RENTA BÁSICA UNIVERSAL David Casassas la perspectiva de la lucha de clases formar coaliciones coherentes a favor de la renta básica: personas de diferentes clases con intereses distintos apoyo "barato" inestable (populista, desaparece con cambios de conyuntura política) tipos de renta básica 1. no emancipatorias - charles buchanan, hartmut kliemt, charles murray, milton friedman, que la proponen para reemplazar el estado de bienestar "sobreprotector". incluso milmillonarios como mark zuckerberg creen en esta idea. sería la única red de apoyo en una sociedad neoliberal, y haría a todos los ciudadanos supuestamente responsables para su propio éxito (i.e. meritocracia). algunos proponen renta básica sin salario mínimo y derechos laborales, y con impuestos fijos o regresivos. así los trabajadores recibirían lo mismo que antes (renta + salarios mucho más bajos=los salarios más altos de antes). la diferencia será que no lo pagarían sus jefes, pero el estado, con los impuestos (no progresivos!) recibidos de la gente ordinaria. renta básica no mucho mayor del umbral de pobreza renta básica sin acceso a servicios sociales libres como la educación o el cuidado de salud. i.e. casi toda la renta podría ir en comprando estos serivcios básicos en el mercado. aún así la renta básica siempre será una arma de negociación para el trabajador. "(...) no son pocas las ocasiones en las que la precipitación y el optimismo pueden llegar a ensombrecer los conocimientos de que disponemos acerca del funcionamiento de los mercados reales que conforman el mundo en el que vivimos y animarnos a creer que la renta básica puede jugar un papel liberador de los deseos y las energías de los individuos bajo cualquier circunstancia." 1. Emancipatoria - "De ahí la radicalidad de la renta básica: garantizando independencia material, la renta básica apunta a la raíz, al núcleo de la cuestión de la génesis social de la libertad, a saber: la posibilidad material de que los individuos rompan lazos de dependencia material que coartan planes de vida ansiados pero actualmente heterónomamente impedidos y ensayen nuevas formas de socialidad que alumbren toda una interdependencia verdaderamente autónoma, realmente deseada." “benéfico sistema republicano de la asociación de productores libres e iguales” no solo libertad ante la ley, sino material y real. socialismo + republicanismo = <3 1. trabajo y producción derecho a renta universal VS derecho a trabajo. contradicción falsa - la renta ayudará no estar dependientes de los empleadores y aceptar peores condiciones de trabajo. nuevas formas de trabajo, más trabajo creativo mercados de trabajo como instituciones con puerta de salida la posibilidad de trabajo no asalariado - formar cooperativos igualitarios y democráticos y negocios propios. activación del trabajo oculto - el que no se realizó, todos los productos que no llegaron al mercado, porque la gente quería hacerlo, pero tuvo que elegir la primera opción que se le ofrecía. desarrollo y articulación de mercados interiores - la renta puede ayudar a los países poscoloniales no depender del metrópoli. puede minimizar riesgos y aumentar posibilidades. podrán formar una red descentralizada, urbana y rural, en y para su comunidad. no tener que trabajar en una corporación internacional. "flexiguridad" -"podrían poner en marcha esas famosas “vidas pluriactivas” o “multiactivas”, esto es, vidas en las que se combina el trabajo remunerado con el trabajo doméstico y voluntario —por ejemplo, con actividades de formación y/o con algún tipo de actividad artística, político-asociativa, etc.—, desde la seguridad que confiere el hecho de saber que se cuenta, como mínimo, con un ingreso incondicional que se mantiene a lo largo del tiempo, de la cuna a la tumba" bloques sociales y políticos para el progreso de una renta básica de carácter emancipatorio 1. El problema del apoyo político “barato” - solo verbal, sin programa sostenible y realística; a menudo de partidos y organizaciones que no tienen poder real. i.e. político de un partido cuyos otros miembros están en contra de la renta. o los partidos ecologistas desde la perspectiva de una oposición no viable. también un apoyo solo estratégico y populista, que siempre puede terminar cuando el partido (verde o trabajador) recibe el poder, porque "no sea realístico". First mover disadvantage: como una idea nueva, la renta básica es un riesgo - estará asociada del primero que la proponga de una manera seria. si la propone una organización religiosa, los seculares estarán en contra; si es una organización liberal (de modo no emancipatorio), los de izquierdas estarán en contra... 1. el ecumenismo como problema - es difícil que partidos de izquierdas y de derechas formen una coalición común a favor de la renta universal, con un velo de vaguedad, sin haber decidido los detalles - diferentes filosofías y metas. se debe pagar de una forma mensual o anual? debe superar el umbral de pobreza? el salario mínimo? se deben sacrificar otros servicios sociales? debería ser incondicional o participatoria (para gente que hace trabajo pagado, voluntario, doméstico)? se debe prestar atención a lo político e ideológico y no solo a lo estratégico ("realpolitik"). por eso debe haber coaliciones amplias pero solo de izquierdas. conclusiones 1. La renta básica es una propuesta socialmente conflictiva. debe contener a) estableciendo una renta básica de cuantía suficiente para cubrir las necesidades básicas de la vida; b) introduciendo—o manteniendo— un salario mínimo interprofesional que impida que,con la renta básica, los salarios se reduzcan; c) manteniendo —o introduciendo—servicios y prestaciones en especie como la sanidad, la educación y las políticas de cuidado a las personas; y d) controlando las grandes acumulaciones de poder económico privado 2. solo puede haber coaliciones de izquierdas o de derechas a favor de la renta - no tales con objetivos mixtos 3. no se pueden complacer a todas las clases sociales y sectores de la sociedad. 4. debe haber costes para los actores políticos que ofrecen apoyo barato y después lo dejan. debe haber considerable movilización ciudadana, presión al gobierno para medidas concretas, visibilidad y publicación sobre estos procesos. Perspectivas Anarquistas 1. An anarchist case for ubi: https://basicincometoday.com/an-anarchist-case-for-ubi/ "Currently, there are over 70+ means-tested welfare programs in existence. These include everything from renter’s assistance to food stamps to medical coverage. Currently, however, these programs come with a whole host of qualifications which require one to stay within certain criteria in order to maintain benefits. The problem with this model is that it limits opportunities for growth. One must manage their economic life in such a way that they either truthfully meet the criteria by way of turning down opportunities for advancement, or one must arrange their work to be off the records entirely which also limits one’s job opportunities even if less so. To top that off, the benefits received come with a multitude of restrictions. Someone getting $200 in food stamps per month doesn’t have the option to use said money to invest in a business opportunity which would supply them with way more grocery money than food stamps alone while also offering a chance at more long term stability." "As long as the UBI is set at a livable level, most people would likely choose the cash, allowing the current welfare system to fade into obscurity. Partnering a UBI with other solutions in the fields of healthcare and schooling access can also go a long way towards making sure individuals don’t fall through the cracks." "with the threat of automation displacing workers, focusing on bargaining power only helps those workers not currently automated away. " "Such coercion is completely unnecessary. Establishing a UBI would allow us to rid the market of “bullshit jobs” and focus on more meaningful work. People will still work to solve problems in their communities because it actively improves our lives as a communal species." "In other words, a market more free of coercion tends to be better at reading actual market signals and functions better." 2. Universal Basic Income: Transitional Program or Capitalist Stopgap against Social Revolution? https://theanarchistlibrary.org/library/michael-stauch-universal-basicincome "So UBI is an idea that’s floating around and it’s no surprise that it’s coming from an economic sector, venture capitalists, who make money by investing in companies which are exploring ways to eliminate jobs on an enormous scale. The idea is emerging at the outset of what bourgeois economists are calling “Industry 4.0.” [5] This fourth industrial revolution (after mechanization, water/steam power; mass production, the assembly line, and electricity, and computers and automation) will involve cyber-physical systems, the “Internet of things” and cloud computing, according to its contemporary prophets. But in addition to the enormous profits capitalists hope to make from this transformation in the foundations of the contemporary economy, they are also recognizing the political problems it might produce, in particular the very real possibility of substantial increases in unemployment as new technology enables companies to eliminate jobs once previously considered untouchable. " "Initially developed as a palliative to long, lone commutes by individual workers, driverless technology can be almost seamlessly converted into an engine of massive job loss." "the “primary contradiction” of the labor movement, that is, “that the generalization of one form of domination was seen as the key to overcoming all domination.” [13] Or, more pithily, “Everyone is being proletarianized, and so, to achieve communism, we must proletarianize everyone!” This approach, Endnotes claims, understands the factory “as the foundation of socialism, not as the material embodiment of abstract domination.”" 3. Beyond UBI: Sowing the Seeds of Universal Ecological Infrastructure https://c4ss.org/content/52790 "States and their corporate beneficiaries have a vested interest in keeping people dependent. If one’s access to the necessities of survival is contingent on one’s citizenship or otherwise legal status under a state, then one is more likely to obey that state’s commands, even when they are harmful. " "It isn’t hard to imagine that states will continue to divide people into arbitrary categories and extend privileges to some, at the expense (often mortal) of those deemed “other.”" "An oftoverlooked problem, even for those forms of UBI that don’t rely on a state, is their reliance on a medium of exchange. Once you’ve received your basic income in the form of x number of food stamps or dollars or cryptocoins, you still have to find someone willing to accept them in exchange for what you actually need to live; like food, water, medicine, clothing, shelter, energy, etc. " "Many of the basic needs we must now spend money to satiate could instead be met directly via our interactions with living networks woven intentionally throughout human habitat. Our homes and surrounding landscapes could be designed and built so as to passively maintain comfortable indoor temperatures, collect rainwater, turn waste into living soil, and produce food, fuel, fiber, medicine, and myriad other useful materials and services. We can do this while simultaneously increasing biological diversity, providing forage and habitat for a greater variety of our fellow lifeforms." "Rather, it must emerge interstitially as we gradually repair damaged soils, rebuild disrupted habitats, and grow and regrow networks of mutual aid with our fellow humans and non-humans alike. Nor is building ecological infrastructure a wholly sufficient liberatory strategy in and of itself. But it is arguably a necessary part, alongside our squats, strikes, egalitarian markets, community self-defense, and the building of social, cultural, and technological infrastructures for liberation." "While many things are undoubtedly harder to produce locally, being dependent on a global supply chain for almost everything is precarious and unsustainable." "A mature form of UEI might look like a solarpunk eutopia, perhaps not fully automated luxury, but at least practically passive comfort, where the food we need is growing right outside our homes and we have zero utility bills. In the longer term future, UEI could be greening the deserts of the asteroid belt, and ultimately, as Octavia Butler put it, “The destiny of earthseed is to take root among the stars.” " [A] fuel bill is your life energy going down the drain because the place you live sucks your life way in waste heat, which is waste money, which is waste time […] all of the time you spent to earn that money is wasted to the degree those systems are inefficient systems, behind best practices!" 1. Безусловен базов доход 2013 https://www.anarchy.bg/articles/bezusloven-bazovdohod/#:~:text=%D0%91%D0%B5%D0%B7%D1%83%D1%81%D0%BB%D0%BE% D0%B2%D0%BD%D0%B8%D1%8F%D1%82%20%D0%B1%D0%B0%D0%B7%D0 %BE%D0%B2%20%D0%B4%D0%BE%D1%85%D0%BE%D0%B4%20%D0%B5%2 0%D1%81%D0%BE%D1%86%D0%B8%D0%B0%D0%BB%D0%BD%D0%B0%20% D0%BA%D0%BE%D0%BD%D1%86%D0%B5%D0%BF%D1%86%D0%B8%D1%8F %20%D0%B7%D0%B0%20%D0%BF%D1%80%D0%B0%D0%B2%D0%BE%D1%82 %D0%BE,%D0%BD%D0%B0%20%D0%B4%D0%B0%D0%B4%D0%B5%D0%BD% D0%B0%20%D1%81%D1%82%D1%80%D0%B0%D0%BD%D0%B0%2C%20%D0% BE%D1%82%20%D1%80%D0%B0%D0%B6%D0%B4%D0%B0%D0%BD%D0%B5 %D1%82%D0%BE%20%D0%B4%D0%BE%20%D1%81%D0%BC%D1%8A%D1%8 0%D1%82%D1%82%D0%B0%20%D1%81%D0%B8. "шестима от всеки седем българи живеят в лишения; общо над 1,6 млн. се намират под официалната черта на бедност" "ББД съществува като практика в щата Аляска – компенсация на населението за използването на природните ресурси в полза на целия северноамерикански съюз." "Европа поема щафетата през 1980-те години – появява се Европейската мрежа за базов доход (Basic Income European Network, BIEN), която през 2004 г. прераства в Световна мрежа за базов доход (Basic Income Earth Network). През 2011 започва експеримент по проекта в Индия. Отдавна в някои арабски страни петролните приходи се споделят с населението. ББД стартира вече и в Иран. Това обаче е в контекста на заздравяването на теократичните режими, един вид подкуп срещу отказа от бунт." "Юлий Цезар при идването си на власт заварва 320 хиляди римляни – близо всеки трети гражданин, – които получават безплатно жито от държавната житница." "в Германия и Франция между 30% и 59% от доходите идват от преразпределение на различни парични фондове – тоест „утопията ББД“ вече е налице, просто не е за всеки." "През 1995 футурологът Джереми Рифкин предсказва, че до 2050 г. вероятно само 5% от възрастното население ще бъдат достатъчни за поддържане и обслужване на традиционните отрасли. През 1985 САЩ произвеждат 75 милиона тона стомана, като в процеса са заети 300 хиляди души, през 2008 г. произвеждат 100 милиона тона стомана, но само със 74 хиляди наемни работници. Преди индустриалната революция един земеделски производител изхранва едва още трима души. Днес един фермер произвежда достатъчно за 120-150 души" "оттук нататък капитализмът може само да става все по-агресивно паразитен: той не спира да си присвоява изградените независимо от него умения и способности у хората, които освен това не се нуждаят от него, за да ги реализират. Създаването на богатство ще се разиграва основно извън сферата на заплатения труд." "Важното е как ще бъде приподнесена и осмислена тази мярка: като „благодеяние“ от всесилната и „справедлива“ държава, или като връщане на гражданите онова, което държавата им е отнемала." Perspectivas Marxistas 1. https://www.laizquierdadiario.com/Renta-basica-universal-una-solucion-capitalista-a-losmales-del-capitalismo Es como mínimo debatible la inminencia de este reemplazo. Como afirma Paula Bach, el discurso sobre el “fin del trabajo” está impregnado por un fetichismo de la robótica que, en las condiciones de lo que algunos economistas del mainstream vienen diagnosticando como un estancamiento secular del capitalismo, no se traduce en ritmos de acumulación de capital suficientes como para que estemos cerca de la materialización de esta amenaza del trabajo de mujeres y hombres por el de las máquinas. Más en general, la perspectiva de que el capitalismo pueda imponer una robotización generalizada se choca con la necesidad de explotar, siempre de forma creciente, la única fuente que sostiene las ganancias del capital, que es la fuerza de trabajo. En la Argentina, más de la mitad de quienes tienen un empleo sufren alguna condición de precariedad (..) En la Argentina actual un tercio de la población económicamente activa trabaja más de 45 horas semanales. Libro: Utopía para realistas, Rutger Bregman. estudio del Massachusetts Institute of Technology (MIT) sobre el desempeño de la ONG Give Directly, que recoge dinero de donaciones que son entregados sin condicionalidades a beneficiarios en países pobres. De acuerdo al estudio, estos producen un incremento duradero en los ingresos (en promedio 38 % superiores a los que eran antes de la transferencia) y también de las propiedades y activos, entre ellos la casa (58 %), al tiempo que reducen en 42 % el número de días que los chicos pasan hambre. Canadá en el poblado de Dauphin, de 13 mil habitantes, entre 1974 y 1978. Según nos cuenta, este programa aseguró a toda la población un ingreso básico certificando que nadie quedara por debajo de la línea de pobreza. En la práctica, el 30 % de la población (una familia de cada cuatro) recibió cheques mensuales por el equivalente a 19 mil dólares al año, en valores actuales. El programa se dio de baja con la llegada de un gobierno celoso de la austeridad fiscal, que lo cerró sin indagar sus resultados. una renta básica que venga “desde arriba”, como una política pública de seguridad social, difícilmente será universal, sino focalizada en los segmentos de bajos ingresos, y probablemente tampoco sea básica, sino por debajo de la línea de pobreza. Solo de esta forma podría compatibilizarse con la continuada explotación de la fuerza de trabajo en condiciones laborales cada vez más degradadas que necesita el capitalismo contemporáneo “Los partidarios progresivos de un ingreso de 1.000 euros por mes bien pueden servir como ‘idiotas útiles’ para el establecimiento de un ingreso universal de 400 euros, para el equilibrio de cualquier cuenta que también reduzca ventajosamente los costos de funcionamiento del Estado de bienestar” Al proponer un desplazamiento del terreno del conflicto de clases al debate “público” ciudadano, podría hacerle un gran favor al ataque que necesita imponer la clase capitalista. De una cuestión de disputa por la distribución primaria del ingreso, que siempre conlleva el peligro de que los explotados se organicen y pongan en cuestión quién dirige la producción social, a un tema de distribución secundaria, es decir, una materia de manejos de los ingresos y gastos de la seguridad social y de cómo los ciudadanos y sus derechos participan en ellos. Tomando datos de EE. UU., a pesar de que desde 1957 hasta hoy la productividad del trabajo se triplicó, la jornada de 8 horas permanece inalterada e incluso el empresariado encontró múltiples vías para imponer más horas mediante convenios, extras, etc.. Si están creadas las condiciones para que todos trabajemos menos horas, pero en manos del capital y para asegurar una ganancia esto significa que algunos deben seguir trabajando tantas horas como hace décadas –o incluso más– mientras una parte creciente de la población es transformada en “población obrera sobrante”, entonces lo que debe ser cuestionado es ese monopolio privado sobre los medios de producción. La huelga de la IG Metall en Alemania por la reducción de la jornada a comienzos de este año, de la que participaron cientos de miles de trabajadores por la reducción de la jornada laboral, mostró que este es un planteo que puede calar hondo en sectores importantes de la clase trabajadora, aunque la lucha se cerró con la burocracia sindical imponiendo que se aceptara, a cambio de una menor jornada, la reducción del salario y más horas de trabajo de otros sectores de trabajadores. 2. https://es.communia.blog/renta-basica-universal/ En el modelo propuesto en España, equivaldría a la línea de la pobreza: el 50% de la media de ingresos. La desigualdad rampante se reduciría de un hachazo y la coacción económica permanente de las clases propietarias desaparecería del escenario político, sustituyendo el conflicto de clase por el debate ciudadano. Las empresas podrían contratar menos personas gracias a la productividad incrementada por el desarrollo tecnológico- sin temer que la reducción del número de trabajadores se convirtiera en menor demanda de sus productos. Gracias a la expansión del mercado mundial, estos ciclos comienzan con una demanda suficiente para toda la producción. Todo lo que se produce se vende y el capital puede «realizar» la plusvalía producida. Pero la competencia entre los destinos del capital da incentivos a las empresas a aumentar la plusvalía. Cuanto más beneficios -materialización última de la plusvalía- den, más capitales atraerán. El capital solo tiene dos maneras de hacerlo: pagar menos por hora trabajada (incrementar la plusvalía en términos absolutos) o aumentar lo que se puede producir en una hora de trabajo (aumento relativo de la plusvalía). Este segundo camino es el de la mejora tecnológica. Implica nuevas inversiones, más capital por trabajador, es decir, aumentar la relación entre la inversión (capital fijo) y los salarios (capital variable) el beneficio por unidad de producto (la «tasa de ganancia») se reducirá. La forma de contrarrestar esto es simplemente producir y vender más («aumentar la masa de producto») para que una cantidad mayor, vendida al nuevo precio inferior, produzca un beneficio mayor que el de partida. El imperialismo no es más que el resultado de la imposibilidad de realizar toda la plusvalía en un mercado interno donde los trabajadores son ya la gran mayoría de la población y por definición no pueden comprar todo lo que han producido. aunque bajen los precios, llega un momento en que el mercado se queda pequeño. Es entonces cuando aparecen las burbujas de crédito que preceden a toda crisis La crisis capitalista no se produce por una distribución desigual del ingreso. Por mucho que corrijamos la desigualdad en los ingresos, los mecanismos que llevan a la crisis son parte intrínseca del modo de producción. Si durante las décadas que siguieron a la II Guerra Mundial no se produjo desigualdad en el grado «escandaloso» de hoy es porque la guerra había destruido la mayor parte del capital mundial en forma de infraestructuras, fábricas y todas las formas posibles de capital fijo, dando lugar donde colocarse a nuevas masas de capital y permitiendo, sobre los escombros y los cadáveres de 70 millones de personas, un nuevo ciclo de acumulación que llegó a su cima casi treinta años después, a finales de los sesenta. masas inmensas de capital que no tienen lugar en el sistema productivo se destinan a la especulación, «flotan» en mundos virtuales de apuestas sobre los resultados del sector productivo o las tendencias de consumo. Forman lo que se llama «capital ficticio». Este capital ficticio es ya el triple del capital productivo. La desigualdad galopa sobre su lomo... Y la RBU no la ataca en ninguna medida. Las tendencias a la robotización no solo seguirán sino que, en un escenario de guerra comercial, se harán más fuertes que nunca para aumentar la competitividad de las exportaciones, y generarán más desempleo que nunca porque los mercados exteriores tenderán a reducirse para el capital nacional. la RBU es la forma de convertir la exclusión en nacionalismo, difuminando la relación con el trabajo y con ella la identidad de clase, aumentando la dependencia directa del estado y la separación entre «nacionales» y «emigrantes». Durante el capitalismo ascendente el programa mínimo ganaba posiciones para los trabajadores -libertades políticas y de organización fundamentalmente- y aseguraba que los resultados de las luchas económicas se hicieran extensivos a los sectores más débiles de la clase. En la medida en que estábamos ante un capitalismo en expansión, esas «conquistas» podían convivir con el propio desarrollo del sistema y hacerse duraderas en el tiempo... por lo cual eran, aparentemente, solo aparentemente, independientes del «programa máximo», el paso a la transformación revolucionaria de la sociedad que quedaría para una etapa posterior. La frontera, según todos los revolucionarios de la época, de Rosa Luxemburgo a Lenin, vino marcada por el estallido de la primera guerra mundial. Trabajo para todos, parados y obreros jóvenes, con disminución de las horas laborables proporcionalmente al número de obreros y a los perfeccionamientos instrumentales. Se trata de una solidaridad de clase que comporta excelentes consecuencias, y de un derecho al trabajo que lleva aparejado el supremo derecho a la pereza, hoy inexistente pese las vacaciones, mera distensión fisiológica semejante a la de las horas de sueño. 1. https://gedar.eus/assets/pdf/6086fcab0cd36.iexclQuenonosvendanhumoReportajedeEnekoCarrionenArteka.pdf Esta teoría da a entender que controlando ciertos mecanismos del Estado y la emisión de moneda podemos conseguir cosas como el pleno empleo o la disminución de las desigualdades casi al mínimo «Pretende salvarnos del capitalismo salvando el capitalismo». Para ello, utilizaría la supuesta ilimitada capacidad monetaria del Estado, es decir, imprimir dinero de forma masiva para paliar consecuencias como el desempleo o la pobreza. Georg Friedrich Knapp escribío su obra Teoría estatal del dinero [4]. Su hipótesis principal es que el dinero es «una criatura de la ley», es decir, que la capacidad del Estado de imponer el dinero como medio de pago de los impuestos y tasas es lo que le da valor. Algo totalmente contrario a la ley del valor-trabajo de Marx y al papel del dinero como equivalente general. Citando a Keynes, el dinero sería «todo aquello que el Estado decide aceptar en pago de los impuestos» Otra de las bases sería la del dinero como deuda, es decir, que el dinero sería el resultado del mecanismo de la deuda (cualquier tipo de deuda, de honor, de sangre o de crédito). el Estado sea concebido como una serie de instituciones neutrales, siendo funcional tanto a la burguesía como a la clase obrera. la TMM postula que haciendo uso de la política monetaria se puede lograr la mejora en los ingresos de los que menos tienen sin gravar a los ricos. Esta supuesta soberanía monetaria le otorgaría unos poderes económicos casi ilimitados, pero sería necesario que el Estado (o Banco Central) cuente con tres cosas [3]: 1. Tener moneda propia 2. Que esta moneda esté sometida a tipos de cambios flotantes (tipo de cambio determinado por la oferta y demanda del mercado de divisas) 3. Que la deuda esté denominada en su propia divisa (moneda nacional) Todo esto, como no, envuelto en un manto de verde ecologismo. El objetivo de estas políticas es claro: hacer frente a las diferentes dimensiones de la crisis (económica, social, ecológica…), estimulando la demanda como ya lo hizo Roosevelt en los años 30 Tasa Tobin (tasa impuesta a las transacciones financieras) la concepción del paro como un fenómeno monetario, es decir, que si hay paro es por falta de dinero en la economía y que esto se solventaría con la inyección de dinero por parte del Estado. ¿Y qué tipos de trabajos asignaría el Estado? La gran mayoría serían trabajos de carácter más social, como el cuidado de ancianos o personas dependientes, limpieza de espacios públicos, reforestación o enseñanza de artes. En la década de los 30, como parte del New Deal, Roosevelt estableció un programa llamado Work Progress Administration (WPA), en el que el Estado empleó a personas sin trabajo en todo tipo de labores como la construcción de puentes y hospitales. En 1933 la tasa de desempleo era del 25% y, en 1938, del 19%, por lo que aunque consiguió reducirla, no se acerco ni lo más mínimo a una posible desaparición del paro 2. https://rolandoastarita.blog/2020/03/07/renta-basica-ciudadana-y-programasocialista/ Marx criticó “el derecho a la asistencia” que proclamó la Constitución francesa de 1848, en lugar del “derecho al trabajo”, que figuraba en su primer proyecto (redactado antes de las jornadas de junio). Es que la demanda del “derecho al trabajo”, explicaba Marx, resumía, aunque de forma torpe, “las reivindicaciones revolucionarias del proletariado”. Sin embargo, en la segunda redacción de la Constitución “el derecho al trabajo” se convertía “en el derecho a la asistencia pública, y ¿qué Estado moderno no alimenta, en una u otra forma, a sus pobres? El derecho al trabajo es, en el sentido burgués, un contrasentido, un mezquino deseo piadoso, pero detrás del derecho al trabajo está el poder sobre el capital, y detrás del poder sobre el capital la apropiación de los medios de producción, su sumisión a la clase obrera asociada, y, por consiguiente, la abolición tanto del trabajo asalariado como del capital y de sus relaciones mutuas. si el trabajo productivo “deja de ser un atributo de clase” –y la obligación de trabajar para esto es esencial- se derrumba el sistema de explotación basado en el trabajo asalariado. “Si el capital deja de existir, los obreros trabajarán seis horas solamente y los ociosos tendrán que trabajar la misma cantidad de tiempo” 3. https://www.marxist.com/la-renta-basica-universal-un-sueno-utopico-o-una-pesadillaultraliberal.htm John McDonnell, veterano de la izquierda laborista británica y Responsable de Economía de la oposición, ha anunciado recientemente que él y su equipo están explorando la idea de la RBU como un elemento central del programa económico del Partido Laborista. Al otro lado del canal de la Mancha, Benoît Hamon, el llamado "Corbyn francés" y candidato presidencial del Partido Socialista, ha prometido establecer la RBU si sale elegido. Mientras tanto, la posibilidad de una RBU ha ganado incluso apoyo en la India, donde ha sido sugerida seriamente como una alternativa sencilla a la compleja red de subsidios actualmente ofrecidos. Aquellos reemplazados por la nueva tecnología no son reciclados y reeducados con el fin de darles las habilidades necesarias para mantenerse al día con esta espiral cada vez más acelerada del capitalismo; en lugar de eso, son arrojados al desguace y forzados a la llamada "gig economy"*, que se está expandiendo rápidamente, un sombrío mundo de falsos autónomos, trabajo inseguro y contratos de cero horas. Los capitalistas invierten, no para proporcionar empleos, satisfacer necesidades o desarrollar las fuerzas productivas, sino para obtener ganancias. Si las mercancías no pueden ser vendidas porque las familias ordinarias no tienen el dinero para comprarlas, entonces la industria se paraliza. En Suiza, una propuesta de RBU de 30.000 francos suizos anuales (alrededor de 28.000€) fue rechazada por un 77% frente a un 23% en un referéndum el 5 de junio de 2016. Incluso economistas burgueses prominentes como Milton Friedman han hecho propuestas similares en el pasado, con su idea de "impuesto negativo sobre la renta". Para estas respetables damas y caballeros, el concepto de RBU tiene un gran atractivo como una versión extremadamente simplificada del Estado del bienestar - o, peor aún como un sustituto para el mismo. Estos fanáticos del Estado limitado sugieren que se puede “simplificar” (léase recortar) de un plumazo la compleja red de impuestos y subsidios, “eliminando la burocracia” y “reduciendo las interferencias en el mercado”. Esto es, en el fondo, en lo que los defensores de la RBU están confiando y en lo que ponen sus esperanzas: en la benevolencia y la filantropía de los capitalistas y los políticos del establishment que los representan. “El socialismo vulgar (y por intermedio suyo, una parte de la democracia) ha aprendido de los economistas burgueses a considerar y tratar la distribución como algo independiente del modo de producción, y, por tanto, a exponer el socialismo como una doctrina que gira principalmente en torno a la distribución. Una vez que esta dilucidada, desde hace ya mucho tiempo, la verdadera relación de las cosas, ¿por qué volver a marchar hacia atrás?” En el fondo, nuestra crítica al capitalismo no radica principalmente en estos síntomas de senilidad del sistema, sino en su enfermedad fundamental: las leyes del propio capitalismo; las barreras de la propiedad privada, la competencia y la producción con fines de lucro, que obstaculizan el desarrollo de las fuerzas productivas - de la industria y la ciencia, la tecnología y la técnica, el arte y la cultura. "La emancipación de la mujer y su igualdad con el hombre son y seguirán siendo imposibles mientras permanezca excluida del trabajo productivo social y confinada dentro del trabajo doméstico, que es un trabajo privado. La emancipación de la mujer no se hace posible sino cuando ésta puede participar en gran escala, en escala social, en la producción y el trabajo doméstico no le ocupa sino un tiempo insignificante. Esta condición sólo puede realizarse con la gran industria moderna, que no solamente permite el trabajo de la mujer en vasta escala, sino que hasta lo exige y tiende más y más a transformar el trabajo doméstico privado en una industria pública.” (Federico Engels, El Origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado, capítulo 9). Perspectivas Socialdemocráticas 1. dверсия - https://dversia.net/1923/ubi-bait-and-switch/ През шестте години, предхождащи парламентарните избори във Финландия през 2015 г., трудовият пазар на страната беше разтърсен от рецесия с двойно дъно (W-образна рецесия). Глобалната финансова криза от 2007-2008 г. повиши дяла на безработните във Финландия от 6.4% през 2008 г. до 8.4% през 2009 г. По-късно, след период на повишаване на заетостта през 2011 и 2012 г., безработицата отново започна да се покачва през 2013 г. вследствие слабостта на свиващите се индустрии на електрониката и хартията. През 2014 г. Русия, един от най-големите търговски партньори на Финландия, попадна в дълбока рецесия заради рухващите цени на петрола и международните санкции, произлизащи от анексирането ѝ на Крим. Това още повече смали финландската икономика, водейки до ръст на безработицата до 9.6% през 2015 г. Междувременно загиващата икономика повиши нивото на правителствен дълг от 40% от БВП през 2008 г. до 75% от БВП през 2015 г. По време на изборите през 2015 г. платформата на Финландския център се занимаваше основно с намаляване на публичния дълг и създаването на работни места. Председателят на партията Юха Сипиля обеща да въведе нови реформи, които да създадат 200 000 нови работни места в частния сектор и да повишат дяла на заетост от 68% на 72%. Лидерите на Финландския център твърдяха, че с повече хора в работната сила Финландия би могла да “престане да живее в дълг”. Програмата на Финландския център предвиждаше постигане на политическите си цели най-вече чрез намаляване на разходите по труда, либерализация на регулациите и вдигане на пенсионната възраст. Сред идеите за създаване на работни места на Финландския център бяха включени две незадълбочени изречения, които сигнализираха за интереса на партията към провеждането на експеримент за ББД: „Социалното осигуряване трябва да бъде развито така, че да осигурява базовото препитание на всеки човек, както и да насърчава хората да търсят и приемат работа. Въздействието на система за безусловен базов доход трябва да бъде изпробвано и развито чрез регионални пробни периоди.” 2. https://harvardpolitics.com/against-ubi-in-america/ Many supporters of the plan cite examples of where UBI experiments have yielded positive results, such as in India or Kenya. However, it’s important to remember that these programs were rolled out in areas of extreme poverty. In other words, the areas where the UBI has worked in Kenya and India were areas where the working wage was nothing close to the wage needed to live. Each cent that people earned went to basic necessities such as food, water and shelter, so the introduction of a UBI did not change their working patterns. Even if everyone was paid just $1,000 per month, it would cost around four trillion dollars per year to implement. As a result of budget constraints, there would likely have to be an incredibly deep cutting, if not an entire erasure, of the social safety net and welfare systems that we already have in place, as well as potential increases in taxes. Guaranteed minimum income focuses resources on those who need it — those who would be making less than the stipend given out — and is, therefore, more cost-friendly and more efficient rather than giving a universal payment of the same amount of funds to everyone. If we want to make our welfare program one that gives more liberty to the individuals receiving the assistance, then a guaranteed minimum income program would be the way to go rather than a universal program of benefits to everyone. Welfare programs such as drug rehabilitation and veterans assistance, among others, will not have their needs met with just cash. There are working relationships and assistance that takes place within these programs that money cannot buy, nor replace. It must also be taken into consideration that many people do not value the help that they need at a rate high enough for them to actually spend their extra money on it. 3. https://www.dissentmagazine.org/article/false-promise-universal-basic-income-andystern-ruger-bregman/ But the most prominent supporters of UBI in the United States today are technocapitalists like Peter Thiel and Marc Andreessen, and with the exception of Alaska, basic income experiments are being implemented not by the state but the private sector. Most notably, the seed accelerator Y Combinator is starting a basic income pilot program in Oakland this year, proposing to pay a hundred families between $1,000 and $2,000 each month, “no strings attached.” He (Stern) eventually comes to the conclusion that the jobs that will remain after the robots come will be the best and the worst—Google programmers and Uber drivers. The latter will be so bad—so insecure and so poorly paid—that the swelling ranks of people forced to resort to them will need something else to get by. That’s where basic income comes in: as the backstop of the gig economy. Work is bad enough on its own. But Bregman argues convincingly that working less could also help solve any number of other problems—stress, climate change, disasters, unemployment, wealth inequality. In fact, increased leisure time is as close to a silver bullet as they come: “is there anything that working less does not solve?” Bregman asks. Instead of making people work to earn a living, then, why not just give them money—a universal basic income? Experiments consistently show that having adequate income makes you happier, healthier, and even smarter. Giving poor people money—whether it’s to homeless men in London or quarry workers in Nairobi—turns out to be good for everyone. It reduces crime, child mortality, malnutrition, and teen pregnancy, and increases gender equality, educational outcomes, and economic growth. Work is bad enough on its own. But Bregman argues convincingly that working less could also help solve any number of other problems—stress, climate change, disasters, unemployment, wealth inequality. In fact, increased leisure time is as close to a silver bullet as they come: “is there anything that working less does not solve?” Bregman asks. Instead of making people work to earn a living, then, why not just give them money—a universal basic income? Experiments consistently show that having adequate income makes you happier, healthier, and even smarter. Giving poor people money—whether it’s to homeless men in London or quarry workers in Nairobi—turns out to be good for everyone. It reduces crime, child mortality, malnutrition, and teen pregnancy, and increases gender equality, educational outcomes, and economic growth. Presumably freedom from the need to earn a living will unleash people’s entrepreneurial spirit, their inner innovator—rather than simply give us the chance to fish, hunt, and criticize just as we please. The view of UBI as the foundation of the gig economy, meanwhile, is a tacit acknowledgement that capitalism can’t pay its full costs—a transfer of responsibility for a living wage from private employers to the public. “It was time for me to look beyond unions for answers,” Stern declares in the first thirty pages. Instead, he proposes a Basic Income Party that could run candidates in every Congressional district and threaten a tax strike—the weapon of the wealthy—until Congress agrees to vote on a basic income package. It’s obviously a non-starter. But it reveals the limits of Stern-style unionism: start out collaborating with Walmart on healthcare, and soon you’ll hope only for the dwindling state to throw a few bucks at the reserve army of Uber drivers tasked with ferrying the rich from one gentrified enclave to the next. Keynes, the book’s implicit hero, who famously said of ideas, “indeed, the world is ruled by little else.” Who exactly should get a basic income is another question. It’s sometimes called a “citizen’s dividend,” explicitly limiting recipients by nationality. More generally the “universal” is aspirational: basic income programs have only seriously been proposed at the national or local levels. So, as with other welfare programs, debates over basic income will undoubtedly be bound up with questions about nationality and migration. In the European context, we should be wary of the deployment of basic income to solidify Fortress Europe as the refugee crisis intensifies. In the debates over the Swiss program, for example, Luzi Stamm, a member of parliament for the right-wing Swiss People’s Party, said he could imagine supporting UBI—but only for the Swiss. “Theoretically, if Switzerland were an island, the answer is yes,” he said at the time. “But with open borders, it’s a total impossibility, especially for Switzerland, with a high living standard.” Instead of inventing the future, Trump’s move is to borrow from the past via boondoggles like the Carrier deal, which give public money to private companies in an attempt to revive a mid-century imaginary where men had real factory jobs. anthropologist James Ferguson notes that more South Africans receive income from government welfare programs, whether child allowances or disability aid, than from waged labor. Basic income, Ferguson argues, may be the way to achieve social welfare in countries where the prospect of job creation on a scale adequate to the population is little more than a fantasy. A recent New York Times op-ed argued for UBI as a kind of reparations for decades of unpaid work done by women, echoing socialist-feminist arguments about the value of social reproduction. The Movement for Black Lives endorsed basic income as part of a reparations program, in the model of a new Freedom Budget. The labor movement in the United States has understandably focused on higher wages, but it can—and must—also revive the demand for shorter hours and more leisure. Basic income isn’t the only way to make that demand, and it isn’t even a necessary part of it—but its utopian elements can help drive a more visionary agenda for labor. Perspectivas Neoliberales 1. https://harvardpolitics.com/against-ubi-in-america/ Many supporters of the plan cite examples of where UBI experiments have yielded positive results, such as in India or Kenya. However, it’s important to remember that these programs were rolled out in areas of extreme poverty. In other words, the areas where the UBI has worked in Kenya and India were areas where the working wage was nothing close to the wage needed to live. Each cent that people earned went to basic necessities such as food, water and shelter, so the introduction of a UBI did not change their working patterns. Even if everyone was paid just $1,000 per month, it would cost around four trillion dollars per year to implement. As a result of budget constraints, there would likely have to be an incredibly deep cutting, if not an entire erasure, of the social safety net and welfare systems that we already have in place, as well as potential increases in taxes. Guaranteed minimum income focuses resources on those who need it — those who would be making less than the stipend given out — and is, therefore, more cost-friendly and more efficient rather than giving a universal payment of the same amount of funds to everyone. If we want to make our welfare program one that gives more liberty to the individuals receiving the assistance, then a guaranteed minimum income program would be the way to go rather than a universal program of benefits to everyone. Welfare programs such as drug rehabilitation and veterans assistance, among others, will not have their needs met with just cash. There are working relationships and assistance that takes place within these programs that money cannot buy, nor replace. It must also be taken into consideration that many people do not value the help that they need at a rate high enough for them to actually spend their extra money on it. 2. https://www.acton.org/publications/transatlantic/2020/04/17/marx-vs-universal-basicincome Marx said a UBI would reduce income inequality, but it would increase poverty by 3%. Fewer work hours equates to a shrinking supply of goods and services—that is, less wealth— which gradually depletes the national resources available to everyone, including the truly needy. Perspectivas Conservadoras 1. https://areomagazine.com/2018/08/02/a-conservative-case-for-universal-basicincome/ UBI has the power to not only preserve the traditional nuclear family, but to raise its vitality and prestige to levels not seen in many years. capitalism has played a fundamental role in destabilizing the nuclear family—not only by leaving the poor, the struggling, and the destitute to fend for themselves without social assistance, but also by utterly alienating labor from the moral development of the worker. To better understand this, we must go far back in history and explore the changing nature of labor. I do not idealize the Middle Ages, but the undercurrent of religion that propped up so many areas of medieval life applied to labor too. The typical tradesman of, say, a Belgian town in around 1300 toiled under the understanding that his work was first and foremost a labor of love for God, and only secondarily a means, however necessary, of subsistence. This view was dealt a fatal blow by the Reformation, which shattered the socially cohesive power of the Catholic Church in precisely those areas of Northern Europe that soon began to embark on their mercantile ascendancy. When these regions industrialized in the nineteenth century, the uprooted workers, predictably, found no significant moral or political recourse to mitigate the horror of their plight. The zeitgeist of the early twenty-first century demands that we ensure a certain level of material security, before we can even begin to discuss preserving the nuclear family. According to an apocryphal account, St. Thomas Aquinas believed that a pious soul suddenly plunged into the throes of spiritual sorrow ought to seek out a warm bath, a sleep, and a glass of wine. Authentic or otherwise, this attests to the necessity of possessing some degree of material security before you can even begin to think about the moral realm. 2. https://www.nationalreview.com/2016/06/universal-basic-income-ubi-terribleidea/ A UBI would redefine the relationship between individuals, families, communities, and the state by giving government the role of provider. It would make work optional and render self-reliance moot. An underclass dependent on government handouts would no longer be one of society’s greatest challenges but instead would be recast as one of its proudest achievements. Clearly defined responsibilities, from educating children to caring for the elderly to fighting in wars, are fundamental to a society’s character. They establish the terms of relationships, the scope and role of civil society, and the expectations against which people judge one another. And few are as important or pervasive as the responsibility of providing — for oneself, for one’s family, and for future generations. A UBI would undermine all this: Work by definition would become optional, and consumption would become an entitlement disconnected from production. Stripped of its essential role as the way to earn a living, work would instead be an activity one engaged in by choice, for enjoyment, or to afford nicer things. measures of social health that once looked roughly equal across economic classes now show gaping disparities, from family formation to employment to civic engagement to basic levels of trust. In 1960, Murray reports, more than 95 percent of white children were living with both biological parents when the mother turned 40, regardless of class. By the 2000s, the upper-class figure was 90 percent but the lower-class figure had declined to barely 30 percent, a level “so low that it calls into question the viability of white working-class communities as a place for socializing the next generation.” The story for other races is similar. Yet of the lowerclass households Murray studied, the share with a full-time worker declined from 81 percent in 1960 to 53 percent in 2010. Yet for those at the bottom of the economic ladder, there is simply no substitute for stepping onto the first rung. A UBI might provide the same income as such a job, but it can offer none of the experience, skills, or socialization. A nation in which people sitting beside the ladder live more comfortably but are less likely to climb it may be one with a lower government-reported poverty rate, but it is not more effectively combating poverty. a dollar of wages can cost the earner nearly a full dollar of benefits. Some programs, such as disability insurance, can also force recipients into a binary choice: Either work or receive the benefit. So, other things being equal, someone who could keep his UBI would be more likely to seek work than someone who would lose some or all of his safety-net benefits as a result. A test group will do artificially well if it experiences the upside of receiving cash without the downside of the transformed cultural norms and social institutions. Take, for instance, Charles Murray’s proposal for a $13,000-per-year UBI paid to all adults over the age of 21, with a partial phase-out (to a minimum of $6,500) beginning when annual earnings exceed $30,000. Murray would fund the program by eliminating not only the entire safety net of anti-poverty programs but also Medicare, Medicaid, Social Security, agriculture subsidies, and “corporate welfare.” Debate https://www.theatlantic.com/membership/archive/2018/08/lets-debate-universal-basic-incomein-the-us/567607/