Uploaded by Darío Cortez

quemaduras

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Quemaduras
Las quemaduras son un tipo concreto de lesión en los órganos próximos, producidas por la
transferencia de energía térmica, eléctrica, radiante, química o gases que destruyen las células
al coagular proteínas en su interior. La extensión de la lesión está determinada por el grado de
exposición de las células a la gente causante y por la naturaleza de esta. En general, la atención
prehospitalaria de un quemado debe tratar de alcanzar dos objetivos:
Prevención del problema.
Salvar la vida y evitar complicaciones.
Causas:
Las quemaduras pueden ser producidas por transferencia de energía en diversas formas,
incluyendo:

Quemaduras térmicas: líquidos, sólidos, gases calientes y llamas.

Quemaduras eléctricas: choque eléctrico.

Quemaduras radiantes: rayos ultravioleta, rayos X, radioactividad.

Quemaduras químicas: ácido nítrico, sulfúrico, clorhídrico, alcalis (hidróxido de
sodio y potasio), óxido de calcio, sales, trato de plata, cloruro de zinc, fósforo
blanco, mostaza.
La piel:
La piel es el órgano más grande del cuerpo, compuesta de tres planos tisulares:
1. Primer plano: la epidermis, constituye el plano más externo y está formada
completamente de células epiteliales sin vasos sanguíneos.
2. Segundo plano: la dermis, más gruesa, está formada por un marco de tejido conectivo
que contiene vasos sanguíneos, terminaciones nerviosas, glándulas sebáceas y
glándulas sudoríparas.
3. Tercer plano: la hipodermis o tejido subcutáneo, una combinación de tejido fibroso y
elástico, así como depósitos grasos, conocida también como fascias grasas
superficiales.
Los principales elementos de gravedad de las quemaduras:
Determinan la gravedad del paciente con quemaduras: la extensión y profundidad de la
quemadura junto a la edad del paciente.
Clasificación de las quemaduras:
Las quemaduras se clasifican según la cantidad de irritación o destrucción se producen en la
piel en grados:
- Grado 1 (superficiales): Las más leves, casi siempre debido a exposición solar. Se limitan a la
capa superficial de la piel, la epidermis.
- Signos: enrojecimiento, dolor al tacto, ligera hinchazón.
- Tiempo de curación: alrededor de 3 a 6 días; la capa superficial de la piel de la zona afectada
se pela en uno o dos días.
- Grado 2 (espesor parcial): Afectan las dos primeras capas de la piel, epidermis y dermis
papilar, o en su tipo más profundo, la dermis reticular. Se caracterizan por enrojecimiento,
dolor, ampollas y apariencia lustrosa debido al líquido que supura.
- Signos: enrojecimiento fuerte, dolor, ampollas, apariencia lustrosa.
- Tiempo de curación: varía según la gravedad de la quemadura.
- Grado 3 (espesor total): Penetran todo el espesor de la piel y destruyen el tejido debido a la
destrucción de las terminaciones nerviosas. Estas quemaduras son anestésicas si se destruyen
los folículos pilosubáceos y las glándulas sudoríparas, comprometiendo la capacidad de
regeneración.
- Signos: pérdida de capas de piel, lesión indolora debido a la inutilización de los nervios, piel
seca y cuero, puede parecer chamuscada o con manchas.
- Causas: fuego, contacto con objetos calientes o electricidad, exposición prolongada a
líquidos calientes.
- Tiempo de curación: depende de la gravedad, y a menudo requiere injertos de piel para
cicatrizar adecuadamente.
-
Grado 4: Afectan a todas las estructuras cutáneas y a veces a estructuras profundas como
músculos y huesos. Suelen ser el resultado de frío extremo o congelación y pueden llevar a
la necrosis y caída de las extremidades.
La regla de los nueve de Wallace.
Se utilizan para determinar la gravedad de una quemadura. La atención de urgencia depende
de la gravedad de la quemadura y puede incluir medidas como evitar que la quemadura se
extienda, calmar el dolor y prevenir el riesgo de infección
Una manera rápida y aproximada de calcular la superficie corporal quemada es la llamada regla
de los nueves. Según este método:
Se considera como Grave, toda quemadura de tercer grado, de primer o segundo grado; en
niños y ancianos si afectan más del 10% del área corporal total y en adultos si afecta más del
20% del área corporal total. También se considera quemadura de tercer grado las lesiones que
estén localizadas en la cara, cuello, genitales, manos o pies.
La cabeza corresponde a un 9% de la superficie corporal total, cada extremidad superior, otro
9%, el tronco un 18%, y el dorso otro 18%, cada extremidad inferior, un 18%, y los genitales
externos, el 1%.
¿Cómo Actuar?
En casos de quemaduras leves y poco extensas, se pueden seguir los siguientes pasos:
Enjuague el área quemada con agua fría durante 5 a 10 minutos para aliviar el dolor y luego
retire el área del agua.
Si la quemadura es de primer grado y presenta enrojecimiento y ardor en la piel, se
recomienda aplicar aceite mineral, vaselina estéril o alguna pomada especial para quemaduras.
Luego, cubra la zona con una almohadilla gruesa de gasa estéril y fijela con esparadrapo.
En caso de quemadura de segundo grado, no aplique gasas ni aceites. En su lugar, cubra el área
quemada con una almohadilla gruesa de gasa estéril y fíjela con esparadrapo.
Es importante no reventar las ampollas, ya que la piel que las cubre proporciona una
protección natural contra las infecciones. Sin embargo, si una ampolla se rompe, siga estos
pasos:
1. Lávese bien las manos con agua y jabón. Limpie también la región donde se encuentra
la ampolla.
2. Esterilice una aguja sometiéndola al calor y pinche la base de la ampolla,
comprimiéndola suavemente para expulsar su contenido líquido.
3. Limpie la herida con algodón y agua oxigenada, y luego aplique algún polvo
antiséptico.
4. Cubra la región con gasa estéril y repita la curación diariamente.
Es fundamental evitar aplicar mantequilla, margarina u otros aceites de cocina, ya que irritarán
la piel y son difíciles de quitar. Además, evite cubrir la quemadura con algodón absorbente, ya
que puede adherirse y ser difícil de retirar.
En casos de quemaduras graves de tercer grado o muy extensas
La atención se orienta a evitar que la quemadura se extienda, calmar el dolor y prevenir el
riesgo de infección y shock. Si las ropas de la víctima están ardiendo, aleje la víctima del fuego
sin permitir que corra, ya que esto aviva las llamas. Apague el fuego envolviéndolo con una
manta o abrigo, pero evite usar materiales sintéticos. Proteja especialmente la cara, cuello y
manos.
Si no dispone de una manta, haga que la víctima ruede lentamente sobre el suelo para cubrir la
cabeza. Llame a ayuda médica de inmediato.
Para protegerse de los efectos del humo, arrástrese por el suelo, ya que el aire cerca del piso
está menos contaminado. Use un pañuelo mojado para cubrir la nariz y la boca, evitando así la
inhalación de humo caliente.
Acueste a la víctima boca arriba y verifique su respiración y pulso.
Si sospecha que una quemadura es de tercer grado, no lave ni moje la región quemada. Lávese
las manos para evitar infecciones. Si la ropa está adherida, no la arranque; recórtela
cuidadosamente alrededor de la zona quemada. Cubra la cara con una almohadilla gruesa de
gasa estéril y llame a un médico o traslade al paciente de inmediato.”
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