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Polémica por el Uso de Inteligencia Artificial

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Polémica por el Uso de Inteligencia Artificial: ¿Qué
Dicen los Ilustradores y Artistas Acerca de las
Creaciones Hechas con IA?
✍ 12 April, 2023 - 12:07
Un “cerebro digital” aplica redes neuronales para aprender, responder, crear, proponer:
hacer. Y si el verbo “hacer” está intrínsecamente ligado a lo humano, las inteligencias
artificiales proponen un “salto evolutivo”: guste o no, la creación divina ya no es sólo
potestad del hombre.
De hecho, por estos días, la avanzada de la inteligencia artificial está poniendo en tela
de juicio algunas concepciones humanas como los oficios o, incluso, lo dicho, las
creaciones artísticas.
Y, en ese sentido, las facilidades de Midjourney, una herramienta que utiliza la
inteligencia artificial para crear ilustraciones y diseños gráficos, proponen un cambio que,
en teoría, reducen significativamente los tiempos de creación y, en el mismo sacudón,
el costo de la producción de arte.
Rage Against the Machine
¿Qué se gana y qué se pierde con la llegada de plataformas como Midjourney, Dall-e y
misceláneos? ¿Será que las inteligencias artificiales “reemplazarán” al hombre? ¿Es eso
posible? ¿Vienen tiempos de letargo intelectual? ¿Es, acaso, el momento para unos luditas
2.0? ¿Cómo seguirá la evolución de las máquinas en relación a campos creativos como
la publicidad, el diseño gráfico, la moda y el cine?
“Es probable que la capacidad de la inteligencia artificial para diseñar imágenes siga
mejorando en el futuro cercano”, responde el mismísimo ChatGPT, una de las
inteligencias artificiales más utilizadas en la actualidad, consultado por El Planteo a
propósito de los próximos pasos de la IA.
“La gran paranoia es que nos suplanten”, agita el pintor Duilio Pierri. “Con el avance de
las inteligencias artificiales nos volveremos zombies”, advierte la artista visual Maggie de
Koenigsberg.
Por estos días, la inteligencia artificial maneja autoconsciencia y, también, por el momento,
algunos límites: “Es importante tener en cuenta que la inteligencia artificial todavía
tiene limitaciones y no puede replicar completamente la creatividad humana”, se ataja
al toque la IA.
Yo, Robot
Todavía en desarrollo, las inteligencias artificiales están profundizando sus patrones de
aprendizaje y cada vez más aumentan su cantidad y calidad de datos disponibles para
seguir retroalimentándose.
“Entiendo que todo avance tecnológico motorice una oleada de fanáticos ávidos de
experiencias nuevas y que las IA sean hoy el tema de moda. Sin embargo, creo pertinente
entender cómo funcionan y qué riesgos representan para los artistas que están detrás
de la „dieta‟ a la cual es expuesta una inteligencia artificial para poder generar esas
imágenes que tanto están maravillando al público en general”, asoma el ilustrador y
diseñador Chester Greenbag.
La punta del ovillo de esta observación brota a partir de cómo y de qué están nutridas las
inteligencias artificiales. Dicen los que saben: cientos y cientos de imágenes con copyright
que, posiblemente, no han otorgado permisos para su “uso público”.
“Del otro lado están los usuarios que escriben un comando y „mágicamente‟ se genera una
imagen que, en muchos casos, se parece a otra cosa que ya vimos, porque justamente no
crea, sino que recrea con la información que un programador le alimentó con
anterioridad”, continúa Chester Greenbag.
Mal Gusto
Por caso, el empresario sudafricano Elon Musk ha manifestado su preocupación por los
avances de las inteligencias artificiales. “Deberíamos tener algún tipo de autoridad
regulatoria”, asegura el máximo responsable de empresas tecnológicas como Tesla o
Space X. Asimismo, otros magnates de la industria han expresado preocupaciones
similares.
Sobre esa vertiente se pliega Chester: “Creo que el siguiente paso sería regular a
conciencia el uso de las IA y, más que nada, regular a las empresas desarrolladoras.
Hoy Midjourney es un „bebito‟ con hambre que repite lo que le dicen „sus papás‟ y los
demás se divierten con lo que balbucea. Es ahora cuando hay que educar a ese infante,
antes de que sea tarde”.
“En el sentido estético, las inteligencias artificiales vienen teniendo muy mal gusto. No
tienen un estilo propio: son estilos robados de imágenes de Internet. Además, son pura y
llanamente plagios. Mi opinión es totalmente negativa”, se pliega la ilustradora Alejandra
Lunik.
Ilustración cortesía de Alejandra Lunik
Tarea Fina
Aún hoy, con el vertiginoso avance tecnológico, la inteligencia artificial no tiene una
perspectiva personal ni tampoco una visión del mundo, ya que su proceso de creación se
basa en algoritmos y datos previamente aprendidos.
“No le tengo miedo a las IA, en principio porque los autores trabajan con una materia
prima que precisamente los motores de IA no tienen: ideas. Las IA son puro resultado.
De buenos a excelentes, pero no perfectos”, suma a la reflexión Luis “Hitoshi” Díaz,
divulgador de historietas y conductor de Animal Boy, programa especializado en cómics e
ilustración.
A la sazón, es en esos detalles de “trabajo fino” o “acabado artesanal” es donde aún
persisten los diferenciales.
“En el contacto personal con el artista se generan más y más ideas cercanas al ideal del
proyecto y no son „caprichosamente elegidas por una máquina‟”, continúa Hitoshi.
Y sigue Lunik, con mirada crítica: “No creo que las IA puedan reemplazar al talento
humano, pero sí, en este momento en que al capitalismo no le interesa respetar el talento
humano, van a abaratarlo. Esto está pasando con esa finalidad”.
El futuro llegó (hace rato)
Pero, ¿existen instancias nítidamente positivas del uso de inteligencia artificial vinculada a
la ilustración? Por supuesto, muchísimas. En primer lugar, personas con pocos recursos a
la hora de dibujar o pensar un material gráfico pueden llegar a aproximaciones
interesantes.
“Nos puede dar un pantallazo de lo que queremos, pensamos o soñamos, para ir en
búsqueda de ese compañerx que complete „el todo‟. Igual, insisto: el „mejor final‟ va a
venir de la mano de un artista que termine de interpretar y crear la obra”, completa
Hitoshi.
“Aunque la inteligencia artificial ha demostrado ser capaz de crear imágenes
impresionantes, no creo que vaya a reemplazar completamente a los artistas humanos.
La creatividad y la originalidad son cualidades que todavía se consideran exclusivas de los
seres humanos, y son fundamentales en la creación de arte”.
Quien habla aquí arriba es, sí, ¡ChatGPT! ¿La inteligencia artificial se estará haciendo la
zonza para no levantar la perdiz o es, realmente, su concepción neutral del asunto?
“La inteligencia artificial en el arte está poniendo la vara muy alta para la creación de cosas
de manera tradicional, ya que va a malacostumbrar al ojo de la gente a ver cosas
„asombrosas‟ más seguido. Y nos vamos a tener que poner las pilas para generar
material visual que supere ese nuevo estándar. Desde ese punto de vista es positivo
porque ya mismo hay que pensar cómo despegar con algo nuevo”, revuelve el artista
Axtor.
Ex Machina
Desde acá, entonces, una nueva duda: ¿Midjourney puede competir con ilustradores
independientes y con estudios de diseño que ofrecen servicios de ilustración
personalizados?
“Si las empresas y los clientes comienzan a utilizar más la plataforma de Midjourney,
es posible que reduzcan la cantidad de trabajo que encargan a ilustradores
individuales”, dice ChatGPT, que ya maneja GPT-3 (Generative Pre-trained Transformer
3), un modelo de lenguaje de inteligencia artificial capaz de generar imágenes que son, en
términos formales, indistinguibles de las reales.
Pero GPT-3 y Midjourney no son los únicos proyectos que están desarrollando redes
neuronales para crear imágenes o texto. También están DeepDream (del gigante
tecnológico Google), StyleGAN, Pix2Pix, entre otros.
Y hay, también, artistas que están basando su trabajo puramente en inteligencias artificiales
como el irlandés Robbie Barrat, la londinense Anna Ridler, el alemán Mario Klingemann y
más.
“Hasta ahora no vi ninguna producción que esté buenísima. La inteligencia artificial no
puede hacer nada que haya hecho un artista antes”, arremete Lunik. “Veo muy mal que
una inteligencia sintética sea utilizada para la expresión. Me parece un horror”, ve y se
horroriza la autora de Lola, Andá a lavar los platos y Hablo Sola.
Blue Pill o Red Pill
Si bien la inteligencia artificial puede producir imágenes asombrosamente realistas y bien
diseñadas, lo cierto es que todavía no puede igualar el proceso creativo y la imaginación
de los artistas humanos.
Ahora bien, con sus complejos procesos neuronales, ¿tal vez lo haga en un tiempo?
Válida como herramienta y como skill para sumar en la mejora de diversos procesos
creativos, la inteligencia artificial puede aprender y replicar patrones pero, vamos de
nuevo, no aún, experimentar la vida y las emociones humanas.
Todavía es una obviedad pero, tal vez, no falte tanto para que no lo sea: ¿alguien
realmente piensa que las IA no pueden seguir aprendiendo y aprendiendo hasta que,
en algún momento, empiecen a “crear” por sí mismas?
“Es magia, pero demasiado artificial”, cierra Hitoshi, poniéndole un punto y seguido al
asunto. La montaña está apenas delante de nuestros ojos. El tiempo dará su perspectiva. Y
Skynet, su veredicto.
N. de E.: la imagen de portada fue creada por El Planteo con Midjourney, bajo el prompt
“un robot delgado destruye la sala de una galería de arte”. El objetivo de esta ilustración
es mostrar, en el sentido literal, la capacidad creativa de la IA y, en el figurado, el cambio
de paradigma que se está viviendo.
"Dos personas hacen el trabajo que antes hacían diez": cómo la IA
está afectando a los ilustradores en China
14 Abril 2023
Javier Pastor @javipas
Todo iba bien para Amber Yu, una ilustradora que trabajaba como autónoma y que cobraba
entre 400 y 950 euros por cada póster de videojuegos que dibujaba. Contaba en Rest of
World cómo cada uno de ellos le llevaba una semana entera, pero las cosas han cambiado
radicalmente.
De días a segundos. Ahora Yu está en problemas: las empresas de videojuegos para las
que trabajaba pueden hacer ilustraciones similares en segundos gracias a DALL-E 2,
Midjourney o Stable Diffusion. Ahora su labor consiste en realizar pequeños ajustes y
correcciones en las imágenes creadas por IA, algo por lo que cobra "una décima parte" de
su tarifa original.
China ya se la tenía jurada a los videojuegos. La industria de los videojuegos ya estaba
en problemas en China tras las últimas medidas de un gobierno al que no le gustaba que sus
ciudadanos jugasen. El país introdujo una prohibición asombrosa en 2021: la de que los
menores de 18 años solo pudieran jugar una hora al día viernes, sábados y domingos. La
lucha contra la "adicción a los videojuegos" provocó el cierre de miles de pequeñas
desarrolladoras.
La IA es la gota que ha colmado el vaso. Según Leo Li, un "reclutador" de talento de la
industria de los videojuegos, el número de trabajos destinados a ilustradores como Yu se ha
visto reducido en un 70% en 2022. No solo por la presión reguladora o la situación
económica, sino por el auge de las IAs generativas. La capacidad de estas plataformas ha
hecho que segúnb Li "los jefes puedan pensar si quizás no necesitan tantos empleados".
Ilustradores en peligro. Un artista de este ámbito que trabaja en Guandong y prefirió
hablar de forma anónima comentaba cómo "nuestra forma de ganarnos la vida ha sido
repentinamente destruida". Antes él y sus compañeros podían crear una escena o personaje
en un día. Ahora pueden crear 40 con la ayuda de la IA. "Nos hace más productivos, pero
también estamos más exhaustos". Mientras, Yu se quejaba de que era "despreciable" que
los algoritmos —que han sido entrenados con imágenes creadas por seres humanos—
estuvieran a punto de sustuirlos.
"Carcasas digitales". Para algunos, estas ilustraciones son una iteración de arte humano, y
escrutan las ilustraciones para tratar de detectar pistas de que hay una IA detrás. En febrero
los responsables del popular juego móvil Alchemy Stars, del Tourdog Studio, perteneciente
a Tencent, publicaron una ilustración en la que el artista usó IA. Las críticas de los
jugadores fueron tan importantes que desde Tourdog Studio destacaron que ese poster no
aparecería en el juego, e hicieron comentarios en contra del arte creado por IA en
videojuegos. "La actitud de nuestro equipo de arte hacia la ilustración con IA es muy clara:
no usaremos IA para ilustrar nuestros productos".
El viejo debate de la IA y el futuro del trabajo. Hace mucho que se habla del impacto
que la inteligencia artificial tendrá en el mundo del trabajo, y diversos estudios revelan
cómo GPT-4 tiene el potencial de afectar a miles de empleos. La forma de afectarlos será
sin duda variada, y desde el MIT señalaban ya hace años cómo más que destruir trabajos,
los transformarán. Esos ilustradores chinos probablemente no están muy de acuerdo.
Imagen: Javier Pastor con Bing Image Creator
La IA que dibuja, ¿el fin de los ilustradores?
Victoria Ballesta Ferrer
Victoria Ballesta Ferrer
Marketing Manager EMEA at Nexeo Plastics
Fecha de publicación: 19 de sept de 2022
Seguro que has oído hablar de los nuevos motores de inteligencia artificial que son capaces
de crear ilustraciones a partir de una o varias palabras. Existe más de una IA (Inteligencia
Artificial) que dibuja, pero todas ellas se basan en la creación de imágenes ilustradas a
partir de un texto sugerido por el usuario.
Las IA para ilustración hace ya unos años que están desarrollándose pero saltaron a la fama
el mes de agosto pasado después de que una pieza de arte digital creada por una IA ganara
un concurso en la feria estatal de Colorado en Estados Unidos.
Théâtre D’opéra spatial creada por Midjourney para Jason Allen
La obra se llama “Théâtre D‟opéra spatial” y fue presentada por Jason Allen, quien la
creó gracias a Midjourney a pesar de que sabía que el hecho generaría controversia.
Allen nunca ocultó que la ilustración se había creado con una Inteligencia artificial, más
bien al contrario, argumentó que había creado alrededor de 100 imágenes usando un mismo
texto y tras afinarlas y pulirlas con Photoshop la imprimió en alta resolución utilizando
Gigapixel AI, otra herramienta de inteligencia artificial que convierte imágenes a alta
resolución añadiendo píxeles y afinando la calidad de la imagen original.
Pero más allá de la anécdota de la historia, la realidad es que el acceso a una plataforma de
creación de imágenes infinitas, que se pueden afinar en estilo, detalles, contenidos… genera
cierta inquietud en el mundo creativo y hay quién considera que el papel del ilustrador,
dibujante o incluso del diseñador gráfico, pende de un hilo.
Sin duda el papel creativo, no sólo del ilustrador, sino del creativo en general, está en un
momento de inflexión. Y creo que en general esta incertidumbre e inestabilidad que viene a
provocar la IA en la profesión del ilustrador, gira en torno a tres variables principalmente:



La generación de negocio: cómo afecta la IA a la capacidad de generación de negocio de
un ilustrador o diseñador, cuando aparece una herramienta que dinamita las bases de la
creación de sus obras.
El intrusismo: el fácil acceso a plataformas de IA de creación de ilustraciones a un nivel de
calidad altísimo provoca un alto nivel de intrusismo profesional. Ahora, todo aquel que
disponga de tiempo y créditos en una IA de ilustración puede entrar a competir con un
ilustrador profesional.
Las barreras de entrada: todo trabajo creativo tiene una importante barrera de entrada, la
capacidad y habilidad para crear. Cuando una Inteligencia Artificial puede desarrollar
obras de arte en cuestión de segundos, cualquier persona con acceso a la tecnología se
convierte en un potencial competidor. Desaparece una de las principales barreras de
entrada del mundo creativo.
Sin duda estamos en un punto en que la profesión del ilustrador y del creativo en general va
a evolucionar, y es posible que parte de la evolución vaya hacia la especialización en el uso
de IA como técnica o herramienta para desarrollar su trabajo diario.
En este punto se plantea la cuestión de los derechos de propiedad intelectual de la imagen
creada por la Inteligencia Artificial.
¿De quién son los derechos de propiedad intelectual de una ilustración creada por una
IA?
¿Son los derechos de la imagen creada por una IA de la propia Inteligencia Artificial? ¿Son
del que ejecutó el comando? ¿Pueden utilizarse para realizar acciones de marketing,
apropiárselas una marca o una persona?
Estas preguntas parecen pertinentes si pensamos que ahora cualquiera puede disponer de
imágenes en menos de un minuto, para usar dónde y cómo quiera. Pues bien, tanto la
Oficina de Derechos de Autor de los Estados Unidos como el Tribunal de Justicia de la
Unión Europea (TJUE) se han pronunciado al respecto.
En este excelente artículo del despacho de abogados Cuatrecasas realizado por Albert
Agustinoy y Raquel Alegre Fernández encontrarás algunas respuestas a estas preguntas. Un
artículo muy claro y fácil de leer, te lo recomiendo.
Según afirman en este artículo, ni en EEUU ni en España puede ser protegida por los
derechos de autor una creación fruto de la intervención única y exclusiva de una IA. Para
que exista el derecho de autor debe existir un autor, persona física, creador de la obra
protegible.
Una obra creada exclusivamente por una IA no puede ser objeto de protección
intelectual
Ahora bien, de esta interpretación a su vez se desprende que en los casos en que la IA se ha
utilizado como un instrumento, herramienta o plataforma, pero ha existido una intervención
humana determinante, ahí sí podemos tener una obra. Pero el autor tiene que haber
"realizado aportaciones creativas en la obra que permitan calificarla como tal. Así pues, la
calificación como obra dependerá del tipo de aportación que realice el programador de la
tecnología de IA."
Pero queda claro, una IA no puede ser titular de derechos de una propiedad intelectual.
Y después de este debate y reflexión, si quiero usar una IA para crear ilustraciones, ¿qué
opciones tengo?
¿Cuál es la IA que dibuja lo que le pides?
Existe más de una opción de IA para dibujar ilustraciones en base a comandos sencillos.
Las más conocidas son:
Dall-E 2 (con una clara alusión al pintor surrealista y parece ser que a Wall-e), actualmente
en versión beta y con lista de espera para obtener un usuario. Su modelo funcionará con
créditos mensuales, que una vez agotados podrán renovarse previo pago.
Craiyon (antes Dall-E mini) gratuita, una herramienta que en menos de 2 minutos te
propone 9 resultados. Su calidad no me ha parecido la mejor, pero puede darte una idea de
cómo funciona de forma rápida e intuitiva.
Midjourney, una IA para ilustración en versión Beta que puedes probar si dispones de una
cuenta en Discord. Funciona con créditos, y los resultados son bastante interesantes, puedes
incluso pedir alternativas de una de las imágenes propuestas o solicitar mejorar la
definición de cualquiera de las opciones. Si no eres usuario de Discord te avanzo que en un
primer momento te puede resultar complicado habituarte, pero el esfuerzo vale la pena. �
Imagen, la inteligencia artificial creada por el equipo de Google, todavía no disponible pues
al parecer en los resultados arroja ciertos estereotipos que el equipo de Google está
trabajando para mejorar. En su web se muestran algunos resultados, de calidad excelente y
basados en el fotorealismo. Teniendo en cuenta la enorme base de datos e información que
dispone Google, es probable que esta plataforma sea una de las líderes una vez se pueda
acceder a ella. Puedes curiosear aquí.
Si quieres probar a utilizar una de ellas, sin duda te recomiendo Midjourney. Una vez que
accedes a Discord y te habituas a su funcionamiento, te sorprenderá la facilidad de
obtención e ilustraciones y la calidad de lo que puedes conseguir con un poco de práctica.
¿Cómo usar Midjourney?
¿Cómo utilizar Midjourney con Discord? Te cuento el paso a paso para que puedas
experimentar con esta IA a continuación:
En primer lugar tienes que saber que Discord es una red social que utilizan en una gran
mayoría los gamers, se suele utilizar como complemento para comunicarte en comunidad
mientras juegas a juegos en línea.
Se organiza a través de servidores con diferentes temáticas. Dentro de cada servidor puedes
encontrar distintos canales.
Un usuario puede crear un canal en un servidor, para ello deberás definir la temática y
ciertas reglas de acceso. Puedes utilizar bots desarrollados por la plataforma o puedes crear
los tuyos propios. También es posible realizar chats de voz o de vídeo con los usuarios del
canal.
Para usar Midjourney deberás registrarte en Discord creando un usuario y acceder al
servidor de Midjourney con invitación, por ejemplo ésta.
Cuando te des de alta podrás acceder a este servidor directamente.
Busca el canal de #newbies y allí podrás chatear con el bot. Para solicitar la creación de
una imagen teclea el comando "/imagine" más un texto que describa la imagen que quieras
obtener.
4 versions of Killua from Hunter x Hunter in the sky created by Midjourney
Midjourney tomará algunos segundos para crear 4 variaciones de tu imagen, sobre las que
podrás solicitar nuevas variaciones (V1, V2, V3, V4: cada número corresponde a una de las
imágenes propuestas) o bien una mayor definición (U1, U2, U3, U4).
Killua from Hunter x Hunter in the sky created by Midjourney
Esta imagen que verás arriba la creó Midjourney después de introducir el comando "Killua
from Hunter x Hunter in the sky". Killua es un personaje de anime, el comando lo
introdujo mi hijo de 13 años fan del manga y el anime. Con sólo este comando y un upscale
arrojó esta imagen mejorada.
Como verás, es adictivo. El problema que le veo al sistema es que al tratarse de un chat
muy concurrido con un feed en movimiento el uso puede resultar bastante confuso,
sobretodo al principio. Haz scroll up para encontrar tu petición o scroll down cuando
solicitas nuevas versiones o accede a tu bandeja de entrada para revisar los resultados de
forma ordenada.
Y recuerda que solo tienes 25 créditos gratuitos, y una vez agotados deberás suscribirte.
Las posibilidades que ofrece a nivel creativo son infinitas, si navegas por los "Momentos
destacados" del canal podrás descubrir los trabajos de otros usuarios. Actualmente se están
creando camisetas, pósters, cómics, juegos de mesa... cualquier aplicación sobre la que
pueda realizarse una ilustración es susceptible de la "creatividad" de una IA.
Para muestra, este vídeo compartido en el servidor donde te explican cómo crear un cómic
íntegramente con una IA en un sólo día.
En conclusión, y entendiendo la enorme dimensión que implica el desarrollo y acceso de
este tipo de IA en la vida diaria, creo que hoy, más que nunca, hay que mantenerse al día
de las tecnologías y trabajar el branding personal, tanto en el mundo real como el
virtual. Sacar partido de los avances tecnológicos para el desarrollo de tu actividad y
compartir a través de tu conocimiento y experiencia es lo que te hará destacar como experto
en la materia y diferenciarte.
Y tú, ¿cómo crees que afectará la IA en la vida diaria de los ilustradores? ¿Crees que es el
principio del fin o un nuevo comienzo? Te leo en los comentarios.
Crear ilustraciones y fotografías con inteligencia artificial, una
nueva oportunidad de negocio
Exclusivo Web
Harvard Deusto
Business Review (Núm. 326) · TIC · Octubre 2022
Midjourney, Dall-E 2 o Stable Diffusion son algunos de los sistemas más conocidos para
crear imágenes automáticamente a partir de textos. La generación de recursos gráficos con
IA es la base de nuevos negocios, però es una actividad que presenta ciertos condicionantes
legales e, incluso, éticos
La Inteligencia Artificial (IA) contará en 2025 con un tamaño de mercado en el mundo
estimado en 126.000 millones de dólares (más del doble de los 51.270 millones de dólares
previstos para este año), según datos del portal Statista. Esta tecnología ya está ocupando
sectores que hasta ahora permanecían reservados al intelecto humano, y ámbitos como los
de la automoción, el retail, la logística y la salud ya están aprovechando la capacidad
analítica de las “máquinas” para dar lugar a sorprendentes avances.
A pesar de que la digitalización ya forma parte de la cotidianidad empresarial, algunos
alcances de la IA no dejan de asombrarnos y de abrir nuevos horizontes de negocio. Uno de
ellos es el uso de la inteligencia computacional para crear ilustraciones, fotografías y
vídeos, que se emplean en sectores como el editorial, el publicitario o en el grafismo de
productos, entre otros ámbitos.
Este recurso, por el que apuestan cada vez más empresas, está poniendo en alerta a
diseñadores gráficos, fotógrafos, ilustradores y otros artistas que, ante la velocidad de
evolución de esta tecnología, ya están augurando la gran disrupción que ello está a punto de
provocar. Y es que estos programas de IA pueden activar sus “redes neuronales” para
generar imágenes estáticas o en movimiento a partir de una simple frase escrita por el
usuario, con todo lo que comporta su sencillez de uso y el amplio abanico de posibilidades
que se derivan.
Una muestra de que se trata de una actividad de negocio en expansión es que cada vez hay
más sistemas previamente habilitados para convertirse en “artistas”. Algunos de los más
conocidos son:

Midjourney. Este pequeño laboratorio de investigación independiente tiene un modelo de
negocio “freemium”, que ofrece al usuario la opción de generar hasta 25 imágenes de una
forma gratuita, aunque tendrá que pagar si desea más rapidez, capacidad u otras
prestaciones avanzadas.

Dall-E 2. “Un astronauta montando a caballo en un estilo fotorealista” puede leerse, junto
con la consiguiente imagen generada, en la web de este programario, desarrollado por el
laboratorio Open AI, fundado en San Francisco por el magnate Elon Musk. En un principio,
esta herramienta nació como un proyecto de investigación sin ánimo de lucro, pero se ha
convertido en un gran negocio, tras aceptar en 2019 una inversión de 1.000 millones de
dólares por parte de Microsoft.
Dall-E 2 genera imágenes digitalizadas a partir del lenguaje natural, combinando
conceptos, atributos y estilos. Y, este mismo año, el laboratorio ha lanzado Craiyon, un
sistema en el que la selección de imágenes no se filtra de entre las disponibles en la red.

Stable Diffusion. Este programa se basa en un modelo de código abierto y, por tanto,
gratuito, fundamentado en el aprendizaje automatizado (machine learning). Creación de la
startup londinense Stability AI, este programa permite tareas adicionales,
como “traducciones” de imagen a imagen basándose en una indicación textual. La
compañía, de 75 empleados, está en conversaciones para obtener capital por valor de
1.000 millones de euros, según indicó la revista Forbes recientemente.

Imagen. Aunque no está disponible para el público, una gran marca virtual como Google
no ha querido perder el tren de los generadores de imágenes. Así, la organización creó un
benchmark llamado DrawBench para demostrar, comparativamente, que su propuesta es
capaz de idear creaciones más precisas que otras soluciones.
¿Dónde queda la ética?
El retrato de los principales generadores virtuales de fotografías e ilustraciones muestra una
oferta creciente y dinámica. Sin embargo, esta se encuentra condicionada por ciertas dudas
legales e incluso éticas, que conviene conocer al apostar por un negocio de este tipo:

Para concebir, en pocos segundos, una creación virtual, la mayoría de estos programas se
nutren de millones de imágenes de internet, sin importar que muchas de ellas cuenten
con el pertinente copyright de su autor. No es que estos sistemas copien tal cual esa
ingente cantidad de ilustraciones y fotografías, sino que, de algún modo, se inspiran en
ellas para concebir una nueva imagen propia. Esta forma de proceder genera un debate
legal sobre si puede usarse un trabajo que tiene derechos de autor, sin el consentimiento
de este, para tal fin.

Otro debate es saber si los generadores virtuales de imágenes e ilustraciones fomentan la
aparición de deepfakes en la red que, igualmente, comporten problemas legales. En este
sentido, DALL-E 2 y Midjourney cuentan con restricciones para evitar que el programa cree
imágenes sangrientas o pornográficas, un límite que algunos usuarios logran saltarse en
Stable Difussion al ser de código abierto.

Un tercera duda tiene que ver con la propia naturaleza de la actividad de negocio en sí, es
decir, con reemplazar al hombre por una máquina para crear arte, sin olvidar las
implicaciones laborales y económicas que este cambio pueda tener. Un debate que tal
vez ya haya existido en otros momentos, como cuando se pasó de una ilustración gráfica
estrictamente manual a una concebida, también, con el apoyo del ordenador. Todo
teniendo en cuenta que tal vez las ilustraciones que tienen el sello de la IA quizá no surjan
de la capacidad creativa del hombre, si bien, paradójicamente, no dejan de ser un
producto humano, en tanto que tecnológico.
La estupidez de la IA
La inteligencia artificial en su forma actual se basa en la apropiación total de la cultura
existente, y la noción de que en realidad es inteligente podría ser activamente
peligrosa.
por James Bridle
En enero de 2021, el laboratorio de investigación de inteligencia artificial OpenAI lanzó una
versión limitada de un software llamado Dall-E . El software permitía a los usuarios ingresar una
descripción simple de una imagen que tenían en mente y, después de una breve pausa, el
software producía una interpretación casi asombrosamente buena de su sugerencia, digna de un
ilustrador o diseñador experto en Adobe, pero mucho más. más rápido y gratis. Escribir, por
ejemplo, "un cerdo con alas volando sobre la luna, ilustrado por Antoine de Saint-Exupéry"
resultó, después de un minuto o dos de procesamiento, en algo que recuerda a los pinceles
irregulares pero reconocibles de acuarela del creador de The Little Príncipe.
Aproximadamente un año después, cuando el software obtuvo un lanzamiento más amplio,
Internet se volvió loco. Las redes sociales se inundaron con todo tipo de creaciones
extrañas y maravillosas, una mezcolanza exuberante de fantasías y estilos artísticos. Y unos
meses después volvió a pasar, esta vez con el lenguaje y un producto llamado ChatGPT,
también producido por OpenAI. Pídale a ChatGPT que produzca un resumen del Libro de
Job al estilo del poeta Allen Ginsberg y obtendrá un intento razonable en unos pocos
segundos. Pídale que reproduzca el poema Howl de Ginsberg en forma de presentación de
diapositivas de un consultor de gestión y lo hará también. La capacidad de estos programas
para conjurar mundos nuevos y extraños tanto en palabras como en imágenes cautivó al
público, y el deseo de intentarlo produjo una literatura cada vez mayor sobre los
pormenores de hacer el mejor uso de estas herramientas y, en particular, cómo estructurar
las entradas para obtener los resultados más interesantes.
La última habilidad se conoce como "ingeniería rápida": la técnica de enmarcar las instrucciones
en los términos más claramente entendidos por el sistema, por lo que arroja los resultados que
más se acercan a las expectativas, o quizás las superan. Los comentaristas tecnológicos se
apresuraron a predecir que la ingeniería rápida se convertiría en una descripción de trabajo
codiciada y bien remunerada en un futuro "sin código", donde la forma más poderosa de
interactuar con sistemas inteligentes sería a través del lenguaje humano. Ya no necesitaríamos
saber dibujar, ni escribir código informático: simplemente susurraríamos nuestros deseos a la
máquina y ella haría el resto. Los límites de las creaciones de AI serían los límites de nuestra propia
imaginación.
Imitadores y avances de Dall-E siguieron rápidamente. Dall-E mini (más tarde rebautizado
como Craiyon) les dio a aquellos que no fueron invitados a los servicios privados de
OpenAI la oportunidad de jugar con una herramienta similar, menos poderosa, pero aún así
muy impresionante. Mientras tanto, el esfuerzo comercial independiente Midjourney y
Stable Diffusion de código abierto utilizaron un enfoque diferente para clasificar y generar
imágenes, con los mismos fines. En unos pocos meses, el campo había avanzado
rápidamente a la generación de videos cortos y modelos 3D, con nuevas herramientas que
aparecían diariamente de departamentos académicos y programadores aficionados, así
como de los gigantes establecidos de las redes sociales y ahora AI: Facebook (también
conocido como Meta) , Google, Microsoft y otros. Se había abierto un nuevo campo de
investigación, software y contestación.
El nombre Dall-E combina al robot protagonista de Wall-E de Disney con el artista
surrealista español Salvador Dalí. Por un lado, tienes la figura de una pequeña máquina
valiente, autónoma y adorable que barre los escombros de una civilización humana
colapsada, y por el otro, un hombre cuyas bon mots más repetidas incluyen: “Aquellos que
no quieren imitar nada . , producir nada”, y “Lo importante es sembrar la confusión, no
eliminarla”. Ambos son homónimos admirables para la amplia gama de herramientas que
se conocen como generadores de imágenes de IA.
El año pasado, esta nueva ola de inteligencia artificial para el consumidor, que incluye tanto
la generación de imágenes como herramientas como ChatGPT, capturó la imaginación
popular. También ha proporcionado un impulso a las fortunas de las principales empresas
de tecnología que, a pesar de muchos esfuerzos, no han logrado convencernos a la mayoría
de nosotros de que la cadena de bloques o la realidad virtual ("el metaverso ") son el futuro
que cualquiera de nosotros desea. Al menos este se siente divertido, durante cinco minutos
más o menos; y "AI" todavía tiene esa cualidad brillante de ciencia ficción, con olor a
robots gigantes y cerebros sobrehumanos, que proporciona ese pequeño contacto con lo
genuinamente novedoso. Lo que sucede debajo del capó, por supuesto, está lejos de ser
nuevo.
Los conceptos fundamentales de la inteligencia artificial académica no han cambiado en las
últimas dos décadas. La tecnología subyacente de las redes neuronales, un método de
aprendizaje automático basado en la forma en que funcionan los cerebros físicos, se teorizó
e incluso se puso en práctica en la década de 1990. Entonces también podías usarlos para
generar imágenes, pero en su mayoría eran abstracciones sin forma, manchas de color con
poca resonancia emocional o estética. Los primeros chatbots de IA convincentes se
remontan aún más atrás. En 1964, Joseph Weizenbaum, científico informático del Instituto
Tecnológico de Massachusetts, desarrolló un chatbot llamado Eliza. Eliza se inspiró en un
psicoterapeuta "centrado en la persona": cualquier cosa que dijeras, te lo reflejaría. Si
decías “Me siento triste”, Eliza respondería con “¿Por qué te sientes triste?”, y así
sucesivamente.
Las primeras IA no sabían mucho sobre el mundo y los departamentos académicos carecían
de la potencia informática para explotarlas a escala. La diferencia hoy no es la inteligencia,
sino los datos y el poder. Las grandes empresas de tecnología han pasado 20 años
recolectando grandes cantidades de datos de la cultura y la vida cotidiana, y construyendo
grandes centros de datos hambrientos de energía llenos de computadoras cada vez más
poderosas para procesarlos. Lo que alguna vez fueron redes neuronales viejas y chirriantes
se han vuelto superpoderosas, y el resultado es el chorro de IA que estamos viendo.
La generación de imágenes de IA se basa en el ensamblaje y análisis de millones y millones
de imágenes etiquetadas; es decir, imágenes que vienen con algún tipo de descripción de su
contenido ya adjunta. Estas imágenes y descripciones luego se procesan a través de redes
neuronales que aprenden a asociar cualidades particulares y profundamente matizadas de la
imagen (formas, colores, composiciones) con ciertas palabras y frases. Luego, estas
cualidades se superponen para producir nuevos arreglos de forma, color y composición,
basados en los miles de millones de asociaciones de diferente peso producidas por un
simple mensaje. Pero, ¿de dónde vienen todas esas imágenes originales?
Los conjuntos de datos publicados por LAION, una organización alemana sin fines de
lucro, son un buen ejemplo del tipo de colecciones de imágenes y texto utilizadas para
entrenar grandes modelos de IA (proporcionaron la base tanto para Stable Diffusion como
para Imagen de Google, entre otros). Durante más de una década, otra organización web sin
fines de lucro, Common Crawl, ha estado indexando y almacenando la mayor parte de la
red mundial pública a la que puede acceder, archivando hasta 3 mil millones de páginas
cada mes. Los investigadores de LAION tomaron una parte de los datos de Common Crawl
y extrajeron cada imagen con una etiqueta "alt", una línea de texto más o menos destinada a
describir imágenes en páginas web. Después de algunos recortes, los enlaces a las imágenes
originales y el texto que las describe se publican en vastas colecciones: LAION-5B,
lanzado en marzo de 2022, contiene
En septiembre de 2022, un artista digital con sede en San Francisco llamado Lapine estaba
usando una herramienta llamada Have I Been Trained, que permite a los artistas ver si su
trabajo se está utilizando para entrenar modelos de generación de imágenes de IA. Have I
Been Trained fue creado por los artistas Mat Dryhurst y Holly Herndon, cuyo propio
trabajo los llevó a explorar las formas en que la IA coopta el trabajo de los artistas. Cuando
Lapine lo usó para escanear la base de datos LAION, encontró una imagende su propio
rostro. Pudo rastrear esta imagen hasta las fotografías tomadas por un médico cuando
estaba en tratamiento por una condición genética rara. Las fotografías fueron tomadas como
parte de su documentación clínica y firmó documentos que restringían su uso únicamente a
su expediente médico. El médico involucrado murió en 2018. De alguna manera, estas
imágenes médicas privadas terminaron en línea, luego en el archivo de Common Crawl y
en el conjunto de datos de LAION, y finalmente se incorporaron a las redes neuronales a
medida que aprendieron sobre el significado de las imágenes y cómo crear otras
nuevas. Por lo que sabemos, la textura rosa moteada de nuestro cerdito estilo Saint-Exupéry
podría haberse mezclado, aunque sea sutilmente, con la carne cruda de un paciente con
cáncer.
“Es el equivalente digital de recibir propiedad robada. Alguien robó la imagen de los
archivos de mi médico fallecido y terminó en algún lugar en línea, y luego se raspó en este
conjunto de datos”, dijo Lapine al sitio web Ars Technica. “Ya es bastante malo que se
filtre una foto, pero ahora es parte de un producto. Y esto se aplica a las fotos de cualquier
persona, historial médico o no. Y el potencial de abuso futuro es realmente alto”. (Según su
cuenta de Twitter, Lapine continúa usando herramientas como Dall-E para hacer su propio
arte).
La totalidad de este tipo de IA disponible públicamente, ya sea que funcione con imágenes
o palabras, así como muchas aplicaciones similares basadas en datos, se basa en esta
apropiación total de la cultura existente, cuyo alcance apenas podemos
comprender. Público o privado, legal o de otro tipo, la mayoría del texto y las imágenes
recopiladas por estos sistemas existen en el nebuloso dominio del "uso justo" (permitido en
los EE. UU., pero cuestionable, si no totalmente ilegal, en la UE). Como la mayoría de lo
que sucede dentro de las redes neuronales avanzadas, es realmente imposible entender
cómo funcionan desde el exterior, dejando de lado encuentros raros como el de
Lapine. Pero podemos estar seguros de esto: lejos de ser creaciones mágicas y novedosas
de máquinas brillantes, los resultados de este tipo de IA dependen completamente del
trabajo no acreditado y no remunerado de generaciones de artistas humanos.
La generación de imágenes y texto con IA es pura acumulación primitiva: expropiación del
trabajo de muchos para el enriquecimiento y el avance de unas pocas empresas de
tecnología de Silicon Valley y sus propietarios multimillonarios. Estas empresas hicieron
su dinero insertándose en todos los aspectos de la vida cotidiana, incluidas las áreas más
personales y creativas de nuestras vidas: nuestras pasiones secretas, nuestras
conversaciones privadas, nuestras semejanzas y nuestros sueños. Encerraron nuestra
imaginación de la misma manera que los terratenientes y los barones ladrones encerraron
tierras que alguna vez fueron comunes. Prometieron que al hacerlo abrirían nuevos reinos
de experiencia humana, nos darían acceso a todo el conocimiento humano y crearían
nuevos tipos de conexión humana. En su lugar, nos están vendiendo nuestros sueños
reempaquetados como productos de máquinas,
La rareza de la generación de imágenes de IA existe tanto en la salida como en la
entrada. Un usuario intentó escribir frases sin sentido y estaba confundido y algo incómodo
al descubrir que Dall-E mini parecía tener una muy buena idea de lo que era un "Crungus":
una frase desconocida que constantemente producía imágenes de un ogro gruñendo y
desnudo. -como figura. Crungus estaba lo suficientemente claro en la imaginación del
programa como para que pudiera ser manipulado fácilmente: otros usuarios ofrecieron
rápidamente imágenes de antiguos tapices de Crungus, mosaicos de Crungus de estilo
romano, pinturas al óleo de Crungus, fotos de Crungus abrazando a varias celebridades y,
siendo Internet , "sexy" Crungus.
Entonces, ¿quién o qué es Crungus? Los usuarios de Twitter se apresuraron a describirlo
como “el primer críptido de la IA”, una criatura como Bigfoot que existe, en este caso,
dentro del terreno poco explorado de la imaginación de la IA. Y esta es la respuesta más
clara que podemos obtener en este momento, debido a nuestra comprensión limitada de
cómo funciona el sistema. No podemos mirar dentro de sus procesos de toma de decisiones
porque la forma en que estas redes neuronales "piensan" es intrínsecamente inhumana. Es
el producto de un increíblemente complejo ordenamiento matemático del mundo, en
oposición a la forma histórica y emocional en la que los humanos ordenan su
pensamiento. El Crungus es un sueño que surge del modelo del mundo de la IA, compuesto
de miles de millones de referencias que escaparon de sus orígenes y se fusionaron en una
figura mitológica desvinculada de la experiencia humana. Lo cual está bien, incluso
sorprendente, pero hace que uno se pregunte, ¿de quién son los sueños que se están
utilizando aquí? ¿Qué compuesto de cultura humana, qué perspectiva sobre ella, produjo
esta pesadilla?
Otro artista digital experimentó una experiencia similar con indicaciones negativas, una
técnica para generar lo que el sistema considera el polo opuesto de lo que se
describe. Cuando el artista ingresó "Brando::-1", el sistema devolvió algo que se parecía un
poco al logotipo de una compañía de videojuegos llamada DIGITA PNTICS. Que esto
pueda, a través de las múltiples dimensiones de la visión del mundo del sistema, ser lo
opuesto a Marlon Brando parece bastante razonable. Pero cuando revisaron para ver si era
al revés, al escribir " DIGITA PNTICS skyline logo::-1”, sucedió algo mucho más extraño:
todas las imágenes mostraban a una mujer de aspecto espeluznante con ojos hundidos y
mejillas enrojecidas, a quien el artista bautizó como Loab. Una vez descubierto, Loab
parecía inusual e inquietantemente persistente. La introducción de la imagen en el
programa, combinada con mensajes de texto cada vez más divergentes, hizo que Loab
volviera a aparecer, en formas cada vez más espeluznantes, en las que predominaban la
sangre, el gore y la violencia.
Aquí hay una explicación para Loab, y posiblemente para Crungus: aunque es muy, muy
difícil imaginar la forma en que funciona la imaginación de la máquina, es posible imaginar
que tenga una forma. Esta forma nunca será suave o bien redondeada: más bien, tendrá
depresiones y picos, montañas y valles, áreas llenas de información y áreas que carecen de
muchas características. Esas áreas de alta información corresponden a redes de asociaciones
de las que el sistema “sabe” mucho. Uno puede imaginar que las regiones relacionadas con
rostros humanos, automóviles y gatos, por ejemplo, sean bastante densas, dada la
distribución de imágenes que se encuentra en una encuesta de todo Internet.
Son estas regiones en las que un generador de imágenes de IA se basará más al crear sus
imágenes. Pero hay otros lugares, menos visitados, que entran en juego cuando se
despliegan indicaciones negativas o, de hecho, frases sin sentido. Para satisfacer tales
interrogantes, la máquina debe recurrir a conexiones más esotéricas, menos seguras, y tal
vez incluso inferir de la totalidad de lo que sabe cuál puede ser su opuesto. Aquí, en el
interior, se encuentran Loab y Crungus.
Esa es una teoría satisfactoria, pero plantea ciertas preguntas incómodas sobre por
quéCrungus y Loab parecen estarlo; por qué se inclinan hacia el horror y la violencia, por
qué insinúan pesadillas. Los generadores de imágenes de IA, en su intento de comprender y
replicar la totalidad de la cultura visual humana, parecen haber recreado también nuestros
miedos más oscuros. Quizás esto sea solo una señal de que estos sistemas son muy buenos
para imitar la conciencia humana, hasta el horror que acecha en las profundidades de la
existencia: nuestros miedos a la suciedad, la muerte y la corrupción. Y si es así, debemos
reconocer que estos serán componentes persistentes de las máquinas que construimos a
nuestra propia imagen. No se puede escapar de tales obsesiones y peligros, no se puede
moderar o eliminar la realidad de la condición humana. La suciedad y el asco de vivir y
morir permanecerán con nosotros y será necesario abordarlos, al igual que la esperanza, el
amor, la alegría y el descubrimiento.
Esto es importante, porque los generadores de imágenes de IA harán lo que han hecho todas
las tecnologías anteriores, pero también irán más allá. Reproducirán los sesgos y prejuicios
de quienes los crean, como las cámaras web que solo reconocen caras blancas o los
sistemas policiales predictivos que asedian los barrios de bajos ingresos. Y también
mejorarán el juego: el punto de referencia del rendimiento de la IA está cambiando del
estrecho dominio de los acertijos y desafíos (jugar al ajedrez o Go, o obedecer las leyes de
tránsito) al territorio mucho más amplio de la imaginación y la creatividad.
Si bien las afirmaciones sobre la "creatividad" de la IA pueden ser exageradas, no hay una
verdadera originalidad en la generación de imágenes, solo una imitación y un pastiche muy
hábiles, eso no significa que no sea capaz de hacerse cargo de muchas tareas "artísticas"
comunes consideradas reservadas durante mucho tiempo. de trabajadores calificados, desde
ilustradores y diseñadores gráficos hasta músicos, videógrafos y, de hecho, escritores. Este
es un gran cambio. La IA ahora se involucra con la experiencia subyacente de sentimiento,
emoción y estado de ánimo, y esto le permitirá moldear e influir en el mundo a niveles cada
vez más profundos y persuasivos.
ChatGPT fue presentado en noviembre de 2022 por OpenAI y cambió aún más nuestra
comprensión de cómo la IA y la creatividad humana podrían interactuar. Estructurado
como un chatbot, un programa que imita la conversación humana, ChatGPT es capaz de
mucho más que una conversación. Cuando se le solicita adecuadamente, es capaz de
escribir código de computadora que funcione, resolver problemas matemáticos e imitar
tareas comunes de escritura, desde reseñas de libros hasta trabajos académicos, discursos de
boda y contratos legales.
Inmediatamente fue obvio cómo el programa podría ser una bendición para aquellos que
encuentran difícil, por ejemplo, escribir correos electrónicos o ensayos, pero también cómo,
al igual que con los generadores de imágenes, podría usarse para reemplazar a aquellos que
se ganan la vida con esas tareas. Muchas escuelas y universidades ya han implementado
políticas que prohíben el uso de ChatGPT en medio de temores de que los estudiantes lo
usen para escribir sus ensayos, mientras que la revista académica Nature ha tenido que
publicar políticas que explican por qué el programa no puede figurar como autor de trabajos
de investigación ( no puede dar su consentimiento y no se le puede hacer responsable). Pero
las propias instituciones no son inmunes a los usos inapropiados de la herramienta: en
febrero, la Facultad de Educación y Desarrollo Humano de Peabody, parte de la
Universidad de Vanderbilt en Tennessee, sorprendió a los estudiantes cuando envió uncarta
de condolencias y consejos tras un tiroteo en una escuela de Michigan. Si bien la carta
hablaba del valor de la comunidad, el respeto mutuo y la unión, una nota en la parte inferior
decía que fue escrita por ChatGPT, lo que a muchos les pareció moralmente incorrecto y,
de alguna manera, falso o extraño. Parece que hay muchas áreas de la vida donde la
intercesión de las máquinas requiere un pensamiento más profundo.
Si no fuera apropiado reemplazar nuestras comunicaciones al por mayor con ChatGPT,
entonces una tendencia clara es que se convierta en una especie de asistente inteligente, que
nos guíe a través del pantano del conocimiento disponible hacia la información que
buscamos. Microsoft ha sido uno de los primeros en moverse en esta dirección,
reconfigurando su motor de búsqueda Bing, a menudo menospreciado, como un chatbot
impulsado por ChatGPT y aumentando enormemente su popularidad al hacerlo. Pero a
pesar de la prisa en línea (y periodística) por consultar ChatGPT sobre casi todos los
problemas imaginables, su relación con el conocimiento en sí es algo inestable.
Preguntas y respuestas
Una interacción personal reciente con ChatGPT fue así. Le pedí que sugiriera algunos
libros para leer basados en una nueva área de interés: la democracia de múltiples especies,
la idea de incluir criaturas no humanas en los procesos de toma de decisiones políticas. Es
prácticamente la aplicación más útil de la herramienta: "Oye, aquí hay algo en lo que estoy
pensando, ¿puedes decirme algo más?" Y ChatGPT obligado. Me dio una lista de varios
libros que exploraban esta nueva área de interés en profundidad y describía en un lenguaje
humano persuasivo por qué debería leerlos. ¡Esto fue brillante! Excepto que resultó que
solo uno de los cuatro libros enumerados realmente existía, y varios de los conceptos que
ChatGPT pensó que debería explorar más a fondo se sacaron al por mayor de la propaganda
derechista: explicaba, por ejemplo, que el movimiento de "uso racional" promovía los
derechos de los animales.
Ahora, esto no sucedió porque ChatGPT es inherentemente de derecha. Es porque es
inherentemente estúpido . Ha leído la mayor parte de Internet y sabe cómo se supone que
debe sonar el lenguaje humano, pero no tiene relación alguna con la realidad. Son oraciones
de ensueño que suenan bien, y escucharlas hablar es francamente tan interesante como
escuchar los sueños de alguien. Es muy bueno para producir lo que suena como sentido y,
lo mejor de todo, para producir clichés y banalidades, lo que ha compuesto la mayor parte
de su dieta, pero sigue siendo incapaz de relacionarse significativamente con el mundo tal
como es en realidad. Desconfíen de cualquiera que pretenda que esto es un eco, incluso una
aproximación, de la conciencia. (Cuando esta pieza iba a ser publicada, OpenAI lanzó una
nueva versióndel sistema que impulsa a ChatGPT, y dijo que era "menos probable que
invente hechos".)
La creencia en este tipo de IA como realmente informada o significativa es activamente
peligrosa. Corre el riesgo de envenenar el pozo del pensamiento colectivo y de nuestra
capacidad de pensar. Si, como proponen las empresas de tecnología, los resultados de las
consultas de ChatGPT se proporcionarán como respuestas a aquellos que buscan
conocimiento en línea, y si, como han propuesto algunos comentaristas, ChatGPT se utiliza
en el aula como ayuda para la enseñanza, entonces su las alucinaciones entrarán en el
registro permanente, interponiéndose efectivamente entre nosotros y fuentes de información
más legítimas y verificables, hasta que la línea entre los dos sea tan borrosa que sea
invisible. Además, nunca ha habido un momento en que nuestra capacidad como individuos
para investigar y evaluar críticamente el conocimiento en nuestro propio nombre haya sido
más necesaria. sobre todo por el daño que las empresas de tecnología ya han causado a las
formas en que se difunde la información. Poner toda nuestra confianza en los sueños de
máquinas mal programadas sería abandonar por completo ese pensamiento crítico.
Las tecnologías de IA también son malas para el planeta . Entrenar un solo modelo de IA,
según una investigación publicada en 2019, podría emitir el equivalente a más de 284
toneladas de dióxido de carbono, que es casi cinco veces más que la vida útil total del
automóvil estadounidense promedio, incluida su fabricación. Se espera que estas emisiones
aumenten casi un 50 % en los próximos cinco años, todo mientras el planeta continúa
calentándose, acidificando los océanos, provocando incendios forestales, provocando
supertormentas y llevando a las especies a la extinción. Es difícil pensar en algo más
absolutamente estúpido que la inteligencia artificial, tal como se practica en la era actual.
Demos un paso atrás. Si estas encarnaciones actuales de "inteligencia" "artificial" son tan
aburridas, ¿cuáles son las alternativas? ¿Podemos imaginar poderosas tecnologías de
clasificación y comunicación de información que no nos exploten, abusen, engañen y
suplanten? Sí, podemos, una vez que salgamos de las redes de poder corporativo que han
llegado a definir la ola actual de IA.
De hecho, ya hay ejemplos de IA que se utilizan para beneficiar a comunidades específicas
al eludir el poder arraigado de las corporaciones. Las lenguas indígenas están amenazadas
en todo el mundo. La ONU estima que uno desaparece cada dos semanas, y con esa
desaparición van generaciones de conocimiento y experiencia. Este problema, resultado del
colonialismo y las políticas de asimilación racistas durante siglos, se ve agravado por el
creciente dominio de los modelos de lenguaje de aprendizaje automático, que aseguran que
los lenguajes populares aumenten su poder , mientras que los menos conocidos pierden
exposición y experiencia.
En Aotearoa, Nueva Zelanda, una pequeña estación de radio sin fines de lucro llamada Te
Hiku Media, que transmite en idioma maorí, decidió abordar esta disparidad entre la
representación de diferentes idiomas en la tecnología. Su archivo masivo de más de 20 años
de transmisiones, que representan una amplia gama de modismos, coloquialismos y frases
únicas, muchas de las cuales ya no las habla nadie vivo, se estaba digitalizando, pero era
necesario transcribirlas para que fueran de utilidad para los investigadores de idiomas y la
comunidad maorí. En respuesta, la estación de radio decidió entrenar su propio modelo de
reconocimiento de voz, para poder “escuchar” su archivo y producir transcripciones.
Durante los siguientes años, Te Hiku Media, utilizando tecnologías de código abierto y
sistemas que desarrolló internamente, logró lo casi imposible: un sistema de
reconocimiento de voz de alta precisión para el idioma maorí, que fue construido y
propiedad de su propia comunidad lingüística. . Esto fue más que un esfuerzo de
software. La estación se puso en contacto con todos los grupos de la comunidad maorí que
pudo y les pidió que se grabaran hablando declaraciones preescritas para proporcionar un
corpus de discurso anotado, un requisito previo para entrenar su modelo.
Hubo un premio en efectivo para quien envió la mayor cantidad de oraciones (un activista,
Te Mihinga Komene, registró 4000 frases por sí solo), pero los organizadores descubrieron
que la mayor motivación para los contribuyentes era la visión compartida de revitalizar el
idioma y mantenerlo en manos de la comunidad. En unas pocas semanas, creó un modelo
que reconocía el habla grabada con un 86 % de precisión, más que suficiente para comenzar
a transcribir su archivo completo.
El logro de Te Hiku Media abrió un camino para que lo siguieran otros grupos indígenas,
con proyectos similares que ahora están siendo emprendidos por los pueblos Mohawk en el
sureste de Canadá y los nativos hawaianos. También estableció el principio de soberanía de
los datos en torno a las lenguas indígenas y, por extensión, otras formas de conocimiento
indígena. Cuando las empresas internacionales con fines de lucro comenzaron a acercarse a
los hablantes de maorí para ayudar a construir sus propios modelos, Te Hiku Media hizo
campaña en contra de estos esfuerzos, argumentando: “Suprimieron nuestros idiomas y
golpearon físicamente a nuestros abuelos, y ahora quieren vender nuestro idioma de nuevo.
para nosotros como un servicio”.
“Los datos son la última frontera de la colonización”, escribió Keoni Mahelona, nativo de
Hawái y uno de los cofundadores de Te Hiku Media. Todo el trabajo de Te Hiku se publica
bajo lo que denominó la Licencia Kaitiakitanga , una garantía legal de tutela y custodia que
asegura que todos los datos que entraron en el modelo de lenguaje y otros proyectos siguen
siendo propiedad de la comunidad que los creó, en este caso. , los hablantes de maorí que
ofrecieron su ayuda, y es de ellos para licenciar, o no, según lo consideren apropiado de
acuerdo con su tikanga (costumbres y protocolos maoríes). De esta manera, la lengua maorí
se revitaliza, mientras resiste y altera los sistemas de colonialismo digital que continúan
repitiendo siglos de opresión.
Creo que la lección de la ola actual de "inteligencia" "artificial" es que la inteligencia es
algo pobre cuando la imaginan las corporaciones. Si su visión del mundo es una en la que la
maximización de las ganancias es el rey de las virtudes, y todas las cosas se llevarán a cabo
según el estándar del valor de los accionistas, entonces, por supuesto, sus expresiones
artísticas, imaginativas, estéticas y emocionales se verán lamentablemente
empobrecidas. Merecemos algo mejor de las herramientas que usamos, los medios que
consumimos y las comunidades en las que vivimos, y solo obtendremos lo que merecemos
cuando seamos capaces de participar plenamente en ellos. Y tampoco te dejes intimidar por
ellos, en realidad no son tan complicados. Como escribió la leyenda de la ciencia ficción
Ursula K Le Guin: “La tecnología es lo que podemos aprender a hacer”.
Este artículo se modificó el 17 de marzo de 2023 para aclarar la opinión del autor de que, si
bien la IA actual se basa en muchas ideas que se teorizaron hace décadas, eso no significa
que los avances tecnológicos más recientes no fueran necesarios para el desarrollo de
programas como ChatGPT.
Este artículo fue adaptado de la nueva edición de New Dark Age: Technology and the End
of the Future , publicado por Verso
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