Amor, amor, amor Por: cineadictos | Sin comentarios POR CARMEN CANO GORDÓN Febrero, todo huele a ti… El cine de amor de mis recuerdos Febrero es, desde hace muchos años, el mes dedicado al amor. Todos lo hemos aceptado y forma parte de la memoria colectiva. Por esto y otras cosas más, se hace un recuento somero de aquellas películas, las más entrañables, cuyos enfoques, necesariamente diversos, han abordado el tema amoroso. Hay tanto por decir, comentar, recordar… A veces no se trata de amor, sino de odio, sentimientos tan imbricados que en ocasiones se confunden. Tratando de hacer remembranzas se agolpan en la mente y, sobre todo en el corazón, en forma por demás desordenada, gran cantidad de títulos de aquellas cintas que, de una manera o de otra, marcaron nuestra vida y, quizá, la de muchos otros de la misma generación. Con el afán de establecer una forma más comprensible y cercana para todos, intentaremos enumerar los títulos que con mayor fuerza vienen al recuerdo, sin respetar siquiera un cierto orden cronológico. También se incluyen puntos de vista diversos sobre “el amor en el cine”. “Lo Selznick ,1939). Basado en el libro del mismo nombre de Margaret Mitchell. Quizá una de las 10 películas más famosas. La producción, el guión, y el haber sido el filme que marcó el paso del blanco y negro al “glorioso technicolor”, hacen de ella una película emblemática del cine norteamericano, un clásico. Personajes principales: Rhett Butler y Scarlett O’ Hara (Clark Gable y Vivien Leigh). Frase de Scarlett O’ Hara que la identifica a través del tiempo: “Lo pensaré mañana…” (Obtuvo 10 premios Oscar). “Casablanca” (Michael Curtiz, 1942). Recordada como una gran película de amor en tiempos de la II Guerra Mundial. La canción “As Time goes By” (“A través de los años”) ha pasado a ser su sello de identidad, así como los personajes de Ilsa y Ricky (Ingrid Bergman y Humphrey Bogart). Sin olvidar a Claude Rains, el entrañable policía francés, ni a Paul Henreid en el papel de Laszlo, el comprometido activista. Una escena memorable es aquella en que se canta “La Marsellesa”. Frase que la identifica: “Louis, creo que este es el principio de una gran amistad”. (Fue merecedora a tres premios Oscar). “La princesa que quería vivir” (William Wyler, 1953). La película trata de la relación entre una joven princesa heredera al trono de Grecia (Audrey Hepburn) y un reportero norteamericano (Gregory Peck), quien debe entrevistarla y hacer un reportaje original sobre ella, lo cual se logra con creces al darse un enamoramiento memorable. En esta película hay gran cantidad de escenas que marcan la romántica y amigable relación de los personajes, factores que la hacen inolvidable. (Ganó tres premios Oscar). “Nuestros años felices” (Sydney Pollack, 1973). Narra la relación tormentosa entre un soldado norteamericano (Robert Redford) y una activista de izquierda (Barbra Streisand), entregada a mejorar las acciones internas y externas de su país. Las actitudes y acciones de ambos, por ser tan distintas, hacen que la empatía que los acercó se deteriore aunque, al final, cada uno por su lado y sin haber perdido su identidad, conservan el vínculo de una hermosa relación. (Recibió dos premios Oscar). “Algo para recordar” (Leo Mc. Carey, 1957). Un “playboy” (Cary Grant) y una cantante de club nocturno (Deborah Kerr), se conocen a bordo de un lujoso transatlántico, surge entre ellos un romance que tiene lugar en el barco y en lugares inolvidables del sur de Italia. Ambos están comprometidos para casarse… lo mejor del filme viene después y constituye “algo para recordar”… “Sucedió una noche” (Frank Capra, 1934) Una joven y caprichosa heredera (Claudette Colbert) consigue, con engaños, escapar del yate de su padre, quien la había encerrado para evitar su boda con un cazafortunas. En el autobús que aborda rumbo a Nueva York conoce a un reportero a la caza de una buena historia (Clark Gable). El azar y las circunstancias unen a estos dos personajes en un accidentado y divertido viaje. (Se hizo acreedora a cinco premios Oscar). “Un hombre y una mujer” (Claude Lelouch, 1966). Historia entre una joven viuda (Anouk Aimée) quien trabaja como secretaria en la industria del cine y un corredor de autos de carreras (Jean Louis Trintignant), cuya esposa se suicidó tras un accidente. Al conocerse establecen un sólido romance, aunque siempre con la sensación de culpa y queda en entredicho el futuro de la relación. (Ganó la Palma de Oro en Cannes en 1966 y dos Oscar en 1967, incluyendo el premio a Mejor Película de habla no inglesa). “Cinema Paradiso” (Giuseppe Tornatore, 1988). Aborda el tema de un famoso director de cine: Salvatore di Vita (Jacques Perrin), que vivió su niñez y primera juventud en un pequeño pueblo siciliano, disfrutando de las películas que exhibía el proyectista Alfredo (Philippe Noiret), con la limitante impuesta por el párroco de quitar todas las escenas que incluyeran besos. Alfredo permitía que Salvatore (apodado Totó), le ayudara. Así nace entre ellos una gran amistad. Cuando Alfredo se da cuenta del talento de Salvatore para el cine, lo convence de dejar su pueblo natal y, de esa manera, desarrollar sus habilidades. Treinta años después, cuando Alfredo muere, la madre de Salvatore le llama y él regresa para asistir al sepelio; recibe un regalo sorpresa: Alfredo le dejó un carrete cinematográfico con todo el material que censuró el cura, hecho que emociona a Salvatore hasta las lágrimas. (Ganó cinco premios Oscar, entre ellos Mejor Película de habla no inglesa). “Titanic” (James Cameron, 1997). Basada en el famoso hundimiento del trasatlántico Titanic, es una epopeya sobre la relación amorosa de dos jóvenes de distintas clases sociales: Jack Dawson (Leonardo DiCaprio) y Rose DeWitt (Kate Winslett) quienes se conocen durante el viaje inaugural (y único) del trasatlántico. Durante el trayecto sobrevienen las calamidades ya tan conocidas, hasta el trágico final; no obstante la muerte de Jack, el amor perdura y es Rose quien, a pesar de los años transcurridos, conserva vívidos los recuerdos de su intenso amor y narra lo sucedido. (Fue merecedora de cuatro Oscar, incluyendo Mejor Película). “Amor a primera vista” (Ulu Grosbard, 1984). El arquitecto Frank Raftis (Robert De Niro) y la artista gráfica Molly Gilmore (Meryl Streep) se conocen de manera fortuita en una librería de Nueva York mientras compran regalos navideños; por azares del destino, a la salida tropiezan y confunden sus paquetes, ello obliga al reencuentro y deviene una gran amistad la cual, necesariamente, culmina en un cálido romance. Ambos están casados pero no son felices, lo que hace que su relación fluya de manera casi natural. (Premio David di Donatello a Mejor Actriz Extranjera). “Medianoche en París” (Woody Allen, 2011). Aquí la protagonista principal es la ciudad de París, ya que en ella suceden acontecimientos inesperados que mezclan el presente con el pasado, a través de las relaciones que el personaje masculino Gil (Owen Wilson) establece con grandes figuras de la literatura y el arte, todos ya muertos, a quienes siempre había admirado como Ernest Hemingway, Scott Fitzgerald, Gertrude Stein, Pablo Picasso y Salvador Dalí, entre otros. Lo más interesante es que lejos de ser una historia puramente nostálgica, habla de la forma de aprender a vivir el aquí y ahora. (Ganadora del Oscar por Mejor Guión Original). “Amour” (Michael Haneke, 2012). Cinta intimista y conmovedora que se enfoca en la vida de una pareja de ancianos profesores de música retirados, Georges (Jean Louis Trintignant) y Anne (Emmanuelle Riva) padres de Eva (Isabelle Hupert). Luego de un largo y bien avenido matrimonio, Anne debe ser sometida a una operación, pero por complicaciones médicas queda confinada a una silla de ruedas. La situación empeora y deviene en un fin trágico, a la vez que alentador sobre la fuerza del amor. (Ganadora del Oscar a Mejor Película Extranjera, así como Palma de Oro en Cannes). Hasta aquí este resumen histórico de películas que, a pesar del tiempo, han perdurado en nuestra memoria y nos han provocado sentimientos, a veces encontrados, pero siempre gratos.