El nucléolo es una estructura esférica que se encuentra en el núcleo de la célula cuya función principal es producir y ensamblar los ribosomas de la célula. Recordemos que este también es el sitio donde se transcriben los genes del ARN ribosómico. Asi mismo una vez ensamblados, los ribosomas son transportados al citoplasma de la célula, donde actúan como sitios para la síntesis proteica. Sus primeras observaciones tuvieron lugar accidentalmente en 1781, por el físico Italiano Felice Fontana; el cual no se alcanzó a imaginar siquiera que en aquellos núcleos se escondían cantidades portentosas de información. Esto como consecuencia a las limitaciones tecnológicas de la época y el hecho de que las técnicas para teñir o colorear las células arrancaron después de 1800. La formulación de su nombre y descubrimiento propiamente dicho ocurrirían en 1836, cuando Rudolph Wagner y Gabriel Gustav Valentin realizaran las primeras observaciones directas del mismo. FUNCION El rol principal de esta estructura es la biosíntesis de los ribosomas, para formar ARN ribosómico, este es vital para la síntesis de proteínas. De hecho, mientras más intensa sea la actividad de síntesis proteica de una célula, más nucléolos tenderá a tener. Una vez sintetizado, el ARN madurará y será transportado del nucléolo a su destino. Otras funciones del nucléolo involucran el envejecimiento celular, es decir las respuestas de estrés celular y la actividad de la telomerasa, la cual es una enzima ribonucleica indispensable para el elongamiento de los telómeros del ADN, pero también es vital para la duplicación genética y la división celular. Esta enzima abunda en tejido fetal, células madre y células germinales. Por ende, el nucléolo interviene en la regulación del propio ciclo celular, a pesar de que durante esas etapas el nucléolo permanece invisible, solo ocurre durante las fases de la división celular. Desorganización profásica. El nucléolo pierde tamaño y volumen para permitir la aparición de pequeñas masas de su propio material, entre los cromosomas profásicos que se van condensando. Transporte metafásico y anafásico. El nucléolo pierde su caracter individual y permite a sus componentes incorporarse a los cromosomas de la metafase. Organización telofásica. Los nucléolos reaparecen luego de que, en la telofase, los cromosomas se descondensen y aparezcan cuerpos laminares y prenucleolares, que irán aumentando de tamaño hasta volver a formar uno o más nucléolos.