Uploaded by Katherine Garcia

Impacto del Bitcoin en El Salvador

advertisement
Impacto del Bitcoin en El Salvador
El Salvador cumple dos años desde su histórica implementación de
Bitcoin como moneda de curso legal. Sin embargo, los resultados aún
son motivo de debate. En dos años, el país ha experimentado una
serie de desafíos, incluida la disminución de la adopción de la
moneda digital entre la población y la incertidumbre generada por la
inversión gubernamental en la criptomoneda. Encuestas revelan un
descontento significativo y la población cuestiona si la apuesta de
Nayib Bukele fue un éxito o un fracaso.
El Salvador cumple este jueves 7 de septiembre dos años de haber
adoptado el Bitcoin como moneda de curso legal, entre el secretismo
y las advertencias de ser una vía para la financiación irregular de
campañas electorales o actividades ilícitas.
En septiembre de 2021, El Salvador se convirtió en la primera nación
del mundo en tener al criptoactivo como moneda de curso legal, a la
par del dólar estadounidense, y desde entonces, el Gobierno liderado
por el popular presidente Nayib Bukele ha invertido más de 250
millones de dólares en este proyecto.
Bukele destinó 150 millones de dólares para un fideicomiso que
permite convertir bitcoin a dólares, y 107 millones en la compra de
2.381 activos digitales, cuyas compras fueron anunciadas por el
mandatario en la red social X.
Bukele ofreció 30 dólares a quienes descargaron la billetera digital
gubernamental para promover el uso del Bitcoin, que, entre otras
cosas, permite recibir remesas.
Aunque las compras de Bitcoin costaron unos 107 millones de
dólares, debido a la volatilidad de la moneda el valor que posee el
país centroamericano ahora ronda los 61,3 millones de dólares.
Según analistas independientes, el país ha perdido un 37% de su
valor en Bitcoin.
Bukele también prometió colocar bonos de Bitcoin denominados
Bonos Volcán, por valor de 1.000 millones de dólares, que buscaban
financiar la construcción de Bitcoin City, aunque hasta ahora no se
ha concretado.
Según Eduardo Escobar, director de Acción Ciudadana, el país irá a
las urnas en 2024 "con la puerta y las ventanas abiertas para que el
crimen organizado, fondos públicos y gobiernos extranjeros financien
campañas electorales".
"Hemos venido señalando la deficiencia en la fiscalización, tanto del
Tribunal Supremo Electoral como de la Corte de Cuentas de la
República" y "esto genera esas posibilidades de financiamiento
prohibido", indicó el experto.
La economía del país centroamericano creció un 10,3% en 2021,
según datos del Banco Central de Reserva, pero los expertos lo
atribuyen al rebote económico tras la pandemia y no necesariamente
a la implementación del Bitcoin.
Según un informe publicado en el Georgetown Journal of
International Affairs en marzo, los criptoactivos son usados por
grupos del crimen organizado en Brasil y Centroamérica para sus
actividades ilícitas. El informe revela que la pandilla MS-13 que opera
en El Salvador, Honduras y Guatemala, ha estado utilizando el
Bitcoin como una forma para que las víctimas entreguen pagos de
extorsión.
En septiembre de 2021, El Salvador se convirtió en el primer país en
convertir a bitcoin en moneda de curso legal, lo que en la práctica
obliga a las empresas a aceptar la criptomoneda como medio de
pago. Más de un año después de la toma de esta decisión histórica,
el balance no parece ser favorable. Las finanzas públicas se
deterioran y el apoyo popular al proyecto se resiente.
Desde que El Salvador aceptara a bitcoin como moneda oficial, su
población se ha acostumbrado a que los precios de los bienes
aparezcan expresados en esta criptomoneda, a pagar sus impuestos
con la misma y a que los intercambios en bitcoin estén libres del
impuesto sobre las ganancias de capital. Además, en un intento por
popularizar y regularizar su uso, el gobierno ha ofrecido a los
ciudadanos incentivos financieros para descargar una aplicación
especial para almacenar criptomonedas.
A pesar del interés gubernamental para que el proyecto tenga éxito,
la realidad es que ha coincidido con un periodo de importantes caídas
en el valor de la moneda. Desde su adopción, el precio del bitcoin se
ha desplomado más del 60%. El gobierno salvadoreño, que también
anunció la compra de esta moneda digital como activo de reserva, ha
perdido unos 60 millones de dólares sólo por este deterioro.
Sin embargo, el coste para las finanzas publicas asociadas a esta
decisión es superior. Algunas estimaciones apuntan a que este
experimento, con todos los costes asociados de implementación y
regulación, le ha costado al gobierno alrededor de 375 millones de
dólares. Este deterioro de sus finanzas públicas, unido a otras
cuestiones, parece que empieza a lastrar la solvencia de la economía
salvadoreña.
El proyecto tampoco cuenta con una elevada aceptación. Casi el 80%
de los ciudadanos de El Salvador cree que la estrategia ha fracasado.
La mayor parte de los salvadoreños (77,1%) considera que el
gobierno debería dejar de gastar dinero público con el bitcoin. La baja
popularidad se traduce en una reducida aceptación de la moneda. La
realidad es que, según algunas estimaciones, solo el 20% de los
negocios aceptan bitcoin, a pesar de que la ley obliga a los
comerciantes a que adopten la criptomoneda.
Por su parte, el gobierno defiende la decisión tomada. De hecho,
apunta a que la industria del turismo podría haber crecido un 30%
desde que se adoptó esta decisión y a que eso reduciría el impacto
negativo que ha tenido el proyecto sobre las finanzas públicas. No
obstante, casi ningún análisis independiente hasta la fecha parece
confirmar estas estimaciones.
Luego de que en septiembre de 2021 el bitcoin se convirtiera en una
moneda de curso legal en el país -a la par del dólar-, el mandatario ha
continuado comprando la criptomoneda con fondos públicos pese a
las advertencias del alto riesgo al que quedan expuestos los recursos
de la nación por la inestabilidad del precio de un activo digital que
perdió más del 60% de su valor en 2022.
En uno de los últimos movimientos para avanzar en su plan de
convertir a El Salvador en la capital mundial del bitcoin, Bukele
consiguió que la Asamblea Legislativa de su país, de mayoría
oficialista, aprobara a comienzos de enero una inédita y controvertida
Ley de Emisión de Activos Digitales.
La ley intenta darles garantías a los inversores extranjeros para que
hagan negocios en el pequeño país centroamericano de apenas 6,3
millones de habitantes, donde una de cada cuatro personas vive en
situación de pobreza y la mitad de la población ha estado expuesta a
inseguridad alimentaria.
Según el gobierno salvadoreño, entre los objetivos de la ley
están "proteger los derechos de los compradores y emisores de
activos digitales en El Salvador", además de "disuadir a los
estafadores de operar aquí".
Con el objetivo de generar oportunidades de empleo, promover una
verdadera inclusión financiera y generar dinamismo económico, los
diputados de la Asamblea Legislativa aprobaron la Ley Bitcoin. El
nuevo marco legal, reconoce a esta divisa digital como una moneda
de curso legal en el país.
La ley ampara, además, que la criptomoneda sea con irrestricto
poder liberatorio, ilimitada en cualquier transacción y a cualquier
título.
El Presidente de la República, Nayib Bukele, envió a la Asamblea
Legislativa, a través de la Ministra de Económia, María Luisa Hayem,
el proyecto de ley para permitir la utilización del Bitcoin en el país.
El Salvador hizo historia en septiembre de 2021, cuando empezó
a aceptar Bitcoin como moneda de curso legal. El gobierno presidido
por Nayib Bukele hizo una gran apuesta por la criptomoneda reina:
lanzó Chivo Wallet, su propia billetera electrónica; y empezó a
acumular bitcoins como reserva de valor y para ofrecer bonos a sus
ciudadanos. El equivalente a 30 dólares en el momento de la entrega.
El Salvador no solo compró Bitcoin en el momento del anuncio,
cuando se había hecho con 2.381 bitcoins comprados a un precio
medio de 43.300 dólares cada uno. En junio de 2022 se hizo con
otros 80 bitcoins a un precio medio de 19.000 dólares cada uno. Y en
octubre de 2022, Bukele anunció que empezaría a comprar un bitcoin
al día, sin importar cuál fuese su valor en cada momento.
Pese a estas cifras publicadas es complicado trazar con precisión la
cantidad de bitcoins que tiene el país por la opacidad del gobierno
sobre el uso de fondos públicos. No hay un registro oficial que liste
estas cantidades ni una institución independiente que las audite o
verifique.
La escasa información compartida desde entonces llega por
declaraciones a medios, como cuando Alejandro Zelaya, ministro de
finanzas, admitió en junio de 2022 que habían vendido una parte de
las reservas para financiar Chivo Pets, un hospital veterinario.
En aquel entonces, casi un año después de la entrada en vigor de
Bitcoin en el país, algo más de dos millones de salvadoreños
instalaron y configuraron su Chivo Wallet, pero solo el 20% de ellos
la continuaron utilizando más allá de aprovechar los 30 dólares que
entregaba el gobierno, el equivalente a casi cuatro días de salario
mínimo.
Ese bono era el gran reclamo de una propuesta que con el paso de
los meses alcanzó los cuatro millones de usuarios. Una simple
multiplicación saca el coste de esta medida: 120 millones de dólares.
El presupuesto inicial era de 30 millones, cuatro veces menos.
Según su Instituto Universitario de Opinión Pública, a finales de 2022
solo el 24% de la población había usado Bitcoin para comprar o hacer
pagos, el 77% consideraba que el gobierno no debía seguir gastando
dinero público en Bitcoin y el 66% consideraba un fracaso su
aprobación. Solo el 3% de la población consideró que su situación
económica había mejorado desde entonces, y para la inmensa
mayoría seguía igual.
La segunda pregunta tiene que ver con planes como los
mencionados 30 millones de dólares en bitcoin bonificados (fueron el
cuádruple), otros 23 millones para el programa 'Criptofriendly' u otros
150 millones para el fondo fiduciario del gobierno de cara a ayudar a
la adopción de Bitcoin, según explicó el periódico local El Faro.
En su momento se dijo que este movimiento iba a ser la mecha que
prendiera iniciativas similares en otros países. Casi dos años
después, solo República Centroafricana ha seguido la idea de
adoptar Bitcoin como moneda oficial... para desterrarla unos meses
después. Hace unas semanas tomó forma el proyecto Volcano
Energy, una asociación público-privada con un presupuesto inicial de
250 millones de dólares (la inyección de capital llegará a 1.000
millones) para la creación de esta infraestructura.
La granja minera, ubicada en el municipio de Metapan, usará energía
eólica y solar para lograr cifras superiores a los 240 MW. El gobierno
salvadorense tendrá una participación sobre los ingresos del 23%,
con otro 27% para sus inversores privados, entre quienes se
encuentra Tether; y el 50% restante para ser reinvertido en
infraestructura. No se aclaró la estructura general de la propiedad.
En este tiempo, el gobierno salvadoreño encontró motivos para
presumir de su apuesta. Por ejemplo, cuando el ministro Zelaya sacó
pecho por haber pagado a tiempo uno de los bonos pendientes, una
deuda de 800 millones de dólares, más intereses. Estos 800
millones de dólares no pueden ser únicamente atribuibles a la
apuesta por Bitcoin. Incluso con un redondeo muy generoso que
atribuya 3.000 bitcoins al país, las plusvalías de cada moneda
tendrían que ser superiores a los 260.000 dólares, cifra que ni
siquiera está cerca de su valor unitario. Pese a que en las
declaraciones a medios vincularon su apuesta con esta capacidad
para pagar la deuda, es complicado ver la correlación entre ellas.
Si bien el gobierno si deslizó esta correlación como una forma de
contraatacar las advertencias anteriores sobre el peligro de esta
apuesta, el FMI se reiteró en su opinión en febrero de 2023, cuando
sugirió a las autoridades salvadoreñas que "deberían reconsiderar
sus planes para ampliar las exposiciones del gobierno a Bitcoin",
explicando que los riesgos no se habían materializado hasta
entonces por el "uso limitado" de Bitcoin hasta la fecha, pero que el
uso de la criptomoneda podía crecer dada su condición de divisa
legal, y en ese caso sí requerirían ser abordados.
El FMI, no obstante, también destacó que la economía salvadoreña
ya logró recuperarse a niveles prepandemia, con un crecimiento del
PIB real del 2,4%, cifra superior a su promedio histórico; pero advirtió
que seguía siendo esencial una mayor transparencia sobre las
transacciones del gobierno en Bitcoin y sobre la situación financiera
de Chivo Wallet. Un mes después, el FMI hizo una evaluación de las
políticas económicas, financieras y cambiarias de El Salvador, pero
en abril anunció que las autoridades no dieron su
consentimiento para que el informe fuese publicado.
Hostos Rizik Lugo, director ejecutivo por República Dominicana del
Banco Centroamericano de Integración Económica, felicitó a Zelaya
por el hito de haber podido pagar su deuda. La respuesta del ministro
fue "Saludos bro".
Bibliografia:
BBC News Mundo. (2023, 19 enero). Bitcoin en El Salvador: Qué busca la inédita y
controvertida ley que redobla la apuesta de Bukele por las criptomonedas. BBC News
Mundo. https://www.bbc.com/mundo/noticias-64253175
Funcas - Fundación de las Cajas de Ahorros. (2022, 8 noviembre). Bitcoin en El Salvador un
año después - Funcas. Funcas. https://www.funcas.es/odf/bitcoin-en-el-salvador-unano-despues/
Hurtado, J. (2023, 7 septiembre). Economía - Dos años del bitcoin en El Salvador: ¿éxito o
fracaso? France 24.
https://www.france24.com/es/programas/econom%C3%ADa/20230907-dosa%C3%B1os-del-bitcoin-en-el-salvador-%C3%A9xito-o-fracaso
Lacort, J. (2023, 30 junio). El Salvador hizo una gran apuesta por bitcoin hace dos años. su
ciudadanía no está muy contenta. Xataka.
https://www.xataka.com/criptomonedas/salvador-hizo-gran-apuesta-bitcoin-hace-dosanos-su-ciudadania-no-esta-muy-contenta
Download