Uploaded by DIEGO SAEZ

ensayo literatura

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"El Lenguaje Como Vehículo De Significado: Explorando Los
Recursos Narrativos En Ensayo Sobre La Ceguera Y Su Impacto
En La Expresión Del Mensaje"
Santiago, Chile
20 de Junio de 2023
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Una Enfermedad Retratada Por El Lenguaje
Un escritor como un artista exprime todas las posibilidades que le
proporcionan sus recursos para realizar su obra de la mejor manera y es necesario
que las ocupe, así dar una perspectiva enriquecida de su punto de vista. Definir la
época, es bastante complejo, ¿Qué se entiende por actual, por contemporáneo, por
época (términos que no son de ninguna manera sinónimos)? ¿Podemos enumerar
características estables, obras paradigmáticas, autores o autoras emblemáticas,
géneros dominantes, orientaciones definidas, relaciones inéditas con la tradición,
rasgos de lo nuevo? Más precisamente, si la literatura es percibida como una
organización específica del discurso con una circulación singular ¿cuáles son las
formas literarias de este contemporáneo?1 Contraponer una idea donde el escritor
contemporáneo rompe los esquemas impuestos en una búsqueda implacable de
plasmar su pensamiento, con la recurrente literatura académica, como si se tratara
del choque de dos mundos, es algo que queda meramente vacío, podría
proporcionar más allá de por qué se quiebra estas normas o simplemente
restringirse a mencionar normas establecidas, pero he querido enfatizar en lo que
en cuestión puede definir como contemporáneo y que es imprescindible, la totalidad
de la libertad en el autor, pues si bien, presentan características definidas, parece
que no existe límite en la escritura. Aunque de sentido no carecer, refiriéndose a
como Saramago compara las señales de tránsito con la puntuación: Según una
entrevista concedida a The Economist, dijo "Los signos de puntuación... son como
las señales de tráfico, un exceso de ellos te distrae de la carretera por la que viajas" 2.
Es motivo de presenciar cuentos como “Axolotl” con el estilo narrativo de Cortázar,
donde apreciamos una forma de llevar el tiempo del relato al significado que quiere
expresar, un juego con las anacronías o incluso con los narradores, formas
intrusivas de colocar al lector en una posición arraigada y sujeta a las realidades
creadas, así pareciera que nuestra visión es una que interviene en el relato, pues
Premat, J. (2020). ¿Otros tiempos, otras formas? Encrucijadas de la literatura contemporánea.
Mapocho, pp.34-49
1
Martins, P. (2022 Diciembre 2).El Premio Nobel portugués que ignoró los signos de puntuación,
The Portugal new de https://www.theportugalnews.com/es/noticias/2022-12-02/el-premio-nobelportuguesque-ignoro-los-signos-de-puntuacion/72559
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impresiona que José prescinde de estas herramientas que encontramos en sus
relatos.
La literatura contemporánea llega como un shock gatillado por los
prevalecientes consecutivos conflictos en las sociedades humanas, a causa de,
principalmente, la segunda guerra mundial. Enfocándose en una crítica social a los
sucesos del momento, por lo tanto el cuestionamiento del ser, al igual que el
individuo en la sociedad, la realidad es la recurrencia del tema. Encontramos esto
en Saramago quien prioriza exponer sus ideas, con su propia técnica de la
puntuación.
Publicado en 1995 y con una influencia de su contexto (autoexiliado de su
país) sale a la luz "Ensayo sobre la ceguera" una historia que viene a darnos a
entender una enfermedad que padecemos todos, algo poco común. Al avanzar en
las primeras páginas y en lo que nos absorbe la lectura, capta la atención la forma
de la escritura. Antes he mencionado que José de Sousa tenía cierto énfasis en su
puntuación, una extrañeza que se puede percibir desde las primeras partes del libro,
que ciertamente provoca en el lector una sensación de rareza, pero aunque
pareciera que estamos frente a un inexperto de la escritura, él si es culto en las
letras, pues así no es de extrañar, que es necesaria la puesta en marcha de los
recursos literarios presentes en la novela para la asimilación de una sociedad ciega
y como visión de comunicación, pues sin estos la obra no tendría impacto ni sentido
que ofrecer.
(...)Sé que estás ahí, te oigo, te toco, supongo que has encendido la luz, pero
estoy ciego3 entonces ¿nosotros también estamos ciegos mientras leemos el libro?
Aun cuando el mensaje de la obra tiene la connotación simbólica de “todos somos
ciegos”, no debemos privarnos de dilucidar que el texto pone ante nuestros sentidos
cuán complejo logra ser el lenguaje, por consiguiente los recursos, como la
puntuación, desempeñan un papel primordial al transmitir la idea. Es más la frase
3
Saramago, J.(1995), Ensayo sobre la ceguera, México, Editorial DEBOLSILLO.
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referencia a sí mismo la posición del lector, ya que cada individuo no ve en los
límites de la narración debido a distintos factores.
Permíteme abordar de mejor manera los aspectos de la puntuación y la
introducción de personajes: (...)Está ahí al lado, me harían un gran favor, Y el coche,
preguntó una voz.4 Los personajes parecen fusionarse con la narración, creando un
estilo indirecto similar al que utiliza Virginia Woolf en "La casa encantada". Incluso
se puede observar una similitud en la forma en que se emplea este recurso, aunque
lo analizaremos con mayor profundidad más adelante.
Existen otros factores a tener en cuenta. En primer lugar, la puntuación se
centra en la entonación. Quiero decir, cuando prestamos atención a cada personaje
al hablar, comienza con una coma y una mayúscula. Luego, toda la oración continúa
en minúscula. Esto parece retratar un sonido, donde la coma representa el silencio
y la mayúscula indica el inicio del ruido. Sin embargo, si profundizamos, notamos
que los pensamientos siguen el mismo formato, pero sin la coma antes de la
mayúscula. Esto sugiere que ese sonido es recurrente y existe en el interior del
personaje:
Pienso, por lo menos yo lo tengo claro (aunque tampoco quiero que
todo el mundo piense igual), pienso que nosotros hablamos como si
estuviéramos haciendo música porque la música y la palabra, el hecho
de hablar, se hace con sonidos y con pausas. La música más espiritual
o la música de peor calidad tiene pausas y sonidos. Cuando yo
elimino, prácticamente, toda la puntuación busco que el lector no lea
pasivamente sino que construya el texto, gracias a esa voz que debe
estar escuchando. Yo propongo al lector un texto incompleto. Aunque
todas las palabras que yo quiero se encuentran allí, el texto está
incompleto porque le falta esa convención que son los signos de
puntuación. El lector cuando lee, debe saber qué está leyendo para
recibir todo lo que hay en el texto. Aunque, a primera vista parezca
4
Saramago, J.(1995)
5
oculto, está allí, si él puede escuchar la voz que habla dentro de su
cabeza.5
En el caso de Woolf, se observa algo similar en su relato, aunque no enfatiza
tanto la puntuación. En cambio, prioriza el sonido debido a la percepción del
personaje que, según el relato, está durmiendo pero escucha a los demás
personajes:
«Aquí dormimos», dice ella. Y él añade: «Besos sin número.» «El
despertar por la mañana…» «Plata entre los árboles…» «Arriba…»
«En el jardín…» «Cuando llegó el verano…» «En la nieve invernal…»
Las puertas siguen cerrándose a lo lejos, distantes, con suave sonido
como el latido de un corazón.6
De alguna forma, todo se entremezcla y no disponemos de mucha
información. Además, los signos de interrogación y exclamación no tienen
relevancia en la novela, ya que es el lector quien les otorga entonación. Por lo tanto,
el conocimiento del mundo es limitado. Podríamos considerar esto como una
anticipación antes de recibir el mensaje; el libro nos presenta la idea de estar ciegos
antes de comprender el mensaje. Incluso hay partes en las que las percepciones y
las descripciones se entrelazan con el relato, difuminados en la imaginación de
quien lee. Por eso los cambios de narrador presentes: (...)una no, dos, así es
realmente, como sabremos cuando alguien, al fin logre abrir una puerta, Estoy
ciego.7 Es extraño, como si sólo tuviéramos conocimiento de la situación pero no
de quién está detrás de ella. Se asimila a la función de etiquetas utilizadas en el
relato para referirse al complejo del individuo. De todas formas, abordaré este tema
más adelante.
Peña, P.(s. f.). José Saramago, Premio Nobel 1998: Un espacio para la reflexión. hojas
Universitaria, pp.32-38
6 Woolf, V.(1921). La casa encantada y otros cuentos. Recuperado de
https://www.google.cl/books/edition/La_casa_encantada_y_otros_cuentos/UXIDAAAQBAJ?hl=es419&gbpv=1&printsec=frontcover
7 Saramago, J.(1995)
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6
Los tiempos verbales y los narradores se emplean principalmente para
sumergirnos en la perspectiva del personaje, humanizando y generando empatía
hacia la situación. Esto se puede comparar con un cuento como "Axolotl":
Afuera, mi cara volvía a acercarse al vidrio, veía mi boca de labios
apretados por el esfuerzo de comprender a los axólotl. Yo era un
axólotl y sabía ahora instantáneamente que ninguna comprensión era
posible. Él estaba fuera del acuario, su pensamiento era un
pensamiento fuera del acuario. Conociéndolo, siendo él mismo, yo era
un axólotl y estaba en mi mundo.8 9
También "Continuidad de los parques" donde narra Julio Cortázar (1956) en
el momento que entra la mujer a la casa y avista al hombre sentado en el sillón de
terciopelo, leyendo una novela. En el primero, vemos un claro cambio de
perspectiva, del hombre al animal, y en el segundo, se presenta una narrativa en la
que los mundos se entrelazan, ficción con realidad. Aquí, se centra, en líneas
generales, la visualización de la empatía en los relatos, ya que cambiar de
perspectiva implica ponerse en los zapatos del otro y vivir su experiencia. Esto se
refleja en la contraposición de las historias de los personajes, que se van uniendo
según las circunstancias. Sin embargo, como mencioné anteriormente, a través de
la forma de escritura, solo podemos vislumbrar vagamente.
Por lo tanto, nos referimos a una empatía ciega o percepciones ciegas,
construcciones sociales de las cuales reconocemos sólo una pequeña parte. En
realidad, no conocemos al personaje en sí, sino lo que se percibe, y es interesante
notar cómo los individuos retienen etiquetas en lugar de nombres. Curiosamente,
en "Continuidad de los parques" también se recurre a esto al nombrar a los
personajes con etiquetas como “mayordomo”, “mujer recelosa”, “el amante”
(posiblemente como una forma de dar mayor énfasis a la confluencia de los
mundos). De manera similar, Saramago presta atención a la puntuación y a estas
Cortázar, J. F.(1956). Final del Juego. Recuperado de
https://www.google.cl/books/edition/Final_del_juego/UhQuDAAAQBAJ?hl=es
9 &gbpv=1&printsec=frontcover
8
7
etiquetas en sus obras, como "El ladrón", "La mujer", "La mujer de las gafas", "El
médico", "El niño estrábico", etc.
Por lo tanto, podríamos considerar estas etiquetas como símbolos, ya que,
si bien representan algo y una forma de etiquetar a alguien, también buscan
transmitir la idea de una sociedad ciega. No vemos en la escritura más allá de lo
que el relato nos muestra o presenta. Aunque en estos sobrenombres existe una
identidad, es revelador en la lectura que se introduzca un personaje sin saber quién
es, pero a medida que se desvelan las frases, uno llega a comprender su identidad.
Es similar a cuando se juega a la gallinita ciega, donde solo se reconoce la voz de
las personas o más bien parecido a cuando uno envía correspondencia y se
impregna un poco de uno mismo en ella. Esto me hizo recordar "Dos cartas" de
José Donoso: Estas son las últimas cartas que se escribieron dos hombres, Jaime
Martínez, un chileno, y John Dutfield, un inglés. 10 Ambos se crían en condiciones
parecidas y se conocen hasta cierto punto, pero en su identidad difieren bastante, y
son las cartas las que revelan eso. Ellas expresan todo lo que son, al igual que en
“Ensayo sobre la ceguera” hace en las conversaciones entre algunos personajes,
incluso con la adjudicación de etiquetas. Por ende puede relacionarse con Borges
(1975) y su obra "El otro", donde se aprecia una amplia diferencia entre el Borges
viejo y el joven. Es decir, la identidad es primordial, ya que si carecemos de la vista,
el sonido se agudiza y la novela busca que conozcamos al personaje a través de su
identidad.
Terminar con una cita de Jorge Luis que mientras leía me pareció que
encasillan al concepto de una forma redonda: Percibía con cierta palidez los sonidos
y formas del universo: el hijo ausente se nutría de esas disminuciones de su alma.11
Ciegos, siempre lo fuimos. El libro encapsula esa realidad. Por falta de vista, el ruido
recae en nosotros. No vemos a los demás y, sin lugar a dudas, debemos recurrir a
las etiquetas, lo único que podemos observar en las efímeras descripciones. Es
como si el libro fuera una guía, una demostración de cómo se siente esta ceguera.
10
Donoso, J. (1985). Veraneo y sus mejores cuentos, Chile, Zig-Zag.
Borges, J.(1944). Ficciones. Recuperado de
https://play.google.com/store/books/details?id=bJEfjl2INGMC
11
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En lugar de limitar la vista, potencia esa cierta integridad propia en ti. Asimilas que
todo es tuyo, es tu voz. A medida que nos acercamos al final, las voces de los
personajes se fusionan con la nuestra y se vuelven propias. En resumen, es un
conjunto de ideas que convergen en la intención de esclarecer al otro, lo que nos
constituye como grupo. Nos coloca en la posición de sentirnos como una sociedad,
casi como la opinión pública. También refleja cómo algunos establecen criterios sin
evaluar situaciones, algo recurrente en internet. Si no se te ve la cara (en el caso
del libro, no puedes verla realmente), ¿qué importa lo que hagas? estas anónimo.
Saramago, más allá del mensaje que transmite, es maravilloso al mostrar
cierto enigma y simbolismo en su estilo de escritura. Coloca al lector en una posición
inmersiva donde, aunque él no lo sepa, ya está dentro de los límites establecidos
por el escritor desde el principio.
9
Bibliografía
Borges, J.(1944). Ficciones. Recuperado de
https://play.google.com/store/books/details?id=bJEfjl2INGMC
Borges, J.(1975). El libro de arena. Recuperado de
https://www.google.cl/books/edition/El_libro_de_arena/i0PU7eidyWoC?hl=e
s419&gbpv=1&printsec=frontcover
Cortázar, J. F.(1956). Final del Juego. Recuperado de
https://www.google.cl/books/edition/Final_del_juego/UhQuDAAAQBAJ?hl=e
s419&gbpv=1&printsec=frontcover
Donoso, J. (1985). Veraneo y sus mejores cuentos, Chile, Zig-Zag.
Equipo editorial, Etecé. (15 de mayo de 2017). Literatura contemporanea.
Enciclopedia humanidades de
https://humanidades.com/literaturacontemporanea/#:~:text=La%20literatura
%20contemporánea%20refiere%20a,ni
vel%20social%2C%20cultural%2C%20político.
Martins, P. (2022 Diciembre 2).El Premio Nobel portugués que ignoró los signos
de puntuación, The Portugal new de
https://www.theportugalnews.com/es/noticias/2022-12-02/el-premionobelportugues-que-ignoro-los-signos-de-puntuacion/72559
Peña, P.(s. f.). José Saramago, Premio Nobel 1998: Un espacio para la reflexión.
hojas Universitaria, pp.32-38
Premat, J. (2020). ¿Otros tiempos, otras formas? Encrucijadas de la literatura
contemporánea. Mapocho, pp.34-49
Saramago, J.(1995), Ensayo sobre la ceguera,México, Editorial Penguin Random
House.
Woolf, V.(1921). La casa encantada y otros cuentos. Recuperado de
https://www.google.cl/books/edition/La_casa_encantada_y_otros_cuentos/U
XIDAAAQBAJ?hl=es-419&gbpv=1&printsec=frontcover
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