Uploaded by María Carolina Suarez

Informe Hepaticas

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Objetivos
Objetivo General
Conocer las principales características morfológicas de los gametofitos y esporófitos de
hepáticas.
Objetivos Específicos
Identificar las principales diferencias entre hepáticas talosas y hepáticas foliosas.
Observar las principales características morfológicas que diferencian a los gametofitos de las
hepáticas y los musgos.
Diferenciar las principales estructuras de los esporófitos de las hepáticas y los musgos.
Método
Resultados
Figura 1. Talo de Marchantia sp. a través del
estereoscopio, aumento de 3.5x.
Figura 3. Vista dorsal del talo
Flecha señala nervio medio negro, rodeado por
numerosos rizoides de color marrón pálido.
Figura 4. Vista dorsal del talo
Flecha señala numerosos rizoides y filamentos
adheridos.
Figura 5. Rayo del arquegonióforo.
Figura 6. Fase sexual de Marchantia sp.
Familia: Marchantiaceae
Género: Marchantia
Hepática talosa.
Superficie dorsal del talo con poros.
Figura 7. Filidios de Frullania sp. a través del
microscopio, aumento de 4x.
Figura 8. Filidios de Frullania sp. a través del
microscopio, aumento de 4x.
Familia: Frullaniaceae
Género: Frullania
Hepática foliosa.
Hojas bilobuladas.
Lóbulo más o menos libre del lobo, no unido
por una quilla, galeado. Coloración verde-rojiza.
Figura 4. Filidios de Plagiochila sp. a través del
estereoscopio, aumento de 3.5x.
Figura 5. Caulidio y filidios del morfotipo de la
familia Leucomiaceae a través del
estereoscopio, aumento de 3.5x.
Familia: Plagiochilaceae
Género: Plagiochila
Hepática foliosa.
Hojas alternas oblicuas.
Nervio de la base de las hojas unido tanto dorsal
como ventralmente.
Presencia de “hombros” en la base de la hoja:
porción basal extendida paralelamente al tallo
antes de la curvatura del limbo.
Familia: Leucomiaceae
Musgo.
Crecimiento pleurocárpico.
Hojas sin costa, dispuestas en varias filas
dobladas sobre un lado, falcadas (ápice curvo),
con ápice angostamente largo acuminado.
Análisis
Marchantia sp.
En la Figura 2. y 3. se observa un gran número de rizoides, en el género Marchantia
esto resulta de gran utilidad puesto que provee estabilidad ya que respecto al sustrato tienen
un ángulo de aproximadamente 90º, permitiendo al talo una mejor sujeción, además la
presencia de estos rizoides previene el colapso del gametófito que se observa en la Figura 6.
(Duckett & Ligrone 2003). Las pequeñas vellosidades que emergen de los rizoides son vitales
para evitar el rompimiento de las paredes celulares durante pérdidas de agua significativas
(Duckett et al., 2014).
El nervio medio, apreciable en la misma figura, permite a Marchantia sp. mantener
una capa de agua a lo largo de su eje ventral. El agua que se encuentre líquida o en forma de
vapor, se mueve interna y adyacentemente a este nervio y se dispersa a lo largo de los
espacios entre los rizoides bajo el talo. Esto permite prolongar el almacenamiento del agua
incluso durante épocas de sequía (McConaha, 1941). Además el nervio medio le permite
transportar el agua a mayores velocidades que a través de los rizoides, gracias el carácter
extenso y reticulado de las células que lo integran, permitiendo el paso del agua dentro del
protoplasma y fuera del protoplasma, a través de espacios intercelulares (Giordano et al.,
1989).
Como se observa en la Figura 1. los poros en la superficie dorsal de Marchantia sp.
funcionan de manera análoga a los estomas de las traqueofitas a pesar de que diverjan
levemente a nivel morfológico. A través de los poros se pierde agua a través de la
transpiración, lo cual facilita el movimiento de agua y nutrientes a través del talo
(Maier-Maercker, 1982).
En la Figura 2. se puede apreciar una epidermis con varias capas celulares y un poro
con un tipo de cresta o protuberancia alrededor. La epidermis de las hepáticas talosas
disminuye significativamente el paso de fluidos como el aire y el agua, de manera que se
hace más complejo regular la presión y por tanto el movimiento de nutrientes alrededor del
talo. Por esta razón es vital que el poro tenga una vía despejada, lograda por las crestas
divisadas en la Figura 2., a través de la cual pueda regular esta presión (Raven, 2002).
De manera conspicua el rayo del arquegonióforo de Marchantia sp. se extiende del
centro hacia la periferia en forma de dedos, visible en la Figura 5. Esta forma, además de la
textura del invólucro, le permite retener las gotas de agua a mayor escala en la región ventral
(Cao et al., 2013). La presencia de humedad resulta por ser una condición particularmente
importante para el entorno de los arquegonios puesto que hace que la adhesión de los
espermatozoides sea más fácil y eficiente (Shimamura, 2016).
Conclusiones
-
La morfología de los filidios representa el carácter básico para diferenciar un musgo
de una hepática; en la práctica fue posible distinguir el ápice agudo, propio de los
filidios de los musgos, como es el caso de la familia Leucomiaceae. La variación
morfológica de las hepáticas foliosas es evidente en los filidios de, en este caso,
Frullania y Plagiochila, lo que permite identificar a ambos morfotipos fuera del
grupo de los musgos.
-
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