UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS Universidad del Perú, DECANA DE AMÉRICA PROYECTO DE INVESTIGACIÓN Analizando material bibliográfico acerca de nuevos indicios de vida en nuestro sistema solar Integrantes: Calle Quispe, Acxel Jadyr Rosario Valladares, Gabriela Santillana Pilco, Valerie Carol Tello Marca, Victor Zapata Roca, Bill Edward Zavala Tapia, Jenifer Dessiré Docente: Barreda, Brigitte Lima, Perú 2020 Agradecimiento Gracias a la Mg. Brigitte Barreda, por haber sido la guía para realizar este proyecto de investigación que hoy culminamos con éxito. Sus sabios consejos desde el inicio de la sesión, sus perspicaces críticas y su aliento paciente ayudaron a escribir este proyecto de innumerables maneras. Dedicatoria Este trabajo de investigación monográfico está dedicado primordialmente a Dios que nos ha dado la vida y la fortaleza necesaria para terminar este proyecto, a nuestras familias que son el pilar de nuestra vida y quienes nos han apoyado en cada paso que hemos dado y a todas las personas que confiaron en nosotros, apoyándonos moral y económicamente. Este trabajo es resultado del esfuerzo de los seis integrantes que conformamos el grupo, cada uno dando al máximo de su conocimiento para sobrellevar el proyecto de investigación. Resumen La astrobiología ha abierto grandes puertas al conocimiento más allá del planeta Tierra y también ha generado grandes interrogantes sobre posible vida extraterrestre. Los constantes cambios que se están propiciando en nuestro planeta ameritan la búsqueda de un nuevo hogar para la supervivencia de la raza humana. En esta investigación se han analizado varios documentos y artículos científicos pertenecientes a grandes institutos de Astrobiología y universidades reconocidas mundialmente, con el fin de conocer diversos cuerpos celestes que tienen las características necesarias para albergar vida – llamadas también, condiciones de habitabilidad. Los resultados obtenidos fueron que dos planetas y dos lunas investigadas tienen alto porcentaje de probabilidad respecto a una futura existencia de vida. Además, se logró analizar los compuestos químicos que posee cada cuerpo celeste mencionado y las características semejantes que poseen con nuestro planeta. En conclusión, podemos decir que, gracias a la Astrobiología, se han realizado investigaciones sobre los astros que hay en el vasto universo – a través de diversos aparatos tecnológicos –, para así poder “salir” en la búsqueda de un nuevo hogar en un futuro próximo. Palabras clave: Astrobiología, Tierra, raza humana, compuestos químicos, condiciones de habitabilidad. Abstract Astrobiology has opened great doors to knowledge beyond the Earth and has also raised big questions about possible extraterrestrial life. The constant changes that are taking place on our planet merit the search at a new home for the survival of the human race. In this research, several documents and scientific articles belonging to large Astrobiology institutes and world-renowned universities have been analyzed to know different celestial bodies that have the necessary characteristics to host life – also called habitability conditions. The results obtained were that two planets and two moons investigated have a high percentage of probability regarding a future existence of life. In addition, it was possible to analyze the organic compounds that each mentioned celestial body has and the similar characteristics that they have with our planet. In conclusion, we can say that, thanks to Astrobiology, investigations have been carried out on the stars that exist in the vast universe – through some technological devices –, for to "go out" in search of a new home in next future. Keywords: Astrobiology, Earth, human race, organic compounds, habitability conditions. Índice Introducción ...................................................................................................................... 6 1.1 Problema de investigación ................................................................................. 8 1.2 Objetivos de la investigación ............................................................................. 8 1.2.1 Objetivo general ......................................................................................... 8 1.2.2 Objetivos específicos .................................................................................. 8 Revisión bibliográfica ...................................................................................................... 9 2.1 Métodos de detección ........................................................................................ 9 2.1.1 Conceptos teóricos ...................................................................................... 9 2.1.2 Telescopios ............................................................................................... 10 2.1.3 Radiotelescopios ....................................................................................... 11 2.1.4 Telescopios espaciales .............................................................................. 12 2.1.5 Sondas....................................................................................................... 13 2.2 Condiciones de habitabilidad ........................................................................... 14 2.2.1 Sistemas estelares aptos ............................................................................ 17 2.2.2 Características planetarias ........................................................................ 17 2.3 Cuerpos celestes estudiados ............................................................................. 22 2.3.1 Mercurio ................................................................................................... 22 2.3.2 Venus ........................................................................................................ 23 2.3.3 Marte......................................................................................................... 24 2.3.4 Júpiter ....................................................................................................... 25 2.3.5 Saturno ...................................................................................................... 27 2.3.6 Urano ........................................................................................................ 29 2.3.7 Neptuno .................................................................................................... 30 Metodología .................................................................................................................... 31 3.1 Tipos de datos .................................................................................................. 32 3.2 Diseño de la investigación ............................................................................... 33 Resultados....................................................................................................................... 33 Conclusiones................................................................................................................... 36 Referencias bibliográficas .............................................................................................. 37 Introducción Actualmente, la Astrobiología es más apreciada como disciplina integradora del saber de las ciencias naturales, tales como la física, química, y biología. Esta disciplina estudia el origen, evolución, distribución y futuro de la vida en el universo, abarcando en el estudio del origen de la vida (D’Antoni, 2005) al paso de la química prebiótica, que comprende todos los procesos físicos y químicos naturales que tienen lugar dentro de un ambiente planetario hasta la aparición de las biomoléculas y primeros organismos. Por muchos años los conceptos científicos y la mentalidad de las personas, originaba que no se tomara importancia a lo que había más allá de la atmósfera de nuestro planeta, la Tierra; empero, los conceptos percibidos en estos días, expresan la mente abierta que han comenzado a tener las personas respecto a estos temas (Chon, 2018); ahora es posible tratar una problemática tan amplia gracias a los aportes de la tecnología espacial y, en general, a la relación cada vez más estrecha de la ciencia y la tecnología (D’Antoni, 2005). Ahora, la Astrobiología se encarga de responder preguntas como, ¿cuál es el inicio y cómo evoluciona la vida? (pudiéndose recalcar las muchas investigaciones realizadas en las últimas décadas), ¿existe vida en otros lugares del universo? ¿Cuál es el futuro de la vida en la Tierra y más allá? (D’Antoni, 2005) La razón por la cual se ha dado origen a estas interrogantes se debe al surgimiento de distintos cambios en nuestro planeta, evidenciándose, principalmente, los efectos del cambio climático que afectan negativamente en los ecosistemas de distintas partes del mundo. La atmósfera, que contiene gases de efecto invernadero, está siendo dañada por las emisiones de dióxido de carbono y otros componentes emitidos por las industrias, produciendo el aumento de la temperatura global. Uno de los efectos que derivan de este fenómeno, es el deshielo de las zonas polares de nuestro planeta, originando que aumente el nivel del mar; si la temperatura global aumenta un grado centígrado, obtendríamos como consecuencia la desaparición de las masas de tierra que se encuentran a pocos metros sobre el nivel del mar. Se estima que para el 2035 las emisiones subirán hasta un 11,7 GT (D’Antoni, 2005). Los principales países que producen millones de toneladas de gases de efecto invernadero son China, Estados Unidos y la comunidad de países pertenecientes a la Unión Europea, con las cantidades oscilando entre las cuatro mil a doce mil millones de toneladas. Por otro lado, pero no menos importante, la emisión de clorofluorocarbonos (CFs) está afectando gravemente la capa de ozono, adelgazándola e incluso destruyéndola en algunas zonas del planeta. Esto trae como consecuencia la mayor exposición a los rayos ultravioleta A y B provenientes del sol, los cuales – al exponernos a ellos durante largos periodos de tiempo, especialmente a los rayos UV-B – pueden llegar a producir enfermedades en la piel, en el aparato respiratorio y en la visión. Esos CFs podemos encontrarlos en aerosoles, refrigerantes y motores de electrodomésticos. El acuerdo de varios países – exactamente 197 – en reducir el uso de sustancias que agotan la capa de ozono en el Protocolo de Montreal, ha sido efectivo y está ayudando a revertir los daños provocados (D’Antoni, 2005). Cabe mencionar que hasta el 2014 se ha eliminado con éxito más del 98% de las SAO controladas, lo que ha ayudado a revertir los daños a la capa de ozono (PNUD, 2014). Sin embargo, aún en varios lugares se sigue utilizando objetos que emiten estos gases de manera descontrolada. Todo lo anterior, ha conducido a los científicos a pensar sobre el futuro de la Tierra y a buscar soluciones respecto a la supervivencia de la raza humana, lo que ha llevado a pensar acerca de las posibilidades de encontrar otro planeta con las características adecuadas para ser habitable. Se han realizado numerosas investigaciones en el hielo, fumarolas marinas y géiseres, descubriendo que existen organismos – llamados extremófilos – capaces de sobrevivir y tolerar estas temperaturas extremas, las cuales incluso se consideraban letales. Por ejemplo, los barófilos se desarrollan en ambientes con presión muy alta líquida o gaseosa, tales como, lechos oceánicos profundos de hasta once mil metros de profundidad. También podemos mencionar a los halófilos, los cuales se desarrollan en ambientes hipersalinos. Desde el punto de vista de la Astrobiología, el primer punto a considerar en la búsqueda de un nuevo hogar es que el planeta o satélite donde se la busca esté dentro de la zona habitable alrededor de su estrella (D’Antoni, 2005). Cabe agregar que, en general, la zona habitable es la faja alrededor de una estrella en la que un planeta puede contener agua líquida. Además de eso, existen algunas condiciones de habitabilidad que tienen que cumplir estos cuerpos celestes para poder considerarlo apto para la vida. 1.1 Problema de investigación: En los últimos años se ha visto un rápido crecimiento poblacional a nivel mundial, gracias al avance de la ciencia – tecnología que propician nuevos conocimientos y herramientas para mejorar la calidad de vida del hombre; pero, a consecuencia de eso, nos hace pensar en el futuro de las personas, ya que se agotarán los recursos. Los estudios realizados en relación a planetas y satélites a lo largo de estas décadas, ha originado el planteamiento de la siguiente pregunta: ¿Hasta qué punto los cuerpos celestes de nuestro sistema solar tienen el potencial para generar y albergar vida? 1.2 Objetivos de la investigación: 1.2.1 Objetivo general: Analizar las investigaciones realizadas hasta la fecha, a través de la revisión bibliográfica, sobre los diferentes planetas de nuestro sistema solar con fines de encontrar vida extraterrestre o recursos sumamente primordiales para la supervivencia del ser humano. 1.2.2 Objetivos específicos: Valorar la importancia de la astrobiología a través de su relevancia en los estudios actuales a nivel mundial y sus implicancias para el futuro de la humanidad. Identificar los compuestos químicos existentes en cada cuerpo celeste considerado apto para la vida y para el aprovechamiento del ser humano. Fomentar la interdisciplinariedad entre las ciencias biológicas, químicas y físicas, a través de los métodos de estudio de los cuerpos celestes, compuestos químicos esenciales para la vida y teorización del origen, y sustentación de la habitabilidad en planetas diferentes al de la Tierra. Mencionar los biomarcadores que indican indicios de procesos biológicos que fueron encontrados en otros mundos. Extrapolar las teorías del origen de la vida en nuestro planeta, a otros planetas del sistema solar. Revisión bibliográfica En esta sección mencionaremos datos sobre la información recaudada, necesarios para el proceso de nuestra investigación; estos están divididos en tres secciones: Métodos de detección, condiciones de habitabilidad, y cuerpos celestes estudiados. En la primera parte se mencionarán ciertos instrumentos utilizados para observar y recaudar datos sobre los planetas y/o satélites; en la segunda parte se abordarán los requisitos necesarios para que un cuerpo celeste albergue vida, comparando con algunas características que la Tierra posee; y, finalmente, en la tercera parte se nombrará algunos planetas y lunas con algunos datos de investigación que se han realizado sobre ellos. 2.1 Métodos de detección: El análisis de los cuerpos celestes u objetos astronómicos se ha visto influenciado por los descubrimientos que se han logrado a lo largo de la historia; desde los albores de Galileo hasta los Telescopios más modernos, el hombre ha insistido en encontrar nuevos métodos de análisis, así como formas de mejorar las ya establecidas. La Radioastronomía ha surgido con ese fin, analizar los cuantiosos planetas, satélites, asteroides, etc. y así lograr un mayor entendimiento de su composición, como de los fenómenos que comprenden. 2.1.1 Conceptos teóricos: 2.1.1.1 Espectroscopía: Para Valcárcel et al. (2008) la espectroscopía comprende el estudio del espectro de radiación electromagnética que los cuerpos emiten. Para entender esta definición, debemos recordar la capacidad de cada cuerpo de emitir una radiación electromagnética única. Un espectro es la representación gráfica de la radiación emitida, “caracterizada por la longitud de onda, frecuencia o masa” (ídem). El análisis de este espectro provee de mucha información sobre el cuerpo que lo emite, así mediante este análisis podemos obtener datos con gran precisión de su estructura. Figura 1. Espectrómetro simple para la región visible. Espectroscopía. Fundamento de la resonancia magnética nuclear. (Valcárcel, et al.) Actualmente, la espectroscopía comprende distintos tipos de espectros a estudiar, como el espectro de emisión, espectro de absorción, espectro visible, espectro ultravioleta, espectro solar, etc. 2.1.1.2 Interferometría: La interferometría se sustenta en fenómenos físicos de las ondas: la interferencia. Las ondas tienen la capacidad de superponerse, cuando estas ondas se encuentran en la misma fase e interactúan incrementan su intensidad (amplitud), lo cual es conocido como interferencia constructiva. Actualmente, la interferometría es una de las técnicas más usadas en el ámbito astronómico, debido a su efecto de mejorar las muestras de medición, gracias al concepto, antes explicado. 2.1.2 Telescopios: 2.1.2.1 James Clerk Maxwell telescope: El telescopio James Clerk Maxwell (JCMT) está ubicado en la cima de Maunakea, Hawai, a una altitud de 4092 m. Es un telescopio reflector, cuenta con un diámetro de 15 m, y es el telescopio astronómico más grande del mundo diseñado específicamente para operar en la región de onda submilimétrica del espectro electromagnético (East Asian Observatory, s.f) Figura 2. El JMCT. Fotografía de William Montgomerie. Eaobservatory.org Su reflector primario cuenta con 276 paneles ligeros individuales. Cada panel está compuesto por una fina capa de aluminio unida a un panel de espuma rígida. La unión de estos paneles se ajusta mediante motores en los puntos de montaje. 2.1.3 Radiotelescopios: Los radiotelescopios captan ondas de radio, pertenecientes al espectro electromagnético, que son emitidas por algún cuerpo. Generalmente, se conforman por una gran antena parabólica, o un conjunto de ellas (Angosto, 2007). Su funcionamiento es similar al de los telescopios ópticos reflectores, pero a diferencia de estos, los radiotelescopios concentran las ondas de radios en un punto que contiene detectores de radiofrecuencias. La señal que se detecta es amplificada en un receptor de radio, para luego emplear filtros, seleccionando determinados intervalos de frecuencias. Los radiotelescopios no son completamente efectivos individualmente, por ello se recurre a la interferometría. Gracias a esta técnica las ondas de radio logran amplificarse, así logrando que los datos recolectados sean más precisos. 2.1.3.1 ALMA: Está ubicado en la Cordillera de los Andes, en el desierto de Atacama, Chajnantor, debido a las condiciones atmosféricas presentes. Es un radiotelescopio interferómetro formado por 66 antenas de alta precisión que detecta ondas submilimétricas o milimétricas (entre el infrarrojo y las ondas de radio). Estas antenas operan a longitudes de ondas entre los 0.32 mm a 0.36 mm. Las antenas principales son cincuenta, y miden 12 m, apoyadas por las antes adicionales de 7 m de diámetro. Las distancias entre estas antenas oscilan entre los 150 metros y los 16 kilómetros (ESO, s.f). Figura 3. Antenas del radiotelescopio ALMA. DW.com 2.1.4 Telescopios espaciales: Los telescopios, como lo hemos visto, cumplen un rol principal en los estudios astronómicos. Sin embargo, al estar situados en la superficie terrestre pueden ver sus datos recolectados con algunas imprecisiones, la atmósfera está involucrada en estas aberraciones, así como la intensidad de las ondas electromagnéticas que llegan. Para revertir estos efectos, se idearon telescopios espaciales que, al estar fuera de la tierra, logran una mayor precisión de los datos recolectados en tierra. 2.1.4.1 Telescopio espacial Hubble: El HST es un telescopio reflector Cassegrain, y está en órbita alrededor de la tierra a una altura de 593 kilómetros sobre el nivel del mar. Gracias a su privilegiada ubicación evita las aberraciones producidas por la atmósfera terrestre y nos provee de información más clara y precisa que un telescopio en la tierra (Hubblesite, s.f). Está compuesto por un espejo primario de 2.4 m de diámetro, un espejo secundario de 0.3 m de diámetro ubicado en el tubo óptico. La luz incide sobre el espejo primario reflectándola en el espejo secundario que, a su vez, redirige la luz en un plano focal. Figura 4. Plano transversal del telescopio Hubble. Misión y Telescopio. Hubblesite.org Además, cuenta con instrumentos científicos para hacer distintas mediciones como: Wide Field Camera 3(WFC3), es una cámara diseñada para tomar imágenes en un campo de visión amplio. Cosmic Origins Spectrograph (COS), es un espectrógrafo que analiza radiación ultravioleta. Advanced Camera for Surveys (ACS), es un instrumento de análisis de un amplio espectro, desde el ultravioleta hasta el infrarrojo. Fine Guidance Sensors (FGS), es el sistema de control de precisión de puntería, el cual permite ubicar estrellas guía, mediante esto corrigiendo desviaciones que se presenten. 2.1.5 Sondas: 2.1.5.1 Sonda espacial Cassini-Hyugens: La sonda Cassini-Hyugens fue lanzada el 17 de octubre de 1997, desde la estación Cabo Cañaveral. El proyecto fue liderado por diversas agencias espaciales como NASA, ESA y ASI. La misión principal de esta sonda era la de analizar la superficie de TITAN (Martinez, 2017). Cassini es un orbitador cuya misión consistía en permanecer en órbita de Saturno, y Hyugens. La sonda contenía diversos tipos de instrumentos de medición, como: Aerosol Collector and Pyrolyser (ASP) Descent Imager and Spectral Radiometer (DISR) Doppler Wind Experiment (DWE) Gas Chromatography and Mass Spectrometer (GCMS) Huygens Atmospheric Structure Instrument (HASI) Surface Science Package (SSP) Los cuales sirvieron para analizar las características del satélite Titán (ESA, 2019). Figura 5. Sonda espacial Cassini-Hyugens, misión a Saturno. NASA. 2.2 Condiciones de habitabilidad: De acuerdo con la bioquímica, un ser vivo es aquel que cuenta con estructuras moleculares capaces de desarrollarse, mantenerse en un ambiente, reconocer y responder a estímulos, reproducirse y morir. Por eso, los seres vivos pueden habitar la Tierra gracias a que este planeta cumple con las condiciones generales y necesarias para ello, es por esto que el planeta Tierra nos brinda información sobre las condiciones básicas a tener en cuenta para hablar de habitabilidad en otros planetas. La habitabilidad planetaria es una medida del potencial que tiene un cuerpo cósmico con la cual da sustento a la vida. Se puede aplicar tanto a los planetas como a los satélites naturales de los planetas. El concepto de habitabilidad planetaria es entonces muy complejo ya que abarca desde el estudio de las estrellas asociadas con los planetas, pasando por los propios planetas y sus atmósferas, hasta el mismo origen de la vida. (Denis A, 2012). Los requisitos utilizados en las ciencias planetarias para determinar la habitabilidad de un ambiente pueden cambiar en función de las escalas espacio temporales consideradas. Así, a la escala de un sistema solar, la zona habitable circunstelar es la región alrededor de una estrella donde planetas rocosos, con suficiente presión atmosférica, pueden contener agua líquida en su superficie. (Alonso F, 2020). Así mismo, “A escala planetaria, un ambiente se considera habitable si, además de agua líquida, también contiene nutrientes y fuentes de energía bajo condiciones físicoquímicas compatibles con los procesos biológicos” (Cockell et al., 2016, citado por Dávila, 2017). Otras condiciones necesarias para considerar un cuerpo celeste son si este posee procesos geológicos como las placas tectónicas, un campo electromagnético que proteja a los organismos vivos de la radiación procedente del espacio (Schulze-Makuch et al., 2011, citado por Dávila, 2017), y factores físico químicos como la salinidad, temperatura, pH entre otros (McKay, 2014, citado por Dávila, 2017). Sin embargo, encontrar estas condiciones en los exoplanetas y que sean iguales o muy similares a las del planeta Tierra tienen muy bajas probabilidades de ser halladas. Es por ello que, de haber vida en otros cuerpos celestes, estos deben ser de tipo unicelular y que además estén adaptadas a condiciones extremas donde la vida se encuentre al borde de ser posible. En el planeta Tierra tenemos unos ejemplos de esos microorganismos que soportan tales condiciones. Los llamamos extremófilos y pueden soportar las diferentes condiciones según la siguiente tabla: Parámetro Límite Notas Temperatura -15°C máxima Temperatura mínima registrada de división celular. Muchos microorganismos pueden sobrevivir, aún sin crecer y reproducirse, a temperaturas más bajas. Temperatura 122°C mínima Debido a la solubilidad de lípidos en agua y a la desestabilización de proteínas Presión máxima 1.100 atm - Luz mínima Sin límite Existen ecosistemas microbianos independientes de la luz solar pH 0-12.5 - Salinidad Solución saturada en NaCl - 0.6 Ciertos hongos y levaduras 0.8 Algunas bacterias ≥1.000 Jm^-2 Deinococcus radiodurans 50 Gy/hr Deinococcus radiodurans es capaz de crecer bajo dosis continua 12.000 Gy Puede ser más alta en células secas o congeladas Actividad agua (Aw) Radiación UV Radiación ionizante Tabla I. Los límites ambientales de la vida tal y como lo conocemos (basada en McKay, 2014, y adaptada por Dávila, 2017). A partir de la tabla I, podemos suponer cuáles serán los microorganismos que muy probablemente puedan existir fuera de nuestro planeta en condiciones muy similares de las que se encuentran los extremófilos en la Tierra. Esto no significa que debamos descartar de forma automática aquellas condiciones ambientales donde sobrepasen los límites de los organismos de la tabla I, dado que, debido a nuestra limitada visión Terracentrista, podríamos ignorar aquellos seres unicelulares que superan con creces a los que conocemos en la Tierra. 2.2.1 Sistemas estelares aptos: La comprensión de la habitabilidad planetaria empieza en las estrellas. Aunque puede que los cuerpos que, en general, son parecidos a la Tierra sean muy numerosos, es igual de importante que el sistema en el que habitan sea compatible con la vida. 2.2.1.1 Tipo espectral: Estas estrellas no son ni "muy calientes" ni "muy frías" y viven un tiempo tan considerable como para que la vida tenga oportunidad de surgir. Este rango espectral representa entre un 5 y un 10 por ciento de las estrellas de la galaxia Vía Láctea. 2.2.2 Características planetarias: Lo principal sobre los planetas habitables es que son terrestres, estos planetas que tienen aproximadamente una magnitud de masa cercana a la Tierra están compuestas principalmente por rocas de silicato. Al analizar qué ambientes tienen mayor probabilidad de permitir vida, se suele hacer una distinción entre los organismos unicelulares como las bacterias y arqueas y los organismos completos como los metazoos. 2.2.2.1 Masa: Los planetas con masas iguales o superiores a la de la Tierra serán geológicamente activos, es decir, tendrán tectónica de placas y vulcanismo. Sin embargo, al aumentar la masa de un planeta, este volcanismo se puede ver exacerbado y evitar la formación de vida. Por esto, el límite máximo para la masa planetaria será de 2 Masas Terrestres (M Taverne, C Maldonado, 2018). Además, un planeta grande es probable que tenga un gran núcleo de hierro. Esto conlleva a la existencia de un campo magnético que protege al planeta del viento solar, que de otra manera tendería a despojarlo de su atmósfera y bombardear a los seres vivos con partículas ionizadas. 2.2.2.2 Órbita y Rotación: La excentricidad orbital es la diferencia entre las distancias mayor y menor al objeto primario. Cuanto mayor es la excentricidad, mayor es la fluctuación de la temperatura en la superficie de un planeta. El movimiento de un planeta alrededor de su eje de rotación también debe cumplir ciertos criterios para que la vida tenga oportunidad de evolucionar. Una primera suposición es que el planeta debe tener estaciones moderadas. Por otro lado, si un planeta está radicalmente inclinado, las estaciones serán extremas y harán más difícil que la biosfera alcance la homeostasis. 2.2.2.3 Biomarcadores: Son sustancias que son utilizadas como indicadores de un estado biológico, También pueden ser definidos como aquellas sustancias y mezclas químicas, patrones y restos morfológicos producidos por agentes biológicos, ya sea por metabolismos, desplazamientos, u otro factor. (Summons et al., 2017). Los biomarcadores son medidas en los niveles molecular, bioquímico o celular, tanto en poblaciones naturales provenientes de hábitats contaminados, como en organismos expuestos experimentalmente a contaminantes. Este indicador señala la exposición del organismo a sustancias tóxicas y la magnitud de la respuesta del organismo al contaminante. Sin duda, la ventaja principal del empleo de biomarcadores estriba en que considera las variaciones interindividuales (diferencias en la absorción, biodisponibilidad, excreción o en los mecanismos reparadores del ADN) e incluso, intraindividuales como consecuencia de una alteración fisiopatológica concreta en un período de tiempo determinado. Ello conlleva una evaluación de la exposición individualizada. En este contexto, el organismo actúa como integrador de la exposición y determinados factores de tipo fisiológico modulan la dosis captada por dicho organismo. En definitiva, podríamos afirmar que un colectivo no puede asimilarse a un grupo homogéneo de individuos expuestos a un xenobiótico en condiciones estándar y reproducibles. Una de las limitaciones más importantes de los biomarcadores radica en que no pueden aplicarse a sustancias que ejercen sus efectos tóxicos de forma instantánea (por ejemplo, gases y vapores irritantes primarios) o sustancias que tienen una tasa de absorción muy pequeña (F Gil, 2000). Existen diferentes tipos de biomarcadores (también llamados biofirmas por otros autores), entre ellas están los biomarcadores orgánicos, químicos, morfológicos y geomarcadores. 2.2.2.3.1 Biomarcadores morfológicos: Se llaman marcadores morfológicos a las características fenotípicas de fácil identificación visual tales como forma, color, tamaño o altura. Muchos de ellos se convierten en importantes descriptores, a la hora de inscribir nuevas variedades. El crecimiento y desarrollo celular, o el de un organismo multicelular o conjunto de organismos, a menudo genera estructuras y formas macroscópicas que son características de procesos biológicos. Por ejemplo, las conchas de un molusco o los huesos de un animal son estructuras con morfologías tan complejas que no pueden formarse en ausencia de vida, y como tal representan biomarcadores morfológicos. Por su resistencia, estos biomarcadores pueden quedar preservados en el registro fósil mucho después de la muerte del organismo. Sin embargo, los organismos microscópicos unicelulares, las primeras formas de vida en evolucionar, raras veces generan biomarcadores morfológicos porque casi nunca sintetizan estructuras minerales que puedan resistir el paso del tiempo (A Dávila, 2017). 2.2.2.3.2 Biomarcadores químicos: Muchos procesos biológicos generan condiciones termodinámicas y geoquímicas difíciles de reproducir bajo condiciones abióticas, dando lugar a los denominados biomarcadores químicos. Por ejemplo, la relación entre los isótopos naturales del Carbono (13C/12C) en compuestos orgánicos a menudo se utiliza como indicador de actividad biológica, porque ambos isótopos son utilizados de forma distinta por los seres vivos (A Dávila, 2017). Otro biomarcador químico importante es la presencia de una gran cantidad de oxígeno molecular (O2) en la composición de la atmósfera de la Tierra dado que es muy reactivo con otros compuestos, por lo que debería haber cantidades ínfimas de este compuesto en nuestra atmósfera. La única forma de renovación del oxígeno que conocemos se debe a los procesos fotosintéticos de las plantas y algunos microorganismos al convertir el dióxido de carbono en oxígeno molecular. (Gómez, F. J. 2012). Otro ejemplo importante es la renovación del metano producto de la descomposición de la materia orgánica. 2.2.2.3.3 Biomarcadores orgánicos: Son moléculas sintetizadas directamente por seres vivos y que muy difícilmente pueden ser formados por situaciones espontáneas, siendo un gran indicador de actividades biológicas. Entre dichos marcadores encontramos los lípidos e hidrocarburos, los ácidos nucleicos y los aminoácidos. En primer lugar, muchos biomarcadores son hidrocarburos saturados que provienen de compuestos oxigenados o insaturados, que, en los procesos de diagénesis y maduración de los combustibles fósiles, encontraron medios y condiciones favorables de transformación y su presencia se detecta como fósiles químicos que perduran durante cientos de millones de años. En segundo lugar, tenemos los ácidos nucleicos, el cual es el compuesto fundamental en la que se basa la vida tal y como lo conocemos en la actualidad. Los biomarcadores orgánicos son moléculas sintetizadas por seres vivos cuyas características químicas y/o estructurales son indicadores de actividad biológica (Summons et al. 2007). Quizás el ejemplo más familiar sea la molécula de ADN utilizada para almacenar información genética. No existe ningún proceso abiótico capaz de generar una molécula tan compleja como el ADN, y por lo tanto su presencia en una muestra puede considerarse evidencia de vida (A Dávila, 2017). Sin embargo, los ácidos nucleicos presentan una seria limitación como biomarcador. A diferencia de los lípidos e hidrocarburos, estas moléculas sólo pueden existir durante cortos periodos de tiempo, por lo que solo nos sirve para rastrear vida existente desde hace un millón de años hasta la actualidad. Y por último están los aminoácidos, cimientos de las proteínas, que, si bien se encuentran con frecuencia en la naturaleza, pueden proporcionarnos información cuando se descomponen en mezclas no-racémicas en organismos vivos, lo que genera una desproporción entre las formas quirales de los aminoácidos llamadas levógira (L) y dextrógira (D). Los cuales, en un ambiente sin presencia de vida la proporción sería la de 50/50 mientras que en presencia de vida habría un solo estereoisómero que representaría el 100% de la mezcla. Sin embargo, al igual que los dos anteriores biomarcadores orgánicos, al cabo de varios millones de años, los aminoácidos se volverían espontáneamente en racémicas, perdiendo así su utilidad como biomarcador. (A Dávila, 2017). 2.2.2.3.4 Geomarcadores: La búsqueda y estudio de biomarcadores no es suficiente para determinar si un planeta es habitable o no. Para complementar la información propuesta por los biomarcadores se requiere el estudio y búsqueda de los geomarcadores. Los geomarcadores se definen como aquellos registros de donde se obtiene un estudio detallado de las condiciones paleoambientales. Ello se realiza mediante el estudio de las características mineralógicas, geoquímicas y sedimentológicas que permiten reconstruir las condiciones el ambiente físico-químico donde pudieron haberse formado los biomarcadores. (Dávila, 2017). Un ejemplo de ellos es el estudio a través de los Rovers de la NASA de los Estados Unidos mediante sedimentos que confirmaron una época donde el planeta Marte tenía ríos, lagos y océanos en una época muy remota. 2.3 Cuerpos celestes estudiados: Diversos planetas y lunas han sido objeto de investigaciones a lo largo de los años. Por ejemplo, algunas lunas de planetas fueron analizadas por las condiciones de habitabilidad que poseen y/o sus recursos naturales que podrán ser útiles para su aprovechamiento en el futuro. También, planetas como Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno han sido analizados por las características que tiene cada uno. 2.3.1 Mercurio: Es el más próximo al Sol, separado de él por tan sólo 57.8 millones de kilómetros. Tiene un periodo rotacional de 58.6 días terrestres y un diámetro de 4878 km. Su temperatura es de 467° C en el lado diurno y de -183°C en el nocturno. Este planeta sólo ha sido explorado por dos vehículos orbitales: el Mariner 10 y el Messenger, vehículo que envió miles de fotografías antes de estrellarse en la superficie del astro al final de su vida útil. La superficie es similar a la Luna de la tierra ya que presenta marcas (cráteres) como resultado del impacto con meteoritos y cometas. (Lopez, F. 2016). Figura 6. El planeta Mercurio. Astromía La atmósfera de Mercurio es sumamente delgada, es por ello que es tan fácil para los meteoros y asteroides acceder a la superficie e impactarse contra ella. Su atmósfera está compuesta mayormente por oxígeno, sodio, helio, hidrógeno y potasio y creada por efecto de los átomos despegados de la superficie y el impacto de los micrometeoritos. Dado que las temperaturas superficiales suelen ser extremas, los átomos escapan rápida y fácilmente al espacio. 2.3.2 Venus: Su atmósfera está compuesta principalmente de gases como nitrógeno (3%), dióxido de azufre (0,015%), vapor de agua (0,002%), monóxido de carbono (0,0017%), argón (0,007%), helio (0,0012%) y neón (0,0007%). Podemos resaltar que en su mayoría son gases de invernadero. Dicha condición genera altas temperaturas (la temperatura media es de 463,85 °C más caliente que Mercurio, a pesar de estar al doble de la distancia del Sol), volcanes y con presión de 90 veces mayor que de la Tierra. Figura 7. Fotografía de Venus. National Geographic (2020) Pero la principal causa de este estudio es por las recientes noticias de un posible hallazgo de fosfina (PH3), realizado por un equipo conformado por la profesora Greaves y sus colegas con ayuda del telescopio James Clerk Maxwell en Hawái, y luego confirmada su presencia utilizando el telescopio de Atacama en Chile. La posible detección de fosfina fue en las nubes altas de Venus y es un gas que en la Tierra solo se produce a nivel industrial o por microbios que prosperan en entornos libres de oxígeno. La investigación podría apuntar a una posible presencia de vida “aérea” extraterrestre. En nuestro planeta la fosfina se asocia con la vida porque se encuentra en los microbios que viven en las entrañas de animales. (Nature Astronomy, 2020). 2.3.3 Marte: Es el planeta con más estudios realizados hoy en día. Todo comenzó hace 50 años, cuando la sonda Mariner 4 llegó a orbitar en 1964, marcando así el inicio de la exploración robótica del planeta vecino. A partir de ello hubo muchos lanzamientos hasta la actualidad, determinando la composición, las características y las posibilidades de realizar viajes espaciales. Marte es un planeta con composición de 95.32% de dióxido de carbono, 2.7% de nitrógeno, 1.6% de argón, 0.13% de oxígeno, 0.08% de monóxido de carbono y pequeñas cantidades de agua, óxido de nitrógeno, neón, hidrógeno-deuterio-oxígeno, kriptón y xenón. En total han recorrido 9 robots (Rover) por la superficie marciana y, actualmente, el que sigue explorando es Curiosity y próximamente el Perseverance. (Lang H. 2020). Figura 8. Superficie de Marte tomada por rover Curiosity. Nasa Misiones a futuro de Marte: De muchas misiones de diferentes países se han destacado dos en particular: En 2020, la NASA lanzó un rover (Perseverance) para recoger y almacenar muestras. Un segundo rover las recogerá y un vehículo especial las lanzará a la órbita marciana, donde serán capturadas y devueltas a la Tierra por un tercer vehículo. Los más optimistas hablan de una fecha de regreso posterior a 2030. Elon Musk (2020) afirma que su empresa (SpaceX), después de enviar un vehículo no tripulado en dos años, mandará personas en 2026. Esto es debido a que, según explica Space, la Tierra y Marte se alinean favorablemente una vez cada 26 meses para realizar estos lanzamientos interplanetarios. Space X lleva años de estudio sobre la localidad en donde debería aterrizar "Starship", la nave espacial de la compañía. La "Starship" será lanzada por el sistema de viajes interplanetarios de larga duración de Space X, el sistema "Super Heavy". 2.3.4 Júpiter: Es el planeta más grande del sistema solar y su masa es unas 318 veces superior a la terrestre. Gira muy rápidamente, siendo su periodo de rotación menor de 10 horas. Júpiter tarda más de 10 años terrestres en completar una revolución alrededor del Sol. No existe en Júpiter una distinción precisa entre el cuerpo sólido y la envoltura gaseosa como ocurre en la Tierra. (Lopez, F. 2016). Figura 9. imagen de Júpiter. Teknlife (2016) La "superficie", tal como se ve a través de los telescopios, es en realidad la parte superior de una capa de nubes opaca. A unos mil kilómetros por debajo puede definirse una superficie real en la cual los gases atmosféricos se licúan a las temperaturas y presiones existentes. Los constituyentes de la atmósfera son compuestos hidrogenados (agua, amoniaco, metano, etc.) y helio. La llamada "Mancha Roja" del hemisferio sur es de origen incierto, pero puede poner de manifiesto alguna irregularidad del régimen de circulación atmosférico. Otras tormentas o ciclones de este tipo se han localizado en otras ocasiones, muchas descubiertas visualmente por aficionados Su masa está constituida en un 76 por ciento de hidrógeno. No tiene una superficie sólida bien definida, pero se cree que cuenta con un núcleo interno pequeño, sólido y muy caliente, conformado por metales pesados como el hierro y cubierto por una capa de materiales ligeros, como hielo y agua comprimida; mientras su atmósfera está mayormente conformada por hidrógeno y helio y en menor proporción por metano y amoníaco. Dado el color de sus bandas, se sugiere la presencia de sodio, potasio y yodo que confieren a las nubes tonos amarillos, marrones, blancos y rojos. Europa: Figura 10. Vista en sonda de Europa. Muycomputer (2017). Es una de las lunas de Júpiter que se consideró factible para el análisis de los componentes que posee. La superficie de Europa está cubierta con una capa de hielo, probablemente de 75 a 100 km de espesor, bajo la cual, se postula que existe un océano subterráneo posiblemente de agua salada que puede alcanzar varios kilómetros de profundidad debido a la detección de dióxido de azufre, cloruro de magnesio y una tenue atmósfera formada por Na y K lo cual sugiere que la composición de la superficie es de NaCl y KCl (Pinilla Ferro y Amarís Álvarez, 2015), en donde se sugiere que puede existir la presencia de algún tipo de vida microscópica. Esta teoría cobra mayor fuerza cuando se toman en cuenta los efectos gravitatorios de Io y Ganímedes que generan fricción en las diferentes capas que conforman el núcleo, incrementando su energía y liberando calor. (Pinilla Ferro y Amarís Álvarez, 2015). De esta forma se generan ambientes hidrotermales donde ocurre un constante intercambio de energía y materia entre la masa oceánica y el núcleo de Europa, lo cual se asemeja mucho a los ecosistemas de los fondos marinos en la Tierra, donde la energía solar no puede llegar. “Un enorme interés han despertado las imágenes de la sonda Galileo de Europa en todo el mundo, descubriéndose Icebergs de hielo de agua, que aparecen helados y con huellas de descongelación, flotando sobre un “mar de hielo”; icebergs que parecen haber flotado en el agua del mar interior de Europa; y agua que ha aparecido en su superficie cargada con una sustancia roja, que creemos formada por bacterias del mar interior”. (Tortajada J. 1998). Además, existe la posibilidad de que el EUROPA CLIPPER, (una sonda espacial) pueda capturar muestras de estas masas de agua expulsadas por los géiseres y, posiblemente, hallar ejemplares de vida extraterrestre atrapados en estos chorros de agua. (Greshko, 2020). Con todo esto, el satélite Europa se convierte en uno de los cuerpos celestes con las características cruciales para albergar vida: fuentes de calor hidrotermal, agua, procesos de intercambio geoquímicos y renovación de la superficie (Pinilla Ferro y Amarís Álvarez, 2015), además de ser el mejor candidato para futuros estudios científicos referentes a la vida extraterrestre. 2.3.5 Saturno: Saturno constituye la joya del sistema solar. Su traslación tarda cerca de treinta años terrestres, y su rotación, 10 h 40 min. Posee anillos muy brillantes. Entre sus lunas destacan Encélado y Titán. Ésta última fue descubierta por el holandés Christiaan Huygens en 1655. Al igual que Júpiter, la atmósfera de Saturno está compuesta por hidrógeno (H) y helio (He). Figura 11. Retrato del planeta Saturno por el telescopio Hubble. NASA En 1672, Cassini descubrió Rea, y en 1684 localizó las lunas Tetis y Dione. Saturno presenta tormentas, como Júpiter, y un fenómeno de auroras. Carece de superficie sólida. Su interior es posiblemente similar al de Júpiter, con un núcleo denso de roca, hielo, agua y otros compuestos sólidos. Está rodeado de hidrógeno metálico líquido dentro de otra capa de hidrógeno líquido. Su campo magnético es 578 veces más potente que el de la Tierra. (Lopez, F. 2016) Su atmósfera está compuesta por un 97 por ciento de hidrógeno, un 3 por ciento de helio y un 0.05 por ciento de metano. Se presentan fuertes vientos en la alta atmósfera que alcanzan hasta 500 m/s en la región ecuatorial. En conjunción con el calor que sube desde el interior del planeta, causan que las franjas amarillas del planeta sean visibles en la atmósfera. En particular se estudiará una de la luna llamada Titán que tiene muchas posibilidades de albergar hidrocarburos que son de gran importancia. Titán: Es una de las lunas de Saturno que ha sido objeto de muchas investigaciones por poseer una atmósfera muy espesa, similar a la que pudo existir en la Tierra hace varios millones de años. Está compuesta principalmente de nitrógeno y con una fracción importante de hidrocarburos como metano, etano, acetileno y propano. Figura 12. Imagen de Titán por la sonda Cassini. NASA. La misión Cassini-Huygens fue un proyecto conjunto de la NASA, la ESA y la ASI, que tuvo como objetivo estudiar el planeta Saturno y sus satélites naturales. En una de las muchas capturas muestra a la luna Titán como un candidato para las grandes investigaciones en el futuro por su parecido a la Tierra, donde se pueden evidenciar acontecimientos de procesos meteorológicos semejantes a nuestro planeta, tales como precipitación, evaporación y probablemente criovulcanismo, los cuales liberan metano desde la superficie a la atmósfera. Aparte se incluyen diversas observaciones mediante el telescopio Hubble y la sonda de descenso Huygens (ESA) desde el espacio exterior. (Lara L, 2019). 2.3.6 Urano: Figura 13. Imagen de Urano. Solar system Esploration. Nasa. (2021). Urano es un planeta de color aguamarina, fue descubierto mediante la observación. Los once anillos de Urano fueron hallados en 1977. En 1986, la Voyager 2 encontró otras diez pequeñas lunas y confirmó la existencia de anillos. Su masa es de 8.686 x 1025 kg y un periodo rotacional de 17.2344 h. La distancia de Urano al Sol es de 2871 millones de kilómetros. Es un planeta gaseoso con una gran cantidad de metano en su superficie, lo que le confiere un tono azulado. Su principal característica es que su eje de rotación está inclinado de forma casi paralela a su plano orbital (unos 8°), por lo que la línea del ecuador está en un ángulo casi recto respecto a su órbita. (Lopez, F. 2016) Urano está constituido por un núcleo de roca, un manto helado y una capa exterior gaseosa. Carece de una superficie sólida. El 80 por ciento (puede ser más) de su masa está compuesto de un fluido denso y caliente de materiales de hielo (agua, amoníaco y metano) que está encima del núcleo rocoso. Debido a la similitud de su composición interna con Neptuno, los científicos se refieren a ambos planetas como “los gigantes de hielo”. La atmósfera de Urano se constituye de hidrógeno (H) en un 83 por ciento, helio (He) en un 15 por ciento y metano (CH4) en un 2 por ciento. También contiene trazas de agua y amoníaco. Está estructurada en capas de nubes; al parecer, el agua forma las nubes inferiores y el metano forma la capa más superficial de las nubes. Como la luz solar pasa a través de la atmósfera y se refleja por encima de las nubes, el metano absorbe la parte roja de la luz (solar), por lo que visto desde un telescopio se ve azul verdoso. Tiene una atmósfera más fría de todo el sistema solar. 2.3.7 Neptuno: Fue descubierto mediante cálculos matemáticos antes de comprobar su existencia con telescopios. Posee un color azul muy intenso y su atmósfera presenta los vientos más rápidos de todo el sistema solar. Se cree que posee una fuente interna de calor, como Júpiter y Saturno. Además, en Tritón, una de sus lunas, se detectó vulcanismo activo y atmósfera. Sus componentes atmosféricos son hidrógeno (H), helio (He), metano (CH4) y amoniaco (CH3). Es la más lejano de la tierra Hace apenas unos años se reclasificó a Plutón como un planeta enano, por lo que Neptuno pasó a ser el último de los planetas gaseosos del Sistema Solar. (Lopez, F. 2016). Fig. 14. Imagen de Neptuno. Solar system Esploration. Nasa. (2021). Neptuno se compone de un núcleo rocoso encastrado en una cáscara helada, alrededor de la cual hay una capa densa y espesa de gases atmosféricos que comprenden casi el 10% de su masa total. El núcleo del planeta se compone de roca fundida, agua, amoníaco líquido (CH3) y metano (CH4), mientras que su capa superficial es de hidrógeno (H), helio (He), agua (H2O) y metano (CH4). La paradoja es que mientras su exterior es helado, se estima que el corazón de Neptuno alcance temperaturas de hasta 4700 °C. Neptuno tiene una atmósfera compuesta por un 74 por ciento de hidrógeno, 25 por ciento de helio y 1 por ciento de metano y se extiende a grandes profundidades dado su contenido en metano, el planeta es llamado “gigante de hielo”, al igual que Urano. No obstante, el color azulado de Neptuno es aún más intenso y brillante. Metodología Para elaborar el presente proyecto de investigación, que tiene como principal objetivo analizar las investigaciones realizadas hasta la fecha sobre los diferentes planetas y lunas de nuestro sistema solar – con fines de encontrar vida extraterrestre o recursos sumamente primordiales para el ser humano –, por medio de la revisión sistemática de literatura, se utilizó la metodología de la investigación propuesta por los autores Hérnandez, Férnandez y Baptista (1998). Figura 15. Metodología de investigación de acuerdo a Fernández, Hernández y Baptista. Fuente: Elaboración propia a partir de Fernández, Hernández y Baptista, 1991. Cabe mencionar que en el caso de la presente investigación algunos pasos no se aplicaron, ya que la finalidad es la recolección de datos por RSL, mas no la experimentación. Según Hernández, Fernández y Baptista (2006), existen cuatro tipos de investigación: la exploratoria, la descriptiva, correlacional y explicativa. La investigación fue de tipo exploratoria y también explicativa. Fue exploratoria porque para su entendimiento fue necesario reunir información para la comprensión del problema de investigación. Por otro lado, se dice que es una investigación explicativa ya que se llevó a cabo para investigar fenómenos, características y condiciones muy puntuales de las que no se puede encontrar muchas investigaciones que aglomeren a todas, o que no se había explicado bien con anterioridad. La intención es proporcionar detalles de los cuerpos celestes propicios para albergar vida o recursos aprovechables. 3.1 Tipos de datos: Según Malhotra (2004), existen dos tipos de fuentes de datos: las primarias, que son aquellas que genera directamente el investigador para atender el problema que está investigando; y las secundarias, que se tratan de datos que se recolectan a partir de material impreso o que se encuentran vía web. Para la presente investigación se utilizaron las fuentes secundarias. Las fuentes de información secundaria que se utilizaron fueron: 3.2 Sitios de Internet oficiales en el tema. Artículos académicos publicados por expertos. Revistas especializadas, libros y journals académicos. Diseño de la investigación: El enfoque de la investigación fue de tipo cualitativo, así como no experimental. Se realizó una recolección de datos bibliográficos sin medición numérica. Se dice que la presente investigación es no experimental ya que se enfocó en la búsqueda de información, hacer una síntesis, y explicar algunos aspectos de las condiciones y cuerpos celestes estudiados. Del mismo modo, el estudio fue de tipo longitudinal ya que se llevó a una comparación entre de la información publicada con el pasar de los años y las nuevas investigaciones. El estudio abarcó ocho planetas y dos lunas, las cuales eran de vital importancia para realizar los estudios respectivos. En relación al tema de la investigación, la muestra es el sistema solar, específicamente, los planetas; pero fue relevante incluir las lunas, ya que poseen gran importancia por sus características. Mediante el análisis bibliográfico, se recolectaron datos de las dos últimas décadas, pero sin obviar contenidos de fechas anteriores ricos en información, así se pudo obtener mayor cantidad de fuentes de revistas científicas y buscadores especializados en investigaciones, tesis y artículos científicos. Resultados En relación a la literatura científica revisada, muchas investigaciones dan a entender que los principales puntos a tener en cuenta para la existencia de vida son agua, carbono, oxígeno, hidrógeno, energía y la presencia de una atmósfera. Además, para la potencial presencia de vida en un planeta se utilizan los biomarcadores que son objetos, compuestos químicos o patrones cuyo origen requiere específicamente la presencia de vida. Estos se encuentran principalmente en su atmósfera, basándose en la premisa de que: Si un planeta alberga vida, las reacciones metabólicas de sus habitantes cambiarán los componentes de su atmósfera. Un estudio publicado por Nature Astronomy señalan que la cantidad de fosfina (derivado fétido y tóxico del fósforo) en Venus es 10.000 veces más alta que la que podría producirse por métodos no biológicos. En la tierra este compuesto es producido de forma biológica por microbios que viven en entornos donde no hay oxígeno. La detección de fosfina no es una prueba sólida de vida, solo de química anómala que al momento no se puede explicar por otros medios. Gracias a la sonda europea de la ESA "Mars Express", se descubrió cantidades importantes de formaldehído en la atmósfera y un mar subterráneo congelado. Los científicos a cargo del proyecto llegaron a la conclusión que “en Marte tiene que haber organismos vivos”. Según el científico italiano Vittorio Formisano: “[...] en la atmósfera del planeta rojo hay un producto residual del gas metano: el formaldehído… y en inmensas cantidades”. Con estos resultados se especula que la atmósfera marciana solo muestra un ápice del metano, además este gas se combina con el vapor de agua. Esta mezcla es propicia para la existencia de bacterias. Las investigaciones no solo se han centrado en planetas, los científicos han mostrado su interés en los satélites de los planetas gigantes como Europa, luna de Júpiter, debido a al descubrimiento de la NASA y del Instituto Tecnológico de California (Caltech). Con la información recolectada se detectó que debajo de una gruesa capa de hielo existe un océano subterráneo. Al analizar los datos del espectrómetro, parecía que una de las sustancias de la capa de hielo era sulfato hidratado de magnesio, o lo que conocemos como "sales de Epsom", usadas como nutrientes del suelo para la agricultura, como sales de baño y para fines médicos. Este descubrimiento fue revolucionario para la comunidad científica. (Trumbo de Caltech, 2019) Titán, luna de Saturno, se considera que no necesita de agua para poder albergar vida, según un estudio de la Universidad de Cornell. Eso se debería a la existencia de moléculas de cianuro de hidrógeno en la atmósfera, que podrían establecer nuevas formas de supervivencia. El compuesto forma polímeros que son capaces de absorber la luz, lo que demuestra que también podrían ser capaces de crear vida. Las investigaciones con respecto a su atmósfera se consideran similar a la atmósfera primitiva de la Tierra, además de otras características meteorológicas que emulan a la Tierra actual. Por otro lado, también es importante mencionar a los exoplanetas que tienen cierta semejanza con la tierra, y una prueba de ello es el exoplaneta KOI-4878.01 que tiene un índice de similitud con la Tierra del 98%, se encuentra a 3 000 años luz de la Tierra orbitando alrededor de la estrella KOI-4878 tipo G (Javier Armentia, 2017). Considerando sus características, si la existencia de KOI-4878.01 fuera confirmada, la probabilidad de que haya algún tipo de forma de vida sobre su superficie es elevada. Otro ejemplo es el planeta KOI 456.04 que orbita a la estrella Kepler-160, encontrándose en el mismo lugar de la zona habitable que la Tierra respecto al Sol. No es el primer exoplaneta situado en esta parte de la zona habitable, pero sí es el primero que se encuentra alrededor de una estrella tan parecida a la muestra. De hecho, KOI 456.04 tendría un periodo casi idéntico a un año terrestre: 378 días. La certeza de su existencia es sólo del 85 %, pero si se confirma al 99 %, podríamos estar ante un potencial candidato a exoplaneta habitable. (Neel V. Patel, 2020) De una lista de sesenta planetas descubiertos, por el Laboratorio de Habitabilidad Planetaria de la Universidad de Puerto Rico basándose en las observaciones del Telescopio Espacial Kepler; alrededor del cincuenta por ciento son potenciales candidatos. Finalmente, debemos saber que todas las observaciones realizadas por la comunidad científica se basan en lo que ocurrió en la Tierra, pero la atmósfera de nuestro planeta ha ido cambiando a lo largo de su evolución. Es decir, si nuestra atmósfera hubiera sido analizada por otros habitantes extraterrestres hace 4.000 millones de años, no hubiera detectado oxígeno, ya que en ese entonces prevalecían las bacterias fotosintéticas anoxigénicas. Por otro lado, el mantenimiento del oxígeno en nuestra atmósfera depende no solo de su generación por organismos vivos sino de la geodinámica de nuestro planeta, la composición química de nuestros océanos y una serie de factores difíciles de medir en planetas externos, por lo que podrían existir muchos planetas con seres vivos, pero sin oxígeno en su atmósfera. Lo que sería lógico de extrapolar a otros cuerpos celestes del universo. Conclusiones Se realizó de manera efectiva un análisis bibliográfico de diversas investigaciones sobre los cuerpos celestes presentes en nuestro sistema solar, de manera que se encontró recursos que posibilitan la supervivencia del ser humano, específicamente en cuatro cuerpos celestes (Marte, Venus, Europa y Titán). Se logró valorar la relevancia de la Astrobiología debido a los estudios que se han realizado con relación a esta ciencia, la cual evoluciona con el pasar de los años. Esto generará implicancias positivas para el futuro de la humanidad. Se identificó los compuestos de ocho planetas y dos lunas, encontrándose compuestos no metálicos – como el nitrógeno y oxígeno –; gases nobles, como el hidrógeno, helio, argón y neón; y compuestos iónicos como el cloruro de sodio y el cloruro de potasio. Estos en un futuro podrían originar compuestos orgánicos, tal y como sucedió en nuestro planeta hace millones de años. La Astrobiología relaciona a las ciencias biológicas con las físicas a través del estudio de los planetas aptos para poder vivir en un futuro. La física se aplica en el momento de la detección de ondas electromagnéticas que proporcionan datos sobre algún planeta o luna que se investigue, esto a través de los métodos de detección mencionados en la investigación. Por otro lado, la biología es aplicable en el ámbito de los biomarcadores que indican indicios de procesos biológicos en los planetas o lunas investigados, y gracias a la química podemos identificar los compuestos químicos que poseen. Se mencionó una serie de biomarcadores utilizados para estudiar a los diversos cuerpos celestes, divididos en biomarcadores orgánicos, químicos, morfológicos y geomarcadores. Estos otorgan mayor información respecto al planeta y/o satélite. Los investigadores extrapolan las teorías del origen de la vida de nuestro planeta debido a que es único mundo del que tenemos la suficiente información para poder realizar una comparación respecto a otros mundos que se espera que, en unos años, se vuelvan habitables, así como la Tierra se volvió habitable hace millones de años. Referencias bibliográficas Alfonso F. Dávila, (2017). Habitabilidad y vida más allá de la Tierra. National Aeronautics and Space Administration (NASA). https://www.raco.cat/index.php/ECT/article/download/328887/419483 Angosto Sánchez, R. (2008). Análisis y diseño de un reflector parabólico para un radiotelescopio en la banda de 1420 MHz. Recuperado de Proyecto Fin de Carrera Reflector (upct.es) Calle, A. (2013). 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