocupa que esto sea una prueba más de
que Hassen se está retrayendo.
No puede apartarse de mí. Le necesito a él. Él me necesita. No puedo dejar que me rechace.
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Hassen desaparece en la cueva y regresa un momento después, haciéndome señas para
que entre. Entro en la oscuridad y busco una pared. Las rocas aquí son un poco irregulares
-probablemente recién derribadas por el terremoto- y soy un poco cuidadosa al moverme
hacia adentro. “¿Quieres que haga el fuego?”
“Ya lo hago yo. Siéntate”
Debería discutir, pero no lo hago. Caigo al suelo, y una vez que lo hago, mis pies gritan con
alfileres y agujas. Se sienten como bloques de hielo, y mis botas están empapadas. En
realidad, estoy bastante segura de que todo lo mío lo está. Me acurruco en el suelo, odiando
ser tan débil. Que no puedo seguirle el ritmo. Que quiero ayudar y que voy a terminar siendo
una carga después de todo.
El fuego se enciende después de un momento, y luego veo que los rasgos de Hassen se
iluminan cuando empieza a suministrarle combustible. Miro alrededor de las sombras de
la cueva. Parece estar bien surtida, un montón de pieles enrolladas en una esquina y cestas
de suministros a lo largo de las paredes. Un extremo de la cueva parece un poco rocoso y
se ha derrumbado, pero por lo demás es grande y cómoda, con el techo lo suficientemente
alto como para que Hassen pueda estar de pie completamente, y suficiente espacio para
que ambos podamos movernos con facilidad. Algunas de las cuevas de los cazadores son
bastante pequeñas, pero ésta es espaciosa. Eso es bueno y malo, bueno porque es buena
para estirarse, y malo porque toma mucho más tiempo calentarla.
Bueno, puedo sentarme en mi trasero medio congelado, o puedo ayudar. Me levanto y ajusto
la pantalla sobre la entrada para que no haya ráfagas de viento que amenacen nuestro
pequeño fuego mientras está siendo avivado. Luego me dirijo a las pieles y empiezo a
desenrollarlas, haciendo una cama. Hay tres paquetes grandes, lo que significa que tenemos
suficiente para dos personas y dos camas separadas... pero espero que no llegue a eso. “¿Te
importa si me desnudo?” Le pregunto a él. “Mi ropa está empapada”
Gruñe. “Cuélgala junto al fuego para que se sequen”
No es su momento de mayor conversación. Ni siquiera comenta el hecho de que estoy a
punto de desnudarme. Eso está muy bien. No me siento particularmente sexy en este
momento, sólo cansada y con frío. Me quito capas húmedas de cuero del cuerpo y me quito
la banda de cuero que sirve como sostén. Ahora estoy desnuda, y envuelvo una de las pieles
gruesas alrededor de mi cuerpo como una toga antes de extender mi ropa junto al fuego. Ni
siquiera me mira a los ojos, sólo sigue alimentando trozos de combustible en la llama.
Siento que mi pecho me da otro apretón doloroso. Está deprimido. No puedo culparle, los
sa-khui tuvieron un revés devastador. Tiene permitido ser emocional, pero ahora mismo
tenemos que ser fuertes. Mucha gente depende de nosotros para que traigamos suministros
para ayudar con la temporada brutal. No podemos fallarles. No creo que quiera fallarles
tampoco. Creo que sólo está…luchando.
En lugar de descansar en la bonita, cálida y peluda cama que acabo de hacer, llevo mi toga
a las canastas y me meto en las bolsitas de cuero guardadas en el interior. Jabón-bayas,
especias, algo que parece cebo seco, anzuelos de pesca hechos de hueso... y otra cesta tiene
algo de la mezcla de frutos secos atrozmente picante que tanto le gusta a los sa-khui. Tengo
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tanta hambre que incluso los veo bien. Saqué la bolsa y me moví al lado de Hassen,
ofreciéndosela. “Aquí. Come”
“Come tú. Necesitas tu fuerza”
“Oh, planeo comer. Pero hay suficiente para los dos, y dudo que hayas comido desde el
derrumbe. Así que a comer, amigo mío”. Le sacudo la bolsa, dejando que el contenido se
agite en lo que espero que sea una manera tentadora.
Lo ignora, volviendo a mirar el pequeño fuego.
Me trago mi suspiro y pongo la comida a un lado y le pongo las manos alrededor del brazo,
abrazando su miembro contra mi pecho. No me aparta, pero tampoco responde. “¿Quieres
hablar de ello, grandullón?”
“Debería enviarte de vuelta”
“¿Disculpa?”
Hassen alimenta el fuego con su mano libre. “Este será un viaje largo y duro. No deberías
venir. Deberías quedarte atrás con las otras hembras humanas”.
“Finjamos que no he oído toda esa mierda sexista y hablemos de lo que realmente te
molesta”. Le acaricio el brazo. “Porque claramente no estás bien”
“¿Bien?” repite, con la voz baja. “Mi gente no tiene hogar. Mi amigo podría estar muriendo.
Se acerca la temporada brutal. No estoy nada bien”
“Sí, no sé nada de perderlo todo”, le respondí.
Me miró, sorprendido. Su boca se pone en una línea sombría, y saca su brazo de mi mano.
Creo que se va a levantar y me va a empujar, pero en vez de eso, me envuelve en sus brazos
y me aprieta con fuerza contra su pecho. No me está consolando, se está aferrando a mí
como si yo fuera su salvavidas.
Lo abrazo de cerca, acariciando mis dedos a lo largo de su espalda. “Sé que es difícil ahora,
pero tu gente es fuerte y resistente. Van a superar esto. Si la cueva de la casa se ha ido,
viviremos en la Cueva de los Ancianos. Si no está allí, entonces en otro lugar. Lo
averiguaremos y sobreviviremos”.
“Yo…” Se detiene, claramente luchando con la emoción. Sus manos me agarran fuerte.
“Toda esta pena, esta desesperación, me recuerda a antes” Quiero preguntarle de qué antes
habla, pero continúa. “Con la enfermedad del Khui. Mi familia...”
Oh. Deslizo mis dedos a lo largo de su piel bajo su chaleco, tratando de consolar con mi
tacto. “Les perdiste”
“Lo perdí todo. Me desesperé mucho durante mucho tiempo, y veo todo esto, y siento que
vuelvo a ese lugar oscuro”. Respira profundamente y me retiene aún más fuerte, y
prácticamente puedo sentir las crestas de su pecho dejando una huella en mi mejilla
mientras me abraza contra él. “Necesito estar allí, para ayudarles, y Vektal me envió lejos”
Su voz se rompe, y puedo sentir la tensión en su cuerpo.
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Está luchando mucho. Mi pobre Hassen.
Me libero de su asfixiante agarre y me siento, ahuecando su cara para que tenga que
mirarme. “Hassen”, digo en voz baja. “Sabes que Vektal no te envió lejos porque no te quería
cerca, ¿verdad? Te envía lejos porque eres el mejor para el trabajo. No tienes que
preocuparte por los bebés o por una compañera o una madre que necesite ayuda. Tal vez
apesta que te hayan elegido para lo que probablemente sea la tarea menos divertida de
todas, pero tú eres el mejor para ello. No es un golpe contra ti, es un cumplido”.
“Me eligió porque estoy solo”, dice Hassen con amargura. “Porque a la tribu no le importa
si vivo o muero”
“Porque volverás con los suministros y él no tiene que preocuparse por ti”, corrijo con
firmeza. “Y no estás solo. Estoy aquí a tu lado”.
“Deberías haberte quedado con tu hermana”
“¿Por qué? Ella no me necesita” Inclino la cabeza, estudiándole. “Tú tampoco me necesitas,
no realmente. No voy a mentir, probablemente voy a ser una compañía de mierda en este
viaje. Voy a ser lenta como la melaza, y no soy muy fuerte. Pero necesitas una amiga... y yo
puedo serlo para ti”.
Cubre las manos que tengo en sus mejillas con las suyas propias, y luego levanta mis manos
para besar cada palma de la mano. “¿Somos sólo amigos, Mah-dee? Sabes que tienes mi
corazón”.
Siento un pequeño revoloteo en mi barriga. Quiero decirle que lo es, pero... me preocupo
por mi juicio. ¿Me estoy aferrando a él porque me necesita? ¿Se está aferrando a mí porque
quiere a alguien? ¿A cualquiera? Pero no puedo rechazarlo. No cuando está claramente
herido y quiero consolarle.
Así que me saltaré las palabras por ahora. Pueden salir más tarde…si es que lo hacen. Yo
sigo adelante y presiono mi boca contra la suya, besándolo. Muevo mis labios contra los
suyos, acariciándolos y suavizándolos. Quiero que sepa que en este momento, es
absolutamente amado y necesitado. Le doy con la lengua y siento que su respiración se
acelera cuando le rodeo el cuello con mis brazos.
Quiero mostrarle lo mucho que me importa. Mostrarle cuan necesario es. Que no es
desechable ante mis ojos.
Le beso la boca dulcemente durante un momento más, y luego le doy un suave empujoncito
en el pecho, indicando que debe recostarse hacia atrás. Lo hace, mirándome con ojos
ardientes y ávidos. Aparto su chaleco de cuero, exponiendo su pecho, y suspiro con placer
al ver todo ese músculo duro. El azul es oficialmente mi color favorito para un pecho
delicioso, tenso y de pectorales perfectos.
“¿Qué haces, Mah-dee?” pregunta, con voz ronca.
Sólo le sonrío y me inclino hacia abajo, presionando un beso en su pecho. Quiero que se
sienta especial, y sé cómo hacerlo. Golpeo mi lengua a lo largo de las crestas duras y
plateadas que cubren el centro de su pecho. Me imagino que no es tan sensible como otras
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partes de su cuerpo, pero a juzgar por la forma en que su aliento está ronroneando, todavía
es bastante emocionante de ver. Yo también me estoy emocionando. Hago esto por él,
porque quiero que se sienta bien... pero me gusta hacerlo. Tocarle me excita, y puedo sentir
mi coño latiendo en respuesta a su excitación.
Beso más abajo, moviéndome en línea directa por su frente. No quiero que haya ninguna
suposición de lo que estoy haciendo, quiero que se dé cuenta y se anticipe. Golpeo mi lengua
por la línea dura de sus abdominales de tableta de chocolate y araño con mis dientes a lo
largo de su piel. Sabe un poco a sudor y ceniza, pero también sabe a Hassen, y me encanta.
“Mah-dee”, jadea mientras yo le doy una vuelta a su vientre plano, dirigiéndome a su
ombligo. “Tú…”
“Shhhh” Beso más bajo. “Me estoy concentrando. No querrás arruinar mi concentración,
¿verdad?”
Su doloroso gemido me dice que no, que no lo hará. Sumerjo mi lengua en la depresión de
su ombligo, trazándola antes de moverme hacia abajo. Tengo un destino muy específico en
mente, y puedo decir que ya lo ha adivinado. Si no lo ha hecho, el hecho de que ponga mis
manos en su taparrabos y tire de las cuerdas debería decírselo todo.
Un par de tirones de las cintas y él viene desenvuelto, como si fuera mi cumpleaños. Las
pieles caen hacia atrás, y luego veo su grande, delicioso y oh-tan-estriado pene elevándose
en el aire. Su espolón me llama la atención, y arrastro mis dedos sobre él con una suave
caricia antes de agarrar su longitud con la mano y darle un tirón.
La cabeza de Hassen retrocede, sus colmillos silbaban de puro placer. Me encanta ver eso.
Con una sonrisa, le acaricio la polla de nuevo y luego bajo la cabeza para darle un beso.
Aúlla mi nombre como respuesta.
Me río, arrastrando mis labios sobre la cabeza de su polla, mojándolos con el líquido
preseminal que se acumula en la punta redondeada. “Supongo que no tienes que
preocuparte por estar callado aquí, ¿verdad? Es divertido ser ruidoso, ¿eh?” Y le lamo,
asegurándome de arrastrar mi lengua lentamente sobre su corona.
“Mah-dee”, jadea. “Mi corazón”. Él extiende la mano y me acaricia la cara mientras me
divierto chupándole la polla. “Justo cuando pienso que no puedes darme más placer, me
sorprendes”
Un tipo dulce. Aún no ha visto nada. Envuelvo mis dedos alrededor de su longitud, lo aprieto
y lo meto profundamente en mi boca. Tomo tanto de él como puedo, dejando que su longitud
se deslice a lo largo de mi lengua. Llega profundo, y su circunferencia se siente enorme.
Aflojo mi mandíbula, haciéndolo trabajar más profundamente, hasta que me golpea contra
la parte posterior de la garganta y desencadena mi reflejo de arcadas. Lo libero y vuelve a
gemir, imposiblemente excitado por mis acciones. Sí, probablemente le esté volviendo loco
ahora mismo.
Es muy divertido, tengo que admitirlo.
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Le llevo profundo otra vez, chupando fuerte, y esta vez no tengo arcadas. Esta vez, empiezo
a tararear 'The Star-Spangled Banner'. Es un truco que aprendí de una amiga cuando
empecé a trabajar de camarera, y ella me contó todo sobre lo salvaje que era su novio. El
zumbido aumenta la vibración en la garganta y la lengua, y se siente muy, muy bien para
un hombre. Tal vez no tan bueno como un cosquilleo en la próstata, pero no sé si Hassen
está listo para ese tipo de cosas todavía.
Lo que sí sé es que le gusta el zumbido. Su gran mano toca mi cabello y luego se flexiona,
tirando hacia atrás. Es como si quisiera empujarme la cabeza y tuviera miedo de hacerme
daño. Yo tarareo más fuerte, trabajando con la mayor cantidad de saliva y movimientos de
las manos que puedo. Es tan grande, y las crestas son un poco molestas, que es difícil
llevarlo tan profundo como yo quiero, pero no parece importarle. Una y otra vez, lo bombeo
con mi boca, tarareando esa pequeña melodía patriótica como lo hago yo. Puedo sentir su
cuerpo apretando mientras me lanzo al clímax de la canción, pero él no está ahí conmigo.
Todavía no.
Así que le hago cosquillas en la parte inferior de su espolón. Me imagino que si se parece a
mis pezones, frotarlo suavemente en la parte inferior lo volverá tan loco como ese tipo de
cosas me vuelven a mí.
Su cuerpo se sacude. La respiración estalla en sus pulmones, y la mano baja por la parte
de atrás de mi cabeza, manteniéndome en su polla. Pierdo el control de la canción, pero no
importa. Levanta las caderas, bombea, y luego, un momento después, mi boca se llena de
chorros calientes de semen. Me dispara por la garganta hasta tal punto que apenas lo
saboreo, y yo me quedo quieta, apretando la base de su polla para ordeñarle. Cuando ya no
puedo tragar más, me voy hacia atrás, mi boca se inunda con lo último de su liberación, y
toso un poco mientras mi garganta trabaja.
“Mah-dee”, jadea, una mirada de asombro en sus ojos. Me encanta la forma en que dice mi
nombre así, después de su orgasmo. Como si acabara de mejorar su mundo de nuevo, sólo
con mi boca.
Toso y me trago lo que queda de su carga, sin gracia, pero por la forma en que me mira, no
le importa. “Lo siento”, jadeo.
“No debí haberme corrido en tu boca”, dice, tirando de mí contra él y acunándome contra
su pecho. Me abraza como si fuera la cosa más preciosa del mundo, y yo me abrazo contra
él y me encanta.
“Ese era el plan”, bromeo, acurrucándome más cerca. “Quería hacerte sentir bien”
“Lo hiciste”. Se calla un momento y añade: “¿Puedo hacerte sentir bien?”
“No lo hice por quid pro quo”, le dije. “Sólo quería darte un poco de placer”
“¿Quid...?”
“Recíproco. Mierda, probablemente tampoco conozcas esa palabra”. Pienso por un
momento, luego trazo un círculo en sus deliciosos, sabrosos abdominales. “No lo hice
porque quería que me hicieras lo mismo a mí. Lo hice porque quería hacerte sentir tan
maravilloso como creo que eres”.
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“Pero disfruto lamiendo tu coño”, me dice, y un dedo me recorre el brazo y luego traza un
círculo alrededor de uno de mis pezones, enviando un escalofrío a través de mi cuerpo.
“¿Seguramente no me privarías de tanta alegría?”
Si esto le puede hacer olvidar el mundo por unas horas, supongo que debo 'llevar la carga'
de que me coman el coño. Maldita sea. “Ni lo sueñes, grandullón”.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 13
Dos semanas después
HASSEN
“Hoy estás muy lenta”, me burlo de mi compañera mientras subo a la cima de una gran
colina. “Levanta los pies. Tenemos mucho camino por recorrer”
Detrás de mí, Mah-dee refunfuña algo en voz baja sobre culo-estúpido y hace un gesto con
la mano que me dice que no está contenta conmigo. Se mueve más rápido, aunque no lo
suficientemente rápido como para seguirme el ritmo.
Sólo me río de su respuesta y miro a través de las llanuras nevadas. Mah-dee hace muchos
ruidos de enojo, pero se esfuerza mucho y nunca se rinde. Puede que me burle de su
velocidad, pero nunca la dejaría atrás. Tener su compañía en este viaje ha hecho que las
preocupaciones sombrías en mi mente se desvanezcan. Ella es muy fuerte de espíritu, mi
Mah-dee. Si no tiene una respuesta, la fabricará. Para ella, no hay que llorar por lo que ha
pasado, sino por la necesidad de encontrar una solución. Ella es buena para mí. Cuando
mi dolor por mi tribu amenaza con abrumarme, Mah-dee me endereza la cabeza.
Mi corazón ha elegido sabiamente, aunque mi khui esté en silencio.
Escaneo el terreno nevado, buscando cambios. He ido por este camino muchas veces en el
pasado, pero gran parte del paisaje se ve diferente después de los temblores de tierra. Dos
más han ocurrido en las últimas semanas, pero luego las cosas se han vuelto silenciosas.
La ceniza se ha reducido, y la nieve está limpia de nuevo, el cielo casi se despeja una vez
más. Casi se siente normal.
Mah-dee llega a la cima de la colina, jadeando rápidamente. Ella se mueve a mi lado, su
mano tirando de la mía. “¿Qué estamos buscando?”
“Dvisti. Metlak. Garras del cielo”.
“No, no, y diaaaaablos no”, proclama, acercándose un poco más a mí. “He comido lo
suficiente del número uno para el resto de mi vida, y el número dos y tres son grandes
imbéciles en mi libro”
“Entonces tu libroohh es afortunado. No hay ninguno que pueda ver”. Ese es otro cambio
extraño después del movimiento de tierra. Aunque los dvisti han sido abundantes, no he
visto ni una sola garra del cielo, y los metlaks son poco frecuentes. Aunque me alegro de
que las garras del cielo hayan ido, me preocupa que haya pasado algo por alto. Este es
territorio de Metlak. Al menos deberíamos ver rastros de ellos.
“¿Cómo se ven?”, me pregunta. “¿Comparado con antes? ¿Algún cambio importante? Tal
vez por eso no hay nadie alrededor”
“Sin cambios”, le dije, estudiando los acantilados distantes. Hay menos valles a medida que
nos acercamos a las montañas, y la tierra se extiende, suave y blanca. Nos estamos
acercando a los límites de un territorio familiar. Más al norte, y estaremos cerca de la
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extraña y centelleante cueva donde Mah-dee y Li-lah fueron encontradas. No me adentraré
tanto en las montañas; no hay cuevas de cazadores que se adentren en territorio metlak.
Ellos se mantienen en sus cotos de caza, y nosotros en los nuestros.
“Veo una cueva por allí”, dice, señalando a la distancia. “¿Es nuestra próxima parada?”
“Hay dos cuevas en esta zona”, le dije. “Ésa, y luego otra a la vuelta de la esquina” Apunto
en la dirección opuesta, a los acantilados distantes.
“Tengo un poco más de energía”, dice Mah-dee, ajustando sus pieles más apretadas
alrededor de la cabeza. “Podemos ir a la que estamos más lejos antes de que llamemos a la
noche”
Toco su capucha, deseando poder acariciar su melena. Siento un gran afecto por Mah-dee.
Mi corazón. Ella es fuerte y se esfuerza hasta el límite porque desea ser una buena pareja.
Su mochila sería tan grande como la mía si la dejo, pero me cuido de mi pareja y me aseguro
de que no se esté esforzando. “Es nuestra última parada”
“Nuestra última parada... ¿en general? ¿En serio?” Me mira, sorprendida. “Entonces,
¿vamos a empezar el viaje de regreso?”
Asiento con la cabeza. Durante muchos puñados de días, hemos visitado cueva tras cueva
de cazadores, buscando suministros. Algunas de las cuevas habían desaparecido por
completo, aplastadas por las rocas. Otras permanecían intactas. Unas pocas tenían algún
daño, y una o dos habían sido atacadas por Metlak y ya no tenían nada útil. Mah-dee ha
estado garabateando marcas de carbón en una piel, tomando "notas", como dice ella.
Dejamos los suministros en cada cueva, tomando sólo lo que necesitamos para la
supervivencia inmediata. Una vez que hayamos despojado a las cuevas más lejanas de sus
bienes, regresaremos por el camino por donde vinimos, y limpiaremos las cuevas a medida
que avanzamos.
Aquí, en las cuevas más lejanas, tendremos que cazar algo grande para que los huesos y
las pieles grandes se estiren para hacer trineos. Una grande para mí, y otra más pequeña
para Mah-dee. Si pudiera, arrastraría a los dos detrás de mí, pero sospecho que a mi feroz
y de melena amarilla humana, no le gustaría tanto. Sólo pensar en su reacción me hace
sonreír.
Estar con ella ha sido.... divertido. No hay otra forma de describirlo. Si hubiera estado solo,
estaría lleno de desesperación, preocupándome por mi tribu. Pero con Mah-dee, me obliga
a pensar con lógica. A confiar en que los demás están a salvo bajo el cuidado del jefe, y a
concentrarme en la tarea en cuestión. Para ella, no hay problema que no pueda ser
solucionado.
Este viaje no ha sido tan solitario con ella a mi lado. Me despierto cada mañana con ella en
brazos, y me acuesto cada noche en una cueva diferente, pero con las manos de Mah-dee
pegadas a mi pecho. Nos apareamos la mayoría de las noches, pero a veces está demasiado
cansada, y eso también está bien. Es suficiente para mantenerla cerca e inhalar su olor.
Basta con escucharla reír, o ver la sonrisa cruzar su gracioso rostro humano.
Cuando ella está conmigo, pienso que incluso la destrucción de la cueva no es tan mala.
No es algo que nos destruya. Sobreviviremos y seguiremos adelante. Mah-dee ha empezado
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su mundo. Li-lah, también. Cada hembra humana que se encontró aquí en las nieves de
nuestro planeta, lejos de su hogar, han comenzado sus mundos de nuevo. Los sa-khui
pueden hacerlo, y ser más fuertes por ello.
Mah-dee me enseña esto todos los días.
“¿A qué distancia estamos del océano?” pregunta Mah-dee, protegiendo sus ojos de la luz
del sol. Hoy es uno de los primeros días en que los soles han atravesado las oscuras nubes
grises, y el verlas nos ha hecho felices a ambos. La luz del sol significa no más cenizas. Sin
nubes ni temblores de tierra, las cosas volverán a la normalidad pronto... y la brutal
estación permanecerá a raya un día más.
O-shean significa gran agua salada para ella. Recuerdo esto. Apunto a las montañas
puntiagudas en el horizonte. “En el otro lado. ¿Querías ir?”
“¿Podemos cruzar esas?”
“No fácilmente. Íbamos a dar la vuelta. Tomar el camino largo. Añadirá otras dos manos de
días para viajar”. Pienso por un momento y luego añado: “Mis manos, no las tuyas”.
Me mueve los cuatro dedos y me sonríe. “Me gustaría ver cómo es el océano aquí, pero
probablemente deberíamos volver a la tribu lo antes posible. Supongo que ahora no es el
momento de dar un paseo”.
“Cierto. Aun así iría por ti”
“Eres muy dulce”, dice ella, apretando mis dedos. “Puedes contármelo a mí en su lugar. ¿Es
azul?”
“¿Qué es azul?” Empiezo a bajar por el otro lado de la colina. La nieve aquí es más profunda,
y me doy la vuelta y le ofrezco mi mano para que pueda descender fácilmente.
“¿Es el océano azul?” Ella agarra mi mano e inclina sus raquetas de nieve, como le he
mostrado.
“No, es verde”
“Eso suena asqueroso. Como una piscina sucia. Tal vez finja que se ve bien, ya que no
vamos a ir a verlo”.
“No querrías nadar”, le advierto. “La orilla es muy rocosa y te arañarías los pies. Además,
hay muchas cosas que viven en el agua que podrían comerte de un bocado”.
“Encantador. Me encanta este lugar”. Su tono es seco. “Entonces, ¿dónde estamos? ¿Cerca
de donde nos encontrasteis a mi hermana y a mí?”
“Más cerca de las montañas. Necesitaríamos viajar otro día o dos para llegar a él.”
“Bien. Realmente no quiero ir en esa dirección”. Se estremece, y siento el temblor en su
mano. “A veces todavía tengo pesadillas sobre esos pequeños muertos verdes y lo que podría
haber pasado si el barco no se hubiera estrellado”
Yo aprieto su mano con fuerza en la mía. No me gusta pensar en eso en absoluto.
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Mah-dee se detiene en la base de la colina, pretendiendo ajustar las correas de su mochila.
He aprendido estos pequeños trucos; ella no quiere decirme que está cansada, así que revisa
sus cosas. A veces son sus zapatos, a veces su mochila. Espero pacientemente, fingiendo
no notar que está respirando con dificultad. Cada día, se hace más fuerte y puede aguantar
más tiempo, pero todavía es nueva en esta vida. Llevará tiempo, e incluso entonces nunca
será tan fuerte como una hembra sa-khui. Las humanas son delicadas.
Es bueno que yo sea fuerte y capaz, porque puedo cuidar de ella. Ese pensamiento me
causa un placer feroz.
“Hmm” Los pasos de Mah-dee cesan de crujir sobre la nieve.
Me detengo y giro. “¿Qué pasa?”
“Me pareció ver algo. ¿Qué es eso de ahí?”
Miro a mi alrededor, pero no veo a qué se refiere. “¿Qué?”
“Por allí. Me pareció ver la nieve moviéndose”
Miro hacia donde ella señala y no veo nada más que colinas onduladas y más nieve. Un
grupo de muchos arbustos cubiertos de nieve son visibles en la cima de un pequeño
montículo, pero aparte de eso, no hay nada inusual. Me doy la vuelta para preguntarle a
Mah-dee qué es lo que le molesta... cuando uno de los arbustos se mueve.
No es un arbusto cubierto de nieve en absoluto…sino un Metlak.
Y no es sólo uno, sino varios. Al menos dos manos. A medida que se mueve otro arbusto,
me doy cuenta de que son tres manos, tal vez más. Y nos han visto. Nos están cazando.
Los Metlak normalmente evitan a los sa-khui, y se espanta por cualquier cosa que lleve
nuestro olor. Son criaturas cobardes... pero también tienen hambre. Pienso en las cuevas
de cazadores que encontramos que fueron asaltadas, el contenido destruido y los
suministros comidos. Si son lo suficientemente valientes para ir a nuestras cuevas, son lo
suficientemente valientes para atacarme a mí y a Mah-dee. Quizá vean nuestros paquetes
y crean que tenemos comida.
Mah-dee está en peligro. Un frío escalofrío se mueve sobre mí, y yo escudriño nuestro
entorno. Incluso si la llevo a una cueva de cazadores, no habrá tiempo suficiente para hacer
un fuego que los ahuyente. Debemos hacer algo, y rápido.
Me doy la vuelta y agarro a Mah-dee por el brazo, arrastrándola. “Debemos irnos”
“¿A dónde vamos? ¿Qué pasa?”
Con mi mano libre, me quito una de las lanzas de la espalda y la libero de las ataduras de
mi mochila. “Esos son metlaks, y vienen a por nosotros”
Corre a mi lado, tratando de moverse rápido, pero las raquetas de nieve la ralentizan.
“¿Deberíamos intentar hablar con ellos? Lila dice que son inteligentes...”
“Tienen hambre”, le digo. “Son impredecibles. No quiero arriesgarme. Vamos a caminar más
rápido y esperar que no nos sigan”.
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RUBY DIXON
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Es una esperanza estúpida, pero ahora mismo, es todo lo que tengo.
Mah-dee acelera sus pasos, y puedo oír su aliento resoplando. “¿Debería sacar mi arma?”
“Sí”
“Oh, joder”
"Ahora no", le digo, escudriñando los lejanos acantilados mientras nos apresuramos hacia
ellos. Si llegamos a la cueva del cazador lo suficientemente rápido, tal vez pueda retenerlos
lo suficiente para que Mah-dee haga fuego. Los metlaks odian el fuego y se asustan
fácilmente. Mah-dee es lenta como el pedernal, pero tal vez hoy....
Se tropieza, se le escapa un pequeño grito. Me detengo en mi camino, girando para ayudarla
a levantarse. "¿Estás bien?" Ella lucha por ponerse de pie, asintiendo con la cabeza, y uno
de sus zapatos se le cae alrededor del tobillo, con las correas de cuero rotas.
“Mi zapato”, jadea. “Puedo seguir adelante”. Luego vuelve a tropezar, gritando, y sus manos
se aferran a mi brazo. “Vale, podría ser mi tobillo, también. Déjame, Hassen...”
Ni siquiera la dejo terminar. Con un gruñido de ira, la cogí en mis brazos y la colgué sobre
mi hombro, ignorando su grito de protesta.
No dejaré a Mah-dee atrás. Yo moriré primero.
Con mi lanza como bastón, corro lentamente hacia los acantilados. Se acercan cada vez
más, y a pesar del suave peso de Mah-dee sobre mi hombro y su retorcimiento, soy capaz
de moverme más rápido. “¿Siguen viniendo?” Le pregunto a Mah-dee mientras me lanzo
hacia adelante.
“Oh, sí”, dice ella, su voz tambaleándose. “Además, podría vomitar si no vamos más
despacio. Tu hombro me está golpeando el estómago...”
“Entonces vomita”, le digo, y acelera.
“De acuerdo”, dice débilmente. “¿Debería sacar un arma?”
“Sí”
“Joder”.
“Ahora no”, le digo de nuevo, distraído. Me estoy acercando a los acantilados distantes, y
se ven.... diferentes. Las rocas se derrumban aquí, la nieve se desploma. El movimiento de
tierra también ha afectado a este lugar, y me preocupa que la cueva del cazador ni siquiera
esté allí. La desesperación me hace moverme más rápido, y me dirijo hacia los acantilados
que sobresalen y la sombra que proyectan. Estamos cerca. A medida que nos acercamos,
puedo ver la sombra de la cueva a lo lejos, y redoblo mis pasos, apresurándome. Debo llevar
a Mah-dee a un lugar seguro. Si puedo bloquear la entrada de la cueva con ella detrás de
mí.
Un sonido rompedor.
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La nieve bajo mis pies desaparece. Grito sorprendido, y Mah-dee grita mientras caemos por
el aire. Hago a un lado mi lanza y enrosco mi cuerpo alrededor de la suya, tratando de
protegerla.
Aterrizamos. Me caigo de espaldas y, a pesar de la nieve blanda, el aire sale de golpe de mis
pulmones. La oscuridad baila detrás de mis ojos, pero se desvanece con la misma rapidez,
y siento el gemido de Mah-dee mientras ella se aleja de mí. “¿Qué…”
Me cuesta sentarme. Está oscuro aquí, las sombras protegiéndonos de la luz del sol por
encima de nosotros. Miro hacia arriba y veo que estamos en una grieta, el suelo sobre
nosotros se abrió. Una capa de hielo debe haberla cubierto de alguna manera y yo me colé,
hundiéndonos aquí. La nieve se acumula a nuestro alrededor, y las paredes del acantilado
se elevan muy por encima de mi cabeza y de la de Mah-dee. Cuando miro hacia arriba, veo
una mirada de Metlak sobre el borde.
Mah-dee aspira en un suspiro, tocando mi brazo.
La criatura nos grita, luego toma un puñado de nieve y la lanza en nuestra dirección. Otros
aparecen a su lado, agitados. Bordean los bordes de la grieta, nos miran y gritan su ira,
pero nadie se acerca.
“No creo que puedan llegar a nosotros”, dice Mah-dee. Ella me mira, preocupada. “¿Estás
bien?”
Me siento y miro a mi alrededor buscando mi lanza. Está a varios brazos de distancia, y me
pongo en pie lentamente, probando mi cuerpo. “Tengo la cola magullada”, digo, frotándola.
“Pero viviré”
Ella se ríe.
Le frunzo el ceño. “¿Qué es tan gracioso?”
“Sólo tú.... frotándote el culo mientras estamos atrapados en un hoyo”
“No es un pozo”, le digo, mirando alrededor, tratando de determinar qué es exactamente.
Es casi como si el suelo tuviera una herida abierta y nosotros hayamos caído en ella. No
estoy completamente seguro de que me guste.
“Un cañón, entonces. Los tenemos en la Tierra”
Miro hacia arriba. “Al menos ha detenido a los Metlak” Nos arrojan puñados de nieve como
respondiendo a mis palabras, pero no hacen otro tipo de movimiento. No vendrán a
nosotros. Ni siquiera sé si pueden. Estamos al menos dos cuerpos por debajo de ellos, tal
vez más. Veo las paredes rocosas. Tendré que escalarlas para salir y bajar una cuerda hasta
Mah-dee. Pero eso es un problema para después. “Estamos a salvo por ahora”
Se estremece. “Ahí está eso. Supongo que nos quedaremos aquí abajo hasta que se vayan”.
Miro a mi alrededor. El cañón es lo suficientemente ancho como para que varios cazadores
puedan caminar de frente, pero una manada de dvisti no lo lograría. Como valle, este es
extremadamente estrecho. Va en zigzag, y me pregunto hacia dónde se dirige. Cojo mi lanza,
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me froto la cola y luego tomo mi mochila caída y me la pongo en la espalda. “Ya que estamos
aquí abajo, veamos hacía dónde nos lleva esto”
Mah-dee mira hacia arriba, donde los Metlaks nos observan desde arriba. “Sí, supongo que
también podríamos”. Se quita la raqueta rota del pie, luego la otra, y se fija las botas antes
de ponerse de pie. “La nieve no es muy profunda aquí. Eso es bueno” Ella da unos cuantos
pasos hacia adelante y me tiende la mano.
Su mano está fría, y yo me aseguro de apretarle los dedos alrededor de los suyos.
“Vamos a estar bien, ¿verdad?” Dice en voz baja.
Su preocupación hace que me duela el corazón. Normalmente está tan segura de sí misma,
tan confiada. Me ha mantenido fuerte en muchos días oscuros. Debo hacer lo mismo por
ella. Me vuelvo y llevo su mano a mi boca, presionando mis labios contra sus nudillos. “No
dejaré que nada te haga daño, Mah-dee”
“Lo sé. Sólo.... estoy un poco alterada” Ella se ríe nerviosamente y echa un vistazo a los
Metlaks que aún están vigilando. “Esas cosas son espeluznantes”
“Quédate cerca de mí”
“No hay problema”. Ella saca su mano de la mía y me pone un brazo alrededor de la cintura.
“Te frotaría el trasero por ti, pero prefiero alejarme de los Metlaks antes de hacer el tonto”
Gruño, no estoy del todo seguro de cómo tomar eso. “Veamos a dónde nos lleva esto,
entonces”
∗∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 14
HASSEN
Nos dirigimos por el estrecho cañón. Está oscuro aquí, casi como caminar a través de una
larga y sinuosa cueva si no fuera por la estrecha franja de cielo que hay arriba. Vigilo las
paredes del cañón, en caso de que haya un lugar donde sea lo suficientemente poco
profundo como para que los metlaks puedan llegar hasta nosotros. Hasta ahora, sin
embargo, las paredes crecen más altas con cada paso que damos hacia el cañón. Pronto,
las paredes son tan altas que cinco machos de pie cabeza a cabeza no podrían salir a la
superficie... y no me saldría de esa caída con sólo una cola dolorida.
Mah-dee ladeaba la cabeza mientras caminábamos, admirando lo que nos rodeaba. “Este
lugar es genial”
Un comentario extraño. “Por supuesto que es más fresco. Estamos en un valle. No será tan
cálido como donde los soles tocan la nieve”
Ella se ríe. “No, quiero decir, es ingenioso. No es frío. Me recuerda al Gran Cañón en casa,
excepto que es púrpura y azul en lugar de naranja y rojo. ¿Esto fue tallado por un río?”
“Eh, no lo sé” Estudio nuestro entorno. Nunca he considerado eso. Todo lo que sé es que
aquí los acantilados casi se cierran como dientes. En algunas zonas, las paredes del valle
se cierran herméticamente y casi se siente como si estuvieras caminando por un túnel en
una cueva. “Mantente cerca”.
“Estoy cerca. Si me acercara más, estaría agarrándote de la cola y frotándome contra tu
trasero”, refunfuña detrás de mí. “Aunque probablemente te gustaría eso”
“Guárdalo para después, cuando estemos junto al fuego”
“Coqueto”.
Me divierto con sus palabras. Tal vez estoy coqueteando. Me gusta burlarme de Mah-dee.
Ella se burla, a diferencia de su hermana, que lloraba y lloraba si yo la miraba. No por
primera vez, maldigo el día que me llevé a la hermana de melena oscura en vez de a la de
melena amarilla.
Hay silencio mientras caminamos. Nuestros pasos crujen en la nieve, pero Mah-dee se
acelera, moviéndose a mi lado y deslizando sus dedos alrededor de mi cinturón. “No hay
tanta nieve aquí abajo”, dice. “Uno pensaría que todo se caería y se amontonaría, excepto
que no lo es. Tal vez este cañón esté protegido del clima. Mira hacia arriba” Ella señala, y
yo obedientemente miro hacia arriba. “Un lado del cañón parece más alto que el otro.
Apuesto a que protege el fondo de muchas inclemencias del tiempo”.
“Tal vez”. La acerco más contra mí. “Todo saldrá bien, lo prometo”
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“Lo sé. Estoy contigo” Me mira y tiene una pequeña sonrisa en la cara. “Todo está bien
cuando estamos juntos. Te das cuenta de eso, ¿verdad?”
Siento una oleada de afecto por ella, junto con una intensa posesividad. Mah-dee es mía.
Ninguna hembra ha sido nunca tan fuerte, tan inteligente, tan ingeniosa, tan dulce o tan
generosa. Ninguna mujer es tan perfecta para mí como ella. Pienso en Li-lah y en su llanto,
y curvo mi labio con asco. Fui un tonto. “Te mantendré a salvo”, le juro.
Ella me sonríe. “Lo sé”
“No, no lo entiendes” Me detengo y pongo mis manos sobre sus hombros, volviéndola hacia
mí. Esto se siente... importante. Se siente grande. Que debe escucharme. Que debo decirle
lo que siento. “Eres mi corazón, Mah-dee. Sin ti, no soy nada. Me viste como un exiliado y
aún así me llevaste a tus pieles. Eres amable y generosa”.
Sus mejillas están llenas de color. “Hassen, lo haces sonar como caridad...”
“¿No estabas dando?”
“¡No estaba pensando en dar! Estaba pensando en cómo quería acostarme contigo”. La
vergüenza aparece en su cara.
“Me elegiste de entre todos los hombres de la cueva. Podrías haber tenido a cualquiera de
los cazadores no apareados. En vez de eso, escoges al que más odias”. Pongo su cara en
mis manos. “¿Qué viste en mí?”
“Parecía que necesitabas un amigo. Y yo también lo necesitaba”. Ella pone sus manos sobre
las mías. “No, es más que eso. Necesitaba conectar con alguien. Me sentía sola, y solitaria,
y me sentía como.... bueno, que tú lo entenderías. Que sabrías lo que se siente al estar
rodeado de gente y aun así sentirte a la deriva”. Sus dedos rozan mi piel. “Nadie más podía
identificarse. Y no me importaba que fueras el tipo que me robó a mi hermana. Bueno, sí
importaba un poco, pero necesitaba saber cómo te sentías. Si hubieras estado enamorado
de Lila, no me habría acercado a ti”.
Mis labios se curvan ante el pensamiento. “¿Enamorado de Li-lah? Nunca”
“Por eso te quería a ti. Cometiste un error, pero eso no significa que debas ser castigado
para siempre. Y tal vez lo estoy viendo con gafas de color rosa o algo así, pero sé lo que es
perder tu mierda en un mal momento y que la gente te la siga tirando a la cara una y otra
vez”. Ella sonríe irónicamente.
“No tengo ni idea de lo que acabas de decir”
Ella suelta una risita. “Me lo imaginaba. Sólo quiero que sepas que veo más allá de tus
acciones a la persona que hay debajo, ¿de acuerdo?” Me da una palmadita en la mano.
“Eres una buena persona. No lo olvides nunca”.
Siento un calor en mi pecho, y le sonrío. Mah-dee ve al verdadero yo. Me hace tan... feliz.
Por primera vez en mucho tiempo, me siento satisfecho con el lugar que ocupo. Si estoy
exiliado, que así sea. Si he perdido la confianza de aquellos a los que quiero con mis
acciones, mientras tenga a Mah-dee, puedo vivir con ello. Quizás nunca superaré la
vergüenza del desengaño, pero no me destruirá. Mi compañera no lo permitirá. Siento un
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estruendo de placer en mi pecho que tengo a una hembra a mi lado. “Mi compañera”, le
digo en voz baja. “¿Qué haría yo sin ti?”
Sus ojos se abren de par en par. “¿Tu compañera?”
“Lo has sido desde el día que me reclamaste” Acaricio mi pulgar sobre su suave, extraña y
rosada boca. “No hay otra para mí. Nunca la ha habido”.
“¿Ni siquiera mi hermana?” Su voz se le estrangula.
Resoplo. “Tu hermana es mi mayor error. Creo que nunca me ha gustado”
Mah-dee me muerde suavemente el pulgar cuando le acaricio la boca con él otra vez. “Puede
que quieras aprender a quererla, ya que es mi familia”
“Porque ella es tu familia, la toleraré”
Las risitas de Mah-dee. “Es terrible que digas eso, y no debería reírme”
“Deberías reírte. Deberías reírte todo el tiempo. Me encanta oírlo. Me hace feliz” Me acerco
más. “Me haces feliz”
Su sonrisa se oscurece un poco. “Es horrible ser tan feliz cuando las cosas están tan
podridas para tantos. Puedo...” Su expresión cambia a una de preocupación, y se agarra a
mi chaleco. “Oh, Dios mío. ¿Sientes eso?”
“¿Qué?” No siento nada más que el cálido y contento estruendo en mi pecho.
“¡Creo que es otro terremoto!”
El pánico en su voz me hace tirar de ella para protegerla contra mi pecho, y encorvo mis
hombros sobre su forma más pequeña, tratando de protegerla con mi cuerpo. No estamos
seguros aquí en este trozo de tierra. “Te tengo”
Pasa un largo momento, y espero sentirlo. Sin embargo, no siento nada bajo mis pies, sólo
el calor de ella apretado contra mí, y el cosquilleo de su melena contra mi barbilla.
Se endurece contra mí y luego retrocede, frunciendo el ceño. “Vale, esto va a sonar raro...”
Su mano presiona el centro de mi pecho. “Pero estás retumbando. Cariño, ¿tienes
indigestión?”
No le pregunto qué quiere decir. Ahora yo también lo siento. El edificio, retumbando
lentamente en mi pecho que está extendiendo calor por todo mi cuerpo. Yo... no me atrevo
a tener esperanza.
Me arrodillo y presiono mi cabeza contra sus pezones, escuchando. Esperando.
“Oh”, jadea, justo cuando su pecho empieza a resonar. “Oh. Creo... creo que el suelo no
está temblando. Creo que soy yo”
“Y yo”, le digo, la más absoluta alegría corriendo a través de mí. La sostengo con fuerza,
enterrando mi cara contra ella mientras escucho su khui comenzar su canción.
Me está cantando a mí.
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Y yo también estoy cantando en respuesta.
“Oh, Dios mío” dice Mah-dee, su voz desmayada. “¿Es lo que creo que es?”
“Deja que suceda”, le murmuro, acariciando su espalda. “Estamos destinados a serlo, Mahdee. Hasta nuestros cuerpos lo saben”.
“Yo... supongo que sí” Sus manos se dirigen a mi melena, y luego toca mi mejilla,
acariciando mi cara. “Te quiero, grandullón. Lo sabes, ¿verdad?”
Le acaricio las tetas con el morro, deseando que no llevara tantas capas de pieles. Quiero
escuchar la canción en su pecho tan fuerte como la que está retumbando a través del mío.
Quiero sentir su calor. Quiero lamerle los pezones y probar el jugo de su coño. Tengo
hambre de ella con todo mi cuerpo. La necesito. Aquí mismo. Ahora mismo.
Le meto la mano bajo la túnica y luego en la cintura de sus calzones. Su pequeño chillido
de sorpresa se ahoga un momento después por el gemido de placer que deja salir cuando
mis dedos rozan sus rizos. Está mojada por la necesidad, su olor perfuma el aire y hace que
se me haga agua la boca. “Debo probar esto”, gimo, apartando su ropa de piel. “Ponte de
espaldas por mí, Mah-dee, para que pueda saborear tu coño”
Ella gimotea, se desliza sobre sus rodillas. “¿Deberíamos? Los metlaks...”
"No pueden llegar aquí. Están muy por detrás". Lo suficientemente lejos, al menos. Bloqueo
un brazo detrás de sus piernas y otro detrás de su espalda, maniobrando hacia el suelo.
En el momento en que su melena amarilla se extiende en la nieve, le tiro de los calzones,
tirando de ellos hacia abajo de sus caderas. Estoy desesperado por ella. La resonancia
tararea a través de mí, su canción más poderosa de lo que jamás haya imaginado. ¿Cómo
luchan otros contra esto? No puedo dar otro paso sin complacer a mi Mah-dee. Moriré si
no la tengo ahora.
Sufro por enterrarme dentro de ella, y la guerra entre probar sus dulces pliegues o
penetrarla directamente y sentir el estrecho apretón de su coño a mi alrededor. ¿Han pasado
horas desde la última vez que nos apareamos? Parece demasiado largo. Se siente como si
fuera una eternidad.
El suave gemido de necesidad de Mah-dee decide por mí. Debo complacer a mi pareja.
Ahora.
Le levanto las piernas en el aire, empleando el cuero de sus calzones como asidero. Sus
muslos se extendieron ante mí, húmedos y enrojecidos de un delicado y suave rosa. Entre
ellos, su coño brilla mojado para mí. Para mí. Gruño con placer y entierro mi cara allí. Ella
grita con sorpresa, y siento el temblor que se mueve a través de su cuerpo cuando mi lengua
se arrastra sobre sus pliegues. Su sabor nunca ha sido tan delicioso. Voraz, pongo mi brazo
sobre sus muslos y redoblo mis esfuerzos, dándole placer con mi boca y mi lengua. Ella
grita y se retuerce contra mí, murmurando cosas como "joder" y "sí", y “mira que eres malo"
y "justo así". Mientras tanto, sus jugos corren por sus muslos y sobre mi lengua, y la
resonancia en su pecho canta tan fuerte como la mía.
“Incluso tu coño sabe más dulce”, digo roncamente entre las duras e insistentes vueltas de
mi lengua. “¿Cómo es posible?”
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“No lo sé”, se ahoga. Sus manos envuelven uno de mis cuernos, y ella empuja mi cara más
adentro de su coño. “No me importa. Sólo... sigue... haciéndolo”
Una tarea fácil -estoy hambriento de ella. Empujo mi lengua dentro de su núcleo,
acariciándola dentro y fuera como si fuera mi polla. Ella grita, y sus muslos tiemblan contra
mi brazo.
“Mi clítoris”, exige.
Empujo mi lengua hacia ella de nuevo, y muevo mi mano entre sus muslos. Descanso mi
pulgar en su tercer pezón y lo froto mientras me introduzco profundamente.
Ella grita, agarrándose a mis cuernos, y siento que su coño se estremece, tratando de
ceñirse a mi alrededor. La necesidad de estar dentro de ella se vuelve insoportable, y yo
gruño mientras tiro de mis cueros hacia abajo, liberando mi dolorida polla. Cuando me
siento, ella grita en protesta, pero luego me estoy hundiendo en ella, y su protesta se ahoga
en otro gemido con mi nombre. ¿Estar dentro de ella, resonando? Mis ojos se cierran. No
hay placer más dulce. Agarro su cadera con una mano y la penetro profundamente.
Esta es mi casa. Mah-dee es mi hogar. Aquí, dentro de su coño, es donde pertenezco. Me
vuelvo a meter en ella y siento que sus paredes se tensan a mi alrededor, agarrándome
como un puño. Quiero meterme en ella para siempre, sentir su resbaladizo canal a lo largo
de mi polla, pero la resonancia me está abrumando. Siento que mi saco se aprieta, y
entonces estoy explotando en ella con empujones salvajes, llenándola de mi semilla
mientras se derrama con brutal intensidad. Ella gimotea mi nombre, su coño apretando
fuerte, mientras yo la embestía una y otra vez.
Incluso cuando estoy agotado, mi semilla saliendo de ella y bajando por sus muslos
mientras libero mi miembro, sigo estando duro. Aún resuena la necesidad. Me froto el
pecho, contento y un poco alarmado por el hecho de que pudiera tomarla de nuevo incluso
ahora. Y otra vez.
Y posiblemente de nuevo, una y otra vez durante las próximas horas. O días. No me extraña
que Rokan no saliese de su cueva con Li-lah durante días. La necesidad de la resonancia
es abrumadora.
“De acuerdo”. Mah-dee desliza sus piernas lentamente, sus movimientos lánguidos. “No
puedo creer que hayamos hecho eso”
“¿Resonancia? Es el mayor deseo de mi corazón”.
“No, gran tonto” Se apoya en los codos. “No puedo creer que me hayas tirado a la nieve y
me hayas clavado. Y ha sido increíble”. Ella mira hacia arriba a los escarpados acantilados
que hay sobre su cabeza. “No creerás que los Metlak aún nos vigilan, ¿verdad? Eso podría
estropear los recuerdos”.
Niego con la cabeza. “Se rinden fácilmente con sus presas” Me acerco a su lado y la atraigo
contra mí, poniendo su cuerpo contra mi pecho. “A diferencia de mí”.
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Ella resopla, deslizando una mano bajo mi chaleco y acariciando mi espalda. Mi khui
inmediatamente comienza a tararear fuerte, y siento la necesidad de levantarla de nuevo.
“Todo esto fue... inesperado”, me dice Mah-dee. “Nunca pensé...”
“Todas las demás humanas han resonado” La abrazo más fuerte, imaginando que si ella
hubiera resonado a alguien más. El pensamiento me da ganas de arrancarle la garganta a
cualquiera que la mire. Mía.
“Sí, pero no soy exactamente.... la madre típica” Ella tiembla contra mí, y sus manos se
quedan quietas. “¿Crees que acabamos de hacer un bebé?”
“Todavía no”. No si mi necesidad es una indicación. Todavía tengo hambre de ella. No estoy
saciado en lo más mínimo.
“Pero así es como funciona esto, ¿verdad? ¿Resonamos hasta que hay un niño?” Suena
preocupada. “No sé si es el momento oportuno...”
“¿Porque estoy exiliado?” Me duele pensar que podría estar decepcionada.
Mah-dee me pega en el costado. “No, tonto. Porque todos estamos exiliados. Todos somos
vagabundos. No eres sólo tú. Somos todos nosotros. No puedes ser exiliado de la cueva, no
hay más cuevas”. Presiona su mejilla contra mi pecho, y su pierna se enrosca alrededor de
la mía, un movimiento que hace que me duela la polla con la necesidad de volver a
enterrarme dentro de ella. “No quiero ser una carga en una época en la que todo el mundo
va a poner de su parte. No sé si te has dado cuenta, pero tengo un poco más de peso que
la mayoría”.
Sus palabras no tienen sentido. “Tu peso no es razón para avergonzarse”
“¿No es así?”
Miro su cara. ¿Está enfadada? “Eres resistente. Eres fuerte. Estás sana. ¿Por qué debería
importarme?”
“¿Porque se necesita más para alimentarme? ¿Porque necesito más cuero que Josie para
una túnica nueva?”
Está loca. “Jo-see come más que dos humanas. ¿Eso significa que deberíamos deshacernos
de ella?”
“Bueno, no...”
“Y Farli pronto será más alta que todas las hembras humanas. ¿Deberíamos deshacernos
de ella?”
“Ahora sólo estás buscando tres pies al gato...”
“Amo tu robusto cuerpo humano”, le digo, inclinándome para besarle su rosada boca. “Me
encantan tus suaves muslos que se estremecen cuando me sumerjo en ti. Me encantan tus
grandes tetas que rebotan cuando mi polla está dentro de ti. Estas cosas no cambian nada.
Si fueras de la talla de Jo-see, te cuidaría de la misma manera que ahora”.
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“Eso es bueno, porque estoy bastante segura de que nunca seré de la talla de Josie” Ella
está sonriendo mientras me mira. “Estoy bastante convencida de que una de mis tetas es
más grande que su cabeza”
“Sólo significa que podrás alimentar a nuestro kit con mucha leche”
“Estoy bastante segura de que el tamaño de las tetas no tiene nada que ver con la
producción de leche, pero está bien” Sus brazos me rodean el cuello y me mira con ojos
grandes y preocupados. “Todavía no estoy segura de cómo me siento al ser madre. La mitad
del tiempo ni siquiera estoy segura de poder cuidar de mí misma”.
“Estaré contigo”, le dije. “Lo haremos juntos”.
“¡Nos volveremos locos más bien!”
La vuelvo a poner sobre su espalda, separándole los muslos. Su khui empieza a cantar más
fuerte. La pregunta en su mirada se silencia mientras froto la cabeza de mi polla a lo largo
de su coño empapado y luego me sumerjo en él.
“¿Otra vez?”, pregunta débilmente, y puedo sentir su cuerpo temblar profundamente.
“Otra vez”, asiento. “Una y otra vez, por el resto de nuestros días”
Luego dice algo sobre Jay-sus y una bicicleta antes de que sus piernas vuelvan a rodear
mis caderas una vez más.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 15
MADDIE
Soy una chica un poco impulsiva de corazón, pero después de cuatro rondas en la nieve, le
doy una palmadita a mi nuevo 'compañero' en la espalda y le digo que tenemos que
movernos. Mis cueros están mojados por la nieve, tengo frío y tengo hambre. Todavía estoy
caliente, gracias, pero también me gustaría una fogata antes de que anochezca.
Hassen me ayuda a arreglar mi ropa y saca una piel extra de su mochila, enrollándola a mi
alrededor. Roba algunos besos mientras lo hace, y no puedo enojarme. Estoy un poco
preocupada por el futuro, seguro, ¿pero enfadada? No. Es extraño, pero todo se
siente…correcto. Como si esto fuera a pasar. Quizás la razón por la que me he sentido
atraída por Hassen todo este tiempo es porque siempre hemos estado destinados a estar
juntos.
Genial, ahora sueno como uno de los alienígenas.
Presiono una mano sobre el ronroneo de mi pecho. Es tan extraño. Pensé que se sentiría
raro, pero es reconfortante, en realidad. ¿Y el sexo? Vale, el sexo está fuera de los gráficos.
Tal vez el momento de la resonancia podría haber sido mejor, pero no creo que sea una de
esas que se sientan y dicen: “Sí, estoy lista para ser madre”.
Por otra parte, ¿resonando el uno con el otro cuando estamos en peligro y sin hogar?
Todavía se puede mejorar.
“Estás callada”, dice Hassen, agachándose para arreglar mis botas. “¿Te arrepientes?”
Sigue preguntándome cosas así, y me duele el corazón todo el tiempo. ¿Cree que es una
persona tan horrible con la que puede aparearse? ¿Que voy a desear no haberme apareado
con él? “De nada. Te elegiría a ti antes que a cualquier otro miembro de la tribu”.
Hassen se pone en pie, una pizca de preocupación en su cara. “¿Y tu hermana?”
“Ella se las arreglará. No creo que te odie, grandullón. Sólo creo que no quería ser tu novia”.
Le sonrío. “Lo que es bueno, porque esto sería un poco asqueroso de otra manera”
“La idea de aparearme con tu hermana me enferma”
“Bien”.
“Y pensar que estuve a punto de cometer un error...” Me empuja contra él en un abrazo
rápido. “Me alegro de que seas tú, Mah-dee”
“Yo también me alegro de ser yo”. Le aprieto hacia atrás y luego miro por el sinuoso camino
de la grieta “¿Crees que encontraremos una salida por aquí? ¿O vamos a tener que volver?”
“Hay una forma de comprobarlo” Se detiene y me mira. “¿Tengo que llevarte?”
“¿Qué? ¿Por qué?”
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“¿Porque estás débil por aparearte? He sentido tus piernas temblar cada vez que te he
penetrado”.
“Oh, Dios mío. Nada de palabras sucias mientras trato de hablar en serio, por favor”. Aprieto
las rodillas porque oír eso me está excitando. “Y puedo caminar. Te avisaré si eso cambia”.
Toma mi mano en la suya y me abraza con fuerza. Me quita la mochila de la espalda y yo
se lo permito, porque estoy un poco cansada, si es que me lo estoy admitiendo a mí misma.
Ser deshuesada en una pulgada de tu vida por un tipo azul de siete pies de altura, es un
gran reto para tu resistencia, de acuerdo. Pero no me quejo.
El cañón en el que estamos se ensancha cuanto más nos adentramos. El área en la que
caímos era de unos seis metros de diámetro. Aquí, podrían ser cien. “¿Y todo esto nunca ha
estado aquí antes?” Le pregunto a él.
Hassen mueve la cabeza. “El movimiento de tierra ha abierto la tierra”
“¿O tal vez esto estuvo bajo el hielo todo este tiempo y el hielo era demasiado grueso?” Hay
muy poca nieve desempolvando el camino aquí abajo, y se siente raro imaginar todo esto
apareciendo por arte de magia.
“Tal vez”. Se me adelanta, sólo un poco, y agarra su lanza con la otra mano. “Seremos
cautelosos en caso de que haya más hielo”
No me gusta pensar en eso. Si caemos a través de una segunda capa de hielo aún más
profunda, no sé cómo vamos a salir. Miro las empinadas paredes del cañón. No estoy muy
segura de cómo vamos a salir de aquí, sobre todo si los Metlaks siguen ahí, pero una cosa
detrás de otra. Hassen no dejará que me pase nada a mí…o a nuestro bebé.
Me toco el estómago. Un bebé. ¡Santas bolas de mierda! Estoy aterrorizada y emocionada al
mismo tiempo. Aún más inmediato y maravilloso, sin embargo, es que tengo a Hassen. Nos
hemos apareado, tanto a nivel físico como espiritual. Nuestros cuerpos saben que estamos
destinados a estar juntos. Ya no estoy sola, y él tampoco. Estoy asombrada.
También podría estar un poco drogado con endorfinas, pero como sea.
“¿Quieres un niño o una niña?” Le pregunto mientras caminamos. Tengo que admitir que
no estoy prestando atención a lo que nos rodea -nieve y roca, roca y nieve- sino que estoy
viendo su perfil como una especie de adolescente de ensueño. Es el tipo más guapo del
planeta. Mi piojo es inteligente.
“Yo sería feliz con cualquiera de los dos. Todo lo que quiero es que nuestro kit sea
saludable... y que se parezca a ti”, añade después de un momento. “Pero si quisiera, elegiría
a una chica”
“¡Oh! ¿La mayoría de los chicos no quieren un hijo que se parezca a ellos?”
Su pulgar me acaricia los nudillos mientras caminamos, distrayéndome. Puedo oír el
ronroneo en su pecho casi tan fuerte como el mío, y me pregunto si esto significa que
estamos a punto de tener el número cinco en la nieve. Dudo que hayamos caminado una
milla todavía… pero estoy de acuerdo con eso. “Me gustaría una chica”, me dice, sacándome
de mis sucios pensamientos. “Porque nuestra tribu ha tenido tan pocas durante tanto
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tiempo. Me gustaría que otros experimentaran la alegría que siento en este momento”. Me
echa un vistazo. “Y me gustaría que ella tuviera tu melena amarilla”
“Me halaga y me horroriza que quieras que nuestro bebé se parezca a mí, y que estés listo
para entregársela a un tipo antes de que sea una célula en mi vientre”
“No a cualquiera”, me dice, con los pasos crujiendo en la nieve mientras caminamos.
“Tendría que demostrar que es digno de ella. Y si es la mitad de perezoso que Taushen, le
golpearé en la cabeza con mi lanza”.
Me río. Así está mejor. “¿Es Taushen perezoso, entonces?”
Él frunce el ceño. “Es joven y preferiría pasar el tiempo hablando con Farli que revisando
sus redes”
Así que básicamente es como cualquier otro adolescente. Me sonrío a mí misma. “Volvamos
a nuestro bebé. ¿Qué clase de nombres te gustan?”
“Como quieras llamarla. Desde que llegaron las hembras humanas, mi gente ha estado
combinando nombres”. Se detiene en sus pasos, frunce el ceño.
Me detengo, también, contento de estar a su lado mientras tomamos un pequeño descanso.
Estoy pensando en nombres, en hermanarlos mentalmente. “¿Como Madsen? ¿O Hassie?
Debo admitir que no soy un gran fan de Hassie, y mi verdadero nombre es Madeline, no
Maddie, así que supongo que eso cambia las cosas...”
“Una nave”.
Me lleva un momento darme cuenta de que no está sugiriendo que llamemos a nuestra hija
Una-ave, sino que está diciendo una nave. “¿Cómo que un barco?”
Señala hacia adelante, una mirada incrédula en su cara. “Hay una nave aquí abajo”
Se me erizan el pelo de la nuca. Todavía no sé de qué está hablando, así que miro hacia
dónde está apuntando. No veo nada más que rocas por delante, y no hay señales de naves
alienígenas. Todo lo que veo es más piedra, una fina capa de hielo que cubre la parte del
acantilado a la que él está señalando.
Entonces, lo veo.
No es una nave, por supuesto. Creo que su mente bárbara escucha la palabra “nave” y
asume “cueva” o “lugar donde vive la gente” porque no es una nave. Es de piedra, pero es
una piedra cuidadosamente apilada, piedra cuadrada que se curva a lo largo de la pared
del cañón y más a lo largo de la curva en el sendero que le sigue. Me recuerda a una de
esas películas de Indiana Jones donde el héroe mira hacia arriba y ve la entrada a una
ciudad olvidada en la selva.
Excepto que esto no es una jungla. Es un planeta alienígena. Y no pensé que nadie viviera
aquí excepto nosotros.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 16
MADDIE
Es tan extraño doblar la esquina en lo que es una grieta deshabitada en un planeta desierto
y helado poblado con nada más que otros extraterrestres que se estrellaron... y darse cuenta
de que había alguien más aquí antes que tú.
Mucho, mucho antes que tú.
Extiendo la mano y toco una de las piedras uniformes y bien apiladas que forman la pared
desmoronada. A mis pies hay piedras más uniformes, cubiertas por una fina capa de hielo
y escombros. Adoquines. Estas piedras se extienden hacia adelante, y mientras dejo que mi
mirada se mueva, veo más piedras, más caminos empedrados... y luego, hacia delante, veo
edificios.
Contra las paredes de la grieta hay un montón de edificios de piedra en ruinas. Son
cuadradas e incluso, alineadas en una calle, y si alguna vez tuve alguna duda de que estas
cosas fueron hechas por el hombre (o por extraterrestres), esas han sido puestas a un lado
firmemente. Alguien vivía aquí. Alguien vivió aquí hace mucho tiempo... o está viviendo aquí
ahora.
“Esto no es una nave”, le digo a Hassen. “Es una ciudad”
Él frunce el ceño, tratando de digerir esta palabra. “¿Es un lugar donde vive la gente? Como
una cueva tribal, ¿pero al aire libre?”
“Correcto”
Una cueva tribal al aire libre es lo que tenemos ante nosotros. No es una ciudad como la
que conozco, con rascacielos y suburbios. Se trata de una ciudad paleolítica de algún tipo,
enclavada a lo largo de las paredes del rocoso cañón. El camino empedrado bajo mis pies
se extiende y conduce a filas ordenadas de pequeños edificios de ladrillo sin techo. Son
cuadrados y están dispuestos en filas ordenadas a lo largo de las calles, casi como si alguien
hubiera tomado una cuadrícula y los hubiera colocado exactamente donde tenían que estar.
El tamaño de cada uno es uniforme, casi tan grande como un dormitorio en casa, y más
abajo en la calle, los edificios se hacen más grandes, uno del tamaño de una casa. Pero aún
no hay techo.
Es todo muy extraño. Es como si todos los techos desaparecieran y entonces... ¿todos se
fueron? Pero eso no tiene sentido.
“No sé si hay alguien aquí” No veo a nadie moviéndose, y la sensación que tengo es de...
quietud. Silencio. Vacío. En un lugar tan grande, seguramente tendría algo de ruido. Me
detengo en mi camino y empiezo a contar edificios.
Me detengo cuando llego a los 40, porque son muchos edificios. Hay más que eso, pero me
dice mucho, este fue un acuerdo de algún tipo. Es un acuerdo. “¿Podría tratarse de....
Metlaks?”
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A mi lado, Hassen hace un ruido de asco. “Ellos no crean cosas. No viven en naves”.
“Ciudades”.
“Ciudades”, enmienda.
“¿Y tu gente no construyó esto?”
“Si lo hubieran hecho, ¿no vivirían aquí?”
Sí, supongo que sí. No parece natural dejar atrás una ciudad perfectamente buena.
“Entonces, ¿adónde fueron? A menos que estén aquí y no podamos verles”. Pienso en los
Metlaks que nos acechaban antes, y me acerco un poco más a Hassen, asustada.
“No hay huellas”, me dice, señalando el camino que tenemos ante nosotros, y luego girando
y agitando la mano hacia el camino que hemos dejado atrás. “Si hubiera gente, veríamos
rastros de ellos”
“Lo sé. La lógica dice que no hay nadie aquí, pero...”
Él asiente con la cabeza. “Yo siento lo mismo”. Suelta mi mano y las ahueca alrededor de
su boca. “¡Ho! ¿Hay alguien ahí?”
Su grito resuena en las paredes del cañón. Es escalofriante, pero efectivo. Después de un
momento, estoy bastante convencida de que también estamos solos aquí. Soy lo
suficientemente valiente como para dar unos pasos adelante, mirando hacia arriba. La luz
del sol se derrama desde arriba, pero las paredes son escarpadas y no veo ningún sendero
o asidero. Nadie va a venir de esta dirección.
Así que mientras esto es salvaje y extraño... también se siente un poco más seguro de lo
que espero. “¿Crees que deberíamos quedarnos aquí esta noche?”
“Aquí... ¿dónde?” Hassen me mira con curiosidad. “¿En uno de los huecos?”
“Creo que eran casas, aunque no sé adónde fueron los techos” Me encogí de hombros.
“Podríamos poner una piel en una esquina y hacer un pequeño nido para la noche. Explorar
el lugar y ver lo que podemos encontrar. Tal vez haya una pista de adónde fue esta gente”.
“¿Están todos muertos?”, pregunta.
“Buena pregunta”. Eek, espero que no. “Aunque sólo hay una forma de averiguarlo. ¿Vamos
a explorar?”
Hassen parece preocupado. “Yo... no lo sé. Esto se siente como entrar en una cueva de
cazadores dejada por un.... un extraño. No sé cómo me siento”
Supongo que extraño es un gran concepto para un tipo que creció conociendo a toda la
gente del planeta. “Todo va a estar bien”, le dije, extendiendo mi mano. “Lo comprobaremos
juntos. Prefiero ver lo que hay aquí abajo que volver a subir y enfrentarme a los Metlaks”.
Él asiente lentamente, luego me coge la mano, su lanza agarrada con fuerza en la otra.
“Veamos lo que podemos encontrar, entonces”
∗∗∗∗∗∗∗
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PASE LO QUE PASE a la gente de esta pequeña ciudad de la Edad de Piedra, no fue una
plaga o una hambruna o algo así. Miramos cada casa y están todas vacías. Cada uno de
ellas es completamente libre de gente - y de huesos-, lo que me hace sentir mejor. Creo que
probablemente me habría dado la vuelta y me habría enfrentado a los Metlaks si
hubiéramos encontrado un montón de cuerpos. Es todo muy tranquilo y apacible, sólo
que.... vacío.
También creo que es viejo, y se lo digo a Hassen. En algunas de las pequeñas "casas" se
han podrido trozos de lo que deben haber sido muebles. No quedan nada más que unos
cuantos cuadros y montones de polvo que sugieren que aquí había cosas que no
sobrevivieron a los elementos. Todo está cubierto con una fina capa de hielo. Incluso los
suelos. Cada una de las pequeñas casas está hecha de la misma manera, un cuadradito
perfecto con una sección cubierta de hielo que debe ser una hoguera, y algo que se parece
sospechosamente a un área de cocina. Hay un cubículo cubierto de escombros conectado
a cada casa que tiene mugre y detritos cubiertos en el hielo, y no puedo imaginarme para
qué se supone que se usan... hasta que encuentro uno que tiene un agujero en el suelo, y
luego me emociono.
“Esta gente no es de la Edad de Piedra”, le digo a Hassen. “Eso es un maldito inodoro”. Me
pongo de rodillas sobre el agujero cubierto de hielo. “¡Dame tu lanza!”
“¿Qué estás haciendo, Mah-dee?”
"Buscando tuberías", le dije. Me dio su lanza, y le clavé la culata contra el hielo, rompiendo
la gruesa capa después de unas pocas puñaladas y descubriendo el agujero. Le echo un
vistazo y luego tiro un trozo de hielo por el agujero. No veo nada ahí abajo, pero a pesar de
las sombras, parece que hay algún tipo de tuberías.
Las tuberías de desagüe son también tuberías.
"Esta gente tenía baños", le dije, emocionada. Me pongo de pie. Las paredes de piedra de
repente me parecen mucho menos rudimentarias. Los romanos tenían agua corriente y
tuberías, ¿no? Tal vez este es el planeta de hielo equivalente a una antigua civilización
romana.
Voy a ignorar todo el equivalente de Pompeya-Vesuvio que mi cerebro dibuja
inmediatamente. No hay lava aquí. El volcán estaba a un millón de kilómetros de distancia.
“¡Este lugar es fantástico, Hassen!”
“¿Por qué es fantástico?” Me mira fijamente, con las cejas caídas.
“Por los baños. Eso significa agua corriente por algún lugar de aquí. ¡Vamos a buscarlo!”
Está desconcertado por mi excitación, pero toma su lanza y me sigue mientras corro
alrededor de los helados restos de la ciudad.
No me equivoco en la casa grande, hay un manantial de agua caliente azul brillante
burbujeando, los bordes alineados con adoquines cuadrados. Se ve profundo y huele más
apestoso y sulfuroso que el de la vieja cueva, pero es agua dulce. Miro a mi alrededor. “Tal
vez esto era una casa de baños. o un lugar de reunión comunal”. Veo muchos bancos y otro
hueco que probablemente sea una hoguera. “¡Este lugar es genial!”
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“Mmm”
Me vuelvo a mirar a Hassen. “¿No te gusta?”
“No me gusta que haya gente aquí, Mah-dee” Todavía sujeta su lanza, alerta. “¿Cómo puede
haber gente viviendo aquí sin que la tribu lo sepa?”
“¿Quizás son otros sa-khui?” Me froto el labio mientras pienso. “En realidad, eso no puede
estar bien. Vosotros os estrellasteis aquí hace unos trescientos años, y estas ruinas parecen
mucho más viejas. Eso significa que este planeta estaba habitado antes de que vosotros
llegarais”.
Su boca se pone en una línea sombría. “¿Qué significa esto?”
“No lo sé”, le digo honestamente, frotándome los brazos. “Podría significar muchas cosas.
Podría significar que la gente que vivió aquí se ha ido hace tiempo y somos los únicos que
quedan en el planeta. Podría significar que hay gente que vive en otro lugar, pero lejos. Tal
vez no les gustó el frío que hacía aquí y se fueron”.
“¿Para la isla de Jo-see?” Resopla “Si es así, ya se han ido”
Me estremece la idea de otra tribu de personas afectadas por la pobreza de la forma de vida.
“Puede que no te equivoques. Pero no lo sabemos. Lo que sí creo es que deberíamos
quedarnos aquí esta noche, y luego tenemos que decírselo a Vektal. Este podría ser un lugar
para vivir durante la temporada brutal”.
Mira a su alrededor, claramente sin ver lo que yo veo. “¿Aquí?”
“Sí, aquí” Hago un gesto a la piscina de agua. “Tenemos agua. Tenemos plomería, aunque
esté congelada. Tenemos casas. Son como cuevas. La gente vive en ellas”
“¡No hay tapas!”
“Podemos hacer tapas”, le digo. “Techos, quiero decir. Podemos hacer techos para cada una
de las casas. ¡Y mira este lugar!” Apunto a las altas paredes del cañón. “Estamos cómodos
aquí. Apuesto a que no hay mucha nieve. Ningún Metlak va a vagar por aquí”.
“Tampoco ningún sa-khui. Nos caímos por un agujero”, dice con voz plana.
“Entonces podremos hacer escaleras. Mi punto es que no es la peor idea”.
“¿Y si la gente que se fue regresa?”
“Estoy bastante segura de que no van a volver, grandullón”. Miro alrededor de la casa vacía
y desolada, tratando de imaginarla llena de gente y muebles, con un fuego brillante ardiendo
en la gran chimenea. “Estoy bastante segura de que todos se fueron hace cientos o miles
de años”
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 17
HASSEN
Mah-dee tiene razón sobre una cosa, las "cah-sas" son cálidas.
Terminamos de explorar y elegimos una de las estructuras más pequeñas y con forma de
copa para pasar la noche. Bajo las instrucciones de Mah-dee, uso mi lanza y varias de las
pieles extra que llevamos para formar una tienda sobre la parte superior de la cah-sa.
Encendemos un fuego en el centro, y ella se mueve en mi regazo para que pueda envolverla
en mis pieles y dejar que el calor de mi cuerpo la caliente a medida que el sol se pone y se
oscurece. Una vez que el fuego está ardiendo, ella no necesita mi calor. La pequeña
estructura de la cah-sa hace que no tarde mucho en calentarse. Con el fuego encendido, es
casi agradable.
Es muy tranquilo, no muy diferente a la cueva de la tribu cuando todos los cazadores están
de viaje. Tal vez Mah-dee tenga razón y este sea un buen lugar para nuestro pueblo. Pienso
en su emoción por los in-oodor. Eso es algo bueno, me dice ella. ¿La piscina de agua caliente
como nuestra piscina en casa? También es bueno. ¿Que podemos convertir estas
estructuras en cuevas pequeñas y cálidas para cada familia? Este lugar está esperando a
ser habitado de nuevo.
Mah-dee está emocionada. Cree que el jefe también lo estará. Cree que podemos pasar la
temporada brutal aquí y ser felices.
Pero lo dudo. Para mí no es mi hogar.
Es un lugar frío y extraño que alguien más ha dejado atrás. No sé qué pensar de eso.
Sé que este pensamiento está mal. Reflexiono sobre esto mientras miro fijamente al fuego y
mantengo a mi pareja cerca. Las humanas se han adaptado a nuestra tierra, ¿no? Es
extraño y aterrador para ellas, y sin embargo han sacado lo mejor de ello. Quizás es hora
de que los sa-khui se adapten también al cambio.
Froto los brazos de mi compañera mientras duerme en mi regazo.
Tal vez necesite aprender a ser valiente como mi humana. Mah-dee no ha sido más que
fuerte y segura desde que despertó de las extrañas burbujas alienígenas. Cuando su
hermana lloró, Mah-dee la protegió. Cuando me la llevé, Mah-dee peleó con los otros y
quería recuperarla. Mah-dee no sabe cómo abandonar. Ella no se rinde, nunca. Y ella ve
todo -incluso este extraño y vacío lugar- como una oportunidad.
Necesito ser más como mi dulce compañera. Aceptar los cambios que vienen a mi vida, de
la forma que ella los acepta. Después de la muerte de mi familia, viví con miedo a más
cambios. Cuando robé a Li-lah y terminé sin nada, pensé que el cambio era malo. Pensé
que había cometido errores y me arrepentí de mis decisiones.
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Pero esas elecciones, esos cambios, me han traído a Mah-dee, y ella es el mejor regalo que
un cazador podría pedir.
Quizás este lugar sea tan bueno para mi gente como lo es Mah-dee para mí. Deslizo una
mano sobre su muslo, sintiéndome posesivo.
Mi khui inmediatamente empieza a retumbar, sintiendo mi humor. En mi regazo, Mah-dee
da un pequeño suspiro de placer y se inclina contra mí, exponiéndome su cuello. Le pellizco
y muevo mi mano entre sus muslos, buscando allí su pequeño pezón.
“Mmm ¿Qué estás haciendo, Hassen?” Su mano se mueve hacia mi melena, y ella retuerce
sus dedos en ella mientras me abraza. Su espalda se arquea cuando encuentro el punto
sensible en su coño y lo acaricio. “Oh. ¿Es eso lo que estamos haciendo?”
“Estamos resonando”, le digo entre besos a su suave cuello. “Sucederá, y sucederá muchas
veces. Esta noche, eres mía y sólo mía”.
“Totalmente y únicamente tuya”, está de acuerdo, y oigo una sonrisa en su voz. “Es un poco
raro, ¿no? Estar en un hogar y no tener a otras personas alrededor”
“Muy extraño”, estoy de acuerdo. Extraño los ruidos de una cueva ocupada, pero después
de haber sido exiliado, me estoy acostumbrando a ello. “Pero como tú, creo que funcionará.
Y mañana, partiremos y comenzaremos nuestro viaje de regreso a casa para contarle al jefe
de este lugar”. Mis dedos acarician sus suaves y húmedos pliegues. “Pero primero...”
“Primero”, está de acuerdo, ondulando sus caderas contra mi mano. “Primero, tenemos todo
el sexo”
∗∗∗∗∗∗∗
MADDIE
Dos semanas después
“¡Vamos, grandullón! ¡Vamos! ¡Estás frenando y estamos cerca de la línea de meta!” Llamo
desde mi asiento sobre el primer trineo de suministros.
Hassen me mira, con los ojos entrecerrados. “Has estado gritando eso toda la mañana”
“Es porque no eres un gran oyente, baby” Le sonrío alegremente para quitarle el aguijón a
mis palabras. “¡Toma un segundo aliento y vámonos! ¿O estás demasiado cansado?
¿Quieres que salga y te ayude?”
“Quédate donde estás”, me dice mi delicioso y hosco compañero. “Necesitarás tu energía
para más tarde”
A pesar de las semanas de resonancia, sigo siendo lo suficientemente tonta como para
sonrojarme y excitarme también. Presiono mis muslos y trato de no pensar demasiado en
el sexo, porque si eso sucede, mi piojo empieza a ronronear, y luego su piojo empieza a
ronronear, y luego nos tiramos a la nieve como un par de animales salvajes.
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Es muy divertido, pero también nos ha retrasado. Con cada día que pasa, hace un poco
más de frío y de nieve, y sospecho que la temporada brutal ya casi ha llegado. Eso significa
menos tiempo para tontear y más prisa para volver a casa.
Esa es la razón por la que monto en un trineo en vez de tirar de uno detrás de mí.
Tenemos dos trineos con nosotros, uno más grande que Hassen lleva detrás de él, y otro
más pequeño para mi esqueleto. Ambos están llenos de pieles, alimentos y estiércol seco
como combustible. Hemos matado animales de caza y pelado y ahumado carne a medida
que hemos viajado, añadiéndolo a la pila de suministros para no arrasar todas las cuevas
de cazadores que nos encontramos. No están completamente vacías, en caso de que alguien
tenga que venir durante una emergencia, pero definitivamente están hasta los huesos. Por
ahora, sin embargo, llevar provisiones a la tribu es lo más importante, y como arrastrar un
trineo me ha dejado demasiado agotada todos los días para la atención de mi compañero,
ha decidido que debemos atar los dos trineo juntos y yo debo subirme encima de uno de
ellos mientras él tira. Lo que suena ridículo, excepto que... funciona. Y no me desmayo
cuando nos detenemos cada noche, lo que nos deja mucho tiempo para acurrucarnos.
Mi Hassen ansía tener tiempo para acurrucarse.
De acuerdo, yo también.
“Después de la siguiente colina”, me llama mientras nos dirigimos a uno de los muchos
valles ondulados. “Y estaremos en la Cueva de los Ancianos. ¿Estás emocionada por ver a
tu hermana?”
“No sé si emocionada es la palabra correcta”, le dije. “Quiero volver a verla, pero también
me preocupa que pierda la cordura entre tú y yo”.
Lo oigo gruñir mientras clava sus pies en la nieve, tirando un poco más fuerte ahora que
estamos cerca de nuestro destino. “Tendrá que aprender un lugar seguro para mantener la
cordura, entonces. No tengo intención de perderte”.
Yo reprimo mi risa ante su respuesta. Me encantan sus dulces palabras, especialmente
cuando se mezclan con una completa falta de conocimiento de los eufemismos humanos.
Es divertido. En realidad, todo sobre estar con Hassen es divertido. Le amo. Me encanta
nuestro sexo loco y apasionado. Me encanta cómo me abraza como si fuera lo mejor que le
ha pasado. Incluso me encanta que viajemos juntos, aunque es difícil. Me encanta todo.
Estoy un poco preocupada de que la reacción de Lila a nuestra resonancia vaya a arruinar
mi felicidad.
Porque soy muy, muy feliz. Sé que se supone que debo estar llena de desesperación o
preocupada por el futuro, ya que ha habido un derrumbe y la gente está herida y el padre
de Warrek está muerto. Sé que hay mucho estrés y que este lugar no es seguro y que mi
hermana puede que nunca recupere su audición y que estoy embarazada en el peor
momento posible con un bebé que va a ser medio alienígena y....estoy delirantemente feliz.
Como cagando-arco-iris-y-pájaros-cantando-felices. Y no es sólo porque he estado haciendo
el amor regularmente -aunque eso ciertamente ayuda-, sino porque amo a Hassen. Me
encantan nuestras conversaciones graciosas y la forma en que se preocupa tanto por todo.
No puedo imaginarme la vida sin él a mi lado.
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Mi hermana va a tener que arreglárselas, porque no voy a renunciar a él.
Estoy perdida en mis pensamientos, tratando de encontrar la mejor manera de ablandar la
noticia que le di a mi hermana de que yo resoné al enemigo cuando me di cuenta de que
los pasos de Hassen se estaban ralentizando. “¿Necesitas que salga y camine un rato,
grandullón? Porque puedo hacerlo. No me importa”
No responde, y veo que está mirando algo más adelante. Me vuelvo para mirar.
Y jadea. Mi estómago se tensa y todo mi cuerpo se siente como si hubiera sido sumergido
en hielo.
Todavía estamos a poca distancia, pero desde aquí puedo ver algo que sobresale por los
acantilados. Algo con suaves curvas de metal negro que están completamente fuera de lugar
en este paisaje escarpado y cubierto de nieve.
Es la nave de los Ancianos. Y parece que está completamente de su lado. Oh, mierda. “¿Es
esa la…tiene que ser. ¿Qué significa eso?”
“Espera”, me dice Hassen. Apenas tengo la oportunidad de hacer eso antes de que se
adelante, sus pasos rápidos mientras corre sobre el resto de la distancia, dirigiéndose hacia
la nave. Me aferro a las correas de cuero para anclarme, preocupándome. Si la nave está
de costado, entonces nadie puede vivir allí. Diablos, ni siquiera sé si alguien puede usar los
ordenadores. Todo esto me preocupa.
También es un poco desalentador porque eso significa que es sólo un lugar más que ha sido
eliminado de la lista de posibles lugares para quedarse durante la temporada brutal. Ahora,
más que nunca, nuestro descubrimiento del pequeño pueblo de piedra escondido en el
cañón parece importante. Sé que Hassen tiene sus preocupaciones, pero creo que allí
estaremos a salvo. Ciertamente más seguro que al aire libre.
Los dos estamos en silencio mientras nos dirigimos al valle, acercándonos a la nave de los
Ancianos. Incluso desde esta distancia, puedo ver una proliferación de pequeñas tiendas
de campaña ocultas, agrupadas alrededor de un fuego central. El humo se eleva, y puedo
ver a la gente moviéndose. Eso significa que los sa-khui siguen aquí. Bien. Un nudo de
preocupación en mi vientre se afloja.
Algunas personas se acercan a nuestros trineos, y veo a Farli con su mascota, que ya no
está cojeando. Ahí está Georgie, sosteniendo a su bebé mientras se acerca, y Bek.
“Ho”, grita Hassen. “Traemos provisiones”. Su voz es cuidadosa y uniforme, y sé que tiene
que ser estresante. Su mirada se centra en Georgie mientras deja las asas del trineo.
“¿Dónde está mi jefe?”
“Está con Rokan y Lila”, dice Georgie, pasando a su hija de una cadera a la otra. “Hay un
gran grupo en la cueva de frutas recogiendo todo lo que pueden antes de que llegue la
tormenta” Ella mira al cielo y hace muecas. “Va a ser una desagradable, parece”
“La estación brutal está sobre nosotros”, dice Hassen con seriedad. Se mueve hacia el trineo
y extiende sus manos por mí, y yo le dejo que me ayude a bajar. “¿Estáis todos bien?”
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“Bastante bien”, dice Georgie. Mira a Farli y a Bek. “¿Podéis coger los trineos? Sevvah y
Kemli están ahumando carne junto al fuego, y puedes hacer que sus compañeras te ayuden
a desempacar cosas”. Ella me mira, haciendo rebotar a Talie. “Han sido unas largas
semanas”
“Apuesto a que sí”, digo, sacando los brazos para quitarle el bebé. Talie está creciendo, y
Georgie parece exhausta. “¿Así que mi hermana no está aquí? ¿La cueva de frutas aún
existe?”
“Volverá esta noche”, dice Georgie, entregando su kit. “No estábamos seguros de cuándo
volverían, aunque ella estará emocionada de veros. Y sí, la cueva de frutas sigue casi
intacta, lo que es bueno. He intentado apilar a todo el mundo ahí dentro en vez de aquí en
la nieve, pero no hay suficiente espacio”.
“La Cueva de los Ancianos”, pregunta Hassen, con la mirada puesta en la nave. “Está...”
“Sobre su costado. Sí.” Georgie se frota la frente. “Rukh y Harlow dicen que se las arreglaron
para salir justo a tiempo, pero no hay manera de que podamos instalarnos allí para el
invierno. Vamos a tener que encontrar una alternativa”. Mira los trineos, y un poco de la
tensión disminuye en su cara. “Estos suministros van a ayudar mucho. Me alegro de que
hayáis vuelto cuando lo habéis hecho”
Suena.... derrotada. Eso no es bueno.
“¿Las Cuevas del Sur?”, pregunta mi amigo, su expresión cada vez más sombría. “¿Son
habitables?”
“Desaparecieron”. Ella niega con la cabeza. “Ya se nos ocurrirá algo. Todo va a salir bien”.
La sonrisa que nos ofrece es apretada y cansada, y supongo que es una respuesta que ha
tenido que dar una y otra vez últimamente. Pobre Georgie.
Aprieto a Talie con fuerza y el bebé me parpadea con grandes ojos brillantes. Vale, no he
sido una persona muy infantil en el pasado, pero ahora que llevo al mío (al menos, estoy
bastante segura de que lo soy en este momento, si la ley de los promedios está conmigo),
de repente es fascinante y adorable. “¿Están todos bien, al menos? ¿Todos sanos?”
“Lo estamos logrando”, dice Georgie, cruzando los brazos sobre el pecho y mirando hacia
atrás, hacia el pequeño y disperso campamento. “Maylak se ha agotado tratando de curar
a todos, así que estamos haciendo que se lo tome con calma por un tiempo” Nos echa un
vistazo rápido. “Si tienes algún hueso roto, puede que tenga que esperar...”
“Estamos bien”, digo yo, rápido. “No te preocupes por nosotros” Me acerco un poco más a
Hassen, deseando que me rodee con su brazo. Sé que no se atreve porque él ha vuelto al
estado de exilio y yo estoy fuera de los límites, pero vamos a arreglar eso. De alguna manera.
“¿Pashov?” Pregunta Hassen, una nota en silencio en su voz. “¿Está…”
“Bien y mal”, dice Georgie en voz baja. “Está vivo y recuperándose, pero... su memoria ha
desaparecido. No recuerda a nadie. Ni a Stacy, ni a su hijo, nada. ¿Pero su cuerpo? Su
cuerpo está lo suficientemente sano”
Hassen aspira en un suspiro. “¿No recuerdas a su compañera...?”
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“Dale tiempo”, digo, antes de que Hassen se preocupe más por su amigo. “Estará bien.
Imagino que ni siquiera una sanadora puede arreglar una lesión cerebral traumática. Tiene
un piojo, y tiene gente que lo cuida. Se pondrá bien. Estas cosas sólo llevan tiempo”.
Georgie sólo asiente con la cabeza. “Espero que tengas razón”
“¿Puedo verle?” pregunta Hassen.
Georgie se da la vuelta y señala un par de tiendas de campaña cerca del fuego. “Está en la
tienda de la izquierda. Ve a saludar, pero no entres en el otro. Stacy está durmiendo la
siesta. Es....duro para ella” Georgie me mira con preocupación.
Dios, apuesto a que sí. ¿Su pareja casi se muere y luego él no la recuerda? ¿Con un bebé
pequeño, también? ¿Y toda esta otra mierda que está pasando? Tiene que estar pasando
por un infierno.
Hassen se adelanta, y luego duda, mirándome. Hay tanto dolor y preocupación en sus ojos,
que sólo quiero quitárselo todo y absorberlo.
Me acerco y toco su brazo. “Adelante, grandullón. Saluda a Pashov. Me quedaré aquí y
hablaré con Georgie un minuto”.
Me hace un gesto con la cabeza, y veo un destello posesivo en sus ojos. “Volveré”
“Estaré aquí. No iré a ningún lado sin ti”
Un fantasma de una sonrisa toca su cara. Se frota una mano en la mandíbula, cansado, y
luego se dirige a la pequeña tienda de campaña.
Georgie espera a que Hassen se haya ido y luego arquea una ceja hacia mí. “¿Debería
preguntar?”
“Puedes, pero no estoy segura de cuánto estoy dispuesta a contarte todavía." Me alegro de
que los piojos de Hassen y mío se callen mutuamente, porque no estoy segura de cómo
afectará nuestra resonancia a las cosas. “¿Sigue siendo un exiliado?” Pregunto sin rodeos.
“Esa no es decisión mía”, me dice Georgie. “Esa es de Vektal. Es su tribu”
“Sí, pero tú eres su pareja”
“Sí, y Hassen robó a tu hermana después de que le advirtieran que el exilio ocurriría si
alguien lo hacía”
“Sí, y eso fue un gran error por su parte. Lo sabe, y lo lamenta. Y estoy segura de que si le
pones un micro en la oreja a Vektal, estará dispuesto a entrar en razón y levantar la
prohibición a Hassen”.
“¿Por qué haría eso? Mira, me gusta Hassen tanto como a cualquiera, y en general, creo
que tiene buenas intenciones. Pero creo que también mostró una penal falta de juicio”
“Actúa antes de pensar a veces. Ya sabes, como cuando entró en la cueva para salvar a
Pashov”. No puedo evitar echarle eso en cara.
“Recibido”
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“Estar exiliado le está matando, Georgie. No tiene una familia, todo lo que tiene es la tribu.
No poder formar parte del equipo le hace mucho daño, quizás más que a la mayoría”. Ella
no lo está entendiendo, y yo estoy cada vez más frustrada con ella. Sé que Georgie va a ver
las cosas desde el punto de vista de su compañero por pura lealtad. Lo entiendo
perfectamente, y probablemente estoy haciendo lo mismo cuando se trata de Hassen. “Ha
demostrado su valía a la tribu, ¿no? ¿Y qué sentido tiene exiliarlo cuando todo el mundo es
un vagabundo? ¿No te parece injusto? ¿Después de lo duro que trabaja para mantener a
esta tribu?”
Su boca se frunce y coge a Talie de mis brazos. “Ojalá fuera así de simple, Maddie, de
verdad”
“Es así de simple. Puedes hablar con Vektal. Haz que vea las cosas de nuestra manera”.
La mirada en su cara es dura. “¿Crees que mi compañero no tiene suficiente de qué
preocuparse? ¿Crees que no se está matando lentamente tratando de arreglar todo para
todos? ¿Para estar en todas partes? ¿Para ser el líder que necesitan que sea? ¿Crees que
esto es fácil para él?”
“Sé que no lo es. No es fácil para nadie” No voy a llegar a ningún lado con ella, así que voy
a tener que jugar duro. Si eso significa que me echen de la tribu también, que así sea.
Hassen es mi compañero, y voy a estar a su lado. Pienso en Lila y siento un poco de
ansiedad, pero la aplasto. Aunque me exilien con Hassen, encontraremos la manera de
visitarnos, mi hermana y yo. Somos una familia. No pueden separarnos.
Es hora de sacar la artillería pesada. “Es que Hassen encontró algo interesante mientras
estábamos fuera”, digo con toda tranquilidad mientras ella se acomoda a su hija en sus
brazos. Me olvido deliberadamente de mi parte en las cosas. Quiero que mi pareja se lleve
toda la gloria en esto, porque no quiero enturbiar la imagen. Voy a meterlo de nuevo en esta
tribu, maldita sea.
“¿Oh?”
“Síp. Y vas a querer oír hablar sobre ello. Es un punto de inflexión”. Y luego espero.
Me mira, con pequeñas líneas de expresión que aparecen entre sus cejas cuando no
continúo. “¿Y bien?”
Cruzo mis brazos sobre mi pecho y le doy una mirada. “¿Vas a hablar con tu compañero
sobre el mío y dejarle volver a la tribu?”
“Depende de lo que hayas encontrado. Más vale que sea jodidamente bueno”, dice ella, y
puedo decir que su paciencia ha terminado conmigo.
“Aseos, Georgie. Encontramos baños” Y toda una ciudad abandonada apegada a ellos, o lo
que sea.
Sus ojos se entrecerraron. “¿Dijiste baños?”
“Sí. ¿Dijiste que hablarías con tu compañero?”
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Me mira fijamente durante un largo momento, y luego mueve la mano, indicando que debo
continuar. “Estoy escuchando...”
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 18
HASSEN
Yo miro mi pareja desde una distancia corta mientras abraza a su hermana, moviendo sus
manos en una charla entusiasta. Me alegro de que su familia esté en casa y a salvo. Se
preocupa por su Li-lah, aunque la humana está en buenas manos con Rokan. Sé que Mahdee se preocupa de que Li-lah esté en contra de nuestro apareamiento, pero eso es una
tontería. La resonancia es la resonancia. Li-lah también podría estar enojada con la nieve
que flota desde arriba por todo lo que va a importar.
Nuestros khuis han elegido, y está decidido.
Mah-dee pone una mano en el vientre de su hermana y hace un gesto. Li-lah asiente con la
cabeza, y se abrazan de nuevo. Rokan está junto a su compañera, sonriendo como un
estúpido feliz, y me alegro por él. La resonancia ha llegado, entonces, y Li-lah está con el
kit. Mientras miro, Mah-dee pone una mano en su propio estómago y hace el mismo gesto,
y luego me mira.
Mi pecho resuena, y sé que el de ella también. Siento una oleada de orgullo. Mi compañera
lleva mi kit. Pase lo que pase, sea cual sea el camino que tome la tribu, Mah-dee y yo
estaremos unidos para siempre.
La boca de Li-lah se abre sorprendida y luego se cierra. Ella hace algunos movimientos a
su hermana, y luego se acerca a mí, con las manos extendidas en un cálido saludo.
Y de repente me siento... avergonzado.
Saqué a esta hembra de su seguridad. De su familia. Todo porque quería desesperadamente
una pareja y una familia. Hice mal. Ahora, quizás, comprendo realmente lo que he hecho,
y siento pena. Me arrodillo y hago que la mano hable. ¿Perdonarme? Soy un tonto.
Todo está perdonado, Li-la responde gesticulando. Bienvenido a la familia. Me ofrece una
mano, y cuando la tomo, me da un abrazo. La abrazo con fuerza, mirando a Rokan
disculpándome. Pero a las hermanas no les importa. Mah-dee da un alegre chillido en el
siguiente momento y luego se lanza hacia mí, con todos los brazos y piernas pegados. La
levanto en el aire y le dio vueltas, sonriendo.
“Estamos bien, grandullón”, me dice Mah-dee, envolviendo sus brazos alrededor de mi
cuello y colocando un beso en mi mejilla. “Mi hermana es la mejor”.
Li-lah sólo mira a Mah-dee con gentil diversión, y me alivia que me acepte como la pareja
de su hermana. Podemos seguir adelante desde aquí. Sostengo a mi pareja cerca y le doy
las gracias por ella, por su khui que eligió el mío.
Entonces aparece el jefe, con su compañera a su lado. Shorshie tiene una expresión de
ansiedad en la cara y sostiene el brazo de Vektal. “¿Maddie? ¿Hassen? ¿Podemos hablar
con vosotros cuando tengáis un momento? Vektal quiere saber qué averiguaste en tu viaje”.
“La nave...” Me pregunto, pero Mah-dee me pone una mano en la boca.
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“Déjame a mí”, me dice, y luego siento su lengua golpear el lóbulo de mi oreja antes de que
se ponga de pie y le sonría a mi jefe con una sonrisa ganadora. Aturdido, observo como ella
une su brazo alrededor del libre de Vektal y hace gestos en el campamento. “Dejadme
contaros una pequeña parte de la historia de la humanidad. Se llama la Colonia Perdida de
Roanoke...”
∗∗∗∗∗∗∗
PONGO a Mah-dee protectoramente contra mi costado mientras Vektal se frota la frente.
La mirada en su rostro está cansada, y mi jefe -que tiene la misma edad que yo- parece
haber cumplido muchos más años por la preocupación. Mah-dee pone las manos en mi
rodilla, y las aprieta para tranquilizarme.
“Y este lugar, ¿crees que alguna vez fue el hogar de otra tribu?”
Mah-dee asiente con la cabeza. “Es una ciudad vieja. Podemos entrar, levantar algunos tipis
y aguantar la temporada brutal de forma agradable y acogedora. Tenemos una piscina,
plomería, almacén, agua fresca... lo único que no hay allí es caza”.
“La caza puede volver”, dice Vektal. Mira a Shorshie, su pareja. “Necesitaríamos enviar un
grupo de cazadores para determinar si es seguro traer a la tribu. Necesitaría ir”
Shorshie aprieta la mano y asiente con la cabeza. “Puedo mantener el fuerte aquí”
“Hassen y yo podemos mostrarte”, dice Mah-dee, y su agarre sobre mi rodilla se hace más
fuerte. “Pero no va a mostrarte nada a menos que le quites el estatus de exiliado”
No es la primera vez que mi feroz amiguita habla de mi exilio con el jefe. Ella lo repite a
menudo, haciéndole saber lo disgustada que está. ¿No le salvé la vida a Pashov? ¿No salvé
la suya? ¿No encontré un nuevo lugar para que viviera la tribu? ¿No soy aceptado por Lilah? ¿No resoné con Mah-dee? Ella no ve ninguna razón para que mi exilio continúe. Me
complace su ferocidad en mi nombre y me preocupa que termine exiliada conmigo.
“Ahora no es el momento de hablar de esas cosas”, dice Vektal. “Mi tribu se está
desmoronando. Necesitamos concentrarnos en un hogar, alimentar a todos para la
temporada brutal, y...”
“Y otro par de manos ayudará con eso”, dice Mah-dee con firmeza. “Necesitas a Hassen”
“Lo hago. Pero no puedo levantar el exilio tan rápido. Cometí un error al ser indulgente con
el exilio de Raahosh, porque hizo creer a Hassen que no sería castigado si robaba una
hembra. No puedo cometer ese error de nuevo. Mis cazadores deben seguir las reglas, o
nadie estará a salvo”.
“Pero las circunstancias son diferentes ahora mismo”, dice Shorshie con suavidad. “No creo
que nadie te reprocharía que cambiaras de opinión. Esta no es una situación normal.
Tenemos que adaptarnos” Comparte una mirada con Mah-dee. “Quizás puedas darle a
Hassen algunas de las tareas más difíciles y menos deseables a lo largo de la brutal
temporada como penitencia. Así que sigue siendo castigado y no desterrado de la tribu”.
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Aguanto la respiración. Si me pidieran que limpiara y raspara el intestino de cada sucia
guadaña desde aquí hasta las montañas, con gusto lo haría si eso significara que soy parte
de la tribu de nuevo y que Mah-dee está conmigo.
“Y odio ser tan imbécil, pero Hassen no va a mostrarle nada a nadie a menos que vuelva a
la tribu. Y si no se le permite volver, me voy con él”.
“Ahora no es el momento de presionar por esas cosas”, advierte Vektal, con las fosas nasales
abiertas. “Pashov todavía no está bien. Rukh está casi salvaje después de que Har-loh
resultara herida cuando la Cueva de los Ancianos se volvió de lado. Está tomando todo lo
que tengo para convencerle de que se quede con la tribu, que ella está a salvo aquí. Mi tribu
está en peligro de morir de hambre. No puedes ocultarnos algo así...”
Él tiene razón. Abro la boca para hablar, para decirle a mi jefe que iré a pesar de todo.
“No me importa”, dice Mah-dee con fiereza. Su mano agarra mi rodilla tan fuerte que siento
sus uñas clavarse en las crestas plateadas de allí. “Puede que no sea el mejor momento
para ti como líder, pero Hassen no tiene elección. Le has arrinconado”.
“Hassen puede hablar por sí mismo, ¿no?” Vektal lo dice claramente con una mirada
irritada hacia mí.
“Él puede”, continúa Mah-dee. “Pero es el que más tiene que perder aquí. Yo no lo hago. Iré
con él a pesar de todo. Y si sigue exiliado, nos iremos a vivir a la colonia perdida sin tu
gente. Ahí lo dejo” Se detiene, y luego hace una mueca. “Me acabo de dar cuenta de que
sueno como una exigente niña de dos años”
Vektal asiente con la cabeza. “Mi hija es menos agresiva que tú, y es una malcriada”
Shorshie se ríe.
“Muy bien”, dice Vektal y me mira. “Tu feroz compañera de placer me ha convencido. Se te
darán tareas extras a lo largo de la brutal temporada como penitencia, pero ya no estás en
el exilio”.
Mi corazón está lleno de una alegría feroz. Quiero agarrar a mi pareja y sostenerla con
fuerza contra mí, pero me obligo a asentir con la cabeza. “Te haré sentir orgulloso, mi jefe”
“Necesito a toda mi gente aquí. Tu casa está con el resto de nosotros”
“Fuera en la nieve”, señala Mah-dee. “Con todas las demás personas sin hogar. Quienes
van a tener un nuevo hogar gracias a él” Cuando Shorshie le dispara una mirada irritada,
Mah-dee levanta las manos. “No estoy pasándome, sólo estoy diciendo... que Hassen les
está haciendo un favor. Ahora lo dejaré pasar. Sentí que había que decirlo”.
Vektal la mira con exasperación y luego se vuelve hacia mí. “Tu primera tarea será mantener
a tu compañera de placer bajo control”
Y ahora es mi turno de reír. “Nadie controla a Mah-dee. Hace lo que quiere”.
“Maldito capullo”, dice Mah-dee, y luego vuelve a poner su mano posesiva en mi rodilla. “En
cuanto a esta tontería de la compañera de placer, supongo que es algo más que necesitamos
ponerlos al día…”
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Epílogo
MADDIE
“¡No puedo creer que me dejes aquí!” Me siento dividida entre querer golpear a Hassen en
la cara y llorar en su piel. “¡No puedes hablar en serio!”
“Tú eras la que se jactaba ante el jefe de que nosotros resonamos”, me dice, retirando mi
pelo de mi rostro, revuelto por el viento. “Ahora te quedarás aquí con las otras mujeres
embarazadas”
“Ahorcada con mi propia soga”, suspiro. “Maldita sea”. Enterré mi cara contra su pecho.
“Vas a viajar rápido, ¿verdad?”
“Vamos a correr todo el camino”, promete. “Podemos llegar en la mitad de tiempo”.
“Bien”. Froto mi mejilla contra su piel, respiro su aroma y escucho el ronroneo siempre
presente de su piojo hablando con el mío. No voy a llorar. No lo haré. Es sólo una semana
o dos. Me meteré en un tiempo de unión de hermanas solitarias, ya que Rokan se va con
Vektal y Hassen. Debería haber mantenido la maldita boca cerrada, pero estaba tan
contenta con el hecho de que Hassen ya no estuviera exiliado, y estoy orgullosa de ser su
compañera. Quería decírselo al mundo.
Así que lo hice. Y ahora estoy en el banquillo.
Supongo que es lo mejor. Dormí como un tronco anoche en nuestra tienda de campaña,
demasiado cansada para tener sexo con mi gran y sexy compañero alienígena. Todo el viaje
me ha afectado, y supongo que debo cuidarme si tengo un bebé oficial a bordo. Pero eso no
cambia el hecho de que lo voy a extrañar ferozmente. Me aferro a él un poco más fuerte.
“Asegúrate de mostrarles los baños, ¿de acuerdo? Ese es un gran punto de venta para
Georgie y las demás”.
Se ríe y me acaricia el pelo. “Les mostraré. Lo prometo”
“¿Y estarás a salvo?” Me inclino hacia atrás y le miro. Es tan guapo a la luz del sol, con su
pelo oscuro alrededor de su cara. Me encantan sus grandes cuernos escarpados y sus
pómulos severos y la forma en que sus colmillos se asoman, sólo un poco, cuando me
sonríe, como ahora mismo. “¿Estar atento a Metlaks y todo eso?”
“Seré el más seguro de los cazadores”, me dice. “Porque tengo la más feroz de las
compañeras a la que volver”
Eso es tan lindo. Cree que soy feroz. Más bien insistente, pero lo aceptaré. Enrosco las
manos en su chaleco y decido darle algo para incentivarlo. “Y cuando vuelvas a casa, te
chuparé la polla tan fuerte que no podrás caminar derecho durante semanas”
Los ojos de Hassen se abren de par en par. Mira a su alrededor en el ocupado campamento
de la mañana temprano, luego me recoge y comienza a alejarse de los demás.
Chillo, aferrándome a su cuello. “¿Adónde vamos?”
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“De vuelta a nuestra tienda. Tenemos unos minutos antes de que los demás se vayan”. Sus
ojos brillan con lujuria posesiva. “Y necesito asegurarme de que mi pareja me extraña tanto
como yo a ella mientras estoy fuera”
“Esto suena como una idea genial”, le digo, sin aliento. Mi piojo está cantando tan fuerte
que me está enviando vibraciones por todo el pecho. “Y luego irás a correr a la ciudad y le
mostrarás a todo el mundo lo increíble que es y cómo salvaste el día”
“Sí”, dice, metiéndose en nuestra pequeña tienda. Inmediatamente se arrodilla y me tumba
sobre mi espalda, con la mano en mis calzones. Es increíble lo rápido que puede ponerlas
alrededor de mis rodillas.
“Y luego volverás a casa conmigo y empezaremos nuestro felices para siempre, ¿verdad?”
“Mi felicidad no espera a más tarde”, me dice. “Mi felicidad es ahora. Aquí. Contigo. No
necesito nada más”
Y mientras baja la cabeza entre mis muslos, tengo que estar de acuerdo. No necesito nada
más que a mi compañero.
∗∗∗∗∗∗∗
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Nota de la autora
Este libro fue un exprimidor emocional al escribirlo. Nuestra pobre tribu está pasando por
mucho ahora mismo, y como creadora, fue difícil construir un mundo y luego destruirlo
todo de nuevo. Pero a medida que aumentaba el número de libros de la serie, me di cuenta
de que estaba jugando con demasiada seguridad. Es un mundo peligroso, lleno de actividad
volcánica y ventisqueros y todo tipo de cosas en las que apenas hemos arañado la superficie.
Quería quitarte algo de la red de seguridad a la tribu. Estoy segura de que hay unas cuantas
personas gritándome ahora mismo. <3
Esto debería ayudar con los gritos, sin embargo - ¡Ya he empezado el próximo libro! Estoy
entusiasmada, y esta vez no voy a decir de quién se trata todavía. Promete ser un poco
diferente a algunos de los otros, así que tengo curiosidad por ver si puedo lograrlo. ¡Ya
veremos! Estoy llamando al libro BARBARIAN'S HEART y espero tenerlo el próximo mes.
Inicialmente iba a adelantar la serie unos años (para el libro de Farli) después del de
Maddie....pero resulta que tengo unas cuantas más dentro de mí antes de seguir adelante.
Para aquellos de vosotros que estáis esperando a Farli, por favor tened un poco más de
paciencia!
Además, he tenido a algunas personas preocupadas por el estado de las cosas cuando me
burlé de que este libro tiene un gran cambio (juego de palabras). Mientras pongo en peligro
las vidas de nuestra tribu y les hago pasar por una mierda desgarradora, puedo
garantizaros algunas cosas: nada de trampas, nada de finales deprimentes, y siempre
felices para siempre. No te daría un libro que ME haría infeliz como lector.
Espero que hayáis disfrutado de la historia y que estéis deseando que lleguen más. ¡Bárbaro
activado!
∗∗∗∗∗∗∗
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BARBARIAN’S TAMING
LA GENTE DE ICE PLANET BARBARIANS
A partir del final de la BARBARIAN’S TAMING
(Pronunciaciones sugeridas entre paréntesis)
VALE, QUE YA NO HAY MÁS CUEVAS TRIBALES. ¡Lo siento, tribu! Pero para mayor
claridad y legibilidad, seguiremos agrupando a nuestra gente hasta que encuentren un
nuevo hogar.
CAVE 1
VEKTAL (VEHK-TALL) - THE CHIEF OF THE SA-KHUI. MATED TO GEORGIE.
GEORGIE – HUMAN WOMAN (AND UNOFFICIAL LEADER OF THE HUMAN FEMALES). HAS TAKEN ON
A DUAL-LEADERSHIP ROLE WITH HER MATE.
TALIE (TAH-LEE) – THEIR BABY DAUGHTER.
CAVE 2
MAYLAK (MAY-LACK) – TRIBE HEALER. MATED TO KASHREM. MOTHER OF ESHA AND MAKASH.
KASHREM (CASH-REHM) - HER MATE, ALSO A LEATHER-WORKER.
ESHA (ESH-UH) – THEIR YOUNG DAUGHTER.
MAKASH (MUH-CASH) — THEIR NEWBORN SON.
CAVE 3
SEVVAH (SEV-UH) – TRIBE ELDER, MOTHER TO AEHAKO, ROKAN, AND SESSAH
OSHEN (AW-SHEN) – TRIBE ELDER, HER MATE
SESSAH (SES-UH) - THEIR YOUNGEST SON
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CAVE 4
WARREK (WAR-EHK) – TRIBAL HUNTER AND TEACHER.
EKLAN (EHK-LAN) – HIS FATHER. ELDER. DEAD. SORRY, OLD GUY.
CAVE 5
EREVEN (AIR-UH-VEN) HUNTER, MATED TO CLAIRE
CLAIRE – MATED TO EREVEN, CURRENTLY PREGNANT
CAVE 6
LIZ – RAAHOSH’S MATE AND HUNTRESS. CURRENTLY PREGNANT FOR A SECOND TIME.
RAAHOSH (RAH-HOSH) – HER MATE. A HUNTER AND BROTHER TO RUKH.
RAASHEL (RAH-SHEL) – THEIR DAUGHTER.
CAVE 7
STACY – MATED TO PASHOV. MOTHER TO PACY, A BABY BOY.
PASHOV (PAH-SHOWV) – SON OF KEMLI AND BORRAN, BROTHER TO FARLI AND SALUKH. MATE OF
STACY, FATHER TO PACY.
PACY – THEIR INFANT SON.
CAVE 8
NORA – MATE TO DAGESH, MOTHER TO TWINS ANNA AND ELSA.
DAGESH (DAH-ZZHESH) (THE G SOUND IS SWALLOWED) – HER MATE. A HUNTER.
ANNA & ELSA – THEIR INFANT TWIN DAUGHTERS.
CAVE 9
HARLOW – MATE TO RUKH. ‘MECHANIC’ TO THE ELDERS’ CAVE. SPENDS 75% OF HER TIME THERE
WITH HER FAMILY.
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RUKH (ROOKH) – FORMER EXILE AND LONER. ORIGINAL NAME MAARUKH. (MAH-ROOKH).
BROTHER TO RAAHOSH. MATE TO HARLOW.
RUKHAR (ROO-CAR) – THEIR INFANT SON.
CAVE 10
MEGAN – MATE TO CASHOL. MOTHER TO NEWBORN HOLVEK.
CASHOL – (CASH-AWL) – MATE TO MEGAN. HUNTER. FATHER TO NEWBORN HOLVEK.
HOLVEK – (HAUL-VEHK) – THEIR INFANT SON.
CAVE 11
MARLENE (MAR-LENN) – HUMAN MATE TO ZENNEK. HAS UNNAMED CHILD. FRENCH.
ZENNEK – (ZEHN-ECK) – MATE TO MARLENE. HAS UNNAMED CHILD.
CAVE 12
ARIANA – HUMAN FEMALE. MATE TO ZOLAYA. MOTHER TO ANALAY.
ZOLAYA (ZOH-LAY-UH) – HUNTER AND MATE TO ARIANA. FATHER TO ANALAY.
ANALAY – (AH-NUH-LAY) – THEIR INFANT SON.
CAVE 13
TIFFANY – HUMAN FEMALE. MATED TO SALUKH AND NEWLY PREGNANT.
SALUKH - SALUKH (SAH-LUKE) – HUNTER. SON OF KEMLI AND BORRAN, BROTHER TO FARLI AND
PASHOV.
CAVE 14
AEHAKO – (EYE-HA-KOH) – ACTING LEADER OF THE SOUTH CAVE. MATE TO KIRA, FATHER TO
KAE. SON OF SEVVAH AND OSHEN, BROTHER TO ROKAN AND SESSAH.
KIRA – HUMAN WOMAN, MATE TO AEHAKO, MOTHER OF KAE. WAS THE FIRST TO BE ABDUCTED BY
ALIENS AND WORE AN EAR-TRANSLATOR FOR A LONG TIME.
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KAE (KI –RHYMES WITH ‘FLY’) – THEIR NEWBORN DAUGHTER.
CAVE 15
KEMLI – (KEMM-LEE) FEMALE ELDER, MOTHER TO SALUKH, PASHOV AND FARLI
BORRAN – (BORE-AWN) HER MATE, ELDER
FARLI – (FAR-LEE) THEIR TEENAGE DAUGHTER. HER BROTHERS ARE SALUKH AND PASHOV. SHE
HAS A PET DVISTI NAMED CHAHM-PEE (CHOMPY).
CAVE 16
DRAYAN (DRY-ANN) – ELDER.
DRENOL (DREE-NOWL) – ELDER.
CAVE 17
VADREN (VAW-DREN) – ELDER.
VAZA (VAW-ZHUH) – WIDOWER AND ELDER. LOVES TO CREEP ON THE LADIES.
CAVE 18
ASHA (AH-SHUH) – SEPARATED FROM HEMALO. NO LIVING CHILD.
CAVE 19
BEK – (BEHK) – HUNTER.
HARREC (HAIR-EK) – HUNTER.
TAUSHEN (TOW –RHYMES WITH COW- SHEN) – HUNTER.
HEMALO (HEE-MAH-LO) – SEPARATED FROM ASHA.
CAVE 20
JOSIE – HUMAN WOMAN. MATED TO HAEDEN AND NEWLY PREGNANT.
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HAEDEN (HI-DEN) – HUNTER. PREVIOUSLY RESONATED TO ZALAH BUT SHE DIED (ALONG WITH
HIS KHUI) IN THE KHUI-SICKNESS BEFORE RESONANCE COULD BE COMPLETED. NOW MATED TO
JOSIE.
CAVE 21
ROKAN (ROW-CAN) – OLDEST SON TO SEVVAH AND OSHEN. BROTHER TO AEHAKO AND SESSAH.
ADULT MALE HUNTER. NOW MATED TO LILA. HAS ‘SIXTH’ SENSE.
LILA – MADDIE’S SISTER. HEARING IMPAIRED. RESONATED TO ROKAN.
ACTUALMENTE SIN CUEVA PERO EMPAREJADOS
HASSEN (HASS-EN) – HUNTER. PREVIOUSLY EXILED. NEWLY MATED TO MADDIE.
MADDIE – LILA’S SISTER. FOUND IN SECOND CRASH. NEWLY MATED TO HASSEN.
∗∗∗∗∗∗∗
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