Objetivos Objetivo General Conocer las principales características morfológicas de los gametofitos y esporófitos de hepáticas. Objetivos Específicos Identificar las principales diferencias entre hepáticas talosas y hepáticas foliosas. Observar las principales características morfológicas que diferencian a los gametofitos de las hepáticas y los musgos. Diferenciar las principales estructuras de los esporófitos de las hepáticas y los musgos. Método Resultados Figura 1. Talo de Marchantia sp. a través del estereoscopio, aumento de 3.5x. Figura 3. Vista dorsal del talo Flecha señala nervio medio negro, rodeado por numerosos rizoides de color marrón pálido. Figura 4. Vista dorsal del talo Flecha señala numerosos rizoides y filamentos adheridos. Figura 5. Rayo del arquegonióforo. Figura 6. Fase sexual de Marchantia sp. Familia: Marchantiaceae Género: Marchantia Hepática talosa. Superficie dorsal del talo con poros. Figura 7. Filidios de Frullania sp. a través del microscopio, aumento de 4x. Figura 8. Filidios de Frullania sp. a través del microscopio, aumento de 4x. Familia: Frullaniaceae Género: Frullania Hepática foliosa. Hojas bilobuladas. Lóbulo más o menos libre del lobo, no unido por una quilla, galeado. Coloración verde-rojiza. Figura 4. Filidios de Plagiochila sp. a través del estereoscopio, aumento de 3.5x. Figura 5. Caulidio y filidios del morfotipo de la familia Leucomiaceae a través del estereoscopio, aumento de 3.5x. Familia: Plagiochilaceae Género: Plagiochila Hepática foliosa. Hojas alternas oblicuas. Nervio de la base de las hojas unido tanto dorsal como ventralmente. Presencia de “hombros” en la base de la hoja: porción basal extendida paralelamente al tallo antes de la curvatura del limbo. Familia: Leucomiaceae Musgo. Crecimiento pleurocárpico. Hojas sin costa, dispuestas en varias filas dobladas sobre un lado, falcadas (ápice curvo), con ápice angostamente largo acuminado. Análisis Marchantia sp. En la Figura 2. y 3. se observa un gran número de rizoides, en el género Marchantia esto resulta de gran utilidad puesto que provee estabilidad ya que respecto al sustrato tienen un ángulo de aproximadamente 90º, permitiendo al talo una mejor sujeción, además la presencia de estos rizoides previene el colapso del gametófito que se observa en la Figura 6. (Duckett & Ligrone 2003). Las pequeñas vellosidades que emergen de los rizoides son vitales para evitar el rompimiento de las paredes celulares durante pérdidas de agua significativas (Duckett et al., 2014). El nervio medio, apreciable en la misma figura, permite a Marchantia sp. mantener una capa de agua a lo largo de su eje ventral. El agua que se encuentre líquida o en forma de vapor, se mueve interna y adyacentemente a este nervio y se dispersa a lo largo de los espacios entre los rizoides bajo el talo. Esto permite prolongar el almacenamiento del agua incluso durante épocas de sequía (McConaha, 1941). Además el nervio medio le permite transportar el agua a mayores velocidades que a través de los rizoides, gracias el carácter extenso y reticulado de las células que lo integran, permitiendo el paso del agua dentro del protoplasma y fuera del protoplasma, a través de espacios intercelulares (Giordano et al., 1989). Como se observa en la Figura 1. los poros en la superficie dorsal de Marchantia sp. funcionan de manera análoga a los estomas de las traqueofitas a pesar de que diverjan levemente a nivel morfológico. A través de los poros se pierde agua a través de la transpiración, lo cual facilita el movimiento de agua y nutrientes a través del talo (Maier-Maercker, 1982). En la Figura 2. se puede apreciar una epidermis con varias capas celulares y un poro con un tipo de cresta o protuberancia alrededor. La epidermis de las hepáticas talosas disminuye significativamente el paso de fluidos como el aire y el agua, de manera que se hace más complejo regular la presión y por tanto el movimiento de nutrientes alrededor del talo. Por esta razón es vital que el poro tenga una vía despejada, lograda por las crestas divisadas en la Figura 2., a través de la cual pueda regular esta presión (Raven, 2002). De manera conspicua el rayo del arquegonióforo de Marchantia sp. se extiende del centro hacia la periferia en forma de dedos, visible en la Figura 5. Esta forma, además de la textura del invólucro, le permite retener las gotas de agua a mayor escala en la región ventral (Cao et al., 2013). La presencia de humedad resulta por ser una condición particularmente importante para el entorno de los arquegonios puesto que hace que la adhesión de los espermatozoides sea más fácil y eficiente (Shimamura, 2016). Conclusiones - La morfología de los filidios representa el carácter básico para diferenciar un musgo de una hepática; en la práctica fue posible distinguir el ápice agudo, propio de los filidios de los musgos, como es el caso de la familia Leucomiaceae. La variación morfológica de las hepáticas foliosas es evidente en los filidios de, en este caso, Frullania y Plagiochila, lo que permite identificar a ambos morfotipos fuera del grupo de los musgos. - Bibliografía Cabaña, A., & Ellena, M. (2015). Guía de estudios de Briofitas. https://exa.unne.edu.ar/carreras/docs/estudio%20BRIOFITOS.pdf Cao, J. G., Wang, Q. X., Zou, H. M., Dai, X. L., & Cao, T. (2013). New observations on the morphology and structure of Marchantia polymorpha gametophores in sexual reproduction adaption. Plant. Sci. J, 31, 555-561. Duckett, J. G., & Ligrone, R. (2003). What we couldn't have done if we'd stayed in Europe: Selection and serendipity in the Southern Hemisphere. 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