Impacto del Bitcoin en El Salvador El Salvador cumple dos años desde su histórica implementación de Bitcoin como moneda de curso legal. Sin embargo, los resultados aún son motivo de debate. En dos años, el país ha experimentado una serie de desafíos, incluida la disminución de la adopción de la moneda digital entre la población y la incertidumbre generada por la inversión gubernamental en la criptomoneda. Encuestas revelan un descontento significativo y la población cuestiona si la apuesta de Nayib Bukele fue un éxito o un fracaso. El Salvador cumple este jueves 7 de septiembre dos años de haber adoptado el Bitcoin como moneda de curso legal, entre el secretismo y las advertencias de ser una vía para la financiación irregular de campañas electorales o actividades ilícitas. En septiembre de 2021, El Salvador se convirtió en la primera nación del mundo en tener al criptoactivo como moneda de curso legal, a la par del dólar estadounidense, y desde entonces, el Gobierno liderado por el popular presidente Nayib Bukele ha invertido más de 250 millones de dólares en este proyecto. Bukele destinó 150 millones de dólares para un fideicomiso que permite convertir bitcoin a dólares, y 107 millones en la compra de 2.381 activos digitales, cuyas compras fueron anunciadas por el mandatario en la red social X. Bukele ofreció 30 dólares a quienes descargaron la billetera digital gubernamental para promover el uso del Bitcoin, que, entre otras cosas, permite recibir remesas. Aunque las compras de Bitcoin costaron unos 107 millones de dólares, debido a la volatilidad de la moneda el valor que posee el país centroamericano ahora ronda los 61,3 millones de dólares. Según analistas independientes, el país ha perdido un 37% de su valor en Bitcoin. Bukele también prometió colocar bonos de Bitcoin denominados Bonos Volcán, por valor de 1.000 millones de dólares, que buscaban financiar la construcción de Bitcoin City, aunque hasta ahora no se ha concretado. Según Eduardo Escobar, director de Acción Ciudadana, el país irá a las urnas en 2024 "con la puerta y las ventanas abiertas para que el crimen organizado, fondos públicos y gobiernos extranjeros financien campañas electorales". "Hemos venido señalando la deficiencia en la fiscalización, tanto del Tribunal Supremo Electoral como de la Corte de Cuentas de la República" y "esto genera esas posibilidades de financiamiento prohibido", indicó el experto. La economía del país centroamericano creció un 10,3% en 2021, según datos del Banco Central de Reserva, pero los expertos lo atribuyen al rebote económico tras la pandemia y no necesariamente a la implementación del Bitcoin. Según un informe publicado en el Georgetown Journal of International Affairs en marzo, los criptoactivos son usados por grupos del crimen organizado en Brasil y Centroamérica para sus actividades ilícitas. El informe revela que la pandilla MS-13 que opera en El Salvador, Honduras y Guatemala, ha estado utilizando el Bitcoin como una forma para que las víctimas entreguen pagos de extorsión. En septiembre de 2021, El Salvador se convirtió en el primer país en convertir a bitcoin en moneda de curso legal, lo que en la práctica obliga a las empresas a aceptar la criptomoneda como medio de pago. Más de un año después de la toma de esta decisión histórica, el balance no parece ser favorable. Las finanzas públicas se deterioran y el apoyo popular al proyecto se resiente. Desde que El Salvador aceptara a bitcoin como moneda oficial, su población se ha acostumbrado a que los precios de los bienes aparezcan expresados en esta criptomoneda, a pagar sus impuestos con la misma y a que los intercambios en bitcoin estén libres del impuesto sobre las ganancias de capital. Además, en un intento por popularizar y regularizar su uso, el gobierno ha ofrecido a los ciudadanos incentivos financieros para descargar una aplicación especial para almacenar criptomonedas. A pesar del interés gubernamental para que el proyecto tenga éxito, la realidad es que ha coincidido con un periodo de importantes caídas en el valor de la moneda. Desde su adopción, el precio del bitcoin se ha desplomado más del 60%. El gobierno salvadoreño, que también anunció la compra de esta moneda digital como activo de reserva, ha perdido unos 60 millones de dólares sólo por este deterioro. Sin embargo, el coste para las finanzas publicas asociadas a esta decisión es superior. Algunas estimaciones apuntan a que este experimento, con todos los costes asociados de implementación y regulación, le ha costado al gobierno alrededor de 375 millones de dólares. Este deterioro de sus finanzas públicas, unido a otras cuestiones, parece que empieza a lastrar la solvencia de la economía salvadoreña. El proyecto tampoco cuenta con una elevada aceptación. Casi el 80% de los ciudadanos de El Salvador cree que la estrategia ha fracasado. La mayor parte de los salvadoreños (77,1%) considera que el gobierno debería dejar de gastar dinero público con el bitcoin. La baja popularidad se traduce en una reducida aceptación de la moneda. La realidad es que, según algunas estimaciones, solo el 20% de los negocios aceptan bitcoin, a pesar de que la ley obliga a los comerciantes a que adopten la criptomoneda. Por su parte, el gobierno defiende la decisión tomada. De hecho, apunta a que la industria del turismo podría haber crecido un 30% desde que se adoptó esta decisión y a que eso reduciría el impacto negativo que ha tenido el proyecto sobre las finanzas públicas. No obstante, casi ningún análisis independiente hasta la fecha parece confirmar estas estimaciones. Luego de que en septiembre de 2021 el bitcoin se convirtiera en una moneda de curso legal en el país -a la par del dólar-, el mandatario ha continuado comprando la criptomoneda con fondos públicos pese a las advertencias del alto riesgo al que quedan expuestos los recursos de la nación por la inestabilidad del precio de un activo digital que perdió más del 60% de su valor en 2022. En uno de los últimos movimientos para avanzar en su plan de convertir a El Salvador en la capital mundial del bitcoin, Bukele consiguió que la Asamblea Legislativa de su país, de mayoría oficialista, aprobara a comienzos de enero una inédita y controvertida Ley de Emisión de Activos Digitales. La ley intenta darles garantías a los inversores extranjeros para que hagan negocios en el pequeño país centroamericano de apenas 6,3 millones de habitantes, donde una de cada cuatro personas vive en situación de pobreza y la mitad de la población ha estado expuesta a inseguridad alimentaria. Según el gobierno salvadoreño, entre los objetivos de la ley están "proteger los derechos de los compradores y emisores de activos digitales en El Salvador", además de "disuadir a los estafadores de operar aquí". Con el objetivo de generar oportunidades de empleo, promover una verdadera inclusión financiera y generar dinamismo económico, los diputados de la Asamblea Legislativa aprobaron la Ley Bitcoin. El nuevo marco legal, reconoce a esta divisa digital como una moneda de curso legal en el país. La ley ampara, además, que la criptomoneda sea con irrestricto poder liberatorio, ilimitada en cualquier transacción y a cualquier título. El Presidente de la República, Nayib Bukele, envió a la Asamblea Legislativa, a través de la Ministra de Económia, María Luisa Hayem, el proyecto de ley para permitir la utilización del Bitcoin en el país. El Salvador hizo historia en septiembre de 2021, cuando empezó a aceptar Bitcoin como moneda de curso legal. El gobierno presidido por Nayib Bukele hizo una gran apuesta por la criptomoneda reina: lanzó Chivo Wallet, su propia billetera electrónica; y empezó a acumular bitcoins como reserva de valor y para ofrecer bonos a sus ciudadanos. El equivalente a 30 dólares en el momento de la entrega. El Salvador no solo compró Bitcoin en el momento del anuncio, cuando se había hecho con 2.381 bitcoins comprados a un precio medio de 43.300 dólares cada uno. En junio de 2022 se hizo con otros 80 bitcoins a un precio medio de 19.000 dólares cada uno. Y en octubre de 2022, Bukele anunció que empezaría a comprar un bitcoin al día, sin importar cuál fuese su valor en cada momento. Pese a estas cifras publicadas es complicado trazar con precisión la cantidad de bitcoins que tiene el país por la opacidad del gobierno sobre el uso de fondos públicos. No hay un registro oficial que liste estas cantidades ni una institución independiente que las audite o verifique. La escasa información compartida desde entonces llega por declaraciones a medios, como cuando Alejandro Zelaya, ministro de finanzas, admitió en junio de 2022 que habían vendido una parte de las reservas para financiar Chivo Pets, un hospital veterinario. En aquel entonces, casi un año después de la entrada en vigor de Bitcoin en el país, algo más de dos millones de salvadoreños instalaron y configuraron su Chivo Wallet, pero solo el 20% de ellos la continuaron utilizando más allá de aprovechar los 30 dólares que entregaba el gobierno, el equivalente a casi cuatro días de salario mínimo. Ese bono era el gran reclamo de una propuesta que con el paso de los meses alcanzó los cuatro millones de usuarios. Una simple multiplicación saca el coste de esta medida: 120 millones de dólares. El presupuesto inicial era de 30 millones, cuatro veces menos. Según su Instituto Universitario de Opinión Pública, a finales de 2022 solo el 24% de la población había usado Bitcoin para comprar o hacer pagos, el 77% consideraba que el gobierno no debía seguir gastando dinero público en Bitcoin y el 66% consideraba un fracaso su aprobación. Solo el 3% de la población consideró que su situación económica había mejorado desde entonces, y para la inmensa mayoría seguía igual. La segunda pregunta tiene que ver con planes como los mencionados 30 millones de dólares en bitcoin bonificados (fueron el cuádruple), otros 23 millones para el programa 'Criptofriendly' u otros 150 millones para el fondo fiduciario del gobierno de cara a ayudar a la adopción de Bitcoin, según explicó el periódico local El Faro. En su momento se dijo que este movimiento iba a ser la mecha que prendiera iniciativas similares en otros países. Casi dos años después, solo República Centroafricana ha seguido la idea de adoptar Bitcoin como moneda oficial... para desterrarla unos meses después. Hace unas semanas tomó forma el proyecto Volcano Energy, una asociación público-privada con un presupuesto inicial de 250 millones de dólares (la inyección de capital llegará a 1.000 millones) para la creación de esta infraestructura. La granja minera, ubicada en el municipio de Metapan, usará energía eólica y solar para lograr cifras superiores a los 240 MW. El gobierno salvadorense tendrá una participación sobre los ingresos del 23%, con otro 27% para sus inversores privados, entre quienes se encuentra Tether; y el 50% restante para ser reinvertido en infraestructura. No se aclaró la estructura general de la propiedad. En este tiempo, el gobierno salvadoreño encontró motivos para presumir de su apuesta. Por ejemplo, cuando el ministro Zelaya sacó pecho por haber pagado a tiempo uno de los bonos pendientes, una deuda de 800 millones de dólares, más intereses. Estos 800 millones de dólares no pueden ser únicamente atribuibles a la apuesta por Bitcoin. Incluso con un redondeo muy generoso que atribuya 3.000 bitcoins al país, las plusvalías de cada moneda tendrían que ser superiores a los 260.000 dólares, cifra que ni siquiera está cerca de su valor unitario. Pese a que en las declaraciones a medios vincularon su apuesta con esta capacidad para pagar la deuda, es complicado ver la correlación entre ellas. Si bien el gobierno si deslizó esta correlación como una forma de contraatacar las advertencias anteriores sobre el peligro de esta apuesta, el FMI se reiteró en su opinión en febrero de 2023, cuando sugirió a las autoridades salvadoreñas que "deberían reconsiderar sus planes para ampliar las exposiciones del gobierno a Bitcoin", explicando que los riesgos no se habían materializado hasta entonces por el "uso limitado" de Bitcoin hasta la fecha, pero que el uso de la criptomoneda podía crecer dada su condición de divisa legal, y en ese caso sí requerirían ser abordados. El FMI, no obstante, también destacó que la economía salvadoreña ya logró recuperarse a niveles prepandemia, con un crecimiento del PIB real del 2,4%, cifra superior a su promedio histórico; pero advirtió que seguía siendo esencial una mayor transparencia sobre las transacciones del gobierno en Bitcoin y sobre la situación financiera de Chivo Wallet. Un mes después, el FMI hizo una evaluación de las políticas económicas, financieras y cambiarias de El Salvador, pero en abril anunció que las autoridades no dieron su consentimiento para que el informe fuese publicado. Hostos Rizik Lugo, director ejecutivo por República Dominicana del Banco Centroamericano de Integración Económica, felicitó a Zelaya por el hito de haber podido pagar su deuda. La respuesta del ministro fue "Saludos bro". Bibliografia: BBC News Mundo. (2023, 19 enero). Bitcoin en El Salvador: Qué busca la inédita y controvertida ley que redobla la apuesta de Bukele por las criptomonedas. BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/noticias-64253175 Funcas - Fundación de las Cajas de Ahorros. (2022, 8 noviembre). Bitcoin en El Salvador un año después - Funcas. Funcas. https://www.funcas.es/odf/bitcoin-en-el-salvador-unano-despues/ Hurtado, J. (2023, 7 septiembre). Economía - Dos años del bitcoin en El Salvador: ¿éxito o fracaso? France 24. https://www.france24.com/es/programas/econom%C3%ADa/20230907-dosa%C3%B1os-del-bitcoin-en-el-salvador-%C3%A9xito-o-fracaso Lacort, J. (2023, 30 junio). El Salvador hizo una gran apuesta por bitcoin hace dos años. su ciudadanía no está muy contenta. Xataka. https://www.xataka.com/criptomonedas/salvador-hizo-gran-apuesta-bitcoin-hace-dosanos-su-ciudadania-no-esta-muy-contenta