TITULO IV Las sinergias en Ia selva húmeda EI reino de los árboles La selva húmeda tropical en los continentes es un ecosistema formado por grandes árboles. En términos de biodiversidad, las selvas son el equivalente de los arrecifes coralinos en los océanos. También conocida como bosque húmedo tropical, está entre los ecosistemas terrestres con más especies; es un lugar lleno de agua, incluyendo la región del Chocó, con el récord de lluvia en el mundo. Quise entender las selvas húmedas como otro milagro similar al de los arrecifes coralinos y encontré muchas semejanzas. Los suelos generalmente tienen muchos elementos disponibles para las plan- tas, pero el nitrógeno no es tan abundante alli, mientras si lo es en el aire (79 %). Por medio de la fotosíntesis, las plantas logran absorber el carbono atmosférico, disponible como dióxido de car- bono, pero no existe un mecanismo para incorporar el nitrógeno del aire. Encuentro una semejanza entre la selva húmeda tropical y un arrecife coralino donde no se acumula material inerte de ningún tipo, en condiciones ideales todo lo que se ve está vivo o próximo a reciclarse. En estos ecosistemas nada se desperdicia. Las selvas húmedas parecieran tener suelos muy fértiles por la gran diversidad de plantas; sin embargo, tienen suelos muy pobres no aptos para cultivos. Las sinergias se toman la Tierra Las hormigas suben a la copa de los árboles por pedazos de hojas que llevan a sus nidos subterráneos, con las cuales cultivan un hongo que es la base de su alimento. Esta es otra sinergia que hace posible el aprovechamiento de los recursos disponibles en la self va, así no sean fáciles de digerir en su presentación original. Dado que los hongos cultivados por las hormigas pueden ser infectados por otros hongos indeseables para estas, en su comunidad subterránea también coexisten bacterias que producen antibióticos dirigidos contra los posibles invasores”. Los insectos superan en número a cualquier animal de los que habitan entre los árboles de la selva húmeda y a otros orga- nismos, que podemos contar a ojo. Alguna vez escuché al biólogo Edward O. Wilson, uno de los mayores protagonistas del estudio y la protección de la biodiversidad, quien contaba cómo quiso extraer todas las hormigas y otros insectos presentes en los árboles de una selva en el Perú. Muchos animales dispersan las semillas de los árboles de la sel- va húmeda. Las que caen justo debajo de su árbol materno no ger- minarán, o silo hacen, su chance de sobrevivir suele ser más bajo que cuando llegan lejos. Por lo tanto, entre más lejos se dispersen tendrán mejores opciones de sobrevivir“. Además, los árboles dee penden de este proceso para expandir sus poblaciones y evitar la consanguinidad de cruzarse entre hermanos. Se puede hablar mucho de las selvas, pero es indescriptible la experiencia de estar inmerso en una región como estas. Es difícil olvidar las sensaciones que deja la selva colombiana. Los miles de loros al amanecer en la orilla del rio Amazonas, el ensordecedor sonido de los insectos en el Inírida 0 de una cascada del Chocó sobre la playa son experiencias que quisiera que todos pudieran experimentar y, así, tener su propia imagen del ecosistema más biodiverso de la Tierra, en particular de Colombia.