Pantone 648 U Formato: 20x20 cm /// Lomo: 5,5 cm Sus principales objetivos son: • Promover la investigación social para el combate a la pobreza y la desigualdad, el fortalecimiento de los derechos humanos y la participación democrática. • Contribuir, desde los aportes de la investigación académica y del pensamiento crítico, a promover políticas de desarrollo sustentables en términos económicos, sociales y ambientales. • Tender puentes entre la investigación social y las políticas públicas, impulsando acciones innovadoras, creativas y viables ante los grandes desafíos sociales, educativos, culturales y ambientales de América Latina y el Caribe. • Apoyar la formación de redes de investigadores/as e instituciones que actúan en el campo de las ciencias sociales y las humanidades. • Fortalecer los procesos de internacionalización académica en América Latina y el Caribe. • Ampliar la cooperación y el diálogo académico Sur-Sur y Norte-Sur. • Estimular el desarrollo y la consolidación de las ciencias sociales y del pensamiento crítico en los países más pobres de América Latina y el Caribe. • Intervenir en el debate público nacional y regional, aportando las perspectivas y contribuciones de la investigación social basada en resultados. • Colaborar con la formación de agentes gubernamentales, activistas sociales y profesionales de la prensa en temas sociales, educativos, culturales y ambientales, acercándolos a problemáticas abordadas desde las ciencias sociales y a las evidencias que la investigación social aporta. • Generar condiciones de acceso abierto a la producción académica latinoamericana y caribeña, contribuyendo a la democratización del acceso al conocimiento y permitiendo su más activa utilización por parte de los gestores de políticas públicas, las organizaciones sociales y ciudadanas, la prensa y el propio sistema universitario. histórica; los aportes clave en torno a la educación indígena y el papel de la escuela rural en México, el trabajo docente, la vida cotidiana en la escuela y la diversidad de prácticas de escritura, son razones más que suficientes para reunir por primera vez 30 trabajos de una obra tan singular como potente, en la que se resumen cuatro décadas de compromiso con la investigación y producción de conocimiento crítico sobre las escuelas, los alumnos y alumnas, y los docentes. Patrocinado por Agencia Sueca de Desarrollo Internacional Elsie Rockwell Vivir entre escuelas RELATOS Y PRESENCIAS RELATOS Y PRESENCIAS no-gubernamental con status asociativo en la UNESCO, creada en 1967. Actualmente, reúne 624 centros de investigación y posgrado en el campo de las ciencias sociales y las humanidades en 46 países de América Latina, Estados Unidos, Canadá, Alemania, España, Francia y Portugal. l trabajo de Elsie Rockwell es una referencia ineludible y uno de los aportes más originales que se produjeron en el campo educativo latinoamericano y caribeño en los últimos tiempos; la rigurosidad y creatividad de sus indagaciones sobre la escuela han inspirado a quienes investigan procesos educativos desde la antropología, la sociología, la historia y la psicología. La originalidad y maestría con que ha construido una mirada etnográfica sobre las culturas escolares incorporando una perspectiva Elsie Rockwell Vivir entre escuelas El Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) es una institución internacional Selección y estudio preliminar a cargo de NICOLÁS ARATA, CARLOS ESCALANTE Y ANA PADAWER ISBN 978-987-722-311-8 Black ROCKWELL ga de formación, es investigadora emérita del Departamento de Investigaciones Educativas del Cinvestav en México, donde fue parte del equipo fundador. Antes de ingresar a la academia trabajó con maestros de educación indígena en la Secretaría de Educación Pública. Desde entonces, mantiene un compromiso con el magisterio democrático y colabora en proyectos alternativos de educación rural. Su pasión por el conocimiento la ha llevado a explorar escuelas y archivos y a tejer redes con colegas en varias partes del mundo, pero siempre regresa a su tierra preferida, Tlaxcala. Sus publicaciones abordan procesos tan diversos como la formación del estado posrevolucionario y la apropiación de la lengua escrita dentro y fuera de los ámbitos escolares. Investigadores y estudiantes de varias generaciones han colaborado en proyectos bajo su orientación. Por su obra recibió el Premio Francisco Javier Clavijero en 2008 y el Spindler Award en 2013. En su tiempo libre lee, practica tai chi, viaja, se encuentra con amigos y visita más escuelas. Antología esencial 9 789877 223118 Elsie Rockwell, historiadora y antropólo- COLECCIÓN ANTOLOGÍAS DEL PENSAMIENTO SOCIAL LATINOAMERICANO Y CARIBEÑO Elsie Rockwell Rockwell, Elsie Elsie Rockwell. Vivir entre escuelas: relatos y presencias. Antología esencial / Elsie Rockwell; compilado por Nicolás Arata; Juan Carlos Escalante; Ana Padawer. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : CLACSO, 2018. Libro digital, PDF - (Antologías del pensamiento social latinoamericano y caribeño / Gentili, Pablo) Archivo Digital: descarga y online ISBN 978-987-722-311-8 1. Sociología. 2. Pensamiento Crítico. I. Arata, Nicolás, comp. II. Escalante, Juan Carlos, comp. III. Padawer, Ana, comp. IV. Título. CDD 306.43 Otros descriptores asignados por la Biblioteca virtual de CLACSO: Escuelas / Educación / Infancia / Políticas Públicas / Trabajo de Campo / Pobreza / Ruralidades / Pensamiento Crítico / México / América Latina Colección Antologías del Pensamiento Social Latinoamericano y Caribeño Elsie Rockwell Vivir entre escuelas relatos y presencias Antología esencial Selección y estudio preliminar a cargo de Nicolás Arata, Carlos Escalante y Ana Padawer Colección Antologías del Pensamiento Social Latinoamericano y Caribeño Director de la Colección: Pablo Gentili CLACSO - Secretaría Ejecutiva Pablo Gentili - Secretario Ejecutivo Nicolás Arata - Director de Formación y Producción Editorial Núcleo de producción editorial y biblioteca virtual: Lucas Sablich - Coordinador Editorial Núcleo de diseño y producción web: Marcelo Giardino - Coordinador de Arte Sebastián Higa - Coordinador de Programación Informática Jimena Zazas - Asistente de Arte Rosario Conde - Asistente de Programación Informática Creemos que el conocimiento es un bien público y común. Por eso, los libros de CLACSO están disponibles en acceso abierto y gratuito. Si usted quiere comprar ejemplares de nuestras publicaciones en versión impresa, puede hacerlo en nuestra Librería Latinoamericana de Ciencias Sociales. Biblioteca Virtual de CLACSO www.biblioteca.clacso.edu.ar Librería Latinoamericana de Ciencias Sociales www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana Conocimiento abierto, conocimiento libre. Foto de tapa: Carmen de los Reyes Mejías Primera edición Elsie Rockwell. Vivir entre escuelas: relatos y presencias. Antología esencial (Buenos Aires: CLACSO, febrero de 2018) ISBN 978-987-722-311-8 © Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales | Queda hecho el depósito que establece la Ley 11723. CLACSO Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales - Conselho Latino-americano de Ciências Sociais Estados Unidos 1168 | C1023AAB Ciudad de Buenos Aires | Argentina Tel [54 11] 4304 9145 | Fax [54 11] 4305 0875 | <clacso@clacsoinst.edu.ar> | <www.clacso.org> No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su almacenamiento en un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio electrónico, mecánico, fotocopia u otros métodos, sin el permiso previo del editor. Patrocinado por la Agencia Sueca de Desarrollo Internacional La responsabilidad por las opiniones expresadas en los libros, artículos, estudios y otras colaboraciones incumbe exclusivamente a los autores firmantes, y su publicación no necesariamente refleja los puntos de vista de la Secretaría Ejecutiva de CLACSO. Índice Agradecimientos......................................................................................................................... 11 Estudio preliminar...................................................................................................................... 15 Nicolás Arata, Carlos Escalante y Ana Padawer estudiar las transformaciones y las continuidades en educación Discusiones teórico-metodológicas Escuela y clases subalternas (1982)......................................................................................... 57 Cómo observar la reproducción (1986)................................................................................... 77 Repensando la institución escolar: una lectura de Gramsci (1987)..................................... 97 Claves para la apropiación: la educación rural en México (1996)..................................... 139 Tres planos para el estudio de las culturas escolares (2000).............................................. 173 La construcción de la diversidad y la civilidad en los Estados Unidos y América Latina (2002)........................................................................................................... 189 Resistencia en el aula: entre el fracaso y la indignación (2006)......................................... 213 Los niños en los intersticios de la cotidianeidad escolar: ¿resistencia, apropiación o subversión? (2011).......................................................................................... 239 Recuperar la historia en la antropología de la educación (2011)....................................... 265 De complejizar lo interno a ensamblar lo transnacional: historias de la educación en México (2014)................................................................................................... 289 Conocer desde dentro las escuelas Una lectura histórico-cultural La dinámica cultural en la escuela (1997)............................................................................. 305 Imaginando lo no documentado: del archivo a la cultura escolar (2002)......................... 331 Bardas, cercos y llaves: el encierro de escuelas indígenas rurales (2005)........................ 355 Huellas del pasado en las culturas escolares (2007)............................................................ 391 Metáforas para encontrar historias inesperadas (2007)...................................................... 431 Escuelas en tiempos de guerra: la educación en el corazón de la Tlaxcala revolucionaria (1913-1918) (2010).......................................................................... 459 El trabajo docente hoy: nuevas huellas, bardas y veredas (2013)...................................... 489 Microhistorias de larga duración que enmarcan la “revolución mexicana”: la lucha de Juan de la Rosa y sus secuelas (2014)................................................................ 521 Comprender las prácticas de lectura y escritura fuera de la escuela Los usos magisteriales de la lengua escrita (1992).............................................................. 553 Géneros de enseñanza: un abordaje bajtiniano (2000)........................................................ 569 Entre la vida y los libros: prácticas de lectura en las escuelas de la Malintzi a principios del siglo XX (2004)............................................................................... 601 Apropiaciones indígenas de la escritura en tres dominios: religión, gobierno y escuela (2006)........................................................................................................ 631 La escolarización del francés escrito (2009)......................................................................... 693 Cultura escrita, historias locales y otra lógica ciudadana: relatos de los vecinos mayores de Cuauhtenco, Tlaxcala (2012)............................................................... 729 Analizar temas políticos Conciencia histórica y pensamiento crítico: reflexiones sobre un movimiento indígena (1999).................................................................................................... 759 Educación popular y las lógicas de escolarización (2010).................................................. 783 Repensando el trabajo educativo y cultural en tiempos de guerra (2010)........................ 811 Movimientos sociales emergentes y nuevas maneras de educar (2012)........................... 827 ¿Por qué se impone a la fuerza una reforma educativa en México? (2016)...................... 845 El trabajo de educar entre la guerra y el común (2016)...................................................... 851 Sobre los antologistas.............................................................................................................. 875 Tres planos para el estudio de las culturas escolares* M i contribución propone una forma de conceptualizar la articulación entre la historia y la antropología desde la perspectiva histórico-cultural. Abordo un problema que ha recibido atención desde varias disciplinas, la relación entre la cultura escolar y el desarrollo humano, en un mundo en el cual ciertos aspectos de la escolaridad suelen tomarse como parámetros del desarrollo infantil. Sostengo que antes de atribuirle a la escolaridad efectos cognitivos constantes en todo contexto, es necesario caminar hacia una comprensión histórica de las culturas escolares, de sus matices signi- * Este capítulo retoma y amplía la ponencia presentada en la Conferencia en el Congresso Internacional Desenvolvimento Humano: Abordagens Histórico-Culturais, Universidade de Sao Marcos, Sao Paulo, 16 de septiembre, 1999 y publicada en Interações, jan-jun, año/vol. V, número 9, (1999) Universidade São Marcos (Sao Paulo) pp. 11-25, y que fue reeditada como Rockwell, E. 2010 “Tres planos para el estudio de las culturas escolares” en Elichiry, N. E. (Coord.) Aprendizaje y contexto: contribuciones para un debate, (Buenos Aires: Manantial) pp. 25-40. ficativos en diferentes medios culturales, así como de sus continuidades/discontinuidades temporales. Subrayo a la vez el proceso de coconstrucción que ocurre entre los sujetos en la escuela y que transforma el sentido y los usos de las herramientas culturales que entran al espacio escolar. Concluyo que sólo reconociendo esta heterogeneidad cultural de los ámbitos escolares reales será posible establecer relaciones entre las variables del desarrollo humano y ciertas prácticas escolares específicas. Desde la perspectiva de Lev Vygotsky, el desarrollo humano es incomprensible sin la dimensión histórico-cultural, tan profundamente entrelazada con el desarrollo biológico, de cada ser humano y de la humanidad misma. Para abordar este proceso, Vygotsky delineó un ambicioso proyecto de investigación que aún está lejos de concluirse. Como lo han mostrado René Van der Veer y Jan Valsiner (1991), su proyecto no era una simple teoría de “recapitulación” del esquema de evolución humana 174 Elsie Rockwell - Vivir entre escuelas: relatos y presencias en el desarrollo infantil. Tampoco planteaba Vygotsky que el desarrollo cultural de la humanidad, en particular el desarrollo tecnológico, se reflejara de manera inmediata en el desarrollo cognitivo individual. Su propuesta era mucho más compleja: suponía una interrelación entre por lo menos cuatro líneas: a) la evolución filogenética, b) la historia humana general, c) la historia de las “funciones mentales superiores”, objetivadas en las herramientas y los signos culturales, y d) la historia individual de cada persona (Van der Ver y Valsiner, 1991). Silvia Scribner (1985) sugirió agregar otros niveles, como las historias regionales, locales y generacionales particulares. Sigue vigente el problema planteado por Vygotsky de reconstruir los nexos entre estos múltiples niveles. Actualmente, este esquema puede ser aún más complejo. Desde la historia, es importante enriquecerlo con el fenómeno de las múltiples temporalidades que coexisten y se ligan entre sí (Braudel, 1958). En muchas áreas de la historia, se buscan formas de articular estas diferentes temporalidades en la descripción de un mismo acontecimiento. Por ello, se tiende a abandonar el esquema de evolución lineal progresiva y más bien examinar múltiples posibles líneas de evolución cultural (Tulviste, 1991), sobre una base biológica común a la humanidad. Los estudios muestran la simultaneidad de distintos ritmos, así como desfases, desigualdades y pérdidas en la historia cultura de diferentes grupos sociales. La antropología y la geografía cultural han desarrollado una creciente conciencia de múltiples espacialidades, entrelazadas y sobrepuestas, que circunscriben procesos locales. Esos procesos pueden ser heterogéneos o análogos, autónomos o estrechamente ligados entre sí (Roseberry, 1991). A pesar de la diversidad, Johannes Fabian (1983) ha insistido en el hecho de que todos somos contemporáneos, vivimos en una misma época histórica. Desde la antropología, también se han descrito múltiples racionalidades diferentes que no se pueden reducir a una lógica “occidental”. Según la tesis Sapir-Whorf, se sabe que diferentes culturas y lenguas han permitido construir diferentes formas de nombrar y pensar el mundo. Un ejemplo claro se encuentra en algunas lenguas mayas habladas en México, en las que las estructuras sintácticas de tipo ergativo hacen más evidente la participación de los “objetos directos” de un verbo transitivo en la producción de la acción. Por ejemplo, en tojolabal, la frase “él me abraza” se podría traducir como “él abraza yo [siento su abrazar]” (Lenkersdorf, 1996). Estas estructuras facilitan una manera distinta de expresar Tres planos para el estudio de las culturas escolares las relaciones entre sujeto y objeto. Sugieren el desarrollo de diferentes racionalidades, siempre sobre una base cognitiva y lingüística común que nos identifica a todos como seres humanos. Las culturas escolares: una mirada histórica Quisiera tratar de mostrar la complejidad de esta problemática cultural mirando un campo en particular, la escuela, aunque lo que diré podría sugerir maneras de mirar otros espacios sociales en que se desenvuelven los seres humanos como la familia o la calle. En nuestras culturas urbanas, la escuela es privilegiada como ámbito que potencia el desarrollo humano. Muchas investigaciones psicológicas han intentado demostrar que existe una relación estrecha entre la escolarización y el desarrollo cognitivo (Moll, 1990). Sin embargo, rara vez se aborda la cultura escolar desde una perspectiva histórico-cultural. Según algunos investigadores, las escuelas de nuestros tiempos reflejan una gramática particular resistente al cambio (Tyack y Cuban, 1995), o bien una “forma escolar” (Vincent, 1980). Según estos autores, las escuelas han adoptado desde el siglo diecinueve maneras de dividir el tiempo y ordenar el espacio, de clasificar a los alumnos, 175 de generar una relación pedagógica impersonal, de fragmentar el conocimiento y de privilegiar la representación letrada del conocimiento como la única legítima. Sin embargo, desde la antropología y la historia también se han documentado otras maneras de organizar la transmisión formal de conocimientos, que nos sugieren una perspectiva comparada más amplia de escuela. ¿Qué es lo que tienen en común estas experiencias diversas? Desde la perspectiva histórico-cultural, la escuela puede ser comprendida de manera genérica como un espacio en el cual el encuentro con una particular selección de los signos y herramientas culturales es mediado por el encuentro entre sujetos, particularmente entre un sujeto “conocedor” y otros sujetos que desean, o deben, aprender. La mediación cultural de este encuentro que implica un aprendizaje supone una actividad social (Vygotsky,1994). El concepto de actividad necesariamente implica producir y transformar algún conocimiento. La actividad entre los sujetos en este encuentro permite, como decía Bruner (1985), “ir más allá de la información dada”, es decir, rebasar el contenido cultural objetivado en el conjunto de signos y herramientas disponibles en determinado espacio. Este proceso de mediación ocurre de manera más o menos formal y deliberada en toda so- 176 Elsie Rockwell - Vivir entre escuelas: relatos y presencias ciedad, aunque desde luego varían las formas de propiciar y potenciar el encuentro intergeneracional con los objetos culturales. Existen distintos criterios y mecanismos de inclusión y de exclusión de los espacios de adquisición de conocimientos, que producen una distribución desigual del conocimiento entre grupos de individuos. La ubicación del encuentro intergeneracional abarca una gama de situaciones posibles, más allá de las formas escolares que predominan en la actualidad. Incluye desde la inmersión deliberada en actividades cotidianas, considerada la mejor manera de aprender ciertos oficios, hasta el retiro —igualmente deliberado— de toda convivencia humana, como situación ideal para recibir otros saberes. Los modos de representación del conocimiento y los lenguajes que se usan para formalizar los conocimientos asumen formas diversas en cada cultura, en cada situación. No siempre se formalizan los saberes por medio de la lengua escrita o las matemáticas. Algunas tradiciones han privilegiado una retórica o poética oral, o bien la representación gráfica, como medio para conservar y transmitir el conocimiento. La historia de diferentes etapas de la propia escuela europea propagadas bajo la influencia de sucesivas pedagogías muestra múltiples maneras de ordenar los espacios escolares (Durkheim 1909; Julia, 1995). También se han descrito distintas formas de enseñar contenidos académicos en la actualidad, por ejemplo, en los niveles superiores de los sistemas escolares (Nespor, 1994), así como maneras formales, pero no escolares, de enseñar oficios como de la navegación y la adivinación (Akinnaso, 1997). Ampliar nuestra concepción de lo que puede ser considerado como transmisión “escolar” del conocimiento tiene varios sentidos. Por una parte, permite recuperar la riqueza y la diversidad de las experiencias educativas del pasado, en todos los pueblos. Por otra parte, permite apreciar la diversidad que existe incluso dentro de las escuelas formales que conocemos, y también imaginar, a partir de ello, posibles caminos para las escuelas en el futuro. Para abordar la cultura escolar desde esta perspectiva histórico-cultural, he encontrado útil pensar en una metáfora de tres planos que se intersectan en cualquier momento, y que reflejan las diferentes temporalidades presentes en cualquier configuración cultural. Denomino estos tres planos como: a) la larga duración b) la continuidad relativa y c) la co-construcción cotidiana. Explico a continuación el sentido de cada plano, buscando ejemplos en uno de los ejes frecuentemente asociados con la cultura escolar, la lengua escrita. Tres planos para el estudio de las culturas escolares La larga duración Algunas cosas que observamos en la escuela parecen ser atemporales, permanentes. Veamos el siguiente texto: Recité mi tablilla y comí mi almuerzo; preparé mi nueva tablilla, la escribí, la terminé, luego me pusieron mi trabajo oral, y por la tarde me pusieron mi trabajo escrito... Fui a mi casa... cuando me acosté, le dije a mi mamá: “despiértame temprano, no debo llegar tarde o el maestro me pegará...” Llegué con el maestro y lo saludé con respeto... Mi maestro me dijo: tu escritura no está bien, has descuidado el arte del escribano, y me castigó. (Extractos de un texto recopilado en Rosenblum, 1981, mi traducción). Estudiante, maestro, lugar, tiempo, recitación, escritura, respeto, castigo: todo suena terriblemente familiar y se reconoce como una instancia de “escuela” conocida por cualquiera de nosotros. Sin embargo, se trata de un raro registro, una tablilla de arcilla con un texto escrito en la lengua sumeria por algún aprendiz hace unos 4000 años. Ya entonces, la escuela se asociaba con ciertos “instrumentos y signos”, los elementos que Vygotsky consideraba fundamentales para el desarrollo cognitivo. La escritura, en particular, parece ser 177 uno de esos elementos duraderos que forman el núcleo de la cultura escolar, un elemento de la larga duración. Ferdinand Braudel (1958) remitía la idea de la larga duración a aquellos cauces culturales profundos, caracterizados por relaciones y prácticas arraigadas que parecen perdurar y sobrevivir cualquier acontecimiento, cualquier trastorno social, cualquier revolución. Los veía como cauces geográficos amplios, determinados por complejas tramas históricas que forman las matrices de lo que él llamaba civilizaciones. Es posible que la cultura escolar también tenga algunos rasgos de larga duración. En las aulas se encuentran herramientas y prácticas culturales que son parte del patrimonio común de la humanidad. Desde la perspectiva antropológica, esta larga duración del proceso educativo es milenaria. Incluye los productos del complejo entrelazamiento entre la evolución biológica y cultural humana (Cole, 1996), así como del proceso mismo de cuidar socialmente el desarrollo de los humanos menores. La cultura escolar también integra la matriz básica del lenguaje humano, del lenguaje oral. La oralidad es primaria, y no por ello se ha perdido en la historia, pues envuelve los usos de formas de representación posteriores, 178 Elsie Rockwell - Vivir entre escuelas: relatos y presencias como la gráfica, la escritura, la simbología matemática y la informática. Sin este nivel de organización y comunicación, la actividad de mediación intergeneracional que ocurre en la escuela sería inconcebible. Además, incluso desde aquellos tiempos de la tablilla sumeria, los cauces de larga duración son múltiples. Los hay mediterráneos, musulmanes y mesoamericanos. En las culturas escolares francesas puede haber huellas de lo que Braudel llamaba la “Francia profunda”. En las escuelas de mi país puede aparecer también huellas del “México profundo” (Bonfil, 1987), prácticas que remiten a tiempos previos a la colonización española, a pesar de la reestructuración que ese proceso produjo en la sociedad. La escuela “occidental” moderna—porque la medieval era diferente— suele tomarse como el modelo universal. Se ha extendido hacia todas las regiones del mundo, frecuentemente desplazando, devaluando y destruyendo otras herencias lingüísticas y culturales. Sin embargo, esta expansión no ha sido lineal, más bien ha dado lugar a apropiaciones y transformaciones múltiples (Anderson-Levitt. 2003). Como lo ha recordado Dominique Julia (1995), no existe una “cultura escolar” única, como esfera impermeable a las tensiones y las contradicciones del mundo externo. Otras tradiciones culturales, otras civilizaciones, han proporcionado conocimientos y prácticas culturales que forman parte de la realidad cotidiana de las escuelas en diferentes partes del mundo. Por ejemplo, los objetos culturales y las disposiciones cognitivas pueden ser profundamente diferentes en tradiciones escolares basadas en diferentes tipos de escritura, como la china o la árabe. La larga duración nos obliga a observar continuidades —elementos, signos, objetos, prácticas— producidas hace tiempo, incluso hace milenios, que aún están presentes en las aulas que observamos actualmente. Así como sigue siendo vital la comunicación oral con el advenimiento de la escritura, también continúan presentes elementos del patrimonio común de la humanidad, así como las estructuras profundas de cada cultura regional. La continuidad relativa He tomado la idea de continuidad relativa de Agnes Heller (1977), quien lo usa para referirse a “categorías que emergen en la historia de la vida cotidiana... se despliegan por un tiempo, se desarrollan... o bien retroceden”. En la vida cotidiana de la escuela es posible encontrar tales categorías. Hay prácticas, por ejemplo, Tres planos para el estudio de las culturas escolares la recitación de textos, que se producen, se difunden, se sostienen por un tiempo, en ciertos lugares, y luego desaparecen de las aulas, o reaparecen de distintos modos. La continuidad relativa siempre refleja las múltiples temporalidades y espacialidades de la historia cultural. La continuidad se da por periodos variables, de tal forma que en las escuelas se superponen, en cualquier momento, contenidos que provienen de muy diferentes tiempos históricos. También se dan continuidades que atraviesan espacios de diferentes dimensiones. Algunas prácticas pueden ser comunes a las escuelas de todo un país, o incluso, muestran la difusión de ideas pedagógicas entre países. Otras prácticas apenas se comparten por los maestros de una misma zona o escuela. Como los tiempos, los espacios culturales de las escuelas se intersectan y se empalman, dando lugar a un juego de continuidades y discontinuidades históricas dentro de cada escuela. Es posible observar este plano de la continuidad relativa dentro de cualquier aula, por ejemplo, en los usos escolares de la lengua escrita. Algunas prácticas, como la copia, parecen perdurar en la larga duración. Sin embargo, se modifican con el tiempo. Cambian los implementos que se usan, la tablilla de arcilla se des- 179 plaza por la pizarra, luego por el cuaderno, luego por la pantalla. Cambian también los signos: mudan las marcas cuneiformes a la escritura romana y, actualmente, al complejo conjunto de signos del teclado digital. Las nuevas prácticas van sustituyendo a antiguos usos de la lengua escrita. En Brasil, por ejemplo, se ha estudiado la introducción de la lectura en silencio y la redacción con la diseminación de ideas de la Escuela Nueva a principios del siglo veinte (Vidal y Paolili, 2003). En muchas tradiciones se van perdiendo prácticas, como la memorización de versos (¡lamentablemente!). Al mismo tiempo aparecen en los muros escolares nuevos usos de la lengua escrita, como el grafiti, antigua práctica romana, por cierto. De la cultura escolar entran y salen diferentes tipos de libros, diferentes géneros de texto, diferentes portadores de la lengua escrita, como las pantallas digitales actuales, y con todo ello, se producen diferentes relaciones con la escritura. A lo largo de la historia, las escuelas han sido permeables a algunos usos y expresiones de la lengua escrita y resistentes a otras; por ejemplo, en México, durante décadas no se permitían los cuentos de dibujos animados (comics) en el aula, aunque miles los leían fuera de la escuela. En Francia, el acento ha 180 Elsie Rockwell - Vivir entre escuelas: relatos y presencias sido siempre sobre la vigilancia de la ortografía con atención particular a la concordancia gramatical. En cada lugar el conjunto de objetos y prácticas culturales ha sido diferente. Por eso, la identificación de cultura escolar con cultura escrita no es exacta; la relación ha sido construida de diferente manera en cada lugar y época. Lo importante es que el conjunto de signos y herramientas reales, existentes en cada aula y escuela constituye el horizonte cultural dentro del cual trabajan, se desenvuelven y aprenden los estudiantes que van a la escuela en cada generación. Sin embargo, esta diversidad de culturas escolares no ocurre al azar, como simple suma de cotidianeidades. La escuela es diferente porque han existido muchas formas posibles de estructurar la vida escolar en diferentes momentos y lugares. Diversas lógicas sociales y políticas han atravesado a las realidades escolares (ver Tabla 1 en página siguiente), dando lugar a diferentes sentidos a las actividades escolares realizadas por maestros y estudiantes. Se trata de lógicas fuertes que atraviesan y determinan gran parte del sentido de la experiencia escolar. Si bien la función abstracta de la escolarización primaria es “enseñar a leer y escribir”, esta actividad no puede aislarse de su contexto y significado social. El aprendizaje de una cultura basada en la lengua escrita no ocurre en abstracto, fuera de contexto, pues siempre está cargado de algunos de estos sentidos particulares. Por ello, también podemos comprender por qué a veces los estudiantes se resisten a aprender a leer y a escribir de cierta manera, como reacción en contra de otras lógicas que atraviesan el espacio escolar (Erickson, 1984). Estas y otras lógicas se entrecruzan en cualquier escuela, pues lejos de ser lugares “descontextualizados” las escuelas asumen rasgos de sus contextos particulares. En cada momento y lugar, algunas lógicas sobresalen o se imponen, otras emergen o retornan. Las múltiples lógicas influyen en la apropiación de la lengua escrita y así matizan y encauzan su aprendizaje. Junto con las lógicas que tienden a reproducir órdenes sociales y culturales establecidos, se encuentran otras que contribuyen a construir nuevos mundos posibles. El plano de la continuidad relativa permite apreciar la heterogeneidad real de las culturas escolares. No se trata de simples diferencias metodológicas o pedagógicas, sino de profundas diferencias histórico-culturales que se expresan en las diferentes maneras de estructurar y llevar a la práctica actividades educativas. Tres planos para el estudio de las culturas escolares 181 Tabla 1. Algunas lógicas que han atravesado la escolarización de la cultura escrita La lógica de las religiones del libro La enseñanza de la lectura a partir de la memorización de un texto sagrado. La lógica de la producción artesanal La explotación del trabajo manual infantil (aprender a hacer encajes o mosaicos) a cambio del aprendizaje de las primeras letras. La lógica secular El desplazamiento de textos y signos religiosos en las aulas por los textos del patrimonio nacional. La lógica enciclopédica La promesa de un acceso universal a “todo el conocimiento”, a condición de dominar la comprensión de lectura en libros o en pantalla. La lógica del espacio público La confluencia de la diversidad (lingüística, cultural, religiosa) y la posible construcción de un espacio común. La lógica asistencial El ofrecimiento de alimentos indispensables para sobrevivir y, tal vez, aprender a leer y escribir. La lógica de construcción del estado La oferta a todo ciudadano de un conjunto de contenidos prescritos y evaluados por un aparato escolar centralizado. La lógica de la vigilancia El confinamiento obligatorio de los niños y jóvenes a cambio de la certificación escolar. La lógica de la dominación de clase La imposición de determinadas variantes y registros sociolingüísticos como los únicos legítimos. La lógica de la segregación La jerarquización de habilidades cognitivas que justifican agrupaciones desiguales de alumnos, generalmente racializados. La lógica la escuela graduada La concentración en un establecimiento escolar de niños provenientes de localidades lejanas para poder crear grupos “homogéneos”, que avancen de manera pareja en manuales graduados. La lógica de la solidaridad La escuela como refugio en tiempos de guerra y persecución. La lógica del mercado privado La venta de dispositivos didácticos e informáticos para desarrollar “competencias lectoras”, dentro o fuera del aula. La lógica de la resistencia Aprender a leer el mundo frente a los regímenes coloniales y dictatoriales de diversos signos. La lógica de los movimientos sociales La construcción de otros textos y de otras formas de leer en el contexto de luchas locales. 182 Elsie Rockwell - Vivir entre escuelas: relatos y presencias La co-construcción cotidiana El tercer plano es el de la co-construcción cotidiana, asunto que resulta ser mucho más complejo de lo que se suponía hace algunos años. Este tercer plano del acontecer escolar tiende a verse como un proceso actual, micro, sin historia. Los antropólogos solían mirar de la misma manera a los grupos llamados primitivos, porque su historia carecía de un registro escrito. La historia de la cotidianeidad escolar también carece de un registro escrito, y por lo tanto se mira como fenómeno ahistórico. En años recientes, esa visión ha cambiado. La antropología histórica ha modificado nuestra comprensión no sólo de los demás pueblos, sino también de todas las facetas no-documentadas de las propias culturas llamadas occidentales. Se reconstruye la historia de la familia, de la mujer, de la infancia, de las culturas populares y de la vida cotidiana. En los últimos años, se ha hecho evidente que este tercer plano implica necesariamente una co-construcción. Antes, se acostumbraba hablar de la escolarización como la transmisión cultural de los adultos a los niños. Quedaba oculta la otra cara, lo que los niños hacen con la vida escolar y las formas en que ellos contribuyen también a formar a los maestros. Ahora es evidente que las generaciones jóvenes contribuyen con sus propias historias individuales y colectivas a la construcción de las culturas escolares. La co-construcción apunta hacia todo lo que producen los sujetos que se encuentran en la escuela, al interactuar entre sí y al trabajar con los objetos culturales en ese espacio. En este plano, se entretejen las historias individuales y locales con las historias de los instrumentos y los signos culturales, como lo previó Vygotsky (1994). En este entramado, los sujetos pueden transformar el sentido de los signos heredados e inventar nuevos usos para las herramientas culturales. En este plano, es importante situar la actividad como proceso y como unidad básica de análisis (Chaiklin and Lave, 1993; Cole et al, 1997). La actividad, espacio de la microgénesis, incluye tanto una dimensión objetiva, cultural, como una dimensión subjetiva, de intervención activa de cada sujeto. Por ello a partir del encuentro con la cultura heredada se produce nueva cultura, nuevos significados, nuevas prácticas. En el ámbito de la lengua escrita, por ejemplo, en cualquier aula observamos que se producen nuevos textos. Incluso la copia, identificada con lo más antiguo de la cultura escolar, Tres planos para el estudio de las culturas escolares casi nunca es una copia fiel al texto existente. Al copiar, los estudiantes suelen modificar el texto, cambiando letras, palabras y formas de escribir. La copia es selectiva, se sitúa en nuevos contextos y puede servir para diferentes propósitos en el contexto escolar. Algunas prácticas de copiado han servido para apropiarse los contenidos escolares o para construir nuevos textos. La producción de escritos propios en el ámbito escolar siempre recurre a textos existentes, que son las fuentes de palabras y fragmentos con las cuales se aprenden los diferentes géneros textuales. Al leer, como lo han reconocido muchos autores, se construyen nuevas interpretaciones de los textos existentes. Estas interpretaciones frecuentemente están mediadas por la oralidad; es en la interacción oral entre maestro y alumnos, o bien entre los propios estudiantes, que se va formando una interpretación pública y colectiva del texto que se estudia. Por eso, las interpretaciones de un mismo texto pueden variar significativamente de un aula a otra. Estos procesos muestran por qué el conocimiento que se transmite y se construye en la escuela siempre resulta ser “conocimiento local” (Geertz, 1983). En este plano de la co-construcción, el movimiento es siempre recíproco. No se trata sola- 183 mente de “transmitir la cultura”. En el encuentro entre generaciones, los adultos y los jóvenes recrean de maneras novedosas esos elementos culturales. Esto lo comprendía también Vygotsky (1994) quien identificaba el entorno (environment), en este caso la escuela, como “fuente de desarrollo”, como lugar donde se encuentran los elementos y las relaciones sociales que son apropiados por las personas en el curso de su desarrollo. Sin embargo, desde su perspectiva este proceso estaba mediado por la historia propia de personas y por su experiencia acumulada anteriormente. Para captar este proceso, Vygotsky usaba el término perezhivanie, que se traduce como experiencia pero que significa algo más: es un proceso temporal amplio que integra afectividad, interpretación y conciencia (Van der Veer y Valsiner, 1991). Con este concepto Vygotsky explicaba la vivencia diferencial que los niños experimentan incluso en eventos comunes. Esta experiencia diferencial marca y matiza la influencia que el medio cultural de la escuela puede tener sobre el desarrollo infantil. (Vygotsky 1994). Utilizando esta perspectiva, podemos ver que el ámbito escolar es heterogéneo no sólo por la historia particular de la escuela en cada lugar, sino también por la historia particular de cada sujeto que trabaja en la escuela. El plano 184 Elsie Rockwell - Vivir entre escuelas: relatos y presencias de la co-construcción obliga a tomar en cuenta la profunda subjetividad de la experiencia escolar, es decir, la dimensión personal e interpersonal de su significado en cada historia de vida y en la historia de la humanidad. Conclusiones Con esta propuesta de los tres planos, quiero ofrecer una manera de historizar nuestra mirada hacia las culturas escolares, que son uno de los muchos medios dentro de los cuales se desenvuelven las generaciones jóvenes. Quiero hacer algunas aclaraciones para terminar. Primero, con este esquema de tres planos no me refiero a diferencias de escala. Es decir, no estoy planteando la necesidad, válida en sí misma, de estudiar el “contexto cultural” externo de la escuela, ni de reconstruir los orígenes históricos de las prácticas escolares actuales, como un estudio aparte. Estoy proponiendo mirar la cotidianeidad escolar actual como cultura acumulada y en creación. Estoy proponiendo abordar la dimensión histórica de la compleja vida escolar actual. Para construir los puentes conceptuales necesarios para elaborar esta mirada, es necesario fortalecer la interdisciplinariedad. En la búsqueda de categorías comunes a los tres planos, conviene fijarse en algunos conceptos que ya tienen cierta historia en varias disciplinas, aunque con matices distintos en cada una. Por ejemplo, la noción de apropiación me parece fecunda, en su uso tanto en la tradición de la psicología histórico-cultural, como en los estudios antropológicos e históricos sobre las culturas populares (Chartier, 1995; Rockwell, 1996). La categoría de experiencia, utilizada por Vygotsky, también tiene una larga tradición entre algunos historiadores, notablemente E.P. Thompson (1966). Este tipo de conceptos sirven como engranajes para conjuntar los tres planos (o más) presentes en la cotidianeidad escolar. El análisis de la cotidianeidad actual debe hacerse desde luego a la luz de estudios de la historia social de la escuela. Es necesario explorar aquellos elementos del pasado que han dejado huellas en la cultura escolar actual, incluyendo los registros gráficos y fotográficos los diferentes portadores y géneros de texto, los instrumentos materiales de la cultura escolar, los discursos que se reproducen a diario acerca del oficio de enseñar y la práctica de aprender. La historia no se queda en el pasado, es la substancia misma con la que se construye el presente y la fuente de Tres planos para el estudio de las culturas escolares ideas y fuerzas para trazar caminos futuros. Para ello, es necesario tomar en cuenta la rica diversidad cultural e histórica de formas de enseñar y de aprender que ha construido la humanidad. Bibliografía Akinnaso, F. N. 1997 “Schooling, language and knowledge in literate and non- literate societies” en Humphreys, S. C. (ed.) Cultures of Scholarship (Ann Arbor: The University of Michigan Press). Anderson-Levitt, K. 2003 Local Meanings, Global Schooling: Anthropology and World Culture Theory (Nueva York: Palgrave McMillan). Bonfil, G. 1987 México profundo. Una civilización negada (México: Secretaría de Educación Pública; Grijalbo). Braudel, F. 1958 “Histoire et Sciences Sociales: La longue durée” en Annales (Francia) Nº 4, pp. 725- 753. Bruner, J. 1985 Vygotsky: a historical and conceptual perspective” en Wertsch, J. (ed.) Culture, communication and cognition. Vygotskian Perspectives (Cambridge: Cambridge University Press) pp. 21-38. 185 Chaiklin, S.; Lave, J. 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