La cualidad armoniosa de la vis natura medicatrix: estudio biomagnético de los llamados "chakras" Antoni Tribó (médico naturista y acupuntor_) Inmaculada Nogués (médica naturista) The harmonious quality of vis natura medica­ trix. A biomagnetic approach to chakras. TRI­ BO A. NOGUES I. Keywords: chakras, biorresonance, sound, light, traditional medicine English Abstract: An experimental approach to energetic centers known in the samskrit tradition ás chakras. The authors use in this INTRODUCCIÓN En el presente trabajo hemos intentado estudiar una parte de los principios de la tradición sánscrita de la India: los llama­ dos chakras o centros energéticos. Para abordar este estudio, proponemos la apli­ cación de técnicas de biorresonancia, que puedan detectar fenómenos de resonan. cía entre dichos centros y las frecuencias musicales. El método de trabajo que hemos se­ guido en este estudio ha consistido en: 1 ) Lectura previa del nivel energético en los siete loci supuestamente relacio­ nados con los siete chakras de la tradi­ ción sánscrita, a fin de obtener una medi­ da en línea de base de su actividad. Estos loci son: l . Articulación sacrocoxígea (SC) 2.Articulación lumbo-sacra (LS-Sl ) 3.Articulación entre segunda y tercera lumbar (L2-L3) 4. Articulación entre quinta y octava dorsal (D5-D8 ) 5.Articulación entre tercera y quinta cervical (C3-C5) 6.Entrecejo 7. Coronilla del cráneo que supuestamente se corresponden, res­ pectivamente, con los siete chakras o centros energéticos citados en diversas obras de la tradición sánscrita de la India (Upanishads menores, Puranas, obras tán­ tricas y yóguicas, etc.): experiment a diapasons set and a biorresonan­ ce device. The work thesis is: When we apply a determinated sound in those loci conespon­ ding with chakras, it will produce a change in the vibrational value registered. There are two variables here: 1) the independent one, or the application of the diapason sound in the loci of chakras, 2) the dependent variable, or the elec- 1 . Chakra base 2. Chakra hepático 3. Chakra solar 4. Chakra cardíaco 5. Chakra laríngeo 6. Chakra frontal 7. Chakra coronario 2) Aplicación de las frecuencias vi­ bratorias de la 1 • octava musical median­ te distintos diapasones en los loci men­ cionados. 3) Lectura del nivel energético de los loci tras el tratamiento. EL PASO DEL MITO AL LOGOS Desde el origen de la humanidad la me­ dicina estuvo rodeada del halo de lo mítico, mágico-religioso e irracional. Pero en la historia de la medicina occi­ dental se produjo un paso decisivo en el siglo VI a.C. con Pitágoras. Con él se produjo el paso firme del mito al logos. Ese paso de lo mítico e inacional a lo lógico y racional propició un acerca­ miento entre lo racional-matemático y lo intuitivo-filosófico. De ese modo el pita­ gorismo contribuiría notablemente a la formación del racionalismo occidental. El pitagorismo filosófico-matemático definió una filosofía de la Naturaleza: "Todo es número". Este principio es el resultado de una amplia analogía: así como las constelaciones celestes son com- NATURA MEDICATRIX n.º 50 Primavera 1998 tromagnetic oscilation coming from those loci, registered with the biorresonance deviée. From an association of chakras and musical scale, the authors expect to find a conelation between applied diapason sounds and registe­ red vibrational values. But this conelation is not found in this work, perhaps because the bion·esonance device is not reliable enough. binaciones numéricas que reciben una interpretación figurada (por ejemplo la Osa Mayor), las demás cosas son tam­ bién figuras susceptibles de interpreta­ ción numérica. Pitágoras relacionó también las pro­ porciones y las armonías de los sonidos musicales y vió que eran reflejo de los esquemas que existen por doquier en la Naturaleza.Así estudió la armonía o unión (harmós) de las diferentes notas musica­ les de un instrumento llamado monocor­ dio (IJ_ Meditando y experimentando con el monocordio, Pitágoras exploró los ar­ mónicos. Pero aún pudo adentrarse más y descubrir como los objetos y los seres de la Naturaleza guardaban unas propor­ ciones matemáticas, armoniosas. Estaba explorando lo que los griegos llamaban Physis o Naturaleza Universal, y descu­ briendo la cualidad armoniosa de aquel principio radical y unitario, que subyacía en las «physies» o naturalezas particula­ res. Según los médicos griegos antiguos, la Physis Universal es unitaria, fecunda, armoniosa (kósmos), soberana e impere­ cedera (por tanto divina). Estos conceptos pasan más tarde al patrimonio cultural de Roma, y son reco­ gidos por los médicos romanos (Celso, Galeno, Asclepíades). Pero tras la caída del Imperio, esta visión se pierde en el mundo occidental; sin embargo pervive 5 en Medio Oriente. Los árabes la reintro­ ducirán por España en tiempos de la escuela de Córdoba. Por aquel entonces la enseñanza im­ partida en el mundo árabe se basaba en cuatro disciplinas, el Cuadridium, de ca­ rácter eminentemente matemático: Arit­ mética, Geometría, Música y Astrono­ mía. En cambio en el mundo occidental esas disciplinas eran desconocidas; la enseñanza tenía un carácter básicamente literario: el Tridium, que constaba de Gramática, Retórica y Dialéctica. Así pues, el mundo árabe medieval conservó una visión del mundo más próxi­ ma al logos de Pitágoras. Los árabes entendieron que la Música es el teorema de Pitágoras; frecuencias y números te­ nían para ellos el mismo significado. Pero en el siglo X, un monje benedic­ tino francés llamado Gerbert d'Aurillac, que llegaría a ser Papa con el nombre de Silvestre II, estudiará en Vic, al norte de Cataluña, el Tridium occidental y el Cua­ dridium o las cuatro vías de los árabes. A partir de este Papa se producirá en el mundo cristiano la unión cultural de las dos concepciones, lo que supuso un gran salto en la Historia, una especie de nuevo acercamiento entre el mito y el logos, entre una concepción más mítica (la tra­ dición literaria) y una concepción más lógica (la tradición matemática). Desde entonces la música volvió a formar parte del patrimonio cultural de Occidente. La música, como secuencia de frecuencias que es, puede ser cuantifi­ cada y medida, y actúa en el ser humano de varias maneras: -promoviendo sentimientos, emocio­ nes y respuestas subjetivas, que son difí­ cilmente encuadrables en un contexto objetivable y científico, -provocando respuestas neurales y del sistema nervioso autónomo. Creemos por tanto que la música es un elemento adecuado para el estudio que nos proponemos hacer. DEFINICIONES YCONCEPTOS La música es vibración, oscilación, fre­ cuencia. Pero también lo es la luz, el color. La longitud de onda (o ciclo), se defi­ ne como la distancia entre los mismos puntos de dos ondas sucesivas. Se repre­ senta con la letra A (landa), y la fórmula matemática que la define es: e = A· t (el espacio es igual a landa por el tiempo) Para que un objeto produzca sonido, debe vibrar, es decir, moverse de un lado 6 a otro; cada movimiento completo cons­ tituye una onda sonora. La cuerda de una guitarra, o los brazos de un diapasón, vibran varios centenares de ciclos por segundo; el número de ciclos por segun­ do constituye la frecuencia. En un diapasón, la frecuencia guarda relación con la nota musical que produce éste al vibrar. La frecuencia de una onda, ya sea sonora, luminosa o de otra clase, se mide en hercios (Hz). Un hercio equivale a una vibración por segundo. Cuantas más vibraciones por segundo tiene un sonido, más agudo es. Al repre­ sentar gráficamente los sonidos, los más agudos aparecen en forma de ondas más apretadas entre sí que los sonidos graves . Esto quiere decir que la longitud de onda en un sonido agudo es más corta que en un sonido grave, y por tanto, su frecuen­ cia mayor: frecuencia y longitud de onda guardan entre sí una proporcionalidad inversa: cuanto mayor es la frecuencia, menor es la longitud de onda. ONDAS SONORAS YCHAKRAS El espectro de las longitudes de onda, ya sean ondas naturales o producidas por el hombre, es de una gran variedad. Desde las larguísimas ondas de radio, cuya lon­ gitud es de varios kilómetros, a los rayos gamma, cuyas ondas sólo miden algunas decenas de nanómetros. Las ondas de la luz visible se encuentran entre las más pequeñas de todo el espectro: sólo miden algunos centenares de nanómetros. He aquí, medida en nanómetros (l nanóme­ tro: I0-9 m), la longitud de onda de los diferentes colores: 760-630 n m Roj o : Naranja: 630-600 nm Amarillo: 600-570 nm Amarillo-verdoso: 570-550 nm 550-520 nm Verde: Verde-azulado: 520-500 nm Azul: 500-450 nm Violeta: 450-380 nm Con longitudes de onda tan pequeñas, hay que esperar que la frecuencia de las ondas luminosas sea muy alta. Y en efec­ to, así es. La frecuencia de los diferentes colores del espectro de la luz visible, tiene los siguientes valores en hercios o ciclos por segundo: Rojo: 4,23 1 014 Hz Naranj a: 4,83 1 014 Hz Amarillo: 5,25 1 014 Hz Verde: 5 ,76 1 014 Hz Azul: 6,39 · 1 014 Hz Violeta: 7,32 1 0 14 Hz · · · · · NATURA MEDICATRIX n.� 50 Primavera 1998 ONDAS LUMINOSAS YCHAKRAS Ciertos autores occidentales hacen co­ rresponder los diferentes colores de la luz visible con los diferentes chakras. Esa correspondencia sería la siguiente: 1) Chakra base, Muladhara: rojo 2) Chakra hepático, Swadhistana: naranja 3) Chakra solar, Manipura: amarillo 4) Chakra cardiaco, Anahata: verde 5) Chakra laríngeo, Visuddha: azul 6) Chakra frontal, Ajna: índigo 7) Chakra coronario, Sahasrara: púrpura. Según esa correspondencia la vibra­ ción de cada chakra estaría teóricamente en consonancia con la del color asociado: el chakra base tendría la frecuencia más baj a, y el chakra coronario la más alta. Sin embargo la tradición sánscrita de la India no hace corresponder los siete chakras con los siete colores del arco iris. Esta correspondencia es atribuida sólo por algunos autores contemporáneos oc­ cidentales. Según los textos clásicos, los colores correspondientes a cada chakra serían los siguientes, bien entendido que se tra­ taría de colores perceptibles a nivel psí­ quico, no físico, razón por la cual las frecuencias de vibración no habrían de coincidir necesariamente con las del es­ pectro de la luz visible: 1) Muladhara: amarillo. 2) Swadhistana: blanco. 3) Manipura: rojo. 4) Anahata: rojo dorado. 5) Visuddha: blanco. 6) Ajna: oro. 7) Sahasrara: blanco ópalo. No obstante el presente estudio lo hemos basado en la hipótesis de esos autores occidentales que asocia los siete chakras respectivamente con los siete colores del espectro de la luz visible. Por ello, al iniciar nuestro estudio nos planteamos trabaj ar con instrumentos físicos capa­ ces de producir una vibración en la gama de la luz visible, como los aparatos de radiación láser. Pero nos pareció que sería mucho más accesible, debido a los medios disponibles, trabaj ar con frecuen­ cias sonoras y no luminosas. Suponíamos que debía de existir una correlación entre las frecuencias lumino­ sas y las frecuencias sonoras, como las producidas por los diapasones musica­ les, y tratamos de indagar, mediante cálcu­ los matemáticos, sobre esta suposición. (El sonido tiene una frecuencia de vibración de entre 32 Hz y 1 6.384 Hz. Por su parte la luz visible vibra con frecuencias comprendidas entre: 28 1 .4 74.976. 7 1 0.656 Hz y.l. 1 25. 899.906. 842.624 Hz). Veamos : L a frecuencia de vibración d e los diapa­ sones de la primera octava es: Do: 261 ,62 Hz Re: 293,6 7Hz Mi: 329,63 Hz Fa: 349,23 Hz Sol: 392,00 Hz La: 440,00 Hz Si: 493 ,88 Hz Do (2." octava) : 523 ,25 Hz Observamos que los cocientes respecti­ vos onda luminosa/onda sonora guarda­ ban entre sí cierto grado de relación. Al dividir la frecuencia de los colores por la de las notas musicales obteníamos una secuencia proporcional de valores: Rojo/Do = 1 ,6 1 . 1 012 Naranja/Re= 1 ,64 . 1 012 Amarillo/Mi =1 ,59 . 1 012 Verde/Fa = 1 ,64 . 1 012 Y así sucesivamente. Cuando relacionábamos cada uno de los colores con cada una de las notas, pero omitiendo la primera nota (Do), obteníamos otra secuencia proporcional distinta: Rojo 1 Re = 1 ,44 . 1 0 12 Naranja 1 Mi = 1 ,46 . 1 012 1 ,50 1 012 Amarillo 1 Fa = Etcétera. Y cuando relacionábamos cada uno de los colores con cada una de las notas, . pero omitiendo las tres primeras notas (Do, Re y Mi), obteníamos de nuevo otra secuencia proporcional: Rojo/Sol= 1 ,07 . 1 012 Naranja/La= 1 ,09 1 012 Amarillo 1 Si = 1 ,06 . 1 012 Verde 1 Do= 1 , 1 0 . 1 012 · · Parecía existir pues una relación entre longitudes de onda del espectro lumino­ so y longitudes de onda de la escala musical, y consideramos que en nuestro estudio sobre los chakras podíamos ope­ rar con cualquiera de las dos ·clases de ondas. Elegimos pues las ondas sonoras.Para acometer este trabaj o necesitába­ mos conocer las leyes de la resonancia, .puesto que si operábamos con dos siste­ mas, el emisor (diapasón) y el receptor (cuerpo humano) esperando obtener unos resultados hipotéticos, éstos tendrían que producirse de acuerdo con tales leyes. Según las leyes de la resonancia: "Un sistema que pueda vibrar con una fre­ cuencia determinada, oscila con una amplitud que puede llegar a hacerse muy grande cuando se le comunican unos impulsos periódicos cuya frecuencia está muy próxima a la del sistema". Así dedu­ cimos que para que pueda haber resonan­ cia, las oscilaciones deben ser iguales o similares. Los cocientes obtenidos al relacionar las frecuencias de la luz con las del soni­ do podían cumplir este requisito. Y si queríamos aplicar estos conceptos a unas hipotéticas estructuras energéticas osci­ lantes en el organismo humano llamadas chakras, entendíamos que el cuerpo hu­ mano podría actuar como una verdadera caja de resonancia, cuando incidiesen frecuencias iguales o parecidas. La coos­ cilación así producida tendría el llamado efecto de resonancia. Sólo se producirían efectos en el orga­ nismo al aplicar una frecuencia sonora determinada; es decir, cuando se produ­ jese verdadera resonancia. Para compren­ der mej or el efecto de resonancia, pode­ mos poner como ejemplo un columpio. Solamente tomará un movimiento de am­ plitud cuando se le comuniquen impul­ sos que concuerden con sus propias osci­ laciones. Este sería un ejemplo de reso­ nancia mecánica. Otro ejemplo de resonancia, en este caso acústica, sería el de la campana. Su vibración ganará intensidad solamente­ cuando se le haga vibrar con un impulso que concuerde con su propia oscilación. También hay resonancia acústica cuan­ do se emite una vocal ante las cuerdas de un piano que tiene la tapa levantada: las cuerdas que corresponden a la frecuencia del sonido emitido empiezan a vibrar por resonancia, lo que puede comprobarse con el tacto (2). Según la Biorresonancia, la enferme­ dad no es comprendida en un sentido bioquímico, sino por una vía unida a las Representación de los chakras (en sánscrito: rue­ das, torbellinos). Los tres situados bajo el diafrag­ ma forman una unidad funcional vegetativo-ins­ tintiva: la personalidad animaL Los tres situados por encima forman una trilogía afectivo-mental; la personalidad humana y consciente. El chakra superior no suele estar activo. Los armónicos Como ya Pitágoras estableciera, los ar­ mónicos se producen al duplicar la fre­ cuencia; o sea, cuando la longitud de onda es la mitad de la nota original. Cuando la frecuencia es cuatro veces mayor que la nota original, la longitud de onda es entonces de un cuaíto de la nota original. Esto constituye la base de la ley de las octavas, que pone de manifiesto la integración de la música dentro de las leyes de proporción y simetría (3). VIBRACIÓN, MÚSICA Y ENERGÍA En el presente estudio sobre los fenóme­ nos de biorresonancia citaremos a auto­ res en cuyas obras hemos hallado los indicios que buscábamos para nuestro trabajo: B. KóHLER, H. BRüGEMANN, ÜLIVIA 0RWHURST-MADDOCK y JOAQUÍN ZAMACOIS (véase bibliografía al final). NATURA MEDICATRIX n.• 50 Primavera 1998 7 ciencias físicas: una enfermedad nace de una perturbación de los campos electro­ magnéticos de la célula. Tal perturba­ ción hace que sobrevenga un desorden, una incoherencia. En palabras de Brüge­ mann (op. cit., pág. 29): "Una terapia que restaure la coheren­ cia debería restablecer la organización de las señales luminosas. En Física, la coherencia implica que las señales no sean distribuidas siguiendo las leyes del azar, sino que la coherencia implica igual­ mente que una parte cualquiera de un ·todo sea portadora de la información de conjunto de ese todo. La célula hepática por ejemplo, cumple su función especia­ lizada como célula hepática, pero tam­ bién trabaja al mismo tiempo para el cuerpo entero. Contiene en su núcleo celular, la información genética comple­ ta: es coherente. Las señales luminosas almacenadas en las células pueden haber perdido su coherencia por diversas influencias exte­ riores: venenos, productos químicos, vi­ rus, etc., que tienen la propiedad de per­ turbar el tipo original de oscilaciones del individuo. Esta perturbación, a su vez· , puede contrariar la organización de los campos fotónicos en el cuerpo humano". POPP ha demostrado que la célula es capaz de absorber y emitir fotones de luz (o energía) a través de su ADN. Estos fotones se emiten en forma de radiación coherente codificada, que garantiza el control de muchas funciones en la célula. Sostiene que las reacciones químicas enzimáticas serían demasiado lentas si no fueran mediadas por un control de tipo energético, puesto que en cada célu­ la se producen entre 30.000 y 1 00.000 reacciones químicas por segundo, me­ diadas por 3 .000 reacciones enzimáticas. Según Kohler (op. cit., págs, 64 y 84): "Popp demostró que los procesos meta­ bólicos están codificados en el ADN, que los controla a través de impulsos cohe­ rentes de fotones. Desde aquí se efectúa en última instancia también el control rítmico, actuando la doble hélice como . receptor y emisor para oscilaciones co­ herentes". La intensidad de estos impulsos fotó­ nicos es extremadamente débil; aproxi­ madamente 1 018 veces más débil que la de la luz del día. ¿Cómo es posible que campos tan débiles, más débiles que mu­ chas señales perturbadoras que recibi­ mos actualmente procedentes del entor­ no, tengan efectos sobre el organismo? La explicación obedece a que: a) son señales periódicas de frecuen­ cia perfectamente definida; por ello ejer- 8 cen un efecto superior al de una mezcla confusa de señales parásitas. b) aunque son campos magnéticos dé- · biles, son ricos en armónicos superiores. Estas radiaciones fotónicas emitidas por las células se pueden detectar gracias al Fotomultiplicador (Brügemann, pág. 33). Y también se ha comprobado que son emitidas en forma de impulsos, aun­ que, como ya se ha dicho, con una inten­ sidad extremadamente débil. En B iorresonancia existe el llamado principio fonocromático del cuerpo hu­ mano, según el cual los transmisores universales de información biológica son los solitones. Los solitones son emisio­ nes ultrafinas o ultradébiles de radiación electromagnética. Están formados por las colisiones o interacciones del movi- NATURA MEDICATRIX n.• 50 Primavera 1998 miento browniano con los electrones y con los fotones. El movimiento browniano viene de­ terminado por una onda longitudinal, tam­ bién llamada oscilación del plasma, que se define como: "movimientos irregula­ res ejercidos en los líquidos por partícu­ las materiales de menos de 0,2 micras". Este fenómeno se explica como efecto de los choques que cada partícula recibe de las moléculas del líquido en virtud de la teoría cinética de la materia. Las partículas más voluminosas, al tener mayor inercia, no participan visi­ blemente de este movimiento, que se observa con el ultramicroscopio, y que constituye una de las características de los cuerpos en estado coloidal. Esta onda longitudinal o movimiento browniano, al encontrarse con electro­ nes, produce la desintegración de éstos, y el resultado es una liberación deJonones (cuantos de sonido, o radiación de Ze­ renkov). Cuando interacciona con los fotones (cuantos de luz), que también se produ­ cen en la desintegración de los electro­ nes, aparecen las oscilaciones denomi­ nadas s'olitones. Los solitones se componen pues de cuantos de luz y cuantos de sonido. A través del organismo humano se tran smi­ ten casi sin resistencia, y ejercen un con­ trol en la transmisión de la información. Según FRóLICH, el sistema nervioso, por su escasa resistencia, es portador de las ondas de los solitones, que son de alta coherencia, y dan lugar a una transmi­ sión de información electromagnética por todo el organismo. Estos y otros fenómenos, sobre todo los relativos a la luz, son estudiados cien­ tíficamente por diversos investigadores en varias instituciones. Pero el estudio que presentamos en este trabajo ha sido realizado con medios no excesivamente sofisticados : un conjunto de diapasones y un aparato de biorresonancia. La tradición sánscrita de la India coin­ cide con los estudios hechos en Biorreso­ nancia en muchos aspectos, y uno de ellos es la posibilidad de que a través de la emisión de oscilaciones sonoras diri­ gidas al organismo, puede haber cam­ bios en su sistema. Olivia Dewhurst­ Maddock (pág. 1 6) apunta que: "El tipo de energía que poseen los objetos o las sustancias que se mueven, se llama ener­ gia cinética. El sonido es de este tipo. Si se convierte en energía calórica toda la energía sonora que produce una multitud de espectadore� al gritar y aplaudir en un gran espectáculo deportivo, apenas bas­ taría para hervir el agua suficiente para hacer una taza de café. Pero un potente haz de sonido, puede triturar un cálculo". Parecería que el sonido apenas puede ejercer alguna influencia; sin embargo gracias al efecto de resonancia aquella puede incrementarse cuando hay coherencia, y detectarse por aparatos muy sensibles, como el amplificador de luz residual con pantalla de luz fluorescente, que permite ver emisiones fotónicas. El fenómeno de resonancia es funda­ mental para la curación para los especia­ listas en Biorresonancia. Cuando las on­ das, sean sonoras o luminosas, entran en el cuerpo humano, se producen por sim­ patía vibraciones de sus células vivas que ayudan a restaurar y a reforzar la organi­ zación saludable. Equipo utilizado en el experimento: dos juegos de diapasones (aquí aparece uno), y un aparato de biorresonancia LUZ, COLOR Y SONIDO · Hemos intentado mostrar que las fre­ cuencias oscilatorias del sonido y la luz pueden estar relacionados. Detengámo­ nos ahora en mirar más de cerca estas relaciones entre frecuencias luminosas y frecuencias sonoras, a fin de comprender su interacción con el cuerpo humano. Ello supondrá una orientación útil para nuestro trabajo de investigación. Kohler (pág. 1 8) apunta: "La absor­ ción de energía supone transformación de las oscilaciones existentes en gamas de frecuencias superiores, y con ello la posibilidad de que haya cambios. Los sistemas oscilantes están sujetos a las leyes de armónicos de la música". Según el mismo autor (pág. 1 39): "Con los colores y los sonidos se cubre todo el espectro de frecuencias del orga­ nismo que va de menos de 1 Hz hasta 1 018 Hz". Y según Brügemann (pág. 1 7): "Hay una interacción recíproca entre los rayos luminosos débiles y los sistemas biológi­ cos ( ... ) Los organismos celulares vivos NATURA MEDICATRIX n.• 50 Primavera 1998 son capaces de almacenar luz (fotones) y de irradiarlos; esta luz asegura la regula­ ción de los mecanismos vitales. Cuando estos procesos no funcionan correcta­ mente, el organismo enferma ( . . . ).Los fotones son corpúsculos de luz. Se designa bajo el término bio-foto­ nes a los corpúsculos de luz que han sido descubiertos en las células vivientes de las plantas, de los animales o de los seres humanos, en todo lo que denominamos sistemas biológicos ( . . . ) La emisiónfotónica es el envío, la expulsión de estas partículas de luz. Un reservorio de fotones es un sistema (en este caso una célula) que, de alguna ma­ nera, capta la luz y puede restituirla des­ pués de un tiempo determinado". En 1 982, en el Instituto Max Planck, Heidelberg, Popp y Beetz hicieron visi­ bles estos biofotones en una pantalla de televisión por medio de un amplificador de luz residual con pantalla fluorescente. Por ejemplo, en el berro se manifiesta una fluctuación periódica de luz, en un fotomultiplicador que permite medir can­ tidades de luz por adición de fotones. De 9 1ft> -- Tabla 11. GRUPO B Tabla l. GRUPO A V.l. durante 30� en la coronilla del cráneo: V.O. pre-test Vl V.O. post-test OIFER. Sujeto 1 86, 89, 89 86, 86, 88 86, 88, 86 o h1 1 d1 89, 91 , 92 92, 92, 92 90, 89, 88 +3 +4 +2 80, 86, 89 84, 88, 89 82, 82, 86 h1 a1 d1 88, 89, 90 94, 93, 93 90, 90, .?.1. +1 +4 +5 h1 90, 92, 93 86, 87, 90 . a 1 d1 94, 96, 97 92, 93, 93 89, 90, 90 95, 95, 95 = -2 h1 o 1 d1 70, 74, 74 66, 70, 74 65, 62, 70 +4 -4 -6 Sujeto 2 Sujeto 3 Sujeto�4 66, 72, 70 74, 78, 87 78, 75, 76 PUNTOS Sujeto 1 Sujeto2 C3-C5 D5- D8 l2-l3 l5·S1 S.·Cox. = 52,54,ª-4 68)0)2 68)2,74 70)0)2 70)0)0 52,48,4Q 68)0,74 72,72)4 74)4)6 74)4)5 V.O. pre·tesl Vl V.O. post-test OIFER. Sujeto 1 85, 85, 85 86, 86, 88 86, 86, 86 86, 87, 87 c2 h1 o 1 d1 82, 82, 82 86, 86, 86 88, 89, � 88, 89, 2Q Sujeto 2 9 1 , 90, 90 90, 92, 92 92, 92, 95 90, 9 1 , .?J. c2 h1 o 1 d1 93, 93, � 94, 94, � 95, 95, 22 92, 94, � SUJETO PUNTO V.O. Sujeto 1 (C3-C5) 54 Sujeto 2 (C3-C5) 46 +4 +2 = +3 82, 90, 90 9 1 , 91 , 90 89, 89, 89 94, 94, � e2 h1 a1 d1 84, 84, 84 89, 89, 89 87, 87, 86 93, 94, � -6 -1 -3 +1 · Sujeto 4 9 1 , 9 1 , 2f 90, 90, 9 1 88, 88, 88 87, 88, 88 e 2 90, 90, � h 1 90, 92, 2f a 1 84, 84, � d 1 86, 87, 2Q -3 +1 -4 t2 estos hallazgos se concluye que las fre­ cuencias de oscilación ponen en movi­ miento resonadores luminosos acopla­ dos. Al referirse a los resonadores, Bruge­ mann (pág. 40) señala: "Resonador: se le llama a la facultad de almacenar ondas electromagnéticas, o al tiempo durante el cual una onda queda almacenada sin que ella se libere. O cuánto tiempo será pre­ ciso para que esta onda salga de la cavi­ dad. Se aproxima así a la concepción de la calidad de un resonador. La calidad de un resonador es igual a la duración de vida de la onda en el almacén, dividida por el tiempo que esta onda tarda en hacer una vez el trayecto de ida y vuelta. Para medir la calidad de un resonador, se envía la luz o una onda electromagnética y se mide el tiempo durante el cual la conserva, antes de restituirla". El musicólogo Zamacois (op. cit., tomo 10 . -3 -2 +3 +3 Sujeto 3 Sujeto4 74)0,70 66,66,M 80,82,84 74)4,68 82,82,76 74}2,64 50,56,ªº 66}0,70 74}4,74 80,80,82 V. l. en el punto en el cual se observa un valor menor: V.l. durante 30� en la articulación sacra·coxígea: SUJETO Sujeto3 Corona 70)4,74 70,68)0 66)4,76 62,62)0 Entrecejo 54,58,56 72)6)6 66)0,74 78}8180 i . . 1) V.O. en 7 puntos tomando el que refleja medida más baja: Medida de la V. O. en todos los puntos: SUJETO . . Tabla 111. GRUPO C Sujeto 3 (D5·D8) 64 V.l. · (D5·D8) 50 OIFER. e1 d1 e 1 f1 g1 o 1 h1 60, 68, 68 52, 56, 54 58, 60, 62 58, 62, 62 56, 60, 60 54, 56, 58 48, 64, 62 t14 e1 d1 e 1 f1 g1 a1 h1 68, 66, 64 68, 68; 68 60, 66, 68 68, 66, 72 66, 66, 66 58, 50, 50 68, 66; 66 t18 + 22 + 22 + 26 t 20 +4 + 20 e1 1 f1 g1 a1 h1 82, 80, 76 74, 80, 72 70, 76, 78 82, 80, ªº 80, 82, 86 82, 82, 80 82, 84, 78 +1 2 +8 + 14 + 16 + 20 + 16 + 14 e1 d1 e1 f1 g 1 o 1 h1 72, 70, 70 74, 74, 74 74, 72, 72 80, 80, 78 80, 80, 80 78, 80, 82 78, 76, 78 +20 + 24 + 22 + 28 + 30 + 32 + 28 d1 e Sujeto 4 V.O. post. = +8 +8 +6 +4 +8 2, pág. 1 90) afirma acerca de los resona­ dores : «Por medio de ellos proporcionó Helmhotz el medio de comprobar los armónicos de un sonido fundamental. Se hace vibrar cualquier cuerpo sonoro y se introduce en el oido uno de los resonado­ res de la máquina. Si la nota conforme a la cual el mismo está afinado, es alguno de los armónicos de dicho sonido funda­ mental, aquel lo amplía, y el armónico se oye clarísimo. En el caso contrario, el resonador permanece mudo. Repitiendo la operación cada vez con un resonador afinado con arreglo a distinta nota, se van obteniendo todos los armónicos que pro­ duce el sonido fundamental elegido». La definición que se hace en Acústica de lo que es un resonador, es la siguiente NATURA MEDICATRIX n.• 50 Primavera 1998 PUNTOS Sujeto 1 Sujeto 2 Sujeto 3 Sujeto 4 Corona 73)6,82 56,58,ªº 42,60,52 48,62,� Entrecejo 83,83,83 70,66,66 67,67,67 82,83,86 C3·C5 D5·D8 l2-l3 l5·Sl 7U7}] 78,76;76 60,64,62 73)5)6 78)8,78 78)9,78 80,80,79 S.-Cox. 81,82,80 72,66,68 68,70,72 60,6M6 80,84,84 52,60,63 52,40,4Q 57,56,59 75)6)6 70,73)5 72)3,75 74,72,66 89,86,87 2) V.l.1 durante 60"en el punto que reRe¡a un valor menor 3) Medición de la V.O.l 4) V.l. 2 durante 60" más en el mismo punto 5) Medición de la V.0.2 SUJETO PUNTO V.O. V.l.l V.O.l 1 2 3 4 78 50 40 65 e e e e 8 1 , 80, ªº 58, 58, 60 53, 55, 55 74, 70, 76 C3-C5 Corona L2·L3 Corona 1 1 1 1 SUJETO PUNTO V.O. V.l.2 V.0.2 1 2 3 4 C3-C5 78 Corono 50 L2-L3 40 Corona 65 e e e e i 1 1 1 79, 79, 78 50, 58, 56 57, 59, M 79, 80, ª-f OIFER. t2 tlO +15 +1 1 OIFER. = +6 + 24 + 17 (según la Gran Enciclopedia Larousse): «Globo hueco, con dos aberturas, que tiene la propiedad, cuando se aplica a una de ellas el oido, de no transmitirle, entre varias notas emitidas, más que aquella para la cual está afinado dicho aparato (los resonadores fueron ideados por Hel­ mholtz, quien los utilizó para analizar sonidos complejos)». Para nuestro estudio estaba bien claro el «factor tiempo», el tiempo necesario para trabajar con los diapasones a fin de conseguir un efecto determinado. Brugemann (pág. 22) continúa expli­ cando las implicaciones científicas de los hallazgos acerca de los biofotones: "¿Qué significa esta luz en el seno de las células y cuál es realmente función bio­ lógica? Se trata de luz visible que perci­ bimos todos los días, y cuyo dominio se extiende hasta la zona de los rayos UV. · Estos últimos no son visibles, pero su existencia puede hacerse evidente. Esa luz tiene una intensidad extrema­ damente débil. Su intensidad es 1 018 ve­ ces más débil que la intensidad de la luz del día. Ahora sabemos que no cuenta sólo la intensidad de una señal, sino que es nece­ sario igualmente contar esencialmente con el grado de organización particular de esta señal, lo que se aplica por ejemplo cuando la señal en cuestión hace apare­ cer un fenómeno de resonancia. Esto significa que cuando el grado de cohe­ rencia correspondiente es elevada, son suficientes intensidades muy débiles para cumplir las funciones complejas que ri­ gen la célula. ( . . . ) La luz coherente es una luz con un alto grado de organización. Los rayos láser producidos por medios técnicos se aproximan a la luz coherente, entrando en juego con los sistemas orgánicos, lo que concierne a su grado de organiza­ ción, pero estos rayos no llegan a tener un grado de organización tan elevado como el que existe en los sistemas orgánicos". ( . . . ) Cuando los vértices (+) (-) de los diferentes paquetes de ondas se mani­ fiestan en el mismo instante, se habla de concordancia de fase o de coherencia. Los rayos coherentes o las ondas cohe­ rentes tienen pues las mismas frecuen­ cias y oscilan al mismo tiempo". Toda fuente luminosa está sujeta a cierta dispersión. No existe la luz cuya intensidad sea siempre constante. Pero existe una que se aproxima muy cerca a las propiedades ideales: es la luz láser, una luz coherente, que tiene una intensi­ dad muy estable. En nuestro estudio pen­ samos trabaj ar en un principio con luz láser o bien con diapasones. Dentro del espectro visible, el láser de He-Ne tiene una longitud de onda coherente de 632,8 nanómetros, y produce una luz roj a en el espectro visible. Aunque trabaj amos con ella durante algún tiempo, al final nos inclinamos por los diapasones. La vibración continuada y repetitiva de la nota musical que produce un diapa­ són también puede considerarse una "onda coherente". Una fuente de_ sonido tal como una cuerda pulsada, produce unas ondas sonoras que imparten por resonancia su energía a los objetos cerca­ nos. Si estos objetos tienen la misma frecuencia natural de vibración, adquie­ ren por simpatía un movimiento vibrato­ rio; se trata del efecto de resonancia acústica. Olivia Dewhu(st-Maddock afirma acerca del sonido (op. cit., pág. 23): "Los físicos consideran que las ondas sonoras son un fenómeno distinto del de las ondas de luz. El sonido existe como movimiento de átomos, de moléculas y de objetos. Depende de la materia para su transmisión. Las ondas sonoras no pue­ den atravesar la nada de un vacío o del espacio interplanetario. Las ondas de luz, las ondas de radio, las ondas de los Rx y otros tipos semej an­ tes de ondas no dependen de la materia. Existen como ondulaciones u ondas de la fuerza electromagnética, semejante a las lineas invisibles de fuerza magnética que rodean a un imán. Todas estas ondas son capaces de atravesar el vacío del espacio. No obstante, tanto el sonido como la luz son formas de energía y existen muchos paralelismos entre sus naturalezas ondu­ latorias". Paralelismos que hemos com­ prendido y que estamos dispuestos a apli­ car en la práctica. Kohler (pág. 1 35): "Un campo que aumente su intensidad rápidamente, tie­ ne un perfil temporal en forma de impul­ sos y puede descomponerse con el méto­ do descrito por el matemático Baron de Fourier, en un armónico superior y un armónico inferior. Así, por ejemplo, una señal de 1 O Hz puede descomponerse en un armónico fundamental sinusoidal de 1 0 Hz, y armónicos superioresde 30 Hz, 50 Hz, 70 Hz, etc.; es decir, de todos los múltiplos impares, y de amplitud (inten­ sidad) siempre decreciente. El primer armónico superior de 30 Hz tiene sólo un tercio de la intensidad de la onda funda­ mental. El segundo armónico superior de 50 Hz, sólo la quinta parte, etc.". Frecuencias, vibraciones, números. Pitágoras y el B arón de Fourier... La música, ¿es ciencia o escolástica? Olivia Dewhurst-Maddock (pág. 3 1 ) : "El cuerpo humano está compuesto de átomos que se encuentran por todo el universo. Son átomos de elementos quí­ micos. Un elemento se caracteriza en parte, por las velocidades de vibración de sus átomos, y por las fuerzas que ejercen sobre otros átomos. Por lo tanto, se puede considerar al organismo humano como una manifestación de estados vibrato­ rios; en cierto modo, como una cohesión de materia, sonido y luz." RESONANCIA YMEDICINA En el presente estudio, además de las posibles relaciones halladas entre luz y sonido, hemos visto que el fenómeno frecuencial o vibracional se halla en la base de las aplicaciones médicas no orto­ doxas (Acupuntura y Homeopatía). En este sentido Kohler y Brügemann intro­ ducen el concepto de resonancia y biofí­ sica en el campo de la Medicina. Las implicaciones médicas que sub­ yacen en estos conceptos quedan avala­ das por los hallazgos científicos de fenó­ menos vibracionales muy sutiles en el seno de las células de los seres vivos, descritos más arriba. NATURA MEDICATRIX n.2 50 Primavera 1998 Desde un enfoque médico, Kohler se refiere en su obra a uno de los principios de resonancia en biofÍsica, la Regla de Arndf-Schulz (pág. 38): "Los estímulos débiles atizan la fuerza vital (homeopatía de altas potencias), los medios la fortale­ cen (homeopatía de baj as potencias), los fuertes la inhiben (alopatía) y las más potentes la destruyen (quimioterapia, ra­ dioterapia). El lenguaje corporal es muy sutil, de escasa intensidad. Solo cuando existe el patrón adecuado de frecuencias, afloran las potencias terapeuticas". Paracelso, en el siglo XVI, nos había aclarado ya este principio en su Opus Paramirum (libro 1, capítulo 5), donde afirma: "... Sólo lo semej ante entre sí puede coordinarse. Salud y enfermedad . provienen de la misma raíz, pues el re­ curso sólo es posible por el semejante, jamás por el contrario". COHERENCIA versus CAOS En 1 950 el biólogo Von Bertalanffy anun­ ció lo que con el tiempo llegaría a ser la Teoría General de Sistemas, que anuncia el Principio de la Globalidad, también llamado Principio de la Unidad Funcio­ nal y Orgánica. Los seres vivos, incluido el ser huma­ no, son considerados en su totalidad se­ gún este principio. La vida no es frag­ mentable. En un organismo vivo la suma de las partes no equivale al todo; cada función influye en las demás, y a su vez necesita de ellas. A su vez los organis­ mos dependen del medio ambiente que les rodea e influyen en él. La vida precisa coherencia y orden; un funcionamiento desorganizado o caótico resulta inviable para el flujo de la vida y el mantenimento de ésta. Como apunta Brügermann en su obra: (págs. 38 y 57): "El paso del estado sano al estado enfer­ mo está relacionado con el paso de un sistema ordenado, coherente, a un siste­ ma desordenado, caótico. El sistema fun­ ciona en col�ctivida:d, en cooperación. Cuando se pierde la cooperación en un sistema, este sistema se vuelve enfermo. ( . . . ) Un sistema biológico se encuentra exactamente en el límite de fase entre un estado caótico y un estado altamente organizado. En el caótico las partes no tienen ninguna relación entre ellas. Las partes del sistema son liberadas por puro azar y no obedecen a ninguna ley. Cuan­ do se da un reencuentro y una redistribu­ ción uniforme, se puede entonces consi­ derar que todas las ondas o el sistema, están en el punto de pasar del caos a un estado altamente ordenado". 11 Variable dependiente (V.O.) EL EXPERIMENTO Tras el estudio de la bibliografía que presentamos, constatamos lo siguiente: Existen informaciones avaladas por in­ vestigadores de institutos científicos de reconocido prestigio, como el Max­ Planck de Heidelberg, que nos permiten encarar nuestro objetivo con ciertas posi­ bilidades de éxito. Los resultados de nuestra investiga­ ción pueden ser probablemente de alcan­ ce limitado, debido a los pocos medios que vamos a utilizar para llevarlo a cabo, no obstante damos finalmente inicio a la fase experimental en la búsqueda de evi­ dencias de la existencia de centros bioe­ nergéticos, con cualidades especiales de biorresonancia, en los loci que la tradi­ ción sánscrita de la India asocia a los chakras. Nos proponemos comprobar experi­ mentalmente si en esos loci puede regis­ trarse una capacidad de resonancia a par­ tir de la vibración de ondas sonoras co­ rrespondientes a las notas musicales de la primera octava. Método de trabajo El método seguido consta de las tres fases a las que nos referimos al comienzo del artículo (véase pág. 5, al principio). Hipótesis de trabajo "Cuando apliquemos un sonido determi­ nado en uno de los puntos supuestamente relacionados con los chakras de la tradi­ ción sánscrita, se producirá un cambio en el valor vibracional registrado con el aparato de biorresonancia en este punto". Instrumental En la planificación del experimento tuvi­ mos dificultad en encontrar aparatos lo suficientemente sensibles y asequibles, para medir parámetros de biorresonan­ cia. Finalmente creímos encontrar uno, de la firma alemana Brügeman, el Bicom (4l. Dicho aparato lleva incorporado un sistema de medida. Utilizamos además un conjunto de siete diapasones de horquilla diatónicos de factura alemana que cubren la primera octava musical. Do: c2 ; Sol: f l ; Re: h l ; La: e l ; Mi: a l ; Si: d l ; Fa: g l ; Do: e l . DISEÑO Variable independiente (V.I.) Aplicación de un sonido producido por un diapasón de frecuencia y longitud de onda estables. 12 Las oscilaciones electromagnéticas pro­ cedentes del biosistema del sujeto, que pueden observarse y medirse a través del aparato de biorresonancia. Elección de los sujetos Hemos trabajado con un total de 1 2 suje­ tos. Son personas conocidas por nosotros que se prestan al experimento volunta­ riamente. Algunos conocen su finalidad; creemos que esto no tiene por qué influir en los resultados, ya que suponemos medir variables de las cuales el sujeto no tiene control voluntario. Procedimiento Hemos llevado a cabo tres variaciones del experimento con tres grupos experi­ mentales compuestos por cuatro perso­ nas cada uno, buscando el procedimiento más adecuado. No obstante se puede decir que en las tres variaciones hemos seguido un modelo básico, a saber: a} Citamos a los sujetos siempre a la misma hora aproximadamente. El sujeto no debe haber ingerido alimentos desde treshoras antes. El ambiente es un con­ sultorio médico. b} Preparación: El sujeto experimen­ tal desnudo desde el coxis y de cintura para arriba, sentado en sillas sin respal­ do. Buscamos y marcamos con rotulador los puntos : 1 ) Articulación sacrocoxígea (SC) 2) Articulación lumbo-sacra (LS-S l ) 3) Articulación entre segunda y terce­ ra lumbar (L2-L3) 4) Articulación entre quinta y octava dorsal (D5-D8) 5) Articulación entre tercera y quinta cervical (C3-C5) 6) Entrecejo 7) Coronilla del cráneo Estos puntos se corresponderán supues­ tamente, y respectivamente, con los siete centros energéticos: 1) Chakra base 2) Chakra hepático 3) Chakra solar 4) Chakra cardíaco 5) Chakra laríngeo 6) Chakra frontal 7) Chakra coronario Para cada sujeto hemos elaborado una ficha para las anotaciones de los resulta­ dos, así como de otros aspectos que ha­ yan podido ser interesantes o influyentes en la obtención de los datos. e} Medida pre-tratamiento de la V.D.: El sujeto toma con una mano un polo del aparato. Se efectúa una limpieza de la NATURA MEDICATRIX n.º 50 Primavera 1 998 piel en el punto que se desea testar con un algodón humedecido con agua y secán­ dolo después con otro algodón seco. Aplicamos el "electrodo puntual de test" sobre el punto ejerciendo una ligera pre­ sión. Efectuamos la lectura del aparato cuando la aguj a del dial dej a de oscilar y se estabiliza, y se anota el valor en la ficha. Llevamos a cabo tres mediciones consecutivas de este tipo y tomamos en consideración solamente la tercera. d} Introducción de la V. I: Aplicamos sobre ese punto el extremo del diapasón previamente activado con un golpe seco. Para que la intensidad del sonido no decaiga en exceso durante la aplicación, la activación del diapasón se repite cada 1 5 segundos. Según los gru­ pos experimentales se aplicó durante 30, 60, y 1 20 segundos. e} Medida post-tratamiento de la V .D. El sujeto toma de nuevo con una mano un polo del aparato. Se efectúa de nuevo una limpieza de la piel en el punto que se desea testar, con un algodón humedecido con agua y secándolo después con otro algodón seco. Aplicamos el "electrodo puntual de test" sobre el punto ejerciendo una ligera presión. Efectuamos la lectura del aparato cuando la aguja del dial deja de oscilar y se estabiliza. Se anota el valor en la ficha. Llevamos a cabo tres mediciones consecutivas de este tipo y tomamos en consideración solamente la · tercera. CONTRASTACIÓN Cada grupo fue sometido a un tratamien­ to distinto, basado en el procedimiento expuesto en el anterior apartado. G rupo A La V.D. fue valorada en dos puntos: Articulación sacro-coxígea y coronilla del cráneo. La V.I. fue aplicada en los dos loci durante 30 segundos. En la coronilla del cráneo aplicamos: el diapasón "h l " (Si), el diapasón "a l " (La), y el diapasón "dl " (Re). En la articulación sacro-coxígea apli­ camos el diapasón "c2" (Do) el diapasón "h l " (Si) el diapasón "a l " (La), y el diapasón "d l " (Re). G rupo B La V.D. fue valorada en los siete puntos puntos (SC, LS-S l , L2-L3, D5-D8, C3C5, entrecejo, coronilla del cráneo). La V .l. fue aplicada durante 1 20 se­ gundos. En cada sujeto se aplicaron to­ dos los diapasones en un mismo lugar, el punto en el que durante la medición de la V.D. se registró un valor menor. G rupo e La V.D. fue valorada en los siete puntos en dos ocasiones (SC, L5-S l , L2-L3, D5-D8, C3-C5; entrecejo, coronilla del cráneo). La V.l. fue aplicada durante 60 se­ gundos, y durante s60 segundos más tras la segunda medición de la V.D. En cada sujeto se aplicó el diapasón "e 1" (Do), en el punto en el que durante la medición de la V.D. se registró un valor menor. RESULTADOS La respuesta de cada grupo al tratamien­ to queda reflej ada en las tablas 1, 11 y III. te. En principio esto entraría en contra­ dicción con la tradición sánscrita de la India, que atribuye una mayor "vibra­ ción" a los "centros energéticos superio­ res". No obstante, nosotros no pretende­ mos que lo que medimos con nuestro experimento sea exactamente aquello a lo que la tradición sánscrita se refiere. Tan sólo pretedemos hallar indicios de que puedan existir los centros energéti­ cos a los que se refiere esta tradición. Por otro lado, al aumentar el tiempo de exposición a la V .l., tiende a aumentar el efecto de ésta en la V.D., dándose el resultado óptimo en la aplicación de 1 20 segundos. No obstante estas observacio­ nes s·e ven limitadas por el hecho de que la muestra de sujetos que se ha utilizado en el estudio es reducida, y el instrumen­ tal de medición poco preciso. INTERPRETACIÓN G rupo A Si observamos la diferencia entre los valores de la V.D. en el pre-test y en el post-test, vemos que ésta tiende a ser positiva aunque de modo poco significa­ tivo. Proponemos que podría deberse a la corta exposición a la V.I. (30 segundos). G rupo B Al comparar los resultados obtenidos en los distintos puntos, observamos que tien­ den a darse valores mas altos en los centros inferiores respecto de los supe­ riores. Si observamos la diferencia entre los valores de la V.D. en el pre-test y en el post-test, vemos que ésta tiende a ser positiva de modo más significativo. Nó­ tese que la exposición a la V. l . en este caso es mayor que en el anterior grupo, a saber, 1 20 segundos. G rupo e . Al comparar los resultados obtenidos en los distintos puntos, observamos que se confirma la tendencia a darse valores más altos en los centros inferiores res­ pecto de los superiores, aunque no sea de modo consistente. No obstante, si obser­ vamos la diferencia entre Jos valores de la V.D. en el pre-test y en el post-test, vemos que ésta no sigue una tendencia clara. Si esto último fuese debido al tiem­ po de exposición a la V.I., cabría pensar que la exposición de 1 20 segundos (gru­ po B) podría ser la óptima. CONCLUSIÓN Por una parte, parece que las medidas en línea de base de la V.D. en cada uno de los puntos tienden a ser mayores en los centros inferiores respecto de los supe­ riores, aunque de modo poco consisten- DISCUSIÓN En el transcurso de las últimas medicio­ nes empezamos a sospechar de la fiabili­ dad del aparato de medición. En princi­ pio parece que los valores encontrados varían sustancialmente de una persona a otra y también antes y después del trata­ miento con la V.I en un mismo sujeto. Pero también observamos que la intensi­ dad de la presión ejercida con el "electro­ do puntual de test" sobre el punto a medir, puede hacer variar la lectura del valor encontrado. A saber: a mayor pre­ sión, mayor es el valor obtenido. Des­ pués de todo hemos de valorar este pro­ blema como bastante importante en nues­ tro trabajo de investigación. En principio, siempre existe la posibi­ lidad de que los resultados obtenidos estén contaminados por la falta de preci­ sión que supone el no poder controlar por ningún medio el nivel exacto de presión ejercida. A pesar de todo esto estamos convencidos de que los indicios encon­ trados justifican el seguir investigando en este tema. Constatamos que a fin de que el traba­ jo resulte más provechoso sería preciso subsanar las dificultades encontradas: • hallando, ante todo, un instrumento de medición más preciso y consistente; • utilizando una muestra de sujetos mucho mayor; estableciendo un diseño experimen­ tal más depurado, que incluyese grupos control en los que se valoraran respuestas al tratamiento en otros puntos del cuerpo aleatoriamente elegidos. En definitiva, creemos que con los medios disponibles utilizados en este estudio no es posible ir más lejos en esta línea de investigación. O • NATURA MEDICATRIX n." 50 Primavera 1 998 Para contactar con los autores, dirigirse a: Dr. Antoni Tribó. C/ Santa Anna, 4, 1 -2-. 25230 Mollerussa, Lleida. Tel . : 973 7 1 03 78. BIBLIOGRAFÍA AVILÉ S, Juan Carlos. Formulario Espagírico. Editorial Edimundo. Madrid, 1 996. BRÜ GEMANN, Hans. Méthode de Diagnostic et de Thérapie dans le domaine de la Bioénergie Ultra-Fine. Ed. Marc Pietteur, 1 984. CAPRA, Fritjof. El Tao de la Física. Ed. Luis Cárcamo. Madrid, 1 986. DEWHURST - MADDOCK, Olivia. El Libro de la Terapia del Sonido. Edaf. Madrid, 1 993. KÓ HLER, B . Terapia de B iorresonancia en l a consulta médica y naturista. Introduce. a l a Medi­ cina cuántica. Ed. Centro de Coordin. de B iorre­ sonancia y Medicina Cuántica Alemana, 1 992. LAIN ENTRALGO, Pedro. Historia de la Me­ dicina. Ed. Salvat. B arcelona, 1 982. OLIVER MONTSERRAT, Antoni. Curso Edad Media. Cassettes. Editorial Audiprol. Madrid. SILLS, Franklyn. El Proceso de.Polaridad. Ed. Humanitas. B arcelona, 1 994. STONE, Randolph. Terapia de Polaridad. 2 volúmenes. Ed. Humanitas. Barcelona, 1 993. TALBOT, Michael. Misticismo y Física Mo­ derna. Ed. Kairós. B arcelona, 1 986. ZAMACOIS, Joaquín. Teoría de la Música. 2 volúmenes. Ed. Labor. Barcelona, 1 984. VARIOS autores. Acústica Musical. Ed. Prensa Científica. B arcelona, 1 989. NOTAS (1) El monocordio consta de: una caja de reso­ J]ancia de forma rectangular y una cuerda tensa a lo la¡;go de la caja. Cuando la cuerda se pulsa o se frota, la nota resultante se llama fundamental. Tañendo la cuerda en su centro exacto se produ­ cirá una nota que estará una octava exacta sobre la fundamental. Tañendo la cuerda a u n tercio de su longitud, haremos que vibre en tres partes iguales, produciendo un sonido una quinta más alto. Ta­ ñéndola a un cuarto de su longitud, vibrará en cuatro partes, dando una nota dos octavas sobre la fundamental. Y tañéndola a un quinto de su lon­ gitud, vibrará en cinco partes iguales y sonará una nota una tercera mayor sobre la fundamental, aunque dos octavas sobre ella. (2) La resonancia también se emplea en Radio­ tecnología. De entre todas las señales que pueden ser captadas por la antena de un receptor de radio, el "fenómeno de resonancia" permite seleccionar una sola: aquella cuya frecuencia corresponde a l a del circuito resonante uti lizado a tal fin. Las emisiones de frecuencias diferentes pueden ser discriminadas haciendo variar la autoinducción o la capacidad de este circuito. (3) Al duplicar la frecuencia de un sonido, se produce la misma nota a un nivel superior. Esta es la base de la octava. Así por ejemplo, el Do central tiene una frecuencia de 256 Hz; si se duplica la frecuencia se obtiene la misma nota a una octava superior (Do 1 5 1 2 Hz). Y si se divide por dos, una octava inferior (Do 1 - 1 28 Hz). La escala musical que conocemos se basa en una secuencia de armónicos dentro de una octava, que se puede explicar observando una cuerda que vibra. Si la nota fundamental es el Do, entonces el tercer armónico (aquel en el que la cuerda vibra en 3 secciones, que es una longitud de onda y media), produce la nota Sol. El quinto armónico, produci­ do al vibrar la cuerda dividida en 5 secciones (dos longitudes de onda y media), produce la nota Mi. - (4) Gracias a la gentileza de la Dra. Montserrat Noguera, de Barcelona, pudimos no sólo acceder a esta máquina, sino que nos permitió real izar las mediciones en su consulta. 13