Editores: Rafael González Guzmán Laura A. Moreno Altamirano Juan Manuel Castro Albarrán Versión final 27 de abril de 2010 Ir al índice Presentación: Parte I. La salud y la enfermedad, conceptos generales y modelos explicativos Capítulo 1. El ser humano y su dimensión biológica y su dimensión social. Capítulo 2. Distintas aproximaciones teóricas a la salud y la enfermedad. Capítulo 3. Medición de la salud de la población. Capítulo 4. Situación y tendencias demográficas, económico-sociales y culturales en el mundo y en México. Capítulo 5. Situación y tendencias en salud-enfermedad-atención en el mundo y en México e implicaciones en la atención. Capítulo 6. Desigualdad e inequidad en salud Parte II. La Salud Pública y la Medicina Capítulo 7. La Medicina y la Salud Pública. Capítulo 8. Disciplinas, métodos y técnicas que contribuyen a la Salud Pública Capítulo 9. Rasgos generales del sistema de salud en México. Capítulo 10. Atención primaria de salud renovada. Capítulo 11. El derecho a la salud Parte III. Ámbito de acción de la Salud Pública. Capítulo 12. Proceso general de acción de la Salud Pública. Capítulo 13. Diseño de un estudio epidemiológico para el diagnóstico de salud de la comunidad. Anexo: Algunos indicadores básicos para un diagnóstico de salud Capítulo 14. Promoción de la salud en la comunidad 2 Ir al índice 3 Presentación Éste es un libro de salud pública que ha sido concebido y elaborado para tener como lectores a estudiantes de medicina. Es el primero de una serie de tres volúmenes que profesores del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, elaboramos con la finalidad de apoyar y facilitar el aprendizaje de aquello que cualquier médico en formación ha de conocer de esta área tan cercana a la medicina. Su formato es el de un libro de texto en el que procuramos presentar resúmenes, cuadros, mapas conceptuales, preguntas y ejercicios que faciliten el aprendizaje de sus lectores estudiantes. El libro conjunta los aspectos fundamentales que debe aprehender un estudiante de medicina, y de ninguna manera contempla el cúmulo de conocimientos que deben dominar quienes se dedicarán profesionalmente a este campo. Al estudiar los contenidos del el libro, el estudiante de medicina se acercará a la comprensión de aquellos conceptos, métodos y procedimientos del área que deben formar parte del saber, saber hacer y saber ser; es decir, los valores necesarios para una práctica de la medicina que pretenda ser amplia; en la que se incluya, junto al tratamiento de los enfermos, la promoción de la salud y la prevención de enfermedades; crítica; de forma que distinga los alcances y limitaciones de su actuar; científica; es decir, basada en saberes comprobables y fundamentados; comunitaria; capaz de actuar atendiendo las necesidades de las colectividades y socialmente comprometida; que permita escuchar, atender y buscar la solución de los problemas de salud de la sociedad desde una perspectiva de equidad. Por tanto, este es un libro de salud pública pensado principalmente para ensanchar los horizontes de la práctica de los futuros médicos y, eventualmente, para animar a quienes se interesen en optar, para su futura práctica profesional, por este campo de trabajo apasionante. El hecho de que la obra se haya elaborado bajo la forma de libro de texto, no quiere decir, sin embargo, que sea del todo fácil de leer. Como todo libro que busca presentar los saberes y valores generados por el estudio y trabajo de muchas personas, en muchos lugares y en distintas épocas, es un reto para el lector, como lo son los otros Ir al índice 4 tantos libros que exigen al estudiante de medicina descifrarlos y comprenderlos en ese afanoso y gratificante trabajo que es aprender. La Salud Pública y el Trabajo en Comunidad, esta dividido en tres partes, cada una de ellas con varios capítulos. La primera parte tiene como temática central la salud y la enfermedad. Inicialmente se abordan aspectos conceptuales sobre la salud y la enfermedad, que son los objetos de estudio e intervención de la salud pública y la medicina. Así, en el primer capítulo se establece una conceptualización general de salud y enfermedad en la que se muestra cómo una y otra son el resultado de la compleja articulación entre la dimensión biológica y la dimensión social del ser humano. En el segundo capítulo se presentan algunos de los modelos conceptuales mediante los cuales médicos y salubristas han comprendido y actuado ante la salud y la enfermedad. En los dos primeros capítulos, se enfatiza la importancia de considerar a las cambiantes y desiguales formas de vida como determinantes de la salud y la enfermedad, y a su vez se enfatiza que las formas de vida son determinadas por la organización social, los aspectos económicos y por la cultura. En el tercer capítulo desarrollamos los principales procedimientos para medir y estudiar algunos indicadores de las formas de vida, así como indicadores de la salud y la enfermedad en el nivel poblacional. Queremos aquí desarrollar la habilidad del estudiante para comprender dichas medidas e incluso para realizar las mediciones básicas de la ocurrencia de la enfermedad. Con base en los conceptos y procedimientos antes enunciados, el cuarto y quinto capítulos están dirigidos a presentar los elementos básicos del panorama social, demográfico y de salud enfermedad que existe en nuestro país y que todo médico debe conocer para darle un más amplio sentido a su práctica médica. Finalmente en el sexto capítulo presentamos algunos aspectos éticos involucrados en el análisis de la relación entre formas de vida, salud y enfermedad haciendo énfasis en la importancia de considerar a la equidad en el estudio e intervenciones en el plano de la salud colectiva. La segunda parte tiene como objeto central a la salud pública y su relación con la medicina. Esta parte inicia en el capítulo siete en el que abordamos los objetos de estudio e intervención específicos de la medicina y de la salud pública, tras lo cual se describen las principales funciones de esta última. Mas allá de los eventuales Ir al índice 5 desencuentros habidos entre una y otra disciplina, se busca aquí delimitar adecuadamente los objetos y finalidades de ambas, mostrando su importancia específica. En el capítulo ocho presentamos un cuadro general de las disciplinas de las que echa mano la salud pública para abordar sus objetos, realizar sus funciones y lograr sus finalidades, ubicando la importancia y peso relativo de cada una de ellas. A partir de ejemplos concretos buscamos mostrar la necesidad de la interdisciplina para comprender la salud y la enfermedad en especial al nivel poblacional o colectivo. En el capítulo nueve abordamos las maneras en las que la sociedad responde a las necesidades y problemas de salud y enfermedad, en especial hacemos una descripción del sistema de salud en México, buscando generar una perspectiva amplia, crítica y propositiva, ya que es ahí donde el futuro médico trabajará. En esta dirección, en el capítulo diez se aborda una estrategia recomendada mundialmente en 1978 llamada Atención Primaria de Salud, y renovada recientemente por la Organización Panamericana de la Salud. Finalmente, al igual que en la parte anterior, este segundo segmento termina con una temática ético-social en el capítulo once, mismo que gira alrededor de la premisa de que toda estrategia y acción ante las necesidades y problemas en salud han de ubicarse dentro del derecho a la salud, como un derecho humano fundamental mas allá de las relaciones mercantiles. La tercera parte y última, aborda como tema central el trabajo en comunidad. Se tomaron como base los conceptos y procedimientos desarrollados en las dos partes anteriores, en esta sección se pretende aportar los elementos básicos para poder realizar un estudio de la situación de salud en una comunidad y proponer algunas medidas de intervención. Aquí el foco se traslada a aprender aquellos procedimientos necesarios para estudiar y actuar ante los problemas de salud enfermedad en una comunidad, así como ante las formas de vida que los determinan. Esta tercera parte inicia con el capítulo doce, en el que se aborda el procedimiento general que aplica la salud pública para el estudio y actividades al nivel comunitario haciendo énfasis en la importancia de la planeación. En el capítulo trece se abordan las metodologías estadística, epidemiológica y social básicas para realizar un estudio de tipo descriptivo en una comunidad sobre la situación de salud enfermedad y su relación con las formas de vida. Finalmente el capítulo catorce presenta una propuesta conceptual y de Ir al índice 6 procedimientos para la promoción de la salud en el contexto de la relación entre formas de vida y salud. A lo largo de todo el libro hemos incluido un conjunto de cuadros. Están ahí para aportar información adicional que enriquece lo que se plantea en el texto. Son breves e interesantes y en muchos casos son agradables y divertidos, cuya función es brindar elementos históricos, contextuales o técnicos necesarios para el aprendizaje. Te invitamos amigo lector a no pasar la vista de lado de estos textos. Hemos incluido también a lo largo de los capítulos una serie de preguntas y algunos ejercicios que invitan al lector a la reflexión o al trabajo más profundo. Te invitamos a detenerte en ellos y deseamos que estimulen en ti un mayor interés por cada tema desarrollado en este libro. La Salud Pública y el Trabajo en Comunidad es producto del trabajo de varios autores, así, cada capítulo aparece firmado por quienes lo elaboraron. La autoría colectiva implicó un doble esfuerzo, por un lado, desarrollar cada una de sus partes y capítulos en su especificidad, y por otro, articular cada capítulo dentro de la lógica de conjunto evitando repeticiones o divergencias mayores. Esta lógica general, como en casi todo libro, intenta ser explicitada por los autores pero, como sea, necesita ser descifrada por cada lector, porque la lectura no es llenar un recipiente vacío, sino que implica poner a interactuar el pensar de otros con el propio, acción que por cierto da como resultado que no haya dos lecturas idénticas de un mismo texto. Finalmente te incitamos a embarcarte en la tarea de hacer tu propia lectura del texto, a comentarla con tus compañeros y profesores, y con ello hacer que la travesía de aprender cosas nuevas se convierta en una de las más apasionantes experiencias. Rafael González Guzmán Laura Moreno Altamirano Juan Manuel Castro Albarrán Ir al índice 7 Capítulo 1. El ser humano, su dimensión biológica y su dimensión social. Rafael González Guzmán, Javier de la Fuente Rocha, Julián Alcalá Ramírez La medicina y la salud pública tienen en el centro de sus preocupaciones y quehaceres al ser humano, más específicamente, en lo que se refiere al campo de la salud y la enfermedad. Sin embargo, no es común que los libros de medicina o de salud pública inicien con una exposición sobre lo humano. Los autores del presente libro consideramos que, para desarrollar una comprensión amplia de la salud y la enfermedad, es conveniente, interesante y apropiado, iniciar con una breve exposición sobre el ser humano y sus dimensiones biológica y social. Tras esta exposición, desarrollaremos una conceptualización sobre la salud y la enfermedad que nos permita lograr un balance entre los rasgos científicos y humanísticos de la profesión médica. Te invitamos a trabajar detenidamente el presente capítulo. a) La dimensión biológica del ser humano. El ser humano es una de las tantas especies en el mundo que comparten las características señaladas por Lynn Margulis (2005)1 como propiedades de la vida. Para ella, la vida más que definirse como sustantivo, ha de describirse como un verbo. La vida “se repara, se mantiene, se recrear y se trasciende a sí misma.” En una dirección semejante, Varela y Maturana2, los biólogos chilenos, llaman a la propiedad de la vida de hacerse a sí misma “autopoyesis”. Como las demás formas de vida, el ser humano es una organización de materia extraordinariamente compleja, en la que ocurren un conjunto de procesos que le permiten mantener sus estructuras y procesos. Estos Ir al índice procesos se dan al nivel de las células, de los tejidos y órganos, del organismo como un todo, e incluso al nivel de las poblaciones que producen constantemente individuos de nuestra especie. De hecho, Margulis (2005) llega a hablar de la biósfera como un sistema vivo en la medida en que cuenta con propiedades homeostáticas, produce y reutiliza residuos y se expande. Dice Margulis (2005): “la 8 Cuadro 1.1. “Islas de orden en un océano de caos, los organismos están muy por encima de las máquinas construidas por el hombre. A diferencia de la máquina de vapor de Watt, el cuerpo concentra orden. Se auto repara continuamente. El epitelio intestinal se renueva cada cinco días. El hígado cada dos meses. La piel se reemplaza cada seis semanas. Cada año 98% de los átomos de tu cuerpo son reemplazados. Este incesante reemplazo químico, el metabolismo, es un signo inequívoco de vida. “ Lynn Margulis, ¿Qué es la vida?, Ed. Metatemas, 2ª ed. 2005, pp17 vida no es que exista sobre la superficie de la Tierra, sino que es la superficie de la Tierra”. El tiempo, es decir la interacción sucesiva entre las partes de las complejas estructuras vivas y la interacción con otros elementos externos, actúa tanto a favor como en contra de mantener las formas de organización de la vida. Así, un abastecimiento adecuado de nutrimentos permite mantener dichas formas, mientras que los errores en la transcripción del ADN ya sea por fuentes internas o externas (radiaciones o mutágenos) tienden a destruirla (en la mayor cantidad de las veces), o a crear nuevas formas de organización que ocuparán nuevos sitios en la biosfera. Frente a las tendencias hacia la destrucción de las estructuras de la vida, la reproducción sexuada, propia del humano y de muchos otros seres vivos, es una forma de “engaño al tiempo”, pues permite el surgimiento de organismos jóvenes que sustituirán a los viejos “deteriorados por el tiempo” y ya con dificultades para mantener sus estructuras y procesos. Pensemos en el ejemplo siguiente: la frecuencia con la que se presenta el cáncer en los humanos aumenta exponencialmente con la edad. Esto es Ir al índice 9 resultado de la acumulación de errores en los controles del ciclo celular. La posibilidad de mantener la identidad del ser humano en edades avanzadas siguiendo con nuestro ejemplo, es cada vez más difícil, en la medida en que células sin control de su reproducción generan tumores que acaban impidiendo el mantenimiento de la las propiedades orgánicas y funcionales.3 Pero mediante la reproducción que se da en etapas jóvenes se produce un “engaño al tiempo”, pues nuevos individuos sustituirán a los viejos, manteniéndose la identidad de la especie. “El sexo es uno de los caminos fundamentales que escoge la vida para ser posible. La reproducción de las especies, su multiplicación y diversidad tienen como uno de sus fundamentos la atracción entre los seres, que los impulsa a vestir plumas de colores, a tener pétalos vistosos, a cantar, a oler de cierta manera, a cortejarse, a procurarse placer y satisfacción. Sin embargo existen entre los humanos, quienes ven en esta fuente de vida y regocijo, de belleza y eficacia evolutiva, al mal y al pecado. Muchos de quienes así piensan pretenden que la naturaleza sexual de nuestro organismo se oculte tras un velo de prejuicios, supuestos morales y miedos mitológicos” Tomado de El sexo y la vida, Exposición temporal del Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental Se ha comparado al ser humano con una máquina, sin embargo, cuando se examinan los procesos de la vida, vemos que constantemente se está dando un intercambio de materia entre cada ser vivo y su entorno. Sin cesar se renuevan las sustancias de las células y hasta el más sólido de los órganos (el hueso, por ejemplo) está siempre renovando sus átomos; las reemplazadas células por mismas nuevas son células Cuadro 1.2 Los médicos han visto al organismo como una máquina o como un laboratorio. En la historia de la medicina se ha intentado caracterizar la identidad biológica del ser humano con uno de sus productos: las máquinas. Hace tres siglos los iatromecánicos como Borelli (1606-1679) o Fabry (1560-1634) usaron los principios de la mecánica (usados para construir máquinas) para entender algunos aspectos de la “máquina humana” tales como el movimiento corporal. Santorio Santorii (15611636) mide el peso de la persona así como de todo lo que entra (alimentos y agua) y sale (orina y heces) del organismo llegando a la conclusión de que hay una transpiración insensible, abriéndose desde entonces la idea de metabolismo. En paralelo surgen los iatroquímicos, quienes caracterizaban al hombre como un laboratorio donde se desarrollan distintas reacciones y donde se desarrolla un metabolismo entre el hombre y la naturaleza. Entre sus fundadores está Philippus Aureolus Bombast von Hohenheim, conocido como Teofrasto Paracelso (1493-1531) quien trabajando entre la alquimia y la medicina desarrolla tratamientos químicos contra la enfermedad. Ir al índice 10 construidas con material exterior y aquellas que no son reemplazadas, sustituyen sus componentes de manera constante mediante procesos que denominamos metabolismo. Podemos pensar que pocos o ninguno de los átomos de que estaba hecho nuestro cuerpo en la infancia permanecen en nuestra vida adulta, y a pesar de ello permanecen las complejas formas de organización y procesos. (Margulis, 2005) La vida así, más que a una máquina, se asemeja a un río, cuya agua nunca es la misma, pero, sin embargo, mantiene su forma y contornos característicos aunque la materia de la que está hecho cambie sin cesar. Forman parte de este río los más fascinantes “mecanismos” para mantener el inestable equilibrio interior entre todas sus partes. Por citar un ejemplo: el más complejo de los laboratorios químicos está muy lejos de poder mantener en un rango tan pequeño el pH en presencia de las miles y miles de reacciones químicas que se producen en el organismo aun en reposo y menos aún por ejemplo, en presencia de la “tormenta química” que representa, por decir algo, trotar durante media hora después de haber ingerido seis galletas y un jugo. Y también forman parte de este río los no menos fascinantes mecanismos que permiten a cada organismo mantener su organización en una interacción con los más diversos elementos bióticos y abióticos que en conjunto conforman lo que llamamos ambiente (organismos, sustancias y fuentes de energía), ya sea bajo las formas de colaboración (muchos microorganismos de nuestro intestino nos proporcionan nutrimentos indispensables que nosotros no podemos sintetizar), ya sea bajo las formas de defensa necesarias para evitar que su acción rompa el equilibrio interior; por ejemplo los complejos mecanismos de respuesta inmune innata o adaptativa con los que Ir al índice 11 cuentan los vertebrados que mantienen a raya a diversos microorganismos, mismos que también buscan mantener sus estructuras usando nuestros recursos o mecanismos orgánicos alterando nuestro equilibrio y poniendo en riesgo nuestra identidad. 45 Estos mecanismos que llamamos genéricamente adaptación, forman parte de nuestra identidad y a la vez posibilitan un margen de cambios dentro de esta última, necesarios para mantener las formas de organización de la vida. Así, ésta puede asumir, de acuerdo a Canguilhem (1966) 6 dentro de una misma identidad, distintas “formas de andar” (y distintas formas de equilibrio siempre inestable) en función de las distintas condiciones en las que se viva. Adelantándonos un poco diremos que, a algunas de estas formas de andar de la vida las consideraremos salud y a otras, en oposición las llamaremos enfermedad. Para reflexionar: Pensando la vida humana en términos de proceso en el que se mantienen las formas de organización de la vida ¿cómo caracterizarías aquélla parte del trabajo de los médicos enfocada a actuar sobre la biología humana? Llegamos aquí al punto en dónde tenemos que hacernos una pregunta, ¿cómo es que ha surgido en el mundo una gran diversidad de especies en condiciones donde a la vez cada individuo y especie tienden a mantener la identidad que le es propia? Esto es, ¿cómo es posible que, usando la metáfora de los organismos vivos como ríos de materia, los propios flujos o fuerzas exteriores alteren el curso mismo del río? En el siglo XIX Charles Darwin (1809-1882) publica su teoría en la obra “El Origen de las Especies, a través de la selección natural”. En esta obra establece la centralidad de la selección natural mediante la cual las variaciones dentro de los individuos de cada especie dan lugar a una selección en función de su adaptación al medio cambiante en Ir al índice el que viven. Stephen Jay Gould, uno de los biólogos más importantes de fines del siglo XX, plantea que dicha teoría se basa en tres 12 Cuadro 1.3. Los tres pilares de la teoría darwiniana según Jay Gould. grandes pilares, y que, aunque un siglo de estudios exige que se le hagan algunas correcciones, éstas no han afectado la validez general de la teoría. (Ver Cuadro 1.3).7 Por ejemplo, una de de las correcciones sugerida por Jay Gould es que los procesos de La selección organísmica y no la creación son el origen de la diversidad a través de las luchas (inconscientes) medidas por el éxito reproductivo. La eficacia: la selección natural de algunas variantes es la fuerza primaria de surgimiento de novedades evolutivas. El alcance: los microcambios evolutivos creados por selección natural ubicados en la inmensidad del tiempo, son capaces de crear la diversidad biológica que observamos en la actualidad. selección natural se desarrollan en distintos niveles jerárquicos: desde los genes (por ejemplo hay genes comunes entre artrópodos y vertebrados con más de 500 millones de años de antigüedad), linajes celulares, organismos, demes (poblaciones), especies y incluso clados (grupos de especies emparentadas filogenéticamente). Así los caballos, por ejemplo, son la única rama de un clado otrora exuberante y ahora en decadencia Con aproximadamente siete millones de años de evolución, el clado de los homínidos ha contado con muchas especies, y según Jay Gould, se observa “una reducción de la diversidad hasta una sola especie cuyo éxito ha sido ciertamente espectacular (aunque puede que bastante transitorio)”. (Ver figura 1.1). La dimensión biológica del hombre y las fascinantes propiedades que hemos enunciado, serían entonces incomprensibles si no se les sitúa como un producto del proceso que ocurre en la inmensidad del tiempo evolutivo, como señala el tercer pilar de la teoría darwiniana (ver cuadro 1.2) y en medio de un sistema complejo con comportamientos no lineales y con la emergencia de sorpresas y novedades evolutivas Ir al índice 13 de los más diversos tipos. Por ejemplo, Margulis (2005) ha demostrado que los eucariontes no se originaron de un proceso de mutaciones lineales en procariontes que gradualmente se transforman en eucariontes, sino que surgieron de procesos de fusión que incorporan en bloque grandes cantidades de información genética en nuevos organismos (teoría endosimbiótica). Varias de las características que dan su identidad a Homo sapiens, de acuerdo a la terminología que venimos usando, surgieron como formas de andar de la vida, propias del conjunto de condiciones en las que el humano vive y en las que colaboró o compitió con otras demes, especies o clados. Un buen ejemplo lo constituye nuestro sistema inmune. Junto con innumerables especies de vertebrados con mandíbulas que surgieron hace 500 millones de años, (Rolff, J., 2007) referencia nuestra especie cuenta con un sistema de inmunidad adquirida (además del sistema de Ir al índice 14 Figura 1.1 El clado de los homínidos Fig. 1.1. El clado de los homínidos está compuesto por numerosas especies que se separaron de un tronco común que lo une con los chimpancés (género Pan) entre hace 5 a 7 millones de años. Todas las especies comparten el caminar bípedo, una dentición sin caninos prominentes, menor dimorfismo sexual y una creciente capacidad craneana, que a su vez se relaciona con la elaboración de mayor diversidad y herramientas de trabajo. En la actualidad sólo una especie del clado, Homo sapiens habita el planeta tras la extinción hace 30 mil años de Homo neanderthalensis.. Tomada de: Sean B. Carroll, Genetics and the making of Homo sapiens, NATURE, VOL 422, 24 ABRIL 2003 Ir al índice 15 inmunidad innata). Se han señalado tres grandes hipótesis que explican el surgimiento de dicho sistema (Rolf, J, 2007): la primera es el surgimiento simultaneo hace 500 millones de años de ecto y endoparásitos, sobre todo helmintos que viven en el tubo digestivo que actúan como una fuerte presión de selección hacia aquellos que contaran con nuevas formas de inmunidad necesarias para contrarrestar la evasión que hacen estos parásitos a la inmunidad innata. La segunda hipótesis se refiere a que justamente en los vertebrados surge una mayor cantidad de duplicaciones genéticas, lo que conduce a mayor posibilidad de mutaciones y eventualmente de cáncer (un fenómeno casi exclusivo de los vertebrados). Esta posibilidad de desarrollar cáncer será también una presión de selección hacia el desarrollo de inmunidad adquirida que funcionará como una especie de “policía” que vigila el surgimiento de neoplasias. La tercera hipótesis señala que dado que los vertebrados con mandíbulas y mayor eficiencia metabólica tienen una tasa metabólica mayor presentan a su vez mayores tasas de daño oxidativo del ADN y de recambio de nucleótidos lo que aumenta la cantidad de mutaciones. Esto constituirá una fuerte presión de selección hacia aquellos organismos con mecanismos de inmunidad adquirida necesarios para el control de las células dañadas. Otro ejemplo de la importancia que tiene la perspectiva evolutiva para comprender la dimensión biológica del ser humano consiste en considerar que el genoma surgido en las condiciones propias del plioceno y del pleistoceno, no necesariamente se corresponde con un ambiente muy diferente al de aquellas épocas, como son las condiciones de vida actuales. Esto repercutirá en que se expresen o no características que podemos catalogar como enfermedad. Por ejemplo, compartimos con los Ir al índice 16 chimpancés algunas variantes de genes relacionados con enfermedades crónicas tales como resistencia a la insulina, diabetes mellitus, enfermedad coronaria o cáncer colorectal, que aparentemente no jugaron un papel de selección negativa en las condiciones de vida, propias del plioceno/pleistoceno, ni en una ni en la otra especie8. Si por ejemplo el promedio de vida de Homo erectus era de 25 años y desarrollaba intensa actividad física es difícil que este tipo de variantes genéticas afectaran la selección organísmica (Ver cuadro 1.2) y redujeran el éxito reproductivo de los individuos o las poblaciones que las tuviesen con mayor frecuencia. Finalmente, cabe señalar que es difícil establecer una clara línea divisoria que separe la biología de los humanos de la de otros seres. Dice Jay Gould: “ […]cuando miramos a los ojos a un mono sentimos una escalofriante fascinación que se expresa como alegría o como miedo.”9 Y es que, en efecto, muchas características humanas como el lenguaje, la fabricación de instrumentos o incluso la cultura que se transmite entre generaciones, no son atributos exclusivos de los humanos (se ha descubierto por ejemplo que los chimpancés de distintos grupos tienen culturas distintas que transmiten a su descendencia pero no por vía genética). Parecen ser ciertas las palabras de Darwin en el sentido de que la diferencia de la mente humana, aunque grande, es solo de grado y no de naturaleza. Pero una diferencia de grado, incluso pequeña, por ejemplo entre 1 y 0 grados Celsius marca el cambio del agua líquida a sólida. Y esto parece ser el caso con el ser humano. Los cambios genéticos entre nosotros y nuestros “primos” más cercanos, los chimpancés, darán origen al surgimiento de una nueva dimensión de la existencia humana: la dimensión social. Ir al índice 17 Forma parte de estos pequeños cambios que hacen grandes diferencias el desarrollo de nuevas propiedades del lenguaje, la mayor capacidad de crear instrumentos mediante combinaciones de materiales y el desarrollo de formas artísticas. Se ha postulado la hipótesis de que el surgimiento de un gen regulador del desarrollo neurológico, el gen FOXp2, contribuyó al desarrollo de una mayor potencialidad del lenguaje en los homínidos (los chimpancés no cuentan con este gen y éste muestra haber tenido presiones de selección)10. Como sea, los seres humanos, de acuerdo con Chomsky, cuentan con una propiedad innata, una especie de “gramática universal” que no tienen otros seres vivos y que tiene la característica de permitir aprender diversos idiomas con gramáticas infinitas, es decir, se puede construir un número infinito de frases con ellas. Escapa a este capítulo una descripción de las interesantes teorías que vinculan la evolución con el surgimiento de la actual propiedad de gramática universal de los humanos, baste señalar que el desarrollo de diversas gramáticas, según Nowak (2002)11, podría haber sido una importante fuerza de selección que condujo a la gramática universal humana actual. En cuanto al desarrollo de instrumentos, cabe señalar que los primeros instrumentos elaborados por homínidos llamada tecnología olduvense (realizados por Australopithecus robustus, boisei y aethiopicus así como por Homo habilis) pueden ser aprendido por chimpancés; sin embargo, la posterior tecnología llamada Achuelense elaborada por Homo erectus, implica un desarrollo conceptual mayor en el que intervienen el desarrollo de conceptos como el de simetría. Posteriormente, hace 50 mil años surgirá en África, producto de Homo sapiens una nueva tecnología, la del paleolítico superior, en la que surgen combinaciones de los más diversos materiales Ir al índice para crear instrumentos como lanzaderas, redes de pesca, textiles, etc. 18 12 Se tiene registro de que hace 70 mil años surge la primera manifestación de trabajo artístico en Blombos Cave en Sudáfrica.13 (Ver figura 1.2.) Figura 1.2. Figuras artísticas encontradas en Blombos Cave, Sudáfrica. Figura 1.2. En las fotografías se muestra un trozo de piedra en el que un humano grabó imágenes geométricas al parecer solo con fines estéticos. Tomada de: Henshilwood Ch S, et al. Emergence of Modern Human Behavior: Middle Stone Age Engravings from South Africa, Science Vol. 295 15 Feb. 2002. La organización y procesos biológicos humanos, entonces, serán la base sobre la cual emergerá una nueva dimensión de la vida humana, no reducible a la biológica, la dimensión social, misma que se caracterizará por el surgimiento de un complejo conjunto de relaciones entre los humanos y la naturaleza y entre los seres humanos mismos. Ir al índice 19 Esto no quiere decir que esta nueva dimensión, la social, sustituya a la biológica, sino más bien significa que varios sucesos biológicos de los humanos dejarán de ser “naturales” para volverse sociales. Veamos esto con más detalle. Habíamos establecido que la vida tiene la propiedad de modificarse en función de las condiciones en las que se encuentra. Existen así, distintas formas de andar de la vida, correspondientes a diversas condiciones. En la medida en que dichas condiciones no son natural sino socialmente creadas, las formas de andar de la vida serán otras tantas creaciones sociales. Pongamos dos ejemplos: nunca en la historia natural del ser humano se vio que miles de individuos sucumbieran intoxicados por mercurio. Fue en la historia social del hombre que los indígenas del Perú fueron obligados a extraer plata del mineral mediante mercurio acortando sus vida a apenas un año de trabajo. No hay explicación biológica que nos lleve a comprender por qué los seres humanos se dieron a la frenética tarea de lavar el mineral de plata con mercurio; esta explicación se encontrará sólo estudiando la dimensión social en la cual se convirtió en imperativo la acumulación de la plata en las metrópolis aun a costa de la vida de miles de personas. El segundo ejemplo lo tenemos frente a nuestros ojos: nunca el genoma del plioceno/pleistoceno se había enfrentado al exceso calórico fomentado por las transnacionales alimentarias generando cuerpos obesos y metabólicamente al límite. Lo anterior, nos lleva a escudriñar en la dimensión social del ser humano para finalmente sintetizar ambas en adecuadas definiciones de la salud y la enfermedad que a su vez son el objeto de la medicina y de la salud pública. Ir al índice 20 Figura 1.3. Restos humanos de la cueva de Qafzeh, en medio oriente de 100 mil años de antigüedad. Sepultados en una postura especial y con objetos que les acompañan, una mujer joven y tal vez su hijo son los restos más antiguos conocidos de prácticas funerarias propias de Homo sapiens. (Tomada de Hominidés, www.hominidés .com) b) La dimensión social del hombre. La dimensión social implicada en el ser humano surge de la relación del hombre con el mundo y con los otros seres humanos. Con los otros seres humanos comparte necesidades que ha de resolver, pues para su existencia depende de alimento y abrigo, de protección contra peligros, de comunicación, de creación, de libertad, etc. Y tal dependencia se expresa en forma de necesidades que tendrán que ser cubiertas con satisfactores, mismos que son producidos con bienes aportados por la naturaleza y modificados por el trabajo, para poder ser usados eficientemente (Manfred Max Neef)14. Además, la doble acción de relacionarse con la naturaleza y con otros hombres crea saberes y prácticas que cohesionan a los colectivos, mismas que constituyen lo que llamamos cultura. Es por ello que ésta forma parte de la dimensión social y no es reducible a la dimensión biológica. Ir al índice 21 La forma de satisfacción de dichas necesidades (y el surgimiento de nuevas necesidades) ha cambiado a lo largo de la historia. Como también son cambiantes las formas culturales de representarse y actuar en el mundo y ante la propia sociedad. El ser humano construye instrumentos de piedra, en el llamado período paleolítico con los que caza o pesca para satisfacer su hambre, además de recolectar frutos y raíces feculentas. Sus utensilios pertenecían a la comunidad y les permitían su defensa. (Atahuichi Salvatierra, R.T. 2008).15 Posteriormente apareció la primera estructura de asentamiento humano en el neolítico. En ella convivían de diez a cincuenta familias, siembran, domestican animales y conservan algunos alimentos salándolos. Ello permitió al ser humano permanecer en el mismo territorio consecuentemente materiales y acumular (Antequera, J. 2005).16 Se inventaron unas ochenta variedades de herramientas. El fuego y la cacería aumentaron las capacidades de caza del ser humano. Los cazadores se concentraron y distinguieron de los otros miembros de la comunidad, en una primera Cuadro 1.4 La sociedad y el medio ambiente La sociedad y los ecosistemas interactúan en todo momento. La población humana se relaciona con el lugar en donde vive para obtener de sus ecosistemas una gran variedad de bienes y servicios; al hacerlo, los modifica de forma significativa. La forma en la que se ven afectados los ecosistemas por las actividades humanas tiene consecuencias sobre la provisión de sus bienes y servicios y por ende en la salud de las poblaciones. El ecosistema es el resultado de una dinámica compleja de seres vivos –microorganismos, plantas, animales y seres humanos– con el ambiente físico –p. ej., agua, suelo, aire, temperatura– que interactúan constantemente1. Estas interacciones y todos los procesos que se derivan de ellas, son precisamente las que fundamentan el sustento de la vida en el planeta y las que sostienen la capacidad de los ecosistemas para proveer servicios. Estos servicios satisfacen directamente las necesidades humanas y responden a demandas específicas de la sociedad, que busca asegurar su bienestar a través del desarrollo económico y social. En este proceso, la sociedad toma decisiones, respondiendo a factores económicos, sociales, culturales, políticos, tecnológicos y legales, y actúa sobre los ecosistemas modificándolos y por ende cambiando su capacidad para proveer servicios. Elaboró: Ana Rosa Moreno Sánchez Ir al índice 22 forma de división social del trabajo. Hace unos veinte mil años ya contaban con cuchillos afilados arcos y Cuadro 1.4 Servicios Ecosistémicos Servicios de provisión Servicios de regulación Servicios culturales Productos obtenidos de los ecosistemas Procesos ecosistémicos que regulan las condiciones en las que los seres humanos viven y se desarrollan Elementos de los ecosistemas o procesos derivados de éstos que generan beneficios no materiales Alimentos Agua Regulación del clima Madera y leña Fibras Control de enfermedades y plagas Espirituales y religiosos Recreación y turismo Bioquímicos, medicinas naturales y farmacéuticas Control de inundaciones y eventos naturales extremos Estéticos Herencia cultural y pertenencia al territorio Regulación de la calidad del agua y el aire Educacionales e inspiracionales Polinización Regulación de la erosión Regulación de la biodiversidad Recursos genéticos Servicios de soporte o sustento Procesos ecosistémicos básicos que aseguran el funcionamiento adecuado y los flujos de servicios de los ecosistemas (necesarios para la provisión de todos los demás servicios) Formación de suelo Ciclo de nutrientes Producción primaria (conversión de energía lumínica y nutrientes) Fuente: Millennium Ecosystem Assessment. 2003. Ecosystems and Human Well-being: a Framework for Assessment. Washington, D.C., Island Press). P. 57. Ir al índice 23 flechas. (Antequera, J. 2005). Se establecieron nuevas alianzas comunitarias en el contexto neolítico. (Samaja, J. 2007)17 Ello dio paso a la llamada revolución urbana. El número de habitantes de las comunidades se multiplicó por diez y crecieron las necesidades de distribución de alimentos y con ello el comercio. Creció la necesidad de defensa y aparecieron los guerreros (Josep Antequera, J. 2005). La creación de los alimentos, por medio del cultivo y la ganadería propiciaron el sentido de propiedad privada. Se formaron castas y clases sociales, expresiones francas de sometimiento del hombre por el hombre que progresó en el esclavismo y posteriormente en sistemas de gobierno feudal que favorecían una mejor calidad de vida para una minoría sometida y opresora que se apropia del trabajo de otros. (Atahuichi Salvatierra, R.T. 2008). En Mesoamérica tenemos como antecedente la cultura mexica asentada hacia el año 1325 en la que se encuentran bien marcadas las clases sociales. Ahí el dominio de nobles y sacerdotes, más abajo los guerreros y mercaderes seguidos por los labradores. Tenían esclavos, cuya condición nacía de deudas, delitos o el haber sido prisioneros de guerra. Señala Manuel Payno: “[…] En la mesa central de Anáhuac parece probable que hubo diversas tribus o familias que vinieron por el norte y que fueron suplantándose las unas a las otras o fundiéndose por los medios usuales en el mundo, que eran la invasión y la conquista. “[…] Las cargas a que quedaban sujetas las provincias conquistadas eran la de ministrar un cierto número de hombres para la guerra, y la de cultivar una extensión de terreno que se reservaba y señalaba el conquistador, y entregar los productos de la Ir al índice 24 cosecha por vía de tributo que recogían a su tiempo los oficiales reales. La corona, en consecuencia, en el curso del tiempo poseía muchas tierras, y así se explica el lujo y opulencia relativa de las tres monarquías aztecas. Los nobles poseían a su vez cierta extensión de propiedad territorial, y el cultivo de la tierra se hacía en lo general por los plebeyos que se llamaban macehuales.[…]” (Payno, M sf/2008).18 Luego vino la conquista de Mesoamérica, en la que los indios fueron sometidos a trabajos intensos, e inhumanos, al hambre, a la falta de abrigo. En la Nueva España sobre la base de la despojo de las tierra (las minas incluidas), mediante la fuerza y mediante la creencias religiosas se estableció un régimen de dominio que, además, combinaba una Cuadro 1.5. Algunas castas en la Nueva España. Padre Madre Casta Español Mestizo Español Mulato Morisco Chino Salta atrás Lobo Gíbaro Albarazado Cambujo Sambaigo Culpamulato Tente en el aire Notentiendo India Española Mora Española Española India Mulata China Mulata Negra Inida León Cambuja Mulata India Mestizo Castizo Mulato Morisco Chino Salta atrás Lobo Gíbaro Albarazado Cambujo Sambaigo Culpamulato Tente en el aire Notentiendo Tornaatraz Tomado de: Pinturas de castas (anónimo), Museo Nacional del Virreinato (siglo XVIII) compleja estructura de discriminación étnico-racial y por género conocida como la estructura de castas. (ver cuadro 1.3) Mediante ésta se justificaban diversas formas de opresión económica y política. Dichas formas de opresión fueron el medio a través del cual las metrópolis europeas se adueñaron de gran cantidad de riquezas en las colonias, a costa de de las necesidades y la vida Ir al índice 25 misma de millones de personas de las colonias o traídas como esclavos desde el África. El aprovechamiento que hacen unos seres humanos de otros tomará nuevas formas en todo el mundo al generalizarse el capitalismo moderno. En un proceso progresivo de desarraigo de sus tierras millones de personas se dirigirán a las ciudades en búsqueda de empleos en las empresas en propiedad de una nueva clase emergente, los capitalistas, que se configurará a lo largo de dos siglos como la propietaria de unas riquezas acumuladas más grandes que las de toda la historia humana anterior junta, co existiendo con la desposesión y la pobreza de miles de millones de personas en todo el mundo. La dimensión social del ser humano, entonces, podrá caracterizarse por las formas cambiantes que adoptan las relaciones entre el humano y la naturaleza y entre los seres humanos, y por las formas en las que las personas crean culturas tan propias, cambiantes y contradictorias como lo son dichas relaciones. (Marx, K.) 19 Esquemáticamente, entonces, podemos afirmar que la dimensión social del ser humano es un proceso de cambio constante en las relaciones con la naturaleza y las relaciones entre los hombres, con sus correspondientes formas culturales, al que denominamos historia. En este proceso, se han dado distintas formas de distribución desigual de la riqueza, la propiedad y el poder y la cultura entre grandes grupos humanos. De estos procesos y relaciones sociales se desprenden distintas formas de vida de las cuales, a su vez como veremos adelante, se generarán formas específicas de salud enfermedad de cada época y de cada grupo social. Distinguiremos dos grandes Ir al índice 26 componentes de las formas de vida: las condiciones de vida y los estilos de vida. Las condiciones de vida incluyen las necesidades así como los satisfactores creados para cubrirlas, por ejemplo alimentación, vivienda, saneamiento, educación, trabajo, entorno ambiental, así como las formas de trabajo que realizan las personas. Mientras que los estilos de vida, serán formas sociales y culturalmente determinadas de vivir, que se expresan en conductas, tales como formas de alimentación, hábitos higiénicos, realización de deportes, consumo de tabaco y alcohol, entre otros. (Ver figura 1.3) Llegamos aquí a una primera conclusión: existe una articulación entre la dimensión biológica y la dimensión social del ser humano. En la medida en que el ser humano es un ser vivo que se modifica por las condiciones en las que vive y en la medida en que dichas condiciones y estilos de vida son socialmente creados, la dimensión social se “incorpora” (en el sentido de que toma formas en el cuerpo) usando el concepto de Krieger (2001)20. Ir al índice 27 Figura 1.3. La dimensión social del hombre. Organización y procesos económico – sociales, políticos y culturales que toman forma en: a) Relaciones Entre el hombre y la naturaleza Entre los hombres b) Instituciones En las cuales se desarrollan: Distribución desigual del trabajo, la riqueza y el poder. Prácticas sociales encaminadas a cambiar las formas de vida. Condiciones de vida: Formas de vida: Propias de una etapa histórica. Propias de distintos grupos sociales. Condiciones materiales necesarias para la subsistencia, ej. alimentación, vivienda, saneamiento, educación, trabajo, entorno ambiental. Estilos de vida: Formas sociales y culturalmente determinadas de vivir, que se expresan en conductas, tales como la alimentación, hábitos higiénicos, realización de deportes, consumo de tabaco y alcohol, entre otros. Ir al índice 28 2. La salud y la enfermedad. Aunque cotidianamente todos hablamos de salud y de enfermedad, elaborar una definición resulta algo difícil. Esto se debe a que la tarea involucra a las dimensiones biológica y social del hombre. Un concepto de la salud y de enfermedad implica, al menos, tres aspectos: a) la salud y enfermedad son formas específicas de estar del cuerpo y la mente del ser humano, b) salud y enfermedad son también conceptos construidos socialmente, y que son atribuidos a algunas condiciones que no necesariamente son biológicas y c) dichas formas son la resultante de la interacción entre la dimensión biológica del ser humano y su dimensión social. En el siguiente capítulo se abordarán de manera amplia el desarrollo de diversos conceptos sobre salud y enfermedad y distintos modelos en los que se les ha representando con fines teóricos o prácticos. Avanzaremos aquí algunas ideas sobre las características de la salud y la enfermedad en relación con los tres aspectos señalados arriba. Según el primer aspecto señalado, salud y enfermedad son conceptos que se refieren a formas específicas de estar del cuerpo y de la mente entre las cuales se puede transitar. Podemos estar ahora sanos, mañana enfermos y pasado mañana estar otra vez sanos. Por esto a la salud y a la enfermedad se les ha caracterizado como un proceso o como un trayecto en el que incluso podemos agregar la búsqueda y obtención de atención. Se ha conceptuado que salud y enfermedad en realidad tienen distintos grados entre los que transcurre la vida de individuos y colectividades (el continuo de la salud-enfermedad como le llama San Martín21 . En la historia y en la actualidad existen varios criterios para determinar si avanzamos (o estamos en) la dirección de la enfermedad. Uno de ellos es la presencia de síntomas o signos de Ir al índice 29 enfermedad. La salud, dice un viejo aforismo médico “es la vida el silencio de los órganos”. En efecto, la presencia de algunas manifestaciones corporales o mentales no comunes ha sido (y es) un indicador de enfermedad, e incluso de su gravedad (a más síntomas más gravedad). Sin embargo, hay enfermedades que durante largos periodos no cursan con síntomas y sí con lesiones en las estructuras celulares o tisulares. La lesión será definida como una alteración en la estructura normal. De forma que la definición de enfermedad y de salud ha incluido también la presencia/ausencia de lesiones. Otro aforismo médico dice: “no hay enfermedad sin sede”, de forma que pacientes y médicos tratan de des-cubrir dicha sede. En esa perspectiva puede no haber síntomas pero sí lesiones que habrá que buscar en alguna parte del cuerpo (¿o de la mente?). Estas lesiones explicarán o precederán a los síntomas en una dialéctica compleja. Sin embargo, es posible encontrar condiciones en las que no existe una lesión evidente pero si existen desequilibrios en el curso de ese río que es la vida;(en la vida o en el cuerpo?) de hecho si una alteración celular o tisular no se asocia con síntoma o desequilibrio alguno tal vez no la consideraremos enfermedad. Pasemos al segundo aspecto de la definición. ¿A qué consideraremos salud o enfermedad? Al parecer no hay un estricto criterio biológico que nos diga qué cuerpo o mente está enfermo y en qué grado, porque la definición misma tiene un componente cultural y valorativo. Por ejemplo en algunas grandes culturas del pasado no se consideraba a la epilepsia como una enfermedad, por el contrario, era condición necesaria de identidad Real (de la realeza). Esta forma de estar del cuerpo y de la mente era vista como un estado del alma. Ir al índice 30 Por otro lado, salud y enfermedad no se reducen a normalidad de ciertos equilibrios en el río en el que anda la vida de variadas formas. Salud y enfermedad son también definidos desde la dimensión social de la vida humana. Esto es, son condiciones biológicas que son definidas como tales en función de si permiten o no el desarrollo de proyectos productivos, artísticos o lúdicos y placenteros. Estos proyectos no son inherentes a la dimensión biológica de la vida humana y tienen fines diversos que van más allá de de dicha dimensión biológica. De hecho, desde esta perspectiva, es posible promover una mejor salud, no sólo por descuento de enfermedad, sino a través de cambios en el cuerpo y en la mente que permitan el mejor desarrollo de las potencialidades, capacidades y proyectos humanos. El elemento valorativo de la definición que no es reducible a fenómenos biológicos variará de época a época y de cultura a cultura, de forma que no hay significado único que deba ser explicada por los médicos a los legos, sino que en todo caso habrá que reconocer un diálogo entre saberes e intereses de personas y colectividades que ven desde distintas perspectivas al proceso salud enfermedad atención. El tercer aspecto, es la relación entre la dimensión biológica y la social en la determinación del proceso salud enfermedad. A diferencia de otros seres vivos, la salud y la enfermedad son procesos sociales, no “naturales” si por natural entendemos aquello que no es resultado de acciones intencionales de los seres humanos socialmente organizados. Son resultado de la interacción entre ambas dimensiones del hombre: la biológica y la social. Dichas dimensiones se articulan produciendo salud y enfermedad, como establecimos antes, a través de las formas de vida, mismas que son el resultado de las condiciones y los estilos de vida. Es así como estas formas de vida Ir al índice 31 (producidas por los procesos sociales) se incorporarán individual y colectivamente. Como dice David Blane: “Lo social es literalmente incorporado; y el cuerpo registra el pasado ya sea como las cicatrices de duelo de un militar o como el enfisema del minero. Las cicatrices de duelo como una marca de distinción que predispone a una ventaja o avance social, mientras que el enfisema le roba al trabajador su fuerza de trabajo y lo predispone a la pobreza y la desventaja.”22 Ir al índice 32 Figura: 1.4 Articulación para producir salud y enfermedad. Organización y procesos económico – sociales, políticos y culturales. Determinación Formas de vida: condiciones y estilos de vida Incorporación Proceso salud enfermedad. Bibliografía: 1 Margulis L. Sagan, D. ¿Qué es la vida?, Tusquets Editores, Metatemas, 2ª. Edición, enero 2005, Barcelona, España. 1 1 1 Varela, F. Maturana, H. De máquinas y seres vivos. Santiago, Chile: Editorial Universitaria.. Finkel, T. Serrano, M. Blasco MA. Nature, Vol 448 16 agosto 2007, 767-774. Travis, J. On the origin of the inmune system, Science, 1 mayo 2009, 580-582 1 Rolff, J. Why did the acquired immune system of vertebrates evolve?, Developmental and Comparative Immunology 31 (2007) 476–482 1 Canguilhem, G. Lo normal y lo patológico, Siglo XXI, México, 1ª ed. 1 Jay Gould, S. La estructura de la teoría de la evolución, Tusquets Editores, Barcelona 1 The Chimpanzee Sequencing and Analysis Consortium, Initial sequence of the chimpanzee genome and comparison with the human genome. Nature, Vol. 437, 1 September 2005 1 Jay Gould, S. The Human Difference, New York Times, julio 2, 1999. Ir al índice 33 1 MacAndrew, A. FOXP2 and the Evolution of Language, http://www.evolutionpages.com/FOXP2language.htm 1 Nowak, MA.; Komarova, NL.; Niyogi, P. Computational and evolutionary aspects of language, Nature, Volume 417(6889) 6 Junio 2002 pp 611-617. 1 Stanley A. Paleolithic Technology and Human Evolution, Science. Volume 291(5509) 2 Marzo 2001 pp 1748-1753 1 Henshilwood Ch S, et al. Emergence of Modern Human Behavior: Middle Stone Age Engravings from South Africa, Science Vol. 295 15 Feb. 2002. 1 - Manfred, M. Human Scale Development. Conception, Application and Further Reflections. Nueva York, Londres, Apex Press. 1991. Atahuichi Salvatierra, R.T. “El proyecto de constitución y el cambio de estructuras" en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Nº 92, febrero 2008. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/bo/ 1 1 Antequera, J. (2005) El potencial de sostenibilidad de los asentamientos humanos. Capítulos: 3.2: El Neolítico y la revolución agrícola, el inicio de la transformación ecosistémica y 3.3: La Evolución Urbana. Edición electrónica a texto completo en www.eumed.net/libros/2005/ja-sost/ 1 Samaja, J. (2007). Epistemología de la salud. Reproducción social, subjetividad trans-disciplinaria. Buenos aires Argentina, Ed. Lugar. 1 Payno, M. (s.f/2008) Tratado de la propiedad. Capítulo XXIII. La propiedad entre los Aztecas. Los calpullis. Primera edición cibernética. http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/derecho/propiedad/23.html TRATADO DE LA PROPIEDAD 1 Marx, K. La Ideología alemana, Ediciones de Cultura Popular, México, 1970. 1 Krieger, N., Smith, GD. Bodies Count, and Body Counts: Social Epidemiology and Embodying Inequality. Epidemiologic Reviews, V26, 2004. 1 San Martín, H. Salud y enfermedad. Ed. La Prensa Médica Mexicana, 4ª. Edición, 1981, reimpresión 1984. 1 Blane, D. The life course, the social gradient, and Health. En Marmot, M. Wilkinson, R. Social Determinants of Health. Oxford University Press, NY, 1999. Ir al índice 34 Capítulo 2. Distintas aproximaciones teóricas a la salud y a la enfermedad Laura Moreno Altamirano, Juan Manuel Castro Albarrán, Nashielly Cortés Hernández Hay en verdad dos cosas diferentes: saber y creer que se sabe. La ciencia consiste en saber; en creer que se sabe está la ignorancia. Hipócrates de Cos, La Ley, siglo V a. C. INTRODUCCIÓN Como señalamos en el capítulo anterior, la salud, la enfermedad y la muerte son atributos del proceso vital humano, proceso que es simultánea e indisolublemente expresión concreta de la compleja interacción entre sus dimensiones biológica y social. Por ello, el estudiante de medicina precisa de comprender las diversas formas de interpretación que los seres humanos hemos tenido sobre tales fenómenos a lo largo de la historia, lo que implica conocer cómo se entrelazan los aspectos biológicos y sociales en su conceptualización y expresión material en el cuerpo humano. Lo anterior les permitirá tener una visión más amplia del intrincado proceso que va de la salud a la enfermedad y comprender que la enfermedad, como objeto y razón de la práctica de la medicina clínica, requiere de la comprensión de su significado biológico y de su trascendencia social y cultural. El propósito general de este capítulo es provocar, en los estudiantes de medicina, una reflexión conceptual acerca de la salud, la enfermedad y los objetos, dimensiones, Ir al índice 35 niveles de análisis y proximidades entre la medicina y la salud pública (SP); así como poner sobre la mesa los principales debates contemporáneos sobre estos temas. Revisaremos tales interpretaciones de manera esquemática y general, deteniéndonos a analizar los conceptos que orientan las distintas prácticas de la medicina occidental moderna y la SP. Para ello, procuraremos agrupar los reconocidos modelos explicativos de la enfermedad: el mágico-religioso; el unicausal; el de la historia natural de la enfermedad con énfasis en la llamada tríada ecológica; los modelos sociales, en los que, pasando por los funcionalistas y los críticos, tocaremos someramente el modelo psicosocial, el eco social, y el vigente oficialmente en la OMS; para, finalmente, dejar abierta la reflexión en torno a los planteamientos de la determinación social de la salud hacia un concepto de salud sin referente sobre la enfermedad. Todo ello enmarcado según dos perspectivas generales de conceptualización de la enfermedad: la visión ontológica y la visión dinámica de la enfermedad. Buscamos que, al finalizar la lectura del texto, hayamos podido compartirte la necesidad de cuestionar las nociones preconcebidas en torno a “la salud” y “la enfermedad”. Esperamos ofrecerte algunos conceptos que permitan confrontar tus nociones actuales con las nociones generalizadas y dominantes en ésta y en otras épocas o en distintos momentos históricos y en otras culturas.1 Además, al final del capítulo veremos que la salud y la enfermedad no han sido, ni 1 Cultura.- Concepto que ha sido objeto de reflexiones y polémicas que se remonta al siglo XVIII. La antropología moderna describe la cultura como el conjunto de creencias, costumbres, ideas y valores, así como a los artefactos, objetos e instrumentos materiales que adquieren los individuos de un grupo social. Por otro lado, se ha señalado que designa el conjunto total de las prácticas humanas: económicas, políticas, científicas, jurídicas, religiosas, comunicativas y sociales en general. Algunos autores prefieren referirse a la noción de cultura como a los significados y valores que los hombres de una sociedad atribuyen a sus prácticas. La antropología ha incluido dentro del campo de la cultura a la organización del trabajo, los modos de alimentación, los usos de vestimenta, etcétera. Es decir la cultura es una red de signos que permite, a los individuos que la comparten, atribuir sentido tanto a las prácticas como a las producciones sociales. Ir al índice 36 serán, nociones fijas, sino que –implícita o explícitamente– entran en consonancia con un conjunto de ideas predominantes y corrientes teóricas, que, a su vez, han generado diversos modelos explicativos para esas nociones. Por lo mismo, los modelos explicativos pueden sucederse uno a otro en el tiempo, pero eso no implica necesariamente que se correspondan en un sentido evolutivo y progresivo, aunque su emergencia sí corresponda a momentos cronológicos sucesivos. Trataremos, entonces, de ofrecerte herramientas conceptuales para relativizar la lógica según la cual se ha considerado que la salud y la enfermedad son totalmente opuestas, ya que para definirse han sido colocadas como antagónicas. Notaremos que en nuestro quehacer cotidiano, como estudiantes de medicina o como profesionistas de la salud, estamos asumiendo alguno de los modelos explicativos, lo estamos reforzando, reproduciendo y, por supuesto, también haciendo vigentes o transformándolos al tiempo que transformamos la cultura.2 La invitación es a que reconozcamos que todos esos modelos siempre se corresponden con corrientes teóricas y prácticas sociales específicas y de ahí que carguen con ciertas ventajas, pero también con ciertas limitaciones al momento de interactuar con la realidad material de las sociedades –y los sujetos dentro de esas sociedades–. Por ejemplo, si pensamos que la enfermedad es producto de un riesgo al cual nos expusimos individualmente, procuraremos mecanismos para explicarle a cada quien cómo evitar exponerse a esos riesgos; en cambio, si creemos que la enfermedad es un mal de cuyo origen fuimos culpables por actos pecaminosos, procuraremos rezar para prevenir la tentación de pecar; por otro 2 Cabe señalar, como dice Bolívar Echeverría, que la cultura no establece identidades estáticas e inmutables sino que es algo que se pone a prueba cotidianamente en el contacto con otros y se entra en contradicción y se enriquece de las identidades de los otros. Echeverría, Bolívar (2001). Definición de la cultura. México, Ítaca/UNAM, 187-188. Ir al índice 37 lado, si la vemos como la expresión concreta de la injusticia social, pretenderemos modificar las condiciones sociales que la producen; y si tenemos la idea de que la enfermedad es un proceso vital, es parte de la vida, buscaremos contender con ella de modo que esa condición no limite, o limite lo menos posible, nuestra capacidad de ser felices y, para ello, haremos uso del diálogo, la comprensión y el acompañamiento de las personas enfermas. Lo que queremos, en concreto, es que nuestro futuro quehacer médico, no sea algo que “nos ocurre”, sino algo que nosotros mismos podemos modelar con responsabilidad. 1. Las cambiantes nociones de salud y enfermedad en la sociedad y en la historia a) Objeto de estudio de la medicina El objeto de estudio primario de la medicina es la enfermedad. Sobre ese objeto, las prácticas médicas, esencialmente curativas, se manifiestan como formas de lucha contra las enfermedades humanas, no sólo para controlar el sufrimiento, o limitar el daño y la discapacidad sino para prolongar la vida y aplazar, en lo posible, la muerte. A lo largo de la historia, las prácticas médicas han sido guiadas por conceptos diversos que permiten identificar la enfermedad, clasificarla y entender sus causas con la intencionalidad de incidir eficazmente sobre ella. Tales conceptos, se estructuran en modelos explicativos o paradigmas, y constituyen los “saberes médicos” que, a su vez, se inscriben dentro de determinadas maneras de ver y entender el mundo, a las que se ha llamado “cosmovisiones”.3 3 El término cosmovisión expresa un conjunto de creencias, ideas, explicaciones y opiniones que configuran la imagen general del mundo que comparten los miembros de un grupo social, en un momento histórico determinado, y Ir al índice 38 Desde las “cosmovisiones” nombramos el mundo. Así, a algunas propiedades de existencia de la vida humana a las que llamaremos “salud”, mientras a otras llamamos “enfermedad”. Estas propiedades pueden plantearse también como condiciones que transitan de un estado a otro en un proceso de cambio constante, a veces favorable a la adaptación y a la sobrevivencia, a veces en sentido contrario. En esa realidad dinámica ocurre nuestra existencia material y se desenvuelve nuestro ser social y también nuestro ser personal. Dentro de esa realidad cambiante es que nos estamos formando para convertirnos en lo que conocemos como profesionista de la salud. Sin embargo, aunque las concepciones sobre la salud y la enfermedad y el desarrollo de la medicina se han implicado mutuamente a lo largo de la historia, en ocasiones han dado lugar a sentidos discordantes, que expresan las discrepancias en la manera de interpretar los hechos biológicos y sociales. El proceso salud-enfermedad revela las condiciones específicas de un sistema cultural, por lo tanto su comprensión se sustenta en la interrelación de lo biológico con lo social. De modo que la enfermedad es un fenómeno complejo que va más allá de la dimensión biológica del ser humano y deriva de un conjunto articulado de procesos culturales. Como si se tratara de una sentencia, la denominación “enfermedad” conlleva una carga de connotaciones ideológicas, económicas e incluso políticas. Es decir, cuando a una serie de propiedades y condiciones de la vida las nombramos como enfermedad, que les conduce a interpretar su propia naturaleza y la de todo lo existente. La palabra "cosmovisión" proviene de la expresión alemana Weltanschauung (Welt, "mundo", y anschauen, "observar"), que fue acuñada por el filósofo germano Wilhelm Dilthey en 1914, en su obra “Introducción a las Ciencias Humanas”. El vocablo se incorporó inmediatamente al lenguaje de las ciencias sociales, particularmente de la antropología, y también fue admitido en la filosofía. Una cosmovisión es una serie de principios comunes que inspira teorías en todos los niveles: una idea de la estructura del mundo, que crea el paradigma para las restantes ideas. Las religiones, las ideologías políticas y los sistemas filosóficos son cosmovisiones, ya que establecen modelos interpretativos de la realidad, desde los que sus miembros elaboran diversas doctrinas que, a su vez, orientan sus prácticas. Las cosmovisiones son complejas y resistentes al cambio, a veces incorporan planteamientos divergentes y contradictorios. El fundamentalismo, cualesquiera que sea su adscripción filosófica, política o religiosa es una forma de afirmación dogmática, intransigente y autoritaria de la propia cosmovisión. Ir al índice 39 estamos cargándolas de una serie de significados y vinculándolas con una serie de ideas sobre lo que es el mundo, la vida, lo bueno, lo sufrible e incluso lo sancionable y culposo; más allá de que estemos tratando de identificar situaciones en las que la profesión médica pueda incidir para aminorar el sufrimiento, el dolor o el padecer. Por ejemplo, la homosexualidad, que durante décadas fue considerada como una enfermedad, desde 1973-197423,24,25,26 y 27 dejó oficialmente de serlo para concebirse como una preferencia más, algo que las personas pueden elegir libremente sin que ello sea síntoma de alguna patología subyacente.4 Pero la homosexualidad no es el único ejemplo, incluso hay otros ejemplos en los que nos cuesta más trabajo reconocer que no hay formas de existencia humana que sean enfermedades en sí, sino que decidimos llamarlas de ese modo conforme a una serie de criterios que también nosotros mismos definimos. Por ejemplo, hoy se considera que algunas formas de tristeza (proceso vital humano no patológico) son depresión, que es una enfermedad diagnosticable cuando paralelamente le identificamos una serie de defectos en la producción de neurotransmisores. Con lo anterior no se pretende defender que estas formas de existencia de la vida humana deban o no ser consideradas como enfermedades; sino mostrarte que los criterios para dar tal calificación, han cambiado y seguirán cambiando a lo largo de la 4 La Asociación Americana de Psiquiatría (APA, por sus siglas en inglés) dejó de considerar a la homosexualidad per sé como un trastorno mental, dejándola de incluir en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM, por sus siglas en inglés), que es una clasificación sobre trastornos mentales reconocida mundialmente. En su lugar apareció la categoría “trastornos de orientación sexual”. Esta modificación apareció en la séptima edición del DSM-II y la discusión de los criterios diagnósticos que se tenían en el DSM-II para “homosexualidad ego-distímica” se reformularon en el DSM-III, con base en el argumento de que los criterios que estaban a discusión eran juicios de valor acerca de la heterosexualidad más que juicios de hecho acerca de la homosexualidad, con lo que finalmente se dejó de tomar a la homosexualidad como desorden mental en sí y se establecieron diagnósticos sobre “trastornos de la sexualidad y la identidad sexual”, que no son exclusivos de homosexuales, sino también de heterosexuales. Este cambio sustancial se mantuvo en sucesivas reediciones, incluyendo la vigente del DSM IV y, en las propuestas para la reedición de 2013, con el DSM-V, no se está planteando modificar ese sentido, al contrario se está planteando que el apartado incluya “desórdenes sexuales y de identidad de género” (APA, 2010; APA, 1983: 396; Spitzer 1981). Ir al índice 40 historia. Por ello, para quienes pretendemos formarnos como profesionistas médicos, es importante reconocer que cuando hablamos de alguna “enfermedad” particular o de las “enfermedades” en general, estamos etiquetando condiciones de vida y de existencia y que ello tiene consecuencias; porque el punto no es sólo nombrarlas, sino reflexionar qué otros aspectos de la vida estamos definiendo al hacerlo, y los criterios que usaremos para tomar tal decisión. Caben, entonces, dos preguntas: ¿Cómo definir esos criterios, o a qué conjunto de ideas fundamentales han respondido esos criterios a lo largo de la historia antecesora a la medicina occidental actual? Y ¿Para qué hace falta que quienes se están formando en el área médica reflexionen sobre ello? A la última pregunta responderíamos, sin pretender una respuesta completa y acabada, que hace falta esa reflexión porque, a pesar de que “la enfermedad” es el objeto de estudio de la medicina occidental moderna como saber científico vigente, su objeto de trabajo en cambio, son las personas-sujetos que están enfermas, esto es, que presentan situaciones consideradas nosológicas, o que padecen y sufren alguna molestia y últimamente también aquellos que, estando sanos, desean evitar las enfermedades (mujeres embarazadas, niños sanos, etcétera). Lo anterior significa que el ejercicio médico profesional entabla relaciones sociales donde estas definiciones (como la definición de lo que es o no una enfermedad) dan la pauta para muchas otras interrelaciones y normas sociales. De ese modo, rebasan el ámbito de la curación, la prevención y la rehabilitación de situaciones que limitan las capacidades humanas, además de las potencialidades presentes y proyecciones personales a futuro. Para la primera pregunta de ¿cómo se han definido los criterios para nombrar la enfermedad y a qué conjunto de ideas fundamentales han respondido a lo largo de la Ir al índice 41 historia antecesora a la medicina occidental actual? retomaremos lo planteado en el capítulo anterior. b) Los diversos modelos explicativos Aparentemente, la definición de salud era opuesta a la enfermedad. Había salud cuando “los órganos estaban en silencio”; es decir, cuando no había señales de enfermedad, es decir, cuando no había manifestaciones corporales o mentales no comunes y que en la experiencia acumulada personal o colectiva, se identificaran como amenaza a la vida. Así, la noción de enfermedad se empataba con la noción de lo no común y el “criterio” para denominar una condición de vida o de existencia como enfermedad era que esa condición fuer poco común, anormal, o fuera de su estado natural de existencia. Los modelos explicativos sobre la salud y la enfermedad, en función del desarrollo de la sociedad han seguido la secuencia sugerida de manera esquemática en la tabla A.2.1. (Todos los números de las tablas se deben recorrer al eliminar la tabla A.1.1) Revisemos los conceptos, saberes y prácticas médicas dominantes correspondientes a cada etapa histórica para que, posteriormente, profundicemos en las formas en que se ha estructurado la noción de enfermedad y los diversos modelos que las integraron. Tabla A.2.1 Historicidad de la enfermedad y la medicina c) La visión ontológica de la enfermedad Analicemos ahora los diversos modelos explicativos a la luz de la conceptualización sugerida por George Canguilhem5 en la que propone que existen dos perspectivas 5 Un acercamiento interesante con respecto al concepto de salud es el de Canguilhem (1996), quien señala identifica dos formas muy distintas de ver la enfermedad: la visión ontológica y la visión dinámica de la enfermedad. Formas Ir al índice 42 generales para entender la enfermedad 28: la visión ontológica y la visión dinámica de la enfermedad (ver tabla A.3.1). Tabla A.3.1. George Canguilhem. (Castelnaudary, 4 de junio de 1904–Marly-le-Roi, 11 de septiembre de 1995) Muy al principio de la aparición de las sociedades humanas la salud no era un concepto generalizado y común, pero en la mente de las personas sí podía notarse una noción, no nombrada como salud, pero que reconocía la existencia de un “estar sin enfermedad, naturalmente”; por lo que podemos asumir que la salud era la “ausencia de enfermedad”; a su vez, enfermedad era lo “no común que amenazaba la vida”. Para ello, parece que aún no necesitábamos entender “la causalidad”, porque ésta se explicaba en la falta moral, espiritual o corporal, sea individual o grupal, pero siempre sancionada desde fuera del doliente; ya sea por una fuerza divina o de “la naturaleza” de las cosas. Se concebía a la enfermedad como el resultado de la acción de fuerzas que “enfermaban” a las personas por las transgresiones cometidas. En ese sentido había una concepción mágica6 en el origen de la enfermedad. Poco después, en algunas sociedades antiguas y particularmente en las sociedades feudales, se desarrolló una concepción religiosa7 de la misma. En esencia ambos modelos se integran en uno que contrastan por las implicaciones que conllevan respecto al cómo ubicar al ser humano y su corporeidad, respecto de su entorno y ser relacional. En la primera visión, la enfermedad, la persona y el ambiente son entes separados, ajenos entre sí y sólo vinculados por fuerzas mágicas o divinas. En la segunda visión, la enfermedad no es un ente en sí mismo, sino que es resultado de la interacción de las personas y su ambiente, que son entes vinculados indisolublemente. 6 Modelo mágico. La enfermedad se pensó como el resultado de fuerzas o espíritus malignos que entran al organismo. 7 Modelo religioso. Como un estado de purificación y gracia enviado por Dios que pone a prueba la fe del individuo. Asimismo, la salud se ha vinculado a la religión como un “don”, cuya pérdida se debe a un castigo divino o al castigo Ir al índice 43 mismo –que según Canguilhem corresponde con una visión ontológica8–, debido a que en ambos casos el daño o la enfermedad son algo ajeno al cuerpo, algo que entra o sale de él, algo que le cae. La enfermedad es, entonces, algo que tiene “existencia como tal”, una entidad independiente del humano y que es capaz de provocarle un mal. Además, a la noción de enfermedad la acompañan un conjunto de ideas, entre las que se incluye que hay “una forma de andar de la vida”; esta forma suele estar señalada, por ejemplo, en los principios religiosos de cada cultura, que son las reglas humanas, justificadas como “divinas” de quienes ejercen mayor poder e imponen ideológicamente las normas a seguir; cuyas infracciones pueden desatar iras omnipotentes o celestiales y liberar poderes mágicos que se materializan en alteraciones corporales que causan dolor, sufrimiento y muerte. El papel del curador, o sanador, en este caso, incluye: saber cuáles son las normas correctas –sean las religiosas o las de otro tipo–, para poder identificar cuando se han violado; saber indagar cómo resarcir las faltas o compensar a las divinidades ofendidas o poderes desobedecidos para tener idea del remedio y, por su puesto, había que saber identificar “lo no común”, más allá de lo que el propio enfermo reconociera como expresión de daño, alteración o limitante de sus capacidades personales. Así por ejemplo, un nevo (lunar) de cierto tamaño y con ciertas características, para algunas religiones, podía perfectamente ser una señal de la falta que tenía que ser sancionada y resarcida para proteger a la persona, o incluso a la población completa a la que dicha persona pertenecía, de la ira divina. Así, la visión de la enfermedad como impureza que reclama una purificación para su curación, es un proceso social en el que ésta depende de los dioses debido a transgresiones individuales o grupales; o bien se ha considerado que esa pérdida es provocada por la exposición a elementos físicos del ambiente. 8 La ontología es un área de la filosofía que se encarga de estudiar el ser de las cosas “en cuanto tal”. Ir al índice 44 de la ejecución de ritos propiciatorios, reparatorios, de purificación o incluso de exorcismos. La enfermedad aparece dotada de vida independiente y como una especie de desgracia causada por fuerzas míticas generadas por agentes conscientes, que pueden estar vivos o muertos y pueden ser humanos o extrahumanos. Para la medicina que hoy llamamos occidental, se reconoce a este modelo (mágicoreligioso) como uno de sus modelos antecesores. Sin embargo, valdría preguntarnos si esa visión ontológica de la enfermedad ha sido plenamente superada, o si más bien este modelo que perduró durante siglos y modeló nuestra forma de entender la realidad y relacionarnos con ella como curadores de enfermedades, llega a hacerse presente en algunas de nuestras ideas y acciones presentes. También es cierto que esa visión mágica o religiosa, ya no es dominante, aunque lo haya sido durante milenios. Lo curioso es que, no obstante que hoy nos pueda parecer que resolvía “poco” respecto a modificar de manera efectiva el conjunto de condiciones de vida y existencia reconocidas como enfermedad –así como su despiadado e inevitable desenlace en la muerte–, el modelo mágico-religioso no fue rebasado por ningún otro modelo sino hasta que comenzaron a emerger discrepancias con las formas sociales de organización plenamente vigentes hasta el siglo XVIII, con lo que se ha llamado la formalización de los saberes y las disciplinas para convertirlas en ciencias positivas. 29 Esto significa, a riesgo de sobre simplificar el proceso que implicó, que comenzaron a tomar fuerza otros grupos sociales que abrieron paso a otras formas de ver la vida. Estas nuevas formas de ver, entender y relacionarse con la realidad, hoy se agrupan en criterios o elementos constituyentes de un proyecto cultural que ha sido llamado la modernidad. Esas nuevas formas de existencia humana permitieron un aceleramiento Ir al índice 45 en la construcción de renovados modelos explicativos sobre la enfermedad y se correlacionan con dos hechos históricos: uno, el auge en el proceso de cientifización de los saberes disciplinarios30 (particularmente de la física y la biología, pero no solamente) y dos, el tránsito, en Europa, de las sociedades feudales hacia formas de organización social propias de un capitalismo incipiente. Pero, ¿qué hay de la visión sobre salud y enfermedad que predomina en la medicina mexicana actual? Bien, pues ésta es herencia directa de la llamada “medicina occidental”, la cual, a partir del siglo XIX se ha venido alimentando de diversas ciencias. Como verás, para comprenderla, se hace necesario abordar entonces los elementos constitutivos de dicha medicina occidental nacida en el lecho del proyecto cultural de la modernidad.31 d) Los criterios de la modernidad y sus implicaciones en la construcción de modelos explicativos de la enfermedad Volviendo a los inicios del siglo XVII, encontramos que algunos de los criterios que fueron definiendo la modernidad y que se volvieron indispensables para considerar a una teoría como válida, además de la coherencia de sus conceptos, era que las observaciones de los hechos fuesen acordes con la teoría en cuestión (o al menos que no la contradijeran) y que esas observaciones fuesen evidenciables, repetibles y lo más objetivas posible.9 En la medida en que observaciones nuevas no fuesen acordes con la 9 Evidenciable o comprobable significa que no podemos fiarnos de nada que nuestros sentidos, sea de manera directa o mediada por la tecnología, no puedan percibir. Objetiva quiere decir que entre la materialidad que circunscribe un hecho y el que lo “percibe”, debe estar “libre de interpretaciones subjetivas”. Para ello, se hizo necesario plantearse que quien interpreta sea “neutral” y su interpretación de la realidad sólo obedezca al interés del “avance de la ciencia” y obstaculice cualquier otro interés, sea personal o grupal. Con los elementos (o criterios) anteriores, se construyó un discurso seductor y contra el cual era difícil de contender. Ir al índice 46 teoría la invalidarían dando origen a su desuso y al surgimiento de nuevas teorías que superaran tanto los dogmas religiosos como las viejas teorías. En el campo de la medicina que intenta basarse en la ciencia, surge la necesidad de establecer las causas de la enfermedad así como de generar un modelo no ontólógico de enfermedad sino uno dinámico en el que la enfermedad no tiene una existencia propia y separada del ser humano, sino que es más bien un proceso propio que se desarrolla en las estructuras y niveles (biológico y psíquico) que lo conforman. Así, en una medicina que se está haciendo ciencia, la búsqueda de la causalidad se vuelve central, de igual manera resulta crucial definir parámetros que permitan reconocer a dicha causalidad. En el contexto de emergencia de esta idea de la causalidad se encuentra la teoría microbiana de la enfermedad. Como en otras áreas del saber, en las que se buscaba “la” causa de tales o cuales fenómenos, en medicina se buscan las causas de las enfermedades. Para algunos, la teoría más sólida sería que a cada enfermedad le corresponde una causa tan específica como lo es aquella. Por esto, la identificación de ciertos microorganismos asociados a la producción de enfermedades favoreció teorías unicausales, centradas en la causa biológica inmediata de las enfermedades y que dejaban de lado la dimensión social del ser humano. Las viejas concepciones sobre las causas inmediatas de muchas enfermedades cayeron hechas añicos cuando se les aplicaron los postulados de Koch que hacían de lado al castigo divino y ponían nombres al los responsables de las enfermedades (ya sea tomados del descubridor: por ejemplo el Bacilo de Hansen o por su forma traducida al latín por ejemplo el Treponema pallidum). Este énfasis en las causas inmediatas, únicas y biológicas, sin embargo, empezó a entrar en contradicciones con nuevas Ir al índice 47 observaciones sobre causas no tan inmediatas que actúan bajo formas múltiples y que incluyen a la dimensión social del hombre. A continuación hablaremos del modelo unicausal y otros nuevos modelos. e) El modelo unicausal de la enfermedad En las décadas centrales del siglo XIX, el romanticismo decimonónico fue desplazado por el positivismo. Bichat, Laenec, Corvisart, John Snow, Claude Bernard, Joseph Lister, Louis Pasteur, Robert Koch, Rudolph Virchow e innumerables investigadores médicos, contribuyeron substancialmente a sustentar las bases científicas de la medicina occidental moderna. Esta manera de abordar los problemas médicos estuvo acompañada de grandes éxitos en el área terapéutica, y abrió camino a la investigación de numerosas medidas de control social, poblacional, disciplinario, e incluso hospitalario y a la creación de fármacos que hicieron posible el tratamiento individual del enfermo. Abrió camino también hacia acciones en el terreno poblacional, por ejemplo la sanidad del agua y drenajes ante las epidemias de cólera, o la lucha por el mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo en las ciudades o en las minas. En ese siglo se desarrolló un amplio debate que involucró varios campos: a) sobre el peso específico de los elementos naturales biológicos o sociales en la génesis de las enfermedades; b) sobre si cada enfermedad tiene una causa única y externa o bien si tiene causas múltiples, por ejemplo la constitución de los individuos que es tanto heredada como adquirida en el curso de la vida y fortalecida o debilitada por las condiciones de vida socialmente creadas; c) sobre si las enfermedades se producen y transmiten por el contacto con miasmas (especie de emanaciones patógenas que afectan a muchas personas) o bien, si se contagian de persona a persona y si ese contagio es debido a microrganismos que pasan a las personas por diversas vías. Ir al índice 48 En medio de estos debates, el descubrimiento de los microrganismos involucrados en la producción de diversas enfermedades inició una reestructuración y avances teóricos importantes, y sentó las bases para el desarrollo de nuevos modelos explicativos con sus correlativos avances preventivos (vacunas), diagnósticos (laboratorios micro e inmunológicos) y terapéuticos (antibióticos). La gran fuerza e importancia del descubrimiento de los microorganismos en la génesis de las enfermedades que más afectaban a la población, hizo que en el debate en torno a los puntos mencionados en el párrafo anterior se fortaleciera la idea de la enfermedad como un proceso natural (no social), con una causa única (el microrganismo) e independiente de las formas de vida de las personas. Es decir, ayudó poco para descifrar enteramente las causas de la enfermedad, ya que no explica por qué un agente patógeno, como por ejemplo un microorganismo, no siempre produce enfermedad, ni el papel que desempeñan otros factores en la aparición o el curso de una determinada condición morbosa. Así, los investigadores en su búsqueda del agente patógeno productor de cada enfermedad fundamentan y apuntalan el enfoque llamado biologicista e individual que aún hoy priva en el quehacer médico en México y en todos los países del “mundo occidental”. En el modelo unicausal de la enfermedad, se establece una unidad: “la causa igual al microorganismo”, negando con ello la intervención de cualquier otra condición o factor en la producción de la enfermedad, por lo que en este modelo, la visión está más próxima a la interpretación ontológica de la enfermedad que a la dinámica. En el modelo unicausal el microorganismo es ese ser externo, con voluntad propia que enferma al cuerpo sin que éste o el ambiente en el que ambos se desenvuelven tengan influencia alguna en el acto de enfermar. En este modelo unicausal, había que buscar la Ir al índice 49 causa, es decir al microorganismo y evidenciar su acción e identificar síntomas o lesiones en los tejidos corporales del enfermo. Tal modelo encontró su guía epistemológica en los postulados de Koch, aun útiles cuando se trata de establecer la relación entre un microrganismo y una enfermedad. Tabla A.5.1. Postulados de Koch Otro elemento para la construcción de teorías y modelos sobre la salud y la enfermedad es el relativo a la problemática de la normalidad. En el capítulo anterior se señaló que la lesión era definida como una variante de la estructura “normal” que, además, estaba asociada con sintomatología y con el pronóstico (“quien tenga esta lesión morirá por tenerla”). Hay aquí otro gran cambio en la concepción de la enfermedad, ya no se trata de ver lo “poco común”, sino que se torna fundamental organizar la distribución de la variabilidad biológica, para identificar los criterios de la normalidad, de la que nos ocuparemos adelante. Otro criterio constitutivo de la modernidad tiene que ver con la noción de la temporalidad de las cosas. Cuando la “causalidad” se volvió central, ésta definió cómo entender los hechos en el tiempo, los cuales no pueden sino sucederse uno a otro de manera lineal en el tiempo y de forma progresiva en su evolución. Lo anterior implicaría certezas para poder, legítimamente, acotar tanto los criterios normalidad/anormalidad como los de causalidad y la noción de enfermedad que con estos elementos se puede construir; pero también implicaría ciertas limitaciones para comprender la realidad, en la que la temporalidad no es lineal, ni la evolución es progresiva, necesariamente. Detengámonos un momento para profundizar en este punto de “Lo normal y lo patológico”. Los esfuerzos por elaborar una definición de enfermedad con frecuencia se han apoyado en los conceptos de normalidad y anormalidad. Canguilhem señala: Ir al índice 50 “…definir la fisiología como la ciencia de las leyes o las constantes de la vida normal no sería rigurosamente exacto por dos razones. Ante todo porque el concepto de normal no es un concepto de existencia, susceptible de por sí de mediciones subjetivas. Y luego porque lo patológico tiene que ser comprendido como una especie de lo normal, puesto que lo anormal no es aquello que no es normal sino aquello que es otra normalidad”. 32 Desde el enfoque estadístico, lo anormal no siempre corresponde con lo patológico sino que expresa la probabilidad de que un evento se presente con mayor frecuencia en los enfermos que en los sanos, sin que sea suficiente para establecer enfermedad o salud.33 Sin embargo, es frecuente que aunque lo normal sólo se refiera a lo usual o frecuente, en este enfoque se tome como enfermo a aquel cuyo perfil de comportamiento se sitúe en un campo de probabilidades de desviación de la norma a partir de ciertos umbrales. Dejemos aquí las reflexiones sobre lo normal y lo patológico y prosigamos con el análisis de los modelos basados en una visión dinámica de la enfermedad. f) La visión dinámica de la enfermedad y la multicausalidad ¿Por qué afirmamos que la temporalidad no es lineal y la evolución no es progresiva? Porque es posible encontrar condiciones en las que “A” (la lesión) no precede a “B” (los síntomas), o que la presencia de “A” (el microorganismo) no siempre evoluciona a “B” (la patología), o bien que no siempre que uno se expone a “A” (el alcoholismo) esto tiene desenlace invariable en “B” (la cirrosis hepática). Estas “evidencias” hacen necesario replantearse los criterios que dan forma a la noción de enfermedad y sus orígenes. Así, se busca y documenta una visión diferente a la ontológica a lo largo de la Ir al índice 51 historia humana. Se rescatan entonces otras perspectivas que Canguilhem nombra como la visión dinámica de la enfermedad. En el siglo XIX, la visión ontológica de la enfermedad deja su lugar a una visión dinámica de la misma. Y a la vez se abren paso explicaciones de corte multicausal. Así, Claude Bernard (1813-1878), fisiólogo fundador de la medicina experimental, señaló que la condición para la vida sana no se encuentra ni en el organismo ni en el medio externo, sino en la interacción de ambos. Las causas de la enfermedad así no pueden ser únicas sino múltiples. En los seres vivos el ambiente interno, que es el resultado del funcionamiento del organismo, preserva la función necesaria de equilibrio e intercambio con el medio ambiente. 34 Estas ideas, enriquecidas con los conceptos de homeostasis de W.B. Cannon (figura A.7.1), llevaron a que en los años treinta del siglo XX se utilizara el término homeostasis para referirse a la capacidad que tienen los seres vivos para mantener su medio interno con relativa constancia, a pesar de los cambios en el medio exterior.35 Más aún, Canguilhem, en su debate sobre “lo normal y lo patológico” señala que ese mantenimiento del medio interno puede tener una constancia diferente a la habitual, pero igualmente propicia para la vida (Canguilhem, 1966). Figura. A.7.1. W.B. Cannon Es claro que la microbiología, la fisiología, la farmacología etcétera, permitieron reconstruir el pensar hipocrático para poder plantearse la multicausalidad sobre “nuevas” bases, a la vez que arrinconaron las ideas ontológicas de enfermedad que le daban a las enfermedades una existencia propia e independiente del hombre cuando en realidad no son sino formas dinámicas por las que cursa la vida humana en una compleja interacción con el ambiente. Se reconoce, sin embargo, que ese “agente patógeno” externo al doliente, no es el único responsable de “causar” la enfermedad, Ir al índice 52 sino que ésta ocurre por un “desequilibrio” 10 el medio interno del cuerpo humano o en el medio externo de éste. Un ejemplo de lo anterior lo tenemos en el modelo de historia natural de la enfermedad”, surgido a mediados del siglo XX en la que la noción de “la tríada ecológica de la enfermedad” (ver tabla A.6.1), representa la clara superación del modelo unicausal y reconoce que la salud y la enfermedad están engarzadas en un proceso dinámico que depende de diversidad de elementos que conducen a una fluctuación constante entre el polo de salud y la aparición de enfermedad que se manifestará en signos y síntomas. Para este modelo, la enfermedad se debe a la ruptura del equilibrio existente entre los tres elementos responsables del estado de salud, que componen la tríada ecológica. Esta ruptura productora de enfermedad hace que, del periodo prepatogénico se transite al patogénico; este último puede cursar, a su vez, con un periodo subclínico y asintomático y si se le deja evolucionar, cruzará ese horizonte y entrará a una atapa patogénica sintomática o clínica que, de manera “natural”, podrá evolucionar a la curación espontánea, a la remisión de la sintomatología sin desaparición de la enfermedad con posibles reactivaciones sucesivas, a la cronicidad o a la aparición de secuelas permanentes y complicaciones o la muerte. Tabla A.6.1. La tríada ecológica de la enfermedad 10 Los “desequilibrios” de los que hablaban los griegos (Alcmeón de Crotona en el siglo V a C, los médicos hipocráticos en la Grecia Clásica, o Galeno desde el siglo II de nuestra era y hasta el Renacimiento), con sus nociones “naturistas” de la enfermedad incluían desequilibrios entre lo húmedo-seco, frío-caliente y amargo-dulce; o los “desequilibrios” de los humores corporales: sangre, flema, bilis amarilla y negra; o bien, resultantes de la combinación con los elementos primarios de la naturaleza: caliente-húmedo, frío-seco y los elementos del planeta: fuego, tierra, agua, aire; también implican una visión dinámica de la enfermedad. No obstante diferían de la moderna visión dinámica de la enfermedad, en que ellos no necesitaban ser objetivos, evidenciables, “neutrales”, etcétera, como sí es requerido en la medicina científica occidental propia de la modernidad. Ir al índice 53 En este modelo que incluye la idea, por demás antigua,11 de la interacción del “medio interno” con el “medio externo”12,36 sigue siendo fuente de debate la manera en que se entendió la influencia de este último. Aunque ya no es unicausal, en este modelo sigue sin considerarse con claridad la dimensión social del ser humano, a lo social se le reduce a uno más de los elementos del ambiente. En él se pretende afirmar que la enfermedad puede tener una evolución “natural” cuando, como hemos visto, no hay ser humano que exista en un “medio natural”. ¿Qué resulta de asumir un modelo como éste? Resulta una supuesta “neutralidad”, que niega que el equilibrio o desequilibrio de la tríada ecológica –que propicia la aparición de enfermedad– sean producidos socialmente (ver tabla A.6.2). Tabla A.6.2. La Historia Natural de la Enfermedad, la Medicina Preventiva y los niveles de atención Para este modelo se trata básicamente de actuar para mantener el equilibrio entre el agente, el huésped y el ambiente. Pero este último queda definido como un conjunto de estímulos protectores o potencialmente perjudiciales desconectados de las formas de vida que han sido socialmente creadas por una organización social que tiene una lógica y dinámica propias que son hechas de lado en el modelo. El médico según este enfoque no es solamente un “cazador de microbios” sino que también deberá ocuparse de conservar o restaurar el equilibrio entre agente-huésped-ambiente, dentro de una perspectiva mulitcausal a la que sin embargo le sigue costando trabajo entender la especificidad de lo social en la génesis de la enfermedad, misma que es biológica y 11 Hipócrates propuso que la pérdida de la salud se debía a una violación de las leyes naturales, y que el cuerpo enfermo era capaz de poner en juego fuerzas que tendían a restaurar el equilibrio. 12 Si bien, en la medicina antigua nunca se tuvo el entendimiento de las alteraciones del medio interno como hoy lo tenemos, los escritos hipocráticos hicieron énfasis en la influencia que el medio externo ejerce sobre el organismo (Dubos, 1975). Ir al índice 54 social pero no natural en la medida en que todas las relaciones entre el hombre y sus ambiente se dan mediadas por la organización social. Si bien la concepción dinámica (naturista) supera a la ontológica (mágico-religiosa), esta última aún no ha desaparecido. Su genealogía es larga. En el Medioevo predominó la concepción religiosa que actualmente se encuentra entremezclada con el saber llamado científico, o en forma pura. Al igual que la concepción religiosa, la mágica permanece hasta nuestros días. g) La salud - enfermedad y el método epidemiológico En el capítulo 7 se desarrollará ampliamente la relación entre la medicina y la SP, el abordaje que se hace de ambas es histórico y conceptual, enfocado a establecer sus objetos de estudio, niveles de análisis, métodos, fronteras y puntos de encuentro. Aquí sólo haremos mención de lo que la epidemiología ha representado como método para estudiar la distribución y determinantes de la salud y la enfermedad en la población. El énfasis lo haremos en lo que ha significado el método epidemiológico para intentar resolver el problema que hemos venido tratando alrededor de los modelos de causalidad de la enfermedad. A lo largo de la historia, es posible encontrar diversos referentes al estudio de las enfermedades y su relación con el entorno geográfico y/o social, comenzando por el extraordinario aporte de Hipócrates, médico griego del siglo V a. C., cuyos discípulos dejaron testimonio de sus enseñanzas en diversos textos, uno de los cuales “De aires, aguas y lugares”37 da cuenta de la importancia que tienen el ambiente, el trabajo, la alimentación, en la génesis de las enfermedades, su diagnóstico y tratamiento. Al Ir al índice 55 emplear tales criterios, Hipócrates establece el concepto de “constitución epidémica de las poblaciones”.38 Tabla A.8.1. Hipócrates de Cos Sin embargo, las bases de la epidemiología moderna fueron establecidas por Girolamo Fracastoro (Verona, 1487-1573) en sus obras De sympathia et antipathia rerum ("Sobre la simpatía y la antipatía de las cosas") y De contagione et contagiosis morbis, et eorum curatione ("Sobre el contagio y las enfermedades contagiosas y su curación"), en ellas Fracastoro expone sucintamente sus ideas sobre el contagio, al “proponer una forma de contagio secundaria a la transmisión de lo que denomina seminaria contagiorum (es decir, semillas vivas capaces de provocar la enfermedad) y en establecer por lo menos tres formas posibles de infección: a) por contacto directo (como la rabia y la lepra), b) por medio de fomites transportando los seminaria prima (como las ropas de los enfermos), y c) por inspiración del aire o miasmas infectados con los seminaria (como en la tisis)”.39 Con el impulso que el Renacimiento y la Ilustración le otorgaron al conocimiento humano, se llevó a cabo una serie de descubrimientos y aportaciones científicas que llevaron a una mejor descripción de fenómenos relacionados con la enfermedad en las comunidades, y a llevar registros sistemáticos de los hechos vitales. A tal epopeya se encuentran ligados los nombres de Thomas Sydenham, John Graunt, William Petty, William Farr y otros que los alcances de esta obra nos impiden mencionar aquí. Hacia mediados del siglo XIX John Snow, estudiando minuciosamente la epidemia de cólera que azotaba por entonces a Londres, logró establecer una hipótesis sobre la transmisión de la enfermedad relacionada con el agua surtida a los hogares por una compañía que obtenía el líquido de un área contaminada por el drenaje en el río Ir al índice 56 Támesis; con ello fundó las bases del método epidemiológico, lo cual orientó firmemente el ulterior desarrollo de la Epidemiología como ciencia. La contribución de Snow no sólo permitió definir las tres dimensiones de la investigación epidemiológica: tiempo, lugar y persona, sino que además le tendió el puente a su aplicación práctica para la acción en materia de SP. Figura A.8.1 John Snow y el croquis dibujado por él sobre el distrito del Soho en Londres, señalando las estaciones de bombeo de agua y la distribución de las muertes por cólera. h) Los modelos explicativos basados en la dimensión social La transformación de la perspectiva de la enfermedad no provino únicamente del saber médico. Como advierte Canguilhem, aparecen también otras visiones que se ubican en el dominio de lo social. Hemos comentado que el modelo de historia natural de la enfermedad, si bien supera la unicausalidad, tiene problemas para situar adecuadamente el hecho de que el ambiente en el que vivimos los seres humanos ha sido transformado por acción de la organización social. Al ver a lo social como un factor más, que actúa como los demás, se le “biologiza” y se pierde capacidad para explicar observaciones nuevas como la distribución social diferencial de la salud y la enfermedad en las poblaciones humanas. Se hacen necesarios nuevos modelos que en particular incluyan la articulación entre la dimensión biológica y la dimensión social del hombre sin reducir la una a la otra. Así, desde las ciencias sociales se realizan también contribuciones significativas. El enfoque funcionalista Con Parsons a la cabeza, el modelo funcionalista conceptuó la salud como el estado óptimo de las capacidades de un individuo para la ejecución efectiva de los roles y Ir al índice 57 tareas en los que ha sido socializado.40 Es decir, trató la relación de la personalidad y el organismo, por un lado, y del sistema social y cultural por otro, pero los contemplaba en una interacción sistémica particular.41 En esta noción de salud, nuevamente mecanicista, la función de la medicina es “restaurar” al individuo enfermo para que pueda cumplir “su rol” predestinado, para que el sistema social, tal como es, siga funcionando. El problema es que el sistema social, tal como es, lo que hace es producir una distribución de la enfermedad y de las posibilidades para su atención, de manera diferenciada e injusta. Sobre esto versarán los capítulos 4, 5 y 6. Esta concepción propone la comprensión de la enfermedad por medio de la teoría funcionalista de la acción social. Considera la enfermedad un hecho social, la concibe no sólo como un hecho fisiológico, sino dentro del sistema social con un rol del enfermo definido, lo que da lugar al concepto de salud como bienestar social, actualmente incorporados a la noción general de “calidad de vida”. A pesar de que esta teoría señala la influencia de otros factores, como la clase social, el origen étnico, el sexo, etcétera, en el comportamiento de los enfermos, no incorpora la naturaleza de los procesos sociales, y de hecho “lo social” queda reducido a un factor que actúa como otros al nivel biológico. De igual manera, no se considera que las formas de organización social actúen a través de las formas de vida generando diversas condiciones y estilos de vida, que a su vez tomarán formas específicas de salud y de enfermedad. Los enfoques críticos: los médicos sociales y los salud colectivistas En sociología, dentro de las corrientes teóricas, existe la teoría crítica que, si bien se consolidó en el siglo XX, podemos ver rasgos de esta teoría en la Alemania de la modernidad incipiente del siglo XIX, en las posiciones de médicos como Johann Peter Frank y Rudolph Virchow que centraron su atención en la situación sociopolítica y en Ir al índice 58 las condiciones de trabajo y de vida como determinantes de la enfermedad. Privilegiaban lo social dado que éste explica a su vez la aparición de otros agentes participantes en las causas de la enfermedad, como la desnutrición, la insalubridad y la contaminación entre otros. Frank sostuvo que el Estado era el responsable de la SP. Virchow señaló que la pobreza era la incubadora de la enfermedad; por tanto era responsabilidad de los médicos participar en las reformas sociales que reedificaran la sociedad de acuerdo con una pauta más favorable a la salud del hombre. Para Virchow la tarea más importante era limitar las enfermedades colectivas, lo que exigía un control social y político distinto. Smith, Chadwick y Pettenkofer encabezaron un movimiento sanitarista que contribuyó a abatir la enfermedad y la muerte; sin embargo, dicho movimiento no afectó las relaciones de explotación de las clases trabajadoras, su movimiento fue derrotado y el modelo explicativo de la enfermedad que sostenían sucumbió, quedando por ello silenciado (ver Tabla A.9.1). Esto a pesar de que a mediados de siglo XIX tuvo auge el enfoque histórico social, en el cual la génesis de los perfiles diferenciales de la salud y la enfermedad se explicaron de acuerdo con el contexto histórico, el modo de producción y las clases sociales.42 Tabla A.9.1. La controversia Chadwick-Farr en Inglaterra en 1839 Los modelos que incluyen la dimensión social han seguido modificándose incluyéndose nuevas relaciones. Surge por ejemplo el modelo psicosocial, desarrollado primero por Cassel43 y luego por McEwen44. En este modelo las formas de organización social marcadas por la competencia, el individualismo y la falta de control en los procesos de trabajo, generan factores psicosociales generadores estrés crónico que generan una carga alostática (en oposición a la homeostasis) que conduce a un estado de Ir al índice 59 susceptibilidad generalizada hacia varios tipos de enfermedades (infecciones, cáncer, enfermedad coronaria, hipertensión arterial, trastornos mentales, bajo peso al nacer, etc.). Aunque no explica muchos hechos de salud enfermedad, este modelo representa un paso en articular adecuadamente ambas dimensiones (biológica y social) del hombre en la génesis de la enfermedad. En el medio europeo y norteamericano más recientemente ha surgido también el modelo ecosocial, por autores como Nancy Krieger45 o Michael Marmot 46, quienes pretenden incluir equitativamente la dimensión social y la biológica del ser humano y construyen para ello, una serie de criterios para tomar en cuenta diversos aspectos, desde las formas más generales de la organización social a la acumulación a lo largo de la vida de exposiciones protectoras o dañinas derivadas de esas formas de organización social hasta los patrones específicos de “incorporación” (volverse cuerpo) de esas exposiciones de manera diferencial según clase social. La década de 1970, fue una época de efervescencia política con implicaciones directas en la manera de concebir tanto a la salud, como a la enfermedad y del quehacer médico. En tal contexto, Tomas Mc Keown en Inglaterra, el informe Lalonde en Canadá y las diferentes expresiones de movimientos sociales nucleadas en torno a la medicina social y la salud colectiva en América Latina generan cambios de enfoque generados por dicha efervescencia política mundial que buscan incluir con mayor fuerza y rigor la participación de la dimensión social en la génesis de la enfermedad en individuos y colectividades así como en la acción ante ella. Tomas Mc Keown cuestionó fuertemente la eficacia del modelo biomédico sobre la reducción y control de las enfermedades y enfatizó la importancia de los factores económicos y sociales en el control de los problemas de salud (ver tabla A.9.2). Ir al índice 60 En cuanto al Informe Lalonde, elaborado dentro del contexto de régimen político conocido como “Estado de Bienestar”, es un documento en el que el gobierno canadiense puso en marcha un plan para desarrollar la salud con foco en el bienestar y los determinantes sociales de la salud-enfermedad. Se conoce como Informe Lalonde al documento “A New Perspective on the Health of Canadians” y es considerado el primer documento gubernamental moderno de un país capitalista que, bajo el concepto de “campo de la salud” y la convicción de que el modelo médico juega un papel mínimo en la determinación social del estado de salud de las poblaciones, reconoce que, “el énfasis sobre un sistema de salud basado en el modelo biomédico está equivocado, y que necesitamos mirar más allá del sistema tradicional de atención a la enfermedad si queremos realmente mejorar la salud pública”.47 De modo que también fue el primer documento en sugerir a la promoción de la salud como la estrategia clave para mejorar la salud y fundamentó este aspecto en la “Carta de Ottawa” en 1986.48 Varios de los enfoques de la epidemiología social europea coincidirán en la formación de la Comisión de Determinantes Sociales de la Salud de la Organización Mundial de la Salud, misma que durante 3 años desarrolló un amplio estudio de las formas a través de las cuales la sociedad está generando grandes e inaceptables desigualdades en las formas de enfermar de la población entre continentes, regiones, países e incluso dentro de los países. Por otro lado, la medicina social (MS) y la salud colectiva latinoamericanas (SCL) surgen como movimientos sociales13 con formas de interpretación de la realidad y “La determinación social de la salud y de la enfermedad, es un problema central para la medicina social y la salud colectiva latinoamericanas. Estos temas, han sido motivo de reflexión desde hace ya varias décadas, no solo como campo del saber científico, sino también como vínculo con los movimientos y resistencias populares en defensa de 13 Ir al índice 61 propuestas de intervención guiadas por sus prácticas vinculadas a los movimientos sociales que proliferan desde los años 70 del siglo XX en toda América Latina, y se consolidan como corrientes críticas de pensamiento 14 con modelos teórico-prácticos que estudian tanto los determinantes de la salud y la enfermedad, como la respuesta social organizada ante ella.49 Los modelos de abordaje de la salud y enfermedad de la MS y SCL, comparten la preocupación esencial de tratar de entender a dichos procesos como hechos colectivos con dimensiones biológicas y sociales y que, por tanto, son necesarias transformaciones sociales para mejorar las condiciones generales y superar las enormes desigualdades dentro de los países de la región y de éstos con respecto a los países desarrollados. Los modelos dentro de la MS y la SCL difieren en la manera de interpretar los procesos sociales, el papel de lo social en la determinación de las condiciones y las respuestas sobre la salud, el nivel de análisis, sus abordajes en la investigación,50 así como en sus prácticas políticas y perspectivas éticas.51 Así, algunos de sus estudios se centrarán en las relaciones de explotación en el trabajo como fuente de enfermedad; otros, buscarán las diferencias en salud entre las distintas clases derivadas de sus distintos modos de vida impuestos por la organización social y enfrentadas por diversas prácticas en salud; otros más buscarán las formas de inequidad por etnia o género como fuentes de enfermedad y desigualdades en salud. Las coincidencias de la MS y la SCL con la comisión de determinantes sociales de la salud de la OMS versan en torno a que ambas posiciones reconocen, en sus modelos su salud” ALAMES. Documento para la discusión. Taller latinoamericano de determinantes sociales de la salud. México, 2008. 14 Estas corrientes de pensamiento fueron alimentadas por las experiencias de los países socialistas, el materialismo histórico como método, el “modelo obrero italiano” como instrumento de investigación y diversos estudios empíricos sobre la pobreza y la enfermedad. Ir al índice 62 explicativos, la existencia de una articulación múltiple y compleja entre los procesos sociales y los procesos biopsíquicos de individuos y colectividades humanas.52 (ver tabla A.9.2).Así, tanto una como otra corriente reconocen que los procesos sociales macro tienen variados correlatos con los patrones de salud y de enfermedad. Coinciden también en que es la sociedad misma quien determina las condiciones de vida y éstas últimas, en la medida en que interactúan con procesos bio-psíquicos específicos, modifican a individuos y colectividades, ya sea fortaleciendo su salud o generando enfermedad.53 En síntesis, la MS y la SCL como corriente de pensamiento permitieron subrayar la determinación social que sustenta el desarrollo de los diversos procesos vitales, incluyendo los patológicos. Con sus propuestas teóricas ha sido posible identificar y delimitar el objeto de estudio de la medicina clínica, así como reconocer que el “objeto” de trabajo de la clínica no es la enfermedad sino los sujetos (con enfermedad sí, pero seres pensantes, no meros objetos). Sin embargo, pondremos el énfasis de su aportación en la propuesta que la SCL ha hecho respecto de la Salud. Juan Samaja afirma que “la salud es un valor esencialmente ligado a la idea de la libertad o autodeterminación”, con ello inicia una separación en su conceptualización con respecto de la conceptualización de la enfermedad. Así, “‘la enfermedad’ es una limitación, a través de la cual la libertad debe abrirse nuevamente paso”. 54 A partir de dicha noción, las ciencias que estudien la salud, deberán rebasar con mucho el estudio de la fisiología humana o las particularidades genéticas de los diversos grupos étnicos o bien la clasificación de las diversas enfermedades y los signos y síntomas que a éstas se asocian; por lo tanto, rebasan el ámbito médico hospitalario y clínico, en general, sin dejar de incluirlo.55, 56 Ir al índice 63 Tabla A.9.2. Corrientes teóricas en torno a la determinación social de la enfermedad i) La definición oficial vigente, la OMS La mayoría de los autores que han abordado el concepto de salud han mencionado la definición de la OMS (ver Tabla A.10.1), referencia obligada, que requiere ser discutida ampliamente. Tabla A.10.1 Definición de salud de la OMS La salud se considera un componente indispensable del bienestar de los seres humanos, así, la OMS la define como un estado de completo bienestar, físico, mental y social y no sólo la ausencia de enfermedad o malestar. En ella se incluyen los diferentes elementos que conforman al ser humano y se reconoce el componente social como parte esencial de la salud. Sin embargo, incluir las categorías biológicas, psicológicas y sociales en los mismos niveles jerárquicos, como determinantes o condicionantes de la enfermedad, parece no llevar a una adecuada profundidad en su estudio. El análisis posterior de la definición ha dejado ver sus profundas limitaciones conceptuales. Por un lado, expresa que la salud es un estado, lo cual es absolutamente incompatible con el carácter esencialmente dinámico del proceso salud-enfermedad. En segundo término, la definición traslada el término de salud al de bienestar, conceptos que en la actualidad se consideran inseparables para la comprensión de la salud. Sin embargo, el bienestar es un concepto relativo, que depende no sólo del lugar y la época histórica en la cual se exprese, sino fundamentalmente de la concepción que de él tenga cada sociedad. Por este motivo, el esfuerzo por abarcar la totalidad bajo el concepto de bienestar conduce a no abarcar nada en concreto.57 Ir al índice 64 2. El debate continúa a) Hacia un concepto de salud sin referente sobre la enfermedad Uno de los ámbitos de acción estratégica de la SP actual es el de la promoción de la salud. En el capitulo 16 se trata ampliamente el origen y desarrollo de la promoción de la salud, sus modelos conceptuales y diversos enfoques. Sin embargo, habría que detenerse un poco a reflexionar en un asunto que tiene que ver con el debate actual de la promoción de la salud: ¿Es posible pensar en salud, sin hacer mención a la enfermedad, pensar en salud como un atributo del proceso vital humano, 58 como una capacidad que desarrollan los seres humanos para responder eficazmente a los retos (estresantes) de la complejidad social y biológica, y generando poder para controlar el propio proceso vital para disfrutar en plenitud de la mayor duración posible de la vida con calidad y autonomía?59 Por otra parte, la mirada antropológica se ha propuesto dilucidar la discrepancia entre la enfermedad y el padecer. No está muy claro quién señaló inicialmente esta diferencia. Sin embargo, algunos autores señalan que Susser fue quien trató de aclarar la confusión proponiendo la enfermedad [disease], como proceso fisiopatológico o “enfermedad objetiva”; y padecer [illness], como mal, dolencia o estado subjetivo percibido por el individuo.60 Esto surge con el objetivo de darle voz al paciente, voz que generalmente está ausente. Si bien es cierto que la enfermedad para el médico es distinta que para el individuo que la padece, hay que preguntarnos para qué nos sirve hacer esa diferencia. Por ejemplo, Ir al índice 65 desde la antropología médica15 más que la salud y la enfermedad, la atención es un componente privilegiado en la comprensión del proceso terapéutico.61 Los modelos explicativos de los médicos orientan en la concepción de la forma en que se da la enfermedad [disease], mientras que los modelos del paciente nos dicen sobre el sentido que ellos le dan al padecimiento [illness] y cómo eligen y evalúan el tratamiento,62 pero es en la interrelación de médico y paciente, que se construyen esos sentidos y en esa construcción no sólo están presentes los modelos vigentes para los teóricos, u “oficialmente” reconocidos por las instituciones, sino en toda una mezcla de saberes y herencias culturales tan diversas como diversa es la historia humana, pues no precisan permiso para incluir otros enfoques. b) Enfoques no occidentales de las nociones salud y enfermedad Por lo anterior, es necesario también reconocer que, como herederos del mundo, es decir de múltiples culturas y no sólo la occidental, podemos identificar otras formas de concebir la salud y la enfermedad; perspectivas que poco entenderemos mientras continuemos cerrados a tratar de “universalizar” la visión occidental del mundo, de la vida y del ser humano con sus dimensiones que interactúan para modelar su mundo y el mundo de los demás seres en el planeta. Sin embargo, la realidad se impone y otras visiones sobre las nociones de salud y enfermedad existentes nos increpan e invitan a considerarlas como otras opciones para tratar de relacionarnos diferente entre los 15 Laplantine, en su libro Antropología de la enfermedad, señala que la salud y la enfermedad son objetos privilegiados dentro de la cultura: En primer lugar, porque son nociones que permiten captar las diferentes formas de articulación entre lo individual y social, entre la experiencia personal y la estructura social. En segundo lugar, porque se sitúan en el campo de intersección de los valores y el campo de la acción. En tercer lugar porque son los acontecimientos los que modifican por excelencia nuestra vida individual, nuestra inserción social y por lo tanto, el equilibrio colectivo. Además, conllevan siempre la necesidad de un discurso de una interpretación compleja y continua de la sociedad en su conjunto. Ir al índice 66 propios humanos, pero también entre los humanos y los no humanos, pensándonos como parte de la naturaleza, el planeta y los universos, tanto los físicos como los imaginarios. Así tenemos que, desde otro punto de vista radicalmente distinto, la medicina nahua, de la que tenemos noticia a través de crónicas, reconstrucciones arqueológicas, descripciones históricas y evidencias etnográficas podría ofrecer una cierta variante de la concepción dinámica. No obstante, es preciso señalar un rasgo particular, significativo: los nahuas interpretaban todo su mundo en clave simbólica, de acuerdo con su propio universo teológico, sus deidades, sus concepciones cosmogónicas y no particularmente una visión “dinámica” como la entendemos actualmente. López Austin en sus estudios sobre los nahuas señala que la concepción de los estados de salud-enfermedad era dual.63 Estaba estrechamente relacionada con el equilibrio y el desequilibrio en los distintos ámbitos: los naturales, los sociales y los divinos. La pérdida de la salud era debida al desequilibrio. El propósito del médico consistía en saber si una afección se debía al disgusto de una deidad, a la acción de un brujo o un astro, a la influencia de una fecha en el calendario o a una causa natural. Por otro lado, la medicina oriental y en particular la china, cuya aportación más conocida es la acupuntura, considera que la enfermedad no se debe a un castigo, sino a un comportamiento contrario a las leyes naturales más allá del control del hombre, como las condiciones atmosféricas adversas que modifican el yin y el yang, al que se vinculan todas las partes del cuerpo, las que a su vez se relacionan con los elementos de la naturaleza (tierra, madera, agua, metal y fuego).64 La medicina hindú ayurvédica (conocimiento de la vida) vinculada a las disciplinas de autodominio y autoconocimiento, consideraba en un principio que la enfermedad era Ir al índice 67 debida al castigo divino, luego la atribuyó a un castigo del pecado. Las prácticas orientales involucran procesos culturales complejísimos, evoluciones muy intrincadas, conocimientos muy sofisticados, concepciones holísticas del universo y cosmogonías extraordinariamente complejas que escapan al motivo de este trabajo. La finalidad de este capítulo no es sellar con un concepto concluido sobre el proceso salud-enfermedad. 3. Algunas conclusiones a) Respecto de los modelos explicativos de la enfermedad. Más allá de los muchos autores que han abordado estos temas, hemos de saber que nada está fijo; mucho se ha dicho, pero todo sigue definiéndose cotidianamente… ¿qué nos queda entonces? ¿Qué podemos retomar para hacer con eso un saber propio, un saber útil para comprender nuestro futuro quehacer médico? ¿Qué modelo debemos repetir y fortalecer para obtener los resultados que como estudiantes de medicina nos proponemos? ¿En qué visión encontramos herramientas conceptuales más apegadas y concordantes con la realidad que nos gustaría modelar? El hecho de que tanto la noción de salud, como la de enfermedad no sean universales sino históricas, cambiantes (o temporal y culturalmente específicas), no nos exime de la responsabilidad de “tomar partido” y ser conscientes de cuál de esas nociones estamos asumiendo y reproduciendo en nuestro quehacer cotidiano, sea en el campo estudiantil o en el profesional. La postura que pretendemos subrayar en este departamento de SP de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, es que se entienda que: pese a que en la construcción del concepto de salud han predominado las Ir al índice explicaciones biomédicas que enfatizan 68 el nivel individual y subindividual descontextualizado del mundo social y cultural, es evidente que el concepto de salud no se puede limitar a la mirada biomédica. La construcción de modelos que permite su comprensión y estudio requiere de la participación de varias disciplinas: la etnografía, la clínica, la epidemiología, la historia, la sociología, la psicología, la política y la economía, entre otras; e incluso de retomar saberes no científicos, tema en el que se profundizará en el capítulo 8. Así, aunque a principios del XXI, nos encontramos con las aportaciones de la biología molecular que pretende explicar las causas de la enfermedad por la constitución genética de los seres humanos y existen en este campo avances sorprendentes; el papel de lo social y cultural no puede ser relegado. Conceptualizar la salud y la enfermedad demanda explicaciones sustentadas en modelos más complejos, que incluyan un espectro más amplio que el molecular-subindividual-sistémico-ecológico en la dimensión biológica y el individual-social-cultural en la dimensión histórica. Finalmente, hay que comprender que “la enfermedad” tiene dos formas de expresión, una individual y otra colectiva. Dichas formas de expresión se relacionan dialécticamente, si se modifica una, se modificará directamente la otra, pero independientemente de la forma que tome su expresión, “la enfermedad” tiene una construcción social (colectiva y relacional). De modo que la SP estudia las expresiones “colectivas” de la enfermedad, y ese conocimiento que genera, da herramientas (teóricas, técnicas y metodológicas) a los médicos en formación para estudiar las expresiones individuales de la enfermedad y darles el mejor manejo posible. Con todo este trabajo esperamos coincidir contigo respecto a que es fundamental comprender que, de acuerdo con la cultura de cada sociedad y su forma de Ir al índice 69 organización, el ser humano ha elaborado diferentes conceptos sobre la salud y la enfermedad. En ellos se entrelazan creencias culturales, vivencias personales y experiencias cotidianas. Además de la propia, se agregan aspectos provenientes de otras culturas, en particular de la llamada occidental. Así, el ser humano siempre ha intentado explicarse esos fenómenos y ha tratado de contender con ellos de acuerdo con las interpretaciones que ha sido capaz de construir.65 Las concepciones sobre la salud y la enfermedad y el desarrollo de la medicina se han implicado mutuamente a lo largo de la historia, expresando las profundas discrepancias en la manera de interpretar los hechos biológicos y sociales. Las nociones de salud y de enfermedad revelan las condiciones específicas de un sistema cultural, por lo tanto su comprensión se sustenta en su mutua interrelación. En conclusión, la medicina clínica ha trabajado con diversas nociones de enfermedad, mismas que han generado modelos explicativos; asimismo, la SP ha permitido que se puedan visualizar otras posibilidades para definir esas nociones, comprender la realidad y cuidar la vida. Sin embargo, no son nociones acabadas ni estáticas, debido a que en ellas se imprimen formas ideológicas y hasta filosóficas de concebir la vida, el mundo, al ser humano y lo que le ocurre. Mientras tanto el curador, médico, seguirá teniendo la tarea de contender contra la enfermedad, para comprenderse a sí mismo, para colaborar en la producción de salud y para contribuir a cuidar del proceso vital humano. Ir al índice 70 Tabla A.2.1 Historicidad de la enfermedad y la medicina Organización social Características esenciales Conceptos sobre la enfermedad Sistematización del saber Prácticas médicas “Animista”, mágica. Sociedades Primitivas Nómadas, cazadoresrecolectores, división simple del trabajo, sin clases sociales, herramientas muy rudimentarias. Escasa. Tradición oral, conocimiento de algunas plantas con propiedades medicinales. Agentes especializados: “shamanes”, curanderos. Primitivas, uso empírico de plantas, amuletos protectores, tabúes, realizaban algunas operaciones quirúrgicas menores. Sociedades Antiguas Sedentarios, florecimiento de la agricultura, acumulación de excedentes y apropiación de los mismos por la fuerza, clases sociales, esclavismo generalizado. Entre las clases más poderosas, disponibilidad de tiempo para conocer, estudiar, descubrir, inventar, crear. Religioso, fenomenológico, unicausal, relación con los hechos y orden naturales (elementos, humores, temperaturas) Con la aparición de la escritura, se sistematiza y se transmite a través de generaciones el saber. Se conforman cuerpos de saberes disciplinarios. Surgen los médicos como expertos formados en escuelas especiales. Medicina Egipcia, Medicina China, Medicina Ayurvédica, Medicina greco-romana (Esculapio, Hipócrates, Galeno). Medicina Maya y mesoamericana. Práctica curativa compleja: religión, herbolaria, medios físicos, mayor desarrollo de la cirugía. Dogmatismo religioso (católico), conceptos galénicos, aristotélicos. Sociedades Feudales En Europa: oscurantismo medieval, clases sociales justificadas por la religión (nobleza de origen divino, hombres libres y siervos). En Medio Oriente y Asia, amplio desarrollo de ciencias y artes. Alto grado de desarrollo de la agricultura. Manufactura artesanal de mercancías. Comienza a florecer el comercio y el intercambio entre culturas diversas. Si bien la enseñanza de la medicina (no quirúrgica) se lleva a cabo en las Universidades, el aprendizaje es similar al proceso artesanal. Se organiza y reproduce el conocimiento en libros, sin embargo predomina el dogmatismo. La práctica médica tiende a ser regulada por las Universidades, sin embargo la cirugía es práctica empirista, que reúne habilidad, destreza y rapidez. Acumulación originaria, mercantilismo, industrialización, surgimiento de la burguesía y la clase obrera, revolución tecnológica, florecimiento de la ciencia y sus aplicaciones para el mejoramiento de la calidad de vida. El bienestar se mercantiliza. La desigualdad social se incrementa. Surgimiento de distintos paradigmas sobre la causalidad: desde los conceptos de causalidad inespecífica (teoría miasmática de la enfermedad), la miseria como productora de enfermedad, el trabajo como productor de enfermedades, los modelos de uni-causalidad específica (ej. teoría microbiana de la enfermedad), la multicausalidad, la historia natural de la enfermedad, las asociaciones causales, cadenas, redes de la causalidad, riesgo y determinación social. Sistematización del conocimiento, medicina científica, surgimiento del método clínico, la fisiología, la fisiopatología, la patología celular, la inmunología, la genética, las especialidades médicas, ampliación del campo de la medicina hacia otros aspectos del proceso vital humano, “medicalización”, homogeneización de la enseñanza de la medicina. Establecimiento de la teoría de la Historia los conceptos de medicina preventiva y niveles de prevenciónniveles de atención. Surgimiento del concepto de salud pública, desarrollo del método epidemiológico, subordinación de la salud pública a la medicina. Medicina basada en la evidencia científica. Regulación de la enseñanza médica y de la práctica de la profesión médica por el Estado. Incorporación de la cirugía a la medicina. El hospital como modelo para el ejercicio institucionalizado de la medicina, incorporación de la alta tecnología en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades. Sociedades Capitalistas Enfermedad como castigo a los pecados. Se diferencia el estudio universitario de las enfermedades y su tratamiento médico, de la cirugía como práctica realizada por barberos y otros agentes empíricos. Prácticas especiales como la acupuntura, la moxibustión, dígitopresión, sangrías. Ir al índice 71 Tabla A.3.1. George Canguilhem. (Castelnaudary, 4 de junio de 1904–Marly-le-Roi, 11 de septiembre de 1995) Le normal et le pathologique es una exploración de la naturaleza y significado de la normalidad en medicina y biología así como sobre la producción e institución del conocimiento médico. Propuso en su estudio sobre la especificidad de la biología como ciencia, el significado histórico y conceptual del vitalismo, y la posibilidad de concebir organismos no con base en modelos técnicos y mecánicos que lo redujeran a una máquina, sino teniendo en cuenta la relación del organismo con el medio en que vive, su éxito en sobrevivir en el medio (y por ende su relación con "quiebres" genéticos y "anormalidades"). Canguilhem argumentó fuertemente en favor de estas posiciones, criticó el vitalismo imperante en los siglos XVIII y XIX y advirtió sobre la reducción de la biología a una "ciencia física". Él creía que una reducción semejante privaría a la biología de un campo de estudio adecuado, al transformar (ideológicamente) criaturas vivas en estructuras mecánicas con un equilibrio químico-físico, no podrían dar cuenta de la particularidad de los organismos o de la complejidad de la vida. Tabla A.5.1. Postulados de Robert Koch El agente patológico debe estar presente en cada caso de la enfermedad en las condiciones apropiadas y ausente en las personas sanas. El agente no debe aparecer en otra enfermedad de manera fortuita o saprófita. El agente debe ser aislado del cuerpo en un cultivo puro a partir de las lesiones de la enfermedad. El agente debe provocar la enfermedad en un animal susceptible al ser inoculado. El agente debe ser aislado de nuevo de las lesiones producidas en los animales de experimentación. Tabla A.6.1. La tríada ecológica de la enfermedad Agente: Es el factor que proveniente del ambiente o del propio individuo, por alteración, presencia o ausencia, se constituye en responsable de la presentación de la enfermedad. Huésped: Así se denomina al individuo que aloja al agente y que por sus características biológicas, facilita el desarrollo de la enfermedad. Ambiente: Es el conjunto de factores físicos, biológicos y socioculturales que intervienen en el proceso Salud Enfermedad. La Salud, o sea, el equilibrio dinámico entre Agente-Huésped-Ambiente, se representa a través de la imagen de una balanza. Agente Huésped Ambiente Ir al índice 72 Tabla A.6.2. La Historia Natural de la Enfermedad, la Medicina Preventiva y los niveles de atención En 1953, dos médicos norteamericanos, Hugh Rodman Leavell y E. Gurney Clark editaron un libro llamado Textbook of Preventive Medicine, dirigido en principio a los médicos generales (en esencia practicantes privados, dentro del modelo norteamericano de ejercicio de la medicina) con los siguientes objetivos: “1. Expandir el concepto de medicina preventiva para su amplia aplicación, 2. Proporcionar una manera de entender los aspectos esenciales involucrados en la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, 3. Señalar el valor de ejercer la medicina desde un punto de vista preventivo y motivar a los médicos a incorporar este concepto a su práctica, y 4. Desarrollar esta filosofía y punto de vista de tal manera que habilite al practicante para ver y apreciar la imagen completa de la actividad comunitaria en salud; comprendiendo que el papel del médico privado en materia de salud, a pesar de ser esencial, es sólo uno entre muchos otros, y encontrar placer en relacionar su trabajo personal con el conjunto de actividades para la salud.” El texto se fundamenta en la conceptualización de que toda enfermedad, en los seres humanos, es resultado de un proceso dinámico que sigue un curso más o menos característico, derivado de eventos que ocurren tanto en el ambiente como en los individuos afectados por agentes específicos de enfermedad, y que puede identificarse desde su más temprano comienzo hasta que el sujeto alcanza nuevamente un estado de recuperación (o equilibrio), sufre un daño permanente, se vuelve crónico o muere. Vista desde esta perspectiva, “La enfermedad no es una condición estática, sino un proceso que sigue más o menos una historia natural”. “El proceso evoluciona como resultado de múltiples causas que afectan la interacción de los huéspedes individuales y los agentes de enfermedad. Más aún, los efectos característicos se producen también sobre la masa de la población”. Con base en t ales planteamientos los autores proponen que la medicina preventiva efectiva requiere de la interrupción del proceso tan tempranamente como sea posible, y establecen que la epidemiología provee la base de conocimiento necesario para identificar y analizar la c adena de causas y efectos, así como la calidad de las interacciones entre los huéspedes individuales (o las colectividades), los agentes y el papel que juega el ambiente en el que tales reacciones se producen. Establecen entonces, que en su “historia natural”, la enfermedad permite identificar conjuntos de intervenci ones que pueden cambiar (o evitar) los desenlaces posibles; a tales conjuntos se les denomina niveles de prevención. Concluyen que la buena práctica de la medicina curativa difiere muy poco de la medicina preventiva en cualquiera de los niveles de prevenci ón identificados y, más aún, que los buenos médicos, una vez que adoptan la filosofía preventivista, entienden que el tratamiento es en sí mismo preventivo y que sus conocimientos y habilidades aplicados en estadios tempranos (o incluso antes de que el sujeto o las comunidades se enfermen) tendrán mejores efectos. Finalmente, consideran que el campo global de la salud le concierne a cada ciudadano y es tan complejo que involucra a muchas personas con diversa formación profesional (no sólo a los médicos), por lo cual se requieren conocimientos y habilidades administrativas para coordinar todas las actividades y esfuerzos que se requieren para el cuidado efectivo de la salud, destacando además el papel de la participación inteligente de la población, como garantía para alcanzar el éxito en materia de salud. La historia natural de la enfermedad, pese a que ha sido motivo de serias y fundamentadas críticas, por su conceptualización ecológicobiologicista, ahistórica, individualista y esquemática, es aún el paradigma vigente en la organización de los servicios médicos, pues le da sustento teórico a los niveles de atención. Figura. A.7.1. W.B. Cannon Ir al índice 73 Tabla C.8.1. Hipócrates de Cos “Quien desee estudiar correctamente la ciencia de la medicina deberá proc eder de la siguiente manera. Primero, deberá considerar qué efectos puede producir cada estación del año, puesto que las estaciones no son todas iguales, sino que difieren ampliamente tanto en sí mismas como en sus cambios. El siguiente punto se refiere a los vientos cálidos y a los fríos, especialmente a los universales, pero también a aquellos que le son peculiares a cada región en particular. Deberá también considerar las propiedades de las aguas, pues tal como estas difieren en sabor y peso, también las propiedades de cada una difieren grandemente de las de cualquier otra. Por lo tanto, al arribar a un pueblo que le es desconocido, el médico deberá examinar la posición del mismo con respecto a los vientos y a las salidas del sol, pues un aspecto norte, un aspecto sur, uno del oriente y uno de occidente tienen cada uno su propio carácter individual. Deberá considerar con el mayor cuidado todas estas cosas y también a dónde tienen que ir los nativos para buscar agua, si usan aguas pantanosas, suaves, o que son duras y vienen de lugares altos y rocosos, o son salobres y ásperas. También el suelo, si es llano y seco, o boscoso y de aguas abundantes. Asimismo, el modo de vida que les place a sus habitantes, si son grandes bebedores y comen en exceso y se mantienen inactivos, o si son atléticos, industriosos y se alimentan bien, bebiendo poco.” Fragmento: De aires, Aguas y Lugares Hipócrates de Cos Figura C.8.1 John Snow y el croquis dibujado por él sobre el distrito del Soho en Londres, señalando las estaciones de bombeo de agua y la distribución de las muertes por cólera Ir al índice 74 Tabla A.9.1. La controversia Chadwick – Farr en Inglaterra en 1839 La salud pública ha sido tensionada entre dos grandes direcciones: la primera hacia las causas inmediatas de enfermedad (la mayoría de las veces biológicas) y la segunda, hacia las causas de las causas, esto es las condiciones sociales que originan la exposición a muchas de las causas inmediatas. En 1839-40 se dio una polémica entre dos de los que se consideran los pioneros de la salud pública en Europa: Sir Edwin Chadwick, responsable de la sanidad pública y William Farr, médico responsable de la estadística de nacimientos, muertes y matrimonios en Inglaterra. Chadwick, alto funcionario público, había encabezado la propuesta de Ley de Pobres mediante la cual se creaban las casas de trabajo anexas a las industrias en las que vivían trabajadores(as) que en ellas laboraban, y en las que además, se les proporcionaba la comida. Posteriormente Chadwick encabezaría una campaña a favor de la sanidad (en particular del agua y drenajes) en las zonas donde viven las clases trabajadoras. Las casas de trabajo fueron criticadas por muchos trabajadores por separar familias, por la disciplina que ahí era impuesta y por la mala alimentación que se daba. Farr, médico de formación y parte de una tradición médico filosófica que trata de hurgar en las causas últimas de las enfermedades era, por su parte encargado del registro de defunciones y de sus causas. Como parte de su trabajo reporta 63 defunciones bajo la causa de “starvation”. Literalmente se entiende como inanición, sin embargo Farr le da un sentido más amplio diciendo que “mientras pocos mueren por el deseo absoluto de comida, muchos mueren o caen en una existencia miserable en medio de una dieta insuficiente y no nutritiva”. Como parte de esta deprivación, Farr incluye que la falta de comida implica “la falta de todo”, como vestido, calefacción, los cuales incluso “se abandonan ante el imperioso deseo de comer”. Chadwick, autoridad sobre Farr, le escribe cuestionando que se ubique como causa de muerte starvation, indicándole que registre las causas inmediatas de muerte, por ejemplo muchas muertes infantiles se debían a mala o insuficiente lactancia materna y así debían registrarse según Chadwick, quien califica la clasificación como starvation como especulativa. Rechaza el término también por ser una crítica directa a la Ley de Pobres y sus casas de trabajo. En marzo de 1840 Farr responde argumentando que muchas de las 72,000 defunciones infantiles de la época se deben a que sus madres, trabajadoras fabriles, se encuentran tan débiles y desgastadas que no pueden materialmente alimentarlos adecuadamente. El punto de vista de Farr correspondía con una tradición médica de buscar aquellas condiciones del ambiente (dieta, trabajo, vivienda, etc.) que afectan a la salud. Se desconocían muchos de los mecanismos propios de la enfermedad (patogenia) así como sus causas inmediatas (etiología), pero se asociaba claramente ciertas formas de mal vivir como causantes de las enfermedades. Chadwick, en cambio se centraba en la búsqueda de causas inmediatas (y tal vez prevenibles) de las defunciones, muchas de las cuales eran desconocidas (la microbiología apenas iniciaba su desarrollo). Por un tiempo se impuso el enfoque de Chadwick reforzado por los descubrimientos microbiológicos, pero sobre nuevas bases esta polémica resurgirá en el futuro y llega hasta nuestros días. Basado en: Hamlin, Christopher PhD, Could You Starve to Death in England in 1839? The Chadwick-Farr Controversy and the Loss of the "Social" in Public Health, Am J. Public Health, Volume 85(6) Junio, 1995. pp 856-866. Tabla A.10.1. Definición de salud de la OMS “La salud es un estado de completo bienestar, físico, mental y social y no sólo la ausencia de enfermedad o malestar.” 75 Bibliografía 1 Van Drimmelem-Krabbe JJ, Ustun TB, Thompsom TH, l’Hours A, Orley J. Homosexuality in the International Classification of Diseases: A clarification. JAMA 1994 december 7; 272(21):1660. 1 Asociación Americana de Psiquiatría (APA). DSM-III. Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. Madrid: Masson, 1983. 1 Spitzer, RL. “The diagnostic status of homosexuality in DSM-III: a reformulation of the issues”. Am J Psychiatry 1981; 138:210-215, 1981. Abstract disponible en línea: http://ajp.psychiatryonline.org/cgi/content/abstract/138/2/210. 1 Asociación Americana de Psiquiatría (APA). DSM-IV. Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. Barcelona: Masson, 2002. 1 Asociación Americana de Psiquiatría (APA). “Proposed Draft Revisions to DSM Disorders and Criteria”. 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Esta conceptualización nos servirá ahora de base para tratar la problemática referente a cómo medir la salud y la enfermedad en las poblaciones o colectividades, así como para dar algunos elementos de cómo identificar la organización social y las formas de vida que de ella se desprenden, y que tienen un impacto en la salud y en la enfermedad. En el presente capítulo, a partir de las definiciones establecidas antes, buscaremos aquellos aspectos de las formas de vida, de la salud y de la enfermedad que permitan realizar con facilidad la medición de la “salud”, ya que una correcta y confiable medición constituirá la base para la identificación de prioridades para la acción, es decir para la organización de programas de salud. En este capítulo, se mencionarán sólo algunos indicadores usados para estudiar las formas de vida, de los cuales tenemos amplia información disponible, y posteriormente nos detendremos a explicar los principales indicadores usados para describir la situación de salud y enfermedad de una población. En este segundo aspecto, es de señalar que las definiciones sobre el estado de salud que utilizan los epidemiólogos tienden a ser simplistas, por ejemplo, "presencia o ausencia de enfermedad", o como plantea N. Almeida son una especie de “semblante” que dice solamente si la persona está o no enferma 1. Las definiciones 78 usadas en la práctica clínica, en cambio, se especifican de forma menos rígida y el juicio clínico adquiere mayor importancia en el diagnóstico, lo que se debe, al menos en parte, a que suele ser posible proceder de forma escalonada, realizando una serie de pruebas hasta que se confirma el diagnóstico, además del hecho de que el diagnóstico es individualizado y se refiere no sólo a la presencia o ausencia de enfermedad sino también a las formas concretas en que la persona sufre o padece la enfermedad (ver Cap 2). Sin embargo, cualesquiera que sean las definiciones utilizadas, es imprescindible que estén claramente expresadas y que resulten prácticas en su uso, y que puedan aplicarse de forma estandarizada en distintas circunstancias y por diferentes personas. Los estudios epidemiológicos pueden utilizar datos de la práctica clínica, y a menudo se basan en datos recogidos con objeto de detectar precozmente la enfermedad. Estos datos permiten reflejar distintos fenómenos dentro del proceso salud-enfermedad, que se manifiestan a través de indicadores de las condiciones de vida, indicadores de salud e indicadores de enfermedad. 1. Indicadores de formas de vida y determinantes sociales de la salud. Si queremos visualizar las desigualdades sociales entre las personas existentes en organizaciones sociales donde predomina la inequidad, y pretendemos conocer la forma como estas desigualdades influyen en la vida de os individuos, podemos echar mano de un ejemplo que nos es familiar: el hundimiento RSM Titanic en abril de 1912. El carácter de este suceso logró reunir varios “naufragios” en uno solo. El Titanic ilustra cómo la era moderna es capaz de crear y alardear un gigantesco buque diseñado con la tecnología más avanzada de su época, lleno de 79 inmejorables lujos para unos cuantos, y cómo al mismo tiempo a pocos metros debajo de su cubierta superior era escenario de la pobreza y el sufrimiento ante las condiciones en que se veían obligados a viajar los emigrantes y pasajeros pobres que se encontraban en las cubiertas inferiores. Existen testimonios que revelan el hacinamiento y las condiciones insalubres (las constantes quejas por las epidemias de piojos) que se presentaron en estos viajeros. Cuando se analizó proporcionalmente el resultado de esta tragedia, se observó que murieron mucho más pasajeros de tercera clase, que de segunda clase y el doble de quienes viajaron en primera clase2. Esta muerte “selectiva”, no tuvo nada qué ver con diferencias biológicas en los pasajeros, sino con una inequidad social (que como veremos en el Cap. 6 hace que se distribuyan de manera distintas las cargas y beneficios de vivir en sociedad). Las distintas formas de viajar entre las Clases de pasajeros en el Titanic expresadas en camarotes más pequeños y hacinados, menos baños, comidas distintas y hasta acceso diferencial a las barcas de emergencia, no hacen sino reflejar las diferentes formas de vivir que sus distintos pasajeros tenían materialmente en la sociedad de la que formaron parte. Y eso se expresó como veremos un poco más adelante en distintas formas de sobrevivir y morir ante la catástrofe del buque. (Cuadro 3.1) Cuadro 3.1 Personas en el RMS Titanic según Clase y desenlace tras el hundimiento. Categoría de pasajero Niños en 1ª clase Niños en 2ª clase Mujeres en 1ª clase Mujeres tripulantes Mujeres en 2ª clase Mujeres en 3ª clase # Salvado 6 24 140 20 80 76 Cifra Oficial de víctimas # Total a % Perdido bordo Salvado 0 6 100 0 24 100 4 144 97.22 3 23 86.96 13 93 86.02 89 165 46.06 % Perdido 0 0 2.78 13.04 13.98 53.94 80 Niños en 3ª clase Hombres en 1ª clase Hombres tripulantes Hombres 2ª clase Hombres 3ª clase Total 27 57 192 14 75 711 52 118 693 154 387 1513 79 175 885 168 462 2224 34.18 32.57 21.69 8.33 16.23 31.97 65.82 67.43 78.31 91.67 88.77 68.03 Fuente: British Parliamentary Papers, Shipping Casualties (Loss of the Steamship “Titanic”), 1912, cmd. 6352, “Report of a Formal Investigation into the circumstances attending the foundering on the 15th April, 1912, of the British Steamship “Titanic,” of Liverpool, after striking ice in or near Latitude 41°46’N., Longitude 50°14’W., North Atlantic Ocean, whereby loss of life ensued.” (London: His majesty’s Stationery Office, 1912), page 42. Con base en lo anterior podemos hacernos la siguiente pregunta: ¿Qué indicadores podemos usar para estudiar las diferentes dimensiones del concepto de salud y de sus determinantes, dentro de ellos los sociales? 2 Para establecer estos indicadores se requiere revisar la organización social y las formas de vida que, como vimos en el capítulo 1 y 2, constituyen los determinantes sociales de la salud y que son los causantes de la mayor parte de las desigualdades sanitarias entre los países y dentro de cada país. Es decir, a semejanza del Titanic, se tienen que identificar aquellos elementos de las condiciones en las que viajan por la vida los distintos grupos sociales y el impacto que tienen estas diferencias en las formas de vida en la salud. Empecemos entonces por dar algunas ideas sobre indicadores de las formas de vida y posteriormente pasaremos a revisar algunos indicadores de salud y de enfermedad. En 2005, la OMS formó una Comisión para estudiar los Determinantes Sociales de la Salud. En 2008 la Comisión emitió un reporte general con tres principios de acción: a) mejorar las condiciones de vida, b) luchar contra la distribución desigual del poder, el dinero y los recursos y c) medir la magnitud del problema y evaluar las intervenciones. Para elaborar este reporte la Comisión 81 realizó durante estudios a fondo en 7 áreas en los que se usaron decenas de variables e indicadores referentes a la organización social, las formas de vida y sus repercusiones en salud. Entre los indicadores de la organización social y de las formas de vida de uso frecuente que tienen impacto en la situación de salud y enfermedad vale la pena señalar los siguientes: Índice de desarrollo humano: es un índice compuesto por tres grandes grupos de indicadores: esperanza de saludable vida al nacer, alfabetismo y escolaridad y producto interno bruto per cápita. Se usa para comparar países e incluso regiones o estados dentro de un país (en el Cap. 4 se hacen algunas comparaciones en México). Se estima que en 2010 México estará en el lugar 48, aunque tiene diferencias regionales muy importantes. Coeficiente de Gini. Es una medición del grado de desigualdad que existe en un país. Mide la parte del ingreso de que disponen las personas más pobres en comparación con aquella que se apropian los más ricos. Sus valores van de 0 a 1, (donde 0 es no desigualdad y 1 máxima desigualdad. México tiene un coeficiente de .483). Existen importantes estudios que relacionan no sólo la magnitud de la riqueza de un país con su salud, sino que también muestran que con igual nivel de riqueza, los países con más desigualdad presentan más enfermedad y menor esperanza de vida. (Existen otros índices de desigualdad como el de Atkinson, el del de “Robin Hood” que es usado en algunos estudios epidemiológicos) Índice de marginación: en México, como en otros países, se han construido índices de marginación que se usan para medir la proporción en la que las personas de una cierta localidad, municipio o estado, disponen de recursos 82 insuficientes. El índice elaborado por CONAPO considera cuatro dimensiones (educación, salud, vivienda y bienes) y para cada uno de ellos usa algunos indicadores (en total 10 indicadores). 3 Contamos con información a nivel de localidad y municipal de todo el país, y la estadística de salud en el país incorpora este índice de forma que es posible, por ejemplo consultar la morbilidad en los municipios con mayor marginación en el país. 2.- Indicadores de salud: Durante el transcurso de la carrera de medicina, muchos de nosotros nos hemos preguntado si realmente es importante la epidemiología, la salud pública o el estudio de una población. Un ejemplo de su importancia se puede constatar durante la realización del servicio social, ya que además de otorgar consultas, se debe obtener de ellas información para construir registros y estadísticas que reflejen la situación actual de salud-enfermedad de la población estudiada. Si se opta por ejercer la medicina inmediatamente o por realizar alguna especialidad médica el sistema será el mismo, ya que toda la información generada por cada uno de los servicios de salud servirán para hacer estimaciones precisas acerca de la manera en que evoluciona la población en lo que a salud-enfermedad se refiere, para poder establecer los programas de prevención y vigilancia epidemiológica correspondientes. Nunca hay que olvidar que el deber del médico no solamente se limita a diagnosticar y tratar una enfermedad; se tiene la obligación de llevar a cabo sistemas efectivos de prevención, diagnóstico y tratamiento oportuno de 83 enfermedades ya sea a nivel individual (con cada uno de sus pacientes) o colectivo (familiar o comunitario). En el mundo se han construido muchos tipos de indicadores de salud (individual o poblacional), básicamente para poder llevar a cabo el registro de enfermedades y elaboración de estadísticas. Una desventaja de tener muchos de estos índices es que varios de ellos pueden medir lo mismo, llegan a ser muy complejos y por lo tanto pueden ser menos utilizados. A continuación se detallará la forma en que se lleva a cabo la medición de salud en una población con base a sus principales indicadores de salud. Empecemos con una comparación entre la aproximación clínica y la aproximación de la salud pública para la medición del estado de salud enfermedad. Para poder construir estos indicadores en México, la Secretaría de Salud se auxilia principalmente de: La información estadística y geográfica sobre el territorio, la población y la economía de México generadas de los censos de población y vivienda realizadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) De los datos del Consejo Nacional de Población (CONAPO) que es el organismo responsable de conducir la planeación demográfica del país y coordinar las acciones gubernamentales en materia de población. De las estadísticas y registros de morbilidad y mortalidad generados sujetos a Vigilancia Epidemiológica cuya coordinadora es la Dirección General de Epidemiología, la cual se encarga de concentrar la información de las 84 diversas instituciones de salud a la que pertenezca la población (por ejemplo: IMSS, ISSSTE, DDF, PEMEX, SSA, entre otras). Algunos de los principales índices de salud4, se muestran en el Cuadro 3.2: 85 Cuadro 3.2 Índices de salud ÍNDICE: EJEMPLO: ÍNDICES BASADOS EN DATOS DEMOGRÁFICOS DE RUTINA INDICADORES BASADOS EN EL RECUENTO HOSPITALARIO O POBLACIONAL DE CASOS DE ENFERMEDAD Y MUERTES Y SUS CAUSAS INDICADORES BASADOS EN LA EVALUACIÓN DEL IMPACTO DE LA ENFERMEDAD INDICADORES DE BIENESTAR INDICADORES E ÍNDICES EN EL ESTILO DE VIDA INDICADORES DEL NIVEL DE BUENA SALUD INDICADORES E ÍNDICES COMPUESTOS Esperanza de vida Esperanza de vida con <buena salud> Años potenciales de vida perdidos Distribución de la población según características Morbilidad Mortalidad Letalidad Ausentismo Admisiones hospitalarias y de otros servicios Uso de cuidados primarios Deficiencias, incapacidades y minusvalías Períodos (días) de actividad restringida Bienestar físico Bienestar mental Bienestar social Bienestar general (todos los anteriores) Exposición a factores con efectos indeseables (pasada y presente) Exposición a agentes nocivos ambientales Exposición personal a agentes nocivos (tabaco, alcohol, drogas) No exposición a factores beneficiosos como la actividad física o buena ingesta de alimentos Sucesos estresantes de la vida Exposición a factores con efectos beneficiosos (pasada o presente) Inmunidad de rebaño mediante inmunización Condiciones de vida y hábitos diarios de vida adecuados Ambiente social y armónico Condición física Adaptabilidad Combinaciones de las categorías anteriores Tabla tomada de: Jenicek M. Capítulo 3: Valoración de la salud de los individuos y de las poblaciones. En:Epidemiología, la lógica de la medicina moderna. Editorial Masson 1996. Página 61. A continuación mencionaremos algunos de ellos. 86 Esperanza de vida al nacer Según el I.N.E.G.I. la esperanza de vida se define como “el número de años que en promedio se espera que viva una persona después de nacer”5. Esto depende en gran medida de las tasas de mortalidad que estén vigentes para un año en específico. Ejemplo: Debido a la transición epidemiológica que ha sufrido México, no sólo cuenta en la actualidad con una población mucho más numerosa, sino que sus habitantes viven un mayor número de años. En las tres primeras décadas del siglo pasado, el nivel de la mortalidad era alto al compararlo con otros países, sobre todo los más desarrollados. Se estima que la esperanza de vida era de 36.2 años (35.5 para los hombres y 37.0 para las mujeres) en 1930. En el 2000 aumentó a 75 años y se ha mantenido así hasta el 2009, fecha en la que la esperanza de vida cambió a 73 años para los hombres y 78 años para las mujeres. En las últimas siete décadas, la esperanza de vida de la población mexicana se incrementó casi 40 años. La esperanza de vida está aumentando en el mundo, pero la aparición de enfermedades (como el SIDA, que ha provocado sobremortalidad en África) o las crisis económicas (como la que sufre Rusia desde 1991) podrían ocasionar su retroceso en algunas regiones. 87 Fuente: INEGI. Indicadores sociodemográficos de México (1930-2000) INEGI. Esperanza de vida por entidad federativa según sexo, 2005 a 2009. Esperanza de vida ajustada por discapacidad (evisa) o Años de vida libres de discapacidad (avisa) La esperanza de vida ajustada por discapacidad es el promedio de años que se calcula que puede llegar a vivir una persona que goza de buena salud sin enfermedad(es) aparente(s). Esto quiere decir que la esperanza de vida no va a ser la misma que se tenía calculada al inicio de la vida ya que va a disminuir debido a la aparición de lesiones o enfermedades crónicas. Ejemplo: Una niña tenía calculada una esperanza de vida al nacer de 78 años, sin embargo, al desarrollar hipertensión arterial sistémica e hipotiroidismo en la edad adulta, ambas enfermedades en conjunto hicieron que en esta niña la esperanza de vida disminuyera a 60 años, es decir, perdió 18 años potenciales de vida saludable por la pérdida de la salud y secuelas de las enfermedades, aún cuando éstas no lleguen a ser fatales. Autopercepción de salud Según De Bruin A y colaboradores6, la autopercepción del estado de salud (APES) es un indicador subjetivo; es una aproximación confiable del estado de salud global y un componente importante de la calidad de vida. La Organización Mundial 88 de la Salud (O.M.S.) lo ha recomendado para la conducción de estudios epidemiológicos y se ha descrito que existe una relación directa entre la APES y la mortalidad. En general se hacen 2 clasificaciones de autopercepción 7-9: Autopercepción de salud negativa (APES-), en el que se incluyen las categorías regular o mala que se vinculan con un riesgo mayor de mortalidad. Autopercepción de salud positiva (APES+), integrada con las categorías excelente, muy buena y buena que se relacionan con una mayor sobrevida. Ejemplo: Según Vladislavovna-Doubova y colaboradores (2008) 10 la APES depende de las condiciones de salud, trabajo y estilo de vida. Por ejemplo, la presencia de dolor, obesidad y enfermedades crónicas, se acompaña de cambios negativos en la APES; y por el contrario, una mayor educación, formas de vida saludables, tales como la realización de actividad física, cesación del tabaquismo y dieta sana se vinculan con una mejor percepción del estado de salud. Resiliencia El vocablo “resiliencia” proviene del latín “resilium”, que significa “volver atrás”, “volver de un salto”, “volver al estado inicial”, “rebotar”. La resiliencia aparece actualmente como una palabra común en la vida cotidiana, sin embargo no existe un consenso sobre su definición. Se ha usado como la propiedad de los metales para resistir cargas sin deformarse. Dentro de las principales definiciones en el campo de la salud encontramos las siguientes: 89 Fraser, Richman y Galinsky (1999) 11, han sugerido que la resiliencia implica: (1) Sobreponerse a las dificultades y tener éxito a pesar de estar expuestos a situaciones de alto riesgo (2) Mantener la competencia bajo presión, esto quiere decir saber adaptarse con éxito al alto riesgo (3) Recuperarse de un trauma ajustándose de forma exitosa a los acontecimientos negativos de la vida. Masten (1994)12 dice que la resiliencia se refiere a: (1) Personas de grupos de alto riesgo que han obtenido mejores resultados de los esperados (2) Buena adaptación a pesar de experiencias (comunes) estresantes (cuando los estresores son extremos la resiliencia se refiere a patrones de recuperación) (3) Recuperarse de un trauma. Vanistendael Stefan (2000)13 la define como “la capacidad de una persona o sistema social de vivir bien y desarrollarse positivamente a pesar de las condiciones de vida difíciles y esto de manera socialmente aceptables”. Si realizáramos una definición propia, se podría decir que la resiliencia es una capacidad que tenemos todos los humanos para poder afrontar dificultades y la capacidad de poder encontrar soluciones. Un ejemplo de ello es cuando decimos que una persona es como el “ave fénix”, capaz de renacer de sus propias cenizas. 90 A pesar de las diferencias en terminología, la resiliencia puede entenderse como un proceso. La resiliencia, aunque requiere una respuesta individual, no es una característica individual ya que está condicionada tanto por factores individuales como ambientales, que confluyen para producir una reacción frente a una amenaza importante. Cabe señalar que este contexto también puede ser de aplicación más amplia, (por ejemplo la familia, grupos, comunidades, entre otros) que son estructuras creadas por la relación de cada uno de los integrantes, en las que se conforman redes sociales que darán como resultado diversas respuestas frente a situaciones adversas o traumáticas. Así, se parte del supuesto de que mientras una población sea más resiliente, más sana será. Ejemplo de esto se observó a raíz del sismo ocurrido en la ciudad de México en 1985, evento que devastó estructural, física, emocionalmente etc., a la población y que puso de manifiesto la incapacidad del Estado para resolver los múltiples problemas originados por la emergencia. Así, con un aparato de salud mermado por el derrumbe de algunos edificios del Hospital General de México y el colapso del Hospital Juárez, además de daños estructurales irreversibles en diversos hospitales del Centro Médico Nacional del IMSS, de manera súbita la “sociedad civil” se organizó para realizar diferentes tareas como fueron las de rescatar personas de entre los escombros de casas o edificios, los llamados “topos” cumplieron con una labor altruista y heroica inolvidable. Otros grupos llevaban alimentos y recolectaban prendas de vestir para las personas que quedaron sin hogar, grupos de estudiantes organizaban el trafico; se formaron grupos de asistencia psicológica, médica y social liderados por 91 maestros y estudiantes de nuestras universidades e institutos; éstas fueron solo algunas de las labores desarrolladas por los grupos de la “sociedad civil”.14 A esto se le denomina “Resiliencia de Ecosistemas”. Un ejemplo similar fue el colapso provocado por el huracán “Katrina” en Nueva Orleans en agosto del 2005, que ha mostrado la capacidad de recuperación de la población, hecho que se espera ocurra con el desastre provocado por el terremoto de Haití en enero del 2010. 4.- Indicadores de Enfermedad. Los indicadores utilizados más comúnmente para medir la enfermedad en poblaciones son: Prevalencia Morbilidad Incidencia General Mortalidad Específica Letalidad En epidemiología a estos indicadores se les llama “Medidas de frecuencia” o “Medidas de ocurrencia”, debido a que estiman la magnitud de la ocurrencia de un evento (en términos de enfermedad). Si un médico es contratado en una unidad de primer nivel de atención, cuya responsabilidad es atender a la población de un área geográfica: ¿Qué enfermedades debería pensar que va a atender? ¿Qué medicamentos deberá de asegurarse que se tienen en existencia?, si quisiera llevar a cabo alguna actividad de educación para la salud ¿Qué problema de salud 92 abordaría? Las respuestas a estas preguntas, las obtendrá consultando los indicadores de morbilidad y mortalidad mencionados. 15 La morbilidad se refiere a personas que están enfermas y con vida, mientras que la mortalidad hace referencia a quienes han fallecido, de modo que sería un error tratar de identificar por ejemplo, la “prevalencia de muertes en una población”. Las medidas de frecuencia reflejan la ocurrencia relativa de la enfermedad en la población. La ocurrencia relativa se refiere a que estas medidas se calculan e interpretan en relación al tamaño de la población a la cual pertenecen y no a partir de números absolutos. ¿Qué proporción de la población de una colectividad, tiene diabetes mellitus tipo 2 (DM2)? Esta pregunta se responde mediante el cálculo de la Prevalencia, que indica la proporción de individuos en una población, que tienen la enfermedad o característica en estudio, en un momento determinado, medida que se calcula mediante la siguiente fórmula: Número de casos existentes en un momento dado Prevalencia = ------------------------------------------------------------------------- x 100 Total de la población existente en ese momento dado Por ejemplo, si en la población de estudio, se sabe que hay 406 personas con diagnóstico establecido de DM2 y el total de la población son 3,528 personas. La prevalencia sería: 406 Prevalencia = ----------- = 0.115 x 100 = 11.5% 3,528 La proporción de personas con DM2 es de 0.115 y al multiplicarla por 100 tenemos que la prevalencia de DM2 en esta población es de 11.5% o en otras palabras, el 11.5% de la población tenía DM2 al momento del estudio. Cuando se 93 calcula la prevalencia de enfermedades menos comunes (como por ejemplo la esquizofrenia) el resultado puede multiplicarse por mil o incluso por millón (por ejemplo en el caso de la enfermedad de Creutzfeld Jacob). Cabe subrayar que la prevalencia es una proporción y no una tasa. Para que ésta fuera una tasa, tendría que tener implícito el elemento o dimensión “tiempo”, mismo que no tiene, pues se trata de “un momento dado” y no de un período en el que se hagan dos mediciones o más a cada individuo estudiado. Por esto, el término “tasa de prevalencia” aunque es erróneo, se ha venido utilizando por “costumbre”, de modo que les invitamos a hacer caer el término en desuso y a referirnos a la prevalencia como tal: prevalencia. Los casos incidentes son el insumo para obtener la incidencia, que es el número de casos nuevos de enfermedad, que aparecen en un período determinado. Existen dos formas de medir la Incidencia: a) incidencia acumulada o Riesgo b) tasa de incidencia o densidad de incidencia. La Incidencia acumulada o riesgo es la proporción de individuos sanos al inicio del período, que pasan durante el mismo al estado de enfermedad. Casos nuevos de la enfermedad en un periodo dado I.A. = -------------------------------------------------------------------------------------- x 100 Población libre de la enfermedad al inicio del periodo Es muy importante en este indicador el elemento tiempo. Para que la incidencia sea una medida de riesgo, debe especificar un período y haber seguido a todos los individuos de la población libre de la enfermedad al inicio (también llamado “tiempo cero”), durante todo el período. 94 Por ejemplo, en esa población de la que sabemos que la prevalencia de DM2 es 11.5%, ahora quisiéramos saber ¿Cuál es la incidencia de DM2 en un período de 5 años? Lo que tendríamos que hacer es un seguimiento únicamente a la población libre de la enfermedad en el momento del inicio del estudio, por lo que si sabemos que la población está constituida por 3,528 personas y de ellas 406 ya tienen la enfermedad, implicaría que hay 3,122 personas libres de la DM2. Supongamos que seguimos a las 3,122 personas durante los siguientes cinco años y al final de este período se presentaron 130 casos nuevos de DM2, es decir, al principio del seguimiento no tenían DM2, pero al transcurrir 5 años la desarrollaron. La incidencia acumulada sería: 130 I.A. = ---------- = 0.042 x 100 = 4.2% 3,122 Esto significaría que en un período de 5 años, el 4.2% de la población estudiada desarrolló DM2. Nótese que la interpretación de este indicador es con base en el período de estudio, en este caso, 5 años. Por otro lado, es frecuente que no se pueda cumplir la condición de seguir a todas las personas durante el período planeado, por ejemplo, sería muy difícil seguir a 3,122 personas durante los 5 años completos, ya que generalmente hay pérdidas (ya sea que renuncien al seguimiento, fallezcan por otra causa, se cambien de lugar de residencia, etc.), por lo que el tiempo con el que contribuye libre de la enfermedad cada individuo, es diferente. Cuando se logra consignar el dato del tiempo de seguimiento con el que contribuye cada individuo, es posible calcular la Tasa de incidencia, misma que 95 estima la velocidad a la que se da la transición del estado de salud, al estado de enfermedad y su unidad de medida es el “tiempo/persona”. Su fórmula es: Casos nuevos Tasa de Incidencia = ---------------------------------------------------------Suma del tiempo con el que contribuye libre de la enfermedad cada persona Si en el ejemplo que venimos trabajando, nadie se hubiera enfermado en los 5 años de seguimiento, el tiempo con el que habrían contribuido libres de la enfermedad serían 3,122 (personas) x 5 (años), es decir, 15,610 años/persona. Sin embargo, como ya se mencionó, este escenario sería poco real, pues siempre hay pérdidas, de modo que no se alcanzaría dicha cantidad de tiempo/persona. Supongamos que la suma de este tiempo/persona, considerando las pérdidas, fueron 12,528 años/persona, y que como ya se sabía, en dicha población hubo 130 casos. Con esta información la tasa de incidencia sería: 130 TI = ------------- = 0.010 por año/persona 12,528 El resultado se multiplica por un múltiplo de 10 cuyo cociente brinde un número entero, para que la interpretación pueda ser más clara. Así, si se multiplicara por 1000, el resultado indicaría que si siguiéramos a 1000 personas durante un año (note que se maneja la unidad de tiempo establecida, en este caso, un año), esperaríamos 10 casos nuevos. La tasa de incidencia estima de velocidad de cambio. Así por ejemplo, si se hiciera referencia a la velocidad de desplazamiento de un sitio a otro en auto, se diría que se avanza a 80 km por hora, al interpretar una tasa de incidencia la velocidad de 96 cambio del estado de salud al de enfermedad sería de 10 casos nuevos por año.(no queda claro) La unidad de tiempo que se maneje en la tasa de incidencia puede cambiar, de modo que así como pueden ser años, podrían ser meses, semanas, días, horas, etc. dependiendo del período de seguimiento establecido, el cual a su vez se define con base en el tiempo de incubación o latencia del evento de interés. Si se trata de una enfermedad frecuente y aguda (por ejemplo diarrea o una infección nosocomial), no tendría mucho sentido planear un seguimiento a 5 años, pero si se trata de una enfermedad con un período largo de incubación o latencia (por ejemplo DM2 o Hipertensión Arterial) un seguimiento de 1 mes, no brindará la información requerida, de modo que quien realiza el seguimiento es quien establece el tiempo ideal en el cual espera que se presenten casos nuevos del evento de interés. Existe una estrecha relación entre la duración de la enfermedad, su prevalencia y su incidencia, de hecho la prevalencia depende de dos factores que son la incidencia y la duración: P = I x D Imaginemos un recipiente al que se le agrega constantemente agua (ésta sería “agua nueva”), que caería en el “agua existente” y formaría parte de ella. Si el recipiente tuviera agujeros entonces el agua se podría fugar, lo cual haría que el nivel disminuyera, y dependiendo del tamaño de los agujeros, variaría la velocidad de “vaciamiento” del recipiente, pero también influiría en este nivel, la velocidad con que entre “agua nueva” en él. De la misma manera, se relacionan la prevalencia, la incidencia y la duración de la enfermedad. El “agua nueva” haría referencia a la incidencia, es decir, son los casos nuevos que se van agregando a 97 los casos existentes (prevalencia). Y hablando de enfermedad, solo hay dos formas en las que un individuo puede dejar de estar enfermo: curación o muerte (que serían el equivalente a los “agujeros” del recipiente, mediante los que podrían salir del mismo). El caso nuevo de una enfermedad crónica (hipertensión arterial), es un caso incidente, que pasará a ser caso prevalente y como la enfermedad es crónica, su duración será prolongada (ya que no se cura y no lleva rápidamente a la muerte), de modo que la Prevalencia de esta enfermedad se incrementará (sería el equivalente al agua que “no ha salido” y provoca el aumento en el nivel dentro del recipiente). En cambio, una enfermedad aguda, ya sea porque cura rápido (diarrea) o porque es altamente letal (rabia), tendrá una duración corta de los casos en el “recipiente”, de modo que si se estimara su prevalencia, ésta resultaría muy baja, ya que los casos nuevos en poco tiempo después de entrar al “recipiente”, salen por alguno de los agujeros, de tal manera, que un mejor estimador de la frecuencia de eventos agudos es la incidencia. Adicionalmente, habrá que considerar que siempre habrá un “goteo” que es la migración de los sujetos de estudio, que representan las pérdidas, en donde no sabremos cuál fue la evolución de su enfermedad, hacia la cronicidad, la recuperación o la muerte. 98 Mortalidad La mortalidad es otro indicador de enfermedad. Las defunciones son un componente del comportamiento poblacional. Eventualmente, todos los individuos de una población mueren, pero la proporción en que esto ocurre depende de muchos factores, tales como la edad, sexo, ocupación, clase social, así, su ocurrencia puede proporcionar gran cantidad de información acerca de las formas de vida y los servicios de salud con que cuenta una población. Para fines estadísticos, se entiende por defunción a la desaparición permanente de todo signo de vida, en un momento cualquiera posterior al nacimiento, mientras que una defunción fetal es la muerte del producto de la concepción, ocurrida antes de la expulsión o de la extracción completa del cuerpo de la madre, independientemente de la duración del embarazo. La forma más sencilla de analizar los datos de mortalidad se conoce como mortalidad proporcional. Consiste en dividir las defunciones por causa específica 99 entre el total de defunciones. Nos permite medir el peso relativo de las distintas causas dentro del conjunto de las defunciones. La tasa de mortalidad general es el número total de defunciones por 1000 habitantes, en un año determinado. Para calcularla se requiere: a) Un grupo de población expuesto al riesgo de morir b) Un período c) El número de defunciones ocurridas en la población durante dicho lapso. Número total de defunciones durante Tasa anual un período específico (12 meses) de Mortalidad =----------------------------------------------------------------- x 1000 General Número de habitantes en la población para la fecha a la mitad del período Brinda el número medio anual de muertes durante un año por cada 1000 habitantes y es también es conocida como tasa bruta o cruda de mortalidad. La tasa de mortalidad, a pesar de ser sólo un indicador aproximado de la situación de salud-enfermedad en un país, indica con precisión el impacto actual de mortalidad en el crecimiento de la población. Para el 2007 en México se registraron 514,420 muertes, y la población estimada al 1º de Julio de ese año era 108’071,429 habitantes, por tanto la tasa de mortalidad general sería: Tasa de 514,420 Mortalidad = --------------------- x 1000 = 4.76 2007 108’071,429 Lo que indica que durante el año 2007, por cada 1000 habitantes en el país, fallecieron 4.76 individuos o por cada 10,000 fallecieron 47 personas. 100 La tasa de mortalidad general, normalmente se multiplica por 1000, pues con esto es suficiente para obtener números enteros que faciliten la interpretación de la información. Si se decidiera multiplicarlo por otra constante, habrá que hacer la aclaración de cuál es esta. Otra forma de describir la mortalidad es a con la tasa de mortalidad específica, la cual hace referencia a un subconjunto de las defunciones, a partir de alguna característica de interés que esté consignada en el certificado de defunción, por ejemplo, sexo, edad, causa, ocupación, etc. Una tasa de mortalidad específica por grupo de edad, es la siguiente: Número de defunciones en menores de Tasa de Mortalidad 10 años en 2007 en menores de = ----------------------------------------------------------- x 100,000 10 años 2007 Número de menores de 10 años al 1º de Julio del 2007 Tasa de Mortalidad 85,409 en menores de = ------------------------ = 0.000243 x 100,000 = 242.3 10 años 2007 35’247,341 Con los datos aquí mencionados, la tasa de mortalidad específica indica que por cada 100,000 menores de 10 años hubo 242 fallecimientos en esa población. Las tasas de mortalidad específica normalmente se multiplican por 100,000 habitantes, dado que el numerador suele ser mucho menor que el denominador, por lo que se requiere un número más grande para obtener números enteros. Si se decide cambiar de constante, habrá que consignar éste cambio ya que si no se hace esto, se asume que la constante fue 100,000. Otra tasa específica muy utilizada es la mortalidad específica por causa: 101 Número de defunciones por Cáncer Tasa de Mortalidad Gástrico en 2007 por Ca Gástrico = ----------------------------------------------------------- x 100,000 para 2007 Número de personas en la población al 1º de Julio del 2007 Tasa de Mortalidad 60,349 por Ca Gástrico = --------------------- 0.000281 x 100,000 = 28.1 para 2007 214’765,295 Esto indica que por cada 100,000 habitantes en esta población, 28 fallecieron por cáncer gástrico en el 2007. Una forma especial de mortalidad específica, es la tasa de letalidad que expresa el riesgo de morir durante un período definido, que tienen aquellos individuos afectados de una enfermedad dada: Núm. de individuos que mueren durante Tasa de un período específico después del diagnóstico. Letalidad = ------------------------------------------------------------------------ x 100,000 para 2007 Número de individuos con la enfermedad dada Tasa de Letalidad = Por Ca Gástrico para 2007 1,323 ------------------- = 0.022 x 100 = 2.2% 60,349 Por cada 100 personas con cáncer gástrico en el 2007, fallecieron 2. Otras tasas específicas de interés son: Tasa de Defunciones registradas en menores de 1 año Mortalidad = --------------------------------------------------------------------- x 100,000 Infantil Nacidos vivos registrados Tasa de Defunciones registradas en menores de 7 días de vida 102 Mortalidad = -----------------------------------------------------------------------x100,000 Hebdomadal o Nacidos vivos registrados Neonatal temprano Tasa de Defunciones registradas en menores de 28 días Mortalidad = ----------------------------------------------------------------------- x 100,000 Neonatal Nacidos vivos registrados Tasa de Defunciones registradas de 28 días a 11 meses Mortalidad = ----------------------------------------------------------------------- x 100,000 Posneonatal Nacidos vivos registrados Defunciones registradas por complicaciones del Tasa de embarazo, parto o puerperio Mortalidad = ----------------------------------------------------------------------- x 100,000 Materna Nacidos vivos registrados Tasa de Defunciones fetales registradas Mortalidad = -------------------------------------------------------- x 100,000 Fetal Nacidos vivos registrados Con los datos del cuadro 3.1 ¿Qué medidas podría usted calcular? 5.- Riesgo: Las medidas de ocurrencia o frecuencia que se abordaron hasta ahora, son utilizadas como base para formular otro tipo de medidas en epidemiología, como son las medidas de asociación o efecto, que se utilizan para estimar la magnitud de la relación entre un factor de riesgo y una enfermedad. Esto se hace a través de la comparación de dos medidas de frecuencia, por ejemplo la prevalencia de la enfermedad en un grupo de personas que se expusieron a un factor de riesgo en contraste con la de un grupo de personas que no estuvieron expuestas. La finalidad de estas medidas de asociación es identificar si existe un riesgo mayor, igual o menor de enfermar en quienes están expuestos al factor en cuestión y 103 quienes no lo están, lo cual es útil para proponer o comprobar hipótesis en términos de posible causa-efecto. Para definir con precisión el término, al riesgo se le define como la probabilidad de que se produzca un acontecimiento 15 (generalmente un daño a la salud) y a factor de riesgo se le define como un atributo o agente sospechoso de estar relacionado con la ocurrencia de una enfermedad particular, es decir, características que aumentan el “riesgo”. Las medidas de asociación son, como ya se mencionó, aquellas mediante las cuales se estima cuan distinto es el riesgo entre expuestos y no expuestos. Éstas son de dos tipos: de razón y de diferencia. Las primeras se basan en la comparación a través de una división entre la frecuencia de la enfermedad en los expuestos y la frecuencia en los no expuestos, mientras las segundas, basan su comparación en una resta. Las más empleadas son las medidas de razón y de ellas los indicadores son: El riesgo relativo (RR), se basa en medidas de incidencia, y si recuerdas, ésta es de dos tipos: la incidencia acumulada o riesgo y la tasa de incidencia o densidad de incidencia. El RR puede tomar entonces dos formas: Razón de Riesgos (RR) y Razón de Tasas (RT). La razón de riesgos es la comparación entre el riesgo (como incidencia acumulada) de padecer una enfermedad entre sujetos expuestos y entre sujetos no expuestos al factor de riesgo en estudio. Regresando al ejemplo de DM2, al estudiar a nuestra población durante 5 años, quizá encontremos que la incidencia acumulada de DM2 en personas que son sedentarias (expuestas), fue 0.091, mientras que la incidencia acumulada de DM2 104 en personas que realizan actividad física (no expuestas) fue de 0.032. Con esta información la Razón de Riesgos se calcularía de la siguiente manera: Incidencia acumulada en población expuesta Razón de Riesgos = ----------------------------------------------------------------------Incidencia acumulada en población No expuesta 0.091 Razón de Riesgos = --------------- = 2.93 0.032 Esto indica que las personas de la población estudiada, que fueron sedentarias, tienen 2.93 veces el riesgo de desarrollar DM2 en comparación con quienes realizan actividad física, en un período de 5 años. La razón de tasas (RT) es la comparación entre la tasa de incidencia observada en la población expuesta y la de los no expuestos al factor de riesgo de interés: Tasa de incidencia en población expuesta Razón de Tasas = ----------------------------------------------------------------------Tasa de incidencia en población No expuesta Ambas medidas (RR y RT) solo pueden ser obtenidas en estudios de seguimiento (Cohorte), pues hay que recordar que debe implicar el elemento tiempo. Otra medida de riesgo, que se obtiene en estudios en los que no hay seguimiento (Transversal), es la razón de prevalencias (RP) que es la comparación entre la prevalencia de la enfermedad de los expuestos y los no expuestos a un factor de riesgo, en un momento dado: Prevalencia en población expuesta Razón de Prevalencias = --------------------------------------------------------Prevalencia en población No expuesta 105 Otra medida de evaluación de riesgo, que se obtiene en estudios de Casos y controles es la razón de momios (RM) y una más es la llamada razón de momios para la prevalencia (RMP) ésta última se utiliza en estudios Transversales. En estas medidas, el resultado de la división puede ser mayor, menor o igual a 1.0 y la interpretación sería diferente en cada caso. Si observamos que en el numerador siempre se coloca la frecuencia relativa de la enfermedad en los expuestos al factor que consideramos de riesgo, esperaríamos (si efectivamente tal factor aumenta el riesgo de enfermar) que la cifra del numerador fuera más grande que la del denominador (la de los no expuestos), de modo que si efectivamente, el resultado de la división es mayor a 1.0 estaríamos frente a un “factor de riesgo”, pues refleja que es mayor el riesgo de enfermar cuando se está expuesto que cuando no. Sin embargo, si el resultado fuera menor a 1.0 se estaría en la situación de que el numerador fue más pequeño que el denominador, lo que implicaría que están enfermando una mayor proporción de personas del grupo no expuesto. Esto se interpretaría en términos de que el factor que suponíamos de riesgo, está actuando más bien como “factor protector”, ya que en el grupo expuesto a él enfermaron menos individuos. Finalmente, la única forma de que el resultado fuera 1.0 es que se encuentre la misma cifra (frecuencia relativa) en el numerador que en el denominador, de modo que se estarían enfermando la misma cantidad de personas expuestas y no expuestas a factor, por lo que no podría éste ser considerado de riesgo, se dice entonces que no hay asociación entre el factor de estudio y la enfermedad de interés. 106 Además de las medidas de frecuencia y de asociación, existe otro tipo de indicador al que se le denomina “impacto potencial” o “riesgo atribuible”, éste se deriva de las medidas de asociación y su utilidad consiste en reflejar la contribución esperada (atribuible) de la frecuencia de una enfermedad, por efecto de la exposición a un factor de riesgo. En resumen, cuando se está ante una población de la que no se sabe ¿de qué y con qué frecuencia se enferman? ¿Cuáles son las características de los que se enferman? ¿Cuáles son las enfermedades que llevan a la muerte? Las medidas de frecuencia (morbilidad y mortalidad) son las que pueden proveer la información requerida para la toma de decisiones. Por otro lado, una vez que sabemos lo anterior, lo siguiente que nos preguntaremos es ¿porqué les afectan esas enfermedades y no otras?, ¿qué formas de vida tienen?, ¿a qué exposiciones de riesgo o protectoras conducen esas formas de vida? ¿Cuántas veces más riesgo tienen de enfermar las personas que se exponen en comparación de las que no? Esto lo podemos resolver a partir de las medidas de asociación o efecto. Una vez que sabemos qué factores son los que están afectando a la población de interés, la siguiente pregunta que surgirá es, si cambiaran las formas de vida y como consecuencia se redujera la exposición en distintos grados a distintos factores ¿qué proporción de casos de enfermedad podríamos evitar? Esto es lo que estiman las medidas de impacto potencial, y sirven para predecir el impacto de una intervención en el estado de salud de la población. 6. Clasificación de enfermedades. 107 a) Importancia de las clasificaciones de enfermedades para la práctica de la medicina y la Salud Pública. La CIE y la clasificación del estudio Carga Global de la Enfermedad. Hasta aquí se han revisado algunas definiciones sobre la salud de la población e indicadores importantes que de alguna manera miden el estado de salud o enfermedad en el que se encuentra una población humana en un lugar, tiempo y persona determinado. Por otro lado, ¿Qué pasaría si cada institución de salud en diferentes países o incluso regiones en un país tuviera una clasificación propia para poder determinar el estado de morbilidad y de mortalidad?, es como si estuviéramos en la torre de Babel donde todos hablaran de las mismas entidades nosológicas, pero con distinto nombre a partir de clasificaciones elaborada con criterios diferentes. La importancia de la clasificación de las enfermedades, es precisamente evitar estos conflictos al momento de llevar la estadística de todo evento morboso. De esta forma, una buena clasificación y nomenclatura de enfermedad y causas de muerte es fundamental para entender y comunicar adecuadamente entre pares y con familiares los problemas de salud de los pacientes, describir y analizar y comparar los patrones de enfermedad y muerte dentro y entre poblaciones, para evaluar la precisión de pruebas de diagnóstico, o la efectividad de tratamientos, la eficacia de los servicios de salud, y sus costos, y para la planeación de los servicios de atención a la salud. Un adecuado conocimiento de las clasificaciones es la base para que se realicen de manera adecuada los certificados de defunción, los registros diarios de consulta, los resúmenes de egreso hospitalario, diversas encuestas. 108 Las clasificaciones de enfermedades dependen del conocimiento que de ellas se tenga así como de los fines con los cuales se elaboran. Una de las primeras clasificaciones de las enfermedades fue elaborada en 1768, en una época en la que los científicos empezaban la labor de “inventariar” las cosas del mundo, y fue hecha por el médico y botánico Francisco Boissier de Sauvage, de la Universidad de Montpellier, este publicó su Nosología Methodica sistens Morborum Clasess, Juxta Syhenhami menten & Botanicum orden. En esta obra retoma las ideas de Thomas Sydenham quien de acuerdo a la botánica, clasifica las enfermedades en 10 clases, 44 órdenes, 351 géneros y 2400 especies (enfermedades específicas). A continuación se presenta las diez clases y algunos de los órdenes y géneros 16.17 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. Vitia (dfecto) Febres (fiebre) Phlegmasia (inlfamaciones) Sapasmi (Espasmos) Anhelationes (eyecciones) Debilitates (debilidades) Dolores Versiae (demencia) Fluxus Cachexiae (enfermedades consultivas) Como puede observarse la clasificación se basa en el conocimiento de los síntomas de las enfermedades y poco o nada en su fisiopatología, sus causas o su comportamiento epidemiológico. En 1855 durante el congreso de estadística, William Farr propuso una clasificación de las enfermedades en 5 grandes grupos: las enfermedades epidémicas, las enfermedades constitucionales, enfermedades locales según su localización anatómica, las enfermedades del desarrollo y las enfermedades que son producto de la violencia17. Como se observa, en esta clasificación aparece el elemento 109 anatomopatológico que ayuda a definir las enfermedades más allá de sus síntomas y aparentemente se busca seguir un criterio epidemiológico-clínico. b) Clasificación Internacional de Enfermedades y problemas relacionados con la salud. La Clasificación Internacional de Enfermedades (C.I.E.) es el estándar mundial para informar y clasificar las enfermedades, la salud relacionada con las condiciones y las causas externas de enfermedades y lesiones a fin de recopilar información sanitaria útil relacionada con las muertes, enfermedades y lesiones (mortalidad y morbilidad). Esta clasificación tiene sus orígenes en la década de 1850 y se “Lista Internacional de Causas de Defunción”; fue aprobada por el Instituto Internacional de Estadística en 1893. La OMS asumió la responsabilidad de la CIE en su creación en 1948 durante su sexta revisión. “La Asamblea Mundial de la Salud adoptó en 1967 el Reglamento de Nomenclatura de la OMS que estipulan el uso de la CIE para las estadísticas de mortalidad y morbilidad por todos los estados miembros”17. “La CIE-10 es la clasificación vigente que fue aprobada por la Cuadragésima Tercera Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 1990 y entró en vigor para los estados miembros en 1994. Actualmente se encuentra disponible su versión 2007 y contiene alrededor de 155,000 códigos de clasificación de entidades nosológicas”18. En la CIE, las enfermedades son clasificadas primero por Capítulos construidos con base en criterios mixtos: causal (por ejemplo las enfermedades infecciosas o las lesiones están en sendos Capítulos), fisiopatiológico (por ejemplo las 110 neoplasias constituyen otro Capítulo), anatomotopográfico (varios capítulos corresponden a cada uno de los aparatos o sistemas, o por edad o condición fisiológica (por ejemplo el Capítulo de embarazo o el de afecciones perinatales). Cada capítulo, contiene un conjunto de enfermedades que son clasificadas primero en subcapítulos con una letra y luego con dos o tres dígitos que aumentan la especificidad de la enfermedad clasificada (ver abajo ejemplo de enfermedades del estómago). Cuadro 3.3 La clasificación en general tiene un carácter muy clínico y hay aspectos epidemiológicos que no son considerados, lo que llevó, como veremos adelante a que la OMS elaborara una clasificación adicional (no en oposición ni en sustitución) con fines epidemiológicos, conocida por el estudio que le dio origen: el Global Burden of Disease (GBD) Cuadro 3.3 Capítulos principales de la CIE-10 19 Grandes capítulos de la CIE-10 Capítulo I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX XXI XXII Códigos A00-B99 C00-D48 D50-D89 E00-E90 F00-F99 G00-G99 H00-H59 H60-H95 I00-I99 J00-J99 K00-K93 L00-L99 M00-M99 N00-N99 O00-O99 P00-P96 Q00-Q99 R00-R99 S00-T98 V01-Y98 Z00-Z99 U00-U99 Título Ciertas enfermedades infecciosas y parasitarias Neoplasias Enfermedades de la sangre, los órganos hematopoyéticos y ciertas enfermedades que involucran el mecanismo inmune Enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas Desordenes mentales y del comportamiento Enfermedades del sistema nervioso Enfermedades del ojo y sus anexos Enfermedades del oído y la apófisis mastoides Enfermedades del sistema circulatorio Enfermedades del sistema respiratorio Enfermedades del sistema digestivo Enfermedades de la piel y del tejido subcutáneo Enfermedades del sistema muculoesquelético y del tejido conectivo Enfermedades del sistema genitourinario Embarazo, parto y puerperio Ciertas condiciones originadas en el periodo perinatal Malformaciones congénitas, deformaciones y alteraciones cromosómicas Síntomas, signos y anormalidades clínicas y de laboratorio no clasificados en otra parte Lesiones, envenenamiento y otras consecuencias de causas externa Causas externas de morbilidad y mortalidad Factores que influyen en el estado de salud y el contacto con los servicios de salud Códigos para propósitos especiales 111 Ejemplo de la clasificación de la C.I.E.-10 para úlcera gástrica: Capitulo XI: Enfermedades del sistema digestivo (K00-K93) Grupo K20-K31 Categoría K25 Ulcera gástrica Sub-categoría K25.0 Ulcera gástrica aguda con hemorragia K25.1 Ulcera gástrica aguda con perforación K25.2 Ulcera gástrica aguda con hemorragia y perforación K 25.3 Ulcera gástrica aguda sin hemorragia ni perforación K25.4 Ulcera gástrica crónica o no especificada con hemorragia K25.5 Ulcera gástrica crónica o no especificada con perforación K25.6 Ulcera gástrica crónica o no especificada con hemorragia y perforación K25.7 Ulcera gástrica crónica sin hemorragia ni perforación K25.9 Ulcera gástrica no especificada como aguda o crónica, sin hemorragia o perforación Ejercicio: Clasifique la Gastritis Alcohólica en la CIE más reciente y comente con sus compañeros y profesor. Se prevé que para el año 2015 existirán tres versiones distintas de la próxima CIE11: una versión para su uso en la atención primaria, una versión detallada para su uso en ambientes especiales y una versión avanzada para su utilización en investigación.20 Por otro lado, el funcionamiento y la discapacidad de los individuos asociados a las condiciones de salud se revisan en otra clasificación llamada CIF (Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud). Se recomienda que se utilicen las dos clasificaciones como complementarias una de la otra. 21 112 En México durante el año de 1985 se creó el CEMECE (Centro Mexicano para la Clasificación de Enfermedades), y su principal actividad es la de referencia y la promoción para la vigilancia del uso de la clasificación de enfermedades. 22 c) Clasificación del estudio sobre la “Carga Global de la Enfermedad”. Ya se revisaron algunas clasificaciones para estados de enfermedad como la CIE, pero cabe destacar que su enfoque principalmente es clínico y centrado en individuos. La OMS, la Universidad de Harvard y el Banco Mundial en el año 2000 realizaron un estudio llamado “Global Burden of Disease” o Carga Global de la enfermedad (GBD por sus siglas en inglés) y proporcionó un análisis de la morbilidad y mortalidad debido a enfermedades, lesiones y factores de riesgo para cada región a nivel mundial 23,24 En el estudio se elaboró una clasificación de las enfermedades siguiendo criterios epidemiológicos y esta clasificación pasó a ser conocida como la clasificación GBD y actualmente se usa en todos los países para describir y comparar la morbilidad y la mortalidad. La GBD agrupa a las enfermedades en 3 grandes categorías que después se desdoblan en 165 sub-categorías. Las tres grandes categorías de la GBD son: Grupo I: Transmisibles maternas y perinatales y nutricionales Grupo II: No transmisibles Grupo III. Lesiones d) La lista mexicana de enfermedades. Además de las dos clasificaciones anteriores en México contamos con una clasificación llamada “Lista Mexicana de Enfermedades” misma que, siguiendo la 113 clasificación de la OMS, compacta varias causas específicas en categorías más generales de forma de simplificar el muy detallado listado de la CIE que contiene alrededor de 14 mil enfermedades o motivos de consulta, en una lista de menor tamaño con poco menos de 500. Esta lista es usada ampliamente para el procesamiento estadístico de la morbilidad y la mortalidad en el país, como por ejemplo para agrupar las defunciones según y compararlos según entidad federativa, municipio, grupo de edad, sexo, etc. En el cuadro 3.4 se presenta un ejemplo de información de mortalidad clasificada según la lista mexicana. Cuadro 3.4 Principales causas de mortalidad general, 2005. Nacional Orden Clave CIE 10a. Rev. Descripción A00-Y98 Total 1 E10-E14 2 3 Defunciones Tasa 1/ % 493.957 464,0 100,0 Diabetes mellitus 67.090 63,0 13,6 I20-I25 Enfermedades isquémicas del corazón 53.188 50,0 10,8 K70, K72.1, K73, K74, K76 Cirrosis y otras enfermedades crónicas del hígado 27.566 25,9 5,6 4 5 I60-I69 Enfermedad cerebrovascular 27.370 25,7 5,5 J40-J44, J67 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica 20.253 19,0 4,1 6 P00-P96 Ciertas afecciones originadas en el periodo perinatal 16.448 15,5 3,3 7 2/ Accidentes de tráfico de vehículo de motor 15.742 14,8 3,2 8 J10-J18, J20-J22 Infecciones respiratorias agudas bajas 14.979 14,1 3,0 9 I10-I15 Enfermedades hipertensivas 12.876 12,1 2,6 10 N00-N19 Nefritis y nefrosis 11.397 10,7 2,3 11 X85-Y09, Y87.1 Agresiones (homicidios) 9.852 9,3 2,0 12 E40-E46 Desnutrición calórico protéica 8.440 7,9 1,7 13 C33-C34 Tumor maligno de tráquea, bronquios y pulmón 7.018 6,6 1,4 14 C16 Tumor maligno del estómago 5.328 5,0 1,1 15 C22 Tumor maligno del hígado 4.839 4,5 1,0 16 C61 Tumor maligno de la próstata 4.788 4,5 1,0 17 B20-B24 VIH/SIDA 4.650 4,4 0,9 18 X60-X84, Y87.0 Lesiones autoinfligidas intencionalmente (suicidios) 4.306 4,0 0,9 19 C53 Tumor maligno del cuello del útero 4.270 4,0 0,9 20 A00-A09 Enfermedades infecciosas intestinales 4.263 4,0 0,9 R00-R99 Causas mal definidas 9.484 8,9 1,9 114 Las demás 159.810 150,1 32,4 1 / Tasa por 100,000 habitantes Los totales no incluyen defunciones de residentes en el extranjero, pero si las defunciones de edad y sexo no especificado, p or ello la suma de los distintos grupos de edad (cuadros siguientes) no coincidirá con las cifras de este cuadro. 2 / V02-V04 (.1, .9), V09.2-V09.3, V09.9, V12-V14 (.3-.9), V19.4-V19.6, V20-V28 (.3-.9), V29-V79 (.4-.9), V80.3-V80.5, V81.1, V82.1, V83-V86 (.0-.3), V87.0-V87.8, V89.2, V89.9 , Y85.0 Fuente: Elaborado a partir de la base de datos de defunciones INEGI/Secretaría de Salud. Dirección General de Información en Salud. CONAPO, 2002. Proyecciones de la Población de México, 2000 - 2050. 7.- Formas oficiales de reporte de Mortalidad y Morbilidad (Certificado de defunción, reporte de casos nuevos de enfermedad) Para poder llevar a cabo la generación de estadísticas e información de la salud en México, es necesario contar con un sistema único e integrador que administre los datos, la información y los conocimientos que sirvan de apoyo para generar, integrar y difundir información estadística y geográfica. Debido a ello, fue necesaria la elaboración de una Norma Oficial Mexicana (N.O.M.-040-SSA2-2004, en materia de información en salud) 25 para “establecer los criterios para obtener, integrar, organizar procesar, analizar y difundir la información en salud en lo referente a población y cobertura, recursos disponibles, servicios otorgados, daños a la salud y evaluación del desempeño del Sistema Nacional de Salud. Esta norma fue publicada en el diario oficial de la federación el 8 de marzo del 2004 y es de observancia obligatoria en todo el territorio nacional para establecimientos, personas físicas y morales del Sistema Nacional de Salud de los sectores público, social y privado que proporcionen servicios de atención a la salud” 115 Por lo tanto, las principales formas oficiales para reportar la morbilidad y mortalidad en nuestro país son: 1. Certificado de defunción 2. Certificado de muerte fetal 3. Informe semanal de casos nuevos de enfermedades Certificado de defunción El certificado de defunción en México es una forma oficial para reportar la mortalidad. En la N.O.M.-040-SSA2-2004 (apartado 10.8)25, refiere lo siguiente: “La estadística de mortalidad debe comprender las causas de defunción de la población de acuerdo a la CIE en la revisión que adopte nuestro país. La integración de la estadística por causa única (causa básica) y la generada en el enfoque de causa múltiple son obligatorias. La estadística de mortalidad debe incluir información adicional acerca del fallecido y sus variables sociodemográficas, incluidas las que se relacionan con los servicios de salud y la atención brindada.” Causa básica de la defunción Para determinar la causa básica de defunción según la N.O.M.-040-SSA2-200425, se considera a “toda enfermedad o lesión que inició la cadena de acontecimientos patológicos que condujeron directamente a la muerte o las circunstancias del accidente o violencia que produjo la lesión fatal y como causas de defunción (causas múltiples) a todas aquellas enfermedades, estados morbosos o lesiones 116 que causaron la muerte o que contribuyeron a ella, y a las circunstancias del accidente o de la violencia que produjeron dichas lesiones” Propósitos básicos del Certificado de Defunción26 a. Legal: “El certificado sirve para dar fe del hecho, inscribir la defunción en el Registro Civil y levantar el acta respectiva. Con el acta de defunción la familia realiza los trámites que tienen que ver con la muerte del individuo (obtención del permiso de inhumación o de cremación del cadáver, que de acuerdo al Art. 348 de la Ley General de Salud debe realizarse dentro de las primeras 48 horas, salvo otras indicaciones de la autoridad sanitaria, Ministerio Público o autoridad judicial, cobro de seguros de vida, pensiones, trámite de herencias, etc.). De ahí la importancia de que los datos asentados en el certificado y posteriormente en el acta se apeguen a la realidad y no contengan errores u omisiones. b. Epidemiológico: permite tener conocimiento de los daños a la salud de la población, fundamenta la vigilancia del comportamiento de las enfermedades (su tendencia y distribución en el tiempo y en el espacio), orienta los programas preventivos y apoya la evaluación y planeación de los servicios de salud. Ello facilita el establecimiento de medidas para prevenir la mortalidad prematura en la población o limitar la aparición de complicaciones. c. Estadístico: constituye la fuente primaria para la elaboración de las estadísticas de mortalidad, las cuales, además de las causas, recogen otras variables sociodemográficas como la edad, el sexo, el lugar de residencia y 117 ocurrencia de las defunciones que tienen gran importancia en el análisis de la mortalidad”. El certificado de defunción consta básicamente de las siguientes partes 26: Datos del fallecido Datos de la defunción Datos de las muertes accidentales y violentas Datos del informante Datos del certificante Datos del Registro Civil Al reverso del formato se presenta el instructivo que debe ser leído antes de llenar el certificado. El Certificado de Defunción se presenta en original (para la Secretaría de Salud) y tres copias (una para el I.N.E.G.I., otra para el Registro Civil y la tercera -a partir de 2010- para la unidad médica). Los certificados de defunción serán expedidos, una vez comprobado el fallecimiento y determinadas sus causas, por profesionales de la medicina o personas autorizadas por la autoridad sanitaria competente. En la siguiente liga se encuentra la guía de autoaprendizaje para el llenado correcto del certificado de defunción: http://www.sesa-qro.gob.mx/agenda/GUIA.PDF (27) Certificado de defunción fetal26 Es el documento indispensable para obtener el permiso de inhumación o cremación del feto (Art. 350 bis 6, Ley General de Salud). Aunque las muertes 118 fetales no están sujetas al Registro Civil, sí es muy importante su registro estadístico para el estudio de las causas y los factores que intervienen en la mortalidad perinatal. Aún en la actualidad un gran número de ellas carece del certificado respectivo, lo que condiciona un elevado subregistro que impide conocer el comportamiento epidemiológico de este fenómeno. A menudo esto ocurre por desconocimiento de la importancia de la certificación y notificación de las muertes fetales. La Organización Mundial de la Salud define la defunción fetal como “la muerte de un producto de la concepción, antes de su expulsión o extracción completa del cuerpo de su madre, independientemente de la duración del embarazo; la muerte está indicada por el hecho de que después de la separación, el feto no respira ni da ninguna otra señal de vida, como latidos del corazón, pulsaciones del cordón umbilical o movimientos efectivos de los músculos de contracción voluntaria.” En virtud de lo anterior a todo feto nacido muerto y comprobado por el certificante, se le debe llenar el certificado de muerte fetal y con éste realizar los trámites de inhumación o cremación. Si esto no fuera posible, al menos este documento se debe llenar cuando el feto tiene trece o más semanas de gestación, contadas a partir del primer día de la última regla (ver Ley General de Salud, art. 314). El Certificado de Muerte Fetal al igual que el de Defunción, se extiende también por triplicado (original para la Secretaría de Salud, y primera y segunda copia para el I.N.E.G.I. y el Registro Civil respectivamente) 26. “Consta de seis partes: Datos del producto, del embarazo y del suceso 119 Causas de la muerte fetal Datos de la madre Datos del informante Datos del certificante Al reverso del formato se presenta el instructivo que debe ser leído antes de llenar el certificado” Los certificados de defunción fetal serán expedidos, una vez comprobado el fallecimiento y determinadas sus causas, por profesionales de la medicina o personas autorizadas por la autoridad sanitaria competente. En la siguiente liga se encuentra la guía de autoaprendizaje para el llenado correcto del certificado de defunción y de muerte fetal: http://www.isea.gob.mx/formatos/GUIA.PDF (28) Morbilidad (Informe semanal de casos nuevos de enfermedades) Los informes de casos nuevos de enfermedades en México es una forma oficial para reportar la morbilidad. En la N.O.M.-040-SSA2-200425, refiere lo siguiente: Apartado 10.12: “La medición de la morbilidad debe integrar las enfermedades, lesiones, u otros motivos de atención a personas sanas o enfermas que se presentan en la población y que constituyen las principales causas de demanda de los servicios. Dicha estadística debe acompañarse de datos del paciente, sus datos sociodemográficos, de los servicios de salud, y la atención brindada. Las instituciones deben prever que los sistemas que procesan egresos hospitalarios 120 capten tanto la afección principal como las otras afecciones de manera que puedan integrarse estadísticas por afección principal (causa única) y por afecciones múltiples. La atención brindada se refiere a los procedimientos médicos practicados (quirúrgicos y no quirúrgicos, diagnósticos y terapéuticos), que son obligatorios en la atención hospitalaria normal y de corta estancia, así como los opcionales para la atención de consulta externa.” La información sobre casos nuevos de notificación epidemiológica obligatoria se debe hacer según los lineamientos establecidos en la N.O.M.-017-SSA2-1994. 29 La periodicidad con la que se lleva a cabo la información, depende de la trascendencia de las enfermedades, y puede ser: inmediata, diaria, semanal, mensual, anual e incluso otra, como son las encuestas centinelas de VIH/SIDA o alguna otra que se considere necesaria al momento “actual”. Las enfermedades de notificación inmediata se enlistan en el cuadro 3.5 y su comunicación debe hacerse por la vía más rápida disponible. Cuadro 3.5 Enfermedades de notificación inmediata 29 Poliomielitis Parálisis Flácida Aguda Sarampión Enfermedad febril exantemática Difteria Tos ferina Síndrome coqueluchoide Cólera Tétanos Tétanos neonatal Tuberculosis meníngea Menongoencefalitis amibiana primaria Fiebre amarilla Meningitis meningocócica Influenza Encefalitis equina venezolana Sífilis congénita Dengue hemorrágico Paludismo por Plasmodium falciparum Rabia humana Rubéola cogénita Eventos adversos temporales, asociados a vacunación y sustancias biológicas Lesiones por abeja africanizada Brotes, urgencias epidemiológicas, 121 Peste Fiebre recurrente Tifo Epidémico Tifo endémico o murino Fiebre manchada desastres Síndrome de inmunodeficiencia adquirida Infección por VIH 8. Encuestas nacionales de salud Con la finalidad de contar con información específica sobre algunos aspectos de la salud y enfermedad así como de la atención a las mismas, contamos además en México con encuestas de salud que se realizan a nivel nacional, y que nos permiten contar un cuadro? de todo el país, e incluso hacer comparaciones entre grandes regiones o entre entidades federativas. Estas encuestas tienen gran importancia ya que nos permiten conocer la situación y las tendencias de los principales problemas de salud, tales como; enfermedades crónicas, estado nutricional, accidentes y violencia, situación según género, adicciones, etc. Las más importantes son: Las dos últimas encuestas nacionales de salud fueron realizadas en los años 2000 y 2006. La del 2006 conjunta gran cantidad de información sobre salud y su atención Destacan indicadores positivos de salud y condiciones de vida, problemas de salud por grupo de edad (enfermedad diarreica e infecciones respiratorias, infecciones de transmisión sexual y salud reproductiva, diabetes, hipertensión y otras cardiovasculares, dislipidemias, cáncer, accidentes y violencias, así como valiosa información sobre el uso de servicios de atención a la salud. Cabe señalar que en el 2006 la Encuesta Nacional de Salud incluyó los componentes de la Encuesta Nacional de Nutrición. La Encuesta Nacional de Nutrición se ha realizado en 1988, 1999 y en 2006, esta última, como señalamos líneas arriba, se llevó a cabo junto a la Encuesta 122 Nacional de Salud. (ENSANUT 2006). Estas encuestas han aportado importantes elementos sobre las formas y patrones de alimentación en el país, así como su repercusión en la situación nutricional. La serie de estas tres encuestas han dado valiosa información sobre las tendencias de los principales problemas nutricionales tanto por carencias (en energía y proteínas o en micronutrimentos) como por exceso (obesidad y sobrepeso) a nivel nacional, por regiones y por entidad federativa. En el año 2002 y también en el 2006 se realizaron las Encuestas Nacionales sobre Adiciones, mismas que han sido fuente importante de conocimiento sobre el uso y abuso de alcohol, tabaco, así como sobre las demás drogas de carácter ilegal en nuestro país. En ellas se consigna información según grupo de edad, sexo y entidad federativa. Al igual que las anteriores, estas encuestas nos están permitiendo analizar las tendencias de cada una de las adicciones, lo cual permiten orientar las políticas y acciones en salud. BIBLIOGRAFÍA 1.- Almeida, N. La ciencia tímida, Editorial Lugar, Buenos Aires, junio 2000. 2.- Benach Joan y Muntaner Carles. “Aprender a mirar la salud”. Unión de Mutuas. 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París:Bayard Editions. 2000. 14.- Erbessd López M.L., “Participación social en salud: Organizaciones no gubernamentales (ONG’s)” en Antología de Salud Pública II, Unidad temática “Sistemas de Salud” 2007 15.- León Gordis. Capítulo 3 “Medida de la ocurrencia de la enfermedad: Morbilidad”. Pp 32-47, en “Epidemiología” 3ª Edición. Ed. Elsevier 2005. 16.- Notas para el estudio de mortalidad. González Guzmán Rafael. Junio 2007 17.- www.who.int/classifications/icd/en/HistoryOfICD.pdf 18.- www.who.int/entity/classifications/icd/en 19.- http://apps.who.int/classifications/apps/icd/icd10online/ 20.- www.who.int/classifications/icd/ICDRevision/en 21.- http://www.who.int/classifications/icf/en/ 22.- http://sinais.salud.gob.mx/cemece/ 23.- Arreola-Ornelas H, Garduño EJ, Soto MH, Granados GV, Martínez RE. Capítulo 3. Los efectos de la salud sobre el crecimiento económico: hallazgos microeconómicos y macroeconómicos. En: Economía de la salud. Primera edición, 2003. Páginas 34-35 24.- Página de World Health Organization (WHO)-Organización Mundial de la Salud. En: Health statistics and health information systems (Global Burden of Disease-GBD) http://www.who.int/healthinfo/global_burden_disease/en/ 25.- Norma Oficial Mexicana (NOM-040-SSA2-2004): En materia de información en salud. http://www.dgis.salud.gob.mx/descargas/pdf/DGIS_NOM040-SSA2-2004.pdf 26.- Dirección General de Información en Salud (DGIS) http://www.dgis.salud.gob.mx 27.- Secretaría de Salud del Estado de Querétaro. (SESA) http://www.sesaqro.gob.mx/agenda/GUIA.PDF 28.- Instituto de Salud del Estado de Aguscalientes. (ISEA) http://www.isea.gob.mx/formatos/GUIA.PDF 29.- Dirección General de Epidemiología. (DGEPI) http://www.dgepi.salud.gob.mx/infoepi/manual_not.pdf 124 Capítulo 4. Situación y tendencias demográficas, económicosociales y culturales en el mundo y en México Guadalupe Soto Estrada, Miguel Angel Lutzow Steiner, Adrián Martínez González Introducción Después de leer los capítulos anteriores podemos establecer que las enfermedades ocurren de una manera desigual en las colectividades por las distintas formas de vida que entre y dentro de ellas tienen los individuos, derivadas de las formas de organización social. Así, en una población con individuos que comparten características similares desde el punto de vista biológico las formas de vida resultan determinantes en la aparición desigual de enfermedades, entre países, regiones e incluso dentro de ciudades. Esto, no es mero efecto del azar, son las características demográficas y sociales, las que ocasionan estas diferencias. Por lo anterior vale preguntarnos ¿Será necesario, para comprender la situación de salud, que los estudiantes de medicina y los médicos conozcan la situación actual de la población respecto a características demográficas, económicas, políticas y sociales? ¿Será necesario que conozcan las formas de vida que derivan de esas características demográficas y sociales? Una de las habilidades deseables en el futuro médico es la de identificar a las de personas y colectividades que se encuentran más propensas a enfermar, con el fin de tener claras sus necesidades de atención y estar en condiciones de atender a los individuos o grupos que estén en mayor riesgo de enfermar, o que ya se encuentren enfermas, a fin de evitar consecuencias más graves que puedan mermar la calidad de su vida de manera permanente. Para esto resulta de suma importancia conocer la situación social, de sus formas de vida y salud y enfermedad colectivas, así como las tendencias en éstas a corto mediano y largo plazo. Pensando como futuros médicos ¿cómo podríamos prever las necesidades de la población o de los individuos? Si acaso las enfermedades se dieron “al azar” o por “suerte” necesitaríamos tener una especie de don de la adivinación. Sin embargo, durante hace ya varias décadas se ha logrado avanzar de manera importante en 125 el estudio del comportamiento y los patrones de enfermedad tanto a nivel individual como colectivo, lo cual nos ha permitido saber que las enfermedades no ocurren por casualidad o por “suerte” sino que presentan patrones y que estos patrones pueden ser explicados desde muchos puntos de vista. Existe la explicación clásica de la “causalidad” que de acuerdo con Rothman lxvi obedece a la interacción por parte del individuo con un ambiente externo que contiene factores que actúan ya sea como causas “contribuyentes”, “suficientes” o “necesarias” para que ocurra determinada enfermedad y la aparición de ésta obedece a ciertas reglas que se establecen en el mismo modelo. A pesar de que sabemos que los epidemiólogos en general comparten la idea de que las personas que se someten a cierta exposición pueden estar en mayor o menor riesgo (según sea factor de riesgo o protector) de presentar cierta enfermedad relacionada a tal exposición, recientemente han surgido otras ideas que tratan de explicar desde un punto de vista más amplio las “causas” de las enfermedades. En este sentido, como vimos en el capítulo 2, existe el marco conceptual de la determinación y los determinantes sociales de la salud que articula a la organización social con la salud enfermedad a través de las formas de vida. De esta manera las características de las sociedades y la ubicación que en ellas tienen sus integrantes influyen de manera crucial en los eventos de salud que se presentan a nivel colectivo. En este sentido, y para referirnos a los elementos que actúan directamente sobre la salud y que a su vez son resultado de la compleja interrelación que guardan los aspectos económicos, políticos y sociales para influir en el estado de salud de una comunidad, Martínez Salgado lxvii plantea el concepto de portafolios de riesgo, que podríamos interpretar como un serie de factores de riesgo a los que una comunidad o individuo se expondrá de manera conjunta a lo largo de su vida y que van a repercutir en el tipo de enfermedades que pueden llegar a presentarse. De tal manera, cada país e inclusive cada región, cuenta con su propio “portafolio de riesgos” que afecta con mayor intensidad a los más desfavorecidos. El portafolios de cada grupo se modifica a partir de todas las características ya mencionadas previamente. Según la lógica de Martínez, el 126 cambio o la disminución del peso global de este portafolios y relativo de cada uno de sus componentes, solamente podrá ser modificado de manera importante cuando se modifiquen los patrones de producción y consumo, y existan otras formas de organización social en donde no se privilegien los intereses individuales sobre los colectivos y no se dé prioridad al valor monetario de la salud, sino más bien, se le vea como un fin en si mismo y como un derecho social para todos (esta problemática se aborda en el capítulo 12). En este capítulo y el siguiente trataremos de hacer un bosquejo general de las transformaciones demográficas y de salud que han ocurrido en México y en el mundo durante el último siglo, tanto en la composición etárea (por edades) y por sexo de la población, así como en la distribución de la morbilidad y la mortalidad. Debido a que no podemos dejar de estudiar estos fenómenos fuera del contexto en que se han dado, haremos referencia a los aspectos económicos, políticos y sociales que determinan las formas de vida y éstas a los patrones demográficos y de salud - enfermedad. 1. Crecimiento y envejecimiento de la población mundial El crecimiento de la población, así como los cambios en su composición por edades son elementos que determinan y a su vez son determinados por perfil epidemiológico de morbilidad y mortalidad de un país. Así, por ejemplo, una disminución en el número de nacimientos, como el que se observa en los países europeos, conducirá a un envejecimiento de la estructura etárea de la población. Por ese solo hecho, el peso relativo de las enfermedades que atacan con más frecuencia a los viejos aumentará. A la inversa, una mejora en las formas de vida de la población, mejorará su salud y aumentará la esperanza de vida al nacer, cosa que conducirá a un mayor peso relativo dentro de la morbimortalidad a aquellas causas que afectan más a los viejos. Así pues, cambio demográfico y el de salud de determinan mutuamente. Los cambios en la organización social y en las formas de vida, su vez afectan las tendencias demográficas y éstas las de salud. Por ejemplo, en las sociedades donde los trabajadores logran ganar mejores salarios y jornadas más bajas en una familia con uno o dos hijos 127 sobrevive mejor que en una familia con 10 hijos. lxviii A su vez, el hecho de tener menos hijos puede condicionar que más mujeres salgan a trabajar fuera de casa, impactando esto en los problemas de salud y enfermedad. Como podemos observar en las figuras 1 y 2, a lo largo del tiempo, el tamaño de la de la población ha aumentado de manera exponencial desde hace dos siglos, cosa que no es un evento aislado de los cambios que se van observando en las formas de organización social dentro de las cuales viven las poblaciones. En estas figuras se observa como desde el año cero y hasta alrededor del año 1700 la población aumentó relativamente poco, es decir, no tuvo incrementos ni decrementos demasiado grandes, no obstante después de esa fecha, en sólo 200 años esta población aumentó aproximadamente 6 veces su tamaño, pasó de poco más de 1000 millones a más de 6000. Estos cambios demográficos son el resultado de los cambios que han dado en las diferentes épocas en la población a nivel económico, político y social, por lo que esperaríamos que la estructura de la población fuera diferente en cada país o región dependiendo de estas características. 128 Omran, ARlxix planteó a principios de los 70’s un modelo que intentaba explicar los cambios en la población relacionados con los patrones de morbilidad y mortalidad que se iban presentando en la población y en su teoría plantea que durante el siglo XVII las condiciones insalubres en las que vivían los habitantes así como el Figura 2. Estimación de la población mundial por continente 1650-2000 7000 5000 4000 3000 Millones 6000 2000 1000 0 1650 Oceanía 1750 1850 Europa 1950 Norteamérica 1970 Latinoamérica 1980 1990 Asia 2000 África Fuente: Lucas D. World population growth en: Beginning Australian population studies, 2003. Consultado el 27 de enero de 2010. Disponible en: http://adsri.anu.edu.au/pubs/BAPS/BAPSChap3.pdf hambre en algunas regiones ocasionaban altas tasas de mortalidad, por lo que el crecimiento poblacional fue muy lento. De hecho en algunos periodos se registraba un decremento de la población, debido a las guerras, epidemias o hambrunas. Uno de los ejemplos más importantes fue la epidemia de peste que azotó a diversas poblaciones y que se transmitía por pulgas en contacto con ratas infectadas que pasaban a las personas. En el siglo XIV esta enfermedad provocó la muerte de la tercera parte de la población de Europa. Sin embargo, esta enfermedad desapareció misteriosamente en el siglo XVIII. Fue a partir de este siglo que la tasa de crecimiento fue aumentando de manera constante y alcanzó para 1960 una tasa de crecimiento de la población mundial de 2% y para 1970 esta tasa se redujo a 1.7%lxx. Al observar el comportamiento de la población en los últimos dos siglos podemos darnos cuenta de que la mayor tasa de crecimiento (Figura 3) se alcanzó 129 alrededor de 1970 y a partir de entonces, debido en gran parte a los programas planificación familiar y control natal que se impulsaron en esas fechas, esta tasa ha descendido de forma paulatina. Esto tiene un comportamiento diferencial: en países en desarrollo todavía se observan tasas de crecimiento altas como es el caso de algunos países de África y América principalmente (ver figura 2) mientras que algunos países denominados “desarrollados” muestran actualmente una tasa de crecimiento negativa como es el caso de algunos países de Asia y Europa como Japón y Alemania (Ver Figura 4). Figura 3. Población y tasa de crecimiento mundial 1650-2000 7000 2.5 6000 2 5000 1.5 4000 3000 1 2000 0.5 1000 0 0 1650-1750 1750-1850 1850-1950 1950-1960 Población mundial 1960-1970 1970-1980 1980-1990 2000 Tasa anual de crecimiento (%) Fuente: Lucas D. World population growth en: Beginning Australian population studies, 2003. Consultado el 27 de enero de 2010. Disponible en: http://adsri.anu.edu.au/pubs/BAPS/BAPSChap3.pdf 130 Figura 4. Tasa de crecimiento mundial, 2005-2010, países seleccionados Japón Reino Unido Francia España Argentina Colombia Brasil México Perú Turquía India Venezuela Kenia -0.5 0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 Fuente: UN. World Population Prospects: The 2008 Revision Population Database. www.un.org. (10 de junio de 2009). Cifras estimadas con la hipótesis de fecundidad media, excepto para porcentaje de población urbana y tasa de crecimiento urba no. Para África se incluyeron los países de Kenia, Marruecos y Sudáfrica; para América: Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Perú, Uruguay y Venezuela; para el continente asiático se incluyeron China (no incluye Ho ng Kong, Macao y Regiones Especiales Administrativas (SAR) de China), India, Japón y Turquía; para Europa se incluyeron los países de Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido (Reino Unido de Gran Bretaña y de Irlanda del Norte). Finalmente para Oceanía se incluy ó Australia (Incluye Isla Christmas, Isla Norfolk e Islas Cocos (Keeling)). Otro aspecto importante es el envejecimiento de la población que se observa principalmente en países desarrollados, en donde la mediana de edad es de las más altas debido a la baja tasa de natalidad y a que estos países son los que tienen una mayor esperanza de vida. De esta manera, podemos encontrar países como Alemania, Reino Unido, Francia e Italia con una mediana de edad de la población cercana a los 40 años (Ver figura 5), mientras que países como Kenia, Guatemala, India, Sudáfrica e inclusive México registran una mediana de edad por debajo de los 25 años. 131 Figura 5. Edad mediana, 2005 (años), países seleccionados Kenia India México Perú Venezuela Chile Brasil Colombia Uruguay Australia España Francia Alemania 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 Fuente: UN. World Population Prospects: The 2008 Revision Population Database. www.un.org. (10 de junio de 2009). Cifras estimadas con la hipótesis de fecundidad media, excepto para porcentaje de población urbana y tasa de crecimiento urbano. Para África se incluyeron los países de Kenia, Marruecos y Sudáfrica; para América: Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Perú, Uruguay y Venezuela; para el continente asiático se incluyeron China (no incluye Hong Kong, Macao y Regiones Especiales Administrativas (SAR) de China), India, Japón y Turquía; para Europa se incluyeron los países de Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido (Reino Unido de Gran Bretaña y de Irlanda del Norte). Finalmente para Oceanía se incluyó Australia (Incluye Isla Christmas, Isla Norfolk e Islas Cocos (Keeling)). Sin embargo, se espera que en los próximos años al aumentar la esperanza de vida y si continúa el descenso en la tasa de natalidad, la mediana de la población se irá desplazando hacia edades más avanzadas. Esto representa un reto importante para cualquier país, especialmente en países en desarrollo en los que, como veremos más adelante, las enfermedades crónico degenerativas se están haciendo cada vez más frecuentes, cuando todavía no se han abatido otro tipo de enfermedades denominadas infecciosas y en algunas ocasiones, “del rezago”. Lo anterior representa doble carga de enfermedad, por un lado, están las enfermedades que deberían haberse reducido como las infecciosas, y por otra parte, se observa el surgimiento de enfermedades llamadas crónico-degenerativas que antes no existían o eran poco frecuentes. Lo anterior se puede explicar tomando en consideración que la esperanza de vida era menor y las personas no alcanzaban a presentar este tipo de enfermedades, además de que las condiciones y la forma de vida ha cambiado, principalmente en zonas urbanas. 132 En México podemos observar (Figura 6.1) que la estructura de la población por grupos de edad se irá desplazando en los siguientes decenios como consecuencia de las transformaciones que se han dado en la fecundidad y en la mortalidad, al cual se añade la migración internacional, se reflejó en cambios sustanciales en la estructura por edades de la población. De acuerdo con CONAPOlxxi en 1970 la pirámide de población de México tenía la forma de un triángulo con una base muy amplia y una cúspide muy estrecha, debido a las altas proporciones de población infantil y juvenil que existía en el país, se caracterizaba a la población mexicana como una población muy joven. En el año 2005 se presentó una pirámide más abultada en el centro, y se observó un estrechamiento de la base, que correspondió a una disminución en la proporción de niños y un incremento relativo en la población joven y en edad laboral. Figura 6.2 Pirámides de población, proyecciones CONAPO 2005 -2050 2005 Hombres 2010 Mujeres Hombres Mujeres Figura 6. Estructura de la población por sexo y edad en México Millones de personas Millones de personas 2030 Hombres 2050 Mujeres Hombres Millones de personas Mujeres Millones de personas Tomado de: Proyecciones de la población de México 2005-2050, Consejo Nacional de Población. México, 2006. Fuente: Tomado de Indicadores sociodemográficos de México 1930-2000. INEGI, México, 2001. 133 En la actualidad nuestro país registra tasas de fecundidad cercanas o por debajo de los niveles de reemplazo y una esperanza de vida que continúa una tendencia al incremento (Ver figura 7), pero esta vez con mayores ganancias en las edades intermedias y avanzadas. Esto se reflejará en la estructura por edad de la población en donde se dará un acelerado proceso de envejecimiento demográfico. En la medida que se reduzca la fecundidad, la base de la pirámide se angostará cada vez más, por lo que la población infantil y juvenil tendrá menos peso relativo y será menos numerosa. A su vez, un creciente número de individuos alcanzará los 60 años de edad, lo que engrosará gradualmente la cúspide de la pirámide. Como vimos en el capítulo anterior, la esperanza de vida es un indicador que mide la calidad vida y su impacto en la salud de las poblaciones. Esta calidad suele variar entre las diferentes zonas del mundo. Según el informe de la ONU, el país con la esperanza de vida más baja es Swazilandia con 33.22 años, mientras el más alto es Japón con 82 años. En las últimas siete décadas la esperanza de vida en México se incrementó a casi 40 años. En México la esperanza de vida, que en 1930 era de 35 años para los hombres y 33 años para las mujeres, en el año 2000 alcanzó valores de 72.9 y 77.6, respectivamente. Se estima que la esperanza de vida en México durante las tres primeras décadas del siglo XX era de 36.2 años, debido en gran medida a una alta tasa de mortalidad infantil. En esa época la población del país todavía pagaba un pesado tributo por las enfermedades infecciosas, carenciales y perinatales. Ocho de las 10 principales causas de muerte eran de este tipo. Actualmente la esperanza de vida al nacer de los mexicanos asciende a 75 años, reduciéndose así el riesgo de fallecer a cerca del 85%lxxii. 134 Edad en años Figura 7. Esperanza de vida al nacer en México, 1930-2009 90 80 70 60 50 40 30 20 TOTAL HOMBRES MUJERES Fuente: Population Division of the Department of Economic and Social Affairs of the United Nations Secretariat , World Population Prospects: The 2006 Revision and World Urbanization Prospects: The 2007 Revision, http://esa.un.org/unup, Wednesday, February 03, 2010; 4:28:56 PM. Este aumento de la esperanza de vida significa un avance importante para toda la humanidad ya que esta modificación se debe en una buena parte al desarrollo tecnológico que se ha alcanzado hasta el momento. No obstante, es urgente tomar en cuenta que el hecho de que las personas puedan vivir más, representa un gran reto para cualquier país y para sus autoridades, ya que deberán apoyar la elaboración de políticas que contribuyan a mantener los niveles de seguridad social y económica de esta población. Asimismo, será necesario contar con servicios de salud de buena calidad destinados a un segmento de la población que, por su avanzada edad, se encuentra en desventaja para afrontar las exigencias sociales de la contemporaneidad como lo menciona Bayarre Vea y cols. lxxiii Entre las problemáticas que estos autores mencionan y que están relacionadas con los el incremento de la edad, se encuentran las discapacidades físicas, así como las enfermedades crónico-degenerativas, por lo que se esperan grandes cambios en los patrones de morbilidad, y de no atenderse esto oportunamente repercutirá indudablemente en la calidad de vida de las personas. 135 2. Transición demográfica En el apartado anterior pudimos observar como desde el año cero y hasta 1800 la población se mantuvo con un crecimiento relativamente constante y en sólo 200 años esta población creció aproximadamente seis veces su tamaño pasando de poco más de 1000 millones a más de 6000. Uno de los primeros en estudiar la razón o el motivo por el que se van dando estos cambios en la estructura demográfica fue el estadounidense Warren Thompson quien plantea que una sociedad preindustrial pasa por cuatro fases o estadios antes de convertirse en una sociedad que él denominó postindustrial. En una primera fase la sociedad presentaba poco crecimiento. A pesar de las altas tasas de natalidad la mortalidad era muy elevada (cercana al 50%), lo cuál se registro desde los orígenes del ser humano hasta el siglo XVIII; hubo dos factores clave que contribuyeron a esto, a) las condiciones de vida eran bastante deficientes debido a la poca higiene y sanidad de la población, así como a una alimentación bastante deficiente y b) la presencia de epidemias y guerras ocasionaba aún más pérdidas humanas. Durante la fase dos se observan cambios bastante notorios en el comportamiento demográfico de la población relacionados con el crecimiento económico y avances en diferentes áreas, entre ellas la medicina, lo que se traduce en una mejoría de las condiciones de vida de la población, lo que conlleva incremento en la esperanza de vida. Sin embargo, la natalidad se mantiene en altas tasas, lo que ocasiona que la población presente un crecimiento importante durante esta época. En la fase tres se promueven medidas de anticoncepción y al mismo tiempo la mujer va ocupando un lugar importante dentro del mercado laboral y elevando su nivel educativo, lo que repercute en un descenso de la natalidad, aunque debido a las bajas tasas de mortalidad, el crecimiento de la población no muestra una disminución significativa. Es hasta la fase cuatro que la tasa de natalidad es prácticamente igual que la de mortalidad, ambas muy bajas, lo que ocasiona una desaceleración del crecimiento de la población e inclusive un crecimiento nulo, lo cuál se observa en países posindustriales. En este tipo de sociedades al tener una tasa de natalidad mínima 136 con una esperanza de vida aumentada de manera substancial, se presenta un fenómeno que afecta de manera importante a la estructura demográfica de la población, “el envejecimiento demográfico”. Recientemente se ha propuesto una quinta fase a este modelo y en esta se describe que mientras la natalidad se mantiene en niveles bajos, la mortalidad registra un incremento importante debido a que buena parte de la población se encuentra en edades avanzadas. Ante este fenómeno es de esperarse que al contrario de observar un crecimiento se presente un decremento trascendental en el tamaño de la población. Esta teoría nos ayuda a entender el crecimiento de la población en relación con la transformación de la sociedad y de sus características económicas y políticas, así como la explosión demográfica que se observa durante las fases tempranas. Cuadro 1. Teoría de la transición demográfica Primera fase Altas tasas de natalidad y mortalidad Antiguo régimen demográfico Segunda fase Alta tasa de natalidad, disminución de la tasa de mortalidad (Aumento en la esperanza de vida) Comienzo de la transición Tercera fase Baja tasa de mortalidad, disminuye la tasa de natalidad Final de la transición Cuarta fase La tasa de natalidad se iguala con la de mortalidad (ambas muy bajas) Régimen demográfico moderno Quinta fase Tasa de natalidad se mantiene baja y aumenta la tasa de mortalidad Fuente: Caldwell, John C. 1976. "Toward a restatement of modern demographic theory." Population and Development Review 2:321-366. Coale, Ansley J. 1973. "The demographic transition," IUSSP Liege International Population Conference. Lieja: IUSSP. Volumen 1: 53-72. En resumen, podemos mencionar que el crecimiento de una población va estar determinado por dos grupos de factores: por una parte, los que producen el aumento de la población como son los nacimientos y las migraciones y por otra parte, los que producen una disminución de la población como son las muertes y las emigraciones. De esta manera, el crecimiento de una población se observa 137 cuando el crecimiento natural y el saldo migratorio son positivos. Finalmente el crecimiento demográfico se establece mediante la relación diferencial entre la natalidad y la mortalidad más o menos el saldo migratorio (migraciones y emigraciones)lxxiv. 3. Composición etárea y por sexo, crecimiento poblacional A nivel mundial la composición por grupo de edad varía entre las diferentes regiones y países debido a que, como ya comentamos anteriormente, existen diversos factores que influyen en la composición de la población de un país a otro y aún dentro del mismo país. Se dice que más del 90% de la población mundial vive en el hemisferio norte, en las proximidades de las costas. Existen, como se puede observar en las figuras 8 y 9, grandes diferencias de densidad entre los continentes. Los más poblados son Asia y Europa, que alojan casi 88% de la población mundial, seguidos de América, África y Oceanía. Cabe mencionar que el 75% de la población se concentra en países en desarrollo. Los grandes focos de concentración de la población son Asia Oriental y meridional (China, India, Bangladesh, Japón y Birmania); Europa, incluyendo el oeste de Rusia; y el noroeste de la costa atlántica de América del Norte. Estos focos suponen casi dos tercios de la población mundial, el 1% de las tierras emergidas. En el resto del planeta, la población se sitúa en el litoral atlántico de Brasil y México central, en América del sur; y del valle del Nilo y el litoral del Magreb, en África. 138 Figura 8. Distribución de la población mundial por continentes en 2008, países seleccionados 0% 3% 8% 19% 70% África América Asia Europa Oceanía Fuente: UN. World Population Prospects: The 2008 Revision Population Database. www.un.org. (10 de junio de 2009). Cifras estimadas con la hipótesis de fecundidad media, excepto para porcentaje de población urbana y tasa de crecimiento urbano. Para África se incluyeron los países de Kenia, Marruecos y Sudáfrica; para América: Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Perú, Uruguay y Venezuela; para el continente asiático se incluyeron China (no incluye Ho ng Kong, Macao y Regiones Especiales Administrativas (SAR) de China), India, Japón y Turquía; para Europa se incluyeron los países de Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido (Reino Unido de Gran Bretaña y de Irlanda del Norte). Finalmente para Oceanía se incluy ó Australia (Incluye Isla Christmas, Isla Norfolk e Islas Cocos (Keeling)). En la figura 9 podemos observar la distribución por sexo en cada uno de los continentes y en la figura 10 la relación hombre-mujer por continente. En África y Oceanía la relación hombre-mujer es prácticamente 1:1 mientras que para América y Europa la relación se inclina ligeramente hacia las mujeres, ya que por cada 100 mujeres hay aproximadamente 95 hombres. Una situación inversa ocurre en Asia que registra una relación hombre-mujer hasta de 107:100 en el caso de China e India. Esta distribución desigual no es causalidad y en el caso de Asia se ha mencionado que esta desproporción se puede deber por ejemplo, a que los padres se inclinan a tener un hijo varón en lugar de una hija, por lo que el aborto selectivo se ha vuelto común en países como China, Corea del Sur, en menor grado en Singapur, Taiwán y comienza a surgir como un fenómeno estadísticamente significativo en la India y en otras partes del Sur de Asia lxxv. 139 Figura 9. Distribución de la población mundial según sexo 1,400,000 Hombres 1,200,000 Mujeres 1,000,000 800,000 600,000 400,000 200,000 0 África América Asia Europa Oceanía Fuente: UN. World Population Prospects: The 2008 Revision Population Database. www.un.org. (10 de junio de 2009). Cifras estimadas con la hipótesis de fecundidad media, excepto para porcentaje de población urbana y tasa de crecimiento urbano. Para África se incluyeron los países de Kenia, Marruecos y Sudáfrica; para América: Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Perú, Uruguay y Venezuela; para el continente asiático se incluyeron China (no incluye Ho ng Kong, Macao y Regiones Especiales Administrativas (SAR) de China), India, Japón y Turquía; para Europa se incluyeron los países de Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido (Reino Unido de Gran Bretaña y de Irlanda del Norte). Finalmente para Oceanía se incluy ó Australia (Incluye Isla Christmas, Isla Norfolk e Islas Cocos (Keeling)). La distribución por grupos de edad tampoco es la misma entre los distintos continentes y con relación a hombres y mujeres (Figuras 11 y 12). Así, podemos darnos cuenta de que África es el continente con la mayor proporción de población de 0 a 14 años tanto en hombres como en mujeres, mientras que Europa tiene la mayor proporción de población en edades avanzadas, más notorio en mujeres en comparación con los hombres. Actualmente podemos decir que algo que comparten todos los continentes es que la mayor parte de su población se Figura 10. Relación hombres - mujeres, población de países seleccionados, 2005 China Turquía Perú Kenia Canadá Costa Rica Brasil Argentina Marruecos Alemania México Reino Unido Uruguay 85 90 95 100 105 110 Fuente: UN. World Population Prospects: The 2008 Revision Population Database. www.un.org. (10 de junio de 2009). Cifras estimadas con la hipótesis de fecundidad media, excepto para porcentaje de población urbana y tasa de crecimiento urbano. Para África se incluyeron los países de Kenia, Marruecos y Sudáfrica; para América: Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Perú, Uruguay y Venezuela; para el continente asiático se incluyeron China (no incluye Hong Kong, Macao y Regiones Especiales Administrativas (SAR) de China), India, Japón y Turquía; para Europa se incluyeron los países deAlemania, España, Francia, Italia y Reino Unido (Reino Unido de Gran Bretaña y de Irlanda del Norte). Finalmente para Oceanía se incluyó Australia (Incluye Isla Christmas, Isla Norfolk e Islas Cocos (Keeling)). 140 encuentra ubicada en el grupo de edad de 30 a 64 años, etapa más productiva de la vida. Figura 11. Distribución de la población mundial masculina, según porcentaje de cada grupo etáreo, países seleccionados Figura 12. Distribución de la población mundial femenina según grupo etáreo, países seleccionados Oceanía Oceanía Europa Europa Asia Asia América América África África 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100% 0% 10% 20% 0 a 14 años 0 a 14 años 15 a 29 años 30 a 64 años 30% 40% 15 a 29 años 50% 60% 30 a 64 años 70% 80% 90% 100% 65 y más años 65 y más años Fuente: UN. World Population Prospects: The 2008 Revision Population Database. www.un.org. (10 de junio de 2009). Cifras estimadas con la hipótesis de fecundidad media, excepto para porcentaje de población urbana y tasa de crecimiento urbano. Para África se incluyeron los países de Kenia, Marruecos y Sudáfrica; para América: Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Perú, Uruguay y Venezuela; para el continente asiático se incluyeron China (no incluye Ho ng Kong, Macao y Regiones Especiales Administrativas (SAR) de China), India, Japón y Turquía; para Europa se incluyeron los países de Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido (Reino Unido de Gran Bretaña y de Irlanda del Norte). Finalmente para Oceanía se incluy ó Australia (Incluye Isla Christmas, Isla Norfolk e Islas Cocos (Keeling)). Fuente: UN. World Population Prospects: The 2008 Revision Population Database. www.un.org. (10 de junio de 2009). Cifras estimadas con la hipótesis de fecundidad media, excepto para porcentaje de población urbana y tasa de crecimiento urbano. Para África se incluyeron los países de Kenia, Marruecos y Sudáfrica; para América: Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Perú, Uruguay y Venezuela; para el continente asiático se incluyeron China (no incluye Ho ng Kong, Macao y Regiones Especiales Administrativas (SAR) de China), India, Japón y Turquía; para Europa se incluyeron los países de Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido (Reino Unido de Gran Bretaña y de Irlanda del Norte). Finalmente para Oceanía se incluy ó Australia (Incluye Isla Christmas, Isla Norfolk e Islas Cocos (Keeling)). 141 En el caso de México, el crecimiento de la población también fue importante en este último siglo, la población pasó de16.6 millones en 1930 a más de 100 Figura 13. Tasa media anual de crecimiento poblacional en México, 1921-2010 4 3.5 3 2.5 2 1.5 1 0.5 0 1921 1930 1940 1950 1960 1970 1990 1995 2000 2010 Fuente: Para los años 1921- 1990: Indicadores sociodemográficos de México 1930-2000. INEGI, México, 2001. Para los años 2000-2010: IINEGI, Numeralia, población. Consultado el 3 de febrero de 2010. Disponible en: http://www.inegi.org.mx millones para 2005, esto en parte debido al descenso de la mortalidad que permitió que la tasa de crecimiento aumentara de 0.7% en 1930 a 2.2% para 1950 (Ver figura 13). Para 1970 con el constante descenso de la mortalidad, la tasa de crecimiento llegó a 3%, esto aunado a un incremento de la fecundidad trajo como resultado que la población alcanzara 48.2 millones de habitantes. Posteriormente, con la introducción de programas de planificación familiar en los que se incluía la utilización de anticonceptivos la tasa de crecimiento se mantuvo relativamente constante, e inclusive para 1990 se encontraba en 1.8% y para el año 2000 se encontraba alrededor de 1.54. Estos cambios que se dan tanto en la tasa de fecundidad como en la tasa de mortalidad ocasionan que la composición por grupos de edad cambielxxvi. Hablando de crecimiento poblacional, es importante mencionar que el crecimiento que se espera registre la población mundial en los próximos años, por lo menos hasta 2050, se deberá prácticamente al crecimiento en los países en desarrollo, 142 mientras que los países desarrollados presentarán un crecimiento mínimo de la población (Ver figura 14). Esto tiene muchas implicaciones a nivel económico y social, sobre todo si tomamos en cuenta que casi el 80% de la población se encontrará en países en desarrollo en los que no se ha logrado disminuir efectivamente la pobreza y por lo tanto el rezago en educación, alimentación, salud, entre otros. Esto traerá como consecuencia que mientras algunos países se mantengan con cierto crecimiento económico y logran cierta estabilidad, algunos factores como la crisis alimentaria y los efectos del cambio climático afectarán en mucho mayor medida a países pobres. Figura 14. Población mundial según nivel de desarrollo, 1950-2050 (millones) 10,000 9,000 8,000 7,000 6,000 5,000 4,000 3,000 2,000 1,000 0 1950 Mundial 1975 Países más desarrollados 2009 2050 Países menos desarrollados Fuente: Population Division of the Department of Economic and Social Affairs of the United Nations Secretariat (2009) . World Population Prospects: The 2008 Revision. Highlights. New York: United Nations. 3. La población urbana y la rural Por lo general existen dos factores de tipo humano que influyen en que las poblaciones se asienten en determinado lugar. Uno de ellos es el momento histórico por el que está pasando un grupo determinado y otro es el desarrollo 143 económico del lugar, ya que de la actividad económica que se desarrolle dependerá si se concentra y crece o no una poblaciónlxxvii. Así, los asentamientos humanos se pueden dividir en poblaciones rurales o urbanas y a pesar de que no existe un consenso general sobre los límites de lo que se considera “rural” o “urbano” la gran mayoría de los países hace la distinción tomando en cuenta la cantidad de habitantes que tiene determinada región geográfica. En la figura podemos observar los cambios que se han dado en la distribución de las personas en todo el mundo ya que en 1950 la mayor parte de la población se concentraba en poblaciones rurales y poco a poco los habitantes de estos lugares se han desplazado hacia centros urbanos que prometen oportunidades económicas más amplias y un entorno que provee mejores condiciones de vida de manera real o aparente. No obstante, estos movimientos tienen repercusiones importantes ya que se estima que para 2007 la mitad de la población mundial se encontraba en asentamientos urbanos y se espera que esta tendencia continúe, lo que significará que en 2030 alrededor de 5000 millones de habitantes de un total de 8100 se encontrarán habitando zonas urbanas. En Europa, Norteamérica y América Latina se dio un rápido crecimiento urbano a partir de la década de los 50’s y, actualmente, este fenómeno se ha desplazado hacia regiones en desarrollo de Asia y África, mismo que continuará hasta el 2030. Los elementos cruciales para que se observen estos desplazamientos son la emigración, la reclasificación y el crecimiento natural de la población que contribuyen a la transformación urbana de estas regioneslxxviii. 144 Figura 15. Evolución de la proporción de población urbana y rural en el mundo 80 70 60 50 40 30 20 10 Población urbana % 2050 2045 2040 2035 2030 2025 2020 2015 2010 2005 2000 1995 1990 1985 1980 1975 1970 1965 1960 1955 1950 0 Población rural % Fuente: Population Division of the Department of Economic and Social Affairs of the United Nations Secretariat , World Population Prospects: The 2006 Revision and World Urbanization Prospects: The 2007 Revision, http://esa.un.org/unup, Wednesday, February 03, 2010; 4:28:56 PM. Se ha usado como indicador el número de habitantes que tiene una población para clasificarla como rural o urbana. De acuerdo con el INEGI, una población se considera rural cuando tiene 2 500 o menos habitantes, mientras que la urbana es aquella donde viven más de 2 500 personas. En 1950, poco menos de 43% de la población en México vivía en localidades urbanas; para el 2005, esta cifra aumentó a casi 76%. lxxix . 145 Actualmente, casi la tercera parte de la población (29.7%) se concentra en las principales zonas metropolitanas (valle de México, Guadalajara, Monterrey, Puebla-Tlaxcala y Toluca) y 64.2% de toda la población de México vive actualmente en localidades de 15,000 o más habitantes cifra que continúa en aumento ya que en 2000 se ubicaba alrededor del 61%. Figura 16. Distribución de la población en México, comparativo entre población urbana y rural, México, 2000 Fuente: Tomado de Indicadores sociodemográficos de México 1930-2000. INEGI, México, 2001. Al hacer el análisis de la distribución por edad de la población según viva en zonas urbanas o rurales podemos observar (Ver figura 16) que existen pirámides de población muy diferentes. La pirámide de la zona rural para el año 2000 es más parecida a la que teníamos entre 1970 debido a que su base es más ancha, debido en gran parte, a que las tasas de natalidad y fecundidad en esta zona son más altas en comparación con las zonas urbanas cuya base de la pirámide es más angosta y la mayor parte de la población, o bien la parte más ancha de la pirámide se encuentra en edades jóvenes intermedias y debido a que su base es más angosta. Este grueso de la población se irá desplazando hacia edades más avanzadas con las consecuencias que ya hemos comentado anteriormente en este capítulo. 5. Desigualdades en formas de vida y de trabajo por clase, etnia y género En el capítulo 1 definimos que la salud y la enfermedad son determinadas entre otras cosas por las formas de vida socialmente construidas, mismas que están 146 compuestas por las condiciones de vida (condiciones de trabajo, bienes de consumo, educación atención a la salud) y estilos de vida. Las desigualdades que se observan entre las formas de vida de una población a otra se pueden expresar desde varias dimensiones. Algunos de los elementos que influyen en estas formas de de vida son las actividades que llevan a cabo los miembros de una familia o de una comunidad así como el nivel de desarrollo alcanzado en ese entorno. De tal manera, que las condiciones de vida están relacionadas con las actividades de los miembros de una comunidad pero también con sus necesidades. Con la intención de “medir” estas formas de vida se establecen varias dimensiones que nos dan cuenta de la situación de un país, una entidad federativa, una comunidad o bien una familia. Para ello se toman en cuenta aspectos denominados básicos como son las características de la vivienda, la alimentación, la educación, la salud, el empleo, entre otras. La situación de cada grupo se determina también por las condiciones económicas, políticas y sociales en las que se encuentran inmersos, ya que depende también de las condiciones de crecimiento de los gobiernos y la estabilidad económica que sus habitantes puedan mejorar o empeorar sus condiciones de vida. De acuerdo con Fitzpatrick y colaboradores,lxxx la clase social y la etnicidad son medios potenciales importantes para entender diferencias sociales y culturales y se les ha ido incorporando cada vez más a estudios de atención a la salud. Cabe aclarar que no existe todavía un consenso general en la forma de medir la “clase social”, de tal manera que se han propuesto diversas conceptualizaciones sobre este tema, mismas que podemos dividir en dos grandes grupos: en el primero podemos encontrar a Fitzpatrick, quien nos propone la siguiente definición de clase social: “segmentos de la población que comparten tipos y niveles de recursos más o menos similares, con estilos de vida más o menos similares y (para algunos sociólogos) que tienen una cierta percepción compartida de su situación colectiva”. Para este enfoque las clases son estratos cuyas fronteras se delimitan por ciertos niveles de recursos en general establecidos desde fuera a de ellos (clases bajas, medias y altas, por ejemplo). Otro grupo, en cambio, propone 147 que las clases sociales tienen una existencia definida por el lugar que ocupan las personas en el sistema de propiedad de los medios de producción (propietarios o desposeídos), por la forma, magnitud y proporción de que disponen de los productos sociales (salario, ganancias, renta del suelo) y por el papel que ocupan en la división social del trabajo. Algunos autores como Poulantzas agregan aquella característica de Fitzpatrick, de verse a sí mismas y actuar frente a otros grupos como clase. En este segundo enfoque las clases no son estratos de un continuo, sino grandes grupos separados básicamente por su condición ante la propiedad. El hecho de usar la categoría de clase social y la de etnia nos ayudarán a explicar los diferentes comportamientos epidemiológicos observados en el mundo y que se reflejan no solamente en el estado de salud, sino en el de bienestar general de una población. Los distintos grupos de países, de regiones y estados dentro de cada país e incluso de barrios dentro de cada ciudad, cuentan con una estructura de clases sociales diferenciada. Todas las megalópolis más que ciudades homogéneas son un mosaico donde conviven y se relacionan distintas clases sociales de manera impresionantemente desigual. Cada una de ellas cuenta con formas de vida distintas. Así, podemos afirmar que las diferencias en indicadores demográficos o de las condiciones de vida entre y dentro de países son producto de su distinta composición social dentro de un orden global marcado por las grandes desigualdades entre regiones, países, estados y ciudades Así, para tener un panorama general de la situación presentamos los cuadros en donde se muestra que, cuando hacemos una separación entre países desarrollados y en desarrollo o bien países de ingreso alto y de ingreso bajo, la estructura de la población varía notablemente, así, podemos observar que mientras en los países de ingreso bajo la base de la pirámide poblacional es más ancha por tener tasas de natalidad más altas, en los países de alto ingreso la base es menor inclusive en comparación con otros grupos de edad. En los países de ingreso bajo se esperaría entonces que el crecimiento de la población sea positivo y que la mediana de edad fuera menor que el los otros países en donde las partes más anchas de la pirámide se encuentran ubicadas en el grupo de edad entre los 148 30 y 54 años. Cabe hacer notar también que si contamos con esta distribución de población, las personas que son actualmente jóvenes adultos de 30 años, pasarán a ser parte del grupo de adultos mayores lo que condicionará a su vez que la mayoría de las enfermedades que se presenten correspondan a crónico degenerativas, propias de estos grupos de edad. En figura 17 se observa la distribución de la población para 2030 y a pesar de que se observa una disminución de la natalidad en países de bajos ingresos, esta todavía muestra una base un poco más ancha en los grupos de edad más jóvenes mientras que en los países de ingresos altos la base se reduce un poco más y se observa un desplazamiento de los habitantes hacia grupos de edad más avanzados. Figura 17 Composición de la población en los países de ingreso bajo y alto, 2000 Composición de la población en los países de ingreso bajo y alto, 2030 Fuente: World Bank. Tomado de: http://www.worldbank.org/depweb/spanish/modules/social/pgr/chart3-2.html Por otra parte, las condiciones de vida básicas con las que debe contar una población no presentan una distribución homogénea entre un país y otro, e inclusive dentro de un mismo país. Mientras que en África el acceso a fuentes de abastecimiento de agua potable es en promedio del 59%, en zonas rurales es más bajo (46%) en comparación con la zona urbana (82%). En Europa el promedio es del 97%, (92% en zonas rurales y 100% en las zonas urbanas). Respecto al acceso a servicios de saneamiento se observa una situación similar; para las zonas de África es de alrededor del 33%, en Asia del 37% y en Europa es del 93%. Estas cifras se han mantenido relativamente constantes desde 1990 hasta 2006lxxxi. 149 Otro punto interesante que podríamos discutir en este apartado son las diferencias que se observan dentro de un mismo país con respecto al nivel de desarrollo que alcanza una región determinada. Este se puede definirlxxxii como “el proceso de ampliar las oportunidades de los individuos para tener una vida digna en materia de salud, conocimientos y recursos”. Para medirlo, como señalamos en el capítulo 3, se ha construido el Índice de Desarrollo Humano (IDH), mismo que se construye a partir de tres aspectos a saber; longevidad, conocimiento y acceso a recursos. (ver Capítulo 3.) El Índice de Desarrollo Humano (IDH) puede adquirir un valor entre 0 y 1, el cero corresponde al mínimo de desarrollo, de manera que entre más cercano se encuentre el valor al 1 quiere decir que su nivel de desarrollo es más alto. De esta manera podemos comparar países o regiones, es decir, debido a que se utiliza el mismo tipo de datos y se ha tratado en lo posible de obtenerlos de manera homogénea, es posible hacer comparaciones. Así, podemos observar que mientras el Distrito Federal tiene un índice de desarrollo comparable con España o la República Checa, entidades federativas como Oaxaca son comparables con el IDH de Cabo Verde o El Salvador. Estas diferencias se reflejan en patrones de comportamiento de las enfermedades. En el Cuadro 2 lxxxiii pueden apreciarse algunas correlaciones entre el IDH y la mortalidad en México, estandarizadas según entidad federativa y sexo. 150 Cuadro 2. Correlaciones entre el Índice de Desarrollo Humano (IDH) y la mortalidad estandarizada por algunas causas seleccionadas por entidad federativa y sexo. México 2005. Valor de Causa correlación Valor de p (Spearman) Enfermedades infecciosas intestinales Hombres Mujeres -0.496 0.000 -.0536 0.002 -0.500 0.004 -0.435 0.013* 0.711 0.000 0.684 0.000 0.587 0.000 0.599 0.000 0.490 0.004 Trastornos de la nutrición Hombres Mujeres Enfermedad isquémica del corazón Hombres Mujeres Cáncer pulmonar Hombres Mujeres Suicidios Hombres Mujeres n.s. *Todos significativos a nivel de 0.01, con excepción de este que fue a nivel de 0.05 Fuente: ¿? Como puede apreciarse en la tabla, estadísticamente significativa entre el IDH y hubo una correlación negativa la mortalidad estandarizada por enfermedades infecciosas intestinales, así como con los trastornos de la nutrición, tanto para hombres como para mujeres, es decir, a menor valor del índice, las tasas respectivas fueron más altas, mientras que al elevarse el índice las tasas disminuyeron. En el Grupo I de la Carga Global de Enfermedad GBD (ver capítulo 3) que incluye las enfermedades trasmisibles, las enfermedades maternas y perinatales y deficiencias nutricionales, no se encontraron correlaciones significativas entre el 151 IDH y las infecciones respiratorias agudas, ni tampoco con las afecciones perinatales. En cuanto a las del Grupo II del GBD (no trasmisibles), se observó una correlación estadísticamente significativa del IDH con la mortalidad estandarizada por enfermedad isquémica del corazón y con el cáncer pulmonar, en hombres y mujeres, pero no con diabetes mellitus ni tampoco con cirrosis y otras afecciones del hígado. En el rubro de lesiones, sólo se observó correlación estadísticamente con suicidios en hombres, pero no en mujeres, ni con accidentes de tráfico ni homicidios. Cuadro 3. Tasas de mortalidad, razón de tasas y diferencia de tasas de algunas patologías seleccionadas, comparativo Distrito Federal y Chiapas. Causa Tasa en el D. F Tasa en Chiapas Razón de tasas* Diferencia de tasas* 2.80 19.80 7.07 17.0 3.60 18.60 5.17 15.0 4.60 13.00 2.83 8.4 4.10 11.80 2.88 7.7 96.3 61.2 1.57 35.1 Mujeres 68.7 39.3 1.75 29.4 Cáncer pulmonar Hombres 11.2 9.5 1.18 1.7 Mujeres 5.7 4.8 1.19 0.9 6.3 5.7 1.11 0.6 1.7 1.2 1.42 0.5 Enfermedades infecciosas intestinales Hombres Mujeres Trastornos de la nutrición Hombres Mujeres Enfermedad isquémica del corazón Hombres Suicidios Hombres Mujeres *Se compararon las tasas para las entidades federativas con el valor más alto y más bajo para el IDH (0.9054 y 0.7303, D.F. y Chiapas, respectivamente). Nótese que las razones y diferencias se calcularon con respecto a las tasas más elevadas. Elaborado por el Dr. Juan José García García, Profesor del Departamento de Salud Pública, Facultad de Medicina, UNAM. 152 Como puede apreciarse en el cuadro 3, las tasas para patología denominada trasmisible fueron mayores en la entidad con un menor IDH en el país, en tanto que para las no trasmisibles y suicidios, las tasas fueron más altas en el Distrito Federal, que fue la entidad con el mayor IDH ese año. En la tabla se observa, adicionalmente, que para el caso de la patología no trasmisible y lesiones, las tasas ajustadas, si bien fueron calculadas por separado para hombres y mujeres, muestran una diferencia por sexo, lo cual supondría que existe un mayor riesgo para el sexo masculino. Se ha documentado que en la actualidad, más del 50% de la población mexicana vive en condiciones de pobreza. Esto representa una pérdida de 80% en el poder adquisitivo de los salarios mínimos.” Por otra parte, se señala que en las últimas tres décadas se ha observado insuficiente generación de empleos. En México, por ejemplo, se ha reconocido que las políticas económicas de corte neoliberal centradas en las medidas de ajuste estructural, la apertura comercial y la regulación económica a través de las leyes del libre mercado, han repercutido en el no cumplimiento del derecho a la salud de los mexicanos; por un lado a través del deterioro de sus condiciones de vida, situación que a su vez se refleja en la disminución de su niveles de salud, y por otro, en la reducción del gasto público en materia social y, específicamente, en salud, situación que ha transitado en detrimento de las políticas socialeslxxxiv. Finalmente, podemos enfatizar que la existencia de estas grandes diferencias en las condiciones de vida aún dentro de un mismo país, como es México, no están dadas por el azar, sino que son producto de las formas de organización social en todos los ámbitos: cultural, económico y político. A fin de esquematizar esta problemática podemos observar la figura 18 en donde se intenta ilustrar el conjunto de elementos que contribuyen a un evento desafortunado en salud, en este caso de desnutrición infantil, muerte o discapacidadlxxxv. 153 Figura 18. Causas inmediatas y subyacentes de mortalidad infantil y morbilidad Desnutrición infantil, muerte y discapacidad Consumo dietético inadecuado Acceso insuficiente a los alimentos Conocimiento inadecuado o inapropiado y actitudes discriminatorias limitan el acceso a los recursos actuales Sistemas políticos, culturales, religiosos, económicos y sociales, incluyendo status de la mujer, limitan la utilización de recursos potenciales. Resultado Causas directas (Inmediatas) Enfermedad Cuidado materno e Agua insalubre/ Servicios infantil inadecuado de salud y saneamiento básico inadecuados Causas subyacentes del ámbito familiar Cantidad y calidad actual de recursos-humanos, económicos y organizacionales- y la manera en que se manejan Causas básicas en el nivel social Recursos potenciales: entorno, tecnología, personas Fuente: Unicef, 1998. Modificado de Global Health Watch 2005–2006, An alternative world health report, 2005. People’s Health Movement (Bangalore), Medact (London), Global Equity Gauge Alliance (Durban), Zed Books (London | New York). Bibliografía 1 Rothman Kenneth J. Epidemiología Moderna. Edit. Díaz de Santos, 1987, pp 11-27. Martínez Salgado Carolina. “abrir” la epidemiología. Presentación en el Taller Latinoamericano sobre Determinantes Sociales de la Salud, Octubre 2008, México. En www.alames.org 1 Secombe, W. Marxismo y demografía, Cuadernos Políticos, abril junio de 1984. 1 Omran, Andel R., 1971. 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Como establecimos en los capítulos 1 y 2, la gran mayoría de los daños a la salud son resultados de la compleja interacción entre las estructuras y procesos humanos, genética y evolutivamente creados, con los muy diversos componentes del ambiente en el que vivimos lxxxvi, mismos que en gran parte está socialmente modificado. Esta compleja interacción, a nivel de las poblaciones o colectividades humanas, determina las formas a través de las cuales éstas se reproducen; la capacidad de resiliencia con que la cuentan ante eventos adversos (como desastres naturales o epidemias por ejemplo); las formas en que los grupos humanos expresan sus capacidades y potencialidades físicas, artísticas, científicas y culturales, y también las formas a través de las cuales los individuos enferman, la magnitud de personas afectadas por dicha enfermedad, la edad a la que sucede este daño, así como las formas específicas de morir en la población (según causas, edades, sexo, entre otros). Las diferentes formas de vida (de las que hablamos a lo largo de este libro) repercutirán en la conformación de distintos perfiles de salud y enfermedad y en la forma de responder ante estos problemas. En este capítulo, hablaremos sobre algunas características de los riesgos derivados de las formas de vida, así como de los distintos perfiles de salud y enfermedad en México y el mundo. a) Formas de vida y “portafolios” de riesgo Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recientemente publicado, identifica los grandes grupos de factores de riesgo y su peso relativo en la mortalidad en el mundo y por grupos de países según la magnitud de su ingreso. Destaca que el peso relativo de dichos factores es distinto entre estos grupos de países. Esto puede interpretarse como una evidencia empírica de que a 156 las distintas formas de vida que existen entre y dentro de los países, corresponden a exposición a un conjunto de factores no azarosamente distribuidos, sino organizados en “portafolios” típicos, determinados por distintas formas de vida en esos grupos de países. En la tabla 5.1 se presentan estos factores de riesgo para el mundo y los distintos grupos de países. Tabla 5.1 Table 2: Ranking of selected risk factors: 10 leading risk factor causes of DALYs by income group, 2004 Risk factor DAL Ys (mill ions ) Perc enta ge of total World Risk factor Childhood underweight Unsafe sex 91 70 5.9 4.6 1 2 3 4 5 Alcohol use Unsafe water, sanitation, hygiene High blood pressure 69 64 57 4.5 4.2 3.7 3 4 5 Tobacco use Suboptimal breastfeeding High blood glucose Indoor smoke from solid fuels Overweight and obesity 57 44 41 41 36 3.7 2.9 2.7 2.7 2.3 6 7 8 9 10 44 31 31 21 20 17 16 14 14 11 7.6 5.4 5.4 3.6 3.4 3.0 2.7 2.5 2.3 2.0 Middle-income countriesa 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Perce ntage of total 82 53 9.9 6.3 52 34 33 6.2 4.1 4.0 20 18 18 16 14 2.4 2.2 2.1 1.9 1.7 Low-income countriesa 1 2 6 7 8 9 10 DALYs (million s) Alcohol use High blood pressure Tobacco use Overweight and obesity High blood glucose Unsafe sex Physical inactivity High cholesterol Occupational risks Unsafe water, sanitation, hygiene Childhood underweight Unsafe water, sanitation, hygiene Unsafe sex Suboptimal breastfeeding Indoor smoke from solid fuels Vitamin A deficiency High blood pressure Alcohol use High blood glucose Zinc deficiency High-income countriesa 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Tobacco use Alcohol use Overweight and obesity High blood pressure High blood glucose Physical inactivity High cholesterol Illicit drugs Occupational risks Low fruit and vegetable intake 13 8 8 7 6 5 4 3 2 2 10.7 6.7 6.5 6.1 4.9 4.1 3.4 2.1 1.5 1.3 Tomada de: World Health Organization, GLOBAL HEALTH RISKS, Mortality and burden of disease attributable to selected major risks, 2009. Para reflexionar: ¿A qué formas de vida corresponde la exposición a cada uno de los factores de riesgo enumerados en el cuadro 5.1? 157 En nuestro país los factores de exposición de riesgo? han sufrido cambios durante las últimas décadas y esto condiciona que el patrón con el que se presentan las enfermedades se vaya modificando. De tal manera que, aunque la falta de acceso a agua potable (ver figura 5.1) así como la falta de acceso a servicios sanitarios sean cada vez menos frecuente todavía son causa de preocupación en las regiones más marginadas y pobres del país. Además, las cambiantes formas de vida han generado la exposición a nuevos factores (como la contaminación atmosférica) que contribuyen de manera importante a que aumente la ocurrencia de varias enfermedades. Además a nivel individual y colectivo podemos mencionar que ciertos factores como la mala nutrición (alto consumo de calorías y grasas de origen animal, bajo consumo de frutas y vegetales), el sedentarismo y el consumo de sustancias adictivas, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol se encuentran fuertemente asociados al sobrepeso y la obesidad, la hipercolesterolemia, la hipertensión arterial. En el mismo contexto, el consumo de drogas ilegales, la violencia doméstica, las prácticas sexuales inseguraslxxxvii. No está claro el párrafo. En el terreno de la salud en el trabajo la exposición a riesgos laborales se ha modificado por los cambios en los procesos de trabajo derivados de la automatización, el crecimiento de la maquila, el uso indiscriminado de sustancias nocivas, la informalización y la precarización el trabajo. Figura 5.1 Figura 11. Porcentaje de viviendas con disponibilidad de agua, 1950 a 2005 Fuente: tomado de página electrónica de INEGI. Disponible en: http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/espanol/sistemas/cgpv2000/100historia/epobla14.asp?s=est&c=9 99 158 En las Figuras 5.2 y en la tablas 5.2 tomadas de MEXICO HEALTH METRICS 2005 REPORT: SECTION 1 - COMPARATIVE RISK ASSESSMENT se presentan algunos de los factores de riesgo y su peso específico en México medidos en DALYS (de Disability-Adjusted Life Year) que se pueden interpretar como los años de vida ajustados por discapacidad y se basa en la medición de los años que se pierden por muerte prematura o la pérdida de años de vida saludable debidos a enfermedad o discapacidad lxxxviii. En éstas podemos darnos cuenta de que entre los principales factores de exposición que incrementan el riesgo de presentar ciertas enfermedades, principalmente no transmisibles, se encuentra el consumo de alcohol, la hiperglicemia, el sobrepeso/obesidad, la hipertensión, así como el tabaco, el bajo consumo de frutas y vegetales, la inactividad física y la hipercolesterolemia. Tabla 5.2 (TRADUCIR) 159 160 Para reflexionar: ¿A qué formas de vida corresponde la exposición a cada uno de los factores de riesgo enumerados en el cuadro 5.2? b) Principales problemas de salud según Carga Global de Enfermedad GBD: distribución y tendencias inter e intranacionales. Para comenzar mencionaremos que cuando queremos analizar la situación epidemiológica de un país y compararla con la de otros países, es necesario contar con datos consistentes a partir de información recolectada de manera similar, aunque esto no siempre es posible. La información sobre los daños a la salud es útil en primer lugar, para darnos una idea de la ubicación de cada país respecto a formas de vida, los “portafolios” de factores de riesgo generados por éstas y las enfermedades y problemas más importantes. Esto nos permitirá proponer acciones tratando en lo posible que éstas tengan fundamento en información confiable. Con este propósito la OMS se ha dado a la tarea de llevar a cabo un análisis sobre la carga mundial de la enfermedad, de manera tal que sea posible contar con datos que nos permitan apreciar los problemas de salud más importantes, no solamente a nivel mundial, sino al interior de cada país estudiado. Este análisis provee información acerca de las enfermedades más frecuentes, así como de las lesiones y factores de riesgo que causan muerte prematura, pérdida de salud y discapacidad en diferentes poblaciones. De acuerdo con el último reporte de la OMS, en 2004 se registraron aproximadamente 58.8 millones de muertes en todo el mundo, de las cuales 27.7 millones fueron en mujeres y 31.1 en hombres. Más de la mitad de estas muertes 161 ocurrieron en personas de 60 años y más, pero algo que llama la atención es que una de cada cinco muertes ocurrió en niños menores de cinco años de edad. Como podemos suponer, la distribución de la mortalidad no se da de igual forma en un país y en otro, por ejemplo en África, casi la mitad de las muertes (46%) ocurre en menores de 15 años de edad, en Asia Oriental 24% de las muertes ocurren en ese grupo de edad, mientras que en países de bajos y medianos ingresos del Pacífico Oeste esta proporción es del 8%. Como vimos en el capítulo 3, la OMS usa una clasificación de las enfermedades en tres grupos: el grupo I comprende las enfermedades transmisibles, maternas, perinatales y nutricionales mismas que son muy frecuentes en poblaciones pobres; el grupo II incluye las enfermedades no transmisibles que son las enfermedades más frecuentes actualmente, (seis de cada diez muertes en el mundo son atribuibles a este grupo de enfermedades), mismas que se asocian con la vida urbana moderna y son también más frecuentes en los pobres de las ciudades. El grupo III corresponde a las lesiones que ocurren en una de cada ocho muertes en hombres y en una de cada 14 muertes en mujeres. En resumen, de cada diez muertes que ocurren en el mundo aproximadamente una se debe a lesiones, tres a enfermedades transmisibles y seis a no transmisibles. En la figura 1 podemos observar que las principales causas de mortalidad son la enfermedad coronaria, la enfermedad cerebrovascular y las infecciones respiratorias bajas, estas tres juntas ocasionan la tercera parte de todas las muertes que ocurren en el mundo (29%). 162 Figura 1. Distribución de la mortalidad a nivel mundial (diez principales causas) Enfermedad coronaria Accidente cerebrovascular Infecciones de vías respiratorias bajas Enfermedad pulmonar obstructiva crónica Enfermedad diarreica VIH/ SIDA Tuberculosis Cáncer de tráquea, bronquios y pulmón Accidentes de tráfico % de muertes Prematurez y bajo peso al nacer 0 2 4 6 8 10 12 14 Fuente: World Health Organization. The global burden of disease: 2004 update. Disponible en: http://www.who.int/healthinfo/global_burden_disease/2004_report_update/en/index.html No obstante, cuando analizamos las causas de muerte tomando en cuenta si los países son de bajos, medianos o altos ingresos la distribución de las causas es diferente. En las figuras 2, 3 y 4 podemos observar que en los países de bajos ingresos las principales causas de muertes corresponden al grupo de las enfermedades transmisibles, por ejemplo, las infecciones respiratorias bajas y las diarreas, aunque la diabetes, la enfermedad coronaria y la enfermedad cerebrovascular se incrementan cada vez más. Este patrón es diferente al que se observa en los países de medianos y altos ingresos en los que la enfermedad coronaria y el accidente cerebrovascular ocupan los primeros dos lugares como causa de muerte. Además en estos países dentro de las diez principales causas de muerte encontramos solamente dos enfermedades transmisibles en comparación con los países más pobres en los que 6 de las diez principales causas corresponden a este tipo de enfermedades. 163 Flgura 2. Distribución de la mortalidad en países de bajos ingresos (Diez principales causas) Infecciones de vías respiratorias bajas Enfermedad coronaria Enfermedad diarreica VIH/ SIDA Accidente cerebrovascular Enfermedad pulmonar obstructiva crónica Tuberculosis Infecciones neonatales Malaria % de muertes Prematurez y bajo peso al nacer 0 2 4 6 8 10 12 Fuente: World Health Organization. The global burden of disease: 2004 update. Disponible en: http://www.who.int/healthinfo/global_burden_disease/2004_report_update/en/index.html Figura 3. Distribución de la mortalidad en países de medianos ingresos (Diez principales causas) Accidente cerebrovascular Enfermedad coronaria Enfermedad pulmonar obstructiva crónica Infecciones de vías respiratorias bajas Cáncer de tráquea, bronquios y pulmón Accidentes de tráfico Enfermedad hipertensiva Cáncer de estómago % de muertes Tuberculosis Diabetes mellitus 0 2 4 6 8 10 Fuente: World Health Organization. The global burden of disease: 2004 update. Disponible en: http://www.who.int/healthinfo/global_burden_disease/2004_report_update/en/index.html 12 14 16 164 Figura 4. Distribución de la mortalidad en países de ALTOS ingresos (Diez principales causas) Enfermedad coronaria Accidente cerebrovascular Cáncer de tráquea, bronquios y pulmón Infecciones de vías respiratorias bajas Enfermedad pulmonar obstructiva crónica Alzheimer y otras demencias Cáncer de colon y recto Diabetes mellitus Cáncer de mama % de muertes Cáncer de estómago 0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 Fuente: World Health Organization. The global burden of disease: 2004 update. Disponible en: http://www.who.int/healthinf o/global_burden_disease/2004_report_update/en/index.html Esta distribución desigual de las causas de mortalidad no se debe al azar sino que obedece a la forma en que se organiza la sociedad a nivel global y al interior de cada país, lo cual genera grandes desigualdades entre y dentro de los países. De esta manera, existen varios argumentos que intentan explicar por qué existen diferencias tan marcadas en los patrones de mortalidad en países de bajo ingreso en comparación con los de mediano y alto ingreso. En el capítulo previo mencionamos algunas teorías que intentan explicar los cambios demográficos y los patrones de enfermedad en los diferentes momentos históricos y regiones. Otra forma de explicar estas diferencias se basa en el aspecto económico y ya desde mediados de los noventa se señalaba que las tasas de mortalidad en los países de industrialización temprana se relacionaban con la escala de desigualdad en los niveles de ingreso dentro de un mismo país. De manera que a partir de 165 determinados niveles del ingreso promedio de una sociedad, lo que empezaba a correlacionarse con los niveles de salud no era el crecimiento económico, sino la distribución del ingresolxxxix. (Como han demostrado los trabajos de Marmot y Wilkinson, en los países desarrollados, a igual ingreso per cápita, las diferencias en salud se relacionan con el grado de desigualdad en la distribución de éste xc) Como ya hemos mencionado, cerca de la mitad (45%) de las muertes que ocurren en niños menores de cinco años de edad (que equivale aproximadamente a 4.7 millones), ocurren en África y otro 30% ocurre en el Sureste asiático. De tal manera que la tasa de mortalidad en África en niños de 0 a 4 años es más del doble que en cualquier otra región del mundo y lo más preocupante es que las principales causas de muerte son enfermedades diarreicas y respiratorias. En México se reconoce que la esperanza de vida al nacer (EVN) comenzó a aumentar rápidamente desde mediados del siglo pasado, debido en gran parte a la disminución sustancial de la mortalidad infantil. La EVN paulatinamente ha continuado su ascenso, aunque actualmente esto se debe al descenso en la mortalidad de adultos y adultos mayores y no tanto al descenso en la mortalidad infantil. En la figura 5.3 podemos observar como a partir de 1930 la tasa de mortalidad se ha reducido notablemente y que el descenso se dio principalmente de 1930 a 1990. 166 Figura 5.Tasa bruta de mortalidad en México, 1930-2009 30 25 20 15 10 5 0 Fuente: Indicadores sociodemográficos de México 1930-2000. INEGI, México, 2001. Tasa por 1 000 habitantes. Fuentes: 1930-1980: SSA. Compendio Histórico. Estadísticas Vitales 1893-1993 . México, 1993. 1990, 1995: PODER EJECUTIVO FEDERAL. Primer Informe de Gobierno 1995. Anexo Estadístico . México, 1995. 1996-2001: CONAPO. Proyecciones de la Población de México, 1995-2020 . México, 1998. Respecto a la mortalidad general, nuestro país ha pasado de tener una tasa de mortalidad de 16 por cada 1000 habitantes en 1950 a cuatro por 1000 en 2009. Durante este lapso, han ocurrido cambios tanto cuantitativos como cualitativos. Este cambio se conoce como transición epidemiológica. Este fue un concepto creado en 1971 por Omran y ampliado por Lerner en 1973, derivado de la teoría de la transición demográfica y sugiere que la transición sea tratada como un proceso continuo en el cual los patrones de salud y enfermedad de una sociedad se van transformando en respuesta a cambios más amplios en las formas de vida resultado de cambios de carácter demográfico, socioeconómico, tecnológico, político, cultural y biológicoxci. En menos de medio siglo el patrón de causas de muerte (perfil epidemiológico de mortalidad) se transformó, de estar predominantemente compuesto por enfermedades infectocontagiosas y carenciales, a contar con una alta proporción de por enfermedades crónico-degenerativas y lesiones por causa externa (accidentales e intencionales). Ello significa que el perfil epidemiológico actual está 167 constituido por un 76% de muertes por enfermedades no transmisibles como la diabetes, los problemas cardio-vasculares y el cáncer, un 11% de lesiones (en conjunto se les denomina “enfermedades emergentes”) y alrededor de 13% por un conjunto de padecimientos infecciosos, enfermedades asociadas a desnutrición y problemas relativos a la reproducción a los que se les denomina “enfermedades del rezago epidemiológico”, dentro de las cuales existen algunas que se consideraba controladas y que han resurgido (como la tuberculosis o las infecciones de transmisión sexual), por lo que se les denomina “reemergentes”. Cabe señalar, sin embargo, que las defunciones por enfermedades del Grupo I (infecciosas, maternas, perinatales, carenciales) ocurren en personas de edades bajas por lo que aunque registran el 13% de las muertes, la cantidad de DALYS atribuibles a este grupo es mucho mayor. En la figura 6 podemos observar como desde mediados del siglo pasado a la fecha la proporción de muertes se ha desplazado hacia las enfermedades no transmisibles y cada vez es menor la proporción de muertes atribuibles a enfermedades infecciosas. El problema más grave asociado con el perfil epidemiológico de las defunciones en México, es que existe un fenómeno de “polarización epidemiológica” que implica que los problemas más severos (desde el punto de vista epidemiológico) se concentran en los grupos sociales de mayor pobreza y marginación tanto en zonas rurales como en las grandísimas zonas pobres de las ciudades. Es decir, al igual que las enfermedades del Grupo I, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, los accidentes y lesiones, y las enfermedades del rezago, son más frecuentes y causan mayor impacto entre los pobres que entre los sectores más acomodados de la sociedad. Estas diferencias también se expresan regionalmente y por Estados de la República. Este fenómeno se ha ido haciendo cada vez más evidente a medida que el descenso de la mortalidad es más acentuado en los países de medianos y altos ingresos y a nivel individual favorece a los que se encuentran fuera de la clasificación de “pobres”. Algo similar ocurre a nivel mundial dado que existen múltiples evidencias que señalan aún en países desarrollados que la muerte prematura es mayor entre la población con 168 mayor nivel de pobreza y se propone que el enfoque basado en el estudio de los determinantes sociales que están relacionados con los daños a la salud pueden contribuir a disminuir la inequidadxcii. Figura 6. Muerte por distintos padecimientos, México 1955-2030 Tomado de: Programa Nacional de Salud 2007-2012, Por un México sano: construyendo alianzas para una mejor salud, Secretaría de Salud. México, 2007. Algo parecido ha ocurrido con la tasa de mortalidad infantil, ésta ha mostrado un descenso considerable, sobre todo si tomamos en cuenta que alrededor de 1930 la tasa de mortalidad infantil era de 178 por cada mil recién nacidos y para 2001 esta cifra se redujo a 24 por cada mil, aunque, sigue siendo aproximadamente 6 veces más alta que en los países ricos. (Ver figura 7). 169 Figura 7.Tasa de mortalidad infantil en México, 1930-2009 180 160 140 120 100 80 60 40 20 0 Tasa por 1 000 nacidos vivos registrados. Fuente: Indicadores sociodemográficos de México 1930-2000. INEGI, México, 2001. Fuentes: 1930, 1940: Arriaga, E. New Life Tables for Latin American Populations in the Nineteenth and Twentieth Centuries . University of California Press Berkeley, California, 1968. 1950-1980: CONAPO. México Demográfico, Breviario 1988. México, 1988. 1990, 1995: CONAPO. Situación demográfica del estado de Aguascalientes, 1996 . México, 1996. 1996-2001: CONAPO. Proyecciones de la Población de México, 1995-2020 . México, 1998. Pese a estos avances aún persisten ciertas diferencias en las tasas de mortalidad infantil cuando se comparan entre zonas rurales y urbanas. La probabilidad de fallecer en el primer año de vida en el ámbito rural, a mediados de la década pasada, era aún superior al observado en la primera mitad de los años ochenta en el conjunto de las áreas urbanasxciii. La tasa de mortalidad infantil calculada para 2010 es de 14.2xciv, y eso significa una reducción importante de la mortalidad infantil, no obstante, en la figura 8 podemos darnos cuenta de que la probabilidad de que un niño nacido en Chiapas muera antes de cumplir el primer año de vida es más de 80% mayor en comparación con un niño nacido en el Distrito Federal (Ver figura 8). Los cambios que se han dado en el comportamiento de la mortalidad en México durante el último siglo son notables y se pueden observar en la figura 9. Uno los cambios más importantes fue el descenso de las enfermedades infecciosas y parasitarias que registraron una disminución drástica, y al mismo tiempo se puede 170 ver que las enfermedades del aparato circulatorio, así como los tumores malignos han ido incrementándose paulatinamente hasta ubicarse entre las principales causas de mortalidad. 171 Figura 8. Mortalidad infantil por sexo y entidad federativa, México 2005 Tomado de: Programa Nacional de Salud 2007-2012, Por un México sano: construyendo alianzas para una mejor salud, Secretaría de Salud. México, 2007. Figura 9. Principales causas de mortalidad en México 1930- 2008 50 45 40 35 30 25 20 15 10 5 0 1930 1940 1950 1960 1970 1975 1980 1985 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 Enfermedades infecciosas y parasitarias Enfermedades del aparato circulatorio Enfermedades del aparto respiratorio Enfermedades del aparato digestivo Tumores Accidentes y violencia Otras causas Fuente: Indicadores sociodemográficos de México 1930-2000. INEGI, México, 2001. Nota: Se refiere a las causas de muerte agrupadas por capítulos según las revisiones de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE). Desde 1998 se clasifica como: Causas externas de morbilidad y mortalidad. Fuentes: 1930-1991: INEGI. Estadísticas Históricas de México. México, 1994. 1992: INEGI. Estadísticas Demográficas, Cuaderno de Población No. 5. México,1994. 1993: INEGI. Estadísticas Demográficas, Cuaderno de Población No. 6. México, 1994. 1994: INEGI. Estadísticas Demográficas, Cuaderno de Población No. 7. México, 1996. 1995: INEGI. Estadísticas Demográficas, Cuaderno de Población No. 8. México, 1997. 1996: INEGI. Estadísticas Demográficas, Cuaderno de Población No. 9. México, 1998. 1997: INEGI. Estadísticas Demográficas, Cuaderno de Población No. 10. México, 1999. 1998: SSA. Mortalidad 1998 . México, 2000. 1999: SSA. Mortalidad 1999 . México, 2001. 172 Uno de los Objetivos del milenio es la reducción de la mortalidad materna. Este es un evento estrechamente relacionado con el nivel de desarrollo y desigualdad social de un país y refleja el rezago que puede existir incluso aún dentro de zonas de un país. No cabe duda que la razón de mortalidad materna se redujo de manera importante durante los últimos decenios (Ver figura 10). Cifras emitidas por la Secretaría de Salud afirman que la razón de mortalidad materna durante el período 1990- 2005 pasó de 89 a 63 por cada 100,000 recién nacidos vivos y se espera que para 2015 esta cifra no supere 22 por 100, recién nacidos vivos. Este evento también se relaciona con aspectos sociales del entorno y que pueden contribuir a que la mujer lleve a buen término su embarazo o desafortunadamente muera. Se ha documentado que el riesgo de fallecer de una mujer embarazada que vive en el estado de Guerrero es dos veces mayor que el promedio nacional y cinco veces mayor que el de las mujeres embarazadas de Nuevo León. Las entidades con problemas de mortalidad materna más serios son Chiapas, Chihuahua, Guerrero, Nayarit y Oaxaca, que presentan cifras de razón de mortalidad materna superiores a 80 por 100,000 nacidos vivosxcv. Figura 10. Mortalidad materna en México, 1930-2007 Personas 5000 Tasa 60 4500 50 4000 3500 40 3000 2500 30 2000 20 1500 1000 10 500 0 0 Defunciones maternas Tasa de mortalidad materna Tasa por 10 000 nacidos vivos registrados. Fuente: Indicadores sociodemográficos de México 1930-2000. INEGI, México, 2001. Fuentes: 1940-1970: SSA. La salud de la mujer en México. Cifras comentadas. Dirección General de Salud Materno Infantil, Programa Nacional "Mujer, Salud y Desarrollo". México, 1990. 1980, 1990: SSA-UNICEF. Avances en salud materno infantil 1980-1994. México ante la cumbre mundial en favor de la infancia. México, 1995. 1995: SSA. Mortalidad 1995. México, 1996. 1996: SSA. Mortalidad 1996. México, 1997. 1997: SSA. Mortalidad 1997. México, 1998. 1998: SSA. Mortalidad 1998. México, 2000. 1999: SSA. Mortalidad 1999. México, 2001. 173 Indicadores de morbilidad En el capítulo 3 se presentaron las distintas formas de medir la ocurrencia de la enfermedad en poblaciones. Sobre esa base desarrollaremos aquí un panorama de la ocurrencia de enfermedad en México y el mundo. En el cuadro 1 se muestran las cinco principales causas de morbilidad a nivel mundial. En éste podemos ver que las enfermedades diarreicas ocupan el primer lugar. No obstante, cuando comparamos las diferentes regiones, observamos que, mientras en el Pacífico Oeste o en el Sureste de Asia se registran cada año más de mil millones de episodios diarreicos en cada una de estas regiones, en Europa la cifra es más de cinco veces menor. Algo similar ocurre con las enfermedades respiratorias bajas que son más frecuentes en África y en el Sureste de Asia. Cuadro 1. Cinco principales causas de morbilidad en el mundo y su distribución por regiones Enfermedad diarreica Las Este Américas mediterráneo 912.9 543.1 424.9 207.1 1276.5 1255.9 429.2 131.3 45.4 52.7 19 134.6 46.2 37.3 2.8 3.3 3.6 5.3 14.4 8 24.3 4.7 2.2 2.8 1.8 8.6 4.1 27.1 5.3 0 1 0.2 17.4 3.3 Mundial África 4620.4 Europa Sureste Pacífico de Asia Oeste Infecciones respiratorias bajas Lesiones por caída Lesiones accidentes por de tráfico Sarampión Fuente: World Health Organization. The global burden of disease: 2004 update. Disponible en: http://www.who.int/healthinfo/global_burden_disease/2004_report_update/en/index.html Como ya se ha comentado en párrafos anteriores, la carga de enfermedad por padecimientos transmisibles ha ido disminuyendo a medida que las enfermedades no transmisibles han ido aumentando cada vez más. A esto se le denomina 174 “transición epidemiológica” y se refiere fundamentalmente al cambio que se ha observado a nivel global en el patrón de las enfermedades, ya que a mediados del siglo pasado predominaban las enfermedades infecciosas y poco a poco han sido desplazadas por las no transmisibles. Sin embargo, cabe hacer notar que, también en el caso de la morbilidad, esta transición no se da de la misma forma en las diferentes regiones o países; mientras que en algunos la transición se ha desarrollado disminuyendo de manera muy importante la carga por enfermedades infecciosas, en otros países, como el nuestro, en muchos países latinoamericanos, africanos y asiáticos, la transición ha sido mucho más lenta, polarizada entre regiones con mayor avance y zonas con un gran rezago y con muy altos niveles de desigualdadxcvi. 175 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Cuadro 2. Diez principales causas de enfermedad en México, 1984 Padecimiento Número de casos Tasa por 100,000 habitantes Enfermedades respiratorias agudas 7,158,759 9,383.26 Enteritis y otras enfermedades 2,412,304 3,161.90 diarreicas Parasitosis intestinales 1,004,906 1,317.17 Amibiasis 851,485 1,116.07 Accidentes por traumatismos (¿?) 211,433 277.13 Neumonías 59,182 77.57 Varicela 56,495 74.05 Diabetes 54,637 71.61 Parotiditis 52,690 69.06 Infecciones gonocóccicas 19,302 25.30 Todas las demás causas 84,635 110.93 Total 11,965,828 15,684.07 Fuente: Anuarios de morbilidad, Dirección General Adjunta de Epidemiología, Secretaría de Salud. 1 2 Cuadro 3. Diez principales causas de enfermedad en México, 2008 Padecimiento Número de casos Tasa por 100,000 habitantes Infecciones respiratorias agudas 24,120,252 22609.38 Infecciones intestinales por otros 4,701,671 4407.16 organismos y las mal definidas 3 Infección de vías urinarias 4 5 úlceras, gastritis y duodenitis Otitis media aguda 6 7 8 Amebiasis intestinal Hipertensión arterial Gingivitis y enfermedades periodontales Diabetes mellitus no insulinodependiente (Tipo II) 9 10 Conjuntivitis Todas las demás causas Total 3,244,994 1,523,116 666,493 531,818 526,484 513,456 3041.73 1767.07 624.74 498.51 698.63 481.29 396,374 371.55 376,485 3,411,928 40,013,071 352.90 1,166.38 3,198.21 Fuente: Anuarios de morbilidad, Dirección General Adjunta de Epidemiología, Secretaría de Salud. 176 Como se mencionó anteriormente la mortalidad en nuestro país es atribuible principalmente a enfermedades crónico-degenerativas, no obstante, las causas por las que se continúa enfermando nuestra población son enfermedades transmisibles, y como podemos observar en los cuadros 2 y 3 el patrón de estas enfermedades no ha variado mucho en casi 25 años. Las enfermedades respiratorias y las enfermedades diarreicas siguen ocupando el primer y segundo lugares respectivamente. Hay varias cuestiones que comentar sobre la comparación de estos dos cuadros que tienen casi tres décadas de diferencia; el primer comentario es que si bien en 1984 la diabetes ocupaba el lugar 8 y para 2008 esta se desplazó al 9º lugar y podríamos pensar que la incidencia de diabetes era mayor hace 25 años, cabe aclarar que en 1984 no existía una separación entre la diabetes no insulinodependiente o tipo 2 y las demás, por lo tanto, al desagregarla bajó un lugar. El otro punto es que llama la atención que en 1984 los traumatismos por accidentes ocupaban el 5º lugar con una incidencia de 277 por 100,000 habitantes y para 2008 ni siquiera se encuentran dentro de las 20 principales causas de morbilidad, observando una incidencia de 85.13 por cada 100,000 habitantes. Para reflexionar ¿Por qué la diabetes mellitus aparece en el lugar 1 de mortalidad y en el reporte de casos nuevos aparece en el lugar 9? Por último, cabe resaltar que la incidencia general de las enfermedades disminuyó de manera importante ya que pasó de tener una tasa de 15,684.07 a una tasa de 3,198.21 por cada 100,000 habitantes, lo que representa una disminución de aproximadamente 80% en la incidencia de enfermedad general. Ejercicio: Con el apoyo del cuadro 4 formule hipótesis respecto a las diferencias observadas entre hombres y mujeres, así como entre los datos de nivel nacional y aquellos que corresponden a municipios indígenas. 177 Cuadro 4. Principales causas de muerte y mortalidad proporcional según sexo. México. Nivel nacional y municipios indígenas. 2005 Mujeres Hombres Municipios Indígenas Lugar Nacional Lugar Municipios Indígenas Lugar Nacional Lugar % No. % No. % No. % No. Diabetes mellitus Enfermedades isquémicas del corazón Enfermedad cerebro vascular 10.9 7.7 1 2 16.3 10.6 1 2 0.67 0.73 6.8 7.8 3 2 11.3 10.9 1 2 0.6 0.72 6 3 6.5 3 0.92 4.7 4 4.7 4 1 Cirrosis y otras enfermedades del hígado 4.3 4 3 7 1.43 11.3 1 7.6 3 1.49 Infecciones respiratorias agudas 4.1 5 3.2 6 1.28 3.5 5 2.9 8 1.21 Desnutrición calórico proteica 4 6 1.9 9 2.11 2.6 8 1.5 14 1.73 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica 3.7 7 4.1 4 0.9 2.7 7 4.1 5 0.66 Enfermedades infecciosas intestinales Nefritis y nefrosis Cardiopatía hipertensiva 2.8 8 2.3 10 2.6 2.6 9 10 2.2 2 9 11 3.2 6 Causa 2.4 3.4 8 5 Razón 1.08 0.76 Homicidios 3.3 6 Consumo excesivo de alcohol 2.6 9 Causas mal definidas Resto 6.9 44.4 5.3 47.1 Total 100 100 Fuente: Elaborada a partir de datos del Plan Nacional de Salud 2007-2012. Algunas implicaciones en la atención a la salud, prioridades y necesidades en el mundo y en México. 1. Muertes evitables y prioridades en salud pública De acuerdo con el reporte de 2002 de la OMS xcvii durante los últimos años, el estudio de la salud y la enfermedad se ha orientado en una nueva línea que tiene Razón 1.03 178 La nutrición en México en cuenta el ciclo vital, por considerar que la exposición a experiencias y entornos desventajosos se va acumulando a lo largo de toda la vida y aumenta el riesgo de enfermedad y muerte prematura. De esta forma, las intentan enfermedades explicar desde se un contexto más amplio, que toma en cuenta que las diferencias en los patrones de mortalidad morbilidad en regiones las se y diferentes encuentran estrechamente relacionadas con las diferencias socioeconómicas presentes. Un ejemplo de estas diferencias se da en el aspecto de la nutrición; la talla baja es considerada como indicador de desventaja refleja precoz la dado presencia que de desnutrición durante un periodo de tiempo lo suficientemente prolongado para interferir con el desarrollo físico adecuado del niño. Estas diferencias repercuten en los patrones de enfermedad, así como en otros aspectos de tipo demográfico (esperanza de vida al nacer). Un ejemplo de esto Hasta hace algunos años los trastornos mas sobresalientes de la nutrición en México eran la desnutrición infantil y la anemia por deficiencia de hierro; actualmente, el panorama se complica con el surgimiento de la obesidad como un problema creciente de Salud Pública que se agrega a la desnutrición, sobretodo en cuanto a baja talla (12% en menores de 5 años y 10% en los escolares) y anemia (25% de los niños menores de 5 años padecen anemia por deficiencia de hierro, así como el 20% de las mujeres embarazadas). México se encuentra en una etapa de alta prevalencia de obesidad y enfermedades crónicas: como diabetes tipo 2, accidentes cardiovasculares, hipertensión y cáncer, coexistiendo aún con la desnutrición en los niños en los segmentos de la población que viven en la pobreza, quienes tienen un acceso insuficiente a alimentos nutritivos, servicios de salud deficientes, saneamiento ambiental inadecuado, por la distribución desigual de recursos, de conocimientos y de oportunidades. El sobrepeso y la obesidad han llegado a niveles alarmantes como lo muestra la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) de 2006, donde se encontró una prevalencia de sobrepeso y obesidad de alrededor de 70% en hombres y mujeres mayores de 20 años, en tanto que entre los adolescentes se encontró que uno de cada tres (33%) adolescentes tuvieron sobrepeso u obesidad, así como un 25% de los escolares. Es lógico suponer que simultáneamente a los cambios epidemiológicos en la condición nutricia, la población ha mostrado modificaciones en su dieta y en el patrón de consumo de alimentos, así como una disminución en el tiempo dedicado al desarrollo de actividades físicas. En este sentido, los resultados de la ENSANUT 2006 indican que los mexicanos desarrollan menos actividad física de la deseable, pues sólo la tercera parte de los adolescentes (35.2%) dedica el tiempo recomendado para este tipo de ejercicio físico, en tanto que más de la mitad de los adolescentes ocupan más de 12 horas a la semana frente a una pantalla, sea ésta de televisión, computadora o videojuegos. En México, en años recientes se han modificado de manera sustancial los hábitos alimentarios de la población mexicana. De una alimentación con predominio de cereales y leguminosas, con abundancia y variedad de frutas y verduras, y con pequeñas cantidades de alimentos de origen animal como era nuestra dieta tradicional mexicana, a una dieta occidentalizada con predominio de alimentos muy industrializados, un alto contenido de energía, proteínas, azúcares refinados, grasas saturadas y colesterol, muy pobres en fibra, y muy bajo consumo de frutas y verduras. Elaboró: Lic. En Nut. María del Carmen Iñarritu Pérez 179 es el riesgo aumentado de cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular, hipertensión y diabetes no insulinodependiente en niños con bajo peso al nacer y se le atribuye a un proceso de «programación», por el cual un estímulo o una agresión en un periodo crítico y vulnerable al principio de la vida tiene efectos permanentes en la estructura, la fisiología y el metabolismo. Uno de los elementos que se utiliza para saber la cantidad de muertes que se hubieran evitado si se contara con todas las condiciones idóneas para que una persona pudiera superar su enfermedad son las muertes evitables. Se estima que alrededor de 38% de las 2.3 millones de muertes que se presentaron en México entre 2000 y 2004 eran evitables. De este total, 60.4% sucedieron en hombres y 39.6% en mujeresxcviii. Esto quiere decir que más de la tercera parte de las muertes que ocurrieron en México se debieron más que a las características de la enfermedad (aunque esta fuera incurable) a muchos otros factores sociales y económicos principalmente, que contribuyeron a que las personas finalmente fallecieran. Por otra parte, los años de vida saludable perdidos (AVISA) permiten medir los daños generados por problemas de salud que no llevan precisamente a la muerte, sino que contribuyen a que la persona no cuente con la suficiente salud para ver en detrimento alguna capacidad que antes si tenía. En el cuadro 5 observamos que las principales causas de AVISA difieren al comparar hombres con mujeres, ya que mientras en las mujeres las primeras causas son la depresión unipolar mayor y la diabetes mellitas, en los hombres las afecciones originadas en el período perinatal ocupan el segundo lugar, seguidas de la cirrosis y otras enfermedades crónicas del hígado. 180 Cuadro 5. Principales causas de AVISA perdidos por sexo, México 2005. 1 Mujeres Hombres Causas % Causas % 6.5 Depresión unipolar mayor Afecciones originadas en el periodo 5.9 perinatal 2 6.3 Diabetes mellitus Cirrosis y otras enfermedades crónicas 5.1 del hígado 3 Afecciones originadas en el periodo 5.3 Consumo de alcohol 4.8 4.3 Agresiones y homicidios 4.6 2.8 Accidentes de tránsito 4.6 perinatal 4 Anomalías congénitas 5 Enfermedades isquémicas del corazón 6 Osteo-artritis 2.3 Diabetes mellitus 4.5 7 Cataratas 2.2 Anomalías congénitas 4.0 8 Enfermedades cerebrovasculares 2.2 Enfermedades isquémicas del corazón 3.5 9 Demencia 2.1 Depresión unipolar mayor 2.6 Asma 2.0 Peatón lesionado 2.2 Total (millones de AVISA) 6.9 Total (millones de AVISA) 8.4 y enfermedad de Alzheimer 10 Tomado de: Programa Nacional de Salud 2007-2012, Por un México sano: construyendo alianzas para una mejor salud, Secretaría de Salud. México, 2007. 2. Atención de problemas transmisibles, carenciales y maternoinfantiles; problemas no transmisibles, lesiones. En el caso de las enfermedades no transmisibles debemos tomar en cuenta que resulta urgente diseñar intervenciones y programas efectivos que tomen en cuenta los factores que determinan la aparición de estas enfermedades en cada población, y que a mediano y corto plazo, nos quitarán años de vida saludable, por discapacidad, por sufrimiento y por muerte prematura. Por su parte con Gonzálezxcix en un estudio de los años de vida potenciales perdidos (AVPP) por mortalidad en el DF mostró que, a pesar de que la muerte por enfermedades 181 crónicas nos quitan la mayor parte de AVPP, las enfermedades del Grupo I, dado que atacan a personas de menor edad, aunque con menor peso en la mortalidad absoluta, son una causa importante dentro del total de AVPP. Las proyecciones de la OMS establecen que la carga global por las enfermedades cardiovasculares medida en años de vida saludables perdidos aumentará tanto en número absolutos como también como proporción del total de años de vida saludable perdidos. La OMS calcula que de continuar las tendencias actuales, en el 2010 el manejo de la obesidad y de sus consecuencias podría consumir 15% del gasto mundial en salud para personas Para reflexionar entre 50 y 70 años, mientras En EUA cuesta 10 mil dls salvar un año de vida por monitorear y reducir el colesterol. Los costos médicos por obesidad se estiman en 40 mil millones de dls. Para los países en desarrollo la prevención es la única solución posible., o sea no hay recursos para tratar curativamente y técnicamente a los enfermos. que para el 2030 podría aumentar hasta el 25%. En la actualidad existe una crisis en varios países del mundo debido a las crecientes inequidades que se observan Mickey Chopra, Sarah Galbraith, Ian Darnton Hill. A global response to a global problem: the epidemic of overnutrition. Bulletin of the World Health Organization 2002; 80, pp952-958. entre ellos y al interior de cada uno. Es importante mencionar que a pesar de los avances tecnológicos y científicos que se han logrado durante estas últimas décadas, cada vez es más la gente que vive en la pobreza y cada día mueren cerca de 30,000 niños en todo el mundo c. De hecho hay quienes aseguranci que las políticas de salud de la última década, concentradas en las intervenciones preventivas de bajo costo y alto rendimiento, dirigidas a disminuir la mortalidad por algunas de las más frecuentes enfermedades transmisibles dejaron de lado alternativas preventivas verdaderamente radicales. No se entiende esta frase 3. Organización de la atención a la salud con base en enfoque de determinantes sociales. 182 Como hemos visto, las formas de vida social e históricamente construidas estructuran la exposición a conjuntos de factores de riesgo. Estos “portafolios de riesgo”, a su vez, actúan conformando distintos perfiles epidemiológicos con distintos grados y formas de salud y de enfermedad de las colectividades. Sin embargo, no son pocos los países y los momentos de la historia en los que la respuesta social a los problemas de salud y enfermedad se ha centrado en atender a los individuos enfermos, actuando poco sobre los factores de riesgo, muy poco sobre los “portafolios de riesgo” y casi nada o nada sobre las formas de vida y las formas de organización de las cuales derivan. (Identifico que esto lo escribiste tú Rafa, Lupita usa “exposición” como sinónimo de factor de riesgo, lo marqué porque creo que puede confundir) Desde el siglo XIX y a lo largo del siglo XX se dieron distintas iniciativas para considerar con mucho mayor peso la acción sobre la organización y procesos sociales como acciones para mejorar las formas de vida y la salud de las poblaciones. “La política -decía Rudolf Virchow- es medicina en gran escala”. En el capítulo 2 se hace una síntesis que inicia con los primeros promotores de la acción social en salud de fines del siglo XVIII, e incluye planteamientos más recientes de la Medicina Social latinoamericana y de la Comisión de Determinantes Sociales de la OMS. Estos planteamientos responden a la necesidad de actuar no solo para atender las consecuencias de las formas de vida en la salud, sino también para modificar las relaciones sociales y las formas de vida en un sentido “saludable”. Así, por ejemplo, la Comisión de Determinantes Sociales de la OMS ha realizado amplios estudios de los que derivan recomendaciones para que gobiernos y pueblos actúen hacia el combate de los determinantes sociales de la salud y la enfermedad. Sobre esto hablaremos en el siguiente capítulo. Un país que ha actuado en esta dirección es Sueciacii. Actualmente el estado de salud de la población sueca está catalogada como una de las mejores del mundo y este resultado se le atribuye a que los servicios de salud que se otorgan son para toda la población, están basados en las necesidades, además de que se lleva un control democrático y a nivel local. De hecho, el plan de salud de Suecia está estructurado alrededor de los determinantes sociales de la salud, incluyendo 183 ambientes laborales más saludables, mejoras al medio ambiente, mejores condiciones en la infancia y la adolescencia, más actividad física, etc. (ver cuadro 4 del capitulo 10). Uno de los puntos del sistema de salud sueco es el adecuado cuidado médico, de forma que su sistema de atención a la salud y enfermedad se encuentra organizado en tres niveles; nacional, regional y local y su principal eje de acción es la atención primaria a la salud, de tal manera que los médicos proveen tratamiento al mismo tiempo que promoción de la salud y otorgan medidas de prevención (sobre la Atención Primaria de Salud ver el Capítulo 11). Durante estos últimos años Suecia ha realizado algunas reformas a su sistema de salud, entre las que se encuentran mantener los costos mejorando la provisión de servicios médicos y dar prioridad a los derechos de los pacientes para obtener atención a su salud. Esto aunado al manejo efectivo de los recursos ha generado un resultado que se considera exitoso para mejorar efectivamente el estado de salud de su población. Por mencionar algunos ejemplos, podemos afirmar que la esperanza de vida es una de las más altas del mundo ya que es de 82.4 años para las mujeres y de 77.9 para los hombres, lo da como resultado que Suecia sea uno de los países con mayor longevidad en el mundo. Por otra parte, la mortalidad infantil decreció sustancialmente en los últimos 30 años, pasó de 11 a tres defunciones por cada 1000 nacidos vivos de 1970 a 2002, y además se ha logrado una cobertura de vacunación por encima del 90%. Por otra parte, los programas de prevención de enfermedades y lesiones reflejan su éxito en el aumento que se ha observado en la esperanza de vida ajustada por discapacidad, así como en la disminución de la mortalidad principalmente por enfermedades cardiovasculares, que a pesar de su disminución constituyen la primera causa de mortalidad en este país, seguida de los cánceres. Por otro lado, y gracias a su programa de prevención el número de muertes por accidentes de tráfico se ha reducido un 50% en 30 años. Respecto a factores de exposición riesgo? los programas antitabaco han tenido un buen impacto en la reducción del tabaquismo en este país. Actualmente es uno de 184 los países con menor consumo de tabaco y de 1980 a 2002 paso de tener 32.4% de su población mayor de 15 años fumadora regular a solamente 17.8% . No obstante, otros problemas como la obesidad han mostrado cierto incremento en los últimos años aunque cabe aclarar que en comparación con otros países esta se mantiene todavía en niveles considerados como bajos (10.4% de personas con obesidad y 34.4% con sobrepeso). La atención odontológica ha tenido un gran impacto sobre todo en la población infantil en la que el porcentaje de niños que presentan ausencia de alguna pieza dentaria bajó de 6.3% en 1977 a sólo 1.1% en 2002. Por todo lo anterior y por ser accesible y de alta calidad, el sistema de salud de Suecia es considerado un referente y las expectativas de sus habitantes hacia sus servicios de salud son bastante elevadas. Un punto importante de este sistema de salud es que todos lo ciudadanos reciben una adecuada atención de salud en términos de equidad y se siguen tres principios básicos: el principio de la dignidad humana, el de la necesidad y solidaridad y el de costo-efectividad BIBLIOGRÁFÍA 1 González G. Rafael, Panorama epidemiológico del mundo y de México. En Cuaderno de trabajo Fundamentos de la Salud Pública, DSP, FM, UNAM 1 Programa Nacional de Salud 2007-2012, Por un México sano: construyendo alianzas para una mejor salud, Secretaría de Salud. México, 2007. 1 Organización Mundial de la Salud. About the Global Burden of Disease (GBD) Project. Disponible en: http://www.who.int/healthinfo/global_burden_disease/about/en/index.html 1 Martínez Salgado Carolina. “ABRIR” LA EPIDEMIOLOGÍA. En: PENDIENTE 1 Michael Marmot The Influence Of Income On Health: Views Of An Epidemiologist Does money really matter? Or is it a marker for something else?, H E A L T H A F F A I R S ~ M a r c h / A p r i l 2 0 0 2. 1 Bayarre VeaHD,Pérez Piñero J, Menéndez Jiménez J. Las Transiciones Demográfica y Epidemiológica y la Calidad de Vida, Objetiva en la Tercera Edad. GEROINFO. RNPS, 2006; 1 ( 3). 2006. 1 The art of medicine, Who owns health inequalities? The lancet, 2010; 375: 274-275. Evolución de la mortalidad y la esperanza de vida. CONAPO. 1 Numeralia. INEGI. Consultado en febrero de 2010. Disponible en: http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/espanol/proyectos/integracion/inegi324.asp?s=est&c=11722 #seis 1 1 Programa Nacional de Salud 2007-2012, Por un México sano: construyendo alianzas para una mejor salud, Secretaría de Salud. México, 2007. 185 1 González G. Rafael, Panorama epidemiológico del mundo y de México. En Cuaderno de trabajo Fundamentos de la Salud Pública, DSP, FM, UNAM 1 Organización mundial de la salud.Informe sobre la salud en el mundo 2002. Programa Nacional de Salud 2007-2012, Por un México sano: construyendo alianzas para una mejor salud, Secretaría de Salud. México, 2007. 1 1 González Guzmán R. Efectos sociales de la epidemia de enfermedades crónicas. Trabajo presentado en el I Congreso de la Facultad de Medicina. 1 Acción global de salud, 2005-2006, Acción global de salud, agenda de campaña. Organización Mundial de la Salud. 1 López Arellano O & Blanco Gil J. La polarización de la política de salud en México. Cad. Saúde Pública, 2001; 17 (1): pp 43-54. 1 Glenngård AH, Hjalte F, Svensson M, Anell A, Bankauskaite V, Edited by Vaida Bankauskaite. Health Systems in Transition; Sweden. World Health Organization, 2005. 186 Capítulo 6. Desigualdad, inequidad y salud. Rafael González Guzmán, Luz María Moreno Tetlacuilo, Juan José García García México es el país de la desigualdad. Salta a la vista la desigualdad monstruosa de los derechos y las fortunas. La piel más o menos blanca decide la clase que ocupa el hombre en la sociedad. Alexander Von Humboldt (1769-1859) En los capítulos anteriores hemos trabajado diversos aspectos relativos a los determinantes del proceso salud - enfermedad, a los modelos explicativos de éste; asimismo, hemos aportado algunos datos de México referentes a las formas de organización social, las formas de vida y a la situación en salud y enfermedad. Los hechos y conceptos desarrollados en los capítulos anteriores nos servirán ahora como base para abordar un aspecto ético fundamental en el estudio y práctica de la salud pública: las relaciones entre desigualdad social, inequidad y salud. 1. Importancia de la dimensión ética en medicina y en salud pública. La medicina no es meramente un área de saber conformada por varias ciencias Es también una práctica social que, si bien en la actualidad cuenta con la ciencia como fundamento, no se limita a ser una mera aplicación de ésta. La medicina tiene también un indudable componente social y moral. dirigidas, Las por intervenciones ejemplo, a aumentar la eficiencia de la función cardiaca de un paciente Cuadro 6.1. Moral y ética "Se entiende así que moral es el conjunto de comportamientos y normas que solemos aceptar como válidos; y que ética es la reflexión sobre por qué los consideramos válidos, lo cual incluye la comparación con otras morales que tienen personas diferentes. Según esta distinción, lo moral o la moral es el objeto de la ética. La ética hace tema de lo moral, lo tematiza reflexionando sobre ello. Por eso se suele decir que, hablando con propiedad, la ética es la filosofía moral o disciplina filosófica que estudia las reglas morales y su fundamentación. O también: la ética es la teoría (el saber o ciencia, entendida en un sentido amplio) del comportamiento moral de los hombres en sociedad" Francisco Fernández Buey, Ética y filosofía política, Ed. Bellaterra, B, 2000 p. 13 187 o a disminuir la frecuencia de fenómenos convulsivos de otro, tienen como finalidades no sólo lograr tales efectos biológicos, sino a la posibilidad de a) mejorar la situación del paciente, b) sin causar daño y c) siempre de acuerdo con las decisiones del paciente. La ética médica ha definido los tres elementos del comportamiento moral de los médicos como beneficencia, no maleficencia y autonomía. Este comportamiento moral del personal médico, enfermeras, dentistas, etc. se apoya, entonces, el conocimiento científico - humanístico y en el trabajo terapéutico, como un medio para mejorar la salud y evitar o atenuar el sufrimiento en una actitud de solidaridad humana. De hecho, una función desafortunadamente cada vez más olvidada por los médicos es la de acompañamiento del paciente cuando materialmente no se puede ya hacer nada para afectar el curso de la enfermedad. Este acompañamiento y solidaridad se extiende incluso a la práctica del sepelio, como vimos en el cap. 1 (pag.) De manera análoga, cuando hablamos de estudiar y actuar ante el proceso salud enfermedad al nivel colectivo como lo hace la salud pública (ver capítulo 7), emergen un conjunto de problemas morales, por cierto distintos cuando se actúa ante el paciente individual. En este plano de la salud pública, se buscará no sólo actuar sobre las condiciones generadoras de enfermedad mejorando tales o cuales indicadores de la salud poblacional. También aquí hay una dimensión moral que incluye problemas como los márgenes de libertad en los que una colectividad decide ante las condiciones generadoras de salud o enfermedad, las formas democráticas o no en que toma estas decisiones, o bien, aquellos relativos a la igualdad, equidad o justicia en la distribución de cargas y beneficios que 188 implica vivir en sociedad y su impacto en la salud. La ética en salud pública estudiará estos problemas morales usando conceptos tales como libertad, democracia y equidad en salud.ciii La búsqueda será actuar sobre los perfiles de salud y enfermedad de las colectividades con la finalidad de aumentar la libertad, la democracia o la equidad en la sociedad y en la salud. Sobre este último aspecto, la equidad, trata el presente capítulo. 2. Organización social, diversidad e inequidad. Los seres humanos aunque compartimos muchos rasgos comunes derivados de una dimensión biológica semejante y de compartir una dimensión social, no somos idénticos. Somos diversos, tanto individuos como comunidades variamos en sexo, color de la piel, temperamento, lengua materna, formas de pensar, capacidades físicas, o en todo aquello que en el capítulo 1 y 2 definimos como cultura (ver pag.). En una sociedad organizada alrededor del bienestar colectivo, esta diversidad es una característica enriquecedora ya que las relaciones entre personas (o comunidades) diversas serán solidarias y cada uno podrá aportar lo suyo al vivir bien de todos. En una sociedad así no hay estructura de poder ni razón alguna para usar esa diversidad como medio de situar a unos sobre otros. (Breilh, J. 2003)civ En la América andina, ha cobrado fuerza la vieja formulación indígena del sumak kausay que significa el buen vivir en armonía con la madre naturaleza, enfrentada a siglos de explotación, pobreza y despojo colonial y neocolonial. A pesar de que falta mucho por hacer, el sumak kausay está hoy en las nuevas Constituciones de Ecuador y de Bolivia.cv 189 Sin embargo, como vimos en el Cuadro 6.2. Definición de Aristóteles capítulo 1, en la llamada revolución urbana emergen formas de propiedad privada de la tierra, de los instrumentos de trabajo y se da incluso la propiedad de unos hombres “[…] el arte de la guerra incluye la cacería contra las bestias salvajes y contra los hombres que habiendo nacido para ser mandados, no se someten; y esta guerra es naturalmente justa… Hay por naturaleza diferentes clases de jefes y subordinados. Los libres mandan a los esclavos, los hombres a las mujeres y los adultos a los niños”. Citado por Eduardo Galeano en Espejos, una historia casi universal, Siglo XXI México, 2008. por otros. Surgen formas sociales gobernadas ya no por el bienestar colectivo sino por formas de sometimiento de unos sobre otros. A mayor sometimiento de unos, mayor bienestar y riquezas para los otros (por lo general muy pocos). En estas condiciones la diversidad deja de ser una característica enriquecedora y es usada como un vehículo de opresión. (Breilh, J) El surgimiento de la desigualdad social entre los hombres en torno a la propiedad, el trabajo, la riqueza y el poder actuará como un impulso para usar la diversidad como vehículo de la dominación. (Breilh, 2003) La diversidad de características por sexo conducirá a una división forzada del trabajo y una distribución desigual de la propiedad, la riqueza y el poder entre hombres y mujeres estableciéndose el patriarcado y la dominación y discriminación femenina. Las diferencias raciales y culturales de algunas comunidades serán usadas como vehículo de dominación al establecer por la fuerza física y luego ideológica y cultural el dominio de unos grupos sobre otros, expresado nuevamente, en la división social trabajo y en la distribución desigual de la riqueza y el poder, pero ahora de un grupo étnico sobre otros. Finalmente, y más cerca del núcleo de las formas de organización social con dominio de unos sobre otros, el régimen mismo re-producirá constantemente las relaciones sociales opresivas mediante el 190 dominio material, cultural y simbólico de los hijos de los las clases sociales subalternas (ver Cuadro 6.2). Así, podemos decir que en las sociedades opresivas la diversidad es usada como medio para crear una desigualdad marcada por la opresión. La desigualdad social se manifestará en una distribución diferencial de las cargas y los beneficios (Rawls cvi de vivir en sociedad. A esta distribución desigual le llamaremos inequidad. La inequidad se expresará según la clase, la etnia o el género en que se distribuirán de distinta manera la cantidad y tipo de trabajo, la exposición a riegos y peligros de accidentes y enfermedades en éste, o en la vivienda por ejemplo, riesgo ante desastres, fauna nociva, vectores, insalubridad. De la misma manera los beneficios derivados de vivir en la sociedad, por motivo de la inequidad serán distribuidos de manera distinta (por ejemplo los alimentos, la educación, la vivienda, las comunicaciones y por supuesto la atención a la salud). 3. Inequidad, formas de vida y salud. La inequidad social tomará cuerpo, en distintas formas de vida que, siguiendo el marco conceptual establecido en el capítulo 1, están constituidas por condiciones y estilos de vida que son, así, socialmente conformados. Las formas de vida son muy distintas a lo largo de la historia humana. Vale la pena remarcar que también en la actualidad, y en el mundo hay enormes diferencias en las formas de vida entre y dentro de los distintos países. Recientes estudios basados la diversidad genética (Michael Hopkin, 2007)cvii han establecido que el tamaño de las poblaciones de los distintos homínidos previos a Homo sapiens eran bastante menores que las poblaciones de chimpancés. Las condiciones de vida enfrentadas 191 por los homínidos debieron ser muy duras para la sobrevivencia y la reproducción y por tanto sus poblaciones tenían menor tamaño que las de los chimpancés. De hecho se ha estimado que la vida media de los grupos de Homo erectus era de 25 años y todas las especies de homínidos distintas a la nuestra se extinguieron. El surgimiento de la agricultura conduce a una mejora en las condiciones de vida y de trabajo y al aumento en el tamaño de las poblaciones humanas, condición cual? que se mantiene a la largo de la historia. Sin embargo en la medida en que en la sociedad surgen formas de sometimiento, dichas condiciones y estilos de vida tienden a divergir al grado de ser muy desfavorables para unos grupos en comparación con otros. 192 En los capítulos 4 y 5 se abordan de manera descriptiva las formas de vida y las condiciones de salud prevalecientes en México y en algunos otros países. Resaltan los grandes contrastes en las formas de vida entre regiones del mundo y, dentro de México; y resaltan también los contrastes entre regiones y luego dentro de regiones, estados e incluso ciudades. En matemáticas se conoce como fractales a funciones que producen al infinito figuras semejantes Cuadro 6.3. Bridgestone Corporation impone condiciones de esclavitud en Liberia. Liberia es un país en la costa occidental de África formado por esclavos libertos que eran enviados de Estados Unidos hacia allá. Tiene una esperanza de vida al nacer de 44 años y es de los países en donde ésta ha descendido. Después de su formación fue sede de una de las mayores plantaciones de caucho en el mundo en manos de la Firestone - Bridgestone Corporation, quien desde 1926 explota a miles de personas en “Liberia”. Los trabajadores viven en condiciones de casi esclavitud desde hace 80 años. Las familias viven en cuartos redondos, sin servicios, los niños tienen que ayudar a la sus padres a sacar caucho de los árboles, o a pepenar basura, pues si no lo hacen no se junta el ingreso suficiente para sobrevivir. Los trabajadores y en general la población están expuestos a sustancias tóxicas que usa Firestone. A los trabajadores se les exigen altísimas cuotas de árboles purgados y si no las cubren les reducen el ya bajo salario a la mitad. No tienen derecho a la educación básica. De hecho no pueden inscribir a sus hijos en escuelas pues necesitan certificado de nacimiento que cuesta cantidades de dinero que no pueden pagar los padres... así, la falta de educación perpetúa su esclavitud al servicio de la transnacional llantera. Resumido de: Employment Conditions and Health Inequalities, Final Report to the WHO, Commission on Social Determinants of Health (CSDH) que se reproducen a escala. Los contrastes en las formas de vida que se reproducen en el nivel del territorio son la expresión “fractal” de la desigualdad e inequidad social que atraviesa a la humanidad en los cinco continentes, países, regiones, estados, etc.. O sea, las diferentes formas de distribuirse las cargas y beneficios de vivir en sociedad (por lo general mas cargas y menos beneficios para muchos se manifestarán en todas partes donde vayamos, así, encontraremos clases, géneros o etnias que, por efecto de la inequidad, cuentan con peores formas de vida. David Blane (1999) en sus estudios sobre el curso de vida y la salud ha establecido que los grupos sociales cuentan con un conjunto de “ventajas/desventajas” en las condiciones de vida que se acumulan transversalmente (es decir, si se tienen desventajas en un componente se tendrán 193 en todos, ej. educación, ingresos, vivienda, etc. y habrá pocas ventajas por ejemplo en recreación, limpieza ambiental, etc.) y que también se Cuadro 6.4. Trabajando en una maquiladora prolongan longitudinalmente a lo largo Mientras que la dirección de la empresa goza de excepcionales condiciones legislativas y económicas, a las personas empleadas en las maquilas en México y Centroamérica no se les paga lo suficiente para mantener a sus familias con dignidad, haciendo frente a condiciones peligrosas y de explotación. Con frecuencia sufren de la exposición a riesgos de salud y a la seguridad, la falta de beneficios laborales, disciplina arbitraria, y el acoso sexual y moral. En la vida de una trabajadora de la maquila estándar el trabajo nunca termina. Es probable que el trabajo se inicie a las 4 am con las labores domésticas para llegar a la parada de autobús a las 5 am y entrar a la fábrica a tiempo para trabajar en una cadena de producción, con sólo veinte minutos de descanso durante la pausa del almuerzo, y con una jornada a menudo prolongada con horas extras que hace incluso llegar a casa a las 9 p.m. Los bajos salarios, las largas jornadas, las horas extraordinarias no remuneradas, la falta de regulaciones ambientales o laborales son claros ejemplos de la violación de los derechos laborales que se refuerza con la infracción de los derechos humanos fundamentales de los trabajadores para formar sindicatos independientes. de toda la vidacviii (Ver cuadros 6.3, 6.4 y 6.5 elaborados con información del reporte de la Comisión de Determinantes Sociales de la Salud de la OMS) Las desigualdades en salud se hacen manifiestas cuando se comparan grandes grupos sociales, son entonces empírica una observable, manifestación en primera instancia de las diferentes formas de Resumido de: Employment Conditions and Health Inequalities, Final Report to the WHO, Commission on Social Determinants of Health (CSDH) vida de dichos grupos y después de las inequidades sociales por clase, etnia y género de las cuales han surgido dichas formas de vida. (Breilh, J. 2003) Es enorme la cantidad de estudios que han mostrado la diversidad de desigualdades en salud de origen social, trabajos sobre los que habría que reflexionar ampliamente. De hecho, la Organización Mundial de la Salud, encomendó a una Comisión el trabajo de sistematizar el conocimiento sobre el problema y hacer propuestas. Presentamos aquí algunos datos de tan amplia bibliografía para 194 ilustrar dichas desigualdades en salud en el mundo y en México, información que nos muestra el gran impacto de la inequidad social.cix Como ya se señaló en el capítulo 3, la esperanza de vida al nacer (en adelante EVN) es un indicador muy general de la situación de salud de poblaciones. Aumenta en la medida en que hay menos muertes infantiles y de adultos jóvenes y también en la medida en que en la tercera edad la vida se prolonga más años. Estadísticas elaboradas entre 2000 y 2005 sitúan la EVN de los países desarrollados de la OCDE en 78.8 años (Japón está arriba de los 80 años) mientras que los países del África sub sahariana tienen una EVN de 46.1 (¡32.7 años menos!), los países del Cuadro 6.5. La industria desmanteladora de barcos. Un buen ejemplo de distribución desigual de cargas y beneficios de vivir en sociedad. El desarmado de barcos, salió de los países desarrollados hacia los estados asiáticos debido al alto costo de mantener los estándares ambientales, de salud y seguridad en los países desarrollados. Ahora, los dueños de los barcos envían sus buques a patios de chatarra de la India, Bangladesh, Pakistán, China, Turquía, Filipinas y Vietnam, donde los estándares de salud y seguridad son virtualmente ignorados y los trabajadores están desesperados por conseguir empleos. Ahí se contratan entre 70,000 y 80,000 trabajadores. Hay gran cantidad de accidentes y muertes de trabajadores así como violaciones a numerosas regulaciones internacionales relativas a contaminación, riesgos ocupacionales y derechos laborales. No existe un grupo de monitoreo de las normas de seguridad que favorezca protección a los trabajadores directamente involucrados en el desarme de barcos. Los trabajadores son predominantemente temporales y no están cubiertos por ningún beneficio laboral, y este tipo de trabajo no está reconocido en ninguna ley laboral. Los trabajadores desmantelan los barcos con sus manos, habitan en viviendas pobres con malos servicios sanitarios, y se presta poca atención a los asuntos de salud y seguridad. Durante el proceso se liberan residuos peligrosos, exponiendo a los trabajadores a sustancias tóxicas. Muchos trabajadores son lastimados y mueren por riesgos físicos. Las principales causas de muerte son incendios y explosiones, ser golpeado por materiales que caen, caídas, sofocamiento e inhalar humos tóxicos. En Bangladesh, por poner un ejemplo, la mortalidad de los trabajadores ha sido estimada en uno por día (la más alta en la región), además de la muerte lenta producida por la exposición a un cocktail de agentes químicos letales. Se estima que uno de cada tres o cuatro trabajadores sufrirá cáncer, siendo la industria desmanteladora de barcos una de las más letales en el mundo. Décadas de apatía estatal y de rechazo a enfrentar la epidemia contra la salud de los trabajadores, combinados con el apoyo abierto a la industria desmanteladora de barcos, indican que existe una falta de voluntad política para proteger los derechos ambientales y laborales. Muchos de los barcos que se están desmantelando ahora fueron construidos en los 70’s, antes de la prohibición de muchas sustancias en la Convención de Basilea. Varios grupos, incluyendo Greenpeace, la Red de Acción de Basilea y varios grupos laborales hay criticado agudamente a la industria desmanteladora de barcos, por su descarada indiferencia hacia el ambiente, los derechos humanos y la ley internacional. Resumido de: Employment Conditions and Health Inequalities, Final Report to the WHO, Commission on Social Determinants of Health (CSDH) 195 sudeste asiático 63.2 años, Latinoamérica y el Caribe 71.7 años y los países árabes 66.9 años. En el año 2000, la esperanza de vida en Europa (75.25 años), fue 1.4 veces mayor que la de África (52.8). En el caso de México era de 72 años, 1.4 veces el promedio de los países africanos. De hecho esta cifra estimada para el año 2000, corresponde a la que México alcanzó en la década de 1950. En América, Canadá tuvo la mayor esperanza de vida estimada al año 2000, con 79 años, cifra superior al promedio de los países europeos, y 30 años mayor que la de Haití. Dentro de cada país, como lo hemos enfatizado reiteradamente, hay también grandes desigualdades en salud. Por ejemplo, la EVN de un hombre nacido en los barrios pobres de Glasgow en Escocia, es de 54 años, mientras que para un hombre nacido en las zonas ricas de la misma la EVN al nacer es de 82 años. Es decir, dentro de una la misma ciudad las expectativas de vida son distintas en 28 años. En los EUA, aquellos grupos de hombres con peores formas de vida (negros habitando en barrios pobres) tienen una EVN menor al promedio de Bangladesh. La mortalidad infantil que es también un indicador de las condiciones de vida y de atención a la salud (en especial del embarazo y del parto). También aquí se observan las huellas de la inequidad social. Por ejemplo en Perú la quinta parte de la población más pobre tiene una tasa de mortalidad infantil de 98 por mil RNV, mientras que la quinta parte más rica tiene una tasa de 18 por mil RNV. 196 En el año 2000, la tasa de mortalidad en los menores de un año de edad fue prácticamente 10 veces mayor en África con respecto a Europa, (79.8 vs 8 por 1000 NVR), de acuerdo a esta, la tasa fue 6.4 veces en Asia, 4 veces en México y 3.6 veces en Oceanía. Se estima que la mortalidad infantil en este grupo de edad, en el México? país llegará a una tasa de 5.5 por 1000 para el año 2050. En el caso de la mortalidad materna tenemos diferencias enormes. Mientras que en Suecia apenas 2 de cada 100 mil mujeres embarazadas fallece por causas relacionadas con el embarazo, parto o puerperio, en Sierra Leona, en África fallecen 2000 por cada 100 mil embarazos. O sea, la probabilidad de morir por causa reproductiva para las mujeres en el segundo caso es mil veces mayor. Para reflexionar: En el capítulo 5 se exponen algunas diferencias en la mortalidad infantil y en mortalidad materna en distintas regiones de México te invitamos a analizar a que tipo de diferencias en las formas de vida obedecen y si estas diferencias están vinculadas a lo que hemos llamado inequidad social Las desigualdades en salud se continúan después del nacimiento y un indicador que resume algunas de las diferencias en las formas de vida y la inequidad es el crecimiento lineal. A mejores condiciones alimentarias y mejores condiciones de sanidad (que conducen a menos infecciones) mayor crecimiento lineal. Una manifestación empírica de la inequidad la tenemos en las formas distintas de crecer entre personas pertenecientes a algún grupo indígena en México y aquellos que no tienen dicha pertenencia, y también entre quienes ocupan “niveles socioeconómicos” bajos en relación a los altos. En ambos casos, 197 aunque la estatura promedio ha aumentado a lo largo de los años la desigualdad entre los grupos ha aumentado también. (ver gráfica 6.1).cx En el caso de de los adultos en edad productiva, podemos encontrar también importantes desigualdades en salud y enfermedad. Así, por ejemplo las tasas de lesiones ocupacionales en México son de 15.9 defunciones por lesión por cada 100 mil trabajadores y 121.3 lesiones no fatales por cada 100 mil trabajadores. En contraste, en EUA son 3 veces más bajas: lesiones fatales: 5.2 y lesiones no fatales 39.6 por cada 100 mil trabajadores.cxi 198 Gráfica 6.1. En la gráfica podemos observar el promedio de estatura según la edad. Como el crecimiento lineal termina a los 20 años de edad las estaturas de cada grupo nos indican cómo creció ese grupo en la época en que lo hizo, o sea, nos dan una aproximación a las formas de crecer en distintas épocas. Podemos observar desigualdades consistentes entre grupos que hablan lengua indígena y los que no y podemos observar cómo a pesar de que ambos grupos aumentan su estatura promedio, la desigualdad, sin embargo se está haciendo más grande. Fuente: elaboración propia con base en Datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006, realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública, México. Para reflexionar ¿Cómo interpretarías las diferencias observadas en la Gráfica 6.1 en términos de formas de vida e inequidad? Las desigualdades en salud de origen social en la etapa de adultos en edad productiva se extienden no sólo a los accidentes. En general se ha observado grandes diferencias en lo que se refiere a mortalidad general y a mortalidad específica por casi todas las causas de importancia epidemiológica, incluyendo enfermedad isquémica del corazón, diabetes mellitus tipo 2, neoplasias y homicidios. Por ejemplo un estudio en el EUA mostró que el grupo de personas 199 con un ingreso menor a $15,000 dls anuales tenía una tasa de mortalidad 3.9 veces más alta que aquellos con ingresos de $70,000 dls al año. cxii De la misma manera estudios en el Reino Unido han encontrado diferencias en la mortalidad por neoplasias, enfermedad coronaria y otras causas entre empleados públicos en un claro gradiente ascendente que va de los funcionarios a los profesionales, los empleados con oficios y los trabajadores manuales poco calificados. cxiii Desigualdades semejantes se observan en la etapa de adultos mayores como resultado de la incorporación de las formas de vida a lo largo de muchos años y como resultado de las condiciones en las que viven los viejos. Por ejemplo, en un estudio en el que se comparó el envejecimiento entre Suecia y Rusia se observaron grandes diferencias tanto en años de sobrevida como en años de vida sin discapacidad después de los 60 años. Así, se calcula que la esperanza de contar con una vida saludable (no sólo sobrevivir sino hacerlo sin discapacidad) después de los 60 años es de 16.5 años en Suecia y de 8.5 años en Rusia en el caso de los hombres, y de 18.5 y 12.7 para mujeres Suecas y Rusas respectivamente.cxiv (Ver gráfica 6.2) Gráfica 6.2. Proporción de hombres y mujeres rusas y suecas sobrevivientes entre los 70 a 74 años que estaban sin discapacidad entre los 45 y los 49 años. Fuente: Martin Bobak, Margareta Kristenson, Hynek Pikhart and Michael Marmot, Comparison of Russian and 200 Swedish Life span and disability: a cross sectional community based data, BMJ 2004;329;767-; originally published online 17 Sep 2004; Para reflexionar: Observa cuidadosamente la Gráfica 6.2 y redacta un resumen cualitativo de las diferencias que observes tanto entre rusos y suecos como entre hombres y mujeres. Podemos observar importantes y sistemáticas desigualdades en salud entre hombres y mujeres. Dada las diferencias genéticas entre ambos sexos, podría uno pensar que detrás de dichas desigualdades en salud están como causas o determinantes estas configuraciones genéticas, lo cual podría ser cierto, sin embargo, para un limitado número de problemas de salud. Para otros, juegan un papel fundamental las diferencias establecidas a partir de las diferencias sexuales construidas socialmente (en lo económico y en lo cultural) a las que se denomina género. Tan grandes son las diferencias originadas por el género que la OMS recomienda a todos los países organizar su estadística en salud y enfermedad considerando siempre la variable sexo. Las inequidades sociales que se relacionan con el género se expresan bajo muchas formas en la salud. En general, la inequidad que se establece sobre la mujer se extiende a muchas de las cargas y beneficios de vivir en sociedad, aunque hay también formas de inequidad en las que algunas cargas y beneficios se distribuyen desfavorablemente hacia los hombres. Estudiar la relación entre 201 inequidad y salud considerando al género, entonces se refiere no sólo a la situación de las mujeres sino también a la de los hombres. Algunas de las desigualdades en salud que se observan entre hombres y mujeres son muy importantes e intervienen en ellas tanto el sexo (configuraciones biológicas distintas) como el género (construcción social material y simbólica atribuida a hombres y mujeres). A continuación presentamos información de mortalidad y morbilidad proveniente de registros, encuestas nacionales y varias investigaciones. Te pedimos que las analices y plantees hipótesis acerca de las desigualdades en salud que esta información revela y su relación con las inequidades propias del orden social en el que se desarrollan. En primer lugar se presenta un cuadro comparativo por sexo de algunas de las 20 principales causa de muerte en México. 202 Tabla 6.1 MORTALIDAD SEGÚN SEXO, MÉXICO, 2005 CAUSA Diabetes mellitus Enfermedad isquémica del corazón HOMBRE 58.3 S* 56.1 MUJERES* 67.7 43.9 39.4 12.5 23.2 6.4 21.1 17.0 Agresiones (homicidios) 17.0 - Infecciones respiratorias agudas bajas 14.9 13.2 Enfermedades hipertensivas 10.1 14.1 tumor maligno de pulmón 9.1 4.2 7.3 - 4.7 6.5 Cirrosis y enf. crónicas del higado Accidentes de tráfico de vehículo automotor Enfermedad pulmonar obstructiva VIH/SIDA Enfermedad cerebrovascular Fuente INEGI/Secretaría de Salud *Tasa por 100,00 habitantes Observamos que hay mayores tasas de mortalidad en el sexo masculino en la mayoría de las causas, a excepción de la diabetes mellitus, las enfermedades hipertensivas y la enfermedad cerebrovascular. Podemos pensar que estas diferencias tienen un componente propio de las distintas configuraciones del genotipo de hombres y mujeres, y también cuentan con un componente derivado de interacción de éste con las distintas formas de vida que tienen ambos, producto de la inequidad social que asigna distintas cargas y beneficios a hombres y mujeres. En el primer caso, el de las diferencias genotípicas, podemos pensar que contribuyen, por ejemplo, determinando una parte de las diferencias en los perfiles metabólicos y de lípidos entre hombres y mujeres. En el segundo podemos pensar 203 en que a hombres y mujeres se les asignan distintas formas de alimentarse, distinto papel en los proceso de trabajo en casa y fuera de ella, distintas cargas de estrés, e incluso distintas formas y posibilidades de acceso a los servicios de salud y dentro de ellos a distintas formas y calidad de la atención médica. Para reflexionar. Con base en la información de la tabla 6.1, y los cuadros 6.6.a 6.9, formule posibles hipótesis que expliquen las diferencias encontradas, tomando en cuenta tanto los aspectos biológicos como los que podrían estar relacionados con el género. Para cada uno de los grandes grupos de causas. 204 Cuadro 6.6. Metabolismo lípido y sexo Con relación a la mortalidad distinta por sexo por enfermedades isquémicas del corazón se puede hablar de un componente biológico (sexo) relacionado con el metabolismo de los lípidos y su relación con las hormonas masculinas que favorecen concentraciones más elevadas de grasas saturadas y la síntesis endógena de las mismas, el colesterol entre ellos. Sin embargo, las diferencias por sexo desaparecen después de que las mujeres llegan a la menopausia, debido a que ocurre una modificación en la composición bioquímica de los lípidos que pasan a partículas pequeñas densas. Cuadro 6.7. Tratamiento médico y género. En lo que a la mortalidad femenina se refiere, se ha observado la presencia de un sesgo de género que ocasiona desigualdad en el diagnóstico y tratamiento oportuno y la indicación menos frecuente, de estudios de gabinete y diagnóstico tales como el cateterismo cardiaco. Esta situación incrementa la probabilidad de muerte prematura por esta causa en las mujeres. Esto se puede atribuir a que esta enfermedad se ha etiquetado como masculina y por esta razón el personal médico considera con menor frecuencia que una mujer con dolor precordial pueda estar presentando un infarto al miocardio. Además, las definiciones de caso se fundamentaron en investigaciones realizadas en personas hombres y sus resultados se generalizaron sin fundamento a las mujeres. Así, hasta hace poco, se tuvo la evidencia de que las mujeres presentan un cuadro clínico atípico con más frecuencia. Todo ello ocasiona un diagnóstico tardío y retraso en el inicio del tratamiento. Cuadro 6.8 Tabaco alcohol y género La mayor mortalidad masculina por cirrosis hepática y cáncer de pulmón, se encuentran muy ligadas a la mayor frecuencia del alcoholismo y tabaquismo en los hombres. Vistas desde el género, estás adicciones se relacionan con la construcción de la masculinidad que alienta en los hombres estas prácticas mientras que las limita en las mujeres. Sin embargo en algunas sociedades el tabaquismo y el cáncer de pulmón se están incrementando en las mujeres por lo que pronto se verá una disminución en la brecha de mortalidad. En México específicamente el aumento del tabaquismo se observa en el área urbana mientras que en las zonas rurales las mujeres fuman considerablemente menos que los hombres (ENNSA 2006). Es importante mencionar que tanto el tabaco como el alcohol causan más daño en las mujeres y se requieren cantidades menores para causar tal efecto. 205 Cuadro 6.9. VIH, género y sexo. La mayor mortalidad por VIH se asocia con una mayor exposición masculina al riesgo por conductas y prácticas que tienen su origen en la construcción social-simbólica de la sexualidad masculina, que se mitifica como incontrolable y de satisfacción inmediata, por lo que se justifica y se estimula un ejercicio libre de la sexualidad masculina incluso del abuso sexual. La sexualidad así construida, instituye relaciones asimétricas de poder entre hombres y mujeres a través de la doble moral sexual. Ésta última legitima la apropiación del cuerpo femenino por parte de los hombres, estimula la libertad sexual masculina y el control de la sexualidad femenina (Hierro, Weks). La sexualidad así construida que no es “natural” sino aprendida induce a los hombres a adoptar conductas y prácticas sexuales de riesgo, por ejemplo, relaciones sexuales ocasionales con múltiples parejas y sin protección (Herrera Cristina, Guerriero I). Aunque inicialmente el problema se centró en hombres homosexuales, actualmente el problema se ha incrementado en hombres heterosexuales y en mujeres también heterosexuales, en su mayoría monógamas que son contagiadas por sus parejas en sociedades de dominación patriarcal. Cuadro 6.10. Esperanza de vida y género. La información existente refiere que es esperable encontrar una esperanza de vida al nacer consistentemente mayor en las mujeres. Se piensa que esto se debe a que las mujeres tienen una cierta ventaja biológica y algunas formas de vida protectoras, entre los que destacan la menor exposición a la violencia extradoméstica y a hábitos nocivos para la salud, tales como, el tabaquismo y alcoholismo. Sin embargo es posible observar en algunas regiones y países de Asia, África y América Latina una sobremortalidad femenina y condiciones de salud más desfavorables para las mujeres con relación a los hombres. Lo primero ha llevado a acuñar el concepto de “mujeres faltantes”, éste intenta dar una idea de la enorme dimensión del problema del fenómeno de la mortalidad excesiva de las mujeres, de aquellas que no están porque los índices de mortalidad femenina son desproporcionadamente altos con relación a los de los hombres (Sen A, Langer).Esta ventaja biológica permite suponer que la presencia de indicadores de salud más desfavorables para las mujeres con relación a los hombres puede atribuirse a factores no biológicos, es decir, a factores socioeconómicos, culturales y a patrones conductuales. Entre ellos se puede señalar, el menor valor que la familia y la comunidad asigna a las mujeres, lo que se refleja en menor “índice de educación femenina”, la devaluación del trabajo doméstico al que no se le da el estatus de “trabajo” ni se le reconoce su valor económico y se le estima como una “obligación natural”; el menor pago por actividades remuneradas y la mayor frecuencia de ocupaciones temporales y empleos precarios sin seguridad social y con inestabilidad laboral (Langer 1998) 206 Al igual que con la mortalidad, se han documentado algunas desigualdades en la morbilidad que se muestran en condiciones más desfavorables de salud para las mujeres. A continuación se presentan una serie de ejemplos, se solicita a los lectores plantear algunas hipótesis al respecto Primer caso. En un estudio realizado en China, India y África se observó que aproximadamente dos terceras partes de todas las personas ciegas son mujeres. ¿A qué puede deberse esta diferencia en la prevalencia desagregada por sexo? Se pensó que tal vez podía estar asociado a problemas degenerativos (degeneración macular, retinopatía diabética, catarata) debido a que las mujeres tienen una mayor esperanza de vida, ciertamente se encontró que en estas regiones existían más mujeres mayores ciegas, sin embargo, también se encontró que la mayor prevalencia en el sexo femenino se presentaba en todos los grupos de edad por lo que esta explicación no resultó suficiente. Se pensó, entonces, que tal vez la tasa de mortalidad entre los hombres ciegos ocurría a una mayor velocidad, pero, esta hipótesis fue descartada. Otra posible hipótesis fue que esta mayor prevalencia podría estar a expensas de la mayor frecuencia de ceguera femenina secundaria a tracoma, debido a que las mujeres dedican gran parte de su tiempo al cuidado de los niños y éstos son buenos transmisores de tracoma, sin embargo, el grupo de investigación concluyó que esto no explicaba la gran diferencia existente de ceguera entre hombres y mujeres. La siguiente hipótesis que se plantearon los investigadores fue la diferencia en el acceso a los servicios de salud, los hallazgos en Guandong China revelaron que después de mejorar los servicios oftalmológicos, los hombres resultaron significativamente más 207 beneficiados, se observó una disminución de 67% en ellos vs 25% en mujeres en un período de 30 años(ver gráfico). (OMS, Política de género. Presentación power point/ Abou-Gareeb, I., et al., “Gender and blindness: a meta-analysis of population-based prevalence surveys”, Ophthalmic Epidemiology 8(1), 2001, 3956). Frecuencia de ceguera en India, China y África según sexo 1 0,8 0,71 0,57 0,53 0,6 Hombres Mujeres 0,4 0,19 0,2 0 1958 1987 Segundo caso. En algunos países de América Latina y principalmente en Asia y África se han observado desigualdades en la nutrición entre niñas y niños, siendo las niñas las más afectadas. Según Langer la discriminación hacía las mujeres se expresa en el estado de nutrición de niñas y adultas y refiere que varios estudios han documentado que los niños son amamantados por períodos más prolongados que las niñas en Panamá, Bangladesh y Jordania. Además, se ha mostrado que en los países menos desarrollados los niños reciben mejores dietas y una cantidad mayor de alimento que sus hermanas, y como consecuencia, la desnutrición y el retardo en el crecimiento es más frecuente en 208 las niñas en algunos países de Asia, África y América Latina (Langer 1998). Por su lado, Amartya Sen considera que la mayor desnutrición en las niñas se debe, no, a que ellas reciban menos alimento sino más bien a la negligencia que sufren las niñas en comparación con los niños para recibir atención médica, pues, se ha observado que las niñas llegan al hospital más enfermas que los niños, pues para que una de ellas sea llevada al hospital tiene que estar más débil y más grave (Sen Amartya) referencia Tercer caso. Una revisión sistemática sobre evento vascular cerebral (EVC) mostró que el problema es de mayor trascendencia en las mujeres porque tienen más eventos vasculares y su probabilidad de recuperación es menor que para los hombres. Atendiendo al sexo, se ha observado que se incrementa con la edad y que a los 75 años la incidencia es 50% superior en el sexo femenino; la diabetes y el síndrome metabólico representan un mayor riesgo para las mujeres, se reporta que el segundo duplica el riesgo en mujeres sin afectar a los hombres. En cuanto a lo que podrían ser desigualdades de género, se ha reportado que las mujeres con esta enfermedad, reciben una atención, tratamiento y rehabilitación más deficientes en comparación a los hombres. Tardan en promedio una hora más en ser atendidas en los servicios de urgencias; se les administran trombolíticos con menos frecuencia, aun ante la evidencia de que las mujeres tienen mejor respuesta al tratamiento intravenoso con este tratamiento. También se observó que a pesar de que ellas presentan con mayor frecuencia fibrilación auricular son frecuentemente dadas de alta sin la indicación de medicamentos anti agregación plaquetaria y warfarina; se observó también que a ellas se les indica 209 medición de lípidos con menos frecuencia, además de que a las mujeres se les prescriben en menor proporción estudios diagnósticos, tales como, imagenología cerebral, ultrasonido carotideo, ecocardiogramas. Aparentemente el acceso a servicios de rehabilitación es similar, sin embargo las mujeres se recuperan tres veces menos que los hombres, esto se atribuye a que estos servicios no atienden las necesidades específicas de las mujeres. Por lo que se recomienda que la rehabilitación deben orientarse más hacía la recuperación de la función física y al diagnóstico de depresión, incrementar el apoyo social y consejeria (Reevs JM: 2008). Resultados similares se han reportado para los casos de enfermedad coronaria (Rohlfs I: 2004). referencias Cuarto caso. El cáncer cervical se puede diagnosticar tempranamente mediante la prueba de Papanicolaou (PAP) y es curable cuando es detectado en estadios tempranos, sin embargo un problema frecuente es que las mujeres no asisten a la toma de la muestra. Estudios realizados en México y América Latina han reportado que algunas mujeres que requieren transporte para llegar a la clínica donde se practica el PAP no reciben apoyo económico para ir porque no “están” o no se “ven” enfermas, otras no pueden continuar con el seguimiento por la misma razón. Por otro lado, algunos hombres no permiten que sus esposas acudan a hacerse la prueba si tienen que viajar grandes distancias, especialmente de noche, para llegar al centro de salud; se ha visto que las mujeres que pueden ir son aquellas con capacidad para negociar con su pareja sus responsabilidades en el hogar, obtener financiamiento para su viaje y apoyo del esposo (Binham A: 2003). 210 Quinto caso. Por otro lado un estudio realizado en África encontró que el 49% de las mujeres que no tienen propiedades reciben violencia doméstica comparada con el 7% que si tienen posesiones (Lancet). Sexto caso. En cuanto a la atención del parto, el 53% de las mujeres en pobreza extrema reciben atención de profesionales médicos, 19.1% de partera profesional y 23% no recibe ninguna atención. Mientras que el 90.8% de las mujeres no pobres reciben atención profesional, 4.4% son atendidas por enfermera y 4.8% por nadie (Langer 1998). Ejercicio: Observe el medio social en el que vive. ¿Existen evidencias de inequidad social por género? ¿Cómo afectan a las mujeres?, ¿cómo a los hombres? ¿Qué desigualdades en salud pueden generarse por estas formas de inequidad? 4. Desigualdad, inequidad y diferencias en salud. Hemos denominado desigualdades en salud a aquellas que tienen su origen en formas de vida distintas entre grupos derivadas de la existencia de inequidad. No queda claro este párrafo De hecho en la literatura anglosajona es común encontrar que a las desigualdades en salud de origen social se les denomina inequidad en salud. De acuerdo a las posturas latinoamericanas aquí usamos el término inequidad para referirnos a la distinta distribución de las cargas y beneficios de vivir en sociedad, a fin de distinguir ambos, causa y efecto. Sin embargo, podemos encontrar diferencias en salud entre grupos humanos cuyas causas no estén vinculadas a la inequidad (o que sólo lo estén de manera parcial). Así, la frecuencia mayor de alguna enfermedad en una población puede 211 deberse a varias condiciones: que algún gen asociado a enfermedad se encuentre en mayor proporción que en otra; que hay inequidades que producen formas de vida que generan enfermedades o que hay combinaciones de ambas en distintas direcciones. Consideremos el siguiente ejemplo. Los defectos de cierre del tubo neural al nacimiento son cuantiosamente más frecuentes entre madres que son homocigotos de una mutación en el gen de la metilén - tetrahidrofolato reductasa. La frecuencia disminuye un poco si se es heterocigoto y es aun más baja si no se tiene esta alteración.cxv A la vez, la incidencia de defectos del tubo neural al nacimiento es más frecuente entre mujeres pobres que en las mujeres de más recursos económicos y esto se relaciona con una dieta insuficiente de ácido fólico, derivada de pocos alimentos vegetales (en especial verduras) cxvi. Ambas condiciones (y otras más relacionadas con tomar anticonvulsivos o algunas exposiciones ambientales o laborales). Las diferencias en salud en lo referente a defectos de tubo neural entre distintos grupos, son entonces la expresión combinada de la diversidad genética de las poblaciones con la inequidad derivada de sus formas de organización social. Podemos entonces formular que las diferencias en salud son el resultado de la diversidad tanto genética como cultural de las poblaciones y de la inequidad. De esta forma podríamos reconocer, desde el punto de vista social y ético que la situación de salud y enfermedad puede tener tres grandes componentes dentro de los cuales ubicar las causas de las enfermedades: la diversidad biológica, la diversidad social-cultural y la inequidad social. 212 Ejercicio: en el ejemplo que sigue realiza un esquema de los distintos componentes de la diversidad en salud. La hipertensión arterial es considerablemente más frecuente en los afroamericanos en EUA que en las personas de raza negra en África de las cuales son descendientes. La diferencia en prevalencia de hipertensión es tan grande y sistemática (es decir todas las colectividades de población de esta “raza” presentan este comportamiento diferente de la hipertensión según el continente) que la hipótesis de diferencias genéticas entre ambas poblaciones parece tener poco sustento. De hecho se ha observado un comportamiento semejante en poblaciones japonesas que emigran a Estados Unidos quienes en una segunda generación presentan prevalencias más altas de hipertensión que los japoneses que viven en Japón. En este caso hablamos de desigualdades en salud que tienen su origen en distintas formas de vida entre EUA y otras regiones que se expresan en esas diferencias en salud. Cuando comparamos la prevalencia de hipertensión arterial entre los afroamericanos y los americanos de origen europeo (llamados blancos o caucásicos) encontramos que es mucho mayor en los afroamericanos. Esto condujo a una afirmación superficial de estas diferencias tienen un origen genético, sin embargo, la prevalencia de hipertensión en blancos caucásicos es considerablemente mayor que la de los africanos negros. De esta manera, la mayor prevalencia de hipertensión, como dijimos en el ejemplo anterior, tiene sus raíces en distintas formas de vida. Pero en este caso pareciera que hay también internamente en los EUA distintas formas de vida que derivan de una distribución desigual por origen étnico de las cargas y beneficios de vivir en sociedad, (mala alimentación, pocas posibilidades de hacer ejercicio, intoxicación crónica por pinturas con plomo en malas viviendas, discriminación y acoso racial). Cuando hablamos de reconocer estos tres elementos no estamos refiriéndonos a cosas de poca monta. Poder ubicar correctamente el peso relativo de cada uno de estos componentes debe llevar al médico o al sanitarista a 213 identificar aquellos daños o aquella parte de los daños a la salud que tiene como origen a la inequidad. A fin de cuentas, los médicos atendemos las consecuencias en la salud de las formas de organización social y somos responsables de identificarlas y de difundir este saber a la sociedad, en contra de todas aquellas ignorancias, inercias, tendencias o intereses económicos que por favorecer el interés particular las ocultan. Como dijera el eminente patólogo alemán del siglo XIX, Rudoplh Virchow, “los médicos son los abogados naturales de los pobres”, en la medida en que atienden las consecuencias de la injusticia social en la salud. Esto nos lleva a un último punto. 5. Inequidad e injusticia. En la exposición inicial del reporte de la Comisión de Determinantes Sociales de la Salud de la OMS, su presidente el Dr. Michael Marmot establece que la Comisión se formó con personas que comparten tres intereses: “la pasión por la justicia social, el respeto por los datos científicos y la frustración de que, aparentemente, era muy poco lo que se estaba haciendo para mejorar los determinantes sociales de la salud.” De hecho, el reporte de la Comisión inicia diciendo: “La justicia social es una cuestión de vida o muerte. Afecta al modo en que vive la gente, a la probabilidad de enfermar y al riesgo de morir de forma prematura. Vemos maravillados como la esperanza de vida y el estado de salud mejoran de forma constante en algunas partes del mundo, mientras nos alarmamos ante el hecho de que eso no ocurra en otros lugares. La esperanza de vida de una niña que nazca hoy puede ser de 80 años, si nace en determinados países o de 45 años, si nace 214 en otros. Dentro de cada país hay grandes diferencias sanitarias estrechamente ligadas al grado de desfavorecimiento social. Semejantes diferencias no deberían existir, ni dentro de cada país ni entre los países.”cxvii Debemos entender que el trabajo en salud desde la perspectiva de la medicina y de la salud pública tiene un componente ético inherente que es la lucha por formas de organización social sin inequidad y sin injusticia. Hemos definido la inequidad, pero ¿qué podemos decir respecto a la justicia y su vínculo con la salud? Rebasa las intenciones de este libro discutir ampliamente sobre la justicia. Enunciaremos sólo algunas ideas que después serán desarrolladas más en el Capítulo 12, referente al Derecho a la Salud. Dike, es la diosa griega de la justicia. Vivió durante un tiempo con los hombres. Producto de su comportamiento cada vez más malo los regañaba con más frecuencia y dureza, hasta que decidió abandonar la tierra y dejarlos a su suerte. Desde entonces todos los hombres reivindican a la justicia como una gran deidad. Nadie, excepto los locos, se atreve a ir en contra de ella o reivindicar sus propios actos como injustos. Todos, maestros o alumnos, jefes, jueces y generales proclaman ser justos como lo hacen aquellos que atacan a otros o toman venganza. En la misma mitología griega Orestes dice “no sin justicia yo asesine a mi madre”. cxviii 215 La justicia no resulta fácil de definir. Podemos incluso afirmar que no existe una formulación general de justicia válida para toda época y toda forma de organización social. Por ejemplo en el Cuadro 6.2 exponemos una definición de Aristóteles que establece como justa la cacería de aquellos que se rehúsen a acatar que son esclavos. Ambas cosas la esclavitud y la cacería humana hoy las ponemos de ejemplos de injusticia. De hecho dentro de una misma sociedad pueden existir distintas formas de establecer qué es justo y qué no lo es dependiendo del lugar que ocupen las personas en las relaciones sociales. La definición de justicia es entonces una construcción social variable entre y dentro de las sociedades cuya característica central es establecer igualdad de derechos entre las personas. Cuando se respeta la igualdad de derechos hay justicia, cuando por el contrario a una persona se le niega o se trata distinto en torno a un derecho se habla de injusticia. La definición de los derechos y de los sujetos a ellos varía. Por ejemplo, la justicia griega o romana establece que los esclavos no son iguales a los ciudadanos y por tanto no tienen los mismos derechos. Por tanto, venderlos o golpearles e incluso cazarlos si escapan no es actuar injustamente. No es algo tan antiguo. Hasta el siglo XIX los esclavos “huidos” en Estados Unidos o en Brasil eran cazados como animales, sin que la administración de la justicia considerara condenable este hecho. El tipo de derechos ante los cuales se establece la igualdad son variados. Tenemos así los derechos humanos, el derecho de igualdad ante la ley, la llamada de oportunidades, la igualdad ante las necesidades básicas. Por ejemplo, los 216 derechos humanos son derechos que tienen todas las personas en cualquier lugar y circunstancia. Son imprescriptibles e innegociables. Según la idea expresada arriba por Michael Marmot y la Comisión de Determinantes Sociales de la Salud considera que hay injusticia social cuando la sociedad produce una distribución desigual de cargas y beneficios (inequidad) que conducen a desigualdades en salud de origen social.cxix Desde esta perspectiva, quedarían incluidas también aquellas desigualdades en la atención a la salud, de forma que si algunos grupos sociales tienen un acceso menor a los recursos de atención a la salud, también se estaría cometiendo una injusticia. Bajo estas consideraciones, la salud quedaría ubicada como derecho humano y las desigualdades en salud derivadas de la inequidad en cargas y beneficios de vivir en sociedad, incluida la atención médica, son injusticias que han de ser señaladas por los médicos y los sanitaristas. Sobre esto se hablará en el Capítulo 11. Referencias 1 González, R. Alcala, J. La dimensión ética en políticas actuales de salud en México y América Latina. Tesis para obtener el grado de Maestros en Medicina Social, UAM X, México 2008. 1 Breilh, J. Epidemiología Crítica, Editorial Lugar, Buenos Aires –Quito, 2003. 1 Breilh J. Tillería Y., Aceleración Global y Despojo en Ecuador. El retroceso del derecho a la salud en al era neoliberal. Universidad Andina Simón Bolívar, Ecuador, 2009. 1 Rawls, J. Teoría de la Justicia. FCE, Sexta reimpresión, México, 2006. 1 Hopkin, M. Chimps lead evolutionary race. Nature|Vol 446,19 Abril 2007 1 Blane D. The life course, the social gradient, and Health. En Marmot, M. Wilkinson, R. Social Determinants of Health, Oxford University Press, New York, USA, 1999. 1 The Commission on Social Determinants of Health CLOSING THE GAP IN A GENERATION: HEALTH EQUITY TAKING ACTION ON THE CAUSES OF THE CAUSES, Draft Final Report December 2007 1 Con base en Datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006, realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública, México. 217 1 Commission on Social Determinants of Health (CSDH) Employment Conditions and Health Inequalities, Final Report to the WHO, 1 McDonough et al., “Income Dynamics and Adult Mortality in the United States, 1972 through 1989,” American Journal of Public Health (September 1997): 1476–1483. 1 C. van Rossum et al., “Employment Grade Differences in Cause Specific Mortality: Twenty-five Year Follow Up of Civil Servants from the First Whitehall Study,” Journal of Epidemiology and Community Health (March 2000): 178–184. 1 Bobak, M. Kristenson, M. Pikhart, H. Marmot, M. Comparison of Russian and Swedish Life span and disability: a cross sectional community based data, BMJ 2004;329;767 1 Kirke, P. Mills, J. Molloy, A. Brody, L. O’Leary, V. Daly, L. Murray, S. Conley,M. Mayne, P. Smith, O. Scott, J. Impact of the MTHFR C677T polymorphism on risk of neural tube defects: case-control study, BMJ Vol. 328 26 junio 2004 1 Villalpando S., Estado nutricio de las vitaminas A y C y de folato en niños mexicanos menores de 12 años y mujeres entre 12 y 49 años de edad. Una encuesta probabilística nacional, Salud Pública de México, v45 supl 4 de 2003. 1 Comisión de Determinantes Sociales de la Salud, OMS. Subsanar las Desigualdades en una Generación, Alcanzar la equidad actuando sobre los determinantes sociales de la salud. Organización Mundial de la Salud, 2008. 1 El amante de la madre de Orestes, Egisto, asesinó al padre de Orestes, Agamenon. Por ello Orestes asesinó primero a Egisto y luego por consejo de Apolo, asesino a su madre siendo absuelto con el voto de calidad de Atenea ante un jurado dividido en si actuó con justicia o no. 1 Margaret, W. Dahlgren, W. Concepts and principles for tackling social inequities in health: Levelling up Part 1, y Levelling up (part 2):a discussion paper on European strategies for tackling social inequities in health. WHO Collaborating Centre for Policy Research on Social Determinants of Health University of Liverpool, WHO Europe. 2006. 218 7. La medicina y la salud pública Juan Manuel Castro Albarrán “La vida es breve; el arte, largo; la ocasión, fugaz, la experiencia engañosa; el juicio, difícil. Y la verdad es que no basta que todas las cosas que deban hacerse, lo sean pronto, pues lo que primero conviene apreciar con exactitud y en su conjunto, es cuanto se refiere al enfermo, a los que lo rodean y a las cosas externas que lo afectan” Hipócrates de Cos, primer aforismo, ¿siglo V? A. C. 1. La medicina y la salud pública: objetos de estudio y de acción en salud Como ya planteamos en el capítulo 2, la medicina y la salud pública tienen objetos y niveles de análisis distintos, pero complementarios, en relación con la salud y la enfermedad. La medicina se ocupa del conocimiento y atención a la enfermedad en individuos y a partir de ello se va apropiando de otros campos e intenta aproximarse a la salud. La salud pública se ocupa del conocimiento y acción para el desarrollo de la salud en colectividades humanas, para ello a menudo emplea aproximaciones desde la enfermedad. Detengámonos un poco a reflexionar sobre estas afirmaciones. La medicina La medicina, en tanto cuerpo disciplinario científico organizado a partir de conceptos, saberes y prácticas sistemáticas, se consolidó plenamente a partir del siglo XVIII, en la era del “Enciclopedismo”, que históricamente coincide con el auge de la revolución industrial y el florecimiento del capitalismo. En palabras del antropólogo médico Eduardo Menéndez: “…el desarrollo capitalista determina que los procesos básicos de enfermedad son inherentes a las actividades médicas… 219 esta adjudicación funcional se estructura institucionalmente y fundamenta jurídicamente su apropiación exclusiva de la enfermedad” cxx. Tal institucionalización (con su correspondiente legalización y legitimación) de teorías y prácticas, que se extienden incluso más allá de su objeto de estudio original (en este caso a muchos otros aspectos del proceso vital humano, la vida humana, incluyendo a la salud) constituye lo que el mismo autor denomina Modelo Médicocxxi. Michel Foucault, por su parte, llamó medicalización indefinidacxxii al proceso (que empezó a tener efecto en la mencionada etapa histórica) mediante el cual la medicina fue traspasando lo que era su “dominio propio” (la atención de la enfermedad), imponiendo nuevas normas al sujeto como “acto de autoridad”. Esto se manifestará de diversas maneras y matices en la intromisión en la vida de individuos y colectivos por ejemplo bajo el imperativo de la prevención y el control de epidemias Lo cual dio buenos resultados, o no?. Por otro lado, la medicalización condujo a que la medicina se extendiera de objetos que no necesariamente son enfermedades, en campos como la sexualidad, la reproducción, la alimentación y la nutrición y la saludcxxiii. Sugiero matizar un poco esto, podríamos causar confusión en los alumnos Michel Foucault (1926-1984), historiador de las ideas, epistemólogo y filósofo francés, fue conocido principalmente por sus estudios críticos de las instituciones sociales, en especial la psiquiatría, la medicina, las ciencias humanas, el sistema de prisiones, así como por su trabajo sobre la historia de la sexualidad humana. En 1977 planteó que cuatro grandes procesos caracterizan a la “medicalización”: 1. La aparición de una autoridad médica (que decide por los habitantes de un barrio, ciudad, región, país, en aras del “bien común”), 2. La intervención de la medicina sobre objetos o campos distintos a las enfermedades, 3. La creación de un dispositivo de medicalización colectiva: el hospital, y 4. La introducción de mecanismos de administración médica: registro y archivo de datos, estadísticas, mediciones y comparaciones. 220 La medicalización en su versión más moderna, tiene como característica adicional lo que el propio Foucault llamó la “economía política de la medicina”; esto es, la medicina en el capitalismo, preocupada inicialmente por los terribles condiciones de miseria que imperaban en las grandes ciudades europeas producto de la emigración forzada del campo a las ciudades y su impacto en el crecimiento de las enfermedades y epidemias, pasó luego a centrar su preocupación en la restauración de la fuerza de trabajo (la seguridad social y la atención de la enfermedad de los obreros, en la Alemania de Bismarck). De ahí, pasaría a descubrir en la medicina una posibilidad de acumulación de riquezas hasta constituir el “complejo médico industrial”, capaz de “producir directamente riqueza, en la medida en que la salud constituye un deseo para unos y un lucro para otros”2. Ello equivale a plantear que la salud “medicalizada” es un objeto de consumo, una mercancía que ingresa al mercado y que se vende al mejor postor. De acuerdo con los planteamientos desarrollados en los párrafos anteriores, la medicina moderna ha extendido (debido a la institucionalización del Modelo Médico y a la medicalización indefinida) su objeto de estudio original: la enfermedad, la limitación del daño y la postergación de la muerte, hacia diversos aspectos del proceso vital humano, incluyendo en él a la salud. Para cumplir su cometido, la medicina se orienta en torno a niveles de análisis y se aproxima a sus objetos mediante métodos propios. Los niveles de análisis de la medicina son el individual (personas enfermas o no enfermas) y el sub-individual (aparatos y sistemas, órganos, tejidos, células, moléculas, genes). Sus aproximaciones metodológicas (correspondientes a cada nivel) son la clínica y la investigación biomédicacxxiv. Aunque no es la intención de este trabajo desarrollar 221 a profundidad los enfoques metodológicos de la medicina, haremos aquí una breve mención al método clínico. En primer término, si bien algunos de los elementos constitutivos del método clínico, se practicaron desde la antigüedad (la observación de los pacientes y el interrogatorio sistemático), no fue sino hasta la segunda mitad del siglo XVIII que comenzó su pleno desarrollo para constituirse en un sistema paradigmático de indagación, registro, clasificación, análisis, síntesis, definición de y decisión sobre cursos de acción, así como pronóstico, que haciendo uso de determinados conceptos, lenguajes, conocimientos, habilidades y destrezas, se relaciona individualmente con los enfermos en espacios específicos (cfr. Foucault, 1966 cxxv). Este sistema llamado método clínico articula e integra: 1) la observación general entrenada; 2) el interrogatorio (anamnesis) estructurado, dirigido a identificar síntomas, localizaciones corporales y temporalidad; 3) la exploración física asistida por instrumentos que se constituyen en extensiones de los órganos de los sentidos del médico y que pretende descubrir signos (manifestaciones objetivas) ubicados en regiones anatómicas características; 4) la integración de síntomas y signos en síndromes y éstos, a su vez, en diagnósticos presuntivos; 5) la definición de alternativas terapéuticas; 6) el establecimiento de pronósticos probables y 7) el seguimiento sistemático del enfermo. Todo ello registrado acuciosamente en un documento (la Historia Clínica), llevado a cabo por un profesional con alto nivel de formación en cuanto a conocimientos y habilidades, y practicado en espacios institucionalizados socialmente (el consultorio o el hospital). 222 Las mujeres médicas y la democratización de la salud La Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México tiene en 2010 un predominio femenino; 52% de todos sus alumnos son mujeres. Pero durante tres siglos –desde que en 1580 fuera creada la primera cátedra de Medicina en la Real y Pontifica Universidad de México– ellas tuvieron vedado el acceso a los estudios universitarios. Los médicos aseguraban que el ejercicio de la medicina debía ser exclusivo de los hombres, pues para ejercer esta profesión se necesitaba una virilidad que las mujeres no tenían. Matilde Montoya fue la primera persona que se atrevió a desafiar esos conceptos al solicitar, y lograr, su ingreso a la entonces llamada Escuela Nacional de Medicina de la capital del país. Este hecho provocó debates entre quienes consideraban que la mujer debía dedicarse a la vida doméstica, y quienes reconocían su derecho y capacidad para participar de lo público. Durante sus años de estudio, Matilde fue duramente criticada; algunos la acusaban de querer subvertir el orden establecido y la calificaban de libertina por hacer disecciones de hombres desnudos enfrente de sus compañeros de estudios. Sin embargo, recibió también muestras de apoyo de maestros, condiscípulos, mujeres y hasta del general Porfirio Díaz –presidente de la República– quien asistió a su examen profesional el 24 de agosto de 1887. En él, fue aprobada por unanimidad, con lo que se convirtió en la primera mexicana que obtuvo un título de médica cirujana. Este acontecimiento fue visto como un parteaguas que estableció el derecho de las mujeres mexicanas a estudiar, obtener grados universitarios y ejercer profesiones liberales; a partir de ese momento, mujeres de todo el país decidieron estudiar Medicina. En el siglo XX, fueron creados hospitales de asistencia y de seguridad social, y el Estado mexicano emprendió campañas sanitarias para combatir los principales problemas de salud colectiva. En éstas y en aquéllos las médicas han tenido una participación activa, y puede asegurarse que la incorporación de las mujeres a la Medicina ha sido fundamental para la democratización de la atención médica y la salud pública. Elaboró: Ana María Carrillo La medicina, mediante el nuevo método clínico que integra la mirada anatómica de las lesiones y la mirada fisiológica para explicar cómo alteran el equilibrio interior logra lo que durante siglos estuvo estancado: hacer visibles los misterios de la enfermedad. Esta mirada anatomo-fisiológico-clínica, vigente hasta nuestros días, será además el sustento científico racional para la terapéutica y estructurará paulatinamente el saber sobre el sujeto enfermo. Siguiendo a Foucault: “para que 223 la experiencia clínica fuera posible como forma de conocimiento, ha sido menester toda una reorganización del campo hospitalario, una definición nueva del estatuto del enfermo en la sociedad y la instauración de una cierta relación entre la asistencia y la experiencia, el auxilio y el saber…”cxxvi. Lo exitoso de la medicina, con el descubrimiento y desarrollo del método clínico, ha sido la posibilidad de retrasar la muerte contendiendo contra la enfermedad, en individuos concretos. Es el individuo a quién se observa, para ello debe ser aislado, vigilado, estudiado, tratado y curado. Para ello, el hospital moderno (surgido también a mediados del siglo XVIII), con su disciplina y jerarquías, su distribución espacial, sus sistemas de registros permanentes y exhaustivos, es el lugar idealcxxvii. El hospital se medicaliza y se transforma: de un sitio para ir a morir, en donde el individuo es confortado por auxilios espirituales y cuidados humanitarios, y donde es aislado de la sociedad para evitar la contaminación hacia la población no enferma, a una institución destinada a la práctica individualizada de la medicinacxxviii, y a la enseñanza de la disciplina a los futuros médicos con base en el recién surgido método anatomo-fisiológico-clínico. Lo siento muy descalificador, y sin argumentación suficiente, otra vez creo que hay que matizar lo anterior, sobre todo pensando al público a quien va dirigido. La salud pública En la tradición grecorromana y el “pensamiento médico idílico” se ubica a la salud pública y a la medicina con un origen mitológico común: Asclepios o Esculapio (hombre-dios, médico) tenía dos hijas que le acompañaban en su actividad médica: Panacea e Hygeía. La primera representaba la curación, el tratamiento 224 universal de las enfermedades, el saber sobre las plantas medicinales y todas las formas de cura o de antídoto contra la enfermedad. La segunda, la limpieza, los hábitos de aseo y cuidado del cuerpo, la prevención, la temperancia, la conservación del cuerpo en armonía con la mente y con la naturaleza. La palabra higiene deriva de Hygeia y se ha empleado a menudo como un concepto que orienta y conduce la tradición en salud pública. Sin embargo la higiene es fundamentalmente una acción individual preventiva y la salud pública es más que la suma de acciones individuales preventivas. Más allá de la mitología, habría que decir que no existe un acuerdo unánime en relación con el concepto de salud pública, cxxix quizás porque después de trascurrido poco más de tres cuartos de siglo desde su origen, que había sido independiente de la medicina clínica, fue reducida, a partir del proceso de medicalización del que ya hemos hecho referencia, a un campo más de la que aquélla se ha apropiado16. Hay quienes consideran que la salud pública es una rama de la medicinacxxx, para otros “es un sector político-técnico del Estado que utiliza un saber científico y preferentemente técnico según sus posibilidades y orientaciones y según las condiciones económico-políticas dominantes.”cxxxi Otros más la consideran un “campo del conocimiento y ámbito para la acción” que se orienta hacia el estudio del proceso salud-enfermedad, sus condiciones y respuestas, en el nivel poblacionalcxxxii. Otros la diferencian completamente de la medicina, no sólo en tanto su nivel de análisis sino en cuanto a su objeto de 16 La salud pública tuvo una oportunidad de desarrollo independiente de la medicina en los mismos años del surgimiento del método clínico individual, pues al desconocerse el papel de los microorganismos patógenos en la producción de las enfermedades, los modelos conceptuales en relación con la salud se orientaban a las determinaciones inespecíficas, entre ellas los ambientes y la sociedad ocupaban papeles protagónicos. 225 estudio, sus orígenes, sus métodos y su multidisciplinariedad. cxxxiii,cxxxiv Para comprender la diferencia de enfoques es necesario revisar un poco los orígenes y desarrollo de la salud pública. Considero que habría que mencionar los nombres de los autores que hacen las propuestas de definiciones, es importante que los alumnos se familiaricen con ellos. 2. Desarrollo histórico de la salud pública Aun cuando el salubrista historiador George Rosen ubica el surgimiento de la Salud Pública hacia los albores de las civilizacionescxxxv, la consolidación de la Salud Pública como doctrina, política y práctica social, ocurre paralela al surgimiento y desarrollo de la industrialización mundial. Las nuevas relaciones sociales de producción y el vertiginoso progreso de las fuerzas productivas bajo el capitalismo generaron (como ocurrió para otras disciplinas científico-técnicas, incluida, como ya hemos visto líneas arriba, la medicina) el escenario propicio. El propio Rosen destaca que los 100 años trascurridos entre 1750 y 1850 constituyeron un periodo crucial para la moderna salud pública. Contemporáneo a la industrialización, el pensamiento crítico y humanista de los filósofos franceses enciclopedistas (Voltaire, Diderot, Rosseau) desarrollado en el “Siglo de las Luces” conocido también como de “la Ilustración”, hizo énfasis en la necesidad de la transformación de la sociedad, generó así, el crisol para las ideas que orientaron a la Revolución Francesa y que culminaron en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre. Así la Francia republicana generó los fundamentos para la acción del Estado como garante del bienestar social y la salud pública. Incluso el término “Salud Pública” fue acuñado en el Nuevo Orden de la Revolución, asociado a los “Comités de la Salud Pública”, tribunales 226 especiales que durante la “Era del Terror”, juzgaban y ejecutaban a los “enemigos de la salud pública”, productores de los males del pueblo, y adicionalmente realizaban acciones sociales y administrativas relacionadas con la prevención de epidemias y hambrunascxxxvi. En aquellos años, los precursores del pensamiento salubrista (véanse los trabajos de Johan Peter Frank17, y más tarde los de los jóvenes Virchow, Neumann y Leubuscher18), al identificar la pobreza como “madre de las enfermedades”, establecieron las bases teóricas para definir políticas públicas y prácticas sociales para la saludcxxxvii. La industrialización en sus etapas iniciales propició el hacinamiento, la injusticia social, la explotación y pésimas condiciones de trabajo que determinaban el rápido deterioro de la salud de los obreros. En Francia, Louis-René Villermé (1782-1863) fundó una revista, los “Anales de Higiene” y escribió un “Tratado sobre el estado físico y moral de los obreros empleados en las manufacturas de algodón, de lana y de seda” que describe magistralmente los efectos del trabajo industrial en la 17 Médico alemán (1745-1821), que en 1790 escribió una conferencia magistral para el último curso de medicina de la Universidad de Pavía: “De populorum miseria: morborum genitrice” (La miseria del pueblo: madre de las enfermedades) que es una valerosa denuncia pública sobre la relación entre enfermedad y pobreza. Entre otros trabajos produjo además una obra extensa titulada: “Sistema de una política médica integral” en la que expone que “la política médica, … es un arte de la prevención, una doctrina … de protección… para que los seres humanos puedan demorar lo más posible el momento fatal en que, por fin, deben morir.” 18 Robert Virchow (1821-1902), Salomon Neumann (1819-1908) y Rudolph Leubuscher (1822-1861), destacados médicos alemanes que en su juventud encabezaron un fuerte movimiento médico durante la revolución de 1848 en Alemania; fundaron y dirigieron una revista “La Reforma Médica” en la que se impulsaron entre otras ideas que “la medicina en esencia es una ciencia social aplicada”, “la política es medicina a gran escala” y “el estado tiene la obligación de proteger la salud del pueblo”. Tales ideas pretendían que mediante democracia completa e irrestricta, educación, libertad y prosperidad se abatiera la enfermedad en la sociedad (y se prolongara la vida de los habitantes, haciéndolos más productivos y con mayor calidad de vida). 227 generación de enfermedadescxxxviii. En la Inglaterra de inicios del siglo XIX, el “Acta de Enmienda” de la antigua “Ley de Pobres” (ordenamiento de los tiempos de Isabel I, que propiciaba la indigencia al obligar a las parroquias protestantes a otorgar a los pobres asistencia alimentaria, hospitalaria y de asilo) transformó las relaciones sociales, puesto que al abolir el subsidio a la mendicidad impidió que los indigentes físicamente capaces de trabajar fueran sujetos de beneficencia pública, obligándolos a sumarse al ejército de obreros industriales, se creó además un departamento administrativo central en materia de estadística y salud. Ello culminó en el establecimiento del Acta de Salud Pública (primer código sanitario en el mundo) y la constitución del Consejo General de Salud. En la misma Inglaterra, se desarrollaron bajo la inspiración del abogado Edwin Chadwick, los primeros trabajos de ingeniería sanitaria aplicados a la salud pública. La epidemiología procreada por John Snowcxxxix,cxl en la mitad del siglo XIX (antes de la teoría microbiana de la enfermedad), aportó a la naciente disciplina sustento empírico y metodológico para el estudio de la distribución y determinantes de la salud de la colectividad. Más tarde el desarrollo de las ciencias sociales y administrativas, le confirieron bases para el estudio e instrumentación de la respuesta social organizada. Por otra parte, el proceso de expansión global del capitalismo, contribuyó a la universalización de las acciones sanitarias (recuérdese como ejemplo, la expedición de Francisco Xavier Balmis en los inicios del siglo XIX, para llevar la vacunación antivariolosa a todos los dominios de la Corona española). 228 Francisco Xavier Balmis (1753-1819) fue un médico militar español, y cirujano honorario de la corte de Carlos IV. Llegó a ser el médico personal del rey, y al tener conocimiento del descubrimiento exitoso realizado atrás por Edward Jenner sobre la vacuna antivariolosa, persuadió al monarca de enviar una expedición hacia todas las colonias españolas del mundo para propagarla y proteger a los habitantes ya que la viruela ocasionaba una alta mortandad (se estima que la viruela fue responsable, al menos, de 15 millones de muertes entre los indígenas mexicanos) La expedición de Balmis, fue de carácter filantrópico, dio la vuelta completa al mundo y duró de 1803 hasta 1814. Su objetivo era llevar la vacuna de la viruela a todos los rincones del Imperio español. Carlos IV apoyó y sufragó con fondos públicos al Dr. Balmis para la realización de la expedición. Uno de los principales problemas que se presentaron a la hora de idear la expedición fue cómo hacer para que la vacuna resistiese todo el trayecto en perfecto estado. La solución se le ocurrió al mismo Balmis: llevar en el viaje a un número de niños (huérfanos o abandonados), e ir pasando cada cierto tiempo la vacuna de uno a otro, mediante la inoculación de la linfa vacunal en el brazo. Tal hazaña es considerada la primera acción sanitaria internacional en la historia Vale la pena señalar que, cuando en la biología se derrumbó el paradigma de la abiogénesis y se descubrió el papel etiopatológico de los microorganismos –poco después de la segunda mitad del siglo XIX–, la teoría microbiana, que apuntaba inicialmente a una concepción unicausal, se convirtió en el paradigma dominante de la medicina, lo cual sometió a la salud pública en la órbita médica. Pese a ello, al igual que en la historia medicina en la que se desarrollan ricas discusiones y polémicas en la primera mitad del siglo XX se desarrollaron debates relativos a la delimitación del objeto de la salud pública, mismos que bajo nuevas e interesantes formas continúan hasta ahora. Uno de los intentos más representativos de delimitar el objeto de la salud pública se expresa en la definición de Winslow (1920): “la salud pública es la ciencia y el arte de impedir las enfermedades, prolongar la vida, fomentar la salud y la eficiencia; mediante el esfuerzo organizado de la sociedad para: a) el saneamiento del medio; b) el control de las enfermedades transmisibles; c) la educación individual y colectiva en materia de higiene; d) la organización de los servicios de 229 medicina y enfermería para el diagnóstico precoz y tratamiento oportuno de las enfermedades y e) el desarrollo de un mecanismo social que asegure a cada individuo un nivel de vida adecuado para la conservación de la salud. Organizando estos beneficios de tal modo que cada persona se encuentre en condiciones de disfrutar de su derecho natural a la salud, el bienestar y la longevidad.”cxli Pese a tales intentos de caracterización, los éxitos prácticos de la medicina clínica, como tecnología contra la enfermedad y la muerte, llevaron a que la salud pública se mantuviera bajo la tutela de aquélla, pero conducida por el Estado. En palabras de Edmundo Granda: “Al igual que la Medicina transforma al médico en el mago que explica la enfermedad y que al mismo tiempo la cura, así también la Salud Pública transforma al Estado en el mago que explica el riesgo (de enfermarse) y lo previene”cxlii. El Estado se erige como el representante de las personas y asume la responsabilidad de proteger tales derechos. Tal protección se manifiesta mediante el ejercicio de la autoridad, el poder y el monopolio de la fuerza represiva. La salud pública se constituye entonces en instrumento del Estado para intervenir sobre los riesgos y organizar una respuesta institucionalizada científicotecnológica, basada en procedimientos administrativos y normativos, para proteger a la población contra la enfermedad. Esto es lo que el propio Granda considera como la enfermología públicacxliii. En palabras del gran salubrista ecuatoriano: “…la salud pública organiza su base de sustento sobre un trípode constituido por: a) El presupuesto filosófico-teórico de la enfermedad y la muerte como punto de partida para la comprensión de la salud. b) El método positivista como base explicativa de la “verdad” sobre el riesgo. 230 c) La aceptación del poder del Estado como fuerza privilegiada para asegurar la prevención”cxliv Con ese fundamento, la salud pública ha alcanzado logros importantes en la lucha contra las enfermedades entre los que destacan la erradicación de la viruela, el control de enfermedades transmisibles, las aportaciones en relación al Eduardo Liceaga y el nacimiento de la salud pública moderna en México Médico cirujano, maestro, clínico, legislador y sobre todo higienista, Eduardo Liceaga fue el principal artífice del surgimiento de la salud pública moderna en México. Entre 1885 y 1914 dirigió el Consejo Superior de Salubridad –entonces máximo organismo sanitario del país–, donde su participación fue clave en la elaboración del Código Sanitario de 1891, primero que hubo en México, así como en el Reglamento de Sanidad Marítima de 1894, con el cual se buscaba prevenir el paso de epidemias de un país a otro y evitar cuarentenas. Luego de una breve estancia en el Instituto Pasteur de París donde estudió el método para prevenir la hidrofobia, el doctor Liceaga llegó a México con el cerebro de un conejo muerto por inoculación, con el que experimentó desde enero de 1888. El 18 de abril de ese año, el médico Agustín Reyes y él aplicaron la primera inoculación en un muchacho mordido por un perro rabioso, que salvó la vida, acontecimiento con el que fue inaugurado el Instituto Antirrábico de México. Liceaga coordinó campañas sanitarias contra enfermedades específicas –basadas en los emergentes campos de la microbiología, la inmunología, la medicina tropical y la epidemiología–con algunos logros significativos. En 1903, el Consejo Superior de Salubridad logró vencer en sólo seis meses a una epidemia de peste bubónica que atacó a Sinaloa y Baja California. Ese mismo año, comenzó una campaña contra la fiebre amarilla, enfermedad que asolaba a las costas mexicanas desde la época colonial, y para 1910 el número de casos del padecimiento había llegado a cero. El presidente del Consejo convenció a algunos dueños de grandes haciendas de emprender una campaña contra el paludismo, y seis meses después, no se reportaban en ellas casos de la enfermedad. La campaña contra la tuberculosis, organizada por la Academia Nacional de Medicina también por iniciativa suya, llegó a tener alcances nacionales y a contar con el apoyo de instituciones políticas, militares y educativas. Para Liceaga, la responsabilidad del salubrista iba más allá del límite de su vida; afirmaba: “No sólo hay que pensar en los individuos que arrebatamos a la muerte, sino en el bienestar de las generaciones que nos siguen; tenemos la obligación de cuidarnos, de cuidar a nuestros hijos y a los que siguen aún más lejos que nosotros”. Elaboró: Ana María Carrillo 231 saneamiento básico, la lucha contra el cáncer cérvico-uterino, la organización de servicios de salud con enfoques preventivos, las investigaciones sobre los efectos del ambiente contaminado en la producción de enfermedades, explicaciones sobre la relación entre tabaquismo y diversos problemas crónico-degenerativos que han llevado a la elaboración y ejecución de políticas públicas de protección a los no fumadores, etc. La mayoría de las veces imponiendo el poder del estado sobre el sujeto. Junto al reconocimiento de estos logros existe una crítica relativa a que la “salud” pública busque la salud solamente combatiendo la enfermedad. O sea, que pretende alcanzar la salud para todos, solamente por “descuento de enfermedad”, previniendo la enfermedad o más aún actuando sobre los riesgos de enfermar y de morir. Una enfermología pública que ofrece el paraíso en el futuro, a partir de la penosa acción del hoy, con un enfoque centrado en el riesgo de enfermar o de morir, eventos estos que no están ocurriendo hoy, que nuestra noción empírica de probabilidad los visualiza lejanos y abstractos, irreales: si no fumas hoy, dentro de veinte años no tendrás cáncer de pulmón o enfisema, si haces ejercicio hoy y consumes hoy alimentos ricos en fibra, bajos en azúcares refinadas, dentro de una dieta balanceada, no tendrás diabetes mañana. El problema práctico de la salud pública es distinto al de la medicina, porque esa disciplina es manifiestamente pragmática, actúa en el presente: hoy estoy enfermo, hoy me atiendo, hoy me curo. La medicalización de la salud pública compite desventajosamente con la medicina pues la somete a un modelo de temporalidades de efectos que al “no iniciado” le parecen resultados del azar. Por ello, la salud pública debería de ser menos “enfermología” y ser más “sanitología”, es decir ocuparse de reflexionar y 232 actuar sobre la salud, encontrar nuevas formas de acercamiento teórico, metodológico y práctico, distintas a las tradicionales (epidemiología y administración) y más cercanas a las ciencias sociales y humanidades. Ello no significa abandonar la lucha social contra la enfermedad, sino enriquecer su campo de conocimiento y de acción entendiendo a la salud desde la vida misma y propiciando en el sujeto (social e individual) el desarrollo de un poder para controlar su proceso vital en el aquí y ahora. La salud pública alterna, desmedicalizada, reorientada hacia sus cauces originales se construiría según Granda sobre tres pilares distintos: “1. Presupuesto filosófico-teórico de la salud y la vida. 2. Un método que integra diversas metáforas, que hace variadas hermenéuticas (interpretaciones) pero con un importante peso de la metáfora del “poder de la vida”. 3. El poder de la identidad: el poder del individuo, de la “tribu” de los públicos o movimientos sociales que promueven la salud, conminan al Estado a cumplir su deber y entran infranacionales.” en acuerdos-desacuerdos con los poderes supra e 233 Hacia una definición de Salud Pública. Es posible considerar a la salud pública como área multidisciplinaria con dos connotaciones: la primera, como de conocimientos útiles para la identificación, el estudio y el diagnóstico de los problemas colectivos de salud; y la segunda, como una función sustantiva de la atención de la salud, encargada de establecer los elementos teóricos y prácticos, así como de generación de conocimientos científicos, útiles para la prevención y el control de los problemas de salud que se presentan a nivel poblacional, y en las que debe participar el médico. Los tres conceptos siguientes - complementarios entres sí- ofrecen una base sólida para la comprensión del papel que desempeña la salud pública. 1. La salud pública1 como área1 que reúne conocimientos teóricos, metodológicos, tecnológicos y humanísticos destinados al estudio y solución de los problemas de salud colectiva1 o poblacional1 y de los servicios de salud para proteger la salud de las poblaciones. 2. La salud pública como el diagnóstico de las condiciones de salud y enfermedad de la población humana. 3. La salud pública como las estrategias de que se valen el Estado y la sociedad civil para proteger y mejorar la salud de los individuos, poniendo en práctica los conocimientos obtenidos por las disciplinas que la sustentan. Como área, la salud pública posee una filosofía1, las disciplinas que la conforma le proveen teorías y métodos, tiene un objeto de estudio y un campo de aplicación. Su filosofía es el reconocimiento de que la salud es un bien social que permite el desarrollo pleno de las capacidades humanas, por ello es un derecho y una responsabilidad colectiva. La promoción de la salud y la prevención de la enfermedad son prioritarias sobre la curación y la rehabilitación de la enfermedad. Su cuerpo teórico y metodológico. Para una cabal comprensión de los problemas prioritarios de salud pública1 y de sus determinantes, se necesita la intervención de diversas disciplinas. Además de los métodos que aportan la estadística y la epidemiología se requiere de los conocimientos que aportan las ciencias sociales, las ciencias biológicas, ambientales y de la conducta. Su objeto de estudio es el proceso salud–enfermedad de las poblaciones humanas y la reacción del Estado y la sociedad civil para proteger la salud. Sus campos de aplicación comprenden el estudio de grupos concretos de población humana y sus problemas de salud, los programas de detección y prevención de la enfermedad y la promoción de la salud, así como la formación y capacitación de recursos humanos. La salud pública, entendida como las condiciones de salud y enfermedad de la población humana, se refiere al diagnóstico que se realiza en una población y que se formula a través de indicadores indirectos: características demográficas, procesos morbosos que la afectan, mortalidad, esperanza de vida, aspectos contextuales de fenómenos que pueden ser favorables, riesgosos o patógenos (geográficos, socioeconómicos, ecológicos, políticos, institucionales, entre otros) El tercer concepto de salud pública, como responsabilidad y estrategias para llevar a cabo “acciones colectivas del Estado y la sociedad civil” para proteger y mejorar la salud de sus miembros. Se refiere tanto a las instituciones públicas y privadas, como a los grupos involucrados en la búsqueda de soluciones y acciones a que dan lugar las necesidades de la población, para promover la salud, prevenir la enfermedad y para asegurar el acceso de los individuos a los servicios de salud.1 Es decir se apela al deber del estado, a la sociedad civil al igual que a la responsabilidad de los individuos. Elaborado por: Laura Moreno Altamirano El concepto de salud pública que se relaciona con tales fundamentos se traduce en práctica colectiva, no únicamente desde el Estado, sino también desde la sociedad civil en su conjunto. Dicha práctica se dirige a construir, proteger y 234 mejorar la salud de las personas, y simultáneamente a integrar los conocimientos de diversas disciplinas para hacerlo. Así planteada la salud pública trasciende la organización de servicios no personales de “salud” y la ejecución de intervenciones comunitarias médico-preventivas, sino que se potencia con la promoción de la salud como eje de construcción de una “cultura de la salud (no de la enfermedad), impulsa el empoderamiento de sujetos sociales individuales y colectivos, asume un compromiso social con la garantía de acceso universal a la protección de la salud y al aseguramiento de la calidad y seguridad de los servicios e incluye los diversos procesos y mecanismos destinados a la formación de agentes de salud pública (informales, técnicos o profesionales). Así, la salud pública podría definirse hoy, como una práctica social organizada por las instituciones públicas y la sociedad civil, que se orienta a la construcción de una cultura de vida saludable en los colectivos humanos, mediante esfuerzos orientados, en la dimensión poblacional, hacia el mejoramiento, la promoción, la procuración, la protección y la restauración de la salud. 3. Las funciones esenciales de la salud pública Para cumplir su cometido, acorde con la definición propuesta por nosotros en este documento, la salud pública se respalda en el conocimiento transdisciplinario. A la salud pública no le basta el método epidemiológico, o el de la estadística, no le son suficientes los aportes de la medicina preventiva, requiere necesariamente del bagaje teórico y los métodos de las ciencias políticas y sociales, las ciencias administrativas, la ecología, la biología, la ingeniería, la arquitectura, etc. El campo 235 de conocimiento de la salud pública, enriquecido por tales aportes, se refleja en su ámbito de acción como práctica social. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) publicó en el año 2002 un libro con el título “La Salud Pública en Las Américas”, que representa la culminación de una iniciativa de reflexión teórico práctica sobre la salud pública de cara al siglo XXI en nuestro continente. Tal ejercicio pretendió establecer y promover un concepto común de salud pública y un consenso sobre sus funciones esenciales que guíen las acciones de la sociedad en la materia. En tal documento quedó plasmado que “dada la naturaleza de la salud, las prácticas sociales que le afectan son múltiples y abarcan el amplio campo de sus factores condicionantes y determinantes y de su atención específica; no son, por tanto, únicamente las prácticas específicas de salud las que interesa identificar.” cxlv Desde tal perspectiva la OPS propuso una agrupación de las prácticas sociales pertinentes para la salud en cuatro ámbitos de acción amplios, definidos en función de sus finalidades principales: “• Desarrollo y fortalecimiento de una cultura de la vida y de la salud. • Atención a las necesidades y demandas de salud. • Desarrollo de entornos saludables y control de riesgos y daños a la salud colectiva. • Desarrollo de la ciudadanía, y de la capacidad de participación y control sociales.”cxlvi Para cada uno de estos grupos de prácticas se corresponden ciertas funciones de la salud pública, las cuales fueron sometidas a un análisis específico que 236 permitiera definir un número preciso, delimitado de funciones consideradas esenciales. Por ejemplo, tomemos el ámbito del desarrollo y fortalecimiento de una cultura de la vida y de la salud. Tal conjunto se dirige a hacer de la vida y la salud principios fundamentales, así como derechos y responsabilidades de todos y cada uno de los seres humanos. La cultura de la vida, basada en una ética universal de derechos humanos, permite reforzar los valores necesarios para la solidaridad, la tolerancia, el respeto a la diversidad, y la convivencia pacífica entre todos los sujetos sociales. La cultura de la vida está intrínsecamente ligada a la calidad de vida, por lo cual demanda el desarrollo humano pleno. Como la calidad de vida determina la salud y, simultáneamente es influida por ella, la cultura de la vida es al mismo tiempo una cultura de la salud, que en una suerte de círculo virtuoso, se vuelve la condición básica para la protección de la vida misma. El fondo del asunto, para los seres humanos, no es simplemente sobrevivir, sino vivir la vida en plenitud, con la mayor extensión posible y saludablemente. “La cultura de la salud añade otros valores a la cultura de la vida vinculados a la promoción y a la protección de la salud, a su recuperación cuando está perdida o afectada y a la eliminación o disminución de cualquier discapacidad. Una cultura de la salud es, por su parte, fundamento permanente y básico para el desarrollo pleno de la salud pública.”cxlvii En virtud de lo anterior, a la práctica social de desarrollo y fortalecimiento de la cultura de la vida y la salud, le corresponderían las funciones de la salud pública que tienen que ver con: a) promover el respeto a la vida, la salud como valor y la equidad de oportunidades; b) promover la participación, el control y la responsabilidad de los individuos, comunidades y organizaciones 237 sobre lo que afecta su salud; c) afirmar y defender los derechos individuales y colectivos. Tales funciones generales se contienen en dos funciones esenciales: la promoción de la salud y la participación de los ciudadanos en la salud. De esta manera, analizando todos y cada uno de los ámbitos de acción de las prácticas sociales pertinentes para la salud y relacionándolos con funciones de la salud pública, la iniciativa de “Salud Pública en las Américas” de la OPS, concluyó en la adopción de once funciones esenciales para la salud pública. Para ello definió a las funciones esenciales como “el núcleo de la caracterización funcional de todo el campo de la salud pública y son, a su vez, requisitos indispensables para la mejora de la salud de las poblaciones”… por tanto constituyen “las actuaciones de un segmento específico y funcional del sistema de salud”…que… “tienen como uno de sus fines principales promover y reforzar prácticas sociales saludables”… “La práctica de la salud pública, a través de sus funciones esenciales, viene así a formar parte de las prácticas sociales en materia de salud, que en último término la determinan y, al mismo tiempo, están afectadas por ella. Son instrumentos e indicadores de las prácticas sociales, entendidas como la responsabilidad social hacia la salud pública.”cxlviii En el cuadro siguiente se ofrecen las once funciones esenciales de la salud pública (FESP) de acuerdo con la OPS: 238 FUNCIONES ESENCIALES DE LA SALUD PÚBLICA 1. Seguimiento, evaluación y análisis de la situación de salud 2. Vigilancia de la salud pública, investigación y control de riesgos y daños en salud pública 3. Promoción de la salud 4. Participación de los ciudadanos en la salud 5. Desarrollo de políticas y capacidad institucional de planificación y gestión en materia de salud pública 6. Fortalecimiento de la capacidad institucional de regulación y fiscalización en materia de salud pública 7. Evaluación y promoción del acceso equitativo a los servicios de salud necesarios 8. Desarrollo de recursos humanos y capacitación en salud pública 9. Garantía y mejoramiento de la calidad de los servicios de salud individuales y colectivos 10. Investigación en salud pública 11. Reducción del impacto de las emergencias y desastres en la salud Con la finalidad de que los estudiantes de medicina tengan una mayor comprensión del alcance de cada una de estas funciones, a continuación ofrecemos la descripción (con ligeras variantes propuestas por nosotros) que la OPS estableció para las FESPcxlix. FESP 1: Seguimiento, evaluación y análisis de la situación de salud Esta función comprende el análisis minucioso de la salud de la población en un territorio geopolítico, sus determinantes y consecuencias, sus tendencias, la identificación de las inequidades, la polarización y la desigualdad de la distribución de riesgos, daños y accesibilidad a los servicios. Incluye la identificación de las necesidades de salud de la población, tanto con respecto a la evaluación de los riesgos para la salud, como con la demanda de servicios de salud. Integra tanto la 239 información para evaluar el desempeño de los servicios de salud, como el manejo de las estadísticas vitales y de salud de grupos especiales (vulnerables, de riesgo, conformados de acuerdo a características específicas). La identificación de recursos externos al sector que puedan mejorar la calidad de vida y promover la salud. El desarrollo tecnológico, el conocimiento, las habilidades y destrezas para el manejo, interpretación y comunicación de la información a todos los responsables de la salud pública, institucionales y civiles, en los niveles colectivo e individual. Finalmente considera también el establecimiento y desarrollo de procesos de evaluación de la calidad de los datos recolectados y de su correcto análisis. FESP 2: Vigilancia de la salud pública, investigación y control de riesgos y daños en salud pública Esta función implica la capacidad para llevar a cabo, con un sentido anticipatorio, inteligencia en salud; es decir, entender, asimilar, elaborar información, explicarla y utilizarla adecuadamente para organizar respuestas efectivas a los problemas de salud que pueden desarrollarse en colectivos humanos. Integra el pronóstico oportuno, la detección, estudio y vigilancia de brotes epidémicos y de los modelos de ocurrencia de enfermedades transmisibles y no transmisibles, lesiones por causa externa, exposición (accidental o intencional) a sustancias tóxicas, así como los efectos perjudiciales del ambiente sobre la salud. El desarrollo de infraestructura de salud pública para conducir la vigilancia en salud e investigación epidemiológica, incluyendo laboratorios de salud pública capaces de realizar análisis rápidos y de alta calidad. Considera el desarrollo de programas activos de vigilancia epidemiológica y de control de enfermedades infecciosas. La capacidad 240 de conectarse con redes internacionales que permitan afrontar mejor los problemas de salud de mayor interés. El fortalecimiento de la capacidad de vigilancia tanto de la autoridad sanitaria nacional como de las autoridades locales y líderes naturales, para generar respuestas rápidas, dirigidas al control de problemas de salud o de riesgos específicos. FESP 3: Promoción de la salud Significa la construcción y desarrollo de oportunidades verdaderas (igualitarias) para poder cambiar los modos de vida y las características del entorno, con el objetivo de crear y recrear una cultura de la salud y de la vida. El establecimiento y consolidación de alianzas intersectoriales para la creación de ambientes propicios, la procuración de la salud, el planteamiento y adopción de políticas públicas, así como el acceso real a las opciones para tomar decisiones saludables. La evaluación del impacto de las políticas públicas sobre la salud.. El desarrollo de acciones educativas, de información y comunicación, dirigidas a promover condiciones, modos de vida, comportamientos y ambientes saludables. La reorientación de los servicios de salud para generar modelos de atención integrales e integradores que favorezcan la promoción de la salud. FESP 4: Participación de los ciudadanos en la salud Esta función se orienta al empoderamiento de las personas para ejercer control efectivo sobre su propio proceso vital, es decir desarrollar el poder de los ciudadanos para cambiar sus propios modos de vida y ser parte activa del proceso dirigido a la creación de una cultura de la salud y el mantenimiento de ambientes saludables. Poder para influir activamente en las decisiones que afecten a su 241 salud y a su acceso a servicios adecuados de salud pública. Construir espacios reales para la participación de la sociedad organizada en las decisiones y acciones relativas a los programas de prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de la salud, con el fin de mejorar el estado de salud de la población y la promoción de entornos que favorezcan la vida saludable. Abogacía y movilización por la salud colectiva. FESP 5: Desarrollo de políticas y capacidad institucional para la planificación y gestión en materia de salud pública Definición de objetivos de salud pública en todos los niveles y ámbitos de acción, medibles y congruentes con un marco de valores que promueva la igualdad. El desarrollo, seguimiento y evaluación de las decisiones políticas en materia de salud pública, a través de procesos participativos con enfoques de equidad, ética y solidaridad social. Fortalecimiento de la capacidad institucional para la gestión de los sistemas de salud pública, incluida la planificación estratégica, con especial interés en los procesos de construcción, ejecución y evaluación de iniciativas dirigidas a resolver los problemas de salud de la población. Desarrollo de competencias para el liderazgo, el desarrollo organizacional, la planeación, decisión, gestión, ejecución y evaluación de las prácticas sociales en salud pública. Capacidad para gestionar la cooperación internacional en materia de salud pública. FESP 6: Fortalecimiento de la capacidad institucional de regulación y fiscalización en materia de salud pública Proteger la salud pública mediante el ejercicio de la autoridad sanitaria, la reglamentación en la materia y la fiscalización de su cumplimiento. Capacidad 242 para promover iniciativas, así como generar nuevas leyes y reglamentos enfocados en el mejoramiento de la salud de la población, propiciando la creación de oportunidades reales para optar por decisiones saludables y el desarrollo de entornos saludables. Protección de los ciudadanos en sus relaciones con el sistema de salud. El aseguramiento del cumplimiento de la regulación de forma oportuna, transparente, correcta, congruente y completa. FESP 7: Evaluación y promoción del acceso equitativo de la población a los servicios de salud necesarios Equidad en el acceso efectivo de todos los ciudadanos a todos los servicios de salud que necesiten. Eliminación de obstáculos de acceso a las prácticas sociales de salud pública, y de los obstáculos de accesibilidad a los servicios de atención médica. Seguimiento y evaluación del acceso a los servicios de salud necesarios, adoptando un enfoque multisectorial, de género, multiétnico y multicultural, con el fin de resolver las injusticias y desigualdades en la utilización de los servicios. Colaboración estrecha entre instituciones gubernamentales y no gubernamentales para garantizar el acceso equitativo a los servicios de salud necesarios. FESP 8: Desarrollo de recursos humanos y capacitación en salud pública Definición de un perfil para los recursos humanos en salud pública, adecuado a las funciones esenciales de la salud pública. Educación, capacitación, actualización continua y evaluación del personal de salud pública, con la finalidad de que posean las competencias necesarias para: identificar las necesidades de los servicios de salud pública y de la atención de salud; enfrentarse eficazmente a los problemas prioritarios de la salud pública, y evaluar adecuadamente las prácticas sociales de salud pública. Definición de requisitos para la acreditación de los 243 profesionales de la salud en general y adopción de programas de mejora continua de la calidad de los servicios de salud pública. Establecimiento de programas de perfeccionamiento profesional que aseguren la adquisición de experiencias en la salud pública significativas para todos los estudiantes, así como la formación continua en materia de gestión de recursos humanos y desarrollo de liderazgo en el ámbito de la salud pública. Desarrollo de capacidades para el trabajo interdisciplinario y multicultural en materia de salud pública. Formación ética del personal de salud pública, con especial atención a principios y valores tales como la solidaridad, la igualdad y el respeto a la dignidad de las personas. FESP 9: Garantía y mejoramiento de la calidad de los servicios de salud individuales y colectivos Promoción de la existencia de sistemas de evaluación y el mejoramiento de la calidad. Elaboración y aplicación de normas sobre las características básicas que deben tener los sistemas de garantía y mejoramiento de la calidad, así como la supervisión del cumplimiento de sus obligaciones por parte de los proveedores de servicios. Definición, explicación y garantía de los derechos de los usuarios. Creación y aplicación de un sistema de evaluación de las tecnologías de la salud que colabore en los procesos de adopción de decisiones de todo el sistema de la salud y contribuya a mejorar su calidad. Utilización de la metodología científica para la evaluación de intervenciones de diverso grado de complejidad en materia de salud. Implantación de sistemas de evaluación de la satisfacción de los usuarios y uso de esta evaluación para mejorar la calidad de los servicios de salud. FESP 10: Investigación en salud pública 244 Investigación científica, rigurosa, dirigida a aumentar el conocimiento para la adopción de decisiones en los diferentes niveles de práctica de la salud pública. Innovación e implantación de innovaciones en materia de salud pública, evaluando su impacto. Establecimiento de alianzas con los centros de investigación e instituciones académicas, de dentro y de fuera del sector de la salud, con el fin de realizar estudios oportunos que apoyen la adopción de decisiones en todos los niveles de actuación en salud pública. FESP 11: Reducción del impacto de las emergencias y desastres en la salud Establecimiento y desarrollo de políticas, así como planificación y realización de acciones de prevención, mitigación, preparación, respuesta y rehabilitación temprana para reducir el impacto de los desastres sobre la salud pública. Enfoque integral con relación a los daños y la etiología de todas y cada una de las emergencias o desastres posibles en la realidad del país. Participación de todo el sistema de salud y la más amplia colaboración intersectorial e interinstitucional en la reducción del impacto de emergencias o desastres. Gestión de la cooperación intersectorial e internacional en la solución de los problemas de salud generados por emergencias y desastres. Para finalizar este capítulo es necesario enfatizar que la salud pública se desarrolla plenamente en el momento en el que las personas se apropian conscientemente de ella, cuando forma parte de una nueva cultura de los individuos, las comunidades y la sociedad, cuando se incorpora a las prácticas sociales saludables, generadoras de salud. 245 La definición de las funciones esenciales de la salud pública, en realidad es una forma de establecer una estrategia para el desarrollo de la salud pública, cada una de las funciones esenciales permiten la construcción de caminos para alcanzarlo. La finalidad de su explicitación tiene que ver con el aumento del poder de la población para la práctica social de la salud pública, en el ejercicio de sus derechos y en el compromiso con el cumplimiento de sus responsabilidades hacia el resto de la sociedad. Por otra parte le facilita a la población ejercer control sobre las actuaciones del Estado. La participación consciente, empoderada de la población en la práctica de la salud pública, no significa que el Estado eluda su responsabilidad, o limite sus acciones, sino que le confiere mayor dimensión social y transforma dichas prácticas en instrumentos al servicio de la colectividad. Las funciones esenciales de salud pública, permiten aumentar la eficacia y efectividad de las prácticas sociales de la salud, lo cual introduce en ese campo de conocimiento y ámbito de acción, amplias posibilidades para que la salud pública aporte al desarrollo humano sustentable. Referencias 1 Menéndez, E. El Modelo Médico y la salud de los trabajadores. En: Basaglia, F. et al. La salud de los trabajadores. Prólogo a la edición en español. Nueva Imagen, México. 1978. pp. 11-51. 1 Foucault, M. “Crisis de la medicina o de la antimedicina” Educación Médica y Salud, 1976, vol. 10 N° 2 pp. 152-170 1 Foucault, M “Historia de la medicalización”. Educación médica y salud, 1977, vol. 11 núm. 1, pp. 3-25. 1 Frenk, J. La nueva salud pública. En: La crisis de la salud pública: Reflexiones para el debate. Organización Panamericana de la salud. Pub. Científica N° 540, Washington 1992. pp. 75-93. 1 Foucault, M. El nacimiento de la clínica. Una arqueología de la mirada médica. Siglo XXI (primera edición en español 1966), 12 a edición, México, 1987. 1 Foucault, óp. cit. P. 275 1 Foucault, M. “Incorporación del Hospital en la tecnología moderna” . Educación médica y salud, 1978, vol. 12 núm. 1, pp. 1-35. 1 Foucault, óp. cit. 1 246 1 Organización Panamericana de la Salud. La crisis de la salud pública: Reflexiones para el debate. Varios autores, pub. Científica N° 540, OPS, Washington, 1992. 1 Sigerist, H. Hitos en la historia de la salud pública. Siglo XXI, México, primera edición en español,1981. 1 Menéndez, E. Salud pública: sector estatal, ciencia aplicada o ideología de lo posible. En OPS La crisis de la salud pública: Reflexiones para el debate. pp. 103-122. 1 Frenk, J. La salud pública: campo del conocimiento y ámbito para la acción. Salud pública de México 1988, 30: 246-254. 1 Nájera, E. La salud pública, una teoría para una práctica ¿se precisa su reconstrucción? En: OPS La crisis de la salud pública: Reflexiones para el debate. pp. 123-132. 1 Castro, JM La identidad de la Salud Pública: Retos y Perspectivas. En: Revista de la Escuela de Salud Pública. Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. 1994, 4(1):103-115 1 Rosen, G. A History of Public Health, Oxford University Press, Boston, 1958. 1 Castro, JM óp. cit. p. 105 1 Rosen, G. De la policía médica a la medicina social. Siglo XXI, México, 1985. 1 Blanco Restrepo, J y Maya Mejía, J (editores) Fundamentos de Salud Pública. Tomo I. Corporación para Investigaciones biológicas. Medellín, Colombia 2005. p. 19 1 Snow, J “Sobre el modo de transmisión del cólera”. En: Buck C, Yopis A, Nájera E, Terris M. El desafío de la epidemiología. Problemas y lecturas seleccionadas. Organización Panamericana de la Salud, Washington, 1988 1 Snow, J. (1856). Cholera and the water supply in the south districts of London in 1854. Journal of Public Health, October. Published by: Queen St., London: T. Richards. 1 Winslow, C. E. A. The untilled fields of Public Health” Science. Vol. 51, p. 23, 1920. 1 Granda, E. Salud Pública e Identidad. En: Granda, E. La salud y la vida. Quito 2009. MINSAPEcuador, OPS, ALAMES. pp. 111-129 1 Granda, E. La salud Pública y las metáforas sobre la vida. Revista de la Facultad Nacional de Salud Pública. 18(2): 83-100, julio-diciembre 2001. 1 Granda, E. La Salud y la Vida. Óp. cit. p. 115 1 Organización Panamericana de la Salud. La Salud Pública en Las Américas. Nuevos conceptos, análisis del desempeño y bases para la acción. Washington, 2002. 1 Organización Panamericana de la Salud. La Salud Pública en Las Américas. Óp. cit. p. 52 1 Ibíd. p. 53 1 Ibíd. pp. 60-63 1 Ibíd. pp. 67-70 Referencias del cuadro de Hacia una definición de Salud Pública Tomado y modificado de González-Carbajal E. La salud pública, disciplina básica para el médico general. Rev. Fac. Med. UNAM. Vol. 42 No. 2 Marzo-Abril de 1999. 1 El concepto de área en educación, es más amplio que el de disciplina, no se refiere a una ciencia o disciplina, sino a la interrelación de varias en una visión interdisciplinaria para la construcción de un objeto. Diccionario de las ciencias de la educación (A-H). Madrid. Santillana Ed. 1983 1 Colectividad y comunidad aluden a la organización social. Frenk J. La salud de la población: hacia una nueva salud pública. México. SEP-FCE-CONACYT. 2000. 1 Población incluye tanto la dimensión social de los grupos humanos como la biológica. Frenk J. La salud de la población: hacia una nueva salud pública. México. SEP-FCE-CONACYT. 2000. 1 Filosofía ciencia en la que coincide el hacer y el saber servirse de lo que se hace. Según Descartes, es un perfecto conocimiento de las cosas que el hombre puede conocer, ya sea para la 247 conducta de su vida, o para conservar la salud y la invención de todas las artes. Abbagnano N. Diccionario de Filosofía. FCE 2001. 1 Problema de salud pública es aquel que por sus características de magnitud y trascendencia amerita la instauración de políticas sanitarias. 248 Capítulo 8. Disciplinas, métodos y técnicas en la Salud Pública Juan José García García, Leopoldo Vega Franco, Primo Sandoval Aguilar Como hemos visto, en la salud pública recae la responsabilidad de conocer, y vigilar y transformar el vasto escenario de determinantes que pueden actuar a favor o en contra de la salud colectiva, realizando las diversas funciones y actividades que fueron descritas en el capítulo anterior. En el presente capítulo revisaremos cómo, en el desarrollo y aplicación de los programas de salud pública (SP), contribuyen varias disciplinas científicas: las ciencias biológicas, las ciencias sociales y las ciencias de la conducta (que se ocupan del estudio de la forma en que los seres humanos se conducen en su vida social). Para ubicar la contribución de estas disciplinas en el estudio y la solución de los problemas de salud, es necesario conocer y comprender la compleja red de determinantes biológicos y sociales que contribuyen en la producción de las enfermedades de la población y definir los cambios necesarios para mejorar la salud. Cabe hacer notar que en el conocimiento o la solución de los problemas colectivos de salud, la SP dispone de saberes, prácticas científicas y conductas éticas en distintas áreas del conocimiento médico, y debe conocer las ideas y percepciones acerca de la salud y las enfermedades en la población generadas y trasmitidas como creencias populares, como producto de experiencias en este terreno en la vida cotidiana. 249 Como puede apreciarse, para hacer Salud Pública fundamentados en las ciencias de la naturaleza y del hombre así como en la ética, es necesario el estudio y la participación de variadas disciplinas (entendidas estas como divisiones del trabajo intelectual en campos, áreas o aspectos de un fenómeno, que exigen rigor en la forma en que se adquiere y posee un saber o el dominio de un arte o técnica. (González Casanova). Sin ellas la comprensión de la salud y enfermedad colectivas y de las respuestas sociales ante ellas será parcial e incompleta. Los objetos de estudio y de acción de la SP exigen la interdisciplina, entendida “como relación entre varias disciplinas en las que se divide el saber-hacer humano, en la búsqueda de la articulación de las partes con el todo, de lo particular con lo universal” (González Casanova). La salud y la enfermedad son procesos complejos en los que, como vimos en el Cap 1, intervienen la dimensión biológica y la dimensión social del ser humano. De ahí que sean necesarias disciplinas de estos dos grandes campos. Los saberes y métodos de la biología son fundamentales para el estudio de la salud colectiva. Microbiología, nutrición, genética, etc. son necesarios para entender los complejos procesos de salud al nivel poblacional. Existen otras las disciplinas muy cercanas a la medicina clínica y la salud pública que las ayudan a ambas, por ejemplo la epidemiología y la estadística. Otras disciplinas como la economía y la sociología nos ayudan a entender la lógica del conjunto de las organizaciones y procesos sociales, pues sin ello es imposible comprender las determinaciones de las formas de vida y de la salud y enfermedad. La antropología, otra área social tiene una sub-disciplina, la antropología médica que ayuda a la salud pública y a la clínica e incluso se extiende hacia la epidemiología con la que funda una rama llamada epidemiología 250 sociocultural. Otras disciplinas y técnicas como la ingeniería, el derecho, la administración y la educación para la salud, serán también apoyo, sobre todo para la instrumentación de las diversas acciones necesarias para promover la salud, prevenir enfermedades e incluso organizar los complejos sistemas de atención por niveles. Cabe recordar que en el primer capítulo se mencionó que, en el hombre, la salud y la enfermedad son procesos complejos y que para su cabal comprensión se consideran dos dimensiones de estudio: una de orden biológico y la otra de índole social; es pues necesario considerar tanto los conocimientos sobre los aspectos biológicos de los seres humanos, como los relativos al ambiente físico y social donde transcurre su vida; de esta manera es posible explicar los problemas de salud y su relación correspondientes. con el contexto social y plantear la soluciones 251 El estudio multidisciplinario de las enfermedades El análisis de un problema de salud colectivo necesita con frecuencia la participación multidisciplinaria de profesionistas y especialistas en diferentes áreas de la ciencia. Por ejemplo en torno a una enfermedad transmisible, en ocasiones el problema urgente estriba en identificar la causa inmediata, otras veces en conocer la fuente de infección y eventualmente en dilucidar el mecanismo de transmisión, de aquí la necesidad de contar con químicos, bacteriólogos, parasitólogos, infectólogos, ingenieros sanitarios, veterinarios, o expertos en ciencias sociales que expliquen los porqués de tales o cuales formas de vida de los grupos humanos. El hecho es que el estudio de un problema colectivo de salud 252 suele ser complejo y para abordarlo es necesario considerar las diferentes perspectivas teóricas y metodológicas que cada campo disciplinario exige. Así, para ilustrar la necesidad de la interdisciplina en la explicación y acción ante un problema de salud podemos tomar como ejemplo las aportaciones de diversas áreas del conocimiento al estudio del cáncer cérvico uterino (CaCu). La importancia de esta enfermedad se manifiesta por su elevada incidencia en mujeres mexicanas y su presencia entre las principales causas de muerte. La información epidemiológica ha permitido reconocer entre los factores de riesgo para su desarrollo, el antecedente de haber padecido una infección cérvico vaginal por el virus del papiloma humano (VPH). A este respecto, desde 1950 Gagnon señaló que en las mujeres con CaCu era frecuente que tuviesen el antecedente de haber padecido infecciones del cervix uterino, y textualmente decía: “si la cervicitis crónica es un factor importante en el desarrollo de este tipo de tumor, sería un argumento crucial en la solución de este problema”, y en sus conclusiones señalaba: Al comparar dos grupos de mujeres que viven en condiciones sociales diferentes, uno frecuentemente expuesto a las causas de la cervicitis, y el otro solamente en casos excepcionales, la inmensa importancia de la cervicitis crónica en la génesis del carcinoma del cuello del útero se indica claramente, y esto sin desmentir o minimizar los papeles desempeñados por la herencia, estados constitucionales adquiridos, los virus, enzimas, deficiencias, y las influencias bioquímicas y hormonales. Fue desde los años cincuenta que se iniciaron las investigaciones de esta enfermedad y se desarrollan las tecnologías que permiten ahora aplicar medidas para su prevención y control. Destacan en este sentido los trabajos en las ciencias morfológicas (biología celular y tisular, histopatología), microbiología y la 253 inmunología. Como fruto de esta ardua tarea ha sido posible en años recientes disponer de la protección específica parcial de esta enfermedad para las mujeres mediante la aplicación de la vacuna contra dos de los varios tipos del virus del papiloma humano capaces de inducir displasia y cáncer. A su vez, como producto del esfuerzo y la participación de expertos investigadores y de profesionistas formados en las ciencias sociales, las medidas preventivas comprenden acciones de educación sexual, el estudio del comportamiento (hábitos, creencias costumbres, valores), y de las oportunidades de acceso a los servicios de salud, como posibles factores que pudieran contribuir o estar implicados en el origen o en el desenlace clínico de esta neoplasia que, como se sabe, ataca mas frecuente y severamente a los pobres. . Veamos ahora algunas de las aportaciones a la SP y a la medicina clínica que de manera particular han realizado o realizan distintas disciplinas. Microbiología. Entre algunas otras, por la naturaleza propia de los seres humanos, la biología ha contribuido a entender el proceso de salud enfermedad por la presencia o participación de agentes biológicos implicados en muchas de las enfermedades del hombre, y ha permitido conocer el papel que juegan en muchos de estos padecimientos, los vectores y reservorios asociados a ellos. Cabe hacer mención que la naciente microbiología de la segunda mitad del siglo XIX permitió la identificación de los primeros microorganismos patógenos implicados causalmente en las enfermedades calificadas ahora como infecciosas. Desde antes del descubrimiento de los microorganismos causantes de enfermedades se había establecido una relación entre las malas condiciones de vida de las clases pobres en las ciudades y las enfermedades que sufrían. 254 Basados en esta relación se proponían diversas medidas de saneamiento. Con el descubrimiento de microorganismos Fue así que surgió el interés se trasladó hacia de tomar medidas para evitar la transmisión de los microorganismos entre las personas con medidas particulares de saneamiento (de agua y drenajes, por ejemplo) o bien reforzando las defensas de las personas mediante vacunas. Aunque inicialmente las acciones de la salud pública fueron dirigidas a la lucha contra las enfermedades infecciosas, identificados los agentes microbiológicos causalmente asociados a estas enfermedades, las investigaciones dirigieron su búsqueda a substancias que pudieran actuar contra los gérmenes causantes: Paul Ehrlich en 1902 decía “Tenemos que aprender a matar microbios con balas mágicas”. Para reflexionar: ¿Pueden sustituirse las acciones sanitarias con medicamentos (“balas mágicas”) capaces de matar microrganismos patógenos? Un siglo después, a medida en que se desarrollaba la microbiología, emergieron y empezaron a evolucionar variopintas áreas de las ciencias, lo que ha permitido aclarar los mecanismos de defensa que dispone el organismo ante la agresión de agentes patógenos, culminando con el desarrollo de vacunas para bacterias, virus y parásitos que han causaban miles de millones de muertes en la historia de la humanidad. Ahora la Salud Pública desarrolla en forma periódica programas para la protección específica de enfermedades en los niños, adolescentes y ancianos, reduciendo de manera importante su incidencia. 255 La visión conjunta de las enfermedades infecciosas y las particularidades de los agentes biológicos responsables de éstas, permiten entender sus características cualitativas y cuantitativas con relación a la patogenicidad y virulencia de los gérmenes: como su dosis infectante, su inmunogenicidad, sus necesidades metabólicas y sus mecanismos de intercambio genético entre las bacterias de una misma especie, que les permite desarrollar resistencia a antibióticos; también induce saber su labilidad ante las condiciones ajenas a su microabiente, sus mecanismos de transmisión y su capacidad de mutar y evadir la respuesta inmune. Estos conocimientos sobre los microorganismos que comúnmente causan enfermedad, y es permiten explicar en parte (no única pero si importante) el comportamiento de las enfermedades en las colectividades y son una base importante para tomar decisiones ante problemas de SP No menos importante es tener conocimiento acerca de las características propias de los vectores de agentes biológicos y saber de la existencia de reservorios que dificultan o pueden impedir la erradicación de enfermedades (como rabia, leptospirosis, enfermedad de Lyme) y saber del periodo de incubación y transmisibilidad de estas enfermedades. Este caudal de conocimientos es fundamental para sanitaristas y médicos en general, pues contribuyen a entender el comportamiento de las enfermedades infecciosas en la población y a explicar algunas de las razones de la emergencia o resurgencia de estas enfermedades en la población; ya que sin este cúmulo de conocimientos es imposible tener una explicación clara y objetiva de las enfermedades que prevalecen o amenazan a la población y responder ante problemas particulares en algunos pacientes. En la 256 Figura X se identifican algunos de los principales componentes de la cadena de transmisión del virus de la influenza. Es también de interés el conocimiento de las singularidades histopatológicas en los tejidos u órganos que se ven afectados por virus, bacterias y parásitos y hay quienes se ocupan de conocer la biología celular del huésped y los microorganismos implicados en la enfermedad de los pacientes, para así entender los mecanismos de defensa o la susceptibilidad del huésped. En este sentido, y retomando el ejemplo arriba comentado, se requiere conocer la potencialidad patógena del agente causal, como el análisis acerca de los cambios celulares inducidos por el virus del papiloma que culminan después en CaCu. A este respecto, cabe hacer mención que el estudio histopatológico del cérvix (o citología exfoliativa) permite realizar tempranamente el diagnóstico de cáncer; que la virología ha permitido tipificar las variedades de virus del papiloma humano (VPH), y que es a partir de ellos que se han desarrollado las vacunas contra el CaCu.. 257 Para reflexionar: ¿Qué enfermedades emergentes y reemergentes se han dado en el mundo en los últimos 5 años? ¿Qué ayuda proporcionó la biología a la salud pública para entender estas enfermedades? 258 Genética. Esta disciplina aporta elementos para la comprensión de la salud y la enfermedad a nivel colectivo, no sólo en lo que atañe a padecimientos congénitos sino también a las enfermedades crónicas no transmisibles: donde la herencia juega un papel importante. Más allá del reduccionismo de atribuir una enfermedad a una causa, como las particularidades genéticas de una persona, es necesario analizar el entorno amplio de factores que pudieron haber interactuado, antes de emitir un juicio acerca del o los factores que estuvieron implicados causalmente en la enfermedad. Si este fuese el caso el conocimiento actual del genoma humano aporta elementos para identificar a los grupos de población con mayor a riesgo de desarrollar la enfermedad y la aplicación de nuevas tecnologías en la prevención de los daños, que se conoce como ingeniería genética, permitirá ver la posibilidad de prever o evitar la enfermedad en quienes tuviesen las mismas alteraciones genómicas. Imnunología. En la SP es importante no sólo considerar el conocimiento acerca de la fisiopatología de las enfermedades infecciosas, de las enfermedades autoinmunes y de las ocasionadas por reacciones de hipersensibilidad, también es necesario considerar los complejos procesos en que intervienen la inmunidad natural en los grupos humanos, como fenómeno poblacional, que constituye una barrera natural en la propagación de algunas enfermedades en la población. Este hecho se considera en la protección específica mediante vacunación: iniciándola a las edades en que la inmunidad natural transmitida por la madre ya ha desaparecido, o bien en los grupos humanos considerados más susceptibles a contraer alguna enfermedad infecciosa prevenible por este medio. 259 Ecología. También la ecología contribuye al estudio de la interacción del hombre con los diversos elementos del ambiente físico, biológico y social, que ponen en riesgo su salud. Es lógico suponer que durante centurias en la evolución de la humanidad se han dado cambios notables en sus formas de vida y su integración social, lo que ha cambiado substancialmente y lo mismo ha ocurrido en los patrones de saludenfermedad, a veces con consecuencias favorables y otras de manera perjudicial (ver Cuadros 1.8 a 5.8). y en el ejercicio de la SP se consideran los grupos de población a mayor riesgo de enfermedad en función de su forma de vida e incapacidad para responder ante los problemas de salud. Evolución. Esta rama de la biología ha proporcionado elementos que explican cómo diversas presiones de selección biológica y social juegan un papel importante en el origen de enfermedades crónicas, como la obesidad, diabetes, hipertensión, alergia, depresión y otros padecimientos que aquejan a los hombres del siglo XXI y que antes eran poco comunes en la población. Para el entendimiento de lo que actualmente sucede, el interés científico nos mueve a preguntar lo qué pasaría cuando se pone a un genoma seleccionado en el plioceno y el pleistoceno al a interactuar con las condiciones ambientales modernas, lo que podría ayudar a comprender algunas de las pandemias modernas de enfermedades crónicas asociadas al exceso de energía en la alimentación, además del consumo de alcohol y tabaco. Epidemiología. Es una disciplina que tiene como origen dos grandes veneros: la demografía, que estudia el comportamiento de poblaciones, que surge al finalizar 260 el siglo XVIII, y la medicina, en su búsqueda por ampliar el horizonte de las enfermedades de los individuos a las poblaciones. En los primeros estudios demográficos se analizaban los nacimientos y las defunciones con respecto al tiempo en que ocurrían y después se inició el registro de las personas que enfermaban, como si los dos hechos más importantes de nuestra vida (nacer y morir) tuvieran, entre otros azares de la vida, las enfermedades. Dunn (1946) resalta en este breve trozo literario lo que él pensaba: “Cada persona crea un "Libro de la Vida" que comienza con el nacimiento y termina con la muerte, y cuyas páginas son usadas para los registros de los principales acontecimientos en su vida.” Existen también documentados estudios epidemiológicos en pequeños grupos humanos, como el hecho por Rudolf Virchow quien en la segunda mitad del siglo XIX estudió un brote de tifo en trabajadores mineros de la región de Silesia y , por otra parte, el divulgado por John Snow en 1846, sobre un brote de cólera en Londres, el que es considerado el primer estudio epidemiológico de carácter descriptivo a partir del cual evolucionó la epidemiología. Señalaba: “Hemos visto que el cólera se inicia como una enfermedad del tubo digestivo, así como que al iniciarse la enfermedad, la sangre no se encuentra bajo la acción de ningún veneno; por lo tanto, puede pensarse que el material o sustancia mórbida que lo produce penetra al organismo por el tubo digestivo, siendo deglutido accidentalmente por personas que no lo tragarían intencionalmente; y el aumento de esta sustancia mórbida o veneno debe llevarse a cabo en el interior del estómago y el intestino. El tiempo transcurrido entre la entrada de la sustancia mórbida al organismo y el principio de la enfermedad, es llamado período de incubación, que es en realidad período de reproducción de la sustancia mórbida; así la enfermedad resulta de la acción de una pequeña cantidad de veneno inicialmente introducida. En el cólera, este período de incubación o reproducción es mucho más corto que en otras enfermedades epidémicas o transmisibles. En los casos mencionados vimos que generalmente es de 24 a 48 horas. Este período de incubación tan corto, así como 261 la cantidad de sustancia mórbida arrojada en las heces, hacen que algunas veces el cólera se disemine con una rapidez no conocida en otras enfermedades. Los ejemplos en que cantidades pequeñas de las deyecciones de los enfermos han sido tragadas son suficientemente numerosos para apoyar esta diseminación de la enfermedad; al examinarlos encontramos que la diseminación aumenta cuando las facilidades para este modo de transmisión son mayores. Se encontró que nada favorece más a la propagación del cólera que la carencia de aseo personal, ya sea por hábito o por carencia de agua, sin embargo estas circunstancias permanecieron inexplicadas por mucho tiempo. La ropa de cama casi siempre es mojada por las evacuaciones, pero como estas son desprovistas de su olor y color habitual, las manos de las personas que cuidan al enfermo se ensucian o contaminan sin que ellos se den cuenta; y al menos que sean muy escrupulosas en su aseo personal y laven sus manos antes de tomar alimentos, pueden tragar accidentalmente material evacuado o bien contaminar con él los alimentos que preparan y manejan para ser consumidos por el resto de la familia, que por pertenecer a la clase obrera muchas veces consume sus alimentos en el mismo cuarto del enfermo. La epidemiología es ya una interdisciplina en la medida en que para abordar su objeto de estudio, que es la distribución y los determinantes de la salud de las poblaciones humanas, es necesario el concurso a su vez de varias disciplinas biológicas y sociales. Se puede decir ahora que la epidemiología es un sólido pilar de apoyo para la SP, ya que es el instrumento con el cual se fundamentan las decisiones de la SP para preservar la salud la población. 262 Como hemos visto en el capitulo 2, existen distintas formas de conceptuar la naturaleza y los determinantes de la salud y la enfermedad, que a su vez prefiguran distintas formas de actuar ante ellos. La epidemiología es en este sentido un campo amplio en donde existen varias perspectivas de explicación, Para algunos, la epidemiología es solamente una metodología aplicable por otras disciplinas para describir situaciones o esclarecer relaciones causales, pero no una subdisciplina con objetos de estudio, teorías, métodos y cuerpos de conocimiento propios. Para otros, la epidemiología sí lo es. Desde esta segunda perspectiva existen distintos enfoques, en particular alrededor de cómo se entienden las causas y determinantes de la enfermedad. Tenemos así posturas que analizan lo social como un factor que actúa de la misma manera que los factores biológicos, hasta posturas que establecen que la organización y procesos sociales son una dimensión específica que cuenta con una lógica propia, dicha 263 dimensión determina y estructura diversas formas de vida y “portafolios de riesgos” que a su vez conducen a las formas de salud y enfermedad de las colectividades. Según este enfoque, la epidemiología tendría que explicar los complejos procesos de articulación entre lo social y lo biológico proponiendo y evaluando medidas de intervención a distintos niveles de dicha articulación. Por ejemplo en Suecia, como vimos en el capítulo 9, los programas nacionales de salud se estructuran alrededor de actuar sobre los determinantes sociales de la salud). Usos de la epidemiología La epidemiología no sólo es un sólido pilar la de la Salud Pública sino que aporta sus bondades a la medicina clínica y a la metodología empleada en la investigación biomédica: basta destacar su contribución al estudio del síndrome de inmunodeficiencia humana adquirida en la que, a principios de los años ochenta, se condujeron los estudios para probar la hipótesis de era una enfermedad causada por un virus. De tal manera que actualmente goza de un bien ganado prestigio entre los médicos clínicos y los trabajadores de SP, Sus aplicaciones pueden agruparse en torno a los siguientes ejes: a) Elaborar el diagnóstico de la situación de salud de una colectividad. (Ver capítulo 13.) b) Describir la frecuencia de la salud-enfermedad c) Identificar grupos, lugares y momentos en riesgo d) Analizar la causalidad y determinación del proceso salud enfermedad a nivel colectivo: 264 Conocimiento de la historia natural Búsqueda de factores de riesgo, protectores y de pronóstico e) Identificar nuevos síndromes Ya se ha referido, a manera de ejemplo, el papel protagónico de la epidemiología en el estudio de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana. f) Evaluar pruebas de diagnóstico Esta aplicación se realiza a través de la comparación de resultados entre una nueva técnica desarrollada y una prueba utilizada o considerada para dichos fines como estándar de oro, para identificar individuos enfermos de aquellos que no presentan la patología. En este proceso de validación se construyen diversos indicadores que reflejan la capacidad de la prueba para reconocer correctamente a los sujetos en la categoría que les corresponde (sensibilidad, especificidad, razones de probabilidad). g) Proponer y evaluar medidas y programas de intervención: Una vez que se han identificado los factores asociados a la producción y desarrollo de los daños a la salud, la epidemiología está en condiciones de plantear las acciones para evitarlos o controlarlos, ya sea mediante promoción de la salud o de acciones preventivas, terapéuticas o de rehabilitación, y después llevar a cabo los estudios correspondientes para evaluar el impacto logrado con su implementación. h) Análisis crítico de la literatura médica 265 A este respecto cabe señalar la utilidad de las herramientas epidemiológicas para evaluar la validez de los resultados de los diferentes tipos de estudios de investigación, así como la aplicabilidad de los mismos a determinados contextos. Estadística Durante muchos años los médicos practicaron sangrías como método terapéutico. Se basaban en supuestos teóricos según los cuales la enfermedad se explicaba por un exceso se sangre. De poco servían los argumentos de quienes ponían en duda su utilidad. En el siglo XIX Pierre Louis, uno de esos raros médicos con gusto por la contar y calcular y aplicar la estadística a la medicina realizó un estudio sobre el curso de personas a las que se les realizaban sangrías demostrando su inutilidad. En ese mismo siglo cuando se generan nuevas formas de mirar a la enfermedad se hace necesaria la estadística para responder 266 preguntas tales como ¿cuál el tamaño “normal” de los órganos que estudiamos? ¿qué tan sistemáticamente se presentan tales o cuales síntomas en personas que tienen tales o cuales lesiones? ¿Qué tan frecuentemente encontramos tales o cuales lesiones en personas que mueren por tales o cuales enfermedades? De igual manera, con el surgimiento de la demografía y de la epidemiología surge la necesidad de contar y calcular los fenómenos de salud colectiva. ¿Cuántos niños mueren en unos u otros condados o municipios? ¿Cómo hacer para compararlos en condiciones en las que el tamaño de las poblaciones son distintas? ¿Cómo medir la frecuencia y la velocidad a la que se expande una epidemia? Surgió así la estadística como una necesidad para esclarecer problemas de la realidad que estaban ahí pero que para verse claramente necesitaban ser contados, presentados, descritos y analizados con métodos apropiados. Como esta necesidad se aplicaba también a otras tantas áreas (como economía, psicología, ciencias sociales, biología etc.) a la parte de la estadística usada en problemas de salud enfermedad y de biología se le llamó bioestadística. A estas alturas del libro ha de quedar claro que en la medida en que los procesos de salud y enfermedad son biológicos y sociales, el término de bioestadística resulta estrecho cuando por ejemplo se usa como apoyo en epidemiología. William Farr (1865) en uno de sus estudios expresó que: “El exceso de la mortalidad entre los mineros del plomo del distrito de Holywell sobre la que presenta el otro sector de la población masculina, es evidentemente mucho menos notable que la que se ha demostrado en los distritos de la minería del metal de Cornwall y del Norte, tanto con respecto a las defunciones por enfermedades pulmonares como a las defunciones por todas las causas. No obstante, las estadísticas anteriores indican claramente que los mineros del plomo de Holywell padecen algunas causas de enfermedad y de muerte prematura de las cuales está exento el resto de la población de hombres. Por lo tanto, razonando por analogía, se justifica suponer que en este distrito de minería del metal, tal como en los demás, el exceso de mortalidad entre los mineros se produce de algún modo por las 267 condiciones incidentes en su trabajo. (Informe de la Real Comisión sobre la Condición de los Mineros, 1865; pp. x-xxxvi.)” Pagano y Gauvreau coinciden, en general, con Daniel, quien señala que “la estadística es la disciplina que se ocupa de la recopilación, organización, síntesis, análisis e interpretación de datos numéricos”, y que cuando éstos se refieren a las ciencias biológicas y de la salud, se utiliza el término bioestadística. En el capítulo 14 se desglosan diferentes etapas del método estadístico. Ciencias sociales Como vimos en el capítulo 1, el ser humano cuenta con dos dimensiones, la biológica y la social. La salud y la enfermedad y sus determinaciones pertenecen a ambas dimensiones, como quedó claro en el capítulo 6 cuando hablamos de inequidad y desigualdades en salud. En la conflictiva década de los sesenta, surgen movimientos sociales que cuestionan las relaciones de poder dominante en diversas sociedades. En Francia, el Mayo francés paraliza la sociedad. En Italia se da el otoño caliente; en Estados Unidos surgen los movimientos anti-Vietnam y el movimiento de derechos civiles, así como las huelgas generales de los obreros mineros; en Suecia se organiza una huelga general, etc. No existe ningún país desarrollado libre de estos movimientos sociales. En España se dan movimientos sociales, en los que juega un gran papel el movimiento obrero, que comienza a debilitar y resquebrajar el sistema franquista. Estos, movimientos sociales cuestionan las relaciones del poder, que incluyen al sector sanitario. Un rasgo común de las movilizaciones y huelgas obreras son las demandas, que trascienden las exigencias sindicales de aumento de sueldo y piden una modificación sustantiva de las condiciones de trabajo. Los mineros de Estados Unidos, piden no sólo una mayor seguridad en el trabajo sino también un cambio en el ritmo y condiciones del mismo. Los trabajadores del automóvil de Detroit exhiben carteles mostrando el daño que causa a la salud cada etapa del proceso de producción. En Suecia, los mineros protestan por las condiciones de trabajo, exigen cambios en el ambiente laboral y promueven una huelga general. En Francia y, en Italia los trabajadores y empleados toman las fábricas y exigen, entre otras cosas, que en el trabajo se pueda cantar y escuchar su canto. «Voliamo cantari mientra laboramo» es el eslogan que aparece en la puerta de la FIAT, ocupada por sus trabajadores. En todos estos movimientos obreros hay elementos comunes, es decir, protestas en contra de las condiciones de trabajo y del sistema de recompensa al daño sufrido. En su lugar, se exigen mejoras en las condiciones y calidad del trabajo. En respuesta a estas presiones, el sujeto de intervención se redefine y analiza no sólo el daño 268 «accidente laboral» y la exposición a riesgos laborales (tóxicos, físicos y psicológicos), sino también el daño creado por las relaciones de poder dentro del trabajo y sus indicadores, tales como falta de autonomía y responsabilidad del trabajador, así como falta de infraestructura social de apoyo y sus consecuencias en la salud de la población empleada. Tomado de: Vicente Navarro Tanto en el estudio de la salud del individuo como de las colectividades, es necesario recurrir a las ciencias sociales para responder a las preguntas de ¿qué y quienes son responsables de los patrones de salud enfermedad y muerte que estas presentan? Es en estas disciplinas que podemos apoyarnos para comprender los componentes y lógica centrales de la dimensión social del hombre y cómo derivando de ésta se estructuran las formas de vida y dichos patrones de salud. Cuando se habla en plural de ciencias sociales se está haciendo referencia a un conjunto de campos disciplinarios que tienen como objeto de estudio al ser humano interactuando con otros, lo cual, de entrada plantea que también serán diversos los elementos teóricos y metodológicos que les distinguen. La consideración de lo social en las ciencias y la práctica médica y de la salud pública, así como la determinación social de la salud, es algo ampliamente reconocido, argumentado y que se remonta a los orígenes de las Ciencias Sociales y de la Salud, puesto que las condiciones históricas que en el siglo XVIII dieron origen al pensamiento clínico y sanitario fueron las mismas que posibilitaron el surgimiento paralelo o ulterior de las distintas ciencias del hombre. A continuación se exponen elementos de algunas de las disciplinas sociales que aportan orientaciones a la salud pública. En este momento, abordaremos de manera directa sólo aquellas a las que podemos vincular de manera más concisa con la salud y la enfermedad. Algunas otras serán abordadas por otros capítulos o en otros niveles de la enseñanza de la medicina. 269 Economía La economía, no estudia sólo las cosas producidas por el hombre, sino que ante todo las relaciones que establecen entre ellos en la producción, distribución y consumo de aquellos productos que la sociedad demanda para satisfacer sus necesidades, ya sea que provengan de su cuerpo individual o social, o sean construcciones de su mente. Esta disciplina resulta fundamental para entender cómo y porqué se distribuyen de manera muy desigual las cargas y beneficios de la producción y la distribución de bienes. Por ejemplo, porqué millones de personas subsisten en el mundo con menos de 1 dólar diario trabajando jornadas de más de 8 horas; por qué en innumerables empresas hay una sobreexposición a riesgos conocidos, tanto para los trabajadores como para el entorno; por qué hay productos alimentarios industrializados de bajísima calidad con alto contenido calórico y grasa; por qué se fabrican cigarrillos a los que se les añaden sustancias que aumentan la adicción; por qué los países centrales exportan riesgos a los países periféricos, etc. La economía ayuda, también a entender las formas de organización y sistemas de la atención a la salud más allá de sus formas técnicas explicando sus formas sociales. La economía así nos ayuda explicando fenómenos como las deformaciones que observamos en la investigación, producción y distribución de medicamentos y vacunas producto de que están organizadas por grandes consorcios que trabajan para acrecentar sus ganancias, aunque ello choque con las necesidades sociales, la equidad y el derecho a la salud. Y nos ayuda a entender también las razones por las cuales el acceso y calidad de sistemas de salud estén inequitativamente segmentados dando más y mejor atención a los 270 sectores propietarios que a las capas de trabajadores pobres. La economía, incluso nos ayuda a explicar las repercusiones que tienen en la salud las grandes políticas económicas. Por ejemplo en la gráfica 8.1 se presentan las tasas de incidencia de tuberculosis comparando países de Europa oriental que se acogieron o no a programas de ajuste económico del Fondo Monetario Internacional. Destacan en este campo los estudios de Vicente Navarro de la Universidad de John Hopkins. Tomado de: Breilh, J. Tillería Y. Aceleración global y despojo en el Ecuador, Universidad Andina Simón Bolívar, Ecuador, 2009. Demografía Esta disciplina estudia la distribución geográfica, y la dinámica de la población así como las leyes que rigen estas variaciones. Algunos de sus componentes son: 271 distribución geográfica de las poblaciones, así como sus movimientos de crecimiento y migración. La síntesis de sus hallazgos son por ejemplo, el envejecimiento de las poblaciones post industrializadas tales como Suecia, Noruega y Dinamarca, el comportamiento mixto de sociedades agro-industriales con gran dependencia, como las de la América Latina, así como la gran mortandad en países africanos de su población infantil. Participa también, la migración del sur hacia el norte. Estudia también muchos de los constituyentes de las formas de vida y sus componentes (condiciones y estilos de vida) de ahí que sea una fuente sistemática de información que nos permite responder a muchas de las preguntas respecto al qué y quiénes son responsables de los patrones de salud y enfermedad. Incluso en varios campos como la frontera que separa la epidemiología de la demografía no es muy clara: por ejemplo el estudio de la mortalidad, de la esperanza de vida, de la esperanza de vida saludable, de los factores de riesgo a los que está expuesta la población, el proceso de envejecimiento poblacional, etc. Desde el punto de vista metodológico, la demografía es fundamental en la estimación de los denominadores para el cálculo de diferentes indicadores, incluidas las tasas empleadas para la descripción de la frecuencia de problemas de salud colectivos. Como los indicadores que surgen de los objetos de estudio de la demografía son muy dinámicos, se sugiere consultar www.oms.org, o www.paho.org y realizar un ejercicio de comparaciones con base en el ajuste de tasas en el apartado de estadística. Antropología Antropología Es un área que ha tenido un gran impacto en la salud pública, tanto que, incluso existe ya una subdisciplina llamada antropología médica, que como se revisó en el 272 capítulo 2, ha jugado un papel muy importante en la comprensión de la respuesta social a la salud y la enfermedad. Desde la antropología se ha contribuido de manera muy importante a la comprensión del significado que atribuyen las culturas a la salud y a la enfermedad así como de las diversas prácticas que las colectividades generan en defensa de la salud y de la vida, y de los sentidos que se dan a dichas prácticas. Por otra parte, la antropología estudia la diversidad y trata de comprender el por qué de su existencia en el ámbito de la salud y en la vida misma. Si bien, la antropología ha privilegiado el estudio de la medicina tradicional, no se ha concretado exclusivamente a ella en su abordaje de la salud y la enfermedad. Ha transitado por diversas tendencias teóricas en la interpretación del individuo enfermo, en la forma en que éste actúa frente a la enfermedad y los esquemas de curación que utiliza dentro de su entorno cultural y social. La medicina clínica encuentra en las investigaciones antropológicas nuevos elementos para comprender fenómenos tales como la falta de adherencia terapéutica, la combinación de recursos modernos y tradicionales en la atención de las enfermedades, etc. al poder situar al paciente dentro de culturas específicas con las cuales tiene que dialogar y también aprender. Contribuye también a situar adecuadamente los programas de salud dirigidos a colectividades y a comprender las respuestas que ante ellos se generan en función de procesos culturales. Cabe destacar que, en este campo ha surgido una subdisicplina llamada epidemiología sociocultural que trata precisamente de situar estas relaciones. Cabe destacar en este campo el trabajo realizado en México por Eduardo Menéndez., Aguirre Beltrán, López Austin, Campos-Navarro, Zolla, Luis Alberto Vargas entre otros Sociología 273 Su objeto de estudio son los seres humanos y sus relaciones grupales, las sociedades humanas. La sociología es la ciencia que estudia las regularidades del desarrollo y funcionamiento de los sistemas sociales, tanto globales como particulares. Estudia la concatenación de los distintos fenómenos sociales y las regularidades de la conducta social del hombre. Una definición más pragmática señala que se ocupa de la vida social humana, de los grupos y sociedades. (Rojo Pérez, N y Rosario García González) Utiliza diferentes métodos de investigación empírica y análisis crítico al desarrollar un conjunto de conocimientos acerca de la actividad social humana. La sociología estudia los fenómenos sociales a nivel macro y micro, desde el espectro objetivo hasta el subjetivo. Para abordar este análisis aplica métodos de investigación diversos tanto cuantitativos como cualitativos: el análisis estadístico multivariado, la observación participante o el análisis del discurso. Los fenómenos sociales micro y macro pueden ser tanto objetivos como subjetivos. Las perspectivas teóricas se definen en función del nivel de análisis, la perspectiva teórica y el tipo de estudio. El paradigma sociológico actual, estudia las realidades materiales, la sociedad, burocracia o la tecnología, y las no materiales, normas y valores, así como las pequeñas entidades objetivas, pautas de acción e interacción social, y las subjetivas, acerca de cómo los individuos construyen la realidad social. Las perspectivas más utilizadas son el interaccionismo simbólico, el socioconstruccionismo, la teoría del conflicto, la fenomenología, la teoría funcionalista, la estructura social y la teoría de sistemas entre otras. 274 En cualquier orientación son típicas las producciones de asignación de significado de la enfermedad según su origen. Eliot Friedson habla de la construcción popular de la enfermedad y de la profesional, para distinguir las prácticas tradicionales de las de la medicina científica. Así como la consideración de la enfermedad como una desviación social. Coe habla de la experiencia de la enfermedad, del tránsito de la negación de la enfermedad a la aceptación y asunción de un rol pasivo-dependiente para la recuperación de la salud, como ilustra el siguiente cuadro I Experiencia de los síntomas Algo anda mal Decisión Aplicación de folk medicina, automedicación Comportamiento Resultado final Negación (Evasión hacia la salud) Retraso Aceptación II Aceptación del rol de enfermo Se abandonan los roles normales Se solicita la validación profesional del rol de enfermo por parte de los miembros del sistema de referencia no técnico Continúan los remedios no técnicos Negación Aceptación III Consulta con la asistencia médica Búsqueda de consejo profesional Búsqueda de legitimación del rol de enfermo por un experto IV Rol de paciente dependiente Aceptación de tratamiento profesional Se práctica el tratamiento para la enfermedad Se intentan procedimientos de tratamiento Se sigue un régimen Negación Compra de diagnóstico deseado Confirmación Rechazo Ganancia secundaria Aceptación V Recuperación y rehabilitación Se abandona el rol de enfermo Se reanudan los roles normales Denegación (rol de enfermo crónico) Hacerse el remolón Aceptación Etapas de la experiencia ante la enfermedad, Rodney M. Coe Destaca la apropiación de categorías sociales como la de desvío, o la de estigma, en la consideración de las enfermedades, sus orígenes categorización y consecuencias. 275 Psicología social En otra perspectiva, la llamada Psicología de la salud aborda los aspectos psicológicos que intervienen en el proceso salud-enfermedad, desde la promoción de estilos de vida saludables, la adopción de conductas preventivas, la optimización del diagnóstico y el tratamiento, la rehabilitación hasta problemas relacionados con el cuidado del paciente en fase terminal y la muerte. Diversos aspectos relacionados con conocimientos, actitudes, conductas han sido estudiados de manera aislada (ira, ansiedad, depresión) como factores de riesgo asociados por ejemplo, a enfermedad coronaria y ácido-péptica. Un elemento en juego en los mecanismos a través de los cuales se explica la relación de lo psicológico y lo social ha sido el estrés, sobre el que se han desarrollado diversas teorías, pero que constituye un punto de encuentro entre varias disciplinas. El estrés crónico asociado a las condiciones materiales de vida ha sido planteado como una vía para el desarrollo de diabetes mellitus en poblaciones en las cuales no existía una carga genética que explique las elevadas frecuencias. Los trabajos en psiconeuroinmunología intentan explicar la modulación de la respuesta inmune asociada a estados emocionales. La percepción y significado que se le otorga a determinados signos y síntomas constituyen aspectos que influyen en la rapidez con que se busca atención médica, se elige la modalidad misma de atención, y se da cumplimiento a las prescripciones recibidas. Existen múltiples puntos de encuentro de la psicología con la antropología y la sociología en el análisis de creencias, valores costumbres relacionadas con la salud y las redes de apoyo social en la atención del enfermo. No menos 276 importantes son los aspectos psicológicos involucrados con el propio personal de salud en los procesos de atención individual, familiar y colectiva en cuanto a los tipos de relaciones que se establecen, la confianza y credibilidad en las recomendaciones, la comunicación de malas noticias, etc. La riqueza interpretativa y metodológica de las ciencias sociales se ha visto reflejada en el terreno de la llamada investigación cualitativa, que aborda acercamientos que se fundamentan en diversas corrientes teóricas de la sociología, la psicología, la antropología, la lingüística, y otras áreas que muestran la realidad subjetiva y la realidad social, íntimamente relacionadas, donde se inscriben las conductas y acciones humanas. Esta es una aproximación general respecto al estudio de lo social en salud pública y requiere su articulación con los otros temas del texto y su contextualización histórico social, que corresponde al trabajo en clase entre profesores y alumnos. Bibliografía Navarro V. Concepto actual de Salud Pública. Interdisciplina y complejidad. En: González CP. Las nuevas ciencias y las humanidades. 2ª ed., España: Anthropos Editorial-Instituto de Investigaciones Sociales UNAM, 2005:15-18. Gagnon F. Contribución al estudio de la etiología y prevención del cáncer del cuello del útero. En: Buck C, Llopis A, Nájera E, Terris M. El desafío de la epidemiología. Problemas y lecturas seleccionadas. Publicación Científica No. 505, Washington D.C.:OPS-OMS, 1998:305-310. López MS, Garrido LF, Hernández AM. Desarrollo histórico de la epidemiología: su formación como disciplina científica. Salud Publica Mex, 2000; 42:133-143. Susser M, Susser E. Choosing a futur for epidemiology. I. Eras and paradigms. 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Guadalupe Soto Estrada, Miguel Angel Lutzow Steiner, Dr. Rafael González Guzmán Para comenzar este capítulo nos gustaría que el lector, estudiante de medicina, y futuro médico, inicie con una reflexión sobre algunas preguntas que consideramos esenciales para el estudio de los temas que trataremos de responder a lo largo de este capítulo. ¿Cómo surgieron los sistemas de salud?, ¿Cuál es la utilidad de contar con un sistema de salud, creado por el hombre para apoyar las actividades encaminadas tanto a promover la salud, así como para evitar o a atender la enfermedad y la muerte en los individuos y colectividades? ¿Que alcance tienen o deberían tener estas actividades? ¿Quién o quienes son los responsables de que se lleven a cabo estas actividades? ¿Los beneficios del sistema son iguales para todos sin importar sus condiciones sociales o económicas? ¿Bajo que condiciones trabajan los médicos, enfermeras, técnicos en un sistema de salud como el nuestro? En este capítulo trataremos de analizar qué es un sistema de salud, de dónde surge, qué funciones básicas realiza y cuáles son los principales problemas que enfrentan actualmente algunos de los sistemas de salud en algunos países del mundo y México. Analizaremos también algunas de las alternativas que están surgiendo con el propósito de que el lector conozca las distintas posturas y propuestas que surgen dentro y fuera del gobierno de México y de otros países para hacer frente a los problemas y necesidades de salud de las personas, y que al mismo tiempo posibilite el análisis algunos aspectos relevantes en torno al 279 sistema de salud mexicano, y algunas diferencias con otros países. Con lo anterior buscamos que el estudiante de medicina conozca el sistema en el que trabajará de forma tal que le permita incorporarse a él desde una perspectiva crítica y propositiva. a) ¿Qué se entiende por sistema y por sistema de salud? Ya Aristóteles, reconoce que “la totalidad es más que la suma de sus partes” pues al unirse éstas surgen propiedades nuevas no derivadas de cada una por separado. Estas propiedades nuevas dan origen a la necesidad del concepto de sistema. Así, comenzaremos explicando qué se entiende por sistema y para ello tomaremos la definición de Hernán San Martín, 1986, quien dice que un sistema “es una combinación reconocida y delimitada de elementos dinámicos (personas, servicios, organizaciones, materiales, conceptos, etc.) que, siendo interdependientes, están conjuntados entre sí y que actúan permanentemente según ciertas leyes para producir un determinado efecto”. Así, se ha desarrollado la idea de “sistema” como una forma de analizar y estudiar los fenómenos que ocurren en la naturaleza y en la sociedad. cl Desde esta perspectiva un sistema está integrado por varios elementos que interactúan constantemente entre sí. Según la naturaleza de los elementos constituyentes los sistemas pueden ser físicos, biológicos, psicológicos, sociológicos o simbólicos y pueden ser organizados jerárquicamente de acuerdo con la complejidad de su nivel de organización. De esta manera, dentro la gran variedad de sistemas y sub-sistemas que pueden estudiarse pueden considerarse como tales al ser humano y a su organización social. Y dentro del sistema en la 280 organización social se incluyen las respuestas que se dan por parte de sociedad a los problemas relativos a la salud y la enfermedad. cli Genéricamente se ha esquematizado que los sistemas tienen entradas de “insumos” los cuales son procesados por los elementos del sistema produciendo salidas o “resultados”. Los sistemas pueden ser cerrados, como los ensayos de laboratorio diseñados para tener la menor interferencia de fuerzas externas que interfieran en la medición de variables. Un ejemplo de esto son los dispositivos para medir detectar neutrinos que se localizan enterrados en la oscuridad casi absoluta a cientos de metros bajo la tierra para poder medir las pequeñísimas cantidades de energía que liberan al interactuar con agua pesada. Pero los sistemas también pueden estar abiertos a otros componentes, incluso propios de distintos niveles de organización. De esta forma el análisis de lo que sucede en el interior de un sistema, si este es abierto, no puede reducirse a la interacción entre sus elementos, sino que además debe de incluir las formas a través de las cuales otros sistemas lo “atraviesan”. Para algunos pensadores, todos los sistemas incluyen objetivos o finalidades y tienen la propiedad de ajustarse a las condiciones cambiantes a fin de poder lograr dichos objetivos. Como vimos en el capítulo 1, la vida misma parece ser un sistema autopoyético en el que, en medio de condiciones cambiantes, se producen aquéllas transformaciones necesarias para mantener las formas de organización de la vida. Para otros pensadores, sin embargo, a los sistemas sociales no pueden atribuírsele finalidades u objetivos únicos y comunes, sino que más bien son formas que, al mismo tiempo que reproducen su organización, presentan contradicciones interiores derivadas de los distintos intereses materiales 281 de las personas que los forman y que participan de manera diferente en sus beneficios. Estos intereses contradictorios tenderán a transformar la totalidad del sistema de distintas maneras. clii Los sistemas de salud parecieran comportarse de esta segunda manera: como escenarios en los que emergen distintas propuestas derivadas de los intereses sociales que los atraviesan y cuya historia sería incomprensible si no se examinan dichos conflictos. Según establece la OMS un sistema de salud abarca cualquier actividad que esté encaminada a promover, restablecer o mantener la salud. cliii Los sistemas de salud se encuentran en el nivel de la organización social y pueden verse como un aspecto o una parte de ellos. Éstos se forman ante la necesidad de responder a los problemas y necesidades de salud y enfermedad y se forman a partir de la estructura económica y política de cada sociedad Todos sus elementos, como en cualquier sistema, se encuentran interrelacionados y los resultados son producto de la dinámica que se da entre todos ellos. Según lo expresado arriba, los sistemas de salud deben considerarse abiertos a la interacción con otros sistemas y elementos relacionados con el entorno físico, biológico, ecológico y psicosocial. Y a la vez, como veremos adelante, más que caracterizarse como sistemas homogéneos con objetivos y medios únicos, se comportan como sistemas contradictorios cuyo desarrollo es la resultante de la acción de distintos campos de fuerza internos y externos al sistema de salud, propios de un sistema más amplio que es la realidad social.cliv En los sistemas de salud podemos identificar dos grandes dimensiones que interactúan. La primera es su dimensión técnica y la segunda es su dimensión social. 282 Las actividades para promover, mantener o restablecer la salud son diversas y varían según el grado de desarrollo técnico y la cultura de las sociedades. De ahí que las primeras formas de “sistema de salud” sean bastante sencillas: una suma de curadores o sanadores que actúan de manera individual atendiendo enfermos y que transmiten sus conocimientos de manera oral o escrita. Son también parte de estos protosistemas las actividades de recolección de plantas medicinales y otros remedios y el cuidado básico de personas enfermas o discapacitadas. A su vez los sistemas de salud tienen distintas formas sociales para el acceso y el tipo de atención. Estas formas sociales (como por ejemplo la medicina como actividad liberal mercantil) repercutirán en claras diferencias en la atención que reciben las personas según el lugar que ocupan en la sociedad. Por ejemplo en la sociedad teotihuacana, sólo las clases superiores atendían sus lesiones dentales con incrustaciones que les devolvían la funcionalidad, cosa que se reproducirá de muy diversas formas hasta la sociedad actual. b) Modelos de sistemas de salud. Desde el punto de vista social los sistemas de salud se pueden clasificar según la forma en que se encuentren estructurados, según las fuentes y formas como obtienen financiamiento y según las formas a través de los cuales los distintos grupos o clases sociales que acceden a ellos. Podemos así tener distintos modelos: a) el sistema puede ser de propiedad estatal, con financiamiento proveniente de impuestos o proveniente de cuotas obrero patronales de la seguridad social; b) el sistema de propiedad privada, es financiado bajo la forma de pago directo del bolsillo, o bien bajo la forma de prepago por medio de 283 aseguramiento privado; o c) el sistema se basa en formas tradicionales de atención, en general con formas privadas o de redes de apoyo comunitario, cercanas a las culturas de los grupos sociales de las que emergen. La forma concreta de organización, en cada país o época, por lo general no obedece a estructuras rígidas sino que es resultado de políticas aplicadas según el desarrollo histórico, ideológico, político, cultural y económico de cada país. Todos los sistemas de salud que conocemos actualmente han pasado por numerosos cambios que se han llevado a cabo como parte del proceso de mejora en este rubro, en cuál?, a partir de modelos iniciales que surgieron desde el siglo XIX. En el cuadro 1 se representan los tres modelos más comunes. De ahí que el sistema de cada país sea “mixto” pues combina formas y peso relativo variados de cada uno de los tres modelos citados arriba. Así, por ejemplo la mayoría de los países europeos cuentan con sistemas de propiedad estatal y financiamiento mediante impuestos, el sistema de EUA es esencialmente privado y los sistemas latinoamericanos son combinaciones variadas de los tres modelos (por ejemplo en Bolivia el peso de la medicina tradicional es muy importante y no lo es tanto por ejemplo en Argentina o Uruguay)clv Un elemento muy importante para la configuración de los actuales sistemas de salud ha sido la generación de “políticas sociales,” mismas que, de acuerdo con Gordon R. son el conjunto de intervenciones públicas dirigidas a asegurar a los ciudadanos un estándar mínimo de salario, alimentación, salud, vivienda, educación, como derechos sociales y no como caridad o mera beneficencia que se puede o no otorgar a voluntad del donante. Referencia( ) 284 Muchos de los sistemas de salud imperantes en el mundo actual fueron fuertemente influenciados por un conjunto de políticas sociales orientadas por el llamado “Estado de bienestar”19, considerado como un conjunto de instituciones estatales orientadas a desarrollar políticas sociales encaminadas a mejorar las condiciones de vida de la población, además de facilitar la “integración” de clases y grupos sociales (en lugar de su conflicto) nivelando o igualando (aunque no homogeneizando) sus recursos materiales. Durante las primeras ocho décadas del siglo XX, se dio el auge y consolidación del Estado del bienestar, resultado de las luchas y conflictos sociales en el mundo en la primera mitad del siglo XX. Eso hizo posible el surgimiento de amplios sistemas estatales y públicos de atención a la salud y la enfermedad (como en Europa o Canadá), así como la cobertura de las necesidades básicas de los ciudadanos mediante la provisión de seguridad de rentas, atención sanitaria, vivienda, educación y otros tantos servicios sociales. clvi De ahí que la OMS afirme que el mayor auge de los sistemas de salud se observó durante el siglo pasado, ya que pasaron de ser entidades en pequeña escala, en su mayoría privadas o caritativas, a ser entidades con un gran crecimiento y que han contribuido a mejorar la salud, finalidad principal de un sistema de salud aunque no la única, ya que de acuerdo con la OMS también deben proteger a las personas de pérdidas financieras debidas al costo de la enfermedad y tratarlas con dignidad. No obstante todos los sistemas han presentando fallas y limitaciones por lo que es indispensable evaluar constantemente el desempeño de estos y modificarlos si es necesario. clvii 19 Me parece que sería conveniente definir el “Estado de bienestar” 285 Cuadro 1. Modelos de sistemas de salud Se propone cubrir a la mayoría de los ciudadanos por medio de pagos Primer modelo obligatorios del empleador y de los empelados a fondos de seguro o de Sistema de seguro enfermedad. La prestación de servicios en general viene de proveedores social públicos. Centraliza la planificación y el financiamiento y depende sobre todo de Sistema de seguro ingresos provenientes de los impuestos generales y de prestación de social II servicios por el sector público. Segundo La participación del gobierno es más limitada. La cobertura se da solamente a ciertos grupos de población. El resto de la gente depende del modelo sector privado. Medicina tradicional; sin participación del Estado; los prestadores dan atención a cambio pago directo o en especie o bien como parte de redes Tercer modelo sociales de apoyo (medicina popular). Muy amplio en algunos países o regiones. Fuente: Creado a partir de la información del documento Informe sobre la salud en el mundo 2000. World Health Organization. “Sistemas de salud” Cap. 1 ¿Por qué son importantes los sistemas de salud? pp 3-21. A lo largo de más de un siglo los sistemas de salud han sufrido pequeños y grandes cambios, de tal manera que se propone que hay tres generaciones de reformas del sistema de salud en general, mismas que se esquematizan en el cuadro 10.2. 286 Como se puede observar en el cuadro 10.2, en un principio, los sistemas de salud atendían a las personas con un buen nivel económico y su actividad principal se centraba en atención médica en consultorios y hospitalaria. Frente a los grandes Cuadro 2. Reformas de los sistemas de salud según la Organización Mundial de la Salud Creación de sistemas nacionales de atención sanitaria Extensión de los sistemas de seguridad social a los países de medianos Primera generación ingresos Aumento de atención hospitalaria y aumento de costos. Mayor utilización de los servicios por personas de mejor nivel económico. Atención de poca calidad Exclusión de las poblaciones indígenas Promoción de la atención primaria a la salud. Compromiso de que todos los habitantes recibieran un nivel mínimo de servicios de salud, junto con un suministro de agua potable y saneamiento básico. Segunda generación Medidas de salud pública, prevención, medicamentos esenciales y educación para la salud. Financiamiento inadecuado. Los trabajadores disponían de poco tiempo para actividades de prevención. Capacitación y calidad de la atención deficientes. Busca ampliar el acceso para los pobres. Muy relacionados con los cambios políticos y económicos que se han producido en el mundo. Ajustes de acuerdo con la capacidad financiera y de organización de cada Tercera generación país. Aumento del financiamiento privado. Unificar, ampliar o fusionar la cobertura de seguro. Atención sanitaria costeada por el seguro y directamente por el asegurado. Fuente. Informe sobre la salud en el mundo 2000. World Health Organization. “Sistemas de salud” Cap. 1 ¿Por qué son importantes los sistemas de salud? pp 3-21. 287 costos que representaba esto, además de que los servicios no eran utilizados por los sectores más pobres de la población. Así, surgió una segunda generación de reformas, en buena medida demandada por las clases trabajadoras, en la que crecieron las instituciones que atendían a trabajadores urbanos adheridos a planes de seguridad social y redes de atención en el medio rural y urbano ( trabajadores informales) de esta manera se impulsó la atención primaria a la salud, cuyo fin fue el de introducir medidas preventivas y de salud pública que redujeran los costos y que incluyeran al sector más pobre de la población (ver capítulo 11. en el que se aborda la atención primaria de salud). En esta etapa los cambios realizados están orientados por la política general de Estado de Bienestar. A pesar de los grandes logros que tuvieron algunos países, otros tantos enfrentaron muchos problemas de financiamiento, de falta de recursos humanos, burocratización, mala calidad y deficiente utilización de los servicios. Además de que el sector más rico de la población seguía utilizando los servicios en mayor proporción que los más pobres (30% de los más ricos vs <20% de los más pobres). Caminando de la mano con la crisis económica que afectó al mundo desde inicios de los 80´s, vendrá un cambio en las políticas generales de los Estados que será conocido como neoliberalismo. Esta nueva política busca desmantelar las instituciones públicas del llamado Estado de Bienestar y pretende sustituir las instituciones públicas por las privadas con formas mercantiles de regulación, además busca darle mayor peso y hacer predominar el modelo privado de prestación de servicios. Así, en la tercera generación de reformas se observaron muchos cambios en los sistemas de salud de cada país y estos 288 tuvieron todavía más relación con la situación económica y política de cada uno. De hecho, podemos decir que muchos de los cambios en la dirección neoliberal, lejos de mejorar la inequidad en la atención a la salud la aumentaron (ver capitulo 12) de forma que hoy en varios países de América Latina se está abandonando esta dirección, y están regresando a formas dirigidas hacia el modelo de sistema universal de salud con financiamiento estatal, a partir de los impuestos y acceso universal (Bolivia, Venezuela, Brasil, Uruguay, Paraguay, Ecuador, etc.). Adicionalmente, otros países han desarrollado esfuerzos importantes para la fusión adecuada entre el modelo universal y el modelo de medicina tradicional mediante el impulso formas de interculturalidad (Bolivia, Ecuador, Paraguay). A pesar de todos los esfuerzos que se han llevado a cabo, todavía hay mucho por hacer en virtud de que hasta la fecha, la mayoría, si no es que todos los sistemas de salud en el mundo no han logrado sus objetivos primordiales, en especial en lo referente a la equidad, que ya fue mencionada en párrafos anteriores. c) El Sistema de Salud en México Breve historia Conocer la historia de los temas que nos ocupan es una necesidad ya que es una manera de explicarse el mundo presente, e incluso ver las posibilidades de un mundo futuro (la Historia viva que construyen algunos estudiosos como Juan Brom). Es así que en el momento presente podemos constatar todavía rasgos de los hechos del pasado y podemos también ver cómo coexisten distintas formas de prevenir y atender los problemas de salud surgidas en muy distintas épocas. Los sistemas de salud son resultado del desarrollo de las dimensiones técnica y social 289 definidas arriba, lo que incluye los problemas de salud que se enfrentan, la conciencia de las necesidades, la capacidad de respuesta política y técnica del momento e incluso de elementos azarosos. Por ello vemos que el abigarrado sistema de instituciones de salud existente en México (públicas y privadas; gubernamentales o no gubernamentales) responde a diferentes culturas, a distintos momentos históricos e intereses económicos y al reconocimiento político de sectores de la población. Haremos aquí un breve recorrido para identificar el surgimiento y permanencia de algunos de sus elementos. Antes de la llegada de los conquistadores españoles, en el Valle del Anáhuac, surgió la cultura náhuatl que era mucho más organizada e incluso eficiente que la europea, realidad que ha sido ampliamente documentada, e incluso en ese momento aceptada por el mismo Hernán Cortés quien, en sus Cartas de Relación, decía a los gobernantes españoles que no era necesario el envío de médicos pues los “naturales de la Nueva España” eran sumamente capaces. Pero un proceso de conquista no sólo es el sometimiento militar sino también ideológico de superioridad de una cultura sobre otra. Es así que a mediados del S. XVI, junto con la Iglesia Católica, se institucionalizan y se reconocen ciertos saberes como el que se encuentra en el Libelus medicinalibus herbis (mal llamado Códice de Badiano por el nombre de su traductor y no de su autor) que recupera parte del saber representado por un médico xochimilca: Martín de la Cruz. El aporte de la medicina prehispánica (particularmente la náhuatl) pasa a ser utilizada por médicos europeos quienes la convierten además en una mercancía como lo reseñó Nicolás Monardes. 290 Pero la medicina náhuatl que no renunció a su parte religiosa fue perseguida por la Inquisición (véase la obra Magia y Medicina de Gonzalo Aguirre Beltrán) y otra parte se aculturizó (cristianizó), y pasó a ser una medicina que atendía a la población marginada de la Nueva España. Por otro lado, en estos más de tres siglos, la medicina universitaria y religiosa tenían por un lado clientes (el ejercicio liberal de la medicina) y por otro, dolientes en las grandes ciudades, para lo cual se construyeron hospitales especiales a cargo de algunas órdenes religiosas. Estos hospitales no solamente eran espacios para el ejercicio de la caridad, sino también actuaban para la legitimación política de las instituciones reales europeas. Surge de esta forma el Protomedicato (1525) que tenía funciones que hoy reconocemos como propias de la salud pública, particularmente el control de las múltiples y devastadoras epidemias. En general era una práctica institucional poco eficaz y muy conservadora. Situación que empieza a cambiar a partir de que algunos médicos novohispanos (S. XVIII) se dieron a la tarea de progresar el saber médico (brilla aquí la obra de José Ignacio Bartolache). Así a finales del XVIII habían tres grandes modelos de sistema de salud: uno que se remite a varios siglos antes de la conquista conocida como tradicional, dirigido fundamentalmente a la zonas rurales y marginados de las ciudades; otro, el oficial, que hermana a la Iglesia Católica con universidades conservadoras (como la Pontificia) que atienden a las clases pudientes y en menor medida a los menesterosos de las urbes; y uno tercero progresista que en un largo y tortuoso desarrollo se consolida parcialmente con el Establecimiento de las Ciencias Médicas (1833). Es en este momento histórico que juega un papel político muy importante el quehacer del médico Valentín Gómez Farías. 291 Ante el triunfo momentáneo de los conservadores, el país ha de esperar hasta las Reformas juaristas que ponen a la medicina -por fin- en manos de un Estado laico que asume atender a los ciudadanos de la república (bajo formas de beneficencia pública sin obligatoriedad) y llevar un registro oficial de los acontecimientos vitales de la población como son los nacimientos y las defunciones. Esta misma línea, no religiosa, inspirará al gobierno porfirista de finales del XIX hasta principios de del XX. El acceso a la atención médica a través del pago con dinero hará que se desarrollen grandes desigualdades en el acceso a la atención. En los inicios del siglo XX la dimensión técnica de la medicina está evolucionando rápidamente y por tanto la organización del sistema se complejiza dando lugar al surgimiento de nuevos elementos, tales como laboratorios microbiológicos y productores de vacunas, hospitales más modernos con nuevos procedimientos y especialidades, etc. que coexisten con la medicina tradicional más barata y en general usada por los pobres. La Revolución Mexicana impactará de las formas sociales del sistema de salud. Tomará fuerza un sistema de atención a la salud organizado y financiado por el Estado, dirigido, por un lado, a acercar los avances técnicos del sistema hacia el saneamiento y la protección de la salud, y por otro, a la asistencia de enfermos pobres. Es en especial en la época del Cardenismo, que se forman los Servicios Médicos Rurales, que serán la primera vez en la historia en que muchísimos pobladores del campo entran en contacto con el sistema de salud basado en los avances científicos y técnicos de la época. Estos cambios serán producto de las demandas campesinas originadas desde la propia revolución de 1910. En 1943 surge la Secretaría de Salubridad y Asistencia que conjuga en una sola institución 292 las labores de saneamiento y salud pública con las de atención a enfermos que no cuentan con atención derivada de contratos de trabajo. En paralelo, el ascenso en las luchas de una creciente clase trabajadora industrial se logrará que los trabajadores cuenten con servicios médicos y pensiones pagados por los empleadores. De esta forma, los trabajadores urbanos se incorporarán también a la posibilidad de acceder al sistema de salud basado en los avances científicos y técnicos. Dichos avances se consolidarán y ampliarán con la creación del Instituto Mexicano del Seguro Social (1943) y posteriormente del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los trabajadores del Estado (1961). Vale la pena señalar que lo anterior no significó la desaparición de la medicina tradicional ni del ejercicio de la medicina liberal (privada). De hecho, esta última evolucionará de los consultorios y pequeños hospitales a los grandes hospitales privados de hoy en día, que atienden la demanda de las clases medias y ricas. En menor medida continuará la medicina caritativa a manos de la Iglesia y también de muchas instituciones civiles no gubernamentales que dirigen sus trabajos hacia problemas específicos (mujeres embarazadas, VIH-SIDA, problemas auditivos, ortopédicos, etc) o bien hacia grupos específicos (niños, indígenas, etc.). En tiempos más recientes, se desarrollaron nuevas formas de atención a sectores muy pobres de las zonas rurales y los pobres de las periferias urbanas. Un ejemplo de esto son las medidas dirigidas a ampliar la cobertura a los trabajadores temporales y rurales por parte del IMSS a través del régimen “solidario” (hoy IMSS Oportunidades) además de una mayor inversión en la atención de la población “abierta” o no asegurada, atendida por la Secretaría de Salud que enfatizaba la atención primaria a la salud. 293 De esta manera llegamos un sistema de salud que hasta la fecha continúa segmentado y esta división se da con base en las características de la población, de acuerdo con el lugar que ocupa en la sociedad, su perfil ocupacional o su capacidad de pago. clviii Situación reciente y actual del sistema de salud en México Si revisamos las características de nuestro sistema de salud, podemos observar que desde sus inicios, ha enfrentado el problema de ampliar el servicio a todas las zonas del país, incluyendo especialmente las más remotas y las más pobres. Esto ha estado a cargo principalmente de los servicios que brinda la Secretaría de Salud y el IMSS Oportunidades, en los que si una persona es pobre o no cuenta con seguridad social, puede acudir a estos servicios a cambio de un costo mínimo o nulo (aunque como veremos adelante ha aumentado notablemente en los últimos años). Sin embargo, esta atención se ha limitado a la atención médica principalmente de primer nivel, y en ocasiones de segundo nivel, además las personas que acuden a estos servicios no cuentan con seguridad social como tal. En este sentido, solamente los trabajadores del sector formal son lo que tienen derecho a seguridad social que incluye la atención médica desde el primer hasta el tercer nivel de atención, para él y a su familia, sin existencia de límites o paquetes de prestaciones y abarcando todos los beneficios que puede dar el sistema de atención médica. La seguridad social estaba dentro de un conjunto más amplio de prestaciones que incluía un sistema de pensiones relacionados con la edad (mismo que fue sin embargo privatizado en 1993 a favor de los grandes bancos extranjeros que hoy controlan el sistema bancario en el país). 294 En los 90’s se impulsaron varias reformas entre las que se puede mencionar un proceso denominado “descentralización” que consiste esencialmente en otorgar a cada estado la autoridad para ejercer funciones y responsabilidades con más independencia del gobierno central, asignando al mismo tiempo los recursos correspondientes. De esta manera, se permitió que lo estados decidieran de algún modo qué programas aplicar de acuerdo con la situación de cobertura, pobreza y necesidades primordiales de su población. La prestación de servicios de atención médica y de salud pública de la Secretaría de Salud Federal pasaron así a las Secretarias de Salud Estatales. Estos eventos constituyen los inicios que han dado pie a lo que se denomina tercera generación de reformas, mismas que se impulsaron con base en reconocimiento de que el sistema de salud actual tiene muchos problemas que han repercutido en la salud de la población y en su calidad de vida.clix Adicionalmente se afirma que se busca la sustitución del modelo vertical y segmentado por un nuevo modelo con más peso privado en la provisión de servicios y en la organización del financiamiento, y que utilice la competencia económica entre proveedores privados como el agente para elevar la calidad en la atención. Componentes del sistema de salud en México Para la OMS el principal objetivo de un sistema de salud debe ser mejorar la salud de la población. En segundo lugar mejorar la capacidad de respuesta del sistema, contemplando los aspectos éticos necesarios para la atención, respetando en todo momento la dignidad de las personas, así como su autonomía para elegir qué tipo 295 de intervenciones aceptan o no y respetando la confidencialidad de la información emitida por el paciente. Un segundo subcomponente que forma parte de las metas, es la orientación hacia el paciente, respondiendo a sus necesidades brindando un trato adecuado y brindando lugares que cuenten con un ambiente en el que el paciente pueda restablecer su salud y con derecho a elegir quien le provee la atención médica. El tercer objetivo es la equidad en el financiamiento y la protección financiera de los hogares. Aspecto que se refiere a que los hogares no deberían empobrecerse o hacer gastos catastróficos para obtener salud. El sistema de salud mexicano se encuentra dividido en tres grandes grupos, y el acceso a la atención se encuentra a cargo de varias instituciones de acuerdo con la inserción laboral y la capacidad de pago de las personas. La consecución de sus objetivos dista mucho de ser igual para todos según los criterios de la OMS establecidos arriba El primer grupo corresponde a las instituciones de seguridad social. Atienden personas llamadas derechohabientes por haber cotizado cuotas obreropatronales. Es otorgada por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), además de otras instituciones entre las que se encuentra el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Petróleos Mexicanos, las Fuerzas Armadas (SEDENA), Marina y diversos seguros para trabajadores estatales. Atiende a cerca de la mitad de la población del país. Las instituciones con mayor presupuesto por derechohabiente son las de la SEDENA y Marina, seguidas por PEMEX, el IMSS y hasta abajo el ISSSTE. No hay paquetes recortados de servicios sino que las instituciones ofrecen a los derechohabientes todos aquellos con los que cuentan. Contaban anteriormente con fondos de 296 pensiones, mismos que se han Cuadro 4. FUNCIONES DE UN SISTEMA DE SALUD 1. Prestación de servicios ido traspasando a los bancos privados. Por otro lado, cuentan Servicios públicos con guarderías que también se están pasando a manos Servicios privados privadas. SSA IMSS-solidaridad Población no asegurada (40%) Pobres del campo y la ciudad IMSS ISSSTE Fuerzas armadas PEMEX Población con seguridad social (50%) Trabajadores del sector formal de la economía Empleados públicos Sector privado (Gran diversidad; consultorios, clínicas, hospitales y unidades de medicina) Cualquier persona (10%) Cualquier persona con capacidad de pago 2. Financiamiento Fuentes El segundo grupo Movilización de recursos desde sus fuentes, su acumulación en fondos y su distribución subsecuente para la producción o compra de servicios. corresponde a un sistema de atención dirigido a población 3. Rectoría del sistema Regulación Evaluación “abierta” o no asegurada, en el que se incluyen los servicios otorgados por la Secretaría de Salud (federal o estatales) atiende en zonas rurales y en zonas urbanas, y el programa IMSS- solidaridad que atiende a (hogares, empresas, gobierno y organismos internacionales) Fondos Seguro Social, presupuestos públicos, ahorros familiares) Protección de los pacientes Actividades de regulación sanitaria de los productos, bienes y servicios que tienen un impacto en la salud. Sistema de evaluación del desempeño con 46 indicadores Creación de la Solución de controversias entre usuarios y Comisión Nacional proveedores de servicios de salud a través de de Arbitraje Médico procedimientos más simples que las (CONAMED) demandas legales. 4. Generación de recursos Médicos Profesionales de la salud Enfermeras Hospitales Recursos materiales Camas de hospital Clínicas y otros centros de salud Gasto público en Representa el 2.3% del Representa 0.01% investigación en gasto total en ciencia y del PIB y 0.45% del Conocimiento salud tecnología gasto total en salud. Investigadores en el área de la salud Subsistemas: Estadísticas vitales Sistema de Población y cobertura Estadísticas Información información en Recursos sociodemográficas salud Servicios otorgados Servicios y recursos Daños a la salud Fuente: En donde estamos: La historia y las funciones del sistema de salud. En: Programa Nacional de Salud 2001-2006. Secretaría de Salud, México 2001: 58-70. poblaciones de algunas zonas rurales. La Secretaría de Salud cobra cuotas por atención según tabulador socioeconómico y cuenta con una forma de aseguramiento que ofrece un paquete parcial de servicios. Las personas pagan cuotas de prepago según un tabulador socioeconómico y los muy pobres reciben subsidio para pagar el seguro. El tercer grupo está conformado por el sector privado al que la persona puede acudir, dependiendo principalmente de su capacidad para solventar los gastos generados por esta atención. Dentro de los servicios privados encontramos 297 una amplia red de consultorios solos o anexos a farmacias y hospitales pequeños que atienden a personas de escasos recursos, en general con materiales escasos. Encontramos también una red de servicios con más recursos dirigidos a las clases medias y ricas que van de consultorios y hospitales mejor equipados con todas las especialidades. En este grupo podemos encontrar formas de pago directo o bien planes de seguros organizados por aseguradoras privadas transnacionales que ofrecen planes con distinto alcance según las capacidades de pago de las personas. Los planes más básicos se dan por ejemplo a profesores de carrera de las universidades y ellos pueden ampliar la cantidad de prestaciones aportando más dinero. En el cuadro 4 se presentan las principales funciones del sistema de salud en México. Esquemas tradicional y popular de atención a la salud. Es muy importante considerar que la atención a la salud, sin embargo, se desarrolla también en esquemas tradicionales y populares que muy frecuentemente suelen ser el primer contacto con el “sistema”. Así, La búsqueda de atención médica constituye el momento en el cual el enfermo, a partir de un conjunto particular de saberes y concepción de la enfermedad, afecciones, temores, sensaciones, percepciones, de sus expectativas y deseos, momentos de extrañamiento de sí y de su ámbito de vínculos, de sugerencias y opiniones del entorno, lo llevan a buscar y elegir alguna alternativa terapéutica. Puede recurrir simultáneamente a la medicina popular, a la medicina tradicional, ir con el boticario o dependiente de una farmacia, hacer una manda, una peregrinación o acudir a la medicina profesional o biomedicina. Existe una gran diversidad de formas de explicar y tratar las enfermedades; los procedimientos médicos marginales y subalternos, en la práctica de muchas personas, se hacen compatibles y complementarios con el profesional, hasta el punto de que cada persona, con la ayuda de su red social, termina haciéndose su propio derrotero terapéutico tomando lo que cree conveniente en cada caso. Los 298 sistemas o esquemas de atención actuales se caracterizan por su pluralismo e interrelación en cuanto a modelos etiológico-terapéuticos. Pueden interactuar y complementarse armónicamente o, por el contrario, competir y mantener relaciones de exclusión o subordinación. Tanto, que pareciera no ser suficiente separarlos en medicina profesional o biomedicina, popular y tradicional, problema al que se ha enfrentado la antropología médica y la salud pública, en un esfuerzo de claridad en su interpretación. Kleinman, A. (1978) ubica tres sectores de atención a la salud: el folk al que considera propio de los nativos e indígenas, que realiza una gran diversidad de prácticas médicas y estructura su conocimiento a través de ideologías seculares o sacras e introduce un aspecto ritual en la curación. El popular que incluye la medicina profana, organizada a nivel de la familia, de las redes sociales y de la comunidad sin que participe un terapeuta profesional, y el profesional que asume que sus planteamientos son científicos, racionales, verdaderos y opuestos a los de la medicina folk y popular. Si bien se refiere principalmente a la medicina biomédica, incluye otras prácticas también profesionales, en ocasiones llamadas paraprofesionales, como la homeopatía, quiropraxia, acupuntura, etc. Podemos de acuerdo con esto además del sistema profesional (del que trata la mayor parte de este capítulo) distinguir la medicina tradicional y la medicina popular: La medicina tradicional está orientada por factores culturales, religiosos y sociales, lo que la ha dado especificidad en cada comunidad y ha sido inherente a la identidad de los individuos que la componen. Sus conocimientos se han transmitido de generación en generación para preservar Ia vida y permitir el florecimiento de Ia propia cultura. Miles de años de observación y experimentación empírica han sido necesarios para Ia evolución de la medicina tradicional, de sus concepciones, así como deI conocimiento de plantas, animales y minerales que han sido utilizados. La medicina tradicional (que en realidad son las medicinas tradicionales) no sólo abarca el manejo de medicamentos naturales o más específicamente, la curación herbolaria, es más que eso, involucra procesos simbólicos, formas de intervención corporal sustentadas en procesos rituales, 299 categorías míticas, patrones particulares de interacción, modalidades de trabajo corporal y escénico: es una concepción integral que ubica al individuo en su relación con otros hombres, con la naturaleza y con el universo. En el marco de la antropología y en especial de la antropología médica, la etnomedicina ha estudiado la información propia de cada cultura que permite a las personas que la componen diagnosticar y clasificar las enfermedades y los traumatismos, explicar su comienzo o causa y procurar un tratamiento, con el fin de restaurar el estado normal o mantener con vida a un paciente enfermo. La llamada medicina popular cubre una enorme variedad de remedios y tratamientos que pasan de generación en generación “remedio casero”, a veces particulares de un pueblo o familia. Sus prácticas generalmente no están escritas ya que son parte de la tradición oral, tanto en áreas rurales como urbanas organizada en el ámbito de la familia, de las redes sociales y de la comunidad sin que participe un terapeuta profesional. Del esquema popular o doméstico se ha dicho que representa la medicina de la familia o comunidad. Se compone de creencias y prácticas médicas accesibles a toda la población. Son prácticas populares que tienden a persistir en el tiempo, permanecen a pesar de que sus orígenes no sean bien recordados. La medicina popular o doméstica se presenta como una forma de tratamiento sobre la que las personas tienen control; ellas mismas pueden hacer los remedios en su propia casa, prescribirlos y automedicarse. Menéndez (1984), afirma que dentro de este modelo se identifica la automedicación, que incluye la selección, prescripción y administración de un tratamiento, mismo que puede incluir desde sustancias, acciones físicas y procedimientos mentales, hasta medicamentos de patente. Es importante considerar que los síntomas son sometidos a un proceso de significación por el individuo. En caso de ser interpretados como señal de enfermedad la consulta médica profesional no constituye, en la mayoría de los casos, el paso siguiente. Zolla, señala que en el caso particular de las comunidades indígenas rurales del México actual es frecuente que este sistema real de salud lo integren la medicina doméstica o casera, la medicina profesional (también llamada occidental o moderna) y la medicina tradicional. Es preciso 300 enfatizar que dos de esos subsistemas o modelos, el doméstico y el tradicional, han sido creados por las propias comunidades, mientras que el de la medicina académica o profesional es producto de una intervención exterior, institucional. (Zolla, C, 2005). Podemos afirmar que en las sociedades urbanas del México actual ocurre algo muy similar. Es decir, al inicio del padecimiento el individuo frecuentemente apela a la medicina popular, es decir, a los remedios caseros o a medicamentos de patente que en otras ocasiones habían funcionado, o también por razones económicas o culturales. Posteriormente, los pacientes en los que las molestias continúan o empeoran buscan ayuda de los allegados y como última alternativa acuden con un profesional médico o curador. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha promovido insistentemente Ia utilización de todos Ios recursos existentes -sin discriminaciones ideológicas ni políticas- reconsiderando Ia potencialidad, eficacia y aceptación de Ias medicinas tradicionales en Ias culturas populares. Con el objeto de contribuir a mantener Ia salud para todos Ios hombres, Ia OMS recomienda establecer puentes de colaboración entre Ios diferentes esquemas médicos. No obstante lo anterior continúan desarticulados a pesar de que su utilización va en aumento. De esta forma hay que considerar siempre en el análisis de los sistemas o esquemas de atención a la salud a la medicina tradicional y a la medicina popular. El Programa Nacional de Salud En la actualidad las autoridades sanitarias de muestro país han definido una política y un programa nacional de salud ante la compleja agenda de salud pública que reclama la atención de padecimientos que todavía son causa de mortalidad infantil y materna, asociadas con padecimientos infecciosos y desnutrición, pero al mismo tiempo enfrentamos desafíos de los países avanzados, como el cáncer, la obesidad, las Cuadro 3. Para investigar. Te invitamos a investigar las condiciones de trabajo del personal de salud en cada una de las instituciones de cada uno de los tres grupos incluyendo horas de trabajo, cargas de trabajo, salarios, prestaciones, capacidad de decidir sobre el trabajo propio y el colectivo, oportunidades para actualización y promoción. 301 cardiopatías y la diabetes. Así, como parte del Plan Nacional de Desarrollo 20072012 se diseñó el Programa Nacional de Salud 2007-2012, el cual se encuentra estructurado con base en cinco objetivos de política social (ver cuadro). En el Programa se establecen como objetivos atender con eficiencia, calidad y justicia a los desafíos sanitarios, que son ya la principal causa de enfermedad, discapacidad y muerte en el territorio nacional y al mismo tiempo se plantea como objetivo avanzar hacia la universalidad en el acceso a servicios médicos de calidad a través de una integración funcional y programática de las instituciones públicas bajo la rectoría de la Secretaría de Salud, aunque no bajo la idea de crear una sola institución que atienda a todos la población por igual como sucede en los sistemas únicos públicos que predominan por ejemplo en Europa, manteniéndose así una segmentación según la capacidad de pago. De acuerdo con este Programa se planearon las siguientes actividades: Dar énfasis a la promoción de la salud y la prevención de enfermedades; Garantizar el aseguramiento universal, con el propósito de que cada mexicano tenga acceso a servicios integrales de salud; Garantizar que los bienes y servicios estén libres de riesgos sanitarios; Suministrar oportunamente los medicamentos e insumos requeridos; Brindar una atención de calidad, con calidez y segura a toda la población, Fortalecer la infraestructura y el equipamiento médico para ofrecer a los pacientes una atención efectiva en sus lugares de origen. Marco conceptual del Programa Nacional de Salud 2007-2012. Tomada de: CAPITULO I , Necesidades, recursos y servicios de salud. Programa Nacional de Salud. Secretaría de Salud, México, 2007. 302 El “Seguro Popular” En 2002 se estableció el “seguro popular”, que al año siguiente se incorporó en la Ley General de Salud en el Título tercero bis “El Sistema de Protección Social en Salud”. Con este “seguro” se busca, según las autoridades, que la población cubierta por el programa cuente con las medidas preventivas, de atención ambulatoria y de hospitalización que las autoridades consideran indispensables para mejorar las condiciones de salud de la población sin seguridad social y para evitar gastos catastróficos de bolsillo. Al examinar socialmente el programa, podemos encontrar que, antes de los 80’s se contaba con un sistema casi gratuito en el que con el gasto público se pagaban los de servicios de salud para aquellos que no contaban con recursos para pagarlos por si mismos. El sistema de salud, sin embargo, progresivamente fue cobrando más y más “cuotas de recuperación” (por las recomendaciones del Banco Mundial de 1983), haciéndose cada vez más caro, de forma que incluso una persona pobre o no podía atenderse una enfermedad, o si pagaba esas cuotas gravemente entraba en una catástrofe financiera, obligándose incluso a vender sus escasos bienes. En lugar de avanzar hacia un sistema universal igual para todos financiado por los impuestos generales (como los de los países europeos) se impulsó en cambio un sistema prepagado tipo seguro, mediante el cual los pagos se hacen poco a poco y los gastos grandes de algunos son compensados con las contribuciones de los inscritos. De esta forma la atención toma una forma claramente mercantil pero ahora con el sistema de prepago. Las personas con muy escasos recursos tendrán apoyo estatal para no pagar cuotas y el tabulador irá subiendo conforme el ingreso de las personas, es decir, se subsidiará la demanda, con la idea de que en el futuro la 303 prestación de servicios se haga por empresas médicas privadas que compitan entre sí, y con las públicas por los fondos del seguro. La cantidad de prestaciones incluidas en el paquete es sin embargo, reducida de forma que quedan fuera muchas acciones hospitalarias y otras tantas propias del primer nivel de atención. Por otra parte, es importante mencionar que el Seguro Popular atiende a las personas de acuerdo con un “catálogo de servicios” y esto quiere decir que no cubre a la persona de todas las enfermedades que pueda padecer. Podemos mencionar incluso que existen contradicciones en el propio seguro popular, ya que, a pesar de que se señala que se dará una atención de las enfermedades “de acuerdo con el perfil epidemiológico de la sociedad”, podemos observar que enfermedades consideradas como un problema de salud pública, como la insuficiencia renal no se encuentran dentro del catálogo de servicios de este Seguro.. Las autoridades han argumentado que, gracias a este programa, se ha logrado un incremento sustancial en el financiamiento de los servicios de salud para la población no derechohabiente. Sin embargo, cabe señalar que dicho aumento pudo haberse dado con otros esquemas, por ejemplo de acceso universal y gratuito, de forma que no hay una relación causal y algunos críticos señalan que al hacerse bajo la forma de Seguro Popular, se aumentaron innecesariamente los gastos de administración y que los propósitos de evitar gastos catastróficos igual se pueden lograr mediante la gratuidad de la atención. Adicionalmente podemos mencionar, que lejos de buscar una cobertura universal de los servicios, aparentemente se agregó un elemento más a nuestro sistema de salud ya de por si muy fragmentado y como consecuencia esperada se corre el 304 riesgo inminente de que se dé una nueva segmentación de la población, además de que ignora la informalidad laboral y se restan en posibilidades a la incorporación de la persona y su familia a los sistemas de seguridad social completos y bien establecidos, aunque sumamente segmentados y con serios problemas de financiamiento.clx Se requerirá de más tiempo para hacer una evaluación del impacto real de este programa. e) Estructura funcional del sistema de salud en México. El sistema de salud en México, como muchos otros del mundo está estructurado funcionalmente en tres niveles de atención. Cada una de los tres grupos de instituciones arriba descritos cuenta en distinta proporción con unidades de atención en cada nivel. El primer nivel de atención está formado por una red de unidades médicas que atienden a nivel ambulatorio. Son el primer contacto de las personas con el sistema formal de atención. Cuadro 4. El trabajo médico precario en las farmacias Estas unidades pueden tener distinto tamaño y variar en su forma de organización. Van desde unidades de un solo consultorio (muchos consultorios rurales e incluso urbanos de la Secretaría de Salud (SS) o del IMSS Oportunidades), hasta unidades con 30 o más consultorios y servicios laboratorio, rayos preventiva, epidemiología, X auxiliares; y tales ultrasonido, farmacia, como medicina central de En años recientes se ha dado un crecimiento muy grande de consultorios médicos anexos a farmacias, mismos que atienden a una demanda no cubierta por limitaciones geográficas o administrativas de los servicios públicos. El grupo farmacias que más contrata médicos refiere que cuenta con 3,758 consultorios, 6,491 médicos trabajando en ellos y que en un año reporta haber dado aproximadamente 46,057,996 consultas. En estas farmacias los médicos trabajan en condiciones precarias. Fuente: página web de la Fundación Best 305 esterilización y equipos, administración, aulas, etc. En la SS están divididos según tamaño en TI, TII y TIII, los más grandes son estos últimos. En las unidades del primer nivel trabajan médicos generales con licenciatura o con estudios de especialidad en algún posgrado de generalismo (por ejemplo medicina familiar y comunitaria), así como enfermeras y técnicos. Trabajan también médicos pasantes (que en el caso del IMSS oportunidades son la mayoría del personal médico). La mayoría de las consultas médicas que se otorgan en el país corresponden a las realizadas por los médicos generales, quienes resuelven una gran cantidad de problemas de salud sin necesidad de derivar a atención especializada. Bajo la forma privada existe una red de consultorios en las zonas rurales y periferias urbanas así como consultorios privados de médicos especialistas que atienden sobre todo a las clases medias y altas. El primer nivel de atención es fundamental en cualquier sistema de salud. En algunos países como los europeos o Canadá, cuenta con mucho más recursos que en México y merece un gran prestigio social. De hecho el personal médico generalista que trabaja en el primer nivel de atención, en países como el Reino Unido, acude también a atender a sus pacientes en el segundo nivel de atención (por ejemplo en atención de partos, cirugía menor u otros problemas que requieren internamiento) en conjunto con médicos de algunas especialidades. En México esto no es así y los médicos en las instituciones estatales que laboran en el primer nivel no pueden seguir a su paciente en el segundo nivel. Una parte importante de las actividades de salud pública se realizan en el primer nivel de atención. Entre ellas cabe destacar diversas actividades de promoción de la salud (ver capítulo 15) y de prevención de enfermedades (vacunación, educación para la salud) y se 306 han agregado también actividades de detección temprana de enfermedades por ejemplo cáncer de mama y cervicouterino, cáncer de próstata, enfermedades congénitas, osteoporosis, hipertensión arterial y diabetes, obesidad, etc. (otras actividades de salud pública, se realizan fuera del primer nivel, por ejemplo la vigilancia sanitaria en aeropuertos, mataderos de ganado, salud laboral, etc.) Cuadro 10.4. Recursos humanos ocupados en el sistema de salud en México 2000 a 2007. NUMERALIA RECURSOS HUMANOS SECTOR PÚBLICO 2000-2007 2/ MEDICOS ENFERMERAS 3/ 2000 119 512 190 335 SECTOR PRIVADO 2000-2007 2/ MEDICOS ENFERMERAS 3/ 1/ 2001 121 654 192 046 2002 121 981 192 752 2003 123 522 189 747 2004 132 176 193 795 2005 142 399 196 675 2006 149 138 200 770 2007 p/ 152 566 208 612 2001 40 515 31 269 2002 42 972 33 206 2003 48 730 34 152 2004 50 375 34 258 2005 55 173 37 697 2006 62 339 37 587 2007 e/ 64 754 39 212 4/ 2000 ND ND 1/ Incluye información de las siguientes Instituciones: Secretaría de Salud, IMSS-Oportunidades, Universitarios, Estatales, IMSS, ISSSTE, PEMEX, SEDENA y SEMAR. 2/ Se refiere a médicos en contacto con el paciente, incluye médicos generales, especialistas, odontólogos, pasantes, residentes e internos. 3/ Incluye enfermeras generales, especialistas, pasantes, auxiliares y en otras labores. 4/ Incluye solamente unidades medicas con servicio de hospitalización p/ Cifra preeliminar e/ Cifra estimada ND: Cifra no disponible Fuente: Secretaría de Salud, http://www.sinais.salud.gob.mx/recursoshumanos/index.html (1 de feb 2010) El segundo nivel de atención está formado por una red de hospitales generales que atienden la mayor parte de los problemas y necesidades de salud que demandan internamiento hospitalario o atención de urgencias. Sus unidades están organizadas en las cuatro especialidades básicas de la medicina: medicina interna, cirugía, pediatría y gineco-obstetricia. Las unidades médicas del segundo 307 nivel de atención, tienen un grado de complejidad mayor que las Cuadro 10.5. Las consultas médicas en México. En México en 2007 se dieron en las instituciones públicas de salud: anteriores y en su organización destacan servicios tales como 277,783,616 millones de consultas médicas, de las cuales 194,923,620 (70.2%) fueron consultas médicas generales 43,546,860 (15,7%) fueron consultas de especialidad urgencias, admisión, hospitalización, banco de sangre, central de esterilización y equipos, quirófanos, farmacia, consulta externa, etc. Es frecuente encontrar en los hospitales del segundo nivel de 24,813,700 (8,9%) fueron consultas en urgencias 14,499,436 (5,2%) fueron consultas odontológicas Entre muchos médicos se tiene la idea de que la medicina general tiene poca importancia, sin embargo, al revisar los datos vemos que la gran mayoría de las consultas en México es de medicina general de ahí que un día sin médicos generales en México significaría un gran problema en la atención Fuente: Sistema Nacional de Información en Salud, Secretaría de Salud, en http://www.sinais.salud.gob.mx/ estadisticasportema.html atención algunas subespecialidades tales como dermatología, neurología, cardiología, geriatría, cirugía pediátrica, etc. En este nivel se resuelve la mayor parte de los problemas que requieren hospitalización en el país y se concentra la mayor parte de los médicos especialistas. El tercer nivel de atención está formado por una red de hospitales de “alta” espacialidad. Encontramos aquí subespecialidades y equipos de apoyo que no encontramos en el segundo nivel de atención. En este nivel el hospital puede tener muchas subespecialidades, como sucede con las Unidades Médicas de Alta Especialidad del IMSS o el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, o bien pueden ser especializarse en algún campo específico, como sucede con otros Institutos Nacionales de Salud, especializados en Cancerología, Cardiología, Neurología y Neurocirugía, Pediatría, Perinatología, Enfermedades Respiratorias, Geriatría y de Rehabilitación. Muchos de ellos se encuentran saturados por que la 308 demanda excede a la oferta de servicios haciendo que los pacientes tengan que realizar grandes periodos de espera a lo largo de su atención. Cabe señalar que en el campo de la Salud Pública existe también el Instituto Nacional de Salud Pública encargado de funciones de enseñanza e investigación en este campo. En este nivel se atienden problemas que no pueden ser resueltos en los otros dos niveles y que requieren conocimientos más especializados o una tecnología específica, en general costosa, que se concentra sólo en algunas unidades por razones de costo-beneficio. Una parte pequeña de los egresos hospitalarios corresponde a este tercer nivel de atención. Dentro de los sistemas de salud existen varias unidades del tercer nivel de atención que son privadas, mismas que en general atienden a personas de altos recursos que pagan costosos seguros médicos privados o bien cuentan con montos importantes para pagar atención de manera directa “del bolsillo”. Estos últimos trabajan en general con fines de lucro y difícilmente atienden a personas de escasos recursos. A la inversa, aquí se concentran recursos que son subutilizados y se dan muchas deformaciones propias de la medicina organizada alrededor de la ganancia (procedimientos innecesarios, exceso de estudios, medicina defensiva, cobros excesivos, despilfarro de recursos, etc.). En el cuadro 6 se presentan los principales diagnósticos de egreso hospitalario en México, mismo que incluye segundo y tercer nivel de atención. Te invitamos a analizarlo y ordenar los motivos de egreso de mayor a menor. 309 Cuadro 10.6. Principales motivos de egreso hospitalario según sexo y grupos de causas, 2007, Estado Unidos mexicanos Egresos hospitalarios por sexo según grupos de causas, 2007 Estados Unidos Mexicanos Cuadro ll.1.5 Sexo Grupos de causas Total Tasa Hombres Mujeres No especificado 1/ Hombres Mujeres Total general 4 922 227 1 523 640 3 397 685 902 2 926,3 6 324,3 I. Enfermedades transmisibles, maternas, perinatales y nutricionales 2 217 827 281 809 1 935 541 477 541,2 3 602,8 Enfermedades infecciosas y parasitarias 166 554 80 662 85 847 45 154,9 159,8 Infecciones respiratorias 151 444 83 529 67 868 47 160,4 126,3 1 683 465 0 1 683 465 0 0,0 3 133,5 194 957 108 590 85 994 373 208,6 160,1 21 407 9 028 12 367 12 17,3 23,0 Causas maternas Ciertas afecciones originadas en el período perinatal Deficiencias de la nutrición II. Enfermedades no transmisibles 2 144 131 945 241 1 198 551 339 1 815,4 2 230,9 Tumores malignos 149 520 65 591 83 914 15 126,0 156,2 Otros tumores 132 577 22 544 110 023 10 43,3 204,8 Diabetes mellitus 145 088 67 588 77 471 29 129,8 144,2 Enfermedades endócrinas, metabólicas, hematológicas e inmunológicas (excepto diabetes mellitus) 48 500 19 561 28 935 4 37,6 53,9 Trastornos mentales y enfermedades del sistema nervioso 91 473 46 893 44 561 19 90,1 82,9 Enfermedades de los órganos de los sentidos 49 817 22 627 27 181 9 43,5 50,6 Enfermedades cardiovasculares 237 957 118 800 119 119 38 228,2 221,7 Enfermedades respiratorias 131 021 67 719 63 281 21 130,1 117,8 Enfermedades digestivas 530 891 232 344 298 458 89 446,2 555,5 Enfermedades del sistema genitourinario 388 877 165 864 222 983 30 318,6 415,1 54 735 28 112 26 607 16 54,0 49,5 110 468 48 892 61 569 7 93,9 114,6 64 075 34 566 29 458 51 66,4 54,8 9 132 4 140 4 991 1 8,0 9,3 III. Causas externas de morbilidad y mortalidad 353 751 221 091 132 611 49 424,6 246,8 Fracturas 166 968 101 298 65 652 18 194,6 122,2 4 753 3 582 1 171 0 6,9 2,2 Luxaciones, esguinces y desgarros de regiones especificadas y de múltiples regiones del cuerpo 14 257 8 729 5 526 2 16,8 10,3 Traumatismos 80 688 55 813 24 861 14 107,2 46,3 Heridas 26 725 20 558 6 164 3 39,5 11,5 Quemaduras y corrosiones 12 869 8 437 4 431 1 16,2 8,2 Envenenamiento por drogas y sustancias biológicas y efectos tóxicos de sustancias no medicinales 15 111 7 903 7 203 5 15,2 13,4 Complicaciones precoces, complicaciones de atención médica y quirúrgica y secuelas de traumatismos y envenenamientos 27 080 11 839 15 235 6 22,7 28,4 5 300 2 932 2 368 0 5,6 4,4 77 497 35 737 41 737 23 68,6 77,7 129 021 39 762 89 245 14 76,4 166,1 0 0 0 0 0,0 0,0 Enfermedades de la piel Enfermedades del sistema músculo esquelético Anomalías congénitas Enfermedades de la boca Amputaciones de miembros superior e inferior Los demás traumatismos, envenenamientos y otras consecuencias de causas externas IV. Causas mal definidas V. Otras causas de contacto con los servicios de salud No especificadas Nota: La tasa se calculó con base en la población total de los Estados Unidos Mexicanos, la cual considera a la población que acude a los servicios de salud del Sector Publico y Privado. 1/ Tasa por 100 000 habitantes, según estimaciones de Población 1990 a 2012 COLMEX 310 En conjunto los tres niveles de atención cubren en distinta proporción a la población, se observan grandes inequidades pues los sectores más pobres en muchos casos cuentan frecuentemente sólo con acceso al primer nivel de atención. En un estudio donde se calculó la cobertura con base en un índice compuesto por varios indicadores (coberturas ante problemas como diabetes, hipertensión, atención médica de parto, etc.) se encontraron grandes desigualdades regionales y sociales en la cobertura. En la Figura 10.1 se presentan dichas diferencias. (en el Capitulo 12 se discute sobre el derecho a la Salud). Figura 10.1. Cobertura efectiva del sistema de salud por estado, México 2000 a 2003. Fuente: MEXICO HEALTH METRICS 2005 REPORT: SECTION 2 EFFECTIVE COVERAGE. 311 f) Perspectivas del sistema en la situación actual. Después de revisar capítulos anteriores y la primera parte de este, es indudable que en México nos encontramos ante retos importantes de salud y enfrentamos transiciones epidemiológicas, con grandes problemas emergentes como la obesidad y la diabetes de las cuales somos primeros lugares en el mundo, que pondrían a prueba cualquier sistema de salud en cualquier parte del mundo. Por otra parte, todavía existen grandes desigualdades en la atención a la salud, ya que actualmente se cuenta con diversas instituciones que tratan de atender si no a toda, por lo menos a la mayor parte de la población y lo hacen con recursos distintos e inequitativos. A esta situación podemos agregar los graves problemas que existen en relación con el financiamiento público de los servicios y con las formas de organización y funcionamiento del sistema de salud, en particular los derivados de la asignación de recursos a las entidades federativas, a las unidades de atención médica y a los programas de salud, así como la heterogeneidad de la calidad y la existencia de coberturas todavía insuficientes, sobre todo en lo que se refiere a la atención hospitalaria especializada. Además, de acuerdo con algunos autoresclxi, existe una gran segmentación de las instituciones prestadoras de servicios y esta fragmentación del sistema promueve una mayor desorganización de los servicios y el financiamiento para estos resulta ineficiente, produciendo servicios de salud de baja calidad y poco eficaces para cumplir con los objetivos planteados para mejorar la salud de la población, debido a que existen diferentes niveles de organización y duplicidad de funciones en cada aparato burocrático y administrativo, lo que obstaculiza aún más la coordinación intrasectorial. 312 No cabe duda de que el sistema de salud en México, creado a lo largo del siglo XX ha permitido lograr avances importantes. Se ha logrado aumentar la esperanza de vida al nacer, se ha disminuido dramáticamente la mortalidad infantil, materna y por enfermedades infecciosas, entre otros logros. No obstante, y a pesar de las múltiples instituciones que existen en materia de salud y que atienden en el sector público, hasta el momento no se ha alcanzado una cobertura de atención a toda la población, además de que existe una enorme heterogeneidad en la calidad de los servicios que se prestan, y el financiamiento de los mismos es absolutamente insuficiente, lo que origina que con frecuencia no se cuente con los apoyos de laboratorio, gabinete, medicamentos, mantenimiento y equipamiento que se necesitan. clxii Ante este panorama ha surgido la propuesta de crear un sistema de salud “universal” con el que se puedan diseñar políticas públicas que aseguren que toda la población cuente con el respaldo de los servicios públicos de salud. Para esto se requiere el apoyo con recursos públicos para el fortalecimiento y expansión del sistema de salud pública. Este cambio debe contemplar indudablemente los cambios en los patrones de salud y enfermedad de la población así como los costos que esto implica. En esta propuesta se propone impulsar la formación de recursos humanos que apoyen las actividades del Sistema Nacional de Salud que tendría como propósito central garantizar la cobertura universal de los servicios de médicos de tipo preventivo, curativo y de rehabilitación, tanto de orden ambulatorio como de hospitalización. De acuerdo con esta propuesta para lograr lo anterior es necesario integrar la totalidad de las instituciones y programas públicos de salud 313 en una sola institución y buscar que la operación de los programas de salud se complemente con la de programas sociales que inciden en la salud de la población, en especial educación, alimentación, dotación de vivienda, agua potable y drenaje, entre otros.clxiii f) ¿Por qué tener un sistema de salud universal? La propuesta anterior surge como una opción para corregir las deficiencias que presenta nuestro actual sistema de salud y con una gran cantidad de problemas que a mediano y a largo plazo irán aumentado a medida que vaya envejeciendo la población y que demande servicios que sobrepasen la capacidad actual del sistema. Hasta la fecha se mantienen grandes brechas entre las diferentes regiones, lo que se traduce en una profunda desigualdad en las condiciones de salud de una población a otra. El ejemplo de Brasil A partir de la década de los 70’s comenzó un proceso denominado “Reforma Sanitaria” que dio origen al Sistema Único de Salud que existe actualmente en Brasil. Este proyecto pretendía producir un cambio en los valores que existen en esta población, tomando a la salud como eje de transformación y procurar el bien común a través de la inclusión social y la disminución de las desigualdades. Esto, acorde con lo que se expresó en la 8ª Conferencia Nacional de Salud de ese país y que afirma que la “salud es un derecho de todos y un deber del Estado”, transformó la salud de este país en parte de los derechos sociales con los que cuenta la ciudadanía y se convirtió en un derecho constitucional. Mediante la Reforma se unificaron en una sola institución los organismos de seguridad social y aquellos que atendían a población “abierta” (los equivalentes al IMSS y la SS en México). Esto incluyó a poco más de 50 por ciento de los servicios. La parte restante fueron los servicios privados que continuaron operando. En esta propuesta se reconocieron avances respecto de la producción, productividad e inclusión pero se ha avanzado poco en lograr la integralidad, la igualdad y se menciona la necesidad de modificar los modelos de atención y de gestión en salud en caso de buscar ampliar la cobertura. A decir de algunos sectores de la población falta mucho por hacer en materia de prevención de enfermedades, de calidad de la atención y de acceso a medicamentos aun controlados por empresas multinacionales (excepto los anti-retrovirales para el SIDA para los cuales Brasil decidió junto con Sudáfrica no respetar las patentes). Para esto se propone replantear lo que se ha venido trabajando en el sistema único y una de las cuestiones que se considera relevante es reposicionar al usuario de los servicios como el centro de la formulación y operacionalización de las políticas y acciones de salud. Todavía se menciona que la población que solicita atención médica debe hacer filas desde la madrugada, pasar por selecciones, aguardar horas en salas de espera, y casi siempre, recorrer más de un establecimiento en los casos que precisen la realización de exámenes y obtención de medicamentos. Fórum da reforma sanitária brasileira, ABRASCO, CEBES, ABRES, REDE UNIDA, AMPASA. Manifiesto: Um SUS “em serio”: universal, humanizado y de calidad”, Rio de Janeiro, 2006. 314 Esto sin contar con las transformaciones en los patrones de enfermedad y muerte que se han ido observando a lo largo de la historia. Mientras que la mayor carga de enfermedad se ubica en las enfermedades infectocontagiosas, las causas de muerte son principalmente por enfermedades crónico-degenerativas. De tal manera, que nuestro sistema debe ser capaz de atender ambas, si mencionar que debido al aumento de la esperanza de vida, las enfermedades crónicas ya ocupan un peso considerable en los grupos más numerosos y en etapa productiva. De acuerdo con algunos países, el hecho de contar con un sistema de salud al que pueda tener acceso toda la población y que cuente con un servicio de calidad es uno de los puntos clave para garantizar los derechos de la ciudadanía. En nuestro país, se han llevado a cabo acciones que buscan remontar las crisis económicas influenciadas por las propuestas de modernización neoliberal de la política social, que a decir de López y Blanco clxiv han tenido un severo impacto sobre el financiamiento y la organización de las instituciones de bienestar social en general y de salud en particular, frenando la tendencia expansiva de los servicios públicos de salud, limitando su lógica distributiva y debilitando su capacidad de respuesta invirtiendo su tendencia universalista, solidaria e integral. De esta manera se plantea que el sistema actual de México y en específico, las autoridades de salud se orientan hacia una atención a los pobres en una lógica de beneficencia, mientras que, para la población “ no pobre” el acceso a los servicios y la resolución de sus necesidades se plantea a través del mercado, debido a la importancia económica y financiera que implica “el sector salud”, mientras que los pobres reciben “paquetes de salud” canalizando los recursos a intervenciones 315 exclusivamente costo-efectivas. De tal manera que surge una crítica interesante que plantea que este modelo de política de salud que se ha llevado en México y que obedece a una postura neoliberal, es regresivo y excluye a grandes grupos de población de servicios de salud de calidad. De esta forma, se señalan tres aspectos que, lejos de reforzar la estructuración de un sistema de salud de calidad, equitativo y universalista, contribuyen a acelerar los procesos de fragmentación y mercantilización de las instituciones públicas de salud y a profundizar el sistema dual y polarizado; la pérdida de centralidad del presupuesto público y la focalización de los recursos a través de programas como el PROGRESA (actualmente OPORTUNIDADES) financiados con préstamos de organismos supranacionalesclxv. Así, pese al fuerte consenso mundial sobre la necesidad de fortalecer los sistemas de salud, no hay un marco establecido para ello en los países en desarrollo, ni una fórmula para aplicar o un paquete de intervenciones para realizar. Muchos sistemas de salud simplemente carecen de capacidad para medir o entender sus propias debilidades y limitaciones, lo que priva a los formuladores de políticas de ideas científicamente sólidas sobre lo que pueden y deben realmente fortalecer. clxvi g) Inequidad en la atención a la salud Como consecuencia de la situación que enfrentan los sistemas de salud en todo el mundo y específicamente en México, el tema de la inequidad en salud es motivo de múltiples movimientos sociales, foros y debates, trataremos de comentar lo más relevante. 316 A partir de varios análisis que se han efectuado tanto a nivel mundial como nacional se sabe desde principio de los 90’s que el punto álgido de nuestro sistema de salud es el alto grado del financiamiento a la salud de origen privado (en México es poco más de la mitad, mientras que en muchos países europeos es de menos de 20%) y que en gran parte es el gasto de bolsillo que hacen principalmente los hogares para atender sus necesidades de salud clxvii. Esta proporción de gasto privado favorece un alto grado de inequidad e insuficiencia de los recursos, pues se obtiene atención según la capacidad de pago y no según la necesidad de las personas. El impuslo al Seguro Popular, principal programa de los dos últimos gobiernos en México, que hemos revisado previamente, es de esperar que resulte insuficiente para resolver el problema de la inequidad en la atención a la salud en nuestro país. Además, dado que las formas de organización social que determinan nuestras formas de vida repercuten de manera muy importante en nuestro estado de salud, el hecho de que contemos con atención médica (suponiendo que todos tuviéramos acceso a ella), estaríamos además dejando de lado otros aspectos fundamentales que debemos tomar en cuenta al hablar de salud en una población. Por ejemplo, se ha demostrado que aún en países ricos (en los que los efectos de la injusticia social no son tan aparentes) los patrones de morbilidad y mortalidad, así como la esperanza de vida son menos favorables en personas que tienen menos recursos económicos, además de que la salud parece ser muy sensible a los efectos del entorno social en el que viven las personas (ver en el capítulo 6 las diferentes esperanzas de vida para grupos sociales dentro de países desarrollados). De ahí que podemos afirmar que para poder contar con un sistema 317 de salud eficiente y equitativo, se deben contemplar políticas que influyan en los determinantes sociales que presenta la población en cuestión. De manera que, mientras la atención médica puede contribuir a prolongar la sobrevida o mejorar el pronóstico de enfermedades graves, resulta aún más importante enfocarse a la salud de la población desde un punto de vista más amplio, por la capacidad de los determinantes tanto sociales para contribuir a que la gente enferme. Es así como podemos explicarnos cómo de región a región puede cambiar la esperanza de vida o los patrones de mortalidad, sin que desde el punto de vista biológico o más específicamente, genético se puedan explicar estas grandes diferencias, pero si tengan una relación demostrable con las condiciones sociales y económicas de la población. clxviii Retomando esta información para nuestro país, cada vez hay más voces que apoyan la propuesta de lograr la “universalización de los servicios de salud”, clxix que ven esto como una oportunidad para asegurar un sistema nacional de salud equitativo, de calidad y eficiente, que disminuiría en la medida de lo posible la discriminación entre poblaciones, promoviendo actividades de tipo solidario, en donde los recursos acompañen a las necesidades. En este sentido, en lo futuro se deberá buscarse mayor eficacia y efectividad en la redistribución de los ingresos y en el acceso a los beneficios sociales así como lograr la participación activa de todos los involucrados además de mejorar la cooperación de los medios de comunicación para divulgar la información en salud. clxx h) Salud pública y atención clínica Finalmente, y en continuidad con lo expresado líneas arriba, es importante que los sistemas de atención a la salud y la enfermedad, lo sean de ambas y no sólo de la 318 enfermedad. De manera espontánea, los sistemas de salud mercantilizados se enfocaron a modelos de atención en los que se hacía énfasis en lo curativo, lo hospitalario, lo especializado y lo complejo, descuidando aquellas partes del sistema de salud que se orientan a la atención preventiva y la promoción de la salud, sobre todo en lo que se refiere a actuar sobre los determinantes sociales de la salud. Por otra parte se da prioridad a un modelo de atención que deja de lado intervenciones de salud pública que podrían reducir, si acaso fueran efectivas, hasta en un 47% las muertes prematuras y aumentar la esperanza de vida sana a nivel mundial en 9.3 años. Un ejemplo de esto es la prevención del tabaquismo que para 2030 será el causante de la muerte de más de 8 millones de personas en el mundo y representa actualmente 10% de la carga de mortalidad. Cuadro 4. Objetivos de la política de salud en Suecia. 1. Participación e influencia en la sociedad 2. Seguridad social y económica 3. Condiciones favorables y seguras durante la infancia y la adolescencia 4. Vida más saludable en el trabajo 5. Medio ambiente seguro y saludable 6. Cuidado médico y de salud que promueve salud más activamente 7. Efectiva protección contra las enfermedades infecciosas 8. Sexualidad segura y adecuada salud reproductiva 9. Actividad física incrementada 10. Buenos hábitos alimentarios y alimentos sanos Bajo el predominio de este modelo médico centrado en lo curativo, lo hospitalario y lo especializado los sistemas de salud, salvo contadas ocasiones, no son capaces 11. Reducido uso del tabaco y alcohol, una sociedad libre de drogas ilícitas y la reducción del riesgo de daños por el juego. Fuente: Swedish National Institute of Public Health. Sweden’s new Public Health Policy: National Public Health Objectives for Sweden, 2003. Citado por Granda, E. Globalización de los Riesgos en Salud, mimeo. de identificar tempranamente las enfermedades emergentes o de nueva aparición lo que representa que las acciones emprendidas destinadas al control de este tipo de 319 enfermedades se realicen a destiempo y en algunos casos, inclusive, después de que la afectación a la población ya es evidentes en términos tanto de morbilidad como de mortalidad. Una cantidad importante de casos de enfermedad y de muerte podrían evitarse actuando en el nivel preventivo (por ejemplo el alcohol y el tabaco contribuyen con casi 10% del total de las muertes en el mundo, ver Cap. 4 y 5). Sin embargo, en muchos países del mundo contamos con sistemas de salud que se enfocan principalmente en la atención de terciaria especializada, denominada “hospitalocentrismo” , al grado que ahora ocupan un lugar central en el sistema de atención médica, a tal grado que al parecer, el incremento en el número de médicos se debe al aumento en el número de especialistas (casi 50% entre 1990 y 2005) y al fragmentar los servicios, se presenta en ocasiones una duplicidad de funciones que poco contribuyen a una mejora en la salud de la población. En este sentido existen algunos obstáculos que contribuyen a que esta tendencia continúe como son el importante peso económico que representa la industria de la salud, específicamente, la tecnología y la industria farmacéutica. Este enfoque resulta bastante costoso para cualquier país y promueve una población con una calidad de vida bastante cuestionable, apartándose de los valores esenciales de la atención primaria, estableciendo que las personas más vulnerables sean los pobres debido a la diferencia en la capacidad de pago de unos y otros. (ver siguiente capítulo sobre Atención Primaria de Salud) Informe sobre la salud en el mundo 2008: la atención primaria de salud, más necesaria que nunca. Organización Mundial de la Salud, Ginebra, Suiza, 2008. 320 Existen sin embargo experiencias interesantes en algunos países en donde la política que orienta a los sistemas de salud “pone los pies sobre la tierra”, es decir, además de atender los daños a la salud que se generan por formas de vida insanas, busca modificar dichas formas de vida en un sentido favorable a la salud evitando que muchos casos de enfermedad no lleguen a serlo. Un ejemplo son los planes de salud de Suecia estructurados alrededor de los determinantes sociales de la salud y no de los consecuencias de estos (ver cuadro 4.) El sistema de salud planteado para los próximos años deberá contemplar la formación de recursos humanos como uno de los pilares en los que se apoyarán todas las acciones de salud pública incorporadas al modelo de atención. Asimismo, cada sistema debe organizarse basándose en las características propias del lugar, tomando en cuenta desde datos demográficos, hasta la situación epidemiológica actual que va muy relacionada con las necesidades de la población. Finalmente, para llevar a cabo todo esto, hace falta contar con recursos suficientes, mismos que deberán ser utilizados eficientemente en acciones de prevención y atención de enfermedades en la población basados en políticas de salud efectivas.clxxi Bibliografía 1 BCSSS Bertalanffy Center for the Study of Systems Science. General System Theory, The Nature of Systems. 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Introducción El presente capitulo describe los antecedentes que dieron origen a la Atención Primaria de Salud (APS), sus componentes estructurales y el contexto en el que se está produciendo la actual renovación de la APS. En él se enuncian los desafíos afrontados en estos momentos por la salud y los sistemas sanitarios. Se señala que muchos países han registrado importantes avances en materia de salud en los últimos decenios y que los beneficios obtenidos han sido desiguales. La brecha sanitaria entre los países y entre los distintos grupos sociales dentro de un mismo país se ha ampliado de manera significativa. Las transformaciones sociales, demográficas y epidemiológicas favorecidas por los procesos de globalización, urbanización y envejecimiento de la población plantean desafíos de una magnitud que no se tenían previstos hace treinta años. El derecho social o la protección de la salud es el resultado de un largo proceso histórico en el que el Estado ha venido asumiendo mayores responsabilidades en materia de atención a la salud. La década de los años 70 se caracterizó, tanto en el plano nacional como internacional, por el reconocimiento de la distribución desigual en la prestación de servicios de salud y la necesidad de adoptar nuevas estrategias, asimismo, se consideró que el acceso a los servicio de salud es un derecho fundamental del hombre. En este período en nuestro país se instrumentaron nuevas políticas tendientes a extender la cobertura de servicios a la población desprotegida. 323 Las reformas a la Ley del Seguro Social sentaron las bases para la incorporación de grupos no directamente contributivos que se beneficiaron con la prestación de servicios de salud mediante mecanismos de solidaridad social, así se rebasaron no solo los marcos clásicos de los seguros sociales mediante los cuales solo reciben sus beneficios quienes contribuyen-sino también el concepto tradicional de asistencia social, por el cual el Estado se obliga a aliviar la situación de indigencia que pueden tener sus ciudadanos.9 Así, se establecieron los servicios de solidaridad social para responder al precepto doctrinario plasmado en la citada ley, de brindar un mínimo de protección a aquellos grupos que habían permanecido al margen del desarrollo nacional y que debido a su propia condición no tenían capacidad contributiva suficiente para incorporarse a los sistemas de salud ya existentes. La entonces secretaria de Salubridad y Asistencias, introdujo modelos de atención, en los que utilizó nuevas estrategias, para ampliar la cobertura en el medio rural. Estos esfuerzos se concretaron en los programas de extensión de cobertura. En el plano internacional, los países miembros de la Organización Mundial de la Salud (O.M.S), dentro de la cual está incorporado México, suscribieron en Alma– Ata, capital de la entonces República Socialista Soviética de Kanjaktstan en 1978, el compromiso de “Salud para todos en el año 2000”. Para ello se formulo la estrategia de Atención Primaria de Salud que propuso un concepto adaptable a las condiciones dé cada país y tenía, por consiguiente, validez universal. 11 2. Breve descripción histórica 324 Como se ha señalado a lo largo del texto, es un hecho incuestionable que existe una estrecha vinculación entre la situación de salud de un país y sus condiciones económicas y sociales. A pesar del desarrollo técnico y científico que ha tenido la medicina, su bajo impacto frente a las desigualdades sociales entre unos países y otros -y aun dentro de los mismos países-, ha sido uno de los motivos para que los distintos foros mundiales buscaran afanosamente los mecanismos más racionales para lograr una situación más justa.14 La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado en diversos documentos oficiales, que la medicina que se basa en métodos exclusivamente clínicos no ha resuelto de manera satisfactoria los problemas de salud más frecuentes y poco complicados que afectan a la población mundial. Asimismo, este organismo ha reconocido que la mayoría de los países dependientes poseen sistemas de salud organizados insuficientemente; que estos servicios benefician a una mínima parte de la población y que el personal de salud carece de la preparación para las tareas que la situación futura depara. Estos hechos han ido determinando el diseño de estrategias mundiales y nacionales acordes con los resultados actuales y futuros, con los que se logre la participación del mayor número de recursos? posibles en forma concertada. Ante el escaso éxito obtenido por el plan decenal de salud para la región de las Américas, puesto en marcha en 1971, la Asamblea Mundial de la Salud adoptó en mayo de 1977 una resolución que establecía que la principal meta en los siguientes decenios seria alcanzar para todos los habitantes del mundo en el año 2000, un grado de salud que permitiera llevar una vida social y económicamente productiva. A esta meta se le conoce como “Salud para todos en el año 2000” 325 (SPT-2000). Las metas específicas de las estrategias SPT-2000 establecidas para la región de las Américas fueron las siguientes: Esperanza de vida al nacer: Ningún país de la región tendrá una esperanza de vida al nacer inferior a 70 años. Mortalidad infantil: Ningún país de la región tendrá una mortalidad preescolar superior a 2 defunciones por cada 1000 nacidos vivos. Mortalidad pre-escolar: Ningún país de la región tendrá una mortalidad preescolar superior a 2 defunciones por cada 1000 niños de 1 a 4 años. Inmunizaciones: Se proporcionará inmunización contra difteria, tosferina, tétanos, tuberculosis, sarampión y poliomielitis al 100% de niños menores de un año, y contra el tétanos al 100% de las mujeres embarazadas en las zonas endémicas. Agua potable y disposición de excretas: Se proporcionará agua potable aproximadamente a 1000 millones de habitantes en zonas rurales y 250 millones de habitantes urbanos. Cobertura de servicios de salud: Se asegurará el acceso a los servicios de salud al 100% de la población. Para el logro de la meta SPT-2000, se requería no solo de todos los recursos? disponibles, sino de la racionalización de su uso y de su distribución más equitativa entre la población. No obstante, extensas regiones del mundo han sufrido las consecuencias de la crisis económica internacional desde la década de los treintas. 326 Crisis que se ha manifestado por la reducción del ingreso familiar en particular de las familias pobres, lo cual ha acarreado condiciones de mala salud, crecimiento deficiente de qué? y disminución de la capacidad productiva, lo cual conduce a un círculo vicioso que se ha ido perpetuando en las generaciones siguientes.6 Ante este panorama, la OMS decidió en septiembre de 1978, adoptar la estrategia de Atención Primaria de la Salud como el mecanismo fundamental para el logro de la meta SPT-2000. 3. Definición y componentes básicos La Atención Primaria de la Salud es un concepto que surgió hace más de treinta años, como resultado de la evaluación de los servicio de salud que demostraron que la mayoría de la población mundial no tenía acceso a una atención apropiada. Así, en la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud realizada en Alma-Ata, URSS, fue adoptada esta estrategia como fundamental para el logro de la meta SPT-2000, concepto que fue definido como “La asistencia sanitaria esencial basada en métodos y tecnologías practicas, científicamente fundadas y socialmente aceptables, puestas al alcance de todos los individuos y familias de la comunidad, mediante la plena participación y a un costo que la comunidad y el país puedan soportar en todas y cada una de las etapas de su desarrollo”.1 La Atención Primaria de Salud, ha constituido la base sobre la cual los Gobiernos de todo el mundo han reorganizado sus servicios de salud, lo cual se ha reflejado en una orientación hacia los principales problemas sanitarios preventivos, curativos, de rehabilitación y fomento de la salud, de acuerdo con las condiciones económicas y sociales de los diversos países y comunidades. 4 327 4. Componentes estratégicos de la APS Por su carácter general, se expresan en las políticas de salud de los Gobiernos; constituyen grandes propuestas, que en conjunto, hacen posible el logro de una meta general, los más importantes son los siguientes: La Extensión Universal de la Cobertura Se ha utilizado con frecuencia el concepto de cobertura para señalar el alcance de la complejidad de un servicio de salud. En otras palabras, significa el porcentaje de la población que tiene acceso al servicio. Extensión universal de la cobertura significa entonces que el 100% de la población mundial debe tener acceso a los servicios de salud. El acceso, sin embargo, no puede constituir tan solo un aumento de la oferta de servicio sino además, la modificación de la estructura de los mismos que permita desde el punto de vista social y cultural, su uso por parte de toda la población. 15 Por este motivo se reconocen por lo menos los siguientes elementos involucrados en la ampliación de la cobertura: Aumento de la disponibilidad de los servicios Aumento de la accesibilidad de los servicios. Accesibilidad geográfica. Accesibilidad económica Accesibilidad cultural Participación comunitaria. El desarrollo de la estrategia de APS es imposible sin la participación plena de la comunidad a través de su organización y con autorresponsabilidad de la misma, 328 de manera que los individuos, las familias y las comunidades participen activamente en el mejoramiento de su propia salud. Esta participación debe también realizarse en todas las fases de los programas de salud y no solo durante la ejecución de los mismos. Por ello, la comunidad debe estar involucrada desde el diseño mismo de los programas, el planteamiento de los objetivos y los procesos de evaluación de las actividades. La Regionalización de los Servicios Los servicios de salud, para su óptima utilización, requieren de una reordenación geográfica radical. Con ella se expresa la necesidad técnica y social de trasladar los recursos existentes concentrados en pequeñas zonas geográficas urbanizadas, hacia el total de regiones que conforman un país. De esta forma, al mismo tiempo que amplía la cobertura de servicios, se avanza en el logro de los objetivos de eficiencia, eficacia, equidad y justicia social. Otro elemento que resulta de la regionalización del servicio médico es la conformación de los niveles de atención a escala nacional. Estos niveles, que se califican de acuerdo a su complejidad técnica y administrativa requieren forzosamente para su óptima utilización, de la regionalización geográfica. La Articulación Intersectorial En vista de que son múltiples los factores socioeconómicos que afectan el desarrollo sanitario de la comunidad, el mejoramiento de los servicios por sí solo no es suficiente ya que, tan pronto se ha curado un paciente, al regresar a su medio de vida el pantano de la pobreza lo atrapa nuevamente, así, regresa enfermo a la clínica unos meses o semana después de su tratamiento. Por lo tanto, con el fin de vencer las enfermedades de los países en desarrollo, los 329 problemas sociales y económicos habrán de atacarse en forma concertada por los distintos sectores de la sociedad y de su gobierno. 2 Para ello, los sectores involucrados en tales acciones – el sector salud, el sector educativo y el sector productivo, entre otros.-, requieren realizar un mayúsculo esfuerzo de coordinación y cooperación, tomando en consideración siempre en primer lugar las necesidades prioritarias de la comunidad. Los proyectos de alfabetización masiva, aprovechamiento de recursos hidráulicos, desarrollo de tecnología alimentaria, etc., constituyen pilares fundamentales de la coordinación intersectorial y, por lo tanto, del desarrollo de la Atención Primaria de la Salud. Desarrollo de Tecnología Apropiada La labor internacional en favor del desarrollo ha evolucionado de una etapa inicial filantrópica y paternalista hacia una fase de asistencia técnica, caracterizada por la “transferencia” de conocimientos prácticos, patrones y normas preestablecidas. Esta transferencia se basa, obviamente, en el supuesto que la tecnología importada de los países industrializados es el mejor modelo para todos los pueblos en desarrollo. Se trata, en otras palabras, de un proceso en un sólo sentido que refuerza las posiciones del desarrollo frente al subdesarrollo. Esta situación ha provocado que la mayoría de las veces los países pobres con frecuencia conozcan mejor las necesidades de salud de los países ricos que las propias. En otros casos, la importación de tecnologías inadecuadas puede llegar incluso a ser perjudicial para los intereses de los países en desarrollo. Ambas situaciones, finalmente, pueden tener en algunos casos mayor importancia en la 330 determinación de las condiciones de atraso científico y tecnológico de los países pobres, que la verdadera escasez de recursos humanos y financieros. Por este motivo, la conferencia internacional sobre Atención Primaria de la Salud recomendó a la comunidad mundial, a través de los países miembros de la OMS, la creación de programas de estimulo y fortalecimiento de tecnología apropiada a las condiciones de cada país. Remarcó que el uso de tecnología local no sólo disminuirá progresivamente la pesada carga de la dependencia tecnológica si no que, además, posee las siguientes ventajas: a) El uso del conocimiento tradicional permite incrementar la confianza de la población en los programas de salud comunitaria. b) La utilización de técnicas y procedimientos sencillos, inventados por la propia comunidad, disminuye la falsa creencia de que salud es dominio exclusivo de los expertos y fomenta la participación, y c) La utilización de los recursos existentes en la propia zona de ejecución de los programas, permite la ampliación de la cobertura real de los servicios, fundamentalmente debido a la disminución de su costo, y a su fácil replicación en otras regiones. Sin embargo, es necesario recalcar que a pesar de las ventajas indudables de la tecnología apropiada, esta deberá ser en todos los casos socialmente aceptable y científicamente valida, evitando el uso de los recursos locales que no cumplan con estos requisitos, aun y cuando influyan positivamente en el desarrollo de la participación comunitaria. Desarrollo Administrativo. 331 El desarrollo administrativo en la Atención Primaria de Salud, se consigue con la introducción de las modernas técnicas de administración y gestión, que en América Latina han sido abundantemente discutidas en lo que concierne a salud. Para ello, sin embargo, nunca será suficientemente remarcar la importancia que tiene la creación de un Sistema Nacional de información en Salud, sin el cual la planificación de los servicios es prácticamente imposible. La información, para su procesamiento, debe cumplir con los siguientes requisitos: a) Debe ser veraz, es decir, con una alta aproximación a la realidad. b) Debe ser oportuna, de manera que permita la programación a mediano y corto plazo. c) Debe ser precisa, con una especificación clara de lo que se informa. d) Debe ser continua es decir, regular, y permanente y; e) Debe ser confiable proveniente de fuentes serias de recopilación de datos. El sistema de información debe permitir que esta se transmita de manera expedita, facilite su uso en la retroalimentación de los programas cuando estos se encuentran aún vigentes y hagan posible que lleguen a todas las instancias involucradas en el proceso (comunidad, equipo de salud, planificadores y autoridades). Otro elemento a considerar en el sistema de información es que cada vez con mayor frecuencia la comunidad está participando no solo en la génesis, sino también en el análisis y uso de información de salud. De hecho se puede afirmar que todo programa APS debe involucrar a la comunidad en los tres aspectos señalados, con el fin tanto de optimizar los recursos administrativos del programa, 332 como de promover la participación consciente y responsable de la colectividad. El uso de la información local por parte de la comunidad debe finalmente servir para la evaluación del programa y racionalizar la toma de decisiones. Desarrollo de Recursos Humanos para la APS. La provisión de servicios de salud aceptables y oportunos para toda la población con el fin de reducir las desigualdades existentes entre los distintos grupos humanos, ha determinado la modificación de los anteriores patrones de formación de recursos humanos para la salud (FRHS) en todo el mundo. Ello está determinado por los siguientes factores: La necesidad de garantizar la accesibilidad no solo geográfica y económica sino sobre todo social y cultural de toda la población a los Servicios de Salud. a) La urgencia de logar un verdadero impacto en las condiciones de salud con el máximo de eficiencia social y de productividad de los recursos asignados al sector salud. b) La necesidad de incrementar la oportunidad equidad y eficiencia de los servicio ofrecidos a la población. c) La necesidad de reordenar los sistemas de salud con base en el principio de niveles de atención geográficos y funcionales, y d) La necesidad de incluir la participación comunitaria como un componente estratégico de la prestación de servicios de salud. La disponibilidad de recursos humanos para el cumplimiento de los requisitos señalados arriba depende, fundamentalmente, de la capacitación y motivación 333 adecuada de estos recursos a nivel de la enseñanza formal durante el paso del estudiante por el bachillerato, la carrera técnica y la Universidad. 3 Las cualidades y habilidades personales esenciales para realizar eficazmente las acciones de salud bajo el marco de referencia de la APS, se han desarrollado paulatinamente en todo el mundo, situación que se ve reflejada con la declaración de Edimburgo, emitida por la Federación Mundial para la Educación Médica, en 1988 en la cual se hace manifiesta la preocupación de los países por reorientar la formación de recursos humanos en cuanto al logro de una atención de salud igualitaria basada en la impartición humanitaria de los servicios médicos y puesta al alcance de la mayoría de la población.5 334 Dejar el encabezado como ilustración 335 Asimismo, se hace énfasis en la necesidad de trasladar el escenario de aprendizaje del ámbito hospitalario a la comunidad; de estimular al estudiante para acercarse al conocimiento a través de la investigación; de fomentar el trabajo interdisciplinario en salud, y de transmitirle un sentido más humanitario del quehacer medico. 5. Componentes programáticos de la APS Los componentes programáticos de la APS, a diferencia de los estratégicos se refieren a aspectos restringidos de la prestación de servicios y se expresan en forma de programas. Estos pueden ser, según su prioridad mundiales, regionales o nacionales. Los recomendados por la Conferencia Internacional de Alma-Ata en 1978 son los siguientes: 1. Atención materno-infantil. 2. Inmunizaciones. 3. Planificación familiar. 4. Control de las enfermedades diarreicas. 5. Control de las enfermedades respiratorias agudas. 6. Control de las enfermedades parasitarias. 7. Control de enfermedades ocupacionales. 8. Control de las enfermedades de transmisión sexual. 9. Control, prevención y rehabilitación de enfermedades crónicas. 10. Alimentación y nutrición. 11. Saneamiento ambiental 12. Salud mental 13. Salud dental 14. Prevención de accidentes 15. Erradicación de la malaria 336 Como puede notarse, estos programas tienen la característica de agrupar a la mayor parte de la patología prevalente en el mundo. Para su instrumentación en cada país, se combinan sus características, su vulnerabilidad trascendencia y costo. Esta combinación permite determinar su prioridad con respecto al total de programas propuestos. En México cada componente programático posee un programa específico, aunque es notable la importancia que han recibido los programas de inmunizaciones salud materno-infantil y planificación familiar. Con la introducción de la terapia de rehidratación oral (TRO) los programas de prevención del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), los de control y mejoramiento del ambiente, entre otros, las actividades de APS en México se han diversificado. 6. Renovación de la estrategia El propósito de renovar la APS fue revitalizar la capacidad de los países para articular una estrategia coordinada, efectiva y sostenible que pudiera dar respuesta a los problemas de salud existentes, afrontar los nuevos retos de salud y mejorar la equidad. La meta de tal esfuerzo fue obtener un mejoramiento de salud para todos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que los estados miembros, como los profesionales de la salud y los responsables políticos, reclaman claramente que se renueve la atención primaria de la salud (APS). 7 La globalización está afectando a la cohesión social de muchos países, y no cabe duda que los sistemas de salud, elementos fundamentales de la estructura de las sociedades contemporáneas, no están funcionando todo lo bien que podrían y 337 deberían, apunta la OMS quien además sostiene que la gente está cada vez más descontenta ante la incapacidad de los servicios de salud que satisfagan la demanda y las nuevas necesidades. Es difícilmente rebatible que los sistemas de salud tienen que responder mejor y con mayor rapidez a los desafíos de un mundo en transformación, y la APS puede afrontar esos desafíos. En el análisis realizado en el informe sobre la salud en el mundo en 2008, ya se mostró que las reformas de la atención primaria basada en el acceso universal, equidad y justicia social, constituyen una respuesta fundamental a los retos sanitarios que plantea un mundo en rápida evolución y las crecientes expectativas de los países y de sus ciudadanos en materia de atención sanitaria. El informe identifica cuatro conjuntos de reformas interrelacionados de la APS que tiene por objeto lo siguiente: garantizar el acceso universal y la protección social, a fin de mejorar la equidad sanitaria; reorganizar la prestación de servicios en función de las necesidades y expectativas de la población; mejorar la salud de la comunidad mediante unas políticas públicas más idóneas; y renovar el liderazgo sanitario sobre la base de una mayor eficacia de las administraciones y la participación activa de los principales interesados directos, 8 según se resume en la figura 1. La OMS reconoce que muchas poblaciones desfavorecidas se han quedado rezagadas, o incluso han perdido terreno en materia de salud. Al mismo tiempo, está cambiando radicalmente la naturaleza de los nuevos problemas sanitarios. La urbanización, la globalización y otros factores están acelerando la propagación mundial de las enfermedades transmisibles y ha 338 aumenta la carga de los padecimientos crónico-degenerativos. El cambio climático y la inseguridad alimentaria tendrán grandes repercusiones en la salud en los años venideros, de modo que una articulación de una respuesta eficaz y equitativa entrañara enormes retos.12 Por fortuna, la OMS admite que el actual contexto internacional es favorable a una renovación de la APS. La salud mundial ocupará un interés sin precedente. Se aboga cada vez por la unidad de acción y abundan los llamados en pro de la atención integral y universal y de la salud en todos los gobiernos. De acuerdo con el consenso internacional, la APS continúa siendo un medio valido y adecuado para preservar la salud y el desarrollo humano. Los elementos pertinentes que sustentan la renovación de la estrategia de APS, son esencialmente las transformaciones en los perfiles demográficos y epidemiológicos, resalta el envejecimiento de la población y el incremento en las enfermedades crónicas, violencia, discapacidad, el SIDA, y otras enfermedades emergentes, la vulnerabilidad a desastres y otras circunstancias de impacto ambiental, la diversidad cultural, étnica y de género, de modos de vida y el impacto de otros macrodeterminantes de la salud, la descentralización políticoadministrativa, los cambios en los modelos de atención y de gestión de los servicios de salud, y la diversificación de las respuestas sanitarias tradicionales. 10 La renovación del compromiso con la APS implica atender modificaciones y ajustes en dos grandes acepciones, como enfoque de política, la APS se ha de visualizar como promotora y sustentadora del desarrollo de políticas de equidad en salud y como nivel de atención, la APS se debe identificar como eje central del desarrollo de los sistemas de salud bien organizados, integrales, integrados y 339 orientados a la comunidad que garanticen una atención de alta calidad con mayor satisfacción del paciente, menores costos y mejor salud de la población. 13 Cada país deberá implementar la estrategia sustentable con el fin de basar solidariamente sus sistemas de salud en la APS, basados en sus valores, principios y elementos esenciales, que deben de estar presentes en un enfoque renovado de la Atención Primaria de Salud. 340 Figura 1. Valores sociales que guían la APS y conjunto de reformas necesarios para reorientar los sistemas sanitarios hacia la Salud para todos 341 Bibliografía 1. Atención primaria de la salud en las Américas; Las enseñanzas extraídas a lo largo de 25 años y los retos futuros. Washington, DC: Organización Panamericana de la Salud, 2003. 2. Dubos, R. “El espejismo de la salud”. Ed. Fondo de Cultura Económica, México 1989, pp. 12-50 3. Durana I. “Estrategia de la enseñanza-aprendizaje en la atención primaria de la salud” OPS, Public. Cientif. No. 433,1982. 4. Cueto M. The origins of primary health care a selective primary health care. Am J Public Healt 2004: 94 (11) 1864-74. 5. Federación Mundial para la Educación Médica. “Declaración de Edimburgo”. Conf. Mundial de Educación Médica, 7-12 de Agosto, Edimburgo, Escocia, 1988. 6. Hernández, M. Desigualdad, inequidad e injusticia en el debate actual en salud: posiciones e implicaciones. 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De igual manera, en ese capítulo se establece que la salud pública al cambiar los patrones de salud enfermedad en las colectividades lo hace buscando aumentar la equidad social en las cargas y beneficios que implica vivir en sociedad. En este capítulo agregaremos otro elemento ético y social propio del trabajo de la medicina y la salud pública: si las personas reciben atención a sus problemas de salud (sean estos de naturaleza individual o colectiva, sea bajo la forma de promover su salud, de prevenir o de atender enfermedades), ha de verse como resultado, no de la acción dadivosa o benevolente de tal o cual persona o institución, sino del cumplimiento de un derecho, socialmente aceptado, legalmente reconocido y cuyo cumplimiento cuenta con mecanismos de exigibilidad. El trabajo del médico deberá ser visto desde esta óptica, no como una alternativa del profesional (por la cual se opta o no), hacia el bienestar del paciente y la equidad en salud en la colectividad hacia quienes trabaja, sino como el medio a través del cual se hace realidad un derecho humano al que como ciudadano y como profesional está doblemente obligado. Así, la inclusión del tema del derecho a la salud en un libro de texto de salud pública para estudiantes de medicina que recién inician su formación profesional tiene una amplia justificación. La medicina es una disciplina humanista por antonomasia, además de su fundamento científico. El hacer medico en sus diversas áreas, ya sean asistenciales, de enseñanza, de investigación o administrativas representan un acto de justicia y ética social, además de la prestación de servicios de salud a la sociedad, para la cual éstos son un derecho. 343 La salud de las personas, las colectividades y los países es la resultante de la interacción de los individuos entre sí y de estos con su ambiente, modificado de manera constante por las formas de organización social. En este contexto, la salud pública y la medicina son expresiones de las formas en que esas sociedades y países buscan resolver sus problemas de salud, mediante la participación de sus instituciones y también la participación activa y diversa de sus individuos. Lo anterior se expresa en políticas de desarrollo social y de salud, leyes, programas y acciones tendientes a lograr la salud de los integrantes de la población (1), así como por demandas y luchas sociales varias para hacer vigente el derecho a la salud. Las enfermedades en los países han creado la necesidad de buscar su solución creando instituciones de atención a la salud enfermedad, a la par de diversos ordenamientos legales que orienten la conservación y mejoramiento de la salud de los integrantes de las sociedades. En este contexto es donde se identifica el tema del presente capítulo; El derecho a la salud. El objetivo del capítulo es revisar el concepto del derecho a la salud, sus bases éticas, su aplicación en el contexto de la Salud Pública y algunas reflexiones útiles para la agenda del médico en su formación profesional en México. 2. ¿Qué es el derecho a la salud? El derecho a la salud o a la Protección de la salud no está definido con claridad ni otorgado con la calidad de universal y obligatorio de que goza el derecho a la educación (2), el cual dice: Artículo 3o. Todo individuo tiene derecho a recibir educación. El Estado -federación, estados, Distrito Federal y municipios-, impartirá educación preescolar, primaria y secundaria. La educación preescolar, primaria y secundaria conforman la educación básica obligatoria. (3) la 344 Algunos juristas consideran el derecho Cuadro 11.1 a la salud como un derecho social. Para hablar del derecho a la salud en México es necesario hacer algunas consideraciones sobre los “derechos sociales”, dado que la salud, como garantía jurídica, se encuentra en el contenido fundamental de estos derechos. La doctrina jurídica mexicana considera a los derechos sociales de una acción positiva que se traduce normalmente en la prestación de algún El Derecho a la Salud puede ser definido como la rama de Derecho que regula las relaciones jurídicas que tienen por objeto la salud humana y su protección, entendida la salud como una actitud de armonía que abarca los estados de completo bienestar físico, mental y ambiente social, que lograda en un garantice la sostenibilidad de este equilibrio (2,4). bien o servicio. Es así como surge la idea del derecho social, considerándolo como una rama autónoma del sistema jurídico al lado de las tradicionales (público y privado), y cuya principal característica fuera la preeminencia de los interés colectivos por encima de los intereses individuales, a través de leyes protectoras y programas creados por el Estado para el establecimiento de condiciones más justas de vida que beneficiara a los sectores más desfavorecidos de la población. (5). También se considera como sinónimo del derecho a la salud el derecho a la protección de la salud. Lo anterior se basa en el principio de igualdad entre los hombres: Así el derecho constitucional a la protección de la salud “es aquel que se ostenta frente el Estado a fin de obtener una acción positiva de éste dirigida a la efectiva satisfacción de la salud individual por encima de las posibilidades personales del sujeto” (5). Existen autores que proponen que el término más adecuado es derecho de atención a la salud, por considerarlo más especifico. El derecho a la salud es considerado ambiguo y “ausente de especificidad real para los problemas de atención médica” (6). El derecho a la salud en México está sustentado en la nuestra Constitución: 345 Artículo 4o. Toda persona tiene derecho a la protección de la salud. La Ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y establecerá la concurrencia de la Federación y las entidades federativas en materia de salubridad general, conforme a lo que dispone la fracción XVI del artículo 73 de esta Constitución (3). 3. Antecedentes del derecho a la salud La salud es un valor social universal compartido por todos los países del orbe. La salud representa a la vez de una aspiración, la oportunidad de lograr igualdad entre todos los integrantes de una sociedad. Existen varios documentos internacionales que hacen referencia a la salud humana: La Declaración Universal de los Derechos Humanos dice en su artículo 25: Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, status a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene, asimismo, derecho a los seguros de ….enfermedad, invalidez…. (7) En el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales subrayó: “Que el derecho a la Salud se hace extensivo a los factores determinantes básicos como la alimentación y la nutrición, la vivienda, el acceso a agua limpia potable y a condiciones sanitarias adecuadas, condiciones de trabajo seguras y un medio ambiente sano” (8). En 20 de 35 constituciones de países en Latinoamérica, incluyen el derecho a la salud como responsabilidad del Estado. Así, el derecho a la salud o a la Protección de la salud está incluido en […] Bolivia, Cuba, Chile, Guatemala, 346 Guayana, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela (6). En el ámbito nacional tenemos que las obligaciones del Estado, según el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, se han dividido en “estratos” que corresponden a los deberes de respetar, proteger y cumplir; y a su vez, la obligación de cumplir corresponde la obligación de proporcionar y promover. Específicamente, a través de la obligación de respetar, los Estados deben asumir la obligación de subsidiar y/o establecer medidas de protección general para la población, incluyendo a quienes se encuentren en cualquier situación que les dificulte obtener los ingresos necesarios para vivir dignamente (9) 4. Fundamentos legales del derecho a la salud en México Ámbito Internacional: Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales: México ha suscrito y ratificado el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales que bajo el lineamiento del Artículo 133 constitucional se considera como “Ley Suprema de la Unión”, entrando así en vigor en este país el 23 de junio de 1981. Ámbito nacional: En primer lugar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en cuyo artículo 4º. Se señala que “toda persona tiene derecho a la protección de la salud” (3). En segundo término y derivada de dicho mandato constitucional, se cuenta con la Ley General de Salud entre cuyos ordenamientos principales se encuentran los siguientes (10). a) El derecho a la protección de la salud se traduce en el disfrute de servicios de salud y de asistencia social que satisfagan las necesidades de la población (Art. 2). 347 b) Los servicios públicos de salud deben ser prestados bajo los criterios de universalidad y gratuidad (Art. 35). c) Se debe garantizar la extensión cuantitativa y cualitativa de los servicios, preferentemente a grupos vulnerables (Art. 25). d) Las cuotas de recuperación que en su caso se recauden deberán tomar en cuenta el costo de los servicios y las condiciones socioeconómicas de los usuarios, fundándose en principios de solidaridad social y eximiendo del cobro a los usuarios que carezcan de recursos para cubrirlas o que se encuentren las zonas de menor desarrollo económico y social del país. (Art. 36) e) El Sistema Nacional de Salud deberá prestar servicios a toda la población y mejorar la calidad de los mismos, dando prioridad a las acciones preventivas. (Art. 6). Carol B. Arriaga identifica como parte de la Legislación Federal a los siguientes documentos (11), en los que se tocan aspectos relacionados con el derecho a la salud y que definen la estructura del sistema de salud cuya estructura y funciones examinamos en el capítulo 9: a) La Ley del Seguro Social establece que su finalidad es garantizar el derecho a la salud, la asistencia médica. La protección de los medios de subsistencia y los servicios sociales necesarios para el bienestar individual y colectivo. b) La Ley de los Institutos Nacionales de Salud establece que le objeto principal de esos organismos es la investigación científica en el campo de la salud; la formación y capacitación de recursos humanos calificados; y la prestación de servicios de atención médica de alta especialización en todo el territorio nacional. c) La Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio del Estado garantiza a los derechohabientes la prestación de la medicina preventiva, del seguro de enfermedades y maternidad y de los servicios de rehabilitación física y mental. d) La Ley Federal del Trabajo señala que el trabajo debe de efectuarse en condiciones que aseguren la vida, la salud y un nivel económico decoroso para el trabajador y su familia. También puntualiza que cuando se ponga en peligro la 348 salud de la mujer y/o el producto durante la gestación o lactancia y sin detrimento del salario, prestaciones y derechos, el trabajo de la mujer gestante o lactante, no podrá ser utilizado en labores peligrosas, en trabajo nocturno industrial, en establecimientos comerciales o de servicios después de las 10 de la noche, así como en horas extraordinarias. e) La Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres dispone que las autoridades correspondientes, desarrollarán tareas a fin de garantizar el impulso de acciones que aseguren la igualdad de acceso a las mujeres y hombres a la alimentación, la educación y la salud, y promoverán investigaciones con perspectiva de género en materia de salud y seguridad en el trabajo. f) La Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolecentes, también hace referencia a su derecho a la salud, a la atención médica y nutricional de la madre durante el embarazo y lactancia. g) La Ley de los Derechos de la Personas Adultas Mayores, publicada en Junio del 2002, garantiza a este grupo de personas el derecho a la salud, incluyendo el acceso preferente a los servicios, con el objeto de gozar cabalmente de su derecho a la sexualidad, bienestar físico mental y psicoemocional. Asimismo, hace referencia a su derecho a recibir orientación y capacitación en materia de salud, nutrición, higiene y cuidado personal. h) La Ley de Desarrollo Sustentable, señala que los programas del Gobierno Federal deberán impulsar la salud como generador de bienestar social. i) Finalmente, el Código Penal Federal contiene un capítulo sobre “delitos contra la salud”. 5. Derecho a la salud en México a) El papel del Estado. Las características de la práctica de la salud pública en México son reconocidas y definidas por el Estado en sus tres poderes y niveles. Quienes??? señalan la forma de organizar los distintos recursos, en particular para hacer efectivo el derecho a la salud de la población, a través de políticas, normas jurídicas, y programas de salud. 349 En la presentación del Programa Sectorial de Salud 2007-2012 el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos plantea que : “[….] Con el compromiso y trabajo de todos, estoy seguro de que avanzaremos en la construcción de un país con igualdad de oportunidades, un país con una economía competitiva y generadora de empleos, un país seguro y limpio, justo y ordenado. Éste, como el resto de los programas sectoriales, refleja claramente el pensamiento de una sociedad que apuesta por un país que avance por la vía del Desarrollo Humano Sustentable, una nación en donde todos vivamos mejor, un México ganador (12). A su vez, en el Programa Nacional de Salud se reconocen como retos, para hacer real el derecho a la salud, los cambios habidos en los perfiles epidemiológicos. Se dice así que (13): “En los últimos 50 años se produjo en México un descenso muy importante de la mortalidad en todos los grupos de edad. Este descenso se ha acompañado de un cambio igualmente significativo en las principales causas de muerte y discapacidad. Hoy en nuestro país predominan como causa de daño a la salud las enfermedades no transmisibles y las lesiones. Estos padecimientos son más difíciles de tratar y más costosos que las infecciones comunes, los problemas reproductivos y las enfermedades relacionadas con la desnutrición, que en el siglo XX fueron las principales causas de defunción. Esta transición está íntimamente asociada al envejecimiento de la población y al reciente desarrollo de riesgos relacionados con estilos de vida poco saludables, dentro de los que destacan el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la mala nutrición, el consumo de drogas (ilegales)la vialidad insegura y las prácticas sexuales de alto riesgo.” Para enfrentar estos retos, se plantea en el Programa Nacional de Salud 20072012 que el gasto en salud (13): “se ha incrementado de manera importante en los últimos años. De 5.6% del Producto Interno Bruto en 2000 aumentó a 6.5% en 2005. Lo mismo sucedió con el gasto per cápita en salud, que se incremento de 3 664 a 4 981 pesos en el mismo periodo.” A pesar de estos incrementos, el porcentaje de riqueza en México invierte en salud está por debajo del promedio latinoamericano (6.9%) y muy por debajo del porcentaje del PIB que le dedican a la salud otros países de ingresos medios de América Latina, como Argentina (8.9%), Brasil (7.6%), Colombia (7.6%) y Uruguay (9.8%) 350 Respecto a los Servicios de salud: personales y de salud pública (13) se señala que: “La función principal de los sistemas de salud es prestar servicios de salud. Estos servicios, ya sean personales o comunitarios, deben ser efectivos y proveerse atendiendo a las expectativas de los usuarios. La calidad de los servicios de salud en México se ha incrementado en los últimos años, pero es necesario mejorar aún más. Además de desarrollar esfuerzos específicos en este sentido, es importante fortalecer las actividades de regulación de la atención médica y las actividades de protección contra riesgos sanitarios” Finalmente, dentro de los Objetivos del Programa Nacional de Salud 2007-2012 se plantean elementos que tienen implicaciones en el derecho a la salud (13): OBJETIVOS: 1. Mejorar las condiciones de salud de la población; 2. Reducir las brechas o desigualdades en salud mediante intervenciones focalizadas en grupos vulnerables y comunidades marginadas; 3. Prestar servicios de salud con calidad y seguridad; 4. Evitar el empobrecimiento de la población por motivos e salud; 5. Garantizar que la salud contribuya al combate a la pobreza al desarrollo social del país. b) Algunas críticas desde la sociedad El médico en formación que hasta aquí haya leído sobre el derecho a la salud en la salud pública en México podrá suponer que es una realidad cotidiana. Existen, sin embargo, otras apreciaciones a ser tomadas en cuenta. Así, por ejemplo Alejandro Cerda García nos describe cómo la evolución de la situación económica y social en México ha conducido a retrocesos en el derecho a la salud. Esto se expone en el Cuadro 11.2 (14): 351 Otra visión crítica la ofrece Cristina-Laurell (15), al comentar la propuesta del Banco Mundial en su Informe sobre el Desarrollo Mundial de 1993, mismo que fue consensuado con los principales organismos y agencias nacionales e internacionales de desarrollo y que se encuentra apegado a la denominada posición neoliberal comentada en el cuadro 11.2. Este informe tuvo un amplio impacto en las reformas a los sistemas de Cuadro 11. 2 Durante las últimas tres décadas se han aplicado en México una serie de políticas económicas de corte neoliberal centradas en las medidas de ajuste estructural, la apertura comercial y la regulación económica a través de las leyes de mercado. Lo anterior, contribuyó a incrementar el deterioro de las condiciones de vida, situación que a su vez se reflejó, por un lado, en la disminución de de sus niveles de salud, por otro, en la reducción del gasto público en materia social y en especial en el gasto para la salud. Estas consecuencias han venido a agudizarse a partir de la implementación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte firmado por los Estados Unidos de América, Canadá y México. Las repercusiones más importantes del Tratado de Libre Comercio de Norte América en el campo de la salud han sido provocadas a partir de sus lineamientos encaminados a la liberación de la prestación de los servicios de salud, en particular a los prestados mediante seguros médicos. Desde el inicio de del Tratado de Libre Comercio se han generado varios aspectos negativos de inequidad social en una gran proporción de la población mexicana. Estos aspectos negativos se pueden resumir en lo siguiente: a. salud experimentadas en la década de los 90´s del siglo pasado dirigidas casi todas ellas bajo los b. supuestos neoliberlaes. Para Laurell el Informe resumidamente plantea que: El Estado se ocupará de c. los problemas de salud que la inversión privada El deterioro del ingreso y de las condiciones de vida de grandes sectores de la población, los cuales han sido de más del 50 % que actualmente vive en condiciones pobreza. Todas las cifras que se encuentran publicadas aún no reflejan la situación desastrosa que aqueja al país desde mediado del 2009 y que en el momento de escribir estas líneas son mayúsculas. El deterioro de las instituciones públicas para la prestación de servicios de salud, a través de la disminución progresiva de presupuesto y de la modificación de fundamentos legales, como la reforma a la Ley de del Seguro Social, que pasó de impartir en forma obligatoria servicios de salud, a abrir la posibilidad de contratar esos servicios a médicos particulares. La creación de condiciones básicas para la intervención privada en la prestación de servicios de salud y en la seguridad social a través de de la adopción de los lineamientos del Banco Mundial, ver (Invertir en salud y Mexico Health System Reform) (14). rechaza, por no ser mercancías. El sector público es ineficiente, mientras que el sector privado es eficiente. (lo que es erróneo como lo muestra la crisis de salud en EUA en contraste con los beneficios del IMSS en México). Los recursos públicos para salud son escasos. Los bienes públicos a todos deben beneficiar sin excluir a nadie. La salud es un bien privado. 352 Cada quien debe pagar los servicios que utiliza. El principal responsable de la salud es, por tanto, el individuo y el grupo familiar que deben adaptar una conducta saludable y resolver sus enfermedades adquiriendo los servicios médicos necesarios en el mercado. La intención de desinstitucionalizar al máximo la atención a la salud. El grueso de la asistencia clínica, los llamados servicios discrecionales, deben manejarse con criterios mercantiles y quedar en manos de los privados que operan bajo la lógica del mercado. Para Laurell, en el Informe comentado se restringen las responsabilidades del Estado en relación al derecho a la salud. Así, la autora señala que en el Informe: Se ubica la producción de bienes públicos en sentido restrictivo Se establece como válido que el Estado participe solo en caso de acciones de beneficio masivo como aplicación de algunas vacunas o el tratamiento de enfermedades muy contagiosas, el combate contra vectores o la contaminación, cierta información, mas no en otras acciones de atención a la salud. Las medidas regulatorias, se consideran legítimas sólo si no interfieren con el ejercicio de la libertad en el mercado. Se avalan solamente algunas acciones con alto rendimiento de costobeneficio para aliviar la pobreza crítica. Tras esta caracterización, Laurell identifica las siguientes desventajas de esta forma de abordar las grandes tareas para lograr el derecho a la salud: Implica la desaparición o desarticulación de programas y niveles de atención de la salud. Desconoce que, el carácter público de un bien se establece a partir de que la sociedad lo considera valioso y/o socialmente prioritario y decide asumirlo y financiarlo colectivamente, razón por la cual muchas sociedades, como la mexicana, reconocen a la protección de la salud de sus ciudadanos como de interés público y le adscriben régimen de derecho social ciudadano. 353 En el sistema neoliberal de la atención de la salud, se reconocen los abusos relacionados con los seguros: La práctica de excluir a las personas de alto riesgo de enfermar La utilización innecesaria de servicios El motivo de lucro explica una parte importante de la ineficiencia y la utilización de métodos inadecuados de diagnóstico y tratamiento La propuesta del BM representa intereses económicos particulares, ya que la inversión en salud es más redituable que muchas actividades industriales. La industria hospitalaria de alta capitalización, se sustenta en una sofisticada tecnología diagnóstica y terapéutica que le permite participar en la explotación de la salud. El crecimiento de aseguradoras y administradoras de la salud privadas genera con el tiempo, actores poderosos que influyen en las políticas nacionales de salud. Sin embargo estas empresas no ven por el beneficio general de la población sino que operan con criterios de optimización de sus ganancias. La OMS europea señala que hay equidad en la atención a la salud, cuando a igualdad de necesidades, igual acceso y utilización de la atención existente con la misma calidad para todos (15). 5.- El contexto multifactorial en la génesis de la insatisfacción del cumplimiento al mandato constitucional del “derecho a la salud”: Si bien se ha hecho énfasis al combate de la pobreza por parte del Estado, es bien cierto que las deficiencias en los servicios de salud, que cumplen la función social que nos ocupa, encuentran un origen multifactorial. Así por ejemplo: Alberto Pellegrini Filho refiere, con fundamento en los trabajos de Wilkinson R., que las condiciones de salud mejoran en un país, hasta que el ingreso per cápita es de uno ocho a diez mil dólares. A partir de esa cifra el factor determinante en la mejora de las condiciones generales de salud es la forma en que se distribuye la riqueza. Agrega que las inequidades de renta, afectan negativamente a la salud, en la medida que se rompen las relaciones de confianza y solidaridad, pues ello 354 tiene como consecuencia, una menor inversión en capital humano y redes de apoyo social. (16). Ahora bien, cuando se habla de pobreza, también se habla de carencias educativas y falta de oportunidades, que repercuten en la calidad de la atención médica de la población afectada. Por ello, hablando de pobreza Pellegrini se refiere a lo señalado por Amartya Sen, Premio Novel de economía, quien dijo: “[…] pobreza no es solamente la falta de acceso a bienes materiales, sino también la falta de oportunidades y de posibilidades de opción entre diferentes alternativas. […]” (16). Por ello, para Pellegrini fortalecer el capital social es una estrategia fundamental para superar desigualdades, pobreza y mejorar la salud. Esta autor señala también la repercusión que sobre la salud tienen factores aparentemente ajenos a la misma, y que para el cumplimiento del ordenamiento jurídico deben ser considerados. Por ejemplo la falta de acceso a internet coopera a esa situación. Así, mientras en EUA se encontró que el 35% de las personas son usuarios de internet, en América Latina y en el Caribe son el 5%. El acceso a la red, permite obtener información con relación a la salud. Sin embargo, puesto que los bienes públicos no desaparecen después de consumidos y están disponibles para todos, las empresas, que miran por los beneficios de sus inversiones, no invierten en esos aspectos públicos. (16). 6. Realidades contra preceptos jurídicos del derecho a la salud La expresión mexicana que la “teoría es distinta a la realidad” tiene una vigencia absoluta cuando tratamos de identificar con objetividad el cumplimiento de las normas jurídicas en las condiciones de salud del pueblo mexicano. Esta situación en el contexto latinoamericano se conoce como: “el derecho siempre detrás de los hechos” expresión atribuida a Antonio Augusto Cancado Trindale, Juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para señalar la misma situación (17). 355 En México se pueden identificarse varios aspectos que intervienen en las contradicciones previas. El derecho a la salud se manifiesta en normas a cumplir, pero una cosa es promulgar leyes y otra distinta es lograr que los gobiernos y sus funcionarios las cumplan (11). Se dice que derecho a la salud que no está respaldado en el presupuesto federal, no es un derecho. Por otro lado, el cuantificar el costo de las acciones de salud, no necesariamente indica los logros en la salud de la población; sin contar con que los presupuestos asignados a salud son notoriamente insuficientes (4, 18). El derecho a la salud tiene diversos grados de cumplimiento en las condiciones de salud de las personas en nuestro país. Existen algunos terrenos en los que hay un atraso gigantesco. En los capítulos 4, 5 y 6 hemos identificado cómo las formas de vida imperantes conducen a daños a la salud, muchos de los cuales podrían haberse evitado. Señalamos en el capítulo 6 que si consideramos a la salud como un derecho, no haber evitado estas las condiciones evitables puede considerarse injusticia. Agregamos a continuación algunos ejemplos, adicionales sobre condiciones que atentan contra el derecho a la salud: Existe una amplia contaminación en las zonas rurales y urbanas derivada de actividades agroindustriales e industriales sin control que afecta la salud y la vida de miles y miles de personas; Millones de personas no tienen acceso a una alimentación adecuada, ya sea por carencia absoluta en energía y proteínas que genera desnutrición o por exceso de azúcares y grasas de alimentos industrializados que conducen a obesidad y enfermedad crónica. Aun existe una permisividad de condiciones de trabajo peligrosas e incluso prohibidas en muchos países por recomendación de la OMS, que generan serios daños a la salud, como es el caso del uso industrial del absesto. Cientos de miles de niños realizan actividades laborales, en contra de la ley, en la mayoría de las veces en condiciones precarias y con efectos nocivos hacia su salud y hacia su educación. 356 Aun en la actualidad hay un alto porcentaje de mujeres cuyos partos no son atendidos por profesionales médicos. Aun hay amplias zonas del país en las que la cobertura de servicios en insuficiente (ver Capítulo 9), y la calidad de los servicios en el sistema segmentado predominante es distinta según la capacidad de pago, en contra de la noción de derecho como igual trato ante igual necesidad. En los cuadros 10.3, 10.4 y 10.5 se presentan algunos casos que pueden complementar la percepción de la realidad del derecho a la salud en nuestro medio. Cuadro 10.3 2 357 La ministra Olga Cordero de García documenta tres casos donde se pudo hacer efectivo el Derecho a la Salud después de varios procedimientos legales según se puede apreciar en los siguientes casos emitidos por el Poder Judicial de la Federación (19) Caso 1.- Una persona que se encontraba infectada del virus de inmunodeficiencia adquirida solicitó el amparo y protección de la Justicia Federal contra actos de diversas autoridades del Sector Salud, para poder suministrar ciertos medicamentos que consideraba esenciales para su tratamiento. Después de un juicio largo la Suprema Corte de Justicia de la Nación da su resolución. El 25 de octubre de 1999, por unanimidad de votos de los Ministros Integrantes del Máximo Tribunal, se resolvió modificar la sentencia de primera instancia por considerar incorrecta la interpretación que del artículo 4º. Constitucional realizó el Juez de Distrito. Caso 2.- Se declaró la inconstitucionalidad de la fracción V del artículo 24 de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio del Estado. Lo anterior cuando se otorgaba un trato distinto para tener acceso a los servicios de salud proporcionados por el ISSSTE, según se tratara de la esposa del trabajador, o bien, del esposo de la trabajadora, pues al disponer, dicho precepto, que para que el esposo o concubinario de la trabajadora, como familiar derechohabiente, tuviera derecho a la atención médica, de diagnóstico, odontología, hospital, farmacia o rehabilitación en el citado Instituto, era necesario que fuera mayor de cincuenta y cinco años o estuviere incapacitado física o psíquicamente y dependiera económicamente de ella, en tanto que la esposa o concubina del trabajador, para obtener los mismos beneficios, sólo requería demostrar tal hecho, sin que se le exigiera alguna otra condición, lo que evidenciaba una clara transgresión a la garantía de igualdad establecida en el artículo 4º. Constitucional. Caso 3.- El Secretario de Salud del Estado de Tlaxcala se había negado a proporcionar atención médica y a autorizar el traslado del quejoso, quien en ese momento tenía el carácter de procesado, a un hospital especializado que pudiera hacerse cargo de los problemas de salud que evidenciaba. Fundándose en el derecho que toda persona tiene a la protección de la salud y acceso a los servicios correspondientes en términos del artículo 4º constitucional, el tribunal del conocimiento determinó que la actitud de la autoridad responsable al no proporcionar la atención médica al procesado y negarle su traslado a un hospital para que fuera debidamente atendido, resultaba violatoria de la garantía individual al derecho a la protección de la salud. Cuadro 10.4. Aída Borges-Yáñez, y Héctor Gómez-Dantés (20), extrajeron la información referente a 4 628 personas de 60 años ó más, a partir de los datos obtenidos en la Encuesta Nacional de Salud II, y encontraron que: Entre una cuarta parte a un 45% de aquellos que son derechohabientes de instituciones, no hace uso de los servicios de éstas, sino que acuden a servicios privados. Por otro lado, ésta población sólo acude a los servicios de salud cuando se encuentra enferma y hacen falta programas preventivos. En cuanto a la calidad de los servicios de salud recibidos, ya sea institucionalmente o en forma privada: “ […] sólo 22% informó alguna mejoría a partir de la atención recibida […]”… “[…] De los usuarios, 90% opinó que regresarían al mismo lugar para ser atendidos y 9.3% no los volverían a utilizar. Las principales razones para no utilizar de nuevo los servicios de salud fueron: la mala atención, que el paciente no se curó y el alto costo del servicio Las características de los ancianos en las zonas rurales muestran la inequidad en la prestación de servicios: 82% carecen de seguridad social. 358 Cuadro 10.5. Caso 4.- El Instituto Nacional de Salud Pública consideró deplorable que México, cuando es una de las economías más grandes del mundo, al ocupar el lugar 12 o 14 global, y con un importante producto interno bruto, registre 15.5% de desnutrición crónica y 20% de anemia entre niños menores de 5 años de edad, declaro el Juan Ángel Rivera Dommarco, director del Centro de Investigaciones en Nutrición y Salud de dicho Instituto (Milenio 28 de Enero del 2010) Caso 5.- Otro caso de periódico fue el que le sucedió a la señora Josefina, habitante de la comunidad de Oxtotitlan, Estado de Guerrero. Después de un dolor muy fuerte de cabeza. Con mucha dificultad sus familiares la condujeron por un camino de terracería, durante tres horas; sólo para llegar a fallecer al centro de Salud de Chilapa de Álvarez ya que esa unidad médica carecía de los recursos elementales para estudiarla y atender su padecimiento (El Universal, Sección Sociedad página 13, Jueves 22 de enero, 2010). Caso 6.- La representante de la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer, Gina Tarditi, dijo que la falta de capacidad económica entre la mayoría de los pacientes para cubrir los gastos de medicamentos provoca que dejen de atenderse. Las organizaciones sociales que luchan contra el cáncer exigieron al gobierno federal que utilice el Seguro Popular para garantizar el diagnóstico oportuno y que amplié su cobertura en adultos (Milenio Febrero 2 del 2010) Para reflexionar Existe otra fuente que es la experiencia de cada uno de los lectores este escrito. Todas las personas han tenido la necesidad de buscar atención médica en las diversas opciones que esta sociedad ofrece, ya sea para su atención personal o para la atención de algún familiar o amigo. Todos también podremos identificar como tales o cuales condiciones evitables pueden estar presentes afectándonos. Te invitamos a elaborar una tabla con datos de tu familia con dos columnas, en la primera señalando condiciones en las que se ha cumplido tu derecho a la salud y la segunda donde no ha sido así 7. El Médico en formación profesional y el derecho a la salud en México La medicina como disciplina humanística requiere que sus participantes tengan una profunda actitud ética para su ejercicio, además de un conocimiento y experiencia científica. Todo el personal médico que participe en la atención de las personas para preservar o atender su salud deben de estar conscientes que su ejercicio debe de darse con el mayor profesionalismo médico posible en el contexto que trabajen. Lo previo significa que se debe atender a las personas que cumpla con los principios universales de a) buscar el bien del paciente sobre cualquier otro interés, b) aceptación informada por parte de los pacientes en todos 359 los procedimientos médicos que se les practiquen y c) toda acción médica debe de ser un acto de justicia social. En México, el Dr. Leobardo Ruiz, escribe: “[…] Un médico profesional no debe ser considerado como alguien que está únicamente interesado en buscar su beneficio personal, sino más bien en prestar un servicio a sus pacientes o contribuir al avance de la ciencia; este concepto resulta difícil de asimilar en los tiempos actuales en donde el egoísmo en ocasiones predomina sobre el altruismo en los seres humanos que ejercen las diversas profesiones.[…]” … “[…]La comunidad médica tiene un “contrato” o compromiso social implícito con la comunidad […]”(21) (22). A esto solamente agregaríamos que dicho servicio debe ser concebido no como una dádiva sino como un derecho ciudadano y que así debe ser visto por los médicos. Es de tal importancia el actuar ético y humanista del médico, que en la actualidad se considera como una competencia fundamental al profesionalismo médico en el currículum formal de la Carrera Médico Cirujano (21, 22) El médico en formación debe de tener conciencia de los papeles que desempeña dentro de la sociedad, primero como ciudadano, con derechos y obligaciones para vivir en sociedad. Además de que seguramente, el médico en formación y sus familiares tendrán que pasar como pacientes en los servicios médicos tarde o temprano. En el contexto previo, el médico en formación debe de participar en forma decisiva en la organización de la sociedad, como recurso humano especializado, en la búsqueda de la solución a los diversos problemas de salud pública que afectan a la población mexicana. En esa participación influyen en forma determinante las disposiciones jurídicas o legales, las cuales indican u orientan las posibilidades de que se haga realidad el derecho a la salud (1). Es conveniente que los nuevos médicos conozcan el marco legal en el que habrán de actuar. Estos derechos, ya comentados (11) de deben distinguir de los derechos individuales (3), los derechos del médico y sus responsabilidades legales. (citado por Carlos González Díaz) (2). 360 En nuestro medio, los ciudadanos en general y en particular los médicos no estamos informados de los diversos ordenamientos legales de los cuales somos beneficiados o nos pueden causar incomodidades en su cumplimiento. Quizás por esa razón al médico en formación, a quien va dirigido este libro, la definición, antecedentes y fundamentos del derecho a la salud puede ser información novedosa e interesante. El contenido podrá carecer de un sentido práctico y útil.y?… me parece una frase incompleta, (no obstante, este conocimiento será fundamental para un mejor desempeño en su práctica médica) La explicación de nuestro desapego a todo lo que suene a leyes y ordenamientos seguramente es muy compleja. En la respuesta a ese desapego, con seguridad participa en la actitud pasiva de la sociedad en general ante “lo que debe ser” es la experiencia cotidiana. En común escuchar en los medios de comunicación a casi todas las autoridades decir lo que al ciudadano le consta por experiencia propia que lo que afirman las autoridades es falso. Es probable que, después de reflexionar sobre la vigencia del derecho a la salud en México, donde esta revisión del tema la haya podido estimular, quede una sensación de insatisfacción en la mayoría de los lectores de este capítulo. ¿Qué debe hacerse para que los médicos en formación puedan contribuir a que la atención a la salud sea un derecho obligatorio por parte del Estado mexicano? La respuesta a la pregunta es muy difícil. Quizás la posible solución pueda pasar por rescatar los valores de bondad, ética y justicia de nuestros antepasados prehispánicos (23). Se pretende que en la educación del médico se preparen profesionales que mejoren el cuidado de la salud, con integridad, empatía, buenas relaciones interpersonales y público en general, iniciativa, fluidez de comunicación, perseverancia, compromiso (24). Los médicos en formación podrían considerar su participación en forma voluntaria y permanente para hacer realidad el derecho a la salud en los siguientes aspectos: 1.- Aceptar que el médico en formación es un ciudadano con derechos y obligaciones, por tanto, debe conocerlas y cumplirlas en la sociedad donde interactué. 361 2.- Participar como ciudadano en mejorar la organización de la sociedad para vivir mejor en la misma. 3.- Reconocer y hacerse responsables para aprovechar la inmensa oportunidad de ser médico. 4.- Practicar la medicina con un profundo profesionalismo médico como un medio para hacer del derecho a la salud una realidad en su medio laboral. Ver las Competencias de Médico Cirujano, en particular: Profesionalismo, aspectos éticos y responsabilidades legales (25). (Anexo 1) 5.- Reconocer que la atención a la salud, en un sentido amplio, no es favor, ni dádiva, ni siquiera producto de altruismo de los médicos o enfermeras sino un derecho social que como individuos y como colectividades debemos respetar y defender para todos y cada una de las personas en México. Referencias 1.- García-Pedroza F. La Epilepsia Como Problema de Salud Pública. Capitulo del Libro: Epilepsia: aspectos neurobiológicos, médicos y sociales. Editores: Alfredo Feria Velasco, Dalila Martínez de Muñoz y Francisco Rubio Donnadieu. Ediciones INNN. 1997. Págs. 402-414. 2.- Carlos González Díaz. En torno a una definición sobre el Derecho de la Salud Educ Med Sup 2005; 19 (4) 3.- CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS Constitución publicada en el Diario Oficial de la Federación el 5 de febrero de 1917 TEXTO VIGENTE. Última reforma publicada DOF 24-08-2009 http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/1.pdf 4.- Rodrigo Restrepo G. El derecho a la salud. http://giramvndo.blogspot.com/2008/03/el-derechola-salud-es-la-forma.html 5.- Isael Petronio Cantú Nájera. El derecho a la salud en el México actual http://www.cetrade.org/v2/revista_transicion/1998/revista_13_salud_publica_realidades/cantu_najer a. 6.- Marcia Muñoz de Alba Medrano. El derecho a la salud: ¿Un derecho individual o social?) http://www.bibliojuridica.org/libros/5/2252/5.pdf 362 7.- Leary, A Virginia. The Right to health in international human rights law, Health and Human Right, vol 1, No. 1 p 32. 8.- Ingrid Brena sesma. El derecho a la salud. http://www.colbio.org.mx/congreso/Dersaludchina.pdf 9.- Sandoval Terán, Areli. Manual sobre los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, Comisión Nacional de los Derechos Humanos del Distrito Federal, México, 2004, pp 59 y 60. 10.- LEY GENERAL DE SALUD. Nueva Ley publicada en el Diario Oficial de la Federación el 7 de febrero de 1984. TEXTO VIGENTE. Última reforma publicada DOF 30-12-2009. http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/142.pdf 11.- Carol B Arriaga. El derecho a la salud. http://archivos.diputados.gob.mx/Centros_Estudio/Ceameg/pron3/archi/salud.pdf 14.- Alejandro Cerda García. México: El derecho a la salud. En derecho a la Salud: Situación en los países de América Latina. Editores Mauricio Torres Tovar y Natalia Paredes Hernández. Editora: Asociación Latinoamericana de Medicina Social. Páginas 149-167. 15.- Cristina-Laurell, A. La Salud: de Derecho Social a Mercancía. Reproducción con autorización de la autora de la publicación original en “Nuevas tendencias y alternativas en el sector salud”, Fundación Friedrich Ebert http://www.javeriana.edu.co/Facultades/C_Sociales/Profesores/jramirez/PDF/laurellsaludymercancia.pdf 16.- Pellegrini-Filho, A. (2002) Inequidades de acceso a la información e inequidades en salud Revista Panamericana de Salud Pública. Volumen 11. Número 5-6. Washington, Mayo/Junio. 2002 http://www.scielosp.org/scielo.php?pid=S1020-49892002000500015&script=sci_arttext&tlng= 17.- Lucia Montiel. Derecho a la salud en México. Un análisis desde el debate teórico contemporáneo de la justicia sanitaria. www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/iidh/cont/.../pr15.pdf 18.- Helena Hofbauer. El derecho a la salud en México: de los “derechohabientes” a los “nadahabientes – un análisis. www.colbio.org.mx/seminario/Hofbauer.pdf 19.- Sánchez-Cordero, O. (2000). El derecho constitucional a la protección de la salud. Su regulación constitucional y algunos precedentes relevantes del Poder Judicial de la Federación en México. http://www2.scjn.gob.mx/Ministros/oscgv/Conf/EL%20DERECHO%20CONSTITUCIONAL%20A%2 0LA%20PROTECCION%20DE%20LA%20SALUD.pdf 363 20.- Borges-Yáñez, A.; Gómez-Dantés, H. (1998). Uso de los servicios de salud por la población de 60 años y más en México. Salud pública de México. Vol.40. No.1 Cuernavaca Enero/Febrero.1998 http://www.scielosp.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0036-36341998000100003 21.- Rodríguez Portales, J.A. (2007) Profesionalismo y educación médica. ; Ars Médica. Revista de Estudios Médico Humanísticos Vol. 15, No 15 http://escuela.med.puc.cl/publ/arsmedica/ArsMedica15/Profesionalismo.html 22.- Ruiz-Pérez, L.; Sánchez-Mendiola, M. ; Seminario: El Ejercicio Actual de la Medicina (2005). Profesión y profesionalismo en medicina http://www.medicinaysalud.unam.mx/seam2k1/2006/nov_01_ponencia.html 23.- De la Fuente, J. ; Dr. García Pedroza, F. ; Dr. Ruiz, G.L Profesionalismo médico y profesionalismo en salud. Evolución del constructo en México. En prensa 24.- García Pedrosa F.; Dr. de la Fuente Rocha J. ; Ruiz Pérez L. (2010). El profesionalismo médico. Una nueva apuesta del humanismo médico. En prensa 25.- PLAN DE ESTUDIOS Y PROGRAMAS ACADÉMICOS DE LA LICENCIATURA DE MÉDICO CIRUJANO. FACULTAD DE MEDICINA http://www.facmed.unam.mx/marco/index.php?dir_ver=16 Anexo 1 El PERFIL DE EGRESO DEL MÉDICO CIRUJANO El egresado de la licenciatura de médico cirujano de la Facultad de Medicina contará con las siguientes competencias: 1. PENSAMIENTO CRÍTICO, JUICIO CLÍNICO, TOMA DE DECISIONES Y MANEJO DE INFORMACIÓN o Aplica de manera crítica y reflexiva los conocimientos provenientes de diversas fuentes de información para la solución de problemas de salud. o Utiliza la metodología científica, clínica, epidemiológica y de las ciencias sociales para actuar eficientemente ante problemas planteados en el marco de las demandas de atención de la sociedad actual. 2. APRENDIZAJE AUTORREGULADO Y PERMANENTE o Ejerce la autocrítica y toma conciencia de sus potencialidades y limitaciones para lograr actitudes, aptitudes y estrategias que le permitan 364 construir su conocimiento, mantenerse actualizado y avanzar en su preparación profesional conforme al desarrollo científico, tecnológico y social. o Identifica el campo de desarrollo profesional inclusive la formación en el posgrado, la investigación y la docencia. 3. COMUNICACIÓN EFECTIVA o Establece una comunicación dialógica, fluida, comprometida, atenta y efectiva con los pacientes basada en el respeto a su autonomía, a sus creencias y valores culturales, así como en la confidencialidad, la empatía y la confianza. o Utiliza un lenguaje sin tecnicismos, claro y comprensible para los pacientes y sus familias en un esfuerzo de comunicación y reconocimiento mutuo. o Comunicarse de manera eficiente, oportuna y veraz con sus pares e integrantes del equipo de salud47. 4. CONOCIMIENTO Y APLICACIÓN DE LAS CIENCIAS BIOMÉDICAS, SOCIOMÉDICAS Y CLÍNICAS EN EL EJERCICIO DE LA MEDICINA o Realiza su práctica clínica y la toma de decisiones con base en el uso fundamentado del conocimiento teórico, el estudio de problemas de salud, el contacto con pacientes y las causas de demanda de atención más frecuentes en la medicina general. 5. HABILIDADES CLÍNICAS DE DIAGNÓSTICO, PRONÓSTICO, TRATAMIENTO Y REHABILITACIÓN o Realiza con base en la evidencia científica, clínica y paraclínica, el diagnóstico y tratamiento de los padecimientos más frecuentes, el pronóstico y la rehabilitación del paciente y/o familia de manera eficaz, eficiente y oportuna. o Orienta y refiere oportunamente al paciente al segundo o tercer nivel cuando se haya rebasado la capacidad de atención en el nivel previo. 365 6. PROFESIONALISMO, ASPECTOS ÉTICOS Y RESPONSABILIDADES LEGALES o Ejerce su práctica profesional con base en los principios éticos y el marco jurídico para proveer una atención médica de calidad, con vocación de servicio, humanismo y responsabilidad social. o Identifica conflictos de interés en su práctica profesional y los resuelve anteponiendo los intereses del paciente sobre los propios. o Toma decisiones ante dilemas éticos con base en el conocimiento, el marco legal de su ejercicio profesional y la perspectiva del paciente y/o su familia para proveer una práctica médica de calidad. o Atiende los aspectos afectivos, emocionales y conductuales vinculados con su condición de salud para cuidar la integridad física y mental del paciente, considerando su edad, sexo y pertenencia étnica, cultural, entre otras características. 7. SALUD POBLACIONAL Y SISTEMA DE SALUD: PROMOCIÓN DE LA SALUD Y PREVENCIÓN DE LA ENFERMEDAD o Identifica la importancia de su práctica profesional en la estructura y funcionamiento del Sistema Nacional de Salud de tal forma que conlleve a una eficiente interacción en beneficio de la salud poblacional. o Fomenta conductas saludables y difunde información actualizada tendiente a disminuir los factores de riesgo individuales y colectivos al participar en la dinámica comunitaria. o Aplica estrategias de salud pública dirigidas a la comunidad para la promoción de la salud, prevención de enfermedades, atención a situaciones de desastres naturales o contingencias epidemiológicas y sociales integrándose al equipo de salud. 8. DESARROLLO Y CRECIMIENTO PERSONAL 366 o Plantea soluciones y toma decisiones con base en el conocimiento de su personalidad para superar sus limitaciones y desarrollar sus capacidades. o Cultiva la confianza en sí mismo, la asertividad, la tolerancia a la frustración y a la incertidumbre e incorpora la autocrítica y la crítica constructiva para su perfeccionamiento personal y el desarrollo del equipo de salud. o Reconoce sus alcances y limitaciones personales, admite sus errores y muestra creatividad y flexibilidad en la solución de problemas. o Ejerce el liderazgo de manera efectiva en sus escenarios profesionales, demostrando habilidades de colaboración con los integrantes del equipo de salud. o Utiliza los principios de administración y mejoría de calidad en el ejercicio de su profesión. Referencias 1.- García-Pedroza F. La Epilepsia Como Problema de Salud Pública. Capitulo del Libro: Epilepsia: aspectos neurobiológicos, médicos y sociales. Editores: Alfredo Feria Velasco, Dalila Martínez de Muñoz y Francisco Rubio Donnadieu. Ediciones INNN. 1997. Págs. 402-414. 2.- Carlos González Díaz. En torno a una definición sobre el Derecho de la Salud Educ Med Sup 2005; 19 (4) 3.- CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS Constitución publicada en el Diario Oficial de la Federación el 5 de febrero de 1917 TEXTO VIGENTE. Última reforma publicada DOF 24-08-2009 http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/1.pdf 4.- Rodrigo Restrepo G. El derecho a la salud. http://giramvndo.blogspot.com/2008/03/el-derechola-salud-es-la-forma.html 5.- Isael Petronio Cantú Nájera. El derecho a la salud en el México actual http://www.cetrade.org/v2/revista_transicion/1998/revista_13_salud_publica_realidades/cantu_najer a. 367 6.- Marcia Muñoz de Alba Medrano. El derecho a la salud: ¿Un derecho individual o social?) http://www.bibliojuridica.org/libros/5/2252/5.pdf 7.- Leary, A Virginia. The Right to health in international human rights law, Health and Human Right, vol 1, No. 1 p 32. 8.- Ingrid Brena sesma. El derecho a la salud. http://www.colbio.org.mx/congreso/Dersaludchina.pdf 9.- Sandoval Terán, Areli. Manual sobre los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, Comisión Nacional de los Derechos Humanos del Distrito Federal, México, 2004, pp 59 y 60. 10.- LEY GENERAL DE SALUD. Nueva Ley publicada en el Diario Oficial de la Federación el 7 de febrero de 1984. TEXTO VIGENTE. Última reforma publicada DOF 30-12-2009. http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/142.pdf 11.- Carol B Arriaga. El derecho a la salud. http://archivos.diputados.gob.mx/Centros_Estudio/Ceameg/pron3/archi/salud.pdf 14.- Alejandro Cerda García. México: El derecho a la salud. En derecho a la Salud: Situación en los países de América Latina. Editores Mauricio Torres Tovar y Natalia Paredes Hernández. Editora: Asociación Latinoamericana de Medicina Social. Páginas 149-167. 15.- Cristina-Laurell, A. La Salud: de Derecho Social a Mercancía. Reproducción con autorización de la autora de la publicación original en “Nuevas tendencias y alternativas en el sector salud”, Fundación Friedrich Ebert http://www.javeriana.edu.co/Facultades/C_Sociales/Profesores/jramirez/PDF/laurellsaludymercancia.pdf 16.- Pellegrini-Filho, A. (2002) Inequidades de acceso a la información e inequidades en salud Revista Panamericana de Salud Pública. Volumen 11. Número 5-6. Washington, Mayo/Junio. 2002 http://www.scielosp.org/scielo.php?pid=S1020-49892002000500015&script=sci_arttext&tlng= 17.- Lucia Montiel. Derecho a la salud en México. Un análisis desde el debate teórico contemporáneo de la justicia sanitaria. www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/iidh/cont/.../pr15.pdf 18.- Helena Hofbauer. El derecho a la salud en México: de los “derechohabientes” a los “nadahabientes – un análisis. www.colbio.org.mx/seminario/Hofbauer.pdf 19.- Sánchez-Cordero, O. (2000). El derecho constitucional a la protección de la salud. Su regulación constitucional y algunos precedentes relevantes del Poder Judicial de la Federación en México. 368 http://www2.scjn.gob.mx/Ministros/oscgv/Conf/EL%20DERECHO%20CONSTITUCIONAL%20A%2 0LA%20PROTECCION%20DE%20LA%20SALUD.pdf 20.- Borges-Yáñez, A.; Gómez-Dantés, H. (1998). Uso de los servicios de salud por la población de 60 años y más en México. Salud pública de México. Vol.40. No.1 Cuernavaca Enero/Febrero.1998 http://www.scielosp.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0036-36341998000100003 21.- Rodríguez Portales, J.A. (2007) Profesionalismo y educación médica. ; Ars Médica. Revista de Estudios Médico Humanísticos Vol. 15, No 15 http://escuela.med.puc.cl/publ/arsmedica/ArsMedica15/Profesionalismo.html 22.- Ruiz-Pérez, L.; Sánchez-Mendiola, M. ; Seminario: El Ejercicio Actual de la Medicina (2005). Profesión y profesionalismo en medicina http://www.medicinaysalud.unam.mx/seam2k1/2006/nov_01_ponencia.html 23.- De la Fuente, J. ; Dr. García Pedroza, F. ; Dr. Ruiz, G.L Profesionalismo médico y profesionalismo en salud. Evolución del constructo en México. En prensa 24.- García Pedrosa F.; Dr. de la Fuente Rocha J. ; Ruiz Pérez L. (2010). El profesionalismo médico. Una nueva apuesta del humanismo médico. En prensa 25.- PLAN DE ESTUDIOS Y PROGRAMAS ACADÉMICOS DE LA LICENCIATURA DE MÉDICO CIRUJANO. FACULTAD DE MEDICINA http://www.facmed.unam.mx/marco/index.php?dir_ver=16 369 Capítulo 12. Proceso general de acción de la Salud Pública. Dr. Juan José García García Introducción La atención colectiva de la salud, entendida como el conjunto de actividades dirigidas al estudio, prevención y control de los problemas de salud de poblaciones, es la principal función de la Salud Pública y se apoya, por una parte, en la atención del individuo, pero además requiere para su realización, de disciplinas auxiliares tanto para conocer o efectuar el diagnóstico de salud de una colectividad, como para identificar medidas para la solución de los problemas detectados. Por otra parte, no puede ignorarse el papel que juegan las propias ciencias médicas, tanto básicas como clínicas para generar conocimientos con aplicación en el terreno de la salud colectiva. Con base en lo anterior, se puede señalar que la atención colectiva de la salud escapa al ámbito médico exclusivo, ya que las poblaciones modifican de manera importante el ambiente natural y crean socialmente un nuevo ambiente (vivienda, educación, comunicaciones, nutrición, saneamiento ambiental, cultura, recreación, etc.), lo cual tanto favorables como desfavorables a su salud; el análisis de estos factores y su repercusión en la salud requiere de un abordaje multidisciplinario que ya ha sido revisado anteriormente. (Ver capítulo 8) 1. Diagnóstico colectivo de salud De la misma manera que en la atención clínica, en salud pública se requiere realizar un diagnóstico para conocer y determinar la intervención que se requiere 370 ante una enfermedad o enfermedades que afectan a un paciente, pero la diferencia radica en que aquella se circunscribe a un individuo y ésta a una colectividad. Como en el caso de la práctica de la medicina a nivel individual, la práctica colectiva de la misma requiere del estudio de las características, necesidades y recursos del sujeto de diagnóstico a fin de proponer medidas de intervención, ya sean preventivas, curativas y/o rehabilitatorias. En ambos casos, la práctica individual y la colectiva, luego del conocimiento de la persona (individuo o población), obtenido por interrogatorio, que puede ser directo o indirecto (consulta médica y encuestas) y por exploración (clínica o de salud pública), se plantea una explicación tentativa de la situación de salud-enfermedad, es decir, una interpretación de la información recabada, que corresponde con un diagnóstico presuncional, el que una vez comprobado mediante los estudios pertinentes conduce al diagnóstico definitivo y desde luego, a la toma de decisiones adecuadas para solucionar los problemas detectados. Esto es lo que se conoce como diagnóstico clínico en el individuo y en la población como diagnóstico de salud de una colectividad o diagnóstico colectivo de salud. Esquema 1. Su elaboración, constituye la primera etapa del proceso de planificación en salud, el cual será la base para el resto de sus etapas, es decir la toma de decisiones, la programación, la ejecución y la evaluación. El Diagnóstico Colectivo de Salud se define como “la descripción y análisis cuantitativo y cualitativo de los problemas de salud de una colectividad, en el que 371 se identifican los elementos condicionantes y determinantes – que intervienen, en forma tal que permiten una conclusión acerca de las causas, emanando de ello un planteamiento para proponer alternativas de solución”. En consecuencia, un diagnóstico equivocado orienta inadecuadamente las etapas posteriores a la planificación, y por tanto, las medidas de control propuestas pueden no corresponder con la problemática real o existente. 372 Esquema 1 Sugiero simplificar el esquema 373 a) Elaboración del diagnóstico El proceso para la elaboración del diagnóstico de la situación de salud de una colectividad considera cinco etapas que son: descripción, análisis, identificación de prioridades, evaluación y formulación del pronóstico. Las principales características de cada una de ellas, se presentan a continuación. 1. Descripción de la situación En esta etapa del diagnóstico, es en la que se efectúa la recolección de la información e implica entre otros aspectos el conocimiento de: a) Las características de la población sujeto de estudio, en relación con su tamaño, estructura, dinámica, distribución y tendencias. b) Los daños a la salud que afectan a la población en términos de morbilidad, invalidez y mortalidad, así como de algunos indicadores e índices positivos de salud tales como esperanza de vida, antropometría (crecimiento y desarrollo), años de vida saludables y nutrición, resiliencia (es decir resistencia ante situaciones adversas), etc (ver indicadores de salud y enfermedad en el Cap. 3.). c) Los factores condicionantes y/o determinantes de la situación de salud en relación con el ambiente físico-biológico, la estructura socio-económica de la población y sus aspectos culturales. d) Los recursos para la salud existentes en la población (número, tipo, distribución, cobertura), así como de las políticas, los programas y servicios ofrecidos y brindados. 374 En el siguiente capítulo se describirán detalladamente los elementos metodológicos para la elaboración de un diagnóstico de comunidad (ver cap 13) El hecho de que la epidemiología identifique que la salud-enfermedad en las poblaciones no sigue una distribución azarosa sino un patrón, ha permitido señalar que éste traduce condiciones de desigualdad entre los grupos, en función de la ubicación que tienen las personas en la sociedad, según clase, sexo y etnia (ver Cap. 6) 2. Análisis de la situación de salud Esta etapa se refiere a la identificación de las necesidades, al reconocimiento de los problemas y la explicación de los mismos a partir de un modelo de causalidad, manejado ya sea explícita o implícitamente (Ver Cap. 2). El concepto de necesidad: Donabedian ( ) definió una necesidad como “cierto grado de alteración de la salud y bienestar”. La alteración es una percepción, y su evaluación, al menos, puede verse desde el paciente o desde el prestador de servicios. Existen diferentes nociones, tipos y enfoques acerca de lo que son necesidades individuales y colectivas, dependiendo de quién las define. 375 Una forma de ver las necesidades puede ser la que considera las siguientes posibilidades: Reales. Aquellas que existen independientemente de quién las defina. Sentidas. Las que son percibidas por un individuo, familia o colectividad. Expresadas. Aquellas que conducen a la demanda de servicios. Atendidas. Aquellas que reciben un servicio solicitado. Satisfechas. Las que han sido resueltas luego de recibir la atención prestada. Como puede apreciarse, puede no existir una correspondencia entre todas ellas. El Esquema 2 ilustra algunos casos particulares. 376 Esquema 2 Fuente: Adaptado de San Martín H., Pastor V. Salud comunitaria. Teoría y práctica. Madrid: Ediciones Díaz de Santos, 1984: 170-73. Con relación a esta situación, Navarro ( ) señala lo siguiente: “[…] la mayor parte de los países desarrollados orientan sus servicios médicos a resolver los problemas curativos…, el sector enfermo conocido. De ahí que aquellos sistemas funcionen en realidad como servicios curativos para unos pocos. Pero los problemas de la población son mucho más amplios. Incluyen no sólo la parte visible del iceberg (aquellos pacientes que acuden al 377 sistema) sino también su parte oculta (aquellos que no acuden al sistema, así como aquellos que, aun estando sanos, son vulnerables a la enfermedad y cuya vulnerabilidad podría eliminarse o reducirse con la intervención del sistema de salud). El sujeto de intervención del sistema de salud es, pues, todo el iceberg —toda la población— y no sólo la parte visible.” Desde esta perspectiva, puede agregarse que la visión que se tiene de los problemas de salud poblacional depende del lugar desde el que se le observa, de lo que destaca que, en mayor o menor medida, hay una porción no conocida por el sistema de salud, ligada no sólo a los grupos sociales sin cobertura de servicios, sino de los que acceden a servicios privados, y por otra parte, a la que está constituida por casos en etapa subclínica, y por población aparentemente sana, pero en riesgo. 378 Dever ( ) señala que el diagnóstico de necesidades es útil para: Determinar la naturaleza de los problemas que la comunidad tiene en las áreas de salud. Conocer y estimar cuáles son los aspectos de atención a la salud que no han sido satisfechos. Evaluar las actividades que ya se han llevado a cabo y determinar su efectividad. Identificar a las personas, organizaciones o instituciones interesadas en los problemas de salud de la comunidad. Conocer la visión que tienen los individuos involucrados acerca de la situación. 379 Evaluar los recursos disponibles (personal, equipo) incluidos los programas de salud que ya están funcionando y los servicios ofrecidos por instituciones públicas y privadas. Determinar el grado de colaboración existente entre dependencias, con el propósito de incrementar los recursos disponibles. Fomentar la participación comunitaria en la determinación de las prioridades de atención a la salud y, como consecuencia, en la resolución de sus propios problemas. Independientemente del marco teórico, aunque en cada caso con las particularidades correspondientes, lo anterior implica la identificación de grupos más susceptibles y los daños más frecuentes, es decir de los grupos de alto riesgo, así como de los “factores” de riesgo involucrados. En este sentido, resulta de particular importancia medir o conocer, tanto la fuerza de asociación entre dichos factores y los daños (a través, por ejemplo, del riesgo relativo), como la contribución que tienen para que estos ocurran (medidas de impacto potencial, como la fracción etiológica o porcentaje de riesgo atribuible poblacional), a fin de sustentar el desarrollo de programas y medidas de control. Otro aspecto de gran relevancia, lo constituye la definición de líneas de investigación, que se aplicarán a partir de esta fase del diagnóstico. En el esquema 1 se aprecia la realización de estudios tanto observacionales como experimentales, sus aportes a la identificación de factores involucrados en la 380 causalidad y su papel respecto a proponer y evaluar medidas de intervención. Esta información estará apoyando el diagnóstico inicial. El análisis de la situación de salud se realiza desde una perspectiva teórica que le da una determinada orientación. Este enfoque puede ser explícito o no, pero se manifiesta en la práctica en el tipo de información que utiliza y las relaciones que se plantean entre los indicadores seleccionados. Ver esquemas 3 y 4. Esquema 3 Fuente: Adaptado de Dever A GE. Epidemiología y administración de servicios de salud. Organización Panamericana de la Salud – Organización Mundial de la Salud. 1991. Compare con el esquema 4. 381 Esquema 4 3. Determinación de prioridades Del análisis de la situación de salud se desprenden las correspondientes políticas de intervención en salud pública. Los problemas de salud existentes y las necesidades expresadas de la población con frecuencia son mayores a la capacidad instalada para su atención. Esta circunstancia obliga a incrementar la eficiencia de los recursos humanos, materiales y financieros disponibles. Una estrategia básica es la determinación de prioridades por atender. 382 Para ello se cuenta, entre otros, con algunos criterios básicos, los cuales constituyen un apoyo para jerarquizar los problemas de salud y las necesidades de atención de la población, mismos que permitirán orientar las estrategias, los programas y las acciones de control. Las prioridades, a su vez, desde el enfoque teórico con el que son definidas, dan lugar a la forma en que se entiende la percepción de los riesgos, se da valor a las acciones y una visión a las mismas. Los criterios básicos para establecerlas son: A = magnitud, B = trascendencia (severidad), C = vulnerabilidad (eficacia de las intervenciones) y D= factibilidad. Pueden incorporar aspectos tanto cuantitativos (objetivos) como cualitativos (subjetivos), Esquema 5 A continuación se amplían los elementos para dicha construcción. Magnitud del problema 383 Este criterio permite determinar el “tamaño del problema” y se mide en términos de morbilidad, mortalidad y/o invalidez. Incluye el estudio de la frecuencia y distribución de los problemas, es decir, la identificación de las características de las personas afectadas (grupos de edad y sexo), el comportamiento de los daños en el transcurso del tiempo, para determinar tendencias y la variación en regiones o áreas geográficas. Trascendencia social Este criterio permite valorar las repercusiones o consecuencias biológicas, psicosociales y socio-económicas de los daños en el individuo, su familia y la sociedad en su conjunto. Un ejemplo del tipo de indicadores que pueden utilizarse para este fin es el de “años potenciales de vida perdidos”, que se refieren a los años que dejó de vivir un individuo que murió prematuramente (antes de los 70 años).Otro indicador, puede ser el de ausentismo laboral. Mazzáfero ( ) propone medir la trascendencia social a través de los años de capacidad perdidos por un daño o una enfermedad, en comparación con la esperanza de vida, para el grupo de edad al que corresponde el individuo en que se produce. Otros criterios para la medición de la trascendencia social son: 1) Grado de desintegración familiar y social (alcoholismo, violencia, farmacodependencia), que genera un daño determinado; 2) discapacidad o invalidez, por ejemplo la 384 ocasionada por los accidentes; 3) marginación social y laboral, como en el caso de muchas enfermedades crónicas. Otro enfoque de lo que ha sido denominado la “carga de la enfermedad”, lo constituyen nuevos indicadores como los años de vida saludables (AVISA). De acuerdo con ese criterio los problemas con mayor repercusión social, serán los prioritarios. Como puede apreciarse, esto último implica un trabajo en el que comunidad misma no es sólo espectadora, sino actora de las decisiones a tomar, lo que supone una actitud distinta por parte del personal de salud, que reconoce en el otro, (la comunidad), la capacidad y madurez para intervenir en la identificación de sus problemas de salud y en el planteamiento de soluciones acordes con su situación particular. El trabajo epidemiológico con grupos, persigue la promoción y el desarrollo de culturas, prácticas, actitudes que favorezcan la búsqueda participada y colectiva de la equidad en las condiciones de vida y salud. Vulnerabilidad del problema Este criterio permite evaluar la posibilidad de poder controlar o eliminar con los avances científicos y la tecnología médica existentes, en un plazo determinado un problema de salud. De acuerdo con este criterio son más importantes los daños más vulnerables, como serían las enfermedades prevenibles por vacunación, para las cuales se cuenta con programas de acción. En otro sentido, la atención de las 385 diarreas, cuya morbilidad en el país es de gran magnitud, ha sido un problema poco vulnerable no sólo por la múltiple etiología de las mismas (bacterias, parásitos, virus, intoxicaciones alimentarias, trastornos metabólicos, tumores, entre otros), sino por los componentes ambientales involucrados, que requieren de una coordinación intersectorial. El mayor impacto, desde la prestación de servicios de salud no ha sido disminución de la incidencia, sino la reducción de la mortalidad por diarreas en función de los esfuerzos realizados a favor de las acciones de rehidratación oral. La factibilidad La relación costo–efecto se basa en los costos de la prevención, tratamiento y/o rehabilitación (San Martín). Algunos autores hacen referencia al costo-eficiencia de las actividades, y a la estimación de los resultados que se obtendrán utilizando recursos de costo conocido. (Mazzáfero) Con base en dicha estimación se compara el costo de un programa de control, con el efecto que se espera obtener. Por lo anterior, será prioritario el daño o enfermedad que pueda prevenirse o controlarse al más bajo costo. Referencias Como se puede apreciar, de acuerdo con lo expuesto sobre estos cuatro factores, el análisis y determinación de las prioridades es una decisión compleja, misma que difícilmente se puede tomar considerando un solo criterio, sino que por el contrario requiere de un cuidadoso equilibrio de todos ellos, y posiblemente, algunos más, como la tendencia que ha tenido y que se espera un problema, de acuerdo con el análisis epidemiológico y administrativo que se realice. 386 Aunque se reconoce la importancia de la participación de la propia población en la definición de las prioridades, este es un aspecto que no ha tenido el desarrollo deseable en función de que las necesidades son establecidas por los servicios de salud. El problema que esto significa es que dichas necesidades detectadas pueden no ser necesidades sentidas y expresadas por la población, y que un programa propuesto sea subutilizado al no reconocerse como relevante por los destinatarios del mismo. Hanlon plantea evaluar este criterio con los elementos contemplados en las siglas PERLA, que son: Pertinencia, factibilidad Económica, disponibilidad de Recursos, Legalidad, Aceptabilidad. referencia En la siguiente tabla se resumen los elementos propuestos para la priorización: Tabla 1 A B C D Total Factibilidad Magnitud Trascendencia Vulnerabilidad Pertinencia Económica Recursos Legalidad Aceptabilidad Significado Tamaño del problema Impacto Capacidad de resolución Congruente Costos Estructura Insumos Equipo Marco legal sanitario Aprobación social y política Indicadores Incidencia Prevalencia Mortalidad Conocimientos y tecnología Demanda Daños Alto Personal y tecnología Leyes Normas Demanda Participación 4. Discapacidad AVISA Bajo Evaluación El diagnóstico de la situación de salud de una comunidad implica efectuar una evaluación previa, que considere la integración de los aspectos descritos en la primera etapa del proceso para su elaboración y su aplicación en la etapa de análisis. 387 La evaluación se refiere a la realización de una comparación entre la situación observada inicialmente y un modelo o imagen objetivo (definido previamente), que permita determinar en qué medida se atendieron o resolvieron las necesidades o problemas de salud detectados. Como todo proceso de evaluación esta etapa del diagnóstico, requiere de un modelo de comparación o referente. Según San Martín, ( ) no es conveniente o recomendable, la utilización de promedios nacionales o parámetros de otros países, ya que las desigualdades existentes podrían conducir a conclusiones erróneas en el análisis. Por lo anterior, el modelo idóneo lo constituye la propia área programática, que debe ser evaluada en sí misma, pero con una visión prospectiva, es decir, las situaciones inicial y posterior a las acciones que se proponen desarrollar. En este sentido, se trata de ver si con los recursos disponibles se puede mejorar la situación observada. El contraste o comparación entre poblaciones o de una población con sí misma observada en diferentes momentos exige realizar procedimientos como la estandarización o ajuste de tasas para eliminar el efecto de factores tales como la composición de los grupos por edades. 5. Establecimiento del pronóstico de la situación Esta etapa corresponde a un planteamiento hipotético de la evaluación de la situación en el caso de que no haya modificaciones en los condicionantes, tomando en cuenta el comportamiento de programas específicos de control. Habitualmente se realizan proyecciones a corto, mediano o largo plazo sobre las tendencias esperadas de daños a la salud específicos, o bien sobre indicadores demográficos, bajo ciertos supuestos, como el hecho de que las circunstancias 388 presentes no cambien, o por el contrario, con la introducción de modificaciones particulares. Los modelos estadísticos cobran interés en este terreno que se ve apoyado por la informática. El nivel más elemental al alcance del médico puede ser la extrapolación a un año, a partir del estudio realizado, pues no sería válido, posiblemente, extender la tendencia observada a un periodo mayor. La siguiente gráfica intenta mostrar los esfuerzos realizados con respecto a este punto. 6. Integración del diagnóstico colectivo de salud En la elaboración del Diagnóstico colectivo de salud pueden identificarse diversos tipos y niveles de integración en el análisis, tal como ocurre con el diagnóstico clínico, Por ejemplo, en el enfoque poblacional, puede hablarse de los siguientes tipos de diagnósticos: a) De acuerdo con el área geográfica que consideran: local, municipal o jurisdiccional, estatal, regional y nacional. b) De acuerdo con la población sujeto de estudio: por grupos de edad y sexo; por grupos de riesgo definidos en función de características específicas, como ocupación, sitio de residencia, tipo de alimentación, características genéticas, enfermedades previas, como hipertensión y diabetes; o bien identificación de riesgos en la población en general. para la 389 c) De acuerdo con el tipo de problemas de salud considerados: Una enfermedad enfermedades infecciones o daño con particular como características respiratorias diabetes comunes, agudas, tumores mellitus; tales como malignos, enfermedades de transmisión sexual; y de grupos más amplios de problemas de salud, como enfermedades transmisibles, crónico-degenerativas, y accidentes, envenenamientos y violencias; o por todas las causas. d) Por otra parte, durante este proceso es posible establecer otras modalidades de diagnósticos parciales de la situación, por ejemplo: demográfico, ambiental, de recursos para la salud existentes y de políticas de salud, entre otros. 390 Tabla 3. Diagnóstico de la situación de salud de una colectividad Etapa Información Descripción Análisis Establecimiento de Evaluación Pronóstico prioridades Daños a la salud Características demográficas Condicionantes del ambiente Recursos y políticas para la salud Por otra parte, es indispensable considerar que los índices e indicadores empleados, dependerán de la corriente teórica en que se inscriba el diagnóstico, es decir, de los marcos interpretativos que se desprenden de las ciencias sociales para la descripción y análisis de la salud–enfermedad, y que se incorporan a la visión epidemiológica, especialmente en el estudio de la causalidad. La perspectiva ecológica es indispensable en todo diagnóstico colectivo de salud, ya que las acciones que se propongan tendrán que considerar sus repercusiones ambientales, ya que también pueden ser dañinas para el propio ser humano. Por ejemplo, en las décadas de los cincuenta y sesenta se recomendaba aplicar petróleo en los estanques, como medida de control del paludismo, ya que impedía 391 la respiración de las larvas del mosquito ocasionando su muerte, lo cual resultó poco efectivo por su escasa cobertura, pero altamente contaminante de fuentes de agua superficiales. El manejo de basura, excretas, sustancias químicas, polvos, gases, ruidos, entre otros, deben ser consideradas como parte de esta perspectiva. Las acciones o medidas para la solución de los problemas deben partir de bases reales, por lo que también deben considerarse los recursos humanos (médicos, enfermeras, personal técnico y auxiliar), materiales y financieros disponibles, y optimizar su distribución a través de los principios de la administración, e incorporar, por ejemplo, herramientas correspondientes al campo de la educación para la salud y el control del ambiente. Con base en lo anterior, no se puede proponer otorgar 100 consultas médicas diariamente, si sólo se cuenta con un médico o bien atención de alta especialidad, si no se cuenta con los médicos correspondientes, la tecnología y las instalaciones adecuadas para proporcionarla; asimismo, no se puede difundir una campaña de detección de la hipertensión arterial a través de material con texto impreso (volantes y carteles), en población que no sabe leer. 7. Programación La programación en salud pública tiene como propósito utilizar, de manera óptima, los recursos humanos materiales y económicos para la solución de los problemas colectivos de salud de una población. 392 En comparación con la clínica, se puede señalar que este capítulo constituye el correspondiente al tratamiento, que requiere para su aplicación, al igual que el diagnóstico colectivo de salud, del concurso de las disciplinas auxiliares de la salud pública, en especial de la administración. La administración ha sido analizada desde diferentes puntos de vista en términos de las funciones que le distinguen o de los procesos implicados. Los siguientes esquemas (7 y 8) buscan reflejar estas aproximaciones. 393 Esquema 7 Por su parte el enfoque de proceso puede resumirse de la siguiente manera: Esquema 8 El tratamiento o intervención a nivel clínico, debe corresponder al diagnóstico formulado, por ello, de manera análoga, todos los programas de intervención 394 poblacionales deben ir precedidos del diagnóstico colectivo de salud ya que de otra forma sería como hacer una prescripción sin haber explorado o interrogado al paciente. El esquema 9 presenta una aproximación al proceso de planificación de programas en salud. Esquema 9 Como puede apreciarse, la atención individual se realiza a través de la clínica, mientras que la atención colectiva se lleva a cabo a través de la salud pública. En esta última el recurso de intervención por excelencia, lo representa la programación. Los programas tienen el propósito de utilizar al máximo los recursos disponibles y reducir al mínimo el dispendio, por lo que su aplicación 395 tiene especial importancia en países con grandes problemas de salud y escasos recursos como el nuestro, situación que se acentúa en el medio rural. La ejecución simultánea de varias acciones, dirigidas a distintos problemas, integra lo que se conoce como Programa de Salud. En este caso, cada plan de operación se ejecuta separadamente, sin embargo, todos deben estar articulados de tal forma que contribuyan a lograr sus propias metas y objetivos y los correspondientes a los programas restantes. Por ejemplo, resulta cuestionable que se promueva la planificación familiar, sin un programa de atención prenatal y de atención al niño sano. La planificación implica llevar a cabo acciones a diversos niveles, desde el macro, en el terreno político, hasta el operativo, en el que se concretan las tareas. Esquema 10 396 La concreción de lo que ha de realizarse queda plasmada en un programa, por lo que debe redactarse de manera clara, sencilla y concisa, para lo cual puede ser útil la siguiente estructura: 1) Justificación: Por qué debe llevarse a cabo. Cuál es el problema y la necesidad a resolver 2) Objetivos: Para qué se va a realizar, qué se quiere lograr, por ejemplo, reducir la incidencia, detectar tempranamente un problema de salud, incorporar a los pacientes a un programa supervisado de tratamiento farmacológico. 3) Metas. Cuantificación de los logros esperados. Coberturas por alcanzar. 4) Límites a) Tiempo: Cuándo se llevara a efecto. Duración. Puede ser un día, una semana específica. Horarios de atención o de salidas a campo. b) Espacio: Dónde. Unidad médica, escuelas, centros de trabajo, mercados. c) Universo de trabajo: Población destinataria de los servicios que se ofrecerán. 5) Actividades y normas para su ejecución: Qué se va a hacer y cómo. 6) Recursos a) Humanos: Quién lo llevará a cabo. b) Materiales: Con qué. c) Económicos 7) Organización: Distribución de tareas según tipo de personal que participará. 397 8) Control: a) Supervisión. Vigilar que se cumplan las acciones respecto a lo planeado y corregir o ajustar sobre la marcha. b) Evaluación. Cumplimiento de objetivos y metas. La intervención preventiva más importante es la consagrada a mejorar las condiciones económicas y sociales de la población y a ofrecerle los instrumentos necesarios para defender y representar mejor sus intereses, así como desarrollar su potencial político. Navarro V. referencia 8. Conclusiones Al igual que el diagnóstico clínico orienta la toma de decisiones en el manejo del paciente, el diagnóstico de la situación de salud de una colectividad constituye una etapa a partir de la cual se desprenden los programas de intervención, ya sea de carácter preventivo o de control ante los problemas identificados. La epidemiología no sólo denuncia las desigualdades e inequidades observadas, sino que busca modificar las condiciones que las generan. 398 Existen distintos niveles de integración de dicho diagnóstico, y que es deseable llegar a una visión integral, la que estará matizada, conciente o inconscientemente, por una forma de comprender la causalidad del proceso salud enfermedad, en tanto que representa la interpretación de la información recabada. El tipo de datos seleccionados, así como la relación supuesta entre los mismos, responde a la visión teórica de quien elabora el diagnóstico. En función de las causas observadas se derivarán las acciones propuestas. En el trabajo comunitario no hay una población “en estudio”, sino una realidad viva, en la que, con estrategias participativas se busca cubrir a toda la comunidad, lo cual representa una exigencia de la equidad. 399 Bibliografía. 1. San Martín H., Pastor V. Salud comunitaria. Teoría y práctica. Madrid: Ediciones Díaz de Santos, 1984: 170-73. 2. González CE. Corrientes teóricas y metodológicas para el diagnóstico de salud de la comunidad. Higiene, 1988, 38: 16-17. 3. González CE. El diagnóstico de la salud en México. México: Trillas, 1988. Mazzáfero VE. Medicina en salud pública. Argentina: El Ateneo, 1987: 56-80. 4. Investigación sociomédica. Guía para le diagnóstico de la salud de la comunidad. Miranda PJ: Manual de ciclos XI y XII. Facultad de Medicina, UNAM, 1980: 88-129. 5. San Martín H, Martín H AC, Carrasco PJL Epidemiología: teoría, investigación, práctica. Madrid: Ediciones Díaz de Santos, 1986: 419-36. 6. Dever A GE. Epidemiología y administración de servicios de salud. Organización Panamericana de la Salud – Organización Mundial de la Salud. 1991. 7. Barquín CM, Olavarría J. El proceso administrativo y la atención médica. En: Barquín CM. Sociomedicina. Medicina social. Salud Pública. 3ª ed. México: Méndez Editores, 1992:262-303. 400 Capítulo 13. Diseño de un estudio epidemiológico para el diagnóstico de salud de la comunidad. Laura Moreno Altamirano, Guadalupe García de la Torre, Pablo Bautista Osorno Introducción. Como señalamos en el capítulo anterior, la medicina clínica y la salud comunitaria comparten el mismo enfoque para llegar a un diagnóstico y prescribir el tratamiento adecuado. Así, el diagnóstico colectivo permite conocer la situación de salud de una población; es decir, identifica los grupos de la población por edad y sexo, determina los problemas de salud y enfermedad y sus causas o determinantes, así como los recursos disponibles para atender las necesidades de la población. El diagnóstico no sólo es la recolección de datos sobre distintos aspectos de la población, sino un proceso con diferentes etapas, que incluye; la interpretación y análisis de la información recabada, con varios tipos y niveles de integración para identificar relaciones causa-efecto y poder así, establecer recomendaciones o alternativas de solución para elevar el nivel de salud de dicha población o bien para la atención de problemas específicos de salud. 401 Diagnóstico clínico Diagnóstico de comunidad Objetivo Curación o control del paciente Mejorar el nivel de salud de la comunidad Información necesaria Historia Clínica: Interrogatorio y exploración física y exámenes de laboratorio y gabinete Diagnóstico Diagnóstico diferencial y diagnóstico probable Datos demográficos, problemas de salud, patrones de mortalidad y morbilidad, disponibilidad de servicios de salud Diagnóstico comunitario y definición de prioridades Plan de acción Tratamiento y rehabilitación Programa de salud comunitario Evaluación Seguimiento de la evolución clínica Cambios en el nivel de salud Adaptado de: Voughan P. Morrow R. Ochoa H. Salud Comunitária. Ed Latinoamericana 1997. En el capítulo 13 señalamos que el proceso para la elaboración del diagnóstico de salud de una comunidad, considera cinco etapas que son: descripción, análisis, identificación de prioridades, evaluación y formulación del pronóstico. En este capítulo se hará referencia exclusivamente a la descripción de la situación de salud de la comunidad. Está descripción incluye los siguientes aspectos, que están más ampliamente desglosados en el capítulo 12 Las características de la población. Los problemas de salud, patrones de mortalidad y morbilidad. Los factores condicionantes o determinantes de los problemas de salud. Los recursos para la atención de la salud existentes en la población. Programas de salud que se llevan a cabo en la comunidad. 402 La información que se consigna en el llamado “Diagnóstico de comunidad” tiene dos dimensiones: la que procede del “Sistema rutinario de información en salud”, a la que le falta desarrollo, no está actualizado o no es del todo confiable, y aquella relacionada con el estudio de un problema de salud pública específico o complementario. Por lo tanto, resultará necesario llevar a cabo un estudio epidemiológico para completar dicho diagnóstico de salud, o bien para identificar más claramente algunos problemas de salud y enfermedad, tales como: Estimar la prevalencia o la incidencia de algunas enfermedades consideradas problemas de salud pública,20 como la diabetes, la obesidad, la desnutrición etc. Realizar pruebas de tamiz o escrutinio a grupos de la comunidad, para la detección de algunas enfermedades, por ejemplo, hipertensión arterial, parasitosis, caries etc. Identificar las condiciones de la vivienda y la comunidad en cuanto a disponibilidad de agua potable, manejo de basura, espacios para realizar actividad física. etc. Conocer los hábitos, creencias y conductas sobre la salud, tales como uso de medicina tradicional, prácticas de lactancia materna, hábitos alimentarios, tabaquismo etc. Evaluar el uso de los servicios de salud, como la atención prenatal, cobertura de inmunizaciones, detección de cáncer cervicouterino o de mama. Para ello es necesario elaborar un proyecto o protocolo de investigación, que es el documento que describe la planeación de las diferentes etapas del estudio. Los 20 Problema de salud pública es aquel que por sus características de magnitud y trascendencia amerita la instauración de políticas sanitarias. 403 estudios epidemiológicos, como investigaciones científicas que son, deben ser debidamente planeados con el fin de obtener la mayor validez y confiabilidad en la información recabada. El protocolo permite al investigador: ordenar sus ideas en relación con el problema de estudio, explicar el razonamiento científico en el que fundamenta su abordaje, determinar a través de la definición de los objetivos e hipótesis lo que se pretende obtener con la investigación, definir el diseño del estudio, establecer las técnicas y procedimientos más adecuados para la recolección de información, definir las características de los sujetos a estudiar y garantizar su seguridad. Asimismo, es útil para establecer el tiempo requerido para la ejecución de cada una de las etapas, organizar y solicitar los recursos humanos, materiales y financieros necesarios, y así, evitar tomar decisiones arbitrarias en el desarrollo de la investigación. Por ello, es necesario que en cada institución, el protocolo en cuestión sea aprobado por los correspondientes comités que analizan los aspectos metodológicos y los aspectos éticos que involucra. 1,2 Si bien existen diferentes formatos, en lo general deben incluir los componentes que a continuación se describen. 404 Componentes para el desarrollo de un protocolo para el diagnóstico de salud comunitaria1 I FUNDAMENTACIÓN Definición del problema o situación de salud a estudiar Justificación Objetivos Metas II METODOLOGÍA. Diseño del estudio Población o muestra - Características y número - Métodos de selección de la muestra - Variables y escalas Procedimientos de recolección de información y planeación de las actividades. - Métodos - Técnicas - Fuentes - Instrumentos Organización y Análisis de datos. - Recuento y presentación tabular y gráfica - Medidas de resumen (tendencia central, dispersión, proporciones, razones y tasas) - Pruebas estadísticas III RECURSOS Y LOGÍSTICA. - Recursos Humanos - Recursos Materiales - Recursos Físicos - Cronograma de actividades (Límites) IV CONTROL - Supervisión. - Evaluación 1. Fundamentación. Definición del problema o situación de salud a estudiar 405 El planteamiento del problema de estudio es la descripción clara de lo que se propone conocer, probar o resolver mediante el diagnóstico de comunidad. El problema debe reflejar la relación entre la observación empírica y el sustento teórico, por lo que la lectura crítica de la literatura y la revisión de la información sobre el problema a estudiar es fundamental. Dicho de otra manera, el problema es la “pregunta” que dio origen al estudio. La formulación lingüística de una dificultad suele tomar la forma de una pregunta, tal como: ¿Cuál es la prevalencia de obesidad en una comunidad escolar? Del planteamiento del problema deben desprenderse lógicamente los objetivos del estudio. Justificación Las razones por las que debe llevarse a cabo el diagnóstico de comunidad o el estudio de un problema de salud. Es decir, la magnitud, la trascendencia y la vulnerabilidad (ver capítulo 12) del problema. Además es importante señalar: Su relevancia social, es decir, la consecuencia para la sociedad. Las implicaciones prácticas que se pueden obtener tales como, resolver un problema concreto de salud. El valor teórico que pueda brindar, es decir, llenar un hueco en el conocimiento. La utilidad metodológica que pueda proveer, como ayudar a definir o proponer un método distinto. En el caso de la obesidad en escolares de la ciudad de México, podemos señalar que es necesario comprender mejor los aspectos de la obesidad desde la infancia, como enfermedad y como factor de riesgo para otras enfermedades crónicas, y 406 analizar alternativas de intervención en el ámbito poblacional para la prevención y vigilancia del problema. Objetivos Representan la finalidad que persigue la investigación; es decir los logros directos y evaluables que se pretenden alcanzar. Definir objetivos claros, precisos pertinentes, factibles y trascendentes constituye un paso esencial posterior al planteamiento del problema de investigación. Para definir los objetivos se deben de tomar en cuenta los siguientes aspectos: El interés específico del diagnóstico de comunidad. Los recursos físicos, humanos y financieros disponibles. La metodología y adecuada para alcanzar los objetivos y las metas. Es importante tener especial cuidado en la selección de los verbos que describen la acción que se pretende lograr (ejemplo: conocer, evaluar, comparar, determinar, etc.). Si es posible se deberán jerarquizar los objetivos. Siguiendo nuestro ejemplo, el objetivo general del estudio sería: Conocer la prevalencia de obesidad en escolares de una escuela de la Ciudad de México, y los determinantes sociales propios de las formas de vida a las que se relaciona. Metas Cuantificación de los logros esperados y medibles; coberturas por alcanzar, programas por cumplir, consultas por otorgar, prevalencias por conocer etc. 2. Metodología 407 Constituye una descripción detallada de los métodos y técnicas que se utilizarán durante la investigación. Incluye los siguientes aspectos: Diseño del estudio. Se denomina así a las opciones que brinda la Epidemiología en cuanto a diseños metodológicos para responder la pregunta de investigación y lograr los objetivos. Los diseños de investigación epidemiológica se clasifican en: Experimental Ensayo clínico aleatorizado Cuasi-experimentales Ensayo Comunitario Analíticos Observacionales Cohorte Casos y Controles TRANSVERSAL Descriptivos Ecológico Serie de casos Reporte de caso Cada uno de estos diseños tiene sus indicaciones, ventajas, limitantes, desventajas, etc. y se adecuan a distintas situaciones, según la pregunta de investigación que se desee responder. Con relación al tema que nos compete, el estudio Transversal es el ideal en su abordaje descriptivo. Es importante señalar que este diseño de investigación está clasificado como estudio analítico y también como descriptivo, sin embargo, el “Diagnóstico de salud en la comunidad” se logra realizar mediante un estudio Transversal Descriptivo, a continuación se indican algunas razones para esto. Componentes básicos de un estudio Transversal. 408 Es el indicado para llevar a cabo un diagnóstico de salud en la comunidad, debido a que su diseño y conducción es relativamente sencilla y rápida, pues se realiza en un periodo único, breve y bien delimitado en el que tanto la enfermedad de interés, como la exposición se miden simultáneamente, brindando con esto en poco tiempo, información acerca de la prevalencia en la población en cuanto a uno o más problemas de salud. Una ventaja de que su realización sea rápida, es que generalmente su costo no es tan alto. También son útiles para suministrar información descriptiva, para llevar a cabo programas de tamizaje o hacer estimaciones de la utilización de los servicios, entre otros, lo cual es útil para priorizar las posibles intervenciones. Cuando se llevan a cabo estudios transversales consecutivos en la misma población, permiten obtener conclusiones acerca de cambios dados en ciertos periodos. En contraste, una de las desventajas más grandes de este tipo de estudio, también proviene de esta característica de realizarse en un período único, breve y bien delimitado, ya que al constituir un “corte” en el tiempo, no permite obtener conclusiones acerca de posibles cambios ocurridos entre un momento y otro, y por lo mismo no se puede hacer deducciones acerca de la injerencia de factores de riesgo que hubieran existido en épocas anteriores al estudio. A esta limitación se le denomina “ambigüedad temporal” y significa que el investigador no logra identificar si el factor de riesgo del que sospecha (posible causa), se presentó antes o después de la enfermedad de interés (efecto) pues sólo interrogó la presencia de ambos en un momento dado. Por esto, con éste tipo de estudio epidemiológico en cuanto a la búsqueda de relaciones causales, únicamente se 409 pueden hacer conjeturas tentativas sobre la asociación de los factores evaluados al momento del estudio, de modo que son muy útiles para generar hipótesis etiológicas, mas no para comprobarlas. Población y muestra. Es importante identificar a cuántos elementos (tamaño de la muestra), la forma en que obtendrán (tipo de muestreo) y a quiénes se van a incluir en el estudio para el diagnóstico comunitario (características o criterios de selección), debido a que a partir de ellos se obtendrá la información requerida, y de eso dependerán los resultados que se consigan. La población completa, representa a todos los individuos existentes en ese universo de estudio y se le denomina “N”. La mayoría de las veces, no es factible por cuestiones de logística o de economía, llevar a cabo el estudio en todos los individuos de la población, de modo que se decide obtener una muestra “n” de ellos y a partir de lo que se encuentre en este subgrupo o subconjunto, extrapolar los resultados a toda la población, de ahí la importancia de elegir correctamente a los integrantes de la muestra, ya que en un estudio Transversal, ésta siempre debe ser representativa de la población N. Para determinar la muestra, se requiere especificar la serie de características comunes que han poseer los elementos, o unidades de estudio. Cuando las características comunes a los elementos de la población son pocas, se obtendrá una muestra más amplia. Por el contrario, cuando las características comunes son muchas, la muestra se reduce, debido a que mientras más características comunes tengan los elementos de una población, más parecidos serán. 410 Por tanto, una muestra es un subconjunto representativo de la población, que se utiliza cuando no es factible estudiar a toda la población. En la mayoría de los trabajos de investigación, el interés radica en poder extrapolar los resultados de la muestra a la población general, de tal manera que, cuando esto es posible, se dice que el estudio tiene validez externa. Sólo se puede extrapolar: Cuando la muestra es representativa de la población. Esto implica que debe ser adecuada en características, en número (tamaño de la muestra) y haber sido seleccionada de manera aleatoria (tipo de muestreo). Cuando la muestra no difiere de la población en sus características esenciales. Cuando las características en que difieren no son relevantes para el estudio. Se denomina “unidad última de muestreo” (UUM) a aquél elemento que dará origen al valor de las variables de estudio, es decir, del cual se obtendrá la información requerida, mientras el “marco muestral” será el sitio en el que se podrán localizar a todas las unidades o elementos de la población. Para definir a las UUM, se deben especificar los criterios de inclusión, exclusión y eliminación. Los criterios de inclusión son las características que deben estar presentes en las UUM, para que sean consideradas dentro de la población y puedan ser incluidas en el estudio. Los criterios de exclusión son las características que de estar presentes en las UUM, hacen que no pertenezca a la población y evitarían su inclusión en el estudio. 411 Los criterios de eliminación son las características que al presentarse durante el estudio obligarían a eliminar a esa UUM de la investigación. Métodos de selección de la muestra. Como ya se mencionó antes, el marco de muestreo constituye el sitio de referencia donde se podrá localizar a todas las unidades de la población. El marco de muestreo puede estar constituido por: el archivo clínico general de un centro de atención médica, el archivo o libreta de citas de un servicio específico o de especialidad, listados de municipios de una entidad federativa, colonias, barrios, o rancherías de un municipio, manzanas de una colonia, viviendas o unidades habitacionales de una manzana, censos. De acuerdo con las características del marco muestral, hay varios métodos para llegar a la unidad última de muestreo, los más usados son: el muestreo simple, el estratificado, el polietápico y el polietápico estratificado. El método simple se usa cuando el marco permite llegar directamente a las unidades últimas de muestreo y todas las u.u.m tienen la misma probabilidad de ser seleccionadas; es estratificado, cuando se hace una clasificación previa de las unidades, según alguna característica en especial que sea importante tener representada (por ejemplo edad, sexo, ocupación, etc.); el polietápico es aquel en el que se llega a la unidad última de muestreo realizando varios muestreos simples previos, en forma secuencial; el polietápico estratificado es una combinación de estos últimos. Por ejemplo, si la pregunta de investigación es (como se indicó antes) ¿Cuál es la prevalencia de obesidad en una comunidad escolar?, primero habrá que identificar ¿a qué comunidad queremos estudiar?, elijamos para este ejemplo, una escuela 412 primaria en la que la población escolar es de 750 alumnos de primer a sexto año. Si no es posible por cuestiones presupuestales o de factibilidad u otra, el estudiar completa a la población (N), habrá que calcular un tamaño muestral. Supongamos que este tamaño resultó, después de aplicar la fórmula adecuada para esto, en 325 alumnos (N). Esto implicaría que si se selecciona correctamente a 325 alumnos, estos representarán a la población total. Para seleccionarlos correctamente, se necesita elegirlos por azar, para esto se utilizará alguno de los tipos de muestreo mencionados anteriormente. El muestreo aleatorio estratificado, podría ser de utilidad, ya que se quiere tener representados en la muestra a alumnos desde el 1° año hasta el 6° y normalmente hay más alumnos en los años iniciales que en los finales, de modo que si no muestreamos por separado cada año, es posible que la muestra quedara integrada por muy pocos alumnos de 5° o 6° año y la gran mayoría fuera de 1° a 3°, lo que sesgaría la muestra y por tanto afectaría la validez de los resultados. Una vez que se sabe a cuantos alumnos de 1°, 2°, 3°, 4°, 5° y 6° año vamos a elegir, habrá que elegirlos al azar, a partir de su marco muestral (que en este caso será la lista de asistencia). Con esto, se tendrá la muestra “n” que representará a la población “N”. Definición y clasificación de variables. Una vez que se tiene identificada a la población de estudio, es necesario identificar ¿qué es lo que les vamos a preguntar o medir? A estas características medibles en los elementos de estudio, se le denominan “variables” y otra forma de definirlas, es considerarlas como un atributo, fenómeno o evento que puede adquirir diferentes valores, por lo que se les puede medir su magnitud, intensidad 413 o valor. Se integrarán al estudio tantas variables como sean necesarias, pero las menos posibles y siempre teniendo clara su relación con los objetivos del estudio. Cada una de las variables que se estudiarán, deberá ser definida en forma clara y explícita. Para evitar subjetividades en la interpretación de la variable, ésta definición incluirá los siguientes aspectos: definición conceptual, definición operacional, clasificación según su relación (punto de vista metodológico), clasificación según su escala de medición (punto de vista estadístico) y sus indicadores o modalidades. La definición conceptual se refiere a la forma en que se conoce y maneja tal variable en el área de interés, es decir, cómo la define el consenso. Por ejemplo si la variable de interés fuera “sexo”, su definición conceptual, podría ser obtenida de un diccionario (en este caso, éste sería el consenso): “Condición orgánica, masculina o femenina, de los animales y las plantas”. La definición operacional se refiere a la forma en que la variable va a ser entendida para los fines del estudio. Esta definición puede ser igual a la conceptual o puede ser diferente, si esto ayuda a un mejor logro de los objetivos del estudio. Si este es el caso de la variable “sexo” se anotaría “La definición operacional es la misma que la conceptual” o se podría repetir la definición: “condición orgánica masculina o femenina en los individuos de estudio” Las variables según el punto de vista metodológico o por la forma en que se relacionan entre sí, se dividen en: Independiente (causa) y dependiente (efecto). Otra forma de llamarlas es como “precedente” (causa) y “subsecuente” (efecto), sin embargo la idea es la misma y la forma más conocida es la primera. Con 414 respecto a la variable “sexo” anotaríamos: “Desde el punto de vista metodológico, se trata de una variable independiente”. Desde el punto de vista estadístico o según su escala de medición se dividen en cualitativas (atributivas o categóricas) y cuantitativas (numéricas). Las variables cualitativas a su vez se subdividen en “nominales” y “ordinales”. Las nominales dividen a los indicadores o modalidades (u opciones de respuesta), en subclases no comparables dentro del mismo grupo y clasifican sus posibilidades en dos o más categorías, pero sin que se relacionen jerárquicamente, si sus opciones de respuesta son dos, se denominan “dicotómicas”, si son tres o más, se llaman “politómicas o policotómicas”. La variable “sexo” es un ejemplo de variable cualitativa nominal dicotómica, mientras que la variable “estado civil” sería cualitativa nominal politómica. Las variables ordinales sí tienen un ordenamiento jerárquico en subclases o intervalos graduales que pueden o no ser iguales, por ejemplo “intensidad de una enfermedad”, si sus indicadores o modalidades son “leve, moderada y severa”, nótese que entre éstos sí existe un gradiente, es mejor que sea “leve” a que sea “moderada” y a su vez es mejor si es “moderada” en comparación con “severa”. Otro ejemplo sería el “pronóstico de un paciente”, si sus modalidades son “bueno”, “regular”, “malo”. Por otro lado, las variables cuantitativas o numéricas, se subdividen en discretas (discontinuas) y continuas. En las variables discretas, el intervalo entre una y otra opción de respuesta, adquiere en forma teórica, un número finito de valores, por ejemplo, número de gestaciones o número de colonias bacterianas en un cultivo. No deben existir números fraccionarios. En cambio, en las variables continuas, el intervalo entre una y otra medición adquiere en forma teórica un número infinito de 415 valores, por ejemplo la temperatura corporal, cuya precisión dependerá de la sensibilidad del instrumento (termómetro) empleado, otro ejemplo es el peso de una persona, medido en kg de peso, aquí sí pueden haber números fraccionarios. Definición Conceptual: La obesidad infantil es la enfermedad en la cual las reservas naturales de energía, almacenadas en el tejido adiposo se incrementa hasta un punto donde está asociado con ciertas condiciones de salud o un incremento de la mortalidad, se suele medir considerando la relación entre el peso total y la talla estimada mediante el índice de masa corporal (IMC = peso en kg /talla en m2). El sobrepeso infantil se establece a partir del percentil 75 en las curvas de IMC y la obesidad infantil a partir del percentil 85. Definición Operacional: Para fines de este estudio, se considerará como obesidad a todo aquel escolar cuyo IMC sea mayor o igual al percentil 85. 3 Por su relación: Se trata de una variable dependiente Escala de medición: Cualitativa nominal dicotómica. Modalidades o indicadores: Presente, ausente. 416 Métodos de recolección de información cuantitativa y cualitativa. En esta sección se debe especificar la forma en que se obtendrá la información correspondiente al problema de investigación o a las variables definidas en el estudio. El procedimiento de obtención de información debe ser congruente con la pregunta de investigación, y con el diseño de estudio elegido; así, para cada estudio existen lineamientos específicos y deben señalarse los puntos siguientes: Métodos Fuentes Técnicas Instrumentos 417 Métodos Es importante especificar si la información es cualitativa o cuantitativa, aquí abrimos un paréntesis para señalar que además del método cuantitativo enmarcado dentro del paradigma 21 positivista, al que hemos hecho referencia en este capítulo, existen otros métodos o paradigmas, como el llamado cualitativo. El paradigma positivista o método cuantitativo ha generado conocimientos sorprendentes en algunas áreas de las ciencias y en particular de las naturales. Las ciencias humanas y la medicina establecieron también su nivel de cientificidad por imitación a las ciencias naturales, principalmente a la física clásica que privilegiaba y defendía la “objetividad” del conocimiento, una concepción determinista de los fenómenos, la preeminencia de experiencia sensible, los protocolos estandarizados, generalizables, de diseño experimental, la cuantificación aleatoria de las mediciones y la verificación empírica. Su lógica se centra en el método empírico-experimental, que acepta como ideal la demostración o en su defecto, ante las restricciones de índole ética derivadas de la referencia directa de los experimentos y su verificación al dominio humano, utiliza diseños metodológicos inductivo-observacionales. 21 Paradigma.- El uso común de la noción de paradigma es amplio, variado y poco definido, si bien hay un cierto acuerdo en usar el concepto como modelo, ejemplo fundamental de alguna categoría de objetos o principio rector. No menos difuso es su uso científico. Ha sido amplia la discusión sobre el significado del concepto, a raíz de la publicación de la obra “Las estructuras de las revoluciones científicas”, de T. Kuhn. Esa discusión ha mostrado que en el campo de las ciencias ocurre lo mismo que en la vida cotidiana. Un paradigma se puede entender como un modelo o modo de conocer, que incluye tanto una concepción del individuo o sujeto cognoscente, como una concepción del mundo en que vive y de las relaciones entre ambos. Consiste, como dice Kuhn (1962), en “proporcionar modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica”. Es decir, generar una corriente de opinión y de acción entre quienes hacen ciencia. 418 Ese es el caso, por ejemplo, del estudio transversal, del de cohorte o del de los estudios de casos y controles ampliamente utilizados en epidemiología. Se trata de diseños metodológicos que hacen énfasis en la observación empírica y sensible, y al igual que los empírico-experimentales, en la mensurabilidad de lo observado, en la verificación objetiva, en la aleatoriedad para la selección de la muestra, en la identificación y definición operacional de variables, en la comparación de grupos o eventos buscando la relación causa-efecto y apoyados en el análisis estadístico para determinar la probabilidad de la participación del azar en los hallazgos del estudio. No obstante, la visión contemporánea del ser humano enfermo y de la medicina ha hecho evidente el carácter “social de lo biológico” y el carácter “biológico de lo social”, lo que hace patente, como lo hemos descrito en los capítulos 1 y 2 de este texto, lo complejo de su articulación. Las disciplinas sociales que estudian la enfermedad en la actualidad tienen un lugar preponderante, y su tema de estudio es por demás complejo. Indudablemente la epidemiología, la antropología y la sociología médica han contribuido de manera fundamental a la comprensión de las enfermedades y de los enfermos. Sin embargo, los estudiosos de las poblaciones con un enfoque social tampoco escaparon a la influencia positivista a pesar de que el funcionamiento de la sociedad con su compleja multifactorialidad, difícilmente puede dar lugar a una identificación unívoca de las variables y sus relaciones o a descripciones precisas del comportamiento de sus sistemas. Así, cuando el análisis cuantitativo con las más innovadoras técnicas estadísticas parecía haber llegado a la cúspide, se hace evidente que ha dejado sin resolver 419 problemas cruciales en la comprensión de las dimensiones biológicas del individuo en la dinámica histórica de los procesos sociales, se hizo evidente la necesidad y en ocasiones de la complementariedad de los métodos cualitativos. Los métodos cualitativos Consecuentemente, en los últimos decenios se ha ido gestando un cambio silencioso en la metodología de las ciencias humanas y sociales. Investigadores destacados en el enfoque cuantitativo comenzaron a promover los métodos cualitativos. Estos métodos valoran principalmente la realidad como es vivida, percibida y dotada de sentido por el hombre: sus ideas, sentimientos y motivos. De este modo, lo cualitativo como un todo integrado, trata de identificar las realidades como derivadas de un proceso de creación de sentido. De ahí, su estructura dinámica, aquélla que da razón plena de las acciones. El enfoque cualitativo objeta la exigencia, en gran parte insostenible, de cuantificar toda realidad humana. Se ha hecho patente que en ocasiones es irrelevante la cuantificación de innumerables procesos de salud producto de ignorar la importancia que tiene el significado, el contexto y la finalidad de las acciones humanas. 5 Los estudios cualitativos han sido clasificados tentativamente según dos orientaciones predominantes: la constructivista y la interpretativa, la primera propone que el conocimiento y la verdad son creados por la mente. La segunda postula la necesidad de comprender el significado de los fenómenos sociales, la subjetividad y la interacción de los individuos. El aspecto central se refiere a la realidad no como un despliegue de condiciones materiales sino como derivada del 420 proceso de construcción de sentido y de las acciones orientadas al proceso mismo de conocimiento. A su vez, estos significados se expresan y cobran sentido en el vínculo con otros a través de las acciones. Las realidades físicas, químicas, biológicas, psicológicas y sociales, incluyendo en éstas a las médicas (biomédicas, clínicas y socio-médicas) se presentan de diferentes formas y generan una infinita gama de problemas al interrelacionarse en múltiples contextos. En la actualidad, se reconoce, sin lugar a dudas, que las ciencias de la salud cubren un amplio espacio: desde acontecimientos de dimensiones moleculares hasta el conglomerado social. Se evidencia cada vez más el origen de las enfermedades y se conoce con mayor profundidad el funcionamiento del ser humano mediante el estudio de las bases celulares y moleculares. Por lo tanto, es natural que los métodos para resolverlos exitosamente, se adapten a su peculiar naturaleza y forma de ser. Fuentes En primer lugar se debe señalar si la obtención de la información se hará de manera directa o indirecta. Se considera indirecta cuando la información se obtiene de fuentes secundarias como son: registros de consulta, censos, estadísticas de mortalidad o morbilidad, estudios de comunidad, expedientes clínicos, documentos, bases de datos, archivos clínicos, histológicos, o radiológicos, etc., es decir, información ya existente antes de iniciar la investigación. Cuando la obtención de información se hace a partir de fuentes secundarias, deben especificarse detalladamente las características que éstas deben tener. 421 La forma es directa cuando la información se obtiene de fuentes primarias, es decir, cuando es planeada por el investigador y se obtendrá de los individuos seleccionados para el estudio. Técnicas Un punto crucial es definir las técnicas de obtención de la información, que pueden ser: observación, encuesta, entrevista, medición instrumental etc. Las técnicas, equipo e instrumentos utilizados deben describirse con el detalle suficiente para que otros autores puedan reproducirlas, señalando además, criterios de validez y control de calidad. 422 Cuantitativa Cualitativa Observación Se refiere a consignar los aspectos señalados en una cédula. Lo observando está previamente señalado en una guía de observación, la que se estructura de acuerdo a las variables especificadas en el protocolo de investigación. Etnografía La etnografía abre la posibilidad de pensar en la enfermedad como una construcción social que reclama la sensibilidad para interpretar la interacción entre individuos y con las colectividades. Los conceptos de las realidades que se estudian adquieren significados especiales, más allá de la idea unidireccional que tiende a representar al individuo como un sujeto inscrito en un universo simbólico homogéneo y estático, que lo constriñe y sujeta. Observación participante La observación participante se refiere a la investigación que involucra la interacción social ente el investigador y los informantes, durante la cual se recogen datos de modo sistemático y no intrusivo. 6 (Taylor y Bogdan, 1987:31) Entrevista Es la aplicación de un cuestionario que a diferencia del auto aplicado, radica en hacer las preguntas y señalar las opciones de respuesta, e irlas marcando en el cuestionario Entrevista en profundidad Las entrevistas en profundidad, señalan Taylor y Bodgan6 (1987:101), son “reiterados encuentros cara a cara entre el investigador y los informantes, encuentros éstos dirigidos hacia la comprensión de las perspectivas que tienen los informantes respecto de sus vidas, experiencias o situaciones, tal como los expresan en sus propias palabras“. Historia de vida o técnica biográfica, es la narrativa diacrónica de los individuos con relación a lo vivido en torno del problema que se investiga. Entrevistas grupales (Grupos focales) Se basan en la expresión de los 423 participantes a partir de frases provocadoras de respuestas, se deben planear y seleccionar dichas frases a fin que de manera grupal motive la participación activa de los integrantes. Encuesta Aplicación de un cuestionario existente y validado, o bien, uno elaborado por el investigador. Medición instrumental. Hace referencia a la utilización de equipo médico, de laboratorio o gabinete (estetoscopio, baumanómetro, glucómetro, bascula etc). Instrumentos En cada caso se debe anexar un ejemplar del instrumento que se utilizará para obtener la información: la guía de observación, el cuestionario, la guía de entrevista, guías del moderador, hoja de registro o de captación de datos, etc. El concepto de medición, propio la investigación cuantitativa, de acuerdo con lo señalado anteriormente, adquiere una gran importancia en la investigación. La 424 medición es -como puede deducirse-, el proceso de asignación de símbolos o valores a la observación realizada de un hecho significativo para la investigación. En general, se reconocen tres fases en el proceso de medición: Comparación de una observación con una “regla estándar”, común para los investigadores. Asignación de un símbolo o valor uniforme y homogéneo a la observación, dentro de un sistema de clases. Comparación del símbolo ya clasificado contra un sistema de valores, aceptado para la mayoría de los investigadores. Cuando se trata de una investigación cualitativa, los criterios son distintos ya que lo que se busca es identificar la naturaleza profunda de las realidades, su estructura dinámica que permite identificar el comportamiento y las acciones de los seres humanos. Es muy importante aclarar que lo cualitativo pretende el estudio del problema en cuestión como un todo integrado, no se opone a lo cuantitativo que por su propia naturaleza aspira a estudiar un aspecto específico de dicho problema. Por otro lado, vale la pena enfatizar que en muchas ocasiones ambos métodos se implican e integran para una mejor comprensión del fenómeno estudiado. Procesamiento de la información. La estadística, con su método y técnicas derivadas de la lógica y las matemáticas, ha contribuido en gran parte a la obtención de conocimientos objetivos de la realidad. 425 Con propósitos de aprendizaje, la estadística se ha dividido en dos fases que son la descriptiva y la analítica, según se muestra en el siguiente diagrama: Métodos tabulares Descriptiva o Deductiva Métodos gráficos Métodos numéricos Estadística Analítica o Inductiva Estimación Puntual Intervalo Pruebas de hipótesis Cada una de estas dos fases tiene distintos fines que se complementan entre sí, para lograr los fines buscados en el análisis de la información. ESTADISTICA DESCRIPTIVA O DEDUCTIVA: La estadística descriptiva tiene como finalidad organizar, resumir y presentar la información obtenida en forma clara y sencilla a través de los siguientes métodos: 1) Tabulares: De esta forma se organizan y se presentan los datos en tablas de frecuencias. Por ejemplo la clasificación de los casos y los no casos por edad y sexo; la distribución de casos de enfermedad por área de residencia o por estado civil, o por actividad laboral, etc. 2) Gráficos: 426 Ya organizados y tabulados los datos, estos pueden ser representados al través de diagramas y/o gráficos, según su naturaleza y escala de medición en la cual se encuentren expresados. a) Diagramas de sectores o de “pastel” y barras: empleados para representar datos de naturaleza cualitativa en escalas de medición nominal y ordinal. Por medio de estos se representan modalidades y magnitudes respectivamente. b) Gráficos de caja, histogramas, polígonos de frecuencia: empleados para representar datos de naturaleza cuantitativa en escalas de medición absoluta (datos discretos) y continua. 3) De resumen o numéricos: De acuerdo a la escala de medición de las variables estudiadas, serán las medidas de resumen o síntesis a usar. Las siguientes son las medidas utilizadas cuando éstas son cuantitativas: a) Medidas de tendencia central: Se les denomina también como medidas de posición, dado que tienden a situarse al centro de una distribución o serie de datos. Dentro estas medidas se encuentran: Media aritmética ( x ): 427 Se define como aquel valor que se esperaría que tuvieran todas las observaciones de una serie de datos, si todas tuvieran el mismo valor. Su fórmula es: x xi n Donde: ∑xi corresponde a la suma de los valores individuales de cada uno de los datos, y, n, al total de los mismos, es decir, al tamaño de la muestra. Esta medida se usa cuando los datos son de naturaleza cuantitativa continua, y su distribución no tiene sesgo estadístico, o si lo tiene, no es muy grande como para impedir que se comporte de acuerdo al modelo de la distribución normal (curva de Gauss). Una gran desventaja de esta medida es de que se ve afectada por valores extremos. Su empleo, junto con la desviación estándar (ver adelante), constituye la base para el establecimiento de valores de referencia en el estudio de la normalidad como aproximación a una condición o “estado” de salud en individuos y poblaciones. Mediana (Me): Se define como aquel valor que parte exactamente a la mitad, una serie de datos, ordenados de menor a mayor previamente. 428 El proceso para su localización consiste en: ordenar la serie de datos de menor a mayor. Usar la siguiente fórmula para identificar la posición de la mediana dentro de la serie de datos: Posición Me = n 1 2 Determinada la posición, entonces se procede a obtenerse el valor de la mediana. Si el total de la serie de datos es impar o non, el valor de la mediana será el valor central, pero si es par, entonces el valor de la mediana será el promedio de los dos valores centrales de la serie de datos. La mediana se emplea cuando los datos son de naturaleza cuantitativa discreta (datos enteros), o bien, la serie o distribución de los datos, tiene mucho sesgo estadístico lo que lleva a que no se comporte de acuerdo al modelo de la distribución normal. Su desventaja está en que sólo considera a un valor central (si el total de la serie de datos es impar) o al promedio de dos valores centrales (si la serie de datos es par), lo que lleva a que se pierda tamaño de muestra y que su varianza sea mayor en caso de estar considerando distribuciones muestrales. Moda (Mo): Se define como aquel valor que más se repite en una serie de datos. Esta medida puede emplearse tanto para datos de naturaleza cualitativa como cuantitativa, comportándose o no de acuerdo al modelo de distribución normal. 429 Su desventaja es que puede no haber moda o puede haber más de una en la serie de datos. b) Medidas de dispersión: Este tipo de medidas indican la variabilidad que guarda la distribución o serie de datos y se les denomina como medidas de forma, ya que según la variabilidad presente, al graficarse los datos tendrán diferente apariencia (platicúrtica mesocúrtica, o leptocúrtica). Las medidas de dispersión son las siguientes: Rango o recorrido (R): Surge de restar a la observación mayor de una serie de datos, la observación menor. Su fórmula es: R xi sup erior xi inf erior Si bien da una idea acerca de la variabilidad de la serie de datos, se considera como una medida de variabilidad muy pobre, al no considerar a todas las observaciones de la serie de datos. Sin embargo, si la serie de datos se aproxima al modelo de distribución normal, se ha visto que se presenta la siguiente aproximación la cual es muy útil para estimar la desviación estándar, misma que si se eleva al cuadrado, será una buena estimación de la varianza. 430 R S 4 Varianza (s2): Se define como la desviación cuadrática promedio de las observaciones de una serie de datos, con respecto a su media aritmética. Su fórmula es como sigue: xi x s n 1 2 2 Esta medida es de gran utilidad por ejemplo, para cálculos de tamaños de muestra para estimar intervalos de confianza o realizar pruebas de significancia estadística respecto a promedios o medias aritméticas. Su gran desventaja es que, al estar expresada en unidades al cuadrado, no permite que tenga una interpretación directa. Desviación estándar (s): Se define como la desviación promedio de las observaciones con respecto a su media aritmética, expresada en unidades originales o unitarias. Su fórmula es como sigue: xi x n 1 2 s 431 La desviación estándar y la media aritmética son los estadísticos que estiman a los parámetros (desviación estándar de la población) y (media de la población), respectivamente, que definen a una serie de datos, que se comportan de acuerdo al modelo de distribución normal. De esta forma pueden establecerse las siguientes relaciones: x 1s 68.26% de las observaciones de la serie de datos. x 2s 95.44% de las observaciones de la serie de datos. x 3s 99.74% de las observaciones de la serie de datos. 432 Por ejemplo, si en un estudio transversal realizado en 500 personas de 30 años y más se midió el nivel de colesterol en sangre y se encontró un promedio de 190 mg/100ml, con una desviación estándar de 10 mg/100ml, de acuerdo con las propiedades de la curva normal arriba señaladas, aproximadamente se podría afirmar que: 68 % de las personas tuvieron valores entre 180 y 200 mg/100ml (promedio ± una desviación estándar); y que, más o menos 95 % de la muestra poblacional estudiada tuvo valores que se encontraron entre 170 y 210 mg/100ml (promedio ± dos desviaciones estándar). Además, aprovechando la simetría de la curva, podría afirmarse de manera aproximada, que 34 % de los individuos tuvo valores entre 180 y 190 mg/100ml, y que un porcentaje igual tuvo valores entre 433 190 y 200 mg/100ml. Estos límites, 180 a 200, comprenden el área que abarca una desviación estándar alrededor del promedio. Siguiendo en esta línea, pudiera decirse que, 47.5 % de las personas estudiadas tuvieron valores de colesterol entre 170 y 190 mg/100ml, y que idéntico porcentaje tuvo valores entre 190 y 210 mg/100ml. El rango de 170 a 210 corresponde al área que tienen dos desviaciones estándar alrededor del promedio. De manera adicional, con criterios estrictamente estadísticos, se identificaría que 2.5 % de esta población tuvo valores de colesterol superiores a 210 mg/100ml, y que el mismo porcentaje presentó valores inferiores a 170 mg/100ml. Partiendo del tamaño muestral estudiado se identifica finalmente que, de manera aproximada, 13 personas tuvieron valores de colesterol mayores a 210 mg/100ml (2.5 % de 500). A continuación se representan los estadísticos y sus respectivos parámetros en el siguiente cuadro: 434 Formas de representar algunos de los estadísticos más usuales, con sus parámetros correspondientes Indicador Media Varianza Desviación estándar Estadístico x S2 S Parámetro 2 Cuando las variables están medidas en escala cualitativa, ya sea nominal u ordinal, las opciones de descripción son: Razones Una razón señala el tamaño de un número respecto a otro que se toma como la unidad (o como cien). Las dos cantidades que se relacionan no están contenidas una dentro de la otra. Por medio de este indicador se relacionan entre sí, categorías o grupos de igual o diferente naturaleza. Suponga que al estudiar los casos registrados de rubéola durante un mes en un Centro de salud, se observó la distribución por sexo de la enfermedad, y se encontraron 60 casos en niños y 20 casos en niñas. Aunque es evidente el predominio de la enfermedad en el sexo masculino, la relación se aprecia mejor al dividir el número de casos en ellos entre la frecuencia encontrada en el sexo femenino, es decir, 60/20. El resultado, en este caso 3, indica que por cada caso que se presentó en el sexo femenino, hubo tres casos en el masculino. Proporciones 435 Una proporción relaciona categorías de una serie de datos con el total de observaciones, por tanto, permite apreciar la importancia de una fracción dentro del conjunto; como puede apreciarse, el numerador está incluido en el denominador. En el ejemplo manejado anteriormente puede conocerse la proporción de enfermos por género: 60/80 y 20/80, para niños y niñas, respectivamente. Puesto que los resultados son inferiores a la unidad, la suma de proporciones de cada una de las categorías será igual a l. Los valores de una proporción siempre se encuentran en el rango de 0 a 1. En el ejemplo: 0.75 + 0.25 = 1.0 Esto significa que 0.75 de los enfermos encontrados fueron hombres, es decir, tres cuartas partes, y 0.25 fueron mujeres. Con fines de comprensión y de comparación se acostumbra multiplicar las proporciones por l00, dando lugar a las medidas conocidas como porcentajes. Por lo anterior, y continuando con el ejemplo, puede decirse que el 75% de los enfermos fueron del sexo masculino y el 25% del sexo femenino. Cuando la variable en estudio tiene sólo dos modalidades: hombres-mujeres o enfermos-sanos puede utilizarse, de acuerdo a los intereses del investigador, una razón o una proporción, pero si consta de tres o más modalidades (categorías) es preferible emplear proporciones, aunque pueden contrastarse los valores extremos de dichas modalidades, o sea, el más alto vs el más bajo, o contra cada una de ellas. Antes de pasar a la descripción de las tasas, es conveniente recordar que la interpretación de datos a partir de cifras absolutas puede conducir a errores: Por ejemplo: 436 Supongamos que en el Centro de salud “X” se registraron 60 casos nuevos de tuberculosis en l990, y veinte años más tarde se registraron 80 casos. La diferencia observada puede obedecer a varios hechos: - Disminución de la eficacia de las medidas de control y aumento consecutivo en el número de enfermos. - Aumento en el número de casos detectados por implementación de mejores mecanismos de búsqueda, por tanto el incremento es artificial en función del mejor sistema de notificación. - Aumento en el número de enfermos a consecuencia de factores independientes a las medidas de atención y de control, que hicieron a la población más susceptible (crisis económica, desnutrición, desempleo, SIDA, etc.). - Otros. Se proponen estas explicaciones bajo el supuesto de considerar que efectivamente hubo un aumento en el número de pacientes con tuberculosis, sin embargo, al tomar en cuenta que también se incrementó el tamaño de la población, se puede observar lo siguiente: - La población en l990 estaba constituida por 30 000 habitantes, mientras que en 2010 lo está por 50 000. - Al relacionar el número de casos con el número de habitantes, en el año correspondiente se obtienen los siguientes resultados: 0.0020 y 0.00l6, respectivamente, que para fines de interpretación pueden ser multiplicados por l0 000, y entonces decir, que hubo 20 casos en l990, y 437 l6 casos en 2010 por cada l0 000 habitantes, revelando al parecer, que hubo un descenso en la incidencia de la enfermedad. Tasas Una tasa es una medida que relaciona el número de veces que ocurre un evento en un área y un periodo de tiempo definidos, con el número de habitantes de la población en la cual puede ocurrir. Dado que el resultado será menor a la unidad, también con fines de interpretación y comparación, como se mencionó en el capítulo 3, se multiplica por una potencia de diez, es decir, l00, l000, l0 000, l00 000, etc., según el caso, para poder expresarlo con números enteros. Esta medida de frecuencia se utiliza en epidemiología para describir la magnitud del daño producido en términos de morbilidad (incidencia) y mortalidad. La construcción de una tasa debe cumplir con ciertos requisitos: - Los datos del numerador deben surgir de la misma población que se considera en el denominador. - El área geográfica debe ser la misma para ambos términos de la relación. - El periodo que se considera habitualmente es un año. En el numerador se incluye la frecuencia del evento en ese lapso, pero en el denominador se toma en cuenta la población existente a la mitad del año calendárico o sea 1º de julio, pues es una fecha intermedia en la que se compensa el número total de nacimientos que han de ocurrir en el año, que incrementarían el total de la población, y el número de defunciones que la disminuirían, 438 además de los movimientos migratorios que se suceden en el transcurso del tiempo. Recursos. Todos los elementos necesarios para el desarrollo del estudio deben ser estipulados, deben señalarse los recursos humanos, materiales y financieros así como el uso que de ellos se hará a lo largo del estudio. Recursos Humanos: Personal técnico o administrativo (técnicos de laboratorio, encuestadores, enfermeras, secretarias, profesionistas u otros) que participen en la investigación. Recursos Materiales: Descripción en cantidades de todos los elementos necesarios para la realización del estudio (reactivos, material y equipo de laboratorio y gabinete, archivos, expedientes, camas de hospital, transporte, etc.). Se debe especificar los elementos con los que se cuenta, así como los que deberán ser adquiridos con indicación del orden previsto para hacerlo; complementariamente se deberá señalar los departamentos, servicios, unidades profesionales ó para profesionales necesarias en la investigación. Recursos Financieros: Costos totales de la investigación (salarios, materiales, equipo, copias fotostáticas, etc.). Si se tiene, ha de señalarse la fuente de financiamiento. Logística 439 Cada una de las etapas del estudio con el fin de ir cumpliendo con los tiempos señalados para cada una de las actividades. Gráfica de Gant para Programación logística de un proyecto de investigación Pasos de la investigación: Recopilar bibliografía Elaborar protocolo Adquisición material Capacitación personal Recabar datos Control fase de campo Captura de datos Análisis información Elaboración de informe Publicación 0 2 4 6 8 10 12 14 Tiempo (meses) Control: Supervisión. Vigilar que se cumplan las acciones respecto a lo planeado y corregir o ajustar sobre la marcha. Evaluación. Cumplimiento de objetivos y metas. 440 ANEXO I ALGUNOS INDICADORES BÁSICOS PARA UN DIAGNÓSTICO DE SALUD. Elaborado por el Dr. Gustavo Rodríguez Sánchez A. UBICACIÓN GEOGRÁFICA. 1. Limites. 2. Extensión. 3. Topografía. 4. Hidrografía. 5. Orografía. 6. Clima. B. SOCIALES 1. Número total de habitantes. 2. Distribución por edad y sexo. 3. Distribución geográfica. 4. Densidad de población (número de habitantes por km2). 5. Distribución de la población, según aéreas geoestadisticas básicas (a.g.e.b.). 6. Dinámica de la población. 7. Dinámica natural: tasa de natalidad, tasa de fecundidad, incremento natural de la población, distribución porcentual de nacimientos registrados en instituciones de salud y por el registro civil. 8. Dinámica social: inmigración, migración, incremento social de la población, número de matrimonios, número de divorcios. 9. Esperanza de vida. 10. Educación. I. Analfabetismo. II. Grado de escolaridad de la población; primaria, secundaria, preparatoria, técnico profesional, postgrado. III. Recursos para la educación: número de escuelas, número de alumnos, número de maestros, número de aulas, numero de grupos. 11. Vivienda: características en techos, pisos, muros, numero de cuartos por vivienda, promedio de habitantes por vivienda, tenencia, cocina y baño separado, hacinamiento, promiscuidad. 12. Vías de comunicación: carreteras, caminos, vías de ferrocarril, aeropuertos, ríos. 13. Medios de comunicación: correos, teléfono, radio, televisión, prensa, fax, telégrafo, radioaficionados. 14. Medios de transporte: transporte colectivo de pasajeros, rutas, frecuencia, costos, tiempo de recorridos. 15. Hábitos, costumbres y festividades. 16. Organización social. 17. Necesidades sociales de la población. 18. Oferta y demanda de salud en la población. C. ECONÓMICOS 1. Renta media familiar 2. Tasas de desempleo nacional 3. Abastecimiento de agua potable, electricidad, calefacción central. 4. Presencia en los hogares de electrodomésticos 5. Servicios de alcantarillado y recogida de basura 6. Condiciones laborales 7. Tipo de alimentación y consumo calórico 8. Consumo medio por habitante de diferentes productos y servicios 9. Grado de criminalidad o delincuencia, de marginación 10. Consumo de drogas tanto ilegales como legales 11. Gasto sanitario por habitante 12. Condiciones higiénicas y de confort en las viviendas familiares 13. Población económicamente activa. 441 14. Ocupación según rama de actividad. i. Sector I, agricultura, ganadería, caza y pesca. ii. Sector II, industria de la transformación. iii. Sector III, comercio y servicios. 15. Salario mínimo. i. Ingreso per-cápita. 16. Distribución del salario. 17. Fuentes de trabajo, condición en el empleo. D. DE PRESTACIÓN SERVICIOS DE SALUD 1. Disponibilidad de servicio sanitario i. Agua, disponibilidad, calidad, fuentes de abastecimiento, sistema de distribución, tratamiento, medición de cloro residual, drenaje, alcantarillado, almacenamiento dentro de la vivienda ii. Desechos sólidos, disposición intradomiciliaria, recolección y destino final. iii. Excretas, disposición, dentro y fuera de la vivienda 2. Accesibilidad, calidad, y cobertura de asistencia sanitaria. i. Número y tipo de establecimientos de salud, niveles de Atención médica, accesibilidad a los servicios, Organización en la prestación de los servicios. ii. Recursos humanos: médicos, enfermeras, médicos especialistas, cirujanos dentistas, veterinarios, trabajadores sociales, técnicos en saneamiento, radiólogos, nutricionistas, optometristas, estadígrafos, químicos, técnicos de laboratorio, personal administrativo; por institución de salud y totales. iii. Numero de consultorios. iv. Numero de hospitales. v. Número de camas. vi. Número de laboratorios, Rx., quirófanos, salas de expulsión, , incubadoras. vii. Número de salas de recuperación, salas de terapia intensiva, ambulancias. viii. Número de servicios de urgencias E. ESTADO DE SALUD 1. Mortalidad i. General. ii. Especifica. a. Por grupos de edad y sexo. b. Por causa. 2. Natalidad 3. Morbilidad i. General. ii. Incidencia de enfermedades transmisibles. iii. Incidencia y prevalencia de enfermedades no transmisibles. 4. Calidad de vida i. Esperanza de vida ajustada por discapacidad ii. Años de vida perdidos. iii. Mortalidad−materna iv. Mortalidad−infantil. v. Mortalidad por enfermedades infecciosas. 442 Bibliografía: 1. Moreno A.L. “Desarrollo de un proyecto de investigación”. 1a. parte. Revista Mexicana de Pediatría. 1997; 64 (4): 171-175. 2. Moreno A.L. “Desarrollo de un proyecto de investigación” 2a. parte. Revista Mexicana de Pediatría. 1997; 64,(5); 201-205. 3. Islas Ortega L., Peguero García M., Práctica Médica Efectiva. Instituto de Salud Pública de México. Nov 2006 pp 1-6. 4. http://www.insp.mx/Portal/Centros/ciss/nls/boletines/PME_14.pdf 5. Álvarez-Gayou, J. L. Cómo hacer investigación cualitativa: fundamentos y metodología, Buenos Aires, Paidos Educador, 2004. 6. Taylor, S. J. y Bodgan, R. Introducción a los métodos cualitativos de investigación. Buenos Aires, Amorrortu, 1987. 7. Cobo Eric, Muñoz Pilar, Gonzalez José A. “Bioestadística para no estadísticos”. Editorial Elsevier/Masson. España. 2007. 8. Beth Saunders y Robert G. Trapp. “Bioestadística médica”. Editorial Manual Moderno, S.A., de C.V. México D.F. 3ª Edición. 9. Daniel Wayne W. “Bioestadística: base para el análisis de las Ciencias de la Salud”. 3ª. Edición. Edit. Uthea – Noriega. México. 1997. 10. Glantz Stanton A. “Bioestadística”. Editorial Mc Graw – Hill/Interamericana. México. 1ª Edición en español de la 6ª Edición en inglés. 2006. 11. Martínez González M.A., De Irala Jokin, Faulin Fajardo J. “Bioestadística amigable”. Editorial Díaz de Santos, Madrid España. 1ª edición 2001. 12. Nordness Robert. “Epidemiología y Bioestadística: Secretos”. Editorial Elsevier/Mosby. España S.A. 1ª Edición en español. 2006. 13. Pagano M., Gauvreau K. “Fundamentos de bioestadística”. Editorial Thomson Learning. México. 2ª Edición. 2001 443 Capítulo 14. Promoción de la Salud en la Comunidad. Ibarra Araujo Nora, Carreón Mata Patrocinia, Acuña Dávila Oralia, Juan Manuel Castro Albarrán Es éste el último capítulo del libro. En él, se retoman varias ideas desarrolladas en los capítulos anteriores con el fin de describir de una propuesta práctica de acción conocida mundialmente como promoción de la salud. Este capítulo, a la vez será, el punto de arranque de un siguiente libro en esta colección dedicado a la promoción de la salud a lo largo del ciclo de vida. El estudiante de medicina, en su futura práctica médica ya sea, como médico general, o como especialista; será el primer contacto que la población enferma tiene con los servicios de salud. En esa práctica, además de la habilidad de diagnosticar y de curar a sus pacientes y poblaciones, deberá poder aplicar los conocimientos propios de las acciones preventivas primarias para que las aplique a nivel individual, familiar y comunitario. De acuerdo con el orden de ideas que hemos desarrollado a los largo de los 15 capítulos anteriores, consideramos que es importante que incluso más allá de prevenir enfermedades, el estudiante de medicina reflexione sobre aquellas formas de promover la salud que vayan más allá que evitar o descontar la enfermedad en individuos y colectividades a través de lo que se ha llamado promoción de la salud. en especial desde la óptica de la determinación social de salud, que hemos abordado en capítulos anteriores. Virtudes de una definición muy cuestionada La Organización Mundial de la Salud elaboró una definición de salud que ha sido muchas veces citada y muchas veces cuestionada. La definición establece, como vimos en el capítulo 2, que la salud es el estado de completo bienestar físico, psíquico y social y no solo la ausencia de enfermedad. A esta definición se le ha caracterizado, entre otras cosas, de ser idealista, ahistórica, estática, subjetiva, impráctica, e inalcanzable. Sin embargo, no es posible soslayar que, a despecho de las etiquetas que se le adjudican, representa el primer gran intento, en este siglo, por trascender el estrecho marco de lo biológico y buscar modelos interpretativos más globales: un esfuerzo conceptual por “desmedicalizar” la salud. 444 Particularmente dos elementos de la definición de la OMS, son claves para una nueva mirada hacia el fenómeno: el “desenfoque” sobre la enfermedad (“la salud no es meramente la ausencia de enfermedad”), y su “tridimensionalidad” (en tanto involucra de lo biológico, lo psíquico y lo social). La discusión alrededor de tales elementos plantea la posibilidad de repensar la salud no como la imagen objetivo de la Medicina que podría verla como mero descuento de enfermedad, sino como un hecho social, que tiene que ver tanto con la capacidad de las personas para ejercer control sobre sus propios procesos vitales, como con la creación social de oportunidades reales para hacerlo. Ello abre un amplio abanico de repercusiones trascendentes tanto para la vida de los sujetos individuales, como para la sociedad en su conjunto. El presente capítulo trata entonces de una estrategia, la promoción de la salud, que tiene en el centro fomentar la toma consciente de decisiones saludables por las personas de manera individual y colectiva, y demandar responsabilidad social en la generación de ambientes favorecedores de la salud colectiva, y que pretende la construcción de una “cultura de la salud” y el desarrollo de procesos de empoderamiento y participación social. El capítulo inicia con una reflexión general en torno a la salud, las necesidades humanas y la calidad y formas de vida. En esta parte se busca esclarecer si la salud es una necesidad básicaclxxii, o una categoríaclxxiii de satisfacción de una necesidad vinculada con la calidad de la vida. De manera breve se aborda, el fenómeno de la “medicalización”clxxiv de la salud (que en su extrema modalidad actual tiene un significado de “cultura de consumo de salud”). Posteriormente se hace un breve recorrido por la historia de la promoción de la salud, para tratar de comprender las razones de la coexistencia de distintas interpretaciones sobre ella y las implicaciones de cada una. se esbozan algunos problemas de carácter práctico relacionados con la concepción amplia de la promoción de la salud y así como las metodológicas para enfrentarlos. propuestas 445 Salud, necesidad y calidad de vida. Conservando la esencia no médica de la definición de la OMS que la ve como algo más que meramente la ausencia de enfermedad (pero abandonando su estatus abstracto), se puede pensar que “la salud es la capacidad de los seres humanos de desarrollar en plenitud el máximo potencial personal para el disfrute de la vida en calidad y extensión, y poder responder eficaz y efectivamente a los retos del ambiente”clxxv. Bajo tal perspectiva, “la salud se percibe pues, no como el objetivo, sino como fuente de riqueza de la vida cotidiana”clxxvi. El concepto de salud posee, además un carácter subjetivo y relativo pues las experiencias personales de salud están influenciadas por el contexto cultural en el que se desarrollan. Generalmente se considera que la vivienda, el ingreso y la alimentación son recursos básicos para la salud. Para gozar de buena salud se requiere alcanzar niveles satisfactorios de ellos, pero además se necesita disponer de información y poseer habilidades personales; así como un entorno que la fomente y ofrezca oportunidades para elegir los bienes de consumo y servicios saludables, así como adecuados ambientes de trabajo. Por tanto, la salud se apoya en recursos y capacidades individuales y pero es también una responsabilidad social. Históricamente, los seres humanos han buscado la manera de vivir mejor y tal argumento permite identificar metas universales y objetivas que cualquier individuo debe alcanzar para vivir, es decir necesidades básicas a satisfacer. La combinación entre el derecho a satisfacerlas y el grado en el que se satisfacen permite medir el nivel de libertad de las personas2. Sin embargo, cotidianamente la realidad evidencia condiciones que bloquean el óptimo desarrollo humano, privaciones a la satisfacción de las necesidades básicas. Las condiciones para el desarrollo humano suponen la existencia de recursos para la satisfacción de necesidades y el acceso a tales recursos. 446 Desde un enfoque interesante, Doyal y Gough2, plantean la existencia de necesidades humanas objetivas esenciales, que son las mismas para todos, en todos los tiempos, pero que, sin embargo se satisfacen históricamente de manera diferente por diferentes grupos sociales. Es decir, los satisfactores son culturalmente relativos, no las necesidades. Para tales autores, la salud y la autonomía constituyen las necesidades esenciales más universales de los seres humanos. Manfred Max-Neef3, por otra parte, propone nueve tipos universales de necesidades (subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad y libertad), cada una de las cuales es satisfecha de acuerdo con cuatro categorías (ser, tener, hacer, estar). Tales necesidades se han conformado históricamente y hoy pueden ser consideradas de un valor generalizado en cualquier cultura. Su satisfacción integral es esencial y se da mediante un proceso de interrelación cuyo producto define la calidad de vida de los sujetos y grupos sociales. Así la salud, puede ser considerada, como un satisfactor de la necesidad de subsistencia, que se logra siendo sano, teniendo condiciones de vida saludables, haciendo elecciones saludables, estando (y trabajando) en ambientes saludables. Las privaciones en cualquiera de las necesidades universales pueden desencadenar deterioros en la calidad de vida. La insatisfacción en varias o todas tiene un efecto sinérgico o potencializador del impacto de tales privaciones. De acuerdo con esto, los problemas relacionados con la calidad de vida y la salud, no dependen de la satisfacción aislada de una necesidad sino que requieren ser enfrentados de manera integral3. Además, hay satisfactores que al responder específicamente a una necesidad determinada, estimulan y contribuyen a la satisfacción simultánea de otras necesidades. El esquema de necesidades y satisfactores de Max-Neef tiene implicaciones de carácter práctico para la respuesta social organizada en salud, pues: 447 Permite explicar el origen de los problemas, identificando niveles de privación (acordes con las categorías) en la satisfacción de diversas necesidades. Ayuda a analizar las implicaciones de los problemas del desarrollo humano, identificando aquellas necesidades que se impactan negativamente de acuerdo con las privaciones de satisfactores, las categorías afectadas y los efectos sinérgicos sobre otras. Posibilita la planificación de acciones dirigidas a las necesidades impactadas, tanto a nivel individual, como en grupos sociales. Favorece la evaluación de proyectos y programas de desarrollo humano integral, verificando la atención hacia el complejo de las nueve necesidades y cuatro categorías de satisfacción. Por tales razones, puede ser empleado para favorecer el desarrollo de intervenciones sociales dirigidas hacia el mejoramiento de la calidad de la vida en la población, mas que al control (aún en un sentido preventivo) de las enfermedades. El concepto de calidad de vida, supone la satisfacción mínima aceptable del complejo de necesidades-satisfactores, en las dimensiones individual, familiar y comunitaria, y en los ámbitos local, regional y nacional. En palabras de Max-Neef: “buscar el desarrollo de todas las personas y de toda la persona”3. Medicalización - consumismo de la salud vs construcción de una cultura de la salud Quizá uno de los factores que sintetizan las limitadas condiciones en que la mayoría de la población de nuestro país se encuentra, en relación con la satisfacción de sus necesidades, es su relación de dependencia hacia el capital financiero internacional y el “libre juego de las fuerzas del mercado”, que envuelve, penetra y corroe todas las esferas de la vida de las personas. Esto se expresa, por ejemplo, en que bajo la lógica social actual se llega a la salud mediante estilos de vida 448 “saludables”, mismos que son formas de consumo medicalizado individual de mercancías “sanas”, al alcance de quien las sabe o las puede comprar. Lo cual podría bien llamarse “cultura del consumismo de la salud”. Tal situación global, envolvente, enajenante, requiere elaborar como contraparte una estrategia que trascienda el cambio de conductas o estimule mecanismos de “autoayuda” (que en realidad son de autodependencia y delegación de la responsabilidad social del estado hacia la población). La promoción de la salud, en una de sus acepciones, la que más adelante llamaremos “socio-sanitaria” o ampliada, tiene tales alcances. Un problema para el desarrollo de la estrategia de promover la salud, tiene que ver con el proceso que Foucault llamó medicalización indefinida 4,clxxvii. Según su planteamiento la medicina ha traspasado su “dominio propio” (la enfermedad), imponiéndose al sujeto (sin importar si está enfermo o no) como “acto de autoridad”, lo cual se manifiesta en diversas formas y matices de intervención en su vida, por ejemplo en aras del control de epidemias. También se ha apropiado de objetos noenfermedad, extendiéndose a campos como la sexualidad, la reproducción clxxviii, la alimentación-nutrición y la salud (en sus modalidades individual y colectiva). El caso de la salud pública es un ejemplo característico de medicalización de una práctica que en sus orígenes (sesgados poco después por el surgimiento y éxito de la teoría microbiana de la enfermedad) tenía poco que ver con actividades médicas5. Un efecto directo del “triunfo de la biogénesis” fue la reubicación de la salud pública como "rama de la medicina"clxxix, que se manifestó incluso en los planes de estudio de los distintos profesionales de la salud pública. La epidemiología, limitada por el paradigma médico, se convirtió en herramienta para el estudio de la enfermedad, dejando como punto ciego a la salud. También se puede observar el fenómeno, en la forma como, en la enseñanza de la salud pública, se fueron medicalizando las disciplinas y técnicas no médicas (como la administración 449 sanitaria reducida a administración de la atención médica)5. Así, la posibilidad de promover la salud se fue viendo por la propia salud pública como mero descuento o prevención de enfermedades, dejando de ver a la salud en sí misma como necesidad y también como satisfactor de otras necesidades para tener una mejor calidad de vida. Como se abordó en el capítulo 2 y 7, paralelamente y probablemente impulsando el proceso de medicalización, la medicina moderna tiene como característica adicional lo que Foucault llama la “economía política de la medicina”4. Este fenómeno ha ido deslizándose desde una original preocupación por problemas generales macroeconómicos como la pobreza en las grandes ciudades, pasando por la restauración de la fuerza de trabajo, hasta el desarrollo de la capacidad de “producir directamente riqueza en la medida en que la salud constituye un deseo para unos y un lucro para otros”4. Es decir, la salud “medicalizada” es un objeto de consumo, un bien que ingresa al mercado y que puede dejar ganancias a quien los produzca como empresa capitalista que produce indistintamente hamburguesas, armas, semillas transgénicas o automóviles. La llamada “cultura de consumo de la salud”, es entonces una fase de la medicalización. Los sujetos individuales la internalizan e incorporan a su vida cotidiana1. La cultura de consumo de la salud que se internaliza en los individuos, en un típico ejemplo de socialización secundaria (esto es, “la internalización de ‘submundos’ institucionales o basados en instituciones”, la interiorización de un “saber especializado”), que en la medida que se universaliza tiende a comportarse como socialización primaria. Pero eso que ocurre en el sujeto individual depende, en el sujeto colectivo del contexto social que lo rodea. Es decir, la cultura de consumo de la salud es un hecho socialmente construido por el fenómeno de la medicalización, que de manera dialéctica, externaliza los significados, los sujeta a “habituación” y los institucionaliza1. 450 Para emprender la tarea de construir una cultura de la salud, alternativa a la medicalización centrada y limitada al consumo individual de bienes-saludables, o a la adopción de estilos de vida individuales, parece ser necesario encontrar formas, mecanismos, métodos, procesos que apunten a una dirección distinta, como dijimos, se propongan fortalecer la salud como necesidad y satisfactor individual y colectivo no sometido a las leyes del mercado, como derecho de ciudadanía. La respuesta, al menos teóricamente, puede ser la promoción de la salud, en su más amplia acepción, como estrategia de una renovada salud pública. Promoción de la salud: interpretaciones en la historia reciente. Henry Sigerist, el gran historiador de la medicina en 1945, adelantándose a los conceptos de medicina preventiva y niveles de prevención, ubicaba a la promoción de la salud como la primera de las cuatro grandes tareas de la medicina (seguida de la prevención de la enfermedad, la reparación del daño y la rehabilitación). Para ello explicaba: “La salud se promueve proporcionando un nivel de vida decente, buenas condiciones de trabajo, educación, ejercicio físico y los medios de descanso y recreación”clxxx. Años más tarde, ya bajo el concepto de medicina preventiva, se identifica a la promoción de la salud como el nivel más inespecífico y general de prevención de la enfermedad. Su ámbito de acción es, para Leavell y Clark, teóricos de la medicina preventiva, el período prepatogénico de la llamada “Historia Natural de la Enfermedad”clxxxi. El paradigma que subyace en tal propuesta es el higiénico-preventivista. La enfermedad es la ruptura (derivada de algún estímulo patogénico) del equilibrio existente entre el huésped, un agente etiológico y el medio con (y en) el que interactúanclxxxii. La promoción de la salud, de acuerdo con esta visión tiene que ver con el fortalecimiento de la resistencia del huésped hacia los agentes de 451 enfermedad, con la disminución o eliminación del contacto con el agente y, con acciones generales sobre el ambiente (el ambiente incluye lo social)13,14. Enmarcada en las entonces más recientes críticas al papel de la medicina en la saludclxxxiii,clxxxiv,clxxxv, y distanciándose de los niveles de prevención de la medicina preventiva, surge en los años setenta, un concepto de promoción de la salud orientado al cambio conductual personal cuya mas precisa definición “moderna” es: “el arte y la ciencia de ayudar a las personas a cambiar su estilo de vida hacia un estado de óptima salud”clxxxvi. Hacia mediados de la misma década, en Canadá, se publica el llamado informe Lalondeclxxxvii, que hace un llamado de atención acerca de que la salud de las personas (el “campo de la salud”) está influenciada por un amplio espectro de factores: la biología humana, los estilos de vida, la organización de la atención a la salud y los ambientes sociales y físicos en los que vive la población. La promoción de la salud se convierte en estrategia institucionalizada que pretende enfrentar los desafíos de reducir la inequidad, incrementar la prevención y fortalecer la capacidad de las personas de hacer frente a los problemas: la promoción de la salud. El nuevo enfoque de la promoción de la salud representa un proceso que habilita a los sujetos en el mejoramiento y/o control sobre su salud, fortaleciendo el auto cuidado, la mutua ayuda, su capacidad de elección sobre las maneras más saludables de vivir y creando ambientes favorables a la salud. El estado se da a la tarea de poner en práctica una serie de acciones acordes con tales ideas. Fundamentalmente se avanza en tres direcciones: Impulsando la participación de la población, fortaleciendo la provisión de servicios comunitarios de salud y estableciendo una política pública saludableclxxxviii. Pese a sus esfuerzos por valorar y tratar de influir sobre factores sociales, la mayor eco que ambos reportes tuvieron en la práctica de la promoción de la salud, fue en lo referente a la llamada de atención hacia el papel sustancial que los individuos tienen en la modificación de sus conductas personales para mejorar su estado de saludclxxxix. Algunas de las razones por las que la implantación de la estrategia de promoción de la salud, en su acepción amplia, sufrió serias dificultades tuvieron que 452 ver ya con aspectos ideológicos y políticos. Particularmente ello fue notorio en los EE.UU., en donde la distinción política de los conceptos de promoción (enfocado a aspectos conductuales) y protección (más relacionado con el ambiente), redujeron el espectro de la promoción de la salud a cambios de comportamiento. Los dos acercamientos a la promoción de la salud, ubicados además bajo la tensión de dos modelos conceptuales contemporáneos sobre la salud-enfermedad: el Epidemiológico-Socialcxc y el Socio-sanitariocxci, fueron discutidos en la primera Conferencia Internacional sobre Promoción de la Salud, celebrada en Canadá, en 1986, quedando asentada en la llamada “Carta de Ottawa”cxcii, la más amplia visión sobre la promoción de la salud. Para su implantación se propusieron cinco “rumbos estratégicos”cxciii: 1) formulación de políticas públicas saludables, 2) creación de ambientes propicios, 3) fortalecimiento de la acción comunitaria, 4) desarrollo de aptitudes personales y 5) reorientación de los servicios de salud. (Ver cuadros 16.1 a 16.5 en donde se desarrollan cada una) Estos cinco rumbos se llevarían a cabo simultáneamente en tres líneas de acción paralelas: fomentar estilos de vida sanos, habilitar a la gente para el control sobre los servicios de salud, e implantar condiciones estructurales que hagan posible la salud plena de toda la población. Las recomendaciones de Ottawa hacen énfasis en transformaciones de carácter estratégico sobre tres dominios sociales: En lo político, el logro y mantenimiento de la equidad, la paz y la justicia. En lo económico-social, el disfrute por todos de alimentación adecuada, vivienda digna, ingreso suficiente, educación básica. En lo ambiental un ecosistema saludable, con recursos sostenibles. Dos años después de Ottawa, en Adelaide, Australia, tuvo lugar una nueva conferencia de promoción de la salud, cuyo objetivo fue la operacionalización del primero de los rumbos estratégicos señalados arriba: la formulación de políticas públicas saludables. Ello se tradujo en recomendaciones sobre cuatro áreas de política, a todos los niveles de gobierno: apoyar la salud de las mujeres; acceso a la nutrición y alimentación saludables; reducción del cultivo de tabaco y de la producción, comercialización y consumo de alcohol, y creación de ambientes políticos de apoyocxciv. 453 En 1991, en Sundsvall, Suecia se abordó el rumbo de la creación de ambientes propicios, en el más amplio sentido social, político, económico, cultural y físico. Para ello se identificaron como estrategias la defensa de la salud mediante la participación comunitaria; el empoderamiento de las personas para el control sobre el ambiente; la educación; el establecimiento de alianzas entre las campañas de salud y los grupos ambientalistas; la generación de procesos de mediación y negociación entre intereses opuestos en la sociedad que influyan sobre el acceso equitativo a los ambientes saludables. Finalmente en Santa Fé de Bogotá, en noviembre de 1992, la Organización Panamericana de la Salud auspició una Conferencia Internacional, para definir el siginificado de la promoción de la salud para las Américas. En ella se ratificaron los conceptos de Ottawa, dándosele un carácter urgente e impostergable a los conceptos de desarrollo, igualdad, equidad, concertación, sociedad civil y participación social amplia para el logro de la salud. Como sus predecesoras, la conferencia de Bogotá hizo insistentes llamados a la voluntad política para propiciar los cambios. Determinantes sociales Ante este marco conceptual de los determinantes sociales la OMS propone a sus países miembros, desarrollar las siguientes estrategias de la promoción de la salud: a) Elaboración de políticas Públicas favorables a la salud b) Participación comunitaria, movilización de la sociedad. (participación social) c) Creación de entornos saludables, propicios a la salud (defensa pública) d) Reorientación de los servicios de salud (re- estructuración) e) Desarrollo de las habilidades personales. (educación para la salud) La postura de México ante la propuesta de la OMS de reconocer el abordar los determinantes sociales, es ratificada en la Quinta Conferencia Mundial de 454 Promoción de la Salud, queda por escrito en el documento firmado por los ministros de Salud y Jefes de Delegación de 94 países, celebrada en junio de 2000 en la Ciudad de México. Así en el numeral 6, se inscribió que se reconoce la urgencia de abordar los determinantes económicos, sociales, y medioambientales de la salud y que esto requiere mecanismos de colaboración para la promoción de la salud en todos los sectores y en todos los niveles de la sociedad. Sin embargo al expresarse en dicho documento las acciones para poner a la promoción de la salud como prioridad fundamental en políticas y programas de salud, se cambia el termino de determinantes por: “prioridades de salud y prioridades determinadas”. Lo que conlleva a un cambio de enfoque en la identificación y propuestas de solución de los problemas de salud y del enfoque de la promoción de la salud. Así, se puede ver que en el Plan Nacional de Desarrollo 2000-2006 y 20072012 definen dos tipos de “determinantes” los proximales y los dístales; los primeros los reducen a factores individuales, preferencias y estilos de vida, influencias comunitarias y soportes sociales y acceso a servicios de salud. Los segundos reducen el concepto de determinante a condición de vida y trabajo, condiciones generales socioeconómicas culturales y ambientales y proponen estar mediados por factores biológicos y el caudal genético. , Así, se puede ver que en el Plan Nacional de Desarrollo 2000-2006 y 20072012 definen dos tipos de “determinantes” los proximales y los dístales; los primeros los reducen a factores individuales, preferencias y estilos de vida, influencias comunitarias y soportes sociales y acceso a servicios de salud. Los segundos reducen el concepto de determinante a condición de vida y trabajo, condiciones generales socioeconómicas culturales y ambientales y proponen estar mediados por factores biológicos y el caudal genético. , Lo que implica no reconocer el carácter de las condiciones materiales de vida deplorables de la mayoría de la población, producto del capitalismo que promueve la distribución injusta de la riqueza. Por lo tanto sus Políticas y programas no proceden 455 de un interés de transformar radicalmente los contextos y considerar lo que la comunidad considera al respecto. Quedando reducido a capacitación de las madres con platicas. Tomando en consideración estas premisas y lo propuesto por la OMS, entonces se puede construir una definición de la Promoción de la Salud. , . Es un pilar fundamental de la acción de la salud pública, es un proceso transformador que involucra al individuo y a su medio social. Significa promover en la población la capacidad de gestión más autónoma de su salud. Cuadro 16.1. Formulación de políticas públicas saludables: De acuerdo a este lineamiento, la salud debe ser parte de las políticas de los poderes ejecutivo y legislativo. Su propuesta obedece a observar que, en las diferentes naciones del mundo, las políticas económicas y programas sociales han sido insuficientes e incluso han tenido efectos nocivos en la salud, los acuerdos económicos son injustos (en el caso de nuestro país el Tratado de Libre Comercio); y la mala política, han generado deficiencia y disparidad en las condiciones de vida, por consecuencia mala e injusta distribución de la atención de la salud. Al impulsar este lineamiento se busca hacer reflexionar sobre las consecuencias que pueden tener para la salud.las decisiones de los políticos La OMS hace suya esta propuesta en la búsqueda de alcanzar el objetivo de equidad en salud, sugiriendo que el desarrollo económico es importante y debe ser eje en las distintas políticas. Recientemente la OMS retoma este lineamiento mediante el enfoque de los determinantes que entre otras cosas propone a) mejorar las condiciones de vida de la población, b) luchar contra la distribución desigual (injusta-inequitativa) del poder, de la renta nacional (riqueza económica-social) y de los recursos y c) medir la magnitud del problema, evaluar intervenciones, ampliar la base de conocimientos, dotarse de personal capacitado, sensibilizar a la opinión pública Estas recomendaciones son propuestas que han sido producto de las experiencias de diversos colectivos de los países miembros, de las mismas poblaciones y de los profesionales de la OMS; pero para que se desarrolle la elaboración de esas políticas debe hacerse con la participación de la comunidad, de manera crítica y reflexiva. No cometer el error como en México ha ocurrido en las diferentes administraciones públicas cada sexenio, que lanzan una “convocatoria oficial” para que la gente enviara proyectos, propuestas o comentarios; que finalmente no son tomados en cuenta o incluso son tergiversados. Cuadro 16.2. Participación Social Comunitaria 456 Es la participación de los distintos sectores sociales, mediante intervenciones conjuntas destinadas a transformar la situación de salud y aportar bienestar y calidad de vida. Debemos entender la participación comunitaria como una estrategia de combate a la exclusión, y como una oportunidad para que las políticas y acciones se realicen hacia el interés general y el bien expresado por mujeres y hombres, así como para que el nuevo contrato social surja de un ejercicio más pleno de la ciudadanía e incluya la igualdad y la equidad entre mujeres y hombres. Debemos contemplar que, al iniciar un proceso de formación colectiva en salud (llámese consejo, organización territorial comunitaria, comité de barrio o de comunidad, asociaciones vecinales, asambleas de vecinos, reuniones públicas del concejo municipal, cabildo, etc) se inicia la generación de una nueva identidad colectiva, orientada a la solución grupal de determinadas necesidades y demandas se verán reflejadas de forma diferente de acuerdo al género y edad (generación)1. Para entender el proceso de participación social de los integrantes del grupo partiremos de dos variables: posiciones de poder y ámbito social de acción. A) Posiciones de poder: es el lugar que ocupa la población, grupo o individuo involucrada en la definición de programas, proyectos, planes y actividades a realizar. Para entenderla es necesario responder ¿Participa este grupo solo como receptor de las decisiones externas? ¿Interviene activamente en la modelación de los elementos básicos que determinan los programas? ¿Cuál es el nivel de intervención (desde los objetivos, metas, método, procedimiento y evaluación) ? Participación Constitutiva : el grupo, está involucrado desde la construcción del programa y en todo su proceso Participación reproductiva: Solo está involucrado en la fase operativa y la aplicación B) Ámbito social de acción: incluye la capacidad de vincular las actividades en un entorno social más amplio, la capacidad de articularse, con criterios de externalidad e interdisciplinariedad y multicultura y la capacidad de gestionar actividades. Además es necesario definir el alcance de la participación. Según este criterio, tendremos dos grupos de participación, si, se centra en la vida cotidiana o además se centra en el ámbito estructural de los sistemas sociales. A) Participación centrada en la vida cotidiana: es la vinculación directa con la vivienda y su entorno inmediato, el objetivo es resolver problemas internos como; vivienda, alimentos (dados por donaciones) o servicios de salud, las demandas no afectan a los municipios, a las entidades federativas o las sociedades nacionales B) Participación con repercusiones políticas: Entendiéndose este tipo de participación como la incidencia del orden público en una sociedad, Ejemplo: la ley del aborto, la ley de sociedades de convivencia) afectan el funcionamiento de las estructuras públicas, en espacial La acción del estado en materia de Desarrollo Social, político o económico. Si a las posiciones de poder y al ámbito social de acción lo relacionamos con el tipo de respuesta a las necesidades obtendremos que estas puedan ser sistémicas o no sistémicas. A) Sistémicas: Las respuestas a las necesidades entre la organización y el ámbito social esta formalizado, dentro de un marco cívico que legitima su presencia B) No sistémicas: Las respuestas solo ocurren cuando los vínculos son de carácter informal, porque no tienen una articulación permanente; más bien son esporádicos, circunstanciales, sometidos al flujo de las coyunturas políticas y económicas. Si relacionamos las posiciones de poder y el ámbito social de acción y las dos clasificaciones anteriores y lo cruzamos por su tipo de respuesta, se obtiene una matriz de ocho formas posibles de participación social (véase cuadro). Esta matriz es particularmente útil para analizar y clasificar las repercusiones históricas de las organizaciones sociales en general. Las organizaciones sociales, del tipo que sean, a menudo desarrollan sus programas mediante el recurso de articular más de unas estrategias, debido a que hay variación de prioridades estratégicas en el curso histórico de las organizaciones. 457 Cuadro 16.3 Defensa pública de la salud. El modelo económico neoliberal ha orillado a una crisis civilizatorio generalizada, para este modelo de acumulación económica, el individuo es solo un consumidor y receptor pasivo. Bajo el imperio del mercado y sus leyes de oferta y demanda, el significado de dignidad humana toma un giro diferente. Los ideales de autonomía y de libertad del sujeto se deslizan hacia una concepción en la que los intereses de la producción pasan a ser el eje de la existencia y los valores del egoísmo y la competitividad se convierten en el núcleo fundamental del comportamiento social1. En el plano de lo social, en estos momentos nos enfrentamos a la expropiación y aniquilamiento de los sistemas de prestaciones sociales; la destrucción del tejido social y comunitario, de las identidades de los sujetos colectivos y las organizaciones. Y lo más grave, la pérdida de valores para la defensa de la vida y por ende, la permanencia de lo humano. En esta campaña privatizadora juega un papel fundamental la estrategia de convencer a la opinión pública de las ineficiencias y problemas de funcionamiento del sistema sanitario público, cuando ha demostrado deficiencias importantes en cuanto al cuidado de la salud de los pacientes y un encarecimiento de los costos de alguna manera esta situación ha generado una sociedad en crisis, obligando a la sociedad civil a movilizarse en demanda de atención a sus necesidades por servicios de carácter público y en demanda de espacios para participar en los niveles de decisión que tienen que ver con la gestión de la vida pública reiniciando la búsqueda de una vía social alternativa, con perspectiva de inclusión, equidad y no discriminación. 1 Un enfoque de derechos humanos puede ayudar a acelerar el avance de la salud en los países miembros de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Los relatores han señalado que se debe vigilar el progreso acerca del “derecho de todos al disfrute del nivel más alto posible de salud física y mental”, agregando que los países miembros de la OPS han definido a la salud como un derecho humano en documentos tales como la Constitución de la Organización Mundial de la Salud, la Declaración de Alma Ata de 1978, la Carta de Ottawa de 1986 y la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Más aún, por lo menos 19 de las constituciones de los 35 países miembros de la OPS definen a la salud como un derecho humano entre ellos México1 últimamente se ha alentado a los expertos en salud pública a trabajar para que los gobiernos se responsabilicen de compromisos que han contraído en esta materia, de preferencia con instrumentos legales vinculantes tales como tratados, constituciones o leyes nacionales. Y es así que a pesar de estar contemplada en el artículo de 4º1 de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos,1 pero no contempla como el Estado debe hacerse responsable de que la salud de los habitantes del país y relega su deber a la ley general de salud la cual contempla a está generalmente sobre la vigilancia sanitaria. ¿Cómo se asegura de que las voces de las mujeres, los niños, discapacitados y personas con diferentes orientación/preferencia sexual sean oídas, que el acceso esté asegurado y que los indicadores se desglosen a fin de lograr buenos resultados de salud para los grupos minoritarios?”, entre los pendientes por resolver es el tema del aborto1,1,1 y sus implicaciones políticas y sociales, la ley de adopción de menores por personas con diferentes preferencias sexuales. Hacer valer el derecho es asunto de todos, finalmente todo derecho se legítima al ejercerlo día a día 458 Cuadro 16.4 Educación para la salud. La Educación para la salud (EpS) supone la integración de comunicación, información y desarrollo de habilidades personales dirigidas a lograr cambios sociales, económicos y ambientales que favorezcan la salud1. Antes de iniciar cualquier proceso de EpS debemos considerar que en la actualidad prevalece un patrón femenino de participación social en salud1 que generalmente se centra en la resolución de problemas de la vida cotidiana por lo que se debe considerar apoyarlas para ir rompiendo roles de género. De esta manera, aunque su participación inicialmente se centre en este ámbito, durante el proceso es posible que se proyecten hacia al espacio público, dándoles visibilidad y un desempeño de liderazgo en el marco comunitario. Debemos partir que la educación para la salud es un proceso que consta de dos partes interdependientes, la primera que compone el aprendizaje de conocimientos sanitarios nuevos y la segunda parte es la toma de decisiones sobre conductas saludables y aprender a ponerlos en práctica toda la vida. La sola información tiene poca influencia en cambios de actitudes preventivas, agregando además que nos enfrentamos a los problemas de publicidad que asocia conductas de riesgo (obesidad, tabaquismo, alcoholismo, relaciones sexuales) con imágenes atractivas tales como deportes, seducción, status, teniendo efectos poderosos en las personas más vulnerables. ¿Por qué es necesaria la educación para la salud? No es sólo para organizar conocimientos, sino para crear un cambio en el modo de expresar y vivir la vida cuyo el fin es la conquista de la autonomía1 en salud de la población. ¿Es suficiente conocer solo técnicas, o entran también en juego cuestiones tan intangibles como la cultura, la estructura social, las actitudes y las creencias? Para dar una respuesta debemos considerar una visión transdiciplinaria, porque la realidad es poliédrica y son posibles los acercamientos desde distintas disciplinas. 459 Cuadro 14.5 Importancia del método en la Educación para la Salud Un método que aborde EpS ha de contemplar las siguientes las características: a) Significativo: Se puede aprender por descubrimiento propio o por recepción de lo ajeno se torna significativo cuando se UNE a este aprendizaje la percepción subjetiva con los conceptos, las capacidades y las experiencias ya poseídas de las personas. La reflexión sobre la experiencia será el principal elemento de aprendizaje en actividades estructuradas de grupo, partimos de la experiencia para volver a la experiencia. b) Motivacional: Para mantener este principio es necesario abrir al grupo a nuevas propuestas a crear tensión de crecimiento y capacitación, ofreciendo novedades que inquieten, que interroguen, que pregunten, que pongan en crisis lo que ya saben, motivación desde su vida. c) Profundización y concentración de un tema: Durante el proceso educativo es necesario que se retomen los temas y los comportamientos, varias veces a lo largo del proceso con el objeto de ir haciendo surgir reflexiones, experiencias y emociones. Este proceso se desarrolla en sentido de una espiral, debemos contar con instrumentos que nos informen como la comunidad va 1) asimilando, b) reelaborando su conocimiento y c) tomando decisiones. Considerando las necesidades de edad y capacidades de los integrantes. d) Interdisciplinario: La realidad es compleja y la conducta humana cristaliza en procesos psíquicos cognitivos y afectivos complejos, es decir abordar conceptos como; autoestima, confianza básica, aprendizaje de la asertividad. El individuo no debe reducirse a una sola dimensión, debe reaccionar de forma integrada a los problemas de salud. e) Concreción y claridad. Claridad de ideas al educar, otros autores consideran como la “integridad del educador”, es decir que haya coherencia, congruencia y armonía con lo que piensa, dice y hace, es decir las actitudes del profesor deben ser compatibles con lo que explica. Cuando nos planteamos en promoción de la salud una tarea educativa no debemos de olvidar que el proceso educativo se desarrolla en tres dimensiones: 1) afectiva, 2) cognitiva y 3) de acción. Para proponer un cambio de conductas es necesario la presentación de un problema en términos científicos y la búsqueda de soluciones entre todos. Para cambiar actitudes lo más importante es cambiar los marcos de referencia. ¿Cómo lo haremos? La propuesta es iniciar un aprendizaje rescatando la cotidianidad1, de las personas, de los colectivos, de su práctica diaria, pues se educará sobre esa práctica. Se trata de observar nuestras prácticas, y posteriormente juzgarlas (si estas son saludables o no y cuáles son las probables causas que las provocan como tal) y finalmente proponer cambios con nuestras prácticas, es decir regresar a la práctica a lo cotidiano y entre todas(os) proponer y realizar el cambio. Las técnicas deben ser aquellas que faciliten la expresión de opiniones, emociones, conocimientos y participación de todos los miembros. Es importante establecer relaciones de coherencia y autenticidad que crea un clima de seguridad que posibilita la comunicación, se potencia el respeto y la autoestima. ¿Cuáles consideramos son los criterios generales para crear un medio educativo? Respeto Diálogo (escucha) Confianza 460 A partir de entonces, los señalamientos y recomendaciones han sido calificados de utópicos, idealistas, costosos e irrealizables (criticas similares a las que se ha hecho a cualquier intento por separar la salud del dominio de la medicina). Hay un desfase evidente entre los llamados al nuevo orden económico internacional, la equidad y la justicia social y los nuevos derroteros que pretende seguir la salud en el mundo neoliberal. Tres enfoques en promoción de la salud Actualmente coexisten distintas concepciones sobre el significado y alcances de la noción de promoción de la salud, que se reflejan en las formas en las que se pretende llevar a la práctica. De todas las visiones, al menos tres pueden distiguirse plenamente: a) la acepción preventivista, histórica (en un sentido cronológico), acogida aún al paradigma higiénico-preventivista y ligado al concepto de “tríada ecológica”; b) la enfocada en los “estilos de vida individuales”, consumista, de sustento pragmático, difundida en las sociedades altamente industrializadas, sustentada en el paradigma epidemiológico-social, y c) la socio-sanitaria, basada en un nuevo abordaje de la salud como expresión del disfrute óptimo de la vida, para todos, a la cual la sociedad compromete plenamente sus esfuerzos. La primera de ellas ha sido referida en párrafos anteriores, al hablar del modelo higienista-preventivo. Mantiene su vigencia, en la medida que salud pública sigue siendo conducida por los caminos de la medicina ( sea preventiva o social), es decir siempre referida al objeto de estudio enfermedad. Promover la salud, desde tal enfoque significa hacer todo lo posible para evitar la enfermedad en general. La solución a tal enigma es práctica: sanear el medio, educar para la salud, dar alimentación complementaria, favorecer ciertas prácticas individuales de higiene, etc. Organizar la atención médica de manera piramidal, rompiendo la cadena epidemiológica, colocando barreras inespecíficas, atendiendo, asistiendo. Las prácticas de desarrollo de la comunidad de los años 60, en el marco de la alianza 461 para el progreso y sus símiles contemporáneos han puesto énfasis en formas de promoción de la salud preventivistas. La segunda subordina el bienestar al ámbito de las relaciones de mercado: para estar y mantenerse sano, hay que consumir estilos de vida individuales. El “estilo de vida sano” es un mercancía más, sujeta a “libre juego”. Es un “paquete” de satisfactores que pueden comprarse juntos o por separado, pero que para acceder a ellos hay que ser, poder y tener . Comer alimentos sanos y nutritivos, ricos en fibra, bajos en colesterol, hiposódicos, asépticos, insípidos, rápidos, “ligth”. Practicar ejercicios vistiendo y calzando indumentarias especiales, empleando tecnologías modernas para obtener “la figura perfecta”. Disfrutar del “poder de la compra”, para practicarse sofisticados exámenes periódicos o adquiriendo seguros médicos de “amplia cobertura”. Adquirir publicaciones de divulgación de conocimientos para el autocuidado, la autoayuda o la búsqueda informada de la atención médica. Sostenida por la “cultura de consumo de la salud”, es en síntesis, la edición siglo XXI de la Higienecxcv de Galeno*, para “aquéllos que pueden darse el lujo de elegir”. La tercera afronta distintos retos para la vida humana surgidos de la creciente inequidad social y de la deuda sanitaria acumulada. Se alimenta de los procesos de construcción ciudadana y de la búsqueda de la transformación social sin destrucción de los ecosistemas, del empoderamiento y la capacidad real de elegir, de la creación de oportunidades saludables al alcance de todos. Implica la construcción de una cultura de la salud, como forma innovadora de relacionamiento entre los seres humanos y con la naturaleza. A tal noción se le confiere un significado de práctica transformadora, pues implica el cambio en las condiciones de vida y de trabajo para hacerlas saludables. Está preocupada por la satisfacción a las demandas sociales básicas, entre ellas también la atención primaria de salud universal y la participación social efectiva en la planeación, organización y evaluación * Para Galeno de Pérgamo, médico griego de la Roma Imperial, la Higiene tenía un significado procurador de la salud, y simultáneamente un sentido profundamente clasista. De manera explícita (y para Galeno, natural, por sus relaciones de clase), sólo los aristócratas podían aspirar a alcanzar y mantenerse sanos, pues tenían la libertad, el tiempo y el poder para dedicarse al cultivo y cuidado de su cuerpo, no hacerlo era una verdadera irresponsabilidad. 462 de los servicios. Requiere de la socialización del conocimiento, del fortalecimiento de los valores éticos, del respeto a los derechos humanos y de la formación de un espíritu solidario y de servicio social entre los miembros de la colectividad. Encuentra formas de realización en los procesos de educación popular cxcvi y de investigaciónacción participativa Una propuesta para pensar distinto en promoción de la salud para médicos y sanitaristas. Concebir a la salud como “la capacidad que tiene el sujeto individual o colectivo para ejercer control real sobre su ambiente total”cxcvii, implica las nociones de intencionalidad y transformación que son funciones exclusivas de la especie humana. Ejercer la capacidad de control depende de las posibilidades de tomar decisiones y ejecutarlas en el contexto de lo factible. Para ello es necesario elegir un objeto de transformación y un punto de partida. La promoción de la salud desde una perspectiva transformadora pretende la identificación de aquella porción de la realidad que se pretende transformar y sobre la cual se puede ejercer control real. El ambiente total es imposible de transformar en su conjunto por un sujeto concreto, sin embargo, para el mismo sujeto si es posible identificar aquella porción que puede llegar a comprender y a modificar intencionadamente con los recursos a su alcance. Promoción de la salud sugiere movimiento hacia la salud, construir el futuro en el presente y ello requiere de capacidad y poder. Mas la capacidad y el poder no pueden darse espontáneamente sin intencionalidad, y por tanto sin conciencia. Por ello una propuesta transformadora de promoción de la salud tiene que partir de la conciencia sobre esa porción de la realidad que se quiere cambiar y sobre la capacidad potencial de cambio que el sujeto posee. La metodología de educación popular, aplicada a la promoción de la salud, permite el desarrollo de ambos (conciencia y capacidad de cambio) simultáneamente, siguiendo un proceso de planificación. Al hablar de planificación nos referimos al “proceso humano para el 463 ejercicio de la libertad, que con base en una idea viable del futuro deseado facilita la organización de los recursos, las acciones, los procesos colaterales y la toma de decisiones encaminados a la consecución de esa idea”30. Es decir, ir desde la percepción superficial de la necesidad hasta la evaluación de los cambios producidos. Pero, a diferencia de otras propuestas, para ganar poder, para desarrollar la capacidad transformadora, el sujeto debe experimentar todo el proceso desde el principio al final. No puede programar sin hacer un diagnóstico situacional, no puede identificar la necesidad sin imaginarse hacia adonde quiere llegar, no puede tener el control sin conocer a fondo los procesos. El punto de partida en la educación popular, es el autorreconocimiento de su propia práctica, integrada por sus concepciones y saberes, las acciones que realiza y el contexto en donde se actúa. Un triple autodiagnóstico, síntesis de la confrontación de los tres elementos de la práctica. El reconocimiento de las inconsistencias, de las insuficiencias, de las contradicciones, hace posible la búsqueda de lo que se requiere conocer para poder transformar la realidad. Búsqueda orientada, consciente, que no pretende el conocimiento como una acumulación de datos para ampliar el acervo sino en función de su aplicación práctica. En el proceso educativo popular se autodiagnostica la práctica, sobre ella se construye teoría, la teoría se profundiza y se devuelve a la práctica con una intencionalidad transformadora29. Pero no solamente la educación popular le da sustento metodológico a la promoción de la salud, otras propuestas son las de la investigación-acción participativa y la comunicación popular en salud. La promoción de la salud es, por tanto, una práctica de empoderamiento, de participación, de socialización del conocimiento, de movilización para la construcción social de la salud. La promoción de la salud transformadora plantea sus acciones en cinco aspectos prácticos: la participación del sujeto en sus propios procesos; el 464 desarrollo de aptitudes personales (mediante información, educación, capacitación y formación); la reestructuración y control sobre los servicios (trascendiendo el estrecho marco de la medicalización); la construcción de los ambientes sanos y, la lucha por la formulación de políticas y legislación para la salud. La realización de tales aspectos prácticos no es posible bajo el enfoque reducido de la prevención de enfermedades, y mucho menos del consumo individual de estilos de vida “saludables”. Finalmente, la propuesta alternativa de promoción de la salud que aquí se ha esbozado, se puede fortalecer con la incorporación del enfoque de género y a través de la realización de procesos de abogacía (o procuración), movilización social y construcción de ciudadanía. Abogacía por la salud significa la acción de defender, respaldar públicamente, argumentar en favor de, procurar el logro de, para ganar la voluntad política y el apoyo material hacia la causa pública de la salud. Movilización social implica el involucramiento amplio de sujetos sociales en la convocatoria, animación, expresión de la demanda, exigencia pública, gestión y búsqueda de recursos para la salud. La construcción ciudadana se entiende como el ejercicio consciente de los derechos y obligaciones de la democracia, en su acepción original de gobierno del pueblo, para el pueblo, por el pueblo. Los tres procesos requieren de desarrollo de mecanismos de participación reales y efectivos. Referencias 1. Doyal L., Gough I. A theory of human need. The Guilford press. New York, 1991. 1. Max-Neff M. et al Desarrollo a escala humana. Una opción para el futuro. Cepaur. Chile 1986. 1. Foucault, M. La crisis de la medicina o la crisis de la antimedicina. Educación médica y salud. 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