Uploaded by Fabricio Luna

La vida de un dinosaurio mio

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La vida de un dinosaurio
Hace unos años, una joven llamada Ana se enamoró de un hombre
llamado Andrés. Ellos pasaron mucho tiempo juntos, y Ana pensó
que había encontrado el amor de su vida. Pero Andrés tuvo que
viajar al extranjero por trabajo, y Ana decidió esperarle.
Una noche, mientras estaba sola en casa, Ana recibió una llamada
telefónica era un médico del hospital le dijo que Andrés había
tenido un accidente y había fallecido Ana no podía creerlo. Durante
días, lloró sin parar, y se sintió perdida y desesperada. Pero a
medida que pasaba el tiempo, empezó a comprender que, aunque la
pérdida era dolorosa, no era el fin del mundo Ana empezó a pensar
en todo lo bueno que había aprendido y vivido con Andrés. Aunque
su relación había terminado, sabía que los recuerdos y la alegría
que habían compartido nunca se irían. Con el tiempo, la pena dio
paso al recuerdo, y Ana comenzó a sentirse agradecida por todo lo
que había tenido con Andrés Un día, mientras Ana estaba leyendo,
recibió una carta de una ciudad lejana. La carta era de Andrés. Se
suponía que era una carta de despedida, pero en vez de eso, estaba
llena de palabras de amor. Andrés había sobrevivido al accidente,
pero se había quedado sin memoria con el tiempo, Andrés recuperó
su memoria, y pudo volver a casa. Ana estaba encantada de que
Andrés hubiera sobrevivido, pero tenía miedo de que las cosas no
fueran iguales. Sin embargo, aunque Andrés no recordaba el tiempo
que habían pasado juntos, sentía el mismo amor por ella que
siempre había sentido El día que Andrés regresó, lo primero que le
dijo a Ana fue: "Te he extrañado". Ella le preguntó por qué, y él
respondió: "Aunque no recuerdo nada, sé que te amo". A Ana le
dolía saber que Andrés no recordaba las cosas que habían
compartido, pero a la vez, sentía alivio al saber que él sentía aún el
mismo amor por ella durante los meses siguientes, Ana y Andrés
tuvieron que reencontrarse. Andrés tenía que recordar cosas de su
vida, y Ana tuvo que hacerse a la idea de que las cosas nunca serían
iguales. Pero ambos estaban dispuestos a trabajar para hacer que
su relación funcionara Un día, Andrés regresó a casa llorando. Le
dijo a Ana que había recordado la noche del accidente. Había
recordado que un hombre se había acercado a su auto y le había
dicho: "Olvídalo todo. No volverás a ver a tu amada". Andrés no
sabía quién era ese hombre, pero sabía que estaba relacionado con
el accidente y entonces, Andrés y Ana empezaron a investigar. A
través de registros de policía y con la ayuda de un periodista,
empezaron a descubrir más detalles sobre la misteriosa persona que
había hablado con Andrés en la noche del accidente. Y a medida
que hacían más y más descubrimientos, empezaron a notar que
alguien los estaba vigilando una noche, mientras Andrés y Ana
estaban en casa, escucharon un golpe en la puerta. Eran tres
hombres vestidos de negro. Les dijeron que Andrés no debía
continuar con su investigación, y que ellos estaban dispuestos a
hacer lo que fuera necesario para detenerlo la carta decía que el
hombre de negro era un miembro de una sociedad secreta que
quería mantener una antigua tumba enterrada en un cementerio
cercano. Según la carta, esa tumba contenía algo que podría
cambiar el curso de la humanidad. El escritor de la carta decía que
Andrés no debía buscar más información, pues él estaba en peligro.
3 años atrás Ana y Andrés
Unos años atrás, Andrés y Ana se conocieron en una fiesta. Ella
estaba sentada en un rincón, leyendo un libro, cuando Andrés se le
acercó y le preguntó si lo podía ayudar con algo. Andrés dijo que no
sabía qué libro debía leer, y Ana se ofreció a recomendarle algo ellos
se sentaron y hablaron durante horas, recomendándose libros,
compartiendo recuerdos de lo que habían leído, y mostrando su
amor por la literatura. El tiempo pasó volando, y no se dieron
cuenta de lo tarde que era. Y esa noche, Andrés y Ana se
enamoraron Poco tiempo después, Andrés y Ana empezaron a
frecuentar otros lugares con sus amigos. Con el tiempo, se hicieron
muy cercanos a una pareja, Cristina y Roberto. Los cuatro pasaban
tiempo juntos, y la amistad entre ellos crecía cada día. Hasta el día
del accidente’
Entramos de vuelta en la actualidad
Andrés estaba sentado en un café. Estaba contemplando su vida, y
pensando en todo lo que había perdido. De repente, oyó una voz
Andrés empezó a contarle todo a Cristina. Habló de la noche del
accidente, y todo lo que había descubierto después. Le contó sobre
el misterioso mensaje en la carta, y su búsqueda por resolver el
misterio. Cristina le escuchaba atentamente, y le preguntó qué
pensaba hacer a partir de entonces. Era la voz de Cristina, una de
sus amigas más queridas. Ella se sentó a su lado y le pidió que le
contara todo lo que le había pasado Mientras tanto, Ana estaba
sentada en su casa, y pensaba en todos los años que habían pasado.
Había pensado mucho en Andrés, y le extrañaba mucho. De
repente, oyó la campana de su puerta. La abrió, y se encontró con
Cristina. Cristina la abrazó, y le dijo que había visto a Andrés en el
café y que él le había pedido que fuera a buscar a Ana Cristina le
dijo a Ana que Andrés estaba muy preocupado, y que sentía mucho
remordimiento por todo lo que había pasado. Cristina le pidió a
Ana que fuera al café y hablara con él. Aunque tenía miedo, Ana
aceptó. Se dirigió al café, y cuando llegó, Andrés estaba sentado en
una mesa, mirando el suelo Andrés se quedó mirando a la mesa, sin
decir nada. Ana se sentó frente a él, y un largo silencio se hizo
presente. Finalmente, Andrés levantó la cabeza, y miró a Ana a los
ojos. Ella vio mucho dolor en su mirada. Sin decir una palabra,
empezaron a llorar juntos Andrés y Ana lloraban juntos, mirándose
fijamente a los ojos. Andrés le dijo a Ana que sentía mucha culpa
por todo lo que había pasado. Que era difícil pensar en lo que había
perdido. Pero, al mismo tiempo, sabía que tenía que buscar una
manera de seguir adelante. Y que esa manera pasaba por aceptar lo
que había sucedido
Recuerdos borrosos de Andrés
Andrés se había casado hacía unos años, con una mujer llamada
Laura. Habían tenido una niña, pero una terrible enfermedad se la
había llevado. Desde ese momento, Andrés nunca había podido
superar su muerte. Su matrimonio se había deteriorado, y
finalmente se habían separado entones Andrés había tenido una
infancia muy difícil. Sus padres se habían separado cuando era muy
pequeño, y se habían peleado por la custodia. Él se había criado
entre la tensión y la tensión, y nunca había sentido mucho amor
Una mañana, cuando Andrés tenía 8 años, se despertó y se dio
cuenta de que su padre había dejado de vivir con ellos. Su madre no
dijo nada, y simplemente no volvieron a ver a su padre. Durante
muchos años, Andrés tuvo problemas para confiar en los demás, y
en un futuro, le costó mucho aprender a amar y a dejarse amar
Después de muchos años, Andrés se sentía vacío. Todo lo que había
sucedido en su vida le había causado mucho dolor, y nunca había
aprendido a sanar las heridas. Se preguntaba si alguna vez sería
capaz de encontrar el camino hacia la felicidad, o si siempre se
sentiría tan solitario y vacío. Pero entonces, conocía a la persona
indicada
Entonces volvemos al presente con Ana y Andrés llorando
Mientras Andrés y Ana lloraban juntos, Andrés sintió algo extraño.
Se sentía seguro y protegido con Ana, como si pudiera enfrentar los
problemas de su pasado con ella a su lado. Entonces, se dio cuenta
de que podía sanar y amar, y que podía ser feliz. De pronto, sintió
algo más, algo que nunca había sentido antes: se sentía enamorado
Mientras Andrés y Ana estaban juntos, una mujer mayor se acercó
a ellos. Tenía una mirada bondadosa, y su expresión parecía
conocer toda la historia de Andrés y de sus problemas. Miró a los
ojos de Andrés, y dijo: "No sabes lo mucho que siento por tu
pérdida. Creo que quizá te pueda ayudar". Andrés la miró atónito.
La mujer empezó a contarle a Andrés el día en que perdió a su hija.
Habló de un experimento fallido, un intento de crear algo mejor,
más grande. Pero el experimento había salido mal, y la cosa que
habían creado se había escapado. Ese ser había hecho mucho daño,
y muchos habían perdido a sus seres queridos La mujer dijo que ese
ser aún estaba suelto, y que Andrés no debía seguir investigando.
Que debería dejar ir el pasado, y centrar su atención en el presente
y en el futuro. Que la venganza no era la solución, y que si
continuaba con su investigación, solo se iba a lastimar más. Andrés
intentó responder, pero no podía encontrar las palabras A pesar de
lo que la mujer había dicho, Andrés y Ana decidieron continuar con
la investigación. Buscaron información en internet, y terminaron
descubriendo un foro en donde muchas personas hablaban de un
grupo secreto y de sus experimentos. Algunos decían que habían
perdido a sus seres queridos, y hablaban de la criatura horrible que
estaba libre en el mundo A partir de allí, Andrés y Ana
descubrieron cada vez más cosas. Descubrieron cómo esa criatura
había hecho muchos daños, y cómo las autoridades habían cubierto
todo. Sin embargo, un día, se dieron cuenta de que alguien los
había estado siguiendo. Entonces, de pronto, todo cambió De
repente, su casa se quedó sin luz. Miraron a su alrededor, y vieron
una sombra deslizándose a través de las sombras. A continuación,
una especie de alarido se escuchó por toda la casa, y todas las
ventanas se rompieron de golpe. Andrés y Ana huyeron, pero algo
los persiguió Era la misma cosa que causó el accidente cuando
Andrés perdió la memoria Andrés y Ana cayeron en un agujero que
no acababa de terminar, y se encontraron en un extraño mundo de
oscuridad, con algo a su espalda que los seguía. Algo les dijo a sus
mentes que no miraran atrás, y ellos obedecieron, pues se sentían
atemorizados. Entonces, de repente, todo se volvió blanco, y se
despertaron en un hospital Los médicos no tenían ni idea de cómo
habían llegado allí. Andrés y Ana habían sido encontrados en el
parque, inmóviles, y los médicos no sabían qué había ocurrido.
Pero Andrés y Ana lo sabían. Sabían lo que los había seguido, y
sabían qué era Mientras los médicos continuaban desconcertados,
Andrés y Ana decidieron hacer algo. No podían vivir con la
sensación de que esa cosa los siguiera, y sabían que debían hacer
algo. Sin consultarse, decidieron hacer lo que nadie había hecho:
enfrentarse a la criatura, y aceptar lo que fuera a pasar El día de la
confrontación llegó, y los dos prepararon todo lo que pudieron. Al
anochecer, la criatura apareció. Andrés y Ana sabían que había
llegado la hora, y se acercaron a ella. Cuando estaban a unos pasos,
ella empezó a decirles algo en un idioma que nadie podía entender
De repente, la criatura se volvió invisible, pero ellos la sabían allí.
Una oscuridad invadió la habitación, y el ruido se hizo más fuerte.
Luego, una pequeña luz apareció en el suelo, cerca de ellos. A
medida que la luz se hizo más grande, una figura empezó a tomar
forma El sonido creció, y la figura empezó a tomar forma humana.
Fue una mujer, que estaba llorando y se veía herida. Parecía
desorientada, y apenas podía hablar. Andrés y Ana la miraron con
preocupación, y ella finalmente dijo, "Gracias".La mujer los miró a
los ojos, y dijo, "Estos traumas que sufriste fueron demasiado
dolorosos, y yo nunca pensé que fueran a resultar en algo así. Por
favor, perdóname. Sé que esta experiencia ha sido terrible para ti".
Andrés y Ana estaban sorprendidos. La figura continuó, "Te voy a
liberar de tus traumas Aunque el trauma había dejado de estar con
él, Andrés no entendía lo que había ocurrido. La figura lo miró, y
dijo, "Todos los traumas que hemos experimentado son cosas que
podemos sanar, aunque es difícil. Pero sé que estás preparado.
Perdóname, y voy a partirme de ti" El momento fue demasiado
para Andrés. La figura, que era su madre, se acercó a él y le dijo,
"Te he perdido por mucho tiempo. Pero siempre te he querido. Sé
que has sufrido mucho, pero sé que puedes sanar". Entonces, la
figura se convirtió en una ola de luz, y Andrés notó que la ola lo
estaba purificando La luz de la figura bañaba a Andrés, y él notaba
como el amor de su madre lo purificaba. Luego, Andrés notó que la
figura se convertía en una silueta, y que se unía con una niña. El
amor de la figura y de la niña lo embargó, y Andrés se dio cuenta de
que eran sus padres y su hermana, que habían fallecido hacía
mucho tiempo Andrés, por un momento, notó el peso del dolor, y
después notó que se levantaba. La luz que había emanado de la
figura lo envolvía, y Andrés sintió una sensación de paz y de alivio
que nunca había experimentado antes. Finalmente, Andrés abrió
los ojos, y se dio cuenta de que estaba en su habitación Su esposa,
que lo había cuidado y esperado pacientemente, estaba a su lado, y
lo abrazaba con fuerza. Sus amigos, que se habían reunido para
estar con él, lo miraban con expresiones de alivio. La pequeña luz
que había visto durante su experiencia se estaba desvaneciendo,
pero el sentimiento de paz y amor seguía presente en él Mientras
lloraba, Andrés sintió que todo el amor y el dolor que llevaba
dentro se estaba liberando. Sintió como una nueva ola de paz y
esperanza se expandía en su corazón, y se dio cuenta de que había
una nueva etapa en su vida. Sintió la necesidad de comenzar una
nueva vida, una vida sin el peso del pasado "Gracias a todos", dijo
Andrés con una voz llena de amor y gratitud. "Gracias por estar
conmigo, y gracias por darme la oportunidad de sanar y comenzar
de nuevo. Ahora, tengo una oportunidad real para vivir". Y sus
amigos y su esposa lo abrazaron.
Primer capítulo
Una vida nueva
Andrés y Ana habían comenzado a conocerse en una biblioteca, donde habían
empezado a hablar sobre libros y su amor por la literatura. Muy pronto,
descubrieron que tenían mucho en común, y comenzaron a verse con
frecuencia. Con el tiempo, ambos se enamoraron, y decidieron casarse. Parecía
que tendrían un futuro lleno de felicidad y aventuras Y así lo hicieron.
Vivieron una vida llena de alegría, una vida en la que el dolor del pasado no
tenía cabida. Vivieron una vida de pasión, amor y aventuras. Y, aunque
habían pasado muchos años, Andrés y Ana nunca dejaron de sentir el amor
que se habían dado en el primer momento en que se habían visto
Está es mi historia
Andrés era un niño que se sentía solo y desafortunado. Su madre había
muerto cuando él era muy pequeño, y su padre no estaba mucho en casa.
Andrés pasaba la mayor parte del tiempo jugando solo en la calle. Pero, un
día, mientras estaba jugando, vio a una chica jugando con una pelota en la
calle. La chica se llamaba ana Andrés se acercó a la chica, y le dijo: "Hola,
¿puedo jugar con tú?" La chica sonrió, y le dijo: "Sí, por supuesto. Me llamo
Ana. Y tú eres Andrés, ¿verdad?". Andrés asintió. Y así comenzó una gran
amistad entre Andrés y ana año tras año, Andrés y Ana seguían siendo
mejores amigos. Se divertían juntos, reían juntos, y se apoyaban uno al otro
cuando las cosas eran difíciles. Y, a medida que iban creciendo, el sentimiento
de amistad se transformó en algo más. Poco a poco, Andrés se dio cuenta de
que lo que sentía por Ana era más que amistad Andrés pensaba mucho en su
madre, a la que había perdido cuando era muy pequeño. Sus recuerdos de ella
eran muy dolorosos, y a veces, le costaba dormir por las noches porque sabía
que nunca volvería a verla. A veces, Ana le ayudaba a recordar las cosas
buenas de su madre, pero también compartía sus lágrimas. Ella era su única
fuente de consuelo Pero, un día, Andrés y Ana tuvieron una terrible
discusión. Ana no le habló durante días, y Andrés se sentía triste y vacío.
Andrés intentó disculparse, pero Ana no quería escucharlo. Así que, Andrés
empezó a ir a la escuela y a las clases con un gran vacío en su corazón. Y,
aunque Andrés intentaba reír y ser feliz, no podía hacerlo Pero, una mañana,
Andrés llegó a la escuela, y se encontró con un mensaje en su escritorio. El
mensaje decía: "Andrés, me siento mal por no haber querido hablar contigo.
Quiero perdonarte. Te espero después de la escuela, frente al parque". Andrés
lo leyó y, de repente, sintió una oleada de alegría Andrés esperó afuera del
parque, y, poco después, vio a Ana acercándose a él. Se miraron, y sonrieron.
"Lo siento", dijo Andrés. "Está bien, todos cometemos errores", respondió
Ana. Y, poco a poco, Andrés y Ana volvieron a estar juntos. Pero, algo había
cambiado entre ellos, y empezaron a mirarse de otra manera Pasado un
tiempo, Andrés comenzó a ver a Ana no como una amiga, sino como una
chica especial y única. Y, poco a poco, se dio cuenta de que estaba enamorado
de ella. Pero no sabía cómo decírselo, así que, una noche, se quedó despierto
pensando en cómo lo haría Y, cuando Andrés estaba acostado, una canción
empezó a sonar en su cabeza. Era la canción de una película favorita de Ana,
y él recordó que ella solía cantarla a menudo. En aquel momento, Andrés se
dio cuenta de que tenía que decirle la verdad La mañana siguiente, Andrés se
levantó temprano, y se dirigió a una floristería. Allí, eligió una rosa roja, y la
llevó a la escuela. Después del último timbre, cuando Ana salió, Andrés se le
acercó, y le dijo: "¿Quieres acompañarme a la floristería? Quiero mostrarte
algo". Ana sonrió, y aceptó Cuando llegaron a la floristería, Andrés sacó la
rosa roja, y se la entregó a Ana. "Toma - esta rosa es para ti, y es para decirte
algo. Ana, te quiero, y creo que te quiero desde hace mucho tiempo".
Entonces, Andrés la miró a los ojos, y vio que ella también lo miraba
fijamente Sé que no soy muy bueno con las palabras - pero quiero que sepas
que te quiero, y que me hace feliz estar contigo", dijo Andrés, con una
profunda humildad. Ana le sonrió, y le dijo: "Yo también te quiero, Andrés, y
me encanta estar contigo. Gracias por ser tan especial". Entonces, ambos se
miraron a los ojos, y se sonrieron Después de ese momento, Andrés y Ana se
hicieron aún más cercanos. Pasaban mucho tiempo juntos, y compartían
muchas cosas. Y, con el tiempo, empezaron a sentir que su amor se iba
haciendo más fuerte. Y, al final, Andrés le pidió a Ana que se casara con él. Y
ella, por supuesto, aceptó Una noche, Andrés y Ana se encontraban en una
cena de la familia. Era una cena muy feliz, pero, de repente, Ana se sintió mal.
Se levantó de la mesa, y salió del comedor. Y cuando la familia se dio cuenta
de que estaba llorando, se preocuparon. Y, en ese momento, una horrible
verdad se reveló: Ana tenía un cáncer terminal Después de la noticia, todos
fueron aturdidos, y se sentían desesperados. Pero, a pesar de todo, se
quedaron unidos, y trataron de hacer todo lo posible por ayudar a Ana. Pero,
poco a poco, Ana comenzó a sentirse peor, y el cáncer la estaba debilitando.
Un día, se despertó, y se sintió más débil que nunca Ana pensó en todas las
cosas que había querido hacer en su vida, y todas las personas que había
amado. Y, en ese momento, decidió hacer algo. Con una voz débil, le pidió a
su esposo Andrés que la llevara al patio de su casa. Y allí, Andrés la colocó en
una silla, y la acompañó en su último suspiro Andrés la miró, con sus últimos
ojos llorosos, y ella le dijo: "Quiero que sepas que nuestro amor ha sido un
regalo, y que he tenido una vida maravillosa, gracias a ti. Nunca te olvidaré.
Te quiero, Andrés, y te querré siempre". Y, con esas palabras, la mano de Ana
se quedó inmóvil Andrés se quedó inmóvil, y miró al cielo. Los pájaros
volaban, y las nubes cruzaban en silencio. Y, en ese momento, Andrés sintió
que tenía que seguir viviendo, para que su esposa no se olvidara. Se quedó en
el patio, inmóvil, mirando al cielo, llorando y rezando por la mujer que había
amado Y, con el tiempo, Andrés comenzó a sanar. Se dio cuenta de que era
posible seguir adelante, aunque no fuese fácil. Su familia estaba para él, y los
recuerdos de su esposa lo ayudaban a seguir adelante. Con tiempo, y terapia,
Andrés pudo volver a sentirse feliz Y así, Andrés comenzó a escribir su
historia. Escribió sobre todas las cosas que había pasado, y las dificultades
que había afrontado. Escribió sobre la alegría y la tristeza, la lucha y la
perdida, la confusión y la esperanza. Y, a medida que escribía, Andrés sentía
que podía enfrentar su vida con nuevos ojos Al terminar su historia, Andrés
decidió que quería compartirla con el mundo. La tituló "Vida de un
dinosaurio y comenzó a buscar un editor. Lo intentó con todo el corazón, y
al final, su historia fue publicada. Y así, Andrés compartió su historia con el
mundo, para que otros pudieran aprender a sanar sus heridas "Te agradezco a
todos los que leyeron mi historia", dijo Andrés. "Espero que hayan
encontrado en ella algo que les ayude en su propia vida. Y espero que nunca
se sientan solos, ni se sientan abandonados. Sé que el dolor es difícil, pero eso
es lo que nos hace fuertes. Y, como dice el dicho, 'con el dolor, nace la
esperanza' Así, Andrés se despedía de sus lectores. Mientras hacía sus últimos
suspiros, se sentía libre, ya que había aceptado el dolor y la perdida, y había
aprendido a seguir adelante. Y, al mirar hacia el cielo, Andrés vio a su esposa
y a su familia. Y, por primera vez en años, sonrió. Y, finalmente, se sintió en
paz Así terminó la vida de Andrés, el hombre que había luchado, sobrevivido
y había aprendido a seguir adelante. Pero, su historia no terminó aquí. Su
historia seguiría, como un regalo para aquellos que la leyeran. Y, por siempre,
Andrés sería recordado como el hombre que demostró que el amor puede
sanar cualquier herida "Gracias a todos los que leyeron mi historia", dijo
Andrés. "Espero que la haya encontrado útil, y que pueda aprender algo de
ella. Y, si alguien está pasando por un momento difícil, espero que esta
historia les ofrezca esperanza y la fuerza para seguir adelante. Gracias por
todo, y hasta luego". Fin
Frases que un dinosaurio no dijo
- "No importa cuántas veces caigas, siempre puedes levantarte".
- "La peor decisión que puedes tomar es dejar de intentar".
- "Nunca dejes de creer en ti mismo. Sigue adelante y nunca dejes de
intentar".
- "Tus capacidades son más grandes que tus circunstancias".
- "La esperanza nunca se termina".
- "La tristeza no es un defecto de la naturaleza, sino una necesidad de la
naturaleza". - Aristotle
- "La tristeza es una experiencia humana inestimable y necesaria". Andrew Solomon
- "La tristeza es una necesidad, y el triste debe aprender a aceptarla y a
vivir con ella". - Thomas Moore
- "No existe ni una hora feliz que no pueda incluir la tristeza, ni una
hora triste que no pueda incluir la felicidad". - Kahlil Gibran
- "La tristeza no es el final de la historia, sino el principio de la
esperanza". - Robert Rivers
- "La tristeza es como las nubes en el cielo; no puedes ver el sol, pero
siempre está allí detrás de ellas". - Roy T.
- "La tristeza no dura toda la vida. Es una lección en camino a la
felicidad". - Paulo Coelho
- "Hay pocas cosas en la vida más tristes que el sentimiento de tristeza
sin saber por qué". - Helen Keller
- "La tristeza es la lluvia del alma que hace crecer el grano de la
sabiduría". - Arthur Penrhyn Stanley
- "La tristeza es un ciclo vital, y una vez atravesada, se convierte en una
fuente de energía". - Erich Fromm
- "La tristeza no debe ser una oscuridad, sino una flor en la que la luz se
refleja". - Sigmund Freud
- "La tristeza es una flor que, cuando es cultivada con amor,
proporciona el más bello fruto: la alegría". - Khalil Gibran
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