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arquitectura colonial en santiago

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Arquitectura Colonial en Santiago,
Historia tras la fachada de Santo Domingo.
MARIA SOLEDAD RAMOS BULL – 7 AGOSTO DE 2019
ASIGNATURA HISTORIA Y TEORIA I / RONALD HARRIS
INTRODUCCIÓN
Como transeúntes acostumbramos pasar y observar sin tener mayor idea respecto a que se
esconde tras una fachada que en su expresión física o material nos habla de tiempos pasados.
Si bien es una problemática vinculada principalmente a arquitectos, historiadores o profesionales del área,
el patrimonio y su valor se ha convertido en una temática vinculada a todos los ciudadanos. De aquello
surgen movimientos barriales que sin tener mayor conocimiento deciden organizarse y proteger.
La búsqueda de protección tiene como finalidad rescatar elementos de valor que aún persisten entre
nosotros, en este caso como forma construida, con la finalidad de mantener ese valor vigente, tangible y
presente.
El presente artículo explora la historia detrás de un muro corrido en calle Santo Domingo en la comuna de
Santiago, a pasos de la plaza de la ciudad, donde su evidente deterioro generó una alerta que permitió su
reciente restauración.
Tras esa fachada, que hoy aparece aún más atractiva, se esconde una casona de interés histórico y
arquitectónico a conocer.
METODOLOGIA DE ESTUDIO
A partir de la revisión de fuentes documentales, referentes de arquitectura colonial, levantamiento
de la manzana, estudio histórico de la Casa, revisión de antecedentes planimétricos, legislación local y el
registro grafico disponible, se levanta información que permite contextualizar la propiedad dentro de la
ciudad y con una época para con ello descubrir características tipológicas, estilistas y su evolución en el
tiempo.
La vivienda ubicada en Calle Santo Domingo 627-623 se encuentra declarada Monumento Nacional en
categoría de Monumento Histórico según decreto de Ley N°6006 con fecha 10 de septiembre de 1981 y
dentro de la zona especial A5 según Plano PRS-02F donde aparece con nomenclatura MH39.Se ubica
inserta en el Barrio Bellas Artes junto a la Zona Típica Barrio Santa Lucia – Mulato Gil de Castro- Parque
Forestal según CMN y contigua a Zona de Conservación Histórica A7 - Borde Sur Parque Forestal según
información de la I. Municipalidad de Stgo.
El inmueble se ve afectado a normativa correspondiente a la Ordenanza General de Urbanismo y
Construcción donde establece claramente los lineamientos en cuanto a proyectos de modificación de esas
edificaciones. Todas las intervenciones, establecidas en esta Ordenanza, facultadas por el artículo 2.7.8.
de la O.G.U.C, que se realicen en Monumentos Históricos, así como las ampliaciones que se proyecten,
requerirán del V° B° previo del Consejo de Monumentos Nacionales. En el caso de demolición, total o
parcial, de un inmueble declarado Monumento Histórico, sólo se admitirá su reconstrucción.
1
Para Inmuebles de Conservación Histórica se permitirá la Restauración, Rehabilitación, Remodelación y
la Ampliación, conforme a lo establecido en el Artículo 1.1.2 de la Ordenanza General de Urbanismo y
Construcciones.
Respecto al contexto histórico - arquitectónico de Santo Domingo 627-623, vestigios de viviendas
del siglo XVII parecen inexistentes. De las viviendas coloniales sobrevivientes en la ciudad de Santiago,
la mayoría corresponde a antiguas casas patronales que quedaron inmersas en la ciudad y los ejemplos
de viviendas urbanas son escasos. Dentro de estas edificaciones se encuentran algunas viviendas que
según antecedentes corresponden a esta época y por tanto a una tipología de vivienda que permite
agruparlas.
Junto con el caso expuesto, otras edificaciones dentro de la ciudad responden a esta tipología. Es el caso
de Lo Gandarillas construida hacia 1795, que luego sufrió importantes reformas. Perteneció al primer
Presidente de la República de Chile, don Manuel Blanco Encalada. Actualmente es el parque y Centro
Cultural Santa Rosa de Apoquindo y presenta una imagen de evidentes modificaciones posteriores. Otros
casos corresponden a la Casa Colorada levantada por Don Mateo de Toro y Zambrano, presidente de la
Primera Junta de Gobierno en 1769. La casa originalmente no era colorada, sino que sólo a partir de 1888.
Lo Contador como casa patronal, comenzó a construirse hacia 1780 y fue terminada en 1822. La Casona
de las Condes fue levantada a mediados del siglo XVIII, La Casa de Velasco localizada en la misma
manzana en Santo Domingo 689 fue erigida hacia 1730 pero sufrió grandes reformas en 1928, la cual fue
declarada Monumento Histórico junto con la casa en referencia en el año 1981. Otros ejemplos los
constituyen la Posada del Corregidor construida en el siglo XVIII y que se encuentra cercana en calle
Esmeralda 748 y las Casas de Lo Matta que datan de fines del siglo XVIII entre otras.
Figura 1. Planta emplazamiento y Contexto Histórico- Arquitectónico. Elaboración propia, 2018
2
Dentro del contexto arquitectónico que presenta la manzana comprendida por las calles Santo
Domingo, Mac Iver, Esmeralda y Miraflores cabe destacar la presencia de otras edificaciones catalogadas
como edificios históricos o que presentan valor en su condición histórica. Es el caso de la casa de Velasco,
el edificio que enfrenta el parque forestal que aparece protegido en la Zona de Conservación Histórica A7
Borde sur Parque Forestal entre otros de fachada continua y data posterior por calle Mac Iver y Esmeralda.
Respecto a los daños que presenta la manzana en particular, estos corresponden principalmente a
antrópicos producto de rayados al tratarse de edificaciones ubicadas en primera línea y la escasa
conciencia respecto al valor que presentan a pesar de tratarse de claros ejemplos de una arquitectura
cargada de valor histórico.
Dentro de los valores que la manzana presenta, destaca la fachada continua, arquitectura de zócalo,
cuerpo intermedio y cornisa, cubiertas de teja colonial, esquinas jerarquizadas, balcones y trabajo de
accesos en un contexto reconocido por la comunidad como de valor patrimonial.
Figura 2. Contexto de valor Arquitectónico - manzana. Elaboración propia, 2018
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A nivel urbano la Casa de Santo Domingo se potencia al ser parte de un conjunto donde destacan
además la Posada del Corregidor, la Iglesia de San Pedro, la Casa del Presidente Manuel Montt, así como
con otras construcciones de alto valor patrimonial como la Sede del Partido Radical, la Casa de Inés Puyó,
el Hotel Dresden y el Edificio del Servicio Electoral entre otros, en una comunión de épocas.
La cercanía de la casa con respecto a la Plaza de Armas da cuenta de su ubicación privilegiada. La cercana
relación con la Plaza se considera para la época señal del status social y de la posición privilegiada que
gozaban sus habitantes. Mientras más próximas estuvieran las casas a la plaza, mayor era la prestancia
social de la familia. Al contrario, mientras más se alejaban las viviendas, sus habitantes ocupaban un rango
menor en la escala social.
ANALISIS ESTILISTICO
La edificación data de la segunda mitad del siglo XVIII y se compone de un piso. Es de tipo colonial
urbano. Se caracteriza por sus muros de adobe de 70 cm. de espesor y tabiques de madera rellenos de
adobe. La armadura de techumbre es de madera, la cubierta de tejas de arcilla colonial sobre entablado y
barro. Los cielos y pisos son entablados, sus pisos exteriores son de baldosa dibujada y piedra canteada
rosada. En todos los muros estuco de cal y los interiores afinados. Puertas y ventanas altas en forma
rectangular alcanzaban hasta 5 metros de altura. Según tipología de la época, todo sencillo y primitivo.
Respecto al contexto arquitectico de Chile para el periodo en que se estima se construye la vivienda, se
sabe que el proceso y consolidación del régimen colonial vivido en América conllevó a la formación de un
tipo de sociedad cuyos usos y costumbres generaron una arquitectura de viviendas y edificios con
características arquitectónicas claramente definidas. Los terremotos como eventos devastadores
constituyeron un impulso dinamizador de las construcciones. Con el terremoto de 1647 la ciudad quedó
arruinada por completo y se inició una nueva etapa constructiva. Se eligieron con mayor cuidado los
materiales y se emplearon nuevos elementos destinados a asegurar la estabilidad, como por ejemplo
pilares y cimientos que influyeron en el aspecto exterior.
Aunque la arquitectura colonial subsistió hasta bien entrado el siglo XIX, la transformación urbana que
operó desde mediados de este siglo arrasó con muchas de sus edificaciones. El estilo de la casona colonial
se mantuvo entonces mayormente en el campo chileno. “El tipo más característico, más exactamente el
único que dentro de nuestra arquitectura se ha producido, es la casa. Es la única forma de arquitectura
española que llego a chilenizarse, a constituir un caso típico.”1
De la casa chilena y su evolución se estima se ha mantenido casi inalterable a través de los años en cuanto
al carácter fundamental de su planta, con el patio como núcleo. Esta unidad mínima en la casa modesta,
se amplía a dos, tres o más espacios abiertos rodeados de piezas y salas en las grandes casas.
Figura 3. Imagen actual Casa Santo Domingo. Grupo Praedio, 2019
1
Eduardo Secchi. (1952). La casa chilena hasta el siglo XIX. Cuadernos del Consejo de Monumentos Nacionales.
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ANALISIS FUNCIONAL – ESPACIAL
Corresponde al mejor y más completo exponente de la vivienda colonial urbana de Santiago, la
cual conserva gran parte de sus elementos originales. Testimonio único del siglo XVIII. Casa de fachada
continúa estructurada en torno a tres patios de servicios que alimentan a través de un corredor perimetral
las distintas dependencias. Se ingresa a través de una gran puerta que da a un zaguán de una crujía
dando acceso al primer patio. Sus detalles constructivos corresponden a un tratamiento propio del siglo
XIX. Por medio de un angosto corredor se accede al segundo patio, en donde en su costado sur ha
quedado un corredor con pilares circulares montados sobre piedra rosada.
Figura 4. Planta situación actual. Elaboración propia, 2018
Figura 5. Fachada situación actual. Elaboración propia, 2018
Partiendo de la calle hacia el fondo, se desarrolla en tres partes formadas por hileras de recintos
longitudinales y transversales que, dejando tres espacios abiertos y sucesivos de la calle hacia el interior,
formaran tres patios, siendo el segundo el centro de la casa.
Al centro de la fachada una gran puerta da acceso a un amplio zaguán y luego a un primer patio, amplio
recinto cuadrado pavimentado circundado por sus cuatro costados por edificaciones de 1 nivel y donde los
recintos históricamente se destinaban a productos o provisiones de la chacra o hacienda.
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La parte central de la casa se situaba en el segundo patio que formaba el cuerpo central, allí se distribuían
recintos más importantes como salones y la cuadra, recinto denominado a aquel cuyas ventanas daban al
lado opuesto frente al zaguán de entrada siendo la pieza central. El dormitorio principal por lo general o
antesala se ubicada a la derecha de la cuadra, las habitaciones del segundo patio eran aposentos privados
de la familia. Puertas y ventanas daban a corredores y pórticos que rodeaban el patio. Seguía por ultimo
un patio interior donde estaba la cocina, dependencias y piezas de servidumbre. Un muro de adobe separa
éste como un tercer patio o patio de servicio.
La casa chilena se mantiene inalterable desde los primeros tiempos de la colonia y hasta muy avanzado
el siglo XVIII. Ya para mediados el siglo XIX la casa tradicional cede paso a ideas extranjeras de influencia
italiana y francesa.
EVOLUCION DEL INMUEBLE
Según registros del Archivo Nacional, para mediados del siglo XVIII los propietarios son desconocidos, ya
desde la segunda mitad del siglo XIX la casa se vincula a la Familia Gutiérrez Muñoz Bezanilla.
Para 1818 se asigna la propiedad a Maria del Rosario Melchora Puga y Vidaurre oriunda de Concepción
quien se vincula a Bernardo O Higgins y que vivió en la casa hasta su muerte en 1854.
Para 1860 aparece como propietario Manuel Tagle Gamboa luego de ser rematada; para 1868 la
propietaria es su mujer Carlota Correa de Saa quien la cede a sus hijas en 1888 Sinforosa y Celinda Tagle.
En 1917 lo entregan a la Comunidad Religiosa Instituto de Caridad Hermandad de Dolores, actual
propietario del inmueble.
Previo a 1917 el uso de la casona fue como vivienda, luego de esto paso en arriendo a manos de la
Municipalidad de Santiago teniendo un uso educacional en 1975 con la Escuela Básica Nº 23 y en 1985
como Escuela Pública Nº 17 hasta el año 1999. El último uso de la vivienda correspondió a la sede de la
Escuela de Teatro la Olla, y actualmente se encuentra desocupada en espera de un uso que la ponga en
valor.
Dentro del contexto de evolución histórica del inmueble se cuenta con información planimétrica que permite
observar las variaciones que se sumaron en el tiempo a partir de planimetría existente y corresponden a
documentos de los años 1910- 1951-1996-2011 y 2017.
Figura 6. Evolución cromática de la fachada. Elaboración propia, 2018
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Figura 7. Evolución de la planta. Elaboración propia, 2018
La planta sufre modificaciones menores en cuanto a su ordenamiento. Se reemplazan muros originales
por tabiquería liviana. Producto del nuevo uso, en 1951, se incorpora en el área del tercer patio servicios
higiénicos.
“Se observa en la fachada el elemento matriz, la portada mínima pero lo suficiente para destacarse en la
fachada humilde.” La misma se extiende y aumenta en importancia hasta abarcar, en el siglo pasado, casi
un tercio del frente total. Arquitectura reflejo de un estado social y de la cultura”.2
2
Eduardo Secchi. (1952). La casa chilena hasta el siglo XIX. Cuadernos del Consejo de Monumentos Nacionales.
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Para comienzos del siglo XX la casa sufre una subdivisión, disminuyendo su superficie total, una cuarta
parte del primer patio y del cuerpo oriente. En la fachada, la ventana contigua al ingreso original fue
transformada en puerta, dando acceso a una casa habitación.
Esta hipótesis se sustenta en que “La vivienda tenía un acceso único, consistente en un amplio y sólido
portón de madera remachado con barras de hierro y clavos de gruesas cabezas flanqueadas por pilares
de piedra labrada. Esta entrada era alumbrada por farolillos de hojalata que contenía un velón o utilizaban
aceite. La casa era generalmente de un piso siendo pocas las que superaban los dos pisos, por el temor
que había a los temblores y terremotos.” 3
Posteriormente sufre la incorporación de señalética dado su uso ligado al ámbito educacional que se fija
realizando perforaciones al muro existente para luego incorporar tarugos de madera que permiten la
fijación del elemento publicitario.
Según prospecciones realizadas en la fachada se logra observar una evolución cromática utilizando la
composición de un tono base con un segundo color que permite poner en valor detalles de dinteles y
marcos.
En la tipología de casa colonial, la fachada es resultado de una planta simple y lógica. Los motivos
decorativos se añaden con el tiempo y aparecen como elementos que no se separan de su funcionalismo.
Trabajo de herrería, marcos de madera con frontones ornamentados y trabajo de grecas en la cornisa de
remate de la techumbre son los elementos que ornamentan la fachada y que es probable se agregaran
con el paso del tiempo.
Figura 8. Detalle ornamentos fachada. Elaboración propia, 2018
Como parte de la evolución del inmueble en el tiempo y su contexto dado que se encuentra inmerso en la
ciudad, se considera de igual modo el arte urbano como parte de su expresión exterior en particular en su
fachada lateral oriente. Dentro del registro se descubren tres murales. El primero corresponde al año 1996
durante el periodo en que la Casa se utiliza como la Escuela de Educación Básica E17. Para el año 2012
hay una nueva imagen sobre este muro, tiempo en que la casa se arrienda a la Escuela de Teatro la Olla.
Finalmente la imagen actual del mural en la fachada lateral corresponde a un mural del artista Javier
Barriga, corresponde al año 2014 y lleva como nombre “Ganza”.
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Mauricio Baros (2010). Material de apoyo Historia de la Arquitectura Chilena. Universidad de Chile.
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Figura 9. Evolución arte urbano en fachada lateral. Elaboración propia, 2018
CONCLUSIONES
Según Sacchi: “En la perspectiva del tiempo, aprendemos a valorizar la arquitectura sin
vacilaciones, digna y lógica que fue la de nuestras casas. Felizmente, a lo largo de chile, en nuestros
campos, pueblos y ciudades, algunas de estas viejas casas quedan como testimonio, para invitarnos a la
meditación y para enseñanza de lo que es el verdadero concepto de la arquitectura.”4
El caso en estudio presenta una calidad espacial de gran interés y constituye un ejemplo notable de esta
tipología tradicional chilena que al día de hoy se presenta en un estado regular de conservación respecto
a su interior. Recientemente se ha realizado una restauración de su fachada como primera etapa de
consolidación que a su vez liberó el segundo patio de una cubierta metálica añadida según necesidades
del último arrendatario que lo cubría.
A pesar del paso del tiempo, ha presentado intervenciones menores que atentaran contra su espíritu
original. Esto le otorga valor, un valor que hoy aparece bastante oculto tras una fachada de líneas simples
que deja entrever poco y nada del interior que alberga.
La realidad del patrimonio en Chile exige implementar planes de gestión congruentes que permitan activar
y revitalizar edificios que por mal uso terminan perdiéndose. Para este caso la calidad arquitectónica que
el inmueble ofrece y la espacialidad privilegiada inserta en el centro histórico de Santiago se presenta
como un ámbito de oportunidades de revitalización. Permite la posibilidad de re-pensar un uso en función
de su puesta en valor.
El patrimonio construido no basta con ser protegido, adquiere un valor real cuando es posible de ser
compartido y visibilizado.
Es de esperar que un nuevo uso para la Casa Santo Domingo revitalice su condición actual, respete ese
origen tan marcado que a pesar del tiempo aun preserva. Es de esperar que albergue tras esa fachada
una intervención respetuosa y a su vez revitalizante que permita disfrutarla y compartirla.
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Cuadernos del Consejo de Monumentos Nacionales. La casa chilena hasta el siglo XIX- Eduardo Secchi 1952.
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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Archivo Planimétrico Aguas Andina
Eduardo Secchi (1952). La casa chilena hasta el siglo XIX. Cuadernos del Consejo de Monumentos
Nacionales.
Grupo Praedio (2018). Expediente Ingreso CMN
https://www.monumentos.gob.cl/monumentos/monumentos-historicos/casa-santo-domingo-no-627
https://www.enterreno.com/blogs/la-casona-de-santo-domingo
Mauricio Baros (2010). Material de apoyo Historia de la Arquitectura Chilena. Universidad de Chile.
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RESUMEN
Arquitectura Colonial en Santiago,
Historia tras la fachada de Santo Domingo.
Como transeúntes acostumbramos pasar y observar sin tener mayor idea respecto a que se
esconde tras una fachada que en su expresión física o material nos habla de tiempos pasados.
La búsqueda de protección tiene como finalidad rescatar elementos de valor que aún persisten entre
nosotros, en este caso como forma construida, con la finalidad de mantener ese valor vigente, tangible y
presente.
El presente artículo explora la historia detrás de un muro corrido en calle Santo Domingo en la comuna de
Santiago, a pasos de la plaza de la ciudad, donde su evidente deterioro generó una alerta que permitió su
reciente restauración.
Tras esa fachada, que hoy aparece aún más atractiva, se esconde una casona de interés histórico y
arquitectónico a conocer. Un análisis estilístico y espacial junto con antecedentes de la evolución del
inmueble nos permite conocer un patrimonio de larga data con gran potencial de ser revitalizado y
compartido.
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