Ética y liderazgo Chile se ha visto inmerso en una serie de casos legales en la última década que no solo han afectado negativamente a la reputación del rubro empresarial, sino que también han afectado directamente a los bolsillos y poder adquisitivo de los chilenos. Algunos de los casos más mediáticos han sido la colusión del confort, el caso de los pollo, la regulación de precios entre farmacias, caso Cascada, caso La Polar, entre otros. Al analizar estos casos, sostenemos que un factor común que pudo haber evitado el desarrollo de estos problemas, es el liderazgo ético de cada empresa. ¿Los chilenos estamos olvidando nuestros valores morales? ¿Decidimos dejar de lado nuestra conciencia social cuando realizamos negociaciones? ¿Falta liderazgo efectivo en las grandes empresas en la toma de decisiones?. La ética empresarial debe ser practicada por todos los miembros de las empresas, lo que permitirá realizar negociaciones que busquen el bien común y se logrará hacer la diferencia positiva en el mundo empresarial, desde las decisiones más pequeñas a las más importante, para evitar así aquellas que tienen grandes repercusiones en la sociedad como la colusión, soborno, estafa, entre otras. Es misión de cada organización potenciar el trabajo en equipo y colaborativo, en pro del desarrollo de la empresa y el país. “Estamos en un mundo donde el éxito individual es visto como la máxima prioridad” (Abarca, 2017, p.184). Es por esto que los equipos directivos deben establecer una cultura interna de liderazgo ético, buscar que las negociaciones encuentren el bien común y sobre todo que los colaboradores tengan responsabilidad moral, la cual según el destacado autor Goodspaster, se entiende como racionalidad y respeto (Lozano, 2011). Hacemos hincapié en que las negociaciones deben ser llevadas con liderazgo ético para que el país crezca en beneficio de los chilenos, de su bienestar, educación y calidad de vida. Sin embargo ¿qué es la ética, y qué implica ser líder efectivo? Ambos conceptos están presentes en nuestras vidas desde los inicios, y abarcan múltiples dimensiones. Para la presente discusión tomaremos la definición de ética entregada por Adela Cortina, quien sostiene que la ética empresarial se relaciona con la aplicación de los valores y normas compartidas por una sociedad pluralista y que son parte de la ética cívica (Lozano, 2011). Pese a que la ética se rige por lo que socialmente se espera a partir de las normas y leyes, cuando lo llevamos al marco de la negociación laboral suele tener una delgada línea entre lo que es éticamente correcto y lo que no, y de qué forma el líder debe negociar por el bien de la empresa y sus colaboradores. Las empresas realizan negociaciones constantemente y deben tomar decisiones a partir de estas, por esto la ética de los líderes es vital para lograr negociaciones que logren el bien común y hacer la diferencia positiva en el mundo empresarial. Por su parte, el concepto de “liderazgo efectivo” involucra múltiples aristas, y los autores Abarca y Majluf (2019) determinan que la mejor forma de describir a un líder es a través de la perspicacia y la sensatez. El primer concepto apunta a un líder sagaz, astuto, intuitivo que es capaz de percibir correctamente el contexto y la situación en que se encuentra, y la palabra sensatez define a un líder prudente, reflexivo y responsable en su forma de actuar. Teniendo claros ambos conceptos, sostenemos que la base de toda empresa debe ser el liderazgo efectivo y que toda negociación se debe realizar bajo normas éticas. La negociación está dada por la conducta ética de cada persona y esta a su vez es parte vital de la identidad (Abarca, 2017). Cada cultura tiene sus códigos de negociación, por lo que el criterio puede cambiar entre un país y otro (Abarca, 2017). Para este ensayo nos referiremos al marco nacional, considerando los criterios sociales establecidos y las leyes, las cuales son el estándar mínimo a cumplir (Shell, 2000). Al decidir ser éticamente correcto, se debe estar dispuesto a pagar un costo mayor por mantener una postura firme (Shell, 2000). Dicho esto, la reputación empresarial y la personalidad de los negociadores juegan un rol fundamental. Abarca (2017) sostiene que la personalidad de un individuo es una variable clave al momento de negociar y lograr un acuerdo satisfactorio. Cada persona es distinta y el criterio varía, por lo que se debe trabajar en torno a inculcar la ética en la negociación de cada colaborador de la organización, de esta forma la cultura empresarial se vivirá en todos los niveles de la organización. Así se logrará que el concepto de liderazgo no solo se aplique en los altos cargos, sino que todo colaborador puede ser líder dentro y fuera de la organización, y así permear fuera de su trabajo, logrando inculcar la ética en su localidad, barrio y comunidad. Ya que la capacidad de negociación no solo depende del factor personalidad, se pueden desarrollar habilidades claves, y aquí juega un rol fundamental el líder dentro de cada equipo de la organización. Los integrantes de un equipo deben ser entrenados para lograr habilidades de persuasión, asertividad, habilidades blandas e interpersonales, actitud positiva, empatía, confianza en sí mismo, entre otros. La preparación y estrategia previa a la negociación empresarial liderada por el jefe de equipo es vital para no actuar sobre datos limitados, y así lograr analizar todas las posibles situaciones y pensar cuales serían las decisiones más seguras de la contraparte. Cabe destacar que una negociación no es fija, por lo que al evolucionar y mutar, el equipo debe ser capaz de enfrentarse a todas las posibles situaciones y así evitar actuar por falta de información o sesgos (Abarca, 2017). Hay empresas que tienen líderes negativos, quienes en vez de fomentar la negociación para el bien común de las partes involucradas, solo buscan el beneficio propio dejando de lado la ética. Así fue el caso de La Polar y sus prácticas abusivas denunciadas en el 2010. Los altos cargos de la empresa capacitaron a sus colaboradores para que repactaran las deudas que tenían sus clientes, pero sin darles oportunidad de negociar y en la mayoría de los casos sin informarles. Las repactaciones de los montos eran con tasas de interés abusivas lo que encarecerían excesivamente la deuda y los obligaban a pagar según las cuotas otorgadas por la casa comercial (Sitio oficial Sernac, 2011) ¿Dónde quedó la negociación y la ética en este caso? En conclusión, no solo basta con capacitar a los equipos para desarrollar habilidades en la negociación, se debe invertir capital humano y económico en educar hacia la ética, sus normas y criterios. Las empresas chilenas necesitan de líderes efectivos y con criterios éticos para lograr su crecimiento económico y social de forma sustentable en el tiempo. Estos líderes deben ser capaces de guiar equipos de forma colaborativa, apoyar las negociaciones y buscar el crecimiento responsable de las áreas a cargo. Bibliografía Abarca, N. (2017). Negociación Inteligente, Ediciones el Mercurio. Lozano, J. (2011). Qué es la ética empresarial, Miguel Osset Hernández. Majluf, N. & Abarca, N. (2019) Liderazgo Efectivo, Ediciones El mercurio. Shell, G. (2000). Bargaining for advantage, Penguin Books. Chile. Servicio nacional del consumidor, Sernac. (2011). Cronología del caso la Polar. Recuperado de https://www.sernac.cl/portal/604/w3-article-3028.html